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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS SOCIALES Y


HUMANIDADES.

División de Estudios Históricos y Humanos


Departamento de Letras
Licenciatura en Letras Hispánicas (LLEH)

Reseña Literaria

Camarena Cruz Paola Montserrat


217640577
paola.camarena6405@alumnos.udg.mx

Textos Griegos

Luis Antonio Medina Gutiérrez

10 de junio 2021.
La Ilíada de Homero.

“Los dioses destinaron a los miserables mortales para que viviesen victimas de la tristeza, y

solo ellos no tienen preocupaciones.” (Homero, 2004)

La Ilíada es una de las mayores obras existentes a lo largo de la historia. Su autoría se

atribuye a Homero (ss. IX-VIII a. de C., aproximadamente), poeta griego considerado uno de

los escritores más influyentes que han existido en la tradición humana, precisamente por la

escritura de esta historia en adición de La Odisea. La Ilíada es una epopeya griega,

considerada poema del género épico más antiguo de la literatura europea, está compuesta de

veinticuatro cantos y se estima que fue escrita antes del 700 a.C.

A lo largo de sus veinticuatro cantos se narran diversos sucesos ocurridos durante el

décimo y ultimo año de la guerra de los Aqueos contra los Troyanos: el suceso griego al que

Homero en esta obra atribuye al secuestro de Helena, clamada la mujer más bella en

existencia y esposa del aqueo Menelao, por parte de París.

La Ilíada esta basada principalmente en la ira de Aquiles, causada luego de que el rey

Agamenón le arrebatara a Briseida después de que el monarca argivo tuviera que renunciar a

la propia mujer, Criseida, para librar a su ejército de la peste que Apolo lanzó sobre ellos.

Aquiles acude desolado a su madre, Tetis; ella solicita a Zeus que haga caer sobre los aqueos

consecuencias por haber ultrajado a su hijo además de permitirle ser honrado. El dios del

trueno acude a sus pedidos, dice en un sueño al Rey Agamenón que dirija las armas hacia los

troyanos. Así hace el aqueo y sin la participación de Aquiles logran algunas victorias.

Los dos grupos establecen una breve tregua para que Menelao y París se enfrenten,

sin embargo, los acuerdos se incumplen provocando que el encuentro bélico crezca.

Participan de la guerra numerosos héroes por ambos bandos, así también hay intervenciones

de los dioses.
Cuando los troyanos y Héctor tienen la ventaja sobre los otros, Patroclo pide a

Aquiles sus armas para ayudar a sus compañeros, en vista de que la colera del Pélida no se

disipa. Y un evento desolado provoca el regreso de Aquiles a la pelea y es así que el hijo de

Tetis pone en balance la pelea contra los troyanos. Finalmente, la historia concluye poco

después donde la lucha entre aqueos y teucros toma una pausa.

En el comienzo de la obra se sumerge directamente al lector dentro de la historia, sin

otorgar una explicación previa a los eventos que suceden en esta, pero sobre todo sin si quiera

establecer un contexto que permita comprender mejor quienes son los personajes y el porqué

de los eventos.

No obstante de la falta de introducción y contexto dentro de la historia, sí es posible

comprenderla, se otorgan los datos mínimos necesarios para que el lector comprenda a la

perfección los sucesos que la bélica guerra merita.

Se establece como el tópico central de La Ilíada la ira de Aquiles, como bien es

instaurado en las primeras líneas del poema: “ cólera canta, oh diosa, del Pelida Aquiles,

maldita, que causó a los aqueos incontables dolores, precipitó al Hades muchas valientes

vidas” (Homero, 2004, p. 103). Sin embargo, es preciso señalar que, como puede predecirse

de su extensión, no solo se habla de esto.

Con esto me parece preciso señalar que, de hecho, durante los diferentes cantos de la

Ilíada solo es en los primeros y en los últimos en los que Aquiles es protagonista, si bien hace

apariciones breves durante los capítulos intermedios, estos cantos los protagonizan una

variada serie de héroes tanto troyanos como aqueos.

