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Fascismo

El fascismo es una ideología, un movimiento político y una forma


de gobierno1 ​ de carácter totalitario, antidemocrático,
ultranacionalista y de extrema derecha.2 3​ 4​ ​ El fascismo se ha
considerado como «el mayor desafío que jamás haya existido a la
democracia liberal y al sistema de valores que alumbrara la
Ilustración».5 ​

El término «fascismo» proviene del italiano fascio (‘haz, fasces’), y


este a su vez del latín fascēs (plural de fascis), que alude a los
signos de la autoridad de los magistrados romanos. Entre los rasgos
del fascismo se encuentra la exaltación de valores como la patria o
la raza para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo
que llevó con frecuencia a la opresión de minorías —especialmente
en el caso alemán debido a su importante componente racista— y
de la oposición política, además de un fuerte militarismo. Sin
embargo, el término «fascismo» es uno de los más difíciles de
definir con exactitud en las ciencias políticas desde los mismos Benito Mussolini y Adolf Hitler
orígenes de este movimiento, posiblemente porque no existe una
ideología ni forma de gobierno «fascista» sistematizada y uniforme
en el sentido que sí tendrían otras ideologías políticas contemporáneas.6 7​ 8​ ​

El fascismo surgió en Italia durante la Primera Guerra Mundial, para luego difundirse por el resto de
Europa durante el periodo de entreguerras. La «Gran Guerra» fue decisiva en la gestación del fascismo, al
provocar cambios masivos en la concepción de la guerra, la sociedad, el Estado y la tecnología. El
advenimiento de la guerra total y la completa movilización de la sociedad acabaron con la distinción entre
civiles y militares. Enemigo del liberalismo, el anarquismo y toda forma de marxismo —socialdemocracia,
socialismo, comunismo—, una mayoría de especialistas coincide en colocar al fascismo en la extrema
derecha del espectro tradicional izquierda y derecha.9 4​ 10
​ ​

El fascismo se presenta como una «tercera vía» o «tercera posición»11 ​ que se caracteriza por eliminar el
disenso: el funcionamiento social se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de
mando, y en llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu militarista trascienda a la sociedad en su
conjunto, junto a una educación en los valores castrenses y un nacionalismo fuertemente identitario con
componentes victimistas, que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos.12 ​ Los
fascistas creen que la democracia liberal es obsoleta —esta forma de gobierno representaba para el fascismo
a las «decadentes» potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial— y consideran que la movilización
completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario es necesaria para preparar a una nación
para un conflicto armado y para responder eficazmente a las dificultades económicas. Tal Estado es
liderado por un líder fuerte —como un dictador y un gobierno marcial compuesto por los miembros del
partido fascista gobernante— para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad estable y ordenada. El
fascismo niega que la violencia sea automáticamente negativa en la naturaleza, y ve la violencia política, la
guerra y el imperialismo como medios para lograr una «regeneración», un rejuvenecimiento nacional. Por
otra parte, los fascistas abogan por una economía mixta, con el objetivo principal de lograr la autarquía
mediante políticas económicas proteccionistas e intervencionistas. Los regímenes fascistas en la práctica no
modificaron en profundidad el sistema económico capitalista, pues incluso practicaron en algunos casos
políticas de privatización13 14
​ ​ y persiguieron de forma sistemática a las ideologías del movimiento obrero
tradicional en ascenso —anarquismo y marxismo—.

El concepto de «régimen fascista» puede aplicarse a algunos regímenes políticos totalitarios o


autoritarios15 ​ de la Europa de entreguerras y a prácticamente todos los que impusieron las potencias del
Eje durante su ocupación del continente en la Segunda Guerra Mundial. En primer lugar estaría la Italia
fascista de Benito Mussolini (1922) —que inaugura el modelo y acuña el término, aun cuando no hay
consenso entre los especialistas en que este haya sido un régimen totalitario—,16 ​ seguida por la Alemania
del Tercer Reich de Adolf Hitler (1933) —que lo lleva a sus últimas consecuencias—16 ​ y cerrando el
ciclo, la España de Francisco Franco, cuyo régimen se prolongó mucho más tiempo —desde 1939 hasta
1975— y evolucionó ideológicamente desde una «dictadura fascistizada»17 ​ —prácticamente ningún
especialista considera al régimen de Franco como plenamente fascista, sin embargo, parece bastante claro
que en el primer decenio del régimen de Franco existía un importante componente de tipo fascista, lo cual
indica que el caso español es complicado—,18 ​ hasta la ausencia de una ideología bien definida más allá
del nacionalcatolicismo.

Después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, el fascismo dejó de ser un movimiento político
importante a nivel internacional. Debido al masivo rechazo de la ideología y de los regímenes fascistas por
el resto organizaciones políticas e ideologías, pocos partidos se han descrito abiertamente como fascistas, y
el término es usualmente usado peyorativa y erróneamente por distintos grupos políticos. Así, los
calificativos «neofascistas» o «neonazis» suelen aplicarse a partidos de extrema derecha con ideologías
similares o enraizadas en los movimientos fascistas del siglo xx; en muchos países existen legislaciones que
prohíben o limitan su existencia, el revisionismo o negación de sus acciones pasadas —como el Holocausto
— y la exhibición de sus símbolos.19 ​

Índice
Características y definición
Razón, voluntad y acción
Nacionalismo de vencidos
Componente social
Relación con el capitalismo y el socialismo
Origen de sus líderes
Agrarismo, natalismo y virilidad
"Raza", etnia e identidad
Totalitarismo, estatización y liderazgo
Imperialismo, militarismo y violencia
Posición en el espectro político
Relación con el cristianismo
Iglesia católica
Iglesias protestantes
El fascismo italiano
Difusión del modelo en otros países
Dictaduras calificadas de fascistas
Discusión sobre la calificación como fascista
Características generales
Período de entreguerras
Durante la Guerra Fría

Pervivencia del concepto hasta la actualidad


Neofascismo
Características
Neofascismo en Italia
Fascismo de izquierda
Fundamentalismos religiosos
Uso extendido del adjetivo «fascista»
Véase también
Notas y referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Características y definición
Véanse también: Definiciones de fascismo y Corporativismo.

El fascismo es una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad monolítica


denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la
discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y
propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado
por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para
representar a la sociedad.

Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen)
para formar una sola entidad u órgano socioespiritual indivisible.20 ​ El fascismo utiliza hábilmente los
nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder
con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.

El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la


gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo. Aprovecha demagógicamente
los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la
propaganda,21 ​ y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa
de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y
adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. La desinformación, la manipulación del sistema
educativo y un gran número de mecanismos de encuadramiento social, vician y desvirtúan la voluntad
general hasta desarrollar materialmente una oclocracia que se constituye en una fuente esencial del carisma
de liderazgo y en consecuencia, en una fuente principal de la legitimidad del caudillo.

Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos regímenes
son notables. Por ejemplo, el fascismo en la Alemania nazi (o nacionalsocialismo) añade un importante
componente racista, que solo es adoptado en un segundo momento y con mucho menor fundamento por el
fascismo italiano y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes. Para muchos de estos, el componente
religioso —católico u ortodoxo según el caso— fue mucho más importante: así, el historiador británico
Trevor-Roper evoca un «fascismo clerical» (como sería el caso del nacionalcatolicismo español).22 ​
El fascismo es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo
territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del siglo xix. De hecho,
el fascismo es ante todo un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y
su líder.

El fascismo es un sistema político que trata de llevar a cabo un encuadramiento unitario de


una sociedad en crisis dentro de una dimensión dinámica y trágica promoviendo la
movilización de masas por medio de la identificación de las reivindicaciones sociales con las
reivindicaciones nacionales.23 ​

El proyecto político del fascismo es definido por el economista venezolano Humberto García Larralde
como el intento de instaurar un Estado totalitario, basado en el corporativismo y una economía dirigista.24 ​

Por su parte, el nazismo alemán está centrado en la raza, identificada con el pueblo (Volk) o con la
«comunidad popular» (Volksgemeinschaft, interpretable como comunidad del pueblo o comunidad de raza,
o incluso como expresión del apoyo popular al Partido y al Estado:

Ein Volk, ein Reich, ein Führer!

«¡Un Pueblo, un Imperio, un Líder!»


Lema de la Alemania nazi

Razón, voluntad y acción

Las conexiones del fascismo con movimientos intelectuales —


artísticos como el futurismo y otras vanguardias y filosóficos, como
el irracionalismo y el vitalismo— supusieron en realidad, más que
su influencia, su utilización y manipulación, que fue atractiva —en
mayor o menor medida, con mayor o menor grado de compromiso
o simple contemporización, y a veces con evolución posterior en
contra— para muchas personalidades destacadas: italianos como
Gabrielle D'Annunzio, Filippo Tommaso Marinetti, Curzio
Casa del Fascio Di Reggio Calabria,
Malaparte o Luigi Pirandello;25 ​alemanes como Martin Heidegger,
de líneas arquitectónicas
Ernst Jünger, Carl Schmitt, Wilhelm Furtwängler o Herbert von
vanguardistas para los años veinte.
Karajan; franceses como Robert Brasillach, Louis-Ferdinand
Destaca la palabra Dux, en
Céline o Pierre Drieu La Rochelle;26 ​ españoles como Ernesto referencia a Mussolini, y las siglas
Giménez Caballero, Eugenio D'Ors, Agustín de Foxá, Pedro Laín del partido sobre la puerta.
Entralgo o Dionisio Ridruejo;27 ​ noruegos como Knut Hamsun,
rumanos como Mircea Eliade; y estadounidenses como Ezra
Pound. En concreto en el caso de Alemania, ocurrió con tópicos culturales como el del Übermensch de
Nietzsche,28 ​o incluso con las desviaciones pseudocientíficas justificadoras del racismo, como la eugenesia
y el darwinismo social. La ciencia misma fue un principal objeto de consideración, encuadrada y
subordinada de manera totalitaria al Estado y al Partido.

Como dice Isaiah Berlin, la Rebelión Romántica ha ido


socavando los pilares de la tradición occidental ofreciendo
como alternativa «la autoafirmación romántica, el
nacionalismo, el culto a los héroes y los líderes, y al final…
fascismo e irracionalismo brutal y la opresión de las
minorías». En ausencia de reglas objetivas las nuevas reglas
las hacen los propios rebeldes: «Los fines no son valores
objetivos… Los fines no son descubiertos en absoluto, sino
construidos, no se encuentran sino que se crean»… llega a
inspirar la política del Estado: la ciencia aria consistía en un
constructo social de modo que la herencia racial del
observador «afectaba directamente la perspectiva de su
trabajo». De ahí que los científicos de razas indeseables no
resultarán admisibles y solo se podría escuchar a aquellos
que estuvieran en sintonía con las masas, el völk. La física
debía ser reinterpretada para relacionarla no con la materia
sino con el espíritu, descartándose así la objetividad y la
internacionalidad de la ciencia.29 ​
Los Juegos Olímpicos de Berlín
1936 fueron el escaparate del
La incoherencia de los postulados no era ningún inconveniente: el nazismo, siguiendo la estética
antiintelectualismo y el predominio de la acción sobre el neoclásica coincidente con el ideal
pensamiento eran conscientemente buscados. Incluso la de belleza aria. Algunas filmaciones
modernidad estética inicial se llegó a despreciar (arte nazi y de los juegos se deben a Leni
concepto de Entartete Kunst o Arte degenerado, quema de libros, Riefenstahl, que también dirigió la
estigmatización de determinados intelectuales o de colectivos filmación del congreso nazi de
enteros). Para Stanley Paine, lo que caracterizaba el ideario Núremberg de 1934, de
falangista (movimiento semejante al fascismo en España, fundado impresionantes concentraciones y
en los años treinta por José Antonio Primo de Rivera y que Franco discursos, con el expresivo título de
transformó y encuadró en un ampuloso Movimiento Nacional, con El triunfo de la voluntad.
la guerra civil y el franquismo) eran justamente «sus ideas vagas y
confusas».30 ​

El fascismo rechaza la tradición racionalista y adopta posturas de desconfianza en la razón y exaltación de


los elementos irracionales de la conducta, los sentimientos intensos y el fanatismo.
Se busca con todo
cinismo la simplificación del mensaje, con absoluto desprecio por sus destinatarios:

La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente,


presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el
mismo concepto. Sin fisuras ni dudas… Si una mentira se repite suficientemente, acaba por
convertirse en verdad.
Joseph Goebbels31 ​

Cualquier idea emanada del jefe es un dogma indiscutible, y una directriz a seguir ciegamente, sin discusión
ni poder ser sometida a análisis.32 ​Se exaltan los valores de la virilidad, la camaradería y el compañerismo
de los hermanos de armas, todo ello en sintonía con algunas tradiciones militaristas existentes en todos los
ejércitos, pero que fueron exacerbados para su utilización por estados cuya conexión con el fascismo es
más o menos estrecha. Serían los casos del ejército alemán, el japonés y los llamados militares africanistas
españoles.33 ​

Nacionalismo de vencidos

Se suele indicar que una característica de los países donde triunfaron los movimientos fascistas fue la
reacción de humillación nacional por la derrota34 ​ en la Primera Guerra Mundial (se ha utilizado la
expresión nacionalismo de vencidos),35 ​ que impulsaba a buscar chivos expiatorios a quienes culpar (caso
de Alemania), o la frustración de las expectativas no cumplidas (caso de Italia, victoriosa aunque
defraudada por el incumplimiento del tratado de Londres).36 ​

En ambos casos, el resentimiento se manifestaba, en el plano internacional, en contra de los más claros
vencedores (como Reino Unido, Francia o Estados Unidos); mientras que en el plano interno se volcaba
contra el movimiento obrero (sindicalistas, anarquistas, comunistas, socialistas) o el peligro real o
imaginado de una revolución comunista o incluso una conspiración
Judeo-Masónico-Comunista-Internacional, o cualquier otra
fantasmagórica sinarquía oculta en cuya composición incluyera a
cualquier organización que los fascistas juzgasen transnacional y
opuesta a los intereses del Estado, como el capitalismo, la banca, la
bolsa, la Sociedad de Naciones, el movimiento pacifista o la prensa.
Sobre todo en el caso alemán, se insistía en la convicción de
pertenecer a un pueblo o raza superior cuya postración actual se
debe a una traición que le ha humillado y sometido a una condición Monumento a los Caídos en Como,
injusta; y que tiene derecho a la expansión en su propio espacio proyectado por Giuseppe Terragni a
vital (Lebensraum), a costa de los inferiores. partir de un boceto de Sant'Elia e
inaugurado en 1933

Componente social

La componente social del fascismo pretende ser interclasista y


antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e
intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de
sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como
empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno,
como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el
nacionalsindicalismo español. El nacionalismo económico, con
autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una Fábrica de cañones Krupp durante la
economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929, Primera Guerra Mundial. La
con proteccionismo. No obstante, no hubo en ningún sistema remilitarización de Alemania
fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni impulsada por Hitler en contra de las
cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpliera lo limitaciones del pacto de Versalles
que el Estado dictaminara como «función social», ni alteraciones fue muy favorable a los intereses de
radicales del sistema capitalista convencional más allá de una fuerte la gran industria.
intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las
grandes empresas industriales. Estas características sirven como
base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo
para un sector importante de la burguesía.37 ​

