Está en la página 1de 77

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO
FACULTAD DE INGENIERÍA
DEPARTAMENTO DE GEOTECNIA

COMPORTAMIENTO DE SUELOS

TEMA 4 FLUJO DE AGUA

ING. HÉCTOR A. LEGORRETA CUEVAS


Profesor del Departamento de Geotecnia

Copyright © by HALC Semestre: 2010 - 2


1
TEM A IV FLUJO DE A G UA

Concepto de Esfuerzo Efectivo

Para simplificar el análisis del comportamiento de los suelos, estos son asumidos como un
medio continuo, por ejemplo, el origen de las partículas son ignorados y todos los
elementos del suelo son modelados en pequeñas áreas finitas o infinitas. A estas áreas se
les asigna todas las propiedades del suelo y sirven como unidades a las cuales se les
puede aplicar esfuerzos y deformaciones. La realidad es estos, los esfuerzos y
deformaciones, actúan en los puntos de contacto entre partículas y además de la presión
del agua normal a la superficie de las partículas, o incluso a fuerzas electromagnéticas
entre los minerales de las arcillas.

En un volumen de suelo dado, las partículas del suelo están distribuidas aleatoriamente
con espacios vacíos entre ellas. Los espacios vacíos son continuos y son ocupados por
agua o aire. Para analizar problemas como la compresibilidad del suelo, la capacidad de
carga de cimentaciones, estabilidad de taludes, y la presión lateral sobre estructuras de
retención, necesitamos conocer la naturaleza de la distribución de esfuerzos a lo largo de
un corte transversal en la masa de suelo.

Esfuerzos en un suelo saturado, sin filtración

En la figura 1 se muestra una parte de la masa de suelo saturado sin filtración de agua, el
esfuerzo total, en el punto A, puede ser obtenido del peso volumétrico saturado del suelo y
del peso volumétrico del agua arriba de este de la, siguiente forma;

σ = H γ w + ( H A - H ) γ sat ..... (1)

donde:

σ = esfuerzo total en la elevación del punto A


γw = peso volumétrico del agua
γsat = peso volumétrico del suelo saturado
H = columna del agua desde la parte superior de la columna de suelo
HA = distancia del punto A al nivel superior del agua

Los esfuerzos totales, σ, dados por la ecuación (1) puede ser dividida en dos partes:

1.- Una porción es soportada por el agua, ubicada en los espacios vacíos continuos. Esta
porción actúa con igual intensidad en todas direcciones.

2.- El resto del esfuerzo total es soportado por los sólidos del suelo en sus puntos de
contacto. La suma de las componentes verticales de las fuerzas desarrolladas en los
puntos de contacto de las partículas sólidas por unidad de área, en una sección transversal
dentro de la masa de suelo, dan por resultado el esfuerzo efectivo.

Co p yrig ht © b y HA LC Se me stre : 2010 - 1


2
Figura 1. Esquema para la obtención de esfuerzos en un suelo saturado.

Esto puede ser observado dibujando una línea, a-a, a través del punto A, que pase
únicamente a través de los puntos de contacto de las partículas sólidas.

Digamos que P1, P2, P4, ..., Pn, son las fuerzas actuantes en los puntos de contacto de las
partículas del suelo, figura 2. La suma de las componentes verticales de todas estas
fuerzas sobre el área transversal es igual ,al esfuerzo efectivo, σ', ó

P1v + P2v + P3v + ...... + Pnv


σ'= ..... (2)
A

donde:

P1v, P2v, P3v, ....., Pnv; son las componentes verticales de P1, P2, P3, ....., Pn.
A ; es el área de la sección transversal de la masa de suelo que se esta considerando.

Si consideramos a la variable, as, como la sección transversal del área copada par los
contactos sólido con sólido, esto es, as =a1 + a2 + a3 + ..... + an, el espacio ocupado por el
agua estará dado por la diferencia A − a s .

Co p yrig ht © b y HA LC Se me stre : 2010 - 1


3
De lo anterior podemos escribir:

Figura 2. Fuerzas actuantes en los puntos de contacto entre las partículas sólidas.

u ( A - as )
σ =σ' + = σ ' + u (1 - a' s ) ..... (3)
A

donde

u = HA γw = presión de poro en el agua, siendo esta la presión hidrostática en A


a’s = as/ A = relación entre el área de los puntos de contacto y el área transversal

El valor de a’s es muy pequeño y puede ser despreciable para rangos de presión
generalmente utilizados en los problemas prácticos. Por lo tanto, la ecuación (3) se puede
aproximar a:
σ T = σ ' + u ..... (4)
donde:

u = es el esfuerzo neutro o presión de poro o presión intersticial.

Al sustituir en la ecuación (4) la ecuación (1), el valor de u y reacomodando los términos de


la ecuación llegamos a:
H γ w + ( H A - H ) γ sat = σ ' + u

σ ' = H γ w + ( H A - H ) γ sat - H A γ w

σ ' = H γ w + H A γ sat - H γ sat - H A γ w

σ ' = - H (γ sat - γ w ) + H A (γ sat - γ w )

σ ' = ( H A - H )( γ sat - γ w )

Co p yrig ht © b y HA LC Se me stre : 2010 - 1


4
σ ' = ( Columna de suelo ) ∗ γ ' ..... (5)

donde γ’ = γsat – γw es igual al peso volumétrico unitario sumergido del suelo.

De lo anterior se concluye que el esfuerzo efectivo en cualquier punto A es independiente


de la altura de agua arriba del suelo sumergido. La figura 3 muestra un estrato de suelo
sumergido en un tanque donde no hay flujo de agua (filtraciones). La figura 4 muestra la
variación de los esfuerzos totales, neutros y efectivos, respectivamente, con respecto a la
profundidad en diferentes puntos del estrato sumergido en el tanque.

Figura 4. Muestra de suelo saturado Figura 5. Diagramas de esfuerzos totales, neutros y


en tanque sin filtraciones. efectivos.

La presión de poro en el agua se considera que varia en forma lineal con respecto a la
profundidad, conocida está como distribución de presiones hidrostáticas. Para poder ubicar
el punto del NAF (Nivel de Aguas Freáticas), donde u = 0.0, se utiliza un tubo de
observación freática, este dispositivo permite determinar la posición del nivel freático, así
como su variación estacional en los periodos de lluvia y sequía; sirve también para,
detectar el abatimiento de este nivel a largo plazo. Esta medición es indispensable para
definir el estado de esfuerzos de la masa del suelo del sitio, así como su evolución con el
tiempo.

El tubo de observación es un ducto vertical instalado en una perforación, que profundiza


por lo menos un metro por debajo del nivel freático; su parte inferior es permeable para
permitir la entrada del agua freática y la superior sellada con bentonita, para evitar que el
agua superficial penetre al tubo. Estos dispositivos deben instalarse abundantemente: en
cada, sitio donde se haga un sondeo, se instale una estación piezométrica o se tenga
incertidumbre de la posición del nivel freático. Para conocer la distribución de la presión de
poro, en la masa de suelo, se utilizan los equipos conocidos como piezómetros, abierto o
neumático.

Co p yrig ht © b y HA LC Se me stre : 2010 - 1


5
DICTyG

DEPARTAMENTO DE
GEOTECNIA

TEMA IV
FLUJO DE AGUA
Efecto de una sobrecarga (q), en el
diagrama de esfuerzos totales,
neutros y efectivos.

PROF: ING. HÉCTOR A. LEGORRETA CUEVAS


PERFIL
ESTRATIGRÁFICO
0.00
ARENA LIMOSA
NAF γ = 1.345 t/m³
2.50

ARENA LIMOSA
γ = 1.385 t/m³

7.00

ARCILLA
γ = 1.183 t/m³

15.00

ARENA CON GRAVA


γ = 1.416 t/m³

21.00

ARCILLA
γ = 1.225 t/m³

30.00
ROCA MUY
FRACTURADA
Fenómeno Capilar y Proceso de Contracción

Tensión Superficial. Generalidades


Existe una gran evidencia de que una superficie líquida resiste tensiones debido a la
atracción superficial entre moléculas adyacentes. Esta atracción viene a ser medida por la
Tensión Superficial.

La TENSIÓN SUPERFICIAL existente en la superficie de un líquido expuesto al aire es


debida a la atracción intermolecular que la masa del líquido ejerce sobre aquellas
moléculas situadas en la superficie. Mientras que las moléculas en el interior de la masa
líquida son atraídas con fuerzas iguales por las que las rodean, esto no sucede con las
moléculas de la capa superficial, pues están expuestas a atracciones de parte del aire y
del líquido considerado; estas atracciones son diferentes y no se equilibran, originando un
estado de tensión en toda la superficie libre del líquido, figura 1 y 2.

Figura 1. Generación de la Tensión


Superficial

Figura 2. Fuerza moleculares que intervienen en la tensión superficial.

Entre los fenómenos causados por la tensión superficial, uno de los más característicos y
de mayor importancia práctica es el de la Ascensión Capilar.

Para estudiar un poco más sobre el fenómeno de tensión superficial, ascensión capilar,
ángulo de contacto entre otros, se desarrolla a continuación breves explicaciones sobre
estos conceptos.

Cuando se altera la forma de la superficie de un líquido, de manera que el área aumente,


es preciso realizar para ello un trabajo; éste se recupera cuando la superficie se retrae a
su forma primitiva, de modo que la superficie en cuestión resulta capaz de almacenar
energía potencial.
El trabajo necesario para aumentar el área de una superficie líquida resulta ser,
experimentalmente, proporcional al aumento, definiéndose como coeficiente de tensión
superficial la relación entre ambos conceptos.

dW = TS * dA
- - - - - (1)
dW
TS =
dA

TS, es el coeficiente de tensión superficial, se mide en unidades de trabajo o energía entre


unidades de área o sea, por ejemplo, en dinas/cm. Representa la fuerza por unidad de
longitud, en cualquier línea sobre la superficie.

