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XIV, DEL SURREALISMO AL TERRORISMO EN EL ULTIMO BUNUEL + pudiera cumplir ahora tun timo deseo, expresado al fnalizat Mi ithimo suspiro (98), el de levantarse de ent los muertos para salir a comprar varios perédicosy, con ellos bajo el brazy resi el refugo crangulizador de la tumba» a lcr sobre las = sastres dl mundo, Bufuel dudara s estaba leyendo los suocsos del dino sceyendo el guidn desu Glkimo filme no levado a la pancals gin eAgonias),cxénica anicipada del terorsmo desatado que ‘estamos viviendo con y desde el 1. En entrevista a partir de los aos sesenta, el genial cneasta ro se cansaba de repetir que el sureaismo habla pasado ala vida oriana: lo eal habia devenido surteal con aspctoscatastrficos yy eto es To que lleva a su cine, el cual tiene tanto de eniea, en fs altimas peliculas. Al final de ME skimo supirealudia a que “las trompecas del Apocalipss seman a mucsras pueras desde hace 1 Gonfomando pa de agembre de ose 30 plas sb Specalip can y oma fan comes em "unos afos y nosotros nos capamas lo ofdoss (249. ¥ ya en las ‘mas tomas de El dieeto encanto de la burguede, velamos al proragonista caminando, desorentado y sin sentido, entre agoretos, por un paaje que podriamos ya considerar como pds del Apocslipss. ¥ sus dos peliculas siguientes y iltimasy fansasma dela libertad (974) y Ese scar objeto del deseo (97), ‘minaban con sendas explosiones aduefsindose de la pantalla vernosen la actualidad, con tana frecuencia llenando las pa de os elevizoes Fue Bufuel posiblemente el inion de ls grandes cineastas literatos y pensadores de la segunda mitad del siglo XX que Y tatara en su obra, desde los afos Go, cfm el terorismo, fen el presente nos asola con una ferza antes desconocida, se a comertir en wel rema de nuestro tiempos. Como ya escribi ‘otra ocasiin (Las mundes de Buivel 19-99), son muchos los ‘atatdficos desu ikimo cine (emontindonos a El dng. ‘ador, como ya se desprende del velo) y en sus tes ilkiemas ‘alas estos sucess se confunden con los que estaban ocurriendo: ‘siguen aconteciendo~ en la calle y en la vida real, Resumna all La pulién de la mucrte, que aparecls en su primer eine liga ala del amor, domina ahors el campo as en solitary una parccularidad: se testa del inatinto de la muerte, Tn socio. El rman del rifle, pistols y metralleas de peliculas, asi como ls explosiones que invaden los forgramas las dos ikimas, pant al apocaliptico Agén final que Bue, no pudo lear al pantalla (95, a8 EL TERRORISMO COMO TEMA EN SU GUTIMO CINE Els pigins que siguen rat a honda precept de Bul xs Ghdinos ace por el verino ye modo eng a Real Patella. El ataminto del vera rene embn uncle cndter puesto pia dl Recondemos qe os sures sin tener on lenin dea tere violencia que eros vena er lor a 90; decanban gue sco suealin por enclcncleale Mle ‘conun psteay dopant indies minadamene ig cesta lamentable fase-procacin, dela que poset jropi Brn a unpnti, mihe de wills Kreme de Ge lego XIX depen al bi sy cube que done tg i cpl 7 deisidoe errr idan en reeds ca seach {stn ext nner ex ncn ima dea a chp bonedal erent tear cet proponent cool imi af reas eiagiaetcgale rete no de a wis Quiad sy anaro-nile.. pero pace. Mentalmente pe: do colocar bomb en shchos sto, en un inlet, 60 wi he ‘nc, en un emborlamiento de suromvils, n un agar J 308 donde se oye msi a rodo volumes... Mentalmente, iss0n.< (Cas Bane, Probie 190159, Dede finales de los afs sesenta, cuando el ettorismo empe- ‘aba a genealiatse, comenes a incresase en ol tema y leatlo al cine cuando pocos artistas 0 escritores, repto, se ocupaban del tema. Hoy en dia, sin embargo, y tas el 1-5 hay una verdadera 29 explosions de escrito sobre el teroviseno y varias peliculas con} tema, Enel catilogo electrinico de las Biblioteca de la Uni dad de California encuentco 22325 publicaciones sobre el temay ‘mayor parte de ella esritas en ls primerosafos de este siglo, En «ronologia de actos cerrorisas del Diccionario hitrivo del ter ‘mo que consul, ests actos, a partis del 22 de julio de 1968 del secuesto, por parte del Frente Popular de Liberacsn Palest del yuclo de EL AL, Roma a Tel Avi, desviada a Arglia) van crescendo hasta 1994, fecha de publicacién del diccionario, Desde entonces hasta hoy se han disparada, Si en 1968 y en 19 se registra dos de estos actos que eonmocionaron al mundo ao, en 1974 nos encontramos ya con dice. Ente ls cinco que erascurren desde la primera a la skima de su ees peli finales (972 a 1977), el mencionado Diccionario registra treinta dos acciones terorstas, algunas monumentales. Como ya ps Buel en sus declaaciones, y egstraba ens kim guién ha ddo Norma invita 4 Abel, us el asesinto del arzobispo de ls dos policas, que venga a acostarse con ella, responde, «Estoy cansado, No es tempo de hacer el amor, yeas un ort silencio, 29 afade: Hacemos a guerrax (6). Haz la guctra y no el amore ‘Guerra, ss amor tampocos, antitess del slogan que proca los jvenes del 68, «Haz el amor, no la guerre, En dichos tteulos que Buse barajé para al filme parece que expresaba, amarga irona, la desilsin que debié de sentir al ver disipado ‘movimiento, el del 68, ue él, como tantisiais mis, acogimos ‘entsiasmo. En otras ocasiones vemos als eroristas ta los crimenes, celebrdndolos con comidas y bebidas: Wladi la cocina, de donde vlveré un momento después con botllas ‘cerveza, un salchichén, un plato de queso y pans (38). Todas las petipecas del relato avanzan prendidas en ol 4e a fabricacién dela bomba y del momento de su exposin, el trasfondo de la determinacién de los terorstas, sabiendo vechar y disponer intligentemente todo el entramad de ci tecnologia e informacion, el desconcieto de los politicos ‘nantes y a indifrencia dela poblacin: la burguesa en sus sl coavierte el cerrorismo en un trivial tema de conversacin de discreto encanto. Finalmente, la bomba esté lista: de dimen nes reducidas, permite transportrla en una maleta, y Wladit censefia wel mecanismo que permite accionara electsinicamente distancia. Concret lk distancia méximas (tt), y la evan en us ¢gabarr atacada en un muelle del Sena, ala altura del Louvtes Pero, cuando esti esperando el momento propio para decona Ja escena cambia al Moulin Rouge, en cuyo escenario, ene Las lavinas emplumadas, aparece bruscamente tn hombre anunciag cl siguiente comunicado: «Una bombs de Hidrégeno ba deste hoy la ciudad de Jersalén y toda la tepid circundantes (7). A acontecimiento de al magnitud, los teoristas dsuelven su Gru dde Accién Revolucionaria¢ informan, en un comunicado al 260 sidente de la Repsblics, el lagtt donde esti instalada wsu peque- fia bomba atémicay, no sin adverir que cuando sean movilizados: «Promeremos sn embargo, s © nos ofrece la ocasién de hacerlo, matata estos oficiales, disparindolos por la espaldas (11). Teas tal noticia apocaliprica que en nuestros dias (diciembre del 2a) al- _gunos barajan como posible aunque con inteniones bastante pro= pagandisticasy quizd con uteriores motvos~ ils gobermantes de Irdm legaran a hacerse con tal bomba nuclear, Bufvel concluye st filme con una imagen sobrecogedora que, por otra parte; nos leva al linea teoldgica desu cine; imagen de una riqueza imaginistica que Ia podriamos hacer entroncar con la de William Blake, en el siglo XIX, manefindo temas afines: En el cielo sombrio amenazadors, de entre el sigubres hongo axémico» surge una slleta que reposa sobre a cima del hongo y se scerea al espectador. Reconocemes a Cristo que se acerca, con la mano derccha levantada, inmévil, yacercindose,

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