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María
El Poderoso ha hecho obras grandes
por mí y su Nombre es Santo (Lc 1)
Los apóstoles de los últimos tiempos
En varias apariciones, la Santísima Virgen ha dicho que está construyendo su ejército de pequeños,
quienes la acompañarán para el triunfo de su Inmaculado Corazón anunciado en Fátima.
La Virgen María está reclutando ya este ejército. Ella llama a cada uno espiritualmente, lo entrena y lo
va guiando para que cumpla su misión junto a Ella para Jesús.
San Luis María Grignion de Montfort habló de los apóstoles de los últimos tiempos, definiéndolos como
aquellos que se consagran totalmente a la Virgen en los últimos tiempos; plenamente conscientes
del papel de la Inmaculada en la batalla final contra el Maligno; se trata del retorno de los hombres a
Dios en una hora especial, la última hora.
Los apóstoles de los últimos tiempos
La Parusía de Nuestro Señor Jesucristo, los diversos textos de las Epístolas de los Apóstoles y sobre
todo el Libro del Apocalipsis revelan estos tiempos como la apoteosis de la violencia de Satanás, de su
rebelión final.
★ En medio de la aparente victoria del adversario, aparece “el Rey de reyes y Señor de señores”
★ Nuestro Señor trae la victoria final de la mano de María, que lleva inmediatamente al Juicio
Final y a la eternidad
★ La Santísima Virgen es el camino sagrado por el que Dios desciende a nosotros y es el
camino sagrado por el que retornamos a Él.
El Corazón Inmaculado de María, Madre de Dios y Madre de los hombres, se erige como la única
salvación y la única victoria segura que Dios nos ha legado, contra la apoteosis y victoria casi total de
Satanás por parte de sus cómplices y seguidores mediante el ateísmo materialista que gobierna el
mundo. San Luis María señala claramente que esta lucha es terrible: “Finalmente, María ha de ser
temible como una tropa armada, poderosa como un ejército, dispuesta a luchar contra Satanás y sus
cómplices sobre todo en los últimos tiempos en los que el diablo sabe que le queda poco tiempo (Ap
12,12) para corromper a las almas y llevárselas con él al Infierno.
Los apóstoles de los últimos tiempos
“Finalmente, María ha de ser temible como una tropa armada, poderosa como un ejército, dispuesta a
luchar contra Satanás y sus cómplices sobre todo en los últimos tiempos en los que el diablo sabe que le
queda poco tiempo (Ap 12,12) para corromper a las almas y llevárselas con él al Infierno”...
★ “Por eso, cada día redoblará la cruel persecución y tenderá terribles trampas a los fieles
servidores y verdaderos hijos de María, ya que le cuesta más vencerlos que a los demás”
★ “Los apóstoles de la Virgen serán un signo de contradicción”
★ “Estrujarán el pecado, rugirán contra el mundo, lucharán contra el diablo y sus secuaces”
★ “Atravesarán, ya sea la vida o la muerte, con la espada de doble filo de la Palabra de Dios, a
todos a los que Dios los envíe”
El Movimiento Sacerdotal Mariano es la plenitud de las profecías de San Luis María de Montfort sobre
los apóstoles de los últimos tiempos. Las profecías dadas por la Virgen María al padre Gobbi confirman
que María es el signo que Dios nos da hoy.
