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14 TEORiA SLvlÁNTlCA \"MÉTODO LEXICllGRAflCO

vocabulario de germanía y jergal", presentado durante el V Coloquio


Costarricense de Lexicografía en la Universidad de Costa Rica, en
San José, entre el 27 Y el 29 de octubre 2010, Y publicado en la Me-
moria 2011 de El Colegio Nacional, México. ¿ES POSIBLE UNA TEORÍA DE LA
Dos temas más son centrales para la discusión semántica del ar- PALABRA Y DEL LÉXICO?
tículo lexicográfico: el ejemplo y las marcas de uso. A esos problemas
se refieren los textos "El ejemplo en el artículo lexicográfico", que
apareció en E. Berna! y l. de Cesaris (eds.), Palabra por palabra. Es-
tudios ofrecidos a paz Battaner, Universidad Pornpeu Fabra, Barcelo- EL PROBLEMA DE LA DELIMITACIÓN DE LA PALABRA
na 2006, y "Límites difusos de las marcas de uso en lexicografía",
publicado por M. Bierbach, B. v. Gemmingen e Y. Stork (eds.), Das ¿F-S una_ilusi6uJ,.a,...,existencia de la un~pa/ahra, como 10 creía
geftsselte Wórt, Beitriige zur Entwick/ung uon WOrterbücÍJern und Charles Bally (1909: §§ 77-80) hace más de ochenta años y como
Grammatiken des Spanischen, Romanistischer Verlag, Bonn, 2007, todavía parece afirmarlo la lingüística contemporánea? ¿~
pp. 116·122. más, como plantea la conocida La lingüística. Guía alfabéticd (Art,
Recientemente, desde que la Academia Española comenzó a de- 38) Jirigida por André Martinet (l969)l, "eliminar completamen-
rivar de su prescriptivismo, basado en usos ejemplares, hacia un des- te el \érmino palabra y sustiruirlo por monema'v sintagina, según"
criprivisrno aprendido de la lingüística moderna., se comienzan a los casos, que tienen la ventaja de ser utilizables con ;~f~rencia a
hacer evidentes las dificultades que supone el registro indiscriminado todas las estructuras lingüísticas"? ¿P(lf qué, a pesar de ello, se agre-
de voces, tal como aparecen hoy, sobre todo, en la publicación -en ga en seguida: "No obstante, es innegable que en el plano psicológi-
el sentido de "hacer público"- de mensajes, opiniones y desahogos co, la palabra es un elemento real y válido; el sujeto hablante medio,
individuales en las llamadas "redes sociales" ínformáticas, La posible aun inculto, y, según Sapir, cualquiera que sea la estructura de~su
inclusión en los diccionarios -cuya normarivídad es insoslayable- lengua, piensa y pronuncia 'palabras' de manera que los propios lin-
de voces festivas y espontáneas, muchas veces con una escritura des- güistas se ven obligados a utilizar en sus escritos la palabra en el
cuidada, requiere una discusión amplia, para nutrir la cual he sentido tradicional y habitual"?
agregado aquí dos articulos recientes: "Hacia una tipología de las La búsqueda de definiciones de lo que es una palabra parece
tradiciones verbales populares", que apareció en la NRFH, 60, 1 haber quedado en el pasado de la lingüística. Tras una época de gran
(2012),51-60, Y "Paradigmatización y contexto en lexicografía". El actividad al respecto entre los años 1940 y 1970, en que el mismo
Colegio Nacional, Memoria 2012, pp. 215-224. _~tJl:49),
Fmnegalf Hiorth (I9'58j
~~ °: 49), J~s~ua <?reen~~rg (19]4),
, Kramslcy (19?9) y vanos mas se esforza-
Tepoztlán, abril de 2015

I La. autora del artículo sobre la palabra fue Fanny de Sivers.


1 Además de sus discusión de los métodos empleados para delimitar la palabra, es
interesante su argumentación para considerada un primitivo de una lingiiística axiornática,

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r6 TEORÍA SEMANTICA y MÉTODO LEXICOGRAFICO .ss POSIBLE UNA TEonlA DEl.A PALABRA Y DEL LF.xlCO? 17

ron por encontrar una teoría de la palabra, adecuada para todas las son, por un lado, la actitud objetivanre y neutral de los métodos o
lenguas, la lingüística de las décadas posteriores parece haber terrni- procedimientos de descubrimiento (los discoveryproceduresi, que ne-
~
~ado por asumida como "intuitivarncnte" real, aunque estorbosa y cesariamente debe gravitar sobre e! plano de la expresión --el plano
quizá, en e! fondo, innecesaria, habida cuenta de la clara existencia perceptualmeme material del signo- y sobre la forma del contenido
del morfema y el sintagma. Por eso la unidad palabra se conserva, --el estrato de! plano del contenido correspondiente a la forma gra-
tanto en las voces con que se la significa ordinariamente (palabra, matical, igualmente verificable sobre la base del plano de la expre-
rnot, wort, word, etc.), como en e! uso de los lingüistas y en la base sión-, pues sólo ellos ofrecen fenómenos materiales observables;
de la elaboración de las teorías morfológicas y sintácticas. por el otro lado, y de manera concomitante, la eliminación de toda
Vale la pena preguntarse a qué se debe esa desestimación de la_ interpretación semántica del signo, por cuanto no tiene las caracte-
unidad palabra en la lingüística del último tercio del siglo xx, no sólo rísticas formales perceptibles en la fonética. en la fonología y en la
~i1ñt§"és histÓrico CL~C:tiene, sino por su interés epistemológico, gramática, sino que resulta un "supuesto mental" incomprobable
que es el que hoy en día puede abrir la posibilidad de replantear el con métodos descriptivos de la misma clase que los anteriores. De
tema con otras perspectivas. Alain Rey, con la amplitud de horizonte' allí el papel ancilar del significado en los procedimientos de descu-
y la precisión intelectual que 10 caracterizan, sostiene en Le lexique: brimiento, que solamente sirve como apoyo heurístico en la opera-
irrtages et modeles, du dictionnaire a la lexicologie que se debe, desde ción de conmutaciones estructuralisras.
Saussure y BloomfieId, al predominio del interés por el sistema lin- La versión radical de esa concepción de la lingüística moderna la
güístico sobre la vieja tradición gramatical y semántica, heredada del constituye, sin lugar a dudas, el disrribucionalísmo desarrollado por
pensamiento de la Antigüedad, para la cual la palabra como clase de Zellig Harris, que propone un solo proceso de descubrimiento de
categorías gramaticales y como nombre de cosas, tenía una identidad unidades, desde la realización sonora hasta la oración, basado en in-
patente: "Avec la línguistique strucrurale, que ce soir chez Saussure geniosas pruebas de perrnuración y combinación de elementos, sin
ou chez Bloomfield, la spécificité du mot ese contestée, et la lexícolo- intervención alguna del significado: "The main research of descripti-
gie n' a plus d' objet défini. Ceci résulre d' un vaste mouvement épisté- ve Iinguistics, and the only relation which will be accepted as rele-
mologique: la scíentifisation, par tendanceá constituer un "modele" vant ... is the distribution or arrangement within rhe flow of speech
consistant, de la linguistique" (1977: § 6.1.1., 156). of some parts or fearures relatively tú others" (1951; § 2.1, 5). Por
Si bien la necesidad de encontrar un sistema en las lenguas ha e! contrario, "ir should be noted that even when meaning is raken
sido predominante en la lingüística moderna, como señala Rey, hay into consíderatiou chere is no need for a detailed and involved stare-
qu~ destacar ~~ ella el papel correspondiente a los métodos de des- rnenr of the meaning of the element, much less of what it was thar the
cripción .•.9.~ehan -.?ado su impronta a las diversas concepciones de lo speaker meant when he said it, AJl rhar ís required is thar we find a
que es el sistema lingüístico, al punto de llegar a confundir el sistema regular difference between rwo sers of siruations" (ídem: § 12.41,
supuesto, que sería un fenómeno real, con los métodos para descu- apéndice, n. 65, 187).
brirlo. En efecto: no se puede soslayar que debemos, sobre todo, ala El distribucionalisrno no ha sido la única concepción descrip-
lingüística descriptiva estadounidense un arsenal de métodos para tivista de la lingüística moderna; pero en la medida en que reduce
describir lenguas desconocidas, cuyas dos características centrales la rica variedad de procedimientos descriptivos, desde Bloomfield
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18 TEORÍ.A SEMANTJCA y MtToDO LEXJCOGll..\FJCO ¿ESPOSIBLE UNA TEORíA DE LA ?ALAflRA Y DEL LÉXICO! 19 i\ ,\ _\1 ~t1"'< -).
VIl'-" 1

