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SALA PENAL
IANUS. N° : 8034890
RESULTANDO
Que, la parte recurrente ha venido a señalar agravios en cuanto a la vulneración del debido
proceso en sus elementos como el principio estatuida dentro del debido proceso como del
derecho, a la seguridad jurídica, también a una falta de motivación, fundamentación y
congruencia de la resolución ahora recurrida y a la aplicación objetiva de la Ley, en mérito
a hacer sus observaciones con relación al art. 232 en su núm. 6 respecto al quantum de la
pena y sobre la cual no procedería la detención preventiva, conforme a sus fundamentos del
art. 235 núm. 2 que habría sido fundamentado en la imputación formal, para determinar
plazo solicitado por el Ministerio Público así como el lugar de detención preventiva el
Centro de Rehabilitación varones Mocoví, también se amenace el principio de
proporcionalidad entre los hechos y las medidas cautelares adoptadas solicitando que se
tomen en cuenta diente jurisprudencia como ser la 276/2018-S2.
A lo que el Ministerio Público ha contestado en audiencia tratando de explicar la relación
fáctica de los hechos, las circunstancias en las que fue encontrada la victima donde se
evidencia una supuesta comisión delictiva en contra de la integridad física de la víctima, el
procesado habría incurrido en el incumplimiento de Medidas de Protección y la falta de
arraigo natural sería parte de la obstaculización para dar curso a la investigación, por lo que
el juez de primera instancia habría hecho cumplir la Ley y habría hecho justicia con la
detención preventiva del señor procesado.
A lo que la parte querellante en este caso también señal que los hechos fueron suscitados en
presencia de testigos de cargo que en base a la declaración ampliatoria del procesado no
habrían testigos presenciales, sin embargo el hijo menor de edad del procesado y la víctima
habría sido el único testigo presencial del supuesto hecho.
Ahora bien, la querella si bien es evidente de que se ha presentado por parte precisamente
de la presunta víctima, primero no nos olvidemos que esta querella tiene un trámite previo a
sí admisión, así puede ser incluso a objeto de observación en un plazo determinado por
Ley, en segundo lugar está querella también debe ir acompañada con la debida prueba,
porque no nos olvidemos que la carga de la prueba corresponde inequívocamente a la parte
acusadora, tenemos en mano la querella criminal y vemos que no adjunta prueba alguna
con relación a los hechos atribuidos presuntamente delictuoso, se limiten adjuntar una
prueba fehaciente del daño Psicológico emitido por un perito en el área psicológico y en
ofrecer pruebas testificales, las cuales entendemos que hasta el momento no fueron ni
siquiera llevados a cabo como actos investigativis por parte del Ministerio Público, ahora
bien, tampoco dejemos de lado que cuando se trata de delitos de acción penal publica la
determinación de un determinado hecho o hechos en esta etapa precisa de una Imputación
Formal corresponde única y exclusivamente al representante del Ministerio Público, eso se
encuentra determinado en el art. 302 inciso 4 del C.P.P. modificado por la Ley 1173 en su
art. 12, evidentemente está calificación es provisional y no definitiva considerando que
puede variar en el transcurso de la Etapa Preparatoria e incluso antes de presentar la
Acusación o a momento de dictar sentencia cuando los jueces ejercen en su potestad de
juzgar hecho y no delitos, además apoyados por el principio de Iura Navid Curia, pero en
esta etapa la Ley es Taxativa en señalar en el art. 302 inciso 4 que está calificación
corresponde única y exclusivamente al señor representante del Ministerio Público, en ese
contexto se evidencia que en cumplimiento a la congruencia externa en este caso entre
peticionado y lo resuelto, máxime si tomamos en cuenta que por Ley los jueces no podemos
agravar la situación jurídica del procesado cuando este no ha sido debidamente solicitado y
fundamentada por el Ministerio Público, en éste sentido si se va a reparar el agravio
respectivo al núm. 5 del art. 232.
Ahora bien en cuanto al art. 235 inciso 2, también seguimos con la Imputación Formal
vemos que se ha solicitado la concurrencia de riesgos procesales del peligro de fuga del art.
234 en su núm. 1 y 2 arraigo natural; núm. 4, 5 y 7 el peligro efectivo para la víctima y la
sociedad; es evidente que el Ministerio Público no habría señalado la concurrencia demás
del riesgo procesa establecido en el núm. 2 del 2235, por lo que de igual forma la autoridad
jurisdiccional de ninguna manera podría haber agravado la concurrencia de más riesgos
procesales, la cual por Ley debería además de ser fundamentada, dwbidamne probada con
elementos circunstanciados; preciso, confiables, conforme la Ley determina objetivamente
para determinarse a su concurrencia o no, por lo que también se encuentra agravio que
reparará este otro riesgo procesal que fue erróneamente fundamentado, un agravio del
derecho a la defensa del procesado.
Ahora bien, en cuanto al art. 233 núm. 3, a partir de la modificación de la Luey 1173 y al
determinarse que la detención preventiva deba establecerse con un plazo, este plazo a la
detención preventiva también debe estar debidamente fundamentado en el sentido de
señalar expresamente los actos investigativos que va a llevar en tiempo dentro de este plazo
que tenga que llevar la detención preventiva, remitiéndonos a la Imputación Formal el
Ministerio Público ha solicitado el lapso de 6 meses en cuanto al plazo de la detención
preventiva, mientras se realiza los diferentes actuados procesales, es decir es bastante
abstracta esta fundamentación de estos actos investigativos porque realmente es casi en un
menor tiempo al solicitado por el Ministerio Público, por lo que tampoco era lógico y
coherente solicitar la detención preventiva de 6 meses, sin tomar en cuenta que los actuados
procesales solicitados por el Ministerio Público toman un tiempo menor al señalado por el
mismo; la autoridad Ad Quo a determinado la detención preventiva en el centro de
Rehabilitación varones Mocoví, es decir volvemos agravar la situación del procesado quien
también le asiste los derechos de observar su arraigo natural como ser familiares, la defensa
técnica de confianza, trabajo, etc., todo lo que él pudiera contener dentro de la ciudad de
Trinidad, cabe referirnos también al principio de proporcionalidad, en tomar en cuenta los
hechos delictivos y los tipos de medidas cautelares de carácter personal que ameritan esos
hechos, no ha contestado porque se ha insertado por el riesgo procesal del núm. 2 del art.
235 y tampoco se ha pronunciado acerca del plazo con relación a la detención preventiva
las cuales han sido señaladas como puntos de agravios por la parte recurrente.
Ahora bien, pesar de ello también se observa de que en los cuales además no ha sido objeto
de apelación la concurrencia de otros riesgos procesales como los numerales 1, 2, 4, 5 y 7
del art. 235, por lo que tiene por superstites la concurrencia de estos riesgos procesales para
determinar la aplicación de medidas cautelares, pero diferentes a la detención preventiva
conforme se señala dentro los parámetros legales del presente auto de vista por no
corresponder de momento la aplicación de esta detención preventiva en mérito al art. 232
núm. 5 por los fundamentos desarrollados precedentemente.
POR TANTO.-
La suscrita Vocal de la Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia del Beni, con las
atribuciones conferidas por la Ley resuelve en REVOCAR EN PARTE el auto
Interlocutorio ahora recurrido para determinar las siguientes medidas:
La Prohibición de comunicarse con los testigos, con la parte víctima y con las personas que
también puedan encontrarse en relación a la presente causa.
Se la va arraigar al procesado bajo la Prohibición de salir del país sin autorización previa.
Por último se va a determinar por Secretaría se faccione también la debida orden de arraigo
para del procesado.