Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
10)
Pàg. 1
HABITACIONES
CERRADAS
Pere Riera
(adaptación de la novela homónima de Care Santos)
Capítulo Primero(v.10-def.)
DIAGONAL TV
RODOLFO
(A Rosa.) Se llama Concha. Acaba de perder a su hijo.
ROSA
(A Concha.) No hay manera... Ya no sé qué hacer...
CONCHA
(Sin apartar los ojos del bebé.) ¿Cómo se llama?
RODOLFO
Amadeo. Se llama Amadeo Lax.
VIOLETA
(En inglés.) Por supuesto, con obras de otros artistas
europeos. (...) ¿Dentro de la bienal? En un par de años.
(...) Entiendo. (...) Sí, hablamos entonces. (Cuelga.)
VIOLETA
¡Vosotros dos!
VIOLETA
Directos a la bañera. Y esto, (Por la pelota) queda
confiscado hasta que me dé la gana.
NIÑOS
(Corren hacia su padre) ¡No...!! ¡¡Daddy...!!
VIOLETA
(En inglés.) Es inútil. Papá no está operativo. Así que
mando yo. Al baño. ¡Ya!
VIOLETA
¿Hello? (...) (Extrañada, en español.) Sí, soy Violeta Lax.
VIOLETA, DANIEL
VIOLETA SE ACERCA A DANIEL CON LA PELOTA ENTRE
SUS MANOS. COLOCA LA PELOTA DELANTE DE ÉL; DANIEL LA
MIRA Y SE QUITA LOS AURICULARES.
VIOLETA
Les he dicho mil veces que jueguen en el jardín.
VIOLETA
Estoy agotada... (Mirando el ordenador.) ¿Qué tal las
galeradas?
DANIEL
No me entusiasma el tipo de letra. Pero es mi primera
novela. Así que, “no regrets”. (Pausa.) ¿Y tú?
VIOLETA
El Arts de Chicago quiere la exposición de Lax. (Pausa.)
Pero dentro de un par de años. (Pausa.) No puedo estar
dos años más lavando calcetines. Necesito trabajar...
VIOLETA
(Quitándole un auricular; en inglés.) Por cierto, me voy a
Barcelona.
DANIEL
(Sorprendido.) ¡¿Cómo?!
VIOLETA
(Acercándose a su mesa frente a la de Daniel, para
guardar y ordenar papeles.) Han llamado del
Ayuntamiento. Van a convertir el palacete Lax en una
biblioteca, y quieren trasladar el fresco de Teresa al
Museo Nacional.
DANIEL
¿Y?
VIOLETA
Pues que les he dicho que de ninguna manera. Ese
fresco es una pieza única y no puede moverse de donde
está. Así es que voy para allá, a pelearme con todo el
mundo.
DANIEL
¡¿Ahora?! Violeta, ahora no puedes irte. Estoy “a full” con
la presentación...
VIOLETA
Unos días, Daniel. Dejaré comida en la nevera y tu
madre puede ayudarte con los niños. (Pausa.) O puedes
intentar encargarte un poco de ellos...
DANIEL
(Herido.) Lax siempre es la excusa perfecta para irte.
VIOLETA
VIOLETA, FIGURANTE
UN TAXI SE DETIENE ANTE LA FACHADA DEL
PALACETE LAX. VIOLETA DESCIENDE DEL VEHÍCULO Y EL
TAXISTA LE ENTREGA SU MALETA. EL TAXI PARTE Y VIOLETA
OBSERVA DETENIDAMENTE LA FACHADA DEL EDIFICIO. FINAL
TÍTULOS DE CRÉDITO
RICARDO
(Un poco amanerado.) Odio el desorden por encima de
todas las cosas. (Le ofrece su mano.) ¿Violeta?
VIOLETA
Tú debes de ser Ricardo.
RICARDO
Ricardo Selvas. El responsable de todo esto. (Con
ironía.) Bueno..., a las órdenes del señor alcalde.
VIOLETA
Violeta Lax. (Mirando alrededor.) Es como si hubiera
pasado un tornado.
RICARDO
Entre tú y yo: no hay cosa más tosca que una panda de
albañiles. (Pausa.) Conoces la casa, claro. Acompañame
por favor...
RICARDO
Qué orgullo, ¿no? Ser la nieta de un artista tan
inmenso... (Pausa.) Es curioso que tu padre donara la
casa al ayuntamiento.
VIOLETA
(Observando todo) Bueno, en realidad mi padre nunca
vivió aquí. Para él esta casa nunca ha tenido ningún
valor.
RICARDO
Pues lo tiene. Puedes estar segura.
VIOLETA
(Con doble intención.) Sobre todo el fresco del patio.
RICARDO
(Justificándose.) Sé que es peligroso desplazarlo. Pero
pensamos que, por su seguridad, sería lo mejor-
VIOLETA
Lo mejor es que se quede donde está. Es el único fresco
que pintó mi abuelo. Y ésta era su casa. Lo lógico es que
se quede aquí.
RICARDO
(Sin convicción.) Ya... Claro...
RICARDO
¡¿Pero, se puede saber quién ha tenido la gran idea de
apoyar ese andamio justo ahí?!
RICARDO
Es una maravilla. (Pausa.) Y diría que os parecéis...
VIOLETA
(Leyendo.) “Teresa ausente”
RICARDO
¿Por qué no está firmado?
VIOLETA
Pues... lo cierto es que no lo sé.
RICARDO
Entonces, ¿qué hacemos? ¿Lo cubrimos con un cristal?
Si no, la otra opción es...
RICARDO
Los restauradores proponen que lo traslademos al
Museo Nacional.
RICARDO
¡¿Pero es que no tenéis ojos en la cara, inútiles?!
RICARDO
¡Eso no es una pared, idiotas! ¡Ese arañazo me va a salir
más caro que despediros a todos!
RICARDO
¿Qué pasa? ¿Es más grave de lo que parece?
VIOLETA
¿Tienes los planos de la casa?
VIOLETA
(Sobre el plano.) Aquí. Aquí... ¿Lo ves? En el patio. Justo
donde estamos. Detrás hay una habitación.
VIOLETA
Es una puerta. Debajo del fresco hay una puerta. Y
detrás de la puerta está la habitación.
RICARDO
(Alucinado.) ¡Qué total...! Una habitación secreta...
VIOLETA
(Por la pintura.) Esta parte... No sé..., es como si la
hubiera pintado de prisa. O como si no la hubiera pintado
él... (Pausa.) Creo que no será grave si-
RICARDO
Si la abrimos, dañaremos una parte del fresco...
FIGURACIÓN
VEMOS APARCADOS ANTE LA FACHADA DE LA CASA
VEHÍCULOS DE LA POLICÍA Y DE UN EQUIPO FORENSE.
VIOLETA
(Sorprendida por su aire mundano.) Pues sí. La verdad
es que sí.
SARGENTO PAREDES
(Por el cadáver.) La humedad y la temperatura del cuarto
han hecho que se conservara... más o menos. Está
irreconocible, pero por la ropa, es obvio que se trata-
VIOLETA
De una mujer.
SARGENTO PAREDES
¿Tiene usted idea de quién puede ser?
VIOLETA
(Sorprendida.) ¿Yo?
SARGENTO PAREDES
Esta casa es de su familia...
RICARDO SELVAS
(Acercándose.) Es del ayuntamiento. Desde hace
cuarenta años. (Presentándose.) Ricardo Selvas,
responsable de la rehabilitación..., en estado de shock.
SARGENTO PAREDES
(Sin prestar mucha atención a Ricardo.) No sabemos el
tiempo que lleva este cuerpo ahí.
RICARDO SELVAS
¿Y yo? ¿Sabré cuánto tiempo van a estar sus
muchachos interrumpiendo el trabajo de los míos?
SARGENTO PAREDES
Hay que tomar huellas y recoger pruebas.
Necesitaremos unas horas.
RICARDO SELVAS
Eso suena fatal. Sargento, las obras van contra reloj y yo
no puedo-
SARGENTO PAREDES
(A Violeta.) ¿Tiene algún pariente... o alguien de la
familia que pueda darnos alguna información útil?
VIOLETA
(Molesta.) ¿Qué tiene que ver mi familia con ese
cadáver?
SARGENTO PAREDES
(Arrogante.) Esa mujer lleva años sepultada en ese
cuarto. Y la pintura que tapiaba la puerta la hizo... su
abuelo.
VIOLETA
SARGENTO PAREDES
¿Es usted experta en arte?
VIOLETA
(Con altivez.) Me temo que sí.
SARGENTO
De todos modos, habrá que analizarlo. ¿Hay alguien más
que pueda contarme algo sobre Amadeo Lax?
VIOLETA
Mi padre. Pero vive en Aviñón.
SARGENTO PAREDES
¿Podrá contactar con él? ¿Y pedirle que venga?
VIOLETA
No será fácil. No le gusta venir a Barcelona.