hasta Hockert, a su última expresión, a su mayor esquematización No es diferente la concepción de Perer H. Matthews (1971: 22-
y afán de congruencia, es una buena ilustración de los métodos que 26), autor de uno de los tratados más útiles actualmente de rnorfo-
se han seguido para lidiar con la palabra y para dísolverla en la logia, quien no propone una teoría de la palabra como fenómeno
morfología. real -como se colegiría del subtítulo del libro: An lntroduction to
Se puede tornar como ejemplo de los métodos usuales de trata- she Theory ofWord-structure-, sino que da por sentada su existencia
miento de la palabra hoy en día el capítulo correspondiente de la y se concreta a hacer tres distinciones prácticas que no la definen,
Introduction to 'Iheoretical Linguistics de john Lyons (1968: § 5.4). sino que le sirven para especificar tres de sus aspectos, de la misma
quien después de reconocer que '31<: word is the unit par excellence mane~a en que lo hace Lyons: l)~je de u!1idas,iesJonoIQgicas el)
of tradicional gta~ma~ical theor( (idem: § 5.4.1, 194), Y de afirmar ~QilltiL\ll~il-,-O 1J!!lrd~jj;r:.m;2) la unidad abstracta -el voca-_ i:b
que "whatever else we may say about the word as a linguistic unít, we blo-, o lexema "the fundamental unit ... of the lexicon of the lan-•
. 0"10
I.JOl
rnust reject the view which has sornetimes been advanced that 'pri-
mitíve languages' do not have words" iidem: § 5.4.6, 199), procede
a distinguir tres significados del término: ~e refiere:.a~ unidad
0 guage", que permite reunir formas conjugadas o flexionadas en una
sola unidad; y 3) la palabra escrita o hablada, a la que llama gram-
matical word, y que corresponde, más bien, al tipo y no al Iexerna o
,0
"'::...:J
fonológica de la palabra, el que refiere a cada tipo de "la misma pala- ~ vqcablo. "The term word may then be reserved, in the strictest usa-
b~a" -co~o c~~to, canté, cantar-e- y el que re?ere ~ la unidad canó:_ @ ge, for sense 3. Thus rhe word-form tried is the form of the word
mea paradigmas-ca q!le llamamos.vncabloé y el designa con lexema. which we call rhe Past Participle (or the Past Tense) ofTRY [el 'lexe-
En seguida discute la delimitación de la palabra fonológica mediante ma' o vocablo]".
sUP..!:l~tas pausas o mediante elementos~praseg~~~tales como el Como se puede ver en los casos de Lyons y Matthews, que juzgo
acento; la delimitación a base de la distinciónentre formas mínimas representativos de la actitud contemporánea de la lingüística, sobre
libres y ligadas en morfología; y la cohesión interna entre morfernas, cualquier otra consideración se impone el aspecto morfológico; la
~~poñer c6mo se han dé ?el;ci~nar e~~sícada uno-d~ ~os palabra se propone como "un nivel intermedio" entre la morfología
criterios, señala como objetivo de su definición de palabra "a unir y la sintaxis, pero no se define en su unidad. Observa con razón
~-
intermediare in rank between rhe morpheme and me sentence and Alain Rey: "La réduction du lexical au morphosyntacrique et au
one which will correspond fairly closely with our intuitive ideas of morphosérnantíque, au prix de diverses opérations méthodologi-
whar is a 'word', rhese intuitive ideas being supported, in general, by ques, caractérise la plupart des théories conrernporaínes" (1977:
rhe conventions of the orthographic tradition" (ídem: § 5.4.8,201). § 8.1.2, 185). .,
En cuanto al papel del significado en la definición de la palabra, "se- La concepción de la palabra en la corriente generativista es dife- ' -
l' 4.
,l '1 :¡¡ ,

rnantic considerations are irrelevant in me definition of word, as in rente. Mark Aronoff (1976: 7-34) comienza por poner en duda que J
the definírion of other grammatical units, [... ) We shall therefore los morfemas sean una unidad mínima con significado, como ha
concenrrate upon defining the word in purely grammatical terrns'".

todo morfema, toda palabra y todo sinragrna tienen significado, por lo que el significa-
l Cf. Klaus Heger 1 974a, para estas distinciones. do no puede ser un criterio determinante de la distinción de la palabra en relación con
4 El razonamiento que lo lleva aesta decisión se basa en el reconocimiento de que otras unidades de primera articulación.
2.0 nORfA SEMÁNT1CA y MÉTODO LEX1COGRÁFICO ¡ES POSIBLE UNA TEORfA DE LA PALABRA Y DEL LÉXICO? 21

enseñado toda la lingüístlca moderna, y qu.e la palabra sea u.na com- Aronoff que el morfema no es la "unidad mínima con significado"
posición polimorférnica cuyo significado resulte de la composición
5rt¡, L .V'-\ •
sino que sólo la palabra misma puede considerarse como tal. De ahí
l»("/v-f- I f ••• ,

. 1r ..,.J ~ , .~~
de los significados de sus morfemas constituyentes. Siguiendo una que su lectura de la obra de Saussure lo lleve a atribuir a éste la idea I
t -

ejemplificación anterior de Bloomfield (1933: § 10.1), sostiene que de que la unidad realmentemínima COI1 signifJg¡.dosea "el signo"
los morfemas cran-, boysen-, y buckle- con los que se "componen" las entendido --Comopalabra: "Translated ínto a Saussurean frarnework,
palabras inglesas cranberry (arándano), boysenberry ("frambuesa de rhe hypothesís says thatfor the purposes of syntax, (he word (sans
Boysen"?) y huckleberry (no conozco un nombre en español), no tie- inflection) is the mínima! sign" (la cursiva es mía)", -
nen existencia propia fuera de esas tres palabras y tampoco tienen Sorprendente corno -roenú argumentación, resulta muy lógica
significado; y que strato-, 11lue-, goose- que componen strawberry (fre- si se coma en cuenta que su objetivo central es encontrar la manera
sa), blueberry (zarzamora?), gooseberry (¿?), aunque tienen signíflcado de tratar la morfología y la formación de palabras en el marco gene-
en aislamiento, las palabras de las que forman parte no se "componen" rativista, en cuyo origen se encuentra la definición matemática de
de él, pues los significados 'paja', 'azul'. 'ganso', erc, no tienen nada un lenguaje: una gramática y un diccionario; es decir, una sintaxis y un
que ver con los significados de las palabras obtenidas'', Por eso afirma léxíco/. El léxico sólo "se inserta" en la sintaxis, por lo que las unida-
des que lo forman, las palabras, deben existir previamente. El esfuer-
; En el ámbito de las drupas comestibles, de las que las regiones frías de la Tierra zo de Aronoíf consiste en buscar la manera de someter la formación
son tan ricas, hay tina gran variedad de drupas, de los géneros fttJgarj¡¡, uaccinium y r¡¡-
dé palabras a reglas (excepto las que se producen por derivación),
bus, que el inglés agrupa corno be~i(s y el alemán como beeren, por la manera en que sus
culturas conciben ame todo la drupa (en español, la cultura distingue la. fresa de la para darles un lugar en el sistema generativo y lo cierto es que, en
mora; y la frambuesa o el arándano de la zarzamora y la grosella, por ejemplo, en que su efecto, el significado de una palabra no es el resultado de la compo-
forma de drupa pasa a segundo término o incluso, no se reconoce). Muchos de estos sición de los significados de los morfemas que la constituyen'', Se
nombres se producen de acuerdo con diferentes observaciones de los pueblos que ha-
blan estas lenguas (color, zona en que nacen, preferencia alimenricia de ciertos animales,
erc.), pero además, como se trata de fruros comestibles, ha habido gran cantidad de hí- 6 Puesto que la Hexión, en general, tiene mucho mayor regularidad que la deriva-
bridas, creados por individuos reconocidos. Tal es el caso de la boysenberry, que lleva el ción, es más factible tratar de elaborar reglas formales para aquélla y, por lo tanto, en-
nombre de Rudolph Boysen, Sil creador, en 1923, a partir de la rasl'berry (frambuesa). conrrarle algún lugar en la sistemática generarivisra, que para ésta, tan "idiosincrárica".
Lo mismo sucede con la iogtmbary (que podríamos llamar "frambuesa de Logan"), que De alll su paréntesis.
Aronoff no considera. La excepcionalidad de boysm-. de eran- y de huchle- como morfe- 7 En su primer capítulo, condensa el sentido de "Rernarks on norninalization" de
mas del inglés se debe, en el primer caso. a que Rudolph Boysen no dio su nombre a Chornsky (publicado en R. Jawbs y P. S. Rosenbaum (eds.) Readings in English Tram-
ningún otro producto, en los dos siguientes. a que se [rara de nombres completos here- jormatio1lft! Grammar, Masschussers, 1970: 6): "This paper presents a new rheory of
dados. rcspecrivarnenre, del antiguo germanico (mm- es la misma raíz del ingL crane- y syntax, in which alt of derivational morphology is isolated and removed fram rhe syn-
el al. Krahne (grulla y grua) y del antiguo inglés), Bloomfidd (1933: § l3.2) propone tax, jr is insread dealr with in an expanded Íexicon, by a sepa rate componenr of the
que gooJ'eberry es una modificación posterior de *grllsJe-berry. No (Oca la posibilidad de grammar." (Aronoff 1976: 6').
una resernantización de la palabra en época moderna, motivada por la necesidad de dar- • El resto de su argumentación consiste en explorar el carácter morfológico de
le un significado comprensible, como sucede ramas veces en voces corno vagabun- verbos como reftr, d4er, pre:frr, remit, commit, transmit, resume, presume, consume, etc.,
do!avagd.mundo~. Pero se puede. suponer que en todos los casos sean composiciones de en. donde segmenra re-; de-; pr~-, com-, trans-, etc, para asegurar que cada uno de estos
-berry y un especificador de color, de creador, de preferencia alimenticia de ciertos ani- prefijos no tiene un significado propio e idéntico. En efecro, no lo rienen, pero ¿par.>
males, de la misma clase que en esp. palo de rosa, palo de carnpeche, palo de limón o un angla hablante actual esas segmentaciones son evidentes? Se diría que para un ha-
rosa de Casrilla, blante actual, esas palabras no pueden descomponerse en más morfemas. Se podrá, poi
22 TEORíA SEMANTI.O, y MI1TOOO U,XICOCRÁFICO ;ESI'OSlBLE UNA TEORfA DE LA PALABRA Y DEL U'.XICOf 23