Una sola es la señal que Dios da al mundo y a
la Iglesia de hoy, yo misma (Al padre Gobbi)
Yo sola soy anunciada como la gran señal del Cielo, la Mujer
vestida del Sol, con la luna como alfombra bajo sus pies y doce
estrellas cual inmensa corona sobre su cabeza (Al padre Gobbi)
Ya está predicha mi victoria sobre el Dragón Rojo, sobre el
ateísmo triunfante y aparentemente hoy victorioso. Esta victoria
se obtendrá por medio del triunfo de mi Corazón Inmaculado en
el mundo, y esta victoria mía la alcanzaré con los sacerdotes de
mi Movimiento (Al padre Gobbi)
No busquéis por ahora otros prodigios en el Cielo, ¡este será el
único prodigio! (Al padre Gobbi, 30 de noviembre 1974)
Esta es la hora de mi Corazón Inmaculado, porque se está
preparando la venida del glorioso Reino de Amor de Jesús
(Al padre Gobbi, 24 de diciembre 1978)
De la misma manera que fui la Madre virginal de la primera
venida de Jesús, así también hoy soy la Madre gloriosa de su
segunda venida (Al padre Gobbi, 1 de diciembre 1985)
Yo soy la Madre de la esperanza y la confianza
(Al padre Gobbi)
Los
Consagrados
a María
Con el acto de Consagración, tú has puesto en mis manos toda tu
vida: ahora ella me pertenece, es mía, yo he tomado posesión de
ella, y ahora poco a poco voy transformándola según mi
voluntad (Al padre Gobbi, 20 de octubre 1973)
Dulcemente te llevaré a aquella perfección que agrada a mi
Corazón, y poco a poco te transformaré en una copia totalmente
semejante a mi hijo Jesús (Al padre Gobbi, 20 de octubre 1973)
Te daré un nuevo modo de pensar: pensarás según el Corazón de
Jesús y mi Corazón maternal, viendo cada cosa en Dios según el
Espíritu de Sabiduría. Te daré la sabiduría del corazón
(Al padre Gobbi, 20 de octubre 1973)
Quien se ha consagrado a mí, debe sentir, ver y pensar como yo,
conmigo, porque quiero tomar posesión de toda su vida, quiero
transformarla, volverla imagen de mi Hijo Jesús, el primogénito de
muchos otros hijos míos (Al padre Gobbi, 20 de octubre 1973)
Para caminar por mi senda, no se puede nunca pactar con el mal,
porque sólo permanece franca y abierta cuando hay perpetua
enemistad entre estas dos opuestas realidades. Mi Hijo Jesús se hace
signo de esta contradicción y el Padre os lo entrega para la salvación y
la ruina de muchos (Al padre Gobbi, 8 de diciembre 1982)
Como apóstoles de los últimos tiempos, debéis seguir a Jesús por el
camino del desprecio del mundo y de vosotros mismos, por el camino
de la humildad, de la oración, de la pobreza, del silencio, de la
mortificación, de la caridad, de una unión más profunda con Dios
(Al padre Gobbi, 8 de junio 1991)
Sois desconocidos y despreciados por el mundo y por los que os rodean;
con frecuencia sois obstaculizados, marginados y perseguidos porque
este sufrimiento es necesario a la fecundidad de vuestra misión
(Al padre Gobbi, 8 de junio 1991)
¡Satanás los atormenta, los zarandea fuertemente, los seduce con el orgullo y
con el desaliento! Muerde rabioso mi talón, se desencadena con rabia contra
estos hijos míos pequeños. Sabe que pronto serán éstos los Sacerdotes fieles
y con ellos le aplastaré la cabeza para siempre
(Al padre Gobbi, 13 de agosto 1975)
El Ejército de
María
Los Apóstoles de los últimos tiempos -según revelación de la
Virgen a Luz de María- “forman parte de mi corona, ustedes, a
quienes guío hacia mi Hijo y el triunfo final, en donde la Voluntad
Divina se cumplirá en la tierra como se cumple en el Cielo (cf. Mt
6,10). Son los apóstoles de los últimos tiempos”
Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María:“Comprendan que son
mis apóstoles de los últimos tiempos, y como tales deben vivir como
Yo les he enseñado, así Mi ángel de paz no les sentirá indiferentes”
Nuestra Señora a Luz de María:“Mis hijos forman parte de mis
Apóstoles Marianos, y como yo, no marchan delante para ser
mirados, pero sí permanecen fieles sin permitirse ser vencidos”
Nuestra Señora a Luz de María:“Los apóstoles de los últimos tiempo no
son un grupo seleccionado, sino son aquellas criaturas humanas que se
convierten y se comprometen a vivir en la Voluntad Trinitaria, siendo
una voz más que se eleva para despertar a sus hermanos antes de que
sean presas de las redes del mal”
Nuestra Señora le reveló a Luz de María las características de los
apóstoles de los últimos tiempos:“Cada hijo de Dios debe
comprometerse y ser un apóstol de la Palabra Divina para sus
hermanos, manteniendo la humildad sin la cual no serán
verdaderos hijos de mi Hijo. Este camino no es fácil, sino al contrario,
necesitan la fe firme y fuerte para que no se guíen por el querer
humano sino por el Querer Divino”
“Deben congregarse, para que al congregarse aprendan la