La tensión superficial del agua es de


72-73 dinas/cm a una temperatura
de 25°C, lo que equivale a 0.0734-
0.0744 gr/cm, además se sabe que
la tensión superficial disminuye con
la temperatura, figura 3. A los 20° el
valor de TS = 0.074 gr/cm.

Figura 3. Variación de la TS con la temperatura.

Inicio de Demostración

Puede probarse que cuando un líquido presenta al aire una superficie curva, se genera en
ese menisco curvo un desnivel de presión, de modo que la presión en el lado convexo es
siempre menor que la existente en el lado cóncavo.

Una demostración particular de esta afirmación, para el caso de un menisco semiesférico


se da a continuación.

Figura 4. Menisco semiesférico formado en el extremo inferior de un tubo.


En el dispositivo de la figura 4 se inyecta aire, a un tubo de pequeño diámetro (1 mm
aproximadamente) a través de la boquilla, a un valor de presión p. El líquido enrasado en
el extremo del tubo cede por la presión formando un menisco, que provoca un aumento en
la superficie que encierra al tubo. Se demuestra que inmediatamente antes de que el
menisco se rompa al crecer p, adopta la forma de una semiesfera. Se supondrá al
dispositivo, en lo que sigue, en esa condición.

PASO No. 1 PASO No. 2

El área de la semiesfera es: En el lado cóncavo del tubo existe la presión


p, mientras en el convexo obra pA = presión
A = 2π R 2 atmosférica, si se desprecia el pequeño
aumento de presión hidrostática con la
Siendo R el radio del menisco formado, que profundidad, bajo la superficie libre del
es casi igual al radio del tubo, y si el radio líquido que rodea al tubo.
varía a (R+dR), el área de la esfera se
incrementará en: Considérese un elemento de área del
menisco (dS). La fuerza neta que obra en
dA = 4 π R dR esa área es:

y según la ecuación 1, el trabajo necesario (p - p A ) dS


para lograr ese incremento será:
y cuando el área del menisco se incrementa
dW = 4 π TS R dR - - - - - (2) dA, esa fuerza realizará un trabajo

dW = (p - p A ) dS dR

ya que dR es la distancia radial recorrida por


el menisco.

El trabajo total realizado en el incremento


dA se puede obtener integrando la
expresión anterior a toda el área del
menisco, de modo que:

dW = (p - p A ) 2 π R 2 dR - - - - - (3)

Las ecuaciones 2 y 3 pueden igualarse:

4 π TS R dR = (p - p A ) 2 π R2 dR
de donde:
2 TS
pA = p - - - - - - (4)
R

La fórmula 4 indica que la presión pA en el lado convexo del menisco es siempre menor
que la presión p en el cóncavo, que en el caso de este experimento fue proporcionada con
aire comprimido introducido en el tubo.
Angulo de contacto
Considérese en un líquido abierto al aire la zona de contacto con la pared sólida del
recipiente, de acuerdo con las leyes de la hidrostática, la superficie del líquido sería la
mostrada en la figura 5.

Figura 5. Contacto entre la pared del recipiente-líquido-aire sin formación de menisco.

Molecules liquid state experience strong intermolecular attractive forces. When


those forces are between like molecules, they are referred to as cohesive forces. For
example, the molecules of a water droplet are held together by cohesive forces, and
the especially strong cohesive forces at the surface constitute surface tension.
When the attractive forces are between unlike molecules, they are said to be
adhesive forces. The adhesive forces between water molecules and the walls of a
glass tube are stronger than the cohesive forces lead to an upward turning meniscus
at the walls of the vessel and contribute to capillary action.
The attractive forces between molecules in a liquid can be viewed as residual
electrostatic forces and are sometimes called van der Waals forces or van der Waals
bonds.

Ahora considérense las moléculas superficiales del líquido en la inmediata vecindad con la
pared sólida. Una de esas moléculas está solicitada por fuerzas de dos tipos: cohesión y
adhesión. Las primeras son debidas a la acción de las restantes moléculas del líquido; las
segundas son ejercidas por las moléculas de las paredes del recipiente.

En la figura 6a y 6b, se muestran dos posibilidades frecuentes. En la figura 6a, dada la


naturaleza del líquido y del sólido, la resultante de las fuerzas de adhesión (FA) y de
cohesión (FC) se dispone de modo que tiene la inclinación mostrada. En la figura 6b,
dominan más las fuerzas de cohesión y ello hace variar la inclinación de la resultante. Sí
un líquido esta en reposo, es necesario que la resultante de las fuerzas externas que sufra
sea normal a la superficie correspondiente.
Figura 6. Formación de los meniscos.

Por esto, puesto que el líquido está en equilibrio, la superficie debe curvarse de modo de
ser normal a las fuerzas R en cada caso. En algunos líquidos, el caso (figura 6a) es el
representativo; en otros se presenta el caso (figura 6b). Así se forman los meniscos
cóncavos o convexos, según la naturaleza del líquido y del material que constituya la
pared del recipiente. El agua, por ejemplo, forma meniscos cóncavos con el vidrio,
mientras el mercurio los forma convexos.

El ángulo que forma el menisco con la pared denomina ángulo de contacto y, en lo que
sigue, se del recipiente se representa por α.

Si α < 90°, el menisco es cóncavo; si α > 90° es convexo. Si α vale casi 0°, si hay contacto
entre vidrió limpio y húmedo y agua destilada, mientras que mercurio y el vidrio forman
menisco bajo ángulos del orden de 140°. La plata limpia y el agua producen ángulos de
contacto muy cercanos a 90° (menisco recto o ausencia de él).

Ascensión capilar

Cuando un líquido está en contacto con las paredes de un tubo, la forma de su superficie
se encorva. Si el líquido es agua y las paredes del tubo son sólidas, el menisco es
generalmente cóncavo. Si el tubo es de pequeño diámetro (capilar) las alteraciones de la
superficie en toda la periferia producen una superficie (menisco) cuya forma tiende a la
esférica, muy aproximadamente. En adelante, se supondrá que ésa es la forma del
mencionado menisco.

En la parte de Tensión Superficial se vio que cuando la superficie de un líquido se agran-


daba, era preciso emplear para ello un trabajo, que incrementaba la energía potencial de
la superficie. De lo anterior podemos concluir que cualquier superficie encorvada, llamada
ahora MENISCO, dentro de un tubo, tendrá mayor área que la superficie plana original.
Luego, al formarse el menisco, la superficie líquida almacena energía potencial.
Figura 7. Ascensión capilar.

En Mecánica es fácil demostrar que la condición (7a) corresponde a un equilibrio inestable


y que sólo la segunda (7b) garantiza el equilibrio estable que se presenta en el menisco de
un tubo capilar. Luego en la superficie del menisco la energía potencial almacenada al
incrementarse el área debe ser mínima; pero en Tensión Superficial se vio que esa
energía era proporcional al aumento del área de la superficie, luego dicha área del
menisco debe cumplir la condición de exigir un cambio mínimo en su valor para cualquier
cambio de la curvatura original. Es sabido que la forma esférica cumple esa notable
condición. Se concluye, pues, que en un tubo capilar el menisco cóncavo del agua debe
tender a formas esféricas, como formas de equilibrio estable.

Obsérvese el tubo capilar de la figura 7a con el agua colocada al ras, pero con un menisco
formado. De lo anterior se deduce que, si el tubo es de pequeño diámetro, la forma del
menisco podrá considerarse cercana a la esférica, con suficiente aproximación para los
fines actuales. Anteriormente se demostró que, en este caso, la presión P2 en el lado
2 TS
convexo es menor que la P1 en el cóncavo, siendo la diferencia . Si el tubo está
R
abierto al aire P1 es la presión atmosférica, por lo que debe tenerse P2 < presión
atmosférica. Pero la presión del agua inmediatamente bajo la superficie del líquido que
rodea al tubo es la atmosférica, mayor que P2, por lo que el sistema inmediatamente abajo
del lado convexo del menisco no está en equilibrio, teniendo una presión neta hacia arriba
igual a PA - P2 . Por efecto de esta presión el agua sube por el tubo hasta formar una
columna que equilibre a esa diferencia de presiones.

De la figura 7b se observa que:

r
R = - - - - - (5)
Cos α

Además, según la ecuación 4 podemos plantear lo siguiente:


2 TS 2 TS Cos α
P2 = PA - = PA -
R r

Una vez que el agua ha subido, la presión en el punto M es:

PM = P2 + γ w h

puesto que PA existía ya y γw h es debida a la elevación de la columna capilar de altura h.

Entonces la presión en M vale:

2 TS Cos α
PM = PA - + γw h
r

Pero cuando se alcanza el equilibrio esta presión debe ser la atmosférica, que tiene el
líquido que rodea al tubo en su superficie.

Luego debe tenerse:

2 TS Cos α
PA = PA - + γw h
r

Igualando y despejando h para determinar la altura por ascensión capilar tenemos:

2 TS Cos α
h = - - - - - (6)
γw r

Fórmula que da la altura a que debe ascender el agua en un capilar de radio r, suponiendo
que el menisco formado es esférico, lo cual resulta razonablemente aproximado para fines
prácticos, figura 8. La ecuación 6 muestra que, para un caso dado, la elevación capilar es
inversamente proporcional al radio del tubo capilar (Ley de Jurin).

Figura 8. Tubos capilares con diferentes alturas de ascensión capilar.