puede concluir, entonces, que no hay una definición de la palabra rencíarla de otras'", De ahí procede la definición del morfema como
como se había venido buscando en lingüística descriptiva y estructu- signo, no de la consideración de un significado reconocible y autó-
ral, sino una adaptación de la concepción cultural de la palabra (a la norno!'.
que Lyons y muchos lingüistas prefieren llamar "inruitiva") a las ne- Llega uno así a la idea de que, mientras el _:.~~o~oci.!.nientodela
cesidades del sistema generativo. existencia objetiva y real de.la unidad palabra dependa de l~~ pros.e-
~7L•.~-"')
Sin embargo, vale la pena considerar de nuevo su negación del dimientos de descubrimiento morfológico y de los grados de cohe~_
morfema como "unidad mínima con significado". Para ello, hay que sión que haya entre morfemas, sin considerar realmente el significado,.
recordar el papel heurfstico del significado en el proceso de descubrí- s.u existencia se pondrá en duda, en especial cuando se trata de len-
miento de los elementos de una lengua: dados dos signos cualesquie- guas aglutinantes, en que -hay la posibilidad de formar largas cadenas
ra" si se comparan sus formas y, al hacerlo, surge una diferencia de d~ morfemas sin que se perciba con claridad una solución de su con-
significado, se consideran diferentes. De ahí que sea válido comparar tinuidad. En cambio, si se cambia la perspectiva, es decir, si se busca
boysenberry con strauiberry, por ejemplo, para concluir que se pueden otra forma de abordaje de las mismas dificultades reseñadas antes,
distinguir boysen- y straui- como diferentes, dada la base de la compa- podría ser posible reconocer la unidad palabra en términos generales
ración, que es -berry. Puesto que boysen-, strato- y -berry forman par- y reordenar los criterios que permitan reconocerla.
te de una unidad que tiene un significado propio y reconocible, se
supone que las formas que la componen también lo tendrán, pues
son elementos de primera articulación, no meros elementos distinti- Los LÍMITES Y LOS ALCANCES DE UNA TEORÍA
vos. La palabra resulta así una composición morfológica, desde el
punto de vista de su forma. Pero lo que sucede en estos ejemplos yen Antes de proceder a in tentar lo, es necesario hacer dos precisiones:
el análisis morfológico descriptivista de cualquier palabra es que su por un lado, distinguir la teoría de Losmétodos y, por el otro, delimi-
significado, como tal, no interesa, sino sólo su capacidad para dife- tar el papel de la teoría, Pues, como se ha tratado de demostrar aquí,
los métodos de descubrimiento y d.e tratamiento de los rnorfemas
ejemplo, con re-malee 'volver a hacer o rehacer', pero probablemente no con re-mit, presuponen la existencia de la palabra (heurísticarnente), ya que su
re-sume, dd mismo modo en que un hispanohablante actual no analizada re-mitir
significado deriva de ella; pero no sólo eso, sino que una serie de mé-
o re-sumir. He ahí el riesgo de no considerar el carácter histórico del vocabulario. Si la
segmentación Se automatiza, como se ha experimentado en estudios cuantitativos, un todos fonológicos y morfológicos de tratamiento de la palabra, de los
corpus de palabras de esta clase que esté bien nutrido demuestra que las probabilidades que se hablará más adelante, no puede suplantar la explicación nece-
de que, dado un estadio de lengua determinado, haya una segmentación de ese tipo, son
muy bajas. Mi alumno Alfonso Medina ofrece notables demostraciones al respecto en
su reciente tesis doctoral Im,estigadón de prefijos)' cllticos en el español de México. Gluti- io Ni dir-án que tienen meanÍlIg, sino qu.e son menníngfül.
nometria en el Corpus del español mexicano contemportÍneo(200.3), 11 Por eso Heger (1976: capírulo 3) distingue el morfema en surango 1. de la
<J La tradición saussurearra considera signo cualquier elemento que tenga significa- "unidad autosémica mínima" en Sll rango 2. El morfema sólo significa en unión con
do, es decir, cualquiera. de la primera articulación rnartineriana. Hjelmslev (1974 otros morfernas gramaticales (gramemas) o con otros lexernas, que le dan entidad a la
[1943]: capítulo l 2J, por ejemplo, distingue roralmenre las figuras -elementos de la palabra, como sería el caso de re- en remalse en inglés o cant- y -o en canto, en español;
segunda articulación, como los fonernas, qLlesólo distinguen-e- de los signos, [Ocios los mientras que -mal« o strau- y -berry en straioberry son unidades aurosémicas mínimas,
de primera articulación, que sign ífican, como -bacer en rehacer.
24 TEORlA SEMÁNTICA y Mb.TODO LEXICOGRAFICO ,ES POSIBLE UNA nORiA DE LA PALABRA Y DEL lEXICO? 2)

saria de un fenómeno real y objetivo, anterior a todos los métodos: !;..I CD el fenómeno considerado, pero se sitúa en un nivel de generalidad o
de la existencia de una ~nidad lingQis!~a palab!E. p.ara muchos ha- de abstracción tal que, a la vez que lo explica, no puede ofrecer des-
bJ.;mt~weJ~guas diferentes y"p,a¿a codos tos li?gü¡sJas_q:u~~e has~ cripciones específicas de todas las contingencias en que se produzca.
,El.sl,!a, El papel de la teoría es ofrecer una explicación coherente y Esto es especialmente claro cuando se trata de la unidad palabra en
exhaustiva de un fenómeno que se estudia; es por eso y en buena cualquier lengua. La teoría de la palabra no podrá prever las contin-
ciencia, un resultado, no un antecedente del estudio del fenómeno. gencias en que se forman históricamente.
Se convertirá en antecedente sólo después de que ha sido formulada Para cambiar la perspectiva con que se intente llegar a una teo-
y como parte del proceso siguiente, que es el de su verificación en ría de la palabra hay que considerar los tres aspectos que han veni-
relación con otros fenómenos nuevos que se consideren de la misma do interviniendo en los esfuerzos anteriores y reorganizarlos con
clase. Por eso, no tiene sentido pensar que una teoría determinada una posición epistemológica diferente. En mi caso puede conside- ~
"se aplica" a cierro fenómeno, convirtiéndola en una horma o en un rarse como "pragmática radical" (Lara 2001). Primero, hay que 'JJ
cartabón de lo que "debe ser" el fenómeno. Una teoría, por el contra- partir del significado y afirmar, con Alain Rey, que «la seule défini-
rio, una vez que ha podido formularse a partir del estudio experi- don possible de la lexicalité des unités ou, si l'on préfere, la seule
mental de muchos fenómenos considerados de la misma clase, se déíinition du "rnot", est de nature sérniotique" (Rey 1977: § 6.4).
contrasta, se verifica, se somete a comprobación con otros fenóme- Es decir, a la inversa de lo que afirman los métodos de descubrí- 1
nos similares. miento morfológico de la palabra, har que comenzar por la consi-/
12..9.ue "se aplica' son los mérodosde observación, de d(:sc:uprl:.. deración de su sustancia del contenido, que es en donde se aloja la
miento y d~ -;i;~m;~\dón de los result;dos obtenidos.
métodos, cuando son inductivos porque se desconoce la naturaleza
Pero los capacidad única que tiene la palabra para nombrar cosas, acciones,
ideas, emociones propias de la experiencia de la vida. Segundo, ,!1áy
o
del fenómeno en estudio y, en consecuencia, no se sabe si son los que someter los criterios rnorfológicos y fonológicos de delirnita-,
adecuados o correctos, o cuando obedecen a un proceso de verifica- ción de la palabra a ese primado de la significación, tomando en
ción bien probado y establecido de una teoría ya existente, no son la cuenta la reciprocidad de las relaciones entre los planos del conteni- .•
explicación del fenómeno en cuestión; forman parte del instrumen- do y de la expresión, y el carácter determinante de la sustancia del /.)-

tal de la ciencia, no del objeto estudiado. Lo mismo ha de decirse de contenido. Tercero, hay que entender el papel que juegan los siste- (3)
la confusión entre sistema de representación del estudio de un fenó- mas de escritura en fa: idea de la 'palabra que compartimos los ha-
meno y sistema real del fenómeno. La propuesta de Aronoff y las ,?lantes de lenguas como el español, el inglés, el francés, etc.,
diferentes maneras en que la corriente generativista han intentado Ienguas todas ell.as del ámbito cultural que no sólo define nuestra
tratar el léxico (pues la palabra individual no se considera) obedecen comprensión de las lenguas, sino que incluso ha sido el inventor de
a la clase de sistemas con que esa corriente busca investigar el fenó- la lingüística.
meno del lenguaje humano, pero no a la naturaleza sistemática que
tenga o que constituya realmente al lenguaje.
Naturalmente que una teoría debe esforzarse por dar cuenta
completa de todas las manifestaciones o variedades que pueda tener
26 TEORfA SEMANTICA y MÉTODO LEXICOGRAFICO :ES POStBLE UNATfORfA DE LA PALABRA Y DEL lÉXICO? 27

EL PRIMADO DE LA SIGNIFICACIÓN 54, 86)J2, No se sabrá cuál será el significado de "birn barn" o de "au
pas" para esa niña, pu~s puede corresponder, en el primer ejemplo, a
La palabra se materializa para todo hablante como nombre de cosa; la lámpara misma, a su movimiento, :J ruido que se produce ~ cada
tomo medio que le ofrece su lengua para dar nombre a todos los oscilación, o al movimiento imitativo de la niña, pero en cualquier
objetos a que da lugar su experiencia de la vida. Por eso afirma caso, "birn bam" denomina un elemenro de la acción. Lo mismo se
Alain Rey (1977: § 8.1.3, 186): "Si le centre concepmel [de la lexi- puede decir de "au pas": puede ser la velocidad del paso, la acción de
colegie] est le domain du nom au sense large de name c'est essen- .caminar ° incluso una característica propia del caminar, interesante
tiellernenr paree qu'il ese au centre de l' arricularion sémiotique du para la niña, pero la denominación se produce. A partir de esa edad,
sujet humain -tres expllciternent du sujer de connaissance carté- durante el sexto estadio de la formación de la inteligencia, delimita-
sien, husserlien, etc., mais plus largement du sujer social, du sujet do por Piaget, la producción de palabras de esa clase se multiplica. La
idéologique, du sujer inconscient] ... ]- avec ses objers, tanr sur le formación de esas proto-palabras no se "genera" desde un sistema
plan de l' expérience du savoir que sur celui de la praxis et de l' affec- morfológico y su correspondiente combinaroria regulada, sino que
tivité", La palabra parece ser el núcleo del modo más importante de se produce en la disociación significativa de un elemento de la acción
la significaCión;-la denominación de los objetos dignos de conside- que tuvo lugar. a base de una palabra que recibe el niño de los adul-
raciÓn para la experiencia humana. Ese carácter denominativo de la tos que lo rodean, pero que adquiere un significado propio en el
palabra, reconocido también, como se vio antes, por Lyons, es lo hablar del niño. 'Birn bam', que podría ser una palabra de la mater-
que primero se manifiesta a la reflexión de un hablante sobre su lalial3 (de la que forman parte guaguá, miau, quiquiri quí, etc.), pro-
lengua y en el largo proceso de aprendizaje de la lengua materna cede de un acto de denominación, es decir, de la significación, no de
por los niños. la morfología; lo mismo "au pas" (al paso o, como se diría a un niño
En efecto, como lo demuestran múltiples estudios de la adquisi- en español mexicano, "pasito a pasito") no es la unión de dos morfe-
ción de la lengua materna, es el acto de denominación de elementos mas, sino una sola unidad de denominación.
distinguidos de una acción verbal lo que constituye el signo (lo que O sea que una palabra puede definirse mejor como un signo di-
Aronoff rescata, aunque con una interpretación parcial del pensa- sociado entre todos los complejos elementos que constituyen una
miento saussureano) y ese signo se materializa ante todo como pala- acción (incluidas las expresiones verbales), cuya característica funda-
bra (aunque no la misma que llegan a construir las comunidades mental es la denominación, ya sea de la acción misma, ya de uno de
Iingüísricas a lo largo de su historia). sus componentes. que resulte pertinente para el hablante en una ac-
Jean Piager en su investigación de La formación del simbolo en el ción verbal dada. Tal denominación no es una creación nueva, sino
niño (1%1 [1959]) ofrece preciosos datos de ese proceso, Por ejem-
plo, una niña de un ano, dos meses "ve una lámpara suspendida del 12 A esas edades todavía no se manifiestan las construcciones sintácricas. La "pala-
techo y que oscila: ella se balancea inmediatamente diciendo 'birn bra" se predica de 10 disringuido en la experiencia, de lo referido, pero no hay una pre-
bam' (Observación 56, 88); la misma niña, al año, cuatro meses "dijo dicación materializada en una sintaxis.
13 Elizabeth Heyns propuso este término para significar el lenguaje que usan los
'au pas' al caminar cuando hasta entonces nunca había pronunciado.
adultos para dirigirse a los niños en su tesis Una prueb« de exploración lingülsticd para
esta palabra y no se la acababa de decir delante de ella" (Observación niñl1S mexicanos (1983).
<,
"

