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Ill «CON MANO SINCERA Y OJO FIEL» LA TECNICA DE LA REPRESENTACION Para que una imagen pintada parezca real, ha de estar muy bien hecha: En efecto, un segundo rasgo del arte nérdico es su derroche de oficio. También en esto, el interés de In época por el sentido de la vista, y en particular por su utilizacién activa, es wna buena pista para comprender ‘yla naturaleza del arte figurative holandés. Un mirar atento, transcrito |fpor la mano ~lo que podriamos denominar la técnica de la observacién '\permicia documentar Ia raultitud de cosas que componen el mundo “Ble, En el siglo xvit se considers como una via fundamental de acceso al conocimiento y a la comprensién de la realidad. La frase de la Micrographia de Hooke que encabeza este capitulo pretende sugetir que éste es el te- rreno donde encontraremos el lenguaje y las circunstancias sociales en que situar algunos aspectos cruciales del arte holandés. Este programa tendria su exposicién mis convincente ea los esctitos de Francis Bacon, y su aplicacién més sistemética en Ios anales de In Royal Society for the Pursuit of Natural Knowledge y en los proyectos educativos, independien- tes pero relacionados, de Johan Comenius. Los distintos temas enunciados por Bacon en su Preparative soward a Natural and Experimental History (Prolegdmenos para una Historia natural » experinental), como las pala- bras ilustradas del Orbis Pictus de Comenius, y los abjetos que nos son familiares en los bodegones holandeses, tratan todos el conocimiento como algo visible y poseible. Aqui nos ocupacemos, me apresuro a afiadir, de lo que con toda propiedad podemos llamar la lectura holandesa de Bacon. La posibilidad de que el hombre, mediante el conocimiento de la natutaleza, pudiera controlarla y dominarla, que era el suefio de Bacon, isi- «CON MANO SINCERA ¥ OJO FIEL» 19 no fue lo que més interesé en los Pafses Bajos; fue, en cambio, su pro grama experimental y su formato taxonémico lo que se atrajo seguidores. Al pasar a ocuparnos de la realizacién material de la imagen, encon- traremos que la analogia visual vuelve 2 introducir (apropiadamente, creo) cierta resistencia a nuestro anélisis. Nuevamente nos hailamos frente al problemético asunto de Ja naturaleza de la representacién. Peto ahora no lo trataremos en sus aspectos perceptivos, como en el capitulo anterior, sino que lo remitiremos a ese dmbito de la experiencia que podriamos \jenglobar bajo el titulo general de praxis, Me refiero a esa curiosa obsesién feel siglo xvi por el artificio: ya sea de la Naturaleza, del lenguaje o de fas artes u oficios humanos. Si en el capitulo anterior el modelo de repre- } sentacién pictérica nos lo oftecis el attificio de la visién, en éste nos lo brindan los artificios del arte. Lo que me interesa definir es la redoblada jatencién que el siglo xvsr concedié al ejercicio de las tradicionales aptitu- Hdes miméticas del artista holandés.~El capitulo tiene cuatro secciones la primera se ocupa_del. «oja-atenton-y-su-misién,-tanto-pata-el-que-se_ .aplica“al microscopio como para el que se aplica a los pinceles; la segunda considera la imagen como instrumento-de-aprendizaje_lingiiistica_.como una forma de lenguaje en 1as.obras.de- Comenius; Ia.tercera estd.dedicada al. incerés de Bacon por la fechné como, modelo para el arte en. su, bisqueda del conocimiento a través de la experimentacién: y 12 conclusién habla de las circunstancias sociales que. moyieron. a los artistas holandeses..a considerarse los artesanos supremos de su época. Mi argumento ira y ven- did entre {as circunstancias sociales ¢ intelectuales y las imagenes mismas, intentando dar idea de la forma en que esos fenémenos se entretejieron en la época. = 1 Al publicar su Mécrographia en 1664, Robert Hooke afirmaba estar contribuyendo a lo que él califieé de

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