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Preparatoria Oficial No.

81

Psicología
Filias y Parafilias

Hernández López Daniela


Jocelyn
3°5 Matutino

Prof. Rocío Hernández Reyes


Definición de filia y parafilia
La palabra “filia” viene del griego “philos”, que podríamos traducir como “amor” o
“amistad”. Se suele utilizar como sufijo para designar la afición o el gusto intensos
por un elemento determinado, que puede o no ser de tipo sexual; así, una persona
cinéfila es aquella que disfruta mucho del cine, y la filatelia es la afición de
coleccionar sellos.
No obstante, en psicología la sexualidad es el campo donde este concepto
aparece de forma más habitual. Dentro de este ámbito las filias se solapan con
las parafilias, definidas como patrones de conducta sexual en los que el deseo, la
excitación o el placer dependen en gran medida de elementos atípicos, aunque
esto no necesariamente conlleva una patología.
Las parafilias son inofensivas si no conllevan el malestar de la persona ni de otras,
de forma que en muchos casos simplemente consisten en una preferencia sexual.
Esto suele suceder en el fetichismo (excitarse con un objeto o parte del cuerpo),
entre otras filias. Sin embargo, a veces estas preferencias implican a personas
que no consienten o simplemente dificultan las relaciones de pareja.
El término “filia” se contrapone al de “fobia”, que se utiliza para hacer referencia a
miedos o aversiones irracionales. Como las filias, las fobias pueden en ocasiones
ser de tipo sexual; por ejemplo, la erotofobia o genofobia es la aversión a las
relaciones sexuales, mientras que la palabra “medomalacufobia” hace referencia
al miedo a perder una erección.

¿Por qué debemos eliminar el término Parafilias del apartado de


connotaciones enfermizas?
El problema radica sobre todo al referirnos al concepto de parafilia. Porque ¿qué
es exactamente la ‘norma’? ¿Quién determina que es lo normal o cuándo deja de
serlo? Tal y como indica Viudes, “hasta hace muy poco el sexo oral era
considerado una parafilia”, y ahora es obvio que no lo tratamos como tal.
“Por eso, cuando escuchamos la palabra parafilia, le damos una connotación
enfermiza, patológica. Y esto no es real. La erótica es diversa y única en cada
persona, y todo aquello que se salga del coito y cuatro prácticas más –cómo
practicar el sexo tántrico– es considerado ‘raro’ o ‘fuera de lo normal’ y no, que no
sea normativo no significa que sea malo”, continúa Viudes.

Para que una parafilia se considere un trastorno, deber producir un malestar


clínicamente, daño o sufrimiento significativo en cualquier ámbito de la vida de la
persona en cuestión o de las que están a su alrededor. Tal y como cuenta Viudes
“los trastornos parafílicos son fantasías recurrentes e intensas de excitación
sexual, pulsiones o comportamientos sexuales angustiosos o incapacitantes y que
involucran objetos inanimados, niños o adultos sin consentimiento, ni consenso, ni
deseo, o el sufrimiento de uno mismo o de las partes implicadas”. Y además
según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)
debe prologarse en el tiempo durante al menos 6 meses para ser tratado como tal.

¿Cuáles son las consecuencias de las parafilias?


Las consecuencias son difíciles determinar. En general, si alguna de estas
prácticas se realiza como forma adicional de placer, de erotismo, dentro del sexo
convencional y sin producir daños personales o económicos, no se considera
parafilia.
En otros casos, las parafilias pueden llevar a importantes problemas legales,
económicos, dentro de la pareja, en los círculos familiares o sociales,
principalmente cuando no puede evitarse su realización y tiende a repetirse. Una
de las más llamativas y con alto riesgo es la hibristofilia, o impulso de mantener
relaciones sexuales con personas agresivas o peligrosas.

¿Cuáles son las causas de las parafilias?


Lo más importante para considerar una parafilia como trastorno es que:
 Se convierta en un medio exclusivo de placer frente a otras prácticas
convencionales.
 Implique daños físicos, psicológicos o sociales, tanto a quien lo práctica,
como a su entorno
Las causas, cuando son un trastorno, se encuentran habitualmente en un
descontrol de los impulsos, en experiencias traumáticas pasadas, en la necesidad
de búsqueda de sensaciones límite, o en la depresión y vacío personal. También
suelen coexistir también con adicciones, principalmente con drogas.

Parafilias satisfactorias y parafilias problemáticas


Realmente hay dos tipos de parafilias. Aquellas que se realizan como
complemento erótico dentro de una relación sexual convencional en donde no
existe daño siendo una actividad consentida por la pareja. Y aquellas que acaban
transgrediendo normas sociales, legales o que incluso, infringen daño físico o
psicológico a uno mismo y a otras personas.
Dentro de este último tipo con frecuencia se encuentran algunas como la
tendencia irrefrenable al sexo con desconocidos, prostitutas o el exhibicionismo.
También observado, en relaciones estables, que uno de los miembros de la pareja
es incapaz de tener relaciones convencionales. En sexuales caso se este
permanece ‘enganchado’ a parafilias como el fetichismo.
Una parafilia es por lo tanto problemática en que medida en que impide una
relación sexual convencional o se realiza infringiendo daños personales o a otras
personas, a veces con importantes consecuencias sociales y legales.

Tratamiento psicológico de las parafilias


Habitualmente el tratamiento de parafilias, requiere de la ayuda de un tratamiento
médico complementario, principalmente cuando en la base se encuentra un
descontrol impulsivo.
Como tratamiento psicológico, es imprescindible una psicoterapia individual
simultaneada, según el caso, con técnicas adicionales como el EMDR o el
brainspotting dentro de la propia psicoterapia.

