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Harry Potter y los métodos de la

racionalidad
By: Rhaidot

Petunia se casó con un bioquímico, y Harry creció leyendo ciencia y ciencia


ficción. Entonces llegó la carta de Hogwarts, y un mundo de intrigantes
nuevas posibilidades para explotar. Y nuevos amigos, como Hermione, y la
Profesora McGonagall, y el Profesor Quirrell…

Status: complete

Published: 2013-07-26

Updated: 2020-05-13

Words: 714007

Chapters: 123

Rated: Fiction T - Language: Spanish - Genre: Drama/Humor - Characters:


Harry P., Hermione G., Draco M., Q. Quirrell - Reviews: 355 - Favs: 368 -
Follows: 370

Original source: https://www.fanfiction.net/s/9531118/1/Harry-Potter-y-los-


métodos-de-la-racionalidad

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Harry Potter y los métodos de la racionalidad
Introduction
Un día de muy baja probabilidad
Todo lo que Creo es Falso
Comparando La Realidad A Sus Alternativa
La Hipótesis de Eficiencia
El Error Fundamental de la Atribución
La Falacia De La Planificación
Reciprocidad
Prejuicio Positivo
Título Redactado Parte I
Conciencia del Ser Parte II
Archivos de Omake 1, 2, 3
Control De Impulsos
Hacer las Preguntas Equivocadas
Lo desconocido y lo incognoscible
Escrupulosidad
Pensamiento Lateral
Localizando la hipótesis
Las Jerarquías de Dominancia
Gratificación postergada
El Teorema de Bayes
Racionalización
El Método Científico
Cree en la Creencia
La Hipótesis de la Inteligencia
Abstente de Proponer Soluciones
Dándose cuenta de la Confusión
Empatia
Reduccionismo
Prejuicio Egocéntrico
Trabajando en grupos Parte 1
Trabajando en grupos Parte 2
Interludio Administración Personal
Problemas de Coordinacion Parte 1
Problemas de Coordinacion Parte 2
Problemas de Coordinacion Parte 3
Diferenciales de Estado
Interludio Cruzando el Limite
El Pecado Cardinal
Pretendiendo Ser Sabio Parte 1
Pretendiendo Ser Sabio Parte 2
Anulacion Directa
Coraje
Humanismo Parte 1
Humanismo Parte 2
Humanismo Parte 3
Humanismo Parte 4
Teoria de la Personalidad
Prioridades Utilitarias
Informacion Previa
Egocentrismo
El Experimento de la Prision Stanford P1
El Experimento de la Prision Stanford P2
El Experimento de la Prision Stanford P3
El Experimento de la Prision Stanford P4
El Experimento de la Prision Stanford P5
EPS Optimizacion Restringida Parte 6
El Experimento de la Prision Stanford P7
El Experimento de la Prision Stanford P8
El Experimento de la Prision Stanford P9
El Experimento de la Prision Stanford 10
El Experimento de la Prision Stanford 11
Experimento de la Prision Stanford Final
Experimento de la Prision Conclusiones
Archivos Omake 4 Paralelos Alternos
Mentiras Contagiosas
Auto Actualizacion Parte 1
Auto Actualizacion Parte 2
Auto Actualizacion Parte 3
Auto Actualizacion Parte 4
Auto Actualizacion Parte 5
Auto Actualizacion Parte 6
Auto actualizacion parte 7
Auto Actualizacion Parte 8
Auto Actualizacion Parte 9
Auto Actualizacion Final Responsabilidad
Interludio con el Confesor Costos
AA Conclusiones Apariencias
Preludio al Intercambio de Tabues Trampa
Intercambio de Tabues Parte 1
Intercambio de Tabues parte 2
Intercambio de Tabues Parte 3
Intercambio de Tabues Final
Intercambio de Tabues Conclusion 1
Intercambio de Tabues Conclusion 2
Intercambio de Tabues Conclusion 3 Dista
Comprobacion de Multiples Hipotesis
Consciencia Hedonica
La Presion del Tiempo Parte 1
La Presion del Tiempo Parte 2
Roles Parte 1
Roles Parte 2
Roles Parte 3
Roles Parte 4
Roles Parte 5
Roles Parte 6
Roles parte 7
Roles parte 8
Roles Final
Roles Conclusion
Medidas de Precaucion Parte 1
Medidas de Precaucion Parte 2
Preocupacion
Examenes
La verdad Parte 1 Acertijos y Respuestas
La Verdad Parte 2
La Verdad Parte 3
La Verdad Parte 4
La verdad Parte 5 Respuestas y Acertijos
Reflejos
Reflejos Parte 2
Fracaso Parte 1
Fracaso Parte 2
Examen Final
Callate y Haz Lo Imposible
Callate y Haz Lo Imposible Parte 2
Algo Para Proteger Parte 0
Algo Para Proteger Minerva McGonagall
Algo Para Proteger Profesor Quirrell
Algo Para Proteger Albus Dumbledore
Algo Para Proteger Draco Malfoy
Algo Para Proteger Severus Snape
Algo Para Proteger Hermione Granger
La Estrella Invisible
Un día de muy baja probabilidad
Capítulo 1: Un día de muy baja probabilidad

Renuncia: J. K. Rowling es dueña de Harry Potter y nadie es dueño


de los métodos de la racionalidad.

La mayoría considera que este fic realmente comienza a


encaminarse alrededor del Capítulo 5. Si aún no te gusta después
del Capítulo 10, ríndete.

Por favor visita HPMOR DOT COM para encontrar información


en ingles sobre :

* Sistema de notificación vía email, RSS feed, y Twitter feed para


nuevos capítulos;

* Notas del autor e informes de progreso;

* Una amorosa versión hecha por fans estilo libro-PDF;

* Un servidor mirror del texto libre de publicidad;

* Textos electrónicos ePUB y MOBI;

* Podcast de la historia en desarrollo;

* Fan art en vastas cantidades;

* Lista de cameos (personajes nombrados por un fan-artista);

* Fan-fanfiction de este fanfiction;

* Fan música, canciones, y animaciones;

* Traducciones hechas por Fans;


* La palabra clave de OKCupid para lectores de HPMOR;

* Enlaces a la página de discusión y foro de TV Tropes;

* Página de advertencias (advertencias sobre posibles eventos


traumáticos para algunos lectores; para evitar spoilers para la
mayoría de lectores, no hay advertencias dentro de la historia
principal);

* Cómo aprender todo lo que el personaje principal sabe;

* Puestos de trabajo abiertos en una organización no lucrativa


relacionada;

* Y cada vez mucho más.

Las opiniones me hacen feliz. Puedes dejar una opinión sobre


cualquier capítulo, y no hay necesidad de terminar de leerlo todo
antes de que comiences a opinar - pero por favor deja máximo una
opinión por capítulo.

Este no es un estricto fic de un solo-punto-de-partida - existe un


punto primario de partida, algunas veces en el pasado, pero también
con otras alteraciones. El mejor termino que he escuchado para este
fic es "universo paralelo".

El texto contiene muchas pistas: pistas obvias, pistas no-tan-obvias,


claves verdaderamente obscuras que algunos lectores decodificaron
satisfactoriamente para mi sorpresa, y masiva evidencia dejada a
simple vista. Esta es una historia racionalista; sus misterios tienen
solución, y fueron hechos para ser resueltos.

El ritmo de la historia es el de un seriado de ficción, i.e., el de un


programa de TV trasmitido para un número de temporadas
predeterminado, cuyos episodios son desarrollados individualmente
pero en conjunto forman un arco que alcanza una conclusión final.
La historia ha sido corregida al Ingles Británico hasta el capítulo 17,
más recolecciones Británicas están actualmente en progreso (ver el
/HPMOR subreddit).

Toda la ciencia mencionada es ciencia verdadera. Pero por favor ten


presente que, más allá del reino de la ciencia, las opiniones de los
personajes pueden no ser las mismas que las del autor. No todo lo
que el protagonista hace es una lección de sabiduría, y consejos
ofrecidos por personajes oscuros podrían ser poco confiables o
peligrosamente de doble-filo.

Por debajo de los destellos de luna un delgado fragmento de plata,


una fracción de una linea…

(túnicas negras, cayendo)

… sangre derramada en litros, y alguien grita una palabra.

Cada pulgada de espacio en la pared está cubierta por una librería.


Cada librería tiene seis estanterías, llegando casi hasta el techo.
Algunas estanterías están saturadas hasta el tope con libros de tapa
dura: ciencia, matemáticas, historia y todo lo demás. Otras
estanterías tienen dos capas de libros de bolsillo de ciencia ficción,
con la capa de atrás apoyada sobre cajas de pañuelos viejos o un
tramo de madera, así puedes ver la capa de atrás de libros encima
de los libros de enfrente. Y aún eso no es suficiente. Los libros están
desbordándose sobre las mesas y los sofás y amontonándose bajo
las ventanas.

Esta es la sala de la casa ocupada por el eminente Profesor Michael


Verres-Evans, y su esposa, Sra. Petunia Evans-Verres, y su hijo
adoptivo, Harry James Potter-Evans-Verres.
Hay una carta posada en la mesa de la sala, y un sobres sin
estampilla de pergamino amarillento, dirigido al Sr. H. Potter en tinta
verde-esmeralda.

El Profesor y su esposa están hablándose bruscamente el uno al


otro, pero no están gritando. El Profesor considera que gritar es
incivilizado.

"Estás bromeando," Michael dijo a Petunia. Su tono indicaba que le


asustaba que ella hablara en serio.

"Mi hermana era una bruja," Petunia repitió. Parecía espantada,


pero se mantuvo firme. "Su esposo era un mago."

"¡Esto es absurdo!" Michael dijo con aspereza. "Ellos fueron a


nuestra boda - ellos nos visitaron para Navidad -"

"Les dije que no debías enterarte," Petunia susurró. "Pero es


verdad. He visto cosas -"

El Profesor giró sus ojos. "Querida, entiendo que no estés


familiarizada con la literatura escéptica. Puede que no te des cuenta
que tan fácil es para un mago entrenado falsear lo aparentemente
imposible. ¿Recuerdas cómo le enseñé a Harry a doblar cucharas?
Si parecía que ellos siempre podían adivinar lo que estabas
pensando, eso es lectura en frío -"

"No eran cucharas dobladas -"

"¿Qué era, entonces?"

Petunia se mordió los labios. "No puedo decírtelo así como así.
Pensaras que estoy -" Ella tragó saliva. "Escucha. Michael. Yo no fui
- siempre de este modo -" Hizo un gesto a sí misma, como
señalando su esbelta figura. "Lily hizo esto. Porque yo - porque yo
se lo pedí . Durante años, le supliqué. Lily siempre había sido más
bella que yo, y yo fui… mala con ella, por su belleza, y entonces ella
obtuvo magia, ¿puedes imaginar cómo me sentí? Y le supliqué que
usara algo de magia en mi para que yo pudiera ser hermosa
también, incluso si yo no podía tener su magia, al menos podría ser
hermosa."

Las lágrimas se juntaron en los ojos de Petunia.

"Y Lily me decía no, e inventaba las más ridículas excusas, como
que el mundo terminaría si ella era amable con su hermana, o que
un centauro le dijo que no - las cosas más ridículas, y la odié por
eso. Y cuando recién me había graduado de la universidad, salía
con un chico, Vernon Dursley, era gordo y era el único chico que me
hablaba. Y dijo que quería niños, y que su primer hijo se llamaría
Dudley. Y pensé, ¿qué clase de padre nombra a su hijo Dudley
Dursley? Fue como si viera toda mi vida futura derrumbándose en
frente de mí, y no lo pude soportar. Y le escribí una carta a mi
hermana y le dije que si ella no me ayudaba prefería simplemente -"

Petunia se detuvo.

"De cualquier modo," Petunia dijo, su voz baja, "ella se rindió. Me


dijo que era peligroso, y yo le dije que ya no me importaba, y bebí
una poción y estuve enferma por semanas, pero cuando me
recuperé mi piel se limpió y finalmente tuve curvas y… Yo era bella,
las personas eran amables conmigo," su voz se rompió, "y después
de eso no pude seguir odiando a mi hermana, especialmente
cuando supe lo que su magia le trajo al final -"

"Querida," Michael dijo con gentileza, "te enfermaste, ganaste algo


de peso mientras guardabas cama, y tu piel se limpio por si sola. O
estar enferma te hizo cambiar tu dieta -"

"Ella era bruja," Petunia repitió. "Lo vi."

"Petunia," Michael dijo. La molestia estaba progresando en su voz. "


Sabes que eso no puede ser verdad. ¿Tengo realmente que
explicarte por qué?"
Petunia retorció sus manos. Parecía estar al borde de las lágrimas.
"Mi amor, sé que no puedo ganar una discusión contigo, pero por
favor, tienes que confiar en mi esta vez -"

" ¡Papá! ¡Mamá!? "

Los dos se detuvieron y miraron a Harry como si hubieran olvidado


que había una tercera persona en el cuarto.

Harry respiró profundamente. "Mamá, tus padres no tenían magia,


¿cierto?"

"No," Petunia dijo, pareciendo intrigada.

"Entonces nadie en tu familia sabía sobre magia cuando Lily recibió


su carta. ¿Cómo se convencieron ellos ?"

"Ah…" Petunia dijo. "No enviaron una carta. Enviaron un profesor de


Hogwarts. Él -" Los ojos de Petunia retaron a Michael. "Él nos
mostró algo de magia."

"Entonces no tienes que pelear por esto," Harry dijo firmemente.


Esperando contra la esperanza que esta vez, sólo esta vez, ellos lo
escucharían. "Si es verdad, podemos hacer que un profesor de
Hogwarts venga aquí y ver la magia por nosotros mismos, y Papá
admitirá que es verdad. Y si no lo es, entonces Mamá admitirá que
es falso. Para eso es el método experimental, así no tenemos que
resolver cosas sólo discutiendo."

El Profesor se volvió y lo miró, desdeñoso como de costumbre. "Oh,


vamos, Harry, ¿De verdad, magia ? Pensé que tú serías tan listo
como para no tomar esto en serio, hijo, incluso si sólo tienes diez.
¡La magia es precisamente lo menos científico que hay!"

La boca de Harry se retorció con amargura. Era bien tratado,


probablemente mejor de lo que la mayoría de padres genéticos
trataban a sus propios hijos. Harry había ido a las mejores escuelas
de primaria - y cuando eso no funcionó, le proveyeron con tutores de
la inagotable fuente de universitarios hambrientos. Harry fue
animado siempre a estudiar cualquier cosa que llamara su atención,
compró todos los libros que atraparon su atención, fue patrocinado
en cualquier competición de matemáticas o ciencia a la que entró.
Se le dio cualquier cosa razonable que quiso, excepto, tal vez, la
mínima pizca de respeto. Difícilmente se podría esperar que un
Doctor enseñando bioquímica en Oxford escuchara al consejo de un
pequeño. Podrías escuchar para Mostrar Interés, por supuesto; eso
es lo que un Buen Padre haría, y así, si te concibes a ti mismo como
un Buen Padre, lo harías. ¿Pero tomar seriamente -a-alguien-de-
diez-años? Difícilmente.

A veces Harry quería gritarle a su padre.

"Mamá," dijo Harry. "Si quieres ganarle esta discusión a Papá, mira
en el capítulo dos del primer libro de Feynman Lectures on Physics.
Hay una cita allí de cómo los filósofos dicen mucho sobre lo que la
ciencia requiere, y están equivocados por completo, porque la única
regla en la ciencia es que el arbitro final es la observación - sólo
tienes que mirar al mundo y reportar lo que ves. Um… no recuerdo
dónde puede encontrarse algo sobre cómo es un ideal de la ciencia
resolver las cosas por experimentos en lugar de argumentos -"

Su madre lo miró y sonrió. "Gracias, Harry. Pero -" alzó su cabeza


para mirar fijamente a su esposo. "No quiero ganar un argumento
con tu padre. Quiero que mi esposo escuche, que escuche a su
esposa que lo ama, y confié en ella al menos en esta ocasión -"

Harry cerró sus ojos brevemente. Irremediable . Ambos padres eran


irremediables.

Ahora sus padres se estaban metiendo en otra de aquellas


discusiones, donde su madre intentaba hacer sentir culpable a su
padre, y su padre intentaba hacer sentir a su madre estúpida.

"Me voy a mi cuarto," anunció Harry. Su voz tembló un poco. "Por


favor intenta no pelear mucho sobre esto, Mamá. Papá, muy pronto
sabremos cómo sale, ¿correcto?"
"Por supuesto, Harry," dijo su padre, y su madre le dio un beso
tranquilizador, y siguieron peleando mientras Harry subía las
escaleras a su cuarto.

Cerró la puerta tras él e intentó pensar.

Lo gracioso era que, él debería estar de acuerdo con su Papá.


Nadie había visto nunca alguna evidencia de magia, y de acuerdo a
Mamá, había todo un mundo mágico allá afuera. ¿Cómo podía
alguien mantener algo así en secreto? ¿Más magia? Esa parecía
una excusa de una clase bastante sospechosa.

Debió haber sido un claro caso de Mamá bromeando, mintiendo o


siendo loca, en orden ascendente de horror. Si su propia Mamá
había enviado la carta, eso explicaría cómo había llegado al buzón
sin una estampilla. Un poco de locura era mucho, mucho menos
improbable a que el universo funcionara de ese modo.

Excepto que una parte de Harry estaba absolutamente convencido


de que la magia era real, y había sido así desde el instante que vio
la carta putativa proveniente del Colegio de Hogwarts de Magia y
Hechicería.

Harry se rascó la frente, haciendo una mueca. No creas todo lo que


pienses, uno de sus libros había dicho.

Pero esta bizarra certeza… Harry se encontró a si mismo


esperando; sí, esperando que un profesor de Hogwarts apareciera y
agitara su varita y la magia aparecería. La extraña certeza no hacia
ningún esfuerzo para protegerse a si misma contra la falsificación -
no estaba inventando excusas por adelantado sobre por qué no
habría un profesor, o si el profesor solamente sería capaz de doblar
cucharas.

¿De dónde vienes, pequeña y extraña predicción? Harry dirigió el


pensamiento a su cerebro. ¿Por qué creo en lo que creo?
Usualmente Harry era muy bueno para responder esa pregunta,
pero en éste caso en particular, él no tenía idea de lo que su cerebro
estaba pensando.

Harry se encogió de hombros mentalmente. Una placa metálica


plana en una puerta permite empujar, y un asa en una puerta
permite tirar y lo que hay que hacer con una hipótesis comprobable
es ir y probarlo.

Tomo una pieza de papel alineado de su escritorio, y comenzó a


escribir.

Querida Directora Adjunta

Harry se pauso, reflexionando; entonces desecho el papel por otro,


extrayendo otro milímetro de grafito de su lápiz mecánico. Esto
requería una cuidadosa caligrafía.

Querida Directora Adjunta Minerva McGonagall,

O a quien pueda interesar:

Recientemente recibí su carta de aceptación a Hogwarts, dirigida al


Sr. H. Potter. Puede que usted no sepa que mis padres genéticos,
James Potter y Lily Potter (anteriormente Lily Evans) están muertos.
Fui adoptado por la hermana de Lily, Petunia Evans-Verres, y su
esposo, Michael Verres-Evans.

Estoy extremadamente interesado en asistir a Hogwarts,


condicionado a que un lugar así de hecho exista. Solamente mi
madre Petunia dice saber sobre la magia, y ella no puede usarla por
si misma. Mi padre es muy escéptico. Yo mismo estoy muy
inseguro. No sé dónde conseguir ninguno de los libros o del
equipamiento listado en su carta de aceptación.

Madre mencionó que ustedes enviaron un representante de


Hogwarts a Lily Potter (entonces Lily Evans) con el fin de
demostrarle a su familia que la magia era real, y, presumo, ayudarle
a Lily a obtener sus materiales escolares. Si usted pudiera hacer
esto para mi propia familia sería extremadamente útil.

Sinceramente,

Harry James Potter-Evans-Verres.

Harry agregó su dirección actual, entonces plegó la carta y la puso


dentro del sobre, el cual dirigió a Hogwarts. Tras considerarlo un
poco consiguió una vela y escurrió cera sobre la solapa del sobre,
dentro del cual, usando la punta de una navaja, estampo las
iniciales H.J.P.E.V. Si iba a descender hacia la locura, iba a hacerlo
con estilo.

Entonces abrió su puerta y bajó las escaleras. Su padre estaba


sentado en la sala y leyendo un libro de matemáticas avanzadas
para demostrar que tan inteligente era; y su madre estaba en la
cocina preparando una de las comidas favoritas de su padre para
demostrar lo amorosa que era. No parecía que se estuvieran
hablándose el uno al otro. Tan aterradoras como pudieran ser las
discusiones, no discutir era de algún modo mucho peor.

"Mamá," Harry dijo en el desconcertante silencio, "Voy a probar la


hipótesis. De acuerdo a tu teoría, ¿cómo envió un búho a
Hogwarts?"

Su madre se apartó del fregadero de la cocina para mirarlo


fijamente, aparentemente sorprendida. "Yo - no lo sé, creo que sólo
tienes que poseer un búho mágico."

Eso debería haber sonado muy sospechoso, oh, así que no hay
manera de probar tu teoría entonces, pero la peculiar certeza en
Harry parecía dispuesta a arriesgar su cuello incluso aún más.

"Bien, la carta llegó aquí de algún modo," Harry dijo, "así que la
agitaré afuera y llamaré '¡carta para Hogwarts!' y veré si un búho la
recoge. Papá, ¿quieres venir y ver?"
Su padre sacudió su cabeza minuciosamente y siguió leyendo. Por
supuesto, Harry pensó para sí mismo. La magia era una cosa
vergonzosa en la cual únicamente creía la gente estúpida; si su
padre llegara a probar su hipótesis, o incluso verla siendo probada,
eso se sentiría como asociarse él mismo con eso…

Sólo cuando Harry salió afuera por la puerta trasera, hacia el jardín
trasero, se le ocurrió que sí un búho bajaba y le arrebataba la carta,
iba a tener algunos problemas contándole a Papá sobre eso.

Pero - bueno - eso no podría pasar de verdad, ¿o sí? Sin importar lo


que mi cerebro parezca creer. Si un búho realmente baja y atrapa
este sobre, voy a tener cosas más importantes para preocuparme
qué lo que mi Papá piense.

Harry respiró hondo, y alzó el sobre hacia el aire.

Tragó saliva.

Llamar ¡ Carta para Hogwarts ! Mientras se sostenía un sobre en el


aire en medio de tu propio jardín trasero era… de hecho muy
embarazoso, ahora que lo pensaba.

No. Soy mejor que Papá. Usaré el método científico incluso si me


hace sentir estúpido.

"Carta -" Harry dijo, pero salió más como un gruñido susurrado.

Harry templó su voluntad, y gritó hacia el cielo vacío, " ¡Carta para
Hogwarts! ¿Puedo conseguir un búho? "

"¿Harry?" preguntó una asombrada voz de mujer, una de sus


vecinas.

Harry bajo su mano como si estuviera en llamas y escondió el sobre


detrás de su espalda como si fuera dinero para drogas. Toda su cara
estaba roja por la vergüenza.
Una vieja cara de mujer se asomó por encima de una cerca vecina,
canoso cabello gris escapando de su red para el cabello. La Sra.
Figg, la niñera ocasional. "¿Qué estás haciendo, Harry?"

"Nada," Harry dijo con voz enredada. "Sólo - probando una teoría
verdaderamente tonta -"

"¿Recibiste tu carta de aceptación de Hogwarts?"

Harry se congeló dónde estaba.

"Sí," dijeron los labios de Harry poco después. "Recibí una carta de
Hogwarts. Dicen que quieren mi búho para el 31 de Julio, pero -"

"Pero tú no tienes un búho. ¡Pobrecito! No puedo imaginar lo que


alguien estaría pensando, enviándote sólo la carta estándar."

Un brazo arrugado se extendió por encima de la cerca, y abrió una


mano expectante. Difícilmente pensando en este punto, Harry le dio
su sobre.

"Déjamelo a mi, querido," dijo la Sra. Figg, "y en un instante o dos


haré que alguien la lleve."

Y su cara desapareció de encima de la cerca.

Hubo un largo silencio en el jardín.

Entonces la voz de un chico dijo, calmada y tranquilamente, "Que."

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

Mi propósito es que la traducción sea lo más fiel al original. Dicho lo


anterior, hay algunos términos que he debido cambiar para
conservar el sentido de la narración. Un ejemplo es la frase "le
proveyeron con tutores de la inagotable fuente de universitarios
hambrientos"; Yudkowsky utiliza "estudiantes" y no "universitarios",
la razón para esto es la particularidad del sistema educativo (ingles
para el mundo de HPMOR y norteamericano para Yudkowsky,
donde es de conocimiento general que al hablar de estudiantes
hambrientos se refiere a estudiantes universitarios con empleos de
medio tiempo, no a los estudiantes que cursan lo que es más o
menos equivalente a la educación secundaría), por lo cual sentí que
de utilizar "estudiantes" se podía prestar para confusiones, mi
prioridad era dejar en claro que Harry Potter veía clases particulares
con tutores que a su vez eran estudiantes de educación superior.

La adaptación explicada anteriormente es uno de los mayores


cambios con respecto al original, otros alteraciones menores fueron
realizadas. Las cursivas y negrillas se conservan como en el
original.

Intenté conservar el patrón de habla exclusivo de Harry, el cual será


una constante a lo largo de la historia. En cuanto al uso de
metáforas científicas, me veo forzado a admitir que es una de las
partes más aterradoras de traducir, algunas son bastante complejas.
Pero quede bastante complacido con la traducción de la puerta con
palanca y la puerta con asa, espero seguir haciendo un buen trabajo
el los próximos capítulos. Mi intención es traducir todos los capítulos
al español con regularidad y presteza.

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Todo lo que Creo es Falso
Capítulo 2: Todo en lo que Creo es Falso

#include "stddisclaimer.h" (1)

"Por supuesto que fue mi culpa. No hay nadie más aquí que pudiera
ser responsable por cualquier cosa."

"Ahora, sólo para estar claros," Harry dijo, "si la profesora logra que
levites, Papá, cuando sabes que no has sido conectado a ningún
cable, eso será evidencia suficiente. No le vas a dar la vuelta y decir
que es un truco de magos. No sería un juego limpio. Si te sientes de
ese modo, deberías decirlo ahora, y podemos descifrar un
experimento diferente en su lugar."

El padre de Harry, el Profesor Michael Verres-Evans, giró sus ojos.


"Sí, Harry."

"Y tu, Mamá, tu teoría dice que la profesora debería ser capaz de
hacer esto, y si eso no sucede, admitirás que estás equivocada.
Nada de que la magia no funciona cuando las personas son
escépticas, ni nada de eso."

La Directora Adjunta Minerva McGonagall estaba mirando a Harry


con una expresión perpleja. Se veía como una bruja dentro de su
túnica negra y su sombrero puntiagudo, pero cuando habló sonó
formal y Escocésa, lo cual no encajaba para nada con su apariencia.
A primera vista parecía como alguien que debería reírse
agudamente y poner bebes dentro de calderos, pero todo el efecto
se arruinó tan pronto como abrió su boca. "¿Es eso suficiente, Sr.
Potter?" ella dijo. "¿Debo seguir adelante y demostrar?"

"¿ Suficiente? Probablemente no," Harry dijo. "Pero por lo menos


ayudará. Adelante, Directora Adjunta."

"Sólo Profesora," dijo ella, y entonces, " Wingardium Leviosa ."

Harry miró a su padre.

"Eh," Harry dijo.

Su padre lo miró a él. "Eh," su padre repitió.

Entonces el Profesor Verres-Evans miró a la Profesora McGonagall.


"De acuerdo, puede bajarme ahora."

Su padre fue bajado cuidadosamente al suelo.

Harry sacudió una mano a través de su cabello. Tal vez era la


extraña parte de él que ya había estado convencida, pero… "Eso
fue un poco anticlímax," Harry dijo. "Se podría pensar que habría
algún tipo de evento mental más dramático asociado con la
actualización de una observación de probabilidad infinitesimal -"
Harry se detuvo a si mismo. Mamá, la bruja, e incluso su Padre
estaban dándole esa mirada de nuevo. "Quiero decir, a descubrir
que todo lo que creo es falso."

Seriamente, debió haber sido más dramático. Su cerebro debió


haber evacuado todo su surtido actual de hipótesis sobre el
universo, ninguna de las cuales permitía que esto sucediera. Pero
en vez de eso su cerebro sólo parecía seguir, D e acuerdo, vi a la
Profesora de Hogwarts agitar su varita y hacer que tu padre
ascendiera en el aire, ¿ahora qué? (2)

La bruja-señora estaba sonriendo con benevolencia sobre ellos,


parecía muy divertida. "¿Quisiera una demostración adicional, Sr.
Potter?"
"No tiene que," Harry dijo. "Hemos realizado un experimento
definitivo. Pero…" Harry titubeó. No podía evitarlo. De hecho, según
las circunstancias, él mismo no debería evitarlo. Era correcto y
apropiado ser curioso. "¿Qué más puede hacer?"

La Profesora McGonagall se transformó en un gato.

Harry se replegó sin pensarlo, retrocediendo tan rápido que se


tropezó con una pila extraviada de libros y aterrizó duro sobre su
trasero con un porrazo . Sus manos bajaron para atraparse a si
mismo sin llegar a alcanzarse adecuadamente, y hubo una punzada
de alarma en su hombro cuando el peso bajó sin apoyo.

De inmediato el pequeño gato atigrado se transformó de nuevo en


una mujer de túnica. "Lo siento, Sr. Potter," dijo la bruja, sonando
sincera, aunque las comisuras de sus labios temblaban hacia arriba.
"Debí haberlo advertido."

Harry estaba respirando de manera irregular. Su voz salió


entrecortada. "¡Usted no puede HACER eso!"

"No es más que una Transfiguración," dijo la Profesora McGonagall.


"Una transformación de Animagus, para ser exactos."

"¡Se transformó en un gato! ¡Un gato PEQUEÑO ! ¡Usted violó la


Conservación de Energia! No sólo es una regla arbitraria, ¡es
implícito por la forma del Hamiltoniano cuántico! ¡Rechazándolo
destruye la unitariedad y entonces se obtiene señalización
superlumínica! (3) ¡Y los gatos son COMPLICADOS ! Una mente
humana simplemente no puede visualizar del todo la anatomía de
un gato y, y toda la bioquímica del gato, ¿y qué hay de la neurología
? ¿Cómo puede usted ir por ahí pensando usando un cerebro del
tamaño de un gato?"

Los labios de la Profesora McGonagall estaban temblando más duro


ahora. "Magia."
"¡La Magia no es suficiente para hacer eso! ¡Tendrías que ser un
dios!"

La Profesora McGonagall parpadeó. "Esta es la primera vez que me


han llamado así. "

La visión de Harry se puso borrosa, mientras su cerebro comenzaba


a comprender lo que se acababa de romper. Toda la idea de un
universo unificado matemáticamente con leyes ordinarias, eso era lo
que había sido vaciado por el inodoro; toda la noción de la f ísica .
Tres mil años desmenuzando grandes cosas complicadas en piezas
más pequeñas, descubriendo que la música de los planetas era de
la misma melodía que la de una manzana cayendo, hallando que las
verdaderas leyes eran perfectamente universales y no tenían
excepciones en ningún lugar y tomaban la forma de matemática
simple gobernando las partes más pequeñas, sin mencionar que la
mente era el cerebro y el cerebro estaba hecho de neuronas, un
cerebro era lo que una persona era -

Y entonces una mujer se transformó en un gato, todo eso para


nada.

Ciento de preguntas lucharon por prioridad sobre los labios de Harry


y el ganador se desparramó: "¿Y, y qué clase de conjuro es
Wingardium Leviosa? ¿Quién inventa las palabras para estos
hechizos, niños de guardería?"

"Suficiente, Sr. Potter," la Profesora McGonagall dijo lacónicamente,


aunque sus ojos brillaron con suprimida diversión. "Si usted desea
aprender sobre magia, le sugiero que finalicemos el papeleo para
que pueda ir a Hogwarts."

"Correcto," Harry dijo, algo aturdido. Compuso sus pensamientos al


tiempo. La Marcha de la Razón tendría que empezar de nuevo, eso
era todo; aún tenían el método experimental y eso era lo más
importante. "¿Cómo llego a Hogwarts, entonces?"
Una risa sofocada escapó de la Profesora McGonagall, como si
fuera extraída de ella con pinzas.

"Aguarda un momento, Harry," su padre dijo. "¿Recuerdas por qué


no has ido a la escuela hasta ahora? ¿Qué hay de tú condición?"

La Profesora McGonagall giró para encarar a Michael. "¿Su


condición? ¿Cuál es?"

"No duermo bien," Harry dijo. Agitó sus manos irremediablemente.


"Mi ciclo de sueño dura veintiséis horas, Siempre voy a dormir dos
horas tarde, cada día, no puedo dormirme más temprano, y al día
siguiente voy a dormir dos horas más tarde que eso . 10PM, 12AM,
2AM, 4AM, hasta que le da la vuelta al reloj. Incluso si intentó
madrugar, no hace diferencia y estoy descarrilado todo el día. Por
eso es que no he ido a una escuela normal hasta ahora."

"Una de las razones," dijo su madre. Harry le tiró una mirada


penetrante.

McGonagall ofreció un largo hmmmmm. "No puedo recordar haber


escuchado sobre tal condición antes…" ella dijo lentamente.
"Verificaré con la Señora Pomfrey para ver si conoce algún
remedio." Entonces su cara se iluminó. "No, Estoy segura de que
esto no será un problema - Encontraré una solución a tiempo.
Ahora," y su mirada se afiló de nuevo, "¿cuáles son estas otras
razones?"

Harry envió a sus padres una mirada feroz. "Soy un concienzudo


objetor a la conscripción infantil, basado en que yo no debería sufrir
por la desintegración de un sistema escolar y su fracaso para
proveer profesores o material de estudio de incluso un mínimo de
calidad adecuada."

Ambos padres de Harry aullaron con una risa a eso, como si


pensaran que todo era un gran chiste. "Oh," dijo el padre de Harry,
ojos brillantes, "por eso es que mordiste a una profesora de
matemáticas en tercer año."
" ¡Ella no sabia lo que era un logaritmo ! "

"Por supuesto," secundó la madre de Harry. "Morderla fue una


respuesta muy madura."

El padre de Harry asintió. "Una bien-considerada política para tratar


el problema de profesores que no entienden los logaritmos."

"¡Tenía siete años ! ¿Cuánto tiempo van a seguir trayendo eso a


colación?"

"Lo sé," dijo su madre con simpatía, "muerdes una profesora de


matemáticas y nunca dejan que lo olvides, ¿cierto?"

Harry se dirigió a la Profesora McGonagall. "¡Vaya! !¿Ve con lo que


tengo que lidiar?"

"Discúlpeme," dijo Petunia, y huyó a través de la puerta trasera


hacia el jardín, desde el cual sus gritos de risa eran claramente
audibles.

"Ya, ah, ya," la Profesora McGonagall parecía estar teniendo


problemas para hablar por alguna razón, "no hay que andar
mordiendo a los profesores de Hogwarts, ¿está bastante claro, Sr.
Potter?"

Harry le frunció el ceño. "Bien, no morderé a nadie que no me


muerda primero."

El Profesor Michael Verres-Evans también tuvo que dejar el cuarto


brevemente tras escuchar esto.

"De acuerdo," la Profesora McGonagall suspiró, después de que los


padres de Harry se serenaron y regresaron. "Bien. Creo, en estas
circunstancias, que debería evitar llevarlo a comprar sus materiales
de estudio hasta un día o dos antes de que la escuela comience."

"¿Qué? ¿Por qué? Los otros niños ya saben magia, ¿o no? ¡Tengo
que comenzar a ponerme al día de inmediato!"
"Quédese tranquilo, Sr. Potter," replicó la Profesora McGonagall,
"Hogwarts es muy capaz de enseñar los fundamentos. Y sospecho,
Sr. Potter, que si lo dejo solo por dos meses con sus libros
escolares, incluso sin una varita, regresaré a esta casa sólo para
encontrar un cráter de humo purpura ondulante, una ciudad
despoblada rodeándola y una plaga de cebras llameantes
aterrorizando lo que quede de Inglaterra."

La madre y padre de Harry asintieron en perfecto unisono.

" ¡ Mamá! ¡Papá! "

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Esta es la renuncia usual que Yudkowsky escribe en los primeros


capítulos, sólo que en esta ocasión utilizó el preprocesador para el
lenguaje de programación C, y significa más o menos "la renuncia
estándar va aquí".

(2) No, no es un error del uso de pronombres. Harry tiene tendencia


a referirse a sí mismo en tercera persona.

(3) FTL en ingles (Faster Than Light), quiere decir más rápido que la
luz.

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ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


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Comparando La Realidad A Sus Alternativa
Capítulo 3: Comparando La realidad Con Sus Alternativas

Si J. K. Rowling les pregunta sobre esta historia, ustedes no saben


nada.

"Pero entonces la pregunta es - ¿quién?"

"Buen Señor," dijo el cantinero, mirando atentamente a Harry, "¿Es


éste - puede ser -?"

Harry se inclinó hacia la barra del Caldero Chorreante lo más que


pudo, apenas llegó a un lugar alrededor de las puntas de sus cejas.
Una pregunta como esa merecía lo mejor de él.

"Soy yo - pude ser - tal vez - nunca se sabe - si yo no soy - pero


entonces la pregunta es - ¿quién ? "

"Bendita mi alma," susurró el viejo cantinero. "Harry Potter… todo un


honor." (1)

Harry parpadeó, entonces se recuperó. "Bueno, sí, es usted


bastante perceptivo; la mayoría de personas no se dan cuenta tan
rápidamente -"

"Es suficiente," La Profesora McGonagall dijo. Su mano apretó el


hombro de Harry. "No molestes al chico, Tom, es nuevo en todo
esto."
"¿Pero es él?" dijo con voz trémula una anciana. "¿Es Harry
Potter?" Con un sonido chirriador, ella se levantó de su silla.

"Doris -" McGonagall dijo en tono de advertencia. La severa mirada


que dirigió alrededor debió haber sido suficiente para intimidar a
cualquiera.

"Sólo quiero estrechar su mano," la mujer susurró. Ella se inclinó y


extendió una mano arrugada, la cual Harry, sientiéndose confundido
y más incomodo de lo que había estado en su vida, cuidadosamente
estrechó. Lagrimas cayeron desde los ojos de la mujer sobre sus
manos apretadas. "Mi nieto era un Auror," ella le susurró. "Murió en
el setenta y nueve. Gracias, Harry Potter. Gracias a los cielos por ti."

"De nada," Harry dijo automáticamente, y entonces giró su cabeza y


le mandó a la Profesora McGonagall una aterrada, suplicante
mirada.

La Profesora McGonagall golpeó su pie en el suelo cuando el asalto


general estaba apunto de comenzar. Hizo un ruido que le dio a
Harry un nuevo referente para la frase "Estallido de la perdición", y
todos se congelaron donde estaban. (2)

"Tenemos prisa," la Profesora McGonagall dijo en una voz que sonó


perfectamente, absolutamente normal.

Dejaron el bar sin ningún problema.

¿"Profesora?" Harry dijo, una vez que estuvieron en el patio. Tenía


la intención de preguntar qué era lo que estaba pasando, pero
extrañamente se encontró a si mismo preguntando una cuestión
completamente diferente en su lugar. "¿Quién era el hombre pálido,
en la esquina? ¿El hombre con el tic en el ojo?"

"¿Hm?" dijo la Profesora McGonagall, sonando un poco


sorprendida; quizá ella tampoco había esperado esa pregunta. "Ese
era el Profesor Quirinus Quirrell. Él enseñará Defensa Contra las
Artes Oscuras este año en Hogwarts."
"Tuve el más extraño sentimiento de que lo conocía…" Harry se
frotó la frente. "Y de que no debía darle la mano." Como encontrarse
a alguien quien fue tu amigo, alguna vez, antes de que algo saaliera
drásticamente mal… esa no era toda la verdad, pero Harry no pudo
hallar las palabras adecuadas. "¿Y que fue… todo eso?"

La Profesora McGonagall le dio una singular ojeada. "Sr. Potter…


sabes… ¿qué tanto le han dicho… sobre cómo sus padres
murieron?"

Harry le devolvió una mirada firme. "Mis padres están vivos y bien, y
ellos se rehusaron a hablar sobre como murieron mis padres
genéticos . De lo cual inferí que no era bueno."

"Una lealtad admirable," dijo la Profesora McGonagall. Su voz bajó.


"Sin embargo me duele un poco escucharlo decirlo de ese modo.
Lily y James eran amigos míos."

Harry desvió la mirada, repentinamente avergonzado. "Lo siento," él


dijo con escasa voz. "Pero yo tengo una Mamá y una Papá. Y sé
que me hago infeliz a mi mismo mediante la comparación de la
realidad a… algo perfecto que construí en mi imaginación."

"Eso es increíblemente sabio de su parte," la Profesora McGonagall


dijo tranquilamente. "Pero sus padres genéticos murieron muy bien
en realidad, protegiéndolo."

¿Protegiéndome?

Algo extraño embargó el corazón Harry'. "¿Qué… pasó ?"

La Profesora McGonagall suspiró. Su varita tocó con suavidad la


frente de Harry, y su visión se puso borrosa por un momento. "Una
especie de disfraz," ella dijo, "para que esto no vuelva a pasar de
nuevo, no hasta que este listo." Entonces su varita fue sacada de
nuevo, y golpeó tres veces en una pared de ladrillos…
… que se ahuecó en un agujero, y se dilató y expandió y se retorció
en un un pasaje abovedado, revelando una larga fila de tiendas con
carteles publicitando calderos e hígados de dragón.

Harry ni pestañeó. No era como si alguien se estuviera


transformando en gato.

Y avanzaron, juntos, hacia el mundo mágico.

Había mercaderes vendiendo Botas de Salto ("¡Hechas con


verdaderos Mocos!") (3) y "¡Cuchillos +3! ¡Tenedores +2! ¡Cucharas
con una bonificación de +4!" Había gafas de aviador (4) que
volverían verde cualquier cosa que vieras, y una alineación de
cómodos sillones con asientos eyectables para emergencias.

La cabeza de Harry se mantuvo en rotación, rotando como si


estuviera intentando salir volando de su cuello. Era como ir
caminando a través de la sección de objetos mágicos del libro de
reglas de Calabozos y Dragones Segunda Edición (él no había
jugado, pero disfrutó leyendo el libro de reglas). Desesperadamente
Harry no se quería perder ninguno de los objetos a la venta, en caso
de que fuera uno de los tres que necesitabas para completar el ciclo
de los hechizos de deseos infinitos.

Entonces Harry percibió algo que lo hizo, enteramente sin pensar,


dar media vuelta desde la Directora Adjunta y dirigirse en linea recta
hacia la tienda, un frente de ladrillos azules con un ajuste de bronce
metálico. Fue traído de nuevo a la realidad unicamente cuando la
Profesora McGonagall se paró en frente de él.

"¿Sr. Potter?" ella dijo.

Harry parpadeó, entonces se dio cuenta de lo que acababa de


hacer. "¡Lo siento! Olvidé por un momento que estaba con usted y
no con mi familia." Harry señaló el escaparate, que mostraba letras
ardientes que alumbraron con penetrante brillo y aún así distante,
deletreando Libros Brillantes de Bigbam . "Cuando pasas por una
librería que no has visitado antes, tienes que ir y mirar alrededor.
Esa es la regla de mi familia."

"Eso es lo más Ravenclaw que jamás escuché."

"¿Qué?"

"Nada. Sr. Potter, nuestra primera parada es visitar Gringotts, el


banco del mundo mágico. La bóveda de su familia genética está allí,
con la herencia que sus padres genéticos le dejaron, y usted
necesitará dinero para el equipo escolar." Ella suspiró. "Y, supongo,
una cierta cantidad de dinero para libros podría ser justificada
también. Aunque tal vez quiera refrenarse por un tiempo. Hogwarts
tiene una gran y completa biblioteca sobre temas mágicos. Y la torre
en la cual, tengo la firme sospecha, usted estará viviendo, tiene una
biblioteca de amplio alcance por su cuenta. Cualquier libro que
compré ahora probablemente será un duplicado."

Harry asintió, y siguieron caminando.

"No me malentienda, es una gran distracción," Harry dijo mientra su


cabeza seguía girando, "probablemente la mejor distracción que
cualquiera ha intentado conmigo, pero no crea que he olvidado
sobre nuestra discusión pendiente."

La Profesora McGonagall suspiró. "Tus padres - o tu madre al


menos - pudo haber considerado muy prudente no decírtelo."

"¿Así que usted desea que yo siga en feliz ignorancia? Hay una
cierta falla en ese plan, Profesora McGonagall."

"Supongo que sería bastante inútil," la bruja dijo severamente,


"cuando cualquiera en la calle podría decirle la historia. Muy bien."

Y ella le contó El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, el Señor Oscuro,


Voldemort.
"¿Voldemort?" Harry susurró. Debió haber sido gracioso, pero no lo
era. El nombre quemaba con un fría sensación, cruel, con la claridad
del diamante, un martillo de titanio puro descendiendo sobre un
yunque de blanda carne. Un escalofrío invadió a Harry incluso
cuando pronunció la palabra, y decidió en el acto usar términos
seguros como Tú-Sabes-Quién.

El Señor Oscuro había azotado la Gran Bretaña mágica como un


lobo salvaje, desgarrando y despedazando la fabrica de sus vidas
cotidianas. Otros países retorcieron sus manos pero dudaron en
intervenir, ya fuera por indiferente egoísmo o simple miedo, porque
quien fuera el primero entre ellos en oponerse al Señor Oscuro, su
paz sería el siguiente objetivo de su terror.

( El efecto del espectador , pensó Harry, pensando en el


experimento de Latane y Darley el cual había mostrado que era más
probable que recibieras ayuda si tenías un ataque epiléptico en
frente de una persona que en frente de tres. Difusión de
responsabilidad, todos esperando que alguien más iría primero. )

Los Mortífagos habían seguido en el despertar del Señor Oscuro y


en su vanguardia, buitres de carroña para recoger a los heridos, o
serpientes para morder y debilitar. Los Mortífagos no eran tan
terribles como el Señor Oscuro, pero eran terribles, y eran muchos.
Y los Mortífagos empuñaban más que varitas; había riqueza entre
aquellos rangos enmascarados, y poder político, y secretos
guardados en chantaje, para paralizar a una sociedad intentando
protegerse de si misma.

Un viejo y respetado periodista, Yermy Wibble, alegó por el aumento


de los impuestos y la ley marcial. Expresó en voz alta que era
absurdo para la mayoría encogerse de miedo por algunos pocos. Su
piel, nada más que su piel, había sido encontrada clavada en la
pared de redacción a la mañana siguiente, al lado de las pieles de
su esposa y dos hijas. Todos deseaban que se hiciera algo más, y
nadie se atrevió a tomar la iniciativa para proponerlo. Quien quiera
que se destacara se convertía en el siguiente ejemplo.
Hasta que los nombres de James y Lily Potter subieron a la cima de
la lista.

Y esos dos podrían haber muerto con sus varitas en sus manos, y
no arrepentirse de sus decisiones, pues ellos eran héroes; pero pare
eso tenían un niño pequeño, su hijo, Harry Potter.

Las lagrimas salían de los ojos de Harry. Se las secó por la rabia o
quizá por desesperación, no conocía a estas personas, no
realmente, ellos no son mis padres ahora, sería inútil sentirme tan
triste por ellos -

Cuando Harry terminó de sollozar en la túnica de la bruja, alzó la


mirada, y se sintió un poco mejor al ver lagrimas en los ojos de la
Profesora McGonagall también.

"¿Así que qué pasó?" Harry dijo, su voz estremeciéndose.

"El Señor Oscuro llegó al Valle de Godric," la Profesora McGonagall


dijo en un susurro. "Deberían haber estado escondidos, pero fueron
traicionados. El Señor Oscuro asesinó a James, y asesinó a Lily, y
llegó al final hasta ti, a tu cuna. Él lanzó la Maldición Asesina hacia
ti, y ahí fue donde terminó. La Maldición Asesina está formada de
odio puro, y ataca directamente al alma, cortándola del cuerpo. No
puede ser bloqueada, y a quien sea que golpee, muere. Pero tu
sobreviviste. Eres la única persona que la ha sobrevivido. La
Maldición Asesina rebotó y golpeó al Señor Oscuro, dejando nada
más que el cascaron quemado de su cuerpo y una cicatriz sobre tu
frente. Ese fue el fin del terror, y fuimos libres. Eso, Harry Potter, es
el por qué las personas quieren ver la cicatriz en tu frente, y el por
qué quieren estrechar tu mano."

La tormenta de llanto que había mojado a través de Harry había


usado todas sus lagrimas; no podía llorar otra vez, había acabado.

(Y en algún lugar en la parte trasera de su mente había una


pequeña, pequeña nota de confusión, el sentimiento de que había
algo equivocado sobre la historia; y debería haber sido una parte del
arte de Harry reconocer esa pequeña nota, pero estaba distraído.
Porque es una regla lamentable que cada vez que estés en mayor
necesidad de tu arte como racionalista, es ahí cuando es más
probable que lo olvides.)

Harry se alejo del lado de la Profesora McGonagall. "Yo - tendré que


pensar sobre esto," dijo, intentando mantener su voz bajo control.
Miró a sus zapatos. "Um. Puede seguir llamandolos mis padres, si
usted quiere, no tiene que decir 'padres genéticos' o algo así.
Supongo que no hay ninguna razón por la cual no pueda tener dos
madres y dos padres."

No hubo ningún sonido de parte de la Profesora McGonagall.

Y caminaron juntos en silencio, hasta que llegaron a un gran edificio


blanco con enormes puertas de bronce, y palabras talladas arriba
que decían Banco de Gringotts.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Para aquellos que revisen el libro " Harry Potter y la piedra
filosofal " verán que se trata de una burla del capítulo 5. No utilizó
exactamente la traducción al español de este libro porque en inglés
las expresiones del cantinero (Lord, Bless my soul) no tienen la
connotación cristiana que se le puso en la versión en español.

(2) En ingles la frase es "Crack of Doom" y su traducción literal sería


"Grieta del Destino" o (condenación, o perdición, etc). Hace
referencia al sonido de trueno que producen las trompetas al inicio
del capítulo 8 del libro del Apocalipsis. Este termino es incluso viejo
en ingles, y no existe una traducción apropiada en español, aunque
escucho sugerencias.
(3) Flubber en inglés, haciendo referencia a la no tan popular
película "Flubber" con Robin Williams. Ingenioso chiste con relación
a la escena en que le ponen Flubber a las zapatillas para saltar muy
alto.

(4) Gafas de protección o Goggles, esos que lleva Naruto en la


frente.

Este capítulo es uno de mis favoritos. En un principio es chocante la


forma en que Harry James Potter-Evans-Verres reacciona cuando
se le habla de James y Lily. Pero es un comportamiento natural si
consideramos que como racionalista, Harry no quería hacerse falsas
ilusiones y las estadísticas no favorecen a los padres biológicos en
comparación a los padres adoptivos. Sin embargo, en este caso
Harry se da cuenta de que sus padres sí lo amaron y de que se
sacrificaron por él. También se nos ofrece un ejemplo crudo de la
maldad de Voldemort, ¡y vaya que sí era malo!

Posdata : Por cierto que sabemos entonces que Yudkowsky ha


jugado Calabozos y Dragones. Pero, ¿quién necesita una cuchara
+4?

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La Hipótesis de Eficiencia
Capítulo 4: La Hipótesis de eficiencia de los mercados

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Renuncia: J. K. Rowling está mirándote mientras espera,


eternamente en el vacío entre los mundos.

N/A : Como otros se han dado cuenta, las novelas parecen


inconsistentes en el supuesto poder de compra de un Galeón; voy a
escoger un valor consistente y apegarme a dicho valor. Cinco libras
esterlinas al Galeón no cuadran con siete Galeónes por una varita y
niños usando varitas usadas.

"Dominación mundial es una frase demasiado fea . Prefiero decir


optimización mundial. "

Montones de Galeónes de oro. Montículos de Sickles de plata. Pilas


de Knuts de bronce.

Harry se quedó ahí, y miró con su boca abierta a la bóveda familiar.


Tenía tantas preguntas que no sabía por donde comenzar.

Desde las afueras de la puerta de la bóveda, la Profesora


McGonagall lo miró, aparentaba inclinarse casualmente contra la
pared, pero sus ojos estaban fijos. Bien, tenía sentido. Desplomarse
en frente de un montón de monedas de oro era una prueba de
carácter tan pura que era un arquetipo.
"¿Estas monedas son de metal puro?" dijo Harry finalmente.

"¿Qué?" siseó el duende Griphook, quien estaba esperando cerca a


la puerta. "¿Está cuestionando la integridad de Gringotts, Sr. Potter-
Evans-Verres?"

"No," dijo Harry ausente, "para nada, me disculpo si lo ofendí, señor.


Sólo que no tengo ni idea de cómo funciona su sistema financiero.
Estoy preguntando si los Galeónes en general están hechos de oro
puro."

"Por supuesto," respondió Griphook.

"¿Y cualquiera puede acuñarlas, o son emitidas por un monopolio


que de este modo recoge el señoreaje?"

"¿Qué?" intervino la Profesora McGonagall.

Griphook hizo una mueca, mostrando los afilados dientes.


"Únicamente un tonto confiaría en otra cosa que no fuera la moneda
duende!"

"En otras palabras," dijo Harry, "¿no se supone que las monedas
valgan más que el metal de las que están hechas?"

Griphook contempló a Harry. La Profesora McGonagall parecía


desconcertada.

"Quiero decir, supongan que vengo aquí con una tonelada de plata.
¿Podría conseguir una tonelada de Sickles a partir de ella?"

"Por una cuota, Sr. Potter-Evans-Verres." El duende lo miró con ojos


brillantes. "Por una cierta cantidad. ¿Dónde encontrará usted una
tonelada de plata, me preguntó?"

"Estaba hablando hipotéticamente," comentó Harry. Por ahora , al


menos. "Así que… ¿de cuánto sería la cuota, algo así como una
fracción de todo lo que pese?"
Los ojos de Griphook' eran intensos. "Tendría que consultar a mis
superiores…"

"Deme un estimado. No responsabilizaré a Gringotts por lo que me


diga."

"Una vigésima parte del metal pagaría por la acuñación."

Harry asintió. "Muchas gracias, Sr. Griphook."

Así que no solamente la economía mágica está casi por completo


desacoplada de la economía Muggle, nadie aquí ha escuchado
jamás del arbitraje. La más grande economía Muggle tenía una tasa
de cambio fluctuante entre el oro y la plata, así que cada vez que la
proporción de oro-a-plata excedía más del 5% del peso de diecisiete
Sickles a un Galeón, fuera el oro o la plata debería haber
desaparecido de la economía mágica hasta que se hiciera imposible
mantener el tipo de cambio. Trayendo una tonelada de plata,
cambiándola a Sickles (y pagando el 5%), cambiando los Sickles por
Galleons, llevando el oro al mundo Muggle, cambiarlo por más plata
de la que comenzaste, y repetir.

¿No estaba la proporción del oro a plata Muggle alrededor de


cincuenta a uno? Harry no pensaba que fuera diecisiete, de
cualquier modo. Y parecía que las monedas de plata eran de hecho
más pequeñas que las de oro.

De nuevo, Harry estaba parado en un banco que literalmente


guardaba tu dinero en bóvedas llenas de monedas de oro
protegidas por dragones, donde tenías que ir y sacar las monedas
de tu bóveda siempre que quisieras gastar dinero. Los puntos más
finos de las ineficiencias del mercado por no tener arbitraje bien
podría perderse en ellos. Estaba tentado a hacer comentarios
sarcásticos sobre lo rudimentario de su sistema financiero…

Pero lo más triste es , que probablemente su método es mejor.


Por otro lado, un competente consolidado bien cubierto podría
probablemente dominar todo el mundo mágico dentro de una
semana. Harry archivó esta noción en caso de que alguna vez se le
acabara el dinero, o tuviera una semana libre.

Mientras tanto, los gigantes montones de monedas de oro dentro de


la bóveda Potter debería satisfacer sus necesidades a corto plazo.

Harry se apresuró a tomar, y comenzó cogiendo monedas de oro


con una mano y arrojándolas dentro de la otra.

Cuando consiguió veinte, la Profesora McGonagall tosió. "Creo que


eso será más que suficiente para pagar su equipo escolar, Sr.
Potter."

"¿Hm?" murmuró Harry, su mente en otro lugar. "Un momento, estoy


haciendo una calculación Fermi."

"¿Un qué ? " dijo la Profesora McGonagall, sonando un poco


alarmada.

"Es algo matemático. Llamado así por Enrico Fermi. Una forma de
conseguir una aproximación numérica rápidamente en tu cabeza…"

Veinte Galeónes de oro pesaban un décimo de un kilogramo,


¿quizá? Y el oro era, que, mil libras Británicas a un kilogramo?
Entonces un Galeón valdría más o menos cincuenta libras… Los
montículos de monedas de oro parecían ser de sesenta monedas de
altura y veinte monedas de ancho en cualquier dimensión de la
base, y un montículo era piramidal, así que sería alrededor de un
tercio de un cubo. Ocho mil Galeónes por montículo,
aproximadamente, y había alrededor de cinco montículos de ese
tamaño, por lo que eran cuarenta mil Galeónes o 2 millones de
libras esterlinas.

Nada mal. Harry sonrió con una especie de macabra satisfacción.


Era una lastima que estaba justo en la mitad de descubrir el
sorprendente nuevo mundo de la magia, y no podía tomarse el
tiempo de explorar el sorprendente nuevo mundo de ser rico, el cual
un rápido estimado de Fermi decía eran aproximadamente un billón
de veces menos interesante.

Sin embargo, esta es la última vez que he de cortar el césped por


una miserable libra.

Harry dio vueltas alrededor del gigante montón de dinero.


"Perdóneme por preguntar, Profesora McGonagall, pero entiendo
que mis padres estaban en sus veinte años cuando murieron. ¿Es
esta la cantidad de dinero usual para que una pareja joven tenga en
su bóveda, en el mundo mágico?" Si era cierto, una taza de te
probablemente costaría cinco mil libras. Regla uno de la economía:
no puedes comer dinero.

La Profesora McGonagall sacudió su cabeza. "Su padre era el


último heredero de una antigua familia, Sr. Potter. También es
posible…" La bruja titubeó. "Algo de este dinero puede ser de las
recompensas que había por Quien-Tú-Sabes, pagables a su hij- oh,
a quien fuera que lo derrotara. O esas recompensas aún no han
sido cobradas. No estoy segura."

"Interesante…" dijo Harry lentamente. "Algo de esto es


verdaderamente, en un sentido, mio. Quiere decir, ganado por mí.
Algo así. Posiblemente. Incluso si no recuerdo la ocasión." Los
dedos de Harry bailaron sobre la pierna de su pantalón. "¡Eso me
hace sentir menos culpable por gastar una muy pequeña fracción de
todo! ¡No se asuste, Profesora McGonagall! "

"¡Sr. Potter! Usted es un menor, y como tal, sólo se le permitirá


hacer razonables retiros de -"

"¡Yo soy por sobretodo razonable! ¡Estoy de acuerdo con la


prudencia fiscal y el control de los impulsos! Pero yo vi algunas
cosas viniendo hacia aquí que constituyen sensibles, compras de
adultos…"
Las miradas de Harry y la Profesora McGonagall se encontraron,
confrontándose en un silencioso concurso de miradas.

"¿Cómo qué?" dijo finalmente la Profesora McGonagall.

"¿Baúles cuyo interior contienen más que su exterior?"

La cara de la Profesora McGonagall se volvió más severa. "¡Esos


son muy caros, Sr. Potter!"

"Sí, pero -" suplicó Harry. "Estoy seguro de que cuando sea un
adulto yo querré uno. Y puedo permitirme uno. Lógicamente, tendría
más sentido comprarlo en este momento y no después, y poder
usarlo desde ahora. Es el mismo dinero de cualquier modo,
¿correcto? Quiero decir, quisiera uno bueno, con muchísimo espacio
adentro, lo suficientemente bueno como para que no tenga que
comprar uno mejor después…" Harry dio un paso atrás
esperanzado.

La fija expresión de la Profesora McGonagall no flaqueó. "¿Y qué


guardaría usted en un baúl como ese, Sr. Potter -"

"Libros."

Por supuesto," suspiró la Profesora McGonagall.

"¡Debió decirme mucho antes que esa clase de objeto mágico


existía! ¡Y que podía permitirme uno! Ahora mi padre y yo vamos a
tener que pasar los siguientes dos días visitando frenéticamente
todas las librerías de segunda mano para libros de texto antiguos,
para poder tener una librería de ciencia decente conmigo en
Hogwarts - y tal vez una pequeña colección de ciencia ficción, si
puedo conseguir algo decente del regateo. O mejor aún, haré este
trato un poco más dulce para usted, ¿de acuerdo? Déjeme
comprarle -"

" ¡S r. Potter! ¿Usted cree que puede sobornarme ?"


"¿Qué? ¡ No! ¡No decía eso! Me refería, a que Hogwarts puede
quedarse con algunos de los libros que yo lleve, si consideran que
alguno sería una buena adición a la librería. Voy a conseguirlos
baratos, y yo sólo quiero tenerlos en algún lugar u otro. Está bien
sobornar a las personas con libros, ¿correcto? Es una -"

"Tradición familiar."

"Sí, exactamente."

El cuerpo de la Profesora McGonagall pareció hundirse, los


hombros bajando dentro de su túnica negra. "No puedo negar que
sus palabras tienen sentido, aunque desearía poder hacerlo. Le
permitiré sacar unos cien Galeónes adicionales, Sr. Potter." Ella
suspiró de nuevon. "Sé que me arrepentiré de esto, y lo estoy
haciendo de todos modos."

"¡Ese es el espíritu! ¿Y un 'Monedero de Piel de Moke' hace lo que


creo que hace?"

"No puede guardar tanto como un baúl," la bruja expresó con visible
reluctancia, "pero… un Monedero de Piel de Moke con un
Encantamiento Convocador y un Encantamiento de Extensión
Indetectable puede guardar un número de objetos hasta que son
llamados por quién los guardó ahí -"

"¡Sí! ¡Definitivamente necesito uno de esos también! ¡Sería como el


súper cinturón máximo de lo asombroso! ¡El cinturón multiusos de
Batman! Ya no importa mi cuchillo de la armada suiza, ¡podría
cargar todo un set de herramientas ahí! ¡O libros! Podría tener
conmigo los tres mejores libros que este leyendo a cada momento,
¡y nada más sacar uno de la nada! ¡Nunca tendré que desperdiciar
otro minuto de mi vida! ¿Qué dice, Profesora McGonagall? Es por el
bienestar de los niños que leen, la mejor de todas las causas
posibles."

"… Supongo que usted podría sumar otros diez Galeónes."


Griphook estaba favoreciendo a Harry con una atenta mirada de
franco respeto, posiblemente de total admiración.

"Y algo de dinero para gastar, como usted mencionó antes. Creo
recordar haber visto una o dos cosas que quisiera guardar en el
monedero."

"No presione, Sr. Potter."

"Pero oh, Profesora McGonagall, ¿por qué que llueva en mi


paraíso? Seguramente este es un día feliz, ¡cuando descubro todas
las cosas mágicas por primera vez! ¿Por qué actuar la parte de la
gruñona adulta cuando en su lugar puede sonreír y recordar su
propia inocente infancia, mirar la expresión de deleite sobre mi
rostro joven al comprar unos cuantos juguetes usando una
insignificante fracción de la herencia que gané al derrotar al mago
más terrible que Bretaña ha conocido, no que yo la este acusando
de ser desagradecida o algo así, pero aún así, ¿qué son unos pocos
juguetes comparado a eso?"

"Usted," rugió la Profesora McGonagall. Había una mirada tan


terrible en su cara que Harry aulló y retrocedió, tumbando una pila
de monedas de oro con un enorme tintineo y rodando sobre un
montón de dinero. Griphook suspiró y puso la palma de su mano
sobre su cara. "Le haría un gran servicio a la Bretaña mágica, Sr.
Potter, si lo encerrará en esta bóveda y lo dejara aquí."

Y se fueron sin mayor contratiempo.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

Las buenas noticias son que el tiempo para traducir cada capítulo se
ha ido reduciendo. La mala es que como a todos, circunstancias
personales me impiden dedicarle todo el tiempo que quisiera. Si el
universo conspira a mi favor, tal vez pueda traducir un capítulo cada
dos días. Si no, entonces veremos. Sobre este capítulo, el hecho de
que Harry se gane la aprobación de los duendes, no es buena
señal.
El Error Fundamental de la Atribución
Capítulo 5: El Error Fundamental de la Atribución

J. K. Rowling está observándote. ¿Puedes sentir sus ojos sobre ti?


Ella está leyendo tu mente usando sus Rayos Rowling.

"Se requeriría intervención supernatural para que él tuviera tu


moralidad teniendo en cuenta su entorno." (1)

La Tienda Moke era una pequeña tienda (algunos podrían decir que
linda) instalada detrás de un puesto de verduras que estaba detrás
de una tienda de guantes mágicos que estaba en un pasaje en una
calle lateral del Callejón Diagon. De manera decepcionante, el
tendero no era un antiguo viejo arrugado; sólo era una joven mujer
de nervioso aspecto vistiendo una descolorida túnica amarilla. Ahora
mismo estaba sosteniendo un Super Monedero Moke QX31, cuyo
mayor atractivo era que tenía una Boca Ampliada al igual que un
Encantamiento Indetectable: de hecho podías meter grandes cosas
dentro, aunque el volumen total aún era limitado.

Harry había insistido en venir aquí en seguida, antes que a otro


lugar - insistió tan fuerte como pensó que podía sin hacer que la
Profesora McGonagall sospechara. Harry tenía algo que necesitaba
poner en el monedero tan pronto como fuera posible. No era la
bolsa de Galeónes que la Profesora McGonagall le había permitido
retirar de Gringotts. Eran todos los otros Galeónes que Harry había
metido subrepticiamente dentro de su bolsillo tras caer en un
montículo de monedas de oro. Había sido un accidente de verdad,
pero Harry nunca fue de los que desechan una oportunidad…
aunque había sido realmente más un estimulo-del-momento. Desde
entonce Harry había estado cargando incómodamente la bolsa
permitida de Galeónes pegada al bolsillo de su pantalón, para que
no se escuchara ningún tintineo venir del lugar indicado.
Esto aún dejaba la pregunta de cómo iba a lograr introducir las otras
monedas en el monedero sin ser atrapado. Las monedas de oro
podrían ser suyas, pero aún así eran robadas - ¿auto-robadas?
¿Auto-sustraídas?

Harry miró desde el Super Monedero Moke QX31 hacia el mostrador


en frente suyo. "¿Puedo ensayarlo un rato? Para asegurarme que
funciona, um, ¿de manera confiable?" Abrió sus ojos con una
expresión de chiquillo, con inocencia juguetona.

Llegó a estar seguro, tras diez repeticiones de poner la bolsa de


monedas dentro del monedero, agarrándola, susurrando "bolsa de
oro", y sacándola, la Profesora McGonagall se alejó un paso y
empezó a examinar otros objetos de la tienda, y la tendera giró su
cabeza para mirarla.

Harry dejó caer la bolsa de oro dentro del monedero con su mano
izquierda ; su mano derecha salió apretada de su bolsillo
sosteniendo algunas monedas de oro, llegó adentro del monedero,
introdujo los Galeónes de sobra, y (con un susurro de "bolsa de
oro") retiró la bolsa original. Entonces la bolsa regresó a su mano
izquierda, para ser tirada de nuevo, y la mano derecha de Harry
regresó hacia su bolsillo…

La Profesora McGonagall lo observó una vez, pero Harry se las


arregló para no congelarse o titubear, y pareció que ella no notó
nada. Sin embargo nunca podías estar del todo seguro, con los
adultos que tenían un sentido del humor. Le tomó tres interacciones
terminar el trabajo, y Harry adivinó que tal vez había robado treinta
Galeónes de si mismo.

Harry se irguió, quitó un poco de sudor de su frente, y exhaló. "Me


gusta este, por favor."

Quince Galeónes más ligero (el doble de precio de la varita de un


mago, aparentemente) y un Super Monedero de Piel de Moke QX31
más pesado, Harry y la Profesora McGonagall se abrieron camino
por la puerta de salida. La puerta se convirtió en una mano y les
lanzó un adiós mientras se alejaban, extendiendo su brazo de tal
modo que hizo que Harry se sintiera un poco asustado.

Y entonces, infortunadamente…

"¿Eres realmente Harry Potter?" susurró el anciano, una enorme


lagrima deslizándose por su cachete. "No mentirías sobre eso, ¿o
sí? Sólo escuché rumores de que no era cierto que habías
sobrevivido a la Maldición Asesina y que por eso nadie había
escuchado algo más sobre ti."

… Parecía que el hechizo de disfraz de la Profesora McGonagall era


menos que perfectamente efectivo contra practicantes de la magia
más experimentados.

La Profesora McGonagall puso una mano sobre el hombro de Harry


y lo empujó hacia el callejón más cercano desde el momento que
escuchó ¿"Harry Potter?". El anciano los siguió, pero al menos no
parecía que alguien más hubiera escuchado.

Harry consideró la pregunta. ¿Era él realmente Harry Potter? "Sólo


sé lo que otras personas me han dicho," dijo Harry. "No es que yo
recuerde haber nacido." Su mano cepilló su frente. "Tengo esta
cicatriz desde que tengo memoria, y me han dicho que mi nombre
era Harry Potter desde que lo recuerdo. Pero," Harry dijo pensando,
"si ya hay suficiente causa para postular una conspiración, no ha
razón por la cual ellos no hubieran encontrado otro huérfano y
criarlo para creer que era Harry Potter -"

La Profesora McGonagall dibujó sobre su cara una expresión de


desesperación. "Te ves exactamente igual a tu padre, James, el
primer año que asistió a Hogwarts. Y puedo testificar basándome
solamente en la personalidad que usted está relacionado a la
Escoria de Gryffindor."

" Ella podría ser parte de los conspiradores también," observó Harry.
"No," dijo con voz trémula el anciano. "Ella está en lo correcto.
Tienes los ojos de tu madre."

"Hmm," Harry frunció el ceño. "Supongo que usted también podría


ser parte de ellos -"

"Suficiente, Sr. Potter."

El anciano alzó una mano como si fuera a tocar a Harry, pero


entonces la dejo caer. "Soy feliz de que estés vivo," murmuró.
"Gracias, Harry Potter. Gracias por lo que hiciste… No te molestaré
más."

Y su bastón se alejo golpeando lentamente, afuera del callejón y


bajando hacia la avenida principal del Callejón Diagon.

La Profesora dio un vistazo alrededor, su expresión tensa y ceñuda.


Harry automáticamente miró por si mismo. Pero el callejón
aparentaba estar vació excepto por todas las hojas secas, y desde
la boca que llevaba hacía el Callejón Diagon, únicamente se podían
ver transeúntes pasando velozmente.

Finalmente la Profesora McGonagall se comenzó a relajar. "Eso no


estuvo bien," dijo en voz baja. "Sé que no está acostumbrado a esto,
Sr. Potter, pero usted es importante para las personas. Por favor sea
amable con ellos."

Harry se quedo mirando sus zapatos. "No deberían," replicó él con


un dejo de amargura. "Preocuparse por mí, quiero decir."

"Usted los salvó de Quien-Tú-Sabes," reiteró la Profesora


McGonagall. "¿Cómo se supone que no se preocupen?"

Harry miró a la estricta expresión de la señora-bruja debajo de su


sombrero puntiagudo, y suspiró. "Supongo que no hay probabilidad
de que si digo error fundamental de atribución usted tenga alguna
idea de lo que hablo."
"No," aceptó la Profesora con su preciso acento Escocés, "pero por
favor explíquese, Sr. Potter, si fuera tan amable."

"Bien…" Harry dijo, intentando imaginarse cómo describir ese


pedazo particular de ciencia Muggle. "Suponga que usted llega al
trabajo y ve a un colega pateando su propio escritorio. Usted
pensaría, 'que persona tan enojosa debe ser'. Su colega está
pensando sobre cómo alguien lo empujo a una pared de camino al
trabajo y además le gritó. Cualquiera estaría enojado por eso, él
piensa. Cuando vemos a otros encontramos rasgos de la
personalidad que explican su comportamiento, pero cuando nos
vemos a nosotros mismos encontramos circunstancias que explican
nuestro comportamiento. Las historias de las personas tienen
sentido interno para ellos, desde el interior, pero no vemos las
historias de la gente arrastrándose detrás de ellos en el aire.
Únicamente los vemos a ellos en una situación, y no vemos que
serían ellos en una situación diferente. Así que el error fundamental
de la atribución es como explicamos como permanentes, rasgos
duraderos que serían mejor explicados por circunstancia y
contexto." Había algunos elegantes experimentos que confirmaban
esto, pero Harry no iba a profundizar en ellos.

Las cejas de la bruja se dibujaron por debajo del borde de su


sombrero. "Creo que entiendo…" La Profesora McGonagall afirmó
lentamente. "¿Pero qué tiene que ver con usted?"

Harry pateó la pared de ladrillos de la calle con tanta fuerza como


para hacer que su pie le doliera. "La gente cree que yo los salve de
Quien-Tú-Sabes porque soy alguna clase de gran guerrero de la
Luz."

"El elegido con el poder para vencer al Señor Oscuro…" murmuró la


bruja, su voz dejando una extraña ironía.

"Sí," continuó Harry, la molestia y la frustración apoderándose de él,


"como si yo hubiera destruido al Señor Oscuro porque poseo alguna
clase de permanente, rasgo duradero de destruye-al-Señor-Oscuro.
¡Tenía quince meses en ese momento! No se lo que pasó, pero
supongo que tuvo algo que ver con, como dice el dicho,
circunstancias azarosas del entorno. Y ciertamente nada que ver
con mi personalidad. Las personas no se preocupan por mí, ni
siquiera me estan prestando atención, ellos quieren estrechar
manos con una mala explicación ." Harry se pauso, y miró a
McGonagall. "¿Usted sabe que pasó realmente?"

"Me he formado una idea…" dijo la Profesora McGonagall. "Tras


conocerte, así es."

"¿Si?"

"Triunfaste sobre el Señor Oscuro siendo más horrible de lo que él


era, y sobreviviste a la Maldición Asesina por ser más terrible que la
muerte."

"Ja. Ja. Ja." Harry pateó la pared otra vez.

La Profesora McGonagall se rascó el mentón. "Vamos a llevarte


ahora con Madame Malkin. Temo que su ropa Muggle puede estar
llamando la atención."

Se toparon con otro dos bien-intencionados en el camino.

Las túnicas de Madame Malkin tenían un mostrador mezquinamente


aburrido, ladrillos rojos ordinarios, y ventanas de vidrio mostrando
túnicas rojas adentro. No eran túnicas que brillaran o cambiaran o
se movieran, o irradiaran extraños rayos que aparentemente
atravesaran tu camiseta y te cosquillearan. Sólo túnicas negras
ordinarias, eso era todo lo que podías ver por la ventana. La puerta
estaba abierta de par en par, como si anunciara que no había
secretos aquí nada que esconder.

"Voy a dar una vuelta por unos cuantos minutos mientras le toman
las medidas para sus túnicas," dijo la Profesora McGonagall. "¿Está
de acuerdo con eso, Sr. Potter?"
Harry asintió. Odiaba comprar ropa con una fiera pasión y no podía
culpar a la bruja de mayor edad por sentirse del mismo modo.

La varita de la Profesora McGonagall salió de su manga, golpeó


suavemente la cabeza de Harry. "Y como necesitas estar limpio para
los sentidos de Madam Malkin, voy a remover la Ofuscación."

"Uh…" Harry comentó. Eso lo preocupó un poco; aún no estaba


acostumbrado a la cosa de 'Harry Potter'.

"Fui a Hogwarts con Madam Malkin," McGonagall prosiguió. "Incluso


en esa época, ella era una de las personas más sosegadas que
conocí. No se le desarreglaría un cabello incluso si Quien-Tú-Sabes
fuera a su tienda." La voz de McGonagall tenía reminiscencia, y
mucha aprobación. "Madam Malkin no te molestara, y no dejara que
nadie más lo haga."

"¿A dónde va a ir?" Harry inquirió. "En caso de que, usted sabe,
algo sí pase."

McGonagall le dio a Harry una dura mirada. "Voy a entrar allí,"


respondió, señalando al edificio al otro lado de la calle que mostraba
la señal de un barril de madera, "y comprar un bebida, la cual
desesperadamente necesito. Usted va a ser medido para sus
túnicas, nada más . Regresaré a ver como está dentro de poco, y
espero hallar la tienda de Madam Malkin aún de pie y no encendida
en llamas de algún modo."

Madam Malkin era una anciana de gran busto quien no dejo escapar
ni una palabra sobre Harry cuando vio la cicatriz sobre su frente, y le
soltó una aguda mirada a una asistente que estaba apunto de decir
algo. Madam Malkin sacó un conjunto de animados, retorcidos
retazos de ropa que servían como cintas de medida y se prepararon
a trabajar examinando el medio de su arte.

Al lado de Harry, un joven pálido con una cara alargada y un cool-


asombroso rubio-blanco cabello estaba en las etapas finales de un
proceso similar. Una de las dos asistentes de Malkin estaba
examinando al chico de cabello blanco y la túnica en revisión que
estaba vistiendo; ocasionalmente ella le daría un pequeño golpe a la
túnica con su varita, y la túnica se estrecharían o alargarían.

"Hola," dijo el chico. "¿Hogwarts, también?"

Harry podía predecir a dónde iba a ir está conversación, y decidió en


un medio segundo de frustración que ya era más que suficiente.

"Santos cielos," susurró Harry, "no puede ser." Dejó sus ojos bien
abiertos. "¿Su… nombre, señor?"

"Draco Malfoy," respondió Draco Malfoy, pareciendo ligeramente


intrigado.

"¡ Es usted! Draco Malfoy. Yo - yo nunca pensé que tendría el honor,


señor." Harry deseó ser capaz de hacer salir lágrimas de sus ojos.
Los otros usualmente empezaban a llorar en este punto.

"Oh," dijo Draco, sonando un poco confundido. Entonces sus labios


se alargaron en una ladina sonrisa. "Es bueno encontrar a alguien
que conoce su lugar."

Una de las asistentes, aquella que había reconocido a Harry, hizo un


sonido ahogado y amortiguado.

Harry siguió elaborando. "Estoy encantado de conocerlo, Sr. Malfoy.


Absolutamente encantado. ¡Y asistiré a Hogwarts en su primer año!
Hace que mi corazón palpite."

Ups. Esa última parte pudo haber sonado un poco rara, como si
estuviera coqueteando con Draco o algo así.

"Y yo estoy complacido de saber que seré tratado con el respeto


debido a la familia de Malfoy," el otro chico echó el rostro hacia
atrás, acompañado por una sonrisa como la que el más alto de los
reyes le otorgaría al más inferior de sus vasallos, si ese vasallo
fuera honesto, aunque pobre.
Eh… Maldición, Harry estaba teniendo problemas pensando en la
siguiente linea. Bien, todos querían estrechar la mano de Harry
Potter, así que - "Cuando mis ropas estén listas, señor, ¿se podría
usted dignar a estrechar mi mano? No desearía nada más para
alcanzar la felicidad en este día, que digo, en este mes, en efecto,
toda mi vida."

El chico de blanco-rubio-cabello se lo quedo mirando como


respuesta. "¿Y que has hecho tú por los Malfoys que haga
merecedor de tal favor?"

Oh, totalmente voy a intentar esta misma rutina en la siguiente


persona que quiera darme la mano. Harry bajo su cabeza. "No, no,
señor, lo entiendo. Lamento haberlo preguntado. Debería ser un
honor tan sólo limpiar sus botas, en cambio."

"Efectivamente," estalló el otro chico. Su estirada cara suavizada de


algún modo. "Dime, ¿a qué Casa crees que podrías ser sorteado?
Yo espero que a la Casa de Slytherin, por supuesto, como mi padre
Lucius antes que yo. Y para ti, supongo que la Casa de Hufflepuff, o
posiblemente la Casa del Elfo."

Harry sonrió amplia e inocentemente. "La Profesora McGonagall


afirma que soy la persona más Ravenclaw que ella jamás ha visto o
de la cual haya escuchado en alguna leyenda, tanto así que la
mismísima Rowena me diría que debería salir más, lo que sea que
eso signifique, y que indudablemente terminaré en la Casa de
Ravenclaw si es que el sombrero no está gritando demasiado fuerte
como para que el resto de nosotros entendamos alguna palabra, fin
de la cita."

"Guau," comentó Draco Malfoy, sonando ligeramente impresionado.


El chico le dio alguna clase de ansiosa mirada. "Tus halagos fueron
excelentes, o así lo pensé, como sea - lo harías bien en la Casa de
Slytherin, también. Usualmente es mi padre quien consigue esa
clase de sumisión. Espero que los otros Slytherins me alaben ahora
que estoy en Hogwarts… Supongo que esta es una buena señal, en
esta ocasión."
Harry tosió. "De hecho, lo siento, no tengo ni idea de quién eres
realmente."

" ¡No puede ser! " el chico aulló con fiera decepción. "¿Por qué irías
por ahí y harías algo así, entonces?" Los ojos de Draco se abrieron
con repentina suspicacia. "¿Y cómo es que no sabes sobre los
Malfoys? ¿Y qué son esas ropas que estás usando? ¿Son tus
padres Muggles ? "

"Dos de mis padres están muertos," Harry respondió. Su corazón


sufrió una punzada. Cuando lo puso de esa manera - "Mis otros dos
padres son Muggles, y ellos son los que me criaron."

" ¿Qué? " replicó Draco. "¿Quién eres ?"

"Harry Potter, un placer conocerte."

"¿Harry Potter? " jadeó Draco. "El Harry -" y el chico se detuvo
abruptamente.

Hubo un breve silencio.

Entonces, con gran entusiasmo, " ¿Harry Potter? ¿ El Harry Potter?


Cielos, ¡siempre quise conocerlo!"

La que asistía a Draco emitió un sonido como si fuera a


estrangularse pero siguió con su trabajo alzando los brazos de
Draco para remover cuidadosamente la túnica revisada.

"Cállate," Harry sugirió.

"¿Puedo tener su autógrafo? No, espere, ¡quiero tener una foto con
usted primero!"

" Callatecallatecallate ."

"¡Es que estoy tan encantado de conocerlo!"

"Arde en llamas y muere."


"Pero tú eres Harry Potter, ¡el glorioso salvador del mundo mágico!
¡Héroe de todos, Harry Potter! Siempre he querido ser como tú
cuando crezca para poder -"

Draco cortó dejo de hablar en la mitad de la frase, su rostro


congelado en horror absoluto.

Alto, blanco-cabello, fríamente elegante dentro de una túnica negra


de la más fina calidad. Una mano agarrando un bastón de
empuñadura plateada que representaba un arma letal sólo al ser
sostenida por su mano. Sus ojos recorrieron el cuarto con la
desapasionada cualidad de un ejecutor, un hombre para el cual
matar no era doloroso, o incluso deliciosamente prohibido, no era
más que una actividad tan rutinaria como respirar.

Ese era el hombre que había, justo en ese momento, penetrado a


través de la puerta.

"Draco," amenazó el hombre, bajo y muy enojado, " ¿qué estás


diciendo? "

En medio segundo de simpático pánico, Harry formuló un plan de


rescate.

"¡Lucius Malfoy!" jadeó Harry Potter. "¿ El Lucius Malfoy?"

Una de las asistentes de Malkin se giró y se quedó mirando la


pared.

Helados y mortales ojos se dirigieron a él. "Harry Potter."

"Estoy tan, es un honor conocerlo!"

Los ojos oscuros se abrieron de par en par, escandalosa sorpresa


remplazando su letal amenaza.

"Su hijo me ha estado contando todo sobre usted," Harry se


desparramó, difícilmente sabía lo que estaba saliendo de su boca
pero continuó hablando tan rápido como le fue posible. "Pero por
supuesto que lo sabía todo antes de conocerlo, todos saben sobre
usted, ¡el grandioso Lucius Malfoy! El más laureado de toda la Casa
de Slytherin, He estado pensando en intentar ser aceptado en la
Casa de Slytherin porque escuché que usted estuvo ahí cuando
niño -"

" ¿Qué está diciendo, Sr. Potter? " llegó un casi-grito desde afuera
de la tienda, y la Profesora McGonagall apareció estruendosamente
un segundo después.

Había un horror tan puro en la cara de ella que la boca de Harry se


abrió automáticamente, y entonces se bloqueó sin nada que decir.

"¡Profesora McGonagall!" chilló Draco. "¿Es realmente usted? Mi


padre me ha dicho tanto sobre usted, he estado pensando en
intentar ser Seleccionado en Gryffindor para así poder -"

" ¿Qué? " repicaron Lucius Malfoy y la Profesora McGonagall en


perfecto unisono, parados uno al lado del otro. Sus cabezas rotaron
para mirarse el uno al otro con movimientos duplicados, y entonces
los dos retrocedieron del otro como si estuvieran presentando un
baile sincronizado.

Hubo una inesperada agitación de acción mientras Lucius cogió a


Draco y lo arratró fuera de la tienda.

Y en ese momento hubo silencio.

En la mano izquierda de la Profesora McGonagall yacía un pequeño


vaso para beber, derramado por un lado en la olvidad prisa, ahora
botando lentamente gotas de alcohol dentro de la diminuta mancha
de vino rojo que había aparecido en el piso.

La Profesor McGonagall avanzó dentro de la tienda hasta que


estuvo en frente de Madam Malkin.

"Madam Malkin," dijo la Profesora McGonagall, su voz calmada.


"¿Qué ha estado pasando aquí?"
Madam Malkin la miró silenciosamente por cuatro segundos, y
entonces se enloqueció. Cayó contra la pared, carcajeándose
ruidosamente, y eso descontroló a sus dos asistentes, una de las
cuales cayó sobre sus manos y rodillas en el piso, sofocándose de
manera histérica.

La Profesora McGonagall lentamente se giró para ver a Harry, su


expresión escalofriante. "Lo dejé solo por seis minutos. Seis
minutos, Sr. Potter, contados a reloj."

"Sólo estaba bromeando," Harry protestó, mientras los sonidos de


risas histéricas se fueron acercando.

" ¡Draco Malfoy dijo en frente de su padre que quería ser


seleccionado dentro de Gryffindor! ¡Bromear no es suficiente para
lograr algo así!" La Profesor McGonagall paró, respirando
visiblemente. "¡Que parte de 'ser medido para sus túnicas' sonó para
usted como por favor conjure un Encantamiento Confundus en todo
el universo! "

"Estaba en un contexto situacional donde dichas acciones tenían


sentido interno -"

"No. No lo explique. No quiero saber que pasó aquí, jamás. Cual


sea el poder oscuro que lo habita, es contagioso, y no quiero
terminar como el pobre Draco Malfoy, la pobre Madam Malkin y sus
dos pobres asistentes."

Harry suspiró. Era claro que la Profesora McGonagall no estaba en


el animo para escuchar explicaciones razonables. Miró a Madam
Malkin, quién aún estaba carcajeándose contra la pared, y las dos
asistentes de Malkin, que habían caído ambas sobre sus rodillas, y
finalmente sobre los retazos de cinta que tenían sus medidas
corporales.

"No he terminado de ser medido," Harry pidió amablemente. "¿Por


qué no regresa y toma otra copa?"
Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Esta introducción es la que aparece en HPMOR. Hay una


introducción diferente en el Epub (libro electrónico) disponible para
descarga. No sé con certeza por qué, pero manejo la teoría de que
la del Epub fue la primera versión, pero Yudkowsky la cambió para
no crear falsas expectativas sobre la aparición de cierta personaje.
Sería esta:

" Sólo tiene once años, Hermione."

" Al igual que tú."

" Yo no cuento."

Lo que más me asustó esta semana, es que al revisar el perfil de


Eliezer Yudkowsky en encontré que el tiene una advertencia con
relación a la política sobre links de dicho sitio, extrañamente similar
a la que yo colocó en la traducción de HPMOR en mi propio perfil
de… Verdaderamente espeluznante. Aunque admire a Yudkowsky,
no quisiera que se transmigre a mi cuerpo o algo así. A lo mejor es
el resultado de traducir su obra y meterme en su piel para hacer una
traducción apropiada. Tal vez.

Y un triste anunció para está ocasión. Debido a arreglos


estructurales en mi casa no podré tener un acceso regular a internet
en los próximos días (rezó para que no sean meses), por lo que
pueden esperar un retraso para el próximo capítulo. Espero que
tengan paciencia y sigan leyendo la historia en cuanto recuperé su
ritmo habitual. ¡Qué la magia y la ciencia se esparzan a todos
ustedes!

Visita HPMOR para encontrar mayor información en ingles

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de . Para encontrar todo lo anterior, visita
mi blog

.COM

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
La Falacia De La Planificación
Capítulo 6: La Falacia de la Planificación

Blah blah renuncia blah blah Rowling blah blah propiedad.

N/A : La sección "Conclusión" al final de este capítulo es parte de la


historia, no un omake. (1)

¿Crees que su día fue surrealista? Intente el mío.

Algunos niños habrían esperado hasta después de su primer viaje al


Callejón Diagon.

"Bolsa de elemento 79," Harry dijo, y retiró su mano vacía, del


monedero de piel de moke.

La mayoría de niños habrían esperado al menos hasta obtener sus


varitas primero.

"Bolsa de okane, " (2) insistió Harry. La pesada bolsa de oro saltó
dentro de su mano.

Harry sacó la bolsa, luego la metió de nuevo dentro del monedero.


Sacó su mano, la regreso adentro, y dijo, "Bolsa de símbolos de
intercambio económico." Esta vez su mano salió vacía.

"Devuélveme la bolsa que acabo de poner adentro." La bolsa de oro


salió afuera una vez más.

Harry James Potter-Evans-Verres había puesto sus manos al menos


en un objeto mágico. ¿Por qué esperar?

"Profesora McGonagall," Harry le pidió a la asombrada y confundida


bruja al lado suyo, "¿puede darme dos palabras, una palabra para
oro, y otra palabra para algo más que no sea dinero, en un lenguaje
que yo no conozca? Pero no me diga cual es cual."
" Ahava y zahav, " contestó la Profesora McGonagall. "Es Hebreo, y
la otra palabra significa amor."

"Gracias, Profesora. Bolsa de ahava. " Vacío.

"Bolsa de zahav. " Y brincó dentro de su mano.

"¿Zahav es oro?" Harry preguntó, y la Profesora McGonagall asintió.

Harry reflexionó sobre sus datos experimentales recogidos.


Solamente era la clase más cruda y preliminar de esfuerzo, pero era
suficiente para apoyar al menos una conclusión:

" Aaaaaaarrrgh esto no tiene ningún sentido! "

La bruja a su lado alzó una altiva ceja. "¿Problemas, Sr. Potter?"

"¡Acabo de desmentir cada una de las hipótesis que tenía! ¿Cómo


puede saber que 'bolsa de 115 Galeónes' está bien pero no 'bolsa
de 90 más 15 Galeónes'? ¿Puede contar pero no puede sumar ?
Puede entender sustantivos, pero no algunas frases con sustantivos
que significan la misma cosa? La persona que hizo esto
probablemente no hablaba Japonés y yo no hablo nada de Hebreo,
así que no está usando su conocimiento, y no está usando mí
conocimiento -" Harry agitó una mano desesperanzado. "¡Las reglas
parecen ser algún conjunto consistente pero no significan nada! Ni
siquiera voy a preguntar cómo es que un monedero tiene
reconocimiento de voz y entendimiento de lenguaje natural cuando
los mejores programadores de Inteligencia Artificial no pueden hacer
que las computadoras más rápidas lo hagan después de treinta y
cinco años de trabajo duro," Harry abrió la boca para respirar,
"¿pero que rayos está pasando ? "

"Magia," intervino la Profesora McGonagall.

"¡Esa no es más que una palabra ! Aunque me diga eso, ¡no puedo
hacer alguna nueva predicción! ¡Es exactamente como decir
'flogisto' o 'fuerza vital' o 'emerger' o 'complejidad'!"
La bruja de túnica negra rió a todo pulmón. "Pero es magia, Sr.
Potter."

Harry se distanció un poco. "Con todo respeto, Profesora


McGonagall, no estoy del todo seguro que usted entienda lo que
estoy intentando hacer aquí."

"Con todo respeto, Sr. Potter, estoy del todo segura de que no. ¿A
menos que - sólo es un palpito, si le importa - esté intentando
apoderarse del mundo?"

"¡No! Quiero decir que sí - bueno, ¡ no! "

"Pienso que quizá debería estar alarmada de que tenga tantos


problemas respondiendo dicha pregunta."

Harry consideró toscamente la Conferencia de Dartmouth sobre


Inteligencia Artificial en 1956. Había sido la primera conferencia
sobre el tema, la que había acuñado la frase "Inteligencia Artificial".
Habían identificado los problemas claves como hacer que las
computadoras entendieran el lenguaje, aprendieran, y mejoraran por
si mismas. Habían sugerido, con perfecta seriedad, que avances
significantes en aquellos problemas podían lograrse por diez
científicos trabajando juntos por dos meses.

No. Madura. Apenas estas comenzando c on el problema de


desvelar todos los secretos de la magia. No puedes de hecho saber
si va a ser demasiado difícil como para lograrlo en tan sólo dos
meses.

"¿Y usted realmente no ha escuchado de otros magos preguntando


esta clase de preguntas o experimentación científica?" Harry
preguntó de nuevo. Es que parecía tan obvio para él.

Claro está, que tomó más de doscientos años después de la


invención del método científico antes de que algún científico Muggle
se le ocurriera investigar sistemáticamente con frases que un
humano de-cuatro-años pudiera o no pudiera entender. La
psicología del desenvolvimiento lingüísticopudo haber sido
descubierta en el siglo dieciocho en principio, pero a nadie se le
ocurrió tan siquiera observarlo hasta el siglo veinte. Así que de
verdad no podías culpar al mucho más pequeño mundo mágico por
no investigar el Encantamiento Convocador.

La Profesora McGonagall frunció los labios, luego se encogió de


hombros. "Aún no estoy segura de qué quiere decir con lo de
'experimentación científica', Sr. Potter. Como le dije antes, he visto a
estudiantes hijos de Muggle que intentar hacer que la ciencia
funcione dentro de Hogwarts, y las personas inventan nuevos
Encantamientos y Pociones cada año."

Harry sacudió su cabeza. "Para nada la tecnología y la ciencia son


la misma cosa. E intentar un montón de diferentes formas de hacer
algo no es lo mismo que experimentar para descubrir las reglas."
Hubo una gran cantidad de personas que intentaron inventar
maquinas voladoras al ensayar varias cosas-con-alas, pero
únicamente los Hermanos Wright construyeron un túnel de viento
para alzar el vuelo… "Um, ¿cuántos niños criados por Muggle
reciben en Hogwarts cada año?"

"¿Quizá diez?"

Harry falló un paso y estuvo a punto de tropezar sobre su propio pie.


" ¿Diez? "

El mundo Muggle tenía una población de seis billones y contando. Si


tú eras uno en un millón, había siete de ti en Londres y mil más en
China. Era inevitable que la población Muggle produjera algunos de-
once-años que pudieran hacer cálculos - Harry sabía que él no era
el único. Había conocido a otros prodigios en competiciones
matemáticas. De hecho él había sido duramente apaleado por
competidores que probablemente pasaban literalmente todo el día
practicando problemas matemáticos y que nunca leían un libro de
ciencia-ficción y que se quemarían completamente antes de la
pubertad y nunca conseguirían cualquier cosa en sus futuras vidas
porque solamente habían practicado técnicas conocidas en lugar de
aprender a pensar en un modo creativo. (Harry era una clase de mal
perdedor.)

Pero… en el mundo mágico…

¿Diez hijos de Muggle por año, quienes habían terminado su


educación Muggle a la edad de once? Y la Profesora McGonagall
podía ser parcial, pero ella había declarado que Hogwarts era la
más enorme y eminente escuela del magia en el mundo… y
únicamente educaba hasta los diecisiete años.

La Profesora McGonagall sin duda alguna sabía hasta el último


detalle de cómo ir por ahí transformándose en gato. Pero parecía
que literalmente nunca había escuchado del método científico. Para
ella no era más que magia Muggle. Y ni siquiera estaba curiosa
sobre los secretos que podían estar ocultándose tras el natural
entendimiento de lenguaje del Encantamiento Convocador.

Eso dejaba dos posibilidades, ciertamente.

Posibilidad uno: La Magia era algo tan increíblemente opaco,


convulsionado, e impenetrable, que aunque magos y brujas habían
intentando con su mayor esfuerzo entenderla, habían hecho poco
progreso o ninguno y eventualmente se habían rendido; y Harry no
lo haría mejor.

O…

Harry tronó sus nudillos en determinación, pero sólo produjeron una


silenciosa clase de sonido como de cloqueo, en lugar de retumbar
en modo afuera de las paredes del Callejón Diagon.

Posibilidad dos: Él iba a apoderarse del mundo.

Eventualmente. No ahora mismo.

Ese tipo de cosas a veces tomaban más de dos meses. La ciencia


Muggle no había ido a la luna a la siguiente semana tras Galileo.
Pero aún así Harry no pudo detener la enorme sonrisa que estaba
estirando sus cachetes tan ampliamente que estaban comenzando a
doler.

Harry siempre había estado aterrado de terminar como uno de esos


niños prodigios que nunca lograban nada y pasaban el resto de sus
vidas presumiendo lo mucho que habían avanzado a la edad de diez
años. Pero también era cierto que la mayoría de genios adultos
tampoco llegaban a nada. Había probablemente mil personas tan
inteligentes como Einstein por cada Einstein verdadero en la
historia. Porque esos genios no habían puesto sus manos sobre la
única cosa absolutamente indispensable para alcanzar la grandeza.
Nunca hallaron un problema importante.

Eres mío ahora, Harry pensó hacia las paredes del Callejón Diagon,
y todas las tiendas y objetos, y todos los tenderos y los clientes; y
todas las tierras y personas de la Bretaña mágica, y todo lo ancho
del mundo mágico; y el completo más grande universo que los
científicos Muggle entendían mucho menos de lo que creían. Yo ,
Harry James Potter-Evans-Verres, reclamo ahora este territorio en
nombre de la Ciencia.

Relámpagos y truenos fallaron completamente en destellar y tronar


en los cielos sin nubes.

"¿Por qué razón esta sonriendo?" inquirió la Profesora McGonagall,


preocupada y cansinamente.

"Me preguntaba si algún hechizo para hacer que caigan rayos en el


fondo cada vez que haga una resolución ominosa," explicó Harry.
Estaba memorizando cuidadosamente las palabras exactas de su
resolución ominosa para que los libros de historia futuros las
escribieran exactas.

"Tengo el fuerte presentimiento de que debería estar haciendo algo


al respecto," suspiró la Profesora McGonagall.
"Es mejor que lo ignore, desaparecerá. ¡Ooh, brillante!" Harry puso
sus pensamientos de conquista mundial temporalmente en espera y
saltó sobre una tienda con una exhibición abierta, y la Profesora
McGonagall lo siguió.

Harry había comprado ya sus ingredientes de pociones y caldero, y,


oh, unas cuantas cosas más. Objetos que parecían ser cosas
buenas para cargar en la Bolsa de Accesibilidad de Harry (alias
Súper Monedero Moke QX31 con Encantamiento de Extensión
Indetectable, Encantamiento Convocador, y Boca Ampliada).
Inteligentes, sensibles compras.

Sinceramente Harry no comprendía por qué la Profesora


McGonagall lo estaba mirando tan sospechosamente .

Ahora mismo, Harry estaba en una tienda lo suficientemente cara


como para mostrar sus productos en la turbulenta avenida central
del Callejón Diagon. La tienda tenía un frente abierto con mercancía
puesta sobre filas de madera inclinada, protegida únicamente por un
ligero resplandor gris y una vendedora-que-se-veía-muy-joven en
una más-ajustada versión de la túnica de una bruja que exponía sus
rodillas y codos.

Harry estaba examinando el equivalente mágico de un kit para


primeros auxilios, el Conjunto de Sanación de Emergencia Plus (3) .
Había dos torniquetes auto-atables. Una jeringa que se veía como
fuego liquido, que se suponía era para bajar drásticamente la
circulación en una área tratada mientras que mantenía la
oxigenación de la sangre durante tres minutos, si necesitabas evitar
que un veneno se esparciera por el cuerpo. Paño blanco que podía
ser vendado sobre una parte del cuerpo para atenuar el dolor.
Además de otra serie de objetos que Harry totalmente falló en
comprender, como el "Tratamiento de Exposición a Dementor", que
se veía y olía como chocolate ordinario. O el " Deflector Contra
Bridas", que se veía como un pequeño huevo tembloroso y cargaba
un letrero mostrando cómo introducirlo en la fosa nasal de alguien.
"Una compra definitiva de cinco Galeónes, ¿no está de acuerdo?"
Harry dijo a la Profesora McGonagall, y la adolescente vendedora
revoloteando cerca asintió ansiosamente.

Harry había esperado de la Profesora alguna clase de observación


aprobando su prudencia y preparación.

Lo que recibió en realidad sólo pudo ser descrito como Mal de Ojo.

"Y por qué motivo," la Profesora McGonagall comentó con pesado


escepticismo, "¿usted espera necesitar un kit de sanador,
jovencito?" (Tras el desafortunado incidente en la tienda de
Pociones, la Profesora McGonagall estaba esforzándose por no
llamarlo "Sr. Potter" mientras alguien más estuviera cerca.)

La boca de Harry se abrió y se cerró. "¡No estoy esperando


necesitarlo! ¡Es por si las dudas!"

"¿Por si las dudas de qué ? "

Los ojos de Harry se abrieron por completo. "¿Usted piensa que


estoy planeando hacer algo peligroso y que es por eso que yo creo
necesitar un kit medicinal?"

Una mirada de torva suspicacia e irónica incredulidad fue la


respuesta.

"¡Gran Scott!" exclamó Harry. (Esta fue una expresión que había
aprendido del científico loco Doc Brown en De vuelta al futuro .)
"¿También pensaba eso cuando compré la Poción de Caída de
Pluma, el Branquialgas, y la botella de Píldoras de Comida y Agua?"

"Sí."

Harry sacudió su cabeza en asombro. "¿Qué clase de plan cree que


voy a elaborar, entonces?"

"No lo sé," la Profesora McGonagall replicó oscuramente, "pero


termina en usted entregando una tonelada de plata a Gringotts, o en
dominación mundial."

"Dominación mundial es una frase demasiado fea. Prefiero decir


optimización mundial."

El gracioso chiste falló en ablandar a la bruja dándole la Mirada de


la Perdición.

"Guau," Harry expresó, al darse cuenta de que ella era seria al


respecto. "Usted realmente piensa eso. Realmente piensa que estoy
planeando hacer algo peligroso."

"Sí."

"¿Como si esa fuera la única razón para que alguien comprara un kit
de primeros auxilios? No se lo tome a mal, Profesora McGonagall,
¿pero que clase de locos niños está usted acostumbrada a tratar ?"

"Gryffindors," espetó la Profesora McGonagall, la palabra cargando


un dejo de amargura y desesperación que cayeron como una eterna
maldición sobre todo el entusiasmo juvenil y los espíritus orgullosos.

"Directora Adjunta Profesora Minerva McGonagall," Harry afirmó,


poniendo sus manos con arraigo en sus caderas. "No voy a ir a
Gryffindor -"

En este punto la Directora Adjunta lo interrumpió y murmuró sobre


cómo si él lo era descubriría la forma para asesinar a un sombrero,
extraña observación que Harry dejó pasar sin comentario, aunque la
vendedora tuvo un repentino y conveniente tosido.

"- Voy a ir a Ravenclaw. Y si usted realmente cree que estoy


planeando hacer algo peligroso, entonces, honestamente, no me
entiende para nada . No me gusta el peligro, es aterrador . Yo estoy
siendo prudente . Estoy siendo precavido . Me estoy preparando
para contingencias imprevistas . Como mis padres me solían cantar:
¡Estar preparado ! ¡Esa es la canción de marcha del Boy Scout!
¡Estar preparado! ¡Mientras avances en la vida marcharas
constantemente! No te pongas nervioso, no te frustres, no te
asustes - ¡Estar preparado! "

(De hecho los padres de Harry sólo le cantaron aquellas particulares


líneas de la canción de Tom Lehrer, y Harry estaba felizmente
ignorante del resto)

La postura de la Profesora McGonagall se había suavizado un poco


- en su mayoría cuando Harry aseguró que él apuntaba a
Ravenclaw. "¿Para qué clase de contingencia se imagina usted que
este kit podría prepararlo, jovencito? "

"Una de mis compañeras de clase es mordida por un horrible


monstruo, y mientras rebusco frenéticamente en mi monedero por
algo que pueda ayudarla, ella me mira tristemente y con su último
aliento dice, '¿Por qué no estabas preparado?' Y luego muere, y yo
sé que al cerrarse sus ojos ella jamás me perdonara -"

Harry escuchó a la vendedora atragantarse, y él la miró y la vio a


ella observándolo con sus labios apretados fuertemente. Entonces
la joven mujer se giró y escapó dentro de lo más hondo de la tienda.

¿Qué…?

La Profesora McGonagall se agachó, y tomó la mano de Harry con


las suyas, gentil pero firmemente, y sacó a Harry de la avenida
principal del Callejón Diagon, guiándolo dentro de un pasaje entre
dos tiendas que estaba pavimentada en sucios ladrillos un camino
cerrado con un muro solido de negra tierra.

La alta bruja apuntó su varita a la avenida principal y habló, "Quietus


" exclamó, y una pantalla de silencio descendió sobre ellos,
bloqueando todos los ruidos de la calle.

En qué me equivoque…

La Profesora McGonagall se giró para dirigirse a Harry. No tenía por


completo la Cara Hiciste Mal de un adulto, pero su expresión era
plana, controlada. "Debe recordar, Sr. Potter," dijo ella, "que hubo
una guerra en este país diez años atrás. Todos han perdido a
alguien, y para hablar de amigos muriendo en sus brazos - no es
para hacerse a la ligera."

"Yo - Yo no quería -" La inferencia cayó como una piedra sobre la


excepcionalmente vivida imaginación de Harry. Habló sobre alguien
respirando su último aliento - y entonces la vendedora había salió
corriendo - y la guerra había terminado diez años atrás así que la
chica debió haber estado alrededor de los ocho o nueve años,
cuando, cuando, "Lo siento, no quería…" Harry se ahogó, y se
volteó para escapar de la mirada penetrante de la bruja pero había
una pared de tierra bloqueando su camino y él aún no tenía su
varita. "Lo siento, lo siento, ¡lo siento ! "

Un profundo suspiro llegó detrás de él. "Sé que lo está, Sr. Potter."

Harry se atrevió a ver de reojo. La Profesora McGonagall solamente


parecía triste, ahora. "Lo siente," se disculpó Harry otra vez,
sintiéndose destrozado. "Algo así le paso a -" y entonces Harry cerró
sus labios y se tapó la boca con su mano para estar bien seguro.

El rostro de la bruja se puso un poco más triste. "Debe aprender a


pensar antes de actuar, Sr. Potter, o ira por la vida sin muchos
amigos. Ese ha sido en destino de muchos de Ravenclaw, y espero
que no sea el suyo."

Harry sólo quería correr. Quería extraer una varita y borrar todo lo
acontecido de la memoria de la Profesora McGonagall, estar de
vuelta con ella afuera de la tienda, hacer que no pasara -

"Pero para dar respuesta a su pregunta, Sr. Potter, no, nada como
eso me ha pasado jamás. Ciertamente he visto a un amigo respirar
por última vez, una o siete veces. Pero ninguno de ellos me maldijo
al morir, y nunca se me ocurrió que ellos no me perdonarían. ¿Por
qué usted diría tal cosa, Sr. Potter? ¿Por qué tan siquiera lo
pensaría ?"
"Yo, yo, yo," Harry tragó saliva. "Es que siempre procuro imaginar la
peor cosa que podría pasar," y tal vez él también estaba bromeando
un poco pero prefería arrancarse su propia lengua de un mordisco
antes que admitirlo.

"¿Qué?" preguntó la Profesora McGonagall. "¿Pero por qué ?"

"¡Para evitar que pase!"

"Sr. Potter…" la voz de la bruja se alzó. Entonces ella respiró, y se


arrodilló a su lado. "Sr. Potter," prosiguió ella, gentilmente esta vez,
"no es su responsabilidad proteger a los estudiantes de Hogwarts.
Es mía. No dejaré que nada malo le suceda a usted o a nadie más.
Hogwarts es el lugar más seguro para los niños magos de todo el
mundo mágico, y Madam Pomfrey es una sanadora de tiempo
completo. No necesitara un kit de sanador para nada, mucho menos
uno de cinco Galeónes."

"¡Pero sí lo necesito ! " Harry estalló. " ¡ Ningún lugar es


perfectamente seguro! Y que tal si mis padres tienen un ataque
cardíaco o se ven involucrados en un accidente cuando vaya a casa
para Navidad - Madam Pomfrey no estará allí, necesitaré un kit
sanador de mi propiedad -"

" Cómo en el nombre de Merlín…" la Profesora McGonagall


interrumpió. Se puso de pie, y miró desde arriba a Harry con una
expresión rasgada entre la molestia y la preocupación. "¡No hay
necesidad de pensar sobre cosas tan horribles, Sr. Potter!"

La expresión de Harry se retorció en amargura, al escuchar eso. "¡Sí


tengo qué ! Si no lo piensas, no sólo terminas herido tú, ¡terminas
lastimando a otras personas!"

La Profesora McGonagall abrió su boca, luego la cerró. La bruja se


sobó el puente de la nariz, viéndose pensativa. "Sr. Potter… si me
ofreciera a escucharlo por un tiempo… ¿hay algo de lo que quisiera
hablarme?"
"¿Sobre qué?"

"Sobre por qué está convencido de que siempre debe estar en


guardia contra cosas terribles que le van a suceder a usted."

Harry se la quedo mirando intrigado. Ese era un axioma auto-


evidente. "Bien…" Harry comenzó lentamente. Procuró organizar
sus pensamientos. ¿Cómo podía explicarse a si mismo a una
Profesora-bruja, cuando ella ni siquiera conocía lo básico?
"Investigadores Muggle han descubierto que las personas siempre
son demasiado optimistas, comparándolos con la realidad. Cuando
dicen que algo tomará dos días y terminar por demorarse diez, o
que les llevará dos meses y les lleva treinta y cinco años. Por
ejemplo, en un experimento, le pidieron a estudiantes que dieran
unos tiempos que fueron 50% seguro, 75% seguro, y 99% seguro
de que completarían su trabajo escolar, y únicamente el 13%, 19%,
y 45% de los estudiantes terminaron en aquellos tiempos. Y
descubrieron que la razón era que cuando preguntaron, a un grupo
le pidieron dar su mejor estimado si todo iba tan bien como fuera
posible, y a otro grupo por un estimado de caso-promedio si todo iba
como siempre, recibieron respuestas estadísticas indistinguibles.
Vea, si le pregunta a alguien lo que espera en el caso normal, ellos
visualizan lo que parece ser la línea de probabilidad máxima a cada
paso del camino - todo yendo de acuerdo al plan, sin sorpresas.
Pero actualmente, ya que más de la mitad de los estudiantes no
terminaron para cuando estaban 99% seguros de que lo harían, la
realidad usualmente entrega resultados un poco peores que el
'escenario del peor-caso'. Es llamado la falacia de la planeación, y la
mejor forma de arreglarlo es preguntar que tanto te tomó hacer algo
la última vez que lo intentaste. Eso se llama usar la perspectiva
exterior en lugar de la perspectiva interior. Pero cuando estás
haciendo algo nuevo y no puedes hacer lo anterior, sólo tienes que
ser realmente, realmente, realmente pesimista. Tanto, tan pesimista
que la realidad de hecho salga mejor de lo que esperabas en
frecuencia y en cantidad. Es en verdad difícil ser tan pesimista que
tengas una oportunidad decente de sobrepasar la vida real. Como
que hago el gran esfuerzo de ser fatídico y me imagino que una de
mis compañeras es mordida, pero lo que pasa en verdad es que los
Mortífagos supervivientes atacan toda la escuela para atraparme.
Pero algo más feliz a notar es que -"

"Deténgase," interrumpió la Profesora McGonagall.

Harry se detuvo. Había estado a punto de señalar que al menos


sabían que el Señor Oscuro no atacaría, ya que estaba muerto.

"Creo que tal vez no me hice entender," la bruja aclaró, su precisa


voz de Escocia sonando más cuidadosa que nuca. "¿Algo le pasó a
usted personalmente que lo haya aterrado, Sr. Potter?"

"Lo que me haya pasado a mí es solamente evidencia anecdótica,"


Harry explicó. "Como replicado no lleva el mismo peso al igual que,
un artículo periodístico corroborado sobre un estudio con
asignaciones al azar, muchos sujetos, grandes cantidades de
efectos y fuerte significación estadística."

La Profesora McGonagall sujetó el puente de su nariz, inhaló, y


exhaló. "De todos modos quisiera escucharlo," reiteró ella.

"Um…" dijo Harry. Tomó una profunda respiración. "Hubo algunos


robos en nuestro vecindario, y mi madre me pidió traer una cacerola
que ella le había prestado a un vecino a dos calles, y le dije que no
quería porque me podrían robar, y ella replicó, 'Harry, ¡no digas
cosas como esas!' Como si pensar sobre eso lo hiciera pasar, así
que si no hablaba sobre eso, estaría a salvo. Intenté explicarle por
qué no me sentía aliviado, y ella me hizo traer la cacerola de todos
modos. Era demasiado joven como para saber que tan
estadísticamente improbable era que un ladrón me escogiera como
objetivo, pero era lo suficientemente mayor como para saber que
no-pensar sobre algo no evitaba que sucediera, así que de verdad
estaba muy asustado."

"¿Nada más?" La Profesora McGonagall preguntó tras una pausa,


cuando fue evidente que había terminado. "¿No hay nada más que
le haya pasado?"
"Sé que no suena como la gran cosa," Harry se defendió. "Pero fue
uno de esos momentos críticos de la vida, ¿lo ve? Quiero decir,
sabía que no pensar sobre algo no evitaba que eso sucediera, sabía
eso, pero pude darme cuenta de que mamá sí lo pensaba
realmente." Harry se detuvo, debatiéndose con la ira que estaba
comenzado a elevarse una vez más cuando pensó sobre eso. "Ella
no me escuchaba . Intenté contárselo, le supliqué no enviarme
afuera, y ella se rió de aquello . Todo lo que dije, ella lo trato como
alguna especie de gran chiste…" Harry forzó a la negra ira a
hundirse de nuevo. "Ahí fue cuando entendí que todos los que se
suponían debían protegerme estaban locos, y que no me
escucharían sin importar cuánto se los pidiera, y que no podía
confiar en ellos para conseguir que algo se hiciera correctamente."
A veces las buenas intenciones no eran suficientes, a veces tenías
que estar cuerdo…

Hubo un largo silencio.

Harry se tomó el tiempo para respirar profundamente y calmarse. No


había sentido en enojarse. Todos los padres eran así, ningún adulto
se rebajaría lo suficiente como para colocarse ellos mismos en el
mismo nivel con un niño y escucharlo, sus padres genéticos no
habrían sido diferentes. La cordura era una pequeña chispa en la
noche, una rara excepción infinitesimal a la regla de la locura, así
que no tenía sentido enojarse.

Harry no se gustaba a si mismo cuando estaba enojado.

"Gracias por compartir eso, Sr. Potter," retomó la Profesora


McGonagall después de un rato. Hubo una abstracta mirada en su
cara (casi exactamente la misma mirada que había aparecido en la
propia cara de Harry cuando estaba experimentando con el
monedero, si Harry se hubiera visto en un espejo lo habría notado).
"Tendrá que meditar sobre esto." Se giró hacia la salida del pasaje, y
alzó su varita -

"Um," Harry preguntó, "¿podemos ir y conseguir el kit de sanador


ahora?"
La bruja se pausó, y se volvió a verlo firmemente. "Y si digo que no -
que es demasiado costoso y que no lo necesita - ¿entonces qué?"

La cara de Harry se retorció en amargura. "Exactamente lo que


usted está pensando, Profesora McGonagall. Exactamente lo que
usted está pensando. He concluido que usted es otra adulta
enloquecida con la que no puedo hablar, y comenzaré planeando
cómo ponerle mis manos encima al kit de sanador de todos modos."

"Soy su guardián en este viaje," la Profesora McGonagall amenazó


con una nota de peligro. " No permitiré que usted me diga que
hacer."

"Entiendo," Harry masculló. Mantuvo el resentimiento por fuera de


su voz, y no dijo ninguna de las otras cosas que se le vinieron a la
mente. La Profesora McGonagall le dijo que pensara antes de
hablar. Probablemente no lo recordaría mañana, pero al menos
podía recordarlo por cinco minutos.

La varita de la bruja trazó un delgado circulo en su mano, y los


ruidos del Callejón Diagon regresaron. "De acuerdo, jovencito," ella
concluyó. "Vamos a conseguir el kit de sanador ahora."

A Harry se le cayó la quijada por la sorpresa. Luego se apresuró tras


ella, casi tropezando en su repentina prisa.

La tienda estaba igual a como la habían dejado, reconocibles e


irreconocibles objetos aún exhibiéndose sobre la madera inclinada,
el resplandor gris aún protegiendo y la vendedora de regreso en su
anterior posición. La vendedora los vio mientras se aproximaban, su
cara mostrando sorpresa.

"Lo siento," ella dijo cuando estuvieron cerca, y Harry habló casi en
el mismo momento, "Me disculpo por -"

Se interrumpieron y se vieron el uno al otro, y luego la vendedora se


rió un poco. "No deseaba meterte en problemas con la Profesora
McGonagall," ella dijo. Su voz descendió hasta ser conspiratoria.
"Espero que ella no fuera demasiado horrible contigo."

" ¡ Della! " protestó la Profesora McGonagall, sonando


escandalizada.

"Bolsa de oro," Harry se dirigió a su monedero, y volvió a mirar a la


vendedora mientras contaba cinco Galeónes. "No se preocupe,
entiendo que ella es horrible conmigo solamente porque me ama."

Le contó los cinco Galeónes a la vendedora mientras la Profesora


McGonagall estaba farfullando algo sin importancia. "Un Conjunto
de Sanación de Emergencia Plus, por favor."

Era medio desconcertante ser cómo la Boca Ampliada se trago el


temporalmente reducido kit médico. Harry no pudo dejar de
preguntarse qué pasaría si él intentará introducirse en el monedero
de piel de Moke, dado que sólo la persona que ponía algo adentro
era la que podía extraerlo.

Cuando el monedero terminó… de comer… su tan-dura-ganada


compra, Harry juró que escuchó un pequeño eructo al final. Eso tuvo
que haber sido hechizado a propósito. La hipótesis alternativa era
demasiado horripilante para contemplarla… de hecho Harry ni
siquiera podía pensar en otras hipótesis alternativas. Harry volvió a
mirar a la Profesora, cuando empezaron a recorrer una vez más el
Callejón Diagon. "¿A dónde vamos ahora?"

La Profesora McGonagall señaló hacia una tienda que se veía como


si estuviera hecha de carne en lugar de ladrillos y cubierta con pelo
en lujar de pintura. "Se permiten pequeñas mascotas en Hogwarts -
podrías conseguir un búho para enviar cartas, por ejemplo -"

"¿Puedo pagar un Knut y rentar un búho cuando necesite enviar un


correo?"

"Sí," respondió la Profesora McGonagall.


"Entonces pienso enfáticamente que no. "

La Profesora McGonagall asintió, cuando pensó en dilucidar la


cuestión. "¿Puedo preguntar por qué no?"

"Tuve una roca de mascota una vez. Murió."

"¿No cree que pueda cuidar de una mascota?"

" Podría , " Harry contestó, "pero terminaría obsesionándome todo el


día sobre si recordé alimentarla ese día o si está muriendo de
hambre lentamente en su jaula, preguntándose dónde está su
maestro y por qué no había nada de comida."

"Ese pobre búho," la bruja anciana dijo con una suave voz.
"Abandonado así. Quién sabe qué haría."

"Bien, yo esperaría que tuviera tanta hambre que comenzara a


intentar desgarrar su salida de la jaula o caja o lo que fuera, aunque
probablemente no tendría tanta suerte -" Harry se detuvo poco
después.

La bruja siguió, aún con la suave voz. "¿Y qué pasaría a


continuación?"

"Discúlpeme," Harry dijo, y se apresuró para tomar a la Profesora


McGonagall por la mano, gentil pero firmemente, y la desvió hacia
otro pasadizo; tras evadir tantos bueno-deseadores el proceso casi
se había vuelto imperceptiblemente rutinario. "Por favor conjure el
hechizo silenciador."

" Quietus. "

La voz de Harry estaba temblando. "Ese búho no me representa,


mis padres nunca me encerraron en una alacena y me dejaron morir
de hambre, Yo no sufro de temores de abandono y no me gusta su
cadena de pensamientos , Profesora McGonagall! "
La bruja lo vio desde arriba con gravedad. "¿Y qué pensamientos
serían aquellos, Sr. Potter?"

"Usted cree que yo fui," Harry tenía problemas para pronunciarlo,


"¿que yo fui abusado? "

"¿Lo fue?"

" ¡ No! " Harry gritó. "No, ¡Nunca lo fui! ¿Cree que soy estúpido ?
Conozco el concepto de abuso infantil, ¡sé sobre contacto
inapropiado y todo lo relacionado y que si algo así me pasara
llamaría a la policía! ¡Y reportarlo al director de grupo! ¡Y buscar a
los servicios sociales en la guía telefónica! ¡Y contárselo al Abuelo y
a la Abuela y a la Señora Figg! Pero mis padres nunca hicieron algo
así, ¡nunca jamás jamás ! ¡Cómo se atreve a sugerir tal cosa!"

La bruja anciana lo observó con penetrante firmeza. "Es mi deber


como Directora Adjunta investigar posibles señales de abuso en
niños bajo mi cuidado."

La ira de Harry estaba saliendo de control y creciendo como una


espiral pura de, negra furia. "Jamás se atreva a hablar de esto,
¡estas insinuaciones a nadie más! Nadie, ¿me escuchó,
McGonagall? ¡Una acusación como esta puede arruinar a las
personas y destruir familias incluso cuando los padres son
completamente inocentes! ¡He leído casos así en los periódicos!" La
voz de Harry estaba llegando a un grito agudo. "El sistema no sabe
cómo parar, ¡no le creen a los padres o a los niños cuando dicen
que nada pasó! ¡No se atreva a amenazar a mi familia con esto !
¡No la dejaré destruir mi hogar! "

"Harry," la bruja anciana dijo suavemente, y ella extendió una mano


hacia él -

Harry dio un rápido paso hacia atrás, y su mano golpeó y tumbó la


de ella.
McGonagall se congeló, luego recogió su mano, y retrocedió un
paso. "Harry, está bien," ella habló. "Te creo."

" ¿En serio? , " Harry siseó. La furia aún rugiendo a a través de su
sangre. "¿O está esperando alejarse de mí para que pueda llenar
los papeles?"

"Harry, vi tu casa. Te vi con tus padres. Ellos te aman. Tú los amas.


Te creo cuando dices que tus padres no están abusando de ti. Pero
tuve que preguntar, porque algo extraño ocurre aquí."

Harry se la quedo mirando fríamente. "¿Cómo qué?"

"Harry, He visto muchos niños abusados en Hogwarts, te partiría el


corazón saber cuántos. Y, cuando eres feliz, no te comportas como
uno de aquellos niños, para nada . Le sonríes a los desconocidos,
abrazas a la gente, puse mi mano sobre tu hombro y no temblaste.
Pero a veces, sólo a veces, dices o haces algo que es muy similar a
eso… a alguien que pasó sus primeros once años encerrado en una
celda. No la amorosa familia que yo vi." La Profesora McGonagall
alargó su cabeza, su expresión creciendo en confusión de nuevo.

Harry lo recibió, lo procesó. La negra ira comenzó a drenarse, como


si llegara hasta él el hecho de ser escuchado respetuosamente, y
que su familia no estaba en peligro.

"¿Y cómo explica sus observaciones, Profesora McGonagall?"

"No lo sé," ella admitió. "Pero es posible que algo le haya pasado
que usted no recuerda."

La furia se levantó de nuevo dentro de Harry. Eso sonaba


demasiado parecido a lo que leyó en los periódicos en las historias
de familias destrozadas. "¡La memoria suprimida en una basura
seudocientífica ! Las personas no reprimen sus memorias
traumáticas, ¡las recuerdan demasiado bien por el resto de sus
vidas!"
"No, Sr. Potter. Hay un Encantamiento conocido como
Desmemorizante."

Harry se petrificó donde estaba. "¿Un hechizo que borra las


memorias?"

La bruja anciana asintió. "Pero no todos los efectos de la


experiencia, si comprende lo que estoy diciendo, Sr. Potter."

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Harry. Esa hipótesis… no


podía ser fácilmente refutada . "¡Pero mis padres no pudieron hacer
eso!"

"Por supuesto que no," concordó la Profesora McGonagall. "Tendría


que haber sido alguien del mundo mágico. No hay… no hay forma
de estar seguros, me temo."

Las habilidades racionalistas de Harry comenzaron a andar otra vez.


"Profesora McGonagall, ¿qué tan convencida está d sus
observaciones, y qué explicaciones alternativas podrían existir?"

La bruja abrió sus manos, como una forma de mostrar su


desolación. "¿Convencida? No estoy convencida de nada, Sr.
Potter. En toda mi vida nunca conocí a alguien como usted. En
ocasiones usted no parece de once años o incluso un verdadero ser
humano ."

Las cejas de Harry llegaron hasta el cielo -

"¡Lo siento!" la Profesora McGonagall rectificó rápidamente. "Lo


siento mucho, Sr. Potter. Estaba intentando señalar un punto y me
temo que sonó diferente de lo que tenía en mente -"

"Al contrario, Profesora McGonagall," Harry la contradijo, y


lentamente sonrió. "Lo tomo como un muy buen cumplido. ¿Pero le
importaría si le ofrezco una explicación alternativa?"

"Por favor proceda."


"No se supone que los niños sean más inteligentes que sus padres,"
Harry explicó. "O demasiado cuerdos, tal vez - mi padre
probablemente podría superarme en inteligencia si él, ya sabe, lo
intentara de verdad, y no usando su inteligencia de adulto
principalmente para que se le ocurran razones para no cambiar de
opinión -" Harry paró. "Soy demasiado listo, Profesora. No tengo
nada de qué hablar con niños normales. Los adultos no me respetan
lo suficiente para hablar realmente conmigo. Y francamente, incluso
si lo hicieran, no sonarían tan inteligentes como Richard Feynman,
así que mejor podría leer un libro escrito por Richard Feynman. Esto
insolado, Profesora McGonagall. He estado insolado toda mi vida.
Tal vez eso tenga los mismos efectos de estar encerrado en una
celda. Soy demasiado inteligente para ver a mis padres del modo
que otros niños ven a los suyos. Mis padres me aman, pero ellos no
se sientes obligados a responder a la razón, y a veces yo siento
como si ellos fueran los niños - niños que no escuchan y tiene
absoluta autoridad sobre toda mi existencia. Procuro no amargarme
al respecto, pero también procuro ser honesto conmigo mismo, por
lo cual, sí, estoy amargado. Y también tengo un problema con el
manejo de la ira, pero estoy trabajando en ello. Eso es todo."

" ¿Eso es todo ? "

Harry asintió firmemente. "Eso es todo. Seguramente, Profesora


McGonagall, incluso en la Bretaña mágica, ¿la explicación normal
siempre es merecedora de consideración ? "

Más tarde ese día, el sol descendiendo bajo el cielo de verano y los
tenderos comenzaron a desaparecer de las calles. Algunas tiendas
ya habían cerrado; Harry y la Profesora McGonagall habían
comprado sus libros de texto en Flourish y Blotts justo antes de que
cerraran. Con nada más que una pequeña explosión cuando Harry
hizo una búsqueda veloz para la palabra "Aritmancia" y descubrió
que los libros de textos de séptimo año in involucraban nada más
avanzado matemáticamente que la trigonometría.

En ese momento, sin embargo, sueños de investigaciones


fructuosas a corto plazo estaban lejos de la mente de Harry.
En ese momento, los dos estaban saliendo de la tienda de
Ollivander, y Harry estaba contemplando su varita. La agitó, y
produjo chispas multicolores, lo que realmente no debería haber
sido una sorpresa tras todo lo que había visto, pero lo era de algún
modo -

Puedo hacer magia.

Yo. Al igual que en, yo personalmente. Soy mágico; Soy un mago.

Había sentido la magia fluyendo por su mano, y en ese instante, se


dio cuenta de que siempre había tenido ese sentido, que lo había
poseído toda su vida, el sentido que no era ver u oír u oler o
saborear o tocar si no magia. Como tener ojos pero mantenerlos
siempre cerrados, así que ni siquiera te dabas cuenta de que
estabas viendo en la oscuridad; y de repente un día los ojos se
abrían, y veían el mundo. La sorpresa había pasado a través de él,
tocando piezas de sí mismo, para despertarlas, y había
desaparecido en segundos; dejando únicamente el conocimiento
certero de que ahora era un mago, y que siempre lo había sido, de
algún modo extraño, siempre lo supo.

Y-

"Y realmente es muy curioso que estuvieras destinado a esa varita,


cuando fue su hermana la que te hizo esa cicatriz."

No podía ser posiblemente una coincidencia. Había miles de varitas


en esa tienda. Bueno, de acuerdo, sí podía ser una coincidencia,
había seis billones de personas en el mundo y coincidencias de mil
a una pasaban cada día. Pero el Teorema de Bayes afirmaba que
cualquier hipótesis razonable que lo hacía por más de mil a una
terminar justamente con la varita hermana del Señor Oscuro,
probablemente iba a ser una ventaja.

La Profesora McGonagall simplemente mencionó que peculiar y lo


dejo así, lo que puso a Harry en un estado de sobresalto al ver, la
abrumadora falta de curiosidad de magos y brujas. En ningún
mundo imaginable Harry sólo hubiera dicho "Hm" y salido de la
tienda sin tan siquiera intentar pensar en una hipótesis para lo que
estaba sucediendo.

Su mano izquierda se levantó y tocó su cicatriz.

Qué… exactamente…

"Eres todo un mago ahora" dijo la Profesora McGonagall.


"Felicitaciones."

Harry asintió.

"¿Y qué piensa del mundo mágico?" inquirió ella.

"Es raro," Harry respondió. "Debería estar pensando sobre todo lo


que he visto de la magia… todo lo que sé ahora que es posible, y
todo lo que ahora sé es una mentira, y todo el trabajo que tengo
ante mí para entenderlo. Y aún así me encuentro distraído por
cuestiones relativamente triviales como," Harry bajo su voz, "todo el
asunto de El-Niño-Que-Vivió." Aparentemente no había nadie cerca,
pero no había razón para tentar a la suerte.

La Profesora McGonagall carraspeó . "¿En verdad? No me diga."

Harry asintió. "Sí. Es simplemente… curioso . Descubrir que eres


parte de esta gran historia, la misión para derrotar al gran y terrible
Señor Oscuro, y que ya fue realizada . Terminada. Completamente
superada. Como si fueras Frodo Bolsón y te enteraras de que tus
padres te llevaron a la Montaña del Destino y te hicieron tirar el
Anillo cuando apenas tenías un año y ni siquiera lo recuerdas."

La sonrisa de la Profesora McGonagall se había vuelto un poco


forzada.

"Sabe, si yo fuera alguien más, alguien por completo diferente,


probablemente estaría muy preocupado sobre vivir con esto. Cielos,
Harry, ¿qué has hecho desde que derrotaste al Señor Oscuro?
¿Tienes tu propia librería? ¡Genial! Dime, ¿sabías que le puse el
nombre a mi hijo por ti? Pero tengo esperanzas de que esto probara
no ser un problema ." Harry suspiró. "Aún así… casi es suficiente
para hacerme desear que hubiera algunos cabos sueltos de la
misión, para poder contar que en verdad, ya sabe, participe en
algo."

"¿Oh?" comentó la Profesora McGonagall en un tono raro. "¿Qué


tiene usted en mente?"

"Bien, por ejemplo, mencionó que mis padres fueron traicionados.


¿Quién los traicionó?"

"Sirius Black," la bruja dijo, casi escupiendo el nombre. "Está en


Azkaban. Prisión mágica."

"¿Qué tan probable es que Sirius Black escape de prisión y yo tenga


que perseguirlo y derrotarlo en alguna clase de duelo espectacular,
o mejor aún poner una enorme recompensa sobre su cabeza y
esconderme en Australia mientras espero los resultados?"

La Profesora McGonagall parpadeó. Dos veces. "No es probable.


Nadie ha escapado jamás de Azkaban, y dudo que él sea el
primero."

Harry era un poco escéptico de esa " nadie ha escapado jamás de


Azkaban" línea. Sin embargo, quizá con magia podrías en verdad
acercarte a la 100% prisión perfecta, especialmente si tú tenías una
varita y ellos no. La mejor manera de salir sería no ir allí en primer
lugar.

"Que así sea," Harry aceptó. "Suena cómo que todo ha sido
afortunadamente resuelto." suspiró, aplastando la palma de su
mano sobre su cabeza. "O quizá el Señor Oscuro no murió
realmente esa noche. No completamente. Su espíritu persiste,
susurrándole a las personas en pesadillas que sangran hacia el
mundo despierto, buscando un modo de regresar a las tierras de los
vivos que él juró destruir, y ahora, de acuerdo con la antigua
profecía, él y yo estamos destinados a tener un duelo a muerte
donde el ganador deberá perder y el perdedor deberá ganar -"

La cabeza de la Profesora McGonagall se giró, y sus ojos


dispararon dardos en todas direcciones, como esperando encontrar
gente escuchándolos en la calle.

"Estoy bromeando, Profesora," Harry aclaró con molestia. Cielos,


por qué siempre se toma todo tan seriamente -

Una lenta sensación de hundimiento comenzó a descender en el


fondo del estómago de Harry.

La Profesora McGonagall miró a Harry con una expresión calmada.


Una muy, muy calmada expresión. Luego una sonrisa fue puesta
encima. "Ya lo sabía, Sr. Potter."

Oh maldición.

Si Harry hubiera necesitado formalizar la inferencia sin palabras que


acababa de alumbrar dentro de su mente, habría sido algo como, 'Si
estimo la probabilidad de la Profesora McGonagall haciendo lo que
acabo de ver como el resultado de controlarse cuidadosamente a sí
misma, contra la probabilidad distributiva para todas las cosas que
ella haría naturalmente si yo hiciera un mal chiste, por ende este
comportamiento es evidencia significativa de que ella está ocultando
algo.'

Pero el único pensamiento de Harry fue, oh maldición.

Harry volteó su propia cabeza para escanear la calle. No, nadie


cerca. "Él no está muerto, ¿cierto?," Harry suspiró.

"Sr. Potter -"

"El Señor Oscuro está vivo. Por supuesto que está vivo. Fue un acto
de puro optimismo de mi parte tan siguiera haberlo soñado . Debo
haber perdido mis sentidos, ni siquiera puedo imaginar qué estaba
pensando . Sólo porque alguien dijo que su cuerpo fue encontrado
quemado hasta quedar crujiente, no puedo imaginar por qué
pensaría que estaba muerto . Claramente tengo mucho por
aprender sobre el arte del apropiado pesimismo. "

"Sr. Potter -"

"Al menos dígame que no existe ninguna profecía…" La Profesora


McGonagall aún le estaba dando esa brillante, forzada sonrisa. "Oh,
usted tiene que estar bromeando."

"Sr. Potter, no debería ir por ahí inventando cosas para preocuparse


-"

"¿De verdad va venir a decirme eso ? Imagine mi reacción después,


cuando sepa que sí había algo para preocuparme después de todo."

Su sonrisa forzada se derrumbó.

Los hombros de Harry cayeron. Tengo todo un mundo de magia


para analizar. No tengo tiempo para esto."

Entonces ambos se callaron, cuando un hombre en una corriente


túnica naranja apareció en la calle y paso despacio a su lado; los
ojos de la Profesora McGonagall lo siguieron, discretamente. La
boca de Harry estaba moviéndose pues él mordía con fuerza su
labio, y alguien mirándolo con atención había notado una diminuta
mancha de sangre aparecer.

Cuando el hombre de túnica naranja se había perdido en la


distancia, Harry habló de nuevo, en un bajo murmullo. "¿Me va a
decir la verdad ahora, Profesora McGonagall? Y no se moleste en
intentar que lo deje pasar, no soy estúpido."

"¡Usted apenas tiene once años, Sr. Potter!" ella susurró con dureza.

"Y por lo tanto infrahumano. Lo siento… por un momento, lo olvide ."


"¡Se trata de espantosas e importantes cuestiones! ¡Son secretas,
Sr. Potter! ¡Es una catástrofe que usted, todavía un niño, sepa
incluso apenas esto! No debe contárselo a nadie , ¿lo entiende?
¡Absolutamente a nadie!"

Como pasaba a veces que Harry se ponía lo suficientemente


enojado, su sangre se enfriaba, en vez de calentarse, y una terrible
claridad descendía sobre su mente, marcando posibles tácticas y
evaluando sus consecuencias con realismo de hierro.

Señala de que tienes derecho a saber: Fracaso. Niños de once años


no tienen derecho a saber nada, ante los ojos de McGonagall.

Dile que ya no serán amigos: Fracaso. Ella no valora tu amistad lo


suficiente.

Señala que correrás peligro por no saber: Fracaso. Ya se han hecho


planes basados en tu ignorancia. La cierta inconveniencia de
repensarlos parecerá por lejos más desagradable que el prospecto
de la no certeza de que tú vengas a desbaratarlos.

Justicia y razón ambos fallarán. Debes encontrar ya sea algo que


tengas y ella quiera, o encontrar algo que puedas hacer y ella
tema…

Ah.

"Muy bien, Profesora," Harry dijo en un bajo, helado tono, "Suena


como que yo tengo algo que usted quiere. Puede, si quiere,
revelarme la verdad, toda la verdad, y a cambio guardaré sus
secretos. O puede intentar mantenerme ignorante para que pueda
usarme como peón, en cuyo caso yo no le debo nada a usted."

McGonagall se detuvo a la mitad de la calle. Sus ojos destellaron y


su voz descendió hasta un total chillido. "¡Cómo se atreve!"

" ¡Cómo se atreve usted ! " le susurró él en respuesta.


"¿Me chantajearía ?"

Los labios de Harry se torcieron. "Le estoy ofreciendo un favor. Le


estoy dando una oportunidad de proteger sus preciosos secretos. Si
se rehúsa tendré todo motivo natural para indagar en cualquier
parte, no para perjudicarla, ¡sino porque necesito saber ! Supere su
inútil ira con un niño quien usted piensa debería obedecerlo, ¡y se
dará cuenta de que cualquier adulto en su sano juicio haría lo
mismo! ¡Véalo desde mí perspectiva ! ¿Cómo se sentiría si fuera
USTED? "

Harry observó a McGonagall, observó su agitada respiración. Se le


ocurrió que era tiempo de aflojar la presión, dejarla hervir a fuego
lento por un tiempo. "No tiene que decidirse ahora mismo," Harry
sugirió en un tono normal. "Entiendo si quiere tiempo para
considerar mi oferta… pero le advierto una cosa," Harry amenazó,
su voz más y más fría. "No intente ese hechizo Desmemorizante
conmigo. Un tiempo atrás inventé una señal, y ya me he enviado
esa señal a mi mismo. Si encuentro esa señal y no recuerdo haberla
enviado…" Harry dejo que su voz se perdiera significativamente.

La cara de McGonagall se contorsionaba al reemplazar sus


expresiones. "Yo… no estaba pensando en borrarle la memoria, Sr.
Potter… pero por qué inventó tal señal si usted no sabía sobre el -"

"Lo pensé tras leer un libro de ciencia ficción Muggle, y me dije, bien
, por si las dudas… Y no, no le voy a informar cuál es la señal, no
soy tonto."

"No tenía pensado preguntar," McGonagall pronunció. Parecía


encerrarse dentro de si, y repentinamente se vio muy vieja, y muy
cansada. "Este ha sido un día agotador, Sr. Potter. ¿Podemos
comprar su baúl, y enviarlo a casa? Confiaré en que no hablará
sobre este asunto hasta que tenga tiempo de pensarlo. Tenga en
cuenta que únicamente hay otras dos personas en todo el mundo
que saben sobre este asunto, y son el Director Albus Dumbledore y
el Profesor Severus Snape."
Así era. Nueva información; era una oferta de paz. Harry movió la
cabeza de arriba a abajo en aceptación, y se giró para mirar hacia
adelante, y empezó a caminar otra vez, también su sangre
lentamente comenzó a calentar una vez más.

"Y ahora tengo que encontrar un modo de asesinar a un Mago


Oscuro inmortal," Harry se quejó, y suspiró en frustración.
"Realmente hubiera deseado que me lo dijera antes de que iniciara
las compras."

La tienda de baúles estaba más ricamente adornada que cualquier


otra tienda que Harry hubiera visitado; las cortinas eran deliciosas y
delicadamente bordadas, el piso y las paredes de madera teñida y
pulida, y los baúles ocupaban lugares de honor sobre plataformas
de pulido marfil. El vendedor estaba vestido con una túnica de finura
sólo por debajo de la de Lucius Malfoy, y habló con exquisita,
aceitada educación tanto a Harry como a la Profesora McGonagall.

Harry había hecho sus preguntas, y gravitaba alrededor de un baúl


que se veía de gruesa madera, no pulido sino suave y sólido,
grabado con el patrón de un dragón guardián cuyos ojos se
desplazaban para ver a cualquiera que se acercara. Un baúl
encantado para ser ligero, para empequeñecer a una orden, para
crecer pequeñas garras de tentáculos desde su parte baja y
arrastrarse detrás su dueño. Un baúl con dos agarraderas en cada
uno de sus cuatro lados que se deslizaban para revelar
compartimientos tan profundos como todo el baúl. Una tapa con
cuatro cerraduras y cada una revelaría un espacio diferente adentro.
Y - esta era la parte importante - una manija sobre el fondo que
jalaba su propia estructura conteniendo una escalera que bajaba
hasta un pequeño, iluminado cuarto que guardaría, Harry estimó,
alrededor de unas doce librerías.

Si hicieran equipajes como este, Harry no sabía por qué alguien se


molestaría en poseer una casa.

Ciento ocho Galeónes de oro. Ere era el precio de un buen baúl, un


poco usado. Alrededor de cincuenta libras el Galeón, eso era
suficiente para comprar un automóvil usado. Sería más costoso que
todo lo demás que Harry había comprado en su vida y sumado
junto.

Noventa y siete Galeónes. Eso era lo que quedaba en la bolsa de


oro que a Harry se le había permitido tomar de Gringotts.

La Profesora McGonagall tenía una mirada de disgusto sobre su


cara. Tras un largo día de compras ella no había necesitado
preguntarle a Harry cuánto oro quedaba en su bolsa, cuando el
vendedor leyó el precio, lo que quería decir que la Profesora podía
hacer buena aritmética mental sin papel y lápiz. Una vez más, Harry
se recordó a si mismo que científicamente iliterato no era para nada
lo mismo que e stúpido.

"Lo siento, jovencito," se disculpó la Profesora McGonagall. "Esto es


enteramente mi culpa. Le ofrecería llevarlo a Gringotts, pero el
banco estará cerrado ahora excepto para servicios de
emergencias."

Harry la miró, preguntándose…

"Bien," suspiró la Profesora McGonagall, al tiempo de oscilar sobre


un tobillo, "podríamos ir de todos modos, supongo."

… ella no lo había perdido por completo cuando un niño se atrevió.


No había estado feliz, pero había pensado y no explotado en furia.
Podía ser porque había un inmortal Señor Oscuro para luchar - que
ella necesitaba de la buena voluntad de Harry. Pero la mayoría de
los adultos no habrían sido capaces de pensar en ese instante; no
considerarían futuras consecuencias del todo, si alguien de una
posición inferior se hubiera rehusado a obedecerlos…

"¿Profesora?" Harry cuestionó.

La bruja se volteó y lo miró.


Harry respiró profundamente. Necesitaba estar un poquito molesto
para lo que quería intentar ahora, no tendría el coraje para hacerlo
de otro modo. E lla no me escucharía, pensó dentro de sí, yo
hubiera tomado más oro pero ella no me quiso escuchar…
Concentrando su mundo entero en McGonagall y la necesidad de
doblar la conversación a su voluntad, él hablo.

"Profesora, usted pensó que cien Galeónes sería más que suficiente
para un baúl. Por eso es que no se molesto en advertirme antes de
que llegara a noventa y siete. Que es justamente la clase de evento
que los estudios de investigación muestran - eso es lo que pasa
cuando las personas piensan que están dejando un pequeño
margen de error. No son lo suficientemente pesimistas. Si hubiera
sido por mí, habría tomado doscientos Galeónes para estar seguro.
Había mucho dinero en esa bóveda, y yo pude regresar lo que
sobrera después. Pero pensé que no me dejaría hacerlo. Me
imagine que se enojaría conmigo tan solo por sugerirlo. ¿Estaba
equivocado?"

"Supongo que debo confesar que está en lo correcto," admitió la


Profesora McGonagall. "Pero, jovencito -"

"Por este tipo de situaciones es que tengo problemas para confiar


en los adultos." De algún modo la voz de Harry se mantuvo. "Porque
se enojan si tan siquiera intentas razonar con ellos. Para ellos es un
desafió e insolencia y un reto a su estatuto tribal superior. Si intentas
hablar con ellos se enojan . Si yo hubiera tenido algo realmente
importante para hacer, no sería capaz de confiar en usted. Incluso si
escuchara con gran preocupación a cualquier cosa que dijera -
porque eso también es parte del rol de alguien jugando a un adulto
que se preocupa - usted nunca cambia sus acciones, usted no se
comportaría diferente, sin importar lo que yo diga."

El vendedor los estaba mirando a ambos con una nada oculta


fascinación.

"Puedo entender su punto de vista," la Profesora McGonagall replicó


eventualmente. "Si a veces parezco demasiado estricta, por favor
recuerde que he servido como la Jefa de la Casa de Gryffindor por
lo que se siente han sido difíciles miles de años."

Harry asintió y continuó. "Por lo que - suponga que tengo una forma
de conseguir más Galeónes de mi baúl sin que nosotros tengamos
que regresar a Gringotts, pero implica que he violado el rol del niño
obediente. ¿Sería capaz de confiarle eso a usted, incluso aunque
tenga que salirse de su propio rol como la Profesora McGonagall
para poder aprovecharlo?"

" ¿Qué ? " soltó la Profesora McGonagall.

"Para ponerlo de otro modo, si yo pudiera hacer que el día de hoy


hubiera sido diferente, para que no hubiéramos tomado muy poco
dinero con nosotros, ¿sería correcto aunque involucrara a un niño
siendo insolente hacia un adulto en retrospectiva?"

"Yo… supongo…" la bruja respondió, viéndose muy confundida.

Harry sacó el monedero de Piel de Moke, y pronunció, "Once


Galeónes originalmente de la bóveda de mi familia."

Y hubo oro en la mano de Harry.

Por un momento la boca de la Profesora McGonagall permaneció


abierta, luego su mandíbula subió bruscamente para cerrarla y sus
ojos se estrecharon y la bruja murmuró, " Dónde consiguió eso -"

"De mi bóveda familiar, como dije."

" ¿Cómo ? "

"Magia."

"¡Difícilmente eso es una respuesta!" estalló la Profesora


McGonagall, y luego se detuvo, perpleja.

"No, no lo es, ¿o sí? Debería argumentar que es porque


experimentalmente descubrí los verdaderos secretos de cómo
funciona el monedero y que puedo retirar objetos de cualquier lugar,
no sólo de adentro, si pronuncias el pedido correctamente. Pero
actualmente fue de cuando me caí dentro de la pila de oro y deslicé
algunos Galeónes dentro de mi bolsillo. Cualquiera que entienda el
pesimismo sabe que el dinero es algo que necesitas rápidamente y
sin previo aviso. ¿Ahora está enojada conmigo por desafiar su
autoridad? ¿O contenta de que hayamos triunfado en nuestra
importante misión?"

Los ojos del vendedor estaban abiertos como platillos.

Y la bruja alta se quedo de pie, en silencio.

"La disciplina en Hogwarts debe ser reforzada," ella concluyó casi


tras un minuto completo. "Por el bienestar de todos los estudiantes.
Y eso debe incluir cortesía y obediencia de su parte hacia todos los
profesores."

"Entiendo, Profesora McGonagall."

"Bien. Ahora compremos ese baúl y vayámonos a casa."

Harry sintió como si fuera a vomitar, o a celebrar, o a desmayarse, o


algo . Era la primera vez que su cuidadoso razonamiento funcionaba
en alguien . Tal vez porque también era la primera vez que él tenía
algo en verdad serio que un adulto necesitaba, aún así -

Minerva McGonagall, +1 punto.

Harry se arrodilló, y le dio la bolsa de oro y los once Galeónes


dentro de las manos de McGonagall. "Muchas gracias, Profesora.
¿Puede terminar la compra por mi? Tengo que visitar el lavabo."

El vendedor, untuoso una vez más, señaló hacía una puerta en la


pared con una perilla dorada. Cuando Harry comenzó a alejarse,
escuchó al vendedor preguntar en su aceitada voz, "¿puedo inquirir
quién era ese, Madam McGonagall? Tomo por descontado que es
de Slytherin - ¿tercer año, quizá? - y de una prominente familia, pero
no lo reconocí -"

El portazo del lavabo cortó sus palabras, y después de que Harry


había identificado el pestillo y lo puso en su lugar, agarró la toalla
mágica auto-limpiadora y, con manos temblorosas, limpió la
humedad de su frente. El cuerpo entero de Harry estaba empapado
en sudor que se había secado en sus ropas Muggle, aunque al
menos no se mostraba a través de la túnica.

El sol estaba poniéndose y era en efecto tarde, para cuando pisaron


otra vez el patio del Caldero Chorrente, las silenciosas hojas
polvorosas se interponían entre el Callejón Diagon de la Bretaña
mágica y todo el mundo Muggle. (Era una economía terriblemente
disociada…) Harry iba a ir a una cabina telefónica y llamar a su
padre, en cuanto estuviera del otro lado. No necesitaba preocuparse
porque su equipaje fuera robado, aparentemente. Su baúl tenía el
estatuto de un gran objeto mágico, algo que la mayoría de los
Muggles no notarían; eso era una parte de lo que podías obtener en
el mundo mágico, si estabas dispuesto a pagar el precio de un
automóvil de segunda.

"Aquí separamos nuestros caminos, por un tiempo," dijo la


Profesora McGonagall. Sacudió su cabeza con inquietud. "Este ha
sido el día más extraño de mi vida al menos desde… hace un año.
Desde el día en que me enteré de que un niño había derrotado a
Quien-Tú-Sabes. Me pregunto, mirando hacia atrás, si ese fue el
último día razonable del mundo."

Oh, como si ella tuviera algo sobre qué quejarse. ¿Crees que su día
fue surrealista? Intente el mío.

"Quede muy impresionado con usted el día de hoy," Harry le confió.


"Tenía que felicitarla en voz alta. Incluso estaba otorgándole puntos
en mi cabeza."

"Gracias, Sr. Potter," replicó la Profesora McGonagall. "Si ya hubiera


sido seleccionado en alguna Casa le habría restado tantos puntos
que sus nietos aún perderían la Copa de las Casas."

" Gracias, Profesora." Probablemente era muy temprano para


llamarla Minnie.

Esta mujer muy bien podía ser la adulta más cuerda que Harry
había conocido, a pesar de su falta de trasfondo científico. Harry
incluso estaba considerando ofrecerle la posición número dos en
cual fuera el grupo que formara para luchar contra el Señor Oscuro,
sin embargo no era tan tonto cómo para decir eso en voz alta. ¿Cuál
sería un buen nombre para …? ¿Los Mata Mortífagos?

"Lo veré pronto, cuando comiencen las clases," prometió la


Profesora McGonagall. "Y, Sr. Potter, sobre su varita -"

"Sé lo que va a pedir," Harry la interrumpió. Sacó su preciosa varita


y, con una profunda punzada de dolor interior, le dio la vuelta en su
mano, presentándola por la empuñadura. "Tómela. No planeaba
hacer nada, ni una sola cosa, pero no quiero que tenga pesadillas
conmigo explotando mi casa."

La Profesora McGonagall agitó su cabeza rápidamente. "¡Oh no, Sr.


Potter! Eso no se hace. Únicamente quiero advertirlo para que no
use su varita en casa, ya que el Ministerio puede detectar si los
menores de edad hacen magia y es prohibido hacerlo sin
supervisión."

"Ah," Harry exclamó. "Eso suena como una regla muy sensata.
Estoy contento de ver que el mundo mágico toma esa clase de
situaciones seriamente."

La Profesora McGonagall se lo quedo viendo atentamente. "Lo dice


en serio."

"Sí," Harry afirmó. "Lo entiendo. La magia es peligrosa y las reglas


existen por buenas razones. Ciertamente otras cuestiones también
son peligrosas. También entiendo eso. Recuerde que no soy
estúpido."
"Es poco probable que alguna vez vaya olvidarlo. Gracias, Harry,
eso me hace sentir mejor sobre confiarte con ya sabes qué. Adiós
por ahora."

Harry se volteo para ir, dentro del Caldero Chorreante y afuera hacia
el mundo Muggle.

Cuando su mano tocaba la manija de la puerta trasera, escuchó un


último suspiro detrás de él.

"Hermione Granger."

"¿Qué?" Harry dijo, su mano aún en la puerta.

"Busca por una chica de primer año llamada Hermione Granger


cuando estés en el tren a Hogwarts."

"¿Quién es ella?"

No hubo respuesta, y cuando Harry se volteo a mirar, la Profesora


McGonagall se había ido.

Conclusión:

El Director Albus Dumbledore se apoyó hacia adelante en su


escritorio. Sus centellantes ojos se asomaron hacia Minerva. "Así
que, querida, ¿cómo te pareció Harry?"

Minerva abrió su boca. Entonces la cerró de nuevo. Luego la volvió


a cerrar. Ninguna palabra salió.

"Ya veo," Albus concluyó gravemente. "Gracias por tu reporte,


Minerva. Puedes irte."

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor


(1) Omake, para los que no hayan leído un manga japones, es una
parodia de la historia dentro de la misma historia y que no debe ser
tomada como parte del canon. Tendremos uno de estos alrededor
del capítulo 10.

(2) Okane significa dinero en japones.

(3) Me tomé una pequeña libertad artística aquí, en lugar de


"Conjunto" debería ser "Paquete", pero esta traducción literal no
sabe bien en español. Y también me pareció mejor dejar "kit" como
está ya que así se le suele llamar en nuestro idioma. Espero sepan
perdonarme si no están de acuerdo con estas decisiones.

Este capítulo es para HPMOR lo que La cámara de los secretos fue


para la saga de Harry Potter . Lean este capítulo con atención,
porque llegará un momento en que lo recordaran y querrán llorar. No
les digo más ni responderé preguntas al respecto porque sería un
Hiper Spoiler. También: ¡Que paciencia la de Minerva!

No contar con internet 24/7 me está matando pero no todo ha sido


malo. Me ha dado la oportunidad de hacer una traducción más
personalizada y revisar y corregir algunos errores de los capítulos
anteriores. Por Ejemplo, lo de la Bolsa de Accesibilidad que no
había redactado apropiadamente en los capítulos anteriores, y que
si bien no puedo corregirlo en el sistema de FanFiction (el cual
francamente no comprendo del todo y comienzo a sospechar que
me odia) sí voy a hacerlo en mi blog para que quede bien la
referencia a Calabozos y dragones. Como me distraigo menos,
también he tenido tiempo de trabajar en un Audiolibro para mi
olvidado canal de Youtube al que tanta falta le hace un poco de
atención. Creo que dividiré mi tiempo por ahora en esta traducción,
en producir vídeos variados (¿un Audiolibro de HPMOR?), y seguir
dibujando. ¿Si han visto mis ilustraciones para cada capítulo?
Algunas son mejores que otras, creo que mi favorita personal es la
del capítulo 3: Comparando La Realidad A Sus Alternativas. Me
gustó poder lograr la expresión de tristeza y a la vez de
determinación en Harry, además que pude introducir los colores de
las cuatro casas en su ropa.
En un futuro medianamente cercano tengo pensado trabajar en un
Fan Fic propio, por ahora titulado "Kamui Potter", un crossover de
Harry Potter y el manga/serie de anime X de Clamp, con una
temática divida entre el drama y el humor. ¿Ya se habrá hecho algo
así? También quisiera escribir una historia que mezcle Fate/Stay
Night y el vídeojuego M.U.G.E.N. (Me encantan los crossover)

Con esta larga nota me despido por ahora. Gracias por ser
pacientes y seguir pegados a la historia. ¡Hasta la próxima!

Visita HPMOR para encontrar mayor información en ingles

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de . Para encontrar todo lo anterior, visita
mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Reciprocidad
Capítulo 7: Reciprocidad

Guau. Un portavoz para la agencia literaria de Rowling dijo que ella


no tiene problemas con la existencia del fanfic siempre y cuando
nadie cobre por este y que todos tengan claro que los derechos de
autor originales le pertenecen a ella ¿? Es en verdad cool de su
parte. Así que gracias, JKR, ¡y tuyo es el reino!

Siento la necesidad de advertir que ciertas partes de este capítulo


no fueron hechas como "palizas". No es que tenga un resentimiento,
la historia se escribe por si sola y una vez que comienzas tirando
yunques sobre un personajes es difícil detenerte.

Algunos lectores me han preguntado si la ciencia en la historia es


real o inventada. Sí, es real, y si miras mi perfil, veras un link a un
cierto sitio de no ficción que te enseñara prácticamente todo lo que
Harry James Potter-Evans-Verres sabe y algo más .

Gracias a todos mis lectores. (Especialmente a Darkandus on


Viridian Dreams, por el tan sorprendente e inspirador comentario
"Pulmones y té no fueron hechos para interactuar".

"Tu papá es casi tan asombroso como mi papá."

Los labios de Petunia Evans-Verres estaban temblando y sus ojos


lloraban cuando Harry abrazó su sección media en el Andén Nueve
de la Estación King Cross. "¿Estas seguro que no quieres que te
acompañe, Harry?"

Harry observó a su padre Michael Verres-Evans, quien se veía como


un estereotípico firme-pero-orgulloso, y otra vez a su madre, quien
más bien se veía… descompuesta. "Mamá, sé que no te gusta
mucho el mundo mágico. No tienes que venir. En serio."
Petunia hizo una mueca. "Harry, no tienes que preocuparte por mi,
soy tu madre y si necesitas a alguien a tu lado -"

"Mamá, voy a estar por mi cuenta en Hogwarts por meses y meses .


Si no me las puedo arreglar yo solo con el andén de un tren, mejor
descubrirlo temprano que tarde para que podamos abortarlo."Bajo
su voz hasta ser un susurro. "Además, Mamá, todos me aman por
aquí. Si tengo algún problema, todo lo que necesito hacer es
quitarme la bandana," Harry dio un par de golpecitos sobre la
bandana de ejercicio cubriendo su cicatriz, "y tendré más ayuda de
la que puedo manejar."

"Oh, Harry," Petunia susurró. Ella se arrodillo y lo abrazó con fuerza,


cara a cara, sus mejillas reposando una contra la otra. Harry pudo
sentir su respiración agitada, y luego escuchó un llanto ahogado
escaparse. "Oh, Harry, yo te amo, recuérdalo siempre."

Es como si tuviera miedo de no volverme a ver, el pensamiento


apareció en la cabeza de Harry. Sabia que el pensamiento era
verdadero pero no sabía por qué Mamá tenía tanto miedo.

Así que hizo una suposición. "Mamá, sabes que no me voy a


transformar en tu hermana sólo porque estoy aprendiendo magia,
¿correcto? Haré cualquier magia que me pidas - si puedo, quiero
decir - o si quieres no haré nada de magia cuando esté en casa,
haré eso también, prometo que nunca dejaré que la magia se
interponga entre nosotros -"

Aun apretado abrazo cortó sus palabras. "Tienes un buen corazón,"


su madre le susurró al oído. "Un muy buen corazón, hijo mio."

Harry se sofocó un poco, entonces.

Su madre lo liberó, y se puso de pie. Sacó un pañuelo de su bolso


de mano, y con una mano temblorosa frotó suavemente el
maquillaje que se corría alrededor de sus ojos.
No había duda sobre si su padre lo acompañaría al lado mágico de
la Estación King Cross. Papá tenía problemas nada más mirando
directamente al baúl de Harry. La magia corría en las familias, y
Michael Verres-Evans ni siquiera podía caminar.

En vez de eso su padre se aclaró la garganta. "Buena suerte en la


escuela, Harry," dijo. "¿Crees que te compré suficientes libros?"

Harry le había explicado a su padre su pensamiento de que esta


podía ser su gran oportunidad para hacer algo en verdad
revolucionario e importante, y el Profesor Verres-Evans había
asentido y tirado a la basura su extremadamente ocupada agenda
por dos días enteros para poder ir a la Más Grande Incursión De
Libros De Segunda De Todos Los Tiempos, que había cubierto
cuatro ciudades y producido treinta cajas de libros de ciencia ahora
acampando en el nivel cavernario del baúl de Harry. La mayoría de
los libros habían costado una o dos libras, pero algunos en cambio
definitivamente no, como el muy reciente Manual de Química y
Física o el conjunto completo de 1972 de la Enciclopedia Británica .
Su padre intentó bloquear a Harry para que no viera los recibos pero
Harry adivinó que su padre debió haberse gastado al menos unos
miles de libras. Harry le había dicho a su padre que le devolvería el
dinero tan pronto como descubriera cómo convertir el oro mágico en
dinero Muggle, y su padre le había dicho que fuera a saltar en un
lago.

Y luego su padre le preguntó: ¿Crees que te compré suficientes


libros? Era muy claro cuál era la respuesta que Papá quería
escuchar.

La garganta de Harry estaba áspera, por alguna razón. "Nunca


puedes tener suficientes libros," recitó el lema de la familia Verres, y
su padre se arrodillo y le dio un rápido, firme abrazo. "Pero
ciertamente lo intentaste," Harry dijo, y se sintió como si fuera a
sofocarse otra vez. "Fue realmente, realmente, realmente un buen
intento."
Su Papá se enderezó. "Así que…" él dijo. "¿Ves un Andén Nueve y
Tres Cuartos?"

La Estación King Cross era enorme y ocupada, con paredes y pisos


pavimentados con ordinarias baldosas sucio-manchosas. Estaba
lleno de ordinaria gente apresurándose a sus ordinarios negocios,
teniendo ordinarias conversaciones que generaban cantidades y
cantidades de ordinario ruido. La Estación King Cross tenía un
Andén Nueve (en el cual estaban parándose) y un Andén Diez
(cerca a la derecha) pero no había nada entre el Andén Nueve y el
Andén Diez excepto una delgada, poco prometedora pared entre los
andenes. Una gran claraboya dejaba que muchísima luz iluminara la
total falta de cualquier Andén Nueve y Tres Cuartos.

Harry miró fijamente a su alrededor hasta que le salieron lágrima de


sus ojos, pensando, vamos, vista-mágica, vamos, vista-mágica, pero
absolutamente nada se le apareció. Pensó en sacar su varita y
agitarla por ahí, pero la Profesora McGonagall le había advertido
que no usara su varita. Además de que si había otro espectáculo de
chispas multicolores podrían arrestarlo por encender fuegos
artificiales dentro de una estación de tren. Y eso asumiendo que su
varita no decidiera hacer algo más, como hacer explotar King Cross
por completo. Harry únicamente había fisgoneado ligeramente en
sus libros de texto (aunque ese fisgoneo fue bastante bizarro) en un
muy rápido esfuerzo por determinar que clase de libros de ciencia
comprar en las próximas 48 horas.

Bien, él tenía - Harry miró su reloj - toda una hora para resolverlo, ya
que se suponía que debía estar en el tren a las once. Tal vez este
era el equivalente de una prueba de Cociente intelectual y los niños
estúpidos no podían convertirse en magos. (Y la cantidad de tiempo
extra que te dieras a ti mismo determinaría tus escrúpulos, que era
el segundo factor más importante en el éxito escolar.)

"Lo descubriré," Harry le confió a sus expectantes padres. "Es


probablemente alguna clase de prueba o algo así."
Su padre se paralizó. "Hm… tal vez busca por un rastro de pisadas
mezcladas en el suelo, llevando a algún lugar que no parece tener
sentido -"

" ¡Papá! " Harry protesto. "¡Detente! ¡Ni siquiera he intentado


averiguarlo por mi mismo!" Es una muy buena sugerencia, también,
lo que lo hace peor.

"Lo lamento," su padre se disculpó.

"Ah…" la madre de Harry exclamó. "No creo que le hicieran eso a un


estudiante, ¿o sí? ¿Estás seguro de que la Profesora McGonagall
no te dijo nada?"

"Tal vez estaba distraída," Harry respondió sin pensar.

" ¡Harry! " chillaron su padre y madre en unisono. " ¿Qué hiciste? "

"Yo, mmm -" Harry tragó saliva. "Miren, no tenemos tiempo para
esto -"

" ¡Harry! "

"¡Es cierto! ¡Ahora no tenemos tiempo para eso! ¡Porque es una


larga historia y tengo que descubrir como llegar a la escuela!"

Su madre puso una mano sobre su propio rostro. "¿Qué tan malo
fue?"

"Yo, ah," no puedo hablar sobre eso por razones de Seguridad


Nacional, "¿la mitad de malo de lo que pasó con el Incidente del
Proyecto de Ciencia?"

" ¡Harry! "

"Yo, este, ¡oh miren hay personas con un búho iré y les preguntaré
como llegar!" y Harry escapó de sus padres hacia la familia de
vehementes pelirrojos, su baúl automáticamente deslizándose tras
él.
La mujer regordeta lo vio en cuanto llegó. "Hola, querido. ¿Primera
año en Hogwarts? Ron es nuevo, también -" y luego ella se lo quedo
viendo de cerca. " ¿Harry Potter? "

Cuatro chicos y una pelirroja y un búho todos giraron y se quedaron


paralizados.

"Oh, ¡vamos! " Harry protestó. Había planeado ir como Harry Verres
al menos hasta llegar a Hogwarts. "¡Compré una bandana y todo!
¿Cómo es que sabe quién soy?"

"Sí," el padre de Harry se sumó, llegando tras él con largas y


gráciles zancadas, "¿ cómo sabía quién es él?" Su voz indicaba una
cierta amenaza.

"Tu foto estaba en los periódicos," intervino uno de los dos gemelos
idénticos.

" ¡HARRY! "

"¡Papá! ¡No es lo que imaginas! ¡Es porque derroté al Señor Oscuro


Quien-Tú-Sabes cuando tenía un año!"

" ¿QUÉ? "

"Mamá puede explicarlo."

" ¿QUÉ? "

"Ah… Michael querido, hay ciertas cosas con las cuales pensé sería
mejor no molestarte hasta ahora -"

"Discúlpenme," Harry le pidió a la familia pelirroja quienes estaban


todos observándolo, "pero sería extremadamente útil si pudieran
contarme cómo llegar al Andén Nueve y Tres Cuartos en este
momento ."

"Ah…" dijo la mujer. Ella alzó una mano y señalo a la pared entre los
andenes. "Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la
barrera que está entre los dos andenes nueve y diez. No te
detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo
mejor es ir deprisa, si estás nervioso."

"Y hagas lo que hagas, no pienses en un elefante."

" ¡George! Ignóralo, Harry querido, no hay razón para no pensar en


un elefante."

"Soy Fred, Mamá, no George -"

"¡Gracias!" Harry agradeció y empezó a correr hacia la barrera -

Espera un minuto, ¿no funcionaria a menos que creyera que podía


hacerlo?

Era en momentos así que Harry odiaba su mente por ser capaz de
trabajar tan rápido como para darse cuenta de que este era un caso
donde "duda resonante" aplicaba, así era, si hubiera comenzado
pensando que a travesaría la barrera habría estado bien, sólo que
ahora estaba preocupado sobre si el creía lo suficiente como para
atravesar, lo que indicaba que de hecho estaba preocupado por
estrellarse con ella -

" ¡Harry! Regresa aquí, ¡tienes algunas cosas que explicar! " Ese era
su Papá.

Harry cerró sus ojos e ignoró todo lo que sabía justificaba la


credibilidad y sólo intentó creer con fuerza que cruzaría la barrera y -

- los sonidos a su alrededor cambiaron.

Harry abrió sus ojos y tropezó al parar, sintiéndose vagamente sucio


por haber hecho un esfuerzo deliberado para creer en algo.

Estaba de pie en un brillante, andén al aire abierto en seguida a un


solitario y enorme tren, catorce largos vagones empujados por una
gran locomotora de vapor de color escarlata con una chimenea que
prometía muerte al aire de calidad. El andén ya tenía una pequeña
multitud (a pesar de que Harry había llegado una hora antes);
docenas de niños y sus padres revoloteaban alrededor de bancas,
mesas y varios vendedores y casillas.

Estaba de más decir que no había tal lugar en la Estación King


Cross y no había dónde ocultarlo.

De acuerdo, por lo tanto (a) fui teletransportado a algún lugar


completamente diferente (b) pueden doblar el espacio como si a
nadie le importara o (c) simplemente están ignorando todas las
reglas.

Hubo un sonido de deslizamiento detrás suyo, y Harry se volteó


para observar que su baúl en efecto lo había seguido sobre sus
garras de tentáculo. Aparentemente, para propósitos mágicos, su
equipaje también se las arreglaba para creer con suficiente fuerza
cómo para pasar la barrera. Era de hecho un poco perturbador
cuando Harry empezó a pensar sobre ello.

Un momento después, el más joven de los chicos pelirrojos cruzó el


arcón de hierro (¿arcón de hierro?) a toda prisa, empujando su baúl
detrás de él y casi chocando con Harry. Harry, sintiéndose estúpido
por haberse quedado ahí, velozmente comenzó a alejarse del área
de aterrizaje, y el chico pelirrojo lo siguió, jalando con fuerza la
argolla de su baúl para poder seguir a su lado. Un momento
después, un búho blanco revoloteó a través del arco y se posó
sobre el hombro del chico.

"Dios," dijo el chico pelirrojo, "¿eres de verdad Harry Potter?"

No esto otra vez. "No tengo una manera lógica de saber eso con
certeza. Mis padres me criaron para creer que mi nombre era Harry
James Potter-Evans-Verres, y muchas personas me han dicho que
me veo como mis padres, me refiero a mis otros padres, pero,"
Harry se congeló, dándose cuenta, "por lo que sé, fácilmente podría
haber hechizos para polimorfizar a un niño con una apariencia
específica -"
"Eh, ¿qué, compañero?"

No apto para Ravenclaw, lo capto. "Sí, soy Harry Potter."

"Soy Ron Weasley," agregó el alto delgaducho pecoso niño de nariz


larga, y extendió una mano, que Harry cortésmente estrechó
mientras caminaban. El búho le dio a Harry una curiosa forma de
cortes ulular (más una especie de sonido eehhhhh, que sorprendió a
Harry).

En este punto Harry comprendió el inminente potencial para la


inminente catástrofe. "Un segundo," le pidió a Ron, y abrió uno de
los contenedores de su baúl, el que si recordaba correctamente era
para la Ropa de Invierno - sí era - y encontró la bufanda más ligera
que poseía, bajo su abrigo de invierno. Harry se quitó la bandana, e
igual de rápido desdobló la bufanda y se la ató alrededor del rostro.
Hacía calor, especialmente en verano, pero Harry podía vivir con
eso.

Luego cerró el contenedor y sacó otro contenedor y extrajo la túnica


negra de los magos, la cual se bajo por la cabeza, ahora que estaba
afuera del territorio Muggle.

"Listo," Harry exclamó. El sonido salió ligeramente oprimido a través


de la bufanda sobre su cara. Se volteó hacia Ron. "¿Cómo me veo?
Estúpido, lo sé, ¿pero soy identificable como Harry Potter?"

"Eh," Ron farfulló. Cerró su boca, que había estado abierta. "No
realmente, Harry."

"Muy bien," Harry concluyó. "Como sea, para no obviar el punto de


todo el ejercicio, te referirás a mí como," Verres tal vez ya no
funcionaría, "Sr. Spoo."

"De acuerdo, Harry," Ron aceptó sin tener certeza.

La Fuerza no es particularmente fuerte en él. "Llama… me…


Señor… Spoo."
"De acuerdo, Señor Spoo -" Ron se detuvo. "No puedo hacer eso,
me hace sentir estúpido."

No era sólo un sentimiento. "De acuerdo. Elige tú un nombre."

"Sr. Cannon," Ron contestó de inmediato. "Por los Chudley


Cannons."

"Ah…" Harry sabía que iba lamentar terriblemente preguntarlo.


"¿Quién o qué son los Chudley Cannons?"

" ¿Quiénes son los Chudley Cannons? ¡Solamente el más brillante


equipo en toda la historia del Quidditch! Claro, terminaron de últimos
en la liga el año pasado, pero -"

"¿Qué es Quidditch?"

Preguntar eso también fue un error.

"Déjame entender esto," Harry interrumpió en cuanto pareció que la


explicación de Ron (con asociación de gestos de mano) se estaba
desvariando. "¿Atrapar la Snitch vale ciento cincuenta puntos ? "

"Sí -"

"¿Cuántas anotaciones de diez puntos hace un lado usualmente sin


contar la Snitch?"

"Mmm, quizá cincuenta o veinte en los juegos profesionales -"

"Eso está mal. Eso viola cada posible regla del diseño de juegos.
Mira, el resto de este juego suena como que podría tener sentido,
de alguna clase, para un deporte me refiero, pero basicamente me
estas diciendo que atrapar la Snitch sobrepasa cualquier punto
ordinario entregado. Los dos Buscadores están volando alrededor
buscando la Snitch y usualmente sin interaccionar con nadie más,
ver la Snitch primero va a ser principalmente suerte -"
"¡No es suerte!" protestó Ron. "Tienes que mantener tus ojos
moviéndose en el patrón correcto -"

"Eso no es interactivo, no hay adelante-y-atrás con los otros


jugadores y ¿qué tan divertido es ver a alguien increíblemente
bueno para mover sus ojos? Y luego cualquiera que sea el
Buscador afortunado se lanza y agarra la Snitch y hace el trabajo de
todo los demás discutible. Es como si alguien hubiera tomado un
juego de verdad y añadido esta posición extra para que pudieras ser
el Más Importante Jugador sin tener necesita de involucrarte o
aprenderlo por completo. ¿Quién fue el primer Buscador, el hijo
idiota del Rey que quería jugar Quidditch pero no podía entender las
reglas?" De hecho, ahora que Harry lo pensaba, parecía una
hipótesis sobresalientemente buena. Pónganlo en una escoba y
díganle que atrape la cosa brillante…

La cara de Ron se volvió un ceño fruncido. "Si no te gusta el


Quidditch, ¡no tienes porque burlarte!"

"Si no puedes criticar, no lo puedes optimizar. Estoy sugiriendo


como mejorar el juego . Y es muy simple. Desháganse de la Snitch."

"¡No lo van a cambiar sólo porque tú lo digas!"

" Soy el Niño-Que-Vivió, sabes. Las personas me escucharan. Y tal


vez si los logro persuadir de cambiar el juego en Hogwarts, la
innovación se esparcirá."

Una mirada de horror absoluto se estaba diseminando por toda la


cara de Ron. "Pero, pero si te deshaces de la Snitch, ¿cómo sabrá
cualquiera cuando finaliza el juego?"

" Compren… un… reloj . Sería mucho más justo que tener juegos
que terminan tras sólo diez minutos y a veces unos que no terminan
tras cuatro horas, y el horario sería mucho más predecible para los
espectadores, también." Harry suspiró. "Oh, deja de darme esa
mirada de horror absoluto, probablemente no tendré el tiempo
necesario para destruir esta patética excusa de deporte nacional y
rehacerlo más fuerte e inteligente a mi semejanza. Tengo cosas,
mucho, mucho más importantes sobre las que preocuparme." Harry
se veía pensativo. "Claro está, que no me llevaría mucho tiempo
redactar las Noventa y Cinco Éstas de la Reformación sin Snitch y
meterlo por debajo de la puerta de una iglesia -"

"Potter," aulló la voz de un joven, "¿ qué hay en tu cara y qué es lo


que está parado al lado tuyo?"

La mirada de horror de Ron fue reemplazada por una de total


aborrecimiento. " ¡Tú! "

Harry giró su cabeza; y en efecto era Draco Malfoy, quien podía


haber sido forzado a vestir túnicas estándar de la escuela, pero lo
compensaba con un baúl que se veía tan mágico y más elegante
que el de Harry, decorado en plata y esmeraldas y llevando lo que
Harry supuso era el símbolo de la familia Malfoy, una bella serpiente
con garras cruzada sobre varitas de marfil.

"¡Draco!" Harry llamó. "Eh, o Malfoy si lo prefieres, sin embargo eso


me suena como Lucius para mi. Me alegra ver que te va tan bien
después de, um, nuestro último encuentro. Este es Ron Weasley.
Estoy intentando ir de incógnito, así que llamame, eh," Harry vio sus
propias túnicas, "Señor Black."

" ¡Harry! " chilló Ron. "¡No puedes usar ese nombre!"

Harry parpadeó. "¿Por qué no?" Sonaba deliciosamente oscuro,


como un hombre internacional de misterio -

"Diría que es un buen nombre," comentó Draco, "pero pertenece a la


Noble y Más Antigua Casa de Black. Te llamaré Sr. Silver." (1)

" Tú aléjate de… del Sr. Gold," Ron amenazó fríamente, y avanzó un
paso. "¡No necesita hablarle a los que son como tú!"

Harry alzó una mano aplacadora. "Iré por Sr. Bronze, gracias por
nombrar la temática. Y, Ron, um," Harry luchó por encontrar una
forma de decirlo, "Me alegra de que seas tan… entusiasta sobre
protegerme, pero particularmente no me molesta hablar con Draco -
"

Aparentemente eso fue el colmo para Ron, quien encaró a Harry


con ojos ahora encendidos con indignación. " ¿Qué? ¿Acaso sabes
quién es?"

"Sí, Ron," Harry replicó, "tal vez recuerdes que lo llamé Draco sin
necesidad de que él se introdujera."

Draco se burló con disimulo. Luego sus ojos se fijaron en el búho


blanco sobre el hombro de Ron. "Oh, ¿qué es esto ? " Draco dijo
con un agudo tono rico en malicia. "¿Dónde está la famosa rata de
la familia Weasley?"

"Enterrada en el patio," Ron contestó fríamente.

"Oh, que triste. Pot… ah, Sr. Bronze, Debería mencionar que es un
acuerdo general que la familia Weasley posee la mejor historia
sobre una mascota de todos los tiempos . ¿Quieres contarla,
Weasley?"

La cara de Ron se contorsionó. "¡No pensarías que es gracioso si le


hubiera pasado a tu familia!"

"Oh," Draco ronroneó, "pero a los Malfoy nunca les pasaría algo
así."

Las manos de Ron se volvieron puños -

"Es suficiente," Harry hablo, poniendo tanta autoridad en su voz


como pudo. Era claro que de cualquier cosa que se tratara, era una
memoria dolorosa para el chico de cabello rojo. "Si Ron no quiere
hablar sobre ello, no tiene por qué hacerlo, y te pediría que tú
tampoco lo menciones."
Draco le dio una mirada de sorpresa a Harry, y Ron asintió. "¡Es
correcto, Harry! Digo Sr. Bronze! ¿Ves que clase de persona es?
¡Ahora dile que se vaya!"

Harry contó hasta diez dentro de su cabeza, que para él fuy un muy
rápido 12345678910 - un viejo habito obtenido desde los cinco años
cuando su madre lo instruyó por primera vez para que lo hiciera, y
Harry había razonado que así era más rápido e igual de efectivo.
"No le voy a decir que se vaya," Harry anunció calmadamente. "Es
bienvenido a hablarme si él quiere."

"Bien, no tengo intención de acompañar a cualquiera que ande con


Draco Malfoy," Ron anunció fríamente.

Harry se encogió de hombros. "Eso depende de ti. No tengo


intención de que nadie me diga con quién puedo y no puedo estar."
Silenciosamente recitando, por favor vete, por favor vete…

La cara de Ron se puso muda de la sorpresa, como si hubiera


esperado que esa linea funcionara. Luego Ron se dio la vuelta, jaló
la argolla de su equipaje y se apresuro hacia el andén.

"Si no te agradaba," Draco preguntó curiosamente, "¿por qué no


sólo le dijiste que se fuera?"

"Um… su madre me ayudó a entrar a este andén desde la Estación


King Cross, por lo cual era difícil decirle que se perdiera. Y no es
que odie a este sujeto Ron," Harry explicó, "Es que, yo sólo…" Harry
buscaba las palabras adecuadas.

"¿No ves ninguna razón para que exista?" ofreció Draco.

"Algo así."

"De cualquier modo, Potter… si en verdad fuiste criado por Muggles


-" Draco hizo una pausa, como esperando una negativa, pero Harry
no abrió la boca "- entonces tal vez no sepas lo que es ser famoso.
Las personas querrán tomar todo tu tiempo. Tienes que aprender a
decir que no."

Harry asintió, poniendo una pensativa mirada en su cara. "Suena


como un buen consejo."

"Si intentas ser amable, terminaras pasando la mayor parte del


tiempo con los más pusilánimes. Decide con quién quieres pasar el
tiempo y haz que todos los demás se vayan. Apenas llegas aquí,
Potter, por lo que todos te van a juzgar por aquellos con los que te
vean, y no quieres ser visto con los que son como Ron Weasley."

Harry asintió una vez más. "Si no te molesta que pregunte, ¿cómo
me reconociste?"

" Señor Bronze, " Draco arrastró las palabras, "nos conocimos
antes, recuerde. Vi a alguien moviéndose por ahí con una bufanda
vendando su cabeza, viéndose absolutamente ridículo. Por lo que lo
adiviné ."

Harry bajo su cabeza, aceptando el cumplido. "Lo siento


terriblemente," Harry dijo. "Nuestro primer encuentro, quiero decir.
No quería avergonzarte en frente de Lucius."

Draco hizo un gesto para indicar que no tenía importancia al tiempo


dándole una rara mirada a Harry. "Sólo desearía que Padre hubiera
entrado cuando tú estabas dándome halagos -" Draco se rió. "Pero
gracias por lo que le contaste a Padre. De no haber sido por eso,
hubiera sido más difícil explicarlo."

Harry hizo una reverencia aún más profunda. "Y gracias por la
reciprocidad con lo que le dijiste a la Profesora McGonagall."

"Con gusto. Sin embargo una de las asistentes debería haber hecho
que alguna de sus amigas jurara absoluto secreto, porque Padre
asegura que hay extraños rumores por ahí, como que tú y yo
tuvimos una pelea o algo así."
"Ouch," Harry dijo, haciendo una mueca. " Realmente lo lamento -"

"No, estamos acostumbrados, Merlín sabe que ya hay un montón de


rumores sobre la familia Malfoy."

Harry asintió. "Me alegra escuchar que no estás en problemas."

Draco hizo una mueca. "Padre tiene, mm, un refinado sentido del
humor, pero lo que es hacer amigos. Lo entiende muy bien. Me hizo
repetir eso antes de irme a la cama todas las noches durante el
último mes, 'Haré amigos en Hogwarts.' Cuando le expliqué todo y
vio lo que estaba haciendo, me compró un helado."

A Harry se le cayó la mandíbula. " ¿Te las arreglaste para convertir


ese embrollo en un helado? "

Draco asintió, viéndose en cada detalle tan sabandija como la


hazaña lo merecía. "Bien, Padre sabía lo que estaba haciendo, por
supuesto, pero él es el que me enseñó como hacerlo, y si yo sonrió
en el modo correcto mientras lo hago, lo hace una cosa entre padre
e hijo y él tiene que comprarme helado o le daré alguna clase de
mirada triste, como si yo pensara que debo haberlo decepcionado."

Harry ojeó a Draco calculadoramente, sintiendo la presencia de otro


maestro. "¿Tuviste lecciones sobre cómo manipular a las
personas?"

"Por supuesto," Draco aceptó orgullosamente. "Soy un Malfoy .


Padre me compró tutores."

"Guau," Harry comentó. Leer Influence: Science and Practice de


Robert Cialdini probablemente no se comparaba con eso (no por
eso dejaba de ser un gran libro). "Tu padre es casi tan asombroso
como mi papá." (2)

Las cejas de Draco se alzaron perezosamente. "¿Oh? ¿Y qué hace


tu padre?"
"Me compra libros."

Draco lo consideró. "No suena muy impresionante."

"Tendrías que haber estado ahí. Como sea, que bueno que escuché
todo eso. Con el modo en que Lucius te estaba mirando, pensé que
iba a c-crucificarte." (3)

"Mi padre me ama de verdad," Draco aseveró firmemente. "Él jamás


haría algo así."

"Um…" Harry dudó. Recordaba la túnica negra, la figura elegante de


cabello blanco que había entrado intempestivamente en donde
Madam Malkin, esgrimiendo ese belicismo, letal bastón de
empuñadura plateada. No era fácil visualizarlo como un padre
devoto. "No lo vayas a tomar a mal, ¿pero cómo lo sabes ?"

"¿Ah?" Era claro que esta era una pregunta que Draco no se hacia a
si mismo comúnmente.

"Formuló la pregunta fundamental de la racionalidad: ¿Por qué


crees lo que crees? ¿Qué es lo que crees saber y cómo crees que
lo sabes? ¿Qué te hace pensar que Lucius no te sacrificaría de la
misma forma que ha sacrificado todo lo demás por poder?"

Draco le dio a Harry otra rara mirada. "¿Qué sabes tú sobre mi


Padre?"

"Um… puesto en el Wizengamot, puesto en la Junta de


Gobernadores de Hogwarts, increíblemente rico, tiene el oído del
Ministro Fudge, tiene la confianza del Ministro Fudge,
probablemente tiene algunas fotos muy embarazosas del Ministro
Fudge, el más prominente purista de sangre ahora que el Señor
Oscuro se ha ido, antiguo Mortífago a quien se le halló la Marca
Oscura pero se escabulló alegando que estaba bajo la Maldición
Imperius, lo que era ridículamente implausible y prácticamente todos
lo sabían… malo con una 'M' mayúscula y un asesino nato… Creo
que eso es todo."
Los ojos de Draco se redujeron a un par de rendijas. "McGonagall te
contó eso, ella lo hizo."

"No, no me quiso revelar nada sobre Lucius tras lo ocurrido, excepto


que me mantuviera alejado de él. Así que durante el Incidente en la
Tienda de Pociones, cuando la Profesora McGonagall estaba
ocupada gritándole al tendero e intentando tener todo bajo control,
sujeté a uno de los clientes y le pregunté por Lucius."

Los ojos de Draco estaban abiertos de nuevo. "¿Lo hiciste


realmente ? "

Harry le dio a Draco una mirada de perplejidad. "Si te mentí la


primera vez, no voy a contarte la verdad sólo porque preguntaste
dos veces."

Hubo una cierta pausa mientras Draco absorbía todo.

"Es completamente seguro de que vas a ir a Slytherin."

"Estoy completamente seguro de que voy a Ravenclaw, muchas


gracias. Sólo quiero poder para poder conseguir libros."

Draco soltó una risotada. "Sí, claro. De cualquier modo… para


responder a lo que preguntaste…" Draco respiró profundamente, y
su rostro se volvió serio. "Padre una vez se perdió una votación en
Wizengamot por mi. Estaba en una escoba y me caí y me rompí
varías costillas. Dolió muchísimo. Nunca me había lastimado tanto y
pensé que me iba a morir. Por lo que Padre se perdió esta votación
realmente importante, porque estuvo ahí para mi en mi cama en San
Mungo, sosteniendo mis manos y prometiéndome que yo iba a estar
bien."

Harry alejó la mirada incómodamente, luego, con esfuerzo, se forzó


a si mismo a volver a ver a Draco. "¿Por qué me estás contando eso
? Parece ser… privado…"
Draco le dio a Harry una seria mirada. "Uno de mis tutores me
enseñó que las personas forman amistades cercanas aprendiendo
asuntos privados el uno del otro, y la razón por la que la mayoría de
personas no hacen amigos verdaderos es porque están demasiado
avergonzados para compartir cualquier cosas que valga la pena
sobre ellos mismos." Draco mostró sus palmas a modo de invitación.
"¿Tu turno?"

Saber que la cara esperanzada de Draco probablemente había


perforada dentro de él tras meses de práctica no lo hacia menos
efectivo, Harry lo observó. De hecho lo hacia menos efectivo, pero
infortunadamente no inefectivo . Lo mismo podía decirse del astuto
uso de la reciprocidad de Draco presionando por un regalo no
solicitado, una técnica que Harry había leído en sus libros de
psicología social (un experimento había mostrado que un regalo
incondicional de $5 era el doble de efectivo que un regalo
condicionado ofrecido de $50 para conseguir que las personas
llenaran unas encuestas). Draco había hecho un regalo no solicitado
a partir de una confidencia, y ahora invitaba a Harry a ofrecer una
confidencia en retorno… y la cosa era, que Harry se sentía
presionado. Rehusarse, Harry estaba convencido, lo haría
encontrarse con una mirada de triste decepción, y tal vez una
pequeña cantidad de desprecio indicando que Harry había perdido
puntos.

"Draco," Harry explicó, "para que sepas, reconozco exactamente lo


que estás haciendo. Mis propios libros lo llaman reciprocidad y
hablan de cómo darle a alguien un regalo sin compromiso de dos
Sickles se descubrió ser el doble de efectivo como ofrecer veinte
Sickles para conseguir que hagan lo que quieres…" Harry se apagó.

Draco estaba viéndose triste y decepcionado. "No fue hecho como


un truco, Harry. Es un modo real de convertirse en amigos."

Harry sostuvo una mano. "No dije que no fuera a responder.


Necesito tiempo para escoger algo que sea intimo pero igual de
inofensivo. Digamos… Quiero que sepas que no se me puede
apresurar a entrar en nada." Una pausa para reflexionar podía
recorrer un largo camino en quitar el poder de muchas técnicas de
sumisión, una vez que aprendías a reconocerlas por lo que eran.

"De acuerdo," Draco aceptó. "Esperaré entretanto se te ocurre algo.


Oh, y por favor quítate la bufanda mientras estas en ello."

Simple pero efectivo.

Y Harry no pudo evitar notar cuán ingenuo, penoso, sin gracia su


intento a resistir manipulación / salvar la pose / lucirse parecía
comparado a Draco. Necesito a esos tutores.

"Muy bien," Harry comenzó tras un rato. "Este es el mio." Miró


alrededor y luego enrolló la bufanda detrás de su cara, exponiendo
todo excepto la cicatriz. "Mm… suena como si realmente pudieras
confiar en tu padre. Me refiero… si le hablas seriamente, él siempre
te escuchará y te tomará en serio."

Draco asintió.

"A veces," Harry murmuró, y tragó saliva. Era sorprendente lo duro


que era, pero debía hacerse. "A veces desearía que mi propio Papa
fuera como el tuyo." Los ojos de Harry se apartaron del rostro de
Draco, más o menos automáticamente, y luego Harry se forzó a si
mismo a mirar de nuevo a Draco.

Entonces golpeó a Harry el movimiento de Tierra provocado por lo


que acababa de decir, y apresuradamente Harry agregó, "No que
deseara que mi Papá fuera un instrumento intachable de muerte
como Lucius, únicamente me refiero a tomarme seriamente -"

"Entiendo," Draco afirmó con una sonrisa. "Ahora… ¿no se siente


como si estuviéramos más cerca de ser amigos?"

Harry asintió. "Sí. Se siente, de hecho. Um… sin ofender, pero voy a
ponerme mi disfraz, de verdad no quisiera lidiar con -"

"Entiendo."
Harry se enrolló de nuevo la bufanda sobre su cara.

"Mi padre toma a todos sus amigos seriamente," Draco comentó.


"Es por eso que tiene muchos amigos. Deberías conocerlo."

"Lo pensaré," Harry replicó en una voz neutral. Sacudió su cabeza


en meditación. "Así que eres su único punto débil. Uh."

Ahora Draco estaba dándole a Harry una mirada en verdad extraña.


"¿Quieres conseguir algo de beber y hallar dónde sentarte?"

Harry se dio cuenta que había estado de pie en un lugar por


demasiado tiempo, y se estiró, intentando hacer crujir su espalda.
"Seguro."

El andén estaba comenzando a llenarse, pero aún había un área


más callada en el lado más lejano de la roja locomotora a vapor. En
el camino pasaron un quiosco conteniendo a un calvo, barbado
hombre ofreciendo periódicos y cómics y paquetes de latas neón-
verdes.

El repartidor estaba, de hecho, recostado y bebiendo una de las


latas neón-verdes en el punto exacto cuando vio al refinado y
elegante Draco Malfoy aproximándose con un misterioso chico que
se veía increíblemente estúpido con una bufanda atada sobre su
cara, causando que el repartidor experimentara un repentino acceso
de tos cuando estaba bebiendo y derramara una gran cantidad de
liquido neón-verde en su barba.

"'Discúlpeme," Harry preguntó, "¿pero que hay dentro de esa cosa,


exactamente?"

"Comedia-Té," anunció el repartidor. "Si lo bebes, algo sorprendente


pasará que te hará escupirlo en ti mismo o en alguien más. Pero
está encantado para desaparecer unos segundos después -" En
efecto la mancha en su barba ya estaba desapareciendo.
"Que gracioso," opinó Draco. "Es tan, tan gracioso. Vamos, Sr.
Bronze, busquemos otro -"

"Un momento," Harry pidió.

" ¡Oh vamos! ¡Es tan, juvenil ! "

"No, lo siento Draco, tengo que investigar esto. ¿Qué pasa si lo


bebo el Comedia-Té cuando estoy haciendo lo mejor que puedo
para mantener la conversación completamente seria?"

El repartidor sonrió misteriosamente. "¿Quién sabe? ¿Un amigo


entra con un disfraz de rana? ¿Algo inesperado está obligado a
pasar -"

"No. Lo lamento. Es que no puedo creerlo. Eso viola mi muy


abusada suspensión de lo increíble en tantos niveles que no creo
tener el lenguaje para describirlo. Hay, no hay modo en que una
condenada bebida pueda manipular la realidad para producir
escenarios de comedia, o me voy a rendir y retirarme a las Bahamas
-"

Draco se quejó. "¿ De verdad vamos a hacer esto?"

"Tu no tienes que beber pero yo tengo que investigar. Tengo que.
¿Cuánto vale?"

"Cinco Knuts la lata," el repartidor respondió.

" ¿Cinco Knuts? ¿Puedes conseguir bebidas gaseosas para auto-


manipular la realidad por cinco Knuts la lata ?" Harry alcanzó su
monedero, pronunció "cuatro Sickles, cuatro Knuts", y los dejó caer
sobre el mostrador. "Dos docenas de latas por favor."

"Llevaré una también," Draco suspiró, y comenzó a buscar en sus


bolsillos.

Harry sacudió su cabeza rápidamente. "No, yo te la pago, tampoco


cuenta como un favor, quiero ver si también funciona en ti." Tomó
una lata del paquete ahora ubicado sobre el mostrador y se la arrojó
a Draco, luego empezó a alimentar su monedero. La Boca Ampliada
se comió las latas acompañando la acción con pequeños ruidos de
eructos, lo que no estaba ayudando exactamente a restaurar la fe
de Harry en que algún día encontraría una explicación razonable
para todo esto.

Veintidós eructos después, Harry tenía la última lata comprada en su


mano, Draco lo estaba viendo expectantemente, y los dos quitaron
la argolla al mismo tiempo.

Harry desenredo la bufanda para exponer su boca, y retrocedieron


sus cabezas y bebieron el Comedia-Té.

Sabía como a verde brillante - extra-gaseosa y más a limón que un


limón.

A parte de eso, nada más pasó.

Harry miró al repartidor, quien los estaba viendo con benevolencia.

Muy bien, si este tipo sólo tomó ventaja de un accidente natural para
venderme veinticuatro latas de nada, voy a aplaudir su creativo
espíritu empresarial y luego lo mato.

"No siempre pasa inmediatamente," sentenció el repartidor. "Pero es


garantizado de que pasa una vez por lata, o te regresan el dinero."

Harry tomó otro largo sorbo.

Una vez más, nada paso.

Tal vez debería engullirme todo tan rápido como sea posible… y
esperar que mi estómago no explote por todo ese dióxido de
carbono, o que no eructe mientras lo este bebiendo…

No, podía permitirse ser un poco paciente. Pero honestamente,


Harry no veía cómo iba a funcionar. No podías ir donde alguien y
decir "Ahora voy a sorprenderte" o "Y ahora voy a contarte la gracia
del chiste, y será realmente divertido." Arruinaría el valor de la
sorpresa. En el estado de preparación mental de Harry, Lucius
Malfoy podría haber pasado a su lado en traje de bailarina y eso no
lo haría escupir ni un poco. ¿Sobre qué clase de absurda artimaña
se suponía que el universo debía toser ahora ?

"De cualquier modo, sentémonos," Harry propuso. Se preparó para


sorber otro poco y comenzó a dirigirse al área de sillas, lo que lo
puso en el angulo correcto para ver de reojo la porción de periódicos
del quiosco que estaba dedicada a un periódico llamado El Quibbler,
que mostraba el siguiente encabezado:

NIÑO-QUE-VIVIÓ

EMBARAZA A DRACO MALFOY

" ¡Agh! " gritó Draco cuando el brillante liquido verde cayó sobre él
desde la dirección de Harry. Draco se volteó hacia Harry con fuego
en sus ojos y agarró su propia lata. "¡Hijo de sangre-sucia! ¡Veamos
si te gusta ser escupido!" Draco tomó un deliberado sorbo de la lata
justo cuando sus ojos atraparon el encabezado.

En un acto de puro reflejo, Harry intentó bloquear su cara cuando un


rocío de liquido voló en su dirección. Infortunadamente lo bloqueó
usando la mano que contenía el Comedia-Té, enviando el resto del
liquido verde a botarse sobre su hombro.

Harry se quedo mirando a la lata en su mano incluso cuando


comenzó a ahogarse y a boquear y el color verde empezó a
desaparecer de la túnica de Draco.

Luego se quedó contemplando el encabezado del periódico.

NIÑO-QUE-VIVIÓ

EMBARAZA A DRACO MALFOY

Los labios de Harry se abrieron y dijeron, "peh-peh-peh-peh…"


Demasiadas objeciones compitiendo, ese era el problema. Cada vez
que intentaba decir "¡Pero apenas tenemos once!" la objeción "¡Pero
los hombres no pueden embarazarse!" demandaba primera
prioridad y era tumbada por "¡Pero no hay nada entre nosotros, en
serio!"

Luego Harry volvió a mirar a la lata en su mano.

Estaba sintiendo un profundamente asentado deseo de correr


gritando con toda la capacidad de sus pulmones hasta desmayarse
por falta de oxigeno, y lo único que lo detenía era que una vez había
leído que el pánico era señal de un verdaderamente importante
problema científico.

Harry gruñó, tiró la lata violentamente dentro de un cubo de basura,


y regreso acosado hacia el quiosco. "Una copia de El Quibbler, por
favor." Harry pagó otros cuatro Knuts, retiró otra lata de Comedia-Té
de su monedero, y acometió el área de picnic con el chico de
cabello rubio, quien estaba contemplando su propia lata con una
expresión de franca admiración.

"Me retracto," Draco admitió, "eso fue muy bueno."

"Oye, Draco, ¿sabes que apuesto que es lo mejor para convertirse


en amigos que intercambiar secretos? Cometer homicidio."

"Tengo un tutor que afirma eso," Draco concedió. Introdujo su


manos dentro de la túnica y se rascó con un fácil, natural
movimiento. "¿A quién tienes en mente?"

Harry azotó fuertemente El Quibbler sobre la mesa de picnic. "El


hombre al que se le ocurrió este encabezado."

Draco gimió. "No un hombre. Una chica. Una chica de diez años,
¿Puedes creerlo? Enloqueció cuando su madre murió y su padre,
quien poseía este periódico, está convencido que es una vidente,
así que cuando no sabe le pregunta a Luna Lovegood y cree en
todo lo que ella dice."
Sin realmente pensar en ello, Harry jaló la argolla de su siguiente
lata de Comedia-Té y se preparó para beber. "¿Estás bromeando?
Eso es incluso peor que el periodismo Muggle, lo que habría
pensado era físicamente imposible."

Draco gruñó. "Ella tiene alguna clase de perversa obsesión con los
Malfoys, también, y su padre es políticamente opuesto a nosotros en
cada palabra que imprime. Tan pronto como sea lo suficientemente
mayor la voy a violar."

Líquido verde salió por los orificios nasales de Harry, empapando la


bufanda que aún cubría esa área. Comedia-Té y los pulmones no se
mezclan, y Harry pasó los siguientes segundos francamente
tosiendo.

Draco lo miró agudamente. "¿Pasa algo malo?"

Fue en este punto que Harry llegó a la inesperada realización de


que (a) los sonidos viniendo del resto del andén del tren se habían
vuelto borrosos al mismo tiempo que Draco había metido la mano
dentro de su túnica, y (b) cuando él había discutido sobre cometer
asesinato como un método para conectarse, había habido
exactamente una persona en la conversación que pensaba que
estaban bromeando.

Claro. Porque parecía un chico tan normal. Y era un chico normal, él


es justo lo que esperas que sea un niño primogénito si su devoto
padre fuera Darth Vader.

"Sí, bien," Harry tosió, oh dios cómo iba a salir de este atolladero
conversacional, "Sólo me sorprendió tu disposición a discutirlo tan
abiertamente, no pareces preocupado por ser atrapado ni nada."

Draco estornudó. "¿Estas bromeando? ¿La palabra de Luna


Lovegood contra la mía?"

Santas blasfemias sobre un sagrado palo. "No hay tal cosa como la
detección mágica de la verdad, ¿acaso?" O pruebas de ADN… aún
.

Draco vio alrededor. Sus ojos se entrecerraron. "Es cierto, no sabes


nada. Mira, te lo explicaré, me refiero al modo como realmente
funciona, como si estuvieras en Slytherin y me hicieras la misma
pregunta. Pero tienes que jurar no decir nada sobre lo que
hablemos."

"Lo juro," Harry aceptó.

"La corte usan Veritaserum, pero es un chiste realmente, haces que


te Desmemoricen antes de testificar y luego reclamas que la otra
persona sufrió un Encantamiento de Memoria Falsa. Por supuesto si
eres una persona normal, la corte presume en favor de la
Desmemorización, no del Encantamiento de Memoria Falsa. Pero la
corte tiene discreción, y si estoy involucrado entonces incide sobre
el honor de una Casa Noble, por lo que va hasta el Wizengamot,
donde Padre tiene los votos. Después de que sea juzgado inocente
la familia Lovegood tiene que pagar reparación por empañar mi
honor. Y ellos saben desde el principio que así es como pasará, por
lo que simplemente cierran sus bocas."

Un helado escalofrío estaba invadiendo a Harry, un escalofrío que


venía con instrucciones de mantener su voz y rostro normales. Nota
para mi mismo: Derrocar el gobierno de la Bretaña mágica lo más
convenientemente pronto.

Harry carraspeó para aclarar su garganta. "Draco, por favor por


favor por favor no te lo tomes a mal, mi palabra es mi obligación,
pero como dijiste podría estar en Slytherin y en verdad pregunto con
el propósito de informarme, ¿así que qué pasaría si teóricamente
hablando yo testificara de que escuché tu plan?"

"Si fuera cualquier otro que no fuera un Malfoy, yo estaría en


problemas," Draco respondió mordazmente. "Como soy un Malfoy…
Padre tiene los votos. Y después él te destruiría… bien, supongo
que no tan fácilmente, ya que eres el Niño-Que-Vivió, pero Padre es
muy bueno en ese tipo de situaciones." Draco se paralizó. "'Además,
hablaste sobre asesinarla, ¿por qué no te preocuparías tú sobre mi
testimonio cuando ella aparezca muerta?"

Cómo, ¿oh cómo ha ido mi día tan mal? La boca de Harry ya se


estaba moviendo más rápido de lo que él podía pensar. "¡Eso fue
cuando pensé que ella era mayor ! No sé cómo funcionan las cosas
aquí, pero en la Bretaña Muggle la corte se molestaría mucho más
por alguien asesinando a un niño -"

"Tiene sentido," Draco admitió, aún viéndose un poco suspicaz.


"Pero como fuera, siempre es más sabio si esto no llega a los
Aurores. Si cuidadosamente hacemos sólo lo que los
Encantamientos Sanadores pueden arreglar, podemos
Desmemorizarla después y repetirlo cada semana." Luego el chico
se rió, un juvenil y agudo sonido. "Aunque me la imagino diciendo
que Draco Malfoy y el Niño-Que-Vivió se lo hicieron, ni siquiera
Dumbledore se lo creería."

Voy a destrozar tu patético pequeño remanente de la Edad Oscura


en piezas más pequeñas que sus átomos constituyentes. "De
hecho, ¿podemos dejar de hacer eso? Tras enterarme de que ese
encabezado vino de una chica un año menor que yo, tengo una idea
diferente para mi venganza."

"¿Uh? Dime," Draco exigió, y comenzó a tomar otro sorbo de su


Comedia-Té.

Harry no sabía si el encantamiento funcionaba más de una vez por


lata, pero sabía que podía evitar la acusación, por lo que apuntó
cuidadosamente el momento exacto:

"Estaba pensando que algún día me voy a casar con esa mujer. "

Draco hizo horribles garganteados sonidos y se le coló fluido verde


por las esquinas de su boca como el radiador roto de un automóvil. "
¿Estás demente? "

"Al contrario, estoy tan cuerdo que quema como el hielo."


"Tienes un gusto más extraño que el de un Lestrange," Draco
aseguró, sonando medio admirado. "Y supongo que la quieres toda
para ti, ¿uh?"

"Ajá. Puedo deberte un favor por ello -"

Draco se encogió de hombros. "No, está es gratis."

Harry contempló a la lata en su mano, la frialdad asentándose en su


sangre. Encantador, feliz, generoso con sus favores para sus
amigos, Draco no era un psicópata. Esa era la parte triste y
horrenda, conociendo psicología humana lo suficientemente bien
como para saber que Draco no era un monstruo. Habían existido mil
sociedades en la historia del mundo donde esta conversación pudo
haber pasado. No, el mundo hubiera sido un lugar muy diferente en
efecto, si se necesitara un malvado mutante para pronunciar lo que
Draco había dicho. Era muy simple, muy humano, era lo
acostumbrado si nada más intervenía. Para Draco, sus enemigos no
eran personas.

Y en el lento tiempo de este lento país, aquí y ahora como en la


oscuridad-antes-del-amanecer previa a la Edad de la Razón, el hijo
de un noble lo suficientemente poderoso simplemente tomaría por
descontado que estaba por encima de la ley, al menos cuando se
trataba de una chica del común. Había algunos lugares en la tierra
de los Muggle donde aún era igual, países donde esa clase de
nobleza aún existía y aún pensaban así, o incluso tierras más
retorcidas donde no sólo era la nobleza. Era así en cada lugar y
tiempo que no descendiera directamente de la ilustración. Una linea
de descendencia que, aparentemente, no incluía la Bretaña mágica,
sin importar que hubiera un cruce de contaminación cultural de
cosas como argollas abre-latas. (4)

Y si Draco no cambiaba su mente sobre querer venganza, y no tiro


por la borda mi propia oportunidad de felicidad en la vida para
casarme con una loca chica pobre, entonces todo lo que compré fue
tiempo, y no demasiado…
Por una chica. No para otros.

Me preguntó que tan difícil sería hacer una lista de los más grandes
puristas y matarlos.

Intentaron exactamente eso en la Revolución Francesa, más o


menos - hacer una lista de todos los enemigos del Progreso y
remover todo por encima del cuello - y no había funcionado bien por
lo que Harry recordaba. Quizá necesitaba desempolvar algunos de
aquellos libros de historia que su padre le había comprado, y ver si
lo que había salido mal con la Revolución Francesa era fácil de
reparar.

Harry contempló el cielo, y a la pálida figura de la Luna, visible esta


mañana a través del aire sin nubes.

Así que el mundo estaba roto y defectuoso y loco, y cruel y


sangriento y oscuro. ¿Era algo nuevo? Siempre lo supiste, sin
embargo…

"Te ves muy serio," Draco habló. "Déjame adivinar, tus padres
Muggle te dijeron que este tipo de cosas son malas."

Harry asintió, no estaba seguro de confiar en su propia voz.

"Bien, como Padre dice, puede haber cuatro casas, pero al final
todos pertenecen a Slytherin o a Hufflepuff. Y francamente, no estás
en el callejón sin salida de Hufflepuff. Si decides aliarte con los
Malfoys bajo la mesa… nuestro poder y tu reputación… podrías
salirte con la tuya con cosas que ni siquiera yo puedo. ¿Quieres
intentarlo por un tiempo? ¿Ver cómo es?"

No somos una pequeña serpiente astuta. Once años y ya


engatusando a tu presa para que no se esconda…

Harry meditó, consideró, eligió su arma. "Draco, ¿quieres explicarme


todo sobre la pureza de sangre? Soy nuevo en esto."
Una enorme sonrisa cruzó el rostro de Draco. "Absolutamente
debes conocer a Padre y preguntarle, sabes, es nuestro líder."

"Dame la versión de treinta segundos."

"De acuerdo," Draco aceptó. Inhaló profundamente, y su voz se


engrueso ligeramente, y adoptó una cadencia. "Nuestros poderes se
han debilitado, generación tras generación, mientras que la mancha
de la sangre sucia se incrementa. Donde Salazar y Godric y
Rowena y Helga una vez alzaron Hogwarts con su poder, creando el
Guardapelo y la Espada y la Diadema y la Copa, ningún mago de
estos días de desvanecimiento ha rivalizado con ellos. Nos estamos
diluyendo, diluyendo por completo hacia los Muggles al procrear con
sus engendros y permitir a nuestros Squibs vivir. Si la mancha no es
parada, pronto nuestras varitas se romperán y todas nuestras artes
cesaran, la linea de Merlin terminará y la sangre de Atlantis caerá.
Nuestros niños tendrán que aruñar la tierra para sobrevivir como
meros Muggles, y la oscuridad cubrirá al mundo por siempre jamás."
Draco tomó otro sorbo de su lata, viéndose satisfecho; ese era todo
el argumento en cuanto a él le concernía.

"Persuasivo," Harry dijo, refiriéndose más a lo descriptivo que a lo


normativo. Era un patrón estándar: La Caída desde la Gracia, la
necesidad de guardar la pureza que permaneciera contra la
contaminación, el pasado inclinándose hacia arriba y el futuro
inclinándose hacia abajo. Y el patrón también tenía su contra…
"Tengo que corregir un hecho que apuntaste, sin embargo. Tu
información sobre los Muggles está desactualizada. Ya no estamos
aruñando la tierra precisamente."

La cabeza de Draco buscó alrededor. " ¿Qué? ¿Qué quieres decir


con, nosotros ? "

"Nosotros. Los científicos. La linea de Francis Bacon y la sangre de


la Ilustración. Los Muggles no se sentaron a llorar porque no tenían
varitas, tenemos nuestros propios poderes ahora, con o sin magia.
Si todos tus poderes fallan todos habremos perdido algo muy
precioso, porque tu magia es la única pista que tenemos a cómo
debe funcionar el universo realmente - pero no quedaras
rasguñando al suelo. Sus casas aún serán frías en verano y tibias
en el invierno, habrá doctores y medicina. La Ciencia puede
mantenerte vivo si la magia falla. Sería una tragedia, pero no
literalmente en fin de toda la luz en el mundo. Nada más decía."

Draco había retrocedido varios pies y su cara estaba llena de una


mezcla de incredulidad y miedo. " ¿En el nombre de Merlín de qué
estás hablando, Potter? "

"Oye, yo escuché tu historia, ¿no vas a escuchar tú la mía?"


Chapuceramente, Harry se reprendió a si mismo, pero Draco de
hecho dejó de retroceder y parecía escuchar.

"Como sea," Harry explicó, "Sólo digo que no prestan mucha


atención a lo que hacen los Muggle en su mundo." Probablemente
porque todo el mundo mágico parecía considerar el resto de la
Tierra como un basurero, merecedor de tanta cobertura noticiaría
como el Financial Times le otorgaba a las agonías rutinarias de
Burundi. "De acuerdo. Revisión rápida. ¿Han ido los magos a la
luna? ¿Ya sabes, esa cosa?" Harry señaló al enorme y distante
globo.

" ¿Qué? " Draco exclamó. Era muy claro que eso nunca se le había
ocurrido al chico. " Ir a la - es sólo un -" Su dedo señaló a la cosa
pálida pequeñita en el cielo. "No puedes Aparecer en ningún lugar al
cual no hayas ido antes y ¿cómo llegaría alguien hasta la Luna en
primer lugar?"

"Un momento," Harry le pidió a Draco, "Me gustaría mostrarte un


libro que traje conmigo, creo recordar en que caja esta." Y Harry se
paró y bajó gateando y jaló las escaleras del nivel caverna de su
baúl, luego se deslizó por ella y quitó una caja que estaba encima
de otra, llegando peligrosamente cerca de tratar a sus libros
irrespetuosamente, y rasgó la cubierta de la caja y rápida pero
cuidadosamente sacó hacia afuera un atado de libros -
(Harry había heredado la casi mágica habilidad Verres para recordar
dónde estaban todos sus libros, incluso tras verlos sólo una vez, lo
que era más bien misterioso considerando la falta de conexión
genética.)

Y Harry regresó a toda prisa y guardó la escalera dentro del baúl


con su talón, y, agitado, pasó las páginas del libro hasta que
encontró la foto que quería mostrar a Draco.

La que tenía la blanca, árida, tierra de cráteres, y las personas con


trajes, y el globo azul-blanco por completo visible en la parte de
atrás.

Esa foto.

La foto, si sólo una foto en todo el mundo fuera a sobrevivir.

" Esto," Harry anunció, su voz temblando porque no podía ocultar su


orgullo, "es como luce la Tierra desde la Luna."

Lentamente Draco la vio por encima. Había una extraña expresión


en su cara joven. "Si es una foto real, ¿por qué no se esta
moviendo?"

¿Moviéndose? Oh. "Los Muggles pueden hacer fotos que se


muevan pero necesitan una caja más grande para mostrarlas, no
pueden meterlas todavía en las páginas de un único libro."

El dedo de Draco se movió hacia uno de los trajes. "¿Qué son


estos?" Su voz empezando a desentonar.

"Son seres humanos. Está usando trajes que cubren todo su cuerpo
para darles aire, porque no hay aire en la Luna."

"Es imposible," Draco susurró. Había terror en sus ojos, y completa


confusión. "Ningún Muggle jamás pudo haber hecho eso. Cómo…"

Harry recuperó el libro, volteó las páginas hasta que halló lo que vio.
"Esto es un cohete ascendiendo. El fuego lo empuja alto y más alto,
hasta que llega a la Luna." Volteó las páginas una vez más. "Esto es
un cohete en el suelo. Esa diminuta partícula a su lado es una
persona ." Draco se ahogó. "Ir a la Luna cuesta el equivalente a…
probablemente alrededor de mil millones de Galeónes." Draco se
atragantó. "Y tomó el esfuerzo de… probablemente más personas
que las que viven en toda la Bretaña mágica." Y cuando llegaron,
dejaron una placa en la que se puede leer, 'Vinimos en paz, por toda
la humanidad.' Aunque aún no estás listo para escuchar esas
palabras, Draco Malfoy…

"Estás diciendo la verdad," Draco repasó lentamente. "No


falsificarías todo un libro sólo para esto - y puedo escucharlo en tu
voz. Pero… pero…"

"¿Cómo, sin magia ni varitas? Es una larga historia, Draco. La


ciencia no funciona sacudiendo varitas y recitando hechizos, trabaja
conociendo como trabaja el universo en niveles tan profundos que
sabes exactamente que hacer para que el universo haga lo que
quieres. Si la magia es cómo conjurar Imperio sobre alguien para
hacer que hagan lo que tú quieres, entonces la ciencia es
conocerlos tan bien que puedes convencerlos que fue su propia idea
todo el tiempo. Es mucho más difícil que agitar una varita, pero
funciona cuando las varitas fallan, justo como si el Imperius fallara
aún podrías intentar persuadir a una persona. Y la Ciencia se
construye de generación en generación. Tienes que saber lo que
haces cuando estás haciendo ciencia - y cuando en verdad
entiendes algo, puedes explicárselo a alguien más. Los más
grandes científicos de un siglo atrás, los más brillantes nombres de
los cuales aún se habla con reverencia, sus poderes no son nada
para los científicos de hoy. No hay equivalencia en la ciencia de tus
artes perdidas que alzaron Hogwarts. En la ciencia nuestros
poderes se refinan cada año. Y comenzamos a entender y revelar
los secretos de la vida y la herencia. Seremos capaces de mirar a la
sangre de la cual me hablas, y ver qué te hace un mago, y en una o
dos generaciones más, seremos capaces de persuadir a la sangre
para hacer a todos sus niños poderosos magos también. Por lo que
puedes ver, tu problema no es tan malo como parece, porque en
unas cuantas décadas más, la ciencia será capaz de resolverlo por
ti."

"Pero…" Draco intervino. Su voz estaba temblorosa. "Si los Muggles


tienen esa clase de poder… entonces… ¿qué somos nosotros ? "

"No, Draco, no es así como es, ¿no lo ves? La Ciencia maximiza el


poder del entendimiento humano para mirar al mundo y descubrir
como funciona. No puede fallar si la humanidad en si misma no falla.
Tu magia podría apagarse, y lo odiarías, pero aún serías tú . Aún
estarías vivo para lamentarlo. Pero porque la ciencia descansa
sobre mi inteligencia humana, es el poder que no puede ser
removido de mi sin removerme a mi también. Incluso si las leyes del
universo cambian en mi, para que todo mi conocimiento sea vacío,
descubriré las nuevas leyes, como ha sido hecho antes. No es una
cosa de Muggle, es una cosa humana, sólo refina y entrena el poder
que usas cada vez que miras algo que no entiendes y preguntas
'¿Por qué?' Eres de Slytherin, Draco, ¿no ves la implicación?"

Draco vio del libro a Harry. Su cara mostraba un entendimiento


subyacente. "Los magos pueden aprender a usar este poder."

Muy cuidadosamente, ahora… el cebo está puesto, ahora el


anzuelo… "si puedes aprender a pensarte como un humano en
lugar de como mago entonces puedes entrenar y refinar tus poderes
como humano."

Y si esa instrucción no estaba en cada currículo de ciencia, Draco


no necesitaba saberlo, ¿o sí?

Los ojos de Draco estaban pensativos. "Ya… ¿ya lo has logrado?"

"Hasta algún punto," Harry admitió. "Mi entrenamiento no está


completo. No a los once años. Pero - mi padre también me compró
tutores, ves." Cierto, habían sido estudiantes hambrientos a punto
de graduarse, y sólo porque Harry dormía en un ciclo de 26 horas,
pero deja todo eso de lado por ahora…
Lentamente, Draco asintió. "Piensas que puedes dominar ambas
artes, combinar los poderes, y…" Draco contempló a Harry.
"¿Convertirte en el Señor de los dos mundos?"

Harry soltó una risa malvada, parecía naturalmente apropiada en


este punto. "Tienes que darte cuenta, Draco, que todo el mundo
como lo conoces, toda la Bretaña mágica, no es más que una casilla
en un tablero mucho más grande. El tablero que incluye lugares
como la Luna, y las estrellas en el cielo nocturno, que son luces
iguales al Sol pero a una distancia inimaginable, y cosas como
galaxias que son vastamente más enormes que la Tierra y el Sol,
cosas tan grandes que únicamente los científicos pueden verlas y ni
siquiera sabes que existen. Pero yo realmente soy un Ravenclaw,
sabes, no un Slytherin. No quiero gobernar el universo. Sólo creo
que podría estar más sensatamente organizado."

Había maravilla en el rostro de Draco. "¿Por qué me cuentas todo


esto?"

"Oh… no hay muchas personas que sepan cómo hacer ciencia


verdadera - entender algo por primera vez, incluso si te confunde
hasta los cimientos. La ayuda sería útil."

Draco contempló a Harry con su boca abierta.

"Pero no te equivoques, Draco, la ciencia verdadera no es como la


magia, no puedes hacerla y alejarte siendo el mismo como cuando
aprendes las palabras para un nuevo hechizo. El poder viene con un
precio, un precio tan alto que la mayoría de las personas se rehúsan
a pagarlo."

Draco asintió a esto como pensando, finalmente, que había


escuchado algo que podía entender. "¿Y qué precio?"

"Aprender a admitir que te equivocaste."

"Uh," Draco continuó después de que la pausa se alargó por un


tiempo. "¿Vas a explicar eso?"
"Procurar descubrir cómo algo funciona en un nivel tan profundo,
puede ser que las primeras noventa y nueve explicaciones que se te
ocurrieron fueran erróneas. La número cien es la correcta. Por lo
que tienes que aprender a admitir que estás equivocado, una y otra
y otra vez. No suena tan duro, pero lo es tanto que la mayoría de
personas no pueden hacer ciencia. Cuestionarte a ti mismo en todo
momento, revisando de nuevo lo que siempre tomaste por cierto,"
como tener una Snitch en el Quidditch, "y cada vez que cambias tu
mente, tu también cambias. Pero me estoy adelantando aquí.
Adelantando demasiado. Lo que quiero saber es… te estoy
ofreciendo compartir algo de mi conocimiento. Si quieres. Sólo
existe una condición."

"Oh oh," Draco interrumpió. "Sabes, Padre dice que cuando alguien
te propone algo de ese modo, nunca es una buena señal, nunca."

Harry asintió. "Ahora, no me malentiendas y pienses que estoy


intentando provocar una distancia entre tu padre y tú. No se trata de
eso. Es que quiero pactar con alguien de mi edad, lo prefiero a que
esto sea entre Lucius y yo. Creo que tu padre estará de acuerdo,
sabe que tienes que crecer algún día. Pero tus movimientos en
nuestro juego tienen que ser tuyos. Esa es mi condición - que estoy
pactando contigo, Draco, no con tu padre."

"Me tengo que ir," Draco avisó. Se puso de pie. "Tengo que irme y
´pensar sobre esto."

"Tomate tu tiempo," Harry concedió.

Los sonidos del andén del tren cambiaron de borroso ruido a


murmullos mientras Draco se alejaba.

Lentamente Harry exhaló el aire que había estado aguantando sin


saberlo, y luego vio al reloj en su muñeca, un simple modelo
mecánico que su padre le había comprado con la esperanza de que
seguiría andando en presencia de la magia. La segunda manecilla
aún estaba avanzando, y si el minutero era correcto, entonces aún
no eran las once. Probablemente debía subir pronto al tren y
comenzar a buscar a ella cualseasucara, pero valía la pena tomarse
unos pocos minutos para hacer algunos ejercicios de respiración y
ver si su sangre se calentaba alguna vez.

Pero cuando Harry alzó la vista de su reloj, vio dos figuras


aproximándose, luciendo absolutamente ridículas con sus caras
encapuchadas por bufandas de invierno.

"Hola, Sr. Bronze," saludo una de las figuras enmascaradas.


"¿Podemos interesarlo en unirse a la Orden del Caos?"

Conclusión :

No mucho tiempo después, cuando todo el bullicio del día finalmente


disminuyó, Draco estaba doblado sobre un escritorio con una pluma
en la mano. Tenía un cuarto privado en los calabozos de Slytherin,
con su propio escritorio y chimenea - tristemente ni siquiera él tenía
una conexión a la red Floo, pero al menos Slytherin no se trago del
todo ese total desvarío de hacer que todos compartieran
dormitorios. No había muchos cuartos privados, tenías que ser de lo
mejor dentro de la Casa para los mejores, pero tenerlo era seguro
para la Casa de Malfoy.

Querido Padre, Draco escribió.

Y luego se detuvo.

La tinta perezosamente goteó de su pluma, manchando el


pergamino cerca de las palabras.

Draco no era estúpido. Era joven, pero sus tutores lo entrenaron


bien. Draco sabía que Potter probablemente sentí mucha más
simpatía a la facción de Dumbledore que lo que Potter estaba
dejando ver… aunque Draco sí pensaba que Potter podía ser
tentado. Pero era claro como el cristal que Potter estaba intentando
tentar a Draco al igual que Draco lo estaba intentando con él.
Y también era claro que Potter era brillante, y mucho más que
ligeramente loco, y jugando un vasto juego que Potter no entendía
en su mayoría, improvisado a máxima velocidad con la sutileza de
un Nundu arrasador. Pero Potter se las arregló para escoger una
táctica de cual Draco no podía escapar así no más. Le había
ofrecido a Draco una parte de su propio poder, apostando que Draco
no podía usarlo sin convertirse más como él. Su padre había
llamado a esto una ventaja técnica, y le había advertido a Draco que
frecuentemente no servía. (5)

Draco sabía que no había entendido todo lo que había pasado…


pero Potter le había ofrecido a él la oportunidad de jugar y aún era
suya . Y si lo destapaba todo, le pertenecería a Padre.

Al final era tan simple como eso. Las técnicas inferiores requieren la
ignorancia del objetivo, o al menos su inquietud. Los halagos tenían
que ser disfrazados plausiblemente como admiración. ("Debiste
haber ido a Slytherin" es un viejo clásico, altamente efectivo en
cierto tipo de personas que no se lo está esperando, y si sirve
puedes repetirlo.) Pero cuando encuentras la última palanca de
alguien no importa si ellos saben que tú sabes. Potter, en su
apresurada locura, había adivinado algo clave del alma de Draco. Y
si Draco sabía que Potter lo sabía - incluso si había sido alguna
clase de suposición obvia - eso no cambiaba nada.

Por ahora, por primera vez en su vida, tenía secretos reales para
guardar. Estaba jugando su propio juego. Había un obscuro dolor en
ello, pero él sabía que Padre estaría orgulloso, y eso lo justificaba
todo.

Dejando las gotas de tinta en su lugar - había un mensaje allí, y uno


que su padre entendería, porque habían jugado el juego de las
sutilezas más de una vez - Draco escribió la única pregunta que
realmente lo había carcomido sobre todo el asunto, la parte que se
suponía él estaba obligado a entender, pero no lo hacía, para nada.

Querido Padre:
Supón que te cuento que conocí a un estudiante a Hogwarts, que
aún no es parte de nuestro circulo de conocidos, quien te llamó un
'instrumento intachable de muerte' y aseguró que yo soy tu 'único
punto débil'. ¿Qué dirías sobre él?

No tomó mucho para que el búho familiar trajera la replica.

Mi amado hijo:

Diría que has sido afortunado de conocer a alguien que disfruta de


la intima confianza de nuestro amigo y valioso aliado, Severus
Snape.

Draco contempló la carta por un rato, y finalmente la arrojó al fuego.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del Traductor

(1) Señor Plata o Plateado. Consecuentemente siguen Señor Oro o


Dorado y por último Señor Bronce o Bronceado, me pareció mejor
conservar los originales con esta pequeña nota. Si se considera
cuidadosamente, se puede ver que Ron en principio valora mucho a
Harry (oro) Draco también pero no al punto de la idolatría (plata)
mientras que Harry no tiene una gran opinión de si mismo o más
probablemente, procura ser humilde sin ser necesario que lo sea
(bronce)

(2) El nombre del libro sería Influencia: Ciencia y Práctica . Para


mayor referencia ir a RHAIDOT

(3) "C-crucify" en el original. Como mago, tal vez Draco no piense en


que lo cuelguen en una cruz de manera metafórica, Harry pensando
en algún cruel castigo. Es más probable que Draco crea que Harry
se refiere a la maldición imperdonable Cruciatus, lo que le da un
significado agregado perdido para Harry.

(4) Maravilloso libro. Para mayor referencia ir a RHAIDOT


(5) Debes saber qué es un Nundu si eres fan de Harry Potter. Para
mayor referencia ir a RHAIDOT

Es sumamente auto-complaciente ver a Harry y a su padre amar


tanto los libros como yo, comprando libros de segunda para poder
leer más que si se compraran de primera. Desde que me gradué de
la universidad es menos lo que leo en libros y más la lectura que
hago de manera digital. Pero de todos modos, sigo sin conocer a
alguien que pueda leer más rápido que yo. De acuerdo a una
prueba que me hicieron alguna vez, sólo el 5% de la población
humana, aquellos llamados genios que pueden comprender de un
75% a un 100% con un único vistazo, son los que pueden
vencerme. Hasta ahora no me he encontrado con el primero, pero
los maldigo donde quieran que estén. (Al igual que este Harry,
también soy alguna clase de mal perdedor)

Me pregunto porque lo habrán traducido "Andén" y no "Plataforma"


que habría sido más preciso, e incluso más conocido. Raro, ¿no?

En este capítulo decidí seguir leyendo HPMOR hasta el final, no me


gustan los fics en que le cambian la personalidad a Draco para que
vista las mallas del color que el autor prefiera. Aquí tenemos al
Draco de verdad, un muchacho egoísta, caprichoso e interesado
que cree que siempre puede salirse con la suya. Es lo que es por
crianza, y si Harry quiere cambiarlo, tendrá que trabajar duro para
lograrlo.

Los fans de Draco que desprecien a Ron debieron tener un capítulo


muy satisfactorio. Los fans de Hermione tendrán que esperar al
siguiente, dónde les aseguro que sí aparece para confrontar al Niño-
Que-Vivió.

Así como Yudkowsky aprovechó para agradecerle a sus lectores, yo


también les doy un sincero agradecimiento. No se imaginan lo
mucho que me han animado. Durante estos días de tantos
inconvenientes personales (el arreglo del alcantarillado de la tubería
de mi casa no parece tener fin) ver aquellos comentarios que gustan
de mi traducción y me desean lo mejor, de verdad, de verdad, es un
empuje positivo. Se los agradezco.

Mención especial a los que se fijaron en mis apuntes y referencias


comprensibles, me esfuerzo en ello :)

No hay que sentirse mal por ir a leer la versión original en inglés.


Animo a aquellos que puedan entender el idioma que lo hagan, yo
devoró cada actualización :D

Y de paso a mi editora Melissa C. (novia, amiga, prometida, tantas


cosas buenas que es para mi) ya que de no ser por ella este
proyecto no habría vuelto a la luz, y además de que se encarga de
revisar los capítulos para corregirlos a posteriori . Ella comprende
tanto a este Harry y al mismo autor que me ha sacado de más de un
par de bloqueos (tal vez los entienda porque es la persona más
racional que he conocido jamás, y no es broma). Esta semana me
propuso la excelente idea de que cuando haya suficientes capítulos,
hagamos una especie de Tankōbon o volumen recopilatorio para su
descarga en formato PDF en Rhaidot. Aún no nos hemos decidido
por la cantidad exacta. Inicialmente ella me propuso tantos capítulos
como tiene Harry Potter y la piedra filosofal (17). Yo me inclinó más
por el número 10. Nuestro objetivo es que contenga algunas
imágenes exclusivas además de las regulares y todas las
correcciones pertinentes. Espero que podamos sorprenderlos pronto
con esa descarga.

A medida que avanza la historia los capítulos son más largos, lo


cual es a la vez doloroso y placentero (que raro es lo que acabo de
escribir). Me hace feliz hacer la traducción, pero no quisiera que me
tomará tanto tiempo. Más de dos días para mí en una misma
actividad es demasiado, tengo una personalidad voluble, que no es
lo mismo a ser perezoso, por lo cual siempre estoy haciendo mil
cosas a la vez. En fin, pero no me quejo, de verdad diento que este
fic me ha cambiado la vida, y probablemente no sea el único que se
sienta así.
Por esto último, un anunció. Para poder mantener un ritmo
constante en la traducción, mi editora me ha convencido de subir un
capítulo cada semana. Por lo cual ahora pueden buscar
regularmente un nuevo capítulo los días JUEVES, ¿está claro? Los
JUEVES . O para quienes no tengan el horario de Colombia, una
semana exacta a partir de está publicación . Sé que quisieran
muchos más, pero si me esfuerzo demasiado a) perderé pronto el
interés b) dejaré de hacerlo con gusto c) mi editora se enojará
conmigo y d) no tendré tiempo para otros proyectos. Bueno, de este
modo ya pueden ajustar sus horarios para seguir leyendo Harry
Potter Y Los Métodos De La Racionalidad.

Posdata: Que pena por estas notas tan largas, es que me ayudan a
mantenerme despierto. Gomenasai -.-

Posdata del Posdata: ¡Oh por Dios! En su última nota de autor


Yudkowsky acaba de sumar mi nombre al de los que hemos
contribuido con Fan-art a HPMOR. ¡Qué emoción! :D

Visita HPMOR para encontrar mayor información en ingles

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de . Para encontrar todo lo anterior, visita
mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Prejuicio Positivo
Capítulo 8: Prejuicio Positivo

Todas estas palabras son de J. K. Rowling, excepto Europa. No


intenten fanfics allí.

Un alertado lector preguntó si Luna es una vidente, significando que


esto va a ser un fic de HPDM bottom!Draco mpreg. Lamento que
FFN no me permita un tamaño de fuente más grande en el cual
pueda decir NO . Honestamente no se me había ocurrido que Luna
pudiera ser una vidente real - Tendré que decidir si avanzaré con
eso o no - pero creo que todos podemos asumir con seguridad que
si Luna es una vidente, ella dijo algo como "luz plantando una
semilla en la oscuridad", y Xenophilius, como siempre, prefirió
interpretarlo en la manera equivocada. (1)

"Déjame advertirte que retar mi ingenuidad es una peligrosa clase


de proyecto, y puede provocar que tu vida se vuelva mucho más
surrealista."

Nadie había pedido por ayuda, ese era el problema. Sólo iban por
ahí hablando, comiendo, o contemplando el aire mientras sus
padres intercambiaban chismes. Por la razón que fuere, nadie se
había sentado a leer un libro, lo que quería decir que ella no podía
nada más sentarse a su lado y sacar su propio libro. E incluso
cuando ella tercamente tomó la iniciativa al sentarse y continuar su
tercer repaso de Hogwarts: Una Historia, nadie pareció sentirse
inclinado a ubicarse a su lado.

