Está en la página 1de 7

5.

4 Las acciones básicas

Una interesante teoría filosófica aplicable a la percepción de la música es la de


Mark Johnson, según la cual las experiencias corporales, esquematizadas, median la
percepción (Johnson, 1987). Esta teoría ha sido aplicada en el análisis de obras
musicales a través de esquemas dinámicos, como por ejemplo el esquema centro-
periferia en relación a un grado determinado de la escala tomado como centro de
gravitación (Peñalba, 2005; Peñalba, 2008, 66).

Laban, por otro lado, individuó en la vivencia cotidiana unos esquemas motores
básicos comunes a diferentes entornos y situaciones, que pueden ser definidos como
conjuntos de cualidades pertenecientes a la rutina humana y que pueden ser aplicados
incluso en las coreografías. La observación clínica muestra que los niños, en sus
primeros meses de vida, intercambian con las madres secuencias vocales y gestuales
variadas según timbre, intensidad y acentuación (modelización recíproca) (Stern, 1998).
Este proceso básico para el aprendizaje sigue en la búsqueda de secuenciación que
Laban observó en los niños buscando modular la energía motora de cada movimiento
(Laban, 1984, 30). Las secuencias se manifiestan en las maneras de aprovechar el
instrumento corporal, las direcciones tomadas y las formas creadas, el desarrollo rítmico
y el tiempo de ejecución, la organización de acentos y frases (Laban, 1984, 45). Dentro
del continuo fluir de movimientos en un cuerpo viviente, a veces se ponen en acto
combinaciones de actitudes específicas hacia los distintos factores de movilidad (Laban,
1987, 131)80.

Algunas de estas acciones pueden ser consideradas “básicas”, representando


“combinaciones de peso, tiempo y espacio” basadas en “dos actitudes mentales
principales, que implican, por un lado, funciones objetivas y, por el otro, sensación de
movimiento”, definidas como “de lucha o resistencia y de complacencia o docilidad”
(Laban, 1987, 135). De hecho, las acciones básicas, afectadas por las limitaciones en la
estructura del cuerpo81, se definen según la actitud hacia el peso, el tiempo y el espacio:

80
Ver el apartado 5.2.
81
Ver el apartado 5.2.

101
PESO ESPACIO TIEMPO
FLOTAR liviano flexible sostenido
ACOMETER O GOLPEAR CON LOS PIES firme directo súbito
DESLIZAR liviano directo sostenido
HENDIR EL AIRE firme flexible súbito
DAR TOQUES LIGEROS liviano directo súbito
DAR LATIGAZOS LEVES liviano flexible súbito
PRESIONAR firme directo sostenido
RETORCER firme flexible sostenido

Figura nº 4. Las acciones básicas de Laban y sus cualidades del movimiento. Elaboración propia
(Laban & Lawrence, 1974, 14-24; Laban, 1984, 64-79; Laban, 1987, 132 y 266-269)

Además de la compleja notación coreográfica, que no trataremos, Laban creó


también un sistema de representación gráfica de los factores de movilidad y de sus
combinaciones (Laban, 1984, 60-61)82, en el que la unidad mínima, el effort, se
representa por un ; pegadas a la extremidad en alto a la derecha se representan las

cualidades espaciales de directo y flexible y, pegadas en bajo a la izquierda, las

de peso liviano y firme .

Presionar Acometer, golpear con los pies

Retorcer Hendir el aire

Deslizar
Dar toques ligeros

Flotar Dar latigazos leves

Figura nº 5. Representación gráfica de las acciones básicas de Laban y sus cualidades del movimiento.
Elaboración propia (Laban, 1987, 268-269; Laban & Lawrence, 1974, 14-24; Laban, 1984, 60-79)

82
La traducción en castellano es parcialmente modificada aquí y en otras citaciones.

102
Los movimientos resultantes son combinaciones de cualidades espaciales y de

peso ( ). Si a estos añadimos los signos de los valores temporales

(sostenido) y (súbito), obtenemos la gráfica de las ocho acciones básicas


(figura nº 5) que pueden ser también representadas visualmente en las relaciones
internas de cualidades de peso (P), espacio (E) y tiempo (T) que las forman en un
“diagrama de contrastes” (figura nº 6).

