COMENTARIO II: B. Pérez Galdós, La de Bringas, cap. IX.

El fragmento que nos encontramos es de un capítulo del libro La de Bringas,

concretamente al capítulo noveno de la obra. En este capítulo, podemos ver cómo hace
referencia a los regalos que le cede Agustín Caballero de las vestimentas de gala (hace
referencia a trajes, ropa) en la que había comprado para su boda.

Este fragmento pone a prueba a Rosalía, donde el resultado no tuvo buenos

resultados para ella. El autor de este libro, B. Pérez Galdós, hace una comparativa con la
prueba de Rosalía al tener la pasión por la ropa, con un hecho histórico de la biblia.
Concretamente cuando Dios ordena que no se puede comer manzana del árbol
prohibido, que como ya sabemos, posteriormente Eva será engañada por la serpiente y
tomará una manzana y la probará. Desatando así la furia de Dios.

En este ejemplo, Eva sería Rosalía, ya que ésta no se puede resistir a comprar
nuevos trajes y no poder reutilizar ropajes antiguos. Y donde también compara a la
prima de Rosalía como la serpiente de la Biblia. Ya que esta, fue la que le incitó a tener
estos comportamientos. A la última frase del fragmento, creo que se refiere que estas
acciones impulsivas de comprar ropa por parte de Rosalía, era algo nuevo. De hace poco
tiempo, por eso lo de: “parece que lo han traído los periódicos de anoche”.

En cuanto a mi valoración personal, Pérez Galdós hace una comparación

bastante buena al comparar los “regalitos” con la fruta prohibida de Adán y Eva. Y hace
que el lector reflexione sobre nuestros caprichos innecesarios que tenemos y que
realmente no hace falta. Por ejemplo, la ropa, objetos tecnológicos, zapatillas, e incluso
comida.

También creo que Pérez Galdós, intenta hacer reflexionar al lector que estos
comportamientos que tenemos muchos de nosotros, de comprar cosas innecesarias, son
acciones negativas para nosotros. Ya que nos quita un poco de nuestra esencia personal
y se implanta la moda de la sociedad actual. Donde esto afecta mayoritariamente a los
adolescentes. Y que este caso puede llegar a casos extremos y provocan enfermedades
muy importantes. A esto se le denomina oniomanía o “shoppingmanía”.