EDA 06:RELIGIÓN-ACTIVIDAD N° 03:
“ADAPTAMOS A GUIONES LAS PARÁBOLAS DE JESÚS”
1. EL HIJO PRÓDIGO
(Lucas 15, 11-31)
ESCENA 1
JESÚS: «Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a
su padre:
HIJO MENOR: “Dame la parte de la hacienda que me
corresponde.”
PADRE: Qué necesidad tienes de herencia si aquí en casa lo
tienes todo.
HIJO MENOR: Siento que lejos de esta casa me espera mi
fortuna y grandeza, pero para encontrarla necesito la parte
de mi herencia.
JESÚS: Y el padre repartió sus bienes entre los dos hijos.
PADRE: Aquí está la parte de tu herencia, tal como lo pediste,
hijo.
HIJO MENOR: Gracias, Padre, sabía que me entenderías.
PADRE: (Al hijo mayor) Toma hijo tu parte de tu herencia.
HIJO MAYOR: No te la he pedido, padre, yo me siento bien
contigo, aquí en tu casa, pero igual la recibo y me quedo a tu
lado.
ESCENA 2
JESÚS: El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días
después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero
llevando una vida desordenada.
HIJO MENOR: (En una cantina) Hombre sírveme el mejor vino
que tengas, (y después de beber, miró a todos los que
estaban allí y levantando su copa, dijo:) El que desee beber
un trago yo se lo pago, porque me encuentro muy feliz y les
pido que se alegren conmigo, amigos.
BEBEDOR 1: Si tú estás alegre, nosotros también.
BEBEDOR 2: La vida es para disfrutarla, bebamos a tu salud mi
amigo.
HIJO MENOR: Música, dónde está la música (se oye la música
y a aparecen unas mujeres y danzan todos. Forman un círculo
alrededor del Hijo menor).
ESCENA 3
JESÚS: Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella
región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Fue
a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante del
lugar.
HIJO MENOR: Por favor, señor, necesito trabajo, no tengo
nada para comer.
HABITANTE: Lo único que te puedo ofrecer es que me ayudes
a alimentar estos cerdos.
HIJO MENOR: Lo tomo, señor. Gracias.
JESÚS: Hubiera deseado llenarse el estómago con las bellotas
que daban a los cerdos, pero nadie se las daba. Finalmente
recapacitó y se dijo:
HIJO MENOR: “¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan
de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Tengo que
hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pe
cado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo
tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados.”
JESÚS: Se levantó, pues, y se fue donde su padre.
ESCENA 4
JESÚS: Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió
compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el
hijo le habló:
HIJO MENOR: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no
merezco ser llamado hijo tuyo.»
JESÚS: Pero el padre dijo a sus servidores:
PADRE: « ¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo.
Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus
pies. Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y
hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha
vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y
comenzaron la fiesta. (Mientras el padre va dando órdenes,
los sirvientes van entrando a vestirlo, colocarle el anillo, etc)
ESCENA 5
JESÚS: El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se
acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. Llamó a uno de
los servidores y le preguntó:
HIJO MAYOR: Hombre de Dios, dime, qué significa todo este
alboroto, ¿Por qué la fiesta?
SERVIDOR: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre
mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y
salvo.»
JESÚS: El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió
a suplicarle.
PADRE: Hijo, ven y alégrate que tu hermano estaba perdido
pero lo he encontrado.
HIJO MAYOR: (Con rostro de admiración, enojo y celo) «Hace
tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una
sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para
hacer una fiesta con mis amigos. Pero ahora que vuelve ese
hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces
matar para él el ternero gordo.»
PADRE: «Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo.
Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu
hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido
y ha sido encontrado.»
ENSEÑANZA: Esta parábola nos deja una gran enseñanza que
es…
2. EL BUEN SAMARITANO
(Lucas 10, 25-37)
ESCENA 1
MAESTRO DE LA LEY: (Dirigiéndose a Jesús) «Maestro, ¿qué
debo hacer para conseguir la vida eterna?»
JESÚS: « ¿Qué dice la Escritura? ¿Qué lees en ella?»
MAESTRO DE LA LEY: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda
tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
JESÚS: « ¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.»
MAESTRO DE LA LEY: (queriendo este justificar su respuesta,
volvió a preguntar) « ¿Y quién es mi prójimo?»
ESCENA 2
JESÚS: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó
y cayó en manos de unos bandidos.
JUDÍO: Hombres, hermanos ¡Qué pasa, por Dios!
BANDIDO 1: Danos todo lo que traes.
BANDIDO 2: Tu ropa también. Todo, no sabes lo que es todo.
