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4.

DATOS AMBIENTALES

4.1 Vivienda. Características (material de construcción de pisos, paredes y techos,


número de habitaciones para dormir, servicios intradomiciliarios).

Pisos

Material No. Porcentaje

Tierra 0 0%

Cemento firme 12 29%

Madera, mosaico y otros 30 71%

No especificado 0 0%
Total 42 100%

Paredes

Material No. Porcentaje

Materiales ligeros, naturales y 0 0%


precarios

Materiales sólidos 42 100%

No especificado 0 0%

Total 42 100%
Techos

Material No. Porcentaje

Materiales ligeros, naturales y 1 2%


precarios

Materiales sólidos 41 98%

No especificado 0 0%

Total 42 100%

Habitaciones para dormir

Habitaciones No. Porcentaje

1 8 19%

2 11 26%

3 o más 23 55%

Total 42 100%
Servicios intradomiciliarios

Cuenta con servicio No. Porcentaje

Sí 42 100%

No 0 0%

Total 42 100%

4.2 Régimen de tenencia de la vivienda (propia, alquilada, otro)


Régimen de tenencia de la vivienda

Tipo No. Porcentaje

Propia 42 100%

Alquilada 0 0%

Otro 0 0%

Total 42 100%

4.3 Casas con energía eléctrica

Casas con energía eléctrica

Casas No. Porcentaje

Sí 42 100%

No 0 0%

Total 42 100%
4.4 Fuentes de abastecimiento de agua y calidad de esta.

Fuentes de abastecimiento de agua

Fuente de abastecimiento No. Porcentaje

Entubada 40 95%

Pozo o noria 2 5%

Río 0 0%

Lluvia 0 0%

Total 42 100%
4.4.1 Tipo de agua para la preparación de alimentos o para beber.

Tipo de agua para la preparación de alimentos o


para beber

Tipo de agua No. Porcentaje

Entubada 40 95%

Pozo o noria 2 5%

Río 0 0%

Lluvia 0 0%

Total 42 100%
4.4.2 Hierve el agua o utiliza otro método de desinfección

Hierve el agua

Respuesta No. Porcentaje

Sí 15 36%

No 27 64%

Total 42 100%
Métodos de desinfección

Métodos No. Porcentaje

Garrafón 27 100%

Total 27 100%

4.5 Casas que utilizan gas u otro método para cocinar

Método para cocinar

Método No. Porcentaje

Gas 32 80%

Leña 10 20%

Total 42 100%
4.6 Eliminación de aguas

Eliminación de aguas

Fuente No. Porcentaje

Entubada 40 95%

Pozo o noria 2 5%

Río 0 0%

Lluvia 0 0%

Total 42 100%
4.7 Contaminación ambiental

Minatitlán

La zona metropolitana de Coatzacoalcos-Minatitlán-Cosoleacaque es en la


actualidad una aglomeración de alrededor de un millón y medio de habitantes,
integrada por varias ciudades costeras tropicales medianas y pequeñas.

La presencia en sedimentos y en organismos de consumo humano de algunos


compuestos orgánicos sintéticos de alta persistencia, como el DDT y sus
metabolitos y otros plaguicidas, indica que su empleo y dispersión son cada día
mayores y que aumenta la tendencia de su acumulación en el ambiente.

Las concentraciones de compuestos fenólicos y detergentes registradas para las


áreas de estudio exceden los niveles reportados como nocivos para producir efectos
adversos sobre la biología de las especies que habitan en esos ecosistemas.

La destrucción y degradación continua de los humedales y manglares de la zona ha


repercutido directamente sobre la disminución y desaparición de las poblaciones de
aves; no sólo las locales, sino también las especies migratorias. El deterioro
ambiental en la región es tan pronunciado que resulta una utopía proponer zonas de
reserva o protección para la fauna silvestre local, a menos que se apliquen en
primer término estrictas medidas de restauración ambiental. Los resultados del
análisis de la calidad del aire en la zona indican que la atmósfera está fuertemente
afectada por las actividades humanas, y presenta sobre todo compuestos de origen
orgánico y gases: óxidos de nitrógeno, bióxido de azufre, monóxido de carbono,
hidrocarburos y niebla de amoníaco. Todos ellos inciden sobre la salud de los
habitantes de la región.
Coatzacoalcos

Los problemas ecológicos que aquejan a la región de Coatzacoalcos son múltiples


debido a las actividades humanas e industriales desarrolladas en la zona por cerca
de ocho décadas. En este lapso se le ha dado escasa o nula importancia a la
protección de los diversos ecosistemas del área. Del estudio y análisis detallado de
la información generada por el proyecto "Medio Ambiente en Coatzacoalcos", se
realizaron 1 5 publicaciones.

A pesar de la dificultad que representa jerarquizar los diferentes problemas


ecológicos de la región, resaltan los siguientes:

Los análisis microbiológicos de muestras de agua, sedimentos y organismos en el


área evidencian una alta y constante contaminación bacteriana del grupo coli-
aerogenes. De igual manera, en muestras de las redes de agua potable de las
ciudades de Cosoleacaque, Minatitlán, Coatzacoalcos, Agua Dulce, Las Choapas y
Nanchital se detectó la presencia de Escherichia co/i tipo 1, el cual es un indicador
de contaminación fecal.

