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EL PODER DE DIOS

Craig W. Hagin

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Contenido

1. Ponga su fe en el poder de Dios


2. Actos de fe
3. Una mentalidad mayor
4. Usted puede tener gozo en el Espíritu
Santo

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CAPÍTULO 1
PONGA SU FE EN EL PODER DE DIOS

No importa por lo que esté pasando en estos


momentos, el poder de Dios es más grande que
cualquier circunstancia. Piense en Dios y en lo bueno
que ha sido con usted. Recuerde todas las veces que le
ha librado de problemas en el pasado. Pues bien, Él
todavía está en el " asunto de la liberación". Cuando
usted conoce su poder, quién es Él y lo que ha hecho,
lo único que puede hacer es emocionarse.
Es importante que entienda qué tan formidable es el
poder de Dios. Su poder creó los cielos, la tierra y todo
lo que hay en ella. ¡El poder de Dios no puede y no va a
fallarle! Esta es la clase de poder en el que necesita
poner su fe.
1 Corintios 2:1-5
1. Así que, hermanos, cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio
de Dios, no fui con excelencia de
palabras o de sabiduría.
2. Pues me propuse no saber entre
vosotros cosa alguna sino a Jesucristo,

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y a éste crucificado.
3. Y estuve entre vosotros con
debilidad, y mucho temor y temblor;
4. y ni mi palabra ni mi predicación
fue con pal- abras persuasivas de
humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de
poder,
5. PARA QUE VUESTRA FE NO ESTÉ
FUNDADA EN LA SABIDURÍA DE
LOS HOMBRES, SINO EN EL PODER
DE DIOS. (Énfasis del autor)
Usted debe poner su fe en Dios y no en hombres o
mujeres porque el poder de Dios nunca va a fallar. Los
seres humanos le fallarán pero Dios nunca le fallará.
Las circunstancias tienen que cambiar cuando pone su
fe en el poder de Dios porque Su poder no puede
fallar.
La electricidad es una fuerza poderosa. Sin embargo,
de vez en cuando la electricidad de su casa se
interrumpe. Algo puede haber ocurrido en la planta
que la suple; alguien puede haber chocado con un
transformador; o una tormenta puede haber tirado al
suelo las líneas eléctricas. En cualquier momento las
luces de su casa pueden apagarse porque ese poder
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puede fallar. Pero el poder de Dios nunca le fallará.
¡Es tiempo de que los cristianos pongamos nuestra fe
en el poder de Dios y no en la sabiduría de los
hombres! En ocasiones, cuando le está creyendo a Dios
por algo, puede incluso poner su fe en eso por lo que
está pidiéndole. Por ejemplo, si está creyendo a Dios por
una bendición financiera podría inclinarse a poner su fe
en su cuenta de ahorros. O puede comenzar a ver su
trabajo como su fuente. Pero, no importa por lo que le
esté creyendo a Dios, siempre ponga su fe en Él y en Su
poder.
Fue el poder de Dios el que creó el universo, ¡así que
sabemos que el poder de Dios funciona! Cuando tiene su
fe en ese tipo de poder, ¿cómo puede dudar? No hay
espacio para la duda cuando su fe está puesta en el
poder de Dios pues usted ya ha visto lo que este es capaz
de hacer. Su poder no puede y no va a fallar. ¡Aleluya!
La sabiduría del hombre es muy limitada, pero la de Dios
es infinita. Y el Espíritu Santo puede hacer más por usted
en dos segundos que lo que la sabiduría humana podría
hacer en una eternidad. Es por esto que la Biblia dice que
su fe no debe estar fundamentada en la sabiduría del
hombre sino en el poder de Dios. El poder de Dios es
formidable, y la fe es la clave para que ese poder opere
en su vida.

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Yo crecí en un hogar donde se enseñó acerca de la fe. Mi
abuelo, el Rdo. Kenneth E. Hagin, predicó fe. Mi padre, el
Rdo. Kenneth E. Hagin, Jr., predicó fe. Probablemente he
escuchado más sermones sobre la fe que cualquier otra
persona sobre la tierra. Desde que era un niño apenas
gateando sobre mis rodillas, he estado en la iglesia
oyendo enseñanzas sobre la fe día tras día tras día y
noche tras noche.
Pero no es suficiente oír sobre la fe cuando se es niño y
se está creciendo. Tienes que escuchar sobre la fe y
seguir oyendo sobre ella. En los últimos años, el Señor
me ha revelado mucho más sobre la fe de lo que sabía
antes y esta revelación ha cambiado literalmente la
vida de mi familia y la del ministerio.
Había escuchado Primera de Corintios 2:1-5 una y otra
vez pues es uno de los pasajes bíblicos de referencia
en las "Reuniones del Espíritu Santo" del Rdo. Kenneth
E. Hagin. Cuando viajo con él a las "Reuniones del
Espíritu Santo", asisto a dos servicios diarios por dos o
tres semanas. A pesar de esto, me tomó como seis o
siete de estas reuniones para que se prendiera el
bombillo, por decirlo de algún modo, y escuchar este
pasaje en una forma totalmente nueva.
Comprendí que no es suficiente con solo tener fe.
Usted tiene que tener fe en algo. Primera de Corintios

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2.5 dice: "para que vuestra fe no esté fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".
Esto quiere decir que si usted está creyendo a Dios por
alguna situación particular, entonces ¡tiene que creer
que el poder de Dios va a cambiar esa situación!

Sea hecho

El libro de Génesis nos habla que en el principio la


tierra estaba desordenada y vacía. Entonces Dios dijo:
"Sea la luz", y fue la luz. Dios dijo: "Haya animales,
montañas, árboles...", y todo fue creado. Cada vez que
el Dios decía, "sea" o "haya", todo era y existía. Él
habló la palabra, y Su poder lo hizo realidad.
Cuando usted ve cualquier cosa en esta tierra,
montañas, árboles, océanos, valles, está viendo lo que
el poder de Dios puede hacer. Si pone su fe en Su
poder, usted va a obtener su respuesta. No dije: "Podría
recibir su respuesta". No dije: "Quizás reciba su respuesta" o
"Si es la voluntad de Dios, la recibirá", porque es la voluntad
de Dios. Y si pone su fe en el poder de Dios, va a recibir su
respuesta porque Dios no puede y no va a fallar.

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La Palabra de Dios funciona

Un día, en una de las "Reuniones del Espíritu Santo", me di


cuenta que de acuerdo con Primera de Corintios 2:5 mi fe
tenía que estar en el poder de Dios. En ese momento, todo
en mi vida marchaba muy bien. Pero quería probar el pasaje
de la Escritura. En otras palabras, quería ver a Dios haciendo
realidad Su palabra a mi favor.
Así que mientras meditaba sobre poner mi fe en el poder de
Dios, le dije: "Señor, hay algo que quiero". Recuerde, el
Señor dijo que nos concedería los deseos de nuestro corazón
(Salmos 37:4). Le dije que quería un juego nuevo de palos de
golf.
Realmente no los necesitaba, pero era algo que deseaba en
el momento. Y para ser sincero con usted, en ese momento
tenía la capacidad financiera para ir y comprar los palos,
pero como no eran una necesidad, decidí probar el pasaje y
creerle a Dios por ellos.
Mateo 18.19
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquiera cosa que pidieren, les será hecho
por mi Padre que está en los cielos.

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Aquí leemos que la Biblia dice: "Si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo acerca de cualquier cosa...". Entonces,
obviamente, si quiere que otra persona esté de acuerdo
con usted tiene que buscar a alguien que sea de la
misma opinión y con la misma fe. Si usted quiere que
alguien esté de acuerdo con usted en, algo pero a la
persona realmente no le importa si usted recibe o no
lo que está pidiendo, entonces él o ella no es de la
misma opinión, ni tiene la misma fe.
Es bueno tener a alguien que haga la oración de
acuerdo con usted, y además, es bíblico. Pero es aún
mejor encontrar a alguien que no solo haga con usted
la oración de acuerdo, sino que también espere con
usted mientras se manifiesta la respuesta.
Por esto, le pedí a mi mejor amigo, quien también
quería un juego nuevo de palos de golf, que se pusiera
de acuerdo conmigo. Yo sabía que él compartía mi
opinión y mi fe, así que nos reunimos y nos pusimos de
acuerdo en oración. Recuerde: Mateo 18:19 dice que
cuando dos personas se ponen de acuerdo es porque
están necesitando o pidiendo algo. Muchas personas
hacen la parte de ponerse de acuerdo pero se olvidan
de la de pedir. La Biblia dice: "Pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís". Algunas veces decimos en

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nuestra mente: "Bueno, Dios, tú sabes cuales son mis
anhelos pues lo sabes todo". Sí, Él sabe todo, pero está
esperando que usted le pida lo que quiere.
Por esto le pedí a Dios el juego de palos de golf, y luego
hice la oración de acuerdo con mi amigo de la misma
fe. Si usted juega golf, entonces sabe que los palos de
acero son menos costosos que los de grafito. Yo solo
tenía "fe de palo de acero" en ese momento, por lo
que necesitaba suficiente dinero para poder comprar
un nuevo juego de palos de acero. Puse mi fe en el
poder de Dios y comencé a creer que llegaría el dinero
necesario.
La semana siguiente a mi oración, fui a Colorado a una
convención donde se reunían diferentes compañías
para vender sus productos, a precios al por mayor, a
iglesias y librerías.
Fui al puesto de una compañía de grabaciones, y
tenían allí un concurso de "tirar al hoyo" como truco
publicitario. El tiro tenía que ser de treinta pies de
largo, y el premio era ¡quinientos dólares en efectivo!
El hombre que organizó el concurso consideró la ley de
la probabilidad, y siguiendo la sabiduría humana,
pensó que solo una o dos personas podrían acertar el
tiro mientras durara el concurso.
Me acerqué y usé sus palos de golf, los que, a