JESÚS: Y despojándolo de todo lo que traía, lo golpearon y se
marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba
por ese camino un sacerdote.
SACERDOTE: ¡Hum! Este hombre está medio muerto y la ley
de Moisés, me prohíbe tocarlo (Levítico 21, 1-4)
JESÚS: Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio,
dio un rodeo y pasó de largo.
LEVITA: Estoy llegando al templo atrasado, mejor me apuro.
JESÚS: Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio,
pero éste se compadeció de él.
SAMARITANO: Dios, bendito y eterno, pero quién pudo haber
hecho semejante maldad. Te ayudaré amigo. ¡Qué Dios se
apiade de esos bandidos!
JESÚS: El samaritano, curó sus heridas con aceite y vino y se
las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo
condujo a una posada.
ESCENA 2
SAMARITANO: Ya hemos llegado, amigo, a una posada, aquí
pasaremos la noche.
JESÚS: El samaritano se encargó de cuidarlo. Al día siguiente
sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole:
SAMARITANO: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi
vuelta.
POSADERO: Así será, buen hombre. ¡Qué Dios sea
misericordioso también contigo!
ESCENA 3
JESÚS: (termina su relato y se dirige al maestro de la ley)
«Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se hizo el prójimo del
hombre que cayó en manos de los salteadores?»
EL MAESTRO DE LA LEY CONTESTÓ: «El que se mostró
compasivo con él.»
JESÚS: «Vete y haz tú lo mismo.»
ENSEÑANZA: Esta parábola nos deja una gran enseñanza que
es…
3. LOS TALENTOS
(Mateo 25, 14-30)
ESCENA 1
JESÚS: Escuchen también esto. Un señor estaba a punto
de partir a tierras lejanas, y reunió a sus servidores para
confiarles todas sus pertenencias.
SEÑOR: Escuchen, servidores, muy pronto partiré de
casa a hacer unos negocios, pero antes les dejaré a cada
uno lo siguiente:
SERVIDOR 1-2 y 3: (Responden a una sola voz) Sí, mi
Señor.
SEÑOR: A ti te doy cinco talentos de oro, ve lo que
puedas aprovechar con ello.
SERVIDOR 1: Gracias mi Señor, así lo haré.
SEÑOR: A ti te doy dos talentos de oro, ve lo que puedas
aprovechar con ello.
SERVIDOR 2: Gracias mi Señor, así lo haré.
SEÑOR: A ti te doy un talento de oro, ve lo que puedas
aprovechar con ello.
SERVIDOR 3: Gracias mi Señor.
ESCENA 2
JESÚS: (dirigiéndose a un grupo de personas que le
escuchaban atentamente) El que recibió cinco y dos
talentos negoció en seguida con el dinero.
SERVIDOR 1: (Con dinero en las manos) He hecho un
buen negocio y me he ganado 5 talentos más. Estoy
seguro que mi Señor se alegrará al volver de su viaje.
(Sale de escena sonriendo, alegre)
SERVIDOR 2: (Con dinero en las manos) Me he ganado 2
talentos más. Mi Señor se alegrará al volver de su viaje.
(Sale de escena sonriendo, alegre)
y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo otro tanto, y
ganó JESÚS: Pero el que recibió un talento, cavó un
hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón.
SERVIDOR 3: (simulando hacer un hoyo en el piso) Aquí
está más seguro el talento que me dio mi Señor.
ESCENA 3
JESÚS: Después de mucho tiempo vino el señor de esos
servidores y les pidió cuentas. El que había recibido
cinco talentos le presentó otros cinco más, diciéndole:
SERVIDOR 1: «Señor, tú me entregaste cinco talentos,
pero aquí están otros cinco más que gané con ellos.»
SEÑOR: «Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que
has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más.
Ven a compartir la alegría de tu patrón.»
SERVIDOR 1: Gracias, gracias, mi Señor. (sale de escena)
JESÚS: Vino después el que recibió dos, y dijo:
SERVIDOR 2: «Señor, tú me entregaste dos talentos,
pero aquí tienes otros dos más que gané con ellos.»
SEÑOR: El patrón le dijo: «Muy bien, servidor bueno y
honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré
mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón».
SERVIDOR 2: Gracias, gracias, mi Señor. (sale de escena)
JESÚS: Por último vino el que había recibido un solo
talento y dijo:
SERVIDOR 3: «Señor, yo sabía que eres un hombre
exigente, que cosechas donde no has sembrado y
recoges donde no has invertido. Por eso yo tuve miedo
y escondí en la tierra tu dinero. Aquí tienes lo que es
tuyo.»