La presencia en altas concentraciones de elementos traza y algunos metales


pesados (hierro, níquel, zinc, cobre, manganeso, cadmio, cromo, cobalto, plomo,
mercurio) en sedimentos y organismos de importancia comercial en las áreas de
estudio, representan un peligro potencial para la salud humana. Son los casos del
cadmio, cromo, plomo y mercurio.

Por ser Coatzacoalcos una región industrial dedicada principalmente al


almacenamiento, transbordo, refinación y transformación del petróleo crudo, no
sorprende que se presenten los hechos siguientes:

En 19 especies de organismos estuarinos (peces, crustáceos y moluscos)


empleados para el consumo humano se detectaron hidrocarburos aromáticos
policíclicos (PAHs) como: pireno, perileno, acenafteno, acenaftileno, fluoreno,
fenantreno, antraceno, fluoranteno, benzo (a) antraceno, criseno, benzo fluoranteno,
benzo ( a) pireno y benzo (ghi) perileno. Su potencial carcinogénico y riesgos para
la salud humana están bien documentados en la literatura científica.

Los sedimentos del área contienen concentraciones de hidrocarburos totales que


rebasan hasta 10 veces los límites marcados para las áreas costeras no
contaminadas.

La presencia de indicadores moleculares de la contaminación por petróleo, como


son los hopanos y esteranos, indica que las descargas de los desechos petroleros
son recientes. Es evidente que el volumen del petróleo y la constancia de las
descargas rebasan la capacidad de degradación microbiana del sistema.
Aunque la actividad microbiana sea grande y pueda efectuar una degradación
eficiente su efectividad se reduce drásticamente por la descarga y presencia de
otros compuestos orgánicos. Es el caso de los fenoles, polioles y alcoholes, los
cuales ejercen una acción bacteriostática sobre los microorganismos.

El aumento gradual de breas en las playas cercanas a la región de Coatzacoalcos


es un fiel reflejo del impacto incesante que tienen las actividades petroleras sobre
los ecosistemas costeros de la entidad.

Tatahuicapan

Como resultado de las estrategias de poblamiento y desarrollo para la región,


mientras la población se ha incrementado, la base de recursos naturales que facilitó
el poblamiento se ha deteriorado. De acuerdo con datos del Proyecto Sierra de
Santa Marta citados por Helio García, en 1958, antes de la oleada migratoria y del
despegue de la ganadería como actividad prioritaria, “existía en la cuenca
Huazuntlán - Texizapan una superficie forestal de 31,864 hectáreas, mientras que
para 1991 permanecían tan solo 12,384 hectáreas” (Gutiérrez, 1993, en García,
1993). En un período de 33 años se ha perdido un total de 19,480 hectáreas de
selvas y bosques, con un promedio anual de 590 hectáreas (Gutiérrez, 1993, en
García, 1993). La pérdida de ecosistemas ha modificado la disposición y calidad de
suelos y agua, los principales problemas son erosión y pérdida de cuerpos de agua.

Erosión

La erosión, como resultado de la deforestación y de prácticas agropecuarias


impulsadas desde el gobierno, es uno de los principales obstáculos para la
sostenibilidad de la tierra como medio de vida campesino. La ganadería extensiva,
la siembra en pendiente, el uso indiscriminado de agroquímicos y las quemas sin
control han sido las causas del deterioro de los suelos del territorio.

En el caso de la agricultura, la tasa de erosión tiene valores promedio de 199


toneladas por hectárea por año, con costo ecológico de 40 kg de suelo perdido por
cada kilogramo de maíz producido (Uribe, et. al., 2000). Como consecuencia del
intenso proceso erosivo, la fertilidad del suelo también disminuyó y los indicadores
de materia orgánica, potasio y calcio muestran descensos significativos. Se estima
que como consecuencia de esto y otros factores como la intensificación de plagas,
la productividad de los cultivos de maíz y frijol ha disminuido entre 37 y 75% en los
últimos cuarenta años (Uresti et al., 1993). Los rendimientos productivos promedio
son de 30 kg de maíz por jornada de trabajo (Uribe et al. 2000).

En el caso de la ganadería, al problema de la erosión se suma la compactación de


suelos. (Enríquez et. al., 2003) Esto no ha sido suficientemente estudiado en la
región, pese a su importancia económica. Entre investigadores y técnicos de campo
de la región de diversas instituciones, se comenta que la pérdida de suelos y
nutrientes generados por problemas de manejo, están haciendo más lentos los
tiempos de recuperación de la vegetación secundaria (acahuales) en las tierras en
descanso.

Pérdida de volumen y calidad de agua

Los pobladores de Tatahuicapan han observado que los caudales han disminuido a
través del tiempo, principalmente en los últimos 10 años, (Codesuver, 2003c) y que
la contaminación se ha incrementado como producto del crecimiento de sus
asentamientos (Codesuver, 2003a). Esto afecta diferentes ámbitos en la vida de la
población. Por un lado la reducción del volumen se percibe en el abasto doméstico y
en el uso productivo, particularmente para el consumo ganadero, durante la
temporada de sequía (febrero a julio). Por otro lado, la contaminación limita el uso
de los cuerpos de agua afectando la salud y diversas actividades productivas como
la pesca ribereña, importante fuente de alimentos en las economías domésticas de
Tatahuicapan (Codesuver, 2003a). Otros ecosistemas de la región como la Laguna
del Ostión donde desembocan todos los escurrimientos que atraviesan el territorio
de Tatahuicapan, están siendo amenazados y vulneran los medios de vida de los
pobladores de otros territorios.