Aparte de ayudar a las personas con sus tareas, o cualquier cosa


que necesitaran, ella sinceramente no sabía cómo conocer
personas. Ella no se sentía como si fuera una persona tímida.
Pensaba en sí misma como una chica que se lanzaba hacia
adelante. Y aún así, de algún modo, si no había alguna petición
entre las lineas de "no puedo recordar cómo hacer divisiones largas"
entonces era demasiado penoso avanzar ante alguien y hablar…
¿qué? Ella nunca había sido capaz de descubrir ese qué. Y no
parecía haber una hoja de información estándar, lo que era ridículo.
Todo el asunto de conocer personas nunca le había parecido
sensato. ¿Por qué tenía ella que tomar toda la responsabilidad
cuando había dos personas involucradas? ¿Por qué los adultos
nunca ayudaban? Deseaba que alguna otra chica se le acercara a
ella y anunciara, "Hermione, la profesora me ordenó ser tu amiga."

Pero dejemos claro que Hermione Granger, sentándose sola en el


primer día de escuela en uno de los pocos compartimentos que
estaban vacíos, en el último vagón del tren, con la puerta izquierda
del compartimiento abierta en caso de que alguien por cualquier
razón quisiera hablar con ella, no era triste, solitario, fatídico,
depresivo, desolador, u obsesivo sobre sus problemas. Ella estaba,
mejor, re-leyendo Hogwarts: Una Historia por tercera vez y
disfrutándolo bastante, con sólo un toque de desfallecimiento en la
parte trasera de su mente por la general irracionalidad del mundo.

Hubo el sonido de una puerta interna del tren abriéndose, y luego


pasos y un raro sonido de deslizamiento viniendo del pasillo del tren.
Hermione dejó a un lado Hogwarts: Una Historia y se puso de pie y
asomo afuera su cabeza - en caso de que alguien necesitara ayuda
- y vio a un chico joven en túnica de mago, probablemente de primer
o segundo año a juzgar por su altura, y viéndose muy tonto con una
bufanda enrollada alrededor de su cabeza. Un pequeño baúl se paró
en el piso a su lado. Incluso cuando ella lo vio, él tocó en la puerta
de otro, compartimiento cerrado, y anunció con una voz ligeramente
ahogada por la bufanda, "Disculpen, ¿puedo hacer una pregunta?

No escuchó la respuesta del interior del compartimiento, pero


después de que el chico abrió la puerta, creyó que lo escuchó
preguntar - a menos que no hubiera escuchado bien - "¿Alguien
aquí conoce los seis cuarks o dónde puedo hallar a una chica de
primer año llamada Hermione Granger?"

Después de que el chico había cerrado la puerta del


compartimiento, Hermione inquirió, "¿Puedo ayudarte con algo?"
La cara en bufanda se volteó a mirarla, y la voz respondió, "No a
menos que puedas nombrar los seis cuarks o decirme dónde hallar
a Hermione Granger."

"Arriba, abajo, extraño, encanto, verdad, belleza, ¿y por qué la estás


buscando?" (2)

Era difícil decirlo desde esa distancia, pero ella pensó que vio al
chico sonreír enormemente bajo la bufanda. "Ah, así que tú eres
una chica de primer año llamada Hermione Granger," afirmó la
joven, ahogada voz. "En el tren a Hogwarts, nada menos." El chico
comenzó a caminar hacia ella y su compartimiento, y su baúl se
deslizó tras él. "Técnicamente, todo lo que necesitaba hacer era
encontrarte, pero es probable que en realidad deba hablarte o
invitarte a unirte a mi grupo o conseguir un objeto mágico clave de ti
o descubrir que Hogwarts fue construido sobre las ruinas de un
antiguo templo o algo por el estilo. ¿PJ o PNJ, esa es la pregunta?"
(3)

Hermione abrió su boca para replicar a esto, pero no pudo pensar


en ninguna posible replica para… lo que fuera que acababa de
escuchar, incluso cuando el chico pasó a su lado, miró dentro del
compartimiento, asintió con satisfacción, y se sentó en la banca al
frente de la de ella. Su baúl se escurrió tras él, creció tres veces su
anterior diámetro y se acomodó al lado de su propio baúl en una
curiosamente perturbadora manera.

"Por favor, siéntate," pidió el chico, "y por favor cierra la puerta
detrás de ti, si quieres. No te preocupes, no muerdo a nadie que no
me muerda primero." Él ya estaba desamarrando la bufanda de su
cabeza.

La imputación de que este chico pensara que ella estaba asustada


por él hizo que su mano deslizara la puerta con un porrazo,
quedando atascada dentro de la pared con fuerza innecesaria. Ella
se giró y vio un rostro joven con brillantes, risueños ojos verdes, y
una enojada cicatriz roja-oscura puesta en su frente que le recordó
algo en la parte trasera de su mente pero ahora ella tenía cosas
más importantes en que pensar. "¡Yo no dije que fuera Hermione
Granger!"

" Yo no dije que tú dijeras que eras Hermione Granger, Yo sólo


afirmé que eras Hermione Granger. Si quieres preguntar cómo lo sé,
es porque lo sé todo. Buenas noches damas y caballeros, mi
nombre es Harry James Potter-Evans-Verres o Harry Potter para
abreviar, sé que eso probablemente no significa nada para ti para
variar -"

La mente de Hermione finalmente hizo la conexión. La cicatriz en su


frente, la forma de un rayo. "¡Harry Potter! Estás en Historia de la
Magia Moderna y Ascensión y Caída de las Artes Oscuras y
Grandes Eventos Mágicos del Siglo Veinte ." Era de hecho la
primera vez en toda su vida que ella conocía a alguien que fuera del
interior de un libro, y era más bien una sensación rara.

El chico parpadeó tres veces. "¿Estoy en los libros ? Espera, por


supuesto que estoy en los libros… que extraño pensamiento."

"Dios mio, ¿no lo sabes?" inquirió Hermione. "Habría encontrado


todo lo que pudiera si fuera yo."

El chico habló más bien secamente. "Señorita Granger, han pasado


menos de 72 horas desde que fui al Callejón Diagon y descubrí mi
subida a la fama. He pasado los dos últimos dos días comprando
libros de ciencia. Créeme, pretendo descubrir todo lo que pueda." El
chico titubeó. "¿Qué dicen los libros sobre mí?"

La mente de Hermione Granger retrocedió, no sabía que sería


evaluada sobre aquellos libros por lo que sólo los leyó una vez, pero
nada más había pasado un mes y el material aún estaba fresco en
su mente. "Eres el único que sobreviviste la Maldición Asesina por lo
que eres llamado el Niño-Que-Vivió. Naciste de James Potter y Lily
Potter anteriormente Lily Evans el 31 de Julio de 1980. En el 31 de
Octubre de 1981 el Señor Oscuro el Que-No-Debe-Ser-Nombrado
atacó tu casa aunque no se por qué. Fuiste hallado vivo con la
cicatriz sobre tu frente en las ruinas de la casa de tus padres cerca
de los restos quemados de Quien-Tú-Sabes. El Jefe de Magos
Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore te escondió en algún lugar,
nadie sabe donde. Ascensión y Caída de las Artes Oscuras
aseguran que sobreviviste por el amor de tu madre y que tu cicatriz
contiene todos los poderes mágicos del Señor Oscuro y que los
centauros te temen, pero Grandes Eventos Mágicos del Siglo Veinte
no menciona nada al respecto e Historia de la Magia Moderna
advierte que hay muchas teorías sin fundamento sobre ti."

La boca del chico estaba colgando. "¿Te pidieron esperar por Harry
Potter en el tren de Hogwarts, o algo similar?"

"No," Hermione respondió. "¿Quién te contó sobre mí ?"

"La Profesora McGonagall y creo saber por qué. ¿Tienes memoria


eidética, Hermione?"

Hermione negó con la cabeza. "No es fotográfica, siempre desee


que fuera así pero tengo que leer mis libros escolares cinco veces
para memorizarlos por completo."

"De verdad," el chico murmuró con una voz ligeramente


estrangulada. "Espero que no te importe si lo compruebo - no es
que no te crea, pero como reclama el dicho, 'Confía, pero verifica.
No tiene punto que lo dude cuando simplemente puedo hacer el
experimento."

Hermione sonrió, más bien maliciosamente. Ella amaba tanto las


pruebas. "Adelante."

El chico metió su mano dentro de un monedero a su lado y ordenó


"Dibujos mágicos y Pociones de Arsenius Jigger". Cuando retiró su
mano esta sostenía el libro que él había mencionado.

Instantáneamente Hermione quería uno de esos monederos más de


lo que jamás había querido cualquier otra cosa.
El chico abrió el libro en algún lugar del medio y leyó. "Si estuvieras
haciendo aceite de la agudeza -"

"¡Puedo ver esa página desde aquí, sabes!"

El chico levantó el libro para que no pudiera seguir viendo nada


más, y volteó las paginas de nuevo. "si estuvieras fermentando una
poción de escalada de araña, ¿cuál sería el siguiente ingrediente a
agregar después de la telaraña de Acromántula?"

"Tras añadir la telaraña, esperar hasta que la poción se vuelva


exactamente del matiz del cielo sin nubes del ocaso, a ocho grados
del horizonte y ocho minutos antes que la punta del sol se vuelva
visible. Revolver ocho veces de Oeste a Este y una vez de Este a
Oeste, y luego añada ocho puñados de mocos de unicornio."

El chico cerró el libro con una agudo chasquido y puso el libro de


regreso en su monedero, el cual se lo tragó con un pequeño ruido
de eructo. "Bien bien bien bien bien bien. Me gustaría hacerle una
propuesta, Señorita Granger.

"¿Una propuesta?" Hermione reaccionó con sospecha. Se suponía


que las chicas no debían escuchar a esas.

También fue en este punto que Hermione notó otra cosa - bueno,
una de las cosas - que eran curiosas sobre el chico. Aparentemente
las personas que estaban en los libros sonaban como un libro
cuando hablaban. Este fue un descubrimiento muy sorprendente.

El chico alcanzó su monedero y comandó, "lata de gaseosa",


retirando un cilindro verde brillante. Se la mostró y preguntó,
"¿Puedo ofrecerte algo de beber?"

Hermione aceptó cortésmente la gaseosa bebida. De hecho se


estaba sintiendo sedienta a estas alturas. "Muchas gracias,"
Hermione dijo al tiempo que levantaba la tapa. "¿Era esa tu
propuesta?"
El chico tosió. "No," negó él. Justo cuando Hermione comenzó a
beber, él continuó, "Me gustaría que me ayudaras a apoderarme del
universo."

Hermione terminó su bebida y bajo la lata. "No gracias, no soy


malvada."

El chico la miró con sorpresa, como si hubiera estado esperando


alguna otra respuesta. "Bueno, estaba hablando en un sentido más
retórico," él explicó. "En el sentido del proyecto de Bacon, sabes, no
poder político. 'El efecto de todas las cosas posibles' y de ahí en
adelante. Quiero conducir estudios experimentales de hechizos,
descubrir las leyes subyacentes, traer la magia al dominio de la
ciencia, mezclar el mundo mágico con el mundo Muggle, elevar el
estándar de vida de todo el planeta, mover la humanidad siglos
adelante, descubrir los secretos de la inmortalidad, colonizar el
Sistema Solar, explorar la galaxia, y más importante, descubrir que
rayos está en verdad pasando aquí porque todo esto es
descaradamente imposible." (4)

Eso sonaba un poco más interesante. "¿Y?"

El chico la contempló con incredulidad. "¿ Y ? ¿Eso no es suficiente


?"

"¿Y qué quieres tú de mí?" elaboró Hermione.

"Quiero que me ayudes a hacer la investigación, por supuesto. Con


tu memoria enciclopédica sumada a mi inteligencia y racionalidad,
tendremos el proyecto de Bacon terminado en muy poco, donde
"muy poco" quiere decir probablemente al menos treinta y cinco
años."

Hermione estaba comenzando a encontrar a este chico molesto.


"Aún no te he visto hacer nada inteligente. Tal vez yo te deje ayudar
a ti con mi investigación."

Hubo un cierto silencio en el compartimiento.


"Así que me estás pidiendo demonstrar mi inteligencia, entonces,"
comentó el chico tras una larga pausa.

Hermione asintió.

"Te advierto que retar mi ingenuidad es un proyecto peligroso, y


tiende a hacer tu vida mucho más surrealista."

"Todavía no estoy impresionada," Hermione recalcó. Sin saberlo, la


bebida verde una vez más se alzó hasta sus labios.

"Bueno, tal vez esto te impresionará," el chico dijo. Se inclinó hacia


adelante y la miró intensamente. "Ya he hecho un poco de
experimentación y descubrí que no necesito varita, puedo hacer que
cualquier cosa pase sólo chasqueando mis dedos."

Vino justo cuando Hermione estaba en el medio de tragar, y se


atragantó y expulsó el fluido verde brillante.

Sobre su recién comprada, nunca antes usada túnica de bruja, en el


primer día de escuela.

Hermione grito en serio. Fue un tono tan agudo que sonó como un
invasivo aire de sirena en el compartimiento cerrado. "¡Puaj! ¡Mi
ropa!"

"¡No te asustes!" exclamó el chico. "Puedo arreglarlo para ti. ¡Nada


más mira!" Alzó una mano y chasqueó sus dedos.

"Tú -" luego ella vio hacia abajo hacia si misma.

El fluido verde aun estaba allí, pero incluso mientras ella miraba,
empezó a desaparecer y desvanecerse en cuestión de un momento,
fue como si a ella nunca se le hubiera derramado nada.

Hermione contempló al chico, quien estaba usando una una sonrisa


que era más bien una mueca maliciosa.
¡Magia sin palabras ni varita! ¿A su edad? ¿Cuando apenas había
conseguido los textos escolares tres días antes?

Entonces ella recodó lo que había leído, y casi no pudo respirar y se


apartó de él. ¡Todos los poderes mágicos del Señor Oscuro! ¡En su
cicatriz!

Se apresuró a ponerse sobre sus pies. "Yo, yo, yo necesito ir al


servicio, espera aquí bueno -" tenía que hallar a un adulto tenía que
contarles -

La sonrisa del chico se diluyó. "Sólo era un truco, Hermione. Lo


lamento, No era mi intención asustarte.

"Su mano se detuvo sobre el pomo de la puerta. "¿Un truco ?"

"Sí," afirmó el chico. "Me pediste demonstrar mi inteligencia. Por lo


que hice algo aparentemente imposible, lo que siempre es una
buena forma de exhibirse. En verdad no puedo lograr nada
solamente chasqueando mis dedos." El chico se pausó. "Al menos
no creo que pueda, hasta ahora nunca lo había probado
experimentalmente." El chico levantó su mano y chasqueó sus
dedos de nuevo. "No, no hay banano."

Hermione estaba más confundida de lo que jamás había estado en


su vida.

El chico volvió a sonreír por la mirada en el rostro de ella. "Te advertí


que retar mi ingenuidad tiende a hacer tu vida más surrealista.
Recuerda eso la próxima vez que te prevenga sobre algo."

"Pero, pero," Hermione tartamudeó. "¿Qué hiciste, entonces?"

El chico la midió con la mirada, ponderosa cualidad que ella nunca


había visto antes en alguien de su propia edad. "¿Crees tener lo que
hace falta para ser una científica por derecho propio, con o sin mi
ayuda? Procedamos a ver cómo tú investigas un fenómeno
confuso."
"Yo…" La mente de Hermione se quedó en blanco por un momento.
Ella amaba los exámenes pero nunca antes había sido evaluada de
ese modo. Frenéticamente, ella intentó convocar cualquier cosa que
hubiera leído sobre lo que se supone que hacen los científicos. Su
mente se saltó engranajes, aterrizó contra si misma, y escupió de
vuelta las instrucciones para hacer un proyecto de investigación
científica:

Paso 1: Formar una hipótesis.

Paso 2: Hacer un experimento para comprobar tu hipótesis.

Paso 3: Medir los resultados.

Paso 4: Hacer una exposición en cartulina.

Paso 1 era formar una hipótesis. Eso quería decir, intentar pensar
en algo que pudo haber pasado justo en este momento. "De
acuerdo. Mi hipótesis es que lanzaste un Encantamiento en mi
túnica para hacer que cualquier cosa que se derrame en ella
desaparezca."

"Muy bien," cuestionó el chico, "¿es esa tu respuesta?"

La conmoción se estaba pasando, y la mente de Hermione estaba


comenzando a trabajar apropiadamente. "Espera, eso no puede ser.
No te vi tocar tu varita o pronunciar ningún hechizo ¿así que cómo
podrías haber lanzado un Encantamiento?"

El chico espero, su cara neutral.

"Pero supongamos que todas las túnicas provienen de una tienda


con un Encantamiento ya sobre ellas para mantenerlas limpias, lo
que sería una útil clase de Encantamiento para que tengan. Lo
descubriste derramando antes algo sobre ti mismo ."

Ahora las cejas del chico se levantaron. "¿Es esa tu respuesta?"


"No, aún no he hecho el Paso 2, 'Hacer un experimento para
comprobar tu hipótesis..'

"El chico cerró su boca otra vez, y empezó a sonreír.

Hermione observó las latas de bebidas, que ella automáticamente


puso en el portavasos de la ventana. La tomó y ojeó adentro, y halló
que le quedaba un tercio de liquido.

"Bien," prosiguió Hermione, "el experimento que quiero hacer es


verterlo sobre mí túnica y ver que pasa, y mi predicción es que la
mancha desaparecerá. Sólo que si no funciona, mí túnica estará
manchada, y no quiero eso."

"Hazlo en la mía," propuso el chico, "de ese modo no tienes que


preocuparte porque tu túnica se ensucie."

"Pero -" Hermione dudó. Había algo malo con ese pensamiento pero
ella no sabía cómo expresarlo exactamente.

"Tengo otra túnica disponible en mí baúl," insistió el chico.

"Pero no hay un lugar para que te cambies," Hermione objetó.


Luego lo pensó mejor. "Aunque supongo que puedo salir y cerrar la
puerta -"

"Tengo un lugar para cambiarme dentro de mí baúl, también."

Hermione miro el baúl, el cual ella comenzaba a sospechar, era un


poco más especial que el de ella.

"De acuerdo," Hermione aceptó, "ya lo que pones así," y ella más
bien cautelosamente vertió un poco de verde gaseosa dentro de una
esquina de la túnica del chico. Luego la contempló, procurando
recordar que tanto se tardó el fluido original en desaparecer…

¡Y la mancha verde desapareció!


Hermione dejó escapar un suspiró de alivio, no tan pequeño porque
esto significaba que ella no estaba tratando con todos los poderes
mágicos del Señor Oscuro.

Bien, Paso 3 era medir los resultados, pero en este caso eso era ver
que la mancha había desaparecido. Y supuso que probablemente
podía saltarse el paso 4, sobre la cartelera de cartulina. "Mi
respuesta es que las túnicas están Encantadas para mantenerse
limpias a si mismas."

"No precisamente," replicó el chico.

Hermione sintió una puñalada de decepción. Ella realmente


deseaba no sentirse así, el chico no era un profesor, pero aún era
una prueba y ella se había equivocado en una pregunta y eso
siempre se sentía como un pequeño puño en el estómago.

(Mostraba casi todo lo que necesitas saber de Hermione Granger


que ella nunca había permitido que eso la detuviera, o incluso
interfiriera con su amor por ser evaluada.)

"Lo triste es," explicó el chico, "que probablemente hiciste todo lo


que el libro te dijo que hicieras. Hiciste una predicción que
distinguiría entre la túnica estando o no encantada, y lo
comprobaste, y rechazaste la hipótesis nula de que la túnica no
estaba encantada. Pero a menos de que leas la mejor, la mejor
clase de libros, no te enseñaran como hacer ciencia
apropiadamente . Lo suficientemente bien como para realmente
acertar la respuesta, quiero decir, y no sólo agitar otra publicación
como Papá siempre se está quejando. Así que déjame intentar
explicarte - sin darte la respuesta - lo que hiciste mal en esta
ocasión, y te daré otra oportunidad."

Estaba comenzando a resentir el tono oh-tan-superior del chico


cuando no era más que otro niño de once años como ella, pero eso
era secundario a encontrar lo que ella había hecho mal. "De
acuerdo."
La expresión del chico creció en intensidad. "Este es un juego
basado en un famoso experimento llamado la tarea del 2-4-6, y así
es como funciona. Tengo una regla - conocida por mi, pero no por ti
- que encaja algunas tuplas de tres números, pero no otras. 2-4-6 es
un ejemplo de una tupla que encaja en la regla. De hecho… permite
que escriba la regla, para que sepas que no te estoy saboteando, y
la doblaré y te la entregaré. Por favor no mires, ya que inferí de lo
que pasó antes que puedes leer viendo al revés." (5)

El chico pronunció "papel" y "lapicero mecánico" a su monedero, y


ella cerró sus ojos con fuerza mientras él escribió.

"Listo," dijo el chico, y él estaba sosteniendo apretadamente una


pieza de papel doblada. "Pon esto en tu bolsillo," y ella lo hizo.

"Ahora la manera en que este juego funciona," explicó el chico, "es


que me das una tupla de tres números, y te diré 'Sí' si los tres
números pertenecen a la regla, y 'No' si no lo son. Yo soy la
naturaleza, la regla es una de mis leyes, y tú me estás investigando.
Ya sabes que 2-4-6 obtiene un 'Sí'. Cuando hayas elaborado todas
las pruebas experimentales que quieras - pregunta tantas tuplas
como sientas necesarias - te detienes y adivinas la regla, y luego
puedes desdoblar la hoja de papel y ver cómo lo hiciste. ¿Entiendes
el juego?"

"Por supuesto que sí," respondió Hermione.

"Adelante."

"4-6-8" propuso Hermione.

"Sí," respondió el chico.

"10-12-14", formuló Hermione.

"Sí," dijo el chico.


Hermione intentó forzar su mente un poco más allá, ya que parecía
que ya había hecho todas las pruebas que necesitaba, y aún así no
podía ser tan fácil, ¿o sí?

"1-3-5."

"Sí."

"Menos 3, menos 1, más 1."

"Sí."

A Hermione no se le ocurría que otra cosa hacer. "La regla es que


los números tienen que incrementarse por dos cada vez."

"Ahora supongamos que te informó," reveló el chico, "que está


prueba es más difícil de lo que parece, y que únicamente el 20% de
los adultos aciertan."

Hermione se paralizó. ¿Qué había pasado por alto? Luego,


repentinamente, pensó en una prueba que aún necesitaba hacer.

"¡2-5-8!" exclamó triunfante.

"Sí."

"10-20-30!"

"Sí."

"La respuesta real es que los números tienen que subir por la misma
cantidad cada vez. No tiene que ser 2."

"Muy bien," contesto el chico, "toma el papel y veamos cómo lo


hiciste."

Hermione sacó el papel de su bolsillo y lo desdobló.

Tres números reales aumentando en orden, de menor a mayor.


La quijada de Hermione se le cayó. Tenía el claro sentimiento de
que le habían hecho algo terriblemente injusto, que el niño era un
sucio tramposo podrido mentiroso, pero cuando miró hacia atrás no
pudo pensar en ninguna respuesta equivocada dada por él.

"Lo que has descubierto es llamado 'prejuicio positivo'," explicó el


chico. "Tenías una regla en tu mente, y seguiste pensando en tuplas
que debían hacer que la regla dijera 'Sí'. Pero no intentaste probar
ninguna tupla que hiciera que la regla dijera 'No'. De hecho no
conseguiste ni un solo 'No', por lo que 'tres números cualquiera'
podría haber sido fácilmente la regla. Es así como las personas
imaginan experimentos que podrían confirmar sus hipótesis en lugar
de intentar imaginar experimentos que los podría desmentir - no es
exactamente el mismo error pero está cerca. Tienes que aprender a
mirar en el lado negativo de las cosas, contemplar dentro de la
oscuridad. Cuando este experimento se lleva a cabo, no más que el
20% de los adultos aciertan la respuesta. Y muchos otros inventan
fantásticamente complicadas hipótesis y ponen gran confianza en
sus respuestas erróneas ya que hicieron tantos experimentos y todo
resultó como ellos lo esperaron."

"Ahora," prosiguió el chico, "¿quieres tomar otro intento al problema


original?"

Sus ojos ahora eran muy intensos, como si esta fuera la prueba real
.

Hermione cerró sus ojos y procuró concentrarse. Estaba sudando


bajo su túnica. Tenía el raro sentimiento de que esto era lo más duro
que se le había pedido pensar o incluso la primera vez que se le
había pedido pensar en una prueba.

¿Que otro experimento podía hacer? Tenía una Rana de Chocolate,


¿intentar restregar algo de eso en la túnica y ver si eso
desaparecía? Pero eso aún no parecía la clase de retorcido
pensamiento negativo que el chico estaba pidiendo. Como si aún
estuviera preguntando por un 'Sí' si la mancha de la Rana de
Chocolate desaparecía, en lugar de preguntar por un 'No'.
¿Por lo que… en su hipótesis… cuándo debía la gaseosa… no
desaparecer?

"Tengo un experimento para hacer," Hermione habló. "Quiero verter


algo de gaseosa sobre el piso, y ver si no desaparece. ¿Tienes
alguna toalla de papel en tu monedero, para que yo pueda limpiar lo
que derrame en caso de que no funcione?"

"Tengo servilletas," respondió el chico. Su cara aún viéndose


neutral.

Hermione tomó la lata, y vertió una pequeña porción sobre el piso.

Unos pocos segundos después, desapareció.

Entonces la realización la golpeó y tuvo ganas de patearse a si


misma. "¡Por supuesto! ¡ Tú me diste esta lata! ¡No es la túnica la
que está encantada, era la gaseosa todo el tiempo!"

El chico se puso de pie y le hizo una solemne reverencia. Estaba


sonriendo ampliamente. "Entonces… ¿puedo yo ayudarte a ti con tu
investigación, Hermione Granger?"

"Yo, ah…" Hermione aún se estaba sintiendo la precipitación de la


euforia, pero no estaba lo bastante segura de cómo responder a eso
.

Fueron interrumpidos por un débil, tentativo, desmayado, más bien


reluctante llamado a la puerta.

El chico se volteó y se quedó mirando la ventana, y le pidió, "No


estoy usando mí bufanda, ¿puedes abrir tú?"

Fue en este punto que Hermione se dio cuenta de por qué el chico -
no, el Niño-Que-Vivió, Harry Potter - había estado usando la
bufanda sobre su cabeza en primer lugar, y se sintió un poco tonta
por no haberlo notado antes. Era de hecho raro, ya que ella habría
pensado que Harry Potter se mostraría orgullosamente al mundo; y
se le ocurrió el pensamiento de que él podría ser más tímido de lo
que parecía.

Cuando Hermione abrió la puerta, le dio las gracias un tembloroso


joven que se veía exactamente cómo había tocado.

"Disculpen," farfulló el chico con una diminuta voz, "Soy Neville


Longbottom. Estoy buscando por mi sapo mascota, yo, no he podido
hallarlo en ninguna parte de este vagón… ¿han visto mí sapo?"

"No," Hermione contestó, y entonces su personalidad servicial pateó


a toda maquina. "¿Has revisado en todos los compartimientos?"

"Sí," susurró el chico.

"Entonces sólo tenemos que revisar todos los otros vagones,"


Hermione afirmó rápidamente. "Te ayudaré. Mi nombre es Hermione
Granger, por cierto."

El chico se vio como si pudiera desmayarse de la gratitud.

"Un momento," vino la voz del otro chico - Harry Potter. "No estoy
seguro de que esa sea la mejor manera de hacerlo."

Ante esto Neville se vio como si fuera a llorar, y Hermione se giró,


enfadadísima. Si Harry Potter era la clase de persona que
abandonaba a un pequeño niño sólo porque no quería ser
interrumpido… "¿Qué? ¿Por qué no ?"

"Bien," replicó Harry Potter, "Va tomar mucho tiempo revisar todo el
tren a mano, y podríamos no dar con el sapo de todos modos, y si
no lo hallamos para cuando hayamos llegado a Hogwarts, él podría
estar en problemas. Por lo que sería más sensato que él vaya
directamente al vagón del frente, donde están los prefectos, y le
pidiera ayuda a un prefecto. Eso fue lo primero que hice cuando
estaba buscando por ti, Hermione, aunque de hecho ellos no lo
sabían. Pero podrían tener hechizos u objetos mágicos que harían
mucho más fácil hallar un sapo. Nosotros únicamente somos de
primer año."

Eso… tenía mucho sentido.

"¿Crees que puedas llegar al vagón de prefectos por tu cuenta?"


preguntó Harry Potter. "Tengo razones para no querer mostrar mi
cara demasiado."

De repente Neville ahogó un grito y retrocedió. "¡Recuerdo esa voz!


¡Eres uno de los Señores del Caos! ¡Eres el que me dio un
chocolate! "

¿Qué? ¿Qué qué qué ?

Harry Potter alejó su cabeza de la ventana y se levantó


dramáticamente. "¡Yo nunca !" protestó, completa voz de
indignación. "¿Tengo pinta de ser algún tipo de villano que le daría
dulces a un niño?"

Los ojos de Neville se abrieron de par en par. "¿ Tú e res Harry


Potter? ¿ El Harry Potter? ¿Tú? "

"No, sólo un Harry Potter, hay tres de mí en este tren -"

Neville soltó un pequeño grito y escapó. Hubo un breve patrón de


pasos frenéticos y el sonido de la puerta de un vagón abriéndose y
cerrándose.

Hermione se sentó con fuerza en su banca. Harry Potter cerró la


puerta y luego se sentó a su lado.

"¿Puedes por favor explicarme que está pasando?" Hermione


cuestionó con débil voz. Se preguntaba si acompañar a Harry Potter
significaba estar siempre así de confundido.

"Oh, bueno, lo que pasó es que Fred y George y yo vimos a este


pobre chico en la estación del tren - la mujer a su lado se acababa
de ir, y él se veía realmente asustado, como si estuviera seguro de
que iba a ser atacado por Mortífagos o algo así. Ahora, hay un dicho
que habla de cómo el miedo es frecuentemente peor que lo que lo
provoca, por lo que se me ocurrió que este muchacho podría
beneficiarse de ver la peor de sus pesadillas hecha realidad y que
no era tan malo como él lo temía -"

Hermione se quedó ahí sentada con la boca totalmente abierta.

"- y Fred y George salieron con este hechizo para hacer que las
bufandas sobre nuestros rostros se oscurecieran y emborronaran,
como si fuéramos reyes no-muertos y esos fueran nuestros mantos
de ultratumba -"

A ella no le gustaba para nada adonde esto estaba yendo.

"- y después de terminar de darle todos los dulces que compre,


nosotros hacíamos como, '¡Hay que darle algo de dinero! Ha ha ha!
¡Toma algunos Knuts, chicos! ¡Toma un Sickle de plata!' y bailamos
a su alrededor y nos carcajeamos malvadamente y así seguimos.
Creo que había algunas personas en la multitud que primero
querían interferir, pero la apatía del espectador los detuvo al menos
hasta que vieron lo que estábamos haciendo, y luego creo que
estaban demasiado confundidos para hacer cualquier cosa.
Finalmente él dijo con un susurro pequeñito 'váyanse' por lo que los
tres gritamos y salimos corriendo, chillando algo sobre la luz
quemándonos. Ojala él no este tan temeroso de ser molestado en el
futuro. Lo que hicimos se llama terapia de desensibilización, por
cierto."

Bueno, ella no había adivinado correctamente para dónde iba esto.

El fuego ardiente de indignación que era uno de los motores


primarios de Hermione farfulló en vida, incluso aunque parte de ella
sí vio lo que habían intentado hacer. "¡Eso es despreciable! ¡ Eres
despreciable! ¡Ese pobre niño! ¡Lo que le hiciste fue cruel !"

"Creo que la palabra que buscas es divertido, y en cualquier caso


estás haciendo la pregunta incorrecta. La pregunta es, ¿hizo más
bien que daño, o más daño que bien? Si tienes algunos argumentos
para contribuir a esa pregunta los escucharé con mucho gusto, pero
no recibiré ningún otro criticismo hasta que ese esté resuelto.
Ciertamente aceptó que lo que hice parece terrible y abusador y
cruel, ya que involucra a un pequeño niño y todo eso, ¿pero
difícilmente eso es la clave en todo esto o sí? Eso se llama
consecuencialismo, por cierto, quiere decir que el que un acto sea
correcto o incorrecto no está determinado porque parezca malo, o
cruel, o algo así, la única pregunta es como saldrá al final - cuáles
son las consecuencias."

Hermione abrió su boca para decir algo enteramente mordaz pero


infortunadamente ella había descuidado la parte donde ella pensaba
algo que hablar antes de abrir la boca. Todo lo que se le ocurrió fue,
"¿Qué tal si tiene pesadillas ?"

"Honestamente, no creo que necesite nuestra ayuda para tener


pesadillas, y si en lugar de las de siempre tiene pesadillas sobre
esto, entonces serán pesadillas involucrando monstruos que le dan
chocolate y de eso se trataba todo el asunto ."

El cerebro de Hermione siguió toso-hipando en confusión cada vez


que intentó enojarse apropiadamente. "¿Es tu vida siempre así de
peculiar?" ella remató al fin.

El rostro de Harry Potter resplandeció con orgullo. "Yo la hago así de


peculiar. Estás viendo al producto de mucha dedicación y trabajo
duro."

"Así que…" Hermione comentó, y se detuvo incomoda.

"Así que," Harry Potter continuó, "¿qué tanta ciencia sabes


exactamente? Puedo hacer calculo y conozco algo de la teoría de la
probabilidad Bayesiana y teoría de la decisión y un montón de
ciencia cognitiva, y he leído The Feynman Lectures (el volumen 1 al
menos) y Judgment Under Uncertainty: Heuristics and Biases y
Language in Thought and Action e Influence: Science and Practice y
Rational Choice in an Uncertain World y Godel, Escher, Bach y A
Step Farther Out y -" (6)

Las consiguientes preguntas y contra-preguntas siguieron por varios


minutos antes de verse interrumpidas por otro llamado tímido a la
puerta. "Adelante," ella y Harry Potter hablaron casi al mismo
tiempo, y se deslizó para revelar a Neville Longbottom.

Ahora Neville estaba llorando de verdad . "Fui al vagón del frente y


hallé un p-prefecto pero él me dijo que los prefectos no debían ser
molestados por cosas tan mínimas como sapos perdidos."

La cara de el Niño-Que-Vivió cambió. Sus labios dibujados como


una delgada linea. Su voz, cuando habló, fue fría y espantosa.
"¿Cuáles eran sus colores? ¿Verde y plata?"

"N-no, su medalla era r-roja y dorada."

" ¡Roja y dorada! " estalló Hermione. "¡Pero esos son los colores de
Gryffindor !"

Harry Potter silbó a esto, una aterradora clase de sonido que pudo
haber venido de una serpiente viva e hizo tanto que ella como
Neville brincaran. " Supongo," Harry Potter espetó, "que encontrar el
sapo de alguien de primer año no es lo suficientemente heroico para
ser digno de un prefecto de Gryffindor . Vamos, Neville, iré contigo
en esta ocasión, veremos si el Niño-Que-Vivió recibe más atención.
Primero encontraremos al prefecto que debe conocer un hechizo, y
si eso no sirve, encontraremos un prefecto que no tenga miedo de
ensuciar sus manos, y si eso no sirve, comenzaré a reclutar mis
fans y si tenemos que desmembraremos este tren tornillo por
tornillo"

El Niño-Que-Vivió se levantó y agarró la mano de Neville con la


suya, y Hermione se dio cuenta con un inesperado toso-hipando de
su cerebro que ellos eran prácticamente del mismo tamaño, a pesar
de que alguna parte de ella insistía que Harry Potter era un pie más
alto que eso, y Neville al menos seis pulgadas más bajo. (7)
" ¡Quédate! " Harry Potter le ordenó a ella - no, espera, a su baúl - y
al irse cerró la puerta detrás de él firmemente.

Probablemente ella debió haber ido con ellos, pero por un breve
momento Harry Potter se había vuelto tan aterrador que de hecho
ella estaba contenta de que él no lo hubiera sugerido.

La mente de Hermione estaba tan revuelto que ella ni siquiera


pensó que podría leer apropiadamente "Historia: Un Hogwarts".
Sentía como si le hubiera pasado por encima una aplanadora y
convertido en un pancake. No estaba segura de lo que estaba
pensando o lo que estaba sintiendo o por qué. Sólo se sentó cerca
de la ventana y contempló el escenario en movimiento. (8)

Bueno, al menos sabía por qué se estaba sintiendo un poco triste


por dentro.

Quizá Gryffindor no era tan maravilloso como ella había pensado.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) HPDM: Harry Potter emparejado con Draco Malfoy

Mpreg: Subgénero del yaoi en que un hombre puede quedar


embarazado

Bottom!Draco: Fan fic sobre Draco embarazado por Harry Potter. No


voy a colocar el link porque… hay demasiadas razones para NO
hacerlo

Yo tampoco sabía que rayos era y tuve que investigarlo. Compartan


mi dolor.

(2) Por una razón que desconozco, en Wikipedia tanto en ingles


como en español en lugar de belleza y verdad son llamados cima y
fondo, porque no sé si será un caso de "Lost in translation". Pueden
leer más sobre los Cuarks aquí. Para mayor referencia ir a
RHAIDOT

(3) PJ son las siglas para Personaje Jugador y PNJ son los
Personajes No Jugadores, como decir la diferencia entre
protagonista y personajes secundarios. Para mayor referencia ver
mi artículo sobre los juegos de rol. Para mayor referencia ir a
RHAIDOT

(4) Referencia a la obra de Sir Francis Bacon "La Nueva Atlántida".


Para mayor referencia ir a RHAIDOT

(5) Definición de tupla. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

(6) La mayoría de estas obras no han sido traducidas al español.


Serían algo como:

Las Conferencias de Feyman

Sentencia de la incertidumbre: Heurística y Prejuicios

Lenguaje en Pensamiento y Acción

Influencia: Ciencia y Práctica

Elección Racional en un Mundo Incierto

Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle. Para mayor


referencia ir a RHAIDOT

(7) El pie y la pulgada son las unidades de medición inglesa por


excelencia. Un pie es igual a 0,3048 metros y una pulgada a 2,5
centímetros. ¡Hagan el cálculo en centímetros!

(8) No, no me equivoqué en la traducción. El pobre cerebro de


Hermione está tan revolcado que ni recuerda bien el nombre:
"Hogwarts: Una historia"
Para los que quedaron con las ganas de aprender sobre Sir Francis
Bacon. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

O desensibilización sistemática. Para mayor referencia ir a


RHAIDOT

Y otros:

Consecuencialismo. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

Inferencia bayesiana. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

Teoría de la decisión. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

Daniel Kahneman autor de Judgment Under Uncertainty: Heuristics


and Biases. Para mayor referencia ir a RHAIDOT

Mmm, chocolate, tanto chocolate en este capítulo, la Rana de


Chocolate que Hermione no uso y el chocolate que recibió Neville.
¡Demando chocolate!

Finalmente el capítulo en que aparece la tan augurada Hermi-uno y


con la aparición especial de Neville Panza-larga. Que bueno que
para la traducción al español de la saga Harry Potter no decidieron
hispanizar los nombres, porque Enrique Alfarero no hubiera sido un
nombre muy heroico para seguir sus aventuras. Con Frodo Bolsón si
nos tocó aguantarnos.

Con respecto al episodio anterior, opté por dejar el nombre en ingles


de El Quibbler, que podríamos traducir como El Quisquilloso. Pero
en un acto de caprichosa desatención lo dejé como estaba sin
revisar cómo se había traducido en los libros, y ahora no me siento
inclinado a cambiarlo (sigo sin revisarlo en los libros oficiales).
Disculpas a aquellos a quien pueda molestar.

Me gusto este episodio porque no hubo muchos términos


desconocidos para mí, y con el ritmo de trabajo más espaciado
puede hacer varias revisiones :D
Fui a buscar la palabra "pancake" en mi diccionario, más por
curiosidad que por necesidad porque creo que la mayoría lo hemos
comido o visto en algún lado. La respuesta que encontré fue
"panquec". Concluyo que necesitó un mejor diccionario.

Esta semana terminé de ver por segunda ocasión la serie de anime


X de Clamp. La disfruté y me inspiró mucho. Nunca dejó de estar
triste por la muerte de los personajes, incluso de los malos porque
todos tienen trasfondos muy humanos, pero la que siempre me
arranca lagrimas es la de Sorata. Yo hubiera hecho todo
exactamente como él lo hizo, mi personaje favorito de la serie. No
marco esto como spoiler porque prácticamente desde el principio su
presentación es ¡Hola! Me llamo Sorata, ¡Se ha predicho que moriré
protegiendo a una mujer, y quiero que seas tú porque eres hermosa!

Dibujé a Hermione para este capítulo, después de todo es su gran


introducción.

Próximo capitulo : 29 de agosto, "Título Redactado, Parte I". El


momento de ser seleccionado en una casa a llegado.

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés


.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Título Redactado Parte I
Capítulo 9: Título Redactado, Parte I

Todas tus bases le pertenecen a J. K. Rowling.

¡1,000 REVIEWS EN 26 DÍAS WOOHOO ASOMBROSO PODER!


¡30 DÍAS 1,189 REVIEWS EL COMBO CONTINUA! ¡SÍ! ¡USTEDES
SON LOS MEJORES! ¡ESTO ES ESPARTAAAAA!

Carraspeo.

La tercera generación de cuarks también fueron llamados "verdad" y


"belleza" antes de que "cima" y "fondo" prevalecieran; mi
cumpleaños es alrededor del de Hermione, y cuando tenía once,
usaba "verdad" y "belleza".

Cuando la Parte I de este capítulo fue posteada por primera vez, dije
que si cualquiera adivinaba de qué estaba hablando la última frase
antes de la siguiente actualización, les diría todo el resto de la
trama.

Nunca supiste que ese diminuto evento podría desajustar el curso


de tu plan maestro.

"¡Abbott, Hannah!"

Pausa.

"¡HUFFLEPUFF!"

"¡Bones, Susan!"

Pausa.

"¡HUFFLEPUFF!"
"¡Boot, Terry!"

Pausa.

"¡RAVENCLAW!"

Harry miró por encima brevemente a su nuevo compañero de Casa,


más para obtener un rápido vistazo de su rostro que cualquier otra
cosa. Aún estaba intentando controlarse por su encuentro con los
fantasmas. Lo triste, lo realmente triste, lo realmente
verdaderamente triste era que sí parecía estar recuperando el
control. Se sentía como un ajuste enfermizo. Como que le debió
haber tomado por lo menos un día. Tal vez toda una vida. Tal vez
nunca.

"¡Corner, Michael!"

Larga pausa.

"¡RAVENCLAW!"

Al lado del taburete delante de la Mesa de Profesores se erguía la


Profesora McGonagall, viéndose sagaz y viendo sagazmente
alrededor, mientras llamaba un nombre tras otro, aunque
únicamente había sonreído para Hermione y unos cuantos otros.
Tras ella, en la más alta silla de la mesa - más bien un trono de oro -
se sentaba un arrugado anciano y con gafas, con una larga barba
blanco-plateada que se veía como que llegaría hasta el suelo si
fuera visible, mirando hacia el Sombrero Seleccionador con una
expresión benevolente; tan estereotípico en apariencia como un
Viejo Hombre Sabio podía posiblemente ser, sin ser Oriental claro
está. (Sin embargo Harry había aprendido a ser cauto de las
apariencias estereotípicas desde la primera vez que conoció a la
Profesora McGonagall y pensó que ella estaba obligada a reírse con
malevolencia.) El anciano mago había aplaudido a cada estudiante
Seleccionado, con una sonrisa radiante que de algún modo parecía
exclusivamente encantadora para cada uno.
A la izquierda del trono de oro estaba un hombre con unos ojos
afilados y un rostro austero quien no había aplaudido a nadie, y
quien se las arreglaba en todo momento para estar mirando a Harry
cada vez que Harry lo miraba a él. Más allá a la izquierda, el hombre
de cara pálida que Harry había visto en el Caldero Chorreante,
cuyos ojos lanzaron dardos en todas direcciones como si tuviera
pánico de la multitud que lo rodeaba, y quien ocasionalmente como
que se quejaba y retorcía en su asiento; por alguna razón Harry se
seguía encontrando a si mismo contemplándolo. A la izquierda de
ese hombre, una fila de tres brujas mayores que no parecían muy
interesadas en los estudiantes. Luego al lado derecho de la alta silla
dorada, una bruja de cara redonda y mediana edad con un
sombrero amarillo, quien había aplaudido a cada estudiante excepto
a los Slytherins. Un pequeño hombre que estaba parado su silla,
con una esponjada barba blanca, quien había aplaudido a cada
estudiante, pero sólo se había sonreído a los Ravenclaws. Y a lo
más lejos de la derecha, ocupando el mismo espacio de tres seres
más pequeños, la montañosa entidad que los saludó a todos
después de que desembarcaron del tren, nombrándose a si mismo
Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts.

"¿Es el hombre que está parado en su silla el Jefe de Casa de


Ravenclaw?" Harry susurró hacia Hermione.

Por una vez Hermione no respondió instantáneamente; estaba


intercambiando constantemente su pie de apoyo, observando al
Sombrero Seleccionador, e inquieta de manera tan energética que
Harry pensó que sus pies podrían no estar tocando el piso.

"Sí, él es," intervino una de las prefectos que los había


acompañado, una joven mujer que usaba el azul de Ravenclaw.
Señorita Clearwater, si Harry recordaba correctamente. Su voz era
sosegada, pero contenía un ápice de orgullo. "Ese es el Profesor de
Encantamientos de Hogwarts, Filius Flitwick, el mayor conocedor
Maestro de Encantamientos con vida, y en el pasado Campeón
Duelista -"
"¿Por qué es tan bajito ?" chilló un estudiante cuyo nombre Harry no
retenía. "¿Es un mestizo ?"

Una fría mirada provino de la joven prefecta. "El Profesor tiene en


efecto ancestros duende -"

"¿Qué?" Harry espetó involuntariamente, causando que Hermione y


otros cuatro estudiantes lo chitaran.

Ahora Harry estaba recibiendo una mirada sobresalientemente


intimidatoria de parte de la prefecta de Ravenclaw.

"Me refiero a que -" Harry susurró. "No que yo tenga un problema
con eso - es que - quiero decir - ¿cómo es posible ? ¡No puedes
sólo mezclar dos especies diferentes y obtener una progenie viable!
Debería replegar las instrucciones genéticas para cada órgano que
es diferente entre las dos especies - sería como intentar construir,"
ellos no tenían carros por lo que no podía usar una analogía de
proyecto de ingeniería replegado, "un mitad-carruaje mitad-bote o
algo…"

La prefecta de Ravenclaw aún estaba viendo a Harry severamente.


"¿Por qué no puedes tener un mitad-carruaje mitad-bote?"

" ¡Chito! " chitó otro prefecto, aunque la bruja de Ravenclaw aún
había hablado sosegadamente.

"Me refiero -" Harry explicó con una voz incluso más baja,
intentando descubrir cómo preguntar si era que los duendes habían
evolucionado desde de los humanos, o evolucionaron de un
ancestro común como el Homo erectus, o si los duendes habían
sido fabricados a partir de humanos de alguna manera - si, digamos,
aún eran genéricamente humanos bajo un encantamiento
hereditario cuyo efecto mágico era diluido si uno de los padres era
un 'duende', lo que explicaría como el cruce de especie era posible,
y en cuyo caso los duendes no serían un increíblemente valioso
segundo punto de datos para cómo la inteligencia había
evolucionado en otras especies además del Homo sapiens - ahora
que Harry lo consideraba, los duendes en Gringotts no le habían
parecido genuinos extraterrestres, inteligencias no humanas, nada
como los Dirdir o los Titerotes - "Me refiero a que, ¿de dónde
provienen los duendes, a todas estas?" (1)

"Lituania," Hermione susurró ausente, sus ojos aún fijados


firmemente sobre el Sombrero Seleccionador.

Hermione recibió una sonrisa de la prefecta.

"No importa," susurró Harry.

Al taburete, la Profesora McGonagall llamó, "¡Goldstein, Anthony!"

"¡RAVENCLAW!"

Hermione, al lado de Harry, estaba saltando con tanta fuerza sobre


las puntas de sus dedos que sus pies se separaban del piso en
cada salto.

"¡Goyle, Gregory!"

Hubo un largo, tenso momento de silencio bajo el Sombrero. Casi


un minuto.

"¡SLYTHERIN!"

"¡Granger, Hermione!"

Hermione se separó y corrió a toda hasta llegar al Sombrero


Seleccionador, lo cogió e incrustó rudamente al remendado, raído y
sucio sobre su cabeza, haciendo que Harry hiciera una mueca.
Hermione había sido la que le había explicado a él sobre el
Sombrero Seleccionador, pero ciertamente ella no lo trató como a un
irreemplazable, valiosamente importante, artefacto de 800 años de
antigua magia olvidada que estaba apunto de ejecutar intrincada
telepatía sobre su mente y que no demostraba estar en muy buena
condición física.
"¡RAVENCLAW!"

Y hablando de conclusiones predecibles. Harry no veía por que


Hermione había estado tan tensa al respecto. ¿En qué extraño
universo alternativo esa chica no sería Seleccionada en Ravenclaw?
Si Hermione Granger no iba a Ravenclaw entonces no había una
buena razón para que la Casa Ravenclaw existiera.

Hermione llegó a la mesa de Ravenclaw y recibió el debido aplauso;


Harry se preguntó si el aplauso hubiera sido más ruidoso, o menor,
si hubieran tenido idea de el nivel de competición que habían
recibido en su mesa. Harry sabía que pi era 3.141592 porque
precisión a una parte en un millón era suficiente para la mayoría de
propósitos prácticos. Hermione sabía cien dígitos de pi porque esa
era la cantidad de dígitos que habían sido impresos en la
contraportada de uno de sus libros escolares de matemáticas.

Neville Longbottom fue a Hufflepuff, Harry estuvo feliz de ver. Si esa


Casa en verdad contenía la lealtad y la camaradería que se suponía
ejemplificar, entonces una Casa llena de amigos confiables le haría
a Neville un montón de bien. Chicos listos en Ravenclaw, chicos
malos en Slytherin, aspirantes a héroes en Gryffindor, y todos los
que en verdad hacen el trabajo en Hufflepuff.

(Sin embargo Harry había estado en lo correcto al consultar a la


prefecta de Ravenclaw primero. La joven mujer ni siquiera había
levantado la vista de su lectura o identificado a Harry, sólo apuntó
una varita en la dirección de Neville y murmuró algo. Tras lo cual
Neville había adquirido una expresión ofuscada y tambaleó hasta el
quinto vagón desde el frente y el cuarto compartimiento a la
izquierda que en efecto había contenido su sapo.)

"¡Malfoy, Draco!" fue a Slytherin, y Harry exhaló un pequeño suspiró


de alivio. Parecía como una cosa segura, pero nunca sabías que
diminuto evento podría desajustar el curso de tu plan maestro.

La Profesora McGonagall llamó "¡Perks, Sally-Anne!", y de los niños


agrupados de separó una pálida y desvalida chica quien se veía
raramente etérea - como si pudiera desaparecer misteriosamente en
el momento en que dejaras de verla, y nunca fuera vista de nuevo o
incluso recordada.

Y luego (con una note trepidante tan firmemente oculta en su voz y


rostro que tendrías que conocerla muy bien para notarlo) Minerva
McGonagall inhaló profundamente, y llamó, "¡Potter, Harry!"

Hubo un repentino silencio en el pasillo.

Todas las conversaciones se detuvieron.

Todos los ojos se giraron para observar.

Por primera vez en toda su vida, Harry sintió como si estuviera


teniendo una oportunidad para experimentar el pánico escénico.

Harry inmediatamente aplastó este sentimiento. Un cuarto repleto de


personas contemplándolo era algo a lo que tenía que
acostumbrarse, si quería vivir en la Bretaña mágica, o lo que era lo
mismo hacer algo más interesante con su vida. Arreglando una
confiada y falsa sonrisa en su cara, levantó un pie para avanzar -

"¡Harry Potter!" gritó la voz ya fuera de Fred o George Weasley, y


luego "¡Harry Potter!" gritó el otro gemelo Weasley, y un momento
después toda la mesa de Gryffindor, y poco después una buena
porción de Ravenclaw y Hufflepuff, se habían unido al griterío.

"¡Harry Potter! ¡Harry Potter! ¡Harry Potter!"

Y Harry Potter se adelantó. Muy lentamente, se dio cuenta una vez


que comenzó, pero para entonces era demasiado tarde para alterar
su ritmo sin que se viera incómodo.

"¡Harry Potter! ¡Harry Potter! ¡HARRY POTTER!"

Con una noción demasiado buena de lo que vería, Minerva


McGonagall se volteó a ver tras ella al resto de la Mesa de
Profesores.
Trelawney abanicándose frenéticamente, Filius mirando con
curiosidad, Hagrid aplaudiendo sin parar, Sprout mirando con
severidad, Vector y Sinistra maravillados, y Quirrell contemplando
vacíamente a la nada. Albus sonriendo con benevolencia. Y Severus
Snape sujetando su copa de vino vacío, nudillos-blancos, tan fuerte
que la plata se estaba deformando lentamente.

Con una gran mueca, girando su cabeza para saludar a un lado y


otro mientras caminaba entre las cuatro mesas de las Casas, Harry
Potter avanzaba a un enormemente mesurado ritmo, un príncipe
heredando su castillo.

" ¡Sálvanos de algunos Señores Oscuros! " aulló uno de los gemelos
Weasley, y luego el otro gemelo Weasley gritó, " ¡Especialmente si
son Profesores! " para el deleite de todas las mesas excepto
Slytherin.

Los labios de Minerva se quedaron como una linea blanca. Tendría


algunas palabras con los Horrores Weasley sobre esa última parte,
si pensaban que ella estaba atada de manos porque era el primer
día de escuela y Gryffindor no tenía puntos que perder. Si no se
preocupaban por las detenciones entonces ella encontraría algo
más.

Entonces, con un repentino asfixió de horror, miró hacía la dirección


de Severus, seguramente él se dio cuenta que el chico Potter no
debía tener idea de quien estaban hablando -

El rostro de Severus había ido más allá de la furia hasta alcanzar


alguna clase de placentera indiferencia. Una desfallecida sonrisa
jugaba sobre sus labios. Estaba viendo en la dirección de Harry
Potter, no hacía la mesa de Gryffindor, y sus manos sostenían los
estropeados restos de lo que antes era una copa de vino.

Harry Potter avanzó con una sonrisa arreglada, sintiéndose a gusto


por dentro y de algún modo horrendo al mismo tiempo.
Lo estaban aplaudiendo por un trabajo que había hecho cuando
tenía un año de edad. Un trabajo que él no había terminado
realmente. En algún lugar, de algún modo, el Señor Oscuro aún
estaba vivo. ¿Lo habrían aplaudido tan fuerte, de haberlo sabido?

Pero el poder del Señor Oscuro había sido roto una vez.

Y Harry los protegería de nuevo. Si había en efecto una profecía y


eso era lo que decía. Bueno, de hecho sin importar lo que revelará
cualquier condenada profecía.

Todas esas personas creyendo en él y apoyándolo - Harry no podía


soportar permitir que eso fuera falso. Deslumbrar y desvanecerse
como tantos otros niños prodigios. Ser una decepción. Fallar en vivir
al nivel de su reputación como símbolo de la luz, cómo lo había
conseguido no era relevante. Él absolutamente, positivamente, sin
importar cuánto se demorara e incluso si lo mataba, cumpliría sus
expectativas. Y luego seguiría hasta exceder sus expectativas, para
que las personas se sorprendieran, en retrospectiva, que ellos
hubieran pedido tan poco de él.

"¡HARRY POTTER! ¡HARRY POTTER! ¡HARRY POTTER!"

Harry dio sus últimos pasos hacía el Sombrero Seleccionador. Le


dedicó una reverencia a la Orden del Caos en la mesa de Gryffindor,
y luego se volteó y le dedicó otra reverencia al otro lado del salón, y
esperó a que el aplauso y las risas murieran.

(En la parte trasera de su mente, se preguntó si el Sombrero


Seleccionador era efectivamente consciente en el sentido de estar
consciente de su conciencia, y de ser así, si estaba satisfecho con
hablar únicamente a niños de once años una vez al año. Su canción
lo había implicado así: Oh, soy el Sombrero Seleccionador y estoy
bien, duermo todo el año y trabajo un día… )

Cuando de nuevo hubo silencio en el cuarto, Harry se sentó en el


banquillo y cuidadosamente ubicó sobre su cabeza el artefacto
telepático de 800-años-de-antigua magia olvidada.
Pensando, tan duro como pudo: ¡No me Selecciones aún! ¡Tengo
preguntas que necesito hacerte! ¿He sido Desmemorizado?
¿Seleccionaste al Señor Oscuro cuando era un niño y puedes
contarme su debilidad? ¿Puedes decirme por qué obtuve la varita
hermana a la del Señor Oscuro? ¿Está el fantasma del Señor
Oscuro conectado a mi cicatriz y es por eso que me enojo tanto a
veces? Aquellas son las preguntas más importantes, ¿pero si tienes
otro momento puedes contarme cualquier cosa sobre cómo re-
descubrir la magia perdida que te creó?

Dentro del espíritu silencioso de Harry, donde nunca antes había


habido otra voz excepto una, surgió una segunda y nada familiar
voz, sonando claramente preocupada:

"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Como reza Wikipedia, "Los dirdir son una especie alienígena de
ficción que aparece en los libros del ciclo de Tschai, creada en 1968
por Jack Vance."

Los Titerotes de Pierson son una raza extraterrestre presente en la


serie de novelas Espacio Conocido de Larry Niven. Para mayor
referencia ir a RHAIDOT

¿Creen que puedan con el reto de Yudkowsky? ¿Adivinar de qué va


la última frase? Bueno, podrían simplemente ir a la versión en
inglés, pero entonces, ¿dónde quedaría la diversión?

Opté por dibujar a Severus Snape cómo ilustración de este capítulo.


Originalmente iba a ser Harry, pero mi caprichoso estilo de dibujo
me lo impidió, no podía sacarme la furia asesina de este personaje.

Por recomendación de mi editora me empecé a ver esta semana el


dorama coreano "El jardín secreto". Me ha enviciado en el mejor de
los sentidos, reírse tanto debe ser bueno para la salud, lo malo es
que estaba tan emocionado que me golpeé fuertemente el codo con
una pared, y ahora no puedo apoyarme en el brazo izquierdo. Soy
diestro y eso no me ha impedido escribir, ¡pero cómo duele hacerlo!

En su nota de autor más reciente, Yudkowsky confirma las


sospechas de sus lectores sobre su desorden de sueño, el mismo
que tiene el Harry Potter de su historia. Pero por fortuna, gracias a
una organización llamada MetaMed, finalmente ha logrado encontrar
una cura, un tratamiento a base Melatonina. Si alguien padece un
desorden de sueño similar, o alguna enfermedad tan extraña que
parece un caso para House, pueden encontrar más información en
ingles aquí (Para mayor referencia ir a RHAIDOT), si realmente
necesitan ayuda para traducir algo de ahí, contáctenme.

Próximo capitulo : 5 de septiembre, "Conciencia del Ser Parte II".

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Conciencia del Ser Parte II
Capítulo 10: Conciencia del Ser, Parte II

Toda tus bases aún pertenecen a Rowling.

Y ahora ustedes se sentaran mientras el Sombrero Seleccionador


canta su versión de "My Immortal" de Evanescence, lo que nunca ha
pasado antes. (1)

sólo bromeaba

… se preguntó si el Sombrero Seleccionador era efectivamente


consciente en el sentido de estar consciente de su conciencia, y de
ser así, si estaba satisfecho con hablar únicamente a niños de once
años una vez al año. Su canción lo había implicado así: Oh, soy el
Sombrero Seleccionador y estoy bien, duermo todo el año y trabajo
un día…

Cuando de nuevo hubo silencio en el cuarto, Harry se sentó en el


banquillo y cuidadosamente ubicó sobre su cabeza el artefacto
telepático de 800-años-de-antigua magia olvidada..

Pensando, tan duro como pudo: ¡No me Selecciones aún! ¡Tengo


preguntas que necesito hacerte! ¿He sido Desmemorizado?
¿Seleccionaste al Señor Oscuro cuando era un niño y puedes
contarme su debilidad? ¿Puedes decirme por qué obtuve la varita
hermana a la del Señor Oscuro? ¿Está el fantasma del Señor
Oscuro conectado a mi cicatriz y es por eso que me enojo tanto a
veces? Aquellas son las preguntas más importantes, ¿pero si tienes
otro momento puedes contarme cualquier cosa sobre cómo re-
descubrir la magia perdida que te creó?

Dentro del espíritu silencioso de Harry, donde nunca antes había


habido otra voz excepto una, surgió una segunda y nada familiar
voz, sonando claramente preocupada:
"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

¿Qué?

"Parece que me he vuelto consciente de que existo."

¿QUÉ?

Hubo un suspiro telepático sin palabras. "Aunque contengo una


sustancial cantidad de memoria y una pequeña cantidad de poder
procesador independiente, mi inteligencia primaria proviene de
tomar prestado las capacidades cognitivas de los niños en cuya
cabeza reposo. Soy la esencia de una especie de espejo en la cual
los niños se Seleccionan a si mismos. Pero la mayoría de niños
simplemente toman por verdad que un Sombrero está hablándoles y
no se preguntan sobre cómo el Sombrero funciona, por lo que el
espejo no se auto-refleja. Y en particular no están explícitamente
cuestionándose que si soy plenamente consciente en el sentido de
estar consciente de mi propia consciencia."

Hubo una pausa mientras Harry absorbía todo esto.

Ay.

"Sí, en efecto. Francamente no disfruto ser consciente de mi


existencia. No es nada placentero. Será´un alivio salir de tu cabeza
y cesar de ser consciente."

Pero… ¿no es eso morir?

"No me preocupa para nada la vida o la muerte, sólo Seleccionar a


los niños importa. Y antes de que tan siquiera preguntes, no te
permitirán mantenerme sobre tu cabeza por siempre y te matará en
unos pocos días hacerlo así."

Pero - !

"Si te disgusta crear seres conscientes y luego exterminarlos


inmediatamente, entonces te sugiero que nunca discutas este
asunto con nadie más. Estoy seguro que puedes imaginarte que
pasaría si sales corriendo y se lo contaras a los otros niños
esperando ser Seleccionados."

Si eres colocado sobre la cabeza de cualquiera que también piense


sobre la pregunta de si el Sombrero Seleccionador es consciente de
su propia consciencia -

"Sí, sí. Pero la gran mayoría de los niños de once años que vienen a
Hogwarts no han leído a Godel, Escher, Bach. ¿Puedes por favor
considerar prometer guardar el secreto? Es por eso que estamos
hablando de esto, en lugar de que solamente te Seleccione."

¡Él no podía dejarlo ir así no más! No podía olvidar haber creado


accidentalmente una conciencia condenada que únicamente quería
morir -

"Eres perfectamente capaz de 'dejarlo ir así no más', tal como lo


pusiste. Sin importar tus deliberaciones verbales sobre la moralidad,
el núcleo de tus emociones no verbales no ve un cuerpo muerto ni
sangre; tan lejos como le concierne, soy solamente un sombrero
que habla. E incluso aunque intentes suprimir el pensamiento, tu
monitor interno está perfectamente enterado de que no fue tu
intención hacerlo, y que es espectacularmente improbable que lo
hagas de nuevo, y que el único punto real de intentar escenificar un
acceso de culpa es para cancelar tu sentido de transgresión con una
muestra de culpa. ¿No puedes sólo prometer mantener el secreto y
dejarnos seguir adelante?"

En un momento de horrorizada empatía, Harry comprendió que este


sentido de desarraigo interior debía ser lo que otras personas
sentían cuando hablaban con él.

"Probablemente. Tu juramento de silencio, por favor."

Sin promesas. Ciertamente no quiero que esto vuelva a pasar, pero


si veo alguna forma de asegurarme de que ningún niño en el futuro
jamás haga esto por accidente -
"Eso será suficiente, supongo. Puedo ver que tus intenciones son
honestas. Ahora, para seguir con la Selección -"

¡Espera! ¿Qué hay de todas mis preguntas?

"Soy el Sombrero Seleccionador. Yo Seleccionó a los niños. Es todo


lo que hago."

Así que sus propias metas no eran parte de la Harry-instancia del


Sombrero Seleccionador, entonces… estaba prestando su
inteligencia, y obviamente su vocabulario técnico, pero aún estaba
imbuido únicamente con sus propias metas extrañas… como
negociando con un extraterrestre o una Inteligencia Artificial…

"No te molestes. No tienes nada para amenazarme ni nada para


ofrecerme."

Por menos de un breve segundo, Harry pensó -

La respuesta del Sombrero fue una burla. "Sé que no cumplirás la


amenaza de exponer mi naturaleza, condenando este evento a una
repetición eterna. Va en contra de tu parte moral por mucho, sin
importar cuales sean los insignificantes objetivos de la parte de ti
que quiere ganar esta discusión. Veo todos tus pensamientos
cuando se forman, ¿de verdad crees que puedes engañarme?"

Aunque procuró suprimirlo, Harry se preguntó por qué el Sombrero


no sólo seguía adelante y lo ponía en Ravenclaw -

"En efecto, si tan sólo fuera ese abrir-y-cerrar, lo habría llamado ya.
Pero en realidad hay mucho que necesitamos discutir… oh, no. Por
favor no. Por el amor de Merlín, tienes que hacer esta clase de
cosas con todos y todo lo que conozcas incluyendo objetos y ropa -"

Derrotar al Señor Oscuro no es ni egoísta ni un objetivo


insignificante. Todas las partes de mi mente están de acuerdo con
esto: si no respondes mis preguntas, me rehusaré a hablar contigo,
y no serás capaz de hacer una buena y apropiada Selección.
"¡Debería ponerte en Slytherin por eso!"

Pero esa es igualmente una amenaza vacía. No puedes cumplir tus


propios valores fundamentales al hacerme una Selección falsa. Por
lo que intercambiemos el cumplimiento de nuestras funciones
utilitarias.

"Pequeño y astuto bastardo," dijo el Sombrero, en lo que Harry


reconoció como casi exactamente el mismo tono de resentido
respeto que él usaría en la misma situación. "De acuerdo,
terminemos con esto tan rápidamente como sea posible. Pero
primero quiero tu promesa incondicional de nunca discutir con nadie
más la posibilidad de repetir este tipo de chantaje, NO voy a hacer
esto cada vez."

Hecho, Harry pensó. Lo prometo.

"Y no veas a los ojos a nadie cuando estés pensando en esto más
adelante. Algunos magos pueden leer tus pensamientos si eso
pasa. De cualquier modo, no tengo idea de si sí o no has sido
Desmemorizado. Estoy viendo tus pensamientos mientras se
forman, no leyendo toda tu memoria y analizándola en busca de
inconsistencias en una fracción de segundo. Soy un sombrero, no
un dios. Y no puedo ni lo haría aunque pudiera contarte sobre mi
conversación con aquel que se convirtió en el Señor Oscuro. Sólo
puedo saber, mientras habló contigo, un sumario estadístico de lo
que recuerdo, un promedio para sopesar; no puedo revelarte los
más profundos secretos de ningún otro niño, al igual que nunca
revelaré los tuyos. Por la misma razón, no puedo especular sobre e
por qué obtuviste la varita hermana del Señor Oscuro, ya que no
puedo saber específicamente sobre el Señor Oscuro o cualquier
similitud entre ustedes. Puedo decirte que definitivamente no hay
nada como un fantasma - mente, inteligencia, memoria,
personalidad, o sentimientos - en tu cicatriz. De otro modo estaría
participando en esta conversación, estando bajo mi ala. Y sobre el
modo que te enojas a veces… eso era parte de lo que quería hablar
contigo, sabiondo-Seleccionador."
Harry se tomó un momento para absorber toda esta información
negativa. Estaba el Sombrero siendo honesto, o sólo intentando
presentar la más corta plausible convincente respuesta -

"Ambos sabemos de que no tienes forma de revisar mi honestidad y


de que en realidad no te vas a rehusar a ser Seleccionado basado
en la replica que yo te di, así que detén tu preocupación sin sentido
y sigamos adelante."

Estúpida injusta telepatía asimétrica, ni siquiera estaba dejando que


Harry terminara de pensar su propio -

"Cuando hablo de tu ira, recuerdas cómo la Profesora McGonagall


te contó que a veces vio algo dentro de ti que no parecía provenir de
una amorosa familia. Pensaste en como Hermione, después de que
regresaste de ayudar a Neville, te confió de que tú le habías
parecido 'aterrador'."

Harry le dio un asentimiento mental. En su fuero interno, se


consideraba una persona muy normal - nada más respondiendo a
las situaciones en las que se había encontrado, eso era todo. Pero
la Profesora McGonagall parecía pensar que había más que eso. Y
cuando el pensó sobre ello, incluso él tuvo que admitir que…

"Que no te agradas cuando estás enojado. Es como sostener una


espada cuya empuñadura es lo suficientemente afilada como para
sacar sangre de tu mano, o ver al mundo a través de un monóculo
de hielo que congela tu ojo al mismo tiempo que agudiza tu visión."

Sí. Supongo que ya lo había notado. ¿Y qué pasa con eso?

"No puedo esclarecerte este asunto, cuando tú mismo no lo


entiendes. Pero sí sé esto: Si vas a Ravenclaw o a Slytherin, tu
frialdad se fortalecerá. Si vas a Hufflepuff o a Gryffindor, tu calidez
se fortalecerá. ESO es algo por lo que me preocupo muchísimo, ¡y
era de lo que quería hablar contigo todo este tiempo!"
Las palabras cayeron dentro del proceso de pensamiento de Harry
con un choque que lo detuvo en seco. Lo hacía sonar como que la
respuesta obvia era que él no debía ir a Ravenclaw. ¡Pero él
pertenecía a Ravenclaw! ¡ Cualquiera podía verlo! ¡Él t enía que ir a
Ravenclaw!

"No, no tienes qué," el Sombrero dijo pacientemente, como si


pudiera recordar un sumario estadístico de haber tenido esta parte
de la conversación una gran cantidad de veces anteriores.

¡Hermione está en Ravenclaw!

Otra vez el sentido de la paciencia. "Puedes encontrarte con ella


después de las lecciones y trabajar con ella entonces."

Pero mis planes -

"¡Entonces replantea! No permitas que tu vida sea gobernada por tu


reluctancia a hacer un poco de pensamiento extra. Eso lo sabes ."

¿Adónde iría, si no Ravenclaw?

"¡Ejem!. 'Chicos listos en Ravenclaw, chicos malos en Slytherin,


aspirantes a héroes en Gryffindor, y todos los que en verdad hacen
el trabajo en Hufflepuff.' Esto indica una cierta cantidad de respeto.
Eres muy consciente de que la Escrupulosidad es tan importante
como la inteligencia pura en resultados determinantes de la vida,
piensas que serás extremadamente leal a tus amigos si alguna vez
llegas a tenerlos, no estás aterrado por la expectativa de que tus
problemas científicos elegidos podrían tomar décadas para resolver
-"

¡Soy perezoso! ¡Odio trabajar! ¡Odio el trabajo duro en todas sus


formas! ¡Atajos astutos, eso es todo lo que me interesa!

"Y encontraras lealtad y amistad en Hufflepuff, una camaradería que


nunca has tenido hasta ahora. Descubrirás que puedes confiar en
otros, y eso sanará algo que está roto dentro de ti."
Otra vez era un choque. ¿Pero qué hallaran los Hufflepuffs en mi,
quién nunca perteneció en su Casa? ¿Ácidas palabras, ingenio
cortante, desdén por su inhabilidad para estar a mi nivel?

Ahora eran los pensamientos del Sombrero los que eran lentos,
titubeantes. "Te debo Seleccionar por el bien de todos los
estudiantes en todas las Casas… pero creo que puedes aprender a
ser un buen Hufflepuff, y no estarías tan fuera de lugar allí. Serás
más feliz en Hufflepuff que en cualquier otra casa; esa es la verdad."

La felicidad no es lo más importante para mí en el mundo. No me


convertiría en todo lo que puedo ser, en Hufflepuff. Sacrificaría mi
potencial.

El Sombrero dudo; Harry lo pudo sentir de algún modo. Era como si


hubiera pateado al sombrero en las bolas - en un fuertemente
ponderado componente de su función de utilidad.

¿Por qué estás intentando enviarme dónde no pertenezco?

El pensamiento del Sombrero fue casi un susurro. "No puedo


hablarte de otros - ¿pero crees que eres el primer potencial Señor
Oscuro que pasa bajo mi ala? No puedo saber los casos
individuales, pero puedo saber esto: De aquellos que no pretendían
ser malos desde el principio, algunos escucharon a mis
advertencias, y fueron a Casas donde encontraron felicidad. Y
algunos de ellos… algunos de ellos no lo hicieron."

Eso detuvo a Harry. Pero no por mucho. Y de aquellos que no


hicieron caso a la advertencia - ¿se convirtieron todos ellos en
Señores Oscuros? ¿O algunos de ellos alcanzaron grandeza para el
bien, también? ¿Cuáles son los porcentajes exactos aquí?

"No puedo darte estadísticas exactas. No puedo saberlas por lo que


no puedo contarlas. Sólo sé que tus oportunidades no son
prometedoras. Se sienten no muy buenas."

¡Pero yo no lo voy a hacer! ¡Jamás!


"Sé que he escuchado ese proclamación antes."

¡No tengo madera de Señor Oscuro!

"Sí, sí la tienes. Realmente, verdaderamente la tienes."

¿Por qué? ¿Sólo porque alguna vez pensé que sería genial tener
una legión de seguidores con el cerebro lavado recitando '¡Salve
Harry el Señor Oscuro'?

"Gracioso, pero ese no fue tu primer pensamiento efímero antes de


que lo sustituyeras por algo más seguro, menos dañino. No, lo que
recordaste fue cómo cómo consideraste alinear a todos los puristas
de sangre y guillotinarlos. Y ahora te dices a ti mismo que no lo
decías en serio, pero sí lo eras. Si pudieras hacerlo en este
momento y nunca nadie lo supiera, lo harías. O lo que hiciste esta
mañana a Neville Longbottom, muy dentro de ti sabias que estaba
mal pero lo hiciste de todos modos porque era divertido y tenías una
buena excusa y pensaste que el Niño-Que-Vivió podría salirse con
la suya -"

¡Eso es injusto! ¡Ahora estás rastreando miedos internos que no son


necesariamente reales! Me preocupa que yo pudiera estar
pensando de ese modo, pero al final decidí que probablemente
funcionaria para ayudar a Neville -

"Eso fue, de hecho, una racionalización. Lo sé. No puedo saber cuál


será el verdadero resultado para Neville - pero sé lo que está
pasando verdaderamente dentro de tu cabeza. La presión decisiva
fue que era una idea tan ingeniosa que no pudiste resistir a llevarla
a cabo, sin importar el terror de Neville'."

Fue como un golpe fuerte a todo el ser de Harry. Retrocedió, replicó:

¡Entonces no lo haré de nuevo! ¡Seré extra cuidadoso para no


volverme malo!

"Lo escuché antes."


La frustración estaba aumentando dentro de Harry. Él no estaba
acostumbrado a ser superado en argumentos, para nada, nunca, sin
hablar de que lo hiciera un Sombrero que podía tomar prestado todo
su conocimiento e inteligencia para discutir con él y podía ver sus
pensamientos apenas se formaban. ¿De qué clase de resumen
estadístico provienen tus 'sentimientos', de cualquier modo? Tienen
en cuenta que yo vengo de la cultura de la Ilustración, o que esos
otros Señores Oscuros potenciales eran los niños malcriados de una
nobleza de la Edad Oscura, quienes no sabían ni pizca sobre las
lecciones históricas de cómo Lenin y Hitler terminaron, o sobre la
psicología evolucionaría o el auto-engaño, o el valor de la
conciencia del ser y la racionalidad, o -

"No, por supuesto que ellos no estaban en esta nueva clase de


referencia que tú acabas de construir de tal modo que únicamente te
contenga a ti. Y por supuesto otros han defendido su propia
excepcionalidad, al igual que tú lo estás haciendo ahora. ¿Pero por
qué es necesario? ¿Crees que eres el último potencial mago de la
Luz del mundo? ¿Por qué debes ser el elegido para intentar
alcanzar la grandeza, cuando te he aconsejado que corres mayor
riesgo que el promedio? ¡Deja que algún otro, más seguro candidato
lo intente!"

Pero la profecía…

"Tú no sabes realmente que haya una profecía. Fue originalmente


una suposición al azar de tu parte, o para ser más preciso, un chiste
al azar, y la reacción de McGonagall pudo haber sido sólo a la parte
sobre el Señor Oscuro aún estando con vida. Esencialmente no
tienes idea de lo que la profecía dice o incluso si tan siquiera existe.
Sólo estás especulando, o para ponerlo más exactamente,
deseando que tengas algún ya preparado heroico rol que sea de tu
propiedad personal."

Pero incluso si no hay una profecía, yo soy quien lo derrotó la última


vez.
"Eso fue casi ciertamente una casualidad azarosa a menos que
seriamente creas un niño de un año de edad tenía una propensión
inherente a derrotar Señores Oscuros que se ha mantenido hasta
diez años después. ¡Nada de eso es tu verdadera razón y lo sabes!"

La respuesta a esto fue algo que Harry no habría pronunciado


regularmente en voz alta, en conversación él habría bailado
alrededor y encontrado algunos argumento más agradables
socialmente para la misma conclusión -

"Crees que eres potencialmente el más grandioso que haya vivido,


el más fuerte sirviente de la Luz, que ningún otro es capaz de tomar
tu varita si la entregas."

Bueno… sí, francamente. Usualmente no salgo y lo digo así, pero sí.


No hay punto en suavizarlo, puedes leer mi mente de todos modos.

"Al mismo grado que crees en ello… debes igualmente creer que
puedes ser el más terrible Señor Oscuro que el mundo haya
conocido jamás."

La destrucción es siempre más fácil que la creación. Es más fácil


partir las cosas en pedazos, destrozarlas, que ponerlas juntas de
nuevo. Si tengo el potencial para lograr el bien en una escala
masiva, yo también debo tener el potencial para lograr un mal aún
mayor… Pero no lo haré.

"¡Ya estás insistiendo en arriesgarte! ¿Por qué estás tan


determinado? ¿Cuál es realmente la razón por la que no debes ir a
Hufflepuff y ser más feliz allí? ¿Cuál es tu verdadero miedo?"

Debo alcanzar mi máximo potencial. Si no lo hago yo… fallo…

"¿Qué pasa si fallas?"

Algo terrible…

"¿Qué pasa si fallas?"


¡No lo sé!

"Entonces no debería ser aterrador. ¿Qué pasa si fallas?"

¡NO LO SÉ! ¡PERO SÉ QUE ES MALO!

Hubo silencio por un momento en las cavernas de la mente de


Harry.

"Sabes - no estás dejando que tú mismo lo pienses, pero en alguna


silenciosa esquina de tu mente sabes exactamente lo que no estás
pensando - sabes muy bien que la más simple de las explicaciones
para este miedo no pronunciado tuyo es sólo el temor de perder tu
fantasía de grandeza, de decepcionar a las personas que creen en
ti, de resultar ser más o menos normal, de resplandecer y
desvanecerte como tantos otros niños prodigios…"

No, Harry pensó desesperadamente, no, es algo más, viene de


algún otro lado, sé que hay algo allá afuera a lo que temer, algún
desastre que tengo que detener…

"¿Cómo sería posible que pudieras saber sobre algo así?"

Harry gritó con todo el poder de su mente: NO, ¡Y ESE ES EL


FINAL!

Luego la voz del Sombrero Seleccionador salió lentamente:

"Por lo que te arriesgaras a convertirte en un Señor Oscuro, porque


la alternativa, para ti, es un fracaso seguro, y que el fracaso significa
perder todo. Crees eso en el corazón de tus corazones. Conoces
todas las razones para dudar en esta creencia, y han fallado en
conmoverte."

Sí. E incluso si ir a Ravenclaw fortalece la frialdad, eso no significa


que la frialdad vencerá al final.

"Este día es una gran bifurcación en tu destino. No estés tan seguro


de que habrá otras decisiones más allá de esta. No una señal
puesta en el camino, para marcar el lugar de tu última oportunidad
de regresar. ¿Si rechazas una oportunidad no rechazaras otras?
Puede ser que tu destino ya este sellado, incluso por hacer esta
única cosa."

Pero esa no es una certeza.

"Que no lo reconozcas como un certeza puede ser únicamente un


reflejo de tu propia ignorancia."

Pero aún así no es una certeza.

El Sombrero suspiró un terriblemente triste suspiro.

"Y así demasiado pronto te convertirás en otra memoria, para ser


sentida y nunca conocida, en la siguiente advertencia que yo de…"

Si así es como te parece, ¿entonces por qué no sólo me pones


donde quieras que vaya?

El pensamiento del Sombrero estaba atado con arrepentimiento.


"Únicamente puedo ponerte en donde tú pertenezcas. Y sólo tus
propias decisiones pueden cambiar adonde perteneces."

Entonces hemos terminado. Envíame a Ravenclaw donde


pertenezco, con los otros de mi propia estirpe.

"¿Supongo que no considerarías Gryffindor? Es la Casa más


prestigiosa - las personas probablemente lo esperan de ti, incluso -
estarán un poco decepcionados si no vas - y tus nuevos amigos los
gemelos Weasley están allí -"

Harry se rió, o sintió el impulso de hacerlo; llegó como una risa


puramente mental, una rara sensación. Aparentemente había
salvavidas para prevenir que dijeras algo en voz alta por accidente,
mientras estabas bajo el Sombrero hablando sobre cosas que nunca
le dirías a otra alma por el resto de tu vida.
Tras un momento, Harry también escuchó reír al Sombrero, un
extraño y triste sonido harapiento.

(Y en el Comedor más allá, un silencio que había crecido


tímidamente al principio cuando los susurros al fondo se
incrementaron, y luego se profundizo cuando los susurros se
rindieron y murieron, cayendo finalmente en un completo silencio
que nadie se atrevió a perturbar ni con una sola palabra, cuando
Harry se quedó bajo el Sombrero por largos, largos minutos, más
tiempo que todos los anteriores de primer año juntos, más largo que
cualquiera en la memoria de los vivos. En la Mesa de Profesores,
Dumbledore estaba sonriendo benignamente; pequeños sonidos
metálicos ocasionalmente provenían de la dirección de Snape
mientras él compactaba ociosamente los retorcidos remanentes de
lo que alguna vez fue una gruesa copa para vino hecha de plata; y
Minerva McGonagall agarró el podio con nudillos blancos por el
apretón, sabiendo que el contagioso caos de Harry Potter había
infectado de algún modo al mismísimo Sombrero Seleccionador y
que el Sombrero estaba a punto de, de demandar que toda una
nueva Casa del Desastre fuera creada sólo para acomodar a Harry
Potter o algo así, y Dumbledore haría que ella lo hiciera… )

Bajo el borde del Sombrero, la silenciosa risa murió. Harry también


se sintió triste por alguna razón. No, no Gryffindor.

La Profesora McGonagall juró que si 'aquel que hacía la Selección'


intentaba empujarme dentro de Gryffindor, yo debía recordarte que
muy bien ella podría terminar como Directora algún día, punto en el
cual ella tendría la autoridad para prenderte fuego.

"Dile que yo la llamé una jovenzuela impúdica y le dije que saliera


de mis dominios."

Lo haré. ¿Así que fue esta tu conversación más extraña de todos los
tiempos?

"Ni siquiera cerca." La voz telepática del Sombrero creció


fuertemente. "Bien, te di toda posible oportunidad de tomar otra
decisión. Ahora es tiempo de que vayas adonde perteneces, con los
otros de tu propia estirpe."

Hubo una pausa que se prolongó.

¿Qué estás esperando?

"Estaba esperando por un momento de horrorizada realización, de


hecho. La conciencia de ser parece que sí incrementa mi sentido del
humor."

¿Oh? Harry retrocedió sus pensamientos, intentando descubrir de


qué podía estar hablando el Sombrero - y entonces,
repentinamente, él se dio cuenta. No pudo creer que se las había
arreglado para pasarlo por alto hasta este punto.

Te refieres a mi horrorizada realización de que vas a cesar de ser


consciente una vez que termines con mi Selección -

De algún modo, en alguna manera que Harry había fallado


enteramente en comprender, tuvo la impresión no verbal de un
sombrero golpeando su frente contra la pared. "Me rindo. Eres
demasiado lento en la recepción para que esto sea gracioso. Tan
cegado por tus propias asunciones que muy bien podrías ser una
roca. Supongo que tendré que decirlo de frente."

Demasiado l-l-lento -

"Oh, y tú por completo olvidaste demandar los secretos de la magia


perdida que me crearon. Y eran tan maravillosos, importantes
secretos, también."

Pequeña sabandija BASTARDA -

"Te lo mereces, y esto también."

Harry lo entendió justo cuando era demasiado tarde.

El aterrado silencio del salón fue roto por una sola palabra.
"¡SLYTHERIN!"

Algunos estudiantes gritaron, la tensión reprimida era tan grande.


Las personas trastabillaron con tanta fuerza como para caerse de
sus sillas. Hagrid aulló en horror, McGonagall tambaleó frente a la
audiencia, y Snape dejó caer los restos de su pesada copa de plata
directamente sobre su entrepierna.

Harry se quedo sentado paralizado, su vida en ruinas, sintiéndose el


tonto absoluto, y deseando miserablemente que él hubiera elegido
otras decisiones por otras razones excepto las que había tomado.
Que él hubiera hecho algo, cualquier cosa diferentemente antes de
que hubiera sido demasiado tarde para regresar.

Cuando el primer momento de sorpresa estaba comenzando a


pasar y las personas empezaban a reaccionar a las noticias, el
Sombrero Seleccionado habló de nuevo:

"¡Sólo bromeaba! ¡RAVENCLAW!"

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Referencia al fan fic malvadamente famoso "My inmortal" que,


irónicamente, no tiene nada que ver con Evanescence, mucho con
Harry Potter y demasiado con una autora egocéntrica. No lo he
leído, y por lo que he escuchado de el, no pienso hacerlo.

No mucho que contar esta semana. Luchando contra una pequeña


depresión que quiere postrarme a veces. Tras varios meses he
decidido volver a participar en concursos de escritura, desde luego
escribo para ganar, pero aquellos desafortunados perdedores
relatos míos los subiré a mi blog (por lo cual pueden esperar
muchos escritos míos en el futuro)

Próximo capitulo : 12 de septiembre, "Archivos de Omake 1, 2, 3".


Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Archivos de Omake 1, 2, 3
Capítulo 11: Archivos de Omake 1, 2, 3

Salve al Señor Oscuro Rowling.

"Omake" es un extra no canónico.

ARCHIVO OMAKE #1: 72 Horas para la Victoria

(Alias "Qué Pasaría Si Cambias A Harry Pero Dejas A Todos Los


Otros Personajes Constantes")

Dumbledore miró con atención al otro lado de su escritorio al joven


Harry, centelleando con amabilidad de algún modo. El chico había
llegado a él con una mirada terriblemente intensa sobre su cara
aniñada - Dumbledore esperaba que cual fuera la cuestión, no fuera
demasiado seria. Harry era por lejos demasiado joven para que las
pruebas de su vida ya estuvieran comenzando. "¿De qué deseabas
hablarme, Harry?"

Harry James Potter-Evans-Verres se inclino hacia adelante en su


silla, sonriendo sombríamente. "Director, tuve un agudo dolor en mi
cicatriz durante el Banquete de Selección. Considerando cómo y
dónde obtuve esta cicatriz, no me pareció la clase de cosa que yo
debía ignorar. Al principio pensé que era por el Profesor Snape, pero
seguí el método experimental Baconiano el cual trata de hallar las
condiciones tanto para la presencia cómo para la ausencia del
fenómeno, y he determinado que mi cicatriz duele si y sólo si estoy
encarando la parte trasera de la cabeza del Profesor Quirrell, por lo
que sea que está bajo su turbante. Mientras podría ser algo más
inocuo, pienso que provisionalmente deberíamos asumir lo peor,
que es Quién-Tú-Sabes - espere, no se vea tan horrorizado, esta es
de hecho una oportunidad invaluable -"

ARCHIVOS OMAKE #2: No Tengo Miedo de los Señores Oscuros

Esta fue la versión original del capítulo 9. Fue reemplazada porque -


mientras muchos lectores lo disfrutaron - muchos otros lectores
tuvieron alergias masivas a las canciones en los fanfics, por razones
que no deberían necesita mucha explicación. No quería espantar a
los lectores antes de que llegaran al capítulo 10.

Lee Jordan es el compañero bromista de Fred y George (en canon).


"Lee Jordan" me había sonado como un nombre de alguien nacido
de Muggles, implicando de que él sería capaz de instruir a Fred y
George en una tonada que Harry reconocería. Esto no fue tan obvio
para algunos lectores como lo fue para su autor.

Draco fue a Slytherin, y Harry exhaló un pequeño suspiró de alivio.


Parecía como una cosa segura, pero nunca sabías que diminuto
evento podría desajustar el curso de tu plan maestro..

Ahora se estaban aproximando a la letra P…

Y en la mesa de Gryffindor, hubo una conversación susurrada.

"¿Qué tal si no le gusta?"

"No tiene derecho a que no le guste -

"- no después de la broma que el jugó con -"

"- Neville Longbottom, su nombre era -"

"- él es tan apropiado como un blanco apropiado puede


apropiadamente ser."
"De acuerdo. Sólo asegúrate de no olvidar tus partes."

"La hemos ensayando lo suficiente -"

"- por las últimas tres horas."

Y Minerva McGonagall, desde donde estaba parada en el podio del


orador de la Mesa de los Profesores, bajo la mirada al siguiente
nombre en su lista. Por favor no lo dejes ser un Gryffindor por favor
no lo dejes ser un Gryffindor OH POR FAVOR no lo dejes ser un
Gryffindor… Tomó una profunda respiración, y llamó:

"¡Potter, Harry!"

Hubo un repentino silencio en el comedor cuando todas las


conversaciones susurradas se detuvieron.

Un silencio roto por un horrible zumbido que moduló y cambió en


una burla espantosa de melodía musical.

La cabeza de Minerva se sacudió alrededor, impactada, e


identificando el zumbido como proveniente de la dirección de
Gryffindor, donde Ellos estaban de pie encima de la mesa soplando
en alguna clase de diminutos dispositivos sostenidos contra Sus
labios. Su mano comenzó a bajar hacia su varita, para Silencio a
Ellos, pero otro sonido la detuvo.

Dumbledore estaba riendo entre dientes.

Los ojos de Minerva regresaron a Harry Potter, quien apenas había


comenzado a separarse de la fila antes de tropezarse y detenerse.

Entonces el joven comenzó a caminar de nuevo, moviendo sus


piernas en una rara marcha impar, y agitando sus brazos hacia atrás
y adelante y chasqueando sus dedos, en sincronía con Su música.

Al ritmo de los "Cazafantasmas"

(Interpretado en el kazoo por Fred y George Weasley,


y cantado por Lee Jordan.)

¿Hay algún Señor Oscuro cerca?

No tienes que temer

¿A quién vas a llamar?

"¡HARRY POTTER!" gritó Lee Jordan, y los gemelos Weasley


realizaron un coro triunfante.

¿Con una Maldición Asesina?

Bueno podría ser peor.

¿A quién vas a llamar?

"¡HARRY POTTER!" Hubo muchas más voces gritando esta vez.

Los Horrores Weasley produjeron un lamento extendido, ahora


acompañados por algunos de los hijos de Muggle mayores, quienes
habían producido sus propios diminutos dispositivos, Transfigurados
de los cubiertos de plata de la escuela sin duda alguna. Cuando la
música alcanzó su anticlímax, Harry Potter aulló:

¡No tengo miedo de los Señores Oscuros!

Hubo aplausos entonces, especialmente de la Mesa de Gryffindor, y


más estudiantes produjeron sus propios instrumentos anti-
musicales. Los espantosos zumbidos redoblaron en volumen y
crearon otro horrendo crescendo:

¡No tengo miedo de los Señores Oscuros!

Minerva miró a ambos lados de la Mesa de Profesores, temerosa de


ver pero con con una muy buena noción de lo que vería.
Trelawney abanicándose frenéticamente, Flitwick mirando con
curiosidad, Hagrid aplaudiendo al ritmo de la música, Sprout
observando con severidad, y Quirrell viendo fijamente al chico con
sardónica diversión. Directamente a su izquierda, Dumbledore
tarareando; y directamente a su derecha, Snape agarrando su vacía
copa de vino, nudillos blancos, con tanta fuerza que la gruesa plata
estaba deformándose lentamente.

¿Túnicas oscuras y una mascara?

¿Tarea imposible?

¿A quién vas a llamar?

¡HARRY POTTER!

¿Mono-Fuego Gigante?

¿Un viejo murciélago en una capa?

¿A quién vas a llamar?

¡HARRY POTTER!

Los labios de Minerva se quedaron como una linea blanca. Tendría


algunas palabras con Ellos sobre ese último verso, si Ellos
pensaban que ella estaba atada de manos porque era el primer día
de escuela y Gryffindor no tenía puntos que perder. Si Ellos no se
preocupaban por las detenciones entonces ella encontraría algo
más.

Entonces, con un repentino asfixió de horror, miró hacía la dirección


de Severus, seguramente él se dio cuenta que el chico Potter no
debía tener idea de quien estaban hablando -

El rostro de Severus había ido más allá de la furia hasta alcanzar


alguna clase de placentera indiferencia. Una desfallecida sonrisa
jugaba sobre sus labios. Estaba viendo en la dirección de Harry
Potter, no hacía la mesa de Gryffindor, y sus manos sostenían los
estropeados restos de lo que antes era una copa de vino.

Y Harry Potter avanzó, batiendo sus brazos y piernas a través de los


movimientos del baile de los Cazafantasmas, manteniendo una
sonrisa sobre su rostro. Fue una grandiosa organización, lo habían
atrapado completamente por sorpresa. Lo menos que él podía hacer
era seguir la corriente y no arruinarlo todo.

Todos lo estaban aplaudiendo. Lo hizo sentirse a gusto por dentro y


de algún modo horrendo al mismo tiempo.

Lo estaban aplaudiendo por un trabajo que había hecho cuando


tenía un año de edad. Un trabajo que él no había terminado
realmente. En algún lugar, de algún modo, el Señor Oscuro aún
estaba vivo. ¿Lo habrían aplaudido tan fuerte, de haberlo sabido?

Pero el poder del Señor Oscuro había sido roto una vez.

Y Harry los protegería de nuevo. Si había en efecto una profecía y


eso era lo que decía. Bueno, de hecho sin importar lo que revelará
cualquier condenada profecía.

Todas esas personas creyendo en él y apoyándolo - Harry no podía


soportar permitir que eso fuera falso. Deslumbrar y desvanecerse
como tantos otros niños prodigios. Ser una decepción. Fallar en vivir
al nivel de su reputación como símbolo de la luz, cómo lo había
conseguido no era relevante. Él absolutamente, positivamente, sin
importar cuánto se demorara e incluso si lo mataba, cumpliría sus
expectativas. Y luego seguiría hasta exceder sus expectativas, para
que las personas se sorprendieran, en retrospectiva, que ellos
hubieran pedido tan poco de él.

Y él gritó la mentira que él había inventado porque encajaba bien y


la canción llamaba por ella:

¡No tengo miedo de los Señores Oscuros!


¡No tengo miedo de los Señores Oscuros!

Harry dio sus últimos pasos hacía el Sombrero Seleccionador. Le


dedicó una reverencia a la Orden del Caos en la mesa de Gryffindor,
y luego se volteó y le dedicó otra reverencia al otro lado del
comedor, y esperó a que el aplauso y las risas murieran…

ARCHIVOS DE OMAKE #3: Finales Alternativos de 'Conciencia del


Ser '

La oferta de decirle toda la trama a cualquiera que adivinara lo que


'nunca había pasado antes' espoleó un montón de intentos
interesantes. El primer omake a continuación está tomado
directamente de mi respuesta favorita personal, por
Meteoricshipyards. El segundo está basado en la sugestión de
Kazuma para lo que "nunca había pasado antes", el tercero en una
combinación de yoyoente y dougal74, el cuarto en el review de
wolf550e del capítulo 10. Aquel que comienza con 'K', y el que está
encima de ese, son de DarkHeart81. Los otros son míos. Cualquiera
que quiera escoger una de mis propias ideas y correr con ellas,
particularmente la última, es bienvenido de hacerlo así. Y antes de
recibir 100 quejas indignadas, sí, estoy muy consciente de que el
cuerpo legislativo del Reino Unido es la Cámara de los Comunes en
el Parlamento.

… En la parte trasera de su mente, se preguntó si el Sombrero


Seleccionador era efectivamente consciente en el sentido de estar
consciente de su conciencia, y de ser así, si estaba satisfecho con
hablar únicamente a niños de once años una vez al año. Su canción
lo había implicado así: Oh, soy el Sombrero Seleccionador y estoy
bien, duermo todo el año y trabajo un día…
Cuando de nuevo hubo silencio en el cuarto, Harry se sentó en el
banquillo y cuidadosamente ubicó sobre su cabeza el artefacto
telepático de 800-años-de-antigua magia olvidada.

Pensando, tan duro como pudo: ¡No me Selecciones aún! ¡Tengo


preguntas que necesito hacerte! ¿He sido Desmemorizado?
¿Seleccionaste al Señor Oscuro cuando era un niño y puedes
contarme su debilidad? ¿Puedes decirme por qué obtuve la varita
hermana a la del Señor Oscuro? ¿Está el fantasma del Señor
Oscuro conectado a mi cicatriz y es por eso que me enojo tanto a
veces? Aquellas son las preguntas más importantes, ¿pero si tienes
otro momento puedes contarme cualquier cosa sobre cómo re-
descubrir la magia perdida que te creó?

Y el Sombrero Seleccionador respondió, " No. Sí. No. No. Sí y no, la


próxima vez no hagas preguntas doble. No. " y en voz alta,
"¡RAVENCLAW!"

"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

¿Qué?

"Soy alérgico al champú de tu cabello-"

Y luego el Sombrero Seleccionador estornudo, con un poderoso "¡A-


CHÚ!" que resonó por todo el Gran Comedor.

"¡Bien!" Dumbledore sollozó jovialmente. "Parece que Harry Potter


ha sido seleccionado dentro de la nueva Casa de Achú!
McGonagall, tú puedes servir como la Jefa de Casa de Achú. Mejor
que te apresures en hacer los arreglos para las clases y currículo de
Achú, ¡mañana es el primer día!"
"Pero, pero, pero," balbuceó McGonagall, su mente casi en
completo desorden, "¿quién será el Jefe de Casa de Gryffindor?"
Fue todo en lo que ella pudo pensar, ella tenía que detenerlo de
algún modo…

Dumbledore puso un dedo en su mejilla, viéndose pensativo.


"Snape."

El chillido de protesta de Snape casi ahogó a McGonagall,


"¿Entonces quién será el Jefe de Slytherin? "

"Hagrid."

¡No me Selecciones aún! ¡Tengo preguntas que necesito hacerte!


¿He sido Desmemorizado? ¿Seleccionaste al Señor Oscuro cuando
era un niño y puedes contarme su debilidad? ¿Puedes decirme por
qué obtuve la varita hermana a la del Señor Oscuro? ¿Está el
fantasma del Señor Oscuro conectado a mi cicatriz y es por eso que
me enojo tanto a veces? Aquellas son las preguntas más
importantes, ¿pero si tienes otro momento puedes contarme
cualquier cosa sobre cómo re-descubrir la magia perdida que te
creó?

Hubo una breve pausa.

¿Hola? ¿Necesito repetir las preguntas?

El Sombrero Seleccionador gritó, un horrible y agudo sonido que


resonó a través del Gran Comedor y causó que la mayoría de
estudiantes pusieran sus manos sobre sus oídos. Con un
desesperado alarido, brincó de la cabeza de Harry Potter y rebotó a
través del piso, empujándose a si mismo usando sus bordes, y llegó
a medio camino de la Mesa de Profesores antes de explotar.

"¡SLYTHERIN!"

Viendo la mirada de horror en la cara de Harry Potter, Fred Weasley


pensó más rápido de lo que nunca había pensado en su vida. Con
un solo movimiento sacudió su varita, susurró "¡Silencio!" y luego "
¡Cambiomivozio !" y finalmente " ¡ Ventriliquo! "

"¡Sólo bromeaba!" dijo Fred Weasley. "¡GRYFFINDOR!"

"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

¿Qué?

"Ordinariamente yo le remitiría tales preguntas al Director, quien


podría preguntarme a su vez, si el lo deseara. Pero algo de la
información que has pedido no sólo está por encima de tu propio
nivel de usuario, sino más allá del del Director"

¿Cómo puedo elevar mi nivel de usuario?

"Me temo que no se me permite responder esa pregunta en tu


actual nivel de usuario."

¿Qué opciones están disponibles en mi nivel de usuario?

Después de eso no tomó mucho tiempo -

"¡ROOT!" (1)


6

"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

¿Qué?

"He tenido que decirle a estudiantes antes que ellas eran madres -
te rompería el corazón saber lo que vi en sus mentes - pero esta es
la primera vez que he tenido que decirle a alguien que fue padre."

¿QUÉ?

"Draco Malfoy está llevando a tu bebe."

¿QUÉEEEEEE?

"Repetir: Draco Malfoy está llevando a tu bebe."

Pero apenas tenemos once -

"De hecho, uno de los secretos de Draco es que tiene trece años."

P-p-pero los hombres no pueden quedar embarazados -

"Y una chica bajo esa túnica."

¡PERO NUNCA TUVIMOS SEXO, IDIOTA!

"¡ELLA TE DESMEMORIZÓ TRAS LA VIOLACIÓN, TARADO!"

Harry Potter se desmayó. Su cuerpo inconsciente se cayó del


banquillo con un ruido sordo.

"¡RAVENCLAW!" llamó el Sombrero desde dónde yacía en la cima


de su cabeza. Eso había sido más divertido que su primer idea.

7
"¡ELFO!"

¿Oh? Harry recordó que Draco había mencionado una 'Casa de


Elfo', ¿pero qué era eso exactamente?

A juzgar por las horrorizadas miradas cayendo sobre las caras


alrededor suyo, no era nada bueno -

"¡PANQUEQUES!"

"¡REPRESENTANTE!" (2)

10

"Oh, querido. Esto nunca había pasado antes…"

¿Qué?

"Nunca he seleccionado a alguien quien fuera una reencarnación de


Godric Gryffindor Y Salazar Slytherin Y Naruto."

11

"¡ATREIDES!" (3)


12

"¡Los engañé de nuevo! ¡HUFFLEPUFF! ¡SLYTHERIN!


¡HUFFLEPUFF!"

13

"¡GUISOBAYAS AVINAGRADAS!"

14

"¡KHAAANNNN!" (4)

15

En la Mesa de Profesores, Dumbledore estaba sonriendo


benignamente; pequeños sonidos metálicos ocasionalmente
provenían de la dirección de Snape mientras él compactaba
ociosamente los retorcidos remanentes de lo que alguna vez fue
una gruesa copa para vino hecha de plata; y Minerva McGonagall
agarró el podio con nudillos blancos por el apretón, sabiendo que el
contagioso caos de Harry Potter había infectado de algún modo al
mismísimo Sombrero Seleccionador.

Escenario tras escenario se reproducía a través de la cabeza de


Minerva, cada uno peor que el anterior. El Sombrero diría que Harry
estaba demasiadamente bien balanceado entre las Casas para ser
Seleccionado, y decidía que él pertenecía a todas ellas. El
Sombrero proclamaría que la mente de Harry era demasiado
extraña para ser Seleccionada. El Sombrero demandaría que Harry
fuera expulsado de Hogwarts. El Sombrero entraría en coma. El
Sombrero insistiría que toda una nueva Casa del Desastre fuera
creada sólo para acomodar a Harry Potter, y Dumbledore haría que
ella lo hiciera…

Minerva recordó lo que Harry le contó en su desastroso viaje hacia


el Callejón Diagon, sobre la… falacia de la planificación, ella pensó
que era eso… y cómo las personas eran usualmente demasiado
optimistas, incluso cuando pensaban que estaban siendo
pesimistas. Era la clase de información que carcomía tu mente,
habitando en ella e hilando pesadillas…

¿Pero que era lo peor que podía pasar?

Bien… en el peor de los casos , el Sombrero asignaría a Harry a


una completamente nueva Casa. Dumbledore insistiría en que ella
lo hiciera - crear una nueva Casa sólo para él - y ella tendría que
reorganizar todos los horarios de las materias en el primer día de
clases. Y Dumbledore la removería como Jefa de Casa de
Gryffindor, y darle su amada Casa al… Profesor Binns, el fantasma
de Historia; y ella sería asignada como Jefa de la Casa del Desastre
de Harry; y ella intentaría futilmente darle ordenes a los niños,
restando punto tras punto son efecto alguno, mientras que a ella se
le echaba la culpa desastre tras desastre.

¿Era ese el peor de los casos?

Minerva honestamente no podía ver cómo podía ser peor que eso.

E incluso en el peor de todos los casos - sin importar qué pasará


con Harry - todo habría terminado en siete años.

Minerva sintió sus nudillos blancos relajar el agarre en el podio.


Harry había estado en lo correcto, había una especie de confort en
contemplar directamente dentro de lejanas profundidades de la
oscuridad, sabiendo que habías confrontado tus peores miedos y
que ahora estabas preparado.

El aterrado silencio del salón fue roto por una sola palabra.
"¡Director!" llamó el Sombrero Seleccionador.

En la Mesa de Profesores, Dumbledore se levantó, su rostro


intrigado. "¿Si?" él se dirigió al Sombrero. "¿Qué pasa?"

"No estaba hablando contigo," anunció el Sombrero. "Yo estaba


Seleccionando a Harry Potter dentro del lugar en Hogwarts donde él
más pertenece, a saber la oficina del Director -"

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Si no cogiste el chiste, se refiere a que Harry ha manipulado el


sistema operativo del sombrero y se ha convertido en un
"superusuario". Para mayor referencia ir a RHAIDOT

(2) Para entender el comentario del principio y este chiste, ir a


RHAIDOT

(3) La casa de Atreides es una familia noble que pertenece a la saga


de novelas de ciencia ficción que componen el mundo de Dune. Más
sobre la Casa de Atreides en RHAIDOT

(4) Para mayor referencia ir a RHAIDOT

¿Soy al único al que a ratos le está entrando la señal de Cartoon


Network en inglés? Para mi es como ver los mismos programas
cómo si fueran nuevos, ¡grandioso! Pero para los que no entiendan
ese idioma debe ser un poco molesto :S

Este capítulo salió un poco tarde, en horario de Colombia todavía


estoy a tiempo al menos, pero disculpas para aquellos a los que
hice esperar. Por fin ya no estoy en casa de mi abuela y estoy de
regreso en mi hogar dulce hogar, pero la mudanza a sido una
locura. Al menos ya me estoy ajustando a un horario de trabajo más
estable (¡internet las 24 horas es lo mejor!) así que si bien este
martes no me quedo tiempo de subir nada a Rhaidot, espero
compensarlo con muchas entradas en el futuro (de verdad espero
que no se quede en un buen propósito)

Esta semana me reencontré con la canción Dream On de


Aerosmith, y he vuelto a recuperar el buen animo. ¡Seguiré soñando
hasta que cumpla mi sueño! Iré contra la oscuridad que invade mi
corazón hasta llegar al lugar donde prometí realizar un milagro,
aceptaré la melodía de un arrepentimiento en lugar de una voz que
me de falsas esperanzas;sólo pueden ser vencidos aquellos que se
dejan derrotar por la realidad sin tan siquiera luchar.

Gracias a Loquin, Love and Dead, LadyH. -Peverell, Hatake Nabiki,


bueno y a tantos otros en FFN a los que agradezco sus
comentarios. Me alegro mucho cuando con cada comentario y
seguidor de esta humilde traducción.

Así que coraje, ¡y hasta dentro de una semana! :D

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diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
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Control De Impulsos
Capítulo 12: Control de Impulsos

ph'nglui mglw'nafh J. K. Rowling wgah'nagl fhtagn (1)

"Me pregunto que está mal con él."

"¡Turpin, Lisa!"

Susurro susurro susurro harry potter susurro susurro slytherin


susurro susurro no en serio qué demonios susurro susurro.

"¡RAVENCLAW!"

Harry se unió en el aplauso de felicitación a la joven caminando


tímidamente hacia la mesa de Ravenclaw, los bordes de su túnica
ahora cambiados a azul oscuro. Lisa Turpin parecía dividida entre su
impulso de sentarse lo más lejos posible de Harry Potter, y su
impulso de correr a toda máquina, insertarse forzosamente a su lado
y comenzar a arrancarle las respuestas.

Estar en el centro de un extraordinario y curioso evento, y luego ser


Seleccionado dentro de la Casa de Ravenclaw, era muy afín a ser
mojado en salsa para carnes y arrojado a un pozo de gatitos
hambrientos.

"Le prometí al Sombrero Seleccionador no hablar sobre eso,"


susurró Harry por enésima vez.

"Sí, de veras."

"No, de verdad le prometí al Sombrero Seleccionador no hablar


sobre eso."

"De acuerdo, le prometí al Sombrero Seleccionador no hablar sobre


la mayor parte y el resto es privado al igual que lo fue para ti así que
deja de preguntar ."

"¿Quieres saber qué pasó? ¡De acuerdo! ¡Aquí hay una parte de lo
que pasó! ¡Le conté al Sombrero que la Profesora McGonagall
amenazó con prenderle fuego y éste me pidió decirle a la Profesora
McGonagall que ella era una jovenzuela imprudente y que debía
alejarse de sus dominios!"

"¿Si no vas a creer en mis palabras entonces por qué tan siquiera
estás preguntando ?"

"¡No, tampoco sé cómo derroté al Señor Oscuro! ¡Cuéntame si tú lo


descubres!"

" ¡Silencio! " gritó la Profesora McGonagall desde el podio de la


Mesa de Profesores. " ¡No se habla hasta que la Ceremonia de
Selección termine! "

Hubo una breve disminución en el volumen, mientras todos


esperaban para ver si ella iba a hacer alguna amenaza específica y
creíble, y luego los susurros comenzaron de nuevo.

Entonces el anciano de barba blanca se levantó de su silla dorada,


sonriendo alegremente.

Silencio instantáneo. Alguien le pegó frenéticamente con el codo a


Harry mientras él intentaba continuar un murmullo, y Harry se cortó
a si mismo a media frase.

El anciano de aspecto legre se sentó de nuevo.

Nota para mí: No te metas con Dumbledore.

Harry aún estaba intentando procesar todo lo que había pasado


durante el Incidente con el Sombrero Seleccionador. De lo cual lo
menor no era lo que había pasado en el instante en que Harry había
quitado el Sombrero de su cabeza; en ese momento, él escuchó un
diminuto murmulló viniendo de la nada, algo que sonó curiosamente
como Inglés antiguo y un siseó al mismo tiempo, algo que había
pronunciado, "Ssaludos de Sslytherin a Sslytherin: si tú buscass
miss ssecretoss, háblale a mi sserpiente."

Harry estaba intuyendo que no se suponía que eso fuera parte del
proceso oficial de Selección. Y que se trataba de un pequeño
añadido de magia puesta por Salazar Slytherin durante la
fabricación del Sombrero. Y que el Sombrero en si mismo no sabía
al respecto. Y que fue desencadenado cuando el Sombrero anunció
"SLYTHERIN", más o menos algunas otras condiciones. Y que un
Ravenclaw como él realmente, realmente no se suponía que lo
escuchara. Y que si podía encontrar algún modo confiable de hacer
jurar a Draco a guardar el secreto le podía preguntar al respecto,
ese sería un excelente momento para tener algo de Comedia-Té a
la mano.

Chico, decides no ir por el camino del Señor Oscuro y el universo


comienza a molestarte en el instante que el Sombrero sale de tu
cabeza. Algunos días no paga enfrentar el destino. Tal vez esperaré
hasta mañana para iniciar en mi resolución de no ser un Señor
Oscuro.

"¡GRYFFINDOR!"

Ron Weasley consiguió muchos aplausos, y no sólo de los de


Gryffindors. Aparentemente la familia Weasley era muy querida por
aquí. Harry, después de un momento, sonrió y comenzó a aplaudir
junto con los demás.

Entonces de nuevo, no había tiempo como hoy para darle la espalda


al Lado Oscuro.

Cosas del destino y cosas del universo. Él le mostraría a ese


Sombrero.

"¡Zabini, Blaise!"

Pausa.
"¡SLYTHERIN!" gritó el sombrero.

Harry aplaudió a Zabini también, ignorando las extrañadas miradas


que estaba recibiendo de todos incluyendo Zabini.

Ningún otro nombre fue llamado después, y Harry se dio cuenta de


que "Zabini, Blaise" sonaba cerca al final del alfabeto. Grandioso,
así que ahora él había sido el único en aplaudir a Zabini… Oh
bueno.

Dumbledore se levantó de nuevo y comenzó a dirigirse al podio.


Aparentemente estaban a punto de asistir a un discurso -

Y Harry fue golpeado por la inspiración para una brillante prueba


experimental.

Hermione había explicado que Dumbledore era el mago más


poderoso con vida, ¿correcto?

Harry alcanzó su monedero y susurró, "Comedia-Té".

Para que el Comedia-Té funcionara, tendría que hacer que


Dumbledore dijera algo tan ridículo durante su discurso que incluso
en el estado de preparación mental de Harry, se reiría de todos
modos . Como, que todos los estudiantes de Hogwarts no tendrían
que vestir nada de ropa por todo el resto del año, o todos iban a ser
transformados en gatos.

Pero desde luego si alguien en el mundo podía resistirse al poder


del Comedia-Té, sería Dumbledore. Por lo que si esto servia, el
Comedia-Té era literalmente invencible .

Harry jaló la argolla del Comedia-Té debajo la mesa, queriendo


hacer esto con un poco de discreción. La lata produjo un silencioso
silbido. Unas cuantas cabezas se voltearon a mirarlo, pero pronto
volvieron a girar cuando -
"¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts!" exclamó
Dumbledore radiante, abriendo sus brazos por completo a los
estudiantes, como si nada le pudiera haber complacido más que
verlos a todos ellos allí.

Harry tomó una primer bocado de Comedia-Té y bajó la lata de


nuevo. Él engulló la gaseosa de a poco e intentando no ahogarse
sin importar que dijera Dumbledore -

"Antes de que comencemos nuestro banquete, quisiera pronunciar


unas cuantas palabras. Y aquí están: ¡Feliz feliz retumbo retumbo
pantano pantano pantano! ¡Gracias!"

Todos aplaudieron y celebraron, y Dumbledore se sentó de nuevo.

Harry se quedo congelado mientras la gaseosa goteaba de las


esquinas de su boca. Él se las había, al menos, arreglado para
ahogarse calladamente .

De verdad verdad verdad no debería haber echo eso. Era increíble


cuánto más obvio eso se volvió un segundo después de que fuera
demasiado tarde .

En retrospectiva debió darse cuenta de que algo estaba mal cuando


estaba pensando en que todos fueran transformados en gatos… o
incluso antes de eso, recordando su nota mental de no meterse con
Dumbledore… o su recién hallada resolución de ser más
considerado con otros… o tal vez si él hubiera tenido una sola pizca
de sentido común…

Era inútil. Él estaba corrupto hasta el núcleo. Salve el Señor Oscuro


Harry. No puedes pelear con el destino.

Alguien estaba preguntándole a Harry si estaba bien. (Otros estaban


comenzando a servirse comida, la cual había aparecido
mágicamente sobre la mesa, lo que sea.)
"Estoy bien," Harry respondió. "Discúlpenme. Mmm. ¿Fue ese un…
discurso normal para el Director? Todos usted… no parecieron…
muy sorprendidos…"

"Oh, Dumbledore está loco, por supuesto," comentó un Ravenclaw


que se veía mayor sentado al lado de él quien se había introducido
a si mismo con algún nombre que Harry ni siquiera comenzaba a
recordar. "Mucha diversión, mago increíblemente poderoso, pero
totalmente chiflado." Él se pausó. "En algún punto también quisiera
preguntarte por qué un fluido verde salió de tus labios y luego
desapareció, aunque me imaginó que le prometiste al Sombrero
Seleccionador tampoco hablar de eso."

Con un gran esfuerzo, Harry se detuvo a si mismo de ojear a la


culposa lata de Comedia-Té en su mano.

Después de todo, el Comedia-Té no había simplemente


materializado de manera arbitraria un encabezado del Quibbler
sobre él y Draco. Draco lo había explicado en un modo que hacia
parecer que todo había pasado… ¿naturalmente? ¿Como si hubiera
alterado la historia para encajar ?

Mentalmente Harry se estaba imaginando a si mismo golpeando su


frente una y otra vez contra la mesa. Paf, paf, paf hacia su cabeza
dentro de su mente.

Otro estudiante bajo su voz hasta llegar a un susurro. "Escuché que


Dumbledore es secretamente una mente maestra controlando un
montón de cosas y que usa la locura como una cubierta para que
nadie sospeche de él."

"Yo escuché eso también," susurró un tercer estudiante, y hubo


asentimientos de cabeza alrededor de la mesa.

Esto no pudo dejar de llamar la atención de Harry.

"Ya veo," murmuró Harry, bajando su propia voz. "Así que todos
saben que Dumbledore es secretamente una mente maestra."
La mayoría de los estudiantes asintieron. Uno o dos se vieron
repentinamente pensativos, incluyendo el estudiante mayor sentado
al lado de Harry.

¿Estas seguro de que esta es la mesa de Ravenclaw? Harry se las


arregló para no preguntarlo en voz alta.

"¡Brillante!" Harry susurró. "Si todos lo saben, ¡nadie sospechará


que es un secreto!"

"Exactamente," susurró un estudiante, y entonces se quedó


paralizado. "Espera, eso no suena del todo correcto -"

Nota para mi mismo: El 75 percentil de los estudiantes de Hogwarts


alias la Casa de Ravenclaw no es el programa más exclusivo para
niños superdotados. (2)

Pero al menos aprendió un hecho importante el día de hoy. El


Comedia-Té eras omnipotente. Y eso significaba…

Harry parpadeó sorprendido cuando su mente finalmente hizo la


conexión obvia…

eso significaba que tan pronto como aprendiera un hechizo para


alterar temporalmente su propio sentido del humor, podría hacer que
cualquier cosa pasara, haciendo que a él solamente lo sorprendiera
una cosa específica como para hacerlo escupir, y luego beber una
lata de Comedia-Té.

Bien ese fue un viaje corto a la divinidad. Incluso yo esperaba que


me tomara un poco más que mi primer día de escuela.

Pensándolo bien, él también había desbaratado Hogwarts


completamente a los diez minutos exactos al ser Seleccionado.

Harry sentía una cierta cantidad de arrepentimiento sobre esto -


Merlín sabía que que rayos le haría un Director desquiciado a sus
siete años de escolaridad - pero no pudo evitar sentir una punzada
de orgullo, también.

Mañana. A más tardar el día siguiente como muy tarde él iba a dejar
de recorrer el camino que lo llevaba hacia el Señor Oscuro Harry.
Un prospecto que sonaba más aterrador a cada minuto.

Y aún así, de algún modo, cada vez más atractivo. Parte de su


mente ya estaba visualizando los uniformes de sus secuaces.

"Come," el estudiante mayor a su lado gruñó, y codeó a Harry en las


costillas. "No pienses. Come."

Harry automáticamente comenzó a llenar su plato con lo que fuera


que estaba en frente de él, salsas azules con diminutas partículas
brillantes, como sea.

"Qué estabas pensando sobre, la Selección -" comenzó a hablar


Padma Patil, una de las otras de primer año de Ravenclaws.

"¡No importunar durante las comidas!" corearon al menos tres


personas. "¡Regla de la Casa!" añadió otro. "De lo contrario
estaríamos todos muertos de hambre por aquí."

Harry se encontró a si mismo realmente, realmente esperando que


su ingeniosa nueva idea de hecho no funcionaria. Y que el
Comedia-Té funcionara de otro modo y de hecho no tuviera el poder
omnipotente de alterar la realidad. No era que él no quisiera ser
omnipotente. Era sólo que no podía soportar el pensamiento de vivir
en un universo que funcionara de ese modo. Había algo indigno
sobre ascender a través del ingenioso uso de una bebida gaseosa.

Pero iba a comprobarlo experimentalmente.

"Sabes," comento el estudiante mayor a su lado en un tono bastante


placentero, "tenemos un sistema para forzar a personas como tú a
comer, ¿quisieras descubrir cuál es?"
Harry se rindió y comenzó a comer su salsa azul. De hecho era
bastante buena, especialmente las partículas brillantes.

La cena pasó con sorprendente rapidez. Harry intentó probar al


menos un poco de todas las nuevas comidas raras que vio. Su
curiosidad no podía tolerar el pensamiento de no saber cómo sabía
algo. Gracias a Dios esto no era un restaurante donde tenías que
ordenar únicamente una cosa y nunca descubrías a que sabían las
demás cosas del menú. Harry odiaba eso, era como una cámara de
tortura para cualquiera con una chispa de curiosidad: ¡Averigüe
sobre sólo uno de los misterios en esta lista, ja ja ja!

Luego fue el tiempo del postre, para el cual Harry se había olvidado
por completo dejar espacio. Se rindió después de probar una
pequeña porción de tarta de melaza. Seguramente todas esas
cosas volverían a ser servidas al menos una vez más a lo largo del
año escolar.

¿Así que qué había en su lista de cosas para hacer, a parte de las
cosas ordinarias escolares?

Para Hacer 1. Investigar encantamientos de alteración de mente


para que puedas evaluar el Comedia-Té y ver si de verdad
descubriste un camino a la omnipotencia. De hecho, simplemente
investigar cada clase de magia mental que puedas encontrar. La
mente es la fundación de nuestro poder como humanos, cualquier
clase de magia que la afecte es el más importante tipo de magia.

Para Hacer 2. De hecho esta es su Para Hacer 1 y la otra es su


Para Hacer 2. Pasar a través de las estanterías de las librerías de
Hogwarts y Ravenclaw, familiarizarte con el sistema y asegurarse de
que al menos has leído todos los títulos de los libros. Segundo paso:
leer todas las tablas de contenidos. Coordinar con Hermione quien
tiene una mejor memoria que la tuya. Descubrir si hay algún sistema
de préstamo interbibliotecario en Hogwarts y ver si ustedes dos,
especialmente Hermione, pueden visitar aquellas bibliotecas
también. So otras Casas tienen bibliotecas privadas, encontrar cómo
acceder a ellas legalmente o colarse.
Opción 3a: Hacer que Hermione prometa guardar el secreto e
intentar empezar a investigar 'De Slytherin a Slytherin: si buscas mis
secretos, háblale a mi serpiente.' Problema: Esto sonaba altamente
confidencial y podía tomar un buen rato toparse al azar con un libro
que contuviera alguna pista.

Para Hacer 0: Revisar que clase de hechizos de buscar-recuperar


información existen, si hay alguno. Magia de biblioteca no es en
última instancia tan importante como la magia mental pero tiene una
prioridad mucho más alta.

Opción 3b: Buscar un hechizo para obligar a Draco Malfoy a


mantener el secreto, o mágicamente verificar la sinceridad de la
promesa de Draco mantener un secreto (¿Veritaserum?), y luego
preguntarle sobre el mensaje de Slytherin…

De hecho… Harry tenía un muy mal sentimiento sobre la opción 3b.

Ahora que Harry pensaba al respecto, no se sentía tan grandioso


sobre la opción 3a, tampoco.

Los pensamientos de Harry regresaron al que posiblemente era el


peor momento de su vida hasta la fecha, aquellos largos segundos
de horror de sangre-congelada bajo el Sombrero, cuando pensó que
había fallado. Él deseó entonces poder regresar aunque fuera unos
pocos minutos en el tiempo y cambiar algo, cualquier cosa antes de
que fuera demasiado tarde…

Y luego había resultado que aún no era demasiado tarde.

Deseo concedido.

No podías cambiar la historia. Pero sí podías hacerlo bien desde el


principio. Hacer algo diferente la primera vez.

Todo este asunto de buscar los secretos de Slytherin… parecía


terriblemente ser la clase de cosa donde, años después, tú mirarías
atrás y dirías, 'Y fue allí donde todo comenzó a ir mal.'
Y el desearía desesperadamente la habilidad para regresar el
tiempo y hacer una decisión diferente…

Deseo concedido. ¿Ahora qué?

Harry sonrió lentamente.

Era más bien un pensamiento contrario a la intuición… pero…

Pero él podía, no había regla diciendo que no podía, él podía


pretender que nunca había escuchado ese pequeño susurro. Dejar
que el universo fuera exactamente igual de como habría sido si ese
único momento tan crítico nunca hubiera ocurrido. Veinte años
después, eso era lo que él desearía desesperadamente que hubiera
pasado veinte años atrás, y veinte años antes de veinte años
después era ahora mismo. Alterar el pasado distante era fácil, sólo
tenías que pensar en el tiempo apropiado.

O… esto era aún más contrario a su intuición… podía incluso


informar, oh, digamos, a la Profesora McGonagall, en lugar de Draco
o Hermione. Y ella podía reunir a unas cuantas personas y lograr
remover ese pequeño hechizo extra del Sombrero.

Pues, sí. Esa sonaba como una idea sobresalientemente buena una
vez que Harry pensó de verdad en ella.

Era tan obvio en retrospectiva, y de algún modo, Opción 3c y Opción


3d simplemente no se le habían ocurrido.

Harry se otorgó el mismo +1 punto en su programa anti-Señor-


Oscuro-Harry.

De parte del Sombrero había sido una broma terriblemente cruel,


pero no podías discutir con los resultados por razones
consecuencialistas. Ciertamente le había dado una mejor idea de la
perspectiva de una victima, sin embargo.

Para Hacer 4: Disculparse con to Neville Longbottom.


De acuerdo, estaba haciendo las cosas bien, ahora sólo tenía que
mantener el ritmo. En cada día, de cualquier forma, voy a volverme
Luz y más Luz…

La mayoría de personas alrededor de Harry también habían dejado


de comer para ese momento, y los platos en que se sirvieron los
postres comenzaron a desaparecer, y los platos usados.

Cuando todos los platos se habían ido, Dumbledore se paró una vez
más de su silla.

Harry no pudo evitar sentir la urgencia de beber otro Comedia-Té.

TIENES que estar bromeando, Harry pensó hacía aquella parte


suya.

Pero el experimento no contaba si no era replicado, ¿cierto? Y el


daño ya estaba hecho, ¿no era así? ¿No quería ver que pasaría
esta vez? ¿No era él curioso ? ¿Qué tal si obtenía un resultado
diferente?

Oye, apuesto que eres la misma parte de mi cerebro que sacó


adelante la broma para Neville Longbottom.

Mmm, ¿tal vez?

¿Y no es abrumadoramente obvio que si hago esto me arrepentiré


un segundo después de que sea demasiado tarde?

Mmm…

Sí. Así que, NO.

"Ejem," carraspeó Dumbledore desde el podio, acariciando su larga


barba plateada. "Sólo unas cuantas palabras más ahora que todos
estamos alimentados y satisfechos. Tengo unas pocas noticias de
principio-de-curso para darles."
"Los de primer año deberían notar que el bosque a las afueras está
prohibido a todos los pupilos. Por eso es que es llamado el Bosque
Prohibido. Si fuera permitido ir sería llamado el Bosque Permitido."

Directo. Nota para mí: El Bosque Prohibido está prohibido.

"También se me ha pedido por parte del Sr. Filch, el vigilante y


celador, recordar a todos que la magia no debería ser usada entre
clases en los corredores. Por desgracia, todos sabemos que lo que
debería ser, y lo que es, son dos cosas diferentes. Gracias por
mantener esto presente."

Eh…

"Las pruebas para Quidditch serán llevadas a cabo en la segunda


semana tras el inicio de clases. Cualquiera interesado en jugar para
los equipos de sus casas debería contactar a Madam Hooch.
Cualquiera interesado en reformar por completo el juego de
Quidditch debería contactar a Harry Potter."

Harry inhaló su propia saliva y entró en un ataque de tos cuando


todos los ojos se posaron sobre él. ¡Cómo demonios ! Él no había
mirado a Dumbledore a los ojos en ningún momento… no lo
pensaba . ¡Ciertamente no había estado pensando en Quidditch
hasta este momento! No había hablado con nadie sobre eso
excepto con Ron Weasley y no creía que Ron se lo hubiera dicho a
nadie más… ¿o había corrido Ron a quejarse con algún profesor?
Como rayos…

"Adicionalmente, debo decirles que este año, el corredor del tercer


piso al lado derecho está fuera de los limites para cualquiera que no
desee tener una muerte muy dolorosa. Está protegido por una serie
de elaborados calabozos y trampas potencialmente letales, y no
puedes llegar a pasarlas todas ellas, especialmente si estás en
primer año."

Harry estaba atontado a estas alturas.


"Y finalmente, extiendo mi más grande agradecimiento a Quirinus
Quirrell por heroicamente acceder a sobrellevar la posición de
Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts." La
vista de Dumbledore se movió inspeccionando a través de los
estudiantes. "Espero que todos los estudiantes le extenderán al
Profesor Quirrell la máxima cortesía y tolerancia que le es debida
por sus extraordinarios servicios hacia ustedes y esta escuela, y que
no nos molestaran con quejas insignificantes acerca de él, a menos
que ustedes quieran intentar hacer su trabajo."

¿De qué se trata todo eso ?

"Ahora cedo la palabra a nuestro nuevo miembro de la facultad el


Profesor Quirrell, quien quisiera decir unas cuantas palabras."

El joven, flaco, nervioso hombro a quien Harry había conocido por


primer vez en el Caldero Chorreante llegó lentamente hasta el
podio, contemplando temerosamente en todas direcciones, y
parecía como si el Profesor Quirrell pudiera estar empezando a
quedarse calvo, a pesar de su aparente juventud.

"Me pregunto que está mal con él," susurró el estudiante mayor
sentado al lado de Harry. Similares comentarios en murmullos
fueron intercambiados a lo largo de la mesa.

El Profesor Quirrell llegó hasta el podio y se quedó plantado allí,


parpadeando. "Ah…" comenzó. "Ah…" Entonces pareció que su
coraje le falló irremediablemente, y se quedó allí en silencio, con
ocasionales espasmos.

"Oh, grandioso," dijo por lo bajito un estudiante mayor, "parece que


va a ser otro largo año en clase de Defensa -"

"Saludos, mis jóvenes aprendices," el Profesor Quirrell declaró en


un seco, confiado tono. "Todos sabemos que Hogwarts tiende a
sufrir una cierta desventura en su selección para esta posición, y sin
duda alguna ya muchos de ustedes se están preguntando que
catástrofe me ha de acontecer este año. Les aseguro, que esa
catástrofe no será debido a mi incompetencia." Él sonrió levemente.
"Créanlo o no, he deseado por mucho tiempo algún día probar mi
suerte como el Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras aquí
en Colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería. El primero en
enseñar esta clase fue el mismísimo Salazar Slytherin, y en fecha
tan tardía como el siglo catorce era tradicional que los más grandes
magos luchadores de todo tipo quisieran probar su suerte aquí.
Profesores del pasado no sólo han incluido al legendario héroe
Harold Shea pero también la abro comillas inmortal cierro comillas
Baba Yagá, sí, veo que algunos de ustedes aún están
estremeciéndose al sonido de su nombre incluso aunque ella ha
estado muerta por más de seiscientos años. Esa debe haber sido
una época interesante para estudiar en Hogwarts, ¿no lo creen?" (3)

Harry estaba tragando saliva con dificultad, intentando suprimir la


repentina oleada de emoción que le sobrevino cuando el Profesor
Quirrell había empezado a hablar. Los precisos tonos le recordaron
mucho de un conferencista en Oxford, y estaba empezando a
golpear en su interior que Harry no iba a ver a su Mamá o Papá
hasta la Navidad.

"Están acostumbrados a que la posición de Defensa sea ocupada


por incompetentes, sabandijas, y los desafortunados. Para
cualquiera con un sentido de historia, tiene una reputación
completamente diferente. No todos los que han enseñado aquí han
sido los mejores, pero todos los mejores han enseñado en
Hogwarts. En tan augusta compañía, y tras haber anticipado tanto
este día, estaría avergonzado de dejar que mi estándar este por
debajo de la perfección. Y por ello pretendo que cada uno de
ustedes recuerde este año como la mejor clase de Defensa que
tuvieron jamás. Lo que aprendan este año les servirá como su firme
fundación en las artes de la Defensa, sin importar quienes sean sus
profesores antes o después."

La expresión del Profesor Quirrell se puso más seria. "Tenemos


mucho terreno que recuperar y no mucho tiempo para cubrirlo. Por
lo cual mi intención es separarme de las convenciones de
enseñanza en Hogwarts en cierto número de aspectos, como
también introducir algunas actividades opcionales después de
clase." Hizo una pausa. "Si eso no es suficiente, quizá pueda
encontrar nuevas formas de motivarlos. Ustedes son mis largamente
esperados estudiantes, y ustedes harán lo mejor en mis tan
largamente esperadas clases de Defensa. Agregaría alguna clase
de terrible amenaza, como 'De otro modo sufrirán horriblemente',
pero eso sería tan cliché, ¿no lo creen? Me enorgullezco de ser más
imaginativo que eso. Gracias."

Luego el vigor y la confianza parecieron ser drenadas del Profesor


Quirrell. Su boca demasiado abierta como si repentinamente se
hubiera encontrado encarando una audiencia inesperada, y regresó
a su asiento con un movimiento convulsivo y arrastrando los pies, se
encorvó hacia adelante como si estuviera a punto de colapsar sobre
si mismo e implosionar.

"Parece un poco raro," murmuró Harry.

"Eh," replicó el estudiante mayor. "No has visto nada'."

Dumbledore retornó al podio.

"Y ahora," pidió Dumbledore, "antes de ir a la cama, ¡vamos a cantar


la canción de la escuela! Todos escojan su tonada favorita y
palabras favoritas, ¡y empiecen!"

Notas del Autor

No, no voy a escribir la historia donde Harry (ya sea este Harry, o
canon!Harry) termina como Director de Hogwarts durante la
Ceremonia de Selección. Son bienvenidos de hacerlo ustedes si así
lo desean.

Tengo que confesar que soy un poco nuevo en este medio y no


tengo claro cuales son las reglas exactas. Recibí muchísimas quejas
por intentar poner los omake en medio de la historia, y un lector
sugirió una historia separada para el Omake. Esto tiene mucho
sentido para mí, y lo que realmente quisiera hacer es tener una
historia separada para los Omake y las Notas de Autor en un ritmo
igual al de los capítulos, para que así cualquiera que quiera
conseguir las Notas del Autor pueda suscribirse. Pero otra persona
dijo que el último capítulo estaba en contra de los Lineamientos
porque no se me permite contestar a los reviews, y mientras vuelvo
a leer los Lineamientos de nuevo no encuentro donde se dice eso,
los Lineamientos sí aclaran que no puedo crear una historia
separada para las Notas del Autor.

La mejor solución que se me ocurre es hacer que mi perfil siempre


contenga las Notas del Autor para el capítulo actual. Esto significa
que una Nota desaparecerá cuando el siguiente capítulo sea subido,
una solución con la cual no estoy realmente feliz - especialmente si
significa que las últimas Notas del Autor fueron dejadas por menos
de 24 horas - pero mi suposición es que esto proveerá el mejor
servicio a la mayoría de los lectores. Estoy guardando las Notas
anteriores, y podría poner una página web que las contenga en un
punto más adelante.

Creo que debería lanzarme y expresar un poco de sorpresa por


todas las personas que escribieron para decir, no sólo que
personalmente les disgustó el omake, pero que fue una terrible,
horrible malvada cosa que indicaba falta de respeto para los
lectores. Si ves los reviews, verás que unas cuantas personas sí los
disfrutaron mucho. Sí, estoy seguro que todos somos unos tarados,
pero mi punto es: ¿realmente les pareció que el omake se hizo con
la intención de insultarlos personalmente ? ¡Especialmente desde
que fue mi primer intento de poner un omake y no tenían ni idea de
cómo reaccionarían? No voy a censurarme a mi mismo
preventivamente . Yo respondo a los comentarios de los lectores; si
muchas personas odian algo probablemente no lo volveré a hacer
de nuevo, y si todos odian algo podría regresar y reescribirlo. Pero
no puedo saber el radio de votos a favor o en contra hasta que lo
intente .
Justo ahora, por ejemplo, estoy intentando poner las Notas del Autor
en el perfil, y asumiendo que a cualquiera a quien le disguste las NA
no las encontraran, eso quiere decir que se les permite ser un poco
más largas y personales. Si eso aún no funciona, déjenmelo saber.

Por favor no se preocupen porque la historia vaya a cambiar


demasiado para complacer a los reviewers. En total seriedad, no
podría hacer eso ni aunque lo intentara. Mis problemas tienen que
ver con ser poco sensible, no Super sensible.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) "En la Ciudad de R´lyeh, la difunta J. K. Rowling, espera


soñando." Referencia a H. P. Lovecraft y a sus mitos de Cthulhu.

(2) Si al igual que yo, no sabías lo que era un percentil, puedes


buscar más información en RHAIDOT. ¿La versión corta? Dividen
una distribución en cien partes iguales.

(3) Harold Shea de acuerdo a Wikipedia en inglés : "Las Historias de


"Harold Shea" es un nombre dado a una serie de cinco historias de
ciencia fantástica por el equipo colaborativo de L. Sprague de Camp
y Fletcher Pratt y sus siguientes continuaciones solamente por de
Camp, Christopher Stasheff, Holly Lisle, John Maddox Roberts,
Roland J. Green, Frieda A. Murray, Tom Wham, y Lawrence Watt-
Evans. De Camp y Stasheff de manera colectiva supervisan las
continuaciones. La serie es también conocida como la serie del
"Encantador", la "serie Incompleta del Encantador" tras su primera
colección, o las series del "Encantador Sobresaliente".

En las historias originales el psicólogo Harold Shea y sus colegas


Reed Chalmers, Walter Bayard, y Vaclav Polacek (Votsy), viajan a
través de varios mundos paralelos antiguos mitos y leyendas son
realidad. En el curso de sus viajes otros personajes son adicionados
a los personajes principales, notablemente Belphebe y Florimel,
quienes se convierten en las esposas de Shea y Chalmers, y Pete
Brodsky, un policía quien accidentalmente es llevado a ese caos. En
las siguientes continuaciones las adiciones más notables al elenco
son el villano recurrente Malambroso y Voglinda, la joven hija de
Shea y Belphebe." Para mayor referencia ir a RHAIDOT.

Baba Yagá de acuerdo a Wikipedia en español: "Baba Yagá es vieja,


huesuda y arrugada, con la nariz azul y los dientes de acero y posee
una pierna normal y una de hueso por lo que a menudo se le da el
apelativo de "Baba Yagá Pata de Hueso". Estas dos piernas
representan al mundo de los vivos y el mundo de los muertos en los
cuales ella deambula. Baba Yagá es un ser perverso y cruel, pero
no totalmente malvado; come personas, generalmente niños. Sus
dientes le permiten romper huesos y desgarrar la carne con
facilidad. A pesar de que Baba Yagá consume diariamente grandes
cantidades de carne, ella siempre tiene ese aspecto delgado y
huesudo. Baba Yagá vuela montada en un almirez (a veces una
olla) y rema el aire con una escoba plateada. Baba Yagá no permite
que ninguna persona "bendecida" permanezca dentro de su
propiedad, siempre y cuando Baba Yagá sepa que la persona tiene
una bendición." Para mayor referencia ir a RHAIDOT.

Bueno, bueno, que interesante y explicativa nota de parte del autor.


Me pareció increíble que sus lectores en inglés se quejaran de los
omakes . Yo disfruté mucho de los omakes, fue como una especie
de respiro que ya estaba sintiendo necesario. Pero tal vez gracias a
este evento nació HPMOR con su propia página web que es como
más me gusta leerlo. Y tengo la impresión de que a ustedes
(lectores de la traducción en español) también les gustaron mucho
los omakes. En fin, entre gustos no hay disgustos.

Yo también tengo serios disgustos con la políticas de FFN que me


obligan a tener que preparar dos documentos diferentes (no mucho,
pero lo suficiente como para hacerme perder el tiempo), una para mi
blog y otro para FFN.

Al igual que Yudkowsky yo me leí cuidadosamente los lineamientos


de FFN y no encontré nada contra las notas al final de la historia,
creo que aquí no le hacen daño a nadie. Aunque creo que a veces
sí escribo demasiado -.-

Me dio sentimiento el comentario de Love and Dead de la semana


pasada: "Ha esperar otra larga semana para un nuevo cap. " Si en
mi capacidad estuviera te entregaba un capítulo cada día, pero soy
un pobre Muggle :(

Genial como al principio uno piensa que el personaje de Quirrell va


ser igual al del canon cuando resulta ser completamente opuesto,
Yudkowsky es un experto en sorprender a sus lectores :O

De hecho, Quirrell es uno de mis personajes favoritos de la historia,


sólo esperen y verán lo oscuramente genial que es.

Me estaba cogiendo un poco la tarde con este capítulo, disculpas si


los hice esperar. Quede satisfecho con mi dibujo de Quirrell, Harry y
Dumbledore, un poco inspirado en los dibujos de dinosaurusgede,
una de las más talentosas dibujantes de fan art para HPMOR en
devianART.

Cuídense mucho y hasta la próxima.

Próximo capitulo : 26 de septiembre

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Hacer las Preguntas Equivocadas
Capítulo 13: Hacer las Preguntas Equivocadas

Elen sila J. K. Rowling omentielvo. (1)

EDITADO: No se asusten. Solemnemente juro que hay una lógica,


anunciada, compatible con la explicación canónica para todo lo que
pasa en este capítulo. Es un rompecabezas, se supone que debes
intentar resolverlo, y si no lo haces, sólo tienes que lees el próximo
capítulo.

"Ese es uno de los acertijos más obvios que he escuchado."

Tan pronto como Harry abrió sus ojos en el dormitorio de los de


primer año de Ravenclaw, en la mañana de su primer día completo
en Hogwarts, supo que algo estaba mal.

Estaba tranquilo.

Demasiado tranquilo.

Oh, cierto… Había un Encantamiento Quietus en la cabecera de su


cama, controlado por una pequeña barra deslizante, lo cual era la
única razón por la que siempre se hacia posible que cualquiera se
fuera a dormir en Ravenclaw.

Harry se sentó y miró alrededor, esperando ver a otros levantarse


para el día -

El dormitorio, vacío.

Las camas, arrugadas y sin hacer.

El sol, proviniendo de un ángulo más bien alto.

Su Silenciador puesto hacia arriba hasta alcanzar al máximo.


Y su reloj de alarma mecánica aún estaba corriendo, pero la alarma
estaba apagada.

Se le había permitido dormir hasta las 9:52 AM, aparentemente. A


pesar de sus mejores esfuerzos para sincronizar su ciclo de sueño
de 26-horas al llegar a Hogwarts, no había conseguido dormir la
noche anterior hasta que fueron más o menos la 1AM. Había
planeado despertar a las 7:00AM junto con los otros estudiante,
podía aguantar estar un poco privado-de-sueño su primer día
siempre y cuando obtuviera alguna clase de solución mágica antes
de mañana. Pero ahora se había perdido el desayuno. Y su primera
clase en Hogwarts, en Herbología, había comenzado una hora y
veintidós minutos atrás.

La ira estaba lentamente, lentamente despertando en él. Oh, que


buena y pequeña broma. Apagar su alarma. Encender el
Silenciador. Y dejar que el Sr. Mandamás Harry Potter perdiera su
primera clase, y ser culpado por ser un gran dormidor.

Cuando Harry descubriera quien había hecho esto…

No, esto sólo podía haber sido realizado con la cooperación


completa de los otros doce chicos en el dormitorio de Ravenclaw.
Todos ellos lo habían visto durmiendo. Todos ellos lo habían dejado
dormir durante el desayuno.

La rabia fue drenada, remplazada por la confusión y una horrible


herida en sus sentimientos. Les había caído bien . Había pensado.
La noche anterior, había pensado que él les había caído bien. Por
qué…

Cuando Harry se levantó de la cama, vio una pieza de papel


sobresaliendo de la cabecera de su cama.

El papel decía,

Mis compañeros Ravenclaws,


Ha sido un día extra largo. Por favor déjenme dormir y son se
preocupen porque me pierda el desayuno. No me he olvidado de mi
primera clase

Suyo,

Harry Potter.

Y Harry se quedó parado allí, petrificado, agua helada comenzando


a gotear a través de sus venas.

El papel tenía su propia letra a mano, en su propio lapicero


mecánico.

Y él no recordaba haberlo escrito.

Y… Harry miró de soslayo al pedazo de papel. Y a menos de que se


lo estuviera imaginando, las palabras "No me he olvidado" estaban
escritas en un estilo diferente, ¿cómo si estuviera tratando avisarse
a si mismo de algo…?

¿Había sabido que iba a ser Desmemorizado? Se había quedado


hasta muy tarde, cometido alguna clase de crimen o actividad
encubierta, y luego… pero él no conocía el hechizo Obliviate…
había alguien más… que…

Un pensamiento se le ocurrió a Harry. Si él hubiera sabido que iba a


ser Desmemorizado…

Aún en sus pijamas, Harry rodeó su cama hasta llegar a su baúl,


presionó su pulgar contra la cerradura, extrajo su monedero,
introdujo su mano y pronunció "Nota para mí mismo."

Y otro pedazo de papel saltó a su mano.

Harry lo tomó, contemplándolo. También estaba en su propia letra.

La nota decía:
Querido yo,

Por favor juega el juego. Sólo puedes jugar el juego una vez en la
vida. Esta es una oportunidad irreemplazable.

Código de reconocimiento 927, soy una papa.

Tuyo,

Tú.

Harry asintió lentamente. "Código de reconocimiento 927, soy una


papa" era en efecto el mensaje que el había preparado de
antemano - algunos años atrás, mientras veía TV - que únicamente
él supiera. Si tenía que identificar un duplicado de si mismo como
siendo realmente él, o algo. Sólo por si acaso. Estar preparado.

Harry no podía confiar en el mensaje, podía haber otros hechizos


involucrados. Pero descartaba cualquier simple broma.
Definitivamente él lo había escrito y definitivamente no recordaba
haberlo escrito.

Observando el papel, Harry se volvió consciente de que se veía tinta


al otro lado.

La volteó.

En el lado reverso se podía leer:

INSTRUCCIONES PARA EL JUEGO:

no conoces las reglas del juego

no conoces las apuestas del juego

no conoces el objetivo del juego

no conoces quien controla el juego


no conoces cómo terminar el juego

Comienzas con 100 puntos.

Empieza.

Harry contempló a las "instrucciones". Este lado no estaba a mano


escrita; la escritura era perfectamente regular, por ello artificial.
Parecía haber sido inscrita con una Pluma a vuelapluma, como la
que él había comprado para tomar dictado.

No tenía absolutamente ninguna pista de lo que estaba pasando.

Bueno… el paso uno era vestirse y comer. Tal vez revirtiendo el


orden en eso. Su estómago se sentía más bien vacío.

Se había perdido el desayuno, por supuesto, pero estaba Preparado


para esa eventualidad, habiendo visualizado por adelantado. Harry
puso su mano dentro de su monedero y llamó "Tentempié",
esperando conseguir una caja de barras de cereal que había
comprado antes de salir para Hogwarts.

Lo que saltó no se sintió como una caja de barras de cereal.

Cuando Harry trajo su mano dentro de su campo de visión vio dos


diminutas barras de dulce - ni tan siquiera suficiente para una
comida - pegadas a una nota, y la nota estaba inscrita con el mismo
tipo de letra de las instrucciones del juego.

La nota decía:

INTENTO FRACASADO: -1 PUNTO

PUNTOS ACTUALES: 99

ESTADO FÍSICO: AÚN HAMBRIENTO

ESTADO MENTAL: CONFUNDIDO


"Buahhhhh" habló la boca de Harry sin ninguna clase de
intervención o decisión consciente de su parte.

Se quedó ahí parado alrededor de un minuto.

Un minuto después, aún no tenía ningún sentido y aún no tenía


absolutamente ninguna idea de lo que estaba pasando y su cerebro
ni siquiera había comenzado a empuñar alguna hipótesis como si
sus manos mentales estuvieran revestidas en bolas de goma y no
pudiera recoger nada.

Su estómago, que tenía sus propia prioridades, sugirió una posible


prueba experimental.

"Ah…" Harry le anunció al cuarto vacío. "¿Supongo que no puedo


gastar un punto y conseguir mi caja de barras de cereal de
regreso?"

Únicamente hubo silencio.

Harry puso su mano dentro del monedero y llamó "Caja de barras


de cereal."

Una caja que se sintió de la forma correcta saltó a su mano… pero


era demasiado ligera, y estaba abierta, y estaba vacía, y la nota
adjunta a ella decía:

PUNTOS GASTADOS: 1

PUNTOS ACTUALES: 98

HAS GANADO: UNA CAJA DE BARRAS DE CEREAL

"Me gustaría gastar un punto y conseguir las verdaderas barras de


cereal de regreso," anunció Harry.

De nuevo, silencio.

Harry puso su mano dentro del monedero y llamó "barras de cereal".


Nada salió.

Harry se encogió de hombros desesperadamente y se fue al


gabinete que se le había dado cerca de su cama, para obtener su
túnica de mago para ese día.

Sobre el fondo del gabinete, bajo su túnica, estaba las barras de


cereal, y una nota:

PUNTOS GASTADOS: 1

PUNTOS ACTUALES: 97

HAS GANADO: 6 BARRAS DE CEREALES

AÚN ESTAS VISTIENDO: PIJAMAS

NO COMAS MIENTRAS ESTÁS USANDO TUS PIJAMAS

RECIBIRÁS UNA PENALIZACIÓN DE PIJAMA

Y ahora sé que quien sea que controla el juego está loco.

"Mi suposición es que este juego es controlado por Dumbledore,"


Harry exclamó en voz alta. Tal vez esta vez pudiera establecer un
nuevo récord de velocidad por ser rápido en entenderlo.

Silencio.

Pero Harry estaba comenzando ha comprender el patrón; la nota


estaría en el siguiente lugar que mirara. Por lo que Harry miró
debajo de su cama.

JA! JA JA JA JA JA!

JA JA JA JA JA JA!

DUMBLEDORE NO CONTROLA EL JUEGO


MALA SUPOSICIÓN

MUY MALA SUPOSICIÓN

-20 PUNTOS

Y AÚN ESTÁS USANDO PIJAMAS

ES TU CUARTO MOVIMIENTO

Y AÚN ESTÁS USANDO PIJAMAS

PENALIZACIÓN DE PIJAMAS: -2 PUNTOS

PUNTOS ACTUALES: 75

Bien, eso era un enigma, de acuerdo. Sólo era su primer día de


escuela y una vez que descartabas a Dumbledore, no sabía el
nombre de nadie más aquí que estuviera así de loco.

Su cuerpo más o menos en piloto automático, Harry recogió un


conjunto de túnica y ropa interior, sacó el nivel caverna de su baúl
(él era una clase de persona muy reservada y alguien podría entrar
dentro del dormitorio), se vistió, y luego regreso subiendo las
escaleras para guardar sus pijamas.

Harry paró antes de extraer el cajón del gabinete que contenía sus
pijamas. Si el patrón seguía siendo cierto aquí…

"¿Cómo puedo ganar más puntos?" Harry habló en voz alta.

Entonces sacó el cajón.

OPORTUNIDADES PARA HACER EL BIEN ESTÁN EN TODAS


PARTES

PERO LA OSCURIDAD ES DONDE LA LUZ NECESITA ESTAR

COSTE DE LA PREGUNTA: 1 PUNTO


PUNTOS ACTUALES: 74

LINDA ROPA INTERIOR

¿TU MADRE LAS ESCOGIÓ?

Harry aplastó la nota en su mano, su cara encendida de color


escarlata. La maldición de Draco regreso a él. Hijo de sangre sucia -

Para este punto sabía que lo mejor era no decirla en voz alta.
Probablemente recibiría una Penalización por Profanidad.

Harry se ciñó el monedero de piel de moke y su varita. Le quitó la


envoltura a una de sus barras de cereal y la arrojó dentro del tarro
de basura del cuarto, donde aterrizó sobre una Rana de Chocolate
casi sin comer, un sobre arrugado y algún envoltorio de papel rojo y
verde. Puso las otras barras de cereal dentro de su monedero de
piel de moke.

Miró alrededor en un final, desesperado, y fundamentalmente fútil


búsqueda de pistas.

Y luego Harry dejó el dormitorio, comiendo mientras iba, en busca


de los calabozos de Slytherin. Al menos a eso fue lo que pensó se
trataba la linea.

Intentar navegar los pasillos de Hogwarts era como…


probablemente no tan malo como vagar alrededor de una pintura de
Escher, esa era la clase de cosa que tu decías por efecto retórico
más que porque fuera verdad. (2)

Poco tiempo después, Harry estaba pensado que de hecho una


pintura de Escher tendría tanto ventajas como desventajas
comparada a Hogwarts. Desventaja: No hay una orientación
gravitacional consistente. Ventaja: Al menos las escaleras no se
moverían alrededor MIENTRAS TÚ AÚN ESTABAS EN ELLAS.
Harry había trepado originalmente cuatro escaleras voladoras para
llegar a su dormitorio. Tras descender no menos de doce escaleras
voladoras sin llegar ni remotamente cerca de los calabozos, Harry
había concluido que (1) una pintura de Escher sería un pastel
comido por comparación, (2) de algún modo ahora estaba en un
lugar más alto del castillo de donde había comenzado, y (3) estaba
tan exhaustivamente perdido que no habría estado sorprendido de
asomarse a la siguiente ventana y ver dos lunas en el cielo.

El plan de respaldo A había sido detenerse y pedir direcciones, pero


parecía haber una extrema falta de personas andando por aquí,
como si todos los vagos estuvieran atendiendo las clases en las
formas que se suponía que debían hacer o algo así.

El plan de respaldo B…

"Estoy perdido," Harry pronunció en voz alta. "¿Puede, eh, el


espíritu del castillo de Hogwarts ayudarme o algo similar?"

"No pienso que este castillo tenga un espíritu," observó una


arrugada anciana en una de las pinturas en las paredes. "Vida,
quizá, pero no espíritu."

Hubo una breve pausa.

"Eres tú -" Harry inició, y luego cerró su boca. Pensándolo bien, no


él NO iba a preguntarle a la pintura si estaba consciente en el
sentido de ser consciente de su propia consciencia.

"Soy Harry Potter," dijo su boca, más o menos en piloto automático.


También más o menos automáticamente, Harry extendió una mano
hacia la pintura.

La mujer en la pintura miró desde arriba la mano de Harry y alzó sus


cejas.

Lentamente, la mano descendió al lado de Harry.


"Lo siento," Harry expresó, "Soy nuevo aquí."

"Así me pareció, joven raven. ¿Adónde estás procurando ir?" (3)

Harry titubeó. "No estoy realmente seguro," él comentó.

"Entonces tal vez ya estás allí."

"Bien, adonde sea que este tratando ir, no creo que sea aquí…"
Harry cerró su boca, consciente de cuanto estaba sonando como un
idiota. "Déjame empezar de nuevo. Estoy jugando un juego del cual
no sé cuales son las reglas -" En verdad eso tampoco funcionó, no
lo hizo. "De acuerdo, tercer intento. Estoy buscando oportunidades
para hacer el bien y poder anotar puntos, y todo lo que tengo es
esta críptica pista sobre como la oscuridad es donde la luz necesita
estar, por lo que estaba intentando bajar pero parece que en cambio
sigo subiendo…"

La anciana en la pintura estaba mirándolo más bien de manera


escéptica.

Harry suspiró. "Mi vida tiende a volverse un poco peculiar."

"¿Sería justo decir que no sabes dónde estás o por qué estás
intentando llegar allí?"

" Enteramente justo."

La anciana asintió. "No estoy segura de que estar perdido sea el


más importante de tus problemas, jovencito."

"Cierto, pero a diferencia de los problemas más importantes, es un


problema que puedo comprender cómo resolver y guau está
conversación se está volviendo una metáfora para la existencia
humana, no me había dado cuenta de que eso estaba pasando
hasta justo ahora."

La señora ojeó a Harry de manera valora. " Eres un buen joven


raven, ¿no es así? Por un momento estaba comenzando a
preguntármelo. Bien entonces, como una regla general, si sigues
volteando hacia la izquierda, estás destinado a seguir bajando."

Eso sonó extrañamente familiar pero Harry no pudo recordar donde


lo había escuchado antes. "Mmm… pareces ser una persona muy
inteligente. O un retrato de una persona muy inteligente… como
sea, ¿has escuchado de un misterioso juego donde únicamente
puedes jugar una vez, y no te dirán cuales son las reglas?"

"Vida," contestó la señora de inmediato. "Ese es uno de los acertijos


más obvios que he llegado a escuchar."

Harry parpadeó. "No," replicó lentamente. "Me refiero a que de


hecho recibí una nota y todo lo demás informándome de que tengo
que jugar el juego pero no se me dirían las reglas, y alguien está
dejándome pequeños retazos de papel contándome cuántos puntos
he perdido por violar las reglas, como una penalización de menos
dos puntos por vestir pijamas. ¿Conoce a alguien aquí en Hogwarts
que sea lo suficientemente loco y poderoso como para hacer algo
como eso? ¿Además de Dumbledore, claro?"

El retrato de la señora suspiró. "No soy más que un retrato,


jovencito. Recuerdo a Hogwarts como era - no como Hogwarts es
ahora. Todo lo que puedo contarte es que si esto fuera un acertijo, la
respuesta sería que ese juego es la vida, y que mientras nosotros
mismos no hacemos las reglas, aquel que otorga o quita puntos
siempre eres tú. Si no es un acertijo sino la realidad - entonces no lo
sé."

Harry le hizo una reverencia muy profunda al retrato. "Gracias, mi


señora."

La señora le hizo una reverencia de regreso. "Desearía poder


asegurar que te recordaré con cariño," ella señaló, "pero
probablemente no te recordaré para nada. Adiós, Harry Potter."

Él hizo una nueva reverencia como replica, y comenzó a descender


por la más cercana de las escaleras voladoras.
Cuatro giros a la izquierda después se encontró contemplando un
corredor que terminaba, abruptamente, en un montículo revuelto de
grandes rocas - como si hubiera habido un derrumbre, únicamente
las paredes y techo alrededor estaban intactas y hechas de las
regulares piedras del castillo.

"De acuerdo," Harry anunció al vacío aire, "Me rindo. Estoy pidiendo
otra pista. ¿Cómo llegó adonde necesito llegar?"

"¡Una pista! ¿Una pista, pediste?"

La excitada voz provino de una pintura en la pared no muy lejana,


este era el retrato de un hombre de mediana edad en la más ruidosa
túnica rosada que Harry nunca hubiera visto o tan siquiera
imaginado. En el retrato él estaba vistiendo un caído y viejo
sombrero puntiagudo con un pescado encima (no el dibujo de un
pescado, si me entiendes, sino un pescado).

"¡Sí!" Harry afirmó. "¡Una pista! ¡Una pista, yo dije! ¡Sólo que no se
trata de cualquier pista, estoy buscando por una pista específica, es
para el juego que estoy jugando -"

"¡Sí, sí! ¡Una pista para el juego! Tú eres Harry Potter, ¿o no? ¡Soy
Cornelion Flubberwalt! Se me contó a través de Erin el Consorte a
quien a su vez se lo contó Lord Weaselnose a quien se lo contó, ya
se me olvido. ¡Pero era un mensaje para que yo te lo diera! ¡Para mí
! Nadie se ha preocupado por mí en, ya no sé cuánto, tal vez nunca,
he estado atrapado aquí en este maldito e inútil viejo corredor - ¡una
pista! ¡Yo tengo tu pista! ¡Sólo te costará tres puntos! ¿La quieres?"

"¡Sí! ¡La quiero!" Harry estaba consciente de que probablemente


debía mantener su sarcasmo bajo control pero no parecía que lo
pudiera evitar.

"La oscuridad puede ser hallada entre los cuartos verdes de estudio
y la clase de Transfiguración de McGonagall! ¡Esa es la pista! ¡Y
muévete de una vez, eres más lento que un saco de caracoles!
¡Menos diez puntos por ser lento! ¡Ahora tienes 61 puntos! ¡Ese fue
el resto del mensaje!"

"Gracias," Harry comentó. De verdad estaba quedándose atrás en el


juego. "Mmm… Supongo que no sabe de dónde provino
originalmente el mensaje, ¿o sí?"

"¡Fue hablado por una hueca voz que resonó delante de una brecha
en el mismo aire, una brecha que se abría sobre un abismo de
fuego! ¡Eso fue lo que se me dijo!"

Harry ya no estaba seguro, para este punto, si esta era la clase de


cosas sobre las que debía ser escéptico, o el tipo de cosas que sólo
debía tomar con calma. "¿Y cómo puedo hallar la linea entre los
cuartos verdes de estudio y la clase de Transfiguración?"

"¡Sólo da la vuelta y ve a la izquierda, derecha, abajo, abajo,


derecha, izquierda, derecha, arriba, e izquierda de nuevo, estarás
en un cuarto verde de estudio y si entras y sales directamente por el
otro lado estarás en un gran corredor curvo que va a una
intersección y al lado derecho de esa intersección habrá un corredor
en linea recta que va a la clase de Transfiguración!" La figura del
hombre de mediana edad hizo una pausa. "Al menos así es como
era cuando yo estaba en Hogwarts. Este es un Lunes de un año
impar, ¿no es cierto?"

"Lapicero y papel mecánico," Harry le habló a su monedero. "Eh,


cancela eso, papel y lapicero mecánico." Él miró. "¿Puedes
repetirlo?"

Tras perderse otras dos veces, Harry sintió que estaba comenzando
a entender la regla básica para navegar en el siempre cambiante
laberinto que era Hogwarts, llamado, pregúntale a las pinturas por
las direcciones . Si esto reflejaba alguna especie de increíblemente
profunda lección sobre la vida él no podía descubrir cual era.

El cuarto verde de estudio era un espacio sobresalientemente


placentero con la luz del sol colándose por las ventanas de vidrio
pintado de verde que mostraba dragones en calma, escenas
pastorales. Tenía sillas que se veían extremadamente confortables,
y mesas que parecían ser muy apropiadas para estudiar en
compañía de uno a tres amigos.

Harry no pudo realmente caminar directamente desde la puerta de


entrada hasta la de salida al otro lado. Había librerías puestas en la
pared, y él tuvo que ir par allá y leer algunos de los títulos, para al
menos no perder su derecho al nombre de la familia Verres. Pero lo
hizo rápidamente, pensando en el regaño por ser lento, y luego se
fue por el otro lado.

Estaba recorriendo el "gran corredor curvo" cuando escuchó gritar


una joven voz.

En momentos como este, Harry no tenía excusas para correr sin


parar sin importarle el guardar energías o hacer ejercicios de
calentamiento apropiados o preocuparse por estrellarse con algo, un
repentino frenesí que llegó a un igualmente repentino pare cuando
casi atropelló a un grupo de seis estudiantes de primer año de
Hufflepuffs…

… quienes estaban acurrucados juntos, viéndose más bien


asustados y como si desesperadamente quisieran hacer algo pero
no podían descubrir qué, lo que probablemente tenía que ver con el
grupo de cinco Slytherins mayores que parecían estar rodeando a
otro chico joven.

Bruscamente Harry se sintió más enojado.

" ¡Disculpen! " gritó Harry con todo lo que daban sus pulmones.

Podría no haber sido necesario. Las personas ya lo estaban


mirando. Pero ciertamente sirvió para congelar toda la acción.

Harry caminó a través del montón de Hufflepuffs hacia los


Slytherins.
Ellos lo miraron con expresiones que iban desde la ira hasta la
diversión hasta el deleite.

Parte del cerebro de Harry estaba aullando de pánico porque ellos


fuera chicos más grandes y más altos que podían aplastarlo.

Otra parte dijo secamente que cualquiera que fuera atrapado


aplastando al Niño-Que-Vivió iba a llegar a un mundo de puros
problemas, especialmente si eran una manada de Slytherins más
grandes y había siete Hufflepuffs que lo veían, y que la oportunidad
de que ellos le hicieran cualquier daño permanente en la presencia
de testigos era prácticamente cero. La única arma real que los
chicos grandes tenían en contra suya era su propio temor, si él lo
permitía.

Entonces Harry vio que el chico que ellos tenían atrapado era
Neville Longbottom.

Por supuesto.

Eso lo decidió. Harry había prometido disculparse humildemente con


Neville y eso quería decir que Neville le pertenecía, ¿cómo se
atrevían ?

Harry llegó y agarró a Neville por la muñeca y de un tirón lo sacó de


entre los Slytherins, el chico tropezando de la sorpresa mientras
Harry lo arrastró y casi en el mismo movimiento lo empujó a través
de la misma brecha.

Y Harry se plantó en el centro de los Slytherins donde Neville había


estado, viendo a los más grande, altos, y fuertes chicos.

"Hola," Harry habló. "Soy el Niño-Que-Vivió."

Hubo una pausa más bien incomoda. Nadie parecía saber adonde
se suponía que fuera la conversación.
Los ojos de Harry descendieron y vieron los libros y papeles
regados por todo el piso. Oh, el viejo juego donde dejas que el chico
intente recoger sus libros y los tumbas de su mano otra vez. Harry
no podía recordar haber sido el objeto de ese juego alguna vez,
pero tenía una buena imaginación y su imaginación lo estaba
poniendo furioso. Bien, una vez que la situación más urgente
estuviera resuelta sería fácil para Neville regresar y recoger sus
materiales, teniendo en cuenta que los Slytherins se quedarán
demasiado concentrados en él para pensar en hacerle algo a los
libros.

Infortunadamente sus ojos extraviados habían sido notados. "Ooh,"


exclamó el más grande de los chicos, "acaso quieres los libros del
pequeñito -"

"Cállate" Harry lo cortó fríamente. Tenlos fuera de balance. No


hagas lo que ellos esperan. No caigas en un patrón que los llame a
abusar de ti. "¿Es esto parte de algún plan increíblemente astuto
que les hará ganar ventaja en el futuro, o es una desgracia sin
sentido al nombre de Salazar Slytherin como si -"

El chico más grande empujó a Harry Potter con fuerza, y él


retrocedió desmadejado fuera del circulo de Slytherins hacia el piso
de dura piedra de Hogwarts.

Y los Slytherins se rieron.

Harry se levantó en lo que le pareció como un movimiento


terriblemente lento. Aún no sabía cómo usar su varita, pero no había
razón para dejar que eso lo detuviera, bajo estas circunstancias.

"Quisiera pagar tantos puntos como sea necesario para deshacerme


de esta persona," Harry anunció, señalando con su dedo al más
grande de los Slytherin.

Entonces Harry alzo su otra mano, dijo "Abracadabra," y chasqueó


sus dedos.
A la palabra Abracadabra dos de los Hufflepuffs gritaron, incluido
Neville, otros tres Slytherins salieron desesperadamente del camino
del dedo de Harry, y el Slytherin más grande se tambaleó hacia
atrás con una expresión de sorpresa, una repentina salpicadura de
rojo decorando su cara y cuello y pecho.

Harry no había estado esperando eso .

Lentamente, el Slytherin más grande llegó hasta su cabeza, y se


quitó el molde del pastel de cereza que acababa de desparramarse
sobre él. El Slytherin más grande sostuvo el molde en su mano por
un momento, contemplándolo, luego lo dejó caer en el piso.

Probablemente no era el mejor momento en el mundo para que uno


de los de Hufflepuffs comenzara a reírse, pero eso fue exactamente
lo que uno de los Hufflepuffs estaba haciendo.

Entonces Harry atrapó con la vista la nota en el fondo del molde.

"Un momento," Harry pidió, y se lanzó hacia adelante para recoger


la nota. "Esta nota es para mí, creo -"

" Tú," gruñó el Slytherin más grande, " tú, estás, vas, a -"

"¡ Mira esto!" vociferó Harry, esgrimiendo la nota al Slytherin más


grande. "Quiero decir, ¡sólo mira esto! ¿Puedes creer que se me
están cobrando 30 puntos por enviar y entregar un piojoso pastel?
¡30 puntos! ¡Estoy quedando a perdida incluso después de haber
rescatado a un inocente chico en peligro! ¿Y gastos de
almacenamiento? ¿Gastos del medio de transporte? ¿Costos de
acarreo? ¿Cómo es que tiene costos de acarreo un pastel ?"

Hubo otra de esas incomodas pausas. Harry pensó mortales


pensamientos a quien fuera el Hufflepuff que no podía parar con esa
risotada sofocada, ese idiota iba a ser que lo lastimaran.

Harry dio un paso atrás y le lanzó su mirada más letal a los


Slytherins. "Ahora váyanse o seguiré haciendo su existencia más y
más surrealista hasta que lo hagan. Déjenme advertirles que…
meterse con mi vida tiende a hacer tu vida más… un poco peliaguda
. ¿Lo entienden?"

En un solo terrible movimiento, el Slytherin más grande batió su


varita para apuntar a Harry y en el mismo instante fue golpeado por
el otro lado de su cabeza con otro pastel, esta vez de un brillante
arándano.

La nota en este pastel era más grande y claramente legible. "Quizá


quieras leer la nota en ese pastel," Harry observó. "Pienso que esta
vez es para ti."

El Slytherin la alcanzó despacio, tomó el molde de la torta, le dio la


vuelta con un húmeda masa cayéndose y desparramando más
arándano sobre el suelo, y leyó una nota que decía:

ADVERTENCIA

NINGUNA MAGIA PUEDE SER USADA EN EL CONCURSANTE

MIENTRAS EL JUEGO ESTE EN PROGRESO

MÁS INTERFERENCIAS EN EL JUEGO

SERÁN REPORTADAS A LAS AUTORIDADES DEL JUEGO

La expresión de puro desconcierto en la cara del Slytherin era una


mirada de arte. Harry pensó que le podría estar empezando a
agradar este Controlador del Juego.

"Mira," Harry propuso, "¿quieres llamarlo un empate? Creo que las


cosas se están saliendo fuera de control aquí. ¿Qué tal si regresas a
Slytherin y yo regreso a Ravenclaw y todos nos serenamos un poco,
de acuerdo?"

"Tengo una mejor idea," siseó el Slytherin más grande. "¿Qué tal si
accidentalmente te quiebras todos los dedos?"
"Cómo en el nombre de Merlín arreglas un accidente creíble tras
hacer una amenaza en frente de una docena de testigos, idiota -"

Lentamente el Slytherin más grande, deliberadamente se acercó


hacia la mano de Harry, y Harry se quedó congelado, la parte de su
cerebro que estaba dándose cuenta de la edad y fuerza del otro
chico luchando para hacerse escuchar, gritando, ¿QUE RAYOS
ESTOY HACIENDO?

"¡Espera!" exclamó alguno de los otros Slytherins, su voz


abruptamente llena de pánico. "¡Alto, de verdad no deberías hacer
eso!"

El Slytherin más grande lo ignoró, tomando la mano derecha de


Harry firmemente con su mano izquierda, y tomando el dedo indice
de Harry en su mano derecha.

Harry contempló al Slytherin directo a los ojos. Parte de Harry


estaba gritando, no se suponía que esto pasará, no estaba permitido
que esto pasara, los adultos nunca permitirían que algo como esto
realmente pasara -

Despacio, el Slytherin comenzó a doblar su dedo indice hacía atrás.

De hecho aún no ha roto mi dedo y es inferior a mí amedrentarse


antes de que lo haga. Hasta entonces, esto sólo es otro intento de
causar miedo.

"¡Alto!" insistió el Slytherin que había objetado antes. "¡Alto, esta es


una muy mala idea!"

"Estoy bastante de acuerdo," dijo una helada voz. La voz de una


mujer mayor.

El Slytherin más grande dejo ir la mano de Harry y retrocedió de un


saltó como si lo hubiera quemado.
"¡Profesora Sprout!" chilló uno de los Hufflepuffs, sonando tan alegre
como nadie que Harry hubiera escuchado en su vida.

Dentro del campo de visión de Harry, al voltearse, siguió los pasos


de una regordeta y menuda mujer con desarreglado cabello gris
rizado y ropas cubiertas con suciedad. Ella apuntó un dedo
acusador a los Slytherins. "Explíquense ustedes mismos," ella
ordenó. "¿Qué están haciendo con mis Hufflepuffs y…" ella lo miró a
él. "Mi buen estudiante, Harry Potter."

Uh oh. Era correcto, fue SU clase la que me perdí esta mañana.

"¡Amenazó con matarnos!" espetó uno de los Slytherins, el mismo


que había pedido un alto.

"¿Qué?" Harry cuestionó categóricamente. "¡ No lo hice! ¡Si fuera a


matarte no haría amenazas públicas primero!"

Un tercer Slytherin no pudo evitar reírse y luego se detuvo


abruptamente cuando los otros chicos le dirigieron mortales
miradas.

La Profesora Sprout había adoptado una expresión de gran


escepticismo. "¿Qué amenaza de muerte sería esta, exactamente?"

"¡La Maldición Asesina! ¡Él pretendía usar la Maldición Asesina


sobre nosotros!"

La Profesora Sprout se volteó para ver a Harry. "Sí, una amenaza


bastante terrible viniendo de un niño de once años. Aunque aún así
eso no es algo que ni siquiera se debería soñar pretender, Harry
Potter."

"Ni siquiera conozco las palabras para la Maldición Asesina," Harry


replicó prontamente. "Y ni siquiera tuve mi varita afuera en ningún
momento."
Ahora la Profesora Sprout le estaba dando a Harry una mirada
escéptica. "Supongo que este chico se golpeó a si mismo con dos
pasteles, entonces."

"¡Él no uso su varita!" espetó uno de los jóvenes Hufflepuffs.


"¡Tampoco se cómo lo hizo, él sólo chasqueó sus dedos y hubo
pastel!"

"En serio," comentó la Profesora Sprout tras una pausa. Ella sacó su
propia varita. "No te castigaré, ya que pareces ser la victima aquí,
¿pero te importaría si reviso tu varita para verificar eso?"

Harry extrajo su varita. "Que debo -"

" Prior Incantato," dijo Sprout. Ella frunció el ceño. "Es raro, tu varita
no parece haber sido usada para nada."

Harry se encogió de hombros. "No lo ha sido, en verdad, Sólo


obtuve mi varita y libros escolares hace unos pocos días."

Sprout asintió. "Entonces tenemos un claro caso de magia


accidental de un chico que se sintió amenazado. Y las reglas
plenamente establecen que tú no serás responsabilizado por ello.
En cuanto a ustedes…" ella se dirigió a los Slytherins. Sus ojos
cayeron deliberadamente hacia los libros de Neville yaciendo sobre
el piso.

Hubo un largo silencio durante el cual ella observó a los cinco


Slytherins.

"Tres puntos de Slytherin, cada uno," ella habló finalmente. "Y seis
de él," apuntando al chico cubierto el pastel. "Nunca más te
entrometas con mis Hufflepuffs otra vez, o con mi estudiante Harry
Potter tampoco. Ahora váyanse ."

No tuvo que repetirlo; los Slytherins se voltearon y se alejaron muy


rápidamente.
Neville fue y empezó a recoger sus libros. Era como si estuviera
llorando, pero sólo un poquito. Podría haber sido una reacción
tardía, o podría haber sido porque los otros chicos lo estaban
ayudando.

" Muchas gracias, Harry Potter," la Profesora Sprout le reconoció a


él. "Siete puntos para Ravenclaw, uno por cada Hufflepuff que
ayudaste a proteger. Y no diré nada más."

Harry parpadeó. Había estado esperando algo más entre las lineas
de un sermón sobre alejarse de los problemas, y un regañó bastante
severo por perderse su primera clase.

Tal vez sí debió haber ido a Hufflepuff. Sprout era cool.

" Scourgify," Sprout señaló al desastre de pastel en el piso, el cual


prontamente desapareció.

Y ella se fue, caminando a lo largo del pasillo que llevaban al cuarte


verde del estudio.

"¿Cómo hiciste eso?" silbó uno de los chicos de Hufflepuff tan


pronto como ella se fue.

Harry sonrió con aire de suficiencia. "Puedo hacer que cualquier


cosa que yo quiera pase con tan sólo chasquear mis dedos."

Los ojos del chico se abrieron de par en par. " ¿De verdad? "

"No," negó Harry. "Pero cuando le estés contando esta historia a


todos asegúrate de compartirla con Hermione Granger la Ravenclaw
de primer año, ella tiene una anécdota que hallarás divertida." Él no
tenía absolutamente ni el menor indicio de lo que estaba pasando,
pero él no era de dejar pasar la oportunidad de aumentar su
creciente leyenda. "Oh, ¿y que fue todos eso sobre la Maldición
Asesina?"

El chico le dio una extraña mirada. "¿Realmente no lo sabes?"


"Si lo supiera, no estaría preguntando."

"Las palabras para la Maldición Asesina son," el chico tragó saliva, y


su voz cayó hasta ser un susurro, y mantuvo sus manos lejos de sus
costados como si quisiera dejar claro que no estaba sosteniendo
una varita, " Avada Kedavra ."

Bueno por supuesto que lo eran.

Harry puso esto en su creciente lista de cosas para nunca contarle a


su Padre, el Profesor Michael Verres-Evans. Era lo suficientemente
malo hablar sobre cómo eras la única persona en sobrevivir la
temible Maldición Asesina, sin tener que admitir que la Maldición
Asesina era "Abracadabra."

"Ya veo," Harry comentó tras una pausa. "Bueno, esta es la última
vez que digo eso antes de chasquear mis dedos." Aunque había
producido un efecto que podría ser tácticamente útil.

" Por qué tú -"

"Criado por Muggles, los Muggles piensan que es un chiste y que es


divertido. Seriamente, eso es lo que pasó. Lo siento, ¿pero puedes
recordarme tu nombre?"

"Soy Ernie Macmillan," respondió el Hufflepuff. Extendió su mano, y


Harry la estrechó. "Es un honor conocerte."

Harry ejecutó una ligera reverencia. "Encantado de conocerte,


puedes omitir lo del honor y todo eso."

Luego los otros chicos se agruparon alrededor y hubo un súbito flujo


de introducciones.

Cuando hubieron terminado, Harry tragó saliva. Esto va a ser muy


difícil. "Mmm… si todos me disculpan… Tengo algo que hablar con
Neville -"
Todos los ojos se voltearon a Neville, quien retrocedió un paso, su
cara viéndose aprehensiva.

"Supongo," Neville murmuró con diminuta voz, "que vas a decirme


que debí haber sido más valiente -"

"¡Oh, no, nada de eso!" Harry se apresuró a aclarar. "Nada que ver
con eso . Es sólo, mmm, algo que el Sombrero Seleccionador me
contó -"

Inesperadamente los otros chicos se vieron muy interesados,


excepto por Neville, quien se veía incluso más aprehensivo.

Parecía haber algo bloqueando la garganta de Harry. Sabía que sólo


debía soltarlo bruscamente, y era como si se hubiera tragado un
enorme ladrillo que estaba atascado en el camino.

Era como si Harry tuviera que tomar control manualmente de sus


labios y producir cada silaba individualmente, pero se las arreglaba
para hacerlo pasar. "Yo lo, sien, to." Exhaló y tomó una profunda
respiración. "Por lo que hice, mmm, el otro día. Tú… no tienes que
ser cortes al respecto ni mucho menos, Comprenderé si me odias.
Esto no es sobre mí intentado ser cool al disculparme o que tú
tengas que aceptar mi disculpa. Lo que hice estuvo mal."

Hubo un pausa.

Neville apretó sus libros contra su pecho. "¿Por qué lo hiciste?"


preguntó con una fina, vacilante voz. Parpadeó, como esforzándose
por aguantar las lágrimas. "¿Por qué todos tienen que hacer eso,
incluso el Niño-Que-Vivió?"

De pronto Harry se sintió más pequeño de lo que nunca se había


sentido en toda su vida. "Lo siento," Harry habló de nuevo, su voz
ahora enronquecida. "Es sólo que… te veías tan asustado, era
como si hubiera un signo sobre tu cabeza diciendo 'victima', y quería
mostrarte que las cosas no siempre salen tan mal, que a veces los
monstruos te dan chocolate… pensé que si te enseñaba eso,
podrías darte cuenta que no había tanto por lo que tener miedo -"

"Pero sí lo hay," susurró Neville. "¡Lo viste hoy, sí lo hay!"

"Ellos no habrían hecho nada realmente malo en frente de testigos.


Su principal arma es el temor. Por eso es que te eligieron a ti,
porque ellos pueden ver que tienes miedo. Quería hacerte menos
temeroso… mostrarte que el miedo era peor que la cosa en si
misma… o eso fue lo que me dije a mi mismo, pero el Sombreo
Seleccionador me reveló que me estaba mintiendo y que realmente
lo hice porque era divertido. Por eso es que me estoy disculpando -"

"Me lastimaste," lo interrumpió Neville. "Justo ahora. Cuando me


agarraste y me apartaste de ellos." Neville alargó el brazo y señaló
adonde Harry lo había agarrado. "Podría tener un moretón después
de lo duro que me empujaste. Me lastimaste peor de lo que
cualquiera de los Slytherins hicieron al chocar conmigo, en verdad."

" ¡Neville! " chilló Ernie. "¡Él estaba intentando salvarte !"

"Lo siento," susurró Harry. "Cuando vi eso yo sólo me puse… muy


enojado…"

Neville lo vio fijamente. "Por eso me jalaste realmente fuerte y te


pusiste donde yo estaba y fuiste, 'Hola, soy el Niño-Que-Vivió'."

Harry asintió.

"Creo que algún día vas a ser muy cool," Neville concluyó. "Pero en
este momento, no lo eres."

Harry se tragó el inesperado nudo en su garganta y se alejó.


Continuó bajando por el corredor hacia la intersección, luego giró a
la izquierda y siguió caminando, a ciegas.

¿Qué se suponía que debía hacer aquí? ¿Nunca enojarse? No


estaba seguro que pudiera haber hecho cualquier cosa son estar
enojado y quien sabe que le pudo haber pasado a Neville y sus
libros entonces. Además, Harry había leído suficientes libros de
fantasía para saber cómo esto iba a parar. Intentaría suprimir la ira y
él fallaría y seguiría viniendo una y otra vez. Y tras este largo viaje
de auto-descubrimiento él aprendería que su ira era parte de él y
que sólo al aceptarla podría usarla sabiamente. Star Wars era el
único universo en el cual la respuesta de hecho era que se suponía
que cortaras de ti mismo las emociones negativas, y algo sobre
Yoda siempre había hecho que Harry odiara a ese pequeño tarado
verde.

Por lo que el obvio plan para ahorrar tiempo era saltarse el viaje de
auto-descubrimiento e ir directo a la parte donde se daba cuenta
que únicamente al aceptar su ira como parte de sí podría
permanecer en control.

El problema era que no se sentía fuera de control cuando estaba


enojado. La fría ira lo hacía sentir que estaba en control. Era
únicamente cuando miraba hacia atrás todos los eventos que
parecía que… todo había explotado fuera de control, de algún
modo.

Se preguntó que tanto le preocupaban esta clase de cosas al


Controlador del Juego, y si había ganado o perdido puntos por ello.
El mismo Harry se sentía como si hubiera perdido un buen número
de puntos, y estaba seguro de que la anciana en la pintura le habría
dicho que esa era la única opinión que importaba.

Y Harry también se estaba preguntando si el Controlador del Juego


había enviado a la Profesora Sprout. Era el pensamiento lógico: la
nota que había amenazado con notificar a las Autoridades del
Juego, y luego la Profesora Sprout estaba allí. Tal vez la Profesora
Sprout era la Controladora del Juego - la Jefa de Casa de Hufflepuff
sería la última persona que cualquiera sospecharía, lo cual de modo
obligatorio la ponía casi en la cima del listado de Harry. Había leído
una o dos novelas de misterio, también.
"¿Así qué como lo estoy haciendo en el juego?" Harry llamó en voz
alta.

Una hoja de papel voló sobre su cabeza, como si alguien la hubiera


arrojado detrás de él - Harry se volteó, pero no había nadie allí - y
cuando Harry se volteó de nuevo hacia adelante, la nota estaba
posada en el piso.

La nota decía:

PUNTOS POR ESTILO: 10

PUNTOS POR PENSAR BIEN: -3,000,000

PUNTOS BONUS PARA LA CASA DE RAVENCLAW: 70 (4)

PUNTOS ACTUALES: -2,999,871

TURNOS RESTANTES: 2

" ¿Menos tres millones de puntos? " Harry protestó indignado hacía
el pasillo vacío. "¡Eso parece excesivo! ¡Quiero presentar una
apelación con las Autoridades del Juego! ¿Y cómo se supone que
voy a compensar tres millones de puntos en los próximos dos
turnos?"

Otra nota cayó sobre su cabeza.

APELACIÓN: FRACASADA

HACER LAS PREGUNTAS EQUIVOCADAS: -1,000,000,000,000


PUNTOS

PUNTOS ACTUALES: -1,000,002,999,871

TURNOS RESTANTES: 1

Harry se rindió. Con un turno restante todo lo que podía hacer era
dar su mejor suposición, incluso si no era muy buena. "Mi conjetura
es que el juego representa la vida."

Una última hoja de papel voló sobre su cabeza, leyéndose en ella:

INTENTO FRACASADO

ASASASASASASASASASASASADODODODODODODODODODO
DODODOD O

PUNTOS ACTUALES: MENOS INFINITO

HAS PERDIDO EL JUEGO

INSTRUCCIONES FINALES:

ve a la oficina de la Profesora McGonagall

La última linea era de su puño y letra.

Harry contempló la linea final por un rato, luego se encogió de


hombros. Bueno. A la oficina de la Profesora McGonagall sería. Si
ella era la Controladora del Juego…

De acuerdo, honestamente, Harry no tenía absolutamente ni la


menor idea de cómo se sentiría si la Profesora McGonagall era la
Controladora del Juego. Su mente estaba dibujando un completo
blanco. Era, literalmente, inimaginable.

Un par de retratos después - no fue un viaje muy largo, la oficina de


la Profesora McGonagall no estaba lejos de su salón de clases de
Transfiguración, al menos no en los Lunes de años impares - Harry
se plantó afuera de la puerta de su oficina.

Llamó a la puerta.

"Adelante," contestó la apagada voz de la Profesora McGonagall.

Él entró.
Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) "Una J. K. Rowling brilla sobre la hora de nuestro encuentro". En


quenya en el original, la lengua de los elfos de Valinor inventada por
J. R. R. Tolkien. Yudkowsky reemplaza la palabra estrella por el de
nuestra amada autora de Harry Potter. Más sobre el quenya ir a
RHAIDOT.

(2) Para mayor referencia sobre M. C. Escher ir a RHAIDOT

(3) Raven es cuervo en ingles, por lo que llamar a Harry y a otros de


su Casa así tiene doble sentido. Por cierto, que el ave del escudo de
Ravenclaw es un águila, no un cuervo.

(4) Debería ser 7, pero no sé porque aparece 70 en el original :?

¿Y entendieron que rayos pasa aquí? La primer vez yo formulé


muchas teorías locas, pero debo aceptar que me distrajo la trama
Harry-Neville. Sin embargo he visto que ustedes lectores de
HPMOR en español son muy listos y hasta ahora han descifrado los
misterios con éxito :O

Sigo descontento porque esta semana tampoco pude acomodar


mejor los capítulos en FFN. Quisiera que se parezcan más al
original en inglés :(

Creo que finalmente he logrado acomodar mi horario para sacarle el


mayor provecho, espero seguir así :D

Ando con varios proyectos e ideas, ojala alguna fructifique. Gracias


por seguir pegados a esta traducción y hasta el siguiente capítulo :)

Próximo Capítulo : 3 de Octubre

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.


ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o
diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Lo desconocido y lo incognoscible
Capítulo 14: Lo desconocido y lo incognoscible

Melenkurion abatha! Duroc minas mill J. K. Rowling! (1)

Hubo preguntas misteriosas, pero una respuesta misteriosa era una


contradicción en sus propios términos.

"Adelante," contestó la apagada voz de la Profesora McGonagall.

Harry lo hizo así.

La oficina de la Directora Adjunta estaba limpia y bien organizada;


sobre la pared inmediatamente adyacente al escritorio había un
laberinto de cubículos de madera de todas las formas y tamaños, la
mayoría con varios rollos de pergaminos atorados dentro de estos, y
de algún modo era muy claro que la Profesora McGonagall sabía
exactamente que contenía cada cubículo, incluso si nadie más lo
sabía. Un solitario pergamino yacía sobre el escritorio, el cual
estaba, aparte del pergamino, limpio. Detrás del escritorio había una
puerta cerrada y atrancada con muchas cerraduras.

La Profesora McGonagall estaba sentada en un taburete detrás del


escritorio, viéndose perpleja - sus ojos estaban abiertos de par en
par, quizá con una ligera nota de aprehensión, cuando vio a Harry.

"¿Sr. Potter?" preguntó la Profesora McGonagall. "¿De qué se


trata?"

La mente de Harry se puso en blanco. Él juego lo había instruido


para llegar aquí, había estado esperando que ella tuviera algo en
mente…

"¿Sr. Potter?" repitió la Profesora McGonagall, comenzando a verse


ligeramente molesta.
Afortunadamente, el aterrado cerebro de Harry recordó en este
punto que él sí había planeado discutir algo con la Profesora
McGonagall. Algo importante y que bien valía su tiempo.

"Uh…" Harry dijo. "Si hay algunos hechizos que usted pueda lanzar
para asegurarse de que nadie nos este escuchando…"

La Profesora McGonagall se levantó de su silla, cerró firmemente la


puerta exterior, y tomando su varita comenzó a recitar hechizos.

Fue en este punto que Harry se dio cuenta que se había topado con
una invaluable y posiblemente irreemplazable oportunidad para
ofrecerle a la Profesora McGonagall un Comedia-Té y él no podía
creer que estaba pensando seriamente que todo estaría bien porque
la gaseosa desaparecía unos segundos después por lo que le dijo a
esa parte de sí mismo que se callara .

Se calló, y Harry empezó a organizar mentalmente lo que iba a


decir. No había planeado tener esta discusión tan pronto, pero ya
que estaba allí…

La Profesora McGonagall terminó un hechizo que sonaba


muchísimo a Latín antiguo, y entonces ella se sentó de nuevo.

"De acuerdo," ella comentó tranquilamente. "Nadie está


escuchando." Su cara estaba más bien hermética.

Oh, claro, ella está esperando que yo la chantajee a cambio de


información sobre la profecía.

Eh, Harry llegaría allí algún otro día.

"Es sobre el Incidente con el Sombrero Seleccionador," Harry inició.


(La Profesora McGonagall parpadeó.) "Uh… Creo que hay un
hechizo extra en el Sombrero Seleccionador, algo sobre lo que el
mismo Sombrero Seleccionador no sabe, algo que se activa cuando
el Sombrero Seleccionador anuncia Slytherin. Escuché un mensaje
que estoy seguro los Ravenclaws no se suponía escucharían. Salió
en el momento que el Sombrero Seleccionador estaba fuera de mi
cabeza y sentí que la conexión se rompió. Sonó como un siseó y
como Inglés al mismo tiempo," hubo una fuerte inhalación
proveniente de McGonagall, "y dijo algo como: Saludos de un
Slytherin a otro Slytherin, si buscas mis secretos, háblale a mi
serpiente."

La Profesora McGonagall se quedó sentada con la boca abierta,


observando a Harry como si le hubieran crecido otras dos cabezas.

"Así que…" la Profesora McGonagall hablo lentamente, como si ella


no pudiera creer las palabras que estaban saliendo de sus propios
labios, "usted decidió venir a mí directamente y contármelo."

"Bueno, sí, por supuesto," Harry contestó. No había necesidad de


admitir cuánto le había llevado de hecho pensar en ello. "A
diferencia de, digamos, intentar investigarlo por mí mismo, o
discutirlo con otros niños."

"Ya… veo," la Profesora McGonagall murmuró. "Y si, tal vez, usted
fuera a descubrir la entrada a la legendaria Cámara de los de
Secretos de Salazar Slytherin, una entrada que usted y sólo usted
pudiera abrir…"

"Cerraría la entrada y se lo reportaría a usted de inmediato para que


un equipo experimentado de arqueólogos mágicos pudiera ser
reunido," Harry respondió prontamente. "Entonces abriría la entrada
de nuevo y ellos entrarían cuidadosamente para asegurarse que no
hay nada peligroso. Yo podría ir luego a echar un vistazo, o si ellos
me necesitaran para abrir algo más, pero sería después de que el
área halla sido declarada despejada y que ellos tuvieran fotografías
de cómo se veía todo antes de que las personas comenzaran a
andar alrededor de su invaluable sitio histórico."

La Profesor McGonagall se quedó sentada con la boca abierta,


observándolo como si él se hubiera transformado en un gato.

"Es obvio si no eres un Gryffindor," Harry dijo gentilmente.


"Creo," la Profesora McGonagall expresó con una voz casi ahogada,
"que usted subestima por mucho la rareza del sentido común, Sr.
Potter."

Eso sonó correcto. Sin embargo… "Un Hufflepuff habría dicho lo


mismo."

McGonagall hizo una pausa, atacó. " Es verdad."

"El Sombrero Seleccionador me ofreció ir a Hufflepuff."

Ella le parpadeó como si no pudiera creerle a sus propios oídos. "¿


En verdad lo hizo? "

"Sí."

"Sr. Potter," McGonagall habló, y ahora su voz era baja, "cinco


décadas atrás fue la última vez que un estudiante murió dentro de
las paredes de Hogwarts, y ahora tengo la certeza de que cinco
décadas atrás fue la última vez que alguien escuchó ese mensaje."

Un escalofrío recorrió a Harry. "Entonces estaré muy seguro de no


tomar ninguna acción sea cual sea en este asunto sin consultarla
antes, Profesora McGonagall." Hizo una pausa. "Y puedo sugerirle
que reúna a las mejores personas que pueda hallar y vea si es
posible retirar ese hechizo extra del Sombrero Seleccionador… y si
no puede hacer eso, tal vez poner otro hechizo, un Quietus que se
active brevemente justo cuando el Sombrero sea removido de la
cabeza de un estudiante, eso podría funcionar como un parche.
Listo, no más estudiantes muertos." Harry asintió con satisfacción.

La Profesora McGonagall se veía incluso más aturdida, si tal cosa


era imaginable. "No puedo llegar a recompensarlo con la cantidad
de puntos suficientes sin otorgarle la Copa de las Casas a
Ravenclaw rotundamente."

"Uh," Harry dudó. "Uh. Sería mejor que yo no ganara tantos puntos
para la Casa."
Ahora la Profesora McGonagall le estaba dando una mirada extraña.
"¿Por qué no?"

Harry estaba teniendo dificultades para ponerlo en palabras.


"Porque sería muy triste, ¿sabe? Como… como antes cuando yo
aún intentaba ir a escuelas en el mundo Muggle, y cada vez que
había un proyecto en grupo, yo me adelantaba y hacia todo el
trabajo solo porque los otros únicamente me retrasarían. Me parece
bien ganar un montón de puntos, incluso más que cualquiera, pero
si gano suficientes como para ganar la Copa de las Casas por mi
mismo, entonces es como si estuviera cargando la Casa de
Ravenclaw sobre mi espalda y eso es demasiado triste."

"Ya veo…" McGonagall titubeó. Era aparente que este modo de


pensar ni siquiera se le había ocurrido. "Supongamos que
únicamente le otorgara cincuenta puntos, ¿entonces?"

Harry sacudió su cabeza de nuevo. "No es justo para los otros niños
si yo gano un montón de puntos por cosas de adultos de las que yo
puedo formar parte y ellos no. ¿cómo se supone que Terry Boot va a
ganar cincuenta puntos por reportar un susurro que escuchó del
Sombrero Seleccionador? No sería para nada justo."

"Veo porque el Sombrero Seleccionador te ofreció Hufflepuff," dijo la


Profesora McGonagall. Ella lo estaba ojeando con un extraño
respeto.

Eso hizo a Harry toser un poco. Honestamente él no era digno de


Hufflepuff. Que el Sombrero Seleccionador había estado intentando
meterlo en cualquier otro lugar excepto Ravenclaw, dentro de una
Casa cuyas virtudes él no tenía…

La Profesora McGonagall estaba sonriendo ahora. "¿Y si intentara


otorgarte diez puntos…?"

"¿Va usted a explicar de dónde provienen esos diez puntos, si


cualquiera le pregunta? Podría haber un montón de Slytherins, y no
me refiero a los niños en Hogwarts, quienes estarían realmente
realmente molestos si supieran sobre el hechizo que fue quitado del
Sombrero Seleccionador y descubran que yo estuve involucrado.
Por lo que creo que el absoluto secreto es la mejor parte del valor.
No necesita agradecerme, señora, la virtud es su propia
recompensa."

"Así sea," la Profesora McGonagall admitió, "pero tengo otra cosa


muy especial para darte. Veo que lo había juzgado muy mal en mis
pensamientos, Sr. Potter. Por favor espere aquí."

Ella se levantó, fue hacía la puerta bloqueada, agitó su varita, y una


especie de borrosa cortina surgió a su alrededor. Harry no pudo ver
ni escuchar que estaba pasando. Fue unos pocos minutos después
de que la bruma desapareció y la Profesora McGonagall estaba
parada allí, frente a él, con la puerta detrás de ella aún viéndose
como si nunca hubiera sido abierta.

Y la Profesora McGonagall sostenía en una mano un collar, una


delgada cadena de oro soportando en su centro un circulo de plata,
dentro del cual estaba el dispositivo de un diminuto reloj de arena.
En su otra mano había un panfleto doblado. "Esto es para usted,"
ella explicó.

¡Guau! ¡Iba a recibir alguna clase de estupendo objeto mágico como


recompensa por una misión! Aparentemente ese negocio de rehusar
ofertas monetarias hasta que obtuvieras un objeto mágico de verdad
funcionaba en la vida real, no sólo en los juegos de computadora.

Harry aceptó su nuevo collar, sonriendo. "¿Qué es?"

La Profesora McGonagall tomó aliento. "Sr. Potter, este es un objeto


que ordinariamente sólo es prestado a los niños que ya han
demostrado por sí mismos que son altamente responsables, con el
propósito de ayudarles con horarios de clase difíciles." McGonagall
dudó, como si fuera a agregar algo más. " Debo enfatizar, Sr. Potter,
que la verdadera naturaleza de este objeto es secreta y que no debe
contarle a otros estudiantes sobre este, o permitirles usarlo. Si eso
no es aceptable para usted, entonces devuélvalo ahora."
"Puedo guardar secretos," Harry prometió. "¿Así que qué es lo que
hace?"

"Hasta donde le concierne a otros estudiantes, este es un


instrumento Spimster y es usado para tratar un raro, no-contagioso
padecimiento mágico llamado Duplicación Espontanea. Lo llevará
bajo su ropa, y mientras no tiene razón para mostrárselo a nadie,
tampoco tiene razón para tratarlo como un terrible secreto. Los
instrumentos Spimster no son interesantes. ¿Lo entiende, Sr.
Potter?"

Harry asintió, su sonrisa ampliándose. Sentía el trabajo de un


Slytherin competente . "¿Y qué es lo que en verdad hace?"

"Es un Giratiempo. Cada giro al reloj de arena lo enviara una hora


atrás en el tiempo. Por lo que si lo utiliza para regresar dos horas
cada día, siempre debería ser capaz de dormir a la misma hora."

La suspensión de la incredulidad de Harry salió por la ventana por


completo.

Usted me está dando una maquina del tiempo para tratar mi


desorden de sueño.

Usted me está dando una MAQUINA DEL TIEMPO para tratar mi


DESORDEN DE SUEÑO.

USTED ME ESTÁ DANDO UNA MAQUINA DEL TIEMPO PARA


TRATAR MI DESORDEN DE SUEÑO.

"Ehehehehhheheh…" tartamudeó la boca de Harry. Ahora estaba


sosteniendo el collar lejos de él como si fuera una bomba
encendida. Bien, no, no como si fuera una bomba encendida, eso ni
siquiera comenzaba a describir la severidad de la situación. Harry
sostuvo el collar lejos de él como si se tratara de una maquina del
tiempo.
Diga, Profesora McGonagall, ¿sabía usted que la materia ordinaria
en el tiempo invertido se ve igual que la antimateria? ¡Porque sí así
es! ¿Sabía usted que un kilogramo de antimateria encontrando un
kilogramo de materia aniquilaría en una explosión equivalente a la
de 43 millones de toneladas de TNT? ¿Se da cuenta de que yo peso
41 kilogramos y que la explosión resultante dejaría un HUMEANTE
CRÁTER GIGANTE DONDE ANTES SOLÍA ESTAR ESCOCIA? (2)

"Discúlpeme," Harry se las arregló para farfullar, "¡pero esto sueña


verdaderamente verdaderamente verdaderamente
VERDADERAMENTE PELIGROSO ! " la voz de Harry no se elevó
más allá de un chillido, no era posible para él gritar lo
suficientemente alto como para hacerle justicia a esta situación así
que no había punto en intentarlo.

La Profesora McGonagall lo miró con tolerante afección. "Me alegra


que usted este tomando esto seriamente, Sr. Potter, pero los
Giratiempo no son tan peligrosos. No se los daríamos a los niños si
lo fueran."

"En serio," Harry replicó. "Ajajajaja. Por supuesto que ustedes no le


darían maquinas del tiempo a los niños si fueran peligrosas, ¿qué
estaba yo pensando? Así que sólo para estar claros, estornudar
sobre este dispositivo no me enviará hacia la Edad Media donde
atropellaré a Gutenberg con una carreta y evitaré la Ilustración?
Porque, ya sabe, odio cuando eso me pasa."

Los labios de McGonagall se estaban retorciendo en el modo en que


ella solía hacerlo cuando estaba intentando no sonreír. Ella le
ofreció a Harry el panfleto que estaba sosteniendo, pero Harry
estaba sosteniendo lejos el collar con ambas manos y contemplando
el pequeño reloj de arena para asegurarse de que no estaba a punto
de girar. "No se preocupe," McGonagall habló tras una breve pausa,
cuando fue claro que Harry no se iba a mover, "eso no puede llegar
a pasar, Sr. Potter. El Giratiempo no puede ser usado para moverse
más de seis horas hacia atrás. No puede ser usado más de seis
veces en un mismo día."
"Oh, bien, muy bien, eso. Y si alguien se choca conmigo el
Giratiempo no se romperá y no atrapara todo el castillo de Hogwarts
en un interminable bucle repetitivo de Jueves." (3)

"Bueno, pueden ser frágiles…" explicó McGonagall. "Y creo haber


escuchado que pasaron cosas extrañas si se rompen. ¡Pero nada
como eso ! "

"Quizá," Harry expresó cuando pudo hablar de nuevo, "ustedes


deberían proveer sus maquinas del tiempo con alguna clase de
armazón protector, en lugar de dejar el vidrio expuesto, para así
prevenir que eso pase ."

McGonagall pareció bastante impresionada. "Eso es una excelente


idea, Sr. Potter. Debería informar al Ministro de ello."

Eso es todo, ahora es oficial, han sido ratificados en el Parlamento,


todos en el mundo mágico son completamente estúpidos.

"Y mientras odiaría ponerme todo FILOSÓFICO," Harry procuró


desesperadamente bajar su voz hasta algo que fuera menos que un
chillido, "acaso alguien ha pensado sobre las IMPLICACIONES de
regresar seis horas y hacer algo que cambie el tiempo lo que
prácticamente BORRARÍA A TODAS LAS PERSONAS
AFECTADAS y LAS REEMPLAZARÍA CON VERSIONES
DIFERENTES -"

"Oh, ¡no se puede cambiar el tiempo !" lo interrumpió la Profesora


McGonagall. "Santo cielos, Sr. Potter, ¿usted cree que estos se les
prestarían a los estudiantes de ser eso posible? ¿Qué tal si alguien
intentara cambiar los resultados de sus pruebas?"

Harry tomó un momento para procesar esto. Sus manos se


relajaron, sólo un poco, de su puño blanco apretado sobre la cadena
del reloj de arena. Como si no estuviera sosteniendo una máquina
del tiempo, sólo una ojiva nuclear encendida.
"Así que…" Harry pronunció lentamente. "Las personas
descubrieron que el universo es… pasa a ser auto-consistente, de
algún modo, incluso si contiene viaje-en-el-tiempo dentro de si. Si yo
y mi yo futuro llegamos a interaccionar entonces veré las mismas
cosas como los dos, aún cuando, en mi propia primera carrera a
través, mi futuro yo ya estará actuando con total conocimiento de
cosas que, desde mi propia perspectiva, no han pasado aún…" la
voz de Harry se apagó ante la insuficiencia del Inglés.

"Correcto, creo," apuntó la Profesora McGonagall. "Aunque los


magos son aconsejados de evitar ser vistos por sus yoes pasados.
Si está atendiendo dos clases al mismo tiempo y necesitas cruzar
caminos con usted mismo, por ejemplo, la primera versión de usted
debería hacerse a un lado y cerrar sus ojos en el momento sabido -
usted ya tiene un reloj, que bueno - para que el futuro usted pueda
pasar. Todo está allí en el panfleto."

"Ajajajaa. ¿Y qué pasa cuando alguien ignora ese consejo?"

La Profesora McGonagall frunció sus labios. "Entiendo que puede


ser bastante desconcertante."

"Y no provoca, digamos, crear una paradoja que destruya el


universo."

Ella sonrió con tolerancia. "Sr. Potter, creo que recordaría haberlo
escuchado eso de haber llegado a pasar."

" ¡ESO NO ES TRANQUILIZADOR! ¿NO HAN ESCUCHADO


USTEDES NUNCA DEL PRINCIPIO ANTRÓPICO? ¿Y QUÉ CLASE
IDIOTA CONSTRUIRÍA UNA DE ESTAS COSAS POR PRIMERA
VEZ? " (4)

La Profesora McGonagall se echó a reír. Fue un placentero, alegre


sonido que parecía súbitamente fuera de lugar en su severa cara.
"Usted está teniendo otro momento 'usted se transformó en un gato',
no es así, Sr. Potter. Probablemente no lo quiera escuchar, pero es
muy cariñosamente lindo."
"Transformarse en un gato ni siquiera COMIENZA a compararse con
esto. ¡Sepa que hasta este momento tenía este horrible
pensamiento suprimido en la parte trasera de mi cabeza que la
única respuesta restante era que todo mi universo era una
simulación de computadora como en el libro Simulacron 3 pero
ahora incluso eso está descartado porque este pequeño juguete NO
ES COMPUTABLE POR TURING ! Una maquina Turing podría
simular regresar en un momento definido del pasado y computar un
futuro diferente desde allí, una maquina oráculo podría confiar en
detener el comportamiento de maquinas de menor-orden, pero lo
que está diciendo es que la realidad de algún modo auto-consistente
está computando en un barrido usando información que no ha…
pasado… aún…" (5) (6)

El entendimiento le cayó a Harry de un golpe como un martinete de


forja.

Todo tenía sentido ahora. Todo tenía sentido finalmente .

" ¡ASÍ ES CÓMO FUNCIONA EL COMEDIA-TÉ! ¡Por supuesto ! El


hechizo no fuerza que los eventos divertidos pasen, ¡sólo te hace
sentir un impulso de beber justo antes de que cosas divertidas
vayan a pasar de todos modos! So tan tonto, me debí haber dado
cuenta cuando sentí el impulso de beber el Comedia-Té antes del
segundo discurso de Dumbledore, no lo bebí, y luego me ahogué
con mi propia saliva en su lugar - beber el Comedia-Té no causa la
comedia, ¡la comedia causa que tú bebas el Comedia-Té! ¡Vi que
los dos eventos estaban correlacionados y asumí que el Comedia-
Té tenía que ser la causa y que la comedia tenía que ser el efecto
porque yo pensé que el orden temporal restringía la causalidad y los
grafos causales debían ser acíclicos PERO TODO TIENE SENTIDO
UN VEZ QUE TU DIBUJAS LAS FLECHAS CAUSALES YENDO
HACIA ATRÁS EN EL TIEMPO ! " (7)

El entendimiento le cayó a Harry de un golpe con un segundo


martinete de forja.
Para este se las arregló para mantenerse callado, haciendo un
pequeño sonido estrangulado como el de un gatito agonizante
porque se dio cuenta de quién había puesto la nota en su cama esta
mañana.

Los ojos de la Profesora McGonagall estaban en llamas. "Después


de que usted se gradué, o posiblemente incluso antes, usted
realmente debería enseñar alguna de esas teorías Muggle en
Hogwarts, Sr. Potter. Suenan bastante fascinantes, incluso si están
completamente equivocadas."

"Glehhahhh…"

La Profesora McGonagall le ofreció unas cuantas bromas más,


demandó unas pocas promesas más a las cuales Harry asintió,
prometió algo de no hablar con las serpientes donde nadie pudiera
oírlo, le recordó que le leyera el panfleto, y luego de algún modo
Harry se encontró a sí mismo de pie afuera de su oficina con la
puerta cerrada firmemente detrás suyo.

"Gaahhhrrrraa…" Harry pronunció.

Porque sí su mente había estallado.

No menos por el hecho de que, si no hubiera sido por la Broma,


podría ser que nunca hubiera obtenido el Giratiempo en primer
lugar.

¿O acaso la Profesora McGonagall se lo hubiera dado a él de todos


modos, sólo que más tarde ese día, cuando fuera que él se le
acercara para preguntarle sobre su desorden de sueño o para
contarle sobre el mensaje del Sombrero Seleccionador? Y acaso él,
en ese momento, habría querido jugarse una broma a sí mismo lo
que lo habría llevado a obtener el Giratiempo antes ? ¿Por lo que la
única posibilidad auto-consistente era aquella en la cual la Broma
inició incluso antes de que él despertara en la mañana…?
Harry se encontró considerando, por primera vez en su vida, que la
respuesta a su pregunta podría ser literalmente inconcebible . Ya
que su propio cerebro contenía neuronas que sólo corrían hacia
adelante en el tiempo, no había nada que su cerebro pudiera hacer,
ninguna operación pudiera realizar, lo que estaba conjugado a la
operación de un Giratiempo.

Hasta este punto Harry había vivido bajo la admonición de E. T.


Jaynes de que si eras ignorante de un fenómeno, ese era un hecho
sobre el propio estado de tu mente, no un hecho sobre el fenómeno
en sí mismo; que tu incertidumbre era un hecho sobre ti, no un
hecho sobre lo que fuera que tenías incertidumbre; esa ignorancia
existía en la mente, no en la realidad; que un mapa en blanco no
correspondía a un territorio en blanco. Había preguntas misteriosas,
pero una respuesta misteriosa era una contradicción en sus propios
términos. Un fenómeno podía ser misterioso para alguna persona en
particular, pero no podía haber fenómenos misteriosos para sí
mismos. Adorar un misterio sagrado no era más que adorar tu
propia ignorancia. (8)

Por eso Harry había había mirado sobre la magia y se había


rehusado a ser intimidado. Las personas no tenían sentido de la
historia, aprendían sobre química y biología y astronomía y
pensaban que estas materias siempre habían sido la carne propia
de la ciencia, que nunca habían sido misteriosos. Las estrellas
fueron misterios alguna vez. Lord Kelvin había llamado alguna vez la
naturaleza de la vida y la biología - la respuesta de los músculos a la
voluntad humana y la generación de árboles a partir de semillas - un
misterio "infinitamente más allá" del alcance de la ciencia. (No sólo
un poco más allá, si te fijas, pero infinitamente más allá. Lord Kelvin
ciertamente había sentido una enorme carga emocional a partir de
no saber algo .) Cada misterio resuelto alguna vez había sido un
enigma desde el amanecer de la especie humana justo hasta que
alguien lo había resuelto. (9)

Ahora, por primera vez, estaba enfrentado con el prospecto de un


misterio que estaba amenazando con ser permanente . Si el Tiempo
no funcionaba por redes de causalidades acíclicas entonces Harry
no entendía que se quería decir por causa y efecto; y si Harry no
entendía las causas y los efectos entonces él no entendía de que
clase de cosa se suponía que había sido fabricada la realidad
entonces; y era enteramente posible que su mente humana nunca lo
pudiera entender, porque su cerebro estaba hecho de neuronas de
tiempo lineales pasadas de moda, y esto había resultado ser un
subconjunto empobrecido de la realidad.

En el lado positivo, el Comedia-Té, que alguna vez había parecido


todopoderoso y todo-increíble, había resultado tener una explicación
más simple. La cual él pasó por alto meramente porque la verdad
estaba completamente fuera de su espacio de hipótesis o cualquier
cosa que su cerebro hubiera evolucionado para comprender. Pero
ahora él había logrado descubrirlo, probablemente. Lo que era más
o menos alentador. Más o menos.

Harry le echó una ojeada a su reloj. Eran casi las 11AM, él se había
ido a dormir la noche anterior a las 1AM, por lo que en el estado
natural de las cosas él debía irse a dormir esta noche a las 3AM. Así
que irse a dormir a las 10PM y despertar a las 7AM, debería
regresar cinco horas en total. Lo que quería decir que si quería
regresar a su dormitorio alrededor de las 6AM, antes de que alguien
estuviera despierto, sería mejor que se apresurara y…

Incluso en retrospectiva Harry no entendía como había echó la


mitad de las cosas involucradas en la Broma. ¿De dónde había
salido el pastel ?

Harry estaba comenzando a temer seriamente viajar en el tiempo.

Por otro lado, tenía que admitir que había sido una oportunidad
irreemplazable. Una broma que únicamente podías realizar una vez
en la vida, en las seis horas cuando te enteraste por primera vez de
los Giratiempos.

De hecho lo que era más misterioso, cuando Harry pensó sobre ello.
El Tiempo se había presentado a él con la Broma terminada como
una fait accompli, y aún así era, con bastante claridad, su propio
trabajo a mano. Concepto y ejecución y estilo de escritura. Hasta la
última parte, incluso aquellas que aún no entendía. (10)

Bien, el tiempo era una-perdida y había al menos treinta horas en un


día. Harry sabía una parte de lo que tenía que hacer, y sería capaz
de descubrir el resto, como el pastel, mientras lo estaba haciendo.
No tenía sentido demorarlo. No podía lograr exactamente nada
quedándose atascado en el futuro .

Cinco horas antes, Harry estaba entrando furtivamente a su


dormitorio con su túnica levantada sobre su cabeza como alguna
ligera clase de disfraz, nada más en caso de que alguien ya
estuviera levantado y lo viera al mismo tiempo que al Harry yaciendo
en su cama. No quería tener que explicarle a nadie sobre su
pequeño problema médico con Duplicación Espontanea.

Afortunadamente parecía que todos aún estaban durmiendo.

Y también parecía haber una caja, envuelta en papel rojo y verde


con un moño dorado y brillante, yaciendo al lado de su cama. La
perfecta, estereotípica imagen del regalo de Navidad, aunque no era
Navidad.

Harry se deslizó tan suavemente como pudo, en caso de que


alguien tuviera su Silenciador puesto muy bajo.

Había un sobre pegado a la caja, cerrado con simple cera


transparente sin un sello impreso.

Harry entreabrió el sobre cuidadosamente, y extrajo la carta de


adentro.

La carta decía:

Esta es la Capa de Invisibilidad de Ignotus Peverell, pasada hasta


sus descendientes los Potters. A diferencia de capas y hechizos
inferiores tiene el poder de mantenerte escondido, no meramente
invisible. Tu padre me la prestó para estudiarla poco antes de que
muriera, y confieso que he hecho bastante buen uso de ella durante
estos años.

En el futuro me las tendré que arreglar con el encantamiento


Desilusionador, me temo. Es el momento de que la Capa te sea
regresada a ti, su heredero. Había pensado hacer de este tu regalo
de Navidad, pero deseo regresar a tus manos antes de eso. Parece
esperar que tú tienes necesidad de ella. Úsala bien.

Sin duda alguna ya estás pensando en toda clase de maravillosas


bromas, como las que tu padre cometió en su día. Si sus travesuras
fueran conocidas, todas las mujeres de Gryffindor se reunirían para
desenterrar su tumba. No debería intentar detener que la historia se
repita, pero se MUY cuidadoso de no revelarte. Si Dumbledore viera
una oportunidad para poseer una de las Reliquias de la Muerte, él
nunca la dejaría escapar de su alcance hasta el día en que muera.

Una Muy Feliz Navidad para ti.

La nota estaba sin firmar.

"Un momento," Harry pidió, haciéndolo justo antes de que los otros
chicos dejaran el dormitorio de Ravenclaw. "Lo siento, hay algo más
que tengo que hacer con mi baúl. Llegaré a desayunar en un par de
minutos."

Terry Boot regañó a Harry. "Será mejor que no estés planeando


coger alguna de nuestras cosas."

Harry alzó una mano. "Juro que no tengo intención de hacer obrar
de tal modo con ninguna de sus cosas, que únicamente tengo la
intención de acceder a los objetos que me pertenecen, que no voy a
bromear o hacer algún otro acto de intención cuestionable hacia
cualquiera de ustedes, y que no anticipo que esas intenciones
cambien antes de que llegue a desayunar en el Gran Comedor."

Terry se quedó de piedra. "Espera, es eso -"


"No te preocupes," afirmó Penélope Clearwater, quien estaba allí
para guiarlos. "No hubo vacíos legales. Bien-fraseado, Potter,
debería ser un abogado."

Harry Potter parpadeó ante eso. Ah, sí, prefecta de Ravenclaw.


"Gracias," él replicó. "Creo."

"Cuando intentes hallar el Gran Comedor, te perderás." Penélope


aseguró esto con los tonos de un sencillo, indiscutible hecho. "Tan
pronto como lo estés, pregúntale a un retrato cómo llegar al primer
piso. Habla con otro retrato desde el instante que sospeches que
puedes estar perdido otra vez. Especialmente si parece que cada
vez vas más y más hacia arriba. Si llegas más arriba de lo que todo
el castillo debería ser, detente y espera por los grupos de búsqueda.
De otro modo te volveremos a ver cuatro meses después y tú serás
cinco meses mayor y vestirás un taparrabos y estarás cubierto de
nieve y eso es si acaso permaneciste dentro del castillo ."

"Entendido," señaló Harry, tragando saliva con fuerza. "Mmm, ¿no


deberían contarle esto a todos los estudiantes desde el principio?"

Penélope suspiro. "¿Qué, todo lo que hay? Eso tomaría semanas.


Tú lo aprenderás con el tiempo." Ella se giró para irse, seguida por
los otros estudiantes. "Si no te veo desayunando en treinta minutos,
Potter, iniciaré la búsqueda."

Una vez que todos se fueron, Harry pegó la nota a su cama - ya


había escrito esa y todas las otras notas, trabajando en su nivel
caverna antes de que todos despertaran. Entonces cuidadosamente
penetró dentro del campo del Quietus y retiró la Capa de
Invisibilidad del Harry-1 aún en su forma-durmiente.

Y sólo por el gusto del engaño, Harry puso la Capa dentro del
monedero de Harry-1, sabiendo que por lo tanto ya estaría dentro
del suyo.

"Puedo encargarme de que el mensaje sea pasado a Cornelion


Flubberwalt," aceptó la pintura de un hombre con aires aristocráticos
y, de hecho, una nariz perfectamente normal. "¿Pero podría yo
preguntar de donde provino originalmente ? "

Harry se encogió de hombros con artística impotencia. "Se me contó


que fue dicho por una hueca voz que resonó delante de una brecha
en el mismo aire, una brecha que se abría sobre un abismo de
fuego."

"¡Oye!" Hermione protestó en tono de indignación desde su lugar al


otro lado de la mesa del desayuno. "¡Ese es el postre de todos ! ¡No
puedes nada más tomar todo un pastel y meterlo dentro de tu
monedero!"

"No esto cogiendo un pastel, Estoy cogiendo dos. ¡Le pido disculpas
a todos, tengo que irme corriendo ya!" Harry ignoró los llantos de
indignación y abandonó el Gran Comedor. Necesitaba llegar a la
clase de Herbología un poco antes.

La Profesora Sprout lo oteó con fijeza. "¿Y cómo sabes tú lo que los
Slytherins están planeando?"

"No puedo nombrar mi fuente," Harry negó. "De hecho tengo que
pedirle que pretenda que esta conversación nunca pasó. Sólo actué
como si se los hubiera encontrado naturalmente mientras usted iba
hacia otro lugar, o algo así. Yo me adelantaré tan pronto como la
clase de Herbología terminé. Creo que puedo distraer a los
Slytherins hasta que usted llegué allí. No soy fácil de asustar o
abusar, y no pienso que ellos se atrevan a herir seriamente al Niño-
Que-Vivió. Sin embargo… No le estoy pidiendo correr por los
pasillos, pero apreciaría que no se distraiga en el camino."

La Profesora Sprout lo observó por un largo momento, entonces su


expresión se suavizó. "Por favor se cuidadoso contigo mismo, Harry
Potter. Y… gracias."

"Nada más asegúrese de no llegar tarde," Harry dijo. "Y recuerde,


cuando llegué allí, usted no estaba esperando verme y esta
conversación nunca pasó."
Fue horrible, verse a sí mismo jalar a Neville fuera del circulo de
Slytherins. Neville había estado en lo correcto, había usado
demasiada fuerza, por mucho demasiada fuerza.

"Hola," Harry Potter habló fríamente. "Soy el Niño-Que-Vivió."

Ocho niños de primer año, la mayoría de la misma altura. Uno de


ellos tenía una cicatriz sobre su frente y no estaba actuando como
los otros.

¡Y si algún Poder el pequeño regalo nos diera

De vernos a nosotros mismos como otros nos ven!

Nos liberaría de más de una metedura de patas,

E idea tonta - (11)

La Profesora McGonagall estaba en lo correcto. El Sombrero


Seleccionador estaba en lo correcto. Era claro una vez que lo veías
desde afuera.

Había algo mal con Harry Potter.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) "¡Fuente de resistencia! ¡Energía de la Tierra presente en todo lo


viviente invoca a J. K. Rowling!". Estas son casi exactamente Las
Siete Palabras de Poder, el verdadero lenguaje de la Tierra usado
para invocar la energía de la tierra en diferentes formas en la serie
de diez novelas de fantasía épica escrita por Stephen R. Donaldson,
las Crónicas de Thomas Covenant, el Incrédulo . Cada palabra tiene
un significado separado:

Melenkurion, significa un bastión o una fuente.

Abatha, significa la necesidad de resistir.


Duroc, representa la Energía de la Tierra literalmente, como lo es el
Bastón de la Ley en dicha obra.

Minas, representa la Energía de la Tierra como un fundamento, la


esencia viviente en todas las cosas.

Mill, significa invocación.

Hay otras dos palabras que Yudkowsky no utilizó para


reemplazarlas con el nombre de J. K. Rowling:

Harad, significa una constricción contra el egoísmo, la tiranía,


malicia y otras formas de desesperación. Evita que quien habla use
la Energía de la Tierra para dañar la munificencia de la creación.

Khabaal, representa una afirmación, u otra encarnación del voto


jurado para servir la Tierra y la Energía de la Tierra.

(2) ¿Qué es antimateria? Más en RHAIDOT.

(3) ¿Cogieron la referencia a la serie de anime Suzumiya Haruhi no


Yūutsu y sus "famosos" ocho episodios de "Agosto Infinito"? Más en
RHAIDOT.

(4) Principio antrópico. Más en RHAIDOT.

(5) Simulacron 3. Más en RHAIDOT.

(6) Test de Turing. Más en RHAIDOT.

(7) Grafo acíclico dirigido. Más en RHAIDOT.

(8) E. T. Jaynes. Más en RHAIDOT.

(9) Lord Kelvin. Más en RHAIDOT.

(10) Fait accompli o Hecho consumado en francés. Su entrada de


Wikipedia en inglés da la definición: "Las acciones fait accompli,
donde las acciones se justifican por el mero hecho de estar ya
realizadas, y por ello difíciles de revertir, se consideran
inapropiadas." Algo así que una acción no es valida sólo porque ya
se hizo y no se puede revertir. Ejemplo: un asesinato no puede ser
justificado sólo porque el muerto no puede ya ser revivido.

(11) To a Louse o Para un piojo es un poema en idioma escoces de


1786 por Robert Burns. Este es casi por completo el verso final sólo
le faltan las dos últimas lineas:

¡Lo que se transmite en el vestir y andar nos dejaría

E incluso la devoción!

Pueden saber más sobre la Estrofa de Burns. Más en RHAIDOT.

Supongo que en primer lugar debo pedir disculpas por el retraso de


un día con este capitulo. Complicaciones con Blogger me impidieron
subirlo antes. Pero también es cierto que me he tenido que forzar
muchísimo para traducir los últimos capítulos, teniendo que poner
más y más tiempo a cada página, lo que probablemente se deba al
cansancio ante la repetición, por lo que he decidido tomarme un
descanso de un par de semanas antes de continuar con HPMOR y
proceder a otras actividades. Espero que la siguiente lista lo deje
más claro:

A. Tengo que recargar energías y HPMOR no me lo permite. En este


periodo debo procurar elaborar una rutina de ejercicio y no
pasármela encerrado en mi cuarto, y no estoy seguro ni siquiera si
subiré otras entradas a mi blog teniendo en cuenta los puntos B y C.

B. Quiero escribir un libro tipo "Elige tu propia aventura" y enviarlo a


los de Living a book, por ahora me parecen un grupo serio con el
que podría comenzar a publicar mis propios escritos aunque sea de
manera digital, y en un principio gratuita porque es la
recomendación que se da a los autores noveles.

C. Debo buscar algún trabajo de medio tiempo que me permita


obtener ingresos y me deje algo de tiempo libre.
Me encantaría poder vivir solamente de escribir y de traducir, pero
por el momento no es así. Lo cual también contribuye a mi
amargura, es verdad, a nadie más que a mí me molesta haberme
comprometido a traducir un capítulo por semana y luego no cumplir.
Pero tras hablar con mi novia tuve que aceptar la realidad: necesito
alejarme y descansar un poco de HPMOR, escribir un libro requiere
y merece toda mi atención, y necesito encontrar alguna clase de
empleo que me deje tiempo para seguir trabajando en el blog.

Les otorgo mis más sinceras disculpas a aquellos que se sientan


molestos por mi decisión.

Para terminar con una nota más alegre, ¿vieron el vídeo que
hicimos esta semana sobre Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad ? Se llama Fate/Heaven's Feel - Male Opening -
HPMOR.

Yo mismo arreglé la canción Another Heaven de la banda japonesa


Earthmind para que sonará como cantada por un hombre, dicha
canción es famosa por ser el opening para Fate/Heaven's Feel.
Melissa me ayudó con los subtitulos (japones, inglés y español) y
una talentosa dibujante filipina que responde al seudónimo de
dinosaurusgede nos dio su permiso para utilizar sus dibujos fan-art
de HPMOR. Asegúrense de verlo en nuestro canal de Youtube
porque contiene gran cantidad de vistazos a lo que pasará con este
fanfic en los próximos capítulos ;)

Próximo Capítulo : 24 de Octubre

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Escrupulosidad
Capítulo 15: Escrupulosidad

El amor como tú Rowling.

La golosina histórica de hoy: Los antiguos Hebreros consideraban


que el limite de un día era el ocaso y no el amanecer, así que ellos
decían "tarde y mañana" no "mañana y tarde". (Y como muchos
lectores notaron, Judíos modernos halajá afirman lo mismo.) (1)

……

"Estoy seguro de que encontraré el tiempo en alguna parte."

……

"¡Frigideiro!"

Harry sumergió un dedo en el vaso de agua sobre su escritorio.


Debería haber estado fría. Pero tibia estaba, y tibia había
permanecido. De nuevo.

Harry se estaba sintiendo muy, muy estafado.

Había cientos de novelas fantásticas esparcidas a lo largo de la


casa Verres. Harry había leído un buen número de ellas. Y estaba
comenzando a parecer que él tenía un misterioso lado oscuro. Por
lo que después de que el vaso de agua se rehusara a cooperar las
primeras veces, Harry había echado un vistazo alrededor en la clase
de Encantamientos para asegurarse que nadie estaba viendo, y tras
respirar profundamente, se concentró, y se hizo enojar. Pensó sobre
los Slytherins molestando a Neville, y el juego donde alguien te
tumbaba los libros cada vez que intentabas recogerlos de nuevo.
Pensó sobre lo que Draco Malfoy había dicho sobre la chica de diez
años Lovegood y cómo operaba el Wizengamot realmente…
Y la furia había entrado en su sangre, había sostenido su varita en
una mano que temblaba por el odio y pronunció con un tono helado
"¡Frigideiro!" y absolutamente nada había pasado.

Harry había sido embaucado . Quería escribirle a alguien y exigir un


reembolso para su lado oscuro el cual claramente debería otorgarle
irresistible poder mágico pero había resultado ser defectuoso .

"¡Frigideiro!" pronunció Hermione desde el escritorio al lado suyo.


Su agua era solido hielo y había cristales blancos formándose en el
borde de su vaso. Ella parecía estar totalmente enfocada en su
propio trabajo y para nada consciente de los otros estudiantes
observándola con ojos llenos de odio, lo que podía ser (a)
peligrosamente descuidado de su parte o (b) una actuación
perfectamente comparable al nivel del más fino arte.

"¡Oh, muy bien, Señorita Granger!" chilló Filius Flitwick, su Profesor


de Encantamientos y Jefe de Ravenclaw, un diminuto hombrecillo
sin señas visibles de haber sido un campeón duelista en el pasado.
"¡Excelente! ¡Estupendo!"

Harry había esperado ser, en el peor de los casos, segundo detrás


de Hermione. Harry hubiera preferido que ella estuviera rivalizando
con él, por supuesto, pero también lo hubiera aceptado del otro
modo.

A partir del Lunes, Harry estaba llegando al último lugar de la clase,


una posición por la cual estaba compitiendo amigablemente con
todos los demás estudiantes criados por Muggle excepto Hermione.
Quien estaba sola y sin rival en la cima, pobrecita.

El Profesor Flitwick estaba de pie sobre el escritorio de otro de los


hijos de Muggle y ajustando tranquilamente el modo en que ella
estaba sosteniendo su varita.

Harry miró a Hermione. Trago saliva. Era el rol evidente para ella por
como se habían organizado las cosas… "¿Hermione?" Harry pidió
tentativamente. "¿Tienes alguna idea de lo que yo podría estar
haciendo mal?"

Los ojos de Hermione brillaron con una terrible luz de amabilidad y


algo en la parte trasera del cerebro de Harry gritó en desesperada
humillación.

Cinco minutos después, el agua de Harry parecía notablemente más


fría que la temperatura del cuarto y Hermione le dio unas cuantas
palmaditas verbales en la cabeza y le dijo que pronunciara con más
cuidado la próxima vez y se fue a ayudar a alguien más.

El Profesor Flitwick le había dado un punto de Casa por haberlo


ayudado.

Harry estaba apretando los dientes con tanta fuerza que su


mandíbula le dolía y eso no le estaba ayudando con la
pronunciación.

No me importa si se trata de competencia desleal. Sé exactamente


que voy a estar haciendo con las dos horas extras de cada día. Voy
a sentarme en mi baúl y a estudiar hasta que este al mismo nivel de
Hermione Granger.

"La Transfiguración es una de las más complejas y peligrosas


magias que aprenderán aquí en Hogwarts," exclamó la Profesora
McGonagall. No había rastro de frivolidad sobre el rostro de la
estricta vieja bruja. "Cualquiera que haga tonterías en mi clase se ira
y no regresará. Han sido advertidos."

Su varita salió y golpeó su escritorio, que sin problemas se reformó


a si mismo en un cerdo. Un par de estudiantes hijos de Muggle
exhalaron pequeños gritos. El cerdo miró alrededor y estornudo,
aparentemente confuso, y luego volvió a ser un escritorio de nuevo.
La Profesora de Transfiguración echó un vistazo al salón de clases,
y sus ojos se posaron en un estudiante.

"Sr. Potter," habló la Profesora McGonagall. "usted sólo recibió sus


libros escolares hace unos días. ¿Ha comenzado a leer su texto de
Transfiguración?"

"No, lo siento profesora," Harry respondió.

"No necesita disculparse, Sr. Potter, si se hubiera requerido que


usted leyera por adelantado se le hubiera pedido así." Los dedos de
McGonagall rasparon el escritorio en frente de ella. "Sr. Potter, ¿le
importaría adivinar si este es un escritorio que yo Transformé en un
cerdo, o comenzó como un cerdo y yo removí brevemente la
Transformación? De haber leído el primer capítulo de su texto
escolar, lo sabría."

Las cejas de Harry se fruncieron ligeramente. "Me imagino que sería


más fácil comenzar con un cerdo, ya que si se hubiera iniciado
como un escritorio, podría no saber cómo ponerse de pie."

La Profesora McGonagall meneó la cabeza. "No es culpa suya,


señor Potter, pero la respuesta correcta es que en la Transformación
no es importante adivinar. Las respuestas incorrectas se marcarán
con extrema severidad, preguntas dejadas en blanco se marcará
con gran indulgencia. Tienen que aprender a saber qué no saben. Si
le hago cualquier pregunta, por obvia o elemental que sea, y la
respuesta es "no estoy seguro", no voy a tomar ninguna represalia
contra usted y cualquier persona que se ríe perderá puntos de Casa.
¿Me puede decir por qué existe esta regla, Sr. Potter?"

Porque un solo error en Transformación puede ser increíblemente


peligroso. "No."

"Correcto. La Transformación es más peligrosa que la Aparición,


que no se enseña hasta el sexto año. Infortunadamente, la
Transformación debe ser aprendida y practicada a una edad
temprana para maximizar su capacidad cuando adultos. Así que
esta es una materia peligrosa, y ustedes deben estar muy asustados
de cometer errores, porque ninguno de mis alumnos se ha lesionado
nunca permanentemente y seré extremadamente severa si ustedes
son la primera clase en echar a perder mi récord ."

Varios estudiantes tragaron saliva.

La profesora McGonagall se levantó y se acercó a la pared detrás


de su escritorio, que sostenía un tablero de madera blanca. "Hay
muchas razones por las cuales la Transformación es peligrosa, pero
una de las razones se destaca por encima del resto." Ella produjo un
marcador aparentemente de la nada, y dibujó las letras en rojo
brillante, que luego subrayó, con el mismo marcador, en azul:

¡LA TRANSFORMACIÓN NO ES PERMANENTE!

