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Hacia Un Teatro LGTBQ en Tucumán
Hacia Un Teatro LGTBQ en Tucumán
TÍTULO:
AUTOR:
GUILLERMO KATZ
www.guillermokatz.com.ar
guillokatz@gmail.com
TUTORA:
MARINA ROSENZVAIG
REGIÓN:
NOA
PROVINCIA:
TUCUMÁN
FECHA DE REALIZACIÓN:
2016 – 2017
ÍNDICE GENERAL
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………… 3
1.1. HIPÓTESIS……………………………………………………………………………………………… 7
1.3. OBJETIVOS……………………………………………………………………………………………… 9
1.4. RELEVANCIA……………………………………..…………………………………………………….. 10
1.5. METODOLOGÍA………………………………….…………………………………………………….. 11
2. CUERPO……………………………………………………………………………………………………………. 13
DOMINANTE…………………………………………………………………………………………. 28
1
3. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………………………….. 89
4. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………….. 93
2
HACIA UN TEATRO LGTBQ EN TUCUMÁN. ESTRATEGIAS POLÍTICO-
“Todo enunciado público sobre la homosexualidad halla un eco inmediato y profundo en los homosexuales,
sencillamente porque les concierne, en un mundo en que la realidad de sus sentimientos, de su sexualidad, de su
personalidad, pertenece al orden de lo indecible. Se entiende así que los homosexuales (…) se hayan precipitado siempre,
apasionadamente, sobre las obras en las que sabían que encontraban una imagen de sí mismos, por deformada y siniestra
que fuese (lo que era inevitable hasta una fecha reciente)” (Eribon, 2001: 196)
1. INTRODUCCIÓN
Tucumán entre 2000 y 2015 que se vinculan con problemáticas de géneros e identidades sexuales
no hegemónicas.
Bisexual, Queer (LGTBQ) dentro del campo teatral tucumano contemporáneo, es decir que pone el
foco en aquellas creaciones que mediante sus procedimientos escénicos visibilizan, reivindican y/o
particular, se registran pocas investigaciones sobre las relaciones del teatro con problemáticas de
escénicas locales a partir del retorno de la democracia y especialmente entre los años señalados,
a la lucha política de la comunidad LGTBQ en el período delimitado son los espectáculos del grupo
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Agarrate Catalina como Agarrate Catalina Classic (2002), Mujercitas eran las de antes (2002) del
grupo Mandrágora, Tiempo Suspendido (2004) de Marcos Acevedo, Pescadores de almas (2004)
dirigido por Sebastián Olarte, 3x3 (2007) del grupo Manojo de Calles, Las Fabricantes de Tortas
(2004) del grupo Indigo, Manifiesto por Amor a los hombres (2013) de Facundo Vega Ancheta y
Patricia García, Dykenstein. Sexo, Horror, Tragedia Del Cerebro Heterosexual (2013) dirigida por
Marcos Acevedo, Profundo y Rosa (2014) de Gonzalo Veliz, Humanos de Humo (2014) de
Salustiano Zavalía, Mira Quien Habla! (2015) de Pablo Parolo, entre otras.
Por otro lado, el panorama del activismo abocado a sexualidades y géneros en la provincia –
así como en el resto del país– ha tenido también en la última década un desarrollo notorio. En
Tucumán han surgido diversas organizaciones, dentro y fuera de los partidos tradicionales, como el
colectivo lésbico Cruzadas, el Colectivo LGTBIQP en Lucha, la agrupación LGTBI 1969 del Partido
Osos, etc.
de problemáticas para las personas de la comunidad LGBTQ a nivel nacional. Se logró la sanción
Integral, la Ley de Cupo Trans para empleados del Estado en varias localidades, por nombrar
algunos de ellos. Estos avances en el campo activista, social y legal evidentemente se ven
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Durante el transcurso de la beca, por nombrar algunos ejemplos, en Tucumán se realizó una
besada en repudio a las declaraciones homofóbicas del profesor Pascual Viejobueno, de la carrera
patológica y que el matrimonio igualitario es antinatural (La Palta, 25/07/2016). Trascendió a nivel
nacional el caso de Celeste, una joven trans encarcelada ilegalmente, violada y maltratada por
policías, cuyo juicio iniciado en el 2013 finalmente fue efectivizado en el 2016 (Primera Fuente,
18/10/2016). En la provincia de Buenos Aires fue presa sin condena efectiva Higui por haberse
defendido y matado a uno de los diez hombres que intentaron violarla “correctivamente” por ser
lesbiana. Gracias a la lucha hoy fue excarcelada, aunque sigue esperando la resolución judicial
hegemónicas es y seguirá siendo necesaria. Tucumán es la única provincia en todo el país que no
ha aplicado la Ley de Educación Sexual Integral desde el año 2006. Es una de las pocas que
tampoco brinda atención médica a personas trans y capacitación a sus profesionales de la salud,
Esta investigación también propone ser parte de esta continua y necesaria lucha para que las
ser visibles, nos constituyamos como sujetos en libertad y podamos llevar adelante una vida digna
conservadora- hacer el esfuerzo de valorar, registrar y estudiar las prácticas que se vinculen con
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problemáticas de géneros y sexualidades y sus aportes políticos, en este caso desde la
agrupaciones de lucha entre 2000 y 2015, surge el interrogante de si es posible hablar de un teatro
específico de este campo en Tucumán, cuáles son sus particularidades y como funciona
políticamente.
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1.1. HIPOTESIS
Los primeros interrogantes que iniciaron el proyecto de investigación fueron los siguientes:
¿Se puede delimitar una categoría específica de un teatro LGTBQ en Tucumán? ¿A qué criterios,
cuerpos, en la relación con el público, en los formatos de producción? ¿De qué manera estas
obras se conectan con las problemáticas de la comunidad? ¿Qué relaciones se establecen entre el
vez más, sobre todo al observar que las obras estudiadas más que totalidades abocadas a las
resonaban con prácticas del campo activista. Así el problema central de esta investigación se
transformó en: ¿qué estrategias políticas utiliza el teatro tucumano, entre 2000 y 2015, para
Arribé a la hipótesis de que los espectáculos proponen procedimientos que funcionan como
estrategias político-escénicas y que, por lo tanto, se podría afirmar que hay una tendencia en el
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1.2. ESTADO DEL ARTE
hegemónicas, rara vez poniendo el eje sobre estas problemáticas. Esos estudios ponían el foco en
cambio más en sus procedimientos dramatúrgicos o escénicos, como por ejemplo las
(2013).
Sí se han desarrollado investigaciones sobre literatura teatral LGTBQ de Argentina desde una
perspectiva de los géneros y las identidades sexuales disidentes, pero, inversamente, rara vez
poniendo el foco en los procedimientos escénicos de los montajes de esos textos, por ejemplo
estudios sobre la dramaturgia de Copi (Rosenzvaig, 1990; Tossi, 2009) o de Manuel Puig (Lozano,
2013).
vinculados a cuestiones de género e identidades sexuales fueron los trabajos de Peralta y Mérida
(2015a; 2015b) y de Lozano (2010; 2011; 2014; 2015) sobre casos en la Ciudad de Buenos Aires y
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1.3. OBJETIVOS
Objetivo General:
- Cruzar estudios de género, teoría queer y pensamientos y prácticas surgidas del activismo
Objetivos Específicos:
2000 y 2015 que se vinculen con cuestiones de géneros e identidades sexuales no hegemónicas.
- Llevar adelante estudios de casos que problematicen los procedimientos artísticos de las
de la comunidad LGTBQ.
- Construir una base de datos de obras teatrales de Tucumán vinculadas a cuestiones LGTBQ
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1.4. RELEVANCIA
Tucumán –que ha logrado importantes avances en los últimos años- focalizándose en prácticas
escénicas actuales sin descuidar una perspectiva histórica. El hecho teatral por su carácter efímero
nos exige a los investigadores un permanente trabajo de registro y conciencia histórica, sobre todo
de la escena actual.
El foco fue ubicado en las prácticas teatrales entre 2000 y 2015 debido a que reconocemos un
más allá del campo artístico. También porque fue posible acceder de modo más directo y tangible
a las producciones estudiadas y a sus artistas. He sido espectador de las obras, tengo los medios
técnicos para reproducirlas y puedo contactar y dialogar con sus creadores y público de manera
directa. Finalmente, porque es un perfil de investigación poco explorado en el país y menos aún en
Tucumán.
teatro) es político sobre todo por sus formas y modos de producción y no sólo por sus temas. Por
este motivo esta investigación se focalizará en los procedimientos escénicos de las obras que
conformarán el corpus de estudio para así poder indagar y problematizar cómo se manifiesta su
Quisiera que la investigación aporte a la lucha, que habilite alguna mirada sobre el arte, sobre
el teatro, sobre el activismo y sobre lo que es ser una persona con una sexualidad no heterosexual
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1.5. METODOLOGÍA
Entrecrucé métodos del análisis de la performance propuesto por Erika Fischer-Lichte (2014), la
identidades sexuales con los procedimientos escénicos de las obras seleccionadas en el estudio
de casos.
Constituí un registro de las prácticas teatrales en Tucumán entre 2000 y 2015 que consideré
trabajaron explícitamente sobre estas cuestiones o no, para poder desarrollar posteriormente el
estudios de casos.
políticos.
y teatralidad en el teatro contemporáneo. Llevé adelante una búsqueda bibliográfica local, nacional
no hegemónicas.
En los estudios de casos analicé los datos recolectados mediante su confrontación con este
marco conceptual.
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En síntesis, los métodos utilizados fueron: 1- Recopilación de documentos sobre las obras
“La Escena Desviada” (2016) con reflexiones y reseñas de obras y de artículos, abierto al público y
divulgación como la revista “La Cascotiada” (2015) y el III Coloquio Internacional de Estudios
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2. CUERPO
El teatro es político siempre, en un sentido amplio. Es una actividad social y por lo tanto se
conjuga en relación a las prácticas socio-políticas de la propia comunidad en donde surge. El rol
del artista está enlazado con el sistema político-económico-religioso: como chamán, esclavo,
pedagogo, como entretenimiento y/o como ejerciendo una profesión, un servicio para ser
consumido. El teatro se ha movido en su historia entre dos polos extremos, entre “disimular” su rol
Toda práctica artística es siempre política por lo que expone y por lo que oculta, por el
sistema de producción en el cual se inscribe y por los vínculos que establece entre los que lo
producen y también con los receptores de esa práctica. No hay un arte “más” político que otro, sino
prácticas que postulan distintos horizontes de mundo. Según sus mecanismos y su relación con el
status quo social es que va a ser políticamente sostenedor o crítico del mismo. A veces
manifestará fines explícitos de transformación social o de denuncia, otras veces serán recibidas así
aunque no haya habido una intención por parte de los artistas, otras veces será metaforizado
(quizás porque no quede otra, como en el caso de Teatro Abierto durante la última dictadura) y
muchas más veces no planteará una mirada crítica sobre el mundo en donde se inserta.
En Grecia Antigua lo teatral fue enmarcado en una actividad religiosa, para rendirle culto a
los soberanos y a los dioses, para sostener los valores morales de su sociedad, promoviendo la
competitividad entre sus ciudadanos, reviviendo una y otra vez sus mitos fundacionales. En Roma
pasó a ser un divertimento para sus ciudadanos en el Imperio. En la Edad Media volvió a su rol
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didáctico-religioso. En la Modernidad se insertó como una actividad capitalista (o pre-capitalista) en
configurarse como una posible fuente de concientización para la revolución socialista en el siglo
XIX y XX como las prácticas de Erwin Piscator y posteriormente el teatro épico de Bertolt Brecht.
Simbolizó el sin sentido de la pos-guerra con Samuel Beckett, etc, etc, etc. Toda la historia del
teatro es política.
de sus reflexiones sobre algunas prácticas teatrales de las últimas décadas -que denominó pos-
político de sus formas. Desde Aristóteles y su definición de la mímesis se ha puesto casi siempre el
foco en el “tema” del teatro, en el contenido de lo que se representa, en lo que se dice, pero
desborde de lo dramático en el tratamiento formal de las obras del contexto europeo desde fines
de la década de 1980, pudo afirmar que es en la forma, en el cómo se dice lo que se dice, donde el
El credo de Jean Luc Godard sobre el cine se transfiere al teatro, dirá Rancière (2009): el
teatro se hace políticamente en vez de hacer teatro político. El foco se pone en los modos en los
percepción. “Un nuevo tipo de “metateatro” de la reflexividad que de/construye sus propias
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Para comprender el posicionamiento político de las obras es fundamental entonces preguntar:
¿Qué procedimientos creativos utilizan los artistas? ¿A qué prácticas están asociadas esos
Los artistas pueden tener más o menos consciencia de su posible implicación social y una
intención más o menos explícita, pero no pueden escapar a su relación con lo político. Todo
procedimiento creativo, tanto lo formal como lo temático, se vincula simbólicamente con el status
En este trabajo mi intención es poder nombrar y estudiar las relaciones que se establecen en
el teatro tucumano reciente con problemáticas de las personas con identidades sexuales y géneros
no hegemónicos. Busco comprender el rol político en el contexto local y construir una caja de
herramientas que posibilite seguir produciendo esa relación en las prácticas. Buscaré estrategias
que políticamente resuenen con la intención de visibilizar, resistir y afirmar subjetividades, con la
promoción de mejoras jurídicas, con la denuncia y la transformación del status quo, todo lo que
aporte para que nuestras vidas sean cada día un poco más justas.
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2.2. ESTRATEGIAS POLÍTICO-ESCÉNICAS
“(…) el trabajo poético transforma un desfile de travestis en una escena heroificada, donde todos
los parias del mundo se enfrentan al orden social para pasar de la sombra a la luz, de la vergüenza
al orgullo. El desfile es en sí mismo un gesto poético, y quizá, según Genet, la definición misma de
la poesía, en la medida en que la poesía consiste en el trabajo que uno hace consigo mismo para
ser lo que es.”
Didier Eribon (2004: 23)
¿Existe tal cosa como un teatro LGTBQ en Tucumán? Suponiendo una respuesta afirmativa
esta manifestación teatral tendría que ser, fundamentalmente, un arte cuyos mecanismos
acompañen políticamente la lucha de nuestra comunidad, para la plenitud de las vidas de personas
con géneros no binarios e identidades sexuales no heterosexuales. Un arte político con fines de
transformación social.