Efectos Capilares
Considerando una temperatura de 20°C y el contacto entre agua y vidrio húmedo, el
ángulo de contacto α es nulo, por lo que la ecuación 6 se puede simplificar a un caso
particular:

0.296 0.30
h = = - - - - - (7)
D D

con h y D, diámetro del tubo capilar, en cm.

La distribución de esfuerzo en el líquido bajo su nivel libre, está representada por una
distribución lineal, según la ley hidrostática. La prolongación de esta recta hacia arriba del
nivel libre, representa también la distribución de esfuerzos en el líquido en la columna de
ascensión capilar, figura 9. Arriba del nivel libre se tendrán esfuerzos de tensión, si se
toma la presión atmosférica como origen.

Figura 9. Distribución de esfuerzos en un tubo capilar.

El esfuerzo de tensión en cualquier punto de la columna está dado por el producto de la


distancia vertical del punto a la superficie libre del líquido y el peso específico del mismo.

Por lo tanto el esfuerzo de tensión U en el líquido, inmediatamente abajo del menisco es:

2 TS Cos α 2 Ts
U = hγw = = - - - - - (8)
r R

donde R es el radio del menisco.


De lo anterior resulta evidente que se puede obtener un menisco totalmente desarrollado
siempre que el tubo capilar sea lo suficientemente largo como para permitir que la
columna de agua se eleve hasta la altura máxima de ascensión capilar h. Si el tubo es
más corto, como es el caso de la figura 10, la ascensión capilar queda restringida y el
menisco formado ajustará su curvatura a la necesaria para establecer el equilibrio.

Figura 10. Distribución de esfuerzos en un tubo capilar vertical, más corto


que la altura máxima de ascensión capilar.

Puesto que:
h1 γ w 〈 h γ w
Se sigue que:
u1 < u
Por lo tanto:
2 TS 2 TS
〈 y R1 〈 R
R1 R

Por lo que el nuevo radio de curvatura del menisco formado (R1) es mayor que el radio (R)
del menisco formado en la columna de altura máxima h. Se sigue entonces que también

α1 > α

Proceso de contracción en suelos finos

Con las consideraciones expuestas en los párrafos anteriores, es posible comprender el


mecanismo de contracción de los suelos finos, hecho experimental de conocimiento
común, así como las razones para el mismo.

Un suelo saturado exhibe primeramente una superficie brillante, que cambia a opaco al
formarse por evaporación, los meniscos cóncavos en cada poro. Al irse evaporando el
agua, va disminuyendo el radio de curvatura de esos meniscos y aumentando, por lo
tanto, la presión capilar sobre las partículas sólidas, que por este efecto, se comprimen. La
evaporación seguirá disminuyendo el radio de curvatura de los meniscos y comprimiendo
la estructura del suelo, hasta un punto en que la presión capilar sea incapaz de producir
mayor deformación; en ese momento comenzará la retracción de los meniscos hacia el
interior de la masa de suelo. Visualmente ese momento está señalado por el cambio de
tono del suelo; de oscuro a más claro.

En el suelo los poros y canalículos ocupados por el agua no son de tamaño uniforme, sino
que varían entre amplios límites, por lo que el agua no se retraerá al mismo tiempo hacia
el interior de la masa, comenzando el proceso en los poros de mayor diámetro.

Estadísticamente puede decirse que toda la gama de diámetros de los canalículos existen-
tes se presentan a lo largo de un capilar, en una distancia relativamente pequeña a partir
de la superficie. Esta distancia puede ser del orden de 2.5 cm, en arenas gruesas, pero en
arcillas ordinarias, con diámetros de poro comprendidos entre 0.1 y 0.001 de micra, todos
ellos se presentan a una distancia del exterior no mayor que una fracción de milímetro. Por
lo tanto, aun cuando una de las aberturas de la superficie corresponda al mayor diámetro
que pueda encontrarse en la muestra total de suelo, el menisco necesitará retraerse muy
poco para llegar a una zona de pequeño diámetro, en la cual pueda desarrollar esfuerzos
de tensión importantes.

Finalmente, cada menisco se retraerá al diámetro de poro más pequeño para el que un
menisco totalmente desarrollado produzca en el suelo la máxima presión capilar que
pueda deformar la estructura al máximo. En ese instante, con su máxima contracción
alcanzada bajo esa máxima presión capilar que el agua ejerce, el suelo habrá llegado a su
límite de contracción. Cualquier evaporación posterior hará que los meniscos se retraigan
hacia el interior sin más incremento en la presión capilar, pues el diámetro de los poros ya
no disminuye.

Figura 11. Esquema para ilustrar el proceso de contracción de un suelo fino.


Una manera sencilla de visualizar el proceso de secado de un suelo fino es la que se
expone a continuación, haciendo uso del esquema de la figura 11. En la parte izquierda
aparece una gráfica que representa el mínimo diámetro de poro que existe en el suelo
para la correspondiente relación de vacíos.

Según lo anterior, cada menisco se retraerá finalmente hasta el diámetro mínimo del
canalículo, antes de que empiece el retiro general hacia el interior de la masa. Este
diámetro mínimo, como todos los demás, disminuye al disminuir la relación de vacíos.

En la parte derecha de la figura 11, se muestra la relación entre la presión y la relación de


vacíos (curva A), obtenida al comprimir una muestra confinada del suelo; esta curva indica
la presión que debe aplicarse al suelo para que llegue a una relación de vacíos
determinada. La curva B representa la máxima presión capilar que puede desarrollarse
para una e dada.

Si la muestra se comprime con una presión p y llega a una relación de vacíos e, el


diámetro de poro mínimo (dmin.) correspondiente produciría una compresión capilar
máxima (Pc), al llegar los meniscos a su desarrollo total.
Si la muestra llega a la relación de vacíos e a través de un proceso de evaporación, la
presión necesaria en la fase sólida será p, que debe ser proporcionada por los efectos
capilares. Pero esta presión p es aún menor que la pc máxima que puede desarrollarse
por capilaridad; así, el suelo llegará a la oquedad e sin necesidad de que los mf'.niscos se
desarrollen por completo; basta que se desarrollen parcialmente. Si la evaporación
continúa, llega un momento en que toda la presión capilar que pueda desarrollarse se
requiere para mantener al suelo comprimido; en esa presión y correspondiente relación de
vacíos, las curvas A y B se interceptan, pues Pc = p.

La relación de vacíos es correspondiente a ese punto representa la condición crítica en la


que los meniscos deben estar totalmente desarrollados para mantener el suelo
comprimido a la presión necesaria para dar esa es. Si la evaporación continúa, ya el
efecto capilar no es suficiente para producir la presión necesaria para lograr nuevas
disminuciones de la relación de vacíos; los meniscos penetrarán en la masa. Por lo tanto,
en la intersección de las curvas A y B el suelo tendrá el mínimo volumen a que puede
llegar por secado; se habrá así llegado al límite de contracción (capítulo VI). Debe
observarse que el límite de contracción es el único momento en que los meniscos están
totalmente desarrollados en el agua; para relaciones de vacíos mayores, hay una reserva
de presión capilar no utilizada; relaciones de vacíos menores no pueden producirse por
secado y efectos capilares.
FLUJO DE AGUA
Introducción

Hasta hace unos setenta o setenta y cinco años el proyecto de las presas y
estructuras de retención de agua hechas con suelos se basaba casi
exclusivamente en reglas empíricas que los constructores se transmitían por
tradición oral. Se adoptaban las secciones de obras que habían resistido
satisfactoriamente el embate del tiempo y de las aguas, independientemente de la
naturaleza de los materiales constituyentes y de las características del terreno de
cimentación.

Con el nacimiento de la Mecánica de Suelos y el conocimiento del comportamiento


de estos materiales que con ella se adquirió, ha sido posible analizar bajo una
nueva luz el comportamiento de las presas y estructuras afines construidas,
extrayendo de ellas y especialmente de las que fallaron, enseñanzas de tendencia
generalizadora.

Las bases para un análisis racional de los problemas prácticos que comporta la
infiltración del agua a través de los suelos fueron establecidos por Henry Darcy;
que en el año de 1856, publicó un trabajo en Dijon, Francia; con el título de “Les
fontaines publiques de la ville de Dijon” (El abastecimiento público de agua de la
ciudad de Dijon), donde propone la relación que lleva su nombre.

Posteriormente a Darcy, el siguiente paso fundamental en el avance del


conocimiento fue dado alrededor de 1880 por Ph. Forchheimer, quien demostró
que la función carga hidráulica que gobierna un flujo en un medio poroso es una
función armónica, es decir, que satisface la ecuación de Laplace. El propio
Forchheimer desarrolló las bases para el método gráfico que hoy se conoce con el
nombre de Método de las Redes de Flujo, que sigue siendo el arma más sencilla y
poderosa de que el ingeniero dispone para la resolución práctica de 'los problemas
diarios que involucre el flujo de agua en suelos.

El método fue popularizado a partir de 1937 para los problemas de proyecto por A.
Casagrande. Desde entonces la solución gráfica de la ecuación de Laplace. que
constituye el Método de las Redes de Flujo, se ha transformado en el
procedimiento normal de trabajo para todos los ingenieros.

Propiedades hidráulicas del suelo

Gradiente Hidráulico

De acuerdo a la ecuación de Bernoulli, la carga hidráulica total en un punto, donde


el agua este en movimiento, se obtiene al sumar las cargas producidas por la
presión, velocidad y elevación-posición;
P v2
H TOT = + +z
γw 2g

donde:

HTOT = carga hidráulica total


P = presión
v = velocidad
g = aceleración debida a la gravedad
γw = peso volumétrico del agua
z = carga por posición o elevación

Si la ecuación de Bernoulli es aplicada al caso de un flujo de agua a través de un


medio poroso como es el suelo, el termino referente a la carga por velocidad
puede ser despreciado, debido a que la velocidad de filtración es pequeña,
considerando suelos finos, y la carga hidráulica total en cualquier punto puede ser
representada adecuadamente por:

P v2
HTOT = +
γw 2g

La figura 1 muestra la relación entre la carga por presión, elevación y total para el
caso de flujo de agua a través del suelo.