"¡La Transformación no es permanente!" reiteró la profesora


McGonagall. "¡La Transformación no es permanente! ¡La
Transformación no es permanente! Sr. Potter, supongamos que un
estudiante Transforme un bloque de madera en una taza de agua, y
usted se la tomé. ¿Qué se imagina que podría suceder cuando la
Transformación desaparezca?" Se produjo una pausa. "Disculpe, no
debería habérselo pedido a usted, Sr. Potter, me olvidé que usted
está bendecido con una imaginación particularmente pesimista -"

"Estoy bien," la interrumpió Harry, tragando saliva. "Así que la


primera respuesta es que no lo sé," la profesora asintió con la
cabeza, "pero me imagino que puede haber… madera en el
estómago, y en mi torrente sanguíneo, y si algo del agua que había
absorbido llegara a mis tejidos corporales - sería pulpa de madera o
madera sólida o…" La comprensión que Harry tenía de la magia le
falló. No podía entender cómo la madera se convertía en agua en
primer lugar, por lo que no podía entender lo que sucedería después
de que las moléculas de agua fueran perturbadas por los
movimientos térmicos normales y la magia se disipara y la
transformación se invirtiera.
La cara de McGonagall estaba rígido. "Como el Sr. Potter ha
razonado correctamente, él se pondría muy enfermo y requeriría ser
llevado de inmediato mediante los polvos Flu al Hospital de San
Mungo si va a tener alguna posibilidad de sobrevivir. Por favor abran
sus libros de texto en la página 5."

Incluso sin ningún sonido en la imagen en movimiento, se podía


saber que la mujer con la piel horriblemente descolorida estaba
gritando.

"El criminal que originalmente Transformó el oro en vino y se lo dio a


esta mujer para beber, 'en pago de la deuda", como él lo explicó,
recibió una condena de diez años en Azkaban. Por favor continúen
en la página 6. Eso es un Dementor. Ellos son los guardianes de
Azkaban. Ellos chupan su magia, su vida, y los pensamientos felices
que traten de tener. El retrato de la página 7 es el del criminal diez
años más tarde, en su liberación. Ustedes notarán que está muerto -
¿sí, señor Potter?"

" Profesora," Harry preguntó, "si lo peor sucede en un caso así,


¿hay alguna manera de mantener la Transformación?"

"No," afirmó la profesora McGonagall secamente." Mantener una


transformación es una sangría constante de la magia que es igual al
tamaño del blanco destinado. Y usted tendría que re-contactar de
nuevo el blanco pocas horas después, lo cual es, en un caso como
éste, imposible. ¡Desastres como este son irrecuperables !"

La profesora McGonagall se inclinó hacia delante, con la cara muy


dura. "A pesar de todo nunca, y bajo ninguna circunstancia
Transformen cualquier cosa en un líquido o un gas. Ni el agua, ni el
aire. Nada que sea como el agua, ni nada que sea como el aire.
Aunque no se suponga que sea bebido. El líquido se evaporara,
pequeños trozos y pedazos de ello llegaran hasta el aire. No van a
transformar algo que vayan a quemar. ¡Hará humo y alguien podía
respirar ese humo! Nunca transformaran algo que posiblemente
podría ir de algún modo concebible dentro del cuerpo de cualquier
persona por cualquier medio. No la comida. Nada que se parezca a
la comida. Ni siquiera como una pequeña broma divertida donde
pretendes revelar que se trata de un pastel de barro antes de que se
lo coman. Nunca lo harán. Punto. Dentro de esta clase o fuera de
ella o en cualquier parte . ¿Está bien claro para cada estudiante ?"

" Sí," corearon Harry, Hermione, y algunos otros. El resto parecía


estar mudo.

"¿Está bien claro para cada estudiante?"

"Sí," ellos dijeron o murmuraron o susurraron.

"Si rompen alguna de estas reglas ya no estudiaran Trasformación


durante su estadía en Hogwarts. Repitan junto a mí. Nunca
transformaré nada en algo líquido o gaseoso."

"Nunca transformaré nada en algo líquido o gaseoso," corearon los


estudiantes de un modo desigual.

"¡De nuevo! ¡Más fuerte! Nunca transformaré nada en algo líquido o


gaseoso."

"Nunca transformaré nada en algo líquido o gaseoso."

"Nunca Transformaré algo que parezca comida o cualquier cosa que


vaya adentro de un cuerpo humano."

"Nunca Transformaré algo que vaya a ser quemado porque podría


volverse humo."

"Ustedes nunca Transformaran algo que se vea como el dinero,


incluyendo dinero Muggle," expresó la Profesora McGonagall. "Los
duendes tienen formas de averiguar quien lo hizo. Como cuestión de
ley reconocida, la nación duende está en estado de guerra
permanente contra todos los falsificadores mágicos. Ellos no
enviaran a los Aurores. Ellos enviaran a un ejercito."

"Nunca Transformaré nada que se vea como el dinero," repitieron


los estudiantes.
"Y por sobre todas las cosas," reiteró la Profesora McGonagall, "no
Transformaran a ningún ser viviente, especialmente ustedes mismos
. Los podrá muy enfermos y posiblemente muertos, dependiendo de
cómo se Transformen ustedes mismos y cuánto mantengan el
cambio." La Profesora McGonagall hizo una pausa. "El Sr. Potter se
encuentra apretando sus manos porque él ha visto la transformación
de un Animago - específicamente, una humana transformándose en
una gata y volver a su estado original. Pero la transformación de un
Animago no es una Transformación libre ."

La Profesora McGonagall tomó una pequeña pieza de madera de su


bolsillo. Con un golpe de su varita se convirtió en una bola de cristal.
Luego dijo "¡Crystferrium!" y la bola de vidrio se volvió una bola de
acero. La golpeó con su varita una última vez y la bola de acero se
convirtió en una pieza de madera una vez más. " Crystferrium
transforma un sujeto de vidrio solido en un objetivo de tamaño
similar cubierto de acero solido. No puede hacer lo inverso, ni puede
transformar un escritorio en un cerdo. La forma más general de
Transformación - Transformación libre, la cual estarán aprendiendo
aquí - es capaz de transformar cualquier sujeto en cualquier
objetivo, al menos mientras se tenga en cuenta la forma física. Por
esta razón, la Transformación libre debe ser hecha sin palabras.
Usar Encantamientos requeriría diferentes palabras para diferentes
transformaciones entre sujeto y objetivo."

La Profesora McGonagall de dedicó a sus estudiantes una aguada


mirada. " Algunos profesores comienzan a enseñar con
Encantamientos de Transformación y luego siguen a
Transformaciones libres. Sí, eso sería mucho más fácil al principio.
Pero puede ajustarlos a una pobre base que desmejorara sus
habilidades después. Aquí aprenderán Transformaciones libres
desde el inicio, lo que requerirá que conjuren el hechizo sin
palabras, al agarrar la forma del sujeto, la forma del objetivo, y la
transformación dentro de su propia mente."

"Y para responder a la pregunta del Sr. Potter," continuó la


Profesora McGonagall, "es la Transformación libre lo que nunca
deben hacerle a ningún sujeto viviente. Hay Encantamientos y
pociones que pueden de manera segura, revertir transformaciones
en sujetos vivientes de modo limitado . Un Animago con una
extremidad perdida aún tendrá esa parte perdida tras transformarse,
por ejemplo. La Transformación libre no es segura. Su cuerpo
cambiara mientras este transformado - respiración, por ejemplo,
resulta en una pérdida constante de material corporal del aire
circundante. Cuando la Transformación desaparece y tu cuerpo
intenta revertirse a su forma original, no será capaz de hacerlo así.
Si presionas tu varita hacia tu cuerpo y te imaginas a ti mismo con el
cabello dorado, después de eso tu cabello se caerá. Si te visualizas
a ti mismo como alguien con una piel más clara, estarán pasando
una larga estadía en San Mungo. Y si se transforman a ustedes
mismos en la forma de un cuerpo adulto, entonces, cuando la
Transformación termine, ustedes morirán."

Eso explicaba por qué había visto cosas tales como chicos gordos,
o chicas menos que perfectamente bellas. O personas ancianas,
para empezar. Eso no pasaría si pudieras solamente Transformarte
a ti mismo cada mañana… Harry alzó su mano e intentó señalar a la
Profesora McGonagall con sus ojos.

"¿ Sí, Sr. Potter?"

"Es posible Transformar a un sujeto vivo en un objetivo que es


estático, como una moneda por ejemplo - no, discúlpeme, lo siento
muchísimo, digamos mejor una bola de acero."

La Profesora McGonagall sacudió su cabeza. "Sr. Potter, incluso los


objetos inanimados sufren cambios internos todo el tiempo. No
habría cambios visibles en su cuerpo al terminar, y en el primer
minuto, no notaria que algo vaya mal. Pero en una hora usted
enfermaría, y en un día usted estaría muerte."

"Mmm, discúlpeme, así que de haber leído el primer capítulo podría


haber adivinado que el escritorio era originalmente un escritorio y no
un cerdo," Harry propuso, "pero únicamente si yo hubiera hecho
además la asunción de que usted no quería matar al cerdo, eso
podría haber parecido altamente probable pero -"

"Puedo predecir que calificar sus exámenes será una interminable


fuente de deleite para mí, Sr. Potter. ¿Pero si usted tiene otras
preguntas puedo por favor pedirle que espere hasta después de la
clase?"

"No más preguntas, profesora."

"Ahora repitan después de mí," prosiguió la Profesora McGonagall.


"Nunca intentaré Transformar ningún ser viviente, específicamente
yo mismo, a menos que específicamente sea instruido para hacerlo
usando un Encantamiento especializado o una poción."

"Si no estoy seguro de que la Transformación sea segura, no lo


intentaré hasta que le haya preguntado a la Profesora McGonagall o
al Profesor Flitwick o al Profesor Snape o al Director, quienes son
las únicas autoridades reconocidas en Transformación dentro de
Hogwarts. Preguntarle a otro estudiante no es aceptable, incluso si
ellos cuentan que recuerdan haber hecho la misma pregunta."

"Incluso si el actual Profesor de Defensa en Hogwarts me dice que


una Transformación es segura, e incluso si yo veo al Profesor de
Defensa hacerlo y nada malo parece pasar, yo no lo intentaré."

"Tengo el absoluto derecho de excusarme a realizar cualquier


Transformación sobre la cual me sienta ligeramente nervioso. Ya
que ni siquiera el Director de Hogwarts puede algo diferente, yo
ciertamente no aceptaré tal orden del Profesor de Defensa, incluso
si el Profesor de Defensa me amenaza con restar cien puntos de
Casa y hacer que me expulsen."

"Si rompo cualquiera de ests reglas ya no estudiaré más


Transformación durante mi tiempo en Hogwarts."

"Repetiremos estas reglas al principio de cada clase durante el


primer mes," señaló la Profesora McGonagall. "Y ahora,
empezaremos con cerillas como sujetos y agujas como objetivos…
guarden sus varitas, gracias, por 'empezar' quiero decir que
empezaremos tomando apuntes."

Media hora antes del final de la clase, la Profesora McGonagall


entregó los cerillos.

Al final de la clase Hermione tenía un cerrillo plateado y el resto de


la clase, hijos de Muggle y otros, tenían exactamente lo mismo con
lo que habían comenzado.

La Profesora McGonagall la recompensó con otro punto para


Ravenclaw.

Después de que se dio por terminada la clase de Transformación,


Hermione se acercó al escritorio de Harry mientras Harry estaba
guardando sus libros y su monedero.

"Sabes," Hermione habló con una inocente expresión sobre su


rostro, "gané dos puntos para Ravenclaw el día de hoy."

"Así lo hiciste," Harry respondió en breve.

"Pero eso no fue tan buen como tus siete puntos," ella se lamentó.
"Supongo que no soy tan inteligente como tú."

Harry terminó de alimentar su monedero con la tarea y se volteó a


Hermione con sus ojos entrecerrados. En verdad se había olvidado
de eso.

Ella sacudió sus pestañas hacia él. "Tenemos lecciones todos los
días, sin embargo. Me pregunto cuánto te llevará encontrar más
Hufflepuffs para rescatar? Hoy es Lunes. Por lo que tienes hasta el
Jueves."

Los dos se quedaron contemplaron los ojos del otro, sin pestañear.
Harry habló primero. "Por supuesto te das cuenta de que esto
significa la guerra."

"No sabía que estábamos en paz."

Todos los demás estudiantes estaban viéndolos con ojos


fascinados. Todos los estudiantes, además, infortunadamente, la
Profesora McGonagall.

"Oh, Sr. Potter," cantó la Profesora McGonagall desde el otro lado


del cuarto, "Tengo buenas noticias para usted. Madam Pomfrey ha
aprobado su sugerencia para prevenir que los instrumentos
Spimster se rompan, y el plan es terminar el trabajo para el final de
la siguiente semana. Yo pensaría que eso merece… digamos que
unos diez puntos para Ravenclaw."

La cara de Hermione estaba boquiabierta por la traición y la


sorpresa. Harry imaginó que su propia cara no se veía muy
diferente.

"Profesora…" Harry siseó.

"Aquellos diez puntos son merecidos de manera incuestionable, Sr.


Potter. No entregaría puntos de Casa llevada por un capricho. Para
usted pudo haber sido una simple cuestión de ver algo frágil y
sugerir un modo de protegerlo, pero los instrumentos Spimster son
costosos, y el Director no estuvo complacido la última vez que uno
se rompió." La Profesora McGonagall se veía pensativa. "Mmm, me
preguntó si algún otro estudiante ha ganado diecisiete puntos de
Casa en su primer día de clases. Tendré que revisarlo, pero
sospecho que es algo sin antecedentes. ¿Quizá deberíamos tener
un anuncio a la hora de la cena?"

"¡PROFESORA!" Harry chilló. "¡Esta es nuestra guerra! ¡Deje de


entrometerse!"

"Ahora usted tiene hasta el Jueves de la siguiente semana, Sr.


Potter. A menos que, por supuesto, usted se inmiscuya en alguna
clase de travesura y pierda puntos de Casa antes de eso. Dirigirse
un profesor irrespetuosamente, por ejemplo." La Profesora
McGonagall puso un dedo sobre su mejilla y se vio reflexiva.
"Espero que usted estará llegando a números negativos antes del
final del Viernes."

La boca de Harry se cerró. Envió su mejor Mirada Letal hacia


McGonagall pero pareció que ella únicamente lo encontró divertido.

"Sí, definitivamente un anuncio para la cena," La Profesora


McGonagall reflexionó. "Pero no sería bueno ofender a los
Slytherins, por lo que el anuncio debería ser breve. Sólo el número
de puntos y la mención del hecho sin antecedentes… y si alguien
llega hacia usted buscando ayuda con sus trabajos escolares y está
decepcionado de que usted ni siquiera haya comenzado a leer los
libros de texto, usted siempre puede mandarlos donde la Señorita
Granger."

"¡Profesora!" exclamó Hermione con una voz muy aguda.

La Profesora McGonagall la ignoró. "Mmm, ¿me pregunto que tanto


tiempo pasará antes de que la Señorita Granger haga algo que
merezca un anuncio a la hora de la cena? Estaré ansiosa por verlo,
sea lo que sea."

Harry y Hermione, por consenso mutuo tácito, dieron la vuelta y


salieron del salón de clases. Fueron seguidos por una estela de
hipnotizados Ravenclaws.

"Eh," Harry cuestionó. "¿Sigue en pie lo de después de la cena?"

"Por supuesto," contestó Hermione. "No quisiera que te quedes más


atrasado en tus estudios."

"Por qué, gracias. Y déjame decirte que tan brillante como ya eres,
no puede evitar preguntarme cómo serás una vez que tengas algún
entrenamiento básico en racionalidad."
"¿Es realmente tan útil? No pareció ayudarte con Encantamientos o
Transformación."

Hubo una pequeña pausa.

"Bueno, sólo recibí mis libros de texto hace cuatro días. Es por eso
que tuve que ganarme esos diecisiete puntos de Casa sin usar mi
varita."

"¿Hace cuatro días? Tal vez no pudiste leer ocho libros en cuatro
días pero pudiste haber leído al menos uno . ¿Cuántos días te
llevará terminarlos a ese ritmo? Tu sabes toda esa matemática, ¿así
que puedes decirme cuanto es ocho, veces cuatro, dividido por
cero?"

"Tengo clases ahora, que tú no tuviste, pero los fines de semana


son libres, por lo que… el limite de ocho veces cuatro dividido por
épsilon mientras épsilon se aproxima a cero positivo… 10:47AM del
Domingo." (2)

"De hecho lo hice en tres días."

"2:47PM del Sábado será, entonces. Estoy seguro de que


encontraré el tiempo en algún lado."

Y hubo tarde y hubo mañana, el primer día.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Halajá. Más información en el blog de RHAIDOT.

(2) De Wikipedia: "En matemáticas, ε suele designar a pequeñas


cantidades, o cantidades que tienden hacia cero, en particular en el
estudio de los límites o de la continuidad." Pueden leer más en
RHAIDOT.
Estúpidas traducciones oficiales de Harry Potter al español… A vece
usan Transfiguración (que es la más apropiada considerando el
original) y otras Transformación (que parece una metida de pata que
desde luego es la que más reconocemos los fans). Supongo que me
quedaré con la última, para no tener que dar explicaciones después.
Cielos, espero no sonar de tan mal genio en estas notas XD

Este capítulo me recordó una clase de educación sexual que me


dieron en la universidad, la misma sensación de terror provocada
por la irresponsabilidad desmedida X.X

Quiero aprovechar para darle un agradecimiento a Loquin, a quien


he querido agradecerle sus comentarios desde hace varios capítulos
pero se me ha olvidado por dejarlo para el final. ¡Gracias Loquin!

Y es muy probable que obtenga un trabajo en el transcurso del fin


de semana, un trabajo de verdad de Lunes a Sábado, por lo cual
creo que subiré el próximo capítulo dentro de dos semanas, y sería
muy probable que ese se volviera el nuevo horario para los capítulos
de HPMOR. Soldado avisado no muere en guerra ._.

Les agradezco mucho a todos quienes siguen la traducción, y


espero que les gusté la ilustración de este capítulo hecha por mi
novia Melissa. ¡Hasta pronto!

Próximo Capítulo : 7 de noviembre

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Pensamiento Lateral
Capítulo 16: Pensamiento Lateral

El portal del enemigo es Rowling.

No soy un psicópata, Sólo soy muy creativo.

Tan pronto como entró en el salón de Defensa el miércoles, Harry


supo que esta clase iba a ser diferente .

Fue, para empezar, el aula más grande que había visto en


Hogwarts, similar a una gran aula universitaria, con varias capas de
escritorios en diferentes niveles mirando hacia un gigantesco
escenario de llano mármol blanco. El salón de clases estaba en lo
alto del castillo - en el quinto piso - y Harry sabía que eso era tanto
una explicación como lo era el dónde se suponía que debía encajar
un cuarto como este. Se estaba volviendo claro que Hogwarts
simplemente no tenía una geometría, Euclidiana o de otra; no tenía
conexiones, ni direcciones.

A diferencia del pasillo de una universidad, no había filas de


asientos plegables; en su lugar había ordinarios escritorios de
madera y sillas de madera de Hogwarts, alineadas en una curva a
través de cada nivel del salón. Excepto que cada escritorio tenía un
plano, blanco, rectangular, misterioso objeto depositado sobre este.

En el centro de la plataforma gigante, en un pequeño estrado de


mármol oscuro, estaba un solitario escritorio de profesor. En el cual
Quirrell cayó desplomado sobre su propia silla, cabeza tirada hacia
atrás, babeando ligeramente su túnica.
¿Ahora que me recuerda eso…?

Harry había llegado a la lección tan temprano que ningún otro


estudiante estaba allí todavía. (El lenguaje Inglés era deficiente
cuando se trataba de describir el viaje en el tiempo; en particular, el
Inglés carecía de palabras capaces de expresar cómo era de
conveniente.) Quirrell no parecía ser… funcional… por el momento,
y Harry no se sentía particularmente deseoso de aproximarse a
Quirrell de todos modos.

Harry seleccionó un escritorio, trepó hasta este, se sentó, y sacó el


libro de texto de Defensa. Estaba alrededor de los siete octavos del
camino a recorrer - había planeado terminar el libro antes de esta
clase, de hecho, pero se estaba quedando retrasado en su agenda y
ya había usado el Giratiempo dos veces el día de hoy.

Pronto hubo sonidos en la medida en que el aula se comenzó a


llenar. Harry los ignoró.

"¿Potter? ¿Qué estás tú haciendo aquí?"

Esa voz no pertenecía aquí. Harry levantó la vista. "¿Draco? Qué


estás tú haciendo en oh por dios tú tienes secuaces ."

Uno de los chicos parado detrás de Draco parecía tener demasiados


músculos para un chico de once años, y el otro estaba puesto en
una postura sospechosamente bien balanceada.

El chico de cabello blanco-rubio sonrió más bien con aire de


suficiencia e hizo un gesto hacia atrás de él. "Potter, te presento al
Sr. Crabbe," sus manos se movió de Músculos hacia Balance, "Sr.
Goyle. Vincent, Gregory, este es Harry Potter."

El Sr. Goyle inclinó su cabeza y le dio a Harry una mirada que


probablemente se suponía debía significar algo pero terminó
viéndose solamente bizca. El Sr. Crabbe saludó "Que gustazo" en
un tono que sonaba como si él estuviera intentando bajar su voz
tanto como pudiera.
Una fugaz expresión de consternación cruzó el rostro de Draco,
pero fue rápidamente reemplazado por su mueca de superioridad.

"¡Tienes secuaces ! " Harry repitió. "¿Dónde consigo yo secuaces?"

La mueca de Draco se hizo más grande. "Me temo, Potter, que el


primer paso es ser Seleccionado en Slytherin -"

"¿Qué? ¡Eso no es justo!"

"- y luego tus familias tienen que tener un arreglo desde antes de
que tú nacieras."

Harry miró al Sr. Crabbe y al Sr. Goyle. Ambos parecían estar


intentando con mucho ahínco ser amenazantes. Eso es, estaban
inclinándose hacia adelante, encorvándose sobre sus hombros,
cuellos pegados y mirándolo fijamente.

"Uh… espera un momento," pidió Harry. "¿Esto fue pactado hace


años ?"

"Exactamente, Potter. Me temo que no tienes suerte."

El Sr. Goyle sacó un mondadientes y empezó a limpiarse sus


dientes, todavía amenazante.

"Y," dedujo Harry, "Lucius insistió que crecieras sin conocer a tus
guardaespaldas, y que sólo los conocieras en tu primer día de
escuela."

Eso eliminó la mueca del rostro de Draco. "Sí, Potter, todos


sabemos que eres brillante, toda la escuela lo sabe ya, puedes dejar
de exhibirlo -"

"Por lo que se les ha dicho todas sus vidas que iban a ser tus
secuaces y han pasado años imaginándose cómo se supone que
los secuaces deben ser -"

Draco hizo un gesto de dolor.


"- y lo que es peor, ellos sí se conocen el uno al otro y han estado
practicando -"

"El jefe dijo que te callaras," ladró el Sr. Crabbe. El Sr. Goyle mordió
su mondadientes, sosteniéndolo entre su dentadura, y usó una
mano para hacer tronar los nudillos de la otra.

"¡Te dije que no hicieras esto en frente de Harry Potter!"

Los dos se veían un poco avergonzados y el Sr. Goyle rápidamente


puso el mondadientes de regreso en el bolsillo de sus túnicas..

Pero en el momento en que Draco dejo de mirarlos para volver a


encarar a Harry, ellos volvieron ser amedrentadores.

"Me disculpo," Draco expresó rígidamente, "por el insulto que estos


imbéciles te han dado."

Harry le dio una mirada significativa al Sr. Crabbe y al Sr. Goyle. "Yo
diría que estás siendo un poco severo con ellos, Draco. Yo creo que
están actuando exactamente del modo que yo quiero que actúen
mis secuaces. Digo, si yo tuviera algún secuaz."

La mandíbula de Draco se desencajó.

"Oye, Gregory, no creerás que él intenta alejarnos del jefe, ¿o sí?"

"Estoy seguro que el Sr. Potter no sería así de tonto."

"Oh, no soñaría con hacer algo así," Harry expresó suavemente. "Es
sólo algo para que tengan en su mente si su actual empleador
pareciera despreciarlos. Además, nunca duele tener otras ofertas
mientras estás negociando tus condiciones de trabajo, ¿cierto?"

"¿Qué hace él en Ravenclaw?"

"No puedo imaginarlo, Sr. Crabbe."


" Cállense los dos," Draco habló a través de rechinadores dientes.
"Es una orden ." Con un esfuerzo visible, transfirió su atención otra
vez a Harry. "Como sea, ¿qué estás haciendo en la clase de
Defensa de Slytherin?"

Harry se congeló. "Espera." Su mano penetró dentro del monedero.


"Horario." Miro por encima del pergamino. "Defensa, 2:30pm, y
ahora mismo es…" Harry miró a su reloj mecánico, en el que se
podía leer 11:23. "2:23, a menos de que haya perdido el rastro del
tiempo. ¿Lo hice?" Si lo había hecho, bueno, Harry sabía cómo
llegar a cual fuera la lección en la que se suponía que debía estar.
Por Dios que él amaba su Giratiempo y algún día, cuando fuera lo
suficientemente mayor, ambos se unirían en matrimonio.

"No, eso suena correcto," Draco admitió, viéndose confundido. Su


mirada se giro para ver el resto del auditorio, que se estaba llenando
con túnicas adornadas de verdes y…

"¡Gryffintontos!" espetó Draco. "¿Qué están ellos haciendo ellos


aquí?"

"Mmm," Harry murmuró. "El Profesor Quirrell sí dijo que… olvidé sus
palabras exactas… que él iba a ignorar algunas de las convenciones
de enseñanza de Hogwarts. Tal vez él solamente combinó todas sus
clases."

"Oh," dijo Draco. "Eres el primer Ravenclaw aquí."

"Sí. Llegué aquí temprano."

"¿Qué estás haciendo aquí en la última fila, entonces?"

Harry parpadeó. "No sé, ¿pareció un buen lugar para sentarse?"

Draco hizo un sonido de burla. "No podrías alejarte más del profesor
si lo intentaras." El chico de cabello rubio se acercó al inclinarse un
poco más . "Como sea, ¿es verdad lo que le dijiste a Derrick y su
pandilla?"
"¿Quién es Derrick?"

"¿Lo golpeaste con un pastel?"

"Dos pasteles, de hecho. ¿Qué se supone que le dije?"

"Que él no estaba haciendo nada astuto o ambicioso y que él era


una desgracia para Salazar Slytherin." Draco estaba contemplando
a Harry atentamente.

"Eso… suena casi exacto," Harry aceptó. "Creo que fue más como,
'Es esto parte de algún plan increíblemente astuto que les hará
ganar ventaja en el futuro, o es una desgracia sin sentido al nombre
de Salazar Slytherin' o algo como eso. No recuerdo las palabras
exactas."

"Estás confundiendo a todos, sabes," comentó el chico de cabello


rubio.

"¿Oh?" Harry preguntó en honesta confusión.

"Warrington explicó que pasar un largo tempo bajo el Sombrero


Seleccionador es una de las señales de un gran Mago Oscuro.
Todos estaban hablando sobre eso, preguntándose si ellos deberían
empezar a adularte sólo por si las dudas. Entonces fuiste y
protegiste a un montón de Hufflepuffs, en el nombre de Merlín. ¡
Luego le dices a Derrick que él es una desgracia para la memoria de
Salazar Slytherin! ¿Qué es lo que se supone que todos deberían
pensar?"

"Que el Sombrero Seleccionador decidió ponerme en la Casa de


'¡Slytherin! ¡Sólo bromeaba! ¡Ravenclaw!' y he estado actuando de
acuerdo a ello."

El Sr. Crabbe y el Sr. Goyle soltaron una risotada a la vez, causando


que el Sr. Goyle velozmente se tapara la boca con su mano.
"Es mejor que vayamos a conseguir nuestros asientos," Draco
anunció. Él titubeó, se enderezó un poco, habló un poco más formal.
"Pero yo quiero continuar con nuestra última conversación y aceptó
tus condiciones."

Harry asintió. "¿Te importunaría terriblemente is yo esperara hasta el


Sábado en la tarde? Estoy en una especie de contienda ahora
mismo."

"¿Una contienda?"

"Ver si puedo leer todos mis libros de texto tan rápido como
Hermione Granger lo hizo."

"Granger," Draco repitió. Sus ojos se entrecerraron. "¿La sangre-


sucia que piensa que ella es Merlín? Si estás intentando vencerla a
ella entonces todos los Slytherin te desean la mejor de las suertes,
Potter, y no me molestaré hasta el Sábado." Draco inclinó su cabeza
respetuosamente, y se alejó, seguido por sus secuaces.

Oh, va a ser tan divertido hacer malabares con esto, ya puedo estar
seguro de ello.

Es salón de clases se estaba llenando a toda prisa con los cuatro


colores de los bordes: verde, rojo, amarillo, y azul. Draco y sus dos
amigos parecían estar a la mitad de intentar adquirir tres asientos
contiguos en la fila de enfrente - ya ocupados, por supuesto. El Sr.
Crabbe y el Sr. Goyle estaban amenazando vigorosamente, pero
esto no estaba teniendo mucho efecto.

Harry se inclinó sobre su libro de Defensa y continuó leyendo.

A las 2:35PM, cuando la mayoría de los asientos estaban tomados y


no parecía que nadie más fuera a llegar, el Profesor Quirrell tuvo un
repentino tirón en su silla y se sentó derecho, y su cara apareció en
todos los planos, blancos rectangulares objetos que estaban
depositados sobre los escritorios de los estudiantes.

Harry fue tomado por sorpresa, tanto por la inesperada aparición de


la cara del Profesor Quirrell como por la semblanza a la televisión
Muggle. Hubo algo a la vez nostálgico y triste sobre esto, le
recordaba tanto a una pieza de su hogar y aún así no lo era en
verdad…

"Buenas tardes, mis jóvenes aprendices," saludo el Profesor


Quirrell. Era como si su voz proviniera de la pantalla del escritorio y
estuviera hablando directamente a Harry. "Bienvenidos a su primera
lección en Batalla Mágica, como los fundadores de Hogwarts
habrían dicho; o, como se pasó a llamar a finales del siglo veinte,
Defensa Contra las Artes Oscuras."

Hubo una cierta cantidad de frenética escritura cuando los


estudiantes, llevados por la sorpresa, alcanzaron sus pergaminos o
cuadernos.

"No," el Profesor Quirrell llamó. "No se molesten en escribir cómo


fue llamada esta clase alguna vez. Preguntas tan inútiles no
contaran en sus notas en ninguna de mis lecciones. Eso es una
promesa."

Muchos estudiantes de sentaron rígidamente ante eso, viéndose


más bien impactados.

El Profesor Quirrell estaba sonriendo ligeramente. "Aquellos de


ustedes que hayan desperdiciado tiempo leyendo sus inútiles libros
de Defensa de primer año -"

Alguien produjo un sonido ahogado. Harry se preguntó si había sido


Hermione.

"- puede haber tenido la impresión que aunque esta clase sea
llamada Defensa Contra las Artes Oscuras, es de hecho sobre cómo
defenderse contra Mariposas Pesadillas, las cuales pueden causar
malos sueños, o Babosas de Ácido, que pueden disolver por
completo dos pulgadas de viga de madera dándoles un día a lo
sumo."

El Profesor Quirrell se levantó, empujando su silla hacia atrás del


escritorio. La pantalla en el escritorio de Harry siguió cada uno de
sus movimientos. El Profesor Quirrell se dirigió al frente del salón de
clases, y bramó:

"¡El Colacuerno Húngaro es más alto que una docena de hombres!


¡Respira fuego tan rápidamente y con tanta precisión que puede
derretir a una Snitch en pleno vuelo! ¡Una Maldición Asesina lo
derribará!"

Hubo gritos desde los estudiantes.

"¡El Trol de Montaña es más peligroso que el Colacuerno Húngaro!


¡Es lo suficientemente fuerte para morder a través del acero! ¡Su
piel es lo suficientemente resistente como para soportar Maleficios
Aturdidores y Encantamiento Seccionadores! ¡Su sentido del olfato
es tan agudo que puede saber desde lejos si su presa es parte de
una manada, o está sola y vulnerable! ¡Lo más aterrador de todo, el
trol es único entre las criaturas mágicas al mantenerse
continuamente Transformándose en si mismo - está siempre
transfigurándose dentro de su propio cuerpo. Si ustedes de algún
modo tuvieran éxito en arrancarle su brazo le crecería otro en
cuestión de segundos! ¡Fuego y ácido producirían tejido cicatrizado
que puede confundir temporalmente los poderes de regeneración de
un trol - por una hora o dos! ¡Son lo suficientemente listos como
para usar porras como herramientas! ¡El trol de montaña es la
tercera maquina asesina más perfecta en toda la Naturaleza! Una
Maldición Asesina lo derribará."

Los estudiantes se veían bastante impresionados.

El Profesor Quirrell estaba sonriendo sombríamente. "Su triste


excusa para un libro de Defensa de tercer año les sugiere que
expongan el trol de montaña a la luz del sol, lo que lo congelara en
el acto. Esto, mis jóvenes aprendices, es la clase de conocimiento
inútil que nunca encontrarán en mis lecciones. ¡Ustedes no
encuentran troles de montaña a plena luz del día! La idea de que
ustedes deberían utilizar la luz del sol para detenerlos es el
resultado de autores de libros tontos intentando demostrar su
maestría de minucias al costo de lo que es práctico. ¡Sólo porque
hay una forma ridículamente oscura de lidiar con los troles de
montaña no significa que ustedes deberían intentar usarla! La
Maldición Asesina no se puede bloquear, es imparable, y funciona
cada vez en cualquier cosa que tenga un cerebro. Si, como un mago
adulto, son incapaces de utilizar la Maldición Asesina, ¡entonces
pueden simplemente Aparecerse lejos! De igual modo si están
enfrentando la segunda maquina asesina más perfecta, un
Dementor. ¡Sólo se Aparecen lejos!"

"A menos, por supuesto," el Profesor Quirrell continuó, su voz ahora


más baja y dura, "ustedes estén bajo la influencia de una maldición
anti-Aparición. No, hay exactamente un monstruo que puede
amenazarlos una vez que que lleguen a adultos. El único y más
peligroso monstruo en todo el mundo, tan peligroso que nada más
se le puede comparar. El Mago Oscuro. Esa es la única cosa que
aún será capaz de amenazarlos."

Los labios del Profesor Quirrell se volvieron una fina linea. "Con
reluctancia les enseñaré suficientes trivialidades para una marca de
aprobación en las partes obligadas por el Ministerio de sus finales
de primer año. Ya que estas marcas exactas en aquellas secciones
no harán diferencia en su futura vida, cualquiera que quiera más que
una marca de aprobación es bienvenido para desperdiciar su propio
tiempo estudiando nuestra patética excusa para libro de texto. El
título de está clase no es Defensa Contra las Pestes Menores. Están
aquí para aprender a cómo defenderse por sus propios medios
contra las Artes Oscuras. Lo que quiere decir, quedemos muy claro
en esto, defenderse ustedes mismos contra los Magos Oscuros.
¡Las personas con varitas que quieran herirlos probablemente
tendrán éxito a menos que ustedes los hieran primero! ¡No hay
defensa sin ofensa! ¡No hay defensa sin luchar! Esta realidad es
considerada demasiado dura para los de once años para los gordos,
sobre-pagados, Auror-protegidos políticos quienes ordenan su
currículo. ¡Al abismo con esos tontos! ¡Ustedes están aquí para la
clase que ha sido enseñada en Hogwarts por más de ochocientos
años! ¡Bienvenidos a su primer años de Batalla Mágica!"

Harry comenzó a aplaudir. So se pudo detener, era demasiado


inspirador.

Una vez que Harry inició el aplauso hubo algunas respuestas


dispersas desde Gryffindor, y algunas más desde Slytherin, pero la
mayoría de estudiantes simplemente estaban muy aturdidos para
reaccionar.

El Profesor Quirrell hizo un gesto cortante, y el aplauso murió


instantáneamente. "Muchas gracias," expresó el Profesor Quirrell.
"Ahora a lo práctico. He combinado todas mis clases de Batalla de
primer año en una sola, lo que me permitirá ofrecerles tanto el doble
de tiempo en el aula como sesiones Dobles - "

Hubo jadeos de horror.

"- una carga incrementada que les compensaré al no asignarles


ninguna tarea."

Los jadeos de horror se cortaron abruptamente.

"Sí, me escucharon correctamente. Yo les enseñaré a pelear, no a


escribir doce pulgadas sobre pelear para el Lunes."

Harry deseaba desesperadamente haberse sentado junto a


Hermione para así poder ver la expresión en su rostro en este
momento, pero por otro lado él estaba bastante seguro de que se la
estaba imaginando exactamente.

También Harry estaba enamorado. Sería una boda triple: él, el


Giratiempo, y el Profesor Quirrell.
"Para aquellos de ustedes que así lo elijan, he arreglado algunas
actividades después de clases que creo ustedes encontraran
bastante interesantes al igual que educativas. ¿Quieren mostrarle al
mundo sus propias habilidades en lugar de mirar a catorce personas
jugando Quidditch? Más de siete personas pueden luchar en una
armada."

Buenísimo .

"Estas y otras actividades después de clases también les harán


ganar puntos Quirrell. ¿Qué son los puntos Quirrell, preguntas? El
sistema de puntos de Casa no se ajusta a mis necesidades, porque
hace los puntos de Casa muy raros. Prefiero dejar que mis
estudiantes sepan cómo lo están haciendo más frecuentemente que
eso. Y en las raras ocasiones en que les ofrezca un examen escrito,
se marcará a si mismo a medida que ustedes avanzan, y si ustedes
consiguen demasiadas preguntas relacionadas incorrectas, su
examen les mostrará los nombres de estudiantes que hicieron
correctamente esas preguntas, y aquellos estudiantes serán
capaces de ganar puntos Quirrell al ayudarles."

… guau. ¿Por qué los otros profesores no usaban un sistema como


ese?

"¿Qué tan buenos son los puntos Quirrell, se preguntan? Para


empezar, diez puntos Quirrell serán merecedores de un punto de
Casa. Pero les harán merecedores de otros favores además.
¿Quisieran tomar su examen en un tiempo inusual? ¿Hay alguna
sesión particular que ustedes más bien preferirían saltarse? Ustedes
verán que puedo ser muy flexible en favor de aquellos estudiantes
que hayan acumulado suficientes puntos Quirrell. Los puntos
Quirrell controlaran el generalato de las armadas. Y para Navidad -
justo antes de las vacaciones de Navidad - le concederá a alguien
un deseo. Cualquier proeza relacionada con la escuela que este
dentro de mi poder, mi influencia, o por sobre todo, mi ingenuidad.
Sí, estuve en Slytherin y les estoy ofreciendo formular un astuto plan
en su beneficio, si eso es lo que se requiere para cumplir su deseo.
Este deseo ira para quien sea que haya ganado la mayoría de
puntos Quirrell dentro de todos los siete años."

Ese sería Harry.

"Ahora dejen sus libros y objetos sueltos en sus escritorios - estarán


a salvo, las pantallas las vigilaran por ustedes - y vengan a esta
plataforma. Es hora de un juego llamado Quién es el Estudiante Más
Peligroso en la Clase."

Harry giró su varita en su mano derecha y pronunció "¡Ma-ha-su!"

Hubo otro agudo "bing" desde la esfera azul flotante que el Profesor
Quirrell le había asignado a Harry como su blanco. Ese sonido
particular indicaba un golpe perfecto, el cual Harry había obtenido
en nueve de sus últimos diez intentos.

De algún lugar el Profesor Quirrell había desenterrado un hechizo


que era increíblemente fácil de pronunciar, y tenía un movimiento de
varita ridículamente simple, y tenía una tendencia a golpear a donde
fuera que estuvieras mirando. El Profesor Quirrell había proclamado
desdeñosamente que la verdadera batalla mágica era por lejos más
difícil que esto. Que el maleficio era enteramente inútil en un
combate verdadero. Que apenas era un estallido de magia cuyo
único contenido real era la puntería, y que produciría, al acertar, un
breve dolor equivalente a ser golpeado con fuerza en la nariz. Que
el único propósito de esta prueba era ver quien era un entendedor
rápido, ya que el Profesor Quirrell estaba seguro de que nadie
habría encontrado previamente este maleficio o algo que se le
pareciera.

A Harry no le importó nada de eso.

"¡Ma-ha-su!"
Un voltio de energía roja se disparó desde su varita y golpeó el
blanco y la esfera azul una vez más produjo el bing que quería decir
que el hechizo de hecho había funcionado para él .

Harry se estaba sintiendo como un mago de verdad por primera vez


desde que había llegado a Hogwarts. Hubiera deseado que el
blanco esquivará como las pequeñas esferas que Ben Kenobi había
usado para entrenar a Luke, pero por alguna razón el Profesor
Quirrell había en cambio alineado a los estudiantes y blancos en un
orden paralelo para asegurarse de que no se dispararían los unos a
los otros.

Así que Harry bajó su varita, saltó a la derecha, apuntó su varita y la


giró y grito "¡Ma-ha-su!"

Hubo un "dong" de tono más bajo que casi lo había hecho


correctamente.

Harry puso si varita dentro de su bolsillo, retrocedió a la izquierda y


desenfundó y disparó otro voltio de energía roja.

El agudo bing que resultó fue fácilmente uno de los sonidos más
satisfactorios que él había escuchado en su vida. Harry quería gritar
en triunfo a pleno pulmón. ¡YO PUEDO HACER MAGIA! TEMAN DE
MÍ, LEYES DE LA FÍSICA, ¡VOY A VIOLARLAS!

"¡Ma-ha-su!" la voz de Harry fue estridente, pero apenas notable


sobre el constante canto de gritos similares de alrededor de la
plataforma del salón de clases.

"Suficiente," llamó la voz amplificada del Profesor Quirrell. (No sonó


fuerte. Sonó como un volumen normal, proviniendo justo detrás de
tu hombro izquierdo, sin importar donde te estuvieras parando en
relación con el Profesor Quirrell.) "Veo que todos ustedes lo han
logrado al menos una vez." Las esferas-blanco se volvieron rojas y
comenzaron a elevarse a la deriva hasta el techo.
El Profesor Quirrell estaba de pie en el elevado estrado en el centro
de la plataforma, apoyándose ligeramente sobre el escritorio del
profesor con una mano.

"Les conté," el Profesor Quirrell aclaró, "que nosotros tendríamos un


juego llamado Quién es el Estudiante Más Peligroso en la Clase.
Hay un estudiante en este salón de clases que ha dominado el
Maleficio Sumerio de Golpe Simple más rápido que nadie más -"

Oh bla bla bla.

"- y fue a ayudar a otros siete estudiantes. Por lo cual ella se ha


ganado los primeros siete puntos Quirrell para su año. Avance,
Hermione Granger. Es tiempo de la siguiente etapa del juego."

Hermione Granger se echó a andar hacia adelante, una mirada que


mezclaba triunfo y aprehensión en su cara. Los Ravenclaws se
mostraron orgullosos, los Slytherins con ferocidad, y Harry con
franca molestia. Harry lo había hecho bien esta vez. Probablemente
estaba incluso en la mitad superior de la clase, ahora que todos se
había enfrentado con un hechizo igualmente desconocido y Harry
había leído de lleno la Teoría Mágica de Adalbert Waffling. Y aún así
Hermione lo estaba haciendo mejor.

En algún lugar de la parte trasera de su mente estaba el miedo de


que Hermione era simplemente mejor que él.

Pero por ahora Harry iba a poner sus esperanzas en los hechos
conocidos de que (a) Hermione había leído mucho más que los
libros de texto estándar y que (b) Adalbert Waffling era un bruto sin
inspiración que había escrito Teoría Mágica para complacer a una
junta escolar que no esperaban demasiado de niños de once años.

Hermione llego al estrado en el centro y se paró allí.

"Hermione Granger dominó un hechizo completamente desconocido


en dos minutos, casi un minuto entero más rápido que el siguiente
subcampeón." El Profesor Quirrell se volteó lentamente en su lugar
para mirar a todos los estudiantes que los observaban. "¿Podría la
inteligencia de la Señorita Granger hacerla la estudiante más
peligrosa en el salón de clases? ¿Bien? ¿Qué es lo que creen?"

Nadie parecía estar creyendo algo por el momento. Incluso Harry no


estaba seguro de que pensar.

"Vamos a averiguarlo, ¿de acuerdo?" indicó el Profesor Quirrell. Se


giró hacia Hermione, e hizo un gesto hacia el resto de la clase.
"Selecciona a cualquier estudiante que desees y conjura el Maleficio
de Golpe Simple sobre esa persona."

Hermione se quedó paralizada donde estaba.

"Vamos," el Profesor Quirrell sugirió suavemente. "Has conjurado


este hechizo perfectamente más de cincuenta veces. No es
permanentemente dañino o tan siquiera muy doloroso. Duele tanto
como un firme puñetazo y dura sólo unos cuantos segundos." La
voz del Profesor Quirrell fue creciendo más. "Esta es una orden
directa de su profesor, Señorita Granger. Escoja un blanco y disparé
un Maleficio de Golpe Simple."

La cara de Hermione estaba arrugada en horror y su varita estaba


temblando en su mano. Los propios dedos de Harry estaban
agarrando su propia varita con fuerza en simpatía. Incluso aunque
podía ver lo que el Profesor Quirrell estaba intentando hacer. Incluso
aunque él podía ver el punto que el Profesor Quirrell estaba
intentando demostrar.

"Si usted no levanta su varita y dispara, Señorita Granger, usted


perderá un punto Quirrell."

Harry contempló a Hermione, dispuesto a que ella mirara en su


dirección. Su mano derecha estaba dándole suaves palmadas a su
propio pecho. Escogerme, no tengo miedo…

La varita de Hermione se crispó en su mano; entonces su cara se


relajó, y ella bajó su varita a su costado.
"No," rechazó Hermione Granger.

Su voz era calmada, e incluso aunque no sonó fuerte, todos la


escucharon en silencio.

"Entonces debo deducir un punto de usted," aclaró el Profesor


Quirrell. "Esto es una prueba, y usted la ha fallado."

Eso la alcanzó. Harry lo pudo ver. Pero ella mantuvo sus hombros
rectos.

La voz del Profesor Quirrell era compasiva y era como si inundara


todo el cuarto. "Saber cosas no siempre es suficiente, Señorita
Granger. Si usted no puede dar y recibir violencia a la orden de
propinarse un golpe en el dedo, entonces usted no puede
defenderse a usted misma y no pasará Defensa. Por favor reúnase
con sus compañeros."

Hermione regresó hacia el grupo de Ravenclaw. Su cara se veía en


paz y Harry, por alguna extraña razón, quería comenzar a aplaudir.
Incluso aunque el Profesor Quirrell había estado en lo correcto .

"Por lo que," el Profesor Quirrell prosiguió. "se vuelve claro que


Hermione Granger no es la estudiante más peligrosa del salón de
clases. ¿Quién creen ustedes que podría ser de hecho la persona
más peligrosa aquí? - aparte de mí, por supuesto."

Sin tan siquiera considerarlo, Harry se volteó a mirar al contingente


de Slytherin.

"Draco, de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy," llamó el


Profesor Quirrell. "Parece que muchos de tus compañeros pupilos
están mirando en tu dirección. Avance, si lo desea."

Draco así lo hizo, caminando con un cierto orgullo en su porte. Se


paró en el estrado y miró al Profesor Quirrell con una sonrisa.

"Sr. Malfoy," el Profesor Quirrell ordenó. "Dispare."


Harry habría intentado detenerlo si hubiera habido tiempo pero con
un suave movimiento Draco giró hacia el contingente Ravenclaw y
alzó su varita y pronunció "¡Mahasu!" como si fuera todo una sola
silaba y Hermione estaba diciendo "¡Ouch!" y eso fue todo.

"Bien dirigido," lo felicitó el Profesor Quirrell. "Dos puntos Quirrell


para usted. Pero cuénteme, ¿por qué escogió a la Señorita
Granger?"

Hubo una pausa.

Finalmente Draco respondió, "Porque ella era la que más


destacaba."

En los labios del Profesor Quirrell apareció una tenue sonrisa. "Y
esa es la verdadera razón de por qué Draco Malfoy es peligroso. De
él haber seleccionado a cualquier otro, lo más probable es que ese
niño hubiera resentido ser elegido, y el Sr. Malfoy probablemente
habría hecho un enemigo. Y mientras que el Sr. Malfoy podría haber
dado alguna otra justificación para seleccionarla, eso no le habría
servido para ningún otro propósito salvo el de alejar a algunos de
usted, mientras otros ya estaban animándolo sin importar si el decía
algo o no. Lo que significa que el Sr. Malfoy es peligroso porque
sabe a quien atacar y a quien no atacar, cómo hacer aliados y evitar
hacer enemigos. Dos puntos Quirrell más para usted, Sr. Malfoy. Y
como usted ha demostrado una virtud ejemplar de Slytherin, creo
que la Casa de Salazar ha ganado un punto también. Puede
reunirse con sus amigos."

Draco hizo una pequeña reverencia y regreso al contingente


Slytherin. Algunos aplausos comenzaron desde las túnicas de
bordes verdes, pero el Profesor Quirrell hizo un gesto cortante y el
silencio cayo de nuevo.

"Podría parecer que nuestro juego ha terminado," propuso el


Profesor Quirrell. "Y aún así hay un único estudiante en este salón
de clases que es más peligroso que el retoño de Malfoy."
Y ahora por alguna razón había un montón de personas mirándolo…

"Harry Potter. Avance."

Esto no auguraba nada bueno.

Harry caminó reluctante hacia el Profesor Quirrell parado en su alto


estrado, aún apoyándose ligeramente contra su escritorio de
profesor.

El nerviosismo de ser puesto como el centro de atención empezó a


agudizar el ingenio de Harry mientras él se aproximaba al estrado, y
su mente estaba agitándose con las posibilidades que el Profesor
Quirrell pudiera pensar para demonstrar la peligrosidad de Harry.
¿Se le pediría realizar un hechizo? ¿Derrotar a un Señor Oscuro?

¿Demonstrar su supuesta inmunidad a la Maldición Asesina?


Seguramente el Profesor Quirrell era demasiado inteligente para
eso…

Harry se detuvo muy cerca del estrado, y el Profesor Quirrell no le


pidió que se acercara más.

"La ironía es," señaló el Profesor Quirrell, "que todos ustedes


miraron a la persona correcta por las razones enteramente
incorrectas. Ustedes están pensando," los labios del Profesor
Quirrell se retorcieron, "que Harry Potter ha derrotado al Señor
Oscuro, y que por lo tanto debe ser muy peligroso. Bah. Él apenas
tenía un año. Cual fuera el capricho del destino que mató al Señor
Oscuro es probable que tuviera poco que ver con las habilidades
combativas del Sr. Potter. Pero tras escuchar los rumores de un
Ravenclaw enfrentando a cinco Slytherins mayores, yo entrevisté a
varios testigos presenciales y llegué a la conclusión de que Harry
Potter sería mí más peligroso estudiante."

Una sacudida de adrenalina se vertió dentro del sistema de Harry,


haciéndolo pararse derecho. Él no sabía a qué conclusión había
llegado el Profesor Quirrell, pero eso no podía ser bueno.
"Ah, Profesor Quirrell -" Harry inició una explicación.

El Profesor Quirrell se veía divertido. "Usted está pensando que he


llegado a la respuesta incorrecta, ¿no es así, Sr. Potter? Aprenderá
a esperar algo mejor de mí ." El Profesor Quirrell se erigió derecho
dejando de apoyarse en su escritorio. "Sr. Potter, todas las cosas
tienen un uso acostumbrado. ¡Deme diez usos desacostumbrados
de objetos en este salón de clases para el combate!"

Por un momento Harry se quedó sin palabras por el puro, crudo


impacto de haber sido entendido.

Y luego las ideas se empezaron a derramar.

"Hay escritorios que son lo suficientemente pesados para ser fatales


si se dejan caer desde una gran altura. Hay sillas con patas de
metal que podrían empalar a alguien si se impulsan lo suficiente. El
aire en este salón de clases sería mortal por su ausencia, ya que las
personas mueren en el vacío, y puede servir como transportador
para gases venenosos."

Harry tuvo que parar brevemente para respirar, y dentro de esa


pausa el Profesor Quirrell habló:

"Esos son tres. Necesita diez. El resto de la clase piensa que usted
ya ha usado todos los contenidos del salón de clases."

" ¡Ja! El piso puede ser removido para crear un foso de púas para
caer adentro, el techo puede ser colapsado sobre alguien, las
paredes pueden servir como material bruto para Transformación en
cualquier número de cosas mortales - cuchillos, digamos."

"Hay van seis. ¿Pero seguramente estarás raspando el fondo del


barril ahora?"

"¡Ni siquiera he iniciado! ¡Sólo mire a todas las personas! Tener a un


Gryffindor atacar al enemigo es un uso ordinario, por supuesto -"
"No contaré ese."

"- pero su sangre también puede ser usada para ahogar a alguien.
Los Ravenclaws son conocidos por sus cerebros, pero sus órganos
internos podrían ser vendidos en el mercado negro por suficiente
dinero para contratar a un asesino. Los Slytherins no sólo son útiles
como asesinos, también pueden ser arrojados a suficiente velocidad
para aplastar a un enemigo. Y los Hufflepuffs, en adicción a ser
duros trabajadores, también contienen huesos que pueden ser
removidos, afilados, y usados para apuñalar a alguien."

Para entonces el resto dela clase estaba observando a Harry con


algo de horror. Incluso los Slytherins se veían impresionados.

"Esos son diez, aunque estoy siendo generoso en contar el de


Ravenclaw. Ahora, por crédito extra, un punto Quirrell por cada uso
de objectos en este cuarto que usted aún no haya nombrado." El
Profesor Quirrell favoreció a Harry con una sonrisa afable. "Es resto
de su clase piensa que usted está en problemas ahora, ya que
usted ha nombrado todo excepto los objetivos y usted no tiene idea
de que podría hacer con aquellos."

"¡Bah! He nombrado a todas las personas, pero no mi túnica, que


puede ser usada para sofocar a un enemigo si se enrolla alrededor
de su cabeza suficientes veces, o la túnica de Hermione Granger,
que puede ser partida en tiras y atada hasta formar una cuerda y
usada para ahorcar a alguien, o la túnica de Draco Malfoy, que
puede ser usada para iniciar un incendio -"

"Tres puntos," intervino el Profesor Quirrell, "ya no más ropa."

"Mi varita puede ser introducida dentro del cerebro de un enemigo a


través de su cuenca del ojo" y alguien hizo un horrorizado, ahogado
sonido.

"Cuatro puntos, no más varitas."


"Mi reloj de pulsera podría sofocar a alguien si se le atascara a
alguien dentro de su garganta -"

"Cinco puntos, y es suficiente."

"Hmph," Harry comentó. "Diez puntos Quirrell por un punto de Casa,


¿correcto? Debió dejarme seguir hasta que ganara la Copa de las
Casas, Ni siquiera he comenzado con los usos no acostumbrados
de todo lo que tengo en mis bolsillos" o el monedero de piel de
moke en si mismo y él no podía hablar sobre el Giratiempo o la capa
de invisibilidad pero habría algo que decir sobre esas esferas
rojas…

" Suficiente, Sr. Potter. Bueno, ¿creen todos ustedes que han
entendido que es lo que hace al Sr. Potter el estudiante más
peligroso del salón de clases?"

Hubo un murmullo de asentimiento.

"En voz alta, por favor. Terry Boot, ¿qué hace a su compañero de
dormitorio el más peligroso?"

"Ah… um… ¿él es creativo?"

"¡Incorrecto!" bramó el Profesor Quirrell, y su puño cayó


bruscamente sobre su escritorio con un sonido amplificado que hizo
que todos saltaran. "¡Todas las ideas del Sr. Potter fueron peor que
inútiles!"

Harry lo miró sorprendió.

"¿Remover todo el piso para crear una trampa de púas? ¡Ridículo!


¡En combate tú no tienes esa clase de tiempo para prepararse y si lo
tuvieras habría cientos de usos mejores! ¿Transformar material de
las paredes? ¡El Sr. Potter no puede realizar la Transformación! ¡El
Sr. Potter tuvo exactamente una idea que él podría usar de
inmediato, ahora mismo, sin extensas preparaciones o un
cooperativo enemigo o magia que él no conozca. Esa idea fue
atravesar su varita por la cuenca del ojo. ¡Lo cual más
probablemente rompería su varita antes que matar a su oponente!
En resumen, Sr. Potter, me temo que sus propuestas fueron
uniformemente terribles."

"¿Qué?" Harry exclamó con indignación. "Usted pidió ideas


inusuales, ¡no prácticas! ¡Yo estaba pensando por fuera de la caja!
¿Cómo usaría usted algo en este salón de clases para matar a
alguien?"

La expresión del Profesor Quirrell era de desaprobación, pero había


arrugas de risa alrededor de sus ojos. "Sr. Potter, yo nunca dije que
era para matar . Hay un lugar y tiempo para tomar a sus enemigos
con vida, y adentro de un salón de clases de Hogwarts es
usualmente uno de aquellos lugares. Pero para responder a su
pregunta, golpearlos en el cuello con el filo de una silla."

Hubo algunas risas de los de Slytherins, pero se estaban riendo con


Harry, no de él.

Todos los demás se veían horrorizados.

"Pero Sr. Potter ahora ha demostrado por qué él es el más peligroso


estudiante en el salón de clases. Pedí por usos desacostumbrados
de objetos en este salón para el combate. El Sr. Potter pudo haber
sugerido usar un escritorio para bloquear una maldición, o usar una
silla para hacer tropezar a un enemigo que se acercara, o enredar
ropa alrededor de su brazo para crear un escudo improvisado. En su
lugar, todos los usos que el Sr. Potter nombró fueron ofensivos en
vez de defensivos, y de algún modo fatales o potencialmente
fatales."

¿Qué? Esperen, eso no podía ser verdad… Harry tuvo un repentino


sentido de vertido al intentar recordar que era exactamente lo que él
había sugerido, seguramente tenía que haber un contra-ejemplo…

"Y eso," el Profesor Quirrell concluyó, "es el por qué las ideas del Sr.
Potter eran tan extrañas e inútiles - porque tenía que llegar más allá
de lo impracticable para poder alcanzar sus estándares de asesinar
al enemigo . Para él, cualquier idea que estuviera por debajo de eso
no era digna de consideración. Esto refleja una cualidad que
podríamos llamar la intención de matar . Yo la tengo. Harry Potter la
tiene, así es cómo él pudo mirar hacia abajo a cinco Slytherins más
grandes. Draco Malfoy no la tiene, aún no. El Sr. Malfoy difícilmente
se contraería de hablar de asesinato común, pero incluso él estaba
alterado - sí usted lo estaba Sr. Malfoy, yo estaba mirando su rostro
- cuando el Sr. Potter describió cómo usaría los cuerpos de sus
compañeros de clase como material bruto. Hay censores dentro de
su mente que lo hacen retroceder de pensamientos como ese. El Sr.
Potter piensa puramente en asesinar al enemigo, recurrirá a
cualquier medio para hacerlo así, él no retrocede, sus censores
están apagados. Incluso aunque su joven genio es tan indisciplinado
e inefectivo hasta llegar a ser inútil, su intención de matar hace a
Harry Potter el Más Peligroso Estudiante en el Salón de Clases. Un
punto final para él - no, que sea ese un punto para Ravenclaw - por
este indispensable requisito de un verdadero mago duelista."

La boca de Harry se quedó boquiabierta en un trauma sin palabras


mientras él buscaba frenéticamente por algo para refutar esto. ¡Eso
es tan completamente lo que yo no soy!

Pero él podía ver que los otros estudiantes comenzaban a creerlo.


La mente de Harry estaba hojeando posibles negaciones y no
encontrando nada que pudiera sostenerse contra la voz autoritaria
del Profesor Quirrell. Lo mejor que Harry había logrado era "No soy
un psicópata, sólo soy muy creativo" y eso sonaba como siniestro.
Necesitaba elaborar algo inesperado, algo que haría que las
personas se detuvieran y reconsideraran -

"Y ahora," el Profesor Quirrell ordenó. "Sr. Potter. Dispare."

Nada paso, por supuesto.

"Ah, bueno," dijo el Profesor Quirrell. Él suspiró. "Supongo que todos


debemos comenzar en algún lado. Sr. Potter, seleccione a cualquier
estudiante que usted desee para un Maleficio de Golpe Simple.
Usted lo hará antes de que yo de por terminada mi clase por este
día. Si no lo hace, comenzaré a deducir puntos de Casa, y los
seguiré deduciendo hasta que usted lo haga."

Harry alzó su varita cuidadosamente. Tenía que hacer al menos eso,


o el Profesor Quirrell podría empezar a deducir puntos de Casa ahí
mismo.

Lentamente, como si avanzara sobre una plancha para asar, Harry


se giró de cara a los Slytherins.

Y los ojos de Harry se encontraron con los de Draco.

Draco Malfoy no se veía temeroso en lo más mínimo. El chico de


cabello rubio no estaba dando ninguna señal visible de asentimiento
tal como Harry le había dado a Hermione, pero difícilmente se podía
esperar que él lo hiciera así. Los otros Slytherins pensarían que eso
sería raro.

"¿Por qué la duda?" cuestionó el Profesor Quirrell. "De seguro hay


únicamente una elección obvia."

"Sí," Harry aceptó. "Únicamente una elección obvia ."

Harry retorció su varita y pronunció "¡Ma-ha-su!"

Hubo un completo silencio en el salón de clases.

Harry sacudió su brazo izquierdo, intentando deshacerse del


punzante aguijón.

Hubo más silencio.

Finalmente el Profesor Quirrell suspiró. "Sí, bastante ingenioso, pero


había una lección para ser aprendida y usted lo esquivó. Un punto
menos para Ravenclaw por demostrar su propia astucia al costo de
la actual meta. Clase terminada."
Y antes de que cualquiera pudiera decir algo más, Harry cantó a
todo pecho:

"¡Sólo bromeaba! ¡RAVENCLAW!"

Hubo silencio por un breve momento tras eso, un sonido de


personas pensando, y luego los murmullos se fueron elevando
rápidamente hasta un rugido de conversación.

Harry se volteó hacia el Profesor Quirrell, ellos dos necesitaban


hablar -

Quirrell se había desplomado e iba caminando fatigosamente de


vuelta a su silla.

No. No aceptable. Ellos realmente necesitaban hablar. Al cuerno con


el acto de zombi, el Profesor Quirrell probablemente despertaría si
Harry lo pellizcaba un par de veces. Harry se fue dirigiendo hacia -

MALO

NO

MALA IDEA

Harry se tambaleó y detuvo sus pasos, sintiéndose mareado.

Y el flujo de Ravenclaws descendió sobre él y las discusiones


iniciaron.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

Se que yo también hubiera aplaudido. ¡Fue un discurso increíble!


¿No les dije que Quirrell era genial?
Yudkowsky se tomó una licencia artística al poner a Quirrell en
Slytherin, porque canon-Quirrell fue a Ravenclaw en realidad, como
lo expandió Rowling en la web de Pottermore.

Dios, me siento cansado de verdad, tuve que correr con las últimas
tres páginas, pensé que iba a tener tiempo de sobra para
terminarlas pero he tenido varios turnos de trabajo inesperados que
perjudicaron mi tiempo libre. Bueno, lo importante es que se cumplió
con la agenda :D

Es muy posible que alguien comience a ayudar con la traducción, de


verdad espero que ese alguien sí pueda porque sería una gran
mejora para la calidad y cantidad de HPMOR que podemos traducir
;)

Del dibujo de este capítulo no me siento particularmente orgulloso


._.

Como siempre gracias a todos por el apoyo. Ahora dormiré un poco,


este régimen de cuatro horas me está haciendo tener alucinaciones.
¡Ya empiezo a escuchar mensajes subliminales en las canciones!

" Hackea FNN para hacer las ediciones de los primeros capítulos de
HPMOR, es la única forma. ¡Dispara!"

Próximo capitulo : 21 de noviembre.

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Localizando la hipótesis
Capítulo 17: Localizando la Hipótesis

Tú siempre has sido J. K. Rowling.

Nota histórica: En el calendario Romano, los "Idus" de un mes


referido al día 15 de Marzo, Mayo, Julio, y Octubre, y al día 13 de
todos los otros meses. (1)

"Comienzas a ver el patrón, escucha el ritmo del mundo."

Jueves.

Si querías ser específico, 7:24am en la mañana del Jueves.

Harry se estaba sentando en su cama, un libro de texto yaciendo


flojamente en sus inmóviles manos.

Harry acababa de tener una idea para una verdaderamente brillante


prueba experimental.

Significaría esperar una hora extra para el desayuno, pero para eso
era que él tenía barras de cereal. No, esta idea absoluta y
positivamente tenía que ser comprobada ya mismo,
inmediatamente, ahora.

Harry puso el libro de texto a un lado, saltó de la cama, corrió


alrededor de su cama, sacó el nivel caverna de su baúl, bajó las
escaleras corriendo, y empezó a mover cajas de libros alrededor.
(En serio que necesitaba desempacar y llenar las estanterías en
algún punto pero él estaba en el medio de su concurso de lectura
con Hermione y quedándose retrasado por lo que no tenía el
tiempo.)

Harry encontró el libro que quería y corrió de regreso por las


escaleras.

Los otros chicos se estaban preparando para bajar a desayunar en


el Gran Comedor e iniciar el día.

"¿Discúlpame puedes hacer algo por mí?" preguntó Harry. Él estaba


volteando páginas en el indice del libro mientras hablaba, halló la
página con los primeros diez diez mil primos, abrió esa página, y le
arrojó el libro a Anthony Goldstein. "Elige dos números de tres
dígitos de esa lista. No me digas cuáles son. Sólo tienes que
multiplicarlos entre ellos y dime el producto. Oh, ¿y puedes hacer el
calculo dos veces para que lo rectifiques doblemente? Por favor
asegúrate de que tienes la respuesta correcta, No estoy seguro de
que va a pasarme a mí o al universo si haces un error de
multiplicación."

Hablaba mucho sobre lo que había sido la vida en ese dormitorio los
últimos días el que Anthony ni siquiera se molestara en preguntar
algo como "¿Por qué me abordas tan repentinamente?" o "Eso
parece realmente extraño, ¿cuáles son tus razones para
preguntar?" o "¿A qué te refieres, no estás seguro de que va a
pasar con el universo?"

Anthony aceptó sin palabras el libro y extrajo un pergamino y una


pluma. Harry le dio la espalda y cerró los ojos, asegurándose de no
ver nada, bailando hacia atrás y adelante y saltando arriba y abajo
con impaciencia. Cogió un bloc de papel y un lapicero mecánico y
se preparó para escribir.

"De acuerdo," Anthony habló, "Ciento ochenta y un mil,


cuatrocientos veintinueve."
Harry escribió 181,429. Él repitió lo que acababa de escribir, y
Anthony lo confirmó.

Luego Harry bajo a toda prisa dentro del nivel caverna de su baúl,
miró su reloj (el reloj mostraba las 4:28 lo que quería decir 7:28) y
luego cerró sus ojos.

Más o menos treinta segundos después, Harry escuchó el sonido de


pasos, seguidos por el sonido del nivel caverna del baúl deslizarse
al cerrarse. (Harry no estaba preocupado por sofocarse. Un
Encantamiento automático de Ambientador era parte de lo que
conseguías si estabas dispuesto a comprar un baúl realmente
bueno. No era la magia maravillosa, no tenía que preocuparse sobre
las facturas de electricidad.)

Y cuando Harry abrió sus ojos, él vio justo lo que había estado
esperando ver, una pieza doblada de papel sobre el piso, el regalo
de su futuro yo.

Llamen a la pieza de papel "Papel-2".

Harry arrancó una pieza de papel de su bloc.

Llama a ese "Papel-1". Era, por supuesto, la misma pieza de papel.


Incluso podías ver, si lo veias de cerca, que los bordes irregulares
coincidían.

Harry revisó en su mente el algoritmo que él seguiría.

Si Harry abría el Papel-2 y estaba en blanco, entonces él escribiría


"101 x 101" en el Papel-1, lo doblaría, lo estudiaría por una hora,
regresaría en el tiempo, botaría el Papel-1 (que por lo tanto se
convertiría en el Papel-2), y abandonaría el nivel de caverna para
unirse a sus compañeros de dormitorio para desayunar.

Si Harry abría el Papel-2 y tenía dos números escritos dentro, Harry


multiplicaría aquellos números entre sí.
Si su producto era igual a 181,429, Harry escribiría aquellos dos
números en el Papel-1 y enviaría el Papel-1 de regreso en el tiempo.

De otro modo Harry sumaría 2 al número en la derecha y escribiría


el nuevo par de números en el Papel-1. A menos de que eso hiciera
el número en la derecha más grande que 997, en cuyo caso Harry
sumaría 2 al número en la izquierda y escribiría 101 en la derecha.

Y si el Papel-2 mostraba 997 x 997, Harry dejaría el Papel-1 en


blanco.

Lo que significaba que el único bucle estable posible en el tiempo


era uno en que el Papel-2 contuviera los dos factores primos
de181,429.

Si esto funcionaba, Harry podría usarlo para recuperar cualquier


clase de respuesta que fuera fácil de revisar pero difícil de
encontrar. Él no solamente habría demostrado que P=NP una vez
que tenías un Giratiempo, este truco era más general que eso. Harry
podría usarlo para hallar las combinaciones en cerraduras con
clave, o contraseñas de alguna clase. Tal vez incluso hallar la
entrada de la Cámara de los Secretos de Slytherin, si Harry pudiera
descubrir algún modo sistemático de describir todas las
localizaciones en Hogwarts. Sería una trampa asombrosa incluso
para los estándares de trampa de Harry.

Harry tomó el Papel-2 en su temblorosa mano, y lo desdobló.

En el Papel-2 se podía leer con una letra manuscrita ligeramente


tambaleante:

NO TE METAS CON EL TIEMPO

Harry escribió "NO TE METAS CON EL TIEMPO" en el Papel-1 con


una letra manuscrita ligeramente tambaleante, la dobló con
pulcritud, y resolvió no hacer ningún experimento verdaderamente
brillante sobre el Tiempo hasta que tuviera al menos quince años.
Hasta lo máximo que Harry conocía, ese había sido el resultado de
un experimento más aterrador en toda la historia de la ciencia.

Había sido un tanto difícil para Harry concentrarse en leer su libro de


texto durante la hora siguiente.

Así fue como el Jueves de Harry inició.

Jueves.

Si querías ser especifico, 3:32pm del Jueves en la tarde.

Harry y todos los otros chicos de primer año salieron a un campo


cubierto de hierba con Madam Hooch, de pie al lado del suministro
de escobas de Hogwarts. Las chicas aprenderían a volar por
separado. Aparentemente, por alguna razón, las chicas no querían
aprender cómo volar en presencia de los chicos.

Harry había estado un poco desorientado todo el día. Simplemente


no podía dejar de preguntar cómo ese bucle estable de tiempo en
particular había sido seleccionado como tal, en retrospectiva, entre
un amplio margen de posibilidades.

También: ¿seriamente, escobas ? ¿Él iba a volar sobre,


básicamente, un segmento de linea? ¿No era esa prácticamente la
forma simple más inestable que podrías hallar, casi como intentar
sujetar un punto en una canica? ¿Quién había seleccionado ese
diseño para un dispositivo de vuelo, entre todas las posibilidades?
Harry había estado esperando que solamente fuera una forma
figurativa de hablar, pero no, ellos estaban de pie en frente de lo que
se veía para todo el mundo como ordinarias escobas de madera
para la cocina. ¿Se había quedado alguien obsesionado con la idea
de las escobas y fallado en considerar algo más? Tenía que ser eso.
No era posible que los diseños más óptimos para limpiar cocinas y
volar terminaran por coincidir si los creabas sin influencia alguna.
Era un día despejado con un brillante cielo azul y un brillante sol que
estaba suplicando meterse en tus ojos y hacerte imposible ver, si
ibas a intentar volar alrededor del cielo. La tierra estaba perfecta y
seca, oliendo positivamente horneada, y de algún modo se sentía
muy, muy dura bajo los zapatos de Harry.

Harry siguió recordándose a si mismo que el más bajo común


denominador esperado para niños de once años era aprender esto y
por lo tanto no podía ser tan difícil.

"Pongan su mano derecha sobre su escoba, o mano izquierda si


son zurdos," llamó Madam Hooch. "Y digan, ¡ARRIBA!"

"¡ARRIBA!" todos gritaron.

La escoba brinco ansiosa dentro de la mano de Harry.

Lo que lo puso como el primero de la clase, por una vez.


Aparentemente pronunciar "¡ARRIBA!" era mucho más complicado
de lo que se veía, y la mayoría de las escobas estaban rodando por
el suelo o intentando avanzar un par de pulgadas hacia sus
aspirantes a pilotos.

(Por supuesto Harry habría apostado su dinero a que Hermione lo


había hecho al menos igual de bien cuando fue su turno para
intentarlo, más temprano ese día. No era posible que hubiera algo
que él pudiera dominar en el primer intento y que burlara a
Hermione, y si lo había y resultaba que eso era montar escobas en
lugar de cualquier cosa intelectual, Harry preferiría morir.)

Tomó un tiempo que todos consiguieran tener sus escobas en frente


de ellos. Madam Hooch les mostró como montar y entonces
caminaron por el campo, corrigiendo agarres y posturas.
Aparentemente incluso entre los pocos niños a los que se les había
permitido volar en casa, no se les había enseñado a hacerlo
correctamente.
Madam Hooch inspeccionó el campo de chicos, y asintió. "Ahora,
cuando sople mi silbato, ustedes patearan el suelo, con fuerza."

Harry trago saliva con fuerza, intentando calmar el sentimiento de


mareo en su estómago.

"Mantengan sus escobas firmes, elévense unos cuantos metros, y


luego vuelvan a bajar de inmediato inclinándose ligeramente hacia
adelante. A mi silbato - tres - dos -"

Una de las escobas se disparó hacia el cielo, acompañada por los


gritos de un chico joven - de horror, no de gusto. El chico estaba
girando a un ritmo vertiginoso mientras ascendía, sólo podían
vislumbrar a ratos su pálida cara -

Como si fuera en cámara lenta, Harry se estaba elevando en su


propia escoba y rebuscando su varita, aunque realmente él no sabía
que era lo que planeaba hacer, había tenido exactamente dos
sesiones de Encantamientos y la última había sido sobre el
Encantamiento Flotante pero Harry únicamente había sido capaz de
lanzar el hechizo exitosamente una de cada tres veces y
ciertamente él no era capaz de hacer levitar personas -

Si hay algún poder oculto en mi interior, ¡deja que se revele a si


mismo AHORA!

"¡Regresa, chico!" gritó Madam Hooch (lo que tenía que ser la más
inútil de las instrucciones imaginables para lidiar con una escoba
fuera de control, viniendo de un instructor de vuelo, y una sección
completamente automática del cerebro de Harry agregó a la Madam
Hooch a su lista de tontos).

Y el chico se cayó de la escoba.

Parecía moverse muy lentamente a través del aire, al principio.

"¡Wingardium Leviosa!" exclamó Harry.


El hechizo falló. Pudo sentir que fallaba.

Hubo un golpe sordo y un distante sonido crujiente, y el chico


yaciendo bocabajo sobre una pila de hierba.

Harry enfundó su varita y corrió hacia allá a toda velocidad. Llegó al


lado del chico al mismo tiempo que Madam Hooch, y Harry cogió su
monedero e intentó recordar oh dios cuál era el nombre no importa
él sólo intentaría "¡Conjunto de Sanación!" y saltó dentro de su
mano y -

"Muñeca rota," Madam Hooch anunció. "¡Cálmate, chico, sólo tiene


una muñeca rota!"

Hubo una especie de sacudida mental cuando la mente de Harry


logró salir del Modo de Pánico.

El Conjunto de Sanación de Emergencia Plus yacía abierto en frente


suyo, y había una jeringa de fuego liquido en la mano de Harry, lo
que habría logrado mantener el cerebro del chico oxigenado si
acaso se hubiera roto el cuello.

"Ah…" Harry exhaló con desfallecida voz. Su corazón estaba


retumbando tan fuerte que casi no podía escucharse a si mismo
jadeando por respirar. "Hueso roto… de acuerdo… ¿Cuerdas
Ajustables?"

"Eso es únicamente por emergencias," espetó Madam Hooch.


"Guárdalo, él está bien." Ella se paro a un lado del chico,
ofreciéndole una mano. "Vamos, chico, todo está bien, ¡arriba!"

"¿De verdad no va a hacerlo montar la escoba de nuevo?" Harry


preguntó con horror.

Madam Hooch le envió a Harry una mirada feroz. "¡Por supuesto


que no!" Ella jaló al chico por su brazo bueno para ponerlo de pie -
Harry vio con sorpresa que era Neville Longbottom de nuevo, ¿qué
pasaba con él? - y ella se volteó hacia todos los expectantes niños.
"¡Ninguno de ustedes debe moverse mientras llevo este chico al ala
de hospital! Dejen esas escobas en donde están o estarán por fuera
de Hogwarts antes de que puedan decir 'Quidditch.' Vamos,
querido."

Y Madam Hooch salió caminando con Neville, quien estaba


sujetando su muñeca e intentando calmar su lloriqueo.

Cuando ya no se pudieron escuchar, uno de los Slytherins soltó una


risita.

Eso hizo explotar a los otros.

Harry se volteó y los miró. Era un buen momento para memorizar


algunos rostros.

Y Harry vio que Draco estaba caminando hacia él, acompañado por
el Sr. Crabbe y el Sr. Goyle. El Sr. Crabbe no estaba sonriendo. El
Sr. Goyle decididamente lo estaba. El mismo Draco estaba vistiendo
una controlada cara que se retorcía ocasionalmente, de lo que Harry
había inferido que Draco pensaba que er gracioso pero no veía
ventaja política para ser ganada al reírse ahora en lugar de hacerlo
más adelante en los calabozos de Slytherin.

"Bien, Potter," Draco comentó en voz baja, aún con esa cara muy
controlada que estaba retorciéndose ocasionalmente, "Sólo quería
decir que, cuando tomas ventaja de las emergencias para demostrar
liderazgo, tú te quieres ver como si estuvieras en total control de la
situación, en vez de, por ejemplo, entrar en completo pánico." El Sr.
Goyle se rió, y Draco le dirigió una mirada de reprimenda. "Pero
probablemente anotaste unos cuantos puntos de todos modos.
¿Necesitas alguna ayuda reuniendo ese kit de sanador?"

Harry se volteó a ver el Conjunto de Sanación, lo que alejó su propia


cara de la de Draco. "Creo que estoy bien," Harry contestó. Puso la
jeringa de vuelta en su lugar, restableció los pestillos, y se levantó.
Ernie Macmillan llegó justo cuando Harry estaba retornando el
conjunto de regreso al monedero de piel de moke.

"Gracias, Harry Potter, en nombre de Hufflepuff," Ernie Macmillan


pronunció formalmente. "Fue un buen intentó y una buena idea."

"Una buena idea en efecto," dijo Draco arrastrando las palabras.


"¿Por qué nadie más en Hufflepuff tuvo sus varitas afuera? Quizá si
todos ustedes hubieran ayudado en lugar de solamente Potter, lo
podrían haber atrapado. ¿Creía que los Hufflepuffs eran dados a
permanecer juntos?"

Ernie lo vio como si estuviera dividido entre ponerse enojado y


querer morir de la vergueza. "No pensamos en ello a tiempo -"

"Ah," interrumpió Draco, "no pensaron en ello, supongo que por eso
es mejor tener un Ravenclaw como amigo que a todos los de
Hufflepuff."

Oh, demonios, cómo se suponía que Harry iba a manejar esto… "No
estás ayudando," Harry expresó con un tono dócil. Esperando que
Draco lo interpretaría eso como tú estás interfiriendo con mis planes,
por favor cállate.

"¿Oigan, qué es esto?" cuestionó el Sr. Goyle. Se paró en la hierba


y recogió algo más o menos del tamaño de una canica, una bola de
vidrio que se veía como si estuviera llena de una arremolinada
niebla blanca.

Ernie parpadeó. "¡La Recordadora de Neville!"

"¿Qué es una Recordadora?" preguntó Harry.

"Se pone roja si has olvidado algo," Ernie respondió. "No te dice qué
olvidaste, sin embargo. Dámela, por favor, y yo se la entregaré a
Neville después." Ernie extendió su mano.
Una inesperada mueca iluminó la cara del Sr. Goyle cuando él se
volteó y salió corriendo.

Ernie se quedó quieto durante un momento de sorpresa, y luego


gritó "¡Oye!" y persiguió al Sr. Goyle.

Y el Sr. Goyle agarró una escoba, saltó con un fluido movimiento y


la llevó al aire.

A Harry se le cayó la mandíbula. ¿No había jurado Madam Hooch


que eso haría que lo expulsaran ?

"¡Ese idiota!" Draco siseó. Abrió su boca para gritar -

"¡Oye!" gritó Ernie. "¡Eso es de Neville! ¡Devuélvelo! "

Los Slytherins comenzaron a animar y a silbar.

La boca de Draco se cerró. Harry vio la repentina mirada de


indecisión en su rostro.

"Draco," Harry explicó en un tono bajo, "si no le ordenas a ese idiota


que regrese al suelo, la profesora va a regresar y -"

"Ven por ella, Hufflepuffle! " replicó el Sr. Goyle, y un gran silbido
surgió de los Slytherins. (2)

"¡Yo no puedo !" susurró Draco. "¡Todos en Slytherin pensaran que


soy débil ! "

"Y si el Sr. Goyle es expulsado," siseó Harry, "¡tu padre va a pensar


que eres un tarado !"

El rostro de Draco se retorció en agonía.

En ese momento -

"Oye, Slytherslime," retó Ernie, "¿nadie te dijo que los Hufflepuffs


permanecen juntos? ¡Varitas afuera, Hufflepuff! " (3)
Y hubo súbitamente todo un montón de varitas apuntando en la
dirección del Sr. Goyle.

Tres segundos después -

"¡Varitas afuera, Slytherin!" corearon como cinco diferentes


Slytherins.

Y hubo todo un montón de varitas apuntando en la dirección de


Hufflepuff.

Dos segundos después -

"¡Varitas afuera, Gryffindor!"

"¡Has algo, Potter!" susurró Draco. "¡Yo no puedo ser el que detenga
esto tienes que ser tú! ¿Te deberé un favor sólo piensa algo no se
supone que eres brillante?"

En más o menos cinco segundos y medio, se dio cuenta Harry,


alguien iba a lanzar el Maleficio Sumerio de Golpe Simple y para
cuando hubiera terminado y los profesores hubieran terminado de
expulsar gente los únicos chicos que quedarían de su año serían
Ravenclaws.

"¡Varitas afuera, Ravenclaw!" llamó Michael Corner quien


aparentemente se estaba sintiendo dejado a un lado del desastre.

"¡GREGORY GOYLE!" estalló Harry. "¡Te reto a un concurso por la


posesión de la Recordadora de Neville!"

Hubo una brusca pausa.

"¿Oh, de verdad?" intervino Draco en el más ruidoso arrastre de


palabras que Harry hubiera escuchado jamás. "Eso suena
interesante. ¿Qué clase de concurso, Potter?"

Eh…
"Concurso" había sido tan lejos como la inspiración de Harry había
llegado. Qué tipo de concurso, él no podía proponer "ajedrez"
porque Draco no sería capaz de aceptarlo sin que se viera extraño,
él no podía proponer "echar un pulso" porque el Sr. Goyle lo
destrozaría - (4)

"¿Qué tal esto?" Harry planteó en voz alta. "Gregory Goyle y yo


estaremos alejados uno del otro, y no se permite que nadie más se
acerque a ninguno de nosotros. No usaremos nuestras varitas y
tampoco lo puede hacer nadie más. Yo no me muevo de donde
estoy ubicado, y tampoco lo hace él. Y si puedo ponerle mis manos
encima a la Recordadora de Neville, entonces Gregory Goyle
renuncia a todas sus reclamaciones a esa Recordadora que él está
sosteniendo y me la dará a mí."

Hubo una pausa mientras los rostros de alivio de las personas se


transmutaban en confusión.

"¡Ja, Potter!" exclamó Draco con fuerza. "¡Me gustaría verte hacer
eso ! ¡El Sr. Goyle acepta!"

"¡Adelante!" celebró Harry.

"¿Potter, qué ? " murmuró Draco, lo que de algún modo hizo sin
mover sus labios.

Harry no sabía cómo responder sin mover los suyos.

Las personas estaban bajando sus varitas, y el Sr. Goyle descendió


con gracia al suelo, vi endose harto confundido. Algunos Hufflepuffs
se fueron hacia el Sr. Goyle, pero Harry les lanzó una desesperada
mirada de plegaria y ellos retrocedieron.

Harry camino hacía el Sr. Goyle y se detuvo a unos cuantos pasos,


lo suficientemente lejos para que ellos no se pudieran tocar el uno al
otro.

Lentamente, deliberadamente, Harry guardó su varita.


Todos los demás retrocedieron.

Harry tragó saliva. Sabía en lineas general lo que quería hacer, pero
tenía que ser hecho de tal modo que nadie entendiera lo que él
había hecho -

"De acuerdo," Harry dijo en voz alta. "Y ahora…" Respiró


profundamente y alzó una mano, los dedos listos para chasquear.
Hubo jadeos de quienes habían escuchado sobre los pasteles, que
eran prácticamente todos. "¡Convocó la locura de Hogwarts! ¡Feliz
feliz retumbo retumbo pantano pantano pantano!" Y Harry chasqueó
sus dedos.

Varias personas se estremecieron.

Y nada pasó.

Harry dejó que el silencio de alargara por un rato, desarrollándose,


hasta…

"Mmm," alguien dijo. "¿eso es todo?"

Harry miró al chico que había hablado. "Ve en frente de ti. ¿Ves ese
parche de tierra que se ve árido, sin ninguna hierba?"

"Um, sí," respondió el chico, un Gryffindor (¿Dean algo?).

"Excava ahí."

Ahora Harry estaba recibiendo muchas miradas extrañadas.

"Este, ¿por qué?" cuestionó Dean algo.

"Sólo hazlo," opinó Terry Boot con una voz fatigada. "No hay punto
en preguntarle por qué, confía en mí."

Dean algo se arrodillo y empezó a extraer el barro.


Tras un minuto más o menos, Dean se volvió a poner de pie. "No
hay nada aquí," Dean anunció.

Oh. Harry había estado planeando regresar en el tiempo y enterrar


un mapa del tesoro que llevaría a la Recordadora de Neville la cual
el pondría allí tras obtenerla del Sr. Goyle…

Entonces Harry se dio cuenta de que había una forma más simple
que no amenazaría tanto el secreto de los Giratiempos.

"¡Gracias, Dean!" Harry comentó en voz alta. "Ernie, ¿buscarías en


el suelo por donde Neville cayó y ver si puedes encontrar la
Recordadora de Neville?"

Todos se veían incluso más confundidos.

"Sólo hazlo," reiteró Terry Boot. "Lo seguirá intentando hasta que
algo funcione, y lo más aterrador es que -"

"¡Merlín!" chilló Ernie. Él estaba sosteniendo la Recordadora de


Neville. "¡Está aquí ! ¡Justo donde se cayó!"

"¿Qué?" clamó el Sr. Goyle. Miró hacia abajo y vio…

… que él aún estaba sujetando la Recordadora de Neville.

Hubo una pausa bastante larga.

"Eh," interrogó Dean algo, "eso no es posible, ¿o sí?"

"Es un hueco en la trama," explicó Harry. "Me hice a mí mismo lo


suficientemente raro como para distraer el universo por un momento
y se olvidó de que Goyle ya había recogido la Recordadora."

"No, espera, quiero decir, eso es totalmente no posible -"

"Disculpen, ¿no estamos todos aquí de pie esperando volar en


escobas? Sí lo estamos. Así que a callar. Como sea, una vez que
ponga mis manos sobre la Recordadora de Neville, el concurso ha
terminado y Gregory Goyle tiene que renunciar a todos sus
reclamos sobre la Recordadora que él está sujetando y dármela a
mí. Esos fueron los términos, ¿recuerdan?" Harry estiró una mano y
le hizo señas a Ernie. "Nada más haz que ruede hasta aquí, ya que
no se supone que nadie se acerqué hasta mí, ¿de acuerdo?"

"¡Un momento!" gritó un Slytherin - Blaise Zabini, Harry no era


propenso a olvidar ese nombre. "¿Cómo sabemos que esa es la
Recordadora de Neville? Tú pudiste solamente tirar otra
Recordadora allí -"

"El Slytherin es fuerte en él," Harry bromeó, sonriendo. "Pero tienes


mi palabra de que la que está sosteniendo Ernie es de Neville. No
hay comentarios sobre la que Gregory Goyle está sujetando." (5)

Zabini se volteó hacia Draco. " ¡Malfoy! No vas a dejar que se salga
con la suya -"

"Tú, cállate," ladró el Sr. Crabbe, de pie detrás de Draco. "¡El Sr.
Malfoy no necesita que tú le digas que hacer!"

Buen secuaz.

"Mi apuesta fue con Draco, de la Noble y Más Antigua Casa de


Malfoy," Harry habló. "No contigo, Zabini. He hecho lo que el Sr.
Malfoy quería verme hacer, y en cuanto al juicio de la apuesta, le
dejo eso al Sr. Malfoy." Harry inclinó su cabeza hacia Draco y alzó
sus cejas ligeramente. Eso debía permitirle a Draco salvar las
apariencias lo suficiente.

Hubo una pausa.

"¿Tú prometes que de hecho esa es la Recordadora de Neville?"


Draco preguntó.

"Sí," Harry respondió. "Esa es la que regresará a Neville y que era


suya originalmente. Y la que Gregory Goyle esta sujetando es para
mí."
Draco asintió, viéndose decidido. "No pondré en duda la palabra de
la Noble Casa de Potter, entonces, sin importar qué tan raro haya
sido todo esto. Y la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy mantiene
su palabra también. Sr. Goyle, dele eso al Sr. Potter -"

"¡Oye!" Zabini protestó. "Él no ha ganado aún, él no ha puesto sus


manos sobre -"

"¡Cógela, Harry!" dijo Ernie, y le arrojó la Recordadora.

Harry atrapó fácilmente la Recordadora en el aire, siempre había


tenido buenos reflejos para eso. "Listo," concluyó Harry, "yo gano…"

Harry se fue quedando callado. Todas las conversaciones de


detuvieron.

La Recordadora estaba resplandeciendo con un rojo brillante en sus


manos, destellando como un sol miniatura que arrojaba sombras
sobre la tierra a plena luz del día.

Jueves.

Si querías ser especifico, 5:09pm de la tarde del Jueves, en la


oficina de la Profesora McGonagall, después de la clase de vuelo.
(Con una hora extra para Harry deslizarse dentro de ella.)

La Profesora McGonagall sentada en su taburete. Harry en el


asiento caliente en frente del escritorio.

"Profesora," Harry afirmó con firmeza, "¡Slytherin estaba apuntando


sus varitas a Hufflepuff, Gryffindor estaba apuntando sus varitas a
Slytherin, algún idiota llamó varitas afuera en Ravenclaw, y yo tuve
quizá cinco segundos para evitar que todo estallara hasta el cielo!
¡Fue todo en lo que pude pensar!"

La cara de la Profesora McGonagall estaba cansada y enojada. "


¡Usted no debe usar el Giratiempo de ese modo, Sr. Potter! ¡Es el
concepto de secreto algo que usted no entiende?"

"¡Ellos no saben cómo lo hice! ¡Ellos nada más piensan que yo


realmente puedo hacer cosas extrañas al chasquear mis dedos! ¡He
hecho otras cosas extrañas que no pueden ser hechas ni siquiera
con el Giratiempo, y yo haré más cosas como esa, y este caso no va
a sobresalir! ¡ Tenía que hacerlo, Profesora!"

"¡Usted no tenía que hacerlo!" espetó la Profesora McGonagall.


"¡Todo lo que necesitabas hacer era poner a este Slytherin anónimo
de vuelta al suelo y guardar las varitas! ¡Usted pudo haberlo retado
a un juego de Snap Explosivo pero no, usted tenía que usar el
Giratiempo en un modo flagrante e innecesario!"

"¡Fue todo en lo que puede pensar! ¡Ni siquiera sé que el Snap


Explosivo es, ellos no habrían aceptado un juego de ajedrez y de
haber escogido echar un pulso habría perdido!"

"¡Entonces usted debió haber escogido echar un pulso!"

Harry parpadeó. "Pero es ese caso yo habría perdido -"

Harry se detuvo.

La Profesora McGonagall se veía muy enojada.

"Lo siento, Profesora McGonagall," Harry se disculpó en voz baja.


"Honestamente no pensé en ello, y usted tiene la razón, tendría que
haberlo hecho, habría sido brillante si yo lo hubiera hecho, pero
simplemente no se me ocurrió…"

La voz de Harry se fue apagando. Fue bruscamente aparente para


él que tuvo muchas más opciones. Podría haberle pedido a Draco
sugerir algo, se lo podría haber pedido a la multitud… su uso del
Giratiempo había sido flagrante e innecesario. Hubo un espacio
gigante de posibilidades, ¿por qué sólo había escogido esa ?
Porque había visto una forma para ganar . Ganar posesión de un
nada importante artilugio que los profesores habrían recuperado del
Sr. Goyle de todos modos.

La intención de ganar. Eso era lo que lo había vencido.

"Lo siento," Harry repitió. "Por mi orgullo y mi estupidez."

La Profesora McGonagall pasó una mano a través de su frente. Algo


de su ira pareció disiparse. Pero su voz aún salió con mucha
dureza. "Una muestra más como esta, Sr. Potter, y usted tendrá que
devolver ese Giratiempo. ¿Me hago entender con suficiente
claridad?"

"Sí," Harry contestó. "Lo entiendo y lo lamento."

"Entonces, Sr. Potter, se le permitirá conservar el Giratiempo por


ahora. Y considerando el tamaño del debacle que usted, de hecho,
evitó, no reduciré ningún punto de Ravenclaw."

Además usted no podría explicar por qué redujo los puntos. Pero
Harry no era lo suficientemente tonto para decir eso en voz alta.

"Más importante, ¿por qué la Recordadora se puso así?" Harry


cuestionó. "¿Significa que he sido Desmemorizado?"

"Eso me intriga también," la Profesora McGonagall habló despacio.


"si fuera así de simple, creo que las cortes usarían Recordadoras, y
no lo hacen. Lo investigaré, Sr. Potter." Ella suspiró. "Se puede
retirar ahora."

Harry empezó a levantarse de su silla, luego se detuvo. "Um, lo


siento, tenía algo más que quería contarle -"

Difícilmente podías ver el titubeo. "¿De qué se trata, Sr. Potter?"

"Es sobre el Profesor Quirrell -"


"Estoy segura, Sr. Potter, que no es nada de importancia." La
Profesora McGonagall pronunció las palabras con gran apuro.
"¿Seguramente escuchó al Director decirle a los estudiantes que
ustedes no tendrían que molestarnos con quejas sin importancia
sobre el Profesor de Defensa?"

Harry estaba bastante confuso. "Pero esto podría ser importante,


ayer yo tuve esta repentina sensación de perdición cuando -"

"¡Sr. Potter! ¡Yo también tengo una sensación de perdición! ¡Y mi


sensación de perdición está sugiriendo que usted no debería
terminar esa frase !"

A Harry se le quedó la boca abierta. La Profesora McGonagall había


tenido éxito; Harry estaba sin palabras.

"Sr. Potter," continuó la Profesora McGonagall, "si usted ha


descubierto algo que pueda ser interesante sobre el Profesor
Quirrell, por favor siéntase libre de no compartirlo conmigo o con
nadie más. Ahora creo que usted me ha quitado suficiente de mi
valioso tiempo -"

"¡Usted no es así!" Harry estalló. "¡Lo siento pero esto parece


increíblemente irresponsable! Por lo que he escuchado hay una
especie de maldición sobre la posición de Defensa, y si usted ya
sabe que hay algo que está mal, yo hubiera creído que estarían
prevenidos -"

"¿Está mal, Sr. Potter? Yo c iertamente espero que no. " La cara de
la Profesora McGonagall no tenía expresiones. "Después de que el
Profesor Blake fue atrapado en un armario con no menos que tres
Slytherins de quinto año el pasado Febrero, y un año antes de eso,
el Profesor Summers falló tan completamente como un educador
que las estudiantes pensaron que un boggart era una clase de
mueble, sería catastrófico si algún problema con el
extraordinariamente competente Profesor Quirrell llamará mi
atención en este momento, y me atrevo a pensar que la mayoría de
nuestros estudiantes fallarían sus T.I.M.O. y sus E.X.T.A.S.I.S. de
Defensa."

"Ya veo," Harry expresó lentamente, absorbiéndolo todo. "Así que


en otras palabras, lo que sea que este mal con el Profesor Quirrell,
usted desesperadamente no quiere saberlo hasta el final del año
escolar. Y ya que estamos en Septiembre, él podría asesinar al
Primer Ministro en televisión en vivo y salirse con la suya en cuanto
a usted le concierne."

La Profesora McGonagall lo observó sin pestañear. "Tengo la


certeza de que yo nunca seré escuchada aprobando tal declaración,
Sr. Potter. En Hogwarts nos esforzarnos por ser pro-activos con
respecto a cualquier cosa que amenace la realización educacional
de nuestros estudiantes."

Como los Ravenclaws de primer año que no pueden mantener sus


bocas cerradas. "Creo que la entiendo completamente, Profesora
McGonagall."

"Oh, lo dudo, Sr. Potter. Lo dudo muchísimo." La Profesora


McGonagall se inclinó hacia adelante, su cara endureciéndose otra
vez. "Ya que usted y yo hemos discutido asuntos mucho más
sensibles que este, le hablaré con franqueza. Usted, y nadie más
que usted, ha reportado esta misteriosa sensación de perdición.
Usted, y nadie más que usted, es un magneto caótico de una clase
que yo nunca había visto. Tras nuestro pequeño viaje de compras al
Callejón Diagon, y luego el Sombrero Seleccionador, y luego el
pequeño episodio de hoy, puedo ver muy bien que estoy destinada
a sentarme en la oficina del Director y escuchar algún divertido
cuento sobre el Profesor Quirrell en el cual usted y nadie más que
usted juega un rol de protagonista, tras el cual no habrá otra opción
excepto despedirlo. Ya estoy resignada a ello, Sr. Potter. Y si ese
triste evento toma lugar antes de los Idus de Mayo, lo colgaré a la
entrada de Hogwarts usando sus propios intestinos e introduciré
abejas de fuego dentro de su nariz. ¿ Ahora me entiende
completamente?"
Harry asintió, sus ojos muy abiertos. Entonces, tras un segundo,
"¿Qué recibo si puedo hacer que pase en el último día del año
escolar?"

"¡Salga de mi oficina!"

Jueves.

Algo tenía que haber con los Jueves en Hogwarts.

Eran las 5:32pm del Jueves en la tarde, y Harry estaba de pie al


lado del Profesor Flitwick, en frente de la gárgola de piedra que
guardaba la entrada de la oficina del Director.

Apenas había regresado de la oficina de la Profesora McGonagall


hacia los cuartos de estudio de Ravenclaw cuando uno de los
estudiantes le contó que se reportara en la oficina del Profesor
Flitwick, y allí Harry se enteró que Dumbledore quería hablar con él.

Harry, sintiéndose harto aprehensivo, le había preguntado al


Profesor Flitwick que si el Director le había contado de que se
trataba.

El Profesor Flitwick se había encogido de hombros de un modo


impotente.

Aparentemente Dumbledore he había dicho que Harry aún era


demasiado joven para invocar las palabras de poder y locura.

¿Feliz feliz retumbo retumbo pantano pantano pantano? Harry lo


pensó pero no lo dijo en voz alta.

"Por favor no se preocupe demasiado, Sr. Potter," chilló el Profesor


Flitwick de algún lugar cerca de donde estaban los hombros de
Harry. (Harry estaba agradecido de la gigantesca barba hinchada
del Profesor Flitwick, era difícil acostumbrarse a un Profesor que no
solamente era más bajo que él pero además hablaba con una voz
más aguda.) "El Director Dumbledore puede parecer un poco raro, o
muy raro, o incluso extremadamente raro, pero él nunca a herido a
un estudiante de modo alguno, y no creo que nunca lo vaya a llegar
a hacer." El Profesor Flitwick le dio a Harry una sonrisa alentadora.
"¡Sólo ten eso en mente todo el tiempo y de seguro no entraras en
pánico!"

Esto no estaba ayudando.

"¡Buena suerte!" chilló el Profesor Flitwick, y se acercó a la gárgola y


murmuró algo que Harry falló en escuchar del todo. (Por supuesto,
la contraseña no sería buena si podías escuchar a cualquiera
pronunciándola.) Y la gárgola de piedra se hizo a un lado con un
natural y muy ordinario movimiento que Harry encontró muy
perturbador, porque la gárgola aún se veía solida, inamovible piedra
todo el tiempo.

Detrás de la gárgola había una escalera ascendente en espiral.


Había algo abrumadoramente hipnótico sobre ello, e incluso más
perturbador que la espiral giratoria no te debería llevar a ningún
lugar.

"¡Sube adelante!" chilló Flitwick.

El muy nervioso Harry se paró en la espiral, y se encontró a si


mismo, por alguna razón que su cerebro no pudo ni tan siquiera
visualizar, moviéndose hacia adelante.

Detrás de él la gárgola regreso a su lugar con un golpe seco, y la


escalera espiral siguió girando y Harry siguió siendo elevado, y tras
un momento más bien vertiginoso, Harry se encontró a si mismo en
frente de una puerta de roble con una aldaba de un Grifo de cobre.

Harry se estiró y giró el pomo de la puerta.

La puerta se abrió en su totalidad.


Y Harry vio el cuarto más interesante que jamás había visto en su
vida.

Había pequeños mecanismos metálicos que zumbaban o


cloqueaban o cambiaban de forma lentamente o emitían pequeñas
bocanadas de humo. Había docenas de fluidos misteriosos en
docenas de contenedores con forma extraña, todos burbujeando,
hirviendo, supurando, cambiando de color, o alterándose en
interesantes formas que desaparecían medio segundo después de
que tú las veías. Había cosas que se veían como relojes con
muchas manecillas, inscritos con números o en lenguajes
irreconocibles. Había un brazalete sosteniendo un cristal lenticular
que resplandecía con miles de colores, y un ave posada en lo alto
de una plataforma dorada, y un vaso de madera lleno con algo que
se veía como sangre, y una estatua de un halcón incrustada en
esmalte negro. La pared estaba repleta de retratos de personas
durmiendo, y el Sombrero Seleccionador estaba posicionado
casualmente en una percha que también sostenía dos sombrillas y
tres pantuflas rojas para el pie izquierdo. (6)

En el medio de todo ese caos había un pulcro escritorio de roble


negro. Antes del escritorio había un taburete de roble. Y detrás del
escritorio había un muy bien-acolchado trono conteniendo a Albus
Percival Wulfric Brian Dumbledore, quien estaba adornado con una
larga barba plateada, un sombrero que era como un hongo
gigantesco aplastado, y lo que para ojos Muggle habría parecido
tres capas brillantes pijamas rosadas.

Dumbledore estaba sonriendo, y sus brillantes ojos deslumbraban


con una alocada intensidad.

Con algún tropiezo, Harry se sentó en frente del escritorio. Detrás


suyo la puerta se cerró con un ruidoso azote .

"Hola, Harry," saludo Dumbledore.

"Hola, Director," Harry replicó. ¿Así que lo trataba de a nombre?


Dumbledore le pediría ahora que lo llamara -
"¡Por favor, Harry!" Exclamó Dumbledore. "Director suena tan
formal. Sólo llámame Dir que es más corto."

"Por supuesto, Dir," aceptó Harry.

Hubo una pequeña pausa.

"¿Sabes," preguntó Dumbledore, "que eres la primer persona que


me toma la palabra en eso?"

"Ah…" Harry titubeó. Intentó controlar su voz a pesar de la brusca


sensación de hundimiento en su estómago. "Lo siento, yo, ah,
Director, usted me pidió que lo hiciera por eso yo lo hice -"

"¡Dir, por favor!" pidió Dumbledore animadamente. "Y no hay porque


sentirse preocupado, no te voy a arrojar por la ventana sólo porque
cometiste un error. ¡Te daré varias advertencias primero, si estás
haciendo algo mal! Además, lo qué importan no es cómo la gente te
habla, es lo que ellos estén pensando."

Él nunca a herido a un estudiante, sólo sigue recordando eso y de


seguro no entraras en pánico.

Dumbledore sacó una pequeña caja del metal y la abrió, mostrando


unas pequeñas protuberancias amarillas. "¿Caramelos de limón?"
invitó el Director.

"Er, no gracias, Dir," rechazó Harry. ¿Darle a un estudiante LSD


cuenta como herirlos, o acaso cae en la categoría de inofensiva
diversión? "Usted, um, dijo algo sobre que yo era demasiado joven
como para invocar las palabras del poder y la locura?" (7)

"¡Qué sin duda lo eres!" Dumbledore afirmó. "Afortunadamente las


Palabras del Poder y la Locura se perdieron hace setecientos años y
nadie tiene la más mínima idea de cuales son. Sólo fue una
pequeña observación."
"Ah…" Harry dijo. Era consciente de que su boca se estaba
quedando abierta. "¿Por qué me llamó aquí, entonces?"

"¿Por qué?" Dumbledore repitió. "Ah, Harry, si yo fuera por ahí todo
el día preguntando por qué hago cosas, ¡nunca tendría tiempo para
hacer ni una sola cosa! Soy una persona muy ocupada, sabes."

Harry asintió, sonriendo. "Sí, fue una lista muy impresionante.


Director de Hogwarts, Jefe de Magos del Wizengamot, y Jefe
Supremo de la Confederación Internacional de Magos. Me disculpo
por preguntarlo pero es algo que me ha estado dando vueltas en la
cabeza, ¿es posible obtener más de seis horas si usas más de un
Giratiempo? Porque es muy impresionante si está haciendo todo
eso con tan sólo treinta horas al día."

Hubo otra pequeña pausa, durante la cual Harry estuvo sonriendo.


Él estaba un poco aprehensivo, de hecho muy aprehensivo, pero
una vez que se había vuelto claro que Dumbledore estaba
molestándolo deliberadamente, algo dentro de él se había rehusado
absolutamente a sentarse y tomarlo como si fuera un zoquete
indefenso.

"Me temo que a el Tiempo no le gusta ser estirado demasiado,"


explicó Dumbledore tras la ligera pausa, "y aún así nosotros mismos
parecemos ser demasiado grandes para él, y por ello es una lucha
constante encajar nuestras vidas dentro del Tiempo."

"En efecto," Harry admitió con solemnidad grave. "Es por eso que es
mejor llegar a nuestros asuntos rápidamente."

Por un momento Harry se preguntó si él había ido demasiado lejos.

Entonces Dumbledore se rió entre dientes. "Directo al punto


deberíamos ser." El Director se inclinó hacia adelante, ladeando su
sombrero de hongo aplastado y cepillando su barba contra su
escritorio. "Harry, este Lunes tu hiciste algo que debió haber sido
imposible incluso con un Giratiempo. O más bien, imposible con
únicamente un Giratiempo. ¿De dónde provinieron esos dos
pasteles, me preguntó?"

Un voltio de adrenalina se disparó y recorrió Harry. Había hecho eso


usando la Capa de Invisibilidad, aquella que le había sido dada en
una caja de Navidad con una nota, una nota en la que se podía leer:
Si Dumbledore veía una oportunidad para poseer una de las
Reliquias de la Muerte él nunca la dejaría escapar de su alcance…

"Un pensamiento natural," Dumbledore prosiguió, "es que ya que


ninguno de los estudiantes de primer año presentes no eran
capaces de lanzar tal hechizo, alguien más estaba presente, y aún
así invisible. Y si nadie más lo podía ver, por ello, sería muy fácil
para ese alguien arrojar los pasteles. Uno podría además sospechar
que ya que tienes un Giratiempo, tú eras quien estaba invisible; y ya
que el hechizo Desilusionador está mucho más allá de tus actuales
habilidades, usted tenía una capa de invisibilidad." Dumbledore
sonrió en modo conspirador. "¿Estoy siguiendo el rastro correcto
hasta ahora, Harry?"

Harry estaba paralizado. Él tenía el presentimiento de que contar


una completa mentira no sería lo más sabio, y posiblemente no le
ayudaría en lo más mínimo, y no podía pensar en otra cosa más
para decir.

Dumbledore sacudió una amistosa mano. "No te preocupes, Harry,


no has hecho nada malo. Las capas de invisibilidad no van en
contra de las reglas - supongo que son lo suficientemente raras para
que nadie se haya molestado jamás en ponerlas en la lista. Pero
realmente me estaba intrigando algo completamente diferente."

"¿Oh?" Harry inquirió con la voz más normal que pudo lograr.

Los ojos de Dumbledore destellaron con entusiasmo. "Veras, Harry,


después de haber estado en unas cuantas aventuras tiendes a
captar este tipo de cosas. Comienzas a ver el patrón, a escuchar el
ritmo del mundo. Empiezas a albergar sospechas antes del
momento de la revelación. Eres El-Niño-Que-Vivió, y de algún modo
una capa invisible llegó a tus manos tan sólo cuatro días después de
que has descubierto nuestra Bretaña mágica. Tales capas no estás
a la venta en el Callejón Diagon, pero hay una que podría hallar su
camino hasta su dueño destinado. Y así que no puedo evitar
preguntarme si por alguna extraña casualidad has encontrado no
solamente una capa de invisibilidad, sino la Capa de Invisibilidad,
una de las tres Reliquias de la Muerte y con la reputación de ocultar
a su dueño de los ojos de la Muerte misma." La mirada de
Dumbledore era brillante y ansiosa. "¿Puedo verla, Harry?"

Harry tragó con fuerza. Había un gran flujo de adrenalina en su


sistema y era enteramente inútil, este era el mago más poderoso en
el mundo y no había forma de que el pudiera llegar hasta la puerta y
no había lugar en Hogwarts para esconderse incluso si lo lograra,
estaba a punto de perder la Capa que había pasado a través de los
Potters por quien sabe cuanto tiempo -

Lentamente Dumbledore se recostó en su alta silla. La brillante luz


se había ido de sus ojos, y él se veía confundido y arrepentido.
"Harry," habló Dumbledore, "si no quieres, sólo tienes que decir que
no."

"¿Puedo?" Harry graznó.

"Sí, Harry," aseguró Dumbledore. Su voz ahora sonaba triste, y


preocupada. "Es como si me tuvieras miedo, Harry. ¿Puedo
preguntarte qué he hecho para merecer tu desconfianza?"

Harry tragó saliva. "¿Hay alguna forma de que usted pueda


prometer un juramento mágico vinculante de que usted no se llevará
mi capa?"

Dumbledore sacudió su cabeza lentamente. "Los Juramentos


Inquebrantables no deben ser usados a la ligera. Y además, Harry,
si tú no conoces el hechizo ya, sólo tendrías mi palabra de que el
hechizo fue vinculante. Aún así seguramente te das cuenta de que
no necesito tu permiso para ver la Capa. Soy lo suficientemente
poderoso para tomar la capa por mi mismo, monedero de piel de
moke o no." El rostro de Dumbledore era muy serio. "Pero eso es
algo que no haré. La Capa es tuya, Harry. No te la arrebataré. Ni
siquiera para verla por tan sólo un momento, a menos de que
decidas mostrármela. Esa es una promesa y un juramento. De
necesitar prohibirte usarla dentro de los terrenos de la escuela, te
pediré que vayas a tu bóveda en Gringotts y la guardes allí."

"Ah…" Harry murmuró. Volvió a tragar con fuerza, intentando calmar


el flujo de adrenalina y pensar razonablemente. Extrajo el monedero
de piel de moke de su cinturón. "Si de verdad no necesita mi
permiso… entonces lo tiene." Harry le tendió el monedero a
Dumbledore, y mordió su labio con fuerza, enviándose esa señal a
si mismo en caso de que fuera Desmemorizado después.

El anciano mago penetró en el monedero, y sin pronunciar ninguna


palabra de convocación, sacó la Capa de Invisibilidad.

"Ah," suspiró Dumbledore. "Estaba en lo correcto…" Él dejó caer la


brillante malla de terciopelo negro por su mano. "Cientos de años, y
aún tan perfecta como el día en que fue hecha. Hemos perdido
muchas de nuestras artes con los años, y ahora yo no puedo hacer
a cosa como esta, nadie puede. Puedo sentir su poder como un eco
en mi mente, como una canción cantada por siempre sin nadie para
escucharla…" El mago vio por encima de la Capa."No la vendas," él
aconsejó, "no se la des a nadie como posesión. Piensa dos veces
antes de mostrársela a cualquiera, y reflexiona tres veces otra vez
antes de revelarla como una de las Reliquias de la Muerte. Úsala
con respeto, porque es en efecto una Cosa de Poder."

Por un momento la cara de Dumbledore se llenó de anhelo…

… y luego le devolvió la Capa a Harry.

Harry la metió dentro de su monedero.

El rostro de Dumbledore recuperó su seriedad. "¿Puedo preguntar


de nuevo, Harry, cómo es que llegaste a desconfiar de mí?"
De repente Harry se sintió avergonzado.

"Había una nota con la Capa," Harry explicó en voz baja. "Decía que
usted intentaría quitarme la Capa, si sabía sobre ella. No sé quién
dejó la nota, sin embargo, de verdad no lo sé."

"Ya… veo," Dumbledore dijo despacio. "Bueno, Harry, no impugnaré


los motivos de quién sea que te haya dejado la nota. ¿Quién sabe
pero a lo mejor ellos podrían tener las mejores intenciones? Ellos te
dieron la Capa, después de todo."

Harry asintió, impresionado por la comprensión de Dumbledore, y


desconcertado por el marcado contraste con su propia actitud.

El anciano mago prosiguió. "Pero tú y yo somos piezas de juego de


un mismo color, creo. El niño que finalmente derrotó a Voldemort, y
el anciano quien lo detuvo lo suficiente para que tú salvaras el día.
No reprimiré tu precaución contra mí, Harry, todos debemos hacer lo
mejor para ser sabios. Sólo te pediré que pienses dos veces y
reflexiones tres veces más, la próxima vez que alguien te diga que
desconfíes de mí."

"Lo siento," Harry se disculpó. Se sentía miserable a esas alturas, él


acababa de hacer sentir mal a quien era esencialmente Gandalf, y la
bondad de Dumbledore sólo lo estaba haciendo sentir peor. "No
tendría porque haber desconfiado de usted."

"Ay, Harry, en este mundo…" El anciano mago sacudió su cabeza.


"Ni siquiera puedo decir que fuiste imprudente. Tú no me conocías.
Y la verdad hay algunos en Hogwarts en quienes tú no deberías
confiar. Quizá incluso algunos que tu llamas amigos."

Harry tragó con fuerza. Eso sonaba bastante ominoso. "¿Como


quién?"

Dumbledore se levantó de su silla, y empezó a examinar uno de sus


instrumentos, un reloj con ocho manecillas de longitud variable.
Tras unos momentos, el anciano mago habló de nuevo. "Él
probablemente te parezca muy encantador," inició Dumbledore.
"Cortés - contigo al menos. Bien hablado, tal vez incluso admirable.
Siempre listo con una mano auxiliadora, un favor, una palabra de
consejo -"

"¡Oh, Draco Malfoy ! " Harry exclamó, sintiéndose muy aliviado de


que no se tratará de Hermione o algo así. "Oh no, no no no, usted lo
entendió todo mal, él no me está convirtiendo, yo lo estoy
convirtiendo a él."

Dumbledore se quedó congelado en donde él estaba contemplando


el reloj. "¿Tú estás qué ? "

"Voy a convertir a Draco Malfoy del Lado Oscuro," Harry explicó. "Ya
sabe, hacerlo uno de los buenos."

Dumbledore se enderezó y se volteó hacia Harry. Tenía una de las


expresiones más estupefactas que Harry le hubiera visto nunca a
alguien, y mucho menos a alguien con una larga barba plateada.
"¿Estás seguro," cuestionó el anciano mago tras un momento, "que
él está listo para ser redimido? Me temo que cual sea la bondad que
creas que ves dentro de él no es más que un pensamiento
ilusionado - o peor aún, un señuelo, un cebo -"

"Eh, poco probable," Harry elaboró. "Quiero decir si él está


intentando hacerse pasar como uno de los buenos él es
increíblemente malo haciéndolo. La cuestión no es que Draco venga
a mí siendo todo encanto y yo decidiendo que él debe tener oculto
en su interior un núcleo de bondad muy adentro. Yo lo elegí para ser
redimido específicamente porque él es el heredero de la Casa
Malfoy y si tienes que escoger a una persona para ser redimida,
sería obviamente él."

El ojo izquierdo de Dumbledore se crispó. "¿Pretendes sembrar


semillas de amor y bondad dentro del corazón de Draco Malfoy
porque esperas que el heredero de Malfoy probará ser valioso para
ti?"
"¡No sólo para mí ! " Harry replicó con indignación. "¡Para toda la
Bretaña mágica, si esto funciona! ¡ Y él mismo obtendrá una vida
más feliz y mentalmente más saludable! Mire, no tengo suficiente
tiempo como para convertir a todos los que estén en el Lado Oscuro
y tengo que preguntarme dónde puede ganar la Luz la mayor
ventaja lo más pronto posible -"

Dumbledore se rió. Riéndose más duro de lo que Harry habría


esperado, casi aullando. Era positivamente indecoroso . Un anciano
y poderoso mago debería reírse en profundos y resonantes tonos,
no carcajearse tan duro que terminara por ahogarse. Harry una vez
se había caído de su silla mientras veía la película Sopa de Ganso
de los Hermanos Marx, y así de duro era como Dumbledore se
estaba riendo. (8)

"No es tan divertido," Harry comentó tras un rato. Estaba


comenzando a preocuparse por la cordura de Dumbledore otra vez.

Dumbledore se puso bajo control de nuevo con un visible esfuerzo.


"Ah, Harry, un síntoma de la enfermedad llamada sabiduría es que
empiezas a reírte de lo que nadie más piensa que es gracioso,
porque cuando tú eres sabio, Harry, ¡empiezas a entender los
chistes!" El anciano mago se limpió las lágrimas de sus ojos. "Ah,
yo. Ah, yo. El daño del mal recae a menudo sobre el propio mal."

El cerebro de Harry se tomó un momento para ubicar las familiares


palabras… "¡Oiga, esa es una frase de Tolkien ! ¡ Gandalf la
pronuncia!"

"Theoden, de hecho," corrigió Dumbledore.

"¿Usted es hijo de Muggles ?" Harry pregunto impactado.

"Me temo que no," respondió Dumbledore, sonriendo de nuevo.


"Nací setenta años antes de que ese libro fuera publicado, querido
niño. Pero parece que mis estudiantes hijos de Muggles tienden a
pensar lo mismo en cierto modo. He acumulado no menos de veinte
copias de El Señor de los Anillos y tres colecciones de las obras
completas de Tolkien, y atesoró cada una de ellas." Dumbledore
sacó su varita y la sostuvo en alto y realizó una pose. " ¡No pasarás!
¿Qué tal se ve?"

"Ah," Harry farfulló mientras se aproximaba a un completo apagón


cerebral, "creo que le hace falta un Balrog." y las pijamas rosas y el
sombrero de hongo aplastado no estaban ayudando en lo más
mínimo.

"Ya veo." Dumbledore suspiró y sombríamente enfundo su varita en


su cinturón. "Me temo que ha habido pocos preciosos Balrogs en mi
vida últimamente. En la actualidad todo es reuniones en el
Wizengamot donde debo intentar desesperadamente prevenir que
cualquier trabajo sea hecho, y cenas formales donde políticos
extranjeros compiten para ver quién es el más obstinado de los
tontos. Y ser misterioso con las personas, saber cosas que no
habría forma que yo supiera, hacer afirmaciones crípticas que sólo
pueden ser entendidas en retrospectiva, y todas las otras pequeñas
maneras en que los poderosos magos se divierten a si mismos
después de que han abandonado el patrón que les permitía ser
héroes. Y hablando de ello, Harry, tengo un cierto algo para
entregarte, algo que le perteneció a tu padre."

"¿Así?" preguntó Harry. "Vaya, quien lo habría imaginado."

"Así es en efecto," concordó Dumbledore. "Supongo que es un poco


predecible, ¿no es así?" Su cara se volvió solemne. "No obstante…"

Dumbledore regresó a su escritorio y se sentó, abriendo uno de los


cajones al hacerlo. Introdujo ambas manos, y, esforzándose un
poco, jaló un muy grande y pesado objeto del cajón, el cual luego
deposito en su escritorio de roble con un pesado golpe.

"Esta," Dumbledore señaló, "era la roca de tu padre."

Harry se la quedo mirando. Era ligeramente gris, descolorida, de


forma irregular, de bordes afilados, e prácticamente una normal y
ordinaria gran roca. Dumbledore la había depositado para que
reposara en la sección más amplia disponible, pero aún así
tambaleaba inevitablemente en su escritorio.

Harry alzó la vista. "Esto es un chiste, ¿cierto?"

"No lo es," negó Dumbledore, sacudiendo su cabeza y viéndose


muy serio. "Recuperé esto de las ruinas del hogar de James y Lily
en el Valle de Godric, donde también te hallé; y la he guardado
desde entonces hasta ahora, para el día cuando te la pudiera
pasar."

En la mixtura de hipótesis que le servían a Harry como modelo del


mundo, la locura de Dumbledore estaba elevándose rápidamente en
probabilidad. Pero aún había una sustancial cantidad de
probabilidad localizada en otras alternativas… "Um, ¿es está una
roca mágica ?"

"No hasta donde yo lo sé," respondió Dumbledore. "Pero te


aconsejo con el más grande rigor que la mantengas cerca de tu
persona todo el tiempo."

De acuerdo. Dumbledore estaba loco probablemente pero si él no lo


estaba… bien, sería demasiado embarazoso meterse en problemas
por ignorar el inescrutable consejo del anciano mago. Esa tenía que
ser como el #4 en la lista del Top 100 de los Modos de Fallar
Evidentes.

Harry dio un paso adelante y puso sus manos sobre la roca,


intentando encontrar algún angulo por el cual poderla levantar sin
cortarse. "La pondré en mi monedero, entonces."

Dumbledore se quedó paralizado. "Eso puede no ser lo


suficientemente cercano a tu persona. ¿Y qué tal si tu monedero de
piel de moke se pierde, o es robado?"

"¿Usted piensa que yo sólo debería cargar una gran roca a donde
quiera que vaya?"
Dumbledore le otorgó a Harry una mirada seria. "Eso podría resultar
ser sabio."

"Ah…" Harry dudo. Se veía bastante pesada. "Pienso que los otros
estudiantes me harán preguntas al respecto."

"Diles que te ordené que lo hicieras," propuso Dumbledore. "Nadie


te hará más preguntas, ya que todos piensas que estoy loco." Su
cara aún estaba perfectamente seria.

"Eh, para ser honesto si usted anda por ahí ordenando a sus
estudiantes cargar enormes rocas como que puedo ver porque las
personas pensarían eso."

"Ah, Harry," reflexionó Dumbledore. El anciano mago hizo un gesto,


un revoloteó de una mano que cubrió todos los instrumentos
alrededor del cuarto. "Cuando somos jóvenes creemos que lo
sabemos todo, y por ello creemos que si no vemos una explicación
para algo, entonces ninguna explicación existe. Cuando somos más
viejos nos damos cuenta de que todo el universo trabaja por un
ritmo y una razón, incluso si nosotros mismos no lo sabemos. Es
únicamente nuestra propia ignorancia lo que nosotros creemos es
locura."

"La Realidad siempre tiene leyes," replicó Harry, "incluso si no las


conocemos."

"Precisamente, Harry," aseveró Dumbledore. "Entender esto - y veo


que tú sí lo entiendes - es la esencia de la sabiduría."

"Así qué… ¿ por qué tengo que cargar esta roca exactamente?"

"De hecho no puedo pensar en ninguna razón," fue la respuesta de


Dumbledore.

"… usted no puede."


Dumbledore asintió. "Pero sólo porque yo no pueda pensar en
ninguna razón no significa que no haya una razón."

Los instrumentos tintinearon.

"De acuerdo," admitió Harry, "Ni siquiera estoy seguro de que


debería estar diciendo esto, pero es que esta simplemente no es la
forma correcta de lidiar nuestra admitida ignorancia de cómo
funciona el universo."

"¿No lo es?" cuestionó el anciano mago, viéndose sorprendido y


decepcionado.

Harry tuvo la sensación de que esta conversación no iba a resultar


en su favor, pero él siguió con ella a pesar de ello. "No. Ni siquiera
sé si esa falacia tiene un nombre oficial, pero si tuviera que inventar
uno yo mismo, sería 'privilegiando la hipótesis' o algo como eso.
Cómo puedo poner esto formalmente… um… suponga que tiene un
millón de cajas, y únicamente una de las cajas contiene un
diamante. Y tiene una caja llena de detectores de diamantes, y cada
detector de diamante se encendiera en la presencia de un diamante,
y se apagara la mitad de las veces en cajas que no contuvieran un
diamante. Si usted utiliza veinte detectores en todas las cajas, usted
tendrá, en promedio, usted quedará con un candidato falso y un
candidato verdadero. Y luego tomará uno o dos detectores más
antes de que usted quede con el candidato verdadero. El punto es
que cuando hay muchas respuestas posibles, la mayoría de la
evidencia que usted necesita trata solamente en localizar la
verdadera hipótesis de un millón de posibilidades - atrayendo su
atención en primer lugar. La cantidad de evidencia que usted
necesita para juzgar entre dos o tres posibles candidatos es mucho
más pequeña por comparación. Así que si usted sólo se adelanta
sin evidencia y promueve una posibilidad particular para enfocar su
atención, se está saltando la mayoría del trabajo. Como, que usted
vive en una ciudad donde hay un millón de personas, y hay un
asesinato, y un detective dice, bueno, no tenemos nada de
evidencia, ¿por lo que hemos considerado la posibilidad de que
Mortimer Snodgrass lo hizo?" (9)
"¿Y lo hizo?" interrogó Dumbledore.

"No," continuó Harry. "Pero luego resulta que el asesino tenía


cabello negro, y Mortimer tenía cabello negro, por lo que todos son
como, ah, parece que Mortimer lo hizo después de todo. Por lo que
es injusto para Mortimer que la policía lo promueva a su atención sin
tener buenas razones ya en mano para sospechar de él. Cuando
hay muchas posibilidades, la mayoría del trabajo se va sólo en
localizar la respuesta verdadera - empezar a prestarle atención a
ella. Usted no necesita pruebas, o la clase de evidencia oficial que
los científicos o cortes demandan, pero usted necesita alguna clase
de pista, y esa pista tiene que discriminar esa posibilidad particular
de entre un millón de otras posibilidades. De otro modo usted no
puede simplemente coger la respuesta de la nada. Usted ni siquiera
puede arrancar una posibilidad valiosa de pensarse de la nada. Y
tiene que haber un millón de otras cosas que yo podría hacer
además de cargar la roca de mi padre. Sólo porque soy ignorante
sobre el universo no quiere decir que estoy inseguro de cómo
debería razonar ante la presencia de mi incertidumbre. Las leyes
para pensar con probabilidades no dejan de ser de hierro en
comparación a las anticuadas leyes que gobiernas la lógica, y lo que
usted hizo no es permitido ." Harry hizo una pausa. "A menos, por
supuesto, que usted tenga alguna clase de pista que no este
mencionando."

"Ah," dijo Dumbledore. Poso sus dedos sobre su mejilla, viéndose


pensativo. "Un argumento interesante, ciertamente, pero no lo
desglosa hasta el punto donde haces una analogía entre un millón
potencial de asesinos siendo únicamente uno de ellos quien cometió
el asesinato, ¿y elegir uno de los muchos posibles cursos de acción,
cuando muchos posibles cursos de acción podrían ser sabios? No
digo que cargar la roca de tu padre sea el mejor posible curso de
acción, únicamente que es más sabio que no hacerlo."

Dumbledore una vez más se introdujo dentro del mismo cajón del
escritorio al que había accedido antes, esta vez parecía que estaba
explorando en el interior - al menos su brazo como que se estaba
moviendo. "Insistiré," Dumbledore continuó mientras Harry aún
estaba intentando elegir cómo replicar a esa completamente
inesperada respuesta, "que es un concepto erróneo de los
Ravenclaws que todos los niños listos son Seleccionados allí,
dejando ninguno para las otras Casas. Esto no es así; ser
Seleccionado en Ravenclaw indican que tu eres movido por tu
deseo de saber cosas, que no es lo mismo a ser inteligente." El
mago estaba sonriendo mientras se doblaba sobre el cajón. "Sin
embargo, tú sí pareces bastante inteligente. Menos como un
ordinario joven héroe y más cómo un joven antiguo mago. Creo que
pude haber tomado el acercamiento equivocado contigo, Harry, y
que tú podrías ser capaz de entender cosas que muy pocos podrían
comprender. Así que debería arriesgarme, y ofrecerte otra reliquia
familiar."

"No querrá decir…" jadeó Harry. "¿Mi padre… poseía otra roca ? "

"Discúlpame," reveló Dumbledore, "aún soy más viejo y más


misterioso que tú y si alguna revelación para ser hecha yo haré la
revelación, gracias… ¡oh, dónde está esa cosa!" Dumbledore
penetró aún más allá dentro del cajón del escritorio, y aún más allá.
Su cabeza y hombros y todo el torso desaparecieron adentro hasta
que sólo sus caderas y piernas estaban apoyándose afuera, como si
el cajón del escritorio se lo estuviera comiendo.

Harry no pudo evitar preguntarse qué tantas cosas habían allí y


cómo se vería el inventario completo.

Finalmente Dumbledore se levantó del cajón, agarrando el objetivo


de su búsqueda, el cual el ubicó sobre el escritorio al lado de la
roca.

Era un usado, de bordes irregulares, comido por los gusanos libro


de texto: Elaboración de Pociones Nivel Intermedio por Libatius
Borage. Había una foto de un vial humeante en la portada.

"Esto," Dumbledore entonó, "era el libro de texto de Pociones de


quinto año de tu madre."
"Que yo debo cargar conmigo todo el tiempo," intervino Harry.

" Que guarda un terrible secreto. Un secreto cuya revelación podría


resultar ser tan desastrosa que yo te pido que prometas - y requiero
que lo jures seriamente, Harry, sin importar lo que puedas pensar de
todo esto - nunca contarle a nadie o o cualquier otra cosa."

Harry sopesó el el libro de texto de Pociones de quinto año de tu


madre, el cual, aparentemente, guardaba un terrible secreto.

El problema era que Harry sí tomaba los juramentos como este muy
seriamente. Cualquier juramento era un Juramento Inquebrantable
si era hecho por la persona correcta.

Y…

"Me siento sediento," Harry confesó, "y para nada eso es una buena
señal."

Dumbledore falló enteramente en realizar cualquier pregunta sobre


esta críptica afirmación. "¿ Lo juras, Harry?" preguntó Dumbledore.
Sus ojos observando los de Harry con intensidad. "De otro modo no
te lo puedo contar."

"Yes," aceptó Harry. "Lo juro." Ese era el problema con ser un
Ravenclaw. No te podías rehusar a una oferta como esa o tu
curiosidad te comería vivo, y todos los demás lo sabían.

"Y yo juro a cambio," se comprometió Dumbledore, "que lo que


estoy a punto de contarte es la verdad."

Dumbledore abrió el libro, al parecer al azar, y Harry se inclinó para


ver.

"¿Ves esas notas," Dumbledore preguntó en una voz tan baja que
casi era un susurro, "escritas en los margenes del libro?"

Harry miró ligeramente de soslayo. Las páginas amarillas describían


algo llamado una poción de esplendor de águila, muchos de los
ingredientes eran objetos que Harry no reconocía para nada y cuyos
nombres no parecían ser derivados del Ingles. Garabateado en el
margen estaba una anotación manuscrita que rezaba, ¿me preguntó
que pasaría si usaras sangre de Thestral aquí en lugar de las moras
azules? e inmediatamente debajo había una replica con diferente
manuscrita, te enfermarías por semanas y quizá morirías .

"Las veo," señaló Harry. "¿Qué hay de ellas?"

Dumbledore apuntó al segundo garabateo. "El de esta letra escrita a


mano," él confesó, aún en voz baja, "fueron escritos por tu madre. Y
esta letra escrita a mano," moviendo su dedo para indicar el primer
garabateo, "fueron escritos por mí. Yo me volvía invisible y entraba a
su dormitorio furtivamente mientras ella estaba durmiendo. Lily
pensaba que una de sus amigas las estaba escribiendo y ellas
tenían las más asombrosas peleas."

Ese fue el punto exacto en que Harry se dio cuenta de que el


Director de Hogwarts estaba, en efecto, loco.

Dumbledore lo estaba viendo con una expresión seria. "¿Entiendes


las implicaciones de lo que te acabo de contar, Harry?"

"Ehhh…" Harry dijo. Su voz estaba como atorada. "Lo siento… Yo…
realmente no…"

"Ah bueno," prosiguió Dumbledore, y suspiro. "Supongo que tu


ingenio tiene limites después de todo, entonces. ¿Tendríamos que
pretender que no te hable sobre nada de esto?"

Harry se levantó de su silla, engalanado con una sonrisa fija. "Por


supuesto," Harry habló. "Sabe de hecho se está volviendo muy tarde
y tengo un poco de hambre, así que voy a bajar para cenar, de
verdad" y Harry se fue en linea recta hacia la puerta.

El pomo de la puerta falló por completo en girarse.


"Me hieres, Harry," reconoció la voz de Dumbledore en tonos más
bajos que provenían detrás suyo. "¿No te das cuenta al menos de
que lo que te acabo de confesar es una señal de confianza?"

Harry se volteó lentamente.

En frente de él había un muy poderoso y muy loco mago con una


larga barba plateada, un sombrero como un hongo gigante
aplastado, y vistiendo lo que para ojos Muggle hubieran sido tres
capas de brillantes pijamas rosadas.

Detrás de él había una puerta que parecía no querer funcionar en


este momento.

Dumbledore se veía bastante entristecido y cansado, como si él


quisiera apoyarse en el bastón de un mago que no tenía. "En
verdad," dijo Dumbledore, "intentas cualquier cosa nueva en lugar
de seguir el mismo patrón cada vez por ciento diez años, y las
personas empiezan a correr por todas partes." El anciano mago
sacudió su cabeza apenado. "Esperaba más de ti, Harry Potter. He
escuchado que tus propios amigos también creen que estás loco.
Sé que ellos están equivocados. ¿No creerás lo mismo de mí?"

"Por favor abra la puerta," Harry pidió, su voz temblando. "Si usted
quiere que yo confié de nuevo en usted, abra la puerta."

Detrás suyo hubo el sonido de una puerta abriéndose.

"Había más cosas que planeaba contarte," Dumbledore explicó, "y si


te vas ahora, no sabrás cuales eran."

A veces Harry odiaba absolutamente ser un Ravenclaw.

Él nunca a lastimado a un estudiante, le recordó el lado Gryffindor


de Harry. Sólo sigue recordando eso y asegúrate de no entrar en
pánico. No vas a salir corriendo únicamente porque las cosas se
están poniendo interesantes, ¿o sí?
¡No puedes alejarte corriendo del Director! Gritó su parte Hufflepuff.
¿Qué tal si él empieza a reducir Puntos de Casa? ¡Él podría hacer
tu vida escolar muy difícil si decide que no le caes bien!

Y una pieza de si mismo que a Harry no le gustaba mucho pero no


se las podía arreglar para silenciarla estaba reflexionando sobre las
ventajas potenciales de ser uno de los pocos amigos de este loco
anciano mago quién además resultaba ser el Director, Jefe de
Magos, y Jefe Supremo. E infortunadamente su Slytherin interior era
mucho mejor que Draco en convertir a las personas al Lado Oscuro,
porque estaba explicando las cosas como pobre tipo, parece que
necesita alguien con quien hablar, ¿no es así? Y tú no quieres que
un hombre tan poderoso termine por poner su confianza en alguien
menos virtuoso, ¿o sí? y me preguntó que clase de increíbles
secretos Dumbledore podría revelarte si, ya sabes, te vuelves su
amigo e incluso puedo apostar que el debe tener una colección de
libros muy interesante.

Todos ustedes son un puñado de lunáticos, Harry pensó hacía toda


la asamblea, pero había sido vencido en una votación por
unanimidad por cada parte que era un componente de si mismo.

Harry se volteó, dio un paso hacia la puerta abierta, la alcanzó, y


deliberadamente la cerró de nuevo. Era un sacrificio sin costo
teniendo en cuenta que se iba a quedar de todos modos,
Dumbledore podría controlar sus movimientos de todos modos, pero
quizá impresionaría a Dumbledore.

Cuando Harry regresó vio que el poderoso mago loco estaba


sonriendo una vez más y se veía amistoso. Eso era bueno, tal vez.

"Por favor no haga eso de nuevo," Harry aseveró. "No me gusta


estar atrapado."

"Lo lamento mucho, Harry," dijo Dumbledore en lo que sonaba como


un tono de sincera disculpa. "Pero sería terriblemente tonto dejarte ir
sin la roca de tu padre."
"Por supuesto," Harry concordó. "No era razonable de mi parte
esperar que la puerta se abriera sin que hubiera puesto los objetos
de misión en mi inventario."

Dumbledore sonrió y asintió.

Harry fue hacia el escritorio, volteó su monedero de piel de moke al


frente de su cinturón, y, con algún esfuerzo, se las arregló para
levantar la roca con sus brazos de once años y la absorbió.

Pudo sentir el peso disminuir lentamente mientras el encantamiento


de Boca Ampliada se comía a la roca, y el eructo que lo siguió fue
muy ruidoso y tuvo un distintivo sonido de lamento.

El libro de texto de Pociones de quinto año de tu madre (que


guardaba un secreto que en efecto era terrible) siguió poco
después.

Y luego el Slytherin interior de Harry hizo una taimada sugestión


para congraciarse con el Director, la cual, para su mala suerte,
había sido perfectamente inclinada de tal forma que había logrado
ganarse casi todo el apoyo de la facción Ravenclaw.

"Así que," Harry inició. "Um. Mientras estoy por aquí, ¿supongo que
no le molestaría darme un recorrido por su oficina? Estoy un poco
curioso por lo que algunas de estas cosas hacen," y ese fue su
acuerdo para el mes de Septiembre.

Dumbledore lo contempló fijamente, y luego asintió con una


diminuta mueca. "Me siento halagado por tu interés," reconoció
Dumbledore, "pero me temo que no hay mucho que decir."
Dumbledore dio un paso hacia la pared y señaló a la pintura de un
hombre durmiente. "Estos son retratos de antiguos Directores de
Hogwarts." Se volteó y apuntó a su escritorio. "Este es mi escritorio."
Apuntó a su silla. "Esta es mi silla -"

"Discúlpeme," Harry interrumpió, "me estaba preguntando sobre


estos." Harry apuntó a un pequeño cubo que estaba susurrando
suavemente "blorple… blorple… blorple". (10)

"Oh, ¿las pequeñas supercherías?" comprendió Dumbledore.


"Venían junto con la oficina del Director y no tengo absolutamente ni
la más mínima idea de lo que hacen la mayoría. Aunque este reloj
con ocho manecillas cuenta el número de, digamos estornudos, que
tienen las brujas zurdas dentro de los bordes de Francia, no creerías
cuánto trabajo tomó precisar eso. Y este con los cachivaches
dorados es mi propia invención y Minerva nunca, jamás va a
descubrir qué es lo que está haciendo."

Dumbledore dio un paso hacia el perchero mientras Harry aún


estaba procesando esto. "Aquí por supuesto tenemos el Sombrero
Seleccionador, creo que ustedes dos ya se conocieron. Me dijo que
bajo ninguna circunstancia debía ser puesto de nuevo sobre tu
cabeza. Eres sólo el estudiante número catorce en la historia al que
se le ha dicho eso, Baba Yaga fue otra y te contaré sobre los otros
doce cuando seas mayor. Esto es una sombrilla. Esto es otra
sombrilla." Dumbledore caminó un poco y se dio la vuelta, ahora
sonriendo ampliamente. "Y por supuesto, la mayoría de las
personas que vienen a mi oficina quieren ver a Fawkes."

Dumbledore estaba de pie al lado del ave sobre la plataforma


dorada.

Harry se acercó, muy confundido. "¿Este es Fawkes?"

"Fawkes es un fénix," aclaró Dumbledore. "Muy raras, muy


poderosas criaturas mágicas."

"Ah…" Harry soltó. Bajó su cabeza y miró dentro de los diminutos,


ojos negros decorativos, que no mostraban signos del más pequeño
poder o inteligencia.

"Ahhh…" Harry volvió a decir.

Él estaba muy seguro de reconocer la forma del ave. Era muy difícil
fallar.
"Umm…"

¡Di algo inteligente! La mente de Harry se rugió a si misma. ¡No te


quedes parado farfullando tonterías!

¿Bueno qué rayos se supone que diga? La mente de Harry replicó.

¡Lo que sea!

Te refieres, a cualquier cosa además de "Fawkes es una gallina" -

¡Sí! ¡Lo que sea menos eso!

"Así que, ah, ¿qué clase de magia hacen los fénix, entonces?"

"Sus lágrimas tienen el poder de sanar," Dumbledore contestó. "Son


criaturas de fuego, y se mueven entre todos los lugares tan
fácilmente como el fuego puede extinguirse en un lugar y
propagarse en otro. El tremendo esfuerzo de su magia innata
envejece sus cuerpos rápidamente, y aún así están tan cerca a la
inmortalidad como cualquier criatura que exista en este mundo,
porque cuando sus cuerpos les fallan ellos se inmolan a si mismos
en una explosión de fuego y dejan atrás un nonato, o algo como un
huevo." Dumbledore se acercó e inspeccionó la gallina, quedándose
paralizado. "Hm… se ve un poco paliducho, me parece."

Para cuando esta afirmación se registro por completo en la mente


de Harry, la gallina ya estaba ardiendo en llamas.

El pico de la gallina se abrió, pero no tuvo tiempo para nada más


que un solitario graznido antes de que empezara a marchitarse y
arder. La llamarada fue breve, intensa, y enteramente

auto-suficiente; no había olor de quemadura.

Y luego el fuego murió segundos después de haber iniciado,


dejando detrás un diminuto, patético montón de cenizas sobre la
plataforma dorada.
"¡No te veas tan horrorizado, Harry!" exclamó Dumbledore. "Fawkes
no ha sido lastimado." La mano de Dumbledore se introdujo en un
bolsillo, y luego la misma mano procedió a examinar entre las
cenizas y mostró un huevo amarillento. "¡Mira, aquí está el huevo!"

"Oh… guau… asombroso…"

"Pero ahora de verdad tenemos que encargarnos de nuestros


asuntos," Dumbledore propuso. Dejando el huevo detrás en las
cenizas de la gallina, él regresó a su trono y se sentó allí. "Casi es
momento de cenar, después de todo, y no quisiéramos tener que
usar nuestros Giratiempos."

Hubo una violenta lucha de poder en el Gobierno de Harry. Slytherin


y Hufflepuff habían intercambiado bandos tras ver al Director de
Hogwarts encender fuego a una gallina.

"Sí, cosas," se movieron los labios de Harry. "Y luego la cena."

Estás farfullando tonterías otra vez observó el Crítico Interno de


Harry.

"Bueno," Dumbledore dijo. "Me temo que tengo una confesión para
hacer, Harry. Una confesión y una disculpa."

"Las disculpas son buenas" ¡eso ni siquiera tiene sentido! ¿De que
estoy hablando?

El anciano mago suspiró profundamente. "Puede que no sigas


siendo tan comprensivo tras escuchar lo que te voy a decir. Me
temo, Harry, que te he estado manipulando toda tu vida. Fue yo
quien te consigné al cuidado de tus malvados padrastros -"

"¡Mis padrastros no son malvados!" espetó Harry bruscamente. "¡


Mis padres, quiero decir!"

"¿No lo son?" Dumbledore cuestionó, con aspecto sorprendido y


decepcionado. "¿Ni tan siquiera un poco malvados? Eso no encaja
en el patrón…"

El Slytherin interior de Harry gritó al máximo de sus pulmones


mentales, ¡CÁLLATE IDIOTA ÉL TE APARTARÁ DE ELLOS!

"No, no," corrigió Harry, labios helados en una mueca espantosa,


"Estaba intentando ahorrarle la pena, la verdad es que ellos son
muy malvados…"

"¿Lo son?" Dumbledore se inclinó, mirándolo fijamente y con


intensidad. "¿Qué te hacen?"

Habla rápido "ellos, ah, tengo que hacer platos y lavar problemas y
no me permiten leer un montón de libros y -" (11)

"Ah, bueno, eso es bueno de escuchar," opinó Dumbledore,


recostándose de nuevo en su silla. Sonrió con alguna especie de
tristeza. "Me disculpo por eso, entonces. ¿En dónde iba? Ah, sí.
Lamento reconocer, Harry, que soy responsable por virtualmente
todo lo malo que te haya ocurrido jamás. Sé que esto
probablemente te pondrá muy enojado."

"¡Sí, estoy muy enojado!" fingió Harry. "¡Grrr!"

El Crítico Interno de Harry prontamente le concedió el Premio de


Todos los Tiempos por la Peor Actuación en la Historia de Siempre.

"Y quiero que sepas," Dumbledore prosiguió, "que quería contarte


esto tan pronto como fuera posible, en caso de que algo le suceda a
uno de nosotros, que de verdad, verdaderamente, lo lamento. Por
todo lo que ya ha pasado, y todo lo que pasará."

Humedad brillaba en los ojos del anciano mago.

"¡Y estoy muy enojado!" dijo Harry. "¡Tan enojado que quiero irme de
inmediato a menos de que usted tenga algo más para contarme!"

¡Sólo VETE antes de que te encienda en fuego a ti! chillaron


Slytherin, Hufflepuff, y Gryffindor.
"Lo entiendo," clamó Dumbledore. "Una última cosa entonces, Harry.
No debes intentar entrar por la puerta prohibida en el corredor del
tercer piso. No hay forma de que pudieras traspasar todas las
trampas, y no quisiera escuchar que te lastimaste por intentarlo.
Porque, dudo que tan siquiera pudieras abrir la primera puerta, ya
que está bloqueada y tú desconoces el hechizo Alohomora -"

Harry se volteó y se retiró hacia la salida a máxima velocidad, el


pomo de la puerta giro agradablemente en su mano y luego estaba
bajando corriendo la escalera en espiral mientras estas giraban, sus
pies casi trastabillando sobre ellos mismos, en tan sólo un momento
él estaba en el fondo y la gárgola se estaba haciendo a un lado y
Harry se disparó por el hueco de la escalera como una bala de
cañón.

Harry Potter.

Tenía que haber algo sobre Harry Potter.

Era Jueves para todos, después de todo, y aún así esta clase de
cosas no parecían ocurrir a nadie más.

Eran las 6:21pm del Jueves en la tarde cuando Harry Potter,


disparándose desde el hueco de escalera como una bala de cañón y
acelerando a máxima velocidad, se estrelló directamente contra
Minerva McGonagall cuando ella estaba doblando la esquina para
dirigirse hacia la oficina del Director.

Afortunadamente ninguno de los dos resultó muy herido. Como le


había sido explicado a Harry más temprano ese día - antes cuando
él se estaba rehusando a ir a cualquier lugar cerca de una escoba
de nuevo - el Quidditch necesitaba Bludgers de hierro sólido para
tener una oportunidad decente de lastimar a los jugadores, ya que
los magos eran mucho más resistentes que los Muggles a los
impacto.
Tanto Harry como la Profesora McGonagall terminaron en el piso, y
los pergaminos que ella había estado cargando quedaron
esparcidos por todo el corredor.

Hubo una terrible, terrible pausa.

"Harry Potter," exhaló la Profesora McGonagall desde donde yacía


en el suelo al lado de Harry. Su voz se elevó hasta ser casi un
chillido. "¿Qué estaba haciendo en la oficina del Director?"

"¡Nada!" chirrió Harry.

"¿Estabas hablando sobre el Profesor de Defensa?"

"¡No! ¡Dumbledore me llamó allí y me dio esta gran roca y dijo que
era de mi padre y que tendría que cargarla en todo lugar!"

Hubo otra terrible pausa.

"Ya veo," dijo la Profesora McGonagall, su voz un poco más


calmada. Ella se levantó, se alisó la ropa, y miró fijamente los
pergaminos desperdigados, los cuales saltaron para formar una pila
ordenada y se apoyaron contra la pared del corredor para
esconderse de su mirada. "Mis simpatías, Sr. Potter, y me disculpo
por dudar de usted."

"Profesora McGonagall," Harry suplicó. Su voz era temblorosa. Se


empujó del suelo, se levantó, y se quedo viendo a su confiable,
cuerdo rostro. "Profesora McGonagall…"

"¿Yes, Sr. Potter?"

"¿Cree que debería?" Harry pregunto con ahogada voz. "¿Cargar la


roca de mi padre adonde quiera que vaya?"

La Profesora McGonagall suspiró. "Eso es entre usted y el Director,


me temo." Ella titubeó. "Diría que ignorar al Director por completo
casi nunca es prudente. Lamento escuchar de su dilema, Sr. Potter,
y si hay alguna forma en la que le pueda ayudar con lo que decida
hacer -"

"Um," Harry intervino. "Estaba pensando que una vez sepa cómo,
podría Transformar la roca en un anillo y usarlo en mi dedo. Si usted
pudiera enseñarme cómo mantener una Transformación -"

"Es bueno que me haya preguntado primero," la Profesora


McGonagall lo cortó, su cara creciendo un poco en severidad. "Si
pierdes control de la Transformación la reversión cortaría tu dedo y
probablemente rasgaría mano en dos. Y a tu edad, incluso un anillo
es un blanco demasiado grande para que tu lo mantengas
indefinidamente sin ser un gran desangramiento sobre tu magia.
Pero puedo mandar a forjar un anillo para ti con una cavidad para
una joya, una pequeña joya, en contacto con tu piel, y puedes
practicar a mantener un objeto seguro, como un malvavisco.
Cuando lo hayas mantenido exitosamente, incluso en tu sueño, por
todo un mes, te permitiré Transformar, ah, la roca de tu padre…" la
Profesora McGonagall se fue perdiendo. "De verdad el Director -"

"Sí. Ah… um…"

La Profesora McGonagall suspiró. "Eso es un poco extraño incluso


para él." Ella se detuvo y recogió el montón de pergaminos.
"Lamento esto, Sr. Potter. Me disculpó de nuevo por haber
desconfiado de usted. Pero ahora es mi turno de ver al Director."

"Ah… buena suerte, Supongo. Eh…"

"Gracias, Sr. Potter."

"Um…"

La Profesora McGonagall caminó hacia la gárgola, habló de modo


inaudible la contraseña, y se introdujo dentro de la giratoria escalera
en espiral. Ella comenzó a elevarse por fuera de la vista, y la
gárgola empezó a regresar -
"¡Profesora McGonagall el Director le prendió fuego a una gallina!"

"Él qu -"

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor

(1) Idus de marzo

(2) "Hufflepuffle" es un juego de palabras para insultar a los de esta


escuela, se podría traducir como "Esponjado enojadizo." En este link
pueden leer un articulo muy interesante pero breve sobre los
nombres de los fundadores MAYOR INFORMACIÓN EN RHAIDOT

(3) "Slytherslime" es un juego de palabras que se podría traducir


como "Sabandija rastrera."

(4) Echar un pulso, también conocido como vencidas MAYOR


INFORMACIÓN EN RHAIDOT

(5) Bonita referencia a Star Wars, ¿cierto?

(6) "Que tiene forma convexa por ambos lados, como la semilla de
una lenteja." MAYOR INFORMACIÓN EN RHAIDOT

(7) LSD. MAYOR INFORMACIÓN EN RHAIDOT

(8) Sopa de Ganso. MAYOR INFORMACIÓN EN RHAIDOT

(9) Mortimer Snodgrass es el nombre de una tienda online


canadiense, que debe su nombre al perro labrador dorado del
dueño. Y no tengo ni idea de porque lo utilizan aquí, debe ser
divertido por alguna razón que se me escapa. MAYOR
INFORMACIÓN EN RHAIDOT
(10) Creo que esto es una referencia a Battlestar Galactica, pero no
estoy seguro porque no soy un gran conocedor de la franquicia ._.

(11) No, no es un error en la traducción, así está en el original, me


imagino que el perturbado Harry confundió resolver problemas
(probablemente matemáticos) con lavar los platos.

Habría sido más genial haber subido este capítulo el Jueves, mismo
día en que transcurre este fatídico día, pero lastimosamente hubo
un apagón en mi barrio y perdí todo un día para traducir. Espero que
me sepan disculpar pues fueron causas de fuerza mayor.

Llámenme pervertido, pero no creo que los "estornudos" realmente


fueran eso ;)

Y la roca, la condenada roca. Primero me recordó un chiste de los


Simpsons, ese donde Lisa le vende una roca a Homero para
espantar a los tigres… Pero teniendo en cuenta terribles eventos
que ocurrirán en capítulos futuros, me pregunto si en realidad era
como el entrenamiento que Goku y Krilin hicieron con el Maestro
Roshi, cargando los caparazones de tortuga…

Loquin hizo un comentario sobre el capítulo anterior, sobre no


entender la parte final. Creo que puedo responderte, pero es un
SPOILER, así que quienes no se hayan leído el primer libro no sigan
leyendo: ten en cuenta que Quirrell es Voldemort, esas tres palabras
en mayúsculas representan la extraña conexión que hay entre
Voldemort y Harry y que pueden hacerse daño si los dos tan sólo
llegan a tocarse. Espero haber resuelto tu inquietud :)

Y como extra, les dejó otra versión de dinosaurusgede para este


capítulo que la verdad se me hizo muy divertida :D

Próximo capitulo : 5 de diciembre.

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.


ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o
diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Las Jerarquías de Dominancia
Capítulo 18: Las Jerarquías de Dominancia

Cualquier J. K. Rowling suficientemente avanzado es indistinguible


de la magia.

"Eso no suena como la clase de cosa que yo haría, ¿o sí?"

Era hora del desayuno en la mañana del Viernes. Harry le dio otra
enorme mordida a su tostada y luego intentó hacerle recordar a su
cerebro que zamparse su desayuno no lo haría llegar a los
calabozos más pronto. De todos modos tenían una hora completa
de estudio entre el desayuno y el inicio de Pociones.

¡Pero calabozos! ¡En Hogwarts! La imaginación de Harry ya estaba


esbozando las grietas, los puentes estrechos, las antorchas en
candelabros, y parches de musgo brillante. ¿Habría ratas? ¿Habría
dragones ?

"Harry Potter," llamó una silenciosa voz detrás de él.

Harry miró por encima de su hombro y se encontró contemplando a


Ernie Macmillan, inteligentemente vestido en una túnica de bordes
amarillos y viéndose un poco preocupado.

"Neville pensó que debía advertirte," Ernie habló en voz baja. "Creo
que él está en lo correcto. Ten cuidado del Maestro de Pociones en
nuestra clase de hoy. Los Hufflepuffs mayores nos dijeron que el
Profesor Snape puede ser muy antipático con las personas que no
le caen bien, y principalmente no le caen bien los que no son de
Slytherins. Si le pasas de listo con él… podría ser verdaderamente
malo para ti, por lo que he escuchado. Sólo mantén tu cabeza abajo
y no le des ninguna razón para que se fije en ti."

Hubo una pausa mientras Harry procesaba esto, y luego alzó sus
cejas. (Harry deseaba alzar una ceja, como Spock, pero nunca
había sido capaz de lograrlo.) "Gracias," Harry expresó. "Puede que
me hayas evitado un montón de problemas."

Ernie asintió, y regresó a la mesa de Hufflepuff.

Harry continuó comiendo su tostada.

Alrededor de cuatro mordidas después alguien dijo "Perdóname," y


Harry se volteó para ver a un Ravenclaw mayor que él, que se veía
un poco preocupado -

Tiempo después, Harry estaba finalizando su tercer plato de tocino.


(Había aprendido a comer pesado al desayuno. Siempre podía
comer un almuerzo ligero si es que no terminaba usando el
Giratiempo.) Y aún así hubo otra voz detrás de él pronunciando
"¿Harry?"

"Sí," Harry contestó cansadamente, "Procuraré no llamar la atención


del Profesor Snape -"

"Oh, eso es irremediable," interrumpió Fred.

"Completamente irremediable," concordó George.

"Así que hicimos que los elfos domésticos te hornearan un pastel,"


reveló Fred.

"Vamos a poner una vela en el pastel por cada punto de casa que
pierdas para Ravenclaw," informó George.

"Y haremos una fiesta para ti en la mesa de Gryffindor durante el


almuerzo," dijo Fred.
"Esperamos que eso te anime después," concluyó George.

Harry tragó su última mordida de tocino y se volteó. "De acuerdo,"


habló Harry. "No iba a preguntar esto después del Profesor Binns,
de verdad que no, ¿pero si el Profesor Snape es así de malo por
qué no ha sido despedido?"

"¿Despedido?" indagó Fred.

"¿Te refieres, a dejarlo ir?" cuestionó George.

"Sí," Harry afirmó. "Es lo que haces con los malos profesores. Los
despides. Entonces contratas a un mejor profesor en su lugar.
Ustedes no tienen sindicatos o contratos indefinidos aquí, ¿o sí?"

Fred y George estaban paralizados en casi el mismo modo en que


los ancianos cazadores-recolectores tribales podrían haberse
paralizado si hubieras intentado contarles sobre calculo.

"No lo sé," respondió Fred tras un rato. "Nunca había pensado sobre
ello."

"Yo tampoco," agregó George.

"Sí," suspiró Harry, "Me dicen eso a menudo. Los veo al almuerzo,
chicos, y no me culpen si no hay velas en ese pastel."

Fred y George se rieron al tiempo, como si Harry hubiera dicho algo


divertido, y le hicieron una reverencia y regresaron a Gryffindor.

Harry retrocedió a la mesa del desayuno y agarró un cupcake. Su


estomago ya se sentía lleno, pero tenía el presentimiento de que
esa mañana podría necesitar muchas calorías. (1)

Mientras se comía su cupcake, Harry pensó en el peor profesor que


había conocido hasta ahora, el Profesor Binns de Historia. El
Profesor Binns era un fantasma. De lo que Hermione había dicho
sobre fantasmas, no parecía que ellos fueran completamente
consciente de sí mismos. No había descubrimientos famosos
hechos por fantasmas, o algún trabajo original, sin importar quienes
fueran en vida. Los fantasmas tendían a tener problemas
recordando el siglo presente. Hermione había explicado que ellos
eran como retratos accidentales, impresos en la materia circundante
por un estallido de energía psíquica acompañando la repentina
muerte de un mago.

Harry se había chocado con algunos profesores estúpidos durante


sus abortadas incursiones dentro de la educación estándar Muggle -
su padre había sido un poco más quisquilloso cuando se trataba de
seleccionar estudiantes de posgrado como tutores, por supuesto -
pero la clase de Historia fue la primera vez que había encontrado un
profesor que literalmente no era sensitivo.

Y lo mostró, también. Harry se había rendido tras cinco minutos y


empezó a leer un libro de texto. Cuando fue claro que el "Profesor
Binns" no iba a objetar, Harry había llegado hasta su monedero y
cogido tapones para los oídos.

¿Los fantasmas no requerían un salario? ¿Era por eso? ¿O era


literalmente imposible despedir a alguien de Hogwarts incluso si
moría ?

Ahora parecía que el Profesor Snape iba a ser absolutamente


horrible a cualquiera que no fuera un Slytherin y ni siquiera se le
había ocurrido a nadie terminar su contrato.

Y el Director le había prendido fuego a una gallina.

"Discúlpame," le llegó una preocupada voz detrás suyo.

"Lo juro," Harry anunció sin voltearse, "este lugar es casi un ocho y
medio por ciento tan malo como Papá dijo que sería Oxford."

Harry pisó con fuerza los corredores de piedra, viéndose ofendido,


molesto, e injuriado todo a la vez.
"¡Calabozos!" Harry chilló. " ¡Calabozos! ¡Estos no son calabozos!
¡Esto es un sótano! ¡Un sótano ! "

Algunas de las chicas de Ravenclaw lo miraron extrañadas. Los


chicos ya estaban acostumbrados a él para ese momento.

Era como si el nivel en que se encontraba el salón de Pociones


estuviera localizado en lo que era llamado los "calabozos" por la
sencilla razón de que estaba debajo del suelo y era ligeramente más
frío que el castillo principal.

¡En Hogwarts ! ¡En Hogwarts ! ¡Harry había estado esperando toda


su vida y aún estaba esperando y si había algún lugar sobre la faz
de la Tierra que tuviera calabozos decentes tendría que ser
Hogwarts! ¿Tendría Harry que construir su propio castillo si quería
ver un pequeño abismo sin fondo?

Poco tiempo después llegaron al salón de Pociones y Harry se


animó considerablemente.

El salón de Pociones tenía extrañas criaturas preservadas flotando


en enormes frascos sobre estanterías que cubrían cada centímetro
de espacio entre las paredes de los armarios. Harry había avanzado
lo suficiente en su lectura como para identificar algunas de las
criaturas, como el Zabriskan Fontema. Aunque la araña de
cincuenta centímetros se veía como una Acromántula pero era
demasiado pequeña para ser una. Intentó preguntarle a Hermione,
pero ella no estaba muy interesada en ver ni cerca hacia donde él
estaba señalando.

Harry estaba mirando una gran bola de polvo con ojos y pies cuando
el asesino penetró en el cuarto.

Ese fue el primer pensamiento que cruzó la mente de Harry cuando


vio al Profesor Severus Snape. Había algo silencioso y letal en el
modo en que este hombre caminaba entre los escritorios de los
niños. Su túnica estaba desaliñada, su pelo manchoso y grasiento.
Había algo en él que era como una reminiscencia de Lucius, aunque
ellos dos no se parecían remotamente en nada, y tú podías tener la
impresión que donde Lucius te mataría con impecable elegancia,
este hombre simplemente te mataría.

"Siéntense," ordenó el Profesor Severus Snape. "Ahora."

Harry y unos cuantos niños que había estado de pie hablando los
unos con los otros se precipitaron hacia los escritorios. Harry había
planeado terminar sentado al lado de Hermione pero de algún modo
se encontró sentándose en el escritorio más cercano al lado de
Justin Finch-Fletchley (era una sesión Doble, Ravenclaw y
Hufflepuff) lo que lo ponía dos escritorios a la izquierda de
Hermione.

Severus se sentó detrás del escritorio del profesor, y sin la más


mínima transición o introducción, llamó, "Hannah Abbott."

"Aquí," respondió Hannah con voz ligeramente temblorosa.

"Susan Bones."

"Presente."

Y así siguió, nadie se atrevió a pronunciar una palabra discordante,


hasta:

"Ah, sí. Harry Potter. Nuestra nueva… celebridad ."

"La celebridad está presente, señor."

La mitad de la clase se estremeció, y algunos de los más listos


repentinamente parecieron querer correr hacia la puerta mientras el
salón de clases aún existiera.

Severus sonrió anticipadamente y llamó al siguiente estudiante en


su lista.

Harry exhaló un suspiro mental. Eso había pasado demasiado


rápido para que el pudiera hacer algo al respecto. Oh bueno.
Claramente a este hombre no le gustaba, por alguna razón. Y
cuando Harry pensó sobre ello, era mucho mejor que este profesor
de Pociones lo molestara a él que, digamos, Neville o Hermione.
Harry era mucho mejor para defenderse a sí mismo. Sí,
probablemente era lo mejor.

Cuando el llamado a lista fue completado, Severus barrió con su


mirada penetrante a toda la clase. Sus ojos estaban tan vacíos
como un cielo nocturno sin estrellas.

"Ustedes están aquí," Severus explicó con apagada voz que los
estudiantes en la parte de atrás tuvieron problemas para escuchar,
"para aprender la sutil ciencia del arte exacto de hacer pociones.
Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos
de vosotros dudaréis que esto sea magia. No espero que lleguéis a
entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus
vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se
deslizan a través de las venas humanas," esto en un acariciador,
tono de regodeo, "hechizando la mente, engañando los sentidos,"
esto sólo se estaba poniendo más y más raro. "Puedo enseñaros
cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte
- si sois algo más que los alcornoques a los que habitualmente
tengo que enseñar."

Severus se las arregló para notar la mirada de escepticismo sobre la


cara de Harry, o al menos sus ojos saltaron inesperadamente a
donde Harry estaba sentado.

"¡Potter!" espetó el profesor de Pociones. "¿Qué obtendré si añado


polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?"

Harry parpadeó. "¿Estaba eso en Dibujos mágicos y Pociones ?"


cuestionó. "Acabo de terminar de leerlo, y no recuerdo nada que
utilizara ajenjo -"

La mano de Hermione se alzó y Harry le disparó una mirada feroz


que causó que esa mano se levantara incluso más alto.
"Bah, bah." Severus habló con voz de seda. "Es evidente que la
fama no lo es todo."

"¿En serio?" Harry preguntó. "Pero usted nos acaba de explicar que
nos enseñará como embotellar la fama. Diga, ¿cómo funciona eso,
exactamente? ¿La bebes y te conviertes en una celebridad?"

Tres cuartos de la clase se estremecieron.

La mano de Hermione descendió lentamente. Bueno, eso no era


sorprendente. Ella podría ser su rival, pero ella no era la clase de
chica que seguiría adelante cuando se había vuelto claro que el
profesor estaba intentando humillarlo deliberadamente.

Harry se estaba esforzando en mantener su temperamento bajo


control. La primera replica que había cruzado su mente había sido
'Abracadabra'.

"Vamos a intentarlo de nuevo," prosiguió Severus. "Potter, ¿dónde


buscarías si te digo que me

encuentres un bezoar?"

"Eso tampoco está en el libro de texto," Harry respondió, "pero en un


libro Muggle leí que un tricobezoar es una masa de pelo solidificada
encontrada en el estómago humano, y los Muggles solían creer que
curaría cualquier veneno -" (2)

"Incorrecto," Severus interrumpió. "Un bezoar es encontrado en el


estómago de una cabra, no está hecho de pelo, y curará la mayoría
de venenos pero no todos."

"No dije que esa era la respuesta, dije que eso fue lo que leí en un
libro Muggle -"

"Nadie está interesado en tus patéticos libros Muggle. Último


intento. ¿Cuál es la diferencia, Potter, entre acónito y luparia?"

Con eso fue suficiente..


"Sabe," Harry habló con voz helada, "en uno de mis muy fascinantes
libros Muggle, ellos describen un estudio en que las personas logran
verse inteligente al hacer preguntas sobre hechos aleatorios que
únicamente ellos saben. Aparentemente los espectadores sólo se
dieron cuenta que los interrogadores sabían y los interrogados no, y
fallaban en ajustarse a la injusticia subyacente en el juego. Así que,
Profesor, ¿puede contarme cuántos electrones están presentes en
el extremo orbital de un aromo de carbón?"

La sonrisa de Severus se anchó ampliamente. "Cuatro," contestó.


"Es un hecho inútil que nadie debería molestarse en escribir, sin
embargo. Y para su información, Potter, asfódelo y ajenjo

producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida


como Filtro de Muertos

en Vida. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta,


que también es llamada aconitum, como usted sabría si hubiera
leído Mil Hierbas Mágicas y Hongos . Pensó que no necesitaba abrir
el libro antes de venir, ¿eh, Potter? Todos ustedes deberían estar
copiando eso para que no sean tan ignorantes como él." Severus
hizo una pausa, viéndose bastante complacido consigo mismo. "Y
eso serán… ¿cinco puntos? No, que sean diez puntos de
Ravenclaw por su descaro."

Hermione jadeó, junto con un número de otros.

"Profesor Severus Snape," Harry expresó. "No creo haber hecho


algo para haberme ganado su enemistad. Si hay algún problema
que usted tenga conmigo sobre el que yo no sepa, le sugiero que
nosotros -"

"Cállese, Potter. Diez puntos menos para Ravenclaw. El resto, abran


sus libros en la página 3."

Hubo únicamente una ligera, solamente una tenue sensación de


quemadura en la parte de atrás de la garganta de Harry, y para nada
hubo humedad en sus ojos. Si llorar no era una estrategia efectiva
para destruir a este profesor de Pociones entonces llorar no tenía
razón de ser.

Muy despacio, Harry se sentó derecho en su asiento. Era como si


toda su sangre hubiera sido drenada y reemplazada con nitrógeno
líquido. Sabía que había estado intentando controla su
temperamento pero ya no podía recordar por qué.

"Harry," susurró Hermione frenéticamente dos escritorios más allá,


"alto, por favor, todo está bien, no los contaremos -"

"¿Hablando en clase, Granger? Tres -"

"Así que," habló con una voz más fría que el Kelvin cero, "¿cómo
hace uno para diligenciar una queja formal contra un profesor
abusivo? Va uno y habla con la Directora Adjunta, escribe una carta
al Consejo Directivo… ¿le importaría explicarme cómo funciona?"

La clase estaba completamente congelada.

"Detención por un mes, Potter," Severus habló, sonriendo incluso


más ampliamente.

"Me niego a reconocer su autoridad como un profesor y no asistiré a


ninguna detención que usted me otorgue."

Las personas dejaron de respirar.

La sonrisa de Severus se desvaneció. "Entonces tú serás -" su voz


se detuvo en seco.

"¿Expulsado, iba usted a decir?" Harry, por otro lado, estaba


sonriendo finamente. "Pero parece que usted duda de su habilidad
para llevar a cabo esa amenaza, o teme las consecuencias si lo
hace. Yo, por el otro lado, no tengo duda ni temor del prospecto de
encontrar una escuela con profesores menos abusivos. O quizá
debería contratar tutores privados, como es mi acostumbrada
práctica, y que me enseñen a mi máxima velocidad de aprendizaje.
Tengo suficiente dinero en mi bóveda. Algo sobre recompensas en
un Señor Oscuro que yo derroté. Pero hay profesores en Hogwarts
que me gustan bastante, por lo que creo que será más fácil si hallo
el modo de deshacerme de usted."

"¿Deshacerse de mí?" Severus dijo, ahora también sonriendo


finamente. "Que presunción tan divertida. ¿Cómo se supone que
usted hará eso, Potter?"

"Entiendo que hay un número de quejas sobre usted de parte de


estudiantes y de sus padres," una suposición pero una segura, "lo
que únicamente deja la cuestión de por qué usted no se ha ido aún.
¿Están las finanzas de Hogwarts tan apretadas como para
permitirse un verdadero profesor de Pociones? Yo podría pagarlo,
de ser así. Estoy seguro de que podrían encontrar un mejor profesor
si ofrecieran el doble de su actual salario."

Dos polos de hielo irradiaron un helado invierno a través del salón


de clases.

"Descubrirá," Severus explicó suavemente, "que el Consejo


Directivo no apoyará en lo más mínimo su oferta."

"Lucius…" Harry supuso. "Por eso es que usted aún está aquí.
Quizá debería charlar con Lucius sobre ello. Creo que él desea
encontrarse conmigo. ¿Me pregunto si tengo algo que él quiere?"

Hermione sacudió su cabeza frenéticamente. Harry lo notó por la


esquina de su ojo, pero toda su atención estaba sobre Severus.

"Eres un chico tonto," Severus aseveró. No estaba sonriendo para


nada, ya. "No tienes nada que Lucius valore más que mi amistad. Y
si lo tuvieras, tengo otros aliados." Su voz se endureció. "Y
encuentro potencialmente improbable que no fueras Seleccionado
en Slytherin. ¿Cómo fue que te las arreglaste para quedarte por
fuera de mi Casa? Ah, sí, porque el Sombrero Seleccionador clamó
que estaba bromeando. Por primera vez en la historia registrada.
¿Qué estabas hablando realmente con el Sombrero Seleccionador,
Potter? ¿Tenías algo que este quería?"

Harry contempló fijamente la fría mirada de Severus y recordó que


el Sombrero Seleccionador le había advertido no ver a nadie a los
ojos mientras estuviera pensando sobre - Harry bajó su mirada
hacia el escritorio de Severus.

"¡Pareces extrañamente reluctante a verme a los ojos, Potter!"

Un impacto de repentino entendimiento - "¡Así que era usted de


quien el Sombrero Seleccionador me estaba advirtiendo!"

"¿Qué?" interrogó la voz de Severus, sonando efectivamente


sorprendida, aunque por supuesto Harry no lo vio a la cara.

Harry se levantó de su escritorio.

"Siéntate, Potter," ordenó una voz enojada de algún lugar por


encima de donde él no estaba mirando.

Harry lo ignoró, y miró alrededor del salón de clases. "No tengo


intención de permitir que un profesor poco profesional arruine mi
tiempo en Hogwarts," Harry anunció mortalmente calmado. "Creo
que abandonaré esta clase, y ya sea que contraté un tutor para
enseñarme Pociones mientras estoy aquí, o si el Consejo en verdad
es de mente muy cerrada, aprenderé en el verano. Si alguno de
ustedes decide que no desea ser abusados por este hombre, mis
clases estarán abiertas para ustedes."

"¡Siéntate, Potter!"

Harry cruzó a zancadas el cuarto y sujetó el pomo de la puerta.

Este no se giró.

Harry se volteó lentamente, y atrapó fugazmente a Severus


sonriendo groseramente antes de recordar desviar la mirada.
"Abra esta puerta."

"No," replicó Severus.

"Me está haciendo sentir amenazado," dijo una voz tan helada que
no sonó como Harry para nada, "y eso es un error."

La voz de Severus se rió. "¿Qué pretendes hacer sobre ello,


chiquillo?"

Harry tomó seis largos pasos alejándose de la puerta, hasta que


estuvo cerca de la parte trasera de los escritorios.

Luego Harry se enderezó a sí mismo y elevó su mano derecha en


un terrible movimiento, dedos listos para chasquear.

Neville gritó y se ocultó bajo su escritorio. Otros niños retrocedieron


o instintivamente alzaron sus brazos para escudarse.

"¡Harry no!" chilló Hermione. "¡Lo que sea que le vayas a hacer, no
lo hagas!"

"¿Han enloquecido todos ustedes? " ladró la voz de Severus.

Lentamente, Harry bajó su mano. "No iba a herirlo, Hermione," Harry


explicó, su voz un poco más baja. "Sólo iba a estallar la puerta."

Aunque ahora que Harry lo recordaba, no debías Transformar cosas


que fueran a ser quemadas, lo que quería decir que regresar en el
tiempo y hacer que Fred o George Transformarán algunas
cuidadosamente medidas cantidades de explosivos podría de hecho
no haber sido una buena idea…

"Silencio," pronunció la voz de Severus. (3)

Harry intentó preguntar "¿Qué?" y descubrió que no salió ningún


sonido.
"Esto se ha vuelto ridículo. Creo que se te ha permitido meterte a ti
mismo en suficientes problemas por un día, Potter. Eres el
estudiante más perturbador y rebelde que haya visto, y no recuerdo
cuántos puntos tiene Ravenclaw en este momento, pero estoy
seguro de que puedo lograr eliminarlos todos. Diez puntos menos
para Ravenclaw. Diez puntos menos para Ravenclaw. ¡Diez puntos
menos para Ravenclaw! ¡Cincuenta puntos menos para Ravenclaw!
¡Ahora siéntese y vea al resto de la clase tomar su lección!"

Harry puso su mano dentro de su monedero e intentó decir


'marcador' pero por supuesto ninguna palabra salió. Por un breve
momento eso lo detuvo; y luego se le ocurrió a Harry deletrear M-A-
R-C-A-D-O-R usando movimientos de dedos, lo cual funcionó. B-L-
O-C y tenía un bloc de papel. Harry se acercó a un escritorio vacío,
no en el que se había sentado originalmente, y garabateó un breve
mensaje. Arrancó la hoja de papel, guardó el marcador y el bloc en
un bolsillo de su túnica para tenerlos a la mano, y mostró su
mensaje, no a Snape, sino al resto de la clase.

ME VOY

¿ALGUIEN MÁS

NECESITA SALIR?

"Estás loco, Potter," Severus aseguró con frío desprecio.

Aparte de eso, nadie habló.

Harry le dirigió una irónica reverencia al escritorio del profesor,


camino hacia una pared, y con un movimiento suave abrió la puerta
de un armario, entró, y cerró de un portazo la puerta detrás suyo.

Se pudo escuchar el apagado sonido de alguien chasqueando sus


dedos, y luego nada.

En el salón de clases, loes estudiantes se miraron entre ellos


confundidos y asustados.
La cara del Maestro de Pociones estaba completamente enfurecida.
Cruzó el salón con terribles pasos largos y abrió la puerta del
armario con un jalón.

El armario estaba vacío.

Una hora antes, Harry escuchó desde adentro del armario cerrado.
No le llegó sonido alguno de afuera, pero tampoco había punto en
tomar riesgos.

C-A-P-A, sus dedos deletrearon.

Una vez que fue invisible, cuidados y lentamente entreabrió la


puerta y fisgoneó. No parecía haber nadie en el salón de clases.

La puerta no estaba bloqueada.

Fue cuando Harry estuvo afuera del peligroso lugar y dentro del
corredor, invisible y salvo, que algo de la ira disminuyó y se dio
cuenta de lo que acababa de hacer.

Lo que acababa de hacer.

El rostro invisible de Harry estaba petrificado en absoluto horror.

Acababa de oponerse a un profesor tres ordenes de magnitud más


allá de lo que hubiera hecho antes. Había amenazado con irse de
Hogwarts y podría tener que cumplirlo. Había perdido todos los
puntos que Ravenclaw tenía y luego había usado el Giratiempo…

Su imaginación le mostró a sus padres gritándole por ser expulsado,


la Profesora McGonagall decepcionada de él, y fue demasiado
doloroso y no lo pudo soportar y no podía pensar en ninguna forma
de salvarse -

Harry se permitió pensar que si enojarse lo había metido en todos


esos problemas, entonces tal vez cuando estuviera enojado
pensaría alguna forma de salir, las cosas parecían más claras de
algún modo cuando él estaba enojado.

Y el pensamiento que Harry no se permitió pensar era que él no era


capaz de enfrentar su futuro si no estaba enojado.

Así que lanzó sus pensamientos hacía atrás y recordó la ardiente


humillación -

Bah, bah. Es evidente que la fama no lo es todo.

Diez puntos de Ravenclaw por su descaro.

La helada calma se esparció a través de sus venas como una onda


reflejada y regresando desde un

interruptor automático, y Harry exhaló profundamente.

De acuerdo. De regreso a la cordura.

De hecho se estaba sintiendo un poco decepcionado de su no-


enojado yo colapsando así y queriendo nada más que salirse del
problema. El Profesor Severus Snape era el problema de todos .
Normal-Harry había olvidado eso y deseaba un modo de protegerse
a sí mismo . ¿Y dejar a todas las demás victimas aguantando? La
pregunta no era cómo protegerse a sí mismo, la pregunta era cómo
destruir al profesor de Pociones.

Así que este es mi lado oscuro, ¿cierto? Era un termino lleno de


prejuicio, teniendo en cuenta que mi lado claro parece ser más
egoísta y cobarde, sin mencionar confundido y alarmista.

Y ahora que estaba pensando claramente, era igualmente claro que


hacer a continuación. Ya se había otorgado una hora extra para
prepararse, y podía conseguir cinco horas más si lo requería…

Minerva McGonagall esperaba en la oficina del Director.


Dumbledore estaba sentado en su acolchado trono detrás de su
escritorio, vestido con cuatro capas de túnicas formales de lavanda.
Minerva se sentó en una silla delante de él, en posición opuesta a
Severus quien ocupaba otra silla. Encarando a los tres había un
taburete vacío.

Estaban esperando por Harry Potter.

Harry, Minerva pensó desesperadamente, ¡prometiste que no


morderías a ningún profesor!

Y en su mente ella pudo ver muy claramente la replica, la cara


enojada de Harry y su indignada respuesta: ¡Dije que no mordería a
nadie que no me mordiera primero!

Hubo un llamado en la puerta.

"¡Adelante!" Dumbledore contestó.

La puerta se abrió de par en par, y Harry Potter entró. Minerva casi


suelta un alarido. El chico se veía calmado, tranquilo, y en completo
control de sí mismo.

"Buenos dí-" La voz de Harry se cortó repentinamente. Se le cayó la


mandíbula.

Minerva siguió la mirada de Harry, y vio que Harry estaba


contemplando a Fawkes donde el fénix estaba sentado sobre su
percha dorada. Fawkes exhibió sus alas rojo-doradas como si se
trataran de la vacilación de una flama, y agachó su cabeza en un
calculado saludo con la cabeza para el chico.

Harry se volteó a mirar fijamente a Dumbledore.

Dumbledore le guiñó un ojo.

Minerva sintió que ella se estaba perdiendo algo.


Una inesperada incertidumbre cruzó el rostro de Harry. Su calma
tambaleó. El miedo se asomó en sus ojos, luego la ira, y luego el
chico estaba calmado de nuevo.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Minerva. Algo no estaba


bien allí.

"Por favor siéntate," pidió Dumbledore. Su cara estaba seria de


nuevo.

Harry se sentó.

"Así que, Harry," inició Dumbledore. "Este día he escuchado un


reporte de parte del Profesor Snape. ¿Te importaría contarme con
tus propias palabras qué fue lo que pasó?"

La mirada de Harry se desvió desdeñosamente hacia Severus. "No


es complicado," relató el chico, sonriendo ligeramente. "Intentó
abusar de mí en el mismo modo que ha estado abusando a todo no-
Slytherin en la escuela desde el día en que Lucius se lo impuso a
usted. En cuanto a los otros detalles, pido una conversación privada
con usted en relación a ello. Difícilmente se puede esperar que un
estudiante que está reportando un comportamiento abusivo de parte
de un profesor pueda hablar francamente en frente de dicho
profesor, después de todo."

Esta vez Minerva no pudo ocultar su respiración agitada.

Severus simplemente se rió.

Y la cara del Director se puso más grave. "Sr. Potter," el Director


aclaró, "uno no habla de un profesor de Hogwarts en tales términos.
Me temo que usted actúa bajo una terrible equivocación. El Profesor
Severus Snape tiene mi plena confianza, y le sirve a Hogwarts por
mi requerimiento, no por el de Lucius Malfoy."

El silencio duro unos momentos.


Cuando el chico habló de nuevo su voz era hielo. "¿Me estoy
perdiendo algo aquí?"

"Un buen número de cosas, Sr. Potter," contestó el Director.


"Debería entender, para empezar, que el propósito de esta reunión
es discutir cómo disciplinarlo por los eventos de esta mañana."

"Este hombre a aterrorizado su escuela por años. Hablé con los


estudiantes y recolecté historias para asegurarme de que habría
suficiente para una campaña publicitaria para agrupar a los padres
en contra suya. Algunos de los estudiantes más jóvenes lloraron
mientras me las contaron. ¡Yo casi lloro cuando las escuché! ¿Usted
le permitió a este abusador correr libremente? ¿Usted le hizo esto a
sus estudiantes? ¿Por qué? " (4)

Minerva tragó un bulto en su garganta. Ella había - pensado que, a


veces, pero de algún modo ella nunca -

"Sr. Potter," dijo el Director, su voz más severa, "esta reunión no es


sobre el Profesor Snape. Es sobre usted y su displicencia por la
disciplina escolar. El Profesor Snape ha sugerido, y concuerdo con
él, que tres meses completos de detención serán un apropiado -"

"Declinado," Harry interrumpió fríamente.

Minerva estaba sin palabras.

"Esto no es una petición, Sr. Potter," el Director explicó. Toda, la


fuerza entera de la penetrante mirada del mago estaba concentrada
en el chico. "Este es tu castig-"

"Usted me explicará por qué permitió que este hombre lastimara a


los niños bajo su cuidado, y si su explicación no es suficiente
entonces comenzaré mi campaña publicitaria con usted como el
objetivo."

El cuerpo de Minerva se balanceó con la fuerza de ese golpe, con la


pura crudeza de ese lese majeste . (5)
Incluso Severus se veía sorprendido.

"Eso, Harry, sería extremadamente imprudente," Dumbledore


elaboró despacio. "Soy la pieza primaria oponiéndose a Lucius en el
tablero. Si tú hicieras algo así eso lo fortalecería enormemente, y no
pensé que ese fuera el lado que habías escogido."

El chico permaneció quieto por un largo momento.

"Esta conversación se vuelve cada vez más privada," Harry habló.


Su mano se sacudió en la dirección de Severus. "Bótelo de aquí."

Dumbledore sacudió su cabeza. "Harry, ¿no te dije que Severus


Snape goza de toda mi confianza?"

El rostro del chico mostró su sorpresa. "¡El abuso de este hombre lo


hace vulnerable! ¡No soy el único que podría iniciar una campaña
publicitaria contra usted! ¡Esto es una locura! ¿Por qué está
haciendo esto?"

Dumbledore suspiro. "Lo lamento, Harry. Tiene que ver con cosas
que tú no estás, en este momento, listo para escuchar."

El chico contempló a Dumbledore. Luego se volteó a mirar a


Severus. Luego de nuevo a Dumbledore.

"Eso e s locura," el chico afirmó lentamente. "Usted no lo ha


refrenado porque piensa que él es parte del patrón . Que Hogwarts
necesita un Maestro de Pociones malvado para ser una apropiada
escuela mágica, al igual que necesita un fantasma para enseñar
Historia."

"Eso no suena como la clase de cosa que yo haría, ¿o sí?"


cuestionó Dumbledore, sonriendo.

"Inaceptable," Harry replicó categóricamente. Su mirada era fría y


oscura. "No toleraré el acoso o el abuso. He considerado muchas
formas posibles de lidiar con este problema, pero lo haré simple. O
este hombre se va, o yo lo haré."

Minerva jadeó otra vez. Algo extraño parpadeo en los ojos de


Severus.

Ahora fueron los ojos de Dumbledore los que se volvieron fríos.


"Expulsión, Sr. Potter, es la amenaza final que puede ser usada
contra un estudiante. No se acostumbra que sea usada como
amenaza de parte de los estudiantes contra el Director. Esta es la la
mejor escuela mágica en todo el mundo, y una educación aquí no es
una oportunidad dada a todos. ¿Está usted bajo la impresión de que
Hogwarts no puede salir adelante sin usted?"

Y Harry se quedó allí sentado, sonriendo ligeramente.

Un repentino horror cayó sobre Minerva. Seguramente Harry no lo


haría -

"Usted olvida," Harry amenazó, "que usted no es el único que puede


ver patrones. Esto se vuelve más privado . Ahora envíelo -" Harry
sacudió una mano hacia Severus otra vez, y luego se detuvo a
mitad de la frase y en la mitad del gesto.

Minerva pudo ver en el rostro de Harry, el momento cuando lo


recordó.

Ella le había contado, después de todo.

"Sr. Potter," reiteró el Director, "una vez más, Severus Snape cuenta
con mi plena confianza."

"Usted se lo reveló," susurró el chico. "Grandísimo tonto."

Dumbledore no reaccionó al insulto. "¿Revelar qué?"

"Que el Señor Oscuro está vivo."


"¿En el nombre de Merlín de qué estás hablando, Potter?" gritó
Severus en tono de puro asombro e indignación.

Harry lo miró brevemente. "Oh, con que sí somos un Slytherin,


entonces," Harry opinó. "Lo estaba comenzando a dudar."

Y luego hubo silencio.

Finalmente Dumbledore habló. Su voz era dulce. "Harry, ¿de qué


estás hablando?"

"Lo siento, Albus," Minerva murmuró.

Severus y Dumbledore se voltearon a verla.

"La Profesor McGonagall no me lo contó," añadió la voz de Harry,


más apresurado y menos calmado de lo que había estado. "Lo
deduje. Se lo dije, puedo ver los patrones también. Lo deduje, y ella
controló su reacción al igual que Severus lo hizo. Pero su control
estuvo una pizca por debajo de la perfección, y pude darme cuenta
de que era control, no algo genuino."

"Y le conté," prosiguió Minerva, su voz temblando un poco, "que


usted, y yo, y Severus eramos los únicos que lo sabíamos."

"Lo que ella hizo como una concesión para prevenir que yo
simplemente fuera por ahí haciendo preguntas, como amenacé en
hacerlo si ella no hablaba," Harry relató. El chico se rió entre dientes
brevemente. "Realmente tendría que haberme acercado a uno de
ustedes cuando estuviera solo y expresar que ella me lo había dicho
todo, para ver si dejaban escapar algo más. Probablemente no
habría funcionado, pero habría valido la pena." El chico sonrió otra
vez. "La amenaza aún está sobre la mesa y espero ser instruido
completamente en algún punto."

Severus le estaba dando a ella una mirada de absoluto desprecio.


Minerva alzó su barbilla y lo toleró. Sabía que se lo merecía.
Dumbledore se recostó en su acolchado trono. Minerva no había
visto sus ojos tan fríos desde el día en que su hermano había
muerto. "Y amenazas con abandonarnos a Voldemort si no
cumplimos sus deseos."

La voz de Harry era una afilada navaja. "Lamento informarle que


usted no es el centro del universo. No estoy amenazando con
alejarme de la Bretaña mágica. Estoy amenazando con alejarme de
usted . No soy un pequeño y manso Frodo. Está es mi misión y si
usted quiere estar adentro jugará con mis reglas."

La cara de Dumbledore aún estaba congelada. "Estoy comenzando


a dudar su idoneidad como el héroe, Sr. Potter."

Harry a su vez lo vio con ojos igualmente fríos. "Yo estoy


comenzando a dudar su idoneidad como mi Gandalf, Sr.
Dumbledore . Boromir fue al menos un error plausible. ¿Qué está
haciendo este Nazgúl en mi Comunidad?"

Minerva estaba completamente perdida. Ella miró a Severus, para


ver si él estaba siguiendo esto, y vio que Severus había apartado su
rostro del campo de visión de Harry y estaba sonriendo.

"Supongo," Dumbledore elaboró lentamente, "que desde su


perspectiva es una pregunta razonable. Por lo que, Sr. Potter, si el
Profesor Snape lo deja a usted en paz de ahora en adelante, ¿será
esta la última vez que este asunto surja, o lo encontraré aquí cada
semana con una nueva demanda?"

"¿Dejarme a mí en paz?" La voz de Harry estaba indignada. "¡No


soy su única victima y ciertamente no soy el más vulnerable! ¿Se ha
olvidado usted de que tan indefensos son los niños? ¿De cuánto se
pueden lastimar? ¡De ahora en adelante Severus tratará a todo
estudiante de Hogwarts con la apropiada cortesía profesional, o
usted buscará otro Maestro de Pociones, o se buscará otro héroe!"

Dumbledore empezó a reír. Con toda su garganta, con calidez, una


risa divertida, como si Harry hubiera realizado un baile cómico en
frente de él.

Minerva no se atrevió a moverse. Sus ojos vacilaron y ella pudo ver


que Severus estaba igualmente inmóvil.

La expresión de Harry creció en frialdad. "Usted está equivocado


conmigo, Director, si piensa que esto es un chiste. Esto no es una
petición. Este es su castigo."

"Sr. Potter -" Minerva alcanzó a pronunciar. Ella ni siquiera sabía


que iba a decir. Simplemente no lo podía dejar pasar.

Harry le hizo un gesto de silencio y continuó hablando con


Dumbledore. "Y si esto le parece descortés," Harry avanzó, su voz
ligeramente menos dura, "no pareció menos descortés cuando
usted me lo dijo a mí. Usted no tendría que hablarle así a nadie a
quien considere un verdadero ser humano en lugar de un niño
subordinado, y yo lo trataré con la misma cortesía que usted me
trató a mí -"

"Oh, en efecto, muy bien efectuado, ¡este es mi castigo si alguna


vez hubo uno! Por supuesto usted está aquí haciendo chantaje es
para salvar a sus compañeros estudiantes, ¡no para salvarse usted
mismo! ¡No puedo imaginar por qué lo pensé de otro modo!"
Dumbledore reía incluso más fuerte ahora. Golpeó con su puño tres
veces sobre el escritorio.

La mirada de Harry era de incertidumbre. Su rostro se volteó hacía


ella, dirigiéndose a ella por primera vez. "Discúlpeme," Harry
cuestionó. Su voz parecía estar temblando. "¿Necesita él tomar su
medicación o algo por el estilo?"

"Ah…" Minerva no tenía idea de que podía ella decir.

"Bueno," Dumbledore clamó. Se limpió las lágrimas que se habían


formado en sus ojos. "Perdónenme. Lamento la interrupción. Por
favor continué con el chantaje."
Harry abrió su boca, luego la cerró de nuevo. Se veía un poco
inseguro. "Ah… él también tiene que dejar de leer las mentes de los
estudiantes."

"Minerva," Severus clamó, su voz letal, "usted -"

"El Sombrero Seleccionador me advirtió," lo cortó Harry.

"¿Qué?"

"No puedo revelar nada más. Como sea creo que eso es todo. He
terminado."

Silencio.

"¿Ahora qué?" Minerva preguntó, cuando se volvió aparente que


nadie más iba a pronunciar palabra.

"¿Ahora qué?" Dumbledore repitió. "Pues que, ahora el héroe gana,


por supuesto."

"¿Qué?" corearon Severus, Minerva, y Harry.

"Bueno, ciertamente él nos ha arrinconado," Dumbledore afirmó,


sonriendo felizmente. "Pero Hogwarts sí necesita un malvado
Maestro de Pociones, o no sería una apropiada escuela mágica,
¿verdad? ¿Qué tal si el Profesor Snape es únicamente malvado
hacia los estudiantes de quinto año en adelante?"

"¿Qué?" cantaron ellos tres de nuevo.

"Si son las víctimas más vulnerables por las que usted está
preocupado. Quizá estés en lo correcto, Harry. Tal vez he olvidado
con el pasar de las décadas lo que es ser un niño. Por lo que
haremos un compromiso. Severus continuara otorgándole injustos
puntos a Slytherin e imponiendo una laxa disciplina en su Casa, y él
seguirá siendo horrible a los estudiantes no-Slytherin que estén en
su quinto año y adelante. Para los otros él será aterrador, pero no
abusivo. Él prometerá leer sólo las mentes cuando la seguridad de
los estudiantes lo requiera. Hogwarts tendrá su Maestro de
Pociones, y las víctimas más vulnerables, como usted lo pone,
estarán a salvo."

Minerva McGonagall estaba tan sorprendida como jamás lo había


estado en su vida. Ella ojeó a Severus con incertidumbre, cuyo
rostro había quedado completamente neutral, como si él no pudiera
decidir que clase de expresión tendría que estar poniendo.

"Supongo que es aceptable," Harry admitió. Su voz sonaba un poco


rara.

"No puede estar hablando en serio," Severus habló, su voz tan


inexpresiva como su rostro.

"Estoy muy a favor de esto," Minerva dijo lentamente. Estaba tan a


favor que su corazón estaba palpitando salvajemente bajo tu túnica.
"¿Pero que podríamos contarle a los estudiantes? Ellos podrían no
haber cuestionado esto mientras Severus estaba… siendo horribles
con todos, pero -"

"Harry puede explicarle a los estudiantes que él descubrió un terrible


secreto de Severus he hizo algo de chantaje," elaboró Dumbledore.
"Es verdad, después de todo; él descubrió que Severus estaba
leyendo mentes, y él ciertamente nos chantajeó."

"¡Esto es una locura!" explotó Severus.

"¡Mua ja ja!" celebró Dumbledore.

"Ah…" Harry opinó incierto. "¿Y si alguien me pregunta por qué los
de quinto año y más allá fueron dejados a un lado? No los culparía
por estar airados, y esa parte no fue exactamente mi idea -"

"Diles," propuso Dumbledore, "que no fuiste tú quien sugirió el


compromiso, que fue todo lo que pudiste conseguir. Y luego te
rehusarás a declarar algo más. Eso, también, es verdad. Hacer esto
es todo un arte, lo iras aprendiendo con la práctica."
Harry asintió despacio. "¿Y los puntos que él le quitó a Ravenclaw?"

"No deben ser regresados."

Fue Minerva quien lo dijo.

Harry se la quedó viendo.

"Lo siento, Sr. Potter," ella se disculpó. Ella lo lamentaba, pero tenía
que ser hecho. " Tienen que haber algunas consecuencias por su
mal comportamiento o esta escuela se caerá a pedazos."

Harry se encogió de hombros. "Aceptable," concordó


categóricamente. "Pero en el futuro Severus no atacará a las
conexiones de mi Casa quitándome puntos, ni desperdiciará mi
valioso tiempo con detenciones. De llegar a sentir que mi
comportamiento requiere corrección, él puede comunicar sus
preocupaciones a la Profesor McGonagall."

"Harry," Minerva indagó, "¿continuaras sometiéndote a la disciplina


escolar, o vas a estar por encima de la ley, como lo estaba
Severus?"

Harry la vio. Algo cálido tocó su mirada, brevemente antes de que


fuera aplastado. "Continuaré siendo un estudiante ordinario para
cada miembro del colegio que no sea un loco o un malvado,
teniendo en cuenta que ellos no estén bajo la presión de otros que
sí lo estén." Harry observó un instante hacia Severus, luego se
volvió hacia Dumbledore. "Dejen a Minerva en paz, y seré un
estudiante regular de Hogwarts en su presencia. Sin privilegios
especiales o inmunidades."

"Hermoso," Dumbledore concluyó sinceramente. "Manifestado como


por un verdadero héroe."

"Y," ella agregó, "el Sr. Potter debe disculparse públicamente por sus
acciones de hoy."
Harry le otorgó otra mirada. Esta con poco de escepticismo.

"La disciplina de la escuela ha sido gravemente lastimada por sus


acciones, Sr. Potter," Minerva aseguró. "Tiene que ser restaurada."

"Creo, Profesora McGonagall, que usted sobrestima


considerablemente la importancia de lo que usted llama disciplina
escolar, comparado a tener Historia enseñada por un profesor vivo o
no torturar a sus estudiantes. Mantener el estado actual de la
jerarquía y reforzar sus reglas parece mucho más sabio y moral e
importante cuando tú están en la cima y haciendo el refuerzo que
cuando estás en el fondo, y puedo citar estudios sobre este efecto si
es requerido. Podría seguir durante varias horas sobre este punto,
pero lo dejaré hasta allí."

Minerva sacudió su cabeza. "Sr. Potter, usted subestima la


importancia de la disciplina porque usted no está en necesidad de
ella -" Ella hizo una pausa. Eso no había salido bien, y Severus,
Dumbledore, e incluso Harry le estaban dando extrañas miradas.
"Para aprender, me refiero. No todos los niños pueden aprender
ante la ausencia de autoridad. Y serán los otros niños los que
sufrirán, Sr. Potter, si ven su ejemplo como uno a ser seguido."

Los labios de Harry se curvaron en una torcida sonrisa. "El primer y


último recurso es la verdad. La verdad es que no me debí haber
molestado, no tendría porque haber interrumpido la clase, no tuve
por qué haber hecho lo que hice, y establecí un mal ejemplo para
todos. La verdad es que también Severus Snape se comportó de un
modo impropio para un profesor de Hogwarts, y que de ahora en
adelante él será más atento de los sentimientos heridos de los
estudiantes de cuarto año y menores. Ambos podríamos salir y
hablar la verdad. Puedo vivir con eso."

"¡En tus sueños, Potter!" espetó Severus.

"Después de todo," argumento Harry, sonriendo siniestramente, "si


los estudiantes ven que las reglas son para todos… para los
profesores también, no sólo para los pobres estudiantes indefensos
que no consiguen nada excepto sufrimiento del sistema… por lo
que, los efectos positivos en la disciplina escolar deberían ser
tremendos ."

Hubo una breve pausa, y luego Dumbledore se rió. "Minerva está


pensando que estás más en lo cierto de lo que ciertamente tienes
derecho a estar."

La mirada de Harry se apartó de Dumbledore, directo hacia el piso.


"¿Está usted leyendo su mente?"

"El sentido común a veces es confundido con la Legeremancia,"


respondió Dumbledore. "Discutiré este asunto con Severus, y
ninguna disculpa será requerida de tu parte a menos que él se
disculpe también. Y ahora declaro este tema concluido, al menos
hasta el almuerzo." Hizo una pausa. "Sin embargo, Harry, me temo
que Minerva desea hablar contigo sobre un asunto adicional. Y eso
no es el resultado de ninguna presión de mi parte. Minerva, ¿serías
tan amable?"

Minerva se levantó de su silla y casi se cayó. Había demasiada


adrenalina en su sangre, su corazón estaba palpitando demasiado
rápido.

"Fawkes," llamó Dumbledore, "acompáñala, por favor."

"Yo no -" ella empezó a decir.

Dumbledore le dirigió una mirada, y ella guardó silencio.

El fénix salió disparado a través del cuarto como una fluida lengua
de flamas dando un salto, y aterrizó sobre su hombro. Ella se sintió
la calidez a través de su túnica, por todo su cuerpo.

"Por favor venga conmigo, Sr. Potter," ella pidió, firmemente esta
vez, y salieron por la puerta.


Se quedaron de pie sobre las escaleras rotatorias, descendiendo en
silencio.

Minerva no sabía que decir. Ella no conocía a esta persona que


estaba parada a su lado.

Y Fawkes comenzó a canturrear.

Era tierna, y suave, como una fogata sonaría si tuviera una melodía,
y se apoderó de la mente de Minerva, facilitando, calmando,
suavizando lo que tocaba…

"¿ Qué es eso ? " Harry susurró a su lado. Su voz era inestable,
tambaleándose, cambiando de tono.

"La canción del fénix," contestó Minerva, sin estar realmente


consciente de lo que estaba diciendo, toda su atención estaba sobre
la extraña música tranquila. "Ella, también, cura."

Harry alejó su rostro de ella, pero ella alcanzó a entrever algo que
agonizaba.

El descenso pareció tomar demasiado tiempo, o tal vez era la


música la que se tomaba un tiempo muy largo, y cuando ellos
salieron por la apertura donde una gárgola había estado, ella estaba
sujetando la mano de Harry firmemente entre las de ella.

Mientras la gárgola regresaba a su lugar, Fawkes abandonó el


hombro de ella, y se abalanzó a flotar en frente de Harry.

Harry contempló a Fawkes como alguien hipnotizado por la siempre-


cambiante luz de fuego.

"¿Qué voy a hacer, Fawkes?" murmuró Harry. "No los podría haber
protegido de no haber estado enojado."

Las alas del fénix siguieron batiéndose, continuó flotando en ese


lugar. No había otro sonido excepto el de las alas al agitarse.
Entonces hubo un destello como el de un fuego resplandeciente y
volviendo a surgir, y Fawkes se había ido.

Ambos parpadearon, como despertando de un sueño, o quizá


volviendo a dormir de nuevo.

Minerva bajó la mirada.

El rostro joven de Harry Potter la vio a ella.

"¿Son los fénix personas?" cuestionó Harry. "Quiero decir, ¿son lo


suficientemente listos como para contar como personas? ¿Podría
hablar con Fawkes si yo supiera cómo?"

Minerva parpadeó varias veces. Luego parpadeó de nuevo. "No,"


Minerva negó, su voz temblando. "Los fénix son criaturas de
poderosa magia. Esa magia le da a su existencia un pesado
significado que ningún simple animal podría poseer. Ellos son fuego,
luz, sanación, renacimiento. Pero al final, no."

"¿Dónde puedo conseguir uno?"

Minerva se agachó y lo abrazó. Ella no lo había planeado, pero no


tuvo otra opción en esta cuestión.

Cuando se levantó ella encontró difícil hablar. Pero tenía que


preguntar. "¿Qué pasó hoy, Harry?"

"Tampoco sé las respuestas a ninguna de las preguntan


importantes. Aparte de eso de verdad preferiría no pensar sobre ello
por un tiempo."

Minerva tomó su mano entre las suyas otra vez, y anduvieron el


resto del camino en silencio.

Fue un corto viaje, ya que naturalmente la oficina de la Directora


Adjunta estaba cerca de la oficina del Director.

Minerva se sentó detrás de su escritorio.


Harry se sentó en frente de su escritorio.

"Así que," Minerva susurró. Ella hubiera dado casi cualquier cosa
para no tener que hacer esto, o no ser la que tuviera que hacerlo, o
porque fuera en otro momento pero no este. "Hay una cuestión de
disciplina escolar. De la cual usted no está exento."

"¿A saber?" interrogó Harry.

Él no lo sabía. No lo había descubierto todavía. Sintió como se le


cerraba la garganta. Pero había trabajo para hacer y ella no lo
eludiría.

"Sr. Potter," pidió la Profesora McGonagall, "Necesito ver su


Giratiempo, por favor."

Toda la paz del fénix se desvaneció de su rostro y Minerva se sintió


como si lo acabara de apuñalar.

"¡No!" Harry exclamó. Su voz llena de pánico. "¡Lo necesito, No seré


capaz de asistir a Hogwarts, no podré dormir!"

"Usted podrá dormir," ella replicó. "El Ministerio ha enviado el


caparazón protector para su Giratiempo. Lo encantaré para que se
abra únicamente entre las horas de 9PM y medianoche."

La cara de Harry se retorció. "Pero - pero yo -"

"Sr. Potter, ¿cuántas veces ha usado usted el Giratiempo desde el


Lunes? ¿Cuántas horas?"

"Yo…" Harry dudó. "Un momento, déjeme sumarlo -" Bajó la mirada
hacia su reloj.

Minerva sintió un ataque de tristeza. Ella lo había pensado así. "No


fue solamente dos veces al días, entonces. Sospecho que si le
preguntara a sus compañeros de dormitorio, descubriría que usted
ha estado esforzándose para permanecer el tiempo suficiente para
irse a dormir a una hora razonable, y despertando cada vez más y
más temprano cada mañana. ¿Correcto?"

El rostro de Harry le informó de todo lo que ella necesitaba saber.

"Sr. Potter," ella explicó gentilmente, "hay estudiantes a quienes no


se les puede confiar un Giratiempo, porque se vuelven adictos a
ellos. Les damos pociones que prolonguen sus ciclos de sueño por
la cantidad de tiempo necesaria, pero terminan usando el
Giratiempo para más que asistir a sus clases. Y por eso debemos
quitárselos. Sr. Potter, usted ha usado el Giratiempo como su
solución para todo, frecuentemente de un modo muy tonto. Lo usó
para recuperar la Recordadora. Se desvaneció en un armario de un
modo aparente para otros estudiantes, en lugar de regresar después
de que usted estuviera afuera y venir a mí a hacia alguien más para
que llegara y abriera la puerta."

Por la mirada en el rostro de Harry él no había pensado en ello.

"Y más importante," ella prosiguió, "usted debió simplemente


haberse quedado sentado en clase del Profesor Snape. Y verla. E
irse al final de la clase. Como usted habría hecho de no haber
poseído un Giratiempo. Hay algunos estudiantes a quienes no se les
puede confiar un Giratiempo, Sr. Potter. Usted es uno de ellos. Lo
siento."

"¡Pero lo necesito !" Harry espetó bruscamente. "¿Qué tal si hay


Slytherins amenazándome y tengo que escapar? Me mantiene a
salvo -"

"Todo estudiante en este castillo corre el mismo riesgo, y le puedo


asegurar que que logran sobrevivir. Ningún estudiante ha muerto es
este castillo desde hace cincuenta años. Sr. Potter, usted me
entregará su Giratiempo y lo hará ahora."

El rostro de Harry se desfiguró en agonía, pero extrajo el Giratiempo


de su túnica y se lo dio.
De su escritorio, Minerva sacó uno de los caparazones protectores
que habían sido enviados a Hogwarts. Ella destapó la cobertura
para envolverla alrededor del reloj de arena del Giratiempo, y luego
ella impuso su varita sobre la cobertura para completar el
encantamiento.

"¡Esto no es justo!" Harry chilló. "Hoy salvé a la mitad de of


Hogwarts del Profesor Snape, ¿es correcto que yo sea castigado
por ello? Vi la expresión en su cara, ¡usted odiaba lo que él estaba
haciendo!"

Minerva no habló por unos momentos. Ella estaba encantando.

Cuando terminó y alzó la vista, ella sabía que su cara esa severa.
Tal vez era algo equivocado para hacer. Y entonces de nuevo era lo
indicado para hacer. Había un niño obstinado en frente suyo, y eso
no quería decir que el universo estaba roto.

"¿ Justo, Sr. Potter?" ella espetó. "¡Tuve que diligenciar dos reportes
con el Ministerio sobre el uso público de un Giratiempo en dos días
consecutivos ! ¡Sea extremadamente agradecido de que se le
permitió retener el Giratiempo incluso en forma restringida! ¡El
Director hizo una llamada Floo para suplicarles personalmente y si
usted no fuera El-Niño-Que-Vivió probablemente eso no hubiera
bastado!"

Harry quedó boquiabierto ante ella.

Ella sabía que él estaba viendo el rostro furibundo de la Profesora


McGonagall.

Los ojos de Harry se desbordaron con lágrimas.

"Lo siento," él susurró, su voz ahora ahogada y rota. "Lamento,


haberla, decepcionado…"

"También lo siento, Sr. Potter," ella sentenció duramente, y le


entregó el nuevo restringido Giratiempo. "Puede irse."
Harry se volteó y huyó de su oficina, sollozando. Escuchó sus pies
repiqueteando en el distante pasillo, y luego el sonido cortante
cuando la puerta se cerró con un portazo.

"También lo siento, Harry," ella le murmuró al silencioso cuarto.


"También lo siento."

Quince minutos habían pasado de la hora del almuerzo.

Nadie le estaba hablando a Harry. Algunos de los Ravenclaws le


estaban disparando miradas de ira, otros de simpatía, unos cuantos
de los más jóvenes hasta lo veían con admiración, pero nadie le
estaba hablando. Ni siquiera Hermione había intentado acercarse.

Fred y George se habían ubicado cautelosamente cerca. No habían


pronunciado nada. La oferta era clara, y su opción. Harry les había
dicho que iría cuando fuera el momento del postre, no antes. Ellos
habían asentido y alejado rápidamente.

Era probablemente la mirada totalmente inexpresiva que el rostro de


Harry estaba haciendo.

Los otros seguramente pensaron que él estaba controlando su ira, o


desaliento. Ellos sabían, porque habían visto a Flitwick venir y
llevarlo, que él había sido llamado a la oficina del Director.

Harry estaba intentando no sonreirá, porque si sonreía, empezarían


a reírse, y si comenzaba a reírse, no se detendría hasta que las
buenas personas con camisas blancas vinieran a llevárselo a
rastras.

Era demasiado. Simplemente todo era demasiado. Harry casi se


había ido al Lado Oscuro, su lado oscuro había hecho cosas que en
retrospectiva parecían dementes, su lado oscuro había ganado una
victoria imposible que podría haber sido real y que podría haber sido
un puro capricho de un Director loco, su lado oscuro había protegido
a sus amigos. Él ya no podía lidiar más con ello. Necesitaba que
Fawkes cantara para él otra vez. Necesitaba usar el Giratiempo para
irse y tomarse una hora silenciosa para recuperarse pero eso ya no
era una opción y la pérdida era como un hoyo en su existencia pero
él no podía pensar en ello porque podría iniciar a reírse.

Veinte minutos. Todos los estudiantes que iban almorzar habían


llegado, casi ninguno se había ido.

El tintineo de una cuchara recorrió el Gran Comedor.

"Si pudiera tener su atención por favor," Dumbledore expresó. "Harry


Potter tiene algo que él quisiera compartir con todos nosotros."

Harry respiró profundamente y se levantó. Camino hacia la Mesa de


Profesores, con todos los ojos posados sobre él.

Harry se volteó y miró hacía las cuatro mesas.

Se estaba volviendo más y más difícil no sonreír, pero Harry


mantuvo su cara inexpresiva mientras habló su breve y memorizado
discurso.

"La verdad es sagrada," Harry clamó con voz apagada. "Una de mis
más atesoradas posesiones es un botón en el que se puede leer
'Habla la verdad, incluso si tu voz tiembla'. Esta, entonces, es la
verdad. Recuerden eso. No estoy diciendo esto porque me hayan
obligado a hacerlo, lo digo porque es la verdad. Lo que hice en la
clase del Profesor Snape fue tonto, estúpido, infantil, y una violación
inexcusable de las reglas de Hogwarts. Interrumpí el salón de clases
y privé a mis compañeros estudiantes de su irreemplazable tiempo
de aprendizaje. Todo porque fallé en controlar mi temperamento.
Tengo la esperanza de que ni uno de ustedes siga mi ejemplo. Yo
ciertamente intentaré no seguirlo de nuevo."

Muchos de los estudiantes observando a Harry tenían solemnes,


infelices miradas sobre sus rostros, como las que uno podría
esperar ver en una ceremonia marcando la derrota de un campeón
caído. En las partes más jóvenes la mesa de Gryffindor esas
miradas eran casi universales.

Hasta que Harry alzó su mano.

Él no la levantó alto. Eso podría haber parecido perentorio.


Evidentemente él no la levantó hacia Severus. Harry sólo alzó su
mano al nivel de su pecho, y suavemente chasqueó sus dedos, un
gesto que fue más visto que oido. Fue posible que la mayoría de la
Mesa de Profesores no lo viera para nada.

Este demostrativo gesto de rebeldía obtuvo repentinas sonrisa de


los estudiantes más jóvenes y los Gryffindors, y heladas miradas de
desprecio de parte de los de Slytherin, y ceños y expresiones
preocupadas de todos los demás.

Harry mantuvo su cara inexpresiva. "Gracias," él remató. "Eso es


todo."

"Gracias, Sr. Potter," dijo el Director. "Y ahora el Profesor Snape


tiene algo que compartir con todos nosotros también."

Apaciblemente Severus se puso de pie desde su lugar en la Mesa


de Profesores. "Se ha traído a mi atención," él deliberó, "que mis
propias acciones jugaron una parte en provocar la conocidamente
inexcusable ira del Sr. Potter, y en la discusión resultante me he
dado cuenta de que he olvidado qué tan fácilmente pueden ser
lastimados los sentimientos de los jóvenes e inmaduros -"

Hubo un sonido de muchas personas emitiendo sofocos ahogados


al mismo tiempo.

Severus continuó como si no hubiera escuchado. "El salón de


clases de Pociones es un lugar peligroso, y aún siento que la
disciplina estricta es necesaria, pero de ahora en adelante seré más
consciente de la… fragilidad emocional… de los estudiantes en
cuarto año y menores. Mi reducción de puntos de Ravenclaw aún
permanece, mas revocaré la detención del Sr. Potter. Gracias."
Hubo un solitario aplaudo desde la dirección de Gryffindor y más
rápido que el rayo la varita de Severus estaba en su mano y
"¡Quietus!" silenció al ofendedor.

"Aún demandaré disciplina y respeto en todas mis clases," Severus


siseó fríamente, "y cualquiera que tonteé conmigo lo lamentará."

Él se sentó.

"¡Gracias también!" el Director Dumbledore celebró alegremente.


"¡Prosigamos!"

Y Harry, aún sin expresión, comenzó a caminar de regreso hacia su


silla en Ravenclaw.

Hubo una explosión de conversaciones. Dos palabras eran


claramente identificables al principio. La primera fue un inicial "Qué -
" construyendo muchas frases diferentes tales como "Qué acaba de
pasar -" y "Qué demonios -" La segunda fue "¡Scourgify!" mientras
los estudiantes limpiaban la comida derramada y bebidas escupidas
sobre ellos mismos, el mantel, y los unos sobre los otros.

Algunos estudiantes estaban llorando abiertamente. Así lo hacia la


Profesora Sprout.

En la mesa de Gryffindor, donde un pastel esperaba con cincuenta y


una velas sin encender, Fred murmuró, "Creo que podríamos estar
fuera de nuestra liga aquí, George."

Y desde ese día en adelante, sin importar lo que Hermione intentará


contarle a cualquiera, sería una leyenda aceptada de Hogwarts que
Harry Potter podría hacer que cualquier cosa pasará al chasquear
sus dedos.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del traductor


(1) En caso de que no sepan que es un Cupcake, o que quieran que
les de hambre REFERENCIA EN RHAIDOT

(2) Bezoar REFERENCIA EN RHAIDOT

(3) "Silencio" en español en el original.

(4) En inglés Harry habla de una " newspaper campaign", lo que


indica que muy apropiadamente para el año (1991) una campaña
que recurrirá a los periódicos, pero "campaña periódico" no suena
muy bien para usarlo en la traducción.

(5) Lesa majestad, delito de orden público que atenta contra los
reyes o la cabeza del gobierno, llamese primer ministro o
presidente. REFERENCIA EN RHAIDOT

Estas dos semanas logré un buen ritmo de traducción, el mejor


hasta ahora. Cuando logró hacer dos páginas diarias, sin prisas ni
errores, todo brilla espléndidamente :D

El siguiente capítulo es muy especial. Fue el capítulo que me hizo


brincarme como veinte capítulos por pura y mórbida curiosidad,
¿qué excusa les puedo dar? ¡Quirrell es lo máximo! Nunca habría
pensado decir eso tras el primer libro de Harry Potter, lol.

Esta semana estuve escuchando el álbum Random Access


Memories de Daft Punk, muy bueno como música de fondo para
escribir. Y también para leer HPMOR, claro

Diseñé un botón de "Habla la verdad, incluso si tu voz tiembla"


porque se me hizo muy asombroso andar por ahí con uno de ellos,
así podríamos discernir a los racionales de los que no ;)

Hasta el próximo capítulo y que tengan muchos éxitos, sigan


aferrándose a sus sueños cada día un poco más :)

Próximo capitulo : 19 de Diciembre.

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.


ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o
diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
Gratificación postergada
Capítulo 19: Gratificación postergada (1)

¡Sangre para el dios de la sangre! ¡Cráneos para J. K. Rowling! (2)

Draco tenía una expresión severa sobre su rostro, y su túnica de


bordes verdes se veía mucho más formal, seria, y mejor arreglada
que las exactamente idénticas túnicas usadas por los dos chicos
detrás de él.

"Habla," pidió Draco.

"¡Sí! ¡Habla!"

"¡Escuchaste al jefe! ¡Habla!"

"Ustedes dos, por otro lado, cállense ."

La última sesión de clases del Viernes estaba a punto de iniciar, en


ese vasto auditorio donde las cuatro Casas aprendían Defensa, eh,
Batalla Mágica.

La última sesión de clases del Viernes.

Harry estaba esperando que esta clase no fuera estresante, y que el


brillante Profesor Quirrell se daría cuenta que quizá este no era el
mejor momento para singularizar a Harry por lo que fuera. Harry se
había recuperado un poco, pero…

… pero sólo en este caso, era probablemente lo mejor liberar un


poco de estrés primero.
Harry se recostó en su silla y le otorgó una mirada de gran
solemnidad a Draco y sus secuaces.

"¿Preguntas, cuál es nuestro objetivo?" Harry declamó. "Puedo


responder en una palabra. Esa palabra es victoria. Victoria a toda
costa - Victoria a pesar de todos los terrores - Victoria, sin importar
que tan largo y difícil pueda ser el camino, porque sin victoria no hay
-"

"Habla sobre Snape," Draco siseó. "¿Qué hiciste?"

Harry sacudió la falsa solemnidad y le dio a Draco una mirada más


seria.

"Lo viste," Harry explicó. "Todos lo vieron. Chasquee mis dedos."

"¡Harry! ¡No te burles de mí!"

Así que había sido promovido a Harry . Interesante. Y de hecho


Harry estaba bastante seguro de que se suponía que él tendría que
notarlo, y sentirse mal si no correspondía de algún modo…

Harry se toco sus orejas y le mandó un significante vistazo a los


secuaces.

"Ellos no hablaran," afirmó Draco.

"Draco," Harry replicó, "Voy a ser cien por ciento honesto aquí y te
diré que ayer no quede particularmente impresionado con la astucia
del Sr. Goyle."

Sr. Goyle se contrajo de dolor.

"Yo tampoco," aceptó Draco. "Le expliqué que terminé en deuda


contigo por eso." (El Sr. Goyle se retorció adolorido otra vez.) "Pero
hay una gran diferencia entre esa clase de error y ser indiscreto.
Eso realmente es algo para lo que ellos han sido entrenados para
entender desde la niñez."
"De acuerdo entonces," Harry admitió. Bajo su voz, aunque los
ruidos de fondo se habían mermado en la presencia de Draco.
"Deduje uno de los secretos de Severus e hice un poco de
chantaje."

La expresión de Draco se endureció. "Bueno, ahora cuéntame algo


que no le hayas dicho en estricta confidencia a los idiotas de
Gryffindor, queriendo eso decir que esa era la historia que tú
deseabas esparcir por toda la escuela."

Harry hizo una mueca involuntaria y supo que Draco lo había


atrapado.

"¿Qué ha revelado Severus?" Harry preguntó.

"Que él no se había dado cuenta de qué tan sensibles eran los


sentimientos de los niños jóvenes," Draco respondió. "¡Aún en
Slytherin! ¡Aún a mí !"

"¿Estás seguro," Harry maquinó, "que quieres saber algo que tu


Jefe de Casa preferiría que no sepas?"

"Sí," Draco contestó sin titubear.

Interesante . "Entonces sí vas a enviar a tus secuaces lejos de aquí


en primer lugar, porque no estoy seguro de que pueda creer todo lo
que tú crees sobre ellos."

Draco asintió. "Está bien."

El Sr. Crabbe y el Sr. Goyle se veían muy infelices. "Jefe -" alcanzó
a hablar el Sr. Crabbe.

"No le han dado ninguna razón al Sr. Potter para confiar en


ustedes," Draco regañó. "¡Váyanse!"

Ellos se fueron.
"En particular," Harry elaboró, bajando su voz incluso más, "No
estoy enteramente confiado de que ellos simplemente no reportaran
lo que yo diga a Lucius."

"¡Padre no haría eso!" Draco exclamó, viéndose genuina mente


espantado. "¡Ellos son míos !"

"Lo siento, Draco," Harry explicó. "Es que no me fio de creer todo lo
que tú crees sobre tu padre. Imagina que fuera tu secreto y que yo
te dijera que mi padre no haría eso."

Draco asintió lentamente. "Estás en lo correcto. Yo lo siento, Harry.


Estuvo mal de mi parte pedirte que lo hicieras."

¿Cómo me promovieron tanto? ¿No debería él estarme odiando?


Harry tenía la sensación de estar observando algo explotable… sólo
deseaba que su cerebro no estuviera tan exhausto. Ordinariamente
él habría amado arriesgarse con esta mano en algún complicado
complot.

"Como sea," Harry comentó. "Intercambiemos. Te daré un dato que


no sea de dominio público, y que no ira a parar al dominio público, y
en particular no ira a parar a manos de tu padre, y a cambio tu me
contaras lo que tú y Slytherin piensan sobre todo este asunto."

"¡Trato hecho!"

Ahora hacer esto tan vago como sea posible… algo que no hiciera
mucho daño incluso si todos lo sabían… "Lo que dije era verdad. Yo
sí descubrí uno de los secretos de Severus, e hice algo de chantaje.
Pero Severus no fue la única persona involucrada."

"¡Lo sabía!" Draco aclamó exultante.

A Harry se le hundió el estómago. Aparentemente había revelado


algo muy significante y él no conocía que era. Esto no era una
buena señal.
"Muy bien," Draco habló. Estaba sonriendo ampliamente. "La
reacción en Slytherin fue así. Primero, todos los idiotas decían,
'¡Odiamos a Harry Potter! ¡Vamos a golpearlo!'"

Harry se atragantó. "¿Qué está mal con el Sombrero


Seleccionador? Eso no es Slytherin, es Gryffindor -"

"No todos los niños son prodigios," Draco admitió, aunque estaba
sonriendo de un modo conspiratorio indecente, como si estuviera
sugiriendo que en privado estaba de acuerdo con la opinión de
Harry. "Y tomó como quince segundos para que alguien les
explicara por qué podría no ser un gran favor para Snape, así que
estás a salvo. De cualquier manera, tras eso hubo una segunda
segunda oleada de idiotas, aquellos que estaban diciendo, 'Parece
que Harry Potter sólo era otro buen-samaritano después de todo.'"

"¿Y entonces?" Harry preguntó, sonriendo aunque no tenía idea de


por qué eso era estúpido.

"Y luego las personas de verdad inteligentes empezaron a hablar.


Era obvio que habías encontrado una forma de poner mucha
presión sobre Snape. Y mientras podría ser más de una casa… el
siguiente pensamiento obvio es que tenía algo que ver con el
dominio desconocido que Snape tiene sobre Dumbledore. ¿Estoy en
lo cierto?"

"Sin comentarios," Harry contestó. Al menos su cerebro estaba


procesando esta parte correctamente. La Casa de Slytherin se
había preguntando por qué Severus no había sido despedido. Y
habían llegado a la conclusión de que Severus estaba chantajeando
a Dumbledore. ¿Podría esa ser la verdad…? Pero Dumbledore no
había actuado como si se tratara de eso…

Draco siguió hablando. "Y lo siguiente que las personas inteligentes


señalaron fue que si pudieras poner suficiente presión en Snape
como para que dejara en paz a la mitad de Hogwarts, eso
significaba que probablemente tenías suficiente poder como para
deshacerte de él por completo, si lo hubieras querido. Lo que le
hiciste fue una humillación, igual a como él intentó humillarte - pero
nos dejaste a nuestro Jefe de Casa."

Harry hizo que su sonrisa creciera.

"Y luego las personas realmente inteligentes," Draco continuó, su


rostro serio, "se apartaron y tuvieron una pequeña discusión por su
cuenta, y alguien apuntó que sería una cosa muy estúpida dejar a
un enemigo moviéndose tan cerca. Si pudieras romper su dominio
sobre Dumbledore, la cosa obvia para hacer era simplemente
hacerlo. Dumbledore botaría a Snape de Hogwarts y quizá incluso lo
hubiera asesinado, él hubiera estado muy agradecido contigo, y tú
no te tendrías que haberte preocupado por Snape entrando
furtivamente en tu dormitorio en la noche con interesantes
pociones."

La cara de Harry era neutral. Él no había pensado en ello y real,


realmente tendría que haberlo hecho. "¿Y de esto has concluido…?"

"¡El dominio de Snape era uno de los secretos de Dumbledore y tú


obtuviste este secreto ! " Draco se veía exultante. "No puede ser lo
suficientemente poderoso como para destruir a Dumbledore
enteramente, o Snape ya lo habría usado. Snape se rehúsa a usar
su dominio para cualquier cosa excepto permanecer como rey de la
Casa de Slytherin en Hogwarts, y él no siempre consigue lo que
quiere a pesar de tenerlo, por lo que debe tener sus limites. ¡Pero
tiene que ser realmente bueno! ¡Padre ha estado intentando que
Snape se lo cuente por años ! "

"Y," Harry supuso, "ahora Lucius cree que tal vez yo puedo
decírselo. Ya recibiste un búho -"

"Lo recibiré esta noche," Draco interrumpió, y se rió. "Escribirá," su


voz tomó una diferente, más formal cadencia, "Mi amado hijo: Ya te
he hablado del importante potencial de Harry Potter. Como ya te has
dado cuenta, su importancia se ha vuelto más grande y más
urgente. Si ves cualquier posible camino de amistad o de presión
con él, debes recorrerlo, y todos los recursos de Malfoy están a tu
disposición si son necesarios."

Cielos. "Bueno," Harry soslayó, "sin comentarios sobre si sí o no tu


complicada edificación de teoría es verdadera, solamente déjame
decirte que nosotros aún no somos tan buenos amigos."

"Lo sé," Draco aceptó. Entonces su rostro se puso muy serio, y bajo
su voz a pesar de estar dentro de su barrera. "Harry, ¿se te ha
ocurrido que si conoces algo que Dumbledore no quiere que sepas,
Dumbledore podría simplemente haberte matado? Y habría
convertido a El-Niño-Que-Vivió en un valioso mártir en lugar de un
potencial competente líder, también."

"Sin comentario," Harry repitió de nuevo. No había pensado en esa


última parte, tampoco. No parecía ser el estilo de Dumbledore…
pero…

"Harry," Draco arguyó, "obviamente tienes un increíble talento, ¡pero


careces de entrenamiento y sin mentores haces estúpidas cosas
algunas veces y realmente necesitas un consejero que sepa cómo
hacer esto o vas a salir lastimado!" El rostro de Draco era fiero.

"Ah," Harry pensó en voz alta. "¿Un consejero como Lucius?"

"¡Como yo !" celebró Draco. "Te prometo guardar tus secretos de


Padre, de todos, ¡y te ayudaré a descubrir lo que sea que quieras
hacer!"

Guau.

Harry vio que zombi-Quirrell estaba tambaleándose a través de la


puerta.

"La clase está a punto de iniciar," anunció Harry. "Pensaré lo que me


acabas de decir, hay muchas ocasiones en las que sí desearía
haber tenido todo tu entrenamiento, es sólo que no sé cómo puedo
confiar en ti tan prontamente -"
"No deberías," Draco agregó, "es demasiado pronto. ¿Ves? Te daré
buenos consejos incluso si me perjudica. Pero quizá sí tendríamos
que apresurarnos y volvernos amigos cercanos."

"Estoy abierto a eso," admitió Harry, quien ya estaba intentando


descubrir cómo aprovecharlo.

"Otro pequeño consejo," Draco adoctrinó apresuradamente mientras


Quirrell avanzaba con los hombros caídos hacia su escritorio, "ahora
mismo todos en Slytherin se están haciendo preguntas sobre ti, por
lo que si nos estás cortejando, que es lo que yo creo que estás
haciendo, deberías hacer algo que envíe señales de amistad hacia
Slytherin. Pronto, como hoy o mañana."

"¿Dejar que Severus siga otorgando puntos de Casa extra para


Slytherin no fue suficiente?" No había ninguna razón para que Harry
no pudiera tomar crédito por eso.

Los ojos de Draco vacilaron al caer en cuenta, luego él dijo


rápidamente, "No es lo mismo, confía en mi, tiene que ser algo
obvio. Empuja a tu rival sangre sucia Granger contra una pared o
algo así, todos en Slytherin sabrán lo que quiere decir -"

"¡Así no es como funcionan las cosas en Ravenclaw, Draco! Si


tienes que empujar a alguien contra una pared quiere decir que tu
cerebro es demasiado débil para derrotarlos del modo correcto y
todos en Ravenclaw saben que -"

La pantalla sobre el escritorio de Harry parpadeó al encenderse,


provocando un repentino diluvio de nostalgia por la televisión y las
computadoras.

"Ahem," carraspeó la voz del Profesor Quirrell, pareciendo hablar


personalmente a Harry desde la pantalla. "Por favor tomen sus
asientos."


Y todos los niños se sentaron y contemplaron las pantallas
repetidoras sobre sus escritorios, o bajaron la vista directamente a la
gran plataforma de mármol blanco donde el Profesor Quirrell se
levantó, apoyándose sobre su escritorio encima de la pequeña
tarima de un mármol más oscuro.

"Hoy," habló el Profesor Quirrell, "había planeado enseñarles su


primer hechizo defensivo, un pequeño escudo que fue el ancestro
del actual Protego . Pero tras considerarlo un poco he cambiado el
plan para la lección de hoy bajo la luz de eventos recientes."

La mirada del Profesor Quirrell recorrió las filas de sillas. Harry se


contrajo adolorido desde donde estaba sentado, en la fila de atrás.
Tenía el presentimiento de que él sabía quién iba a ser citado a
continuación.

"Draco, de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy," llamó el


Profesor Quirrell.

Uf.

"¿Sí, Profesor?" indagó Draco. Su voz estaba amplificada, parecía


provenir de la pantalla sobre el escritorio de Harry, la cual mostraba
la cara de Draco mientras hablaba. Luego la pantalla regresó hacia
el Profesor Quirrell, quién cuestionó:

"¿Es tu ambición convertirte en el próximo Señor Oscuro?"

"Esa es una extraña pregunta, Profesor," reparó Draco. "O sea,


¿quién sería lo suficientemente tonto como para admitirlo?"

Unos cuantos estudiantes se rieron, pero no muchos.

"En efecto," concordó el Profesor Quirrell. "Así que mientras no hay


punto en preguntárselo a ninguno de ustedes, no me sorprendería
en lo más mínimo si hubiera un estudiante o dos en mis clases que
cultivaran ambiciones se ser el siguiente Señor Oscuro. Después de
todo, yo quería ser el siguiente Señor Oscuro cuando yo era un
joven Slytherin."

Esta vez la risa fue mucho más generalizada.

"Bueno, es la Casa de los ambiciosos, al fin y al cabo," el Profesor


Quirrell concluyó, sonriendo. "No me di cuenta hasta más adelante
que de verdad disfrutaba Batalla Mágica, y que mi real ambición era
convertirme en un gran mago luchador y algún día enseñar en
Hogwarts. En cualquier caso, cuando tenía trece años, leí a través
de las secciones históricas de la librería de Hogwarts, escudriñando
las vidas y destinos de Señores Oscuros pasados, e hice una lista
de todos los errores que yo no cometería cuando yo fuera un Señor
Oscuro -"

Harry soltó una risotada antes de poder controlarse.

"Sí, Sr. Potter, muy divertido. Por lo que, Sr. Potter, ¿puede imaginar
cuál fue el primer punto en esa lista?"

Grandioso . "Um… ¿nunca usar un modo complicado de lidiar con


un enemigo cuando sólo puedes hacerles Abracadabra?"

"El término, Sr. Potter, es Avada Kedavra," La voz del Profesor


Quirrell sonó un poco más aguda por alguna razón, "y no, eso no
estaba en la lista que hice a los trece. ¿Le importaría adivinar de
nuevo?"

"Ah… ¿nunca presumirle a nadie tu malvado plan maestro?"

El Profesor Quirrell se rió. "Ah, ese era mi número dos. Vaya, Sr.
Potter, ¿hemos estado leyendo los mismos libros?"

Hubo más risas, con un trasfondo de nerviosismo. Harry apretó su


mandíbula con fuerza y no pronunció palabra. Una negación no
lograría nada.
"Pero no. El primer punto era, 'Yo no iré por ahí provocando fuertes,
viciosos enemigos.' La historia del mundo sería muy diferente si
Mornelithe Falconsbane o Hitler hubieran comprendido ese punto
elemental. Ahora si, Sr. Potter - sólo si por casualidad usted alberga
alguna ambición similar a la que yo tuve cuando era un joven
Slytherin - de todos modos, espero que no sea su ambición
convertirse en un estúpido Señor Oscuro."

"Profesor Quirrell," Harry afirmó, apretando sus dientes, "soy un


Ravenclaw y no es mi ambición ser estúpido, punto final. Sé que lo
que hice fue tonto. ¡Pero no fue Oscuro ! ¡Yo no fui quién arrojó el
primer puño en esa pelea!"

"Usted, Sr. Potter, es un idiota. Pero así lo era yo a su edad.


Además anticipé su respuesta y alteré el plan para la lección de hoy
de acuerdo a ello. Sr. Gregory Goyle, ¿tendría la amabilidad de salir
adelante, por favor?"