Busqué posibles estrategias en las prácticas teatrales de la provincia que sigan los mismos
de género, teoría queer, la historia del activismo LGTBQ en Argentina y el mundo, sus
pensamientos y sus prácticas, pude reconocer esas estrategias que ha ido tomando nuestra lucha,
nombrarlas, describirlas, hacerlas explícitas y armar una caja de herramientas que ayude a ver, a
Las estrategias que delimité para este trabajo surgieron de distintos ámbitos: desde la
militancia misma, la academia, el arte, la filosofía, la vida diaria. Han aparecido en momentos y
contextos particulares y con objetivos concretos -a veces muy distintos entre sí- pero todas
buscando que nuestras vidas sean posibles de vivir con dignidad, plenitud y justicia. Las maneras
de ejercer acciones políticas para luchar por pasarla mejor en este mundo que nos toca son
múltiples. Lo que cambia, justamente, son las tácticas, las formas de proceder.
activistas con objetivos distintos. Por ejemplo, de movimientos que les parece que la identidad
como construcción es algo a lo cual tendríamos que resistirle, que la identidad es fluida y no
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delimitable. Otros consideran que lo fundamental es que buscar la integración, la asimilación en la
Considero que todas las estrategias son complementarias, en el sentido que todas tienen el
horizonte del mejoramiento de nuestras vidas, para que nos dejen ser lo que somos, que no nos
maten, que no nos persigan, que no nos muramos a los 40 años, que no nos discriminen,
maltraten, nos corran de nuestras casas, nos lleven al suicidio, para que ser unx mismx no sea
realizan los artistas, aunque en la realidad concreta de las obras no se presenten tan separadas
unas de otras. Se cruzan, se entremezclan, a veces juegan en tensión, y muchas veces los artistas
no tienen la intención de un accionar político explícito. Esta lista no es más que mi mirada, que
intenta habilitar un entendimiento posible de las prácticas teatrales elegidas y a la vez tratar de
No me interesa ser taxativo con los límites entre estrategias, sino habilitar pensamientos,
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2.1.1. DE LA INJURIA AL ORGULLO
obligadas a vivir las personas LGTBQ por no responder al canon heteronormativo- en una vida
vivible y plena.
Lo que se pone en marcha con la reapropiación y el uso en primera persona de las palabras
que funcionan o han funcionado como insultos (…) es la subversión del significado mediante esta
operación de descontextualización y recontextualización de tales nombres y de su carácter
performativo de producción de identidad. // El uso del insulto, de injuria como acto de interpelación,
es un proceso por el cual el sujeto homosexual es constituido como excluido, abyecto, como sujeto
no legítimo en un orden o régimen (hetero)sexual. (…) la injuria, en tanto que marca repetible,
puede ser utilizada en un contexto intencional distinto que rompa o subvierta esa cadena de
transferencia autoritaria mediante la cual el sujeto al que interpela es excluido, y produzca efectos
de construcción y afirmación identitaria que modifiquen su significado de forma radical: de ser la
marca que define un espacio no habitable, pasa a ser un signo de identificación colectiva, de
afirmación comunitaria y de construcción de prácticas relativamente autónomas. La fuerza de la
autoridad es desplazada y la legitimidad de la nominación transferida desde la instancia normativa
del régimen sexual a los sujetos excluidos del mismo (Córdoba, 2005: 59-60).
Esta estrategia también aparece en las políticas y la teoría queer, donde se subvierte la carga
de violencia y discriminación del término original “queer” (como sinónimo de marica en inglés) al
El pensador francés Didier Eribon (2004) expuso cómo funciona esta estrategia en la
literatura, mediante un análisis exhaustivo de las obras del escritor Jean Genet. Le reconoce al
autor una estrategia política reivindicadora de otrxs vidas posibles, al heroificar en sus relatos la
vida y las prácticas de los marginales: los presos, los homosexuales, los pervertidos, los ladrones,
los drogadictos, los negros. “[L]a pulsión que le conduce a escribir está siempre animada por la
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voluntad de rendir homenaje a los humillados, de rehabilitar lo que está destinado a la ignominia”
(2004: 26).
dice Eribon, sino todo lo contrario: reivindica su lugar de marginal y nos muestra la plenitud en ese
borde. Es la idea clásica del orgullo: de la injuria a la celebración. Somos putos, tortas, travas y nos
encanta serlo.
Genet no tiene elección: es anormal, está fuera de las normas, es definitiva y totalmente
«irregular», y la única decisión que puede hacer es la de reivindicar esta anormalidad en la que el
orden social le ha inscrito. Para él no se trata de «transgredir» un orden al que no pertenece.
Genet está del otro lado de las reglas, más allá de la frontera instituida par lo que Foucault llamará,
en su Historia de Ia locura, la «linea divisoria» por la que una sociedad expulsa de su seno a cierto
número de individuos. Para Genet escoger el Mal no significa transgredir lo prohibido, sino escoger
ser lo que la sociedad ha hecho de él. Y transformar en orgullo, en principio de vida, lo que debería
ser sentido como vergüenza, vivido como maldición (2004: 54).
Eribon con Genet nos propone una estrategia política de subjetivación minoritaria, nos invita a
LGTBQ. Nos convoca a construir nuestras propias subjetividades, al mostrarnos cómo “los
individuos «avergonzados» se reinventan a partir de la exclusión que les hace ser tales y se
Cuando el arte pone en funcionamiento esta estrategia éste se vuelve un arte degenerado.
En el teatro se puede trasladar en los relatos y en sus temas y, siguiendo el planteo político
que hemos mencionado en el capítulo anterior, tiene que trasladarse también a lo formal: a los
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cuerpos, procedimientos escénicos, ideas, la relación con el público, etc. Degenerado y anti-
hegemónico por todos lados. Teatro que no sabés si decirle teatro del todo.
Marcos Acevedo dos varones bailan mariconamente la canción “Puto” de Molotov. La escena
reapropia con orgullo el término despectivo al desplegar dos cuerpos bien putos, plenos y vitales
homosexualidad como una enfermedad mental. El camino del silencio y el disimulo para poder
sobrevivir en este mundo expulsivo es el que ha sido más frecuente en la historia de las personas
LGTBQ. Por suerte hemos encontrado otras vidas posibles y vivibles a través de la lucha y de los
ejemplos de las vidas de los sujetos, activistas, referentes históricos o incluso referentes dentro del
arte. Aquí es donde Eribon ubica a Genet, no sólo con su vida plena en el margen, sino sobre todo
vida.
[L]as formas de la subjetivación pasan a menudo por la identificación con modelos literarios (o
históricos, o cinematográficos), en el sentido de que un gay se siente autorizado a ser quien es, a
pensar cómo piensa, a amar como ama, porque los libros le han enseñado que tales sentimientos
y formas de ser no solo eran posibles, sino que habían sido reales (Eribon, 2004: 36-37).
cómo en los procederes creativos de los artistas se manifiesta esta vida vivible a partir del orgullo
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2.2.2. HABLAR NOSOTRXS MISMXS DE NOSOTRXS MISMXS
Esta estrategia surge en el mundo académico. En conexión intrínseca con el orgullo, implica
identificarse subjetivamente como una persona LGTBQ y elaborar discurso sobre esa subjetividad,
para oponerse al de aquellos Otros que intentan imponer realidades sobre nuestra psiquis,
Esto es lo que vienen haciendo desde siempre los estudios de género y la teoría queer,
“posicionarse como sujeto en el conocimiento, hacer explícito el lugar desde el que se habla (…) [y
así determinar] un campo discursivo que produce a la vez a los sujetos en el conocimiento y a los
La identificación subjetiva es hablar en nombre propio desde una identidad particular para
reivindicarla. Implica convertirse en sujetos de enunciación, dice Beatriz (hoy Paul) Preciado (2005:
128), buscando confrontar los discursos que intentan imponer una realidad sobre los cuerpos y las
identidades maricas, lesbianas, travestis, trans, queers, etc. e “investir sus supuestas identidades
abyectas escribiendo o produciendo teoría” (2005: 119). Consiste en “producir uno mismo [las]
propias representaciones y, mediante ese gesto, producirse como sujeto del discurso rechazando
ser únicamente el objeto del discurso del Otro” (Eribon, 2001: 102).
sobre las Prisiones en la década de 1970, pero trasladado al mundo de la sexualidad y los
géneros:
El GIP no tiene por finalidad hablar en nombre de los reclusos de las distintas cárceles. Se
propone, por el contrario, darles la posibilidad de que hablen de ellos mismos y de lo que ocurre en
el interior de las cárceles. El objetivo del GIP no es reformista. No soñamos con una cárcel ideal:
deseamos que los presos puedan decir lo que resulta intolerable en el sistema de represión penal.
Debemos difundir lo más rápida y ampliamente posible las revelaciones que hacen los propios
presos. (Citado en Eribon, 2001: 420)
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Esta estrategia puede ser trasladada a cualquier ámbito, incluido el teatro (o hasta este mismo
informe). Ser explícito del lugar desde dónde se habla, como una manera de visibilizar(se), de
El espectáculo Manifiesto por amor a los hombres (2012), por ejemplo, se construyó a partir
de la propia historia de vida gay de Facundo Vega Ancheta -quien es el intérprete de la obra-
cruzando ficción y realidad. Allí nos cuenta en primera persona a los espectadores su infancia
homocuriosa, su padre ausente, su fetiche por los osos (bears) y su deseo de casarse y formar
familia hasta con alguien del público. No permite que otros impongan una lectura o discurso sobre
su cuerpo y su historia.
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2.2.3. AFIRMAR LA DIFERENCIA
Nuevamente aparece aquí una relación estrecha con las estrategias anteriores. Transformar
la injuria en orgullo y hablar en nombre propio pueden también implicar la afirmación de una
identidad específica y diferente. Esta estrategia viene desde el activismo LGTBQ, específicamente
del movimiento de liberación gay norteamericano de fines de la década de 1960 que resonó a nivel
como diferentes, visibilizarlas, darles voz, afirmarlas y plantear una integración social desde esa
diferencia. Equivale a las políticas identitarias que a menudo se han nombrado como
“asimilacionistas”.
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2.2.4. CONSTRUIR UNA SUBCULTURA
Eribon describe a la “subcultura gay como el conjunto de lugares donde uno puede sentirse
«orgulloso» de sí mismo, durante una parte de la vida (del día), mientras que el resto del tiempo se
Se construye una comunidad a partir de establecer lugares físicos, como bares, boliches o
barrios específicos dentro las ciudades, para transitar y habitar con libertad, generar códigos y
comunidad, etc. En otras palabras, toda expresión social que habilite reconocerse en reciprocidad
con otrxs y que acompañe la producción de una subjetividad personal positiva. Resalta Eribon que
hay que insistir en este punto: es muy evidente que, para gays o lesbianas jóvenes que deben
construir su identidad personal sin tener otros modelos que las imágenes caricaturescas,
insultantes, y que no tienen más esquemas para pensar su sexualidad y su afectividad que las
palabras injuriantes que les rodean –sin que siquiera se dirijan precisamente a ellos o a ellas-, el
solo hecho de que se creen otras imágenes, de que haya en la sociedad otras imágenes
disponibles, de que sea visible este conjunto de fenómenos que denominamos “cultura gay”, es
generador de libertad, porque esta identificación es la que hace posible la afirmación de su propia
singularidad contra la identidad moldeada desde el exterior por el orden sexual que instituye a los
homosexuales como un colectivo y a la vez los aísla unos de otros. Es divertido –o siniestro-
comprobar que cada vez que se crean imágenes no desvalorizadoras de la homosexualidad,
surgen guardianes del orden heteronormativo que las tachas de “proselitismo”. Señalemos, de
pasada, que esta idea de “proselititsmo” es especialmente absurda, pues sobreentiende que se
puede incitar a alguien a convertirse en homosexual mediante representaciones (Eribon, 2001:
102).
En la obra Profundo y Rosa (2015) de Gonzalo Veliz hay constantes referencias informativas
y escenificadas de una subcultura gay: lugares de encuentro sexuales con sus códigos, artistas
referentes como Madonna y Almodóvar, espacios donde poder manifestar la sexualidad con
cada colectivo, de las propias genealogías y de sus figuras históricas. En Argentina este esfuerzo
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está en proceso de la mano de grupos activistas e historiadores de distintas provincias. Un caso
ejemplar es el archivo digital Potencia Tortillera (2011) sobre la historia del activismo lésbico en el
país. Han aparecido recientemente recopilaciones históricas sobre las vidas de los varones
homosexuales (Bazán, 2004) y de las travestis (Fernández, 2004). Además de ser silenciados por
personalidades destacadas, por lo cual otra acción que reconstruye nuestras genealogías es
visibilizar el atravesamiento de ese aspecto en esas vidas, como es el caso del escritor tucumano
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2.2.5. EXIGIR DERECHOS
Además de construir nuestros espacios, códigos y relatos históricos otra forma de afirmar la
decir, plantear políticas identitarias para reivindicar derechos ciudadanos a los cuales tenemos
negado el acceso.
El caso de Argentina es notorio por haber sido el primer país de Latinoamérica en sancionar la
Ley de Matrimonio Igualitario en el 2010, que habilita a las parejas del mismo sexo a tener los
mismos beneficios que la ley de matrimonio otorgaba a las parejas heterosexuales. Dos años
después se logró la sanción de una de las leyes de Identidad de Género más avanzadas en el
cuerpo al género autopercibido, tanto en el sistema médico público como privado. A diferencia de
otros países, por ejemplo en España, donde para acceder a beneficios de salud para la adecuación
patologización de las personas trans. En varias localidades del país, como en la Provincia de
Buenos Aires y Rosario, se sancionaron leyes de cupo laboral trans, que obliga a los municipios a
como un pequeño gesto de resarcimiento histórico al ser uno de los colectivos LGTBQ más
Sin embargo, queda mucho camino por recorrer para la plena aplicación de estas leyes y la
igualdad de condiciones de vida de los colectivos. Por nombrar algunos ejemplos, en muchos
implementada, no hay capacitación para los trabajadores de la salud y mucho menos para la
policía. La ley de Educación Sexual Integral del 2006 todavía no ha sido promulgada en la
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provincia. Las travestis si bien son reconocidas por la ley nacional tienen que delimitar su género
Desde la óptica de esta estrategia política mientras más visibles seamos como comunidad,
afirmados en la diferencia y unidos como colectivo, mejores serán las posibilidades de exigir,
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2.2.6. MARICONIZAR / LESBIANIZAR / TRAVESTIR / TRANSEXUALIZAR / QUEERIZAR
LO DOMINANTE
una resignificación. En vez de revalorizar lo abyecto, en este caso se trata de volver abyecto lo
valorado. Darle una vuelta de tuerca LGTBQ a lo hegemónico, lo “aceptable”, lo conocido. Volverlo
Esta estrategia viene del activismo y la teoría queer. Beatriz Preciado (2005: 117) lo denomina
hegemónicas. Propone
Es decir que se utilizan los espacios, discursos, medios, instrumentos, instituciones, formas
de representación propias de las estructuras sociales dominantes y se los reapropia para la lucha
Afirma Córdoba García que esta reapropiación se da por ejemplo a través de “la imitación y
resignificación camp de los discursos dominantes de los mass media, de las figuras de la identidad
nacional, de las prácticas de consumo y los discursos publicitarios, etc.” (Córdoba, 2005, p. 44). En
el teatro tucumano esta estrategia veremos que se manifiesta de distintas formas. Por ejemplo, en
Tiempo Suspendido Barby Guamán reapropia el famoso monólogo existencial de Hamlet para
referirse al ser travesti y en Manifiesto por amor a los hombres el estereotipo de la infancia como
una época asexuada e inocente se convierte en el relato del actor en una infancia marica y
sexuada.