Figura 1. Carga por posición y presión para un flujo de agua dentro del suelo.
Los tubos piezométricos son instalados en los puntos A y B, los niveles a los
cuales el agua asciende dentro de los tubos piezométricos situados en A y B se
conocen como niveles piezométricos de los puntos A y B, respectivamente. La
carga por presión en un punto es la longitud de la columna vertical de agua en el
piezómetro instalado en ese punto. La carga por elevación (posición) de un punto
es la distancia vertical medida desde un plano horizontal de referencia a ese
punto.

La pérdida de carga hidráulica total entre los puntos A y B, se obtiene como:

⎛P ⎞ ⎛P ⎞
ΔH TOT = H A − HB = ⎜⎜ A − Z A ⎟⎟ − ⎜⎜ B − Z B ⎟⎟
⎝ γW ⎠ ⎝ γw ⎠

La pérdida de carga, ΔHTOT, puede ser expresada en forma unidimensional como:

ΔH
i=
L

Donde:

i = Gradiente hidráulico
L = Longitud de recorrido en el elemento analizado.

Flujos laminar y turbulento

Los problemas relativos al flujo de líquidos en general, pueden dividirse en dos


grupos principales: los que se refieren a flujo laminar y aquellos que tratan con
flujo turbulento.

Un flujo se define como laminar cuando las líneas de flujo permanecen sin juntarse
entre sí en toda su longitud, excepción hecha del efecto microscópico de mezcla
molecular. El flujo turbulento ocurre cuando la condición anterior no se cumple.
Una línea de flujo se define como la línea ideal que en cada punto tiene la
dirección del flujo, en el instante de que se trate; en todo punto el vector velocidad
y la línea de flujo que pasa por él, serán tangentes.

Si en un tubo se inserta una fuente puntual de tintura, como se muestra en la


figura 2, se tiene una distinción objetiva de los dos tipos de flujo mencionados
observando la trayectoria trazada por la tintura, que puede asimilarse a una línea
de flujo, si éste está establecido.
Figura 2. Diferencia experimental entre flujo laminar y turbulento.

Se sabe que a velocidades bajas un flujo ocurre en forma laminar, mientras que al
aumentar aquéllas se llega a un límite en que se transforma en turbulento; si en
ese punto la velocidad se reduce, el flujo volverá a ser laminar, pero la nueva
transición ocurre, generalmente, a menor velocidad que la primera. Esto indica la
existencia de un intervalo de velocidades en el cual el flujo puede ser laminar o
turbulento, figura 3.

Figura 3. Variación de la velocidad con respecto al gradiente hidráulico.

Reynolds probó que existe una cierta velocidad en cada líquido abajo de la cual,
para un cierto diámetro de conducción y a una temperatura dada, el flujo siempre
es laminar. Esta velocidad se define como la crítica. Similarmente, existe una
velocidad mayor arriba de la cual el flujo siempre es turbulento: en el caso del
agua esta segunda velocidad es, aproximadamente, igual a 6.5 veces la velocidad
crítica. Reynolds encontró que la velocidad crítica del agua puede expresarse por
la ecuación:
36 1
vc =
1 + 0.0337T + 0.00022T D
2

Donde:

vc = Velocidad crítica, en cm/seg.


T = Temperatura del agua, en °C.
D = Diámetro de la conducción, en cm.

Así, la velocidad crítica resulta ser inversamente proporcional al diámetro de la


conducción por la que ocurre el flujo.

En la figura 4 se muestra la variación de la velocidad con el gradiente hidráulico en


flujo laminar y turbulento. La diferencia principal entre ambos estriba en que en el
flujo laminar, la energía disponible se pierde por resistencias viscosas entre las
diversas láminas líquidas en deslizamiento relativo.

Figura 4. Variación de la velocidad vs. gradiente hidráulico.

Si una masa de agua fluye con la misma velocidad en cada punto (flujo uniforme)
no habrá pérdidas de energía, pero esta condición nunca existe en conductos,
debido a la resistencia que generan las fronteras, lo cual produce una distribución
de velocidades del tipo a la que aparece en la figura 5.

En el caso del flujo turbulento, por otra parte, existe una pérdida continua de
energía debido a las velocidades diferentes de las partículas adyacentes de
líquido aun cuando la masa fluya a velocidad constante.
Figura 5. Distribución de velocidades para flujo laminar y turbulento.

Estrictamente hablando, el flujo turbulento es de por sí, no establecido y no


uniforme, ya que existen en él movimientos irrestrictos de masas finitas
superpuestas al movimiento del conjunto de fluido. Es conveniente, sin embargo,
distinguir entre el movimiento secundario de la turbulencia y el primario de todo el
fluido y clasificar el flujo turbulento como establecido y no establecido, uniforme y
no uniforme, rotacional e irrotacional, sin atender a las turbulencias perturbadoras.

La velocidad media en un conducto en régimen laminar o turbulento es función de


la pérdida de carga hidráulica por unidad de longitud (gradiente hidráulico i). En el
flujo turbulento la velocidad es aproximadamente proporcional a i y más
4
exactamente a i . En el flujo laminar la velocidad resulta ser proporcional a i.
7

La Ley de H. Darcy

El flujo de agua a través de medios porosos, de gran interés en la Mecánica de


Suelos, está gobernado por una ley descubierta experimentalmente por Henry
Darcy en 1856. Darcy investigó las características del flujo del agua a través de
filtros, formados precisamente por materiales térreos, lo cual es particularmente
afortunado para la aplicación de los resultados de la investigación a la Mecánica
de Suelos.

Trabajando con dispositivos de diseño especial, esencialmente reproducidos .en el


esquema de la figura 1 y 6, Darcy encontró que para velocidades suficientemente
pequeñas, el gasto queda expresado por:

dV 3
Q= = k ⋅ A ⋅ i cm
dt seg
A es el área total de la sección transversal del filtro e i el gradiente hidráulico del
flujo, medido con la expresión:

h1 − h 2
i=
L

En cualquier punto del flujo la altura piezométrica h; es la carga por la elevación z


del punto, más la carga de presión en dicho punto (P/γw). La carga de velocidad se
desprecia en razón de la pequeñez de las velocidades que el agua tiene a través
del medio poroso. La diferencia h1-h2 representa la pérdida de energía sufrida por
el flujo en el desplazamiento L; esa energía perdida se transforma en calor.

Figura 6. Pérdida de carga hidráulica en un elemento de suelo.

Al comparar las figuras 1 y 6, el agua fluye de un punto de menor presión a otro de


mayor y es que la carga hidráulica total es suma de los dos factores mencionados
y no sólo de la presión; es claro que en flujo horizontal el gradiente de presión sí
será proporcional al gradiente hidráulico y el flujo tendrá que ocurrir en el sentido
de las presiones descendentes.

La ecuación de continuidad del gasto establece que

Q=Av

Siendo A el área del conducto y v la velocidad del flujo. Llevando esta expresión al
inicio e igualando obtenemos que:

v=ki
o sea, que en el intervalo en que la ley de Darcy es aplicable, la velocidad del flujo
es directamente proporcional al gradiente hidráulico; esto indica que, dentro del
campo de aplicabilidad de la ley de Darcy, el flujo en el suelo es laminar. Darcy
construyó sus filtros de arenas finas, generalmente, de lo cual se deduce que ya
en estos suelos el flujo del agua es laminar, por lo menos mientras las cargas
hidráulicas no sean excesivas. En suelos más finos (mezclas de limos y arcillas o
arcillas puras) el agua circula a velocidades aún menores, por lo que, con mayor
razón, el flujo también será laminar. De hecho las investigaciones realizadas a
partir de la publicación de Henry Darcy, indican que esa ley sólo es aplicable a
suelos de partículas no muy gruesas, quedando, desde luego, excluidas las
gravas limpias, cantos rodados, etc.

En las ecuaciones anteriores, relacionadas con la ley de Darcy, aparece una


constante física de proporcionalidad, k, llamada el Coeficiente de Permeabilidad
del Suelo. En cualquiera de esas ecuaciones y en especial en la última, puede
verse que sus unidades son las correspondientes a una velocidad (téngase
presente que i es un concepto adimensional). Esto se ha utilizado para definir en
términos simples el coeficiente de permeabilidad de un suelo como la velocidad
del agua a través del mismo, cuando está sujeta a un gradiente hidráulico unitario.
Es obvio que en el valor numérico de k se reflejan propiedades físicas del suelo y
en cierta medida ese valor indica la mayor o menor facilidad con que el agua fluye
a través del suelo, estando sujeta a un gradiente hidráulico dado. Esta facilidad a
su vez depende de toda una serie de propiedades físicas del suelo y, también de
algunos factores, tales como temperatura y otros que se analizan más adelante.

La ecuación anterior se basa, como se comento anteriormente, en observaciones


hechas por Darcy para el flujo de agua a través de arenas limpias. En esta
ecuación se identifican los siguientes términos; [v] es la velocidad de descarga del
agua, tomando como base una área de la sección transversal del suelo. Sin
embargo, la velocidad real del agua, esto es, la velocidad de filtración [vf] que
pasa a través de los espacios vacíos es mayor que [v]. Una relación entre la
velocidad de descarga y la velocidad de filtración puede ser encontrada tomando
como referencia la figura 7, la cual nos muestra un muestra de suelo de cierta
longitud L con una sección transversal que tiene una área A. Si la cantidad de
agua que fluye a través del suelo en una unidad de tiempo es q, entonces:

q = v A = Av vf

donde:

vf = velocidad de filtración
Av = área de vacíos en el área de la sección transversal
As = área de sólidos en el área de la sección transversal
Figura 7. Elemento utilizado para definir la velocidad de filtración.