SARGENTO PAREDES
(Impertinente.) Le gustará menos si recibe una citación
policial. (Con intención.) Selvas, dígale a sus chicos que
no toquen nada hasta que venga el juez para el
levantamiento del cadáver.
RICARDO SELVAS
(Sarcástico.) A sus órdenes..., mi sargento.
VIOLETA
VIOLETA SUBE LA ESACLINATA DEL PISO DE LA
RAMBLA. ABRE LA PUERTA. ESTÁ OSCURO Y LLENO DE
POLVO. RECORRE EL INMUEBLE Y ABRE LAS VENTANAS
PARA AIREAR. SE REENCUENTRA CON EL ESTUDIO DONDE
ELABORÓ SU TESIS: EN LOS ESTANTES SIGUEN
DOCUMENTOS, ARCHIVOS Y DIVERSO MATERIAL SOBRE LA
VIDA Y LA OBRA DE AMADEO LAX. TODO CUBIERTO POR EL
POLVO.
DANIEL
(Al teléfono, atareado.) Creí que no te acordabas de
nosotros. (A los niños.) ¡Stop!
VIOLETA
Tendré que quedarme un poco más de lo previsto.
DANIEL
(Alarmado, en inglés.) ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
VIOLETA
Sí, sí. Yo estoy bien. Pero... Ha aparecido el cadáver de
una mujer en la casa de mi abuelo.
DANIEL
(Uno de los niños ha cogido una libreta de Daniel. A los
niños, en inglés.) ¡Deja eso o llamo a comisaría! (A
Violeta.) ¿En serio?
VIOLETA
Llevaba años ahí dentro y... La policía tiene que
averiguar de quién se trata.
DANIEL
(Por los niños, agotado.) Violeta, yo sólo no puedo con
estos dos...
VIOLETA
¡Es un cadáver, Daniel! ¿Me estás escuchando?
DANIEL
(Daniel se acerca a la mesa de Violeta) (“Luchando” por
que los niños coman.) Está bien. Si quieres quedarte
unos días más-
VIOLETA
(Alterada.) No se trata de lo que quiero. ¡Había una
mujer muerta detrás del retrato de Teresa! ¡Y me
gustaría saber de quién se trata! (Pausa.) Como
comprenderás, esto no estaba previsto.
DANIEL
(Con frialdad.) Tengo que dejarte. He quedado con el
editor para ver una librería en Roosevelt Park. (En
inglés.) Un beso. (Y cuelga.)
VIOLETA
¿Y los niños? (...) ¿Daniel? (...) Quiero hablar con los...
VIOLETA
(Al teléfono.) ¿Papá...? (...) Sí, estoy bien. (...) En el piso
de la Rambla. (...) Sí, mañana a primera hora, en el
palacete. (...) Aquí hay sitio. No tienes por qué quedarte
en el hotel... (...) Está bien; hasta mañana.
MODESTO
(Con el hisopo en la boca, pronunciando con dificultad.)
Las muestras tomadas en el carrillo bucal tienen entre un
sesenta y un ochenta por ciento de fiabilidad. (Mira al
policía.) Intuyo que ya lo sabe.
VIOLETA
¿Cuándo tendremos los resultados?
SARGENTO PAREDES
En un par de días. (Pausa.) Señor, Lax-
MODESTO
SARGENTO PAREDES
¿Tiene usted idea de quién puede ser la mujer que
encontramos?
MODESTO
(Lacónico.) No.
VIOLETA
(Molesta por las pruebas de ADN.) Es imposible que se
trate de alguien de nuestra familia. Estas pruebas no
tienen ningún sentido.
SARGENTO PAREDES
¿Por qué está tan segura?
VIOLETA
Puede ser alguien que se escondiera durante la Guerra.
(Pausa.) Mi abuelo se exilió. La casa quedó vacía y la
ocuparon los anarquistas. ¿Quién sabe lo que pudo
pasar aquí dentro?
SARGENTO PAREDES
Durante la guerra Amadeo Lax estuvo exiliado, pero
nunca se ha sabido exactamente en qué país.
MODESTO
Los principales destinos del exilio español fueron
Francia, Argentina y México.
SARGENTO PAREDES
He repasado su biografía. Cuando se fue, en julio de
1936, su esposa acababa de abandonarle.
VIOLETA
¿Vamos a cotillear en la vida de mi abuelo? Le informo
de que publiqué un par de ensayos sobre él. Lo sé todo
sobre Lax.
SARGENTO PAREDES
(Insistente.) Entonces dígame si es cierto o no. ¿La
esposa de Amadeo Lax le dejó por otro hombre?
VIOLETA
Teresa huyó con su amante a los Estados Unidos.
SARGENTO PAREDES
¿Sabemos el nombre del amante?
VIOLETA
No.
MODESTO
Mi madre se llama Alexia. No sé nada de la señora
Teresa Brusés de Lax. (Pausa.) ¿El baño, por favor?
SARGENTO PAREDES
(Extrañado.) ¿No sabe dónde está el baño?
MODESTO
¿Debería? Ésta no es mi casa. Nunca lo ha sido.
VIOLETA
Mi padre nunca vivió aquí. Le crió una prima de mi
abuelo, en Aviñón; se llamaba Alexia. (Pausa.) Teresa se
fue pocos meses después de dar a luz.
SARGENTO PAREDES
¿Abandonó a su esposo y a su hijo recién nacido...?
(Pausa.) Creía que las señoras de buena familia no
hacían ese tipo de cosas...
SARGENTO PAREDES
Violeta, cualquier información relacionada con esta casa,
será de gran ayuda. Cuento con usted. (Le suena el
móvil.) Disculpe.
PAREDES VA A SALIR.
VIOLETA
Lax no es sólo un apellido. Mi abuelo fue un artista único.
(Pausa.) Espero que no se le olvide.
SARGENTO PAREDES
(Irónico.) Lo tendré en cuenta. (Saca algo de su bolsillo.)
Por cierto... Encontramos esta llave en uno de los
bolsillos del cadáver. No se corresponde con ninguna
cerradura de la casa. No sé qué es lo que debe abrir...
VIOLETA
¿Seguro que no quieres instalarte conmigo? Hay sitio de
sobra. Y... he aprendido a cocinar.
MODESTO
Desde mi hotel puedo ver las gárgolas de la catedral,
Violín. (Pausa.) Invito a cenar. Te espero en el bar de
enfrente.
JUAN
¡¡Abre la puerta!! ¡¡Soy tu hermano y sé que estás ahí!!
¡¡Sé que estás ahí...!!
JUAN
¡Dónde está! ¡Dónde demonios está ese mal nacido!
TERESA
¿Juan? ¿Eres tú...?
JUAN
TERESA
(Entrando e intentando detenerle.) ¡Espera...! ¡Juan, por
favor...! ¡No hagas eso! ¡No hagas eso!
JUAN
¡Teresa...! ¡Dios mío, Teresa!
VIOLETA, PAREDES
LOS GRITOS DE JUAN RESUENAN AL INICIO DE ESTA
SECUENCIA. VIOLETA OBSERVA ABSORTA EL ESTUDIO (LO
QUE QUEDA DE ÉL); ESTÁ DESMANTELADO, PERO AÚN NO
HAN EMPEZADO A REHABILITARLO. VEMOS ALGÚN VIEJO
CABALLETE ENTRE LOS MUEBLES. LA VOZ DEL SARGENTO, -
QUE LA HA SEGUIDO SIN QUE ELLA SE DIERA CUENTA-, HACE
QUE “VUELVA” A LA REALIDAD.
VIOLETA
Me ha asustado.
SARGENTO PAREDES
(Por el móvil, que sostiene en su mano.) El forense cree
que puede llevar muerta varias décadas.
VIOLETA
(Irónica.) Vaya, qué perspicaz...
SARGENTO PAREDES
Violeta, su abuelo se exilió en 1936, no sabemos a
dónde. Y su esposa le abandonó poco tiempo antes.
(Pausa.) Si es que realmente le abandonó.
SARGENTO PAREDES
Tengo cabos sueltos, e intento atarlos. Eso es todo.
(Pausa.) Y espero que tanto usted como su padre estén
dispuestos a colaborar. (Pausa.) Aunque a él no le he
visto muy... participativo.
VIOLETA
Ya le dije que no le gusta venir a Barcelona. Y mucho
menos, a esta casa.
SARGENTO PAREDES
Sé lo que significa poner en duda el nombre de una
familia como la suya. Pero... (Por el cadáver.) ...la mujer
que encontramos muerta también tenía padres. Y puede
que incluso tuviera hijos. (Pausa.) Quien quiera que sea,
alguien la habrá echado en falta todos estos años.
VIOLETA
(Acusando el golpe.) Mi padre me está esperando.
MODESTO
¿Desde cuándo te preocupa el color de mis camisas?