SEÑOR: « ¡Servidor malo y perezoso! Si ya sabías que
cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he
invertido, debías haber colocado mi dinero en el banco.
A mi regreso yo lo habría recuperado con los intereses.
JESÚS: Entonces, el Señor, sentenció:
SEÑOR: (Dirigiéndose a los dos servidores buenos)
Quítenle, pues, el talento y entréguenselo al que tiene
diez. Porque al que produce se le dará y tendrá en
abundancia, pero al que no produce se le quitará hasta
lo que tiene.
Y a ese servidor inútil, échenlo a la oscuridad de afuera:
allí será el llorar y el rechinar de dientes.»
ENSEÑANZA: Esta parábola nos deja una gran
enseñanza que es…
 4. EL BUEN SEMBRADOR
(Mateo 13, 1-9)
RELATOR: Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas
del lago. Pero la gente vino a él en tal cantidad, que subió a
una barca y se sentó en ella, mientras toda la gente se quedó
en la orilla. Jesús les habló de muchas cosas, usando
comparaciones o parábolas.
JESÚS: «El sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba,
unos granos cayeron a lo largo del camino, vinieron las aves
AVES: Vamos a comernos esos granos para que no logren
nacer.
JESÚS: Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca
tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.
SEMILLA EN TERRENO PEDREGOSO: El sol, nos está
quemando. Por falta de raíces, secaremos y moriremos
pronto.
JESÚS: Otros cayeron en medio de cardos.
SEMILLAS EN CARDOS: ¿Qué está pasando? Nos ahogamos
por culpa de estas espinas.
JESÚS: Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra.
SEMILLA EN BUENA TIERRA: Hemos crecido fuertes y sanos,
muy pronto echaremos frutos y la cosecha será buena y
abundante.
JESÚS: y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta
y otros el treinta por uno. El que tenga oídos, que escuche.»
ENSEÑANZA: Esta parábola nos deja una gran enseñanza que
es…
5. EL JUICIO FINAL
(Mateo 25, 31-46)
ESCENA 1
RELATOR: En este mundo que Dios nos ha puesto,
debemos hacer su voluntad para con Dios y el
prójimo, en especial los más necesitados. Veamos
la siguiente escena.
NECESITADO 1: (En una calle alguien pide para
comer) Tengo hambre, por favor ¿me puede dar
algo para comer?
BENDITO 1: (pasaba junto a esa persona) mira
tengo una manzana y unas galletas que traía para
mi recreo, pero creo que lo necesitas más que yo.
Buen provecho.
NECESITADO 1: Gracias, muchas gracias, Dios la
guarde.
MALDITO 1: Tengo sed, voy a sacar mi agua
heladita que la acabo de comprar.
NECESITADO 2: Señor tengo mucha sed, me puede
dar al final un poco de su agua.
MALDITO 1: Ya uno no puede ni siquiera tomar un
poco de agua en paz. Me voy de aquí!
NECESITADO 3: (Una madre con su niño en brazos)
por favor una ayuda para mi niño que está
enfermo, necesitamos comprarle medicina pero no
me alcanza. ¡Ayuda, por favor! Una ayuda.
BENDITO 2: Madre, cuál es la receta? ¿Qué te
piden?
NECESITADO 3: Esta es…
BENDITO 2: Ya veo, ajá. Estas medicinas también le
pidieron a mi hijo y me quedaron muchas en mi
casa. Dame un tiempo y vuelvo a dártelas.
MALDITO 2: Cómo puede haber personas que
pierden su tiempo y dinero en gente descuidada,
que no sabe valorar su salud y después están
molestando a los demás con sus miserias.
ESCENA 2
RELATOR: Cuando el Hijo del Hombre venga en su
gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en
el trono de gloria, que es suyo. Todas las naciones
serán llevadas a su presencia, y separará a unos de
otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los
chivos. Colocará a las ovejas a su derecha y a los
chivos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá:
REY: (a los que están a su derecha) «Vengan,
benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino
que ha sido preparado para ustedes desde el
principio del mundo. Porque tuve hambre y
ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes
me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me
recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me
vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme.
Estuve en la cárcel y me fueron a ver.»
RELATOR: Entonces los justos dirán:
JUSTOS O BENDITOS: «Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento y te dimos de comer, o sediento y te
dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te
recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te
vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
EL REY: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron
con alguno de los más pequeños de estos mis
hermanos, me lo hicieron a mí.»
RELATOR: El rey, dirá después a los que estén a la
izquierda:
REY: « ¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego
eterno, que ha sido preparado para el diablo y para
sus ángeles! Porque tuve hambre y ustedes no me
dieron de comer; tuve sed y no me dieron de
beber; era forastero y no me recibieron en su casa;
estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo
y encarcelado y no me visitaron.»