Como ya mencione, a lo largo de los veinticuatro capítulos se presentan numerosas

temáticas: desde las evidentes como los héroes y los dioses hasta las no tan visibles como el
amor. Sin embargo, es imposible negar que la protagonista es la guerra, pues la obra en su

enteridad gira en torno a este evento bélico.

Como consecuencia de la vida griega y su conocida capacidad de mantenerse en

constante guerra, es sencillo decir que, naturalmente, esta formaría parte de los temas más

comunes representados en las obras clásicas griegas.

Los conflictos bélicos han tenido numerosas representaciones; sin embargo, ninguna

ha logrado competir con la magnificencia de la Ilíada, principalmente porque retrata la gran

guerra de los diez años: “ sus armas, y en torno del simulacro troyanos y aqueos, de casta de

Zeus, se destrozaban los bovinos escudos que rodeaban sus pechos, tanto los circulares

broqueles como las aladas rodelas.” (Homero, 2004, p.198).

Con una narración omnisciente, la Ilíada le permite la lector sumergirse en la historia

de manera casi perfecta; la perspectiva que da la narración transforma al público en un

espectador directo de la historia; se imita la vista que los dioses tienen sobre la guerra dentro

de este poema épico. De está forma, la experiencia de lectura resulta satisfactoria, atractiva y

adictiva.

Así pues, el lenguaje utilizado y la constante repetición de los adjetivos acompañantes

de los nombres de los personajes, característico de la época, aumenta la literalidad de la obra

y mejora la experiencia en su totalidad.

Sin embargo, la continuidad de los cantos es intermitente. Pues bien, es sencillo

comprender que cada uno sigue después del otro, un canto no comienza donde termina el otro

respecto a los eventos sucedidos dentro de dichos cantos. Con esto quiero decir que, por

ejemplo, que cada canto concluye en si mismo y no necesita un seguimiento en el posterior,


así pues en el siguiente se inicia una nueva serie de eventos que puede o no ser contigua los

sucesos anteriores.

Entonces, al ser una obra de gran magnitud y de igual o mayor impacto dentro de la

historia de la literatura universal, la Ilíada es un poema que abre una puerta que nos permite

viajar al pasado, a disfrutar de la mitología y de los sucesos épicos que se vivían en la antigua

Grecia, de la crueldad de las acciones del ser humano y la personificación de deidades tan

poderosas que sus palabras cambian el rumbo del destino y manipulan a su antojo la

humanidad.

No solo se trata de una obra más, de un poema al que se ha sobrevalorado. La calidad

de las emociones emitidas dentro de este texto, pero principalmente la calidad de la poesía y

literalidad resultan en un deleite de la mente lectora.

A pesar de su extensión y rodeos a lo largo de los sucesos bélicos que describe, está

obra debe pertenecer a la lista de lecturas obligadas para realizar en algún momento de tu

vida.

La calidad de la narración permite de la manera perfecta engancharte a la historia;

sufrir las muertes de quienes perecen, ver a colores vivos la sangre y el dolor que causa la que

parece una interminable guerra, la peculiaridad de la mezcla de lo real y lo mitológico, pero

principalmente la capacidad de volver casi mágico un suceso trágico.

De igual manera, la Ilíada logra englobar de manera perfecta la literatura griega. Es

posible experimentar a través de esta lectura un viaje al pasado, a la sociedad de la que

muchas naciones actualmente nacieron y de dónde vienen enseñanzas que se han asimilado

de manera global.
Finalmente, creo que la valoración que muchos anteriores a mi le han dado a está obra

no han promulgado falacias con sus palabras; la magnificencia de está obra dejaría

estupefacto a cualquiera que la leyese.

En mi experiencia con el análisis de este poema épico debo decir que, la abundancia

de perspectivas que se pueden tomar para diseccionar esta obra son infinitas; las posibilidades

de análisis puede ir desde la individualidad de los cantos hasta su totalidad como poema y es

por está razón que considero la Ilíada una lectura satisfactoria.

Trabajos citados:

H., & Güemes, E. C. (2004). Ilíada. Gredos.

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