28 TEORfA SEM/\N"flCA y MIOTODO LEXICOGRÁFICO ,ES POSIBLE UNATEORL~ DE LA PALABRA Y DEL Lf..xICm 29

una adaptación, en el sentido piageriano!", de un signo histórica- quiere decir que, si bien la unidad de denominación está en la base
mente constituido. Como signo de una lengua real, se concreta me- de la unidad palabra, no basta con considerar su origen significativo
diante las características de la forma del contenido (morfologia) y de para definirla. Se puede decir que la denominación, en términos filo-
su correspondiente plano de la expresión (fonología y fonética); genéticos, es la condición necesaria para la existencia de la palabra,
como signo, sus dos planos son inseparables y mutuamente recípro- pero que no es suficiente para delimítarla'",
cos'". El mecanismo cognoscitivo que la perfila, ya se entienda con De ese primado de la significación se puede derivar un criterio
los conceptos de coordinación de esquemas de acción de Piaget o de de reconocimiento de su existencia en cada lengua particular, que dé
Cestalt todavía requiere mayor investigación, por parte de una psico- lugar a métodos de descubrimiento y de descripción.
lingüística experimental.
Un acto de denominación, sin embargo, no produce palabras y
sólo palabras, en el sentido en que las distingue la morfología de la CRITERIO DE LA UNIDAD DE CITA
sintaxis. Se observa a menudo que los niños forman unidades de
denominación que, en comparación con la lengua de los adultos, son Puesto que la palabra es una unidad de denominación que se produ-
más que palabras. Por ejemplo, el niño que pronuncia "elelevador", ce en un acto verbal, es posible identificada en cualquier lengua en
y no puede distinguir el articulo: el niño que dice "la Iala" en vez de dos clases de actos verbales: de identificación de objetos o de pregun-
"el ala", o el pequeño francés que habla del "soiseau" en vez de "oí- ta (y respuesta) por el significado 17. En el primer caso, el acto se
sea u" (No hay que olvidar la manera en que el español adaptó voces produce en un diálogo, en que el hablante está mostrando objetos a
árabes con todo y su correspondiente artículo: al-canfor, al-garabía, su. interlocutor, señalándoselos y enunciando su correspondiente
al-godón, al-mohada, etc.). La unidad de denominación también da unidad de denominación. Es un acto muy común precisamente en
lugar a composiciones como fr. pomme de terre 'papa', chemin de ftr lingüística descriptiva, pues sólo así puede comenzar su trabajo un
'ferrocarril', librepensador, librecambista, correveidile, neobienpensante lingüista que se enfrenta a una lengua desconocida para él. En cultu-
y los ejemplos antes citados dellnglés: boysenberry, loganberry. En la ras como la nuestra, que han desarrollado una educación gráfica, los
formación de términos especializados, las unidades de denomina- "diccionarios visuales" sustituyen la acción verbal entre dos perso-
ción pueden ser sintagmas conformados por palabras, como máqui- nas'", en otras, basta con ir mostrando objetos para obtener palabras.
na de vapor, síndrome de Daum, teléfono celular, etc. Todo lo cual Por ejemplo, un niño huichol pregunta a un adulto: "¿'oo ketitita?"

I·¡ Una adaptación es la acomodación que realiza el organismo humano (en el caso 1(, Hay que mantener.aparte, por ahora. todas las expresiones que se escriben como
dd lenguaje, la inteligencia) de acciones procedentes del medio a su propia organiza- palabras, como las preposiciones y las conjunciones. El criterio de unidad de denomina-
ción. Dice Piager (1969 [1947J: 8): "el pensamiento se organiza adaptándose a las cosas ción es claro cuando se trata de susranrivos, verbos, adjetivos yadverbios.
y, al organizarse, organiza las estructuras". 17 Sobre el acto verbal de pregunta por el significado. véase Lara 1997: cap. Il, § 4.
15 No trataré aquí las hipótesis que puedan hacerse a propósiro de cómo se ha- IS Hay que subrayar la "educación gráflca", que es un hecho serniótico definido por
brán formado las primeras palabras de una lengua histórica, que forman parte de la la cultura. Para poder Interpretar gráficas o ilustraciones como las que se encuentran en
especulación de los orígenes de las lenguas, pues evidentemente, no hay documentos esos diccionarios, hay que haber recibido una educación previa, pues de otra manera o
prehistóricos. son ininteligibles o producen conflictos culturales.
30 l'EORfA Sl'MANTlCA y !vlÉTODU LEXlCOC;RAFICO ¡ES POSIBLE UNA TEORíA DE LA PALABRA Y DEL LrXIClP 31

'¿éste qué es?' y el adulto le responde "kauxai rsiriki", 'pues es una de tercera persona del singular del presente, que se selecciona como
zorra, en que kauxai se aísla como unidad de denominación de unidad de cita de los verbos, pues en ella la raíz forma la palabra. En
la zorra; a "¿'iki ta?" '¿y este?" responde "rniki ta rnaye" 'ese es un león' náhuad moderno, de la localidad de Ocotal Texizapan, Veracruz, por
(maye); "¿iketilita 'iki!" -erepante (un elefante, con el hispanismo) 19. ejemplo, [motalowa] 'corre' [nehnemi'] 'camina', [para.ni'] 'vuela, se
En su manual dedicado a la lexicografIa de lenguas amerindias, citan de esa manera; en tanto que los sustanrivos se citan, o bien sin
Dorís Bartholomew y Loulse Schoenhals (I983: § 5.2.1, 33) seña- morfemas de número ni género: [ikpál] 'silla' (en los diccionarios
lan: "ir is irnperative that a psychologically natural form of a lexical icpalli), [ilwika'] 'cielo' Ulf.¡uicatl), o bien [noma] 'mi mano', [nohyi-
itern be cited as the cntry forro in the dictionary listing. A form sh] 'mi ojo', [nohyia] 'mi nariz, en que el pronombre "posesivo" es el
should be chosen that is most apt ro come tú (he mind of rhe in di- instrumento de actualización del uombre+, Este papel de los pro-
genous user when he wishes tú locare sornething in the dictionary. Ir nombres es muy común en otras lenguas, como en los casos de varios
is irnportant ro choose a citation form thar he finds easy to unders- dialectos zapotecas y mixtecos+'. Pero lo que hay que resaltar es que
tand in isolation and that in some sense represents rhe basic meaning la existencia de la unidad de cita es el mejor testimonio del origen
of rhar lexical irem." Que se trate de un tema Iexicográfico y no lexi- sernánrico de la palabra y, a la vez, el elemento del plano del conteni-
cológico no debe oscurecer el hecho de que, en la práctica lexicográ- do en que se basa su posterior delimitación morfológica..
fica de esas autoras, la existencia de una unidad de cita se puede
comprobar en múltiples lenguas. "Some languages may have already
developed a citarion form that speakers use ro refer to a lexical item. LA DELIMITACIÓN MORFOLÓGICA DE LA PALA.BRA

Totonrepec Mixe has such a form for verbs. It showed up in a folklo-


re rext when rhe srory reller paused in his narration tú explain the Cuando el estudioso de la morfología de una lengua no se atiene a la
meaning of me word he had just used"20. Este es el caso de un acto radicalidad distribucionalista comentada al comienzo de este artícu-
verbal de explicación del significado de una palabra, que ocurre es- lo, parte de la unidad de denominación para explorar la conforma-
pontáneamente cuando un narrador se detiene ante una unidad de ción morfológica de la palabra; lo mismo hace el descriptor de una
denominación que puede ser desconocida para sus inrerlocurores. errgna para-pndecproponer a su informante probables pares míni-
No siempre la unidad de cita es un morfema libre, sino que muchas mos que lo lleven a descubrir los fonemas de su lengua. Sólo que tal
veces necesita integrarse con varios morfernas para poderse actuali- hecho no se reconoce, a causa de la limitación autoirnpuesta, de no
zar. Es libre, según esas autoras, en náhuatl yen otornr", en la forma