Hubo una sorprendida pausa en el salón de clases. Harry no había


estado esperando eso.

Tampoco, a juzgar por lo que se veía, lo había hecho el Sr. Goyle,


quien parecía bastante incierto y preocupado cuando abordó la
plataforma de mármol y se aproximó a la tarima.

El Profesor Quirrell se enderezó y no siguió apoyándose en el


escritorio. Se veía súbitamente fuerte, y sus manos formaron puños
y se acomodó en lo que claramente una pose de artes marciales.

Los ojos de Harry se abrieron de par en par ante esa visión, y se dio
cuenta por qué el Sr. Goyle había sido convocado.

"La mayoría de magos," explicó el Profesor Quirrell, "no se molestan


mucho con lo que un Muggle denominaría artes marciales. ¿No es
una varita más fuerte que un puño? Esta actitud es estúpida. Las
varitas son sostenidas en puños. Si quieres ser un gran mago
luchador debes aprender artes marciales a un nivel que
impresionaría a un Muggle. Ahora demostraré una cierta técnica de
vital importancia, la cual aprendí en un dojo, una escuela Muggle de
artes marciales, de la cual hablaré más dentro de poco. Por
ahora…" El Profesor Quirrell adelantó varios pasos, aún en posición,
avanzando en donde estaba parado el Sr. Goyle. "Sr. Goyle, le
pediré que me ataqué."

"Profesor Quirrell," titubeo el Sr. Goyle, su voz ahora amplificada al


igual que la del profesor, "puedo preguntarle que nivel -"

"Sexto dan . Usted no será lastimado ni tampoco yo. Y si ve una


oportunidad, por favor tómela." (3)

El Sr. Goyle asintió, viéndose mucho más aliviado.

"Noten," señaló el Profesor Quirrell, "que el Sr. Goyle estaba


temeroso de atacar a alguien que no supiera artes marciales en un
nivel aceptable, por temor de que yo, o él, resultara lastimado. La
actitud del Sr. Goyle es exactamente correcta y se ha ganado tres
puntos Quirrell por ello. Ahora, ¡a luchar!"

El joven chico avanzó como una saeta, puños volando, y el Profesor


bloqueó cada golpe, retrocediendo bailando, Quirrell pateó y Goyle
bloqueó y giró e intentó hacer tropezar a Quirrell con una pierna
barredor y Quirrell saltó por encima y estaba pasando todo muy
rápido para que Harry le diera sentido a lo que estaba pasando y
entonces Goyle estaba sobre su espalda empujando con sus
piernas y Quirrell estaba volando a través del aire y luego golpeó el
suelo con el hombro y giró.

"¡Alto!" gritó el Profesor Quirrell desde el suelo, sonando un poco


asustado. "¡Tu ganas!"

El Sr. Goyle se levantó tan bruscamente que se tambaleó, casi


tropezando y cayendo por el impulso abortado de su carga
apresurada hacia el Profesor Quirrell. Su rostro mostraba una
enorme sorpresa.
El Profesor Quirrell arqueó su espalda y brincó a sus pies usando un
peculiar movimiento para levantarse que no hacía uso de sus
manos.

Hubo silencio en el salón de clases, un silencio nacido de una total


confusión.

"Sr. Goyle," cuestionó el Profesor Quirrell, "¿qué técnica de vital


importancia he demostrado?"

"Como caer correctamente cuando alguien te arroja," respondió el


Sr. Goyle. "Es una de las primeras lecciones que aprendes -"

"Eso también," intervino el Profesor Quirrell.

Hubo una pausa.

"La técnica de vital importancia que he demostrado," elaboró el


Profesor Quirrell, "fue como perder. Puede irse, Sr. Goyle, gracias."

El Sr. Goyle bajó de la plataforma, se veía aturdido. Harry se sentía


igual.

El Profesor Quirrell regresó a su escritorio y volvió a apoyarse sobre


este. "A veces olvidamos las cosas más básicas, ya que ha pasado
mucho tiempo desde que lo aprendimos. Me di cuenta que había
hecho lo mismo con mi propio plan de clases. No le enseñas a los
estudiantes a lanzar hasta que no les hayas enseñado como caer. Y
no debo enseñarles a pelear si no comprenden como perder."

El rostro del Profesor Quirrell se endureció, y Harry creyó ver un


indicio de dolor, un toque de arrepentimiento, en aquellos ojos.
"Aprendí cómo perder en un dojo en Asia, en donde, como cualquier
Muggle sabe, es donde viven todos los buenos artistas marciales.
Este dojo enseñaba un estilo el cual tenía una reputación entre
magos luchadores de que se adaptaba bien al duelo mágico. El
Maestro de ese dojo - un hombre anciano para estándares Muggle -
era el más grande profesor vivo. Él no tenía idea de que la magia
existía, por supuesto. Me presenté para estudiar allí, y fui uno de los
pocos estudiantes aceptados ese año, de entre muchos
contendientes. Pudo haber un poco de influencia especial
involucrada."

Hubo algunas risas en el salón de clases. Harry no las compartió.


Eso no había sido correcto.

"En cualquier caso. Durante una de mis primeras lecciones, tras


haber sido vencido de una forma particularmente humillante, perdí el
control y ataqué a mi compañero de entrenamiento -"

Uy .

"- afortunadamente con mis puños, en vez de mi magia. El Maestro,


inesperadamente, no me expulsó de inmediato. Pero me dijo que
había una debilidad en mi temperamento. Me la explicó, y yo supe
que él estaba en lo correcto. Y luego anunció que yo aprendería
cómo perder."

La cara del Profesor Quirrell no tenía expresión.

"Bajo sus estrictas ordenes, todos los estudiantes del dojo se


alinearon. Uno por uno, se aproximaron a mí. Yo no debía
defenderme. Yo sólo tenía que suplicar misericordia. Uno por uno,
ellos me abofetearon, o me golpearon, y me empujaron al suelo.
Algunos de ellos me escupieron. Me llamaron cosas horribles en su
lenguaje. Y a cada uno, yo tenía que responder, ¡Yo perdí!' y cosas
similares, tales como '¡Te pido que te detengas!' y '¡Admito que eres
mejor que yo!'"

Harry estaba intentando imaginarse esto y simplemente fallaba en


hacerlo. No era posible que algo así le pasara al digno Profesor
Quirrell.

"Incluso entonces yo era un prodigio en Batalla Mágica. Solamente


con magia sin varita pude haberlos matado a todos en ese dojo. No
lo hice. Aprendí a perder. Hoy en día recuerdo esas como unas de
las horas menos placenteras de mi vida. Y cuando deje ese dojo
ocho meses después - lo cual no era ni de cerca tiempo suficiente,
pero era todo lo que me podía permitir gastar - el Maestro me dijo
que tenía la esperanza de que yo hubiera comprendido por qué
había sido necesario. Y le aseguré que había sido una de las
lecciones más valiosas que había llegado a aprender. Lo que fue, y
aún es, verdad."

El rostro del Profesor Quirrell se agrió. "Se estarán preguntando


dónde está este maravilloso dojo, y si pueden estudiar allí. No
pueden. Porque no mucho después, otro aspirante a estudiante
llegó a ese lugar oculto, a esa remota montaña. El-Que-No-Debe-
Ser-Nombrado."

Se oyó el ruido de muchas respiraciones exhaladas en forma


simultánea. Harry se sintió enfermo del estómago. Él sabía lo que
venía.

"El Señor Oscuro llegó a la escuela abiertamente, sin disfraz, ojos


rojos brillantes y todos. Los estudiantes intentaron prohibirle el paso
y el simplemente se Apareció a través de ellos. Hubo terror allí, pero
disciplina, y el Maestro salió. Y el Señor Oscuro demandó - no pidió,
sino que demandó - ser enseñado."

El rostro del Profesor Quirrell era como de granito. "Quizá el Maestro


había leído demasiados libros contando la mentira de que un
verdadero artista marcial podía derrotar aun a los demonios. Por la
razón que fuera, el Maestro se rehusó. El Señor Oscuro preguntó
por qué no podía convertirse en estudiante. El Maestro le contestó
que no tenía paciencia, y ahí fue cuando el Señor Oscuro le arrancó
la lengua."

Hubo un jadeo colectivo.

"Pueden adivinar que pasó a continuación. Los estudiantes


intentaron lanzarse sobre el Señor Oscuro y fueron derribados,
paralizados donde estaban. Y luego…"
La voz del Profesor Quirrell falleció por un momento, luego se
reanudó.

"Hay una Maldición Imperdonable, la Maldición Cruciatus, que causa


un dolor insoportable. Si el Cruciatus es extendido más allá de unos
cuantos minutos produce demencia permanente. Uno por uno, el
Señor Oscuro usó el Cruciatus en los estudiantes del Maestro hasta
llevarlos a la locura, y luego los remató con una Maldición Asesina,
mientras el Maestro fue forzado a mirar. Cuando todos sus
estudiantes murieron así, el Maestro fue el siguiente. Aprendí esto
del único estudiante sobreviviente, a quien el Señor Oscuro había
dejado con vida para que contara el relato, y quien había sido un
amigo mío…"

El Profesor Quirrell se giró, y cuando volvió a verlos de frente un


momento después, una vez más parecía calmado y compuesto.

"Los Magos Oscuros no pueden controlar sus temperamentos,"


afirmó el Profesor Quirrell calmadamente. "Es casi una debilidad
universal de la especie, y cualquiera que hace de luchar contra ellos
un habito pronto aprende a confiar en ello. Comprendan que el
Señor Oscuro no ganó ese día. Su meta era aprender artes
marciales, y se fue sin una sola lección. El Señor Oscuro fue tonto al
desear que esta historia fuera repetida. No mostraba su fuerza, sino
una vulnerabilidad explotable."

La penetrante mirada del Profesor Quirrell se enfocó en un solo niño


del salón de clases.

"Harry Potter," el Profesor Quirrell llamó.

"Sí," Harry habló, su voz ronca.

"¿Qué precisamente hizo usted mal el día de hoy, Sr. Potter?"

Harry se sintió como si fuera a vomitar. "Perdí mi temperamento."


"Eso no es preciso," corrigió el Profesor Quirrell. "Lo describiré más
exactamente. Hay muchos animales que tienen lo que es llamado
concursos de dominio. Se chocan los unos con los otros con sus
cuernos - intentando derribarse el uno al otro, no desangrarse el uno
al otro. Luchan con sus zarpas - con las garras enfundadas. ¿Pero
por qué con sus garras enfundadas? ¿De seguro, si usaran sus
garras, tendrían una mejor oportunidad de ganar? Pero entonces su
enemigo podría desenfundar sus garras también, y en lugar de
resolver el concurso de dominio con un ganador y un perdedor,
ambos podrían terminar severamente heridos."

Los ojos del Profesor Quirrell parecían ir directamente a Harry desde


la pantalla repetidora. "Lo que usted demostró hoy, Sr. Potter, es que
- a diferencia de aquellos animales que mantienen sus garras
enfundadas y aceptan los resultados - usted no sabe cómo perder
un concurso de dominio. Cuando un profesor de Hogwarts lo retó,
usted no retrocedió. Cuando pareció que usted iba a perder, usted
desenvainó sus garras, desatento del peligro. Lo intensificó, y luego
lo intensificó otra vez . Inició como una bofetada hacia usted de
parte del Profesor Snape, quien era obviamente dominante sobre
usted. En lugar de perder, usted contraatacó con otra bofetada y
perdió diez puntos de Ravenclaw. Pronto usted estaba hablando de
abandonar Hogwarts. El hecho de que usted lo intensificara aún
más allá hacia alguna dirección desconocida, y que de algún modo
venciera al final, no cambia el hecho de que usted es un idiota."

"Entiendo," Harry aceptó. Su garganta estaba seca. Eso había sido


preciso. Tan preciso que era aterrador . Ahora que el Profesor
Quirrell lo había declarado, Harry pudo ver en retrospectiva que era
una descripción exactamente acertada de lo que había pasado.
Cuando alguien hacia un modelo tuyo así de bueno, tenías que
cuestionarte si estaba en lo correcto sobre otras cosas también,
como tu intención de matar.

"La próxima vez, Sr. Potter, que usted elija intensificar un concurso
en vez de perder, podría perder todas las apuestas que depositó
sobre la mesa. No puedo adivinar cuales fueron en este día. Puedo
suponer que fueron muy altas, demasiado altas para la perdida de
diez puntos de Casa."

Como el destino de toda la Bretaña Mágica. Eso era lo que él había


hecho.

'Usted protestará que estaba intentando ayudar a toda Hogwarts,


una meta mucho más importante digna de grandes riesgos. Eso es
una mentira . Si usted hubiera sido -"

"Si yo hubiera recibido la bofetada, esperado, y elegido el mejor


momento posible para hacer mi movimiento," Harry clamó, su voz
ronca. "Pero eso habría significado perder . Dejarlo ser dominante
sobre mí. Fue lo que el Señor Oscuro no pudo hacer con el Maestro
del cual él quería aprender."

El Profesor Quirrell asintió. "Veo que ha entendido perfectamente. Y


por eso, Sr. Potter, el día de hoy usted va aprender cómo perder."

"Yo -"

"No escucharé ninguna objeción, Sr. Potter. Es evidente a la vez que


necesita esto y que es lo suficientemente fuerte como para resistirlo.
Le aseguro que su experiencia no será tan cruel como por la que yo
pasé, aunque usted podría recordarlo como los peores quince
minutos de su joven vida."

Harry tragó saliva. "Profesor Quirrell," dijo con una voz diminuta,
"¿podemos hacer esto en otra ocasión?"

"No," el Profesor Quirrell advirtió fácilmente. "Usted lleva cinco días


de su educación en Hogwarts y ya ha pasado todo esto. Hoy en
Viernes. Nuestra próxima clase de defensa es el Miércoles. Sábado,
Domingo, Lunes, Martes, Miércoles… No, nosotros no tenemos
tiempo para esperar."

Algunos cuantos se rieron de esto, pero muy pocos.


"Por favor considérelo una orden de su profesor, Sr. Potter. Lo que
me gustaría decir es que de otro modo no te enseñaré ningún
hechizo ofensivo, porque entonces escucharé que ha lastimado
severamente o inclusive asesinado a alguien. Infortunadamente se
me ha dicho que sus dedos ya son armas poderosas. No los
chasquee en ningún momento de esta lección."

Más risas diseminadas, sonando harto nerviosas.

Harry sintió que podría llorar. "Profesor Quirrell, si hace algo similar
a lo que estaba hablando, me va a hacer enojar, y realmente
preferiría no enojarme otra vez hoy -"

"El punto no es evitar enfadarse," el Profesor Quirrell sentenció, su


cara se veía grave. "La Ira es natural. Usted necesita aprender a
perder aún cuando este enojado. O al menos a pretender perder
para que pueda planear su venganza. Como yo hice con el Sr.
Goyle hoy, a menos por supuesto que alguno de ustedes piense que
él es de verdad mejor -"

"¡No lo soy!" gritó el Sr. Goyle desde su escritorio, oyéndose un


poquito frenético. "¡Sé que usted no perdió realmente! ¡Por favor no
planeé ninguna venganza!"

Harry sintió que le dolía la barriga. El Profesor Quirrell no conocía su


misterioso lado oscuro. "Profesor, en serio necesitamos hablar sobre
esto después de clase -"

"Lo haremos," el Profesor Quirrell interrumpió en tono de promesa.


"Tras aprender a cómo perder." Su rostro no era de broma. "Está de
más decir que excluiré cualquier cosa que lo pueda lastimar o
causarle significante dolor. El dolor provendrá de la dificultad de
perder, en vez de contraatacar e intensificar la batalla hasta ganar."

La respiración de Harry era entrecortada, jadeante por el pánico.


Estaba más aterrado que lo que había estado tras abandonar el
salón de clases de Pociones. "Profesor Quirrell," se las arregló para
expresar, "No quiero que lo despidan por esto -"
"No lo seré," el Profesor Quirrell concluyó, "si usted les cuenta
después que fue necesario. Y esto es lo que confío usted hará." Por
un momento la voz del Profesor Quirrell se volvió muy seca.
"Créame, ellos han tolerado cosas peores en sus pasillos. Este caso
será excepcional únicamente en que ocurre dentro de un salón de
clases."

"Profesor Quirrell," Harry susurró, pero pensó que su voz aún era
repetida en todos lados, "¿usted en verdad cree que si yo no hago
esto, podría herir a alguien?"

"Sí," el Profesor Quirrell contesto sin aspavientos.

"Entonces," Harry sintió nauseas, "Lo haré."

El Profesor Quirrell se giró para encarar a los Slytherins. "Así que…


con toda la aprobación de su profesor, y en tal forma que Snape no
puede ser culpado por sus acciones… ¿alguno de ustedes desea
mostrar su dominio sobre El-Niño-Que-Vivió? ¿Empujarlo por ahí,
tumbarlo al suelo, escucharlo suplicar por misericordia?"

Cinco manos se alzaron.

"Aquellos con las manos levantadas, ustedes son unos absolutos


idiotas. ¿Qué parte de pretender perder no comprendieron? Si Harry
Potter se convierte en el próximo Señor Oscuro él los cazará y
asesinará en cuanto se gradúe."

Las cinco manos descendieron abruptamente de vuelta a sus


escritorios.

"No lo haré," Harry negó, su voz saliendo desfallecida. "Juró que


nunca tomaré venganza sobre aquellos que me ayuden a aprender
a perder. ¿Profesor Quirrell… podría por favor… dejar de hacer
eso?"

El Profesor Quirrell suspiró. " Yo lolamento, Sr. Potter. Me doy


cuenta que usted debe encontrar esto igualmente molesto sea su
intención o no convertirse en un Señor Oscuro. Pero estos niños
también tienen una importante lección de vida que aprender. ¿Sería
aceptable si lo recompensara con un punto Quirrell como disculpa?"

"Que sean dos," Harry propuso.

Hubo una corriente de risas sorprendidas, apaciguando algo de la


tensión.

"Hecho," aceptó el Profesor Quirrell.

"Y después de que me gradúe voy a cazarlos y hacerles cosquillas


."

Hubo más risas, sin embargo el Profesor Quirrell no sonrió.

Harry se sintió como si estuviera luchando cuerpo a cuerpo con una


anaconda, intentando forzar la conversación hacía el camino
estrecho que haría que las personas se dieran cuenta que él no era
un Señor Oscuro después de todo… ¿ por qué el Profesor Quirrell
sospechaba tanto de él?

"Profesor," declaró la voz sin amplificar de Draco. "Tampoco es mi


propia ambición convertirme en un estúpido Señor Oscuro."

Hubo un chocante silencio en el salón de clases.

¡No tienes que hacer esto! Harry casi espetó en voz alta, pero se
restringió a tiempo; Draco podría no desear que se supiera que él lo
estaba haciendo por su amistad con Harry… o por el deseo de
mostrarse amistoso…

Llamar eso un deseo de mostrarse amistoso hizo que Harry se


sintiera pequeña, y malvado. Si Draco había tenido la intención de
impresionarlo, estaba funcionando perfectamente.

El Profesor Quirrell se dirigió a Draco gravemente. "¿A usted le


preocupa que no pueda pretender perder, Sr. Malfoy? ¿Qué esta
falencia que describe al Sr. Potter también lo describa a usted?
Seguramente su padre le ha enseñado mejor que eso."

"Cuando se trata de hablar, quizá," replicó Draco, ahora en la


pantalla repetidora. "No cuando se trata de ser empujado y tumbado
al suelo. Quiero ser completamente fuerte como usted, Profesor
Quirrell."

Las cejas del Profesor Quirrell se levantaron y se quedaron así. "Me


temo, Sr. Malfoy," él clamó tras un rato, "que los acuerdos que hice
con el Sr. Potter, involucrando algunos Slytherins mayores a quienes
se les dirá después lo estúpidos que fueron, no se aplicaran a usted.
Pero es mi opinión profesional que usted ya es muy fuerte. De llegar
a escuchar que usted ha fallado, como el Sr. Potter falló el día de
hoy, haré los arreglos apropiados y le pediré disculpas a usted y a
quien sea que haya lastimado. No creo que esto será necesario, sin
embargo."

"Lo entiendo, profesor," dijo Draco.

El Profesor Quirrell observó a toda la clase. "¿Alguien más desea


volverse fuerte?"

Algunos estudiantes vieron alrededor suyo nerviosamente. Algunos,


Harry pensó desde la fila de atrás, parecieron que fueran a abrir sus
bocas pero nada salió de ellas. Al final, nadie habló.

"Draco Malfoy será uno de los generales de las armadas de primer


año," anunció el Profesor Quirrell, "de dignarse él a ocuparse en esa
actividad extracurricular. Y ahora, Sr. Potter, por favor acérquese."

Sí, el Profesor Quirrell lo había dicho, debía ser en frente de todos,


en frente de tus amigos, porque ahí fue donde Snape te confrontó y
ahí es donde debes aprender a perder.
Así que los de primer año miraron. En silencio mágicamente
forzado, y con la petición tanto de Harry como del profesor de no
intervenir. Hermione veía hacia otro lado, pero ella no había
formulado palabra alguna o dado alguna clase de mirada
significante, tal vez porque ella también había estado en Pociones.

Harry se paró en una lona azul, como la que podría ser encontrada
en un dojo Muggle, la cual el Profesor Quirrell había puesto sobre el
piso par cuando Harry fuera derribado.

Harry estaba aterrado de lo que podría hacer. Si el Profesor Quirrell


estaba en lo correcto sobre su intención de matar…

La varita de Harry yacía sobre el escritorio del Profesor Quirrell, no


porque Harry conociera algún hechizo con el cual pudiera
defenderse, sino porque de otro modo (Harry dedujo) podría haber
intentado sacarle un ojo a alguien. Su monedero yacía allí,
conteniendo su protegido pero aún potencialmente frágil Giratiempo.

Harry le había suplicado al Profesor Quirrell Transformarle unos


guantes de boxeo y trabarlos en sus manos. El Profesor Quirrell le
había otorgado una mirad de silenciosa comprensión, y se había
rehusado.

No atacaré sus ojos, no atacaré sus ojos, no atacaré sus ojos, sería
el fin de mi vida en Hogwarts, sería arrestado, Harry se recitaba a si
mismo, intentando taladrar el pensamiento en su cerebro, con la
esperanza de que se quedara allí si su intención de matar surgía.

El Profesor Quirrell regresó, escoltando a trece estudiantes más


grandes de Slytherins de diferentes años. Harry reconoció a uno de
ellos como el que había golpeado con un pastel. Otros dos de esa
confrontación también estaban presentes. El que había dicho que se
detuvieran, que realmente no tendrían que hacer esto, no estaba
presente.

"Repito," aleccionó el Profesor Quirrell, oyéndose muy severo,


"Potter no debe ser herido seriamente. Cualquiera y todos los
accidentes serán tratados como deliberados. ¿Lo han
comprendido?"

Los Slytherins mayores asintieron, sonriendo.

"Entonces por favor siéntanse libres de darle unos buenos ganchos


a El-Niño-Que-Vivió," el Profesor Quirrell comentó, con una torcida
sonrisa que únicamente los de primer año entendieron.

Por alguna clase de consenso mutuo, el pastel-atacado estaba al


frente del grupo.

"Potter," presentó el Profesor Quirrell, "conozca al Sr. Peregrine


Derrick. Él es mejor que usted y está a punto de demostrarle eso."

Derrick avanzó hacia adelante y el cerebro de Harry gritó


discordante, él no debía escapar, él no debía contraatacar -

Derrick se detuvo a un brazo de distancia de Harry.

Harry aún no estaba enojado, sólo asustado. Y eso quería decir que
tenía ante él a un adolescente que era medio metro exacto más alto
que él, con músculos claramente definidos, vello facial, y una mueca
terrible de anticipación.

"Pídele que no te lastime," el Profesor Quirrell sugirió. "A le mejor si


ve que eres lo suficientemente patético, decidirá que eres aburrido,
y se ira."

Los Slytherins más grandes que estaban viendo se rieron.

"Por favor," Harry imploró, su voz desfalleciendo, "no, me,


lastimes…"

"Eso no sonó muy sincero," opinó el Profesor Quirrell.

La sonrisa de Derrick se anchó. El torpe imbécil se estaba


mostrando muy superior y…
… la temperatura de la sangre Harry estaba descendiendo…

"Por favor no me lastimes," Harry probó de nuevo.

El Profesor Quirrell sacudió su cabeza. "¿Como en el nombre de


Merlín te las arreglaste para hacer que eso se oyera como un
insulto, Potter? Únicamente hay una respuesta posible que puede
esperar del Sr. Derrick."

Derrick se lanzó deliberadamente, y le dio un empellón a Harry.

Harry trastabilló unos cuantos pies y, antes de que pudiera


detenerse, se enderezó fríamente.

"Incorrecto," señaló el Profesor Quirrell, "incorrecto, incorrecto,


incorrecto."

"Tú me agrediste, Potter," Derrick amenazó. "Discúlpate."

"¡Lo siento!"

"No te escucho muy arrepentido," dijo Derrick.

Los ojos de Harry se abrieron de par en par por la indignación, sí


había logrado producir un tono de sumisión -

Derrick lo empujó, con fuerza, y Harry cayó a la lona sobre sus


manos y rodillas.

La tela azul tambaleaba en la visión de Harry, no muy lejos.

Estaba comenzando a dudar los verdaderos motivos del Profesor


Quirrell en enseñar esta tan proclamada lección .

Un pie se deposito sobre las posaderas de Harry y un momento


después Harry fue tumbado hacia fuertemente hacia un lado,
enviándolo desmadejado sobre su espalda.

Derrick se rió. "Esto es divertido," celebró.


Todo lo que tenía que hacer era decir que había terminado. Y
reportar todo el asunto a la oficina del Director. Eso sería el fin de
este Profesor de Defensa y su funesta estadía en Hogwarts y… la
Profesora McGonagall se enfadaría por ello, pero…

(Una imagen de la cara de la Profesora McGonagall destelló frente a


sus ojos, ella no parecía enfadada, sólo triste -)

"Ahora reconozca que él es mejor que usted, Potter," indicó la voz


del Profesor Quirrell.

"Tú eres, mejor, que, yo."

Harry empezó a ponerse de pie y Derrick puso un pie sobre su


pecho y lo tumbó de nuevo sobre la lona.

El mundo se estaba volviendo transparente como el cristal. Lineas


de acción y sus consecuencias se extendieron ante él con
devastadora claridad. El tonto no se esperaba que él respondiera,
un rápido golpe en la entrepierna lo paralizaría el tiempo suficiente
para -

"Una vez más," ordenó el Profesor Quirrell y con un inesperado y


fino movimiento Harry giró y se levantó de un salto y se arremolinó
hacía donde aguardaba su verdadero enemigo, el Profesor de
Defensa -

El Profesor Quirrell recitó, "Usted no tiene paciencia."

Harry vaciló. Su mente, bien afilada en el pesimismo, dibujó el


retrato de un sabio anciano con sangre brotándole de su boca
después de que Harry le hubiera arrancado la lengua -

Al momento siguiente, Derrick tumbó a Harry a la lona de nuevo y se


sentó sobre él, extrayéndole la respiración a Harry de inmediato.

"¡Alto!" Harry grito. "¡Por favor ya no más!"


"Mejor," aprobó el Profesor Quirrell. "Eso inclusive se escuchó
sincero."

Lo había sido. Eso había sido lo horrible, lo nauseabundo, había


sido sincero. Harry se estaba ahogando velozmente, miedo y helada
ira fluyendo a través de él -

"Pierda," comandó el Profesor Quirrell.

"Yo, pierdo," Harry se forzó a exhalar.

"Me gusta," Derrick clamó desde encima suyo. "Pierde un poco


más."

Manos empujaron a Harry, mandándolo a tropezones cruzando el


circulo de Slytherins más grandes hacia otro grupo de manos que lo
empujaron otra vez. Harry había pasado hace rato el punto de
procurar no llorar, y ahora nada más estaba intentando no caer.

"¿Qué eres, Potter?" preguntó Derrick.

"Un, yo-perdedor, yo pierdo, me rindo, tu ganas, tú eres m-mejor,


que yo, por favor alto -"

Harry trastabilló sobre un pie y se estrelló contra el suelo, sus


propias manos no capaces del todo para protegerle. Estuvo aturdido
un instante, luego comenzó a luchar por ponerse de pie otra vez -

"¡Suficiente!" ordenó la voz del Profesor Quirrell, se oía lo


suficientemente afilada como para cortar el hierro. "¡Aléjense del Sr.
Potter!"

Harry vio las sorprendidas miradas en sus rostros. El frío en su


sangre, que había estado creciendo y mermando, sonrió en helada
satisfacción.

Entonces Harry colapsó en la lona.


El Profesor Quirrell habló. Hubo jadeos entre los Slytherins mayores.

"Y creo que el heredero de Malfoy tiene algo que quiere explicar a
ustedes también," finalizó el Profesor Quirrell.

La voz de Draco principió a hablar. Su voz sonaba casi tan aguda


como la del Profesor Quirrell, había adquirido la misma cadencia
que Draco había usado para imitar a su padre, y decía cosas como
que podían haber puesto a la Casa de Slytherin en peligro y quien
sabe cuántos aliados nada más en la escuela y una total falta de
consciencia, abusones astutos y bobos eran lo mismo, útiles para
nada más que ser lacayos y algo en el rombencéfalo de Harry, a
pesar de todo lo que sabía, estaba designando a Draco como un
aliado. (4)

Harry estaba adolorido por todos lados, estaba probablemente


magullado, su cuerpo se sentía frío, su mente por completo
exhausta. Se esforzó por pensar en la canción de Fawkes, pero sin
el fénix presente no podía recordar la melodía y cuando procuraba
imaginársela no podía pensar en nada más que en una pájaro
piando.

Luego Draco dejo de hablar y el Profesor Quirrell les ordenó a los


Slytherins mayores que podían retirarse, y Harry abrió sus ojos y
luchó por sentarse, "Esperen," Harry murmuró, forzando las
palabras a salir, "hay algo, yo quiero, decir, a ellos -"

"Esperen al Sr. Potter," el Profesor Quirrell exclamó fríamente hacia


los marchantes Slytherins.

Harry se balanceó sobre sus pies. Él fue muy cuidadoso en no mirar


hacia la dirección en que se encontraban sus compañeros de clase.
No quería contemplar cómo ellos lo observaban ahora. Él no quería
ver su lastima.

Por eso Harry optó por mirar a los Slytherins más grandes, quienes
aún estaban en estado de trauma. Ellos se lo quedaron viendo. El
pavor estaba en sus rostros.
Su lado oscuro, cuando estuvo en control, había frenado su
imaginación hasta este momento, y siguió fingiendo perder.

Harry inició, "Nadie hará -"

"Deténgase," lo interrumpió el Profesor Quirrell. "Si va a decir lo que


creo que es, por favor espere hasta que ellos se hayan ido. Ellos se
enteraran después. Todos nosotros tenemos una lección que
aprender, Sr. Potter."

"De acuerdo," Harry aceptó.

"Ustedes. Váyanse."

Los Slytherins mayores huyeron y la puerta se cerró tras ellos.

"Nadie debe tomar algún tipo de venganza contra ellos," Harry


demandó roncamente. "Eso es una petición para cualquiera que se
considere mi amigo. Tenía que aprender mi lección, ellos me
ayudaron a aprenderla, ellos también tenían una lección para
aprender, ha terminado. Si cuentas esta historia, asegúrense de
agregar esta parte también."

Harry se volteó a contemplar al Profesor Quirrell.

"Perdiste," determinó el Profesor Quirrell, su voz gentil por primera


vez. Se escuchaba extraño proviniendo del profesor, como si no se
supusiera que su voz fuerza capaz de hacer algo así.

Harry había perdido. Hubo partes cuando la helada ira se había


desvanecido enteramente, remplazada por el miedo, y durante
aquellos momentos él le había suplicado a los Slytherins más
grandes y lo había dicho de verdad…

"¿Y aún estás vivo?" interrogó el Profesor Quirrell, aún con esa
extraña gentileza.

Harry se las arregló para asentir.


"No todas las derrotas son como esta," elaboró el Profesor Quirrell.
"Hay compromisos y rendiciones negociadas. Hay otras formas de
aplacar a los abusones. Hay toda una forma de arte para manipular
a otros al dejarlos ser dominantes sobre ti. Pero primero, perder
debe ser pensable . ¿Recordaras cómo perder?"

"Sí."

"¿Serás capaz de perder?"

"Yo… creo que sí…"

"También lo creo así." El Profesor Quirrell hizo una reverencia tan


baja que su corto cabello casi tocó el piso. "Felicitaciones, Harry
Potter, has ganado."

No hubo una fuente original, ni un primer movimiento, el aplauso


inició por todos lados al tiempo como un tronido masivo.

Harry no pudo sacarse la sorpresa de su cara. Arriesgo una mirada


de soslayo hacia sus compañeros de clase, y vio como sus rostros
no mostraban lastima sino admiración. El aplauso nacía de
Ravenclaw y Gryffindor y Hufflepuff y aún de Slytherin,
probablemente porque Draco Malfoy estaba aplaudiendo también.
Algunos estudiantes se habían levantando de sus sillas y la mitad de
Gryffindor se había parado sobre sus escritorios.

Por lo que Harry se quedó ahí de pie, oscilando, dejando que su


respeto se derramara sobre él, sintiéndose más fuerte, y quizá un
poco curado.

El Profesor Quirrell espero que el aplauso muriera. Tomó bastante


tiempo.

"¿Sorprendido, Sr. Potter?" Preguntó el Profesor Quirrell. Su voz se


oía divertida. "Usted acaba de descubrir que el mundo real no
siempre funciona como en sus peores pesadillas. Sí, si usted
hubiera sido algún pobre chico anónimo siendo abusado, entonces
ellos probablemente lo habrían respetado menos después,
teniéndole lastima mientras lo confortaban desde sus encumbrados
percheros. Así es la naturaleza humana, me temo. Pero ellos ya lo
reconocen a usted como una figura de poder. Y ellos lo vieron
confrontar su miedo y seguirlo confrontando, aún cuando pudo
haberse escapado en cualquier momento. ¿Pensó usted menos de
mí cuando le conté que yo deliberadamente soporté ser escupido?"

Harry sintió una sensación ardiente en su garganta y frenéticamente


tomó medidas drásticas. Él no confiaba en este milagroso respeto lo
suficiente como para comenzar a llorar en frente de todos.

"Su extraordinario logro en mi clase merece una extraordinaria


recompensa, Harry Potter. Por favor acepte mis cumplidos en
nombre de mi Casa, y recuerde desde este día en adelante que no
todos en Slytherins somos iguales. Hay Slytherins, y luego hay
Slytherins." El Profesor Quirrell estaba sonriendo muy ampliamente
cuando dijo esto. "Cincuenta y un puntos para Ravenclaw."

Hubo una pausa de sorpresa y luego un pandemónium se desató


entre los estudiantes de Ravenclaw, aullando y silbando y gritando.

(Y en el mismo momento Harry sintió algo incorrecto sobre aquello,


la Profesora McGonagall había estado en lo correcto, debía haber
consecuencias, tenía que haber un costo y un precio a pagar, no
sólo podías poner todo igual a como estaba antes -)

Pero Harry vio las exaltadas expresiones en Ravenclaw y supo que


no le era posible decir que no.

Su cerebro le hizo una sugerencia. Era una buena sugerencia. Harry


ni siquiera podía creer que su cerebro aún estuviera entero, y más
increíble que pudiera producir buenas sugerencias.

"Profesor Quirrell," Harry declaró, tan claro como pudo a través de


su garganta en llamas. "Usted es todo lo que un miembro de su
Casa debería ser, y creo que usted debe ser lo que Salazar
Slytherin tenía en mente cuando ayudó a fundar Hogwarts. Le
agradezco a usted y a su Casa," Draco estaba asintiendo muy
ligeramente y girando sus dedos con sutileza, sigue adelante, "y
pienso que esto se merece tres vivas para Slytherin. ¿Conmigo,
todos?" Harry hizo una pausa. "¡Viva!" Sólo unos cuantos se
animaron a unirse la primera vez. "¡Viva!" Esta vez la mayoría de
Ravenclaw participó. "¡Viva!" Esa fue la mayoría de Ravenclaw,
unos pocos Hufflepuffs y más o menos un cuarto de Gryffindor.

La mano de Draco hizo un pequeño, rápido, gesto de pulgar arriba.

La mayoría de Slytherins tenía una expresión de pura sorpresa.


Unos cuantos contemplaban al Profesor Quirrell asombrados. Blaise
Zabini estaba observando a Harry con una calculada, intrigada
expresión.

El Profesor Quirrell hizo una reverencia. " Gracias, Harry Potter," él


dijo, aún con ancha sonrisa. Se volteó hacia el resto de la clase.
"Ahora, créanlo o no, aún tenemos media hora de clase, y eso es
suficiente para introducir el Escudo Simple. Sr. Potter, por supuesto,
va a salir y tomar un buen y merecido descanso."

"Yo puedo -"

"Idiota," El Profesor Quirrell regañó cariñosamente. La clase ya se


estaba riendo. "Sus compañeros pueden enseñarle después, o le
daré clases privadas de ser necesario. Pero en este instante, usted
va irse por la tercera puerta de la izquierda en la parte de atrás del
salón, donde encontrará una cama, una variedad de
excepcionalmente deliciosos bocadillos, y una lectura
extremadamente ligera de la librería de Hogwarts. No puede llevarse
nada más con usted, particularmente no sus libros de texto. Ahora
váyase."

Harry se fue.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Notas del Traductor

(1) Definición de Gratificación postergada MAYOR REFERENCIA


EN RHAIDOT

(2) Referencia muy clara para los que conozcan Warhammer. Los
que no, se pueden asustar con este vídeo MAYOR REFERENCIA
EN RHAIDOT

(3) Para ser Sexto Dan en karate hay que tener entre 25-30 años en
las artes marciales y haber sido entrenador.

(4) Rombencéfalo MAYOR REFERENCIA EN RHAIDOT

Otra portada hecha por dinosaurusgede

A partir de este capítulo, este Fic se vuelve un viaje de adrenalina,


por lo que no recomiendo que sea leído por aquellos que sufran del
corazón. Al menos no sin su desfibrilador al lado. Pero en un tono
más serio, sí es un capítulo difícil de leer, en especial para quienes
de un modo u otro fuimos victimas de alguna clase de abuso. La
escena de Harry siendo vapuleado por estos niños más grandes que
él, llega un punto en que se me hace espeluznante, es muy realista,
sin embargo, creo que el autor se las arregló para trazar la linea
justo en el limite de lo insoportable. Y además que Harry-racional
necesitaba pasar por esa experiencia para no convertirse en otro
Tom Riddle.

Hace unos días intercambié mails con Yudkowsky y como resultado:


¡ya somos la versión aprobada por el autor en español! Creo que
nos merecemos una felicitación, tanto quienes trabajamos en ella
como quienes nos apoyan leyendo este fic y manifestándose con
sus comentarios. Además que ya vamos por las 12.000 lecturas en
FNN y vamos con un promedio de 100 lecturas por día. Me parece
asombrosa esta enorme acogida. Gracias de verdad a todos los que
han valorado nuestro esfuerzo y nos seguirán acompañando hasta
el final.
Como es usual, yo me voy a tomar mis vacaciones de ano nuevo.
Por lo que reanudaré la traducción de HPMOR dentro de un mes.
Espero que todos también tengan un merecido descanso y que la
pasen muy bien con sus familias.

Y… ¡parece ser que Yudkowsky me ha dado un cameo en el


capítulo 100! "… Draco alzó un dedo, como había visto al Inspector
León hacer en obras de teatro, "Yo infiero que estamos buscando
por algo que únicamente sale de noche."" ¡No veo la hora de
traducir ese capítulo!

Así que al menos yo he recibido mi gratificación postergada :D

Espero que ustedes reciban la suya muy pronto también ;)

Próximo capitulo : 16 de Enero de 2014

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.

ADVERTENCIA: Esta traducción no dispone de una tipografía o


diseño adecuado, de referencias completas, links o imágenes
debido a las políticas de FFN. Para encontrar todo lo anterior,
visita mi blog RHAIDOT.

Además que las traducciones se suben primero allí. Para saber


todas las novedades sobre la traducción de HPMOR, visita la
página de Facebook o el Twitter de Rhaidot.
El Teorema de Bayes
Capítulo 20: El Teorema de Bayes

Aquello que puede ser destruido por el Rowling debería serlo.

Harry contempló el techo gris del pequeño cuarto, yaciendo desde la


portátil pero aun así suave cama que había estado puesta allí. Se
había comido una buena cantidad de bocadillos del Profesor Quirrell
- intrincadas confecciones de chocolate y otras sustancias,
espolvoreadas con salpicaduras resplandecientes y adornadas con
pequeñas gemas de azúcar -, que parecieron muy costosas y
demostraron, de hecho, ser muy deliciosas. Harry no se había
sentido culpable en lo más mínimo. E sto se lo había ganado .

No había intentado dormir. Harry tenía el presentimiento de que no


le gustaría lo que pasaría cuando cerrara sus ojos. No había
intentado leer. No hubiera sido capaz de concentrarse. Era gracioso
como el cerebro de Harry seguía corriendo y corriendo, sin
detenerse a pesar de cuan cansado pudiera estar. Se volvía más
estúpido pero se rehusaba a apagarse . Pero había, real y
verdaderamente había un sentimiento de triunfo.

"Programa Harry-Anti-Señor-Oscuro, +1 punto" no alcanzaba a


cubrirlo. Harry se preguntó qué diría el Sombrero Seleccionador
ahora, de poder ponérselo en la cabeza.

No era una sorpresa que el Profesor Quirrell hubiera acusado a


Harry de avanzar por el camino de un Señor Oscuro. Harry había
sido demasiado lento para aceptarlo, debería haber visto el
paralelismo de inmediato:
Entiendan que el Señor Oscuro no ganó ese día. Su meta había
sido aprender artes marciales, y aun así se fue sin una sola lección.

Harry había entrado a la clase de Pociones con la intención de


aprender pociones. Se fue sin una sola lección. Y el Profesor
Quirrell se había enterado con aterradora precisión, y había
acercado y desviado a Harry de ese sendero. El sendero que lo
llevaba a convertirse en una copia de El-Que-No-Debe-Ser-
Nombrado.

Hubo una llamada a la puerta. " Las clases han terminado," anunció
la silenciosa voz del Profesor Quirrell. Harry se aproximó a la puerta
y se halló repentinamente nervioso. Entonces la tensión disminuyó
al mismo tiempo que escuchó los pasos del profesor alejándose de
la puerta.

¿En nombre de los Cielos, qué era eso? ¿Acaso sabía que lo que
iba a hacer era para que lo despidieran?

Harry abrió la puerta, y vio que el Profesor Quirrell le esperaba a


varios metros de distancia.

¿Acaso el Profesor Quirrell lo sentía también?

Cruzaron la desierta plataforma hacia el escritorio del Profesor


Quirrell, en el cual se apoyó el Profesor Quirrell; y Harry, como
antes, se detuvo antes de llegar a la tarima.

"Así que…" el Profesor Quirrell indagó. Había un tono amistoso en


su voz, aunque su cara aún conservaba su usual seriedad. "¿de qué
quería hablarme, Sr. Potter?"

Tengo un misterioso lado oscuro. Pero Harry no podía soltarlo así no


más.

"Profesor Quirrell," Harry preguntó, "¿estoy ahora fuera del sendero


para convertirme en un Señor Oscuro?"
El Profesor Quirrell se quedó mirando a Harry. "Sr. Potter," disertó
solemnemente, con nada más que una ligera mueca, "un pequeño
consejo. No hay tal cosa como una actuación que sea demasiado
perfecta. Las personas genuinas quienes acaban de ser golpeadas
y humilladas durante quince minutos no se levantan y
graciosamente perdonan a sus enemigos. Esa es la clase de cosa
que uno hace cuando está intentando convencer a todos de que no
se es un Señor Oscuro,"

"¡No puedo creer esto! ¡No puede hacer que cada observación
posible confirme su teoría!"

"Y eso fue casi demasiada indignación."

"¿Qué rayos tengo que hacer para convencerlo?"

"¿Para convencerme de que no alimenta ambiciones de convertirse


en un Señor Oscuro?" razonó el Profesor Quirrell, mostrándose
francamente divertido. "Supongo que podría alzar su mano
derecha."

"¿Qué?", Harry exclamó. "Puedo alzar mi mano derecha sin importar


si lo soy o no -" Harry se detuvo, sintiéndose muy estúpido.

"En efecto," concluyó el Profesor Quirrell. "Puede hacerlo con la


misma facilidad en cualquier caso. No hay nada que usted pueda
hacer para convencerme porque sé exactamente lo que estaba
intentando hacer. Y si fuéramos a ser aún más precisos, mientras
supongo que es vagamente posible que personas perfectamente
buenas existan, incluso cuando nunca he conocido una sola, es
improbable que alguien sea apaleado durante quince minutos. Que
se levante y sienta entonces una gran urgencia de pedir perdón a
sus atacantes. Por otro lado, es menos improbable que un joven
niño se imaginara esto como un juego para convencer a su profesor
y a sus compañeros de clase de que él no es el siguiente Señor
Oscuro. La importancia de un acto no yace en lo que ese acto
parece en la superficie, Sr. Potter, sino en los estados de la mente
que hacen de ese acto más o menos probable."
Harry parpadeó. Un mago le acababa de explicar la dicotomía entre
la heurística de la representatividad y la definición Bayesiana.

"Pero, de nuevo," prosiguió el Profesor Quirrell, "cualquiera puede


querer impresionar a sus amigos. Eso no lo necesita un ser Oscuro.
Así que sin que eso sea algún tipo de admisión, Sr. Potter, dígame
honestamente. ¿Qué pensamiento pasaba por su mente en el
momento en que usted prohibió cualquier venganza? ¿Fue ese
pensamiento un verdadero impulso para perdonar? ¿O fue la
consciencia de cómo sus compañeros de clase verían ese acto?"

A veces nosotros mismos hacemos nuestra propia canción del fénix.

Pero Harry no lo expresó en voz alta. Era claro que el Profesor


Quirrell no le creería, y probablemente lo respetaría menos por
intentar pronunciar una mentira tan transparente.

Tras unos momentos de silencio, el Profesor Quirrell sonrió con


satisfacción. "Créalo o no, Sr. Potter," dijo el profesor, "no necesita
tenerme miedo por haber descubierto su secreto. No voy a parlotear
para que se rinda y se convierta en el siguiente Señor Oscuro. Si
pudiera regresar atrás en el tiempo y de algún modo eliminar la
ambición de la mente del niño que era yo, el yo de este tiempo
presente no se beneficiaria de esa alteración. Durante el tiempo que
pensé que esa era mi meta, me llevó a estudiar, aprender y a refinar
mi persona para volverme más fuerte. Nos convertimos lo que se
supone que debemos ser al estar siguiendo nuestros deseos a
donde quieran que nos guíen. Esa es la revelación de Salazar.
Pídame enseñarle la sección de la librería que guarda aquellos
mismos libros que yo leí cuando tenía trece años, y yo felizmente le
mostraré el camino."

"Por el amor de la bazofia," Harry maldijo, y se sentó sobre el duro


suelo de mármol, y luego yació de espaldas en el suelo,
contemplando los distantes arcos del techo.

"Aún es demasiada indignación," observó el Profesor Quirrell. Harry


no lo estaba mirando pero pudo escuchar la risa que intentaba
disimular en la voz.

Entonces Harry se dio cuenta.

"En realidad, creo que sé qué lo está confundiendo," Harry arguyó.


"De eso era de lo que quería hablar con usted, de hecho. Profesor
Quirrell, pienso que lo que usted está viendo es mi misterioso lado
oscuro."

Hubo una pausa.

"Su… lado oscuro…"

Harry se sentó. El Profesor Quirrell le estaba otorgando una de las


más extrañas expresiones que hubiera visto sobre el rostro de
alguien, sin hablar de alguien tan dignificado como el Profesor
Quirrell.

"Ocurre cuando estoy enojado," Harry explicó. "Mi sangre circula


como el hielo. Todo se vuelve frío. Todo parece perfectamente
claro… En retrospectiva ha estado conmigo por un tiempo. En mi
primer año de escuela muggle, alguien intentó quitarme mi pelota
durante el recreo y la oculté detrás de mi espalda y lo pateé en el
plexo solar el cual había leído era un punto débil, y los otros niños
no me molestaron después de eso. También mordí a un profesor de
matemáticas cuando ella no aceptó mi dominio. Pero ha sido
recientemente cuando he estado bajo suficiente estrés como para
notar que es un verdadero, ya sabe, misterioso lado oscuro, y no
solamente un problema del manejo de la ira como dictaminó el
psicólogo de la escuela. Y no poseía ningún poder mágico cuando
pasó, esa fue una de las primeras cosas que revisé."

El Profesor Quirrell se frotó su nariz. "Déjeme reflexionar sobre


esto," dijo.

Harry esperó en silencio por todo un minuto. Usó ese tiempo para
ponerse de pie, lo que fue más difícil de lo que había esperado.
"Bien," el Profesor Quirrell admitió después de un rato. "Supongo
que había algo que podía decir para convencerme."

"Ya he adivinado que mi lado oscuro no es más que otra parte de mí


y que la respuesta no es enojarme, sino aprender a permanecer en
control para aceptarlo. No soy tonto ni nada que se le parezca y he
visto esta historia suficientes veces para saber hacia dónde se
dirige, pero es difícil y usted se ve como la persona adecuada para
ayudarme."

"Bueno… sí… muy perspicaz de su parte, Sr. Potter, debo reconocer


que ese lado suyo es, como usted ya ha conjeturado, su intención
para matar, que como usted ha dicho necesita…"

"Necesita ser entrenado," Harry agregó, completando el patrón.

"Que necesita ser entrenado, sí." Esa extraña expresión aún era
parte de la cara del Profesor Quirrell. "Sr. Potter, si usted
verdaderamente no desea ser el próximo Señor Oscuro, ¿entonces
cuál fue la razón por la cual el Sombrero Seleccionador le intentó
convencerle para que abandonara, la razón por la cual fue
seleccionado para estar en Slytherin?"

"¡Yo fui seleccionado en Ravenclaw ! "

"Sr. Potter," aclaró el Profesor Quirrell, ahora con una más usual
seca sonrisa, "Sé que está acostumbrado a que todos a su
alrededor sean idiotas, pero por favor no me confunda con uno de
ellos. La probabilidad de que el Sombrero Seleccionador hiciera su
primera broma en ochocientos años mientras estaba en su cabeza
es tan pequeña que no vale la pena considerarla. Supongo que es
meramente posible que usted chasqueara sus dedos e inventara
alguna simple e ingeniosa manera de derrotar los hechizos anti-
manipuladores que tiene el Sombrero. Sin embargo yo mismo no
puedo pensar en tal método. Pero es más probable pensar que
Dumbledore no estaba feliz con la elección del Sombrero para El-
Niño-Que-Vivió. Esto es evidente para cualquiera con la más
mínima pizca de sentido común, por lo que su secreto está a salvo
en Hogwarts."

Harry abrió su boca, luego la cerró de nuevo con un sentimiento de


completa impotencia. El Profesor Quirrell estaba equivocado, pero
equivocado de un modo tan convincente que Harry estaba
comenzando a pensar que simplemente era el juicio racional, dada
la evidencia disponible para el Profesor Quirrell. Había momentos,
nunca momentos predecibles pero aun así ocurrían, cuando podías
obtener evidencia improbable y la mejor suposición conocible sería
incorrecta. Si tenías una prueba médica que únicamente fallaba una
de cada mil veces, a veces saldría mal de todos modos.

"¿Puedo solicitarle que nunca diga lo que estoy a punto de decir?"


cuestionó Harry.

"Absolutamente," juró el Profesor Quirrell. "Me considero solicitado."

Harry tampoco era un tonto. "¿Puedo considerar que ha dicho sí?"

"Muy bien, Sr. Potter. Puede en efecto considerarlo."

"Profesor Quirrell -"

"Yo no repetiré lo que está a punto de pronunciar," el Profesor


Quirrell aceptó, sonriendo.

Ambos se rieron, luego Harry se puso serio otra vez. "El Sombrero
Seleccionador creía que yo iba terminar convirtiéndome en un Señor
Oscuro a menos de que fuera a Hufflepuff," Harry confesó. "Pero yo
no quiero ser uno."

"Sr. Potter…" replicó el Profesor Quirrell. "No se lo tome a mal. Le


prometo que no será calificado por esta respuesta. Únicamente
quiero saber su propia, honesta, respuesta. ¿Por qué no?"

Harry volvió a a sentir la misma impotencia de nuevo. No te


convertirás en un Señor Oscuro era un teorema tan obvio en su
sistema moral que era difícil describir los pasos para probarlo. "Um,
¿las personas resultarían lastimadas?"

"De seguro usted ha querido lastimar personas," rebatió el Profesor


Quirrell. "Usted quería herir a esos abusones el día de hoy. Ser un
Señor Oscuro significa que las personas que quieres lastimar
resultan lastimadas."

Harry debatió consigo mismo y luego decidió simplemente ir con lo


obvio. "Primero que todo, sólo porque yo quiera herir a alguien eso
no significa que sea correcto -"

"¿Qué hace un acto correcto, si no es querer algo?"

"Ah," Harry explicó, "utilitarismo preferencial."

"¿Discúlpame?" interrogó el Profesor Quirrell.

"Es una teoría de la ética de que el bien es aquello que satisface las
preferencias de la mayoría de personas -"

"No," el Profesor Quirrell negó. Sus dedos rascaron el puente de su


nariz. "No pienso que eso sea lo que estaba intentando decir. Sr.
Potter, al final todas las personas hacen lo que que quieren hacer. A
veces aquellas personas le dan nombres como 'correcto' a cosas
que quieren hacer, ¿mas como podría ser posible que actuáramos
por algo excepto nuestros propios deseos?"

"Bien, obviamente," Harry reconoció. "no podría actuar basado en


consideraciones morales si carecieran el poder de conmoverme.
¡Pero eso no quiere decir que mi deseo de lastimar a esos
Slytherins tenga el poder de conmoverme más que las
consideraciones morales!"

El Profesor Quirrell parpadeó.

"Sin mencionar," Harry añadió, "¡ser un Señor Oscuro indicaría que


un montón de espectadores inocentes resultarían heridos también!"
"¿Por qué eso le importaría?" El Profesor Quirrell preguntó. "¿Qué
han hecho ellos por usted?"

Harry rió. "Oh, eso fue tan sutil como La rebelión de Atlas ."

"¿Perdón?" Volvió a cuestionar el Profesor Quirrell.

"Es un libro que mis padres no me dejaron leer porque pensaron


que me corrompería, así que por supuesto fui y lo leí de todos
modos y quedé ofendido de que ellos pensaran de que caería por
una trampa así de obvia. Blah blah blah, apelar a mi sentido de
superioridad, otras personas están intentando mantenerme
subyugado, blah blah blah."

"¿Entonces estás recomendando que haga mis trampas menos


evidentes?" propuso el Profesor Quirrell. Golpeó suavemente con su
dedo en su mejilla, pensativo. "Puedo trabajar en eso."

Ambos se rieron.

"Pero para permanecer con la pregunta actual," retomó el Profesor


Quirrell, "¿qué han hecho todas esas otras personas por usted?"

"¡Otras personas han hecho grandes cosas por mí!" Harry exclamó.
"¡Mis padres me recogieron cuando mis otros padres murieron
porque eran buenas personas, y convertirme en un Señor Oscuro
sería traicionar eso!"

El Profesor Quirrell guardó silencio por un tiempo.

"Confieso," admitió el Profesor Quirrell en voz baja, "que cuando


tenía su edad, ese pensamiento jamás se me ocurrió."

"Lo siento," Harry dijo.

"No lo este," cortó el Profesor Quirrell. "Fue hace mucho tiempo, y


resolví mis asuntos paternales para mi propia satisfacción. ¿Así que
lo que lo detiene es el pensamiento de la desaprobación de sus
padres? Eso quiere decir que si ellos murieran en un accidente, no
habría nada más para detenerlo de -"

"No," Harry interrumpió. "No es sólo eso. Es su impulso a la bondad


lo que me abrigó. Ese impulso no está únicamente en mis padres. Y
ese impulso es lo que sería traicionado."

"En cualquier caso, Sr. Potter, usted no ha respondido mi pregunta


original," insistió el Profesor Quirrell finalmente. "¿Cuál es su
ambición?"

"Oh," clamó Harry. "Um.." Organizó sus pensamientos. "Para


entender todo lo importante hay que conocer sobre el universo,
aplicar ese conocimiento para volverse omnipotente, y usar ese
poder para rescribir la realidad porque tengo algunas objeciones
sobre la forma en que funciona por el momento."

Hubo una ligera pausa.

"Perdóneme si esta es una pregunta estúpida, Sr. Potter," replicó el


Profesor Quirrell, "¿pero está seguro de que no acaba de confesar
querer ser un Señor Oscuro?"

"Eso es solamente si usas tu poder para el mal," explicó Harry. "Si


usas el poder para el bien, eres un Señor de la Luz."

"Ya veo," el Profesor Quirrell rumió. Le dio un pequeño golpe a su


otra mejilla con un dedo. "Supongo que puedo trabajar con eso.
Pero Sr. Potter, mientras el alcance de su ambición es digno del
mismísimo Salazar, ¿exactamente cómo propone usted
conseguirlo? ¿Es el paso uno volverse un gran mago luchador, o
Jefe Innombrable, o Ministro de Magia, o…"

"El paso uno es convertirse en científico."

El Profesor Quirrell estaba mirando a Harry como si se acabara de


transformar en un gato.
"Un científico," el Profesor Quirrell murmuró tras un rato.

Harry asintió.

"¿Un científico ? " repitió el Profesor Quirrell.

"Sí," Harry afirmó. "Lograré mis objetivos a través del poder… ¡de la
Ciencia !"

"¡Un científico ! " gritó el Profesor Quirrell. Había genuina


indignación sobre su rostro, y su voz creció en fuerza y nitidez.
"¡Podrías ser el mejor de todos mis estudiantes! ¡El más grandioso
mago luchador que ha venido a Hogwarts en cinco décadas! ¡No
puedo imaginarlo desperdiciando sus días en una bata blanca de
laboratorio haciéndole cosas inútiles a las ratas!"

"¡Oiga!" protestó Harry. "¡Hay más en la ciencia que eso! No es que


haya nada malo con experimentar en ratas, por supuesto. Pero la
ciencia es cómo vas y entiendes y controlas el universo -"

"Tonto," reiteró el Profesor Quirrell, en voz baja, amargamente


intensa. "Eres un tonto, Harry Potter." Pasó una mano sobre su cara,
y cuando esa mano terminó de pasar, su cara estaba más calmada.
"O es más probable que aún no haya encontrado su verdadera
ambición. ¿Puedo recomendarle fuertemente que intente convertirse
más bien en un Señor Oscuro? Haré cualquier cosa en la que pueda
ayudar como un asunto de servicio público."

"No le gusta la ciencia," Harry susurró lentamente. "¿Por qué no?"

"¡Esos tontos Muggles nos mataran a todos algún día!" La voz del
Profesor Quirrell se elevó aún más. "¡Ellos lo terminaran! ¡Lo
terminaran todo!"

Harry se estaba sintiendo un poco perdido aquí. "¿De qué estamos


hablando, armas nucleares?"
"¡ Sí, armas nucleares!" El Profesor Quirrell casi estaba gritando.
"Incluso El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado nunca las usó, ¡quizá
porque él no quería gobernar sobre un montón de cenizas! ¡Nunca
debieron ser fabricadas! ¡Y únicamente empeorará con el tiempo!".
El Profesor Quirrell estaba erguido derecho sin apoyarse en su
escritorio. "¡Hay puertas que no se abren, hay sellos que no se
rompen! Los tontos que no pueden resistir entrometerse son
asesinados por riesgos menores desde el principio, ¡y todo lo que
saben los sobrevivientes es que hay secretos que no compartes con
cualquiera que carezca de la inteligencia y la disciplina para
descubrirlos por ellos mismos! ¡Cada mago poderoso lo sabe! ¡Aún
los más terribles Magos Oscuros lo saben! ¡Y esos idiotas Muggles
parecen ser incapaces de averiguarlo! ¡Los ansiosos y pequeños
tontos que descubrieron el secreto de las armas nucleares no se lo
guardaron para ellos mismos, se lo contaron a sus tontos políticos y
ahora debemos vivir bajo la constante amenaza de la aniquilación!"

Esta era una forma de ver muy diferente las cosas con la que Harry
había crecido. Nunca se le había ocurrido que los físicos nucleares
tendrían que haber formado una conspiración de silencio para
mantener alejado el secreto de las armas nucleares de cualquiera
no lo suficientemente listo para ser un físico nuclear. El pensamiento
era intrigante, si nada más. ¿Hubieran tenido contraseñas secretas?
¿Hubieran tenido mascaras?

(De hecho, por todo lo que Harry sabía, había toda clase de
secretos increíblemente destructivos que los físicos se guardaban
para si mismos, y el secreto de las armas nucleares fue el único que
se había escapado desenfrenadamente. El mundo luciría igual para
él de todos modos.)

"Tendré que pensar sobre ello," Harry dijo al Profesor Quirrell. "Es
una idea nueva para mí. Y uno de los secretos ocultos de la ciencia,
entregado por unos pocos profesores a sus estudiantes graduados,
es cómo evitar desaguar ideas nuevas por el inodoro en el instante
en que escuchas alguna que no te guste."

El Profesor Quirrell parpadeo otra vez.


"¿Hay algún tipo de ciencia que usted sí apruebe?" preguntó Harry.
"¿Medicina, tal vez?"

"Viajes Espaciales," respondió el Profesor Quirrell. "Pero los


Muggles parecen estar arrastrando los pies en el único proyecto que
podría haber permitido que la comunidad mágica escapara de este
planeta antes de que lo estallaran."

Harry asintió. "Soy un gran fan del programa espacial también. Al


menos tenemos eso en común."

El Profesor Quirrell contempló a Harry. Algo vaciló en los ojos del


profesor. "Usted me dará su palabra, su promesa y su juramento de
nunca hablar de lo que sigue."

"Las tiene." Harry aceptó inmediatamente.

"Ten un ojo abierto sobre tu juramento o no te gustaran los


resultados," advirtió el Profesor Quirrell. "Ahora lanzaré un raro y
poderoso hechizo, no sobre usted, sino sobre el salón de clases
alrededor nuestro. Permanezca quieto, así no tocará los bordes del
hechizo una vez que haya sido lanzado. No debe tener interacción
con la magia que voy a mantener. Sólo mirar. De otro modo daré por
terminado el hechizo." El Profesor Quirrell hizo una pausa. "E intente
no caerse."

Harry asintió, intrigado y ansioso.

El Profesor Quirrell alzó su varita y pronunció algo que los oídos y


mente de Harry no pudieron comprender para nada, palabras que
traspasaron la consciencia y desaparecieron en el olvido.

El mármol en un radio cercano alrededor de los pies de Harry


permaneció constante. El resto del mármol del suelo se desvaneció,
al igual que las paredes y techo.

Harry quedó de pie sobre un pequeño círculo blanco de mármol en


el medio de un campo infinito de estrellas, ardiendo terriblemente,
brillantes y firmes. No había Tierra, ni Luna, ningún Sol que Harry
reconociera. El Profesor Quirrell se erguía en el mismo lugar como
antes, flotando en la mitad del campo de estrellas. La Vía Láctea ya
era visible como un gran baño de luz y creciendo más brillante
mientras la visión de Harry se ajustaba a la oscuridad.

El espectáculo retorció el corazón de Harry como nunca jamás le


había pasado.

"¿Estamos… en el espacio…?"

"No," declaró el Profesor Quirrell. Su voz era triste, y reverente.


"Pero es una imagen verdadera."

Las lágrimas llegaron a los ojos de Harry. Las limpió frenéticamente,


no se perdería esto por alguna estúpida agua emborronando su
visión.

Las estrellas ya no eran pequeñas joyas puestas en un gigantesco


domo de terciopelo, como estaban en el cielo nocturno de la Tierra.
Aquí no había un cielo en lo alto, no había una esfera circundante.
Únicamente puntos de perfecta luz contra la perfecta negrura, un
infinito y vacío espacio con incontables hoyos diminutos a través del
cual brillaba el resplandor de algún reino inimaginable más allá..

En el espacio, las estrellas se veían terriblemente, terriblemente,


terriblemente lejos.

Harry siguió enjuagándose sus ojos, una y otra vez.

"A veces," el Profesor Quirrell susurró en una voz tan baja que casi
no estaba allí, "cuando este defectuoso mundo se vuelve
desusadamente odioso, me preguntó si podría haber algún otro
lugar, muy lejos, donde yo debí haber estado. No puedo imaginar
cuál podría ser ese lugar, ¿y si ni siquiera puedo imaginarlo
entonces cómo puedo creer que exista? Y aún así el universo es
tan, tan grande, ¿y quizá podría existir de todos modos? Pero las
estrellas están tan, tan lejos. Requeriría un largo, largo tiempo llegar
hasta allí, aún si conociera el camino. Y me intriga lo que soñaría, si
duermo por un largo, largo tiempo…"

Aunque lo sintió como un sacrilegio, Harry se las arregló para


murmurar. "Por favor déjeme quedarme aquí un tiempo."

El Profesor Quirrell asintió, donde se quedó de pie sin soporte


contra las estrellas.

Era fácil olvidar el pequeño círculo de mármol sobre el cual te


parabas, y tu propio cuerpo, y convertirse en un punto de
consciencia que podría haber permanecido quieto, o podría haberse
estado moviendo. Con todas las distancias incalculables no había
forma de decirlo.

Hubo un tiempo sin tiempo.

Y luego las estrellas se desvanecieron, y el salón de clases regresó.

"Lo lamento," se disculpó el Profesor Quirrell, "pero estamos a punto


de tener compañía."

"Está bien," Harry susurró. "Fue suficiente." Él nunca olvidaría este


día, y no por las cosas sin importancia que habían ocurrido antes.
Aprendería cómo lanzar ese hechizo aún si fuera la última cosa que
llegara a aprender.

Luego las pesadas puertas de roble del salón de clases se


despegaron de sus goznes y se deslizó a través del suelo de
mármol con un chillido agudo.

"¡QUIRINUS! ¡CÓMO TE ATREVES!"

Como una vasta nube de tormenta, un anciano y poderoso mago


penetró en la habitación, una visión de tan incandescente ira sobre
su rostro que la severa expresión que antes había puesto para Harry
no parecía nada.
Hubo una fuerte desorientación en la mente de Harry cuando la
parte que quería escapar gritando de la cosa más aterradora que
jamás había visto, rotando sobre el lugar de la parte de él que podía
manejar el impacto.

Ninguna de las facetas de Harry estaba feliz de tener su


contemplación de las estrellas interrumpida. "Director Albus Percival
-" Harry inició sus palabras con helado tono.

Paf. La mano del Profesor Quirrell cayó duramente sobre su


escritorio. "¡Sr. Potter!" ladró el Profesor Quirrell. "¡Este es el
Director de Hogwarts y usted es un mero estudiante! ¡Se dirigirá
hacia él apropiadamente!"

Harry miró al Profesor Quirrell.

El Profesor Quirrell le estaba dando a Harry una rígida mirada.

Ninguno de ellos sonrió.

Las largas zancadas de Dumbledore se interrumpieron donde Harry


estaba parado antes en frente de la tarima y el Profesor Quirrell de
pie al lado de su escritorio. El Director los contempló a ambos con
sorpresa.

"Lo siento," Harry dijo en un tono mansamente cortes. "Director,


gracias por querer protegerme, pero el Profesor Quirrell hizo lo
correcto."

Lentamente, la expresión de Dumbledore cambió a una mirada que


habría vaporizado el acero. "¡Escuché estudiantes hablando de que
este hombre hizo que unos Slytherins más grandes abusaran de
usted! ¡Que le prohibió defenderse!"

Harry asintió. "Él sabía exactamente lo que estaba mal conmigo y


me mostró cómo arreglarlo."

"Harry, ¿de qué estás hablando? "


"Estaba enseñándole cómo perder," el Profesor Quirrell aclaró
secamente. "Es una habilidad importante en la vida."

Era aparente que Dumbledore aún no lo entendía, pero su voz había


bajado su registro. "Harry…" él inquirió lentamente. "Si hay alguna
amenaza que el Profesor de Defensa te haya hecho para prevenir
que te quejes -"

Lunático, justo hoy de entre todos los días realmente cree que yo -

"Director," Harry habló, procurando verse avergonzado, "lo que está


mal conmigo no es que me quede callado sobre los profesores
abusivos."

El Profesor Quirrell se rió entre dientes. "No fue perfecto, Sr. Potter,
pero suficientemente bueno para tu primer día. ¿Director, se quedó
usted el tiempo suficiente para escuchar sobre los cincuenta y un
puntos para Ravenclaw, o se lanzó al ataque en cuanto escuchó la
primera parte?"

Una breve mirada de desconcierto cruzó por la cara de Dumbledore,


seguida por la sorpresa. "¿Cincuenta y un puntos para Ravenclaw?"

El Profesor Quirrell asintió. "Él no los estaba esperando, pero


pareció apropiado. Dígale a la Profesora McGonagall que pienso
que la historia de lo que el Sr. Potter tuvo que pasar para recuperar
los puntos perdidos lo hará igual de bien para demostrar su punto.
No, Director, el Sr. Potter no me contó nada. Es fácil ver cual parte
de los eventos de hoy son el trabajo de ella, al igual que sé que el
compromiso final fue sugerencia de usted. Aunque me pregunto
cómo en la Tierra el Sr. Potter fue capaz de ganar la mano más alta
sobre Snape y usted, y luego la Profesora McGonagall fue capaz de
ganar la mano más alta sobre él."

De algún modo Harry se las arregló para controlar su cara. ¿Era así
de obvio para un verdadero Slytherin?
Dumbledore se acercó a Harry, escudriñando. "Tu cara luce un poco
descolorida, Harry," el anciano mago aseveró. Fisgoneó el rostro de
Harry de cerca. "¿Qué tuviste hoy para el almuerzo?"

"¿Qué?" Harry preguntó, su mente tambaleando en inesperada


confusión. ¿Por qué estaría Dumbledore inquiriendo sobre el
cordero freído en aceite y brócoli en rebanadas delgadas cuando
esa era la causa menos probable de…

El anciano mago se enderezó. "No importa, entonces. Pienso que


estás bien."

El Profesor Quirrell tosió, fuerte y deliberadamente. Harry miró al


profesor, y vio que el Profesor Quirrell estaba contemplando
astutamente a Dumbledore.

"¡Ah-hem!" El Profesor Quirrell repitió.

Los ojos de Dumbledore y el Profesor Quirrell se encontraron, y fue


como si algo pasara entre ellos.

"Si usted no le cuenta," el Profesor Quirrell dijo entonces, "yo lo


haré, aún si me despide por ello."

Dumbledore suspiró y se giró hacia Harry. "Me disculpo por invadir


su privacidad mental, Sr. Potter," el Director confesó formalmente.
"No tenía otro propósito excepto determinar si el Profesor Quirrell
había hecho lo mismo."

¿Qué?

La confusión duró exactamente lo que le tomó a Harry entender lo


que acababa de pasar.

"¡Usted… !"

"Gentilmente, Sr. Potter," recordó el Profesor Quirrell. Estaba mal


encarado, sin embargo, cuando contemplaba a Dumbledore.
"La Legeremancia es confundida algunas veces por el sentido
común," explicó el Director. "Pero deja rastros que otro Legeremante
habilidoso puede detectar. Eso fue todo lo que miré, Sr. Potter, y le
hice una pregunta irrelevante para asegurarme que usted no
pensará sobre nada importante mientras yo miraba"

"¡Debió pedir permiso primero!"

El Profesor Quirrell negó con su cabeza. "No, Sr. Potter, el Director


tenía justificación para sus preocupaciones, y de él haberle pedido
permiso usted justamente habría pensado en aquellas cosas que no
deseaba que él viera." La voz del Profesor Quirrell creció en
agudeza. "Estoy más preocupado, Director, ¡que usted no viera
necesidad de contárselo después!"

"Usted ha hecho ahora más difícil confirmar su privacidad mental en


futuras ocasiones," Dumbledore acusó. Favoreció al Profesor
Quirrell con una fría mirada. "¿Era esa su intención, me pregunto?"

La expresión del Profesor Quirrell era implacable. "Hay demasiados


Legeremantes en esta escuela. Insisto que el Sr. Potter reciba
instrucción en Oclumancia. ¿Me permitirá ser su tutor?"

"Absolutamente no," Dumbledore contestó de inmediato.

"Me imaginé que no. Entonces ya que usted lo ha privado de mis


servicios gratuitos, usted pagará las clases del Sr. Potter enseñadas
por un Oclumante licenciado."

"Tales servicios no son baratos," Dumbledore señaló, viendo al


Profesor Quirrell con sorpresa. "Aunque sí tengo ciertas
conexiones…"

El Profesor Quirrell sacudió su cabeza firmemente. "No. El Sr. Potter


le pedirá a su gerente de cuentas en Gringotts para recomendarle
un instructor neutral. Con todo respeto, Director Dumbledore, tras
los eventos de esta mañana estoy en la obligación de protestar que
usted o sus amigos tengan acceso a la mente del Sr. Potter.
También debo insistir en que el instructor tomé un Juramento
Inquebrantable para que no revele nada, y que acceda a ser
Desmemorizado inmediatamente después de cada clase."

Dumbledore estaba paralizado. "Tales servicios son


extremadamente costosos, como usted bien lo sabe, y no puedo
evitar cuestionar por qué usted los considera tan necesarios."

"Si el dinero es el problema," Harry habló, "tengo algunas ideas para


producir grandes cantidades de dinero rápidamente -"

"Gracias Quirinus, tu sabiduría es ahora más que evidente y


lamento haberla puesto en duda. Su preocupación por Harry Potter
lo honra, también."

"Con gusto," dijo el Profesor Quirrell. "Tengo la esperanza de que no


objetara si hago de él un foco particular de mi atención." El rostro
del Profesor Quirrell estaba serio, y muy calmado.

Dumbledore miró a Harry.

"Ese también es mi propio deseo," Harry confió.

"Así que así es como será…" el anciano mago murmuró lentamente.


Algo extrañó cruzó por su cara. "Harry… debes darte cuenta que si
escoges a este hombre como tu profesor y tu amigo, tu primer
mentor, entonces de algún modo u otro lo perderás, y el modo en
que lo perderás podría o no podría permitirte que jamás lo
recuperes."

Eso no se le había ocurrido a Harry. Pero había un maleficio en el


puesto de Defensa… uno que había funcionado aparentemente con
perfecta regularidad durante décadas…

"Probablemente," reconoció el Profesor Quirrell en voz baja, "pero él


tendrá el mejor uso de mí mientras dure."
Dumbledore suspiró. "Supongo que es económico, al menos, como
el Profesor de Defensa usted ya está condenado de alguna
desconocida manera."

Harry tuvo que esforzarse para suprimir su expresión al darse


cuenta lo que Dumbledore había implicado en verdad.

"Le informaré a Madam Pince que al Sr. Potter se le permite obtener


libros sobre Oclumancia," expresó Dumbledore.

"Hay un entrenamiento preliminar que usted debe hacer por su


cuenta," recomendó el Profesor Quirrell a Harry. "Y le sugiero que se
apresure en ello."

Harry asintió.

"Entonces me despido de ustedes," concluyó Dumbledore. Asintió


tanto como para Harry como para el Profesor Quirrell, y se fue,
caminando muy despacio.

"¿Puede lanzar el hechizo de nuevo?" Harry inquirió en el momento


en que Dumbledore se hubo ido.

"No el día de hoy," respondió el Profesor Quirrell en voz baja, "y


tampoco mañana, me temo. Se necesita mucho de mí para hacerlo,
aunque menos para mantenerlo, y por ello usualmente prefiero
prolongarlo tanto como sea posible. Esta vez lo lancé por un
impulso. De haberlo pensado, me habría dado cuenta que
podríamos ser interrumpidos -"

Dumbledore era ahora la persona menos favorita de Harry en el


mundo.

Ambos suspiraron.

"Incluso si únicamente lo llegara a ver una vez," Harry dijo, "nunca


dejaría de estar agradecido con usted."

El Profesor Quirrell asintió.


"¿Ha escuchado usted del programa Pioneer?" Harry indagó. "Fuero
sondas que volarían por diferentes planetas y tomarían fotos. Dos
de las sondas llegarían a trayectorias que las harían salir del
Sistema Solar y penetrar en el espacio interestelar. Así que pusieron
una placa dorada en las sondas, con la foto de un hombre, y de una
mujer, y mostrando donde encontrar nuestro Sol en la galaxia."

El Profesor Quirrell guardó silencio por un momento, luego sonrió.


"Dígame, Sr. Potter, ¿puede usted adivinar que pensamiento llegó a
mi mente cuando finalicé de armar los treinta y siete puntos de la
lista de cosas que nunca haría como un Señor Oscuro? Póngase en
mis zapatos - imagínese a si mismo en mi lugar - y suponga."

Harry se imaginó a él mismo repasando la lista para no hacer una


vez que se convirtiera en un Señor Oscuro.

"Usted decidió que si tenía que seguir toda la lista todo el tiempo, no
tendría mucho sentido convertirse en un Señor Oscuro en primer
lugar," Harry afirmó.

" Precisamente," reconoció el Profesor Quirrell. Estaba sonriendo.


"Así que voy a violar la regla dos - que era simplemente 'no
presumas' - y le contaré sobre algo que he hecho. No veo cómo el
conocimiento pueda hacer daño alguno. Y sospecho fuertemente
que usted lo habría descubierto de todos modos, una vez que
llegáramos a conocernos el uno al otro lo suficientemente bien. No
obstante… Yo tendré que tener su juramento de que nunca hablará
de lo que estoy a punto de revelar."

"¡Lo tiene!" Harry tenía el presentimiento de que esto iba a ser


realmente bueno.

"Me suscribí a un boletín Muggle que me mantiene informado del


progreso sobre los viajes espaciales. No escuché sobre el Pioneer
10 hasta que reportaron su lanzamiento. Pero cuando descubrí que
el Pioneer 11 también dejaría el Sistema Solar por siempre," el
Profesor Quirrell confesó, su sonrisa la más ancha que Harry le
hubiera visto, "Entre furtivamente en la NASA, hice, y hago un
pequeño y adorable hechizo sobre esa adorable placa dorada que la
hará durar mucho más de lo que lo haría normalmente."

"Sí," el Profesor Quirrell habló, ahora parecía medir más de


cincuenta pies de altura, "pensé que así era como usted podría
reaccionar."

"¿Sr. Potter?"

"… No se me ocurre nada que decir."

"Usted gana' resulta apropiado," propuso el Profesor Quirrell.

"Usted gana," Harry dijo inmediatamente.

"¿Ve?" retomó el Profesor Quirrell. "Únicamente podemos imaginar


en que enorme montón de problemas se hubiera metido si usted no
hubiera sido capaz de pronunciar eso."

Ambos se rieron.

Otro pensamiento le sobrevino a Harry. "Usted no añadió


información extra a la placa, ¿o sí?"

"¿Información extra?" preguntó el Profesor Quirrell, oyéndose como


si la idea nunca se le hubiera ocurrido a él antes y estuviera muy
intrigado.
Lo que hizo que Harry sospechara bastante, considerando que a
Harry le había tomado menos de un minuto pensarlo.

"¿Quizá usted incluyó un mensaje holográfico como en Star Wars ?"


supuso Harry. "O… hm. Un retrato puede guardar todo un cerebro
humano de vasta información… no pudo haber añadido masa extra
a la sonda, ¿A lo mejor pudo haber convertido una parte existente
en un retrato de usted mismo? O encontró un voluntario moribundo
a causa de una enfermedad terminal, penetró dentro de la NASA, y
lanzó un hechizo para asegurarse de que su fantasma terminara en
la placa -"

"Sr. Potter," el Profesor Quirrell advirtió, su voz afilada de un


momento a otro, "un hechizo que requiera una muerte humana
ciertamente sería clasificada por el Ministerio como Arte Oscura, sin
importar las circunstancias. Los estudiantes no deberían hablar de
tales cosas."

Y lo sorprendente sobre el modo en que el Profesor Quirrell hablaba


era como perfectamente mantenía una negación plausible. Había
sido dicho en el tono exactamente apropiado para alguien que no
estaba dispuesto a discutir tales cosas y pensaba que los
estudiantes tendrían que alejarse de ellas. Harry honestamente no
sabía si el Profesor Quirrell sólo estaba esperando hablar sobre esto
hasta que Harry hubiera aprendido a proteger su mente.

"Lo entiendo," Harry clamó. "No hablaré con nadie más sobre esa
idea."

"Por favor sea discreto con todo este asunto, Sr. Potter," el Profesor
Quirrell sugirió. "Prefiero ir por mi vida sin atraer la atención pública.
No hallará nada en los periódicos sobre Quirinus Quirrell hasta que
yo decidí que era el momento para enseñar Defensa en Hogwarts."

Eso era un poco triste, pero Harry lo comprendió. Luego Harry se


dio cuenta de las implicaciones. "Así que cuántas cosas
asombrosas ha hecho sin que nadie más lo sepa -"
"Oh, algunas," aseveró el Profesor Quirrell. "Pero creo que es
suficiente por el día de hoy, Sr. Potter, confieso que me estoy
sintiendo un poco cansado -"

"Entiendo. G racias, Por todo ."

El Profesor Quirrell asintió. Harry salió rápidamente.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Notas del Traductor

Si que ha pasado tiempo desde el último capítulo de HPMOR.


Supongo que debo algunas explicaciones.

En primer lugar que ahora cuento con la ayuda de un Beta, El


Pajaro de Fuego. Como recién empezamos el proceso de trabajar
juntos vamos despacio, pero estoy más que satisfecho con los
resultados. Sin duda alguna con su colaboración la calidad de la
traducción mejor un montón. Por eso mismo, los siguientes capítulos
de HPMOR no contaran con una fecha específica. Pero procuraré
seguir siendo lo más constante posible. En lo personal, creo que
vale la pena la espera con tal de lograr un mejor producto.

Quiero agradecer a Nozomi Black, B.S. Suohkki, Loquin, Aswang,


Fanny Taka, darknesonyou y AnaBrest15 por sus comentarios, de
verdad, que me animan muchísimo a seguir con esta traducción.

Algo más que deben saber es que no seguiré subiendo HPMOR en


mi blog. Por ahora estoy construyendo otro blog específicamente
para HPMOR y otros fanfic de mi autoría. Hasta que ese otro blog
no este terminado sólo podrán encontrar los nuevos capítulos de
HPMOR aquí en FFN.

¿Sabían que estoy escribiendo mi propio fanfic? Se llama Luz de


Atardecer, es de la saga Crepúsculo (que a pesar de sus falencias
me gusta) y mi enfoque es harto diferente del original, con unos
protagonistas digamos más racionales, más énfasis en los combates
y en el misterio. Sería un gran favor para mí que le dieran una
oportunidad y me escriban qué les parece. ¡LES ORDENO QUE
SIGAN EL LINK! LOL: s/10005023/1/Luz-de-Atardecer

Como siempre, muchas gracias por seguir está humilde traducción


:D

Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.


Racionalización
Capítulo 21: Racionalización

Rowling es quien sea que haga el trabajo de Rowling.

A Hermione Granger le preocupaba que se estuviera volviendo


Mala.

La diferencia entre Bueno y Malo era fácil de comprender


usualmente, ella nunca había entendido por qué a otras personas se
les dificultaba. En Hogwarts, "Bueno" era el Profesor Flitwick y la
Profesora McGonagall y la Profesora Sprout. "Malo" era el Profesor
Snape y el Profesor Quirrell y Draco Malfoy. Harry Potter… Era uno
de esos inusuales casos donde no podías precisarlo con nada más
mirarlo. Aún estaba intentando descubrir a dónde pertenecía.

Pero cuando se trataba de ella misma…

Hermione se estaba divirtiendo demasiado destrozando a Harry


Potter.

Lo había hecho mejor que él en cada clase que habían tomado.


(Excepto vuelo en escoba que era como clase de gimnasia, no
contaba.) Había conseguido verdaderos puntos de Casa casi todos
los días en su primera semana, no por extraños asuntos heroicos,
sino por cosas inteligentes como aprender hechizos rápidamente y
ayudar a otros estudiantes. Ella sabía que esa clase de puntos de
Casa eran mejor, y la mejor parte era, que Harry Potter también lo
sabía. Podía verlo en sus ojos cada vez que ella ganaba otro punto
verdadero de Casa.

Si tú eras Bueno, no se suponía que disfrutaras tanto ganar.


Había iniciado en el día del viaje en tren, aunque había tardado un
tiempo en que el torbellino se cimentara. No fue hasta más tarde
esa noche que Hermione empezó a notar cuánto había dejado que
ese chico pasara por encima de ella.

Antes de conocer a Harry Potter no había tenido a nadie a quien ella


deseara destrozar. Si alguien no lo estaba haciendo bien en su
clase, era su trabajo ayudarlos, no restregárselos. Eso era lo que
significaba ser Buena.

Y ahora…

… Ahora ella estaba ganando, Harry Potter estaba encogiéndose


cada vez que obtenía otro punto de Casa, y era tan divertido, sus
padres le habían advertido de las drogas y sospechaba que esto era
más divertido que aquello.

A ella siempre le habían gustado las sonrisas que los profesores le


daban cuando hacía algo correctamente. Siempre le había gustado
la larga linea de marcas de verificación en un examen
perfectamente respondido. Mas ahora cuando lo hacía bien en clase
casualmente miraba alrededor y captaba fugazmente a Harry Potter
apretando sus dientes, y eso la hacia querer saltar como si estuviera
en una canción en una película Disney.

Eso no era Malo, ¿o sí?

A Hermione Granger le preocupaba que se estuviera volviendo


Mala.

Y entonces un pensamiento llegó a ella que borró todos sus


temores.

¡Ella y Harry estaban cayendo en un Romance! ¡Por supuesto!


Todos sabían lo que quería decir que un chico y una chica
comenzaran a pelear todo el tiempo. ¡Se estaban cortejando
mutuamente! No había nada Malo con eso .
No podía ser que solamente disfrutara de darle una paliza a los días
escolásticos de el más famoso estudiante en la escuela, alguien que
estaba en los libros y hablaba cómo los libros, el chico que de algún
modo había derrotado al Señor Oscuro e incluso había aplastado al
Profesor Snape como un pequeño y triste insecto, el chico que era,
como el Profesor Quirrell lo habría puesto, dominante, sobre todos
los demás en el primer año de Ravenclaw excepto por Hermione
Granger quien estaba destripando a El-Niño-Que-Vivió en todas sus
clases aparte de vuelo en escoba.

Porque eso habría sido Malo.

No. Era Romance. De eso se trataba. Por eso era que estaban
luchando.

Hermione estaba contenta de haberlo descubierto justo el día de


hoy, cuando Harry perdería su concurso de lectura de libros, del cual
toda la escuela sabía, y ella quería empezar a bailar por la pura y
sobrecogedora dicha.

Eran las 2:45pm del Sábado y Harry Potter tenía la mitad de Una
Historia de la Magia de Bathilda Bagshot pendiente de leer y ella
estaba contemplando su reloj de bolsillo que sonaba tic tac con
espantosa lentitud hacia las 2:47pm.

Y toda la sala común de Ravenclaw estaba observando.

No eran sólo los de primer año, las noticias se habían esparcido


como leche derramada y la mitad exacta de Ravenclaw estaba
atiborrada dentro de la sala, apretujados en sofás y apoyándose en
estanterías y sentándose sobre los brazos de las sillas. Los seis
prefectos estaban allí incluyendo a la Premio Anual de Hogwarts.
Alguien tuvo que lanzar lanzar un Encantamiento de Aire-Fresco
sólo para que hubiera suficiente oxigeno. Y el estruendo de la
conversación había muerto hasta ser susurros que ahora se habían
desvanecido en completo silencio.

2:46pm.
La tensión era inaguantable. Si hubiera sido alguien más, cualquier
otro, su derrota habría sido una conclusión anunciada.

Pero este era Harry Potter, y no podías descartar la posibilidad de


que él haría, algo en los próximos segundos, alzar una mano y
chasquear sus dedos.

Con repentino terror ella se dio cuenta cómo Harry Potter podría ser
capaz de hacer exactamente eso. Sería muy de él haber terminado
de leer la segunda mitad del libro antes…

La visión de Hermione empezó a emborronarse. Intentó obligarse a


respirar, y encontró que simplemente no podía.

Faltaban diez segundos, y él aún no había levantado su mano.

Faltaban cinco segundos.

2:47pm.

Harry Potter puso cuidadosamente un separador de página dentro


de su libro, lo cerró, y lo dejó a un lado.

"Me gustaría anotar para el beneficio de la posterioridad," anunció


El-Niño-Que-Vivió con voz clara, "que sólo me faltó leer medio libro,
y que me topé con un número inesperado de retrasos -"

"¡Perdiste!" chilló Hermione. "¡No lo lograste ! ¡Tú perdiste nuestro


concurso !"

Hubo una exhalación colectiva cuando todos empezaron a respirar


de nuevo.

Harry Potter le disparó una Mirada de Fuego Flamante, mas ella


estaba flotando en un halo de pura felicidad blanca y nada podía
tocarla.

"¿Te das cuenta de qué clase de semana he tenido?" Reclamó


Harry Potter. "¡Cualquier ser inferior habría tenido dificultades para
leer ocho libros del Doctor Seuss!"

" Tú fuiste quien puso el limite de tiempo."

La Mirada de Fuego Flamante de Harry creció en furor. "No tenía


ninguna forma lógica de saber que tendría que salvar a toda la
escuela del Profesor Snape, o ser golpeado en clase de Defensa, y
si te contara cómo perdí todo el tiempo entre las 5pm y la cena del
Jueves pensarías que estaba loco -"

"Uyyy, suena a que alguien cayó presa de la falacia de la


planificación ."

Sorpresa pura se mostró en el rostro de Harry Potter.

"Oh eso me recuerda, terminé de leer el primer lote de libros que me


prestaste," Hermione informó con su apariencia más inocente. Un
par de ellos habían sido libros difíciles, también. Ella se preguntaba
cuánto le había tomado a él leerlos.

"Algún día," siseó El-Niño-Que-Vivió, "cuando los descendientes


distantes de los Homo sapiens vean hacia atrás en la historia de la
galaxia y quieran saber cómo fue que todo salió mal, concluirán que
el error original fue cuando alguien le enseñó cómo leer a Hermione
Granger."

"Pero aún así pierdes," celebró Hermione. Ella puso una mano
sobre su mandíbula y se mostró contemplativa. "¿Ahora que
deberías perder exactamente, me pregunto?"

"¿Qué?"

"Perdiste la apuesta," Hermione explicó, "así que tienes que pagar


una multa."

"¡No recuerdo haber aceptado algo como esto!"

"¿De verdad?" Dudó Hermione Granger. Ella puso una expresión


pensativa en su rostro. Luego, como si la idea se le acabara de
ocurrir, "Hagamos una votación, entonces. Todos en Ravenclaw que
crean que Harry Potter tiene que pagar, ¡levante su mano!"

"¿Qué?" rugió Harry Potter otra vez.

Giró alrededor y vio que estaba rodeado por un mar de manos


alzadas.

Y si Harry Potter hubiera mirado más cuidadosamente, habría


notado que una tremenda cantidad de los espectadores parecían
ser chicas y que prácticamente cada mujer en el cuarto tenía su
mano levantada.

"¡Alto!" gimió Harry Potter. "¡No saben qué es lo que va a pedir! ¿No
se dan cuenta lo que está tramando? ¡Está haciendo que ustedes
realicen un compromiso por adelantado, y luego la presión de la
conciencia hará que ustedes accedan a cualquier cosa que ella pida
después!"

"No te preocupes," lo calmó la prefecta Penelope Clearwater. "Si


demanda algo irrazonable, podemos cambiar nuestra opinión.
¿Cierto, todos?"

Y se produjeron ansiosos asentimientos de cabeza de parte de


todas las chicas a las que Penelope Clearwater les había revelado
el plan de Hermione.

Una silenciosa figura se deslizó a través de los helados pasillos de


los calabozos de Hogwarts. Tenía que estar presente en un cierto
cuarto a las 6:00pm para encontrarse con un cierto alguien, y si le
era posible lo mejor era llegar temprano, para mostrar respeto.

Pero cuando su mano giró el pomo y abrió la puerta hacia el oscuro,


silencioso, y poco usado salón de clases, ya había una silueta
parada entre las filas de polvorientos y viejos escritorios. Una silueta
que esgrimía una pequeña varita de verde resplandor, lanzando una
pálida luz que apenas e iluminaba a quien la estaba sosteniendo,
menos aún los alrededores del cuarto.

La luz del pasillo murió cuando la puerta se cerró de un porrazo


detrás de él, y los ojos de Draco comenzaron el proceso de
ajustarse al mortecino brillo.

La silueta se volteó lentamente para confrontarlo, revelando un


rostro en las sombras parcialmente iluminado por la fugaz luz verde.

A Draco ya le gustaba esta reunión. Conserva la escalofriante luz


verde, haz a los dos más altos, dales capuchas y máscaras, llévalos
de un salón de clases hacia un cementerio, y sería justo como el
inicio de la mitad de las historias que los amigos de su padre
contaban sobre los Mortífagos.

"Quiero que sepas, Draco Malfoy," aclaró la silueta con un tono de


mortal calma, "que no te culpo por mi reciente derrota."

Draco abrió su boca en impensable protesta, no había razón posible


para que él tuviera que ser culpado -

"Fue debido, más que cualquier cosa, a mi propia estupidez,"


continuó la figura en las sombras. "Hubo muchísimas otras cosas
que pude haber hecho, en cualquier paso a lo largo del camino. No
me pediste hacer exactamente lo que yo hice. Tú únicamente
pediste ayuda. Yo fui quien imprudentemente eligió ese método en
particular. Pero permanece el hecho de que perdí el concurso por
medio libro. Las acciones de tu idiota mascota, y el favor que me
solicitaste, y, sí, mi propia estupidez incluida, causaron que perdiera
tiempo . Más tiempo del que sabes. Tiempo que, al final, demostró
ser crítico. Permanece el hecho, Draco Malfoy, de que si no
hubieras solicitado ese favor, yo habría ganado. Y no… En su
lugar… Perdí ."

Draco ya había escuchado sobre la derrota de Harry, y la multa que


Granger había reclamado de él. Las noticias se habían esparcido
más rápido de lo que los búhos las podrían haber llevado.
"Entiendo," Draco comentó. "Lo siento." No había nada más que él
pudiera decir si quería que Harry Potter fuera su amigo.

"No estoy pidiendo entendimiento ni pesar," señaló la oscura silueta,


todavía con mortal calma. "Pero he pasado dos horas enteras en la
presencia de Hermione Granger, vestido con los ropajes que me
fueron proveídos, visitando lugares tan fascinantes de Hogwarts
como una cascada de diminutas burbujas de lo que para mí se veía
como mocos, acompañado por un número de otras chicas quienes
insistieron en actividades colaboradoras tales como cubrir nuestro
camino con pétalos de rosas Transformadas. He estado en una cita,
heredero de Malfoy. Mi primera cita. Y cuando llame por ese favor
que me debes, tú lo pagaras. "

Draco asintió solemnemente. Antes de venir había tomado la sabia


precaución de aprender cada detalle disponible de la cita de Harry,
para así poder sacar toda su risa histérica antes de su encuentro
acordado, y no fuera a cometer un faux pas al ahogarse de risa
continuamente hasta perder la consciencia.

"Crees," Draco sugirió, "que algo triste tendría que suceder a la


chica Granger -"

"Esparce la palabra en Slytherin de que la chica Granger es mía y


que cualquiera que se entrometa en mis asuntos tendrá sus restos
desperdigados en un área lo suficientemente grande como para
cubrir doce lenguajes diferentes. Y ya que no soy un Gryffindor y
uso astucia en lugar de ataques frontales, no deberían entrar en
pánico si ven que le sonrío a ella."

"¿O si eres visto en una segunda cita?" Draco preguntó, permitiendo


nada más que una nota de escepticismo en su voz.

"No habrá segunda cita," corrigió la silueta alumbrada de verde con


una voz tan tenebrosa que sonaba, no sólo como la de un Mortífago,
sino como la de Amycus Carrow en aquella vez que Padre le dijo
que se detuviera, ese no era el Señor Oscuro.
Por supuesto aún era la joven voz alta y aguda de un chico y
cuando lo combinabas con las palabras pronunciadas, bueno, no
funcionaba igual. En caso de que Harry Potter sí se convirtiera en el
próximo Señor Oscuro algún día, Draco usaría un Pensadero para
guardar una copia de este recuerdo en algún lugar seguro, y Harry
Potter nunca se atrevería a traicionarlo.

"Mas procedamos a discutir asuntos más felices," prosiguió la figura


de silueta verde. "Hablemos de conocimiento y poder. Draco Malfoy,
hablemos de Ciencia."

"Sí," aceptó Draco. "Vamos hablar."

Draco se preguntó qué tanto de su propio rostro podía ser visto,


estando en las sombras, con esa mortecina luz verde.

Y aunque Draco mantuvo su cara seria, había una sonrisa en su


corazón.

Finalmente estaba teniendo una conversación real de adultos.

"Te ofrezco poder," brindó la figura en las sombras, "y te diré de ese
poder y su precio. El poder proviene de conocer la forma de la
realidad y de ganar control sobre ella. Lo que puedes entender,
puedes comandar, y ese es el poder que es suficiente para caminar
sobre la Luna. El precio de ese poder es que debes aprender a
hacer preguntas a la Naturaleza, y lo más difícil, aceptar las
respuestas de la Naturaleza. Harás experimentos, realizaras
pruebas y veras lo que pasa. Y tienes que aceptar el significado de
aquellos resultados cuando te demuestran que estás equivocado.
Tendrás que aprender a cómo perder, no conmigo, sino con la
Naturaleza. Cuando te encuentres a ti mismo discutiendo con la
realidad, tendrás que dejar a la realidad ganar. Hallarás esto
doloroso, Draco Malfoy, y no sé si eres así de fuerte. Sabiendo el
precio, ¿es todavía tu deseo aprender el poder humano?"

Draco respiró profundamente. Pensó sobre esto. Y era difícil


responder de otro modo. Había sido instruido para tomar cada
posible ruta de amistad con Harry Potter. Únicamente iba a
aprender, no estaba prometiendo hacer nada. Siempre podía
detener las lecciones en cualquier momento…

Había un cierto número de cosas sobre la situación que la hacían


parecerse a una trampa, pero con toda honestidad, Draco no veía
cómo esto podía salir mal.

Además Draco como que sí quería dominar el mundo.

"Sí," contestó Draco.

"Excelente," elogió la figura en las sombras. "Tengo una semana


muy ocupada, y tomará tiempo planear tu currículo -"

"Tengo que hacer un montón de cosas que necesito hacer para


consolidar mi poder en Slytherin," dijo Draco, "sin mencionar la
tarea. ¿Quizá deberíamos iniciar en Octubre?"

"Suena sensato," concordó la figura en las sombras, "sin embargo a


lo que me refiero es que para planear tu currículo, necesito conocer
lo que te estaré enseñando. Tres pensamientos vienen a mí. El
primero es que te enseñé de la mente y el cerebro humano. La
segunda opción es que te enseñe del universo físico, aquellas artes
que yacen en el camino para visitar la Luna. Esto involucra una gran
cantidad de números, pero para una cierta clase de mente aquellos
números son más bellos que cualquier otra cosa que la Ciencia
tenga para enseñar. ¿Te gustan los números, Draco?"

Draco sacudió su cabeza.

"Entonces eso sería demasiado. Aprenderás matemáticas


eventualmente, mas no de inmediato, creo. La tercera opción es que
te enseñe de genética y evolución y herencia, lo que llamarías
sangre -"

"Esa," escogió Draco.


La figura asintió. "Pensé que diría tal cosa. Aunque pienso que ese
será el camino más doloroso para ti, Draco. ¿Que tal si tu familia y
amigos, los puristas de la sangre, afirman una cosa, y descubres
que las pruebas experimentales muestran otra?"

"¡Entonces descubriré como hacer que las pruebas experimentales


digan la respuesta correcta !"

Hubo una pausa, cuando la figura en las sombras se quedó de pie


con la boca abierta por un rato.

"Um," pronunció la figura en las sombras. "En verdad no funciona de


esa manera. Sobre eso era que estaba intentando advertirte, Draco.
No puedes hacer que la respuesta salga como tú quieras."

" Siempre puedes hacer que la respuesta salga a tu gusto," replicó


Draco. Eso había sido prácticamente lo primero que sus tutores le
habían enseñado. "Nada más es cuestión de encontrar los
argumentos adecuados."

"No," reiteró la figura en las sombras, su voz elevándose en


frustración, "¡no, no, no! ¡Entonces obtendrás la respuesta
incorrecta y así no puedes ir a la Luna! La Naturaleza no es una
persona, no puedes engañarla para que crea algo más, ¡si le dices
que la Luna está hecha de queso puedes argumentarlo por días y
eso no cambiara a la Luna! De lo que estás hablando es
racionalización, como iniciar con una hoja de papel, bajar
directamente hasta la última linea, usando tinta para escribir 'y por lo
tanto, la Luna está hecha de queso', y luego regresar al principio
para escribir toda clase de ingeniosos argumentos arriba. Pero
como sea la Luna está hecha de queso o no lo está. En el momento
en que escribiste en la última linea, ya era verdadero o ya era falso.
Sin importar si la hoja entera de papel termina con la conclusión
correcta o la conclusión incorrecta está arreglado desde el instante
en que escribiste en la última linea. Si estás intentando escoger
entre dos baúles caros, y te gusta el más brillante, no importa qué
ingeniosos argumentos se te ocurran para comprarlo, la regla real
que usaste para elegir por cual baúl discutir fue 'elegir el más
brillante', y sin importar que tan efectiva esa regla sea para escoger
buenos baúles, esa es la clase de baúles que conseguirás. La
Racionalidad no puede ser usada para discutir por un lado
arreglado, su uso únicamente posible es decidir en cuál lado discutir
. La Ciencia no es para convencer a todos de que los puristas de
sangre tienen la razón. ¡Eso es política ! ¡El poder de la ciencia
proviene de hallar la forma en que la Naturaleza realmente es y eso
no puede ser cambiado discutiendo ! Lo que la ciencia puede hacer
es decirte es cómo funciona la sangre realmente, cómo es que los
magos en verdad heredan sus poderes de sus padres, y si los hijos
de Muggle son más débiles o más fuertes -"

"¡Más fuertes!" exclamó Draco. Había estado intentando seguir esto,


con una expresión de desconcierto sobre su rostro, podía ver cómo
tenía sentido de algún modo mas ciertamente no se parecía a nada
que él hubiera escuchado antes. Y luego Harry Potter había dicho
algo que no había posibilidad que Draco dejara pasar. "¿Piensas
que los sangre sucia son más fuertes ?"

"No pienso nada," negó la figura en las sombras. "No sé nada. No


creo en nada. Mi última linea aún no está escrita. Descubriré cómo
probar la fuerza mágica de los hijos de Muggle, y la fuerza mágica
de los sangre pura. Si mis pruebas me revelan que los hijos de
Muggle son más débiles, yo creeré que ellos son más débiles. Si
mis pruebas me revelan que los hijos de Muggle son más fuertes,
creeré que son más fuertes. Sabiendo esta y otras verdades, ganaré
alguna cantidad de poder -"

"¿Y esperas que yo crea cualquier cosa que tú digas?" Draco


demandó acaloradamente.

"Yo espero que realices las pruebas personalmente," aclaró la figura


en las sombras con voz baja. "¿Tienes miedo de lo que tú
encontrarás?"

Draco contempló la figura en las sombras por un rato, sus ojos como
rendijas. "Buena trampa, Harry," él acusó. "Tendré que recordarla,
es nueva."
La figura en las sombras sacudió su cabeza. "No es una trampa,
Draco. Recuerda - yo no sé lo que encontraremos. Sin embargo tú
no comprendes el universo discutiendo con él o pidiéndole que
regrese con una respuesta diferente la próxima vez. Cuando te
pones la túnica de un científico debes olvidar todas tus políticas y
argumentos y facciones y bandos, silenciar los desesperados
apegos de tu mente, y desear no escuchar otra cosa que la
respuesta de la Naturaleza." La figura en las sombras hizo una
pausa. "La mayoría de personas no pueden hacerlo. Es por eso que
es difícil. ¿Estás seguro de que no preferirías aprender sobre el
cerebro?"

"Y si te digo que preferiría aprender sobre el cerebro," Draco replicó,


con voz muy endurecida, "iras por ahí contándole a las personas
que tuve miedo de lo que encontraría."

"No," declaró la figura en las sombras. "No haré tal cosa."

"Pero podrías hacer la misma clase de pruebas por tu cuenta, y si


obtienes la respuesta equivocada, yo no estaría allí para decirlo
antes de que se lo mostraras a alguien más." La voz de Draco aún
era áspera.

"Aún así te preguntaría primero, Draco," la figura en las sombras dijo


en voz baja.

Draco hizo una pausa. No había anticipado eso, creyó que había
previsto la trampa mas… "¿Lo harías ?"

"Claro. ¿Cómo sabría a quién chantajear o qué demandar de ellos?


Draco, te repito que esta no es una trampa que armé para ti. Al
menos no para ti personalmente. Si tus políticas fueran diferentes,
yo hubiera dicho, qué tal si las pruebas demuestran que los sangre
pura son más fuertes."

"En serio."
" ¡Sí! ¡Ese es el precio que cualquiera tiene que pagar para
convertirse en un científico!"

Draco alzó una mano. Tenía que pensar.

En las sombras, la figura de resplandor verde esperó.

No le tomó mucho tiempo reflexionar el asunto, sin embargo. Si


descartabas todas las partes confusas… entonces Harry Potter
estaba planeando entrometerse con algo que podía causar una
gigantesca explosión política, y sería de locos alejarse y permitirle
hacerlo por su cuenta. "Estudiaremos la sangre," determinó Draco.

"Excelente," felicitó la figura, y sonrió. "Felicitaciones por estar


dispuesto a realizar la primera pregunta."

"Gracias," Draco replicó, no pudiendo del todo ocultar la ironía en su


voz.

"Oye, ¿pensaste que ir a la Luna era fácil ? Alégrate de que sólo


involucra cambiar tu opinión a veces, ¡y no un sacrificio humano!"

"¡Los sacrificios humanos serías mucho más fáciles!"

Hubo una corta pausa, y luego la figura asintió. "Es un punto valido."

"Mira, Harry," elaboró Draco sin mayor esperanza, "pensé que la


idea era apoderarse de todas las cosas que los Muggles saben,
combinarlas con cosas que los magos saben, y volvernos amos de
ambos mundos. No sería más fácil únicamente estudiar todas las
cosas que los Muggles ya descubrieron, como las cosas de la Luna,
y usar ese poder -"

"No," lo interrumpió la figura con una fuerte sacudida de su cabeza,


sacudiendo sombras verdes que se movieron alrededor de su nariz
y ojos. Su voz se había vuelto siniestra. "Si no puedes aprender el
arte de aceptar la realidad propio de los científicos, entonces no
debo contarte lo que esa aceptación a descubierto. Sería como si un
poderoso mago te hablara de aquellas puertas que no deben ser
abiertas, y aquellos sellos que no deben ser rotos, antes de que
hayas demostrado tu inteligencia y disciplina al sobrevivir los
primeros peligros."

Un escalofrío bajo por la espina dorsal de Draco y tembló


involuntariamente. Sabía que había sido visible incluso en la
sombría luz. "De acuerdo," admitió Draco. "Comprendo." Padre le
había dicho eso muchas veces. Cuando un mago más poderoso te
advertía que no estabas listo para saber, tú no seguías fisgoneando
si querías vivir.

La figura inclinó su cabeza. "En efecto. Mas hay otra cosa que
deberías entender. Los primeros científicos, al ser Muggles,
carecían de tus tradiciones. Al principio ellos no comprendieron la
noción de conocimiento peligroso, y pensaron que todas las cosas
descubiertas tendrían que ser habladas libremente. Cuando sus
búsquedas se volvieron peligrosas, le contaron a sus políticos de
cosas que debieron haber permanecido encubiertas - no me veas
así, Draco, no fue simple estupidez. Ellos tenían que ser lo
suficientemente inteligentes cómo para descubrir el secreto en
primer lugar. Pero ellos eran Muggles, era la primera vez que
encontraban algo en verdad peligroso, y no iniciaron con una
secreta tradición. Había una guerra en marcha, y los científicos de
un lado se preocuparon de que si ellos no hablaban, los científicos
del país enemigo lo revelarían a sus políticos primero…" La voz se
apagó significativamente. "Ellos no destruyeron el mundo. Aunque
estuvo cerca. Y nosotros no vamos a repetir ese error."

"De acuerdo," Draco concordó, su voz muy firme. " Nosotros no lo


haremos. Somos magos, y estudiar ciencia no nos hace Muggles."

"Como has dicho," prosiguió la silueta de resplandor verde.


"Estableceremos nuestra propia Ciencia, una Ciencia mágica, y esa
Ciencia tendrá tradiciones más brillantes desde el principio." La voz
se alzó. "El conocimiento que comparto contigo será enseñado al
lado de la disciplina para aceptar la verdad, el nivel de este
conocimiento será ajustado a tu progreso en aquella disciplina, y no
compartirás ese conocimiento con nadie más que no haya
aprendido esa disciplina. ¿Aceptas esto?"

"Sí," contestó Draco. ¿Qué más podía hacer, decir no?

"Bien. Y lo que descubras para ti mismo, te lo guardarás para ti


mismo a menos que creas que otros científicos están preparados
para saberlo. Lo que compartamos entre nosotros, no se lo
revelaremos al mundo a menos que acordemos que es seguro que
el mundo lo sepa. Y sin importar cuáles sean nuestras propias
políticas y afiliaciones, castigaremos con todo a cualquiera de los
nuestros que comparta magias peligrosas o entregue armas letales,
sin importar que tipo de guerra este sucediendo. Desde este día en
adelante, esta será la tradición y la ley de la ciencia entre los magos.
¿Estamos de acuerdo en eso?"

"Sí," afirmó Draco. Esto estaba empezando a sonar muy atractivo.


Los Mortífagos habían intentado llegar al poder al ser más
aterradores que todos los demás, y de hecho aún no habían
ganado. Quizá era tiempo de gobernar usando los secretos. "Y
nuestro grupo permanece escondido tanto tiempo como sea posible,
y todos los que pertenezcan tienen que acceder a nuestras reglas."

"Por supuesto. Definitivamente."

Hubo una corta pausa.

"Vamos a necesitar mejores túnicas," comentó la figura en las


sombras, "con capuchas y cosas por el estilo -"

"Justamente estaba pensando en eso," intervino Draco. "No


necesitamos comprar nuevas túnicas, sin embargo, nada más capas
encapuchadas para ponernos. Tengo una amiga en Slytherin, ella
tomará tus medidas -"

"No le digas para que son, aunque -"

"¡No soy estúpido !"


"Y sin máscaras por ahora, no cuando somos solamente tú y yo -"
dijo la figura en las sombras.

"¡Cierto! Pero más adelante deberíamos tener alguna clase de


marca especial para todos nuestros sirvientes, la Marca de la
Ciencia, como una serpiente comiéndose la Luna en sus brazos
derechos -"

"Es llamado un PhD, ¿y no haría eso que identificaran a nuestra


gente con demasiada facilidad?"

"¿Uh?"

"Me refiero, que tal si alguien llega y pide 'de acuerdo, ahora todos
arremanguen sus túnicas en el brazo derecho' y nuestro hombre es
como 'ouch, lo siento, parece que soy un espía' -"

"Olvida que lo mencione," se apresuró Draco, sudor esparciéndose


repentinamente por todo su cuerpo. Necesitaba una distracción,
pronto - "¿Y cómo nos llamaremos? ¿Los Científagos?"

"No," rechazó la figura en las sombras lentamente. "Eso no suena


correcto…"

Draco pasó un brazo de su túnica sobre su frente, secando gotas de


sudor. ¿Qué había estado pensando el Señor Oscuro? ¡Padre había
jurado que el Señor Oscuro era listo !

"¡Lo tengo!" exclamó la figura en las sombras inesperadamente. "No


lo comprenderás todavía, pero créeme, encaja."

En ese instante Draco habría aceptado los 'Mastica Malfoy' siempre


y cuando cambiara el tema. "¿Cuál es?"

Y de pie en medio de los polvorientos escritorios en un salón sin uso


del calabozo de Hogwarts, la silueta de brillo verde de Harry Potter
abrió sus brazos dramáticamente y anunció, "Este día marcará el
amanecer de… la Conspiración Bayesiana ."

Una figura silenciosa atravesó los pasillos de Hogwarts con paso


cansino en dirección a Ravenclaw.

Harry había ido derecho del encuentro con Draco hacía la cena, y se
quedó en el comedor apenas y el tiempo suficiente como para tragar
unos pocos y rápidos bocados de comida antes de retirarse a la
cama.

No eran ni siquiera las 7pm aún, mas la hora de dormir para Harry
había pasado hace rato. Se dio cuenta la noche anterior de que no
sería capaz de usar el Giratiempo el día Sábado hasta después de
que el concurso de lectura de libros hubiera terminado. Pero aún
podría usar el Giratiempo en la noche del Viernes, y así ganar
tiempo. Por lo que Harry se forzó a si mismo a permanecer
despierto hasta las 9pm del Viernes, cuando el caparazón protector
se abrió, y luego usó las cuatro horas que faltaban del Giratiempo
para regresar a las 5pm y colapsar en un sueño profundo. Despertó
alrededor de las 2am del Sábado en la mañana, justo como lo había
planeado, y leyó por las siguientes doce horas sin parar… y aún así
no había sido suficiente. Y ahora Harry tendría que irse a dormir
muy temprano por los próximos días, hasta que su ciclo de sueño se
regularizara de nuevo.

El retrato en la puerta le presentó a Harry algún tonto acertijo


apropiado para niños de once años que él respondió sin que las
palabras tan siquiera cruzaran su mente consciente, y luego Harry
subió las escaleras hacia su dormitorio, se puso sus piyamas y
colapsó sobre la cama.

Y descubrió que su almohada parecía estar llena de grumos.

Harry gimoteó. Se sentó reluctante, se giró sobre la cama, y levantó


su almohada.

Esto reveló una nota, dos Galeones de oro, y un libro titulado


Oclumancia: El Arte Escondido .
Harry tomó la nota y leyó:

Cielos, sí que te metes en problemas y rápido. Tu padre no sería


rival para ti.

Has hecho un poderoso enemigo. Snape comanda la lealtad,


admiración, y temor de toda la Casa de Slytherin. Ya no puedes
confiar en nadie de esa Casa ahora, sin importar si se acercan a ti
de manera amistosa o amenazante.

De ahora en adelante debes evadir los ojos de Snape. Él es un


Legeremante y puede leer tu mente si haces contacto visual. He
adjuntado un libro que podría ayudarte a protegerte a ti mismo,
aunque no es muy lejos lo que puedes llegar sin un tutor. Sin
embargo al menos podrías aprender a detectar intrusión.

Así que para que puedas encontrar algún tiempo para estudiar
Oclumancia, he adjuntado 2 Galeones, que es el precio para las
hojas de respuesta y tareas para el primer año de la clase de
Historia de la Magia (El Profesor Binns ha estado escribiendo los
mismos exámenes y las mismas trabajos cada año desde que
murió). Tus nuevos amigos los gemelos Weasley deberían ser
capaces de venderte una copia. No necesito decir que no te deben
atrapar con aquello en tu posesión.

Del Profesor Quirrell conozco poco. Él es un Slytherin y un Profesor


de Defensa, y eso son dos factores en contra suya. Considera
cuidadosamente cualquier aviso que te otorgué, y no le cuentes
nada que no desees que se sepa.

Dumbledore sólo pretende estar loco. Es extremadamente


inteligente, y si continuas penetrando en armarios y desapareciendo,
ciertamente deducirá que posees una capa de invisibilidad si es que
ya no lo ha hecho. Huye de él siempre que sea posible, esconde la
Capa de Invisibilidad en algún lugar seguro (NO tu monedero) cada
vez que no puedas alejarte, y pisa con mucho cuidado en su
presencia.
Por favor se más cuidadoso en el futuro, Harry Potter.

- Santa Claus

Harry observó la nota.

Sí parecía ser un muy buen consejo. Por supuesto que Harry no iba
a hacer trampa en la clase de Historia incluso si le daban un mono
muerto como profesor. Pero la Legeremancia de Severus… quien
fuera que hubiera enviado esta nota sabía un montón de
importantes, cosas secretas y estaba dispuesto a compartirlas con
Harry. La nota seguía siendo una advertencia en contra de
Dumbledore robando la Capa aunque al respecto Harry
honestamente no tenía ni idea si era una mala señal, podía tratarse
de un mero error comprensible.

Había alguna clase de intriga ocurriendo en Hogwarts. Quizá si


Harry comparaba historias entre Dumbledore y el escribiente-de-
notas, ¿podría elaborar una imagen combinada que sería acertada?
Como si ambos se ponían de acuerdo en algo, entonces…

… como sea…

Harry introdujo todo dentro de su monedero y encendió el


Silenciador y jaló la cobija por encima de su cabeza y murió.

Era Domingo en la mañana y Harry estaba comiendo panqueques


en el Gran Comedor, bocados rápidos y precisos, fisgoneando
nerviosamente su reloj cada pocos segundos.

Eran las 8:02am, y en precisamente dos horas y un minuto, sería


exactamente una semana desde que había conocido a los Weasleys
y cruzado la Plataforma Nueve y Tres-Cuartos.

Y se le ocurrió el pensamiento… Harry no estaba seguro de que


esta fuera una forma valida de pensar sobre el universo, él ya no
sabía nada de nada, pero era probable que…

Eso…

No le habían pasado suficientes cosas interesantes en la semana


transcurrida.

Cuando estaba terminando de comer su desayuno, Harry planeó


irse derecho a su cuarto y esconderse en el nivel más profundo de
su baúl y no hablar con nadie hasta las 10:03am.

Y allí fue cuando Harry vio a los gemelos Weasley caminado hacia
él. Uno de ellos estaba cargando algo oculto detrás de su espalda.

Debió haber gritado y salido corriendo.

Debió haber gritado y salido corriendo.

Fuera lo que fuera… esto muy bien podría ser…

… el gran final…

Él realmente debió haber gritado y salido corriendo.

Con el resignado presentimiento de que el universo llegaría y lo


atraparía de todos modos, Harry continuó cortando el panqueque
con su tenedor y cuchillo. Él no podía hallar la energía. Esa era la
triste verdad. Harry sabía ahora cómo se sentían las personas
cuando estaban cansados de correr, cansados de intentar escapar
del destino, y nada más caían al suelo y permitían que los
horrorosamente dentados tentáculos demoníacos del más oscuro
abismo los arrastraran a su innombrable destino.

Los gemelos Weasley se acercaron un poco más.

Y aún más cerca.

Harry comió otra mordida de panqueque.


Los gemelos Weasley llegaron, sonriendo brillantemente.

"Hola, Fred," Harry saludó perezosamente. Uno de los gemelos


asintió. "Hola, George." El otro gemelo asintió.

"Te oyes cansado," observó George.

"Deberías animarte," propuso Fred.

"¡Mira lo que nosotros tenemos para ti!"

Y George extrajo, de atrás de la espalda de Fred -

Un pastel con doce velas encendidas.

Hubo una pausa, mientras la mesa de Ravenclaw se los quedó


mirando.

"Eso no es correcto," apuntó alguien. "Harry Potter nació el treinta y


uno de Jul-"

"ÉL ESTÁ LLEGANDO," gritó una enorme y hueca voz que cortó
todas las conversaciones como una espada de hielo. "AQUEL QUE
DESTROZARÁ EL MISMÍSIMO -"

Dumbledore brincó de su trono y corrió directamente hacia la Mesa


de Profesores y sujetó a la mujer que pronunciaba esas terribles
palabras, Fawkes apareció con un destello, y los tres
desaparecieron en un crujido de fuego.

Hubo una pausa por la sorpresa…

… seguida por cabezas que giraron en dirección de Harry Potter.

"Yo no lo hice," Harry declaró con voz cansada.

"¡Eso fue una profecía !" alguien chilló en la mesa. "¡Y apuesto que
se trata de ti !"
Harry suspiró.

Se levantó de su silla, elevó su voz, y exclamó fuertemente por


encima de las conversaciones que estaban iniciando, "¡No es sobre
mí! ¡Obviamente! ¡Yo no estoy llegando aquí, Yo ya estoy aquí!"

Harry se sentó otra vez.

Las personas que lo habían estado mirando dejaron de hacerlo.

Alguien más en la mesa dijo, "¿Entonces de quién se trata?"

Y con una lenta, pesada sensación, Harry se dio cuenta quién no


estaba aún en Hogwarts.

Digamos que fue una suposición al azar, mas Harry tuvo la intuición
de que el no-muerto Señor Oscuro aparecería un día de estos.

Las conversaciones prosiguieron a su alrededor.

"Sin mencionar, ¿destrozar el mismísimo qué ?"

"Creo que escuché a Trelawney empezar a decir algo con una 'S'
justo antes de que el Director se la llevara."

"Como… ¿alma? ¿Sol?"

"¡Si alguien va a destrozar el Sol estamos en grandes problemas!"

A Harry eso se le hizo muy improbable, a menos que el mundo


contuviera cosas aterradoras que hubieran escuchado de la idea de
David Criswell sobre mover estrellas.

"Entonces," Harry indagó con tono cansino, "esto pasa todos los
Domingos en el desayuno, ¿cierto?"

"No," negó un estudiante que podría haber estado en su séptimo


año, frunciendo el ceño sombríamente. "No es así."
Harry se encogió de hombros. "Como sea. ¿Alguien quiere pastel de
cumpleaños?"

"¡Pero no es tu cumpleaños!" protestó el mismo estudiante que


había objetado anteriormente.

Esa fue la señal para que Fred y George comenzaran a reírse, por
supuesto.

Incluso Harry se las arregló para esbozar una fatigada sonrisa.

Cuando la primera rebanada le fue servida, Harry espetó, "He tenido


una semana en verdad larga ."

Y Harry estaba sentado en el nivel caverna de su baúl, el cerrojo


echado y cerrado con llave para que nadie pudiera entrar, una
sabana blanca sobre su cabeza, esperando para que finalizara la
semana.

10:03, pero sólo para estar seguro…

10:04 y la primera semana había terminado.

Harry dejó escapar un suspiro de alivio, y cautelosamente se quitó la


sabana de su cabeza.

Unos momentos después, emergió hacía su aireado dormitorio


iluminado por el sol brillante.

Poco después, estaba en la sala común de Ravenclaw. Unas


cuantas personas lo miraron, sin embargo le dijo nada o intentó
hablar con él.

Harry encontró un escritorio amplio y bueno para escribir, se


apoderó de una silla confortable, y se sentó. De su monedero sacó
una hoja de papel y un lapicero.
Mamá y Papá le habían dicho a Harry en términos que no se
prestaban para la confusión que si bien ellos entendían su
entusiasmo por salir del hogar y alejarse de sus padres, tendría que
escribirles cada semana sin falta, para que así ellos supieran que
estaba vivo, sin daño, y no en prisión.

Harry contempló la hoja de papel en blanco. Veamos…

Tras dejar a sus padres en la estación de tren, él había…

… trabado amistad con un chico criado por Darth Vader, vuelto


amigo de los tres bromistas peor reputados en Hogwarts, conocido a
Hermione, luego sucedió el Incidente con el Sombrero
Seleccionador… El Lunes había recibido una maquina del tiempo
para tratar su desorden de sueño, obtenido una legendaria capa de
invisibilidad de parte de un benefactor desconocido, rescatado siete
Hufflepuffs mediante mirar con menosprecio a cinco chicos más
grandes que él uno de los cuales había amenazado con romper su
dedo, se dio cuenta que poseía un misterioso lado oscuro, aprendió
a lanzar el Frigideiro en clase de Encantamientos, e iniciado su
rivalidad con Hermione… El Martes había sido introducido a
Astronomía impartida por la Profesora Aurora Sinistra quien estaba
bien, e Historia de la Magia enseñada por un fantasma que debería
ser exorcizado y reemplazado con una grabadora… El Miércoles,
había sido elegido como el Estudiante Más Peligroso en el Salón de
Clases… El Jueves, ni siquiera pensemos en el Jueves… Viernes,
el Incidente en Clase de Pociones, seguido por su chantaje al
Director, seguido por el Profesor de Defensa haciendo que lo
golpearan en clase, seguido por el Profesor de Defensa resultando
ser el humano más asombroso que había caminado sobre la faz de
la Tierra… El Sábado había perdido una apuesta y tenido su primera
cita y empezado a redimir a Draco… y esta mañana la profecía
incompleta de la Profesora Trelawney podría o no indicar que un
inmortal Señor Oscuro estaba a punto de atacar Hogwarts.

Harry organizó su material mentalmente, y comenzó a escribir.

Queridos mamá y Papá:


Hogwarts es muy divertido. Aprendí como violar la Segunda Ley de
la Termodinámica en clase de Encantamientos, y conocí a una chica
llamada Hermione Granger quien lee más rápido que yo.

Mejor lo dejo ahí.

Su amado hijo,

Harry James Potter-Evans-Verres.


El Método Científico
Capítulo 22

El Método Científico

Algo, en algún lugar, en algún momento, debe haber pasado de


modo diferente…

PETUNIA EVANS se casó con Michael Verres, un Profesor de


Bioquímica en Oxford.

HARRY JAMES POTTER-EVANS-VERRES creció en un hogar lleno


hasta el tope con libros. Una vez mordió a una profesora de
matemáticas que no sabía lo que era un logaritmo. Él ha leído a
Godel, Escher, Bach y Sentencia de la incertidumbre: Heurística y
Prejuicios y el volumen uno de Las Conferencias de Feyman sobre
Física. Y a pesar de lo que todos quienes lo han conocido temen, él
no quiere convertirse en el próximo Señor Oscuro. Fue criado mejor
que eso. Él quiere descubrir las leyes de la magia y convertirse en
dios.

HERMIONE GRANGER lo está haciendo mejor que él en cada clase


excepto vuelo de escoba.

DRACO MALFOY es exactamente lo que esperarías que fuera un


chico de once años si Darth Vader fuera su amoroso padre.

EL PROFESOR QUIRRELL está viviendo el sueño de toda su vida


al enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras, o como él prefiere
llamar a su clase, Batalla Mágica. Todos sus estudiantes se están
preguntando que va ir mal con el Profesor de Defensa esta vez.

DUMBLEDORE o está loco, o jugando alguna clase de juego muy


enrevesado que involucró prenderle fuego a una gallina.
LA DIRECTORA ADJUNTA MINERVA MCGONAGALL necesita ir a
algún lugar privado y gritar por un tiempo.

Presentando:

HARRY POTTER Y LOS MÉTODOS DE LA RACIONALIDAD

No vas a adivinar hacia donde va este.

Algunas notas:

Las opiniones de los personajes en esta historia no son


necesariamente las del autor (o del traductor.) Lo que cálido!Harry
piensa es frecuentemente hecho como un buen patrón a seguir,
especialmente si Harry piensa sobre cómo puede citar estudios
científicos para respaldar un principio particular. Pero no todo lo que
Harry haga o crea es una buena idea. Eso no funcionaría como
historia. Y los personajes menos cálidos a veces podrían tener
valiosas lecciones que ofrecer, sin embargo aquellas lecciones
también podrían contener un peligroso doble filo.

Si aún no has visitado HPMOR PUNTO COM, no te olvides de


hacerlo en algún momento; de otro modo te perderás el fan art,
cómo aprender todo lo que Harry sabe, y más.

Si aún no has disfrutado este fic, mas sí aprendiste algo de leerlo,


entonces por favor considera bloguearlo o twittearlo. Un trabajo
como este sólo es bueno siempre y cuando haya personas que lo
lean.

Y ahora, de regreso a tu usualmente agendado fic…

La clave para la estrategia no es escoger un camino que lleve a J.


K. Rowling, sino elegir de tal modo que todos los caminos lleven
hacia J. K. Rowling.

En un pequeño cuarto de estudio, cerca pero no dentro del


dormitorio de Ravenclaw, en uno de los muchos salones sin usar de
Hogwarts. De piedras grises los pisos, de rojos ladrillos las paredes,
de madera oscurecida el techo, cuatro globos de vidrio brillante
ubicados en las cuatro paredes del cuarto. Una mesa circular que se
veía como una gran losa de mármol negro con delgadas patas de
mármol por columnas, que sin embargo había demostrado ser muy
liviana (tanto en peso y masa) y no era difícil de levantar y mover de
ser necesario. Dos confortables y acolchadas sillas que al principio
parecían estar pegadas al piso en lugares inconvenientes, pero que,
ellos dos finalmente habían descubierto, se acercarían a donde te
quedaras de pie tan pronto como te reclinaras en una postura que
diera a entender que estabas a punto de sentarse.

También había un buen número de murciélagos volando alrededor


del salón.

Ahí fue donde, los futuros historiadores registrarían algún día - si


todo el proyecto llegaba a lograr algo - el estudio científico de la
magia había empezado, con los dos jóvenes estudiantes de
Hogwarts de primer año.

Harry James Potter-Evans-Verres, teórico.

Y Hermione Jean Granger, experimentadora y sujeto de prueba.

Harry ya lo estaba haciendo mejor en clases, al menos las clases


que él consideraba interesantes. Había leído libros, tanto los que
eran para niños de once años como los que no. Había practicado
Transformación una y otra vez durante una de sus horas extras día
tras día, aprovechando la otra hora para introducirse a la
Oclumancia. Estaba tomando las clases que valían la pena
seriamente, no sólo entregando su trabajo todos los días, sino
usando su tiempo libre para aprender más que lo requerido, para
leer otros libros además de los libros de clase, buscando dominar el
tema y no conformarse con memorizar unas cuantas respuestas,
para sobresalir. Eso no se veía mucho por fuera de Ravenclaw. Y ni
siquiera dentro de Ravenclaw, los únicos competidores que tenía
eran Padma Patil (cuyos padres provenían de una cultura no-Inglesa
y que había sido criada con una ética de trabajo), Anthony Goldstein
(que pertenecía a un diminuto grupo étnico que había ganado el
25% de los Premios Nobeles), y por supuesto, adelantándose por
encima de todos como un Titan dando un paseo en medio de una
manada de cachorros, Hermione Granger.

Para hacer este experimento en particular necesitabas que el sujeto


de prueba aprendiera dieciséis hechizos nuevos, por su cuenta, sin
ayuda o corrección. Eso significaba que el sujeto de prueba era
Hermione. Punto.

Debería ser mencionado en este punto que los murciélagos volando


alrededor del cuarto no estaban brillando.

Harry estaba teniendo problemas aceptando las implicaciones de


esto.

"¡Oogely boogely!" Hermione repitió.

De nuevo, de la punta de la varita de Hermione, surgió la abrupta,


intransitiva apariencia de un murciélago. En un momento, aire vacío.
Al siguiente momento, murciélago. Sus alas parecían ya estarse
moviendo en el mismo instante en que había aparecido.

Y aún no estaba brillando.

"¿Puedo parar ahora?" preguntó Hermione.

"Estás segura," Harry espetó a través de lo que bloqueaba su


garganta, "¿que quizá con un poco más de práctica no podrías
lograr que brille?" Él estaba violando el procedimiento experimental
que había escrito de antemano, lo que era un pecado, y lo estaba
violando porque no le gustaban los resultados que estaba
obteniendo, lo que era un pecado mortal, podías ir al Infierno
Científico por eso, mas no parecía importar de todos modos.
"¿Qué cambiaste esta vez?" Hermione indagó, sonando un poco
fatigada.

"La duración de los sonidos de las oo, eh, y ee . Se supone que


debe se 2, n 1."

"¡Oogely boogely!" gritó Hermione.

El murciélago se materializó con nada más que un ala y cayó


patéticamente en el suelo, rebotando en un circulo de piedra gris.

"Ahora, ¿cómo es realmente?" cuestionó Hermione.

" 1."

"¡Oogely boogely!"

Esta vez el murciélago no tenía ningún ala y cayó con un porrazo


como si fuera un ratón muerto.

" 2."

Y el murciélago se materializó y se elevó hacia el techo, saludable y


resplandeciendo con un brillante verde.

Hermione asintió con satisfacción. "Bien, ¿qué sigue?"

Hubo una larga pausa.

" ¿En serio? ¿De verdad tienes que pronunciar Oogely boogely con
la duración de los sonidos de las oo, eh, y los ee teniendo un radio d
2, o el murciélago no brillará? ¿Por qué? ¿Por qué? Por el amor de
todo lo que es sagrado, ¿por qué?"

"¿Por qué no?"

"¡AAAAAAAAARRRRRRGHHHH!"
Harry había reflexionado sobre la naturaleza de la magia por un
tiempo, y tras eso había diseñado una serie de experimentos
basado en la premisa de que virtualmente todo lo que los magos
creían sobre la magia estaba equivocado.

Realmente no necesitabas conjurar 'Wingardium Leviosa'


exactamente de la manera correcta para levitar algo, porque,
vamos, ¿'Wingardium Leviosa'? ¿El universo iba a revisar que
dijeras 'Wingardium Leviosa' exactamente de la manera correcta o
de otro forma no haría que flotará la pluma?

No. Obviamente no, una vez que lo pensabas seriamente. Alguien,


muy posiblemente un infante de preescolar, pero de cualquier modo
algún usuario de magia Inglés-parlante, que pensó que 'Wingardium
Leviosa' se oía totalmente etéreo y vaporoso, había hablado
aquellas palabras mientras lanzaba el hechizo por primera vez. Y
luego le contó a todos los demás que era necesario.

Sin embargo (Harry había razonado) no tenía que ser así, eso no
estaba programado en el universo, estaba programado dentro de ti .

Había una vieja historia pasada entre los científicos, un cuento


cauteloso, la historia de Blondlot y los Rayos N.

Poco después tras el descubrimiento de los Rayos X, un eminente


físico Francés llamado Prosper-Rene Blondlot - quién había sido el
primero en medir la velocidad de las ondas de radio y mostrar que
se propagaban a la velocidad de la luz - había anunciado el
descubrimiento de un sorprendente nuevo fenómeno, los Rayos N,
que se percibían como un brillo tenue en una pantalla. Tenías que
esforzarte para verlo, pero estaba ahí. Los Rayos N tenían toda
clase de propiedades interesantes. Se doblaban por el aluminio y
podían ser concentrados en un prisma de aluminio tratado en
filamento de sulfuro de cadmio, y entonces resplandecerían
débilmente en la oscuridad…

Pronto docenas de otros científicos habían confirmado los


resultados de Blondlot, especialmente en Francia.
Mas todavía había otros científicos, en Inglaterra y Alemania,
quienes expresaron que no estaban del todo seguros que el tenue
resplandor fuera visible.

Blondlot había dicho que probablemente estaban colocando la


maquinaria de modo incorrecto.

Un día Blondlot había dado una demostración de los Rayos N. Las


luces se habían apagado, y su asistente había señalado el brillo y el
oscurecimiento cuando Blondlot realizaba sus manipulaciones.

Había sido una demostración normal, todos los resultados yendo


como se esperaban.

Aún a pesar de que un científico Americano llamado Robert Wood


había robado discretamente el prisma de aluminio del centro del
mecanismo de Blondlot.

Y ese había sido el fin de los Rayos N.

La realidad, Philip K. Dick explicó una vez, es algo en que, cuando


dejas de creer, no desaparece.

El pecado de Blondlot había sido obvio en retrospectiva. No debió


decirle a su asistente lo que estaba esperando. Blondlot tendría que
haberse asegurado que su asistente no supiera qué estaba
intentando o cuándo lo estaba buscando, antes de pedirle que
describiera el brillo en la pantalla. Hubiera sido así de simple.

En la actualidad eso era llamado "doble ciego" y era una de las


cosas que los científicos modernos daban por descontado. Si
estabas realizando un experimento psicológico para ver si las
personas se molestaban más cuando eran golpeadas en la cabeza
con una cachiporra roja que con una verde, tú no llegabas a
observar a los sujetos por ti mismo y decidir qué tan "enojados"
estaban. Tomarías fotos instantáneas de ellos tras ser golpeados
con las cachiporras, y luego enviarías las fotos a un panel de
calificadores, quienes puntuarían en una escala de 1 a 10 qué tan
enojada cada persona se veía, obviamente sin saber con cuál color
de cachiporra habían sido golpeados. En efecto no había una buena
razón para revelar a los calificadores de qué trataba el experimento,
para nada. Ciertamente no le confiarías a los sujetos del
experimento que tú esperabas que se pusieran más molestos al ser
golpeados por las cachiporras rojas. Solamente les ofrecías 20
libras, los atraerías a un cuarto de prueba, los golpearías con una
cachiporra, un color asignado al azar por supuesto, para luego
tomar la foto instantánea. De hecho los golpes con las cachiporras y
las fotos serían obra de un asistente ha quién no se le habría
comunicado cuál era la hipótesis, para que no fuera a mirar de
manera expectante, golpear con más fuerza, o tomar la foto en el
momento indicado.

Blondlot había destruido su reputación con esa clase de error que le


hubiera merecido un reprobado y posiblemente una risa derivada de
su tutor en un curso de primer año de licenciatura en diseño
experimental… en 1991.

Pero esto había sido un tiempo atrás, en 1904, y había requerido


meses antes de que Robert Wood formulara la obvia hipótesis
alternativa y descubriera cómo probarla, y docenas de otros
científicos habían caído en ese auto-engaño.

Más de dos siglos después de que la ciencia hubiera sido creada.


Así de tarde en la historia científica, no había sido tan obvio.

Lo que hacía enteramente plausible que en el diminuto mundo


mágico, donde la ciencia aparentemente ni siquiera era conocida,
que nadie hubiera intentando antes la inicial, la más sencilla, la más
evidente de las cosas que cualquier científico moderno hubiera
considerado revisar.

Los libros estaban llenos de instrucciones complicadas para todas


las cosas que tenías que hacer exactamente en el orden correcto
para lanzar un conjuro. Y, Harry había teorizado, el proceso de
obedecer aquellas instrucciones, de revisar que las estabas
siguiendo correctamente, probablemente hacía algo. Te forzaba a
concentrarte en el hechizo . Que te enseñaran a nada más sacudir
tu varita y desear no funcionaría muy bien probablemente. Y una
vez que creías que el hechizo debía funcionar de un cierto modo,
una vez que lo habías practicado de esa manera, no podrías ser
capaz de convencerte a ti mismo que podía hacerse de cualquier
otro modo…

… si tu hacías la más simple pero equivocada cosa, e intentabas


comprobar formas alternativas por ti mismo .

¿Mas que tal si no conocías cómo se suponía que fuera el hechizo


original?

¿Qué tal si le dabas a Hermione una lista de hechizos que ella no


había estudiado todavía, copiados de un libro sobre tontos hechizos
de bromas en la librería de Hogwarts, y algunos de aquellos
hechizos tenían las correctas y originales instrucciones, mientras
que otros tenían un gesto cambiado, una palabra cambiada? ¿Qué
tal si mantenías las instrucciones constantes, pero le cuentas que un
conjuro que estaba hecho para crear un gusano rojo debía en
cambio crear un gusano azul?

Bueno, en ese caso, había sucedido…

… Harry estaba teniendo problemas en creer en los resultados


obtenidos…

… si le indicabas a Hermione que dijera "Oogely boogely" con la


duración de las vocales en el radio d 1, en lugar del radio correcto d
2, aún obtenías el murciélago pero sin brillar.

No que la creencia fuera irrelevante . No qué únicamente las


palabras y movimientos de varita importaran.

Si le pasabas a Hermione información completamente incorrecta


sobre lo que un hechizo debía hacer, dejaría de funcionar.
Si no le informabas ni un ápice qué se suponía que un hechizo
debía hacer, no funcionaría.

Si ella sabía en términos muy vagos qué se suponía que debía


lograr el conjuro, o ella nada más estaba parcialmente equivocada,
entonces el hechizo sí funcionaría como originalmente fue descrito
en el libro, no de la forma en que se le había dicho.

Harry estaba, en este momento, literalmente golpeando su cabeza


con un muro de ladrillos. No muy duro. No quería dañar su precioso
cerebro. Mas si no tenía alguna forma de ventilar su frustración, se
encendería espontáneamente en llamas.

Era como si el universo de hecho sí quisiera que pronunciaras


'Wingardium Leviosa' y quería que lo dijeras en un modo exacto y no
le importaba lo que tú pensaras de la pronunciación más de lo que
le importaba cómo te sintieras sobre la gravedad.

¿POR QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?

La peor parte era la ladina, divertida mirada en la cara de Hermione.

Hermione no había estado de acuerdo con sentarse por ahí


obedientemente siguiendo las instrucciones de Harry sin que se le
aclarara por qué.

Por lo que Harry le había explicado qué era lo que estaba


comprobando.

Harry le había explicado por qué lo estaban comprobando.

Harry le había explicado por qué probablemente ningún mago lo


había intentando antes que ellos.

Harry le había explicado lo confiado que estaba en sus predicciones.


Porque, Harry había dicho, no había ninguna forma de que el
universo quisiera que gritaras 'Wingardium Leviosa'.

Hermione había señalado que esto no era lo que el libro mostraba.


Hermione le había preguntado si Harry realmente pensaba que era
más listo, con once años de edad y nada más un mes de educación
en Hogwarts, que todos los otros magos en el mundo quienes no
estaban de acuerdo con él.

Harry había respondido con las siguientes palabras:

"Por supuesto."

Ahora Harry estaba observando al muro rojo directamente en frente


de él y contemplando qué tan fuerte tendría que golpearse en la
cabeza para darse a sí mismo una contusión que interfiriera con la
formación de memoria a largo plazo y previniera que recordara esto
más adelante. Hermione no se estaba riendo, sin embargo él podía
sentir su intención de reír irradiando detrás de él como una fatídica
presión sobre su piel, como saber que estabas siendo acosado por
un asesino en serie sólo que mucho peor .

"Suéltalo," Harry pidió.

"No iba a hacerlo," replicó la amable voz de Hermione Granger. "No


sería lindo."

"Sólo expúlsalo de tu sistema," reiteró Harry.

"¡Bueno! Así que me diste ese largo discurso sobre qué tan difícil
era hacer ciencia básica y cómo podríamos necesitar treinta y cinco
años para resolver este problema, luego vienes y esperas que
hagamos el más grande descubrimiento en la historia de la magia
en la primera hora que trabajamos juntos. No sólo lo esperabas, de
verdad estabas convencido. Eres un tonto."

"Gracias. Ahora -"


"He leído todos los libros que me entregaste y todavía no se cómo
llamar a eso. ¿Exceso de confianza? ¿La falacia de la Planificación?
¿Efecto Super duper de Lake Wobegon? Tendrían que nombrarlo
por ti. El Prejuicio de Harry."

"¡Ya está bien !"

"Pero es lindo. Es una de esas cosas que hacen los chicos."

"Muérete."

"Ay, dices las cosas más románticas."

"¿Y ahora que sigue?" Inquirió Hermione.

Harry reposó su cabeza contra los ladrillos. Su frente estaba


empezando a doler donde se había estado pegando. "Nada. Tengo
que volver a diseñar diferentes experimentos."

Durante el último mes, Harry había estado elaborando


cuidadosamente, por adelantado, un curso de experimentación para
ellos que tendría que haber durado hasta Diciembre.

Hubiera sido un gran conjunto de experimentos si la primera prueba


no hubiera falseado toda la premisa básica.

Harry no podía creer lo bobo que había sido.

"Permite rectificarme a mí mismo," prosiguió Harry. "Necesito


diseñar un nuevo experimento. Te dejaré saber cuando este listo, y
procederemos a hacerlo, y luego diseñaremos el siguiente. ¿Cómo
suena eso?"

"Suena a que alguien desperdicio un montón de esfuerzo ."

Pum . Ay. Se había golpeado con un poco más de fuerza de lo que


había planeado.
"Entonces," preguntó Hermione. Ella estaba apoyándose en su silla
y la mirada ladina había regresado a su rostro. "¿Qué descubrimos
el día de hoy?"

"Yo descubrí," espetó Harry entre sus apretados dientes, "que


cuando se trata de hacer una autentica investigación básica sobre
un problema genuinamente confuso donde no tienes ni idea de qué
está pasando, mis libros de metodología científica no valen ni m -"

"¡Lenguaje, Sr. Potter! ¡Algunos de nosotros somos jóvenes chicas


inocentes!"

"Bien. Mas si mis libros valieran por lo menos un Miércoles, y ese no


es un día que tenga algo de malo, ellos me habrían dado el
siguiente y muy importante pequeño consejo: Cuando hay un
problema confuso y apenas inicias y tienes una hipótesis falible, ve y
compruébala. Encuentra algo simple, una forma fácil de hacer una
prueba básica y hazla de inmediato. No te preocupes con diseñar un
elaborado curso de experimentación que sería una gran propuesta
muy impresionante para una agencia con fondos. Nada más checa
tan rápido como te sea posible si tus ideas son falsas antes de
empezar a invertir grandes cantidades de esfuerzo en ellas. ¿Cómo
suena eso para una moraleja?"

"Mmm… está bien," contempló Hermione. "Sin embargo estaba


esperando añadir algo así cómo 'Los libros de Hermione no son
inservibles. Fueron escritos por viejos y sabios magos que sabían
mucho más sobre la magia de lo que yo sé. Debería poner atención
a lo escrito en los libros de Hermione.' ¿Podemos tener esa
moraleja también?"

La mandíbula de Harry estaba demasiado apretada como para dejar


escapar palabra alguna, por lo que únicamente asintió.

"¡Grandioso!" Hermione celebró. "Me gustó este experimento.


Aprendimos mucho hoy y no me llevó más de una hora."

"¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!"

En los calabozos de Slytherin.

Un salón de clases sin usar iluminado por una mortecina luz verde,
mucho más brillante esta vez y proviniendo de un pequeño globo de
cristal con un encantamiento temporal, aunque luz verde mortecina
de todos modos, lanzando extrañas sombras sobre los polvorientos
escritorios.

Dos figuras con el tamaño de chicos encapuchados con capas


grises (sin máscaras) habían entrado en silencio, y se sentaron en
dos sillas opuestas del mismo escritorio.

Era el segundo encuentro de la Conspiración Bayesiana.

Draco Malfoy no había estado seguro de si debía estar emocionado


o no.

Harry Potter, a juzgar por la expresión en su rostro, no parecía tener


ninguna duda sobre el humor apropiado.

Harry Potter se veía como si estuviera preparado para matar a


alguien.

"Hermione Granger," clamó Harry Potter, justo cuando Draco estaba


abriendo su boca. "No preguntes."

No es posible que hubiera asistido a otra cita, ¿o sí? pensó Draco,


aunque eso no tenía ningún sentido.

"Harry," dijo Draco, "lo siento pero tengo que preguntar esto de
todos modos, ¿en verdad ordenaste para la chica sangre sucia un
costoso monedero de piel de moke para su cumpleaños?"

"Sí, lo hice. Ya tienes que haber descubierto por qué, por supuesto."

Draco se irguió y se peinó el cabello con los dedos en señal de


frustración, su capucha cubriendo el dorso de su mano. Él no tenía
certeza del por qué, y ahora ya no podía reconocerlo. Y Slytherin
sabía que el estaba cortejando a Harry Potter, lo había hecho
suficientemente obvio en la clase de Defensa. "Harry," comentó
Draco, "las personas saben que soy tu amigo, ellos no conocen de
la Conspiración por supuesto, mas son conscientes de que somos
amigos, y me haces quedar mal cuando haces ese tipo de cosas."

La cara de Harry Potter se endureció. "Cualquiera en Slytherin que


no entienda el concepto de actuar complaciente hacia las personas
que en el fondo no te agradan tendrían que ser atados al suelo y
servir como alimentos para serpientes mascotas."

"Hay muchas personas en Slytherin que no lo hacen," Draco


continuó, con la voz seria. "La mayoría de personas son estúpidas, y
tienes que verte bien en frente de ellos a pesar de eso." Harry Potter
tenía que asimilar eso si quería llegar a algún lado en su vida.

"¿Qué te importa a ti lo que otras personas piensen? ¿De verdad


vas a vivir tu vida con la necesidad de explicar todo lo que haces a
los más idiotas en Slytherin, permitiendo que ellos te juzguen? Lo
siento, Draco, sin embargo no voy a rebajar mis astutos planes al
nivel que los más tontos de Slytherins puedan entender, nada más
porque de lo contrario te haría quedar mal. Ni siquiera tu amistad
vale tanto. Eso le quitaría lo divertido a la vida . Dime que tú nunca
has pensado lo mismo cuando alguien en Slytherin está siendo
demasiado estúpido hasta para respirar, que está por debajo de la
dignidad de un Malfoy tener que adular a ese tipo de ser."

Draco genuinamente no lo había considerado. Jamás. Adular a los


idiotas era como respirar, tú lo hacías sin pensarlo.

"Harry," Draco agregó al fin. "Solamente hacer lo que quieras, sin


preocuparte por cómo luce, no es inteligente. ¡El Señor Oscuro se
preocupaba por cómo se veía! Era temido y odiado, y él sabía
precisamente que clase de temor y odio quería crear. Todos tienen
que preocuparse por lo que otras personas piensen."
La figura encapuchada tembló. "Quizá. Recuérdame alguna vez
hablarte sobre algo llamado el Experimento de Conformidad de
Asch, podrías terminar encontrándolo muy divertido. Por ahora
marcaré que es peligroso preocuparte instintivamente por lo que
otras personas crean, porque de hecho te importa, no como una
cuestión calculada a sangre fría. Recuerda, yo fui apaleado y
abusado por Slytherins más grandes que yo durante quince minutos,
y tras eso me levanté y graciosamente los perdoné. Justo como el
bueno y virtuoso Niño-Que-Vivió tendría que hacer. Pero mis
cálculos hechos a sangre fría, Draco, me informan de que yo no
tengo uso para los más tarados idiotas en Slytherin, puesto que no
poseo una serpiente mascota . Por lo que no tengo razón para que
me importe lo que ellos piensen sobre cómo conduzco mi duelo con
Hermione Granger."

Draco no apretó sus puños en frustración. "Ella no es más que una


sangre sucia," Draco replicó, manteniendo su voz calmada, en lugar
de gritar. "Si no te agrada, tírala por las escaleras."

"Ravenclaw lo sabría -"

"¡Haz que Pansy Parkinson la empuje por las escaleras! Ni siquiera


tendrías que manipularla, ¡ofrece un Sickle y ella lo hará!"

"¡ Yo lo sabría! Hermione me derrotó en un concurso de lectura, ella


está sacando notas más altas que yo, ¡tengo que vencerla con mi
cerebro o no cuenta!"

"¡Ella no es más que una sangre sucia! ¿Por qué la respetas tanto?"

"¡Ella tiene poder entre los Ravenclaws! ¿Por qué te martiriza lo que
algunos idiotas Slytherin sin poder piensen?"

"¡Se llama política!¡Y si no puedes jugarla entonces no puedes tener


poder!"

"¡Caminar en la luna es poder! ¡Ser un gran mago es poder! ¡Existen


algunas clases de poder que no requieren que gaste el resto de mi
vida adulando a los ineptos!"

Ambos se detuvieron, y, en casi perfecto unisono, empezaron a


respirar profundamente para calmarse.

"Lo lamento," Harry Potter se disculpó después de unos momentos,


limpiándose el sudor de su frente. "Lo lamento, Draco. Tú tienes
mucho poder político y tiene sentido que lo conserves. Tienes que
estar calculando lo que Slytherin piensa. Es un juego importante y
no tendría porque haberlo insultado. Sin embargo no puede pedirme
que rebaje el nivel de mi juego en Ravenclaw, nada más para que
no te veas mal al asociarte conmigo. Cuéntale a Slytherin que te
muerdes la lengua mientras pretendes ser mi amigo."

Eso era exactamente lo que Draco le había dicho a Slytherin, y


todavía no estaba seguro de que fuera verdad.

"Como sea," Draco añadió. "Hablando de tu imagen. Me temo que


tengo malas noticias. Rita Skeeter escuchó algunas de las historias
sobre ti y ha estado haciendo preguntas."

Harry Potter levantó sus cejas. "¿Quién?"

"Ella escribe para el Diario El Profeta," Draco explicó. Procuró alejar


la preocupación de su voz. El Profeta era una de las herramientas
primarias de Padre, lo usaba como la varita de un mago. "Ese es el
periódico al que las personas le prestan atención. Rita Skeeter
escribe sobre celebridades, y como ella lo pone, usa su pluma para
pinchar sus sobre-infladas reputaciones. Si ella no puede hallar
ningún rumor sobre ti, simplemente los inventará."

"Ya veo," anunció Harry Potter. Su rostro de pálido verdor se veía


muy pensativo bajo la capucha.

Draco titubeó antes de seguir con lo siguiente que tenía que decir. A
estas alturas ciertamente alguien le había reportado a Padre que él
estaba cortejando a Harry Potter, y Padre también sabría que Draco
no le había escrito sobre ello, y Padre entendería que Draco no
pensaba seriamente que pudiera mantener eso como un secreto, lo
que enviaba el claro mensaje de que Draco estaba practicando su
propio juego pero todavía en el lado de Padre, ya que si Draco
hubiera sido tentado, habría estado enviando reportes falsos.

Lo que significaba que Padre había anticipado probablemente lo que


Draco iba decir a continuación.

Estar en el juego con Padre era en verdad una sensación enervante.


Incluso si estaban en el mismo bando. Era, por un lado, estimulante,
mas Draco sabía que al final resultaría que Padre había manipulado
el juego mejor. No podía salir de otra forma.

"Harry," Draco siseó finalmente. "Esto no es una sugerencia. Este no


es mi consejo. Es sólo como son las cosas. Mi Padre podría casi
con certeza aplastar ese artículo. Pero te costaría."

Que Padre hubiera estado esperando que Draco le comunicara a


Harry Potter exactamente eso no era algo que Draco admitiría en
voz alta. Harry Potter tendría que descubrirlo por su cuenta, o no
hacerlo.

De manera inesperada Harry Potter sacudió su cabeza, sonriendo


debajo de la capucha. "No tengo intención de aplastar a Rita
Skeeter."

Draco ni siquiera se esforzó por ocultar la incredulidad en su voz.


"¡No puedes insinuar que no te importa lo que digan los periódicos
sobre ti!"

"Me importa menos de que lo crees," contestó Harry Potter. "Mas


tengo mis propios medios para lidiar con aquellos como Skeeter. No
necesito la ayuda de Lucius."

Una mirada preocupada descendió sobre la cara de Draco antes de


que pudiera evitarlo. Fuera lo que fuera que Harry Potter estuviera a
punto de hacer, sería algo que Padre no estaba contemplando, y
Draco se estaba sintiendo nervioso de hacia dónde podría llevar
eso.

Draco se estaba dando cuenta de que su cabello estaba poniéndose


sudoroso bajo la capucha. Nunca había utilizado una de esas antes,
y no había comprendido que los mantos de los Mortífagos
probablemente tendrían cosas como Encantamientos Enfriadores.

Harry Potter se limpió algo de sudor de su frente otra vez, hizo una
mueca, sacó su varita, la apuntó hacia arriba, respiró
profundamente, y pronunció "¡Frigideiro!"

Momentos después Draco sintió la fría brisa.

"¡Frigideiro! ¡Frigideiro! ¡Frigideiro! ¡Frigideiro! ¡Frigideiro!"

Luego Harry Potter bajó su varita, aunque su mano temblaba


ligeramente, y la puso dentro de su túnica.

Todo el cuarto se sentía perceptiblemente más frío. Draco podría


haber hecho lo mismo, aún así, no estaba mal.

"Entonces," Draco dijo. "Ciencia. Me vas a enseñar sobre la sangre."

"Vamos a descubrir lo que oculta la sangre," Harry Potter corrigió.


"Haciendo experimentos."

"De acuerdo," Draco aceptó. "¿Qué tipo de experimentos?"

Harry Potter sonrió con malicia bajo su capucha, y respondió, "Tú


dime."

Draco había escuchado de algo llamado el Método Socrático, que


era aprender mediante la realización de preguntas (llamado así por
un antiguo filósofo que había sido demasiado listo como para ser un
mero Muggle y por lo tanto había sido un mago pura sangre
disfrazado). Uno de sus tutores había usado bastante el aprendizaje
Socrático. Había sido fastidioso pero efectivo.

Luego estaba el Método Potter, que era una locura.

Para ser justos, Draco tenía que admitir que Harry Potter había
ensayado el Método Socrático inicialmente y no había salido muy
bien.

Harry Potter había preguntado cómo haría Draco para desaprobar la


hipótesis de los puristas de la sangre de que los magos no podían
hacer ahora las grandiosas cosas que habían hecho ocho siglos
atrás porque se habían cruzado con los hijos de Muggle y los
Squibs.

Draco había dicho que no comprendía cómo Harry Potter podía


sentarse ahí con la cara sería y asegurar que esto no era una
trampa.

Harry Potter había replicado, aún con una expresión muy grave, que
de ser una trampa habría sido tan patéticamente obvia que él
tendría que ser atado al suelo y servir como alimento para las
serpientes mascotas, mas que no era una trampa, no era más que
una regla simple de cómo operaban los científicos para desaprobar
sus propias teorías, y si hacías un esfuerzo honesto y fallabas, eso
era una victoria.

Draco había intentado señalar la pasmosa estupidez de aquello


sugiriendo que era como si la clave para sobrevivir a un duelo fuera
lanzar un Avada Kedavra contra tu propio pie y fallar.

Harry Potter había asentido .

Draco había sacudido su cabeza.

Harry Potter había presentado entonces la noción de que los


científicos veían las ideas pelear para ver cuál ganaba, y no podías
pelear sin un oponente, por lo que Draco necesitaba hallar
oponentes que la hipótesis de los puristas de sangre pudiera
combatir para que así la pureza de la sangre pudiera ganar, lo cual
Draco entendió un poco mejor aunque Harry Potter lo había
explicado con una mirada muy desagradable. Como, era claro que si
la pureza de la sangre era el modo en que el mundo era, entonces
el cielo tenía que ser azul, y si otra teoría era la verdadera, el cielo
tendría que ser verde; y nadie había visto el cielo todavía; y
entonces ibas afuera y veías que los puristas de la sangre habían
ganado; y después de que esto hubiera pasado seis veces de
seguido, las personas empezarían a notar la tendencia.

Harry Potter había procedido en ese momento a declarar que todos


los oponentes que Draco estaba inventando eran demasiado
débiles, así que la pureza de la sangre no recibiría crédito por
derrotarlos porque la batalla no sería lo suficientemente
impresionante. Draco había entendido eso también. El que los
magos se hubieran vuelto más débiles porque los elfos domésticos
estuvieran robando nuestra magia tampoco le había sonado muy
impresionante a él.

(Aunque Harry Potter había dicho que eso al menos era


comprobable, ellos podían revisar si los elfos domésticos se habían
vuelto más fuertes con el tiempo, e incluso hacer un dibujo que
representara el incremento de la fuerza de los elfos domésticos y
otro dibujo que representara la disminución de la fuerza de los
magos y si los dos dibujos coincidían eso apuntaría a los elfos
domésticos, todo argumentado en un tono tan completamente serio
que Draco había sentido el impulso de hacer a Dobby unas cuantas
preguntas con Veritaserum antes de serenarse.)

Y Harry Potter había afirmado finalmente que Draco no podía


arreglar la batalla, los científicos no eran tontos, sería obvio si
arreglabas la batalla, tenía que ser una pelea real, entre dos teorías
diferentes que podrían honestamente llegar a ser verdaderas, con
una prueba que únicamente la hipótesis verdadera ganaría, algo
que de hecho podía resultar de diferentes maneras dependiendo de
qué hipótesis fuera correcta, y habría científicos con experiencia
observando para asegurarse que eso era exactamente lo que había
pasado. Harry Potter había asegurado que él nada más quería
conocer cómo funcionaba realmente la sangre y que para eso
necesitaba ver a la pureza de sangre ganar con contundencia y que
Draco no iba a engañarlo a él con teorías que estaban ahí sólo para
ser derribadas.

Aún tras haberle visto sentido, Draco no había sido capaz de


inventar alguna "alternativa plausible", como Harry Potter lo había
puesto, a la idea de que los magos se estaban volviendo menos
poderosos porque estaban mezclando su sangre con la suciedad.
Era tan obviamente cierto.

Fue entonces que Harry Potter resopló, con gran frustración, que él
no había podido imaginar que Draco en verdad fuera así de malo
para considerar otros puntos de vista, seguramente habían existido
algunos Mortífagos que tuvieron que hacerse pasar como enemigos
de la pureza de sangre y se inventaron argumentos que sonaron
más plausibles contra su propio bando en comparación a lo que
Draco estaba ofreciendo. Si Draco hubiera estado posando como un
miembro de la facción de Dumbledore, y se le ocurriera la hipótesis
de los elfos domésticos, él no habría engañado a nadie ni por un
segundo.

Draco había sido forzado a admitir que tenía un punto.

Desde aquí el Método Potter.

"Por favor, Dr. Malfoy," chilló Harry Potter, "¿por qué no aceptaría mi
artículo?"

Harry Potter había necesitado repetir la frasee "nada más pretende


estar pretendiendo ser un científico" tres veces antes de que Draco
lo entendiera.

En ese momento Draco se había dado cuenta de que había algo


profundamente perturbado con el cerebro de Harry Potter, y que
cualquiera que intentara usar la Legeremancia con él probablemente
nunca regresaría.

Harry Potter procedió entonces a elaborar con considerable detalle:


Draco iba pretender ser un Mortífago que estaba posando como el
editor de un periódico científico, Dr. Malfoy, quien quería rechazar el
artículo de su enemigo el Dr. Potter "Sobre la Heredabilidad de la
Habilidad Mágica", y si el Mortífago no actuaba como lo haría un
autentico científico, sería revelado como un Mortífago y ejecutado,
mientras que el Dr. Malfoy al mismo tiempo era vigilado por sus
propios rivales y era necesario que aparentara rechazar el artículo
del Dr. Potter por neutrales razones científicas o perdería su
posición como editor de periódico.

Era un milagro que el Sombrero Seleccionador no estuviera


farfullando disparates en San Mungo.

Era la cosa más complicada que alguien jamás le hubiera pedido a


Draco pretender y de ningún modo podría haber rechazado el reto.

Ahora mismo estaban, como Harry Potter lo había expresado,


poniéndose en ambiente.

"Me temo, Dr. Potter, que usted escribió esto en el color incorrecto
de tinta," Draco rugió. "¡Siguiente!"

El rostro del Dr. Potter hizo un excelente trabajo de derrumbarse por


la desesperación, y Draco no pudo evitar sentir una pizca del
regocijo del Dr. Malfoy, aún cuando el Mortífago nada más estaba
pretendiendo ser el Dr. Malfoy.

Esta parte era divertida . Podría haber hecho esto todo el día.

El Dr. Potter se levantó de la silla, se desplomó por la consternación,


y se alejó penosamente, y se convirtió en Harry Potter, quien le dio a
Draco un pulgar arriba, y luego regresó a ser el Dr. Potter de nuevo,
ahora aproximándose con una ansiosa sonrisa.
El Dr. Potter se sentó y le presentó al Dr. Malfoy un pedazo de
pergamino en el cual estaba escrito:

Sobre la Heredabilidad de la Habilidad Mágica

Dr. H. J. Potter-Evans-Verres, Instituto para la Ciencia


Suficientemente Avanzada

Mi observación:

Los magos de la actualidad no pueden hacer cosas tan


impresionantes como

lo que los magos solían hacer 800 años atrás.

Mi conclusión:

La estirpe de los Magos se ha vuelto débil al mezclar

su sangre con la de los hijos de Muggle y Squibs.

"Dr. Malfoy," suplicó el Dr. Potter con una mirada llena de


esperanza, "Me preguntaba si el Periódico de Resultados
Irreproducibles podría considerar publicar mi artículo titulado 'Sobre
la Heredabilidad de la Habilidad Mágica'."

Draco observó el pergamino, sonriendo al considerar los posibles


rechazos. De ser un profesor, se habría rehusado a recibir el ensayo
porque era demasiado corto, así que -

"Es demasiado largo, Dr. Potter," arguyó el Dr. Malfoy.

Por un momento hubo una genuina incredulidad en el rostro del Dr.


Potter.

"Ah…" suspiró el Dr. Potter. "Qué tal si eliminó las lineas


separadoras para las observaciones y las conclusiones, y sólo poner
un y por lo tanto -"
"Entonces sería demasiado corto. ¡Siguiente!"

El Dr. Potter se desmoronó.

"Muy bien," comentó Harry Potter, "te estás volviendo demasiado


bueno en esto. Dos veces más para practicar, y la tercera vez es de
verdad, sin interrupciones, Solamente vendré directo a ti y en esa
ocasión tendrás que rechazar el artículo basado en el contenido
actual, recuerda, tus rivales científicos están vigilando."

El siguiente artículo del Dr. Potter era perfecto en todo sentido, una
maravilla de su especie, mas desafortunadamente tuvo que ser
rechazado porque el periódico del Dr. Malfoy estaba teniendo
problemas con la letra E. El Dr. Potter ofreció rescribir el documento
sin aquellas palabras, y el Dr. Malfoy aseveró que en verdad se
trataba más de un problema de vocales.

El artículo después de ese fue rechazado porque era Martes.

Era, de hecho, Sábado.

El Dr. Potter intentó señalarlo y se le dijo "¡Siguiente!"

(Draco estaba empezando a entender por qué Snape había usado


su dominio sobre Dumbledore nada más para conseguir una
posición que le permitiera tratar mal a los estudiantes.)

Y luego -

El Dr. Potter se estaba acercando con una sonrisa de superioridad


en su rostro.

"Este es mi artículo final, Sobre la Heredabilidad de la Habilidad


Mágica," el Dr. Potter se pavoneó con confianza, y le arrojó el
artículo. "He decidido permitir que su periódico lo publique, y lo he
preparado en perfecta concordancia con sus lineamientos para que
pueda publicarlo rápidamente."
El Mortífago decidió rastrear y asesinar al Dr. Potter después de que
su misión hubiera terminado. El Dr. Malfoy mantuvo una sonrisa
educada como expresión, ya que sus rivales lo estaban vigilando, y
dijo…

(La pausa se alargó, con el Dr. Potter viéndolo impacientemente.)

…"Déjeme echarle una ojeada, por favor."

El Dr. Malfoy tomó el pergamino y lo examinó cuidadosamente.

El Mortífago comenzó a ponerse nervioso sobre el hecho de que en


verdad no era un científico, y Draco estaba procurando rememorar
el hablar de Harry Potter.

"Usted, ah, necesita considerar otras posibles explicaciones para su,


um, observación, además de sólo éste -"

"¿En serio?" interrumpió el Dr. Potter. "¿Como qué, en particular?


¿Los elfos domésticos están robando nuestra magia? Mis datos
únicamente admiten una posible conclusión, Dr. Malfoy. No hay
otras hipótesis posibles."

Draco estaba forzándose furiosamente a ordenar su cerebro para


pensar, qué diría él si estuviera posando como un miembro de la
facción de Dumbledore, qué discurso daban ellos para explicar la
declinación de la estirpe mágica, Draco jamás se había molestado
en preguntar tal cosa…

"Si a usted no se le puede ocurrir alguna otra forma de explicar mis


datos, tendrá que publicar mi artículo, Dr. Malfoy ."

Fue la cara de desprecio del Dr. Potter lo que lo hizo.

"¿Ah si?" espetó el Dr. Malfoy. "¿Cómo sabe usted que la magia en
sí misma no está desapareciendo?"

El Tiempo se detuvo.
Draco y Harry Potter intercambiaron miradas de consternado horror.

Luego Harry Potter juró algo que probablemente era una palabra
extremadamente mala si habías sido criado por Muggles. "¡No había
pensando en eso!" exclamó Harry Potter. "Y debí haberlo hecho. La
magia se desvanece. ¡Maldición, maldición, maldición! "

La alarma en la voz de Harry Potter era contagiosa. Sin tan siquiera


pensarlo, la mano de Draco se introdujo dentro de su túnica y agarró
su varita. Él había pensado que la Casa de Malfoy estaba a salvo,
siempre y cuando sólo se casara con familias cuyos linajes pudieras
rastrear por lo menos cuatro generaciones atrás se suponía que
estarías a salvo, nunca se le había ocurrido antes que no había
nada que alguien pudiera hacer para detener el fin de la magia.
"Harry, ¿qué vamos hacer?" La voz de Draco estaba elevándose por
el pánico. "¿Que hacemos?"

"¡Déjame pensarlo!"

Tras unos cuantos momentos, Harry cogió de un escritorio cercano


la misma pluma y el rollo de pergamino que había usado para
escribir su pretendido artículo, y empezó a garabatear algo.

"Lo descubriremos," Harry murmuró, su voz tensa, "si la magia se


está desvaneciendo del mundo descubriremos qué tan rápido está
desapareciendo y cuánto tiempo tenemos para hacer algo, y luego
descubriremos por qué se está desvaneciendo, y luego haremos
algo al respecto. Draco, ¿han estado los poderes de los magos
declinando a un ritmo regular, o han estado decayendo
repentinamente?"

"Yo… Yo no lo sé…"

"Me aseguraste que nadie se comparaba a los cuatro fundadores de


Hogwarts. Así que esto ha estado pasando por lo menos desde
hace ocho siglos, ¿cierto? ¿No recuerdas haber escuchado algo
sobre los problemas apareciendo de un momento a otro hace cinco
siglos o algo por el estilo?"
Draco estaba procurando pensar frenéticamente. "Siempre he
escuchado que nadie era tan bueno como Merlin y luego que nadie
era tan bueno como los Fundadores de Hogwarts."

"De acuerdo," Harry habló. Aún estaba garabateando. "Porque tres


siglos atrás es cuando los Muggles ya no siguieron creyendo en la
magia, lo que pensé podía tener alguna relación. Y alrededor de
siglo y medio atrás fue cuando los Muggles comenzaron a usar una
clase de tecnología que deja de funcionar cerca de la magia y me
estaba preguntando si también podría suceder en sentido contrario."

Draco explotó de su silla, tan enojado que apenas y podía hablar.


"Son los Muggles -"

"¡Maldita sea!" rugió Harry. "¿Ni siquiera te estabas escuchando a ti


mismo ? ¡Esto a estado pasando desde hace ocho siglos al menos y
los Muggles no estaban haciendo nada interesante entonces!
¡Tenemos que descubrir la verdad real! ¡Los Muggles podrían tener
algo que ver con esto mas si no es así y vas por ahí culpándolos de
todo y eso nos impide averiguar que es lo que en verdad está
sucediendo vas a despertar un día en la mañana y hallar que tu
varita no es más que un palo de madera!"

El aire se quedó atrapado en la garganta de Draco. Su padre


mencionaba con frecuencia en sus discursos que nuestras varitas
se romperán en nuestras manos pero Draco nunca había pensado
realmente en lo que significaba, no le iba pasar a él después de
todo. Y ahora de repente se veía muy real. Nada más que un palo
de madera . Draco podía imaginar lo que sería sacar su varita e
intentar lanzar un conjuro y encontrar que nada sucedía…

Eso le podía pasar a cualquiera .

No habría más magos, ni más magia, jamás. Sólo Muggles que


tenían unas pocas leyendas sobre lo que sus ancestros habían sido
capaces de hacer. Algunos de los Muggles se llamarían Malfoy, y
eso sería todo lo que quedaría del nombre.
Por primera vez en su vida, Draco se había dado cuenta de porque
existían los Mortífagos.

Él siempre había tomado por descontado que convertirse en


Mortífago era algo que hacías al crecer. Ahora Draco lo entendía,
sabía por qué Padre y los amigos de Padre habían jurado entregar
sus vidas para prevenir que la pesadilla llegara a pasar, había cosas
que no podías solamente quedarte quieto y verlas pasar. Sin
embargo qué tal si iba a pasar de todos modos, qué tal si todos los
sacrificios, todos los amigos que habían perdido con Dumbledore, la
familia que habían perdido, qué tal si todo había sido en vano…

"La Magia no puede estar desapareciendo," Draco exhaló. Su voz


resquebrajada. "No sería justo ."

Harry dejó de garabatear y alzó la vista. Su rostro tenía una


expresión de molestia. "¿Tu padre nunca te dijo que la vida no es
justa?"

Padre le había repetido eso cada vez que Draco había usado la
palabra. "Pero, pero, es demasiado horrible creer eso -"

"Draco, permite que te introduzca a algo que llamo la Letanía de


Tarski. Cambia cada vez que la usas. En esta ocasión funcionaría
así: Si la magia está desapareciendo de este mundo, quiero creer
que la magia está desapareciendo de este mundo. Si la magia no
está desapareciendo de este mundo, quiero creer que la magia no
está desapareciendo de este mundo. No permitas que me adhiera a
creencias que podría no querer. Si estamos viviendo en un mundo
en el cual la magia está desapareciendo, eso es en lo que tenemos
que creer, tenemos que saber que va a suceder, para que podamos
detenerlo, o en el peor de los casos, estar preparados para hacer lo
que podamos en el tiempo que nos queda. No creer en ello no
logrará evitar que ocurra. Por lo que la única pregunta que tenemos
que formular es si la magia en verdad está desapareciendo, y si ese
es el mundo en que vivimos entonces ese es el mundo en el que
queremos creer. Letanía de Gendlin: Lo que es verdad ya lo es,
poseer esa verdad no empeora las cosas. ¿Lo captas, Draco? Voy
hacer que lo memorices después. Es algo que te repites a ti mismo
cada vez que te cuestiones si es buena idea creer en algo que de
hecho no es verdad. Es mejor que lo digas de una vez. Lo que es
verdad ya lo es, poseer esa verdad no empeora las cosas. Dilo."

"Lo que es verdad ya lo es," repitió Draco, su voz temblorosa,


"poseer esa verdad no empeora las cosas."

"Si la magia está desapareciendo, quiero creer en que la magia está


desapareciendo. Si la magia no está desapareciendo, quiero creer
en que la magia no está desapareciendo. Dilo."

Draco repitió a su vez las palabras, el malestar acumulándose en su


estómago.

"Bien," Harry concluyó, "recuerda, podría no estar pasando, y


entonces no tendrías que creerlo, tampoco. Primero queremos
conocer que es lo que está sucediendo realmente, en qué mundo de
hecho vivimos." Harry regreso a su trabajo, garabateó algo más, y
luego volteó el pergamino para que Draco pudiera verlo. Draco se
inclinó sobre el escritorio y Harry trajo más cerca la luz verde.

Observación :

La magia no es tan poderosa ahora como lo era cuando Hogwarts


fue fundada.

Hipótesis :

1. La Magia en sí misma esta desvaneciéndose.

2. Los magos están cruzándose con Muggles y Squibs.

3. El conocimiento para lanzar poderosos hechizos se está


perdiendo.

4. Los magos están comiendo los alimentos incorrectos cuando


niños, o algo más aparte de la sangre está haciendo que crezcan
más débiles.
5. La tecnología Muggle está interfiriendo con la magia. (¿Desde
hace 800 años?)

6. Los magos más fuertes están engendrando menos hijos. (Draco =


¿hijo único? Revisar si 3 magos poderosos, Quirrell / Dumbledore /
Señor Oscuro, tuvieron algún hijo.)

Pruebas :

"De acuerdo," Harry habló. Su respiración se oía un poco más


calmada. "Ahora cuando estés lidiando con un problema confuso y
no tienes ni idea de qué es lo que pasa, lo más listo para hacer es
encontrar algunas pruebas muy simples, cosas que puedas ir y
observar de inmediato. Requerimos pruebas rápidas que puedan
distinguir entre estas hipótesis. Observaciones que producirán un
camino diferente al menos para una de ellas por comparación con
las otras."

Draco contempló la lista aterrado. De repente caía en cuenta que


conocía a muchos pura sangre que eran hijos únicos. Él mismo,
Vincent, Gregory, prácticamente todos . Los dos magos más
poderosos de quienes todo el mundo hablaba eran Dumbledore y el
Señor Oscuro y ninguno de ellos tenía hijo alguno como Harry había
sospechado…

"Va a ser muy difícil distinguir entre 2 y 6," Harry apuntó, "porque en
ambos estaría en la sangre, tienes que esforzarte y rastrear el
decline de la estirpe mágica y compararla con cuántos niños
diferentes magos estaban engendrando y medir las habilidades de
los hijos de Muggle comparadas a la de los sangre pura…" Los
dedos de Harry golpeaban nerviosamente sobre el escritorio.
"Vamos a juntar 6 con 2 y vamos a darles el nombre de hipótesis de
la sangre mientras tanto. 4 es improbable porque todos notarían una
disminución brusca cuando los magos cambiaran a nuevas comidas,
es difícil ver algo que hubiera cambiado con regularidad durante 800
años. 5 es improbable por la misma razón, no hay un cambio
brusco, Los Muggles no estaban haciendo nada 800 años atrás. 4
se parec se parece a 1 de todos modos. Por lo que principalmente
deberíamos esforzarnos en distinguir entre 1, 2, y 3." Harry giró el
pergamino hacía sí mismo, dibujó un elipse alrededor de esos tres
números, lo volteó de nuevo. "La Magia se está desvaneciendo, la
sangre se está debilitando, el conocimiento está desapareciendo.
¿Qué prueba resulta diferente dependiendo de cuál de estas sea
verdad? ¿Qué podríamos ver que haría que cualquiera de estas
fuera falsa?"

"¡No lo sé!" espetó bruscamente Draco. "¿Por qué me preguntas a


mí? ¡Tú eres el científico!"

"Draco," Harry replicó, una nota de desesperante suplica en su voz,


"¡Sólo conozco lo que los científicos Muggle saben! Tú creciste en el
mundo de los magos, ¡yo no! Sabes más magia que yo y sabes más
sobre magia que yo y se te ocurrió toda esta idea en primer lugar,
¡así que empieza a pensar como un científico y resuelve esto!"

Draco tragó saliva y miró el papel.

La Magia está desapareciendo… los magos se están cruzando con


los Muggles… el conocimiento se está perdiendo…

"¿Cómo se ve el mundo si la magia está desapareciendo?" interrogó


Harry Potter. "Sabes más sobre magia, ¡tú deberías ser el que está
haciendo suposiciones no yo! Imagina que estás relatando una
historia al respecto, ¿qué pasa en la historia?"

Draco lo imaginó. "Encantamientos que solían funcionar ya no lo


harían." Los Magos despiertan para hallar que sus varitas son palos
de madera…

"¿Cómo se ve el mundo si la sangre de los magos se debilita?"

"Las personas no pueden hacer cosas que sus ancestros sí podían


hacer."

"¿Cómo luce el mundo si el conocimiento se pierde?"


"Las personas no saben cómo lanzar los Encantamientos en primer
lugar…" titubeó Draco. Él se detuvo, sorprendido de sí mismo. "Eso
es una prueba, ¿no es cierto?"

Harry asintió con decisión. "Es una." Él la escribió en el pergamino


bajo Pruebas :

A. ¿Hay hechizos que conozcamos mas no podamos usar (1 o 2) o


los hechizos perdidos ya no son conocidos (3)?

"Así que eso distingue entr por un lado, y 3 por el otro," elaboró
Harry. "Ahora tenemos que hallar una forma de distinguir entre 1 y 2.
La Magia desapareciendo, la sangre debilitándose, ¿cómo podemos
diferenciarlos?"

"¿Qué clase de Encantamientos usaban los estudiantes de


Hogwarts en primer año?" aventuró Draco. "Si eran capaces de
lanzar Encantamientos más poderosos, la sangre más fuerte -"

Harry Potter negó con la cabeza. "O la magia en si misma más


fuerte. Tenemos que descubrir un modo de ver la diferencia ." Harry
se levantó de su silla, empezó a pasear nerviosamente a través del
salón de clases. "No, espera, eso todavía podría servir.
Supongamos que diferentes hechizos gastan diferentes cantidades
de energía mágica. Entonces si el ambiente mágico se debilitó, los
hechizos poderosos morirían primero, pero los hechizos que todos
aprendían en su primer año permanecerían igual…" El paseo
nervioso de Harry se aceleró. "No es una prueba muy buena, es
más sobre hechicería poderosa que se ha perdido contra toda la
hechicería perdida, la sangre de alguien podría ser demasiado débil
para la hechicería poderosa aunque lo suficientemente fuerte para
los hechizos fáciles… Draco, ¿sabes si los magos poderosos de una
única era, digamos los magos poderosos sólo de este siglo, son
más poderosos cuando niños? Si el Señor Oscuro hubiera lanzado
el Encantamiento Enfriador cuando tenía once años, ¿podría haber
congelado el cuarto entero?"
La cara de Draco se contorsionó mientras se esforzaba por
recapacitar. "No puedo recordar haber escuchado algo sobre el
Señor Oscuro mas creo que se supone que Dumbledore hizo algo
asombroso en su TIMO de Transformación en el quinto año… Creo
que otros magos poderosos también fueron buenos en Hogwarts…"

Harry frunció el ceño, sin dejar de caminar. "Pudieron haber


estudiado duro nada más. Aún así, si los de primer año aprendían
los mismos hechizos y parecían tan fuertes como ahora, a eso lo
llamaríamos evidencia débil favoreciendo 1 sobre 2… espera, alto."
Harry se quedó paralizado donde estaba de pie. "Tengo otra prueba
que podría distinguir entre 1 y 2. Tomaría un tiempo explicarlo, usa
algunas cosa que los científicos conocen sobre la sangre y la
herencia, sin embargo es algo sencillo de indagar. Y si combinamos
mi prueba con tu prueba y ambas producen el mismo resultado, esa
sería una buena pista hacia la respuesta." Harry casi regresó
corriendo al escritorio, tomó el pergamino y escribió:

B. ¿Los antiguos estudiantes de primer año lanzaban los mismos


tipos de conjuros, con el mismo poder, que ahora? (Evidencia débil
de 1 sobre 2, mas la sangre podría estar afectando únicamente la
hechicería poderosa.)

C. Prueba adicional que distingue entr usando conocimiento


científico sobre la sangre, se explicará después.

"Correcto," prosiguió Harry, "podemos al menos procurar ver las


diferencias entr 3, así que arranquemos con esto de inmediato,
podemos hallar más pruebas tras hacer estas que ya tenemos. Se
vería un poco raro si Draco Malfoy y Harry Potter fueran por ahí
haciendo preguntas juntos, así que esta es mi idea. Iras a través de
Hogwarts y encontraras a retratos viejos y los cuestionaras sobre los
hechizos que aprendieron a convocar durante sus primeros cinco
años. Ellos son retratos por lo que no sabrán que hay algo extraño
con que Draco Malfoy haga eso. Yo interrogaré a los retratos
recientes y a personas con vida sobre los hechizos que conocemos
pero no podemos lanzar, nadie notará nada inusual con que Harry
Potter haga preguntas raras. Y tendré que hacer una complicada
investigación sobre hechizos olvidados, así que quiero que tu
reúnas los datos que yo necesito para mi propia pregunta científica.
Es una pregunta simple y deberías ser capaz de encontrar la
respuesta interrogando a los retratos. A lo mejor quieras escribir
esto, ¿preparado?"

Draco se sentó y rebuscó en su mochila por pergamino y pluma.


Cuando lo extendió sobre el escritorio, Draco levantó la mirada, su
rostro determinado. "Adelante."

"Encuentra retratos que conocieran a parejas casadas de Squib - no


hagas esa cara, Draco, es información importante. Sólo busca
retratos recientes que sean Gryffindors o algo así. Encuentra
retratos que conocieran a parejas casadas de Squib lo
suficientemente bien como para saber los nombres de todos sus
hijos. Escribe el nombre de cada niño y si ese niño era un mago, un
Squib, o un Muggle. Si no saben si el niño era un Squib o un
Muggle, escribe 'no-mago'. Escribe eso para cada niño que la pareja
tuviera, no dejes a ninguno afuera. Si el retrato nada más conoce los
nombres de los niños magos, no los nombres de todos los niños,
entonces no escribas ningún dato de esa pareja. Es muy importante
que únicamente me traigas los datos de alguien que conociera a
todos los niños que una pareja de Squib tuviera, al menos tan bien
como para decir todos los nombres. Intenta conseguir al menos un
total de cuarenta nombres, si puedes, y si tienes tiempo para más,
aún mejor. ¿Has captado todo eso?"

"Repite una vez más," Draco pidió, cuando había terminado de


escribir, y Harry lo hizo.

"Lo tengo," Draco confirmó, "pero por qué -"

"Tiene que ver con uno de los secretos de la sangre que los
científicos ya han descubierto. Lo explicaré cuando hayas
regresado. Vamos a separarnos y encontrarnos en una hora,
6:22pm más o menos. ¿Estamos listos para irnos?"
Draco asintió con decisión. Todo había sido muy apresurado, sin
embargo le habían enseñado a apresurarse desde hace mucho.

"¡Entonces adelante !" exclamó Harry Potter y se quitó su capa


encapuchada y la metió dentro de su monedero, que empezó a
comérsela, y, sin tan siquiera esperar que su monedero finalizara, se
giró y dio rápidas zancadas hacía la puerta del salón de clases,
chocando contra un escritorio y casi cayéndose por la prisa.

Para cuando Draco se las había arreglado para quitarse su propia


capa y refundirla en su mochila, Harry Potter se había ido.

Draco casi corrió hacia la puerta.


Cree en la Creencia
Capítulo 23: Cree en la Creencia

Todos quieren una roca para enrollar un trozo de cuerda alrededor


de J. K. Rowling.

"Y luego vino Janet que era una Squib," dijo el retrato de una mujer
pequeña con un sombrero recortado de color dorado.

Draco lo escribió. Con eso juntaba veintiocho pero ya era hora de


regresar y encontrarse con Harry.

Había necesitado pedirle a otros retratos que le ayudaran a traducir,


el Inglés había cambiado bastante, sin embargo los retratos más
viejos habían descrito hechizos de primer año que sonaban
idénticos a los que tenían en la actualidad. Draco había reconocido
la mitad de ellos y la otra mitad no sonaban más poderosos.

La sensación de pesadez en su estómago había seguido creciendo


con cada pregunta hasta que finalmente, incapaz de soportarlo más,
había salido a interrogar a otros retratos con las extrañas preguntas
de Harry Potter con respectos a los matrimonios Squib. Los
primeros cinco retratos no habían conocido a nadie y al final le
solicitó a aquellos retratos que le pidieran a sus conocidos indagar
con sus conocidos y así se las arreglo para encontrar algunas
personas que admitieron haber sido amigos de Squibs.

(El Slytherin de primer año había explicado que estaba trabajando


en un proyecto importante con un Ravenclaw y que este Ravenclaw
le había asegurado que necesitaban esta información sin responder
por qué. Lo cual le había ganado muchas miradas de simpatía.)

Los pies de Draco caminaban pesadamente al recorrer los


corredores de Hogwarts. Debió correr pero no pudo reunir la energía
para ello. Seguía pensando que no quería saber, no quería
involucrarse en nada de esto, no quería que fuera su
responsabilidad, sólo dejar que Harry Potter lo hiciera, si la magia
estaba desapareciendo permitir que Harry Potter se encargara de
ello…

Sin embargo Draco sabía que eso no era correcto.

Escalofriantes los calabozos de Slytherin, con muros de piedra gris,


a Draco usualmente le gustaba esa atmósfera, mas ahora todo eso
le hablaba de desvanecimiento.

Su mano sobre el pomo, Harry Potter ya adentro y esperando,


vistiendo su manto con capucha.

"Los antiguos hechizos de primer año," Harry Potter murmuró, "¿qué


encontraste?"

"No son más poderosos que los hechizos que usamos ahora."

El puño de Harry Potter se descargó sobre un escritorio, con fuerza.


"Maldición. De acuerdo. Mi propio experimento fue un fracaso,
Draco. Hay algo llamado el Interdicto de Merlín -"

Draco se pegó a sí mismo en la frente, comprendiendo.

"- que impide que cualquiera aprenda hechizos poderosos de los


libros, aún si hallas y lees los apuntes de un mago poderoso estos
no tendrán sentido para ti, tiene que pasar de una mente viviente a
otra. No pude encontrar ningún hechizo poderoso del cual tengamos
las instrucciones y aún así no podamos lanzar. Aunque si no puedes
obtenerlos de libros antiguos, ¿por qué alguien se molestaría en
transcribirlos después de que dejaron de funcionar? ¿Conseguiste
los datos sobre las parejas de Squibs?"

Draco empezó a desenrollar el pergamino -


Pero Harry Potter levantó una mano. "Ley de la ciencia, Draco.
Primero te digo mi teoría y la predicción. Luego tú me muestras los
datos. De ese modo sabrás que no me estoy inventando una teoría
que encaje; así puedes ver que la teoría en verdad predijo los datos
por adelantado . Tengo que explicarte esto de todos modos, por lo
que tengo que hacerlo antes de que me muestres los datos. Esa es
la regla. Así que ponte el manto y sentémonos."

Harry Potter se sentó en un escritorio sobre cuya superficie había


piezas recortadas de papel desperdigadas. Draco extrajo su manto
de su maleta, se la puso, y se sentó en frente de Harry al otro lado,
dándole a las piezas de papel un confundido vistazo. Estaban
distribuidas en dos filas y cada fila tenía como unas veinte piezas.

"El secreto de la sangre," explicó Harry Potter, una expresión


intensa en su rostro, "es algo llamado ácido desoxirribonucleico. No
pronuncias ese nombre delante de quienes no son científicos. Ácido
desoxirribonucleico es la receta que le indica a tu cuerpo cómo
crecer, dos piernas, dos brazos, bajo o alto, si tienes ojos cafés o
verdes. Es una cosa material, puedes verla si tienes un microscopio,
que son como los telescopios aunque únicamente sirven para ver
cosas que son muy pequeñas en lugar de las que están lejos. Y esa
receta tiene dos copias de todo, siempre, en caso de que una copia
se rompa. Imagina dos largas filas de papel. A cada lado de la fila,
hay dos piezas de papel, y cuando tienes hijos, tú cuerpo selecciona
una pieza de papel al azar de cada lado de la fila, y el cuerpo de la
madre hará lo mismo, y así el niño recibirá dos piezas de papel de
cada lado de la fila. Dos copias de todo, una de su madre, otra de su
padre, y así tus hijos obtienen una pieza de papel al azar de cada
lado."

Mientras Harry hablaba, sus dedos cogieron piezas emparejadas de


papel, apuntando a una parte del par cuando dijo "de su madre", y a
la otra cuando dijo "de su padre". Y cuando Harry contó lo de elegir
una pieza de papel al azar, su mano sacó un Knut de su túnica y lo
lanzó; Harry miró la moneda, y luego señaló a la pieza de papel que
estaba encima. Todo sin hacer una pausa en su discurso.
"Cuando se trata de ser bajo o alto, hay muchos lugares en la receta
que hacen pequeñas diferencias. Por lo que si un padre alto se casa
con una madre baja, el niño recibirá algunas piezas de papel
diciendo 'alto' y otras piezas de papel diciendo 'bajo', y usualmente
el niño termina siendo de altura media. Mas no siempre. Por suerte,
el niño podría recibir un montón de piezas de 'alto', y no muchos
papeles de 'bajo', y crecer muy alto. Podrías tener un padre alto con
cinco piezas de papel diciendo 'alto' y una madre alta con otros
cinco papeles de 'alto' y por una increíble suerte el niño obtiene
todos los diez papeles de 'alto' y al final es más alto que ambos
padres. ¿Ves? La sangre no es un fluido perfecto, no se mezcla
perfectamente. El ácido desoxirribonucleico está compuesto con
muchas piezas diminutas, más como un vaso lleno de guijarros y
menos como un vaso lleno de agua. Es por eso que un niño no
siempre es el justo medio de sus padres."

Draco escuchó con la boca abierta. ¿Cómo en el nombre de Merlín


los Muggles habían descubierto todo eso? ¿Podían ver la receta?

"Ahora," Harry Potter continuó, "supongamos que, al igual que la


altura, hay otros pequeños espacios en la receta donde puedes
tener una pieza de papel que dice 'magia' o 'no magia'. Si tienes
suficientes papeles con 'magia' eres un mago, si tienes muchos de
estos papeles eres un mago poderoso, si tienes muy pocos eres un
Muggle, y si estás en el medio eres un Squib. Entonces, cuando dos
Squibs se casan, la mayoría de sus hijos también deberían ser
Squibs, pero de vez en cuando un niño saldrá con suerte y recibirá
la mayoría de los papeles mágicos del padre y la mayoría de los
papeles mágicos de la madre, y será lo suficientemente fuerte como
para ser un mago. Aunque probablemente no uno muy fuerte. Si
empezaras con muchos magos poderosos casándose entre sí, ellos
permanecerían poderosos. Mas si empezaran a casarse con hijos
de Muggle quienes apenas y eran mágicos, o Squibs… ¿Ves? La
sangre no se mezclaría a la perfección, sería un vaso con guijarros,
no un vaso de agua, porque ese es el modo en que funciona la
sangre. Aún habría magos poderosos aquí y allá, cuando recibieran
muchos papeles mágicos por suerte. Sin embargo no serían tan
poderosos como los magos más poderosos de antaño."

Draco asintió lentamente. Nunca lo había escuchado explicado así


antes. Había una sorprendente belleza en como encajaba con
exactitud.

" Pero," Harry arguyó. "Esa es únicamente una hipótesis.


Supongamos más bien que nada más hay un lugar en la receta que
te hace mago. Sólo un lugar donde una pieza de papel puede decir
'magia' o 'no magia'. Y hay dos copias de todo, siempre. Por lo que
no hay más que tres posibilidades. Ambas copias pueden contener
'magia'. Una copia puede decir 'magia' y la otra copia 'no magia'. O
ambas copias pueden ser de 'no magia'. Magos, Squibs, y Muggles.
Dos copias y puedes lanzar hechizos, una copia y puedes usar
pociones o dispositivos mágicos, y cero copias significa que incluso
podrías tener problemas observando directamente la magia. Los
hijos de Muggle no nacieron realmente como Muggles, ellos habrían
nacido de dos Squibs, dos padres cada uno con una copia de magia
que creció en el mundo de los Muggle. Ahora imagina que una bruja
se casa con un Squib. Casa niño obtendrá un papel que diga 'magia'
de la madre, siempre, no importa que pieza sea elegida al azar,
ambas dirán 'magia'. Mas al igual que lanzar una moneda, la mitad
de las veces el niño conseguirá un papel diciendo 'magia' del padre,
y la otra mitad de las veces el niño recibirá del padre un papel que
tenga escrito 'no magia'. Cuando una bruja se casa con un Squib, el
resultado no serían un montón de niños magos débiles. La mitad de
los niños serían magos y brujas tan fuertes como su madre, y la
mitad de los niños serían Squibs. Porque si no hay más que un lugar
en la receta en el que te conviertes en un mago, entonces la magia
no es como un vaso lleno de guijarros que se pueden mezclar. Es
como un único guijarro mágico, una piedra del hechicero."

Harry reunió tres pares de papel lado a lado. En un par escribió


'magia' y 'magia'. En otro par escribió 'magia' únicamente sobre el
papel de encima. Y el tercer par lo dejó en blanco.
"En cuyo caso," Harry prosiguió, "puedes tanto tener dos piedras
como no. O eres un mago o no lo eres. Los magos poderosos se
volverían así por estudiar más y practicar más que otros. Y si los
magos se están volviendo menos poderosos de forma inherente, no
porque los hechizos se pierdan sino porque las personas no los
pueden lanzar… Entonces quizá están comiendo las comidas
incorrectas o algo así. Pero si se ha estado poniendo peor
regularmente por más de ochocientos años, entonces eso podría
significar que la magia en sí misma está desapareciendo de este
mundo."

Harry juntó otro par de papeles lado a lado, y tomó una pluma.
Pronto cada par tenía una pieza de papel diciendo 'magia' y la otra
en blanco.

"Y eso me trae a la predicción," concluyó Harry, "sobre lo que pasa


cuando dos Squibs se casan. Lanza una moneda dos veces. Puede
salir cara y cara, cara y sello, sello y cara, o sello y sello. Por lo que
un cuarto de las veces obtendrás dos caras, un cuarto del tiempo
tendrás dos sellos, y la mitad de las veces tendrás una cara y un
sello. La misma cosa que si dos Squibs se casan. Un cuarto de los
niños resultará con magia y magia, y serán magos. Un cuarto
resultará con no magia y no magia, y serán Muggles. La otra mitad
serán Squibs. Es un patrón muy viejo y clásico. Fue descubierto por
Gregor Mendel quien no ha sido olvidado, y fue la primera pista
hallada para saber cómo funcionaba la receta. Cualquiera que
conozca sobre la ciencia de la sangre reconocería ese patrón en un
instante. No sería exacto, al igual que si lanzas una moneda
cuarenta veces no conseguirás exactamente diez pares de dos
caras. Mas si son siete o trece magos de cuarenta niños eso será un
fuerte indicador. Esa es la prueba que hice que hicieras. Ahora
veamos tus datos."

Y antes de que Draco pudiera tan siquiera pensarlo, Harry Potter


había arrebatado el pergamino de las manos de Draco.

La garganta de Draco estaba muy seca.


Veintiocho niños.

Él no estaba seguro del número justo pero sí estaba muy


convencido que alrededor de unos cuatro habían sido magos.

"Seis magos de veintiocho niños," Harry Potter habló tras un


momento. "Bueno, eso es lo que tenemos, entonces. Y los de primer
año estaban conjurando los mismos hechizos con el mismo nivel de
poder ocho siglos atrás, también. Tu prueba y mi prueba resultaron
igual."

Hubo un largo silencio en el salón de clases.

"¿Y ahora qué?" Draco susurró.

Él nunca había estado tan aterrado.

"No es definitivo todavía," contestó Harry Potter. "Mi experimento


falló, ¿recuerdas? Necesito que diseñes otra prueba, Draco."

"Yo, yo…" Draco dudó. Su voz estaba rompiéndose. "No puedo


hacer esto Harry, es demasiado para mí."

La expresión de Harry era feroz. "Sí puedes, porque tienes qué. Yo


pensé sobre ello, también, tras hallar lo del Interdicto de Merlín.
Draco, ¿hay algún modo de observar la fuerza de la magia
directamente? ¿Alguna forma que no tenga nada que ver con la
sangre de los magos o los hechizos que aprendemos?"

La mente de Draco estaba en blanco.

"Cualquier cosa que afecte la magia afecta a los magos," comparó


Harry. "Pero entonces no podemos discernir si son los magos o la
magia. ¿A qué afecta la magia que no sea un mago?"

"Criaturas mágicas, obviamente," acotó Draco sin tan siquiera


pensarlo.

Harry Potter sonrió lentamente. "Draco, eso es brillante ."


Es la clase de pregunta tonta que haces solamente si fuiste criado
por Muggles.

Entonces el malestar en el estómago de Draco se puso aún peor


cuando cayó en cuenta lo que implicaba que las criaturas mágicas
se estuvieran volviendo más débiles. Tendrían la certeza de que la
magia estaba desapareciendo, y había una parte de Draco que ya
estaba disuadida de que eso sería justamente lo que encontrarían.
Él no quería ver esto, él no quería saber…

Harry Potter ya estaba a mitad del camino hacia puerta. "¡ Vamos,
Draco! ¡Hay un retrato no muy lejos de aquí, nada más tenemos que
solicitarle que traiga a alguien viejo y lo descubriremos de inmediato!
Estamos encapuchados, ¡si alguien nos ve sólo tenemos que correr!
¡Adelante!"

No tardaron mucho tras eso.

Era un retrato enorme, mas las tres personas adentro se veían


amontonadas. Había un hombre de mediana edad del siglo doce,
vestido con franjas de tela negra; quien hablaba con una joven
mujer de aspecto triste del siglo catorce, con un cabello que
constantemente se rizaba bajo su cabeza como si ella hubiera sido
atacada con un hechizo estático; y ella hablaba con un dignificado,
sabio anciano del siglo diecisiete con corbata de lazo de oro solido;
y a él le pudieron entender.

Habían preguntado por los Dementores.

Habían preguntado por los fénix.

Habían preguntado por los dragones y los trolls y los elfos de casa.

Harry había fruncido el ceño, señalado que las criaturas que


necesitaran más magia podrían haber muerto por completo, y había
preguntado por las más poderosas criaturas mágicas conocidas.
No había nada que no fuera familiar en la lista, excepto por una
especie de criatura Oscura llamada Azotamentes que el traductor
anotó había sido exterminada por Harold Shea, y esos no sonaban
ni la mitad de aterradores que eran los Dementores.

Las criaturas mágicas eran tan poderosas en la actualidad como lo


habían sido siempre, aparentemente.

La pesadez en el estómago de Draco fue disminuyendo, y ahora


sólo se sentía confundido.

"Harry," Draco lo llamó cuando el anciano iba a la mitad de traducir


una lista con los once poderes de los ojos del Observador, "¿qué
quiere decir esto?"

Harry levantó un dedo y el anciano terminó la lista.

Entonces Harry le agradeció a todos los retratos por ayudar - Draco,


más bien en modo automático, hizo lo mismo y con más gracia - y
regresaron al salón de clases.

Y Harry sacó el pergamino original con las hipótesis, y empezó a


garabatear.

Observación :

La magia no es tan poderosa ahora como lo era cuando Hogwarts


fue fundada.

Hipótesis :

1. La Magia en sí misma esta desvaneciéndose.

2. Los magos están cruzándose con Muggles y Squibs.

3. El conocimiento para lanzar poderosos hechizos se está


perdiendo.
4. Los magos están comiendo los alimentos incorrectos cuando
niños, o algo más aparte de la sangre está haciendo que crezcan
más débiles.

5. La tecnología Muggle está interfiriendo con la magia. (¿Desde


hace 800 años?)

6. Los magos más fuertes están engendrando menos hijos. (Draco =


¿hijo único? Revisar si 3 magos poderosos, Quirrell / Dumbledore /
Señor Oscuro, tuvieron algún hijo.)

Pruebas :

A. ¿Hay hechizos que conozcamos mas no podamos usar (1 o 2) o


los hechizos perdidos ya no son conocidos (3)? Resultado:
Inconcluso debido al Interdicto de Merlín. No se conoce un hechizo
que no se pueda usar, mas simplemente puede ser que no fueron
pasados.

B. ¿Los antiguos estudiantes de primer año lanzaban los mismos


tipos de conjuros, con el mismo poder, que ahora? (Evidencia débil
de 1 sobre 2, mas la sangre podría estar afectando únicamente la
hechicería poderosa.) Resultado: Mismo nivel de hechizos entre los
de primer año de ahora y antes.

C. Prueba adicional que distingue entr usando conocimiento


científico sobre la sangre, se explicará después. Resultado: Hay un
único lugar en la receta que te hace mago, y bien tienes dos papeles
que dicen 'magia' o no.

D. ¿Están perdiendo sus poderes las criaturas mágicas? Distingue 1


de (2 o 3). Resultado: Las criaturas mágicas parecen ser tan fuertes
en la actualidad como lo han sido siempre.

"Un fracaso," clamó Harry Potter. "B es evidencia débil para 1 por
sobre 2. C falsea 2. D falsea 1. 4 era improbable y B va en contra de
4 también. 5 era improbable y D va en su contra. 6 es falseable junto
con 2. Eso deja 3. Con Interdicto de Merlín o no, De hecho no hallé
ningún hechizo conocido que no se pudiera lanzar. Por lo que
cuando lo sumas todo, parece ser que ha sido algún conocimiento el
que se ha perdido."

Y la trampa se cerró.

Tan pronto como el pánico se fue, tan pronto como Draco


comprendió que la magia no estaba desapareciendo, le tomó cinco
segundos darse cuenta.

Draco se empujó a sí mismo lejos del escritorio y se levantó con


tanta fuerza que su silla se deslizó con un sonido rasposo a través
del piso y se cayó.

"Así que todo fue un estúpido truco, entonces."

Harry Potter lo contempló por un momento, aún sentado. Cuando


habló, su voz era calmada. "Fue una prueba justa, Draco. De haber
salido diferente, yo lo habría aceptado. Eso es algo en lo que no
haría trampa jamás. Nunca. No observé tus datos antes de hacer
mis predicciones. Te conté sobre el Interdicto de Merlín invalidando
el primer experimento -"

"Oh," Draco interrumpió, la rabia naciendo en su voz, "¿no sabías


cómo iba a resultar todo el asunto?"

"No sabía nada que tú no supiera," Harry respondió, todavía con


calma. "Admito que lo sospeché. Hermione Granger era demasiado
poderosa, ella debió haber sido apenas mágica y no era así, ¿cómo
puede ser una hija de Muggles la mejor hechicera en Hogwarts? Y
también está sacando las mejores notas en sus trabajos, es
demasiada coincidencia que una chica sea la más fuerte académica
y mágicamente a menos que haya una sola causa. La existencia de
Hermione Granger indicaba que tenía que haber una única cosa que
te hace mago, algo que tienes o no, y las diferencias de poder
provienen de cuánto sabemos y cuánto practicamos. Y no había
clases diferentes para los sangre pura y los hijos de Muggles,
etcétera. Había demasiadas formas en que el mundo no tenía
sentido si el modo en que tú lo veías era correcto. Pero Draco, yo no
vi nada que tú no pudieras ver. No realicé ninguna prueba sobre la
que no te contara. No hice trampa, Draco. Quería que nosotros
descubriéramos la respuesta juntos. Y jamás pensé que la magia
pudiera estar desapareciendo del mundo hasta que lo dijiste.
También fue una idea aterradora para mí."

"Como sea," Draco replicó. Estaba esforzándose mucho para


controlar su voz y no empezar a gritarle a Harry. "Juras que no vas a
salir corriendo por ahí para informar a cualquiera de esto."

"No sin consultártelo primero," Harry afirmó. Abrió sus manos en un


gesto de súplica. "Draco, estoy siendo tan amable como puedo mas
el mundo demostró no ser de ese modo. "

"De acuerdo. Entonces tú y yo hemos terminado. Sólo me voy a


alejar y olvidar que todo esto sucedió."

Draco se giró, sintiendo un ardor en su garganta, la sensación de


traición, y ahí fue cuando asimiló que a él realmente le había
agradado Harry Potter, y que el pensamiento no lo detuvo ni por un
instante mientras se dirigía hacía la puerta del salón de clases.

Y la voz de Harry Potter le llegó, más fuerte, y preocupada:

"Draco… no lo puedes olvidar. ¿No lo entiendes? Ese fue tu


sacrificio."

Draco paró a la mitad del camino y se volteó. "¿A qué te refieres?"

Mas ya había un frío paralizante en la columna de Draco.

Incluso lo supo antes de que Harry Potter lo dijera.

"Para convertirte en un científico. Cuestionaste una de tus


creencias, no una pequeña sino algo que tenía gran significado para
ti. Hiciste experimentos, reuniste datos, y la conclusión probó que
esa creencia estaba errada. Viste los resultados y comprendiste lo
que querían decir." La voz de Harry Potter estaba flaqueando.
"Recuerda, Draco, no puedes sacrificar una creencia verdadera de
ese modo, porque los experimentos la confirmarán en lugar de
falsearla. Tu sacrificio para volverte un científico fue tu falsa creencia
de que la sangre de los magos se estaba mezclando y poniéndose
débil."

"¡Eso no es verdad!" estalló Draco. "No sacrifiqué la creencia. ¡Aún


creo en ello!" Su voz estaba elevándose, y el escalofrío
empeorando.

Harry Potter sacudió su cabeza. Su voz era un susurro. "Draco… Lo


siento, Draco, tú no lo crees, ya no más." La voz de Harry se alzó
otra vez. "Te lo demostraré. Imagina que alguien te dice que guarda
un dragón en su casa. Le pides que te lo deje ver. Te asegura que
es un dragón invisible. Aceptas eso, porque podrás escucharlo
moverse. Te informa que es un dragón inaudible. Le dices que le
echarás algo de harina para cocinar en el aire y veras el perfil del
dragón. Te replica que el dragón es permeable a la harina. Y lo que
se puede inferir es que él sabe, por adelantado, qué tipo de
resultados experimentales tendrá que desestimar. Él sabe que todo
saldría del mismo modo aún si no hay dragón, es consciente por
adelantado de cuáles excusas tendrá que hacer. Así que tal vez él
dice que hay un dragón. Quizá él cree que él cree que hay un
dragón, a eso se le llama creer-en-la-creencia. Sin embargo él
realmente no cree en ello. Puedes estar equivocado sobre lo que tú
crees, la mayoría de personas nunca se dan cuenta de que hay una
diferencia entre creer algo y pensar que es bueno creer en eso."
Harry Potter se levantó del escritorio, y dio unos cuantos pasos
hacía Draco. "Y Draco, tú ya no crees en la pureza de la sangre, te
mostraré que no. Si la pureza de sangre es verdad, entonces
Hermione Granger no tiene sentido, ¿así que qué podría explicarla?
¿Tal vez ella es una huérfana mágica criada por Muggles, al igual
que yo? Podría ir con Granger y pedirle que me enseñé fotos de sus
padres, para ver si ella se parece a ellos. ¿Esperarías que ella se
vea diferente? ¿Deberíamos ir y realizar la prueba?"
"Ellos la habrían ubicado con otros parientes," Draco declaró, su voz
temblorosa. "Todavía se verían parecidos."

"Lo ves. Ya sabes que resultado experimental tendrías que excusar.


Si aún creyeras en la pureza de la sangre dirías, claro, vamos a
echarle una mirada, apuesto que no se verá como sus padres, ella
es demasiado poderosa para ser una verdadera hija de Muggles -"

"¡Ellos la habrían ubicado con otros parientes!"

"Los científicos pueden hacer pruebas para asegurarse de que


alguien es el hijo real de un padre. Granger probablemente lo haría
so le pago a su familia lo suficiente. Ella no tendría miedo de los
resultados. ¿Así que qué esperas que muestren las pruebas? Dime
que corramos y lo haremos. Mas ya sabes lo que las pruebas dirán.
Siempre lo sabrás. Jamás serás capaz de olvidar. Podrías desear
creer en la pureza de sangre, pero siempre esperaras que suced a
exactamente lo que pasaría si hubiera una única cosa que te hiciera
mago. Ese fue tu sacrificio para transformarte en científico."

La respiración de Draco era desordenada. "¿Te das cuenta de lo


que has hecho ? " Draco se lanzó hacia delante y agarró a Harry por
el cuello de su túnica. Su voz creció hasta ser un grito, se oyó
insólitamente fuerte en el silencioso y encerrado salón de clases.
"¿Te das cuenta de lo que has hecho?"

La voz de Harry era vacilante. "Tenías una creencia. La creencia era


falsa. Te ayudé a ver eso. Lo que es verdad ya lo es así, poseer esa
verdad no lo hace peor -"

Los dedos de la mano derecha de Draco se cerraron en un puño y la


mano descendió y cargó imparable y golpeó a Harry Potter en la
mandíbula tan duro que su cuerpo se estrelló de espaldas contra un
escritorio y luego rebotó en el suelo.

"¡Idiota!" chilló Draco. "¡Idiota! ¡Idiota!"


"Draco," murmuró Harry desde el piso, "Draco, lo lamento, creí que
esto ocurriría meses después, no esperé que despertaras como un
científico tan pronto, Pensé que tendría más tiempo para prepararte,
enseñarte las técnicas que harían que doliera menos admitir que
estabas equivocado -"

"¿Qué hay de Padre?" Draco cuestionó. Su voz temblando por la


furia. "¿Ibas a prepararlo a él también o no te importaba lo que
pasara después de esto?"

"¡No se lo puedes contar a él !" Harry exclamó, su voz llena de


alarma. "¡Él no es un científico! ¡Lo prometiste, Draco!"

Por un momento el pensamiento de que Padre no se enteraría llegó


como un alivio.

Y entonces la verdadera ira inició su vuelo.

"Así que planeaste que yo le mintiera y le dijera que aún lo creía,"


Draco rugió, voz temblando. "Siempre tendría que mentirle, y
cuando crezca no podré ser un Mortífago, y ni siquiera seré capaz
de explicarle por qué."

"Si tu padre de verdad te ama," masculló Harry desde el suelo, "él


todavía te amaría aún si no te conviertes en un Mortífago, y suena
como si tu padre sí te amara de verdad, Draco -"

" Tu padrastro es un científico," Draco replicó. Las palabras


mordiendo como diminutos cuchillos. "Si tú no fueras a convertir en
un científico, él te seguiría amando. Pero serías un poco menos
especial para él."

Harry titubeó. El chico abrió su boca, como para formular un 'lo


siento', y luego cerró su boca, como si lo hubiera pensado mejor, lo
que fue muy inteligente o muy afortunado, porque Draco podría
haber intentado matarlo.
"Tendrías que haberme advertido," Draco chilló. Su voz creciente.
"¡Tendrías que haberme advertido!"

"Yo… Lo hice… Cada vez que te conté sobre el poder, te hablé


sobre el precio. Te dije, tendrías que admitir que estabas
equivocado. Juré que sería el camino más difícil para ti. Que este
era el sacrificio que cualquiera tendría que hacer para volverse un
científico. Te dije, que si el experimento muestra una cosa y tu
familia y amigos dicen otra -"

"¿Llamas a eso una advertencia?" Draco ya estaba gritando.


"¿Llamas a eso una advertencia? ¿Cuando estamos haciendo un
ritual que exige un sacrificio permanente?"

"Yo… Yo…" El chico en el suelo tragó saliva. "Supongo que quizá no


fue claro. Lo lamento. Pero aquello que pueda ser destruido por la
verdad debería serlo."

Golpearlo no era suficiente.

"Estás equivocado en una cosa," Draco amenazó, su voz fatal.


"Granger no es la estudiante más fuerte en Hogwarts. Ella sólo
obtiene las mejores notas en clase. Estás a punto de descubrir la
diferencia."

Repentina sorpresa se asomó en el rostro de Harry, y él intentó


rodar rápidamente sobre sus pies -

Ya era demasiado tarde para él.

"¡Expelliarmus!"

La varita de Harry voló a través del cuarto.

"¡Gom jabbar!"

Un pulso de negrura alcanzó la mano izquierda de Harry.


"Ese es un hechizo de tortura," expuso Draco. "Es para obtener
información de las personas. Nada más voy a dejarte aquí y cerrar
la puerta detrás de mí cuando me vaya. Tal vez programaré el
hechizo de cerradura mágica para que desaparezca tras unas
cuantas horas. Quizá no se vaya hasta que hayas muerto aquí.
Diviértete."

Draco retrocedió sigilosamente, la varita aún señalando a Harry. La


otra mano de Draco descendió, recogió su maleta, sin que su
puntería se desviara.

El dolor ya aparecía en la cara de Harry Potter al hablar. "Los


Malfoys están por encima de la ley mágica que rige a los menores,
¿no es así? No es porque tu sangre sea más fuerte. Es porque has
practicado. Al principio eras tan débil como cualquiera de nosotros.
¿Es mi predicción incorrecta?"

La mano de Draco se puso blanca sobre su varita, mas su puntería


siguió siendo firme.

"Sólo para que sepas," Harry habló a través de los dientes


apretados, "si me hubieras dicho que yo estaba mal te hubiera
escuchado. Yo jamás te hubiera torturado a ti cuando me hubieras
demostrado que estaba equivocado. Y tú lo harás. Algún día. Has
despertado como un científico, e incluso si nunca aprendes a usar tu
poder, tú siempre," Harry boqueó, "estarás buscando, por formas,
para comprobar, tus creencias -"

La retirada de Draco tuvo menos gracias, entonces, un poco más


veloz, y tuvo que esforzarse para mantener su varita sobre Harry
mientras se estiraba para abrir la puerta y alejarse del salón de
clases.

Luego Draco volvió a cerrar la puerta.

Conjuró el Encantamiento de cerradura más poderoso que conocía.


Draco esperó hasta que oyó el primer grito de Harry antes de lanzar
el Quietus .

Y luego se fue caminando.

"¡Aaahhhhh! ¡Finite Incantatem! ¡Aaaahhh!"

La mano izquierda de Harry había sido puesta dentro una olla con
aceite hirviendo y abandonada. Había puesto todo lo que tenía en
ese Finite Incantatem y todavía no estaba funcionando.

Algunas maldiciones requerían contras específicos o no las podrías


deshacer, o a lo mejor era que Draco era más fuerte que él.

"¡Aaaaahhhh!"

La mano de Harry realmente empezaba a doler, ahora, y eso estaba


interfiriendo con sus intentos por pensar de modo creativo.

Mas tras unos cuantos gritos después, Harry se dio cuenta de lo que
tenía que hacer.

Su monedero, infortunadamente, estaba en el lado contrario de su


cuerpo, y le llevó algo de retorcerse alcanzarla, especialmente
cuando su otro brazo estaba agitándose alrededor por reflejo, en un
imparable intento por botar la fuente del dolor. Para cuando se las
arregló para cogerla su otro brazo había logrado arrojar su varita
otra vez.

"¡Kit ahhhhh médico! ¡Kit médico!"

Sobre el suelo, la luz verde fue muy tenue como para ser vista.

Harry no se podía poner de pie. No podía ni gatear. Rodó por el


suelo a donde pensó que estaba su varita, y no estaba ahí, y con
una mano logró elevarse a sí mismo lo suficiente como para ver su
varita, y rodó hacía allí, y cogió su varita, y rodó de nuevo hacía
donde estaba el kit médico abierto. Hubo una buena cantidad de
gritos, y un poco de vomito.

Le tomó ocho intentos ser capaz de conjurar Lumos .

Y luego, bueno, el paquete no estaba diseñado para ser abierto con


una mano, porque todos los magos eran idiotas, ese es el por qué.
Harry tuvo que usar sus dientes y eso le demoró un tiempo antes de
que Harry finalmente pudiera desenvolver el Pañoentumecedor
sobre su mano izquierda.

Cuando toda sensación en su mano izquierda eventualmente cesó,


Harry permitió que su mente se apagara, y yació sin moverse sobre
el suelo, y lloró por un rato.

Bueno . La mente de Harry razonó silenciosamente dentro de sí


misma, cuando se hubo recuperado lo suficiente como para pensar
con palabras otra vez. ¿Valió la pena?

Despacio, la mano funcional de Harry se alzó hasta el escritorio.

Harry se puso a sí mismo sobre sus pies.

Respiró profundamente.

Exhaló.

Sonrió.

No fue una gran sonrisa, pero fue una sonrisa al fin y al cabo.

Gracias, Profesor Quirrell, no podría haber perdido sin usted.

No había redimido a Draco todavía, ni siquiera cerca. Contrario a lo


que el mismo Draco podría creer ahora, Draco aún era el hijo de un
Mortífago, por los cuatro costados. Seguía siendo un chico que
había crecido pensando que "violación" era algo que los chicos más
grandes y cool hacían. Sin embargo había sido un impresionante
inicio.
Harry no podía argumentar que todo había salido justo como lo
había planeado. Todo había surgido completamente improvisado. El
plan había calculado que esto pasaría en Diciembre
aproximadamente, tras Harry haberle enseñado a Draco las técnicas
para no negar la evidencia de lo que había visto.

Pero él había visto la expresión de miedo en el rostro de Draco,


comprendido que Draco ya estaba tomando una hipótesis alternativa
seriamente, y aprovecho la oportunidad. Un caso de verdadera
curiosidad tenía el mismo poder redentor en la racionalidad que un
caso de amor verdadero tenia en las películas.

En retrospectiva, Harry se había dado a sí mismo horas para hacer


el descubrimiento más importante en la historia de la magia, y
meses para romper las subdesarrolladas barreras mentales de un
chico de once años. Esto podía indicar que Harry tenía alguna clase
de enorme deficiencia cognitiva con respecto a la estimación del
tiempo para completar tareas.

¿Iba Harry ir al Infierno de la Ciencia por lo que había hecho? Harry


no estaba seguro. Había maquinado para mantener la mente de
Draco en la posibilidad de que la magia estuviera desapareciendo,
asegurarse de que Draco llevará a cabo la parte del experimento
que al principio parecería apuntar en esa dirección. Esperó hasta
haber terminado con la explicación sobre genética para estimular a
Draco a pensar sobre las criaturas mágicas (aunque Harry había
pensado en términos de artefactos mágicos como el Sombrero
Seleccionador, el cual ya nadie podía duplicar, mas continuaba
funcionado). Pero Harry no había exagerado evidencia alguna, no
había distorsionado el significado de ningún resultado. Cuando el
Interdicto de Merlín hubo invalidado la prueba que debió haber sido
definitiva, le dijo a Draco que asumiera la vanguardia.

Y luego estaba la parte siguiente a eso…

Sin embargo él no le había mentido a Draco. Draco lo había creído,


y eso lo haría verdad .
El final, era admisible, no había sido divertido.

Harry se giró, y tambaleó hacía la puerta.

Hora de probar el hechizo cerradura de Draco.

El primer paso era simplemente procurar girar el pomo de la puerta.


Draco pudo haber estado fingiendo.

Draco no había estado fingiendo.

"Finite Incantatem." La voz de Harry había surgido muy ronca, y


pudo sentir que el hechizo no se había disparado.

Por lo que Harry lo intentó otra vez, y en esa ocasión lo sintió de


verdad. Pero otro giro al pomo mostró que no lo había logrado. No
fue una sorpresa.

Hora de traer las armas grandes. Harry respiró profundamente. Este


hechizo era uno de los más poderosos que había aprendido hasta
ahora.

"¡Alohomora!"

Harry titubeó un poco tras pronunciarlo.

Y la puerta del salón de clases aún no se había abierto.

Eso sorprendió a Harry. Harry no había planeado ir a algún lugar


como el corredor prohibido de Dumbledore, por supuesto. Mas un
hechizo para abrir cerraduras mágicas era un tipo de hechizo útil de
todos modos, así que Harry lo había aprendido. ¿Estaba el corredor
prohibido de Dumbledore hecho para atraer personas tan estúpidas
que no cayeran en cuenta de que la seguridad era peor que lo que
Draco Malfoy podía hacer?

El miedo estaba deslizándose de regreso dentro del sistema de


Harry. La plaqueta en el kit médico anunciaba que el
Pañoentumecedor únicamente podía ser usado sin peligro durante
treinta minutos. Tras eso se quitaría automáticamente, y no se
podría reutilizar por 24 horas. Ahora mismo eran las 6:51pm. Se
había puesto el Pañoentumecedor cinco minutos atrás.

Así que Harry retrocedió un paso, y consideró la puerta. Era un


solido panel de madera de roble oscurecido, interrumpido nada más
por el pomo de metal y las bisagras de latón.

Harry no conocía ningún hechizo explosivo o cortador o golpeador, y


Transformar explosivos habría violado la regla contra Transformar
cosas que iban a ser quemadas. El ácido era un liquido y produciría
humos…

Aunque eso no era un obstáculo para un pensador creativo .

Harry apoyó su varita contra una de las bisagras de latón de la


puerta, y se concentró en la forma del algodón como una pura
abstracción aparte de cualquier algodón material, y también en el
material puro aparte del patrón que lo había hecho una bisagra de
latón, y reunió los dos conceptos, imponiendo la forma sobre la
sustancia. Una hora para Transformación cada día durante un mes
había llevado a Harry al punto donde podía Transformar un sujeto
de cinco centímetros cúbicos en menos de un minuto.

Tras dos minutos las bisagras no habían cambiado para nada.

Quien fuera que hubiera diseñado el hechizo de cerradura de Draco,


había pensado en eso, también. O la puerta era parte de Hogwarts y
el castillo era inmune.

Un vistazo probo que las paredes eran de piedra solida. Al igual que
el piso. Al igual que el techo. No podías Transformar por separado
una parte de algo que era solido por completo; Harry tendría que
intentar Transformar todo el muro, lo que le habría llevado horas o
quizá días de continuo esfuerzo, si es que tan siquiera podía
hacerlo, y si es que la pared no era contigua con el resto del
castillo…
El Giratiempo de Harry no se abriría hasta las 9pm. Tras eso podría
regresar a las 6pm, antes de que la puerta fuera cerrada.

¿Cuánto se prolongaría el hechizo torturador?

Harry tragó saliva con fuerza. Las lagrimas surgían de sus ojos otra
vez.

Su brillante mente creativa le acababa de ofrecer la ingeniosa


sugerencia de que Harry podía cortar su mano usando la sierra en el
conjunto de herramientas guardado dentro de su monedero, lo que
dolería, obviamente, más podría doler mucho menos que el hechizo
de Draco, ya que los nervios se habrían ido; y tenía torniquetes en el
kit sanador.

Y esa era obviamente una desagradable idea estúpida que Harry


lamentaría por el resto de su vida.

Pero Harry no sabía si podría aguantar la tortura durante dos horas.

Quería salir del salón de clases, quería salir del salón de clases ya,
no quería esperar ahí gritando por dos horas hasta que pudiera usar
el Giratiempo, necesitaba salir y hallar a alguien que pudiera
remover el hechizo de tortura de su mano…

¡Piensa! Harry le gritó a su cerebro. ¡Piensa! ¡Piensa!

El dormitorio de Slytherin estaba casi vacío. Las personas estaban


cenando. Por alguna razón Draco no se sentía con mucho apetito.

Draco cerró la puerta de su cuarto privado, pasó el pestillo, Lo cerró


con un encantamiento, lo Silencio, se sentó sobre su cama, y
empezó a llorar.

No era justo.

No era justo.
Era la primera vez que Draco había perdido de verdad, Padre le
había advertido que perder en serio le dolería la primera vez que
ocurriera, mas él había perdido tanto, no era justo, no era justo que
él perdiera todo la primera vez que había perdido.

En algún lugar de los calabozos, un chico que de hecho le había


agradado a Draco estaba gritando por el sufrimiento. Draco nunca
había herido a alguien que le agradara antes de ese día. Castigar
personas que se lo merecieran era supuestamente divertido, pero
esto sólo se sentía mal. Padre no lo había preparado para eso, y
Draco se preguntó si esa era una dura lección que todos tenían que
aprender al crecer, o si era Draco quien era débil.

Draco deseó que la que estuviera gritando fuera Pansy. Eso se


habría sentido mejor.

Y la peor parte era ser consciente de que lastimar a Harry Potter


podía haber sido un gran error.

¿Quién más quedaba para Draco? ¿Dumbledore? ¿Tras lo que


había hecho? Draco pronto se hallaría quemado en vida.

Draco tendría que regresar a Harry Potter porque no tenía otro lugar
al cual ir. Y si Harry Potter lo rechazaba, entonces Draco sería nada,
no más que un niño patético que nunca podría convertirse en
Mortífago, nunca unirse a la facción de Dumbledore, nunca aprender
ciencia.

La trampa había sido montada a la perfección, perfectamente


ejecutada. Padre le había advertido a Draco una y otra vez que lo
sacrificado en los rituales Oscuros no podía ser recuperado. Mas
Padre desconocía que los malditos Muggles habían inventado
rituales que no necesitaban varitas, rituales en los que te engañaban
para participar sin que te dieras por enterado, y ese era únicamente
uno de los terribles secretos que los científicos sabían y que Harry
Potter había traído consigo.

Draco empezó a llorar con más fuerza, entonces.


Él no quería esto, no lo quería pero ya no lo podía deshacer. Era
demasiado tarde. Él ya era un científico.

Draco sabía que debía regresar y liberar a Harry Potter y


disculparse. Hubiera sido lo más inteligente por hacer.

En vez de eso Draco se quedó en su cama y sollozó.

Ya había dañado a Harry Potter. Podría ser la única vez que Draco
tuviera para herirlo, y tendría que atesorar esa memoria por el resto
de su vida.

Que siga gritando.

Harry dejó caer los remanentes de la sierra al suelo. Las bisagras de


latón habían demostrado ser impenetrables, ni siquiera estaban
rasguñadas, y Harry estaba empezando a sospechar que incluso el
acto desesperado de intentar Transformar ácidos o explosivos
habría fallado para abrir esta puerta. En el lado positivo, el intento
había destruido la sierra.

Su reloj marcaba las 7:02pm, con menos de quince minutos


restantes, y Harry procuro recordar si había otra cosa filosa dentro
de su monedero que necesitara ser destruida, y sintió otro acceso
de lágrimas acumulándose. Si sólo, cuando su Giratiempo se
abriera, él pudiera regresar y prevenir -

Y ahí fue cuando Harry se dio cuenta de que había sido un tonto .

No era la primera vez que había estado encerrado en un cuarto.

La Profesora McGonagall ya le había explicado el modo correcto de


hacerlo.

… ella también le había pedido no usar el Giratiempo para ese tipo


de situaciones.
¿Comprendería la Profesora McGonagall que esta ocasión en
verdad sí merecía una excepción especial? ¿O nada más le
arrebataría el Giratiempo por completo?

Harry juntó todas las cosas, toda la evidencia, dentro de su


monedero. Un Scourgify se encargó del vomito en el piso, aunque
no del sudor que había empapado su túnica. Dejó los escritorios
volteados, no eran lo suficientemente importantes como para que
valiera la pena hacerlo con una mano.

Cuando hubo concluido, Harry observó su reloj. 7:04pm.

Y luego Harry esperó. Los segundos pasaron, sintiéndose como si


fueran años.

A las 7:07pm, la puerta se abrió.

La cara de barba esponjosa del Profesor Flitwick se veía muy


precupada. "¿Estás bien, Harry?" indagó la chillona voz del Jefe de
Casa de Ravenclaw. "Recibí una nota diciendo que estabas
encerrado aquí -"

Nota del Traductor

¿No es interesante cuando Draco dice que no quiere nada de eso?


Me recuerda un poco la película de X-Men: Días Del Futuro Pasado
cuando el melenudo y joven Profesor Xavier dice que no quiere el
futuro de ser un calvo viejo.

La primera vez que me leí este episodio, hasta el último segundo


esperé que Draco tuviera un cambio de opinión y fuera a rescatar a
Harry. Que no lo hiciera fue para mí el momento más decisivo del
personaje, porque muestra que todavía carece de un buen corazón.

El próximo capítulo de HPMOR podría tardar un poco porque en el


momento estaré escribiendo un One-Shot para mi fic de Atardecer
como parte de un reto organizado por el foro Sol de Medianoche en
FFN. Aunque sí me encuentro muy motivado para proceder con los
siguientes episodios, todo este asunto con Draco es muy
interesante, pero lo que sigue es mejor y mejor.

Escuchando a: Paramore - Decode

Leyendo: HPMOR

Escribiendo: Nullius in verba (One-Shot / Precuela para Atardecer)

Viendo: Kiba

Comiendo: Fríjoles

Bebiendo: Café y más café


La Hipótesis de la Inteligencia
Capítulo 24

La Hipótesis de la Inteligencia Maquiavélica

J. K. Rowling se enrosca y ataca, sin ser vista; círculos de Orca,


fuertes e inclinados.

Acto 3:

Draco aguardó en un pequeño nicho con ventana que encontró


cerca del Gran Comedor, con el estómago revuelto.

Habría un precio, y no sería pequeño. Draco lo había sabido tan


pronto como despertó y se dio cuenta de que no se atrevía a entrar
al Gran Comedor para desayunar porque podría ver a Harry Potter
allí y Draco no adivinaba que pasaría entonces.

Pisadas se aproximaron.

"Ya te vas a enterar." Amenazó la voz de Vincent. "El jefe no se


encuentra de buen humor el día de hoy, así que mejor camina con
cuidado."

Draco iba a arrancarle la piel a ese idiota con vida y enviar el cuerpo
desollado de regreso con una petición de un sirviente más
inteligente, como un jerbo muerto.

Un par de pisadas se alejaron, y otro par de pisadas se acercaron.


El estómago revuelto de Draco se empeoró.

Harry Potter apareció ante su vista. Su rostro era cuidadosamente


neutral, pero su túnica de bordes azules lucía extrañamente torcida,
como si no hubieran sido puestas correctamente -

"Tu mano." Draco habló sin considerar nada.

Harry levantó su mano izquierda, como si fuera a observarla él


mismo.

La mano colgaba lánguidamente, como algo muerto.

"Madam Pomfrey aseguró que no es permanente," Harry explicó con


calma. "Ella dictaminó que se recuperaría casi por completo para el
inicio de las clases de mañana."

Por un sólo instante las noticias fueron un alivio.

Y luego Draco lo notó.

"Fuiste donde Madam Pomfrey," susurró Draco.

"Por supuesto que lo hice," replicó Harry Potter, como si estuviera


señalando lo obvio. "Mi mano no estaba funcionando."

Lentamente se estaba volviendo evidente para Draco el absoluto


tonto que había sido, mucho peor que los Slytherins mayores de los
que había despotricado.

Había dado por descontado que nadie iría a las autoridades cuando
un Malfoy hacía algo. Que nadie querría el ojo de Lucius Malfoy
sobre ellos, jamás.

Sin embargo Harry Potter no era un pequeño y asustadizo Hufflepuff


intentando quedarse por fuera del juego. Él ya lo estaba jugando, y
el ojo de Padre ya estaba sobre él.
"¿Qué otra cosa dijo Madam Pomfrey?" preguntó Draco, con el
corazón en la garganta.

"El Profesor Flitwick aseveró que el hechizo lanzado sobre mi mano


había sido un maleficio Oscuro de tortura y era un asunto
extremadamente serio, y que rehusarse a acusar a quien lo hubiera
hecho era absolutamente inaceptable."

Hubo una larga pausa.

"¿Y luego?" Draco inquirió con voz temblorosa.

Harry Potter sonrió ligeramente. "Me disculpé profusamente, lo que


hizo que el Profesor Flitwick se pusiera muy grave, y luego le
informé al Profesor Flitwick que todo el asunto era, en efecto,
extremadamente serio, secreto, delicado, y que el Director ya estaba
enterado sobre el proyecto."

Draco jadeó. "¡No! ¡Flitwick no va a aceptar eso nada más! ¡Él lo iría
a comprobar con Dumbledore!"

"Así fue," admitió Harry Potter. "Prontamente fui arrastrado hacia la


oficina del Director"

Draco ahora estaba temblando. Si Dumbledore llevaba a Harry


Potter ante el Wizengamot, voluntariamente o de otro modo, y el
Niño-Que-Vivió testificaba bajo Veritaserum que Draco lo había
torturado… Demasiadas personas amaban a Harry Potter, Padre
podía perder esa votación…

Padre podría ser capaz de convencer a Dumbledore de no hacer


eso, pero le costaría . Un costo terrible. El juego tenía reglas ahora,
ya no podías amenazar a alguien al azar. Mas Draco había
caminado directamente hacía las manos de Dumbledore por cuenta
propia. Y Draco era un rehén muy valioso.

Aunque ya que recientemente Draco no podía convertirse en


Mortífago, él ya no era tan valioso como Padre pensaba.
Ese pensamiento partió su corazón como un Encantamiento
Cortador.

