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Mediante los hilos conversacionales continuamos la conversación en base a lo que nos acaban de

decir, pudiendo dirigirla hacia donde queramos haciendo uso de nuestro modelo de comunicación
emocional. Un fallo muy frecuente se produce cuando no prestamos atención a es tos hilos
porque estamos más pendientes de nuestros pensamientos que en atender a lo que estamos
hablando. En psicología esto recibe el nombre de ensimismamiento. Una actitud que nos hace
desentendernos del exterior para concentrarnos en asuntos internos (ruido mental). El
ensimismamiento limita nuestra habilidad para la observación y pro voca inseguridades que nos
llevan a estar continuamente cambiando de tEjemplo tirando de los hilos conversacionales: —
Estoy un poco harta de las exigencias de mi jefe. —Deberíamos juntarlo con el mío y soltarnos en
el pacífico atados en un bote a la deriva, con un par de plátanos y un botellín de agua a compartir.
—Jajaja, ¿eso es un poco extremo no? —Para personas como nosotros que podemos con lo que
nos pidan sí, pero por fantasear en un momento de cabreo no se pierde nada jaja. —Yo preferiría
fantasear con cosas en las que mi jefe no aparezca. —¿Aparecería yo siendo placenteramente
exigente contigo? —No, en esta fantasía la exigente sería yo. En este caso hemos observado bien
la frase y hemos tirado de varios de sus hilos a lo largo de la conversación. Por un lado,
bromeamos utili zando la exageración y la absurdidad al tirar del hilo “estar hartos”, ya que
partiendo de ese sentimiento contestamos con una broma. Continuamos contestando a la
pregunta tirando del hilo de si es algo un poco extremo, cualificándonos mutuamente como
personas que pueden con todo lo que nos pidan. Añadiendo el hilo de la fantasía del que la otra
persona tira al contestar diciendo que preferiría fantaseas con cosas en las que su jefe no
aparezca, insinuado y llevándolo a un plano sexual. ema, pero sin aportar continuidad y
naturalidad a nuestras charlas. Un claro ejemplo de ensimismamiento es cuando estamos
hablando con alguien y en lugar de contestarnos a lo que nos está diciendo, vemos que contesta
hablando de otra cosa que no viene a cuento o directamente no sabe ni qué le acabamos de decir.
Esto además de una falta de respeto nos impide conectar emocional mente, ya que la otra
persona necesita sentirse escuchada si queremos cu brir esas necesidades de sentirse valorada,
aceptada y comprendida. Ejemplo de conversación sin tirar de los hilos conversacionales: —Estoy
un poco harta de las exigencias de mi jefe. —¿Te gusta viajar? Estoy pensando en organizar un
viaje por ahí. —No me vendría mal a mi uno para desconectar. —No paro de trabajar
últimamente. Toma nota y observa cómo en este ejemplo no prestamos atención a lo que nos
acaba de decir la otra persona. Seguramente se sienta agobiada por la situación con su jefe y
nosotros solo le decimos algo que nos viene a la mente que no tiene nada que ver. Por tanto, no
tiramos de los hilos. En las siguientes líneas la cosa no mejora, ya que al hablarnos la otra persona
de que le vendría bien desconectar, volvemos a ir a lo nuestro hablando solo de nosotros.

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