19 Agradezco estos ejemplos a la profesora Paula Cómez, de la Universidad de chas regiones con el náhuatl, aunque predomina en los estados de México (al sur. oeste
Guadalajara, México. La lengua huichol forma parte del tronco yero-azteca, se habla en y norte), Hidalgo, Queréraro y San Luis Porosí.
una amplia región de la confluencia de los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zaca- 12 Debo estos ejemplos a mi alumna Rubí Ceballos, No mcparece "posesivos" la
tecas, en el occidente-norte de México. designación más adecuada de esos rnorfemas cuya función es localizar un objeto en re-
zoEl rnixe de Torootepec (Oaxaca) forma parte de la familia de lenguas míxe-zoque. lación con el acro verbal, pero es la más usual.
"' El náhuarl sigue siendo la lengua más extendida de Mesoamérica, aunque muy 23 Ambas de la familia oró-mangue: la comunidad de lenguas zaporecas en el esta-
fragmem:ada en diversos dialectos; el otorni es de .1;1 familia oro-rnangue; comparte mu- do de Oaxaca y el mixreco en ese estado, sur de Puebla y sierro de Guerrero.
32 TEORíA SEMÁNTICA Y MÉTODO LEXICOGRÁFICO lES POSIBLE UNA TEORíA DE LA PALABRA Y DEL LÉXICO? 33

considerar el significado, sino de utilizado únicamente como instru- otros se postulan como morfemas de valor gramatical o gramemas->,
mento de descubrimiento. los que formen un inventario mayor (que después será casi ilimita-
De acuerdo con el punto de vista aquí adoptado, hay que postu- do), pero tengan una baja o muy baja frecuencia de aparición se
lar ahora que los criterios morfológicos de delimitación y reconoci- postularán como lexernas. Así se distinguen, por ejemplo, cant-,
miento de la unidad palabra en cada lengua deben ocupar un bail-, toc-, perr-, gat-, lob-, niñ-, banc-, etc. de -o, -as, -é, -a, etc, Según
segundo lugar en la jerarquía de criterios que establezca una teoría de la lengua de que se trate, una palabra puede estar formada por un
la palabra. lexerna y uno o varios gramemas, como es el caso de canto, canté,
Precisamente porque ha sido la morfología la rama de la lingüís- baila, bailó, toca, toqué, perro, perra, gato, lobo, niño, banco, o del
tica que más ha debatido la existencia real de la palabra, todos los alemán oor-stell-en (presenrar o imaginar'), her-aus"zu-jind-en ('en-
autores comentados en este artículo y muchos más han propuesto centrar o llegar a una conclusión), erc, Cuando la unidad de deno-
criterios morfológicos de reconocimiento y delimitación de la uni- minación está compuesta por dos o más lexemas se define su
dad palabra, a veces con diferentes nombres. Se pueden resumir de la estructura compuesta y se opta por considerarla palabra (strawberry,
siguiente manera: boyserzberry) o sintagma de carácter fraseológico.
Según la distinción de Bloornfield 0933: § 10.1) entre morfe- Como señala Lyons (I968: §§ 5.4.9 y 5.4.10) "to cal1 a particu-
mas libres y ligados, cualquier elemento de primera articulación que lar 'cornplex' of morphemes a 'unir' implies that these morphemes
pueda pronunciarse en aislamiento es una forma mínima, o morfe- are in greacer 'cohesión' than other groupings of morphemes in (he
ma libre; en tanto que una forma ligada es la que no puede cumplir sentence which are not recognized as words". En efecto, no sólo se ha
con esa condlciórr'". Una unidad de denominación siempre se puede dicho que la unidad de denominación puede ser más que una pala-
pronunciar o escribir en aislamiento, s610 que no es necesariamente bra, sino que, desde el punto de vista estrictamente morfológico,
mínima. Cuando lo es, es una palabra: hoy,jamás, azul, yo, alld,juan, cualquier expresión verbal que no sea un morfema libre puede con-
goose, straui, etc. Cuando la unidad de denominación no es una for- siderarse una cadena de morfemas ligados sin solución de continui-
ma mínima libre es necesario sorneterla a una serie de conmutacio- dad, que haga de la palabra una unidad inexistente, sólo alojada en
nes con otras formas que tengan las mismas bases de comparación, nuestra concepción cultural y que, en consecuencia, haga preferible
para reducirla a formas mínimas o morfemas; una vez lograda la re- reconocer teóricamente al morfema y al sintagma, como lo proponía
ducción se reconocerán los morfernas ligados que la componen. Martinet, y no a la palabra. Una cadena de morfemas ligados da lu-
Cuando la reducción lleva al reconocimiento de morfemas liga- gar a una unidad palabra si se analiza su cohesión, es decir, la mayor o
dos, dado un corpus de unidades de denominación, aquellos que menor necesidad de que unos morfemas aparezcan siempre ligados
tengan una frecuencia de aparición notablemente mayor que los de- entre sí para que la unidad de denominación conserve su identidad.
más, pero constituyan un inventario notablemente menor que los De seguirse un procedimiento distribucionalisra para comprobar
esa cohesión, se puede demostrar que cienos morfcmas ligados entre

24 Son bien conocidos los coruraargumenros que recibió Bloomfield desde que
.enunció su distinción y que siguen teniendo vigencia. Véase Krárnsky (I969: Ill, 3)· II Para la designación de las unidades morfológicassigo la terminología. del estruc-
que 105 resume. ruralisrno europeo. parricularrnenre la de Klaus Heger.
34 TEORjA SEMANTICA y MÉTODO LEXICOGRÁFICO <ES POSIBLE UNA TEORíA DE LA PA_ABRA Y DEL LÉ.-X1CO? 35

sí no pueden separarse, en tanto que otros permiten diferentes gra:- más. Otra, en cambio, es la limitación paramodificar la secuencia
dos de distanciamiento. Alfonso Medina (2003) ha demostrado, con entre morfemas de una unidad de denominación (su morfotáctica).
enfoque dlstríbucionalisra y métodos cuantitativos, la posibilidad de A base de métodos de análisis como los reseñados, se puede reco-
medir la cohesión interna de la palabra de una manera rnuy aproxi- nocer la estructura moríológíca de la unidad te denominación y lle-
mada a la que seguiría un hablante. Para Lyons, tal cohesión se prue- gar a la delimitación de la palabra, que se confirmará como idéntica
ba analizando la inseparabilidad (uninterruptability) entre morfemas. a la unidad de denominación o se identifican como parte de una
Greenberg (1954: § 3.3) ofrece un ingenioso método para hacerlo. unidad más grande, propia de la fraseología.
En cambio, el criterio de movilidad posicional (posirional mobí-
lity) de Lyons -que consiste en analizar la capacidad de la unidad de
denominaciórr'", previamente delimitada por la medida de su cohe- LA DETERMINACIÓN FONOLÓGlCA DI LA PAlABRA
sión para permutarse con otras unidades de la misma dase- está
limitado al tipo de lengua de que se trate, pues depende de la libertad En cuanto forma, la unidad palabra también se ve determinada por
que ofrece cada una para modificar el orden de palabras en la ora- su composición fonológica. En una lengua ciertos fonemas sólo pue-
ción. En español resulta más útil que en inglés. den ocupar ciertas posiciones en la sílaba, en una sucesión de sílabas
La cohesión entre morfemas que forman la unidad de denomi- o al comienzo o el final de una unidad de denominación que se con-
nación se ha tratado de varias maneras en las diferentes propuestas sidere palabra. Emilio Alarcos Llorach, en su Fonología españala
consideradas, que no siguen la radicalidad distribucionalisra. El cri- (1965: 99 y ss.) relata que, en japonés, en posición inicial de palabra
terio de "inseparabiiidad" de Lyons, por ejemplo, se enfoca como no es posible ninguna combinación de consonantes; en posición in-
limitación en la posibilidad de inserción de otros morfemas entre dos terna de la palabra, sólo se admite la combinación de In! más conso-
que forman la unidad. CEo Bazell (1957: 25), quien también propo- nante (cuando un japonés comienza a aprender español, tiende a
ne este método, sostiene, por ejemplo, que el fr. saurez ofrece muy pronunciar la palabra grande como [gurande], que ajusta a su propio
pocas posibilidades para insertar un morfema más entre saur- y -ez parrón silábico: CV.CVn.CV); en posición firral, sólo se encuentra
Una variante del criterio de movilidad posicional es la limitación de vocal o vocal más /n/, es decir, en el patrón silsbíco del japonés no es
la posibilidad de insertar otras unidades de denominación en un sin- posible una formación CCV y, por eso, una palabra japonesa no
tagma dado (es decir, la limitación está definida por el paradigma del puede comenzar con dos o más consonantes.
que forme parte la unidad). Bazell señala que el morfema -ez en el De esas características de las estructuras silábicas de las lenguas
ejemplo anterior, sólo puede susrituirse por muy pocos morfernas deriva, en muchas de ellas, una función especifica de sus fonemas; la
función demarcativa de los fonemas de una lengua, es decir, el que
puedan servir como marcas de comienzo ° final de palabras. En con-
16 Pues no se puede caer en el círculo vicioso de considerarla "palabra" antes de secuencia, esta función de los fonernas se puede considerar como
terminar de delimirarla, como inadvertidamente (i?) lo hace Lyon, (1968; § 5.4.10): criterio de la determinación fonológíca de la palabra.
"One of rhe characterisrics 01'the word is rhar ir rends to be internally srable (in rerrns
No sólo los fonemas segmentales sirven a la determinación de la
-of thc order of rhe componenr morphernes}, but positionally mobile (permutable wirh
otherwords in the same senrence)". palabra, sino también los suprasegmentales e incluso fenómenos fo-
36 TEORIA SEMANT1CA y MÉTODO LEXrCOGR.Á.FICO <ES 1'05181.E UNA TEORfA DE LA PALABRA Y DEL ux.co- 37

néticos sin pertinencia fonológica. Tal es el caso, por ejemplo, del fenómenos meteorológicos de la Tierra. Esa es la clase de compleji-
acento de intensidad; como señala Lyons (1968: § 5.4.11) "for a11 dad que debe tratar una teoría de la palabra, que no es equivalente al
languages with a word-accent ir is true (in general) that there will be método de análisis por niveles que se acostumbra en lingüística des-
the same number of words in an utterance as there are accents"27, criptiva29• Dicho de otra manera: la palabra no parece ser simplemen-
como sucede en español, Pero cuando el acento no tiene valor fono- te "un nivel entre la morfología y la sintaxis" sino una organización
1