Desde ese punto de vista, se suele mantener que los movimientos fascistas de entreguerras fueron
alimentados por las clases económicamente poderosas —por ejemplo la alta burguesía industrial o las
familias conservadoras ricas—, para oponerse a los movimientos obreros y a la democracia liberal. Esa tesis
fue defendida en 1936 por el historiador Daniel Guérin en su libro Fascismo y grandes negocios, donde lo
asocia a un «complejo industrial-militar», expresión que sería posteriormente reutilizada para definir otros
contextos, como el de la carrera de armamentos entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Noam
Chomsky describe el fascismo como el sistema donde el Estado integra la mano de obra y el capital bajo el
control de una estructura corporativa.38 ​ Aunque la tesis que identifica al fascismo con un capitalismo de
Estado corporativo (una economía altamente intervencionista que protege y financia a grandes empresas
privadas) no siempre es sostenida ampliamente, hay muchos elementos que permiten la identificación de
intereses entre fascismo y una cartelización del entorno económico-político.39 ​
Así, por ejemplo, cuando se
compara la estructura económica de la población entre países, en concreto el peso económico del 5 % de la
población con mayores ingresos en la renta nacional, mientras que en Estados Unidos disminuyó un 20 %
entre 1929 y 1941 (cifras similares para el noroeste de Europa), en la Alemania nazi aumentó un 15 %.40 ​

Relación con el capitalismo y el socialismo


Según la doctrina tercerposicionista, el fascismo no es de izquierda ni de derecha, ni capitalista ni
comunista, ya que el fascismo sería una idea totalmente original; sin embargo en la práctica más que una
idea original sería una fusión sincrética de varias ideas políticas —proyectos, discursos, etc.— aglutinadas
siempre bajo el nacionalismo unitario y el autoritarismo centralista.41 ​

Una de las razones de considerar usualmente al fascismo como un movimiento de derecha política suele ser
la alianza estratégica del fascismo con los intereses de las clases económicas más poderosas, junto a su
defensa de valores tradicionales como el patriotismo o la religiosidad, para preservar el statu quo. Una vez
alcanzado el poder, la plutocracia cooperó decididamente con el fascismo en sus diversas versiones. El
fascismo operaba desde el punto de vista del darwinismo social en las relaciones humanas, ideas cercanas al
liberalismo económico. Su objetivo era promover a individuos superiores y eliminar a los débiles.42 ​ En
términos de práctica económica, significó la promoción de los intereses de empresarios exitosos, a la par
que destruyeron los sindicatos y otras organizaciones de la clase obrera.43 ​ En definitiva, los teóricos
marxistas tradicionalmente han acusado al fascismo de ser la última fase del capitalismo y la dictadura
abierta de la burguesía.44 45
​ ​Karl Polanyi consideraba que el fascismo era el corolario del liberalismo y la
«obsoleta mentalidad» de una economía de mercado autorregulada.46 47 ​ ​

Por otra parte, las razones para considerar que el fascismo es anticapitalista tiene conexiones doctrinales con
la izquierda política y es una variante chovinista del socialismo de Estado, son su programa económico
colectivista (proteccionismo, nacionalización, etc.) y discurso político, mas no como movimiento político
(en donde eran antagónicos y competidores).48 ​El fascismo y sus variantes apelaban al sentimiento popular
y las masas como las protagonistas del régimen, especialmente por la virilidad exaltada en el trabajo manual
y obrero (obrerismo); a pesar de ello no reconocía la libertad de asociación por motivos de clase (libertad
sindical) sino la identificación de los trabajadores como «súbditos» del Estado, «pueblo» y «patria», por
ello su símil con el populismo.49 ​

El programa económico del fascismo toma importantes criterios de la Nueva Política Económica (NPE),
que Lenin aplicó luego de la guerra civil en Rusia, que consistía en recurrir al capitalismo para fortalecer la
economía nacional. La idea, en el caso de Mussolini era usar a los capitalistas industriales para implantar en
conjunto con el gobierno el corporativismo nacionalista y totalitario. Esta paradoja es explicable ya que el
corporativismo, el proyecto político del fascismo, haría que todos los sectores de la sociedad deban
obligatoriamente integrarse y trabajar unificadamente al mando del gobierno, por lo que esta corporación
incluiría aspectos considerados normalmente «capitalistas» y «socialistas».50 ​ Angelo Tasca, en su libro
Los orígenes del fascismo, recoge unas declaraciones de Mussolini poco antes de tomar el poder: «basta de
Estado trabajando a expensas de todos los contribuyentes y agotando las finanzas de Italia. Que no se diga
que el Estado se empequeñece recortado de esta forma. No, sigue siendo muy grande, ya que le queda todo
el vasto campo del espíritu, mientras renuncia a todo el campo de la materia». Mussolini ve todos los
servicios públicos devueltos a la industria privada, el tendero se siente descargado de impuestos y liberado
de la tutela del Estado.51 ​En tanto Hitler en Mi lucha, referido a empresarios y obreros dice: «la alta medida
de libertad personal de acción que ha de serles conferida hay que explicarla por el hecho de que, de
acuerdo con la experiencia, la capacidad de rendimiento del individuo se ve más ampliamente robustecida
manteniendo la libertad económica que con coacciones desde arriba, y es además conveniente evitar
cualquier traba al proceso natural de selección que ha de promover a los más capaces, más aptos y más
industriosos». Hitler se oponía firmemente de modo similar; la intervención del Estado en la economía es
un instrumento peligroso, porque toda economía planificada se desliza con demasiada facilidad hacia la
burocratización, con la consiguiente asfixia de la eternamente creativa iniciativa privada individual.52 ​

Una corriente de autores sostiene que el fascismo deriva del «socialismo clásico», aunque pronto
evolucionó en un formidable enemigo del bolchevismo y de los socialismos marxista y socialdemócrata.53 ​
Caracterizado por agregar elementos nacionalistas exacerbados contraponiéndose a la lucha de clases
mediante un fuerte antimarxismo, aunque adoptando una tesis que compartiría con el leninismo, la «lucha
de naciones», concepto adaptado posteriormente por las ideologías nacionalistas del Tercer Mundo y por la
teoría del centro-periferia.54 ​ Según el economista liberal austriaco Ludwig von Mises la raíz del fascismo,
en sus diferentes vertientes, se encuentra en las ideas colectivistas del socialismo y más propiamente como
una escisión patriótica del marxismo, que comparte las tesis del rechazo al mercado libre, la sociedad
burguesa, el gobierno limitado y la propiedad privada55 ​ y en la exaltación de un sector de la sociedad
como el elegido por «la historia» para dirigir las vidas del resto de la sociedad que por «razones históricas»
está permitido de vulnerar el principio de igualdad ante la ley al reclamar «derechos especiales» sobre los
demás (ej. clasismo, racismo, sexismo, etc.). El fascismo apenas variaría, en la práctica, sobre qué grupo y
cómo se debería administrar la propiedad expoliada a los individuos. Llegó a afirmar en 1927, no obstante,
que no podía negarse «que el fascismo y todas las aspiraciones dictatoriales similares están colmadas de las
mejores intenciones y que su intervención ha salvado la civilidad europea por el momento. El mérito que el
fascismo se ha ganado con ello continuará viviendo para siempre en la historia», aunque inmediatamente
afirmaba que «el fascismo fue un recurso de emergencia del momento; verlo como algo más sería un error
fatal».56 ​

Por otra parte, según Eric Hobsbawn, posibles ventajas que los regímenes fascistas le proporcionaban a
algunas élites empresariales habrían sido: eliminaba la posibilidad de revolución social de tipo marxista,
suprimía los sindicatos obreros y mantenía otras restricciones en las relaciones capital-trabajo, legitimando
el principio de liderazgo en la empresa; al suprimir la libre competencia permitía crear cárteles oligopólicos
de empresas favorecidas con millonarios contratos estatales o subsidiadas por el gobierno como
«incentivos» a la producción nacional. Además, de su indudable éxito en respuesta a la Gran Depresión, al
menos en el corto plazo.57 ​

La sensación de estabilidad era muy marcada: Mussolini había conseguido que los trenes funcionaran con
puntualidad (tras el famoso incidente de uno de sus primeros viajes como Duce, en el que supuestamente
mandó a fusilar a un maquinista). El que esa sensación de estabilidad corresponda o no con una real
eficacia es secundario, y de hecho parece que la puntualidad ferroviaria (y quizá también el incidente del
maquinista) era más bien un mito.58 ​

Origen de sus líderes

Lo mismo puede decirse del origen personal de algunos de sus miembros, empezando por el propio
Mussolini, que antes del término de la Primera Guerra Mundial, era un importante ideólogo obrerista y
militante socialista. El origen social de los líderes fascistas en distintas partes de Europa fue muy diferente: a
veces aristocrático (Starhemberg, Mosley, Ciano), a veces proletario (Jacques Doriot y el PPF francés);
muchas veces militares (Franco, Pétain, Vidkun Quisling, Szálasi, Metaxas), o juristas (José Antonio Primo
de Rivera, Ante Pavelić, Oliveira Salazar). Los casos más destacados, los propios Hitler y Mussolini, eran
fuertes personalidades de oscuro origen, desclasados e inadaptados, pero de irresistible ascensión.59 ​ Sus
militantes salían de entre los estudiantes (muy abundantes en la Guardia de Hierro rumana o el rexismo
belga), de los pequeños propietarios campesinos, de los desempleados urbanos y, sobre todo, de la temerosa
pequeña burguesía empobrecida o amenazada por la crisis y atemorizada por el avance del comunismo y el
desorden público.60 ​Las capas medias y medias bajas fueron la espina dorsal del fascismo.61 ​

Agrarismo, natalismo y virilidad

El agrarismo es propio de los movimientos fascistas, tanto en la retórica como en ciertos programas
económicos y sociales; la identificación con la tierra y los valores campesinos frente a la decadencia y
corrupción que se denuncian en las masas urbanas desarraigadas, lo que a veces se veía como una tensión
entre modernidad y tradición (véase la expresión del agrarismo en carlismo en España).62 ​
Una constante
es la colonización planificada de zonas improductivas (desecación de pantanos en Italia, Plan Badajoz en
España). Incluso en la industrializada Alemania, Hitler planteó la expansión del espacio vital (Lebensraum)
hacia el este como un proyecto esencialmente de colonización agraria que lograría la germanización de
extensos territorios en la Europa oriental poblada por la raza inferior de los eslavos (recuperando la Drang
nach Osten medieval).

Los valores familiares tradicionales eran fomentados, insistiendo en la necesidad de mantener altas tasas de
natalidad y fecundidad. Las familias numerosas eran premiadas, siguiendo una política natalista,
retóricamente conectada con la virilidad agresiva del expansionismo militar. El papel laboral de la mujer,
que había sido imprescindible en la Primera Guerra Mundial, había fomentado un precoz feminismo que
estaba consiguiendo en muchos países la principal reivindicación sufragista: el sufragio femenino. La
imagen del ejército de parados que no encuentran trabajo mientras que algunas mujeres sí era explotado
como un factor de resentimiento social contra las opiniones progresistas. El encuadramiento social
impulsado por los regímenes fascistas ponía a cada sexo en lo que se entendía que era su sitio: la mujer
dedicada al hogar y a la crianza de la mayor cantidad posible de hijos, y el hombre al trabajo y a la guerra,
y no consentía lo que se definía como desviación homosexual (alguna duda en ese sentido, como las
presuntas orgías internas de las SA, fueron una de las excusas utilizadas en su descabezamiento —Noche
de los cuchillos largos—).63 ​ El lenguaje simbólico fascista es sexualmente explícito: se le ha definido
como un anti-eros que combate contra el propio cuerpo y contra todo lo que represente disfrute y placer, en
una compulsión física que asocia masculinidad con dureza, destrucción y auto-negación.64 ​

La mejora de la raza no solo implicaba la pureza racial evitando el mestizaje, sino que también debía ser
interna a esta, incluyendo la eugenesia (en el caso de Alemania también la eutanasia) aplicada a los
discapacitados intelectuales y otros discapacitados, en un movimiento que no era originario de los países
con régimen nazi o fascista, sino del ámbito cultural anglosajón, y que se popularizó en muchos otros
(Suecia, Australia o los Estados Unidos).65 ​

"Raza", etnia e identidad

El fascismo tuvo una base racial en Alemania, aunque no en Italia


(al menos inicialmente, hasta 1938); los nazis construyeron una
amalgama ideológica de gran eficacia movilizadora a partir de
fuentes mitológicas y literarias y supersticiones de carácter
romántico, así como de los textos clásicos dedicados a consagrar la
desigualdad de las razas y de publicaciones y panfletos de carácter
ocultista; destacando dos elementos: el mito de la raza aria superior
de origen nórdico (que mezcla la hipótesis filológica de la
existencia de un pueblo indoeuropeo original con la Gráfico explicando las Leyes de
pseudocientífica teoría nórdica, sustentada por algunos autores Núremberg del 15 de septiembre de
como Houston Stewart Chamberlain) y el antisemitismo (que se 1935 y la regulación respectiva del
había reavivado desde la divulgación de los Protocolos de los 14 de noviembre de ese mismo año,
Sabios de Sion, falsificados para la justificación de los pogromos de con los criterios de «limpieza de
la Rusia zarista). El antisemitismo estaba presente en muchos países sangre».
de Europa central y oriental desde la Edad Media, y fue uno de los
elementos que se utilizaron en los mismos para el surgimiento
endógeno de movimientos fascistas. A ello se sumó la ocupación nazi y los gobiernos colaboracionistas
impuestos, que explotaron a conciencia ese sentimiento para su propia conveniencia. El resultado fue que
en muchas ocasiones los verdugos de las SS eran superados en crueldad por soldados de países aliados, a
los que tenían que contener (por ejemplo en Rumanía), o se producían matanzas espontáneas de judíos a
cargo de la población local, como la llamada matanza de Jedwabne en Polonia.66 ​
El racismo entendido en su expresión puramente biológica, es decir, la intelectualización de la supremacía
racial, no está presente en todos los movimientos fascistas, además de estar presente en otros contextos cuya
relación con el fascismo es más controvertida, como el supremacismo blanco en Estados Unidos o el
apartheid en Sudáfrica. Lo que sí aparece como una constante del fascismo, y para muchos autores lo
caracteriza de racismo,67 ​ es la concepción de la etnia como elemento identitario. Esa identidad étnica
puede expresarse de otras formas, como las que atienden al origen geográfico (caso de la xenofobia de los
movimientos neofascistas o neonazis que se oponen a la inmigración en muchos países europeos desde
finales del siglo  xx), la religión (fundamental para el fascismo francés, belga, croata o español, y más
adelante en el conflicto de Irlanda del Norte o los casos de limpieza étnica que se han dado en las Guerras
yugoslavas) o el idioma.

