Está en la página 1de 3

La zoofilia (del griego zoon, "animal", y philia, "amor"), también llamada bestialismo, bestialidad,

zoosexualidad o zooerastia,2 es una parafilia que consiste en la realización del acto sexual entre un
ser humano y un animal. Las personas que sienten esta afinidad o atracción sexual son conocidas
como zoófilos, zoofílicos o zoosexuales.34

La zoofilia puede causar lesiones e incluso la muerte al animal, por esto en algunos países está
considerada como ilegal, sin distinción acerca de si causa o no daños.5

Según el Informe Kinsey basado en estudios realizados en Estados Unidos entre 1948 y 1953,
sobre una muestra de 8.000 hombres y 12 000 mujeres, un 8% y un 3,6% respectivamente
reconocieron haber tenido contactos sexuales con animales. De ellos, el 17% eran habitantes de
zonas rurales.6

Índice

1 Definición

2 Perspectiva histórico-religiosa

3 Aspectos psicológicos e investigación

4 Estatus legal

5 Zoofilia y salud

6 Referencias en la cultura

7 Acusaciones célebres

8 Véase también

9 Bibliografía

10 Referencias

Definición

El término zoofilia fue utilizado por primera vez en el contexto de los estudios sobre la sexualidad
por el sexólogo Richard von Krafft-Ebing, a finales del siglo XIX.1 El ambiguo término sodomía ha
sido empleado en algunas ocasiones en un contexto legal para referirse a actos de bestialismo.7

En la pornografía, el material que presenta prácticas sexuales entre humanos y animales lleva el
nombre de zoofilia o bestialismo.
Perspectiva histórico-religiosa

El hombre que penetra a una yegua. Imagen en el exterior de un templo hinduista-jainista de


Khajuraho, India.

Zoofilia en una pintura india.

Mantener relaciones sexuales con animales es una conducta documentada desde la Prehistoria: en
una cueva en Val Camonica, en el norte de Italia se ve una pintura datada en 8000 a. C. en la que
un hombre está a punto de penetrar un animal.8 En textos bíblicos se encuentran referencias a
este comportamiento.9

El bestialismo de la Edad Antigua pudo estar ligado a rituales religiosos. Píndaro, Heródoto y
Plutarco afirmaron que los egipcios participaban en rituales que incluían el apartamento o cópulas
con cabras, pero es difícil asegurar que contaban con pruebas.10

En la mayor parte de Europa, durante la Edad Media, bajo la moral judeocristiana, la zoofilia era
castigada con la pena de muerte en la hoguera, incluyendo en el sacrificio a los animales
involucrados. El Nuevo Testamento de la Biblia prohíbe la bestialidad —1 Corintios 6:9; Efesios 5:5;
Apocalipsis 22:15—, por ser una inmoralidad. En el mismo sentido, para condenar el bestialismo,
teólogos judíos y cristianos citan los versículos del Levítico 18:23:

"Y no debes acostarte con bestias, haciéndote inmundo por ello, y tampoco mujer alguna debe
acostarse con bestias; es perversión" 11

y 20:15-16:

"Cualquiera que tenga cópula con bestia alguna, debe ser matado; y mataréis también a la bestia.
Y cuando una mujer se acerque y tenga cópula con cualquier bestia, ambos deben ser matados; su
sangre estará sobre ellos" 11

Por otra parte, existen diversas referencias en las escrituras hindúes de figuras religiosas teniendo
relaciones sexuales con animales (por ejemplo, el dios Brahmā copulando con un oso, o un sabio
semihumano nacido de una madre cierva). En el arte védico también hay evidencias de bestialismo
(la religión que la civilización védica ejercía es la precursora del hinduismo) y de figuras de
personas copulando con animales entre los miles de esculturas que describen "eventos de la vida"
en el exterior del templo de Khajuraho. La doctrina hindú ortodoxa defiende que la cópula debería
estar restringida a parejas casadas, prohibiendo el bestialismo. Y en el Manusmrti, el
apareamiento entre los seres humanos y animales está permitido.

En cuanto al budismo, este trata las conductas sexuales según si éstas hacen daño a uno mismo o
a otros. La ética budista en materia sexual por lo general prohíbe todo acto sexual donde uno de
los participantes no dé su consentimiento (violación, pedofilia, etc.), por lo cual, debido a que los
animales no podrían dar nunca el consentimiento, la zoofilia estaría implícitamente prohibida en el
budismo.12 Algunas conductas sexuales, incluidas las conductas sexuales con animales, están
prohibidas explícitamente para los monjes y monjas budistas.1314

En el caso del Islam, este tiene diferentes posturas frente al bestialismo. Esto se debe a que ello no
se menciona en el Corán, o a que la cópula y la sexualidad se trataban menos como tabú en la
sociedad musulmana que en la cristiana. Algunos musulmanes afirman que la cópula con animales
es detestable; otros, que a pesar de ser condenable, se ha de tratar con cierta indulgencia, como el
lesbianismo o la masturbación.15

También podría gustarte