Por otra parte, estudios realizados sobre el volumen de afluencia del río Huazuntlán
muestran el impacto de la pérdida forestal sobre el recurso hídrico. En 24 años el
caudal de este río ha reducido su volumen en 50% al pasar de 400 millones de
metros cúbicos monitoreados en 1974 a 200 millones en 1998. En el contexto de
escasez actual, el agua es fundamental en la búsqueda de la estabilidad social y
política.

Salina Cruz

La presencia de sedimentos contaminados en ambientes acuáticos, ya sea en


aguas continentales o en aguas marinas, es un hecho constatado a nivel mundial,
sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX. La existencia de estos
sedimentos es debida tanto a los vertidos incontrolados desde industrias como a la
utilización de productos químicos tales como los pesticidas que van a parar a los
sedimentos una vez que son transportados desde zonas agrícolas por las aguas. En
otros casos, éstos son debidos a los vertidos "controlados" tales como emisores
submarinos que vierten aguas residuales principalmente domésticas, aunque en
aquellas zonas donde no existe separación de tratamiento y "conducción" se
mezclan las aguas residuales industriales con las domésticas, aumentando la carga
contaminante y el nivel de toxicidad (Jiménez, 2001). Los tóxicos que entran a las
aguas marinas de fuentes municipales, agrícolas e industriales pueden permanecer
suspendidos en la columna de agua, ser incorporados a la biota acuática o
depositados sobre el fondo e incorporarse en los sedimentos marinos. Algunos de
estos contaminantes químicos son muy persistentes, mientras que otros son más
susceptibles a transformaciones físicas, químicas o biológicas (Beg et al., 2001).
Muchos esfuerzos de protección ambiental reconocen a los sedimentos como una
porción crítica de los ecosistemas acuáticos y requieren de su evaluación para las
actividades de dragado y su remediación (Boese et al., 2000).

El área de Salina Cruz, Oaxaca, México, no es ajena a este tipo de problemas y sus
fuentes superficiales de agua están afectadas por la contaminación y por ende el
sedimento. Este estudio está enfocado a la evaluación de los sedimentos del área
portuaria y de la zona costera de esa localidad, donde la problemática ambiental se
ha asociado principalmente a la presencia de la Terminal Marítima de PEMEX y las
actividades de la refinería Antonio Dovalí Jaime, donde los efectos de su emisor
submarino han sido objeto de estudio de la empresa y motivo de preocupación por
parte de las comunidades locales.

La rápida industrialización en la región, el intenso tráfico de buques y los derrames


accidentales desde los años 80 (Pica-Granados, 1994), han creado problemas de
contaminación por hidrocarburos con impacto sobre la pesquería local (Botello et al,
1998).

Por otro lado, las actividades de dragado necesarias para poder mantener un calado
adecuado en el canal de navegación de la Terminal Marítima provoca
modificaciones de los patrones locales de circulación, transporte de material
suspendido y cambios en las condiciones ambientales del agua y sedimentos (IMP,
1994a). Los contaminantes se introducen a los sistemas acuáticos asociándose al
material en suspensión que al sedimentarse se incorporan en el fondo, donde
permanecen hasta ser removidos; no obstante que los contaminantes asociados a
los sedimentos se consideran generalmente no biodisponibles, su remoción durante
el dragado tiene efectos que potencialmente incrementan su biodisponibilidad y son
un riesgo para la vida de la biota (Winger et al, 2000).

Son escasos los estudios sobre las condiciones ambientales en Salina Cruz en lo
referente a la calidad de los sedimentos, por lo que el objetivo del presente estudio
fue evaluar el grado de contaminación de los sedimentos en el área portuaria y la
zona costera, considerando los principales contaminantes indicativos de actividad
petrolera e incluyendo también aquellos procedentes de aguas residuales urbanas e
industriales, su toxicidad y características granulométricas, durante tres períodos
climáticos: en febrero 1998 (período de sequía con fuertes vientos provenientes del
norte denominados tehuantepecanos por provenir del istmo de Tehuantepec),
cuando se llevaron a cabo actividades de dragado en el área; en agosto 2000
(lluvias), después de dragar el área; y en junio 2002, período de lluvias sin la
presencia de los vientos tehuanos (período de calmas).

Tabasco:
Podemos decir que la intervención de las empresas petroleras en la entidad
tabasqueña dio inicio a una nueva fase de deterioro de los paisajes naturales, al
mismo tiempo que generó una monetarización de la economía y de la vida cotidiana
de los habitantes de la entidad. Este proceso económico repercutió en el alza de los
precios de los productos alimenticios, la vivienda, la educación y, en general, el alza
de costos en todos los aspectos de la vida a que estaban acostumbrados los
habitantes de Tabasco. Podemos señalar tres grandes causas de depredación del
medio ambiente durante el siglo XX: el monocultivo de la producción platanera, la
ganadería extensiva y el petróleo ya que todos en su conjunto ocasionaron la
deforestación de grandes extensiones de terrenos (Flores, 2006: 15). A partir del
auge de la explotación petrolera en Tabasco la vida de los pueblos mayas y
mestizos tabasqueños cambió drásticamente al convertirse sus miembros en
población económicamente activa, en fuerza de trabajo barata de los pozos
petrolíferos, transformación que significó a su vez.