Sin embargo

A = Av + As

Combinando ambas ecuaciones tenemos que:

q = v (Av + As) = Av vf
ó
v( A v + A s ) v( A v + A s )L v( VV + Vs )
vf = = =
Av A vL Vs

donde:
Vv = volumen de vacíos
Vs = volumen de sólidos

La ecuación anterior puede ser re-escrita de la siguiente forma:

⎡ Vv ⎤
⎢1 + V ⎥
vf = ⎢ s ⎥ = v⎛⎜ 1 + e ⎞⎟ = v
⎢ Vv ⎥ ⎝ e ⎠ n
⎢ V ⎥
⎣ s ⎦
donde:
e = relación de vacíos
n = porosidad
A la velocidad v, llamada velocidad de descarga y que se deduce directamente de
la ley de Darcy, se le llama simplemente velocidad y a la velocidad vf que toma en
cuenta la existencia de una fase sólida impermeable, se llama velocidad de
filtración y es la velocidad media de avance del agua en la dirección del flujo.

Sin embargo, en la obtención de la velocidad de filtración se supuso que el agua


tenía trayectoria recta al pasar a lo largo del filtro, por lo cual no representa la
velocidad con la que el agua se está moviendo. El agua no recorre la longitud L al
atravesar el suelo, sino una línea sinuosa o irregular de longitud Lm, figura 8.
Entonces si vr es la velocidad media real, podrá escribirse:

Lm 1+ e Lm
vr = vf = ⋅ ⋅v
L e L

Figura 8. Trayectoria del agua dentro de la masa de suelo.

Coeficiente de permeabilidad

El coeficiente de permeabilidad de un suelo es un dato cuya determinación


correcta es de fundamental importancia para la formación del criterio del
proyectista en algunos problemas de Mecánica de Suelos y, en muchos casos,
para la elaboración de sus cálculos. Se llega a definir a la permeabilidad de un
suelo como la combinación del tamaño de los poros y el grado en que los poros
están intercomunicados, porque esta combinación controlará la facilidad con que
el agua fluirá a través del material, suelo o roca.

A los material que permiten pasar fácilmente el agua a través de ellos se les llama
permeables; aquellos que permiten pasar el agua con dificultad o que no permiten
el paso del agua se denominan impermeables.
El coeficiente de permeabilidad tiene las misma unidades que la velocidad. El
termino de coeficiente de permeabilidad es mucho más usado por los ingenieros
geotecnistas; los geólogos expresan el mismo concepto como conductividad
hidráulica.

El coeficiente de permeabilidad de los suelos depende de varios factores: la


viscosidad del fluido, la distribución en los tamaños de los poros, la distribución
granulométrica, la relación de vacíos, del grado de saturación del suelo, etc. En los
suelos arcillosos, la estructura juega un papel muy importante en el coeficiente de
permeabilidad. Otros factores que afectan la permeabilidad en las arcillas son las
concentraciones de iones y los espesores en los estratos de agua atrapada por
una partícula de arcilla. El coeficiente de permeabilidad para suelos no saturados
es bajo y se incrementa rápidamente con el grado de saturación.

El valor del coeficiente de permeabilidad varia en un amplio rango dependiendo


del tipo de suelo que se este estudiando. En la tabla 1 que se muestra a
continuación se dan algunos valores del coeficiente (k):

Tipo de suelo k (cm/seg)


Grava limpia 1.00 – 100
Arena gruesa 0.01 – 1.00
Arena fina 0.001 – 0.01
Limo 0.00001 – 0.001
Arcilla Menos que 0.000001

Tabla 1. Valores típicos del coeficiente de permabilidad

Determinación del Coeficiente de Permeabilidad (k)

El coeficiente de permeabilidad de un suelo es un dato cuya determinación


correcta es de fundamental importancia; para la formación del criterio del
proyectista y para la elaboración de sus cálculos.

Hay varios procedimientos para la determinación de la permeabilidad de los


suelos: unos "directos", así llamados porque se basan en pruebas cuyo objetivo
fundamental es la medición de tal coeficiente; otros "indirectos", proporcionados,
en forma secundaria, por pruebas y técnicas que primeramente persiguen otros
fines. Estos métodos son los siguientes:

A) Directos

Permeámetro de carga constante


Permeámetro de carga variable
Prueba directa de los suelos en el lugar
B) Indirectos

Cálculo a partir de la curva granulométrica


Cálculo a partir de la prueba de consolidación
Cálculo con la prueba horizontal de capilaridad

En la tabla 2 debida a A. Casagrande y R. Fadum, aparecen las interrelaciones


entre el coeficiente de permeabilidad, los tipos de suelo y los métodos de prueba
aplicada en cada caso. El valor del coeficiente de permeabilidad se ha puesto en
escala logarítmica, debido a que el intervalo completo de valores que se maneja
en Mecánica de Suelos oscila 102 y 10-9 cm/seg.

Tabla 2. Correlaciones del coeficiente de permeabilidad

METODOS DIRECTOS

Laboratorio

Permeámetro de carga constante

En la figura 9 podemos observar un arreglo típico del permeámetro de carga


constante. En este tipo de prueba el agua suministrada se debe ajustar para tener
el menor derrame posible, de tal manera que la diferencia de altura entre la
entrada y la salida permanezca constante durante el período de prueba. Una vez
que se ha establecido un flujo a velocidad constante, el agua es recogida por un
matraz graduado en un cierto lapso de tiempo. Este tipo de permeámetro se utiliza
para suelos gruesos (gravas y arenas gruesas a medias) que poseen un
coeficiente de permeabilidad alto.

Se sabe que el gasto es:

Q = v A ..........(1)

de donde v = k i y el volumen de agua recolectada en el matraz es:

Vol = V = Q t ..........(2)

igualando las ecuaciones (1) y (2)

V
Q = k ⋅i⋅ A = ..........(3)
t

ΔH
recordando que el gradiente hidráulico es i = y despejando el valor del
L
coeficiente de permeabilidad tenemos que:

V ⋅L
k= ..........(4)
A ⋅ t ⋅ ΔH

VL
k = ------- .....(5)
Ath

donde: V = volumen de agua recolectada


A = área de la probeta de suelo (sección transversal)
Δh = carga hidráulica
t = tiempo en que se hizo la recolección de agua
L = longitud de la probeta de suelo

Permeámetro de carga variable

Un arreglo típico del permeámetro de carga variable se muestra en la figura 9, en


donde la cantidad de agua que atraviesa la muestra de suelo se mide por
diferencia de niveles de un tubo alimentador (pipeta). La carga inicial es h1 a un
tiempo t = 0.0 seg, al permitir el flujo a través del suelo la carga baja a un punto h2
para un tiempo t = tf. Este tipo de permeámetro se utiliza para suelos granulares
finos y con finos.

La cantidad de flujo de agua a través de la muestra a cualquier tiempo t puede ser


dado por:
Δh dh
Q = k ⋅i⋅ A = k ⋅ ⋅ A = −a ..........(5)
L dt

Figura 9. Permeámetro de carga constante y variable.

Donde:
a = área del tubo vertical de alimentación
A = área de la muestra de suelo
Q = cantidad de flujo (gasto)
L = longitud de la muestra
h1 y h2 = carga hidráulica al principio y al final de la prueba
t = tiempo requerido para que la carga hidráulica pase de h1 a h2

Arreglando la ecuación (5) tenemos que:

a ⋅ L ⎛ dh ⎞
dt = ⎜− ⎟ ..........(6)
A ⋅k ⎝ h ⎠

Integrando la parte izquierda de la ecuación (6) con los límites de tiempo -cero y t
= tf- y el lado derecho con los límites de la diferencia de cargas h1 a h2 se resuelve
así:
a ⋅L ⎛ dh ⎞
∫ ∫
tf h2
dt = ⎜− ⎟
0 A ⋅k h1 ⎝ h ⎠

a ⋅L
t 0f =
t
[− Ln ⋅ h]hh12
A ⋅k

a ⋅L
t= (− Ln ⋅ h 2 + Ln ⋅ h1 )
A ⋅k

despejando k llegamos a:
a ⋅L h
k = 2.302585 ⋅ Log 1
A ⋅k h2

Campo

Prueba Lugeon: el método Lugeon consiste en medir el gasto de agua, en litros


por minuto y por metro lineal de perforación, que fluye por la roca bajo una presión
de 10 kg/cm2. La prueba se realiza comúnmente en tramos de 3 a 5 m de longitud,
aislándolos con empaques de cuero o hule. Para obtener el gasto de absorción, se
varía en un mismo tramo la presión aplica según la siguiente secuencia: 1, 2, 4, 6,
8, 10, 8, 6, 4, 2, y 1 kg/cm2. La presión de inyección leída en el manómetro debe
corregirse por pérdidas en la tubería y por altura del nivel freático con respecto al
tramo probado, la absorción así registrada es la Unidad Lugeon. En la figura 10 se
muestra un equipo para realizar pruebas de permeabilidad en roca.

Prueba Lefranc: esta prueba permite determinar la permeabilidad local de suelos y


rocas muy fracturadas, localizadas bajo el nivel freático. En la prueba Lefranc se
inyecta o extrae agua de la perforación con una carga hidráulica pequeña y medir
el gasto correspondiente, es decir, el sondeo se convierte en un permeámetro. La
carga hidráulica puede ser constante o variable según el tipo de suelo; para suelos
con k ≥ 10-4 cm/seg se inyecta a carga constante, mientras los suelos con valores
menores se hace la prueba de extracción con carga variable. Conocido el volumen
de agua, la carga de agua, la longitud del tramo y el diámetro de la perforación,
puede calcularse la permeabilidad del suelo o la roca.

Permeabilidad por bombeo

En el campo, el coeficiente de permeabilidad promedio de un depósito de suelo,


en dirección del flujo, puede ser determinado a través de pruebas de bombeo en
pozos.

CASO 1. La figura 11 se muestra un caso donde el estrato superior, permeable,


esta limitado en su parte inferior por un estrato impermeable. En el desarrollo de la
prueba, el agua es bombeada, hacia el exterior del pozo de prueba, a una
velocidad constante teniendo un tubo perforado a lo largo de la perforación.
Diversos pozos de observación, ubicados a diferentes distancias radiales, son
hechos alrededor del pozo de prueba. Observaciones continuas del nivel de agua
en le pozo de prueba y en los de observación son hechas después de que ha
empezado el bombeo, hasta que una condición estable sea alcanzada. Dicha
condición estable se logra cuando el nivel de agua en el pozo de bombeo y en los
de observación llega a ser constante. La expresión que relaciona la cantidad de
agua que esta entrando al pozo así como la que es descargada por el bombeo se
puede escribir de la siguiente forma:

Figura 10. Aparato para determinar la permeabilidad en roca, tipo Packer.


(a) Diagrama completo; (b) Detalle de la unidad Packer.

dh
q=k 2πr ⋅ h
dr
dr ⎛ 2πk ⎞

r1


h1
= ⎜⎜ ⎟⎟ h ⋅ dh
r2 r ⎝ q ⎠ h2

⎛r ⎞
2.302585 ⋅ q ⋅ Log⎜⎜ 1 ⎟⎟
k= ⎝ r2 ⎠ ..........(7)
π h1 − h 2
2
(
2
)
De las mediciones de campo, si q, r1, r2, h1, h2, son conocidos, el coeficiente de
permeabilidad puede ser calculado a través de la ecuación (7), la forma de esta
prueba de bombeo se observa en la figura 11.

Figura 11. Prueba de permeabilidad para un estrato permeable.

CASO 2. El coeficiente de permeabilidad promedio de un acuífero confinado


puede ser determinado por medio de pruebas de bombeo de un pozo, en el cual
se utiliza un tubo perforado que penetra el espesor total del acuífero y por el
continuo registro de los niveles de agua en un cierto número de pozos de
observación, ubicados a diferentes distancias radiales, figura 12. El bombeo es
continuo hasta lograr un gasto Q uniforme y la condición estable es alcanzada en
los pozos primarios y secundarios (observación). Como el agua que puede entrar
al pozo de prueba es únicamente del acuífero, con un espesor H, la condición de
descarga al quedar establecida se tiene que:

dh
q=k 2π ⋅ r ⋅ H
dr
dr ⎛ 2 ⋅ π ⋅ k ⋅ H ⎞
∫ ∫
r1 h1
= ⎜⎜ ⎟⎟ dh
r2 r ⎝ q ⎠ h2

la ecuación anterior nos da el coeficiente de permeabilidad en la dirección del


flujo:
⎛r ⎞
q ⋅ Log⎜⎜ 1 ⎟⎟
k= ⎝ r2 ⎠ ..........(8)
(
2.727 ⋅ π ⋅ h1 − h 2 )

Figura 12. Prueba de permeabilidad para un estrato confinado (acuífero).


COEFICIENTE DE PERMEABILIDAD
EQUIVALENTE PARA SUELOS
ESTRATIFICADOS

Dependiendo de la naturaleza de los depósitos de


suelos, el coeficiente de permeabilidad de un estrato
de suelo puede variar en función de la dirección del
flujo, sea éste en dirección vertical u horizontal. En un
depósito de suelo estratificado donde el coeficiente de
permeabilidad para un flujo de agua en una cierta
dirección cambia de estrato a estrato, por lo tanto, se
hace necesario el determinar un coeficiente de
permeabilidad equivalente para simplificar los cálculos.

Los siguientes desarrollos relacionan a la


permeabilidad equivalente para un flujo, en dirección
vertical u horizontal, a través de un suelo con varios
estratos en forma horizontal, figura 13.

Figura 13.
Depósito de suelo
estratificado, con
permeabilidad en ambas
direcciones, kx y ky.

1
La figura 14 muestra un suelo con n estratos con un
flujo de agua en dirección horizontal. Consideremos
una sección, de ancho unitario, que pasa a través de
los n estratos y es perpendicular a la dirección del
flujo. El gasto total que pasa a través de dicha sección,
en una unidad de tiempo, puede ser escrito como:

q = v * 1* H

q = v 1 * 1 * H1 + v 2 * 1 * H2 + v 3 * 1 * H3 + .......... + v n * 1 * Hn

Donde:

v = velocidad de descarga promedio


v1, v2, v3, .......... , vn = velocidades de descarga en cada uno de los estratos.

Figura 14. Depósito de suelo estratificado, con flujo


horizontal.

2
Si kh1, kh2, kh3, .........., khn son los coeficientes de
permeabilidad de los estratos en forma individual en la
dirección horizontal y kh(eq) es el coeficiente de
permeabilidad equivalente en la misma dirección,
podemos a través de la ley de Darcy hacer la
siguiente:

v = k h(eq) * i eq ; v 1 = k h1 * i 1 ; v 2 = k h2 * i 2 ; v 3 = k h3 * i 3 ; ......... ; v n = k hn * i n

Sustituyendo los valores de las velocidades, obtenidas


en las ecuaciones anteriores, se puede sustituir en
la ecuación inicial y considerando que ieq = i1 =
i2 = i3 = .... = in, a partir de la figura, llegamos a la
conclusión siguiente:

1
k h(eq) = ( k h1 * H1 + k h2 * H 2 + k h3 * H3 + ..... + k hn * Hn
H tot

n
1
k h(eq) =
H tot
∑k
j =1
hj * Hj

La figura 15 muestra, el mismo suelo, n estratos con


flujo en dirección vertical. En este caso, la velocidad
del flujo a través de los estratos se considera como la
misma o constante. Sin embargo, la pérdida de carga
total, ∆hTOT, es igual a la suma de las pérdidas que se
tienen en cada estrato. Bajo las condiciones anteriores
tenemos:

3
Figura 15. Depósito de suelo estratificado, con flujo
vertical.

v = v 1 = v 2 = v 3 = ......... = v n
∆hTOT = ∆h1 + ∆h2 + ∆h3 + ..... + ∆hn
Aplicando la ley de Darcy, la ecuación inicial de este
problema puede ser escrita de la siguiente forma,
como se muestra a continuación:

∆h
k v(eq) * = k v1 * i1 = k v2 * i2 = k v3 * i3 = ..... = k vn * in
Htot
Donde kv1, kv2, kv3, .........., kvn son los coeficientes de
permeabilidad de cada estrato en forma individual en
la dirección vertical y kv(eq) es el coeficiente de
permeabilidad equivalente en la misma dirección.

1
Re-escribiendo la ecuación, donde la pérdida de carga
hidráulica total es la sumatoria de las pérdidas de cada
estrato llegamos a:

∆hTOT = H1 * i1 + H2 * i 2 + H3 * i 3 + ..... + Hn * i n

Tomado la ecuación anterior y la de la permeabilidad


equivalente llegamos finalmente a:
Htot
k v(eq) =
H H H H
( 1 ) + ( 2 ) + ( 3 ) + ..... + ( n )
k v1 k v2 k v3 k vn
Htot
k v(eq) = n H

∑k
j =1
j

vj
ELEVACIÓN, en m

5.00
4.50
0.00

4.00

1.00 3.50 4.50

3.00

1.195 2.50 3.695

2.00 1.45 2.00 3.45

0.0
-1.25 1.25
1.00

0.0 1.00 2.00 3.00 4.00 CARGA, en m

5
TEMA IV FLUJO DE AGUA

PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES

Al resolver un problema práctico de Flujo de Agua, tal


como el análisis de las infiltraciones a través de la cortina
y del terreno de cimentación de una presa de tierra, el
ingeniero obtiene información fundamental respecto a
tres cuestiones trascendentales:
1. El gasto de infiltración a través de la zona de flujo
2. La influencia del flujo de agua sobre la estabilidad
general de la masa de suelo a través de la que ocurre
3. Las posibilidades del agua de infiltración de producir
arrastres de material sólido; generando erosión,
tubificación, etc.
La primera cuestión es importante porque todo gasto
que se infiltre a través de una cortina o bordo de tierra
representa una pérdida que debe ser cuantificada.

1
La segunda cuestión suele ser la más importante de las
conectadas con los problemas de flujo de agua en
suelos, a lo menos desde un punto de vista práctico.
Cuando el agua fluye, la presión a la que esta sujeta es,
por definición, hidrodinámica y este hecho produce varias
repercusiones importantes.
En primer lugar (2a), dependiendo de la dirección
del flujo, la presión hidrodinámica puede alterar el peso
específico sumergido del suelo; por ejemplo, si el agua
fluye verticalmente hacia abajo aquel se incrementa en el
valor de tal presión; si el flujo ocurre verticalmente hacia
arriba, se ejerce un efecto boyante sobre las partículas
del suelo, que equivale a la disminución de su peso
específico.