lógico, su presencia es quizá más determinante para la delimitación compleja de elementos fonéticos, fonológícos y morfológicos, orien-
de la palabra. En francés, por ejemplo, su posidón en la última sílaba tada por la significación. En tanto no se asuma como tal, no podrá
de la palabra sirve como instrumento de delimitación. Lo mismo construirse una verdadera teoría de la palabra, ni menos proponerse
sucede, por ejemplo, con el tseltal de Chiapas". En chojdk 'red' una representación formal de la palabra, que conduzca a algoritmos
chomba Jél 'comerciante' o aUI 'niño', el acento no es pertinente, interesantes para la lingüística contemporánea. El papel que tenga en
pero como cae en la última sílaba, es un indicador de frontera final las relaciones entre morfología y sintaxis obliga a replantear todas las
de palabra. En checo, en cambio, el acento cae siempre en la sílaba concepciones usuales del sistema lingüístico.
inicial, por lo que puede indicar frontera inicial de palabra. A pesar de ello, no se puede afirmar que en la lengua hablada se
llegue a una delimitación de la unidad palabra que corresponda a las
unidades que parecen tan evidentes para hablanres como nosotros,
LA PALABRA HABJ.ADA miembros de comunidades Iingüístlcas que han desarrollado esta
forma particular de cultura escrita, en que la palabra se manifiesta
Como conclusión de todo lo anterior se puede postular que la uni- entre espacios en blanco casi totalmente sistemáticos. La compleji-
dad palabra en cualquier lengua es el resultado de una sorprendente dad morfológica y fonológica de las unidades de cita, que son las
organización de elementos sistemáticos de las formas del contenido que mejor demuestran la posibilidad de que existan palabras en to-
y de la expresión, determinada por el papel que tiene como signo que das las lenguas, más bien da lugar a varias unidades palabra en la
refiere a la experiencia de la vida. El modo en que se integran esos misma lengua, como se vio en el caso de las dos unidades de cita de
elementos, es decir, el modo en que los juegos rnorfológicos y mor- sustantivos en náhuatL, y a varios titubeos en la segmentación que
fotácticos se ajustan a los fonológicos, fonotácticos y fonéticos, lleva hacen sus hablantes. En español actual lo mismo podrían considerar-
a uno a suponer que estamos ante una de las manifestaciones más se palabras asimismo, alrededor, ddrselo, afuerzas, nomas, dizque, biena-
evidentes del sistema üngüístico como sistema complejo, compara~ cido, etc, que así mismo, al rededor, dar se lo (en comparación con se lo
ble con muchos sistemas que existen en la naturaleza, en la organiza- da), afuerzas, no más, diz que, bien nacido, etc., así como la confusión
ción de los seres vivos, e incluso, en la organización del clima y los
29 Hay que insistir en la diferencia entre los métodos de estudio y la naturaleza del
27 La sílaba tónica en una expresión verbal desempeña un papel central Cilla per- fenómeno en estudio. Los métodos de análisis por niveles, "de abajo hacia arriba", corno
cepción de la expresión, como se puede comprobar en el habla ínfanril, en que, por lo hace la lingüística descriptiva, o "de arriba hacia abajo", no deben llevar a pensar,
ejemplo,jamó,¡sc ve pronunciado como [rnon] , manzana [anal, cte. y, en consecuencia. como sucede, que una lengua es un sistema de niveles. El caso de la unidad palabra de-
en el conocimiento de la unidad de denominación. muestra que la complejidad dd sistema es deotro carácter; aunque no sepamos todavía
28 De la familia maya, se habla en el centro y noree del Estado. cómo es.
38 TEOReA SEMANTCCA y MfTODO l.EXICOGR. ••.FICO iES POSIBLE UNA TEORiADE LA PALABRA Y DEL LÉXICO? 39

entre la conjunción adversativa sino y la combinación de la conjun- tos en la lengua de sus autores y, posteriormente, llegaron a represen-
ción condicional si con el adverbio no. Ese hecho fuerza a tomar en tar uno de los fonemas de esas sílabas". Ese fue el caso deljeroglífico
consideración un elemento definitorio más de la unidad palabra, in- egipcio para el desarrollo de las escrituras hierática y demórica, y para
veteradamenre descartado por la lingüística moderna: la escritura. las del árabe y el hebreo; a la vez, se cree que la escritura egipcia fue
una de las principales influencias para la creación de la escritura feni-
cia y luego griega, de donde procede la latina31.
LA DETERMINACIÓN DE LA PALABRA ESCRITA Los estudios recientes de la historia de la escritura han venido
demostrando el largo proceso de formación de la palabra escrita en
Ha sido necesario dejar hasta e! último la delimitación escrita de la las culturas herederas de las tradiciones latina y griega. Todo indica
unidad palabra porque sigue siendo cierto que muchas lenguas del que, si bien originariamente la escritura se rige por la corresponden-
mundo no tienen escritura y, en cambio, se postula que tienen unida- cia entre sonido y letra pues, como señala Francoise Desbordes
des palabra. Pero, en vez de seguir soslayando la escritura como simple, (1995: cap. 11), los latinos querían "escribir como se hablaba" -ha-
arbitraria y caprichosa forma de transcripción de! habla, hay que darle ciendo caso omiso de una sistematización ortográfica- no hubo por
su lugar entre los criterios de delimitación de la unidad palabra no sólo mucho tiempo un reconocimiento gráfico de las unidades palabra: se
para comprender lo que son las palabras de las lenguas con escritura dio el caso, que parece paradójico, de que haya habido una época en
alfabética, como el español, sino para reconocerla en su hístoricídad que se separaban mediante espacios, anterior al Imperio, y otra pos-
cultural y en el papel que ha tenido en la evolución de estas lenguas. terior, en que la escritura era continua (por ejemplo, en los textos de
Dejaré de lado los valiosos datos que ofrece a la lingüística la es- Octavio Augusto),
critura logográfica, como los jeroglíficos egipcios, los mayas, los del Según afirma Desbordes (1995: 229), la escritura, concebida
centro de Mesoarnérica (roltecas, mixtecos, zapotecas) o los ideogra- como transcripción del habla, no fue objeto de sistematización por
mas chinos, que pueden ser testimonios de otra manera de plasmar las mucho tiempo, y cuando comenzaron a establecerse las separaciones
unidades de denomínacíón-". Es claro que una unidad de esta clase entre palabras, eran resultado sobre todo de la dificultad de interpre-
puede escribirse a partir del reconocimiento esquemático de ciertos tación de lo escrito durante la lectura. Una expresión como "co-
objetos presentes a la vista y dar lugar a Cestalten de carácter icónico, ruinum" podía interpretarse corno un nombre propio, pero también
para luego evolucionar a formas cada vez más abstractas, que lleguen como eor uinum 'corazón, vino', o corui num 'cuervo, acaso', Fue la
a constituir un lenguaje gráfico completamente independiente de la lectura la que obligaba a los latinos a seguir un complicado proceso
lengua en cuya cultura se produjo. La historia de la escritura demues- de preparación de la enunciación del texto, que comenzaba por su
tra, incluso, que el desarrollo de los alfabetos resultó de primitivas (en corrección: especialmente la corrección (emendati{)) es absoluramen-
el sentido de primeras, no de sencillas) escrituras logográficas: dados
ciertos logogramas de objetos presentes a la vista, se seleccionaron .11 Por ejemplo, el jeroglífico icónico del ojo, correspondiente a la raíz jr-t de la

como representantes de alguna de las sílabas del nombre de esos obje- lengua egipcia, dio lugar a la escritura del sonido jr.
32 Estos hechos históricos hall llevado a varios historiadores de la escritura a extra-
polar del proceso de formación de la-escritura alfabética una necesidad releológica para
30 Véase al respecto Sarnpson 1997. todos los sistemas de-escritura que se pueda querer crear en el presente.
40 TEORíA SEMÁNTICA Y MÉTODO LEXICOGRAFICO ¿ES POSIBLE UNA TEORJA DE L" PALABRA Y DEL LÉXICO? 4I

te necesaria atendiendo a la condición del "libro" antiguo: "éste es dad y la Edad Med ia hasta comienzos del siglo XVII (gracias a la difu-
una copia manuscrita, de calidad frecuentemente mediocre ... que sión del libro impreso y el nacimiento de la lexicografía), a base de
presenta una graBa compacta, más o menos desprovista de signos de un análisis sernántico de los textos y sus correspondientes análisis
puntuación y hasta reducida (por lo menos en ciertos casos y en cier- sintáctico, rnorfológico y fonológico, pero también a base de un
tas épocas) a una sucesión uniforme de letras, sin separación de las principio de economía de los signos gráficos, que todavía no se
palabras. En tales condiciones, la corrección como algo previo a la entiende 10 suficiente. Ejemplo de ello es la inclusión arriba citada
lectura debía parecerse a lo que es hoy la anotación de una partitura de -cum, -que, cte. en la palabra latina, o la posición enclítica ligada de
musical" (Desbordes 1995: 38). Las dificultades de lectura se siguie- los pronombres en español: ddselo, frente a la posición proclítica se-
ron produciendo durante la Edad Media. Zamudio (2003: 46), CÍ- parada en se lo da. Que tales diferencias no sean arbitrarias, sino
tandoa Parkes (1993: 137) afirma: "la lectio o praelectio ... era el efecto de un análisis sintáctico, puede demostrarse a base de los cri-
proceso por el cual el lector tenía que descifrar el texto (discretio) terios de economía y cohesión propuestos por Medina (2003). Fue la
identificando sus elementos =-Ietras, sílabas, palabras y oraciones- combinación de ambos procedimientos la que llevó a considerar pa-
para poder leedo en voz alta (pronuntiatio) de acuerdo con la acen- labras, por ejemplo, las conjunciones o las preposiciones, así como la
tuación que exigía el sentido". Lentamente comenzaron a aparecer conveniencia de separar los artículos de los sustantivos, por más que
separaciones de la escritura continua: unidades que, a juicio de Par- se tratara de morfernas ligados.
kes, se formaban por su patrón rítmico, como sermodomini, aeques- La unidad palabra en la escritura 110 es, en consecuencia, un mero
emper, nonconsequatur, possibileest, que no dejan de apuntar al arbitrio sin valor lingüístico, sino un resultado del análisis lingüístico
reconocimiento de unidades de denominación. En el caso de la Es- llevado a cabo por decenas de gramático s y, después, de impresores y
paña romance, una influencia importante para la separación de pala- lexicógrafos, orientado a volver eficaz la lectura, hasta el grado que
bras en los textos escritos parece haber sido la traducción del árabe, ha llegado a tener hoy en dia. En la medida en que la palabra es fruto
por cuanto, debido alas características de la escritura árabe, que re- de una reflexión lingüística, ha venido a retroalirnenrar nuestro cono-
presenta sólo consonantes, la separación de palabras era una necesi- cimiento de la lengua y ha sido eso lo que la vuelve tan inevitable
dad más apremiante para la correcta interpretación de los textos. Fue "psicológicamente" y tan "inruitiva" hasta para los mismos lingüistas33.
hacia finales del siglo XI cuando comenzó a establecerse una separa- Para las comunidades lingüísticas que han llegado a conformar
ción canónica de la palabra latina: "todas las palabras, incluyendo las sistemas de escritura eficaces para la transmisión del conocimiento,
conjunciones (con excepción de las pospuestas -cum, y los enclíricos la palabra escrita es, por eso, un fenómeno lingüístico real, que no se
-que y -ue ... ) los monosílabos y las partículas (excepto el interrogati- puede separar de su existencia hablada, aunque obedezca a otros cri-
vo -ne y los inseparables in- y ue-) se aislaban por un espacio ... " terios, originados en el sistema de la escritura. Para las comunidades
(Saenger 1997, apudZamudio 2003: 54) lingüísticas que no disponen de esta clase de escruura, la unidad pa-
De esa historia, cuya integración y sistematización todavía está
por hacerse, en particular cuando se trata de la lengua española, se
3J Dejo de lado, por ahora, los datos que comienza a ofrecer la investigación neu-
puede colegir que la unidad de la palabra escrita se fue construyendo
rolingüísrica de la unidad palabra, lograda generalmente mediante .105 métodos de po-
.muy lentamente desde la lectura de los textos clásicos en la Antigüe- tenciales evocados y de estudios rornográficos. '
42 TEORíA SEMÁNTICA Y MÉTODO LEXICOGRÁFICO ¿ESPOSlBLE UNATEORfA DE LA PALABRA Y DEL l.ÉXICO? 43

labra también existe, aunque con otras características que, sin embar- que introdujeron una. noción de estructura del léxico, que daría lugar
go, se pueden explicar en una teoría de la palabra. a una teoría del léxico más específica.