LOS MALDITOS: «Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento o sediento, desnudo o forastero,
enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?» EL
REY: «En verdad les digo: siempre que no lo
hicieron con alguno de estos más pequeños,
ustedes dejaron de hacérmelo a mí.»
Y éstos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la
vida eterna.»
ENSEÑANZA: Esta parábola nos deja una gran
enseñanza que es…
6. LA OVEJA PERDIDA
(Lucas 15, 1-10)
ESCENA 1
RELATOR: Los publicanos y pecadores se acercaban
a Jesús para escucharle. Por esto los fariseos y los
maestros de la Ley lo criticaban entre sí.
FARISEOS: «Este hombre da buena acogida a los
pecadores.
MAESTROS DE LA LEY: Y, además come con ellos. Es
una vergüenza.
RELATOR: Entonces Jesús, que sabe leer y escuchar
los corazones les dijo esta parábola:
ESCENA 2
JESÚS: «Si alguno de ustedes pierde una oveja de
las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y
nueve en el desierto y se va en busca de la que se
le perdió hasta que la encuentra?
PASTOR: ¡Amigos! ¡Vecinos! Se me ha perdido una
oveja, ¿No la han visto?
VECINO 1: ¿Cuál de todas? No será la descarriada,
la desobediente.
VECINO 2: La que siempre hace lo que quiere?
PASTOR: Sí, mis amigos y vecinos, esa es. ¿La han
visto?
VECINO 1: Ya olvídala, pastor. No vale la pena. No
va a cambiar jamás.
PASTOR: ¡No, mis amigos! Saldré a buscarla, pobre
de ella ha de estar sola y expuesta a muchos
peligros.
ESCENA 3
JESÚS: Y así lo hizo. El pastor salió y la encontró, se
la cargó muy feliz sobre los hombros, y al llegar a
su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice:
PASTOR: “Alégrense conmigo, porque he
encontrado la oveja que se me había perdido.”
VECINOS: ¡Esto es increíble! ¡La ha encontrado!
JESÚS: Yo les digo que de igual modo habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a
Dios que por noventa y nueve justos que no tienen
necesidad de convertirse.
7. LAS 10 VÍRGENES
(Mateo 25, 1-13)
JESÚS: Escuchen, pues, lo que pasará entonces en
el Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus
lámparas para salir al encuentro del novio. Cinco de
ellas eran descuidadas y las otras cinco precavidas.
VIRGEN DESCUIDADA 1: Vámonos chicas, que la
hora llega.
VIRGEN PRECAVIDA 1: Pero, antes hay que revisar
si las lámparas están llenas de aceite.
VIRGEN DESCUIDADA 2: No, ya nos gana la hora,
además el novio ha de estar allí a la hora que
llegamos.
VIRGEN PRECAVIDA 2 y 3: Nosotras nos
quedaremos aún y llenaremos nuestras lámparas.
VIRGENES DESCUIDADAS 3, 4 Y 5: Nosotras ya nos
vamos, total alguien nos ha de compartir allá en el
reino del novio.
VIRGEN PRECAVIDA 4 y 5: Las nuestras están llenas,
así que ya nos vamos también.
JESÚS: Las descuidadas tomaron sus lámparas
como estaban, sin llevar más aceite consigo. Las
precavidas, en cambio, junto con las lámparas,
llevaron sus botellas de aceite. Como el novio se
demoraba en llegar, se adormecieron todas y al fin
se quedaron dormidas.
PREGONERO: (A medianoche se oyó un grito)
«¡Viene el novio, salgan a su encuentro!»
JESÚS: Todas las jóvenes se despertaron y
prepararon sus lámparas. Entonces las descuidadas
dijeron a las precavidas:
VÍRGENES DESCUIDADAS: «Dennos un poco de su
aceite, porque nuestras lámparas se están
apagando.»
VÍRGENES PRECAVIDAS: «No habría bastante para
ustedes y para nosotras; vayan mejor a donde lo
venden, y compren para ustedes.»
JESÚS: Mientras fueron a comprar el aceite llegó el
novio.
PREGONERO: ¡El novio ha llegado! ¡El novio, ya está
aquí!
JESÚS: las que estaban listas entraron con él a la
fiesta de las bodas, y se cerró la puerta. Más tarde
llegaron las otras jóvenes y llamaron: VÍRGENES
DESCUIDADAS: «Señor, Señor, ábrenos.”
NOVIO: «En verdad se lo digo: no las conozco.»
JESÚS: Por tanto, estén despiertos, porque no
saben el día ni la hora, en que todo esto
acontecerá.