El auge petrolero tuvo dos grandes consecuencias; por una parte, se propagó entre
las poblaciones la creencia en la abundancia a partir de una falsa construcción de la
imagen de progreso expresada en obras de índole urbana, que beneficiaron
fundamentalmente a la capital del estado, Villahermosa, sin que influyeran
directamente en las condiciones de vida de las poblaciones rurales. Por otra parte,
el desarrollo petrolero originó el surgimiento de una nueva cultura cuyas bases se
fincaron en la petrolización de la economía y en la esperanza de mejorar el
bienestar en las condiciones de vida de los pobladores, quienes también fueron
cambiando paulatinamente sus percepciones respecto a sí mismos, a su identidad y
al eje de su economía tradicional, es decir, de sus actividades productivas de
subsistencia. Dos décadas más tarde, las esperanzas de estas sociedades se
vieron frustradas al percatarse de que los beneficios de la petrolización de la
economía traían consigo pocos impactos favorables en sus condiciones de vida y,
por el contrario, estaban ocasionando directamente el deterioro de sus recursos
naturales, de sus propias actividades productivas, así como la de sus viviendas y la
cría de sus animales de traspatio. Todo ello como efecto de la alta contaminación
que provocaba la extracción del crudo, del gas, el uso de diversos químicos, así
como los constantes derrames y la polución que generaban estos últimos.

4.8 Lucha contra los vectores

Según la OMS (2020): la lucha contra los mosquitos vectores de los parásitos
causantes del paludismo es un componente esencial en la prevención de esta
enfermedad. La lucha antivectorial aplicada con una cobertura suficientemente
amplia ha demostrado poder reducir o incluso detener la transmisión de la
enfermedad. Las 2 intervenciones principales de la lucha antivectorial son el uso
de mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración y el rociado residual
intradomiciliario con insecticidas.

La OMS recomienda a los países donde el paludismo es endémico que protejan


a todas las personas en riesgo de contraer la enfermedad con estos mosquiteros
o, cuando sea conveniente, mediante el rociado residual intradomiciliario. La
lucha antivectorial debe incluir todos los vectores de enfermedades de forma
integral, no solo los vectores de la malaria, para mejorar su eficacia, su
rentabilidad, su sostenibilidad y su viabilidad desde el punto de vista
medioambiental.
Para establecer las mejores estrategias de lucha antivectorial y conocer los
factores que pueden comprometer su eficacia es necesario recoger información a
través de la vigilancia entomológica permanente y realizar un seguimiento y
evaluación de las intervenciones una vez desplegadas. Los principales aspectos
que se deben tener en cuenta en la lucha contra los vectores del paludismo son
su abundancia, su comportamiento y su sensibilidad a los insecticidas de larga
duración con que se impregnan los mosquiteros y a los insecticidas de acción
residual empleados para el rociado intradomiciliario.

Los programas dirigidos a combatir y eliminar el paludismo deben centrarse en el


empleo de mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración o el rociado
residual intradomiciliario, garantizando una cobertura amplia y de gran calidad, en
vez de introducir la segunda intervención como una forma de compensar las
deficiencias de la primera.

Sin embargo, una vez que se logra una cobertura elevada con una intervención
básica, las intervenciones suplementarias recomendadas con utilidad demostrada
para la salud pública se pueden desplegar en entornos y circunstancias
específicas. La decisión de añadir una intervención suplementaria de control
vectorial no debe tomarse sin antes realizar un análisis de priorización de todas
las distintas intervenciones de control del paludismo, no solo de las de control
vectorial, para garantizar el efecto máximo de cualquier recurso adicional.

Mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración

Los mosquiteros impregnados con un insecticida proporcionan una barrera que


reduce eficazmente el contacto entre los mosquitos y las personas. Esta barrera
la forman el propio tejido de la red junto con su efecto insecticida. En
comunidades donde el acceso y el uso de los mosquiteros es alto, el efecto letal
que los mosquiteros tienen sobre los mosquitos puede proporcionar protección
incluso a los individuos que no usan mosquiteros.

Desde el año 2000 se entregaron más de unos 2000 millones de mosquiteros


impregnados con insecticidas a países donde el paludismo es endémico. En el
África subsahariana, la proporción de niños menores de 5 años que duermen
bajo un mosquitero ha aumentado desde el 2% en 2000 al 61% en 2017. En
2017, aproximadamente la mitad (50%) de toda la población en riesgo de África
estaba protegida por los mosquiteros impregnados de insecticida, comparado con
el 29% en 2010. Sin embargo, la cobertura con mosquiteros impregnados de
insecticida creció sólo marginalmente en el periodo entre 2015 y 2018.