EL LÉXICO DE NUEVO, EL MÉTODO

La existencia real de la unidad palabra en una lengua es 10 que posi- Siguiendo el principio del método saussureano, de que una unidad
bilita y da lugar a la consideración de su conjunto, que llamamos lingüística sólo es delirnitable y reconocible por su oposición con
léxico. Es decir, que el léxico en cuanto objeto de estudio es una rea- otras, la teoría estructuralista del léxico depende del método de la
lidad segunda, que se hace presente al pensamiento por las manifes- conmutación. Pues este método, que es una versión moderna del
taciones de su memoria, por la comprensión que llega a tener un llamado tercero excluido, inevitable en cualquier análisis, da lugar a
individuo de la temporalidad y la historicidad de las palabras, por el la necesidad de que la palabra se reconozca en comparación, al me-
testimonio que ofrecen de él los diccionarios, y por la observación nos, con otra y, preferentemente, en relación con todo un paradig-
que realiza el científico lingüista, en primer lugar, pero también el ma de significado, que es lo que la semántica estructuralista definió
psicólogo y el neurólogo. como campo léxico o campo semdntico, Digamos, entonces, que una
El léxico, al igual que la palabra, puede considerarse, por su for- palabra se reconoce en la teoría estructuralista del léxico por su sus-
ma del contenido, como constituido por un sistema de estructuras tancia del contenido: por lo que la distingue de otra o de otras; y
de paradigmas abiertos de sustantivos, adjetivos, adverbios, verbos y de que su identidad, en consecuencia, es una identidad opositiva, re-
paradigmas cerrados de preposiciones, conjunciones. artículos, etc., sulta.do de su estructuración en un campo léxico. De ahí se sigue
objeto de una teoría de la formación de las palabras -la Wortbit- que la estructura del léxico se convierta en un axioma de la semántica
dung.slehre alemana- y del léxico. Pero, volviendo aja afirmación de estructural, pues sin estructura semántica, la palabra no existe. Me
Alain Rey citada al principio, la única posibilidad de considerar la parece que la enorme mayoría de los lingüistas parte de esta idea
lexicalidad de la palabra, y, en consecuencia, del léxico, es semiótica; como si fuera un fenómeno real y no un efecto del método de reco-
más precisamente, semántica. Por eso fueron las investigaciones es- nocimiento. Por el contrario, lo que propongo es distinguir el mé-
trucruralistas del campo semdntico, sobre todo las de Eugenio Cose- todo estructuralista, que crea estructuras, de la naturaleza del
riu34, Bernard Pottier35, Algirdas Julien Creímas-" y varios más, las fenómeno léxico, cualquiera que sea, sin imputarle axiornáticamen-
te una esrructuración,

34 Reunidas, sobre todo, en Principios de semdntica estructural (1 981).


35 Por ejemplo en "Vers une sérnantique moderne", Trauaux de lingtlistique et de EL ANÁUSIS EN CAMPO SEMÁNTICO
littérature (Tral.íl.í), Srrasbourg, ll-I pp. 107-137; "Cha.rnp sérnantique, champ d'expé-
rience er strucrure lexicale", Zeitschrifi flr ftanzOJische Sj¡rache tmd Literarur. Probleme
Quien haya intentado poner en práctica el método del campo léxico
der Semantik, von WTli.eodor Elwert, Wiesbaden pp. 37-40 Yvarios más.
.\6 En Slmantiqlle structurale (1966). para analizar el léxico de una lengua, al menos de su vocabulario
44 TEORiA SEMÁNTICA y M~TODO LEXICOGRÁnco ,ES POSIBLE UNA TEORf". DE LA PALABRA. Y DEL LÉXICO! 45

fundamental o de varios cientos de palabras, habrá podido compro- utilidad del método, demostrado en múltiples análisis de estadios
bar que: anteriores del léxico de una lenguaJ9 en que la delimitación previa
del campo es posible y los datos reducidos, permite afirmar que el
l. el descubrimiento de rasgos significativos mínimos y perti- método de campo léxico es parcialmente adecuado. Pero también hay
nentes (o semas), depende de la cantidad de unidades pala- que agregar que el método no es positivamente 'de descubrimiento'
bra consideradas miembros del campo y de la cantidad de de semas en la naturaleza del significado, sino interpretativo. De
contextos de aparición que se torne en cuenta para cada una donde resulta que sí es posible encontrar campos léxicos estructura-
de ellas; dos, pero que esas estructuras son inrerpretativas y, en consecuencia,
2. que muy pronto, conforme avanza el análisis, los semas co- creadas por el analisra,
mienzan a entrecruzarse de un campo a otro y, si uno creía En un plano más elevado se puede considerar que la supuesta
que podría asignarles un valor jerárquico, por ejemplo de se- "cornposicionalidad" o "componencialidad" del significado, atribui-
mas a clasemas o, como conjuntos ordenados, de sernemas a da a la unidad palabra por el estructuralísrno, así como también sos-
archisememas, el entrecruzamiento es tal, que se pierde todo tenida desde Ftege por la mayor parte de los lógicos y por la
control sobre ellos y, en consecuencia, se diluyen las diferen- lingüística que deriva de ellos, por ejemplo, la de Partee (1984), es
cias entre un campo y otro, o se destruye toda estrucruración también un efecto de método y no naturaleza del significado.
globaP7;
3. que el análisis depende del conocimiento personal que tenga
el analista de su léxico. LA NATURALEZA DEL LÉXICO

La consecuencia que hay que sacar de esta comprobación es ¿Cuál será pues su naturaleza? Si se sigue la idea de que el significado
que la "teoría del campo léxico" como teoría, es falsa: que no de- de cada palabra es un hecho cognoscitivo, de carácter inicialmente
muestra la existencia de una estructura del léxico'". En cambio, la denominarivo de la experiencia del mundo, resulta, por un lado, que
la investigación debe explorar la manera en que se configuran
esquemas coordinados de acción --en la concepción de Piaget (1961
'17 De ahí la rigidez del llamado "análisis cornponencial" de Nída (1975), que esta-
[1959], 1969 [1947])- o las características de las Gesta/ten percep-
bleció reglas para impedir que se enrrecruzaran los "raxones" y se pudieran formar es-
tructuras. Sus productos han sido, por eso. análisis de taxonomías verdaderas, como las tivo-cognoscitivas que resultan de esas coordinaciones, para poder
relaciones de parentesco o cierras clasificaciones de la flora y la f.¡una, pero parece no después proponer las características del significado de la palabra tam-
haber tenido éxito en el análisis de vocablos de otros campos léxicos.
bién como Gestalt, cada uno de cuyos elementos, formados en la
58 Muchos lingüista, hemos venido insistiendo en ello, sobre codo argumentando en
acción verbal individual y delimitados por la comunicación ínterin-
contra de la creencia de que es posible la existencia de una gran estructura del léxico. Des-
de Martined1949), hasta Heger (1974b) o De Mauro, según lo cita Mounin (1992: 63): dividual (a la que me referiré en seguida), continúa teniendo la capa-
"Tiillio de Mauro mostró que la esrructuración de un léxico entero no es reóricamenre
factible, ya que postula para esa lengua una lista finlta de rasgos pertinentes de sentido, los
primitívos de Leíbniz, Ahora bien. la lengua es una estructura ·perpetuamente abierta, y 39 Por ejemplo, Sreengard (1991); TrujiJlo (1970), aunque nótese la actitud crítica
sobre todo su conjunto léxico", en 51!m() e significa/o, 1971, Bari: Adriática. temprana de Mounin (1965) ..
46 TEORlA SEMÁNTI.C.A y MÉTODO LEXICOGRÁPICO ¿ES POS1BLE UNA TEORíA DE LA PALABRA Y DEL Lf:X1CO? 47

cidad de dar lugar a nuevos desarrollos adaprativos del significado, el modo en que se forma el Léxico. Por eso la afirmación ames citada
de manera similar a como lo proponía Harrison (1971). En el primer de Alain Rey (1977: 186) acerca de la naturaleza semiótica del léxico.
caso, se trata de construir una teoría de la acción verbal, coordinada
con la teoría de la formación de la inteligencia de Piaget; en el segun-
do, del desarrollo y la prueba de instrumentos psicológicos con que ESTRUCTUR.'\S DEL LÉXICO