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2.2.7. DECONSTRUIR LA SEXUALIDAD
la sexualidad como una red de relaciones de poder, construida social e históricamente. Busca
Este enfoque resiste a la opinión dominante, del “sentido común” y sobre todo a los discursos
médicos, psiquiátricos, morales y jurídicos sobre la sexualidad, que por ejemplo justifican, por una
supuesta “esencia ahistórica e inmutable que está en su origen” (Córdoba, 2005: 26), tratamientos
argumentos “antinaturales”.
Con esta estrategia entonces, se deconstruyen los discursos y las prácticas normalizadoras y
social e histórico, entramado en una red de relaciones de poder. Busca explicar los procesos de
formación del sentido común (de ese discurso) e interroga las condiciones históricas de posibilidad
de acción en las redes de poder, con el fin último de resistir y transformar la dinámica de esas
relaciones.
Los tres volúmenes de la Historia de la sexualidad de Foucault (2016a; 2016b; 2008) son la
piedra fundacional de esta estrategia. El autor expone en su obra cómo se fue estructurando el
poder como una red de relaciones que posibilitan y a la vez imponen, prohíben y reprimen
acciones y prácticas a través de la historia. No hay agencia anterior al poder, toda posibilidad de
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actuar del sujeto está facilitada y limitada a la vez por sus relaciones. No es posible ser sujeto sin
interrogar las condiciones históricas de posibilidad que propone transformarlas. “La resistencia (…)
obliga a cambiar las relaciones de poder” (Córdoba, 2005: 31) a través de reconfiguraciones y
instrumento y efecto de poder, pero también obstáculo, tope, punto de resistencia y de partida para
En el teatro tucumano, encontramos esta estrategia por ejemplo en Dykenstein (Sexo, horror
y tragedia del cerebro heterosexual) de Marcos Acevedo, donde se ironiza sobre las explicaciones
del sentido común acerca de cómo las personas se “vuelven” homosexuales. En la obra se invierte
este discurso al escenificar una lesbiana que se “convierte” en heterosexual por estar expuesta a
30
2.2.8. DECONSTRUIR LOS GÉNEROS
binarios y los discursos que hacen referencia a los mismos. Esta estrategia surge en los primeros
cadena de “naturalización” entre un dato biológico, como poseer pene o vagina, y la expresión de
género, al mostrar que el género es político y es una performance, una puesta en escena cultural.
Todo lo que quede fuera de este binarismo con sus imposiciones culturales -como las
personas travestis, transexuales, queers y mujeres y hombres que construyen su género por fuera
Cuando nacemos, según nuestros órganos sexuales, se nos asignan parámetros culturales
asociados a un género -mujer u hombre- donde se naturaliza y esencializa esa asociación. Nos
(im)ponen un nombre, ropa, colores, nos dicen qué actividades son las que podemos hacer, a qué
podemos jugar, cómo tenemos que oler, qué tanto podemos llorar, qué rol tenemos que ocupar en
la sociedad según nuestro género asignado. Pero “la idea de la existencia de esa esencia interior
es el efecto de una identidad que no es otra cosa que su propia manifestación externa. El género
es esa puesta en escena detrás de la cual no hay un núcleo que le dé consistencia.” (Córdoba,
2005: 52). Es una performance, una unidad ficticia entre los órganos sexuales y el género, dice
31
Judith Butler (2006). Una “cadena causal establecida por la matriz de inteligibilidad heterosexual
entre sexo y género” (Córdoba, 2005: 53) que construye un sistema de dominación y explotación
Esta estrategia busca entonces dar luz a las relaciones de poder de los géneros y de su
heteropatriarcal.
es la obra Mujercitas eran las de antes. La obra pone en escena el recorrido por la escuela
primaria de las niñas y expone cómo el sistema educativo impone la dominación heteropatriarcal.
Se educa a las niñas para ser amas de casa, madres abnegadas, lindas, buenas y tranquilas. Los
actores utilizan un transformismo paródico, que exagera y caricaturiza los rasgos femeninos,
32
2.2.9. DECONSTRUIR LOS SEXOS
La teoría queer y la existencia de personas intersexuales han servido para demostrar que
también el “sexo” como categoría es una construcción social, no biológica o innata. Los seres
humanos nacemos con características o datos biológicos (tamaño de nariz, color de piel, pene,
vagina, etc) que no determina una identidad innata: “soy un nariz grande”. La raza o el sexo no
existen como tales, como algo dado, sino que se llenan de sentido en la práctica social, se asocian
personas: “porque tiene pene es hombre”, “porque tiene piel negra es de raza africana”. Estas
Esta estrategia entonces critica y deconstruye la categoría de sexo como naturaleza y los
discursos que la promueven. Busca exponer que el sexo es “una construcción discursiva
El sexo es un efecto de la división social de los géneros. No existe como tal, como dado. La
las identidades sexuales. La matriz heterosexual es el marco normativo que establece una cadena
[L]a coherencia o unidad interna de cualquier género, hombre o mujer, requiere una
heterosexualidad estable y de oposición (…) La institución de la heterosexualidad obligatoria y
naturalizada requiere y reglamenta al género como una relación binaria en que el término
33
masculino se diferencia del femenino, y esa diferenciación se logra por medio de las prácticas del
deseo heterosexual (Córdoba, 2005: 53).
relacionadas ya que es la misma matriz heteronormativa la que las naturaliza y normaliza y de ese
34
2.2.10. DECONSTRUIR LA IDENTIDAD O DEVENIR MONSTRUO
El activismo y la teoría queer han adoptado también una postura crítica hacia las políticas
excluyentes. Critican a las identidades (todas, las heteros y las homos) que son entendidas como
Este enfoque estratégico surge por las “contradicciones internas de los discursos feministas y
lesbianos” (Preciado, 2005: 112), por ejemplo, mujeres trans lesbianas no aceptadas en espacios
lésbicos y sobre todo “frente a la comercialización del estilo de vida gay (blanco y masculino)”
(Preciado, 2005: 111) que liga la producción de las identidades sexuales a la globalización del
Esta estrategia propone entonces “la deconstrucción de nuestros propios discursos y sus
silencios constitutivos” (Preciado, 2005: 111). Busca señalar, rearticular y redefinir los límites de la
integracionistas.
transformaciones y redefiniciones” (Córdoba, 2005: 52). Dice Preciado que esta estrategia implica:
35
En la obra Las Fabricantes de Tortas, César Romero y Gonzalo Veliz construían en su
actuación unas travestis lesbianas, sadomasoquistas y grotescas, que daban cuenta del vínculo
con el público, que mezclaban el bar del teatro y la calle dentro de la ficción, que llegaron a
Facebook se puede encontrar el perfil de uno de los personajes: Marta Figueroa Alas Corta. Teatro
de seres monstruosos. Teatro que rompía identidades y los límites de su “ámbito específico” que
no implica la existencia de una intención o voluntad del sujeto que actúa un determinado
género en su performance, ni la posibilidad de su subversión en términos voluntaristas. El sujeto es
constituido en este proceso, no es anterior a él, con lo cual no puede situarse fuera del género para
utilizarlo de forma intencional (…) la capacidad de acción es un efecto de la subjetivación, y ésta
ha sido estructurada, entre otros elementos, por la diferencia sexual o de género. Tampoco supone
negar la eficacia de esa ficción política que es la identidad sexual. (…) se trata de considerarla
como espacio político en el cual puede intervenirse (y de hecho se interviene) para modificar sus
términos, para redibujar sus límites, para incluir posiciones antes excluidas, para resignificar las
posiciones existentes (Córdoba, 2005: 53).
Es una negociación permanente entre la integración y el exilio, o, más bien, una imbricación
de estos dos movimientos, que, de hecho, nunca son realmente disociables el uno del otro (por la
sencilla razón de que, sea cual sea la pulsión «asocial» que mueve a un individuo a mantenerse al
margen del mundo, está situado, a su pesar, en el mundo en que vive, y a cada instante tiene que
transigir, es decir, realizar una transacción entre opciones y trabas, entre momentos de rebeldía y
fases de sumisión, entre las manifestaciones siempre presentes de una adhesión a los valores
mayoritarios y las exigencias siempre por reafirmar de una moral o una conducta minoritaria: no se
puede pensar en términos de sí o no, de totalmente lo uno o totalmente lo otro; siempre son las
dos cosas a la vez, con inflexiones más marcadas en uno u otro sentido según los períodos de la
vida, los instantes del día (Eribon, 2004: 309).
Más que un rechazo a la identidad y las políticas identitarias, esta estrategia es una crítica
deconstructiva a las identidades sexuales y de género. Se las expone como un “efecto de sutura
36
2.2.11. POLÍTICA DE LA AMISTAD
El nombre de esta estrategia proviene de uno de los “vectores” que Foucault propone para
una “estética de la existencia” y es a la vez una de las tácticas del activismo para la construcción
de una subcultura identitaria. Se trata de establecer contactos y forjar lazos de amistad con
personas que compartan nuestros rasgos identitarios, cuya importancia reside en que permite
interpretar la experiencia propia. Estos lazos son un anclaje para la invención de nuestras
Se puede trasladar esta idea a cualquier grupo minoritario: maricas, lesbianas, travestis, trans,
etc. que mediante la consolidación de sus vínculos de amistad construyan un espacio simbólico
homosexuales quienes -desde que coincidieron trabajando en espectáculos que ponían en práctica
alguna estrategia escénica vinculada a problemáticas LGTBQ- no han dejado de trabajar juntos en
distintas experiencias artísticas. Es el caso de los integrantes del grupo Agarrate Catalina, del
elenco de Mujercitas eran las de antes y de actores que pasaron por el grupo Manojo de Calles
como César Romero y Gonzalo Veliz, que hasta el día de hoy se siguen cruzando y encontrando
en obras y trabajos creativos. Lo mismo puede quizás señalarse del caso emblemático de las
integrantes del grupo Marfil Verde, compuesto por mujeres lesbianas y bisexuales, quienes
37
2.2.12. EXPERIMENTAR Y DIFUNDIR OTROS EROTISMOS
de parejas, etc. Es decir, explorar y a la vez incentivar a las personas a explorar nuevos horizontes
eróticos.
Preciado, desde las prácticas posidentitarias queers, denomina esta estrategia como la
filiaciones alternativas al modelo heterosexual” (Preciado, 2005: 122). Es también el otro vector de
intensificar los placeres mediante la erotización máxima del cuerpo” (citado en Eribon, 2001: 329)
El único ejemplo en el teatro tucumano donde se pone de manifiesto otro tipo de práctica
momento donde el teatro incentive explícitamente a los espectadores a ampliar sus horizontes
eróticos.
38
2.2.13. EXILIARSE PARA SOBREVIVIR
explícitamente de la geografía donde uno habita en pos de encontrar otro espacio donde la
sexopolítica permita liberarse. Hacia la búsqueda de lugares geográficos donde ya exista una
comunidad, donde sea más sencillo construir lazos de amistad y sexo-afectivos, donde poder
quizás circular libremente siendo como se es, donde ya existen códigos propios. En síntesis,
Más que una estrategia del activismo, esta ha sido una forma de superviviencia de muchas
personas LGTBQ a lo largo de la historia. Por ejemplo, Silvia Molloy (2012) lo expone en los casos
[S]u exilio (…) significa mucho más que la decisión circunstancial de vivir en el extranjero y
debería leerse como gesto político. El desplazamiento geográfico ofrece a estas mujeres distintas
lo que Venezuela, Cuba y Chile no pueden ofrecer en ese momento: esto es, un lugar para ser
(sexualmente) diferente (2012: 285).
Eribon toma incluso la vida de Foucault como referencia para el auto-exilio hacia la libertad:
Si Foucault pudo librarse fue porque escogió la huida (…) [L]a voluntad de encontrar «otro
lugar» está, para los gays, ligada con el malestar. Pero es también una manera de huir de él. La
distancia geográfica, la búsqueda de lugares distintos, la ubicación en otros espacios son
necesarias para reconstruirse uno mismo. Foucault sentía desde hace mucho tiempo el deseo de
abandonar Francia, de «partir», de elegir el «exilio» (es la palabra que emplea en ocasiones en su
correspondencia). Por ella acepta la propuesta que le hace Georges Dumezil en 1954, de ocupar el
puesto de lector de francés y director de la Casa de Francia en Uppsala [en Suecia] (Eribon, 2001:
338).
Esta estrategia tampoco aparece manifiesta en las prácticas teatrales tucumanas del período
seleccionado. Sin embargo, en la literatura y en las historias de vida de las personas LGTBQ
migrar hacia centros urbanos de los países, o hacia la misma capital de la provincia, es una
39
estrategia de supervivencia que aparece frecuentemente, para poder vivir las subjetividades más
plenamente.
……
Por todo lo expuesto, un teatro LGTBQ en Tucumán sería entonces aquel que practique
sexos y los géneros, y todo lo que sea necesario para que nuestras vidas sean cada día más
plenas y justas.
40
2.3. ANÁLISIS DE CASOS
Los espectáculos seleccionados para ser abordados en estudios de casos son los siguientes,
ordenados según su año de estreno: Agarrate Catalina Classic (2002), Mujercitas eran las de antes
(2002), Las Fabricantes de Tortas (2004), Tiempo Suspendido (2004), 3x3 (2007), Como mirar el
sol tras el vestido (2009), La Araña Roja (2010), La Gota en el Vientre (2012), Manifiesto por Amor
a los hombres (2013), Dykenstein (Sexo, Horror y Tragedia Del Cerebro Heterosexual) (2013),
Profundo y Rosa (2014), Humanos de Humo (2014), Mira Quien Habla!? (2015) e Indetectable
(2015).
desarrollado, con diferentes enfoques, con mayor o menor profundidad según el caso, reflejando
Dentro del mismo período existen espectáculos que manifiestan procedimientos vinculados a
la comunidad LGTBQ que por cuestiones de alcance, tiempo, recursos y accesibilidad al material
que dispusieron los artistas no pudieron ser abordados en esta investigación. Algunos de ellos son:
Juicio a Federico (2002), Siempre lloverá en algún lugar (2003), Las divas hacen piquete (2004),
Pescadores de almas (2004), El beso de la mujer araña (2004), El asesinato de la Tota Mendez
(2007), Gay-llegando (2007), Peces muertos (en el Río de la Plata) (2009), Las Locuras del
41
2.3.1. PROFUNDO Y ROSA. REIVINDICANDO LA SUBJETIVIDAD HOMOSEXUAL
Profundo y Rosa fue una obra teatral desarrollada en la ciudad de San Miguel de Tucumán
durante 2015 y 2016, con dirección y dramaturgia de Gonzalo Veliz. En dicho espectáculo se
mariconización de lo dominante.
La sala donde se desarrolla la obra Profundo y Rosa –el centro cultural Nonino- es una típica
casa “chorizo” rioplatense transformada en centro cultural, que además funciona simultáneamente
como bar. Esta hibridez espacial casa/sala/bar quizás nos adelanta la propuesta identitaria del
discurso del espectáculo, al correrse del uso esperable –hegemónico- del edificio. Los
espectadores nos ubicamos en sillas alrededor de varias mesas desplegadas en una habitación de
la casa, donde podemos servirnos la bebida y comida que ofrece el lugar, orientadas hacia un
pequeño escenario. Sobre las tablas también hay una mesa de bar con dos sillas, pero con un
estilo distinto. Este otro mobiliario pertenece al mundo de la ficción en donde el juego actoral
La obra comienza con una luz roja e intensa sobre el escenario, la canción “Mamma Mía” del
grupo sueco Abba y la aparición de uno de los actores que interpreta a Ramiro. Lo vemos recoger
diversos objetos y ropas desplegadas sobre la escena y colocarlas dentro de un bolso, con
aparente prisa. Inmediatamente, otro actor entra a la escena -que interpreta a Mariano- una luz
Ramiro ha decidido cortar el vínculo de pareja y de convivencia que sostenía con Mariano y se está
yendo de él y de la casa que comparten. Mariano sigue enamorado y no quiere romper el vínculo.
42
El desarrollo de la acción se continúa con una concatenación de escenas que saltan en el
abierto.
relación con el espectador y de teatralidad. Las escenas oscilan entre un realismo intimista,
“playback” de canciones con un estilo kitsch, “stand up” dirigido al público, juegos actorales de
humor con “gags” físicos y un realismo distorsionado. Estos diversos estilos se mezclan y
superponen en las mismas escenas. Por ejemplo, el stand up por momentos funciona como un
soliloquio ilusionista, en el realismo intimista se puede romper la cuarta pared invisible que separa
a los actores de los espectadores y hacer referencia directa a estos últimos (“Que levante la mano
quien se haya enamorado alguna vez”; “La gente pagó una entrada para ver esto”). Los actores
juegan libremente entre un realismo extrañado, una naturalidad cotidiana y un cuerpo kitsch y
subjetiva (2.2.2.) desde una homosexualidad masculina. Profundo y Rosa plantea explícitamente
esta estrategia al presentarse en su prensa y su programa de mano como una “comedia queer”.
43
identidad gay. Esta es una de las posibles acepciones del término en su traducción original del
La obra reivindica a las relaciones amorosas entre varones homosexuales como idénticas a
Yo siempre digo que el amor no tiene sexo. Que el amor no conoce entre masculino y
femenino, activo, pasivo, gay, heterosexual, travesti. No, no conoce de eso, de tanto rótulo. Hoy
en día todo tiene un rótulo. Todo tiene un envase. A veces salirse de ese envase es ser más que
distinto, y no lo digo por una cuestión sexual. No estoy hablando de meterla, sacarla, meterla,
sacarla. No, es más profundo que eso. Hoy les quiero contar una historia de amor. Una historia
de amor de dos hombres. De dos hombres que estábamos enamorados profundamente.
El vínculo de amor que se despliega y repliega entre Mariano y Ramiro en la acción dramática
enamoran, establecen un vínculo monogámico, se van a vivir juntos, adoptan un perro, proyectan
una vida en común, se pelean, se separan, hacen su duelo de separación, siguen con sus vidas.
Al mostrar al amor homosexual como una construcción conocida, reconocible, tomando como
espectáculo propone que el amor no tenga “rótulos” vinculados a sexualidades y géneros y, por lo
Quizás en este sentido el término “queer” sí asume su acepción más amplia en la obra, al
postular una cierta disolución de las identidades en relación al amor, pero a partir de la identidad
gay. En este sentido, puede leerse el juego libre y arbitrario de la teatralidad como la construcción
realismo íntimo, stand up, playback, etc. No interesa una teatralidad única. Al amor no le interesan
44
Afirmación de la diferencia
En tensión con la identificación subjetiva -que buscaría diluir las identidades al plantear el
amor como idéntico para todxs- encontramos en simultáneo la afirmación de una subjetividad
una identidad marica, que afirman esta identidad y alimentan su subcultura particular (2.2.4).
Todas las canciones cantadas en playback pertenecen a grandes íconos de la cultura gay
internacional: Celine Dion, Thalia, Abba. En la pelea de separación los personajes discuten sobre
qué hacer con su colección de películas de Almodóvar y sus discos de Madonna, ambos artistas
No nos conocimos por ninguna red social, sino en la calle. Para los gays conocernos en la
calle es común (…). Si te sostiene la mirada por más de cinco segundos seguro que es gay. Si
vos te cruzás y el otro mira para atrás es que le has parecido lindo, atractivo.
Inmediatamente después los actores escenifican este encuentro. La primera pregunta que
Ramiro le dirige a Mariano es sobre su rol sexual: “¿Sos activo o pasivo?”. Acción que refleja cómo
históricamente los homosexuales hemos elegido lugares públicos con códigos secretos -como
Mariano comenta que está haciendo un taller de teatro donde se habló sobre la bandera del
orgullo LGBTQ y de lo que significan sus colores, es decir que es un espacio donde transita
públicamente con otros homosexuales. Muchas escenas suceden en un restaurante de sushi que
los personajes identifican como un lugar típico de los homosexuales de clase media. Un último
ejemplo, Mariano deja entrever fugazmente que estaba dentro del armario para su papá. En la
escena donde afirma el noviazgo con Ramiro, la primera acción que hace inmediatamente después
45
es dirigirse al público y gritar: “¡Papá, soy gay!”. El proceso de la salida del closet es permanente
durante toda la vida para los homosexuales, que entraña preguntarse “dónde, cuándo y ante quién
Esta estrategia pareciera entrar en conflicto con la identificación subjetiva que proponía un
discurso sobre el amor sin rótulos. Por un lado la obra afirma lo identitario (orgullo gay) y
simultáneamente -y desde esa misma afirmación- propone disolver las identidades para amar
la forma en que los gays y las lesbianas se perciben y desean hablar de sí mismos es
eminentemente múltiple (…). La autodefinición colectiva es lo que se dirime en las luchas entre
los homosexuales mismos, y así la “identidad” no es ni una realidad ni un programa, ni un pasado
ni un futuro ni un presente, sino un espacio de impugnaciones y de conflictos políticos y
culturales. Lo que implica que no puede ser nunca totalmente estabilizada de un discurso único o
unitario que pudiese aspirar a encerrarlo en una comprensión fija (2001: 102).
reflejando los posicionamientos y conflictos propios de la historia del campo activista y de las
específica (Eribon, 2004: 161) o la “voluntaria inadecuación a los marcos del «consenso» político”
Mariconización de lo dominante
Esta estrategia hace referencia a lo que Beatriz Preciado (2005: 117) denomina una
sociales hegemónicas.
Profundo y Rosa es la primera obra de teatro en la ciudad de San Miguel de Tucumán del
circuito independiente que pone como eje de la representación y foco de la acción dramática una
46
aludían con homofobia. Por ejemplo, Juicio a Federico del 2002 a cargo del Teatro Estable de la
Provincia o Pescadores de almas del 2004 dirigido por Sebastián Olarte en el Teatro de la Paz.
La teatralidad de la obra afirma con orgullo la identidad gay, con referencias a su subcultura,
propone que el amor no tiene distinciones para las sexualidades y los géneros. Equipara el amor
relación amorosa tradicional -en las cuales se espera que sea constituida por un varón y una
mujer- a dos varones gays, es decir que mariconiza una relación heterosexual.
Siguiendo a Hans-Thies Lehmann (2013) el teatro es político por sus formas y no sólo por sus
temas y en este caso, las estrategias estudiadas a partir del juego de la teatralidad, que oscila
el arte y la filosofía, surgidas en distintos contextos y momentos de la historia, con posturas muy
diversas y conflictivas entre sí. La tensión señalada en Profundo y Rosa -entre la afirmación de una
47
2.3.2. LESBIANAS EN EL TEATRO TUCUMANO
particularidad. Hay lesbianas visibles trabajando en el teatro, como actrices, directoras, técnicas -
como mencioné el caso emblemático del grupo Marfil Verde en la Sodería- pero no son ellas
quienes producen obras vinculadas a sus identidades sexuales. Por ejemplo, en Dykenstein (Sexo,
crear una lesbiana perfecta en el laboratorio, pero la obra fue dirigida y actuada por personas no
lesbianas. En Las Fabricantes de Tortas los personajes construidos por César Romero y Gonzalo
Veliz tenían una relación lésbica sadomasoquista y por momentos indagaban en el lesbianismo de
los espectadores, pero los creadores del espectáculo fueron varones gays. En Como mirar el sol
tras el vestido se sugiere una relación amorosa entre una travesti y una mujer, pero nuevamente
El personaje Elba Surita, la Torta Couch, de Ana Hynes, con sus intervenciones en la radio,
en ciclos de stand up y en conducción de eventos como las marchas del orgullo, karaokes en bares
y los festivales de arte “Les Go” y “La Degenerada”, es la construcción escénica más cercana a
una producción teatral que manifiesta una identidad lésbica en Tucumán que sea realizado por una
lesbiana.
Voy a tomar el caso de Dykenstein…, dirigida por Marcos Acevedo. La obra es una versión
bastante fiel -con algunos agregados y modificaciones- del texto “La Frankenstein” de Susana
Cook (2010), autora lesbiana de Buenos Aires hoy radicada Nueva York (¿se habrá exiliado?).
48
En la acción dramática de la obra la Dra. Dykenstein -científica lesbiana de renombre- intenta
crear en su laboratorio una lesbiana perfecta para sí misma, a partir de fragmentos de cuerpos y un
cerebro lesbiano. El deseo de concretar este experimento se dispara después de ser abandonada
por su novia Elizabeth, quien le reclamaba más tiempo para la relación y menos para el trabajo. La
Dra. logra crear un ser femenino -clon de Elizabeth- pero por los descuidos de sus asistentas el
La obra presenta recursos de la comedia, apela a gags, a una actuación caricaturesca de alta
perfecta que la ame y no le reclame nada, como Elizabeth que quería pasear el fin de semana o
que le mande flores de vez en cuando. Una lesbiana hecha a medida para su vida abocada al
trabajo. Pero le sale heterosexual, le dice “mamá” y es un monstruo que le ordena violentamente
El amor lésbico aparece igualado aquí al amor heterosexual posesivo, de reclamos de pareja
monogámica. “Siempre tenés algo más importante que yo”, “Quería que viajemos juntas pero
siempre estás trabajando”, repite Elizabeth. “Voy a crear un ser para mí que no me haga planteos”,
se propone la Dra. Es la fantasía de la posesión machista: la mujer tiene que ser sumisa y callada.
Por suerte el experimento le sale mal. Quizás ahí está el planteo político transformador de la obra:
lo que hay que destruir es la idea del amor posesivo, que emula la explotación y dominación
intento de posesión del otrx en el amor monogámico. Que este intento falle se puede leer como
También la obra invierte el discurso del sentido común sobre la homosexualidad. El monstruo
se contagia de heterosexualidad de revistas “Para Ti”, como si fuera una condición “contagiosa”,
49
una “enfermedad” evitable. Se ironiza sobre el discurso del “sentido común”, acerca de cómo una
persona “se vuelve” lesbiana u homosexual. Si un nene juega con muñecas y no al fútbol -o
viceversa en el caso de las nenas- seguramente se considere que se van a “desviar” hacia ser
maricas o marimachos y hay que corregir ese comportamiento, llamar a los padres en la escuela,
heterosexualidad, lo ridiculiza y así expone su falsedad y violencia para con la identidad lesbiana.
Entonces, por la crítica a los vínculos posesivos heteronormativos y por la ironía sobre el
Otra estrategia que quizás aparece en el primer momento de la obra, que es un stand up
original para esta versión escénica del personaje Elizabeth, es la transformación de la injuria en
orgullo (2.2.1).
Elizabeth canta y baila con alegría “Soy lo que soy” y “Puerto Pollensa” de Sandra
Mihanovich, artista lesbiana referente de Argentina. Cuenta relatos de su infancia “Yo desde que
era así de chiquitita ya sabía que era una torta (…) cruzaba un colegio de monjas, era una época
muy difícil para mí les digo, como un diabético en una pastelería, un verdadero calvario”. Nos
comenta que realizó una investigación para tratar de encontrar el origen del insulto “tortillera”,
yendo a distintas panaderías, pero no tuvo una respuesta clara. Elizabeth se manifiesta orgullosa y
contenta de ser lesbiana en su historia, en sus acciones escénicas y hace referencia a la injuria
Por último, el espectáculo también plantea otra estrategia política mediante el uso de los
cuerpos de los actores y actrices. Se construyen dos tipos distintos de performance de género
50
Por un lado, tenemos a Sánchez, Loretto y Carlos -las asistentes de la Dra.- y el Dr. Hildebrán
personajes, mediante el trabajo actoral, son indefinibles en términos cerrados, aunque son
nombradas todas como lesbianas. Sánchez, cuyo primer nombre nunca es mencionado, es
interpretada por un varón cisgénero (Guido Guerrero) pero se refieren a ella en femenino y
conocemos su primer nombre, es interpretada por una actriz travesti (Barby Guaman), pero su
femeninos y masculinos que generan el mismo efecto que Sánchez. El Dr. Hildebrán es
interpretada también por una actriz travesti (Claudinna Rukonne) y su composición física es
femenina, por lo cual quizás uno podría leer una construcción travesti o de mujer transexual, pero
es referida en masculino como “el” doctor por los otros personajes, haciendo nuevamente
indefinible su identidad de género. Por último, Carlos, interpretado por un actor cisgénero (Luis
Balderrama), lleva barba, cabello largo y suelto y habla de sí mismo y los otros se refieren a él en
masculino, pero está vestido con ropas de mujer. Podríamos decir que es un personaje
unívoca.
Por otro lado, hay performances identitarias cerradas en las composiciones del resto de los
como mujeres. El monstruo heterosexual Tiger Lily y su marido heterosexual -que la Dra. le crea
antes de colapsar para satisfacer el deseo de su criatura- son una mujer y un hombre típicos. Su
performance es reconocible.
Pareciera entonces que a la obra le interesa correrse de la definición de los géneros en las
mezclar los nombres, las composiciones físicas y las apariencias indefinibles. Son presencias
51
queers. Y es notorio señalar que en la acción dramática finalmente son estas figuras anti-
identitarias las que viven más plenas, las que hacen lo que quieren: Hildebrán se lleva los
descubrimientos de Dykenstein luego de la crisis, Loretto y Sánchez festejan que van a poder
terminar su tesis ahora que ya no van a trabajar para la Dra. y Carlos recupera la plata que esta
última le debía sacándosela del bolsillo cuando queda catatónica. Por el contrario, Tiger Lily
termina decepcionada del marido estúpido que le crearon y está insatisfecha por su fealdad -a
pesar de su nombre que hace referencia al lunfardo norteamericano de una chica linda y hueca,
que todos quieren tener. Elizabeth está triste por la muerte de la Dra. porque la seguía amando y,
Las monstruosidades indefinibles son los seres más plenos en esta obra, vivos, sin
remordimientos y sin malestares, aquellos que se han intentado construir por fuera del mandato
Estos otros cuerpos son nombrados como lesbianas. Quizás haciendo referencia a la idea
atribuida a Wittig, que las lesbianas no son mujeres sino otros seres que se construyen fuera de la
heterosexualidad: “«La lesbiana» para Wittig será aquella que, casi milagrosamente, ha «roto el
contrato heterosexual situándose en una radical exterioridad política, un espacio puro en relación
porque la obra nos advierte del peligro de emular las construcciones identitarias cerradas en el
mismo lesbianismo, como las de la Dra. y Elizabeth, y a la vez de reproducir los modos de
Por lo expuesto, si bien no hay ninguna artista que se identifique como lesbiana participando
en Dykenstein… (salvo la autora del texto original), la obra sí manifiesta procedimientos escénicos
que se vinculan con estrategias políticas que acompañan la lucha de la comunidad LGTBQ,
52
2.3.3. ¿DEL VIH SE HABLA? ALGUNAS IMPRESIONES SOBRE INDETECTABLE
Indetectable (partes de la vida en positivo) fue una obra teatral escrita y dirigida por Gonzalo
Véliz estrenada en el año 2015 en San Miguel de Tucumán. Si bien no pude observar en el
SIDA. Quizás al poner el eje del material escénico en esta problemática se acerque a la estrategia
de la construcción de la subcultura gay (2.2.4.), por ser un aspecto que se asocia con la
caricaturas de los actores, collage de fotos de Madonna y la Mujer Maravilla, mucho color y las
frases: “Comedia delirium pop” y “Del HIV también se habla”. Fuerte. Se va a hablar de HIV (o VIH
en castellano). Es la primera obra de teatro tucumana que vi que afirma que se propone hablar de
manera directa y explícita sobre el virus de inmunodeficiencia humana y de las “partes de la vida”
siendo (sero)positivo, a través de la comedia. Al menos eso parece querer adelantar la gráfica.
Del VIH se habla muy poco en cualquier ámbito y no porque se proponga “hablar” del VIH
exclusividad del problema del VIH –que sea sólo cuestión de putos, drogadictos, travestis y
mujeres transexuales- es una falacia y es uno de los (muchos) estigmas que cargamos desde la
década de 1980. Los datos que recogió la organización ONUSIDA indican por ejemplo que de la
hombres homosexuales y el 1% a transexuales (UNAIDS, 2017: 9). Ese porcentaje si bien nos
ubica como una población con mayor riesgo de infección, demuestra que no es un problema
53
Lo que se escenifica en Indetectable es una especie de clínica onírica y delirante (por usar las
palabras de la prensa) donde los tiempos están extrañados, los espacios son imaginarios, se habla
tratamiento por VIH dos pacientes seropositivos “Actor positivo 1” y “Gloria Reactiva”, a quienes
Mientras esperamos pasar a la sala -como un prólogo de otro universo escénico- el Actor
positivo 1 aparece entre el público, como uno más de nosotros, y se acerca a la boletería del
teatro. Le comenta a la boletera, con voz elevada -y es ahí cuando reconocemos que está en
situación escénica- que tiene turno con la doctora. Devastador. Mucha exposición. Esa pregunta
solamente espectadores esperando a que empiece una obra de teatro. La boletería se convierte
la espera (de que empiece la obra y de nuestro turno). La boletera le pregunta su nombre al actor
(!!!). Él duda. Hace una pausa (¡Más vale! Se supone que los exámenes de VIH son anónimos,
pensé yo) y le contesta con las siglas que le dieron en los resultados de su examen: la primera
boletera/secretaria consulta en la computadora y le dice al actor que tiene que esperar su turno. El
actor nos observa, nos saluda, juega a que somos pacientes igual que él y nos incluye aún más en
Esta escena fue devastadora (para mí) porque mi experiencia con los tests de VIH siempre
fueron horribles. O al menos los primeros años, las primeras veces. El miedo a tener el virus, el
estigma que trae ser seropositivo, además del estigma de exponer ante secretarixs, enfermerxs,
médicxs y/o asesorxs que uno ha tenido relaciones sexuales homosexuales (no porque lo
pregunten, sino porque el virus está asociado con nuestra comunidad y la homofobia internalizada
me duró bastante), el sentirse juzgado, el encontrarse con gente conocida y no saber qué decirse,
54
algúnx que otrx enfermerx, bioquímicx o doctorx que te trata como un promiscuo, etc. Me ha
pasado, con 19 añitos, tener que escuchar que un asesor me diga, al comentarle que había estado
ante situaciones de riesgo mínimo después de hacerme el test el año anterior y que por eso quería
volver a testearme: “Bueno, esto es para que te lo hagas una vez en la vida”. Un imbécil. Un
subjetividad, mi intimidad, mis miedos y mi derecho a hacerme el examen cuándo quiera y cuántas
veces quiera. A los 19 años no pude defenderme. Hoy lo hubiera escrachado públicamente.
contundente por exponer esa situación horrible que nos toca vivir a las maricas -y supongo que a
cualquiera que se haga un examen de VIH- al incluirnos en ese espacio mediante el procedimiento
sala de espera del teatro. Nos obligó a mirarlo, o al menos nos indicó que deberíamos prestarle
atención. El actor actuaba de “paciente” y nos incluyó en su actuación como otros pacientes más.
Todos escuchamos que venía a encontrarse con su médica después de hacerse un test de VIH.
El actor nos miraba mirarlo. Me costó mucho sostenerle esa mirada cuando me sentí incluido
en el juego, por la exposición que implicaba para él y porque yo también estaba expuesto; por más
que sabía que era un juego de representación. Mirarse es perder el anonimato. Pero él no parecía
incómodo con todo esto. Le hacía comentarios a los que tenía más cerca -siempre con voz elevada
para que escuchemos todos: “¿Vos también estás esperando?”. A esta altura de las acciones la
balanza ya claramente empezó a pesar más para el lado de la representación, soltando el cruce
con la realidad. El actor se puso a hojear un libro de historietas de superhéroes que traía con él
(del que sobresalía un papel, ¿habrá sido el resultado positivo de su análisis?). Le comentó a otra
55
espectadora: “Me gustan el pum pum y el bang bang”. No parecía ser un fanático ni un entendido
en el tema, más parecía una distracción que necesitaba para ese espacio de miedo y vergüenza y
completamente separado de nosotros- y se quedó dormido. Los empleados del teatro (ya no más
del consultorio representado al comienzo) nos hicieron pasar a la sala propiamente teatral,
Lo que continuó fue el otro universo que adelanté: la clínica delirante. Sentados cómodamente
que otra vez los actores hicieron referencia a nuestra existencia pero quedó indefinida (un “Hola”,
una luz que nos iluminó y confirmó que estábamos ahí, un pedido de aplausos de la enfermera).
Perdimos nuestra dualidad espectadores-pacientes. Eso que me había resultado fuerte, que hacía
que esquive la mirada, que me quebró un poco, rápidamente desapareció ante la presencia de la
Como anunciaba el programa el código de la “comedia delirium pop” sobrevino. Gags físicos.
Chistes verbales. Actores vestidos como superhéroes y hablando en otros castellanos. Personajes
es el de la vida cotidiana. Se podría interpretar que este mundo es el sueño del actor-paciente que
se quedó dormido en la sala de espera. Pero es un sueño bastante organizado, o al menos con
suficiente información dicha verbalmente para estructurar una historia lógica-cronológica: dos
pacientes esperan a que se descubra una vacuna que los cure del VIH (y esperan la llegada de
Madonna, la ídola de los gays). Los personajes parecen vivir en esa clínica pero no se acuerdan
hace cuánto tiempo. También parece que hay monos en algún laboratorio del lugar, con quienes se
experimenta esa cura. La enfermera viene todos los días a darles su tratamiento antirretroviral a los
pacientes.
56
En el día que se escenifica en la acción dramática aparece con una jeringa gigante con la que
habían inyectado a los monos. Gloria se la roba asumiendo que es la cura que tanto esperan y se
la inyecta al Actor positivo 1. Este código, este mundo organizado de la representación, tranquiliza
la mirada.
“Del HIV también se habla” adelanta la gráfica ¿Pero qué es lo que se dice? ¿Qué es lo que
hace falta decir? ¿O es que esa frase se refiere a que no existen obras de teatro focalizadas en
esta temática en Tucumán y por eso el slogan? “Partes de la vida en positivo” es el subtítulo ¿Pero
a qué partes se refiere? ¿A ir a una clínica? ¿A estar en tratamiento? ¿A esperar una cura? ¿A ser
seropositivo? ¿A las distracciones que las personas seropositivas se inventan para hacer la
experiencia más llevadera, como meterse en el universo de las historietas o adorar a Madonna?
Me vienen a la cabeza los relatos crudos y duros del santiagueño Diego Alba (2013). La
realidad que este autor nos pinta muestra una cara oculta, silenciada, incluso para los que
convivimos todos los días con el estigma de que por ser gays estamos más propensos al VIH. El
estigma de ser seropositivo suma otra capa de marginación que muchos desconocen/mos. Pienso
también en la performer activista trans de Buenos Aires, Effy Beth, quien junto a otros activistas en
el país, organizados desde la revista Waska, hicieron una acción performática que con sólo leerla
me causaba impacto (Waska, 2012). En la vía pública y en plazas de todo el país se convocaba a
gente masivamente, en el día de la lucha internacional contra el SIDA, a que se pongan remeras
que digan “Tengo SIDA” y “Soy HIV Positivo” y después a ofrecer abrazos y besos a los
transeúntes. Me parece una acción contundente, que da cuenta del prejuicio de ser seropositivo,
que hace el esfuerzo por romper o al menos exponer el estigma al obligar a la gente a tomar una
decisión sobre esos cuerpos. Si los transeúntes no abrazan al que tiene puesta la remera pueden
quedar como VIH-fóbicos o ignorantes que no saben que abrazar o besar no es un riesgo de
participante creerá que recibirán el virus de alguna manera o, en el mejor de los casos, eliminará
57
Traigo estos dos ejemplos para tratar de responder alguna de esas preguntas sobre los
crudeza en los detalles de los relatos de Alba, hiperrealistas, le da voz a las vidas invisibles de los
enfermos de SIDA y, por otro lado, la experiencia de Effy y Waska obliga a enfrentarse al estigma
del virus mediante la vulnerabilidad de los cuerpos de los participantes y transeúntes. Que los
personajes de Indetectable… habiten un universo donde son superhéroes, donde Madonna es una
ídola y donde el espectador es ajeno a ese mundo ¿son procedimientos que proponen una
perspectiva sobre la experiencia de lo que es vivir con VIH, más amena, lúdica, menos dura, donde
la cura está cerca, donde las reglas las construye uno mismo? "Aunque el piso se caiga sigo
parado" dice el Actor positivo 1 al final de la obra, abandonando su voz de superhéroe ¿Es una
Hans Thies-Lehmann (2013) afirma que el carácter político del teatro –y de cualquier arte– no
sólo lo es por su contenido, por la temática, sino por su tratamiento formal, y eso es evidente en los
ejemplos de Alba y Waska. Son acciones explícitamente políticas, al visibilizar una realidad oculta y
terrible en el caso del primero y al irrumpir en la vía pública con el estigma del virus en el segundo.
del VIH: exponer el estigma, la incomodidad de los exámenes y las clínicas, mediante nuestra
relacionan estos procedimientos con la problemática del VIH? ¿Será que es sólo una obra de
teatro que toma la vivencia de tener VIH como excusa, como información para desplegar un
capas de ficción, de humor, de delirio? ¿Pero qué es lo que se expone, la vida en una clínica, la
espera de una cura? ¿Que los personajes sean superhéroes es un mensaje de fortaleza hacia los
seropositivos? Ese universo otro, donde el tiempo y el espacio está distorsionado, donde se habla
58
en otros castellanos, donde no tenemos otro rol que el de espectadores, ¿no son procedimientos
Las variedad de lecturas posibles del espectáculo hacen difícil la asociación con alguna de las
una cura alude a una situación familiar que viven los homosexuales en su cotidiano. Quizás en
algunas situaciones que se pueden asociar a las vidas de los homosexuales seropositivos.
Lo que sí es evidente, por fuera de la obra, es que para los gays el VIH es una cuestión muy
presente. Todavía tenemos que mentir nuestra identidad sexual para poder donar sangre en el
país (La Nación, 2017) a pesar que el ministerio de salud derogó en 2015 nuestra exclusión
(Pagina12, 2015). En 2016 la Reunión de Alto Nivel de VIH de la ONU en su comunicado final
cruzándonos cotidianamente en nuestro mundillo con invitaciones a tener sexo “a pelo”, es decir
encuentro casual en algún lugar de la cabeza quedan las preguntas ¿Me habré contagiado de
algo? ¿El riesgo no fue mínimo? ¿Si hice sexo oral sin forro habré corrido riesgo? Porque muchos
chasers”, o sea de personas que buscan tener sexo con personas seropositivas, o incluso orgías
donde en una especie de ruleta rusa alguien tiene VIH y no se sabe quién. El sistema público sigue
lleno de prejuicios y ni hablar de la Ley de Educación Sexual que en Tucumán no se aplica hace 16
años, perpetuando que el VIH no es un problema o no existe. Diego Alba ya nos ha introducido a la
experiencia terrible de ser seropositivo y buscar tratamiento en los hospitales. Nos seguimos
enterando de casos, de conocidos, de gente cercana, acá en Tucumán, menores de 30 años, que
mueren por complicaciones por el SIDA porque desconocían su estado. Shockeante. Porque es
así. Sigue siendo un prejuicio. Sigue siendo un estigma. Tenerlo. Poder tenerlo. Cuidarse.
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Testearse. Y la gente se sigue muriendo. Jóvenes en el siglo XXI seguimos muriendo. No nos
cuidamos. No nos informamos. No nos testeamos. Todavía hay mucho de qué hablar, exponer,
visibilizar.
El título de la obra, “Indetectable…”, alude al estado de los pacientes seropositivos que tienen
una carga mínima del virus en la sangre gracias al tratamiento con antirretrovirales; casi como si se
estuviera curado (es el estado del Actor positivo 1). Pero la problemática del VIH en nuestra
comunidad tucumana está lejos de ser indetectable, para gays y no gays. El prejuicio, la falta de
cuidados, el estigma y la desinformación existen. Están ahí. Creo que hoy tendríamos que no
solamente hablar “también” del VIH -como propone el slogan de la obra- sino sobre todo hablar
60
2.3.4. LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES SEXUALES ALTERNATIVAS EN
La obra Manifiesto por amor a los hombres se estrenó a fines del año 2012 en la ciudad de
San Miguel de Tucumán y continuó con funciones hasta el 2014. La dirigió Patricia García, la actuó
Facundo Vega Ancheta y la dramaturgia fue desarrollada entre ambos a partir de la historia de vida
Los espectadores asistimos a una sucesión de momentos con una lógica no causal, que giran
masculina y a situaciones ficcionales construidas para el espectáculo. El actor nos muestra videos,
canta, baila, nos cuenta un cuento, anécdotas de su vida, nos recita poesía, nos escribe frases en
una pizarra luminosa, nos filma, nos interroga, nos convida un dulce.
De este variado material podemos identificar que algunos de los procedimientos escénicos se
Queerización de lo dominante
En primer lugar, se puede observar lo que Beatriz Preciado (2005: 117) llama una
En Manifiesto reconocemos esta estrategia en una de las primeras escenas del espectáculo,
donde el actor-dramaturgo nos comienza a relatar su historia de vida desde la infancia, que luego
se transforma en una narración que reapropia el estereotipo de la niñez feliz, inocente y asexual, y
la vuelve queer.
61
Para iniciar este relato el actor se pone unas alitas de angelito y un shortcito. Nos cuenta que
desde chico fue “muy bueno”, que hacia actividades artísticas, baile, patín, deporte, que usaba
calcitas enterizas con lentejuelas, que ganaba medallitas y que los chicos que jugaban al fútbol le
gritaban cuando subía al escenario a recibir los premios: “ahí está el puto”. Su mamá estaba muy
orgullosa de él y le hacía mostrar sus obritas a parientes. Hasta acá Facundo nos instala en una
temporalidad infantil con el vestuario que se pone y con lo que narra. Podemos interpretar a este
relato como una reconstrucción de una típica y bastante hegemónica infancia idílica, donde hay
inocencia, felicidad, muchos juegos, orgullo de madre. Aparece un poco de bullying pero no
destruye ese paraíso que el actor nos cuenta con la alegría de ese niño que alguna vez fue.
años. En una siesta en Catamarca -que es el lugar de nacimiento del actor- el Pancho le pregunta
al Cata: “¿Vos sabes culiar, querés que te enseñe?”. El Cata acepta e inocentemente es invitado a
sentarse un rato entre las piernas del Pancho con la ropa puesta. Bastante fácil y un poco aburrido
piensa el Cata que es el juego. Otro día es él quien ahora le hace la misma pregunta a Gómez, un
niño un poco más grande, asumiendo que el juego tendría el mismo resultado. Pero Gómez, más
entendido en el tema, sodomiza al Cata, entre gritos de dolor para que se detenga, que “así no era
el juego”, y Gómez integrando a la acción las rimas “Decí ocho”, “El culo te abrocho”, “Decí nueve”,
“El culo te llueve”. El Cata se queda llorando, un rayo de sol le ilumina la cara y dice Facundo que
El juego infantil, inocente, se mezcla con una violación. El actor lo narra con entrega, con
gusto, haciendo las acciones de los personajes del cuento, asumiendo las voces de los niños. Él es
un canal de comunicación para los espectadores donde la violación no es contada como un acto
terrible, sino como un acto lúdico y demiúrgico. El niño o púber que no sabe lo que es “culiar”, que
explora la sexualidad a través del juego con sus amiguitos, termina en un acto considerado
1
El relato se denomina “El aromo” y pertenece al autor tucumano Lorenzo Verdasco (2006).
62
socialmente como perverso, violento, criminal, traumático. Pero en el cuento este acto es casi un
erotizado, o todo eso ¿Se hablaba de una violación, de estupro, de exploración púber? ¿Una
mezcla? Gómez lo va a volver a culiar al otro día, le dice al Cata, pero lo ve convertido en un dios y
piensa que es “demasiado tarde” ¿Por qué demasiado tarde? Porque ya no será violación, no
tendrá el mismo efecto hegemónico de dominación y violencia patriarcal. Será sexo con un dios. El
Esta escena, entonces, reapropia de manera queer la infancia como época inocente sin
acto demiúrgico. El Cata (o Facundo quizás) es un dios. Es otro tipo de ser. No tiene identidad
Identificación subjetiva
hablar en nombre propio desde una identidad alternativa. Nosotrxs nos hablamos de nosotrxs
Manifiesto… desde el primer momento nos instala en el punto de vista de la historia de vida
gay del actor. El título “por amor a los hombres” cobra sentido rápidamente. Un espectador
despistado quizás podría haber creído que el título tenía un sentido filantrópico, pero no le va a
llevar mucho tiempo darse cuenta que es evidente que se habla del amor entre varones.
63
Ingresamos a la sala y el actor nos recibe colocándonos a cada uno un collar de guirnaldas.
Nos dice que está “celebrando la vida”, nos da la bienvenida a su “corazón abierto”. Quiere abrirse
y festejar su vida gay con nosotros, y nos incluye como participantes directos en el espacio con
construir y compartir. Está vestido con una remera de Linterna Verde –el primer personaje salido
del closet de las historietas de superhéroes de tirada masiva internacional–, en el escenario se ven
telas del color de la bandera LGTBQ, hay un pequeño armario violeta al fondo, adelante una
pantalla LED donde se ven a tres “osos” bailando y haciendo playback mariconamente a la canción
“I say a little prayer” de Aretha Franklin. Todos estos son materiales que han seleccionado y
organizado el actor-dramaturgo con la directora, es su propio punto de vista sobre qué exponer,
qué contar y cómo contarlo. La obra podría sintetizarse entonces en una construcción de un
pantalón de terciopelo rojo, una blusa amarilla, va a recitarnos “la Canción del Mariquita” de
Federico García Lorca, va a repartir porras de animadora entre el público con las que dice que
imaginaba que eran Barbies cuando era chico, va a instalar un juego ficcional de la espera a su
papá que nunca va a llegar, va a mostrarnos un video-mensaje que le envió a un supuesto amante
virtual, etc. Todos estos procedimientos determinan un discurso muy particular sobre la identidad
homosexual: maneras de amar por las redes virtuales, hacer actividades asociadas típicamente a
las mujeres como las porras o las Barbies, relaciones complicadas con las figuras paternas, etc.
Este discurso puede o no ser compartido por otros sujetos homosexuales, pero lo que interesa es
64
Afirmar la diferencia
Cuando entramos a la sala el actor nos recibe con alegría, poniéndonos un collar de
guirnaldas, ayudándonos a ubicarnos en las sillas. Con este gesto se instala el procedimiento que
pertenecemos a la escena. No somos sólo observadores de un universo que se expone, sino que
formamos parte intrínseca de él. El actor despliega la obra con nosotros y para nosotros, seamos
sujeto. Facundo se presenta a sí mismo. Quizás también se representa por cuanto utiliza técnicas
caso quizás sería un personaje de sí mismo, pero en un límite bastante borroso entre su persona y
su auto-representación.
Facundo plantea a lo largo del espectáculo que lo único que quiere es vivir, amar y ser
amado. Quiere vivir sin la violencia y las agresiones de un vecino (ficcional) quien durante la obra
hace sonar el timbre varias veces y deja un mensaje de voz amenazante que escuchamos. Quiere
casarse y se lo propone a alguno de los espectadores, el que más le haya cautivado esa noche.
Quiere que venga su papá a ver la obra, señala desde el comienzo que una silla en primera fila
está reservada para alguien especial, y más adelante revela que es su papá quien finalmente no
aparece. El actor se manifiesta e invita al público, a la sociedad, a formar parte de sus intenciones.
Que lo acepten como es, que lo quieran. El público, su familia, sus vecinos. Que la sociedad
65
La obra cierra con un video de una boda heterosexual donde la novia le dedica un flamenco al
novio llamado “Quiéreme”, y con un relato del actor directo al público: “Este soy yo (…) este es mi
rostro, mis manos, mi alma, mi ser, pueden leerse como un libreto abierto: seamos libres y lo
demás no importa nada (…) manifiesto, por este loco afán de vivir”. Vivir, amar, ser amado, ser
……
obra podría leerse como una metáfora de la búsqueda subjetiva de la identidad sexual alternativa
de Facundo en ese vaivén de estrategias. La estructura no reniega de los regímenes del “buen
teatro”, de un teatro reconocible, representativo, con técnicas actorales, vocales, físicas, con un
camino pautado a respetar. Aunque se instale por momentos un juego de invasión espontánea de
función registrada, por ejemplo, el espectador a quien Facundo le propone casamiento resultó
estar presente en la sala con su marido real y la reacción improvisada del actor fue cambiar de
espectador para hacer la acción planeada en vez de adaptar la obra según lo que la realidad le
dictaminaba.
con algunos imperativos, pero no termina de soltarlos del todo, sino que los adapta. Así como el
subjetividad de Facundo, por ejemplo al querer casarse y amar monogámicamente, es decir que
busca un reconocimiento social igualitario e integracionista, pero a la vez se aleja de esta política al
66
Las posibilidades para la aplicación de estas estrategias político-escénicas son infinitas, tanto
como la creatividad lo permita y según cada subjetividad. Como bien escribe el actor en algún
67
2.3.5. TRANSFORMISMO PARÓDICO Y MONSTRUOSO
distinta a la cual se identifica el actor o actriz que lo pone en práctica- es un elemento presente en
toda la historia del teatro mundial. Aparece en distintas culturas, en líneas muy generales, por la
prohibición religiosa y/o jurídica a las mujeres de participar en actividades teatrales -como por
ejemplo en la Grecia Antigua y el teatro inglés isabelino- o como recurso creativo de las
representaciones.
resignificadas. El ejemplo del Kabuki japonés y los Onnagata es ilustrativo de esta situación en el
teatro oriental:
trans. Muchas veces aparece como recurso escénico para la ridiculización de la mujer, por parte de
De Totó a Jorge Luz, Alfredo Barbieri o Jorge Porcel, el travestismo fue asimismo un recurso
habitual del actor cómico de cine, del teatro y de la televisión. Vestirse de mujer para escapar de
algún peligro o bien devenir enfermeras, cosmetólogas o masajistas para aprovecharse de la
ingenuidad de sus eventuales clientas fue el gag más reiterado. Este travestirse como gesto
doloso, como transgresión de las buenas costumbres, supone una doble denigración: parodiza, por
un lado, el mito de la virilidad y, por otro, reafirma cierto discurso misógino -lamentablemente aún
en circulación- en el que la mujer aparece como poco inteligente, superficial y siempre propensa a
ser engañada (Trastoy y Zayas, 2006: 8).
68
Cuando se lo utiliza en este sentido la política de este transformismo va en contra de la lucha
de las mujeres y de las personas LGTBQ por el mejoramiento de nuestras vidas. Por lo tanto, no
La utilización del transformismo en Tucumán que me interesa resaltar como estrategia política
escena, sin intención de degradar al género femenino. Este tipo de transformismo es el caso del
intervenciones en ciclos y eventos de Pablo Vera, Alejandro Sandoval, Jorge Pérez Lucena,
Manuel Villarubia Norri, las obras Mujercitas eran las de antes (2002), Las Fabricantes de Tortas
(2004) y Humanos de Humo (2014), por nombrar algunos ejemplos. Es rara la aparición de
personajes explícitamente travestis, como en el caso de Como mirar el sol tras el vestido (2009) de
Mario Costello.
Se pueden reconocer dos tendencias distintas que se repiten en todos estos casos. Por un
lado, un transformismo de humor, paródico, que explora la feminidad y muchas veces critica sus
estereotipos, y, por otro lado, un transformismo monstruoso, que juega con el género para
Trastoy y Zayas (2006) plantean para la escena porteña de las últimas décadas “El semantismo de
la figura travestida (…) traza un amplio arco que va de la exaltación admirativa a la burda
Estas autoras construyen una taxonomía del “travestismo en escena” según los
procedimientos técnicos del uso del cuerpo, el vestuario y el género teatral. Primero, un
travestismo estetizante, que despierta admiración del virtuosismo interpretativo mediante la ilusión
69
del borramiento de los géneros. Segundo, un travestismo cuestionador, que iconiza la crisis de la
supuesta binaridad de los géneros mediante su exposición como código social. Tercero, un
Sin embargo, no estoy acuerdo con la utilización del término travestismo en vez de
Considero, por un lado, indistinguible la diferenciación que hacen las autoras de ambos
términos. Cuando el comediante encarna un personaje, ¿no cambia de género en ese mundo
sobre todo en el caso del estetizante? Pero sobre todo me resulta reduccionista la utilización del
término travesti, como algo “ornamental” al cuerpo. Descuidando que el ser travesti es una
producción de una subjetividad fuera del teatro que tiene implicancias sociales de violencia
importantes. Por nombrar algunas: un promedio de vida de no más de 40 años, la falta de acceso a
derechos ciudadanos básicos, la expulsión familiar, escolar, etc. Por eso elijo el término
transformista y no travesti para referir al uso procedimental y técnico del trabajo de transformación
del devenir monstruo (2.2.10.), es decir de criticar la identidad como algo cerrado y binario.
(2.2.6.). Estos espectáculos circulan por espacios muy diversos. En el teatro oficial como el Teatro
Alberdi y el Centro Cultural Virla que pertenecen a la Universidad Nacional de Tucumán, en el caso
de Agarrate Catalina. En el teatro independiente de larga trayectoria, como el que produce Manojo
70
de Calles hace más de 20 años. En las escuelas de la provincia como hicieron las Mujercitas en las
política de la amistad (2.2.11.). La mayoría de los actores y directores homosexuales que formaron
parte de los espectáculos y grupos que los pusieron en práctica han seguido trabajando juntos
hasta la actualidad, jugando con el mismo recurso en sus espectáculos. Los Mujercitas…, como
Jorge Pérez Lucena y Gabriel Carreras, y los Agarrate Catalina, como Alejandro Sandoval y Pablo
Vera siguen armando personajes femeninos en sus obras y circulando por los mismos elencos.
Gonzalo Véliz y César Romero que empezaron en el grupo Manojo de Calles, con la construcción
Agarrate Catalina
2002, dirigido por Pablo Parolo, como “un espacio de investigación estético psico-sociológico
fines de la década de 1990. Considero que con este grupo comienza o se consolida el
transformismo paródico, que lo trasciende y es utilizado por muchos artistas hasta la actualidad.
El grupo trabaja lo musical, con baile y canto. Producen espectáculos de humor donde
importa la precisión coreográfica y de los gags físicos. Las estructuras de las obras presentan
cuadros individuales no conectados por una lógica narrativa. Cada cuadro tiene una totalidad en sí
misma.
71
Los cuerpos de los actores no muestran destrezas de entrenamiento en técnicas corporales,
ni son cuerpos esculturales. Son hombres gorditos, sin cabello (a veces incluso se pelan para las
obras), que no esconden los vellos de sus axilas o de sus piernas. Manifiestan entonces una
masculinidad del “padre de familia”: gorditos, pelados, peludos en el cuerpo. Sin embargo, estos
seres masculinos proponen actividades “no viriles”: usan la canción, la coreografía, maquillaje,
de burla. A diferencia del uso de “la bimbo”, por ejemplo, en los sketches de Porcel en la televisión,
donde evidentemente la mujer es ubicada como objeto sexual de consumo y como tonta -buscando
posibilitador del juego teatral, de situaciones y canciones que requieren una presencia femenina. A
No hay en el grupo una intención ridiculizante, sino que el uso de lo femenino se relaciona con la
posibilidad de construir situaciones y vínculos en los distintos cuadros. Por ejemplo, en uno de los
momentos de Classic se entrecruzan las historias de tres personajes: una poetiza obsesionada con
la higuera, una viuda de luto y una tarotista que lee la borra del fernet. Los personajes parecieran
acercarse a lo que serían las típicas amigas o vecinas de un barrio de clase media, pero no
humor. La viuda pregunta sobre la muerte de su marido “¿Por qué, por qué?”, a lo que la poetiza le
Mujercitas eran las de antes del grupo Mandrágora. Se estrena en el año 2002 con dirección de
72
La obra exagera y caricaturiza el comportamiento de las niñas en edades escolares. Todos
los actores son varones que recurren al transformismo de nenas. La estructura del espectáculo gira
en torno a exponer la imposición de un modelo de mujer sumisa, ama de casa, madre e hiper
sensible a las niñas en el sistema educativo. En este caso, a la estrategia de devenir monstruo se
La acción dramática recorre con relatos y pequeñas escenificaciones el tránsito de las niñas
por la escuela primaria, desde primer grado inferior hasta sexto. Las voces que narran se van
rotando entre los actores y se mezclan con gags de humor físico, canciones y baile.
Los elementos escénicos hacen referencia a cómo el sistema escolar reproduce e impone un
modelo opresivo del género femenino: cómo deben comportarse las niñas y las mujeres, qué roles
tienen que ocupar en la escuela y en la sociedad, cuáles son las actividades y trabajos que pueden
hacer y cuáles no. Tienen que ser amas de casa, estudiosas, silenciosas, sumisas y jugar con
En el primer grado inferior, la señorita Porota veía angelitos en todos los hombros de las niñas
que se portaban bien, que eran buenas, calladitas y muy trabajadoras. Las que no lo eran, perdían
a sus angelitos para siempre. En primero superior la maestra les leía cuentos de hadas donde, por
ejemplo, consideraban que Caperucita Roja en agradecimiento al leñador que la salvó del lobo
debería casarse con él, aunque fuera un hombre mayor. “Así son las cosas en el mundo de las
hadas”, afirma una de las nenas. Mujeres condenadas al matrimonio como agradecimiento. En
segundo grado, a la señorita Helena no le importaban los cuentos de hadas porque no contribuían
a preparar a las estudiantes como “futuras esposas y madres de la patria”. Su libro de lección
enseñaba “las tareas propias de su sexo”, las niñas, madres y abuelas aparecían eternamente
sonrientes, afuera están los hombres cumpliendo las más difíciles tareas y se las puede ver a las
73
mujeres alcanzándoles un tubo de ensayo o un té. En cuarto grado la señorita Elvira enseñaba
declamación, con muchas poesías de temas útiles para las nenas: lavar la ropa, planchar, limpiar
El transformismo de los actores refuerza la exposición crítica del estereotipo que transmite la
agudas, pelucas rubias con trenzas, caras blancas, colorete notorio en las mejillas, típico uniforme
Sobre la política de la amistad que surge a partir de esta obra, he podido tener acceso a una
filmación de un detrás de escena antes de salir a una función. Los actores se maquillan todos
encuentro con el público. La mayoría de los que conformaban el elenco siguieron trabajando juntos
y con este tipo de transformismo en toda su carrera, en muchas obras y eventos hasta la
actualidad. Hay una continuidad e incluso una coincidencia con los integrantes del grupo Agarrate
Catalina, que como mencioné también siguieron poniendo en práctica este transformismo (incluso
los Mujercitas usaban la canción “Personalidad” de Billy Cafaro, que se cantaba en el espectáculo
Classic de los Catalina –que estaba en cartel en ese momento– como calentamiento vocal).
Algunos ejemplos donde coincidieron los integrantes de estos elencos con el uso del
transformismo paródico son La gota en el vientre (2013) y Mira quien habla!? (2015) donde Gabriel
Carreras, Manuel Villarrubia y Jorge Pérez Lucena fueron dirigidos por Pablo Parolo.
En este espectáculo, estrenado en el 2004 a cargo del grupo Índigo -con texto del porteño
Gonzalo Veliz- se consolida la variante del transformismo monstruoso, ya iniciado por el grupo
Manojo de Calles.
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El título no hace referencia a que los personajes se dediquen a cocinar tortas, sino quizás a la
teatralidad. “Ella” es una señora de clase media alta venida a menos y Mariluz su empleada
Desde el primer momento se despliega la dinámica ama-esclava del vínculo. Ella entra a la
escena y comienza a darle órdenes a Mariluz, que serán constantes y funcionarán como el eje de
la acción dramática. “Apagá esa música, que no ves que es un equipo viejo, que querés que se
termine de romper”. Ella desagradece las atenciones de Mariluz, la humilla, la maltrata verbal y
físicamente. Por momentos es mutuo. “¿Usted me ama?” le pregunta Ella, y Mariluz le grita “¡No,
La teatralidad está desbordada. El juego escénico tiene su lógica propia, se estructura por
momentos que se conectan por la dinámica del vínculo. No hay un desarrollo de acumulación de
ordenamiento causal entre escenas, cualquier situación podría pasar antes o después, el orden no
cada momento.
Dentro de esta lógica los actores emplean recursos escénicos muy variados, que a veces no
se usan más de una vez. Hay una “cámara lenta”, recreación de recuerdos, salen a la calle, hacen
referencia a la teatralidad y a lo que está sucediendo. “Ay siempre me olvido esta parte”, “Salí de
ese círculo (…) no tenés idea del espacio escénico”, le dice Ella a Mariluz. Interactúan y hacen
participar a los espectadores, les hacen cantar de pie el himno nacional, interrogan a alguna mujer
y la acusan de lesbiana, le regalan un pedazo de torta, etc. La escena no tiene límites, no tiene
definiciones, es un monstruo.
75
La variante del transformismo del espectáculo consiste en construcciones de feminidades que
no esconden la masculinidad y el género de los actores que la ponen en práctica, pero tampoco
juegan a exponer lo que se oculta. No hay referencias explícitas a que son varones vestidos de
disuelven.
Cuando los espectadores ingresamos a la sala, que también funciona como bar, Mariluz ya
está en escena. Oficia de moza hasta que la acción dramática comienza. Limpia y acomoda un
poco las mesas, observa a la gente que llega. Lleva una peluca mocha, tiene pintada la cara de
negro como si fuera suciedad, un rictus como de mono y no habla más que con sonidos agudos
que imitan palabras. Se la entiende muy poco. Lleva bandana en la cabeza, un trapo al hombro,
bombacha y el corpiño relleno. Camina con pasitos cortos, encorvada, sostiene la espalda casi fija
en esa curva. Se entretiene con sus actividades de empleada doméstica y moza, convirtiéndolos
en juegos. Ella entra decidida y sin anuncio desde la puerta del fondo. Lleva gafas oscuras, peluca
canosa, saco de animal print arriba de un traje verde moho con falda, en su pecho escarapelas
grandes, blusa blanca, muchos collares, aros y maquillaje exagerado. Parece una maestra de
escuela tradicional. Sus botas negras militares refuerzan sus pisadas firmes y su rol de dominatrix
sadomasoquista.
Los actores Romero y Veliz ya habían trabajado juntos en el grupo Manojo de Calles
que propone la estética de ese grupo. Otra influencia posible quizás viene de la mano del mismo
autor del texto, Alejandro Urdapilleta. Referente del movimiento under porteño de la post
76
llegan a la masividad de la televisión de la mano de Antonio Gasalla en el programa “El Palacio de
la Risa” en la década de 1990. Sin duda este tipo de transformismo estaba en el horizonte de la
imaginación de los artistas, mezclado con el propio desarrollo escénico previo de los actores en
Manojo y la forma de escritura poética, irónica y juguetona de los géneros y las sexualidades que
La política de la amistad entre los actores y el director también se sigue consolidando, a partir
de encontrarse y usar este recurso, y los acompaña a lo largo de sus carreras artísticas. Veliz y
Domínguez trabajaron juntos en otras obras del grupo Índigo: Suspiro Crudo Fosforescente (2005),
REM (2008), Armario Condenado (2010). Veliz y Romero en 3x3 (2009), una versión de Profundo y
Rosa (2015) y experiencias de “teatro clandestino” dirigido por Veliz en los últimos años.
3X3
El transformismo monstruoso, tanto femenino como masculino, aparece como una constante
en el trabajo del grupo Manojo de Calles desde sus inicios. Algunos ejemplos son Tango Cha Cha
performáticas como los ciclos “Fuera de Foco” o más recientemente el clown sexólogo Rogelio
En la obra 3x3 del 2009 -dirigida por Verónica Pérez Luna y con las actuaciones de César
Irene, Lucía y Ana son tres enfermeras de lo que aparenta ser un consultorio médico. Los
La obra se construye por una lógica de momentos, donde se insertan y se cruzan intertextualmente
escenas de los textos dramáticos “Eva perón” de Copi, “Las Criadas” de Jean Genet y “Final de
77
Los tres actores ocupan las voces de todos los personajes de los textos, a veces incluso las
emiten juntos. No intentan hacer un montaje de esas obras sino que las cruzan y construyen otra
ficción. A veces se contestan tal como está escrito, asumiendo la voz de respuesta para el actor
que propuso tal texto, otras veces saltan inmediatamente a otra situación y descartan lo que
acaban de hacer. Pareciera como si los actores estuvieran armando y desarmando las escenas
como quisieran, fragmentando los textos, y que la obra construiría una lógica de improvisación
propia cada vez que se hace. Sí se pueden reconocer núcleos de acción dramática que se repiten,
pero sin una conexión lógica entre ellos: los vestidos que quiere ponerse de la señora, intentar
descubrir el número de la caja fuerte, el padecimiento de tener cáncer, la rebelión de las criadas,
etc. Son núcleos dramáticos de los propios textos que usan como fuente.
por los actores. Son hombres cisgénero transformados con ropa íntima de mujer, con voces
delantal blanco, pantimedias, ligas, tacos, cofia, debajo solo bombacha o negligé, guantes y
estetoscopios. Exponen sus pelos en el pecho, en las piernas y en las axilas. Llevan maquillaje,
aros y pelucas. No ocultan la masculinidad de sus cuerpos cotidianos. No hay una ironía o humor
sobre el juego con el género, sino un trabajo de exploración de la mezcla entre lo femenino y lo
masculino.
La clave es el juego, tres actores jugando a ser mujeres, a actuar, a usar los textos como
quieren, la directora jugando con las luces y la música como ella quiere. Devenir monstruo,
deconstruir el teatro, deconstruir el uso del texto, del vínculo con el espectador, del uso del
espacio, de interacción con lo real. Hasta rompen la expectativa de lógica causal y ordenamiento
en la escenografía. El espacio está dividido en tres sectores con carteles luminosos que indican
supuestos lugares: baño, habitación y cocina, pero nunca se instalan como espacios dramáticos.
Los carteles delimitan y generan expectativa, pero los actores los quiebran permanentemente.
78
Esta lógica lúdica, llevada por la dinámica de la dramaturgia de los actores y la directora, es
hacia ciertas lógicas pero no las impone, complementa lo que hacen los actores.
hombre, monstruos femeninos y masculinos que juegan con sus géneros. La estética del grupo es
una estética que deviene monstruo, que propone la lógica de la actuación y la dramaturgia de los
actores, que sea ella la que dictamine el transcurso del desarrollo escénico. Hay constantes en
todos sus trabajos, en el uso de los textos, del espacio, el estilo de actuación oscilando entre un
con el público, técnicas de trabajo del clown, etc. Siempre hay autorreferencialidad en el trabajo de
la actuación, no se intenta ocultar aquello que el actor ya trae, que ya despliega. Por eso quizás
también cuando hacen uso del transformismo no se oculta el género original de los actores.
Por último, en 3x3 César Romero y Gonzalo Veliz repiten una situación familiar que remite a
Las Fabricantes de Tortas: el trabajo sobre la feminidad, el juego libre de lo teatral y por momentos
La Gota en el Vientre
Este espectáculo fue estrenado en el año 2013 con texto del chaqueño Daniel Sasovsky,
dirección de Pablo Parolo y las actuaciones de Manuel Villarrubia, Jorge Pérez Lucena, entre otros.
En la obra hay una continuidad del uso del transformismo paródico de Agarrate Catalina y
Mujercitas eran las de antes, además de coincidir nuevamente varios artistas que participaron en
79
Es interesante señalar que en este universo el uso paródico del transformismo por parte de
los actores explora lo femenino y a la vez se refiere a la identidad gay como motivo de vergüenza
social.
La acción dramática se centra en una familia tipo de clase media: matrimonio, hija, abuela y
tía. Todos los personajes femeninos son interpretados por varones cisgénero transformados,
menos el marido que no se transforma. El eje del argumento es que este último ha quedado
embarazado por fantasear sexualmente con otro hombre y su familia reacciona con asco,
En este universo imaginario, irreal, donde las mujeres son hombres transformados, donde una
fantasía puede generar un embarazo y un hombre puede quedar embarazado, aún en medio de
toda la magia, la homosexualidad es condenable para una familia tipo de clase media. Ni siquiera
es una homosexualidad consumada, solo deseada. No se puede permitir que nazca y viva un
“engendro” salido de dos hombres por la vergüenza del qué dirán. Emma, la esposa, amargada
durante toda la obra, repite constantemente: “Mientras yo viva nadie va a salir de esta casa”, “No
norma y es lo hegemónico que las mujeres sean hombres transformados, entonces la obra no
estaría intentando ser un juego de deconstrucción de los géneros, sino una crítica a la clase media
algo distinto, fuera de lo esperable, de la regla -como en este caso que un hombre desee a otro
hombre y quede embarazado- eso es lo anormal, lo enfermo, motivo de asco y vergüenza y debe
80
Humanos de Humo
Esta obra fue estrenada en el año 2014 con dirección de Salustiano Zavalia donde
escénicos que se cruzan y hacen homenaje al modo descarnado del transformismo de Urdapilleta,
ya explorado en Tucumán como vimos de la mano de Manojo de Calles y luego en Las Fabricantes
esperable del género, del uso del cuerpo y de las tradiciones y expectativas del teatro. Violencia
física, abuso a los espectadores, obras donde no sucedía nada, performance de poesía travesti,
etc.
intentan acercarse a esa construcción actoral que se desprende del uso del transformismo
monstruoso y de los textos de Urdapilleta. El efecto es distinto porque no hay una masculinidad por
abajo que se note. No hay transformismo, porque hay correspondencia de la identidad de género
de las actrices con el género percibido por los espectadores. Sin embargo, el comportamiento de
……
generaciones, obras, elencos, e incluso géneros. Cada año siguen apareciendo experiencias
81
2.3.6. ESTRATEGIAS POLÍTICO-ESCÉNICAS EN EL TEATRO-DANZA
manifiestan procedimientos vinculados a estrategias políticas que acompañan la lucha del colectivo
LGTBQ.
……
que trabaja con variaciones rítmicas de temporalidades, jugando con caminatas y corridas, alturas,
pequeñas escenas con textos y canciones que refieren quizás a la creación del mundo personal, a
cuerpos muy distintos: femeninos, masculinos, maricas, travestis, gordos, flacos, altos, bajos,
incluso hay un niño. La variedad rítmica se replica y refuerza por la variedad corporal.
De la injuria al orgullo
Uno de los momentos de la obra es un dúo entre dos varones que se mueven con la canción
“Puto” de la banda mexicana Molotov. Sus movimientos y acciones remiten a un encuentro erótico.
Frecuentemente miran al público con asombro y sorpresa, como si los hubiéramos encontrado con
“las manos en la masa”. Es un gesto evidentemente irónico porque no se esconden de esa mirada
del público, ni de las amenazas de muerte que dice la canción (“matarile al maricón”). Al contrario,
continúan su juego erótico por todo el escenario, bailan con plenitud y con placer. El momento
finaliza con el dúo escribiendo con aerosol “PUTO” bien grande en una tela blanca. La injuria se
82
Los cuerpos se entrelazan, se enroscan, giran, hacen acrobacias uno encima del otro. En el
medio de ese despliegue hay besos, caricias y abrazos. Al final salen de escena tomados de la
mano.
ante las críticas que recibió cuando fue lanzado el tema musical lo siguiente:
Pero no se cuestiona en la canción -al menos en mi lectura- el uso del término con un sentido
homofóbico, sino que se la usa de modo degradante para referirse a los “turros”. El término puto en
propone sumarle una nueva capa de sentido insultante. Se aprovecha de la injuria original, no la
cuestiona, ni la modifica. Al contrario, los putos que se declaran putos públicamente no son
juzgadora, al sistema heteronormativo que excluye otras formas de amar, que inventa “terapias
curativas”, que no permite donar sangre, que hasta hace muy poco la posibilidad de casarse era
(parafraseo a una diputada argentina) una afrenta a Dios y a la santidad del matrimonio.
observar constantemente al público que los mira, al exponer que los están encontrando con las
manos en la masa pero que no les importa, al contrario, pareciera que esa clandestinidad a la que
obliga la injuria es lo que los estimula a seguir danzando y buscando nuevas maneras de cruzar
sus cuerpos.
83
Deconstrucción de los géneros. Devenir travesti
Otro momento de Tiempo Suspendido que presenta una estrategia político-escénica es el que
protagoniza Barby Guaman, quien es actriz y travesti, a través de la crítica al binarismo de género
(2.2.8.).
Barby se presenta a los espectadores con una performance de género masculina. Lleva ropa
para hombre, habla con voz grave, tiene el cabello corto y engominado, un gesto en la cara
frase incompleta, gesticulada en fonomímica: “Yo quiero…”, de la canción “Luz de Luna” cantada
por Chavela Vargas, que se repite una y otra vez. Progresivamente sus movimientos y acciones
van asumiendo feminidad. Se aplica espuma de afeitar y se afeita la barba con una maquinita,
dejando una cara sin vellos, nos muestra una teta, se suelta el pelo que es largo y ondulado y
suaviza el gesto de su cara. La escena termina con una palabra dicha con voz más aguda que la
que venía emitiendo, que completa la fonomímica del “Yo quiero…”. Barby dice “… silencio”.
Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Qué es más elevado para el espíritu, sufrir los golpes y
dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra el piélago de calamidades y, haciéndoles
frente, acabar con ellas? Morir..., dormir; no más. (…) ¿Quién soportaría: los ultrajes y desdenes
del mundo, los agravios del opresor, las afrentas del soberbio, los tormentos del amor desairado, la
tardanza de la ley, las insolencias del poder y los desdenes que el paciente mérito recibe del
hombre indigno, Cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete?
Ser travesti es no ser varón, ni mujer, sino otra cosa. Un género donde convive lo masculino y
lo femenino. Un monstruo dice Preciado (2005), porque es una identidad política, cuya existencia
84
La heteronormatividad imperante obliga a los sujetos a ubicarse en un binarismo absoluto,
lo femenino. En nuestras casas y en la escuela nos enseñan que los nenes van por un lado y las
nenas por el otro, que hay colores permitidos para cada género, juguetes, baños, tipos de peinado,
ropa, actividades y comportamientos “femeninos” y “masculinos”. Las nenas tienen que ser
delicadas, suaves y dulces y los nenes son aventureros, salvajes, brutos. El mundo nos
bombardea constante y violentamente con señales que solamente existe la posibilidad de ser una
cosa o la otra. No hay alternativas. Todo lo que no entre en ese parámetro es anormal, enfermo y
Las travestis, como identidad abyecta, son expulsadas de su seno familiar, del sistema
prostitución, donde la violencia impera y la policía como agente del orden opresivo y represivo se
aprovecha y las regentea. Desamparadas ante la ley, ante el mundo, el promedio de vida de las
travestis en Argentina es de 40 años. Nuestra reciente Ley de Identidad de Género si bien las
incluye como identidad posible -cuyo nombre y género autopercibido tiene que ser respetado en
todo ámbito público y privado- en la documentación oficial el género solo puede ser modificado por
autopercibido.
La escena de Barby, con el monólogo de Hamlet, funciona entonces como una metáfora del
travestismo y reivindica su elección política. Ser o no ser. O ser lo que se impone -varón o mujer-,
que en este caso sería un “no ser”, porque Barby es travesti. O elegir no ser, asumir la identidad
abyecta, y quizás morir en el mundo que la rechaza. En la escena Barby elige ser travesti, lo
85
Mariconizar y queerizar lo dominante
Existe un estereotipo en la danza -sobre todo en la clásica- que asocia que los hombres que
la practican son todos homosexuales, que es una actividad femenina, “para putos”. Este imaginario
tiene la ventaja que bailar es un espacio de plenitud para las maricas. Pueden ser allí lo que son
sin necesidad de esconderse. Al menos hasta cierto punto. Pensemos en el caso emblemático del
famoso bailarín argentino Julio Bocca, quien nunca se ha atrevido a visibilizar públicamente su
sexualidad. Ninguna obra de danza entonces necesita una “mariconización” porque ya de por sí se
la reconoce como una actividad marica. Pero a veces, quizás, como en el caso de Bocca, no se lo
expone explícitamente, públicamente. Es como un secreto a viva voz. Todos lo sabemos, los putos
que transitan en la danza viven ese ámbito en plenitud, pero se lo expone poco y se lo explota
menos.
En Tiempo Suspendido, por el contrario, en la escena del dúo gay la identidad marica se usa
como eje para construir el universo escénico. Se exponen dos cuerpos bailarines bien maricas, que
no se esconden, que se despliegan por todo el escenario con orgullo, que mariconizan el
También aparece la estrategia de la reapropiación queer (2.2.6.) en el caso del uso del
monólogo del Hamlet de Shakespeare, al ser usado para referirse al travestismo. El monologo ha
disparado innumerables interpretaciones en la historia del teatro occidental, como planteo filosófico
sobre la existencia, la muerte, la guerra, la teatralidad, etc. Tiempo Suspendido toma este
monologo hegemónico, considerado como un hito del teatro occidental, y lo reapropia para hablar
de la travesti tucumana, que se afeita la barba y tiene tetas. El accionar escénico de Barby
shakespereano.
86
……
escénico-políticas es la obra La Araña Roja. Estrenada en el año 2010, fue el resultado de una
Beca de Perfeccionamiento del Instituto Nacional del Teatro de Federico Tello. El director, oriundo
de La Rioja, vino a Tucumán exclusivamente a desarrollar su Beca sobre teatro físico con Marcos
Acevedo
dominante. Los cuatro varones-intérpretes despliegan una dinámica física con una masculinidad
acciones eróticas entre varones, pero que finalmente se disuelven en movimientos más abstractos.
Se alzan, caen y saltan encima del otro, se agarran de los cuellos, giran por el suelo abrazados.
Compiten entre ellos por explorar los objetos de la escena, las competencias se vuelven violentas y
las violencias se tornan eróticas. Algunas imágenes que construyen los cuerpos se parecen incluso
a lugares de encuentros sexuales gays, como baños y saunas. La luz se apaga y cuando se
enciende encuentra a dos cuerpos muy juntos, como a punto de besarse. Se agachan a recoger
A veces los intérpretes hablan y hacen referencias metateatrales a la propia dinámica del
juego al límite con el erotismo gay: “¿Qué haces? ¿Me querés chapar”, “Soltalo putito”. Se
nombran entre ellos con apodos cariñosos: Bebé, Ukita, Pollo y Damito. A medida que avanza la
obra, se van despojando de las ropas masculinas con las que comenzaron -remeras y pantalones
verdes y marrones- para terminar con musculosas, medias remeras y shortcitos rojos de tela de
calza. Todo se vuelve muy marica, pero nunca abandonan sus cuerpos y sus performance de
87
género masculinas hegemónicas. Juegan en un límite que está constantemente a punto de
corresponde quizás con su experiencia vital como artista en La Rioja produciendo en Tucumán. En
“La Araña Roja” denota violencia, perversión, egoísmo, y surgió durante el debate de la Ley
de Matrimonio Igualitario en el Congreso de la Nación y las reacciones que generó este tema en la
sociedad. (…) Hay una libertad y una licencia para decir las cosas [en Tucumán], no sé si tiene que
ver con (…) provincias más chicas donde hay un cuidado sobre lo que se dice… Pasó con [mi
obra] La Diáfisis (…) que la gente se levantaba de la obra, porque le parecía algo antirreligioso,
como que hablaba de la homosexualidad –y nunca se trató el tema en la obra-, era provocadora y
respondía a la mirada del público. Siento que en Tucumán están mucho más desprejuiciados,
como más libres, y fue para mí liberador trabajar sin ningún prejuicio (DataRioja, 2010).
homosexual, sino que juega en el límite mariconizando los cuerpos masculinos dominantes. Quizás
controversial, en Tucumán está permitido mucho más y el director también se lo permite en este
………
Como hemos podido observar la danza-teatro tucumana de los últimos años también
88
3. CONCLUSIONES
Con el análisis de casos pude observar en el teatro tucumano entre 2000 y 2015 la puesta en
personas LGBTQ por el mejoramiento de nuestras vidas. Transformar la injuria en orgullo, hablar
nosotrxs mismxs de nosotrxs mismxs, afirmar la diferencia, construir subcultura, exigir derechos
También pude reconocer otras posibles estrategias, pero que no fueron encontradas en
profundidad en las obras analizadas. Estas son la experimentación y difusión de otros erotismos y
políticas en las prácticas escénicas. En esta investigación quise construir una caja de herramientas
que me permita observar, analizar y entender cómo las prácticas teatrales pueden aportar a la
lucha de las personas con géneros y sexualidades disidentes, y en este sentido también posibilitar
Resultó inevitable que al construir las categorías analíticas se reflejen las posiciones
conflictivas del campo activista. Esto produjo que en los análisis incluso en una misma obra
cuándo no, y hasta qué punto resaltar ciertos aspectos y no otros sumaría a dicho objetivo.
89
La pregunta que se repetía tenía que ver con si determinadas obras que presentan
sostenimiento del status quo, o si metafóricamente lo avalaría. Sobre todo cuando las obras en
teatral, en oposición a lo que Lehmann nos ha propuesto pensar sobre lo político de lo formal y los
debería plantearse siempre mundos posibles, utópicos, con estrategias y procedimientos creativos
radicales en correspondencia.
Como marica tucumana considero que estamos en un momento social e histórico donde
todavía queda mucho por hacer para que la vida de las personas con géneros y sexualidades
disidentes tengamos una vida justa y plena. Creo que el campo teatral que pone en escena
resonancias con esta comunidad no está divorciado de ese contexto y por lo tanto no quisiera no
nombrar ni valorizar las estrategias moderadas. Por ejemplo, en el caso de Profundo y Rosa, que
plantea que las relaciones homosexuales masculinas son equivalentes a las monogámicas
heterosexuales -con todos los estereotipos que conlleva- a mi criterio sigue siendo útil como
horizonte imaginativo para personas que no tienen referencias posibles más allá de lo
obstante, también creo que las estrategias más radicales, como la monstruosidad de los cuerpos,
de los vínculos y de la teatralidad en Las Fabricantes de Tortas por ejemplo, también aportan para
deconstruir lo hegemónico que nos oprime al postular metafóricamente otras realidades posibles.
Quiero valorar todos los posicionamientos, los que buscan la integración y los que quieren
minar ese mundo que nos rechaza. El objetivo de todos estos posicionamientos políticos es una
vida justa y plena para todxs. Las personas LGTBQ no tenemos garantizados los mismos derechos
que el resto de los ciudadanos heterosexuales y con géneros binarios. Nos discriminan por ser
90
quienes somos, por querer construir una identidad subjetiva como queramos, con elementos
No podemos ser en libertad. Nos matan, nos acosan en las escuelas, en el trabajo, nos insultan y
golpean en la calle, nos lleven al suicidio, nos corren de nuestras casas. Si somos trans y travestis
no tenemos acceso laboral, a la educación, contención familiar, estatal, no nos queda otra que la
calle y la prostitución donde nos regentea la policía. La Ley de Educación Sexual no se aplica a
pesar de haber sido sancionada hace 16 años. La Iglesia opina sobre nuestras vidas. El personal
necesarias hoy para garantizar nuestras vidas, con los mismos derechos que la mayoría
hegemónica heterosexual de los ciudadanos. No obstante, no por eso haya que perder de vista un
horizonte de mirada crítica sobre ese status quo al que se busca integrarse, y en línea con
Foucault, Butler y Preciado entender que el control heteronormativo de los cuerpos se ejerce por
mecanismos atados al sistema de producción capitalista en todas sus instituciones. Creo que son
la misma lucha, y que ambas líneas de posicionamientos son aportes para el mejoramiento de
Hago propias las palabras de Didier Eribon cuando toma de ejemplo los procesos de
91
Queda pendiente para futuras investigaciones el estudio en profundidad de otros casos como
Como mirar el sol tras el vestido (2013) y Mira quien habla!? (2015). Por cuestiones de tiempo y
disponibilidad del material tampoco pude tener acceso a los espectáculos desarrollados en el
Teatro de la Paz, en el boliche DLC (Dios los Cria) y en el Teatro Estable de la Provincia. A partir
de algunos documentos y datos sueltos sé que en esos espacios se desarrollaron obras teatrales
Otra línea de indagación posible a futuro es la relación del incremento de estas prácticas con
de actividades explícitamente activistas, por ejemplo Manifiesto por amor a los hombres en el Ciclo
de Teatro por los Derechos Humanos en el 2014, o Indetectable en el 1er festival LGBTQ de la
ciudad Tafí Viejo en 2016. Pero quizás la vinculación más directa entre ambos campos suceda por
otro tipo de manifestaciones artísticas -no necesariamente obras teatrales- con performances,
clowns, drag queens y transformistas que se presentan en eventos activistas. Las resonancias son
múltiples, incluso más allá del activismo y en el teatro: en los boliches, conduciendo eventos,
La disidencia sexual y de género está invadiendo a Tucumán en todos los espacios. Esto
recién comienza.
92
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