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propósito, no eran muy buenos. El "hoyo" estaba
ubicado en uno de esos tipos de césped que se
mueven cuando uno se para en ellos. Pero me acerqué
para hacer mi "tiro de fe". Hice el movimiento hacia
atrás con el palo, le pegué a la bola y ¡entró directo en
el hoyo!
Yo era la primera persona que se acercaba al puesto y
participaba en el concurso. El hombre que estaba
trabajando allí no podía creerlo. ¡Se quedó con la boca
abierta! Inmediatamente le conté mi testimonio. Le
dije que los $500 dólares eran para mi nuevo juego de
palos de golf.
Ahora permítame contarle el resto de la historia del
concurso de tiro al hoyo. Un amigo mío que estaba
conmigo en el puesto, participó justo después de mí, y
también acertó su tiro de $500 dólares. En ese tiempo,
iba camino al campo misionero y necesitaba el dinero
para mudarse a México. ¡Estaba tan emocionado como
yo!
Demás está decirle, que el hombre del puesto de
grabaciones cambió inmediatamente el con- curso. A
partir de ese momento, en lugar de ofrecer US$500.00
en efectivo, daría a los ganadores $500 dólares en
mercancía. Pero nadie más logró el tiro durante toda la
semana. De las cerca de 30,000 personas en la

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convención, ni una sola persona pudo acertar el tiro.
¿Puede ver lo que quiero decir? Cuando yo tiré, no fue
un tiro corriente, fue hecho en fe. Tuve fe no solo en
que el tiro entraría, sino por mis nuevos palos de golf.
Podría parecer que Dios usó una forma un poco
extraña para darme el dinero, pero no importa lo que
Él use. Yo no estoy preocupado por la forma en la que
Dios conteste mis oraciones. Mucha gente se preocupa
en cómo Dios va a suplir sus necesidades. Podrían
decir: "El Tío Fulano de tal tiene mucho dinero. Quizás
Dios le hablará a él".
No me preocupa de dónde viene el dinero. Solo pongo
mi fe en el poder de Dios. Yo sé que Él es mi Fuente, y
no le digo cómo hacer las cosas. Dejo que Él haga las
cosas de la forma que quiera hacerlas.
Bendiciones manifestadas
Mi cumpleaños fue una semana después de la
convención, y gente que regularmente olvida mi
cumpleaños me regaló ¡dinero! Llegó dinero por todos
lados, pues Dios es así.
¡Él hace las cosas mucho más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos! (Efesios 3:20). Él nunca
hace "solo lo suficiente". Nuestro Dios es un Dios que
es más que suficiente. Muchos cristianos están
creyendo a Dios solo por lo necesario. Debemos
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empezar a creer por más de lo necesario. En solo un
par de semanas, pasé de creerle a Dios por mis palos
de golf a realmente tenerlos. Y Dios no hace acepción
de personas. Si lo hizo por mí, lo hará por usted
también.
Algunas personas pierden sus bendiciones porque
piensan que la fe manifiesta las bendiciones de un día
para otro. Así que después de orar y no ver resultados,
se rinden. Pero cuando yo empecé a creerle a Dios por
mis palos de golf, no hice solo la "oración de acuerdo".
En cambio, cada vez que pensaba en los nuevos palos
de golf que quería, decía: "Gracias, Dios, por mis
nuevos palos de golf". Y cuando jugaba con mis palos
viejos, después de cada tiro, decía: "Gracias, Dios, por
mis nuevos palos de golf". Me mantenía dándole
gracias porque, para mí, ya los tenía por fe. No tenía
ninguna duda en mi mente de que venían en camino,
pues había puesto mi fe en el poder de Dios.
Cuando todo estuvo dicho y hecho, tuve más que
suficiente dinero para comprar los palos de grafito,
que eran más costosos. También pude comprar otro
palo que también necesitaba. Compré además unos
zapatos y otros cachivaches y disfruté de un excelente
rato jugando golf. Todo esto ocurrió sencillamente
porque recibí la revelación en Primera de Corintios 2:5,
que dice: Para que vuestra fe no esté fundada en la
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sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Oportunidades para la bendición

Recuerde: Dios no tiene hijos favoritos. Él quiere que


usted también ponga su fe en Su poder, pues si lo
hace, Él podrá hacer cosas grandiosas por usted. Su fe
puede comenzar con algo sencillo, como unos palos de
golf, pero cuando vea el poder de Dios manifestarse en
su vida usted será capaz de creer a Dios por cosas más
grandes y mejores.
Después que probé la Palabra de Dios al creer y recibir
mi nuevo juego de palos de golf, supe que Primera de
Corintios 2:5 iba a funcionar en cualquier área de mi
vida. Y comencé a poner mi fe en el poder de Dios para
otras cosas, ¡incluyendo una nueva casa! Recuerde: el
poder de Dios creó el universo. ¡No hay nada imposible
para Él! (Lucas 1:37).
Cuando le estaba creyendo a Dios por mi casa, recibí
varios ataques. Alguna gente decía: "Tú no puedes
construir una casa tan grande. Van a comenzar a decir
que eres demasiado joven para tener una casa así de
grande". Fui confrontado con una decisión. Podía
poner mi fe en la sabiduría de ellos, que era de
humanos, y empezar a decir: "Es cierto, quizás ellos
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tengan razón. Tal vez no deba construir una casa tan
grande. Quizás soy muy joven".
Cuando esos ataques comenzaron a llegar, tuve la
oportunidad de perder la casa por la que estaba
creyendo. Ahora, en lo natural, no tenía ninguna casa
que perder, estaba creyendo en ella por fe. Pero tuve
la oportunidad de perderla pues pude haber
comenzado a escuchar la sabiduría humana. No podía
poner mi fe en la sabiduría de los hombres y en el
poder de Dios al mismo tiempo. Tenía que escoger.
Pero sabía que solo una podía darme mi casa: la fe en
el poder de Dios.
Usted tendrá la misma oportunidad cuando le esté
creyendo a Dios por algo, sea espiritual, físico o
económico. Si tiene alguna enfermedad en su cuerpo y
está sufriendo, alguien podría decirle: "La verdad que
no sé si sea la voluntad de Dios el que sea sanado". O,
"Tal vez Dios puso esa enfermedad para enseñarle
alguna lección". Pero eso es solo sabiduría de
hombres.
Tiene que pararse firme y decir: "¡No me importa lo
que diga el hombre. No me importa lo que parezca. No
me importa lo que se sienta. Lo único que me importa
es poner mi fe en el poder de Dios y salir en victoria de
esta situación!". Debe ser así de osado acerca de ello.

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La Biblia dice: "Y todo lo que pidiereis en oración,
creyendo, lo recibiréis" (Mateo 21:22). Pero usted
tiene que creerlo.
Si quiere que el poder de Dios trabaje a su favor, tiene
que tener fe, porque sin ella es imposible agradar a
Dios (Hebreos 11:6). Además tiene que ser un dador. A
algunas personas no le gusta escuchar acerca de dar
pero la Biblia dice que el primer diez por ciento de su
ingreso pertenece a Dios (Levítico 27:30). Si usted no
está dando su diezmo, entonces podrá ser bendecido
en cierta medida pero las ventanas de los cielos no se
abrirán para usted. La Biblia dice: "Traed todos los
diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos,
si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré
sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde"
(Malaquías 3:10). Es tiempo de que usted comience a
disfrutar las bendiciones de Dios. Ser bendecido es una
decisión que usted debe tomar. Y esto comienza con la
decisión de usar su fe.
Ahora veo la fe bajo una nueva luz. Ver la fe de esta
manera ha cambiado mi vida totalmente. Y ha
cambiado las cosas por las que soy capaz de creerle a
Dios. Pasé de creer por cosas de la vida diaria, a creer
por un nuevo juego de palos de golf, hasta ser capaz
de creer en Él por la nueva casa de mis sueños. El
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Señor me había estado diciendo: "Craig, confía en mí.
¡Confía en mí! ¡Solo mira lo que puedo hacer!". Ahora
he visto y experimentado el poder de Dios no solo en
el reino espiritual, sino también en el reino natural. Y
las bendiciones de Dios han sido sencillamente
increíbles. Mis bendiciones comenzaron antes de que
tuviera mis nuevos palos de golf o mi casa nueva. Mis
bendiciones comenzaron cuando empecé a creer en fe.
¿Fe en qué? ¿Fe en los palos de golf? ¿Fe en la casa?
¡No! Puse mi fe en el poder de Dios.

La fe es la clave

La fe es la clave para que el poder de Dios obre en su


vida. Pero es igual de importante saber dónde poner su
fe. La Palabra de Dios dice en Primera de Corintios 2:5
que su fe tiene que estar puesta en el poder de Dios,
no en la sabiduría de los hombres. Si usted quiere que
el poder de Dios actúe en su favor, tiene que tener fe.
Fe no solo en el poder, sino también tener la fe
suficiente para "salirse del medio" cuando el poder
está obrando.
Recuerde: se supone que debemos poner nuestra fe
en el poder de Dios, no en cosas o en personas. Como
ya he dicho, en muchas ocasiones cuando los cristianos
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están creyendo a Dios por algo, como por ejemplo la
sanidad, comienzan a poner su fe en la sanidad o en lo
que sea por lo que estén creyendo. No ponga su fe en
lo que quiere, ponga su fe en Dios y en su poder.
Y no limite a Dios diciéndole cómo usted quiere que
llegue la respuesta. La gente siempre está tratando de
decirle a Dios que vías usar. En cambio, tome la actitud
de decir: Dios, a la verdad no importa la forma en la
que quieras hacer las cosas. Cualquier forma está bien
para mí porque solo estoy aquí para recibir. No esté
preocupado por los cómos, porque esa parte le
corresponde a Dios. Deje que Él se encargue de los
cómos. Usted preocúpese solo de la parte de recibir y
regocijarse.
Esa es la mejor parte, y además van de la mano. Usted
se regocija antes, durante y después de recibir. Se
regocija antes porque en cualquier momento que pida
a Dios por algo y lo haga con fe, lo recibe realmente al
momento en el que oró.
Ha habido muchas cosas por las que he creído a Dios y
por las que me he regocijado antes de que se
manifiesten en el plano natural. Ya mencioné cómo me
regocijaba cada vez que le pegaba a la bola con mis
viejos palos de golf. También me regocijaba muchos
antes de que mi nueva casa estuviera construida. Ya

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era dueño del terreno, pero no había ninguna casa en
él. Mi esposa y yo le creímos a Dios en que un día
íbamos a vivir en una casa en ese terreno. Muchas
veces me estacionaba en la calle donde iba a estar mi
casa. Miraba hacia el lugar y podía "ver" mi casa, ¡aun
cuando todavía no estaba allí! No, no estaba allí
físicamente, pero sí estaba allí por fe. Yo sabía que mi
casa sería construida justo en aquel lugar. Lo sabía con
la misma certeza con la que sabía mi nombre. Cuando
se está firme en la fe tiene que tener esa confianza. Y
puede tener esa seguridad cuando su fe está puesta en
el poder de Dios.
Entonces llegó el día en el que la casa estaba allí
físicamente. Entré por la puerta principal, todavía
regocijándome. ¡Tenía una nueva casa! Y como Dios
hace las cosas más abundantemente de lo que
podemos pedir o pensar, entré a una nueva casa con
muebles nuevos, cortinas nuevas, ¡todo nuevo! ¡Él
puede hacer cualquier cosa cuando se tiene fe en su
Poder!

