Está en la página 1de 16

Análisis sobre la situación ecoambiental en Panamá

El actual análisis producto de investigaciones y recursos pedagógicos sociales, muestran una serie
de actividades de distintas envergaduras, la cual hemos clasificado en Situación ecológica social y
Situación ambiental urbana. Obedeciendo los parámetros universales de investigación
presentamos sin caer en rigorosas interpretaciones técnicas a modo de compartir dicha
información esta Herramienta Popular, la que conlleve a la reflexión y la acción en defensa y
construcción de un pensamiento crítico por la sociedad y la gente del campo.

Por ende, debe constituirse en datos que determinen la veracidad que otras fuentes y medios no
prueban y practican en el buen oficio de elevar la conciencia ciudadana para el entorno en que
vivimos. Máxime, con la carencia de una educación transformadora y medios comunicativos
comerciales que inmovilizan el compromiso civil sobre el quehacer nacional.

Sin embargo, hacemos la salvedad que la naturaleza de la lucha y defensa ecológica con lleva otros
métodos de trabajo distintos a las reinvidicaciones y cambios de los movimientos sociales, debido
las dimensiones en que se presenta el ecosistema, pero no independiente de la cuestión social, en
que el mercado y el capital somete no solo a los pueblos sino también a su entorno verde.

Introducción

Ante la realidad global expresada a través de los conflictos energéticos, resultado este por la
escasez y el mercado de corte liberal, en las últimas décadas se han afianzado los ejes
hegemónicos del capital internacional. Latinoamérica y Panamá no escapan de ese escenario, en
donde ha prevalecido la ley de la fuerza económica que pone en riesgo nuestra soberanía
ecológica y alimentaría por las fórmulas y precios que juega cada ciclo de vida biológica para el
mercado. Muestra de estas, la podemos percibir en los medios de comunicación con los anuncios y
propaganda desarrollista que impulsa el discurso de la salvación, más aun con la vulgar difusión de
salvar el planeta ante la destrucción del clima y sus inseguras promesas de proyectos de
conservación.

En indistintas ocasiones hemos manifestado que el actual problema no es producto demográfico


de los continentes o escasez en las necesidades humanas como lo dicen los gobernantes, sino de
los modelos de desarrollo que nunca han cumplido en la creación ética de un país, de gestionar a
nivel macro su economía independiente a los tradicionales dictámenes de los países súper
industriales, quienes en realidad son los causantes de los conflictos naturales, de salud y seguridad
bio-humana. Especial mención podemos citar de nuestro continente, en donde la retórica del
desarrollo se ha convertido en la vitamina de la continuidad de tercer mundo y sus recetas
políticas de economías desgastadas, cuyos fracasos se le atribuyen a las distintas generaciones
desde pueblos originarios hasta la mezcolanza occidental actual.
Aun con los problemas tradicionales como la pobreza, la discriminación y la exclusión entra en
este escenario la figura de la explotación y saqueo de libre mercado, la cual en décadas pasadas
fue aplicada en menos magnitud pero con un impacto de muerte y extermino, pero ahora de
manera formal y diplomática por las transnacionales, corsarios financieros y sicarios. Tal situación,
percibida como ante sala a la globalización, en nuestra región entraron en vigencia megaproyectos
sin fronteras como lo sigue siendo el Plan Puebla Panamá PPP y los Tratados de Libre Comercio,
que han generado mayor pobreza e inseguridad por la desesperación social aumentando los
índices de criminalidad y conflictos ecológicos.

Panamá, por su ubicación territorial y economía de servicio se ha convertido en la sede de estas


calamidades que vive la región, pero ha sabiendas de los recursos o mejor dicho bienes naturales
que posee, sigue sin brújula en un desarrollo verdadero que conlleve a la participación y consulta
ciudadana en construir una economía de equidad y balance con el ecosistema. Cuestión que
podemos percibir en las acciones y presiones sociales que miles de hombres y mujeres indígenas y
campesinas a diario realizan ante las políticas energéticas y riqueza dispar en las concesiones de
proyectos hidroeléctricos, minería a cielo abierto, turismo importado y desmantelamiento de la
rica vegetación que representa nuestra identidad biológica nacional.

Los riesgos aumentan por los mecanismos utilizados por las empresas como: la xenofobia en las
relaciones laborales que los consorcios pactan con manos de trabajo extranjero, en el
desplazamiento de familias que toda su vida han mantenido el caudal de tradiciones, la
desaparición de sitios arqueológicos, la aniquilación de nichos y hábitat de miles de especies
nativas y únicas de aves, mamíferos marinos, plantas silvestres y la dilatación del ciclo biológico
como la pérdida escalonada del territorio y su valor. Entre estas consecuencias se afirma el silencio
gubernamental y las absurdas decisiones de las autoridades de protección ambiental sin base
científica y social del daño que corre las áreas verdes. La cual desconoce derechos humanos,
derechos de conservación natural y derechos internacionales en materia de protección
patrimonial ecológico.

Situación ecológica social

a- Explotación minera

Hace más de dos (2) décadas la actividad minera tuvo sus primeros auge debido la economía
internacional, la cual Panamá con un gran porcentaje de tierras por doquier, representaban un
yacimiento rico para explotación y exportación. Todo obedecía al capital financiero y a su ejercicio
en la circulación y valoración de las grandes urbes del mundo como evaluaban la onza o quilates.
Sin garantías ha la reversión económica nacional y al declive de la crisis financiera en víspera de los
noventa 90, y a la creciente deuda externa, la actividad minera se estanco.
Nuevamente el auge del oro y de otros metales de importancia para la industria bélica, retoma la
dinámica de explorar y extraer distintos minerales que en el pasado no cumplieron por la situación
expuesta. Pero esta vez, con nuevos métodos de explotación tecnológica que inicia desde
radiografías satelitales para registrar zonas ricas en metales e inventariar distintos mineras que
requieren de mega equipos que en su diaria ejecución destruyen sin importar hasta las áreas
adyacentes de vegetación y poblados. Y estas operaciones llegan hasta un régimen laboral de
inseguridad que los mismos trabajadores se exponen ante el peligro del contagio de los químicos
utilizados, como lo ha sido el cianuro por la naturaleza de explotación que es a cielo abierto.
Actualmente la onza de oro estás en mil dólares.

Otras de las modalidades de las empresas de explotación, son los antecedentes criminales y
judiciales que han ventilado sectores de otros países, y que en Panamá han amenazado, hostigado
y perseguido a quienes se oponen a dichos proyectos. Pero antes repartiendo y prometiendo
mejoras a la calidad de vida como forma ágil de implementar sus obras. Así, lo podemos observar
en los patrocinios y auspicios a distintas actividades y necesidades comunitarias que van desde
implementos deportivos, infraestructura a los gobiernos locales, fiestas y eventos culturales
dándole precio desde ya a nuestra identidad autóctona.

Este es otra de las evidencias de cómo se dividen las comunidades entre las migajas de momento y
los defensores de la esperanza, en donde otros actores sin mover su lengua también ayuda al
silencio afirmativo de que el beneficio lo traerá la empresa explotadora, es el caso de las sectas y
banderetas proféticas.

Según el Ministerio de Comercio e Industria se han concedido 25 permiso para dicha operaciones
sin importar las demandas impuestas a los tribunales, es el caso de Petaquilla, en que se han
ventilado tres (3) por organizaciones ambientales y comunidades.

Esta por la envergadura de intereses encontrados que representa un riesgo en todo sus sentido
como en el régimen laboral y sindical, de la ubicación dentro del Corredor Biológico
Mesoamericano y las ganancias reflejas en los distintos actores transnacionales y políticos que han
callado y manipulado las acciones legales impuestas por los afectados. Es el caso concreto de las
declaraciones de la directora del ANAM Ligia Castro, que estaba en espera del fallo de la Corte
Suprema de justicia, mientras tanto la empresa proseguía con las operaciones y la solicitud de más
hectáreas de tierras.

Pero, de que esperarse en materia de los Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que señala la Ley 41
del 1 de junio de 1998 la cual colisiona con la ley minera y de inversión extranjera, prevaleciendo
la de mayor ingreso para la economía, dejando sin efecto todos los pactos y compromisos
internacionales de protección ecológica. Como las debidas consultas a través de foros, que como
orden legal deben cumplirse, y no en la manipulación y el traslado de personas sin domicilio en el
área.

Igualmente se ha dado el mismo método en el corregimiento de Plan de Corcha, Cerro Pelado,


Cerro caballo en la Comarca Ngöbe Büglé, Río Tigre en Chepo, Cerro Quema en Los Santos, Cerro
Colorado, la reapertura del la mina Santa rosa en Cañazas y otros por registrar y publicar por el
Ministerio de Comercio e Industria (MICI). Y muchas veces violando estas formalidades legales,
descubriéndose después por las comunidades con las trochas y marcaciones que realiza la
empresa.

Pero una nota muy puntual es el esfuerzo del distrito de Soná en Veraguas, cuya voz de alerta
marco el inicio de organizar y divulgar toda acción de protesta hasta lograr que los concejales
declarasen este distrito libre de exploraciones y explotación minera, la cual se emitió a través del
Acuerdo Municipal Nº 41 de 10 de agosto de 2007 (Alcaldía de Soná, Veraguas).

b- Proyectos de explotación hídrica

Otras de las actividades de gran impulso y de mayor concesión son las hidroeléctricas a través de
embalses y represas por la hidrografía que se compone Panamá, que cumplen las exigencias de
cauce y ubicación para las infraestructuras que interconectan con centrales eléctricas como es el
Sistema de Interconexión Eléctrica de los países de América Central (SIEPAC) que es uno de los
ejes del Plan Puebla Panamá (PPP) que no constituye ningún remedio para las comunidades en
resistencia y para la economía nacional.

Máxime cuando en Panamá no existe una crisis energética y por el incremente del alza del
combustible fósil que antepone dichas regulaciones.

Sin embargo, el ANAM ha promovido su posición con respecto a la generación eléctrica, la cual
micro hidroeléctricas no rebasan los índices de contaminación global, pero que en la práctica es
todo lo contrario, ya que las empresas en sus Estudios de Impacto Ambiental (EIA) sobre pasan las
regulaciones de energía limpia determinado por el Protocolo de Kyoto.

De cierto que un campesino o indígena no tiene ni un dólar para pagar tan innecesario servicio que
no representa solución a sus necesidades.

Pero que más lucha si estas comunidades se debaten entre la vida y la explotación de sus tierras y
ríos, que con la ausente defensoría del pueblo y de autoridades verdaderas se violan a diario
domicilios, reprimen a mujeres con sus niños hasta llevarlos a cuarteles que no son más que de
tortura síquica.

Este es caso del pueblo Naso que rechazan las iniciativas hidroeléctricas de la empresa AES
Panamá en la generación de 223 megavatios en Changuinola, específicamente en la comunidad de
Charco La Pava adyacente al Bosque Protector Palo Seco, creado por el Decreto No. 25 del 28 de
septiembre de 1983, que funciona como área de amortiguamiento del Parque Internacional La
Amistad (PILA), que durante años ha demostrado fiel compromiso de conservación y que
anteriormente fueron declarados como comunidades defensoras de la naturaleza por el modo
desarrollan su vida.

Pero mediante el Decreto No. 71 del 1 de junio de 2006, los moradores se beneficiarían al señalar
que "las familias cooperadoras del Bosque Protector de Palo Seco podrán solicitar permisos para
desarrollar actividades con fines de subsistencia".

Y es que mientras el decreto inicialmente hablaba de que el Gobierno "está facultado para negar la
ocupación y adjudicación de tierras en aquellas zonas que se reservan para fines de utilidad
pública", con la modificación se estableció que "dentro del Bosque Protector de Palo Seco se
realizan diversas actividades, tanto para la generación de energía renovable como para el
aprovechamiento sostenible de los recursos forestales".

Para los representantes de la empresa no se trata de un desalojo, sino de un reasentamiento de


las 159 familias (856 personas) que deberán abandonar sus fincas como consecuencia del
proyecto.

Un año después de la modificación del decreto, el pasado 23 de mayo del 2007 la Autoridad
Nacional del Ambiente (Anam) suscribió el contrato con Aes Changuinola para la concesión de 6
mil 215 hectáreas dentro del Bosque Protector de Palo Seco.

Situación actual se vive en el río Cobre en Veraguas, en donde las bombas y la represión policial se
hicieron presente cuando campesinos reclamaban la presencia de las autoridades ambientales y
locales por la infragante permiso que la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) concede por
quinta vez otro período para presentar los EIA. Esta lucha del Movimiento Campesino en Defensa
del Río Cobre (MOCAMDERCO) tiene más de 6 años desde que vislumbro la llegada de la empresa
al área.

Sin embargo, otras de las luchas es del Movimiento 10 de abril (M10) que llevan más de 10 años
en contra de los proyectos Tabasara 1 y Tabasara 2, o sea el mismo cauce con dos represa. Este
ejemplo de organización comunitaria a dado respaldo a otras resistencias como: en el río Santa
María, río Cañazas, río Narices en Santa fé, río Gatú y río Grande en Coclé la cual constituyen el
Frente Unido por la Defensa del Ecosistema (FUDECO) y que representan la Red Panameña
Antirepresas a nivel internacional.

Pero el argumento de la supuesta energía limpia por parte del ANAM, a acelerado los EIA y
concesiones como forma expedita para los proyectos, pero se ha convertido en un disfrazas para
ocultar los intereses de empresarios políticos en el negocio de dichas actividades. Dándose
concesiones en Gualaca, Gualaquita, río Chiriquí Viejo, río Piedra, Caldera y otros en la provincia
de Chiriquí como lo ha manifestado la ANAM en que se han sido aprobados 22 y 25 en proceso.

De este modo Chiriquí cuenta con siete hidroeléctricas, siendo Fortuna la de mayor generación
con 300 megavatios. Estí, Los Valles y La Estrella que producen 120, 48 y 42 respectivamente.

Otros proyectos son: Macho de Monte 2.3 megavatios; Hidrodolega 3.1 y Arkapal con 675
kilovatios. Suman entre todas un aproximado de 516 megavatios, Algarrobos de 11.2 megavatios;
Mendre de 20 megas; Concepción de 8.7 megavatios; Paso Ancho de 12.4 y El Síndigo de 10,
Baitún en Renacimiento generaría 70 megavatios y el de Monte Lirio en el mismo distrito aportaría
51 megavatios.

Si todos los proyectos se aprobaran la generación eléctrica de Chiriquí aumentaría en 797 nuevos
megavatios al sistema.

El anteproyecto de ley 278, es otra de las preocupaciones ciudadana ante el recurso hídrico
nacional adquiriendo carácter de mercancía y vulnerando un servicio que es necesario y que urge
llegar a miles familias por la expansión del urbanismo desbocado y mala planificación de las
políticas de vivienda.

Por eso, preocupa que este anteproyecto no reconozca de manera expresa el derecho que tiene
toda persona para oponerse al otorgamiento de una concesión de agua de hasta 60 años.

Por ejemplo la lectura del Artículo 37 del Anteproyecto de Ley 278 se entiende que el
otorgamiento de los permisos para la exploración de aguas subterráneas, actividad que involucra
trabajos de perforación del suelo, no está condicionado a la presentación y aprobación previa de
un Estudio de Impacto Ambiental.

Prueba evidente de los métodos de revisión y aplicación en el otorgamiento de explotación hídrica


por transnacionales, que exigen para la misma mayor garantía a través de reformas a la ley del
servicio del agua nacional como la han ejecutado en Bolivia, Costa Rica y otras regiones.
c- Turismo desbocado

Podemos definir turismo desbocado, de importación, de exterminio, residencial, de cemento y


muralla todo proyecto de enriquecimiento y especulación inmobiliaria sin orden jurídico que
ampare el patrimonio natural, arqueológico y humano. Ya que al implementarse la ley insular ley
No 2 del 7 de enero de 2006, se regulan las concesiones para la inversión y la enajenación de
territorio insular para la industria del turismo, es decir la demarcación de áreas que serán objeto
de concesiones administrativas.

Toda la región atlántica sé vera afectada con esta modalidad de turismo, es la situación de Bocas
del Toro con Red Frog Beach Club, Hotel Playa Tortuga, Mar Caribe Beach Resort & Marina Mar
Caribe Beach Resort & Marina, Sunset Point, Damani Beach y Paradise Dreams. Archipiélagos,
acuíferos, manglares, zonas de amortiguamiento y de hábitat marina se perjudicaran como en el
área de Chame, Antón (Boca Nueva, Los Azules y Arenas Blancas), San Carlos, punta Galeta, la
Barqueta en Chiriquí y otras en donde el paisaje estético configura con el cemento.

Estos hechos no podemos divorciarlos de las afectaciones sociales, por que se trata de territorios
en donde se desarrollan distintas culturas de producción, arte y belleza que miles de hombres y
mujeres desempeñan a pesar de ser excluidos.

Tomando en cuenta las desigualdades sociales, no dejamos la discriminación y xenofobia a las


comunidades legendarias que son parte de la población nacional y representan la cultura
autóctona de nuestra campiña interiorana cuando no forman parte del átomo extranjero
millonario.

d- Exploración y refinería de combustible fósil

Con la implementación en el país de una política energética orientada a la depredación de


nuestros recursos naturales, productivos y sociales en función de la demanda transnacional de
energía, reiterada en el documento oficial Política Nacional de Hidrocarburos y Energías
Alternativas de 2005 hace oficial convertir al país en un Hub Energético. Es decir, una zona de
enlace energético con el resto de las regiones del continente y la economía global. $1,070 millones
para Centro Energético de las Américas.

Los ideales oficiales vendrán a agravar la realidad de impactos ambientales visibles de la sociedad
petrolera en Panamá como los generados por el aumento de la flota vehicular de ciudades
aledañas a las zonas de tránsito interoceánico (metropolitanas) que consumen más del 60% de los
derivados que el país consume, la que gran parte está constituida por vehículos con más de 5 años
en circulación, lo cual produce una contaminación del aire que supera los índices planteados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), marcando 1,403 microgramos (mmg) por metro cúbico
(óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, óxido de azufre, y partículas en suspensión), cuando el
límite de la OMS es de 260 mmg3 (Universidad de Panamá, Informe 2006. Centro de Análisis).

La misma dinámica del transporte interoceánico que trasiega, almacena y comercia hidrocarburos
ha producido mas de 300 derrames y vertidos que hacen que la contaminación de nuestras Costas
ronde los 2.8 mg/L hasta 7.5 mg/L, niveles de contaminación por encima de los estándares
internacionales permisibles (ANAM, URS Holdings, Inc. Estudio Científico y Técnico, Aguas Marinas
y Costeras. Enero del 2005).

Es citar el crimen contra la naturaleza, el sustento alimentario, derechos humanos y la salud de las
comunidades costeras del distrito de Chiriquí Grande producido por el derrame de crudo de 60
000 galones o de 210 000 en las instalaciones de la empresa Petroterminales de Panamá (PTP).
Casi más de 740 hectáreas en el mar han sido contaminadas. PTP y ANAM no han hecho un
informe público serio.

El Estado Panameño oficialmente no ha evaluado cuantitativa y cualitativamente los impactos


ambientales de la industria petrolera de trasiego, almacenamiento y refinación de los últimos
cuarenta años para que plantara ahora potenciar al país en un Hub Energético Regional. Lo cual
revela un significativo grado de irresponsabilidad en la gestión ambiental.

Es preocupante que el gobierno sigua vendiendo como desarrollo el hecho de que se asienten en
el país transnacionales con grandes proyectos de refinerías, almacenamiento y trasiego, uno en
Puerto Armuelles, Provincia de Chiriquí a manos de la tristemente celebre transnacional
norteamericana Occidental Petroleum (OXY). En Maria Chiquita, Provincia de Colón, otra
transnacional norteamericana, la Dutemp Corporation, en asocio con otras transnacionales. Se
suma a esta dinámica la empresa Centro Energético de las Américas con su proyecto de Maria
Chiquita a las islas Taboga o a Taboguilla. Estas obras por donde se planteen afectarán seriamente
estratégicas áreas protegidas, lugares de convivencia socioeconómica y cultural de nuestras
comunidades, destruyendo aun más el potencial productivo real del país.

Así como mercado de la energía eléctrica, la idea de que el aumento del refinamiento,
almacenamiento y trasiego de crudo en el país abaratará los costos es totalmente falsa, porque el
capital es privado y no estatal, y el Hub energético es una necesidad planteado por la economía
transnacional petrolera que cada día engulle más hidrocarburos. Lo que si no deja de ser cierto es
que el Hub Energético solo viene a dejar graves impactos ambientales al país.

e- Violación e inseguridad a parques naturales y reservas vegetales silvestres


En los últimos meses ha aumentado las denuncias en el trasiego de maderas en distintos punto de
la geografía nacional, pero la nota más sorprendente ha sido el comportamiento del ANAM en los
permisos ha sabiendas de la necesidad de proteger los bosques y selvas, y estos amparados por
leyes de parques naturales y reservas, la cual son considerados como los filtros por la generación
de dióxido de carbono que tanto afecta al clima.

Similar situación como el Amazona se vive, pero no lejos podemos asistir a la región de Darién en
donde a diario enormes tucas o troncos de gran diámetro considerados como árboles nativos de
larga vivencia son extraídos sin piedad del entorno para comerciar en la industria de los lujos y la
avaricia.

Recorriendo otras áreas, ya es a menudo a vista simple la tala y destrucción verde, la cual va
dejando grandes brechas y playas desérticas haciendo aumentar la temperatura jamás sentida por
los moradores de dicha áreas. Todo a causa de convertir nuestros paisajes en retratos sintéticos,
en proyectos de cemento, también para el pastoreo, y para exterminar plagas, que para nosotros
son partes de la vida animal silvestre.

Pero específicamente es el parque Santa Fé en Veraguas que sufre las tres (3) plagas de la
destrucción: la minería, represas y el turismo desbocado en donde existen intermediario que
estafan y se aprovechan de la ignorancia de los moradores al estilo colonial, y que las autoridades
locales y leyes no existen. Igualmente ocurre con el Bosque Protector de Palo Seco que pertenece
a la Reserva de la Biosfera la Amistad y que además es área de amortiguamiento del Parque
Internacional La Amistad, Sitio Patrimonio Mundial, en donde la industria de las represas a diestra
y siniestra ha invadido y apropiado en concubinato con los corregidores, alcalde y gobernador de
Changuinola. Y que esperarse del Parque Volcán Barú que han procedido para el mismo motivo y
que hace algunos años lidio contra la apertura de una carretera específicamente en Boquete.

Panamá en ese sentido no puede declararse líder ambiental, por que a nivel de compromiso
regional no ha podido detener la minería que conlleva al aniquilamiento del Corredor Biológico
Mesoamericano en la región de Petaquilla, ubicada en el distrito de Donoso en Colón.

Pero no solo esta regiones esta en peligro, existen denuncia de violaciones a parques marinos
como Coiba, que salió airoso de la encrucijada de las limitaciones para la pesca industrial del atún,
del Archipiélago de las Perlas objetivo para la industria del petróleo y el turismo del narcotráfico,
así como Bocas del Toro y las áreas de amortiguamiento como la Isla Escudo de Veraguas y otras
ubicadas en Kuna Ayala.

Todas estas violaciones conlleva la dilatación de procesos de vida animal, al estudio científico para
la conservación, y para la biosfera ante el efecto de invernadero.
Situación ambiental urbana

a- Contaminación por dióxido de carbono, derrames industriales y desechos orgánicos

Luego de la Conferencia contra el Cambio Climático realizado en Bali, Indonesia y de la masiva


divulgación sobre las causas y consecuencia, no hay de que esperarse de la salida al paso de los
gobiernos con mayor generación de dióxido de carbono en su defensa a la industria y a sus planes
de desarrollo. Sin embargo surgieron voces de otras latitudes, es el caso de Panamá que en el
último encuentro donde nació el Protocolo de Kyoto no contaban con una participación definida, y
que esta vez dieron a conocer algunas iniciativas para las emisiones de co2, pero sin ninguna
relevancia a los casos inmediatos en materia de energía limpia con relación a la minería,
hidroeléctricas y contaminación urbana por smog y procesos industriales.

En Panamá la población de autos aumenta cada año, y esta a su vez a un ritmo acelerado
representa un impedimento para el libre tránsito por los tranques o presas en las calles y avenidas
de la urbe, convirtiéndose en chimeneas móviles dejando a su paso índices grandes de
contaminación por dióxido de carbono. De cada 10 familias 6 tienen de 1 a 2 autos, súmele los
vehículos empresariales, de cargas y todo equipo rodante que utilice combustible fósil, la cual
circulan sin regulación. Un ejemplo de ingreso de autos en circulación, y no de distribución para
Centroamérica lo podemos observar en las gigantes playas de autos adyacentes al Canal de
Panamá.

Además de estas contaminaciones, esta la carencia de educación vial en donde la desesperación


por los tranques rompe con la cortesía y la paciencia de quienes transitan físicamente o en
bicicleta, y que nunca falta los equipos de sonido, cornetas y pitos con alta resonancia afectando la
buena armonía de la ciudad y salud de la gente. Si queremos superar esta crisis debemos
sustituirla por una cultura y educación ciudadana que podamos reducir los gases que genera los
autos por la bicicleta y el caminar con una buena seguridad la que conlleve a un ambiente sano y
de aire puro.

Pero este compromiso debe regularse por normas morales y legales, que además fiscalicen los
procesos industriales que a diario son denunciados por los desechos tóxicos de gran impacto que
alteran las aguas y drenajes que revierten negativamente al colapsado sistema de alcantarilla y a la
bahía de Panamá, que hoy en día se debate financieramente sin resultados concretos en estos 10
años en que se gestaron los oficios para la misma.

Todo esto cobra incertidumbre y cuestionamiento desde cualquiera óptica política al darse
inundaciones provocados por arterias de aguas negras tapada de basura de toda clase de materia
y magnitud inútil, todo a causa de falta de una política de educación ambiental que va desde el
compromiso ético de los gobernantes hasta el mismo individuo que arroja sin conciencia la basura
por donde transita.

Entonces es necesario, implementar una educación del reciclaje orgánico, plástico y vidrio (Ej.
Aeropuerto de Tocumen) que pueda ser objeto de rehúso para otras dinámicas de desarrollo
sustentable y de ingreso a gente con tanta necesidad. Pero ante el compromiso debe nacer de la
inquietud de miles de moradores que ya no ven el vertedero en Cerro Patacón como solución al
alto grado de desechos que arrojan y queman produciendo cortinas gigantes de dióxido de
carbono por toda la ciudad de Panamá.

Así evitaremos brotes de epidemias, enfermedades y olores desagradables que podrían


propagarse sin misericordia del rico y pobre.

b- Megaproyectos vs. Áreas verdes y públicas

Anteriormente expusimos las distintas contaminaciones urbanas, pero sin dejar a un lado el boom
financiero y la especulación inmobiliarias por convertir a Panamá en Paraíso estilo Paris, Miami y
metrópolis continentales, la propaganda por todos los medios públicos a dejado a la ciudad
forrada y contaminada visualmente con vallas y carteles sin importar la moral y la visibilidad del
entorno histórico, ambiental y ciudadano. Todo por convencer y prometer mejores vidas en el
confort del dios dinero y del blanqueo de capitales por narcos y criminales con antecedes abiertos
en otros países.

Es notable este mercado por el desempeño de la empresa privada y extranjera levantando


modelos arquitectónicos de rascacielos para estar más cerca de Dios, la cual interrumpen la
panorámica y estética de algunos parques y áreas verdes que nos quedan.

Producto del advenimiento especulativo que va destruyendo distintos escenarios de esculturas e


infraestructuras históricas de corte medieval y barroco colonial que han representado el fiel
testimonio de cultura y vida nacional.

Es el caso del malecón de Balboa aplastada por la Cinta Costera y edificios como: Ice Tower, Torres
de las América y otros que no tiene ninguna relevancia de fondo para la solución del tránsito y la
bahía de Panamá.

Toda una polémica por repartirse los intereses que van desde los diputados y layacos ejecutivos
produciendo leyes sin fundamentos y supuestos actos legales que no son más que disfraces para
cumplir con las formalidades y evitar voces de inconformidad. Verdaderos artistas del
malabarismo.
Y de que esperar de las fortalezas y palacios diplomáticos y gubernamentales que arremeten con
todas las áreas protegidas y conservación como fue Parque Metropolitano y Camino de Cruces por
la Ley No. 10 de 30 de marzo de 2006, en donde el Presidente de la Asamblea de Diputados Elías
Castillo pago al mejor postor de destino y herencia. Actualmente la decisión esta en manos de la
Corte Suprema de Justicia.

Así vemos como se van las esperanzas de los niños y niñas de crecer en un ambiente sano y de
libre esparcimiento, vemos las distintas especies de animales urbanos que deleitan a los
transeúntes y turistas, como vemos cambiar los colores de nuestra auténtica ciudad por el color de
la plata. Como convierten nuestra ciudad verde en vías y terminales de petróleo, químicos,
capitales y drogas perdiendo así la moral y las puertas de la humanidad y la paz social y ecológica.

c- Carencia de espacios y manejo animal

Con una legislación carente de juicios críticos y un plan de prevención y sanción animal, es otro de
los males que aquejan a la ciudadanía ante los maltratos, abandono y muerte de muchos animales
tanto domésticos como salvajes. Que sufriendo la consecuencia de la caza, turismo y expansión
comercial se ven altamente acorralados sin refugio que sostenga su vivencia por las escasas áreas
verdes que ya están al borde de desaparecer. Es por ejemplo especies salvajes como los osos
perezosos y aves exóticas en la ciudad de Panamá. O puede ser el exterminio masivo de mapaches
en Costa del Este por la edificación inmobiliaria.

Como a la captura de delfines para exportación y explotación turística por la empresa Ocean
Embassy en San Carlos.

Pero al igual que esas especies esta las domésticas que por los años su vejez requiere cuido y
gastos de alimentación y medicina, la cual muchas veces son abandonas. Causando en el entorno
estragos y hasta incertidumbre a los conductores. Muchas veces son secuestrados para
convertirlos en carnadas y alimento para crías salvajes hasta para alimento en otros países. Todo
un desorden convertido al desprecio y a la falta de amor a otras especies animadas que son un
legado hasta parte del equilibrio ecológico del planeta.

Abogamos por una política de conservación y manejo de animales en abandono, que


financieramente no representa un gasto público para el gobierno, sino que contribuye a la
legislación penal a prevenir y que a su vez compromete a los civiles resguardar su hábitat y el
entorno urbano.

d- Impactos del Canal de Panamá


Se ha dicho en reiteradas ocasiones que Panamá por su posición geográfica representa una
estrategia para el comercio y la circulación de capitales que supuestamente inyecta a la economía
de Panamá. Pero en las últimas décadas se ha convertido en puente del trasiego y blanqueo de
capitales del narcotráfico. Pero muchas veces no vemos y que por lo general no divulgan es el
tránsito de naves y buques con desechos tóxicos y nucleares en grandes toneladas que por un
accidente puede expandirse y alcanzar un radio de dos (2) kilómetros, o sea más allá de la ciudad
de Panamá matando toda especie de vida. Esto ha causado demandas internacionales que sus
resultados han sido cargados al gobierno por el riesgo y por la falta de cumplimiento a las leyes
nacionales y convenios de protección y manejo marítimo.

Sin embargo, otras de las peculiaridades es la demanda de tránisto de los buques Post – Panamax
por el Canal, la que en el Referéndum como consulta popular celebrado el 22 de octubre del 2006
se convierto ilegitimo para su ampliación por el abstencionismo y rechazo, producto de un debate
coherente, divulgativo y razonado por el gobierno y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).

A más de un año, a carecido de un plan de divulgación de los avances, pero ya anunciadamente


sostuvimos que se trata de convertir este proyecto en catapulta de la especulación, concesiones
ilícitas y chanchullos por los billones financiado por transnacionales de países súper poderosos
explotando, saqueando, endeudando y exterminando con sus guerras de recursos naturales y
humanos.

Como podemos ver muchos casos de licitaciones que la formalidad los cubre, pero que de fondo
se trata injustificados juicio de valor y razonamiento investigativo y ejecutivo, todo lo podemos
observar con informes cortina en la revista El Faro y programas televisivos como El Canal al Día, en
donde engañan y confunde con su tecnicismo y momentos de alegrías captado en ese instante por
una cámara. Ya después se pierde esa felicidad y todo volvemos a ser pobres.

Caso especifico lo podemos señalar en el foro sobre los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) que
no contó con la participación de la sociedad civil, pero si de los que reciben tajadas para aplaudir y
abalar sin fundamento esta responsabilidad nacional y de compromiso con la consecuencia de
este juego de esclusas que va desbastando árboles y animales salvajes perteneciente a un
ecosistema históricamente dividido desde el siglo pasado que aun es considerado rico por la
fuerza como mantiene distintos nichos.

Puntos de convergencia de los conflictos socio ambiental

Métodos de apropiación para los proyectos son iguales, no importa cual sea.

La incompetencia del gobierno y especialmente del ANAM.


La falta de base científica social de una legislación en materia ambiental.

Las contradicciones de la legislación ambiental con la de inversión extranjera y de los servicios


públicos.

La falta de compromiso de organismos internacionales.

La no ratificación del convenio 169 de la OIT sobre los pueblos indígenas.

La intransigencia y parcialidad de los medios de comunicación.

Sugerencias

No podemos ejercer solo esta radiografía de la situación ecoambiental en Panamá, sin compartir
algunas acciones que podamos constituir en otra forma de defender y proteger a través de la
educación, divulgación e incidencia política.

En nuestra conducta y el deber diario debe prevalecer el ejemplo que acompañado de una
pedagogía social podamos interpretar y transformar a través de redes que van desde la niñez
hasta los adultos en todo espacios como los barrios, escuelas, en las áreas rurales y rincones de la
ciudad.

Por que no solo debemos a pegarnos a remedios tecnológicos, leyes, indemnizaciones o subsidios
a quien elabore productos amigables con el ambiente. Todas estas medidas han tenido un éxito
relativo, lo cierto es que la situación ambiental del planeta es cada vez peor y cada vez más
irreversible.

Algunas acciones pueden ser:

1. Crear espacio de debate y acciones colectivas que sirva a organizar campañas, visitas
radiales, conferencia y talleres sobre la importancia y el deber de proteger el planeta en
todas sus dimensiones. Para lograr esto se deben crear espacios de aprendizaje tanto
formales como no formales que promuevan la construcción de conocimientos y que
permitan la resolución de problemas cotidianos. Para conservar hay que conocer,
comprender y cuestionar.
2. 2. Crear grupos interdisciplinario que puedan ayudar a la investigación y a la
interpretación adecuada de los problemas a fondo, la cual la gente común pueda conocer
y compartir con otros de menos capacidad.
3.
4. 3. Promover el conocimiento, la habilidad para solucionar problemas, la clasificación de
valores, la investigación y la evaluación de situaciones, cuyo interés especial sea la
sensibilización ambiental para aprender sobre la propia comunidad.
5.
6. 4. Capacitar a los jóvenes para que desempeñen un papel en la planificación de sus
experiencias de aprendizaje y darles la oportunidad de tomar decisiones y aceptar sus
consecuencias.
7.
8. En la problemática ambiental convergen diversos procesos naturales y sociales por lo cual
no puede ser comprendida en su complejidad sin la participación activa de diferentes
campos del saber.
9.
10. En definitiva, la educación ambiental es un proceso integral, sistemático y permanente de
información, formación y capacitación formal, no formal e informal, basado en el respeto
a todas las formas de vida, por el que las personas, individual y colectivamente, toman
conciencia y se responsabilizan del ambiente y sus recursos, mediante la adquisición de
conocimientos, aptitudes, actitudes, valores y motivaciones que le
11. facilitan comprender las complejas interrelaciones de los aspectos ecológicos,
económicos, sociales, políticos, culturales éticos y estéticos que intervienen en el medio
ambiente.
12.
13. Así como participar y movilizarse en función de resolver y prevenir sus problemas
presentes y futuros, dentro de un proceso de desarrollo sustentable, orientados hacia la
convivencia en armonía y equilibrio con la naturaleza, para beneficio de las generaciones
actuales y futuras.
14.
15. Promover una educación para un desarrollo sustentable, significa plantearse la formación
de un ser humano íntegro, capaz de reconocerse como parte del mundo natural y de
relacionarse armónicamente con él. Significa formar sujetos con conciencia cívica, críticos
y reflexivos; capaces de relacionarse de manera distinta con la naturaleza, con los demás,
con el conocimiento; con capacidad de comprender, explicar y criticar su realidad.

Fuentes

Diario La Prensa
Semanario Capital Financiero
Radio Veraguas
Periódico Ambiental Génesis
Oilwatch Mesoamérica
Centro para el Estudio, Promoción y Asistencia Social CEPAS
Asociación Ambiental de Chiriquí
Frente Unido en Defensa del Ecosistema FUDECO
Asociación para la Conservación y el Desarrollo ACD
Contraloría de la República de Panamá
Ministerio de Comercio e Industria MICI
Autoridad de los Servicios Públicos ASEP
Autoridad Nacional del Ambiente ANAM
Comunidades afectadas y en resistencia
El desarrollo de una educación ambiental. Cristian Frers

También podría gustarte