humildad, pues quien no es humilde es soberbio y el soberbio debe
doblegarse hasta aprender a ser humilde y cumplir en obediencia lo
que mi Hijo exige a quien desea seguirle como verdadero discípulo”
Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María:“Mis apóstoles de los
últimos tiempos serán bendición para sus hermanos, pero mis
apóstoles de los últimos tiempos serán los sencillos y humildes
de corazón, cuyo camino será protegido por quien enviaré de Mi
Casa como lo he prometido desde antaño”
Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María:“El apóstol sabe que sólo con
buenas intenciones no va a lograr transformarse ni transformar a sus
semejantes, sino que debe ser cumplidor de Mi Ley y luego ayudar a los
hermanos con Mi mismo amor y Mi misma caridad, perdón, fe,
esperanza, con la oración y una decidida consistencia del cumplimiento
de los propósitos con que decidan superarse en el espíritu. Escucho tantos
buenos propósitos, pero la mayoría queda en eso: en buenos propósitos, ya
que son tan inconsistentes que por ello pocos poseen la fuerza interior
necesaria para lograr se la levadura de Mi Amor”
La Virgen, el Niño
Jesús y Santa Ana
(Leonardo da Vinci)
01 02 03 04
Inversión Los últimos Despreciados Rechazados
Radical en el Cielo respecto Los primeros serán los Los considerados “mejores” Los despreciados en la Tierra
a lo que sucede con los últimos y los últimos primeros en la Tierra pueden ser mal y rechazados por el mundo
hombres en la Tierra en el Reino de los cielos (Mt vistos por Dios serán recompensados por
19, Mc 10) Dios
Los pequeños
Dios ama la pequeñez, en eso se basa la gran reversión de
los valores humanos transmitida en el Evangelio de
Jesucristo. Basta comprobarlo en la misma Madre que creó
para Sí, la más humilde de las creaturas; y basta ver a
quiénes la Santísima Virgen está dando los mensajes de
Dios en sus apariciones: siempre son los pequeños.
Los pequeños
Los videntes suelen ser niños / jóvenes adolescentes:
Fátima, Lourdes, La Salette, Pontmain, Banneux, Beauring,
Kibeho… Y además de pequeños, suelen ser pobres,
insignificantes para este mundo. Dios no elige ni a los sabios
ni a los ricos para dirigir Sus mensajes, tampoco se dirige a
los poderosos: utiliza la supremacía de lo pequeño…
un Evangelio del Evangelio.
Los pequeños
Y todos ellos se distinguen del resto por su devoción a la
Santa Virgen María. Dios se revela a los humildes, y se oculta
a los grandes y a los sabios. ¿Por qué? Porque son sencillos
de corazón y creen en Él y lo aman. Porque los pequeños
sienten necesidad de Dios, porque se saben creaturas ante su
Creador, porque saben que nada tienen que no haya sido
dado por Él, porque siempre están escuchando y dispuestos
a dar amor a su Señor y a los demás.
Apariciones a los pequeños
1932-
1933 1871 1980
1933
Nuestra Señora
de Pontmain
Madre de la esperanza
Nuestra Señora de
Beauring Nuestra Señora
La Virgen del Corazón de Oro
de Kibeho
Dolorosa de Kibeho
500 años de apariciones de María
Adoración de los Magos
(Leonardo da Vinci)
Siglo 7
2,500
XX Papas
Apariciones
Cerca de 500 de los 266
Marianas Apariciones Marianas han reconocido
en el planeta en toda la oficialmente dichas
historia de la humanidad Apariciones
308
Apariciones
han sido a futuros Santos y Beatos
Virgen del clavel
(Leonardo da Vinci)
Letanías
Lauretanas
https://www.youtube.com/watch?v=4YpnECJT_hs
1854
La definición del dogma de La Inmaculada Concepción, contenida en la bula Ineffabilis
Deus del 8 de diciembre de este año, fue promulgada por el papa Pío IX
Año 40 dC
Aparición más antigua, María se aparece al Apóstol
Santiago el Mayor, Zaragoza (España)
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1664
Año de la Aparición reconocida por el Vaticano en
fecha más reciente, Le Laus (Francia) y autorizada
por Benedicto XVI en el año 2008
En 1989
terminaron las Apariciones de Nuestra Señora de
Kibeho (Rwanda, África) ya reconocidas por el Vaticano
1994~1998
Apariciones en Itapirange (Brasil) que fueron
declaradas como “hechos sobrenaturales” por el
Obispo local en 2009
1859
Apariciones en Robinsonville (EEUU), primeras y
únicas que han obtenido aprobación episcopal en la
historia de ese país, diciembre 8 de 2010
De las 2,500
Apariciones de la Virgen María, sólo 28 han recibido
aprobación de los obispos locales y 16 han sido
reconocidas por el Vaticano
Virgen de las rocas
(Leonardo da Vinci)
Los esclavos
de María
“¿Qué serán estos servidores, esclavos e hijos de María? Serán
fuego encendido, ministros del Señor, que prenderán por
todas partes el fuego del amor divino. Serán flechas agudas en
la mano poderosa de María para atravesar a sus enemigos”