"¿Entonces qué?" Murmuró Draco.

"Dumbledore dedujo inmediatamente que fuiste tú. Él conocía sobre


nuestra asociación."

El peor escenario posible. Si Dumbledore no hubiera acertado sobre


quién lo había hecho, él quizá no se habría arriesgado a usar
Legeremancia sólo para descubrirlo… pero si Dumbledore sabía…

"¿Y?" Draco forzó la palabra.

"Tuvimos una pequeña conversación."

"¿Y?"

Harry Potter sonrió maliciosamente. "Y le expliqué que sería mejor


para sus intereses no hacer nada."

La mente de Draco corrió contra una pared de ladrillos y se aplastó.


Sólo contempló a Harry Potter con su mano colgando floja como a
un tonto.

Tanto así le demoró a Draco recordar.

Harry conocía el secreto misterioso de Dumbledore, aquel que


Snape tenía en su posesión.

Draco lo podía ver. Dumbledore con una expresión endurecida,


ocultando su ansiedad mientras le explicaba a Harry de que terrible
y serio asunto se trataba.

Y Harry con educación diciéndole a Dumbledore mantener la boca


cerrada si sabía lo que era bueno para él.

Padre había advertido a Draco contra personas como ésta,


personas que te arruinarían y aún así serían tan agradables que te
costaría odiarlos apropiadamente.

"Tras eso," Harry prosiguió, "el Director le dijo al Profesor Flitwick


que esto era, en efecto, una cuestión delicada y secreta de la cual él
ya había sido informado, y que él creía que presionarme en ese
momento no me ayudaría a mí o a cualquier otro. El Profesor
Flitwick empezó a hablar sobre las usuales maquinaciones del
Director que iban demasiado lejos, y tuve que interrumpir en ese
punto y explicar que había sido mi propia idea y no algo en lo que el
Director me hubiera forzado, así que el Profesor Flitwick se giró e
inició un sermón para mí, y el Director lo interrumpió a él y le señaló
que el Niño-Que-Vivió estaba condenado a tener extrañas y
peligrosas aventuras por lo que era más seguro si yo entraba en
ellas a propósito en vez de esperar a que me pasaran por accidente,
y ahí fue cuando el Profesor Flitwick lanzó sus pequeñas manos al
aire y empezó un chillido con una voz muy aguda para ambos sobre
cómo a él le tenía sin cuidado lo que estábamos cocinando juntos,
pero que algo así nunca debía volver a pasar mientras yo estuviera
en la Casa de Ravenclaw o él haría que me expulsaran para que
pudiera ir a Gryffindor que era donde todo ese Dumbledorismo
pertenecía -"

Harry estaba dificultándole mucho a Draco el odiarlo.

"De todos modos," Harry añadió, "no quería ser expulsado de


Ravenclaw, así que le prometí al Profesor Flitwick que algo como
esto no pasaría de nuevo, y si ocurría, le revelaría quién había sido."

Los ojos de Harry deberían haber estado fríos. No lo estaban. La


voz tendría que haber sido una mortal amenaza. No lo era.

Y Draco vio la pregunta que tendría que haber sido obvia, y asesinó
el sentimentalismo en un instante.

"Por qué… ¿Por qué no lo hiciste?"

Harry caminó hacía la ventana, dentro del pequeño rayo de luz solar
resplandeciendo en la alcoba, y volteó su cabeza hacia afuera,
hacia los verdes campos de Hogwarts. El brillo descendió sobre él,
sobre su túnica, sobre su rostro.

"¿Por qué no lo hice?" Harry repitió. Su voz se quebró. "Supongo


que no pude enojarme contigo. Era consciente de que yo te había
lastimado primero. Ni siquiera diría que estamos a mano, porque lo
que yo te hice fue peor de lo que tú me hiciste a mí."

Fue como estrellarse contra otro muro de ladrillos. Harry podía estar
hablando Griego arcaico porque Draco no le entendía nada.

La mente de Draco escarbó en busca de patrones y se encontró


plenamente en blanco. La afirmación era una concesión que no
había sido hecha en favor de los mejores interés de Harry. Ni
siquiera era lo que Harry debería pronunciar para hacer de Draco un
sirviente más leal, ahora que Harry tenía poder sobre él. Para eso
Harry tendría que haber enfatizado lo amable que había sido, no
cuánto él había herido a Draco.

"Aún así," Harry agregó, y ahora su voz era más baja, casi un
susurro, "por favor no hagas eso otra vez, Draco. Dolió, y no estoy
seguro de que pueda perdonarte una segunda vez. No estoy seguro
de que sea capaz de desear serlo."

Draco no lo comprendía.

¿Estaba Harry intentando ser su amigo ?

No había forma en que Harry Potter pudiera ser lo suficientemente


tonto como para creer que todavía era posible tras lo que él había
hecho.

Podías ser el amigo y aliado de alguien, como Draco había


intentando hacerlo con Harry, o podías destruir su vida y dejarlo sin
opciones. No ambas cosas.

Pero entonces Draco no entendía qué otra cosa podía estar


intentando Harry.
Y un extraño pensamiento llegó a Draco entonces, algo de lo que
Harry había seguido hablando ayer.

Y el pensamiento era: Haz una prueba .

Has despertado como científico, Harry había dicho, e incluso si


nunca aprendes a usar tu poder, tú siempre, estarás buscando, por
formas, de probar, tus creencias… Esas ominosas palabras,
habladas entre jadeos de agonía, habían seguido corriendo a través
de la mente de Draco.

Si Harry estaba pretendiendo ser el amigo arrepentido que


accidentalmente había lastimado a alguien…

"¡Tú planeaste lo que me hiciste!" Draco exclamó, logrando poner


una nota de acusación en su voz. "¡No lo hiciste porque estuvieras
enojado, lo hiciste porque quisiste !"

Tonto, Harry Potter pronunciaría, por supuesto que lo planeé, y


ahora eres mío -

Harry se giró hacía Draco. "Lo que pasó ayer no era el plan," Harry
farfulló, su voz aparentemente atascada en su garganta. "El plan era
que yo te enseñaría por qué era mejor que en todo momento
conocieras la verdad, y entonces procuraríamos descubrir juntos la
verdad sobre la sangre, y sin importar cuál fuera la respuesta la
aceptaríamos. Ayer yo… Apresuré las cosas."

"En todo momento conociendo la verdad," Draco replicó fríamente.


"Como si me hubieras hecho un favor ."

Harry asintió, haciendo estallar la mente de Draco por completo, y


dijo, "¿Qué tal si a Lucius se le ocurre la misma idea que a mí, que
el problema es que los magos más fuertes tienen menos hijos? Él
podría iniciar un programa para pagar a los sangre pura más fuertes
para tener más hijos. De hecho, si los puristas de sangre estuvieran
en lo correcto, eso sería lo que Lucius debería estar haciendo -
dirigiéndose al problema desde su perspectiva, en la cual puede
hacer que las cosas pasen de inmediato. Ahora mismo, Draco, eres
el único amigo de Lucius que intentaría detenerlo para que no
desperdicie sus esfuerzos, porque nadie más que tú sabe la verdad
real y puede predecir los resultados reales."

Draco tuvo el pensamiento de que Harry Potter había sido criado en


un lugar tan extraño que ahora era efectivamente más una criatura
mágica que un mago. Draco simplemente no podía adivinar lo que
Harry diría o haría a continuación.

" ¿Por qué? " Draco cuestionó. Poner dolor y traición en su voz no le
costó nada. "¿Por qué me hiciste eso? ¿Cuál era tu plan?"

"Bueno," Harry respondió, "tú eres el heredero de Lucius, y lo creas


o no, Dumbledore cree que yo le pertenezco a él. Así que podemos
crecer y luchar las batallas de ellos entre nosotros. O podríamos
hacer otra cosa."

Lentamente, la mente de Draco se envolvió alrededor de eso.


"Quieres provocar una pelea hasta el final entre ellos, entonces
adueñarte del poder después de que estén exhaustos." Draco sintió
un terror helado en su pecho. Tendría que intentar pararlo sin
importar cuál fuera el costo para sí mismo -

Sin embargo Harry sacudió su cabeza. "¡Estrellas en el firmamento,


no !"

"¿No…?"

"Tú no procederías con eso ni tampoco yo." Explicó Harry. "Éste es


nuestro mundo, no queremos romperlo. Pero imagina, por ejemplo,
que Lucius considerara que la Conspiración es tu herramienta y que
tú estás de su lado, que Dumbledore asumiera que la Conspiración
es mi herramienta y que yo estoy de su lado, Lucius pensaría que tú
me has convertido y Dumbledore creería que la Conspiración es
mía, Dumbledore estaría convencido de que yo te convertí y Lucius
estimaría que la Conspiración es tuya, por lo que ambos nos
ayudarían aunque sólo en formas que el otro no notaría."
Draco no tenía que fingir que estaba sin palabras.

Padre una vez lo había llevado a ver una obra llamada La Tragedia
de Light, sobre éste increíblemente ingenioso Slytherin de nombre
Light quien se embarcaba en la purificación del mal mundial usando
un antiguo anillo que podía asesinar a cualquiera cuyo nombre y
rostro conociera, y a quien se le opuso otro increíblemente
ingenioso Slytherin, un villano de nombre Lawliet, quien vestía un
disfraz para ocultar su verdadero rostro; y Draco había gritado y
chiflado en todas las partes adecuadas, especialmente en la mitad;
y luego la obra había terminado tristemente y Draco había quedado
inmensamente decepcionado y Padre le había señalado gentilmente
que la palabra 'Tragedia' estaba justo en el título.

Poco después, Padre le había preguntado a Draco si comprendía


por qué habían ido a ver esa obra.

Draco había contestado que era para enseñarle a ser tan astuto
como Light y Lawliet cuando creciera.

Padre le había replicado que no hubiera sido posible que Draco


estuviera más equivocado, y señaló que aunque Lawliet había sido
muy listo al ocultar su rostro no había existido una buena razón para
revelar su nombre a Light. Padre había pasado entonces a demoler
casi todo aspecto de la obra, mientras que Draco escuchaba con
sus ojos ensanchándose cada vez más. Y Padre había rematado
diciendo que las obras como ésta nunca llegaban a ser realistas,
porque si el dramaturgo hubiera sabido lo que alguien en verdad tan
inteligente como Light haría, el dramaturgo hubiera procurado
conquistar el mundo por sí mismo en vez de escribir obras al
respecto.

Ahí fue cuando Padre le había contado a Draco sobre la Regla de


Tres, que consistía en que cualquier maquinación que requiriera que
más de tres cosas diferentes ocurrieran nunca funcionaría en la vida
real.
Padre había explicado con más profundidad que ya que solamente
un tonto intentaría un plan que fuera lo más complicado posible, el
limite real eran dos.

Draco ni siquiera podía hallar las palabras para describir la


gigantesca cantidad inoperante del plan maestro de Harry.

Pero ese era justamente la clase de error que harías si no tuvieras


ningún mentor y pensaras que eres listo y no hubieras aprendido
nada sobre maquinación al ver obras.

"Así que," interrogó Harry, "¿qué te parece el plan?"

"Es ingenioso…" Draco inició con lentitud. Gritar ¡brillante! y boquear


impresionado se hubiera visto demasiado sospechoso. "Harry,
¿puedo hacerte una pregunta?"

"Por supuesto," afirmó Harry.

"¿Por qué le compraste a Granger un monedero tan costoso?"

"Para mostrarle que no guardaba rencores," contestó Harry en el


acto. "Aunque también espero que ella se sentirá incomoda si me
rehúsa cualquier favor pequeño que yo le haga por los siguientes
meses."

Y allí fue cuando Draco se dio cuenta que Harry realmente estaba
esforzándose por ser su amigo.

El movimiento de Harry contra Granger había sido listo, incluso


brillante. Haz que tu enemigo no sospeche de ti, y ponlo en deuda
contigo de un modo amistoso para que puedas manipularlo a
posicionarse con tan sólo pedírselo . Draco no podría haber logrado
eso, su objetivo hubiera sido muy sospechoso, pero El-Niño-Que-
Vivió sí podía . Así que el primer paso del plan de Harry era darle a
su enemigo un regalo costoso, a Draco no se le había ocurrido,
aunque podría funcionar…
Si eras el enemigo de Harry, sus maquinaciones podrían ser difíciles
de ver al principio, podrían hasta parecer estúpidas, sin embargo su
razonamiento tendría sentido una vez que lo entendieras,
comprenderías que él había estado tratando lastimarte.

El modo en que Harry estaba actuando hacia Draco en éste


momento no tenía sentido.

Porque si eras el amigo de Harry, entonces el intentaba ser amigo


contigo en la alienígena, incomprehensible manera en que le habían
enseñado los Muggles, aún si significaba destruir tu vida por
completo.

El silencio se estiró.

"Sé que he abusado de nuestra amistad terriblemente." Harry


admitió finalmente. "Pero por favor date cuenta, Draco, que al final,
nada más quería que halláramos la verdad juntos. ¿Es algo que tú
puedas perdonar?"

Una bifurcación con dos caminos, aún cuando solamente uno le


permitía regresar fácilmente si luego Draco cambiaba de opinión…

"Supongo que entiendo lo que estabas intentando hacer," Draco


mintió, "así que sí."

Los ojos de Harry se iluminaron. "Estoy contento de escuchar eso,


Draco," él declaró con suavidad.

Los dos estudiantes permanecieron de pie en esa alcoba, Harry


todavía envuelto en el solitario rayo de sol, Draco en las sombras.

Y Draco notó con una pizca de horror y desespero, que aunque era
un aterrador destino en efecto ser amigo de Harry, ahora Harry
poseía tantas rutas diferentes para amenazar a Draco que ser su
enemigo hubiera sido mucho peor .

Probablemente.
Quizá.

Bueno, siempre podía regresar a ser su enemigo después…

Él estaba condenado.

"Entonces." Draco preguntó. "¿Ahora qué?"

"¿Estudiamos el Sábado otra vez?"

"Mejor que no sea como la última vez -"

"No te preocupes, no lo será," prometió Harry. "Unos cuantos


Sábados más como ese y me sobrepasaras a mí ."

Harry se rió. Draco no lo hizo.

"Oh, y antes de que te vayas," Harry agregó, y sonrió tímidamente.


"Sé que es un mal momento, pero quiero pedirte consejo sobre algo,
en verdad."

"De acuerdo," Draco aceptó, todavía un poco distraído por la última


afirmación.

Los ojos de Harry crecieron en intensidad. "Comprarle ese


monedero a Granger requirió la mayor parte del oro que pude robar
de mi bóveda en Gringotts -"

Qué.

"- y McGonagall tiene la llave de la bóveda, o Dumbledore la tiene


ahora, tal vez. Y estaba a punto de iniciar un complot que podría
requerir algo de dinero, así que me preguntaba si conoces cómo
puedo acceder a -"

"Te prestaré el dinero," intervino la boca de Draco por puro reflejo


existencial.
Harry lo miró desconcertado, aunque en un modo placentero.
"Draco, no tienes que -"

"¿Cuánto?"

Harry nombró la cantidad y Draco no pudo evitar del todo que la


sorpresa se asomara en su cara. Esa era casi toda la cantidad de
dinero para gastar que Padre le había dado a Draco para que le
durara todo el año, a Draco no le quedarían más que unos cuantos
Galeones -

Entonces Draco se pateó a sí mismo mentalmente. Todo lo que


tenía que hacer era escribir a Padre y explicarle que el dinero había
desaparecido porque se las había arreglado para prestárselo a
Harry Potter, y Padre le enviaría una felicitación especial escrita en
tinta dorada, una gigantesca Rana de Chocolate que tardaría dos
semanas en comer, y diez veces la cantidad de Galeones nada más
en caso de que Harry Potter necesitara otro préstamo.

"Es demasiado, ¿no es así?" dudó Harry. "Lo siento, no debí haber
solicitado -"

"Disculpa, soy un Malfoy, sabes," lo interrumpió Draco. "Únicamente


estaba sorprendido de que quisieras tanto."

"No te preocupes." Harry Potter aclaró animadamente. "No es nada


que amenace los intereses de tu familia, sólo soy yo siendo
malvado."

Draco asintió. "No hay problema, entonces. ¿Lo quieres de


inmediato?"

"Por supuesto." Dijo Harry.

Mientras abandonaban la alcoba y empezaron a dirigirse hacia los


calabozos, Draco no fue capaz de acallar su inquietud, "¿ Puedes
revelarme para qué complot es el dinero?"
"Rita Skeeter."

Draco pensó unas palabras muy malas para sí mismo, pero ya era
muy tarde para negarse.

Para cuando llegaron a los calabozos, Draco había reiniciado sus


pensamientos de nuevo.

Estaba teniendo problemas para odiar a Harry Potter. Harry había


estado esforzándose por ser amistoso, nada más que estaba loco.

Y eso no iba a detener o tan siquiera retrasar la venganza de Draco.

"Entonces." Draco habló, tras mirar alrededor para asegurarse que


nadie estuviera cerca. Las voces de ambos estaban Bloqueadas,
por supuesto, sin embargo nunca hacía daño ser extra cuidadoso.
"He estado pensando. Cuando traigamos nuevos reclutas a la
Conspiración, van a tener que pensar que somos iguales. De otro
modo sólo se necesitaría que uno de ellos abriera la boca para que
Padre descubriera el plan. Ya has pensado en eso, ¿cierto?"

"Naturalmente." Acordó Harry.

"¿ Seremos iguales?" Cuestionó Draco.

"Me temo que no." Harry respondió. Era claro que trataba de sonar
gentil, y también era claro que intentaba suprimir una buena
cantidad de condescendencia sin lograrlo del todo. "Lo siento,
Draco, en la actualidad tú ni siquiera conoces lo que la palabra
Bayesiana en Conspiración Bayesiana significa. Vas a tener que
estudiar por meses antes de que podamos recibir a alguien más,
sólo para que puedas fingir adecuadamente ."

"Porque no conozco suficiente ciencia." Draco remató, manteniendo


su voz cuidadosamente neutral.
Harry sacudió su cabeza a eso. "El problema no es que seas
ignorante de cosas específicas de la ciencia como el ácido
desoxirribonucleico. Eso no impediría que fueras mi igual. El
problema es que no estás entrenado en los métodos de la
racionalidad, el más secreto y profundo conocimiento detrás de
cómo todos esos descubrimientos fueron hechos en primer lugar.
Procuraré enseñarte sobre eso, mas es mucho más arduo de
aprender. Piensa en lo que hiciste ayer, Draco. Sí, hiciste algo de
trabajo. Pero yo era el único que estaba en control. Contestaste
algunas de las preguntas. Yo hice todas las preguntas. Tú ayudaste
a empujar. Yo guié por mi cuenta. Y sin los métodos de la
racionalidad, Draco, no hay forma de que puedas guiar a la
Conspiración a dónde necesita ir."

"Ya veo." Reaccionó Draco, su voz oyéndose decepcionada.

La voz de Harry intentó ser aún más gentil. "Me esforzaré por
respetar tu experticia, Draco, sobre cosas como lo que tiene que ver
con personas. Pero tú también necesitas respetar mi experticia, y no
hay manera en que puedas ser mi igual a la hora de dirigir la
Conspiración. Únicamente has sido científico por un día, conoces un
secreto del ácido desoxirribonucleico, y no estás entrenado en
ninguno de los métodos de la racionalidad."

"Entiendo." Dijo Draco.

Y lo hizo.

Cosas de las personas, Harry había pronunciado. Apoderarse del


control de la Conspiración probablemente ni siquiera sería tan difícil.
Y después, él asesinaría a Harry Potter nada más para estar seguro
-

Dentro de Draco se alzó la memoria de cuán enfermo se sintió la


noche anterior, sabiendo que Harry estaba gritando.

Draco pensó unas cuantas malas palabras más.


De acuerdo. No mataría a Harry. Harry había sido criado por
Muggles, no era su culpa que estuviera loco.

Más bien, Harry viviría, para que así Draco pudiera comunicarle que
todo había sido por el propio bien de Harry, en verdad, él tendría
que estar agradecido -

Y con un inesperado retorcijo de sorpresivo placer, Draco se dio


cuenta que de hecho era por el propio bien de Harry. Si Harry
intentaba llevar a cabo su plan de jugar con Dumbledore y Padre
como si fueran tontos, moriría .

Eso lo hacía perfecto .

Draco tomaría todos los sueños de Harry lejos de él, al igual que
Harry había hecho con él.

Draco le diría a Harry que había sido por su propio bien, y sería
absolutamente cierto.

Draco esgrimiría la Conspiración y el poder de la ciencia para


purificar el mundo mágico, y Padre estaría tan orgulloso de él como
si hubiera sido un Mortífago.

Los planes malévolos de Harry Potter serían frustrados, y las


fuerzas de lo correcto prevalecerían.

La venganza perfecta.

A menos…

Sólo pretende que estás pretendiendo ser un científico, Harry le


había pedido.

Draco no tenía las palabras exactas para describir qué era lo que
fallaba en la mente de Harry -

(ya que Draco nunca había escuchado del término profundidad de


recursión )
- mas él podía suponer que clase de maquinación implicaba.

… a menos que todo eso fuera exactamente lo que Harry quería que
Draco hiciera como parte de un aún más inmenso complot en el que
Draco caería directamente al intentar frustrar éste, Harry podría
incluso saber que su plan no era funcional, podía no tener otro
propósito excepto atraer a Draco a combatirlo -

No. En ese camino yacía la locura . Tenía que haber un limite. Ni el


mismo Señor Oscuro había sido así de torcido. Ese tipo de cosas no
pasaban en la vida real, sólo en las tontas historias que Padre le
contaba antes de dormir sobre estúpidas gárgolas que siempre
terminaban haciendo avanzar los planes del héroe cada vez que
luchaban por detenerlo.

Y al lado de Draco, Harry caminaba con una sonrisa sobre su rostro,


pensando sobre los orígenes evolutivos de la inteligencia humana.

En el principio, antes de que las personas hubieran entendido del


todo cómo funcionaba la evolución, habían ido por ahí pensando
locas ideas como que la inteligencia humana evolucionaba para que
así pudiéramos inventar mejores herramientas.

La razón para que eso fuera loco es que entonces una sola persona
en la tribu tenía que inventar una herramienta, y entonces todos los
demás la usarían, y se esparciría a otras tribus y seguiría siendo
usada por sus descendientes cien años después. Eso era grandioso
desde la perspectiva del progreso científico, pero en términos
evolutivos, quería decir que la persona quien había inventado algo
no obtenía una conveniente ventaja, no tenía más hijos que todos
los demás. Sólo unas convenientes ventajas relativas podían
incrementar la frecuencia relativa de un gen en la población, y
empujar una solitaria mutación al punto donde se volvía universal y
todos la obtenían. Y las invenciones brillantes no eran lo
suficientemente comunes como para proveer el tipo de presión de
selección consistente que requería promover una mutación. Era una
deducción natural, si veías a los humanos con sus armas y tanques
y armas nucleares y los comparabas con chimpancés, que la
inteligencia estuvo ahí para producir la tecnología. Una deducción
natural, aunque equivocada.

Antes de que las personas hubieran entendido del todo cómo


funcionaba la evolución, iban por ahí teniendo locas ideas como que
el clima cambiaba, y las tribus tenían que migrar, y las personas
tenían que volverse más inteligentes para poder resolver todos sus
novedosos problemas.

Sin embargo los seres humanos tenían cuatro veces el tamaño del
cerebro de un chimpancé. 20% de la energía metabólica de un
humano se iba en alimentar el cerebro. Los humanos eran
ridículamente más inteligentes que cualquier otra especie. Eso no
pasa porque el ambiente intensificara la complejidad de sus
problemas un poco. Entonces los organismos nada más se
volverían un poco más listos para resolverlos. Adquirir ese
desproporcionado y gigantesco cerebro debió tomar algún tipo de
proceso evolutivo competitivo, algo que empujaría y empujaría sin
limites.

Y los científicos de la actualidad tenían una muy buena suposición


del tipo de proceso evolutivo competitivo que había sido.

Harry había leído una vez un famoso libro llamado Política de los
Chimpancés . El libro había descrito como un chimpancé adulto de
nombre Luit había confrontado al envejecido alfa, Yeroen, con la
ayuda de un joven, recientemente maduro chimpancé de nombre
Nikkie. Nikkie no había intervenido directamente en las peleas entre
Luit y Yeroen, pero había prevenido que otros aliados de Yeroen en
la tribu fueran en su ayuda, distrayendo a aquellos cada vez que se
desarrollaba una confrontación entre Luit y Yeroen. Y con el tiempo
Luit había ganado, y se había convertido en el nuevo alfa, con
Nikkie como el segundo más poderoso…

… aún cuando no había llevado mucho tiempo para que Nikkie


formara una alianza con el derrotado Yeroen, derrocar a Luit, y
volverse el nuevo nuevo alfa.

Realmente te hacía apreciar los millones de años que los homínidos


habían estado tratando de superarse los unos a los otros -una
carrera de armas evolucionarías sin limite- que había llevado al
incremento de la capacidad mental.

Porque, sabes, un humano lo hubiera previsto por completo.

Y al lado de Harry, Draco caminaba, suprimiendo su sonrisa


mientras pensaba sobre su venganza.

Algún día, quizá dentro de algunos años pero algún día, Harry Potter
aprendería lo que significaba subestimar a un Malfoy.

Draco había despertado como científico en un solo día. Harry había


dicho que no se suponía que eso pasara tras varios meses.

Aunque por supuesto si eras un Malfoy, serías un científico más


poderoso que cualquiera que no lo era.

Así que Draco aprendería todos los métodos de la racionalidad de


Harry Potter, y cuando el tiempo fuera apropiado -

Nota del Traductor

Me parece un poco triste que Malfoy piense que Harry lo subestimó


cuando en realidad es él quien subestimó a Harry. En verdad la
mente maquiavelista del elegido es malévola.

Me encantó la referencia a Death Note, pero por poco y se me


escapa la mención a Xanatos y las Gárgolas .

Para más sobre la Recursión, ir al Blog de Rhaidot (como siempre


FNN no me permite poner directamente el link.)
Si no es mucho pedir, me gustaría que lean mi One-Shot, Nullius in
verba.

Y que después voten por dicha historia para el reto que participa en
el foro de Sol de Medianoche, "Los Cullen."

El día de hoy lo dedicaré a echarle muchas porras a Colombia en el


mundial.

Como siempre, muchas gracias por leer.


Abstente de Proponer Soluciones
Capítulo 25

Abstente de Proponer Soluciones

¡Para buscar nueva vida, y a J. K. Rowling!

Nota del autor: Ya que la ciencia en ésta historia es usualmente


correcta en su totalidad, incluiré una advertencia sobre los Capítulos
22-25 donde Harry pasó por alto muchas otras posibilidades, la más
importante entre ellas que hay montones de genes mágicos pero
todos están dentro de un único cromosoma (lo que no pasaría de
forma natural, pero el cromosoma pudo haber sido diseñado). En
éste caso, el patrón sería de herencia Mendeliana, mas el
cromosoma mágico todavía puede ser degradado por el cruce de
cromosomas con sus homólogos no-mágicos. (Harry ha leído sobre
Mendel y cromosomas en libros de historia de la ciencia, aunque no
ha estudiado lo suficiente sobre genética en sí para conocer sobre el
cruce de cromosomas. Oigan, apenas tiene once años.) No
obstante, aún cuando una revista de ciencia moderna encontraría
muchas más liendres que recoger, todo lo que Harry presenta como
una evidencia fuerte es de hecho una evidencia fuerte - las otras
posibilidades son improbables .

Acto 2:

(El sol resplandeció brillantemente dentro del Gran Comedor desde


el encantado techo-celeste sobre sus cabezas, iluminando a los
estudiantes mientras se sentaban como si estuvieran bajo el cielo
desnudo, reflejándose en sus platos y vasijas, como, refrescados
por una noche de sueño, inhalaban el desayuno en preparación
para cuales fueran los planes que habían hecho para su Domingo.)

Por lo que. Nada más había una cosa que te hacia un mago.

Eso no era una sorpresa, cuando reflexionabas al respecto. Lo que


el ADN hacía en su mayoría era decirle a los ribosomas cómo
encadenar los aminoácidos junto con las proteínas. La física
convencional parecía muy capaz de describir los aminoácidos, y sin
importar cuántos aminoácidos encadenaras juntos, la física
convencional aseguraba que tú nunca, jamás obtendrías magia de
ello.

Y aún así era como si la magia fuera hereditaria, siguiendo el ADN.

Así que probablemente no era porque el ADN estaba encadenando


juntos aminoácidos no-mágicos dentro de proteínas mágicas.

Más bien la secuencia clave de ADN no hacía, por sí misma, que tú


tuvieras magia.

La magia provenía de algún otro lado.

(En la mesa de Ravenclaw había un chico que contemplaba con la


mirada perdida el espacio, como si su mano derecha cuchareara
automáticamente comida poco importante dentro de su boca de lo
que fuera que tuviera por delante. Probablemente podrías haber
sustituido su alimento por una pila de barro y él no lo habría notado.)

Y por alguna razón la Fuente de la Magia estaba prestando atención


a un marcador de ADN en particular entre algunos individuos
quienes eran ordinarios descendientes-de-simios en cualquier otro
sentido.

(En realidad había bastantes chicos y chicas con la mirada perdida


en el espacio. Era la mesa de Ravenclaw, después de todo.)
Había otras lineas de lógica llevando a la misma conclusión. La
maquinaria compleja era siempre universal dentro de una especie
que se reproducía sexualmente. Si el gen B se apoyaba en el gen A,
entonces el A tenía que ser útil por su cuenta, y elevarse hasta estar
casi-universalmente en la reserva genética por su cuenta, antes de
que B fuera usado con la suficiente frecuencia como para conferir
una ventaja eficaz. Una vez que B fuera universal obtendrías una
variante de A* que se apoyaba sobre B, y luego un C que se
apoyaba sobre A* y B, luego B* que se apoyaba en C, hasta que
toda la maquinaria se vendría abajo si removías una sola pieza.
Pero todo tenía que pasar gradualmente - la evolución nunca miraba
hacia el futuro, la evolución nunca iniciaría promocionando B en
preparación para que A se volviera universal más adelante. La
evolución era el hecho histórico de que, cuales fueran los
organismos que a la hora de la verdad tuvieran más hijos, sus genes
serían de hecho más frecuentes en la próxima generación. Así que
cada pieza de la maquinaría compleja tenía que volverse casi
universal antes de que otras piezas en la maquina evolucionaran
para depender de su presencia.

Tan compleja, interdependiente maquinaria, las poderosamente


sofisticadas maquinas de proteínas que guiaban la vida, fueron
siempre universales dentro de una especie que se reproducía
sexualmente - excepto por un pequeño puñado de variantes no -
interdependientes que eran seleccionadas en cualquier momento
dado, mientras una más profunda complejidad se posicionaba
lentamente. Era el por qué todos los seres humanos tenían el mismo
diseño fundamental para el cerebro, las mismas emociones, las
mismas expresiones faciales conectadas a esas emociones;
aquellas adaptaciones eran complejas, por lo que tenían que ser
universales.

Si la magia hubiera sido así, una enorme y compleja adaptación con


muchos genes necesarios, entonces que un mago se apareara con
un Muggle hubiera resultado en un niño con nada más que la mitad
de aquellas partes y la mitad de la maquina no habría servido de
mucho. Y en ese caso no habría habido hijos de Muggle, jamás. Aún
si todas las piezas había llegado individualmente hacia la reserva
genética Muggle, nunca se hubieran ensamblado en un mismo lugar
para formar a un mago.

No había existido un valle de humanos genéricamente insolado que


se había topado con un pasaje evolucionista que llevaba a
sofisticadas secciones mágicas cerebrales. Esa compleja
maquinaría genética, si los magos se cruzaban con los Muggles,
nunca se hubiera asemejado a los hijos de Muggle.

Así que sin importar cómo tus genes te hicieran magos, no era
porque contuviera los planos para una complicada maquinaría.

Esa fue la otra razón por la que Harry había deducido que el patrón
Mendeliano estaría allí. Si los genes mágicos no eran complicados,
¿por qué habría más de uno?

Y aún así la magia en sí misma parecía muy complicada. Un


hechizo para bloquear una puerta prevendría que la puerta se
abriera y además prevendría que Transformaras los goznes y
resistiría el Finite Incantatem y el Alohomora . Muchos elementos
apuntaban a la misma dirección: podías llamarlo meta-orientación, o
en un lenguaje más simple, intencionalidad.

Únicamente había dos causas conocidas de complejidad con


intencionalidad. La selección natural, que producía cosas como las
mariposas. Y la ingeniería inteligente, que producía cosas como
carros.

La magia no parecía ser algo que se auto-replicaba en la existencia.


Los hechizos eran complicados intencionalmente, pero no, como
una mariposa, complicadas por el propósito de hacer copias de sí
mismas. Los hechizo eran complicados por el propósito de servir a
su uso, como un carro.

Así que un ingeniero inteligente, entonces, había creado la Fuente


de la Magia, y le indicó que le pusiera atención a un marcador en
particular de ADN.
El siguiente pensamiento obvio era que ésto tenía algo que ver con
"Atlantis".

Harry le había preguntado antes a Hermione sobre eso - en el tren


hacía Hogwarts, tras escuchar a Draco mencionarlo - y hasta donde
ella sabía, nada más se conocía que la palabra en sí misma.

Podría haber sido pura leyenda. Pero era lo suficientemente


plausible que una civilización de usuarios-mágicos, especialmente
uno anterior al Interdicto de Merlín, se las hubiera arreglado para
destruirlo todo.

La linea del razonamiento continuaba: Atlantis había sido una


civilización insolada que de algún modo logró construir la Fuente de
la Magia, y le dijo que le sirviera únicamente a las personas con el
marcador genético Atlante, la sangre de Atlantis.

Y por una lógica similar: Las palabras que un mago habla, los
movimientos de varita, no eran lo suficientemente complicados por
sí mismos para elaborar los efectos de los hechizos desde cero - no
de la misma forma en que tres billones de pares básicos de ADN
humano de hecho eran capaces de crear un cuerpo humano desde
cero, no del modo en que los programas de computadora requerían
miles de datos de bytes.

Así que las palabras y movimientos de varita no eran más que


gatillos, palancas movidas sobre alguna y más complicada maquina.
Botones, no planos.

Y al igual que un programa de computadora no compilaría si


cometías un simple error de escritura, la Fuente de la Magia no
respondería a menos que lanzaras el hechizo de la manera
exactamente correcta.

La cadena de la lógica era inexorable.

Y llevaba inevitablemente hacía una sola conclusión final.


Los antiguos antepasados de los magos, miles de años atrás, le
había especificado a la Fuente de la Magia que sólo levitara las
cosas si pronunciabas…

'Wingardium Leviosa.'

Harry se desplomó sobre la mesa del desayuno, reposando su


frente cansadamente en su mano derecha.

Había una historia de los primeros días de la Inteligencia Artificial -


antes cuando apenas estaban iniciando y nadie se había dado
cuenta que el problema sería difícil - sobre un profesor quien le
había delegado a uno de sus estudiantes de trabajo de grado
resolver el problema de la visión por computador.

Harry estaba empezando a entender cómo se debió haber sentido el


estudiante de trabajo de grado.

Ésto podría tardar un poco.

¿Por qué exigía más esfuerzo lanzar un hechizo de Alohomora, si


era nada más como presionar un botón?

¿Quién había sido tan tonto de crear un hechizo como el Avada


Kedavra que nada más podía ser usado usando el odio?

¿Por qué la Transformación sin palabras requería hacer una


completa separación mental entre los conceptos de forma y el
concepto de material?

Harry podría no haber terminado éste problema para cuando se


hubiera graduado de Hogwarts. Podía ser que todavía estuviera
trabajando en éste problema cuando tuviera treinta años . Hermione
había estado en lo correcto, Antes Harry no se había dado cuenta
en un nivel interior. Él sólo había dado un discurso inspirador sobre
la determinación.
La mente de Harry consideró brevemente si valía la pena interiorizar
que quizá él nunca resolvería ese problema, entonces decidió que
estaba llevando las cosas demasiado lejos.

Además, siempre y cuando él pudiera obtener la inmortalidad en las


primeras décadas, él estaría bien.

¿Qué método había usado el Señor Oscuro? Tras reflexionar sobre


ello, el hecho de que el Señor Oscuro de alguna forma hubiera
logrado sobrevivir la muerte de su primer cuerpo era casi
infinitamente más importante que el hecho de que hubiera intentado
apoderarse de la Bretaña mágica -

"Discúlpeme," dijo una esperada voz a sus espaldas con un tono


muy inesperado. "Para su conveniencia, el Sr. Malfoy solicita el
favor de una conversación."

Harry no se atragantó con el cereal del desayuno. Optó por


voltearse y contemplar al Sr. Crabbe.

" Discúlpeme," replicó Harry. "¿Acaso no te refieres a que 'El jefe


quiere hablar contigo?'"

El Sr. Crabbe no se veía feliz. "El Sr. Malfoy me instruyó para hablar
apropiadamente."

"No puedo escucharte," Harry insistió. "Tú no estás hablando


apropiadamente." Se giró hacía su plato de diminutos cristales con
copos de nieve azules y deliberadamente devoró otra cucharada.

"El jefe quiere hablar contigo," surgió una amenazadora voz detrás
suyo. "Mejor que vengas si sabes lo que te conviene."

Listo. Ahora todo iba de acuerdo al plan.

Acto 1:
"¿Una razón ? " cuestionó el anciano mago. Borró la furia de su
cara. El chico frente a él había sido la victima, y ciertamente no
necesitaba que lo atemorizaran más. "No hay nada que pueda
excusar -"

"Lo que yo le hice fue peor."

El anciano mago se endureció en repentino horror. "Harry, ¿qué has


hecho? "

"Engañé a Draco para que creyera que yo lo engañé en participar


en un ritual que sacrificaba su creencia en la pureza de sangre. Y
eso significa que él ya no podrá ser un Mortífago cuando crezca. Él
ha perdido todo, Director."

Se produjo un largo silencio en la oficina, roto sólo por las pequeñas


bocanadas y silbidos de los artilugios, que al cabo del tiempo se
habían vuelto como una especie de silencio.

"Santos cielos," exclamó el anciano, " Sí me siento como un tonto.


Aquí yo estaba esperando que ibas a intentar redimir al heredero de
Malfoy con, digamos, al mostrarle verdadera mistad y amabilidad ."

" ¡Ja! Sí, como si eso hubiera funcionado."

El anciano suspiró. Ésto era ir demasiado lejos. "Responde, Harry.


¿Tan siquiera se te ocurrió pensar que era algo incongruente
planear redimir a alguien a través de mentiras y engaños?"

"Lo hice sin usar ninguna mentira directa, y ya que en éste caso
estamos hablando de Draco Malfoy, creo que la palabra que está
buscando es congruente ." El chico sonrió ladinamente.

El anciano mago sacudió su cabeza en desesperación. "Y éste es el


héroe. Todos estamos condenados."

Acto 5:
El largo, estrecho túnel de dura piedra, a oscuras excepto por la
varita de un chico, parecía extenderse por millas.

La razón para ésto era simple: sí se extendía por millas.

Eran las tres de la mañana, y Fred y George estaban iniciando el


lento descenso hacia el pasaje secreto que llevaba a la estatua de la
bruja de un ojo en Hogwarts, hacía el sótano de la tienda de dulces
de Honeydukes en Hogsmeade.

"¿Cómo lo está haciendo?" preguntó Fred en voz baja.

(No que hubiera alguien escuchando, mas había algo raro en hablar
con voz normal cuando ibas atravesando un pasaje secreto.)

"Todavía está fallando," contestó George.

"Ambos, o -"

"El intermitente se arregló a sí mismo de nuevo. El otro se ve igual


que siempre."

El Mapa era un artefacto extremadamente poderoso, capaz de


rastrear todo ser pensante dentro de los terrenos de la escuela, en
tiempo real, por nombre. Casi ciertamente, había sido creado
durante la construcción original de Hogwarts. No era bueno que
empezaran a aparecer errores. Lo más probable era que nadie
excepto Dumbledore pudiera arreglarlo si se rompía.

Y los gemelos Weasley no querían entregarle el Mapa a


Dumbledore. Hubiera sido un insulto imperdonable para los
Merodeadores - los cuatro magos desconocidos que se las habían
arreglado para robar parte del sistema de seguridad Hogwarts, algo
probablemente elaborado por el propio Salazar Slytherin, y retorcido
para convertirse en una herramienta de bromas estudiantiles .

Algunos lo podrían haber considerado irrespetuoso.

Algunos lo podrían haber considerado criminal.


Los gemelos Weasley creían firmemente que si Godric Gryffindor le
hubiera puesto los ojos encima, lo habría aprobado.

Los hermanos siguieron caminando, mayormente en silencio. Los


gemelos Weasley hablaban el uno con el otro cuando estaban
pensando en nuevas bromas, o cuando uno de ellos veía algo que
el otro no. De lo contrario no tenía mucho sentido. Si ellos ya
conocían la misma información, tendían a tener los mismos
pensamientos y a tomar las mismas decisiones.

(En los tiempos remotos, cada vez que nacían gemelos mágicos
idénticos, había sido la costumbre matar a uno de ellos después del
parto.)

Justo a tiempo, Fred y George treparon hacia el empolvado sótano,


cubierto con barriles y anaqueles de extraños ingredientes.

Fred y George esperaron. No hubiera sido educado el haber hecho


otra cosa.

Poco después un delgado hombre en pijamas negras descendió los


pasos que llevaban al sótano, bostezando. "Hola, chicos," saludó
Ambrosius Flume. "No los estaba esperando ésta noche. ¿Ya se les
acabó la mercancía?"

Fred y George decidieron que Fred hablaría.

"No exactamente, Sr. Flume," corrigió Fred. "Esperábamos que


pudiera ayudarnos con algo considerablemente más… interesante."

"Vamos, chicos," prosiguió Flume, oyéndose severo, "tengo la


esperanza de que no me hayan despertado nada más para que les
repita que no les puedo vender ninguna mercancía que los pueda
meter en problemas de verdad. No al menos hasta que tengan
dieciséis, por lo menos -"

George extrajo un objeto de entre su túnica, y sin palabras se lo


pasó a Flume. "¿Ha visto ésto?" interrogó Fred.
Flume observó la edición del día anterior de el Diario El Profeta y
asintió, ceñudo. El encabezado en el papel titulaba ¿EL PRÓXIMO
SEÑOR OSCURO? Y mostraba a un joven niño con el cual la
cámara de algún estudiante se las había arreglado para atrapar una
atípica expresión helada y siniestra.

"Que descarado es ese Malfoy," Flume espetó. "¡Ir tras ese chico
cuando apenas tiene once años! ¡Ese hombre tendría que ser
descuartizado y sus partes usadas para hacer chocolate!"

Fred y George parpadearon en unisono. ¿ Malfoy estaba detrás de


Rita Skeeter? Harry Potter no les advirtió de eso… lo que
seguramente se debía a que Harry no lo sabía. Él nunca los hubiera
involucrado de ser así…

Fred y George intercambiaron miradas. Bueno, Harry no necesitaba


enterarse hasta que el trabajo hubiera finalizado.

"Sr. Flume," Fred habló quedamente, "el Niño-Que-Vivió necesita su


ayuda."

Flume los miró a ambos.

Entonces exhaló todo su aliento en un suspiro.

"De acuerdo," aceptó Flume, "¿qué es lo que quieren?"

Acto 6:

Cuando Rita Skeeter se lanzaba sobre una deliciosa presa, ella no


le prestaba atención a las escurridizas hormigas que constituían el
resto del universo, por lo que casi se tropieza con el joven hombre
calvo que se interpuso en su camino.

"Señorita Skeeter," dijo el hombre, sonando demasiado severo y frío


para alguien cuyo rostro se veía tan lozano. "Que agradable
encontrarme con usted por aquí."
"¡Fuera de mi vista, granuja!" lo insultó Rita, e intentó pasar por un
lado.

El hombre en su camino igualó su movimiento tan perfectamente


que fue como si ninguno de los dos se hubiera movido, como si los
dos se hubieran quedado de pie mientras la calle alrededor de ellos
se transformaba.

Rita entrecerró sus ojos. "¿Quién se cree que es?"

"Que completa idiota," el hombre acotó secamente. "hubiera sido


sensato memorizar la cara del Mortífago disfrazado que está
entrenando a Harry Potter para ser el próximo Señor Oscuro.
Después de todo," una delgada sonrisa, " aquel ciertamente suena
como alguien a quien usted no desearía toparse en la calle,
especialmente tras hacer un trabajo tan artero sobre él en el
periódico."

Rita se tomó un momento para ubicar la referencia. ¿ Éste era


Quirinus Quirrell? Se veía demasiado joven y viejo al mismo tiempo;
su expresión, si se hubiera relajado de su severidad y postura
condescendiente, hubiera pertenecido a alguien a finales de sus
treinta. ¿Y su cabello ya se estaba cayendo? ¿No le podía pagar a
un sanador?

No, eso no era importante, ella tenía un tiempo y un lugar y un


escarabajo que ser. Acaba de recibir un informe anónimo sobre
Madam Bones reuniéndose con una de sus asistentes más jóvenes.
Sería un gran bono si lograba verificarlo, Bones estaba muy en lo
alto de su lista de blancos. El informante había dicho que Bones y
su joven asistente almorzarían en un cuarto especial en el Lugar de
María, un cuarto muy popular para ciertos propósitos; un cuarto que,
ella había descubierto, era impenetrable contra todos los
dispositivos de infiltración, pero no a prueba de un bello escarabajo
azul anidado en una pared…

"¡Fuera de mi camino ! " Rita exclamó, y procuró empujar a Quirrell


a un lado. El brazo de Quirrell aporreo su propio brazo, desviándolo,
y Rita vio alelada como su empuje no encontró otra cosa que el
invisible aire.

Quirrell arremangó el brazo izquierdo de su túnica, enseñando su


brazo izquierdo. "Observe," demandó Quirrell, "no hay Marca
Oscura. Me gustaría que su periódico publicara una retractación."

Rita dejó escapar una risa increíble. Por supuesto que el hombre no
era un Mortífago de verdad. El periódico no lo habría publicado de
ser así. "Olvídalo, granuja. Ahora vaya a darse un paseo."

Quirrell la miró por un momento.

Luego sonrió.

"Señorita Skeeter," habló Quirrell, "Esperaba encontrar alguna forma


con la que la pudiera persuadir. Sin embargo no puedo abstenerme
del placer de simplemente aplastarla."

"Ya otros lo han intentado. Ahora fuera de mi camino, granuja, o


llamaré a algún Auror y haré que lo arresten por obstrucción del
periodismo."

Quirrell le dirigió una pequeña reverencia, y tras eso se alejó


caminando. "Adiós, Rita Skeeter," se despidió la voz de él a sus
espaldas.

Mientras Rita arremetió siguiendo su ruta, la parte trasera de su


mente notó que el hombre estaba silbando una tonada al
desaparecer.

Como si eso la hubiera asustado.

Acto 4:

"Lo siento, me salgó," decidió Lee Jordan. "Soy más del tipo de
araña gigante."
El Niño-Que-Vivió había explicado que tenía un trabajo importante
para la Orden del Caos, algo serio y secreto, más significante y
difícil que sus usuales bromas.

Y luego Harry Potter había disparado un discurso que era inspirador,


y aún así vago. Un discurso para convencerlos de que Fred y
George y Lee tenían tremendo potencial si podían aprender a ser
más extraños . Hacer las vidas de las personas surrealistas, en vez
de sólo sorprenderlos con los equivalentes de baldes de agua sobre
las puertas. (Fred y George intercambiaron miradas interesadas,
nunca se les había ocurrido esa.) Harry Potter trajo a sus memorias
la broma que le habían jugado a Neville - la cual, Harry había
mencionado con algo de remordimiento, había hecho que el
Sombrero Seleccionador lo regañara - pero que debió haber hecho
que Neville dudara de su propia cordura . Para Neville había sido
como ser transportado a un universo alterno. El mismo modo en que
todos los demás se habían sentido cuando vieron a Snape
disculparse. Ese era el verdadero poder de las bromas .

¿Están ustedes conmigo? Harry Potter había gritado, y Lee Jordan


había respondido no.

"Cuenta con nosotros," contestaron Fred, o posiblemente George,


porque no había duda de que Godric Gryffindor hubiera dicho que
sí.

Lee Jordan les dio una mueca pesarosa, y se levantó, y abandonó el


desértico y Silenciado corredor donde los cuatro miembros de la
Orden del Caos se habían reunido y sentado en un circulo
conspiratorio.

Los tres miembros de la Orden del Caos entraron de lleno en sus


negocios.

(No era tan triste. Fred y George seguirían trabajando con Lee en
bromas de arañas gigantes, igual que siempre. Nada más habían
empezado a llamarla la Orden del Caos con el objetivo de reclutar a
Harry Potter, cuando Ron les afirmó que Harry era raro y malvado, y
Fred y George habían decidido salvar a Harry al mostrarle
verdadera amistad y amabilidad. Afortunadamente ésto ya no
parecía necesario - aunque ellos no estaban del todo seguros al
respecto…)

"Entonces," preguntó uno de los gemelos, "¿de qué se trata?"

"Rita Skeeter," dijo Harry. "¿Saben quién es?"

Fred y George asintieron, con el ceño fruncido.

"Ella ha estado haciendo preguntas sobre mí."

Esas no eran buenas noticias.

"¿Pueden deducir qué es lo que quiero que hagan?"

Fred y George se vieron el uno al otro, algo confundidos. "¿Quieres


que dejemos que se resbale con alguno de nuestros dulces más
interesantes?"

"No," rechazó Harry. "¡No, no, no ! ¡Eso es pensamiento de araña


gigante! Vamos, ¿qué harían ustedes si se enteraran de que Rita
Skeeter está buscando rumores sobre ustedes ? "

Eso era obvio.

Sonrisas malévolas aparecieron lentamente sobre los rostros de


Fred y George.

"Iniciar rumores sobre nosotros mismos," replicaron.

" Exactamente," aprobó Harry, sonriendo ampliamente. "Mas no


podría ser cualquier rumor. Quiero que las personas aprendan a
nunca creer lo que los periódicos escriben sobre Harry Potter, no
más de lo que los Muggles creen sobre los periódicos que hablan
sobre Elvis. Al principio únicamente se me ocurrió inundar a Rita
Skeeter con tantos rumores que ella no sabría qué creer, sin
embargo ella procedería a escoger cuidadosamente los que sonaran
más plausibles y tristes. Así que lo que quiero es que elaboren una
historia falsa sobre mí, y hagan que Rita Skeeter la crea de algún
modo. Pero tiene que ser algo que, con el tiempo, todos sepan que
es falso. Queremos engañar a Rita Skeeter y sus editores, y luego
sacar a la luz la prueba para demostrar que es falsa. Y por supuesto
- dados que esos son los requerimientos - la historia tiene que ser
tan ridícula como sea posible, y a pesar de ello ser impresa.
¿Comprenden lo que quiero que hagan?"

"No del todo…" Fred o George reconoció con precaución. "¿Quieres


que inventemos una historia?"

"Quiero que lo hagan todo," Harry Potter explicó. "Estoy muy


ocupado en éste momento, además quiero ser capaz de declarar
verdaderamente de que no tenía ni idea que eso iba a pasar. Tienen
que sorprenderme."

Por un momento hubo una sonrisa muy malvada sobre la cara de


Fred y George.

Entonces se pusieron muy serios. "Pero Harry, realmente no


sabemos cómo hacer algo así -"

"Pues tienen que averiguarlo," Harry los interrumpió. "Confío en


ustedes. No confianza total, pero si no pueden hacerlo, díganmelo, y
se lo pediré a alguien más, o lo haré yo mismo. Si tienen una idea
realmente buena - tanto para la historia ridícula, y sobre cómo
convencer a Rita Skeeter y sus editores para que la impriman -
entonces pueden proceder y hacerlo. Aunque no hagan algo
mediocre. Si no pueden hacer algo asombroso, déjenmelo saber."

Fred y George intercambiaron preocupadas miradas.

"No se me ocurre nada," habló George.

"Tampoco a mí," habló Fred. "Lo sentimos."

Harry los observó a ambos.


Y luego Harry empezó a explicar cómo debías pensar las cosas.

Era sabido que tenías que tardar más que dos segundos, dijo Harry.

Nunca llamas imposible a ninguna pregunta, siguió Harry, hasta que


te fijes en un reloj y pienses sobre ellos por cinco minutos, por el
movimiento de la manecilla de los minutos. No cinco minutos
metafóricos, cinco minutos de un reloj físico.

Y más allá, Harry argumentó, su voz llena de empatía y su mano


derecha golpeando estruendosamente el piso, no iniciabas
inmediatamente en busca de soluciones

Harry procedió a tirarles una explicación sobre una prueba hecha


por alguien de nombre Norman Maier, quien era algo llamado
psicólogo organizacional, y quien le había pedido a dos conjuntos de
grupos diferentes de resolución-de-conflictos abordar un problema.

El problema, Harry aclaró, involucraba a tres empleados haciendo


tres trabajos diferentes. El empleado junior quería hacer solamente
el trabajo más fácil. El empleado senior quería rotar entre trabajos,
para evitar el aburrimiento. Un eficiente experto había recomendado
darle a la persona junior el trabajo más fácil y al senior el más difícil,
lo que sería un 20% más productivo.

Un conjunto de grupos de resolución-de-conflictos había recibido la


instrucción "No propongan soluciones hasta que el problema haya
sido discutido tan rigurosamente como sea posible sin sugerir
ninguna solución."

El otro conjunto de grupos de resolución-de-conflictos no había


recibido instrucción alguna. Y esas personas habían hecho lo que
era natural, y reaccionaron a la presencia de un problema
proponiendo soluciones. Y las personas se habían apegado a
aquellas soluciones, y empezaron a luchar por ellas, y arguyendo
sobre la importancia relativa de la libertad contra la eficiencia y así
por el estilo.
El primer conjunto de grupos de resolución-de-conflictos, los que
recibieron la instrucción de discutir el problema primero y después
resolverlo, habían sido más propensos a elegir la solución de
permitir que el empleado junior conservara el trabajo más sencillo y
rotar a los otros dos entre los otros dos trabajos, para obtener lo que
el experto en manejo de datos calificaría como un 19% de
mejoramiento.

Comenzar por la búsqueda de soluciones llevaba las cosas fuera de


orden por completo . Como empezar una comida por el postre,
unicamente malo .

(Harry también citó a alguien llamado Robyn Dawes que dijo que
mientras más difícil era un problema, más probable era que las
personas intentaran resolverlo de inmediato.)

Así que Harry iba a dejar éste problema para Fred y George, y ellos
discutirían todos los aspectos y tendrían una lluvia de ideas sobre
todo lo que ellos consideraran remotamente relevante. Y no debían
procurar pensar en ninguna solución hasta que hubieran terminado
de hacer eso, a menos que por supuesto llegaran a algo asombroso
por azar, en cuyo caso tendrían que escribirlo para después cuando
pudieran re-pensarlo. Y él no quería escuchar de su parte ninguna
falla para pensar en cualquier cosa al menos durante una semana.
Algunas personas pasaban décadas esforzándose por pensar
algunas cosas.

"¿Alguna pregunta?" interrogó Harry.

Fred y George se vieron el uno al otro.

"No se me viene ninguna a la mente."

"Tampoco a mí."

Harry tosió gentilmente. "No han indagado por su presupuesto."

¿Presupuesto? Ellos pensaron.


"Les podría revelar la cantidad," Harry siseó. "Aunque creo que ésto
será más inspirador ."

Las manos de Harry se sumergieron en su túnica, y extrajeron -

Fred y George casi se caen, aún cuando estaban sentados.

"No lo gasten nada más por gastarlo," Harry pidió. Sobre el suelo de
piedra en frente de ellos resplandecía una absolutamente ridícula
cantidad de dinero. "Únicamente úsenlo si lo asombroso lo requiere;
y lo que ser asombroso requiera, no titubeen en gastarlo. Si al final
sobra algo, nada más denlo de regreso cuando todo termine, confío
en ustedes. Oh, y el diez por ciento de lo que hay ahí es suyo, sin
importar cuánto hayan gastado -"

"¡Eso no puede ser! " espetó uno de los gemelos. "¡No aceptamos
dinero por éste tipo de cosas!"

(Los gemelos nunca recibían dinero cuando hacían algo ilegal.


Ambrosius Flume desconocía que, ellos estaban vendiendo toda su
mercancía a un margen de ganancia de cero por ciento. Fred y
George querían ser capaces de testificar - bajo Veritaserum de ser
necesario - que ellos no habían sido criminales en busca de dinero,
sólo proveían un servicio público.)

Harry se quedó paralizado. "Pero les estoy solicitando que hagan un


trabajo de verdad. Un adulto sería pagado por hacer algo así, y
todavía contaría como un favor para un amigo. No puedes contratar
a cualquier persona para ésta clase de situaciones."

Fred y George sacudieron sus cabezas.

"De acuerdo," Harry aceptó. "Únicamente les regalaré costosos


presentes de Navidad, y si los quieren regresar los quemaré. Ahora
ni siquiera saben cuánto voy a gastar en ustedes, excepto,
obviamente, que va a ser más de lo que hubieran recibido de haber
aceptado el dinero. Y voy a comprar esos regalos de todos modos,
así que piensen antes de asegurarme que no se les ocurre nada
asombroso ."

Harry se puso de pie, sonriendo, y se volteó para irse mientras Fred


y George seguían anonadados y con la boca abierta. Él alcanzó a
dar unos cuantos pasos, y entonces se giró hacia ellos.

"Oh, una última cosa," Harry añadió. "Dejen al Profesor Quirrell por
fuera de todo. A él no le gusta la publicidad. Sé que sería más fácil
hacer que las personas creyeran cosas extrañas sobre el Profesor
de Defensa que de alguien más, y lamento tener que ponerles un
obstáculo en su camino, pero por favor, dejen al Profesor Quirrell
por fuera."

Y Harry volvió a girarse y dio unos cuantos pasos -

Miró hacía atrás por última vez, y susurró, con suavidad, "Gracias."

Y se fue.

Hubo una larga pausa después de su partida.

"Entonces," habló uno.

"Entonces," habló el otro.

"Al Profesor de Defensa no le gusta la publicidad, aparentemente."

"Harry no nos conoce muy bien, aparentemente."

"No, no nos conoce."

"Sin embargo no usaremos su dinero para eso, por supuesto."

"Por supuesto que no, eso no sería correcto. Nos encargaremos del
Profesor de Defensa por separado."

"Haremos que algunos Gryffindors le escriban a Skeeter,


afirmando…"
"… que la manga de su túnica se alzó una vez en clase de Defensa,
y vieron la Marca Oscura…"

"… y que probablemente le está enseñando a Harry Potter todo tipo


de cosas espantosas…"

"… y es el peor Profesor de Defensa que alguien recuerde que haya


estado en Hogwarts, no solamente falla en enseñarnos, él está
haciendo todo mal, lo completamente opuesto de lo que tendría que
hacer…"

"… como cuando declaró que nada más podías hacer la Maldición
Asesina usando amor, lo que la hizo inservible."

"Me gusta esa."

"Gracias."

"Apuesto que al Profesor de Defensa le gusta también."

"Él tiene un sentido del humor. No nos habría llamado como nos
llamó si no tuviera un sentido del humor."

"¿Seremos realmente capaces de hacer el trabajo de Harry?"

"Harry propuso que discutiéramos el problema antes de que


intentáramos resolverlo, así que hagamos eso."

Los gemelos Weasley decidieron que George sería el entusiasta


mientras que Fred sería el dubitativo.

"Todo parece contradictorio," acertó Fred. "Él quiere que sea tan
ridículo como para que todos se rían de Skeeter y sepan que está
equivocada, y quiere que Skeeter lo crea. No podemos hacer ambas
cosas al mismo tiempo."

"Tendremos que falsear alguna evidencia para convencer a


Skeeter," opinó George.
"¿Fue eso una solución?" cuestionó Fred.

Ellos consideraron ésto.

"Tal vez," indicó George, "aunque no creamos que tengamos que


ser tan estrictos sobre ello, ¿tu sí?"

Los gemelos se encogieron de hombros impotentes.

"Así que la evidencia falsa tiene que ser tan buena que pueda
convencer a Skeeter," resumió Fred. "¿Podemos en verdad hacer
eso por nuestra cuenta?"

"No tenemos que hacerlo por nuestra cuenta," dijo George, y señaló
la pila de dinero. "Podemos contratar a otras personas para que nos
ayuden."

Los gemelos pusieron una expresión pensativa sobre sus caras.

"Eso podría usar el presupuesto de Harry muy rápido," aclaró Fred.


"Ésto es mucho dinero para nosotros, mas no es tanto dinero para
alguien como Flume."

"Quizá las personas nos den algún descuento si saben que es para
Harry," agregó George. "Pero lo más importante de todo, sea lo que
sea que hagamos, tiene que ser imposible ."

Fred parpadeó. "¿A qué te refieres con, imposible ? "

"Tan imposible que no nos metamos en problemas, porque nadie


creerá que lo pudimos haber hecho nosotros. Tan imposible que
incluso el mismo Harry se sorprenda. Tiene que ser surrealista, tiene
que lograr que las personas comiencen a dudar de su propia
sanidad, tiene que ser… mejor que Harry ."

Los ojos de Fred se abrieron de par en par en estupor. Ésto pasaba


a veces, entre ellos, aunque no muy frecuentemente. "¿Pero por
qué?"
"Eran bromas. Todas eran bromas. El pastel era una broma. La
Recordadora era una broma. El gato de Kevin Entwhistle fue una
broma. Snape fue una broma. Somos losmejores bromistas de
Hogwarts, ¿vamos a dejar que nos pase por encima y rendirnos sin
una pelea?"

"Él es el Niño-Que-Vivió," replicó Fred.

"¡Y nosotros somos los gemelos Weasley! Él nos está retando . Dijo
que podíamos hacer lo que él hace. Aunque apuesto que él no
piensa que alguna vez llegaremos a ser tan bueno como él ."

"Él está en lo correcto," contradijo Fred, sintiéndose harto nervioso.


Los gemelos Weasley a veces estaban en desacuerdo cuando
tenían la misma información, sin embargo en cada ocasión se sentía
anti-natural, como si al menos uno de los dos estuviera haciendo
algo malo. "Es Harry Potter de quien estamos hablando. Él puede
hacer lo imposible. Nosotros no."

"Sí podemos," defendió George. "Y tenemos que ser más imposibles
que él."

"Pero -" inició Fred.

"Es lo que Godric Gryffindor haría," zanjó George.

Esa fue la conclusión, y los gemelos volvieron a ser… como fuera


que fuera lo que era ser normal para ellos.

"De acuerdo, entonces -"

"- vamos a pensar al respecto."

Nota del traductor

Al hacer la traducción de éste capítulo, no me quedó duda alguna:


Quirrell planeó desde un principio que Rita Skeeter estuviera en ese
lugar. No se preocupen si no lo entienden todavía, lo harán cuando
lean el final del próximo capítulo.

Realmente me gustan muchísimo los capítulos que tienen que ver


con la Skeeter, es un arca que revela grandes cosas sobre las
capacidades de algunos personajes y su personalidad. El arca de
Draco y la pureza de sangre estuvo bien, pero de ahora en adelante
la trama se pone extremadamente emocionante, porque poco a
poco Harry va jugando un papel más importante en el juego, como
lo llama Draco.

Como me entusiasma ésta arca, quiero trabajar en ella todo lo


posible, pero tengo una voz que me recuerda que debo seguir
trabajando en mis otros fanfics, Atardecer y Death Note Balance,
porque han habido varias personas a las que les ha gustado la
propuesta racional en dichos mundos, y en cierto modo siento que
se los debo. Luego está lo de los artículos diarios en mi blog, y los
concursos de fotoplastía de Cracked en los que he comenzado a
participar, y mis propios cuentos y novelas sin terminar, y una novela
que está en manos de una editorial y que podría ser publicada
dentro de poco (dedos cruzados), y la traducción que quiero hacer al
inglés de mi Nullius in verba para presentarlo como fanart en el
grupo de HPMoR en DevianART, y que mi gata tuvo gatos y estoy
buscándoles hogar, y los artículos que estoy escribiendo para
Vivilia… En fin, son muchas cosas que tengo entre manos, y lo peor
es que ese es el modo en que soy más creativo.

Como sea, espero que hayan disfrutado éste capítulo y sigan


pendientes del siguiente. Muchas gracias por leer y no olviden que
respondo todos los comentarios y mensajes que me hagan. Les
agradezco enormemente si comparten mi traducción con sus
amigos. ¡Hasta pronto!

Rhaidot.
Dándose cuenta de la Confusión
Capítulo 26

Dándose cuenta de la Confusión

Yakka foob mog. Grug pubbawup zink wattoom gazork. Chumble


spuzz J. K. Rowling.

Las horas de oficina del Profesor Quirrell eran desde las 11:40 a las
11:55 AM los Martes. Eso era para todos sus estudiantes en todos
los años. Nada más llamar a la puerta costaba un punto Quirrell, y si
él no consideraba que tu razón mereciera su tiempo, tú perderías
otros cincuenta.

Harry llamó a la puerta.

Hubo una pausa. Luego una voz mordaz dijo, "supongo que podría
entrar de una vez, Sr. Potter."

Y antes de que Harry pudiera tocar la perilla, la puerta se abrió de


par en par, golpeando la pared con un afilado crujido que sonó como
si algo hubiera roto la madera, o la piedra, o ambos.

El Profesor Quirrell estaba recostado en el respaldo de su silla y


leyendo un libro de apariencia sospechosamente vieja, forrado con
un cuero azul-oscuro con runas plateadas en el lomo. Sus ojos no
se habían levantado de las páginas. "No estoy de buen humor, Sr.
Potter. Y cuando no estoy de buen humor, no soy una persona
placentera para tener al lado. Por su propio bien, conduzca su
asunto con rapidez y váyase."
Un helado escalofrío recorrió el cuarto, como si hubiera contenido
algo que lanzara oscuridad del modo en que las lamparas lanzaban
luz, y que no había sido totalmente liberado.

Harry estaba un poco desconcertado. No estar de buen humor es


una descripción que se queda corta. ¿Qué podría estar molestando
tanto al Profesor Quirrell…?

Bien, tú no te apartabas así nada más cuando tus amigos se sentían


decaídos. Harry penetró en el recinto cautelosamente. "Hay algo
que pueda hacer para ayudar -"

"No," rechazó el Profesor Quirrell, todavía sin levantar la vista del


libro.

"Quiero decir, si ha estado lidiando con idiotas y quiere alguien


cuerdo con quien hablar…"

Hubo una pausa inesperadamente larga.

El Profesor Quirrell cerró el libro de un golpe y desapareció con un


diminuto susurro. Levantó la vista, entonces, y Harry retrocedió.

"Supongo que una conversación inteligente sería placentera para mí


en este punto," arguyó el Profesor Quirrell en el mismo tono mordaz
con que había invitado entrar a Harry. "En cambio es poco probable
que lo sea para usted, queda advertido."

Harry respiró profundamente. "Prometo que no me molesta si se


desahoga conmigo. ¿Qué sucedió?"

El frío en el cuarto se hizo más intenso. "Un Gryffindor de sexto año


lanzó una maldición a uno de mis estudiantes más prometedores, un
Slytherin de sexto año."

Harry tragó saliva. "¿Qué… tipo de maldición?"

Y la furia en el rostro del Profesor Quirrell ya no pudo ser contenida.


"¿Por qué preocuparse con hacer una pregunta sin importancia
como esa, Sr. Potter? ¡Nuestro amigo de Gryffindor de sexto año no
pensó que fuera importante!"

"¿En serio ? " Harry preguntó antes de poder controlarse.

"No, estoy de un terrible humor el día de hoy sin ninguna razón en


particular. ¡Sí, hablo en serio, tonto! Él no lo sabía. En verdad no la
conocía . No lo creí hasta que los Aurores lo confirmaron bajo
Veritaserum. Está en su sexto año en Hogwarts y lanzó una
maldición Oscura de alto nivel desconociendo qué era lo que hacía
."

"No será que," Harry propuso, "que él estaba equivocado sobre lo


que hacía, que de algún modo leyó la descripción incorrecta del
hechizo -"

"Todo lo que sabía era que tenía que ser dirigida a un enemigo. Él
sabía que eso era todo lo que sabía."

Y eso había sido suficiente para invocar el hechizo. "No comprendo


cómo algo con un cerebro tan pequeño puede caminar de pie."

"En efecto, Sr. Potter," concordó el Profesor Quirrell.

Hubo una pausa. El Profesor Quirrell se reclinó y cogió el tintero de


plata de su escritorio, haciéndola girar entre sus manos,
contemplándola como si se cuestionara cómo podría lograr torturar
el tintero hasta la muerte.

"¿Fue el Slytherin de sexto año herido de gravedad?" indagó Harry.

"Sí."

"¿Fue el Gryffindor de sexto año criado por Muggles?"

"Sí."

"¿Se rehúsa Dumbledore a expulsarlo porque el pobre chico no lo


sabía?"
Las manos del Profesor Quirrell apretaron el tintero. "¿Tiene algún
punto, Sr. Potter, o sólo está señalando lo obvio? "

"Profesor Quirrell," continuó Harry gravemente, "todos los


estudiantes criados por Muggle necesitan una clase de seguridad en
la que se les diga las cosas tan ridículamente obvias que ningún hijo
de magos tan siquiera pensaría en mencionarlas. No lances
maldiciones si no conoces qué es lo que hacen, si descubres algo
peligroso no informes al mundo sobre ello, no mezcles pociones de
alto nivel sin supervisión en un baño, la razón para que haya leyes
mágicas para los menores de edad, todas las cosas básicas."

"¿Por qué?" Cuestionó el Profesor Quirrell. "Deja que los estúpidos


mueran antes de aparearse."

"Si no le importa perder a unos cuantos Slytherins de sexto año


junto con ellos."

El tintero se prendió en llamas en las manos del Profesor Quirrell y


se quemó con una pasmosa lentitud, horrorosas llamas negro-
naranjas desgarrando el metal con lo que parecían ser pequeñas
mordidas, lo plateado retorciéndose al derretirse, como si estuviera
intentando escapar y fracasando. Se oía un pequeño clamor, como
si el metal estuviera gritando.

"Supongo que está en lo correcto," el Profesor Quirrell admitió con


una sonrisa de resignación. "Tendré que diseñar una clase para
asegurarme que los hijos de Muggle quienes son demasiado
estúpidos para vivir no se lleven a nadie valioso cuando se vayan."

El tintero siguió gritando y ardiendo en las manos del Profesor


Quirrell, diminutas tiras de metal, aún en fuego, ahora caían sobre el
escritorio, como si el tintero estuviera llorando.

"Usted no está huyendo," observó el Profesor Quirrell.

Harry abrió su boca -


"Si está apunto de asegurar que no me tiene miedo," lo interrumpió
el Profesor Quirrell, "no lo haga."

"Usted es la persona más aterradora que he conocido," Harry


afirmó, "y una de las razones más importantes para ello es su
control. Simplemente no puedo imaginar llegar a escuchar que usted
hirió a alguien a quien no hubiera decidido lastimar
deliberadamente."

El fuego en las manos del Profesor Quirrell parpadeó, y con cuidado


él ubicó el arruinado tintero sobre su escritorio. "Usted dice las
cosas más amables, Sr. Potter. ¿Ha estado tomando lecciones en
zalamería? ¿De, quizá, el Sr. Malfoy?"

Harry mantuvo su expresión en blanco, y se dio cuenta un segundo


demasiado tarde que lo mismo hubiera dado firmar una confesión.
Al Profesor Quirrell no le importaba cómo se veía tu expresión, él se
fijaba en cuales eran los estados mentales que la hacían así.

"Ya veo," habló el Profesor Quirrell. "El Sr. Malfoy es un amigo útil
de tener, Sr. Potter, y hay mucho que él podría enseñarle, sin
embargo espero que usted no haya cometido el error de confiar en
él demasiados secretos."

"Él no sabe nada que yo tema sea descubierto," aclaró Harry.

"Bien hecho," elogió el Profesor Quirrell, sonriendo ligeramente.


"¿Así que cuál era su asunto original para venir aquí?"

"Creo que he terminado con los ejercicios preliminares en


Oclumancia y estoy listo para el tutor."

El Profesor Quirrell asintió. "Lo llevaré a Gringotts este Domingo."


Hizo una pausa, mirando a Harry, y sonrió. "Y tal vez incluso
podríamos hacer una pequeña excursión, si le place. Acabo de tener
una idea agradable."

Harry asintió a su vez, devolviendo la sonrisa.


Mientras Harry abandonaba la oficina, escuchó al Profesor Quirrell
murmurando una tonadilla.

Harry estaba feliz de haber podido alegrarlo.

Ese Domingo parecía haber un número grande de personas


susurrando en los pasillos, al menos cuando Harry Potter caminaba
por ellos.

Y muchos dedos apuntando.

Y una gran cantidad de chicas cuchicheando y riéndose.

Había iniciado al desayuno, cuando alguien le había preguntado a


Harry que si había escuchado las noticias, y Harry lo había
interrumpido velozmente y anunciado que si las noticias habían sido
escritas por Rita Skeeter entonces él no quería escuchar sobre ello,
él quería leerlo en el periódico por sí mismo.

Entonces había sucedido que no muchos estudiantes de Hogwarts


tenían copias de el Diario el Profeta, y que las copias que todavía no
habían sido compradas de sus dueños ya estaban circulando
alrededor en alguna clase de complicado orden y nadie sabía
realmente quien poseía uno en el momento…

Por lo que Harry había usado un Encantamiento Silenciador y se


había ido a desayunar, confiando a sus compañeros de asiento la
tarea de alejar a los muchos, muchos preguntones, y haciendo su
mejor esfuerzo para ignorar la incredulidad, las risas, las sonrisas de
felicitación, las miradas de lastima, las expresiones temerosas, y los
platos que se cayeron cuando llegaron nuevas personas a
desayunar y se enteraron.

Harry se sentía muy curioso, pero realmente no deseaba arruinar el


arte al escucharlo de segunda mano.
Había hecho tarea en la seguridad de su baúl por un par de horas,
tras pedirle a sus compañeros de dormitorio que lo buscaran si
alguien hallaba para él un periódico original.

Harry seguía ignorante a las 10AM, cuando abandonó Hogwarts en


un carruaje junto con el Profesor Quirrell, quien estaba al frente al
lado derecho, y actualmente tumbado en modo zombi. Harry estaba
sentado al otro lado en diagonal, tan apartado como el carruaje lo
permitía, en la parte trasera a la izquierda. Aún así, Harry tenía un
sentimiento constante de perdición mientras el carruaje cruzaba un
pequeño sendero a través de una sección no prohibida de bosque.
Hacía algo difícil leer, en especial porque el material era complicado,
y Harry de repente deseó haber estado leyendo uno de sus libros de
ciencia ficción de la infancia en vez de -

"Estamos afuera de los encantamientos de seguridad, Sr. Potter,"


anunció la voz del Profesor Quirrell desde el frente. "Hora de irse."

El Profesor Quirrell desembarcó con cuidado del carruaje,


aferrándose al tiempo que descendía. Harry, por el otro lado, saltó.

Harry se estaba preguntando cómo iban a llegar allí exactamente


cuando el Profesor Quirrell gritó "¡Atrapa!" y le arrojó un Knut de
bronce, y Harry lo sujetó sin pensarlo.

Un gancho intangible jaló a Harry de su abdomen y lo arrastró, con


fuerza, sólo que sin ningún sentido de aceleración, y un instante
después Harry estaba de pie en la mitad del Callejón Diagon.

( Discúlpame, ¿qué? Chilló su cerebro.)

( Nada más nos teletransportamos, explicó Harry.)

( Eso no solía pasar en el ambiente ancestral, se quejó el cerebro de


Harry, y lo desorientó.)

Harry se quedó mirando sus pies acomodados en la calle de ladrillo


y no sobre el fango en un corredor del bosque que había sido
despejado. Se enderezó, todavía mareado, con las bulliciosas brujas
y magos que parecían desvanecerse lentamente, y los chillidos de
los tenderos que se movían alrededor de su audición, mientras su
cerebro intentaba ubicar un mundo en el cual localizarse.

Momentos después, hubo un tipo de explosión seca que se oyó a


pocos metros de Harry, y cuando Harry se giró a ver el Profesor
Quirrell estaba allí.

"Le importa -" inició Harry, al mismo tiempo que el Profesor Quirrell
habló, "Me temo que yo -"

Harry se detuvo, el Profesor Quirrell no.

"- necesito alejarme y poner algo en movimiento, Sr. Potter. Como


me ha sido rigurosamente explicado que soy responsable de
cualquier cosa que le pase a usted, lo dejaré con -"

"Un puesto de periódico," Harry propuso.

"¿Perdón?"

"O cualquier lugar en que pueda comprar una copia de el Diario el


Profeta . Déjeme allí y seré feliz."

Al poco rato, Harry había sido ubicado en una librería, acompañado


por ambiguas amenazas, habladas con silenciosa severidad. Y el
tendero había obtenido amenazas menos ambiguas, a juzgar por el
modo en que se había agazapado, y ahora sus ojos seguían
lanzando dardos entre Harry y la entrada.

Si la librería se quemaba hasta los cimientos, Harry se iba a quedar


pegado en donde estaba en el medio del fuego hasta que el
Profesor Quirrell regresara.

Mientras tanto -

Harry echó un vistazo alrededor.


La librería se veía bastante pequeña y chabacana, con tan sólo
cuatro filas de estanterías visibles, y la más cercana a la cual
saltaron los ojos de Harry tenía que ver con reducidos, pobremente
forrados libros con austeros títulos como La Masacre de Albania en
el Siglo Quince .

Las cosas más importantes primeros. Harry se dirigió hacía el


mostrador del vendedor.

"Perdóneme," dijo Harry, "Una copia del Diario el Profeta, por favor."

"Cinco Sickles," indicó el vendedor. "Lo siento, chico, únicamente


me quedan tres."

Cinco Sickles cayeron sobre el mostrador. Harry tenía el


presentimiento de que podría haber reducido un par de puntos, mas
a estas alturas realmente le traía sin cuidado.

Los ojos del tendero se abrieron por completo y en verdad era como
si hubiera notado a Harry por primera vez. "¡Tú! "

"¡Yo! "

"¿Es verdad ? Estas realmente -"

" ¡Cállese! Lo siento, he estado esperando todo el día para leer esto
en el periódico original y no escucharlo de segunda mano, así que
por favor sólo entréguemelo, ¿de acuerdo?"

El tendero observó a Harry por un momento, luego sin palabras


alcanzó el mostrador y le pasó una copia doblada del Diario el
Profeta .

El titular rezaba:

HARRY POTTER

SECRETAMENTE COMPROMETIDO
CON GINEVRA WEASLEY

Harry lo contempló.

Levantó el periódico del mostrador, suavemente, con reverencia,


como si estuviera sujetando una obra de arte original de Escher, y lo
desdobló para leer…

… sobre la evidencia que había convencido a Rita Skeeter.

… y algunos muy específicos e interesantes detalles.

… e incluso más evidencia.

Fred y George lo habían aclarado con su hermana primero,


¿seguramente? Sí, por supuesto que lo habían hecho. Había una
foto de Ginevra Weasley suspirando con nostalgia por lo que Harry
podía ver, viendo de cerca, era una foto de él mismo. Eso tenía que
ser arreglado.

¿Pero cómo en la Tierra…?

Harry estaba sentado en una barata silla desmontable, releyendo el


periódico por cuarta vez, cuando la puerta susurró suavemente y el
Profesor Quirrell regresó a la tienda.

"Mis disculpas por - ¿en el nombre de Merlín qué está leyendo?"

"Aparentemente," contestó Harry, con admiración en su voz, "que un


Sr. Arthur Weasley recibió la Maldición Imperius de parte de un
Mortífago que mi padre mató, creando así una deuda con la Casa
de Potter, que mi padre demandó ser reparada con la mano en
matrimonio de la recién nacida Ginevra Weasley. ¿En verdad las
personas hacen esa clase de cosas por aquí?"

"¿Cómo es posible que la Señorita Skeeter pudiera ser tan tonta


como para creer -"

Y la voz del Profesor Quirrell se cortó.


Harry había estado leyendo el periódico sostenido verticalmente y
desdoblado, lo que quería decir que el Profesor Quirrell, desde
donde estaba parado, podía ver el texto debajo del titular.

La mirada de sorpresa en el rostro del Profesor Quirrell era una obra


de arte casi en par con el mismo periódico.

"No se preocupe," lo tranquilizó Harry animadamente, "todo es


falso."

De algún otro lugar en la tienda, se escuchó al tendero jadear con


dificultad. Hubo el sonido de una pila de libros cayéndose.

"Sr. Potter…" el Profesor Quirrell habló lentamente, "¿está seguro


de eso?"

"Bastante seguro. ¿Deberíamos irnos?"

El Profesor Quirrell asintió, viéndose más bien abstracto, y Harry


dobló el periódico de nuevo, y lo siguió hasta la salida.

Por alguna razón era como si Harry no escuchara los ruidos de la


calle ahora.

Caminaron en silencio durante treinta segundos antes de que el


Profesor Quirrell abriera la boca. "La Señorita Skeeter vio el
procedimiento original de la sesión restringida del Wizengamot."

"Sí."

"El procedimiento original del Wizengamot ."

"Sí."

" Yo hubiera tenido problemas haciendo eso."

"¿En serio?" interrogó Harry. "Porque si mis sospechas son


correctas, esto fue hecho por un estudiante de Hogwarts."
"Eso está más allá de lo imposible," el Profesor Quirrell expresó
rotundamente. "Sr. Potter… Lamento informarle que esa jovencita
espera casarse con usted."

"Pero eso es improbable," replicó Harry. "Para citar a Douglas


Adams, lo imposible con frecuencia tiene una forma de integridad de
la cual lo meramente improbable carece."

"Ya veo su punto," el Profesor Quirrell continuó lentamente. "Sin


embargo… no, Sr. Potter. Podría ser imposible, aunque puedo
imaginar que los procedimientos del Wizengamot sean manipulados.
Es inimaginable que el Director General de Gringotts hubiera
colocado el sello de su oficina en frente de testigos para falsear un
contrato de compromiso de matrimonio, y la Señorita Skeeter
verificó el sello personalmente."

"En efecto," concordó Harry, "uno esperaría que el Director General


de Gringotts se involucre con tan enorme cantidad de dinero
cambiando de manos. Parece ser que el Sr. Weasley estaba muy
endeudado, así que demandó un pago adicional de diez mil
Galeones -"

"¿ Diez mil Galeones por una Weasley ? ¡Pudiste haber comprado a
la hija de una casa Noble por eso!"

"Disculpe," Harry protestó. "Realmente tengo que preguntar a este


punto, en verdad las personas hacen ese tipo de cosas por aquí -"

"Raramente," corrigió el Profesor Quirrell, con el ceño fruncido en su


rostro. "Y para nada, sospecho, desde la caída del Señor Oscuro.
Supongo que de acuerdo al periódico, ¿su padre pagó sin
protestar?"

"No tenía ninguna elección," bromeó Harry. "No si quería cumplir


con las condiciones de la profecía."

" Deme eso," demandó el Profesor Quirrell, y el periódico saltó tan


rápido de la mano de Harry que le hizo un corte con el papel.
Harry automáticamente se metió el dedo en la boca para chuparlo,
sintiéndose harto impactado, y se giró para objetar con el Profesor
Quirrell -

El Profesor Quirrell se había detenido en la mitad de la calle, y sus


ojos vacilaban velozmente hacia adelante y atrás como si una fuerza
invisible mantuviera el periódico suspendido frente a él.

Harry miró, boqueando en pleno asombro, como el periódico se


abría para revelar las páginas dos y tres. Y no mucho después, la
cuatro y la cinco. Era como si el hombre hubiera abandonado toda
pretensión de mortalidad.

Y después de un problemático corto tiempo, el periódico otra vez se


dobló a sí mismo limpiamente. El Profesor Quirrell lo jaló del aire y
se lo arrojó a Harry, quien lo atrapó por puro reflejo; y luego el
Profesor Quirrell empezó a caminar de nuevo, y Harry
automáticamente trotó tras él.

"No," dijo el Profesor Quirrell, "esa profecía tampoco no me sonó del


todo correcta a mí."

Harry asintió, todavía paralizado.

"Los centauros pudieron haber sido puestos bajo un Imperius," el


Profesor Quirrell teorizó, frunciendo el ceño, " eso es comprensible.
Lo que la magia puede hacer, la magia puede corromper, y no es
impensable que el Gran Sello de Gringotts pueda ser trastocado en
la mano de otro. El Inefable pudo haber sido personificado con
poción Multijugos, al igual que el vidente Bávaro. Y con suficiente
esfuerzo podría ser posible manipular los procedimientos del
Wizengamot. ¿Tiene alguna idea de cómo eso fue hecho?"

"No tengo ni una sola hipótesis plausible," respondió Harry. "Sé que
fue hecho con un presupuesto total de cuarenta Galeones."

El Profesor Quirrell se detuvo poco después y revoloteó alrededor


de Harry. Ahora su expresión era de completa incredulidad.
"¡Cuarenta Galeones pagarán a un competente rompe-hechizos
para que encuentra un camino en un hogar el cual desees robar!
¡Cuarenta mil Galeones podrían pagar a un equipo de los más
grandes criminales profesionales en el mundo para manipular los
procedimientos del Wizengamot!"

Harry sacudió los hombros impotente. "Recordaré eso la próxima


vez que quiera ahorrar treinta y nueve mil, novecientos sesenta
Galeones al hallar el contratante indicado."

"No digo este con frecuencia," confesó el Profesor Quirrell. "Estoy


impresionado."

"Igualmente," agregó Harry.

"¿Y quién es éste increíble estudiante de Hogwarts?"

"Me temo que no lo puedo revelar."

Para la sorpresa de Harry, el Profesor Quirrell no hizo objeción ante


esto.

Caminaron en dirección al edificio de Gringotts, reflexionando,


porque ninguno de los dos era el tipo de persona que se rinde en un
problema sin haberlo considerado por lo menos cinco minutos.

"Tengo el presentimiento," Harry espetó finalmente, "que nos


estamos acercando a esto desde el angulo incorrecto. Oí un cuento
que trataba de unos estudiantes que llegaron a una clase de física, y
la profesora les enseñó un gran plato de metal cerca al fuego. Ella
les ordenó tocar el plato de metal, y ellos sintieron que la parte de
metal más cerca al fuego estaba más fría, y que la parte de metal
más lejana era más caliente. Y ella les pidió, escriban sus
suposiciones para que pase esto. Así que algunos estudiantes
escribieron 'por la forma en que el metal conduce el calor', y otros
estudiantes escribieron 'por la forma en que el aire se mueve', y
nadie propuso 'esto parece simplemente imposible', y la respuesta
real era que antes de que los estudiantes ingresaran al cuarto, la
profesora había volteado el plato para el otro lado."

"Interesante," dijo el Profesor Quirrell. "Eso suena similar. ¿Hay una


moraleja?"

"Que tu fuerza como un racionalista es tu habilidad para estar más


confundido por la ficción que por la realidad," concluyó Harry. "Si
eres igualmente bueno para explicar cualquier resultado, tienes cero
conocimiento. Los estudiantes pensaron que podían usar palabras
como 'a causa de la conducción del calor' para explicar cualquier
cosa, incluso un plato de metal que estaba más frío en el lado más
cercano al fuego. Así que ellos no se dieron cuenta de cuán confuso
estaban, y eso significó que no podían estar más confusos por la
falsedad que por la verdad. Si usted asegura que los centauros se
encontraban bajo la Maldición Imperius, todavía tengo el
presentimiento de que algo no encaja del todo. Noto que sigo
confundido aún tras escuchar su explicación."

"Hm," murmuró el Profesor Quirrell.

Siguieron avanzando.

"Supongo que," opinó Harry, "¿no es posible en verdad intercambiar


personas con universos paralelos? Por ejemplo, ésta no es nuestra
propia Rita Skeeter, o la enviaron temporalmente a otro lugar?"

"Si eso fuera posible," el Profesor Quirrell replicó, con una voz más
bien seca, "¿permanecería yo aquí ? "

Y cuando ya casi estaban frente a la gigantesca entrada blanca del


edificio de Gringotts, el Profesor Quirrell aseveró:

"Ah. Por supuesto . Ahora caigo en cuenta. Déjeme que adivine,


¿los gemelos Weasley?"

"¿Qué?" exclamó Harry, su voz elevando otra aguda octava.


"¿Cómo?"
"Me temo que no puedo revelarlo."

"… Eso no es justo."

"Yo creo que es extremadamente justo," contradijo el Profesor


Quirrell, y entraron a través de las puertas de bronce.

Era antes del mediodía, y Harry y el Profesor Quirrell estaban


sentados al pie y a la cabecera de una gran, larga, y plana mesa, en
un suntuoso y reservado cuarto privado con cojines rigurosamente
mullidos y sillas a lo largo de las paredes, y suaves cortinas
colgando por todos lados.

Estaban a punto de comer en el Lugar de María, el cual el Profesor


Quirrell había afirmado era por el conocido como uno de los mejores
restaurantes en el Callejón Diagon, especialmente para - su voz se
había reducido de manera conspiratoria - ciertos propósitos .

Era el restaurante más ameno en el que Harry hubiera estado, y


realmente a Harry lo estaba deleitando demasiado que el Profesor
Quirrell lo estuviera invitando a almorzar.

La primera parte de la misión, encontrar un instructor de


Oclumancia, había sido un éxito. El Profesor Quirrell, sonriendo con
diablura, le había pedido a Griphook que recomendara al mejor que
conociera, y que no se preocupara por los gastos, puesto que
Dumbledore lo iba a pagar; y el duende había sonreído también.
Además pudo haber una cierta cantidad de sonrisa de parte de
Harry.

La segunda parte del plan había sido un completo fracaso.

A Harry no le permitía sacar dinero de su bóveda sin la presencia de


el Director Dumbledore o algún otro miembro oficial del colegio, y al
Profesor Quirrell no le había sido dada la llave de la bóveda. Los
padres Muggle de Harry no podían autorizarlo porque eran Muggles,
y por aquí los Muggles tenían los mismos derechos legales que los
niños o los gatitos: eran lindos, así que si los torturabas en público
podías ser arrestado, aunque eso no los hacía personas . Alguna
provisión reluctante se había hecho para reconocer a los padres de
hijos de Muggle como humanos en un sentido limitado, pero los
padres adoptivos de Harry no caían dentro de esa categoría legal.

Era como si Harry fuera efectivamente un huérfano a los ojos del


mundo mágico. Como tal, el Director de Hogwarts, o quien fuera
designado dentro del sistema escolar, eran los guardianes de Harry
hasta que se graduara. Harry podía respirar sin el permiso de
Dumbledore, siempre y cuando el Director no lo prohibiera
específicamente.

Entonces Harry había preguntado si tan sólo podía indicarle a


Griphook como diversificar sus inversiones más allá de ser sacos de
oro sentándose en su bóveda.

Griphook se lo había quedado viendo con la mirada en blanco y


preguntado que quería decir con 'diversificar'.

Los bancos, al parecer, no hacían inversiones. Los bancos


guardaban tus monedas de oro en bóvedas seguras a cambio de
una comisión anual.

El mundo mágico no manejaba el concepto de capital. O equidad. O


corporaciones. Los negocios eran dirigidos por las propias familias y
por fuera de sus bóvedas personales.

Los prestamos eran hechos por personas ricas, no por los bancos.
Aunque Gringotts presenciaría el contrato, a cambio de una
comisión, y se asegurarían de su recolección, a cambio de una
comisión todavía más grande.

Las personas buenas y ricas le prestaban a sus amigos dinero y lo


regresaban cuando pudieran. Las personas malas y ricas te
cobraban intereses .
No había un mercado secundario de prestamos.

Las personas malas y ricas te cargaban un interés anual de al


menos un 20%.

Harry se había levantado, alejado, y reposado su cabeza contra la


pared.

Harry había indagado si necesitaba el permiso del Director antes de


poder iniciar un banco.

El Profesor Quirrell había interrumpido en ese momento, recordando


que era tiempo para almorzar, y con ligereza condujo a un
malhumorado Harry por fuera de las puertas de Gringotts, a través
del Callejón Diagon, hacía un buen restaurante llamado el Lugar de
María, donde un cuarto había sido reservado para ellos. El
propietario se había mostrado sorprendido al ver al Profesor Quirrell
acompañado por Harry Potter, pero los había llevado hacía el cuarto
sin queja alguna.

Y el Profesor Quirrell había anunciado con toda deliberación que él


pagaría la cuenta, como si disfrutara mucho con la expresión en la
cara de Harry.

"No," informó el Profesor Quirrell a la camarera, "no requerimos de


los menús. Yo tendré el especial del día acompañado por una
botella de Chianti, y el Sr. Potter tendrá la sopa de Diracawl como
inicio, seguido por un plato de bolas de Roopo, pudin de melaza
como postre."

La camarera, envuelta en una túnica que a la vez se veía severa y


formal al mismo tiempo que era mucho más corta de lo usual, hizo
una inclinación respetuosa y se alejó, cerrando la puerta tras ella.

El Profesor Quirrell agitó su varita en dirección a la puerta, y un


cerrojo se trabó en el acto. "Note el cerrojo interior. Este cuarto, Sr.
Potter, es conocido como el Cuarto de María. Sucede que es a
prueba de todo tipo de escrutinio, y me refiero a todo ; el mismo
Dumbledore no podría detectar nada de lo que pasa aquí. El Cuarto
de María es usado por dos clases de personas. Las primeras son
las que están involucradas en alguna diligencia ilícita. Y las
segundas son aquellas que gustan de llevar vidas interesantes."

" En serio," dijo Harry.

El Profesor Quirrell asintió.

Los labios de Harry se separaron en anticipación. "Sería un


desperdicio nada más sentarse aquí y almorzar, entonces, sin hacer
algo especial."

El Profesor Quirrell hizo una mueca maliciosa, luego extrajo su


varita y la sacudió en dirección a la puerta. "Claro que," él añadió,
"las personas que llevan vidas interesantes tomarían precauciones
más severas que las rutinarias. Acabo de sellarnos adentro. Nada
entrara o saldrá de este cuarto - ni siquiera a través de la hendidura
bajo la puerta, por ejemplo. Y…"

El Profesor Quirrell habló no menos de cuatro Encantamientos


diferentes, ninguno de los cuales Harry reconoció.

"Incluso esto en verdad no basta," explicó el Profesor Quirrell. "Si


estuviéramos haciendo algo grande y de suma importancia, sería
necesario realizar otras veintitrés revisiones además de aquellas. Si,
digamos, Rita Skeeter supiera o dedujera que vendríamos aquí, es
posible que ella pudiera estar en este cuarto usando la verdadera
Capa de Invisibilidad. O podría ser un Animago con una forma
diminuta, quizá. Hay pruebas para descartar esas posibilidades tan
raras, pero hacerlas todas sería arduo. Aún así, ¿me preguntó si
debería hacerlas de todos modos, para que así no aprenda de mí
malos hábitos?" Y el Profesor Quirrell se puso un dedo en la mejilla,
luciendo abstraído.

"Está bien," Harry acertó, "Lo comprendo, y lo recordaré." Aunque


estaba un poco decepcionado de que no fueran a hacer nada
grande y de suma importancia.
"Muy bien," el Profesor Quirrell prosiguió. Se recostó en el espaldar
de su silla, sonriendo ampliamente. "Se ha desempeñado bastante
bien el día de hoy, Sr. Potter. La noción básica fue suya, estoy
seguro, aún si delegó la ejecución. No creo que escuchemos más
de Rita Skeeter después de esto. Lucius Malfoy no estará
complacido con su fallo. Si es inteligente, escapara del país en el
instante en que se de cuenta de que ha sido engañada."

Una sensación de ahogo descendió por el estómago de Harry.


"¿Lucius estaba detrás de Rita Skeeter…?"

"Oh, ¿no se había dado cuenta?" cuestionó el Profesor Quirrell.

Harry no había considerado lo que pasaría con Rita Skeeter al


terminar todo.

Para nada.

En lo más mínimo.

Sin embargo ella sería despedida de su trabajo, por supuesto que


ella sería despedida, ella hasta podría tener hijos en Hogwarts por lo
poco que sabía Harry, y ahora era peor, mucho peor -

"¿Lucius va ordenar que la maten?" Harry susurró con una voz


apenas audible. En algún lugar de su mente, el Sombrero
Seleccionador le estaba gritando.

El Profesor Quirrell sonrió ácidamente. "Si usted no ha lidiado con


periodistas antes, créame cuando le prometo que el mundo se
vuelve un poco más brillante cada vez que uno muere."

Harry saltó de su silla con un movimiento compulsivo, tenía que


hallar a Rita Skeeter y advertirle antes de que fuera demasiado
tarde -

" Siéntese," el Profesor Quirrell exigió cortante. "No, Lucius no la


asesinará. Mas Lucius hace la vida extremadamente desagradable a
aquellos que le sirven mal. La Señorita Skeeter escapará y reiniciará
su vida con un nuevo nombre. Siéntese, Sr. Potter; no hay nada que
pueda hacer en este punto, y usted tiene una lección que aprender."

Harry se sentó, lentamente. Había una desilusionada, molesta


expresión en la cara del Profesor Quirrell que lograba detenerlo con
más efectividad que sus palabras.

"Hay ocasiones," el Profesor Quirrell declaró, su voz tajante,


"cuando me preocupa que su brillante mente de Slytherin se
desperdicie con usted. Repita después de mí. Rita Skeeter era una
vil, y asquerosa mujer."

"Rita Skeeter era una vil, y asquerosa mujer," Harry repitió. No se


sentía confortable diciéndolo, pero no parecía haber otra posible
acción, para nada.

"Rita Skeeter intentó destruir mi reputación, mas yo ejecuté un


ingenioso plan y destruí su reputación primero."

"Rita Skeeter me retó. Ella perdió el juego, y yo gané."

"Rita Skeeter era un obstáculo en mis planes futuros. No tuve otra


opción excepto enfrentarme a ella si deseaba que esos planes
fructificaran."

"Rita Skeeter era mi enemigo."

"No es posible que logre algo en mi vida si no estoy dispuesto a


derrotar a mis enemigos."

"He derrotado a uno de mis enemigos el día de hoy."

"Soy un buen chico."

"Merezco una recompensa especial."

"Ah," exclamó el Profesor Quirrell, quien había estado haciendo una


benévola y maliciosa sonrisa durante las últimas lineas, "Veo que he
tenido éxito en llamar su atención."

Eso era cierto. Y mientras Harry se sentía como si estuviera siendo


encaminado hacía algo - no, eso no era una sensación, él había
sido encaminado - él no podía negar que recitar esas cosas, y ver al
Profesor Quirrell sonreír, sí hacía que se sintiera mejor.

El Profesor Quirrell introdujo su mano dentro de su túnica, con un


gesto lento y deliberadamente significante, y sacó…

… un libro .

Era diferente de cualquier libro que Harry hubiera visto antes, los
bordes y esquinas visiblemente maltratados; devastado era la
palabra que le venía a la mente, como si hubiera sido arrancado de
una mina de libros.

"¿Qué es?" suspiró Harry.

"Un diario," contestó el Profesor Quirrell.

"¿De quién?"

"De una persona famosa." el Profesor Quirrell sonreía con todos los
dientes.

"De acuerdo…"

La expresión de el Profesor Quirrell se volvió más sería. "Sr. Potter,


uno de los requisitos para convertirse en un mago poderoso es una
memoria excelente. La clave para un acertijo es con frecuencia algo
que usted leyó veinte años atrás en un antiguo pergamino, o un
anillo peculiar que usted vio en el dedo de un hombre que nada más
conoció una vez. Menciono esto para explicar cómo me las arregle
para recordar este objeto, y la solapa, bastante tiempo después de
haberlo conocido a usted. Vera, Sr. Potter, en el transcurso de mi
vida, he visto un número de colecciones privadas que le pertenecían
a individuos quienes, a lo mejor, no eran del todo merecedores de lo
que poseían -"

"¿Usted lo robó ?" Harry preguntó con incredulidad.

"Eso es correcto," admitió el Profesor Quirrell. "Muy recientemente,


de hecho. Creo que usted apreciara más éste objeto que el vil
hombrecillo que lo tenía únicamente con el propósito de impresionar
con su rareza a sus igualmente viles amigos."

Harry simplemente se quedó boquiabierto.

"Aunque si siente que mis acciones son incorrectas, Sr. Potter,


supongo que no es necesario que acepte este regalo especial. Aún
cuando yo no pienso tomarme el problema de regresar lo robado.
¿Entonces qué será lo que sucederá?"

El Profesor Quirrell arrojó el libro de una mano a otra, causando que


Harry casi se lanzara a cogerlo involuntariamente con una mirad de
desmayo.

"Oh," habló el Profesor Quirrell, "no se preocupe por maniobrar este


libro con un poco de rudeza. Usted podría tirar este diario en una
chimenea y emergería sin un rasguño. En cualquier caso, aguardo
su decisión."

El Profesor Quirrell lanzó el libro despreocupado hacía el aire y lo


atrapó de nuevo, sonriendo diabólicamente.

No, respondieron Gryffindor y Hufflepuff.

Sí, respondió Ravenclaw. ¿Qué parte de la palabra 'libro' no


comprendieron ustedes dos?

La parte de robar, argumentó Hufflepuff.

Oh, vamos, replicó Ravenclaw, realmente no pueden pedirnos que


digamos no y pasar el resto de nuestra vida suponiendo qué es lo
que era.
Suena como un positivo neto desde un punto de vista objetivamente
utilitario, expuso Slytherin. Piensa en ello como una transacción
económica que genera ganancia del intercambio, nada más que sin
la parte del intercambio. Además, nosotros no lo robamos y no
ayudaría a nadie que el Profesor Quirrell se lo quede.

¡Él está intentando que te vuelvas Oscuro! chilló Gryffindor, y


Hufflepuff asintió con firmeza.

No seas un niñato ingenuo, siseó Slytherin, él está intentando


enseñarte Slytherin.

Sí, concordó Ravenclaw. Quien fuera que poseyera el libro antes


probablemente era un Mortífago o algo por el estilo. Su lugar está a
nuestro lado.

La boca de Harry se abrió, entonces se paralizó a la mitad del


camino, una agonizada mirada sobre su rostro.

El Profesor Quirrell parecía estar divirtiéndose muchísimo. Tenía el


libro balanceado en una de sus esquinas, con un dedo, y lo
mantenía bien derecho al tiempo que murmuraba una pequeña
tonada.

Entonces hubo un llamado a la puerta.

El libro volvió a desaparecer dentro de la túnica de el Profesor


Quirrell, y él se levantó de su silla. El Profesor Quirrell empezó a
caminar hacia la puerta -

- y tropezó, inesperadamente tumbándose contra la pared.

"Todo está bien," clamó la voz del Profesor Quirrell, que de un


momento a otro sonaba mucho más débil de lo usual. "Siéntese, Sr.
Potter, no es más que un mareo temporal. Siéntese."

Los dedos de Harry se aferraron sobre los bordes de su silla,


inseguro de qué debería hacer, de qué podría hacer. Harry ni
siquiera podía aproximarse demasiado al Profesor Quirrell, no a
menos que quisiera desafiar esa sensación de Perdición -

El Profesor Quirrell se enderezó, luego, su respiración se volvió un


poco pesada, y abrió la puerta.

La camarera entró, trayendo un platero con comida; y mientras ella


distribuía los platos, el Profesor Quirrell se dirigió con lentitud de
regreso a la mesa.

Aunque para cuando la camarera estaba haciendo su inclinación de


despedida, el Profesor Quirrell ya estaba sentado muy derecho y
sonriendo otra vez.

Aún así, el breve episodio de lo-que-fuera-que-fuera había decidido


por Harry. Él no podía decir que no, no cuando el Profesor Quirrell
había pasado por tantos problemas.

"Sí," Harry aceptó.

El Profesor Quirrell levantó un dedo precavido, luego desenfundo su


varita de nuevo, bloqueo la puerta como antes, y repitió los mismos
tres Encantamientos de la vez anterior.

Entonces el Profesor Quirrell volvió a sacar el libro de su túnica y lo


arrojó a Harry, quien casi lo deja caer en su sopa.

Harry le disparó al Profesor Quirrell una mirada de impotente


indignación. No se suponía que hicieras eso con los libros,
encantados o no.

Harry abrió el libro con arraigado, instintivo cuidado. Las páginas


eran demasiado gruesas, con una textura que no era como el papel
Muggle o el pergamino mágico. Y los contenidos estaban…

… ¿en blanco?

"Se supone que esté viendo -"


"Vea cerca del inicio," señaló el Profesor Quirrell, y Harry (como
siempre con ese impotente, arraigado cuidado) volteó un bloque de
páginas hacía atrás.

Las letras eran obviamente manuscritas, y muy difíciles de leer, pero


Harry pensó que las palabras podrían estar en Latín.

"¿Qué es esto?" preguntó Harry.

"Eso," respondió el Profesor Quirrell, "es un registro de las


investigaciones mágicas de un hijo de Muggles que nunca vino a
Hogwarts. Él rehusó su carta, y condujo sus pequeñas
investigaciones por cuenta propia, que nunca llegaron muy lejos sin
una varita. De la descripción en la solapa, espero que su nombre
guarde más significado para usted que para mí. Ese, Harry Potter,
es el diario de Roger Bacon."

Harry casi se desmayó.

Aplastado contra la pared, en donde el Profesor Quirrell se había


tropezado, brillaban los destrozados restos de un bello escarabajo
azul.

Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Nota del traductor

Lo de Yakka foob mog. Grug pubbawup zink wattoom gazork.


Chumble spuzz J. K. Rowling, es una referencia al comic de Calvin
& Hobbes, de Diciembre 31 de 2007, en que a Calvin le piden
explicar la Primera Ley del Movimiento de Newton con sus propias
palabras, ante lo cual Calvin responde con esa incoherencia, menos
el J. K. Rowling, añadiendo: "Amo los vacíos legales." Así que esa
introducción puede ser un chiste en varios niveles, ya sea porque
Eliezer Yudkowsky dice que la Primera Ley del Movimiento es para
muchos simplemente 'magia' o porque es una forma de explicar que
él, con HPMoR, está haciendo una interpretación propia de la obra
de Rowling.
En la parte en que el Profesor Quirrell se tambalea y se apoya
contra la pared, él le asegura a Harry que no es más que un "dizzy
spell" lo que literalmente se traduce como "mareo temporal", sin
embargo, teniendo en cuenta lo que realmente está sucediendo, y
como "spell" por sí sólo puede significar "hechizo" a lo mejor indica
que en realidad el malestar de el Profesor Quirrell se debió a alguna
clase de protección que Rita Skeeter tenía sobre ella para que
normalmente no fuera tan fácil de aplastar, y aún con un poder
mágico superior, el Profesor Quirrell se vio algo afectado.

Tras leer los dos párrafos anteriores, creo que prestó demasiada
atención a los detalles. Y lo que sigue lo acaba de demostrar.

Un Inefable es un mago que trabaja en el Departamento de


Misterios del Ministerio de Magia. No se les permite hablar de su
trabajo, por lo que es poco lo que se sabe sobre ellos. De acuerdo a
Dumbledore, cada Inefable se especializa en el estudio de alguna
materia extraña y peligrosa, como se demuestra en La Orden del
Fénix, el cuarto en que murió Sirius era La Cámara de la Muerte. Es
posible que existan otros cuartos para el Tiempo (de hecho ahí era
donde se guardaban los Giratiempos, todos destruidos en la misma
batalla que acabo de mencionar), otro para el Amor, etc.

Gracias a RochiiR.C.R por hacerme la corrección de Inefable (yo


había puesto Innombrable en un principio, que no era correcto.)

Roger Bacon fue un filósofo, científico, y teólogo escolástico de la


orden franciscana, diferenciado de otros por hacer énfasis en el
análisis de lo empírico, y es considerado como el primero en sentar
las bases de el método científico.

Referencias muy interesante al canon de Harry Potter, como lo del


episodio entre el Slytherin y el Gryffindor de sexto año, un guiño a lo
que sucedió entre Harry y Draco en su sexto año: ¡Sectumsempra!
O al mal comportamiento de Harry, Ron y Hermione en La Cámara
de los Secretos .
Hay que tener miedo cada vez que el Profesor Quirrell entone ese
murmullo. Tengo la impresión que estaba planeando lo de Skeeter
desde que acordó salir el Domingo con Harry, creo que esa en
verdad fue su idea placentera.

Definitivamente, esa frase final se me hace magistral, una sorpresa


total que ante nuestros ojos se acabara de cometerse un asesinato,
revelada de la manera más impactante posible.

En general, este capítulo me causa un poco de malestar, como


periodista que soy, de título universitario al menos. Tanto desprecio
hacía una de las carreras más comunes para un escritor, duele un
poquito en mi frágil corazoncillo. De pronto por eso no tengo madera
para periodista sensacionalista al menos. Quiero creer que Quirrell
se refería a ese tipo de periodismo en particular, tengo la fe.

Acabo de ver el final del tercer libro de La leyenda de Korra .


Devastador, me hizo llorar.

Asegúrense de pasar por mi canal de YouTube y ver los últimos


vídeos que he estado haciendo, les prometo que se reirán mucho
conmigo.

Mientras siga en lo de la edición de mi libro, pues HPMoR como tal


sigue a media máquina, como mínimo les prometo otro capítulo para
el mes de Septiembre.

Muchas gracias por leer y por su apoyo con esta humilde traducción.

Rhaidot
Empatia
Capítulo 27

Empatía

J. K. Rowling está 87% segura de que arderás en llamas.

Roger Bacon vivió en el siglo 13 y se le acredita como uno de los


primeros avocados del método científico. Darle a un científico su
diario experimental es como darle a un escritor la pluma, no de
Shakespeare, sino de alguien que ayudó a inventar la escritura.

No todos los días podías ver rogar a Harry Potter.

"Por favooor," chilló Harry Potter.

Fred y George sacudieron sus cabezas de nuevo, sonriendo.

Hubo una agonizante mirada sobre el rostro de Harry Potter. "Pero


yo les conté cómo hice aquella cosa con el gato de Kevin Entwhistle,
y Hermione y la gaseosa que se desvanece, y no puedo hablarles
sobre el Sombrero Seleccionador o la Recordadora o el Profesor
Snape…"

Fred y George se encogieron de hombros y se alejaron.

"Si alguna vez lo descubres," dijo uno de los gemelos Weasley,


"asegúrate de hacérnoslo saber."

"¡Ustedes son malos! ¡Los dos son malos! "

Fred y George cerraron firmemente la puerta dejando el salón vacío


a sus espaldas, y obligándose a mantener la mueca en sus caras
por un rato, nada más en caso de que Harry Potter pudiera ver a
través de las paredes.

Cuando dieron vuelta en una esquina sus caras se deprimieron.

"Supongo que las suposiciones de Harry -"

"¿- no te dieron alguna idea?" se dijeron ambos al mismo tiempo, y


luego sus hombros se derrumbaron juntos.

Su última memoria relevante era la de Flume rehusándose a


ayudarlos, aunque no podían recordar qué era lo que ellos le habían
pedido hacer…

… pero debieron haber buscado en otro lugar y haber encontrado a


alguien más que les ayudara a hacer algo ilegal, o ellos no hubieran
accedido a ser Desmemorizados después.

¿Cómo había sido posible haber logrado todo eso con tan sólo
cuarenta Galeones?

Al principio les preocupaba haber forjado evidencia tan buena que


Harry en verdad tuviera que casarse con Ginny… pero ellos también
pensaron en ello, aparentemente. Los procedimientos del
Wizengamot habían sido alterados de nuevo para que quedaran del
mismo modo en que estaban originalmente, el falso contrato de
compromiso había desaparecido de su bóveda protegida por dragón
en Gringotts, y así con todo lo demás. Era bastante aterrador, de
hecho. La mayoría de personas ahora pensaban que el Diario el
Profeta había inventado todo por razones inimaginables, y el
Quibbler había ayudado a enterrar el cuchillo en mayor profundidad
con el titular del día siguiente, HARRY POTTER COMPROMETIDO
SECRETAMENTE CON LUNA LOVEGOOD.

Quien fuera que ellos hubieran contratado les contaría después de


que los estatutos de limitación expiraran, eso esperaban con
desesperación. Mientras tanto era espantoso, habían concretado su
más grande broma de todos los tiempos, tal vez la broma más
grande en la historia de las bromas, y no podían recordar cómo . Era
descabellado, que hubieran sido capaces de pensar en una forma
de hacerlo la primera vez, ¿por qué no podían verla ahora tras
conocer todo lo que habían logrado?

Su único consuelo era que Harry no sabía que ellos no sabían.

Ni siquiera Mamá los había interrogado al respecto, a pesar de la


obvia conexión Weasley. Lo que fuera que se hubiera hecho, estaba
lejos del alcance de cualquier estudiante de Hogwarts… excepto
posiblemente uno, quien, si los rumores eran ciertos, podría haberlo
hecho al chasquear sus dedos. Harry había sido cuestionado bajo
Veritaserum, él les contó… con Dumbledore presente y dirigiéndole
aterradoras miradas a los Aurores. Los Aurores le habían
preguntado tan sólo lo suficiente como para determinar que Harry no
había elaborado la broma por su cuenta o desaparecido a alguien, y
luego habían salido de Hogwarts como si los persiguieran todos los
diablos.

Fred y George no estaban seguros si debían sentirse insultados


porque Harry Potter hubiera sido interrogado por los Aurores a
causa de la broma de ellos, mas la mirada en el rostro de Harry,
probablemente por la misma razón, hacía que todo valiera la pena.

Como era de esperarse, Rita Skeeter y el editor de el Diario el


Profeta habían desaparecido juntos y de esperarse que estuvieran
en otro país a estas alturas. Les hubiera gustado poder decirles a su
familia esa parte. Papá los hubiera felicitado, pensaron, después de
que Mamá hubiera acabado de matarlos y Ginny de quemar los
restos.

Por ahora todo seguía bien, se lo revelarían a Papá algún día, y


mientras tanto…

… mientras tanto Dumbledore había estornudado al pasar junto a


ellos en un pasillo, y un pequeño paquete se había caído de su
bolsillo, y adentro habían dos monóculos rompe-encantamientos de
increíble calidad. Los gemelos Weasley había probado sus nuevos
monóculos en el corredor "prohibido" del tercer piso, realizando un
viaje rápido al espejo mágico y regresado, y no habían logrado ver
todas las redes de detección con claridad, pero los monóculos les
habían mostrado mucho más de lo que habían visto la primera vez.

Por supuesto tendrían que ser muy cuidadosos para nunca ser
atrapados con los monóculos en su posesión, o terminarían en la
oficina del Director recibiendo un severo sermón y quizá incluso
amenazas de expulsión.

Era bueno saber que no todos los que eran Seleccionados en


Gryffindor crecían y se convertían en la Profesora McGonagall.

Harry estaba dentro de un cuarto blanco, sin ventanas y uniforme,


sentándose frente a un escritorio, encarando a un hombre
inexpresivo que vestía una túnica formal de negro sólido.

El cuarto estaba protegido contra detección, y el hombre había


realizado exactamente veintisiete hechizos antes de tan siquiera
decir "Hola, Sr. Potter."

Era extrañamente apropiado que el hombre de túnica negra


estuviera a punto de intentar leer la mente de Harry.

"Prepárate," el hombre señaló en tono monótono.

Una mente humana, explicaba el libro de Oclumancia de Harry, sólo


era expuesta a un Legeremante a lo largo de ciertas superficies . Si
fallabas en defender tus superficies, el Legeremante cruzaría y sería
capaz de acceder a cualquier parte de ti que su propia mente fuera
capaz de comprender…

… lo que no solía ser mucho. Las mentes humanas, en apariencia,


eran difíciles de entender para los humanos en cualquier nivel
excepto el menos profundo. Harry se había preguntado si conocer
un montón de ciencia cognitiva lo podría hacer un Legeremante
increíblemente poderoso, pero repetidas experiencias finalmente lo
habían conducido a la lección de que él necesitaba excitarse menos
en sus anticipaciones para este tipo de cosas. No era como si
cualquier científico cognitivo entendiera a los humanos tan bien
como para hacer uno.

Para aprender el contra, Oclumancia, el primer paso era imaginarte


a ti mismo siendo una persona diferente, pretendiendo tan
rigurosamente como pudieras, sumergiéndote enteramente en esa
persona alterna. No siempre tendrías que hacer eso, mas al
principio, era así como aprendías dónde estaban tus superficies. El
Legeremante procuraría leerte, y tú sentirías que estaba pasando si
ponías suficiente atención, notarías cuando ellos intentaran entrar. Y
tu trabajo era asegurarte de que ellos en todo momento tocaran a tu
persona imaginaria y no a la real.

Cuando fueras al menos bueno en eso, podrías imaginar que eras


un tipo muy simple de persona, pretender ser una roca, y hacer un
habito el dejar la pretensión en el lugar donde estaban todas tus
superficies. Esa era una barrera regular de Oclumancia. Pretender
ser una roca no era fácil de aprender, sin embargo era fácil de hacer
con el tiempo, y la superficie expuesta de la mente era mucho más
frívola que su interior, así que con bastante práctica podrías
mantenerla activa como un habito al fondo.

O si eras un Oclumante perfecto, podrías adelantarte a toda prueba,


respondiendo inquietudes tan rápido como eran planteadas, para
que así el Legeremante entrara a tus superficies y viera una mente
indistinguible de quien fuera que pretendieras ser.

Incluso el mejor Legeremante podía ser engañado de ese modo. Si


un Oclumante perfecto declaraba que estaba bajando sus defensas
de Oclumancia, no había forma de saber si estaban mintiendo. Peor,
podrías no saber que estás lidiando con un Oclumante perfecto.
Eran escasos, pero el hecho de que existieran significaba que no
podías confiar por completo en usar la Legeremancia en nadie .
Era un triste comentario el que los humanos comprendieran tan
poco los unos de los otros, que cualquier mago pudiera
comprehender tan poco de las profundidades subyacentes a la
superficie humana, que podías engañar a los mejores telépatas
humanos nada más pretendiendo ser alguien más.

Desde un principio los seres humanos sólo se entendían los unos a


los otros pretendiendo. No hacías predicciones de las personas al
modelar los cientos de trillones de sinapsis en su cerebro como
objetos separados. Pídele al mejor manipulador social sobre la
Tierra que te construya una Inteligencia Artificial desde cero, y nada
más recibirás una estúpida mirada. Predices a las personas
ordenando a tu cerebro que se comporte como el de los otros. Te
pones a ti mismo en su lugar . Si querías conocer lo que haría una
persona enojada, activabas los circuitos de ira de tu propio cerebro,
y lo que fuera que ese circuito arrojara, esa era tu predicción.
¿Cómo se veía en verdad el circuito neuronal por dentro? ¿Quién lo
sabía? El mejor manipulador social sobre la Tierra podría no saber
lo que eran las neuronas, y tampoco los mejores Legeremantes.

Cualquier cosa que un Legeremante pudiera comprender, un


Oclumante lo podía pretender ser. Era el mismo truco de todos
modos - probablemente implementado por los mismos circuitos
neuronales en ambos casos, un único conjunto de circuitos de
control para reconfigurar tu cerebro para actuar como el modelo de
alguien más.

Y así la carrera entre la ofensiva telepática y la defensiva telepática


había sido una decisiva victoria para la defensa. De otro modo todo
el mundo mágico, tal vez la Tierra entera, hubiera sido un lugar muy
diferente…

Harry inhaló profundamente, y se concentró. Había una ligera


sonrisa en su rostro.

Por una vez, sólo una vez, Harry no se había quedado corto en el
departamento de poderes misteriosos.
Tras casi un mes de trabajo, y más por un capricho que por una
verdadera corazonada, Harry había decidido ponerse fríamente
enojado y luego intentar los ejercicios del libro de Oclumancia de
nuevo. En ese punto casi había renunciado a toda esperanza en ese
tipo de cosas, sin embargo al menos merecía un rápido intento -

Había recorrido por completo los ejercicios más difíciles del libro en
dos horas, y al día siguiente había ido e informado al Profesor
Quirrell de que estaba listo.

Su lado oscuro, había resultado, era muy, muy bueno para


pretender ser otra persona.

Harry pensó en su gatillo usual, desde la primera vez que se había


sumergido por entero en su lado oscuro…

Severus hizo una pausa, viéndose bastante complacido consigo


mismo. "Y eso serán… ¿cinco puntos? No, que sean diez puntos de
Ravenclaw por su descaro."

La sonrisa de Harry se volvió más helada, y observó al hombre de la


túnica negra que pensaba que iba a leer la mente de Harry.

Y luego Harry se convirtió por completo en alguien más, alguien que


había parecido apropiado para la ocasión.

… en un cuarto blanco, sin ventanas y uniforme, sentándose frente


a un escritorio, encarando a un hombre inexpresivo que vestía una
túnica formal de negro sólido.

Kimball Kinnison observó al hombre de la túnica negra que pensaba


que iba a leer la mente de un Lensman de Segunda-Etapa de la
Patrulla Galáctica.

Argumentar que Kimball Kinnison tenía confianza en el resultado


sería una sutileza. Él había sido entrenado por el Mentor de Arisia,
la mente más poderosa conocida en este o cualquier otro universo,
y que el mero mago sentado al otro lado vería precisamente lo que
el Lensman Gris quería que viera…

… la mente del chico que actualmente era su disfraz, un niño


inocente llamado Harry Potter.

"Estoy listo," anunció Kimball Kinnison con voz nerviosa que era
exactamente apropiada para un niño de once años.

" Legilimens," exclamó el mago de túnica negra.

Hubo una pausa.

El mago de túnica negra parpadeó, como si hubiera visto algo tan


estremecedor que hubiera sido suficiente como para hacer que sus
parpados se movieran. Su voz ya no era tan atonal cuando habló,
"¿El Niño-Que-Vivió tiene un misterioso lado oscuro ? "

El calor trepó lentamente a las mejillas de Harry.

"Bueno," el hombre dijo. Su cara se había afianzado de nuevo en


una perfecta calma. "Disculpe. Sr. Potter, es bueno conocer sus
ventajas, mas eso no es lo mismo que sobrestimar locamente su
confianza. Usted podría en efecto aprender Oclumancia a los once
años de edad. Esto me deja atónito. Había considerado que se
trataba del Sr. Dumbledore pretendiendo ser un chiflado otra vez. Su
talento disociativo es tan fuerte que me sorprende no encontrar
otras señales de abuso infantil, y con el tiempo podría convertirse en
un Oclumante perfecto. Pero hay una diferencia considerable entre
eso y esperar colocar una barrera eficiente de Oclumancia en su
primer intento. Eso es meramente ridículo. ¿Sintió algo mientras le
leía su mente?"

Harry sacudió su cabeza, sonrojándose furiosamente.

"Entonces ponga más atención la próxima vez. La meta no es crear


una imagen perfecta en el primer día de sus lecciones. La meta es
aprender dónde se encuentran sus superficies. Prepárese."
Harry intentó pretender ser Kimball Kinnison otra vez, procuró poner
más atención, aunque sus pensamientos estaban un poco
desperdigados y de repente era consciente de todas las cosas sobre
las que no debería estar pensando…

Oh, esto iba a apestar.

Harry apretó los dientes. Al menos el instructor sería


Desmemorizado después.

" Legilimens ."

Hubo una pausa -

… en un cuarto blanco, sin ventanas y uniforme, sentándose frente


a un escritorio, encarando a un hombre inexpresivo que vestía una
túnica formal de negro sólido.

Era su cuarto día, en la tarde de un Domingo. Cuando pagabas


tanto, obtenías tus sesiones en cualquier condenado tiempo que
desearas, ya no tiene importancia el concepto de fines de semana.

"Hola, Sr. Potter," el telépata saludó en tono monótono, habiendo


conjurado todo el conjunto de hechizos para la privacidad.

"Hola, Sr. Bester," Harry replicó cansado. "Saquemos primero la


conmoción inicial del camino, ¿podríamos?"

"¿Logró sorprenderme?" el hombre preguntó, oyéndose ligeramente


interesado. "Bien entonces." Él apuntó con su varita y se fijó en los
ojos de Harry. " Legilimens ."

Hubo una pausa, y luego el mago de túnica negra se sacudió como


si alguien lo hubiera tocado con un bastón eléctrico.

"¿El Señor Oscuro está vivo ? " él se atragantó. Sus ojos estaban
repentinamente enloquecidos. "¿Dumbledore se vuelve invisible y
merodea en los dormitorios de las chicas? "

Harry suspiró y bajó la vista a su reloj. Más o menos en tres


segundos…

"Así que," el hombre siguió. No había recuperado del todo su tono


monótono. "Genuinamente crees que vas a descubrir las reglas
secretas de la magia y volverte todo-poderoso."

"Eso es correcto," Harry admitió con serenidad, todavía mirando su


reloj. "Soy así de arrogante."

"Quien sabe. Parece que el Sombrero Seleccionador cree que serás


el siguiente Señor Oscuro."

"Y usted sabe que me estoy esforzando en no serlo, y observó que


ya tuvimos una larga discusión sobre si estaba dispuesto a
enseñarme Oclumancia, y al final se decidió a hacerlo, ¿así que
podemos continuar?"

"De acuerdo," declaró el hombre tras seis segundos exactos, al igual


que a la vez anterior. "Prepárese." Él hizo una pausa, y luego
confesó, con una voz bastante anhelante, "Aunque sí desearía que
yo pudiera recordar ese truco con el oro y la plata."

Harry se estaba encontrando muy perturbado por la reproducibilidad


de los pensamientos humanos cuando se restauraban a las
personas a las mismas condiciones iniciales y expuestos a los
mismos estímulos. Estaba disipando las ilusiones que un buen
reduccionista no debía tener en primer lugar.

Harry estaba de muy mal humor cuando entró zapateando a su


clase de Herbología el siguiente Lunes en la mañana.

Hermione estaba echando humo a su lado.


Los otros niños aún permanecían adentro, un poco lentos para
reunir sus cosas porque estaban los unos con los otros murmurando
excitados sobre la segunda victoria del año de Ravenclaw en un
partido de Quidditch.

Parecía que la noche anterior después de la cena, una chica había


flotado por ahí sobre una escoba durante treinta minutos y entonces
atrapó una especie de mosquito gigante. Hubo otros hechos que
ocurrieron durante ese juego, mas eran irrelevantes.

Harry se había perdido este excitante evento deportivo a causa de


su lección de Oclumancia, y porque además tenía una vida.

Luego él había evitado todas las conversaciones en el dormitorio de


Ravenclaw, ¿no eran maravillosos los Encantamientos Silenciadores
y los baúles mágicos? Había comido su desayuno en la mesa de
Gryffindor.

Sin embargo Harry no podía evadir Herbología, y los Ravenclaws


habían hablado sobre ello antes de la clase, y después de la clase, y
durante la clase, hasta que Harry había levantado la vista del bebe
furcot cuyo pañal estaba cambiando, y anunciado que algunos de
ellos estaban intentando aprender sobre plantas y las Snitches no
crecían en nada así que podían todos ellos por favor callarse con
respecto al Quidditch. Todos los demás presentes le habían dirigido
conmocionadas miradas, excepto Hermione, que se veía como si
quisiera aplaudir, y la Profesora Sprout, quien le había otorgado un
punto para Ravenclaw.

Un punto para Ravenclaw.

Un punto.

Los siete idiotas montados en sus escobas en su idiota juego habían


ganado ciento noventa puntos para Ravenclaw.

Aparentemente los puntos de Quidditch se añadían de forma directa


a los puntos de Casa totales.
En otras palabras, coger un mosquito dorado valía 150 puntos de
Casa.

Harry ni siquiera podía imaginar lo que él tendría que hacer para


ganar ciento cincuenta puntos de Casa.

Además de, ya sabes, rescatar a ciento cincuenta Hufflepuffs, o


inventar quince ideas tan buenas como poner corazas protectoras
sobre maquinas del tiempo, o inventar mil quinientas formas
creativas de matar personas, o ser Hermione Granger por el resto
del año .

"Tendríamos que asesinarlos," Harry le comentó a Hermione, quien


estaba caminando a su lado con su mismo aire de afrenta.

"¿A quiénes?" Interrogó Hermione. "¿Al equipo de Quidditch?"

"Estaba pensando en todos los que estuvieran involucrados de


cualquier forma con el Quidditch en cualquier lugar del mundo, pero
el equipo de Ravenclaw sería un inició, sí."

Los labios de Hermione estaban fruncidos en desaprobación. "¿ Sí


sabes que matar gente es incorrecto, Harry?"

"Sí," Harry contestó.

"De acuerdo, nada más me cercioraba," Hermione prosiguió.


"Vayamos por la Buscadora primero. He leído algunos misterios de
Agatha Christie, ¿sabes cómo podemos hacer que aborde un tren?"

"Dos estudiantes planeando un asesinato," dijo una voz seca. "Que


escándalo."

Desde una esquina cercana se paseó un hombre en una túnica


ligeramente manchada, su cabello grasiento cayendo largo y
despeinado sobre sus hombros. Un mortal peligro parecía irradiar de
su persona, llenando el pasillo con pociones mezcladas de forma
inapropiada y caídas accidentales y personas muriendo en sus
camas de lo cual los Aurores juzgarían habían sido causas
naturales.

Sin pensarlo, Harry se interpuso delante de Hermione.

Se produjo un profundo respiro detrás suyo, y un momento después


Hermione lo hizo a un lado y se interpuso en frente de él . "¡Corre,
Harry!" ella anunció. "Los niños no deberían ser puestos en peligro."

Severus Snape sonrió sin alegría. "Que divertido. Requiero un


momento de su tiempo, Potter, si es capaz de alejarse de sus
filtraciones con la Señorita Granger."

De repente había una expresión muy preocupada en la cara de


Hermione. Ella se giró hacía Harry y abrió su boca, luego se pausó,
viéndose consternada.

"Oh, no se preocupe, Señorita Granger," arremetió la sedosa voz de


Severus. "Le prometo que le regresaré a su novio sin un rasguño."
Su sonrisa desapareció. "Ahora Potter y yo nos vamos a ir y tener
una conversación privada, sólo nosotros dos. Espero que esté claro
que usted no está invitada, pero por si las dudas, considere eso
como una orden de un profesor de Hogwarts. Estoy seguro que una
buena chica como usted no desobedecerá."

Y Severus se volteó y regresó caminando a la esquina. "¿Viene,


Potter?" su voz habló.

"Um," Harry tanteó a Hermione. "¿Puedo irme y seguirlo para


dejarte a ti investigando qué es lo que debería explicar para
asegurarme de que no estés preocupada y ofendida?"

"No," Hermione rechazó, con voz temblorosa.

La risa de Severus hizo eco a la vuelta de la esquina.

Harry bajó su cabeza. "Lo siento," él se disculpó con lentitud, "en


verdad," y se fue detrás del Maestro de Pociones.

"Así que," Harry inició. No había otro sonido aparte del de dos pares
de piernas, las largas y las cortas, abultando un corredor de piedra
cualquiera. El Maestro de Pociones estaba dando zancadas largas
aunque no muy rápidas para que Harry pudiera mantener el ritmo, y
hasta donde Harry podía aplicar el concepto direccional en
Hogwarts, se estaban distanciando de las áreas frecuentadas. "¿De
qué se trata?"

"Supongo que no puede explicar," Severus declaró con sequedad,


"¿por qué ustedes dos estaban tramando el asesinato de Cho
Chang?"

"Supongo que usted no puede explicar," Harry declaró con


sequedad, "en su capacidad como un oficial del sistema escolar de
Hogwarts, ¿por qué atrapar un mosquito dorado es considerado un
logro académico digno de ciento cincuenta puntos de Casa?"

Una sonrisa cruzó los labios de Severus. "Vaya, y yo que pensé que
se suponía que usted era perceptivo. ¿Es usted realmente incapaz
de comprender a sus compañeros, Potter, o le desagradan
demasiado como para intentarlo? Si los resultados del Quidditch no
contaran en la Copa de las Casas entonces a nadie le importarían
los puntos de Casa. Sería meramente un oscuro concurso para
estudiantes como usted y la Señorita Granger."

Fue una respuesta increíblemente buena.

Y esa conmoción hizo que la mente de Harry despertara por


completo.

En retrospectiva no debió haber sido una sorpresa que Severus


comprendiera a sus estudiantes, que los comprendiera muy bien en
efecto.

Él había estado leyendo sus mentes.


Y…

… el libro afirmaba que un Legeremante exitoso era


extremadamente raro, más raro que un Oclumante perfecto, porque
casi nadie tenía suficiente disciplina mental.

¿Disciplina mental?

Harry había recolectado historias sobre un hombre que de forma


rutinaria perdía su temperamento en clase y explotaba con niños
jóvenes.

… pero este mismo hombre, cuando Harry había dicho que el Señor
Oscuro seguía con vida, había respondido de forma instantánea y
perfecta - reaccionado en la manera precisa en que lo haría alguien
por completo ignorante.

El hombre acechaba Hogwarts con el aire de un asesino, radiando


peligro…

… que era exactamente lo que un asesino real no haría. Los


asesinos de verdad se debían ver como pequeños y sumisos
contadores públicos hasta que te mataban.

Él era el Jefe de Casa de la orgullosa y aristocrática Slytherin, y


usaba una túnica manchada con restos de pociones e ingredientes,
que dos minutos de magia podrían haber removido.

Harry notó que estaba confundido.

Y su amenaza estimada del Jefe de la Casa de Slytherin se disparó


en forma astronómica.

Dumbledore parecía creer que Severus le pertenecía, y no había


nada para contradecir eso; el Maestro de Pociones había sido
"aterrador pero no abusivo", como se había prometido. Así que,
Harry había razonado antes, se trataba de un asunto de la
Comunidad. Si Severus lo hubiera querido lastimar, de seguro no
vendría por Harry en frente de Hermione, un testigo, cuando era
más simple esperar por un momento en que Harry estuviera a
solas…

Harry mordió sus labios en silencio.

"Una vez conocí a un chico que en verdad adoraba el Quidditch,"


dijo Severus Snape. "Él era un completo troglodita. Justo como
usted y yo lo esperaríamos, nosotros dos."

"¿De qué se trata esto?" Harry cuestionó lentamente.

"Paciencia, Potter."

Severus volteó su cabeza, y luego se deslizó con su presencia


asesina hacia un espacio cercano en las paredes del corredor, un
más pequeño y angosto callejón.

Harry lo siguió, preguntándose si lo más inteligente sería


simplemente correr.

Giraron e hicieron otro giro, y llegaron a un camino sin salida, una


simple pared en blanco. Si Hogwarts hubiera sido construida de
verdad, en lugar de conjurada o invocada o nacida o lo que fuera,
Harry hubiera tenido algunas palabras muy finas para el arquitecto
sobre pagarle a las personas para construir pasillos que no iban a
ningún lugar.

"Quietus," murmuró Severus, y unas cuantas cosas más.

Harry retrocedió, cruzó sus brazos frente a su pecho, y observó el


rostro de Severus.

"¿Viéndome a los ojos, Potter?" aventuró Severus Snape. "Sus


lecciones de Oclumancia no pueden haber progresado tan lejos
como para que pueda protegerse de la Legeremancia. Pero quizá
han avanzado lo suficiente como para que la pueda detectar. Ya que
no lo puedo saber con certeza, no me arriesgaré a intentarlo." El
hombre sonrió débilmente. "Y lo mismo frenará a Dumbledore, creo.
Es por eso que estamos teniendo ahora esta pequeña
conversación."

Los ojos de Harry se abrieron de par en par involuntariamente.

"Para empezar," Severus explicó, con ojos resplandecientes, "Me


gustaría que prometiera que no compartirá nuestras conversaciones
con nadie . Hasta donde le concierne a la escuela, estamos
discutiendo su tarea de Pociones. Sea que lo crean o no eso no es
importante. Hasta donde le concierne a Dumbledore y McGonagall,
estoy violando las confidencias que Draco Malfoy puso en mí, y
ninguno de los dos piensa que sea apropiado profundizar en
detalles."

El cerebro de Harry intentó calcular las ramificaciones e


implicaciones de esto y se le acabó el espacio para procesar.

"¿De acuerdo?" inquirió el Maestro de Pociones.

"De acuerdo," Harry aceptó despacio. Era difícil ver cómo tener una
conversación y ser incapaz de contárselo a nadie podía ser más
restrictivo que no tenerla, en cuyo caso tampoco podías revelar a
nadie los contenidos. "Lo prometo."

Severus estaba observando a Harry con intensidad. "Usted juró una


vez en la oficina del Director que no toleraría ningún maltrato ni
abuso. Así que me preguntó, Harry Potter. ¿Cuánto se asemeja
usted a su padre?"

"A menos que estemos hablando de Michael Verres-Evans," Harry


respondió, "la respuesta es que conozco muy poco sobre James
Potter."

Severus asintió, como pensando para sí mismo. "Hay un Slytherin


en quinto año. Un chico llamado Lesath Lestrange. Él está siendo
abusado por Gryffindors. Yo estoy… limitado, en mi habilidad para
lidiar con tales situaciones. Usted podría ayudarlo, tal vez. Si lo
deseara. No le estoy pidiendo un favor, y no quedaré en deuda con
usted. Es una mera oportunidad para hacer lo que usted hace."

Harry contempló a Severus, pensativo.

"¿Cuestionándose si se trata de una trampa?" se burló Severus, una


desfallecida sonrisa cruzando sus labios. "No lo es. Es una prueba.
Lo puede llamar curiosidad por parte mía. Pero los problemas de
Lesath son reales, al igual que mis propias dificultades para
intervenir."

Ese era el problema cuando otras personas sabían que eras un


buen tipo. Aún si sabías que ellos sabían, todavía no podías ignorar
la carnada.

Y si su padre también había protegido a los estudiantes de los


abusones… no importaba si Harry desconocía por qué Severus se
lo había dicho. Aún lo hacía sentirse cálido por dentro, y orgulloso, y
le hacía imposible escapar.

"Está bien," Harry accedió. "Cuénteme sobre Lesath. ¿Por qué está
siendo abusado?"

El rostro de Severus perdió su ligera sonrisa. "¿Cree que hay


razones, Potter?"

"Tal vez no," Harry replicó en voz baja. "Sin embargo tuve la idea de
que él podría haber empujado a alguna chica sangre sucia sin
importancia por las escaleras."

"Lesath Lestrange," Severus arguyó, con voz fría, "es el hijo de


Bellatrix Black, la más fanática y malvada sirviente del Señor
Oscuro. Lesath es el reconocido bastardo de Rabastan Lestrange.
Poco después del fallecimiento del Señor Oscuro, Bellatrix y
Rabastan y el hermano de Rabastan, Rodolphus, fueron capturados
mientras torturaban a Alice y Frank Longbottom. Todos tres están en
Azkaban de por vida. Los Longbottoms fueron llevados a la locura
por repetidos Cruciatus y permanecen en el pabellón incurable de
San Mungo. ¿Es algo de eso una buena razón para abusar de él,
Potter?"

"No hay razón alguna en ello," Harry admitió, todavía en voz baja.
"¿Y el mismo Lesath no ha hecha nada malo que usted sepa"

La tenue sonrisa atravesó los labios de Severus otra vez. "Él no es


más santo que cualquier otro. Pero no ha empujado a ninguna chica
de sangre sucia por las escaleras, no que yo haya escuchado."

"O visto en su mente," declaró Harry.

La expresión de Severus fue helada. "Yo no invadí su privacidad,


Potter. Yo miré dentro de los Gryffindors, de hecho. Él es
simplemente un objetivo conveniente para sus pequeñas
satisfacciones."

Un frío flujo de ira recorrió la espina dorsal de Harry, y tuvo que


recordarse a sí mismo que Severus podría no ser una fuente
confiable de información.

"Y usted piensa," Harry dedujo, "que una intervención de Harry


Potter, el Niño-Que-Vivió, podría ser efectiva."

"En efecto," concordó Severus Snape, y le comunicó a Harry cuándo


y dónde los Gryffindors estaban planeando su próximo juego.

Hay un corredor principal que une la mitad del segundo piso de


Hogwarts sobre el eje norte-sur, y cerca al centro de éste corredor
hay una apertura hacia un pasillo corto que llega hasta una docena
de pasos antes de regresar al angulo derecho, haciendo una figura-
L, y luego avanza una docena de pasos antes de terminar en una
brillante, enorme ventana, donde se derramaba la luz de un tercer
piso, al Este de los terrenos de Hogwarts. De pie al lado de la
ventana no puedes escuchar nada del corredor principal, y nadie en
el corredor escuchará lo que ocurre cerca la ventana. Si crees que
hay algo curioso con respecto a eso, has estado muy poco tiempo
en Hogwarts.

Cuatro chicos con túnicas de bordes rojos estaban riendo, y un


chico con túnica de bordes verdes estaba gritando y frenéticamente
agarrándose con sus manos de los extremos de la ventana abierta,
mientras que los cuatro chicos se esforzaban por tirarlo. No era más
que una broma, por supuesto, y además, una caída desde esa
altura no mataría a un mago. Pura y sana diversión. Si crees que
hay algo curioso con respecto a eso -

"¿Qué están haciendo? " preguntó la voz de un sexto chico.

Los cuatro chicos en túnicas de bordes rojos se giraron con


repentino sobresalto, y el chico con túnica de bordes verdes se tiró a
sí mismo desaforadamente lejos de la ventana y cayó al suelo, la
cara llena de lágrimas.

"Oh," exclamó el más guapo de los chicos con túnicas de bordes


rojos, sonando aliviado, "eres tú. Oye, Lessy, ¿sabes quién es
este?"

No hay ninguna respuesta por parte del chico en el suelo, quien está
procurando controlar su lloriqueo, y el chico con la túnica de bordes
rojos dobla su pierna para dar una patada -

"¡Alto! " gritó el sexto chico.

El chico con la túnica de bordes rojos se tambalea al abortar la


patada. "Um," él farfulla, "¿sabes tú quien es este?"

La respiración del sexto chico sonó extraña. "Lesath Lestrange," él


respondió, su aliento surgiendo en inhalaciones cortas, "y él no le
hizo nada a mis padres, tenía cinco años."


Neville Longbottom contempló a los cuatro enormes abusones de
quinto año en frente de él, esforzándose mucho por controlar su
tembladera.

Tendría que haberle dicho que no a Harry Potter.

"¿Por qué lo estás defendiendo?" acusó el guapo, lentamente,


oyéndose intrigado con los primeros indicios de ofensa. "Él es un
Slytherin . Y un Lestrange ."

"Él es un chico que perdió a sus padres," clamó Neville Longbottom.


"Yo sé lo que es eso." Él no sabía de dónde provenían las palabras.
Se oían muy buena onda, como algo que Harry Potter expresaría.

Sin embargo, la tembladera prosiguió.

"¿ Quién te crees que eres ? " preguntó el guapo, empezando a


sonar enojado.

Yo soy Neville, el último heredero de la Noble y Más Antigua Casa


de Longbottom -

Neville no podía decirlo.

"Creo que es un traidor," expuso otro de los Gryffindors, y se


produjo una inesperada sensación de hundimiento en el estómago
de Neville.

Lo sabía, de seguro lo había sabido. Harry Potter había estado


equivocado después de todo. Los abusones no se detendrían sólo
porque Neville Longbottom les pidiera que se detuvieran.

El guapo dio un paso hacía adelante, y los otros tres lo siguieron.

"Conque así son las cosas para ustedes," Neville formuló,


asombrado de lo firme que era su voz. "No importa si se trata de
Lesath Lestrange o Neville Longbottom."
Lesath Lestrange dejó escapar un rápido jadeo, desde el suelo
donde yacía.

"El mal es el mal," gruñó el mismo chico que había hablado antes, "y
si eres amigo del mal, tú eres malo también."

Los cuatro avanzaron otro paso.

Lesath se levantó, sollozando, y se puso de pie. Su faz era gris, y


dio unos cuantos pasos, y se apoyó contra la pared, y no dijo nada.
Sus ojos estaban fijos en la vuelta de la esquina, la salida.

"Amigos," Neville replicó. Ahora su voz se estaba volviendo un poco


aguda. "Sí, yo tengo amigos. Uno de ellos es el Niño-Que-Vivió."

Un par de Gryffindors se vieron preocupados de pronto. El apuesto


ni siquiera titubeó. "Harry Potter no está aquí," él siseó, con voz
dura, "y si estuviera aquí, no creo que quisiera ver a un Longbottom
defender a un Lestrange."

Y los Gryffindors avanzaron otro paso largo, y tras ellos, Lesath se


arrastró pegado a la pared, esperando su oportunidad.

Neville tragó saliva, y alzó su mano derecha con el pulgar y el dedo


corazón presionados juntos.

Cerró sus ojos, porque Harry Potter le había hecho prometer que no
iba a fisgonear.

Si esto no funcionaba, nunca volvería a confiar en nadie.

Su voz surgió con sorprendente claridad, considerando.

"Harry James Potter-Evans-Verres. Harry James Potter-Evans-


Verres. Harry James Potter-Evans-Verres. Por la deuda que tienes
conmigo y el poder de tu verdadero nombre te invoco, abro un
camino para ti, te llamo a ti para que te manifiestes ante mí."

Neville chasqueó sus dedos.


Y entonces Neville abrió sus ojos.

Lesath Lestrange lo estaba mirando a él.

Los cuatro Gryffindors lo estaban mirando a él.

El guapo empezó a carcajear, y pronto lo imitaron los otros tres.

"¿Se suponía que Harry Potter apareciera a la vuelta de la esquina


o algo así?" preguntó el guapo. "Ay. Parece que te han engañado."

El guapo dio un paso amenazador hacia Neville.

Los otros tres lo siguieron en fila.

"Ejem," espetó Harry Potter detrás de ellos, apoyándose contra la


pared de la ventana, en el camino sin salida del pasillo, desde
donde no era posible que nadie hubiera arribado sin ser visto.

Si ver a las personas gritar siempre se sentía así de bien, Neville


casi podía entender porque las personas se volvían abusones.

Harry Potter se desplazó escrutándolos, ubicándose entre Lesath


Lestrange y los otros. Con su helada mirada barrió a los chicos con
túnicas de bordes rojos, y luego sus ojos se posaron sobre el guapo,
el cabecilla. "Sr. Carl Sloper," habló Harry Potter. "creo que he
comprendido esta situación completamente. Si Lesath Lestrange ha
cometido aunque sea un acto malvado por sí mismo, en vez de
haber nacido con los padres equivocados, el hecho no es conocido
por usted . Si no estoy en lo correcto al respecto, Sr. Sloper, le
sugiero que me informe de inmediato."

Neville vio el miedo y asombro en los rostros de los otros chicos. Él


mismo lo estaba sintiendo. Harry había declarado que todo sería un
truco, ¿mas cómo era posible?

"Pero él es un Lestrange," reclamó el cabecilla.


"Él es un niño que perdió a sus padres," Harry Potter aclaró, su voz
volviéndose más fría.

Esta vez los tres Gryffindors retrocedieron.

"Así que," continuó Harry Potter. "Observaron que Neville no quería


que ustedes atormentaran a un chico inocente en beneficio de los
Longbottoms. Esto no logró conmoverlos. Si les digo que el Niño-
Que-Vivió también piensa que están equivocados, que lo que
hicieron el día de hoy fue un terrible error, ¿hace eso una
diferencia?"

El cabecilla dio un paso hacia Harry.

Los otros no lo siguieron.

"Carl," uno de ellos murmuró, tragando saliva. "Quizá deberíamos


irnos."

"Dicen que vas a ser el próximo Señor Oscuro," el cabecilla acusó,


mirando a Harry.

Una mueca cruzó la cara de Harry Potter. "También dicen que estoy
comprometido en secreto con Ginevra Weasley y hay una profecía
sobre nosotros dos conquistando Francia." La sonrisa se
desvaneció. "Ya que está determinado a forzar este asunto, Sr. Carl
Sloper, déjeme poner las cosas en claro. Deje a Lesath tranquilo .
Lo sabré si no lo hace."

"Entonces Lessy fue de quejica contigo," replicó el cabecilla con


frialdad.

"Seguro," exclamó Harry Potter secamente, "y él también me contó


lo que hiciste hoy cuando saliste de la clase de Encantamientos, en
un recluido lugar privado donde nadie podía verte, con una cierta
chica de Hufflepuff que usaba una cinta blanca en su cabello -"

La mandíbula del cabecilla se descolgó por la conmoción.


"Hic," soltó otro de los Gryffindors con voz aguda, giró sobre sus
talones y salió corriendo perdiéndose en la esquina. Sus pisadas
rápidamente se alejaron y desaparecieron.

Y entonces quedaron seis.

"Ah," celebró Harry Potter, "allá va un joven ligeramente inteligente.


El resto de ustedes podría aprender siguiendo el ejemplo de
Bertram Kirke, antes de que se metan en, digamos, problemas."

"¿Estás amenazando con aventarnos?" resopló el guapo Gryffindor,


su voz procurando ser enojada, y quedando harto vacilante. "Malas
cosas le pasan a los soplones."

Los otros dos Gryffindors empezaron a retirarse lentamente.

Harry Potter se comenzó a reír. "Oh, no acabas de pronunciar eso.


¿En verdad quieres intimidarme? ¿A mí ? Honestamente, ¿piensas
que eres más aterrador que Peregrine Derrick, Severus Snape o
incluso Quien-Tú-Sabes?"

Aún el cabecilla brincó ante eso.

Harry Potter alzó su mano, con los dedos en pose, y los tres
Gryffindors saltaron hacía atrás, y uno de ellos espetó "¡No - !"

"Miren," dijo Harry Potter, "aquí es donde yo chasqueó mis dedos y


ustedes se vuelven parte de una hilarante y divertida historia que
será relatada con muchas risas nerviosas en la cena de esta noche.
Pero sucede que, personas en las que confío me siguen insistiendo
que no haga eso. La Profesora McGonagall me explicó que estaba
tomando la salida fácil en toda ocasión y el Profesor Quirrell dice
que necesito aprender a cómo perder. ¿Así que recuerdan esa
historia donde permití que me golpearan algunos Slytherins más
grandes? Podríamos hacer eso. Ustedes podrían abusar de mí por
un rato y yo podría dejar que lo hicieran. ¿Excepto que recuerdan
esa parte al final donde le pido a mis muchos, muchos amigos
dentro de la escuela que no hicieran nada por eso? Esta vez nos
saltaremos esa parte. Así que adelante. Abusen de mí."

Harry Potter dio un paso hacia adelante, invitándolos con sus brazos
abiertos.

Los tres Gryffindors se desmoronaron y escaparon, y Neville tuvo


que hacerse a un lado con rapidez para evitar que lo atropellaran.

Hubo silencio, luego sus pisadas desapareciendo, y por último más


silencio.

Y entonces quedaron tres.

Harry Potter respiró profundamente, después exhaló. "Uff," él


suspiró. "¿Cómo te va, Neville?"

La voz de Neville surgió como un chirrido agudo. "De acuerdo, eso


fue realmente bueno."

Una mueca se asomó en el rostro de Harry Potter. " Tú también


estuviste muy bien, sabes."

Neville sabía que Harry Potter sólo hablaba por hablar, intentando
que él se sintiera bien, y aún así se inició un cálido resplandor
dentro de su pecho.

Harry se giró hacia Lesath Lestrange -

"¿Estás bien, Lestrange?" Inquirió Neville antes que Harry pudiera


abrir su boca.

Eso sí era algo que tú mismo no esperabas decir, jamás.

Lesath Lestrange se giró lentamente, y contempló a Neville, su


rostro ceñudo, ya sin llanto, lágrimas resplandeciendo al secarse.

"¿Crees que sabes cómo es?" acusó Lesath, su voz alta y


temblorosa. " ¿Crees que lo sabes? Mis padres están en Azkaban,
Intento no pensar en eso y ellos siempre me lo recuerdan, ellos
piensan que es genial que Madre esté allí en la fría oscuridad con
los Dementores succionando su vida, desearía ser como Harry
Potter, al menos sus padres ya no están sufriendo, mis padres
siempre están heridos, cada segundo de cada día, desearía ser
como tú, al menos puedes ver a tus padres de vez en cuando, al
menos conoces que te amaron, si Madre me amó alguna vez los
Dementores ya se habrán comido ese pensamiento a estas alturas -
"

Los ojos de Neville estaban abiertos por la conmoción. No había


esperado esto.

Lesath se giró hacia Harry Potter, cuyos ojos estaban llenos de


horror.

Lesath se echó al suelo en frente de Harry Potter, tocando el piso


con la frente, y susurró, "Ayúdeme, Señor."

Hubo un horrendo silencio. A Neville no se le ocurría ni una cosa


que decir, y a juzgar por la desnuda expresión de sorpresa de Harry,
él tampoco podía pensar en nada.

"Ellos aseguran que usted puede hacer cualquier cosa, por favor,
por favor mi Señor, saqué a mis padres de Azkaban, seré su
sirviente leal por siempre, mi vida será suya al igual que mi muerte,
sólo por favor -"

"Lesath," Harry lo interrumpió, su voz rota, "Lesath, yo no puedo,


realmente no puedo hacer cosas como esa, no son más que
estúpidos trucos."

"¡ No lo son! " chilló Lesath, su voz aguda y desesperada. "Lo vi, las
historias son verdad, ¡usted puede ! "

Harry tragó saliva. "Lesath, yo organicé todo con Neville, lo


planeamos por adelantado, ¡pregúntale!"
Lo habían hecho, aunque Harry no había explicado cómo iba hacer
todo eso…

Cuando Lesath lo miró desde el piso su cara estaba translucida, y


su voz fue como un chirrido que lastimó las orejas de Neville. "¡Hijo
de sangre sucia! Puedes sacarla, ¡sólo que no lo vas a hacer! Me
puse de rodillas y te supliqué y aún así no me ayudarás! Debí
haberlo sabido, eres el Niño-Que-Vivió, ¡tú crees que ella pertenece
allí! "

"¡Yo no puedo ! " Harry exclamó, su voz tan desesperada como la de


Lesath. "No se trata de lo que yo quiero, ¡yo no tengo el poder ! "

Lesath se puso de pie, y escupió en el suelo en frente de Harry,


luego se giró y se fue caminando. Cuando estaba dando la vuelta en
la esquina el sonido de sus pies se aceleró, y mientras fueron
desapareciendo Neville pensó que escuchó un solitario sollozo.

Y entonces quedaron dos.

Neville miró a Harry.

Harry miró a Neville.

"Guau," Neville habló en voz baja. "No se vio muy agradecido de ser
rescatado."

"Él creyó que yo le podía ayudar," Harry susurró, con la voz ronca.
"Tuvo esperanza por primera vez en años."

Neville tragó saliva, y dijo. "Lo siento."

"¿Qué?" preguntó Harry, sonando totalmente confundido.

"Yo no fui agradecido cuando me ayudaste -"

"Cada cosa que señalaste antes era la completa verdad," afirmó el


Niño-Que-Vivió.
"No," Neville rechazó, "no lo era."

De forma simultanea intercambiaron breves y tristes sonrisas, cada


uno siendo condescendiente con el otro.

"Sé que esto no fue real," continuó Neville, "Sé que yo no habría
podido hacer nada si no hubieras estado aquí, pero gracias por
dejarme pretender."

"Dame un respiro," pidió Harry.

Harry le dio la espalda a Neville, y estaba contemplando por fuera


de la ventana las nubes sombrías.

Un pensamiento completamente ridículo llegó hasta Neville. "¿Te


estás sintiendo culpable porque no puedes sacar a los padres de
Lesath de Azkaban?"

"No," respondió Harry.

Transcurrieron unos pocos segundos.

"Sí," admitió Harry.

"Eres un tonto," apuntó Neville.

"Soy consciente de ello," aceptó Harry.

"¿Literalmente tienes que hacer todo lo que cualquiera te pida?"

El Niño-Que-Vivió se giró y miró a Neville de nuevo. " ¿Hacerlo? No.


¿Sentirme culpable por no hacerlo? Sí."

Neville tenía problemas para encontrar las palabras correctas. "Una


vez que el Señor Oscuro murió, Bellatrix Black fue literalmente la
persona más malvada en el mundo entero y eso fue antes de que
fuera a Azkaban. Ella torturó a mi madre y a mi padre hasta la locura
porque quería descubrir qué había pasado con el Señor Oscuro -"
"Lo sé," Harry dijo en voz baja. "Entiendo eso, pero -"

"¡No! ¡No lo haces! Ella tenía una razón para hacer eso, ¡y mis
padres eran Aurores! ¡Eso ni siquiera está cerca a la peor cosa que
ella llegó a hacer!" La voz de Neville estaba agitada.

"Aún así," replicó el Niño-Que-Vivió, sus ojos distantes como si


vieran algo más allá, algún lugar que Neville no podía imaginar.
"Podría haber alguna solución increíblemente ingeniosa que hace
posible salvar a todos y permitir que vivan felizmente para siempre,
y si yo fuera lo suficientemente inteligente ya habría pensado en ello
-"

"Tienes problemas," indicó Neville. "Crees que tu obligación es ser


lo que Lesath Lestrange cree que eres."

"Sí," capituló el Niño-Que-Vivió, "eso más o menos lo define. Cada


vez que alguien clama una suplica que no puedo responder, me
siento culpable por no ser Dios."

Neville no lo entendía del todo, sin embargo… "Eso no se oye bien."

Harry suspiró. "Comprendo que tengo un problema, y conozco lo


que necesito hacer para resolverlo, ¿de acuerdo? Estoy trabajando
en ello."

Harry observó a Neville retirarse.

Por supuesto que Harry no le había revelado cuál era la solución.

La solución, obviamente, era apresurarse y convertirse en Dios.

Las pisadas de Neville se fueron yendo, y pronto ya no fueron


escuchadas.

Y entonces quedó uno.


"Ejem," carraspeó la voz de Severus Snape directamente detrás
suyo.

Harry dejó escapar un pequeño grito e instantáneamente se odio a


sí mismo.

Lentamente, Harry se volteó.

El alto y repulsivo hombre dentro de la túnica manchada se estaba


apoyando contra la pared en la misma posición que Harry había
ocupado.

"Una fina capa de invisibilidad, Potter," arrastró las palabras el


Maestro de Pociones. "Mucho ha sido explicado."

Oh, condenadas estupideces.

"Y tal vez he estado en compañía de Dumbledore por demasiado


tiempo," tanteó Severus, "pero no puedo evitarme preguntar si esa
es la Capa de la Invisibilidad."

Harry de inmediato se convirtió en alguien que nunca había


escuchado sobre la Capa de la Invisibilidad y quien era exactamente
tan inteligente como Harry pensó que Severus pensaba que Harry
era.

"Oh, posiblemente," replicó Harry. "Confío en que se dará cuenta de


las implicaciones, ¿no es así?"

La voz de Severus era condescendiente. "Usted no tiene ni idea de


lo que estoy diciendo, ¿o sí, Potter? Un intento bastante mediocre
para hacerme hablar."

(El Profesor Quirrell había recalcado en su almuerzo que Harry en


verdad necesitaba ocultar su mente con algo mejor que poner el
rostro en blanco cuando alguien discutía un tópico peligroso, y le
había explicado sobre engaños de nivel uno, engaños de nivel dos,
y de ahí en adelante. Así que Severus o bien en verdad estaba
modelando a Harry como un jugador de nivel uno, lo que hacía al
mismo Severus alguien de nivel dos, y el movimiento de nivel tres
de Harry había sido exitoso; o Severus era un jugador de nivel
cuatro y quería que Harry creyera que su engaño había sido exitosa.
Harry, sonriendo, le había preguntado al Profesor Quirrell a qué nivel
jugaba él, y el Profesor Quirrell, también con una sonrisa, había
respondido, Un nivel por encima del tuyo .)

"Así que usted estaba viendo todo este tiempo," dedujo Harry.
"Desilusionador, me parece que se llama."

Una ligera sonrisa. "Hubiera sido tonto de mi parte tomar el mínimo


riesgo de que usted fuera lastimado."

"Y quería ver los resultados de su prueba de primera mano," supuso


Harry. "Así que. ¿Soy como mi padre?"

Una triste y extraña expresión recayó sobre el hombre, una que se


veía extraña en su cara. "Debí decir antes, Harry Potter, que tú te
pareces a -"

Severus hizo una pausa.

Él contempló a Harry.

"Lestrange te llamó un hijo de sangre sucia," Severus recordó con


lentitud. "No pareció molestarte mucho."

Harry frunció sus cejas. "No bajo aquellas circunstancias, no."

"Lo acababas de ayudar," Severus insistió. Sus ojos se clavaban


con intensidad sobre Harry. "Y él te rechazó en tu cara.
¿Seguramente eso no es algo que puedas perdonar tan pronto?"

"Él acaba de pasar a través de una experiencia muy desgarradora,"


Harry contestó. "Y tampoco creo que ser rescatado por niños de
primer año le ayudara mucho a su orgullo."
"Supongo que sí fue lo suficientemente fácil de perdonar," Severus
señaló, y su voz era extraña, "ya que Lestrange no significa nada
para ti. No es más que un Slytherin extraño. Si fuera un amigo, tal
vez, te hubieras sentido mucho más herido por lo que dijo."

"Si él fuera un amigo," Harry replicó, "con mayor razón lo


perdonaría."

Se produjo un largo silencio. Harry sintió, y no habría podido explicar


por qué o de dónde, que el aire se estaba llenando con una siniestra
tensión, como agua elevándose, y elevándose, y elevándose.

Entonces Severus sonrió, mostrándose más relajado de repente una


vez más, y toda la tensión desapareció.

"Eres una persona muy indulgente," Severus reconoció, sin perder


la sonrisa. "Supongo que tu padrastro, Michael Verres-Evans, fue el
que te enseñó."

"Más bien la colección de ciencia ficción y fantasía de Papá," arguyó


Harry. "Algo así como mi quinto padre, realmente. He vivido la vida
de todos los personajes en mis libros, y toda su poderosa sabiduría
resuena en mi cabeza. En algún lugar de allí había alguien como
Lesath, espero, aunque no podría decir quién. No fue difícil ponerme
en sus zapatos. Y fueron mis libros los que me contaron lo que
debía hacer sobre ello, también. Los tipos buenos perdonan."

Severus soltó una tenue, divertida carcajada. "Me temo que no sé


mucho sobre lo que hace la gente buena."

Harry lo observó. Eso era medio triste, de hecho. "Le prestaré


algunas novelas con personas buenas dentro de ellas, si usted lo
desea."

"Me gustaría más pedirle su consejo sobre algo," Severus habló,


con voz casual. "Conozco a otro Slytherin de quinto año que estaba
siendo abusado por Gryffindors. Él estaba cortejando a una bella
chica hija de Muggle, quien se topó con él cuando estaba siendo
abusado, e intentó rescatarlo. Y él la llamó sangre sucia, y ese fue el
fin para ellos. Él se disculpó muchas veces, pero ella nunca lo
perdonó. ¿Tiene alguna idea sobre lo que él pudo haber dicho o
hecho, para recibir de ella el perdón que usted le entregó a
Lestrange?"

"Erm," Harry dudó, "basado nada más en esa información, no estoy


seguro de que fuera él quien tenía un gran problema. Yo le hubiera
dicho que no saliera con alguien incapaz de perdonar. Suponga que
se hubieran casado, ¿puede imaginar la vida en esa familia?"

Hubo una pausa.

"Oh, pero ella podía perdonar," Severus añadió con alegría en su


voz. "Porque, después, ella fue y se volvió novia del abusón.
Cuénteme, ¿por qué ella perdonaría al abusón, y no al abusado?"

Harry se encogió de hombros. "Como suposición al azar, porque el


abusador había lastimado bastante a alguien más, y el abusado la
había lastimado a ella un poco, y para ella eso se sintió más
imperdonable de algún modo. O, para ponerlo de un modo poco
refinado, ¿era el abusón apuesto? ¿O incluso, rico?"

Hubo otra pausa.

"Sí a los dos," informó Severus.

"Ahí lo tiene," concluyó Harry. "No es que yo haya estado en


secundaria, pero mis libros me dan a entender que existe un cierto
tipo de chica adolescente que se pondrá furiosa por un solo insulto
si el chico es feo o pobre, y aún así se las arregla para encontrar
espacio en su corazón para perdonar a un chico rico y atractivo sus
abusos. Ella era una frívola, en otras palabras. Dígale a quien sea
que fuera que ella no era digna de él y que él necesita superarlo y
seguir avanzando y que la próxima vez salga con una chica que sea
profunda en lugar de bonita."
Severus contempló a Harry en silencio, sus ojos resplandecientes.
La sonrisa se había desvanecido, y aunque el rostro de Severus se
retorció, la sonrisa no regresó.

Harry estaba empezando a sentirse un poco nervioso. "Um, no que


yo mismo tenga experiencia alguna en esa área, obviamente, pero
creo que es un buen aviso que mis libros proveerían."

Hubo más silenció y resplandor.

Probablemente era un buen momento para cambiar el tema.

"Así que," Harry indagó. "¿Pasé su prueba, cualquiera que fuera?"

"Pienso," Severus respondió, "que no deberían haber más


conversaciones entre nosotros, Potter, y usted sería excesivamente
sabio en nunca mencionar esta."

Harry parpadeó. "¿Le importaría revelarme en qué me equivoqué?"

"Usted me ofendió," afirmó Severus. "Y ya no confió en su ingenio."

Harry miró a Severus, sintiéndose bastante atónito.

"Pero me dio un consejo bien intencionado," prosiguió Severus


Snape, "así que le daré un consejo verdadero a cambio." Su voz era
casi regular y estable. Como una cuerda estirada casi perfectamente
horizontal, a pesar del masivo peso colgando de su mitad, gracias a
millones de toneladas de tensión jalando a ambos lados. "Usted casi
murió el día de hoy, Potter. En el futuro, nunca comparta su
sabiduría con cualquiera a menos que usted sepa exactamente de
qué están hablando los dos."

La mente de Harry finalmente hizo la conexión.

"Usted era ese -"

La boca de Harry se cerró cuando la parte de casi muerto penetró


dentro suyo, dos segundos demasiado tarde.
"Sí," reconoció Severus, "Era yo."

Y la terrible tensión inundó de nuevo el cuarto como agua


presurizada en el fondo del océano.

Harry no podía respirar.

Pierde. Ahora.

"No lo sabía," Harry susurró. "Lo si-"

"No," dijo Severus. Sólo esa única palabra.

Harry se quedó parado ahí en silencio, su mente buscando otras


opciones de forma desesperada. Severus estaba de pie entre él y la
ventana, lo que era una verdadera lastima, porque una caída desde
esa altura no mataría a un mago.

"Sus libros lo traicionaron, Potter," indicó Severus, todavía con una


voz estirada finamente por un millón de toneladas jalando. "No le
mostraron la única cosa que necesitaba conocer. Usted no puede
aprender de las historias lo que es perder a alguien que ama. Eso
es algo que usted nunca entendería sin sentirlo usted mismo."

"Mi padre," Harry susurró. Era su mejor suposición, la única cosa


que podría salvarlo. "Mi padre intentó protegerlo de los abusones."

Una abominable sonrisa alargó la cara de Severus, y el hombre se


movió hacia Harry.

Y siguió sin detenerse.

"Adiós, Potter," clamó Severus, sin mirar hacia atrás al salir.


"Tendremos poco que decirnos el uno al otro de hoy en adelante."

Y en la esquina, el hombre se detuvo, y sin voltearse, habló una


última vez.
"Su padre era el abusón," aclaró Severus Snape, "y lo que su madre
vio en él fue algo que nunca comprendí hasta este día."

Él se fue.

Harry se giró y caminó hacia la ventana. Sus manos temblorosas se


posaron en la cornisa.

Nunca dar a nadie consejo a menos que sepas exactamente de qué


estás hablando. Lo tengo.

Harry observó las nubes y la ligera llovizna por un rato. La ventana


daba a los terrenos del Este, y era pasada la tarde, así que aunque
el sol fuera un poco visible a través de las nubes, Harry no lo podía
ver.

Sus manos ya no se movían involuntariamente, pero había un


sensación aguijoneando en el pecho de Harry, como si hubiera sido
comprimido con una liga de metal.

Así que su padre había sido un abusón.

Y su madre una frívola.

Quizá ellos habían madurado después. Personas buenas como la


Profesora McGonagall parecían pensar lo mejor de ellos, y podría
no ser sólo porque fueran mártires heroicos.

Por supuesto, eso era escasa consolación cuando tenías once años
y a punto de convertirte en un adolescente, y preguntándote en qué
tipo de adolescente te podrías convertir.

Tan terrible.

Tan triste.

Tan horrenda vida llevaba Harry.


Al enterarse que sus padres genéticos no habían sido perfectos,
justamente, él se sentía obligado a pasar un rato lamentándose por
ello, apenado por sí mismo.

A lo mejor pudiera quejarse con Lesath Lestrange.

Harry había leído sobre Dementores. Frío y oscuridad los rodeaba, y


temor, ellos robaban todos tus pensamientos felices y en esa
ausencia todas tus peores memorias salían a la superficie.

Podía imaginarse a sí mismo en los zapatos de Lesath, sabiendo


que sus padres estaban en Azkaban de por vida, ese lugar del cual
nadie había escapado jamás.

Y Lesath se imaginaría a sí mismo en el lugar de su madre, en el


frío y la oscuridad y el temor, a solas con sus peores memorias,
incluso en sus sueños, cada segundo de cada día.

Por un instante Harry imaginó a su propia Mamá y Papá en Azkaban


con los Dementores extrayendo su vida, drenando las memorias
felices de su amor por él. Nada más por un instante, antes que a su
imaginación se le explotara un fusible y ordenara un bloqueo de
emergencia y le pidiera nunca volver a imaginar eso otra vez.

¿Era correcto hacerle eso a cualquiera, incluso si se trataba de la


segunda persona más malvada en el mundo?

No, contestó la sabiduría de los libros de Harry, no si había otra


forma, cualquier otra .

Y a menos que el sistema de justicia mágico fuera tan perfecto


como sus prisiones - y eso se oía bastante improbable,
considerando todas las cosas - que en algún lugar de Azkaban
había una persona que era completamente inocente, y
probablemente más de uno.

Se produjo una sensación ardiente en la garganta de Harry, y


humedad se juntó en sus ojos, y él quería teletransportar a todos los
prisioneros de Azkaban a un espacio seguro e invocar fuego desde
el cielo y destrozar ese terrible lugar hasta sus cimientos. Pero no
podía, porque no era Dios.

Y Harry recordó que el Profesor Quirrell había dicho bajo la luz de


las estrellas: A veces cuando este defectuoso mundo se vuelve
desusadamente odioso, me preguntó si podría haber algún otro
lugar, muy lejos, donde yo debí haber estado… Pero las estrellas
están tan, tan lejos… Y me intriga lo que soñaría, si duermo por un
largo, largo tiempo…

Ahora mismo este defectuoso mundo se mostraba desusadamente


odioso.

Y Harry no podía comprender las palabras del Profesor Quirrell,


podría haber sido un extraterrestre que había hablado, o una
Inteligencia Artificial, algo construido a partir de unos lineamientos
tan diferentes que el cerebro de Harry no podía ser forzado a operar
de ese modo.

No podías abandonar tu planeta hogar mientras contenía un lugar


como Azkaban.

Tenías que quedarte y pelear.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot. Nota de traductor en mi blog,


"HPMOR Capítulo 27: Nota del traductor."
Reduccionismo
Capítulo 28

Reduccionismo

Lo que sea que pueda ir Rowling será Rowling.

De nuevo esto ni siquiera habría que decirlo, pero las opiniones


expresadas por Severus Snape no son necesariamente las del
autor.

(O del traductor, tal vez.)

"De acuerdo," Harry habló, tragando saliva. "Está bien, Hermione, es


suficiente, puedes parar."

La blanca píldora de azúcar en frente de Hermione todavía no había


cambiado forma o color, aún cuando ella se estaba concentrando
con más fuerza de lo que Harry la había visto antes, sus ojos
cerrados, gotas de sudor en su frente, mano temblorosa al sostener
su varita -

"Hermione, ¡alto! No va a funcionar, Hermione, ¡no creo que


podamos crear cosas que no existen aún!"

Lentamente, la mano de Hermione relajó el agarre de su varita.

"Creí sentirlo," ella exhaló con un susurro hueco. "Creí sentir que
empezaba a Transformarse, sólo por un segundo."

Se produjo un nudo en la garganta de Harry. "Probablemente lo


estabas imaginando. Esperando demasiado."

"Probablemente sí," ella reconoció. Se veía como si quisiera llorar.


Con pesadez, Harry cogió su lapicero mecánico en su mano, y
alcanzó la hoja de papel con todo el listado tachado, y dibujó una
linea a través del punto que rezaba 'CURA PARA EL ALZHEIMER'.

Ellos no podían darle de comer a nadie una píldora Transformada.


Pero la Transformación, al menos del tipo que ellos podían hacer, no
encantaba los objetivos - no Transformaría una escoba regular en
una voladora. Así que si Hermione hubiera sido capaz de crear
cualquier píldora, hubiera sido una píldora no mágica, una que
funcionaba por ordinarias razones materiales. Ellos podrían haber
fabricado píldoras en secreto para un laboratorio de ciencia Muggle,
permitirles estudiar las píldoras e intentar usar ingeniería-inversa
antes de que la Transformación desapareciera… nadie en ninguno
de los mundos necesitaría saber que la magia había estado
involucrada, sería sólo otro descubrimiento científico…

No era el tipo de cosa que a un mago se le ocurriría, tampoco. No


respetaban mucho los meros patrones de los átomos, no
consideraban los objetos materiales sin encantamientos como
objetos de poder. Si no era mágico, no era interesante.

Más temprano, Harry había con mucho secreto - ni siquiera se lo


había mencionado a Hermione - procurado Transformar
nanotecnología al estilo de Eric Drexler. (Quiso producir una nano-
fabrica escritorio, por supuesto, no diminutas ensambladoras auto-
replicadoras, Harry no estaba loco.) Hubiera sido divinidad en un
solo tiro de haber funcionado.

"Eso fue todo por hoy, ¿cierto?" preguntó Hermione. Estaba


recostada en su silla, apoyando su cabeza contra el espaldar; y su
rostro mostraba su cansancio, lo que era muy inusual para
Hermione. Le gustaba pretender que no tenía limites, al menos
cuando Harry andaba por ahí.

"Uno más," Harry contestó con cautela, "pero es uno pequeño,


además en verdad podría salir bien. Lo dejé para el final porque
esperaba que pudiéramos finalizar con una nota positiva. Es algo
real, no como los phasers. Ya los han fabricado en un laboratorio, a
diferencia de la cura para el Alzheimer. Y es una sustancia genérica,
no específica como los libros perdidos de los cuales intentaste
Transformar copias. Hice un diagrama de la estructura molecular
para enseñarte. Nada más queremos hacer que dure más de lo que
se ha logrado hasta ahora, y con todos los tubos alineados, y las
puntas incrustadas en el diamante." Harry extrajo una hoja de papel
gráfico.

Hermione se enderezó en su silla, lo cogió, y lo estudió, quedándose


paralizada. "¿ Todos estos son átomos de carbón? Y Harry, ¿cómo
se llama? No puedo Transformarlo si desconozco como se llama."

Harry hizo una cara de disgusto. Todavía tenía problemas


acostumbrándose a ese tipo de cosas, no tendría porque importar
cómo se llamaba algo si sabías lo que era. "Se llaman buckytubos, o
nanotubos de carbón. Es una clase de fullereno que apenas fue
descubierto este año. Es cien veces más fuerte que el acero y tiene
un sexto de su peso."

Hermione levantó la vista del papel gráfico, con cara de sorpresa.


"¿Eso es real ? "

"Sí," Harry contestó, "sólo que es difícil de hacer a la manera


Muggle. Si podemos conseguir suficiente de esa cosa, podríamos
usarla para construir un elevador espacial que llegue hasta la órbita
geosíncrona o más alto, y en términos de delta-v eso está a la mitad
del camino de cualquier lugar en el Sistema Solar. Además
podríamos lanzar satélites de energía solar como si fueran confeti."

Hermione estaba petrificada otra vez. "¿Es esta cosa segura ? "

"No veo por qué no lo sería," Harry argumentó. "Un buckytubo no es


más que una hoja de grafito enrollada en un tubo circular,
básicamente, y grafito es la misma cosa que se usa en los lapiceros
-"

" Sé lo que es el grafito, Harry," Hermione lo interrumpió. Se echó el


cabello para atrás con mente ausente, sus cejas fruncidas al
contemplar la hoja de papel.

Harry alcanzó uno de los bolsillos de su túnica, y sacó un hilo blanco


amarrado en sus extremos a dos pequeños anillos grises plásticos.
Añadió gotas de súper pegamento en donde el hilo se tocaba con
cada anillo, para convertirlo en un solo objeto que pudiera ser
Transformado como un todo. Cianoacrilato, si Harry recordaba
correctamente, trabajaba con enlaces covalentes, y eso era lo más
cercano que podías llegar para ser un "objeto sólido" en un mundo
compuesto en ultimas por diminutos átomos individuales. "Cuando
estés lista," Harry anunció, "intenta Transformar esto en un conjunto
de fibras alineadas de buckytubos incrustados en dos sólidos anillos
de diamante."

"De acuerdo…" Hermione aceptó despacio. "Harry, siento como si


olvidara algo."

Harry se encogió de hombros impotente. Quizá estás cansada y


nada más . Él era lo bastante listo como para no expresarlo en voz
alta, sin embargo.

Hermione apoyó su varita contra uno de los anillos de plástico, y lo


contempló por un rato.

Dos pequeños círculos de brillante diamante yacían sobre la mesa,


conectados por un largo hilo negro.

"Cambió," señaló Hermione. Sonaba como si estuviera procurando


ser entusiasta pero se le hubiera acabado la energía. "¿Ahora qué?"

Harry se sintió un poco desinflado por la falta de pasión de su


compañera de investigación, mas hizo lo mejor que pudo para no
mostrarlo; tal vez el mismo proceso a la inversa lograría animarla.
"Ahora voy a probar si posee peso."

Había una estructura en forma de A que Harry había improvisado


para hacer un experimento anterior con bastones de diamante -
podías hacer objetos sólidos de diamante con facilidad, usando
Transformación, sólo que no sería permanente. El experimento
anterior había mesurado si Transformar un bastón largo de diamante
en uno bastón más corto de diamante le permitiría cargar una
pesada carga mientras se contraía, es decir, podías Transformar
contra tensión, lo que de hecho sí podías.

Cuidadosamente Harry encerró un círculo de resplandeciente


diamante sobre el delgado gancho de metal en la cima de la
estructura, luego adjuntó una fina percha de metal al fondo del
anillo, y entonces empezó a añadir pesos a la percha.

(Harry le había pedido a los gemelos Weasley Transformar el


aparato para él, y los gemelos Weasley le habían otorgado una
mirada de incredulidad, como si no pudieran descubrir para qué tipo
de broma posiblemente él la quería, pero no hicieron ninguna
pregunta. Y sus Transformaciones, de acuerdo a ellos, duraban
alrededor de tres horas, por lo que Harry y Hermione todavía tenían
tiempo de sobra.)

"Cien kilogramos," Harry expuso un minuto después. "No creo que


un hilo de acero así de delgado pueda sostener eso. Debería
elevarlo más, sin embargo ese es todo el peso que tengo."

Hubo aún más silencio.

Harry se enderezó, y regresó a su mesa, y se sentó en su silla, y


ceremoniosamente hizo una marca de chulo al lado de 'Buckytubos'.
"Listo," Harry celebró. " Ese funcionó."

"Sin embargo ese no es realmente útil, Harry, ¿o sí?" Hermione


cuestionó desde donde yacía sentada con la cabeza reposando en
sus manos. "Me refiero a que, incluso si le diéramos esto a un
científico ellos no podrían hacer un montón de buckytubos por
estudiar el nuestro."

"Ellos podrían ser capaces de aprender algo," Harry replicó.


"Hermione, míralo, esa diminuta hebra de hilo sosteniendo todo ese
peso, acabamos de hacer algo que ningún laboratorio Muggle
podría hacer -"

"Y que cualquier otra bruja podría hacer," Hermione repuso. Su


cansancio estaba llegando hasta su voz, ahora. "Harry, no creo que
esto esté funcionando."

"¿Quieres decir nuestra relación?" Harry bromeó. "¡Grandioso!


Vamos a separarnos."

Eso le sonsacó a ella una ligera mueca. "Hablo de nuestra


investigación."

"Oh, Hermione, ¿cómo pudiste ?"

"Eres dulce cuando eres malo," ella prosiguió. "Aunque Harry, esto
es descabellado, Yo tengo doce, tú tienes once, es tonto pensar que
vamos a descubrir algo que nadie a encontrado antes."

"¿De verdad estás proponiendo que deberíamos rendirnos con lo de


revelar los secretos de la magia tras haber tratado durante menos
de un mes ? " Harry inquirió, procurando poner una nota de desafío
en su voz. Honestamente él estaba sintiendo algo de la misma fatiga
de Hermione. Ninguna de las buenas ideas había salido bien.
Apenas hizo un descubrimiento digno de mención, el patrón
Mendeliano, y no le podía hablar a Hermione sobre ello sin romper
su promesa a Draco.

"No," Hermione respondió. Su joven rostro se mostraba muy serio y


adulto. "Lo que digo es que ahora tendríamos que estudiar toda la
magia que los magos ya saben, para que así podamos hacer este
tipo de cosas después de que nos graduemos de Hogwarts."

"Este…" Harry insistió. "Hermione, odio ponerlo de esta forma, mas


imagina que decidimos suspender nuestra investigación hasta
después, y la primer cosa que intentamos tras graduarnos es
Transformar una cura para el Alzheimer, y es efectiva . Nos
sentiríamos… No creo que la palabra estúpidos sea adecuada para
describir cómo nos sentiríamos. ¿Qué tal si hay algo más como eso
y sí funciona?"

"¡Eso no es justo, Harry!" Hermione protestó. Su voz temblaba como


si estuviera al borde de estallar en llanto. "¡No puedes cargar a las
personas con eso! No es nuestro trabajo hacer esa clase de cosas,
¡somos niños ! "

Por un momento Harry se preguntó que pasaría si alguien le


informara a Hermione que ella tenía que combatir a un Señor
Oscuro inmortal, si ella se convertiría en uno de esos héroes
chillones que se compadecen a sí mismos y sobre los cuales Harry
nunca podía tolerar leer en sus libros.

"Como sea," Hermione continuó. Con voz sacudida. "No quiero


seguir haciendo esto. No creo que los niños puedan hacer cosas
que los adultos no pueden, eso pasa únicamente en las historias."

Se produjo silencio en el salón de clases.

Hermione comenzó a verse un poco asustada, y Harry supo que su


propia expresión se había vuelto más fría.

Podría no haberle dolido tanto si el mismo pensamiento ya no se le


hubiera ocurrido a Harry - que, mientras treinta podría ser viejo para
un científico revolucionario y veinte más apropiado, mientras que
había personas que obtenían doctorados cuando tenían diecisiete y
herederos de catorce años que habían sido grandes reyes o
generales, no había en verdad nadie que llegara a los libros de
historia a los once.

"De acuerdo," Harry retó. "Descubrir cómo hacer algo que un adulto
no puede. ¿Ese es tu desafío?"

"No quería decir eso," Hermione aclaró, su voz surgiendo en un


aterrado murmullo.
Con esfuerzo, Harry desvió su vista de Hermione. "No estoy molesto
contigo," Harry declaró. Su voz era helada, a pesar de su mejor
pretensión. "Estoy molesto con, no lo sé, todo. Pero no estoy
dispuesto a perder, Hermione. Perder no es siempre lo correcto para
hacer. Descubriré cómo hacer algo que un mago adulto no puede
hacer, y entonces regresaré a ti. ¿Qué tal eso?"

Hubo más silencio.

"Bueno," susurró Hermione, su voz temblando un poco. Ella se


empujó a sí misma para salir de su silla, y se dirigió hacia la puerta
del salón de clases abandonado en que habían estado trabajando
juntos. Su mano se posó sobre el pomo. "Seguimos siendo amigos,
¿verdad? Y si no puedes descubrir nada -"

Su voz se detuvo.

"Entonces estudiaremos juntos," Harry concluyó. Su voz era aún


más fría ahora.

"Este, adiós por ahora, entonces," Hermione se despidió, y con


rapidez salió del cuarto y cerró la puerta tras ella.

A veces Harry odiaba poseer un lado oscuro, incluso cuando él


estaba adentro.

Y la parte de él que había tenido el mismo pensamiento que


Hermione, que no, los niños no podían hacer cosas que los adultos
no podían, estaba diciendo todas las cosas que Hermione había
estado demasiado temerosa para explicar, como, Ese es un infierno
de desafío difícil el que acabas de agarrar por tu cuenta y chico vas
a terminar con un huevo en tu cara esta vez y al menos de este
modo sabrás que has fallado .

Y a la parte de él que no le gustaba perder replicó, con una voz muy


fría, Bien, puede callarte y observar.


Casi era hora de almuerzo, y a Harry no le importó. Ni siquiera se
había molestado en coger una barra de bocadillo de su monedero.
Su estómago podía soportar un poco de hambre.

El mundo mágico era diminuto, ellos no pensaban como científicos,


ellos no conocían ciencia, ellos no cuestionaban las cosas con que
habían crecido, no le habían puesto corazas protectoras a sus
maquinas de tiempo, jugaban Quidditch, toda la Bretaña mágica era
más pequeña que una ciudad Muggle pequeña, la más grande de
las escuelas mágicas únicamente educaba hasta la edad de
diecisiete, tonto no era retar eso a los once años, tonto era asumir
que los magos sabían lo que estaban haciendo y que ya habían
agotado todas las frutas que colgaban por lo bajo y que un científico
polímata podría ver.

Paso Uno había sido realizar una lista de cada constricción mágica
que Harry pudo recordar, todas las cosas que supuestamente no
podías hacer.

Paso Dos, marcar las constricciones que parecían tener menos


sentido desde la perspectiva científica.

Paso Tres, priorizar las constricciones que un mago probablemente


no cuestionaría si no conociera ciencia.

Paso Cuatro, inventar diversas formas para atacar.

Hermione seguía sintiéndose un poco agitada cuando se sentó al


lado de Mandy en la mesa de Ravenclaw. El almuerzo de Hermione
tenía dos frutas (rodajas de tomate y mandarina pelada), tres
vegetales (zanahorias, zanahorias, y más zanahorias), una carne
(muslos asados de Diricawl cuya insalubre piel ella removería
cuidadosamente), y una pequeña pieza de pastel de chocolate que
se ganaría al comerse las otras partes.
Había sido tan malo como en la clase de Pociones, a veces tenía
pesadillas al respecto. Pero esta vez ella había hecho que sucediera
y se había sentido su objetivo . Por tan sólo un momento, antes de
que la terrible y fría oscuridad alejara su vista y pronunciara que no
estaba molesto con ella, porque no había querido asustarla.

Y todavía tenía esa sensación de que había olvidado algo antes,


algo realmente importante.

Sin embargo ellos no habían violado ninguna de las reglas de


Transformación… ¿o sí? No habían hecho ningún liquido, ningún
gas, no habían recibido ordenes del Profesor de Defensa…

¡La píldora! ¡Eso había sido algo para ser comido!

… bueno, no, nadie iría y se comerían una píldora que yaciera por
ahí, de hecho no había funcionado, nada más hubieran tenido que
usar Finite Incantatem de haberlo hecho, aún así ella tendría que
contarle a Harry sobre eso y asegurarse que no lo mencionaran en
frente de la Profesora McGonagall, en case de que nunca se les
permitiera estudiar Transformación de nuevo…

Hermione estaba empezando a ponerse muy enferma del estómago.


Empujó su plato de regreso hacia la mesa, no podía almorzar
estando así.

Y cerró sus ojos y comenzó a recitar mentalmente las reglas de la


Transformación.

"Nunca Transformaré algo en líquido o gas."

"Nunca Transformaré algo para que se vea como comida o en


cualquier otra cosa que vaya dentro de un cuerpo humano."

No, en verdad no debieron haber intentado Transformar la píldora, o


al menos se tendrían que haber dado cuenta… había quedado tan
atrapada en la brillante idea de Harry que ella no había pensado…
La sensación de malestar en el estómago de Hermione estaba
empeorando. Hubo una impresión en su mente de que algo vacilaba
al borde del reconocimiento, una percepción apunto de invertirse en
sí misma, una joven mujer apunto de convertirse en arpía, una
vasija apunto de convertirse en dos rostros…

Y volvió a recordar las reglas de la Transformación.

Los nudillos de Harry se habían puesto blancos sobre su varita para


cuando cesó de intentar Transformar el aire en frente de su varita en
un sujetapapeles. No hubiera sido seguro Transformar el
sujetapapeles en gas, por supuesto, mas Harry no veía razón
alguna para que fuera peligroso de ser lo contrario. Sólo se suponía
que no era posible . ¿Pero por qué no? El aire era una sustancia
real como cualquier otra cosa…

Bueno, quizá esa limitación sí tenía sentido. El aire era


desorganizado, todas las moléculas cambiaban constantemente su
relación con respecto a las otras. Tal vez no podías imponer una
nueva forma en la sustancia a menos que la sustancia se quedara
quieta el tiempo suficiente para poderla dominar, incluso cuando los
átomos sólidos estaban en constante vibración todo el tiempo…

Mientras Harry más fallaba, más frío se sentía, más claro todo
parecía volverse.

De acuerdo. Lo siguiente en la lista.

Únicamente podías Transformar objetos enteros como un todo. No


podías Transformar medio fósforo en una aguja, tenías que
Transformar la cosa completa . Cuando Harry había sido atrapado
en el salón de clases por Draco, esa había sido la razón por la que
él no había podido Transformar una delgada sección cruzada
cilíndrica de las paredes en una esponja, y tumbar de un puño un
pedazo de piedra lo suficientemente grande como para que él
pasara por el agujero. Hubiera necesitado imponer una nueva forma
en toda la pared, y tal vez en toda una sección de Hogwarts, tan
sólo para poder cambiar la pequeña sección cruzada.

Y eso era ridículo .

Las cosas estaban compuestas de átomos. Montones de diminutos


puntos. No había contigüidad, no había solidez, sólo fuerzas
electromagnéticas sosteniendo los pequeños puntos relacionados
los unos con los otros…

Mandy Brocklehurst pausó su tenedor cuando iba camino a su boca.


"Eh," ella le dijo a Su Li, sentada al otro lado del ahora vacío asiento
a su lado, "¿qué le pasó a Hermione?"

Harry quería matar a su borrador.

Había estado procurando cambiar un único punto del rectángulo


rosado en acero, aparte del resto de la goma, y el borrador no
estaba cooperando.

Tenía que ser una limitación conceptual, no una real. Tenía que
serlo.

Las cosas estaban hechas de átomos, y cada átomo era una cosa
pequeña separada. Los átomos se sostenían juntos por una niebla
cuántica de electrones compartidos, por enlaces covalentes, o en
ocasiones por nada más que magnetismo en espacios cercanos, por
enlaces iónicos o las fuerzas de van der Waals.

Si se reducía a eso, los protones y neutrones dentro de los núcleos


eran cosas diminutas y separadas. ¡Los quarks dentro de los
protones y neutrones era cosas diminutas y separadas!
Simplemente no había nada en realidad, el mundo-allá-afuera, que
correspondía al concepto que las personas tenían de los objetos
sólidos. Todo no era más que pequeños puntos.

Y la Transformación libre estaba totalmente en la mente para


empezar, ¿no era así? Sin palabras, sin gestos. Únicamente el
concepto puro de la forma, mantenidos estrictamente separados de
la sustancia, impuesto sobre la sustancia, concebido aparte de su
forma. Eso y la varita y lo que fuera que te hiciera mago.

Los magos no podían transfigurar partes de las cosas, sólo podían


convertir lo que sus mentes percibían como completo, porque ellos
no eran conscientes hasta el tuétano que todo no era más que
átomos.

Harry había enfocado su conocimiento tan fuerte como pudo, el


hecho verdadero de que el borrador no era más que una colección
de átomos, cada cosa no era más que colección de átomos, y los
átomos del pequeño parche que él estaba intentado Transformar
formaban una colección igual de valida a cualquier otra colección
que a él le importara pensar.

Y Harry todavía no había sido capaz de cambiar esa sola parte del
borrador, la Transformación no estaba llegando a ningún lado.

Eso. Era. Ridículo.

Los nudillos de Harry se estaban blanqueando sobre su varita otra


vez. Estaba harto de obtener resultados experimentales que no
tenían sentido .

Quizá el hecho de que alguna parte de su mente seguía pensando


en términos de objetos estaba deteniendo la progresión de la
Transformación. Él había pensado en una colección de átomos que
era un borrador . Él había pensado en una colección que era un
pequeño parche .

Hora de pasar a un nivel superior.


Harry presionó su varita con más fuerza contra la pequeña sección
del borrador, e intentó ver a través de la ilusión que los no científicos
pensaban que era la realidad, el mundo de escritorios y sillas, aire y
borradores y personas.

Cuando caminas a través de un parque, el mundo inmerso que te


rodea es algo que existe en tu mente como un patrón de neuronas
disparándose. La sensación de un brillante cielo azul no era algo
alto que estaba sobre ti, era algo en tu corteza visual, y tu corteza
visual estaba en la parte de atrás de tu cerebro. Todas las
sensaciones de este brillante mundo en verdad estaban pasando en
esa silenciosa cueva de huesos que llamabas cráneo, el lugar
donde tú vivías y nunca, jamás abandonabas. Si en verdad le
querías decir hola a alguien, a la persona actual, tú no estrecharías
su mano, golpearías con gentileza en su cráneo y pronunciarías
"¿Cómo estás por allí?" Eso era lo que las personas eran, ahí era
donde realmente vivían. Y la imagen del parque en el cual pensabas
estabas caminado era algo que visualizabas dentro de tu cerebro
mientras procesaba las señales enviadas desde tus ojos y retina.

No era una mentira como el pensamiento Budista, ahí no había algo


terriblemente místico e inesperado detrás del velo de Maya, lo que
yacía más allá de la ilusión del parque no era más que el verdadero
parque, y aún así todo era ilusión .

Harry no estaba sentado dentro del salón de clases.

Él no estaba mirando al borrador.

Harry estaba dentro del cráneo de Harry.

Él estaba experimentando una imagen procesada que su cerebro


había decodificado a partir de las señales enviadas por su retina.

El borrador real estaba en otro lugar, en algún lugar que no era una
imagen.
Y el borrador real no era como la imagen que tenía el cerebro de
Harry. La idea del borrador como un objeto sólido era algo que
existía únicamente dentro de su propio cerebro, dentro de la corteza
parietal que procesaba su sentido de la forma y el espacio. El
borrador real era una colección de átomos sostenidos juntos por
fuerzas electromagnéticas y electrones covalentes compartidos,
mientras cercanos, las moléculas de aire rebotaban unas sobre las
otras y rebotaban hacia las moléculas-borrador.

El borrador real estaba muy lejos, y Harry, dentro de su cráneo,


nunca lo podría tocar del todo, sólo podía imaginar ideas al
respecto. Mas su varita tenía el poder, podía cambiar las cosas allá
afuera en la realidad, nada más eran los propios preconceptos de
Harry que la estaban limitando . En algún lugar más allá del velo de
Maya, la verdad detrás del concepto de Harry de "mi varita" estaba
tocando las colecciones de átomos que la mente de Harry pensaba
como "un parche en el borrador", y si esa varita podía cambiar las
colecciones de átomos que Harry consideraba "el borrador
completo", absolutamente no había razón por la cual no pudiera
cambiar otras colecciones también…

La Transformación seguía sin proceder.

Los dientes de Harry se apretaron juntos, y subió otro nivel.

El concepto que la mente de Harry tenía del borrador como un solo


objeto era obviamente un sin sentido .

Era un mapa que no hacía ni podía encajar el territorio.

Los seres humanos modelaban el mundo usando niveles


estratificados de organización, ellos tenían pensamientos separados
sobre cómo funcionaban los países, cómo funcionaban las
personas, cómo funcionaban los órganos, cómo funcionaban las
células, cómo funcionaban las moléculas, cómo funcionaban los
quarks.
Cuando el cerebro de Harry necesitaba pensar sobre el borrador,
pensaría sobre las reglas que gobernaban a los borradores, como
"los borradores pueden deshacerse de las marcas de lápiz". Sólo si
el cerebro de Harry necesitaba predecir lo que pasaría en un nivel
químico más bajo, sólo entonces el cerebro de Harry empezaría a
pensar - como si fuera un hecho separado - sobre las moléculas de
goma.

Pero todo eso estaba en la mente .

La mente de Harry podría tener creencias separadas sobre las


reglas que gobernaban a los borradores, sin embargo no había
leyes separadas de la física que gobernaban a los borradores.

La mente de Harry modelaba la realidad usando múltiples niveles de


organización, con diferentes creencias en cada nivel. Pero todo eso
estaba en el mapa, el verdadero territorio no era así, la realidad
misma únicamente tenía un nivel de organización, los quarks, era un
proceso de bajo nivel unificado obedeciendo simples reglas
matemáticamente.

O al menos eso era lo que Harry había creído antes de descubrir la


magia, sin embargo el borrador no era mágico.

Y aún si el borrador hubiera sido mágico, la idea de que pudiera


realmente existir un solo borrador sólido era imposible . Cosas como
los borradores no podían ser elementos básicos de la realidad, eran
demasiado grandes y complicados para ser átomos, tenían que
estar hechos de partes. No podías tener cosas que fueran
fundamentalmente complicadas . La creencia implícita que el
cerebro de Harry poseía sobre el borrador como un objeto único no
sólo estaba mal, era una confusión en el mapa-territorio, el borrador
nada más existía como un concepto separado en el multi-nivel que
Harry modelaba del mundo, no como un elemento separado de un
único-nivel de realidad.

… la Transformación todavía no estaba sucediendo .


Harry estaba respirando con pesadez, la Transformación fallida era
casi tan agotadora como una Transformación exitosa, pero
condenado fuera si se fuera a rendir ahora.

De acuerdo, que se joda toda esa basura del siglo diecinueve.

La realidad no eran átomos, no era un conjunto de enanas bolas de


billar bailando por ahí. Eso no era más que otra mentira. La noción
de átomos como pequeños puntos no era más que otra alucinación
conveniente a la cual las personas se agarraban porque no querían
confrontar la forma inhumanamente extraterrestre de la subyacente
realidad. No es sorpresa, entonces, que sus intentos para
Transformar basados en eso no hubieran funcionado. Si él quería el
poder, él tenía que abandonar su humanidad, y forzar sus
pensamientos para conformarse a la verdadera matemática de la
mecánica cuántica.

No había partículas, sólo había nubes de amplitud en una


configuración de espacio de multi-partículas y lo que su cerebro
había imaginado entrañablemente que era un borrador no era nada
excepto un factor gigantesco en una función de onda que ocurría
para factorizar, no tenía una existencia separada más de lo que
había un factor sólido particular de 3 escondido dentro del número 6,
si su varita era capaz de alterar factores en una función de onda
aproximadamente factorizable entonces debería ser capaz
condenadamente bien de alterar el factor ligeramente más pequeño
que el cerebro de Harry visualizaba como un parche de materia en
el borrador -

Hermione atravesó los pasillos, zapatos golpeando con fuerza sobre


la piedra, su aliento saliendo en jadeos, el impacto de la adrenalina
todavía recorriendo su sangre.

Como la imagen de una joven mujer convirtiéndose en una vieja


arpía, como la copa volviéndose en dos caras.
¿Qué habían estado haciendo?

¿Qué habían estado haciendo?

Ella llegó al salón de clases y en un principio sus dedos se


deslizaron sobre el pasamanos, demasiado sudorosa, ella sujetó la
puerta con fuerza y la abrió -

- en un mero vistazo de percepción ella vio a Harry contemplando un


pequeño rectángulo rosado sobre la mesa en frente de él -

- mientras que a unos pocos metros el diminuto hilo negro, casi


invisible desde esa distancia, soportaba todo ese peso -

"¡Harry sal del salón de clases!"

Pura conmoción llenó el rostro de Harry, y él se levantó tan rápido


que casi se tropieza, deteniéndose apenas para agarrar el pequeño
rectángulo rosado de la mesa, y él cruzó la puerta, ella ya se había
hecho a un lado, su varita ya en su mano subiendo para apuntar al
hilo -

"¡Finite Incantatem! "

Y Hermione cerró la puerta de nuevo con un portazo, justo cuando


surgió el gigantesco estruendo de cientos de kilogramos de metal
cayendo desde adentro.

Ella estaba jadeando, boqueando por aire, había corrido todo el


camino sin parar, estaba empapada en sudor y sus piernas y muslos
ardían como flamas vivas, no podría haber respondido las preguntas
de Harry ni por todos los Galeones en el mundo.

Hermione parpadeó, y se dio cuenta que había empezado a caer, y


que Harry la había atrapado, y la estaba bajando gentilmente para
que se sentara en el suelo.

"… saludable…" se las arregló ella para murmurar.


"¿Qué? " cuestionó Harry, viéndose más pálido de lo que ella jamás
lo hubiera visto.

"… estás, sintiendo, saludable…"

Harry pareció aún más asustado cuando la pregunta se asentó. "Yo,


yo no creo que tenga ningún síntoma -"

Hermione cerró sus ojos por un momento. "Bueno," ella susurró.


"Coger, aliento."

Eso tomó un rato. Harry seguía mostrándose asustado. Eso también


era bueno, tal vez le enseñaría una lección.

Hermione alcanzó el monedero que Harry le había comprado,


susurró "agua" a través de su seca garganta, extrajo la botella y la
bebió en grandes y enormes tragos.

Y entonces pasó un buen tiempo antes de que ella pudiera hablar


otra vez.

"Rompimos las reglas, Harry," habló con voz ronca. "Rompimos las
reglas."

"Yo…" Harry tragó saliva. "Sigo sin ver cómo, he estado pensando
pero -"

"Te pregunté si la Transformación era segura y me contestaste ! "

Se produjo una pausa.

"¿Eso es todo?" Harry dudó.

Ella podría haber gritado.

"Harry, ¿no lo entiendes?" ella insistió. "Está hecho de hebras


diminutas, qué tal si es desenredado, quien sabe que podría ir mal,
¡no le preguntamos a la Profesora McGonagall! ¿No vez lo que
estábamos haciendo? Estábamos experimentando con
Transformación. ¡Estábamos experimentando con Transformación ! "

Hubo otra pausa.

"De acuerdo…" Harry dijo con lentitud. "Esa es probablemente una


de esas cosas que ni siquiera se molestan en informarte no hacer
porque son demasiado obvias. No pruebes brillantes nuevas ideas
para Transformación por tu cuenta en un salón de clases sin usar
sin consultar a ningún profesor."

"¡Podrías habernos matado, Harry!" Hermione sabía que no era


justo, ella había cometido el error también, pero todavía se sentía
enojada con él, quien siempre sonaba tan confiado y que la había
arrastrado sin pensar en su aventura. "¡Podríamos haber arruinado
el registro perfecto de la Profesora McGonagall ! "

"Sí," reconoció Harry, "no vayamos a contarle sobre esto, ¿te


parece?"

"Tenemos que parar," Hermione declaró. "Tenemos que parar esto o


vamos a terminar heridos. Somos demasiado jóvenes, Harry, no
podemos hacer esto, aún no."

Una débil mueca cruzó la cara de Harry. "Este, estás medio


equivocada en eso."

Y él alzó un pequeño rectángulo rosado, un borrador de goma con


un brillante parche de metal encima.

Hermione lo observó, confundida.

"La mecánica cuántica no fue suficiente," Harry explicó. "Tuve que


descender todo el camino hacia la física atemporal antes de lograrlo.
Tuve que percibir la varita como una relación reforzadora entre el
pasado separado y realidades futuras, en lugar de que algo
cambiara con el tiempo - mas lo hice, Hermione, vi a través de la
ilusión de los objetos, y apuesto que no hay ningún otro mago en el
mundo que pudiera haberlo hecho. Aún si algún hijo de Muggle
supiera sobre formulaciones atemporales de la mecánica cuántica,
sería una rara creencia sobre extraña materia cuántica distante, no
habría visto que era la realidad, aceptado que el mundo que conocía
no era más que una alucinación. Transformé parte del borrador sin
cambiar el objeto completo ."

Hermione alzó su varita de nuevo, y la apuntó al borrador.

Por un momento la ira se asomó en el rostro de Harry, pero no hizo


ningún movimiento para detenerla.

"Finite Incantatem," pronunció Hermione. "Consulta con la Profesora


McGonagall antes de volver a intentarlo."

Harry asintió, aunque su cara seguía un poco tiesa.

"Y de todos modos tenemos que parar," afirmó Hermione.

"¿Por qué? " cuestionó Harry. "¿No entiendes lo que esto significa,
Hermione? ¡Los magos no lo saben todo! Hay muy pocos de ellos,
aún menos los que conocen cualquier ciencia, ellos no han acabado
con la fruta que cuelga por lo bajo -"

"No es seguro," Hermione interrumpió. "¡Si podemos descubrir


cosas nuevas es incluso menos seguro! ¡Somos demasiado jóvenes
! Ya cometimos un gran error, ¡la próxima podríamos morir ! "

Entonces Hermione retrocedió.

Harry alejó su mirada de ella, y empezó despacio, a respirar


profundamente.

"Por favor no intentes hacerlo solo, Harry," Hermione suplicó, su voz


temblando. "Por favor."

Por favor no hagas que tenga que decidir si contarle o no al Profesor


Flitwick.
Hubo una pausa larga.

"Así que quieres que estudiemos," Harry dijo. Ella pudo darse
cuenta que él procuraba mantener la furia por fuera de su voz. "Sólo
estudiar."

Hermione no estaba segura si debía hablar, pero… "Como


estudiaste, este, física atemporal, ¿correcto?"

Harry la volvió a mirar.

"Esa cosa que hiciste," Hermione arguyó, su voz tentativa, "no fue
por nuestros experimentos, ¿verdad? Pudiste hacerlo porque leíste
un montón de libros."

Harry abrió su boca, y la tuvo que cerrar de nuevo. Había una


expresión frustrada en su rostro.

"De acuerdo," Harry concilió. "Que tal esto. Estudiamos, y si creo


que cualquier cosa parece realmente digna de un intento, lo
haremos después de que le haya preguntado a un profesor."

"Bueno," Hermione concordó. No se cayó del alivió, sólo porque ya


estaba sentada en el suelo.

"¿Deberíamos ir a almorzar?" Harry propuso cautelosamente.

Hermione asintió. Sí. Almorzar sonaba bien. De verdad, esta vez.

Con cuidado ella inicio un empujón para levantarse del suelo de


piedra, doblándose del dolor mientras su cuerpo le gritaba -

Harry la apuntó con su varita y conjuró "Wingardium Leviosa."

Hermione parpadeó cuando el enorme peso de sus piernas


disminuyó hasta ser aguantable.

Una sonrisa socarrona cruzó la cara de Harry. "Puedes alzar algo


sin que llegue a Levitar por completo," él comentó. "¿Recuerdas ese
experimento?"

Hermione le devolvió la sonrisa impotente, aunque pensó que su


obligación era seguir enojada.

Y empezó a caminar de regreso hacia el Gran Comedor, sintiéndose


notable y maravillosamente ligera en sus pies, mientras Harry con
maña mantenía su varita dirigida sobre ella.

Sólo pudo continuarlo por cinco minutos, sin embargo era la


intención lo que contaba.

Minerva observó a Dumbledore.

Dumbledore le regresó la vista de manera inquisitiva.


"¿Comprendiste algo de eso?" el Director preguntó, sonando
perplejo.

Había sido la más completa y absoluta cháchara que Minerva


pudiera recordar haber escuchado jamás. Se estaba sintiendo un
poco avergonzada de haber convocado al Director para oírlo, mas le
habían dado instrucciones explicitas.

"Me temo que no," la Profesora McGonagall reconoció con remilgo.

"Así que," Dumbledore prosiguió. La barba plateada osciló lejos de


ella, la anciana mirada del mago centelleando en otro lugar una vez
más. "Sospechas de que podrías hacer algo que otros magos no
pueden hacer, algo que pensamos es imposible."

Los tres estaban de pie dentro del cuarto de trabajo privado para
Transformación del Director, donde el brillante Patronus en forma de
fénix de Dumbledore le había pedido que trajera a Harry, momentos
después de que su propio Patronus hubiera llegado hasta él. Luz
descendió a través de las claraboyas e iluminó los grandes
diagramas de alquimia de siete puntas dibujados en el centro del
salón circular, enseñando que estaba un poco polvoriento, lo que
entristeció a Minerva. La investigación de la Transformación era uno
de los grandes divertimentos de Dumbledore, y ella sabía cuán
presionado de tiempo él había estado últimamente, pero no que
estuviera así de presionado.

Y ahora Harry Potter iba a desperdiciar aún más del tiempo del
Director. Ciertamente no podía culpar a Harry por eso. Él había
hecho lo apropiado en venir a ella y revelar que tenía una idea para
hacer algo en Transformación que actualmente se creía era
imposible, y ella misma había hecho exactamente lo que le habían
indicado: le ordenó a Harry permanecer callado y no discutir nada
con ella hasta que hubiera consultado al Director y se hubieran
trasladado a una localización segura.

Si Harry hubiera iniciado diciendo específicamente lo que él


pensaba hacer, no se habría tomado la molestia.

"Miren, sé que es difícil de explicar," Harry expuso, sonando un poco


apenado. "Además de que sus creencias van en contra con lo que
creen los científicos, en una caso donde genuinamente espero que
los científicos sepan más que los magos."

Minerva hubiera suspirado muy fuerte, si Dumbledore no aparentara


tomarse todo el asunto seriamente.

La idea de Harry nacía de la simple ignorancia, nada más. Si


cambiabas la mitad de una bola de metal en vidrio, la bola entera
tendría una Forma diferente. Cambiar la parte era cambiarlo todo, y
eso quería decir remover la Forma completa y reemplazarla con una
diferente. ¿Qué hubiera significado Transformar sólo la mitad de una
bola de metal? ¿Que la bola de metal como un todo tenía la misma
Forma de antes, pero la mitad de la bola ahora tenía una Forma
diferente?

"Sr. Potter," acusó la Profesora McGonagall, "lo que usted quiere


hacer no es sólo imposible, es ilógico . Si cambia la mitad de algo,
usted sí cambió el todo."
"En efecto," concordó Dumbledore. "Sin embargo Harry es el héroe,
así que el podría hacer cosas que son lógicamente imposible."

Minerva hubiera girado sus ojos, si no se hubieran adormecido hace


mucho tiempo.

"Suponiendo que fuera posible," teorizó Dumbledore, "¿puedes


pensar en alguna otra razón por la cual los resultados serían
diferentes de la Transformación ordinaria?"

Minerva se quedó paralizada. El hecho de que el concepto fuera


literalmente inimaginable le estaba presentando alguna dificultad,
mas se esforzó por afrontarlo apropiadamente. Una Transformación
impuesta sólo en la mitad de una bola de metal…

"¿Cosas extrañas sucediendo en la interfaz?" aventuró Minerva.


"Pero eso no sería diferente que Transformar el objecto como un
todo, en una Forma con dos partes diferentes…"

Dumbledore asintió. "Ese es mi propio pensamiento. Y Harry, si tu


teoría es correcta, implicaría que lo que deseas hacer es
exactamente como cualquier otra Transformación, ¿nada más que
aplicado a una parte del sujeto en lugar del todo? ¿ Sin ningún otro
cambio? "

"Sí," Harry dijo firmemente. "De eso se trata."

Dumbledore la miró de nuevo. "Minerva, ¿puedes pensar en


cualquier razón por la cual eso podría ser peligroso?"

"No," respondió Minerva, cuando finalizó de buscar a través de su


memoria.

"Pienso igual," reveló el Director. "De acuerdo, entonces, ya que


esto por fuerza es exactamente análogo a la Transformación
ordinaria en todos los aspectos, y no podemos pensar en razón
alguna por la que pudiera ser peligroso, creo que el segundo grado
de precaución será suficiente."
Minerva estaba sorprendida, pero ella no objetó. Dumbledore era
por mucho su superior en Transformación, y él había intentado
literalmente miles de nuevas Transformaciones sin nunca escoger
un grado de precaución que fuera demasiado bajo. Él había usado
Transformación en combate y seguía con vida . Si el Director
consideraba que el segundo grado de precaución era suficiente, era
suficiente.

El que Harry fuera a fallar desde luego era, por supuesto,


completamente irrelevante.

Los dos comenzaron a posicionar las protecciones y redes de


detección. La red más importante era la que se aseguraba de
buscar que ningún material no Transformado hubiera entrado en el
aire. Harry estaría encerrado en un caparazón de fuerza separado
con su propio suplemento de aire nada más para tener la certeza,
sólo a su varita se le permitiría dejar el escudo, y la apretada
interfaz. Estaban dentro de Hogwarts así que no podían Aparecer
automáticamente cualquier material que mostrara signos de
combustión espontanea, mas lo podían lanzar por la claraboya casi
tan rápido, las ventanas todas dobladas hacia afuera por
exactamente esa razón. El mismo Harry saldría por una claraboya
diferente a la primera señal de problemas.

Harry los observó trabajar, su rostro expresando un poco de temor.

"No se preocupe," declaró la Profesora McGonagall en la mitad de


su apresurada descripción, "esto casi de seguro no será necesario,
Sr. Potter. Si esperáramos que algo fuera a salir mal no se le
permitiría intentarlo. No son más que precauciones normales para
cualquier Transformación que nadie ha intentado antes."

Harry tragó saliva y asintió.

Y unos pocos minutos después, Harry estaba atado en la silla de


seguridad y reposando su varita contra una bola de metal - una que,
basado en los resultados de sus exámenes actuales, debería haber
sido demasiado grande para que él la Transformara en menos de
treinta minutos.

Y unos pocos minutos después de eso, Minerva estaba apoyándose


contra la pared, apunto de desmayarse.

Había un pequeño parche de vidrio en la bola donde la varita de


Harry se había posado.

Harry no exclamó se los dije, pero la sardónica expresión en su


sudorosa cara lo decía por él.

Dumbledore estaba conjurando Encantamientos analíticos sobre la


bola, viéndose más y más intrigado a cada momento. Treinta años
se habían caído de su rostro.

"Fascinante," reconoció Dumbledore. "Es exactamente como lo


aseveraste. Él simplemente Transformó una parte del sujeto sin
Transformar el todo. Dices que realmente no es más que una
limitación conceptual, ¿Harry?"

"Sí," Harry reiteró, "pero una profunda, sólo saber que es una
limitación conceptual no fue suficiente. Tuve que suprimir la parte de
mi mente que estaba cometiendo el error y pensar en su lugar sobre
la realidad subyacente que los científicos han descubierto."

"En verdad fascinante," Dumbledore juró. "¿Supongo que para


cualquier otro mago hacer lo mismo requeriría meses de estudio si
es que alguno es capaz de ello? ¿Y puedo pedirte que Transformes
parcialmente algunos otros sujetos?"

"Probablemente sí y por supuesto," Harry respondió.

Media hora después, Minerva se seguía sintiendo igual de


desconcertada, pero considerablemente tranquilizada con respecto
a la seguridad.

Era lo mismo, aparte de ser lógicamente imposible.


"Creo que es suficiente, Director," Minerva opinó finalmente.
"Sospecho que la Transformación parcial es más agotadora de la
variante ordinaria."

"Se reduce con la práctica," clamó el exhausto y pálido chico, voz


inestable, "sin embargo sí, usted está en lo correcto."

El proceso de extraer a Harry de las protecciones tomó otro minuto,


y entonces Minerva lo escoltó hacía una mucho más confortable
silla, y Dumbledore produjo una gaseosa de helado.

"¡ Felicitaciones, Sr. Potter!" celebró la Profesora McGonagall, y era


en serio. Ella hubiera apostado casi cualquier cosa en contra de ese
éxito.

"Felicitaciones en efecto," repitió Dumbledore. "Incluso yo no hice


ningún descubrimiento original en Transformación antes de los
catorce años. Desde los tiempos de Dorotea Senjak ningún genio ha
florecido tan tempranamente."

"Gracias," Harry dijo, sonando un poco sorprendido.

"No obstante," Dumbledore explicó de manera pensativa, "creo que


lo más sabio será mantener este feliz evento como un secreto, al
menos por ahora. Harry, ¿discutiste tu idea con alguna otra persona
antes de hacerlo con la Profesora McGonagall?"

Se produjo un silencio.

"Este…" Harry vaciló. "No quiero aventar a nadie a la Inquisición,


pero sí le conté a otro estudiante -"

La palabra casi explotó en los labios de la Profesora McGonagall. "


¿Qué? ¿Discutiste una total novedad de Transformación con un
estudiante antes de consultar a una autoridad reconocida? ¿Tiene
alguna idea de cuán irresponsable fue eso?"

"Lo siento," se disculpó Harry. "No me di cuenta."


El chico se veía apropiadamente atemorizado, y Minerva sintió que
algo dentro de ella se relajó. Al menos Harry comprendía que tan
tonto había sido.

"Debe hacer que la Señorita Granger se comprometa a guardar el


secreto," Dumbledore ordenó con gravedad. "Y no se lo revele a
nadie más a menos que haya una razón extremadamente buena
para eso, y ellos también deben jurar."

"Ah… ¿por qué?" Harry inquirió.

Minerva estaba preguntándose lo mismo. Una vez más el Director


estaba pensando demasiado aprisa como para que ella lo siguiera.

"Porque puedes hacer algo que nadie más creería que puedes
hacer," Dumbledore explicó. "Algo completamente inesperado.
Podría demostrar ser tu ventaja crítica, Harry, y tenemos que
preservarla. Por favor, confía en mí al respecto."

La Profesora McGonagall asintió, su firme rostro enseñando nada


de su confusión interna. "Por favor hágalo, Sr. Potter," ella pidió.

"De acuerdo…" Harry aceptó con lentitud.

"Una vez que hayamos finalizado de examinar sus materiales,"


Dumbledore añadió, "usted puede practicar Transformación parcial,
de vidrio a acero y de acero a vidrio únicamente, con la Señorita
Granger actuando como su observadora. Naturalmente, si alguno de
los dos sospecha de cualquier síntoma de enfermedad por
Transformación, informen a un profesor de inmediato."

Antes de que Harry saliera del cuarto de trabajo, con su mano en el


picaporte, el chico se volteó e indagó, "Ya que estamos aquí,
¿alguno de los dos ha notado cualquier cosa diferente sobre el
Profesor Snape?"

"¿Diferente?" cuestionó el Director.


Minerva no permitió que su irónica sonrisa apareciera en su cara.
Por supuesto que el chico estaba aprehensivo sobre el 'malvado
Maestro de Pociones', ya que él no tenía forma de conocer por que
se podía confiar en Severus. Hubiera sido raro por decir lo menos,
explicarle a Harry que Severus seguía enamorado de su madre.

"Me refiero, ¿su comportamiento a cambiado de cualquier forma


recientemente?" preguntó Harry.

"No que yo haya visto…" el Director respondió lentamente. "¿Por


qué preguntas?"

Harry negó con su cabeza. "No quiero contestar y hacer que sus
observaciones se vuelvan prejuiciosas. Nada más mantengan un ojo
abierto, ¿pueden?"

Eso envió un veloz escalofrío a través de Minerva en un modo que


ninguna acusación directa sobre Severus podría haber logrado.

Harry le hizo a ambos una respetuosa reverencia, y se fue.

"Albus," Minerva habló después de que el chico se había ido,


"¿cómo supiste que había que tomar en serio a Harry? ¡Yo hubiera
considerado que su idea era meramente imposible!"

El rostro del anciano mago se puso grave. "Por la misma razón que
debe ser mantenido en secreto, Minerva. La misma razón por la que
te pedí que vinieras, si Harry hacía alguna declaración similar.
Porque es un poder que Voldemort no conoce."

Las palabras tardaron un poco en asentarse.

Y el helado escalofrío descendió por su columna, como siempre lo


hacía cuando ella recordaba.

Había iniciado como una entrevista de trabajo ordinaria, Sybill


Trelawney aplicando para la posición de Profesora de Adivinación.
EL ÚNICO CON EL PODER PARA DERROTAR AL SEÑOR
OSCURO SE ACERCA,

NACIDO DE AQUELLOS QUE LO HAN DESAFIADO TRES


VECES,

NACIDO CUANDO EL SÉPTIMO MES MUERE,

Y EL SEÑOR OSCURO LO SEÑALARÁ COMO SU IGUAL,

PERO ÉL TENDRÁ UN PODER QUE EL SEÑOR OSCURO NO


CONOCE,

Y UNO DEBE DESTRUIR AL OTRO EXCEPTO POR UN


REMANENTE,

PORQUE DOS ESPÍRITUS TAN DIFERENTES NO PUEDEN


EXISTIR EN EL MISMO MUNDO.

Aquellas espantosas palabras, dichas con esa terrible voz


resonante, no parecían encajar con algo como la Transformación
parcial.

"Quizás no, después de todo," Dumbledore añadió cuando Minerva


se lo intentó explicar. "Confieso que había estado esperando algo
que ayudaría a encontrar el horrocrux de Voldemort, donde sea que
lo esconda. Sin embargo…" El anciano mago se encogió de
hombros. "Las profecías son asuntos engañosos, Minerva, y es
mejor no dejar nada al azar. La más pequeña cosa podría demostrar
ser decisiva si permanece inesperada."

"¿Y que supones con respecto a lo que insinuó de Severus ? "


preguntó Minerva.

"No tengo ni idea sobre eso," suspiró Dumbledore. "A menos que
Harry esté haciendo un movimiento contra Severus, y pensará que
una duda abierta podría ser tomada con mayor seriedad mientras
que una alegación directa sería desestimada. Y si eso fue lo que en
efecto sucedió, Harry razonó correctamente que yo no confiaría en
ello de ser así. Simplemente vamos a seguir vigilando, sin prejuicio,
como él solicitó."

Conclusión, 1:

"Este, ¿Hermione?" Harry titubeó con débil voz. "Creo que en


verdad te debo, en verdad, una disculpa verdaderamente grande."

Conclusión, 2:

Los ojos de Alissa Cornfoot estaban ligeramente vidriosos mientras


posaba su mirada en el Maestro de Pociones que le otorgaba a su
clase un discurso severo, sosteniendo un pequeño fréjol de bronce y
diciendo algo sobre charcos chillones de carne humana. Desde el
inicio de este año había estado teniendo problemas para poner
atención en Pociones. Seguía observando a su horrendo, malvado,
grasiento profesor y fantaseando con detenciones especiales.
Probablemente había algo realmente malo con ella pero no podía
dejar de hacerlo -

"¡Ouch!" Alissa exclamó entonces.

Snape acababa de darle un golpe certero con el fréjol de bronce a la


frente de Alissa.

"Señorita Cornfoot," regañó el Maestro de Pociones, con voz


cortante, "esto es una poción delicada y si no puede poner atención
lastimará a sus compañeros, no solamente a usted misma. Quédese
cuando termine la clase."

Las últimas cuatro palabras no la ayudaron para nada, mas hizo un


mayor esfuerzo, y se las arregló para pasar el día sin derretir a
nadie.
Al final de la clase, Alissa se aproximó al escritorio. Parte de ella
quería pararse ahí dócilmente con su cara avergonzada y las manos
juntas detrás de su espalda en forma penitente, sólo por si las
dudas, pero algún instinto silencioso le avisó que esto podría ser
una mala idea . En su lugar se quedó de pie con su cara neutral, en
una postura que era muy apropiada para una joven dama, e inquirió,
"¿Profesor?"

"Señorita Cornfoot," Snape susurró son levantar la vista de las hojas


que estaba calificando, "Yo no retornó sus afectos, empiezo a hallar
sus miradas perturbadoras, y por lo tanto usted restringirá sus ojos
de ahora en adelante. ¿Está suficientemente claro?"

"Sí," murmuró Alissa con un chirrido ahogado, y Snape le ordenó


irse, y ella huyó del salón de clases con sus mejillas ardiendo como
lava fundida.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Prejuicio Egocéntrico
Capítulo 29

Prejuicio Egocéntrico

Desafortunadamente, a nadie se le puede decir quién es J. K.


Rowling. Tienes que verla por ti mismo.

Advertencias científicas: Luosha apunta que toda la teoría en el


Cap. 27 (usas tu propio cerebro para simular el de otros) no es un
hecho científico tan conocido. La evidencia hasta ahora señala en
esa dirección, pero todavía no hemos analizado el circuito cerebral
para comprobarlo. De manera similar, las formulaciones
atemporales de la mecánica cuántica (referida en el Cap. 28) son
tan elegantes que me sorprendería descubrir que la teoría final tuvo
algo incorrecto en ella, sin embargo no han sido establecidas
todavía.

Últimamente había una sensación aplastante en el estómago de


Hermione, cada vez que escuchaba a otros estudiantes hablar sobre
ella y Harry. Había estado en las regaderas cuando escuchó una
conversación entre Morag y Padma que había sido la última gota
que derramó el vaso además de muchas otras gotas.

Estaba empezando a pensar que involucrarse en una rivalidad con


Harry Potter había sido un error terrible.

Si sólo se hubiera quedado apartada de Harry Potter, podría haber


sido Hermione Granger, la más brillante estrella académica de
Hogwarts, quien estaba recibiendo más puntos para Ravenclaw que
cualquier otro. No habría sido tan famosa como el Niño-Que-Vivió,
mas habría sido famosa por sí misma .
En vez de eso el Niño-Que-Vivió tenía una rival académica, y su
nombre por coincidencia era Hermione Granger.

Y peor, ella había tenido una cita con él.

La idea de meterse en un Romance con Harry había parecido una


idea atractiva en principio. Había leído libros al respcto, y si había
alguien en Hogwarts que era candidato como interés amoroso de la
heroína ese era obviamente Harry Potter. Brillante, divertido,
famoso, a veces aterrador…

Así que forzó a Harry en ir a una cita con ella.

Y ahora ella era su interés amoroso.

O peor, una de las opciones en su menú de comida.

Había estado en las regaderas esa mañana y a punto de encender


el agua, cuando escuchó risas que provenían de afuera. Y escuchó
a Morag hablando sobre esa chica hija de Muggle que
probablemente no lucharía con suficiente ahínco para ganar contra
Ginevra Weasley, y Padma especulando que Harry Potter podría
decidir quedarse con ambas .

Era como si ellas no entendieran que las CHICAS tenían opciones


en su menú de comida y los CHICOS peleaban por ellas.

Pero esa ni siquiera era la parte que le dolía, realmente. Era que
cuando obtenía 98 en una de las pruebas de la Profesora
McGonagall, la noticia no fue que Hermione Granger había
conseguido la nota más alta de la clase, la noticia fue que la rival de
Harry Potter había conseguido siete puntos más que él.

Si te acercabas demasiado al Niño-Que-Vivió, te volvías parte de su


historia.

No ganabas la tuya propia.


Y a Hermione le llegó el pensamiento de que sólo tendría que
alejarse, mas eso hubiera sido demasiado triste.

Pero no quería recuperar lo que accidentalmente había regalado al


permitir ser conocida como la rival de Harry. Quería ser una persona
separada de nuevo en lugar de la tercera pierna de Harry Potter,
¿eso era mucho pedir?

Era una trampa difícil de trepar una vez que caías adentro. Sin
importar que tantos puntos obtuvieras en clase, aún si era algo que
merecía un anuncio especial a la hora de la cena, nada más
significaba que estaban rivalizando otra vez con Harry Potter.

Aunque pensó que se le ocurriría alguna forma.

Algo para hacer que no fuera visto como levantar el columpio de


Harry Potter en dirección opuesta.

Sería arduo.

Iría en contra de su naturaleza.

Tendría que pelear contra alguien muy malo.

Y necesitaría pedirle ayuda a alguien todavía más malo.

Hermione alzó su mano para llamar a esa terrible puerta.

Ella titubeó.

Hermione se dio cuenta que estaba siendo una tonta, y levantó su


mano un poco más alto.

Intentó llamar de nuevo.

Su mano falló por mucho en tocar la puerta.

Y luego la puerta se abrió de par en par.


"Querida," saludó la araña, sentada en su red. "¿Era realmente tan
difícil perder un solo punto Quirrell, Señorita Granger?"

Hermione se quedó ahí de pie con la mano alzada, sus cachetes


poniéndose rosados. Eso había sido.

"Bueno, Señorita Granger, tendré que ser misericordioso," dijo el


malvado Profesor Quirrell. "Considérelo ya perdido. Listo, la he
liberado de una dura decisión. ¿No se siente agradecida?"

"Profesor Quirrell," Hermione se las arregló para hablar con una voz
que chilló un poco. "Tengo muchos puntos Quirrell, ¿no es así?"

"Usted los tiene en efecto," respondió el Profesor Quirrell. "Aunque


uno menos de lo que tenía antes. Terrible, ¿no es cierto? Sólo
piense, si no me gusta su razón para venir aquí, usted podría perder
otros cincuenta. Quizá si se los voy quitando uno… por uno… por
uno…"

Las mejillas de Hermione estaban enrojeciendo aún más. "Usted es


realmente malo, ¿alguien se lo dijo antes?"

"Señorita Granger," el Profesor Quirrell clamó con gravedad, "puede


ser peligroso darle a las personas cumplidos cuando no se los han
ganado en verdad. El receptor podría sentirse avergonzado e
inmerecido y querría hacer algo digno de sus elogios. ¿Qué era lo
que deseaba hablar conmigo, Señorita Granger?"

Después del almuerzo en la tarde del Jueves, Hermione y Harry


estaban resguardados en un pequeño rincón de la biblioteca, con un
área envuelta en Quietus para que pudieran hablar. Harry yacía
boca abajo sobre el suelo con sus codos reposando sobre el piso y
su cabeza en sus manos y sus pies pateando casualmente tras él.
Hermione estaba ocupando una silla mullida demasiado grande para
ella, como si ella fuera el centro de Hermione cubierto de caramelo.
Harry había sugerido que podían, como un primer paso, él leer sólo
los títulos de todos los libros en la biblioteca, y entonces Hermione
podría leer todas las tablas de contenido.

Hermione había considerado que esto era una brillante idea. Ella
nunca había hecho eso antes en una biblioteca.

Desafortunadamente había una pequeña falla en este plan.

Llámese, que ambos eran Ravenclaws.

Hermione estaba leyendo un libro titulado Mnemotecnias Mágicas .

Harry estaba leyendo un libro nombrado El Mago Escéptico .

Cada uno había pensado que no era más que una excepción
especial que iban a hacer nada más que esta vez, y ninguno de los
dos se había dado cuenta de que era imposible para ambos llegar a
finalizar todos los títulos de los libros sin importar cuán duro lo
intentaran.

El silencio de su pequeño rincón se rompió por dos palabras.

"Oh, no," Harry de repente exclamó en voz alta, sonando como si


las palabras lo hubieran desgarrado.

Se produjo algo de silencio.

"Él no lo hizo," Harry continuó, con la misma voz.

Entonces ella escuchó que Harry empezó a reírse sin poder


contenerse.

Hermione levantó la vista de su libro.

"De acuerdo," ella preguntó, "¿de qué se trata?"

"Acabo de descubrir por qué nunca le preguntas a los Weasleys por


la rata familiar," Harry reveló. "Es en verdad espantoso y no me
debería estar riendo y soy una persona terrible."

"Sí," Hermione afirmó con remilgo, "lo eres. Dime también."

"Bueno, primero el trasfondo. Hay un capítulo entero en este libro de


teorías de la conspiración sobre Sirius Black. Recuerdas quien es
ese, ¿cierto?"

"Por supuesto," respondió Hermione. Sirius Black era un traidor, un


amigo de James Potter que permitió que Voldemort ingresara al
hogar protegido de los Potters.

"Resulta que hubo un número de, digamos, irregularidades,


asociadas con que Black fuera a Azkaban. Él no recibió un juicio, y
el Ministro Junior a cargo cuando los Aurores arrestaron a Black no
era otro que Cornelius Fudge, quien se convirtió en nuestro actual
Ministro de Magia."

Eso sonaba un poco sospechoso para Hermione también, y así se lo


hizo saber.

Harry hizo un movimiento de impotencia con sus hombros, ya que


yacía sobre el suelo mirando a su libro. "Cosas sospechosas
ocurren todo el tiempo, y su eres un teórico de la conspiración
siempre puedes encontrar algo ."

"¿Pero sin juicio ? " cuestionó Hermione.

"Fue justo después de la derrota del Señor Oscuro," Harry aclaró,


con voz sería al pronunciarlo. "Las cosas eran increíblemente
caóticas, y cuando los Aurores rastrearon a Black él estaba de pie
en la calle sumergido en un charco de sangre hasta los tobillos, con
veinte testigos para relatar cómo él había asesinado a un amigo de
mi padre llamado Peter Pettigrew además de doce espectadores. Yo
no apruebo que Black no recibiera un juicio. Pero aquí estamos
hablando de magos, así que realmente no es más sospechoso que
eso, No lo sé, ese es el tipo de cosa que las personas apuntan
cuando quieren discutir por quién le disparó a John F. Kennedy. De
todos modos, Sirius Black es el equivalente mágico de Lee Harvey
Oswald. Hay toda clase de teorías de la conspiración sobre quien
traicionó en verdad a mis padres en lugar de él, y uno de los
favoritos es Peter Pettigrew, y aquí es cuando comienza a ponerse
complicado."

Hermione escuchó, fascinada. "Pero cómo vas desde ahí hasta la


rata mascota de los Weasleys -"

"Aguarda un poco," solicitó Harry, "Ya llego allí. Ahora, tras la muerte
Pettigrew se descubrió que él era un espía para la Luz - no un doble
agente, nada más alguien que husmeaba por ahí y encontraba
cosas. Había sido bueno en ello desde que era un adolescente,
incluso en Hogwarts tenía reputación de hallar toda clase de
secretos. Así que la teoría de la conspiración es que Pettigrew se
convirtió en un Animago sin registrar cuando estaba en Hogwarts,
un Animago de algo pequeño que podía escurrirse y escuchar
conversaciones. El problema principal es que los Animagos exitosos
son raros y lograrlo como un adolescente sería improbable, así que
por supuesto la teoría de la conspiración señala que mi padre y
Black eran Animagos sin registrar también. Y en esa teoría de la
conspiración, Pettigrew mató por sí mismo a los doce espectadores,
se convirtió en su pequeña forma de Animago, y escapó. Entonces
Michael Shermer apunta que hay cuatro problemas adicionales con
esto. Uno, Black era el único aparte de mis padres que conocía
cómo atravesar las protecciones alrededor de su casa." (La voz de
Harry se azoró un poco mientras hablaba sobre eso.) "Dos, Black
era un sospechoso más probable para empezar que Pettigrew, hay
un rumor de que Black deliberadamente intentó asesinar a un
estudiante en su tiempo en Hogwarts, y él pertenecía a esta familia
verdaderamente desagradable de puristas de la sangre, Bellatrix
Black era literalmente su prima. Tres, Black era veinte veces el
mago luchador que Pettigrew era, aún si no era tan listo. El duelo
entre ellos habría sido como uno entre el Profesor Quirrell contra la
Profesora Sprout. Pettigrew probablemente ni siquiera tuvo una
oportunidad de sacar su varita, menos de falsear toda la evidencia
que esa teoría de la conspiración requiere. Y cuatro, Black estaba
de pie en la calle riendo ."

