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relocate Ff ? : & E 3 satin Sued ation Bose Rs x e202 Sepsabe ton thane pane) ‘aaa re de indi ran afin dun monde commu (Benard Gasset) et cage, publi dans le cai Pore oid potion Vitara Ocampo enil Soutien de stat fromas Aetna ist oa, pubes ene mare del rogram de yates a pbleacin Veto Oeamp, eta cn ol oye deat Fant dpe. © tations Gat & angele, 2020 cap hey Eto, 2022 aja Negra Editora Buenas Ales / Argentina info@eajaneqraediton.com.ar wo: cajanegraeditora.comar oirecion Editorial: Ding Esteras / Ezequlel Fanego Froducién:Nalona Rey ‘ooudinacién: Safa Stel Diseho de eoleecion: Consuelo Parga Disefio de tapa: Emmanuel Prado Maquetacl6n: Cecilia Espsito Coreecin: Mariana Galtin y Eve Nosso ERIC SADIN LA ERA DEL INDIVIOUO TIRANO ELfin de un mundo comin Traduccién / Margarita Martinez neal E PROIEBS tnorce [NTRODUCCION. Un totalitrimo deta multitaad PARTE 01 - MITOS Y SINSABORES DEL |NDIVIDUALISHO LIBERAL 1, La flceién fundadora 2. a atraccdn dela promesa 3. La proeba per medio dela experiencia 4 “Usted suefan con un fututo de eupenercado™ 5. Mo Country for Old Men 6 Boe mundo cay hétoe es uted ‘PARTE 02 - LA EBRIEDAD DE LAS REDES YY LA CENTRALIDAD DE U0 MISO 1. La stbitasensacion de una suficencia 42 ono mismo 2. 1a jen todo 3. Hl mundo te petenece 4 Plitias del elie PARTE 03 - LAS TECNOLOGIAS DEL RESPLANDOR DE Los ssefartus 4. laesferzaion de a vida 2, Facebook: un capialismo de ta catrsis 23: Titer el triunfo de La palabra sobre la acca, 4, Instagram: el iberalisno de uno mismo 5, La egacién dl peje 6 La desfachater de uno msm 195 aa 21 249 PARTE 06 ~ LAS TABLAS DE MI LEY 1. BLadvenimiento de “particulates autoritarios") 2. gio implosivo 5. La ingobernabiidad permanente 4, Tahara del poder total ‘PARTE 05 - EL TIEMPO DE LAS “VIOLENCIAS acirmas 1, Hastioy aesinatociego 2, H mero devencadenamient de los cwerpas 3. BL furor de todos contra todos comcuustoe ‘Una imperosa politica del testimonio Aavaecinientoe | No podem olvidat, no, no et peible. Esa sfrimientos algon dia clamaran venganza, Emile Zola, Ht vente de Pais Las solucionestotaitaris pueden sobrevvir muy bien a a caida de los regimenos totaitarias bajo la forma de tentaciones fuertes que surgi cada vez que pareasa imposible allvat la miseiapoi- tia, coca y econémica de un modo que sea digno del hombre, Hannah Aten, Ls origees del ttaitariema La acc dela sociedad no puede tener tugat sino mientras haya un contrat de sociedad. Digesto romano (VEL 2,31) Yo hay nada menos independiente que un ciudad Libre, Un ‘Gudadano libre noes independiente, proceamente porque siempre std involcrad en alguna colaboracia con los dems ciudadanos. Y de esta colaboracién puede nace el bienestarcolectvo, ‘loss de Toequeile, Ht atiquo régimen yl revlucin “7 LA FICCION FUNDADORA [7000, PRACTICAMENTE, SALIO DE AHE Para lograr que un grupo amplio de personas permanezca unido, no basta con un dnico aparato de normas y obli- 4gaciones. Los seres humanos, para fundiree en sitwaciones colectivas sin oponer demasiadas resistencias, tienen ne- cesidad de bosquejar ta perspectiva de un horizonte ra- diante s6lido en potencia movilizadora. Es el horizonte por el cual, consciente o inconscientemente, nos decimnos ‘que vale la pena desplegar nuestros esfuerzos a lo largo de los dias 0 de ta vida. Toda sociedad se debe dar a si mis- ma el presagio de una esperanza, a falta de lo cual todos ‘terminarfamos por perder el apetito y podriamos vernos invadides por el rencor o las ganas eventuales de cortar todo lazo. Bs entonces cuando los dispositivos jurdico-po- liticos responden a la funcién de dar cuerpo a la exeencia de un mundo mejor por venir. Permiten plantear bases sélidas y poner en marcha la accién de todo. “La libertad natural del hombre consiste en no re- conocer ningtin poder soberano sobre la Tierra, y en 20 estar atado a la voluntad o a la autoridad legislativa de nada".” Esta afirmacién de John Locke sella el origen de la ambicin moderna que pretende garantizar a to- dos el derecho inalienable a una autonomfa completa. EL ‘Segundo tratado sobre el gobierno civil se publica en 1690, algunos meses después de que el Bil! of Rights (Ia Decla- racién de los Derechos) diera a los ciudadanos ingleses una respuesta formal a esa misma aspiracién. Locke implanta este acto fundante de una teorfa del individuo cen sociedad ("the individual, escribe a veces), que pue- de gobernarse libremente seguin su sola conciencia, pero dentro de un conjunto unido por valores comunes. Sin embargo, en el mismo texto, Locke atempera estas tonalidades Liricas para aportar uma precisién de enver- sadura e insistir sobre un principio cardinal: el derecho a la propiedad privada, el derecho de hacer fructificar los propios bienes, de lo cual se eneficiaré inevitablemente la colectividad entera. Un siglo mas tarde, este axioma § sera postulado desde nuevas bases por Condorcet culmi- nando la Revolucion Prancesa: “El hombre debe poder des- plegar sus facultades, disponer de sus riquezas, proveer a sus necesidades con entera libertad, El interés general de cada sociedad, lejos de ordenar y do restringir gu ejexcicio, prohibe, por el contratio, atentar contra ello”? Desde su otigen, el individualismo liberat prohibia y ratificaba en un mismo movimiento la igualdad de dere- cho y lz desigualdad de facto, Pretendia preservar a la vez las herencias adquiridas por el nacimiento y favorecer la iniciativa privada, al misio tiempo que se negabi a org2- nizar las condiciones de wun equilibrio adecuado entre los recursos de todos, con el pretexto de que la sociedad, un dia w otto, terminaria por beneficiarse con la riqueza de 3. ohn Looks, Segundo trata sve a gobierno cl, Mai, Teno 8 ela de Condwcet, Basque de wn cud itso de os ogee tests hunno, slo, TE 1987 algunos, conforme a un dogita que conoceria durante lar90 tiempo una gran fortuna, Esta concepci6n estaba presente ide modo ejemplar en las consideraciones de Tocqueville, fquien estimaba que “el individuatismo democrético” inevi fablemente contribuitia a instaurar siempre mayor igual- dad entre los ciudadanos.” La realidad fue menos feliz: rmostraria un mundo adoquinado de disparidades, pero que ada cual podria enderezar para su beneficio, en teoria, por medio de los propios esfuerzos. Este montaje doctrinal dard su robustez al andamiaje del conjunto. Dicha corrien- te ideoldgica provalecera y sabra nuclear gran éantidad de fuerzas alrededor de ella para expandlirse plenamente en tos albores del siglo XIX. Su ley, pronto dominante, seria anunciada por boca de Thomas Jefferson, que se convierte en presidente de los Estados Unidos en 1801. Dentio de una fe tipicamente protestante-empresaral,adelantaba que cada uno era “l li Ine gobiemo de st misino" en un pats en el cual la potencia tendria que edificarse sobre la audaciay Ta asuncién de ries- 490s individuales. De ahi en mas, este credo estructuraria cl avance de las grandes naciones industriaes, oganizando et ‘apogeo de la burguesia asi como ta acumulacién de capitales por parte de una minorfa, Muy pronto, el proceso de indivi- dualizacion ~en su origen, srgido de un espftitu humanista «que se suponia animado por un ideal de Ubertad y armoria— se confundio con la bisqueda institucional del beneficio, porque lo que se prodyjo fue una competencia cada vez mas tencarnizada entre los sores humans, la expresién desen- frenada de los inteeses particuares, la generalizaciOn de Injusticias escandalosas y de condiciones de trabajo envile- cadomas. Las novelas sociales de la 6poca, las de Balzac, Zola, Dickens o Tolstoi, entre otra, describieron estos fendmenos a través de los destinas singulares de aquellos héroes que 9, lei defraud, a democrca en Aric, vend pats ca. 1 asia, FE, 2059, J una tension feliz entie la Ubre disposicion de uno mismo Duseaban abrise un camino en esa junglaimpiadosa a fin de hhacer fortuna y gloria, o solo de sobrevivi. En este aspecto, al contrato social modeme le faltaban ‘términos, principalmente el del imperativo de equidad. Des- de entonces, la ecuacin se rovel6 trunca y sesgada, Por esa raz6n, muy pronto se manifestaron posiciones que promo- vian modelos basados en aspitaciones completamente dife- rontes. Los socialists, los anarquistas, también ciertas co- wmientes lamadas “conservadoras", denunciaron un etgaiio filosfico-politico ast como el advenimiento de una "socie- dad de individualistas’ que trabajaban para una “deseompo- Scién espiritual” y social. retenderin defender los valores e la mesura, de la cercania y de la solidaridad; incluso, ‘como Proudhon, de la asociacion federativa y fraternal, Sin embargo, pese a todos los embates de las que era objeto, el individualismo democrético, supuestamente edificado sobre yeel interés general, revesta tal poder de promesa que ad ‘quiria pricticamente el rango de una verdad indiscutibe, EL. Liberalistto politico seria mayortario en Occidente desde las laces y a lo largo del siguiente siglo, adquviendo toda su ‘envexgadura, por ejemplo, en la Francia del Segundo Imperio ¥y del Paris ventilado y totalmente abierto al comercio det baron de Haussmann. Habfa legado la hora de la celebracion Gel progreso, destinado, a largo plazo, a beneficar a todo el género humano y respecto del cual las Exposiciones Univer- sales, que macian por entonces, pretencian dar testimonio con fasto y esplendor, contribuyendo especialmente, por su ‘impacto y frecuencia, a expandir una fe positivista, Esa fe hizo escribir a José Ortega y Gasset en La rebelion de las masas que “fue el llamado individualismo el que entiquecié al mundo y a todos en el mundo". 10, José Ortega y Gasset, La vebeién de las masas, Buenos Aires, Espasa (lpe 1947, p34, ‘A posar de todas las oposiciones y algunas experien- ‘as de espiritu socialista, como el Prente Popular en Fran- ia en el transcurso de la década del treinta, parecia darse por sobreentendido que se trataba de una formula insu- peiable, En ese mismo momento, el totalitarismo nazi yl dirigismo toviético trazaban caminos diametralmente di- ‘yergentes que hacian caso omiso de la singularidad y dig- hidad de las personas. Al dia siguiente dela Segunda Gue~ tra Mundial y en un estado de caos genezalizado, esto era tuna certeza: ningGn otro régimen, ademés del Uberaismo politico, estaba tan preocupado por operar la salvaguarda de las Uibertades incividuales y del bienestar colectivo Hacia falta volver a darle vigor aportandole correctivos saludables inspirades en ciertas derivas pasadas y la pe- noria y la angustia de entonces. Una vez mas, las inten- clones parecfan loables y aparentaba asomar nuevamente tun horizonte de esperanza. Pero quizis estaba escrito en sus mismos fundamentos que esta flosofia politica estaria amada, a lo largo de ciclos repetidos, a desmentir todas esas expectativas. D cobtuvo et lamado “premio Nobel de Economia” después de haber afirmatio que, lejos de los imperativos de redistribu. | cién social de la riqueza y otras pamplinas humanistas, el | modelo que él preconizaba constituta, de aki en adelante, el nico horizonte razonable y abordable. Muy pronto, se. | tia adoptado més o menos abiertamente por un nero creciente de gobiemos de todo el mundo, Habia llegado la hora del individualismo liberal radical o desacomplejado Ylegarfa a tal punto que, con toda seguridad, haria revol- verse en su tumba a John Locke. 