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FRISCH,Wolfgang, T i p o penal e impltacidn objetiva, Colex, Madrid,


1995, 145 pp.
Esta breve pero importantísima obra es la compilación de las ponen-
cias presentadas por el doctor Friscli en el Seminario de Derecho Penal
de Universidad San Pablo (C'EU), en abril de 1995, dedicado a los
problemas actuales de la teoría del tipo penal identificados, básica-
mente, con la teoría de la imputación objetiva.
Como se había mencionado en otras ocasiones,* la teoría de la impu-
tación objetiva se desarrolla en el ámbito de la doctrina germana en
los últimos cuarenta años. Sin embargo, no ha sido ésta la única que
lia influido en la teoría penal del tipo, sino que se ha desarrollado
paralelamente a aquella otra que igualmente la influye: la teoría per-
sonal del injusto que se impuso, sobre todo, en la intensa discusión
de los años cincuenta y para la que el injusto típico no puede ser con-
cebido simplemente como la producción de un resultado desaprobado
o no deseado, sino que se encuentra también esencialmente determi-
liado por momentos personales.
Sobre esta base -generalmente aceptada-, comenzó a finales de los
arios setenta el apogeo de la teoría de la imputación objetiva, según la
cual -en palabras de Frisch-, la imputación de un menoscabo de
bienes, producido como realización típica, depende de determinados
requisitos típicos objetivos.
Poco o nada se ha tratado acerca de la compatibilidad de las dos
p t u r a s mencionadas, pues en un principio se pensó por parte de la
teoría personal del injusto que los postulados de la imputación objetiva
en nada interferían con sus posiciones dogmáticas referidas sobre todo al
concepto de acción.
Hasta hace poco tiempo se venía afirmando en la doctrina y en la
jurisprudencia que un resultado era producto de la acción si ambos
estaban unidos por una relación de causalidad. Pues bien, a lo largo
de los años se han formulado para su determinación distintas teorías,

* Vid., JAKOBS,Günther, "La imputación objetiva en Derecho penal", reseña bi-


bliogdfica en Crirninalia, año LXII, núm. 1, México, enero-abril, 1996, pp. 219-223,
así como la reseña al libro Sociedad, norma y persona en una teoria de un Derecho
penal funcional, del mismo autor, en prensa.

DR © 1998. Universidad Nacional Autónoma de México,


Facultad de Derecho
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desde la de la equivalencia de condiciones, hasta la teoría de la rele-


vancia típica y que han facilitado de algún modo el tránsito a la teo-
ría de la imputación objetiva.
Como puede apreciarse de la lectura del libro de Frisch, la teoria
de la imputación objetiva aun no está consolidada, ni parece que lo
estará en un futuro cercano, por las constantes críticas de que es obje-
to por parte, fundamentalmente, de la corriente finalista, así como por
los diversos enfoques desde donde es abordada. Así, podemos distinguir
claramente, en el contexto del derecho alemán, diversos enfoques e
igual diversidad de representantes, entre los que figuran Klaus Roxin,
Günther Jacobs y Wolfgang Frisch, quien en esta ocasión atiende a
las críticas formuladas a la teoria de la imputación objetiva, dando
no sólo una respuesta desde la perspectiva objetivista, sino favoreciendo
la conciliación doctrinal en beneficio de la discusión científica seria
aportando soluciones a los problemas actuales del Derecho penal, por
lo que se refiere a la teoría del tipo.
Las criticas centrales que la teoria personal del injusto formula a la
teoría de la imputación objetiva consisten -como recuerda Frisch-,
en la vaguedad y falta de claridad en las valoraciones obligadamente
normativas, d e las exigencias típicas objetivas (adicionales) introduci-
das por la teoría de la imputación objetiva. Censuran ademis la in-
compatibilidad de la teoría de la imputación con presupuestos básicos
de la teoría personal del injusto y la imposibilidad, ya en el plano
objetivo, d e seleccionar y suprimir determinadas circunstancias por su
irrelevancia para el injusto, si se incluyeran -como resulta ineludi-
ble- aspectos subjetivos, resultaría entonces superflua una teoría autó-
noma de la imputación. Es decir, de lo que se trata es de reclamar la
dirección en la interpretación del injusto, esto es, de hacer hincapié
sólo en lo subjetivo, o de si existen también, y en qué medida, filtros
objetivos que deban tenerse en cuenta para afirmar el incumplimiento
de exigencias específicamente objetivas del injusto típico.
Otro punto que provoca controversias se refiere a que los requisitos.
de imputación postulados por la teoría d e la imputación objetiva se
centran en el requisito del resultado, destacando con ello la perspec-
tiva del valor del resultado. Por contra, la acentuación correspondiente.
al pensamiento d e una teoría personal del injusto es dada en el des-
valor d e la conducta.
La toma de postura de cualquiera d e estas dos hipótesis presenta
serios problemas a la hora de analizar los tipos penales, ya se refieran
a los delitos dolosos ya a los llamados imprudentes. L o que ha origi-.

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nado que Últimamente se le reproche también a la teoría de la impu-


tación objetiva su falta de atención sobre los límites entre desvalor de
la conducta y desvalor del resultado y, a través de la inflación de una
cada vez más amplia teoría de la implantación de resultados, se resal-
te de manera insuficiente o se vacíe sustancialmente, el injusto de la
conducta. Ante estas críticas formuladas por la corriente finalista
Frisch se dedica a la tarea de encontrar una conjunción de ambas
teorías para alcanzar así una manera de ver las cosas que ofrezca a los
representantes de ambas posturas una posibilidad de entendimiento.
Una primera parte la dedica este profesor de la Universidad de Fri-
burgo de Brisgovia, a los antecedentes, principales caminos y postula-
dos de la teoría de la imputación objetiva. En esta parte devela las
claves que desde su perspectiva constituyen la imputación objetiva,
demostrando que para que se trate de una imputación objetiva no sólo
es necesaria la causalidad de la acción del autor para la producción
del resultado, sino además, es requisito indispensable la creación d e
un peligro desaprobado por el Derecho, así como la necesidad de la
realización de este peligro en el resultado. Desde esta perspectiva, de-
ben existir -siguiendo a Friscli- entre la acción del autor y el resul-
tado producido, además del nexo causal, un nexo de adecuación, el
nexo del fin de proteccióa de la norma y un nexo de realización.
A la concreción de semejante afirmación dedica Frisch los siguientes
dos capítulos en los que no desdeña las críticas finalistas, en ocasiones
justificándolas o enfrentándolas con sus propios presupuestos y otras,
deslegitimríndolas al aportar razonamientos sólidos de la posición ob-
jetivista. Algunas de las críticas que recoge Frisch son: la relativa
impresición de los conceptos empleados, así como la peligrosidad y
problcmática que presenta desde la perspectiva del mandato de deter-
ininaciGn típica. Pero sobre todo lo que realmente constituye una
novedad en la crítica finalista -según Friscli-, es el intento de mos-
trar la inadecuación dogmática de las delimitaciones objetivas reco-
mendadas por la teoría de la imputación objetiva. En este sentido se
afirma que frecuentemente n o es posible contestar objetivamente (por
parte de la teoría de la imputación objetiva) a las preguntas sobre
creación de un riesgo desaprobado y su realización. De otro lado, sc le
reprocha tambikn que al enriquecer los criterios del desvalor del resul-
tado, está construyendo intelectualmente sobre los fundamentos de la
teoría causal de la acción, ignorando así la comprensión personal del
injusto, reconocida -se dice- desde hace mucho tiempo.
Una última parte del trabajo de Friscli está dedicado a la ejemplifi-

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cación del cambio de perspectiva en la discusión por él propuesto y,


que se refiere a la llamada "autopuesta en peligro" -punto contro-
vertido en ambas teorías-, aportando las líneas básicas de una teoría
be la conducta típica a la vista de la posible conducta de la víctima.
Es esta perspectiva la que revaloriza la aportación de Frisch al desa-
rrollo de la teoría contemporánea del tipo penal. Dejando de lado
los protagonistas dogmáticos, que en alguna medida recuerdan la añe-
ja discusión de lo "objetivo" y lo "subjetivo" de los años cincuenta,
pasa a abordar el problema o los numerosos problemas planteados
por casos seleccionados, desde una perspectiva abierta a la mejor solu-
ción, ya sea conforme con elementos de una o de otra teoría, procu-
rando la solución satisfactoria de la controversia planteada con rigor
y probidad científica, que no es de desdeñarse en estos tiempos plaga-
dos de paternidades ideológicas en la Ciencia del Derecho penal.
Es necesario además destacar la importancia del tema desde la óptica
de la correcta visión del asunto que abre la posibilidad de plantea-
mientos más adecuados a los problemas, cierra el paso a topoi que sólo
casualmente recabarían nuestra atención y ofrece también una base
sistemática correcta para la introducción de todas aquellas circunstan-
cias relativas a los sujetos cuyo -hasta ahora- inexistente estudio,
reprocha con razón la crítica a la teoría de la imputación objetiva.
Como en otras ocasiones, no hay que dejar de destacar la importan-
cia de la difusión y crítica de estas corrientes dogmáticas, no sólo para
el perfeccionamiento de la ciencia penal, sino para el enriquecimiento
de los modelos de control social en general, porque sus planteamientos
o algunos de ellos pueden ser adecuados para mejorarlos, como meca-
nismos previos al control penal y depurar así el sistema penal. Pero
tambikn hay que insistir en que a estos planteamientos dogmáticos tie-
ne que dárseles un contenido ideológico, porque puede usársele como
fundamento de sistemas tanto democráticos como autoritarios, como ya
Iia pasado en algunas ocasiones. Es por ello que debe buscarse, junto
con estas soluciones teóricas, orientaciones filosóficas que vayan acor-
des con los principios del Estado de Derecho, en el que se garantice
el respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales, para
evitar la asunción de los postulados techicos como pretexto de regíme-
nes totalitarios.
Lic. Mercedes PELÁEZFERRUSCA
Licenciada por la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional Aut6noma de México,
becaria del CONACYT para estudios de docto-
rado en la Universidad Complutense de Madrid.

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