VIOLETA
Desde que murió mamá y combinas fatal los colores y
los tejidos.
SARGENTO PAREDES
(Teatral.) Pasaba por aquí y he pensado que podía
invitarles a desayunar. ¿Les apetece un café?
MODESTO
¿Con pastas?
VIOLETA
(Distante.) ¿Alguna novedad?
SARGENTO PAREDES
Me temo que sí...
SARGENTO PAREDES
(Mostrándoles un documento con una relación de
nombres y fechas.) El Puerto de Barcelona está
digitalizando su archivo histórico. Preparan una
exposición sobre los exiliados. (Pausa.) Éste es el
registro de pasajeros que embarcaron en julio del 36
hacia Estados Unidos. (Señalando el documento.) Aquí
está: Teresa Brusés, 19 de julio. Destino: Nueva York.
VIOLETA
¿La han encontrado?
SARGENTO PAREDES
Hemos rastreado los ficheros de inmigración americanos
de la época: Teresa Brusés nunca entró en América.
VIOLETA
Eso quiere decir-
MODESTO
Que han hecho horas extra.
SARGENTO PAREDES
Quiere decir que, o bien entró con otro nombre..., o no
entró. (Silencio.) Incluso si hubiera fallecido durante la
travesía, constaría la llegada del cuerpo.
MODESTO
Comisario, ¿sabe usted si sigue abierta la sombrerería
de la calle Escudellers?
SARGENTO PAREDES
(Incrédulo.) ¿Cómo dice?
VIOLETA
No entiendo nada. Escapó de Amadeo para estar con el
hombre al que amaba-
SARGENTO PAREDES
(Interrumpiéndola.) ¿Escapó? (Pausa.) ¿Quiere decir
que Amadeo no la trataba bien?
VIOLETA
(Ofendida.) Yo no he dicho eso. Mi abuelo tenía una gran
sensibilidad. Teresa le abandonó. Eso es todo.
MODESTO
Si me disculpan. Tengo pis. (Pausa.) Ya sabe... cosas de
la edad...
VIOLETA
Lo que hiciera Teresa no tiene por qué ensuciar el buen
nombre de mi abuelo. (Violenta.) Me estoy cansando de
sus insinuaciones, Sargento.
SARGENTO PAREDES
Esto se está complicando, Violeta. Teresa se fue, pero
no llegó a ninguna parte. Tengo un cadáver, un pintor
famoso y a una mujer desaparecida hace casi setenta
años. (Por Modesto.) ¡Y la única persona que pudo
haberles conocido a todos, se comporta como si esto
fuera una broma!
SARGENTO PAREDES
He tenido la deferencia de venir aquí y no citarles en
comisaría por ser quienes son, Violeta. (Pausa.) Espero
que lo tengan en cuenta.
VIOLETA
VIOLETA ENTRA EN EL PISO AGITADA; SE DIRIGE A SU
ANTIGUO ESTUDIO. LO OBSERVA.
VIOLETA
(Para sí.) ¿Hay otra puerta...? Pero... ¿dónde?
RODOLFO
Entrad... ¡Por dentro es aún mejor!
ENTRAN EN LA CASA.
ROSA
Eutimia, está todo perfecto.
EUTIMIA
Gracias, señora. Llevamos semanas esforzándonos por-
ROSA
(Cortando a Eutimia.) Vicenta, preciosa, quiero que me
enseñes la cocina...
VICENTA
JULIÁN
(Cargado.) Señor, ¿subo las maletas al primer piso?
RODOLFO
Déjalas en el hall, Julián. (siguiendo a Rosa.) La señora
tendrá que decidir cómo nos organizamos. (Orgulloso.)
Hay muchas habitaciones. Muuchas...
ROSA
Los chicos dormirán en la que sea más grande. Como en
la calle Mercaders.
RODOLFO
Rosa, pueden tener cada uno su propia habitación-
ROSA
Quiero que duerman los tres juntos, Rodolfo. (Rodolfo va
a protestar.) Y no se hable más. (sigue andando,
decidida)
EUTIMIA
(En un aparte, a Vicenta.) Estos chicos ya no tienen edad
de dormir con la niña. ¿Es que no lo ve?
RODOLFO
(Orgulloso.) ¿Qué me dices de esto, Eutimia?
EUTIMIA
Ay, señor... No sé yo si esto de la electricidad no será
cosa de brujería.
RODOLFO
Ven al despacho, que te enseñe el teléfono. Verás qué
bien suena...
EUTIMIA
¡Uy, no! Dicen que eso da calambre...
ROSA
¡Bienvenida al siglo XX, Eutimia! (A los niños.) ¡Venga,
subid a escoger vuestro cuarto!
CONCHA
¿No quieres ver la casa?
RODOLFO
¿No piensas decir nada? (Pausa.) Aquí las calles son
más anchas que en el barrio gótico. Podrás salir, y jugar
con tus amigos-
SOLER
Señor, ha habido problemas con las bielas de los telares
de la fábrica de San Adrián. Creo que se retrasará el
envío de los uniformes alemanes...
CONCHA
Voy a por tus pinturas. Creo que las puse en mi maleta...
(Concha va hacia el hall)
CONCHA
¡Se acabó! Si volvéis a pelearos, no las preparo nunca
más.
JUAN
No, por favor... Una más. Sólo una...
CONCHA
He dicho que no.
CONCHA
(Advirtiéndole.) Una y no más.
CONCHA
¿Ésta soy yo? Pero si no soy tan guapa. (Acercando el
dibujo a Juan.) Mira, ¿a que no parezco yo?
AMADEO
(Interrumpiéndola.) El dibujo es para ti.
CONCHA
Déjame que se lo enseñe a Juan-
AMADEO
(Cogiéndolo.) ¡No! Te lo he hecho a ti. Sólo para ti.
CONCHA
Menudo par... A ver si aprendéis a compartir vuestras
cosas.
AMADEO
Mis dibujos son míos. Y se los doy a quien quiero.
CONCHA
AMADEO
¿Y los dibujos de Violeta?
CONCHA
Pues se los das a ella...
SUPRIMIDA!!!
SEC. 18 INT/DIA CASA LAX (HABITACIÓN NIÑOS) 1915-19
JUAN QUIERE ASISTIR A LA SESIÓN DE ESPIRITISMO. AMADEO NO QUIERE
DESOBEDECER .
VICENTA
(En un susurro.) Mira, mira... Tengo el vello de punta.
EUTIMIA
Hala, a recoger los trozos. ¿Tú sabes lo que valía ese
jarrón? ¡Era ruso!
VICENTA
Chino, Eutimia. Era chino.
EUTIMIA
Peor me lo pones...
PADRE EUDALDO
Cuidado con las doctrinas profanas, Rosa. Las montañas
sólo las mueve la fe.
ROSA
Pero esto es distinto. El Espiritismo es una filosofía de
progreso. (Levantándose.) El mundo está cambiando,
páter. Y tendremos que adaptarnos, ¿no le parece?
ROSA
(Acercándose a la médium.) Merci beaucoup, Madame.
¡C’était incroyable...!
MADAME GAUTIER
(Fatigada.) Un verre d’eau, s’il-vous-plait.
ROSA
Bien sur. (Pausa.) Vicenta, por favor, un poco de agua.
RODOLFO
(Cortés y simpático.) Impresionante. Si pudiera disponer
de sus aptitudes en mis fábricas... ¡Sería un gran ahorro!
ROSA
(Echándole, cariñosamente.) Rodolfo, ¿por qué no
avisas a los niños? Me gustaría que saludaran a
Madame. Así practican un poco el francés.
RODOLFO
Enseguida, “chérie”.
CONCHA
Ya voy yo, señor.
RODOLFO
¿No has oído a mi mujer? Ha dicho “Rodolfo”. Así, con
todas las letras. (Pausa.) Órdenes son órdenes, querida.
EUTIMIA
CONCHA
Eutimia, por Dios... ¿Cómo dices eso?
EUTIMIA
Le diste el pecho a Amadeo y por eso no te trata como a
las demás. Pero que no se te olvide, Concha: aunque
duermas en la primera planta, siempre serás una criada.
ROSA
(De fondo, sobre el diálogo de Soler y Rodolfo) Son
muchos los asuntos que requieren de la dedicación de
esta nueva filosofía. Como el pacifismo. Creemos en un
mundo sin armas, sin fronteras políticas, basado en la
cooperación de los individuos...
SOLER
El representante del sindicato solicita una reunión. No
están conformes con los nuevos horarios. Las operarias
quieren un receso más largo al mediodía.
RODOLFO
(Incrédulo.) ¿Las operarias? (Pausa.) Me reuniré con
ellos el lunes por la mañana. Ah, y Soler... Tú, que
hablas francés... (Por Gautier, divertido.) A ver si la
contratas.