1 NO COUNTRY FOR OLD MEW [GIRO NEOLIBERAL Y ADVENIATENTO DE UN NUEVO ETHOS INDIVIDUAL} J Cuando para responder a ciertos intereses o, mas ampliamen- te, para etemizar un modelo de sociedad, se quiere mante- ner tn registro de las creencias colectivas, y cuando estas son objeto de suspicacia,entonees no hay sino dos alterna tivas. 0 buscar darles un segundo aliento, de buena fe o de ‘modo tramposo, a través de algunas acciones concretas 0 de promesas vagas, y después esperar que muevamente despier- ten adhesion; o bien juzgar que sus postulados no pueden sino ser objeto de desconfianza, y entonces se decide eigir- las al rango de verdades indiscutibies sin contar ya con el asentimiento de nadie. En 1979, Margaret Thatcher accede a puesto de primer ministo del Reino Unido pensando en terminar con el ideal de armonia social que habia leva- o al desorden y pensando también en poner término a las restricciones que supuestamente habian reprimido todo el poder de iniiativa propio det individualismo liberal. Un afo| ‘nds tarde, Ronald Reagan es electo en la Casa Blanca. Sus spin doctors hablan forjado, para su campatia electoral, et slogan “Make America Great Again", dando a suponer que todos los sinsabores precedentes provenian de esa biisque: da infructuosa de equilibrio. De ahi en adelante, convendria soltar las riendas a fin de facilitar la creulacion de capitales ¥ de reducir los qastos pblicos que eran una sangria para ‘empresas y fortunas personales situadas en los puestos de avanzada de la ceacion de riqueras. HL economista y filosofo Friedrich Hayek, en su Ubro Derecho, legislacion y libertad," cuyo timo tomo fue pu- blicado en 1979, habia recuperado desde nuevas bases la = teorla de la "mano invisible” y se habia aferrado a dofen- der el principio de un “orden espontaneo” que animaba el mercado. Todavia celebraba el “caricter natural” de la persecuci6n del interés particular, presentandola come el fundamento necesario y “ético” de las sociedades plena- mente “libres y abjertas” Estas ldgicas no llamaban a la ausencia de marco institucional, sino todo le contrari, wocaban la implementacién de dispositivos politicos y juridicos destinados a garantizartos. Fue el advenimiento del ordoliberalismo, que favorecta la flexbilizacion de las reglas que presidian el detecho al trabajo, la desrequla cibn de numerosos sectores de la actividad, la cieulacisn de capitates a escalaplanctaria, y que permitfa particular- mente a las empresas organizar ta produccién ahi donde las condiciones se juzgaran mas ventajosas. Habia otras disposiciones que generalizarian situaciones de precarie- dad asi como instaurarian una competencia desleal entre la mano de obra de los pafses del norte y del sur, en opo- sicién a los prineipios enunciados algunas décadas antes porta Declaracion de Filadelfia Bran disparidades de hecho cuyos efectos perver- sos Simone Weil habia detectado muy temprano, en et 2, redrichagust Maye, Derecho, nsacin y Werod, ai, Daa tess 2014 transcutso de los afios treinta. “Los paises en las cuales {gs tmbajadores son miserables ejercen, por su mera exis fencia, una presion perpetua sobre los paises de progreso social.” Lo que caracterizaba a esta religién econémi- go-politica es que ya no pretendia emerger de un "con- trate social” sino que pretendia imponer sus preceptos ‘ostara lo que costase y se pensara lo que se pensase. Este jue et sentido de la formula “There is no alternative”, que ‘pronuncié por entonces Margatet Thatcher. Entonces, 0 bien uno se plegaba en vistas a sacar ventajas de la situa- {no bien se alejaba del terreno de juego. Los lamentos: {ylas veivindicaciones ya no formaban parte de esas reglas. Bste dogma se impuso a tal punto que se convirtié en el ‘yademéeum de las grandes instituciones intemacionales ‘y se extendid a ottas naclones accidentales. Por ejemplo ‘y de modo malicioso-, en Francia: en 1983, el presidente ‘alificado como “socialista’, Frangois Mitterrand, decidi6 femprender el “giro hacia el rigor”, Fue un brusco cambio de frente que provocd la desilusion de aquellos que le Fabian dado sus votos y que habian celebrado, tan solo dos aflos antes, su victoria con el corazén lleno de espe- ranza. Fue el signo de que, de alf en adelante, la politica ocuparia un lugar inisorio en relacion con los muridos del capital y de las finanzas, los tinicos aptos para trazar el camino corzecto a adoptas. La sensacion de traicion no se rmanifest6 directamento sino que se injerté también en la ‘memoria sedimentada de todas las deceptiones sucesivas. Solo hoy entendemos hasta qué punto los pueblos no siem- pre reaccionan en el momento mismo a los acontecimientos de importaneia, sino que se dan al tiempo de observar, de esperar o bien, por falta de disponibilidad o medios, dejan la responsabilidad de hacerlo a las generaciones siguientes para que reaccionen como mejor les parezca, en el caso de {Ue las cosas estén dadas a perdurar o incluso a agravarse 22, Simone Well La condin ober, Model, ata, 044 En ese entorno que se habia vuelto competitive a es. cala planetaria, y que mostraba cdmo los robots sustitufan oficios muy penosos dentro de las cadenas de montaje y ‘mo la informatizaciOn favorecia la implementacin de métodos basados en la evaluacién individualizada de tas ‘conductas, habia legato el momento, para los asalaria- dos, de volver a evaluar desde ta base sus pretensiones y de tomar parte plenamente en la lucha econdmica que se iniclaba. De ahi en més, esa relacién no seria frontal y ya no opondria, de un lado, a la dizeccién y, del otto, alos agentes. Las visiones opuestas se derivaban de una ép0- ca perimida. Como un nico hombre, todos se alineaban ahora sobre los mismos objetivos. Fl mayor dinamismo de la empresa requeria la movilizaci6n activa de todos. EL trabajo resultaba de una obra colectiva ~casi comunitaria, segin los nuevos teéricos del management- y, con esa finalidad, habia que dar continuamente lo mejor de uno nismo y permitir que se expresaran sin trabas los propios talentos. Era difcil discutir esta orden dado que se supo- nia que respondfa alas aspiraciones de la época: no solo la de ejecutar de modo pasivo consignas, sino también la de dar testimonio, tanto como fuera posible, de las propias capacidades. La libre expresién de sf mismo inicialmen- te promovida por el individualism liberal se desplaz6 y tomé la forma de un mandato: hacer valer la propia poten- cia de inventiva y las propias facultades de adaptacién con el tinico objetivo de responder a pliegos de condiciones previamente definidos. Los sindicatos parecian haber sido tomados por sorpresa y se desafectaban cada vez més, y Aesde el momento en que sus luchas politicas pasadas solo hhabian derivado en cansancio y muy magros resultados, se ‘aba por sobreentendido que habia que abocarse en cuer- po y alma al culto de a performance naciente, Vefamas la prueba de su valor en la figura del winmer ~el emprende- or leno de audacia, listo para hacerse cargo de todos los desafios-, quien, pese a las dificultades que encontraba, + fexminaba por conocer una success story. ra la demostra idan patente de que, por medio de la voluntad, cada cual, fuera cual fuere su condiciOn, podia “triunfar” si ponia © oraje y tenacidad, en una sociedad que descansaba ahora iy antes que en cualquier otro principio en el grado de determinaciOn de los individuos. Fue entonces cuando comenz6 a cristalizarse un fen6- meno que tuvo primero una apariencia discreta, pero que {uego no dejé de ganar importancia: ta constitucién pro- sresiva de un nuevo ethos individual. Las personas busca- ban ser parte activa -de distintas maneras~ en la vida de aciudad, menos por medio del ejercicio de su trabajo, su {mplicacin en la vida asociativa o militante, por ejemplo, aque centréndose en su vida intima. Como wn sistema im- placable no deja de ejercer su coacci6n y de producirago- tamiento, fue preciso que los seres htumanos empezaran a ‘reer que, decididamente, la existencia no podia mostrarse siempre tan gélida. Se oper6 entonces un repliegue sobre la propia experiencia, la tnica incluso en poder ofrecer instantes de distensi6n y una més alta autoestima. Se sin- tio la necesidad de multiplicar las oportunidades de libe- rarse de las presiones y de expcesa la propia intevioridad sin restriceln alguna. Estas practicas ~que surgen de una invencion voluntaria y bastante mindscula de lo cotidi no, de fas teenologias del yo, para recuperar los términos de Michel Foucault- permiten respirar, recuperar la fe y ‘conocer algunos lapsos de intensidad en un mundo que parece cada vez ser ms incierto y tener menos sabor. Se aspiraba, solo, en pareja o en familia -o en lo que ‘quedara de ella-, a momentos preservados dentro del do- nicilio. Habia legado ta hora del cocooning, nocién forja= da por los estuilios de tendencias que no tardaron en Ue- var sus consejos a las marcas a finde satisfacer esta nueva pasion de la época. Es como si todos se hubieran resignado a devenirestoicos. En sus Conversaciones, Epicteto celebra n la figura del sabio que no se ata sino a las "cosas que so. lamente dependen de si mismo”, “cultiva el gobierno de st rismo” y pesmanece “atento a si mismo’. ¥ para eto vamos 2 centros de culdado personal y de macajes, practicamos yoga 0 meditaciOn, Vamos a esos lugares consagrados al Jfitness 0 a la musculacion que protiferan desde hace poco tiempo para expresar las fuerzas de otro moda que en el mero marco profesional. Nos gusta desplegar los propios esfuerzos, esta vez en vistas a una estricta satisfacciin personal: la escultura de la apaviencia. Y esta acrecienta el poder de seducciéa, incluso representa una ventaja en el mercado del trabajo: “Toda la historia actual del cuerpo es la de su demarcacin”, escribfa Jean Baudrillard en Et intercambio simbstico y la muerte. Era como si, frente a la extenstén de la racionatided econémica y a la dificultad de gravitar colectivamente sobie el curso de las cosas, los individuos sintieran una sed inreprimible por una bocanada de aire fresco. En este unto, los andlisis de Christopher Lasch, que establecian el advenimiento de un narcisismo de masas y la general zacién de un “ideal del Yo" Gnicamente concernida por si propio disfrute, solo se conectaban con algunos efectos € ignoraban los resortes en funcionamiento.