Durante este periodo, por la ampliación del Estado y sus gastos, especialmente por las
guerras, vemos un enorme incremento de necesidades del erario, que obliga a la
búsqueda de nuevas entradas, con mayor regularidad y periodicidad.
Esto se obtiene aumentando el conocimiento de los réditos de las economías privadas
mediante relevamientos fiscales y con la transformación de los tributos de extraordinarios en ordinarios y estables.
Un hecho importante de este periodo es la transformación de los donativos,
concedidos por el Parlamento al príncipe, de extraordinario en impuesto ordinario, periódico.
Estos donativos, aparte de los pagos normales, se concedían para la coronación, el
matrimonio o el nacimiento de un heredero; pero luego se empezaron a exigir por el comienzo o final de una guerra, para la construcción de obras, para la dote de princesas, para visitas de otros reyes y con otros pretextos similares.
Generalmente los pedidos de donativos aumentaban con el debilitamiento de los
Parlamentos y terminaron por transformarse en un sistema regular de imposición, aplicado cada dos, tres o diez años.
Erario: Conjunto de haberes, bienes y rentas pertenecientes al estado.