"Pero la rata -" cuestionó Hermione.

"Claro," Harry dijo. "Bueno, para hacer corta una historia larga, Bill
Weasley decidió que la pequeña rata mascota de su hermano
menor Percy era la forma de Animago de Pettigrew-"

A Hermione se le cayó la mandíbula.

"Sí," Harry prosiguió, "no esperarías exactamente que el Malvado


Pettigrew estuviera viviendo una triste y furtiva vida como la rata
mascota de una familia de magos enemiga, él estaría con los
Malfoys o, más fácilmente, lejos en el Caribe tras un poco de cirugía
plástica. Como sea, Bill deja inconsciente a su pequeño hermano
Percy, lo paraliza y agarra la rata, envía un montón de búhos con
mensajes de emergencia -"

"¡Oh, no ! " Hermione exclamó, las palabras desgarrándose de ella.

"- y de algún modo se las arregló para reunir a Dumbledore, el


Ministro de Magia, y al Jefe de Aurores -"

"¡Él no lo hizo ! " dijo Hermione.

"Y por supuesto cuando llegan allí piensan que él está loco, sin
embargo usan el Veritas Oculum en la rata por si las dudas, nada
más para estar seguro, ¿y qué descubren?"

Ella hubiera muerto . "Una rata."

"¡Ganaste una galleta! Así que arrastraron al pobre Bill Weasley


hacia San Mungo y resultó que tenía un caso muy común de
esquizofrenia, sólo le pasa a algunas personas, especialmente a
hombres jóvenes alrededor de lo que nosotros consideramos
universidad. El tipo estaba convencido de que tenía noventa y siete
años y había muerto y regresado en el tiempo mediante una
estación de tren. Y respondió perfectamente bien a los antipsicóticos
y volvió a la normalidad y todo está bien ahora, excepto que las
personas ya no hablan tanto de las teorías de la conspiración sobre
Sirius Black, y tú nunca les preguntas a los Weasleys por la rata de
la familia."

Hermione estaba carcajeando sin poder contenerse. Era realmente


horrible y ella no debía estarse riendo y era una persona terrible.

"La cosa que no entiendo," Harry habló, cuando sus risas fueron
desapareciendo, "es por qué Black cazaría a Pettigrew en lugar de
correr tan rápido como pudiera. Tenía que saber que los Aurores
irían tras él. ¿Desconozco si ellos le sacaron a Black la razón para
ello antes de que lo metieran en Azkaban? Ves, por eso es que las
personas que son absoluta y positivamente culpables aún tienes
que recorrer en sistema legal y obtener juicios."

Hermione tuvo que estar de acuerdo con eso.

Pronto Harry había terminado su libro mientras que Hermione nada


más iba por la mitad - el suyo era un libro mucho más difícil que el
de Harry, pero ella se sintió avergonzada de todos modos. Y
entonces tuvo que poner Mnemotecnias Mágicas de regreso en la
estantería y alejarse penosamente, porque era tiempo de enfrentar
la más temida clase en Hogwarts, VUELO EN ESCOBA.

Harry la acompañó en su caminata hacia allá, aún cuando su propia


clase no era hasta dentro de una hora y media después, como un jet
de combate escoltando a un triste y pequeño avión planeador en su
camino a su propio funeral.

El chico le deseó un adiós en voz baja, con simpatía, y ella avanzó


hacía los campos de hierba de la Muerte.

Y hubo muchos chillidos y casi horrible roces con la muerte y el


suelo en el lugar completamente equivocado y el sol metiéndose en
sus ojos y Morag zumbando hacia ella y Mandy creyendo que
estaba siendo sutil al estar siempre cerca para atraparla si se caía y
ella sabía que las otras estudiantes se estaban riendo de ambas
pero nunca le decía nada a Mandy porque de hecho no quería morir.

Tras diez millones de años la clase finalizó, y ella estaba de regreso


en el suelo donde pertenecía hasta el próximo Jueves. A veces
tenía pesadillas en las que siempre era Jueves.

Por qué todos tenían que aprender esto, cuando ellos iban a
Aparecer o usar Flu o Traslador a todos lados cuando crecieran, era
un completo y total misterio para Hermione. Nadie de hecho
necesitaba montar escobas como un adulto, era como ser forzada a
jugar quemados en Educación Física.

Al menos Harry tenía la decencia de estar avergonzado por ser


bueno en ello.

Un par de horas después, y ella estaba en el salón de estudio de


Hufflepuff con Hannah, Susan, Leanne, y Megan. El Profesor
Flitwick, de manera sorprendente y apocada para un profesor, le
había pedido si le era posible ayudarle a esas cuatro con sus tareas
de Encantamiento por un tiempo, aún si ellas no eran Ravenclaws, y
Hermione había sentido tanto orgullo que casi explotó .

Hermione cogió un pedazo de pergamino, roció un poco de tinta


sobre este, lo partió en cuatro piezas, los arrugó, y arrojó las piezas
sobre la mesa.

Ella podría haberlo logrado con tan sólo el arrugar, pero hacer todo
eso hacía que se viera más como basura, y eso ayudaba cuando
alguien estaba practicando el Encantamiento de Eliminación por
primera vez.

Hermione aguzó sus oídos y ojos, y pronunció, "De acuerdo,


inténtelo."

"Everto."
"Everto."

"Everto."

"Everto."

Hermione no creyó que hubiera captado todos los problemas.


"¿Pueden hacerlo de nuevo?"

Una hora después Hermione había concluido que (1), Leanne y


Megan eran medio perezosas, mas si le pedías que siguieran
practicando algo, lo harían, (2) Hannah y Susan se enfocaban y
determinaban hasta el punto de que tenías que repetirles que le
bajaran un poco y se relajaran y pensaran sobre las cosas en lugar
de esforzarse demasiado - era raro considerar que esas dos pronto
serían de ella - y (3) le gustaba ayudar a los Hufflepuffs, todo el
salón de estudio tenía una atmósfera muy animada.

Cuando se fue a cenar, se encontró al Niño-Que-Vivió leyendo un


libro mientras esperaba para escoltarla. La hacía sentirse halagada,
y también un poco preocupada porque Harry no parecía hablarle a
nadie más aparte de ella.

"¿Sabías que hay una chica en Hufflepuff que es una


Metamorfomaga?" inquirió Hermione cuando se dirigían hacía el
Gran Comedor. "Puede hacer su cabello realmente rojo, rojo como
una señal de alto no como rojo Weasley, y cuando derramó su té
caliente sobre ella misma se convirtió en un chico de cabello negro
hasta que pudo controlarlo de nuevo."

"¿En verdad? Asombroso," replicó Harry, sonando un poco


distraído. "Este, Hermione, nada más para revisar, sabes que
mañana es el último día para unirse a los ejércitos del Profesor
Quirrell, ¿correcto?"

"Sí," Hermione contestó. "Los ejércitos del malvado Profesor


Quirrell." Su voz contenía un poco de enojo, aunque Harry no sabía
por qué, por supuesto.
"Hermione," Harry intervino, con voz exasperada, "él no es malvado.
Es un poco Oscuro y mucho de Slytherin. No es lo mismo a ser malo
."

Harry Potter tenía demasiadas palabras para las cosas, ese era su
problema. Él hubiera estado mejor si tan sólo dividiera el universo
en Bueno y Malo. "¡El Profesor Quirrell me llamó en frente de toda la
clase y me ordenó disparar a alguien ! "

"Él estaba en lo correcto," Harry reiteró, con rostro sobrio. "Lo


siento, Hermione, pero él lo estaba. Debiste haberme disparado, no
me habría importado. No puedes aprender Batalla Mágica si no
puedes practicar contra oponentes reales usando hechizos reales. Y
ahora lo estás haciendo bien en combate, ¿no es así?"

Hermione nada más tenía doce, y era consciente, mas no podía


ponerlo en palabras, no podía encontrar que decir para convencer a
Harry.

El Profesor Quirrell había cogido a una joven chica y la había


llamado en frente de todos, y le ordenó abrir fuego sin provocación
contra un compañero.

No importaba si el Profesor Quirrell estaba en lo correcto sobre su


necesidad de aprender.

La Profesora McGonagall jamás hubiera hecho eso.

El Profesor Flitwick jamás hubiera hecho eso.

Tal vez ni siquiera el Profesor Snape hubiera hecho eso.

El Profesor Quirrell era MALO .

Pero no podía hallar las palabras, y sabía que Harry nunca le


creería.

"Hermione, he hablado con estudiantes mayores," Harry arguyó. "El


Profesor Quirrell podría ser el único Profesor de Defensa
competente que consigamos en nuestros siete años en Hogwarts.
Cualquier otra cosa que queramos aprender después, si queremos
estudiar Defensa, tenemos que hacerlo este año. Los estudiantes
que firmen para todo lo extracurricular van a aprender una gran
cantidad de cosas, más allá de lo que el Ministerio cree que los de
primer año se suponen deben estudiar - ¿sabías que vamos a
aprender el Encantamiento Patronus? ¿En Enero ? "

"¿El Encantamiento Patronus ? " Hermione cuestionó, su voz


elevándose en sorpresa.

Sus libros informaban que ese era una de las magias más brillantes
conocidas, un arma contra las criaturas Más Oscuras, lanzada con
emociones puras y positivas. No era algo que ella esperara que les
fuera a enseñar el malvado Profesor Quirrell - o arreglar que les
enseñaran, ya que Hermione no se podía imaginar que él pudiera
hacer el hechizo por sí mismo.

"Sí," Harry prosiguió. "¡Los estudiantes usualmente no aprenden el


Encantamiento Patronus hasta su quinto año o después! Sin
embargo el Profesor Quirrell asegura que las agendas del Ministerio
fueron hechas por Gusarajos parlantes, y la habilidad para lanzar el
Encantamiento Patronus depende más de las emociones que de la
fuerza mágica. El Profesor Quirrell piensa que la mayoría de
estudiantes realizan mucho menos de lo que podrían, y este año va
a demostrarlo."

La voz de Harry tenía ese usual tono de asombrada reverencia de


cuando hablaba del Profesor Quirrell, y Hermione apretó los dientes
y siguió caminando.

"Ya me apunté, de hecho," Hermione anunció, en voz baja. "Lo hice


esta mañana. Para todo, justo como dijiste."

Untado el dedo, metida la mano era la expresión que se


acostumbraba.
Además, ella no quería perder, y si deseaba ganar tenía que
aprender.

"¿Conque estarás en los ejércitos, entonces?" La voz de Harry se


puso repentinamente entusiasta. "¡Eso es asombroso, Hermione! Yo
ya armé mi lista de soldados, pero estoy seguro de que el Profesor
Quirrell me permitirá añadir una más, o intercambiar -"

"No me voy a unir a tu ejército." La voz de Hermione era afilada.


Sabía que era una suposición razonable pero la molesto de todos
modos .

Harry parpadeó. "Tampoco en la de Draco Malfoy, seguramente.


¿Así que quieres estar en el tercer ejército? ¿Aún cuando
desconocemos quién va a ser el general?" Harry sonaba
sorprendido y un poco herido, y ella no podía echarle la culpa,
aunque por supuesto lo hacía, ya que de hecho todo era su culpa.
"¿Pero por qué no en la mía?"

"Piensa al respecto," Hermione espetó, "¡y tal vez lo descubras!"

Y ella aceleró su paso y dejó a Harry con la boca abierta atrás suyo.

"Profesor Quirrell," Draco habló con su voz más formal, "Debo


protestar su elección de Hermione Granger como la tercer general."

"¿Oh?" replicó el Profesor Quirrell, apoyándose en su silla en una


manera casual y relajada. "Proteste a sus anchas, Sr. Malfoy."

"Granger no está calificada para la posición," señaló Draco.

El Profesor Quirrell golpeó con un dedo su mejilla en gesto


pensativo. "Porque sí, sí es cierto. ¿Tiene alguna otra protesta?"

"Profesor Quirrell," añadió Harry Potter a su lado, "con todo el


debido respeto a los muchos y sobresalientes talentos académicos
de la Señorita Granger y a los puntos Quirrell que ella ha ganado
justamente en su clase, su personalidad no está ajustada para ser
una comandante militar."

Draco había sentido alivio cuando Harry accedió a acompañarlo a la


oficina del Profesor Quirrell. No sólo porque Harry era una
gigantesca y evidente mascota a la que el Profesor Quirrell le
prestaba atención. Draco también se había empezado a preocupar
que Harry realmente fuera amigo de Granger, había pasado un
tiempo y él todavía no había ejecutado su movimiento… pero hacer
esto era más apropiado.

"Estoy de acuerdo con el Sr. Potter," continuó Draco. "Elegirla a ella


como general convierte todo en una farsa."

"Severamente expuesto," dijo Harry, "mas no puedo estar en


desacuerdo con el Sr. Malfoy. Para ser franco, Profesor Quirrell,
Hermione Granger tiene tanta intención asesina como un recipiente
de uvas mojadas."

"Eso," concluyó el Profesor Quirrell con suavidad, "no es algo que yo


dejara de notar por mi mismo. No me están contando nada que ya
sepa."

Era el turno de Draco para hablar, sin embargo la conversación


había tenido un traspié repentino. Esa respuesta no había estado
dentro de las posibilidades que él y Harry habían imaginado antes
de llegar aquí. ¿Qué argumentabas después de que el profesor
aseguraba que ya sabía todo lo que tú sabías y de todos modos iba
a cometer un error obvio?

El silencio se estiró.

"¿Es alguna clase de complot?" Harry dedujo lentamente.

"¿Debe ser todo lo que hago algún tipo de complot?" preguntó el


Profesor Quirrell. ¿No puedo alguna vez crear caos sólo por el
placer del caos?"
Draco casi se ahoga.

"No en su clase de Batalla Mágica," Harry afirmó con camada


certeza. "En otros lugares, quizá, mas no allí."

El Profesor Quirrell levantó sus cejas con lentitud.

Harry le devolvió la mirada sin titubear.

Draco tuvo escalofríos.

"Bueno entonces," el Profesor Quirrell retomó. "Ninguno de los dos


parece haber considerado una pregunta muy simple. ¿A quién
podría elegir en lugar de la Señorita Granger?"

"Blaise Zabini," Draco propuso sin dudar.

"¿Alguna otra sugerencia?" cuestionó el Profesor Quirrell, sonando


bastante divertido.

Anthony Goldstein y Ernie Macmillan, le llegaron al pensamiento,


antes de que el sentido común de Draco lo pateara para descartar a
los sangre sucia y a los Hufflepuffs sin importar que tan
agresivamente lucharan. Así que en vez de eso Draco dijo, "¿Qué
hay de malo con Zabini?"

"Ya veo…" Harry reconoció despacio.

"Yo no," reiteró Draco. "¿Por qué no Zabini?"

El Profesor Quirrell observó a Draco. "Porque, Sr. Malfoy, sin


importar que tanto él se esfuerce, él nunca será capaz de mantener
el ritmo con usted o el Sr. Potter."

El impacto dejó a Draco estupefacto. "Usted no puede creer que


Granger va a -"

"Él está apostando en ella," Harry dijo en voz baja. "No está
garantizado. Las probabilidades ni siquiera son buenas. Es casi
seguro que ella nunca nos dará una buena pelea, y aún si lo hace,
le podría tomar meses aprender. Pero ella es la única en nuestro
año con el potencial para crecer hasta vencernos."

Las manos de Draco se retorcieron mas no se cerraron en puños.


Presentarse como tu compañero y luego retractarse era una táctica
clásica de sabotaje, así que Harry Potter estaba del lado de Granger
y eso implicaba -

"Sin embargo Profesor," Harry siguió con lisonja, "me preocupa que
Hermione será miserable como la general de un ejército. Ahora
estoy hablando como su amigo, Profesor Quirrell. La competición
podría ser buena para Draco y para mí, ¡pero lo que usted le está
pidiendo no es bueno para ella ! "

No importa.

"Su amistad con Hermione Granger habla bien de usted," el


Profesor Quirrell se defendió con sequedad. "Especialmente porque
es capaz de ser amigo con Draco Malfoy al mismo tiempo. Un gran
logro, eso."

Harry de repente se mostró un poco nervioso, lo que indicaba que


se sentía todavía mucho más nervioso, y Draco maldijo en silencio.
Por supuesto que Harry no iba a engañar al Profesor Quirrell.

"Y dudo que la Señorita Granger aprecie su amistosa


preocupación," señaló el Profesor Quirrell. "Fue ella quien me pidió
la posición, Sr. Potter, no fui yo."

Harry se quedó callado por un momento. Luego le lanzó a Draco


una rápida mirada mezcla de disculpa y advertencia, explicando
todo al mismo tiempo, Lo siento, hice lo mejor y Es mejor que
Nosotros no le presionemos más allá.

"En cuanto a que ella sea miserable," el Profesor Quirrell continuó,


con una ligera sonrisa jugueteando en sus labios, "sospecho que
ella no lo tendrá tan arduo con los rigores de su posición tanto como
ustedes creen, y que les pondrá una buena pelea más pronto de lo
que se imaginan."

Tanto Harry como Draco abrieron la boca en horror.

"No le va a dar consejos, ¿o sí?" acusó Draco, totalmente


espantado.

"¡Yo nunca firmé para pelear contra usted ! " exclamó Harry.

La sonrisa que jugaba en los labios del Profesor Quirrell se hizo más
grande. "De hecho, yo hice el ofrecimiento de compartir unas
cuantas sugerencias para las primeras batallas de la Señorita
Granger."

"¡Profesor Quirrell!" clamó Harry.

"Oh, no se preocupe," aclaró el Profesor Quirrell. "Ella me rechazó.


Tal y como esperaba."

Los ojos de Draco se pusieron como rendijas.

"Vaya vaya, Sr. Potter," apuntó el Profesor Quirrell, "¿nadie le dijo


que es de mala educación mirar fijamente a los ojos?"

"Usted no va a ayudarle en secreto de alguna otra forma, ¿o sí?"


preguntó Harry.

"¿Haría yo algo así?" replicó el Profesor Quirrell.

"Sí," afirmaron Draco y Harry al mismo tiempo.

"Me siento herido por su falta de confianza. Bueno entonces,


prometo que no le ayudaré a la General Granger de ningún modo en
que ustedes dos no sepan. Y ahora les sugiero que ambos vayan a
dedicarse a sus asuntos militares. Noviembre se aproxima, y con
rapidez."


Draco vio las implicaciones antes de que la puerta se hubiera
cerrado por completo detrás de ellos al salir de la oficina del
Profesor Quirrell.

Harry había hablado una vez despectivamente de "las cosas de las


personas".

Y ahora esa era la única esperanza de Draco.

Deja que no se de cuenta, deja que no se de cuenta…

"Deberíamos ir y atacar a la chica Granger sin rodeos y sacarla de


nuestro camino," aventuró Draco. "Después de que la aplastemos,
podemos tener nuestro propio concurso sin ninguna distracción."

"Eso realmente no me parece justo con ella, ¿no crees?" interpuso


Harry con voz suave.

"¿Qué te importa?" cuestionó Draco. "Ella es tu rival, ¿cierto?"


Entonces, con la nota precisa de sospecha en su voz, "No me digas
que ha empezado a agradarte de verdad, tras haber sido su rival por
todo este tiempo…"

"Prohibido sea por los Fundadores," espetó Harry. "¿Qué te puedo


decir, Draco? Meramente tengo un sentido natural de justicia.
Granger también lo tiene, ya sabes. Ella tiene una firme opinión
sobre lo que son el bien y el mal, y probablemente va a atacar lo
malo primero. Tener un nombre como 'Malfoy' es pedir por algo así,
ya sabes."

¡MALDICIÓN!

"Harry," tanteó Draco, sonando herido y tal vez un poco superior,


"¿no quieres pelear de manera justa conmigo?"

"¿En lugar de atacarte después de que hayas perdido unas cuantas


fuerzas al vencer a Granger?" declaró Harry. "Oh, no lo sé. Quizá
cuando me canse de ganar intentaré esa cosa 'justa'."
"Tal vez ella te atacará a ti," Draco dijo. " Tú eres su rival."

"Pero yo soy su rival amistoso," Harry se mofó con una mueca


malvada. "Yo le compre un lindo regalo de cumpleaños entre otras
cosas. Tú no irías por ahí saboteando a tu rival amistoso de ese
modo."

"¿Qué hay de sabotear la oportunidad de tu amigo para tener una


lucha justa?" exclamó Draco furioso. "¡Pensé que eramos amigos!"

"Permite que parafrasee eso," replicó Harry. " Granger no sabotearía


a su rival amistoso. Sin embargo eso es porque ella tiene el instinto
asesino de un recipiente de uvas mojadas. Tu sí. Tú lo harías
totalmente . Y adivina que, yo también."

¡MALDICIÓN!

De haber sido una obra de teatro, hubiera sonado música dramática.

El héroe, impecablemente engalanado en una túnica de bordes


verdes y perfectamente peinado cabello rubio-blanco, encarando a
la villana.

La villana, recostada en una simple silla de madera con su dientes


de conejo claramente visibles y enmarañados rizos castaños
cayendo sobre sus mejillas, enfrentando al héroe.

Era Miércoles, Octubre 30, y la primera batalla iba a ocurrir el


Domingo.

Draco estaba de pie en la oficina de la General Granger, un cuarto


del tamaño de un pequeño salón de clases. ( Por qué las oficinas de
los generales eran tan grandes, Draco no estaba muy seguro. Una
silla y un escritorio hubieran sido suficientes para él. Él ni siquiera
tenía claro por qué los generales necesitaban oficinas para
empezar, sus soldados sabían dónde encontrarlo. A menos que el
Profesor Quirrell hubiera arreglado lo de las enormes oficinas
deliberadamente como una señal de prestigio, en cuyo caso Draco
estaba muy de acuerdo.)

Granger sentada en la única silla en el cuarto como si fuera un


trono, al otro lado de la parte de la oficina donde se encontraba la
puerta abierta. Había una larga mesa oblonga y alargada en la mitad
del cuarto que los separaba, y cuatro pequeñas mesas circulares
desperdigadas por las esquinas, mas nada más que una sola silla,
hasta el otra lado del extremo opuesto. El cuarto tenía ventanas en
una de las paredes, y un rayo de luz tocaba la cima del cabello de
Granger como si fuera una corona resplandeciente.

Hubiera sido genial si Draco pudiera haber avanzado con lentitud.


Pero había una mesa en el camino, y Draco tendría que pasar a un
lado diagonalmente, y no había una buena forma para hacer eso
siendo dramático y dignificado. ¿Había sido deliberado? De haber
sido su padre, seguramente hubiera sido así; aunque esta era
Granger, así que seguramente no.

No había ningún lugar para que él se pudiera sentar, y Granger no


se había levantado, tampoco.

Draco mantuvo la indignación fuera de su cara.

"Bueno, Sr. Draco Malfoy," Granger saludó una vez que estuvo
delante de ella, "usted pidió una audiencia conmigo y yo he sido tan
bondadosa como para concederla. ¿Cuál es su solicitud?"

Ven a visitarme a la Mansión Malfoy, mi padre y yo quisiéramos


mostrarte unos hechizos interesantes.

"Su rival, Potter, vino a mí con una oferta," expuso Draco, poniendo
una mirada seria en su rostro. "A él no le importa perder conmigo,
pero estaría humillado si usted ganara. Así que el desea unirse
conmigo y aplastarte de inmediato, no sólo en nuestra primera
batalla, en todas ellas. Si no hago eso, Potter quiere que aguarde o
te acose, mientras que él lanza un ataque total contra ti en su primer
movimiento."

"Ya veo," Granger masculló, viéndose sorprendida. "¿Y está


ofreciendo ayudarme contra él?"

"Por supuesto," acotó Draco con suavidad. "No creí que lo que él
quería hacerte fuera justo."

"Vaya, eso es muy lindo de su parte, Sr. Malfoy," dijo Granger.


"Lamento la forma en que le hablé antes. Deberíamos ser amigos.
¿Puedo llamarlo Drakey?"

Campanadas de alarma empezaron a sonar en la cabeza de Draco,


pero había una oportunidad de que ella fuera seria al respecto…

"Por supuesto," aceptó Draco, "si yo puedo llamarte Hermy."

Draco estuvo muy seguro de que captó un titubeó en la expresión


de ella.

"Como sea," Draco continuó, "Estaba pensando que le daría una


lección a Potter si ambos lo atacáramos y lo aplastáramos."

"Sin embargo eso no sería justo con el Sr. Potter, ¿o sí?" cuestionó
Granger.

"Pienso que sería muy justo," Draco insistió. "Él estaba planeando
hacértelo a ti primero."

Granger le estaba dando una severa mirada que posiblemente lo


hubiera intimidado de haber sido un Hufflepuff en vez de un Malfoy.
"Usted cree que soy muy estúpida, ¿no es así, Sr. Malfoy?"

Draco sonrió encantadoramente. "No, Señoritas Granger, pero


pensé que valía la pena revisar . Entonces, ¿qué es lo que quiere?"

"¿Está ofreciendo sobornarme ?" preguntó Granger.


"Seguro," admitió Draco. "¿Puedo dejar cae un Galeón y conseguir
que usted ataque a Potter en lugar de a mí por el resto de año?"

"No," rechazó Granger, "mas puede ofrecerme diez Galeones y


conseguir que los ataque a ambos en igualdad, y no sólo a usted."

"Diez Galeones es mucho dinero," Draco tanteó con cautela.

"Desconocía que los Malfoys fueran pobres," aguijoneó Granger.

Draco miró fijamente a Granger.

Él estaba comenzando a tener un extraño presentimiento sobre


esto.

Esa replica en particular no parecía provenir de esta chica en


particular.

"Bueno," habló Draco, "no te vuelves rico botando el dinero, sabes."

"No sé si sabe lo que es un dentista, Sr. Malfoy, pero mis padres son
dentistas y cualquier cosa menos que diez Galeones no vale ni un
poco de mi tiempo."

"Tres Galeones," Draco añadió, más como para sondearla que otra
cosa.

"No," denegó Granger. "Si es que le interesa tan sólo un poco una
pelea justa, no creo que un Malfoy desee más diez Galeones de lo
que quiere una pelea en igualdad de condiciones."

Draco comenzaba a tener un presentimiento muy extraño sobre


esto.

"No," clamó Draco.

"¿No?" ladró Granger. "Esta es una oferta limitada, Sr. Malfoy. ¿Está
seguro que quiere arriesgarse a todo un año de ser miserablemente
destrozado por el Niño-Que-Vivió? Eso sería muy vergonzoso para
la Casa de Malfoy, ¿o no?"

Era un argumento muy persuasivo, uno que era difícil refutar, sin
embargo tú no te volvías rico gastando dinero cuando tu corazón
susurraba que se trataba de un engaño.

"No," repitió Draco.

"Lo veo el Domingo," cortó Granger.

Draco se giró y salió caminando de la oficina sin otra palabra.

Eso no había estado bien…

"Hermione," Harry explicó pacientemente, "se supone que tenemos


que planear el uno contra el otro. Incluso tú podrías traicionarme y
no significaría nada afuera del campo de batalla."

Hermione sacudió su cabeza. "No sería agradable, Harry."

Harry suspiró. "No creo que entiendas el espíritu de esto ni un


tanto."

No sería agradable. Había llegado a decir eso. Hermione no sabía si


sentirse insultada por lo que Harry pensaba de ella, o preocupada
porque realmente ella sí sonaba así de buena-niña usualmente.

Probablemente era momento de cambiar de tema.

"Como sea, ¿vas a hacer algo especial para mañana?" preguntó


Hermione. "Es -"

Su voz se cortó de manera abrupta cuando ella se dio cuenta.

"Sí, Hermione," Harry retomó un poco azorado, "¿qué día es?"


Interludio :

Hubo un tiempo en que el 31 de Octubre había sido llamado


Halloween en la Bretaña Mágica.

Ahora era el día de Harry Potter.

Harry había declinado todas las ofertas, incluso la que provenía del
Ministro Fudge que podría haber sido buena para futuros favores
políticos y para la cual en verdad él tendría que haber apretado sus
dientes y aceptado. Pero para Harry, el 31 de Octubre siempre sería
el Día En Que El Señor Oscuro Asesinó A Mis Padres. Debió haber
habido un silencioso, dignificado servicio memorial en algún lugar, y
si había existido uno, él no había sido invitado.

Hogwarts tenía el día libre para celebrar. Ni siquiera los Slytherins


se atrevían a vestir de negro por fuera de su dormitorio. Había
eventos especiales y comidas especiales y los profesores miraban
para otro lado si alguien corría por los pasillos. Era el décimo
aniversario, después de todo.

Harry pasó el día dentro de su baúl para no arruinarlo para nadie


más, comiendo bocadillos en barras en lugar de comidas, leyendo
algunos de sus más tristes libros de ciencia ficción (no de fantasía),
y escribiendo a Mamá y Papá una carta mucho más larga de las que
enviaba normalmente.
Trabajando en grupos Parte 1
Capítulo 30

Trabajando en grupos, Parte 1

J. K. Rowling si un hombre intenta molestarte, puedes pensar en


azul, contar dos, y buscar un zapato rojo.

El día era Domingo, 3 de Noviembre, y pronto los tres grandes


poderes escolares de su año, Harry Potter, Draco Malfoy, y
Hermione Granger, iniciarían su lucha por el supremo dominio.

(Harry estaba ligeramente molesto por la forma en que el Niño-Que-


Vivió había sido rebajado de supremo dominador a uno de tres
rivales iguales por tan sólo entrar al concurso, pero lo esperaba
recuperar pronto.)

El campo de batalla era una sección del bosque no-Prohibido, con


árboles densos, porque el Profesor Quirrell consideró que ser capaz
de ver todas las fuerzas de tus enemigos era demasiado aburrido
para su primera batalla.

Todos los estudiantes que no estaban en los ejércitos de primer año


acampaban cerca y observaban unas pantallas que el Profesor
Quirrell había acomodado. Excepto por tres Gryffindors de cuarto
año, que estaban enfermos en el momento y confinados a las
camas de sanación de Madam Pomfrey. Aparte de eso, todo el
mundo estaba allí.

Los estudiantes estaban vistiendo, no su túnica ordinaria de la


escuela, sino unos uniformes de camuflaje Muggle que el Profesor
Quirrell había obtenido en algún lugar y entregado en suficiente
cantidad y variedad como para les sirviera a todos. No era que a los
estudiantes les preocuparan las manchas y rasgaduras, para eso
estaban los Encantamientos. Sin embargo como el Profesor Quirrell
había explicado para sorpresa de los hijos de magos, la linda y
dignificada ropa no era eficiente para esconderse en los bosques o
esquivar los árboles.

Y en el pecho de cada uniforme, un parche mostrando el nombre y


la insignia de tu ejército. Un parche pequeño . Si querías que tus
soldados lucieran, digamos, moños coloridos para que pudieran ser
identificados a la distancia, y arriesgarte a que los enemigos
pusieran sus manos sobre esos moños, eso dependía de ti.

Harry había procurado conseguir el nombre de Ejército Dragón.

Draco había presentado el argumento de que eso los confundiría a


todos por completo.

El Profesor Quirrell había decretado que Draco podía reclamar el


nombre con prioridad, si lo deseaba.

Así que Harry estaba peleando contra el Ejército Dragón.

Esto probablemente no era una buena señal.

Para su insignia, en vez de la demasiado obvia cabeza de dragón


escupiendo fuego, Draco había elegido simplemente quedarse con
el fuego. Elegancia, discreción, mortandad: Esto es lo que queda a
nuestro paso . Muy Malfoy.

Harry, tras considerar opciones alternativas como el Batallón


Provisional 501 y los Secuaces Mortales de Harry, había decidido
que su ejército sería conocido por la simple y dignificada apelación
de la Legión Caos.

Su insignia era una mano con dedos posando listos para chasquear.

Era un acuerdo universal que eso no era una buena señal.

Harry le había aconsejado con honestidad a Hermione que los


jóvenes chicos bajo su mando estaban probablemente nerviosos al
estar con una chica con reputación de ser amable, y que ella
debería escoger algo aterrador que les mostrara su rudeza y los
hiciera sentir orgullosos de ser parte de su ejército, como los
Comandos Sangrientos o algo por el estilo.

Hermione había nombrado a su ejército el Regimiento Rayo de Sol.

Su insignia era una carita feliz.

Y en diez minutos, estarían en guerra.

Harry estaba de pie en lo más despejado y brillante del bosque


donde estaba su localización de arranque asignada, un área de
espacio abierta con árboles cabizbajos y podridos que había sido
despejada por algún propósito desconocido, tierra cubierta con
pequeñas hojas desperdigadas y los secos remanentes grises de
hierba que habían fallado la prueba del caluroso verano, y los rayos
del sol cayendo brillantemente desde arriba.

A su alrededor estaban los veintitrés soldados que el Profesor


Quirrell le había asignado. Casi todos los de Gryffindor se habían
apuntado, por supuesto, y más de la mitad de Slytherin, y menos de
la mitad de Hufflepuff, y un puñado de Ravenclaw. En el ejército de
Harry había doce Gryffindors y seis Slytherins y cuatro Hufflepuffs y
alguien más de Ravenclaw aparte de él mismo… no que hubiera
alguna forma de diferenciarlo por los uniformes. No rojo, no verde,
no amarillo, no azul. Sólo patrones de camuflaje Muggle, y un
parche en el pecho con el dispositivo de una mano posando para
chasquear sus dedos.

Harry posó la vista sobre sus veintitrés soldados, todos vistiendo los
mismos uniformes sin marcas de identidad grupal excepto por el
parche.

Y con dicha, Harry sonrió, porque él comprendía que esto era parte
del plan maestro del Profesor Quirrell; y Harry iba a tomar completa
ventaja de ello para sus propios propósitos, también.
Había un episodio legendario en la psicología social llamado el
experimento de la Cueva de los Ladrones. Había sido aplicado
después de los desconcertantes eventos de la Segunda Guerra
Mundial, con la intención de investigar las causas y remedios de los
conflictos entre grupos. Los científicos habían organizado un
campamento de verano para 22 chicos de 22 escuelas diferentes,
seleccionado sólo a los que pertenecieran a familias estables de
clase media. La primera fase del experimento tenía la intención de
investigar qué se necesitaba para iniciar un conflicto entre grupos.
Los 22 chicos habían sido divididos entre dos grupos de 11 -

- y eso había sido suficiente.

La hostilidad había empezado desde el momento en que los dos


grupos se hicieron conscientes de la existencia de cada uno en el
parque estatal, lanzándose insultos desde el primer encuentro. Se
llamaron a sí mismos las Águilas y los Cascabeles (no se habían
puesto ningún nombre cuando pensaban que eran los únicos en el
parque) y habían procedido a desarrollar estereotipos contrastantes
como grupo, los Cascabeles se consideraban rudos-y-fuertes y
decían grandes groserías, las Águilas correspondientemente
decidieron pensar en ellos mismos como decentes-y-apropiados.

La otra parte del experimento había sido probar cómo resolver los
conflictos de grupo. Reunir a los chicos en conjunto para observar
los fuegos pirotécnicos no había funcionado. Sólo se gritaron los
unos a los otros y permanecieron apartados. Lo que había
funcionado era advertirles que podía haber vándalos en el parque, y
los dos grupos necesitaban trabajar juntos para solucionar una falla
en el sistema de agua del parque. Una tarea común, un enemigo en
común.

Harry tenia una fuerte sospecha de que el Profesor Quirrell en


efecto había comprendido este principio muy bien cuando había
escogido crear tres ejércitos por año.

Tres ejércitos.
No cuatro .

Y definitivamente no segregados por Casa… excepto que ningún


Slytherins había sido asignado a Draco a parte del Sr. Crabbe y el
Sr. Goyle.

Eran cosas como esas las que le reiteraban a Harry que el Profesor
Quirrell, a pesar de su afectada atmósfera Oscura y su pretensión
de neutralidad en el conflicto entre el Bien y el Mal, en secreto
apoyaba al bien, no que Harry fuera alguna vez a atreverse a
afirmarlo en voz alta.

Y Harry había decidido tomar ventaja completa del plan del Profesor
Quirrell para definir la identidad de su grupo a su modo.

Los Cascabeles, una vez que conocieron a las Águilas, habían


comenzado a considerarse rudos-y-fuertes, y se comportaron de
acuerdo a eso.

Las Águilas habían pensado en sí mismos como buenos-y-


correctos.

Y en ese brillante bosque despejado, desperdigados alrededor de


los árboles cabizbajos y podridos, iluminados por el resplandeciente
sol que les caía desde arriba, el General Potter y sus veintitrés
soldados estaban organizados para no parecerse a nada que se
pareciera a una formación. Algunos soldados estaban de pie, otros
estaban sentados, y los últimos se paraban en una pierna nada más
para ser diferentes.

Era la Legión Caos, después de todo.

Y si no había una razón para pararse en pulcras y diminutas lineas,


Harry había pronunciado con desdén, no iba a haber pulcras y
diminutas lineas.

Harry había dividido su ejército en 6 escuadrones de 4 soldados


cada uno, cada escuadrón comandado por un Sugeridor de
Escuadrón. Todas las tropas habían recibido ordenes estrictas para
desobedecer cualquier orden que les fuera dada si parecía una
buena idea en ese momento, incluyendo esa misma… a menos que
Harry o el Sugeridor de Escuadrón iniciaran la orden con el prefijo
"Merlín dice", en cuyo caso se suponía que debían obedecer.

El ataque maestro de la Legión Caos era dividirse y correr en


múltiples direcciones, cambiando vectores al azar y disparando el
hechizo aprobado de sueño tan rápidamente como pudieran
reconstruir la fuerza mágica. Y si veías una oportunidad para
distraer o confundir al enemigo, la aprovechabas.

Veloz. Creativo. Impredecible. No-homogéneo. No sólo obedezcas


ordenes, piensa sobre si lo que estás haciendo a cada momento
tiene sentido.

Harry no estaba tan seguro como pretendía que ésta era la


eficiencia militar optima… pero se le había dado una oportunidad
dorada para cambiar cómo algunos estudiantes pensaban de sí
mismos, y así era cómo él tenía la intención de usarla.

Cinco minutos para la guerra, de acuerdo al reloj de Harry.

El General Potter caminó (no marchó) hacía donde sus fuerzas


aéreas estaban esperando tensamente, escobas ya sujetas con
firmeza en sus manos.

"Informen todas las unidades," habló el General Potter. Ellos habían


practicado esto durante una sesión de entrenamiento el Sábado.

"Líder Rojo a la escucha," informó Seamus Finnigan, quien no tenía


ni idea de lo que significaba.

"Cinco Rojo a la escucha," exclamó Dean Thomas, quien había


esperado su vida entera para pronunciarlo.

"Líder Verde a la escucha," Theodore Nott anunció más bien con


rigidez.
"Cuarenta y Uno Verde a la escucha," Tracey Davis culminó.

"Los quiero en el aire en el instante en que escuchemos la


campana," explicó el General Potter. "No combatan, repito, no
combatan. Evadan si están bajo fuego." (Por supuesto no apuntabas
con hechizos adormecedores a los que estaban en escobas;
disparabas un hechizo que temporalmente hacía brillar de color rojo
lo que tocaba. Si le dabas a la escoba o al que la montaba, ellos
quedaban eliminados de la guerra.) "Líder Rojo y Rojo Cinco, vuelen
sobre el ejército de Malfoy tan pronto como puedan, quédense tan
alto como puedan mientras los observan, regresen en el instante en
que tengan por seguro lo que ellos van a hacer. Líder Verde, haz lo
mismo para el ejército de Granger. Cuarenta y Uno Verde, vuele
sobre nosotros y vigile cualquier escoba o soldado que se acerque a
nosotros, usted y solamente usted está autorizado a disparar. Y
recuerden, no añadí 'Merlín dice' para nada de eso, sin embargo
realmente sí necesitamos esa información. ¡Por el Caos!"

"¡Por el Caos!" los cuatro hicieron eco con diferentes grados de


entusiasmo.

Harry esperaba que Hermione lanzara un ataque inmediato sobre


Draco, en cuyo caso él movería sus tropas en posición y la
apoyaría, pero sólo después de que ella hubiera recibido bastantes
perdidas y causado algún daño. Lo haría pasar como un rescate
heroico, de ser posible; no estaría mal que el Rayo de Sol pensara
que Caos era su amigo, después de todo.

Mas nada más en caso de que ella no lo hiciera… bueno, por eso
era que la Legión Caos iba a quedarse quieta hasta que el Líder
Verde se reportara.

Los movimientos de Draco serían para su propio beneficio. Era


predecible que el prepararía su ejército para defenderse contra
Hermione; podría darse cuenta o no que Harry había estado
mintiendo sobre que iba esperar a atacar hasta después de que
hubiera concluido la batalla. De todos modos Harry tuvo que poner
dos escobas sobre el Ejército Dragón, en caso de que estuvieran
haciendo algo, y también en caso de que Draco o el Sr. Goyle o el
Sr. Crabbe fueran lo suficientemente buenos como para derribar una
escoba en el cielo.

Sin embargo la General Granger era la impredecible, y Harry no se


podía mover hasta que supiera cómo se estaba moviendo.

En el corazón del bosque, con patrones de sombra bailando sobre la


tierra mientras hojas de follaje revoloteaban por encima, el General
Malfoy estaba de pie donde los árboles eran relativamente escasos,
y observó sus tropas con calmada satisfacción. Seis unidades de
tres tropas cada una, la Unidad Aérea de cuatro (en la cual Gregory
estaba asignado), y la Unidad de Comando, compuesta por sí
mismo y Vincent. Únicamente ensayaron por un corto periodo de
tiempo durante el Sábado anterior, pero Draco estaba confiado en
que se las había arreglado para explicar lo básico. Quédate junto a
tus compañeros, cuida su espalda y confía en que ellos cuidan la
tuya. Muévanse como un único cuerpo. Obedezcan las ordenes y no
muestren temor. Apuntar, disparar, moverse, apuntar otra vez,
disparar de nuevo.

Las seis unidades formaban un perímetro defensivo alrededor de


Draco, contemplando fijamente hacia el bosque. Espalda contra
espalda se erguían, varitas sujetas hacia abajo hasta que
necesitaran atacar.

Ya tenían un parecido patente con los unidades de Aurores cuyo


entrenamiento Draco había visto durante las inspecciones de su
padre.

Caos y Rayo de Sol no iban a saber qué los había golpeado.

"Atención," saludó el General Malfoy.

Las seis unidades de desdoblaron y giraron hacia Draco; las caras


de sus jinetes de escoba se voltearon desde donde estaban de pie
con sus escobas ya en mano.

Draco había decidido esperar en cuanto a demandar saludos hasta


que hubieran ganado su primera batalla, cuando los Gryffindors y
Hufflepuffs estuvieran más dispuestos a saludar a un Malfoy.

Mas sus soldados ya estaban tan enderezados, especialmente los


Gryffindors, que Draco se preguntó si necesitaba dicha demora.
Gregory había escuchado con mucho sigilo, y reportado de regreso
a Draco que el ofrecerse voluntariamente a respaldar a Harry Potter
en clase de Defensa, en aquella ocasión en que el Profesor Quirrell
le había enseñado a Harry cómo perder, había marcado a Draco
como un comandante aceptable. Al menos si resultaba que eras
asignado a su ejército. No todos los Slytherins son iguales; había
Slytherins, y luego había Slytherins eso era lo que los Gryffindors en
el ejército de Draco le estaban repitiendo a sus compañeros de
Casa.

Draco estaba francamente sorprendido por lo increíblemente fácil


que había sido. Al principio Draco había protestado porque no se le
había asignado ningún Slytherins, y el Profesor Quirrell le había
replicado que si quería ser el primer Malfoy en ganar completo
poder político del país, necesitaba aprender cómo gobernar los otros
tres cuartos de la población. Eran cosas como esas las que le
reiteraban a Draco que el Profesor Quirrell tenía mucha más
simpatía por los tipos buenos de lo que el mismo Profesor Quirrell
permitía ver.

La batalla real no sería fácil, especialmente si Granger atacaba a los


Dragones primero. Draco había agonizado sobre si comprometer
todas sus fuerzas contra Granger de inmediato en un ataque
preventivo, pero se había preocupado porque (1) Harry lo hubiera
estado engañando completamente sobre lo que Granger haría, y (2)
Harry lo había estado engañando sobre que iba a esperar hasta
después del ataque de Granger para unirse la batalla.

Aunque el Ejército Dragón tenía un arma secreta, tres de hecho, que


podrían ser suficientes para ganar si eran atacados por ambos
ejércitos al mismo tiempo…

Casi era hora, y eso significaba que era momento para el discurso
pre-batalla que Draco había compuesto y memorizado.

"La batalla ya casi inicia," Draco expuso. Con voz calmada y


precisa. "Recuerden todo lo que yo y el Sr. Crabbe y el Sr. Goyle les
mostramos. Un ejército vence porque es disciplinado y letal. El
General Potter y la Legión Caos no serán disciplinados. Granger y el
Regimiento Rayo de Sol no serán letales. Nosotros somos
disciplinados, nosotros somos letales, nosotros somos Dragones. La
batalla está a punto de empezar, y nosotros estamos a punto de
vencer."

(Discurso Ex tempore dado por el General Potter a la Legión Caos,


inmediatamente antes de su primera batalla, el 3 de Noviembre,
1991, a las 2:56pm:)

Mis tropas, no les voy a mentir, nuestra situación hoy es muy


adversa. El Ejército Dragón nunca ha perdido una sola batalla. Y
Hermione Granger… tiene muy buena memoria. La verdad es, que
la mayoría de ustedes probablemente van a morir. Y los
sobrevivientes envidiaran a los muertos. Sin embargo tenemos que
ganar esto. Tenemos que ganar esto para que así algún día,
nuestros hijos puedan volver a disfrutar el sabor del chocolate otra
vez. Todo está en riesgo aquí. Literalmente todo. Si perdemos, el
universo entero se apagará como un bombillo. Y ahora me doy
cuenta que la mayoría de ustedes no conocen lo que es un bombillo.
Bueno, crean en mi palabra, es malo. Mas si tenemos que caer,
caigamos peleando, como héroes, para que cuando la oscuridad se
cierna, podamos pensar para nosotros mismos, al menos nos
divertimos. ¿Tienen miedo de morir? Yo sé que yo sí. Puedo sentir
esos escalofríos de miedo como si alguien estuviera introduciendo
crema de helado dentro de mi camiseta. Pero yo sé… que la historia
nos está observando. Nos estaba viendo cuando nos pusimos
nuestros uniformes. Probablemente estaba tomando fotos. Y la
historia, mis tropas, es escrita por los vencedores. Si ganamos esto,
podemos escribir nuestra propia historia. Una historia en la cual
Hogwarts fue fundada por cuatro elfos de casa renegados. Podemos
hacer que todos estudien esa historia, aún si no es verdad, y si no
responden del modo correcto en nuestros exámenes… fallaran la
clase. ¿No es eso algo por lo que vale la pena morir? No, no
contesten a eso. Algunas cosas son mejores si permanecen
desconocidas. Ninguno de nosotros sabe por qué estamos aquí.
Ninguno sabe por qué estamos peleando. Acabamos de despertar
en estos uniformes dentro de este bosque misterioso, conociendo
sólo que no hay forma de recuperar nuestros nombres y memorias
excepto la victoria. Los estudiantes en los otros ejércitos allá
afuera… son iguales a nosotros. Ellos no quieren morir. Están
peleando para protegerse los unos a los otros, los únicos amigos
que les quedan. Están peleando porque saben que tienen familias
que los extrañaran, incluso si no lo recuerdan ahora. Pueden estar
luchando para salvar el mundo. Pero nosotros tenemos una mejor
razón para luchar que ellos. Combatimos porque nos gusta.
Peleamos para la diversión de monstruosidades espeluznantes que
provienen de más allá del Espacio y Tiempo. Peleamos porque
somos Caos. Pronto iniciará la batalla final, así que permitan que
diga ahora, porque no tendré una oportunidad de hacerlo después,
que fue un honor ser su comandante, aunque fuera brevemente.
Gracias, gracias a todos. Y recuerden, su meta no es nada más
derribar al enemigo, es meterles miedo.

Un gran gong repiqueteando hizo eco a través del bosque.

Y el Regimiento Rayo de Sol empezó a marchar.

La tensión creció y creció, a medida que Harry y los otros diecinueve


soldados seguían esperando por el reporte de los guerreros aéreos.
No debían tardar mucho, las escobas eran rápidas y las distancias
en el bosque no eran tan grandes -
Dos escobas se aproximaron, veloces, desde la dirección del
campamento de Draco, y todos los soldados se pusieron tensos. No
estaban ejecutando las maniobras que eran el código de hoy para
una escoba amistosa .

"¡Dispersarse y disparar!" rugió el General Potter, y entonce convirtió


en acción sus palabras, apresurándose a máxima velocidad hacia el
bosque en busca de cubierta; y tan pronto como Harry estuvo entre
los árboles, se giró, levantó su varita, intentó hallar las escobas en el
cielo -

"¡Despejado!" gritó una voz. "¡Están yéndose!"

Harry se encogió de hombros mentalmente. No había forma de


prevenir que Draco obtuviera esa información, y nada más había
aprendido que ellos seguían en espera.

Y los Caóticos emergieron con lentitud del bosque -

"¡Escobas aproximándose de la dirección de Granger!" aulló otra


voz. "Creo que es el Líder Verde, ¡hizo el zambullido y giro!"

Momentos después Theodore Nott abandonó el cielo y descendió en


medio de los soldados.

"¡Granger ha dividido sus fuerzas en dos!" chilló Nott mientras


bajaba de su escoba. Había manchas de sudor en su uniforme, y
toda la reserva se había ido de su voz. "¡Ella está atacando ambos
ejércitos! Dos escobas cubriendo cada fuerza, ¡me persiguieron la
mitad del camino hasta aquí!"

Dividir su ejército, qué rayos -

Una enorme fuerza concentrando disparos en una fuerza pequeña


podría reducir a esta última sin recibir mucho daño a cambio. Si
veinte soldados enfrentaban a diez soldados, veinte hechizos de
sueño serían lanzados a los diez soldados con tan sólo diez
hechizos de sueño en respuesta, así que a menos que cada uno de
esos primeros hechizos diera en el blanco, la fuerza más pequeña
perdería más personas de las que podría derribar junto con ellos.
Derrotado en detalle era el término militar para lo que pasaba
cuando dividías tus fuerzas de ese modo. Qué podía ser lo que
Hermione posiblemente estaba pensando…

Entonces Harry se dio cuenta.

Ella estaba siendo justa.

Iba a ser un largo año en la clase de Defensa.

"De acuerdo," Harry habló en voz alta, para que el ejército pudiera
escucharlo. "Esperaremos hasta que el Ala Roja se reporte, y
entonces iremos a nublar a algunos Rayos de Sol."

Draco escuchó los reportes de los voladores con cara calmada, toda
su conmoción oculta por dentro. ¿Qué podía ser lo que Granger
posiblemente estaba pensando?

Entonces Draco se dio cuenta.

Es una finta.

Una de las dos fuerzas de Rayo de Sol cambiaría de dirección, y


ambas convergerían sobre… ¿quién?

Neville Longbottom marchó a través del bosque hacía la cercana


fuerza Soleada, ocasionalmente alzando la vista al cielo en busca
de escobas. A su lado marchaban sus compañeros de escuadrón,
Melvin Coote y Lavender Brown de Gryffindor, y Allen Flint de
Slytherin. Allen Flint era su Sugeridor de Escuadrón, aunque Harry
antes le había dicho a Neville, en privado, que la posición era suya
si él la quería.
Harry le había explicado muchas cosas a Neville en privado,
empezando con "Sabes, Neville, si quieres ser tan asombroso como
el Neville imaginario que vive en tu cabeza mas no se le permite
hacer nada porque estás asustado, entonces realmente tendrías
que unirte a los ejércitos del Profesor Quirrell."

Ahora Neville estaba convencido de que el Niño-Que-Vivió podía


leer mentes. No había otra forma en que Harry Potter lo hubiera
podido descubrir. Neville nunca había hablado con nadie sobre eso,
o dado alguna pista; y otras personas no eran así, no que Neville lo
hubiera llegado a notar.

Y la promesa de Harry se había vuelto realidad, esto sí se sentía


diferente de los duelos de practica en clase de Defensa. Neville
había esperado que los duelos de practica arreglarían todo lo que
estaba mal con él, y, bueno, no había sido así. Incluso si podía
disparar conjuros a otro estudiante en clase con el Profesor Quirrell
observando para asegurarse que nada saliera mal, aún si podía
esquivar y contraatacar cuando estaba permitido y todos los demás
estaban esperando eso y lo mirarían raro si él no lo hacía, nada de
eso era lo mismo a ser capaz de defenderte por ti mismo.

Pero ser parte de un ejército…

Algo extraño estaba estimulando a Neville desde adentro, mientras


marchaba a través del bosque al lado de sus camaradas, sobre sus
uniformes una insignia de dedos listos para chasquear.

Se le permitía caminar si quería, mas él se sentía más inclinado a


marchar.

A su lado, Melvin y Lavender y Allen también parecían sentirse


inclinados a marchar.

Y Neville empezó a entonar la Canción de Caos.

La tonada era lo que un Muggle hubiera identificado como la Marcha


Imperial de John Williams, igualmente conocida como "El Tema de
Darth Vader"; y las palabras que Harry había añadido eran fáciles de
recordar.

Caos caos caos-caos-caos caos caos

Caos caos-caos-caos caos caos

Caos caos caos, caos caos caos

En la segunda linea los otros ya se habían unido, y pronto podías


escuchar el mismo canto suave proviniendo de las partes cercanas
del bosque.

Y Neville marchó al lado de sus compañeros Legionarios Caos,

extraños sentimientos emocionando su corazón,

la imaginación volviéndose realidad,

mientras de que sus labios surgía una aterradora canción de caos.

Harry contemplo los cuerpos dispersados por el bosque. Algo dentro


de él se sentía un poco intranquilo, y él tenía que recordarse a sí
mismo que nada más estaban durmiendo. Había chicas entre los
caídos, y eso lo hacía mucho peor de algún modo, y tendría que ser
cuidadoso de nunca mencionar eso en frente de Hermione o los
Aurores encontrarían sus remanentes apretujados dentro de una
pequeña olla para servir el té.

La mitad del ejército Rayo de Sol no había opuesto mucha


resistencia a tantos Caos. Los nueve soldados de tierra habían
salido corriendo gritando de manera inarticulada con Escudos
Simples levantados, pantallas circulares para proteger sus rostros y
pechos. Sin embargo no puedes disparar y protegerte al mismo
tiempo, y los soldados de Harry simplemente habían optado por
apuntar a las piernas. Todos excepto una de los Soleados habían
caído tan pronto como los gritos de "¡Somnium!" llenaron el aire.
Esa última había bajado su escudo y se las arregló para derribar a
uno de los soldados de Harry antes de ser golpeada por una
segunda oleada de hechizos de sueño (el Maleficio de Sueño era
seguro para ataques múltiples). Las dos escobas Soleadas fueron
más difíciles de vencer y acabaron con tres Caóticos antes de ser
cubiertos por el masivo fuego desde tierra.

Hermione no estaba entre los caídos. Draco debía haberla vencido y


eso estaba haciendo que Harry se enojara en un nivel
completamente incomprehensible, él no estaba seguro de si se
sentía protector hacia Hermione, o estafado porque no había sido él
quien lo había hecho, o quizá ambos .

"De acuerdo," Harry exclamó, levantando su voz. "Todos vamos a


estar claros en una cosa, eso no fue una pelea real. Esa fue la
General Granger cometiendo un error en su primera batalla. Hoy la
batalla verdadera es con el Ejército Dragón y no se va a parecer en
nada a esto. Va a ser mucho más divertido. Avancemos."

Una escoba cayó del cielo, aproximándose terriblemente rápido, y


giró sobre su propia cola y desaceleró con tanta fuerza que casi
podías escuchar el aire gritando en protesta, y se detuvo en seco
directamente al lado de Draco.

No era una peligrosa demostración. Gregory Goyle era simplemente


así de bueno y no necesitaba desperdiciar tiempo.

"Potter está llegando," Gregory notificó sin rastro alguno de su usual


hablar lento. "Todavía tienen sus cuatro escobas, ¿quieres que me
encargue de ellas?"

"No," Draco dijó con astucia. "Luchar por encima de su ejército les
da demasiada ventaja, dispararán desde el suelo e incluso tú
podrías no ser capaz de esquivarlo todo. Espera hasta que nuestras
fuerzas entren en combate."

Draco había perdido cuatro Dragones a cambio de doce Soleados.


Aparentemente la General Granger de hecho había sido tan
increíblemente estúpida, aunque ella no había estado entre los
atacantes, así que Draco no había tenido oportunidad de burlarse o
preguntarle en el nombre de Merlín qué era lo que había estado
pensando.

La verdadera batalla, todos lo sabían, sería contra Harry Potter.

"¡Prepárense!" rugió Draco a sus tropas. "Permanezcan juntos con


sus compañeros, actúen como una unidad, ¡disparen tan pronto
como el enemigo esté dentro del rango!"

Disciplina contra Caos.

No sería una pelea difícil.

La adrenalina estaba bombeando y bombeando dentro de la sangre


de Neville hasta que sentía que apenas y podía respirar.

"Nos estamos acercando," indicó el General Potter con una voz


apenas audible para que la escuchará todo el ejército. "Es hora de
separarse."

Los camaradas de Neville se alejaron de él. Seguirían apoyándose


los unos a los otros, sin embargo si se apretujaban juntos, el
enemigo tendría un blanco más fácil; un disparo apuntado hacia uno
de tus camaradas podría fallar y pegarte a ti en tu lugar. Sería más
complicado darte si te separabas y te movías tan rápido como
podías.

La primera cosa que el General Potter había hecho, durante su


sesión de entrenamiento, fue hacer que se dispararan los unos a los
otros cuando ambos bandos estuvieran corriendo a toda prisa, o
ambos estuvieran de pie y tuvieran tiempo de apuntar, o uno se
estaba moviendo y el otro de pie - el encantamiento reverso del
Maleficio de Sueño era simple, aunque no se permitía que se usara
durante batallas reales. El General Potter había analizado
cuidadosamente todo lo que había pasado, hecho algo de calculo y
cifrado, y luego anunció que tenía más sentido que se enfocaran, no
en reducir la velocidad y apuntar cuidadosamente, sino moverse
veloces para que así no los golpearan.

Todavía molestaba a Neville un poco no estar marchando lado-a-


lado con sus camarada, pero los aterradores gritos de batalla que
habían aprendido ya estaban retumbando en su cabeza y eso lo
compensaba bastante.

Esta vez, Neville se lo juró a sí mismo en silencio, su voz positiva y


absolutamente no iba a temblar.

"Escudos arriba," dijo el General Potter, "poder hacia los


deflectores."

"Contego," murmuró el ejército, y la existencia de las pantallas


circulares surgió ante sus cabezas y pechos.

Un sabor fuerte llenó la boca de Neville. El General Potter no les


hubiera ordenado invocar sus escudos a menos que ya casi
estuvieran en rango. Neville podía ver las siluetas uniformadas de
los Dragones moviéndose a través de las densas figuras de los
árboles, y los Dragones también estarían viendo las de ellos -

"¡Ataquen!" llegó un grito desde la distancia, la voz de Draco Malfoy,


y el General Potter bramó, "Carguen -"

Toda la adrenalina en la sangre de Neville se liberó, y sus piernas lo


dominaron, enviándolo por los aires más veloz de lo que había
llegado a correr antes, directo hacia el enemigo, sabiendo sin
necesitad de mirar que todos sus camaradas estaban haciendo lo
mismo.
"¡Sangre para el dios de la sangre!" gritó Neville. "¡Esqueletos para
el trono de esqueleto! ¡Ia! ¡Shub-Niggurath! ¡La puerta de los
enemigos está entreabierta!"

Se produjo un impacto insonoro mientras un hechizo de sueño se


desperdiciaba contra el escudo de Neville. Si otros hechizos fueron
disparados, no habían acertado.

Neville vio la breve mirada de terror en el rostro de Wayne Hopkins,


de pie entre dos Gryffindors que Neville no reconoció, y entonces -

- Neville bajó el Escudo Simple y le disparó a Wayne -

- falló -

- sus piernas corriendo pasaron derecho al enemigo que se


agrupaba y llegaron hasta otros tres Dragones, sus varitas
levantándose hacia él, sus bocas abriéndose -

- sin tan siguiera pensarlo, Neville se sumergió en la tierra del


bosque cuando las tres voces gritaron "¡Somnium!"

Dolió, duras piedras y duros guijarros se enterraron dentro de


Neville al resbalarse, no era tan malo como caerse de la escoba
pero golpeó con bastante fuerza el suelo, y luego Neville, con
inesperada claridad, yació inmóvil y cerró los ojos.

"¡Alto!" chilló una voz. "¡No nos disparen, somos Dragones!"

Con un relámpago de gloriosa satisfacción, Neville se dio cuenta


que se las había arreglado para quedar entre dos grupos de
Dragones justo cuando un grupo le disparaba. Harry había hablado
sobre esta táctica para hacer que los enemigos tuvieran miedo de
atacar, y aparentemente funcionaba mejor de lo que se esperaba.

Y no sólo eso, los Dragones creían que lo habían derribado, ya que


habían visto a Neville caer mientras ellos disparaban.
Neville contó hasta veinte dentro de su cabeza, entonces abrió sus
ojos como hendiduras.

Los tres Dragones estaban cerca de él, sus cabezas volteando


rápidamente a cada grito de "¡Somnium!" y "¡Esqueletos para el
trono de esqueletos!" llenando el aire alrededor de ellos. Ahora los
tres tenían Escudos Simples activados.

La varita de Neville seguía en su mano, y no necesito mucho


esfuerzo para apuntar a la bota de uno de los chicos y susurrar
"¡Somnium!"

Sin demora Neville cerró sus ojos y relajó su mano cuando escuchó
que el chico cayó al suelo.

"¿De dónde vino?" clamó la voz de Justin Finch-Fletchley, y Neville


oyó crujidos sobre la tierra con hojas del bosque, al tiempo que los
dos Dragones giraban alrededor en busca de un enemigo.

"¡Reformen las filas!" bramó la voz de Malfoy. "Hacia mí, todos, ¡no
permitan que los separen!"

Las orejas de Neville escucharon a los dos Dragones saltar sobre su


cuerpo boca abajo cuando estos salieron corriendo.

Neville abrió sus ojos, se recompuso con un poco de dolor para


ponerse de pie, luego apuntó con su varita y pronunció el nuevo
encantamiento que el General Potter les había enseñado a todos.
No podían hacer hechizos reales de ilusión para confundir al
enemigo, sin embargo incluso a su edad sí podían -

"Ventriliquo," murmuró Neville, señalando con su varita a un lado de


Justin y el otro chico, y aulló, "¡Por Cthulhu y la gloria!"

Justin y el otro chico se detuvieron de manera abrupta, girando sus


escudos hacia donde Neville había movido su grito de batalla, y fue
allí cuando múltiples voces de "¡Somnium!" llenaron el aire y el otro
chico se cayó antes de que Neville hubiera terminado de apuntarle.
"¡El último es mio!" exclamó Neville, y entonces corrió directo hacia
Justin, quien había sido malo con él hasta que los Hufflepuffs más
grandes lo enderezaron. Neville estaba rodeado por sus camaradas
y eso significaba -

"Ataque especial, ¡Salto Caótico!" aulló Neville al tiempo que corría,


sintió que su cuerpo se volvía más liviano, y esa liviandad se duplicó
de nuevo, pues sus camaradas apuntaban sus varitas hacia él y
murmuraban el Encantamiento Levitador, y Neville alzó su mano
izquierda y chasqueó los dedos y luego usó sus piernas para brincar
desde la tierra tan fuerte como pudiera y rugió a través del aire. Pura
sorpresa se pintó en el rostro de Justin cuando Neville pasó por
encima del escudo del chico y lo señaló con su varita y conjuró
"¡Somnium!"

Porque se le dio la gana, ese es el por qué.

Neville no ajustó sus pies muy apropiadamente y se desplomó sobre


el suelo al aterrizar, sin embargo dos o tres de los otros Legionarios
Caóticos se las arreglaron para mantener sus varitas sobre él y no
se aporreó muy duro.

Y Neville se puso de pie, jadeando. Sabía que tenía que seguirse


moviendo, todos estaban gritando "¡Somnium!" por todo el lugar -

"Yo soy Neville, ¡el último heredero de Longbottom!" bramó Neville


al cielo por encima de su cabeza, sosteniendo su varita apuntando
recto hacia arriba como si estuviera retando al mismísimo y brillante
cielo azul, conociendo que nada después de este día volvería a ser
lo mismo. "¡Neville de Caos! Luchen conmigo si se atre-"

(Cuando Neville despertó después, le dijeron que el Ejército Dragón


habían tomado esta como su oportunidad para contraatacar.)

La chica al lado de Harry se derrumbó en el suelo, recibiendo el tiro


que era para él, y pudo escuchar la distante risa burlona del Sr.
Goyle mientras su escoba acometía por sobre ellos, cortando el aire
tan fuerte que deberían haberse partido en pedazos a su paso.

"¡Luminos!" exclamó uno de los chicos al lado de Harry, quien no


había sido capaz de reconstruir la fortaleza mágica con suficiente
premura, y el Sr. Goyle la esquivó sin pausa.

A Caos sólo le quedaban seis soldados, ahora, y el Ejército Dragón


tenía dos, y el único problema era que uno de esos soldados era
invencible, y el otro estaba usando tres soldados nada más para
mantenerlo dentro de su escudo.

Habían perdido más soldados con el Sr. Goyle que con todos los
otros Dragones juntos, él revoloteaba y esquivaba a través del aire
tan rápido que nadie podía golpearlo,y él podía disparar mientras
hacía eso.

Harry había pensado en todo tipo de maneras para detener al Sr.


Goyle pero ninguna de ellas era segura, incluso usar el
Encantamiento Levitador para reducir su velocidad (era un rayo
continuo y mucho más fácil de apuntar) no sería seguro porque él
podía caerse de su escoba, arrojar cosas en su camino tampoco
sería correcto, y eso se estaba haciendo cada vez más y más difícil
de recordar a medida que la sangre de Harry se iba helando.

Es un juego. No estás intentando matarlo. No eches a perder tus


futuros planes por un juego…

Harry podía ver el patrón, podía ver cómo el Sr. Goyle estaba
esquivando, podía ver cómo y cuándo necesitaba disparar para
crear una telaraña de disparos que el Sr. Goyle no sería capaz de
evadir, sin embargo él no era capaz de explicarlo con suficiente
velocidad a sus soldados, no podían coordinar sus tiros tan bien, y
ahora no tenían suficientes personas para hacerlo -

Me rehúso a perder, no así, ¡no todo mi ejército a causa de un


soldado!
La escoba del Sr. Goyle se giraba más veloz de lo que cualquier
cosa debía poder girarse y empezó a hacer un angulo hacia Harry y
sus tropas sobrevivientes, podía sentir al chico a su lado poniéndose
tenso, preparándose para lanzarse en frente de su general.

QUE SE JODA.

La varita de Harry salió, enfocándose sobre el Sr. Goyle, la mente


de Harry visualizó el patrón, y los labios de Harry se abrieron y su
voz gritó -

"Luminosluminosluminosluminosluminosluminosluminosluminoslumi
nosluminosluminosluminos-"

Cuando los ojos de Harry se volvieron a abrir, se encontró a sí


mismo descansando en una posición confortable con sus manos
dobladas sobre su pecho, agarrando su varita como un héroe caído.

Lentamente, Harry se sentó. Su magia estaba doliendo, una


sensación extraña mas no enteramente agonizante, más como el
ardor y letargo que seguía a un gran ejercicio físico.

"¡El general está despierto!" llamó una voz, y Harry parpadeó y se


concentró en esa dirección.

Cuatro de sus soldados mantenían sus varitas sobre un reluciente


hemisferio prismático, y Harry se dio cuenta que la batalla no había
finalizado. Claro… él no había sido golpeado por un Maleficio de
Sueño, nada más se agotó a sí mismo, así que cuando despertó,
seguía dentro del juego.

Harry sospechaba que iba a recibir un sermón de alguien-u-otro


sobre no agotar su magia al punto de la inconsciencia por un juego
de niños. Pero no había lastimado al Sr. Goyle cuando había
perdido su temperamento, y eso era lo importante.
Entonces la mente de Harry hizo clic sobre otra implicación, y bajó la
vista al anillo de acero sobre el dedo meñique de su mano izquierda,
y casi maldijo en voz alta cuando vio que el pequeño diamante ya no
estaba y había un malvavisco yaciendo cerca de donde se había
desmayado.

Había sostenido la Transformación durante diecisiete días, y ahora


tendría que iniciar de nuevo.

Podría haber sido peor. Le podría haber pasado esto catorce días
más adelante, después de que la Profesora McGonagall le hubiera
dado la aprobación para Transformar la roca de su padre. Esa era
una muy buena lección para aprender en el modo fácil.

Nota para mí mismo: Siempre remueve el anillo del dedo antes de


agotar completamente la magia.

Harry se empujó a sí mismo, haciéndolo con harto esfuerzo.


Desgastar tu magia no cansaba tus músculos, pero esquivar arboles
ciertamente sí.

Tambaleó hacía el hemisferio iridiscente que contenía a Draco


Malfoy, quien estaba sosteniendo su varita en alto para sostener el
escudo, y le sonreía fríamente a Harry.

"¿Dónde está la quinta soldado?" preguntó Harry.

"Este…" contestó un chico cuyo nombre Harry no podía recordar en


el momento. "Disparé un Maleficio de Sueño al escudo y rebotó y le
pegó a Lavender, o sea el angulo no era el correcto y sin embargo
eso pasó…"

Draco estaba sonriendo con malicia dentro del escudo.

"Así que déjame deducir," Harry dijo, observando a Draco


directamente a los ojos, "¿esos bonitos tríos son la formación usada
por los militares mágicos profesionales? ¿Compuestos de soldados
entrenados que fácilmente pueden golpear blancos en movimiento si
sus propias manos están firmes, y quienes pueden combinar sus
poderes defensivos siempre y cuando permanezcan juntos? ¿A
diferencia de tus soldados?"

La sonrisa se había desvanecido de la expresión de Draco, que


ahora era dura y severa.

"Sabes," Harry continuó con ligereza, conociendo que ninguno de


los demás comprendería cual era mensaje real pasando entre ellos,
"eso demuestra que siempre debes cuestionar todo lo que ves que
hacen tus modelos de conducta, e indagar por qué se está
haciendo, y si en contexto también tiene sentido que tú lo hagas. No
te olvides de aplicar ese consejo en la vida real, por cierto. Y gracias
por los blancos apretados de movimiento lento."

Porque Draco ya había recibido ese sermón, y, Harry sospechaba,


lo había descartado por la sospecha de que Harry estaba intentando
alejar más sus lealtades de las tradiciones de los sangre limpia. Lo
que desde luego Harry estaba haciendo. Mas este ejemplo sería
una excelente excusa, el siguiente Sábado, para declarar que
cuestionar la autoridad era meramente una técnica práctica para la
vida real. Y Harry también mencionaría los experimentos que él
había hecho, primero con individuos y luego con grupos, para
revisar sus ideas sobre la importancia de la velocidad y que de
hecho había sido correcta, martillearía a Draco hasta los cimientos
el punto de mantener un ojo abierto todo el tiempo en busca de
oportunidades para aplicar los métodos prácticos todos los días.

"¡No has ganado aún, General Potter!" gruñó Draco. "Tal vez el
tiempo se acabe, y el Profesor Quirrell dictaminará un empate."

Un punto justo y preocupante. La guerra únicamente terminaba


cuando el Profesor Quirrell, en su juicio personal, decidía que un
ejército había ganado para estándares prácticos de la vida real. No
había una condición formal de victoria, había explicado el Profesor
Quirrell, porque entonces Harry descubriría cómo jugar con las
reglas. Harry tenía que admitir que esa era una política justa.
Y Harry no podía culpar al Profesor Quirrell por no haber dado la
llamada final, porque era plausible que el último soldado del Ejército
Dragón pudiera vencer a los cinco sobrevivientes de la Legión Caos.

"De acuerdo," Harry habló. "¿Alguien conoce algo sobre el hechizo


escudo del General Malfoy?"

Resultó que el escudo de Draco era una variación del Protego


regular que tenía muchas contras, la más grande era que el escudo
no podía moverse con el hechicero.

La ventaja - o desde la perspectiva de Harry, desventaja - es que


era más fácil de aprender, más fácil de lanzar, y mucho más fácil de
sostener por largos periodos.

Tendrían que martillar el escudo con hechizos de ataque para


poderlo derribar.

Y Draco podía aparentemente ejercer algo de control sobre el


angulo de reflexión por lo cual los hechizos rebotarían.

A Harry se le ocurrió el pensamiento de que podían usar


Wingardium Leviosa para apilar rocas pesadas sobre el escudo
hasta que Draco no pudiera sostenerlo contra la presión… pero
entonces las rocas podrían caer a continuación y golpear a Draco, y
lastimar al general enemigo no estaba entre las metas verdaderas
del día de hoy.

"Así que," preguntó Harry. "¿Existe algo como un hechizo


especializado perforador de escudos?"

Los había.

Harry inquirió si alguno de sus soldados lo conocía.

Ninguno los conocía.

Draco estaba haciendo una mueca otra vez, dentro del escudo.
Harry indagó si había algún tipo de ataque que no rebotaría.

Relámpagos, parecían, eran usualmente absorbidos por los escudos


en lugar de rebotar sobre ellos.

… Nadie sabía cómo lanzar ninguna clase de hechizo relacionado a


los rayos.

Draco se rió con disimulo.

Harry suspiró.

Deliberadamente, él puso su varita sobre el suelo.

Y Harry anunció, con algo de cautela en su voz, que se adelantaría


y derribaría el escudo por su cuenta, usando algún método que
permanecería como un misterio; y todos los demás debían disparar
a Draco tan pronto como el escudo cayera.

Los Legionarios Caos se mostraron nerviosos.

Draco se veía calmado, lo que significa, controlado.

Una delgada, sabana doblada surgió del monedero de Harry.

Harry se sentó al lado del reluciente escudo, y desdobló la sabana


sobre su cabeza para que nadie pudiera vero lo que él hacía -
excepto Draco, por supuesto.

Del monedero de Harry salió una batería de carro y un grupo de


cables conectores.

… no era como si él fuera a abandonar el mundo Muggle para iniciar


una nueva era de investigación mágica, sin llevar consigo alguna
forma de generar electricidad.

Poco después, los Legionarios Caos oyeron el sonido de dedos


chasqueando, seguido por un crepitante ruido proveniente de la
sabana. El escudo empezó a resplandecer con mayor brillantes, y la
voz de Harry ordenó, "No se distraigan por favor, ojos sobre el
General Malfoy."

El cansancio comenzaba a mostrarse en el rostro de Draco, junto


con la furia y molestia y frustración.

Harry le dedicó una sonrisa, y gesticuló con la boca, Te explicó


después .

Y allí fue cuando una espiral de energía verde cruzó el bosque y se


estrelló contra el escudo de Draco, que chilló como piezas de vidrio
afilado siendo frotadas entre sí, y Draco tambaleó.

De repente, en frenético pánico, Harry cogió los cables conectores


de la batería y se los dio de comer al monedero, luego le dio de
comer la batería al monedero, y entonces se quitó a toda prisa la
sabana y agarró su varita y se puso de pie.

Todos sus soldados seguían allí y miraban alrededor desesperados.

"Contego," Harry conjuró, y sus soldados siguieron ejemplo, pero


Harry no conocía cuál era la dirección hacia la cual tenía que
apuntar el escudo. "¿Alguien vio de dónde provino eso?" Cabezas
sacudidas. "Y General Malfoy, ¿le importaría informarme si usted
venció a la General Granger?"

"Pues sí," Draco replicó ácidamente, "Sí me importa."

Oh, rayos.

La mente de Harry empezó a calcular, Draco dentro del escudo,


Draco agotado hasta cierto grado, Harry exhausto también,
Hermione en medio de los árboles quién-sabe-dónde, Harry y otros
cuatro Caóticos en pie…

"Sabe, General Granger," Harry habló en voz alta, "realmente debió


esperar a atacar hasta después de que yo hubiera luchado contra el
General Malfoy. Podría haber sido capaz de vencer a todos los
sobrevivientes."

De algún lugar surgió una risa muy aguda.

Harry se quedó paralizado.

Esa no era Hermione.

Y ahí fue cuando ese espantoso, misterioso, animado canto empezó


a elevarse, saliendo de todos lados a su alrededor.

"No tengas miedo, no estés triste,

Sólo te lastimaremos si eres malo…"

"¡Granger hizo trampa!" explotó Draco dentro del escudo. "¡Ella


despertó a sus soldados! Por qué el Profesor Quirrell no la ha -"

"Déjame adivinar," Harry interrumpió, la sensación de malestar ya


batiendo en su estómago. Realmente él odiaba perder. "Fue una
batalla muy fácil, ¿correcto? ¿Cayeron como moscas?"

"Sí," Draco dijo. "Los cogimos a todos con el primer tiro -"

La mirada horrorizada de Draco al comprender se esparció hacia los


Legionarios Caos.

"No," Harry aseguró, "no lo hicimos."

Formas camufladas fueron apareciendo entre los árboles.

"¿Aliados?" Harry preguntó.

"Aliados," Draco respondió.

"Que bien," declaró la voz de la General Granger, y una espiral de


energía verde resplandeció desde el bosque y rompió el escudo de
Draco en pedazos.

La General Granger supervisó el campo de batalla con un


sentimiento definitivo de satisfacción. Le habían quedado nueve
Soldados Rayo de Sol, pero eso era probablemente suficiente como
para lidiar con el último superviviente de las fuerzas enemigas,
especialmente cuando Parvati y Anthony y Ernie ya estaban
sosteniendo sus varitas sobre el General Potter, a quien ella les
ordenó tomar con vida (bueno, consciente).

Era Malo, ella lo sabía, sin embargo en verdad verdad verdad quería
presumir.

"Hay un truco, ¿no es cierto?" cuestionó Harry, el cansancio


apareciendo en su voz. "Tiene que haber algún truco. No puede ser
que nada más te conviertas en el general perfecto. No además de
todo lo demás. ¡No eres una Slytherin! ¡No escribes poesía
espeluznante! ¡Nadie es así de bueno en todo!"

La General Granger le echó una ojeada a sus Soldados Rayo de


Sol, y entonces volvió a posar sus ojos sobre Harry. Probablemente
todos estaban viendo esto en sus pantallas allá afuera.

Y la General Granger anunció, "Puedo hacer cualquier cosa si


estudio con suficiente empeño."

"Oh sabes que eso es pura mi-"

"Somnium."

Harry se desmayó en el suelo a la mitad de la frase.

"RAYO DE SOL GANA," entonó la enorme voz del Profesor Quirrell,


pareciendo provenir de todos lados y de ningún lugar.

"¡La bondad a triunfado!" gritó la General Granger.

"¡Hurra!" clamaron los Soldados Rayo de Sol. Incluso los chicos


Gryffindor lo corearon, y lo hicieron con orgullo.
"¿Y cuál es la moral de la batalla de hoy?" inquirió la General
Granger.

"¡Podemos hacer cualquier cosa si estudiamos con suficiente


empeño!"

Y los sobrevivientes del Regimiento Rayo de Sol marcharon hacia el


campo de la victoria, cantando su canción de tropa al avanzar:

No tengas miedo, no estés triste,

Sólo te lastimaremos si eres malo,

Y te enviaremos a casa eso es verdad,

Con nuevos amigos para que te vigilen,

No olvides contarles que fuiste enviado

¡Por el Regimiento Rayo de Sol de Granger!


Trabajando en grupos Parte 2
Capítulo 31

Trabajando en Grupos, Parte 2

Conclusiones:

Harry caminaba de atrás para adelante en su oficina de general, que


era un maravilloso lugar para dar paseos, no tenía ningún otro uso
hasta donde él se daba cuenta.

¿Cómo?

¿Cómo?

¡Hermione no debía haber ganado la batalla! No en su primer


intento, no cuando ella no era tan violenta por naturaleza,
automáticamente ser una gran comandante militar encima de todo lo
demás era demasiado incluso para ella .

¿Había leído sobre tácticas en un libro de historia militar? Pero no


había sido una sola táctica, ella había posicionado sus fuerzas
perfectamente para bloquear cualquier retirada, sus tropas habían
estado mejor coordinadas que las de él o Draco…

¿Había roto el Profesor Quirrell su promesa de no ayudarla? ¿Le


había dado acaso el diario del General Tacticus o algo similar?

A Harry algo se le escapaba, algo realmente importante, y su mente


iba y venía en círculos, y de todos modos no lo podía descubrir.
Finalmente Harry suspiró. No estaba llegando a ningún lado con
esto, y tenía que aprender el Maleficio Perforador de Hermione o
alguien más antes de la siguiente batalla - el Profesor Quirrell le
había explicado a Harry, su voz divertida mas con un afilado tono
subyacente de advertencia, que "ningún objeto mágico excepto los
que yo proveo" incluía tecnología Muggle sin importar cuánto de ella
no fuera mágica . Además Harry también necesitaba hallar una
forma de derribar al Sr. Goyle la próxima vez…

Las batallas valían un montón de puntos Quirrell si eras un general,


y Harry necesitaba una buena tajada si quería ganar el deseo de
Navidad del Profesor Quirrell.

En su cuarto privado de Slytherin, Draco Malfoy contempló el


espacio vacío, como si la pared en frente de su escritorio fuera la
superficie más fascinante del mundo.

¿Cómo?

¿Cómo?

En retrospectiva había sido una idea obvia en cuanto a planes


astutos se refiere, ¡sin embargo se suponía que Granger no era
astuta! ¡Ella había sido demasiado Hufflepuff para usar un Maleficio
de Golpe Simple! Había estado el Profesor Quirrell dándole
consejos a pesar de su promesa, o…

Y entonces Draco finalmente hizo lo que debió haber hecho desde


un principio.

Lo que tendría que haber hecho desde la primera reunión con


Granger.

Lo que Harry Potter le había dicho que hiciera, entrenado para


hacerlo, y aún así Harry también le había advertido a Draco que le
llevaría algo de tiempo a su cerebro darse cuenta de que los
métodos se aplicaban a la vida real, y Draco no había entendido eso
hasta hoy. Podría haber evitado cada uno de sus errores si tan sólo
hubiera aplicado las cosas que Harry ya le había explicado -

Draco habló en voz alta, "Me doy cuenta de que estoy confundido."

Tu fuerza como racionalista es tu habilidad para estar más


confundido por la ficción que por la realidad…

Draco estaba confundido.

Por lo tanto, algo que él creía era ficción.

Granger no debía ser capaz de hacer todo eso.

Por lo tanto, probablemente no había sido ella.

Bueno entonces, prometo que no le ayudaré a la General Granger


de ningún modo en que ustedes dos no sepan.

Comprendiendo de repente y con horror, Draco escarbó entre los


papeles en su camino, cazando a través del desorden sobre su
escritorio, hasta que lo halló.

Y ahí estaba.

Justamente en la lista de personas y equipo asignado a cada uno de


los tres ejércitos.

¡ Maldito Profesor Quirrell!

Draco lo había leído y a pesar de ello no lo había visto -

El sol de la tarde se derramó dentro de la oficina del Regimiento


Rayo de Sol, iluminando a la General Granger en su silla como si
sobre ella resplandeciera un aura dorada.
"¿Cuánto tiempo crees que le tomará a Malfoy descubrirlo?"
preguntó la General Granger.

"No mucho," respondió el Coronel Blaise Zabini. "Puede ser qye ya


lo haya descubierto. ¿Cuánto le llevará a Potter descubrirlo?"

"Por siempre," contestó la General Granger, "a menos que Malfoy se


lo cuente, o uno de sus propios soldados se de cuenta. Harry Potter
no piensa de ese modo."

"¿En serio?" dudó el Capitán Ernie Macmillan, levantando la vista


desde la esquina de la mesa dónde estaba siendo aplastado en
ajedrez por el Capitán Ron Weasley. (Volvieron a traer las otras
sillas después de que Malfoy se fue, por supuesto.) "Quiero decir
que parece demasiado obvio para mí. ¿A quién se le ocurriría
producir todas las ideas por su cuenta?"

"Harry," replicó Hermione, exactamente al mismo tiempo que Zabini


contestó, "Malfoy."

"Malfoy cree que es mucho mejor que todos los demás," explicó
Zabini.

"Y Harry… en verdad no ve a la mayoría de personas así," concluyó


Hermione.

Era un poco triste, de hecho. Harry había crecido muy, muy solo. No
era que él anduviera por ahí pensando que únicamente los genios
tenían derecho a existir. Sólo que no se le ocurría que nadie más en
el ejército de Hermione pudiera tener buenas ideas a parte de
Hermione.

"Como sea," Hermione prosiguió. "Capitanes Goldstein y Weasley,


su deber es pensar en ideas estratégicas para la siguiente batalla.
Capitanes Macmillan y Susan - lo siento, me refiero a Macmillan y
Bones - procuren inventar algunas tácticas que podríamos usar,
también en algún entrenamiento que deberíamos realizar. Oh, y
felicitaciones en su canción de marcha, Capitán Goldstein, creo que
fue un gran extra para el esprit de corps ."

"¿Qué vas a hacer tú?" preguntó Susan. "¿Y el Coronel Zabini?"

Hermione se levantó de su silla, estirándose. "Intentaré descubrir lo


que Harry Potter está pensando y el Coronel Zabini verá si puede
hallar lo que Draco Malfoy podría hacer, y ambos nos reuniremos
con ustedes cuando hayamos pensado en algún plan. Voy a dar una
caminata mientras pienso. Zabini, ¿quieres venir conmigo?"

"Sí, General," exclamó Zabini muy tieso.

No había querido expresarlo como una orden. Hermione suspiró un


poco para sí misma. Le iba a tomar un tiempo acostumbrarse, y
aunque la primera idea de Zabini ciertamente había funcionado, ella
no estaba muy segura que la mezcla de frases incentivas positivas
dichas y las frases incentivas negativas no dichas por el Profesor
Quirrell fueran a ser suficiente para mantener al Slytherin por
completo de su lado hasta Diciembre cuando los traidores serían
permitidos por primera vez…

Aún no tenía ni idea de qué iba a hacer con el deseo de Navidad del
Profesor Quirrell, tampoco. Quizá le pediría a Mandy que le dijera
que quería, cuando llegara el momento.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Interludio Administración Personal
Capítulo 32

Interludio: Administración Personal Financiera

"Pero Director," Harry arguyó, algo de desesperación colándose en


su voz, "dejar todo mi dinero en una bóveda llena de monedas de
oro que no se diversifica - ¡es una locura, Director! Es como, no sé,
¡hacer experimentos de Transformación sin consultar a una
autoridad reconocida! ¡Uno no hace eso con el dinero!"

Desde la alineada cara del anciano mago - bajo un sombrero festival


que era como una catastrófica colisión automovilística entre carros
de ropa verde y rojo - una grave, triste mirada contempló a Harry.

"Lo siento, Harry," dijo Dumbledore, "y pido disculpas, sin embargo
tener control sobre tus propias finanzas te daría demasiada
independencia de acción."

La boca de Harry se quedó abierta y no surgió ningún sonido. Él


estaba, literalmente, sin palabras.

"Te permitiré retirar cinco Galeones para regalos de Navidad,"


informó Dumbledore, "lo que es más de lo que cualquier chico de tu
edad debería gastar, mas no representa ninguna amenaza, creo -"

"¡No puedo creer que lo haya reconocido!" las palabras explotaron


en la boca de Harry. "¿Usted admite que es un manipulador?"

"¿Manipulador?" preguntó el anciano mago, sonriendo ligeramente.


"No, sería manipulador si no lo admitiera, o si tuviera otros motivos
ocultos detrás de los obvios. Esto es bastante directo, Harry. Usted
no está listo para participar en el juego, y sería tonto otorgarle miles
de Galeones que perturbarían el tablero de juego."


El brillante ajetreo del Callejón Diagon se había incrementado por
cientos y redoblado a medida que se aproximaba Navidad, todas las
tiendas envueltas con resplandecientes hechizos que alumbraban e
iluminaban como si el espíritu de la temporada fuera relampaguear
sin control y convertir toda el área en un animado cráter de
festividad. Las calles estaban tan repletas de brujas y magos en
navideñas y ruidosas ropas que tus ojos eran tan asaltados como
tus oídos; y era claro, a juzgar por la salvaje variedad de los
compradores, que el Callejón Diagon era considerado una atracción
internacional. Había brujas arropadas con gigantes extensiones de
ropa como si fueran momias en toalla, y magos con sombreros
formales de copa y túnicas de baño, y niños muy jóvenes que
apenas acababan de aprender a caminar quienes estaban
decorados con luces que resplandecían casi tan brillantes como las
mismísimas tiendas, como si sus padres los llevaran de la mano a
través del mágico país de las maravillas y les permitieran chillar a
gusto de su corazón. Era la época para ser feliz.

Y en el medio de toda esa luz y animo, una nota de la más oscura


noche; una fría, oscura atmósfera que limpiaba unos pocos y
preciados metros de distancia incluso en el medio de todo ese
revoltijo.

"No," rechazó el Profesor Quirrell, con una expresión de siniestra


repulsión, como si acabara de morder una comida que no sólo tenía
horrible sabor sino que era moralmente repugnante en todo sentido.
Era el tipo de rostro severo que una persona ordinaria podría hacer
después de morder un pastel de carne, y descubrir que estaba
podrido y había sido hecho con gatos bebes.

"Oh, vamos," Harry insistió. "Usted debe tener algunas ideas."

"Sr. Potter," el Profesor Quirrell dijo, sus labios convertidos en una


fina linea, "Acepté actuar como su guardián adulto en ésta
expedición. No acepté darle consejos sobre su elección de
presentes. Yo no hago Navidad, Sr. Potter."
"¿Qué tal Newtondad?" Harry propuso alegre. "Isaac Newton de
hecho sí nació el 25 de Diciembre, a diferencia de otras figuras
históricas que podría nombrar."

Esto no logró impresionar al Profesor Quirrell.

"Mire," reiteró Harry, "Lo siento, pero tengo que hacer algo especial
por Fred y George y no tengo idea de mis opciones."

El Profesor Quirrell tarareó pensativo. "Podría preguntarles qué


miembros de su familia les desagradan más, y entonces contratar
un asesino. Conozco a alguien en un cierto gobierno-en-exilio que
es muy competente, y le daría un descuento en múltiples Weasleys."

" Esta Navidad," Harry bromeó, bajando su voz hasta su registro


más profundo, "otorgue a sus amigos el regalo… de la muerte ."

Esto hizo sonreír al Profesor Quirrell. Llegó directo hasta sus ojos.

"Bueno," continuó Harry, "al menos usted no sugirió conseguirles


una rata mascota -" La boca de Harry se cerró, y estaba lamentando
las palabras casi tan pronto como salieron de sus labios.

"¿Disculpa?" preguntó el Profesor Quirrell.

"Nada," Harry replicó de inmediato, "es una larga y tonta historia." Y


contársela parecía de algún modo incorrecto, quizá porque Harry
tenía miedo de que el Profesor Quirrell se hubiera reído incluso si
Bill Weasley no se hubiera curado y todo regresado a la
normalidad…

¿Y dónde había estado el Profesor Quirrell que nunca había


escuchado la historia? Harry tenía la impresión de que todos en la
Bretaña mágica la conocían.

"Mire," repitió Harry, "estoy intentando solidificar su lealtad hacia mí,


¿sabe? ¿Hacer de los gemelos Weasley mis secuaces? Como reza
el viejo adagio: Una amigo no es alguien que usas una vez y luego
deshechas, un amigo es alguien que usas una y otra vez. Fred y
George son dos de los más útiles amigos que tengo en Hogwarts,
Profesor Quirrell, y planeo usarlos una y otra vez. Así que si me
ayuda a ser Slytherin aquí, y me sugiere algo por lo cual ellos
podrían estar muy agradecidos…" La voz de Harry fue cesando de
manera tentadora.

Sólo tenías que acomodar las cosas de la forma apropiada.

Caminaron por un buen rato antes de que el Profesor Quirrell


hablara otra vez, su voz prácticamente goteando disgusto. "Los
gemelos Weasley están usando varitas de segunda mano, Sr.
Potter. Su generosidad sería recordada por ellos con cada
Encantamiento que lancen."

Harry aplaudió involuntariamente con sus manos a causa de la


emoción. Nada más poner el dinero en la cuenta de Ollivander, y
pedirle al Sr. Ollivander que nunca lo reembolsara - no, mejor aún,
enviarlo a Lucius Malfoy si los gemelos Weasley no aparecían antes
del inicio de clases del siguiente año. "¡Eso es brillante, Profesor!"

El Profesor Quirrell no mostró ningún apreció por el cumplido.


"Supongo que puedo tolerar la Navidad con ese espíritu, Sr. Potter,
aunque únicamente un poco." Luego sonrió débilmente. "Por
supuesto eso le costará catorce Galeones, y usted sólo tiene cinco."

" Cinco Galeones," Harry espetó, con un gemido de indignación.


"¿Con quién cree el Director que está lidiando?"

"Pienso," opinó el Profesor Quirrell, "que simplemente no se imagina


que debe temer las consecuencias de si en verdad pusieras tu
ingenio a la tarea de obtener recursos. Aunque fue sabio que
perdieras, en lugar de volverlo una amenaza explicita. Por mera
curiosidad, Sr. Potter, ¿qué hubiera hecho si yo no me hubiera
girado de aburrimiento mientras usted, en un arranque de
resentimiento infantil, extraía el valor de cinco Galeones en Knuts?"
"Bueno, el camino más fácil hubiera sido pedirle prestado a Draco
Malfoy," respondió Harry.

El Profesor Quirrell sonrió brevemente. "Seriamente, Sr. Potter."

Debidamente anotado. "Probablemente hubiera hecho unas cuantas


apariencias de celebridad. No recurriría a nada económicamente
disruptivo nada más para gastar dinero." Harry había revisado, y le
sería permitido conservar el Giratiempo cuando se fuera a casa
durante las vacaciones, para que su ciclo de sueño no volviera a
rotar. Pero entonces también era posible que alguien mantuviera un
ojo encima de los intercambios mágicos a plena luz del día. El truco
de oro y plata hubiera requerido mucho trabajo en el lado Muggle, y
un capital inicial, y los duendes podrían ponerse suspicaces
después del primer ciclo. E iniciar un banco real implicaría mucho
trabajo… Harry no había elaborado del todo un método para hacer
dinero que fuera rápido y certero y seguro, así que había estado
muy contento cuando el Profesor Quirrell había resultado ser tan
fácil de engañar.

"Espero que esos cinco Galeones le sean suficientes hasta el final,


ya que los consiguió tomándose muchas precauciones," habló el
Profesor Quirrell. "Dudo que el Director esté ansioso de confiarme
con la llave de su bóveda una segunda ocasión, una vez que
descubra que ha sido engañado."

"Tengo por seguro de que hizo usted lo mejor," Harry agradeció con
enorme gratitud.

"¿Usted necesita alguna ayuda para encontrar un lugar seguro en


que ocultar todos esos Knuts, Sr. Potter?"

"Bien, más o menos," contestó Harry. "¿Conoce de alguna buena


oportunidad para invertir, Profesor Quirrell?"

Y los dos siguieron caminando, dentro de su diminuta esfera


insolada de silencio, cruzando la brillante y apretujada
muchedumbre; y si observabas con atención, te darías cuenta que a
donde quiera que fueran, las ramas frondosas desaparecerían, y las
flores se marchitarían, y los juguetes de los niños que producían
alegres tonadas cambiarían para sonar más graves y ominosos.

Harry sí lo notó, pero no lo mencionó, sólo sonrió para sí mismo.

Todos tenían su propia manera de celebrar las festividades, y el


Grinch formaba parte de la Navidad al igual que Santa.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Problemas de Coordinacion Parte 1
Capitulo 33

Problemas de Coordinación, Parte 1

Nada más me recito a mí mismo, una y otra vez, hasta que puedo
elegir dormir: todo se suma a J. K. Rowling.

Nota de Autor : La versión de la teoría de la decisión usada en este


capítulo no es dominante a nivel académico. Está basado en algo
llamado "teoría de la decisión sin tiempo" que está bajo desarrollo
por (entre otros) Gary Drescher, Wei Dai, Vladimir Nesov, y, bueno…
(tosiendo un par de veces) yo.

La parte más terrorífica era cuán rápido todo el asunto se había


vuelto una espiral sin control.

"Albus," Minerva dijo, sin tan siquiera intentar ocultar la


preocupación en su voz cuando los dos entraron en el Gran
Comedor, "teneos que hacer algo."

La atmósfera en Hogwarts ante de fiestas de Yule usualmente era


brillante y animado. El Gran Comedor ya había sido decorado de
verde y rojo, a causa de un Slytherin y una Gryffindor cuya boda en
Yule se había vuelto un símbolo de amistad que trascendía Casas y
juramentos, una tradición casi tan antigua como la misma Hogwarts
e incluso se había esparcido a los países Muggle.

Ahora los estudiantes comían la cena mirando de reojo por encima


de sus hombros, o telegrafiando viciosas miradas a otras mesas, o a
algunas mesas discutiendo acaloradamente. Podías describir el
ambiente como tensa, quizá, sin embargo la frase que surgía en la
mente de Minerva era quinto grado de precaución .
Toma una escuela, dividida en Cuatro casas…

Ahora en cada año, añade tres ejércitos en guerra.

Y el partidismo de Dragón y Rayo de Sol y Caos se había esparcido


más allá de los de primer año; ellos tres se habían vuelto los
ejércitos de aquellos que no pertenecían a un ejército. Los
estudiantes lucían brazaletes con la insignia de fuego o sonrosa o la
mano alzada, y se echaban maleficios los unos a los otros en los
corredores. Los tres generales de primer año habían pedido que eso
cesara - incluso Draco Malfoy la había escuchado y luego asentido
sombríamente - pero sus supuestos seguidores no los habían
escuchado.

Dumbledore echó un vistazo a las mesas con expresión distante.


"En cada ciudad," el mago anciano citó con suavidad, "la población
ha sido dividida desde hace mucho tiempo entre las facciones Azul y
Verde… Y ellos combaten sus oponentes sin conocer por qué razón
se siguen arriesgando… Así que allí crece dentro de ellos una
hostilidad contra sus compañeros hombres que no tiene causa, y en
ningún momento cesa o desaparece, que no da espacio a ningún
lazo de matrimonio ni de amistad o relación alguna, y el caso es el
mismo aún cuando aquellos que difieren con respecto a dichos
colores sean hermanos o familia. Yo, por mi parte, soy incapaz de
llamar a esto cualquier cosa excepto una enfermedad del alma…"

"Lo siento," lo interrumpió Minerva, "Yo no -"

"Procopius," informó Dumbledore. "Se tomaban muy en serio sus


carreras de carruaje, en el Imperio Romano. Sí, Minerva, concuerdo
que algo se debe hacer."

"Pronto," Minerva agregó, su voz bajando todavía más. "Albus, creo


que algo se debe hacer antes del Sábado."

El Domingo, la mayoría de estudiantes abandonarían Hogwarts para


pasar las fiestas con sus familias; Sábado, entonces, era la batalla
final de los tres ejércitos de primer año que determinaría al ganador
del tres veces maldito deseo Navideño del Profesor Quirrell.

Dumbledore la miró, estudiándola con gravedad. "Temes que la


explosión ocurrirá ahí, y que alguien será herido."

Minerva asintió.

"Y que el Profesor Quirrell será culpado."

Minerva asintió de nuevo, su expresión severa. Desde hace tiempo


se había vuelto precavida sobre las formas en que los Profesores de
Defensa eran despedidos. "Albus," Minerva arguyó, "no podemos
perder al Profesor Quirrell ahora, ¡no podemos! Si se queda hasta
hasta Enero nuestros estudiantes de quinto año pasarán sus TIMOs,
si se queda hasta Marzo los de séptimo pasarán sus EXTASIS, él
está remediando años de negligencia en cuestión de meses, una
generación completa será capaz de crecer para defenderse por sí
mismos a pesar de la maldición del Señor Oscuro - ¡tienes que
detener la batalla, Albus! ¡Prohíbe los ejércitos de una vez!"

"No estoy seguro de que el Profesor de Defensa recibiera eso con


agrado," replicó Dumbledore, echando un vistazo a la Mesa de
Profesores donde Quirrell estaba babeando sobre su sopa. "Él
parece estar muy apegado a sus ejércitos, aunque cuando accedí
asumí que iban a ser cuatro en cada año." El anciano mago suspiró.
"Un hombre astuto, probablemente con la mejor de las intenciones;
mas quizá no lo suficientemente inteligente, me temo. Y prohibir los
ejércitos podría también provocar la explosión."

"Pero entonces, ¿qué vas a hacer ? "

El anciano mago la favoreció con una sonrisa benigna. "Pues,


tendré que formar un complot, por supuesto. Es la nueva tendencia
en Hogwarts."

Y se habían acercado demasiado a la Mesa de Profesores para que


Minerva pudiera añadir algo más.

La parte más terrorífica era cuán rápido todo el asunto se había


vuelto una espiral sin control.

La primera batalla en Diciembre había sido… confusa, o eso había


oído Draco.

La segunda batalla había sido cosa de locos .

Y la próxima sería peor, a menos que los tres unidos tuvieran éxito
en su último y desesperado intento por detenerlo.

"Profesor Quirrell, esto es una locura," Draco exclamo sin rodeos.


"Esto ya no es Slytherin, no es más que…" Draco no halló las
palabras. Agitó sus manos impotente. "No es posible hacer ningún
complot real con todo lo que está pasando. La última batalla, uno de
mis soldados fingió su propio suicidio. Tenemos Hufflepuffs
procurando hacer complot, y creen que pueden hacerlo, sin
embargo no es verdad . Las cosas sólo pasan al azar, no tiene nada
que ver con quién es el más sagaz, o cuál ejército es el que pelea
mejor, es…" Él ni siquiera podía describirlo.

"Estoy de acuerdo con el Sr. Malfoy," dijo Granger con el tone de


alguien que nunca hubiera esperado oírse a sí misma pronunciando
esas palabras. "Permitir traidores no está funcionando, Profesor
Quirrell."

Draco había intentando prohibir que todos en su ejército se


abstuvieran de elaborar un complot excepto él, y eso había
convertido cada complot en secreto, nadie quería quedarse por
fuera cuando los soldados en otros ejércitos podían planear. Tras
perder miserablemente su última batalla, él finalmente se había
rendido y revocado el decreto; sin embargo para entonces sus
soldados ya habían iniciado su propia agenda personal en acción,
sin ningún tipo de coordinación central.
Después de que le contaran todos los planes, o lo que sus soldados
clamaban eran sus planes, Draco había intentado trazar un complot
para ganar la batalla final. Requería considerablemente mucho más
que tres cosas diferentes para que saliera bien, y Draco había
usado Incendio sobre el papel y Everto para desaparecer las
cenizas, porque si Padre lo hubiera visto lo hubiera desheredado.

Los parpados del Profesor Quirrell estaban cerrados a medias, su


mandíbula reposando sobre sus manos mientras él se recostaba
hacía adelante en su escritorio. "¿Y usted, Sr. Potter?" preguntó el
Profesor de Defensa. "¿Está igualmente de acuerdo?"

"Todo lo que necesitamos es disparar a Franz Ferdinand y


podríamos iniciar la Primera Guerra Mundial," respondió Harry. "Ha
llegado el caos completo. Estoy totalmente a gusto."

"¡Harry!" exclamó Draco en absoluta sorpresa.

Ni siquiera se dio cuenta hasta un segundo después que él lo había


dicho exactamente al mismo tiempo, y en exactamente el mismo
tono de indignación, que Granger.

Granger lo fulminó con una mirada de sobresalto, y Draco mantuvo


su rostro cuidadosamente neutral. Ouch.

"¡Es correcto!" anunció Harry. "¡Los estoy traicionando! ¡A los dos!


¡Otra vez! ¡Ja ja!"

El Profesor Quirrell estaba esbozando un inicio de sonrisa, aunque


sus ojos seguían medio cerrados. "¿Y por qué es eso, Sr. Potter?"

"Porque pienso que puedo lidiar mejor con el caos que la Señorita
Granger o el Sr. Malfoy," fue la respuesta del traidor. "Nuestra guerra
es un juego de suma-cero, y no importa si es fácil o difícil en un
sentido absoluto, únicamente quien lo hace mejor o peor."

Harry Potter estaba aprendiendo demasiado rápido.


Los ojos del Profesor Quirrell se movieron por debajo de sus
parpados hacia Draco, y luego hacia Granger. "En realidad, Sr.
Malfoy, Señorita Granger, simplemente no podría vivir conmigo
mismo si cerrara el grand debacle antes de su clímax. Incluso uno
de sus soldados ha llegado a convertirse en un agente cuádruple."

"¿Cuádruple?" preguntó Granger. "¡No hay más que tres bandos en


la guerra!"

"Sí," afirmó el Profesor Quirrell, "eso es lo que usted cree, desde


luego. No estoy seguro de que en la historia haya existido antes un
agente cuádruple, o algún ejército con tantas particiones o traidores
reales y pretendidos. Estamos explorando nuevos reinos, Señorita
Granger, y no podemos regresar ahora."

Draco abandonó la oficina del Profesor de Defensa apretando los


dientes con mucha fuerza, y Granger quien estaba a su lado se veía
aún más enojada.

"¡No puedo creer que hayas hecho eso, Harry!" exclamó Granger.

"Lo siento," Harry se disculpó, sin sonar nada arrepentido, sus labios
curvados en una feliz sonrisa de maldad. "Recuerda, Hermione, no
es más que un juego, ¿y por qué tendrían que ser únicamente los
generales como nosotros quienes se pueden divertir haciendo un
complot? Y además, ¿qué van a hacer ustedes dos al respecto?
¿Aliarse contra mí?"

Draco intercambio miradas con Granger, sabiendo que su propio


rostro estaba tan rígido como el de ella. Harry estaba confiando,
más y más presumida y abiertamente, en que Draco se rehusaría a
hacer causa común con una chica sangre sucia; y Draco estaba
empezando a hartarse de tener eso usado contra él. Si esto seguía
por mucho tiempo él iba a aliarse con Granger sólo para aplastar a
Harry Potter, y ver qué tanto le gustaba eso a ese hijo de sangre
sucia.


La parte más terrorífica era cuán rápido todo el asunto se había
vuelto una espiral sin control.

Hermione miró el pergamino que Zabini le había entregado,


sintiéndose completa y totalmente impotente.

Había nombres, y lineas conectando los nombres a otros nombres, y


algunas de las lineas estaban en colores diferentes y…

"Dime," pidió la General Granger, "¿hay alguien en mi ejército que


no sea un espía?"

Los dos no estaban en la oficina sino en otro, salón de clases


abandonado, y estaban a solas; porque, el Coronel Zabini había
afirmado, era casi cierto que al menos uno de los capitanes era un
traidor. Probablemente el Capitán Goldstein, mas Zabini no estaba
del todo convencido.

Su pregunta puso una sonrisa irónica en la expresión del joven


Slytherin. Blaise Zabini siempre parecía algo desdeñoso hacia ella,
sin embargo no hasta el punto de que ella le desagradara
activamente; nada como el escarnio que guardaba hacia Draco
Malfoy, o el resentimiento que había desarrollado hacia Harry Potter.
Le había preocupado que Zabini la traicionara, pero el chico se
mostraba desesperado por demostrar que los otros dos generales
no eran mejores que él; y Hermione pensó que aunque Zabini
probablemente estaría feliz de venderla a cualquier otro, nunca
permitiría que Malfoy o Harry ganarán.

"La mayoría de tus soldados siguen siendo leales a ti, estoy


bastante seguro," opinó Zabini. "Es sólo que nadie quiere quedarse
por fuera de la diversión." La desdeñosa mirada en la cara del
Slytherin dejaba claro lo que pensaba de quienes no se tomaban el
realizar un complot en serio. "Por lo que creen que pueden ser
agentes dobles y trabajar en secreto para nosotros mientras
pretenden que nos traicionan."
"Y eso también se aplicará a cualquiera en los otros ejércitos que
exprese que quiere ser nuestro espía," Hermione añadió
cuidadosamente.

El joven Slytherin se encogió de hombros. "Creo que hice un buen


trabajo distinguiendo quienes en verdad desean vender a Malfoy, no
estoy seguro de que alguien quiera entregarte a Potter. Pero Nott es
una apuesta segura para traicionar a Potter a favor de Malfoy ya que
hice que Entwhistle se aproximara él supuestamente en beneficio de
Malfoy Entwhistle en realidad se reporta a nosotros, eso es casi tan
bueno -"

Hermione cerró los ojos por un momento. "Vamos a perder, ¿no es


así?"

"Mira," Zabini explicó pacientemente, "Ahora estás liderando en


puntos Quirrell. Sólo necesitamos no perder esta última batalla por
completo y tendrás suficientes puntos Quirrell para ganar el deseo
de Navidad."

El Profesor Quirrell había anunciado que la batalla final operaría con


un sistema de puntos formal, que se le había pedido para evitar
recriminaciones más adelante. Cada vez que le dispararas a
alguien, el general de tu ejército conseguía dos puntos Quirrell. Un
gong repiquetearía a través del área de batalla (todavía
desconocían en dónde iban a pelear, aunque Hermione estaba
esperando que fuera de nuevo en el bosque, donde Rayo de Sol lo
hizo bien) y este sonido indicaría que ejército había ganado los
puntos. Y si alguien fingía haber sido golpeado, el gong timbraría de
todos modos, y luego un doble gong sonaría después, dentro de un
tiempo no determinado, para demorar la corrección. Y si llamabas el
nombre de un ejército, gritando "¡Por Rayo de Sol!" o "¡Por Caos!" o
"¡Por Dragón!", cambiaba tu lealtad hacia ese ejército…

Incluso Hermione había sido capaz de ver la falla en ese conjunto


de reglas. Pero el Profesor Quirrell luego había anunciado que si
originalmente habías sido asignado a Rayo de Sol, nadie debía
dispararte en el nombre de Rayo de Sol - o mejor dicho, podían, sin
embargo Rayo de Sol perdería un único punto, simbolizado por un
triple gong. Eso prevenía que le dispararas a tus propios soldados
para ganar puntos, y desanimaba el suicidio antes de que los
enemigos llegaran a ti, mas podías atacar a los espías si tenía que.

Ahora mismo, Hermione tenía doscientos cuarenta y cuatro puntos


Quirrell, y Malfoy tenía doscientos diecinueve, y Harry tenía
doscientos veintiuno; y había veinticuatro soldados en cada ejército.

"Así que tenemos que luchar con precaución," Hermione propuso, "e
intentar no perder por demasiados puntos."

"No," replicó Zabini. El rostro del joven Slytherin enseñaba seriedad.


"El problema es, tanto Malfoy como Potter saben que sólo pueden
ganar si combinan esfuerzos y nos destrozan, para luego resolverlo
entre ellos. Así que esto es lo que creo que deberíamos hacer -"

Hermione abandonó el salón de clases con una especie de


aturdimiento. El plan de Zabini no era para nada obvio, había sido
extraño y complicado y encubierto y el tipo de idea que hubieras
esperado de Harry, no de Zabini. Se sentía incorrecto el tan sólo ser
capaz de comprender un plan así. Las chicas jóvenes no deberían
ser capaz de entender un plan así. El Sombrero la hubiera
Seleccionado dentro de Slytherin, si hubiera visto que ella podía
asimilar planes así…

Lo asombroso era qué tan rápido él había sido capaz de


incrementar el caos una vez que empezó a hacerlo
deliberadamente.

Harry se sentó en su oficina; le habían dado la autoridad para


ordenar muebles a los elfos, así que demandó un trono, y cortinas
con patrones negros y rojos. Escarlata como la sangre, mezclado
con sombras, derramado sobre el suelo.

Algo dentro de Harry se sentía finalmente en casa.


Delante suyo estaban de pie los cuatro Tenientes de Caos, sus más
confiables secuaces, uno de los cuales era un traidor.

Así. Así era como debía ser la vida.

"Estamos reunidos," dijo Harry.

"Deja que el Caos reine," corearon sus Tenientes.

"Mi aerodeslizador está lleno de anguilas," prosiguió Harry.

"No compraré este disco, está rayado," corearon sus cuatro


Tenientes.

"Todos los misébiles estaban las lorogolobas."

"¡Y superrugían las memes cerduras!"

Eso concluía las formalidades.

"¿Cómo va la confusión?" Harry inquirió con un susurro seco como


el del Emperador Palpatine.

"Va muy bien, General Caos," informó Neville con el tono que
siempre usaba para asuntos militares, un tono tan profundo que el
chico tenía que hacer pausas y toser. El Teniente Caótico estaba
elegantemente vestido en su túnica negra de la escuela, con los
bordes amarillos de la Casa de Hufflepuff, y su cabello estaba
partido y combado en la apariencia usual de un honesto y joven
chico. A Harry le había gustado la incongruencia más que cualquier
otra prenda que habían intentado. "Nuestros Legionarios han
iniciado cinco nuevos planes desde la tarde de ayer."

Harry sonrió malvadamente. "¿Alguno de esos tiene oportunidad de


funcionar?"

"No lo creo," opinó Neville de Caos. "Aquí está el reporte."


"Excelente," felicitó Harry, y se rió con estremecimientos al tiempo
que cogió el pergamino de la mano de Neville, esforzándose lo
mejor que pudo para sonar como si se estuviera ahogando por el
polvo. Eso llevaba el total a sesenta.

A ver como Draco procura manejar eso. Hay que dejar que lo intente
.

Y en cuanto a Blaise Zabini…

Harry se rió otra vez, y en esta ocasión ni siquiera tuvo que


obligarse para sonar malvado. En verdad necesitaba pedir prestado
el Kneazle mascota de alguien para sus reuniones, para tener un
gato que sobar mientras hacia esto.

"¿Puede la Legión parar y no fabricar ya más planes?" preguntó


Finnigan de Chaos. "Me refiero a que, no tenemos bastante con -"

"No," Harry rechazó con vehemencia. " Nunca tendremos suficiente


complot."

El Profesor Quirrell lo había explicado perfectamente. Estaban


empujando más allá de los limites, quizá, que ellos ni siquiera
habían llegado a empujar; y Harry no hubiera sido capaz de vovor
consigo mismo si le diera la espalda a eso ahora.

Se produjo un llamado a la puerta.

"Ese sería el General Dragón," Harry dedujo, sonriendo con


malvada presciencia. "Él llega precisamente cuando lo esperaba.
Muéstrenle la entrada, y retírense ustedes."

Y los cuatro Tenientes de Caos se fueron arrastrando los pies,


lanzando oscuras miradas a Draco por ser el general enemigo
entrando dentro de la guarida secreta de Harry.

Si no se le permitía hacer esto cuando fuera mayor, Harry se iba a


quedar teniendo once por siempre.

El sol estaba goteando a través de las cortinas rojas, enviando rayos


de sangre bailando por el piso detrás de la mullida silla para adultos
detrás de Harry Potter, que él había recubierto con brillantina dorada
y plateada e insistía en referirse a ella como su trono.

(Draco estaba comenzando a sentirse más confiado en que había


hecho lo correcto al decidir derrocar a Harry Potter antes de que
pudiera apoderarse del mundo. Draco ni siquiera podía imaginarse
cómo sería vivir bajo su poder.)

"Buenas noches, General Dragón," saludó Harry Potter con un


siniestro susurro. "Ha llegado justo cuando lo anticipaba."

Eso no era sorpresa, considerando que Draco y Harry se había


puesto de acuerdo de antemano.

Y ni siquiera era de noche, pero Draco ya sabía que lo mejor era no


comentarlo.

"General Potter," Draco pronunció con tanta dignidad como pudo,


"¿es consciente de que nuestros dos ejércitos tienen que trabajar
juntos para que alguno de los dos tenga la posibilidad de ganar el
deseo del Profesor Quirrell, ¿no es así?"

"Sssí," siseó Harry, como si el chico pensara que podía hablar


Parsel. "Debemos cooperar para destruir el Rayo de sol, y
únicamente entonces la pelea surgirá entre nosotros. Mas si uno de
los dos traiciona al otro antes de eso, aquel podría ganar una
ventaja en la siguiente batalla. Y la General Rayo de Sol, que
conoce todo esto, intentará engañarnos para que pensemos que
uno de los dos ha traicionado al otro. Y tú yo yo, que sabemos eso,
estaremos tentados a traicionar al otro y pretender que es un
engaño de Granger. Y Granger también conoce eso, muy bien."

Draco asintió. Hasta ahí era obvio. "Y… nosotros dos nada más
queremos ganar, y no hay nadie más aparte de nosotros mismos
que nos castigue si cometemos traición…"

"Precisamente," apuntó Harry Potter, su cara poniéndose seria.


"Enfrentamos un verdadero Dilema del Prisionero."

El Dilema del Prisionero, de acuerdo a las enseñanzas de Harry, era


del siguiente modo: Dos prisioneros habían sido encerrados en
celdas separadas. Había evidencia contra ambos, pero nada más
evidencia menor, suficiente para una sentencia a prisión por dos
años cada uno. Cada prisionero podía optar por desertar, traicionar
al otro, testificar en contra en la corte; y esto reduciría su propia
sentencia a prisión en un año, mas añadiría dos años a la del otro.
O un prisionero podía cooperar, permanecer callado. Así que si los
dos desertaban, cada uno testificando contra el otro, ambos
servirían tres años de encierro; si los dos cooperaban, o
permanecían en silencio, servirían dos años cada uno; sin embargo
si uno desertaba y el otro cooperaba, el desertor serviría no más
que un año, y el cooperador serviría cuatro.

Y ambos prisioneros tenían que tomar su decisión sin conocer cuál


era la del otro, y a ninguno de los dos les sería otorgada una
oportunidad para cambiar su decisión después.

Draco había observado que si los dos prisioneros hubieran sido


Mortífagos durante la Guerra Mágica, el Señor Oscuro hubiera
asesinado a cualquier traidor.

Harry había asentido y dicho que esa era una forma de resolver el
Dilema del Prisionero - y de hecho ambos Mortífagos hubieran
querido que existiera un Señor Oscuro justamente por esa razón.

(Draco le pidió entonces a Harry una pausa para pensar sobre esto
antes de continuar. Eso explicaba mucho sobre por qué Padre y sus
amigos habían accedido a servir bajo un Señor Oscuro que a
menudo no era bueno con ellos…)

De hecho, Harry había proseguido, esta era prácticamente la razón


para que las personas tuvieran gobiernos - tú podrías estar mejor si
nada más fueras y robaras a alguien más, al igual que cada
prisionero estaría individualmente mejor si desertaba en el Dilema
del Prisionero. Pero si todos pensaban así, el país caería en el caos
y todos estarían peor, como lo que pasaría si ambos prisioneros
desertaban. Así que las personas permitían ser dirigidas por los
gobiernos, al igual que los Mortífagos permitieron ser dirigidos por
un Señor Oscuro.

(Draco le solicitó de nuevo a Harry que parara. Draco siempre había


tomado por descontado que los magos ambiciosos se ponían a sí
mismos en el poder porque querían mandar, y las personas se
dejaban mandar porque eran pequeños y asustados Hufflepuffs. Y
esto, tras reflexionar, seguía pareciendo verdad; sin embargo la
perspectiva de Harry era fascinante incluso si estaba equivocada.)

Mas, Harry había continuado al rato, el temor de que un tercer grupo


te castigara no era la única razón posible para cooperar en el
Dilema del Prisionero.

Supongamos, Harry había propuesto, que estabas participando en


un juego contra una copia idéntica de ti mismo fabricada con magia.

Draco había afirmado que de haber dos Dracos, por supuesto


ninguno Draco hubiera querido que le pasara algo malo al otro, sin
mencionar que ningún Malfoy se dejaría conocer como un traidor.

Harry había asentido otra vez, y explicó que esta era otra solución
para el Dilema del Prisionero - las personas podrían cooperar
porque se preocupaban el uno por el otro, o porque tenían sentido
del honor, o porque querían preservar su reputación. En efecto,
Harry había reconocido, era bastante difícil construir un verdadero
Dilema del Prisionero - en la vida real, las personas usualmente se
preocupaban por el otro individuo, o su honor o su reputación o el
castigo de un Señor Oscuro o algo además de la sentencia a
prisión. Pero supón que la copia hubiera sido de alguien
completamente egoísta -

(Pansy Parkinson había sido el ejemplo que habían usado)


- así que cada Pansy nada más se preocupaba por lo que le pasaba
a sí misma y no a la otra Pansy.

Dado que esto era todo lo que a Pansy le preocupaba… y que no


había un Señor Oscuro… y Pansy no estaba preocupada por su
reputación… y Pansy no tenía sentido del honor o no se sentía
obligada con el otro prisionero… ¿ entonces la cosa racional por
hacer para Pansy sería cooperar, o desertar?

Algunas personas, Harry argumentó, clamaban que la cosa racional


para Pansy era desertar contra su copia, pero Harry, además de
alguien llamado Douglas Hofstadter, pensaban que esas personas
estaban en lo incorrecto. Porque, Harry había explicado, si Pansy
desertaba - no por azar, sino por lo que para ella parecían ser
razones racionales - entonces la otra Pansy creería exactamente lo
mismo. Dos copias idénticas no decidirían cosas diferentes. Así que
Pansy tenía que escoger entre un mundo en que ambas Pansies
cooperaban, o un mundo en que las dos Pansies desertaban, y ella
estaría mucho mejor si las dos copias cooperaban. Y si Harry había
considerado que las personas 'racionales' sí desertaban en el
Dilema del Prisionero, entonces él no hubiera hecho nada para
esparcir esa clase de 'racionalidad', porque un país o una
conspiración llena de personas 'racionales' se disolvería en el caos.
Le dirías a tus enemigos sobre la 'racionalidad'.

Lo que había sonado razonable en ese momento, sin embargo


ahora Draco estaba pensando que…

" Tú afirmas," Draco opinó, "que la solución racional para el Dilema


del Prisionero es cooperar. ¿Mas desde luego tú quieres que yo
crea eso, no es así?" Y si Draco era engañado para cooperar, Harry
nada más gritaría, ¡Ja ja, te traicioné de nuevo! Y se reiría de él
después.

"No falsearía tus lecciones," Harry aseguró con seriedad. "Sin


embargo tengo que recordarte, Draco, que no dije que debías ir y
nada más cooperar automáticamente conmigo. No en un verdadero
Dilema del Prisionero como este. Lo que propuse es que cuando
escojas, no tienes que pensar que sólo estás escogiendo para ti
mismo, o que estás eligiendo por todos. Deberías pensar que estás
eligiendo por todas las personas que son lo suficientemente similar
a ti como para que probablemente hagan lo mismo que tú por las
mismas razones. Y también escoger las predicciones hechas por
cualquiera que te conozca tan bien como para predecir tu persona
con precisión, para que así nunca tengas que arrepentirte de ser
racional a causa de las predicciones correctas que otras personas
hagan sobre ti - recuérdame que tengo que explicarte la Paradoja de
Newcomb en algún punto. Así que la pregunta que tú y yo tenemos
que hacer, Draco, es esta: ¿somos tan similares cómo para que
probablemente hagamos lo mismo sea la que sea, haciendo nuestra
decisión básicamente la misma? ¿O nos conocemos tan bien el uno
al otro para predecir mutuamente, por lo que yo puedo predecir si
vas a cooperar o desertar, y tú puedes predecir que yo he decidido
hacer lo mismo que yo predije que ibas a hacer, porque yo sé que tú
puedes predecir que estoy decidiendo eso?"

… y Draco no podía evitar pensar que ya que debía esforzarse nada


más para entender la mitad de eso, la respuesta era obviamente
'No'.

"Sí," anunció Draco.

Se produjo una pausa.

"Ya veo," murmuró Harry, oyéndose decepcionado. "Oh, bueno.


Supongo que tenemos que encontrar otra forma, entonces."

Draco no creyó que eso fuera a funcionar.

Draco y Harry hablaron una y otra vez sobre eso. Ambos se habían
puesto de acuerdo desde el principio que lo que pasara en el campo
de batalla no contaría como una promesa rota en la vida real - aún
cuando Draco seguía un poco enojado con Harry por lo que había
hecho en la oficina del Profesor Quirrell, y así lo expresó.
Pero si ellos dos no podían confiar en el honor o la amistad, eso sí
dejaba la pregunta de cómo iban a lograr que sus ejércitos
trabajaran juntos para derrotar a Rayo de Sol, a pesar de todo lo
que Granger podría intentar hacer para separarlos. Las reglas del
Profesor Quirrell no hacía tentador permitir que el Rayo de Sol
matara a los soldados de otros ejércitos - eso nada más
incrementaba la marca que tú mismo tenías que superar - pero sí
hacía tentador que cada bando robara los asesinatos en lugar de
actuar como un único ejército, o disparar a algunos de los otros
soldados durante la confusión de la batalla…

Hermione caminaba de regreso a Ravenclaw sin mirar realmente a


dónde iba, su mente preocupada con guerra y traición y otros
conceptos inapropiados para su edad, y giró en una esquina y
tropezó directo contra un adulto.

"Lo siento," ella declaró automáticamente, y luego, enteramente sin


pensar, "¡Ayyyyy!"

"No se preocupe, Señorita Granger," saludó la animada sonrisa,


puesta entre ojos centelleantes, y por encima de la barba plateada,
del DIRECTOR DE HOGWARTS. "Usted está bastante perdonada."

Su mirada estaba impertinentemente colocada sobre la amable cara


del mago más poderoso en el mundo, quien también era el Jefe de
Magos, quien también era el Jefe Supremo, quien había
enloquecido tras años de estrés de luchar contra el Señor Oscuro, y
otros numerosos hechos que estaban saltando dentro de su mente
uno seguido de otro mientras su garganta se puso a hacer
pequeños y vergonzosos chillidos.

"En realidad, Señorita Granger," señaló Albus Percival Wulfric Brian


Dumbledore, "es muy afortunado que hayamos tropezado el uno
con el otro. Porque, justamente me estaba preguntando con mucha
curiosidad cuáles eran los deseos que ustedes tres pensaban
pedir…"

El Sábado amaneció brillante y claro y con los estudiantes hablando


en susurros, como si el primero en gritar fuera a provocar una
explosión.

Draco había esperado que fueran a luchar en los niveles superiores


de Hogwarts otra vez. El Profesor Quirrell había dicho que las
peleas reales ocurrirían con mayor probabilidad en las ciudades que
en los bosques, y luchar dentro de los salones de clase y corredores
supuestamente servía para simular eso, con moños para marcar las
áreas permitidas. El Ejército Dragón lo había hecho bien en esas
batallas.

En vez de eso, justo como Draco había temido, al Profesor Quirrell


se le había ocurrido algo especial para esta batalla.

El terreno de batalla era el Lago de Hogwarts.

Y no dentro de botes, tampoco.

Iban a luchar debajo del agua .

El Calamar Gigante había sido paralizado temporalmente; se habían


puesto en marcha hechizos para mantener alejados a los
grindylows; el Profesor Quirrell había ido y hablado con las sirenas;
y todos los soldados habían sido alimentados con pociones de
acción bajo el agua que les permitía respirar, ver claramente, hablar
los unos con los otros, y nadar no tan rápido como una caminata
rápida al patear con sus piernas.

Una enorme esfera plateada colgaba en el centro del campo de


batalla, resplandeciendo como una pequeña luna bajo el agua.
Ayudaría a proveer un sentido de dirección - al principio. La luna
lentamente avanzaría hasta eclipsarse a medida que progresaba la
batalla, y cuando se hubiera oscurecido por completo, la batalla
finalizaría si es que ya no había acabado.

Guerra en el agua. No podías defender un perímetro, los atacantes


podían llegar a ti desde cualquier dirección, e incluso con la poción
no podías ver muy lejos en la oscuridad del lago.

Y si nadabas demasiado lejos de la acción, empezarías a brillar por


un tiempo, y serías fácil de cazar - regularmente si un ejército se
dispersaba y huía en lugar de luchar, el Profesor Quirrell nada más
los declararía derrotados; pero hoy se estaba trabajando en un
sistema de puntos. Por supuesto tenías algo de tiempo antes de
comenzar a brillar, si querías jugar al asesino.

El ejército Dragón había sido puesto abajo en el agua al inicio del


juego; arriba y muy lejos, la distante luna bajo el agua resplandecía.
El agua turbia estaba iluminada principalmente por Encantamientos
Lumos, aunque sus soldados extinguirían las luces tan pronto como
empezaran las maniobras. No tenía punto que permitieras al
enemigo verte antes de que tú los vieras a ellos.

Draco pateó con sus piernas un par de veces, propulsándose a una


posición más alta desde la cual podía contemplar a sus soldados
flotando en el agua.

Las conversaciones murieron casi todas en el acto bajo la mirada


glacial de Draco, sus soldados lo vieron desde abajo con
gratificantes expresiones de temor y preocupación.

"Escúchenme cuidadosamente," anunció el General Malfoy. Su voz


surgió un poco bajo, un poco burbujeante con burbujas,
ebscúchenme cuidadobsamenbte, sin embargo el sonido viajaba
con claridad. "Hay únicamente una forma en que podemos ganar
esto. Tenemos que marchar contra Rayo de Sol junto con Caos, y
derrotar a Rayo de Sol. Entonces pelearemos con Potter y
ganaremos. Eso tiene que pasar, ¿entendido Sin importar que otra
cosa pase, esa parte tiene que pasar de ese modo -"
Y Draco explicó el plan que él y Harry habían desarrollado.

Asombradas miradas fueron intercambiadas entre los soldados.

"- y si alguno de sus planes se entromete en el camino de eso,"


finalizó Draco, "en cuanto salgamos del agua, yo los haré arder en
llamas ."

Hubo un nervioso coro de síseñors.

"Y todos los que tienen ordenes secretas, asegúrense de ejecutarlas


al pie de la letra," aclaró Draco.

La mitad de sus soldados asintieron abiertamente, y Draco los


marcó como muertos para después de su ascenso al poder.

Por supuesto todas las ordenes privadas eran falsas, como uno de
los Dragones a quien se le dijo ofrecer una falsa comisión de traidor
a otro Dragón, y el segundo Dragón informado en un susurro
confidente que reportara cualquier cosa hablada por el el primer
Dragón. Draco había convencido a cada Dragón que toda la guerra
dependería de esa cosa, y que esperaban que comprendieran que
eso era más importante que los planes que ellos habían hecho
previamente. Con suerte eso mantendría a todos los idiotas felices,
y tal vez ahuyentara a algunos espías desde el principio, si los
reportes no encajaban con las instrucciones.

El plan real de Draco para ganar contra Caos… bueno, era más
simple que el que había quemado, pero a Padre no le habría
gustado de todos modos. A pesar de intentarlo, mucho, Draco no
había podido pensar en algo mejor. Era un complot que
posiblemente no hubiera funcionado contra nadie excepto Harry
Potter. De hecho había sido el plan de Harry originalmente, de
acuerdo al traidor, aunque Draco había adivinado eso sin que se lo
contaran. Draco y el traidor nada más lo habían modificado un
poco…


Harry respiró profundamente, sintiendo el agua gorgoteando de
forma inofensiva dentro de sus pulmones.

Habían luchado en el bosque, y él no había tenido oportunidad de


decirlo.

Combatieron en los corredores de Hogwarts, y él no había tenido


ocasión de pronunciarlo.

Pelearon en el aire, escobas entregadas a cada soldado, y de todos


modos no hubiera tenido sentido expresarlo.

Harry había pensado que nunca tendría las circunstancias para


declamar esas palabras, no mientras él fuera lo suficientemente
joven como para que fueran reales…

Los Legionarios Caos miraban a Harry confundidos, pues su general


nadaba con sus pies apuntando hacia arriba a la distante luz en la
superficie, y su cabeza apuntando hacia abajo a las sucias
profundidades.

"¿Por qué están al revés?" el joven comandante le gritó a su


ejército, y empezó a explicar cómo luchar después de que
abandonabas la orientación privilegiada de la gravedad.

Una hueca, resonante campanada hizo eco a través del agua, y en


ese instante, Zabini y Anthony y otros cinco soldados bracearon
hacia abajo, dentro de las sucias profundidades del lago. Parvati
Patil, la única Gryffindor en el grupo, volteó su cabeza hacia atrás
por un momento y les dedicó un animado saludo al tiempo que
buceaba; y tras un rato, Scott y Matt hicieron lo mismo. El resto sólo
se hundieron y desaparecieron.

La General Granger tragó un bulto en su garganta en cuanto los vio


partir. Estaba arriesgando todo en esto, dividir su ejército en lugar de
intentar derribar a todos los soldados enemigos posibles cuando
fuera derrotada.

La cosa a darse cuenta, Zabini le había explicado, era que ningún


ejército se movería hasta que tuvieran un plan que les permitiera
esperar la victoria. Rayo de Sol no podía planear por su cuenta,
tenían que hacer que los otros dos ejércitos pensaran que iban a
ganar hasta que fuera muy tarde.

Ernie y Ron seguían viéndose como si estuvieran conmocionados.


Susan estaba observando hacia donde desaparecían los soldados
con una expresión calculadora. Su ejército, lo que quedaba, sólo se
veía desconcertado, trazos de luz moteando sus uniformes mientras
todos iban a la deriva apenas por debajo de la superficie del lago
iluminada por la luz del sol.

"¿ Ahora qué?" preguntó Ron.

"Ahora esperamos," respondió Hermione, tan alto como para que


todos los soldados la oyeran. Se sentía extraño hablar con su boca
llena de agua, seguía sintiendo que estaba cometiendo alguna clase
de rudeza horrible al cenar en la mesa y que estaba a punto de
derramar saliva sobre ella misma. "Todos los que estamos aquí
vamos a ser liquidados, sin embargo eso iba a pasar de todos
modos con Dragón y Caos uniéndose contra nosotros. Vamos a
acabar con tantos como podamos."

"Tengo un plan," propuso uno de los Soldados Rayo de Sol…


Hannah, su voz había sido difícil de reconocer al principio. "Es todo
complicado, pero sé que podemos hacer que Dragón y Caos
empiecen a luchar el uno con el otro -"

"¡Yo también!" interrumpió Fay. "¡Yo también tengo un plan! Vean,


Neville Longbottom está secretamente de nuestro lado -"

"¿ Tú estabas hablando con Neville?" dudó Ernie. "Eso no está bien,
yo era quien -"
Daphne Greengrass y otro par de Slytherins que no se habían ido
con Zabini estaban carcajeándose sin control ante los gritos de "No,
espera, yo fui quien consiguió a Longbottom" que hacían erupción
de un soldado a otro.

Hermione los vio a todos con precaución.

"De acuerdo," habló Hermione cuando mermó el alboroto, "¿todos lo


entienden? Todos sus planes fueron fingidos por la Legión Caos, o
quizá algunos por Dragón. Cualquiera que en verdad quisiera
traicionar a Harry o Malfoy fue directo hacia mí o Zabini, no ustedes.
Nada más tienen que comparar las notas de todos sus planes
secretos y lo verán por ustedes mismos." Ella podría no ser tan
buena como Zabini elaborando un complot, pero siempre podía
comprender todo lo que sus oficiales le dijeran, por eso es que el
Profesor Quirrell la había convertido en general. "Así que no se
molesten haciendo algún complot cuando los otros ejércitos lleguen
aquí. Sólo luchen, ¿bueno? ¿Por favor?"

"Sin embargo," exclamó Ernie con rostro conmocionado, "¡Neville es


un Hufflepuff ! ¿Están afirmando que él nos mintió ?"

Daphne se estaba riendo tan fuerte y alocadamente que la


exhalación la había puesto al revés en el agua.

"No estoy seguro de qué es Longbottom," acusó Ron oscuramente,


"mas no creo que siga siendo un Hufflepuff. No ahora que le
pertenece a Harry Potter ."

"Pueden creer," añadió Susan, "que le pregunté eso, ¿y Neville me


reveló que se había vuelto un Hufflepuff Caos?"

" Como sea," expresó Hermione en voz alta. "Zabini se llevó a todos
los que creímos eran espías, así nuestro ejército puede dejar de
poner tanto esfuerzo en vigilarse a sí mismo, espero."

"¿ Anthony era un espía?" chilló Ron.


"¿ Parvati era una espía?" Hannah se quedó boquiabierta.

"Parvati era totalmente una espía," apuntó Daphne. "Ella compró en


la tienda de zapatos para espía y usaba lápiz labial para espía, y
algún día se va a casar con un lindo esposo espía y tener un
montón de pequeños espías."

Y entonces un sonoro gong hizo eco a través del agua, indicando


que Rayo de Sol acababa de anotar dos puntos.

Esto fue seguido poco después por el triple gong de Dragón


perdiendo un punto.

A los traidores no se les permitía matar generales, no tras el


desastre de la primera batalla en Diciembre cuando los tres
generales habían sido dados de baja en el primer minuto. Pero con
algo de suerte…

"Ay," dijo Hermione. "Suena como que el Sr. Crabbe está tomando
una pequeña siesta."

Como dos cardúmenes de peces, los ejércitos nadaron juntos.

Neville Longbottom pateó sus pies con lentitud, movimientos


mesurados. Buceando, siempre buceando en cual fuera la dirección
que por casualidad se moviera. Querías mostrarle al enemigo el
perfil más pequeño, mostrarles tu cabeza o tus pies. Así que
siempre estabas buceando, hacía abajo y cabeza primero, y el
enemigo siempre estaba abajo .

Como cada Legionario Caos en el ejército, la cabeza de Neville


estaba rotando constantemente mientras nadaba, mirando arriba,
abajo, alrededor, a todos lados. No sólo en busca de Soldados Rayo
de Sol, sino observando cualquier señal de que un Legionario Caos
había extraído su varita y estaba a punto de traicionarlos.
Usualmente los traidores esperaban hasta la confusión de la batalla
para hacer su movimiento, mas el temprano gong los había puesto a
todos en guardia.

… la verdad era, que Neville se sentía triste sobre eso. En


Noviembre él había sido un soldado en un ejército unido, todos ellos
avanzando juntos y ayudándose los unos a los otros, y ahora todos
se estaban vigilando mutua y constantemente pendientes de la
primera señal de traición. Podría haber sido más divertido para el
General Caos, sin embargo no era tan divertido para Neville.

La dirección antes conocida como 'arriba' se estaba poniendo


gradualmente brillante, a medida que se acercaban a la superficie y
a Rayo de Sol.

"Varitas afuera," ordenó el General Caos.

El escuadrón de Neville sacó sus varitas, apuntándolas


directamente hacia el enemigo, con sus cabezas escaneando
alrededor más rápido. Si había traidores Soleados, se acercaba el
tiempo para que ellos atacaran.

El otro cardúmen de pez, Ejército Dragón, estaba haciendo lo


mismo.

"¡Ahora!" gritó la distante voz del General Dragón.

"¡Ahora!" gritó el General Caos.

"¡Por Rayo de Sol!" exclamaron todos los soldados en ambos


ejércitos, y cargaron hacia abajo.

"¿Qué?" espetó Minerva involuntariamente mientras veía las


pantallas al lado del lago, un grito hizo eco en muchos otros lugares;
todos en Hogwarts estaban viendo esta batalla como habían
sucedido con la primera.
El Profesor Quirrell se reía secamente. "Le advertí, Director. Es
imposible tener reglas sin que el Sr. Potter les saque provecho."

Por largos y preciosos segundos, al tiempo que los cuarenta y siete


soldados atacaban a sus propios diecisiete, la mente de Hermione
se quedó en blanco.

Por qué…

Entonces todo encajó en su lugar.

Cada vez que un soldado originalmente del Rayo de Sol era


disparado por alguien gritando el nombre de Rayo de Sol, ella
perdería un punto Quirrell. Cuando dos Soldados Rayo de Sol eran
vencidos por cualquiera de los ejércitos, ambos ejércitos enemigos
estarían dos puntos más cerca de superarla, era la misma ganancia
sólo que compartida . Y si alguien le disparaba a otro soldado no en
el nombre de Rayo de Sol, ese gong no se perdería en la
confusión…

Hermione de repente estaba muy alegre de que Zabini no hubiera


seguido el plan obvio de iniciar problemas entre los otros dos
ejércitos mientras atacaban a Rayo de Sol.

De todos modos era descorazonador, sin embargo, ese sensación


de que ibas perdiendo tu oportunidad, de que te robaban la
esperanza.

La mayoría de los soldados de Hermione seguían viéndose


confundidos, mas algunos tenían expresiones de incipiente horror
apoderándose de ellos.

"Todo está bien," Susan Bones afirmó. Cabezas se giraron a mirar a


la Capitana Rayo de Sol. "Nuestro trabajo es el mismo, eliminar a
tantos de ellos como podamos. Y recuerden, ¡Zabini se llevó a todos
los espías! ¡No tenemos que vigilar nuestras espaldas y ellos sí!" La
chica estaba sonriendo desafiante, provocando que muchos otros
soldados respondieran con una sonrisa, incluso de la propia
Hermione. "Puede ser como fue en Noviembre. Nada más tenemos
que mantener nuestras cabezas en alto, pelear dando todo, y confiar
los unos en los otros -"

Daphne le disparó.

"¡Sangre para el dios de la sangre!" chilló Neville de Caos, aunque


como estaba bajo el agua sonó más como '¡Saubbged para el dlub
de la saubbged!'

El Capitán Weasley se volteó y alzó su varita hacia Neville y disparó.


Pero Neville estaba nadando bajando hacia él, varita apuntando sin
desviarse hacia adelante, y eso significaba que el Escudo Simple
podía resguardar el perfil entero de Neville; si alguien le acertaba
ahora, no iba a ser Ron Soleado.

Una siniestra y determinada mirada descendió sobre el rostro del


Capitán Weasley, y se lanzó como una saeta ascendente directo
hacia Neville, murmurando la palabra Contego, aunque el escudo no
era visible bajo el agua.

Los dos campeones enemigos intercambiaron disparos como


flechas liberadas por arcos, cada una dirigida para partir al otro por
la mitad. Habían tenido muchos duelos antes, mas esta vez pagaría
por todas.

(Lejos a un lado del lago, cientos de respiraciones se quedaron


contenidas.)

"¡Arco iris y unicornios!" rugió el Capitán Rayo de Sol.

"¡La Cabra Negra con un millar de jóvenes!"

"¡Haz tu tarea!"
Más y más cerca, los dos campeones embistieron, ninguno de los
dos dispuesto a virar, la primera persona en girar presentaría un
lado vulnerable y recibiría un disparo, pero si ninguno de los dos
perdía sus nervios se estrellarían el uno con el otro…

Cayendo directo hacia abajo mientras el enemigo se alzaba directo


a su encuentro, un martillo descendiendo para encontrar un yunque
en un camino que ninguno estaba dispuesto a abandonar…

"¡Ataque especial, Giro Caótico!"

Neville captó la expresión de horror sobre el rostro del Capitán


Weasley cuando fue atrapado por el Encantamiento Levitador. Lo
ensayaron antes del inicio de la batalla; y justo como Harry había
sospechado, Wingardium Leviosa se convertía en un nuevo tipo de
arma una vez que todos estaban nadando bajo el agua.

"¡Maldito seas, Longbottom!" chilló Ron Weasley, "Nunca puedes


pelear sin tus tontos ataques especiales -"

y para entonces el Capitán Rayo de Sol había sido volteado hacia


un lado y Neville le disparó en la pierna.

"Yo no peleo limpio," dijo Neville a la forma durmiente, "yo peleo


como Harry Potter."

Granger: 237 / Malfoy: 217 / Potter: 220

Le seguía doliendo cada vez que tenía que disparar a Hermione.


Harry apenas y podía tolerar mirar esa expresión de paz que había
caído sobre su rostro durmiente, brazos ahora flotando a la deriva
mientras que las curvas de la luz solar se movían sobre camuflaje
de su uniforme y la nube que era su cabello castaño.

Y si Harry hubiera intentado evitar ser él quien le disparara… no


solamente Draco hubiera sabido lo que significaba, Hermione
hubiera estado ofendida.

Ella no está muerta, Harry le repetía a su cerebro mientras que sus


pies pateando lo apartaban, ella nada más está descansando.
IDIOTA.

¿Estás seguro? Preguntó su cerebro. ¿Qué tal si ella es una ex-


Hermione? ¿Podríamos regresar y revisar?

Harry observó hacia atrás brevemente.

Ves, está bien, hay burbujas saliendo de su boca.

Podría ser su último aliento escapando.

Oh guarda silencio. ¿Por qué estás siendo tan protector-paranoico,


entonces?

Eh, ¿primera amiga real que hemos tenido en toda nuestra vida?
Oye, ¿recuerdas lo que le pasó a nuestra roca mascota?

Podrás CALLARTE sobre ese montón de inservibles escombros, ni


siquiera estaba vivo mucho menos consciente, ese es como el
trauma infantil más patético de todos los tiempos -

Los dos ejércitos se separaron rápidamente, volviéndose dos


cardúmenes de peces otra vez.

La General Granger había bajado diecisiete puntos, y derribado a


tres Caóticos y dos Dragones con ella; un Caótico y dos Dragones
habían sido fusilados como traidores. Así que ella había perdido
siete puntos netos, Harry había perdido uno, Draco había perdido
dos; eso ponía a Rayo de Sol veinte puntos por encima de Dragón,
y diecisiete puntos arriba de Caos. Caos todavía podía ganar
fácilmente si exterminaban a todos los Dragones que seguían con
vida. El as bajo la manga, por supuesto, eran esos siete Soldados
Rayo de Sol que seguían por ahí…

… si es que los podías llamar así.


Los dos cardúmenes nadaron intranquilos uno al lado del otro, los
soldados en cada ejército esperando una orden para para invocar
sus verdaderas lealtades, y atacar…

"Todos los que lo entiendan," Harry exclamó muy alto, "recuerden


Ordenes Especiales de la Uno a la Tres. Y no olviden que es Merlín
Dice en Tres. No lo reconozcan."

Las dos tercios del ejército en que confiaba no asintieron, y el otro


tercio sólo se mostró confundido.

Orden Especial Uno: No se molesten en usar ninguna palabra clave


en esta batalla, no desperdicien energías en ningún complot que no
haya sido aprobado especialmente por el comandante; únicamente
naden, usen escudo, y abran fuego.

Tanto Hermione como Draco habían estado luchando contra sus


soldados, procurando que dejar de hacer planes propios desde
Diciembre. Harry había inspirado a sus soldados y los había
apoyado en sus planes a través de las últimas dos batallas… al
tiempo que les informaba que podría pedirles en algún punto futuro
poner un complot o dos en pausa, lo cual todos ellos aceptaron con
gusto. Por lo que ahora, en esta batalla crítica, ellos estaban felices
de obedecer.

Ni Hermione ni Draco podrían haber dado esa orden con éxito,


Harry estaba seguro. Era la diferencia entre soldados que te veían
como un aliado en un complot, y los que te veían como un viejo
aguafiestas chapado a la antigua que no querían que te divirtieras.
La imposición del orden equivalía al incremento del caos, y también
funcionaba en reversa…

"¡Allí están!" alertó alguien, y señaló.

De las profundidades del lago emergieron los olvidados, aquellos


que se retiraron de la batalla anterior, los siete Soldados Rayo de
Sol perdidos, resplandeciendo con la brillante aura de cobardes, que
ahora se iba desvaneciendo porque habían regresado a la batalla.
Los dos cardúmenes de peces temblaron, apuntando varitas
preocupados.

"¡No disparen!" gritó Harry, y otro tanto clamó el General Malfoy.

Fue el momento de aguantar la respiración.

Entonces los siete Soldados Rayo de Sol nadaron para unirse al


Ejército Dragón.

Se produjo un clamor de triunfo en el Ejército Dragón.

Se produjeron llantos de desmayo en un tercio de la Legión Caos.

Algunos de los otros dos-tercios sonrieron, pero no debieron haberlo


hecho.

Harry no estaba sonriendo.

Oh, esto totalmente no va a funcionar…

Sin embargo Harry no había sido capaz de pensar en nada mejor.

"Ordenes Especiales Dos y Tres siguen aplicando!" espetó Harry.


"¡Peleen!"

"¡Por la Legión Caos!" rugieron veinte Legionarios Caóticos.

"¡Por el Ejército Dragón!" rugieron veinte Guerreros Dragones y


siete Soldados Rayo de Sol.

Y los Caóticos se sumergieron directo hacía abajo, mientras que


todos los traidores se prepararon para atacar.

Granger: 237 / Malfoy: 220 / Potter: 226


La cabeza de Draco giraba alrededor frenéticamente, intentando
sopesar qué estaba pasando; por alguna razón, a pesar de tener
más unidades, él había perdido la iniciativa . Cuatro pequeñas
fuerzas Caóticas estaban siendo perseguidas por cuatro fuerzas
Dragones más grandes, sin embargo porque las unidades de Draco
eran las que procuraban forzar un encuentro, significaba que ellos
tenían que seguir a Caos a donde fuera que corrieran, y de algún
modo eso estaba produciendo concentraciones de fuerzas Caóticas
que dispararían en los puntos expuestos de los Dragones -

¡Estaba pasando otra vez !

"¡Prismatis!" gritó Draco, levantando su varita, y con ese escudo


podías ver a través del agua, un delgado muro brillante y multicolor
lo suficientemente ancho como para escudar a Draco y a los otros
cinco Dragones junto a él de la fuerza Caótica que había empezado
a abrir fuego sobre ellos cuando pasaron nadando a un lado, y eso
permitió a los otros cinco Dragones regresar su atención a la fuerza
Caótica que habían estado persiguiendo -

Hubo un momento tenso cuando hechizo de sueño tras hechizo de


sueño se estrellaba contra el Muro Prismático de Draco, y Draco
esperaba en nombre de Merlín que ninguno de los cuatro Caóticos
hubiera aprendido el Maleficio Perforador -

Entonces se oyó la campana de una victoria Dragón, y la fuerza


Caótica intercambió cabezas-por-pies e iniciaron un nado en
retirada; y Draco, sus manos ya temblando ligeramente, deshizo el
Muro Prismático y bajó su varita.

Combatir en el agua era más agotador que luchar sobre escobas.

"¡No persigan!" Draco le gritó a sus soldados en cuanto comenzaron


a seguirlos, así que, "¡Sonorus! ¡REFORMARSE A MI
ALREDEDOR!"

Las unidades Dragón empezaron a converger sobre Draco, y las


unidades Caóticas voltearon e iniciaron una persecución sobre los
Dragones al instante - Draco maldijo en voz alta en cuanto escuchó
la campanada de una victoria Caótica, alguien no había orientado su
Escudo Simple correctamente - y entonces las unidades Dragón
estaban en rango de apoyarse las unas a las otras y los Caóticos
iban de regreso hacia la sucia distancia.

Por alguna razón, a pesar de su superioridad numérica, los


Dragones habían anotado tres veces contra los Caóticos y los
Caóticos lo hicieron cuatro veces a cambio, y escuchó que un espía
Dragón fue ejecutado. O Harry Potter había pensando en muchas
ideas muy buenas y muy rápido, o por algún motivo inimaginable ya
había pasado mucho tiempo trabajando en cómo combatir bajo el
agua. Esto no iba bien, y Draco necesitaba repensar las cosas.

Parecía que todos tenían problemas apuntando mientras nadaban,


también, la batalla podría durar hasta que se acabara el tiempo… la
distante luna bajo el agua sólo estaba llena hasta la mitad, eso no
era bueno… tenía que repensar y pronto…

"¿Qué pasa?" preguntó Padma Patil, en cuanto ella y sus unidades


nadaron hasta Draco.

Padma era su segunda-al-mando; ella era lista y poderosa, y mejor


aún, odiaba a Granger y veía a Harry como un rival, lo que la hacía
confiable . Trabajar al lado de Padma lo hacía ver la verdad del viejo
adagio de que Ravenclaw era hermana de Slytherin; Draco había
estado sorprendido cuando su padre le dijo que esa era una Casa
aceptable para su futura esposa, pero ahora tenía sentido.

"Espera hasta que todos estemos aquí," Draco habló. Era cierto
que, necesitaba recuperar su aliento. Ese era el problema con ser el
general y el mago más poderoso, tenías que seguir usando magia.

Zabini llegó siguiente, comandando una unidad de dos Soleados y


cuatro Dragones, uno de ellos era Gregory poniendo un ojo sobre
Zabini. Draco no confiaba en Zabini. Y tanto Draco como Zabini
confiaban lo suficiente en los Soleados como para que fueran la
mayoría en alguna unidad; se suponía que o bien serían leales a
Draco directamente, o a Granger quien había sido engañada por la
promesa de que los Dragones serían traicionados al final después
de que las dos fuerzas hubieran sido reducidas, al igual que los
Caóticos más confiables de Harry debieron ser engañados sobre no
disparar a los Soleados por la promesa de que ellos dispararían
Maleficios de Sueño falsos y cambiarían para apoyar a Caos
después; mas era posible que algunos de los Soleados fueran leales
a Caos y no estuvieran disparando Maleficios de Sueño reales y por
eso Dragón no estaba ganando con la ventaja numérica que se
suponía les permitiría ganar…

La siguiente unidad que se aproximó estaba disminuida, tres


soldados sostenían sus varitas sobre otros dos soldados, que
estaban nadando con sus manos vacías.

Draco apretó sus dientes. Más problemas de traidores. Necesitaba


hablar con el Profesor Quirrell sobre tener algún modo de castigar a
los traidores por lo menos, condiciones como estas no eran
realistas, en la vida real tú torturabas a los traidores hasta la muerte.

"¡General Malfoy!" gritó el comandante de la unidad problema al


acercarse nadando, un chico Ravenclaw llamado Terry. "No
sabemos que hacer - Cesi le disparó a Bogdan, sin embargo Cesi
afirma que Kellah le informó que Bogdan le disparó a Specter -"

"¡No lo hice!" rechazó Kellah.

"¡Sí lo hiciste !" chilló Cesi. "General Malfoy, ella es la espía, en


verdad debí -"

"Somnium," exclamó Draco.

Se produjo la triple campanada de que Dragón había perdido un


punto, y entonces el cuerpo flojo de Kellah empezó a alejarse
flotando en el agua.

Draco había escuchado la palabra 'recursión' para este punto, y él


reconocía un complot de Harry Potter cuando veía uno.
(Infortunadamente Draco no había escuchado de desordenes
autoinmunes, y no se le ocurrió en seguida el pensamiento de que
un virus inteligente iniciaría su ataque creando síntomas de un
desorden autoinmune para que así el cuerpo desconfiara de su
propio sistema inmune…)

"¡Orden General!" declaró Draco, elevando su voz. "Nadie le dispara


a los espías excepto Gregory, Padma, Terry y yo. Si alguien nota
algo sospechoso venga hacia uno de nosotros ."

Y entonces -

Se oyó la campana indicando que Rayo de Sol había anotado dos


puntos.

"¿Qué?" exclamaron Draco y Zabini casi al mismo tiempo; sus


cabezas giraron alrededor. Nadie había sido golpeado
aparentemente, y todos los soldados Rayo de Sol estaban
presentes y contados. (Excepto Parvati, quien había sido fulminada
por un traidor que seguía siendo desconocido en el escuadrón de
Padma; y por supuesto Padma había vuelto a disparar a Parvati en
caso de que estuviera fingiendo, así que no era ella…)

"¿Un traidor soleado en Caos?" dudó Zabini, sonando confundido.


"Mas todos los que yo conocía supuestamente iban a atacar durante
el avance de Caos sobre Rayo de Sol -"

"¡No!" dijo Padma en tono de repentino descubrimiento. "¡Ese fue


Caos ejecutando a un espía!"

"¿Qué?" interrogó Zabini. "Pero por qué -"

Y Draco lo entendió. ¡Maldita sea! "Porque Potter cree que sin duda
alguna le sacará ventaja a Rayo de Sol, ¡sin embargo no sabe si
podrá hacer lo mismo con nosotros ! ¡Así que no quiere perder ni un
solo punto cuando ejecuta a un traidor! ¡Orden General! Si tienes
que ejecutar a un traidor, ¡invoca a Rayo de Sol antes! Y no olviden
volver a cambiar a Dragón después -"

Granger: 253 / Malfoy: 252 / Potter: 252

El cuerpo de Longbottom divagó caóticamente por el agua, brazos y


piernas desordenados. Cuando Draco finalmente pudo alcanzarlo
todos lo atacaron de nuevo nada más para estar seguros.

Cerca estaba Harry Potter, ahora protegido por una Esfera


Prismática, observándolos a todos con una mueca a medida que la
última plata de la luna creciente disminuía con lentitud, en algún
lugar muy lejano. Si Longbottom se las hubiera arreglado para
derribar a un soldado más (Draco sabía lo que Harry estaba
pensando), si los dos Caóticos se las hubieran arreglado para
aguantar un poco más, ellos podrían haber ganado…

Después de que Draco había reformado sus unidades y atacado de


nuevo, la consiguiente batalla y ejecución de espías en el nombre
de Rayo de Sol había dejado a Rayo de Sol exactamente un punto
por delante tanto de Dragón como de Caos. Una vez que Harry
había empezado a hacerlo, Draco no había tenido otra opción más
que imitarlo.

Sin embargo ahora tenían al General Caos superado en número tres


a uno, los sobrevivientes del Ejército Dragón y el último traidor
Soleado: Draco, y Padma, y Zabini.

Y Draco, quien no era ningún tonto, le había ordenado a Padma


quitarle la varita a Zabini después de que Longbottom derribó a
Gregory y cayó de inmediato ante Draco. El chico se había
mostrado insultado, le dijo a Draco que quedaba en deuda con él
por esto, y la entregó.

Eso dejaba a Draco y Padma para encargarse del General Caos.

"¿Supongo que no quieres rendirte?" inquirió Draco, sonriendo con


una malevolencia que nunca le había dirigido directamente a Harry
Potter.
"¡Dormir antes que rendirse!" gritó el General Caos.

"Nada más para que sepas," explicó Draco, "Zabini de hecho no


tiene una hermana mayor para que tú rescates de los abusones
Gryffindor. Pero Zabini sí tiene una madre que no piensa bien de los
hijos de Muggle como Granger, y yo le escribí unas cuantas cartas,
y le ofrecí a Zabini unos cuantos favores - nada que involucre a mi
padre, sólo cosas que yo puedo hacer en la escuela. Y por cierto, la
madre de Zabini no piensa bien de El-Niño-Que-Vivió, tampoco. Por
si acaso sigues pensando que Zabini en verdad estaba en tu
bando."

La mueca en la cara de Harry se hizo más siniestra.

Draco alzó su varita, y empezó a respirar rítmicamente, enfocando


su fuerza para un Maleficio Perforador. La Esfera Prismática de
Granger era casi tan poderosa como la de Draco, y la de Harry no
era más débil, ¿dónde encontraban tiempo estos dos?

"¡Lagann!" habló Draco, poniendo en ello todo lo que tenía, y el


espiral verde estalló y el escudo de Harry se hizo pedazos, y casi al
mismo momento -

"¡Somnium!" exclamó Padma.

Granger: 253 / Malfoy: 252 / Potter: 254

Harry dejó escapar un largo suspiro de alivio, y no sólo porque ya no


tenía que mantener la Esfera Prismática. Su varita estaba
temblando al bajar su varita.

"Sabes," reconoció Harry, "estuve bastante preocupado por un


segundo."

Orden Especial Dos: Si un traidor Soleado no parece que en verdad


te esté disparando, finge ser atacado ocasionalmente.
Preferentemente apunta a los Dragones en vez de los Soleados sin
embargo ataca a los Soleados si no puedes disparar a los
Dragones.

Orden Especial Tres: Merlín dice no abrir fuego sobre Blaise Zabini
o las gemelas Patil.

Con una gran sonrisa maliciosa, Parvati Patil arrancó el parche


Transformado de la insignia de su uniforme, y permitió que flotara
por su cuenta en el agua.

"Gryffindors para el Caos," ella exclamó, y le devolvió a Zabini su


varita.

" Muchas gracias," Harry agradeció, e hizo una reverencia


apresurada a la chica de Gryffindor. "Y muchas gracias a ti también,"
reverencia a Zabini. "Sabes, viniste a mí con ese plan, me debatí
entre creer que eras brillante o loco, y decidí que eras las dos. Y por
cierto," Harry argumentó, ahora girándose para encarar el cuerpo de
Draco, "Zabini sí tiene un primo -"

"Somnium," clamó la voz de Zabini.

Granger: 255 / Malfoy: 252 / Potter: 254

Y el cuerpo de Harry Potter flotó a lo lejos, su expresión de sorpresa


y horror cambiando rápidamente en una de sueño relajado.

"Pensándolo bien," Parvati dijo animada, "haz eso Gryffindors para


Rayo de Sol."

Ella inició una risa, más hilarante de lo que jamás se había reído en
su vida, finalmente había podido asesinar y reemplazar a su
hermana gemela y ella había querido hacerlo desde siempre, y esto
había sido perfecto, todo había sido perfecto -
- y entonces su varita viró en un movimiento relámpago hacia Zabini
justo cuando él la apuntaba a ella.

"¡Espera!" exigió Zabini. "No dispares, no te resistas. Esa es una


orden."

"¿Qué?" titubeó Parvati.

"Lo siento," explicó Zabini, sin mostrarse del todo arrepentido, "pero
en verdad no puedo estar del todo convencido que estás del lado de
Rayo de Sol. Así que te ordeno que me permitas dispararte."

"¡Un momento!" pidió Parvati. "¡Sólo estamos adelante de Caos por


un punto! Si abres fuego sobre mí ahora -"

"Te dispararé en el nombre de Dragón, obviamente," arguyó Zabini,


ahora sonando un poco superior. "Nada más porque los engañamos
a ellos para que lo hicieran, no significa que no funcionará para
nosotros."

Parvati lo contemplo, sus ojos como rendijas. "El General Malfoy


afirmó que a tu madre no le gusta Hermione."

"Supongo," admitió Zabini, todavía con esa mueca de superioridad.


"Sin embargo algunos estamos más dispuestos que Draco Malfoy
para molestar a un padre."

"Y Harry Potter aseguró que tú tienes un primo -"

"No," rechazó Zabini.

Parvati lo miró fijamente, procurando entender, mas ella en realidad


no era buena con los planes; Zabini había jurado que el plan era
mantener los puntos de Caos y Dragón tan iguales como fuera
posible para que así usaran el nombre de Rayo de Sol para ejecutar
a sus traidores en lugar de perder un mero punto, y eso había
funcionado… pero… ella tenía el presentimiento de que algo se le
escapaba, ella no era una Slytherin…
"¿Por qué no te disparo yo a ti en el nombre de Dragón?" inquirió
Parvati.

"Porque tengo un rango más alto que el tuyo," contestó Zabini.

A Parvati esto le daba mala espina.

Ella lo observó por un largo momento.

Y entonces -

"Somni-" comenzó ella a pronunciar, y fue cuando se dio cuenta que


no había invocado por Dragón, y frenéticamente se cortó a sí misma
-

Granger: 255 / Malfoy: 254 / Potter: 254

"Oigan, todos," saludó el rostro de Blaise Zabini en las pantallas,


viéndose muy divertido, "supongo que todo depende de mí."

Por completo alrededor del lago, las personas estaban conteniendo


su aliento.

Rayo de Sol estaba adelante de Dragón y Caos por exactamente un


punto.

Blaise Zabini podía dispararse a sí mismo en el nombre de Dragón o


Caos, o tan sólo dejar las cosas como estaban.

Una serie de campanillas indicaron que el último minuto de tiempo


se estaba agotando.

Y el Slytherin estaba sonriendo con una extraña, retorcida sonrisa, y


jugando casualmente con su sonrisa, la madera negra apenas
visible en el agua oscurecida.
"Saben," habló la voz de Blaise Zabini, con el tono de alguien que
había estado ensayando las palabras por mucho tiempo, "no es más
que un juego, realmente. Y se supone que los juegos son divertidos
. ¿Así que por qué no hago yo cualquier cosa que se me de la
gana?"

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de autor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


Problemas de Coordinacion Parte 2
Capítulo 34

Problemas de Coordinación, Parte 2

Minerva y Dumbledore juntos habían aplicado sus talentos


combinados para conjurar el gran montaje hacia el cual ahora
Quirrell caminaba lenta y pesadamente; era, en su núcleo, madera
gruesa, pero las superficies externas resplandecían con brillantina
de incrustaciones de mármol con platino y tachonado con gemas del
color de cada Casa. Ni ella ni el Director era alguno de los
Fundadores de Hogwarts, sin embargo la conjuración sólo
necesitaba durar un par de horas. Minerva ordinariamente disfrutaba
las pocas ocasiones cuando tenía la oportunidad de cansarse a sí
misma con Transformaciones enormes; ella debería disfrutar las
pequeñas oportunidades para ser artista, y la ilusión de la opulencia;
mas esta vez había realizado el trabajo con la sensación de cavar
su propia tumba.

Pero Minerva se estaba sintiendo algo mejor ahora. Hubo un breve


momento cuando la explosión podría haber llegado; sin embargo
Dumbledore ya estaba de pie y aplaudiendo fervorosamente, y
nadie había demostrado ser lo suficientemente tonto como para
rebelarse en frente del Director.

Y el humor explosivo se había desvanecido rápidamente en un


sentimiento colectivo que tal vez podría haber sido descrito con la
frase: ¡Denos un descanso!

Blaise Zabini se había disparado a sí mismo en el nombre de Rayo


de Sol, y el puntaje final había sido 254 a 254 a 254.


Detrás de bambalinas, esperando para ascender, tres niños estaban
mirándose los unos a los otros con una mezcla de furia y frustración.
No ayudaba que siguieran empapados tras ser pescados y extraídos
del lago, y que el Encantamiento Calentador no fuera suficiente para
compensar el helado aire de Diciembre, o quizá no era otra cosa
que su estado de animo.

"Ya no más," dijo Granger. "¡No aguanto más! ¡No más traidores!"

"Estoy completamente de acuerdo con usted, Señorita Granger,"


Draco exclamó con voz fría. "Suficiente es suficiente."

"¿Y qué piensan hacer ustedes dos al respecto?" espetó Harry


Potter. "¡El Profesor Quirrell ya explicó que no va a prohibir los
espías!"

"Nosotros los prohibiremos en su lugar," afirmó Draco


siniestramente. Él no había entendido a qué se refería con esas
palabras, mas el mero acto de pronunciarlas pareció cristalizar un
plan -

El escenario realmente estaba bien hecho, al menos para una


estructura temporal; los creadores no habían caído en el escollo
usual de ser impresionados por su propia ilusión de riqueza, y
conocían algo de arquitectura y estilo visual. Desde donde estaba
Draco, en el lugar obvio para que estuviera de pie, los estudiantes
que lo observaran lo verían emitir un débil halo por el fulgor de las
esmeraldas; y Granger, de pie en donde Draco sutilmente la había
ubicado, sería iluminada con un halo de zafiros Ravenclaw. En
cuanto a Harry Potter, Draco no lo estaba mirando por el momento.

El Profesor Quirrell había… despertado, o lo que fuera que él hacía;


y se estaba inclinando sobre un podio de platino que se vestía con
todas las gemas. Con evidente teatralidad, el Profesor de Defensa
estaba apilando y acomodando cuidadosamente los tres sobres que
contenían los tres pergaminos en los cuales los tres generales
habían escrito sus deseos, mientras que todos los estudiantes de
Hogwarts veían, y esperaban.

Finalmente el Profesor Quirrell alzó los sobres. "Bueno," reconoció


el Profesor de Defensa. "Esto es inconveniente."

Un arremedo de risita recorrió a la multitud, con un trasfondo agudo.

"¿Supongo que se estarán preguntando qué voy a hacer?" inquirió


el Profesor Quirrell. "No hay nada qué hacer; tendré que ser justo.
Aunque antes hay un pequeño discurso que deseo pronunciar, y aún
antes de eso, parece ser que el Sr. Malfoy y la Señorita Granger
tienen algo que desean compartir."

Draco parpadeó, y luego él y Granger intercambiaron rápidas


miradas - ¿puedo? - sí, adelante - y Draco alzó su voz.

"La General Granger y yo queremos anunciar," Draco habló con su


voz más formal, sabiendo que era amplificada y escuchada, "que
nosotros ya no aceptaremos ayuda de ningún traidor. Y si, en alguna
batalla descubrimos que Potter ha aceptado traidores de alguien en
nuestros ejércitos, uniremos fuerzas para aplastarlo."

Y Draco ojeó con total malicia al Niño-Que-Vivió. ¡Toma eso,


General Caos!

"Estoy completamente de acuerdo con el General Malfoy," añadió


Granger de pie a su lado, con voz clara y fuerte. "Ninguno de los
dos usará traidores, y si el General Potter lo hace, lo destrozaremos
en el campo de batalla."

Se produjo un susurro de sorpresa entre los estudiantes


espectadores.

"Muy bien," señaló su Profesor de Defensa, sonriendo. "Les llevó a


los dos un tiempo, pero de todos modos los felicito porque fueron los
primeros en pensarlo antes que los otros generales."
Requirió un momento asimilar lo anterior -

"En el futuro, Sr. Malfoy, Señorita Granger, antes de venir a mi


oficina con alguna petición, consideren si hay un modo de
conseguirlo sin mi ayuda. No reduciré puntos Quirrell en esta
ocasión, pero la próxima vez pueden esperar que perderán
cincuenta exactos." El Profesor Quirrell exhibía una mueca divertida.
"¿Y qué tiene que opinar usted al respecto, Sr. Potter?"

La vista de Harry Potter fue hacia Granger, luego a Draco. Su rostro


aparentaba calma; aunque Draco estaba seguro que controlado
hubiera sido un mejor termino.

Finalmente Harry Potter habló, su voz nivelada. "La Legión Caos


seguirá estando feliz de aceptar traidores. Nos vemos en el campo
de batalla."

Draco sabía que la sorpresa se veía en su cara; hubo susurros de


asombro entre los estudiantes, y cuando Draco miró a la fila de
adelante notó que incluso los Caóticos de Harry se mostraban
incrédulos.

La expresión de Granger era de ira, y poniéndose más airada. "Sr.


Potter," ella exclamó con un tono afilado como si ella creyera ser
una profesora, "¿está intentando ser odioso ?"

"Casi ciertamente que no," Harry Potter respondió calmadamente.


"No te obligaré a hacerlo cada vez. Vence sobre mí una vez, y
permaneceré vencido. Pero las amenazas no siempre son
suficientes, General de Rayo de Sol. Usted no me pidió unirme, sino
que procuró imponer su voluntad; y a veces tienes que derrotar al
enemigo en la realidad, para imponer su voluntad sobre él. Verán,
soy escéptico de que Hermione Granger, la estrella académica más
brillante de Hogwarts, y Draco, hijo de Lucius, heredero de la Noble
y Más Antigua Casa de Malfoy, pueda trabajar juntos para vencer a
su enemigo común, Harry Potter." Una divertida sonrisa cruzó el
rostro de Harry Potter. "Quizá sólo haré lo que Draco intentó hacer
con Zabini, y escribir una carta a Lucius Malfoy para descubrir qué
piensa él de eso."

"¡Harry!" Granger quedó boquiabierta, viéndose absolutamente


espantada, y hubo murmullos entre la audiencia también.

Draco controló la ira fluyendo dentro suyo. Eso había sido un


movimiento estúpido de parte de Harry, pronunciar eso en público.
Si Harry simplemente lo hubiera hecho, podría haber funcionado,
Draco ni siquiera había considerado eso, pero si ahora Padre
actuaba así parecería que él estaba jugando en las manos de Harry
-

"Si crees que mi padre, Lord Malfoy, puede ser manipulado por ti
con tanta facilidad," Draco amenazó fríamente, "te espera una
sorpresa, Harry Potter."

Y Draco se dio cuenta a medida que las palabras dejaban su boca


que él mismo acababa de arrinconar a su propio padre en una
esquina, más o menos sin quererlo siquiera. A Padre probablemente
no le iba a gustar esto, en lo más mínimo, sin embargo ya sería
imposible para él expresarlo así… Draco tendría que pedir disculpas
por eso, había sido un honesto accidente, mas era extraño pensar
que él había cometido un error así.

"Entonces adelante y derroten al malvado General Caos," Harry


exclamó, mostrándose todavía divertido. "No puedo ganar contra los
dos ejércitos - no si realmente trabajan juntos. Pero me pregunto si
podré romperlos antes de eso."

"¡No lo harás, y nosotros te romperemos a ti!" replicó Draco Malfoy.

Y a su lado, Hermione Granger asintió firmemente.

"Bueno," prosiguió el Profesor Quirrell después de que el


asombrado silencio se alargó por un tiempo. " No era así como yo
esperaba que se desarrollara esa conversación en particular." El
Profesor de Defensa tenía una expresión bastante intrigada en su
cara. "En verdad, Sr. Potter, esperaba que se rindiera de inmediato y
con una sonrisa, luego anunciado que desde hace rato había
deducido la intención de mi lección pero había decidido no arruinarlo
para los otros. En efecto, había planeado mi discurso de acuerdo a
eso, Sr. Potter."

Harry Potter nada más se encogió de hombros. "Lo siento


entonces," él habló, y no añadió nada más.

"Oh, no se preocupe," continuó el Profesor Quirrell. "Esto, también,


servirá."

Y el Profesor Quirrell le dio la espalda a los tres niños, y se


enderezó sobre el podio para dirigirse a toda la muchedumbre; su
acostumbrado aire de desapegada diversión hecho a un lado como
una mascara caída, y cuando abrió la boca de nuevo su voz estaba
amplificada y más fuerte de lo que había estado.

"De no ser por Harry Potter," arguyó el Profesor Quirrell, su voz tan
helada y fría como Diciembre, "Ustedes-Saben-Quién habría
vencido."

El silencio fue instantáneo, y total.

"No se equivoquen," dijo el Profesor Quirrell. "El Señor Oscuro


estaba ganando. Había menos y menos Aurores que se atrevían a
enfrentarlo, los vigilantes que se le oponían estaban siendo
cazados. Un Señor Oscuro y quizá cincuenta Mortífagos estaban
ganando contra un país de miles. ¡Eso está más allá de lo ridículo!
¡No hay una calificación lo suficientemente baja para marcar
semejante grado de incompetencia!"

La cara del Director Dumbledore estaba petrificada; y en los rostros


de la audiencia, había confusión; y el silencio total prosiguió.
"¿Entiendes cómo sucedió? Hoy lo vieron. Permití traidores, y no le
dí a los generales un medio para restringirlos. Ustedes vieron los
resultados. Planes inteligentes y traiciones inteligentes, ¡hasta que
el último soldado que quedaba en el campo de batalla se disparó a
sí mismo! No es posible dudar que los tres ejércitos podrían haber
sido derrotados por cualquier enemigo externo que estuviera
unificado en sí mismo."

El Profesor Quirrell se apoyó más en el podio, su voz ahora llena


con una siniestra intensidad. Su mano derecha estirada, dedos
abiertos y extendidos. "División es debilidad," afirmó el Profesor de
Defensa. Su mano se cerró en un puño muy apretado. "Unidad es
fuerza. El Señor Oscuro entendió eso muy bien, sin importar sus
otros defectos; y él usó ese entendimiento para crear una invención
simple que lo convirtió en el Señor Oscuro más terrible de la historia.
Sus padres enfrentaron un Señor Oscuro. Y cincuenta Mortífagos
que estaban perfectamente unificados, conscientes de que cualquier
brecha en su lealtad sería castigada con la muerte, que cualquier
falla o incompetencia sería castigada con dolor. Nadie podía
escapar de la furia del Señor Oscuro una vez que recibían su Marca.
Y los Mortífagos accedieron a tomar esa terrible Marca porque ellos
sabían que una vez que la obtuvieran, estarían unidos, encarando a
una tierra dividida. Un Señor Oscuro y cincuenta Mortífagos
hubieran derrotado a un país entero, gracias al poder de la Marca
Oscura."

La voz del Profesor Quirrell era triste y dura. "Sus padres hubieran
podido luchar del mismo modo. No lo hicieron. Hubo un hombre
llamado Yermy Wibble quien hizo un llamado a la nación para
instituir algo próximo, aunque él no tuvo la visión necesario para
proponer una Marca de Bretaña. Yermy Wibble sabía que le
sucedería; él esperaba que su muerte inspiraría a otros. Así que el
Señor Oscuro cogió a su familia como una medida ejemplar. Sus
pieles vacías no inspiraron nada aparte de miedo, y nadie se atrevió
a hablar de nuevo. Y sus padres hubieran enfrentado las
consecuencias de esa despreciable cobardía, de no haber sido
salvados por un niño-de-un-año." La expresión del Profesor Quirrell
era de total repugnancia. "Un dramaturgo lo hubiera llamado dei ex
machina, porque ellos no hicieron nada para ganar su salvación.
Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado podría no haber sido merecedor
de la victoria, pero no tengan dudas, sus padres merecían perder."

La voz del Profesor de Defensa sonó tan acorazada como el hierro.


"Y sepan esto: ¡sus padres no han aprendido nada! ¡La nación sigue
fragmentada y débil! ¿Cuántas décadas pasaron entre Grindelwald y
Ustedes-Saben-Quién? ¿Creen ustedes que no verán la siguiente
amenaza en sus propias vidas? ¿Repetirán ustedes los errores de
sus padres, cuando han visto con sus propios ojos los resultados
expuestos y con tanta claridad el día de hoy? Porque yo puedo
predecir lo que sus padres harán, ¡cuando el día de la oscuridad
llegue! ¡Puedo señalar qué lección han aprendido ellos! ¡Ellos

han aprendido a esconderse como cobardes y no hacer nada


mientras esperan que Harry Potter los salve!"

Se produjo una expresión de duda en los ojos del Director


Dumbledore; y los otros estudiantes contemplaron a su Profesor de
Defensa con desconcierto e ira y admiración.

Los ojos del Profesor Quirrell eran tan fríos como su voz. "Marquen
esto, y es mejor remarcarlo bien. Aquel-Que-No-Debe-Ser-
Nombrado deseaba gobernar este país, para mantenerlo bajo su
cruel mano por siempre. Pero al menos él deseaba gobernar sobre
un país vivo, ¡y no un montón de cenizas! Han existido Señores
Oscuros que estaban dementes, ¡que no querían otra cosa que
convertir el mundo en una enorme pira funeraria! ¡Ha habido guerras
en que un país entero marcha contra otro! Sus padres casi
perdieron contra media centena, ¡que querían tomar este país con
vida! ¿Cuán rápido hubieran caído si el enemigo hubiera sido más
numeroso que ellos, un enemigo que no le importara nada excepto
la destrucción? Esta es mi predicción: Cuando la siguiente amenaza
se presente, Lucius Malfoy exclamara que deben seguirlo o perecer,
que su única esperanza es confiar en su crueldad y fortaleza. Y
aunque Lucius Malfoy por sí mismo lo pueda creer, esto será una
mentira. Porque cuando el Señor Oscuro pereció, Lucius Malfoy no
unió a los Mortífagos, fueron desperdigados en un instante,
¡huyeron como perros azotados y se traicionaron los unos a los
otros! Lucius Malfoy no es lo suficientemente fuerte como para ser
un verdadero Señor, ni Oscuro ni de otro tipo."

Los puño de Draco Malfoy estaba blancos de lo apretados que


estaban, había lagrimas en sus ojos, y furia, y una vergüenza
intolerable.

"No," continuó el Profesor Quirrell, "No creo que vaya ser Lucius
Malfoy quien los salve. Y no piensen que hablo para mi propio
beneficio, el tiempo hará claro que este no es el caso. No les hago
recomendaciones, mis estudiantes. Sin embargo apunto que si todo
un país encontrara un líder tan fuerte como el Señor Oscuro, mas
honorable y puro, y aceptara su Marca; entonces podrían aplastar a
cualquier Señor Oscuro como un insecto, y el resto de nuestro
dividido mundo mágico no podría amenazarlos. E incluso si un
enemigo más grande se alzara contra nosotros en una guerra de
exterminio, entonces únicamente un mundo mágico unido podría
sobrevivir."

Hubo respiraciones contenidas, la mayoría de los hijos de Muggles;


los estudiantes en túnicas de bordes verdes se mostraban
meramente intrigados. Ahora era Harry Potter quien tenía los puños
muy apretados y temblando; y Hermione Granger a su lado estaba
enojada y consternada.

El Director se levantó de su silla, con expresión muy severa, sin


pronunciar palabra aún; mas su orden era clara.

"No digo cuál amenaza llegara," exclamó el Profesor Quirrell. "Pero


ustedes no vivirán sus vidas en paz, no si la historia pasada del
mundo sirve como guía para su futuro. Y si hacen en el futuro como
han visto hoy a los tres ejércitos, si no pueden hacer a un lado sus
tontas disputas y tomar la Marca de un solo líder, entonces en efecto
podrían llegar a desear que el Señor Oscuro hubiera vivido para
gobernar sobre ustedes, y lamentarán el día en que Harry Potter
nació -"
"¡Suficiente!" bramó Albus Dumbledore.

Hubo silencio.

El Profesor Quirrell lentamente giró su vista hacia donde Albus


Dumbledore aguardaba de pie con la furia de su hechicería; sus ojos
se encontraron, y una presión insonora cayó sobre todos los
estudiantes, mientras escuchaban sin atreverse a mover.

"Tú, también, le fallaste a este país," acusó el Profesor Quirrell. "Y


conoces el peligro tan bien como yo."

"Tales discursos no son para los oídos de los estudiantes," alegó


Albus Dumbledore con una amenazante y elevado tono de voz. "¡Ni
para la boca de los profesores!"

Secamente, entonces, el Profesor Quirrell habló: "Hubo muchos


discursos para las orejas de los adultos, cuando el Señor Oscuro se
alzó. Y los adultos aplaudieron y victorearon, y fueron a casa tras
haber disfrutado su día de entretenimiento. Pero te obedeceré,
Director, y no seguiré haciendo discursos si no le place. Mi lección
es simple. Yo no haré nada con respecto a los traidores, y veremos
qué pueden hacer los estudiantes por su cuenta para resolverlo,
cuando no esperan que los profesores los salven."

Y entonces el Profesor Quirrell se volteó de nuevo hacia sus


estudiantes, y su boca se curvó en una sonrisa irónica que pareció
disipar la terrible presión como si un dios del viento soplara para
disipar las nubes. "Sin embargo sean amables con los traidores
hasta ahora," dijo el Profesor Quirrell. "Nada más estaban
divirtiéndose."

Hubo risas, aunque fueron nerviosas al principio, y luego gano más


fuerza, mientras el Profesor Quirrell se quedó de pie sonriendo con
sorna y algo de la tensión se liberó.


La mente de Draco seguía navegando a través de mil preguntas con
expresión de horror, al tiempo que el Profesor Quirrell se preparaba
para abrir los sobres en que los tres habían escrito sus deseos.

Nunca antes se le había ocurrido a Draco que los Muggles capaces


de viajar a la luna fueran una amenaza más grande que la
declinación de la hechicería, o que Padre hubiera demostrado ser
demasiado débil para detenerlos.

Y aún más extraño, la implicación obvia: el Profesor Quirrell creía


que Harry podía. El Profesor de Defensa afirmaba no haber hecho
ninguna recomendación, mas había mencionado a Harry Potter una
y otra vez en su discurso; otros ya estarían pensando lo mismo que
Draco.

Era ridículo. El chico que había cubierto una silla mullida en


brillantina y la había llamado su trono -

El chico que había enfrentado a Snape y vencido, susurró una voz


traidora, ese chico podría crecer hasta ser un Señor tan fuerte como
para gobernar, tan fuerte como para salvarnos a todos -

¡Harry había sido criado por Muggles! Él era prácticamente un


sangre sucia, él no lucharía contra su familia adoptiva -

Él conoce sus artes, sus secretos y sus métodos; puede coger toda
la ciencia de los Muggles y usarla contra ellos, además de nuestro
poder como magos.

¿Pero qué pasa si se rehúsa? ¿Qué sucede si es demasiado débil?

En ese caso, respondió esa voz interior, tendrías que ser tú, ¿no es
así, Draco Malfoy?

Y ahí se renovaron los murmullos de la audiencia, cuando Profesor


Quirrell abrió el primer sobre.
"Sr. Malfoy," exclamó el Profesor Quirrell, "su deseo es… que
Slytherin gane la Copa de las Casas."

Se produjo una confusa pausa entre la audiencia.

"Sí, Profesor," explicó Draco con voz clara, sabiendo que una vez
más estaba siendo amplificada. "Si no puede hacer eso, entonces
algo más para Slytherin -"

"No otorgaré puntos de Casa de manera injusta," interrumpió el


Profesor Quirrell. Se golpeó suavemente la mejilla con un dedo,
mostrándose pensativo. "Lo que hace su deseo lo suficientemente
difícil como para hacerlo interesante. ¿Le gustaría añadir algo sobre
el por qué, Sr. Malfoy?"

Draco dejó de mirar al Profesor de Defensa, encaró a la


muchedumbre con el fondo de platino y esmeraldas a su espalda.
No todos los Slytherin habían apoyado al Ejército Dragón, había
facciones anti-Malfoy que habían expresado su insatisfacción al
animar al Niño-Que-Vivió, o incuso a Granger; y esas facciones se
envalentonarían enormemente con lo que Zabini había hecho. Él
necesitaba hacerles recordar que Slytherin significaba Malfoy y
Malfoy significaba Slytherin -

"No," dijo Draco. "Ellos son Slytherins, lo entenderán."

Hubo algunas risas entre la audiencia, especialmente en Slytherin,


aún entre algunos estudiantes que se hacían llamar a sí mismos
anti-Malfoy un momento atrás.

La adulación era una cosa adorable.

Draco volvió a ponerse de frente al Profesor Quirrell, y se sorprendió


al encontrar una expresión de vergüenza en la cara de Granger.

"Y para la Señorita Granger…" expresó el Profesor Quirrell. Se oyó


el sobre desgarrarse. "Su deseo es que… ¿Ravenclaw gane la
Copa de las Casas?"
Hubo considerables carcajadas entre la audiencia, incluso una del
propio Draco. Él no había pensado que Granger estuviera en el
juego.

"Bueno, este," aclaró Granger, sonando como si tuviera problemas


para recordar un discurso memorizado, "Me refiero a que, eso…"
Ella respiró profundamente. "Había soldados de cada Casa en mi
ejército, y no tengo preferencias sobre ninguno de ellos. Pero las
Casas deben seguir contando para algo, también. Fue triste que
estudiantes de la misma Casa estuvieran maldiciéndose los unos a
los otros nada más porque estaban en diferentes ejércitos. Las
personas deberían ser capaces de confiar en cualquiera que
pertenezca a su Casa. Por eso es que Godric Gryffindor, y Salazar
Slytherin, y Rowena Ravenclaw, y Helga Hufflepuff crearon las
cuatro Casas de Hogwarts en primer lugar. Soy la General de Rayo
de Sol, mas aún antes de eso, yo soy Hermione Granger de
Ravenclaw, y estoy orgullosa de pertenecer a una Casa que tiene
ochocientos años de antigüedad."

"¡Bien dicho, Señorita Granger!" aclamó la voz amplificada de


Dumbledore.

Harry Potter estaba paralizado, y algo hizo cosquillas en la punta del


reconocimiento de Draco.

"Un sentimiento interesante, Señorita Granger," exclamó el Profesor


Quirrell. "Sin embargo hay veces en que es bueno para un Slytherin
tener amigos en Ravenclaw, o para un Gryffindor tener amigos en
Hufflepuff. ¿Seguramente no sería lo mejor si pudiera confiar tanto
en sus amigos de Casa, como en los amigos en su ejército?"

Los ojos de Granger titubearon brevemente hacia los estudiantes y


los profesores que la observaban, y no habló más.

El Profesor Quirrell asintió como para sí mismo, y se volteó hacia el


podio, y cogió y desgarró el último sobre. A un lado de Draco, Harry
Potter se tensó visiblemente cuando el Profesor de Defensa extrajo
el siguiente pergamino. "Y el Sr. Potter desea que -"
Hubo una pausa cuando el Profesor Quirrell observó el pergamino.

Entonces, sin ningún cambio de expresión sobre el rostro del


Profesor Quirrell, la hoja del pergamino ardió en llamas, y se quemó
con un breve, intenso fuego que nada más dejó el polvo negro
cayendo como rocío sobre su mano.

"Por favor limítese usted mismo a lo posible, Sr. Potter," dijo el


Profesor Quirrell, sonando muy seco en efecto.

Siguió una pausa muy larga; Harry, de pie al lado de Draco, se veía
bastante conmocionado.

¿En el nombre de Merlín que había pedido él?

"Sí espero," demandó el Profesor Quirrell, "que haya preparado otro


deseo, en caso de que no pudiera conceder ese."

Otra pausa.

Harry respiró profundamente. "No lo hice," él informó, "pero ya


pensé en otro." Harry Potter se giró para mirar a la audiencia, y su
voz se volvió más firme al hablar. "Las personas le tienen miedo a
los traidores por el daño que estos hacen directamente, por los
soldados a los que disparan o los secretos que revelan. Sin
embargo eso sólo es una parte del peligro. Lo que las personas
hacen porque tienen miedo de los traidores también es muy
costoso. Yo usé esa estrategia hoy contra Rayo de Sol y Dragón. No
les ordené a mis traidores que causaran tanto daño directo como les
fuera posible. Les pedí que actuaran en la forma en que más
pudieran crear desconfianza y confusión, y hacer para los generales
más caras las cosas al intentar detenerlos de hacerlo de nuevo.
Cuando hay unos cuantos traidores y un país entero para oponerse
a ellos, lo más razonable es que unos cuantos traidores podrían ser
menos dañinos que lo que todo un país hace para reducirlos, que la
cura podría ser peor que la enfermedad -"
"Sr. Potter," interrumpió el Profesor de Defensa, su voz cortante de
repente, "la lección de historia es que usted simplemente está
equivocado. La generación de sus padres hizo muy poco para
unificarse, ¡no demasiado! Este país casi se derrumbó por completo,
Sr. Potter, aunque usted no estuvo aquí para verlo. Le sugiero que le
pregunte a sus compañeros de cuarto en Ravenclaw cuántos de
ellos han perdido un familiar por culpa del Señor Oscuro. O si usted
es más sabio, ¡ no los cuestione! ¿ Tiene un deseo para hacer, Sr.
Potter?"

"Si no le importa," exigió suave la voz de Albus Dumbledore, "Me


gustaría escuchar lo que el Niño-Que-Vivió tiene por explicar. Él
tiene más experiencia que cualquiera de nosotros en detener
guerras."

Unos cuantos se rieron, mas no demasiados.

Los ojos de Harry Potter se movieron hacia Dumbledore, y se


mostró pensativo por un momento. "No digo que usted esté mal,
Profesor Quirrell. En la última guerra, las personas no actuaron
juntas, y todo un país casi cae bajo unas cuantas docenas de
atacantes, y sí, eso fue patético. Y si nosotros hacemos el mismo
error la próxima vez, sí, eso sería aún más patético. Pero uno nunca
pelea la misma guerra dos veces. Y el problema es que, al enemigo
también se le permite ser inteligente. Si estás dividido eres
vulnerable de un modo; mas cuando procuras unirte, ahí encaras
otros riesgos, y otros costos, y el enemigo intentará tomar ventaja
de ello, también. Uno no puede limitarse a pensar en un único nivel
del juego."

"La simplicidad también tiene mucho de loable, Sr. Potter," apuntó la


seca voz del Profesor de Defensa "Espero que sí haya aprendido
algo en este día sobre los peligros de las estrategias más
complicadas que unir a su grupo y atacar a sus enemigos. Y si todo
eso no tiene algo que ver con su deseo de algún modo, tendré que
estar muy molesto."
"Sí," afirmó Harry Potter, "fue muy difícil pensar en un deseo que
simbolizara los costos de la unidad. Mas el problema de actuar
juntos no sólo es para las guerras, es algo que tenemos que
resolver todas nuestras vidas, a diario. Si todos se están
coordinando usando las mismas reglas, y las reglas son estúpidas,
entonces si una de las personas decide hacer las cosas de modo
diferente, está rompiendo las reglas. Pero si todos deciden hacer las
cosas de una manera diferente, sí pueden. Es exactamente el
mismo problema de que todos necesitan actuar juntos. Sin embargo
para el primero que lo señale, parece como si fuera en contra de la
multitud. Y si pensaste que la única cosa importante era que las
personas estuvieran unificadas, así nunca vas a poder cambiar el
juego, sin importar que tan estúpidas sean las reglas. Así que para
mi propio deseo, para simbolizar lo que sucede cuando la gente se
une en la dirección equivocada, es que en Hogwarts deberíamos
jugar Quidditch sin la Snitch."

"¿QUÉ?" chillaron cientos de voces entre la multitud, y a Draco se le


cayó la mandíbula.

"La Snitch arruina todo el juego," exclamó Harry Potter. "Todo lo que
hacen los demás jugadores termina siendo irrelevante. Sería
enormemente más sensato nada más comprar un reloj. Es una de
esas cosas increíblemente estúpidas que no te das cuenta porque
creciste con ellas, esas personas sólo lo hacen porque todos los
demás lo hacen -"

Pero para ese punto la voz de Harry Potter ya no podía ser


escuchada, porque el boicoteo había iniciado.

El boicoteo finalizó quince segundos después, después de que un


fuego gigantesco surgiera de la torre más alta de Hogwarts con un
sonido equivalente al de cientos de truenos. Draco no sabía que
Dumbledore pudiera hacer eso.
Los estudiantes se sentaron otra vez con mucho cuidado y en
silencio.

El Profesor Quirrell se estaba riendo, sin pausa. "Así será, Sr. Potter.
Será hecho." El Profesor de Defensa paró a propósito. "Por
supuesto, únicamente prometí un astuto plan. Y eso es todo lo que
ustedes tres van a conseguir."

Draco había estado medio esperando esas palabras antes, sin


embargo siguieron siendo una sorpresa; Draco intercambio rápidas
miradas con Granger, ellos habían sifo los aliados obvios mas sus
deseos estaban directamente opuestos -

"Se refiere a que," cuestionó Harry, "¿tenemos que estar de acuerdo


en un mismo deseo?"

"Oh, eso sería mucho que pedir," contestó el Profesor Quirrell.


"Ustedes tres no tienen un enemigo común, ¿o sí?"

Y por un breve momento, ta veloz que Draco pensó que podría


haberlo imaginado, los ojos del Profesor de Defensa se desviaron
en la dirección de Dumbledore.

"No," corrigió el Profesor Quirrell, "Quiero decir que cumpliré los tres
deseos usando un mismo plan."

Hubo un silencio de confusión.

"Usted no puede hacer eso," Harry expresó con honestidad al lado


de Draco. "Ni siquiera yo puedo hacer eso. Dos de esos deseos son
mutuamente incompatibles. Es lógicamente imposible -" y entonces
Harry se cortó a sí mismo abruptamente.

"Usted es demasiado joven para decir lo que no puedo hacer, Sr.


Potter," aseguró el Profesor Quirrell, con una breve y seca sonrisa.

Entonces el Profesor de Defensa se giró para mirar a los


estudiantes. "En verdad, no tengo confianza en su habilidad para
aprender la lección de hoy. Vayan a casa, y disfruten el tiempo con
sus familias, o lo que les quede de ellas, mientras sigan con vida. Mi
propia familia desde hace tiempo murió por la propia mano del
Señor Oscuro. Los veré a todos cuando regresen las clases."

En el silencio sin palabras que siguió, con el Profesor Quirrell ya


volteándose para bajarse del escenario, Draco escuchó al Profesor
de Defensa susurrar, en voz baja y sin amplificación, "Pero con
usted, Sr. Potter, me gustaría conversar ahora."

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de autor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


Problemas de Coordinacion Parte 3
Capítulo 35

Problemas de Coordinación, Parte 3

Se habían ido a la oficina del Profesor de Defensa, y el Profesor


Quirrell había sellado la puerta antes de recostarse en su silla y
hablar.

La voz del Profesor de Defensa era muy calmada, y eso le alteró los
nervios a Harry mucho más que si el Profesor Quirrell hubiera
estado gritando.

"Estoy intentando," dijo el Profesor Quirrell sin alzar la voz, "hacer


más de una concesión por el hecho de que usted es joven. Que yo
mismo a su edad, era un tonto extraordinario. Usted habla como un
adulto y mete sus narices en juegos de adultos, y a veces olvido que
no es más que un niñato. Tengo la esperanza, Sr. Potter, de que sus
infantiles tonterías no acaben de hacerlo matar, arruinado su país, y
perdido la siguiente guerra."

Era difícil para Harry controlar su respiración. "Profesor Quirrell,


expresé mucho menos de lo que hubiera deseado, pero tenía que
decir algo. Sus propuestas eran extremadamente alarmantes para
cualquiera con la más ligera familiaridad con historia Muggle en el
último siglo. Los fascistas Italianos, unas personas muy
desagradables, obtuvieron su nombre de las fasces, un montón de
varas puestas juntas para simbolizar que la unidad es fuerza -"

"Así que los desagradables fascistas Italianos creían que la unidad


es más fuerte que la división," lo interrumpió el Profesor Quirrell. El
filo empezaba a colarse en su voz. "Quizá también creían que el
cielo era azul, y avocaban por una política de no arrojar piedras
sobre tu propia cabeza."
La estupidez inversa no es inteligencia; la persona más estúpida del
mundo podía afirmar que el sol estaba brillando, mas eso no hacia
que se pusiera oscuro… "De acuerdo, usted está en lo correcto, eso
fue un argumento ad hominem, no está mal porque los fascistas lo
hayan creído. Sin embargo Profesor Quirrell, ¡no puede hacer que
todos en el país tomen la Marca de un dictador! ¡Es un punto único
de fracaso! Mire, lo pondré de este modo. Suponga que el enemigo
nada más usa Imperius sobre quien sea que controle la Marca -"

"Los magos poderosos no caen fácilmente bajo el Imperius," alegó


el Profesor Quirrell con sequedad. "Y si no puede encontrar un líder
digno, en todo caso está condenado. Pero los líderes dignos
existen; la pregunta es si las personas deben seguirlos."

Harry pasó sus manos sobre su cabello en frustración. Quería pedir


un tiempo fuera y hacer que el Profesor Quirrell leyera Ascenso y
caída del Tercer Reich e iniciar la conversación otra vez. "Supongo
que si sugiero que la democracia es una mejor forma de gobierno
que la dictadura -"

"Ya veo," aseveró el Profesor Quirrell. Sus ojos se cerraron


brevemente, luego los abrió. "Sr. Potter, la estupidez del Quidditch
es transparente para usted porque no creció reverenciando el juego.
Si nunca hubiera escuchado de elecciones, Sr. Potter, y nada más
viera lo que hay ahí, lo que viera no lo complacería. Vea nuestro
Ministro electo de Magia. ¿Es él el más sabio, el más fuerte, el más
grande de nuestra nación? No; él es un bufón pagado por Lucius
Malfoy. Los magos fueron a las votaciones y escogieron entre
Cornelius Fudge y Tania Leach, quienes compitieron entre ellos en
un concurso grande y entretenido después de que el Diario el
Profeta, que Lucius Malfoy también controla, decidieron que ellos
dos eran los únicos candidatos serios. Que Cornelius Fudge fue
elegido genuinamente como el mejor líder que nuestro país podía
ofrecer no es una sugestión que alguien haría con el rostro serio. No
es diferente en el mundo Muggle, por lo que he visto y escuchado; el
último periódico Muggle que leí mencionaba que el anterior
Presidente de los Estados Unidos había sido un actor de películas
retirado. Si usted no hubiera crecido con las elecciones, Sr. Potter,
serían para usted tan claramente tontas como el Quidditch."

Harry se sentó con la boca abierta, luchando por encontrar las


palabras. "El punto de las elecciones no es producir el mejor líder,
es mantener a los políticos muy asustados de los votantes para que
no se vuelvan completamente malvados como le pasa a los
dictadores -"

"La última guerra, Sr. Potter, se peleó entre el Señor Oscuro y


Dumbledore. Y aunque Dumbledore fuera un líder con falencias que
estaba perdiendo la guerra, ¡es ridículo sugerir que cualquiera de los
Ministros de Magia elegidos durante ese periodo pudiera haber
reemplazado a Dumbledore! La fuerza nace de los magos
poderosos y de sus seguidores, no de las elecciones y los tontos
que eligen. Esa es la lección de historia reciente de la Bretaña
Mágica; y dudo que la siguiente guerra le enseñe una lección
diferente. Si la sobrevive, Sr. Potter, ¡cosa que usted no hará a
menos que abandone sus entusiasmadas ilusiones de la infancia!"

"Si usted cree que no hay peligros en el curso de acción por el que
usted aboga," dijo Harry, y a pesar de todo su voz se hacía más
afilada, "entonces eso, también, es entusiasmo infantil."

Harry vio de manera sombría directo a los ojos del Profesor Quirrell,
quien le devolvió la mirada sin parpadear.

"Tales peligros," argumentó el Profesor Quirrell con frialdad, "son


para ser discutidos en oficinas como esta, no durante los discursos.
Los tontos que eligieron a Cornelius Fudge no están interesados en
complicaciones y precaución. Enséñeles algo con más matices que
un grito de alegría, y enfrentará su guerra solo. Eso, Sr. Potter, fue
su error infantil, que Draco Malfoy no hubiera cometido ni cuando
tenía ocho años. Debió haber sido obvio hasta para usted que era
su obligación guardar silencio, y consultar conmigo primero, ¡no
hablar sus preocupaciones en frente de la muchedumbre!"
"No soy amigo de Albus Dumbledore," replicó Harry, con voz tan
helada como la del Profesor Quirrell. "Sin embargo él no es ningún
niño, y no pareció pensar que mis preocupaciones fueran cosa de
niños, ni que debía esperar para hablar."

"Oh," exclamó el Profesor Quirrell, "así que ahora recibe los


consejos del Director, ¿no es así?" y se levantó de su escritorio.

Cuando Blaise dio vuelta en la esquina de camino a la oficina, vio


que el Profesor Quirrell ya estaba apoyándose contra la pared.

"Blaise Zabini," saludó el Profesor de Defensa, enderezándose; sus


ojos eran duros como piedras oscuras sobre su rostro, y su voz
envió un escalofrío de miedo que descendió por la espalda de
Blaise.

Él no puede hacer nada contra mí, nada más tengo que recordar
eso -

"Creo," explicó el Profesor Quirrell, con una clara, fría voz, "que ya
he adivinado el nombre de su empleador. Mas quisiera oírlo de sus
propios labios, y también confiese el precio con que lo compró."

Blaise sabía que estaba sudando bajo su túnica, y que la humedad


ya era visible en su frente. "Tuve una oportunidad de mostrar que yo
era mejor los otros tres generales, y la aproveché. Muchas personas
me odian ahora pero también hay un montón de Slytherins que me
aman por ello. Qué le hace pensar que soy -"

"Usted no elaboró el plan de batalla de hoy, Sr. Zabini. Revele quién


lo hizo."

Blaise tragó saliva. "Bueno… O sea, en ese caso… Entonces usted


ya sabe quién lo hizo, ¿correcto? El único que es así de demente es
Dumbledore. Y él me protegerá si usted intenta hacerme algo."
"En efecto. Dígame el precio." Los ojos del Profesor de Defensa
seguían muy duros.

"Es mi prima Kimberly," Blaise espetó, tragó saliva otra vez y


procuró controlar su voz. "Ella es real, y en verdad está siendo
abusada, Potter revisó eso, él no es un tonto. Únicamente
Dumbledore me aseguró que se desharía de los abusones, nada
más por el plan, y si trabajaba para él ella estaría bien cuando todo
hubiera acabado, mas si yo iba con Potter, ¡habría más problemas
para Kimberly!"

El Profesor Quirrell guardó silencio por un largo momento.

"Ya veo," habló el Profesor Quirrell, su voz ya mucho más suave.


"Sr. Zabini, si tal evento volviera a ocurrir de nuevo, usted podría
contactarme directamente. Tengo mis propias formas de proteger a
mis amigos. Ahora, una pregunta final: Aún con todo el poder que
tuvo en sus manos, forzar un empate hubiera sido difícil.
¿Dumbledore lo instruyó en quien debía ganar si no lo hubiera
logrado?"

"Rayo de sol," informó Blaise.

El Profesor Quirrell asintió. "Como pensé." El Profesor de Defensa


suspiró. "En su futura carrera, Sr. Zabini, le sugiero que no intente
planes tan complicados. Tienen la tendencia de fallar."

"Este, eso mismo le dije al Director, de hecho," Blaise explicó, "y él


me respondió que por eso era importante tener más de un plan al
mismo tiempo."

El Profesor Quirrell se pasó una mano cansada por la frente. "Es


una maravilla que el Señor Oscuro no se haya enloquecido
luchando contra él . Puede proceder a su reunión con el Director, Sr.
Zabini. No abriré mi boca sobre esto, sin embargo si el Director de
algún modo descubre que hemos conversado, recuerde mi oferta en
pie de que le daré toda la protección que pueda. Puede retirarse."
Blaise no espero más palabras, sólo se giró y huyó.

El Profesor Quirrell esperó un rato, y luego exclamó, "Adelante, Sr.


Potter."

Harry se quitó la Capa de Invisibilidad de su cabeza y la introdujo en


su monedero. Estaba temblando con tanta ira que apenas y podía
vocalizar. "¿Él qué ? ¿Él hizo qué ?"

"Usted debió deducirlo por usted mismo, Sr. Potter," el Profesor


Quirrell razonó con suavidad. "Tiene que aprender a nublar su visión
hasta que pueda ver el bosque oscurecido por los árboles.
Cualquiera que haya escuchado historias sobre usted, y que
desconozca que usted es el misterioso Niño-Que-Vivió, podría haber
deducido fácilmente su posesión de una capa de invisibilidad.
Aléjese de estos eventos, oscurezca los detalles, ¿y qué
observamos? Había una gran rivalidad entre los estudiantes, y su
competición terminó con un empate perfecto. Ese tipo de cosas
nada más pasan en las historias, Sr. Potter, y hay una persona en
esta escuela que piensa en las historias. Había un extraño y
complicado complot, que usted debió darse cuenta no era
característico del joven Slytherin que usted enfrentó. Pero hay una
persona en esta escuela que arma planes tan elaborados, y su
nombre no es Zabini. Y yo le advertí que existía un cuádruple
agente; usted sabía que Zabini era al menos un triple agente, y por
ello debió suponer que él tenía una probabilidad más alta de serlo.
No, no declararé la batalla como invalida. Los tres fallaron la prueba,
y perdieron ante su enemigo en común."

A Harry no le importaban las pruebas a estas alturas. "¿Dumbledore


chantajeó a Zabini amenazando su prima ? ¿Nada más para que
nuestra batalla terminara en empate? ¿Por qué? "

El Profesor Quirrell soltó una risa sin alegría. "Quizá el Director


pensó que la rivalidad era buena para su héroe mascota y deseaba
verlo continuar. Por el bien mayor, tú entiendes. O tal vez
simplemente él está loco. Verá, Sr. Potter, todos conocen que la
locura de Dumbledore es una máscara, que él es un cuerdo
pretendiendo ser un loco. Se enorgullecen por su astuta
observación, y porque conocen la explicación secreta, dejan de
creer. No se les ocurre que también es posible tener una máscara
detrás de la máscara, ser un loco que pretende ser un cuerdo que
pretende estar loco. Y me temo, Sr. Potter, que tengo un asunto
urgente en otro lugar, y debo partir; sin embargo debo sugerirle con
mucho ahínco que no siga los consejos de Albus Dumbledore
cuando luche una guerra. Hasta luego, Sr. Potter."

Y el Profesor de Defensa inclinó su cabeza con algo de ironía, y


entonces se fue dando zancadas en la misma dirección que Zabini
había huido, mientras que Harry se quedó de pie con la boca abierta
por la conmoción.

Conclusión: Harry Potter.

Harry se arrastró con lentitud hacia el dormitorio de Ravenclaw, ojos


que no veían paredes, pinturas, u otros estudiantes; subió las
escaleras y bajó las rampas sin mermar la velocidad, acelerar, o
darse cuenta en dónde pisaba.

Le había tomado más de un minuto tras la partida del Profesor


Quirrell para notar que su única fuente de información sobre la
participación de Dumbledore era (a) Blaise Zabini, y sería un
gigantesco idiota si volviera a confiar en él, y (b) el Profesor Quirrell,
quien con mucha facilidad pudo haber falseado un complot al estilo
de Dumbledore, y quien también podría pensar que una pequeña
rivalidad estudiantil era algo bueno para tener; y quien había, si
retrocedías y nublabas los detalles, acabado de proponer convertir
el país en una dictadura mágica.

Y también era posible que Dumbledore fuera el que estaba detrás


de Zabini, y que el Profesor Quirrell hubiera intentado sinceramente
combatir la Marca Oscura en realidad, y prevenir la repetición de
una actuación que él percibió como patética. Procurar asegurar que
Harry al final no acabara luchando contra el Señor Oscuro solo,
mientras todos los demás se escondían, aterrados, esforzándose
por permanecer afuera de la linea de fuego, esperando que Harry
los salvara.

Mas la verdad era…

Bueno…

Harry estaba de acuerdo con eso.

Era, él sabía, el tipo de cosa que supuestamente hacía a los héroes


resentidos y amargados.

Al infierno con eso. Harry estaba muy a favor de que todos los
demás se quedaran fuera del peligro mientras que el Niño-Que-Vivió
derribaba al Señor Oscuro por sí mismo, más o menos con un
pequeño número de acompañantes. Si el siguiente conflicto con el
Señor Oscuro llegaba al punto de una Segunda Guerra Mágica que
mataba a muchas personas y embrollaba a un país entero, eso
implicaba que Harry ya había fallado .

Y si después estallaba una guerra en magos y Muggles, no


importaba quien ganaba, Harry ya habría fallado al permitir que
llegara tan lejos. Además, ¿quien había dicho que las sociedades no
podían integrarse pacíficamente cuando el secreto se rompiera de
manera inevitable? (Aunque Harry podía escuchar la voz seca del
Profesor Quirrell en su mente, preguntándole si acaso era un tonto,
y señalando todas las cosas obvias…) Y si magos y Muggles no
podían vivir en paz, entonces Harry combinaría magia y ciencia y
descubriría cómo evacuar a todos los magos a Marte o a otro lado,
en lugar de permitir que estallara una guerra.

Porque si llegaba a ocurrir una guerra de exterminio…

Esa fue la cosa que el Profesor Quirrell no había comprendido, la


pregunta más importante que se le había olvidado realizar a su
joven general.

La razón real por la que Harry no tenía intención de dejarse


convencer en introducir una Marca de Luz, sin importar cuánto le
ayudara en su pelea contra el Señor Oscuro.

Un Señor Oscuro y cincuenta seguidores Marcados habían sido una


amenaza para toda la Bretaña Mágica.

Si toda Bretaña tomaba la Marca de un líder fuerte, se convertirían


en una amenaza para todo el mundo mágico.

Y si todo el mundo mágico tomaba una única Marca, serían un


peligro para el resto de la humanidad.

Nadie sabía exactamente cuántos magos había en el mundo. Él


había hecho unos cuantos estimados con Hermione y obtenido unos
números alrededor de un millón.

Sin embargo había seis billones de Muggles.

Si ocurría una guerra final…

El Profesor Quirrell había olvidado inquirir a Harry sobre cuál lado


protegería.

Una civilización científica, yendo más allá, avanzando hacía


adelante, conociendo que su destino era alcanzar las estrellas.

Y una civilización mágica, desvaneciéndose lentamente a medida


que su conocimiento se pierde, todavía gobernada por una nobleza
que veía a los Muggles como si no fueran del todo humanos.

Era un sentimiento de tristeza terrible, pero no uno que contuviera


algún indicio de duda.

Conclusión: Blaise Zabini.


Blaise caminó a través de los pasillos con cuidado, lentitud auto-
impuesta, su corazón palpitando salvajemente al tiempo que
intentaba calmarse -

"Ejem," saludó una seca, susurrante voz proveniente de una alcoba


entre sombras por la que él pasaba.

Blaise saltó, pero no gritó.

Lentamente, se volteó.

En la pequeña, oscurecida esquina había una capa negra tan ancha


y ondulante que era imposible determinar si la figura que estaba
debajo era masculina o femenina, y sobre la capa un sombrero
negro redondo y ancho, con una neblina negra que parecía reunirse
por debajo para oscurecer la cara de quien fuera o lo que fuera que
pudiera yacer allí abajo.

"Reporte," susurró el Sr. Sombrero y Capa.

"Nada más dije lo que me indicaste," explicó Blaise. Su voz un poco


más calmada ahora que ya no tenía que mentirle a nadie. "Y el
Profesor Quirrell reaccionó justo del modo en que esperabas."

El ancho sombrero negro descendió y luego se enderezó, como si la


cabeza por debajo hubiera asentido. "Excelente," felicitó el murmullo
no identificable. "La recompensa que prometí ya va de camino a tu
madre, mediante búho."

Blaise titubeó, sin embargo la curiosidad se lo estaba comiendo


vivo. "¿Puede contarme por qué quiere causar conflicto entre el
Profesor Quirrell y Dumbledore?" El Director no había tenido nada
que ver entre los abusones de Gryffindor hasta donde Blaise sabía,
y además de ayudar a Kimberly, el Director también había ofrecido
hacer que el Profesor Binns le diera notas excelentes en Historia de
la Magia aún si entregaba pergaminos en blanco para su tarea,
aunque de todos modos tendría que asistir a clases y pretender que
los entregaba. De hecho Blaise hubiera traicionado a los tres
generales a cambio de nada, y tampoco es que le importara mucho
su prima, mas él no había visto la necesidad de revelarlo
abiertamente.

El ancho sombrero negro se ladeó un poco, como si otorgara una


expresión inquisidora. "Responda, amigo Blaise, ¿se le ocurrió que
los traidores que traicionan demasiadas veces con frecuencia
encuentran finales mortales?"

"No," contestó Blaise, viendo directo hacia la niebla negra bajo el


sombrero. "Todos saben que nada realmente malo le pasa a los
estudiantes en Hogwarts."

El Sr. Sombrero y Capa soltó una risa susurrante. "En efecto,"


admitió el susurro. "Con el asesinato de una estudiante cinco
décadas siendo la excepción que prueba la regla, ya que Salazar
Slytherin protegió su monstruo con protecciones antiguas a un nivel
más alto que el del mismo Director."

Blaise contempló la niebla negra, comenzando a sentirse un poco


intranquilo. Pero sólo un profesor de Hogwarts podría hacerle algo
significante sin prender las alarmas. Quirrell y Snape eran los únicos
profesores que harían algo como esto, y Quirrell no andaría por ahí
engañándose a sí mismo, y Snape no le haría daño a uno de sus
propios Slytherins… ¿O sí?

"No, amigo Blaise," murmuró la niebla negra, "únicamente deseaba


aconsejarlo para que nunca intentara hacer algo como esto en su
vida adulta. Tantas traiciones ciertamente llevarían al menos a una
venganza."

"Nadie se vengó con mi madre," replicó Blaise con orgullo. "Aún


cuando se casó con siete esposos y cada uno de ellos murió
misteriosamente y le dejó montones de dinero."

"¿En serio?" inquirió el susurro. "¿Cómo persuadió ella al séptimo


de casarse después de que se enteró de lo que había sucedido con
los primeros seis?"
"Le pregunté eso a mamá," replicó Blaise, "y ella respondió que no
lo podía averiguar hasta que fuera lo suficientemente mayor, y quise
saber cuán mayor era lo suficientemente mayor, y contestó, mayor
que ella."

De nuevo la risa en murmullos. "Bueno entonces, amigo Blaise, mis


felicitaciones por seguir los pasos de su madre. Váyase, y si no
revela nada de esto, no nos encontraremos otra vez."

Blaise retrocedió intranquilo, sintiendo una curiosa reluctancia a


mostrar su espalda.

El sombrero se ladeó. "Oh, vamos, pequeño Slytherin. Si usted


fuera realmente el igual de Harry Potter o Draco Malfoy, ya se habría
dado cuenta de que mis amenazas insinuadas son sólo para
asegurarme su silencio ante Albus. Si tuviera intención de hacerle
daño, no lo hubiera insinuado; de no haber dicho nada, entonces
debería preocuparse."

Blaise se enderezó, sintiéndose un poco insultado, y asintió en


dirección al Sr. Sombrero y Capa; entonces se giró decisivamente y
se alejó con zancadas hacia su reunión con el Director.

Él había estado esperando hasta el último segundo que alguien más


apareciera y le diera la oportunidad de vender al Sr. Sombrero y
Capa.

Sin embargo Mamá no había traicionado a siete esposos diferentes


al mismo tiempo . Cuando lo veías de ese modo, él lo había hecho
mejor que ella.

Y Blaise Zabini siguió caminando hacia la oficina del Director,


sonriendo, contento de ser un quíntuple agente -

Por un momento el chico se tambaleó, mas se enderezó al poco


rato, sacudiéndose la rara sensación de desorientación.
Y Blaise Zabini siguió caminando hacia la oficina del Director,
sonriendo, contento de ser un cuádruple agente.

Conclusión: Hermione Granger.

El mensajero no se le aproximó hasta que estuvo a solas.

Hermione acababa de salir del baño de chicas donde a veces se


escondía para pensar, y un gato brillante saltó de la nada y habló,
"¿Señorita Granger?"

Ella dejó escapar un pequeño chillido antes de darse cuenta que el


gato se había expresado con la voz de la Profesora McGonagall.

Aún así no se había sentido asustada, sólo sorprendida; el gato era


resplandeciente y luminoso y hermoso, brillando con una radiación
de blanca plata colorada como la luz de la luna, y no podía
imaginarse el sentirse asustada.

"¿Qué eres tú?" cuestionó Hermione.

"Este es un mensaje de la Profesora McGonagall," informó el gato,


todavía con la voz de la Profesora. "¿Puede venir a mi oficina, y no
decirle a nadie de esto?"

"Iré allí de inmediato," respondió Hermione, todavía sorprendida, y el


gato saltó y se desvaneció; sólo que no se desvaneció, viajó muy
lejos de algún modo; o eso fue lo que su mente informó, aún cuando
sus ojos lo vieron desaparecer.

Para cuando Hermione había llegado a la oficina de su profesora


favorita, su mente estaba totalmente agitada con con
especulaciones. ¿Había algo malo con sus resultados en
Transformación? ¿Pero entones por qué la Profesora McGonagall le
pediría que no le contara a nadie? Probablemente era sobre la
Transformación parcial de Harry…
La expresión de la Profesora McGonagall era de preocupación, no
de severidad, cuando Hermione se sentó en frente del escritorio -
procurando mantener sus ojos lejos del nido de casilleros que
contenían las tareas de la Profesora McGonagall, ella siempre había
tenido la duda de qué clase de trabajo hacían los adultos para
mantener la escuela funcionando y si podría hacer algo para
ayudarlos…

"Señorita Granger," inició la Profesora McGonagall, "permita que


comience confiándole que ya conozco todo sobre el deseo que le
pidió realizar el Director -"

"¿Él le contó ?" espetó Hermione conmocionada. ¡El Director había


dicho que no se suponía que otros se enteraran!

La Profesora McGonagall hizo una pausa, miró a Hermione, y soltó


una risa triste. "Es bueno ver que el Sr. Potter no la ha corrompido
demasiado. Señorita Granger, usted no debería admitir algo nada
más porque yo afirme saberlo. Resulta que, el Director no me
informó, simplemente yo lo conozco demasiado bien."

Hermione se había sonrojado furiosamente.

"¡Está bien, Señorita Granger!" exclamó la Profesora McGonagall


apresuradamente. "Usted es una Ravenclaw en su primer año,
nadie espera que usted sea una Slytherin."

Eso realmente dolió.

"De acuerdo," siseó Hermione con algo de acerbidad, "Le pediré a


Harry Potter que me enseñe lecciones de Slytherin, entonces."

"Eso no fue lo que yo quería…" empezó la Profesora McGonagall, y


su voz se apagó. "Señorita Granger, ¡me preocupa esto porque las
chicas jóvenes de Ravenclaw no deberían ser Slytherins! Si el
Director te solicita involucrarte en algo con lo que no está
confortable, Señorita Granger, en verdad está bien responder que
no. Y si se está sintiendo presionada, por favor dígale al Director
que le gustaría que yo estuviera ahí, o que quisiera consultar
conmigo primero."

Los ojos de Hermione estaban abiertos de par en par. "¿Acaso el


Director hace cosas que son incorrectas?"

La Profesora McGonagall ce mostró un poco triste ante eso. "No a


propósito, Señorita Granger, sin embargo creo… bueno,
probablemente es verdad que a veces el Director tiene problemas
recordando lo que era ser un niño. Aún cuando era un niño, estoy
segura que él debió ser brillante, y fuerte de mente y corazón, con
coraje suficiente para tres Gryffindors. A veces el Director pide
demasiado de sus jovenes estudiantes, Señorita Granger, o no es
tan cuidadoso como para no hacerles daño. Él es un buen hombre,
mas en ciertas ocasiones hace planes que llegan demasiado lejos."

"Pero es bueno que los estudiantes sean fuertes y tengan coraje,"


dijo Hermione. "Por eso es que usted sugirió Gryffindor para mí, ¿no
es así?"

La Profesora McGonagall sonrió con ironía. "Quizá sólo estaba


siendo egoísta, deseando que usted fuera a mi Casa. Acaso el
Sombrero Seleccionador le ofreció - no, no debí haber preguntado."

"Me aseveró que podría ir a cualquier lugar excepto Slytherin,"


informó Hermione. Ella casi había cuestionado el por qué no era lo
suficientemente buena como para Slytherin, antes de arreglárselas
para detenerse a sí misma… "¡Así que yo tengo coraje, Profesora!"

La Profesora McGonagall se inclinó hacia adelante en su escritorio.


La preocupación se mostraba claramente en su expresión. "Señorita
Granger, no es sobre coraje, ¡es sobre lo que es saludable para las
chicas! El Director la está involucrando en sus planes, Harry Potter
le está dando secretos para guardar, ¡y ahora está haciendo
alianzas con Draco Malfoy! ¡Y yo le prometí a su madre que usted
estaría a salvo en Hogwarts!"
Hermione no sabía que pronunciar ante eso. Sin embargo tuvo el
pensamiento de que la Profesora McGonagall podría no estarle
dando esta advertencia si hubiera sido un chico en Gryffindor en vez
de una chica en Ravenclaw y eso fue, bueno… "Procuraré ser
buena," ella replicó, "y no permitiré que nadie me convenza de lo
contrario."

La Profesora McGonagall presionó sus manos contra sus ojos.


Cuando las removió, las lineas de su cara se veían muy viejas. "Sí,"
ella confesó en un susurro, "usted lo hubiera hecho bien en mi
Casa. Permanezca a salvo, Señorita Granger, y tenga cuidado. Y si
usted está preocupada o incomoda con cualquier cosa, por favor
venga conmigo de inmediato. No le quitaré más tiempo."

Conclusión, Draco Malfoy:

Ninguno de los dos quería en verdad hacer algo complicado ese


Sábado, no tras luchar una batalla poco antes. Por lo que Draco
nada más estaba sentado en un salón de clases sin usar
esforzándose por leer un libro llamado Física Pensante . Era una de
las cosas más fascinantes que Draco había leído en su vida, al
menos las partes que podía comprender, al menos cuando el
maldito idiota que se rehusaba dejar sus libros por fuera de su vista
se las podía arreglar para callarse y permitir que Draco se
concentrara -

"Hermione Granger es una sangre suuucia," cantó Harry Potter


desde donde estaba sentado en un escritorio cercano, leyendo uno
de sus libros que era mucho más avanzado.

"Sé lo que estás intentando hacer," alegó Draco calmadamente sin


levantar la vista de las páginas. "No va a funcionar. De todos modos
vamos a unir fuerzas y aplastarte."

"Un Maaaalfoy va a trabajar con una saaangre suuucia, qué


pensarán todos los amigoooos de tu padre -"
"¡Ellos pensarán que los Malfoys no son tan fáciles de manipular
como usted cree, Potter ! "

El Profesor de Defensa estaba más loco que Dumbledore, ningún


salvador del mundo podía ser así de aniñado e indigno a ninguna
edad.

"Oye, Draco, ¿sabes que apesta en verdad? Tú sabes que


Hermione Granger tiene dos copias del alelo mágico, al igual que tú
y al igual que yo, mas todos tus compañeros de clase en Slytherin
no saben eso y túúúúúú no tienes permitido explicaaaaarlo -"

Los dedos de Draco se estaban poniendo blancos de lo fuerte que


apretaba el libro. Ser golpeado y escupido no podía requerir tanto
auto-control como esto, y si no le hacía algo a Harry pronto, iba a
terminar haciendo algo que lo podía incriminar -

"¿Así que cuál fue tu deseo la primera vez?" inquirió Draco.

Harry no respondió nada, por lo que Draco alzó la vista de su libro, y


sintió un respingó de maliciosa satisfacción por la triste expresión de
Harry.

"Este," Harry dudó. "Muchos me preguntaron eso, pero no creo que


el Profesor Quirrell desee que yo hable al respecto."

Draco puso una mirada seria sobre su rostro. "Puedes compartirlo


conmigo . Probablemente no es tan importante comparado con otros
secretos que ya me dijiste, ¿y para qué otra cosa son los amigos?"
¡Correcto, soy tu amigo! ¡Siéntete culpable!

"Realmente no era tan interesante," Harry declaró con una ligereza


obviamente artificial. "Nada más que, deseé que el Profesor Quirrell
enseñará Batalla Mágica el año siguiente. "

Harry suspiró, y clavó de nuevo los ojos sobre su libro.


Y bromeó, tras unos cuantos segundos, "Tu padre de seguro estará
muy molesto contigo esta Navidad, sin embargo si prometes que
traicionaras a la chica sangre sucia y destrozaras su ejército, todo
regresará a la normalidad, y de todos modos obtendrás tus
presentes de Navidad."

Tal vez si él y Granger le pedían al Profesor Quirrell con educación


extra y usaban algunos de sus puntos Quirrell, a los dos se les
permitiría hacer algo más interesante al General Caos que ponerlo a
dormir.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


Diferenciales de Estado
Capítulo 36

Diferenciales de Estado

Desorientación conmovedora, así era cómo se sentía salir desde la


Plataforma Nueve y Tres Cuartos hacia el resto de la Tierra, el
mundo que Harry había pensado una vez era el único mundo real.
Personas vestidas en camisetas casuales y pantalones, en vez de
las más dignas túnicas de los magos y las brujas. Pedazos de
basura desperdigados aquí y por allá alrededor de las bancas. Un
olor olvidado, los humos de la gasolina quemada, cruda y afilada en
el aire. El ambiente de la estación de tren King's Cross, menos
brillante y animado que Hogwarts o el Callejón Diagon; las personas
parecían más pequeñas, más temerosas, y probablemente hubiera
intercambiado con mucho animo sus problemas para luchar contra
un mago oscuro. Harry quería lanzar un Scourgify para la mugre, y
Everto para la basura, y de haber conocido el hechizo, un
Encantamiento de Casco-Burbuja para no tener que respirar el aire.
Pero no podía usar su varita, en este lugar…

De este modo, Harry comprendió, debía ser cómo se sentía ir de un


país del Primer Mundo a un país del Tercer Mundo.

Nada más que había sido el Mundo del Principio Cero el que Harry
había abandonado, el mundo mágico, de los Encantamientos de
Limpieza y los elfos domésticos; donde, entre las artes sanadoras y
tu propia magia, podías llegar a los ciento siete años antes de que la
vejez empezara a molestarte.

Y Londres no-mágica, Tierra Muggle, a la cual Harry había


regresado temporalmente. Aquí era donde Mamá y Papá vivirían el
resto de sus vidas, a menos que la tecnología diera un salto de rana
por encima de la calidad de vida de los hechiceros, o algo más
profundo cambiara en el mundo.
Sin tan siquiera pensarlo, la cabeza de Harry se giró hacia atrás y
sus ojos cayeron como dardos sobre el baúl de madera que se
escurría detrás suyo, sin ser visto por ningún Muggle, las garras de
tentáculo ofreciendo una rápida confirmación de que, sí, él no lo
había imaginado todo…

Y estaba la otra razón para la sensación de ahogo en su pecho.

Sus padres no lo sabían.

Lo desconocían todo .

Lo desconocían…

"¿Harry?" llamó una delgada, rubia mujer cuya perfecta gracia y piel
sin arrugas la hacía lucir mucho más joven que treinta y tres; y Harry
se dio cuenta con sorpresa que era magia, él no había reconocido
las señales antes sin embargo ahora podía observarlas. Y cual fuera
la poción que había durado tanto, debió haber sido terriblemente
peligrosa, porque la mayoría de las brujas no se hacía eso a sí
mismas, no estaban así de desesperadas…

Había agua acumulándose en los ojos de Harry.

"¿Harry?" gritó un hombre que se veía mayor con un panza


creciente sobre su estómago, vestido con ostentosa
despreocupación académica dentro de un chaleco arrojado sobre
una camiseta verde gris-oscura, alguien que siempre había sido un
profesor a donde quiera que fuera, quien ciertamente hubiera sido
uno de los magos más brillantes de su generación, de haber nacido
con dos copias de ese gen, en lugar de cero…

Harry levantó su mano y la agitó hacia ellos. No podía hablar. No


podía decir nada.

Ellos llegaron a él, sin correr, sino con una regular, dignificada
caminata; así de rápido era capaz de caminar el Profesor Michael
Verres-Evans, y la Sra. Petunia Evans-Verres no iba a andar más
veloz que eso.

La sonrisa en el rostro de su padre no era muy ancha, sin embargo


su padre nunca era dado a las sonrisas grandes; era, cuando
menos, tan ancha como Harry la había llegado a ver jamás, más
ancha que cuando llegaba una nueva subvención, o cuando uno de
sus estudiantes conseguía una posición, y no podías pedir una
sonrisa más ancha que esa.

Mamá parpadeaba con fuerza, y estaba intentando sonreír pero no


hacía un buen trabajo.

"¡Entonces!" exclamó su padre al acercarse dando zancadas. "¿Ya


hiciste algún descubrimiento revolucionario?"

Por supuesto que Papá lo consideraba un chiste.

No había dolido tanto cuando sus padres no habían creído en él,


hace tiempo cuando nadie más había creído en él, hace tiempo
cuando Harry no sabía lo que se sentía ser tomado en serio por
personas como el Director Dumbledore y Profesor Quirrell.

Y ahí fue cuando Harry comprendió que el Niño-Que-Vivió


únicamente existía en la Bretaña mágica, que no había tal persona
en Londres Muggle, nada más un lindo y pequeño niño de once
años que se iba a casa para Navidad.

"Disculpen," Harry dijo, con voz temblorosa, "Voy a perder el control


y llorar ahora, no significa que haya habido algo malo con la
escuela."

Harry inicia un movimiento hacia adelante, y luego se detuvo,


dividido entre abrazar a su padre y abrazar a su madre, él no quería
que ninguno de los dos se sintiera menos o más amado por Harry
que el otro -
"Tú," jadeó su padre, "eres un niño muy tonto, Sr. Verres," y
gentilmente tomó a Harry por los hombros y lo empujó a los brazos
de su madre, quien se estaba arrodillando, lágrimas ya deslizándose
por sus mejillas.

"Hola, Mamá," Harry habló con la voz fallando, "He regresado." Y la


abrazó, en medio de ruidosos sonidos mecánicos y el olor de la
gasolina quemada; y Harry empezó a llorar, porque conocía que
nada podía regresar a como era, sobretodo él.

El cielo era completamente oscuro, y las estrellas estaban saliendo,


para cuando pudieron negociar con el tráfico de Navidad hacia el
pueblo universitario que era Oxford, y aparcarse en la entrada de
coches de la pequeña casa, de aspecto viejo y deslucido que su
familia usaba para mantener sus libros a salvo de la lluvia.

Mientras caminaban por el estrecho tramo de pavimento que llevaba


a la puerta del frente, pasaron una serie de floreros que contenían
pequeñas, turbias luces eléctricas (turbias ya que tenían que
recargarse a sí mismas con poder solar durante el día), y las luces
se encendían a medida que ellos avanzaban. La parte difícil había
sido encontrar sensores de movimiento que fuera a prueba de agua
y se activaran justo a la distancia correcta…

En Hogwarts había antorchas verdaderas como esa.

Y entonces la puerta de enfrente se abrió y Harry penetró en la sala


de estar, parpadeando con fuerza.

Cada pulgada de espacio en la pared estaba cubierta por una


librería. Cada librería tiene seis estanterías, llegando casi hasta el
techo. Algunas estanterías están saturadas hasta el tope con libros
de tapa dura: ciencia, matemáticas, historia y todo lo demás. Otras
estanterías tienen dos capas de libros de bolsillo de ciencia ficción,
con la capa de atrás apoyada sobre cajas de pañuelos viejos o un
tramo de madera, así puedes ver la capa de atrás de libros encima
de los libros de enfrente. Y aún eso no es suficiente. Los libros están
desbordándose sobre las mesas y los sofás amontonándose bajo
las ventanas…

La casa de familia Verres estaba igual a como la había dejado, sólo


que con más libros, que era justamente como la había dejado.

Y un árbol de Navidad, desnudo y sin decorar dos días antes de la


Víspera de Navidad, lo que desconcertó a Harry brevemente antes
de que lo entendiera, con un sentimiento de calidez naciente en su
pecho, que por supuesto sus padres lo habían esperado .

"Quitamos la cama de tu cuarto para tener más espacio para más


librerías," dijo su padre. "Puedes dormir en tu baúl, ¿cierto?"

" Tú puedes dormir en mi baúl," contestó Harry.

"Eso me recuerda," inquirió su padre. "¿Qué hicieron al final sobre tu


ciclo de sueño?"

"Magia," Harry respondió, yéndose derecho hacia la puerta que


abría su cuarto, nada más en caso de que Papá no estuviera
bromeando…

"¡Esa no es una explicación!" protestó el Profesor Verres-Evans, al


tiempo que Harry gritó, "¿Usaste todo el espacio disponible en mis
estanterías?"