®* No eza solo una vision bastante moralista sina que sobre todo no tenfa en cuenta las obligaciones de la vida cotidiana y el cimu- lo de desitusiones acumuladas a lo largo del tiempo, Mas que una sibita irrupcién de amor por uno mismo, se ha- cia sentir una necesidad de compensacién, Quizis estaba escrito, en ese mercado de la Historia, que esa necesidad de compensacidn se expresaria hastante mas tarde -hoy, quizas~ y con un vigor totalmente diferente, asumiendo formas menos inofensivas y alarmantes, La vida cotidiana 2 an Boll, Eames ya Eas, ote 24, Chlstopher Latch, La cultura del nercsom,Batsona, Ande Ella, 1998, ‘ge emparentaba con un juego de vasos comunicantes: se Juscaba ~cuando se podia y como se podia~ llenar por un | ado lo que se perdia todos los dias por el otxo ‘como por un curioso azar de la Historia, los consumi- ‘oes, en ese mismo momento, vieron como se les oftecia tu postbilidad de sostener selaciones mas individualizadas ‘om los productos y servicios. Las primeras computadoras personales les perinitieron gestionar facilmente los dife- fentes documentos propios y entregarse, recostados en un sof, a videojuegos de aspecto todavia sencillo. La gente se equipé con videocaseteras que permitian ver sin Limites| pelieulas elagidas por uno mismo. La FM pretendia respon- der a la realidad diversa de las poblaciones llegando a la czeacién de estaciones de radio dedicadas a certas comi- nidades de pertenoncia, religiosas 0 sexuales, por ejem: plo. Las eadenas de cable difundieron programas destina- dos a satisfacer a una gran variedad de gustos e intereses. Fue entonces cuando las técnicas dela comunicacion -mas alté de su poder de entretenimiento~ comenzaron también a funcionar como sopapas catarticas, cémaras de descom- presion frente a los sojuzgamientos cotidianos, haciendo tun giro que, dos décadas més tarde, asumirfa otras propor cones, La alianza de los productos congelados y del homno ‘a microondas hizo que las comidas domésticas pudieran ahora ajustarse al ritmo de todos. Emergi6 un entomo ‘qe se podia adaptar con flexiblidad a la propia persona “vivis Ubeemente sin represiones, escoger Sntegramente el modo de existencia de cada uno: he aqui el hecho social y cultural més significative de nuestro tiempo, la aspi- sacion y el derecho més legitimos a los ojos de muestios contemporéneos".” El individuatismo liberal, que aspira baa la autodeterminacion de los ciudadanos, pero dentro de un conjunto comin, tom de ahi en mis la forma de 25 Ges Lipwstay, Lao di voi, Beelon,anagiama £03, p. 8 6 una personatizacién de las conductas bastante indiferente a todo herizonte colectivo. $i hien puede tratarse, por cierto, de una despolitizacion masiva, e demasiado ca tegérico sostener que fue una “era del vacio", segin los terminos de Gilles Lipovetsky. Se trataba mis bien de una suerte de vesignacién modesta: nos conformantos con bus- car apaciguar, en lapsos reterados, algunos de los propios ankelos, en tiempo presente, y come al msargen del barullo del mundo, experimentando la secreta satisfaccién de no tenet, a priori, necesidad de nadie para ello, Este ethos implic6, poco a poco, la formacién de una “cultura de la personalidad”, en términos de Richard Sennett,** que se caracteriza por el hecho de que los indi- viduos ya no se ven reducidos a ser metos sujetos llama: os a alimentar, por medio de su trabajo, la maquinaria preductivista y consumista, sino que tambien deben ha- cer valer su singularidad. Por ejemplo, en et marco de los programas de radio que deciden abrir sus teléfonos a la audiencia. 0 en los estudios de television que, de ahi en més, recibirén a desconocidos que legan para narrar pablicamente episodios ms 0 menos {ntimos de sus exis- tencias. Se invita a todos, en diversas oportunidades, a dar testimonio de sf mismos y de su opinion. La sociedad ue, hasta entonces y en general de modo impersonal, efinta criterios de juicio con valor de verdad, empez6 a ratificar el hecho de que hubiera profusamente voces que de ahora en mas eran reconocidas como Gnicas y que se podian expresar tanto como quisieran y en total libertad, sin tener que confommarse ya con las eénones vigentes. Serin tos albores de un movimiento que en el inicio del ‘muevo milenio~ asumiré una envergadura esténdar y pla- netaria que cierta industria sabré organizar con ingenio, 26, Richard Sennett, dete del Yombre pb, Bacloa, Fein, 202, sla época del posmodernismo. En el campo de la cul- ‘ura, todos pueden componer a su gusto sin estar someti- os & normas del gusto que se juzgan “opresivas”. Confor~ jhe alo que hacen los DJ, se toma de aquty alld, se hacen samples, se reagencia segin el propio humor o inctinacio- yes. En arte, en disefio, en arquitectura, la gente empieza ‘a mezclar estilos y a gozar con las yuxtaposiciones de formas heterogéneas, como el arquitecto Robert Venturi, ‘que veta en la mezcla de los géneros de Las Vegas la verdad Ihbsida e indefinidamente abierta del tiempo.”” Poco im- portaba que esta mezcolanza colorida solo estuviera des- tinada a alimentar una acumulacién continua de capital yy contribuyera sin deseanso a artojay, en la madrugada, a tos desafortunados a las veredas que tenian ya el aspecto ligubze de la ciudad. La serie de esculturas Banality de Jeff Koons (1988) ~hecha particularmente con ta efigie ide Michel Jackson vestido con un traje dorado y levando fun mono en sus brazos~ se convirtié pronto en el arte mundialmente celebrado por la gracia de su espiritu neo- Kitsch que se burlaba con cinismo de toda la tradicion de seriedad modernista. De ahi en adelante, lo que funciona ‘como tempo mayoritario es la libre subjetividad de los in dividuos. Fs la primera vez que los seres humanos parecen desprenderce, a semefante escala, de las referencias com- partidas, sin que esto asuma un gito politico, sino con- virtigndose sobre todo en una realidad cultural y social. Fabia un movimiento en cadena que ya no se iba a dete nar. No hard sino intensificarse y acelerarse, al punto de dejar aparecer, pronto, dos realidades muy diferentes. Por un lado, el orden colectivo, estructurado por usos, rela, leyes. Por el otro, la multitud de los individuos hechos de su singularidad, su biograia y sus inelinaciones. Cada 2 Hobe Ventas, Steven leeoury Denise Sete Brown, Apreniendo de as Goal rimbolme obidade dela orma egulectine, Barcelona, Ganaro oi, 2000, uno est shompre en interretacn continua eon los tog pero segim una dinsnica que de a poco perder intent dad, hateno lentanente gue on ejanbre de presen remitdas ben o aay antes que nds) hala ss propio deseo, preforendany retorts sustiiya el pins tuna comunidad de eudadanes tnios yo algunas wloes fundamentales y decididos a gravitar de modo concertado, incluso dentro de la contradiceién, sobre su devenit. ESE MUNDO CUYO HEROE ES USTED [NIKE INSPIRA LA EPOCA (1989-1998)} tran jovenes, seduetores, hacfan deportes, muchas veces testaban bronceatos; eran tapa de revista en los cinco con- tinentes, encamaban el advenimiento de un mundo 12 diante. En el seno de las naciones occidentales, se abria ‘una nueva era: se habia terminada con el enemigo soviet coy se contaba con poner término al frenesi de las desre- gulaciones que habian ensiquecido a una minoria, ademas de provocar la precariedad y la retraccion de los servicios ppdblicos. Habia Uegado el momento de un nuevo contra to, En los Estados Unidos, Bill Clinton, hombre alegre de sontisa eterna, accedié en 1992 a la Casa Blanca bajo la promesa -después del backlash, el contragolpe de Reagan ya dureza de los afios ochenta~ de hacer prosperar el pats bajo et primado del éxito individual que se alentaria mas que nunca, pero cuyas riquezas serfan objeto, de abi en aelante, de una redisteibucién més equitativa Algunos aos més tarde, en 1997, y con algunos dias de intervalo, Lionel Jospin en Francia y Tony Blair en el Reino Bnida,-después Gerhard Schrbder en 1998 en ” LA EBRIEDAD DE LAS REDES LA CENTRALIDAD DE UNO MISMO [EL ANO 2000, POR CIERTO, HABRIA ‘ALUMBRADO UN MUNDO NUEVO} PARTE 02 y LA SGBITA SENSACION DE UNA SUFICIENCTA DE UNO MISMO [EL DOBLE UPPERCUT: INTERNET + TELEFONO MOVIL] ios havian falta més de veinte afios para entender un fe- ‘nomeno determinante que por entonces comenzaba a ma: nifestazse y que se haria més intenso. Pero no to velamos. Js probable que la navedad sibita de To que nos pasaba in- dividual y colectivamente hacia que estuvigramos preocu- pados, antes que nada, por aprovechar esas téenicas iné- aitas cuyo uso era generalmente lidico. Muy pronto nos {nteresamos por ciertas mutaciones en curso, aunque no por aquellas que, sin embargo, nos implicaban en primer téimino, Quizas estaban demasiado en contradiccion con cl animo de la época como para que nos decidiéramos a prestarles atencidn, Cuando empez6 el ailtimo terci de los aos noventa, hacia 1997-1998, se generaliz casi simul- téneamente el uso de dos dispositivos que involueraban pricticas nuevas en todo sentido: Internet y el teléfono evil, Nos vimas invadidos por el entusiasino a propésito e lo que ambos nos aportaban. Pero es impactante detec- tar, de forma retrospectiva, que los considerdbamos dos acontecimientos claramente distintos. Incluso legariamos aye instantinen en contacto con un gah ame de Rocatres at ag yancho dl mono. fon un ec comenedbanos a eervar ants eu a -_séi_é_CN ‘eft de predator: ator en ns odin ahora euros desplavamietaey neste deseo ele {op dee et nnmento min en que es ore venan ha. 10 unis prcticamente sn ning eer, Bund Stonnicn taba paso, empendia con exe esto ls Fines grande anode destnads a simples cos fhtementenuesta exer, No sean sin os nas Seu ctratgio mayor Ban tor albores ea form ‘in els recomendacines personalized: nos quads ans lo botanteatnitos al ontata, ene tania a. is fis o meres efcarmente ero con mucha regula, #8 hsv onuesros abies sate? nuestor desea farelres Si creiane sents pine gros de una faenla,empeaabamos a consltar ito gus aebaban de gue! detceos aiden ce sntomas y 3 ge digs tmacs,prtialarment via aquellos foes que tamparian las experencas deco uation ace 2 Coulter més aoe 4 la censtanci y adem 8 sire de foa ura seed ngertivos qu se vlan Fenosrecesaro, Cada evl a nodida defo rsa, se fens prov de un mast de coil sobre as cosa Aviv dentro de un ead que tomaba cntommes mas Fens: jo hebianes hecho qu fuera ta able como pam ser oljeto de sendones tan coca de pte de {oa eter nuevas empresas? a analizattos y a comentarlos de modo diferenciado. Vi ‘viamos una doble ruptura hist6rica pero no nos dbamos cuenta de su interferencia mutua. Seguramente era deme. siado pronto para poder levantar la cabeza del volante y tener una vision de conjunto, Solo el tiempo puede ofre. cer ese tipo de perspectiva para acontecimiontos de seme. jante envergadura, Tendriamos que haber considerado los |p efectos acumulados -0 multiplicados- de esos dos facto tes, dado que su conjuncion contribuia a modificar de ma: nera insidiosa una parte de nosotras mismos. Recién hoy tentendemos que su combinacién singular llevatia priorita- tiamente a que los usuarios se consideraten came dotados, | de ahi en mas, de mérgenes aumentados de autonomia, de wn aumento de la soberania que contribuiria, de un modo. cada vez mis consistente alo largo de los aos, a generar la formacion de una nueva psyeh® de los indivduos. De sibito, las personas que estuvieran equipadas con una computadora conectada a la red podsian tener acceso una multiplicidad de documentos, por entonces de na- turaleza principalmente textual, pero también fcénicos y somoros: de ahi en més, ya no serlan Tos cuadios las “ven: tanas al mundo", segin una metdfora habitual pexo bas- tante inadecuada, sino nuestras pantallas, que no dejarfan de develarnos infinidad de horizontes, Por otza parte, los motores de bisqueda tenian el don de abrit continaa- mente la puerta correcta a nuestras demandas: bastaba con teclear una Gnica palabra, en relacién con los pro- pios intereses 0 preguntas, para ver aparecer una mislada de lazos hipertextuales que nos hacian entrar en cuevas de Ali Babs colmadas con aquello que buseébamos, pero también bastante més allé de lo que esperdbamos. Parecia que ya no conoceriamos limites para nuestra curiosiad. Se hacia posible mandar o recibir mensajes eseritos con independencia de la distancia fisica y con costos relat vamente marginales: nos encontrébamos facil y casi de Fl otro artefacto que parecia caido del cielo era menos nnisterioso. Ya se lo conocia desde hacia larga tiempo, po- blaba las domicilios, los espacios profesionales y ls espa- los