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CAPÍTULO 2
ACTOS DE FE

Recuerde que no importa como se vean sus


circunstancias, cómo se sienta o cuánto dinero deba;
sea lo que sea que esté pasando ¡Dios tiene la
respuesta para usted!
Si usted es cristiano, entonces la victoria le pertenece.
La sanidad es suya. La prosperidad le pertenece. Todo
esto es suyo porque le pertenece a Dios y todo lo que
le pertenece a Él también es de usted. ¡Él se lo ha
dado!
Cualquier problema o situación adversa que esté
enfrentando tiene que solucionarse pues Dios ya ha
provisto la respuesta. No hay nada que ninguna
persona o ningún demonio, en la tierra ni debajo de la
tierra, pueda hacer al respecto. ¡La victoria le
pertenece! Es tiempo de que comience a agradecer a
Dios por lo que es suyo.
Las pruebas por las que atraviesa no determinan el
resultado final. Puede que existan ciertas situaciones
en mi propia vida que desde mi punto de vista natural
no se vean muy bien. Pero, ¡no estoy mirando con mis
ojos naturales! Puedo ver desde un punto de vista
sobrenatural. Puedo ver el resultado: ¡Soy más que
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vencedor! Yo tengo la victoria no porque yo sea algo
espectacular, ¡sino porque sirvo a un Dios
sobrenatural! Mi Dios ya ha provisto para mí. Y antes
de que pueda ver la victoria con mis ojos naturales,
puedo verla con mis ojos espirituales.
Si usted cierra sus ojos y comienza a ver sus problemas
y circunstancias a través de los ojos de la fe, va a ver
cómo estas cosas comienzan a deteriorarse. Entonces
no pasará mucho tiempo antes de que pueda abrir sus
ojos físicos y ver en el plano real cómo esos problemas
se deterioran en el reino natural también. Algunos
cristianos esperan hasta que la respuesta se manifieste
en el plano natural para comenzar a emocionarse. Está
muy bien emocionarse cuando llega ese momento,
pero necesita regocijarse antes de que pueda ver la
respuesta.
Debe comenzar a emocionarse cuando ora, pues si ora
esperando, entonces usted sabe, más allá de toda
duda, que los problemas tienen que desaparecer.
Estos no tienen ningún derecho de molestarle o
incomodarle pues usted es propiedad de Dios. Y
Satanás no tiene ningún derecho sobre la propiedad de
Dios. Satanás no tiene autoridad sobre la propiedad de
Dios cuando usted está en fe.
Si usted es propiedad de Dios, y Satanás no puede

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legalmente tocar lo que es propiedad de Dios,
entonces Satanás no puede tocarlo; a menos que
usted se lo permita. Demasiada gente abre la puerta y
le da entrada a Satanás en sus vidas. Pero si usted no
se lo permite él no tiene el derecho ni a poner un pie
en su vida.

Las circunstancias son transitorias

Mientras viva en esta tierra usted va a pasar por


pruebas. Pero estas son las buenas noticias: ¡Usted
siempre puede salir victorioso! En una ocasión, un
hombre le pidió a mi abuelo, el Rdo. Kenneth E. Hagin,
que se uniera con él en oración para que no llegaran
más pruebas a su vida porque ya estaba cansado de
enfrentarlas. Mi abuelo le preguntó que si ya estaba
listo para morir, y el hombre le contestó que no.
Entonces mi abuelo le dijo: "Bueno, la única forma en
la que no va a enfrentar más pruebas es si se va al cielo
hoy, pues el único lugar donde no hay pruebas es allá
arriba en el cielo."
Existen las pruebas en este mundo porque Satanás es
el dios de este mundo. Pero no importa quien sea el
dios de este mundo, porque si Dios está de su lado,
¡usted es dueño de la victoria! En cualquier situación
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puede salir victorioso si está del lado de Dios.
Las cosas en lo natural son solo temporales. Las
circunstancias no van a durar para siempre pues son
sencillamente transitorias. No permita que las pruebas
roben lo mejor de usted. De ahora en adelante, cada
vez que se enfrente a alguna situación adversa, mírela
como una oportunidad más para poner su fe en acción.
Piense en los problemas solo como una oportunidad
más para confiar en Dios y aumentar su fe. Entienda
esto, el diablo está tratando de destruirle, pero lo que
realmente está haciendo es ayudándolo porque está
dándole la oportunidad de aumentar su fe. Entonces,
la próxima vez que se le acerque, su pelea de fe será
más fácil, pues usted ha estado fortaleciendo y
aumentando su fe. Comience a ver los problemas
como otra manera más de crecer en Dios. Mire el lado
positivo y convierta lo negativo en positivo. Enfocarse
en los positivos le mantendrá alejado de los negativos.

¡Dios es más que suficiente!

Ayuda mucho el recordar que las circunstancias son


solamente transitorias. Pero lo más grandioso que
usted debe recordar es que cuando enfrente un
problema, el Dios al que usted sirve ¡es más que
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suficiente! Él es capaz de bendecirle más
abundantemente de lo que usted pueda pedir o
pensar.
Nosotros como cristianos servimos a un Dios que es
"más que". Cualquier cosa que necesitemos, ¡Él es más
que eso! Nosotros no servimos a un "apenas
suficiente" o a un "casi suficiente" Dios. ¡Servimos a un
Dios más que suficiente!
Ponga su fe en el poder de Dios. El poder de Dios no
puede y no va a fallar. No hay ningún poder que sea
mayor que este poder. Él es el más asombroso poder
del universo. Y cuando le está creyendo a Dios en
relación con sus situaciones y circunstancias, significa
que está poniendo su fe en Su asombroso poder.
Lo que sea que usted necesite, Dios tiene su respuesta.
No tiene que esperar hasta mañana o hasta el día
siguiente para obtenerla. ¡Dios la tiene ahora! Y si Dios
la tiene, usted puede tenerla. Le pertenece a usted,
pues lo que le pertenece a Dios también es suyo.
Extienda la mano y reciba
Mi padre, el Rdo. Kenneth Hagin Jr., ha adquirido
diferentes posesiones a través de los años. Algunas de
ellas son muy divertidas, especialmente las
embarcaciones o "los juguetes del agua", como me
gusta llamarlos. Mi favorito es su bote de esquiar, el
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que considero como mío.
Mi padre lo compró, así que técnicamente es suyo.
Pero si alguien pregunta de quién es el bote, yo
contesto que es mío. Su nombre está en el título de
propiedad, pero ¡es mi bote!
En lo que a mí respecta, cualquier cosa que pertenezca
a mi padre, me pertenece también a mí. Puedo usar
cualquier cosa que sea de él pues me ha dicho en
repetidas ocasiones: "Hijo, lo que es mío es tuyo". Un
día, cuando él estaba fuera de la ciudad predicando,
tuvimos varias pulgadas de nieve en Broken Arrow,
Oklahoma, la ciudad en la que vivo, y pensé que él no
necesitaría su recién comprado vehículo 4 x 41, así que
fui a su casa y lo tomé prestado.
Cuando él regresó a casa le dije que había tomado su
auto prestado. Él me dijo: "Tuve intenciones de
llamarte para decirte que si nevaba vinieras a
buscarlo". ¿Se da cuenta? En lo que a él concierne, lo
que es de él es también mío. Él se alegra de saber que
me siento en libertad de usar sus posesiones. Se
enorgullece de poder compartirlas conmigo.
Yo soy igual con mis hijos. Todo lo que mi esposa y yo
tenemos es también de ellos. Es exactamente igual con
Dios. Todo lo que pertenece a Dios también nos
pertenece a nosotros. Como Sus hijos, tenemos el

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derecho legal de apropiamos de todo lo que es de
Dios.
Esto significa que no tenemos que pedirle permiso a Él
cada vez que queremos ser sanados. No tenemos que
decir, "Dios, ¿puedo tomar prestada un poco de
sanidad?" o "Dios, ¿sería posible que me prestaras
algo de bendición financiera?". Todo lo que tenemos
que hacer es tomarlo, pues ya Dios nos lo ha
prometido. ¡Ya nos pertenece a través de Jesucristo!
Porque Jesús murió, nuestros pecados fueron
perdonados. Porque Él murió, podemos tener el cielo
como nuestra morada eterna. Y por cada azote que
recibió en Su espalda, mientras moría en la cruz,
fuimos nosotros sanados y hechos nuevos, hace dos
mil años. Todo nos pertenece: la salvación, la sanidad,
la prosperidad. ¡Ya todo fue comprado y pagado! No
tenemos que pagar ni suplicar por esto. Lo que
tenemos que hacer es recordarle a Dios lo que Él hizo
por nosotros, y tomar lo que nos pertenece.
A veces tengo que recordarle a mi padre algunas cosas
que olvida que me prometió. Pero Dios nunca se olvida
de las cosas que le promete. Siempre se acuerda de
ellas. Algunas veces tenemos que decirle a nuestros
padres terrenales: "Papá, me prometiste esto. Me
pertenece, por lo que voy a tomarlo".

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Esto es exactamente lo que tenemos que hacer en
nuestro espíritu. Encontramos un pasaje en el cuál
basarnos y decir: "Dios, en Tu Palabra dices que todas
mis necesidades son suplidas. Dices que no hay nada
imposible para ti" (Filipenses 4:19; Lucas 1:37).
Recuerde, todo lo que le pertenece a Dios también le
pertenece a usted. Lo único que tiene que hacer es
"extender su mano" y tomar lo que necesite. ¡Tiene el
derecho legal para tomar lo que es suyo! Por lo tanto,
si necesita un milagro extienda su mano y tómelo. Si
necesita sanidad, extienda su mano y tómela. Si
necesita una bendición financiera, extienda su mano y
tómela.