ROSA
Revolución social, que debe partir de nosotros mismos y
no venir impuesta por gobierno o institución alguna. (Mira
al padre Eudaldo.) Y ello incluye, claro está, a la Iglesia
católica. (Pausa.) Es necesario que las mujeres dejemos
de someternos al dictado del varón. (Mira a Concha.)
Que aprendamos a ser libres tomando nuestras propias
decisiones.
EUTIMIA
ROSA
(A Rodolfo y los niños.) ¿Y Amadeo? ¿No ha querido
bajar?
ROSA
Sé que Rodolfo no se toma en serio nada de lo que dije
el otro día. Pero tengo paciencia y... Tarde o temprano
se unirá a la causa.
CONCHA
Todo eso de la igualdad, de la cooperación entre las
personas... A nosotras no nos han enseñado esas cosas.
ROSA
Ni esas, ni otras muchas. Pero eso va a cambiar.
(Pausa.) Una mujer no es la comparsa de nadie. Ni
hombres, ni dueños. De nadie. ¿Y si no, por qué te crees
que te estoy enseñando a leer y escribir?
ROSA
El que me preocupa es Amadeo. Está creciendo muy
deprisa. Los tres crecen muy de prisa. Pero él...
CONCHA
Es especial, señora. Pero tiene un corazón enorme.
ROSA
Lo sé. Pero es siempre tan reservado, tan retraído. Se
pasa el día dibujando. No ve a nadie. Con su hermano,
siempre están a la greña. (Pausa.) Sólo se lleva bien con
el hijo de los Conde...
CONCHA
Él muestra su cariño... de otro modo.
ROSA
Te lo muestra a ti, Concha. A veces pienso que sólo te
quiere a ti. Desde aquel día, cuando le cogiste en brazos.
¿Te acuerdas? (Concha sonríe, recordando.) Cuando
tuve a Juan y pude darle el pecho, entendí lo importante
que es eso. Recuerdo que un día, Amadeo se quedó
mirando cómo le amamantaba... (Pausa.) Debió ser
terrible perder a tu pequeño...
ROSA
Violeta, algún día tendrás que decirle a tu madre que se
calle.
VIOLETA
¡¿De verdad?!
CONCHA
¡Ni se te ocurra!
ROSA
Mañana por la noche Madame Gautier va a hacer otra
demostración en el Teatro Doré. ¿Me acompañarás?
CONCHA
Pero no he dejado nunca a los niños solos de noche...
ROSA
Los niños tienen ya pelo en las axilas, Concha. Además,
Violeta cuidará de sus hermanos. ¿A que sí?
CONCHA
No te acuestes muy tarde, que mañana tienes clase.
AMADEO
Me duele la tripa.
CONCHA SE DETIENE.
CONCHA
¿Quieres que me quede?
CONCHA
Buenas noches, mi amor.
VIOLETA
Buenas noches.
CONCHA
No canses la vista, Amadeo.
DANIEL, VIOLETA
VEMOS EN PLANO OTRO DIBUJO DE AMADEO LAX
REALIZADO A SU AMA, CONCHA. VIOLETA LO TIENE SOBRE
SU MESA; ESTÁ RODEADA DE LIBROS, ENSAYOS Y
VOLÚMENES SOBRE PINTURA MODERNISTA E HISTORIA DE
LA CIUDAD. CONCENTRADA, COMPARA LA IMAGEN DEL
RETRATO DE CONCHA, CON LA DEL RETRATO DE TERESA.
OBSERVA DETENIDAMENTE LA MIRADA DE AMBAS. PARECE
DESCUBRIR ALGUNA COINCIDENCIA QUE LE LLAMA LA
ATENCIÓN. INSEPERADAMENTE SUENA UNA SEÑAL EN SU
ORDENADOR; DANIEL LLAMA POR SKYPE. ELLA RESPONDE
LA LLAMADA.
VIOLETA
(Sonríe, pacífica. En inglés.) Esto del skype... es todo un
invento.
DANIEL
(Irónico.) Los americanos también hacemos algunas
cosas bien... De todos modos, estás mejor al natural...
(Pausa.) ¿Cómo va lo del misterioso cadáver?
VIOLETA
DANIEL
Los niños y yo estamos bien. Por si te interesa...
VIOLETA
¿Dónde están?
DANIEL
Acostados. Me han preguntado cuándo volverás.
(Pausa.) No te preocupes: les he dicho que tienes...
mucho trabajo. (Pausa.) Has recibido una carta de Italia.
Una tal... Silvana Gentile. (En inglés.) Llegó por correo
urgente. ¿Quieres que la abra?
VIOLETA
(Intrigada.) ¿Urgente? (Pausa.) Sí. Escanéala y me la
mandas por e-mail.
DANIEL
Por cierto, ya tenemos sitio para la presentación de la
novela. Pero... Ya te contaré.
VIOLETA
¿Te las apañas? ¿Con la casa y los niños?
DANIEL
(Irónico.) Ayer cenamos pizza; sólo bebemos Cola “light”.
Y no limpio mucho, porque ensuciamos poco.
VIOLETA RÍE.
DANIEL
(Tierno.) Te echan de menos.
VIOLETA
¿Tú no?
DANIEL
(Después de una pausa.) Esta mañana han tenido
partido en nuestra habitación. (Ríe.) Ahora están
echando la siesta.
DANIEL
¿A que parecen inofensivos?
VIOLETA
(Tierna.) Volveré pronto. A tiempo para la presentación.
(Pausa.) Te lo prometo.
DANIEL
(Dulce.) Miss you...
VIOLETA
VIOLETA
(Para sí.) ¿Y tú... quién eres?
RODOLFO, SOLER
RODOLFO ESTÁ ACERCÁNDOSE A LA ENTRADA DE LA
FÁBRICA, CON SOLER.
RODOLFO
(Alterado.) En los últimos quince años no ha habido ni un
sólo accidente en ninguna de mis fábricas. ¡Ni uno sólo!
¿De qué tienen miedo?
SOLER
Conocen las medidas de seguridad que se han tomado
en industrias francesas y han organizado una asamblea-
RODOLFO
¡¿Y qué será lo próximo?! ¡¿Una marcha militar?!
(Pausa.) No voy a permitir que ningún comité me diga
cómo tengo que dirigir mis negocios.
SOLER
Los ánimos están caldeados, señor. Además, los jóvenes
que duermen bajo los telares... Creen que es indigno.
(Pausa.) Algunos empresarios están adoptando medidas
más racionales en algunas colonias-
RODOLFO
(Cortándole.) ¿Me estás llamando irracional?
SOLER
No, señor. Sólo digo que todo lo que pueda favorecer el
rendimiento de los trabajadores-
RODOLFO
Yo trabajo todo el día, Soler. Y tú también. Que no me
vengan con asambleas y sindicatos porque les echo a
todos, y contrato a gente que tenga ganas de trabajar.
¡Pero trabajar de verdad! ¡Maldito comunismo!
VIOLETA
(Alterada.) Busqué su nombre en la red. Es profesora de
Historia del Arte en Siena. (Lee.) “Mi abuela murió hace
pocas semanas. Y aunque no entendí la razón, la
nombró a usted en su testamento.” (Sorprendida.) ¡A mí!
Si no les conozco de nada.
MODESTO
(Irónico.) Ciertamente misterioso...
VIOLETA
(Nerviosa.) Es muy extraño... La abuela se llamaba
Eulalia Montull. Era catalana. ¿Te suena de algo?
MODESTO
No.
VIOLETA
Quiere que nos veamos. Para contármelo en persona.
Creo que voy a ir. No sé si servirá de nada, pero-
MODESTO
¿Vas a ir a encontrarte con una mujer que no conoces,
sólo porque te lo pide su abuela muerta?
VIOLETA
Amadeo estuvo en Italia cuando era muy joven. (Pausa.)
Justo ahora que estoy aquí, que aparece ese cadáver...
No sé si puede tener alguna relación con todo esto-
MODESTO
“Nel mezzo del cammin di nostra vita, mi ritrovai per una
selva oscura...”
VIOLETA
¡Papá, por favor...! ¿Puedes hacer como que todo esto te
importa, aunque sólo sea un poco?!
SARGENTO PAREDES
Bonito día.
MODESTO
Si no ha venido usted a estropearlo.
SARGENTO PAREDES
Mucho me temo... que sí. Más del noventa por ciento de
afinidad en las pruebas de ADN. (Pausa.) La mujer que
MODESTO
Siéntese. Pediré café para todos. Nos vendrá bien.
PAREDES
(Sentándose.) No parece muy afectado.
PAREDES
No huyó con su amante, Violeta. Alguien la encerró en
esa habitación. Viva... o muerta. (Pausa.) Y después,
terminó de pintar el fresco. Comprobaremos si, en efecto,
el retrato no lo pintó una sola persona. Aunque, por el
momento, es fácil pensar que-
VIOLETA
Por mucho que se empeñe, no podrá demostrar que mi
abuelo estuviera implicado en la muerte de Teresa.