se puede verificar el resultado de esas acciones. Me parece que la hi-


pótesis de Rosch (1977) acerca de la existencia de prototipos cognos- No he considerado todavía el otro aspecto constitutivo de la capaci-
citivos'" se puede considerar una buena base para esta clase de dad de hablar, recién apuntado por la cita de Rey, que es su sociali-
pruebas. dad. He seguido hasta ahora un planteamiento que quizá podría
Aunque la explicación anterior corre el riesgo de parecer sólo una aceptar cualquier epistemología solipsista, como la estructuralista, la
versión más elaborada del nomenclaturismo, según el cual la palabra chomskyana o la de Searle. Pero la construcción individual de los
es solamente un nombre de la cosa, sobrepuesto arbitraria y conven- signos como parte de la formación de la inteligencia no implica la
cionalmente en ella, suficientemente criticado por Saussure, aunque suposición de la existencia de un 'lenguaje privado'; que después mi-
por desgracia siga perrneando a la filosofía del lenguaje, tan reacia a lagrosa y aleatoriamenre busque sus contactos con la lengua de los
tomar en cuenta el pensamiento lingüístico. Para eliminarlo hay que demás. El acto verbal es intrínsecamente dialógico y la lengua se
insistir en el complejo carácter de la coordinación de los esquemas construye en la acción social como una adaptación -en sentido bio-
cognoscitivos, que es el que da lugar, siguiendo a Piaget, a la forma- lógico y piagetiano- individual de la lengua materna, lo cual no
ción de la lengua en el ser humano. En esa complejidad nace el signo, sólo determina el léxico del que cada individuo se apropia, sino que
que es igual y recíprocamente sustancia y forma del comen ido, sus- delimita sus significados. La inreracción verbal actúa, entonces, se-
tancia y forma de la expresión; es decir, un efecto de la significación leccionando los elementos del significado que resultan comunican-
que, a la vez que nombra, predica características de la experiencia de la vamente pertinentes para la sociedad, en relación con su tradición
vida, aprovechando un desarrollo de la forma, una morfogénesis, de verbal y el horizonte de sentido de cada época histórica. Es aquí en
la que derivan la morfología, la morfotáctica y la sintaxis, natural- donde puede tener su papel la hipótesis del estereotipo. formulada por
mente edificadas con y sobre el plano de la expresión'". el filósofo Putnam (1975). La formación de estereotipos hace del sig-
Pero no es el objetivo central de este texto exponer una teoría del nificado léxico un conocimiento compartido; no lo estanca, pero sí
lenguaje completa, sino restringiese a explorar la posibilidad de cons- define un horizonte de interpretación a la creación metafórica de
truir una teoría del léxico. De allí que se pueda sostener que la pala- significados, procedente de la permanente reelaboración de los es-
bra, ante todo, nombra, y que de esa cualidad deriva su naturaleza y quemas cognoscitivos del individuo. Las relaciones y expansiones
semánticas del prototipo y del estereotipo, siempre estructurantes,
40 Una discusión relativamente ponnenorizada de esta hipótesis se encuentra en mi nunca definitivamente esrructuradas, junrocon la creciente expe-
artículo "Prorotipo, estereotipo y significado" en Lara (2001). riencia de sentido que ofrece la lengua histórica en su discursividad y
41 Los estudios de lexicalización, gramaticalización y fraseología apuntan, en el
en sus obras de reflexión, como las gramáticas y los diccionarios,
fondo, a considerar la sintaxis como resultado de una rnorfogénesis, no de una segmen-
ración producida a priori por 'estructuras innatas'. pueden formar un sistema, pero será un sistema propio de cada indi-
48 TEORIA SEMANTICA y MÉTODO LEXlCOGRAFICO ¿ES POSIBLE UNA. TWRÍA DE LA.PALABRA. Y DEL LÉXICO? 49

viduo, de naturaleza procesal y no estática ni terminada; de la ener- No hay que soslayar el peligro inherente a la explicación anterior,
geia, no del ergon, para recordar la fértil pareja conceptual de que no proviene todavía de un análisis verdadero, en que se ponga en
Hnmboldt. En cambio, puede dudarse de que haya un sistema léxico juego un conjunto de ecuaciones propias de la teoría de las catástro-
en una lengua histórica. Lo que nos ofrecen los diccionarios mono- fes para explicar la formación de un campo léxico bajo condiciones
lingües, ranto históricos como de una sola época, no es un sistema del precisas de sentido. Se trata solamente de la explicación de una hipó-
léxico, sino un léxico lexicográficamente, metódicamente, sistematiza- tesis, con buena parte de contenido metafórico. Como sabemos gra-
do. El léxico de cada individuo, por su parte, puede tener más bien cias a Bachelard (1979), la metáfora en la ciencia puede convertirse
las características de una totalidad desordenada, en la que se forman en un obstáculo insalvable; pero sólo con metáforas podemos aven-
conglomerados de palabras'", sobre los cuales actúa cada oración o turar nuevas ideas a propósito de lo que queremos conocer.
cada discurso, reorganizándolos y dirigiéndolos de acuerdo con el
sentido total de la acción comunicativa a la que corresponden. Una
explicación de esta clase de procesos se podría construir con la teoría EL LÉXICO DISPONIBLE
de las catdstrofes, del biólogo francés recién desaparecido René Thom
(1975): las condiciones de cada acto verbal, las funciones sintomáti- Si se piensa en un sistema de esta clase, en que las variables sean la
ca y apelativa del signo (en términos de Bühler), la época histórica edad de un grupo de informantes, su sexo, su nivel de educación,
del vocabulario, el tema de la comunicación, etc, pueden concebirse la presión del tiempo en que deben ofrecer sus respuestas, un tema o
como variables de una catástrofe multidimensional, que ordena cada campo de interés determinado y la condición de producir un texto
vez el universo léxico del hablante y da lugar a diversas microestruc- en forma de lista, a lo que se llega es a un estudio de vocabulario dis-
turaciones de su vocabulario en torno a un atractor definido por el ponible, en el que el campo de interés se constituye en el atractor de
juego de fuerzas de las variables. Estaríamos delante, en consecuen- una organización del conocimiento léxico de los informantes (López
cia, de un sistema dinámico complejo, muy diferente de como se lo Chávez 1998). Hasta ahora, los estudios de vocabulario disponible
imaginaba el estructuralismo. Un sistema de esta clase ya no seda tienen un papel por lo menos marginal en lexicología, si no es que
descriptivo, en el sentido en que estamos acostumbrados a entender realmente se los desprecia como meras técnicas pedagógicas; pero
la palabra descripción, que tiene un valor raxonórnico, sino explicati- bien miradas, los métodos de encuesta del vocabulario disponible
VO, situado en un plano de abstracción tal, que ya no podría repre- nos ofrecen datos de la manera en que se organizan ciertos ámbitos
sentarse con los consabidos cuadros de palabras y semas, Basta pensar del vocabulario de un individuo, cuando se los somete a un solo
que cada variable da lugar a una dimensión del sistema dinámico
complejo, por lo que, en consecuencia, el léxico de cada hablante en
ce haber terminado el cálculo de catástrofes producidas en mayor número de dimensio-
cada situación cornunicariva sería n-dimensional+'. nes. Véanse también los inreresanres estudios al respecro de Wildgen (1982, 1989,
1999). Tampoco es obligatorio reducirse a considerar los-sistemas lingüísricos como
42 En esta dirección se pueden interpretar muchas de las experiencias de la investi- sistemas de catástrofes; el pensamiento matemático sobre sistemas dinámicos complejos
gación de Ríeger sobre campos léxicos. Véase Rieger (1981, 1983, 1985). es mucho más rico y variado. Por último, hay que prevenirse de no tomar las represen-
H La teoría de las catástrofes no está completa. Thom propuso sus ya famosas siete taciones gráficas de las catástrofes elementales como hemos reales, como ya ha sucedido
c.'l~trofes elementales, para estudiar juegos de variables bidimensíonales, pero no pare- varias veces entre algunos lingüistas.
50 TEORíA SEMÁNTICA Y MÉTODO LEXICOGRÁ¡;¡CO ,ES POSiBlE UNA TEORíA DE L~ PAl.ABRA Y DEL irxrco- 5I

atractor, como es el de! terna del campo léxico; y no solo eso, pues en proceso y no una entidad estática, con lo que se refuerza la idea de
la medida en que proceden estadísticarnente a calcular el vocabulario que e! significado de la palabra y el campo léxico son fenómenos
disponible compartido por sus informantes, con técnicas de rnues- procesales y no fijos ni estáticos; y que, en consecuencia, el universo
treo y cálculo de desviaciones (López Chávez: y Strassburger 2000), léxico no tiene estructura, sino que se organiza en la actividad cerebral
son a la vez demostraciones de la manera en que los miembros de un de manera exclusivamente individual, aunque "siguiendo huellas de
grupo social, o incluso de toda una comunidad lingüística compar- anteriores mensajes nerviosos, hasta estabilizar selectivamenre los cir-
ten una memoria del léxico, que documenta su realidad léxica como cuitos utilizados con mayor frecuencia" (Mounin 1992: 49), para
hecho social. Si se romaran en cuenta los resultados de esta clase de damos un léxico compartido como el que resulta de las investigacio-
investigaciones corno testigos de una memoria individual común en nes del vocabulario disponlble'",
cierta sociedad, en cierta época, los estudios de diagnóstico de ciertos La conclusión de este largo paseo por la semántica y la lexicolo-
casos de afasia contarían con mejores instrumentos clínicos y encon- gía modernas es que la teoría del léxico es posible y probable. Pero
traríamos un puente más de comunicación entre la lingüística y la como he tratado de sostener, tal teoría depende fundamentalmente
neurología. de una integración de conocimientos presididos por la lingüística,
10 que demuestran las investigaciones de 'vocabulario disponi- pero nutridos y contrastados por la psicología y la neurología. Lejos
ble' son hechos de memoria, y aunque e! asociacionismo psicológico todavía de poder sustentar una teoría de esa clase, sólo he querido
-corriente de la que parecen proceder- esté imposibilitado para dar sustancia a mi afirmación, hilando una serie de hipótesis de dife-
dar una explicación del modo como se organiza la memoria indivi- rentes procedencias que, a mi juicio, podrá poner a prueba la inves-
dual y colectiva, pues parece ser un método conductual de 'caja ne- tigación futura.
gra', indican claramente la existencia de fenómenos de memoria que
una. teoría del léxico debe poder incorporar sistemáticamente. Si a
esta clase de datos se agregan los que provienen de la investigación
neuro-lingüística de los diferentes tipos de afasías producidas pot
diversos daños cerebrales, tendremos buenos materiales para plan-
teamos la teoría del léxico como la necesaria integración de resulta-
dos lingüísticos, psicológicos y neurológicos.
Es probable que de esta manera pueda uno acercarse a la neurolo-
gía. Aunque se trate de un ámbito de conocimiento que difícilmente
puede dominar un lingüista, bastaría con que los planteamientos an-
teriores fueran suficientes para crear un lenguaje común entre el lin-
güista y el neurólogo, con e! que se pudieran hacer preguntas
interesantes de investigación. Por lo pronto, parece ser que los estu-
44 Véase el inreresanre cornenrnrio de Mounin (J 992) al libro El hombre neurona!
dios neurológicos sobre la memoria y el funcionarníenro de la lengua
del neurólogo francés Changeux, así como diversos resultados parciales de estudios so-
en el cerebro permiten sostener la hipótesis de que la memoria es un . bre la memoria y la conciencia, publicados en los últimos meses por la revista Nature.

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