Siga tratando e insistiendo

En Lucas capítulo 5 y en Marcos capítulo 2 vemos el


caso de un hombre que padecía de parálisis. Los
amigos del enfermo lo trajeron a Jesús para ser
sanado. Pero cuando llegaron a la casa donde Jesús
estaba predicando, no podían llevarlo adentro por la
multitud que había en el lugar.

27
Lucas 5.17-20
17 Aconteció un día, que él estaba
enseñando, y estaban sentados los
fariseos y doctores de la ley, los cuales
habían venido de todas las aldeas de
Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder
del Señor estaba con él para sanar.
18 Y sucedió que unos hombres que
traían en un lecho a un hombre que
estaba paralítico, procuraban llevarle
adentro y ponerle delante de él.
19 Pero no hallando cómo hacerlo a
causa de la multitud, subieron encima de
la casa, y por el tejado le bajaron con el
lecho, poniéndole en medio, delante de
Jesús.
20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre,
tus pecados te son perdonados.
Estos hombres solo estaban preocupados por una
cosa: que su amigo fuera sanado. A estos cuatro
hombres no les importaba lo que pudiera ocurrir.
Estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para
que su amigo recibiera su sanidad. El plan perfecto era
cargarlo hasta el cuarto y ponerlo justo al frente de
Jesús. Sin embargo, se vieron obligados a poner en
28
acción el "Plan B". Pero esto no les importó,
sencillamente siguieron.
Cuando los cristianos le están creyendo a Dios por
alguna situación en particular y algo ocurre contrario a
lo que esperan o creen, a veces piensan: Oh, no! En
algún lugar me perdí. Muchas veces se retiran y nunca
reciben aquello por lo que estaban creyendo. Pero, ¿se
da cuenta?, aun cuando se enfrente a circunstancias
adversas tiene que seguir tratando e insistiendo. Tiene
que continuar haciendo lo que sea necesario para
recibir lo que necesita de parte de Dios.
Marcos 2:4 dice: "Y como no podían acercarse a él a
causa de la multitud, descubrieron el techo de donde
estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en
que yacía el paralítico".
Cuando parecía que no había ninguna manera de que
el paralítico pudiera llegar al lugar donde estaba Jesús,
él siguió tratando e insistiendo. Sus amigos quitaron el
techo para poder acercarlo a Jesús. Usted tiene que
ser de la misma forma. Cuando todo haya salido mal y
todo parezca malo en lugar de bueno, no puede darse
por vencido. Por supuesto que el "Plan A" era para que
todo saliera perfectamente. Pero a veces llegan
algunas luchas y pruebas. Pero usted tiene que seguir
tratando, insistiendo y creyendo a pesar de lo que esté

29
ocurriendo a su alrededor.
El poder de Dios estaba presente para sanar a todos

En Lucas 5:17 dice: “... y el poder del Señor estaba con


él para sanar". Dice para sanar; no para sanar a
algunos. Sabemos, entonces, que el poder de Dios
estaba presente para sanar a todos lo que estaban allí.
Sin embargo, no tenemos evidencia de que alguien
más haya venido a Jesús, con la excepción del
paralítico que fue bajado por el techo.
¿Por qué fue él el único que vino a Jesús y el único que
fue sanado si el poder de Dios estaba presente para
sanarlos a todos? ¡Él fue el único sanado porque fue el
único que tuvo fe en el poder de Dios! Tan pronto Jesús
vio su fe, le dijo: "Tus pecados te son perdonados".
¿Puede verlo? Se necesitó fe para subir al techo, y se
necesitó fe para remover el techo. Se necesitó fe para
ser bajado en medio de la multitud. El enfermo y sus
cuatro amigos habían puesto su fe en el poder de Dios.
Estuvieron dispuestos a hacer lo que fuera necesario
para llegar a Jesús y recibir la sanidad.

30
No escuche a las dudas

Los fariseos y los escribas le estaban diciendo a Jesús:


"No, Jesús, estás doctrinalmente equivocado. No
puedes sanar en el día de reposo". Pero Jesús no los
escuchó. Puede que existan personas que quieran
hacer que usted entre en la duda. Le dirán: "No puedes
hacer esto o no puedes hacer lo otro". Pero usted no
tiene porqué escucharlas. Puede escoger escuchar a la
duda, pero si lo hace, se perderá la bendición.
Jesús escogió no escuchar y el hombre paralítico
escogió no escuchar. Quizás no era "apropiado" que
los cuatro amigos quitaran el techo y bajaran al
enfermo en medio de la predicación de Jesús. Pero lo
hicieron, e inmediatamente Jesús vio la fe de este
hombre y le dijo: "Hijo, tus pecados te son
perdonados". Entonces los fariseos y los escribas
dijeron, "Jesús, tú no puedes perdonar los pecados del
hombre”.
Jesús los reprendió a todos y le dijo al hombre:
"Levántate y anda" (Lucas 5:23). Medite sobre esto:
Este hombre llegó al cuarto en una cama que bajaron
por el techo, pero salió de allí caminando, ¡totalmente
sano! Esta sanidad fue un milagro increíble, pero él fue
el único que fue sanado. El poder de Dios estaba

31
presente para sanarlos a todos, pero los demás
estaban preocupados por lo que los fariseos y los
escriban podrían decir y pensar de ellos, por lo que se
lo perdieron.
No escuche a la duda y no le crea a las personas que
tratan de desanimarle. Solo siga insistiéndole a Jesús. Y
no importa lo adversas que sean las circunstancias
alrededor suyo, mantenga su fe puesta en el poder de
Dios.

¡La fe espera!

Si le está a Dios por algo, ¡celébrelo ahora mismo! No


deje todos los gritos y la danza para después.
Comience a bailar y a gritar ahora. ¡Porque sabemos
que nuestro Dios no miente! (Hebreos 6:18). No
estamos deseando que ocurra. No estamos diciendo:
"Bueno, si oramos lo suficiente y hacemos todo lo
correcto, quizás... ". ¡No! Estamos seguros. ¡Sabemos
que nuestro Señor nos ha prometido victoria, sanidad
y prosperidad! y como todas estas cosas nos
pertenecen, debemos orar esperando recibirlas.
Mientras esperamos para recibirlas, podemos gritar,
bailar y deleitarnos en el Espíritu Santo, porque ya
hemos visto el resultado con nuestros ojos de fe.
32
Quizás no podemos ver la manifestación física mañana
o al día siguiente, pero sabemos que viene en camino.
Igual que el hombre paralítico de los Evangelios,
podemos esperar una respuesta de parte de Dios. Sus
amigos lo bajaron por un agujero en el techo hasta
donde Jesús estaba ministrando porque esperaban
que Él lo sanara.
Se requirió de mucha fe de parte de los amigos del
enfermo para subirlo al techo de la casa, hacer un
agujero en él y bajarlo en medio del servicio de la
iglesia. Cuando el hombre bajó, Jesús vio su fe y dijo:
“... Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa" (Lucas
5:24). De igual manera ¡el poder de Dios está presente
para sanarlo! La sanidad le pertenece porque Dios ya
la ha provisto para usted. Pero si es sanado o no,
depende de usted y de la fe que tenga.

33
¡Abra el grifo!

Ya es tiempo de apropiamos de la sanidad que fue


provista para nosotros a través de Jesucristo.
Recuerde: es el poder de Dios el que lo sana.
Me gusta usar una práctica ilustración para explicar
cómo obra el poder sanador de Dios. En esta
ilustración relaciono la corriente de agua, como la que
sale del grifo de una casa, con el poder sanador de
Dios, y el grifo, con los cristianos.
Si usted tiene agua corriente en su casa, entonces su
fregadero y su bañera tienen lo que llamamos grifo. Es
la tubería por la que sale el agua. Las personas son
como el grifo; son sencillamente el instrumento por el
que fluye el agua. El agua no se almacena en el grifo.
Se almacena en un lago, en un pozo o en un tanque
que se encuentra en otro lugar. Y es bombeada hacia
usted a través del grifo.
Igual que el agua en el grifo, el poder sanador de Dios
no está almacenado en ningún individuo; se almacena
en Dios. Pero es bombeado a través de un individuo.
Para ir un poco más allá en esta ilustración, el agua
solo corre a través del grifo si abrimos la llave. Si
dejamos la llave cerrada nunca va a salir agua.
Podemos orar y creer a Dios por agua, pero hasta que
34
no abramos la llave nunca la tendremos. De esta
misma forma, como cristianos tenemos que "abrir el
grifo" para que el poder sanador de Dios fluya a través
de nosotros. ¿Cómo abrimos el grifo, espiritualmente
hablando? Por fe. Nosotros sencillamente decimos:
"Dios, te doy gracias por mi sanidad. Pongo mi
confianza en Ti".

35
CAPÍTULO 3
UNA MENTALIDAD MAYOR

No es suficiente con solo saber que Dios es poderoso.