PAREDES
Si está tan segura, le agredeceré cualquier prueba que
pueda ayudarme a resolver el caso, Violeta. (Pausa.
Mirando su bolso de reojo.) Porque está claro que si
supiera algo que yo no sé... usted me lo diría... ¿no?
RODOLFO
(En voz baja.) Mírale: no sale de aquí ni para respirar.
Debería estar estudiando, Rosa. ¿De qué le van a servir
en la fábrica tanta pintura y tanto monigote?
ROSA
¿Le has preguntado si quiere trabajar contigo?
RODOLFO
Este verano, en Caldes, no quiero ver ni un pincel. (Rosa
va a decir algo, pero él la interrumpe.) Y punto.
AMADEO
Este tren es mío. Concha me lo regaló a mí. (Pausa.)
Dame esos dibujos.
JUAN
Si madre y padre se enteran de que has dibujado esto...
AMADEO
¡Dámelos!
JUAN
AMADEO
Si no me los devuelves... (Apuntándose.) ... me mataré.
JUAN
¡Padre! ¡Padre...!
CONCHA
¡Estaos quietos! ¡¿No os da vergüenza?! Que ya sois
mayorcitos, por el amor de Dios...
JUAN
Es él... (Mirando fijamente a Amadeo.) Está loco.
RODOLFO
¡¡Basta!!
RODOLFO
¿Qué te pasa, Amadeo? ¡¿Puedes hacer el favor de
decirme qué demonios te pasa?!
AMADEO CALLA.
CONCHA
(Justificándole.) No pasa nada, señor. Estarían jugando
y-
RODOLFO
(Le interrumpe, severo.) ¡Estoy hablando con mi hijo!
CONCHA CALLA.
RODOLFO
¿Puedes decirme por qué has golpeado a tu hermano
como si fueras a matarle?
AMADEO
Él sabe por qué.
JUAN
(Señalando el bolsillo de su hermano.) Mire, padre...
CONCHA
¡Señor!
RODOLFO
Está bien. Si quieres llevarme al límite, lo has
conseguido, hijo. Me avergüenzo de ti. (Pausa.) Métete
en tu cuarto y no salgas hasta que yo te lo diga.
RODOLFO
Y evidentemente, este año te quedas sin vacaciones.
(Pausa.) Entrarás en la fábrica mañana mismo.
AMADEO
VEMOS A AMADEO, CON ROPA DE TRABAJO Y UN
PEQUEÑO ATILLO A LA ESPALDA. SE DIRIGE HACIA LA
ENTRADA DE LA FÁBRICA. ANTES DE ACCEDER AL INTERIOR,
MIRA LA FACHADA CON UN GESTO DISGUSTADO. TOMA AIRE
Y ENTRA SIN GANAS.
VICENTA
¿Qué tal las vacaciones, señora?
ROSA
Cortas. Como siempre.
EUTIMIA
(A Vicenta, al oído.) “Cortas”, dice. Como si durante el
año diera un palo al agua...
Y CRUZA EL UMBRAL.
ROSA
¿A qué hora vuelve Amadeo de la fábrica?
VICENTA
Señora... Amadeo está en su habitación. No se
encuentra muy bien.
CONCHA
(Alarmada.) ¡¿Qué le pasa?!
ROSA
¿Qué te pasa, hijo? ¿Te duele algo?
ROSA
(En un susurro.) A ver si tú tienes más suerte.
CONCHA
Estás ardiendo...
CONCHA
¿Has cogido frío? Cuando salgas por la mañana tienes
que abrigarte, que ya empieza a refrescar.
CONCHA
Voy a subirte un poco de tomillo y manzanilla para que te
baje la fiebre. (Pausa.) Y estas manos...
AMADEO
(Por las manos.) Me duele mucho... Y no puedo pintar...
CONCHA
Esto no puede ser.
AMADEO
Mi padre quiere que vaya a trabajar, porque no quiere
que pinte. Sólo por eso...
CONCHA
(Calmándole.) Por suerte en esta casa, a veces se hace
lo que dice tu madre. No te preocupes, yo hablaré con
ella. Ahora descansa. Voy a prepararte la infusión.
AMADEO
(Ininteligible.) Tengo que salir... Quiero irme... Es el
ruido... No oigo mi voz... Quiero salir... Me ahogo...
Dejadme salir...
CONCHA
¿Quieres que me quede aquí contigo? ¿Amadeo...?
JUAN
(Medio dormido.) He tenido una pesadilla. Un pez muy
grande me quería comer la cabeza. Y mi cabeza era...
como un melón.
CONCHA
Ven. Acuéstate.
JUAN
(Acurrucado.) Concha, ¿qué comen los peces?
CONCHA
(Susurrándole al oído, para que se duerma.) Pues no lo
sé. Melones, seguro que no. Mi abuela siempre decía
que el pez grande se come al chico...
JUAN
¿Y el chico, qué come?
CONCHA
(Tapándole.) Anda, duérmete, que es muy tarde.
ROSA
¿Qué te ha dicho?
RODOLFO
(Saliendo del despacho hacia el salón comedor) El
director dice que le podemos llevar esta misma semana.
El curso ya ha empezado pero le admitirán.
CONCHA
(Excusándole.) Señor, le tomé la temperatura y seguía
ardiendo... Yo creo que no sabía lo que hacía.
RODOLFO
(Enfrentandose a Concha) ¡Se acabó! O esos curas le
enderezan, o no sé qué vamos a hacer con él. Además,
Octavio Conde también está en ese colegio. Va a tener a
su amigo cerca.
ROSA
(Ya en el salón) ¿No podríamos mirar algún centro
francés? ¿O inglés?
RODOLFO
Son Jesuítas, Rosa. Es el mejor colegio de la ciudad.
ROSA
Le van a meter historias de mártires y suplicios en el
cerebro.
RODOLFO
(Perdiendo la paciencia.) ¡Tu hijo se ha abierto la cabeza
dándose golpes contra una pared. Y no le ha importado
que su hermana estuviera allí, mirándole muerta de
miedo! (Pausa.) ¡Querías que durmieran juntos; que le
dejara pintar; que fuéramos una familia moderna...! ¿Y a
dónde nos ha llevado todo eso?
ROSA CALLA.
RODOLFO
Disciplina, Rosa. No vivimos en esta casa porque nos
haya llovido el maná del cielo. Disciplina y sacrificio. Eso
me enseñó mi padre. Y es lo que pienso inculcarle a mis
hijos.
ROSA
Te recuerdo que también son míos. Algo tendré que
decir al respecto.
RODOLFO
¡No! Él es mi heredero y es responsabilidad mía. Y voy a
hacer que entre en vereda. Le pese a quien le pese.
ROSA
Diez meses al año.
CONCHA
Señora..., le dejarán pintar
ROSA
No lo sé, Concha. Pregúntaselo a mi marido.
VIOLETA
VIOLETA SOSTIENE EL REGISTRO DE INSCRIPCIÓN DE
AMADEO LAX EN EL COLEGIO DE LOS JESUITAS. EN UN
ÁNGULO, LA FOTO DEL JOVEN, EN BLANCO Y NEGRO. LA
DEJA Y VUELVE ANTE LA PANTALLA DEL ORDENADOR,
OBSERVA OTRAS FOTOS DE AMADEO, HASTA QUE APARECE
TERESA; MIRA FIJAMENTE UNA FOTO DEL MATRIMONIO:
OBSERVA LA MIRADA TACITURNA DE TERESA; EN NINGUNA
DE LAS IMÁGENES PARECE UNA ESPOSA FELIZ.
VIOLETA
(Para sí.) ¿Qué te pasa, Teresa? ¿Qué ocurre...?
VIOLETA
(Dejando mensaje.) Papá... No sé cómo estás. (Pausa.)
Si necesitas hablar... (Pausa.) Al fin y al cabo... era tu
madre. (Pausa.) Llámame cuando... quieras.
SUPRIMIDA!!!
SEC. 36 EXT/DIA COLEGIO JESUITAS (FACHADA) 1915-19
IMAGEN DEL EDIFICIO QUE ALBERGA EL COLEGIO
SUPRIMIDA!!!
SUPRIMIDA!!!
SEC. 38 INT/NOCHE COLEGIO JESUITAS (DORMITORIO) 1915-19
AMADEO NO QUIERE AYUDAR A JUAN A DIBUJAR. LE ROBAN SUS DIBUJOS.
SUPRIMIDA!!!
SEC. 39 INT/DIA COLEGIO JESUITAS (SALA O DESPACHO) 1915-19
AMADEO HA ATACADO A SUS COMPAÑEROS Y JUAN NO LE AYUDA.
SUPRIMIDA!!!
SEC. 40 INT/NOCHE COLEGIO JESUITAS (DORMITORIO) 1915-19
AMADEO SE ESCAPA DEL COLEGIO
SUPRIMIDA!!!
SEC. 41 INT/NOCHE (MADRUGADA) CASA LAX (VESTÍBULO) 1915-19
AMADEO ENTRA EN SU CASA SIN QUE NADIE LE OIGA.
AMADEO
VEMOS A AMADEO, EN PLENA MADRUGADA, COGER
ALGUNOS DE SUS PINCELES Y ÚTILES DE PINTURA SIN
HACER RUIDO. LOS METE EN UN ATILLO, JUNTO CON ALGO
DE ROPA.
RODOLFO
Si sales por esa puerta, no volverás a pisar esta casa en
toda tu vida.
ROSA
¿Qué pasa? (Pausa.) Hijo, ¿pero..., qué haces aquí?
CONCHA
¿Dónde vas con esa maleta?
RODOLFO
¡Mírame cuando te hablo!
AMADEO
(Violento.) ¡No me toque!
CONCHA
¡Amadeo!
RODOLFO
Despídete de tu madre. No volverás a verla nunca más.
ROSA
¿A dónde vas, hijo?
AMADEO
Lejos, madre. Tan lejos como pueda de esta casa.
RODOLFO
Eutimia, cierra puertas y ventanas. Y cubre todos los
relojes de la casa. El hijo mayor de los Lax ha muerto.
VIOLETA
VIOLETA CIERRA LAS VENTANAS DEL PISO.
COMPRUEBA QUE TODO QUEDE EN ORDEN. ARRASTRA UNA
PEQUEÑA MALETA DE VIAJE Y SE DIRIGE A LA PUERTA DE
ENTRADA. LA ABRE Y LANZA UNA ÚLTIMA MIRADA AL
INTERIOR DE LA VIVIENDA. CIERRA LA LUZ Y SALE.
RODOLFO
(Por el logo, orgulloso.) Nuevos tiempos, nueva imagen.
JUAN
¿Quiere que vaya a tantear el terreno?
RODOLFO
Quiero que vendas nuestros productos, Juan. Quiero que
te quedes unos meses en Argentina y Uruguay, y seas
nuestro representante oficial.
JUAN
(Ilusionado.) ¡Lo haré, padre! Y lo haré bien.
RODOLFO
¿Qué sucede?
RODOLFO
¡Pero Madrid no autorizó la huelga!
SOLER
Ese es el motivo. Se han amotinado. (Pausa.) Hay
carteles amenazadores por todas partes. En la fábrica de
San Andrés han colgado una pancarta con su nombre,
señor. Será mejor que hoy no salga de casa.
RODOLFO
(Resuelto.) ¡Ya estoy harto de tanta tontería! ¿Muerden
la mano que les da de comer? Pues obedecen..., ¡o se
van todos a la calle!
SOLER
Señor, es peligroso. Han cortado muchas calles y hay
piquetes por todas partes. Y se ha oído algún disparo.
JUAN
Soler tiene razón. No atenderán a razones.
RODOLFO
Yo me encargaré de que entren en razón.
RODOLFO
(Gritando.) ¡Julián! ¿El coche sigue en la puerta?
JULIÁN APARECE.
JULIÁN
Sí, señor.
JUAN
¡Espere, padre! ¡Voy con usted!
RODOLFO
¡No! Vosotros quedaos aquí. Y estad pendientes del
teléfono. Si pasa algo, os llamaré.
ROSA
¿Qué son esas voces? (Mirando a su hijo.) ¿Qué ocurre,
Juan? (Pausa.) Juan..., ¿dónde está tu padre?
ROSA
¿Qué hora era cuando ha sali-
VIOLETA
¿Qué ocurre, mamá...?
EUTIMIA
(Acercándose a ellos.) Esto es un velatorio. Guardad los
arrumacos para cuando no os vea nadie.
PADRE EUDALDO
¿Matando? ¿Así piden justicia? Desde que llegaron
todas esas ideas revolucionarias, no existe el orden ni la
caridad.
PADRE EUDALDO
Pues si nos volvemos del revés, nos van a llover del cielo
las siete plagas.
CONCHA
¿Has avisado a Amadeo?
JUAN
No le encuentro. Mandé un telegrama al hotel de Roma
donde se hospedaba, pero hace tiempo que se fue de
allí.
ROSA
Búscale. Tiene que saber que han matado a su padre.
VICENTA
Violeta, ¿te encuentras bien?
ROSA
(Mirando a su hija.) Aquí hace mucho calor. Acompáñala
al jardín; que le dé un poco el fresco.
CONCHA
Llevadla a su habitación y acostadla. No ha comido nada
en todo el día.
VICENTA
(Yendo a la cocina.) Le prepararé algo.
EUTIMIA
Pobrecita... Es la que más le va a echar en falta.
SILVANA (OFF)
VIOLETA (OFF)
(Impaciente.) No entiendo a qué viene tanto misterio...
VIOLETA, SILVANA
EL COCHE APARCA, DE EL DESCIENDE SILVANA Y
VIOLETA. SILVANA CONDUCE A VIOLETA HASTA LA PUERTA
DE UNA CASA CAMPESTRE. VIOLETA – LLEVA SU CÁMARA
SILVANA
No te asustes. Te aseguro que no es ninguna trampa...
(Pausa.) Se trata de Amadeo, Violeta. ¿Sabías que tu
abuelo estuvo aquí, en Italia?
VIOLETA
Sí. Sé que estuvo estudiando aquí cuando era joven.
SILVANA
También más tarde, Violeta. Amadeo estuvo aquí
algunos años después. (Pausa.) Y no vino sólo de visita.
VIOLETA
Silvana, conozco todos los movimientos que hizo a lo
largo de su vida. Dónde se formó, quienes fueron sus
maestros, sus clientes... Todo.
SILVANA
Me temo que no. Me temo que no lo sabes todo, Violeta.
(Pausa.) Entremos.
VIOLETA, SILVANA
SILVANA Y VIOLETA ENTRAN EN UNA HABITACIÓN EN
LA QUE DESCANSAN APOYADOS EN LA PARED ALGUNOS
LIENZOS. QUEDAN TODAVÍA HERRAMIENTAS Y OBJETOS
PROPIOS DE UN ESTUDIO DE PINTOR. VIOLETA OBSERVA EL
ESPACIO Y LOS CUADROS CON ABSOLUTO ASOMBRO.
SILVANA INVITA A VIOLETA A VER LOS CUADROS.
VIOLETA
(Estupefacta.) Pero... Pero él nunca pintó desnudos.
Nunca. (Pausa.) Además, no están firmados.
SILVANA
VIOLETA
(Tozuda.) No... Él nunca... No son suyos.
SILVANA
Fíjate en la disolución del pigmento, en las texturas, la
luz...
VIOLETA
(Alucinando.) Pero él... Él jamás pintó este tipo de...
retratos... ¿Quién es ella? Es siempre la misma mujer.
SILVANA
Es mi abuela: Eulalia Montull.
VIOLETA
(Sin comprender.) De modo que estos cuadros han
estado aquí todos estos años...
SILVANA
Eulalia los guardó.
VIOLETA
Pero, ¿por qué mostrarlos ahora? ¿Se avergonzaba de
haber posado para mi abuelo?
SILVANA
Nuestro abuelo, Violeta. Yo también soy nieta de
Amadeo Lax.
MADAME GAUTIER
Attend... Attend... (Súbitamente, abre los ojos en plena
posesión.) “Je vous pris de n’oublier pas votre état
passagère. Une vie est un chémin de brumes et de
nuages.” (Pausa.) “Je suis bien à l’aise dans ma
conscience eternelle.”
VIOLETA
(Con aprensión.) Madre...
ROSA
Espera, hija... Espera. Tu padre nos habla.
VIOLETA
¿Seguro que es él?
MADAME GAUTIER
“Je ne serais plus seul. Je ne serais jamais seul. Pas
pour longtemps. Je vous attend...”
ROSA
Nos espera... ¡Él me espera! ¡Hace mucho tiempo que
me espera! ¡Debo ir con él!
VIOLETA
(Sorprendida y exultante.) ¡¡Amadeo...!!
AMADEO
¡¿Qué es todo esto?!
VIOLETA
(En susurro.) Estamos hablando con nuestro padre...
ROSA
Pero, ¡¿qué haces?!
AMADEO
(Acompañando a Gautier hasta la puerta.) Se acabó. Se
acabó tomarle el pelo a mi familia. ¡Fuera de aquí!
MADAME GAUTIER
ROSA
Celebro por fin tu regreso, Amadeo. (Irónica.) Y tu...
determinación.
AMADEO
Aunque no lo crea, sentí mucho su muerte.
ROSA
Él también se arrepintió de lo que pasó cuando te fuiste.
Estará muy orgulloso de saber que has vuelto con ganas
de asumir tus responsabilidades.
AMADEO
Soy pintor, madre. Y pienso seguir con mi trabajo.