urbanos, De ah en mas, este instrumento en funcio~ nes desde hacia més de un siglo, y que habia modificado la os faz del mundo, ya no estaba atadt ble , ado a un cable y podta me, terse en el bolsillo: nos permit ix a todos lados segiin fg Propia volta in dejar de estar en contacto con niet 10s vineutos cercanos o nuestras relaciones profesionales en una forma de libertad que mezelaba alegria y eufotig EL teléfono -un objeto antes compartide con otros ag volvi6 personal. Respondia idealmente a nuestra volun tad de independenea nlien cuando eate ve adgun al preio dea compra de un aparatoy de a serving i servicio de sbono con on operadoy.Asumis = aspect de un compatero fan, nos enpest a guatar toon nos actstunbramas« exibi, a dejaro Sobre le mesg cuanto ns eneontsdbanos con amigos o en eunones de Aegocas nos entlamostaviados convener vl per tt heaho de pose (ns faa se tata de tne nara por entanes aot, Noli, por empl, ode modelo que coreaponia tino gi de moda. Hay pronto se hizo pole la tansision de menajes eves de tert, los SMS. Legaron luego nodldadeerelacions te ineias, unas mde tite, tas en texte Spuesto- mis intimas, Port lado, apovechanar pat Ubramos dees protcala propio del conven, el ato, por a Unite de ninero de arcs impute po! enforces, comenzanos a deserallrjugor dal en auaje bisedos en cetos codigo emegenten 62 compe meternos en picts epistlaes sentiments decoy cao hecha de a cat instantaneldad dels testinonioe defn gi eine neat aparto ve a dra fal punts la semacin det enon de tor mates gue muy rot apres omportanientosSnisitados en el espana pode ha ta ai el lamado tleinin depentia pindalmente de 1a privato. Selo pasa al espacio propio, «la fas 3s abn tie de net, ow oc, Tue tomando oo gi: las pesone, Drover 9 ode auricolazs 10 eal as haan parecer elon de “ceneiias musicales- se dirigieron, en vor alta y en medio $ela mottitud, a una presencia invisible, con una suerte de indiferencia o de desprecio respecto de las reglas ele- Trentales de la reserva y del respeto de la tranquilidad de | fps dems. Fue como si los principios de la buena edu- faxion y del podor, que se suponia que, en parte, daban © fqareo ala sociedad, se boriaran brutalmente. Al atarde- ‘er volviendo a cara, uno se sentabe frente a la compu- ‘alor y se encontraba de muevo en la situacién de ser el epectador privilegiado de todo el romor del mundo, o de ja exhibiciOn ininterrumpida de productos y servicios que hos estaban prioritariamente destinados. Decididamente, fe confirmaba dia tvas dia que la existencia parecta estar hiecha, de ahi en més, de una sustancia més exaltante y {que todo nos alentaba a aprovecharla sin restriceién. uizis era demasiado para todos nosotros, para la jumanidad entera, ;Qué cosa era demasiado? En el lapso de algunos afios ~como un rayo-, nos habiamos tenido ‘que enfrertar a dos acontecimientos de tal amplitud que provocarian una inflexion en el curso de nuestras vides. Quedamoe aturdidos, como en un combate de box donde hhubiéramos reeibido un gancho desde la derecha seguido de otro desde la izquierda que nos hubieren hecho vaci lar del vertigo, Quedamas aturdidos y el mundo econémi- co se ocupé de ello. Supo responder magistralmente a la ‘oluntad de autosuficlencia y de movilidad que se habia manifestado desde el gito neoliberal de los alos ochenta. Invagidos por un sobresalto de la conciencia, muy pronto nos dariamos cuenta de una consecuencia importante: la adicci6n, El fendmeno impresionaba y alarmaba. Agotaba ‘a mucha gente, a adultos, @ adolescentes y hasta a nits. or entonces, se hablaba del asunto en la prensa y en las familias. Sin embargo, agazapado en las sombras, un he- cho igual de decisive pero més solapado se escondia toda- ‘fa y no se zevelaria sino més tarde: la sensacién cada vex més extendida de ta centratidad de uno mismo. Se deriva: ba especialmente de la autosatisfaccin de estar al tant de muchas cosas, de sentintos menos tontos, de avanzay por camtinos menos balizados, de creemos mas actores de nuestro destino, Estabamos recién en los albores dela for. macion de ese ethos que se apoyaria principalmente én ‘250s dispositivos técnicos. Por un lado, estos dispositivoy no dejarian de hacerse més sofisticados y de sostener esq dinamica, pero, por el otro, la industria de lo diital -que pronto seria dominante- habia captado perfectamente los formidables recursos inagotables, a escala del planeta, que oftecia la concepcién de sistemas que daban ala vez la ilusion de un aumento de la autonomia y de la importan-. cia de uno mismo. La industria de lo digital movilizaia. todos los medios necesarios con la finalidad de alimentar continuamente esta doble creencia. ¥ los seres humanos no solo se dejaron engafla, sino que, mas todavia, queda. ton marcados para siempre ~como de modo indeleble~ pos ese primer goce de imaginarse accediendo a una nueva y suficiente condicién de si mismos. ) La [I] EN ToDo [UA VIDA EN MAIESTAD} N ‘Una multitud se habia concentrado desde hacia largas horas, como en las grandes veladas, frente al Conference entre de San Francisco, Hacia varios dias que corrfa un, Tumor que decia que iba a ocurrir un gran acontecimien- ta historico, Todo el mundo estaba impaciente y algunos hhabian sabido cOmo sostener el suspenso y hacer subir la tension. Ese 6 de mayo de 1998, Steve Jobs, que habia ‘elto un aflo antes a encabezar la firma que él mismo habia creado dos décadas atrés, presentaria un nuevo pro- ducto que, se decia, era impresionante en todos los aspec- ts. De pie, solo en un escenario y frente a una asisten= tia efervescente, equipado con un micr6fono HE, empez® tuna de etas famosas keynotes en las cuales era magistral. Una ramaturgia perfecta organizaba el sitmo de tos aconteci- tmlontos, empezando por las proyecciones en una pantalla sigante y, gracias a la accion de un control remeto, el Aespliegue de las funcionalidades principales de su iltima computadora, que en ese momento todavia estaba disimu- Jada a ojos del pablico. Et aparato, afirmaba, era poderoso, 5. lo que nos imaginamos, esta dinamica deshace a cada ‘un ‘de nosotros como seres actuantes para hacer apareces 4. luna miriada de individuos agotndose mientras gritan la pura pérdida, como encerrados en jaulas de vidrio guy. prohiben toda escucha, todo intercartbio feeundo ¥ tej alianza posiblemente fructifera. Cuando vemos que la pla, ‘taforma se lleva la adhesin de cientos de millones de sonas ~determinando masivamente, al mismo tempo, a espiritn general de la época-, es dificil imaginarse, ba contomes aparentemente saludables, que haya un maya triunfo de la suficiencia humana o un mayor extravio pos litico y civitizatorio, A INSTAGRAM: EL LIBERALISMO DE UNO MISMO La celebridad Roy ya no es fructifera. Sin embargo, duran- te mucho tiempo, mas o menos secretamente, constituyé el sueno de la mayor parte de la gente. Esta atraccion por la celebridad se vio particularmente estimulada en el "Inicio de tos “Treinta Gloriosos", cuando se multiplicaron los éxganos de prensa, cuando se papularizaron la radio y| la television, cuando la cultura de masas se expresaba en la cancidn o en el cine y particfpaban ambos de la ecto sion regular de figuras que -por su talento, o en general ‘por los azares de la vida- conocian un destino inespera ‘do maxcado por el reconacimiento piblico y la gloria. El auge conjunto de las industrias de la comunicacién y del entretenimiento permitia que todos creyeran que, un dia 1 otto, serfa posible encontrarse bajo ta luz de los pro~ yyectores. Esta disposici6n fue capturada por Andy Warhol ‘evando enuncié la frase que después se volvi6 célebre: "En l futuro, todas conocerén su cuarto de hora de celebridad mundial", La formula daba fe de una amplizcion de Tas oportunidades que podian llevar tal vez ala notoriedad, y ala ver del sitmo fienético de fabrcacin de stars més co mismo, en cambio, se vineula cast con una cuestin menas ratilantes sometidae la obsolescencia la ren aiapervivenca, Era inevitable que la industria de lo d- cion continuas. Sin embargo, lo propio dela celebridad a tial, caracterizada por su lfato fuera de todo parangin, que, més allé del aparato, tiene sus propias particularidas terminara un dia por ofrecer las herramientas dedicadas a des. No solo depende de una condicion que, afin de cue {apcomocion de las propiasfacultades,o mas exactamente tas, es el destino de algunos raros elegidos, lo que pued = gel propio capital humano.Y fue finalmente na start-up desalentar cualquier esfuerzo en vistas a alcandavla, sing de Silicon Valley ta que decid la industvalzacion masiva que tambien est sujeta a maltiplesazares, ala inetabjs a4 4 esta nueva exigencia de los tiempos y muy pronto co. lida y a la fugacidad, que causan, lo vinos en telterad acd un éxito planetari: Instagram, oportunidades, caidas de las cules algunos no se reeupe: van nunca, Su poder de atraceiin, que oper® masivamen, | que hacia singular a la plataforma creada en 2010 te durante medio siglo ~desde los afos cincuenta hat =y esto dara el tono a la década que se abria- era que, la generalizacién de los reality-shows, con los inicios del "a diferencia de sus dos grandes antecesoras, Facebook y_ revo milenio-, ya no forma parte dl aie de los tiempos Awiter, se tataba, en los hechos, dela primera y ver dadera ved socal, Porque acé no se perdi el tiempo en rodeos, haciendo como si uno contara algo o diera su pro- decisivo desde la tentacién por el vonombre hacia lane. pla opinién ~aunquetinicamente fuera para sentir la propia cesidad de ver reconocidas ls proplas aptitudes, de hacer = fnportancia-;en Instagram te buscaba promacionarse sin conocer los propios talentos; en otios términos, de po: disimulos conta nalidad declarada de armar vineutos de coder, ante los ojos del resto, a una beneficiosa valoiza iiterts y de sacar provecho de allas en cert plaso. EL cin de uno mismo. MySpace, surgido en 2003, inaugurd acto tenia el mérito de ser claro: permitir a cada usuario 1a satisfaccién de ese imperative. Proponia poner onling, hacer valer de modo directo su persona y sus trabajos. especialmente a los mésicos, pero también a artistas de Este objetivo requeria la implementacion de una interfaz todas tas dsciplinas, algunos de los trabajos propios afin apropiada. Se alent6 no la inflacion det verbo -que ya de darles vsibilidad. ¥ esta no apuntaba tanto a la noto tetaba vigente en las oltas dos plataformas~, sino el uso siedad como a despertar interés a propésito de la propia de la imagen. Y no importaba qué imagen. Toda fotografia Prictica, incluso a favorecerlazos, a constituc una fell <4] posteada alia a un formato cuadrado -que ecupersba el ‘profesional y eventualmente a conseguir contratos. Esta ‘marco original de la proyeccién cinematografica- daba la ‘oluntad de exhibirse no para postularsedirectamente a fpresion de ser una lente focal intenificada sobre cada 1a glovia sino para hacer frutifiar, cada eval asu propia momento capturaio 0 de ofrecer una ventana privilegiada scala, sus capacdades, se relaciona con una tendencia sobre la vida de todos. Ademss, se podian hacer retoques caracterstca de las sociedades Uberales que convoca a “| con faiidad gracias al uso de filtrasy de temas elegidos desmarcarse y sacar patio de las props ventajas compe por uno mismo que favorecian una exposicin personalira- titivas, La celebridad dependia de una suerte de capricho da y elaborada de las cosas. Las imagenes