Necesitamos poner nuestra fe en ese asombroso
poder y comenzar a actuar en nuestra fe. Y también
necesitamos lo que llamo una "mentalidad mayor".
Recibimos esa mentalidad "mayor" al entender y
habitar en la grandeza de Dios hasta que esta se haga
una realidad en nuestras vidas y veamos que el poder
de Dios es mayor que nuestro problema o
circunstancia. Desafortunadamente, muchas veces,
cuando enfrentamos algún reto, nuestro pensamiento
se vuelve un poco pesimista y comenzamos a hablar de
lo grande que son nuestros problemas y obstáculos
¡necesitamos recordar que son nada comparados con
la grandeza de Dios! Y, de acuerdo con la Biblia,
¡tenemos al que es Mayor viviendo en nosotros!
1 Juan 4.4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis
vencido; porque mayor es el que está en
vosotros, que el que está en el mundo.
Los problemas y las circunstancias negativas son como
los reductores de velocidad. Estos están hechos para
hacerle reducir la velocidad cuando está yendo muy
36
rápido. Y en realidad pueden lograr que reduzca la
velocidad un poco, pero no logran que usted se
detenga por completo. Usted siempre sigue en
marcha. Es lo mismo con los problemas que
enfrentamos. El enemigo los ha diseñado para que
reduzcamos la velocidad cuando vamos muy rápido en
pos del reino de Dios y se siente amenazado. Pero
podemos pasar por encima de ellos y continuar la
marcha porque ¡el que es Mayor vive en nosotros!
Necesitamos tener una mentalidad "mayor". Servimos
a un Dios grande, y Él es mayor que Satanás. Cuando lo
comparamos, el diablo es una miniatura. Él trata de
hacerse el grande pero no lo es.
Mientras crecía, conocí a algunas personas que no
eran físicamente grandes, pero siempre trataban de
actuar en grande. En mi clase de educación física, en la
secundaria, había un muchacho que tenía el
sobrenombre de "Maní". Él no era muy grande, por
eso se ganó el sobrenombre de “Maní”, pero ¡tenía
una boca grande! Y así es como es el diablo. Trata de
pararse frente a usted y estorbarlo, pero no tiene
autoridad real. Jesús le quitó toda autoridad hace dos
mil años.
Sin embargo, muchos cristianos están permitiendo que
Satanás los derrote. Están deprimidos, preocupados y

37
desalentados por muchas cosas. Pero nosotros
necesitamos tener una mentalidad mayor. En lugar de
preocupamos por los problemas, dificultades y lo que
el diablo podría tratar de hacer, necesitamos pensar en
Dios y en lo que Él es capaz de hacer. Nos
concentramos en Dios y su Poder alabándolo y
glorificándolo.
Entonces, comience a pensar en el Mayor en lugar de
pensar en el "pequeño": el diablo. Cuando dedique
tiempo a pensar en el Mayor, comenzará a adquirir
una mentalidad mayor. Y luego se dará cuenta de que
no puede fallar pues el Mayor de todos ¡está dentro de
usted!

David y Goliat

Hay una historia en Primera de Samuel capítulo 17,


que ilustra muy bien lo que estoy diciendo. Es el relato
de David y Goliat. Quizás lo haya escuchado antes,
pero le haría bien recordarlo más a menudo, especial-
mente cuando se enfrente a su propio Goliat.
David era un muchacho de solo diecisiete años, y
Goliat era un gigante que había ridiculizado a todo el
ejército de Israel. Goliat los había retado a buscar a
alguien que pudiera derrotarlo en combate. Todo el
38
mundo en Israel estaba temeroso y preocupado.
Estaban llenos de pánico pues no sabía qué hacer.
Todo lo que podían ver era a un gigante a quien nadie
podría derrotar. Pero solo estaban mirando la
apariencia exterior.
La fe no mira el exterior. Cuando usted está en fe no es
movido por lo que puede ver. No es movido por las
apariencias exteriores de las circunstancias. ¿Sabe
algo? Con Dios, no importa lo que algo aparente ser en
el exterior. Todo lo que importa es lo que está en el
interior. Y como usted tiene al Mayor de todos dentro
suyo (1 Juan 4:4), usted es mayor que cualquier cosa
que se le presente en el camino. Nunca podrá
enfrentarse a nada que sea mayor que Dios.
Aunque David era solo un joven, él sabía lo poderoso
que era su Dios. Y aunque era solo un pastor, se
ofreció como voluntario para pelear contra Goliat.
Todos le decían que sería derrotado, pero no hubo
forma de hacerlo cambiar de opinión.

Vaya con lo que conoce

El rey Saúl dijo finalmente: "Está bien, pero si vas a


salir a pelear allá fuera, déjame ponerte mi armadura.
No puedes salir a combatir sin armas". Pero Saúl era
39
físicamente más grande que David por lo que no le
sirvió la armadura. David no estaba acostumbrado a
usar ningún tipo de armadura pues nunca antes había
usado una. Solo había estado en batalla con un león y
un oso que habían tratado de molestar a su rebaño. A
ambos los derrotó con una honda y una piedra.
Por lo que David dijo que prefería pelear contra Goliat
con sus propias armas. Le dijo a Saúl: "Tengo que ir con
lo que conozco. Y todo lo que conozco es mi honda y
mi callado. Así que voy a pelear con lo que tengo".
Podemos aprender algo de la decisión que tomó David.
Muchas veces cuando los cristianos atraviesan
dificultades y las cosas se ven mal, comienzan a mirar
alrededor tratando de encontrar "la armadura" de otro
para pelear con Satanás. En otras palabras, tratan de
hacer lo que otros cristianos hicieron cuando pasaron
por una situación similar. Pero no importa lo que otro
hizo. Usted tiene que hacer lo que sabe hacer y
manejar la situación como usted sabe manejarla. No
puede depender de la forma en la que otro peleó la
batalla, pues si usted pierde la suya le va a echar la
culpa a otro, y esta es su batalla y de nadie más.
Además, su batalla no es ni siquiera suya, sino del
Señor (2 Crónicas 20:15).

40
1 Samuel 17:40-44
40 Y tomó su cayado en su mano, y
escogió cinco piedras lisas del arroyo, y
las puso en el saco pastoril, en el zurrón
que traía, y tomó su honda en su mano, y
se fue hacia el filisteo. y el filisteo venía
andando y acercándose a David, y su
escudero delante de él.
42 Y cuando el filisteo miró y vio a David,
le tuvo en poco; porque era muchacho, y
rubio, y de hermoso parecer.
43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo
perro, para que vengas a mí con palos? Y
maldijo a David por sus dioses.
44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí,
y daré tu carne a las aves del cielo y a las
bestias del campo.
Goliat preguntó, "¿Soy yo perro, para que vengas a mí
con palos? Tus palos no me van a hacer ningún daño. Y
esa honda tampoco me va a lastimar. Desafié a todos
los ejércitos de Israel a pelear conmigo y ¡envían a un
muchachito con una honda y un palo!". ¡Goliat se
estaba vanagloriando! Hay ocasiones en las que
Satanás comienza a vanagloriarse bastante. Las
circunstancias no se ven nada bien, y el diablo
41
comienza a decirle: " ¿Qué vas a hacer ahora? Todo se
acabó. N o vas a poder hacer ese pago. Ni siquiera vas
a ganar suficiente esta semana para alimentar a tu
familia". O podría decir, "ese cáncer te va a matar, y no
hay nada que puedas hacer para evitarlo. No hay
ningún doctor que pueda ayudarte. Todo está
perdido". Hoy en día, Satanás hace esto a los
cristianos, así como lo hizo Goliat con David en el
Antiguo Testamento. ¡Y nosotros tenemos que hacerle
a él lo mismo que le hizo David a Goliat!
1 Samuel 17:45-47
45 Entonces dijo David al filisteo: Tú
vienes a mí con espada y lanza y jabalina;
mas yo vengo a ti en el nombre de jehová
de los ejércitos, el dios de los escuadrones
de Israel, a quien tú has provocado.
46 Jehová te entregará hoy en mi mano,
y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y
daré hoy los cuerpos de los filisteos a las
aves del cielo y a las bestias de la tierra; y
toda la tierra sabrá que hay Dios en
Israel.

42
47 Y sabrá toda esta congregación que
Jehová no salva con espada y con lanza;
porque de jehová es la batalla, y él os
entregará en nuestras manos.
David no venía únicamente con su honda y su callado;
él llegó con el total respaldo del que es Mayor que
todos; con Aquel que creó los cielos y la tierra. Goliat
tenía músculos grandes y una gran espada. Pero esas
eran solo armas naturales. David vino con ¡el poder de
Dios! Y el poder de Dios es mayor que cualquier arma
natural.

No provoque a Dios

Goliat había estado desafiando a Dios. Había estado


diciendo: "Tu Dios no va a poder librarte. Te voy a
vencer".
En las competencias deportivas, como el fútbol o el
baloncesto, los jugadores de equipos contrarios suelen
provocarse unos a otros y pueden recibir una pequeña
penalidad por hacerlo. Pero no provoque a Dios, pues
la penalidad será mucho más severa.
Nunca es sabio provocar o molestar a Dios. Cuando el
diablo nos molesta, realmente está molestando a Dios,

43
pues nosotros somos hijos de Él. En la familia natural,
en el momento que alguien molesta a algún miembro,
el jefe de familia se levanta y dice: "No moleste a mis
hijos". Esto es lo que ocurre exactamente cuándo
Satanás molesta a uno de los hijos de Dios.
David se acercó a Goliat con todo el poder de Dios.
Goliat habló un poco, pero eso fue todo lo que hizo:
hablar. Sin embargo, David respaldó sus palabras con
acción. Dijo: "Vengo con el poder del Dios
Todopoderoso, Y te voy a vencer". Entonces sacó su
honda, puso una piedra en ella, la disparó y mató a
Goliat. Fíjese que David hizo lo que sabía hacer. Hizo
todo lo pudo en lo natural para ganar la batalla. Él no
se sentó en un rincón con la cabeza agachada y dijo:
"Dios, sálvame de este filisteo". Él puso su fe en Dios y
actuó en esa fe.
Lamentablemente, muchos cristianos hoy día no hacen
lo que saben hacer en lo natural para vencer sus
problemas. Están esperando que Dios haga todo. Y, en
lugar de caminar con el escudo de la fe en mano, están
escondidos en un rincón. Pero no tiene que
esconderse ni un minuto más. Puede pararse con
denuedo y enfrentar al enemigo pues Jesús le dio el
derecho y la autoridad para hacerlo.
David puso sin ninguna duda una piedra en su honda y

44
la lanzó usando toda su fuerza física. Y mientras la
piedra salía de la honda cobró fuerza. Esa piedra salió
de su mano solo con la fuerza natural de David pero
ganó poder sobrenatural mientras alcanzaba la frente
del filisteo. ¡David mató a Goliat solo con una piedra!
Así que cuando esté enfrentado algún reto, haga todo
lo que sabe hacer en lo natural. Luego deje que Dios se
haga cargo del resto. En lo natural una honda no tenía
suficiente poder para matar al filisteo. Quizás podía
haberlo hecho enojar o tal vez lastimarlo un poco. Pero
como dice mi papá, "¡cuando mezclas lo natural y lo
sobrenatural juntos, crean una fuerza explosiva para
Dios!". Cuando tiene una mentalidad mayor, usted no
va a huir de los retos. Con la fe en el poder de Dios y el
Mayor de todos viviendo en usted, podrá levantarse,
enfrentar el reto ¡y vencer!

Sadrac, Mesac y Abed-nego

En Daniel capítulo 3, los jóvenes judíos Sadrac, Mesac y


Abed-nego tuvieron algunos retos. Su primer reto era
permanecer fiel a Dios aun cuando el rey
Nabucodonosor ordenó que todo el mundo debía
postrarse ante el ídolo que había hecho.
El rey Nabucodonosor ordenó que todos se postraran
45
ante el ídolo cuando escucharan la música. Pero
Sadrac, Mesac y Abed-nego decidieron no hacerlo.
Había otras personas entre la multitud que tenían las
mismas creencias que ellos. Pero cuando se escuchó la
música, solo tres jóvenes permanecieron de pie. ¿Por
qué? Ellos decidieron permanecer firmes en lo que
creían. El resto de ellos no permanecieron firmes en
sus creencias, y evitaron ser perseguidos por el rey.
Pero más tarde tuvieron que arrepentirse.
Desafortunadamente, muchos cristianos tienen la
mentalidad de "me arrepiento luego". Piensan que
pueden mentirle a alguien y venderle una chatarra, por
dar un ejemplo, y luego arrepentirse. O alguien podría
decir, "puedo hacer esto o aquello para que fulanito
no obtenga el ascenso que desea y luego simplemente
me arrepiento". En muchas ocasiones, en lugar de
enfrentar el reto y aceptar las dificultades que
acompañan el hecho de haber actuado correctamente,
muchos cristianos deciden postrarse ante las
presiones.
Por supuesto que usted puede arrepentirse
sinceramente y Dios le va a perdonar, pero ¡cuanto
mejor es mantenerse firme en lo que es correcto
según la Palabra de Dios! Cuando usted decide
mantenerse firme en Dios, al final recibirá una
bendición aún más grande.
46
Sadrac, Mesac y Abed-nego se mantuvieron fieles en lo
que creían, aun cuando esto significaba que serían
echados al horno de fuego para que murieran. Ellos le
dijeron al rey: “Puedes matarnos, pero nunca nos
postraremos. Nuestro Dios dijo que nunca debíamos
postrarnos ante otros dioses, y hemos escogido
obedecer Sus mandamientos. No importa lo que
hagas, no nos postraremos".
A estos jóvenes no les importó lo que el rey o cualquier
otra persona pensara. Lo que único que les interesaba
era agradar a Dios. Alguna gente en estos días tiene la
mentalidad de "¿qué está haciendo todo el mundo?".
En lugar de tener una mentalidad mayor, tienen que
saber en todo momento lo que el otro está haciendo.
Esto se llama sucumbir ante la presión del grupo, y
querer agradar a los hombres. Como cristianos
debemos procurar agradar a Dios (Gálatas1:10).

No se postre ante la presión

No importa lo que otros estén haciendo. Cada persona


tendrá que lidiar con su conciencia y responder a Dios

47
por lo que haya o no haya hecho. Solo tiene que
enfrentar a su conciencia y responder a Dios por sus
propias acciones.
Sadrac, Mesac y Abed-nego se mantuvieron en pie
aunque todos los demás se habían postrado. Esto
provocó que el rey se enfureciera, y mandó a calentar
el horno siete veces más que lo usual. La Biblia nos
dice que los hombres que echaron a los tres jóvenes
en el fuego murieron a con- secuencia del calor (Daniel
3:22). El rey Nabucodonosor y sus hombres se
quedaron cerca para observar cómo se quemaban.
Cuando el rey miró, en lugar de ver tres hombres, ¡vio
cuatro! ¡Y el cuarto se parecía al Hijo de Dios!
Entonces el rey Nabucodonosor ordenó que sacaran a
los jóvenes del fuego y cambió de parecer. Decidió que
el Dios de los jóvenes judíos era el Dios verdadero e
hizo un decreto para que todo el mundo sirviera al
Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego. Dado que no se
postraron ante la presión, ocurrieron cosas mayores y
les fue permitido adorar al único y verdadero Dios
(véase Daniel 6).

48
El cuarto hombre en el fuego

Cuando usted está en medio de persecución o


problemas, el Señor está ahí a su lado. Cuando parece
que no hay salida, Él hará una senda para liberarle. Él
dice: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13.5).
Cualquier dificultad que esté enfrentando, Él está justo
a su lado para ayudarle en el camino.
Él está ahí para hacerle una vía de escape. Pero tiene
que pararse firme y confiar en Él aun cuando parezca
que no hay salida. ¡Aun cuando parezca que se está
hundiendo! Ponga su fe en el poder de Dios y confié en
Él en todo momento.
Parecía como que Sadrac, Mesac y Abed-nego se
estaban hundiendo. En lo natural no había ninguna
salida. Iban a ser quemados hasta que murieran, pero
Dios los libró. Salieron del fuego y ¡ni siquiera olían a
humo! Sus ropas y sus cabellos estaban intactos. Esto
ya es de por sí un gran milagro. Pero un milagro
todavía mayor es que entraron al horno amarrados y
¡salieron libres!
Cuando usted enfrenta retos y pruebas, y se siente
atado, los ardientes dardos del enemigo podrían ser su
horno de fuego. Solo recuerde que el Señor su Dios
está a su lado en cada paso del camino. Y Él ha hecho
49
una ruta de escape para usted. Manténgase confiando
en Él, creyendo que "mayor es el que está en vosotros,
que el que está en el mundo" (1 Juan 4:4). ¡Camine con
una mentalidad mayor, sabiendo que su Dios es
mayor! Y que Su poder es mayor que cualquier horno
que pueda enfrentar.

Daniel y el foso de los leones

Daniel tuvo la misma mentalidad mayor que Sadrac,


Mesac y Abed-nego. Y en el libro de Daniel capítulo 6,
él enfrentó una situación similar. El rey Darío promulgó
una ley que iba en contra de lo que Daniel creía. El rey
decretó que por treinta días no era permitido que
nadie orara a ningún hombre o Dios que no fuera el
rey Darío. Pero Daniel dijo: "No voy a ir en contra de
mi Dios. Voy a permanecer firme en lo que he creído, y
voy a orarle a Él de todas maneras".
Como castigo, el rey hizo que echaran a Daniel en el
foso de los leones. Permaneció toda la noche en el
foso y ni siquiera sufrió un rasguño, porque Dios lo
cuidó. Algunas personas dicen: "probablemente se la
pasó corriendo toda la noche tratando de mantenerse
alejado de los leones". No, no lo creo. Más bien creo
que los leones trataron de mantenerse alejados de él.
50
¿Se da cuenta? Daniel era el mayor. Él era mayor que
los leones. Aquellos leones no tenían ningún derecho
ni autoridad para lastimar a Daniel. Me parece que
cuando Daniel bajó al foso dijo: "Bueno, leones, mejor
es que cierren sus bocas. No van a molestarme porque
yo sirvo al que es Mayor. ¡Y voy a salir de aquí como
testigo del poder de mi Dios!

¡Cierre la boca de los leones!

Si usted está en medio de una situación rodeado de


leones, por decirlo de alguna manera, ordéneles que
¡cierren sus bocas! En otras palabras, necesita decirle
al enemigo: "Ninguna arma forjada contra mí
prosperará" (Isaías 54:17). No, no es bueno
involucrarse en acaloradas conversaciones con el
enemigo porque no hay razón para hacerlo. Fíjese que
cuando David fue a la batalla, él le habló a Goliat pero
no le hizo ninguna pregunta. Él le dijo a Goliat lo que
iba a pasar. Así que no tenga conversaciones con el
enemigo, sencillamente dígale lo que va a pasar.
Dígale: “Señor diablo, tengo una mente superior.
Ahora tengo pensamientos de triunfo y de victoria.
51
Usted ya ha sido vencido y ya no tiene ningún derecho
o autoridad para molestarme. En el Nombre de Jesús
¡tiene que irse ahora mismo!”
Lamentablemente, en lugar de decirle al diablo a
dónde tiene que irse, muchos cristianos lo
"entretienen". Esto no quiere decir que se sienten a
cenar con él. Solo significa que mora en los
pensamientos que él pone en sus mentes. Entonces,
básicamente lo están "entreteniendo" porque están
haciendo lo que él quiere que hagan.
En muchas ocasiones, la razón por la que se encuentra
en una situación difícil es porque el diablo le ha puesto
obstáculos en el camino. Él está tratando de desviar su
caminar cristiano. Él conoce el camino por el que usted
debe ir. Y también sabe que debería estar teniendo
mejores cosas aquí abajo. El enemigo sabe que Jesús
vino para darle vida y dársela en abundancia (Juan
10:10).
Pero Satanás va a hacer todo lo que pueda para evitar
que usted tenga una vida abundante y próspera. Él
está ahí para detenerlo y si usted se lo permite, lo va a
hacer. ¡Tiene que callarle la boca! Tiene que impedirle
morar en sus pensamientos. No hable de lo mal que
van las cosas. No diga: "Nunca voy a salir de esto.
Siempre va ser de esta manera. Nunca voy a poder

52
alcanzar nada mejor en la vida”. Si habla de esta
manera, nunca va a progresar. No va ser capaz de
hacer nada a menos que diga que puede hacerlo. Por
lo tanto, es el momento de tener una mentalidad
"mayor". Ya es mayor en su interior porque el Mayor
vive dentro de usted. Pero necesita tener una
mentalidad superior para que el interior se manifieste
en el exterior.
Cuando tiene una mentalidad superior va hacia la
victoria. Pero si comienza a albergar pensamientos
negativos, estos lo llevarán a la ruina. Tiene que
mantenerse pensando "en grande". Y cuando parezca
que no hay salida, solo manténgase firme en su
confesión de fe (Hebreos 10:23). Y habiendo hecho
todo, solo esté firme (Efesios 6:13). Dígale al enemigo:
"Satanás, no tienes ningún derecho, ninguna autoridad
ni ningún dominio sobre mí. Me mantengo firme en la
Palabra de Dios. Y la Palabra dice que no puedo, y no
voy a fallar. Soy más que vencedor por medio de
Jesucristo. Soy cabeza y no cola. Estoy por encima y no
por debajo. Voy a seguir hacia adelante".