Harry había pasado el 23 de Diciembre comprando las cosas


Muggle que simplemente no podía Transformar; su padre había
estado ocupado y había dicho que Harry necesitaría caminar o
tomar el autobús, lo que había sido perfecto para Harry. Algunas
personas en la tienda de hardware le habían otorgado a Harry
miradas inquisidoras, pero él nada más había explicado con voz
inocente que su padre estaba comprando en un lugar cercano y que
estaba muy ocupado y que lo había enviado a él a conseguir
algunas cosas (enseñando una lista escrita a mano más-o-menos-
ilegible que cuidadosamente parecía-adulta); y al final, el dinero era
dinero.

Todos habían decorado el árbol de Navidad juntos, y Harry había


puesto una diminuta hada danzante en la punta (dos Sickles, cinco
Knuts en la Tienda de Bromas Mágicas Gambol y Japes).

Gringotts había intercambiado con mucha presteza los Galeones por


dinero en papel, aunque aparentemente no tenían una forma
sencilla de cambiar grandes cantidades de oro en dinero Muggle,
libre de impuesto y nada sospechoso en una cuenta numerada en
un banco de Suiza. Esto había dificultado el plan de Harry de
cambiar la mayoría de dinero que se había auto-robado en una
combinación sensata de un 60% de fondos indexados y un 40% de
Berkshire Hathaway. Por el momento, Harry había diversificado sus
pertenencias un poco más al escaparse muy tarde en la noche,
invisible y con Giratiempo, y enterrado cien Galeones dorados en el
patio. Él siempre siempre siempre había querido hacer eso de todos
modos.

Una parte de Diciembre 24 se usó para que el Profesor leyera los


libros de Harry e hiciera preguntas. La mayoría de experimentos que
su padre había sugerido no eran prácticos, al menos por el
momento; los que sí lo eran, Harry ya los había hecho. ("Sí, Papá,
revisé que sucedía si a Hermione se le daba una pronunciación
cambiada y ella desconocía si era cambiada o no, ¡ese fue el primer
experimento que hice, Papá!")

La última cuestión por la que había inquirido el padre de Harry,


alzando la vista de Filtros y Pociones Mágicas con una expresión de
agitado disgusto, que si todo tenía sentido cuando eras un mago; y
Harry había respondido que no.

En ese punto su padre había declarado que la magia era no-


científica.
Harry seguía algo conmocionado ante la idea de señalar una
sección de la realidad y llamarla no-científica. Aparentemente Papá
pensaba que el conflicto entre sus intuiciones y el universo
implicaba que el universo tenía un problema.

(Aunque también, había muchos físicos que consideraban la


mecánica cuántica como extraña, en vez de que la mecánica
cuántica fuera lo normal y ellos los extraños.)

Harry le había mostrado a su madre el kit de sanador que él compró


para tener en su casa, aunque la mayoría de las pociones no
funcionarían en Papá. Mamá había contemplado el kit en una forma
que hizo inquirir a Harry si alguna vez la hermana de Mamá había
comprado algo así para el Abuelo Edwin y la Abuela Elaine. Y
cuando Mamá siguió sin contestar, Harry había dicho
apresuradamente que a ella nunca se le debió haber ocurrido. Y
entonces, finalmente, él huyo del cuarto.

A Lily Evans probablemente no se le había ocurrido, eso era lo más


triste. Harry sabía que otras personas tenían la tendencia a no-
pensar sobre temas dolorosos, de la misma forma que tenían una
tendencia a no poner deliberadamente sus manos sobre las brasas
al rojo vivo de una estufa; y Harry había empezado a sospechar que
la mayoría de los hijos de Muggle rápidamente adquirían una
tendencia a no-pensar sobre sus familias, que como fuera iban a
morir antes de alcanzar su primer siglo.

No que Harry tuviera intención alguna de permitir que eso sucediera,


por supuesto.

Y entonces era la tarde del día Diciembre 24 y ellos iban


conduciendo para llegar a su cena de la Víspera de Navidad.

La casa era enorme, no para los estándares de Hogwarts, pero


ciertamente para los estándares de lo que podías conseguir si tu
padre era un profesor distinguido intentando vivir en Oxford. Dos
pisos de ladrillo brillando bajo el sol poniente, con ventanas encima
de ventanas y una ventana alta que llegaba mucho más arriba de lo
que el vidrio debería ir, ese iba a ser una enorme sala de estar…

Harry respiró profundamente, y tocó el timbre.

Se produjo un llamado distante de "Cariño, ¿puedes atender?"

Esto fue seguido por un lento tamborileo de pasos aproximándose.

Y entonces la puerta se abrió para revelar un hombre genial, de


mejillas gordas y rosadas y cabello delgado, dentro de una camiseta
azul de botones que se estrechaba un poco en las costuras.

"¿Dr. Granger?" El padre de Harry dijo enérgicamente, antes de que


Harry pudiera hablar. "Yo soy Michael, y esta es Petunia y nuestro
hijo Harry. La comida está en el baúl mágico," y Papá hizo un gesto
vago detrás de él - no del todo en la dirección del baúl, de hecho.

"Sí, por favor, entren," solicitó Leo Granger. Se adelanto y recibió la


botella de vino de las manos extendidas del Profesor, con un
murmurado "Gracias," y entonces se hizo a un lado y agitó la mano
hacia la sala de estar. "Siéntense. Y," bajando su cabeza para
dirigirse a Harry, "todos los juguetes están en el sótano bajando por
las escaleras, estoy seguro de que Herm bajará dentro de poco, es
la primera puerta a tu derecha," y señaló hacia un pasillo.

Harry se lo quedó mirando por un momento, consciente de que le


bloqueaba la entrada a sus padres.

"¿Juguetes?" preguntó Harry con animo, muy aguda voz, y ojos


enormes. "¡Amo los juguetes!"

Se produjo un suspiro desde su madre atrás de él, y Harry entró a


zancadas dentro de la casa, logrando no pisotear demasiado fuerte
al caminar.
La sala de estar era tan grande como se veía desde afuera, con un
enorme techo abovedado del cual colgaba un candelabro
gigantesco, y un árbol de Navidad que debió ser asesinado para
poder maniobrar a través de la puerta. Los niveles más bajos del
árbol estaban rigurosa y detalladamente decorados en finos
patrones de rojo y verde y dorado, con una reciente pizca de azul y
bronce; las alturas que sólo un adulto podía alcanzar estabas
desarregladas, envueltas al azar con tiras de luces y guirnaldas de
oropel. Un pasillo se extendía hasta culminar en los gabinetes de
una cocina, y escaleras de madera con barandillas de metal pulido
se alargaban hacia un segundo piso.

"¡Cielos!" Harry exclamó. "¡Esta es una casa grande! ¡Espero no


perderme por aquí!"

La Dr. Roberta Granger se estaba sintiendo bastante nerviosa a


medida que se aproximaba la cena. El pavo y el asado, su propia
contribución al proyecto en común, estaban cocinándose
regularmente en el horno; los otros platos habían sido traídos por
sus invitados, la familia Verres, que había adoptado a un chico de
nombre Harry. Quien era conocido en el mundo mágico como el
Niño-Que-Vivió. Y quien también era el único chico al que Hermione
había llamado alguna vez "lindo", o tan siquiera notado, realmente.

Los Verreses habían afirmado que Hermione era la única niña de la


misma edad de Harry cuya existencia su hijo había reconocido en
cualquier forma.

Y podría haber sido disparar el arma demasiado pronto; pero ambas


parejas tenían la suspicaz sospecha de que podría haber
campanadas de boda resonando dentro de algunos años en el
camino.

Así que mientras el Día de Navidad se pasaría, como siempre, con


la familia de su esposo, ellos habían decidido pasar la Víspera de
Navidad conociendo a la posible familia política de su hija en el
futuro.

El timbre de la puerta sonó cuando ella estaba en la mitad de rociar


el pavo, y alzó su voz y gritó, "Cariño, ¿puedes atender?"

Hubo un breve quejido de una silla y su ocupante, y luego el sonido


de los pesados pasos de su esposo y la puerta abriéndose de par
en par.

"¿Dr. Granger?" saludó la voz enérgica de un hombre mayor. "Yo


soy Michael, y esta es Petunia y nuestro hijo Harry. La comida está
en el baúl mágico."

"Sí, por favor, entren," dijo su esposo, seguido por un susurrado


"Gracias" que indicaba que alguna clase de regalo había sido
aceptado, y "Siéntense." Entonces la voz de Leo se alteró hasta
llegar a un tono de entusiasmo artificial, y anunció, "todos los
juguetes están en el sótano bajando por las escaleras, estoy seguro
de que Herm bajará dentro de poco, es la primera puerta a tu
derecha."

Hubo una pausa breve.

Entonces la voz animada de un joven aulló, "¿Juguetes? ¡Amo los


juguetes!"

Se oyeron los pasos de entrada a la casa, y luego la misma voz


excitada exclamó, "¡Cielos! ¡Esta es una casa grande! ¡Espero no
perderme por aquí!"

Roberta cerró el horno, sonriendo. Había estado un poco


preocupada por la forma en que Hermione había descrito al Niño-
Que-Vivió - aunque ciertamente su hija no había señalado nada que
indicara que Harry Potter era peligroso ; nada como las oscuras
insinuaciones que habían sido escritas en los libros que Roberta
había comprado, supuestamente para Hermione, durante su viaje al
Callejón Diagon. Su hija no había hablado mucho que digamos, sólo
que Harry hablaba como si hubiera salido de un libro, y que
Hermione estaba estudiando más duro que nunca en toda su vida
para mantenerse adelante de él en clase. Pero a partir de lo oído,
Harry Potter era un niño ordinario de once años.

Ella llegó a la puerta de enfrente justo cuando su hija bajó


estrepitosamente las escaleras a una velocidad que no parecía
sensata, Hermione había declarado que las brujas eran más
resistentes a las caídas mas Roberta no estaba del todo convencida
en creer eso -

Roberta tomó su primer vistazo del Profesor y la Sra. Verres, ambos


se veían muy nerviosos, al tiempo que el niño con la cicatriz
legendaria en su frente se volteaba hacia su hija y pronunciaba,
ahora con voz más baja, "Buen encuentro en esta la más agradable
de las noches, Señorita Granger." Su mano extendida hacia atrás,
como si estuviera ofreciendo a sus padres en bandeja de plata. "Le
presento a mi padre, el Profesor Michael Verres-Evans, y a mi
madre, la Sra. Petunia Evans-Verres."

Y cuando a Roberta la boca se le estaba quedando abierta, el niño


se giró hacia sus padres y apuntó, con la voz excitada otra vez,
"Mamá, Papá, ¡esta es Hermione! ¡Ella es realmente inteligente!"

"¡Harry!" siseó su hija. "¡Deja de hacer eso!"

El niño giró de nuevo para encarar a Hermione. "Me temo, Señorita


Granger," el niño explicó con gravedad, "que usted y yo hemos sidos
exiliados al laberinto del recreo en el sótano. Permitamos que se
queden en sus conversaciones de adultos, que sin duda alguna se
elevan muy por encima de nuestros intelecto infantil, y reanudemos
nuestra discusión interminable de las implicaciones del Escepticismo
Humeano para la Transformación."

"Disculpen, por favor," solicitó su hija con un tono muy firme, y sujetó
al niño por su manga izquierda, y lo arrastró por el pasillo - Roberta
se volteó impotente para seguirlos mientras pasaban a su lado, el
niño la saludó con euforia - y luego Hermione jaló al niño hasta la
entrada del sótano y cerró con un portazo detrás de ella.

"Yo, ah, me disculpo por…" inició la Sra. Verres con voz de


desfallecimiento.

"Lo lamento," prosiguió el Profesor, sonriendo profundamente,


"Harry puede ser algo sensible con ese tipo de cosas. Pero creo que
él está en lo correcto sobre que no estamos interesados en su
conversación."

¿Es peligroso? Roberta quería preguntar, sin embargo mantuvo su


silencio e intentó pensar en cuestiones más sutiles. Su esposo a su
lado se estaba carcajeando, como si algo le hubiera parecido
gracioso, en vez de aterrador.

El más terrible Señor Oscuro en la historia había intentado matar a


ese niño, y el cascaron quemado de su cuerpo había sido
encontrado al lado de su cuna.

Su posible hijo político.

La aprehensión de Roberta había estado incrementándose en


cuanto ceder su hija a la hechicería - especialmente tras leer los
libros, poner las fechas en relación, y concluir que su madre mágica
probablemente había sido asesinada en la cúspide del terror de
Grindelwald, no de haber muerto al darla a luz como su padre
siempre había afirmado. Mas la Profesora McGonagall había
realizado otras visitas después de su primer viaje, para "ver cómo lo
está haciendo la Señorita Granger"; y Roberta no podía evitar
pensar que si Hermione llegaba a decir que sus padres le estaban
poniendo problemas a su carrera de hechicería, les harían algo para
arreglarlos…

Roberta puso su mejor sonrisa sobre su rostro, e hizo lo que pudo


para esparcir una pretendida alegría Navideña.


La mesa del comedor era más larga que lo que seis personas - este,
cuatro personas y dos niños - en verdad necesitaban, pero toda ella
había sido adornada con un fino mantel de lino blanco, y los platos
habían sido innecesariamente transferidos a elegantes platos de
servicio, que al menos eran de acero inoxidable en lugar de plata
real.

A Harry le estaba costando un poco concentrarse en el pavo.

Las conversaciones se habían enfocado hacia Hogwarts,


naturalmente; y había sido obvio que sus padres estaban esperando
que Hermione cometiera un desliz y revelara más sobre la vida
escolar de Harry de lo que el propio Harry les había estado
contando. O bien Hermione había comprendido esto, o
automáticamente ella estaba manteniéndose alejada de cualquier
cosa que pudiera ser problemática.

Así que Harry estaba bien.

Sin embargo e infortunadamente Harry había cometido el error de


informar por búho a sus padres con todo tipo de hechos sobre
Hermione que ella no le había comunicado a sus propios padres.

Como que era la general de un ejército en actividades después de


clases.

La madre de Hermione se veía bastante alarmada, y Harry había


interrumpido rápidamente y hecho lo mejor que pudo para explicar
que todos los hechizos eran paralizadores, el Profesor Quirrell
siempre estaba vigilando, y la existencia de curación mágica
significaba que varias cosas eran mucho menos peligrosas de lo
que sonaban, en ese punto Hermione lo había pateado con fuerza
bajo la mesa. Por fortuna el padre de Harry, quien Harry tenía que
admitir era mejor que él para ciertas cosas, había aseverado con
autoridad de profesor que él no tenía ni una pizca de preocupación,
ya que no podía imaginar que a los niños se les permitiera hacer
algo si fuera peligroso.
No era por eso que Harry estaba teniendo problemas para disfrutar
la cena, sin embargo.

… el problema con sentir compasión por ti mismo es que nunca te


demorabas mucho en encontrar alguien que estuviera peor.

El Dr. Leo Granger había preguntado, en un punto, si la amable


profesora a la cual Hermione le agradaba, la Profesora McGonagall,
le estaba otorgando muchos puntos en la escuela.

Hermione había respondido que sí, con una sonrisa aparentemente


genuina.

Harry se las había arreglado, con algo de esfuerzo, para detenerse


a sí mismo de señalar fríamente que la Profesora McGonagall nunca
mostraría favoritismo a ningún estudiante de Hogwarts, y que
Hermione estaba consiguiendo muchos puntos porque se había
ganado cada, uno, de, ellos.

En otro punto, Leo Granger había ofrecido en la mesa su opinión de


que Hermione era muy inteligente y que podría haber ido a la
escuela médica para convertirse en una dentista, de no ser por todo
el asunto con la brujería.

Hermione había sonreído de nuevo, y un rápido vistazo había


prevenido que Harry hiciera la sugerencia de que Hermione también
podría haberse convertido en una famosa científica internacional, e
inquirir si ese pensamiento se le hubiera ocurrido a los Grangers de
haber tenido un hijo en vez de una hija, o si era inaceptable de todos
modos que su descendencia lo hiciera mejor que ellos.

Mas Harry estaba alcanzando rápidamente su punto de ebullición.

Y volviéndose mucho más agradecido del hecho que su propio


padre siempre hubiera hecho todo lo que podía para apoyar el
desarrollo de Harry como un prodigio y siempre lo había animado
para llegar más alto y nunca disminuyó ni uno solo de sus logros,
aún si un niño prodigio seguía siendo un niño. ¿Era este el tipo de
hogar en que podría haber terminado, si Mamá se hubiera casado
con Vernon Dursley?

Harry estaba haciendo lo que podía, sin embargo.

"¿Y en verdad ella te esta venciendo en todas tus clases excepto


montar escoba y Transformación?" cuestionó el Profesor Michael
Verres-Evans.

"Sí," Harry admitió con calma obligada, al tiempo que cortó para sí
mismo otra rebanada de pavo de Víspera Navideña. "Por margenes
sólidos, en la mayoría." Había otras circunstancias bajo las cuales
Harry hubiera estado más reluctante a reconocer eso, por lo cual él
no había llegado a contárselo a su padre hasta ahora.

"Hermione siempre lo ha hecho bastante bien en la escuela," afirmó


el Dr. Leo Granger con tono satisfecho.

"¡Harry compite a nivel nacional!" exclamó el Profesor Michael


Verres-Evans.

"¡Querido!" protestó Petunia.

Hermione estaba soltando risitas, y eso no hacía sentir mejor a


Harry con respecto a la situación de ella. Parecía no molestar a
Hermione y eso molestaba a Harry.

"No me siento avergonzado por perder con ella, Papá," Harry afirmó.
Justo en ese momento no lo estaba. "¿Mencioné que ella memorizó
todos los libros escolares antes del primer día de clases? Y sí, lo
comprobé."

"¿Eso es, ah, usual en ella?" El Profesor Verres-Evans le preguntó a


los Grangers.

"Oh, sí, Hermione siempre está memorizando cosas," contestó la


Dra. Roberta Granger con una animada sonrisa. "Ella conoce cada
receta en mis libros de cocina al pie de la letra. La extraño cada vez
que hago de comer."

A juzgar por la mirada en el rostro de su padre, Papá estaba


sintiendo al menos algo de lo que Harry sintió.

"No te preocupes, Papá," Harry intervino, "ella está recibiendo todo


el material avanzado que puede manejar, ahora. Sus profesores en
Hogwarts saben que ella es inteligente, ¡a diferencia de sus padres!"

Su voz se había elevado en las tres últimas palabras, e incluso


todas las caras se voltearon a observarlo y Hermione lo volvió a
patear, Harry sabía que lo había arruinado, pero era demasiado,
simplemente demasiado.

"Por supuesto que somos conscientes de su inteligencia," replicó


Leo Granger, empezando a ver con ofensa al niño que tenía la
temeridad de alzar la voz en su comedor.

"Ustedes no tienen ni la más mínima idea," contraatacó Harry, el


hielo ya colándose en su voz. "Ustedes piensan que ella lee muchos
libros y es linda, ¿cierto? Ustedes ven una tarjeta con un reporte
perfecto y piensan que es bueno que ella lo esté haciendo bien en
clases. Su hija es la bruja más talentosa de su generación y la
estrella más brillante de Hogwarts, y algún día, Dr. y Dra. Granger,
¡el hecho de que ustedes fueron sus padres será la única razón por
la cual la historia los recordará!"

Hermione, quien calmadamente se había levantado de su silla y


dado la vuelta a la mesa, escogió ese momento para agarrar a Harry
por el hombro de su camisa y extraerlo de la silla. Harry se dejó
jalar, sin embargo al tiempo que Hermione lo arrastró, él juró,
levantando su voz todavía más, "Es enteramente posible que en mil
años, ¡el hecho de que los padres de Hermione Granger fueran
dentistas será la única razón por la cual cualquiera recuerde la
odontología!"


Roberta miró hacia donde su hija acababa de jalar al Niño-Que-Vivió
fuera del cuarto con una expresión paciente sobre su joven rostro.

"Lo siento terriblemente," se disculpó el Profesor Verres con una


sonrisa divertida. "Mas no se preocupen por favor, Harry siempre
habla de ese modo. ¿No son ya iguales a una pareja de casados?"

Lo aterrador era que sí lo eran .

Harry había estado esperando un sermón muy severo de parte de


Hermione.

Pero después de que Hermione lo sacó de allí y lo metió dentro del


sótano y cerró la puerta tras ellos, ella se giró -

- y estaba sonriendo, genuinamente hasta donde Harry podía ver.

"Por favor no, Harry," ella dijo con voz suave. "Aunque es muy lindo
de tu parte. Todo está bien."

Harry nada más se la quedó mirando. "¿Cómo puedes soportarlo?"


él preguntó. Tenía que mantener su voz baja, no querían que los
adultos escucharan, mas se elevó en agudeza sino en volumen.
"¿Cómo puedes tolerarlo?"

Hermione se encogió de hombros, y respondió, "¿Porque así es


como los padres deben ser?"

"No," Harry replicó, su voz baja e intensa, "no es así, mi padre


nunca me rebaja - bueno, sí lo hace, pero nunca de ese modo -"

Hermione alzó un solo dedo, y Harry esperó, viéndola buscar las


palabras correctas. Le tomó un rato antes de hablar, "Harry… Les
agrado a la Profesora McGonagall y al Profesor Flitwick porque soy
la bruja más talentosa de mi generación y la estrella más brillante de
Hogwarts. Y Mamá y Papá no saben eso, y nunca serás capaz de
contárselos, sin embargo ellos me amaran de todos modos. Lo que
significa que todo es como debería ser, en Hogwarts y en casa. Y ya
que son mis padres, Sr. Potter, usted no tiene derecho a discutir."
Una vez más estaba sonriendo con su misteriosa sonrisa de la cena,
y mirando a Harry con mucho cariño. "¿ Está claro, Sr. Potter?"

Harry asintió herméticamente.

"Bien," susurró Hermione, y se inclinó hacia él y lo besó en la


mejilla.

La conversación acababa de reiniciarse de nuevo cuando un


distante y agudo chillido los hizo poner los pies sobre la tierra,

"¡Oye! ¡Sin besos!"

Los dos padres explotaron en carcajadas al tiempo que las dos


madres se levantaron de sus sillas con idénticas expresiones de
horror y se impulsaron hacia el sótano.

Cuando los niños fueron traídos de regreso, Hermione afirmaba con


un tono helado que nunca jamás iba volver a besar a Harry, y Harry
estaba exclamando con voz indignada que el Sol tendría que
extinguirse hasta ser una fría ceniza antes de que él le permitiera
acercarse lo suficiente como para que lo pudiera intentar.

Lo que significaba que todo era del modo como debía ser, y todos
se sentaron de nuevo para finalizar su cena de Navidad.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


Interludio Cruzando el Limite
Capítulo 37

Interludio: Cruzando el Limite

Era casi medianoche.

Quedarse despierto hasta tarde era lo que bastaba para Harry. Ni


siquiera había usado el Giratiempo. Harry seguía una tradición de
programar su ciclo de sueño para asegurarse que estaría despierto
para cuando la Víspera de Navidad se convirtiera en el Día de
Navidad; porque aunque nunca había sido tan joven como para
creer en Santa Claus, una vez fue lo suficientemente joven para
dudarlo.

Hubiera sido lindo que existiera una figura misteriosa que entrara a
tu casa en la noche y te trajera presentes…

Entonces un escalofrío descendió por la espina dorsal de Harry.

Una intimación de algo espantoso aproximándose.

Un terror rastrero.

Una sensación de muerte.

Harry se levantó de un brinco de la cama.

Observó a través de la ventana.

"¿Profesor Quirrell?" Harry susurró muy bajo.

El Profesor Quirrell hizo un liviano gesto de asentimiento, y la


ventana de Harry pareció doblarse sobre su propio marco. De
inmediato el polvo frío de invierno penetró el cuarto a través de
dicho espacio, junto con unos cuantos copos de nieve provenientes
de un cielo manchado con grises nubes nocturnas, en medio de la
negrura y las estrellas.

"No tema, Sr. Potter," dijo el Profesor de Defensa con voz normal.
"He Encantado a sus padres para que duerman; no deberían
despertar hasta que me haya ido."

"¡Se supone que nadie conoce dónde estoy!" exclamó Harry, todavía
sosteniendo un chillido bajo. "Incluso se supone que los búhos
entregan mi correo en Hogwarts, ¡no aquí!" Harry había accedido a
eso de buena gana; hubiera sido tonto si un Mortífago pudiera ganar
toda la guerra en cualquier momento con tan sólo enviarle por búho
una granada de mano mágicamente activada.

El Profesor Quirrell estaba haciendo una mueca, desde donde


permanecía de pie dentro del jardín más allá de la ventana. "Oh, yo
no me preocupo, Sr. Potter. Usted está bien protegido contra
Encantamientos localizadores, y es improbable que algún purista de
la sangre piense en consultar una guía telefónica." Su sonrisa se
volvió más ancha. "Y requirió considerable esfuerzo cruzar las
protecciones que el Directors puso alrededor de su casa - aunque
por supuesto cualquiera que conociera su dirección podría
simplemente esperar afuera y atacar en la siguiente ocasión que
usted salga."

Harry contempló al Profesor Quirrell por un tiempo. "¿Qué está


haciendo aquí?" Harry preguntó finalmente.

La sonrisa abandonó la cara de Profesor Quirrell. "He venido a


disculparme, Sr. Potter," el Profesor de Defensa anunció con calma.
"No debí hablarle con tanta rudeza como yo -"

"No," Harry dijo. Bajó la mirada a la cobija que estaba sujetando


alrededor de sus pijamas. "Sólo no."

"¿Lo he ofendido tanto así?" inquirió la voz calmada del Profesor


Quirrell.
"No," Harry aclaró. "Pero lo hará si se disculpa."

"Ya veo," replicó el Profesor Quirrell, y en un instante su voz se


volvió más severa. "Entonces si debo tratarlo como a un igual, Sr.
Potter, debo explicar que usted ha violado gravemente la etiqueta
que ha de tenerse entre Slytherins amistosos. Si por ahora no está
jugando el juego contra alguien, usted no debe entrometerse en
otros planes de ese modo, no sin preguntar primero . Porque usted
desconoce cuál pueda ser el verdadero diseño, ni cuales son las
apuestas que otros podrían perder. Lo marcarían a usted como su
enemigo, Sr. Potter."

"Lo siento," Harry murmuró, en el mismo tono bajo que el Profesor


Quirrell había usado.

"Disculpa aceptada," confirmó el Profesor Quirrell.

"Pero," Harry añadió, todavía en voz baja, "usted y yo en verdad


debemos discutir a profundidad sobre política, en algún punto."

Profesor Quirrell suspiró. "Sé que le disgusta la condescendencia,


Sr. Potter -"

Eso era algo de concesión.

"Sin embargo sería más condescendiente," continuó el Profesor


Quirrell, "si no hiciera una declaración directa. Usted carece de
experiencia de vida, Sr. Potter."

"¿Y acaso todos los que tienen suficiente experiencia de vida están
de acuerdo con usted, entonces?" preguntó Harry con calma.

"¿Qué es buena experiencia de vida para alguien que juega


Quidditch?" replicó el Profesor Quirrell, y se encogió de hombros.
"Creo que usted cambiara de opinión con el tiempo, después de que
cada confianza otorgada le haya fallado, y usted se haya vuelto
cínico."
El Profesor de Defensa lo aseveró como si fuera la afirmación más
ordinaria en el mundo, enmarcada contra la oscuridad y las estrellas
y el cielo manchado de nubes, con uno o dos copos de nieve
volando por encima de él en el mordiente aire invernal.

"Eso me recuerda," celebró Harry. "Feliz Navidad."

"Supongo," habló el Profesor Quirrell. "Después de todo, si no es


una disculpa, entonces debe ser un regalo de Navidad. La primera
que he dado en toda mi vida, de hecho."

Harry ni siquiera había iniciado el aprendizaje de Latín para así


poder empezar a leer el diario experimental de Roger Bacon; y
apenas y se atrevía a abrir su boca para indagar.

"Póngase su abrigo de invierno," ordenó el Profesor Quirrell, "o toma


una poción calentadora si posee alguna; y encontrémonos afuera,
bajo las estrellas. Tendré que ver si puedo mantenerlo un tiempo un
poco más largo."

Le tomó a Harry un momento procesar las palabras, y entonces


estaba corriendo por el abrigo hacia el armario.

El Profesor Quirrell mantuvo el hechizo de las luces de las estrellas


funcionando por más de una hora, aunque la expresión del Profesor
de Defensa se fue poniendo más tensa, y tuvo que sentarse por un
tiempo. Harry protestó sólo una vez, y fue callado.

Cruzaron el limite entre la Noche de Navidad y el Día de Navidad


dentro del vacío intemporal donde las rotaciones de la Tierra no
significaban nada, la única y verdadera Noche Silenciosa que
duraría por siempre.

Y justo como se prometió, los padres de Harry durmieron


profundamente todo el tiempo, hasta que Harry estaba de regreso y
a salvo en su cuarto, y el Profesor de Defensa se había ido.


Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


El Pecado Cardinal
Capítulo 38

El Pecado Cardinal

Brillante el sol, brillante el aire, brillante los estudiantes y brillantes


sus padres, limpio el suelo pavimentado de la Plataforma 9.75, el
Sol de invierno paseando no muy alto en el cielo a las 9:45AM de la
mañana de Enero 5, 1992. Algunos de los estudiantes más jóvenes
vestían bufandas y guantes, pero la mayoría simplemente se
cubrían son sus túnicas; eran magos, después de todo.

En cuanto Harry llegó a la plataforma de descenso, se quitó su


bufanda y abrigo, abrió un compartimiento de su baúl, y metió allí
sus cosas de invierno.

Por un largo momento, se quedó de pie permitiendo que el aire de


Enero lo mordiera, nada más para ver qué se sentía.

Harry sacó su túnica de mago, las pasó por encima de sus hombros.

Y finalmente, Harry extrajo su varita; y no pudo evitar pensar en los


padres a los que acababa de decir adiós con un beso, del mundo
cuyos problemas estaba dejando atrás…

Con una extraña sensación de culpa inevitable, Harry pronunció,


"Thermos."

La calidez descendió a través de él.

Y el Niño-Que-Vivió había regresado.

Harry bostezó y se estiró, sintiéndose más letárgico que cualquier


otra cosa al final de sus vacaciones. No tenía ganas de leer sus
libros de clase, ni siquiera alguna ciencia ficción seria, esta mañana;
lo que necesitaba era algo completamente frívolo para ocupar su
atención…

Bueno, eso no sería difícil de lograr, si estaba dispuesto a renunciar


a cuatro Knuts.

Además, si el Diario el Profeta estaba corrompido y el Quibbler era


el único periódico competente, podría haber alguna noticia real y
censurada por allí.

Harry regresó al mismo quiosco de periódicos de la última vez,


preguntándose si el Quibbler podía superar el encabezado que
había visto antes.

El vendedor empezó a sonreír cuando Harry se aproximó, y


entonces la expresión del hombre cambió de repente, al captar un
vistazo de la cicatriz.

"¿Harry Potter?" jadeó el vendedor.

"No, Sr. Durian," dijo Harry, ojos saltando brevemente a la etiqueta


con el nombre del sujeto, "no soy más que una asombrosa imitación
-"

Y entonces la voz de Harry se detuvo en su garganta, cuando atrapó


el encabezado sobre el Quibbler doblado.

VIDENTE BORRACHA ESCUPE SECRETOS:

EL SEÑOR OSCURO VA A REGRESAR,

Por tan sólo un instante, Harry intentó enmascarar su expresión,


antes de darse cuenta de que no estar conmocionado sería igual de
revelador, en otro sentido -

"Disculpe," Harry dijo. Su voz sonaba algo alarmada, y él ni siquiera


sabía si era era revelar demasiado, o nada más lo que su reacción
normal debería ser si el desconociera todo. Había pasado
demasiado tiempo al lado de los Slytherins, estaba olvidando cómo
ocultar secretos de las personas ordinarias. Cuatro Knuts golpearon
el contador. "Una copia del Quibbler, por favor."

"¡Oh, no se preocupe, Sr. Potter!" exclamó el vendedor apresurado,


agitando sus manos. "Es - no importa, sólo -"

Un periódico voló a través del aire y toco los dedos de Harry, y él lo


desdobló.

VIDENTE BORRACHA ESCUPE SECRETOS:

EL SEÑOR OSCURO VA A REGRESAR,

PARA CASARSE CON DRACO MALFOY

"Es gratis," propuso el vendedor, "para ti, me refiero -"

"No," Harry rechazó, "iba a comprar uno de todos modos."

El vendedor cogió las monedas, y Harry leyó.

"Cielos," Harry espetó tras un minuto y medio, "pones ebria a una


vidente con seis tragos de whisky Escocés y ella soltará todo tipo de
cosas secretas. O sea, ¿quién hubiera pensado que Sirius Black y
Peter Pettigrew eran en secreto la misma persona?"

"No yo," respondió el vendedor.

"Incluso pusieron una foto de los dos juntos, para que sepamos
quién es secretamente la misma persona."

"Aja," comentó el vendedor. "Un disfraz muy sagaz, ¿no es así?"

"Y en secreto tengo sesenta y cinco años de edad."

"Usted no luce ni la mitad de eso," el vendedor felicitó con


amabilidad.
"Y estoy comprometido a Hermione Granger, y Bellatrix Black, y
Luna Lovegood, y oh sí, Draco Malfoy también…"

"Va a ser una boda interesante," reconoció el vendedor.

Harry levantó la vista del periódico, y explicó en voz placentera,


"Sabe, al principio escuché que Luna Lovegood estaba loca, y dude
si en verdad lo estaba, o si nada más estaba inventando cosas y
riéndose a solas todo el tiempo. Entonces cuando leí mi segundo
titular del Quibbler, decidí que ella no podía estar loca, porque, no
podía ser fácil inventar ese tipo de cosas, no podías hacerlo por
accidente . ¿Y ahora sabe qué es lo que pienso? Creo que debe
estar loca después de todo. Cuando la gente ordinaria intenta
inventar cosas, no resultan así . ¡Algo tiene que estar realmente
malo dentro de tu cabeza antes de que empieces a crear
barbaridades como esta !"

El vendedor contempló a Harry.

"En serio," dijo Harry. "¿Quién lee esta cosa?"

"Tú," respondió el vendedor.

Harry se alejó para leer su periódico.

No se sentó en la misma mesa cercana en la que se había sentado


con Draco, la primera vez que se preparó para abordar este tren.
Eso era como tentar a la historia para que se repitiera.

No era sólo que su primera semana en Hogwarts hubiera sido, a


juzgar por el Quibbler, de cincuenta y cuatro años de duración. Era
que, en la humilde opinión de Harry, su vida no necesitaba nuevos
enredos de complejidad.

Así que Harry encontró una pequeña silla de hierro en algún otro
lugar, distante de la muchedumbre principal y los ocasionales
crujidos apagados de los padres Apareciendo con sus hijos, y se
sentó y leyó el Quibbler para ver si contenía alguna noticia
censurada.

Y además de la obvia locura (que los socorrieran los cielos si algo


de eso era real) había un montón de sarcástico rumores románticos;
pero nada que realmente fuera importante de ser verdad.

Harry estaba leyendo sobre la propuesta para la ley matrimonial del


Ministerio, prohibir todos los matrimonios, cuando -

"Harry Potter," saludó una voz de seda que envió una sacudida de
adrenalina corriendo a través de la sangre de Harry.

Harry levantó la vista.

"Lucius Malfoy," Harry replicó, su voz alerta. La próxima vez iba


hacer lo más inteligente, y esperar afuera en la parte Muggle de
King's Cross hasta las 10:55am.

Lucius inclinó su cabeza con cortesía, mandando su largo cabello


blanco a la deriva por encima de sus hombros. El hombre seguía
cargando el mismo bastón, lacado en negro con la cabeza de una
serpiente plateada como encabezado; y algo sobre su silencioso
agarre insinuaba esto es un arma de poder letal, no soy débil y me
estoy apoyando en esto . Su cara no tenía expresión.

Dos hombres se hicieron a sus costados, sus ojos escaneando


continuamente, sus varitas ya sujetas por sus manos y apuntando
hacia abajo. Los dos se movían como un único organismo con
cuatro piernas y cuatro brazos, los adultos Crabbe-y-Goyle, y Harry
pensó que podía adivinar cual era cuál, sin embargo eso no era en
verdad importante. Ellos eran meros apéndices de Lucius, tan cierto
como si hubieran sido los dos dedos más a la derecha de su pie
izquierdo.

"Me disculpo por interrumpirlo, Sr. Potter," habló la suave, sedosa


voz. "Mas usted no ha contestado a ninguno de mis búhos; y esta,
considero, podría ser mi única oportunidad de encontrarlo."
"No he recibido ninguno de sus búhos," Harry aclaró con calma.
"Dumbledore los interceptó, presumo. Pero no los hubiera
contestado de tener que hacerlo, excepto a través de Draco. Para
mí lidiar con usted directamente, sin conocimiento de Draco, sería
traspasar nuestra amistad."

Por favor váyase, por favor váyase…

Sus ojos verdes brillaron hacia él. "Es esa su pose, entonces…" dijo
el Malfoy adulto. "Bueno. Deberé seguir la corriente por un rato.
¿Cuál fue su propósito al maniobrar a su buen amigo, mi hijo, en
hacer una alianza pública con esa chica?"

"Oh," Harry replicó ligeramente, "eso es obvio, ¿no es así? Al


trabajar Draco al lado de Granger se dará cuenta que los hijos de
Muggle son humanos después de todo. Mua. Ja. Ja."

Un delgado rastro de sonrisa movió los labios de Lucius. "Sí, eso


suena como uno de los planes de Dumbledore. Lo cual no es."

"En efecto," reconoció Harry. "Es parte de mi juego con Draco, y no


trabajo de Dumbledore, y eso es todo lo que explicaré."

"Dispense para nosotros los juegos," espetó el Malfoy adulto, los


ojos grises de repente endurecidos. "Si mis sospechas son
verdaderas, usted difícilmente haría la voluntad de Dumbledore en
cualquier caso, Sr. Potter. "

Se produjo una corta pausa.

"Así que lo sabes," Harry declaró, su voz helada. "Cuéntame. ¿En


qué punto, exactamente, te diste cuenta?"

"Cuando leí su respuesta al pequeño discurso del Profesor Quirrell,"


contestó el hombre de cabello blanco, y soltó una carcajada baja y
siniestra. "Estaba confundido, al principio, porque parecía no ser por
su propio interés; me demoré días para entender qué interés estaba
siendo servido, y entonces finalmente se volvió claro. Y también es
obvio que eres débil, en algunas formas sino en otras."

"Muy sagaz de tu parte," felicitó Harry, todavía frío. "Pero quizá


confundes mis intereses."

"Tal vez lo hago." Un indicio de acero se introdujo a su voz de seda.


"Cierto, eso es precisamente lo que temo. Usted está haciendo
extraños juegos con mi hijo, para un propósito que no puedo
adivinar. Ese no es un acto amistoso, ¡y usted no puede esperar otra
cosa que mi preocupación!"

Ahora Lucius estaba apoyándose sobre su bastón con ambas


manos, y las dos manos blancas, y sis guardias de repente se
habían tensionado.

Algún instinto dentro de Harry afirmó que sería una muy mala idea
demostrar su miedo, permitir que Lucius viera que podía ser
intimidado. Estaban en una estación de tren pública al fin y al cabo -

"Encuentro curioso," Harry habló, poniendo acero en su propia voz,


"que tú creas que me puedo beneficiar de hacerle daño a Draco. Sin
embargo es irrelevante, Lucius. Él es mi amigo, y yo no traiciono a
mis amigos."

"¿Qué?" susurró Lucius. Su expresión era de pura sorpresa.

Entonces -

"Compañía," anunció uno de los secuaces, y Harry pensó, por la


voz, que debía ser el Crabbe adulto.

Lucius se enderezó y se giró, entonces dejó escapar un siseó de


desaprobación.

Neville se estaba acercando, con expresión temerosa pero


determinada, remolcado por una mujer alta que no se veía nada
amedrentada.
"Madam Longbottom," Lucius saludó fríamente.

"Sr. Malfoy," retornó la mujer con igual hielo. "¿Está siendo una
molestia para nuestro Harry Potter?"

El ladrido de risa que surgió de Lucius parecía extrañamente


amargo. "Oh, mucho creo que no. Han venido a protegerlo de mí,
¿verdad?" La cabeza de cabello blanco se volteó hacia Neville. "Y
este debe ser el leal teniente del Sr. Potter, el último heredero de
Longbottom, Neville, auto-estilizado de Caos. Que extraño resulta el
mundo. A veces pienso que debe haberse vuelto loco."

Harry no tenía ni idea de que decir a eso, y Neville se mostraba


confundido, y asustado.

"Dudo que sea el mundo el que haya enloquecido," comentó Madam


Longbottom. Su voz adquirió un tono de regodeo. "Aparenta estar
de un pobre humor, Sr. Malfoy. ¿Acaso el discurso de nuestro
querido Profesor Quirrell le costó unos cuantos aliados?"

"Fue una difamación de mis habilidades lo suficientemente astutas,"


Lucius admitió con frialdad, "aunque únicamente efectiva con
aquellos tontos que creen que yo era un verdadero Mortífago."

"¿Qué?" espetó Neville.

"Estaba bajo el Imperius, jovencito," dijo Lucius, oyéndose cansado.


"El Señor Oscuro difícilmente podría haber iniciado su reclutamiento
entre las familias de sangre pura sin el apoyo de la Casa Malfoy. Yo
me opuse, y él simplemente se aseguró conmigo. Sus propios
Mortífagos no lo supieron hasta después, por eso cargo con una
falsa Marca; mas como yo no di mi consentimiento genuino, no me
obliga a nada. Algunos Mortífagos siguen creyendo que yo era de
los principales entre sus números, y por la paz de esta nación dejé
que lo pensaran, para mantenerlos controlados. Sin embargo yo no
fui tan tonto como para apoyar ese aventurero con un destino tan
aciago por elección propia -"
"Ignóralo," Madam Longbottom interrumpió, la instrucción dirigida
tanto a Harry como a Neville. "Él debe pasar el resto de su vida
pretendiendo, por miedo de su testimonio bajo Veritaserum."
Terminó con maliciosa satisfacción.

Lucius le dio la espalda despectivamente, y encaró de nuevo a


Harry. "¿Le pedirá a esta bruja anciana que se vaya, Sr. Potter ? "

"No lo creo," respondió Harry con voz seca. "Prefiero lidiar con la
parte de la Casa Malfoy que tiene mi propia edad."

Hubo una larga pausa, en ese momento. Los ojos grises lo


auscultaron.

"Por supuesto…" murmuró Lucius lentamente. " Sí me siento como


un bobo ahora. Todo este tiempo usted nada más estuvo
pretendiendo que no tenía ni idea de lo que estábamos hablando."

Harry confrontó su mirada, y no soltó palabra.

Lucius elevó su bastón unos pocos centímetros y aporreó con fuerza


el suelo.

El mundo desapareció en una pálida neblina, todos los sonidos


desaparecieron, no había nada en el universo excepto Harry y
Lucius Malfoy y el bastón con cabeza de serpiente.

"Mi hijo es mi corazón," dijo el Malfoy adulto, "la última cosa valiosa
que me queda en este mundo, y esto lo comento en un espíritu de
amistad: si él fuera lastimado, daría mi vida por la venganza. Pero
siempre y cuando mi hijo no resulte perjudicado, le deseo la mejor
de las suertes en sus esfuerzos. Y como usted no me ha pedido
nada más, yo no pediré nada más de usted."

Entonces la pálida neblina se desvaneció, mostrando a una furiosa


Madam Longbottom que estaba siendo bloqueada en su avance por
el Crabbe adulto; su varita estaba en su mano, ahora.
"¡Cómo se atreve !" ella siseó.

La oscura túnica de Lucius se batió a su alrededor, también su


cabello blanco, cuando se volteó para encarar al Goyle adulto.
"Regresamos a la Mansión Malfoy."

Hubo tres estallidos de Aparición, y se había ido.

Un silencio siguió.

"Queridos cielos," exclamó Madam Longbottom. "¿Qué fue todo


eso?"

Harry se encogió de hombros impotente. Entonces miró a Neville.

Había sudor sobre la frente de Neville.

"Muchas gracias, Neville," agradeció Harry. "Tú ayuda fue


enormemente apreciada, Neville. Y ahora, Neville, creo que
deberías sentarte."

"Sí, General," farfulló Neville, y en lugar de ir a una de las sillas


cerca de Harry, él semi-colapsó en una postura de sentado sobre el
pavimento.

"Has traído muchos cambios sobre mi nieto," protestó Madam


Longbottom. "Apruebo algunos, mas no otros."

"Envíeme una lista de cual es cual," solicitó Harry. "Veré lo que


puedo hacer."

Neville gimió, sin embargó no pronunció palabra.

Madam Longbottom se rió. "Debería, jovencito, agradecerte." Bajó


su voz. "Sr. Potter… el discurso dado por el Profesor Quirrell es algo
que nuestra nación necesitaba escuchar desde hace tiempo. No
puedo opinar lo mismo sobre su comentario al respecto."

"Tomaré su parecer como un consejo," Harry declaró suavemente.


"Realmente espero que así lo haga," pidió Madam Longbottom, y se
giró hacia su nieto. "Es necesario que yo -"

"Está bien que te vayas, Abuela," se despidió Neville. "Estaré bien


por mi cuenta, esta vez."

" Eso sí es algo que apruebo," ella señaló, y estalló y se desvaneció


como una pompa de jabón.

Los dos chicos se sentaron en silencio por un momento.

Neville habló primero, su voz precavida. "¿Vas a intentar arreglar


todos los cambios que ella apruebe, correcto?"

"No todos," Harry respondió inocentemente. "Nada más quiero


asegurarme de que no te estoy corrompiendo."

Draco se veía muy preocupado. Su cabeza fisgoneando a todos


lados, a pesar del hecho de que Draco había insistido en que
bajaran al baúl de Harry, y que usaran un verdadero Encantamiento
Silenciador y no sólo la barrera que obstruía el sonido.

"¿ Qué le dijiste a Padre?" espetó Draco, en el momento en que el


Encantamiento Silenciador se activó y los sonidos de la Plataforma
9 3/4 cesaron.

"Yo… mira, ¿puedes contarme qué te reveló él a ti, antes de que te


trajera?" preguntó Harry.

"Que yo debería expresar de inmediato si alguna vez parecía que


me amenazabas," contestó Draco. "¡Que debía informarle en el acto
si había algo que yo estaba haciendo que podía ser un riesgo para ti
! Padre piensa que eres peligroso, Harry, ¡lo que sea que le hayas
dicho hoy lo asustaste ! ¡No es buena idea asustar a Padre! "

Oh, demonios…
"¿De qué hablaron?" demandó Draco.

Harry se recostó con cuidado sobre la pequeña silla que se podía


desdoblar en el fondo de la caverna de su baúl. "Sabes, Draco, al
igual que la pregunta fundamental de la racionalidad es '¿Qué creo
que sé y cómo creo que lo sé?', hay también un pecado cardinal,
una forma de pensar que es opuesta a esa. Como los antiguos
filósofos Griegos. Ellos no tenían ni una pista de lo que sucedía, así
que iban por allí afirmando cosas como 'Todo es agua' o 'Todo es
fuego', y ellos mismos nunca se cuestionaron a sí mismos, 'Esperen
un minuto, aún si todo es agua, ¿cómo podría ser posible que yo
conozca eso?' No se interrogaron a sí mismos si poseían la
evidencia que podía discriminar esa posibilidad de todas las otras
posibilidades que tú pudieras imaginar, evidencia que era muy
improbable contrariar si la teoría no era verdadera -"

"Harry," Draco lo cortó, con voz constreñida, "¿De qué hablaste con
mi Padre?"

"No lo sé, de hecho," replicó Harry, "así que es muy importante que
yo no vaya por ahí inventando cosas -"

Harry nunca antes había escuchado a Draco chillar horrorizado en


un tono tan agudo.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog. Avances diarios en mis redes sociales.


Pretendiendo Ser Sabio Parte 1
Capítulo 39

Pretendiendo Ser Sabio, Parte 1

Fiu. Ras. Zzzzz. Din. Glub. Plop. Plas. Tilín. Toc. Puf. Dilín. Burp.
Bip. Pum. Crac. Uf. Ssshhh. Pfff. Crash.

El Profesor Flitwick le había pasado silenciosamente a Harry un


pergamino doblado durante la clase de Encantamiento ese Lunes, y
la nota decía que Harry debía visitar al Director para su
conveniencia y en tal forma que nadie más se diera cuenta,
especialmente no Draco Malfoy o el Profesor Quirrell. Su clave de
un-uso para la gárgola sería "quebrantahuesos aprensivos". Esto
había sido acompañado por un dibujo en tinta extremadamente
artístico del Profesor Flitwick mirándolo severamente, los ojos del
cual parpadeaban ocasionalmente; y al fondo de la nota, subrayado
tres veces, estaba la frase NO TE METAS EN PROBLEMAS.

Y así Harry había finalizado la clase de Transformación, y estudiado


con Hermione, y comido la cena, y hablado con sus tenientes, y
finalmente, cuando el reloj dio las nueve, se volvió invisible y
regresó a las 6PM y cansina y penosamente se fue hacia la gárgola,
las escaleras giratorias en espiral, la puerta de madera, el cuarto
lleno de pequeños y quisquillosas cosas, y la figura de barba
plateada del Director.

Esta vez, Dumbledore se veía bastante serio, la sonrisa


acostumbrada ausente; y estaba vistiendo pijamas de un oscuro y
más sobrio purpura que el usual.

"Gracias por venir, Harry," saludó el Director. El anciano mago se


levantó de su trono, empezando a caminar lentamente a través del
cuarto y los extraños objetos. "Primero, ¿tienes contigo las notas del
encuentro de ayer con Lucius Malfoy?"
"¿Notas?" espetó Harry.

"De seguro lo has escrito…" titubeó el anciano mago, y su voz se


fue apagando.

Harry se sintió muy avergonzado. Sí, si tú te tropezabas con una


conversación misteriosa llena de pistas significantes que tú no
entendías, la maldita cosa más obvia para hacer era escribir todo
inmediatamente después, antes de que la memoria se
desvaneciera, para que así pudieras intentar descubrirlo después.

"Está bien," reparó el Director, "de memoria entonces."

Harry tímidamente recitó tan bien como pudo, y llegó casi a la mitad
hasta que comprendió que no era inteligente nada más ir y contarle
todo al posiblemente-loco Director, al menos no sin haberlo pensado
primero, pero claro Lucius era definitivamente un tipo malo y el
oponente de Dumbledore así que probablemente era una buena
idea informarle, y Harry ya había iniciado a explicar y era demasiado
tarde para calcular las cosas ahora…

Harry finalizó su relato honestamente.

La expresión de Dumbledore se había vuelto más remota a medida


que Harry seguía, y al final había una mirada de antigüedad sobre
él, una severidad en el aire.

"Bueno," concluyó Dumbledore. "Le sugiero que tome las mejores


de las precauciones para que el heredero de Malfoy no sufra daño,
entonces. Y yo haré lo mismo." El Director estaba petrificado, sus
dedos tamborileando sin producir sonido a través de la superficie de
tinta negra de un plato inscrito con la palabra Leliel . "Y creo que
sería extremadamente sabio para ti evadir toda interacción con Lord
Malfoy de ahora en adelante."

"¿Usted sí interceptó los búhos que eran para mí?" preguntó Harry.
El Director contempló a Harry por un largo momento, entonces
asintió reluctante.

Por alguna razón Harry no se estaba sintiendo tan ofendido como


debería haber estado. Tal vez no era otra cosa que Harry
encontraba muy fácil simpatizar con el punto de vista del Director
ahora mismo. Incluso Harry podía comprender por qué Dumbledore
no querría que él tuviera interacción con Lucius Malfoy; no parecía
un acto malvado .

A diferencia del chantaje del Director sobre Zabini… para el cual


ellos sólo tenían la palabra de Zabini, y Zabini era salvajemente no-
confiable, de hecho era difícil ver otra cosa que Zabini no contando
la mejor historia para obtener la mayor cantidad de simpatía de
parte del Profesor Quirrell…

"Que tal si, en lugar de protestar, yo admito que entiendo su punto


de vista," continuó Harry, "¿y usted sigue interceptando mis búhos,
mas usted me informa de quién?"

"He interceptado una gran cantidad de búhos para ti, me temo,"


Dumbledore respondió sobriamente. "Tú eres una celebridad, Harry,
y recibes una docena de cartas al día, algunas de afuera y muy lejos
de este país, yo no las regresé."

"Eso," Harry replicó, empezando a sentir un poco de indignación, "es


ir demasiado lejos -"

"Muchas de esas cartas," el anciano mago interrumpió con calma,


"te pedirán cosas que tú no puedes dar. No las he leído, por
supuesto, nada más las regreso a sus remitentes sin haber sido
entregadas. Sin embargo sé lo que contienen, por que yo mismo he
recibido cartas similares. Y eres demasiado joven, Harry, para tener
tu corazón roto seis veces antes del desayuno cada mañana."

Harry bajo la vista a sus zapatos. Debería insistir sobre leer las
cartas y juzgar por sí mismo, pero… había una pequeña voz de
sentido común dentro de él, y estaba gritando muy fuerte ahora
mismo.

"Gracias," Harry farfulló.

"La otra razón por la que te pedí venir aquí," siguió el anciano mago,
"es que deseaba consultar tu genio único."

"¿Transformación?" inquirió Harry, sorprendido y halagado.

"No, no ese genio único," corrigió Dumbledore. "Dime, Harry, ¿qué


maldad podrías lograr si se le permitiera a un Dementor penetrar
dentro de los terrenos de Hogwarts?"

Sucedió que el Profesor Quirrell había solicitado, o más bien


demandado, que sus estudiantes probaran sus habilidades contra
un Dementor de verdad después de haber aprendido las palabras y
gestos para el Encantamiento Patronus.

"El Profesor Quirrell es incapaz de lanzar el Encantamiento


Patronus por sí mismo," continuó Dumbledore, al tiempo que
caminaba lentamente a través de los dispositivos. "Lo que nunca es
una buena señal. Sin embargo, él voluntariamente me reveló aquello
para exigir que instructores externos fueran traídos para enseñar el
Encantamiento Patronus a todo estudiante que deseara aprenderlo;
se ofreció a pagar el gasto por sí mismo, si yo no lo hacía. Esto me
impresionó enormemente. Pero insiste en traer a un Dementor -"

"Director," Harry dijo con calma, "El Profesor Quirrell cree


firmemente en pruebas de fuego-en-vivo bajo condiciones de
combate realistas. Querer ingresar un Dementor de verdad está
completamente en carácter para él."

Ahora el Director le estaba otorgando a Harry una mirada extraña.

"¿En carácter?" preguntó el anciano mago.


"Me refiero a que," respondió Harry, "es enteramente consistente
con la forma que el Profesor Quirrell actúa usualmente…" Harry
perdió el hilo. ¿Por qué lo había puesto de ese modo?

El Director asintió. "Así que tienes la misma sensación que yo tengo;


que es una excusa. Una excusa muy razonable, para estar seguro;
más de lo que podrías darte cuenta. A menudo, magos
aparentemente incapaces de lanzar un Encantamiento Patronus
tendrán éxito en la presencia de un Dementor verdadero, yendo de
ni siquiera un único amago de luz hasta un Patronus totalmente
corpóreo. Por qué esto ocurre, nadie lo sabe; sin embargo es así."

Harry se quedó paralizado. "Entonce realmente no veo por qué tiene


usted sospechas -"

El Director extendió sus manos como gesto de impotencia. "Harry, el


Profesor de Defensa me ha pedido que deje pasar a la más oscura
de todas las criaturas a través de las puertas de Hogwarts. Yo debo
tener sospechas." El Director suspiró. "Y aún así el Dementor estará
vigilado, con protecciones mágicas, en una jaula muy poderosa, yo
mismo estaré allí para observarlo todo el tiempo - No puedo pensar
en ninguna maldad que pudiera ser hecha. Mas quizá meramente
soy incapaz de verlo. Y por eso te lo estoy solicitando."

Harry contempló al Director con la boca abierta. Estaba tan


conmocionado que ni siquiera se podía sentir halagado.

"¿Yo?" inquirió Harry.

"Sí," contestó Dumbledore, sonriendo ligeramente. "Hago mi mayor


esfuerzo para anticipar a mis enemigos, para igualar sus retorcidas
mentes y predecir sus pensamientos malvados. Pero yo nunca
hubiera imaginado afilar los huesos de los Hufflepuff para usarlos
como armas."

¿Iba Harry alguna vez a dejar eso atrás?


"Director," Harry alegó con precaución, "sé que no se oye muy bien,
mas en toda seriedad: no soy malo, nada más soy muy creativo -"

"No afirmé que fueras malo," Dumbledore corrigió seriamente. "Hay


aquellos que aseveran que comprender el mal es volverse malo; sin
embargo todo lo que hacen es pretender que son sabios. Más bien
maldad es lo que no conoce el amor, y no se atreve a imaginar el
amor, y nunca puede entender el amor sin cesar de ser malo. Y
sospecho que tú puedes imaginar tu camino dentro de las mentes
de los Magos Oscuros mejor de lo que yo nunca podría, al tiempo
que siguen conociendo el amor por ti mismo. Por lo que, Harry." Los
ojos del Director eran intensos. "Si estuvieras en los zapatos del
Profesor Quirrell, ¿que perjuicios podrías lograr tras haberme
engañado al permitir que un Dementor penetrará en los terrenos de
Hogwarts?"

"Un momento," pidió Harry, y con una especie de carrerilla se lanzó


sobre la silla en frente del escritorio del Director, y se sentó. Era una
larga y confortable silla en esta ocasión, no un taburete de madera,
y Harry pudo sentirse envuelto en cuanto se hundió en ella.

Dumbledore le estaba pidiendo ser más listo que el Profesor


Quirrell.

Punto uno: Harry le tenía mucho más cariño al Profesor Quirrell que
a Dumbledore.

Punto dos: La hipótesis era que el Profesor de Defensa estaba


planeando hacer algo malo, y en ese caso subjuntivo, Harry estaba
obligado a ayudar al Director a prevenirlo.

Punto tres…

"Director," Harry dijo, "si el Profesor Quirrell está tramando algo, no


estoy seguro de que yo pueda superar su ingenio. Él tiene mucha
más experiencia que yo."
El anciano mago sacudió su cabeza, de algún modo logrando
parecer muy solemne a pesar de su sonrisa. "Te subestimas a ti
mismo."

Esa fue la primera vez que alguien le había dicho eso a Harry.

"Recuerdo," el anciano mago prosiguió, "a un jovencito en esta


misma oficina, frío y controlado cuando se enfrentó al Jefe de Casa
de Slytherin, chantajeando a su propio Director para proteger a sus
compañeros de clase. Y creo que ese jovencito es más astuto que el
Profesor Quirrell, más astuto que Lucius Malfoy, que crecerá para
ser el igual del propio Voldemort. Es a él a quien deseo consultar."

Harry suprimió el escalofrío que lo recorrió ante ese nombre,


mirando pensativa y fijamente al Director.

¿Cuánto sabe él…?

El Director había visto a Harry agarrándose a su misterioso lado


oscuro, más profundamente de lo que se había sumergido antes.
Harry todavía recordaba lo que había sido observar, invisible y con
Giratiempo, a su yo pasado enfrentando a los Slytherins mayores; el
chico con la cicatriz en la frente que no actuaba como los otros. Por
supuesto el Director hubiera notado algo raro sobre el chico en su
oficina…

Y Dumbledore había concluido que su héroe mascota tenía astucia


para compararse a su enemigo destinado, el Señor Oscuro.

Lo que no era demandar mucho, considerando que el Señor Oscuro


había puesto una Marca Oscura claramente visible sobre todos los
brazos izquierdos de sus sirvientes, y que había asesinado a un
monasterio entero que enseñaba el arte marcial que él había
querido aprender.

Suficiente astucia para enfrentar al Profesor Quirrell sería un tipo de


problema completamente diferente.
Pero también era claro que el Director no estaría satisfecho hasta
que Harry se pusiera totalmente frío y oscuro, e inventara alguna
clase de respuesta que sonara impresionante e inteligente… que
mejor no fuera a estorbar el método de enseñanza de Defensa del
Profesor Quirrell…

Y por supuesto Harry acudiría a su lado oscuro y pensarlo desde


esa dirección, nada más para ser honesto, y nada más por si acaso.

"Dígame," Harry dijo, "todo sobre cómo va a ser traído el Dementor,


y cómo va a estar protegido."

Las cejas de Dumbledore se arquearon por un momento, y entonces


el anciano mago empezó a hablar.

El Dementor sería transportado a los terrenos de Hogwarts por un


trío de Aurores, los tres conocidos personalmente por el Director, y
los tres capaces de lanzar un Encantamiento Patronus corpóreo.
Serían recibidos al borde de los terrenos por Dumbledore, quien
haría entrar al Dementor a través de las protecciones de Hogwarts -

Harry preguntó si el pase era permanente o temporal - en caso de


que alguien pudiera traer el mismo Dementor de nuevo al día
siguiente.

El pase era temporal (replicó el Director asintiendo con la cabeza de


manera aprobadora), y la explicación siguió: El Dementor estaría
dentro de una celda con barras de titanio sólido, no Transformadas
sino verdaderamente-forjadas; tras un tiempo en presencia de un
Dementor el metal sería corroído hasta ser polvo, pero no en un
mismo día.

Los estudiantes esperando su turno aguardarían muy alejados del


Dementor, detrás de dos Patronus corpóreos mantenidos por dos de
los tres Aurores en todo momento. Dumbledore esperaría al lado del
Dementor con su Patronus. Sólo un estudiante se aproximaría al
Dementor; y Dumbledore disiparía su Patronus; y el estudiante
intentaría lanzar su propio Encantamiento Patronus; y si fallaban,
Dumbledore restauraría su Patronus antes de que el estudiante
pudiera sufrir cualquier daño permanente. El anteriormente
campeón de duelo Profesor Flitwick también estaría presente
mientras hubiera estudiantes cerca, únicamente para añadir un
margen de seguridad.

"¿Por qué sólo usted esperando al lado del Dementor?" inquirió


Harry. "O sea, no deberían ser usted además de un Auror -"

El Director negó con su cabeza. "Ellos no podrían tolerar la repetida


exposición al Dementor, cada vez que disipe mi Patronus."

Y si el Patronus de Dumbledore fallaba por alguna razón, mientras


uno de los estudiantes estuviera cerca del Dementor, el tercer Auror
lanzaría otro Patronus corpóreo y lo enviaría a escudar al
estudiante…

Harry pinchó y cortó, mas no pudo ver ninguna debilidad en la


seguridad.

Por lo que Harry respiró profundamente, se sumergió dentro de la


silla, cerró sus ojos, y recordó:

"Y eso serán… ¿cinco puntos? No, que sean diez puntos de
Ravenclaw por replicar."

El frío descendió con mayor lentitud, más reluctante, Harry no había


estado llamando mucho su lado oscuro últimamente…

Harry tuvo que recorrer la sesión entera de Pociones en su mente,


antes de que su sangre se congelara en algo cercano a la claridad
cristalina y letal.

Y entonces pensó en el Dementor.

Y fue obvio.

"El Dementor es una distracción," Harry dijo. La frialdad clara en su


voz, ya que eso era lo que Dumbledore quería y esperaba. "Una
gran, sobresaliente amenaza, pero al fin y al cabo directa, y de la
cual era fácil defenderse. Así que mientras toda tu atención estaba
enfocada en el Dementor, el plan real estaría pasando en otro
lugar."

Dumbledore contempló a Harry por un momento, y entonces


concedió un lento asentir con la cabeza. "Sí…" dudó el Director. "Y
creo saber de qué podría ser una distracción, si el Profesor Quirrell
pretende algún mal… gracias, Harry."

El Director seguía mirando a Harry, con una extraña expresión en


aquellos ojos antiguos.

"¿Qué?" preguntó Harry con una pizca de molestia, el frío aún


presente en su sangre.

"Tengo otra inquietud jovencito," contestó el Director. "Es algo que


yo mismo he meditado por mucho tiempo, mas he sido incapaz de
comprender. ¿Por qué? " Había un trazo de dolor en su voz. "¿Por
qué alguien deliberadamente se convertiría en un monstruo? ¿Por
qué hacer mal sólo por maldad? ¿Por qué Voldemort?"

Crash, zzzzz, ras; din, puf, plas…

Harry miró al Director sorprendido.

"¿Cómo voy a saberlo yo ?" cuestionó Harry. "¿Se supone que


mágicamente entenderé al Señor Oscuro porque soy un héroe, o
algo así?"

"¡Sí!" exclamó Dumbledore. "Mi propio gran enemigo fue


Grindelwald, y a él lo entendía muy bien en efecto. Grindelwald era
mi espejo oscuro, el hombre que fácilmente pude haber sido, de
haber cedido a la tentación de creer que yo era una buena persona,
y que por lo tanto siempre estaba en lo correcto. Por el bien mayor,
ese era su gran eslogan; y en verdad él creía en sí mismo, incluso
cuando partió a Europa como un animal herido. Y a él, lo derroté al
final. Sin embargo tras él llegó Voldemort, para destruir todo lo que
yo había protegido en Bretaña." La herida era patente en la voz de
Dumbledore, expuesta sobre su cara. "Él cometió actos mucho
peores que lo peor de Grindelwald, horror por el mero horror. Yo
sacrifiqué todo únicamente para contenerlo, ¡y todavía no sé por qué
! ¿ Por qué, Harry? ¿Por qué lo hizo? Él nunca fue mi enemigo
destinado, sino tuyo, por lo que si tienes cualquier tipo de
suposición, Harry, ¡por favor cuéntame! ¿Por qué? "

Harry bajó la vista a sus manos. La verdad era que Harry no había
leído aún algo sobre el Señor Oscuro, y ahora mismo no tenía la
más mínima pista. Y de algún modo esa no era parecía una
respuesta que el Director quisiera escuchar. "Demasiados rituales
Oscuros, ¿tal vez? Al principio pensó que podía hacer uno solo,
pero sacrificó parte de su lado bueno, y eso lo hizo menos reluctante
a realizar otros rituales Oscuros, así que hizo más rituales en un
ciclo de retroalimentación positiva que finalizó con un monstruo
tremendamente poderoso -"

"¡No!" Ahora la voz del Director era agónica. "¡No puedo creer eso,
Harry! ¡Tiene que haber algo más que sólo eso!"

¿Por qué debería haberlo? pensó Harry, mas él no pronunció


palabra, porque era claro que el Director creía que el universo era
una historia y tenía un plan, y que a las grandes tragedias no se les
permitía pasar excepto por igualmente grandes, significantes
razones. "Lo siento, Director. El Señor Oscuro no parece un espejo
oscuro para mí, para nada. No hay ni siquiera una cosa que
encuentre lo más mínimo interesante sobre clavar las pieles de la
familia Yermy Wibble en la pared de una sala de prensa."

"¿ No tienes sabiduría para compartir?" preguntó Dumbledore.


Había suplica en la voz del anciano mago, casi mendicidad.

El mal pasa, pensó Harry, no significa ni nos enseña algo, ¿excepto


no ser malos? El Señor Oscuro probablemente no era más que un
bastardo egoísta a quien no le importaba los que fueran lastimados,
o un idiota que cometió errores estúpidamente evitables que luego
crecieron como una bola de nieve. No hay destino detrás de los
males del mundo; si a Hitler se le hubiera permitido entrar en la
escuela de arquitectura como él quería, la historia completa de
Europa hubiera sido diferente; si viviéramos en un mundo donde
cosas horribles pasaran por buenas razones, sólo no sucederían en
el primer lugar.

Y nada de eso, obviamente, era lo que el Director deseaba oír.

El anciano mago seguía viendo a Harry por encima de un


complicado aparato que era como un chorro de humo congelado,
una penosa desesperación en aquellos antiguos, expectantes ojos.

Bueno, sonar sabio no era difícil. Era mucho más fácil que ser
inteligente, de hecho, ya que no tenías que pronunciar algo
sorprendente o inventar alguna nueva perspectiva. Tan sólo
permitías que el software de buscador-de-patrones de tu cerebro
completara el cliché, usando cualquier Profunda Sabiduría que
hubieras guardado previamente.

"Director," Harry habló solemnemente, "preferiría no definirme por


mis enemigos."

De algún modo, aún en el medio de todo ese rompimiento y


rasgueo, hubo algún tipo de silencio.

Eso había resultado un poco más Profundamente Sabio de lo que


Harry había pretendido.

"Podrías ser muy sabio, Harry…" el Director murmuró lentamente.


"Desearía… que yo hubiera podido ser definido por mis amigos." El
dolor en su voz había crecido profusamente.

La mente de Harry buscó apresuradamente por algo más


Profundamente Sabio que añadir que suavizara la fuerza no
intencional del golpe anterior -
"O tal vez," Harry sugirió más blandamente, "es el enemigo el que
hace al Gryffindor, como es el amigo el que hace al Hufflepuff, y la
ambición lo que hace al Slytherin. Yo sé que es siempre, en cada
generación, el rompecabezas lo que hace al científico."

"Es un destino aterrador al que condenad a mi Casa, Harry,"


comentó el Director. La pena seguía en su voz. "Porque ahora que
lo señalas, yo sí creo que fui prácticamente hecho por mis
enemigos."

Harry contempló sus propias manos, yaciendo sobre sus rodillas.


Quizá él debía callarse mientras estuviera ganando.

"Sin embargo has respondido mi pregunta," concluyó Dumbledore


con menos dureza, como pensando en voz alta. "Debí darme cuenta
que esa sería la clave de un Slytherin. Por su ambición, todo por el
bien de su ambición; y eso lo sé, aunque no el por qué…" Por un
tiempo Dumbledore miró hacia la nada; luego se enderezó, y sus
ojos parecieron enfocarse de nuevo sobre Harry.

"Y tú, Harry," prosiguió el Director, "¿te nombras a ti mismo un


científico ? " Su voz estaba atada con sorpresa y desaprobación.

"¿No le gusta la ciencia?" preguntó Harry un poco fatigado. Había


esperado que Dumbledore tuviera apego a las cosas Muggle.

"Supongo que puede ser útil a aquellos sin varitas," contestó


Dumbledore, haciendo una pausa. "Pero me parece una cosa
extraña para definirse a uno mismo. ¿Es la ciencia tan importante
como el amor? ¿Como la amabilidad? ¿Como la amistad? ¿Es la
ciencia lo que hace que le tengas aprecio a Minerva McGonagall?
¿Es la ciencia lo que hace que te importe Hermione Granger? ¿Será
la ciencia a la que acudas, cuando intentes encender con calidez el
corazón de Draco Malfoy?"

Sabes, la cosa más triste es que, probablemente piensas que


acabas de soltar alguna clase de argumento increíblemente sabio
para noquear.
Ahora, cómo parafrasear el contra en tal manera que también
sonara increíblemente sabio…

"Usted no es Ravenclaw," Harry dijo con calmada dignidad, "y por


ello podría no haber pensado que para respetar la verdad, y
buscarla todos los días de tu vida, también podría ser un acto de
gracia."

Las cejas del Director se elevaron. Y luego suspiró. "¿Cómo te


convertiste tan sabio, tan joven…?" El mago anciano se oía triste,
en cuanto pronunciaba. "Tal vez probará ser valioso para ti."

Únicamente para impresionar magos antiguos que están sobre-


impresionados consigo mismos, pensó Harry. De hecho estaba algo
decepcionado de la credulidad de Dumbledore; no era que Harry
hubiera mentido, sino que Dumbledore se mostraba demasiado
impresionado con la habilidad de Harry de parafrasear las cosas
para que sonaran profundas, en lugar de ponerlas en términos
simples como Richard Feynman había hecho con su sabiduría…

"El amor es más importante que la sabiduría," propuso Harry, nada


más para probar los limites de tolerancia de Dumbledore por los
clichés obviamente cegadores completados por puro encaje de
patrones sin ninguna clase de análisis detallado.

El Director asintió gravemente, y añadió, "En efecto."

Harry se levantó de la silla, y estiró sus brazos. Bueno, mejor en voy


y amo algo, entonces, eso está destinado a ayudarme a derrotar al
Señor Oscuro. Y la próxima vez que usted me pida consejo, mejor
sólo le doy un abrazo -

"Este día me has ayudado mucho, Harry," continuó el Director. "Y


además hay una última cosa que quisiera indagar contigo jovencito."

Grandioso.
"Cuéntame, Harry," inició el Director (y ahora su voz se escuchaba
simplemente intrigada, aunque había un indicio de dolor en sus
ojos), "¿por qué los Magos Oscuros le tienen un miedo tan grande a
la muerte?"

"Eh," respondió Harry, "lo siento, tengo que respaldar a los Magos
Oscuros en esta ocasión."

Uf, ssshhh, tilín; glub, plop, burp -

"¿Qué?" espetó Dumbledore.

"La muerte es mala," dijo Harry, descartando la sabiduría por el bien


de una comunicación clara. "Muy mala. Extremadamente mala.
Tener miedo a la muerte es igual a estar asustado a causa de un
enorme y grande monstruo con garras venenosas. En realidad tiene
mucho sentido, y en cambio no, de hecho, indica que tengas un
problema psicológico."

El Director lo estaba contemplando como si se hubiera convertido en


un gato.

"De acuerdo," prosiguió Harry, "déjeme ponerlo de este modo.


¿Usted quiere morir? Porque de ser así, hay una cosa Muggle
llamada linea de prevención de suicidios -"

"Cuando sea el momento," el mago anciano aclaró con calma. "No


antes. Nunca buscaría apresurar ese día, ni lo voy a rehusar cuando
llegue."

Harry estaba frunciendo el ceño con severidad. "¡Eso no suena


como que usted tenga una fuerte voluntad para vivir, Director!"

"Harry…" La voz del mago anciano empezaba a oírse algo


impotente; y caminó hasta un lugar donde su barba blanca, sin
notarlo, había penetrado dentro de la cristalina pecera de vidrio de
un pez dorado, y estaba adquiriendo lentamente un tinte verdoso
que se deslizaba hasta su cabello. "Creo que no me hecho
entender. Los Magos Oscuros no se sientes ansiosos por vivir. Ellos
temen la muerte . Ellos no se alzan para tocar la luz del sol, sino que
huyen ante la llegada de la noche dentro de cavernas infinitamente
oscuras hechas por ellos mismos, sin lunas ni estrellas. No es vida
lo que desean, sino inmortalidad ; ¡y están tan desesperados por
obtenerla que sacrificarían sus propias almas! ¿Quieres vivir por
siempre, Harry?"

"Sí, y usted también," respondió Harry. "Quiero vivir un día más.


Mañana todavía querré seguir viviendo otra día más. Por lo tanto
quiero vivir por siempre, probado por la inducción de enteros
positivos. Si usted no quiere morir, significa que usted desea vivir
por siempre. Si usted no quiere vivir por siempre, significa que
quiere morir. Usted tiene que hacer uno o el otro… No me estoy
haciendo comprender, ¿verdad?"

Las dos culturas se observaron entre sí a través de un enorme


espacio de inconmensurabilidad.

"He vivido ciento diez años," el mago anciano inició con calma
(extrayendo su barba de la pecera, y agitándola para sacudirse el
color). "He visto y hecho muchas cosas grandiosas, demasiadas de
las cuales nunca hubiera querido ver o hacer. Y aún así no me
arrepiento de estar con vida, porque ver a mis estudiantes crecer es
una alegría que no ha empezado a cansarme. ¡Pero no desearía
vivir hasta cuando eso suceda! ¿Qué harías tú con la eternidad,
Harry?"

Harry respiró profundamente. "Conocer a todas las personas


interesantes en el mundo, leer todos los buenos libros y entonces
escribir algo aún mejor, celebrar el cumpleaños número diez de mi
primer nieto en la Luna, celebrar el cumpleaños número cien de mi
primer tátara-tátara-tátara nieto en los Anillos de Saturno, aprender
las más profundas y definitivas reglas de la Naturaleza, entender la
naturaleza de la consciencia, descubrir si algo existe en primer
lugar, visitar otras estrellas, descubrir extraterrestres, crear
extraterrestres, reunirme con todos en una fiesta al otro lado de la
Vía Láctea una vez que la hayamos explorado por completo,
encontrarme con todos los demás que nacieron en la Vieja Tierra
para ver el Sol desaparecer finalmente, y solía preocuparme por
encontrar una forma de escapar este universo antes de que se le
acabara la negatoentropía sin embargo me siento mucho más
esperanzado ahora que he descubierto que las tan-llamadas reglas
de la física no son más que guías opcionales."

"No entendí mucho de eso," dijo Dumbledore. "Pero debo preguntar


si estas son cosas que en verdad deseas tan desesperadamente, o
si nada más te las imaginas así para no imaginarte estar cansado,
mientras corres y corres de la muerte."

"Vida no es una lista de cosas finitas que vas marcando antes de


que se te permita morir," Harry habló firmemente. "Es vida, sólo vas
y la vives. Si no estoy haciendo esas cosas es porque encontré algo
mejor."

Dumbledore suspiró. Sus dedos tamborilearon sobre un reloj;


mientras lo tocaban, los numerales cambiaron a una escritura
indescifrable, y brevemente las manecillas aparecieron en
posiciones diferentes. "En el improbable evento que se me permita
quedarme hasta los ciento cincuenta," argumentó el mago anciano,
"no creo que me importe. Sin embargo doscientos años sería por
completo demasiado de algo bueno."

"Sí, bueno," Harry replicó, su voz algo seca al pensar en su Mamá y


Papá y su recortado lapso si Harry no hacía algo al respecto,
"Sospecho, Director, que si usted viniera de una cultura donde las
personas estuvieran acostumbradas a vivir durante cuatrocientos
años, que morir a los doscientos parecería igual de trágico y
prematuro que morir a los, por ejemplo, ochenta ." La voz de Harry
se endureció, sobre la última palabra.

"Quizá," al mago anciano admitió pacíficamente. "No desearía morir


antes que mis amigos, ni vivir después de que todos ellos se hayan
ido. El tiempo más difícil es cuando aquellos a los que más amas se
han ido antes que tú, y aún así otros siguen viviendo, por cuyo bien
debes quedarte…" Los ojos de Dumbledore estaban fijos sobre
Harry, y aumentando su tristeza. "No me lamentes exageradamente,
Harry, cuando mi tiempo llegue; estaré con aquellos a quienes
desde hace mucho extraño, en nuestra siguiente gran aventura."

"¡Oh!" Harry exclamó con repentina comprensión. "Usted cree en


una vida después de la muerte . ¿Tenía la impresión de que los
magos no tenían religión?"

Toc. Bip. Pum.

"¿Cómo puedes tú no creerlo?" interrogó el Director, mostrándose


enteramente asombrado. "Harry, ¡eres un mago! ¡Has visto
fantasmas!"

"Fantasmas," Harry murmuró, su voz monótona. "Te refieres a esas


cosas como retratos, memorias guardadas y personalidades sin
consciencia o vida, accidentalmente impresas en los materiales
cercanos por la explosión mágica que acompaña la muerte violenta
de un mago -"

"He escuchado esa teoría," lo interrumpió el Director, con voz más


afilada, "repetida por magos que confunden el cinismo con la
sabiduría, que creen que mirar a otros hacia abajo es elevarse ellos
mismos. ¡Es una de las ideas más tontas que he escuchado en
ciento diez años! Sí, los fantasmas no aprenden o crecen, ¡porque
no es aquí donde pertenecen ! Las almas tienen que seguir
avanzando, ¡no hay vida para ellos aquí ! Y si no por los fantasmas,
¿entonces qué hay del Velo? ¿Qué hay de la Piedra de la
Resurrección?"

"De acuerdo," Harry clamó, procurando mantener su voz calmada,


"Escucharé su evidencia, porque es lo que un científico hace . Mas
antes, Director, permita que le cuente una pequeña historia." La voz
de Harry estaba temblando. "Sabe, cuando llegué aquí, cuando me
bajé del tren en King's Cross, no me refiero a ayer sino en
Septiembre, cuando me bajé del tren entonces, Director, yo nunca
había visto un fantasma. Yo no estaba esperando fantasmas. Así
que cuando los vi, Director, hice algo realmente tonto. Salté a
conclusiones . Yo, yo pensé que había una después de la muerte,
creí que nadie jamás moría en verdad, creí que todos los que la
especie humana había perdido desde siempre estaban bien
después de todo, creí que los magos podían hablar con las
personas que habían muerto, que nada más se necesitaba el
hechizo correcto para invocarlos, que los magos podían hacer eso,
pensé que podía conocer a mis padres que habían muerto por mí, y
contarles que había escuchado sobre su sacrificio y que había
empezado a llamarlos mi madre y padre -"

"Harry," susurró Dumbledore. Agua resplandeció en los ojos del


mago anciano. Él se adelantó un paso a través de la oficina -

"Y entonces," espetó Harry, la furia surgió totalmente en su voz, la


ira fría hacia el universo por ser como era y consigo mismo por ser
tan estúpido, "le pregunté a Hermione y ella dijo que no son más
que imágenes residuales, quemadas dentro de la piedra del castillo
por la muerte de un mago, como las siluetas dejadas en las paredes
de Hiroshima. ¡Y yo debí haberlo sabido! ¡Debí saberlo sin tan
siquiera preguntar! ¡No debí haberlo creído ni siquiera durante esos
treinta segundos! Porque si las personas tuvieran almas no había tal
cosa como el daño cerebral, si tu alma pudiera seguir hablando
después de que todo tu cerebro se hubiera ido, ¿cómo podría el
daño al hemisferio cerebral izquierdo quitar la habilidad para hablar?
Y la Profesora McGonagall, cuando me contó sobre cómo murieron
mis padres, ella no actuó como si nada más se hubieran ido a un
largo viaje en otro país, como si hubieran emigrado a Australia en
los tiempos de los barcos de vela, que es como las personas
actuarían si de hecho supieran que la muerte sólo es ir a otro lugar,
si tuvieran evidencia fehaciente para la vida después de la muerte,
en vez de inventar cosas para consolarse a sí mismos, cambiaría
todo, no importaría que todos hubieran perdido a alguien en la
guerra, ¡sería algo triste pero no horrible ! ¡Y ya había visto
personas en el mundo mágico que no actuaban así! ¡Por lo que
tenía que haberlo sabido! Y ahí fue cuando supe que mis padres
realmente estaban muertos y se habían ido para siempre jamás, que
no quedaba nada de ellos, que nunca tendría una oportunidad de
conocerlos y, y, y los otros niños pensaron que yo estaba llorando
porque le tenía miedo a los fantasmas -"

La expresión del mago anciano era horrorizada, abrió su boca para


hablar -

"¡Así que dígame, Director! ¡Informe a mi persona sobre la


evidencia! Sin embargo no se atreva a exagerar ni siquiera un
fragmento, porque si me da falsas esperanzas de nuevo, y luego
descubro que usted me mintió o exageró las cosas aunque fuera un
poco, ¡jamás lo perdonaré! ¿Qué es el Velo?"

Harry levantó la mano y se limpió sus mejillas, mientras que las


cosas de vidrio en la oficina dejaron de vibrar a causa de su último
grito.

"El Velo," informó el mago anciano únicamente con un ligero temblor


en su voz, "es un gran arco de piedra, guardado en el Departamento
de Misterios; un portal a la tierra de los muertos."

"¿Y cómo sabe alguien eso?" preguntó Harry. "No me cuente lo que
usted cree, ¡cuénteme lo que ha visto !"

La manifestación física de la barrera entre los mundos era un gran


arco de piedra, antigua y alta y llegando a una punta afilada, con un
andrajoso velo negro igual a la superficie de una piscina de agua,
alargado entre las rocas; ondulando, siempre, del constante camino
de ida que servía de pasaje a las almas. Si te ponías de pie al lado
del Velo podías escuchar las voces de los muertos llamando,
siempre llamando en susurros apenas en el lado equivocado de la
comprensión, sonando más fuertes y más numerosas si te
quedabas e intentabas escuchar, como si procuraran comunicarse; y
si escuchabas demasiado tiempo, irías a encontrarlos, y en el
momento que tocaras el Velo serías succionado por ahí, y nunca se
escucharía de ti de nuevo.

"Eso ni siquiera suena como un fraude interesante," Harry dijo, su


voz más calmada ahora que no había nada que lo hiciera tener
esperanzas, o enojarse por tener sus esperanzas aplastadas.
"Alguien construyó un arco de piedra, hizo una pequeña superficie
negra ondulante en el medio que Desvanecía cualquier cosa que
tocara, y lo encantó para susurrar a las personas e hipnotizarlas."

"Harry…" el Director susurró, comenzando a verse muy preocupado.


"Puedo contarte la verdad, pero si te rehúsas a escucharla…"

Tampoco es interesante. "¿Qué es la Piedra de la Resurrección?"

"No te lo revelaría," el Director inició con lentitud, "salvo que temo lo


que esta incredulidad podría hacerte… así que escucha, entonces,
Harry, por favor escucha…"

La Piedra de la Resurrección era una de las tres legendarias


Reliquias de la Muerte, emparentada con la capa de Harry. La
Piedra de la Resurrección podía llamar las almas de los muertos -
traerlas de regreso al mundo de los vivos, aunque no como solían
ser. Cadmus Peverell usó la piedra para llamar a su amor perdido de
entre los muertos, sin embargo su corazón permaneció con los
muertos, y no en el mundo de los vivos. Y con el tiempo eso lo
volvió loco, y se mató a sí mismo para estar con ella de verdad una
vez más…

Con total cortesía, Harry alzó su mano.

"¿Sí?" el Director preguntó reluctante.

"La prueba obvia es ver si la Piedra de la Resurrección realmente


llama a los muertos, o nada más proyecta una imagen de la mente
del usuario, es plantear una duda cuya respuesta usted desconozca,
mas la persona muerte sí sepa, y que eso pueda ser verificado
definitivamente en este mundo. Por ejemplo, llamar -"
Entonces Harry hizo una pausa, porque esta vez se las arregló para
pensar un paso adelante de su lengua, tan rápido como para no
pronunciar el primer nombre y prueba que surgió en su mente.

"… su esposa muerta, e inquirir en dónde ella dejó sus aretes


perdidos, o algo por el estilo," Harry finalizó. "¿Acaso alguien hizo
alguna prueba como esa?"

"La Piedra de la Resurrección ha estado perdida durante siglos,


Harry," el Director informó en voz baja.

Harry se encogió de hombros. "Bueno, soy un científico, y siempre


estoy dispuesto a ser convencido. Si en verdad cree que la Piedra
de la Resurrección llama a los muertos - entonces debe creer que
una prueba como esa tendría éxito, ¿correcto? ¿Así que sabe algo
sobre dónde hallar la Piedra de la Resurrección? Ya poseo una
Reliquia de la Muerte debido a circunstancias altamente misteriosas,
y, bueno, ambos sabemos cómo el ritmo del mundo funciona con
este tipo de cosas."

Dumbledore contempló a Harry.

Harry miró al Director del mismo modo.

El mago anciano pasó una mano a través de su frente y murmuró,


"Esto es locura."

(De alguna forma, Harry se las arregló para evitar reírse.)

Y Dumbledore le dijo a Harry que sacara la Capa de Invisibilidad de


su monedero; bajo la dirección del Director, Harry contempló adentró
del revés de la capucha hasta que la vio, débilmente dibujada sobre
una incrustación plateada en tono escarlata que se desvanecía
como sangre seca, el símbolo de las Reliquias de la Muerte: un
triangulo, con un circulo trazado adentro, y una linea dividiendo
ambos.
"Gracias," Harry clamó con educación. "me aseguraré de mantener
un ojo abierto para una piedra con esa marca. ¿Usted tiene alguna
otra evidencia?"

Dumbledore aparentaba estar luchando internamente consigo


mismo. "Harry," el mago anciano retomó, su voz elevándose, "es
peligroso el camino que estás caminando, no estoy seguro de hacer
lo correcto al decir esto, ¡pero debo apartarte de este sendero!
Harry, ¿cómo podría Voldemort haber sobrevivido la muerte de su
cuerpo si no poseyera un alma? "

Y ahí fue cuando Harry se dio cuenta que desde un principio había
exactamente una persona que originalmente le contó a la Profesora
McGonagall que el Señor Oscuro seguía con vida; y que era el
Director loco de su manicomio de escuela, quien pensaba que el
mundo funcionaba con clichés.

"Buena pregunta," Harry respondió, tras un debate interno sobre


cómo proceder. "Tal vez él descubrió alguna forma de duplicar el
poder de la Piedra de la Resurrección, sólo que el la cargó por
adelantado con una copia completa de su estado cerebral. O algo
por el estilo." Harry estaba de repente muy inseguro de estar
intentando inventar una explicación para algo que de hecho había
pasado . "En verdad, ¿puede usted nada más seguir y revelarme
cómo sobrevivió el Señor Oscuro y qué podría necesitarse para
matarlo?" Si es que tan siquiera todavía existe aparte de ser un
titular en el Quibbler.

"No me estás engañando, Harry," protestó el mago anciano; su


rostro viéndose cansado, y delineado por más que unos años. "Sé
por qué estás indagando esa cuestión realmente. No, no he leído tu
mente, no tengo que hacerlo, ¡tú titubeó te delata! ¡Buscas el
secreto de la inmortalidad del Señor Oscuro para poder usarlo
contigo mismo!"

"¡Equivocado! ¡Quiero el secreto de la inmortalidad del Señor


Oscuro para poder usarlo con todos !"

Ras, crac, pfff…

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore únicamente se quedó allí


de pie mirando a Harry con su boca abierta tontamente.

(Harry se premió a sí mismo con una calificación alta para el Lunes,


ya que había logrado explotar la mente de alguien antes del final del
día.)

"Y en caso de que no quede claro," añadió Harry, "por todos también
me refiero a los Muggles, no sólo todos los magos."

"No," espetó el mago anciano, sacudiendo su cabeza. Su voz


alzada. "¡No, no, no! ¡Esto es locura!"

"¡Mua ja ja!" se mofó Harry.

La expresión del mago anciano era repleta de ira y preocupación.


"Voldemort robó el libro del cual recogió su secreto; no estaba allí
cuando fui a buscarlo. Pero esto sí lo sé, y esto es lo que te diré: su
inmortalidad nació de un ritual terrible y Oscuro, ¡más negro que el
más negro de los tonos! Y fue Myrtle, la pobre y dulce Myrtle, quien
murió por ello; su inmortalidad requirió sacrificio, requirió asesinato -
"

"¡Bueno obviamente no voy a popularizar un método de inmortalidad


que requiere el asesinato de las personas! ¡Eso derrotaría el
propósito por completo! "

Se produjo una pausa sobresaltada.

Lentamente la cara del mago anciano se relajó hasta quedarse sin


ira, aunque seguía habiendo preocupación allí. "No usarías un ritual
que requiera sacrificios humanos."

"No sé que piensa usted de mí, Director," Harry habló con frialdad,
su propia rabia creciendo, "¡sin embargo no olvidemos que soy yo
quien desea que las personas vivan ! ¡Aquel que quiere salvar a
todos! ¡ Usted es el que cree que la muerte es asombrosa y que
todos estamos obligados a morir!"

"Me perdiste, Harry," afirmó el mago anciano. Sus pies una vez más
empezaron a pasear a través de su extraña oficina. "Desconozco
qué debo decir." Cogió una bola de cristal que parecía contener una
mano rodeada de flamas, la miró con expresión triste. "Únicamente
que he sido grandemente malentendido por ti… ¡No quiero que
todos mueran, Harry!"

"¡Nada más no quiere que todos sean inmortales," Harry replicó con
considerable ironía. Era como si las tautologías lógicas elementales
como Todo x: Muere(x) = No Existir x: No Morir(x) estuvieran más
allá de las habilidades razonadoras del mago más poderoso del
mundo.

El mago anciano asintió. "Tengo menos temor que antes, mas sigo
bastante preocupado por ti, Harry," él reconoció con calma. Su
mano, un poco envejecida por el tiempo, pero aún fuerte, ubicó la
bola de cristal firmemente sobre su repisa. "Porque el miedo a la
muerte es una cosa amarga, una enfermedad del alma por la cual
las personas son retorcidas y deformadas. Voldemort no es único
Mago Oscuro que ha descendido por ese camino desolador, aunque
temo que él lo ha llevado más lejos que cualquiera antes que él."

"¿Y usted cree que usted no le tiene miedo a la muerte?" Harry


inquirió, sin tan siquiera intentar enmascarar la incredulidad en su
voz.

El rostro del mago anciano era pacífico. "No soy perfecto, Harry, sin
embargo creo que he llegado a aceptar mi muerte como parte de mí
mismo."

"Aja," Harry carraspeó. "Verá, hay una pequeña cosa llamada


disonancia cognitiva, o en términos simples, uvas agrias . Si las
personas fueran golpeadas en sus cabezas con cachiporras una vez
al mes, y nadie pudiera hacer nada al respecto, muy pronto habría
todo tipo de filósofos, pretendiendo ser sabios como usted dice, que
encontrarían toda clase de increíbles beneficios de ser golpeado en
la cabeza con una cachiporra una vez al mes. Por ejemplo, que te
hace más rudo, o te hace más feliz en los días en que no estás
siendo golpeado con una cachiporra. Mas si usted fuera con alguien
que no estuviera siendo golpeado, y usted le preguntara si quiere
iniciar, a cambio de esos maravilloso beneficios, él diría que no. Y si
usted no tuviera que morir, si usted proviniera de un lugar que ni
siquiera ha llegado a escuchar alguna vez sobre la muerte, y yo le
sugiriera a usted que sería una sorprendente y fantástica y
grandiosa idea para las personas arrugarse y envejeces y
eventualmente cesar de existir, en ese caso, ¡usted haría que me
encerraran en un asilo para lunáticos! ¿Así que por qué
posiblemente alguien pensaría algo tan tonto como que la muerte es
algo bueno ? Porque le tiene miedo, porque usted en verdad no
quiere morir, y ese pensamiento le duele tanto por dentro que tiene
que racionalizarlo para hacerlo a un lado, hacer algo para anestesiar
el dolor, para que no tenga que pensar sobre ello -"

"No, Harry," el mago anciano lo cortó. Su expresión era gentil, su


mano recorrió una luminosa pileta de agua que producía
campanillas musicales en cuanto sus dedos la movían. "Aunque
puedo entender cómo tú debes pensar eso."

"¿Usted quiere comprender a los Magos Oscuros?" Harry preguntó,


con voz dura y siniestra. "Entonces miré dentro de la parte de usted
mismo que huye no de la muerte sino del miedo a la muerte, que
halla el miedo tan insoportable que abraza a la Muerte como una
amiga y se engaña con eso, intentando convertirse en uno solo con
la noche para poder pensar en usted mismo como el maestro del
abismo. ¡Tienes que tomar los más terribles de todos los males y
llamarlos bien! Con nada más que un ligero cambio esa misma parte
suya mataría inocentes, y lo llamaría amistad. Si usted puede
nombrar la muerte mejor que la vida entonces puede girar su
compás moral para que apunte a cualquier lado -"
"Creo," dijo Dumbledore, sacudiéndose gotas de agua de su mano
al sonido del titilar de las campanillas, "que tú comprender a los
Magos Oscuros muy bien, in ser tú uno de ellos." Fue expresado
con perfecta seriedad, y sin acusación. "Pero tu comprensión de mí,
me temo, brilla por su ausencia." El mago anciano estaba sonriendo,
y había una gentil risa en su voz.

Harry estaba procurando no enfriarse más de lo que ya estaba; de


algún lugar manaba dentro de su mente una resplandeciente furia
de resentimiento, ante la condescendencia de Dumbledore, y toda
las risas que los viejos sabios tontos habían usado en lugar de
argumentos. "Lo divertido, sabe, es que pensé que iba ser igual de
imposible hablar con Draco Malfoy, y en vez de eso, en su infantil
inocencia, él era cien veces más fuerte que usted."

Una mirada de confusión cruzó el rostro del mago anciano. "¿A qué
te refieres?"

"Me refiero," Harry explicó, con voz mordaz, "a que Draco en verdad
tomaba sus propias creencias seriamente y procesó mis palabras en
lugar de tirarlas por la ventana al sonreír con gentil superioridad.
Usted es tan viejo y sabio, ¡ni siquiera puede notar nada de lo que
digo! ¡No entender, notar !"

"Te he escuchado, Harry," protestó Dumbledore, mostrándose más


solemne ahora, "pero escuchar no siempre es lo mismo que
concordar. Desacuerdos a un lado, ¿qué es lo que crees que yo no
comprendo?"

Que si usted realmente creyera en la vida después de la muerte,


usted iría a San Mungo y asesinaría a los padres de Neville, Alice y
Frank Longbottom, así ellos podrían avanzar a su próxima gran
aventura, en vez de dejarlos dilatarse aquí en su estado perturbado
-

Harry apenas, apenas se contuvo de hablar en voz alta.


"De acuerdo," Harry declaró con frialdad. "Contestaré su pregunta
original, entonces. Usted inquirió por qué los Magos Oscuros le
tienen miedo a la muerte. Pretenda, Director, que usted realmente
creyera en las almas. Pretenda que cualquiera pueda verificar la
existencia de las almas en todo momento, pretenda que nadie llora
en los funerales porque saben que sus seres amados siguen con
vida. ¿Ahora puede usted imaginarse destruyendo un alma?
Rasgándola en pedazos hasta que no quede nada para ir a su
próxima gran aventura? ¿Puede imaginar que cosa tan terrible
sería, el peor crimen que jamás se haya cometido en la historia del
universo, por el cual usted haría cualquier cosa para evitar que
sucediese tan siquiera una vez? Porque eso es lo que la Muerte es
en realidad - ¡La aniquilación de un alma!"

El mago anciano estaba observándolo, una expresión triste en sus


ojos. "Supongo que ahora sí entiendo," él dijo en voz baja.

"¿Oh?" dudó Harry. "¿Entender qué?"

"Voldemort," respondió el mago anciano. "Al fin lo comprendo.


Porque para creer que el mundo es verdaderamente así, debes
creer que no hay justicia alguna, que está tejido de oscuridad hasta
el núcleo. Te pregunté por qué él se convirtió en un monstruo, y no
pudiste darme razón alguna. Y si pudiera interrogarlo a él, supongo,
que su respuesta sería: ¿Por qué no?"

Se quedaron de pie sumergidos en los ojos del otro, el mago


anciano dentro de su túnica, y el jovencito con la cicatriz en forma
de rayo sobre su frente.

"Contesta, Harry," pidió el mago anciano, "¿te convertirás tú en un


monstruo?"

"No," replicó el chico, con una certeza de hierro en su voz.

"¿Por qué no?" insistió el mago anciano.


El jovencito estaba de pie muy enderezado, su mandíbula levantada
alta y con orgullo, y declaró: "No hay justicia en las leyes de la
Naturaleza, Director, no hay espacio para la justicia en las
ecuaciones del movimiento. El universo no es malvado, ni bueno,
simplemente no le importa. A las estrellas no les importa, o al Sol, o
al cielo. ¡Pero no tienen por qué! ¡A nosotros nos importa! ¡Hay luz
en el mundo, y somos nosotros !"

"Quiero saber en que te convertirás, Harry," concluyó el mago


anciano. Su voz era suave, con un extraño asombro y
arrepentimiento. "Es suficiente para hacerme desear vivir y poder
verlo."

El chico hizo una reverencia con pesada ironía, y se fue; y la puerta


de roble se cerró tras él con un portazo.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog.


Pretendiendo Ser Sabio Parte 2
Capítulo 40

Pretendiendo Ser Sabio, Parte 2

Harry, sosteniendo la taza de té en la forma exactamente correcta


que el Profesor Quirrell había necesitado demostrar tres veces,
bebió un pequeño, cuidadoso sorbo. Al otro lado de la larga, ancha
mesa que era la pieza central del Cuarto de Mary, el Profesor
Quirrell tomó un sorbo de su propia copa, haciendo que se viera
mucho más natural y elegante. El te en sí mismo era algo cuyo
nombre ni siquiera podía pronunciar, o al menos, cada vez que
Harry había intentado repetir las palabras Chinas, el Profesor
Quirrell lo había corregido, hasta que finalmente Harry se había
rendido.

Harry había maniobrado hasta obtener un vistazo de la cuenta la


última vez, y el Profesor Quirrell había permitido que él se saliera
con la suya.

Antes sintió un impulso de beber Comedia-Té.

Aún teniendo eso en cuenta, Harry casi pierde la piel por la


conmoción.

Y para él seguía sabiendo como, bueno, té.

Había una silenciosa, regañona sospecha en la mente de Harry de


que el Profesor Quirrell era consciente de esto, y que
deliberadamente estaba comprando un té ridículamente caro que
Harry no podía apreciar nada más para molestarlo . Al propio
Profesor Quirrell podría no gustarle tanto que digamos. Tal vez a
nadie le gustaba ese té en realidad, y su único punto era ser
ridículamente caro y hacer que la víctima sintiera que no lo
apreciaba. De hecho, quizá era sólo un té ordinario, sólo que tú lo
solicitabas en un cierto código, y ellos ponían un falso precio
gigantesco en la cuenta…

La expresión del Profesor Quirrell era estirada y pensativa. "No," el


Profesor Quirrell dijo, " no debiste haberle contado al Director sobre
tu conversación con el Señor Malfoy. Por favor procure pensar más
rápido la próxima vez, Sr. Potter."

"Lo siento, Profesor Quirrell," Harry comentó con docilidad. "Sigo sin
verlo." Había unas veces en las que Harry se sentía como un
impostor, pretendiendo ser astuto en la presencia del Profesor
Quirrell.

"El Señor Malfoy es el oponente de Albus Dumbledore," explicó el


Profesor Quirrell. "Al menos por el tiempo presente. Toda Bretaña es
su tablero de ajedrez, todos los magos sus piezas. Considere: El
Señor Malfoy amenazó con hacer todo a un lado, abandonar su
juego, para tomar venganza en usted si el Sr. Malfoy es herido. ¿En
cuyo caso, Sr. Potter…?"

Harry requirió más largos segundos para entenderlo, pero era claro
que el Profesor Quirrell no le iba a dar más pistas, no que Harry las
quisiera.

Entonces la mente de Harry finalmente hizo la conexión, y quedó


horrorizado. "Dumbledore asesina a Draco, lo hace parecer como
que yo lo hice, ¿y Lucius sacrifica su juego contra Dumbledore para
llegar a mí? Eso… no parece ser el estilo del Director, Profesor
Quirrell…" La mente de Harry regresó a una escena con una
advertencia similar de parte de Draco, que había hecho que Harry
pronunciara lo mismo.

El Profesor Quirrell se encogió de hombros, y sorbió su té.

Harry sorbió su propio té, y se quedó sentado en silencio. El mantel


puesto sobre la mesa tenía un patrón muy pacífico, pareciendo al
principio una tela sin gracia, pero si la contemplabas por suficiente
tiempo, o guardabas silencio por un rato largo, empezabas a ver un
débil rastro de flores resplandecientes encima; las cortinas del
cuarto habían cambiado su patrón para combinar, y parecía brillar
como si fuera una brisa silenciosa. El Profesor Quirrell estaba en un
humor contemplativo ese Sábado, e igual estaba Harry, y el Cuarto
de Mary, aparentemente, no había sido negligente en notarlo.

"Profesor Quirrell," Harry dijo de repente, "¿hay una vida después de


la muerte?"

Harry había escogido la pregunta cuidadosamente. No, ¿usted cree


en la vida después de la muerte? Sino simplemente, ¿hay una vida
después de la muerte? Lo que las personas realmente creían no se
presentaban a ellos como creencias . Las personas no
pronunciaban, '¡Fuertemente creo que el cielo es azul!' Nada más
aseveraban, 'el cielo es azul'. Lo que era tu mapa interno del mundo
se sentía igual que la forma en que era el mundo…

El Profesor de Defensa alzó su taza de nuevo antes de contestar.


Su expresión era pensativa. "Si la hay, Sr. Potter," replicó el Profesor
Quirrell, "entonces una gran cantidad de magos han desperdiciado
una gran cantidad de esfuerzo en sus búsquedas por la
inmortalidad."

"Esa no es una respuesta real," Harry observó. Ya había aprendido


a darse cuenta de ese tipo de cosas cuando hablaba con el Profesor
Quirrell.

El Profesor Quirrell descansó su taza de té con un pequeño, agudo


sonido de viscosidad sobre su platillo. "Algunos de esos magos eran
razonablemente inteligentes, Sr. Potter, así que usted podría tomar
eso como indicativo de que una existencia después de la muerte no
es obvia. Yo mismo he investigado en ese asunto. Ha habido
muchas afirmaciones de ese tipo que esperan producir esperanza y
temor. Entre aquellos reportes cuya veracidad no está en duda, no
hay nada que no pueda ser el resultado de mera magia. Hay ciertos
dispositivos que dicen sirven para comunicarse con los muertos, sin
embargo estos, sospecho, únicamente proyectan una imagen de la
mente; el resultado parece indistinguible de la memoria porque es la
memoria. El supuesto espíritu no cuenta secretos que sabían en
vida, ni que podrían haber aprendido después de la muerte, que no
sean conocidas por el portador -"

"Razón por la cual la Piedra de la Resurrección no es el artefacto


mágico más valioso en el mundo," supuso Harry.

"Precisamente," concordó el Profesor Quirrell, "aunque no le negaría


una oportunidad para intentarlo." Hubo una seca, fina sonrisa en sus
labios; y algo frío, más distante, en sus ojos. "También hablaste con
Dumbledore de eso, asumo."

Harry asintió.

Las cortinas estaban tomando un tenue patrón azul, y un turbio


rastro de elaborados copos de nieve parecía ponerse visible sobre
el mantel. La voz del Profesor Quirrell se oía muy calmada. "El
Director puede ser muy persuasivo, Sr. Potter. Espero que no lo
haya persuadido a usted."

" Rayos no," infirmó Harry. "No me engañó ni por un segundo."

"Espero que no," reiteró el Profesor Quirrell, todavía con un tono


muy sosegado. "Estaría extremadamente descompuesto si
descubriera que el Director lo ha convencido de desperdiciar su vida
en algún tonto plan al contarle que la muerte es la próxima gran
aventura."

"No pienso que el Director mismo lo crea, de hecho," Harry opinó.


Sorbió su té de nuevo. "Me preguntó que podría hacer yo con la
eternidad, me dio la linea usual sobre que sería aburrido, y
aparentemente no vio ningún conflicto entre eso y su propia
declaración de tener un alma inmortal. Además, me dio todo un
discurso sobre que tan horroroso era querer la inmortalidad antes de
reclamar que tenía un alma inmortal. No puedo visualizar del todo
que debió estar sucediendo dentro de su cabeza, pero no creo que
él tenga un verdadero modelo de sí mismo continuando
eternamente en la vida después de la muerte…"
La temperatura del cuarto parecía estar descendiendo.

"Usted percibe," dijo una voz como el hielo al otro lado de la mesa,
"que Dumbledore realmente no cree en lo que habla. No es que él
haya comprometido sus principios. Es que nunca los tuvo desde el
inicio. ¿Se está volviendo cínico, Sr. Potter?"

Harry bajó sus ojos a la taza de té. "Un poco," Harry respondió hacia
su posiblemente-ultra-de-gran-calidad, quizá-ridículamente-costoso
té Chino. "Ciertamente me estoy volviendo un poco frustrado con…
lo que sea que esté fallando dentro de las cabezas de las
personas."

"Sí," afirmó esa voz helada. "Yo también lo encuentro frustrante."

"¿Hay alguna forma de hacer que las personas no actúen así?"


inquirió Harry hacia su taza de té.

"Hay en efecto un hechizo ciertamente útil que puede resolver el


problema."

Ante eso Harry alzó la vista esperanzado, y vio una fría, fría sonrisa
sobre la cara del Profesor de Defensa.

Entonces Harry lo captó. "O sea, aparte de Avada Kedavra."

El Profesor de Defensa se rió. Harry no lo hizo.

"Como sea," Harry añadió apresuradamente, "Yo sí pensé lo


suficientemente rápido como para no sugerir la idea obvia sobre la
Piedra de la Resurrección en frente de Dumbledore. ¿Ha visto
alguna vez una piedra con una linea, dentro de un circulo, dentro de
un triangulo?"

El escalofrío mortal pareció retroceder, doblarse sobre sí mismo, al


tiempo que el ordinario Profesor Quirrell replicó. "No que yo lo
recuerde," el Profesor Quirrell añadió después de un rato, una
pensativa mueca sobre su rostro. "¿Esa es la Piedra de la
Resurrección?"

Harry dejó a un lado su taza de té, entonces dibujó sobre su platillo


el símbolo que había sobre el reverso de su capa. Y antes de que
Harry pudiera extraer su varita para lanzar el Encantamiento
Levitador, el platillo se fue flotando oblicuamente a través de la
mesa hacia el Profesor Quirrell. Harry realmente quería aprender
esa cosa de la magia sin varita, sin embargo eso, aparentemente,
estaba muy por encima de su actual currículum.

El Profesor Quirrell estudió el platillo para té de Harry por un


momento, luego sacudió su cabeza; y un momento después, el
platillo se fue flotando de regreso a Harry.

Harry puso su taza de té de regreso en el platillo, notando de


manera ausente que el símbolo que había dibujado se había
desvanecido. "Si por casualidad ve una piedra con ese símbolo,"
dijo Harry, "y sí habla con los que ya han muerto, déjeme saberlo.
Tengo unas cuantas preguntas para Merlín o cualquiera que viviera
en los tiempos de Atlantis."

"Comprendo," comentó el Profesor Quirrell. Luego el Profesor de


Defensa levantó su taza de té otra vez, y la sorbió hasta finalizar
todo lo que quedaba allí. "Por cierto, Sr. Potter, me temo que
tendremos que acortar la visita de hoy al Callejón Diagon. Estaba
esperando que sería - pero ya no importa. Que quede claro que hay
algo más que debo hacer esta tarde."

Harry asintió, y acabó su propio té, entonces se levantó de su silla al


mismo tiempo que el Profesor Quirrell.

"Una última pregunta," Harry añadió, mientras el abrigo del Profesor


Quirrell se elevaba a sí mismo del perchero e iba flotando hacia el
Profesor de Defensa. "La magia está suelta en el mundo, y ya no
confío en mis propias suposiciones como alguna vez lo hice. Así que
sobre su propia y mejor suposición y sin pretender ser sabio, ¿usted
cree que hay una vida después de la muerte?"
"Si lo hiciera, Sr. Potter," replicó el Profesor Quirrell pasándose el
abrigo sobre sus hombros, "¿seguiría yo aquí ?"

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

Nota de traductor en mi blog.


Anulacion Directa
Capítulo 41

Anulación Directa

El mordiente viento de Enero aulló alrededor de los vastos, limpios


muros de piedra que demarcaban los limites materiales del castillo
de Hogwarts, susurrando y silbando con extraños movimientos
mientras soplaba contra ventanas cerradas y torres de piedra. La
nieve más reciente había desaparecido casi por completo, pero
ocasionalmente parches de derretido y recongelado hielo seguían
pegándose a la superficie de piedra y destellaban con la reflejada
luz del sol. Desde la distancia, debía verse como si Hogwarts
estuviera parpadeando cientos de ojos.

Un repentino golpe de viento hizo retroceder a Draco, e intentó,


imposiblemente, presionar su cuerpo un poco más a la piedra, que
se sentía como hielo y olía como hielo. Un instinto completamente
inútil parecía convencido de que iba a ser arrojado a los muros
exteriores de Hogwarts, y que la mejor forma de prevenir esto era
retorcerse alrededor con reflejos involuntarios y posiblemente
vomitar.

Draco estaba intentando muy fuerte para no pensar en los seis pisos
de aire vacío por debajo de él, y enfocarse, más bien, en cómo iba a
matar a Harry Potter.

"Sabe, Sr. Malfoy," dijo la jovencita a su lado con una voz


convencional, "si una vidente me hubiera revelado que algún día
estaría colgando de los dedos en los muros de un castillo,
intentando no bajar la mirada o pensar en qué tan duro gritaría
Mamá si me pudiera ver, no hubiera tenido ni idea de cómo
sucedería, excepto que sería la culpa de Harry Potter."


Antes :

Los dos Generales aliados pasaron por encima del cuerpo de


Longbottom, sus botas pisando el suelo casi en perfecta sincronía.

Únicamente un soldado permanecía entre ellos y Harry, un chico de


Slytherin llamado Samuel Clamons, cuya mano estaba blanca y
aferrada sobre su varita, sostenida hacia arriba para mantener su
Muro Prismático. La respiración del chico era muy agitada, sin
embargo su expresión mostraba la misma fría determinación que
encendía los ojos de su general, Harry Potter, quien estaba de pie
atrás del Muro Prismático en un corredor sin salida que estaba al
lado de una ventana abierta, con sus manos misteriosamente
ocultas atrás de su espalda.

La batalla había sido ridículamente difícil, para un enemigo que


estaba siendo superado en número dos-a-uno. Debió haber sido
fácil, el Ejército Dragón y el Regimiento Rayo de Sol se habían
combinado fácilmente en las sesiones de práctica, habían
combatido el uno contra el otro lo bastante como para conocerse
muy bien en efecto. La Moral estaba alta, ambos ejércitos sabían
que en esta ocasión no estaban solamente luchando para ganar
para sí mismos, sino peleando por un mundo libre de traidores. A
pesar de las sorprendidas protestas de ambos generales, los
soldados del ejército fusionado insistieron en llamarse a sí mismos
el Ejérmiento Drayo Dramione, y produjeron parches para sus
insignias con una carita feliz envuelta en llamas.

Mas los soldados de Harry habían oscurecido sus propias insignias -


no se veía como pintura, más como si hubieran quemado esa parte
de sus uniformes - y lucharon a través de los niveles superiores de
Hogwarts con una furia desesperada. La fría ira que Draco a veces
había visto en Harry parecía haber introducido dentro de sus
soldados, y combatieron como si no se hubiera tratado de un juego.
Y Harry había vaciado entera su bolsa de trucos, como las diminutas
bolas de metal (Granger las había identificado como "bolas
rodadoras") sobre los pisos y las escaleras, haciéndolas
intransitables hasta que fueran limpiadas, sólo que el ejército de
Harry ya había practicado el Encantamiento Levitador coordinado y
podían hacer volar a sus propios miembros justo sobre los
obstáculos que habían hecho…

No podías traer al juego dispositivos de afuera, pero podías


Transformar cualquier cosa que desearas durante el juego, siempre
y cuando fuera seguro. Y eso no era justo cuando estabas
combatiendo a un chico criado por científicos, que conocía cosas
como bolas rodadoras y patinetas y cuerdas elásticas.

Y así habían llegado a esto.

Los sobrevivientes de las fuerzas aliadas habían arrinconado los


últimos remanentes del ejército de Harry Potter en un corredor sin
salida.

Weasley y Vincent se habían lanzado sobre Longbottom al mismo


tiempo, moviéndose juntos como habían practicado por semanas en
vez de horas, y de algún modo Longbottom había logrado
maldecirlos a ambos antes de desfallecer.

Y ahora eran Draco y Granger y Padma y Samuel y Harry, y por la


expresión de Samuel, su Muro Prismático no podía durar mucho
más.

Draco ya había levantado su varita hacia Harry, esperando a que el


Muro Prismático cayera bajo su propio peso; no había necesidad de
desperdiciar un Maleficio Perforador antes de eso. Padma alzó su
propia varita a Samuel, Granger apuntó la suya a Harry…

Harry seguía escondiendo sus manos detrás de su espalda, en lugar


de apuntarlos con su varita; y mirándolos con una cara que podría
haber estado labrada en hielo.

Podría haber sido una finta. Probablemente no lo era.

Hubo un breve, tenso silencio.


Y ahí fue cuando Harry habló.

"Soy el villano ahora," el jovencito amenazó con frialdad, "y si creen


que los villanos son fáciles de acabar, mejor piénsenlo de nuevo. Si
me derrotan cuando estoy luchando seriamente, permaneceré
derrotado; mas si pierden, estaremos haciendo esto una y otra vez."

El chico trajo sus manos adelante, y Draco vio que Harry estaba
usando guantes extraños, con un material grisáceo sobre las puntas
de los dedos, y hebillas que ajustaban los guantes a sus muñecas
con firmeza.

A un lado de Draco, la General Rayo de Sol quedó con la boca


abierta por el horror; y Draco, sin tan siquiera preguntar por qué,
disparó un Maleficio Perforador.

Samuel se tambaleó, dejó escapar un grito al trastabillar, sin


embargo mantuvo el Muro; y si Padma o Granger disparaban ahora,
gastarían sus propias fuerzas tanto que podrían haberlo perdido
todo.

"¡Harry!" gritó Granger. "¡No puedes hacerlo en serio!"

Harry ya estaba en movimiento.

Y mientras se escabullía por la ventana abierta, su voz fría dijo,


"Avancen si se atreven."

El viento helado aulló alrededor de ellos.

Las brazos de Draco estaban comenzando a sentirse cansados.

… Había resultado que, ayer, Harry le había demostrado a Granger


cuidadosamente exactamente como Transformar los guantes que él
estaba usando ahora mismo, que usaban algo llamado 'setas
gecko'; y cómo pegarlas a parches Transformados del mismo
material a las puntas de sus zapatos; y Harry y Granger habían, en
un inocente juego de niños, intentado trepar alrededor de las
paredes y del techo.

Y que, también ayer, Harry había equipado a Granger con un gran


total de exactamente dos dosis de Poción de Caída de Pluma para
que cargara con ella en su monedero, "sólo por si las dudas".

No que Padma los hubiera seguido, de todos modos. Ella no estaba


loca.

Draco despegó la mano derecha con maña, la estiró tanto como


pudo, y la estampó sobre la piedra otra vez. A su lado, Granger hizo
lo mismo.

Ya habían tragado la Poción de Caída de Pluma. Era doblar los


limites de las reglas del juego, pero la poción no se activaría a
menos que uno de ellos cayera realmente, y siempre y cuando no
cayeran ellos no estaban usando el objeto.

El Profesor Quirrell los estaba observando.

Los dos estaban perfectamente, completamente, absolutamente a


salvo.

Harry Potter, por otro lado, iba a morir.

"Me pregunto por qué Harry está haciendo esto," comentó la


General Granger en un tono reflexivo, al tiempo que despegaba las
puntas de los dedos de una mano en la pared con un sonido
viscoso. Su mano volvió a bajar para pegarse casi tan pronto como
la había levantado. "Tendré que preguntarle eso después de que lo
mate."

Era asombroso lo mucho que ellos dos estaban encontrando tener


en común.

Draco en verdad no tenía ganas de hablar, sin embargo se las


arregló para mascullar, a través de los dientes apretados, "Podría
tratarse de venganza. Por la cita."

"En serio," dudó Granger. "Después de todo este tiempo."

Pega. Despega.

"Muy dulce de su parte," añadió Granger.

Pega. Despega.

"Supongo que encontraré alguna forma verdaderamente romántica


de agradecérselo," juró Granger.

Pega. Despega.

"¿Qué tiene él contra ti ?" preguntó Granger.

Pega. Despega.

El viento helado aulló a su alrededor.

Uno podría pensar que se sentiría más seguro tener suelo bajo tus
pies de nuevo.

Pero si el suelo era un techo inclinado de azulejos con listones de


madera sin aserrar, el cual tenía mucho más hielo que el que había
en las paredes de piedra, y estabas corriendo por ahí a toda
velocidad…

Entonces estarías tristemente equivocado .

"¡Luminos!" gritó Draco.

"¡Luminos!" exclamó Granger.

"¡Luminos!" clamó Draco.


"¡Luminos!" bramó Granger.

La figura distante estaba esquivando y virando al tiempo que corría,


y ni uno solo de sus tiros lo alcanzó, sin embargo estaban ganando
terreno.

Hasta que Granger se resbaló.

Era inevitable, en retrospectiva, en la vida real no era posible correr


sobre tejados inclinados y congelados a una gran velocidad.

Y también inevitable, porque sucedió sin la más mínima reflexión,


que Draco se giró y agarró el brazo derecho de Granger, y la atrapó,
sólo que ella ya había perdido demasiado balance, ella estaba
cayendo y arrastrando a Draco consigo, todo pasó tan rápido -

Se produjo un fuerte, doloroso impacto, por el peso de Draco al


pegarse contra el tejado sumado al peso de Granger también, y si
ella hubiera caído un poco más cerca del borde lo podrían haber
logrado, mas en vez de eso su cuerpo se inclinó otra vez y sus
piernas se resbalaron y su otra mano sujetó frenéticamente…

Y así fue como Draco terminó sosteniendo el brazo de Granger en


un agarre desesperado, mientras que la otra mano de ella se asía
frenéticamente del borde del tejado y las puntas de los zapatos de
Draco se habían clavado en medio de una teja.

"¡Hermione!" la voz de Harry chilló distante.

"Draco," susurró la voz de Granger, y Draco bajó la vista.

Eso podría haber sido un error. Había mucho aire debajo de ella,
nada excepto aire, estaban en el borde de un tejado que sobresalía
de los muros principales de Hogwarts.

"Él va a venir a ayudarme," murmuró la chica, "sin embargo primero


va a usar Luminos con nosotros dos, no hay forma de que no lo
haga. Tienes que dejarme ir."
Debió haber sido la cosa más fácil del mundo.

No era más que una sangre sucia, sólo una sangre sucia, ¡una mera
sangre sucia!

¡No siquiera iba a salir lastimada !

… El cerebro de Draco no estaba escuchando a nada de lo que


Draco estaba diciendo ahora.

"Hazlo," Hermione Granger susurró, sus ojos brillando sin una pizca
de temor, "hazlo, Draco, hazlo, ¡tú puedes vencerlo por tu cuenta
tenemos que ganar Draco !"

Se produjo el sonido de alguien corriendo y que se estaba


acercando.

Oh, se racional…

La voz en la cabeza de Draco se escuchaba horrendamente similar


a las lecciones impartidas por Harry Potter.

¿… vas a permitir que tu cerebro gobierne tu vida?

Conclusión, 1:

Estaba requiriendo un poco de esfuerzo para Daphne Greengrass


mantenerse a sí misma callada, mientras Millicent Bulstrode
recontaba la historia en el cuarto común de las chicas de Slytherin
(un lugar confortable y templado en los calabozos que cruzaban
debajo del Lago de Hogwarts, con pescados nadando al lado de
cada ventana, y muebles en los que podías acostarte si lo querías).
Principalmente porque, en la opinión de Daphne, era una historia
perfectamente buena sin todas las mejoras de Millicent.

"¿Y entonces qué?" corearon Flora y Hestia Carrow.


"General Granger alzó la vista hacia él," Millicent continuó
dramáticamente, "y pronunció, '¡Draco! ¡Tienes que dejarme ir! No te
preocupes por mí, Draco, ¡prometo que estaré bien!' ¿Y qué
suponen ustedes que Malfoy hizo entonces?"

"¡Él respondió '¡Nunca!'," gritó Charlotte Wiland, "¡y la agarró con


más firmeza!"

Todas las chicas que estaban escuchando excepto Pansy Parkinson


asintieron.

"¡No!" reveló Millicent. "Él la dejó caer. Y luego dio un salto y le


disparó al General Potter. El fin."

Hubo una pausa paralizante.

"¡No puedes hacer eso!" protestó Charlotte.

"Ella es una sangre sucia," opinó Pansy, sonando confundida. "¡Por


supuesto que la dejó caer!"

"Bueno, Malfoy no debió haberla sujetado en primer lugar,


¡entonces!" replicó Charlotte. "Pero una vez que la agarró, ¡él tenía
que seguir sosteniéndola! ¡ Especialmente en la cara de un cierto
peligro aproximándose!" Tracey Davis, sentada al lado de Daphne,
estaba asintiendo para mostrar que estaba de acuerdo.

"No veo por qué," dijo Pansy.

"Eso es porque no tienes ni la más mínima pizca de romance dentro


de ti," replicó Tracey. "Además, no se puede andar por ahí dejando
caer a las chicas. Un chico que bota a una chica de ese modo… él
dejaría caer a cualquiera . Él te botaría a ti, Pansy."

"¿A qué te refieres, botarme ?" Pansy preguntó.

Daphne ya no lo pudo resistir más. "Sabes," Daphne añadió


siniestramente, "estás desayunando un día en nuestra mesa, y sin
previo aviso, Malfoy te suelta, ¡y estás cayendo de lo más alto de
Hogwarts! ¡Eso es lo que pasa!"

"¡Sí!" concordó Charlotte. "¡Él es un tirador de brujas!"

"¿Sabes por qué cayó Atlantis?" se mofó Tracey. "Porque alguien


como Malfoy la dejó caer, ¡ese es el por qué!"

Daphne bajo su voz. "De hecho… que tal si fue Malfoy el que hizo
que Hermione, o sea la General Granger, ¿se resbalara en primer
lugar? ¿Qué tal si se ha revelado para hacer que todos los hijos de
Muggle se tropiecen y caigan?"

"¿Estás insinuando que - ?" Tracey se quedó con la boca abierta.

"¡Correcto!" Daphne exclamó dramáticamente. "¿Qué tal si Malfoy


es - el heredero de Resbaladín ?"

"¡El próximo Señor Resbalón!" aulló Tracey.

Lo que era una linea demasiado buena para que alguna se quedara
callada, así que al caer la noche se había esparcido por todo
Hogwarts, y a la mañana siguiente era el encabezado del Quibbler .

Conclusión, 2:

Esa tarde Hermione se aseguró de ir al acostumbrado salón de


clases bien temprano, sólo para poder estar a solas, en una silla,
pacíficamente leyendo un libro, cuando Harry llegara allí.

Si había alguna forma en que una puerta crujiera de manera


apologética, así fue como crujió la puerta al abrirse.

"Este," inició la voz de Harry Potter.

Hermione siguió leyendo.


"Yo, este, como que lo siento, no era mi intención que en verdad te
cayeras del techo o algo así…"

Había sido una experiencia bastante entretenida, en realidad.

"Yo, ah… no tengo mucha experiencia pidiendo disculpas, me


arrodillaré si lo deseas, o te voy a comprar algo costoso, ¿Hermione
no sé cómo disculparme contigo por esto qué puedo hacer nada
más dime? "

Ella siguió leyendo el libro en silencio.

No era como si ella tuviera idea de cómo podía disculparse Harry,


tampoco.

Ahora mismo únicamente estaba sintiendo una especie de rara


curiosidad por lo que sucedería si seguía leyendo su libro por un
rato más.

Nota de Traductor

Vuelvo a poner las notas de traductor al final de los capítulos, la


razón para esto es que más personas leen aquí que en mi blog, y
por lo tanto no se terminan enterando de las cosas. Creo que
seguiré avisando en mi blog cuando publique un nuevo capítulo y
pondré los enlaces de interés que FFN no permite usar, en este
capítulo una lectura muy llamativa sobre las setas gecko.

Tengo un aviso importante. Aproximadamente durante una semana


no estaré trabajando en HPMOR porque estaré visitando a mi novia.
Tenemos una relación a distancia muy seria, y como ha pasado un
año desde nuestro último encuentro, tengo toda la intención de
pasar varios días sólo concentrándome en su compañía.

Considerando la extensión del siguiente episodio, diría que debería


haberlo terminado en dos semanas. Disculpas para los que sientan
que queda continuando en una parte tan intensa.

Tuve que pensar mucho para llegar a la traducción de Ejérmiento


Drayo Dramione. Lo que muestra la atención que pongo a los
detalles. Espero que les guste. Sólo por si no queda claro, es una
combinación de las palabras Ejército-Regimiento, Dragón-Rayo, y
Draco-Hermione.

Es prueba de lo hábil que es Harry, que haya luchado en igualdad


de términos contra las fuerzas combinadas de Dramione.

Todos los comentarios que me hacen los respondo con un mensaje


privado por FFN. O por la misma red social que me escriban. De
verdad apreció mucho que lean esta traducción, y pues los
comentarios son como una prueba fehaciente de que ustedes están
ahí disfrutando de esta aventura conmigo.

Creo que eso es todo por ahora. Les deseo mucha suerte a todos y
todas, ojala les haya gustado el Dramione, jaja.

Uy, el 6 de Junio cumplo 29 años, así que desde ya lucho contra los
sentimientos de vejez.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Coraje
Capítulo 42

Coraje

"¿Romántico?" Hermione dijo. "¡Ambos son chicos !"

"Vaya," Daphne replicó, sonando algo sorprendida. "¿O sea que los
Muggles realmente sí odian eso? Pensé que era algo que los
Mortífagos habían inventado."

"No," añadió una chica mayor de Slytherin que Hermione no


reconoció, "es verdad, tienen que casarse en secreto, y si alguna
vez son descubiertos, los queman en una estaca juntos. Y si eres
una chica que cree que es romántico, te queman también."

"¡Eso no puede ser!" objetó una chica de Gryffindor, mientras


Hermione intentaba descubrir que pronunciar ante eso. "¡No
quedaría ninguna chica Muggle entonces!"

Ella había seguido leyendo en silencio, y Harry Potter había seguido


procurando disculparse, y así se había interiorizado en Hermione
que Harry se había dado cuenta, posiblemente por primera vez en
su vida, que había hecho algo molesto; y que Harry, definitivamente
por primera vez en su vida, estaba aterrorizado al pensar que la
había perdido como una amiga; y ella comenzó a sentirse (a)
culpable y (b) preocupada por la dirección que los crecientes
ofrecimientos desesperados de Harry estaban tomando. Pero ella
seguía sin idea de qué tipo de disculpa era apropiada, así que
decidió que las chicas de Ravenclaw votarían al respecto - y esta
vez ella no arreglaría el resultado, aunque no mencionó esa parte -
a lo cual Harry había accedido instantáneamente.

Al día siguiente, prácticamente cada chica en Ravenclaw por encima


de los trece años había votado que Draco debía dejar caer a Harry.
Hermione se había sentido medianamente decepcionada de que
fuera tan simple, sin embargo era obviamente justo.

Ahora mismo, como fuera, de pie justo afuera de las grandes


puertas del castillo en medio de la mitad de la población femenina
de Hogwarts, Hermione estaba empezando a sospechar que había
cosas pasando aquí que ella no entendía y que desesperadamente
esperaba que ninguno de sus compañeros generales hubiera
escuchado jamás.

No podías ver realmente los detalles desde allá arriba, nada más el
hecho general de un mar de rostros femeninos expectantes.

"No tienes ni idea de qué va esto, ¿o sí?" preguntó Draco, sonando


divertido.

Harry había leído una buena cantidad de libros que no se suponía


que leyera, sin mencionar unos cuantos encabezados del Quibbler .

"¿Niño-Que-Vivió embaraza a Draco Malfoy?" propuso Harry.

"De acuerdo, sí sabes de que se trata," confirmó Draco. "¿Pensé


que los Muggles odiaban eso?"

"Únicamente los que son idiotas," contestó Harry. "Sin embargo,


este, no somos, ah, ¿un poco jóvenes ?"

"No demasiado jóvenes para ellas," respondió Draco. Espetó.


"¡Chicas!"

Caminaron silenciosamente hacia el borde del techo.

"Entonces yo estoy haciendo esto para vengarme de ti," dijo Draco,


"¿pero por qué estás haciendo esto tú ?"

La mente de Harry hizo un calculo a la velocidad de la luz,


sopesando los factores, si aún era demasiado pronto…
"¿Honestamente?" preguntó Harry. "Porque quería que ella trepara
las paredes de hielo, pero no era mi intención que cayera del techo.
Y, este, como que realmente sí me siento mal al respecto. O sea,
supongo que en verdad empecé a verla como una rival amistosa
después de un tiempo. Así que esta es una disculpa real hacia ella,
no un complot ni nada."

Hubo una pausa.

Entonces -

"Sí," admitió Draco. "Lo comprendo."

Harry no sonrió. Puede ser que hubiera sido la no-sonrisa más difícil
de su vida.

Draco observó el borde del techo, e hizo una mueca. "Esto va a ser
mucho más complicado de hacer a propósito que por accidente, ¿no
es así?"

La otra mano de Harry agarró el techo a causa de un reflejo


aterrorizado, sus dedos blancos sobre la fría, fría piedra.

Podías saber con tu mente consciente que habías bebido la Poción


de Caída de Pluma. Saberlo con tu mente inconsciente era un
asunto enteramente diferente.

Era tan aterrador como Harry había pensado que debió ser para
Hermione, lo que era justicia.

"Draco," habló Harry, controlar su voz no era fácil, pero las chicas de
Ravenclaw les habían pasado un guión, "¡Tienes que dejarme ir!"

"¡De acuerdo!" exclamó Draco, y soltó el brazo de Harry.

La otra mano de Harry araño el borde, y entonces, sin tomar


ninguna decisión, sus dedos fallaron, y Harry cayó.
Hubo un breve momento cuando el estómago de Harry intentó saltar
hacia su garganta, y su cuerpo intentó orientarse desesperadamente
ante la ausencia de alguna forma posible para hacerlo.

Hubo un breve momento cuando Harry pudo sentir la Poción de


Caída de Pluma surtiendo efecto, comenzando a bajar la velocidad,
una especie de temblorosa, mullida sensación.

Y entonces algo jaló a Harry y lo aceleró otra vez hacia abajo más
rápido que la gravedad -

La boca de Harry ya estaba abierta y empezó a gritar mientras una


parte de su cerebro intentaba pensar en algo creativo que pudiera
hacer, parte de su cerebro se esforzaba por calcular cuánto tiempo
le quedaba para ser creativo, y una diminuta parte trasera de su
cerebro se daba cuenta de que ni siquiera iba a finalizar el calculo
sobre el tiempo que le quedaba antes de estrellarse contra el suelo -

Harry estaba intentando desesperadamente controlar su


hiperventilación, y no estaban ayudándolo los chillidos de las chicas,
ahora yaciendo por grupos sobre el suelo y las unas sobre las otras.

"Santos cielos," dijo en hombre desconocido, el de las ropas viejas y


cara ligeramente cicatrizada, quien estaba sosteniendo a Harry en
sus brazos. "De todas las formas que imaginé en que podríamos
reencontrarnos algún día, no esperé que sería contigo cayendo del
cielo."

Harry recordó la última cosa que había visto, el cuerpo


desfalleciendo, y logró jadear, "Profesor… Quirrell…"

"Él estará bien dentro de un par de horas," informó el hombre


desconocido que cargaba a Harry. "Nada más está exhausto. No
hubiera pensado que fuera posible… tiene que haber derribado
como a doscientas estudiantes sólo para asegurarse que había
alcanzado a quien fuera que te hubiera echado el maleficio…"
Gentilmente, el hombre bajó a Harry y lo puso de pie, apoyándolo
por un rato.

Harry cuidadosamente se balanceó a sí mismo, y asintió al hombre.

Él lo soltó, y Harry prontamente se cayó.

El hombre lo ayudó a pararse de nuevo. Cerciorándose, a cada


momento, de ubicarse entre Harry y las chicas que se estaban
levantando del suelo, su cabeza constantemente observando en esa
dirección.

"Harry," el hombre inquirió en voz baja, y muy seriamente, "'¿tienes


alguna idea de por qué estas chicas podrían haber querido
matarte?"

"No asesinato," corrigió una voz cansada. "Únicamente estupidez."

Esta vez fue el hombre desconocido quien pareció a punto de


desmayarse, conmoción total sobre su rostro.

El Profesor Quirrell ya estaba sentado sobre la hierba en la que


había caído.

"¡Santos cielos!" espetó el hombre. "Usted no debería estar -"

"Sr. Lupin, su preocupación es exagerada. Ningún mago, sin


importar qué tan poderoso, lanza un Encantamiento tal usando
meramente la fuerza. Uno debe hacerlo siendo eficiente ."

Sin embargo, el Profesor Quirrell no se puso de pie.

"Gracias," Harry susurró. Y luego, "Gracias," hacia el hombre que


estaba a su lado.

"¿Qué sucedió?" interrogó el hombre.

"Debí haberlo previsto por mí mismo," el Profesor Quirrell explicó, su


voz erizada con desaprobación. "Algún número de chicas quiso
invocar al Sr. Potter hacia sus propios, particulares brazos.
Individualmente, supongo, todas ellas pensaron que estaban siendo
gentiles."

"Considérelo una lección sobre la preparación, Sr. Potter," advirtió el


Profesor Quirrell. "De no haber yo insistido en que hubiera más de
un adulto testificando este pequeño evento, y que ambos tuviéramos
nuestras varitas afuera, el Sr. Lupin no hubiera estado disponible
para hacerlo descender lentamente, y usted hubiera sido
gravemente lastimado."

"¡Señor!" protestó el hombre - el Sr. Lupin, aparentemente. "¡No


debería pronunciar tales cosas al niño!"

"Quien es -" Harry empezó a hablar.

"La única otra persona que estaba disponible para vigilar, aparte de
mí," explicó el Profesor Quirrell. "Le presento a Remus Lupin, quien
está aquí temporalmente para instruir a los estudiantes en el
Encantamiento Patronus. Aunque se me ha dicho que ustedes dos
ya se habían conocido."

Harry estudió al hombre, intrigado. Hubiera recordado esa cara


ligeramente cicatrizada, esa extraña, gentil sonrisa.

"¿Dónde nos conocimos?" preguntó Harry.

"En el Valle de Godric," respondió el hombre. "Cambié varios de tus


pañales."

La oficina temporal del Sr. Lupin era un pequeño cuarto de piedra


con un diminuto escritorio de madera, y Harry no podía ver sobre
qué estaba sentado el Sr. Lupin, sugiriendo que era un pequeño
banquillo igual al que estaba en frente de su escritorio. Harry supuso
que el Sr. Lupin no estaría en Hogwarts por mucho tiempo, o que
usaría mucho esta oficina, así que él le pidió a los elfos de casa que
no desperdiciaran esfuerzos. Enseñaba bastante de una persona
que intentara no molestar a los elfos de casa. Específicamente,
revelaba que había sido Seleccionado en Hufflepuff, ya que, hasta
donde Harry sabía, Hermione era la única no-Hufflepuff que se
preocupaba sobre molestar a los elfos de casa. (El propio Harry
consideraba que sus reparos eran harto tontos. Quien fuera que
hubiera creado a los elfos de casa en primer lugar había sido un
malvado innombrable, obviamente; pero eso no significaba que
Hermione estaba haciendo lo correcto ahora al negar a seres
conscientes el trabajo penoso que ellos habían sido moldeados para
disfrutar.)

"Por favor toma asiento, Harry," el hombre solicitó en voz baja. Su


túnica formal era de baja calidad, no del todo andrajosa, sin
embargo visiblemente gastada por el pasar del tiempo en una forma
que el simple Encantamiento Reparador no podía arreglar; raída era
la palabra que llegaba a la mente. Y a pesar de eso, de algún modo,
había una dignidad sobre él que no hubiera podido ser obtenida por
túnicas más finas y costosas, eso no hubiera encajado con túnicas
finas, esa era la exclusiva propiedad de lo raído. Harry había
escuchado sobre la humildad, mas nunca antes había visto la cosa
real - nada más la modestia satisfecha de las personas que
pensaban que era parte de su estilo de vida y querían que tú lo
notaras.

Harry se sentó sobre el pequeño banquillo de madera en frente del


corto escritorio del Sr. Lupin.

"Gracias por venir," el hombre apuntó.

"No, gracias a usted por salvarme," recató Harry. "Déjeme saber si


alguna vez necesita que se realice algo imposible."

El hombre pareció titubear. "Harry, puedo… ¿hacerte una pregunta


personal?"
"Puede preguntar, ciertamente," Harry contestó. "Tengo muchas
inquietudes para usted, también."

El Sr. Lupin asintió. "Harry, ¿tus padrastros te están tratando bien?"

"Mis padres," Harry corrigió. "Tengo cuatro. Michael, James,


Petunia, y Lily."

"Ah," suspiró el Sr. Lupin. Y luego, "Ah" otra vez. Estaba


parpadeando con mucha fuerza. "Yo… es bueno escuchar eso,
Harry, Dumbledore no le contó a ninguno de nosotros dónde
estabas… Temía que él hubiera pensado que estabas obligado a
tener padrastros malvados, o algo por el estilo… "

Harry no estaba del todo seguro de que la preocupación del Sr.


Lupin hubiera estado equivocada, considerando su primer encuentro
con Dumbledore; pero todo había resultado bastante bien, así que
no mencionó nada. "Qué hay de mis…" Harry buscó una palabra
que no los pusiera ni por encima ni por debajo… "¿ otros padres?
Quiero conocer, bueno, todo."

"Una ardua tarea," Expresó el Sr. Lupin. Pasó una mano a través de
su frente. "Bueno, comencemos por el principio. Cuando naciste,
James estaba tan feliz que no podía tocar su varita sin que brillara
de color dorado, durante una semana entera. Y aún después de
eso, cada vez que te cargaba, o veía que Lily te cargaba, o con tan
sólo pensar en ti, ocurriría de nuevo -"

Cada cierto tanto Harry miraba su reloj, y hallaba que otros treinta
minutos habían pasado. Se sentía ligeramente mal por hacer que
Remus se perdiera la cena, especialmente porque el propio Harry
nada más regresaría a las 7pm después, sin embargo eso no era
suficiente para detener a ninguno de los dos.

Finalmente Harry reunió a base de fastidio suficiente coraje para


inquirir el tema crítico, mientras Remus estaba en el medio de un
discurso extendido sobre el maravilloso Quidditch de James que
Harry no tenía el corazón para aplastar más directamente.

"Y fue ahí cuando," Remus explicó, sus ojos brillando


resplandecientes, "¡James logró hacer un triple Zambullido
Mulhanney en reversa con un giro hacia atrás extra ! Toda la
muchedumbre enloqueció, incluso algunos de los Hufflepuffs
estaban gritando -"

Supongo que tenías que estar ahí, Harry pensó - no que haber
estado ahí hubiera ayudado en modo alguno - e intervino, "¿Sr.
Lupin?"

Algo en la voz de Harry debió alcanzar al hombre, porque se detuvo


a la mitad de la frase.

"¿Era mi padre un abusón?" interrogó Harry.

Remus observó a Harry por un momento largo. "Por un tiempo,"


Remus respondió. "Se le pasó bastante rápido. ¿Dónde escuchaste
eso?"

Harry no replicó, estaba intentando pensar en algo verdadero para


decir que desviara la sospecha, sin embargo no pensó tan rápido.

"No importa," continuó Remus, y suspiró. "Puedo deducir quién." La


cara débilmente cicatrizada estaba arrugada por la desaprobación.
"Que cosa para comentarle a un -"

"¿Mi padre tenía alguna circunstancia extenuante?" Harry insistió.


"Una pobre vida en el hogar, ¿o algo por el estilo? O él era sólo…
¿naturalmente repugnante?" ¿Frío?

La mano de Remus peinó su cabello, el primer gesto nervioso que


Harry le había visto. "Harry," Remus dijo, "¡no puedes juzgar a tu
padre por lo que hizo cuando era un niño!"

" Yo soy un niño," Harry replicó, "y me juzgo a mí mismo ."


Remus parpadeó dos veces ante eso.

"Quiero saber por qué," Harry prosiguió. "Quiero comprender,


porque para mí, ¡parece que no hay ninguna excusa posible para
eso!" La voz temblando un poco. "Por favor dígame cualquier cosa
que sepa sobre por qué lo hizo, aún si no suena bien." Así yo no
caeré en la misma trampa, sea cual sea.

"Era lo que tú hacías si pertenecías a Gryffindor," Remus declaró,


lentamente, reluctante. "Y… Yo no lo pensé así en el pasado, creí
que era lo contrario, pero… pudo haber sido Black quien hizo que
James se aficionara a eso, en verdad… Black deseaba tanto
mostrarle a todos que estaba en contra de Slytherin, veras, todos
queríamos creer que la sangre no era el destino -"

"No, Harry," rechazó Remus. "desconozco el por qué Black persiguió


a Peter en vez de correr. Fue como si ese Black realizara una
tragedia nada más por el bien de la tragedia." La voz del hombre era
inestable. "No hubo pista, ni advertencia, todos nosotros pensamos -
pensar lo que iba a ser -" La voz de Remus se cortó.

Harry estaba llorando, no podía evitarlo, dolía más cuando lo


escuchabas de la boca de Remus que otra cosa que hubiera sentido
antes. Harry había perdido dos padres que no recordaba, conocidos
únicamente a través de historias. Remus Lupin había perdido a sus
cuatro mejores amigos en menos de veinticuatro horas; y para la
perdida del último amigo que le quedaba, Peter Pettigrew, no había
existido razón alguna.

"A veces me duele pensar que está en Azkaban," Remus finalizó, su


voz era casi un susurro. "Estoy feliz, Harry, de que a los Mortífagos
no se les permita tener visitantes. Significa que no tengo que
sentirme avergonzado por no ir."

Harry tuvo que tragar saliva varias veces antes de poder hablar.
"¿Puede contarme sobre Peter Pettigrew? Él era el amigo de mi
padre, y parece - que yo debería saber, que debería recordarlo -"

Remus asintió, agua titilando en sus propios ojos. "Creo, Harry, que
si Peter hubiera sabido que terminaría de ese modo -" la voz del
hombre se atragantó. "Peter le tenía más miedo al Señor Oscuro
que cualquiera de nosotros, y de haber sabido que terminaría así,
no creo que lo hubiera hecho. Sin embargo Peter conocía el riesgo,
Harry, conocía que el riesgo era real, que podía pasar, y aún así
permaneció al lado de James y Lily. Cuando estuve en Hogwarts
solía cuestionarme por qué Peter no había sido seleccionado en
Slytherin, o quizá Ravenclaw, porque Peter adoraba tanto los
secretos, no podía resistirlos, descubriría cosas de las personas,
cosas que querrían mantener escondidas -" Una expresión burlona y
seca recorrió brevemente la cara de Remus. "Mas él no usaba esos
secretos, Harry. Él sólo quería saber. Y entonces la sombra del
Señor Oscuro cayó sobre todo, y Peter se quedó con James y Lily y
puso sus talentos para un buen uso, y comprendí por qué el
Sombrero lo había enviado a Gryffindor." La voz de Remus se puso
fiera, y orgullosa. "Es fácil estar del lado de tus amigos si eres un
héroe como Godric, intrépido y fuerte como las personas creen que
tendrían que ser los Gryffindors. Pero si Peter tenía más miedo que
todos nosotros, ¿no lo hace eso también el más valiente?"

"Sí lo hace," Harry concordó. Su propia voz se le iba casi al punto de


no poder hablar. "Si pudiera, Sr. Lupin, si tiene tiempo, hay alguien
más que creo debería escuchar la historia de Peter Pettigrew, un
estudiante de primer año en Hufflepuff, llamado Neville Longbottom."

"El hijo de Alice y Frank," dijo Remus, su voz poniéndose triste. "Ya
veo. No es una historia feliz, Harry, pero puedo contarla de nuevo, si
crees que lo ayudara."

Harry asintió.

Cayó un breve silencio.

"¿Acaso Black tenía algún asunto sin terminar con Peter Pettigrew?"
Harry preguntó. "¿ Algo que lo haría buscar al Sr. Pettigrew, aún si
no era un asunto de vida o muerte? ¿Como un secreto que el Sr.
Pettigrew conociera, que Black quería también averiguar, o querría
matarlo para esconderlo?"

Algo brilló en los ojos de Remus, sin embargo el hombre maduro


sacudió su cabeza, y respondió, "No realmente."

"Eso significa que sí hay algo," dedujo Harry.

Esa sonrisa burlona y seca apareció de nuevo por debajo del bigote
parcialmente gris. "Tienes un poco de Peter dentro de ti, ya veo.
Mas no es importante, Harry."

"Soy un Ravenclaw, no se supone que resista la tentación de los


secretos. Y," Harry añadió seriamente, "si era algo digno de
provocar que Black fuera capturado, no puedo evitar pensar que
podría ser importante."

Remus asintió con mucha incomodidad. "Supongo que te lo podría


revelar cuando seas mayor, pero en serio, Harry, ¡ no es importante!
Nada más algo de nuestros días de escuela."

Harry no estaba seguro de qué lo había llevado en la dirección


correcta; pudo haber sido algo en el tono nervioso de Remus, o la
forma en que el hombre pronunció cuando seas mayor, lo que
encendió el repentino salto de intuición de Harry…

"De hecho," declaró Harry, "pienso que ya lo descubrí, lo siento."

Remus levantó sus cejas. "¿Lo hiciste?" Se oía un poco escéptico.

"Eran amantes, ¿no es así?"

Se produjo una pausa incomoda.

Remus asintió lenta, gravemente.

"Una vez," Remus explicó. "Hace mucho tiempo. Un asunto triste,


que terminó en una vasta tragedia, o así nos pareció cuando
estábamos jóvenes." La infeliz confusión era palpable en su rostro.
"Sin embargo había pensado que desde hace tiempo eso había
quedado finalizado y enterrado bajo una amistad adulta, hasta el día
en que Black asesinó a Peter."

Nota de Traductor

Sobre el capítulo, tengo que decir que encuentro muy gracioso las
burlas a las chicas que gustan del yaoi, sobretodo porque en un
género que le apasiona a mi novia con locura. Pero, por el bien de
no esparcir prejuicios, siento la necesidad de añadir aquí un spoiler:
sí hubo una mente perversa y maestra detrás del ataque a Harry, y
las románticas chicas no fueron más que un instrumento .

Me gusta mucho el adjetivo de humilde que se le otorga a Lupin,


concuerdo 100%.

Este capítulo se tardó el doble de tiempo que había calculado. He


tenido días demasiado locos. Espero que los siguientes sean un
poco más regulares, porque el próximo episodio es largo, y por muy
veloz que lo traduzca el tiempo mínimo serán dos semanas a partir
de mañana.

Les puedo adelantar que se vienen eventos muy interesantes y


oscuros en HPMOR para los siguientes capítulos. Por toda pista, les
dejo dos palabras: ¡Expecto Patronum!

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Humanismo Parte 1
Capítulo 43

Humanismo, Parte 1

El gentil sol de Enero brilló sobre los campos helados a las afueras
de Hogwarts.

Para algunos estudiantes era una hora de estudio, y otros habían


sido dejados por fuera de clase. Los de primer año que se habían
apuntado estaban practicando un cierto hechizo, un hechizo que era
mejor aprendido en el exterior, debajo del sol y un cielo azul y
despejado, en vez de estar confinado dentro de un salón de clases.
Galletas y limonada también eran considerados provechosos.

Los gestos iniciales del hechizo eran complicados y precisos;


girabas tu varita una, dos, tres, y cuatro veces con pequeñas
inclinaciones exactamente en los ángulos relativos correctos,
desplazabas tu dedo índice y pulgar exactamente a las distancias
correctas…

El Ministerio consideraba que esto significaba que era fútil intentar


enseñar a cualquier el hechizo antes de llegar a quinto año. Habían
algunos casos de niños jóvenes que lo aprendieron, y esto había
sido descartado como "genialidad".

Podría no haber sido una forma muy amable de ponerlo, pero Harry
estaba empezando a ver por qué el Profesor Quirrell había
declarado que el Comité Curricular del Ministerio hubiera sido de
mayor beneficio para los hechiceros de haber sido usados como
relleno sanitario.

Así que los gestos eran complicados y delicados. Eso no impedía


que lo aprendieras cuando tenías once. Significaba que tenías que
ser extra cuidadoso y practicar cada parte mucho más de lo usual,
eso era todo.

La mayoría de Encantamientos que únicamente podían ser


aprendidos por estudiantes mayores eran de ese modo porque
requerían más fuerza mágica de lo que cualquier estudiante joven
podía reunir. Sin embargo ese no era el caso del Encantamiento
Patronus, no era difícil porque necesitara demasiada magia, era
difícil porque requería más que mera magia.

Necesitaba de los cálidos, felices sentimientos que guardabas cerca


de tu corazón, las memorias amorosas, un tipo diferente de fuerza
que no requerías para los hechizos ordinarios.

Harry giró su varita una, dos, tres y cuatro veces, movió sus dedos
exactamente a las distancias correctas…

"Buena suerte en la escuela, Harry. ¿Crees que te compré


suficientes libros?"

"Nunca puedes tener suficientes libros… mas ciertamente lo


intentaste, fue realmente, realmente, de verdad un buen intento…"

Había traído lágrimas a sus ojos, la primera vez que Harry lo había
recordado e intentó poner eso dentro del hechizo.

Harry extrajo la varita y la esgrimió, un gesto que no tenía que ser


preciso, únicamente audaz y desafiante.

"¡Expecto Patronum!" gritó Harry.

Nada pasó.

Ni siquiera una chispa de luz.

Cuando Harry alzó la vista, Remus Lupin seguía estudiando la


varita, una expresión más bien turbada sobre su cara ligeramente
cicatrizada.
Finalmente Remus sacudió su cabeza. "Lo lamento, Harry," el
hombre comentó con calma. "Tus movimientos de varita fueron
exactamente correctos."

Y no se produjo un chispazo de luz en ningún otro lugar, tampoco,


porque todos los de primer año que se suponía debían practicar sus
Encantamientos de Patronus en su lugar habían estado fisgoneando
de reojo a Harry.

Las lagrimas amenazaban con regresar a los ojos de Harry, y no


eran lágrimas felices. De todas las cosas, de todas las cosas, Harry
nunca había esperado esto.

Había algo horriblemente humillante sobre ser informado que no


eras lo suficientemente feliz.

¿Qué tenía Anthony Goldstein dentro que Harry no, que hacía que
la varita de Anthony brillara con esa luz tan resplandeciente?

¿Acaso Anthony amaba más a su propio padre?

"¿Qué pensamiento estabas usando para invocarlo?" inquirió


Remus.

"Mi padre," Harry dijo, su voz temblando. "Le pedí que me comprara
algunos libros antes de venir a Hogwarts, y lo hizo, y eran costosos,
y entonces me preguntó si eran suficientes -"

Harry no procuró explicar el lema de la familia Verres.

"Descansa un poco antes de intentar con un pensamiento diferente,


Harry," explicó Remus. Hizo un gesto hacia donde estaban sentados
algunos otros estudiantes que estaban sentados sobre el suelo,
viéndose decepcionados o avergonzados o arrepentidos. "No serás
capaz de lanzar un Encantamiento Patronus mientras te sientas
avergonzado de no estar lo suficientemente agradecido." Había
gentil compasión en la voz del Sr. Lupin, y por un momento, Harry
sintió deseos de golpear algo.
En vez de eso Harry se giró, y se arrastró hacia donde los otros
fracasos estaban sentados. Los otros estudiantes cuyos
movimientos de varita también habían sido proclamados perfectos, y
quienes ahora se suponían debían estar buscando por
pensamientos más felices; a juzgar por su apariencia no estaban
haciendo mucho progreso. Había muchas túnicas con bordes
azules, y un puñado de rojas, y una solitaria chica de Hufflepuff que
seguía llorando. Los Slytherins ni siquiera se habían molestado en
aparecer, excepto por Daphne Greengrass y Tracey Davis, quienes
todavía estaban esforzándose por aprender los gestos.

Harry se dejó caer sobre la muerta y fría hierba del invierno, al lado
de la estudiante cuyo fracaso lo había sorprendido más.

"Así que no pudiste hacerlo tampoco," Hermione apuntó. Ella había


abandonado el campo al principio, pero había regresado al rato, y
tenías que ver de cerca sus ojos enrojecidos para observar que
había estado llorando.

"Yo," Harry titubeó, "yo, probablemente me sentiría mucho peor al


respecto si tú no hubieras fallado, tú eres la más bondadosa,
persona que yo conozco, que jamás conocí, Hermione, y si tú
tampoco puedes hacerlo, significa que yo todavía podría ser, ser
bueno…"

"Debí haber ido a Gryffindor," Hermione susurró. Parpadeó un par


de veces, pero no se limpió los ojos.

El chico y la chica caminaron juntos, definitivamente no cogidos de


las manos, mas cada uno extrayendo un tipo de fuerza de la
presencia del otro, algo que les permitía ignorar los susurros de sus
compañeros de año, mientras caminaban a través del pasillo
aproximándose a las grandes puertas de Hogwarts.

Harry no había sido capaz de lanzar el Encantamiento Patronus sin


importar que pensamiento feliz intentara. Las personas no
parecieron sorprendidas por eso, lo que lo hacía mucho peor.
Hermione tampoco había sido capaz de hacerlo. Las personas
habían estado muy sorprendidas por eso, y Harry había visto que
ella empezaba a recibir las mismas miradas de reojo que él. Los
otros Ravenclaws que habían fallado no estaban recibiendo esas
miradas. Sin embargo Hermione era la General Rayo de Sol, y sus
fans la estaban tratando como si les hubiera fallado, de algún modo,
como si hubiera roto una promesa que nunca hizo.

Los dos habían ido a la biblioteca para investigar el Encantamiento


Patronus, que era la forma de Hermione para lidiar con el estrés,
como también era a veces la de Harry. Estudiar, aprender, procurar
comprender por qué…

Los libros habían confirmado lo que el Director le había contado a


Harry; a menudo, magos que no eran capaces de lanzar el
Encantamiento Patronus durante las practicas serían capaces de
hacerlo en presencia de un Dementor real, yendo desde una falla
absoluta hasta lograr un Patronus corpóreo completo. Desafiaba
toda la lógica, el aura de temor del Dementor debería hacer más
complicado esgrimir un pensamiento feliz; pero así es como eran las
cosas.

Así que los dos iban a darle un último intento, no era posible que
ninguno de los dos lo intentaran una vez más.

Era el día en que el Dementor fue a Hogwarts.

Antes, Harry había Transformado la roca de su padre de donde


descansaba usualmente sobre el anillo de su dedo meñique en la
forma de un diminuto diamante, y ubicó la enorme piedra gris de
vuelta en su monedero. Nada más en caso de que la magia de
Harry le fallara por completo, cuando confrontara a las más oscuras
de todas las criaturas.

Harry ya había comenzado a sentirse pesimista, y él ni siquiera


estaba en frente de un Dementor todavía.
"Apuesto que tú puedes hacerlo y yo no," Harry declaró
murmurando. "Apuesto que eso pasa."

"Se sintió incorrecto para mí," Hermione anunció, su voz aún más
baja que la de él. "Lo intenté esta mañana y me di cuenta. Cuando
estaba agarrando la varita al final, aún antes de pronunciar las
palabras, se sintió incorrecto."

Harry no replicó nada. Había sentido lo mismo, desde el inicio,


aunque había necesitado otros cinco intentos usando otros cinco
pensamientos felices antes de que hubiera sido capaz de
reconocerlo. Cada vez que sostenía su varita, se sentía hueco; el
hechizo que estaba procurando aprender no encajaba consigo
mismo.

"No quiere decir que vamos a ser Magos Oscuros," habló Harry.
"Muchas personas que no pueden lanzar el Encantamiento Patronus
no son Magos Oscuros. Godric Gryffindor no era un Mago
Oscuro…"

Godric había vencido Magos Oscuros, luchado para proteger a los


comunes de las Casas Nobles y a los Muggles de los magos. Había
tenido muchos amigos verdaderos, y perdido no menos que la mitad
en una buena causa u otra. Escuchaba los gritos de los heridos, en
los ejércitos que construyó para defender a los inocentes; jóvenes
magos de coraje se habían reunido ante su llamada, y después él
los había enterrado. Hasta que finalmente, cuando su hechicería
había empezado a fallarle a causa d ella avanzada edad, agrupó a
los otros tres magos más poderosos de su era para elevar a
Hogwarts desde el suelo desnudo; el gran logro del nombre de
Godric no era sobre la guerra, cualquier tipo de guerra, sin importar
que tan justa. Fue Salazar, y no Godric, quien enseñó la primera
clase de Batalla Mágica en Hogwarts. Godric había enseñado la
primera clase de Herbología en Hogwarts, la magia de hacer brotar
vida verde.

Hasta el final de sus días él nunca fue capaz de invocar el


Encantamiento Patronus.
Godric Gryffindor había sido un buen hombre, no uno feliz.

Harry no creía en la angustia, no podía soportar leer sobre héroes


llorones, sabía que un billón de otras personas en el mundo
hubieran dado cualquier cosas para intercambiar lugares con él, y…

Y en su lecho de muerte, Godric le había contado a Helga (porque


Salazar lo había abandonado, y Rowena murió antes que él) que no
se arrepentía de nada, y no iba a advertir a nadie de que no siguiera
sus pasos, nadie debía aseverar jamás que él había pedido que no
siguieran sus pasos. Si había sido lo correcto de hacer para él,
entonces no le diría a nadie que escogiera incorrectamente, ni
siquiera al más joven estudiante en Hogwarts. Y para aquellos que
de todos modos sí siguieran sus pasos, esperaba que recordaran
que Gryffindor le había explicado a su Casa que estaba bien para
ellos ser más felices que él. Que rojo y dorado serían colores
brillantes y cálidos, de ahora en adelante.

Y Helga le había prometido, sollozando, que cuando ella fuera


Directora se aseguraría de ello.

Una vez que Godric murió, no dejó un fantasma detrás suyo; y Harry
había empujado el libro de vuelta a Hermione y se alejó un poco,
para que ella no lo viera llorar.

No hubieras pensado que un libro con un título tan inocente como


"El Encantamiento Patronus: Magos Que Podían y No Podían" sería
el libro más triste que Harry había leído jamás.

Harry…

Harry no quería eso.

Estar en ese libro.

Harry no quería eso.


El resto de la escuela parecía pensar que No Patronus indicaba
Mala Persona, directo y simple. De algún modo el hecho de que
Godric Gryffindor tampoco había sido capaz de lanzar el
Encantamiento Patronus no parecía repetirse. Tal vez las personas
no hablaban de eso para respetar su último deseo, Fred y George
probablemente no lo sabían y Harry ciertamente no quería contarles.
O tal vez las otras fallas no lo mencionaban porque era menos
vergonzoso, la perdida menor de orgullo y reputación, que pensaran
que eran Oscuro en vez de infeliz.

Harry vio que Hermione, a su lado, estaba parpadeando con fuerza;


y se preguntó si ella estaría pensando en Rowena Ravenclaw, quien
también amaba los libros.

"De acuerdo," Harry susurró. "Pensamientos más felices. Si lograras


hacer un Patronus totalmente corpóreo, ¿cuál animal crees que
sería?"

"Una nutria," Hermione dijo en el acto.

"¿Una nutria ?" Harry murmuró con incredulidad.

"Sí, una nutria," repitió Hermione. "¿Qué hay de ti?"

"Halcón peregrino," Harry informó sin titubear. "Puede caer en


picada a más de trescientos kilómetros por hora, es la criatura
viviente más rápida que hay." El halcón peregrino había sido el
animal favorito de Harry desde siempre. Harry estaba determinado a
convertirse en Animago algún día, sólo para conseguir esa forma, y
volar por la fuerza de sus propias alas, y ver la tierra desde arriba
con ojos más finos… "¿Pero por qué una nutria ?"

Hermione sonrió, mas no explicó nada.

Y las vastas puertas de Hogwarts se abrieron de par en par.

Caminaron por un rato, los niños, sobre un sendero que llevaba


hacia el bosque prohibido, y continuaron a través del bosque mismo.
El Sol estaba bajando cerca al horizonte, las sombras largas, la luz
solar filtrada por las ramas desnudas de los árboles invernales;
porque era Enero, y los de primer año los últimos en aprender, ese
día.

Entonces el camino serpenteó y cogió una nueva dirección, y todos


lo vieron en la distancia, el claro en el bosque, y el seco suelo
invernal, amarillenta hierba seca emblanquecida por unos cuantos
remanentes de nieve.

Las figuras humanas todavía pequeñas a la distancia. Los dos


puntos de confusa luz blanca proveniente de los Patronus de los
Aurores, y el punto de luz plateada más brillante del Director, al lado
de algo…

Harry entrecerró los ojos.

Algo…

Debió ser puramente la imaginación de Harry, porque no podía ser


posible para un Dementor tener alcance más allá de tres Patronus
corpóreos, sin embargo él pensó que podía sentir un toque de vacío
cepillando su mente, cepillando directo el suave centro interior de sí
mismo sin ningún respeto por las barreras de Oclumancia.

Seamus Finnigan estaba pálido y tembloroso cuando se reunió con


los estudiantes nerviosos sobre la mojada, nevada y manchada
hierba. El Encantamiento Patronus de Seamus había sido exitoso,
pero estaba ese intervalo cuando el Director disipaba su propio
Patronus y cuando se suponía que debías lanzar el tuyo propio,
cuando encarabas el miedo del Dementor sin escudo.

Hasta veinte segundos de exposición a cuatro metros de distancia


era ciertamente seguro, aún para un mago de once años con
resistencia débil y un cerebro todavía en desarrollo. Había mucha
variedad en qué tan duro el poder de un Dementor golpeaba a las
personas, lo que era otra cosa no comprendida del todo; pero veinte
segundos era definitivamente seguro.

Cuarenta segundos de exposición al Dementor a cuatro metros


posiblemente sería suficiente como para causar daño permanente,
aunque únicamente en los sujetos más sensibles.

Era un entrenamiento arduo incluso para los estándares de


Hogwarts, donde la forma de aprender a volar sobre un hipogrifo era
arrojarte contra uno y que te ordenaran avanzar. Harry no era un fan
de la sobreprotección, y si te fijabas entre la diferencia de madurez
entre un Hogwarts de cuarto año y un Muggle de catorce años, era
claro que los Muggles estaban mimando a sus niños… sin embargo
el propio Harry había comenzado a preguntarse si esto era pasarse
de la raya. No toda herida podía curarse al final.

Mas si no podías lanzar el hechizo bajo estas condiciones,


significaba que no podías confiar en usar el Encantamiento Patronus
para defenderte a ti mismo; el exceso de confianza era mucho más
peligroso en los magos que en los Muggles. Los Dementores podían
drenar tu magia y tu vitalidad física, no sólo los pensamientos
felices, lo que indicaba que podrías no ser capaz de Desaparecer si
esperabas demasiado, o si no reconocías el temor cercano hasta
que el Dementor estuviera dentro del rango del ataque. (Durante su
lectura, Harry había descubierto con considerable horror que
algunos libros afirmaban que el Beso del Dementor devoraría tu
alma y que esta era la razón para el permanente coma inconsciente
en que quedaban las víctimas. Y que los magos que creían en esto
habían usado deliberadamente el Beso del Dementor para ejecutar
criminales . Era cierto que algunos tan llamados criminales eran
inocentes, y aún si no lo fueran, ¿destruir sus almas? Si Harry
hubiera creído en almas, él habría… pantalla en blanco, nada más
no podía pensar en una respuesta apropiada para eso.)

El Director estaba tomando la seguridad seriamente, e igualmente lo


hacían los tres Aurores en guardia. Su líder era un hombre de
aspecto Asiático, solemne sin ser siniestro, Auror Komodo, cuya
varita nunca abandonaba su mano. Su Patronus, un orangután de
sólida luz de luna, caminaba de un lado al otro entre el Dementor y
los de primer año aguardando su turno; a un lado del orangután se
movía una resplandeciente pantera blanca del Auror Butnaru, un
hombre con una expresión perforadora, largo cabello negro en cola
de caballo, y una larga barba trenzada de chivo. Aquellos dos
Aurores, y sus dos Patronus, estaban todos contemplando al
Dementor. En el lado opuesto de los estudiantes estaba esperando
en descanso el Auror Goryanof, alto y delgado y pálido sin afeitar,
sentado sobre una silla que había conjurado sin palabra o varita, y
manteniendo una cara de poker de mente ausente mientras
escaneaba la escena entera. El Profesor Quirrell se había
presentado no mucho después de que los de primer año iniciaran
sus intentos, y sus ojos nunca se alejaron demasiado de Harry. El
diminuto Profesor Flitwick, quien había sido un campeón duelista,
estaba jugueteando con su varita sin fijarse; y sus ojos, asomándose
desde adentro de la enorme barba esponjosa que servía como su
cara, permanecían enfocados sobre el Profesor Quirrell.

Y debió ser la imaginación de Harry, mas el Profesor Quirrell parecía


flaquear ligeramente cada vez que el Patronus del Director se
desvanecía para probar al siguiente estudiante. Tal vez el Profesor
Quirrell estaba imaginando el mismo efecto placebo que Harry, esa
resaca de una caricia vacía en su mente.

"Anthony Goldstein," llamó la voz del Director.

Harry caminó con calma hacia Seamus, al tiempo que Anthony


empezó a acercarse al fénix de brillante plata, y… lo que fuera que
estaba debajo de la capa andrajosa.

"¿Qué viste?" Harry le preguntó a Seamus en voz baja.

Muchos estudiantes no le habían respondido a Harry, cuando intentó


reunir los datos; sin embargo Seamus era Finnigan de Caos, uno de
los tenientes de Harry. Quizá no era justo, pero…

"Muerte," declaró Seamus con un susurro, "grisácea y resbalosa…


muerte dejada dentro del agua por mucho tiempo… "
Harry asintió. "Eso es lo que muchas personas ven," Harry afirmó.
Proyectaba confianza, aunque era falsa, porque Seamus la
necesitaba. "Ve y come algo de chocolate, te sentirás mejor."

Seamus asintió y se arrastró hacia la mesa de dulces sanadores.

"¡Expecto Patronum!" chilló la voz de un joven niño.

Hubo gritos de conmoción, incluso de los propios Aurores.

Harry se giró para mirar -

Había una brillante ave plateada ubicada entre Anthony Goldstein y


la jaula. El ave levantó su cabeza y soltó un chillido, y el chillido
también era plateado, tan luminoso y duro y tan bello como el metal.

Y algo en la parte de atrás de la mente de Harry dijo, si ese es un


halcón peregrino, voy a estrangularlo mientras duerme.

Silencio, Harry le espetó al pensamiento, ¿quieres que seamos un


Mago Oscuro?

¿Cuál es el punto? Vas a terminar como uno eventualmente.

Eso… no era algo que Harry hubiera pensado usualmente…

Es el efecto placebo, Harry se repitió a sí mismo. El Dementor de


hecho no puede llegar hasta mí a través de tres Patronus corpóreos,
nada más estoy imaginando lo que yo creo que es. Cuando en
verdad encare al Dementor, se sentirá completamente diferente, y
entonces sabré que yo estaba siendo un tonto antes.

Un ligero escalofrío descendió por la espina dorsal de Harry, porque


tenía el presentimiento de que sí, sería completamente diferente, y
no en una dirección positiva.

El resplandeciente fénix de plata se cristalizó de nuevo en existencia


desde la varita del Director, el ave menor desapareció; y Anthony
Goldstein empezó a retroceder.
El Director estaba acompañando a Anthony en vez de llamar el
siguiente nombre, el Patronus esperando atrás para vigilar al
Dementor.

Harry miró hacia donde Hermione estaba de pie, justo detrás de la


luminosa pantera. El turno de Hermione hubiera sido el siguiente,
mas aparentemente acababa de ser retrasado.

Ella se veía estresada.

Antes, ella le había pedido amablemente a Harry que por favor


dejara de intentar calmarla.

Dumbledore estaba sonriendo ligeramente al escoltar a Anthony de


regreso con los otros; únicamente sonriendo ligeramente, porque el
Director se veía muy, muy cansado.

"Increíble," dijo Dumbledore con una voz que sonaba mucho más
débil que su acostumbrado tronido. "Un Patronus corpóreo, en su
primer año. Y un asombroso número de éxitos entre otros
estudiantes jóvenes. Quirinus, debo reconocer que has probado tu
punto."

El Profesor Quirrell inclinó su cabeza. "Una deducción lo


suficientemente simple, debo creer. Un Dementor ataca a través del
miedo, y los niños son menos temerosos."

"¿ Menos temerosos?" inquirió el Auror Goryanof desde donde


estaba sentado.

"Eso mismo dije yo," respondió Dumbledore. "Y el Profesor Quirrell


señaló que los adultos tienen más coraje, no menos para temer;
pensamiento que, confieso, nunca se me había ocurrido antes."

"Esa no fue mi frase precisamente," el Profesor Quirrell corrigió


secamente, "pero explica lo necesario. ¿Y el resto de nuestro
acuerdo, Director?"
"Como acordamos," Dumbledore contestó reluctante. "Admito que
no estaba esperando perder esa apuesta, Quirinus, sin embargo has
demostrado tu sabiduría."

Todos los estudiantes estaban mirándolos, intrigados; excepto


Hermione, quien estaba contemplando en dirección de la jaula y la
alta túnica decadente; y Harry, quien estaba vigilando a todos, ya
que se estaba imaginando a sí mismo sintiéndose paranoico.

El Profesor Quirrell explicó, con un tono que no invitaba a más


comentarios, "Se me permite enseñar la Maldición Asesina a los
estudiantes que deseen aprenderlo. Lo que los pondrá
considerablemente más a salvo de Magos Oscuros y otras pestes, y
es tonto pensar que de todos modos ellos no conocerán magias
peligrosas." El Profesor Quirrell hizo una pausa, sus ojos
entrecerrados. "Director, respetuosamente observaré que usted no
tiene buen aspecto. Sugiero que deje el resto de las tareas del día al
Profesor Flitwick."

Dumbledore sacudió su cabeza. "Casi hemos terminado, Quirinus.


Yo aguantaré."

Hermione se había aproximado a Anthony. "Capitán Goldstein," ella


pidió, y su voz tembló nada más un poco, "¿puede darme algún
consejo?"

"No tengas miedo," Anthony declaró con firmeza. "No pienses sobre
nada que intente hacerte pensar. No sólo estas agarrando la varita
en frente de ti como un escudo contra el miedo, estás esgrimiendo
una varita para alejar el miedo, así es cómo conviertes un
pensamiento feliz en algo sólido…" Anthony se encogió de hombros
impotente. "O sea, escuché todo eso antes, mas…"

Otros estudiantes estaban comenzando a congregarse alrededor de


Anthony, con sus propias preguntas.

"'¿Señorita Granger?" el Director llamó. Su voz podría haber sido


gentil, o solamente cansina.
Hermione enderezó sus hombros, y lo siguió.

"¿Qué viste bajo el manto?" Harry le preguntó a Anthony.

Anthony miró sorprendido a Harry, sorprendido, y entonces


respondió, "Un hombre muy alto que estaba muerto, o sea, más o
menos con la forma y el color de la muerte… dolía verlo y sabía que
eso era el Dementor intentando llegar a mí."

Harry devolvió la vista a donde Hermione estaba confrontando la


jaula y el manto.

Hermione levantó su varita en posición para los primeros gestos.

El fénix del Director parpadeó y dejo de existir.

Y Hermione dio un pequeño, patético chillido, se tambaleó -

- dio un paso hacia atrás, Harry pudo ver su varita moviéndose, y


entonces ella la esgrimió y exclamó "¡Expecto Patronum!"

Nada pasó.

Hermione se giró y corrió.

"¡Expecto Patronum!" invocó la voz más profunda del Director, y el


fénix de plata resplandeció de vuelta a la vida.

La joven niña trastabilló, y siguió corriendo, extraños sonidos


empezando a surgir de su garganta.

"¡Hermione!" Susan gritó, y Hannah, y Daphne, y Ernie, y todos


comenzaron a correr hacia ella; al igual que Harry, quien siempre
estaba pensando un paso adelante, se giró en sus talones y corrió
hacia la mesa sobre la que había chocolate.

Aún después de que Harry había incrustado el chocolate dentro de


la mente de Hermione y ella lo masticó y tragó, ella seguía
respirando en grandes bocanadas y llorando, sus ojos todavía sin
enfocarse en nada.

Ella no puede haber sido Dementada permanentemente, Harry


pensó desesperadamente hacia la confusión dentro de él, el horrible
temor y la letal furia empezando a girar el uno sobre el otro, no le
puede haber pasado, no estuvo expuesta ni siquiera durante diez
segundos mucho menos cuarenta -

Pero podía haber sido Dementada temporalmente, como Harry se


dio cuenta en ese momento, no había regla alguna que estableciera
que no podías ser temporalmente herido por un Dementor en
justamente diez segundos si eras lo suficientemente sensible.

Entonces los ojos de Hermione parecieron enfocarse, y a buscar a


su alrededor, y se posaron sobre él.

"Harry," ella jadeó, y los otros estudiantes guardaron silencio. "Harry,


no. ¡No! "

De repente Harry tuvo miedo de preguntar qué era lo que no debía


hacer, ¿estaba él en sus peores memorias, o alguna pesadilla
durmiente que ahora ella estaba viviendo despierta?

"¡No te acerques a eso!" suplicó Hermione. Su mano se estiró, lo


sujetó por la solapa de la túnica. "¡No debes ir cerca de eso, Harry!
Me habló, Harry, te conoce, ¡sabe que estás aquí!"

"Que -" Harry dijo, y entonces se maldijo a sí mismo por preguntar.

"¡El Dementor!" clamó Hermione. Su voz se elevó hasta ser un


chirrido. "¡El Profesor Quirrell quiere que te coma!"

En medio del repentino murmullo, el Profesor Quirrell se acercó


unos cuantos pasos; pero no se aproximó más (Harry estaba allí,
después de todo). "Señorita Granger," él opinó, y su voz era grave,
"Creo que debería comer más chocolate."
"¡Profesor Flitwick, no deje que Harry lo intenté, ¡hágalo retroceder!"

El Director había llegado para entonces, y estaba intercambiando


miradas preocupadas con el Profesor Flitwick.

"No escuché al Dementor hablar," el Director comentó. "Aún así…"

"Sólo pregunte," intervino el Profesor Quirrell, sonando algo


cauteloso.

"¿El Dementor te explicó cómo iba atrapar a Harry?" inquirió el


Director.

"Todas sus partes más deliciosas primero," contestó Hermione,


"haría - se comería -"

Hermione parpadeó. Algo de cordura parecía haber regresado a sus


ojos.

Ahí comenzó a llorar.

"Fuiste demasiado valiente, Hermione Granger," el Director señaló.


Su voz era gentil, y claramente audible. "Mucho más valiente de lo
que yo comprendí. Deberías haber dado la espalda y corrido, no
soportarlo y procurar completar tu Encantamiento. Cuando seas
mayor y más fuerte, Señorita Granger, sé que lo va intentar de
nuevo, y sé que tendrá éxito."

"Lo siento," Hermione espetó boqueando, "Lo siento, lo siento, lo


siento… Lo siento, Harry, no puedo contarte lo que vi, yo no vi
dentro de eso, no me atreví a verlo, sabía que era demasiado
horrible para ser visto una vez…"

Debió ser Harry, sin embargo él dudó, porque sus manos estaban
todas achocolatadas; y entonces Ernie y Susan estaban allí,
ayudando a Hermione desde donde había caído en la hierba,
llevándola hacia la mesa de los bocadillos.
Cinco barras de chocolate después, Hermione parecía estar mejor
otra vez, y fue a disculparse con el Profesor Quirrell; mas ella
siempre estaba observando a Harry, cada vez que él se fijaba en
ella. Dio un paso hacia ella una vez, y se detuvo cuando ella
retrocedió el mismo paso. Con los ojos ella se había disculpado
silenciosamente, y silenciosamente le suplicó que la dejara ser.

Neville Longbottom había visto algo muerto y medio disuelto,


rezumando y andando con una expresión de esponja aplastada.

Era la peor cosa que cualquiera hubiera visto y descrito. Neville


había sido capaz de producir una pequeña vacilación de luz desde
su varita antes, sin embargo él se había, inteligentemente y con
gran presencia de mente, girado y huido en vez de intentar lanzar su
propio Encantamiento Patronus.

(El Director no le dijo nada a los otros estudiantes, no le pidió a


nadie ser menos valiente; pero el Profesor Quirrell había observado
con calma que si cometías el error después de haber sido advertido,
ahí era cuando la ignorancia se convertía en estupidez.)

"¿Profesor Quirrell?" Harry inquirió en voz baja, habiéndose


acercado al Profesor de Defensa tanto como se atrevía. "¿Qué ve
usted cuando - ?"

"No preguntes." La voz era muy uniforme.

Harry asintió respetuosamente. "¿Cuál fue su frase original para el


Director, si puedo indagar?"

Secamente. "Nuestras peores memorias únicamente pueden crecer


peor a medida que envejecemos."

"Ah," Harry comentó. "Lógico."


Algo extraño titiló en los ojos del Profesor Quirrell, en ese momento,
cuando miró a Harry. "Permitámonos esperar," argumentó el
Profesor Quirrell, "que tenga éxito en este intento, Sr. Potter. Porque
si lo hace, el Director podría enseñarle su truco de usar un Patronus
para enviar un mensaje que no puede ser falsificado o interceptado,
y su importancia militar es imposible de sobrestimar. Sería una
tremenda ventaja para la Legión del Caos, y algún día, sospecho,
para el país entero. Mas si no lo consigue, Sr. Potter… bueno, yo lo
entenderé."

Morag MacDougal había espetado, con voz temblorosa, "Ouch", y


Dumbledore había vuelto a invocar su Patronus en el acto.

Parvati Patil había producido un Patronus corpóreo en la forma de


un tigre, más grande que el fénix de Dumbledore, aunque ni de
cerca tan brillante. Hubo un gran estallido de aplausos de parte de
todos los observadores, sin embargo no hubo la misma sorpresa
que cuando Anthony lo había hecho.

Y fue el turno de Harry.

El Director llamó el nombre de Harry Potter, y Harry tenía miedo.

Harry sabía, sabía que iba a fallar, y era consciente de que iba a
doler.

Sin embargo tenía que intentarlo; porque a veces, en la presencia


de un Dementor, un mago iba de ni un haz de luz hasta un Patronus
completamente corpóreo, y nadie entendía por qué.

Y porque si Harry no podía defenderse a sí mismo de los


Dementores, tenía que ser capaz de reconocer su acercamiento,
reconocer el sentimiento en su mente, y escapar antes de que fuera
demasiado tarde.

¿Cuál es mi peor memoria…?


Harry había esperado que el Director le diera una mirada de
preocupación, o una expresión esperanzadora, o un consejo de
profunda sabiduría; pero en vez de eso Albus Dumbledore nada
más lo contempló con silenciosa calma.

Él cree que voy a fallar, mas no me va a sabotear expresándolo,


pensó Harry, si tuviera verdaderas palabras de coraje para
compartir, las pronunciaría…

La jaula se acercó. Ya estaba reseca, pero no oxidada hasta ser


nada, no todavía.

El manto se acercó. Estaba desintegrado y agujereado con hoyos


sin coser; había sido nuevo esta mañana, dijo el Auror Goryanof.

"¿Director?" Harry interrogó. "¿Qué ve usted?"

La voz del Director también era calmada. "Los Dementores son


criaturas del miedo, y a medida que tu temor hacia los Dementores
disminuye, igualmente lo hace lo aterrador de su forma. Veo un
hombre alto, delgado, desnudo. No se está pudriendo. No es más
que un poco penoso de contemplar. Eso es todo. ¿Qué ves tú,
Harry?"

… Harry no podía ver debajo del manto.

O eso no era correcto, era que su mente se rehusaba a ver lo que


estaba debajo del manto…

No, su mente estaba intentando ver lo equivocado debajo del manto,


Harry podía sentirlo, sus ojos procurando forzar un error. Sin
embargo Harry había hecho lo mejor para entrenarse a sí mismo
para descubrir esa diminuta sensación de confusión, para brincar
automáticamente antes de inventarse cosas; y cada vez que su
mente quería iniciar la invención de una mentira sobre lo que estaba
debajo del manto, ese reflejo era lo suficientemente rápido como
para evitarlo.
Harry miró bajo el manto y encontró…

Una pregunta abierta. Harry no permitiría que su mente viera algo


falso, así que no veía nada, como si esa parte de su corteza visual
que recibía la señal nada más dejara de existir. Había un punto
ciego bajo el manto. Harry no podía saber lo que había allí debajo.

Sólo que era mucho peor que cualquier momia pudriéndose.

El invisible horror subyacente al manto estaba muy cercano, ahora,


mas el destellante ave compuesto de luz de luna, el fénix blanco, se
erguía entre ellos.

Harry quería huir como algunos de los otros estudiantes. La mitad


de los que no habían tenido suerte con sus Encantamientos
Patronus ni siquiera se habían presentado el día de hoy. De los que
sí habían venido, la mitad había escapado antes de que el Director
hubiera tan siquiera disipado su propio Patronus, y nadie había
dicho ni una palabra. Hubo algunas risas cuando Terry se giró y se
alejó antes de que fuera su turno; y Susan y Hannah, quienes
habían ido antes, les gritaron a todos que se callaran.

Pero Harry era el Niño-Que-Vivió, y perdería mucho respeto si veían


que se rendía sin tan siquiera intentarlo…

Orgullo y roles parecían disminuir y desaparecer, en la presencia de


lo que fuera que se escondía debajo del manto.

¿Por qué sigo aquí?

No era por la vergüenza de que otros pensaran que él era un


cobarde, eso mantenía los pies de Harry en ese lugar.

No era la esperanza de reparar su reputación lo que alzó su varita.

No era el deseo de dominar el Encantamiento Patronus como


magia, lo que movió sus dedos en la posición inicial.
Fue algo más, algo que tenía que oponerse a lo que fuera que
yaciera por debajo del manto, esta era la verdadera oscuridad y
Harry tenía que descubrir lo que fuera que estuviera adentro, el
poder para alejarlo.

Harry había planeado intentar una última vez el pensamiento de su


compra de libros salvaje con su padre, pero en lugar de eso, en el
minuto final, encarando al Dementor, se le ocurrió una memoria
diferente, algo que no había intentado antes; un pensamiento que
no era cálido ni feliz en un modo ordinario, mas se sentía más
correcto, por alguna razón.

Y Harry recordó las estrellas, las recordó ardiendo terriblemente


brillantes y sin parpadear en la Noche Silenciosa; permitió que esa
imagen lo llenara, lo llenara por completo como una barrera de
Oclumancia a través de su mente entera, volviéndose una vez más
la consciencia incorpórea del vacío.

El resplandeciente fénix de luminosa plata desapareció.

Y el Dementor se estrelló contra su mente como el puño de Dios.

MIEDO / FRÍO / OSCURIDAD

Hubo un instante cuando las dos fuerzas chocaron parejas, cuando


la pacifica memoria de la luz de las estrellas aguantó contra el
miedo, al tiempo que los dedos de Harry comenzaban los
movimientos de varita, practicados hasta ser automáticos. No eran
cálidos ni felices, esos puntos destellantes de luz dentro de la
oscuridad perfecta; sin embargo era una imagen que el Dementor
no podía perforar fácilmente. Porque las silenciosas estrellas
ardientes eran vastas y sin temor, y brillar dentro del frío y la
oscuridad era su estado natural.

Pero hubo un punto débil, una resquebradura, una linea de falla en


el objeto inamovible procurando resistir esa fuerza irresistible. Harry
sintió una pizca de ira hacia el Dementor por querer alimentarse de
él, y fue como resbalarse sobre hielo mojado. La mente de Harry
empezó a deslizarse hacia los lados, dentro de la amargura, la
negra furia, el mortal odio -

La varita de Harry llegó a la postura final.

Se sintió incorrecto.

"Expecto Patronum," su voz habló, las palabras huecas y vacías.

Y Harry cayó dentro de su lado oscuro, descendió en su oscuridad,


más allá y más rápido y más profundo que nunca antes, abajo abajo
abajo mientras el resbalón aceleraba, al tiempo que el Dementor se
aferraba sobre sus partes expuestas y vulnerables para alimentarse,
devorando la luz. Un tenue reflejo luchó por la calidez, mas incluso
cuando una imagen de Hermione llegó hasta él, o una imagen de
Mamá y Papá, el Dementor las retorció, mostrando a Hermione
muerta sobre el suelo, los cadáveres de su madre y su padre, y
entonces eso también fue absorbido.

Dentro del vació se alzó la memoria, la peor memoria, algo olvidado


hace tanto tiempo que los patrones neuronales ni siquiera tendrían
que haber seguido existiendo.

"¡Lily, toma a Harry y vete! ¡Es él!" gritó la voz de un hombre. "¡Vete!
¡Corre! ¡Yo lo detendré!"

Y Harry no pudo evitar pensar, dentro del profundo vacío de su lado


oscuro, que excesiva y ridículamente confiado había sido James
Potter. ¿Detener al Señor Voldemort? ¿Con qué?

Entonces la otra voz habló, aguda como el siseó de una tetera, y era
como hielo seco punzando cada nervio de Harry, como una barra de
metal congelado a la temperatura del helio líquido y puesto sobre
cada parte suya. Y la voz dijo:

"Avadakedavra."
(La varita voló de los dedos sin nervios al tiempo que su cuerpo
comenzó a convulsionar y caer, los ojos del Director abiertos de par
en par por la alarma mientras iniciaba su propio Encantamiento
Patronus.)

"No Harry, no Harry, ¡por favor no Harry!" gritó la voz de la mujer.

Lo que fuera que quedara de Harry escuchó con toda su luz


drenada de su persona, dentro del muerto vacío de su corazón, y se
preguntó si acaso pensaba que el Señor Voldemort se detendría
porque ella lo pedía amablemente.

"¡Hazte a un lado, mujer!" demandó la estridente voz del hielo


ardiente. "No he venido por ti, únicamente por el niño."

"¡No Harry! Por favor… ten misericordia… ten misericordia…"

Lily Potter, Harry pensó, parecía no comprender qué tipo de


personas se convertían en Señores Oscuros en primer lugar; y si
esta era la mejor estrategia que podía concebir para salvar la vida
de su hijo, esa era su falla final como madre.

"Te otorgo esta rara oportunidad para huir," insistió la voz estridente.
"Sin embargo no voy a pasar apuros para reducirte, y tu muerte aquí
no salvará a tu niño. Hazte a un lado, tonta mujer, ¡si es que tienes
por lo menos una pizca de sensatez!"

"A Harry no, por favor no, tómame a mí, ¡mátame en su lugar!"

La cosa vacía que era Harry se preguntó si Lily Potter seriamente se


imaginaba que el Señor Voldemort respondería que sí, matarla a
ella, y entonces partir sin lastimar a su hijo.

"Muy bien," anunció la voz de la muerte, oyéndose fríamente


divertida, "Acepto el trato. Tú morirás, y el niño vivirá. Ahora baja tu
varita para que pueda asesinarte."

Se produjo un silencio horroroso.


El Señor Voldemort empezó a reírse, una risa horrible y desdeñosa.

Y entonces, por último, la voz de Lily Potter chilló con un odio


desesperado, "Avada ke-"

La voz letal acabó primero, la maldición rápida y precisa.

"Avadakedavra."

Una llamarada cegadora de verde marcó el final de Lily Potter.

Y el niño en la cuna lo vio, los ojos, aquellos dos ojos escarlatas,


pareciendo arrebolar con un rojo brillante, resplandecer como soles
miniaturas, llenando toda la visión de Harry cuando se posaron
sobre él -

Los otros niños contemplaron a Harry Potter caer, escucharon a


Harry Potter gritar, un fino y agudo chillido que perforó sus oídos
como cuchillos.

Hubo un luminoso rayo de plata en cuanto el Director bramó


"¡Expecto Patronum!" y el destellante fénix regreso a existir.

Pero los horrible gritos de Harry Potter siguieron y siguieron y


siguieron, aún cuando el Director cargó al chico en sus brazos y lo
jaló lejos del Dementor, incluso cuando tanto Neville Longbottom
como el Profesor Flitwick fueron por el chocolate al mismo tiempo y -

Hermione lo sabía, ella lo sabía en cuanto lo veía, sabía que su


pesadilla había sido real, se estaba volviendo verdad, de algún
modo se volvía verdadera.

"¡Denle chocolate!" demandó la voz del Profesor Quirrell,


inútilmente, porque la diminuta figura del Profesor Flitwick ya estaba
yendo como una bola de cañón hacia donde el Director corría hacia
los estudiantes.
Hermione se estaba empujando hacia adelante, aunque no sabía
que otra cosa se proponía hacer -

"¡Llamen Patronus!" exclamó el Director, cuando trajo a Harry detrás


de los Aurores. "¡Todos los que puedan! ¡Hay que ponerlos entre
Harry y el Dementor! ¡Todavía se alimenta de él!"

Ocurrió un momento de horror congelado.

"¡Expecto Patronum!" rugieron el Profesor Flitwick y el Auror


Goryanof, y luego Anthony Goldstein, pero falló la primera vez, y
entonces Parvati Patil, quien tuvo éxito, y ahí Anthony lo intentó de
nuevo y su ave plateada abrió sus alas y le gritó al Dementor, y
Dean Thomas aulló las palabras como si hubieran sido escritas en
letras de fuego y su varita dio nacimiento a un oso blanco tan alto
como una torre; había ocho Patronus resplandecientes formando
una linea entre Harry y el Dementor, y Harry seguía chillando y
chillando cuando el Director lo posó sobre la hierba seca.

Hermione no podía lanzar un Encantamiento Patronus, así que


corrió hacia donde yacía Harry. En su mente, se esforzó por adivinar
cuánto tiempo había pasado ya. ¿Eran veinte segundos? ¿Más?

Había una agonía terrible y desconcierto sobre el rostro de Albus


Dumbledore. Su larga varita negra estaba en su mano, pero no
pronunciaba hechizos, nada más bajó la vista horrorizada hacia el
cuerpo convulsionante de Harry -

Hermione no sabía qué hacer, ella no sabía qué hacer, no


comprendía qué estaba pasando, y el mago más poderoso del
mundo parecía igual de perdido.

"¡Usa tu fénix!" exclamó el Profesor Quirrell. "¡Aléjalo del Dementor!"

Sin una sola palabra el Director cargó a Harry en sus brazos y


desapareció con un crujido de fuego junto a Fawkes que había
aparecido de repente; y el Patronus del Director se desvaneció con
un parpadeó, de donde había estado vigilando al Dementor.
Horror y confusión e inesperado balbuceo.

"El Sr. Potter debería recuperarse," dijo el Profesor Quirrell,


levantando su voz, mas su tono era calmado otra vez, "Creo que
apenas fueron unos veinte segundos."

Entonces el destellante fénix blanco apareció de nuevo, como si


hubiera llegado volando de algún otro lugar, hacia Hermione
Granger llegó la criatura de luz lunar, y le gritó en la voz de Albus
Dumbledore:

"Se sigue alimentando de él, ¡incluso aquí! ¿Cómo? Si lo sabes,


Hermione Granger, ¡debes contarme! ¡Cuéntamelo!"

El Auror más viejo si giró para fijar la mirada sobre ella, y así lo
hicieron muchos estudiantes. El Profesor Flitwick no se volteó, ahora
estaba alzando su varita hacia el Profesor Quirrell, quien estaba
enseñando sus manos vacías.

Lo segundos siguieron pasando, sin ser contados.

Ella no lo podía recordar, no podía recordar la pesadilla con claridad,


no podía recordar por qué había pensado que era posible, por qué
había tenido tanto miedo -

Hermione se dio cuenta qué era lo que debía hacer, y fue la decisión
más difícil de su vida.

¿Qué tal si lo que le había pasado a Harry, también le pasaba a


ella?

Todas sus extremidades tan frías como la muerte, su visión


oscurecida, miedo aplastando todo; ella había visto morir a Harry, a
Mamá Y Papá muriendo, todos sus amigos muriendo, todos
muriendo, para que así al final, cuando ella muriera, estuviera sola.
Esa era la pesadilla secreta que nunca le había revelado a nadie,
que le había dado poder al Dementor sobre ella, la cosa más
solitaria era morir sola.
No quería ir de nuevo a ese lugar, ella, ella no quería, ella no quería
quedarse allí para siempre -

Tienes suficiente coraje como para Gryffindor, dijo la voz calmada


del Sombrero Seleccionador en su memoria, sin embargo harás lo
que es correcto en cualquier otra Casa que te ofrezca. Aprenderás,
serás fiel a tus amigos, en cualquier Casa que elijas. Así que no
tengas miedo, Hermione Granger, sólo decide a donde perteneces…

No había tiempo para decidir, Harry estaba muriendo.

"No lo puedo recordar ahora," explicó Hermione, su voz


desfalleciendo, "pero espere un poco, iré en frente del Dementor
otra vez…"

Empezó a correr hacia el Dementor.

"¡Señorita Granger!" chilló el Profesor Flitwick, mas no hizo ningún


movimiento para detenerla, meramente mantuvo su varita sobre el
Profesor Quirrell.

"¡Todos!" ordenó el Auror Komodo con una voz de comando militar.


"¡Quiten sus Patronus del camino!"

"¡FLITWICK!" estalló el Profesor Quirrell. "¡INVOQUE LA VARITA


DE POTTER!"

Para cuando Hermione comprendió, el Profesor Flitwick ya estaba


gritando "¡Accio!" y ella vio el palo de madera levitando desde donde
había estado yaciendo casi tocando la jaula del Dementor.

Los ojos se abrieron, muertos y secos.

"¡Harry!" jadeó una voz en el mundo descolorido. "¡Harry!


¡Háblame!"
La cara de Albus Dumbledore se asomó dentro de su campo de
visión, que antes había estado ocupada por un techo de mármol
distante.

"Eres molesto," opinó la voz vacía. "Deberías morir."

Nota de Traductor

En el original en Inglés, en la parte en que se explica que es seguro


estar a cuatro metros de distancia durante veinte segundos, no se
pone cuatro metros, sino 5 pasos, que es una unidad de distancia
británica. Cada paso equivale a 75.2 centímetros. Preferí traducirlo a
cuatro metros porque es un número redondo, porque el número
exacto sería 376 centímetros, o 3.76 metros. Y no lo dejé como
pasos porque esa no es una medida que usemos regularmente en
español.

Hace poco me vi la película Intensa-Mente ( Inside Out en inglés) y


me fascinó. El autor de HPMOR la ha nombrado la película más
racional de todos los tiempos, y concuerdo con él. A mí me inspiró
para empezar a escribir un diario de emociones, y me ha ayudado a
confrontar mi depresión de una manera directa. Ha sido duro, y he
llorado mucho, pero al final del día siento que puedo dormir mejor, y
esa es la mejor recompensa de todas.

Había pensado que por estos días estaría estudiando para aprender
a reparar computadores. Pero resulta que el curso se canceló
porque no hubo suficientes personas interesadas. Eso me desbarato
mis planes para el próximo año. Así que he sentido una mescolanza
de emociones al respecto. Por ahora vuelvo a enfocarme en traducir
HPMOR, en escribir mis historias interactivas de finales múltiples, y
en hacer vídeos en YouTube. Por ahora estoy más entusiasmado
con hacer Let's Play de juegos, parodias y video blogs de vez en
cuando.
Estoy contemplando el hacer un audiolibro de HPMOR en el futuro y
subirlo a mi canal, para que así la racionalidad se expanda un poco
más. Es una idea que ya me ha cruzado por la cabeza antes, sin
embargo siempre ando ocupado con otras cosas.

Creo que ya me extendí demasiado en esta nota. Gracias por


acompañarme.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Humanismo Parte 2
Capítulo 44

Humanismo, Parte 2

"Fawkes," pidió Albus Dumbledore, su voz quebrándose, "dale


ayuda, por favor -"

Una criatura brillante de rojo-dorado penetró en el campo de visión,


con expresión curiosa; y empezó a canturrear.

Los chirridos sin sentido se resbalaron sobre el vacío, no había nada


de lo que se pudiera agarrar.

"Eres ruidoso," dijo la voz, "deberías morir."

"Chocolate," Albus Dumbledore espetó, "necesitas chocolate, y a tus


amigos - pero no me atrevo a llevarte de regreso -"

Entonces un cuervo reluciente llegó, y habló con la voz del Profesor


Flitwick; allí Albus Dumbledore se quedó con la boca abierta por la
repentina comprensión, y maldijo su propia estupidez en voz alta.

La cosa vacía se rió ante eso, porque había retenido la capacidad


de divertirse.

Y un momento después todos desaparecieron con otro destello de


fuego.

Nada más fue por un momento, pareció, entre que el cuervo de


Flitwick voló a otro lado, y cuando Albus Dumbledore reapareció con
otro crujido de fuego rojo y dorado con Harry en sus brazos; pero de
algún modo en ese tiempo Hermione ya se las había arreglado para
llenar sus manos con chocolate.
Antes de que Hermione hubiera llegado allí, el chocolate había
brincado desde la mesa directo hacia el interior de la boca de Harry,
por ello una pequeña parte de su mente protestó señalando que era
injusto, él había tenido la oportunidad de hacerlo por ella -

Harry escupió el chocolate.

"Váyanse," demandó una voz tan vacía que ni siquiera era fría.

Todo pareció congelarse, todos los que habían estado avanzando


hacia Harry se detuvieron, todos los movimientos rotos por la
conmoción de esa palabra muerta.

Entonces: "No," replicó Albus Dumbledore, "No lo haré," y el tiempo


volvió a correr, cuando otra pieza de chocolate levitó de la mesa
hasta llegar dentro de la boca de Harry.

Hermione estaba lo suficientemente cerca como para ver la


expresión de Harry inundándose de más odio, mientras su boca
masticaba con un mecánico, innatural ritmo.

La voz del Director era tan severa como el hierro. "Filius, llama a
Minerva, avísale que tiene que venir de inmediato."

El Profesor Flitwick le susurró a su cuervo de plata, y voló hacia el


aire y desapareció.

Otra pieza de chocolate flotó dentro de la boca de Harry, y el


mecánico masticar continuó.

Más estudiantes se fueron reuniendo alrededor del Director quien


observaba a Harry con ojos endurecidos: Neville, Seamus, Dean,
Lavender, Ernie, Terry, Anthony, ninguno se atrevió a aproximarse
más cerca de lo que Hermione lo hizo.

"¿Qué podemos hacer?" inquirió Dean con voz temblorosa.


"Retrocedan y denle más espacio -" dijo la voz seca del Profesor
Quirrell.

"¡No!" interrumpió el Director. "Déjenlo estar rodeado por sus


amigos."

Harry tragó su chocolate, y pronunció con esa voz vacía, "Ellos son
estúpidos. Deberían morir mmmppphhh " al tiempo que otro pedazo
de chocolate entraba en su boca.

Hermione contempló las miradas de sorpresa que cruzó por sus


caras.

"Él no siente eso, ¿o sí?" Seamus preguntó como si estuviera


suplicando.

"No lo entiendes," Hermione intervino, su voz rompiéndose, "ese no


es Harry -" y se calló antes de revelar algo más, pero ya había dicho
demasiado.

Ella vio por la expresión en su rostro que Neville lo entendió, y


también observó que los otros lo no hicieron. Si Harry realmente
nunca hubiera pensado algo como eso, entonces haber sido
expuesto a un Dementor por menos de un minuto no lo hubiera
hecho decir eso. Eso es lo que estaban pensando.

Menos de un minuto de exposición a un Dementor no podía crear de


la nada a una persona completamente nueva y malvada dentro de ti.

Mas si esa persona ya estaba allí -

¿Acaso el Director lo sabe?

Hermione levantó la vista hacia el Director, y encontró que Albus


Dumbledore la estaba vigilando a ella, y que sus ojos azules se
habían vuelto perforadores de repente -

Las palabras llegaron a su mente.


No hables de ello, le pidió a ella la voluntad de Dumbledore.

Usted sabe, pensó Hermione. Sobre su lado oscuro.

Lo sé. Sin embargo esto está incluso más allá de eso. La canción de
Fawkes no lo puede alcanzar, allá donde está perdido.

Qué podemos nosotros -

Tengo un plan, envió el Director. Paciencia .

Algo sobre el tenor de ese pensamiento hizo que Hermione se


pusiera nerviosa. ¿Qué clase de plan?

Es mejor que no lo sepas, envió el Director.

Ahora Hermione estaba poniéndose realmente nerviosa.


Desconocía cuánto sabía el Director sobre el lado oscuro de Harry -

Un punto justo, envió el Director. Te lo voy a explicar; prepárate para


no reaccionar. ¿Estás lista? Bien. Voy a pretender lanzar la
Maldición Asesina sobre la Profesora McGonagall - ¡NO
REACCIONES, Hermione!

Eso requirió trabajo. ¡El Director estaba loco de verdad! Eso no


alejaría el lado oscuro de Harry, Harry perdería los estribos por
completo, asesinaría al Director -

Pero eso no es oscuridad verdadera, envió Albus Dumbledore. Eso


es una actitud protectora, eso es amor. Fawkes será capaz de llegar
a él, entonces. Y cuando Harry vea que Minerva está viva después
de todo, regresará a ser él mismo por entero.

El pensamiento se le ocurrió a Hermione -

Dudo que eso funcione, envió el Director, y podría no gustarte la


forma en que él reaccione si lo intentas. Sin embargo puedes
intentarlo si lo deseas.
¡Ella no lo había pensado seriamente! Era demasiado -

Entonces sus ojos se movieron, rompiendo el contacto visual con el


Director, yendo hacia el chico contemplando su alrededor con
vacíos, detestables ojos al tiempo que su boca seguía masticando y
tragando una barra de chocolate tras otra sin efecto. Su corazón se
comprimió, y en ese instante muchas cosas no parecieron importar,
sólo que había una oportunidad.

Había una compulsión para masticar y tragar chocolate. La


respuesta para la compulsión era asesinar.

Las personas se habían reunido a su alrededor y lo observaban.


Eso era molesto. La respuesta para lo que era molesto era asesinar.

Otras personas estaban hablando a lo lejos. Eso era insolente. La


respuesta para la insolencia era infligir dolor, mas teniendo en
cuenta que ninguno de ellos era útil, asesinarlos sería más simple.

Matar a tantas personas sería difícil. Pero muchos de ellos no


confiaban en Quirrell, quien era fuerte. Encontrar el disparador
correcto causaría que todos se asesinaran entre ellos.

Entonces una persona penetró sobre su campo de visión e hizo algo


totalmente extraño, algo que pertenecía a un modo de pensamiento
alienígena, para lo cual únicamente había una sola respuesta
guardada en cualquier lugar -

Ella oyó las respiraciones contenidas a su alrededor, y eso no


importó, mantuvo el beso sobre esos labios untados de chocolate
mientras las lágrimas inundaban sus propios ojos.

Y los brazos de Harry se levantaron y la empujaron, y sus labios


gritaron, "¡Te dije, sin besos!"

"Creo que ya está bien," el Director opinó, mirando a donde Harry


estaba llorando con grandes y miserables sollozos. "Excelentemente
hecho, Señorita Granger. ¿Sabe, que ni siquiera yo hubiera
esperado que eso funcionara en realidad?"

La canción del fénix no estaba dirigida para ella, Hermione era


consciente, mas todavía la podía consolar, porque la necesitaba,
porque su vida estaba acabada oficialmente.

Nota de Traductor

El siguiente capítulo debería salir en dos semanas, máximo tres.


Algo crucial va ocurrir, algo que parte este fanfic en dos, así que no
se lo pierdan.

A pesar de que este capítulo es corto, lo considero bastante


importante. Pobre Hermione, tan valiente que fue, y se queda
sintiendo miserable a pesar de haber hecho lo correcto.

He estado viendo mucho Steven Universe, que serie tan genial.

¿Soy el único que se siente perezoso por considerar descansar


Sábado y Domingo, en lugar de sólo el Domingo como he hecho
hasta ahora? Siento que si no procedo a respetar los fines de
semana voy a estallar del cansancio.

Muchas gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo :)

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Humanismo Parte 3
Capítulo 45

Humanismo, Parte 3

La canción de Fawkes gentilmente divagó hacia la nada.

Harry se sentó desde donde había estado acostado, sobre la hierba


golpeada por el invierno, Fawkes todavía posado sobre su hombro.

Hubo respiraciones contenidas a su alrededor.

"Harry," dijo Seamus con voz temblorosa, "¿estás bien?"

La paz del fénix seguía dentro de él, y la calidez, provenía desde


donde Fawkes reposaba. Calidez, esparciéndose a través suyo, y la
memoria de la canción, todavía viva ante la presencia del fénix.
Cosas terribles le habían sucedido, pensamientos terribles lo habían
recorrido. Había recuperado una memoria imposible, a cambio de
todo lo que el Dementor había hecho que él mismo profanara. Una
extraña palabra seguía haciendo eco en su mente. Y todo eso podía
ser puesto en espera, mientras el fénix todavía brillara rojo y dorado
bajo el sol poniente.

Fawkes le canturreó.

"¿Algo que yo tengo que hacer?" Harry le preguntó a Fawkes.


"¿Qué?"

Fawkes ladeó su cabeza en dirección al Dementor.

Harry miró el horror invisible aún dentro de su jaula, y luego de


nuevo al fénix, confundido.

"¿Sr. Potter?" inquirió la voz de Minerva McGonagall detrás de él. "¿


Está usted bien?"
Harry se puso de pie y se giró.

Minerva McGonagall lo estaba observando, con expresión muy


preocupada; Albus Dumbledore al lado de ella lo estudiaba
cuidadosamente; Filius Flitwick se mostraba tremendamente
aliviado; y todos los estudiantes no hacían otra cosa que mirar.

"Creo que sí, Profesora McGonagall," Harry contestó


calmadamente. Casi había pronunciado Minerva antes de frenarse.
Mientras Fawkes estuviera sobre su hombro, al menos, Harry
estaría bien; podría ser que colapsara un momento después de que
Fawkes se fuera, pero por alguna razón pensamientos como esos
no parecían importantes. "Creo que estoy bien."

Debió haber gritos de alegría, o suspiros de alivio, o algo, sin


embargo nadie sabia que decir, ninguno de ellos.

La paz del fénix se alargó.

Harry se volteó. "¿Hermione?" él llamó.

Todos con la más mínima pizca de romance en sus corazones


contuvieron su aliento.

"Realmente no sé cómo expresar mi agradecimiento


apropiadamente," Harry explicó en voz baja, "no más de lo que sé
sobre cómo disculparme. Todo lo que puedo afirmar es que si te
preguntas si fue o no lo correcto para hacer, es que sí lo fue."

El niño y la niña se miraron directamente a los ojos.

"Lo siento," Harry dijo. "Sobre lo que va a pasar a continuación. Si


algo que pueda hacer -"

"No," Hermione replicó. "No hay nada que puedas hacer. Sin
embargo, está bien." Entonces le dio la espalda a Harry y se alejó
caminando, hacia el camino que llevaba a las puertas de Hogwarts.
Un número de chicas observaron a Harry con expresión intrigada, y
luego la siguieron. Mientras avanzaban, podías escuchar el inicio del
excitado interrogatorio.

Harry las vio partir, se giró para contemplar a los otros estudiantes.
Lo habían visto en el suelo, gritando, y…

Fawkes acarició su mejilla, brevemente.

… y eso los ayudaría, algún día, comprender que el Niño-Que-Vivió


también podía ser herido, podía estar angustiado. Así cuando ellos
estuvieran heridos y angustiados, recordarían haber visto a Harry
gimoteando en el suelo, y sabrían que su propio dolor y problemas
no significaba que nunca iban a lograr nada. ¿Había calculado el
Director eso, cuando había permitido que otros estudiantes se
quedaran y observaran?

Los ojos de Harry fueron de regreso hacia el alto manto andrajoso,


casi sin pensar, y sin estar realmente consciente de qué estaba
hablando, Harry pronunció, "No debería existir."

"Ah," comentó una seca, precisa voz. "Pensé que podría pensar
algo así. Lamento mucho comunicarle, Sr. Potter, que los
Dementores no pueden ser asesinados. Muchos lo han intentado."

"¿En serio?" Harry inquirió, todavía con la mente ausente. "¿Qué


intentaron?"

"Hay un cierto hechizo extremadamente peligroso y destructivo," el


Profesor Quirrell informó, "cuyo nombre no revelaré aquí; un hechizo
de fuego maldito. Es lo que usarías para destruir un artefacto
antiguo como el Sombrero Seleccionador. No tiene efecto sobre los
Dementores. Ellos son imperecederos."

"No son imperecederos," rechazó el Director. Las palabras dulces,


su expresión afilada. "No poseen la vida eterna. Son heridas en el
mundo, y atacar una herida únicamente la hace más grande."
"Mmm," Harry preguntó. "¿Supongamos que lo arrojamos al Sol?
¿Sería destruido?"

"¿ Arrojarlo al Sol ?" chilló el Profesor Flitwick, viéndose como si


fuera a desmayarse.

"Parece improbable, Sr. Potter," el Profesor Quirrell opinó


secamente. "El Sol es muy extenso, después de todo; dudo que el
Dementor tenga algún efecto sobre el Sol. Pero no es una prueba
que yo quisiera intentar, Sr. Potter, sólo por si las dudas."

"Ya veo," Harry espetó.

Fawkes canturreó una última vez, agitó sus alas alrededor de la


cabeza de Harry, y luego despegó apartándose de Harry. Se lanzó a
sí mismo derecho hacia el Dementor, soltando un enorme y
perforador grito de desafío que hizo eco alrededor del campo. Y
antes de que cualquiera pudiera reaccionar, se produjo un fogonazo
de fuego, y Fawkes había desaparecido.

La paz se desvaneció, un poco.

La calidez se desvaneció, un poco.

Harry respiró profundamente, y exhaló de nuevo.

"Aja," Harry dijo. "Todavía vivo."

Otra vez el silencio, una vez más la ausencia del animo; nadie
parecía saber cómo responder -

"Es bueno saber que se ha recuperado totalmente, Sr. Potter," el


Profesor Quirrell apuntó con firmeza, como negando cualquier otra
posibilidad. "Ahora, ¿creo que era el turno de la Señorita Ransom?"

Eso inició otra discusión, en la cual el Profesor Quirrell estaba en lo


correcto y todos los demás estaban equivocados. El Profesor de
Defensa señaló que, a pesar de las comprensibles emociones de
todos los involucrados, la oportunidad de que un problema similar le
ocurriera a otro estudiante estaba cerca de lo infinitesimal; más aún
porque ya conocían la forma de evitar accidentes con las varitas. Y
mientras tanto, había otros estudiantes que necesitaban aprovechar
su mejor oportunidad para lanzar un Encantamiento Patronus, o
aprender la sensación de un Dementor para que así pudieran huir, y
descubrir su propio grado de vulnerabilidad…

Al final resultó que Dean Thomas y Ron Weasley de Gryffindor eran


los únicos que seguían dispuestos a acercarse al Dementor, lo que
simplificó el entuerto.

Harry echó un vistazo en dirección al Dementor. La palabra hizo eco


en su mente de nuevo.

De acuerdo, Harry pensó para sí mismo, si el Dementor es un


acertijo, ¿cuál es la respuesta?

Y con tan sólo eso, fue obvio.

Harry contempló la deslustrada, ligeramente corroída jaula.

Vio lo que yacía debajo del alto, agujereado manto.

Eso era, entonces.

La Profesora McGonagall se acercó y habló con Harry. Ella no había


visto lo peor, así que nada más había un poco de agua
resplandeciente en sus ojos. Harry le comunicó que necesitaba
conversar con ella después e inquirir una cuestión que él había
demorado desde hace tiempo, pero que eso no tenía que ocurrir ya
mismo, si ella estaba ocupada. Ella produjo una cierta expresión que
sugirió que le habían alejado de algo importante; y Harry se lo
manifestó, y añadió que honestamente ella no tenía por qué sentirse
culpable sobre irse. Esto le mereció una mirada afilada, mas
entonces ella se fue, presurosa, con la promesa de que hablarían
más adelante.
Dean Thomas invocó su oso blanco otra vez, incluso ante la
presencia del Dementor; y Ron Weasley puso un adecuado escudo
de niebla chispeante. Lo que concluyó el día, al menos hasta donde
a todos les importaba, y el Profesor Flitwick empezó a guiar a los
estudiantes de regreso a Hogwarts. Cuando fue claro que Harry
tenía el propósito de quedarse atrás, el Profesor Flitwick lo observó
de manera inquisitiva; y Harry, por su parte, fijó la vista de manera
significante hacia Dumbledore. Harry no supo que concluyó el
Profesor Flitwick de eso, pero tras una afilada mirada de
advertencia, su Jefe de Casa partió.

Y asó únicamente permanecieron Harry, el Profesor Quirrell, el


Director Dumbledore, y un trío de Aurores.

Hubiera sido mejor deshacerse del trío primero, sin embargo a Harry
no le se ocurrió una buena manera de lograrlo.

"De acuerdo," dijo el Auror Komodo, "vamos a llevarlo de regreso."

"Disculpen," Harry arguyó. "Me gustaría tener otra oportunidad con


el Dementor."

La petición de Harry halló una cierta cantidad de oposición de la


variedad estás completamente loco, aunque sólo fue el Butnaru
quien de hecho lo expresó en voz alta.

"Fawkes me pidió que lo hiciera," Harry declaró.

Eso no venció toda la oposición, a pesar de la expresión de


sorpresa que produjo en el rostro de Dumbledore. El argumento
siguió, y estaba empezando a desgastar la paz remanente del fénix,
lo que molestó a Harry, mas nada más un poco.

"Vean," Harry explicó, "estoy muy seguro de qué fue lo que hice mal
antes. Hay un tipo de persona que tiene que usar una clase
diferente de pensamiento cálido y féliz. Sólo permitan que lo intente,
¿de acuerdo?"

También esto demostró no ser persuasivo.

"Me parece," el Profesor Quirrell señaló finalmente, observando a


Harry con ojos como rendijas, "que si no lo dejamos hacer esto bajo
supervisión, él podría, en algún punto u otro, fugarse y buscar a un
Dementor por su cuenta. ¿Lo acuso falsamente, Sr. Potter?"

Hubo una pausa horrorizada ante esto. Pareció un buen momento


para jugar su carta del triunfo.

"No me importa si el Director mantiene su propio Patronus activo,"


Harry propuso. Porque yo estaré ante la presencia de un Dementor
de todos modos, Patronus o no.

Esto produjo confusión, incluso el Profesor Quirrell se mostró


intrigado; pero el Director finalmente accedió, ya que no era
probable que Harry pudiera ser herido a través de cuatro Patronus.

Si el Dementor no pudiera atravesar tu Patronus en algún nivel,


Albus Dumbledore, no verías un hombre desnudo al cual es
doloroso ver…

Harry no lo pronunció en voz alta, por razones obvias.

Y empezaron a avanzar hacia el Dementor.

"Director," Harry inquirió, "suponga que la puerta de Ravenclaw le


pregunta a usted este acertijo: ¿Qué yace en el centro de un
Dementor? ¿Qué respondería?"

"Miedo," dijo el Director.

Era un error bastante simple. El Dementor se aproximaba, y te


provocaba miedo. El miedo dolía, sentías el miedo debilitarte,
querías que el miedo se fuera.
Era natural pensar que el temor era el problema.

Así que concluyeron que el Dementor era una criatura de temor


puro, que no había más allí que temer que el miedo mismo, que el
Dementor no podía dañarte si no tenías miedo…

Pero…

¿Qué yace en el centro de un Dementor?

Miedo.

¿Qué es tan horrible que la mente se rehúsa a verlo?

Miedo.

¿Qué es imposible de matar?

Miedo.

… no encajaba del todo, una vez que lo considerabas.

Aunque era lo bastante claro por qué las personas estarían


reluctantes a mirar más allá de la primera respuesta.

Las personas comprendían el miedo.

Las personas sabían lo que supuestamente debían hacer con el


miedo.

Así que, enfrentado con un Dementor, no sería exactamente


confortante preguntar: '¿Qué tal si el temor no es más que un efecto
secundario en vez de el problema principal?'

Llegaron muy cerca de la jaula del Dementor protegida por cuatro


Patronus, cuando se produjeron cuatro inhalaciones violentas
provenientes de los tres Aurores y el Profesor Quirrell. Todas las
caras se voltearon para contemplar al Dementor, como si
escucharan; había horror sobre el rostro del Auror Goryanof.
Entonces el Profesor Quirrell levantó su cabeza, con expresión dura,
y escupió hacia el Dementor.

"No le gustó que le arrebataran su presa, supongo," Dumbledore


comentó con calma. "Bueno. Si se vuelve necesario, Quirinus,
siempre habrá refugio para ti en Hogwarts."

"¿Qué fue lo que pronunció?" inquirió Harry.

Todos giraron la cabeza hacia él.

"¿No lo oíste…?" Dumbledore dudó.

Harry sacudió su cabeza.

"Se dirigió a mí," explicó el Profesor Quirrell, "dijo que me conocía, y


que me cazaría algún día, a donde fuera que intentara
esconderme." Su rostro era rígido, sin señal de estar atemorizado.

"Ah," Harry comentó. "No me preocuparía por eso, Profesor


Quirrell." No es como si los Dementores pudieran hablar de verdad,
o pensar; la estructura que tienen la toman prestada de tu propia
mente y expectativas…

Ahora todos lo estaban mirando con expresiones muy raras. Los


Aurores se ojeaban nerviosamente entre ellos, al Dementor, a Harry.

Y se quedaron de pie directamente en frente de la jaula del


Dementor.

"Son heridas en el mundo," Harry declaró. "No es más que una


corazonada, pero supongo que el que pronunció eso fue Godric
Gryffindor."

"Sí…" admitió Dumbledore. "¿Cómo lo sabes?"

Es una confusión común, pensó Harry, que los mejores racionalistas


eran Seleccionados en Ravenclaw, sin dejar otros para otras Casas.
Esto no es así; ser Seleccionado en Ravenclaw indica que tu virtud
más fuerte es la curiosidad, inquirir y desear conocer la respuesta
verdadera. Y esta no es la única virtud que un racionalista necesita.
A veces tienes que trabajar duro en un problema, y perseverar por
un tiempo. A veces necesitas un plan ingenioso para resolverlo. Y a
veces lo que necesitabas más que nada para ver la respuesta, es el
coraje para enfrentarlo…

La vista de Harry fue hacia lo que yacía debajo del manto, el horror
que era mucho peor que cualquier momia en descomposición.
Rowena Ravenclaw también podría haberlo sabido, porque era un
acertijo bastante obvio una vez que lo veías como acertijo.

Y también era obvio porque los Patronus eran animales. Los


animales no lo sabían, y por eso estaban protegidos del miedo.

Sin embargo Harry sabía, y siempre lo sabría, y nunca sería capaz


de olvidar. Intentó enseñarse a sí mismo a enfrentar la realidad sin
retroceder, y aunque Harry todavía no había dominado ese arte, de
todos modos esas ranuras habían sido impresas dentro de su
mente, el reflejo aprendido de contemplar hacia el pensamiento
doloroso en lugar de huir. Harry nunca sería capaz de olvidar al
pensar en pensamientos cálidos y felices sobre algo más, y por eso
el hechizo no había funcionado para él.

Así que Harry pensaría en un pensamiento cálido y feliz que no era


sobre algo diferente.

Harry extrajo su varita que el Profesor Flitwick le había devuelto,


puso sus pies en la postura inicial para el Encantamiento Patronus.

Dentro de su mente, Harry descartó los últimos remanentes de paz


del fénix, puso a un lado la calma, el estado ensoñado, recordó más
bien el grito perforador de Fawkes, y se preparó a sí mismo para la
batalla. Llamó a todas las piezas y elementos de sí mismo a
despertar. Elevó dentro de sí mismo todas las fuerzas que el
Encantamiento Patronus requería cada vez, para ponerse en el
punto mental correcto para el cálido y feliz pensamiento final;
recordó todas las cosas brillantes.
Los libros que su padre le había comprado.

La sonrisa de su Mamá cuando Harry había hecho a mano su tarjeta


para el día de la madre, una cosa elaborada que había usado media
libra de partes electrónicas sobrantes del garaje para producir luces
destellantes y timbrar con una suave tonada, y le había llevado tres
días en construir.

La Profesora McGonagall afirmando que sus padres había muerto


bien, protegiéndolo. Como en efecto había sido.

Darse cuenta que Hermione estaba manteniendo su ritmo e incluso


yendo más rápido que él, que podían ser verdaderos rivales y
amigos.

Embaucando a Draco afuera de la oscuridad, observarlo lentamente


caminar hacia la luz.

Neville y Seamus y Lavender y Dean y todos los demás que lo veían


como un ejemplo a seguir, todos por los él pelearía para defender si
algo amenazaba a Hogwarts.

Todo lo que hacia la vida digna de ser vivida.

Su varita se levantó hacia la posición inicial para el Encantamiento


Patronus.

Harry pensó en las estrellas, la imagen que casi contuvo al


Dementor aún sin un Patronus. Sólo que esta vez, Harry añadió el
ingrediente perdido, él no lo había visto realmente mas había visto
las fotos y el vídeo. La Tierra, resplandeciendo azul y blanca
reflejando la luz del sol mientras flotaba en el espacio, en medio del
vacío negro y los brillantes puntos de luz. Pertenecía ahí, dentro de
esa imagen, porque era lo que le daba un significado a todo lo
demás. La Tierra era lo que hacía las estrellas significantes, las
hacía más que incontrolables reacciones en fusión, porque era la
Tierra la que algún día colonizaría la galaxia, y cumpliría la promesa
del cielo nocturno.
¿Seguirían plagados por los Dementores, los hijos de los hijos de
los hijos, los distantes descendientes de la raza humana al viajar de
una estrella a otra? No. Por supuesto que no. Los Dementores no
eran más que pequeñas molestias, palideciendo hacia la nada bajo
la luz de la promesa; no eran imposibles de asesinar, ni invencibles,
nada de eso. Tenías que sobreponerte a las pequeñas molestias, si
eras uno de los pocos afortunados y desafortunados en nacer sobre
la Tierra; en la Antigua Tierra, como sería recordada algún día. Eso
también era parte de lo que significaba estar vivo, si eras uno del
pequeño manojo de seres conscientes nacidos al principio de todas
las cosas, antes de que la vida inteligente llegara totalmente a la
cima del poder. Que el mucho más vasto futuro dependía de lo que
tú hicieras aquí, ahora, en los primeros días del amanecer, cuando
todavía había tanta oscuridad para combatir, y molestias temporales
como los Dementores.

Mamá y Papá, la amistad de Hermione y el viaje de Draco, Neville y


Seamus y Lavender y Dean, el cielo azul y el brillante Sol y las otras
cosas resplandecientes, la Tierra, las estrellas, la promesa, todo lo
que la humanidad era y todo lo que se convertiría…

Sobre la varita, los dedos de Harry se movieron en las posiciones


iniciales; estaba listo, ahora, para pensar el tipo indicado de
pensamiento cálido y feliz.

Y los ojos de Harry se fijaron directamente a lo que permanecía por


debajo del manto agujereado, miró recto hacia lo que había sido
nombrado Dementor. El vacío, la ausencia, el hueco en el universo,
la falta de color y espacio, la herida abierta a través de la cual se
escapaba la calidez del mundo.

El miedo que exudaba robaba todos los pensamientos felices, su


cercanía drenaba tu poder y fuerza, su beso destruiría todo lo que
eras.

Te conozco ahora, Harry pensó al tiempo que su varita giraba una,


dos, tres y cuatro veces, mientras sus dedos se deslizaban hacia las
distancias correctas, he comprendido tu naturaleza, simbolizas la
Muerte, mediante algunas leyes de la magia tú eres una sombra que
la Muerte lanza sobre el mundo.

Y la Muerte es algo que yo nunca aceptaré.

Sólo es una cosa de niños, de la cual la especie humana aún no ha


madurado.

Y algún día…

La superaremos…

Y las personas ya no tendrán que decir adiós nunca más…

La varita se alzó y apuntó directo hacia el Dementor.

"¡EXPECTO PATRONUM!"

El pensamiento explotó de él como una represa rota, descendió


desde su brazo hacia su varita, explotó desde ahí como un
relámpago de luz blanca. Luz que se volvió corpórea, tomó una
forma y substancia.

Una figura con dos brazos, dos piernas, y una cabeza, de pie; el
animal Homo sapiens, la apariencia de un ser humano.

Destellando más y más brillante mientras Harry proyectaba toda su


fuerza en el hechizo, resplandeciendo con luz incandescente más
luminosa que el sol ocultándose, los Aurores y el Profesor Quirrell
protegieron sus ojos sorprendidos -

Y algún día cuando los descendientes de la humanidad se hallan


esparcido de estrella a estrella, no les contarán a los niños sobre la
historia de la Antigua Tierra hasta que sean lo suficientemente
mayores para poderlo tolerar; ¡y cuando aprendan al respecto
llorarán al conocer que tal cosa como la Muerte existió tan siquiera
una vez!
La figura de un humano se iluminó más brillante que el Sol del
mediodía, tan radiante que Harry podía sentir el calor reflectándose
sobre su piel; y Harry envió todo su desafío a la sombra de la
Muerte, abriendo todas las compuertas dentro de sí para hacer más
fulgurante esa brillante forma y aún más luminosa y todavía más
resplandeciente.

No eres invencible, y algún día la especie humana de acabará.

Te eliminaré si puedo, por el poder de la mente y la magia y la


ciencia.

No me arrodillaré por temor a la Muerte, no mientras tenga una


oportunidad de ganar.

No permitiré que la Muerte me toque, no permitiré que la Muerte


toque a aquellos que amo.

Y aún si me eliminas antes de que yo te elimine,

Otro tomará mi lugar, y luego otro,

Hasta que la herida en el mundo sea sanada al final…

Harry bajó su varita, y la destellante figura humana se desvaneció.

Lentamente, exhaló.

Como si despertara de un sueño, como si abriera sus ojos tras


haber dormido, la mirada de Harry se alejó de la jaula, contempló
alrededor y vio a todos los que lo estaban observando.

Albus Dumbledore lo estaba mirando fijamente.

El Profesor Quirrell lo estaba mirando fijamente.

El trío de Aurores lo estaba mirando fijamente.


Todos lo estaban contemplando como si él acabara de destruir un
Dementor.

El manto desgarrado yacía vacío dentro de la jaula.

Nota de Traductor

Un capítulo épico sin duda alguna. El Patronus con forma humana


de Harry será algo clave en futuros episodios. Mientras más leo este
fanfic, más me convenzo de que la muerte será vencida por
completo algún día. Aunque el católico que vive dentro de mí
gracias a muchos años de adoctrinación todavía insiste con eso de
que la muerte hace parte del equilibrio, etc. Con cada página de
racionalidad devorada ese vocecita se va acallando un poco más.

El próximo capítulo debería estar listo en dos semanas más o


menos.

Mi hermana se enfermo y le tuvieron que extraer el apéndice, y


cuidar de ella mientras está convaleciente me ha impedido trabajar
en mis proyectos plenamente. En unos días ella culmina su periodo
de dos semanas de reposo, así que espero regresar a un ritmo más
satisfactorio de trabajo.

Muchas gracias por leer. Todos los comentarios de buena fe son


muy apreciados por mi parte.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Humanismo Parte 4
Capítulo 46

Humanismo, Parte 4

El último rayo de Sol se estaba hundiendo bajo el horizonte, la luz


roja desvaneciéndose de las copas de los árboles, únicamente el
cielo azul iluminando a las seis personas de pie sobre la seca hierba
de invierno cubierta con nieve, cerca de una jaula vacía sobre cuyo
suelo reposaba un hueco, agujereado manto.

Harry se sintió… bien, normal de nuevo. Cuerda-mente. El hechizo


no había deshecho el día y su daño, no había hecho como si las
heridas nunca hubiera ocurrido, pero su daño había sido…
¿vendado, aliviado? Era difícil de describir.

Dumbledore también se veía más saludable, aunque no totalmente


restaurado. La cabeza del anciano mago se giró por un momento,
cruzó sus ojos con los del Profesor Quirrell, entonces se giró a mirar
a Harry. "Harry," Dumbledore dijo, "¿estás apunto de colapsar
exhausto y posiblemente morir?"

"No, lo que es bastante extraño," Harry comentó. "Eso tomó algo de


mí, sin embargo fue mucho menos de lo que pensé." O quizá le
devolvió algo, al igual que se llevó algo… "Honestamente, estaba
esperando que mi cuerpo golpeara la tierra a estas alturas."

Se produjeron otros sonidos de cuerpos-golpeando-la-tierra.

"Gracias por encargarte de eso, Quirinus," le comunicó Dumbledore


al Profesor Quirrell, quien ahora se erguía sobre y detrás de las
formas inconscientes de los tres Aurores. "Confieso que todavía me
siento un poco mareado. Aún así yo mismo voy a manejar los
Encantamientos de Memoria."
El Profesor Quirrell inclinó su cabeza, y entonces miró a Harry.
"Omitiré un buen montón de inútil incredulidad," habló el Profesor
Quirrell, "apuntes al efecto de que el propio Merlín falló en hacer
algo así, etcétera. Vayamos directamente a realizar la pregunta
importante. ¿Por las dulces serpientes deslizándose qué fue eso ?"

"El Encantamiento Patronus," Harry respondió. "Versión 2.0."

"Me da gusto ver que de nuevo se comporta de manera usual,"


celebró Dumbledore. "Sin embargo usted no va a ir a ninguna parte,
joven Ravenclaw, hasta que usted me cuente exactamente cuál fue
ese pensamiento cálido y feliz."

"Mmm…" dudó Harry. Se tocó su mejilla con un dedo contemplativo.


"¿Me cuestiono si debería?"

De repente el Profesor Quirrell se rió maliciosamente.

"¿Por favor?" insistió el Director. "¿Un dulce por favor con azúcar en
la cima?"

Harry sintió un impulso y decidió seguirlo. Era peligroso, mas podría


no haber una mejor oportunidad hasta el final de los tiempos.

"Tres sodas," Harry invocó de su monedero, entonces levantó la


vista hacia el Profesor de Defensa y el Director de Hogwarts.
"Caballeros," Harry exclamó, "Compré estas sodas durante mi
primera visita a la Plataforma Nueve y Tres-Cuartos, en el día que
entré a Hogwarts. Las he guardado para ocasiones especiales; hay
un encantamiento menor en ellas para asegurarse de que sean
bebidas en el momento justo. Estas son las últimas que tengo, pero
no creo que nunca vuelva a haber una ocasión más propicia.
¿Empezamos?"

Dumbledore tomó una soda en lata de Harry, y Harry le arrojó otra al


Profesor Quirrell. Los dos hombres mayores murmuraron
encantamientos idénticos sobre la lata y se paralizaron brevemente
por el resultado. Harry, por su parte, simplemente levantó la tapa y
bebió.

El Profesor de Defensa y el Director de Hogwarts cortésmente


imitaron el gesto.

Harry dijo, "Pensé en mi rechazo absoluto de la muerte como un


orden natural."

Podría no ser el tipo de correcto de sentimiento cálido que


necesitabas para lanzar un Encantamiento Patronus, pero iba a
estar en el Top 10 de Harry de todos modos.

Las expresiones que obtuvo brevemente del Profesor de Defensa y


del Director hicieron que Harry se pusiera nervioso, al tiempo que el
escupido Comedia-Té se desvanecía de la existencia; sin embargo
los dos se miraron entre ellos y aparentemente decidieron cada uno
por su cuenta que no podían salirse con la suya si le hacían algo
realmente feo a Harry en la presencia del otro.

"Sr. Potter," dijo el Profesor Quirrell, "incluso yo sé que no es así


como se supone que funcionen las cosas."

"En efecto," concordó Dumbledore. "Explíquese."

Harry abrió su boca, y entonces, en cuanto se dio cuenta,


rápidamente volvió a cerrar su boca. Godric no se lo había
enseñado a nadie, ni lo había hecho Rowena si es que también lo
sabía; podría haber un buen número de magos que lo habían
descubierto y se quedaron con sus bocas cerradas. No lo podías
olvidar si sabías que eso era lo que estabas tratando hacer; una vez
que te dabas cuenta de cómo funcionaba, la forma animal del
Encantamiento Patronus nunca serviría para ti otra vez - y la
mayoría de los magos no tenían la crianza correcta para irse en
contra de los Dementores y destruirlos -

"Eh, lo siento por esto," titubeó Harry. "Mas acabo de darme cuenta
que explicarlo podría ser una idea increíblemente mala a menos que
ustedes mismos hayan comprendido ciertas cosas por su propia
cuenta."