Figura nº 6. Diagrama de contrastes para representar las relaciones entre cualidades del movimiento.
Elaboración propia (Laban & Lawrence, 1974, 31)

Algunas acciones pueden realizarse con la cualidad libre ( ) o sujeta

( ) del flujo (en el caso del “acometer o golpear con los pies”, cuyo símbolo se

vuelve en o , o del flotar, representado por o ). El

“presionar”, por otro lado, es un movimiento con evidente flujo sujeto ( ),

103
mientras que el “dar latigazos leves” utiliza el flujo libre ( ). El control opuesto
de fluidez se puede realizar en las acciones de “retorcer”, generalmente realizada con

flujo sujeto ( ) y de “deslizar”, que generalmente se realiza con flujo libre

( ) (Laban, 1984, 62-63). Las características principales de las acciones básicas


han sido descritas detalladamente (Laban, 1987, 64-79):

o El “presionar” ( ) se puede definir como una “lucha” contra el peso y el


espacio que produce una fuerte resistencia y sigue un empuje unidireccional, o
también como un “abandonarse” al tiempo, sosteniendo la acción durante un período
determinado. Sus características son la continuidad firme y constante de la tensión
opuesta y la fuerza ejercida por medio del peso.

o El “dar latigazos leves” ( ) es una “lucha” contra el tiempo que acelera la


acción para que ocurra en un breve período o también un “abandonarse” al peso
(aflojando la tensión muscular y logrando una sensación de ligereza) y al espacio
(abandonando el tirón unidireccional y rindiéndose a la sensación de ubicuidad). Se
suele realizar hacia el exterior o a veces hacia el cuerpo, usando el lado abierto de la
mano hacia atrás. Corresponde a la imagen mental del leve revoloteo de una pluma.

o El “acometer” o “golpear con los pies” ( ) se puede definir como una “lucha”
contra el peso, el espacio y el tiempo, sin “abandonarse” a ellos. Se realiza dando
puñetazos o con otros movimientos. Si se golpea un objeto real se encuentra
resistencia; sin objeto se exige una tensión opuesta de los músculos antagónicos.

o El “flotar” ( ) es, por lo contrario, un “abandonarse” al tiempo, al peso y al


espacio, sin “luchar en contra”, típico de las transiciones durante los cambios entre
las diversas posiciones del cuerpo. En esta acción prevalece la función muscular
continua. Se puede representar con la imagen mental del humo en el aire.

o La acción de “retorcer” ( ), que consiste en el “abandonarse” al tiempo y al


espacio y “luchar contra” el peso, se actúa a través de los músculos que ejecutan el
necesario movimiento opuesto (como cuando se escurre un trapo) y del
funcionamiento muscular multilateral que genera cambios continuos de dirección.
Se caracteriza por las sensaciones de fuerza y de lenta resistencia muscular, como en
presionar pero con mayor flexibilidad de las articulaciones, y otra sensación peculiar
al comprimir el pie sobre el piso, transfiriendo el peso del cuerpo, para preparar la
pierna y poder dar un paso. Le corresponde la imagen mental de los remolinos de
aire y agua o de las llamas vacilantes.

104
o “Dar toques ligeros” ( ) es una acción caracterizada por la “lucha” contra el
tiempo y el espacio y “abandono” al peso, donde se percibe la resistencia del objeto,
producida por unos músculos y relacionada a su elasticidad y los músculos
inadecuados se mantienen pasivos. Unas imágenes que representan esta acción son
el escribir a máquina, o el retocar del pintor.

o En el “hendir el aire” ( ), basado en la “lucha” contra el peso y el tiempo y el


“abandono” al espacio, los músculos antagónicos se mantienen pasivos, la fluidez es
decreciente y el equilibrio se mantiene, dado que la fluidez libre no encuentra
resistencia en el aire, gracias a la acción de unos músculos que frenan la caída.

o El “deslizar” ( ) actúa como “lucha” contra el espacio y “abandono” al peso


y al tiempo, a través de una disposición a detenerse generada con el control
permanente de los músculos antagónicos. Imágenes que le corresponden son el
estiramiento o encogimiento de objetos elásticos.