ROSA
(Severa.) Y yo, con mis aficiones. Saldrás
inmediatamente a disculparte con Madame Gautier.
(Amadeo va a protestar.) Estoy segura de que sabrás
agradecer todo lo que tu padre hizo por ti. (Pausa.) ¿O
piensas que he sido yo la que ha estado todo este
tiempo mandándote dinero?
AMADEO
Pero yo no sé nada fábricas de telas y... de todo lo
demás.
ROSA
Juan te enseñará. Él trabaja duro para que salgamos
adelante. Ahora que estás aquí, podréis hacerlo entre los
dos. Si trabajáis juntos, seguro que todo será más fácil.
AMADEO
No renunciaré a mi vocación.
ROSA
(Consintiendo.) Está bien. Podrás tener un estudio en el
desván. (Pausa.) Pero debes asumir quién eres, hijo. Y
sentirte orgulloso. (A Violeta.) Acompáñame, hija. Vamos
a decirles a todos que el señor Lax ya está aquí.
AMADEO
Estás igual que siempre... ¿Y los demás? ¿Cómo está
Vicenta?
CONCHA
Ella y Julián se casaron. (Él sonríe ilusionado.) Vicenta
está embarazada.
OCTAVIO
“Papá Conde” va a traspasarme la dirección de los
almacenes. (Cómico.) Dice que ya he aprendido todo lo
necesario para vender enaguas y tacitas de café...
AMADEO
(Brindando.) ¡Por el señor Conde: el rey del “comprarás y
venderás”-
OCTAVIO
¡”Pero no fabricarás”!
AMADEO
(Ríen.) ¡Señorita, la botella de champán!
OCTAVIO
Última copa y me retiro. (Por la camarera.) Quedas en
buenas manos. ¡Y buenas piernas!
AMADEO
Mañana por la mañana tengo despacho con Soler....
(Pausa. Por la camarera.) Pero creo que tendrá que
despacharse él solito... Si no, que se conforme con Juan.
OCTAVIO
(Alzando su copa.) ¡Por Soler!
AMADEO
(Con sarcasmo.) Dirigir un imperio no es fácil, señor
Conde. (Pausa.) Y mi hermano se las apaña mejor como
capataz del almacén.
OCTAVIO
¡¿Le has mandado al almacén?! (Pausa.) Amadeo,
deberías confiar en él. Trabajó con tu padre.
AMADEO
Yo sólo confío en mis manos, Octavio. Y en los buenos
amigos. Como tú.
SOLER
(Preocupado.) Ayer hubo un colapso en San Adrián. Los
interruptores de emergencia se dispararon y se paró toda
la maquinaria. Necesito que me autorices a traspasar la
producción a Mataró-
AMADEO
(Beodo.) ¿Has visto la hora que es? Me ha dicho el
sereno que ya es hora de acostarse.
SOLER
(Insistente.) Amadeo, esto es serio. Necesito tu
autorización. Los empaquetadores no pueden estar de
brazos cruzados mientras se repara la avería.
AMADEO
Quédate a desayunar. Vicenta prepara unas torrijas...
deliciosas.
ROSA
(Por Amadeo, con ironía.) Todos estamos
acostumbrándonos a las rutinas del... “artista”.
ROSA
Lo sé, Soler. Lo sé...
ROSA, AMADEO
ROSA ENTRA EN EL ESTUDIO DE AMADEO. DESCORRE
LAS CORTINAS Y LA RÁFAGA DE LUZ DESVELA AL JOVEN,
QUE SE ACABA DE ACOSTAR. SE ACERCA A LA CAMA Y
LEVANTA CON ENERGÍA EL COBERTOR; AMADEO ESTÁ
DESNUDO. ROSA COGE EL JARRÓN DE AGUA DEL
LAVAMANOS Y ARROJA EL CONTENIDO SOBRE LA CARA DE
SU HIJO. ÉL SE SOBRESALTA.
ROSA
(Severa.) Tu padre también era el último en acostarse.
Pero, siempre se levantaba antes de que saliera el sol.
ROSA
Él sabía el nombre de cada uno de sus trabajadores. En
cambio a ti, todavía no te han visto la cara.
ROSA
Eres un fantasma, Amadeo. Para todo el mundo. Incluso
para mí.
VIOLETA, SILVANA
SILVANA ESTÁ CONTANDO A VIOLETA LA HISTORIA DE
AMADEO Y EULALIA.
VIOLETA
¿Así que cuando estalló la guerra vino aquí con Eulalia?
SILVANA
Ella tenía catorce años. Trabajaba en la casa Lax. Era
hija de dos miembros del servicio.
SILVANA
Por eso se hacían pasar por padre e hija. Salían poco.
Nadie supo nunca que él era... quien era.
VIOLETA
Y tuvieron una hija. (Pausa.) No tenía ni idea...
SILVANA
Mi madre murió hace años. Por eso mi abuela me contó
toda su historia. (Pausa.) En su testamento pide que los
cuadros se expongan en la casa donde vivieron los dos.
VIOLETA
Van a convertirla en una biblioteca pública. (Pausa.) No
me imagino a los niños leyendo al lado de esos
cuadros...
SILVANA
Fueron sus últimas voluntades, Violeta. Mi abuela vivió
toda su vida avergonzada por lo que tuvo que soportar al
lado de Amadeo. Él se la llevó de su casa, la apartó de
su familia y... Y abusó de ella. (Pausa.) Cuando se
cansó, la dejó aquí y volvió a Barcelona. (Pausa.) Se lo
debo. Se lo debemos.
SOLER
Todo según lo previsto. Dentro he organizado un
refrigerio para el personal.
SOLER
Montserrat Espelleta. Sus padres también trabajaron
aquí. Lamentablemente, murieron.
AMADEO
(A la joven.) Cuanto lo siento.
AMADEO
(Seductor.) Seguro que sí.
MONTSERRAT
“Los pollos elegantes / piensan, no es guasa, / seguirnos
a las chicas / a retaguardia / Mas yo pienso decirles / con
gran valor / que delante estarían / mucho mejor...”
AMADEO
(A Montserrat.) Tienes una voz preciosa. Seguro que no
soy el único que lo piensa.
VIOLETA
(Pálida.) El doctor dice que es por la edad; que mi cuerpo
está cambiando. Que tome aceite de ricino y legumbres.
AMADEO
El ricino sabe fatal.
VIOLETA
¿Puedo moverme? Me pica el pie.
AMADEO
Aguanta un poco.
VIOLETA
CONCHA
Ha venido una joven que dice que quiere verte.
AMADEO
Díle que suba.
CONCHA
(Extrañada.) ¿Aquí? ¿Al estudio?
VIOLETA
¿Es tu novia?
VIOLETA
¿Por qué nunca dejas que veamos lo que pintas?
AMADEO
Porque los cuadros hay que verlos terminados. ¿A que tú
nunca sales de tu cuarto sin haberte peinado?
AMADEO
(Preocupado.) ¿Estás bien?
MONTSERRAT
Usted dirá por qué me ha hecho venir.
AMADEO
¿Te gusta la pintura?
MONTSERRAT
(Avergonzada.) No lo sé...
AMAMADEO
Tienes una voz muy especial. Y no sólo eso. (Mirándola
fijamente.) Un artista siempre reconoce a otro en cuanto
lo ve. (Pausa.) A ninguno de los dos nos apasionan los
telares... ¿Me equivoco?
MONTSERRAT
No está bien que yo lo diga, pero soy una buena
trabajadora... (Pausa.) Para mí sería un sueño poder
subirme a un escenario... y cantar.
EMPRESARIO
No desafina. Pero se mueve menos que un poste de
telégrafos. (A Montserrat.) Bonita, ¿puedes empezar otra
vez, pero quitándote ese abrigo tan... largo?
EMPRESARIO
¿Me encantaría saber qué hay debajo de esa blusa? Y
seguro que a mis clientes les pasará lo mismo.
MONTSERRAT
Prefiero seguir así.
EMPRESARIO
(A Amadeo.) Prefiere seguir así... Bueno, pues si prefiere
seguir así, mejor te la llevas al coro de la catedral.
AMADEO
Espera.
AMADEO
(Susurrándole al oído, mientras el Empresario les
observa.) ¿Sabes qué fue lo primero que me hizo pintar
mi mejor maestro? Un plátano. (Pausa.) Aquel día me
juré que no volvería a pintar una cosa tan estúpida en
toda mi vida. (Pausa.) Pero aprendí algo: a decir que sí,
para saber cuándo decir que no.
MONTSERRAT
Me da vergüenza...
AMADEO
EMPRESARIO
No está mal. ¿Cómo has dicho que se llama?
AMADEO
Montserrat. Montserrat Espelleta.