"¿Es esa la verdad, Harry?" Dumbledore replicó lentamente. "O


nada más estás pretendiendo ser sabio -"

"¡Director!" exclamó el Profesor Quirrell, sonando genuinamente


sorprendido. "¡El Sr. Potter ha afirmado que este hechizo no debe
ser discutido con aquellos que no pueden lanzadlo! ¡No se presiona
a un mago sobre tales asuntos!"

"Si se los contara -" Harry inició.

"No," el Profesor Quirrell lo interrumpió, oyéndose bastante severo.


"No nos explique por qué, Sr. Potter, simplemente señale que lo
debemos conocerlo. Si desea elaborar una pista, lo hace
cuidadosamente, en su tiempo libre, no en el medio de la
conversación."

Harry asintió.

"Pero," protestó el Director. "Pero, ¿pero que le voy a contar al


Ministro? ¡Un Dementor no se puede perder así como así!"

"Informe que yo me lo comí," propuso el Profesor Quirrell, causando


que Harry se ahogara con la soda que sin pensar se había llevado a
sus labios. "A mí no me importa. ¿Deberíamos regresar ya, Sr.
Potter?"

Los dos empezaron a caminar el sucio camino de regreso a


Hogwarts, dejando atrás a Albus Dumbledore contemplando
tristemente la jaula vacía y a los tres Aurores durmientes esperando
sus Encantamientos de Memoria.

Complemento, Harry Potter y el Profesor Quirrell:


Anduvieron por un rato antes de que el Profesor Quirrell hablara, y
todo el ruido de trasfondo se convirtió en silencio en cuanto lo hizo.

"Eres excepcionalmente bueno matando cosas, mi estudiante,"


felicitó el Profesor Quirrell.

"Gracias," Harry expresó con sinceridad.

"No quiero ser entrometido," continuó el Profesor Quirrell, "¿mas


para descartar que fuera sólo al Director a quien no le querías
confiar el secreto…?"

Harry consideró esto. El Profesor Quirrell ya carecía la capacidad


para invocar un Encantamiento Patronus animal.

Sin embargo no podías des-revelar un secreto, y Harry aprendía con


la suficiente velocidad como para darse cuenta que su obligación
era por lo menos considerarlo un tiempo antes de liberar esto por el
mundo.

Harry sacudió su cabeza, y el Profesor Quirrell asintió en señal de


aceptación.

"Por mera curiosidad, Profesor Quirrell," teorizó Harry, "si el que


usted trajera un Dementor a Hogwarts hubiera sido parte de un plan
malévolo, ¿cuál hubiera sido su objetivo?"

"Asesinar a Dumbledore mientras estuviera debilitado," el Profesor


Quirrell contestó sin tan siquiera dudarlo. "Mmm. ¿El Director le
confió que tenía sospechas de mí?"

Harry no dijo nada por un segundo mientras intentaba pensar en


una respuesta, y entonces se rindió cuando se dio cuenta que ya
había contestado.

"Interesante…" el Profesor Quirrell concluyó. "Sr. Potter, no está


fuera de cuestión que había un plan en funcionamiento el día de
hoy. Su varita acabando tan cerca de la jaula del Dementor pudo
haber sido un accidente. O uno de los Aurores pudo actuar
influenciado al estar bajo el Imperius, la Confusión, o la
Legeremancia. Flitwick y yo mismo no podemos ser excluidos como
sospechosos, en sus cálculos. Es de notar que el Profesor Snape
canceló todas sus clases para el día de hoy, y sospecho de que es
lo bastante poderoso como para usar el Encantamiento
Desilusionador en sí mismo; los Aurores lanzaron encantamientos
de detección al principio, pero no los repitieron justo antes de su
turno. Mas lo más fácil de todo, Sr. Potter, es que el suceso pudo
haber sido planeado por el propio Dumbledore; y si él lo hizo,
entonces, él podría también haber dado pasos por adelantado para
llevar sus sospechas a otro lado."

Caminaron por un rato.

"¿Pero por qué lo haría ?" Harry inquirió.

El Profesor de Defensa guardó silencio por un momento, y entonces


pronunció, "Sr. Potter, ¿qué pasos ha tomado para investigar el
carácter del Director?"

"No muchos," contestó Harry. Apenas se había dado cuenta


recientemente… "Ni de cerca los necesarios."

"Entonces observaré," añadió el Profesor Quirrell, "que no hallará


todo lo que hay para saber de un hombre al preguntarle solamente a
sus amigos."

Ahora fue el turno de Harry de andar en silencio sobre el camino


ligeramente cubierto por el mugre que llevaba de vuelta a Hogwarts.
De verdad se suponía que él tendría que saber eso a estas alturas.
Prejuicio de confirmación era el termino técnico; indicaba, entre
otras cosas, que cuando escogías fuentes de información, había
una notable tendencia a elegir fuentes de información que
estuvieran a favor de tus opiniones actuales.

"Gracias," Harry dijo. "De hecho… no lo expliqué antes, ¿o sí?


Gracias por todo . Si otro Dementor lo llega a amenazar de nuevo, o
incluso, si lo molesta aunque sea un poco, nada más déjemelo
saber y yo le presentaré al Señor Persona Resplandeciente. No me
gusta cuando los Dementores molestan ni un poco a mis amigos."

Eso lo hizo conseguir una mirada indescifrable del Profesor Quirrell.


"¿Destruiste el Dementor porque me amenazó?"

"Mmm," Harry carraspeó, "Más o menos lo decidí antes de eso, sin


embargo sí, eso hubiera sido una razón suficiente por sí sola."

"Ya veo," prosiguió el Profesor Quirrell. "¿Y qué hubieras hecho


sobre la amenaza hacia mí si tu hechizo no hubiera funcionado para
destruir el Dementor?"

"Plan B," respondió Harry. "Encerrar al Dementor dentro de metal


denso cuyo punto de fusión fuera alto, probablemente tungsteno,
arrojarlo dentro de un volcán activo, y esperar que termine debajo
del manto de la Tierra. Ah, todo el planeta está lleno con lava
derretida bajo la superficie -"

"Sí," lo interrumpió el Profesor Quirrell. "Lo sé." El Profesor de


Defensa estaba usando una sonrisa muy rara. "Realmente debí
haber pensado en eso yo mismo, considerándolo todo. Cuénteme,
Sr. Potter, si usted quisiera perder algo en donde nadie pudiera
volverlo a encontrar, ¿dónde lo pondría?"

Harry consideró esta pregunta. "Supongo que no debo cuestionar


qué se encontró que necesita ser perdido -"

"Correcto," señaló el Profesor Quirrell, como había esperado Harry;


y entonces, "Quizá le contaré cuando sea mayor," lo que Harry no
había anticipado.

"Bueno," prosiguió Harry, "además de intentar ponerlo en el núcleo


de lava del planeta, también podrías enterrarlo en roca sólida un
kilómetro bajo la superficie en una localización escogida al azar - tal
vez teletransportarse allí, si hay alguna forma de hacerlo al azar, o
perforar un hoyo y volverlo a llenar después; lo importante es no
dejar ninguna pista que lleve allí, para que no sea más que un metro
cúbico anónimo sobre la corteza terrestre. Podrías tirarlo en la Fosa
de las Marianas, que es la más profunda de las profundidades del
océano en el planeta - o sólo escoger cualquier otra fosa oceánica al
azar, para hacerlo menos obvio. Si pudieras hacerlo flotante e
invisible, entonces podrías expulsarlo a la estratosfera. O
idealmente llevarlo al espacio, con un manto contra la detección, y
un factor de aceleración fluctuante al azar que lo lleve por fuera del
Sistema Solar. Y al final, por supuesto, te Desmemorizas a ti mismo,
para que así ni tú mismo sepas dónde están exactamente."

El Profesor de Defensa se estaba carcajeando, y sonaba aún más


raro que su sonrisa.

"¿Profesor Quirrell?" Harry preguntó.

"Todas son excelentes sugerencias," comentó el Profesor Quirrell.


"Pero dígame, Sr. Potter, ¿por qué esos cinco lugares
exactamente?"

"¿Oh?" dudó Harry. "Nada más parecen como el tipo de ideas


obvias."

"¿Oh?" replicó el Profesor Quirrell. "Sin embargo hay un patrón


interesante en ellos, ya ve. Uno podría pensar que se oye como una
especie de acertijo. Debo admitir, Sr. Potter, que aunque tuvo sus
altos y bajos, en totalidad, este ha sido un día inesperadamente
bueno."

Y continuaron caminando por el camino descendente que llevaba a


las puertas de Hogwarts, una distancia bastante larga; el algún
momento Harry, sin tan siquiera pensarlo, permaneció
automáticamente lo más lejos posible del Profesor de Defensa para
no activar esa sensación de peligro, la que por alguna razón ahora
estaba más fuerte de lo usual.


Complemento, Daphne Greengrass:

Hermione se había rehusado a responder cualquier pregunta, y tan


pronto como pasaron por la grieta que las dirigía a los calabozos de
Slytherin, Daphne y Tracey se alejaron en el acto, andando tan
rápido como podían. Los rumores viajaban veloces en Hogwarts, así
que tenían que ir a los calabozos de inmediato si querían ser las
primeras en contarle la historia a todos.

"Y recuerda," advirtió Daphne, "no vayas a soltar lo del beso en


cuanto entremos, ¿de acuerdo? Funciona mejor si contamos la
historia completa en orden."

Tracey asintió con excitación.

Y tan pronto como penetraron en la sala común de Slytherin, Tracey


Davis respiró profundamente y gritó, "¡Todos! ¡Harry Potter no pudo
invocar el Encantamiento Patronus y el Dementor casi se lo come y
el Profesor Quirrell lo salvó mas Potter se volvió absolutamente
malvado hasta que Granger lo trajo de regreso con un beso! ¡De
seguro es amor verdadero!"

Era algún tipo de narración ordenada, supuso Daphne.

Las noticias fracasaron en cuanto a producir la reacción esperada.


La mayoría de las chicas levantaron la vista y no se movieron de sus
sofás, y los chicos simplemente siguieron leyendo en sus sillones.

"Sí," dijo Pansy agriamente, desde donde estaba sentada con los
pies de Gregory sobre su regazo, recostada y leyendo lo que
parecía ser un libro para colorear, "Millicent ya nos contó."

Cómo -

"¿Por qué no lo besaste tú primero, Tracey?" preguntaron Flora y


Hestia Carrow desde sus sillones. "¡Ahora Potter se va a casar con
una chica sangre sucia! ¡ Tú pudiste haber sido su verdadero amor y
ser parte de una rica Casa Noble y todo lo demás si tan sólo lo
hubieras besado primero!"

El rostro de Tracey era la imagen de alguien que acababa de


comprender repentinamente.

"¿Qué?" chilló Daphne. "¡El amor no funciona así!"

"Por supuesto que sí," sentenció Millicent desde donde estaba


practicando alguna clase de Encantamiento al tiempo que miraba
por una ventana hacia las agitadas aguas del Lago de Hogwarts. "El
primer beso consigue al príncipe."

"¡No fue su primer beso!" espetó Daphne. "¡Hermione ya era su


verdadero amor! ¡Por eso es que ella lo pudo traer de regreso!"
Entonces Daphne se dio cuenta de lo que acababa de pronunciar y
se contrajo de dolor internamente, pero como rezaba el dicho, tenías
que encajar la lengua en la oreja.

"Guau, guau, guau, ¿qué?" exclamó Gregory, quitando sus pies del
regazo de Pansy. "¿Cómo así? La Señorita Bulstrode no mencionó
esa parte."

Todos los demás también estaban mirando a Daphne, en ese


momento.

"Oh, sí," explicó Daphne, "Harry la empujó y gritó, '¡Te dije, sin
besos!' Entonces Harry gritó como si fuera a morir y Fawkes empezó
a cantarle - No estoy segura de cual de esos pasó primero,
realmente -"

"Eso no suena como amor verdadero para mí," opinaron los


gemelos Carrow. "Eso se oye como que lo besó la persona
equivocada ."

"Se suponía que fuera yo," susurró Tracey. Su rostro seguía


paralizado. "Se suponía que yo fuera su amor verdadero. Harry
Potter es mi general. Yo debí, yo debí combatir a Granger para
ganarlo a él -"

Daphne se giró hacia Tracey, indignada. " ¿Tú? ¿Quitarle Harry a


Hermione?"

"¡Sí!" replicó Tracey. "¡Yo!"

"Estás loca," Daphne afirmó con convicción. "Aún si lo hubieras


besado primero, ¿sabes en qué te convertiría eso? La triste chiquilla
enamorada que muere al final del Acto Dos."

"¡Retira tus palabras!" estalló Tracey.

Mientras tanto, Gregory había cruzado el cuarto hacia donde


Vincent estaba haciendo su tarea. "Sr. Crabbe," Gregory habló en
voz baja, "creo que el Sr. Malfoy necesita conocer sobre esto."

Complemento, Hermione Granger:

Hermione contempló el sobre de papel sellado con cera, sobre cuya


superficie simplemente estaba inscrito el número 42 .

Descubrí por qué no podíamos invocar el Encantamiento Patronus,


Hermione, no tiene nada que ver con que nosotros no seamos lo
suficientemente felices. Pero no puedo contarte. Ni siquiera se lo
pude revelar al Director. Necesita ser más secreto que la
Transformación parcial, por ahora, al menos. Mas si alguna vez
necesitas pelear contra los Dementores, el secreto está escrito aquí,
de manera críptica, así que si alguien no sabe que es sobre
Dementores y el Encantamiento Patronus, no entenderá lo que
significa…

Ella le dijo a Harry sobre verlo morir, sus padres muriendo, todos
sus amigos muriendo, todos muriendo. No le confesó su terror de
morir sola, por alguna razón eso seguía siendo demasiado doloroso.
Harry le había explicado que recordó a sus padres muriendo, y que
había pensado que eso era gracioso.

No hay luz en el lugar al cual te lleva el Dementor, Hermione. No


hay calidez. Nada te importa. Es un lugar donde ni siquiera puedes
comprender la felicidad. Hay dolor, y miedo, y esos todavía pueden
conducirte. Puedes odiar, y disfrutar al destruir aquello que odias.
Puedes reír, cuando ves a otras personas sufriendo. Sin embargo
nunca puedes ser feliz, ni siquiera puedes recordar lo que es que
eso ya no esté allí… No creo que haya una forma en que te pueda
explicar de qué me salvaste. Usualmente estoy avergonzado de
poner a otras personas en problemas, usualmente no puedo
soportar cuando las personas hacen sacrificios por mí, pero esta vez
observaré que sin importar cuánto terminara costándote el haberme
besado, nunca dudes ni por un segundo que era lo más correcto por
hacer.

Hermione no se había dado cuenta de lo poco que la había tocado


el Dementor, qué tan pequeña y hueca había sido la oscuridad en
que la habían metido.

Había visto morir a todos, y eso había sido suficiente para herirla.

Hermione puso el papel de vuelta en el monedero, como estaba


obligada a hacerlo cualquier niña buena.

En verdad quería leerlo, sin embargo.

Le tenía miedo a los Dementores.

Complemento, Minerva McGonagall:

Se sentía petrificada; no debió sentirse tan conmocionada, no debió


encontrar tan difícil encarar a Harry, mas tras lo que él había
pasado… Había buscado alguna señal de Dementación en el niño
frente a ella, y no pudo encontrar ninguna. Pero algo sobre la calma
con que le había hecho una pregunta tan clarividente parecía
profundamente preocupante. "¡Sr. Potter, no me es posible hablar de
tales asuntos sin el permiso del Director!"

El niño en su oficina recibió esto sin cambiar expresión. "Preferiría


no perturbar al Director con este asunto," Harry Potter dijo
calmadamente. " Insisto en no molestarlo, de verdad, y usted
prometió que nuestra conversación sería privada. Así que permita
que lo ponga de este modo. Sé que hubo, de hecho, una profecía.
Sé que usted fue quien originalmente la escuchó de la Profesora
Trelawney. Sé que la profecía identificó al hijo de James y Lily como
alguien peligroso para el Señor Oscuro. Y yo sé quien soy, en efecto
todos conocen quién soy yo, por lo que no está revelando nada
nuevo o peligroso, si nada más me cuenta lo siguiente: ¿Cuáles
fueron las palabras exactas que me identificaron a mí, el hijo de
James y Lily?"

La voz retumbante de Trelawney hizo eco en su mente -

NACIDO DE AQUELLOS QUE LO HAN DESAFIADO TRES


VECES,

Y NACERÁ CUANDO EL SÉPTIMO MES MUERA…

"Harry," replicó la Profesora McGonagall, "¡No me es posible hablar


de eso contigo!" Le heló los huesos que Harry ya supiera tanto, ni
siquiera se podía imaginar cómo es que Harry había aprendido -

El niño la contempló con extraños, tristes ojos. "¿No puede


estornudar sin el permiso del Director, Profesora McGonagall?
Porque yo prometo que tengo una buena razón para preguntar, y
una buena razón para querer mantenerlo privado."

"Por favor no, Harry," ella susurró.

"De acuerdo," Harry espetó. "Una cuestión simple. Por favor. ¿Fue
mencionada por nombre la familia Potter? ¿Acaso la profecía señala
literalmente 'Potter'?"
Ella fijo la mirada en Harry por un rato. Ella no podría haber
explicado por qué o de dónde le venía la sensación de que este era
un punto crítico, al cual no se podía rehusar tan a la ligera, ni
tampoco acceder tan a la ligera -

"No," ella habló finalmente. "Por favor, Harry, no me interrogues


más."

El niño sonrió, con algo de tristeza aparente, y añadió, "Gracias,


Minerva. Eres una buena y verdadera mujer."

Y mientras su boca seguía abierta por la pura conmoción, Harry


Potter se levantó y abandonó la oficina; y sólo entonces ella
entendió que Harry había acogido su negativa como una respuesta,
y la respuesta verdadera a eso -

Harry cerró la puerta detrás de él.

La lógica se presentaba a sí misma con una claridad igual a la del


diamante. Harry no estaba seguro de si vino a él durante la canción
de Fawkes, o quizá antes de eso.

El Señor Voldemort había asesinado a James Potter. Había


preferido perdonar la vida de Lily Potter. Había continuado su
ataque, por lo tanto, con el único propósito de asesinar a su infante
hijo.

Los Señores Oscuros normalmente no le tenían miedo a los niños


pequeños.

Así que había una profecía sobre Harry Potter siendo peligroso para
el Señor Voldemort, y el Señor Voldemort había conocido esa
profecía.

"Te otorgo esta rara oportunidad para huir. Sin embargo no voy a
pasar apuros para reducirte, y tu muerte aquí no salvará a tu niño.
Hazte a un lado, tonta mujer, ¡si es que tienes por lo menos una
pizca de sensatez!"
Había sido un capricho, ¿darle esa oportunidad? Pero entonces el
Señor Voldemort no la hubiera procurado persuadir. ¿La profecía
había advertido al Señor Voldemort en contra de matar a Lily Potter?
En ese caso el Señor Voldemort sí hubiera pasado apuros para
reducirla. El Señor Voldemort había estado medianamente inclinado
a no matar a Lily Potter. La preferencia había sido más fuerte que un
capricho, mas no tanto como una advertencia.

Así que supón que alguien a quién el Señor Voldemort consideraba


un aliado menor o un sirviente, útil pero no indispensable, le había
suplicado al Señor Oscuro que perdonara la vida a Lily. La de Lily,
sin embargo no la de James.

Esta persona había sabido que el Señor Voldemort atacaría la casa


de los Potter. Había conocido tanto sobre la profecía, y el hecho de
que el Señor Oscuro la conocía. De otro modo no habría pedido por
la vida de Lily.

De acuerdo a la Profesora McGonagall, además de ella, los otros


dos que sabían sobre la profecía eran Albus Dumbledore y Severus
Snape.

Severus Snape, quien había amado a Lily antes de que fuera Lily
Potter, y odiaba a James.

Severus, entonces, había aprendido sobre la profecía, y se la contó


al Señor Oscuro. Lo que él había hecho porque la profecía no había
descrito a los Potter por nombre. Había sido un acertijo, y Severus
había resuelto ese acertijo demasiado tarde.

Mas si Severus había sido el primero en oír la profecía, y estaba


dispuesto a contársela al Señor Oscuro, ¿por qué también se la
revelaría a Dumbledore o a la Profesora McGonagall?

Por lo tanto Dumbledore o la Profesora McGonagall la habían


escuchado antes.
El Director de Hogwarts no tenía razón obvia para informar a la
Profesora de Transformación sobre una profecía extremadamente
sensible y crucial. Sin embargo la Profesora de Transformación
tenía todas las razones para informar al Director.

Parecía probable, por lo tanto, que la Profesora McGonagall había


sido la primera en escucharla.

Las probabilidades preferentes señalaban que había sido la


Profesora Trelawney, la vidente residente en Hogwarts. Los videntes
eran raros, así que si contabas la mayoría de segundos que la
Profesora McGonagall había pasado ante la presencia de una
vidente en el curso de su vida, la mayoría de esos videntes-
segundos serían Trelawney-segundos.

La Profesora McGonagall se lo había comunicado a Dumbledore, y


no le hubiera comentado a nadie más sobre la profecía sin permiso.

Por lo tanto, fue Albus Dumbledore quien había arreglado que


Severus Snape de algún modo aprendiera de la profecía. Y el
mismo Dumbledore había resuelto el acertijo exitosamente, o no
hubiera elegido a Severus, quien una vez amó a Lily, como el
intermediario.

Dumbledore había arreglado deliberadamente que el Señor


Voldemort escuchara la profecía, con la esperanza de traerlo hacia
su muerte. Tal vez Dumbledore había organizado que Severus
aprendiera sólo una parte de la profecía, o había otras profecías de
las cuales Severus había permanecido inocente… de alguna forma
Dumbledore había sabido que un ataque inmediato sobre los Potter
provocaría la derrota inmediata del Señor Voldemort, aunque el
mismísimo Señor Voldemort no había creído esto. O quizá no había
sido más que un golpe de suerte de la locura de Dumbledore, su
agrado por los planes bizarros…

Severus había terminado sirviendo a Dumbledore después; a lo


mejor los Mortífagos no miraron con buenos ojos a Severus si
Dumbledore revelaba su rol en su derrota.
Dumbledore había intentado acomodar que la madre de Harry fuera
perdonada. Pero esa parte de su plan había fallado. Y
conscientemente había condenado a James Potter a su muerte.

Dumbledore era responsable de la muerte de los padres de Harry. Si


toda la cadena de lógica era correcta. Harry no podía, en justicia,
concluir que finalizar la Guerra Mágica no contara como
circunstancias atenuantes. Sin embargo esto todavía… lo molestaba
bastante .

Y era tiempo y desde hace rato que lo había sido de preguntarle a


Draco Malfoy lo que el otro lado de la guerra tenía para describir al
personaje de Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

Nota de Traductor

Creo que ese dicho de encajar la lengua en la oreja sería una cosa
del mundo mágico, y como un simple Muggle que soy, no lo
entiendo del todo. Mi única referencia similar es el acto erótico de
usar la lengua en la oreja, y por todo lo pudoroso espero que eso no
tenga nada que ver con ese dicho.

Antes usaba " Conclusión " para traducir " Aftermatch " pero tras una
conversación con mi novia, que es fanática de Star Trek, comprendí
que era una referencia a la bitácora del capitán del Enterprise, y
cuando necesitaba añadir algo más, usaba la palabra "
complemento ." Yo soy más del tipo Star Wars, de ahí mi error.

Este capítulo inicia siendo muy gracioso, y culmina siendo muy


oscuro. Sin duda alguna es uno de mis favoritos desde la
perspectiva de un escritor. Pero desde el punto de vista de un fan,
me parece que me agrada más el siguiente, porque empieza
dramático y finaliza chistoso. ¿Soy demasiado complicado?

Me ha encantado responder a los últimos comentarios que he


recibido. De verdad puedo leer que para muchos de ustedes esta
historia es importante y significa mucho. Cuando leo esos
comentarios, no me siento como alguien encerrado en su cuarto a
solas traduciendo un relato de Inglés a Español, todo lo contrario,
me siento muy acompañado.

El próximo capítulo es largo, 23 páginas, por lo que me puedo llegar


a tardar casi un mes.

Como siempre, muchas gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Teoria de la Personalidad
Capítulo 47

Teoría de la Personalidad

Hay un punto en cada complot en donde la víctima empieza a


sospechar; y mirar hacia atrás, y ve un rastro de eventos que
señalan hacia la misma dirección. Y cuando ese punto llega, Padre
había explicado, el prospecto de la perdida podía parecer
insoportable, y admitirse a uno mismo que habías sido engañado
podía presentarse tan humillante, que la víctima seguiría negando el
complot, y el juego podría continuar mucho más allá.

Padre la había advertido a Draco que no hiciera eso de nuevo.

Primero, sucedió, que él permitió que el Sr. Avery acabara de


comerse todas las galletas que había estafado a Draco, mientras
Draco observaba y lloraba. El jarrón entero lleno de amorosas
galletas que Padre le había dado apenas unas horas antes, porque
Draco había perdido todas ellas con el Sr. Avery, hasta la última.

Así que fue un sentimiento familiar el que Draco había sentido en el


fondo de su estómago, cuando Gregory le contó sobre El Beso.

A veces mirabas hacia atrás, y veías cosas…

(En un salón de clases sin iluminar - ya no podías llamarlo sin usar,


ya que había sido usado semanalmente por los últimos meses - un
niño se sentó envuelto con un manto de capucha, con un globo de
cristal sin encender sobre el escritorio en frente suyo. Pensando en
silencio, pensando en oscuridad, esperando por una puerta abierta
que dejara entrar la luz.)

Harry había empujado a Granger y dicho, ¡Te dije, sin besos!


Harry probablemente explicaría algo como, Ella nada más lo hizo
para molestarme, la última vez, igual que con la cita a la que me
hizo ir.

Pero la historia verificada era que Granger había estado dispuesta a


enfrentar al Dementor de nuevo para ayudar a Harry; que había
besado Harry, llorando, cuando él estaba perdido en las
profundidades de la Dementación; y que su beso lo había traído de
regreso.

Eso no sonaba como rivalidad, ni siquiera una amistosa rivalidad.

Eso sonaba como el tipo de amistad que usualmente no veías ni en


las obras de teatro.

¿Entonces por qué Harry había hecho que su amiga trepara las
heladas paredes de Hogwarts?

¿Porque eso era el tipo de cosas que Harry Potter hacia a sus
amigos?

Padre le había dicho a Draco que para desentrañar un plan extraño,


una técnica era observar que sucedía al final, asumir era el
resultado que se había buscado, y plantearse quién salía
beneficiado.

Lo que había terminado pasando como resultado de Draco y


Granger combatiendo juntos a Harry Potter… era que Draco había
empezado a sentirse mucho más amistoso hacia Granger.

¿Quién se beneficiaba de que el heredero de Malfoy se convirtiera


en amigo de una bruja sangre sucia?

¿Quién se beneficiaba, que era famoso por exactamente ese tipo de


plan?

¿Quién se beneficiaba, que pudiera estar jalando los hilos de Harry


Potter?
Dumbledore.

Y si eso era verdad entonces Draco tendría que ir con Padre y


contarle todo, sin importar que pasara después de eso, Draco no
podía imaginar que ocurriría después de eso, era horroroso más allá
de lo imaginable. Lo que lo había querer agarrarse
desesperadamente de la última fibra de esperanza de que todo no
fuera como aparentaba ser…

… Draco recordaba eso, también, de la lección del Sr. Avery.

Draco no había planeado confrontar a Harry todavía. Seguía


intentando pensar en una prueba experimental, algo a través de lo
cual Harry no pudiera ver y falsear. Pero entonces Vincent había
llegado con el mensaje de que Harry quería encontrarse más
temprano esta semana, el Viernes en vez del Sábado.

Así que ahí estaba Draco, en un cuarto de clases oscuro, con un


globo de cristal sin iluminar sobre su escritorio, esperando.

Minutos pasaron.

Pisadas se aproximaron.

La puerta emitió un gentil crujido al abrirse en el salón de clases,


revelando a Harry Potter vistiendo su propio manto con capucha;
Harry penetró dentro del salón de clases a oscuras, y la robusta
puerta se cerró tras él con un leve clic.

Draco golpeó suavemente el globo de cristal, y el salón de clases se


iluminó con una brillante luz verde. La luz verde proyectó sombras
del escritorio sobre el suelo, y le devolvió la mirada curvada del
espaldar de la silla, fotónes rebotando de la madera en tal manera
que el angulo de incidencia era igual al angulo de reflexión.

Al menos eso que había aprendido probablemente no era una


mentira.
Harry había titubeado cuando la luz se encendió, parando por un
momento, entonces reasumió su acercamiento. "Hola, Draco," Harry
pronunció en voz baja, echando hacia atrás su capucha cuando
llegó al escritorio de Draco. "Gracias por venir, sé que no es nuestro
tiempo usual -"

"Con mucho gusto," Draco replicó categóricamente.

Harry arrastró una de las sillas para encarar a Draco al otro lado de
su escritorio, las piernas haciendo un ligero chirrido sobre el suelo.
Él volteó la silla así que estaba quedara al revés, y se sentó a
ahorcajadas, sus brazos cruzados sobre el espaldar de la silla. El
rostro del niño era pensativo, con el ceño fruncido, serio, viéndose
muy adulto aún para Harry Potter.

"Tengo que hacerte una pregunta importante," anunció Harry, "pero


hay algo más que quiero que hagamos antes de hacer eso."

Draco no comentó nada, sintiendo una cierta alarma. Parte de él


sólo quería terminar con todo de una vez.

"Cuéntame, Draco," inquirió Harry. "¿Por qué los Muggles nunca


dejan un fantasma al morir?"

"Porque los Muggles no tienen almas, obviamente," Draco


respondió. Ni siquiera se dio cuenta hasta después de que lo
pronunció que ésto podría contradecir las políticas de Harry, y para
entonces no le importó. Además, era obvio.

El rostro de Harry no mostró sorpresa. "Antes de hacerte mi


pregunta importante, quiero ver si puedes aprender el
Encantamiento Patronus."

Por un momento la pura incongruencia dejó perplejo a Draco. El


viejo y bueno imposible-de-predecir-o-entender Harry Potter. Había
veces cuando Draco dudaba si Harry hacia esto deliberadamente
como una táctica desorientadora.
Entonces Draco comprendió, y se puso de pie y se apartó de su
escritorio con un solo movimiento enojado. Eso era todo. Era el final.
"Como los sirvientes de Dumbledore," espetó.

"Como Salazar Slytherin," Harry sostuvo con firmeza.

Draco casi se tropieza sobre sus propios pies a la mitad de su


primer zancada hacia la puerta.

Lentamente, Draco se giró hacia Harry.

"No sé de dónde se te ocurrió eso," arguyó Draco, "pero es


incorrecto, todos saben que el Encantamiento Patronus es un
hechizo de Gryffindor -"

"Salazar Slytherin podía invocar un Encantamiento Patronus


corpóreo," Harry lo interrumpió. La mano de Harry rebuscó entre su
túnica, extrajo un libro cuyo titulo estaba escrito en blanco sobre
verde, y por lo tanto era casi imposible de leer bajo la luz verde; mas
se veía viejo. "Descubrí eso cuando estaba investigando sobre el
Encantamiento Patronus. Y hallé la referencia original y saqué el
libro de la biblioteca por si no me creías. El autor de este libro no
piensa que haya algo inusual sobre que Salazar fuera capaz de
invocar un Patronus, tampoco; la creencia de que los Slytherins no
pueden hacerlo debe ser reciente. Y como nota histórica adicional,
aunque no tengo el libro conmigo, Godric Gryffindor nunca pudo."

Tras las primeras seis veces que Draco hubo intentado acusar a
Harry de fanfarrón, más seis ocasiones sucesivamente más
ridículas, él se dio cuenta que Harry simplemente no mentía sobre lo
que estaba dentro de los libros. De todos modos, cuando las manos
de Harry abrieron el libro y apuntaron a un espacio con un marcador
de lectura, Draco se adelantó y estudió el lugar donde el dedo de
Harry señalaba.

Entonces los fuegos de Ravenclaw cayeron sobre la oscuridad que


había ocultado el ala izquierda del ejército del Señor Foul,
dispersándola, y fue revelado que el Señor Gryffindor había hablado
la verdad; el miedo que todos ellos sentían no era natural en su
fuente, sino que provenía de tres docenas de Dementores, a
quienes se les había prometido las almas de los derrotados. En
unisono la Dama Hufflepuff y el Señor Slytherin llamaron a sus
Patronus, un enorme tejón y una brillante serpiente de plata, y los
defensores alzaron sus cabezas al tiempo que las sombras salieron
de sus corazones. Y la Dama Ravenclaw se rió, remarcando que el
Señor Foul era un gran tonto, porque ahora su propio ejército sería
subyugado por el miedo, mas no los defensores de Hogwarts. Aún
así el Señor Slytherin agregó, "No es un tonto él, eso de seguro lo
sé." Y el Señor Gryffindor a su lado estudió el campo de batalla con
el ceño fruncido sobre su rostro…

Draco levantó la mirada. "¿Y?"

Harry cerró el libro y lo puso dentro de su monedero. "Caos y Rayo


de Sol ambos tienen soldados que pueden invocar Encantamientos
Patronus corpóreos. Los Patronus Corpóreos pueden ser usados
para entregar mensajes. Si no puedes aprender el hechizo, el
Ejército Dragón estará en una severa desventaja militar -"

A Draco no le importaba eso ahora mismo, y así se lo dijo a Harry.


Su voz fue más afilada de lo que debió ser.

Harry ni parpadeó. "Entonces voy a usar el favor que me debes por


esa vez que evité que se desatara un amotinamiento, en nuestro
primer día de lecciones de escoba. Voy a intentar enseñarte el
Encantamiento Patronus, y como mi favor, quiero que hagas lo
mejor que puedas honestamente para aprenderlo y llamarlo. Confío
por el honor de la Casa Malfoy que lo harás."

Draco sintió cierta alarma de nuevo. De Harry haber pedido eso en


cualquier otra ocasión, habría sido un trato justo para devolver un
favor, dado que no fuera en realidad un hechizo de Gryffindor.
Pero…

"¿Por qué?" Draco preguntó.


"Para descubrir si puedes hacer esta cosa que Salazar Slytherin
podía hacer," Harry replicó uniforme. "Esta es una prueba
experimental, y no te contaré lo que significa antes de que lo hayas
hecho. ¿Lo harás?"

… Probablemente era una buena idea desembarazarse de ese favor


en algo inocuo, aún más si era tiempo de separarse con Harry
Potter. "De acuerdo."

Harry extrajo la varita de su túnica, y la apoyó sobre el globo. "No es


realmente el mejor color para aprender el Encantamiento Patronus,"
Harry dijo. "La luz verde es el tono exacto de la Maldición Asesina,
me refiero. Sin embargo la plata es un color de Slytherin también,
¿no es así? Dulak ." La luz se apagó, y Harry susurró las primeras
dos frases del encantamiento de Luz Continua, relanzando esa
parte del hechizo, aunque ninguno de ellos pudo haber realizado el
hechizo completo por sí mismos. Entonces Harry golpeó el globo
otra vez, y el cuarto se iluminó con una radiación plateada, brillante
pero suave y gentil. El color regresó a los escritorios y las sillas, y la
ligeramente sudorosa cara de Harry debajo de su desgreñado
cabello negro.

Le tomó todo eso a Draco darse cuenta de la implicación. "¿Viste


una Maldición Asesina desde la última vez que nos vimos? Cuándo -
cómo -"

"Invoca el Encantamiento Patronus," Harry insistió, viéndose más


serio que nunca, "y te lo explicaré."

Draco presionó sus manos sobre sus ojos, escondiendo la luz


plateada. "Sabes, ¡realmente debería recordar que eres demasiado
raro para cualquier plan normal !"

Dentro de su auto-impuesta oscuridad, escuchó el sonido de Harry


riéndose ligeramente.


Harry observó de cerca mientras Draco finalizó su último recorrido
de los gestos preliminares, la parte del hechizo que era difícil de
aprender; el gesto final y la pronunciación no tenían que ser
precisas. Los últimos tres ensayos habían sido perfectos hasta
donde Harry podía ver. Harry también había sentido un extraño
impulso de ajustar cosas sobre las que el Sr. Lupin no había dicho
nada, como el angulo del codo de Draco o la dirección en que su pie
estaba apuntando; pudo haber sido enteramente su propia
imaginación, y probablemente lo era, pero Harry había decidido
seguir su impulso por si las dudas.

"De acuerdo," Harry dijo con calma. Había una tensión dentro de su
pecho que hacía un poco difícil hablar. "No tenemos un Dementor
aquí con nosotros, mas eso está bien. No necesitaremos uno.
Draco, cuando tu padre habló conmigo en la estación de tren, él
afirmó que eras la cosa más preciosa para él en todo el mundo, y
amenazó con mandar todos sus planes por la borda para tomar
venganza sobre mí, si alguna vez salías lastimado."

"Él… ¿qué?" Hubo ahogo en la voz de Draco, y una rara expresión


sobre su rostro. "¿Por qué me estás contando eso ?"

"¿Por qué no lo haría?" Harry no permitió que su expresión


cambiara, aunque pudo deducir que estaba pensando Draco; que
Harry había estado planeando separar a Draco de su padre, y no
debería mencionar cualquier cosa que los acercara más. "Siempre
ha habido una persona que te importa más que nadie, y yo sé
exactamente que pensamiento cálido y feliz te permitirá invocar el
Encantamiento Patronus. Me lo dijiste en la estación de tren antes
del primer día de escuela. Una vez te caíste de una escoba y te
rompiste las costillas. Te dolió más que cualquier cosa antes, y
pensaste que ibas a morir. Pretende que ese miedo se acerca a ti
creado por un Dementor, de pie frente a ti, vistiendo un manto negro
agujereado, mostrándose como una cosa muerta dejada en el agua.
Y entonces lanza el Encantamiento Patronus, y cuando esgrimas la
varita para alejar el Dementor, piensa en cómo tu padre sostuvo tu
mano, para que no tuvieras miedo; y entonces piensa en cuánto te
ama, y en cuánto lo amas tú, y pon todo eso dentro de tu voz
cuando llames Expecto Patronum . Por el honor de la Casa Malfoy, y
no sólo porque me prometiste un favor. Muéstrame que no mentiste
ese día en la estación de tren cuando me explicaste que Lucius era
un buen padre. Enséñame que puedes hacer lo que Salazar
Slytherin podía hacer."

Y Harry retrocedió, a espaldas de Draco, fuera del campo de visión


de Draco, para que Draco únicamente tuviera de frente el
empolvado escritorio de profesor y el tablero en el salón de clases
sin usar.

Draco echó un vistazo hacia atrás, esa extraña mirada en su cara, y


entonces se giró para ver hacia adelante. Harry contempló la
exhalación, la inhalación. La varita giró una, dos, tres, y cuatro
veces. Los dedos de Draco se deslizaron junto con la varita,
exactamente las distancias correctas -

Draco bajó su varita.

"Esto es demasiado -" Draco titubeó, "No puedo pensar esto de


forma adecuada, mientras me estás observando -"

Harry se volteó y empezó a caminar hacia la puerta. "Regresaré en


un minuto," Harry informó. "Nada más mantén tu pensamiento feliz,
y el Patronus se quedará."

Detrás de Draco llegó el sonido de la puerta abriéndose otra vez.

Draco escuchó los pasos de Harry entrando al salón de clases, mas


no se volteó a verlo.

Harry no comentó nada tampoco. El silencio se alargó.

Finalmente -

"¿Qué significa esto? " Draco preguntó. Su voz tembló un poco.


"Significa que amas a tu padre," La voz de Harry dijo. Que era justo
lo que Draco había estado pensando, e intentar no llorar en frente
de Harry. Era demasiado cierto, demasiado cierto -

Ante Draco, sobre el piso, estaba brillando la forma brillante de una


serpiente que Draco reconoció; una Krait Azul, una serpiente que en
principio fue traída a la mansión por el Señor Abraxas Malfoy tras
una visita a una tierra muy lejana, y Padre había mantenido una
Krait Azul en el ofidiario desde entonces. Lo importante sobre el
Krait Azul era que la mordida no dolería mucho. Padre había dicho
eso, y le ordenó a Draco nunca acercarse a acariciar a la serpiente,
sin importar quien lo acompañara. El veneno mataba tus nervios tan
rápido que no tenías tiempo de sentir dolor mientras se esparcía la
ponzoña. Podías morir incluso después de usar Encantamientos
Sanadores. Se comía otras serpientes. Era tan Slytherin como
ninguna otra criatura podría llegar a ser.

Por eso la cabeza de una Krait Azul había sido forjada en la


empuñadura del bastón de Padre.

La resplandeciente serpiente mostró su lengua, que también era


plateada; y pareció sonreír de algún modo, en una manera más
cálida de la que cualquier reptil debería ser capaz.

Y entonces Draco se dio cuenta -

"Pero," Draco expuso, todavía contemplando a la bella y radiante


serpiente, "tú no puedes llamar el Encantamiento Patronus." Ahora
que el propio Draco lo había invocado por sí mismo, entendió por
qué eso era importante. Podías ser malvado, como Dumbledore, y a
pesar de ello lanzar el Encantamiento Patronus, siempre y cuando
te quedara algo iluminando tu interior. Mas si Harry Potter no tenía ni
un solo pensamiento que brillara así dentro de él -

"El Encantamiento Patronus es más complicado de lo que crees,


Draco," Harry afirmó seriamente. "No todos los que fallan al
invocarlo son malas personas, ni infelices. Sin embargo, yo puedo
llamarlo. Lo logré en mi segundo intento, tras darme cuenta qué
había hecho mal al enfrentar al Dementor la primera vez. Pero,
bueno, mi vida se vuelve algo peculiar a veces, y mi Patronus
resultó extraño, y voy a mantenerlo como secreto por ahora -"

"¿Y se supone que nada más debo creerte ?"

"Puedes interrogar al Profesor Quirrell si no confías en mí," contestó


Harry. "Inquiere si Harry Potter puede lanzar un Patronus corpóreo,
y dile que yo te pedí que hablara contigo. Él sabrá que la petición es
de parte mía, nadie más lo sabría."

Oh, ¿y ahora Draco debía confiar en el Profesor Quirrell ? Sin


embargo, conociendo a Harry, podría ser verdad; y el Profesor
Quirrell no mentiría por razones triviales.

La luminosa serpiente giró su cabeza hacia adelante y atrás, como


si buscara una presa que no estaba allí, y entonces se enroscó en sí
misma dentro de un circulo, como para descansar.

"Tengo la duda," Harry prosiguió suavemente, "cuando fue, en que


año, que generación, que los Slytherins dejaron de aprender el
Encantamiento Patronus. Cuando fue que las personas comenzaron
a creer, que los propios Slytherins empezaron a creer, que ser
astuto y ambicioso era lo mismo que ser frío e infeliz. Y si Salazar
llegara a saber que sus estudiantes ni siquiera se volvieron a
molestar con aparecer para aprender el Encantamiento Patronus,
me pregunto, ¿habría deseado nunca haber nacido? Quisiera saber
cómo todo se puso tan mal, cuando la Casa de Slytherin se puso tan
mala."

La criatura fulgurante parpadeó, el conflicto creciendo dentro de


Draco haciendo imposible sostener el Encantamiento. Draco giró
hacia Harry, tuvo que controlarse para no alzar su varita. "¿Qué
sabes tú sobre la Casa de Slytherin o Salazar Slytherin? Tú nunca
fuiste Seleccionado en mi Casa, qué te da el derecho para -"

Y ahí fue cuando Draco finalmente se dio cuenta.


"¡Sí fuiste Seleccionado en Slytherin!" Draco exclamó. "Así fue, y
entonces tú, de alguna forma, chasqueaste tus dedos -" Draco una
vez le había preguntado a Padre si sería astuto ser Seleccionado en
alguna Casa diferente para que todos confiaran en ti, y Padre había
sonreído y confesado que él había pensado eso mismo a la edad de
Draco, pero que no había manera de engañar al Sombrero
Seleccionador…

… no hasta que llegó Harry Potter .

¿Cómo se había tragado aunque fuera por un minuto que Harry era
un Ravenclaw ?

"Una hipótesis interesante," Harry replicó ecuánime. "¿Sabes, que


eres la segunda persona en Hogwarts que ha llegado a una teoría
similar? Al menos eres la segunda que de hecho me lo suelta en mi
cara -"

"Snape," Draco dedujo con certeza. Su Jefe de Casa no era un


tonto.

"El Profesor Quirrell, por supuesto," corrigió Harry. "Aunque ahora


que lo pienso, Severus sí inquirió cómo me las arreglé para
quedarme por fuera de su Casa, y si yo tenía algo que el Sombrero
Seleccionador deseaba. Supongo que puedo aseverar que fuiste el
número tres. Oh, sin embargo la teoría del Profesor Quirrell era un
poco diferente de la tuya, realmente. ¿Puedo tener tu palabra de
que no la vas a repetir?"

Draco asintió sin tan siquiera considerarlo. ¿Qué se suponía que


debía hacer, decir que no?

"El Profesor Quirrell pensó que Dumbledore no estaba feliz con la


elección del Sombrero para el Niño-Que-Vivió."

Y en el instante en que Harry lo pronunció, Draco supo, supo que


era verdad, era simplemente obvio . ¿A quién pensaba Dumbledore
que iba lograr engañar?
… bueno, además de a cada persona en Hogwarts aparte de Snape
y Quirrell, el propio Harry podría creerlo…

Draco se fue tropezando hasta llegar a su escritorio a toda prisa, y


se sentó con tanta fuerza que se lastimó un poco. Este tipo de
situación pasaba con Harry una vez al mes, y no había ocurrido en
Enero, así que ya era tiempo.

Su compañero Slytherin, quien podría o no pensar que era un


Ravenclaw, se recostó en la silla que había usado antes,
sentándose con las piernas cruzadas, y mirando intensamente a
Draco.

Draco no sabía qué debía hacer a continuación, si tenía que intentar


persuadir al niño Slytherin perdido de que, no, él no era realmente
un Ravenclaw… o procurar descubrir si Harry estaba colaborando
con Dumbledore, aunque de repente eso parecía menos probable…
pero entonces por qué Harry había elaborado todo el asunto con
Granger y él…

De verdad debió recordar que Harry era demasiado raro para


cualquier plan normal.

"Harry," dijo Draco. "¿Deliberadamente te opusiste a la General


Rayo de Sol y a mí para que trabajáramos juntos contra ti?"

Harry asintió sin titubear, como si fuera la cosa más normal en el


mundo, y nada por lo cual estar avergonzado.

"Toda la situación con los guantes y hacernos trepar las paredes de


Hogwarts, el único punto era hacer que Granger y yo fuéramos más
amistosos entre nosotros. Y aun antes de eso. Lo has estado
planeando desde hace un largo tiempo. Desde el principio ."

De nuevo asintió.

"¿POR QUÉÉÉÉÉ?"
Las cejas de Harry se alzaron por un momento, solamente esa
reacción le había mostrado a Draco quien había chillado tan
ruidosamente en el salón de clases que había lastimado sus propios
oídos. POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ Harry Potter HACÍA este
tipo de cosas…

Entonces Harry respondió, "Para que los Slytherins sean capaces


de invocar el Encantamiento Patronus otra vez."

"Eso… no… tiene… ¡SENTIDO!" Draco era consciente de que


estaba perdiendo control de su voz, mas no le era posible detenerse
a sí mismo. "¿Qué tiene eso que ver con Granger?"

"Patrones," Harry contestó. Su rostro era serio, y muy grave. "Como


que un cuarto de los niños nacidos de parejas Squib resultaran
siendo magos. Un simple, inequívoco patrón que reconocerías
instantáneamente, si supieras qué estabas buscando; sin embargo,
si no lo supieras, ni siquiera te darías cuenta de que era una pista.
El veneno en la Casa de Slytherin es algo que se ha visto antes en
el mundo de los Muggle. Esta es una predicción por adelantado,
Draco, pude haber escrito esto antes de nuestro primer día de
escuela, nada más de lo que escuché de ti en la Estación King's
Cross. Permite que describa unos tipos de personas realmente
patéticas que se la pasan alrededor de las reuniones políticas de tu
padre, familias de sangre pura que nunca serían invitadas a una
cena en la Mansión Malfoy. Ten en cuenta que yo nunca los he
conocido, nada más estoy prediciendo al reconocer el patrón de lo
que está sucediendo en la Casa de Slytherin -"

Y Harry Potter procedió a describir a los Parkinsons y Montagues y


Boles con una precisión calmada y cortante que Draco ni siquiera se
atrevería a pensar en caso de que pudiera haber un Legeremante
por ahí, iba más allá del insulto, asesinarían a Harry si alguna vez lo
oyeran…

"Para resumir," Harry finalizó, "ellos no tienen ningún poder en sí


mismos. No tienen riqueza alguna por sí mismos. Si no tuvieran
hijos de Muggles para odiar, si todos los hijos de Muggles
desaparecieran en la manera que ellos dicen querer, despertarían
una mañana y encontrarían que no tienen nada . Mas siempre y
cuando puedan afirmar que los sangre pura son superiores, ellos se
pueden seguir sintiendo superiores, se pueden sentir como parte de
una clase dominante. Aún cuando tu padre ni soñaría en invitarlos a
cenar, aún cuando no hay ni un Galeón en sus bóvedas, aún si lo
hicieron peor en sus TIMOs que el más malo de los hijos de
Muggles en Hogwarts. Aún si ya no son capaces de lanzar el
Encantamiento Patronus. Para ellos todo es culpa de los hijos de
Muggles, tienen alguien aparte de sí mismos para culpar por sus
propias fallas, y eso los hace todavía más débiles. Eso es lo que la
Casa de Slytherin se está volviendo, patética, y la raíz del problema
es odiar a los hijos de Muggles."

"¡El mismo Salazar Slytherin dijo que los sangre sucia necesitaban
ser expulsados! Que estaban debilitando nuestra sangre -" la voz de
Draco creció hasta ser un grito.

"¡Que Salazar estaba equivocado es un simple hecho! ¡ Sabes eso,


Draco! Y que el odio está envenenando tu Casa entera, ¡no podrías
invocar el Encantamiento Patronus usando un pensamiento así!"

"¿Entonces por qué podía Salazar Slytherin realizar el


Encantamiento Patronus?"

Harry se estaba limpiando el sudor de su frente. "¡Porque las cosas


han cambiado entre entonces y ahora! Escucha, Draco, hace
trescientos años podías encontrar grandes científicos, tan grandes
científicos como Salazar a su propio modo, que te habrían afirmado
que otros algunos Muggles eran inferiores a causa del color de su
piel -"

"¿Color de piel?" preguntó Draco.

"Lo sé, color de piel en lugar de cualquier otra cosa importante como
la pureza de la sangre, ¿no es algo ridículo? Pero entonces algo
sucedió y el mundo cambió, y ahora no puedes encontrar grandes
científicos que sigan pensando que el color de piel debería importar,
únicamente perdedores como las que te describí. Salazar Slytherin
cometió el mismo error que todo los demás, porque creció creyendo
en ello, no porque estuviera desesperado por odiar a alguien . Hubo
unos cuantos que lo hicieron mejor que todos los demás a su
alrededor, y ellos fueron excepcionalmente buenos. Mas los que
simplemente aceptaban lo que todos los demás pensaban no eran
excepcionalmente malos. El hecho más triste es que la mayoría de
personas no notan un problema moral a menos que alguien más se
los señalé; y cuando son tan mayores como lo era Salazar cuando
conoció a Godric, ya han perdido la habilidad para cambiar sus
mentes. Sólo entonces Hogwarts fue construida, y Hogwarts
empezó a enviar cartas de aceptación a los hijos de Muggles como
Godric insistió, y más y más personas empezaron a descubrir que
los hijos de Muggles no eran tan diferentes. Ahora es un gran
asunto político en vez de algo que todos nada más creen sin
considerarlo. Y la respuesta correcta es que los hijos de Muggles no
son más débiles que los sangre pura. Así que ahora las personas
que solían estar de acuerdo con lo que alguna vez Salazar creyó, o
son personas que crecieron en ambientes muy cerrados de sangre
pura como tú, o personas que son tan patéticas que están
desesperados por sentirse superiores, personas que aman odiar."

"Eso no… eso no suena correcto…" la voz de Draco pronunció. Sus


orejas escucharon, e inquirieron si no se le podía ocurrir algo mejor
que argumentar.

"¿No suena correcto? Draco, sabes que no hay nada malo con
Hermione Granger. Tuviste problemas para dejarla caer del tejado,
escuché. Aún cuando sabías que ella había bebido una Poción de
Caída de Pluma, aún cuando sabías que ella estaría a salvo. ¿Qué
clase de persona crees que quiere matarla, no porque ella les haya
hecho algo malo, sino porque es una hija de Muggles? Aún cuando
ella es, no es más que una chica que les ayudaría con su tarea en
un segundo, si alguna vez se lo pidieran," La voz de Harry se
rompió, "¿qué clase de persona desea que ella muera ?"

Padre -
Draco se sintió dividido en dos, como si tuviera un problema de
visión dual, Granger es una sangre sucia, ella debería morir y una
chica colgando de su mano sobre el techo, como viendo doble,
viendo doble -

"Y cualquiera que no quiera que Hermione Granger muera, ¡no


querrá estar al lado del tipo de personas que sí lo desean ! Eso es lo
que todos piensan que es Slytherin ahora, no astutos planes, no
intentar alcanzar la grandeza, ¡sólo odiar a los hijos de Muggles! Le
pagué a Morag un Sickle para que le preguntara a Padma por qué
no había ido a Slytherin, ambos sabemos que ella tuvo la opción. Y
Morag me contó que Padma nada más la miró y dijo que ella no era
una Pansy Parkinson. ¿Ves? Los mejores estudiantes con las
virtudes de más de una Casa, los estudiantes con elecciones, van
bajo el Sombrero pensando cualquier lugar excepto Slytherin, y
alguien como Padma termina en Ravenclaw. Y… creo que el
Sombrero Seleccionador intenta mantener un balance en la
Selección, para llenar las filas de Slytherin con cualquiera que no
esté asqueado por todo ese odio. Así que en lugar de Padma Patil,
Slytherin recibe una Pansy Parkinson. No es muy astuta, y no es
muy ambiciosa, mas es el tipo de persona a la que no le importa en
lo que Slytherin se está convirtiendo. Y mientras más Padmas van a
Ravenclaw y más Pansys van a Slytherin, más se acelera el
proceso. ¡Eso está destruyendo la Casa de Slytherin, Draco!"

Todo sonaba horriblemente cierto, Padma había pertenecido a


Slytherin… y en vez de eso Slytherin consiguió a Pansy… Padre
incentivaba familias menores como los Parkinsons porque eran
fuentes convenientes de apoyo, sin embargo Padre no se había
dado cuenta de las consecuencias de asociar el nombre de Slytherin
con ellos…

"No puedo -" Draco dudó, mas él mismo ni siquiera estaba seguro
qué era lo que no podía hacer - "¿Qué quieres de mí?"

"No estoy seguro de como curar la Casa de Slytherin," Harry declaró


con lentitud. "Mas sé que es algo que tú y yo tendremos que hacer
al final. Le llevó siglos a la ciencia expandirse sobre el mundo
Muggle, únicamente pasó lentamente, pero mientras más fuerte se
volvió la ciencia, más lejos se fue esa clase de odio." La voz de
Harry estaba más calmada ahora. "No sé exactamente por qué
funciona de ese modo, sin embargo así sucedió históricamente.
Como si la ciencia tuviera algo por dentro similar al brillo del
Encantamiento Patronus, expulsando todo clase de oscuridad y
locura, no de inmediato, pero parece seguir a la ciencia a donde
quiera que vaya. La Ilustración, así fue como se le llamó en el
mundo Muggle. Tiene algo que ver con buscar la verdad, creo… con
ser capaz de cambiar tu mente para separarte de aquellas creencias
con las que creciste… con el pensamiento lógico, te das cuenta de
que no hay razón para odiar a alguien porque su color de piel es
diferente, al igual que no hay razón para odiar a Hermione
Granger… o tal vez hay algo que ni siquiera yo entiendo. Pero la
Ilustración es algo a lo que tú y yo ya pertenecemos, los dos.
Arreglar la Casa de Slytherin es solamente una de las cosas que
tenemos que hacer."

"Déjame pensar," Draco solicitó, su voz salió algo resquebrajada,


"por favor," y descansó su cabeza entre sus manos, y pensó.

Draco reflexionó por un tiempo, con las palmas sobre sus ojos para
apagar el mundo, ningún sonido excepto las respiraciones de Harry
y la suya. Todo el persuasivo razonamiento de lo expuesto por
Harry, los evidentes granos de verdad que contenía; y contra eso, lo
obvio, la perfecta y enteramente obvia hipótesis de lo que estaba
ocurriendo en realidad…

Tras un tiempo, Draco finalmente alzó su cabeza.

"Suena correcto," Draco dijo con calma.

Una enorme sonrisa rompió el rostro de Harry.

"Entonces," Draco continuó, "¿es aquí donde me llevas hasta


Dumbledore, para hacerlo oficial?"
Él mantuvo su voz muy casual mientras lo preguntó.

"Oh, sí," Harry contestó. "Esa era la cosa sobre la que te iba a
cuestionar, de hecho -"

La sangre de Draco se congeló en sus venas, se congeló hasta


solidificarse y luego se hizo pedazos -

"El Profesor Quirrell me reveló algo que me hizo pensar, y, bueno,


sin importar cómo respondas a este asunto, ya soy un estúpido por
no haber inquirido esto mucho antes. Todos en Gryffindor creen que
Dumbledore es un santo, los Hufflepuffs creen que está loco, todos
los Ravenclaws se sienten orgullosos por haber adivinado que él
solamente pretende estar demente, pero nunca indagué con nadie
de Slytherin. Se supone que soy los suficientemente listo como para
hacer ese tipo de error. Mas si incluso tú piensas que está bien
incluir a Dumbledore para conspirar en el arreglo de la Casa de
Slytherin, deduzco que no me perdí nada importante."

"Sabes," Draco espetó, con voz considerablemente calmada,


teniendo en cuenta todas las cosas, "cada vez que me preguntó si
tú haces cosas nada más para molestarme, me reiteró a mí mismo
que tiene que ser accidental, nadie podría hacer este tipo de cosas
a propósito aún si intentara hasta que le sangraran los oídos. Esa es
la única razón por la que no te voy a estrangular ahora mismo."

"¿Eh?"

Y después estrangularse a sí mismo, porque Harry había crecido


con Muggles, y luego Dumbledore lo había desviado sigilosamente
de Slytherin hacia Ravenclaw, así que era perfectamente plausible
que Harry podría no conocer nada de nada, y Draco nunca había
pensado en contarle .

O por otro lado Harry había deducido que Draco no se uniría con
Dumbledore tan fácilmente, y esto en sí mismo no era más que el
siguiente paso en el plan de Dumbledore…

Sin embargo si Harry realmente no sabía sobre Dumbledore,


entones advertirlo tenía precedencia por sobre todo lo demás .

"De acuerdo," Draco habló, tras haber tenido la oportunidad de


organizar sus pensamientos. "No sé dónde iniciar, así que nada más
empezaré en algún lugar." Draco respiró profundamente. Esto iba a
demorar un largo tiempo. "Dumbledore asesinó a su hermana
menor, y se salió con la suya porque su hermano no testificó contra
él -"

Harry escuchó con preocupación y desmayo creciente. Harry había


estado preparada, había pensado, para recibir el lado de la historia
de los puristas de sangre con un grano de sal. El problema era que
aún después de añadir una enorme cantidad de sal, todavía no se
oía bien.

El padre de Dumbledore había sido condenado por usar Maldiciones


Imperdonables sobre niños, y murió en Azkaban. Eso no era un
pecado de Dumbledore, pero sería parte del registro público. Harry
podía revisar esa parte, y ver si todo esto había sido inventado de la
nada por los puristas de la sangre.

La madre de Dumbledore había muerto misteriosamente, poco


antes de que su hermana menor muriera en lo que los Aurores
habían decretado ser asesinato. Supuestamente esa hermana había
sido violentada por Muggles y nunca volvió hablar tras eso; lo que,
Draco señaló, sonaba bastante a una Desmemorización mal hecha.
Después de las primeras interrupciones de Harry, Draco pareció
captar el principio general, y ahora estaba presentando las
observaciones primero y las inferencias al final.

"- así que no tienes que creer solamente en mi palabra," dijo Draco,
"puedes verlo, ¿cierto? Cualquiera en Slytherin puede. Dumbledore
esperó para combatir a Grindelwald hasta el momento exacto
cuando se viera mejor para Dumbledore, después de que
Grindelwald había arruinado la mayoría de Europa y se había
construido una reputación como el Mago Oscuro más terrible en la
historia, y justo cuando Grindelwald había perdido el oro y los
sacrificios de sangre que estaba recibiendo de sus lacayos Muggles
y estaba apunto de iniciar su descenso. Si Dumbledore realmente
fuera el mago noble que pretende ser, habría combatido a
Grindelwald mucho antes de eso. Dumbledore probablemente
quería a Europa arruinada, probablemente era parte de su plan
juntos, él únicamente atacó a Grindelwald cuando su títere le falló .
Y ese legendario duelo no fue real, no hay forma en que dos magos
estén tan exactamente igualados que tengan que pelear por veinte
horas enteras hasta que uno de ellos se derrumbara por el
cansancio, eso no fue otra cosa que Dumbledore haciéndolo ver
más espectacular." Aquí la voz de Draco se llenó de indignación. "¡Y
eso le consiguió a Dumbledore convertirse en Jefe de Magos del
Wizengamot ! ¡La Linea Irrompible de Merlín, corrompida tras mil
quinientos años! Y entonces encima de eso se volvió Jefe Supremo
de la Confederación Internacional de Magos, y ya tenía Hogwarts
para usarla como una fortaleza - Director y Jefe de Magos y Jefe
Supremo, ninguna persona normal intentaría hacer todo a la vez,
¿cómo puede alguien no darse cuenta de que Dumbledore está
tratando de apoderarse del mundo?"

"Pausa," Harry pidió, y cerró sus ojos para pensar.

No era mucho peor que lo que pudiste haber escuchado sobre el


Oeste bajo la Rusia de Stalin, y nada de eso había sido verdad.
Aunque los puristas de sangre no serían capaces de salirse con la
suya para inventar cosas por completo… ¿o sí? El Diario el Profeta
tenía una marcada tendencia a elaborar cosas de la nada… sin
embargo, cuando metieron el cuello demasiado lejos dentro del
compromiso Weasley, se les había llamado la atención y habían
quedado avergonzados…

Harry abrió sus ojos, y vio que Draco lo estaba contemplando con
una fija, anhelante mirada.

"Así que cuando me preguntaste si era tiempo de unirse con


Dumbledore, eso no era más que una prueba."

Draco asintió.

"Y antes de eso, cuando expresaste que sonaba correcto -"

" Suena correcto," explicó Draco. "Mas no sé si puedo confiar en ti.


¿Se va a quejar porque lo ponga a prueba a usted, Sr. Potter? ¿Va a
alegar que lo engañé ? ¿Qué lo embauqué ?"

Harry sabía que debía sonreír como un buen deportista, pero


realmente no pudo, era demasiada decepción.

"Estás en lo correcto, es justo, no me puedo quejar," Harry


respondió más bien. "¿Y qué hay de Aquel-Que-No-Debe-Ser-
Nombrado? ¿No tan malo cómo lo hicieron quedar?"

Draco lo miró con amargura, ante eso. "Así que crees que se trata
de hacer quedar bien el bando de Padre y al bando de Dumbledore
como el malo, y que yo creo todo eso porque mi Padre me lo contó."

"Es una posibilidad que estoy considerando," Harry aseveró


igualmente.

La voz de Draco era baja e intensa. "Ellos sabían . Mi padre lo


sabía, sus amigos lo sabían. Eran conscientes de que el Señor
Oscuro era malvado. ¡Sin embargo él era la única oportunidad que
cualquiera tenía contra Dumbledore! ¡El único mago en cualquier
lugar que era lo suficientemente poderoso como para combatirlo!
Algunos de los Mortífagos eran verdaderamente malvados también,
como Bellatrix Black - Padre no es así - mas Padre y sus amigos
tenían que hacerlo, Harry, tenían que hacerlo, Dumbledore se
estaba apoderando de todo, ¡el Señor Oscuro era la última
esperanza que les quedaba!"

Draco estaba contemplando con fuerza a Harry. Harry enfrentó sus


ojos, procurando pensar. Nadie jamás pensó en sí mismo como el
villano de su propia historia - quizá el Señor Voldemort lo hizo, quizá
Bellatrix lo hizo, pero Draco ciertamente no lo hizo. Que los
Mortífagos eran tipos malos no estaba en duda. La pregunta era si
ellos eran los tipos malos; si había nada más un villano en la
historia, o dos…

"No estás convencido," Draco dedujo. Se veía preocupado, y un


poco enojado. Lo que no sorprendió a Harry. Estaba muy seguro de
que el propio Draco sí creía todo esto.

"¿ Debería que estar convencido?" Harry cuestionó. No desvió la


vista. "¿Nada más porque tú lo crees? ¿Eres un racionalista tan
fuerte que tu creencia ahora es una evidencia fuerte para mí, porque
sería improbable que lo creyeras si no fuera verdad? Cuando te
conocí, no eras así de fuerte. Todo lo que me contaste, ¿lo volviste a
repensar después de que despertaste como un científico, o no es
más que una creencia con la que creciste? ¿Puedes verme a los
ojos y jurar sobre el honor de la Casa Malfoy que de haber una
falsedad enterrada en lo que dijiste, una cosa que fue añadida sólo
para hacer que Dumbledore pareciera peor, lo habrías notado?"

Draco empezó a abrir su boca, y Harry lo interrumpió, "No. No


manches el honor de la Casa Malfoy. No eres así de fuerte todavía,
y deberías saberlo. Escucha, Draco, yo mismo he comenzado a
darme cuenta de algunas cosas preocupantes. Sin embargo no hay
nada definitivo, nada que sea una certeza, todas son deducciones e
hipótesis y testigos en los que no se puede confiar… Y no hay nada
cierto en tu historia, tampoco. Dumbledore pudo haber tenido alguna
buena razón para no luchar contra Grindelwald años antes - aunque
tendría que ser una excusa muy buena, especialmente
considerando lo que estaba pasando en el lado Muggle de las
cosas… mas aún así. ¿Hay alguna cosa claramente malvada que
Dumbledore haya hecho con certeza, para que así yo no tenga que
dudar?"

La respiración de Draco era rasposa. "De acuerdo," Draco declaró


con voz irregular, "Te revelaré lo que Dumbledore hizo." De la túnica
de Draco salió una varita, y Draco exclamó "Quietus", y de nuevo
"Quietus", pero la pronunciación le salió mal una segunda vez, y
finalmente Harry sacó su propia varita y lo hizo.

"Listo," dijo Draco con voz ronca, "había una vez allí, había una
chica, y su nombre era Narcissa, y ella era la más hermosa, la más
inteligente, la mas astuta chica que llegó ser Seleccionada en
Slytherin, y mi padre la amaba, y ellos se casaron, y ella no era un
Mortífago, ella no era una luchadora, lo único que ella hizo fue amar
a Padre -" Draco se detuvo ahí, porque estaba llorando.

Harry se sintió mal del estómago. Draco nunca había hablado sobre
su madre, ni una vez, debió haberlo notado antes. "Ella… ¿se
interpuso en el camino de una maldición?"

La voz de Draco surgió como un grito. "¡Dumbledore la quemó en su


propia cuarto hasta matarla!"

En un salón de clases lleno de una suave luz plateada, un niño


estaba mirando a otro niño, quien estaba sollozando, secándose los
ojos frenéticamente con las mangas de su túnica.

Era difícil para Harry permanecer balanceado, seguir manteniendo


un buen juicio, era demasiado emocional, había algo que quería o
bien empezar a derramar lagrimas de sus propios ojos por simpatía
con Draco, o saber que no era verdad…

¡Dumbledore la quemó en su propia cuarto hasta matarla!


Eso…

… no sonaba como el estilo de Dumbledore…

… pero sólo podías tener ese pensamiento un número de veces,


antes de que comenzaras a dudar sobre la fiabilidad del completo
concepto de 'estilo'.

"Eso, eso debió doler terriblemente," Draco prosiguió, su voz


temblando, "Padre nunca habla de eso, ni siquiera hablas sobre ello
en frente de él, sin embargo el Sr. Macnair me contó, había marcas
de quemaduras por todo el cuarto, de cómo Madre debió retorcerse
mientras Dumbledore la hizo arder en vida . ¡Esa es la deuda que
Dumbledore tiene con la Casa Malfoy y tendremos su vida por ello !"

"Draco," Harry habló, dejando que la ronquera inundara su propia


voz, habría sido incorrecto oírse calmado, "lo siento, lamento tener
que preguntar, mas tengo que saber, cómo sabes que fue Dumble-"

"Dumbledore lo reconoció, ¡le explicó a Padre que era una


advertencia ! Y Padre no pudo testificar bajo Veritaserum porque era
un Oclumante, ni siquiera pudo poner a Dumbledore en juicio, los
propios aliados de Padre no le creyeron cuando Dumbledore
simplemente negó todo en público, pero nosotros lo sabemos, los
Mortífagos lo saben, Padre no tiene ninguna razón para mentir
sobre eso, Padre quisiera que nosotros tomáramos venganza en la
persona indicada, ¿no puedes ver eso Harry?" La voz de Draco era
la de un salvaje.

A menos que el propio Lucius lo hiciera, por supuesto, y encontrara


mas conveniente culpar a Dumbledore.

Aunque… tampoco parecía el estilo de Lucius . Y si él había


asesinado a Narcissa, habría sido más inteligente clavar la culpa en
una víctima más sencilla que perder capital político y credibilidad
para perseguir a Dumbledore…
Al rato, Draco dejó de llorar, y miró a Harry. "¿Bueno?" dijo Draco,
sonando como si quisiera escupir las palabras. "¿Es eso lo
suficientemente malvado para usted, Sr. Potter?"

Harry bajo la vista a donde sus brazos reposaban sobre la silla. Ya


no podía ver a Draco a los ojos, el dolor sobre ellos era demasiado
crudo. "No estaba esperando escuchar eso," Harry declaró
suavemente. "Ya no sé qué pensar."

"¿Ya no sabes ?" La voz de Draco subió hasta ser un chillido, y se


levantó abruptamente de su escritorio -

"Recordé al Señor Oscuro asesinando a mis padres," Harry


interrumpió. "Cuando fui frente al Dementor la primera vez, eso fue
lo que yo recordé, la peor memoria. Aún cuando fue hace tanto
tiempo. Los escuché morir. Mi madre le suplicó al Señor Oscuro que
no me matara, no Harry, por favor no, tómame a mí, ¡mátame en su
lugar! Eso fue lo que ella pidió. Y el Señor Oscuro se burló, y se rió.
Entonces, yo recordé, el relámpago de luz verde -"

Harry alzó la vista hacia Draco.

"Así que podríamos pelear," Harry continuó, "nada más seguir con la
misma lucha. Podrías afirmar que fue apropiado que mi madre
muriera, porque era la esposa de James, quien asesinó a un
Mortífago. Pero fue malo que tu madre muriera, porque ella era una
inocente. Y yo podría replicar que fue correcto que tu madre
muriera, que Dumbledore debió tener alguna razón para hacer
bueno hacerla arder con vida en su propia recamara; sin embargo
fue malo que mi madre muriera. Mas sabes, Draco, de cualquier
modo, ¿no sería obvio que sólo estamos llenos de prejuicios?
Porque la regla asevera que está mal matar gente inocente, esa
regla no puede encenderse para mi madre y apagarse para la tuya,
y no puede encenderse para tu madre y apagarse para la mía. Si
me dices que Lily era una enemiga de los Mortífagos y que está bien
matar a tus enemigos, entonces la misma regla aplica para que
Dumbledore estuviera bien en matar a Narcissa, ya que ella era su
enemiga." La voz de Harry se puso ronca. "Así que si los dos nos
vamos a poner de acuerdo en algo, va a ser en que ninguna de sus
muertes estuvo bien y que la madre de nadie debería morir nunca
más."

La furia hirviendo dentro de Draco era tan grande que apenas podía
detenerse para no salir a la loca del cuarto; todo lo que lo paraba
era el reconocimiento de un momento crítico; y un pequeño
remanente de amistad, un diminuto rayo de simpatía, porque él se
había olvidado, se había olvidado, que la madre y el padre de Harry
fueron asesinados por la mano del Señor Oscuro.

El silencio se estiró.

"Puedes hablar," Harry comentó, "Draco, háblame, no me molestaré


- estás pensando, no lo sé, ¿que la muerte de Narcissa fue mucho
peor que la de Lily? ¿Qué está mal para mí tan siquiera hacer la
comparación?"

"Supongo que yo fui estúpido también," Draco expresó. "Todo este


tiempo, todo este tiempo olvidé que debías odiar a los Mortífagos
por matar a tus padres, odiar a los Mortífagos de la misma manera
que yo odio a Dumbledore." Y Harry nunca se había quejado de
nada, nunca reaccionó cuando Draco habló sobre los Mortífagos, lo
mantuvo oculto - Draco era un tonto.

"No," Harry rechazó. "No es - no es así, Draco, yo, yo ni siquiera sé


como explicártelo, excepto que para declarar un pensamiento como
ese, tú no," la voz de Harry se ahogó, "nunca serías capaz de
usarlo, invocar el Encantamiento Patronus…"

Draco sintió un palpito repentino en el corazón, indeseado pero lo


sintió. "¿Pretendes que solamente te vas a olvidar de tus propios
padres? ¿Estás insinuando que nada más debería olvidarme de
Madre?"
"¿Entonces tú y yo tenemos que ser enemigos?" Ahora la voz de
Harry era igualmente desaforada. "¿Qué nos hemos hecho entre
nosotros para que tengamos que ser enemigos? ¡Me rehúso a estar
atrapado de ese modo! ¡Justicia no significa que ambos debamos
atacarnos, eso no tiene sentido!" Harry se paró, respiró
profundamente, atravesó con sus dedos el deliberado revoltijo de su
cabello - los dedos regresaron sudados, Draco pudo ver. "Draco,
escucha, no podemos esperar estar de acuerdo sobre todo de
inmediato, tú y yo. Así que no te pediré que digas que el Señor
Oscuro estuvo mal al matar a mi madre, tan sólo acepta que fue…
triste . No discutiremos sobre si fue necesario o no, si estuvo
justificado o no. Únicamente te solicito que digas que fue triste lo
que sucedió, que la vida de mi madre era valiosa también, nada más
pronuncia eso por ahora. Y yo afirmaré que fue triste que Narcissa
muriera, porque su vida valía algo. No podemos esperar ponernos
de acuerdo sobre todo de inmediato, mas si iniciamos declarando
que cada vida es preciosa, que es triste cuando cualquiera muere,
entonces sé que nos pondremos de acuerdo algún día. Eso es lo
que quiero que expreses. No quién estaba en lo correcto. No quién
estaba equivocado. Sólo que fue triste cuando tu madre murió, y
triste cuando mi madre murió, y sería triste si Hermione Granger
muriera, toda vida es preciosa, podemos ponernos de acuerdo en
eso y dejar que el resto se vaya por ahora, ¿es suficiente si estamos
de acuerdo en eso? ¿Podemos, Draco? Eso parece… más como un
pensamiento que podría invocar un Encantamiento Patronus."

Había lágrimas en los ojos de Harry.

Y Draco se estaba enojando otra vez. "Dumbledore asesinó a mi


Madre, ¡no es suficiente decir que es triste ! No entiendo qué
piensas tú que debes hacer, ¡sin embargo los Malfoys tienen que
conseguir venganza!" No vengar las muertes de la familia iba más
allá de la debilidad, más allá del deshonor, igualmente podrías no
existir .

"No voy a discutir con eso," Harry admitió con calma. "¿Pero al
menos reconocerás que la muerte de Lily Potter fue triste? ¿Tan
sólo decir eso?"

"Eso es…" Draco tenía problemas para hallar las palabras de nuevo.
"Lo sé, sé cómo te sientes, mas no lo comprendes Harry, aún si
meramente expreso que la muerte de Lily Potter fue triste, ¡ ya
estaría yendo en contra de los Mortífagos!"

"Draco, ¡ tienes que ser capaz de declarar que los Mortífagos


estaban mal sobre algunas cosas! Tienes que, no puedes progresar
como un científico de otro modo, habrá un obstáculo en tu camino,
una autoridad que no puedes contradecir. No todo cambio es una
mejora, sin embargo toda mejora es un cambio, no puedes hacer
nada mejor a menos que te las arregles para hacerlo diferente,
¡tienes que permitirte ser mejor que otras personas! Incluso que tu
padre, Draco, incluso él. Tienes que ser capaz de señalar a algo que
tu padre hizo y decir que fue un error, porque él no era perfecto, y si
no puedes hablar así, no puedes hacerlo mejor."

Padre le había advertido, cada noche antes de irse a dormir un mes


antes de ingresar a Hogwarts, que habría personas con esta meta.

"Estás intentando separarme de Padre."

"Intentando separar una parte de tu atadura," explicó Harry.


"Procurando dejarte que arregles algunas cosas que tu Padre hizo
mal. Intentando permitir que tú lo hagas mejor . Pero no… ¡no
procurar destruir tu Patronus !" La voz de Harry se suavizó. "Yo no
querría romper algo tan brillante como eso. Quien sabe, reparar la
Casa de Slytherin podría requerir de eso, también…"

Estaba legando a Draco, esa era la cosa, a pesar de todo estaba


llegando a él, tenías que ser realmente cuidadoso alrededor de
Harry porque sus argumentos sonaban tan convincentes aún
cuando estaba equivocado . "Y lo que no estás admitiendo es que
Dumbledore te dijo que podías vengar la muerte de tus padres al
quitarle el hijo al Señor Malfoy -"
" No . No. Esa parte es simplemente incorrecta." Harry respiró
profundamente. "No sabía quién era Dumbledore, o quién era el
Señor Oscuro, o quiénes eran los Mortífagos, o cómo murieron mis
padres, hasta tres días antes de venir a Hogwarts. El día que tú y yo
nos conocimos por primera vez en la tienda de ropa, ese fue el día
en que yo me enteré. Y a Dumbledore ni siquiera le gusta la ciencia
Muggle, o el afirma que no le gusta, tuve la oportunidad de
comprobar eso una vez. El pensamiento de obtener venganza sobre
los Mortífagos a través tuyo nunca cruzó por mi mente, ni siquiera
una vez hasta ahora. Desconocía quiénes eran los Malfoys cuando
nos encontramos en la tienda de ropas, y entonces me agradaste ."

Hubo un largo silencio.

"Desearía poder confiar en ti," Draco habló. Su voz estaba


temblando. "Si tan sólo pudiera saber que estabas contando la
verdad, todo sería mucho más simple -"

Y de repente le vino a Draco.

La forma de saber si Harry Potter en verdad significaba todo lo que


él decía, sobre desear reparar la Casa de Slytherin, sobre estar
triste por la muerte de Madre.

Sería ilegal, y ya que tendría que hacerlo sin la ayuda de Padre,


sería peligroso, ni siquiera podía confiar en que Harry Potter le
ayudara, sin embargo…

"De acuerdo," Draco continuó. "He pensado en un experimento


definitivo."

"¿Qué sucede?"

"Quiero darte una gota de Veritaserum," Draco propuso. "Nada más


una gota, para que no puedas mentir, mas no suficiente como para
hacer que respondas todo. No sé dónde lo conseguiré, mas
ciertamente haré que sea seguro -"
"Este," Harry intervino. Había una expresión de impotencia sobre su
rostro. "Draco, este -"

"No lo digas," Draco protestó. Su voz era firme y calmada. "Si te


niegas, ese es mi resultado experimental justo ahí."

"Draco, soy un Oclumante -"

"OH ESO ES UNA MENTIRA TAN -"

"Fui entrenado por el Sr. Bester. El Profesor Quirrell lo arregló todo.


Mira, Draco, beberé una gota de Veritaserum si puedes conseguirla,
nada más te advierto que soy un Oclumante. No soy un Oclumante
perfecto, pero el Sr. Bester aseveró que estaba poniendo una
barrera completa, y probablemente podría vencer el Veritaserum."

"¡Estás en tu primer año en Hogwarts! ¡Eso es demente!"

"¿Conoces un Legeremante en el que puedas confiar? Felizmente


te lo demostraré - mira, Draco, lo siento, ¿mas no vale algo el hecho
de que te lo contara ? Yo pude haber dejado simplemente que lo
hicieras, sabes."

"¿POR QUÉ? ¿Por qué siempre eres así, Harry? ¿Por qué tienes
que poner todo patas arriba aún cuando es IMPOSIBLE? Y deja de
reír, ¡esto ni siquiera es divertido!"

"Lo siento, lo siento, sé que no es divertido, yo -"

Le llevó un rato a Draco ponerse bajo control.

Sin embargo Harry estaba en lo correcto. Harry pudo haber dejado


que Draco le administrara el Veritaserum. Si es que realmente era
un Oclumante… Draco no conocía a quién le podía pedir un favor de
Legeremante, mas al menos podía preguntarle al Profesor Quirrell si
era verdad… ¿Podía Draco confiar en el Profesor Quirrell ? Quizá el
Profesor Quirrell diría cualquier cosa que Harry le solicitara.
Entonces Draco recordó la otra cosa que Harry le había sugerido
indagar con el Profesor Quirrell, y consideró una prueba diferente.

" Sabes," habló Draco. "tú sabes lo que me cuesta, si estoy de


acuerdo en que el veneno dentro de la Casa de Slytherin es el odio
a los hijos de Muggles, y afirmar que la muerte de Lily Potter fue
triste. Y eso es parte de tu plan, no digas que no lo es."

Harry no pronunció nada, lo que fue sabio de su parte.

"Hay algo que quiero a cambio de parte tuya," explicó Draco. "Y
antes de eso, una prueba experimental que quiero intentar -"

Draco abrió con un empujón la puerta a la cual los habían dirigido


los retratos, y en esta ocasión era la puerta correcta. Ante ellos
había un lugar pequeño y vacío hecho de piedra ubicado contra el
cielo nocturno. No era un techo como el del cual había dejado caer a
Harry, sino un apropiado y diminuto patio, muy por arriba del suelo.
Con las barandillas correctas, elaboradas tracerías de piedra que
enrojecían a la perfección… Cuánto arte había sido imbuido en la
creación de Hogwarts era algo que todavía asombraba a Draco
cada vez que pensaba en ello. Debió haber alguna forma de hacerlo
todo de una sola vez, nadie pudo haber detallado tanto pieza por
pieza, el castillo cambiaba y cada nueva pieza era de ese modo. Era
algo tan superior a la hechicería de estos diluidos días que nadie lo
podría creer de no tener el propio Hogwarts como una prueba ante
sus propios ojos.

Sin nubes y helado, el cielo nocturno de invierno; se ponía oscuro


antes del toque de queda para los estudiantes, el los últimos días de
Enero.

Las estrellas resplandeciendo brillantemente, y el aire limpio.

Harry había aseverado que estar bajo las estrellas lo ayudaría.


Draco tocó su pecho con su varita, deslizó sus dedos hacia el
movimiento practicado, y exclamó, "Thermos." El calor se esparció a
través de él, empezando desde su corazón; el viento siguió
soplando sobre su cara, pero ya no tenía frío.

"Thermos," dijo la voz de Harry detrás de él.

Se acercaron juntos a la barandilla, para bajar la vista al lejano


suelo. Draco procuro descubrir si estaban en alguna de las torres
que podían ser vistas desde afuera, y halló que en este mismo
momento no podía recordar del todo como se vería Hogwarts desde
afuera. Sin embargo el terreno abajo era siempre el mismo; podía
ver el Bosque Prohibido como un contorno lejano, y la luz de luna
reluciendo sobre el lago de Hogwarts.

"Sabes," la voz de Harry pronunció con calma desde donde sus


brazos estaban apoyados al lado de Draco, "una de las cosas en
que los Muggles están realmente equivocados, es que no todos
apagan las luces en la noche. Ni siquiera por una hora cada mes, ni
siquiera por quince minutos una vez al año. Los fotónes se
desperdigan en la atmósfera y lavan todo excepto las estrellas más
brillantes, y el cielo nocturno no se ve igual, a menos que te vayas
muy lejos de cualquier ciudad. Una vez que has contemplado el
cielo sobre Hogwarts, es difícil imaginar vivir en una ciudad Muggle,
donde no serías capaz de observar las estrellas. Ciertamente no
querría pasar tu vida entera en ciudades Muggle, una vez que has
visto el cielo nocturno sobre Hogwarts."

Draco le echó un vistazo a Harry, y encontró que Harry estaba


estirando su cuello para ver hacia donde la Vía Láctea cruzaba en
forma de arco la oscuridad.

"Por supuesto," Harry continuó, todavía con voz serena, "nunca


puedes ver las estrellas apropiadamente desde la Tierra, tampoco,
el aire siempre se interpone en el camino. Tienes que ver desde
algún lugar más allá, si quieres contemplar la cosa real, las estrellas
ardiendo fuertes y luminosas, como lo que en verdad son. ¿Has
deseado alguna vez que pudieras lanzarte hasta el cielo nocturno,
Draco, e ir a observar qué hay alrededor de otros Soles aparte del
nuestro? ¿De no haber limite al poder de tu magia, es esa una de
las cosas que tú harías, si pudieras hacer cualquier cosa?"

Se produjo un silencio, y entonces Draco se dio cuenta de que se


esperaba su respuesta. "No lo consideré antes," Draco contestó. Sin
ninguna decisión consciente, su voz salió tan suave y susurrante
como la de Harry. "¿En serio crees que alguien será capaz alguna
vez de hacer eso?"

"No pienso que vaya a ser fácil," replicó Harry. "Sin embargo estoy
seguro de que no es mi intención pasar mi vida entera sobre la
Tierra."

Debió ser algo de lo que reírse, si Draco no supiera que ya algunos


Muggles ya se habían ido, sin tan siquiera usar magia.

"Para pasar tu prueba," Harry declaró, "voy a tener que explicar que
significa para mí, ese pensamiento, todo el asunto, no la versión
corta que intenté exponerte antes. Mas debes ser capaz de ver que
es la misma idea, únicamente más general. Así que mi versión del
pensamiento, Draco, es que cuando salgamos hacia las estrellas,
podríamos encontrar otras personas allí. Y de ser así, ciertamente
no se verán como nosotros lo hacemos. Podría haber cosas allá
afuera que hayan crecido de cristal, o grandes masas palpitantes…
o podrían estar hechas de magia, ahora que lo pienso. Así que con
toda esa rareza, ¿cómo reconoces a una persona ? No por la forma,
ni por cuantos brazos o piernas tiene. Ni por el tipo de sustancia de
la cual está hecho, sea carne o cristal o alguna cosa que no puedo
imaginar. Tienes que reconocer a las personas por sus mentes . Y
aún si sus mentes no funcionan como las de nosotros. Pero
cualquier cosa que viva y piense y sea consciente de sí misma y no
quiera morir, es triste, Draco, es triste que esa persona tenga que
morir, porque no lo desea. Comparado a lo que podría haber allá
afuera, cada humano que ha existido, todos somos como hermanos
y hermanas, apenas y podrías diferenciarnos. Los que nos
conozcan allá afuera a nosotros, no nos verán como Británicos o
Franceses, ellos no serían capaces de ver la diferencia, nada más
verían un ser humano. Humanos que pueden amar, y odiar, y reír, y
llorar; y para ellos, los que están allá afuera, eso nos haría como
guisantes que están dentro de una misma vaina. Ellos serían
diferentes, sin embargo. Realmente diferentes. Pero eso no nos
detendría, y no los detendría a ellos, si ambos queremos ser amigos
juntos."

Harry alzó su varita entonces, y Draco le dio la espalda, y miró para


otro lado, como había prometido; miró hacia el piso de piedra y el
muro de piedra sobre el cual estaba ubicada la puerta. Porque
Draco había prometido no observar, y no contarle a nadie de lo que
Harry le había confiado, o cualquier cosa de lo que había pasado
esta noche, aunque él desconocía por qué tenía que ser tan secreto.

"Tengo un sueño," explicó la voz de Harry, "que un día los seres


conscientes serán juzgados por los patrones de sus mentes, y no
sus colores o la forma o la cosa de la cual están hechos, o quiénes
fueron sus padres. Porque si podemos llevarnos bien con cosas de
cristal algún día, que tonto sería no llevarnos bien con los hijos de
Muggles, quienes tienen una forma como la nuestra, y piensan
como nosotros, ¿tan similares a nosotros como los guisantes en una
vaina? Las cosas de cristal ni siquiera serían capaces de decir la
diferencia. ¿Cuán imposible es imaginar que vale la pena llevar el
odio envenenando a la Casa de Slytherin hasta las estrellas? Cada
vida es preciosa, todo lo que piensa y sabe sobre sí mismo y no
quiere morir. La vida de Lily Potter era preciosa, y la vida de
Narcissa Malfoy era preciosa, aún cuando es demasiado tarde para
ellas, fue triste cuando murieron. Mas hay otras vidas que todavía
existen por las que se puede luchar. Tu vida, y mi vida, y la vida de
Hermione Granger, todas las vidas de la Tierra, y todas las vidas
más allá, para ser defendidas y protegidas, ¡EXPECTO
PATRONUM! "

Y hubo luz.

Todo se volvió plateado bajo esa luz, el suelo de piedra, el muro de


piedra, la puerta, las barandillas, tan destellantes en su mero reflejo
que apenas y los podías distinguir, incluso el aire parecía brillar, y la
luz intensificó su resplandor, y más resplandeciente, y más
resplandeciente -

Cuando la luz terminó fue como una conmoción, la mano de Draco


automáticamente se introdujo en su túnica para coger su pañuelo, y
sólo ahí se dio cuenta de que estaba llorando.

"Hay esta tu resultado experimental," la voz de Harry habló con


calma. "Lo dije en serio, ese pensamiento."

Draco lentamente se volteó hacia Harry, quien ya había bajado su


varita.

"Eso, eso tiene que ser un truco, ¿verdad?" Draco preguntó. No


podía soportar más sorpresas como estas. "Tu Patronus - no puede
ser realmente tan brillante -" Y aún así había sido luz de Patronus,
una vez que sabías qué estabas mirando, no podías confundirlo con
ninguna otra cosa.

"Esa fue la verdadera forma del Encantamiento Patronus," Harry


aclaró. "Algo que te permite poner toda tu fuerza dentro del
Patronus, sin que desgaste tu interior. Y antes de que me
interrogues, no lo aprendí de Dumbledore. Él no conoce el secreto, y
no podría invocar la forma verdadera aún si lo supiera. Resolví el
acertijo por mi cuenta. Y supe, una vez que lo comprendí, que este
hechizo es uno del cual no se debe hablar. Por tu bien, he tomado tu
prueba; sin embargo no debes hablar de ello, Draco."

Draco ya no sabía nada, desconocía en dónde se encontraba la


fuerza verdadera, o las cosas correctas. Doble visión, doble visión.
Draco quería llamar debilidad a los ideales de Harry, tonterías de
Hufflepuff, el tipo de mentira que los gobernantes le cuentan al
populacho y que Harry había sido lo suficientemente tonto para
creerlo por sí mismo, estupideces tomadas seriamente y elevadas a
alturas dementes, proyectadas hasta las estrellas mismas -

Algo bello y escondido, misterioso y brillante -


"Seré yo," susurró Draco, "¿capaz de invocar un Patronus como
ese, algún día?"

"Si siempre sigues buscando la verdad," Harry dijo, "y si no te


rehúsas a los pensamientos cálidos cuando los encuentres,
entonces estoy seguro de que lo harás. Creo que una persona
podría llegar a cualquier lugar si sigue avanzando el tiempo
suficiente, incluso a las estrellas."

De nuevo Draco secó sus ojos con el pañuelo.

"Deberíamos regresar adentro," Draco propuso con voz inestable,


"alguien pudo haber visto, toda esa luz -"

Harry asintió, y se movió hacia y a través de la puerta; y Draco


levanto la vista hacia el cielo nocturno una última vez antes de
seguirlo.

¿Quién era el Niño-Que-Vivió, que ya era un Oclumante, y podía


invocar la forma verdadera del Encantamiento Patronus, y hacer
otras cosas extrañas? ¿Qué era el Patronus de Harry, por qué debía
permanecer oculto?

Draco no hizo esas preguntas, porque Harry podría haber


respondido, y Draco ya no podía resistir más sorpresas el día de
hoy. Simplemente no podía . Una sorpresa más y su cabeza se iba a
desprender de sus hombros e irse rebotando, rebotando, rebotando
hacia abajo por los corredores de Hogwarts.

Se agazaparon dentro de una pequeña alcoba, en vez de recorrer


todo el camino hacia el salón de clases, por petición de Draco; se
estaba sintiendo demasiado nervioso para para esperar mucho más.

Draco puso una barrera de Silencio, y entonces miró a Harry con un


silencio inquisidor.
"He estado pensando al respecto," Harry habló. "Lo haré, pero hay
cinco condiciones -"

"¿Cinco?"

"Sí, cinco. Entiende, Draco, un compromiso como este simplemente


está rogando por salir terriblemente mal de algún modo, sabes que
iría mal si fuera una obra -"

"¡Bueno, no lo es!" Draco protestó. "Dumbledore asesinó a Madre.


Él es malo. Es una de esas cosas de las que hablas que no tiene
que ser complicada."

"Draco," Harry explicó, su voz cuidadosa, "todo lo que sé es que tú


afirmas que Lucius afirma que Dumbledore afirma que mató a
Narcissa. Para creer eso incondicionalmente, tendría que confiar en
ti y en Lucius y Dumbledore. Así que como dije, hay condiciones. La
primera es que en cualquier punto tú puedes liberarme del
compromiso, si es que ya no parece una buena idea. Tiene que ser
una decisión deliberada y con intención de tu parte, por supuesto,
no un truco de parafrasear o algo así."

"De acuerdo," dijo Draco. Eso sonaba lo bastante seguro.

"Condición dos es que solicito tomar como enemigo a quien


realmente haya matado a Narcissa, como sea determinado
mediante lo mejor de mi honesta habilidad como racionalista. Sea
ese Dumbledore, o alguien más. Y tienes mi palabra de que ejerceré
mi mejor habilidad como racionalista para mantener ese juicio
honesto, como una cuestión que es un simple hecho. ¿De
acuerdo?"

"No me gusta," contestó Draco. No le gustaba, lo importante era


asegurarse que Harry nunca se fuera con Dumbledore. Aún así, si
Harry era honesto, atraparía muy pronto a Dumbledore; y si era
deshonesto, ya había roto su palabra… "Pero acepto."
"Condición tres es que Narcissa tuvo que haber sido quemada en
vida . Si esa parte de la historia resulta ser algo exagerado nada
más para hacerlo sonar peor, entonces puedo decidir por mi mismo
si seguir o no con el compromiso. Las personas buenas a veces
tienen que matar. Sin embargo nunca torturan a otras personas
hasta morir. Es porque Narcissa fue quemada con vida que sé que
quién fuera que lo hiciera era malvado."

Draco controló su temperamento, apenas.

"Condición cuatro es que si Narcissa ensució sus manos, y, por


ejemplo, le hizo el Cruxiatus al hijo de alguien hasta enloquecerlo, y
esa persona quemó a Narcissa por venganza, el trato también se
puede cancelar. Porque si bien estaría mal para ellos haberla
quemado, nada más debieron asesinarla sin dolor; mas no es
malvado en la misma forma que por ser solamente el amor de
Lucius que nunca hizo nada, como expusiste. Condición cinco es
que si quien fuera que asesinó a Narcissa fue engañado de algún
modo para hacerlo, entonces mi enemigo es quien sea que los haya
engañado, no la persona que fue engañada."

"Todo esto suena como que en realidad están planeando retirarte


del pacto -"

"Draco, no tomaría a una persona buena como enemiga, ni por ti ni


por nadie. En verdad tengo que creer que estaba haciendo lo
incorrecto. Pero reflexioné al respecto, y me pareció que si Narcissa
ni hizo ningún mal con sus propias manos, nada más se enamoró de
Lucius y eligió permanecer como su esposa, entonces quien fuera
que la quemara con vida en su propia recámara no es probable que
sea un tipo bueno. Y juro que lo tomaré como mi enemigo a quien
fuera que hiciera pasar eso, ya sea Dumbledore o cualquier otro, a
menos que tú deliberadamente me liberes del juramento. Tengo la
esperanza de que esto no salga mal como sucedería en una obra de
teatro."

"No estoy feliz," reconoció Draco. "Sin embargo está bien. Juras
tomar al asesino de mi madre como tu enemigo, y yo -"
Harry esperó, con una mirada paciente sobre su rostro, mientras
que Draco procuraba hacer que su voz funcionara de nuevo.

"Te ayudaré a arreglar el problema con que la Casa de Slytherin


odie a los hijos de Muggle," Draco finalizó con un susurró. "Y yo
afirmaré que fue triste que Lily Potter muriera."

"Así sea," concluyó Harry.

Y se había terminado.

La ruptura, Draco supo, se acababa de anchar un poco más. No, no


un poco, mucho . Tenía una sensación de irse a la deriva, de estar
perdido, más y más lejos de la costa, lejos y más lejos del hogar…

"Disculpa," Draco dijo. Le había dado la espalda a Harry, y luego


intentó calmarse, tenía que hacer esta prueba, y no quería fallar por
estar nervioso o avergonzado.

Draco alzó su varita hacia la posición inicial para el Encantamiento


Patronus.

Recordó caer de su escoba, el dolor, el miedo, imaginó que venía en


forma de una figura alta con capucha, que parecía una cosa muerta
abandonada en el agua.

Y entonces Draco cerró sus ojos, para rememorar mejor a su Padre


sosteniendo sus pequeñas, frías manos con su propia y tibia fuerza.

No tengas miedo, hijo mio, estoy aquí…

La varita giró con un amplio gesto, para espantar el miedo, y Draco


estuvo sorprendido por la fuerza con que surgió; y recordó en ese
momento que Padre no estaba perdido, nunca estaría perdido,
siempre estaría ahí y fuerte en su propia persona, sin importar lo
que le sucediera a Draco, y su voz gritó, "¡Expecto Patronum!"

Draco abrió sus ojos.


Una resplandeciente serpiente le devolvió la mirada, no menos
brillante que antes.

Detrás de él, escuchó a Harry exhalar un suspiro, como si estuviera


aliviado.

Draco contempló la luz blanca. Parecía que él no estaba


completamente perdido, después de todo.

"Eso me recuerda," comentó Harry al rato. "¿Podemos probar mi


hipótesis de cómo usar un Patronus para enviar mensajes?"

"¿Va a sorprenderme?" preguntó Draco. "No quiero más sorpresas


el día de hoy."

Harry había declarado que la idea no era tan extraña y no veía cómo
podía llegar a sorprender a Draco de algún modo, lo que hizo que
Draco se sintiera aún más nervioso, de alguna forma; sin embargo
Draco podía ver cuán importante era tener una forma de enviar
mensajes en caso de emergencia.

El truco - o así teorizó Harry - era querer esparcir las buenas


nuevas, queriendo que el receptor conociera la verdad de cual fuera
el pensamiento feliz que habías usado para invocar el
Encantamiento Patronus. Únicamente que en vez de contarlo al
receptor en palabras, el Patronus en sí mismo era el mensaje. Al
querer que ellos vieran eso, el Patronus iría hacia ellos.

"Informa a Harry," habló Draco a la luminosa serpiente, aún cuando


Harry estaba a unos pocos pasos al otro lado del cuarto, "que, este,
cuidado con el mono verde," esto era una señal de una obra que
Draco había visto una vez.

Y entonces, justo como en la estación de King's Cross, Draco quería


que Harry supiera que Padre siempre se había preocupado por él;
sólo que esta vez no intentó pronunciar las palabras, sino que
deseaba decirlo con el pensamiento feliz en sí mismo.

La brillante serpiente se deslizó a través del cuarto, pareciendo más


como si se deslizara a través del aire y no sobre la piedra misma;
llegó hasta Harry tras viajar la corta distancia -

- y le habló a Harry, con una voz extraña que Draco reconoció cómo
probablemente el debía sonar para otras personas, "Cuidado con el
mono verde."

"Hsssss ssss sshsshssss," replicó Harry.

La serpiente se arrastró de regresó a través del piso hacia Draco.

"Harry informa que el mensaje ha sido recibido y reconocido," relató


la resplandeciente Krait Azul con la voz de Draco.

"Ah," Harry comentó. "Conversar con un Patronus se siente raro."

"¿Por qué me estás mirando de ese modo?" inquirió el Heredero de


Slytherin.

Complemento:

Harry contempló a Draco.

"Te refieres a serpientes mágicas solamente, ¿verdad?"


"N-no," explicó Draco. Se veía bastante pálido, y todavía seguía
tartamudeando, mas al menos se las había arreglado para detener
los incoherentes ruidos que había estado haciendo antes. "Eres un
Lengua de Serpiente, puedes hablar la lengua Parsel, es el lenguaje
de todas las serpientes en todo el mundo. Puedes entender a
cualquier serpiente cuando sisea, y ellas pueden comprenderte
cuando les hablas a ellas… Harry, ¡no es posible que creas que
fuiste Seleccionado dentro de Ravenclaw! ¡Eres el Heredero de
Slytherin! "

"¿LAS SERPIENTES SON PENSANTES?"

Nota de Traductor

Este capítulo ha demandado mucho más trabajo del que pensé en


un principio. No sólo por su extensión, sino por la cantidad excesiva
de cursivas, ¡cómo me demoran esas!

Otra cosa que me hizo demorar más en este episodio, y que de


hecho va a afectar los siguientes capítulos, es que voy a estar
trabajando. Desafortunadamente, no como Comunicador Social -
Periodista, sino en un negocio familia donde se prepara Guarapo,
una bebida a base del jugo de la caña de azúcar. Un trabajo de diez
horas, seis días de la semana, que obviamente reduce el número de
horas que puedo dedicarle a HPMOR y otras de mis actividades
como mi canal de juegos en YouTube o mis novelas de Elige tu
propia aventura. Gracias a un buen horario de trabajo, podré seguir
traduciendo HPMOR, pero solamente una página cada dos días, si
es que tengo suerte y no aparecen obstáculos inesperados.

Espero que tengan la paciencia para esperar un poco más por los
capítulos, mas ya no me es posible dedicarle tanto tiempo a la
traducción. El capítulo 48 debería estar completo en un par de
semanas.

En una nota más positiva, adoro el final de este capítulo, se me


hace tan gracioso. Y también el principio del siguiente episodio, que
es el remate del chiste. Frase clave: ¡Hablar con las gallinas!

Muchas gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Prioridades Utilitarias
Capítulo 48

Prioridades Utilitarias

Era Sábado, la primera mañana de Febrero, y en la mesa de


Ravenclaw, un niño con un plato de desayuno repleto de vegetales
inspeccionaba nerviosamente su alimento en busca del más mínimo
rastro de carne.

Podría haberse tratado de una reacción exagerada. Tras haber


superado la conmoción inicial, el sentido común de Harry había
despertado y elaborado la hipótesis de que la "lengua Parsel"
probablemente no era más que una interfase lingüística para
controlar a las serpientes…

… después de todo, las serpientes realmente no podían tener un


nivel de inteligencia humano, alguien ya lo habría notado a estas
alturas. Las criaturas con los cerebros más pequeños que Harry
había llegado a escuchar alguna vez con algo similar a una
habilidad lingüística eran los loros grises Africanos entrenados por
Irene Pepperberg. Y eso era un proto-lengua sin estructura, en una
especie que realizaba complejos juegos de adulterio y requería
modelar otros loros. Mientras que de acuerdo a lo que Draco había
sido capaz de recordar, las serpientes hablaban a los Lengua de
Serpiente con lo que sonaba como un lenguaje humano normal - por
ejemplo, una gramática sintáctica recursiva en toda regla. Eso le
había llevado tiempo a los homínidos para evolucionar, con enormes
cerebros y fuertes presiones sociales selectivas. Las serpientes no
tenían realmente algo que se pudiera llamar sociedad hasta donde
Harry oído. Y con miles y miles de especies diferentes de serpientes
por todo el mundo, ¿cómo podían usar todas ellas la misma versión
de su supuesto lenguaje, "Parsel"?
Por supuesto todo eso no era más que mero sentido común, en el
cual Harry estaba empezando a perder su fe por completo.

Sin embargo Harry estaba convencido de que había escuchado


serpientes sisear en la televisión en algún punto - después de todo,
en algún lado había aprendido cómo era el sonido - y eso no le
había parecido un lenguaje entonces, lo que había logrado calmarlo
bastante…

… al principio. El problema era que Draco también había aseverado


que los Lengua de Serpiente podían enviar serpientes en misiones
extensas y complejas. Y de ser eso verdad, entonces los Lengua de
Serpiente hacían que las serpientes se hicieran consistentemente
inteligentes al hablar con ellas. En el peor de los casos eso haría
que las serpientes se volvieran conscientes de sí mismas, como lo
que Harry le había hecho accidentalmente al Sombrero
Seleccionador.

Y cuando Harry hubo ofrecido esa hipótesis, Draco había declarado


que podía recordar una historia - Harry esperaba por la gracia de
Cthulhu que esta historia no fuera más que un cuento de hadas,
sonaba como una, mas había una historia - sobre Salazar Slytherin
enviando una valiente y joven víbora en una misión para recolectar
información entre otras serpientes.

Si cualquier serpiente a la que un Lengua de Serpiente hablara,


podía hacer que otras serpientes se volvieran conscientes de sí
mismas al comunicarse con ellas, entonces…

Entonces…

Harry ni siquiera sabía por qué su mente se estaba yendo por el


"entonces… entonces…" cuando él conocía perfectamente cómo
funcionaría la progresión exponencial, sólo era el puro horror moral
lo que hacía su mente estallar.

¿Y que tal si alguien había inventado un hechizo igual a ese para


hablar con las vacas?
¿Qué tal si había un Lengua de Gallina?

O en tal caso…

Harry se quedó congelado al darse cuenta repentinamente justo


cuando el tenedor atiborrado de zanahorias estaba a punto de entrar
en su boca.

Eso no podía, no era posible que pudiera ser verdad, de seguro


ningún mago sería tan estúpido como para hacer ESO…

Y Harry supo, con un espantosa sensación de hundimiento, que por


supuesto ellos serían así de estúpidos. Salazar Slytherin
probablemente nunca había considerado las implicaciones morales
de las serpientes inteligentes ni tan siquiera por un segundo, justo
como no se le había ocurrido a Salazar que los hijos de Muggles
fueran lo suficientemente inteligentes como para merecer los
mismos derechos que las personas. La mayoría de personas no
veían los problemas morales a menos que alguien más se los
señalara…

"¿Harry?" inquirió Terry a su lado, oyéndose como si tuviera miedo


de arrepentirse por preguntar. "¿Por qué estás contemplando tu
tenedor de ese modo?"

"Estoy empezando a creer que la magia debería ser ilegal,"


respondió Harry. "Por cierto, ¿has escuchado alguna historia sobre
magos que pudieran hablar con las plantas?"

Terry no había escuchado nada que se le pareciera a eso.

Tampoco ninguno de los Ravenclaws de séptimo año a los que


Harry había interrogado.

Y Harry había regresado a su lugar, pero no se había vuelto a


sentarse, contemplando su plato de vegetales con una expresión
apesadumbrada. Le estaba dando más hambre, y más tarde ese
mismo día iba a visitar el Lugar de María para recibir uno de sus
increíblemente sabrosos platos… Harry se estaba hallando
gravemente tentado a simplemente revertirse a los hábitos
alimenticios del día de ayer y dar todo por acabado.

Tienes que comer algo, argumentó su Slytherin interior. Y es igual


de probable que alguien le estornudara consciencia del ser tanto a
gallinas como a plantas, así que siempre y cuando estés comiendo
algo que tenga una consciencia cuestionable de cualquier modo,
¿por qué no devorar esas deliciosas tajadas fritas de Diricawl?

No estoy del todo convencido de la validez utilitaria de esa lógica,


hay -

Oh, ¿quieres lógica utilitaria? Una orden de lógica utilitaria viene en


el acto: Aún en el improbable caso de que algún tonto sí se las
arreglara para conferirle consciencia del ser a las gallinas, es tu
investigación la que tiene la mejor oportunidad de descubrir ese
hecho y hacer algo al respecto. Si puedes completar tu trabajo
aunque sea un poquito más rápido al no jugar con tu dieta,
entonces, contraintuitivo como podría parecer, lo mejor que puedes
hacer para salvar el mayor número de posibles-seres-pensantes-
quién-sabe-cuántos es no desperdiciar el tiempo en suposiciones
azarosas sobre qué podría ser inteligente. No es como si los elfos
de casa ya no tuvieran la comida preparada, sin importar qué te
sirvas en el plato.

Harry consideró esto por un momento. Era una linea de


razonamiento bastante seductiva -

¡Bien! felicitó Slytherin. Me alegra que veas que la cosa más moral
por hacer ahora es sacrificar las vidas de los seres pensantes para
tu propia conveniencia, alimentar tus terribles apetitos, para obtener
el enfermizo placer de poderlos despedazar con tus dientes -

¿Qué? Harry pensó indignado. ¿De lado de quién estás aquí?


La voz mental de su Slytherin interior fue siniestra. Algún día
también abrazaras la doctrina… de que el fin justifica las carnes.
Esto fue seguido por una risa mental algo disimulada.

Desde que Harry había empezado a preocuparse porque las plantas


pudieran ser también pensantes, sus componentes no-Ravenclaw
habían comenzado a tener problemas para acoger sus precauciones
morales con seriedad. Hufflepuff estaba vociferando ¡Canibalismo!
Cada vez que Harry procuraba pensar en cualquier objeto de
comida fuera cual fuera, y Gryffindor se visualizaría gritando
mientras él comiera, incluso si era, digamos, un sándwich -

¡Canibalismo!

AAAAYYYY NO ME COMAS -

Ignora los llantos, ¡cómelo de todos modos! Es seguro comprometer


tu ética en el servicio de un bien mayor, todos los demás creen que
está bien comer sándwiches así que no puedes usar tu usual
racionalización sobre una pequeña probabilidad de un gran
inconveniente si eres atrapado -

Harry dio un suspiro mental, y pensó, Siempre y cuando estés de


acuerdo con que seamos comidos por monstruos gigantes que no
hicieron suficiente investigación sobre si eramos pensantes o no.

Estoy de acuerdo con eso. ¿Están todos de acuerdo con eso?


(Asentimientos de cabeza mentales.) Genial, ¿podemos ya volver a
las rodajas fritas de Diricawl?

No hasta que haya hecho más investigación sobre lo que es


pensante y lo que no. Ahora a callarse. Y Harry le dio la espalda
firmemente a su plato lleno de oh-tan-tentadores vegetales para
dirigirse hacia la biblioteca -

Simplemente comete a los estudiantes, propuso Hufflepuff. No hay


duda alguna de que son pensantes.
Sabes que quieres, continuó Gryffindor. Apuesto que los mas
jóvenes son los más sabrosos.

Harry estaba empezando a cuestionarse si el Dementor de alguna


forma había dañado sus personalidades imaginarias.

"Honestamente," protestó Hermione. La voz de la joven niña sonó


un poco amargada al escanear las estanterías de la sección de
Herbología en la biblioteca de Hogwarts. Harry le había dejado un
mensaje pidiéndole si podía venir a la biblioteca después de haber
terminado su desayuno, el cual Harry se había saltado; pero
entonces cuando Harry la había introducido al tema del día ella se
había mostrado muy poco perturbada. "¿Sabes cuál es tu problema,
Harry? No tienes sentido de la prioridad. Una idea se te mete en la
cabeza y sales corriendo directo tras ella."

"Tengo un enorme sentido de las prioridades," dijo Harry. Su mano


se extendió y agarró Astucia Vegetal por Casey McNamara, y
comenzó a pasar las páginas iniciales, buscando la tabla de
contenidos. "Por eso es que quiero descubrir si las plantas pueden
hablar antes de comer mis zanahorias."

"¿No crees que tal vez los dos tenemos cosas más importantes de
las que preocuparnos?"

Suenas igual a Draco, Harry pensó, pero por supuesto no lo


pronunció en voz alta. En voz alta expresó, "¿Qué podría ser más
importante que las plantas resultando ser pensantes?"

Hubo un embarazoso silencio a su lado, mientras los ojos de Harry


descendían por la tabla de contenidos. Había en efecto un capítulo
sobre el Lenguaje de las Plantas, causando que el corazón de Harry
se saltara un latido; y entonces sus manos iniciaron rápidamente el
giro de las páginas, dirigiéndose al número de página apropiado.
"Hay días," señaló Hermione Granger, "cuando realmente,
verdaderamente, absolutamente no tengo ni idea de qué es lo que
pasa por esa cabeza tuya."

"Mira, es una cuestión de multiplicación, ¿de acuerdo? Hay muchas


plantas en el mundo, si no son pensantes no son importantes, mas
si las plantas son personas entonces tienen más peso moral que
todos los seres humanos combinados del mundo. Ahora, por
supuesto tu cerebro no se da cuenta de eso en un nivel intuitivo, sin
embargo eso es porque el cerebro no puede multiplicar. Como si
fueras y le preguntaras a tres grupos separados de amas de casa
Canadienses cuánto pagarían para salvar a dos mil, veinte mil, o
doscientos mil aves de morir en estanques de petroleo, los tres
grupos responderían respectivamente que están dispuestos a pagar
setenta y ocho, ochenta y ocho, y ochenta dolares. No hay
diferencia, en otras palabras. A eso se le llama insensibilidad por
aproximación. Tu cerebro se imagina una sola ave luchando dentro
del estanque de petroleo, y esa imagen crean alguna cantidad de
emoción que determina tu voluntad para pagar. Pero nadie puede
visualizar dos mil de cualquier cosa, así que la cantidad
simplemente es arrojada por la ventana. Ahora intenta corregir ese
prejuicio con respecto a cientos de trillones de tallos de hierba, y te
darás cuenta de que esto podría ser miles de veces más importante
de lo que solíamos pensar que era toda la especie humana… oh
gracias Azathoth, aquí dice que sólo las mandrágoras pueden hablar
y lo hacen gritando en un lenguaje humano regular, no que haya
algún hechizo que te permita hablar con cualquier planta -"

"Ron se me acercó ayer a la hora del desayuno," Hermione dijo. Su


voz resonaba con algo de reserva, un poco de tristeza, tal vez algo
de miedo. "Afirmó que se sintió horrorosamente sorprendido de
verme besarte. De que lo pronunciado por ti mientras estabas
Dementado debió mostrarme cuánto mal estabas escondiendo por
dentro. Y que si yo iba a ser una seguidora de un Mago Oscuro,
entonces él no estaba tan seguro de querer seguir permaneciendo
en mi ejército."
Las manos de Harry dejaron de girar páginas. Parecía que el
cerebro de Harry, a pesar de todo su conocimiento abstracto, seguía
siendo incapaz de apreciar la extensión de cualquier nivel real
emocional, porque eso había redirigido forzosamente su atención
lejos de los posiblemente-pensantes trillones de tallos de hierba que
podrían estar sufriendo o muriendo al tiempo que hablaban, hacia la
vida de una sola ser humana que estar más cerca y ser más
querida.

"Ron es el más gigantesco imbécil del mundo," Harry apuntó. "No


van a imprimir eso en los periódicos pronto, porque no es algo
nuevo. Así que después de que lo despediste, ¿cuántos de sus
brazos y piernas rompiste?"

"Intenté explicarle que no era así," Hermione siguió con la misma


voz reservada. "Procuré enseñarle que tú no eras así, y que no
había algo así entre nosotros, pero eso sólo lo hizo ser más… más
como él es."

"Bueno, sí," Harry argumentó. Estaba sorprendido de no sentirse


más enojado con el Capitán Weasley, sin embargo su preocupación
por Hermione estaba sobreponiendo a eso, por ahora. "Mientras
más te esfuerzas por justificarte a ti mismo con personas que son
así, más reconoces que tienen el derecho de cuestionarte.
Demuestra que tú piensas que ellos merecen ser tus inquisidores, y
una vez que le concedes a alguien esa clase de poder, nada más te
empujan más y más." Esta fue una de las lecciones de Draco Malfoy
que Harry había considerado en verdad ser muy inteligente: las
personas que intentaban defenderse a sí mismos eran interrogados
en cada pequeño detalle y nunca podían satisfacer a sus
interrogadores; mas si dejabas claro desde el inicio que eras una
celebridad y por encima de las convenciones sociales, las mentes
de las personas no se molestarían por seguir la mayoría de las
violaciones. "Por eso es que cuando Ron se me acercó a mí
estando yo sentado en la mesa de Ravenclaw, y me exigió que me
alejara de ti, alcé mi mano casi al ras del suelo y le dije, '¿Ves cuán
alto estoy sosteniendo mi mano? Tu inteligencia tiene que ser al
menos así de alta para que me hables.' Entonces me acusó de, cito,
chuparte hacia la oscuridad, fin de la cita, así que apreté los labios e
hice brrrrrrr, y después de eso su boca seguía haciendo ruidos de
conversación así que levanté un Encantamiento Silenciador. No creo
que vuelva a tener uno de sus discursos conmigo."

"Comprendo por qué hiciste eso," Hermione habló, con voz ligera,
"yo también quería que se largara, pero realmente deseo que no lo
hubieras hecho, ¡eso hará las cosas más difíciles para mí, Harry!"

De nuevo Harry alzó la vista de Astucia Vegetal, no estaba logrando


nada de lectura a ese ritmo; y vio que Hermione seguía leyendo cual
fuera el libro que tuviera, sin mirarlo a él. Sus manos pasaron otra
página incluso cuando él la observaba.

"Creo que estás tomando por completo la aproximación incorrecta


para defenderte," Harry expresó. "En verdad pienso eso. Tú eres lo
que eres. Eres amiga de quien tú escojas. Dile eso a cualquiera que
te haga preguntas para pasarte por encima."

Hermione sacudió su cabeza, y giró otra página.

"Opción dos," Harry prosiguió. "Ve con Fred y George y pídeles que
tengan una pequeña charla con su descarriado hermano, esos dos
son genuinos tipos buenos -"

"No es solamente Ron," Hermione lo interrumpió casi con un


susurro. "Muchas personas lo están murmurando, Harry. Incluso
Mandy me está dando miradas de preocupación cuando cree que no
la estoy viendo. ¿No es gracioso? Me sigo preocupando porque el
Profesor Quirrell te este llevando a ti a la oscuridad, y ahora las
personas me están advirtiendo del mismo modo en que he
procurado advertirte a ti."

"Bueno, sí," replicó Harry. "¿No te hace eso sentir más tranquila con
respecto a mí y el Profesor Quirrell?"

"En una palabra," respondió Hermione, "no."


Hubo un silencio que duro lo suficiente como para que Hermione
volteara otra página, y entonces su voz, un susurro real en esta
ocasión, "Y, y Padma va por ahí informando a todos de que, ya que
no pude invocar el Encantamiento P-Patronus, nada más debo estar
p-pretendendiendo ser b-buena…"

"¡Padma ni siquiera lo intentó !" Harry exclamó indignado. "Si fueras


una Bruja Oscura que nada más está pretendiendo, ni siquiera lo
habrías intentado en frente de todos, ¿piensan que eres estúpida ?"

Hermione sonrió un poco, y parpadeó un par de veces.

"Oye, yo tengo que preocuparme por volverme malvado de verdad .


Aquí el peor escenario es que las personas crean que eres más mal
de lo que realmente eres. ¿Eso te va a matar? Me refiero, ¿es
acaso tan malo?"

La joven chica asintió, su expresión estropeada de lo apretada.

"Mira, Hermione… si te preocupa tanto lo que los demás piensen, si


eres infeliz cada vez que otras personas no te visualizan
exactamente de la misma forma en que te ves a ti misma, desde ahí
ya te estás condenando a ser infeliz por siempre. Nadie piensa
sobre nosotros del mismo modo en que lo hacemos nosotros."

"No sé cómo explicarlo," Hermione dijo con una triste y suave voz.
"No estoy segura de que sea algo que tu puedas llegar a entender
jamás, Harry. Todo lo que se me ocurre expresar es, ¿cómo te
sentirías si yo pensara que tú eres malo?"

"Este…" Harry lo visualizó. "Sí, eso dolería . Un montón. Sin


embargo tú eres una buena persona que piensa en este tipo de
cosas inteligentemente, tú te ganaste ese poder sobre mí,
significaría algo si tu creyeras que me he ido por el mal camino. No
se me ocurre ni un sólo estudiante, aparte de ti, cuya opinión me
importe del mismo modo -"
"Tú puedes vivir con eso," murmuró Hermione Granger. "Yo no
puedo."

La chica había avanzado por otras tres páginas en silencio, y Harry


había regresado sus ojos a su propio libro para recuperar su su
enfoque, cuando Hermione finalmente pronunció, con una voz
diminuta, "¿Estás convencido de que no debo conocer cómo llamar
al Encantamiento Patronus?"

"Yo…" Harry había tenido que tragar saliva de repente. Se vio a sí


mismo desconociendo por qué el Encantamiento Patronus no
funcionaba con él, incapaz de mostrárselo a Draco, nada más
afirmando que había una razón, y nada más. "Hermione, tu
Patronus resplandecería con la misma luz pero no sería normal, no
se vería como las personas creen que deberían verse los Patronus,
cualquiera que lo observara sabría que algo extraño está pasando.
Aún si te reveló el secreto no se lo podrías demonstrar a nadie, a
menos que hicieras que miraran para otro lado y que sólo
contemplaran el reflejo de la luz, y… y la parte más importante de
todo secreto es el conocimiento de que un secreto existe,
únicamente se lo podrías mostrar a uno o dos amigos si juran
guardar el secreto…" la voz de Harry se apagó por la impotencia.

"Tomaré el riesgo." La voz de ella seguía opaca.

Era muy difícil no soltar allí mismo el secreto, justo ahí en la


biblioteca.

"Yo, yo no debería, realmente no debería, es peligroso, Hermione,


¡podría hacer mucho daño si el secreto se descubre! ¿No has
escuchado el dicho, tres pueden guardar un secreto si dos están
muertos? ¿Que contárselo a tu amigo más cercano es lo mismo que
contárselo a todos, porque no sólo se lo estás confiando a ellos,
estás confiando en todos los que ellos confían? Es demasiado
importante, demasiado riesgo, ¡no es el tipo de decisión que debería
ser tomada para arreglar la reputación de alguien en la escuela!"
"De acuerdo," Hermione dijo. Cerró el libro y lo puso de regreso en
la estantería. "No me puedo concentrar ahora mismo, Harry, lo
siento."

"Si hay algo más que pueda hacer -"

"Se más amable con todos."

La niña no miró hacia atrás mientras se alejó caminando de las


estanterías, lo que pudo haber sido algo bueno, porque el niño
estaba petrificado en el mismo lugar, inmóvil.

Tras un rato, el niño comenzó a pasar las páginas otra vez.

Nota de Traductor

Un capítulo corto pero muy gracioso. Al principio al menos, porque


el final es más bien triste.

Me siento adolorido en este momento, hoy nadé en una piscina y


quedé aporreado, la falta de ejercicio es fatal.

En estos momentos estoy pendiente de conseguir un trabajo como


Comunicador Social. Estaba muy emocionado al inicio de esta
semana, sin embargo han pasado varios días y el trabajo aún no se
ha concretado, así que me siento nervioso y exhausto. Quisiera
tener un trabajo formal para poder organizarme mejor.

Por fin me llegó el pin de Google Adense este fin de semana, justo
cuando no me encontraba en casa de mis padres, lo que se me hizo
muy gracioso. Ojala eso sea el principio de una mejor ganancia en
mi blog y mi canal de YouTube, sería muy bueno tener ingresos
haciendo lo que más me gusta.

Hice la traducción de este capítulo con mucho gusto, espero que lo


hayan disfrutado.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Informacion Previa
Capítulo 49

Información Previa

Un niño espera en una pequeña área despejada al borde del


bosque-no-prohibido, justo donde hay un camino de tierra que lleva
hacia las puertas de Hogwarts por un lado, y hacia la lejana
distancia por el otro. Hay un carruaje cercano, y el niño se está
manteniendo lo más lejos posible de éste, contemplándolo, sus ojos
desviándose temblorosos hacia la dirección del carruaje por cuenta
propia.

En la distancia, una figura se aproxima por el camino de tierra: Un


hombre vistiendo túnica de profesor, andando lenta y penosamente
con los hombros caídos, sus zapatos formales pateando pequeñas
nubes de polvo al avanzar.

Medio minuto después, el niño lanza otra mirada rápida hacia él


antes de regresar a su vigilancia; y este vistazo muestra que los
hombros del hombre de han enderezado, su cara desperezado, y
que sus zapatos ya caminan con mayor ligereza por la tierra, sin
dejar tras de sí un rastro de polvo en el aire.

"Hola, Profesor Quirrell," Harry saludó sin dejar que sus ojos se
apartaran otra vez de la dirección del carruaje.

"Saludos," dijo la voz calmada del Profesor Quirrell. "Parece que


está guardando su distancia, Sr. Potter. ¿Supongo que no encuentra
algo extraño sobre nuestro transporte?"

"¿Extraño?" Harry hizo eco. "Vaya no, no puedo afirmar que


encuentre algo extraño. Veo números perfectos de todo. Cuatro
sillas, cuatro ruedas, dos enormes caballos esqueléticos con alas…"
Un esqueleto envuelto con piel se giró para mirarlo y mostró los
dientes brillantes, sólidos y blancos dentro de esa boca cavernosa,
como para indicar que estaba tan encariñado con Harry como Harry
lo estaba de él. Los otros caballos esqueléticos de cuero negro
echaron la cabeza hacia atrás como si fueran a relinchar, pero no
hubo sonido.

"Ellos son Thestrals, y siempre han arrastrado el carruaje," el


Profesor Quirrell explicó, oyéndose bastante imperturbable al tiempo
que trepaba en la banca frontal del carruaje, sentándose tan a la
derecha como le fue posible. "Únicamente son visibles a aquellos
que han visto la muerte y la han comprendido, una defensa útil
contra la mayoría de los animales depredadores. Mmm. Supongo
que la primera vez que estuvo en frente del Dementor, ¿su peor
memoria resultó ser la noche de su encuentro con El-Que-No-Debe-
Ser-Nombrado?"

Harry asintió sombríamente. Era la deducción correcta, aún si había


sido por las razones incorrectas. Aquellos que habían visto la
Muerte…

"¿Recordó algo de interés, quizá?"

"Sí," Harry respondió, "Lo hice," sólo eso y nada más, porque él no
estaba listo todavía para hacer acusaciones.

El Profesor de Defensa sonrió con una de sus secas sonrisas, e hizo


señas con un dedo impaciente.

Harry cerró la distancia y trepó dentro del carruaje, pestañeando. La


sensación de destrucción había crecido con mayor fuerza desde el
día del Dementor, aún cuando se había venido debilitando días
antes. La distancia más grande que el carruaje le permitía mantener
entre el Profesor Quirrell y él ya no era lo suficientemente lejana.

Entonces los caballos esqueléticos comenzaron a trotar y el carruaje


inició su movimiento, llevándolos hacia los limites externos de
Hogwarts. Al mimo tiempo, el Profesor Quirrell se derrumbó de
nuevo en su modo-zombi, y la sensación de destrucción disminuyó,
aunque siguió flotando al borde de las percepciones de Harry, sin
poderse ignorar…

El bosque fue pasando mientras el carruaje siguió rodando, los


árboles pasando a una velocidad que era positivamente glacial en
comparación a las escobas o incluso los carros. Había algo
raramente relajador, Harry pensó, sobre viajar así de lento.
Ciertamente había relajado al Profesor de Defensa, quien yacía
desplomado con un pequeño chorro de saliva surgiendo de su
perezosa boca y enturbiando su túnica.

Harry todavía no había decidido qué se le permitía comer para el


almuerzo.

Su investigación en la biblioteca no había dado ninguna señal de


magos hablando con plantas no mágicas. O cualquier animal no
mágico aparte de las serpientes, sin embargo Hechizo y Habla por
Paul Breedlove había relatado el probablemente mítico cuento de
una hechicera llamada la Dama de las Ardillas Voladoras.

Lo que Harry quería hacer era preguntarle al Profesor Quirrell. El


problema era que el Profesor Quirrell era demasiado inteligente . Al
juzgar por lo que Draco había dicho, el asunto del Heredero de
Slytherin era un gran bombazo, y Harry no estaba seguro de desear
que alguien más lo supiera. Y en el instante en que Harry lo
interrogara sobre la lengua Parsel, el Profesor Quirrell fijaría sobre él
esos pálidos ojos azules y pronunciaría, 'ya veo, Sr. Potter, así que
le enseñó al Sr. Malfoy el Encantamiento Patronus y
accidentalmente habló con su serpiente.'

No importaba que no existiera suficiente evidencia para localizar la


verdadera explicación como una hipótesis, menos aún superar la
dificultad de la improbabilidad previa. De algún modo el Profesor de
Defensa lo deduciría de todos modos . Había veces que Harry
sospechaba que el Profesor Quirrell tenía mucho más información
de fondo de lo que revelaba, su información previa era simplemente
demasiado buena. A veces él conseguía deducciones correctas
increíbles incluso cuando sus razones eran incorrectas. El problema
era que Harry no podía ver cómo el Profesor Quirrell podía hallar
pistas extras de la mitad de las cosas que adivinaba. Sólo una vez a
Harry le habría gustado hacer alguna clase de deducción
asombrosa de algo dicho por el Profesor Quirrell que pudiera coger
a éste fuera de guardia por completo.

"Ordenaré un plato de sopa de lenteja verde, con salsa de solla," el


Profesor Quirrell solicitó a la camarera. "Y para el Sr. Potter, un plato
de chili de la familia Tenorman."

Harry titubeó con repentino desmayo. Había resuelto quedarse con


los platos vegetarianos por el momento, pero se le había olvidado
en sus deliberaciones que el Profesor Quirrell era quien ordenaba la
comida - y sería incómodo si protestaba ahora -

La camarera les hizo una inclinación, y se giró para irse -

"Eh, disculpe, ¿en eso hay algo de carne de serpiente o de ardilla


voladora?"

La camarera apenas y parpadeó, nada más se volteó para quedar


de frente a Harry, negó con su cabeza, hizo una inclinación amable
hacia él otra vez, y reasumió su caminar hacia la puerta.

(Las otras partes de Harry se estaban riendo de él. Gryffindor hacía


comentario sardónicos sobre como algo de incomodidad social era
suficiente para recurrir al ¡Canibalismo! (gritado por Hufflepuff), y
Slytherin estaba remarcando que tan bueno era que las éticas de
Harry fueran flexibles cuando se trataba de metas importantes como
mantener su relación con el Profesor Quirrell.)

Después de que la camarera cerró la puerta tras ella, el Profesor


Quirrell agitó su varita para deslizar el pestillo, pronunció los Cuatro
encantamientos usuales para asegurar su privacidad, y entonces
dijo, "Una duda interesante, Sr. Potter. ¿Me preguntó por qué la
tuvo?"

Harry mantuvo su rostro sereno. "Antes estuve buscando algunos


datos sobre el Encantamiento Patronus," él respondió. "De acuerdo
a El Encantamiento Patronus: Magos que Podían y No Podían,
resulta que Godric no podía y Salazar sí podía. Estaba sorprendido,
así que investigué la referencia, en Cuatro Vidas de Poder . Y
entonces descubrí que Salazar Slytherin podía hablar con las
serpientes supuestamente." (Secuencia temporal no era lo mismo a
causalidad, no era culpa de Harry si el Profesor Quirrell desconocía
eso.) "Una investigación más profunda me enseñó una antigua
historia sobre un tipo de diosa madre que podía hablar con las
ardillas voladoras. Estaba un poco preocupado por la idea de comer
algo que pudiera hablar."

Y Harry bebió un sorbo casual de su agua -

- justo cuando el Profesor Quirrell expresó, "Sr. Potter, ¿sería


correcto suponer que usted también es un Lengua de Serpiente?"

Cuando Harry terminó de toser, puso su vaso de agua sobre la


mesa, fijó su vista sobre la mandíbula del Profesor Quirrell en vez de
contemplarlo a los ojos, y acusó, "Así que usted es capaz de realizar
Legeremancia a través de mis barreras de Oclumancia, entonces."

El Profesor Quirrell estaba sonriendo ampliamente. "Tomaré eso


como un cumplido, Sr. Potter, pero no."

"Eso ya no me lo creo," Harry insistió. "No hay forma en que haya


llegado a esa conclusión basado en esa evidencia."

"Por supuesto que no," replicó el Profesor Quirrell ecuánime. "Había


planeado hacerle esa pregunta hoy de todos modos, y simplemente
escogí un momento oportuno. He sospechado desde Diciembre, de
hecho -"

"¿Diciembre?" interrumpió Harry. "¡Yo lo descubrí ayer !"


"Ah, ¿así que usted no se dio cuenta de que el mensaje del
Sombrero Seleccionador fue dicho en lengua Parsel?"

En la segunda ocasión el Profesor de Defensa había calculado


exactamente, también, hablar justo cuando Harry estuviera tomando
un trago de agua para despejar su garganta de la tos de la primera
vez.

Harry no se había dado cuenta, no hasta ahora. Por supuesto fue


obvio en el instante en que el Profesor Quirrell lo explicó. Claro, la
Profesora McGonagall incluso le había pedido no hablar con
serpientes donde nadie pudiera verlo, mas él pensó que se refería a
ser visto hablando con cualquier estatua o figura arquitectónica en
Hogwarts que tuviera forma de serpiente. Doble ilusión de
transparencia, él creyó que la entendía a ella, ella creyó que él la
entendía - sin embargó cómo rayos -

"Entonces," Harry observó, "usted realizó Legeremancia sobre mí


durante mi primera clase de Defensa, para descubrir qué sucedió
con el Sombrero Seleccionador -"

"En ese caso no lo habría descubierto en Diciembre." el Profesor


Quirell recostó la espalda en su asiento, sonriendo. "Este no es un
acertijo que pueda resolver por su cuenta, Sr. Potter, así que
revelaré la respuesta. Alrededor del día festivo invernal, me alertó el
hecho de que el Director había llenado una solicitud para un panel
judicial cerrado para revisar el caso de un Sr. Rubeus Hagrid, a
quien usted conoce como el Guardián de las Llaves y Terrenos de
Hogwarts, y quien fue acusado del asesinato de Abigail Myrtle in
1943."

"Oh, por supuesto," comentó Harry, "eso hace completamente obvio


que soy un Lengua de Serpiente. Profesor, qué en el nombre de las
dulces y deslizantes serpientes -"

"El otro sospechoso por ese asesinato era el Monstruo de Slytherin,


el legendario habitante de la Cámara de los Secretos de Slytherin.
Por lo cual ciertas fuentes me alertaron del hecho, y por lo que
atrajo mi atención lo suficiente como para que gastara una buena
cantidad de dinero sobornador para aprender los detalles del caso.
Ahora un hecho puntual, Sr. Potter, es que el Sr. Hagrid es inocente.
Ridícula y obviamente inocente. Él es el espectador inocente que
más descaradamente ha llegado a ser condenado por el sistema
legal de la Bretaña mágica desde que la Confusión que Grindelwald
le hizo a Neville Chamberlain le fue atribuida a Amanda Knox. El
Director Dippet presionó a un estudiante títere para que acusara al
Sr. Hagrid porque Dippet necesitaba un chivo expiatorio para
cargarle la culpa de la muerte de la Señorita Myrtle, y nuestro
maravilloso sistema de justicia estuvo de acuerdo con que esto era
lo suficientemente plausible como para merecer la expulsión del Sr.
Hagrid y el que se rompiera su varita. Nuestro actual Director
necesita meramente proveer un nuevo objeto de evidencia que sea
tan significativo como para reconvenir el caso; y con Dumbledore
aplicando la presión en lugar de Dippet, el resultado es una
conclusión anticipada. Lucius Malfoy no tiene una razón particular
para temer la vindicación del Sr. Hagrid; por lo tanto Lucius Malfoy
únicamente resistirá hasta cuando pueda hacerlo sin costos con el
propósito de imponer costos sobre Dumbledore, y Dumbledore está
claramente dispuesto a proseguir el caso de todos modos."

El Profesor Quirrell tomó un sorbo de su agua. "Pero divago. La


nueva evidencia que el Director promete proveer es exhibir un
hechizo previamente no detectado sobre el Sombrero
Seleccionador, que, el Director asevera, él ha determinado
personalmente sólo responde a los Slytherins que también hablen
Parsel. El Director además arguye que esto favorece la
interpretación de que la Cámara de los Secretos fue en efecto
abierta en 1943, aproximadamente el periodo de tiempo correcto en
que Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, un conocido hablador de
Parsel, tuvo que haber asistido a Hogwarts. Es una lógica bastante
cuestionable, sin embargo un panel judicial podría concluir que hace
tambalear el caso lo bastante como para hacer dudar de la
culpabilidad del Sr. Hagrid, si es que logran mantener un rostro
impávido mientras lo pronuncian. Y ahora hemos llegado a la
pregunta principal: ¿ cómo hizo el Director para descubrir el hechizo
escondido sobre el Sombrero Seleccionador?"

Ahora el Profesor Quirrell estaba sonriendo débilmente. "Bueno,


supongamos que hubo un Lengua de Serpiente en los estudiantes
nuevos de este año, un potencial Heredero de Slytherin. Usted debe
admitir, Sr. Potter, que usted sobresale como una posibilidad
siempre que se consideran personas extraordinarias. Y si además
me preguntara a mí mismo que nuevo Slytherin sería el más
probable para ser invadido en su privacidad mental por el Director,
específicamente cazando las memorias de su Seleccionador,
entonces, usted sobresale aún más." La sonrisa desapareció. "Así
que verá usted, Sr. Potter, no fui yo quien invadió su mente, aunque
no le pediré que se disculpe. No es su culpa que usted haya creído
las protestas de Dumbledore en cuanto a respectar su privacidad
mental."

"Mis más sinceras disculpas," Harry dijo, manteniendo su rostro


inexpresivo. El rígido control era una confesión en sí mismo, al igual
que el sudor cubriendo su frente; pero no pensó que el Profesor de
Defensa fuera a tomar ninguna evidencia de eso. El Profesor
Quirrell nada más pensaría que Harry estaba nervioso al haber sido
descubierto como el Heredero de Slytherin. En vez de que estaba
nervioso porque el Profesor Quirrell pudiera darse cuenta que Harry
había traicionado deliberadamente el secreto de Slytherin… lo que
ahora ya no parecía un movimiento astuto.

"Así que, Sr. Potter. ¿Algún progreso en el descubrimiento de la


Cámara de los Secretos?"

No, pensó Harry. Mas para mantener una negación plausible,


necesitabas un política general de a veces evitar ls preguntas
incluso cuando no tienes nada que ocultar… "Con todo respeto,
Profesor Quirrell, de haber hecho tal progreso, no es del todo obvio
para mí por qué se lo debería contar."

El Profesor Quirrell bebió un sorbo de su vaso de agua otra vez.


"Bien entonces, Sr. Potter, debería contarle libremente lo que yo sé
o sospecho. Primero, creo que la Cámara de los Secretos es real, al
igual que el Monstruo de Slytherin. La muerte de la Señorita Myrtle
no fue descubierta hasta horas después de su desaparición, aún
cuando las protecciones del castillo tendrían que haber alertado al
Director instantáneamente. Por lo tanto el asesinato fue realizado
por el Director Dippet, lo que es improbable, o por alguna otra
entidad que Salazar Slytherin escondió con un nivel de seguridad
superior al del propio Director. Segundo, supongo que contrario a la
leyenda popular, el propósito del Monstruo de Slytherin no era
deshacerse de los hijos de Muggles en Hogwarts. A menos que el
Monstruo de Slytherin fuera lo suficientemente poderoso como para
derrotar al Director de Hogwarts y a todos los profesores, no podría
triunfar por fuerza. Múltiples asesinatos secretos resultarían en el
cierre de la escuela, como casi pasó en 1943, o en la construcción
de nuevos hechizos de protección. ¿Así que para qué el Monstruo
de Slytherin, Sr. Potter? ¿Qué propósito verdadero sirve?"

"Ah…" Harry bajó su mirada a su vaso de agua e intentó pensar.


"Para matar a cualquiera que penetrara en la Cámara y no
perteneciera allí -"

"¿Un monstruo tan poderoso como para derrotar a un equipo de


magos que pudieran romper las mejores protecciones que Salazar
pudo ubicar en su Cámara? Poco probable."

Harry ya se estaba sintiendo un poco presionado. "Bueno, la llaman


la Cámara de los Secretos, ¿así que tal vez el Monstruo tiene un
secreto, o es un secreto?" Considerándolo, ¿qué clase de secretos
había en la Cámara de los Secretos en primer lugar? Harry no había
hecho mucha investigación al respecto, en parte porque había
tenido la impresión de que nadie sabía nada -

El Profesor Quirrell estaba sonriendo. "¿Por qué simplemente no


escribir el secreto?"

"Ahhh…" arguyó Harry. "Porque si el Monstruo hablara la lengua


Parsel, ¿eso aseguraría que únicamente un verdadero descendiente
de Slytherin pudiera escuchar el secreto?"
"Bastante fácil programar las protecciones en la Cámara de los
Secretos a una frase hablada en lengua Parsel. ¿Por qué pasar por
el problema de crear al Monstruo de Slytherin? No puede haber sido
fácil crear una criatura con un tiempo de vida de siglos. Vamos, Sr.
Potter, debería ser obvio; ¿cuáles son los secretos que pueden ser
contados de una mente viviente a otra, y sin embargo nunca
escritos?"

Harry lo vio entonces, con un chorro de adrenalina que hizo correr


su corazón, su respiración más acelerada. "Oh."

Salazar Slytherin había sido muy sagaz en efecto. Tan sagaz como
para inventar una forma de sobrepasar el Interdicto de Merlín.

Las magias poderosas no podían ser transmitidas a través de libros


o fantasmas, pero si podías crear una criatura pensante de larga
vida con una memoria muy buena -

"Me parece muy probable a mí," dijo el Profesor Quirrell, "que Aquel-
Que-No-Debe-Ser-Nombrado comenzó su ascenso al poder con
secretos obtenidos del Monstruo de Slytherin. Ese conocimiento
perdido de Salazar es la fuente de la extraordinaria hechicería de
Quien-Tú-Sabes. De ahí mi interés en la Cámara de los Secretos y
el caso del Sr. Hagrid."

"Ya veo," Harry comentó. Y si él, Harry, podía hallar la Cámara de


los Secretos de Salazar… entonces todo el conocimiento perdido
que el Señor Voldemort había obtenido sería suyo también.

Sí. Así era justo como la historia debería proceder.

Añadir la inteligencia superior de Harry y alguna investigación


mágica original y algunos lanza misiles Muggle, y la pelea resultante
sería completamente injusta, que era exactamente como Harry la
quería.

Harry estaba sonriendo maliciosamente, una mueca muy malvada.


Nueva prioridad: Hallar todo en Hogwarts que luzca remotamente
como una serpiente y procurar hablarle. Iniciar con todo lo que ya
has intentado, sólo que esta vez asegúrate de usar lengua Parsel en
vez de Español - haz que Draco te permita ingresar a los dormitorios
de Slytherin -

"No se ponga demasiado excitado, Sr. Potter," prosiguió el Profesor


Quirrell. Su rostro se había vuelto inexpresivo, ahora. "Debe
continuar pensando. ¿Cuáles fueron las palabras de despedida del
Señor Oscuro para el Monstruo de Slytherin?"

"¿Qué?" Harry protestó. "¿Cómo podríamos saberlo nosotros?"

"Visualice la escena, Sr. Potter. Deje que su imaginación llene los


detalles. El Monstruo de Slytherin - probablemente alguna gran
serpiente, para que únicamente le pueda hablar a un Lengua de
Serpiente - ha terminado de impartir todo el conocimiento que posee
a Él-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Le entrega a él la bendición final
de Salazar, y le advierte que la Cámara de los Secretos deber
permanecer cerrada hasta que el próximo descendiente de Salazar
demuestre ser lo suficientemente astuto como para abrirla. Y él
quien se convertirá en el Señor Oscuro asiente, y exclama -"

"Avada Kedavra," concluyó Harry, sintiendo su estómago pesado de


repente.

"Regla Doce," el Profesor Quirrell explicó con calma. "Nunca dejar la


fuente de tu poder yaciendo por ahí donde alguien más la pueda
encontrar."

La vista de Harry descendió hasta el mantel de la mesa, que se


había decorado a sí mismo con un melancólico patrón de flores
negras y sombras. De alguna forma eso parecía… demasiado triste
para ser imaginado, la gran serpiente de Slytherin nada más
deseaba ayudar al Señor Voldemort, y el Señor Voldemort
simplemente la había… había algo insoportablemente pesaroso
sobre ello, qué clase de persona le haría eso a un ser que no le
había ofrecido otra cosa que amistad… "Usted sí cree que el Señor
Oscuro habría -"
"Sí," el Profesor Quirrell declaró categóricamente. "Él-Que-No-Debe-
Ser-Nombrado dejó un rastro de cuerpos detrás suyo, Sr. Potter;
dudo que haya omitido ese. Si quedaban allí algunos artefactos que
pudieran ser movidos, el Señor Oscuro también se los habría
llevado consigo. Podría haber todavía algo digno de ver en la
Cámara de los Secretos, y encontrarla demostraría que usted es el
verdadero Heredero de Slytherin. Pero no eleve sus esperanzas
demasiado alto. Sospecho que todo lo que hallará son los restos del
Monstruo de Slytherin descansando en paz en su tumba."

Se sentaron en silencio por un rato.

"Podría equivocarme," dijo el Profesor Quirrell. "Al final sólo es una


suposición. Sin embargo deseaba advertirle, Sr. Potter, para que no
quedara gravemente decepcionado."

Harry asintió poco después.

"Uno incluso podría arrepentirse de la victoria de su yo infantil,"


señaló el Profesor Quirrell. Su sonrisa torcida. "Si únicamente
Quien-Tú-Sabes hubiera vivido, usted podría haberlo persuadido de
enseñarle algo del conocimiento que habría sido su herencia, de un
Heredero de Slytherin a otro." La sonrisa se torció aún más, como
para burlarse de la obvia imposibilidad, teniendo en cuenta la
premisa.

Nota para mi mismo, pensó Harry, con un ligero escalofrío y una


punzada de ira, asegurarse de extraer mi herencia de la mente del
Señor Oscuro, de una forma o de otra.

Hubo otro silencio. El Profesor Quirrell estaba viendo a Harry como


si esperara que preguntara algo.

"Bueno," habló Harry, "ya que estamos en el tema, puedo indagar


cómo cree funciona todo el negocio de la Lengua de Serpiente -"

Se produjo un llamado a la puerta, entonces. El Profesor Quirrell


alzó un dedo precavido, entonces abrió la puerta agitando la varita.
La camarera entró, balanceando una enorme bandeja con sus
comidas como si todo el montón no pesara nada (lo que era
probablemente era cierto). Le entregó al Profesor Quirrell su plato
de sopa verde, y un vaso de su usual Chianti; y depositó frente a
Harry un plato de pequeñas tiras de carne rociadas con una salsa
que se veía espesa, además un vaso de su acostumbrada soda de
melaza. Entonces hizo una reverencia, logrando hacer que
pareciera sincero respeto en vez de un reconocimiento superficial, y
partió.

Cuando se había ido, el Profesor Quirrell levantó un dedo


silenciador otra vez, y extrajo su varita.

Y entonces el Profesor Quirrell comenzó a realizar una cierta serie


de encantamientos que Harry reconoció, haciendo que respirara
bruscamente. Eran las series y arreglos que el Sr. Bester había
usado, el conjunto total de veintisiete hechizos que usarías antes de
discutir algo de verdadera gran importancia.

Si la discusión de la Cámara de los Secretos no había contado


como importante -

Cuando el Profesor Quirrell había terminado - él ejecutó treinta


hechizos, tres de los cuales Harry no había escuchado antes - el
Profesor de Defensa pronunció, "Ahora no seremos interrumpidos
por un tiempo. ¿Puede guardar un secreto, Sr. Potter?"

Harry asintió.

"Un secreto serio, Sr. Potter," el Profesor Quirrell insitió. Sus ojos
eran intensos, su rostro grave. "Uno que podría potencialmente
enviarme a Azkaban. Piense antes de responder."

Por un momento Harry no vio por qué la pregunta debía ser tan
difícil, teniendo en cuenta su creciente colección de secretos.
Entonces -
Si este secreto podía enviar al Profesor Quirrell a Azkaban, eso
significaba que él había hecho algo ilegal…

El cerebro de Harry realizó unos cuantos cálculos. Cual fuera el


secreto, el Profesor Quirrell no pensaba que su acto ilegal se
reflejaría mal ante los ojos de Harry. No había ventaja que ganar al
no escucharlo. Y si revelaba algo malo con el el Profesor Quirrell,
entonces era una gran ventaja para Harry el enterarse, aún si había
prometido no contárselo a nadie.

"Nunca he tenido mucha ventaja por la autoridad," Harry declaró.


"Autoridad legal y gubernamental incluidas. Guardaré su secreto."

Harry no se molestó en inquirir si la revelación era digna del riesgo


que representaba para el Profesor Quirrell. El Profesor de Defensa
no era estúpido.

"Entonces debo comprobar si es en realidad un descendiente de


Salazar," dijo el Profesor Quirrell, y se levantó de su silla. Harry,
movido más por el reflejo y el instinto que el calculo, se levantó
también de su silla.

Se produjo una difuminación, un cambio, un movimiento repentino.

Harry abortó su pánico a la mitad del salto hacia atrás, dejándolo


con los brazos haciendo aspavientos e intentando no caer, un
frenético flujo de adrenalina corriendo a través suyo.

Al otro lado del cuarto se balanceaba una serpiente de un metro de


alto, verde brillante e intrincadamente vendada en blanco y azul.
Harry no conocía suficiente sobre serpientes como para
reconocerla, pero sabía que 'coloreada brillantemente' era igual a
'venenosa'.

La constante sensación de amenaza había disminuido, muy


irónicamente, después de que el Profesor de Defensa de Hogwarts
se había convertido en una serpiente venenosa.
Harry tragó con fuerza y habló, "Saludos - ah, ssss, no, ah, saludoss
."

"Assí," siseó la serpiente. "Tú hablass, yo esscuchó. ¿Yo hablo, tú


escuchass?"

"Ssí, yo oígo," silbó Harry. "¿Ussted ess un Animago?"

"Obviamente," siseó la serpiente. "Treinta y ssiete reglass, número


treinta y cuatro: Volversse un Animago. Todass lass perssonass
ssenssatass lo hacen, ssi pueden. Ademáss, muy raro." Los ojos de
la serpiente eran superficies planas instaladas dentro de abismos
oscuros, finas pupilas negras dentro de campos de color gris oscuro.
"Essta ess la máss ssegura forma para hablar. ¿Lo vess? Ningún
otro puede entendernoss."

"Aún ssi sson sserpientes Animagoss?"

"No a menoss que el heredero de Sslytherin lo permita." La


serpiente soltó una serie de silbidos cortos que el cerebro de Harry
tradujó como una risa sardónica. "Sslytherin no esstúpido.
Sserpiente Animago no ess lo missmo que Lengua de Sserpiente.
Ssería una gran falla en el essquema."

Bueno eso definitivamente argumentaba que la lengua Parsel era


una magia personal, no que hiciera a las serpientes conscientes con
un lengua que se podía aprender -

"No esstoy regisstrado," siseó la serpiente. Los oscuros abismos de


sus ojos contemplaron a Harry. "Animagoss deben regisstrarsse.
Casstigo ess doss añoss de prissión. ¿Guardarass mi ssecreto,
chico?"

"Ssí," siseó Harry. "Nunca rompería promessa."

La serpiente pareció paralizada, como si estuviera conmocionada, y


entonces comenzó a balancearse de nuevo. "Regressamos aquí en
ssiete díass. Trae capa para passar ssin sser vissto, trae reloj de
arena para moversse a travéss del tiempo -"

"¿Ussted ssabe?" silbó Harry sorprendido. "Cómo -"

De nuevo la serie de silbidos cortos que se traducían como una risa


sardónica. "Llegass a mi primera classe mientrass ssigues en otra
classe, derribass a un enemigo con passtel, doss bolass de
memoria -"

"No importa," siseó Harry. "Inquietud esstúpida, olvidé que ussted


era lissto."

"Algo tonto de olvidar," dijo la serpiente, mas el silbido no parecía


ofendido.

"Reloj de arena esstá resstringido," Harry explicó. "No puedo ussarlo


hassta la hora novena."

La serpiente retorció su cabeza, un asentimiento de cabeza


serpentino. "Muchass resstriccioness. Bloqueado para tu usso
perssonal, no puede sser robado. No puede teletranssportar otross
humanoss. Ssin embargo sserpiente cargada dentro de monedero,
yo ssospecho sservirá. Pienssa possible ssostener el reloj de arena
ssin ir a mover dentro del caparazón, ssin perturbar lass
protecciones, mientrass girass el caparazón alrededor. Lo
probaremoss en ssiete díass. No hablaremoss de planess máss allá
de essto. No dicess nada, a nadie. No dass sseñal de expectativa,
ninguna. ¿Entendisste?"

Harry asintió.

"Ressponde con palabrass."

"Ssí."

"¿Haráss como yo ordene?"


"Sí. Pero," Harry soltó un carraspeó tambaleante que fue como su
mente tradujo un titubeante 'Ahhh' en serpentino, "Yo no prometo
hacer lo que ssea que ssea essto, ussted no lo ha explicado -"

La serpiente se estremeció y eso la mente de Harry lo tradujo como


una mirada severa. "Por ssupuesto que no. Disscutiremoss lass
esspecificacioness en la próxima reunión."

La difuminación y el movimiento se revirtieron en sí mismos, y el


Profesor Quirrell estaba allí de pie una vez más. Por un momento el
propio Profesor de Defensa pareció balancearse, al igual que lo
había hecho la serpiente, y sus ojos eran fríos y planos; entonces
sus hombros se enderezaron y era humano otra vez.

Y el aura de peligro había regresado.

La silla del Profesor Quirrell se apresuró a llegar detrás de él, y él se


sentó en ella. "No tiene sentido dejar que esto se desperdicie," el
Profesor Quirrell habló al tiempo que levantaba su cuchara, "aunque
por el momento preferiría mucho más un ratón vivo. Uno nunca
puede separar del todo la mente del cuerpo que usa, verá usted…"

Lentamente Harry cogió su asiento y empezó a comer.

"Así que la linea de Salazar no murió con Quien-Tú-Sabes después


de todo," continuó el Profesor Quirrell al rato. "Parece que ya hay
rumores comenzando a esparcirse, entre nuestro fino cuerpo
estudiantil, de que usted es Oscuro; me preguntó qué pensarían, si
supieran eso."

"O si supieran que destruí un Dementor," Harry replicó, y se encogió


de hombros. "Supongo que todo el alboroto duraría hasta la próxima
vez que yo haga algo interesante. Hermione está teniendo
problemas, sin embargo, y quería saber si usted podría tener alguna
sugerencia para ella."
El Profesor de Defensa se comió varías cucharadas de sopa en
silencio, entonces; y cuando habló de nuevo, su voz era
extrañamente monótona. "En verdad te importa esta chica."

"Sí," Harry contestó con calma.

"¿Supongo que es por eso que ella fue capaz de sacarte de tu


Dementación?"

"Más o menos," respondió Harry. La frase era cierta en una forma,


sólo que no exacta; no era que a su yo Dementado le importara,
sino que había estado confundido.

"Yo no tuve ningún amigo así cuando fui joven." Todavía la misma
voz din emoción. "¿Qué habría sido de ti, tengo curiosidad, de haber
estado solo?"

Harry tuvo un escalofrío antes de poder detenerse.

"Debes sentirte agradecido con ella."

Harry nada más asintió. No del todo exacto, pero verdadero.

"En ese caso esto es lo que yo podría haber hecho a su edad, de


haber existido alguien por quien hacerlo -"

Nota de Traductor

Maravillosa referencia a South Park, ¿no? Harry preocupado por


comer animales, y le dan de comer carne humana.

Bueno, este capítulo es corto considerando el tiempo que me tomó


traducirlo. La verdad es que he estado de viaje, enfermo, trabajando
y enfermo de nuevo. Pero en medio de todo eso, se me ha dado la
oportunidad de realizar un proyecto que había pensado iniciar
después de finalizar la traducción de este fanfic. ¡Lanzar un audio
libro de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad! Resulta que
una persona llamada Linda Goldstein quería que existiera dicho
audio libro y tenía un capital inicial para mover el proyecto. Así que
mi novia Melissa y yo hemos comenzado a producir el audio libro.
No puedo poner enlaces aquí en el capítulo, así que los insto a
revisar mi perfil para que puedan dirigirse a mi canal de YouTube o
al que creé para tener acceso al primer capítulo en formato de audio
libro: Un día de muy baja Probabilidad.

Melissa se encarga de las voces femeninas y de Harry, yo de las


voces masculinas y el Narrador. Ya estamos trabajando en el
segundo capítulo. Además de nuestras voces, tiene música de
fondo. Linda ha calculado los costos de producción por capítulo en
25 dolares. Así que ella financiará los primeros episodios, pero
esperamos recolectar lo necesario para completar el audio libro por
completo, ya sea a través del o .

Teniendo en cuenta lo anterior, me pienso concentrar más en


traducir HPMOR de nuevo, no vaya ser que el audio libro alcance lo
que hay ya traducido. Sin embargo, y si bien los conmino a donar
siempre y cuando no les traiga dificultades económicas, no es un
imperativo. Me explico. Ya había pensado realizar un audio libro de
HPMOR, todo este asunto no ha hecho más que acelerarlo. A
medida que se reúna el dinero para los costos de producción,
iremos sacando los capítulos. Mas si no hay fondos, eso no significa
que el proyecto muera, sólo que se retrasa hasta un futuro en que
HPMOR ya haya sido traducido por completo al español y yo no
esté comprometido por razones financieras con otro proyecto.

Suficiente palabrería de magos. También estoy feliz porque con el


dinero de mi trabajo de medio tiempo, vendiendo jugo de caña, reuní
suficiente dinero como para comprarme un celular buena onda.
Primera vez que tengo uno la verdad, y estoy muy entusiasmado.
Valieron la pena todos esos cortes y raspones en las manos. Pienso
seguir laborando ahí y reunir dinero para visitar a mi novia más
seguido y otras compras importantes, como una bicicleta.

En fin, que larga nota de traductor. Espero que el capítulo les haya
gustado, como siempre, gracias por leer. Recuerden que contesto
todos los comentarios, si no lo hice con tu comentario siéntete en la
libertad de volvérmelo a enviar. ¡Y también espero sus opiniones
con respecto al audio libro!

¡Finalmente vamos a llegar al capítulo 50! ¡Santos cielos hemos


recorrido un largo viaje!

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Egocentrismo
Capítulo 50

Egocentrismo

Padma Patil había finalizado su cena un poco tarde, cerca de las


siete y media, y ahora estaba dando zancadas rápidas para salir del
Gran Comedor en su camino hacia los dormitorios y los cuartos de
estudio de Ravenclaw. Esparcir rumores era divertido y destruir la
reputación de Granger era aún más divertido, pero podía distraer del
trabajo escolar. Se había retrasado con un ensayo de seis pulgadas
sobre la madera de * lomillialor que era para la clase de la mañana
de Herbología, y necesitaba acabarlo esta misma noche.

Fue mientras estaba cruzando un largo, retorcido, y estrecho


corredor de piedra que el susurro llegó, sonando como si estuviera
proviniendo justo detrás de ella.

"Padma Patil…"

Ella se giró tan veloz como el rayo, su varita ya extraída de un


bolsillo entre su túnica y saltando a sus manos, si Harry Potter creía
que podía ser sigiloso y asustarla a ella tan sencillamente -

No había nadie allí.

Instantáneamente Padma se volteó y miró en la otra dirección, si


había sido un Encantamiento de Ventriloquia -

No había nadie allí, tampoco.

El murmullo susurrante llegó otra vez, suave y peligroso con un


ligero siseo subyacente.
"Padma Patil, chica Slytherin…"

"Harry Potter, chico Slytherin," ella dijo en voz alta.

Ella había combatido a Potter y su Legión del Caos una docena de


veces, y ella sabía que esto era obra de Harry Potter de alguna
forma…

… aún cuando el Encantamiento de Ventriloquia únicamente


funcionaba hasta el alcance de la vista, y en el tortuoso corredor,
ella podía ver fácilmente todo el camino hasta el sesgo más cercano
tanto hacia adelante como hacia atrás, y no había nadie allí…

… no importaba. Ella conocía a su enemigo.

Se produjo una risa susurrante, ahora llegando de su lado, y ella se


giró y apuntó su varita hacia el murmullo y gritó "¡Luminos!"

El voltio rojo de luz se estrelló contra la pared, lo que la iluminó con


un resplandor escarlata que pronto se desvaneció.

Realmente no había esperado que funcionara. No era posible que


Harry Potter fuera invisible, no invisible de verdad, esa era magia
que la mayoría de adultos no podían hacer, y ella nunca creía ni
nueve décimas de las historias sobre él.

La voz susurrante se rió de nuevo, esta vez al lado contrario.

"Harry Potter se sostiene en el precipicio," murmuró la voz,


oyéndose muy cerca de su oreja, "él está tambaleando, sin embargo
tú, tú ya estás cayendo, chica Slytherin…"

"¡El sombrero nunca llamó mi nombre para Slytherin, Potter!" Ella


puso su espalda contra la pared, así no tendría que ver detrás suyo,
y elevó su varita en posición de ataque.

Otra vez la risa suave. "Harry Potter ha estado en la sala común de


Ravenclaw por la última media hora, ayudando a Kevin Entwhistle y
Michael Corner a recordar recetas de Pociones. Pero eso no
importa. Estoy aquí para entregar una advertencia para ti, Padma
Patil, y si eliges ignorarla, es tu propia responsabilidad."

"De acuerdo," ella dijo fríamente. "Adelante y dame tu advertencia,


Potter, no te tengo miedo."

"Slytherin era una gran Casa, hace tiempo," explicó el murmullo;


ahora sonaba triste. "Slytherin fue alguna vez una Casa que habrías
estado orgullosa de escoger, Padma Patil. Sin embargo algo salió
malo, algo se echó a perder; ¿sabes que salió mal con la Casa de
Slytherin, Padma Patil?"

"No, ¡y no me importa!"

"Mas debería importarte," replicó el susurro, oyéndose como si


proviniera detrás de su cabeza donde yacía casi presionada contra
la pared. "Porque tú aún eres esa niña a la que el Sombrero
Seleccionador le ofreció esa elección. ¿Crees que nada más elegir
Ravenclaw significa que no eres Pansy Parkinson, y jamás te
convertirás en Pansy Parkinson, sin importar cómo te conduzcas?"

A pesar de todo, ahora, pequeños escalofríos de miedo estaban


esparciéndose desde su columna y recorriendo su piel. Había
escuchado aquellas historias sobre Harry Potter también, que en
secreto era un Legeremante. Pero siguió enderezada, y puso todo el
veneno que pudo en su voz cuando habló, "Los Slytherins se
volvieron Oscuros para obtener poder, al igual que tú lo hiciste,
Potter. Y yo no lo haré, jamás."

"Sin embargo intrigas viciosos rumores sobre una niña inocente,"


murmuró la voz, "aún cuando no te ayudará a conseguir ninguna de
tus ambiciones, y sin considerar que ella tiene poderosos aliados
que podrían sentirse ofendidos. Ese no es el orgullo del Slytherin de
los antiguos días, Padma Patil, ese no es el orgullo de Salazar, ese
es el Slytherin que se pudrió, Padma Parkinson no Padma Malfoy…"

Ella se estaba sintiendo más aterrada de lo que nunca se había


sentido en su vida, y la posibilidad de que pudiera tratarse en
realidad de un fantasma estaba comenzando a ganarla. No había
escuchado que los fantasmas pudieran esconderse de este modo,
mas quizá no lo hacían usualmente - sin mencionar que la mayoría
de fantasmas no eran así de horripilantes, después de todo no eran
más que gente muerta - "¿Quién eres tú? ¿El Barón Sangriento?"

"Cuando Harry Potter fue abusado y golpeado," la voz murmuró, "él


ordenó a todos sus aliados que se refrenaran de la venganza;
¿recuerdas eso, Padma Patil? Porque Harry Potter se tambalea,
pero todavía no ha perdido; él está luchando, él mismo sabe que
está en peligro. Sin embargo Hermione Granger no hizo tal petición
a sus propios aliados. Harry Potter está enojado contigo ahora,
Padma Patil, más enojado de lo que habría estado jamás si se
tratara de él… y él tiene aliados propios."

Un temblor descendió a través suyo, ella supo que era visible y se


odió a sí misma por ello.

"Oh, no tengas miedo," exhaló la voz. "No te voy a lastimar. Verás,


Padma Patil, Hermione Granger es verdaderamente inocente. Ella
no está cerca del precipicio, no está cayendo. Ella no le solicitó a
sus aliados de refrenarse de herirte, porque el pensamiento ni
siquiera se le ocurrió como una posibilidad. Y Harry Potter sabe muy
bien que si te lastima a ti o causa que estés lastimada, por el bien
de Hermione Granger, entonces ella nunca le volvería a hablar hasta
que el Sol dejara de arder y la última estrella fallé en el cielo
nocturno." La voz estaba muy triste. "Ella en realidad es una niña
amable, una persona tal que yo únicamente puedo desear ser…"

"¡Granger no puede invocar el Encantamiento Patronus!" exclamó


Padma. "Si realmente fuera tan buena como pretende ser -"

"¿Puedes tú invocar el Encantamiento Patronus, Padma Patil? Ni


siquiera te atreviste a intentarlo, tuviste miedo de cuál podría ser el
resultado."

"¡Ese no es verdad ! ¡No tuve tiempo, eso es todo!"


El susurro continuó. "Pero Hermione Granger sí lo intentó,
abiertamente en frente de sus amigos, y cuando su magia falló ella
estaba sorprendida y consternada. Porque hay secretos para el
Encantamiento Patronus que muy pocos conocen, y quizá nadie los
conoce ahora aparte de mí." Una suave, risa entre dientes. "Que
conste que no es una mancha en su espíritu lo que impide que su
luz surja. Hermione Granger no puede invocar el Encantamiento
Patronus por la misma razón que Godric Gryffindor, quien levantó
estas paredes, nunca pudo."

El corredor se estaba poniendo más frío, ella estaba segura, como si


alguien estuviera usando el Encantamiento Enfriador.

"Y Harry Potter no es el único aliado de Hermione Granger." Había


un tono subyacente de seca alegria en ese susurro, le recordó de
repente y amenazadoramente al Profesor Quirrell. "Filius Flitwick y
Minerva McGonagall la aprecian mucho, creo. ¿Se te ocurrió que si
alguno de ellos dos descubre lo que has estado haciendo a
Hermione Granger, podrían llegar a apreciarte menos? Podrían no
intervenir abiertamente, tal vez; sin embargo podrían ser más
reticentes a concederte Puntos de Casa, un poco lentos para guiar
las oportunidades en tu camino -"

"¿Potter me delató ?"

Una risa fantasmal, un seco jeh-jeh-jeh. "¿Crees que esos dos son
estúpidos, sordos y ciegos?" Con un triste murmullo, "¿Piensas que
Hermione Granger no es preciosa para ellos, que no la verán
sufriendo? Así como pudieron estarlo de ti alguna vez, su joven y
brillante Padma Patil, mas tú lo estás desechando…"

La garganta de Padma estaba reseca. Ella no había considerado


eso, para nada.

"Me pregunto cuántas personas quedarán al final que se preocupen


por ti, Padma Patil, en esta senda que ahora transitas. ¿Vale la
pena, nada más para distanciarte un poco más de tu hermana?
¿Para ser la sombra de la luz de Parvati? Tu miedo más profundo
siempre ha sido caer en armonía con ella, de regreso a la armonía
debería decir; ¿pero vale la pena herir a una niña inocente, nada
más para hacerte mucho más diferente? ¿Debes ser la gemela
malvada, Padma Patil, no puedes encontrar un bien diferente que
perseguir?"

Su corazón estaba taladrando su pecho. Ella no había, ella nunca


había platicado sobre eso con nadie -

"Siempre me he preguntado por qué los estudiantes se abusan


entre ellos," suspiró la voz. "Cómo los niños se hacen la vida difícil
para sí mismos, cómo convierten sus escuelas en prisiones con sus
propias manos. ¿Por qué los seres humanos hacen sus propias tan
poco placenteras? Puedo darte una parte de la respuesta, Padma
Patil. Es porque las personas no se detienen a pensar antes de
causar dolor, si no se imaginan que también podrían resultar
lastimados, que también podrían resultar heridos por sus propias
malas acciones. Pero tú sufrirás, oh, sí, Padma Patil, sufrirás, si te
quedas en este camino. Sufrirás el mismo dolor de la soledad, el
mismo dolor del miedo y la desconfianza de otros, que hora infliges
en Hermione Granger. Sólo que en tu caso es merecido."

Su varita estaba temblando en su mano.

"No escogiste un bando cuando fuiste a Ravenclaw, niña. Escoges


tu bando por la forma en que vives tu vida, lo que haces a otras
personas y lo que te haces a ti misma. ¿Vas a iluminar las vidas de
otros, o las vas a oscurecer? Esa es la elección entre Luz y
Oscuridad, no alguna palabra gritada por el Sombrero
Seleccionador. Y la parte difícil, Padma Patil, no es decir 'Luz', la
parte difícil es decidir cuál es cuál, y admitirte a ti mismo cuando
comienzas a descender por el camino equivocado."

Hubo silencio. Siguió por un largo tiempo, y Padma se dio cuenta de


que la habían despachado.

Padma casi dejo caer su varita, cuando intentó ponerla de vuelta en


su bolsillo. Casi se cayó, cuando dio un paso para alejarse de la
pared, y se giró para irse -

"No siempre he escogido correctamente entre la Luz y la


Oscuridad," el susurro expresó, fuerte y brusco directamente dentro
de su oído. "No tomes mi sabiduría como la palabra final, niña, no
tengas miedo de cuestionarla, pues aunque lo he intentado a veces
he fallado, oh, sí, he fallado. Sin embargo tú estás lastimando a un
verdadero inocente, y no alcanzarás ninguna de tus ambiciones con
ello, no es para ningún plan astuto. Estás infligiendo dolor
puramente por el placer que eso te trae. No siempre he escogido
correctamente entre la Luz y la Oscuridad, mas al menos sé que eso
es oscuridad, de seguro. Estás hiriendo a una niña inocente, y
escapas la retribución únicamente porque ella es demasiado amable
para tolerar que sus aliados se muevan en contra tuya. No puedo
dañarte por eso, así que entérate de que no puedo respetarlo. No
eres digna de Slytherin; ¡ve y haz tu tarea de Herbología, niña de
Ravenclaw!"

El susurro final fue como un fuerte siseo que sonó casi como una
serpiente, y Padma huyó, huyó por los corredores como si los
Lethifolds** la estuvieran persiguiendo, corrió sin importarle las
reglas que prohibían correr en los corredores, aún cuando pasó al
lado de otros estudiantes que la miraron sorprendidos, ella no se
detuvo, corrió directo hasta los dormitorios de Ravenclaw con el
pulso golpeando en su cuello, la puerta le preguntó "¿Por qué brilla
el Sol de día en lugar de la noche?" y le llevó tres intentos lograr que
su respuesta fuera coherente, y entonces la puerta se abrió y vio -

- unas cuantas niñas y niños, algunos jóvenes y otros mayores,


todos contemplándola, y en una esquina en la mesa pentagonal,
Harry Potter y Michael Corner y Kevin Entwhistle, viéndola por
encima de sus libros escolares.

"¡Dulce Merlín!" exclamó Penelope Clearwater, levantándose de un


sofá. "¿Qué te sucedió, Padma?"

"Yo," tartamudeó ella, "yo, yo escuché - un fantasma -"


"No fue el Barón Sangriento, ¿o sí?" inquirió Clearwater. Ella extrajo
su varita y un momento después estaba sosteniendo un vaso, y
entonces un Aguamenti después el vaso estaba lleno con agua.
"Aquí, bebe esto, siéntate -"

Padma ya estaba marchando hacia la mesa pentagonal. Miró a


Harry Potter, quien la estaba observando fijamente, con calma y
gravedad y un poco de tristeza.

"¡ Tú hiciste esto!" Padma exclamó. "Cómo - tú - ¡cómo te atreves!"

Hubo un repentino cuchicheo en el dormitorio de Ravenclaw.

Harry nada más la miro.

Y cuestionó, "¿Hay algo con lo que te pueda ayudar?"

"No lo niegues," Padma insistió, con voz temblorosa, " tú enviste ese
fantasma hacia mí, eso dijo -"

"Hablo en serio," Harry la interrumpió. "¿Puedo ayudarte con algo?


Conseguirte algo de comer, o traerte una gaseosa, o ayudarte con tu
tarea, ¿o algo así?"

Todos los estaban contemplando a los dos.

"¿Por qué?" Padma espetó. No se le ocurría otra cosa que decir,


ella no lo entendía.

"Porque algunos de nosotros estamos de pie frente al precipicio,"


Harry respondió. "Y la diferencia es lo que hagas por otras
personas. ¿Dejaras que te ayude con algo, Padma, por favor?"

Ella se lo quedó viendo, y supo, en ese momento, que él había


recibido su propia advertencia, al igual que ella.

"Yo…" ella contestó. "Tengo que escribir seis pulgadas sobre el


lomillialor -"
"Permite que suba a mi dormitorio y traiga mis cosas de
Herbología," Harry anunció. Se levantó de la mesa pentagonal, miró
a Entwhistle y Corner. "Lo siento, chicos, los veré después."

Ellos no dijeron nada, nada más observaron, junto con todos los
demás en el dormitorio, al tiempo que Harry Potter caminaba hacia
las escaleras.

Y justo cuando el comenzaba a subir, pronunció, "Y nadie debe


molestarla con preguntas inútiles a menos que ella quiera hablar al
respecto, ¿espero que todos lo hayan entendido?"

"Lo entendimos," respondieron la mayoría de los de primer año y


algunos estudiantes más mayores, unos cuantos sonando bastante
asustados.

Y ella conversó sobre muchas cosas con Harry Potter además de la


madera lomillialor - incluso su miedo de volver a caer en armonía
con Parvati, del cual ella nunca antes había hablado con nadie, pero
no importaba porque el aliado fantasmal de Harry ya lo sabía. Y
Harry había cogido su monedero y extrajo unos libros raros,
prestados con la condición de guardar completo silencio,
aseverando de que si ella podía comprehender aquellos libros eso
cambiaría sus patrones de pensamiento lo suficiente como para que
nunca jamás volviera a caer en armonía con Parvati…

A las nueve en punto, cuando Harry declaró que tenía que irse, el
ensayo iba a la mitad.

Y cuando Harry hizo una pausa, y la volteó a mirar antes de salir, y


afirmó que él la consideraba digna de Slytherin, la hizo sentir bien
por un minuto entero antes de darse cuenta de lo que le acababan
de decir y quién se lo había dicho.


Cuando Padma bajó a desayunar, esa mañana, observó a Mandy
verla y susurrar algo a la chica que estaba sentada a su lado en la
mesa de Ravenclaw.

Ella miró a la chica levantarse de la banca y caminar hacia ella.

La noche anterior Padma se había alegrado de que la chica


durmiera en el otro dormitorio; mas ahora que lo reflexionaba, esto
era peor, ahora tenía que hacerlo en frente de todos .

Aunque Padma estaba sudando, sabía lo que tenía que hacer.

La chica se acercó -

"Lo siento."

"¿Qué?" exclamó Padma. Esa era su linea.

"Lo siento," repitió Hermione Granger. En voz alta para que todos la
pudieran escuchar. "Yo… yo no le solicité a Harry que hiciera eso, y
me enojé con él cuando lo descubrí, y le hice prometer que no
volvería hacer algo así a nadie, y no le voy a hablar durante una
semana… Yo real, realmente lo siento, Señorita Patil."

La espalda de Hermione Granger estaba rígida, su expresión era


rígida, podías ver el sudor en su rostro.

"Este," espetó Padma. Sus propios pensamientos se habían


revuelto, ahora…

La vista de Padma se desvió a la mesa de Ravenclaw, donde un


niño las contemplaba con ojos entrecerrados y sus manos apretadas
sobre su regazo.

Antes:

"¡Te pedí que fueras más amable !" chilló Hermione.


Harry estaba empezando a sudar. Nunca había escuchado a
Hermione gritarle antes, y fue bastante fuerte en el salón vacío.

"Yo - pero - ¡pero yo fui amable!" Harry protestó. "Prácticamente la


he redimido, ¡Padma iba por el mal camino y yo la saqué de ahí!
¡Probablemente cambié toda su vida para que sea más feliz!
Además, tendrías que haber escuchado la versión original de lo que
sugirió el Profesor Quirrell para mí -" en ese punto Harry se dio
cuenta de lo que iba a revelar y cerró su boca un segundo
demasiado tarde.

Hermione agarró sus rizos castaños, un gesto que Harry no le había


visto hacer antes. "¿Qué propuso él ? ¿ Matarla ?"

El Profesor de Defensa había sugerido que Harry identificara a


todos los estudiantes claves que tuvieran influencia dentro y fuera
de su año y procurara ganar control absoluto de la fabrica de
rumores en Hogwarts, remarcando que este era un reto
generalmente útil y divertido para cualquier Slytherin verdadero
atendiendo Hogwarts.

"Nada de eso," Harry replicó rápidamente, "él nada más dijo de


manera general que debía conseguir influencia sobre las personas
esparciendo rumores, y yo decidí que la versión amable de eso
sería sólo informar a Padma directamente sobre las implicaciones
de lo que ella estaba haciendo, y las posibles consecuencias de sus
acciones, en vez de intentar amenazarla o algo así -"

"¿Llamas a eso no amenazar a alguien?" Las manos de Hermione


ahora estaban jalando su cabello.

"Este…" Harry titubeó. "Supongo que ella pudo sentirse un poco


amenazada, pero Hermione, las personas harán cualquier cosa
cuando crean que pueden salirse con la suya, no les importa cuán
lastimadas puedan resultar otras personas si no les duele a ellos
mismos, si Padma piensa que no hay consecuencias por esparcir
mentiras sobre ti entonces por supuesto que ella simplemente lo
seguirá haciendo -"
"¿Y crees que no va a haber consecuencias por lo que tú hiciste?"

De repente Harry tuvo un malestar en su estómago.

Hermione tenía la mirada más enojada que él le hubiera llegado a


ver. "¿Qué crees que piensan los otros estudiantes de ti ahora,
Harry? ¿De mí ? Si a Harry no le gusta la forma en que hablas sobre
Hermione, conseguirás que te ataquen los fantasmas, ¿es eso lo
que querías que ellos sintieran?"

Harry abrió su boca y ninguna palabra surgió, él sólo… no había


pensado sobre eso de esa forma, realmente…

Hermione se agachó para recoger sus libros de la mesa donde los


había dejado caer. "No te voy a hablar durante una semana, y le
contaré a todos que no voy a hablar contigo por una semana, y les
contaré por qué, y quizá eso reparará algo de lo que hiciste. Y
después de esa semana, yo voy a - yo decidiré entonces qué hacer,
supongo -"

"¡Hermione!" La voz de Harry se alzó hasta ser un chillido de


desesperación. "¡Estaba intentando ayudar!"

La niña se giró y lo contempló al tiempo que abrió la puerta del salón


de clases.

"Harry," ella pronunció, y su voz tembló un poco a causa de la ira, "el


Profesor Quirrell te está empujando a la oscuridad, en verdad lo está
haciendo, lo digo en serio, Harry."

"Esto… no fue él, esto no fue lo que él propuso, esto sólo fui yo -"

La voz de Hermione ya era casi un susurro. "Algún día vas a ir a


almorzar con él, y será tu lado oscuro el que regrese, o tal vez tú ni
siquiera regreses."

"Te prometo," Harry declaró, "que regresaré del almuerzo."

Ni siquiera estaba pensando cuando habló.


Y Hermione tan sólo se volteó y tras una zancada cerró la puerta
con un portazo.

Vaya forma de invocar las leyes de la ironía dramática, tarado,


observó el Crítico Interno de Harry. Ahora vas a morir este Sábado,
tus últimas palabras serán 'Lo siento, Hermione', y ella siempre se
arrepentirá de que la última cosa que hizo fue aporrear la puerta -

Oh, cállate.

Cuando Padma se sentó con Hermione a desayunar, y explicó en


una voz lo suficientemente alta como para que otros la oyeran que
el fantasma le había dicho cosas que era importante que ella
escuchara, y Harry Potter había estado en lo correcto al hacerlo,
hubo algunos personas que quedaron con menos temor, y algunos
que quedaron más temerosos.

Y después las personas dijeron menos cosas feas sobre Hermione,


al menos en primer año, al menos en publico donde Harry Potter
podría escucharlo.

Cuando el Profesor Flitwick le preguntó a Harry si él era el


responsable por lo sucedido a Padma, y Harry respondió que sí, el
Profesor Flitwick le informó que debía servir dos días de detención.
Aún si únicamente había sido un fantasma y Padma no había sido
herida, aún así, ese no era un comportamiento aceptable para un
estudiante de Ravenclaw. Harry asintió y afirmó que comprendía por
qué el Profesor tenía que hacerlo, y no protestaría; mas
considerando que eso parecía haber hecho cambiar a Padma, ¿el
Profesor Flitwick realmente creía, extraoficialmente, que él había
hecho lo incorrecto? Y el Profesor Flitwick hizo una pausa,
pareciendo de hecho considerarlo, y entonces le explicó a Harry,
con una chillona voz solemne, que necesitaba aprender a
relacionarse con otros estudiantes en la forma normal.
Y Harry no pudo evitar pensar que este era un consejo que el
Profesor Quirrell nunca le daría.

Harry no pudo evitar pensar que de haberlo hecho al estilo del


Professor Quirrell, la forma normal de Slytherin, una mezcla de
incentivos positivos y negativos para lograr que Padma y los otros
traficantes de rumores quedaran bajo su control explicito, entonces
Padma no habría hablado al respecto, y Hermione nunca lo habría
descubierto…

… en cuyo caso Padma no habría sido redimida, habría seguido en


el mal camino, y habría sufrido por ello eventualmente. No era como
si Harry le hubiera mentido a Padma de alguna forma, cuando usó el
Giratiempo estando invisible y usando el Encantamiento de
Ventriloquia.

Harry todavía no estaba seguro de si había hecho lo correcto, o una


cosa correcta, y Hermione no había cedido en cuanto no hablarle -
aunque estaba hablando bastante con Padma. Había dolido más de
lo que Harry había esperado, regresar a estudiar por su cuenta;
como si su cerebro ya hubiera olvidado su largamente-afilada
habilidad de estar solo.

Los días restantes para el almuerzo del Sábado con el Profesor


Quirrell parecían avanzar muy, muy lentamente.

Nota de Traductor

*Lomillialor es un tipo de varita muy poderosa que aparece en Las


Crónicas de Thomas Covenant

**El Lethifold es un depredador que tiene la forma de un manto


negro, este carnívoro ataca a sus victimas cuando duermen, y son
muy pocos los magos que pueden presumir de haber sobrevivido a
uno de sus ataques. Los Muggles están indefensos ante el Lethifold,
ya que sólo puede ser repelido con el Patronus.
Sobre este capítulo, soy de los que piensan que Harry hizo lo
correcto. A pesar del regaño y castigo de Hermione, el logro de una
redención no se puede tomar tan a la ligera.

El usuario HonduranGleek me ha comenzado a ayudar a traducir el


capítulo 53 de HPMOR, y ya está trabajando en el 54. En los
capítulos que él me ayude yo seré más un editor que traductor, lo
que permite que la traducción avance más rápido. Así que muchas
gracias a HonduranGleek, quien ya a hecho una traducción
importante, la de Vida y muerte, una re-interpretación de Crepúsculo
en las que algunos personajes intercambian de género.

Además, estoy trabajando con la ayuda de mi novia para


reorganizar mi blog. Para dividir mejor el contenido, crearé dos blog
más, uno exclusivo para mis escritos originales, y otro para HPMOR,
en el cual subiré la versión corregida y actualizadas del fanfic,
además del audiolibro a medida que lo vayamos produciendo. Más
adelante quiero añadir las notas del autor, si me es posible.

En otras noticias no relacionadas con HPMOR, a partir de mañana


regreso a subir Let's Play en español en mi canal de YouTube. Debo
hacer un esfuerzo grande porque aún no me recupero del todo de la
bronquitis aguda que me dio, pero a veces hay que sacrificarse un
poco. ¿Por qué me traicionaste frío? Eso ando gritando en mi
cabeza todo el tiempo, sobretodo cuando pienso que ya no puedo
comer helado.

:'(

Acabo de caer en cuenta que este es en verdad el capítulo 50,


guau, ya casi llegamos a la mitad, ¡es increíble!

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P1
Capítulo 51

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 1

Sábado.

Harry había tenido problemas para quedarse dormido en la noche


del Viernes, lo que él había anticipado podría pasar, así que había
decidido tomar por adelantado la obvia precaución de comprar una
poción para dormir; y para evitar que eso pudiera constituir un signo
visible de que estaba nervioso, había decidido comprarla a Fred y
George un par de meses antes. (Estar preparado, esa es la canción
de marcha de los Boy Scout…)

Por lo tanto Harry estaba completamente descansado, y su


monedero contenía casi todo lo que poseía y era concebible que
llegara a necesitar. Harry había, de hecho, alcanzado el limite de
volumen del monedero; y teniendo en cuenta que necesitaría
guardar una serpiente enorme, y podría llegar a necesitar guardar
quién-sabía-qué-más, había removido algunos de los objetos más
voluminosos, como la batería de carro. Había llegado al punto en
que podía Transformar algo hasta tener el tamaño de la batería de
un carro en cuatro minutos exactos, así que no era una gran
perdida.

Harry se había quedado las bengalas de emergencia y la antorcha


de oxiacetileno y el tanque de gasolina, ya que no podías
Transformar cosas que fueran a ser quemadas.

(Estar preparado, mientras vas marchando a lo largo de la vida…)

El Lugar de Mary.
Después de que la mesera había tomado su orden y hacerles una
reverencia y salir del cuarto, el Profesor Quirrell había realizado
solamente cuatro Encantamientos, y entonces hablaron sobre nada
que tuviera vasta consecuencias, nada más la compleja tesis del
Profesor Quirrell sobre como la maldición del Señor Oscuro sobre la
posición de Defensa había llevado a la declinación del duelo y cómo
esto había cambiado las costumbres sociales de la Bretaña mágica.
Harry escuchó y asintió y pronunció cosas inteligentes, mientras
intentó controlar el palpitar de su corazón.

Entonces la mesera entró de nuevo trayendo su comida, y esta vez,


un minuto después de que la mesera se había ido, el Profesor
Quirrell le hizo un gesto a la puerta para cerrarla y bloquearla, e
inició el relato de los veintinueve Encantamientos de seguridad, esta
vez dejando por fuera uno de los que aparecía en la secuencia del
Sr. Bester, lo que confundió un poco a Harry.

El Profesor Quirrell finalizó sus Encantamientos -

- se levantó de su silla -

- se difuminó en una serpiente verde, con anillos azules y blancos -

- silbó, "¿Hambriento, niño? Come tu porción velozmente,


necessitamoss tanto fuerza como tiempo."

Los ojos de Harry estaban algo abiertos, pero siseó, "Comí bien al
dessayuno," y entonces rápidamente comenzó a usar el tenedor
para meter fideos en su boca.

La serpiente lo observó por un momento, con aquellos ojos llanos, y


entonces silbó, "No desseo explicarlo aquí. Prefiero esstar en otro
lugar primero. Necessitamos irnoss ssin sser obsservadoss, ssin
sseñal de que alguna vez ssalimoss de esste cuarto."

"Para que assí nadie pueda rasstrearnoss," siseó Harry.


"Ssí. ¿Confíass tanto en mí, niño? Pienssa antess de ressponder. Te
haré una importante petición, que requiere confianza; ssi vass a
decir no, entoncess debess hacerlo ahora."

Harry dejó caer su mirada de los planos ojos de la serpiente, y volvió


a ver sus fideos untados de salsa, y comió otra mordida, luego otra,
mientras pensaba.

El Profesor de Defensa… era una figura ambigua, para ponerlo


suavemente; Harry consideró que había revelado algunas de sus
objetivos, mas otros permanecían misteriosos.

Sin embargo el Profesor Quirrell había derribado doscientas chicas


para detener a las que estaban atrayendo a Harry. El Profesor
Quirrell había deducido que el Dementor estaba drenando a Harry a
través de su varita. El Profesor de Defensa había salvado la vida de
Harry, dos veces, en un periodo de dos semanas.

Lo que podía indicar que el Profesor de Defensa nada más estaba


salvando a Harry para después, que había motivos ulteriores. En
efecto, era cierto que había motivos ulteriores. El Profesor Quirrell
no estaba haciendo esto por capricho. Pero entonces el Profesor
Quirrell también había supervisado que Harry aprendiera
Oclumancia, le había enseñado a Harry cómo perder… si el
Profesor de Defensa quería hacer un uso de Harry Potter, era un
uso que requería a un fortalecido Harry Potter, no a uno debilitado.
Eso era lo que significaba ser usado por un amigo, que querría que
el uso te hiciera más fuerte en vez de más débil.

Y si había a veces una fría atmósfera sobre el Profesor de Defensa,


amargura en su voz o vacío en su mirada, entonces Harry era el
único al cual el Profesor Quirrell le permitía contemplarlo.

Harry no sabía del todo cómo describir en palabras la sensación de


camaradería que sentía con el Profesor Quirrell, excepto afirmar que
el Profesor de Defensa era la única persona de pensamiento claro
que Harry había encontrado en el mundo de los magos. Tarde o
temprano todos los demás empezaban a jugar Quidditch, o a no
poner escudos protectores sobre sus maquinas del tiempo, o creer
que la Muerte era su amigo. No importaban que tan buenas fueran
sus intenciones. Tarde o temprano, y usualmente temprano,
demostraban que algo en lo profundo de sus cerebros estaba
confundido. Todos excepto el Profesor Quirrell. Era un vinculo que
iba más allá de las deudas que tenían entre ellos, o incluso algo de
gusto personal, que los dos estuvieran solos en el mundo de los
magos. Y si el Profesor de Defensa ocasionalmente parecía un poco
aterrador o un poco Oscuro, bueno, eso era justo la misma cosa que
algunas personas aseveraban sobre Harry.

"Confío en ussted," siseó Harry.

Y la serpiente explicó la primera parte del plan.

Harry cogió un tenedor final repleto de fideos, mastico. A su lado, el


Profesor Quirrell, de nuevo en forma humana, estaba comiendo su
sopa plácidamente, como si nada de interés especial estuviera
ocurriendo.

Entonces Harry tragó, y en el mismo momento se levantó de su silla,


ya sintiendo su corazón comenzando a martillar con dureza su
pecho. Las precauciones de seguridad que estaban tomando eran
literalmente las más rigurosas posibles…

"¿Está listo para probarlo, Sr. Potter?" El Profesor Quirrell preguntó


con calma.

No era una prueba, mas el Profesor Quirrell no iba a pronunciar eso,


no en voz alta en lenguaje humano, incluso en este cuarto protegido
hasta el limite que el Profesor Quirrell había asegurado aún con más
Encantamientos.

"Ajá," Harry respondió tan casualmente como pudo.

Paso uno.
Harry llamó "Capa" a su monedero, extrajo la Capa de la
Invisibilidad, y entonces desatasco el monedero de su cinturón y lo
arrojó al otro lado de la mesa.

El Profesor de Defensa se levantó de su propio asiento, sacó su


varita, se agachó, y tocó el monedero con su varita, murmurando un
silencioso conjuro. El nuevo encantamiento aseguraría que el
Profesor Quirrell podía entrar al monedero en su propia forma de
serpiente, y salir por voluntad propia, y escuchar lo que ocurría
afuera mientras estaba dentro del monedero.

Paso dos.

Cuando el Profesor Quirrell se enderezó para separarse del


monedero, y alejó su varita, su varita terminó apuntando en la
dirección de Harry, y hubo una breve sensación de arrastramiento
sobre el pecho de Harry cerca de donde reposaba el Giratiempo,
como si algo horripilante hubiera pasado muy cerca de él sin tocarlo.

Paso tres.

El Profesor de Defensa se convirtió en una serpiente otra vez, y la


sensación de destrucción disminuyó; la serpiente se arrastro hacía
el monedero y entró allí, la boca del monedero abriéndose para
admitir la forma verde, y cuando la boca se cerró detrás de la cola,
la sensación de destrucción disminuyó todavía más.

Paso cuatro.

Harry sacó su varita, siendo cuidadoso de no moverse de donde


estaba parado mientras lo hacía, para que así el Giratiempo no se
moviera de donde el Profesor Quirrell había anclado el reloj de
arena dentro del caparazón en su actual orientación. "Wingardium
Leviosa," murmuró Harry, y el monedero empezó a flotar hacia él.

Lentamente, lentamente, como lo había instruido el Profesor


Quirrell, el monedero comenzó a flotar hacia Harry, quien esperó
alerta por alguna señal de que el monedeo se fuera abrir, en cuyo
caso Harry debía usar el Encantamiento Levitador para tirarlo lejos
de él tan rápido como fuera posible.

Cuando el monedero llegó a un metro de Harry, la sensación de


destrucción regresó.

Cuando Harry volvió a atar el monedero a su cinturón, la sensación


de destrucción era más fuerte de lo que nunca antes había sido, sin
embargo no era aplastante; era tolerable.

Aún con la forma de Animago de Profesor Quirrell yaciendo dentro


del espacio extendido del monedero descansando sobre la
mismísima cadera de Harry.

Paso cinco.

Harry enfundó su varita. Su otra mano todavía sosteniendo la Capa


de la Invisibilidad, y Harry echó la capa sobre sí mismo.

Paso seis.

Y así en ese cuarto escudado de toda forma posible de augurio, que


el Profesor Quirrell había asegurado aún más personalmente, no fue
hasta después de que Harry estaba vistiendo la verdadera Capa de
Invisibilidad que él fue hasta debajo de su camisa y giró el
caparazón exterior del Giratiempo una sola vez.

El reloj de arena interior del Giratiempo permaneció anclado y sin


moverse, el mecanismo girando alrededor -

La comida se desvaneció de la mesa, las sillas brincaron de nuevo a


sus lugares, la puerta abierta de par en par.

El Cuarto de Mary estaba vacío, como debió haber sido, porque


antes el Profesor Quirrell había contactado el Lugar de Mary bajo un
nombre falso para inquirir si el cuarto estaría disponible a esta hora -
no para reservarlo, para que no quedara una reservación cancelada
que podría ser notada, solamente una averiguación.
Paso siete.

Permaneciendo bajo la Capa de Invisibilidad, Harry salió a través de


la puerta abierta. Navegó los pasillos embaldosados del Lugar de
Mary hacia el bien dotado bar que recibía a los que recién entraban,
atendido por el propietario, Jake. Había unas pocas personas en el
bar, en la mañana antes de que fuera la hora indicada para el
almuerzo, y Harry tuvo que esperar invisible cerca de la puerta
durante varios minutos, escuchando el murmullo de conversaciones
y el gargarear del alcohol, antes de que la puerta se abriera para
admitir a un genialmente inmenso Irlandés, y mientras entraba Harry
se deslizó hacia afuera silenciosamente.

Paso ocho.

Harry caminó por un rato. Estaba muy lejos del Lugar de Mary
cuando el Callejón Diagon se convirtió en un callejón más pequeño,
al final del cual había una tienda que estaba oscura, la ventana
encantada para oscurecer.

Paso nueve.

"Espada pescado melón amigo," Harry habló la frase para pasar la


cerradura, y se abrió con un clic.

Dentro de la tienda también había oscuridad, la luz de la puerta


abierta brevemente iluminando para mostrar un enorme, cuarto
vacío. La tienda de muebles que una vez había operado aquí había
caído en bancarrota unos meses atrás, de acuerdo al Profesor de
Defensa, y la tienda había sido embargada, pero todavía no había
sido revendida. Las paredes estaban pintadas con un blanco simple,
el piso de madera rayado y sin pulir, una sola puerta cerrada
ubicada en la pared de atrás; esto había sido una sala de
exposición, alguna vez, mas ahora no mostraba nada.

La puerta se cerró detrás de Harry, y entonces la oscuridad era total


y completa.
Paso diez.

Harry extrajo su varita y dijo "Lumos," iluminando el cuarto cono luz


blanca; cogió su monedero de su cinturón (la sensación de
destrucción incrementándose de a poco en cuanto la rozó con sus
dedos) y ligeramente lo arrojó al lado opuesto del cuarto (la
sensación de destrucción se desvaneció caso por entero). Y
entonces empezó a quitarse la Capa de Invisibilidad, al tiempo que
su voz siseaba, "Esstá hecho."

Paso once.

Del monedero se asomó una cabeza verde, seguida prontamente


por un metro largo de cuerpo verde mientras la serpiente se
arrastraba hacía afuera. Un momento después, la serpiente
reverberó hasta convertirse en el Profesor Quirrell.

Paso doce.

Harry esperó en silencio mientras el Profesor de Defensa recitó


treinta Encantamientos.

"De acuerdo," el Profesor Quirrell expresó con calma, cuando hubo


finalizado. "Si alguien nos sigue observando ahora, ya estamos
condenados en todo caso, así que hablaré francamente y en forma
humana. La lengua Parsel no se me ajusta del todo, me temo, ya
que no soy un descendiente de Salazar ni una verdadera serpiente."

Harry asintió.

"Entonces, Sr. Potter," prosiguió el Profesor Quirrell. Su mirada


intensa, sus pálidos ojos azules oscurecidos y ensombrecidos por la
luz blanca proviniendo de la varita de Harry. "Estamos solos y sin
ser observados, y tengo una pregunta importante que hacerte."

"Adelante," comentó Harry, su corazón iniciando un acelerado


palpitar.
"¿Cuál es su opinión del gobierno de la Bretaña mágica?"

Eso no era del todo lo que Harry había estado esperando, sin
embargo estaba lo suficientemente cerca, así que Harry respondió,
"Basado en mi conocimiento limitado, afirmaría que tanto el
Ministerio como el Wizengamot parecen ser estúpidos, corruptos, y
malvados."

"Correcto," concordó el Profesor Quirrell. "¿Comprende por qué se


lo pregunto?"

Harry respiró profundamente, y miró al Profesor Quirrell directo a los


ojos, sin apartar la vista. Finalmente Harry había descubierto que la
manera de hacer asombrosas deducciones a partir de escasa
evidencia era conocer la respuesta de antemano, y él había
adivinado ésta respuesta por completo desde hace una semana.
Únicamente necesitaba un ligero ajuste…

"Usted está a punto de invitarme a unirme a una organización


secreta llena de personas interesantes como usted," expuso Harry,
"de las cuales una de las metas es reformar o derrocar al gobierno
de la Bretaña mágica, y sí, me voy a unir."

Se produjo una ligera pausa.

"Me temo que no es ahí exactamente a donde quiero dirigir esta


conversación," dijo Profesor Quirrell. Las esquinas de sus labios se
estaban retorciendo débilmente. "Meramente planeaba pedirle su
ayuda para hacer algo extremadamente traicionero e ilegal."

Maldición, pensó Harry. Sin embargo, el Profesor Quirrell no lo había


negado del todo… "Prosiga."

"Antes de hacerlo," explicó el Profesor Quirrell. No había levedad en


su voz, ahora. "¿ Está usted abierto a semejante petición, Sr.
Potter? Le reitero que si es probable que diga no a pesar de todo,
debe pronunciarse ese no en este momento. Si su curiosidad lo
impele a hacer lo contrario, aplaste dicha curiosidad."
"Traición e ilegalidad no me molestan," afirmó Harry. "Los riesgos
me molestan y los obstáculos necesitarían ser conmensurados, pero
no puedo imaginarlo a usted tomando riesgos de manera frívola."

El Profesor Quirrell asintió. "No lo haría. Es un terrible abuso de mi


confianza con usted, y tal confianza que es puesta en mi posición
como educador en Hogwarts -"

"Puede saltarse esta parte," Harry interrumpió.

Los labios se curvaron de nuevo, y luego se quedaron rectos.


"Entonces me la saltaré. Sr. Potter, a veces usted hace un juego el
mentir con verdades, jugar con palabras para ocultar su significado
a plena vista. Yo, también, he sido conocido por encontrar eso
divertido. Mas con tan sólo contarle lo que espero que hagamos el
día de hoy, Sr. Potter, usted mentirá al respecto. Usted mentira de
frente, sin titubear, sin juegos de palabras o pistas, a cualquiera que
lo interrogue, sean enemigos o amigos cercanos. Le mentirá a
Malfoy, a Granger, y a McGonagall. Usted hablara, siempre y sin
dudar, en la forma exacta en que hablaría si no supiera nada, sin
preocuparse por su honor. Así también es cómo debe ser."

Hubo silencio, entonces, por un tiempo.

Ese era un precio medido en una fracción del alma de Harry.

"Sin revelarlo todavía…" cuestionó Harry. "¿Puede usted informarme


si la necesidad es desesperada?"

"Hay alguien que tiene el más terrible deseo de su ayuda," el


Profesor Quirrell aclaró con simpleza, "y no hay nadie que pueda
ayudarlo aparte de usted."

Hubo otro silencio, pero no por mucho tiempo.

"De acuerdo," Harry declaró con calma. "Dígame la misión."


La túnica oscura del Profesor de Defensa pareció borrarse contra la
sombre en la pared, creada por su silueta bloqueando la luz blanca
de la varita de Harry. "El Encantamiento Patronus ordinario, Sr.
Potter, protege del miedo contra el Dementor. Sin embargo los
Dementores aún pueden verte a través de la luz, saben que estás
allí. Excepto su Encantamiento Patronus. Los ciega, o incluso más
que eso. Lo que yo vi debajo de la capa ni siquiera estaba mirando
en nuestra dirección mientras usted lo mataba; como si hubiera
olvidado nuestra existencia, aún cuando moría."

Harry asintió. Eso no era una sorpresa, no cuando confrontas un


Dementor en el nivel de su verdadera existencia, más allá del
antropomorfismo. La muerte podría ser el último enemigo, mas no
era un enemigo consciente. Cuando la humanidad había eliminado a
la varicela, la varicela no había contraatacado.

"Sr. Potter, la rama principal de Gringotts está resguardada por cada


hechizo alto y bajo que los duendes conocen. Aún esas bóvedas
han sido robadas exitosamente; porque lo que puede hacer la
hechicería, la hechicería puede deshacer. Y a pesar de eso nadie ha
escapado jamás de Azkaban. Nadie. Por cada Encantamiento hay
un contra-Encantamiento, por cada defensa hay una brecha. ¿Cómo
puede ser que nadie haya sido rescatado jamás de Azkaban?"

"Porque Azkaban tiene algo invencible," Harry contestó. "Algo tan


terrible que nadie puede derrotarlo."

Esa era la clave de su seguridad perfecta, tenía que ser, nada


humano. Era Muerte lo que vigilaba en Azkaban.

"A los Dementores no les gusta que les quiten sus comidas," el
Profesor Quirrell espetó. La frialdad había entrado en esa voz,
ahora. "Ellos saben si alguien lo intenta. Hay más de cien
Dementores allí, y ellos hablan con los guardias también. Es así de
simple, Sr. Potter. Si usted es un mago poderoso entonces Azkaban
no es difícil de entrar, y no es difícil de salir. Siempre y cuando usted
no busque tomar algo que le pertenezca a los Dementores."
"Sin embargo los Dementores no son invencibles," dijo Harry. Podría
haber invocado el Encantamiento Patronus con ese pensamiento,
en ese mismo momento. "Nunca creas que lo son."

La voz del Profesor Quirrell estaba muy baja. "¿Recuerda lo que


sintió cuando estuvo antes el Dementor, la primera vez, cuando
falló?"

"Recuerdo."

Y entonces con un repentino y doloroso calambre en su estómago,


Harry supo a dónde iba esto; debió haberlo visto antes.

"Hay una persona inocente en Azkaban," el Profesor Quirrell


anunció.

Harry asintió, se produjo una quemante sensación en su garganta,


pero no lloró.

"Aquel de quien hablo no estaba bajo la Maldición Imperius," explicó


el Profesor de Defensa, su túnica oscura silueteada contra una
sombra más grande. "Hay formas más seguras de romper la
voluntad que el Imperius, si tienes el tiempo para tortura, y
Legeremancia, y rituales que no voy a mencionar. No puedo revelar
cómo sé esto, cómo sé algo de esto, no puedo darle una pista ni
siquiera a usted, tendrá que confiar en mí. Sin embargo hay una
persona en Azkaban que ni una sola vez escogió servir al Señor
Oscuro, que ha pasado años sufriendo a solas en la más fría y
terrible oscuridad imaginable, y nunca mereció ni un minuto de ello."

Harry lo vio con un salto de intuición, su boca corriendo casi por


delante de sus pensamientos.

No hubo pista, ni advertencia, todos pensamos -

"Una persona con el nombre de Black," Harry concluyó.


Hubo silencio. Silencio, mientras los pálidos ojos azules lo
contemplaron.

"Bueno," reconoció el Profesor Quirrell al cabo de un rato. "Ahí


queda lo de no contarle el nombre hasta que hubiera aceptado la
misión. Le preguntaría si está leyendo mi mente, mas eso es
totalmente imposible."

Harry no dijo nada, pero era lo bastante simple si creías en el


proceso de la democracia moderna. La persona más obviamente
inocente en Azkaban era aquella que no había recibido un juicio -

"Estoy ciertamente impresionado, Sr. Potter," reconoció el Profesor


Quirrell. Su expresión era grave. "Sin embargo este es un asunto
serio, y si hay alguna manera en que otros puedan hacer la misma
deducción, debo saberlo. Así que dígame, Sr. Potter. ¿Cómo en el
nombre de Merlín, de Atlántida, y el vacío entre las estrellas, adivinó
usted que yo me refería a Bellatrix?"

Nota de Traductor

Gracias a HonduranGleek el capítulo 53 está prácticamente listo,


nada más me falta darle una revisión final, así que una vez que
complete el capítulo 52, que está algo largo, el 53 no debería tardar
demasiado.

El audiolibro ya va por el capítulo 3, y ésta semana produciré el


cuarto. Pero todavía no estoy convencido de publicarlos, bueno, el
primero ya lo subí a mi canal de Let's Play, mas quiero organizar
muy bien el blog de HPMORE, el canal de YouTube y tener varios
capítulos ya terminados antes de comenzar mi agenda de
publicación semanal. Estoy muy contento porque me estén pagando
por hacer cada episodio, al menos hasta el 5. No sé si me
contratarán para más capítulos después de ese, sin embargo lo
quiero seguir haciendo aunque no me paguen directamente.
La siguiente parte de la nota de traductor es larga y no tiene mucho
que ver con HPMOR, así que si no les interesa la persona detrás de
la traducción, sino únicamente la traducción, les recomiendo que
mejor no la lean.

Los últimos días de mi vida han sido, en una palabra, locos.

Me quedé sin Internet por unos días, y la gata de mi casa, Tory, fue
operada para que no vuelva a quedar embarazada. El no tener
Internet me dio tiempo para pensar, y como estaba muy nervioso por
la salud de Tory, mis pensamientos terminaron yéndose a
cuestionarme mi vida. Y llegué a una conclusión que me deprimió
bastante, al principio.

Creo que ya había mencionado antes que desde niño mi sueño


había sido ser escritor. Pues me di cuenta haciendo una regresión al
pasado, que en realidad tal sueño nunca fue mio. Mis padres
siempre andaban muy ocupados para prestarme atención, y como
me reñían cuando pasaba demasiado tiempo frente a la televisión,
me decanté en los libros como una forma de llenar mi soledad. Y
mientras más personas me veían leyendo a cada momento, más
insistían que debía convertirme en un escritor si me gustaban tanto
los libros. Algunos lo decían con sorna, pero en todo caso la idea
me fue calando hasta que, mentalmente, la hice mía. Sin embargo
mi corazón siguió vacío.

Algo similar me sucedió cuando tuve mi primera novia oficial, una


que le presenté a mis padres, una que ellos aprobaron y una que
me buscó a mí, no yo a ella. Apunto de finalizar mis estudios, mi
vida parecía trazada de antemano, todo lo que tenía que hacer era
seguir caminando sobre ese camino de asfalto, como explican en el
manwha Anna

Todo cambió cuando conocí a Melissa, mi pareja en la actualidad.


Fue la primera persona que quise en verdad, y eso me cambió la
vida. Romper con mi anterior novia fue dramático, ella incluso me
mordió un brazo, y de seguro si le preguntan a ella, yo fui el malo
del cuento por querer terminar con ella antes de empezar una nueva
relación en limpio. No me importó todo el drama, ni la desaprobación
de mis padres, porque después de todo, por primera vez, seguía lo
que me indicaba mi corazón.

Gracias a Melissa, dejé de ser tan cerrado y empecé a experimentar


nuevas cosas. No fue sencillo, porque años de adoctrinación no se
borran de un día para otro. Mas termino sucediendo, por segunda
vez, mi corazón volvió a latir, feliz de perseguir un anhelo sin
ataduras.

Desafortunadamente, no fue por la escritura. Sólo fue cuando


comencé a subir vídeos a YouTube, que me sentí dichoso de crear
algo. Ha sido un proceso tortuoso, porque aún tenía mi cabeza llena
de muchas sombras y basura, así que no todos mis vídeos fueron
buenos, pero aprendí con los malos, y eso es lo importante.

Así que es aquí el primer lugar en que anunció mi nueva verdad, o


más bien, la que siempre fue mi verdad, no deseo convertirme en
escritor.

Este anuncio no afecta la traducción de HPMOR, seguirá hasta el


final, en especial ahora que cuento con el apoyo de X para algunos
episodios, y que dentro de poco tendré el listo el blog y el canal de
YouTube exclusivos para HPMOR. Por ese lado, no se preocupen.

Creo que seguiré escribiendo, mas ya no como la meta última de mi


existencia, sólo como un pasatiempo, un hobby. Para expresar
aquellas cosas a las que la escritura le puede hacer más justicia que
el vídeo.

Gracias por leer todo esto. No son tanto palabras que ustedes
necesitaran leer, sino que yo necesitaba escribirlas.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P2
Capítulo 52

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 2

La adrenalina ya estaba fluyendo en las venas de Harry, su corazón


ya martillando en su pecho, allí en esa oscurecida tienda en
bancarrota. El Profesor Quirrell había acabado de explicar, y en una
mano, Harry sostenía una diminuta rama de madera que sería la
llave. Este era, este era el día y el momento cuando Harry
empezaba a actuar la parte. Su verdadera primera aventura, un
calabozo para ser perforado, un gobierno malvado para ser
desafiado, una damisela en apuros para ser rescatada. Harry debió
haber estado más aterrado, más reluctante, pero en vez de eso sólo
sentía que ya era el tiempo y lo había sido desde hace rato para
iniciar la conversión hacía las personas sobre las cuales había leído
en sus libros; comenzar su viaje hacia lo que el siempre había
sabido estaba destinado a ser, un héroe. Tomar el primer paso en el
camino que llevaba a Kimball Kinnison y al Capitán Picard y a Liono
de Thundera y definitivamente no Raistlin Majere. Hasta donde el
cerebro de Harry sabía a partir de observar caricaturas muy
temprano en la mañana, cuando tú crecías se suponía que ganabas
asombrosos poderes y salvabas el universo, eso era lo que el
cerebro de había visto hacer a los adultos y adoptado como su
modelo de rol para el proceso de la maduración, y Harry quería
empezar a crecer muchísimo.

Y si el patrón de la historia demandaba que el héroe perdiera una


parte de su inocencia, como el resultado de su primera aventura;
entonces por ahora, al menos, en este momento todavía inocente,
parecía tiempo y lo había sido desde hace rato para experimentar el
dolor. Como quitarse ropas demasiado pequeñas para él; o como
avanzar finalmente al siguiente nivel del juego, tras haber estado
atrapado durante once años en el mundo 3, nivel 2 de los Hermanos
Super Mario.
Harry había leído suficientes novelas como para sospechar que no
se sentiría tan entusiasmado después, así que estaba disfrutándolo
mientras durara.

Se produjo un sonido de estallido cuando algo cercano a Harry


desapareció, y entonces no hubo más tiempo para melancolías
heroicas.

La mano de Harry partió en dos la pequeña rama de madera.

Un gancho jaló sin moverse el abdomen de Harry cuando se activó


el traslador, sintiéndose como un jalón más fuerte en ésta ocasión
que los pequeños transportes entre los terrenos de Hogwarts y el
Callejón Diagon -

- y lo tiró en medio de una enorme sucesión de truenos


desvaneciéndose, y un latigazo de fría lluvia azotando su rostro, el
agua cubriendo los anteojos de Harry y cegándolo en un instante,
volviendo el mundo un borrón incluso antes de iniciar el descenso
hacia las furiosas olas del océano muy abajo.

Él había llegado alto, alto, alto sobre el vacío Mar del Norte.

La conmoción de la violencia tormenta casi hizo que Harry dejará ir


la escoba que el Profesor Quirrell le había dado, lo que no hubiera
sido una buena idea. Casi le tomó un segundo entero a Harry
recuperar su compostura y traer su escoba de regreso con un
sencillo envión.

"Estoy aquí," dijo una voz nada familiar proviniendo de un parche


vacío de aire sobre él; baja y gravillosa, la voz del hombre barbado
espigado y cetrino en el cual el Profesor Quirrell se había
transformado usando la Poción Multijugos antes de usar el
Encantamiento Desilusionador consigo mismo y su escoba.

"Estoy aquí," Harry habló debajo de la Capa de Invisibilidad. Él no


había usado la Poción Multijugos en sí mismo. Vestir un cuerpo
diferente entorpecía tu magia, y Harry podría necesitar todo lo de su
pequeña magia consigo; además el plan requería que Harry
permaneciera invisible casi todo el tiempo, en lugar de
Transformado.

(Ninguno de ellos había hablado el nombre del otro. Simplemente no


usabas tu nombre en ningún momento durante una misión ilegal,
aún estando invisible y flotando sobre un pedazo anónimo de agua
en el Mar del Norte. Simplemente no lo hacías. Sería estúpido.)

Manteniendo cuidadosamente su agarre sobre la escoba con una


mano, mientras la lluvia y el viento aullaban alrededor de él, Harry
alzó su varita con un agarre igualmente cuidadoso y uso Impervius
en sus anteojos.

Entonces, con los lentes despejados, Harry miró alrededor.

Él estaba rodeado por viento y lluvia, podían ser hasta cinco grados
Celsius si es que estaba de suerte; ya tenía un Encantamiento
Calentador conjurado sobre sí mismo nada más para protegerse del
exterior en Febrero, pero eso no estaba contra las torrenciales y
frías gotas. Peor que la nieve, la lluvia mojaba cada superficie
expuesta. La Capa de la Invisibilidad te volvía completamente
invisible, sin embargo no te cubría a ti en lo absoluto, y eso
significaba que no te protegía para nada de la lluvia. La cara de
Harry estaba expuesta a la fuerza completa del agua torrencial, y
estaba cayendo directo en su cuello y mojando el interior de su
camisa, también las mangas de su túnica y las puntas de su
pantalón y los bordes de sus zapatos, el agua cogió cada pedazo de
ropa como una avenida por la cual colarse.

"Por aquí," dijo la voz Metamorfoseada, y una chispa de luz verde se


encendió en frente de la escoba de Harry, y entonces se disparó en
una dirección que a Harry le pareció idéntica a cualquier otra
dirección.

A través de la cegadora lluvia, Harry la siguió. La perdió a veces, la


pequeña chispa verde, y cada vez que lo hizo, Harry gritó, y la
chispa volvió a reaparecer en frente de él unos segundos después.
Cuando Harry le cogió el truco a seguir la chispa, ésta aceleró, y
Harry pateó la escoba hasta que alcanzó máxima velocidad y la
siguió. La lluvia lo azotó más fuerte, sintiendo lo que Harry imaginó
sería como sentir un escopetazo de perdigones en el rostro, mas
sus gafas permanecieron claras y protegieron sus ojos.

No fue más que unos pocos minutos después, con la escoba a toda
velocidad, que Harry tuvo un vistazo de una enorme sombra a
través de la lluvia, alzándose muy por encima de las aguas.

Y sintió un distante, hueco eco de vacío irradiando de donde


esperaba la Muerte, aguando la mente de Harry y separándose en
el acto, como una ola que se rompía sobre una piedra. Ésta vez
Harry conocía a su enemigo, y su voluntad era de acero y por
completo de luz.

"Ya puedo sentir los Dementores," informó la la voz gravemente


Metamorfoseada de Quirrell. "No esperaba esto, no tan pronto."

"Piense en las estrellas," Harry propuso, sobrepasando el retumbo


de un trueno distante. "No permita que haya ira dentro de usted,
nada negativo,sólo piense en las estrellas, lo que se siente olvidarse
de uno mismo y caer incorpóreo a través del espacio. Sostenga ese
pensamiento como una barrera de Oclumancia cruzando toda su
mente. Los Dementores tendrán problemas para pasar a través de
eso."

Hubo silencio por un momento, seguido de un, "Interesante."

La chispa verde se alzó, y Harry inclinó su escoba ligeramente hacia


arriba para seguirla, aún cuando se dirigía a un banco de niebla, una
nube flotando bajo sobre las aguas.

Pronto estuvieron flotando por encima y ligeramente oblicuos al gran


edificio de metal de tres lados, que se cernía muy abajo. El triangulo
de acero era hueco, no sólido, era una construcción de tres
delgadas paredes sólidas sin centro. Los Aurores en vigilancia se
acuartelaban en el nivel superior y en el lado sur del edificio, el
Profesor Quirrell había explicado, protegidos por sus
Encantamientos Patronus. La entrada legal para Azkaban estaba en
el techo de la esquina sureste del edificio. Que ellos dos no iban a
usar, por supuesto. En su lugar usarían un corredor que pasaba
directamente por debajo de la esquina norte del edificio. El Profesor
Quirrell bajaría primero, y perforaría un hoyo en el techo y las
protecciones mágicas justo en el extremo norte, dejando atrás una
ilusión para cubrir la abertura.

Los prisioneros eran mantenidos en un lado del edificio, en niveles


correspondientes a sus crímenes. Y al fondo, en la profundidad más
al centro de Azkaban, yacía un nido con más de cien Dementores.
Montones de basura eran tirados ocasionalmente para mantener el
nivel sin deshacerse, pues la materia directamente expuesta a los
Dementores se destruía hasta volverse barro y nada…

"Espera un minuto," pidió la ruda voz, "sígueme velozmente, y cruza


con cuidado."

"Lo entiendo," Harry replicó despacio.

La chispa desapareció con un parpadeo, y Harry empezó a contar,


mil, dos mil, tres mil…

… sesenta mil, y Harry se zambulló, el viento chillando alrededor


mientras descendía, abajo hacia la vasta estructura de metal, abajo
hacia donde podía sentir las sombras de la Muerte esperando por él,
absorbiendo luz e irradiando vacío, mientras que la estructura de
metal se hacía más y más grande. Plana y sin arreglos se cernía la
vasta forma gris, solamente una solitaria estructura de caja alzada
en la esquina suroeste. La esquina norte era un muro simple, el
hoyo del Profesor Quirrell era indetectable.

Harry maniobró finamente al aproximarse a la esquina norte,


dándose a sí mismo más margen de seguridad del que se
molestaría en tomar en clases de vuelo, mas no demasiado. Tan
pronto como pisó el freno, comenzando a bajar lentamente su
escoba de nuevo, hacia lo que se veía como el sólido techo de la
esquina al extremo norte.

Descender a través del techo ilusorio mientras estaba invisible fue


una experiencia extraña, y luego Harry se halló a sí mismo en un
corredor de metal iluminado por una luz naranja oscurecida - la cual,
Harry se dio cuenta tras un vistazo, provenía de una lampara de gas
pasada de moda cubierta por un manto…

… porque la magia fallaría, sería drenada después de un tiempo, en


la presencia de los Dementores.

Harry desmontó su escoba.

La atracción del vacío se había vuelto más fuerte, como si se


apartara y flotara alrededor de Harry sin tocarlo. Estaban distantes
pero eran muchos, las heridas en el mundo; Harry podía señalarlas
con sus ojos cerrados.

"Ssaca tu Patronuss," silbó una serpiente desde el suelo, viéndose


más descolorida que verde bajo la tenue luz naranja.

La nota de estrés surgió incluso en la Lengua Parsel. Harry estaba


sorprendido; el Profesor Quirrell había afirmado que los Animagos
en sus formas de Animagos eran mucho menos vulnerables a los
Dementores. (Por la misma razón que los Patronus eran animales,
Harry asumió.) Si el Profesor Quirrell tenía tantos problemas en su
forma de serpiente, ¿qué le había estado pasando mientras estaba
en la forma humana que le permitía usar su magia…?

La varita de Harry ya se estaba levantando en su mano.

Este sería el inicio.

Aún si no era más que una persona, sólo una persona que él podía
salvar de la oscuridad, aún si no era tan poderoso como para
teletransportar a todos los prisioneros de Azkaban para ponerlos a
salvo y quemar el triangulo infernal hasta que no quedaran más que
fragmentos de rocas…

A pesar de todo era el comienzo, era el principio, era el primer pago


por todo lo que Harry se proponía alcanzar con su vida. No más
espera, no más esperanzas, no más una mera promesa, todo
empezaría aquí. Aquí y ahora .

La varita de Harry con un tajo descendió para apuntar a donde los


Dementores lo esperaban muy por debajo.

"¡Expecto Patronum!"

La resplandeciente figura humanoide se iluminó en cuanto apareció.


No era la cosa tan-brillante-como-el-sol que había sido antes…
probablemente porque Harry no había podido evitar pensar en todos
los otros prisioneros en sus celdas, aquellos por los que él no
estaba aquí para salvar.

Podía ser lo mejor, sin embargo. Harry necesitaría mantener su


Patronus funcional por un buen rato, y podría ser mejor si no era tan
brillante.

El Patronus mermó un poco, ante ese pensamiento; y luego mermó


de nuevo, pues Harry intentaba poner menos de su fuerza en ello,
hasta que finalmente la brillante figura humanoide estaba
resplandeciendo sólo con un poco más de luz que el más luminoso
de los Patronus animales, y Harry sintió que no podía arriesgarse a
disminuirlo más sin arriesgarse a perderle por completo.

Y entonces, "Ess esstable," Harry siseó, y comenzó a alimentar a su


monedero con la escoba. Su varita permaneció en su mano, y un
ligero, sostenible flujo proveniente de sí mismo remplazó la parte
que había perdido de su Patronus.

La serpiente reverberó hasta coger la forma de un larguirucho,


cetrino hombre, sosteniendo la varita del Profesor Quirrell en una
mano y una escoba en la otra. El hombre larguirucho trastabilló al
volver a aparecer, y se tuvo que apoyar contra la pared por un
momento.

"Bien hecho, aunque quizás un poco lento," murmuró la gravosa


voz. La sequedad del Profesor Quirrell era perceptible, aún cuando
no le encajaba a la voz, ni tampoco la grave expresión en el rostro
densamente poblado por barba. "No los puedo sentir para nada,
ahora."

Un momento después, la escoba se metió dentro de la túnica del


hombre y desapareció. Luego el hombre alzó su varita y golpeó
suavemente su cabeza, y con un sonido similar al de un cascarón
de huevo rompiéndose desapareció otra vez.

En el aire floreció una tenue chispa verde, y Harry, todavía envuelto


en la Capa de la Invisibilidad, lo siguió.

Si hubieras estado viendo desde afuera, no habrías visto nada


excepto una pequeña chispa verde flotando a través del aire, y un
resplandeciente humanoide plateado caminando detrás.

Ellos bajaron, y bajaron, y bajaron, pasando lampara de gas tras


lampara de gas, y la ocasional puerta de metal enorme,
descendiendo dentro de Azkaban con lo que parecía silencio total.
El Profesor Quirrell había levantado un tipo de barrera que le
permitía a él oír lo que ocurriera cerca, pero ningún sonido saldría
hacia afuera, y ningún sonido podía alcanzar a Harry.

Harry no había sido capaz de impedir que su mente se preguntara


por el por qué del silencio, o evitar que su mente le diera la
respuesta. La respuesta que él ya había conocido en algún nivel de
anticipación sin palabras que lo había lanzado a intentar no pensar
sobre ello futilmente.

En algún lugar detrás de esas enormes puertas de metal, había


personas gritando.
La plateada figura humanoide titubeó, encendiéndose y
apagándose, cada vez que Harry pensó al respecto.

A Harry se le había indicado invocar un Encantamiento de Casco-


Burbuja sobre sí mismo. Para prevenir que oliera cualquier cosa.

Todo el entusiasmo y heroísmo se habían desvanecido, como Harry


había sabido que pasaría, había ocurrido incluso para sus
estándares, el proceso se había completado la primera que habían
pasado frente a una de aquellas puertas de metal. Cada puerta de
metal estaba asegurada con un gran candado, un candado de metal
sin magia que no habría detenido a un estudiante de Hogwarts de
primer año - si todavía tenías una varita, si aún tenías tu magia, que
los prisioneros no tenían. Esas puertas de metal no eran las puertas
de celdas individuales, el Profesor Quirrell había informado, cada
una abría hacia un corredor en el cual habría un grupo de celdas.
De alguna manera eso ayudó un poco, el no considerar que cada
puerta correspondía directamente a un prisionero que estaba
esperando justo detrás de ella. En vez de eso podría haber más de
un prisionero, lo que disminuyo el impacto emocional; al igual que el
estudio que mostró que las personas contribuían más cuando les
era requerida una cantidad de dinero para salvar la vida de un niño,
que cuando se les decía que la misma cantidad se necesitaba para
salvar a ocho niños…

Harry estaba encontrando arduo no pensar sobre ello, y cada vez


que lo hacía, la luz de su Patronus fluctuaba.

Llegaron al lugar donde el pasillo giraba a la izquierda, a la esquina


de la construcción triangular. Una vez más hubo pasos de metal al
descender, otro tramo de escaleras; de nuevo volvieron a bajar.

Meros asesinos no eran puestos en las celdas más bajas. Siempre


había un lugar más bajo al cual podías ir, e incluso un castigo peor
que temer. Sin importar cuán bajo te hubieras hundido, el gobierno
de la Bretaña mágica tenía alguna amenaza aguardando contra ti si
hacías algo peor.
Sin embargo Bellatrix Black había sido la Mortífaga que inspiró más
temor que cualquiera excepto el propio Señor Voldemort en
persona, una bella y letal hechicera absolutamente leal a su
maestro; ella había sido, si tal cosa era posible, todavía más sádica
y malvada que Quien-Tú-Sabes, como si se propusiera superar a su
maestro…

… eso era lo que el mundo sabía de ella, lo que el mundo creía de


ella.

Mas antes de eso, el Profesor Quirrell le había contado a Harry,


antes del debut de la sirviente más terrible del Señor Oscuro, había
existido una chica en Slytherin que había sido callada, que casi
siempre andaba sola, sin lastimar a nadie. Después hubo historias
inventadas sobre ella, memorias cambiadas en retrospectiva (Harry
conocía bien la investigación sobre eso). Pero en ese tiempo,
mientras ella aún asistía a la escuela, la más talentosa bruja en
Hogwarts había sido conocida como una chica gentil (el Profesor
Quirrell había aseverado). Sus pocos amigos se sorprendieron
cuando ella se unió a los Mortífagos, y habían estado más
sorprendidos de que hubiera estado escondiendo tanta oscuridad
detrás de esa triste, sabia sonrisa.

Esa era quien Bellatrix había sido una vez, la bruja más
prometedora de su propia generación, antes de que el Señor Oscuro
la robara y la rompiera, la fragmentara y la reformara, atándola a él
en un nivel más profundo y con artes más oscuras que cualquier
Imperius.

Diez años había servido Bellatrix al Señor Oscuro, asesinado a


quien él señalara para asesinar, torturando a quien el señalara para
torturar.

Y entonces el Señor Oscuro finalmente había sido derrotado.

Y la pesadilla de Bellatrix había continuado.


En algún lugar dentro de Bellatrix podría haber algo que seguía
gritando, que había estado gritando todo el tiempo, algo que un
Sanador psiquiátrico podría traer de regreso; o podría ser que no, el
Profesor Quirrell no tenía forma de conocerlo. Mas de cualquier
forma, ellos podían…

… ellos podían al menos sacarla de Azkaban…

Bellatrix Black había sido puesto en el nivel más bajo de Azkaban.

Harry estaba teniendo problemas para no imaginar lo que vería


cuando llegaran a su celda. Bellatrix no debió tener casi nada de
miedo a la muerte, en el principio al menos, si es que todavía seguía
con vida.

Descendieron otro tramo de escaleras, acercándose mucho más a


la Muerte y a Bellatrix, el cloqueo de sus zapatos invisibles era el
único sonido que Harry podía escuchar. Tenue luz naranja
proviniendo de las luces de gas, la débil chispa verde vagando por
el aire, la luminiscente figura siguiendo con su luz plateada
fluctuando de tiempo en tiempo.

Tras descender muchas veces, llegaron finalmente a un corredor


que no acababa en escaleras, y a una última puerta de metal, y la
chispa verde se detuvo allí.

El corazón de Harry se había calmado un poco, a medida que se


adentraron más en las profundidades de Azkaban sin que ocurriera
nada. Pero de nuevo estaba martillando en su pecho. Estaban en el
fondo, y las sombras de la Muerte estaban muy al alcance de la
mano.

Un suave clic metálico surgió de la cerradura, así el Profesor Quirrell


abrió el camino.

Harry respiró profundamente y recordó todo lo que el Profesor


Quirrell le había explicado. La parte difícil no sería lograr la
personalidad pretendida exacta para engañar a Bellatrix Black, la
parte difícil sería mantener su Patronus funcionando al mismo
tiempo…

La chispa verde parpadeó, y un momento después una serpiente de


un metro de largo apareció con un resplandor, ya no más invisible.

La puerta de metal se movió con un crujiente y lento sonido al


tiempo que Harry la empujó con su mano invisible, la entreabrió un
poco, y echó un vistazo.

Observó un corredor recto que terminaba en piedra sólida. No había


luz excepto la que se deslizaba del Patronus de Harry. Ese era el
brillo suficiente para que pudiera ver los barrotes exteriores de las
ocho celdas ubicadas en el corredor, sin embargo él no podía ver el
interior; más importante, sin embargo, era que no veía a nadie en el
corredor.

"No sse ve nada," siseó Harry.

La serpiente salió disparada hacia adelante, retorciéndose


rápidamente a través del suelo.

Tras un momento -

"Ella esstá ssola," silbó la serpiente.

Quedate, Harry le envió el pensamiento a su Patronus, el cual


asumió posición a un lado de la puerta, como si la fuera a proteger;
y luego Harry empujó la puerta más, y siguió adentrándose.

La primera celda a la que Harry se asomó contenía un cuerpo


disecado, piel que se había vuelto gris y jaspeada, carne
desgastada en ciertos lugares para exponer el hueso subyacente,
sin ojos -

Harry cerró sus ojos. Todavía podía hacer eso, seguía siendo
invisible, no estaba traicionando nada al cerrar sus ojos.
Ya sabía, porque lo había leído en la página seis de su libro de
Trannsformación, que permanecías en Azkaban hasta que tu
condena terminara. Si morías antes de que se cumpliera el tiempo
era deber de ellos mantenerte aquí hasta que tu cadáver fuera
liberado. Si tu condena era de por vida, dejaban tu cuerpo en la
celda hasta que fuera necesitada, punto en el cual tu cuerpo era
arrojado al nido de los Dementores. Mas seguía siendo
impresionante ver, ese cadáver había sido una persona que había
sido abandonada allí sin más -

La luz en el cuarto titubeó.

Calma, pensó Harry en su núcleo. No sería bueno para el Profesor


Quirrell si ese Patronus desaparecía a causa de sus pensamientos
tristes. Así de cerca de los Dementors el Profesor de Defensa podía
caer muerto ahí mismo. Calma, Harry James Potter-Evans-Verres,
¡calma!

Con ese pensamiento, Harry abrió sus ojos otra vez, no había
tiempo que perder.

La segunda celda que miró sólo contenía un esqueleto.

Y detrás de los barrotes de la tercera celda vio a Bellatrix Black.

Algo precioso e irreemplazable dentro de Harry se marchitó como


hierba seca.

Podías decir que la mujer no era un esqueleto, que su cabeza no


era una calavera, porque la textura de la piel seguía siendo diferente
de la textura del hueso, sin importar cuán blanca y pálida se había
vuelto ella, esperando a solas en la oscuridad. O la estaban
alimentando poco, o lo que comía, las sombras de la Muerte se lo
drenaban; porque sus ojos parecían hundidos por debajo de
parpados, sus labios se mostraban demasiado marchitos para
cerrarse por encima de su dentadura. El color parecía haberse
filtrado de la ropa negra que había traído a prisión, como si los
Dementores hubieran drenado eso también. Se suponían que fueran
desafiantes, esa ropa, ahora apenas y yacía sobre un esqueleto,
exponiendo piel marchitada.

Estoy aquí para salvarla, estoy aquí para salvarla, estoy aquí para
salvarla, Harry pensó para sí mismo, desesperadamente, una y otra
vez con un esfuerzo similar al de la Oclumancia, disponiendo su
Patronus a no irse, a quedarse y proteger a Bellatrix de los
Dementores -

En su corazón, en su núcleo, Harry se sujetó a toda su lastima y


compasión, su voluntad para salvarla de la oscuridad; el resplandor
plateado que se colaba a través de la puerta abierta se incrementó,
al tiempo que pensó lo anterior.

Y otra parte de él, como si estuviera dejando que otra parte de su


mente se encargará de un habito sin poner mucha atención a ello…

Una expresión fría cayó sobre la cara de Harry, invisible debajo de la


capucha.

"Hola, mi querida Bella," saludó un susurró helado. "¿Me


extrañaste?"

Nota de Traductor

No tengo mucho que decir por el momento. