Reporte de lectura de la obra literaria 2

Título de la obra: Cumbres borrascosas

Nombre del autor: Emily Brontë

Parte 2

Los Linton recogen a la niña, la cuidan y alojan en su casa durante una temporada, en cambio
expulsan a Heathcliff al que consideran poco menos que un criado. Cuando al fin Catherine
vuelve a las cumbres, ha cambiado, ya no es una niña salvaje si no toda una señorita. Ahora
su vida son modales refinados, vestiduras elegantes y nuevas amistades, sin embargo, ella
sigue guardando el recuerdo de su amado compañero en el corazón.
Las cosas se complican pues a pesar de su cariño, Cathy se deja llevar por las apariencias y
opiniones de los demás, ahora guarda cierta distancia con Heathcliff quien nunca es invitado a
los encuentros entre los chicos de ambas casas y que además es humillado y maltratado por el
ahora dueño de la casa, su hermano adoptivo Hindley (Cabe destacar que el padre ha
fallecido). La vida para el sin Cathy es un infierno, pero se porta resiliente y decide recuperar
la amistad perdida, mientras tanto la esposa del amo de la casa fallece y deja a un hijo
(Harenton) en manos de Hindley, quien se vuelve alcohólico y agresivo con los demás.
Los esfuerzos de Heathcliff por recuperar a su amiga no dan frutos pues mientras ronde por
ahí el hijo de los Linton, la atención de Cathy estará centrada en estar cerca de él. Pasa el
tiempo y Cathy le confiesa al ama de llaves, Nelly, que esta profundamente enamorada de
Heathcliff pero que prefiere casarse con Edgar Linton, su amigo que escucha escondido parte
de la conversación se siente ofendido pues ella dice que descarta casarse con el porque la
unión la rebajaría. Herido en su orgullo desaparece.
En este tiempo la unión entre Cathy y Edgar se lleva a cabo y se mudan a la granja de los
tordos junto a Nelly, quien tiene que abandonar al pequeño Harenton a su suerte con
semejante padre. El temperamento de Cathy siempre ha sido muy voluble y explosivo, pero
Edgar se las arregla para que nada le moleste y puedan vivir en su paraíso.
Heathcliff vuelve tiempo después, enriquecido por negocios desconocidos y lo primero que
hace es instalarse en cumbres borrascosas para posteriormente visitar a Cathy en su nuevo
hogar, esta al verlo no cabe en dicha y felicidad, lo que molesta a su esposo quien dejando a
un lado su ira, le permite seguir viendo a su antiguo amigo.
A partir de entonces Heathcliff se pone como objetivo vengarse de Hindley, de Eduard y su
hermana por haberla tratado mal en el pasado. Su plan maestro es adquirir cumbres
borrascosas y la granja de los tordos. Heathcliff aprovecha el hecho de que Hindle y es un
borracho sin remedio para engancharlo en interminables series de apuestas que terminan
haciéndole hipotecar cumbres borrascosas para pagar sus deudas, tras lo cual Heathcliff
cumple su primer propósito y se apropia de la casa.
Posteriormente para enfadar a Edgar y poner celosa a Cathy, corteja a Isabella (hermana de
Edgar) y acaba casándose con ella, unión que le da un hijo, Linton. La pobre Isabella quedó
desencantada apenas unas horas de casada, creyó en su fantasía y no quiso ver el verdadero
monstruo con el que se había casado, quien la maltrató, humillo e hizo sufrir el tiempo que
estuvieron juntos. Eduard y Heathcliff se enredan en una violenta pelea que hace enfermar a
Cathy, de lo cual nunca se recupera.

Cada día se pone más débil y las señales de muerte son inminentes, aun así, Edgar
esperanzado sigue cuidando de ella, Heathcliff la visita en sus últimos días y se entera del
amor que ella le profesa además de ser también blanco de acusaciones por haber ocasionado
su enfermedad, lloran juntos y él tiene la esperanza de volver a verla, así que se queda en el
jardín de la granja esperando la próxima ocasión en que Edgar se vaya para poder entrar. Esa
noche ella da a luz a una niña, también llamada Catherine y muere en el proceso.
La lectura se vuelve cada vez más intrigante, te deja pensando ¿Qué sea ahora de las
intenciones de Heathcliff? ¿Cómo superara esto Edgar?, espero con ansias las respuestas.

Nombre del alumno/autor de la reseña: Fernanda López Martínez