Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ver tele fragmenta, fisura. Pero no fragmenta por los malos valores: fragmenta por
el tedio que produce, fragmenta porque satura, fragmenta porque todo se vuelve
igual como el zapping, y no se sabe cómo salir de eso. Pero sin embargo, “esto” es
mejor que estar disperso. Estar conectado al zapping genera sufrimiento porque
todo se vuelve igual, pero al menos eso es una mínima conectividad, es una
mínima cohesión ante la dispersión general, ante una amenaza de superfluidad, de
extinguirse que nos alcanza a todos.
Por consiguiente, el desafío que se nos presenta es cómo educar al aburrido, a esa
figura que se nos presenta como la figura sintomática de la subjetividad
contemporánea. ¿Qué hace la escuela con el aburrido? ¿Cómo es la pedagogía del
aburrido? ¿Qué se hace con este sujeto que está conectado, que está abrumado,
saturado en la conexión, aunque sin embargo eso sea mejor que extinguirse en la
dispersión general de la información?
Para entender un poco más sobre la figura del espectador podríamos pensar en la
diferencia que hay entre la conexión como modalidad de ligadura al flujo de
información, y las marcas. Las marcas constituyen la subjetividad de las sociedades
disciplinarias. Para que una práctica deje un rastro, una huella, es necesario la
repetición, pues la repetición deja marca. Pero para que algo se repita es necesario
que el sentido de lo que se va repitiendo permanezca; si no, la práctica no se
constituye en una marca.
En condiciones de fluidez nada deja marca: todo se siente pero no hay capacidad
de intelección. La saturación es la experiencia de un sensorio totalmente saturado,
pero a una velocidad tal que la conciencia no puede percibir de qué se trata. La
experiencia del aburrimiento, de la superfluidad, de la saturación, es entonces la
experiencia de un medio que no anuda, que no conecta, que no traza, que no deja
huella. En este medio tan fluido, cualquier operación que induzca un sentido, que
anude, que cohesione, es una operación subjetivante. Pero hay que pensar de qué
se trata la ligadura, la cohesión, el encuentro, el diálogo con otro en estas
condiciones de fluidez.
Cristina Corea