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Causas

A finales de 1915, los comandantes alemanes se enfocaron en esta


incursión en Verdún, preparando a las tropas germanas de todo lo
requerido para la invasión al norte de Francia.
De lograr tomar la ciudad objetivo Verdún, se ejecutarían los planes
de avanzada sobre París y podrían abrir otros frentes para asestar
el golpe mortal a los franceses.
La batalla de Verdún era parte del poderío que quería imponer
Alemania en medio de la gran conflagración de la Primera Guerra
Mundial en el cual se pretendía dominar el territorio francés
utilizando diversas estrategias de guerra.
Entre ellas estaba evitar que los ejércitos aliados se comunicaran
entre sí, para lo cual cortaron toda comunicación ferroviaria y
bloquearon todas las vías de acceso hacia Verdún, que quedó
aislada.
Los alemanes idearon tácticas de asedio constante, aislamiento y
bloqueo de suministros para una más rápida caída de los franceses.
Los dirigentes del ejército francés advertidos de estos planes,
buscaron reforzar la ciudad construyendo mejores defensas, aun
cuando algunas fueron desestimadas por el comandante en jefe
francés Joffre por ser muy alarmistas, según él.
Los franceses se mantuvieron en posición por varios meses gracias
a que tenían una línea de abastecimiento con camiones.
Entre los planes alemanes estaban el invadir las reservas francesas
para luego destruirlas y obligar a Francia a rendirse.
En el conflicto se emplearon armas letales como fueron el gas
venenoso y el lanzallamas, que causaron las espantosas bajas.
Consecuencias
El fracaso de la estrategia alemana para sacar de la guerra del
punto muerto en el que estaba a principios de 1916.
La muerte de 170.000 militares franceses y 340.000 alemanes
demás de medio millón de heridos.
El debilitamiento de las líneas de mando del ejército alemán debido
a la muerte de gran cantidad de oficiales.
El fortalecimiento de la moral de las tropas francesas que lograron
repeler los ataques germanos
Asimismo, se produjo después el descenso paulatino de su
ofensiva, lo que conllevó a la pérdida de todas sus posiciones y
terminó siendo declarada perdedora de la Primera Guerra Mundial.
La gran cantidad de muertos de la batalla que no pudieron ser
identificados, tanto de un bando como del otro, debieron ser
enterrados en el sitio de batalla, donde en la actualidad existe un
memorial en honor a sus restos mortales.
El pintor y paisajista alemán Franz Marc, que se había alistado
como voluntario unos años antes, escribió desde el frente: "He
visto las cosas más terribles que puede concebir la imaginación
humana".
100 años después el publico tiene aun prohibido el acceso a 800
hectareas del bosque debido al peligro de que los proyectiles que
cayeron y que no explotaron en su momento pudieran hacerlo por
accidente, se calcula que todavía quedan 12 millones de obuses sin
detonar.
Un joven alemán que se encontraba en la guerra dirigía a sus
padres desde las trincheras del ejercito germano: queridos padres,
estoy acostado en el campo de batalla y tengo una bala en el
vientre. Creo que me estoy muriendo.

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