también estaban_ ene seno de sociedades sin grandes preocupaciones, y se destinadas a ser objeto de un agenciamiento cuidadoso podia prescindi de ella sn problemas. La vatorizacon de “una “curaduria’-, a saber, una organizacintrabajada en De ahora en ms, vertos operarse un pasaje sutil pero 165. cl seno de la propia gateria, asi como @ inscribe dentag de las comportamientos que aumentaba sin pausa y que de una continuidad narrativa, consolidando ast una iden. Juego determinaba la colocacion sutil de publicdades dii- tidad visual propia. T gidas a los usuarios. Lo que estaba en marcha se derivaba ie un pacto eminentemente explicit: "Pretendo promaver En lugar de una proliferacién de posteos en general ‘ni imagen, por lo cual es muy natural que una empresa cespontineos y bastante cadticos producidos en Facebook qrivada, que concibié el sistema y lo explota, saque al- ‘Twitter, en Instagram se pone a disposicion una serie © gin benefico". Este acuerdo supone una consecuencia no de herramentas destinadas a gestar una escenografia eg, sf _menor: el espiritu teenoliberal que inspira Instagram dio ‘ructurada de la propla existencia. Es lo que se denoming rnacimiento a un liberalisme de uno mismo. La industria Ta story. Su principio provenia de la misma idea que habia tigital ~que desde hace dos décadae trabaja arduamente originado el like o el zetuit en la medida en que implicaba por mercantilizar todos los segmentos de muestra propia toda uma serie de usos especificos basados en la puesta en | _yida~ concibi6, dentro de una gran cantidad de servicios escena regular y minuciosa ~via instantaneas o videos- de | __que sesponden a esta finalidad, un dispositivo consagrado tan cantidad de gestos. En un mundo en el que el desem- | _ a proceder, como por efecto espejo, a una continua mone- pleo y la precatiedad son el resultado de condiciones: tizacion de la propia persona, sgeneralizadas, donde no deja de arrasar la competencia entre personas, un buen manejo de esos engranajes podia Lo que pasé con rapidez fue que, por dedicarse asidua- revelarse como un arma muy lucrativa. Muy pronto, recy 7 ‘mente a la tazea, algunos se hicieron muy habiles en hacer rrieron a la plataforma artistas, arquitectos, disefadores, | ler sus propios atsibutos y en ponerse en primer plano. cexpertos en estilo y todo tipo de profesionales que se va. Beto, sumado al principio de las followers, que en esta red lieran prineipalmente de la imagen, Pero ademés, habia opera de igual manera que en Twitter, hiza que los perfi- funeionalidades que respondian al espiritu de los tiempos, Jes ms salientes, a veces los mas talentosos en su cam= dado que se buscaba menos el empleo asalariado que lg v0 0 los més “a tono con la 6poca", conocieran tasas de autonomia que se puede adquirir gracias al ejercicio deta progresion muy rapidas que podian lamar la atencién de propia pasién, a condicién de que pueda ser convenien | _ decenas, incluso de centenares de millones de inseriptos. ‘temente canjeada, En este sentido, Instagram representé la story hizo nacer pasiones por figuias ~figuras a veces ‘un instrumento particularmente propicio para unisse al desconacidas hasta hacia poco tiempo- sobre las cuales movimiento cada ver mas extendido de autoemprendedo- se queria saber el minuto a minuto de sus existencias. rismo de la vida Bsta exhibicion de si mismo o de las propias producciones, Habla una concordancia perfecta entre el interés bien ‘evando generaba un interés amplio, 0 mis todavia, impze- entendido de los usuarios y el de ta empresa. Ahi nadie se slonantes cifras de audiencias, invistio a algunas con un preocupaba por asuntos como la proteccién de los dates | aura que de facto tenfa un valor altamente monetizable, personales o la confidencialidad. No: lo que estaba en jue Entonces aparecié el feniémeno de los influencers, aquellos go era forjase una reputacion de la cual se contaba con fue, por la singularidad y sofisticacion de sus modos de sacar ventaja. ¥ del lado de la empresa, la puesta en este: vida, 0 por el impacto de sus trabajos, despertaron en. na regular de uno mismo permitia un conocimiente acerca | __otros reflejos miméticos. wr A diferencia de Las stars que surgian del regimen de : instancia intermediaria_y era capaz de instavrar relacio. la celebridad, que siempre dependian de poser un rangg = s fos de confianza, Enel mismo momento, se empezaba a A exceptional, casi intocable, y sobre las cuales se opera yar el Blogueador de publicidades Adblock, lanzado en 9 una proyeecion casi exclusiva, estas nuevas personality: 2006, lo cual daba testimonio de una saturacién respecto 1 Ges dependian de oto statute el de ser modelos que Gos eoquemas publicitarios en uso hasta entonces Este ‘ultiplcaban en todas partes, cuyas cuentas se podiay -Grtema impuls6 una renovacin de las estrategias de mar- consultar en todo momento y de los que la gente se podig “44 feting cuyo eje principal se bas6 en el uso més experto de Ee insprar a su eapticho, tanto respecto de algunes de sig, ‘a inagen de algunos en vslas a promovercirtas marcas. - conductas como en vistas a dar eusso ala ambicion de, ug. Instagram -pero también YouTube- supo dara esta am: dia w otro, estar revestido de un nivel de bilo sitar = ‘cin un marco ideal, poniendo a disposiion de todos he Hoy en dia hay millones de individuos que sesponday4f_anentas que se usaban con faiiad, al mismo tiempo que a la funcién de “embajadores” més 0 menos declarados de jes oftecia un reservorio de piiblico potencialmente ilimita- estas marcas, que funcionan en un sol de intermediariog io. Muy pronto, en efecto, si un instagrammer se convertia respect de sus “comunidades”, La asiracin ical ala dee fa influyente”, entonces las marcas le proponian, por me E intermediacién que se suponia que ofreceria la web, basada io de una retribucion, usar prendas, productos, simbolos, en una estructura descentratizada que pemitia ln pues haciendo de él una svete de “publieidad.verdai”, y prods. en teacon direct entre los seres humaras, adopt6ae8 su. indo de ecto un impacto en sus flowers. ara responder ——& Fama is utitaia o eral, Too lao extablecido con ott, =f gears esta tendencia,tstagrom augur, en unsgundo : “yano apunta sino zeforzar la propia red, el propio prstgiy ‘momento, un procedimsiento que ofrecia ohien hacer lc en simbélico, y a aumentar el propio valor monetatio. ‘un pequefio motivo negro, que hacia aparecer entonces el onjunto de las marcas presentes en una imagen, bien ha- Con el transeurso del tiempo, se constituyé todo un fer clic sobre algonas de sus partes, un trajeo un par de za : rmundo hecho de diversas categorias, Una de las que més atos que tenia puestos una persona, por ejemplo, para que Ampacto tuvo fue lade los micro-infuencers, quienes se <= 4 fe avieran toda las referencias, Cualquiera fuera Ta opclon Denefcian de una audienciarelativamente limitada, del flegida, los vinculs temitfan a las clentas de ls marcas orden de los clen mil abonados, pero que es particular: rnencionadasy proponian convertve a su vez en sus segul- mente atenta y asidua. Estos se insriben en el linaje de dares. Cada representacin bien agenciada de uno mismo se los primetos blogs que habian ayarecido algunos aos an: J elacionaentonces con la de un “hombre-séndwieh” de nue- tes del advenimiento de las lamadas “redes sociales", que 40 caf que invoca, con un simple clic, a selecctonar todos con frecuencia representaban un canal que permitia 2 aus tos artculos que se desea poseer. Hoy en dia, la voluntad autores dar parte alos demas de sus apreciaciones en cet: de alinearse con estas pricticas es moneda corsonte entee a tos campos especticas (Uteratua, viajes, gastonomia, ios y adolescentes que buscan, ellos tambisn, desarolat 2 ‘moda, bienestar...) y que podian poco a poco ganar en po: ‘un registro de conduetas que furcionen como un modelo res- a pularidad y ejercer un poder prescriptive sobre sus fetes pecto de los miembros de su generacién y revestir un valor . principio del blog se habia establecido sobre una suerte capitalizable. A este movimiento de juveniizacién de la so- e diario personal que parecia no provenir de ninguna ciedad ~manifiesto en el modelaje o en algunas costumbres asst ainfluencias que se habian vuelto miiples y que an capaces ce alentar los imaginaio través de tos hana. Rican descriié esta ampiacion del hoczonte y iy efects sobre las conciencias en su obra masta, publ ascendente sobre las multitudes de los propios semejantes, faa en 1950, Ja muchedumbre solitara. Forjaba en ella aque lva ademas a obtener garancas,no os hard mungy fl concento de “lter-deerninacion” (therdeced, 0 368 abandonar era pasion eno fat. ip apetim a una proiferacién de motives de euasdad y Qe cents de interts ste movimento nod una inten- Finalmente, existe una clase superior casi una cas hain regular en el transcurso de las décadas vlteriores, ta- dentro de ta cual tienen su sede sefores 0 “indi 4) ga alcanzat un pier pico hacia medlatos de lr aos diuo-multinacionles. Cada ‘uno de cus poceos produce 4 aeherta cl momento del posmodernismo-,favoecdo por revlados casi similares als de una campafapublictarg 4 el Ulco age de las industasdetlecomuniccionesy del de presupuesto alto, como Rihanna o Kim Kardashian, que etretenimiento, y le multipliacén de sus produclones, son “sega” por decenas o centenares de millones da ge inervaban la via cot personas. Estas eminencias desprenden tal brillo y generan - Lo que caracteriz6 a los aftos 2010 fue el giro que adopts fantas ganancias que algunas, nds que ponerse al sevids sxte moviniento, que pat de estar formado por una ml- de una matea, optaron por la creacién de la propia, lo que | __titud de obras y fuentes que irrigaban los espiritus, a estar se llama indies brands. Sa Gxitoy su cif de negocios no Freche matejadas de indviduos que pasaron a representar dependen sino det grado de iradiacién de au fundador ¢ [pots solos mdelos culturales y sociales, y hasta mode- fundadora~de que lo sostenga oo aumente-, haciendo de | __asdeexistencla. Lo refeentes se establecian ahora desde este modo que se confundan indsocablemente identidag J cetosindviuos hacia el resto de los indviduos, para lo y producto, segin una estructura que da testimonio de ual los prineos ce tenan que saber forar une autoridad rodo desiumbrante del valor que representa pare quien 4s segundos conformarse con ella, Se operd entonces el. sepa usar bien- el modelo del emprendedorizmo sin Dotnje desde a alter determinacin hacia eegos cotinuoe mite de uno mismo, en estos eases hasta lgat ala cone [de “asondentes hoizontallador,yex0 nos mos6 a ran trueion deta propia persona en cuanto marca, tantidad de personas buscando investie de un aura eer —cerun magoetismo sobre el rest, segin ligicas inestables y £1 socdlogo David Riesman habia obseredo, cuando movies que nos mostaban en todo omentocéno los que tering la Sequnda Guerra Mundial, una metamoross pro tstabanprineos en a fila desepaecan para ser suplata gresiva de las psiquis, en los Estados Unidos, que comenza- dos por contingentes de sargentos en ciernes. tan a no movers nicamente dentro de-unaexferainitada al ciclo familie ya una red restringida de vinculos que Aparecieron nuevas relacones do poder -o, més exacta- provenian generalnente de las misnas clases sociales Lat iment, de gubernamentaidad-, os dec, sein la definicion individos te avian entonces paulatinament, por