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UN CLAVO EN LA PUERTA

Tenía muy mal carácter. Su pareja le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez

que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día,

el hombre clavó treinta y siete clavos detrás de la puerta.

Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba

cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su

genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de

informar a su pareja, ésta le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra

controlar su carácter. Los días pasaron y el padre pudo finalmente anunciar a su

pareja que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su pareja le tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: —Has trabajado

duro, esposo mío; pero mira todos esos agujeros en la puerta. Nunca más será la

misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las

que aquí ves. Tú puedes golpear, ofender e insultar a alguien y retirar lo hecho o lo

dicho, pero del modo como se lo dices o lo haces le devastará, y la cicatriz

perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

AUTOR DESCONOCIDO

Estimado Hugo Quinteros mi nombre es Jenny y trabajo como psicóloga hace 31 años y

estoy trabajando terapéuticamente con tu hijo Jordan… no te conozco ni a ti ni Aida.


Trabajo con un enfoque familiar aunque no estén todos los miembros de una familia

presente pues considero que las personas no se enferman o trastornan mentalmente….

Creo que lo que se enferma son las relaciones entre los miembros de una familia producto

de malas soluciones aplicadas para resolver las diferencias que naturalmente se dan.

También entiendo que la historia ni el pasado se pueden cambiar…sólo tenemos el

presente para aplicar soluciones distintas… Por mi propia historia entiendo que los padres

hacen lo que pueden con lo que tienen para armar, mantener y criar a los hijos, y que la

mayoría de las veces nos equivocamos profundamente usando las estrategias que usaron

con nosotros… estrategias que incluían el uso de la violencia y agresividad para mantener

el control…el orden y el respeto en la familia… a lo que se sumaba la constante

frustración de posponerse y asumir las responsabilidades que teníamos que cumplir.

Nuestros hijos han tenido oportunidades mejores y han pasado menos carencias que

nosotros… a veces impresiona que no saben lo duro de la vida que nos tocó a nosotros

cuando teníamos su edad…. Si eso ocurre es porque algo bien hicimos.

A nosotros los padres, nadie nos reparará nuestros dolores, nadie llenara nuestras

carencias… nadie cambiará nuestros errores…defectos… y daño que le hemos causado

a quienes más queríamos… pero nosotros si podemos cambiar la vida de nuestros hijos

para que la historia no se repita en las siguientes generaciones… Estamos envejeciendo y

parece que a nadie le importará mucho… ¿cuánto nos quedará de tiempo…. 20 años?

Podemos mantenernos rígidos…estrictos…malhumorados… intentando mantener el

control…el orden o el respeto y la autoridad y así perder lo poco que hemos logrado y

descubrir un día que seguimos solos…rechazados…no amados y morir miserablemente

siendo un alivio para nuestros cercanos o


Podemos empezar a ceder el control…el orden…la autoridad y empezar a trabajar el

afecto. La expresión de afecto y de orgullo que sentimos por los logros de nuestros hijos,

aceptar sus muestras de cariño y respeto…. Aceptar las diferencias que no separan de

ellos y pedir disculpas por el daño causado que fue desde la tradición…desde el propio

daño y desde la ignorancia…nunca desde la maldad.

Estimados Hugo y Aída el Pasado ya fue…. Hay que dejarlo partir…. El Futuro nunca

llega siempre es presente…. Sólo existe el hoy.

Las personas somos todos diferentes… con vidas e historias diferentes… nadie cambia
su esencia… para vivir juntos sólo nos queda la aceptación y el respeto por los otros.

Existió un escritor llamado Khalil Gibrán que dijo de los hijos algo muy sabio… he aquí un
extracto
“Vuestros hijos no son vuestros hijos…Son los hijos y las hijas del anhelo de la
Vida, ansiosa por perpetuarse. Por medio de vosotros se conciben, mas no de
vosotros.

Y aunque estén a vuestro lado, no os pertenecen. Podéis darles vuestro amor; no


vuestros pensamientos: porque ellos tienen sus propios pensamientos.

Podéis albergar sus cuerpos; no sus almas: porque sus almas habitan en la casa
del futuro, cerrada incluso para vuestros sueños.

Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no tratéis de hacerlos como vosotros:
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer…

Con cariño… afecto y solidaridad … Jenny Alarcón B.

PD. Me encantaría conocerlos.

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