53
Satanás es solo un ''fue''

Hay demasiada gente preocupándose por demasiadas


cosas. La razón por la que no pueden concentrarse en
Jesús es porque están concentrándose en sus
problemas, como se ven y sienten las diferentes
situaciones de la vida. Es tiempo de comenzar a
concentrarse en Jesús. Comenzar a mirar a Jesús, y
cuando lo mire a Él, los problemas y las dificultades
parecerán pequeños. Recuerde que sirve a un Dios
grande. Esta es la realidad: Dios grande; diablo
pequeño. ¡Nuestro Dios grande derrotó al diablo
pequeño!
Satanás fue derrotado, lo que lo convierte en solo eso:
un "fue". Hoy día, no tiene ningún poder o autoridad
en su vida, excepto la que usted le permita. Una vez lo
entienda, entonces no tendrá que preocuparse por lo
que el enemigo pueda intentar en su contra. Y cuando
no tiene ninguna preocupación o inquietud entonces
puede pasar el tiempo regocijándose.
Cuando el enemigo le habla, él trata de confundirlo. Le
dirá: "Está bien todo eso que dices, pero de todas
formas no parece que esto o aquello vaya a
solucionarse. ¡Ah! y no te olvides de esto otro. ¿Qué
vas a hacer?". Tiene que contestarle de la misma

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forma que contestó Jesús cuando fue tentado. Él
siempre dijo: "Escrito está... (Lucas capítulo 4)". Él
nunca dio sus propias opiniones. Nunca dijo: "El pastor
fulano de tal dice esto o lo otro". Él sencillamente
habló la Palabra de Dios. Por esto es tan importante
que sepamos lo que la Biblia dice.
Si no leemos la Biblia, no conoceremos cuales son
nuestros derechos y el enemigo será capaz de
derrotarnos. Pero si queremos tener una mentalidad
mayor y ser mejores cristianos, entonces tenemos que
leer la Biblia. Leer sobre personas que tuvieron una
mentalidad mayor y que fueron más que vencedores
fortalecerá su fe, y usted, también será más que
vencedor por medio de Cristo Jesús (Romanos 8:37).

El amor es mayor

Si no camina en amor entonces no hay forma de que


pueda tener una mentalidad superior. Muchos
cristianos quieren recibir visitaciones del Espíritu Santo
y cantar y alabar, pero no quieren amarse los unos a
los otros. Si usted no tiene amor entonces el cantar y
alabar es solo una apariencia exterior. Si usted desea
tener un encuentro real con el Espíritu Santo entonces
tiene que vivir su vida interior como es debido.
55
Para tener una mentalidad superior tiene que amar a
sus hermanos y hermanas. Tiene que mostrar
compasión hacia otros cristianos. Algunos cristianos
ven a otros creyentes sufriendo y, en lugar de tener
compasión por ellos, sencillamente le pasan por el lado
y dicen: "Bueno, cada cual recibe lo que merece. No
estarían pasando por eso si no hubieran hecho esto o
lo otro".
Quizás sí hicieron algo tonto. Pero tenemos que
amarlos y mostrar compasión hacia ellos y ayudarlos a
volver al camino. En lugar de juzgar y condenar, usted
debe animarlos a poner su fe en el poder de Dios pues
Él puede cambiar cualquier situación. Esto es caminar
en amor. Y esto es lo que alguien con una mentalidad
mayor haría.

Prosiga a la meta

Como cristianos, tenemos que amar a la gente.


Necesitamos ayudarles a soltar el pasado e ir hacia
cosas mejores. En una ocasión hablé con un hombre
que me pidió que orara por él. Comenzó diciendo:
"Veo a otros cristianos gozosos y quiero tener un poco
de eso también. Pero hace poco salí de la prisión. Mi
esposa me dejó cuando todavía estaba preso". Este
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hombre me contó todo lo que le había ocurrido.
Mientras me hablaba de todas sus situaciones y
problemas pensé, no es de extrañar que este hombre
no tenga ningún gozo. Está viviendo en el pasado.
En Filipenses 3:13-14, Pablo dice: "Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás,
y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús". Quizás necesite olvidar algunas cosas de
su pasado. Si hay algo que le está desanimando y que
le impida crecer en el Señor, déjelo atrás hoy mismo.
Usted no puede cambiar su pasado, pero ¡sí puede
cambiar su futuro!
Sí, es cierto que este hombre había estado en la cárcel
y que su esposa lo dejó. Es cierto que cometió algunos
errores. Pero se arrepintió y Dios lo perdonó. Por lo
que le dije que dejara el pasado atrás, oré con él y
recibió el gozo del Señor en él. Lo único que hizo fue
dejar de mirar a su pasado y sus problemas y comenzar
a mirar al Mayor de todos. Comenzó a tener una
mentalidad mayor.
Cuando usted mora cobijado bajo la sombra del
Mayor, no tendrá problemas con su pasado. Dios es
mayor que su pasado. Él es mayor que sus errores. La

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sangre de Jesús es mayor que cualquier cosa que haya
hecho. ¡Olvide el pasado y prosiga a la meta!

Cómo tener días mejores

Cuando usted tiene una mentalidad superior, hasta los


"días tristes" son días buenos. Esto quiere decir que
cuando alguien pregunte, "¿cómo está hoy?", usted no
va a contestar: "Esta rodilla me está molestando un
poco y me siento cansada. Es lunes, ¡ya sabes un día
triste!". En lugar de esto, usted dirá: "¡Todo está muy
bien!".
Si usted tiene al Mayor dentro de usted, ¡entonces
debe estar teniendo un gran día! Con su fe en el Poder
de Dios, puede decir, ¡es maravilloso!, cuando las
circunstancias sea vean mal. Cuando parezca que va
hacia abajo, usted puede decir, ¡es grandioso! Cuando
sienta que todo el mundo esta pasando por encima
suyo, usted puede decir, ¡es grandioso!
Quizás no esté disfrutando de la situación por la que
atraviesa en este momento pero si el Mayor mora en
usted, las circunstancias son transitorias. En lugar de
ver dónde se encuentra ahora, siga mirando hacia el
Mayor. Comience a albergar pensamientos mejores.
Comience a ver situaciones mejores. Comience a ver
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una mejor forma de vivir. Por ejemplo, si su carro está
dando problemas y necesita uno nuevo, visualícese
conduciendo un carro mejor. Recuerde, tiene que ver a
través de los ojos de la fe. Aun cuando en el plano
natural parezca que nunca va a ocurrir, tiene que verlo
y creerlo.
Cuando ni siquiera tiene un centavo en el bolsillo,
visualícese con un millón de dólares. Véase próspero.
Si continúa viéndose pobre, entonces tiene una
mentalidad pobre. Si sigue viéndose derrotado,
entonces tiene una mentalidad derrotada. Para tener
una mentalidad superior, tiene que ver cosas mayores
en su vida.

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CAPÍTULO 4
USTED PUEDE TENER GOZO EN EL ESPÍRITU SANTO

Cuando enfrente circunstancias que prueben su fe,


ponga su fe en el poder de Dios. Recuerde, ¡Su poder
no puede y no va a fallar! Cuando deposita su fe en Él,
podrá disfrutar de gozo en cualquier circunstancia.
Tendrá gozo cuando su fe esté puesta en el poder de
Dios porque cuando está seguro de la victoria ¡usted
se goza!
De acuerdo a las Escrituras, nosotros somos templo del
Espíritu Santo (1 Corintios 3:16; 6:19,20). Y el Espíritu
Santo mora en nosotros. En el Antiguo Testamento, el
Espíritu Santo habitaba en el templo, y si quería estar
cerca de él, tenía que ir al templo. Pero hoy día, no
tiene que ir a la iglesia para encontrar al Espíritu Santo,
porque si usted es cristiano ¡Él mora en usted! Y está
con usted en todo momento.
Si está lleno del Espíritu Santo, entonces también está
lleno de gozo. Hechos 13:52 dice: ''Y los discípulos
estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo". Entonces
no solo el Espíritu Santo mora en usted sino el gozo
también habita en su interior. Y si tener al Espíritu
Santo morando en usted convierte su cuerpo en
templo del Espíritu Santo, entonces, si el gozo habita
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en su ser ¡su cuerpo es templo de gozo!
Podría decir: "No siento ningún gozo dentro de mí".
Pero si usted es cristiano, entonces, lo sienta o no, el
gozo está en usted. Desafortunadamente muchos
cristianos se dejan llevar solo por los sentimientos.
Pero usted no debe ser movido por lo que sienta. Solo
debe ser movido por lo que cree. La Biblia dice que
usted tiene gozo en su interior. Esto significa que
puede gozarse aunque esté en medio de una situación
difícil, sencillamente porque ¡tiene el gozo del Espíritu
Santo dentro de usted!

Considere todo como gozo

La Biblia nos dice que contemos todo como gozo


(Santiago 1:2). No dice que todo será gozo cuando
estemos en diversas pruebas. No, lo que dice es que lo
contemos o lo consideremos todo como gozo.
Entonces, ¿cómo lo cuenta cómo gozo? Usted se ríe
cuando lleguen las pruebas y las tentaciones. Se puede
reír porque sabe que tiene en su interior al Mayor de
todos y que Él no lo va a abandonar. No hay manera de
que fracase. Definitivamente, Dios no va a fracasar, y
¡Él está con usted!