la ex foucaultine, la capacidad de slgunos de trer la conducta tensién de la urbanizacén, el advenimionto dela sociedad de consumo y l fasion deta cultura y de las medios debe cman fe mclaren, ae 98 ae los otros.” Bast6 con que una profusién de seres hums, nos llegara a dotarse de esas formas de autoridad para que iy economia usual de poder se vieratrastocada, mostrindonog ‘como se constituian e imponian gran cantidad de modos é¢ comportarse, nuevas referencias y nuevas normas. Se pip. jo una profusion axiotogica, o sea, la fabicacién de uns nifada de valores que impregnaron la sociedad y que lle aun setroceso simbélico de algunos referentes principale que hasta hace poco tiempo evan los predominantes y que fancionaban como un zécalo cultural compartido. Ahora, la que esté en marcha es un esquema totalmente diferente: cada cual ambiciona hacer triunfa,a la medida de sus post. = bilidades, un estilo, casi un logotipo personal, Uamado, da rane un tiempo dado, a convertirse en predominante con el \inieo objetivo de monetizar el bila con el cual haya llegado. eventualmente a aureslarse, Asistislamos de algiin modo al zetomo de “la guerra de todos contra todos” estigmatizada por Hobbes, pero bajo contomos aparentemente luminosos, que nos muestra cémio las energias se despliegan primero con la finalidad de hacer valer cueste lo que cueste la preponderancia de uno mismo. _ Se confirma el principio hobbesiano segéa el cual, a partir fel momento en que la mayoria pretende hacer reinar su propia ley, se ven neutralizadas la posbilidad de lo politico yy también la vitalidad de ta sociedad, ambas basadas en ta ‘expresin de la pluralidad y el acuerdo enegaciados tado et tiempo alrededor de grandes objetivos comunes. Esto ocurte en beneficio de una suerte de nuevo estado de naturaleza, donde ya no prima la violencia fsica sino la subjetividad de cada cual, que pretende ser erigia al rango de canon deter: rinante y ejercer -a través del aparato y el lustre, y gracias a sistemas técnico-eeondmicos consagrades a ello~ una go zosa y luctatva dominacién sobre los demas. 5. Michel Fooeaut, “La gubernanestlde”, en Oar esos. WoL I, Extioa, ica yhemenéutn, Bala, Fie, 1999, pp. 175-198 LA NEGACION DEL PROJIMO (SELFIES Y OTROS MONOPATINES ELECTRICOS) A Gin de ponetrar mejor en la disposicion espirtual de la época, ee revelaria cada tanto sensato volver a Ta tradi- lon de la semiologia, que intentaba desencriptar ciertas maniobras gracias a la observacion de abjetas o de com- portamientos, la mayor parte recientes, que parecian en ‘general anodinos. El desaflo consistia en capturar todo tipo de hechos de la vida cotidiana, generalmente desa- ‘endidos pero capaces, a fin de cuentas, de producir una ‘artogratia bastante instructiva de nosotros mismos. EL intento mas emblematico de esta aproximacion serian las Mitologias” de Roland Barthes, que, a mediados de los aos incuenta, examinaban, por ejemplo, el uso reciente del pléstico en la vida cotidiana, las costumbres vigentes que regian la moda o la lucha libre y su impacto en los imagi- ratios, la fascinaci6n ejercida sobre las muchedumbres por la impresionante novedad del DS de Citroén o la suprema ‘gracia del rostro de Greta Garbo. Son fenémenos que, mas Roland artes, Malo, op de Nueva York (Martin Scorsese, 2002), que nos mostra. ba cémo distintos clanes se enfrentaban a hachazos, ma. sacrindose a golpes, en una atmésfera de salvatismo sin vuelta ards, dentro de la cual no puede prevalecer ningéin credo trascendente y compartido, dejando lugar solo al) EL GIRO IMPLOSIVO ddesencadenamiento de los resentimientos y la afirmacion visceral de la primacia exclusiva del campo propio. N ara captar cierto desarrollo de las mentalidades, puede ser oportuno fijarse algunas veces en aguellos signos no ver~ Dales que, aunque tienen el defecto de no prestarse nun- ‘a a interpretaciones certeras, son sin embargo capaces, para quienes les presten atencién sostenida, de mostrarse como muy elocuentes. Hacia comienzos de los aos noven- ta, ubo una gran cantidad de cuerpos que empezaron a adoptar posiciones inéditas. No eran posiciones homogé- reas, pero estaban marcadas por algunas expresiones 0 ausencias de expresién- que parecian vincularse con un registo bastante similar. Lo que mostraban estas nuevas actitudes era algo asi como una fuga de ta mizada, la e palda encorvada, ta cabeza inclinada, una ciesta posicién 4e costado cuando se estaba de pie, todo lo cual sevialaba ‘una distancia ante los flujos de peatones, que en general avanzan en linea recta. Sin grandes aspavientos, un ele mento en la vestimenta habia legado para acompatfar 0 dar mas consistencia a estas actitudes: el buzo con capucha 1a prenda habia alentado wn uso particular: quienes se 10 oniansevallan dela mata genera y flotante dela para estiarla alrededor del rostro hasta ocultarlo ines tudes parecieron expanciree al punto de ser inherentes totalmente. Al contasio de to que podia dejar suponer ig atquier individuo con el que uno se cruzata, Se mar primera impresién, no era un gesto de agresividad, sing” @@q= jfestaba en tas miradas impasibles, en una expresién en ms bien la voluntad de no ajustarse alo tneal de even rostro ms fa 0 desconliada, en los cuarpoe que, sobre el das y calles, de no entregarse a los caminos prefjados qug ‘fato, habian perdido toda su flexbiidad y ya no sablan dejaban la imprsion de ir maquinicamente -genetamente yegocia con la presencia de los dems. El repliegue mas con cansancio- de un punto al otro. Ahora se preferia mafed -@ menos reivindicado sobre uno mismo se convertia en car una distancia con respect al cambo mayoritaio de la ina nueva norma de conducta. Esto, que ya era visible ciudad. Mas que de formas de rebelién ya conocidas, quizag ‘entonces, se veia particularmente favorecido por la con- estas conductas sole dieran testimonio de una sensacign _ sulta obsesiva y nunca interrumpida de los smartphones ms impalpable ¥ a veces incluso vergonzosa: 1a de ing = tRientas se caminaba, Hl teléfono sustituyé la atencién ‘nadecuacin con el orden genera de la cosa. que usualmente se destinaba a los demas en el espacio iblico: los choques fecuentes de peatones et insulto, el purgimiento habitual de peleas por cualquier causa, todos palpable que la atmésfera se tensaba, que los gestos se ‘esos fueron signos que daban testimonio de la aparicién crispaban, que se expandia ineluctablemente una hos. ~ de una falta de cortesia rampante y de aspecto inédito, quedad difusa. Apareian acd y alld rietus cada vex mix Las diicultades, las incertidumbres, las angustias propias frecuentes. Estos rictus, ademas de provocar en su mayo» de la época parecian producir el efecto singular de reper- via tensiones ente la gente, se caracterizaban en general ‘utr sin fluo sobee los comportamientos, mostréndonos por el hecho de que parecfan liberar, ms alld de algunos a los seres humanos desplazéndose dentro de una suerte casos especificos, una descarga de ira que, a fin de cuens de “aislamiento colectivo”, En ese aislamiento, cada tanto tas, se lacionaba con una causa bastante més amplia fin razbn ee volvfan tunes contta los ottos hecho de sentir reneor contra Ta sociedad en su conjunta las eificultades a las que se enfrentaba un gran mimero FL estado de impotencia crecente al cual muchas per- de porsonas, la situacion de verse expuestas a fracasot | sonag se sinteron reducidas se veia a la ver desmentido reiterados, 0 de asstir al agravamiento incesante de las << poc el uso de tecnologias personales que fonfan la pro. desigualdades, de moverse dentzo de medios fanilizes en Fiedad de permis una lac indivigeal, y ala cia, crisis, o de verse ganadas por el cansancio y las ganas de con la informacién, la consttuccién de los propios relatos renuncias, todo esto, probablemente, era el combustible 4 la Ubre expresién de uno mismo, asl como permitian de un foco continuo de animosidad contra el mundo, Esta tuna vivencia mas sencilla de la vida cotidiana, Los instru forma de rabia ~que se contenia con dificultad, que se mentos téenicos nos dieron entonces la impresién de ser dlirigia contra una sitvacién cuyo miceo més propio era ms activos y de reconquistar margenes de poder que se ‘que superaba a las personas, y de la cual no se lograba. 11 rabsan reducido de modo indebido, ¥ esta condicion fave salir sino que mas bien te sumergia~ habla encontrado en rec -quizi nos damos cuenta recién ahora- la constitu. Ja lengua su propia expresion: tener odo. } im do un imaginario que se alimentaba dela ilusion de ‘Mas tarde, en los inicios de los alos 2010, estas ac- Con et transcusso del tiempo, se hizo cada vex mig ns. Frodo lo que estructura la vida social (los cédigas, las re- alas, 10s usos, las obligaciones y las prohibiciones) se ve ‘excluldo del campo de la atencién o se ve violentamente rechazado. Se desmorona de modo mecinico una dimen- sin fundamental: el principio de autoridad. Es decir, el cierta autosuficiencia. Probablemente con esta vara haya aque comprender la nocion de “virtual”: como el piveta de una construc psicolgica que se cre ala altura de mantener a raya la violencia del mundo al mismo tiemgg que permite imaginar al individuo, ahora, totalmente per trechado para asegurarse un mejor despliegue de su propia vida. Ese ethos lleva tinicamente a que se produzca dia distancia entre el conjunto comin y uno mismo, ahora dentro de una esfera prop, proteada y como si estuviera situada al margen. A esto nos Uevaron las experienciag ‘mas 0 menos vividas de ese alejamiento que se sintié de ‘mode subjetivo -pero en una enorme escala~ cuyos ini ios recién ahora empezamos a comprender. de gatantizar la cohesi6n de la comunidad politica, y de econocer a una multiplicidad de personas competencias expecificas que permiten 2 cada una de ellas, en diversas tuaciones, moverse apoyéndose sobre algo ms calificado jque uno mismo, Hoy se manifiesta una negacién creciente de la autor dad que puede llegar hasta el goce de desafiar alos repre- sontantes electos, porque se da por sobreentendide que la mayor parte de ellos, de un modo w otro, se aprovecha de 45u estatuto, De ahora en més, cada cual se imagina defi- nitivamente liberado de un estado de ingenuidad pasiva (que caracterizaria a las generaciones precedentes, Estas posiciones adoptan, por ejemplo, la forma del cuestiona- miento de la palabra de los profesores, por la posicién “oficial” que ellos porsonifican, por un lado, y a la vez por el hecho de sentirse informado respecto de una gran cantidad de cosas que permiten suponer que se volvi6 po- sible, y normal, establecer na relacién de igualdad, in- cluso de competencia, con ellos. Se puede tratar también de la relacién con los médicos, redefinida por pacientes que ahora se consideran mucho mejor pertrechados para discutir su diagndstico. Puede tratarse también de los in- suiltos que se lanzan sin temor a las fuerzas policales, 0 de la decision de fitmarlos evando se considera que adop- tan comportamientos inapropiados para después subir las Jmagenes online, lo que da la impresién de que uno ya no volverd a verse como victima impotente de situaciones Jnjustas como en otras épacas. Et ejemplo es el video que most el estrangulamiento de George Floyd en mayo de Ia relacién com la sociedad se vio entonces redefinidas respecto de ella, la gente se sentia menos involucrada, ppero también menos obligada. Cuando uno mismo, y sus