Como se intuye leyendo estas descripciones, en las acciones más complejas el


uso de imágenes puede ayudar a la comprensión inmediata e intuitiva, utilizando como
recurso el mismo origen mímico-dramático de la teoría de Laban y considerando que la
relación con la vivencia es básica en las más importantes metodologías didácticas83. Las
secuencias de dos o más acciones básicas, llamadas también “ritmos de effort”, pueden
facilitar la comprensión de las distintas acciones que las componen, tomando conciencia
de los contrastes. Por ejemplo, la transición de presionar a deslizar (o viceversa) sirve
para experimentar la disminución o el aumento de la fuerza, la secuencia del flotar al
dar latigazos leves (o viceversa) para experimentar un aumento o disminución de la
velocidad, así como la transformación del arremeter al hendir el aire (o viceversa) sirve
para experimentar un aumento o disminución de la intensidad (Laban, 1987, 79-84).
Asimismo, dentro de una acción puede ser evidenciado uno de los factores de movilidad
(que va a tener, entonces, un “rango” especial). De esta manera, se obtienen variaciones
o derivados de las acciones básicas (Laban, 1987, 268-269):

83
Por ejemplo Willems utiliza ejemplos de ritmo derivados de la naturaleza: Willems, 1956/1984;
Chapuis, 1997, Ortiz, 2007).

105
presionar aplastar
cortar comprimir

acometer
empujar dar puñetazos picar

retorcer tirar para sí arrancar estirar

dar latigazos
hendir el aire golpear arrojar

alisar untar manchar


deslizar

dar toques golpear


acariciar sacudir
ligeros suavemente

flotar esparcir remover frotar


suavemente

dar latigazos
lanzar, dejar balancear dar tirones
leves
caer (repeler)

Figura nº 7. Representación gráfica de los diferentes matices en las acciones básicas. Elaboración
propia84 (Laban, 1987, 268-269; Laban & Lawrence, 1974, 14-24; Laban, 1984, 58-88)

84
Hemos corregido el error en el gráfico de la acción de dar toques ligeros, representada gráficamente
como la de dar latigazos leves.

106
Musicalmente hablando, el uso de acciones básicas encuentra una aplicación no
sólo en el gesto de dirección, como ha sido evidenciado por muchos investigadores y
directores de orquestas y coros85, sino también en las conductas relacionadas con el uso
de la voz y la práctica instrumental. Unos ejemplos experimentados en la actividad
didáctica del investigador (no derivados de Laban) pueden ser la acción de “presionar”
(en el ligero apoyo diafragmático de la voz y del soplo para los vientos), el “hendir el
aire” (con acento dinámico o de rango en el peso firme, para tocar el güiro), el “dar
latigazos leves” (si se aligera el peso de la acción precedente, por ejemplo al tocar las
maracas), el “torcer” (en el sforzato), el “dar toques ligeros” (en el picchettato), esta
última acción con énfasis en el peso ligero (efectos vocales en el Aria de la Reina de la
noche de Mozart) o con énfasis en el espacio directo (en los staccato rapidísimos) o en
el tiempo súbito (al tocar las maracas o el pandero oceánico), el “deslizar” (en los
glissandi), el “flotar” (al tocar el palo de la lluvia o al frotar una piel de tambor, donde
se puede enfatizar el tiempo sostenido o el peso liviano) y finalmente la acción de
“acometer” (en un f con las percusiones).

85
Ver el apartado 9.2.

107

También podría gustarte