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"AÑO 

DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANIA NACIONAL"

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE FARMACIA Y


BIOQUIMICA.

TEMA : EL PODER DE LA PALABRA

(Análisis Reflexivo)

CURSOS : COACHING Y LIDERAZGO FARMACEUTICO

DOCENTE : RENZO ANTONIO SEMINARIO CORDOVA

SECCION : FB8N4

ALUMNO:

● Bocanegra Marquez Omar Rudorico

AÑO 2022-II
Las palabras no se las lleva el viento

Las palabras que nos dicen no se las lleva el viento porque se quedan en nosotros, en
nuestra memoria, las guardamos, las sentimos y las palabras si se van vuelven, es
decir, no es que sean un búmeran pero las palabras siempre están, aguantan viento y
marea y las inclemencias del tiempo. Están palabras si son negativas hacia nosotros
dañan nuestra autoestima y nos vulnera. Pero si son positivas también hacen
maravillas en cada uno de nosotros, nos hacen crecer en nuestra autoestima.

¿Cumplirá con su compromiso?

Los compromisos que asumimos debemos de cumplirlos con ello generamos


confiabilidad en las personas pues quedan grabados los compromisos personales que
adquirimos y que los demás adquieren con nosotros.

Por ejemplo Cuando nos comprometemos a realizar cierta actividad debemos de


cumplirlo como llevar a la escuela a una sobrina y no firmamos ningún papel de
compromiso pero nuestra palabra es confiable.

Confiar en la palabra dada

Nos confiaremos de la palabra dada de una persona en función del número de veces
que la haya cumplido en el pasado.

Las palabras que hieren, las palabras que dan fuerza

Hay otro tipo de palabras que difícilmente se lleva el viento de nuestra memoria,
aquellas que nos han dicho personas que apreciamos y que nos hicieron daño.

Estas palabras quedaron registradas junto a una profunda huella emocional.

Hay una excepción: que el hecho sobrepase nuestra capacidad de asimilación


emocional y tape el recuerdo con una amnesia disociativa.

Las palabras que recibimos dejan huella en nosotros, pero también la dejan las que
decimos.

De manera que no, las palabras no se las lleva el viento. Algunas incluso ni un
huracán.
Afirman algunos grandes sabios: “las palabras tienen más poder que las espadas”. Una
espada puede cortar, pero una palabra puede romper un corazón.

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