abuelos y padzes, consideran haber sido engaflados duran- te mucho tiempo -y engailados hoy mis que munca-, al mismo tiempo que se tienen al alcance sistemas que nog dan la impresién de que ya no somos el pato de la boda, zeoma no considerar que todo lo que se deriva de un mar co normative impersonal sequiré haciendo dao y que es mejor entonces no adherir a 61? Vivimos el momento en el que se constata la afirmacion que hiciera Max Stimer ex Elinico y su propiedad,’ cuando decia que “no hay nada por encima de uno mismo"; mas exactamente, lo que hoy cuenta més que munca es la propia determinacién para evar adelante la existencia segiin el propio credo. Esta configuracién constituye el motor de lo que hoy debemtos denominar el giro implasivo, es decir, et hecho de asistir a un divorcio masivo entre los individuos y el ordenamiento colectivo junto com la aparici6n multiplicada de fracturas subjetivas que fisuran en todas partes el zécalo comén, 74 Max Stee io yu propiedad, Mall, Vales, 2006 Eo 2020, seguido de su muerte, que permiti6 sacar la situa. cién a la luz. En teorla, todo rango que se base en an ascendente simbético puede verse deslegitimado por mule titudes de individuos que consideran, de ahora en mig, que toda instancia de poder -la que fuera- es relativa jy fine, ast como participe en la conservacién de un orden que se juzga inequitativo. s segundo lugar, de que todos reconozcamos nuestros pro: = ios limites y, en consecuencia, acordemos a un conjunto de seres o instancias la prerrogativa de oftecerse como tos complementos indispensables a nuestra persona para ayudaros 0 clevarnos. Son estos das mecanismos los que precisamente hoy se estin debilitando. Primero, en razén de la impresion cada vez més extendida segiin la cual el poder pablico se habrfa desviado poco a poco de su primer deber, que apuntaba a trabajar para el progreso del bien ‘ommin, para consumar después una traicién. Luego, por el ‘uso generalizatio de tecnolagias personales que nos dan la Impresion, con el tiempo, de necesitar menos a los demés fn la vida cotidiana, Bn realidad, ciertos axiomas fundamentals que dee terminaban, hasta haee poco tiempo, un marco viable de existencia en comin, ahora ya no parecen ejerce i ‘luencia. Y estos prinipios funcionaban de algin moda de cevum, vermino que designa, segGn el historiador ie. dievaista Est Kantorowiez, lo que nos supera y permite Institut, de modo bastante impalpable, uma unidad sale Ba este contd, conviene bajar desde el nivel de lo able entre el conjunto de los miembros del cuerpo social F general hasta el nivel de lo particular para observar que Esta dimension impalpable es antes que nada la confianza también es el otro quien se ve desacreditado, ya que hay que se concede a las instituciones para que sean garan- menos disposicién a que entre en la esfera de interés pro- tes de algunos preceptos que se tienen por esenciale, ae pia; con frecuencia, ese otro ee erige como la figura capaz como los compromisos de todo orden que vinculan a unos de romper la representacion que uno se armé de uno mis~ con los otros. Es la nocién de confianza que Georg Simtel mo, y por esa razén de acd en més queda destinado a ser habia tomado como objeto de estudio; habia llagado a fencasllado sisteméticamente en una clasfcacion rgida la constatacin de que “a sociedad desaparecerta sin Ut Por un lado, estd el “amigo”, quien coaforia mi posilin y existencia de tafe reciroca de os hombres (jcuén pocas nis ceendias.¥, po el ot, el “eremigo": quien hace mas relaciones se basan en lo que el uno sabe de cierto acerea fragiles mis opiniones y certezas mostrando una contra- del ot y qué escasas serfan las que aleanzaren alguna diceién o eneamando modos de vida que divergen de tos duracion, sila fe no fuera tan fuerte e, incluso, més fuerte ropios. Probablemente esta sea la raz6n por la cual asis- que las pruebas racionales)’.”® timos a una crispacién creciente en los vincutos entre las ‘Ahora bien, ta confianza dentro de la sociedad de ]_— personas no solo perceptible, y de modo cuén patente, en pende de dos factores esenciales. Primero, de la prome- las “redes sociales", sino también en el marco de los deba- 5 moral, que expresa téitamente el poder palitic, de tes que se despliegan en cirtos medios y que participan no viola Tos términos del contzato social y de trabajar dela generalizacion de exes lgicas de oposicén frontal y para las condiciones mas igualitarias de su realizacion, En de clashs, Estas posiciones se volvieron moneda corriente en particular en los estudiosteevisivos,y son el resulta ogee eee ee do de los formatos que instaurazon muchos canales para hn pe Ma nmin Ge Datoe GR rar qanancias Se exe estada spiritual beicso, ly conscientes de que las peleas de gallos y el olor a sang, 1 forma, hoy cada ver mas frecuente, de un discurso del no hacen sino amar la atencién, Esto ocute dente fachazo ¥ el odio, un hate speech. Hl segistro del odio se un ségimen donde toda zelacién entre los indviduse fanviti6 poco a poco en un xéginnen habitual, partiou- Jncluctablemente destinada a tomar la forma de bagi Jarmente en Internet, desde comienzos de las afos 2010, yen el que proliferan las “frases de alto impacto" [sto dio ugar ala apaicién masiva de trolls y de expresio- réplicas ad nauseam en las plataformas de la expresiy _ yes denigrantes destinadas a rebajar a los dems, eligien- 4 efiomacin sin feno de uno mismo la desegitigg Go victimas cicunstanciales perfectamente posicionadas cin dela palabra del oro se erigen como una de ls egg ‘ena linea de mira del teclado. doninantes en los vineulos, y dan testimonio de fom ay sas posiciones parecen encontrar uh suplemento go- sislamiento de nuevo cuto. Cada uno es un blogueeeradg aso cuando la gente ae agrupa ocasionalmente a fin de impermeatte a todo aporte exterior, en una estructura gag xganiza: humillaciones pillieas. Sea on razén de una solo ja stwaciones yagrava sin descanso las Lgicas de Due alabre desafortunada formulada por alguno, sea en r2- talizacion EL historiador George 1. Mosse, en su Ubzo e jg 4) 20 del posteo de una selfie quizé rdicula, © quizé por Grande Guerre au totalitarisme,”* se detnvo en el fendmeng mf algunas acciones condenables, las humillaciones pablicas de la generalizacin de los comportamientos bratales ena Jnvolucran en general a personas que no conocen al indi transcuso de los ais teint, que, a sus ojo, ea resus ‘duo incriminago, Todo da testimonio antes que nada de do de la persistencia de un estado espiritual derivado dela 4 la delectacion fugitiva de ver alguna cabeza de turco que Primera Guerra Mondial, la cual habia producido la bana sirve para saludables descargas catérticas de los dems lizacién, en tiempos de paz, de actitudes agresivas, Mosse Estas dinamicas de “humillaciones en linea”, de online vela abi una “matriz esencial de los totalitarismas", De este, ‘shaming asumen incluso ta forma préctica del eiberacoso, modo, los efectos adversos causados dese hace medio sila una forma que hoy prolifera y que llega al punto de provo- or la extension dol neoliberalismo ~y pasticularmente lt car sucidio, prineipalmente entre adolescentes. conpetentia reciente entze los seres humanos~ asoiadas En menos de diez afios, se insituyé una cultura de on Ta sensatin ms reciente en eso misnosindviduos de ta humillacién que no solo se segoetja con la inflicidad sentise poderosos,habrfan engendtado, en conjunto refe dat otro, sino que slorifce a quienes abusan de tales jos similares que empezaton de modo difuso antes de alcan- — pectivas tan alarmantes que nos obligan al deber moral de una contribucién activa~ puede también tomar otto rumbo, a veces de manera inesperada y a la inversa de toda constataci6n y proyeccién, fl" CONCLUSION Vw LWA INPERIOSA POLITICA net TesTINONTO La primera sacudida se sinti6, al principio, en diciom- bre de 2019 en la capital de la provincia China de Hubei, Wuhan, Habia personas infectadas por un virus desco- nnocido y su nimezo aumentaba répidamente. Pronto se confirmé que habia oeurrido wn contagio interhumano y filas de individuos enfermos empezaron a invadis los hos- pitales. Se establecié dia tras dia un conteo de muertos que, desde sus inicios, siguié una curva exponencial. Por aiedo a asistir a un contagio a escala nacional, las autori= dades decidieron cerrr la ciudad de 11 millones de almas prohibiendo toda entrada y salida, y los habitantes fueron obligados a quedarse encerrados en sus casas. Pes a estas medidas, la epidemia se extondio a otras regiones, a los palses vecinos, y después pareci6 calcarse sobre La trayec- toria del sol, expandigndose desde el este hacia et oeste. Alcanz6 Medio Oriente, principalmente Irin, antes de lle- gar, algunos dias mas tarde, a Italia, y después al resto de Europa y, finalmente, al continente ameticano de norte sus, EL mal, como un reguero de pélvora inextinguible, 26 llegé a dar la vuclta entera al planeta. De una suerte de terremoto localizado, pasé a sex, después de una ripida propagacién, una onda de choque mundial, una deflagra- cidn que dejé a miles de millones de individuos obliga- dos a no ir a trabajar, a no cixcular, a no participar en reuniones, a no frecuentar bares y restaurantes, en otros términos, a quedarse confinados sin ninguna otra pers- pectiva que esperar una incierta reabsorcion de la ola. En todas partes se impusieron restricciones iguales y estuc tas que nos restringieron a modos de vida inéditos. De un dia para el otro, fuimos reducidos a una suerte de topos humanos, errando en muestras madriqueras mas o menos confortables, y la maquina econ6mica se enconts6 en gran parte paralizada, Fue al momento de una estupefaccion, sibita y global. Era tan inesperado y desconcertante, adquiria una imensién tan inverosimil, que era imposible quedarse solo con esta constatacion: casi como un rayo, un agente patogeno habia paralizado la cuasitotalidad de nuestras actividades individuales y colectivas. Bra preciso que un acontecimiento asf, de tal alcance, y que se vive aproxi- madamente una vez por siglo, tuviera un sentido, casi un mensaje. Entonces, en lugar de darnos @ nosotros misinos un benéiico momento de pausa y retiro, que fuera pasi- ble de hacernos encajar mejor el golpe psicolbgico, muy pronto se produj el fenémeno opuesto: una afluencia det verbo en todos fos niveles. Los cuexpos Uinitados sintieron la necesidad de expresarse, de libevar la sed de palabra, particularmente durante las crisis. ¥ esta tendencia tomé pronto dos formas: una constatativa, ta otra proyectiva La primera tuvo una forma casi religiosa de arre- pentimiento. La humanidad entera de pronto habia sido puesta ante sus pecados. Casi con una voz undnime, nos pusimos a reconocer ruestzas faltas. Habla que entender esta fulgurante llaga asesina como un sintoma patente de nuestra civilizacién, de nuestras derivas, de nuestras conductas ciegas y de nuestra irresponsabitidad, Habia- mos cometido tal cantidad de excesos, dado prucbas de tal hybris, que este virus, que ignoraba las fronteras, nos mastraba las aberraciones de la globalizacion, de nuestro egoismo visceral, del estado psiquistrico de nuestras eco- nomfas. Una particula microsc6pica revelaba, en un mis- mo movimiento, la vanidad de nuestra voluntad de ser todopoderosos tanto como la amplitud, reprimida durante mucho tiempo, de nuestra vulnerabilidad. La Madre Tierra como portadora de una conciencia, nos