Miedo a la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente


fascista, es contra los intrusos. El Fascismo es, pues, racista por definición.
Umberto Eco68 ​

En Italia se dio a partir de 1924 un fuerte proceso que se denominó italianización fascista que pretendía
homogeneizar toda diferencia idiomática y cultural, acabando con cualquier minoría por asimilación o
absorción (en vez de por exterminio como ocurrió en el Holocausto nazi).

En el caso español existió una expresión ideológica hispanista —que no debe confundirse con el
hispanismo de los estudiosos extranjeros de la lengua y cultura española—, que en algunas ocasiones se ha
definido como panhispanismo, y que no puede definirse como un racismo sensu stricto, aunque sí una
hipervaloración de las características étnicas, religiosas, culturales e idiomáticas identificadas con lo
español, sobre todo en relación con su expansión por América. Fue mantenida particularmente por las élites
sociales de varios países hispanoamericanos, destacadamente en Argentina, y se expresó en el concepto de
Hispanidad (vocablo en desuso a principios del siglo xx pero recuperado por el sacerdote vasco emigrado a
Argentina Zacarías de Vizcarra —La Hispanidad y su verbo, 1926— y divulgado por Ramiro de Maeztu
—Defensa de la Hispanidad, 1934—). Se llegó a instituir el 12 de octubre como fiesta del Día de la
Hispanidad, que ya venía celebrándose con el inequívoco nombre de Día de la Raza desde 1915 (a
iniciativa de Faustino Rodríguez-San Pedro) y que se extendió por Hispanoamérica. Las ideas o más bien
tópicos de Raza, Hispanidad e Imperio eran indistinguibles en la retórica de la Falange Española que
heredó el franquismo, y el propio Franco escribió el guion de la película Raza (1941), cuyos elementos
ideológicos más incómodos —por su evidente identificación con los fascismos derrotados en 1945— se
autocensuraron en posteriores montajes. Otro elemento fue aun más étnicamente excluyente: el de
antiespaña,69 ​ que definía como antiespañol a todos los elementos que se consideraban nocivos y que
degeneraban la raza (rojos, masones y separatistas). Hubo incluso un programa pseudocientífico, a cargo
del coronel-psiquiatra Antonio Vallejo-Nájera, que pretendía identificar y suprimir el gen rojo, con
participación de miembros de la Gestapo en el bando sublevado durante la Guerra Civil.70 ​El nuevo clima
intelectual y político posterior a la derrota del Eje hizo abandonar discretamente estas posturas, por otras
que insistían en la retórica de la misión evangelizadora y el mestizaje como rasgos de «lo español».

Totalitarismo, estatización y liderazgo

El fascismo es un movimiento totalitario en la medida en que aspira a intervenir en la totalidad de los


aspectos de la vida del individuo. Hannah Arendt entendía que la masificación de la sociedad
contemporánea llevaba al individuo a la soledad, el terreno propio del terror, la esencia del gobierno
totalitario.72 ​ El fascismo se legitima afirmando la dependencia del individuo respecto al Estado,
liberándole de esa manera de su miedo a la libertad (expresión de Erich Fromm).73 ​ Su individualidad no
tiene sentido, porque la realización de una persona solo se entiende dentro de los vínculos sociales de los
que el Estado es la culminación. Cualquier forma de acción individual o colectiva ajena a los fines del
Estado es rechazada. No existen derechos individuales ni
colectivos.74 ​

Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del


Estado.
Mussolini75 ​

El encuadramiento social se efectúa con todos los medios de la


propaganda, con adopción de uniformes y lenguaje militar y uso
masivo de los símbolos y lemas patrióticos y adoctrinantes. Las
grandes concentraciones y movilizaciones colectivas de todo tipo
buscan formar la conciencia unitaria, llegando a extremos curiosos EUR (Q.XXXII o barrio 32 de Roma),
(como el día de comer patatas que se instauró en Alemania). diseñado para acoger la Exposición
[cita requerida]
Universal de Roma prevista para
1942 cuyas siglas lleva. No llegó a
El fascismo desdeña las instituciones del Estado republicano y celebrarse por causa de la guerra,
sustituye el voto como expresión de la voluntad popular por las pero el EUR sigue acogiendo
expresiones masivas de apoyo al líder. La identificación de pueblo numerosos edificios de un estilo que
y estado se hace en un todo orgánico, el de un organismo cuasi- puede identificarse como
biológico y autónomo cuyos miembros han de responder a las racionalismo italiano, y restos de
órdenes de la mente directora. Esta identificación también está iconografía e inscripciones fascistas,
presente en la ideología del integralismo, iniciada en Portugal y entre las que destaca el Palazzo
desarrollada en Brasil. El adjetivo orgánico se utilizará della civiltà del Lavoro, conocido
profusamente en las últimas etapas del franquismo (definido como como Colosseo quadrato ('Coliseo
una democracia orgánica). Hitler utilizaba el plebiscito como arma cuadrado'), construido entre 1938 y
en las relaciones internacionales: sus grandes decisiones son 1942.71 ​
apoyadas por plebiscitos de apoyo masivo utilizados como
amenaza: el líder fascista se presenta como portavoz de la nación
unificada que habla con una sola voz. Esto refuerza otro de sus elementos principales: el «liderazgo
carismático». El líder es casi divino y su liderazgo no es racional: Führer, Duce, Poglavnic, Caudillo, etc.
Mussolini opuso a los principios de la Revolución francesa de «libertad, igualdad y fraternidad» la
consigna: «creer, obedecer y combatir».

Imperialismo, militarismo y violencia

Otro de los rasgos clásicos del fascismo es el imperialismo,


entendido como una política exterior expansiva y agresiva, que
proporciona una útil identificación de intereses en el interior,
volcando las energías hacia un enemigo común evitando la
expresión de los conflictos internos.

Generalmente se apoya en reivindicaciones irredentistas, concretas


o genéricas, próximas en el tiempo o lejanas, tomadas de mitos del
pasado, lo que refuerza su carácter romántico, más de religión que Desfile fascista en Milán (1926)
de ideología. Su relación con la realidad histórica es contradictoria,
buscándose la intemporalidad.
En el integralismo y el falangismo se
sublima el futuro utópico, a crear por el Estado Novo (Estado Nuevo, en Portugal o Brasil) donde el
hombre nuevo, portador de valores eternos, tendrá su expresión en la unidad de destino en lo universal.76 ​
En el nazismo y el fascismo italiano se insiste en recuperar el esplendor de un pasado mítico, y también las
denominaciones de sus regímenes aluden a eso (el III Reich, la Terza Roma, la Tercera Civilización
Helénica). El expansionismo hacia el exterior es considerado como una necesidad vital, casi orgánica: el
lebensraum o espacio vital hacia el Este para Alemania, o el Imperio mediterráneo para Italia. Franco
diseñó unas Reivindicaciones españolas, que exhibió ante Hitler en su famosa entrevista de Hendaya del
año 1941.77 ​

Las relaciones internacionales, basadas en la renuncia a la guerra,


que se querían construir desde la Sociedad de Naciones, eran
despreciadas; al igual que el pacifismo, considerado débil y
decadente. El fascismo solo concibe un estado de naturaleza
hobbesiano con la imposición y expansión del más fuerte.

La vinculación de las dictaduras y los regímenes militares con el


fascismo es un asunto controvertido, pues todo régimen impuesto
por la fuerza suele ser acusado de fascismo, fundamentalmente a
efectos polémicos, igual que se les califica de tiranías. Aunque no
Mitin nazi en Berlín (1938)
todo gobierno militar es fascista, ni los fascismos alcanzaron
siempre el poder de manera violenta, sí que se caracterizaron por
sus actividades violentas antes y después de su toma del poder, y por su desprecio explícito por la legalidad
institucional. La violencia tiene un valor positivo para el movimiento fascista: es una fuerza de cambio, al
igual que la juventud, que también es exaltada. Se utilizaban todo tipo actividades intimidatorias: desde las
purgas con aceite de ricino (habituales en los fasci di combattimento antes de la marcha sobre Roma), los
destrozos de mobiliario o tiendas (noche de los cristales rotos contra los judíos alemanes) o las palizas; hasta
el asesinato de los adversarios políticos o de los objetivos considerados enemigos sociales. Se aplicaba
extensivamente la expresión de José Antonio Primo de Rivera la dialéctica de los puños y de las pistolas.
Los agentes ejecutores podían ser los aparatos del Estado, pero más frecuentemente fueron grupos juveniles
organizados paramilitarmente.

Una vez generalizada, y demostrada la impunidad de quienes la ejercen, la represión política opera como
un mecanismo por el cual no solamente el que la recibe directamente pierde la libertad: sino que la sociedad
entera —al reprimirse cada uno de sus miembros a sí mismo, temeroso de sufrir el mismo castigo— pierde
la libertad para todos.

Posición en el espectro político

La mayoría de los académicos colocan al fascismo en la extrema derecha del espectro político.78 4​ ​ Esta
clasificación se basa en su conservadurismo social y en sus medios autoritarios de oposición al
igualitarismo.79 80
​ ​ Roderick Stackelberg coloca al fascismo, incluido el nazismo al que considera «una
variante radical del fascismo», dentro de la derecha política al explicar que: «cuanto más una persona
considere que la igualdad absoluta entre todas las personas es una condición deseable, más a la izquierda
estará en el espectro ideológico. Cuanto más una persona considere la desigualdad como inevitable o
deseable, más hacia la derecha estará».81 ​

Los orígenes del fascismo, sin embargo, son complejos e incluyen muchos puntos de vista aparentemente
contradictorios, en última instancia centrados en el mito del «renacimiento nacional».82 ​ El fascismo fue
fundado durante la Primera Guerra Mundial por italianos ultranacionalistas que recurrieron tanto a las
tácticas organizativas de la izquierda política como a puntos de vista propios de la derecha política.83 ​ El
fascismo italiano gravitó hacia la derecha a principios de la década de 1920.84 85
​ ​ Un elemento importante
de la ideología fascista por la que se la ha considerado de extrema derecha es su objetivo declarado de
promover el derecho de un pueblo supuestamente superior a dominar, mientras purga a la sociedad de
elementos supuestamente «inferiores».86 ​
Ya en la década de 1920 los fascistas italianos describieron su ideología como derechista en su programa
político la doctrina del fascismo, al afirmar: «somos libres de creer que este es el siglo de la autoridad, un
siglo tendiente a la 'derecha', un siglo fascista».87 ​ Mussolini afirmó que la posición del fascismo en el
espectro político no era un problema serio para los fascistas: «el fascismo, situado a la derecha, también
podría haberse situado en el centro. Estas palabras, en cualquier caso, no tienen un significado inmutable:
son un sujeto variable a la ubicación, el tiempo y el espíritu. Nos importan un comino estas terminologías
vacías y despreciamos a los que están aterrorizados por estas palabras».88 ​

Los principales sectores italianos políticamente de derechas, especialmente los terratenientes y los grandes
empresarios, temían un levantamiento de sectores de izquierdas como los jornaleros y los sindicatos de
clase.89 90
​ ​Por ello, tanto la clase alta como la burguesía rural e incluso una parte de la clase media urbana
dieron la bienvenida al fascismo y sus violentas acciones represivas contra las organizaciones de izquierda,
especialmente agresivas contra sindicatos socialistas, sus periódicos, cooperativas y representantes
electos.91 ​ La adaptación de la derecha política en el movimiento fascista italiano a principios de la década
de 1920 creó facciones internas dentro del movimiento. El «ala izquierda» del movimiento incluyó a
Michele Bianchi, Giuseppe Bottai, Angelo Oliviero Olivetti, Sergio Panunzio y Edmondo Rossoni, quienes
se comprometieron a avanzar en el sindicalismo nacional como reemplazo del liberalismo parlamentario
para modernizar la economía y promover los intereses de los trabajadores y la gente común.92 ​La «derecha
fascista» incluía miembros de la rama paramilitar de los camisas negras y ex miembros de la Asociación
Nacionalista Italiana (ANI).92 ​ Los camisas negras querían establecer el fascismo como una dictadura
completa, mientras que los ex miembros de la ANI, incluido Alfredo Rocco, intentaron instituir un estado
corporativo autoritario para reemplazar al estado liberal en Italia, pero conservando a las élites existentes.92 ​
Al adaptarse a la derecha política tradicional, surgió un grupo de fascistas monárquicos que buscaban
utilizar el fascismo para crear una monarquía absoluta bajo el rey Víctor Emmanuel III de Italia.92 ​

Después de que el rey Víctor Emmanuel III obligase a Mussolini a renunciar como jefe de gobierno y
ordenase su detención en 1943, Mussolini fue rescatado por las fuerzas alemanas. Sin dejar de depender de
Alemania para su apoyo, Mussolini y los restantes fascistas leales fundaron la República Social Italiana con
Mussolini como jefe de Estado. Mussolini buscó volver a radicalizar el fascismo italiano, declarando que el
estado fascista había sido derrocado porque el fascismo italiano había sido subvertido por los conservadores
italianos y la burguesía.93 ​ Más tarde el nuevo gobierno fascista propuso la creación de consejos de
trabajadores y su participación en los beneficios de la industria, aunque las autoridades alemanas, que
controlaban efectivamente el norte de Italia en aquel momento, ignoraron estas medidas y no trataron de
hacerlas cumplir.93 ​

Varios movimientos fascistas posteriores a la Segunda Guerra Mundial se describieron a sí mismos como de
«tercera posición», situándose fuera del espectro político tradicional.94 ​ El líder español de Falange
Española de las JONS, José Antonio Primo de Rivera dijo: «básicamente la derecha representa el
mantenimiento de una estructura económica, aunque injusta, mientras que la izquierda representa el intento
de subvertir esa estructura económica, aunque su subversión implique la destrucción de mucho de lo que
valía la pena».95 ​

Relación con el cristianismo

Iglesia católica

Es muy controvertido el papel de la Iglesia católica al respecto. La intervención de los católicos en política
había dado origen a partidos confesionales católicos como el Zentrum (Partido del Centro o Centro
Católico de Heinrich Brüning en Alemania, con especial presencia en Baviera, donde tuvo una escisión, el
Bayerische VolksPartei (Partido Popular de Baviera), y el Partito
Popolare Italiano (Partido Popular Italiano de Don Sturzo y Alcide
De Gasperi); ambos reprimidos por nazis y fascistas
respectivamente. En Italia, el Vaticano promovió la sustitución de la
militancia en el prohibido Partito Popolare por la de Acción
Católica, cuya finalidad política era más discreta. Más adelante, el
deseo de Mussolini de prohibir esta fue frustrado por la encíclica
papal Non abbiamo bisogno (No tenemos necesidad).96 ​

El mismo papa, Pío XI, que había condenado el agnosticismo de


Maurras (1926), e incluso excomulgado a los miembros de Action
Française (1927), tuvo no obstante una relación pública con
Mussolini que podía verse como ambigua. Los Pactos de Letrán, la
calificación de hombre enviado a nosotros por la Providencia o la
petición de voto a los fascistas en las elecciones de 1929 pueden
considerarse como iniciativas de buena voluntad con el régimen de
Mussolini, llegando a una relación más estrecha tras el acuerdo
sobre Acción Católica de 1931 o la concesión de la Orden de la
Espuela de Oro al dictador el año siguiente.97 ​ Sin embargo, Pío XI y el entonces cardenal Pacelli
también hubo enfrentamientos a causa de la amenaza de (futuro Pío XII) inauguran Radio
prohibición de Acción Católica y la Juventud Católica, que Vaticano en 1931.
llevaron a la redacción en 1931 de la encíclica Non abbiamo
bisogno donde se condenaba la adoración del estado y la
inculcación de ideas de odio, violencia e irreverencia.96 ​ Se ha encontrado también un apunte suyo en un
diario secreto describiendo su oposición íntima a nazismo y fascismo.98 ​

Pío XII siempre se ha visto como un personaje más tibio, menos expansivo y más contemporizador.
Especialmente sus relaciones con Alemania (que conocía bien por haber sido allí nuncio apostólico) se han
llegado a calificar de complicidad, especialmente por no condenar de modo claro en un primer momento el
régimen nazi. No obstante, la encíclica Mit brennender Sorge99 ​ (Con viva preocupación, de 14 de marzo
de 1937), que redactó para Pío XII siendo aún solamente el cardenal Pacelli, y que se leyó en las 11 000
iglesias católicas alemanas, contiene una alusión velada al régimen nazi, denunciando las violaciones del
Concordato Imperial. Las posturas ideológicas del nazismo respecto al estado y la raza son equiparados con
la idolatría:

Quien (…) identifica a Dios con el universo, materializando a Dios en el mundo o deificando
al mundo en Dios, no pertenece a los verdaderos creyentes. (…)

Ni tampoco lo es quien, siguiendo una pretendida concepción precristiana del


antiguo germanismo, pone en lugar del Dios personal el hado sombrío e impersonal
(…).