AMADEO, MONTSERRAT
EN EL INTERIOR DEL TEATRO, AMADEO ACOMPAÑA A
LA JOVEN HASTA LA PUERTA DE UN CAMERINO EN EL QUE
CUELGA UN CARTEL CON SU NOMBRE ARTÍSTICO: LA BELLA
OLYMPIA. ELLA, SORPRENDIDA, ABRE LA PUERTA: EL
CAMERINO ESTÁ REPLETO DE FLORES.
JUAN
(Le mira con odio.) ¿Queda algo que me puedas quitar?
AMADEO
Es lo que ella quiere, Juan. (Pausa.) Esta vez gano yo.
JUAN
(Cogiendo a Amadeo del cuello.) Siempre he pensado
que estabas loco. Pero no... Eres malo. Eso es todo.
JUAN
¡Desgraciado! ¡Mal nacido! ¡Mírame...! ¡Mírame...!
ROSA
(A Amadeo que ha llegado cerca de ella) Violeta no se
encuentra bien. He tenido que llamar al médico. (Pausa.)
¿Se puede saber qué os pasa?
AMADEO
El tiempo, madre. Pasa el tiempo, y... (Mirando a Juan.)
unos crecen mejor que otros.
AMADEO, MONTSERRAT
AMADEO Y MONTSERRAT SUBEN LA ESCALERA HASTA
LA PUERTA DEL PISO.
MONTSERRAT
No sabía que tuvieras un piso en la Rambla Cataluña.
AMADEO
Yo no lo tengo. (Pausa.) Lo tienes tú. (Abre la puerta)
AMADEO
(Por las llaves.) Yo ya tengo las mías.
VIOLETA
SOBRE LOS JADEOS Y RISAS DE LOS DOS AMANTES
(SECUENCIA ANTERIOR), OÍMOS LA CERRADURA DEL PISO
QUE SE ABRE. VIOLETA ENTRA EN LA VIVIENDA
VIOLETA
(Al teléfono, dejándole un mensaje.) No puedes irte. Hay
algo que no sabes sobre Amadeo. (Pausa.) Tuviste una
hermana, papá. Y tienes una sobrina. (Pausa.) Llámame
en cuanto puedas. (Cuelga.)
AMADEO
Venga, señor Conde... ¡Una y no más! Una cortita...
OCTAVIO
(Con la lengua apelmazada.) ¡Que no! Que me voy a los
almacenes. Mira la hora que es... ¡Que soy el director...!
AMADEO
Pero, ¿por qué está todo tan oscuro? ¡Abrid las cortinas!
¡¿Qué es esto, una casa o una guarida de topos?!
AMADEO
AMADEO
¡Ups...! ¿No te ha gustado mi poema?
CONCHA
(Con el bebé en brazos –reproduciendo la imagen que
vimos en la sec.1 “prólogo”-). ¿Cómo se va a llamar?
JULIÁN
Eulalia. Eulalia Montull.
VICENTA
Laia. Yo la llamaré Laia...
CONCHA
(Mirando emocionada al bebé.) Laia...
SEC. 56 CAP. 2 -FINAL DE SEC.- INT/NOCHE CASA LAX (HABITACION TERESA) 1936
CAP.1 FLASH-BACK - TERESA PREPARA SUS MALETAS. DISPAROS DESDE LA CALLE.
TERESA, LAIA
TERESA ABRE SU ARMARIO. COGE DOS MALETAS Y
LAS DEJA SOBRE LA CAMA. LAS ABRE Y EMPIEZA A
LLENARLAS CON SUS ROPAS. DE REPENTE, SUENAN
TERESA
¡Laia!, ¡Laia!
LAIA
(Aparece, asustada.) ¡Señora, no sé qué está pasando!
TERESA
(Asustada.) ¡Modesto...! Mi hijo está en Caldes...
LAIA
Está con Concha, y con mis padres. (Pausa.) ¿No les
pasará nada, verdad?
TERESA
(Intentando mantener la calma.) Anda, ayúdame...
LAIA
(Asustada.) ¡Señora! El señor tiene llaves...
TERESA
Toma. Ayúdame con esto. (Pausa.) ¡De prisa!
VIOLETA, MODESTO
VIOLETA MUESTRA A MODESTO LAS FOTOS QUE
TOMÓ DE LOS CUADROS DE EULALIA.
MODESTO
(Digiriendo la información.) ¿La hija del chófer?
VIOLETA
Y de una de las doncellas. Los pintó él. No hay duda.
(Pausa.) No se exilió solo. Eulalia fue su criada, su
amante... y su modelo. Tuvieron una hija... tu hermana.
La madre de Silvana. (Pausa.) Después volvió a
Barcelona, y nunca más se preocupó por ellas.
MODESTO
VIOLETA
(Cogiéndolo, apurada.) ¿Sí? (...) Hola, Ricardo. (...) Está
bien. Voy para allá. (...) Sí, sigue aquí. (...) Lo intentaré.
(Cuelga.)
MODESTO
(Anticipándose.) No...
VIOLETA
Papá-
MODESTO
He dicho que no-
VIOLETA
Dice que ha encontrado algo... importante.
MODESTO
Tengo el cupo lleno. (Pausa; enérgico.) ¡Todo eso pasó
hace mil años! Tú tienes tu vida y yo la mía. Y ninguna
de las dos tiene nada que ver con todas esas historias...
(Pausa.) Amadeo y Teresa ya no existen,. Pero tu marido
y tus hijos te están esperando. (Pausa.) No hagas como
él, hija. Amadeo se alejó de todo y de todos, y ya sabes
cómo acabó.
VIOLETA
Ahora no, papá. No puedes escaparte. (Intensa.) ¿Qué
me estás ocultando? ¡Dímelo de una vez!
MODESTO
(En un grito.) ¡Tú misma acabas de descubrirlo! Amadeo
Lax no era un santo. Quizás fue un pintor ejemplar. Pero
moralmente no fue un ejemplo para nadie.
VIOLETA
(Impaciente y molesta.) ¿Por qué dices eso? Si apenas
tuviste relación con él...
VIOLETA
¡Unos días! Sólo te pido eso: quédate unos días hasta
que esto se aclare. (Pausa.) No me dejes sola. Por
favor...
VIOLETA
Podríamos replantearnos la distribución de las salas.
Reservar una planta sólo para exponer esos cuadros-
RICARDO SELVAS
Espera a ver esto. Luego decides si convertimos esto en
un museo, o en la casa de los horrores.
RICARDO
Está cerrada con llave. Habrá que echar la puerta abajo.
VIOLETA
Tendríamos que avisar a la policía.
RICARDO
Puede que sí. Pero a mí me puede mucho más la
curiosidad. (Pausa.) ¿Qué habrá dentro? ¿Otra momia?
VIOLETA
Prueba con esta llave.
TERESA
¡No es él! ¡No es Amadeo!
LAIA
Teresa... Tengo miedo.
TERESA
Ven, ¡corre! Dejaremos las maletas aquí.
VIOLETA
(Asombrada.) Es su hermana. Es... Violeta. Violeta Lax.
Es precioso...
RICARDO
¿Y estas maletas? Puestos a abrir cosas cerradas...
JUAN
¡¡Abre la puerta!! ¡¡Soy tu hermano y sé que estás ahí!!
¡¡Sé que estás ahí...!!
JUAN
¡Dónde está! ¡Dónde demonios está ese mal nacido!
TERESA
¿Juan? ¿Eres tú...?
JUAN
¡Quiero verle! ¡Quiero ver a mi hermano! ¡Quiero verle!
VIOLETA
(Infiriendo.) “Teresa Brusés”. Es la maleta de mi abuela...
VIOLETA
(Leyendo.) “La piedra lunar.”
SEC. 59 CAP. 2 –INICIO DE SEC.- INT/NOCHE CASA LAX (ESTUDIO AMADEO) 1936
TERESA
(Entrando e intentando detenerle.) ¡Espera...! ¡Juan, por
favor...! ¡No hagas eso! ¡No hagas eso!
JUAN
¡Teresa...! ¡Dios mío, Teresa!
RICARDO
¿Qué significa todo esto?
VIOLETA
Significa que Teresa no pensaba irse sola. Que iba a
llevarse a su hijo con ella. (Buscando su teléfono.) Tengo
que llamar a mi padre... ¡Tengo que llamarle!
SEC. 59 CAP. 2 –MITAD DE SEC.- INT/NOCHE CASA LAX (ESTUDIO AMADEO) 1936
CAP.1 FLASH-BACK - JUAN DESTROZA EL ESTUDIO DE AMADEO Y HIERE A TERESA.
AMADEO CREE QUE SU HERMANO HA MATADO A TERESA. ELLA SE RECUPERA Y ANUNCIA
QUE SE VA.
AMADEO
(Tirando las flores al suelo y abalanzándose sobre
Teresa.) ¡¿Qué has hecho?! ¡¿Pero... Pero qué le has
hecho a mi mujer?! ¡Teresa! ¡Amor mío...! ¡Teresa!
AMADEO
¡La has matado! ¡¡La has matado!!