ponia en guar- dia quizé por dltima vez -entre otra lista de reprimen: das bastante més nutrida~ contra los efectos nocivos de Ta deforestacién, de la extension incesante de las ciuda- des sobre los campos, de una cercania demasiado intensa con especies que habrian debido permanecer al margen de nuestzas vidas hornigonadas, Lo que se vio entonces, como por efecto de esta pandemia planetatia, es que cada cual se podia sentar en una amplia mesa redonda -como la esfeticidad de La Tierra- pero, en el punto del cursor que le correspondiera, podia ver las cosas como mejor quisiera y encontrar confirmacion a tesis que afirmaba desde mu- cho tiempo atrés pero que nunca habian sido lo suficien- temente escuchadas a la altura de los fundamentos que tenfan. Algunos llegaron a deleitarse, de mode casi alegre, bastante imptidico, por haber tenido razén en toda la li nea, ¥ por otto lado, comenzé a florecer, en ese comienzo de primavera en el hemisferio norte, una nueva raza: los especialistas en “el mundo del después", ¥ ahi fueron con sus palabras correctas, erigiéndose como nuevos sacerdotes que recuperaban a coro formulas teflidas de un moralismo en general simplén, como por ejemplo: “Vivimos en un solo y mismo planeta’. Nos Ula maban a “dar por fin muestras de altruisma", aemprender “un nuevo humanismo’, y otros clichés de igual indole. oe (otros empezaron a promulgar en detalle todo tipo de pro- 4gramas que habia que adoptar sin demoras para acceder a tuna felicidad eterna, Bso sin contar a algunos responsa~ Dles politicos y economistas que, sin vergilenza alguna, se apuraron en cambiar de bando. De portavoces de una privatizacién integral de la sociedad, pasaron a ser los defensores ardientes de una regulacion severa, clamando por la necesidad de "sedetinir las bases del capitalismo", {a implementacion de principios de solidaridad, o incluso por una soberanta industrial y monetaria, Esta inflacion e la opinologia hecha de declaraciones suficientes y de conminaciones normativas -en oposicién al supuesto ejercicio de ituminacién que se buscaba~ dio lugar a toda tuna cacofonia que se vio ademas amplificada en las “re- des sociales", que actuaron como formidables cémaras de fecos que nos ensordecieron més que nunca. En realidad, ros vemos ahora tan sincronizados con el tiempo teal, que este llegé a ritmar la cadencia de nuestras concien- cias, de acuerdo con uno de los efectos menos percibidos de todos estos flujos digitales que no dejan de modelar nuestras existencias, Ahora bien, el momento exigia -y deberia ser asi~ un jercicio de la palabra completamente diferente que pro- cede de una légica bastante distinta: ef testimonio. Este nama las situaciones vividas desde la experiencia del te- nitorio, en los lugares donde los conflictos de la épo- ca se hacen sentir con suma erueldad: los hospitales, las ‘empresas, las escuelas, los hogares desquarnecidos, los suburbios sin porvenir... Fue lo que nos fats en et trans- curso de las iltimas décadas: relatos que contradijeran las marejadas de discursos que enmascaran la realidad en los hechos, que responden a todo tipo de intereses ¥y que terminan por forjar nuestras sepresentaciones. Si hhubiéramos estado plenamente atentos a estos edificantes contradiscursos, entonces viviriames con toda seguridad en sociedades con menos padecimientos. Esta crisis revelé antes que nada las faltas de cuidado, las consecuencias nocivas producidas por el retroceso continuo de las in- versiones en los servicios piiblicos, el valor de muchos oficios muy poco considerados y determinantes, no obs- ‘ante, para el funcionamiento de nvestras sociedades, la amplitud de las desigualdades, la incapacidad de algunas regiones del mundo de gestionar como seria necesatio he- hos come este, Este shock planetario sos expuso antes que nada alo siguiente: ala dimensién de nvestras caren cas y nuestras fall, y a todas las complicaciones y do lores que se derivan de ella. El testimonio significa llevar ante la vista de los demds aquello que los demas no saben, quello que no pueden ver y que, sin embargo -por la vio- lacion de los derechos elementales que padecen algunos 0 {a comunidad entera de los ciudadanos- debe ser llevado al conocimiento piblico. Deberiamos estar infinitamente sms atentos a la escucha de esas sintesisredactadas desde las trincheras dela vida cotidiana, que se derivan de sabe res con frecuencia me instructivas que los producidos por ros patentados, Todas esas actas testimonia- les estan lamadas a constituir la primera gufa de a accion. paablica -lejas de las visiones espirituates y las ideologias obtusas-, instituyéndose entonces como una palitica det testimonio. Tendria que ser una politica que defendiera antes que nada algunos principios considerados fundamentales, mas todavia, vitales: el respeto de la dignidad e integridad smumanas, la preacupacién por garantizar a todos igualdad y Justicia, por favorecer la mejor plenitud de todos, por no ensuciar la bioesfera y nuestros cuerpos. Et desafio consiste en trabajar para que exista el mejor ajuste posible centre lo existente y la consideracion de esas exigencias propiamente morales. Este objetivo requiere desplegar un ble gesto clinico: dedicarse a diagnésticos regulares y ocuparse en todo lugar de remendat, pero también de eu rar, mediante una gran cantidad de operaciones concretas, las insuficiencias y las llagas de nuestra sociedad. Es decir, una politica del presente, humanista en otros términos, porque se debe apoyar antes que nada sobre constatacio- nes in stu, sin busear alinear lo real con concepeiones fi- jadas de antemano sino més bien, a la inversa, ordenando los propios actos en funcin de las realidades dures de la poca, Esto deberia hacerse al margen de esa pasién por cl futuro que tanto nos agit6 en los timos aos, que fue muy habilmente estimulada por la industria de lo digital ¥y que procede a la ver de una negacién de la realidad y e una perpetua fuga hacia adelante que juega con solu- ciones siempre por venir, en general fantasmaticas, y que se derivan ademas de respuestas principalmente técnicas aa nuestras dificultades. Lo que es propio de esta posiciOn es que exige re definir las condiciones del ejercicio de lo politico, Este seria quizés el “después”: desviarnos de estructuras que se derivan de medidas tomadas desde arriba segiin con- cepciones trazadas a priori y que con frecuencia no tienen ‘gue ver con lo real, para privilegia decisiones plenamente conscientes respecto de todos los males que marchitan los ccuetpos y las almas, fisuran nuestro z6calo comin, para busear luego absorberlos incesantemente. Para eto, no se trata solo de restablecer el Estado de bienestar, ahora considerado como la principal salida salvadora. Porque la tarea no se reduce a la restauracion y la implementacion, de una vex por todas, de redes de seguridad y de mecanis- ras de solidaridad, sino que supone continuamente especies de acciones quirdrgicas, destinadas a emparchar, cai caso por caso, las contusiones ocasionadas por el hecho de que hace casi medio siglo se estan aplicando dogmas econémi- cos eada ver mas desenfrenados. owes Este espiritu requiere también el compromiso de todos en el ejercicio de la ciudadania que, para Tocqueville,” no se debia conformar con la mera gestién “desde arriba", tino que debia permitis, la inversa, “multiplicar a infini- to, para los ciudadanos, las oportunidades de actuar jun~ tos, ¥ hacetles sentir todos los dias que dependen unos de attos” Pagainos caro el hecho de habemos desviado de estos mperativos de modo culpable en nombre de la adopcién. de una libertad negativa, Esta se regocija con la expre- sion sin obstéculas do nuesttos deseos personales, pero, a fin de cuentas, colabors a hacer emerger una sociedad compuesta de individuos que solo se vemiten a st mismos. De ahora en més, esti escrito que la terrible crisis que engendté la pandemia de covid-19 va a traer como com Secuencia despidos masivos en todo el globo, va a arrojar uerpos y familias a las calles, va a atizar las iras, va a generar fricciones, va a alimentar ta tentacion del robo Yel zechazo del otro, va a intensficar la constitucion de izos de vasallaje asi como a gestar fenbmenos de ingober- nabilidad que algunas figoras autoritazias buscaran llevar para su molino, Por esta raz6n, no podremos evitar un tenizentamiento entre dos tipos de movilizacion opuestos cen tod sentido. No hay nada concluyente que se pueda producte sin cchoques ni conflictos. Se enfrentarén, por un lado, los que arden ent deseos de dejar hablar la propia ira, en aumento, a expensas del mundo y los demas, y también a expensas de si mismos, porque estén resueltos a no determinazse ‘sino Gnicamente en funcién de sus afectos y cvedo sub jetivos, hasta legar @ generatizar una suerte de barbarie comin insidiosa y larvada; por el otro, aquellas y aquellos que, pese a la exasperaci6n que los invade, entienden que {0a Reis de Tcquevil, La democrasa on Andie Segura Pate, Mé en, FR, 2009. tno se pueden perder en una guerra civil de palabras y uerpos, y que tienen la intencin, por el contratio, de poner su energia en apaciguar los desbordes de rencor y ‘dio, de trabajar para instaurar situaciones de equidad en el territorio de nuestras vidas cotidianas, al mismo tiempo que estén determinados a poner obstaculos a las exaccio- nes causadas por las personas @ grupos que Ulegaren al punto de aprovecharse de sus semejantes en nombre de sus propios suftimientos padecidos. Vivimos la época que nos mostraré una feroz lucha entre Thanatos y Eros, entre aquellos movidos por la pulsion de destruccién y los que estan animados por la firme inteneién de construir y el principio de ta esperanza. Los aiios 2010 se habfan abiesto a una exacerbacién de la desconfianza y el resentimiento que resultaba de los dagios ocasionados por la crisis financiera de 2008, de la extension de las légicas de precariedad y de competencia ene las personas, asf como de Ia puesta a disposicién de tecnologias de la expresividad y de otras teenologias que aban impresion de autosuficiencta. La presente década solo se inscribié en la estela de esa tendencia, mostréndo- nos c6mo esa dinainica nociva se extendia e intensificaba sin descanso, destinada ademés a desbocarse todavia mis por esta recionte infeccién viral planetaria que nos peti ficé ademas de agregarse a nuestros males y angustias. La Historia siempre ost4 por recomenzar, y nos ordena que volvatios permanentemente a la cuestion politica y eivi- lizatoria fundamental: la de la viabilidad, lade Ta calidad y la justicia de los tazos que deben provalecer entre los individuos y el conjunto comén. Bsta cuestin se impone ~probablemente en una medida sin precedentes~ como al Aesafio crucial de nuestra época. Es preciso que este Libro trace su tltima frase para dejar hablar sin mas demora ala responsabilidad de cada uno de nosotros. AGRADECIMIENTOS Agradezco a Olivier Nora, director de faitions Grasset, que manifesté de inmediato su entusiasmo y su pleno apoyo a este proyecto; a Chloé Deschamps, la editora de este libro, por la calidad de su atencion, de sus observaciones y sugerencias; a Cédric Biagini, responsable de las edicio- nes de LEchappée, con quien mantengo desde hace afios tuna relacién cémplice y amistosa; y Gnalmente a Flise M. Varbaumont, por el sostén y el afecto de todos los dias.

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