Si la raza o el pueblo, si el Estado o una forma determinada del mismo, (…) elevándolos a
suprema norma de todo, aun de los valores religiosos, y, divinizándolos con culto idolátrico,
pervierte y falsifica el orden creado e impuesto por Dios, está lejos de la verdadera fe y de una
concepción de la vida conforme a esta.

La lectura de la encíclica en la pascua de 1937 causó una gran impresión en Alemania, donde el régimen
nazi intentó censurarla en la prensa, requisó las copias de las diócesis y cerró las publicaciones diocesanas y
cuantos medios publicaron la encíclica.100 ​ Como venganza, la represión contra la Iglesia aumentó, con
campañas de desprestigio y detenciones mediáticas de monjes acusados de homosexualidad y
corrupción.100 101
​ ​
La identificación de la Iglesia católica española, que había sido sometida a una violentísima persecución
religiosa, y el régimen franquista fue explícita (Carta colectiva de los obispos españoles, Concordato
español de 1953), llegándose a acuñar el término nacionalcatolicismo para definir uno de sus rasgos
ideológicos y una de las principales familias del régimen. También se levantó la excomunión a Action
Française (1939). Entretanto, importantes intelectuales franceses católicos anteriormente cercanos a ese
movimiento, como Georges Bernanos y Jacques Maritain, se habían distanciado de él y pasaron a oponerse
al fascismo.

La postura del Vaticano en la Segunda Guerra Mundial comenzó por una débil condena de la invasión de
Polonia (país fuertemente católico) que los aliados consideraron demasiado cautelosa. El mantenimiento de
una postura neutral y los intentos de mediación fueron interpretados como un apoyo oculto a Alemania, al
marginar en ellos a Estados Unidos y la Unión Soviética.102 ​ De hecho, desde el Vaticano se atribuye a la
propaganda soviética el mantenimiento de esta acusación.103 ​ También ha causado algunos problemas con
las relaciones entre el Vaticano y el estado de Israel.104 ​

Tras la derrota de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, muchos criminales de guerra
huyeron a Suiza y a Argentina con la ayuda de religiosos católicos (algunos con pasaportes del Vaticano y
disfrazados de sacerdotes).105 ​ Como también la iglesia católica ayudó a judíos, y personas de todas las
nacionalidades recibieron salvoconductos, se especula con que el Vaticano tuviese algún conocimiento
respecto a la situación de las minorías religiosas y étnicas dentro de Alemania e Italia antes del final de la
guerra, a diferencia de otros gobiernos aliados. Tal situación se ha considerado en algunos casos como
ejemplo de una actitud de la Iglesia comprometida con los perseguidos; en otros casos se ha criticado que,
teniendo noticia de las atrocidades que se cometían, no condenase expresamente los regímenes nazi y
fascista durante la guerra. También se ha investigado la relación de monasterios y otras instituciones
católicas con el trabajo esclavo al que se sometió a distintos colectivos.106 ​

En 1998 el papa Juan Pablo II realizó una autocrítica de la postura del Vaticano ante el Holocausto,
pidiendo perdón; aunque defendió a Pío XII, cuyo proceso de beatificación inició al mismo tiempo.107 108
​ ​

Iglesias protestantes

La actitud de los cristianos bajo el nacionalsocialismo, tanto los católicos como los protestantes, fue
particularmente delicada. Entre los pastores luteranos hubo muchas adhesiones —3000 de entre 17 000— a
los pronazis Deutsche Christen (Cristianos Alemanes, 1932) y la Deutsche Evangelische Kirche (Iglesia
Evangélica Alemana, 1933) dirigida por el obispo Ludwig Müller; y otros muchos practicaron un
distanciamiento prudente. Se intentaba conseguir una positives Christentum (cristiandad positiva) que
purgase el Cristianismo de influencias judías. Se promulgó la aplicación a los clérigos y sus esposas de la
legislación de pureza racial aria.

Otros mantuvieron una postura crítica (Dietrich Bonhoeffer fue encarcelado por su oposición y más tarde
ejecutado por considerarle relacionado con el atentado contra Hitler de 1944), especialmente el movimiento
conocido como la bekennende Kirche (Iglesia comprometida), que en 1934 organizó un sínodo con las
principales iglesias protestantes del que salió la Declaración de Barmen, documento donde rechazaba la
subordinación de las iglesias al estado y su doctrina.109 ​ Es famosa la respuesta de uno de sus miembros,
Martin Niemöller, a la pregunta de cómo pudieron consentir la ascensión del nazismo:

Primero vinieron por los comunistas, pero como yo no era comunista no levanté la voz.
Luego vinieron por los socialistas y los sindicalistas, pero como yo no era ninguna de las dos
cosas, tampoco alcé la voz. Después vinieron por los judíos, y como yo no soy judío, tampoco
levanté la voz. Y cuando vinieron por mí, ya no quedaba nadie que alzara la voz para
defenderme.110 ​
El fascismo italiano
A finales del siglo  xix existían en Italia algunas organizaciones
denominadas fascio (traducible por haz, significando la fuerza de la
unión), de la que la más importante era el Fasci Siciliani (fascio
siciliano, 1895-1896).111 ​ No eran muestra de una ideología
uniforme, aunque predominaban los componentes nacionalistas y
revolucionarios. Surgiendo del movimiento obrero, dividido al
comienzo de la Primera Guerra Mundial entre el internacionalismo
pacifista y el nacionalismo irredentista, se crearon el 1 de octubre
de 1914 los Fasci d'Azione rivoluzionaria internazionalista en
reivindicación de la entrada de Italia en el conflicto en contra de los
Imperios Centrales. Fusionado con el Fasci autonomi d'azione
rivoluzionaria se redenominó como Fasci d'azione rivoluzionaria,
ya dirigido por Benito Mussolini, y conocido como Fascio de
Milán. El 24 de enero de 1915 se formó una organización nacional.

En 1919, terminada la
guerra, las expectativas El fasces romano era el emblema del
territoriales quedaron Partito Nazionale Fascista. En este
frustradas por el Tratado de emblema, sobre la bandera y con las
Saint-Germain-en-Laye (el siglas.
equivalente para Austria del
Tratado de Versalles). El
poeta Gabrielle D'Annunzio llevó a cabo una aventura militar que
acabó en la creación del Estado libre de Fiume y la redacción de
una constitución que puede entenderse como precedente inmediato
del fascismo. Entretanto, con un país empobrecido y un gobierno
débil, Mussolini refundaba la organización de Milán con el nombre
de Fasci italiani di combattimento (Fascios italianos de combate),
que empezaron a destacar por su lucha callejera contra huelguistas,
izquierdistas y otros enemigos políticos y sociales. El temor ante
una revolución similar a la rusa de las clases medias y la alta
burguesía italiana vio en los fascistas de Mussolini la mejor arma
Cartel de los escuadristas fascistas para desarticular los movimientos obreros organizados. Sus
en la localidad Istriana de Vodnjan
partidarios se fueron encuadrando de manera paramilitar como
(Dignano en italiano), ordenando
Camisas Negras. Entre sus dirigentes fundadores había
emplear exclusivamente la lengua
intelectuales nacionalistas, ex-oficiales del ejército, miembros del
italiana en público, la prohibición de
cuerpo especial Arditi y jóvenes terratenientes que se oponían a los
la lengua eslava tanto hablada como
sindicatos de obreros y campesinos del entorno rural. El 7 de abril
cantada, bajo la amenaza de los
de 1921 se convertirían en partido político con el nombre de Partito
escuadristas de hacer respetar esta
Nazionale Fascista (Partido Nacional Fascista, PNF), caracterizado
orden de prohibición "con métodos
por su oposición a liberalismo y comunismo. Entre sus objetivos
persuasivos".
estaban derribar el sistema parlamentario italiano vigente, basado en
la libre asociación política y en la celebración de elecciones libres,
así como acabar con la separación y diálogo entre los poderes legislativo y ejecutivo; para ello, se persiguió
centralizar el poder («totalizar») en torno a un gobierno fuerte que utilizase los instrumentos del Estado
como herramienta para monopolizar este poder, gracias a la existencia de un partido único y a la
eliminación de la oposición política.112 ​
En 1922, en la Marcha sobre Roma, Mussolini obligó al rey de Italia, Víctor Manuel III, a entregarle el
poder, que detentó con el título de Duce (caudillo, que ya había usado D'Annunzio). Mussolini nombró
como ministro de Finanzas a Alberto de Stefani (1922-1925), quien tenía una formación y reputación de
economista ortodoxo. El ministro gozó del apoyo del Mussolini para implementar una política de laissez-
faire. Se tomaron medidas como la reducción de los impuestos, incluidos los que recaían sobre las
herencias, además de recortar el gasto fiscal, y se hace una apertura del comercio exterior, reduciendo los
aranceles. Se llegó incluso a incinerar 320 millones de liras en el Ministerio de Finanzas, un gesto simbólico
con la finalidad de demostrar la inquebrantable resolución del régimen de controlar la inflación, y se
efectuaron privatizaciones, por ejemplo, en los servicios telefónicos, empresas aseguradoras y la imprenta
del Estado. Se llevaron a cabo políticas clásicas de estabilización monetaria y el reingreso de la lira al
patrón oro. Para Mussolini, la moneda era el símbolo de la fortaleza de la Nación; en 1925, con el apoyo
del capital financiero internacional, Estados Unidos otorgó un préstamo de 50 millones de dólares, y se
llevaron a cabo otras políticas, como la modificación de la emisión de moneda —que pasó a ser monopolio
del Banco Central de Italia—, y la consolidación de la deuda a corto plazo se cambió por un perfil de
mediano y largo plazo.113 ​

El asesinato el 11 de junio de 1924 de Giacomo Matteotti, diputado socialista y principal voz crítica en el
Parlamento tras las elecciones del 6 de abril (ganadas con pocos escrúpulos por los fascistas, tras una previa
alteración de la ley electoral —Ley Acerbo—), inauguró un periodo de gobierno totalmente ajeno a las
instituciones parlamentarias, que no obstante continuaron funcionando formalmente, así como la figura del
rey (que según sus propias palabras, quedó conforme con permanecer sordo y ciego). La responsabilidad
fue cínicamente asumida por el propio Mussolini con una figura retórica que fue muy imitada
posteriormente:

Se il fascismo è stato un'associazione a delinquere, io sono il


capo di questa associazione a delinquere! (¡Si el fascismo ha
sido una asociación para delinquir, yo soy el jefe de esa
asociación para delinquir!)114 ​

Puede considerarse que el fascismo italiano es un sistema de


gobierno centrado en el Estado, aunque no necesariamente llegaba
hasta el punto de proponer la estatización de todas las empresas y
de todo aspecto de la vida como el socialismo soviético:

El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu


del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y
el Estado es el pueblo.

Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera


del Estado.

Mussolini115 ​
Mussolini se presenta como ottimo
soldato ('óptimo soldado'), en un
En el bienio de 1925-1926 se publicaron una serie de normas,
póster de propaganda destinado a
conocidas como "leyes fascistísimas": fueron disueltos todos los
los balillas, organización de
partidos políticos y los sindicatos, se eliminó toda libertad de
encuadramiento de la infancia.
prensa, de reunión y de expresión, se restableció la pena de muerte
para una serie de delitos de carácter puramente político y se creó un
"Tribunal Especial" y comisiones investigadoras con amplios
poderes, capaces de mandar al exilio interno a las personas desagradables al régimen con una simple
medida administrativa.
En 1928 se prohibieron todos los partidos, excepto el PNF. La estructuración doctrinal, que no había sido
considerada necesaria, también fue tardía. En 1927 se promulgó la Carta del Lavoro (adaptada en España
como Fuero del Trabajo). En 1932 se publicó en la Enciclopedia Italiana el artículo Fascismo, atribuido al
propio Mussolini aunque en realidad escrito por Giovanni Gentile. Editado separadamente como La
Doctrina del Fascismo (La Dottrina del Fascismo), fue traducido a varios idiomas. En abril de 1940 (ya
durante la Segunda Guerra Mundial) se pretendió destruir todos los ejemplares, como consecuencia del
cambio de postura del Duce sobre algunos puntos del texto.