En segundo lugar (2b) y de acuerdo con la


ecuación de Coulomb, el aumento en la presión del agua
produce la correspondiente disminución de la presión
efectiva y por lo tanto de la resistencia al esfuerzo
cortante del suelo, de modo que una estructura que se
haya revelado estable en condición exenta de flujo,
deberá ser revisada desde este punto de vista
suponiéndola sujeta a flujo, siempre que esta condición
sea susceptible de presentarse.
La tercera cuestión es también de gran importancia
práctica, pues el agua al infiltrarse a través del suelo
puede producir particularmente en ciertas zonas,
arrastres de partículas sólidas que, en el caso en que
no reciban la debida atención del proyectista o del

2
ingeniero de conservación, pueden llegar a poner en
peligro la estabilidad de la obra de tierra, al dejarla
materialmente surcada por túneles y galerías formadas
por erosión.

EL AGUA EN EL SUELO
El agua del suelo puede clasificarse en tres categorías,
dependiendo de su movilidad dentro de él.
(1); esta el agua adsorbida ligada a las partículas del
suelo por fuerzas de origen eléctrico-magnéticas, que no
se mueve en el interior de la masa porosa y que, por lo
tanto, no participa en el flujo, quedando al margen de
este tipo de problemas.
(2); esta el agua capilar, cuyo flujo presenta gran
importancia en algunas cuestiones de Mecánica de
Suelos, tales como el humedecimiento de un pavimento
por flujo ascendente y otras análogas. Sin embargo, en
la mayoría de los problemas de filtración de agua, el
efecto del flujo en la zona capilar es pequeño y suele

3
despreciarse en atención a las complicaciones que
plantearía al ser tomada en cuenta teóricamente su
influencia.
(3); esta la llamada agua libre o gravitacional que, bajo el
efecto de la gravedad terrestre, puede moverse en el
interior de la masa sin otro obstáculo que el que le
imponen su viscosidad y la trama estructural del suelo.

En la Teoría de Flujo de agua que se expone se trata


exclusivamente con esta agua y cuando en lo sucesivo
se mencione este fluido deberá entenderse únicamente
que se trata precisamente del agua libre o gravitacional.

En una masa de suelo, el agua gravitacional está


separada del agua capilar por una superficie a la que se
denomina Nivel Freático. No siempre es fácil de definir ni
de localizar el nivel freático; en un suelo suficientemente
fino, al hacer una excavación el espejo de agua que se
establece con el tiempo define al nivel freático, pero tal
superficie distintiva no existe en el suelo adyacente, ya
que arriba de este nivel el suelo puede estar totalmente
saturado por capilaridad y, por lo tanto, en ese suelo el
nivel freático no tiene existencia física o real.
Para fines prácticos se considerará nivel freático a la
superficie que constituye el lugar geométrico de los
puntos en que el agua posee una presión igual a la
atmosférica que, en cuestiones de flujo en que se trabaja
normalmente con presiones manométricas, se considera
igual a cero.

4
En condiciones estáticas del agua de un cierto suelo, el
nivel freático sería una superficie horizontal; sin embargo,
si se admite la posibilidad de que el agua fluya dentro del
suelo, ya no hay razón para que el nivel freático siga
siendo horizontal y de hecho, naturalmente, no lo es.

ECUACIONES HIDRODINÁMICAS
En lo que sigue se presenta un tratamiento matemático
somero que permite llegar en forma sencilla a las
ecuaciones básicas que se utilizan hoy para plantear
teóricamente el problema del flujo de agua a través de
suelos.
Considérese una región de flujo (o sea una región de
suelo a través de la que fluye el agua), de la que forma
parte un elemento paralelepipédo con dimensiones dx,
dy y dz, tal como el que se muestra en la figura 1.
Supóngase que la velocidad v con que el agua pasa por
el elemento posee tres componentes vx, vy, vz y que
éstas son sólo función de x, y y z respectivamente, pero
no del tiempo (puesto que, por hipótesis, se trata de un
régimen establecido), ni de ninguna otra variable.

5
Se supone también que estas componentes son
funciones continuas que admiten cualquier orden de
derivación necesario al razonamiento expuesto.
En estas condiciones, si en las caras 1 (ver figura 1) las
componentes de la velocidad del agua son vx, vy, vz,
como queda dicho, en las caras 2 estas mismas
componentes serán, respectivamente:
∂v x
vx + dx
∂x
∂v y
vy + dy
∂y
∂v z
vz + dz
∂z

6
Se admitirá ahora que el suelo a través del que ocurre el
flujo tiene sus vacíos saturados por agua y que, además,
tanto dicho elemento como las partículas sólidas que
forman la estructura del suelo son incompresibles en sí
mismos. Así, durante el flujo, la cantidad de agua que
entra al elemento tiene que ser igual a la que sale, en un
régimen establecido. Por lo tanto, teniendo en cuenta que
el gasto que pasa por una sección puede expresarse
como el producto del área de la sección por la velocidad
del flujo, podrá escribirse:

v x dydz + v y dxdz + v z dxdy =

⎛ ∂v ⎞ ⎛ ∂v ⎞ ⎛ ∂v ⎞
= ⎜ v x + x dx ⎟ dydz + ⎜⎜ v y + y dy ⎟⎟ dxdz + ⎜ v z + z dz ⎟ dxdy
⎝ ∂x ⎠ ⎝ ∂y ⎠ ⎝ ∂z ⎠

En la expresión anterior, el primer miembro representa el


gasto que entra al elemento y el segundo, el que sale.
Reduciendo términos semejantes:

⎛ ∂v x ⎞ ⎛ ∂v y ⎞ ⎛ ∂v ⎞
⎜ dxdydz ⎟ + ⎜⎜ dydxdz ⎟⎟ + ⎜ z dzdxdy ⎟ = 0.0
⎝ ∂x ⎠ ⎝ ∂y ⎠ ⎝ ∂z ⎠

de donde
⎛ ∂v x ⎞ ⎛ ∂v y ⎞ ⎛ ∂v z ⎞
⎜ ⎟ + ⎜⎜ ⎟⎟ + ⎜ ⎟ = 0.0
⎝ ∂x ⎠ ⎝ ∂y ⎠ ⎝ ∂z ⎠
La ecuación anterior juega un papel importante en la
teoría de flujo de agua y se conoce con el nombre de
Ecuación de Continuidad.

7
Se hace un breve recordatorio de las hipótesis que
implica la aceptación de la ecuación de continuidad tal
como ha sido deducida y las cuales son:
El régimen es establecido
El suelo está saturado
El agua y las partículas sólidas son incompresibles en sí
mismas
El flujo no modifica la estructura del suelo en ninguna
forma
El flujo es laminar y por lo tanto es aplicable la Ley de
Darcy

Si ahora se supone válida la ley de Darcy podrá


escribirse para la velocidad de descarga del agua a
través del elemento.

∂h
v=-k
∂l
Lo cual expresando al gradiente hidráulico a través de
sus tres componentes, da lugar a:

∂h ∂h ∂h
vx = - k x vy = - ky vz = - k z
∂x ∂y ∂z

8
En las anteriores se ha supuesto el caso más general en
que el suelo se considera anisótropo en lo referente a su
permeabilidad, con una permeabilidad kx en la dirección
del eje X..X', otra de valor ky en la dirección del eje Y..Y'
y, finalmente, otra kz en la dirección del eje Z...Z'.
Sustituyendo las tres componenetes de velocidad en la
ecuación de continuidad, se obtiene:
∂2h ∂2h ∂ 2h
kx + k y 2 + k z 2 = 0.0
∂x 2 ∂y ∂z
La ecuación final describe matemáticamente al flujo en la
región considerada e implica todas las hipótesis
enlistadas arriba, más la de aplicabilidad de la ley de
Darcy.

En los problemas prácticos de la Mecánica de Suelos, es muy


frecuente que el flujo en una sección de la región considerada,
transversal a su eje longitudinal, sea idéntico al que se tiene
en cualquier otra sección; este es el caso, por ejemplo, en
presas de tierra de eje largo en comparación a su altura. Así,
los efectos en los bordes de la región de flujo pueden
ignorarse y, de esa manera el problema de flujo puede
estudiarse bi-dimensionalmente, contenido todo él en el plano
X-Y. En estas condiciones, la ecuación de continuidad se
puede escribir en una forma más simplificada como:

∂2h ∂ 2h
kx + k y 2 = 0.0
∂x 2
∂y
que es la ecuación fundamental para el análisis de un flujo
bidimensional en una región de flujo dada.

9
Si el suelo a través del que ocurre el flujo en estudio es,
además, isótropo en lo referente a la permeabilidad,
entonces:

kx = ky = k

y la ecuación de continuidad bidimensional puede


simplificarse, obteniéndose finalmente la siguiente
ecuación para representar matemáticamente el problema

∂ 2h ∂ 2h
+ = ∇ 2
h = 0.0
∂x 2
∂y 2

La ecuación del flujo bidimensional es una ecuación diferencial


muy conocida y estudiada, por describir matemáticamente
muchos fenómenos físicos de gran importancia práctica, a
parte del flujo de agua a través de los suelos. Se la conoce
con el nombre de ecuación de Laplace. Una función que
satisface la ecuación de Laplace, como h, se dice armónica.
Dado lo estudiada que está la ecuación de Laplace y sus
soluciones generales y particulares, resulta muy afortunado
que ella sea precisamente la ecuación que describa los
problemas, de ingeniería civil y otras área afines, sobre el flujo
de agua: sin embargo, en rigor esta ecuación representa una
situación particular, en la que el suelo es isótropo en lo relativo
a su permeabilidad (implica también la particularidad de que el
flujo sea bidimensional, pero en realidad esta suposición se
ajusta a la mayoría de los casos prácticos, por lo que su
carácter limitativo es usualmente despreciable).

10
La anisotropía en el suelo es, desde luego, una condición
frecuente; baste considerar que muchas de las estructuras de
tierra a través de las que interesa estudiar el flujo se
construyen compactando por capas, procedimiento que,
lógicamente, conduce a permeabilidades horizontales
bastante mayores que las que se obtienen para el flujo en la
dirección vertical.
Afortunadamente, sin embargo, existe un artificio matemático
de trabajo que va a permitir estudiar todos los problemas de
flujo como si éste ocurriera a través de suelos isótropos. Este
artificio, que se conoce con el nombre de Teoría de la Sección
Transformada y permite estudiar cualquier suelo anisótropo en
relación a su permeabilidad, como si fuera isótropo.
Con esta teoría, la ecuación final cobra la gran importancia
práctica en el sentido más general como la ecuación básica
que satisface el flujo de agua a través del suelo.

La solución general de la ecuación de Laplace está constituida


por dos grupos de funciones que son, a su vez, susceptibles
de una interpretación geométrica muy útil, según la cual
ambos grupos de funciones pueden representarse dentro de la
zona de flujo en estudio como dos familias de curvas
ortogonales entre sí. La solución general que satisfaga las
condiciones de frontera de una región de flujo específica
constituirá la solución particular de la ecuación de Laplace
para esa región específica.

11
La Teoría de la Sección Transformada
La teoría de la Sección Transformada, a la que ya se ha
hecho referencia, permite el solucionar un problema
donde se encuentren permeabilidades diferentes, kx≠ky, o
sea un material anisotrópico ha uno isotrópico donde
ambas permeabilidads sean iguales. Con esa reducción
se cumplen las condiciones de la ecuación de Laplace y
sus soluciones sean aplicables.
En esencia la Teoría de la Sección Transformada es un
simple artificio de cálculo que se logra sobre el papel las
dimensiones de la zona de flujo en estudio, de manera
que la nueva sección obtenida, tiene todas las
condiciones de flujo que se presentan en la sección
original.

12
Debemos de tomar en cuenta que al realizar la transformación
se realiza esta en una sola dirección mientras que la otra
permanece constante, lo anterior se muestra en la siguiente
tabla:

kx
X ; es constante y' = y
ky

ky
x' = x Y; es constante
kx

Cálculo de las Filtraciones

En cualquier red de flujo, la distancia entre dos líneas


adyacentes de flujo, se conoce como canal de flujo. La figura
anterior muestra un canal de flujo con las líneas
equipotenciales formando elementos cuadrados. Digamos que
h1, h2, h3, ……..,hn son los niveles piezométricos
correspondientes a las líneas equipotenciales. La cantidad de
flujo de filtración a través del canal de flujo por unidad de
ancho (espesor igual a uno) puede ser calculado como sigue.
Considerando que no hay cruce de flujo a través de las líneas
de flujo.

Δq 1 = Δq 2 = Δq 3 = ................... = Δq

13
A partir de la Ley de Darcy se puede determinar el gasto como
Q= k i A, de tal manera la ecuación anterior se puede re-
escribir de la siguiente forma:

⎛ h − h2 ⎞ ⎛ h − h3 ⎞
Δq = k⎜⎜ 1 ⎟⎟l1 ⋅ 1 = k⎜⎜ 2 ⎟⎟l 2 ⋅ 1 = .........
⎝ l1 ⎠ ⎝ l2 ⎠
De la ecuación conseguida, si los elementos son cuadrados y
las permeabilidad es la misma, así como la caída de potencial
la consideramos constante podemos decir que:

H
h 1 − h 2 = h 2 − h 3 = ......... =
Nd

14
H
Δq = k
Nd

Donde
H = la diferencia de niveles de agua entre un elemento de
soporte.
Nd = número de caídas de potencial
Considerando el número de canales de flujo que se tengan en
la red podemos calcular el gasto total como:

H ⋅ Nf
q=k
Nd

15
REGLAS BÁSICAS PARA LA
CONSTRUCCIÓN DE UNA RED FLUJO

Trazado de las Redes de Flujo

La ecuación de continuidad en un medio isótropo queda


representada por dos familias de curvas ortogonales entre si y
que son; las líneas de flujo y las líneas equipotenciales. Una
línea de flujo es una línea a lo largo de la cual una partícula de
agua viaja de aguas arriba hacia aguas abajo en un suelo
permeable. También puede establecerse como regla general
que el contacto entre un medio impermeable y otro permeable
a través del que se infiltra el agua, es una línea de flujo. Una
línea equipotencial es una línea a lo largo de la cual la carga
hidráulica total es la misma. Esto es, si se colocan varios
piezómetros en diferentes puntos, a lo largo de una misma
línea equipotencial, la altura del agua ascenderá a la misma
elevación en todos ellos.

16
En general el contacto entre el agua libre y un medio
permeable a través del cual se infiltra el agua es siempre una
línea equipotencial. La figura 14 muestra las dos familias de
curvas, las líneas de flujo y equipotencial, en un estrato de
suelo permeable alrededor de una tablestaca (kx = ky = kz).

Siguiendo lo anterior, puede entonces definirse a que tipo de


línea corresponde cada una de las fronteras de la región de
flujo, el estudiar las fronteras y definir el tipo de línea
correspondiente quedará como el primer paso efectuar el
trazado de uno red de flujo.

Establecimiento de la
líneas frontera, de
flujo y
equipotenciales, para
el trazado de una red
de flujo.

17
CONSTRUCCIÓN DE
REDES DE FLUJO

A una combinación de un número de líneas de flujo y líneas


equipotenciales se le conoce como RED DE FLUJO. FLUJO Las
redes de flujo son construidas para calcular el flujo de agua en
el suelo y para su construcción, las líneas de flujo y
equipotenciales son dibujadas siguiendo ciertas reglas:

1.- Las líneas equipotenciales intersectan a las líneas de flujo


en ángulo recto.
2.- Los elementos de la red flujo formados así, deberán ser
aproximadamente cuadrados.
3.- Dibujar las líneas de flujo de manera que el gasto que pase
por el canal formado entre cado dos de ellas sea el
mismo (Δq).
4.- Dibujar las líneas equipotenciales de manera que la caída
de carga hidráulica entre cada dos de ellas sea la
misma (Δh).

18
Al intentar el trazo de las familias de líneas equipotenciales y
de flujo surge el problema de que por cada punto de la región
de flujo deberá de pasar en principio precisamente una línea
de flujo y una equipotencial, pues en cada punto de la región
de flujo el agua tiene una velocidad y una carga hidráulica.

Esto llevaría, de trazar todas las líneas posibles, a una


solución que formaría una mancha uniforme en todas las
regiones de flujo; a este modo de proceder le faltaría todo
valor práctico, pues las soluciones obtenidas en los diferentes
problemas serán uniformemente inútiles.

Para aspirar a una solución discriminativa, que sepa


diferenciar un problema de flujo de otro, será preciso no trozar
todas las líneas de flujo y equipotenciales posibles; en cambio
se trazarán sólo unas cuantas, seleccionadas con un cierto
ritmo útil y conveniente para el ingeniero.

19
Las figuras 15 y 16 muestran dos ejemplos de redes de flujo
terminadas, ambas en un suelo isótropo. El dibujar una red de
flujo toma varios intentos, pero mientras se construye una red
de flujo, uno debe de tener en cuenta siempre las condiciones
anteriores.

Para construir la red de flujo que se muestra en la figura 15, se


tomaron las siguientes consideraciones:

1.- Las superficies del estrato permeable aguas arriba y aguas


abajo (líneas ab y de) son líneas equipotenciales.
2.- Debido a que ab y de son líneas equipotenciales, todas las
líneas de flujo intersectarán a estas en ángulo recto.
3.- La frontera del estrato impermeable -esto es, la línea fg- es
una línea de flujo y también la superficie impermeable de la
tablestaca, línea acd.
4.- Las líneas equipotenciales intersectan a las líneas acd y fg
en ángulo recto.

20
Algunas consideraciones para un mejor trazado de
la red de flujo.

21
Ejemplos de redes para el cálculo de filtraciones

22
Ejemplos de redes para el cálculo de filtraciones

E J E M P L O; PRESA

23
El flujo de agua a través de presas de tierra constituye uno de
los casos de mayor importancia en la aplicación de la teoría de
flujo de agua.

Trazada la red de flujo se podrá calcular; el gasto de filtración,


los gradientes hidráulicos, las velocidades del agua, las
presiones hidrodinámicas, las fuerzas de filtración, etc.

Lo PARTICULAR de este problema es que aparte de lo


anterior se deben emplear métodos especiales para lograr
trazar la red de flujo. En especial para fijar las fronteras de la
zona de flujo.

Línea de Corriente Superior


La teoría de Dupuit (problema de flujo no confinado)
Solución de Schaffernak y Van Iterson (α ≤ 30º )
Solución de L. Casagrande (α ≤ 60º )

Línea de Corriente Superior


Solución de Kozeny (α = 180º )
Solución de L. Casagrande (60º < α < 180º )

24
12 m

35 m
25 m

68
°

40 m

37.2 m
10 m

Trazado de la parábola
25 m

básica de Kozeny

33 m 4.2 m

37.2 m
10 m 3.72 m
2.5 m

33 m 4.2 m

25
37.2 m
10 m 3.72 m

2.5 m
33 m 4.2 m

37.2 m
10 m 3.72 m

2.5 m

33 m 4.2 m

37.2 m
10 m 3.72 m

Línea Superior de Flujo


2.5 m

sin corrección en la
entrada y salida.

33 m 4.2 m
13.
4m

36
m
9. 3
6m

26
Zona de Trazado para
la Red de Flujo.

27
Tercer intento de trazado

Sexto intento de trazado

28
E J E M P L O; PRESA CON PANTALLA

Software; Geo-Slope

29
30
31
32

También podría gustarte