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El Dios que en usted no va a fallar. Entonces, ¿por qué
tiene que estar deprimido cuando enfrenta las
pruebas? No hay necesidad de estar deprimido.
Alguien podría decide: "Pero, hermano, usted no sabe
lo que es esto". Bueno, hermano, no importa como
sea. ¿Usted realmente cree o no la Palabra de Dios? Es
así de sencillo. Si usted escoge creer en Dios, entonces
no importan las circunstancias en las que se encuentre.
Solo siga creyendo y comience a contar todo como
gozo.
Le voy a contar la historia de algo fuera de lo común
que ocurrió en la iglesia a la que asisto, la Iglesia
Bíblica RHEMA, en la que soy pastor asociado. Todo el
mundo estaba regocijándose durante el servicio,
cuando, de repente una dama del coro comenzó a
danzar, a gritar y a correr. Corrió alrededor de la
plataforma del coro hasta donde estaba el equipo
pastoral y le dijo a uno de los pastores: "Alguien robó
mi carro esta mañana". Después siguió riéndose y
alabando a Dios. Alguien había robado su carro esa
mañana, aún así ella estaba corriendo alrededor de la
iglesia, riéndose y pasándola muy bien.
Ahora, mucha gente ni siquiera hubiera regresado a la
iglesia. Hubieran usado el robo del carro como una
buena excusa para no asistir. Y si hubieran asistido,
habrían estado tan ocupados contándole a todo el
62
mundo sobre el robo del carro que se hubiesen
perdido lo que Dios quería hacer en el servicio. Pero
esta dama decidió ¡contarlo todo como gozo! Su
actitud fue: "¡No importa que alguien me hayan
robado el carro, Dios me dará uno mejor!".
Dios puede transformar en bien lo que Satanás quiso
para mal. Pero si perdemos nuestro gozo por las
circunstancias, y comenzamos a refunfuñar y a
quejarnos, entonces Dios no podrá bendecirnos. Por el
contrario, perderemos el gozo, y nos convertiremos a
nosotros mismos, y a todo el que esté a nuestro
alrededor, en personas amargadas, mientras nos
sentamos a llorar.
1 Tesalonicenses 1:6
6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de
nosotros y del Señor, recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación, con
gozo del Espíritu Santo.
Este versículo dice que la Palabra de Dios fue recibida
¡en medio de gran tribulación y con gozo del Espíritu
Santo! Es tiempo de permitir que el gozo que está
dentro de su corazón fluya en su vida, en los buenos y
malos tiempos. Es realmente fácil dejar que el gozo
fluya en los momentos buenos. Cualquiera puede
gritar de alegría cuando todo marcha bien, pero se

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necesita a una persona con mucha fe en el poder de
Dios para mantenerse gritando y alabando a Dios
cuando las cosas no marchan de lo mejor.

Gozo en el Reino

Romanos 14:17 dice: "Porque el reino de Dios no es


comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo". En otras palabras, el gozo en el Espíritu Santo
es parte del reino de Dios. Y si usted es un hijo de Dios
debería estar formando parte de este reino. Esto
quiere decir que ¡usted debería estar experimentando
el gozo en el Espíritu Santo!
Dios es mayor que todo. Mayor que cualquier
circunstancia, prueba o situación. ¡Es por esto que
usted puede tener gozo! Tiene gozo porque sabe lo
grande que es su Dios. Y cuando usted conoce lo
bueno que es Dios, puede estar gozoso todo el tiempo.
No hay ni una sola razón para que tenga una cara
larga. Alguien podría decir: "¡Hoy tuve un día difícil!".
Bueno, entonces es tiempo de tener días de Dios.
¡Cuando el día comienza difícil, entrégueselo a Dios!
Demasiadas veces, los cristianos tratan de hacer las
cosas a su modo y en sus fuerzas. Conservan todas sus
preocupaciones en lugar de dejárselas a Dios. Cuando
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empiece a sentirse mal por los problemas de la vida,
recuérdese a sí mismo: No tengo que continuar
preocupándome por estos problemas. Tengo una
mentalidad superior, Y tengo a Alguien haciéndose
cargo de ellos ahora mismo.
Primera de Pedro 5:7 dice que echemos toda nuestra
ansiedad sobre Jesús, pues Él cuidará de nosotros.
Cuando deposita todas sus cargas en Él, entonces
puede vivir una vida libre de preocupaciones.
Recuerde, la razón por la que Dios quiere que viva sin
preocupaciones es para que pueda dedicar su tiempo
en regocijarse. Pero si siempre está preocupado por las
situaciones, problemas o circunstancias no puede estar
gozoso. Y la preocupación no solo afecta su vida física,
sino que también afecta su vida de oración y las
bendiciones abundantes que puede recibir de parte de
Dios.

Siempre gozoso

Las personas que están llenas del Espíritu Santo


siempre están gozosas y emocionadas a pesar de lo
que esté ocurriendo alrededor de ellas. Por supuesto,
que tener problemas no es nada divertido. Sin
embargo, son oportunidades para creerle a Dios y
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demostrar que Él es más grande que cualquier
enfermedad, pérdida, pobreza o cualquier otro
problema. Usted puede adorarIe y estar gozoso en
medio de cualquier cosa.
Llegó el momento de vivir días celestiales aquí en la
tierra. Alguien podría decirle: "No se siente como el
cielo cuando estoy preocupado". Bueno, pues
entonces preocúpese por otra cosa. Preocúpese por
llenarse del gozo del Espíritu Santo; entonces tendrá
días celestiales en la tierra sin importar las
circunstancias que le rodeen.
Estoy hablando de tener gozo en todo momento: gozo
cuando lleguen las malas noticias, gozo cuando lleguen
las cuentas a fin de mes, gozo sin importar lo que diga
el médico. Cuando lleguen las pruebas y las
tribulaciones, ¡cuente todo por gozo! Permita que el
gozo del Señor sea su fortaleza (Nehemías 8:10) y
empiece a regocijarse en Él.

Mantenga su tanque lleno

Usted se llena una sola vez con el Espíritu Santo y con


Su gozo, pero tiene que continuar llenándose muchas
veces. De la misma forma que tiene que llenar
constantemente el tanque de gasolina de su carro, así
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mismo tiene que mantenerse llenando su espíritu con
el gozo del Espíritu Santo. Es mejor mantener el
marcador de gozo en "lleno", avivando ese gozo
continuamente, a esperar a que se "vacíe" el tanque de
gozo de su vida.
Con un auto, si deja que pase mucho tiempo antes de
rellenar el tanque del combustible y permite que el
nivel baje demasiando, entonces tiene que echar
mucha más gasolina para que se llene el tanque.
Mientras menos gasolina tenga, más tiempo le tomará
llenar el tanque. Pero si cada vez que usa un poco de
gasolina, fuera a la estación y reemplazara lo que usó,
entonces siempre tendría el tanque lleno. Si hiciera
esto nunca se quedaría sin gasolina.
Lo mismo aplica al gozo. Usted no puede esperar una o
dos semanas para rellenarlo. Hágalo todos los días,
porque si no se "rellena" todos los días le va a tomar
más tiempo hacerlo cuando lo necesite. Cuando
vienen las cuentas y tenga que tomar una hora para
avivar su gozo, se va a sentir miserable. Pero si
mantiene su tanque de gozo lleno, se puede regocijar
en todo tiempo.

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La fe y el gozo van de la mano

No avive su gozo solo cuando esté en la iglesia.


¡Avívelo en su casa! ¿Sabe algo? No hay nada mejor
que poner las cuentas en la mesa y avivar su gozo.
Podría tomarle un tiempo reavivarse cuando mira
alguna de esas facturas. Pero siga haciéndolo hasta
que se llene del gozo del Espíritu Santo. Lo mismo
aplica a su vida de oración: Manténgase orando y
creyendo hasta que reciba su respuesta.
Si pone su fe en el poder de Dios, entonces no hay
razón para dejar de creer, pues ¡el poder de Dios no
puede y no va a fallar! No se detenga a mitad de
camino. He visto personas que le creyeron a Dios por
seis meses y luego se rindieron. Dijeron: "Me parece
que la respuesta no va a llegar nunca". Entonces
cambiaron su semblante, lloraron y le dijeron a sus
amigos: "Supongo que orar no funciona. Me parece
que no puedo creer a Dios por eso".
¡No! Cuando esté creyendo a Dios por algo, alégrese y
gócese, y si luego se presenta un obstáculo y parece
que no va a recibir eso por lo que está creyendo,
entonces gócese aún más de lo que estaba antes de
que apareciera el obstáculo. Por supuesto, que no se
goza por el obstáculo, sino por la respuesta a su

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oración. La manifestación de esa respuesta debe ser
tan poderosa que el enemigo está tratando de
bloquearla. Tiene que venir en camino una bendición
tan grande que está haciendo todo lo posible para
impedir que la alcance.
Una vez usted pone su fe en el poder de Dios, no se
apoye en lo que nadie diga. Muchas veces las personas
le dirán cosas como: "No lo vas a alcanzar. No vas a
poder hacerlo. No hay salida". Pero mantenga su fe en
el poder de Dios y no escuche a lo que otros digan,
porque cuando parezca que no hay camino en lo
natural, Dios abrirá un camino. Cuando el hombre dice,
"No puedes hacerlo", Dios dice: Tu puedes hacer todo
en Cristo que te fortalece" (Filipenses 4:13). Y cuando
dice todo, quiere decir ¡todo! No hay ningún demonio
en el infierno ni ninguna persona en la tierra que
pueda derrotarle. Usted tiene el nombre de Jesús, y
con Jesús de su lado, ¡nada ni nadie pueden detenerle!
Mantenga su fe en el poder de Dios. Su poder no le
fallará. Recuerde que el Mayor está dentro de usted. Él
es más grande que cualquier cosa que pueda estar
enfrentando. Así que no deje de creer en el poder de
Dios. No pierda su gozo. ¡Dios tiene su respuesta! ¡Le
pertenece y viene en camino!
1Vehículo con tracción en las cuatro ruedas - Nota del
traductor
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ACERCA DEL AUTOR

Kenneth E. Hagin ministró por casi 70 años luego de que Dios lo sanó
milagrosamente de un corazón deforme, y de una enfermedad incurable de
la sangre a la edad de 17 años. Aunque el Rev. Hagin partió al hogar celestial
para estar con el Señor en el 2003, el ministerio que fundó continúa
bendiciendo multitudes alrededor del mundo.
Los alcances de los Ministerios Kenneth Hagin incluyen: La Palabra de Fe,
una revista gratuita; el Centro de Entrenamiento Bíblico Rhema; la
Asociación de Exalumnos de Rhema; la Asociación Ministerial Internacional
Rhema; la Escuela Bíblica por Correspondencia Rhema; y el Ministerio de
Prisiones Rhema. El hijo del Rev. Hagin, Kenneth W. y su esposa, Lynette
Hagin, son coanfitriones de Alabanza Rhema, un programa semanal de
televisión, así como de Rhema para Hoy, un programa de radio transmitido
durante la semana, y de las Cruzadas de Fe Viva, que se llevan a cabo
alrededor del mundo.

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