El rápido despliegue a escala de este tipo de mosquiteros es, con mucho, el


factor que más ha contribuido al drástico descenso en la incidencia de esta
enfermedad desde el inicio del presente siglo lo que demuestra que pueden
reducir con eficacia o incluso evitar la transmisión cuando están ampliamente
disponibles para la población y se utilizan convenientemente.

Rociado residual intradomiciliario

El rociado residual intradomiciliario es otra medida eficaz para reducir la


transmisión de malaria. Esta medida consiste en rociar las superficies interiores
de los domicilios con una dosis eficaz de un insecticida con actividad residual
duradera, por lo general una o 2 veces al año. Para proteger con eficacia a la
población, el nivel de cobertura debe ser alto.

Globalmente, la proporción de población protegida mediante el rociado residual


intradomiciliario sufrió una caída del 5% en 2010 al 3% en 2017. Esta caída fue
más o menos similar en todas las regiones de la OMS y se debe a que los países
están pasando a utilizar insecticidas más costosos para mitigar la resistencia a
los piretroides.

En la actualidad, la OMS recomienda 5 clases de insecticida, para las que ya


existen productos precalificados, para el rociado residual intradomiciliario
(piretroides, organoclorados, carbamatos y organofosforados y neonicotinoides).
El organoclorado DDT no ha sido precalificado. El proceso de precalificación de
la OMS pretende asegurar que los productos usados para la salud cumplen los
estándares globales de seguridad, calidad y eficacia.

Los programas dirigidos a combatir y eliminar el paludismo deben seleccionar los


insecticidas para el rociado residual intradomiciliario basándose en su eficacia
residual, el coste, la seguridad, el tipo de superficies a rociar y el estado de la
resistencia de la población local de mosquitos a los insecticidas.

Gestión de la resistencia a los insecticidas

Se han detectado resistencias en todas las principales especies de vectores y


para todas las clases de insecticidas. De entre los 81 países que han reportado
datos entre 2010 y 2018, 73 países han detectado resistencia a al menos una de
las cuatro clases de insecticidas más comúnmente utilizadas y en al menos un
vector de malaria. Actualmente se están desarrollando los métodos para medir la
resistencia a la quinta y nueva clase de insecticidas para el control vectorial.
Debido a que muchos de los países afectados no llevan a cabo sistemáticamente
la monitorización de la resistencia, es difícil conocer el grado y distribución real de
esta.

El Plan mundial de la OMS para el manejo de la resistencia a insecticidas en los


vectores de malaria, publicado en mayo de 2012, proporciona recomendaciones
técnicas para manejar la resistencia siguiendo diferentes estrategias, incluyendo
la rotación de los insecticidas usados para el rociado residual intradomiciliar. Es
un plan global de acción dirigido a todas las partes involucradas en la lucha
contra la malaria.

La OMS urge a todos los países endémicos a desarrollar e implementar


estrategias para la gestión de la resistencia a los insecticidas y a llevar a cabo
una vigilancia entomológica adecuada que incluya la monitorización de la
resistencia a los insecticidas. Hasta la fecha, 45 países han diseñado sus planes
de acuerdo con el Plan mundial para el manejo de la resistencia a los insecticidas
en los vectores de malaria.

4.9 Disposición de basuras

Disposición de basuras

Disposición No. Porcentaje

Red municipal 38 90%

Enterramiento 4 10%

Incineración 0 0%

Tiradero 0 0%

Total 42 100%
4.10 Riesgo de desastres

Minatitlán

Por su ubicación geográfica, Minatitlán está sujeta a fenómenos


hidrometeorológicos como son: Las inundaciones, marejadas provocadas por
vientos del norte y ciclones tropicales. Los ciclones tienen un efecto directo sobre la
costa y en el sistema lagunar. Los efectos de estos meteoros naturales, se han
agravado durante los últimos treinta años por las transformaciones del Medio
Natural, producto entre otras cosas, de la deforestación y las prácticas de manejo de
los suelos y la vegetación desde las partes más altas de las cuencas, origina
importantes avenidas sin control. Por otra parte el comportamiento del Río
Coatzacoalcos con fluctuaciones erráticas, hace de su cuenca una zona con
permanente riesgo de inundaciones.

Nortes

A partir del mes de octubre, la planicie es invadida por vientos anticiclónicos


cargados de humedad a los cuales se les denomina nortes. Estos se originan por el
intercambio de aire de un ciclón que se aleja por el Mar Caribe y Golfo de México,
así como por vientos del NE provenientes de los Estados Unidos de Norteamérica y
Canadá, denominados frentes fríos. Los nortes ocasionan nublados constantes,
disminución de la temperatura y lluvias de ligeras a fuertes, pero que a veces duran
varios días e inclusive varias semanas.

Los nortes se presentan del mes de septiembre al mes de febrero, raramente se


extienden al mes de marzo. Dando lugar a los meses de septiembre y octubre como
el período más lluvioso del año, descendiendo a medio lluvioso en los meses de
noviembre, diciembre y enero, para amortiguar drásticamente las lluvias en el mes
de febrero. Así la temporada de lluvias en la zona es de ocho meses
aproximadamente.

De esta manera la lluvia invernal se presenta en cada mes del año de 3 a 5 nortes,
los que vienen acompañados por vientos con velocidad mayor de 40 km/h. Veracruz
es considerado como una de las seis regiones más lluviosas del país (Tabasco,
Chiapas, Oaxaca, Campeche y la Sierra Oaxaca).

Secas

De fines de febrero a principios de junio se presenta la temporada seca,


caracterizada por altas temperaturas, ausencia de nubosidad, y lapsos sin lluvia
durante varias semanas, que en ocasiones llegan a rebasar el mes, ocurren también
vientos cálidos del sur y sureste. Si bien es cierto que en esta temporada la
precipitación sufre un descenso drástico, esto no quiere decir que deja de llover, ya
que siempre se presentan lluvias aisladas, que abarcan zonas reducidas. Los
valores mínimos de precipitación se presentan en el mes de abril.

Ciclones

La República Mexicana, debido a su ubicación entre los paralelos 16° y 32° latitud
norte y por la gran extensión de litorales con que cuenta, es afectada por ciclones
tanto en las costas del océano Pacífico como en las del Golfo de México y el Caribe.
Por lo mismo, los asentamientos humanos cercanos a las costas, están expuestos a
la influencia de las perturbaciones ciclónicas. Las áreas afectadas regularmente
abarcan más del 60 % del territorio nacional.
Se ha observado que en México, entre mayo y noviembre, se presentan 25 ciclones
en promedio con vientos mayores de 63 km/h, de los cuales aproximadamente 15
ocurren en el océano Pacífico y 10 en el Atlántico. De éstos, anualmente 4 ciclones
(dos del Pacífico y dos del Atlántico) inciden a menos de 100 km del territorio
nacional.

Un ciclón, así como cualquier fenómeno natural, puede ocasionar un desastre de


diversas proporciones. Su impacto destructivo depende no sólo de su intensidad,
sino también de la conformación urbana que tengan las poblaciones.

La mayor cantidad de ciclones registrada en el periodo de 1958 a 1984,


corresponde a la zona del Pacífico noroccidental (26 en promedio), en tanto que en
el extremo opuesto se encuentra el norte de la India (con un promedio de 6).

Para el caso del Atlántico, la cuenca del Caribe y el Golfo de México, el número
anual de ciclones tropicales es de 9 en promedio en el mismo periodo antes
indicado, con totales anuales que varían de 4 a 14.

En el periodo de 1958 a 1996, el número anual de ciclones tropicales es de 9.4 en


promedio con totales anuales que varían de 4 a 19; la variación estacional es muy
pronunciada, se inicia en junio y termina en noviembre, la estación se activa y se
incrementa más en los meses de agosto y septiembre (SEMARNAT, 2005). Ahora
bien, en los dos espacios marítimos cercanos (Océano Atlántico y Océano Pacífico),
se presentan seis regiones matrices o de generación de ciclones y que por su
incidencia se clasifican en cuatro niveles.

La llanura costera del Golfo de México, principalmente la veracruzana, es afectada


periódicamente por los fenómenos meteorológicos denominados ciclón y norte. El
primero provoca precipitaciones torrenciales que afecta más que benefician a su
paso devasta cultivos e inunda externos.

En la siguiente figura se observa que la zona de estudio se ubica en una zona de


riesgo de incidencia media.

Incidencia de ciclones en la República Mexicana


Fuente: Diagnóstico de peligros e identificación de riesgos de desastres en México. Atlas Nacional de Riesgos. México 2001 .

Coatzacoalcos

La historia reciente de Coatzacoalcos, relacionada con los peligros de origen natural


y desastres provocados por ellos, está relacionada principalmente con fenómenos
hidrometeorológicos, como huracanes, tormentas tropicales, lluvias extremas y
frentes fríos. Del año 2000 al 2007, el Centro Nacional de Prevención de Desastres
emitió siete declaratorias de emergencia, algunas de las cuales se convirtieron en
declaratorias de desastre, mientras que en el mismo periodo, ocho declaratorias de
desastres fueron emitidas

Información histórica del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), señala que desde
1886 a la fecha, Veracruz ha recibido 44 ciclones de un total de 965 generados en el
Atlántico, de estos, 7 han impactado en la zona sur del estado, zona donde se
localiza Coatzacoalcos; el grado de riesgo por Ciclones Tropicales al que está
expuesto el municipio, según el Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos
de Desastres en México (CENEPRED 2001), es medio, y tiene una ocurrencia
promedio de ciclones y tormentas tropicales de entre 0.1 y 0.9 al año.

La misma fuente indica que Coatzacoalcos se localiza en la Región Sísmica B


(Regionalización Sísmica de México, CFE), la cual es una zona intermedia que
presenta aceleraciones del terreno que no superan el 70% de gravedad. Es un
territorio, sin embargo, que supera los 1000 mm de lluvia anuales y llega a alcanzar
los 300 mm de precipitación máxima en 24 horas, según registros del periodo
comprendido entre los años 1941-1997. A lo anterior se suma la ubicación de
Coatzacoalcos en una llanura aluvial limítrofe con el Golfo de México, que en
promedio tiene 50 metros de altura sobre el nivel medio del mar; en conjunto, estas
características hacen del municipio un territorio altamente vulnerable a las
inundaciones.

Destaca un periodo de recurrencia anual para las inundaciones que se han


presentado en Coatzacoalcos en los últimos diez años, donde septiembre y octubre
son los meses con mayor recurrencia de inundaciones; los factores que han
generado este problema, además de los ya mencionados, están relacionados con
las lluvias provocadas por los huracanes y tormentas tropicales, la recurrencia anual
de lluvias extraordinarias, y las condiciones de drenaje urbano. Resalta también la
mención de tormentas eléctricas en el municipio de Coatzacoalcos, asociadas a
lluvias torrenciales nocturnas; otro peligro identificado son los hundimientos
causados por el reblandecimiento del suelo en las carreteras. Finalmente, el
Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México indica
que otros peligros a los que está expuesto Coatzacoalcos son la erosión (sus suelos
tienen un nivel intermedio de degradación), y los vientos fuertes, mismos que
alcanzan entre 100 y 130 km/h a 10 metros de altura sobre el terreno, sin embargo
suelen superar estas velocidades alcanzando entre 130 y 160 km/h, mismos que se
ven acentuados por los frentes fríos y huracanes.

Tatahuicapan

El municipio de Tatahuicapan de Juárez está ubicado en la región suroeste de la


Región de los Tuxtlas de nuestro Estado, colindando al Norte con el Municipio de
Soteapan, al sur con el de Pajapan, al Este con Mecayapan y al Oeste con el Golfo
de México, encontrándose su cabecera a los 18° 15”, de la latitud norte y a los 94°
46¨ de la latitud oeste, y a una altitud de 300 MSNM, muy cerca de los cerros de
San Martín y Santa Martha por lo cual su clima es cálido húmedo, mostrándose las
siguientes temperaturas; Máxima 30° C., Media 16° C. con precipitaciones fluviales
media anual de 2,900 mm abundantes en verano y principios de otoño.

Salina Cruz

La ciudad de Salina Cruz por su localización geográfica presenta un riesgo alto de


padecer a consecuencia de huracanes, ciclones, tormentas tropicales e
inundaciones principalmente, por ello resulta necesario contar con un estudio
técnico donde se establezca cada zona de riesgo con su correspondiente plan de
acción. Los riesgos a que están expuestos los seres humanos son permanentes y
en la actualidad se ven incrementados por la problemática ambiental que se
presenta en el planeta y atraen toda la atención pública porque alteran los
ecosistemas naturales y aumentan el impacto de su degradación, todo ello refleja el
daño hecho por los humanos al ambiente y está demostrado que puede afectar a
gran número de personas. En nuestro país, los fenómenos naturales pueden
producir efectos desastrosos, mismos que se clasifican en pérdidas directas e
indirectas. Las pérdidas directas se relacionan con el daño físico, dando lugar a un
gran número de víctimas, en daños a la infraestructura, los servicios públicos, las
edificaciones, el espacio urbano, la industria, el comercio y el deterioro del medio
ambiente. Ante este hecho las personas pueden hacer muy poco o casi nada para
cambiar la incidencia o intensidad de la mayoría de los fenómenos naturales pero,
en cambio, pueden tomar medidas de seguridad para que los eventos naturales no
se conviertan en desastres y en la medida de lo posible disminuyan los efectos
sociales y económicos que sistemáticamente acompañan a este tipo de fenómenos
llegando en ocasiones a la devastación total, por lo cual se hace obligatorio realizar
estudios de prevención y mitigación de los efectos para realizar rutas de
evacuación, mapas de riesgos con la intención de detectar zonas vulnerables y
limitar la construcción de viviendas en zonas de alto riesgo tanto geológico como
hidrometeorológico.

Se ha registrado un conjunto de huracanes y tormentas tropicales que han


producido inundaciones en el municipio de Salina Cruz, entre ellos: del 5 al 10 de
octubre de 1997 se desarrolló el huracán “Pauline”; del 1 al 5 de octubre de 2005
Huracán “Stan”; del 21 al 28 de agosto de 2010 el huracán “Frank”; del 26 de
septiembre al 12 de octubre de 1997 la tormenta tropical “Olaf”; del 25 al 27 de junio
de 2003 la tormenta tropical “Carlos”; del 21 al 23 de agosto de 2010 la onda tropical
número 24; en el año 2011 se presenta la tormenta tropical más catastrófica de que
se tenga memoria en el municipio de Salina Cruz. Estos fenómenos
hidrometeorológicos han afectado las zonas de laderas en los lomeríos este y oeste,
así como las estribaciones de aquellas y las partes bajas de la llanura. En
asociación con los huracanes y tormentas tropicales se han producido
deslizamientos de detritos ocasionalmente acompañados con rocas, que han
afectado los asentamientos humanos enclavados en las laderas. Otros efectos
causados por aquellos fenómenos son las inundaciones de las estribaciones del
lomerío este y oeste, pero sobre todo de las partes bajas de la llanura. Los deslaves
y las inundaciones más graves han ocurrido en el año 2011 en el municipio de
Salina Cruz ocasionando pérdidas materiales y humanas, y poniendo de manifiesto
los inconvenientes de la urbanización carente de planeación urbana.

El municipio de Salina Cruz corresponde a la zona D de regionalización sísmica del


Estado de Oaxaca. Por la cercanía de tal municipio con la placa de cocos está
sujeto a una alta sismicidad, que pone en situación de riesgo permanente a todas
las estructuras construidas. En dicha zona existe un reporte de cinco eventos de
sismos de magnitud importante en los últimos 200 años. En el año 2005 ocurre un
sismo con epicentro en la localidad de Unión Hidalgo que produjo graves
afectaciones a las construcciones del municipio de Salina Cruz

Tabasco

Las lluvias, vientos e inundaciones en el pasado de Tabasco han permitido la


acumulación de la experiencia necesaria para que su población esté acostumbrada
a vivir en condiciones de vulnerabilidad constante. A pesar de este conocimiento, los
desastres naturales son fenómenos que no pueden ser controlados por las
poblaciones que los padecen y existen factores que incrementan su potencial de
hacer daño.

Entorno natural: La naturaleza ha facilitado que la región en donde se encuentra


Tabasco goce de abundantes cantidades de agua. Es a través de esta abundancia
que resaltamos dos razones por las que el medio ambiente contribuye a la
ocurrencia de inundaciones.

En Tabasco fluyen los caudales de los dos ríos más grandes de México, el
Usumacinta y Grijalva, y ambos desembocan en el Golfo de México de manera
conjunta. El agua que corre por ambos ríos, incluyendo sus corrientes secundarias,
representa aproximadamente el 30% de todas las corrientes del país. Considerando
que el estado representa menos de 2% del territorio nacional, la concentración de
esta cantidad de recursos hídricos en un sólo lugar hace posible que virtualmente
toda la población se encuentre cerca de un río, lago, laguna o mar. Al vivir en una
situación en donde se mantiene un contacto constante con el comportamiento
cambiante del agua, el tabasqueño promedio ha tenido que aprender a manejar este
recurso de una manera distinta al resto de los mexicanos.

El segundo factor es la localización. La región en donde se encuentra Tabasco es


involuntariamente un imán de fenómenos hidrometeorológicos. Por un lado, vía el
Golfo de México, llegan frentes fríos que provocan cambios de temperatura y lluvias
extremas. Por otro lado, la proximidad con el mar Caribe posibilita la llegada de
huracanes y ciclones acompañados de lluvias y vientos extremos. Asimismo, la
localización geográfica del estado en el sureste del país contribuye a la cantidad de
lluvia que recibe. Esta región representa el 27.5% del territorio (está compuesta por:
Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco) y recibe
el 49.6% de toda la lluvia a nivel nacional. Tabasco recibe niveles de lluvia mayores
que cualquier otra entidad federativa. La combinación de abundantes recursos
hídricos y un clima que facilita el incremento de la disponibilidad de agua, ha
mantenido a la región en constante lucha contra las inundaciones. Sin embargo, el
ser humano ha contribuido a la ocurrencia de estos desastres.

En Tabasco, el desarrollo económico, industrial y turístico de lugares como


Villahermosa, Cárdenas, Comalcalco y Paraíso ha provocado una aceleración en el
incremento de la población en centros urbanos. Esto ha extendido los límites de las
ciudades mediante la construcción de viviendas en zonas que, en algunos casos, no
son óptimas para preservar la seguridad de las personas. Un sector de la población
en expansión ha decidido establecerse en asentamientos irregulares con un alto
riesgo de inundación. Estos terrenos se encuentran frecuentemente a las orillas de
los ríos o debajo de los puentes; lugares en donde no existe una infraestructura que
proteja a sus habitantes contra los fenómenos que constantemente sufre la región.
Hasta el momento, no se conoce con certeza la cantidad de familias que viven en
zonas irregulares.

La segunda característica del uso de la tierra es la deforestación de la zona. El


crecimiento de la actividad ganadera, una de las industrias más importantes de la
región, y la agricultura de baja rentabilidad han propiciado la tala y quema de selvas,
y plantas. Además de los efectos en contra del medio ambiente, estas acciones
erosionan las tierras que antes eran fértiles. La erosión ha ocasionado que los
bordes de los ríos no cuenten con la vegetación necesaria para impedir
desgajamientos ante la corriente de un río. Esta erosión afecta a las personas que
habitan en las orillas de los ríos, ya que sus casas pueden caerse una vez que la
tierra cede.

4.11 Disposición de excretas

Disposición de excretas

Tipo No. Porcentaje


Fosa séptica 0 0%

Letrina 0 0%

Ras del suelo 0 0%

Drenaje 42 100%

Total 42 100%

4.12 Número de perros y gatos vacunados y no vacunados

Perros y gatos vacunados

Perros No. Porcentaje

Vacunados 20 66.66%

No vacunados 10 33.33%

Total 30 100%

Gatos No. Porcentaje

Vacunados 13 72.22%

No vacunados 5 27.77%

Total 18 100%
4.12.1 Otro tipo de fauna nociva en los hogares o alrededores patìo.

Fauna nociva

Lugar No. Porcentaje

Dentro de la vivienda 1 10%

Fuera de la vivienda 9 90%

Total 10 100%
Bibliografía

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https://agua.org.mx/wp-content/uploads/2010/10/7924reporte_cuando_el_rio_suena.
pdf

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