La política económica tampoco tuvo una orientación clara, entre un inicial respeto por el libre mercado y un
claro dirigismo posterior. La política monetaria a veces solo obedecía al prestigio de mantener una lira
fuerte. No obstante, siempre gozó del apoyo de la poderosa patronal Confindustria, con cuyo acuerdo,
sobre todo a partir del Pacto Vidoni (2 de octubre de 1925), se establecieron los elementos principales del
régimen corporativo, muy restrictivo para las actividades sindicales (ilegalización de los sindicatos libres,
del derecho de huelga, encuadramiento obligatorio de los trabajadores en el movimiento fascista -1926-).
La misma Confindustria llegó a estar dirigida por el destacado fascista Giuseppe Volpi en los últimos años
del régimen (de 1934 a 1943).116 ​

Las dificultades económicas debidas a la Gran Depresión empujaron al régimen de Mussolini a la


expansión exterior, con la invasión de Etiopía (1935) y la intervención en la Guerra Civil Española, con
ambiciones de resucitar un imperio Mediterráneo que tendría su continuación en la invasión de Albania
(1939), ya en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. El seguidismo frente a la Alemania nazi no podía
ocultarse, e incluso se mimetizaron rasgos como el racismo (Manifesto della razza, Manifiesto de la raza, 14
de julio de 1938). La invasión de Sicilia y el sur de Italia por los aliados provocaron la destitución del Duce
por el Gran Consejo Fascista (General Badoglio), aunque la intervención alemana le rescató por algunos
meses en que se constituyó una efímera República de Saló en el norte. Su actividad legislativa, limitada a
los últimos meses de la guerra, tuvo un planteamiento socioeconómico teórico que se ha denominado
socialización fascista (Manifiesto o Carta de Verona de 14 de noviembre de 1943).117 ​

Véanse también: Galeazzo Ciano, Italo Balbo, Emilio de Bono y Curzio Malaparte.

Difusión del modelo en otros países


Esta era de las catástrofes conoció un claro
retroceso del liberalismo político, que se
aceleró notablemente cuando Adolf Hitler
asumió el cargo de canciller de Alemania en
1933. Considerando el mundo en su conjunto,
en 1920 había treinta y cinco o más gobiernos
constitucionales y elegidos (según como se
califique a algunas repúblicas
latinoamericanas), en 1938, diecisiete, y en
1944, aproximadamente una docena. La
tendencia mundial era clara.

no todas las fuerzas que derrocaron regímenes


liberales eran fascistas… el fascismo, primero
en su forma italiana original y luego en la
versión alemana del nacionalsocialismo,
inspiró a otras fuerzas antiliberales, las apoyó
y dio a la derecha internacional una confianza
histórica. En los años treinta parecía la fuerza
del futuro.
Eric J. Hobsbawm La caída del
liberalismo118 ​

La ideología y los regímenes fascistas tuvieron eco en


casi todos los países europeos y latinoamericanos.
Fuera de los países donde se originó en primer término
el fascismo, se pueden encontrar elementos del
fascismo fuera del período de entreguerras y en otros
países, tanto antes como después. Para algunos
estudiosos del fascismo, un precedente del fascismo
fue la organización francesa Action Française (Acción
Francesa, 1898), cuyo principal líder fue Charles
Maurras: Action Française contaba con un ala juvenil
violenta llamada los Camelots du Roi y se sustentaba
en una ideología nacionalista, reaccionaria,
fundamentalista cristiana (aunque Maurras era Europa en 1941-1942, con la mayor expansión de
agnóstico) y antisemita; sin embargo algunos los regímenes fascistas. En azul, aparecen las
especialistas sostienen que los conservadurismos potencias del Eje -Alemania e Italia- y los estados
radicalizados como el de Action Française no deben satélites, ocupados o aliados. Los únicos de éstos
identificarse necesariamente con el fascismo pues que tuvieron regímenes democráticos fueron
carecen de otros elementos esenciales al mismo como Finlandia y Dinamarca. En blanco aparecen los
el rol omnipotente del Estado y el culto a la revolución países neutrales, que en la península ibérica eran
social que continúa en la tradición de la Revolución regímenes fascistas.
Francesa en vez de negarla. Otros especialistas señalan
que la fuente originaria del fascismo debe identificarse
en el sindicalismo revolucionario del francés Georges Sorel que propugnaba un socialismo gremial con
elementos míticos o mesiánicos.

De una manera mucho más evidente surgieron a semejanza del Fascio italiano organizaciones
caracterizadas por lo que puede denominarse liturgia o parafernalia fascista: los despliegues de masas,
organizados y disciplinados, el saludo romano brazo en alto, los símbolos y lemas, la presencia callejera
agresiva, la utilización de correajes paramilitares y uniformes, en particular las camisas de un determinado
color: negras (Italia, SS en Alemania, Inglaterra, Finlandia) pardas (SA en Alemania), azules (España,
Francia, Irlanda, Canadá, China), verdes (Rumanía, Hungría, Brasil) doradas (México) o plateadas
(Estados Unidos).

No se produjo una homogeneidad total entre los distintos movimientos y regímenes fascistas, que de hecho
insistían en enfatizar las peculiaridades nacionales, su originalidad y su raíz endógena. Por otro lado,
ocurrió en algunas ocasiones que rivalizaron violentamente partidos de filiación nazi y fascista dentro del
mismo país (caso de Austria). En cuanto a las relaciones internacionales, las vicisitudes del equilibrio
europeo llevaron a un entendimiento estratégico entre Hitler y Mussolini, pero bien podía haber sucedido
de otra manera, y de hecho así lo intentó explícitamente la diplomacia británica. En otros casos, se mantuvo
una neutralidad benévola que no ocultaba las simpatías (España hacia el Eje, Portugal hacia Inglaterra), o el
enfrentamiento abierto contra otro régimen fascista (caso de Grecia).119 ​

El que los movimientos fascistas alcanzaran el poder de manera endógena (es decir, sin imposición exterior)
en unas naciones y en otras no, ha intentado ser explicado viendo las similitudes y diferencias entre ellas.
Los diferentes grados de desarrollo económico y de consolidación del régimen dentro del sistema político
son un buen indicador para ello: las democracias estables y económicamente más desarrolladas, con una
identidad nacional consolidada, no tuvieron movimientos fascistas con posibilidades de éxito. En cambio,
Alemania e Italia presentaban debilidades en esos aspectos: sus unificaciones nacionales eran muy recientes
(1870), sus economías se habían industrializado tardíamente (respecto a la Europa Noroccidental). Italia
seguía siendo un país relativamente atrasado. Alemania, aunque había presentado un desarrollo económico
y social notablemente acelerado (para 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, se podía concebir
que llegaría a superar a Inglaterra como potencia industrial, posibilidad que fue sin duda uno de los factores
que explican la propia guerra), se vio sometida a unas condiciones especialmente duras por el Tratado de
Versalles (Clemenceau, a pesar de las advertencias de economistas como Keynes insistió en que Alemania
pagará), lo que produjo graves desórdenes económicos en todo el periodo de entreguerras, además de un
profundo resentimiento. Aun así, el triunfo del nazismo hubo de esperar al peor momento de la Gran
Depresión posterior al Jueves Negro de 1929.120 ​

La Europa meridional y oriental, con un desarrollo industrial menor, unas instituciones democráticas débiles
y en muchos casos una existencia nacional reciente, fue mucho más proclive al desarrollo del fascismo, con
características locales muy marcadas en cada caso, algunos triunfantes y otros no.

En cambio, durante la Segunda Guerra Mundial se impusieron en buena parte de Europa gobiernos
denominados colaboracionistas que desarrollaron regímenes fascistas con mayor o menor grado de similitud
al alemán o italiano.

Existieron algunos intentos (hacia 1942) de las potencias del Eje por organizar cuerpos militares con
prisioneros provenientes de los países colonizados por los aliados, sobre todo de los países árabes, del
subcontinente indio (Legion Freies Indien o Legión Tigre, creada por el independentista Subhas Chandra
Bose) y del Asia Central soviética. Incluso hubo una división formada por musulmanes bosnios (1943).
Los resultados de estas operaciones no fueron muy eficaces, sobre todo en el campo ideológico, aunque sí
fueron explotadas propagandísticamente. En cuanto al acercamiento de algunas personalidades
musulmanas, como el gran mufti de Jerusalén Amin al-Husayni o el primer ministro de Irak Rashid Ali al-
Kaylani (que terminó con su huida y el pogrom antijudío de Bagdad —Farhud, junio de 1941—), se
trataba de coincidencias estratégicas más que ideológicas; lo que también se suele aplicar a la mucho más
importante alianza que suponía el Imperio japonés, con el que, no obstante, nazismo y fascismo tenían
similitudes políticas mayores.

Dictaduras calificadas de fascistas


Véase también: Fascista (adjetivo)

Discusión sobre la calificación como fascista

A partir de la década de 1920 en América Latina se instalaron


dictaduras militares o cívico-militares, calificadas como "fascistas",
aunque de manera no uniforme, por un sector importante de los
científicos sociales.121 122
​ ​Esa calificación ha sido cuestionada por
otro sector, considerando que se trata de "un uso abusivo e
impropio del término fascismo".123 ​

La discusión tuvo un punto de inflexión con las dictaduras


impuestas a partir de 1964, bajo el impulso abierto de Estados
Instalaciones en las que funcionó la
Unidos, en el marco de la Doctrina de la seguridad nacional,
Escuela de las Américas en
aplicada en la Guerra Fría. Esas dictaduras adoptaron un perfil
Panamá, desde donde se impulsaron
brutal, de violación abierta de los derechos humanos y terrorismo
las dictaduras tildadas de
de Estado, que llevaron a que un sector de investigadores, que no
«fascistas» en América Latina
calificaban como "fascistas" a las dictaduras latinoamericanas,
comenzaran a hacerlo. Entre ellos se encuentran Leopoldo Zea y
Theotonio dos Santos sosteniendo que se trataba de un "fascismo dependiente",124 125
​ ​ Agustín Cueva,
sosteniendo que se trataba de un "proceso de fascistización de América Latina",126 ​ René Zavaleta
Mercado, sosteniendo que las dictaduras militares latinoamericanas habían adoptado "proyectos de
identidad fascista",127 ​y Carlos López de la Torre analizando "el 'núcleo duro' de los fascismos periféricos
en América Latina".128 ​

Otros investigadores como Guillermo O'Donnell, Helgio Trindade y Atilio Borón rechazaron esa
calificación, y consideraron que la categoría "fascismo" se había agotado en 1945 y que las dictaduras
latinoamericanas surgidas a partir de 1964 no eran fascistas, sino una forma diferente de Estado capitalista
de emergencia.129 ​

Características generales

A partir de la década de 1920 en América Latina se instalaron dictaduras militares o cívico-militares,


consideradas fascistas por un sector importante de los científicos sociales.121 122​ ​ Las dictaduras
latinoamericanas fueron apoyadas en general por Estados Unidos e Inglaterra y a partir de la década de
1950 fueron promovidas activamente por Estados Unidos, como parte de su Doctrina de la Seguridad
Nacional, durante la Guerra Fría, desde la Escuela de las Américas con sede en el territorio ocupado por
Estados Unidos en Panamá.130 131
​ ​

Los autores que consideran que las dictaduras latinoamericanas constituyeron una manifestación del
"fascismo", sostienen también que tuvo características propias, diferentes en algunos aspectos del fascismo
europeo. Al igual que el fascismo europeo tuvieron características militaristas, antidemocráticas,
anticomunistas, racistas, homofóbicas y se caracterizaron por la violación sistemática de los derechos
humanos y el terrorismo de Estado, y en algunos casos y genocidio.132 133
​ ​

Pero a diferencia del fascismo europeo fue liberal en lo económico, procapitalista, antiperonista en
Argentina (aunque también hubo grupos fascistas peronistas), partidario de la apertura económica y estuvo
alineado incondicionalmente con Inglaterra y los Estados Unidos. El economista Friedrich Hayek, que
influenció fuertemente la dictadura de Pinochet (1973-1990) en Chile, declaró en Chile en 1981, que
prefería una "dictadura liberal" a una democracia sin liberalismo.134 ​

Las dictaduras calificadas como "fascistas" en América Latina, desaparecieron luego del fin de la Guerra
Fría, cuando la mayoría de los países latinoamericanos pudieron consolidar democracias de tipo liberal. Ello
no significó que también desapareciera las ideologías que las sustentaron, o que quedaran reducidas a una
expresión marginal, como sucedió en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. Muchos líderes
políticos (algunos de ellos condenados como genocidas) y partidos participantes de la vida política
democrática latinoamericana, han formado parte de las dictaduras o las defienden, como Pinochet en Chile,
Antonio Bussi en Argentina, o Jair Bolsonaro en Brasil.

Las dictaduras militares latinoamericanas que van desde la dictadura de Trujillo en la República
Dominicana al Genocidio guatemalteco, pasando por el llamado Proceso de Reorganización Nacional de
Argentina, la Dictadura cívico-militar en Uruguay, la dictadura de Pinochet en Chile o la dictadura militar
de Hugo Banzer en Bolivia. Los regímenes más prolongados en el tiempo fueron el somocismo de
Nicaragua (1937-1979) y la dictadura de Stroessner en Paraguay (1954-1989).135 ​

Período de entreguerras

Las primeras dictaduras calificadas de fascistas de América Latina son las que impusieron en República
Dominicana Rafael Trujillo dando origen a trujillismo (1930-1961),136 ​ en El Salvador Maximiliano
Hernández Martínez dando origen al "martinato" (1931-1944),137 ​ y en Nicaragua el general Anastasio
Somoza, dando origen a lo que se conoce como somocismo (1937-1979).138 ​ Las tres impusieron tipos de
Estado sin posibilidades de oposición política, que se extendieron durante varias décadas, contando con
apoyo de Estados Unidos y las élites económicas, caracterizándose por una ideología de marcado acento
anticomunista, profundamente liberal en economía y represora de los movimientos sindicales, estudiantiles,
indígenas y de políticos con programas de justicia social.

De esa primera época data también la primera dictadura en Argentina, explícitamente inspirada en el
fascismo italiano, lideraba por el general José Félix Uriburu (1930-1932), que tuvo como fin impedir que
gobernara el país el radicalismo yrigoyenista, de amplia base popular, objetivo que cumplió aunque no
logró consolidarse en el poder.

Durante la Guerra Fría

Una segunda fase de las dictaduras latinoamericanas se abre con la


Guerra Fría, cuando Estados Unidos promovió golpes de Estado y
la instalación de dictaduras, con el fin de garantizar el alineamiento
pleno de los países latinoamericanos al bando capitalista liderado
por ese país norteamericano, bajo la Doctrina de la Seguridad
Nacional. En 1946 se instaló la Escuela de las Américas de las
fuerzas armadas estadounidenses, en territorio ocupado de Panamá,
con el fin de formar y adiestrar a los militares latinoamericanos para
implementar en sus respectivos países la Doctrina de la Seguridad
Nacional, incluyendo los golpes de Estado e instalación de
dictaduras, así como métodos represivos fundados en el terrorismo
de Estado.

En Argentina, algunos estudiosos consideran que el peronismo Juan Domingo Perón, presidente de
asociado al régimen de Juan Domingo Perón de 1946 a 1955 y de Argentina de 1946 a 1955 y de 1973
1973 a 1974, estuvo influenciado por el fascismo, 140 ​ en especial a 1974, admiró el fascismo italiano y
en sus dos primeras presidencias. Entre 1939 y 1941, antes de su según algunos autores modeló sus
ascenso al poder, Perón había desarrollado una profunda políticas económicas sobre las
admiración por el fascismo italiano y modelado sus políticas seguidas por la Italia fascista.139 ​
económicas en las políticas fascistas italianas,139 ​ de manera que
puede caracterizarse, según Malamud, como un movimiento con
"características profacistas"141 ​ o un intento fallido de estado corporativo.142 ​ En el mismo sentido se
pronuncia Tulio Halperín Donghi, quien matiza esta caracterización al indicar que ese componente fascista
no explica por completo al peronismo.143 ​

Sin embargo, no todos los historiadores están de acuerdo con esta identificación,144 ​ a la que consideran
debatible145 ​ o incluso falsa,146 147
​ ​ y consideran que la idea de un vínculo entre el fascismo y el
peronismo, que ubica a este último dentro de los movimientos contrarrevolucionarios, está sesgada por una
toma de posición política peyorativa.148 147 ​ ​ Otros autores, como el israelí Raanan Rein, sostiene
categóricamente que Perón no era fascista y que esa caracterización le fue impuesta por su postura
desafiante frente a la hegemonía estadounidense.149 ​ De manera similar, Cristian Buchrucker señala que el
peronismo era política y económicamente «... de centro-izquierda, mientras si se toma en cuenta su posición
cultural, se ubica más hacia la derecha.» Según este autor, quienes lo inscriben como una forma de fascismo
lo hacen «...como producto de la pasión política»150 ​ Para Alejandro Grimson, caracterizar al peronismo
como fascismo, o cualquier otra explicación esquemática, «implica violentar los hechos.»151 ​ Cabe
destacar que en las décadas de 1960 y 1970, prevaleció en parte de la intelectualidad de izquierda, la idea
de que el peronismo era un movimiento de carácter revolucionario y socialista.152 153
​ 154
​ ​
En este período continuaron hasta 1961 y 1979 respectivamente, las dictaduras fascistas de Trujillo en
República Dominicana y Somoza en Nicaragua, que se habían iniciado en la etapa anterior, bajo una
ideología explícitamente fascista. Dos nuevas dictaduras se instalaron en 1954 en Paraguay, bajo el mando
de Alfredo Stroessner (1954-1989) y Guatemala bajo Mario Sandoval Alarcón, que dio origen al
Movimiento de Liberación Nacional (Guatemala) (1954-1982).

El golpe de Estado que implantó en 1964 la dictadura militar en Brasil, desencadenó una serie de dictaduras
en el Cono Sur caracterizadas por el terrorismo de Estado: Revolución Argentina (1966-1972), Pinochet en
Chile (1973-1990), la Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985) y el Proceso de Reorganización
Nacional (1976-1983) en Argentina. Con similares características en Guatemala se instaló la dictadura de
Efraín Ríos Montt (1982-1983).

En la sección "Discusión sobre la calificación como fascista" se detalla el debate sobre la calificación de
"fascista" a las dictaduras posteriores a 1964.

Pervivencia del concepto hasta la actualidad

Neofascismo
Véase también: Neonazismo

El neofascismo es una ideología posterior a la Segunda Guerra


Mundial que incluye elementos significativos del fascismo
tradicional italiano. Es un movimiento político y cultural que surge
en Europa en los años 1980 con algunas ideas del anterior fascismo
y que se organiza en partidos políticos, grupos de música y bandas
urbanas; en la actualidad está ascendiendo cada vez más en Europa.

El fascismo en sus expresiones más tradicionales resurgió en las


décadas de 1980 y 1990 bajo los nombres de neofascismo y
movimiento neonazi, que en sus formas más marginales reproduce Manifestación neofascista en
la estética retro y actitudes similares (violencia juvenil callejera). Predappio, donde se halla la tumba
Como movimiento político de presencia institucional, en Italia de Mussolini
apareció después de la Segunda Guerra Mundial bajo la forma del
partido político Movimento Sociale Italiano (Movimiento Social
Italiano, misinos), que con el tiempo buscaría una presencia más asumible por el régimen político
democrático bajo el nombre de Alleanza Nazionale (Alianza Nacional) y se redefinió como postfascista,
llegando al gobierno italiano (Gianfranco Fini, bajo la presidencia de Silvio Berlusconi, 1994).155 ​

Desde finales del siglo  xx han aumentado las posibilidades electorales de los partidos que basan su
propuesta política en distintas ofertas de dureza contra la inmigración y mantenimiento de la personalidad
nacional. Además de en Italia, en varias democracias europeas la presencia de partidos de extrema derecha,
o personalidades con un pasado nazi o fascista han llegado a ocasionar incluso problemas internacionales:
fue el caso del escándalo por la llegada de Kurt Waldheim a la presidencia de Austria (1996) o la entrada en
el gobierno del mismo país del Freiheitliche Partei Österreichs (Partido Liberal de Austria, FPÖ) de Jörg
Haider en 1999. En los Países Bajos ocurrió un caso similar con la Lijst Pim Fortuyn (Lista Pim Fortuyn,
LPF) en 2002. En Francia, la inesperada posibilidad de que Jean-Marie Le Pen (Front National, Frente
Nacional) pudiera llegar a la presidencia de la República, llevó a una agrupación del voto de todo el
espectro político de izquierda a derecha en su contra en las elecciones de 2002.156 ​

Características
El término neofascismo suele aplicarse a grupos de tercera posición, y que expresan una admiración
específica por Benito Mussolini y otros líderes fascistas.157 ​

No solamente es una tendencia ideológica, se considera un método de hacer política que incluye la
exaltación del líder, un férreo control del partido, propaganda y populismo. "El populismo nace del
fascismo como resultado de la derrota de éste último y en la necesidad de convertirse en una opción válida
dentro de los cánones que se imponían en el nuevo mundo y que tenían que estar dentro de un ámbito
democrático".158 ​

El neofascismo usualmente incluye el nacionalismo, las políticas antiinmigración, el populismo, el


conservadurismo religioso y social, el anticlericalismo, la xenofobia y el antisemitismo, o donde es
relevante, el indigenismo, el nativismo, el supremacismo, el anticomunismo y en general la oposición al
sistema parlamentario y a la democracia liberal.

El neofascismo se basa en un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo. La población
no debe, por lo tanto, buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un partido único. El Estado
fascista ejerce su autoridad a través del orden, seguimiento, militarización de los estamentos sociales y la
propaganda (incluyendo la manipulación del sistema educativo).

Algunos regímenes posteriores a la Segunda Guerra Mundial han sido descritos como neofascistas debido a
su naturaleza autoritaria y a su fascinación con la ideología y rituales fascistas. Las organizaciones
neofascistas más importantes se han desarrollado en Grecia, Italia, España y Francia.[cita requerida]

Véanse también: Extrema derecha y Ultranacionalismo.

Neofascismo en Italia

Muchos seguidores del fascismo Mussoliniano crearon pequeños partidos y organizaciones neofascistas en
Italia, después de la Segunda Guerra Mundial. El más importante fue el Movimento Sociale Italiano (MSI).

El MSI fue una organización neofascista legalista y parlamentaria italiana fundada en 1946 por Arturo
Michelini, Pino Romualdi, Giorgio Almirante, Giorgio Bacchi, Giovanni Tonelli y Renzo Lodoli.159 ​ Sus
ideales fundamentales fueron el sindicalismo, corporativo y vertical, el intervencionismo estatal en
economía y educación, y la defensa de la cultura católica tradicional en la sociedad italiana.

Por otro lado, organizaciones como Ordine Nuovo o Nuclei Armati Rivoluzionari, entre otros, llevaron a
cabo sangrientos atentados terroristas durante los años de plomo, entre ellos el atentado de Piazza Fontana y
la matanza de Bolonia (el peor ataque terrorista en la historia de Italia). Muchos de estos crímenes fueron
coordinados en conjunto con la CIA, como parte de la estrategia de la tensión promovida por Estados
Unidos para combatir el izquierdismo en Europa (Operación Gladio).

Otros pequeños partidos neofascistas italianos son Fiamma Tricolore, Forza Nuova y el Fronte Sociale
Nazionale. Hubo también un desarrollo cultural de la ideología fascista en las organizaciones neofascistas
italianas.160 ​

Fascismo de izquierda

El concepto, tal como fue utilizado originariamente por Jürgen Habermas, designaba a los movimientos
terroristas de extrema izquierda de los años sesenta.161 ​ En la actualidad su uso se ha extendido para
calificar peyorativamente a cualquier ideología izquierdista (especialmente en Estados Unidos) y a los
críticos del Estado de Israel (en los medios de difusión afines a ese país), de un modo similar al adjetivo
«antisemita».162 ​

Fundamentalismos religiosos

El surgimiento en la escena internacional del fundamentalismo


islámico a partir de la revolución iraní (1979) y su extensión a otras
repúblicas islámicas, así como al terrorismo internacional, ha puesto
de manifiesto la posibilidad de un totalitarismo de corte religioso,
que emplea técnicas violentas de algún modo comparables al
fascismo; para calificarlo peyorativamente se ha venido utilizando
el adjetivo «islamofascismo», aunque tales movimientos
ideológicos son bastante alejados entre sí. También es habitual
señalar las similitudes con el fascismo de movimientos
Estado Islámico de Irak y el Levante
denominados fundamentalismo cristiano, que en algún caso se han
—grupo yihadista— considerado
llegado a denominar cristofascismo.164 165​ ​
fascista por los medios
occidentales.163 ​
Uso extendido del adjetivo «fascista»

El adjetivo «fascista» se aplica con fines peyorativos de manera muy extendida en el lenguaje coloquial, y
muy frecuentemente también en todo tipo de literatura, sobre todo a efectos polémicos o descriptivos, más
allá de su adecuación o no a una estricta correspondencia con la ideología o los regímenes políticos
fascistas. Se asocia con las posturas políticas de extrema derecha y las ideas y actitudes racistas, intolerantes
o autoritarias; y al desprecio por el diferente, el marginado, el que no piensa del mismo modo o las
minorías.166 ​

Véase también
Economía fascista
Nacionalcatolicismo
Manifiesto de Verona
Programa Nacionalsocialista
Charles Maurras
Benito Mussolini