Tipos de filia y sus características


A continuación haremos una breve descripción de las características principales
de distintos tipos de filias y parafilias. Asignarles una u otra etiqueta depende de la
intensidad de la preferencia, del malestar que conlleven a la persona o a otros y
del punto de vista de cada experto.

Fetichismo
El fetichismo es la preferencia sexual por objetos inanimados o bien por partes
concretas del cuerpo. Dos de las filias fetichistas más conocidas son la podofilia,
que implica los pies, y el retifismo o gusto por los zapatos. La preferencia por
objetos diseñados para la estimulación sexual, como los vibradores, no se
considera fetichismo.

Exhibicionismo
Esta filia consiste en la obtención de excitación y placer sexuales al exponer
partes del cuerpo, normalmente los genitales, a otras personas. Es habitual que la
intensidad de la conducta exhibicionista aumente con la práctica, pudiendo
adoptar un carácter compulsivo.
Voyeurismo o escoptofilia
El voyeurismo se define como el gusto marcado por observar a personas
desnudas o que están teniendo sexo. Los voyeurs suelen preferir que la persona
observada no sepa que la están mirando, y normalmente no buscan la relación
sexual con ésta.

Frotteurismo
Las personas frotteuristas, o frotteurs, buscan el contacto físico con otras
personas para masturbarse después; en su forma patológica, lo hacen sin permiso
y/o en contra de su voluntad. Suele llevarse a cabo en lugares donde hay mucha
gente, como el transporte público o las discotecas. El frotteurismo es mucho más
habitual en personas jóvenes.

Masoquismo sexual
El masoquismo incluye el placer sexual que se obtiene al recibir daño físico o
humillación, así como cualquier otro tipo de sufrimiento. Se trata de la parafilia
más común en mujeres, y se asocia frecuentemente con el sadismo.

Sadismo sexual
Las personas sádicas disfrutan sexualmente con la idea o la práctica de hacer
daño a otros. Aunque se habla con frecuencia del sadismo sexual patológico, hay
mucha gente sádica que sólo cumple sus fantasías con personas que lo
consienten; esto sucede por ejemplo en el BDSM, que engloba las prácticas de
bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo.

Fetichismo transvestista
Esta filia implica la obtención de placer sexual al vestirse como una persona de
otro género. Sólo se ha descrito en hombres heterosexuales, que en algunos
casos no se identifican con el género masculino. Cuando un varón se excita
viéndose o imaginándose como si fuera una mujer hablamos de autoginefilia.
Pedofilia
El manual DSM define la pedofilia como la preferencia sexual por personas que no
han llegado a la pubertad (menores de 13 años aproximadamente). La diferencia
con la pederastia es que este término designa la práctica de conductas de abuso a
niños, mientras que la pedofilia puede referirse también a impulsos o fantasías
habituales que no se han cumplido.

Gerontofilia
La gerontofilia es la preferencia sexual por personas de edad avanzada. Si la
atracción se da hacia varones ancianos esta filia se conoce como alfamegamia,
mientras que si el objeto de deseo son mujeres se trata de matronolagnia.

Necrofilia
Las personas necrófilas se sienten atraídas por los cadáveres, sean de humanos o
de otros animales. Aunque lógicamente la necrofilia suele llevarse a la práctica sin
el consentimiento de la persona fallecida, se han dado casos de necrofilia con
permiso previo del muerto, como el famoso episodio de Armin Meiwes, el “Caníbal
de Rotemburgo”.

Asfixiofilia
La asfixiofilia consiste en obtener placer con la sensación de ahogamiento. La
asfixia sexual puede llevarse a cabo con una pareja o como método de
masturbación; en este caso hablaríamos de asfixia autoerótica.

Zoofilia o bestialismo
En la zoofilia la persona siente deseo o realiza actividades sexuales con animales.
Es especialmente frecuente en entornos rurales y en pacientes psiquiátricos, y
sólo muy raramente se detectan casos de zoofilia exclusiva.

Xenofilia
Entendida desde un punto de vista sexual, la xenofilia es la preferencia por las
personas que son percibidas como miembros de una etnia exótica o distinta a la
propia. No obstante, en un sentido más amplio la xenofilia es el gusto por
personas u objetos de origen desconocido, y técnicamente tiene un significado
opuesto al de la palabra “xenofobia”.

Ginandromorfofilia o ginemimetofilia
Esta filia hace referencia a la atracción preferente, sea exclusiva o no, hacia
personas transgénero o transexuales. La concepción de la ginandromorfofilia
como un tipo de parafilia es criticada con frecuencia ya que puede favorecer la
estigmatización de las personas transgénero y de quienes se sienten atraídas por
ellas.

En conclusión las filias son lo contrario a las fobias y se consideran como un gusto
a algo sin connotación sexual y está puede darse a determinadas situaciones u
objetos
Mientras que las parafilias se refieren a la atracción con connotaciones sexuales y
se hace referencia a preferencias raras que salen de lo establecido como normal
De las parafilias existen dos tipos la problemática y la satisfactoria la primera hace
referencia a filias que pueden causar un daño ya sea personal o a otras personas
y las segundas son aquellas que el satisfacerse no causan daño alguno a ninguna
persona
Se cree erróneamente que todas las parafilias son de tipo enfermizo pero estás no
se pueden catalogar así sin antes hacerle un daño a alguien, cómo lo serían las
parafilias problemáticas

Bibliografía
https://psicologiaymente.com/clinica/filias-parafilias
https://www.harpersbazaar.com/es/belleza/dieta-ejercicios-adelgazar-belleza/
a31403266/filia-parafilia-que-son-mas-comunes-curiosas-sociedad/
https://desaludpsicologos.es/problemas/problemas-sexuales/parafilias/

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