Notas y referencias
precedido, pero en lo referente a
1. Borón, Atilio (2003). «El fascismo como numerosas cuestiones... eran básicamente
categoría histórica: en torno al problema de más extremistas en todos los sentidos:
las dictaduras en América Latina» (http://bi estridentes en su nacionalismo, más
blioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20100529 plebeyos en composición y estilo, menos
014903/3capituloI.pdf). Estado, capitalismo respetuosos con la tradición y valores
y democracia en América Latina. Buenos establecidos y más violentos en su
Aires: CLACSO. ISBN 950-9231-88-6. comportamiento político. En algunos casos
2. Rodríguez Jiménez, 1997, p.  134.  "Los incorporaban, y les resultaría muy útil,
movimientos fascistas tenían puntos en sobre todo en el caso italiano y alemán,
común con el autoritarismo y las otras una retórica seudoizquierdista"
fuerzas de extrema derecha que les habían
3. Larsen, Stein Ugelvik; Bernt Hagtvet; Jan que calificar a los
Petter Myklebust (1984). Who were the regímenes comunistas de
Fascists: Social Roots of European los más fascistas. La
cuestión de la definición
Fascism (en inglés). Estados Unidos: creó problemas a los
Columbia University Press. p.  424. fundadores del fascismo
ISBN  978-82-00-05331-6. «Organized form of italiano desde un
integrative radical nationalist principio, pues no
authoritarianism ». elaboraron un conjunto
4. Publicaciones que han definido al fascismo codificado oficial de
doctrinas sino ex post
como de extrema derecha: facto, unos años después
Griffin, Roger (1995). Fascism. de la llegada de Mussolini
al poder, e incluso
Inglaterra: Oxford University Press. entonces solo en parte. El
pp. 8; 307. problema se ve
Kallis, Aristotle A. (2003). The fascism complicado por el hecho
reader. Nueva York: Routledge. p. 71. de que mientras casi
todos los partidos y
Hartley, John (2004). Communication, regímenes comunistas
Cultural and Media Studies: The key prefieren llamarse
concepts. Routledge. p. 187. ISBN 978-0- comunistas, la mayor
521-55982-9. parte de los movimientos
Wilhelm, Reich (1970). The Mass políticos de la Europa de
Psychology of Fascism. Harper Collins. entreguerras a los que se
suele calificar de fascista
ISBN 978-0-285-64701-5.
no utilizaban, de hecho,
5. Saz, 2004, p. 91. ese nombre al hablar de
6. El fascismo. Pg 4. Por Stanley G. Payne. sí mismos. Los problemas
de definición y
1980. Alianza Editorial, edición de 2009. clasificación que surgen
(Consultar la versión en línea del libro en son tan graves que no es
español (http://www.geocities.ws/fransavar sorprendente que algunos
i/PAYNEFASCISMO.pdf)): estudiosos prefieran dar a
los movimientos fascistas
Es probable que el putativos sus nombres
término fascismo sea el individuales específicos,
más vago de los términos sin aplicarles el adjetivo
políticos contemporáneos. clasificador. Otros llegan
Quizá se deba a que la incluso a negar que exista
palabra en sí no contiene el fenómeno general del
ninguna referencia fascismo europeo, como
política implícita, por vaga cosa distinta del fascismo
que sea, como las que italiano de Mussolini.
contienen los términos
democracia, liberalismo, 7. Para consultar una cronología sobre los
socialismo y comunismo. «estudios sobre el fascismo» ver El
El decir, que el fascio concepto de fascismo (https://www.revistad
italiano (Lat. Fasces, Fr.
Fascieau, Esp. Haz) elibros.com/articulo_imprimible.php?art=53
significó eso, un “haz” o 38&t=articulos). Reseña de Stanley G.
una “unión”, no nos dice Payne de las obras sobre el fascismo de
mucho. Parece que Paul Gottfried y David D Roberts.
algunas de las Publicado en Revista de Libros en 2017.
definiciones coloquiales Fragmento:
más comunes del término
son las de “violento”,
El fascismo fue difícil de
“brutal”, y “dictatorial”;
comprender desde sus
pero si fueron esos los
orígenes en 1919. Ello no
puntos primarios de
se debió a su radicalismo
referencia,
y su violencia, ya que por
probablemente habría
aquel entonces Europa Varieties of Fascism, de
estaba plagada de Eugen Weber, aparecidos
nuevos fenómenos ambos originalmente en
políticos radicales y 1964. Los dos se
violentos, encabezados mostraron de acuerdo en
por el incipiente régimen que existía algo parecido
soviético. El fascismo, sin a un «fascismo genérico»
embargo, se asemejaba (del que Nolte
al comunismo en su proporcionó una breve
violencia y su definición filosófica), pero
autoritarismo, pero también que se trataba de
resultaba, por el contrario, un fenómeno político
único en su compleja extremadamente
combinación de pluriforme, con
características, que no manifestaciones muy
eran claramente ni de diferentes en diversos
izquierdas ni de derechas. países. Nolte,
Fue el único tipo de concretamente, concluía
movimiento político que había definido toda
genuinamente nuevo que una era, la «era del
surgió de los escombros fascismo», que concluyó
de la Primera Guerra en 1945, que había
Mundial y no contaba con dependido de fuerzas
ningún predecesor claro. históricas peculiares de
Confundió a los ese período y que no era
observadores, pero probable que el fascismo
adquirió muy pronto una histórico reapareciese en
prominencia histórica el futuro. Más que
mundial y desencadenó el constituir una forma o
conflicto individual más concepto recurrente,
destructivo que había como el socialismo, por
conocido la historia. Aun ejemplo, era
después de que característico
concluyera del todo, el exclusivamente de una
fascismo siguió época política
resultando difícil de determinada.
aprehender como
fenómeno y como 8. Eco, Umberto (16 de enero de 2019). «Los
concepto. A partir de
1945, y durante dos 14 síntomas del fascismo eterno» (https://ct
décadas, el estudio del xt.es/es/20190116/Politica/23898/Umberto-
fascismo se limitó a Eco-documento-CTXT-fascismo-nazismo-e
historias nacionales y xtrema-derecha.htm). Contexto CTXT.
trabajos monográficos Consultado el 20 de enero de 2019.
sobre movimientos 9. Davies, Peter; Lynch, Derek (2002). The
concretos.
El verdadero
«debate sobre el Routledge companion to fascism and the
fascismo» no empezó a far right (http://archive.org/details/routledge
producirse hasta después compani00davi) (en inglés). New York,
de haber transcurrido casi NY : Routledge. p. 1-5. Consultado el 20 de
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1967), de Ernst Nolte, el 10.1177%2F002200947601100409). Consultado
primer estudio el 20 de junio de 2020.
comparado, y el breve
11. «Según Ignacio Ramonet, ya en los años completo de socialismo
treinta se hablaba del surgimiento de una de estado con un control
«tercera vía», el fascismo, alternativa a los dictatorial de facto casi
total de la economía y de
dos mundos nuevos que surgieron tras la todas las instituciones
Primera Guerra Mundial», citado en oficiales. Unos años
Enrique Fernández M, Guidens, Blair y después, la dinámica
Lagos, la tercera vía (http://members.tripod. ambición de poder del
com/~propolco/5sem/via.htm). régimen de Hitler en
12. Mellón, Revista de estudios políticos, Joan Alemania, con su eficacia
policíaca, su poderío
Antón (2009), Concepciones nucleares, militarista, su sistema de
axiomas e ideas-fuerza del fascismo campos de concentración
clásico (1919-1945). y, con el tiempo, sus
13. Bel, Germá. «From Public to Private: políticas de exterminio en
Privatization in 1920's Fascist Italy» (https:// los territorios
cadmus.eui.eu/bitstream/handle/1814/1231 conquistados, pareció
crear un equivalente
9/RSCAS_2009_46.pdf?sequence=2&isAll nacionalsocialista no
owed=y). Robert Schuman Centre for comunista del sistema
Advanced Studies (en inglés) (Florencia: estalinista de control.
European University Institute). ISSN  1028- Estos dos han aportado
3625 (https://portal.issn.org/resource/issn/1028-362 los modelos dominantes
5). de lo que los analistas
políticos, especialmente
14. Germà Bel. «Against the Mainstream: Nazi entre 1940 y 1960,
Privatization in 1930s Germany» (http://ww tendían a calificar como
w.ub.edu/graap/nazi.pdf). Universitat de totalitarismo.
Barcelona i ppre-IREA (en inglés).
Barcelona. 17. Saz Campos, Ismael (2004). Fascismo y
15. El término autoritarismo (que implica la franquismo. Valencia: Publicacions de la
concentración del poder sin aceptación de Universitat de València. p.  90. ISBN  84-370-
oposición, pero la admisión de un cierto 5910-0.
pluralismo en sus apoyos y la carencia de 18. El fascismo. Pg 149. Por Stanley G. Payne.
una intención o capacidad de 1980. Alianza Editorial, edición de 2009.:
homogeneización total de la sociedad)
surgió como opuesto a totalitarismo (que es Las longevas dictaduras
el que reivindicaba para sí el fascismo), en española y portuguesa,
los análisis posteriores, sobre todo el de que sobrevivieron hasta
Juan José Linz, en muchas de sus obras, 1974 y 1975, han
por ejemplo Totalitarian and Authoritarian constituido otro problema
Regimes, Rienner, 2000. para los estudiosos del
fascismo genérico y de
16. El fascismo. Pg 84. Por Stanley G. Payne. los estados nacionales
1980. Alianza Editorial, edición de 2009.: autoritarios de Europa.
Pese a ser productos
La paradoja de todo esto bastante típicos de la
es que los analistas serios nueva política de la era
del gobierno totalitario fascista [] sobrevivieron
reconocen hoy día que la en tres decenios a su
Italia fascista nunca llegó terminación y, en el
a ser totalitaria. En la proceso, tuvieron que
década siguiente al introducir algunos ajustes
establecimiento del fundamentales en el
sistema de Mussolini, la período de postguerra de
dictadura leninista en la la historia de una Europa
Unión Soviética se vio comunista y
transformada socialdemócrata. Casi
implacablemente por ningún analista riguroso
Stalin en un sistema afirma que el régimen de
Franco o Salazar fueran
jamás plena ni siquiera (http://www.elpais.com/articulo/semana/am
intrísicamente fascistas, y biguedad/italiana/elpbabsem/20061014elp
algunos niegan que babese_7/Tes/), en El País, 14 de octubre
tuvieran en absoluto algo de 2006.
que ver con el fascismo.
Sin embargo, parece 26. Javier Rodríguez Marcos: «Fascistas de
bastante claro que en el vanguardia» (http://www.elpais.com/articul
primer decenio del o/cultura/Fascistas/vanguardia/elpepicul/20
régimen de Franco existía 090330elpepicul_2/Tes), en El País, 30 de
un importante marzo de 2009.
componente de tipo
fascista, lo cual indica que 27. En una pieza complementaria (http://www.e
el caso español es lpais.com/articulo/cultura/Generales/curas/
complicado. senoritos/espanoles/elpepicul/20090330el
pepicul_1/Tes) al artículo citado
19. Davies, Peter; Lynch, Derek (2002). The anteriormente, Javier Rodríguez Marcos
Routledge companion to fascism and the cita junto a estos también a escritores
far right (http://archive.org/details/routledge menores, que describe como señoritos
compani00davi) (en inglés). New York, fascistas (Eugenio Montes o Tomás
NY : Routledge. p. 1-5. Consultado el 20 de Borrás). Recoge la muy citada fórmula de
junio de 2020. Andrés Trapiello para describir su
trascendencia: Ganaron la guerra y
20. En toda Europa se utilizaron mucho —con
fines polémicos y bastante alejados del perdieron la historia de la literatura (Las
propósito de los autores— el libro de armas y las letras, Ed. Península).
explícito título La rebelión de las masas (de 28. Las tesis de Nietzsche, por el contrario,
José Ortega y Gasset), así como otros condenan el proselitismo y desprecian a
como La decadencia de Occidente (de los fanáticos (Así habló Zarathustra).
El
Oswald Spengler), éste en polémica con A pastiche intelectual del fascismo incluía
study of history (de Arnold J. Toynbee). conceptos como la voluntad de poder de
21. Emma RODERO ANTÓN: Concepto y Nietzsche, lo «único» de Stirner, la
técnicas de la propaganda y su aplicación intuición bergsoniana, los «mitos» de
Sorel, el pragmatismo y, como último
al nazismo (http://bocc.ubi.pt/pag/rodero-e
descubrimiento, el relativismo de Einstein.
mma-propaganda-nazismo.pdf).
(Tasca, A. El nacimiento del fascismo,
22. H. R. Trevor-Roper: «The phenomenon of Barcelona, 1969, citado por Fernando
fascism», en S. Woolf (ed.): Fascism in Arcas Cubero El fascismo italiano, en Gran
Europe (especialmente pág.  26). Londres: historia universal, vol. 14, Madrid: Nájera-
Methuen, 1981. Citado en Roger Eatwell: Club internacional del libro. ISBN 84-761-
Reflections on fascism and religion (https:// 678-6).
web.archive.org/web/20070501024852/htt
p://staff.bath.ac.uk/mlsre/ReflectionsonFasc 29. Bartolomé Tiscornia, La rebelión contra la
ismandReligion.htm). ciencia en el final del siglo XX (http://www.c
lubdelprogreso.com/index.php?sec=04_05
23. Norberto Bobbio y otros: Diccionario de &sid=17&id=838).
política. México: Siglo XXI Editores
(décima edición en español), 1997. Citado 30. Payne, Stanley (1965), Sobre Falange
por Ludovico Incisa en Glosario de Española, Ruedo Ibérico, París. Para S.
terminos y conceptos políticos. Voz Ellwood, lo que lo caracterizaba era el
nacionalismo, el imperialismo y el
Fascismo (https://web.archive.org/web/200
irracionalismo. Ellwood, S (1984) Prietas
80803171439/http://glosario.pais-global.co
las filas. Historia de la Falange Española,
m.ar/index.php/440).
1933-1985, Grijalbo (citados en [1] (http://m
24. Larralde, Humberto García: «¿Qué es el arioconde.com/foros/viewtopic.php?p=710
fascismo?» (http://independent.typepad.co 35&sid=e7e52602674926cd28c627f8cca6
m/elindependent/2007/10/qu-es-el-fascis.ht 93da) Archivado (https://web.archive.org/w
ml) El Independent eb/20071117090626/http://marioconde.co
25. Enric González, «La responsabilidad de m/foros/viewtopic.php?p=71035&sid=e7e5
los intelectuales. La ambigüedad italiana» 2602674926cd28c627f8cca693da) el 17
de noviembre de 2007 en Wayback 34. Fernando Arcas Cubero El fascismo
Machine.); el último también citado en «La italiano, en Gran historia universal, vol.14.,
dictadura franquista (1939-1975)» (http://w Madrid: Nájera-Club internacional del libro.
ww.uclm.es/ab/humanidades/profesores/de ISBN 84-761-678-6. Cita la expresión
scarga/manuel_ortiz/encarnanicolas.pdf) como original de Touchard
Archivado (https://web.archive.org/web/201 35. Antonio Fernández, op. cit., pg.331
60304204350/http://www.uclm.es/ab/huma
nidades/profesores/descarga/manuel_ortiz/ 36. Glosario. Primera Guerra Mundial (http://cli
encarnanicolas.pdf) el 4 de marzo de 2016 o.rediris.es/udidactica/IGM/glosario.htm#T
en Wayback Machine.. Elías García de RATADO%20DE%20LONDRES), en
Santos En torno a la Falange: bibliografía Rediris. Para conseguir su entrada en la
(I), en El Rastro de la Historia, nº 9:[2] (htt guerra junto a la Entente, se promete a
p://www.rumbos.net/rastroria/rastroria09/FE Italia la anexión tras el fin de la guerra de
_BibliografiaI.htm). Véanse citas textuales territorios pertenecientes al Imperio
en Lemas del Franquismo. austrohúngaro: Trentino, Tirol meridional,
Trieste, Istria y parte de Dalmacia. El
31. Los famosos 11 principios de la tratado se firmó como un pacto secreto, el
propaganda (http://www.escolar.net/MT/arc 26 de abril de 1915. El Tratado de
hives/2007/03/los_principios.html) de Versalles no cumplió con estas
Goebbels, ministro de propaganda de expectativas.
Hitler, y que se encuentran citados en
muchos lugares, suelen citarse como 37. En Génesis e interpretaciones del fascismo
recogidos en el libro de L. W. Doob. (La Jornada Semanal, domingo 22 de
Goebbels y sus principios enero de 2006, núm. 568), Annunziata
propagandísticos en Sociología de la Rossi [4] (http://www.jornada.unam.mx/200
Comunicación de Masas.
M. De Moragas 6/01/22/sem-rossi.html) presenta un
Editor. Barcelona, 1982, págs. 472-495), panorama sobre estas interpretaciones,
por ejemplo por Carlos Gutiérrez-Cuevas citando entre otros a Benedetto Croce o
Hacia una Crítica de la comunicación Thomas Mann, y especialmente a Eric
organizacional (http://www.knowledgeboar Fromm (1947) Miedo a la libertad y a Georg
d.com/doclibrary/knowledgeboard/comunic Lukács (l953) Asalto a la razón.
acion.pdf) o en esta Bibliografía de la 38. Chomsky, Noam (1987) On Power and
Segunda Guerra Mundial (https://web.archi Ideology. The Managua Lectures
ve.org/web/20080321030012/http://www.art (Paperback) 08096082903, Cambridge:
ehistoria.jcyl.es/batallas/contextos/4108.ht South End Press; citado por Antonio
m) de Artehistoria. Guillermo García Danglades Neofascismo
32. Antonio Fernández (1981), Historia del (https://web.archive.org/web/20080321033
mundo contemporáneo, Barcelona: Vicéns 957/http://www.analitica.com/Bitblio/garcia_
Vives ISBN 84-316-1774-8, pág. 331. danglades/neofascismo.asp)
33. Francisco Franco y Millán Astray, que 39. Comenta el profesor Roderick Long:
inspiraron el Credo Legionario y
expresiones como Viva la muerte y abajo Primero, donde el
la inteligencia, en el famoso incidente de comunismo pretende
sustituir la propiedad
este último con Miguel de Unamuno (que privada por estatal, el
respondió al desafío del general con un fascismo pretende
Venceréis, pero no convenceréis). Este incorporar o cooptar la
enfrentamiento ocurría el 12 de octubre de propiedad privada dentro
1936 Día de la Raza en la Universidad de del aparato estatal a
Salamanca templo de la sabiduría del que través de una alianza
el rector Unamuno se consideraba sumo público-privada. El
sacerdote. Habían pasado pocos meses fascismo tiende a ser más
tentador que el
del comienzo de la Guerra Civil Española. comunismo para los
Hay todavía varias versiones sobre los intereses de los ricos
términos exactos del enfrentamiento:[3] (htt quienes pueden verlo
p://www.nodo50.org/tortuga/article.php3?id como un medio para
_article=624) aislar su poder económico
de la competencia a El ataque de Gentile y
través de un proceso de Mussolini contra el
cartelización forzosa y capitalismo es (al menos)
otras estratagemas triple, y su retórica
corporativistas. subyacente no difiere de
Liberalismo versus la de los movimientos
fascismo (https://mises.or anticapitalistas y
g/es/library/liberalismo-ver supuestamente
sus-fascismo). Instituto antifascistas
Mises. contemporáneos. En
primer lugar, Gentile y
40. Hobsbawm, op. cit. pg. 135, citando a Mussolini abogan por un
mayor papel del gobierno
Kunznets, Simon, 1956, Quantitative en la economía. En
aspects of the economic growth of nations. segundo lugar, condenan
41. Los mitos del fascismo (http://www.alasbarr tanto el individualismo
icadas.org/noticias/?q=node/7807), una metodológico como el
breve clarificación del espectro político del político, afirmando la
fascismo importancia del
colectivismo y las
42. De Grand (1995), p. 47 identidades colectivas.
43. De Grand (1995), pp. 48-51 Tercero, culpan al
«economismo» y al papel
44. Savariano, Franco (2011). «Algunas que las limitaciones
consideraciones sobre la revolución económicas juegan en la
fascista» (https://www.redalyc.org/pdf/859/8 formación del
5920910003.pdf). Nóesis. Revista de comportamiento humano,
Ciencias Sociales y Humanidades deplorando el
(México: Universidad Autónoma de Ciudad materialismo y abogando
Juárez) 20 (39): 43; 45. ISSN  0188-9834 (http por gobiernos que
s://portal.issn.org/resource/issn/0188-9834).
trasciendan las leyes
praxeológicas y
45. «Notes on Trotsky, Pannekoek, Bordiga» (h sociológicas de la
ttps://web.archive.org/web/2006071603195 economía.
5/http://www.skatta.demon.co.uk/eclipse/ecl
ip6.htm) (en inglés). Eclipse & Re- 49. Roderick Long en Liberalismo contra
emergence. fascismo (https://mises.org/es/library/liberali
46. «K. Polanyi, La esencia del fascismo, smo-versus-fascismo):
seguido de Nuestra obsoleta mentalidad
de mercado, traducción y estudio Segundo, donde el
comunismo tiende a ser
introductorio de César Ruiz Sanjuán, cosmopolita e
Madrid, Escolar y Mayo, 2013» (https://revis internacionalista, la
tas.ucm.es/index.php/RPUB/article/viewFil ideología fascista tiende a
e/45596/42882). Res Publica. Revista de ser chauvinísticamente
Historia de las Ideas Políticas 17 (1): 315- nacionalista, acentuando
368. 2014. ISSN  1576-4184 (https://portal.issn.or la lealtad particularista
g/resource/issn/1576-4184). hacia el país, la cultura o
la etnia de cada uno; a
47. Polanyi, Karl (2013). La esencia del esto se le une la
fascismo. Nuestra obsoleta mentalidad de desconfianza hacia el
mercado (César Ruiz Sanjuán, trad.). racionalismo, una
Madrid: Escolar y Mayo. ISBN 9788416020041. preferencia económica
48. En Los anticapitalistas de hoy en día están por la autarquía, y una
visión de la vida como
más cerca del fascismo de lo que creen (htt una inevitable pero
ps://mises.org/es/wire/los-anticapitalistas-d gloriosa batalla. El
e-hoy-en-dia-estan-mas-cerca-del-fascismo fascismo también tiene a
-de-lo-que-creen), el economista cultivar un ser humano
promercado Fabrizio Ferrari sostiene: gregario o völkish, la
retórica de «el hombre del
pueblo», «el pragmatismo
por encima de los alguna razón para
principios», «el corazón pretender su abolición;
por encima de la
cabeza», «no prestes
el comunismo da
atención esos rienda suelta a esta
intelectuales cabezas de pulsión. Pero las
chorlito».
Estos contrastes estructuras de poder
con el comunismo no externas al Estado son
deberían ser exagerados,
claro está. Los gobiernos
también potenciales
comunistas no pueden aliados del Estado,
permitirse suprimir la particularmente si
propiedad privada por sirven para reforzar los
completo, en tanto ello les hábitos de
llevaría a un veloz
colapso económico.
subordinación y
Además, a pesar de todo acatamiento entre la
el cosmopolitismo e población, y por tanto,
internacionalismo que siempre existe la
puedan caracterizar a los oportunidad potencial
regímenes comunistas en
de una alianza
la teoría, tienden a ser tan
chauvinísticamente mutuamente
nacionalistas en la beneficiosa; aquí
práctica como sus primos mismo descansa la
los fascistas; mientras estrategia fascista.
que, por el otro lado, los
regímenes fascistas Estos rasgos en los que el
podrían apelar fascismo difiere del
demagógicamente al comunismo podrían dar a
universalismo liberal. entender que lo alían más
bien con el
conservadurismo
50. Roderick Long en Liberalismo contra aristocrático tradicional
fascismo (https://mises.org/es/library/liberali del ancien régime, que es
smo-versus-fascismo): del mismo modo
particularista,
Con todas estas corporativista,
similitudes, existe una mercantilista, nacionalista,
diferencia en énfasis y militarista, patriarcal y
estrategia entre el anti-racionalista. Pero el
fascismo y el comunismo. fascismo difiere de este
Cuando se trata de desfasado
encarar las instituciones conservadurismo en
vigentes que amenazan el abrazar el ideal del
poder estatal -las progreso industrial
empresas, iglesias, la dirigido por directores
familia o la tradición- el tecnócratas, así como en
impulso comunista pasa adoptar una postura
en gran medida por populista capitaneando la
abolirlas; mientras que el lucha del «hombre
impulso fascista consiste desamparado» contra las
en absorberlas. élites -recordemos su
gregarismo (Si las
Las estructuras de tendencias tecnocráticas
del fascismo parecen
poder externas al
estar en conflicto con su
estado son potenciales pulsión antirracionalista,
rivales del propio poder entonces, en palabras del
estatal, por lo que los protofascista Moeeler van
estados siempre tienen den Bruck «tenemos que
ser capaces de vivir con materialismo y de los
las contradicciones»). principios formales del
51. Angelo Tasca, lo cuenta en “Los orígenes totalitarismo burocrático,
del fascismo”, Barcelona 1967. P 123 no adoptó la misma forma
que el comunismo ruso,
52. Domènech, 2004, 262-263. pese a las teorías de
53. Savariano, Franco (2011). «Algunas algunos críticos acerca de
consideraciones sobre la revolución un supuesto totalitarismo
fascista» (https://www.redalyc.org/pdf/859/8 compartido. Sin embargo,
5920910003.pdf). Nóesis. Revista de hubo algunas formas
específicas en las que el
Ciencias Sociales y Humanidades nacionalsocialismo tenía
(México: Universidad Autónoma de Ciudad paralelismos con el
Juárez) 20 (39): 43; 45. ISSN  0188-9834 (http comunismo ruso, en
s://portal.issn.org/resource/issn/0188-9834). medida mucho mayor de
54. Sobre la teoría fascista, y posteriormente lo que podía tener el
leninista, y tercermundista, de las fascismo. En la siguiente
lista se sugieren algunos
«naciones desposeídas» y «proletarias»: de los parecidos y
paralelos: [] 5. Adopción
Aproximadamente hacia de la teoría de las
1910 la mayor parte de naciones desposeídas y
los sindicalistas proletarias, que Lenin no
revolucionarios había hizo suya hasta después
renunciado al marxismo, y de que se hubiera
ya en 1907 algunos de introducido en Italia
ellos habían empezado a
explotar el concepto de la El fascismo. Pg 66. Por
“nación proletaria”, Stanley G. Payne. 1980.
elaborado inicialmente Alianza Editorial, edición
por Enrico Corradini y de 2009.
algunos de los
nacionalistas más En los años 60 y
derechistas. Según esta principios de los 70
idea, las verdaderas también se atribuyeron a
“diferencias de clase” no los
revolucionarios
se daban entre sectores estudiantiles grandes
sociales dentro de un país posibilidades de adoptar
atrasado y débil como el papel de neofascistas.
Italia, sino más bien entre Entre sus características
los pueblos de las supuestamente fascistas
naciones desarrolladas, figuraban la formación de
imperialistas, capitalistas, la ideología por la acción
“plutocráticas”, y los y no por la teoría, el
pueblos de los países antiintelectualismo, el no
atrasados, explotados y racionalismo, el
colonizados. Esta actitud voluntarismo y el
se ha convertido en un activismo, la tentativa de
concepto político clave del trascender tanto el
siglo XX, y ocupaba un liberalismo como el
lugar central en el marxismo en busca de un
pensamiento de los nuevo futurismo, la
fascistas italianos. fascinación con los mitos
El fascismo. Pg 29. Por y los héroes, el
Stanley G. Payne. 1980. reclutamiento mediante
Alianza Editorial, edición un “generacionismo de
de 2009. clase”, el uso de la
violencia, el odio a las
plutocracias, la defensa
de las doctrinas de las
A su vez, el régimen de naciones proletarias en
Hitler, con su rechazo del pro de los nacionalismos
marxismo y el
del tercer mundo o intenciones y que su
comunistas, y el apoyo al intervención ha salvado la
militarismo extremo entre civilidad europea por el
estos últimos. La lista no momento. El mérito que el
dejaba de ser fascismo se ha ganado
impresionante, pero con ello continuará
carecía, por lo menos, de viviendo para siempre en
un número igual de la historia. Pero la política,
puntos en los cuales los que ha traído salvación
estudiantes radicales momentánea, no es de un
diferían tipo tal que el permanente
fundamentalmente del aferramiento a ella
fascismo.
El fascismo. Pg 130. Por pudiese ser promisorio. El
Stanley G. Payne. 1980. fascismo fue un recurso
Alianza Editorial, edición de emergencia del
de 2009. momento; verlo como
algo más sería un error
fatal.
55. Caos planificado: Fascismo (Parte 8 de 11)
(http://www.mises.org.es/wp-content/upload 57. Hobsbawm, op. cit. pg. 135
s/2013/06/Caos_Planificado.pdf), Ludwig
58. Loco Motive (http://www.snopes.com/histor
von Mises
y/govern/trains.asp), que niega la realidad
56. En concreto, Ludwig von Mises señalaba del mito, atribuye una de las formulaciones
esto en su obra Jena Fisher, ed. (1927). de la frase en inglés a Montagu y
«1.10 Das Argument Des Faszismus» (htt Darling.Railways and dictators: Germany
p://docs.mises.de/Mises/Mises_Liberalismu and Italy between the wars (http://www.yor
s.pdf) (PDF). Liberalismus. p. 45. ISBN 978-3- k.ac.uk/inst/irs/irshome/features/readings/ar
89665-385-7. chive/dictators.htm), reproduce artículos de
prensa anglosajona de la época uno de los
Es kann nicht geleugnet cuales refleja la presión contra los
werden, daß der renuentes trabajadores de los ferrocarriles,
Faszismus und alle
ähnlichen
calificados de parásitos: «Mussolini
Diktaturbestrebungen voll “sacked” many railway employees, giving
von den besten Absichten them allotments and turning them from
sind und daß ihr parasites into producers» (en «Mussolini
Eingreifen für den and Italy’s railways», artículo de The
Augenblick die Railway Gazette, 4 de abril de 1924, pág.
europäische Gesittung 497).
gerettet hat. Das
Verdienst, das sich der 59. Expresión utilizada en el título de una de
Faszismus damit las obras de teatro del absurdo: La
erworben hat, wird in der resistible ascensión de Arturo Ui, de Bertolt
Geschichte ewig Brecht.
fortleben. Doch die Politik, 60. Expansión de los fascismos (https://web.ar
die im Augenblick Rettung
chive.org/web/20080202085627/http://ww
gebracht hat, ist nicht von
der Art, daß das w.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/308
dauernde Festhalten an 2.htm) en artehistoria
ihr Erfolg versprechen 61. Hobsbawm, op. cit. pg. 128
könnte. Der Faszismus
62. La expansión de los fascismos (https://web.
war ein Notbehelf des
Augenblicks; ihn als mehr archive.org/web/20080202085627/http://w
anzusehen, wäre ein ww.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/30
verhängnisvoller Irrtum. 82.htm) en artehistoria. Para el caso
español, Ismael Saz (Tres acotaciones a
No puede negarse que el propósito del origen, desarrollo y crisis del
fascismo y todas las fascismo español (http://www.cepc.es/rap/P
aspiraciones dictatoriales
similares están colmadas ublicaciones/Revistas/3/REPNE_050_177.
de las mejores pdf) (enlace roto disponible en Internet Archive;
véase el historial (https://web.archive.org/web/*/ Inquiries into Human Faculty and Its
http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/ Development (Investigaciones sobre las
REPNE_050_177.pdf), la primera versión (http facultades humanas y su desarrollo).
s://web.archive.org/web/1/http://www.cepc.es/ra 66. Jan Gross Los vecinos, citado en webislam
p/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_050_177.pd Obra sobre matanza de judíos divide a
f) y la última (https://web.archive.org/web/2/htt Polonia en dos (http://www.webislam.com/?
p://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/R idn=2713).
EPNE_050_177.pdf)).) trata brevemente el
67. Malefakis, Delgado y Navaro, Franquismo
asunto, citando Genio de España. o fascismo, op. cit.; Umberto Eco Fascismo
Eterno, op. cit.; Antonio Fernández, La
Ese mismo proceso es el Doctrina Fascista, op. cit (las conclusiones
que, muy probablemente,
lleva a Giménez Caballero racistas que se dedujeron de la
de Marinetti —su primer desigualdad de los hombres).
contacto directo con el 68. Fascismo eterno, op. cit.
fascismo— a Malaparte, 69. Concepto proveniente de Marcelino
de Milán a Roma, de la
modernidad al agrarismo, Menéndez Pelayo —Historia de los
de los comuneros al heterodoxos españoles—, que identificaba
César. Un proceso que, lo español y lo ortodoxamente católico. La
por lo demás, el propio identificación étnica del cristianismo era la
Giménez Caballero quiso tradicional en la Edad Media y Edad
ver seguido por el mismo Moderna: conceptos de cristiano viejo y
Mussolini, quien sólo al cristiano nuevo.
«romanizarse» habría
llegado a comprender la 70. Vicenç Navarro «La Gestapo en España»
verdadera misión (http://www.memoriacatalunya.org/articles/a
universal del fascismo. rt10.htm), El País Cataluña, 26-02-2003.
Rodolfo Serrano «En busca del 'gen rojo'.
… asumir el conjunto Antonio Vallejo-Nájera dirigió en 1938 un
de aspectos de la estudio sobre prisioneros de guerra para
ideología fascista que determinar qué malformación llevaba al
la alejaban de toda marxismo» (http://www.elpais.com/articulo/
concepción política espana/ESPAnA/SOCIALISMO/GUERRA_
progresista —elitismo, CIVIL_ESPAnOLA/COMUNISMO/FRANQ
agrarismo, UISMO/busca/gen/rojo/elpepiesp/1996010
irracionalismo… 7elpepinac_22/Tes/), El País, 07/01/1996.
También se refiere al asunto, citando como
los psiquiatras involucrados a Antonio
Valléjo-Nágera y a Juan José López Ibor:
La trágica película Surcos es un ejemplo Beatriz Preciado (2008) Testo yonqui,
de cómo la intelectualidad falangista de los Madrid: Espasa, véase resumen en el
años cuarenta y cincuenta concebía el artículo «Farmacopornografía» (http://www.
asunto. elpais.com/articulo/reportajes/Farmacoporn
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Enlaces externos
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Fascismo.
Wikisource contiene la Resolución del Parlamento Europeo sobre la importancia de
la memoria histórica europea para el futuro de Europa.

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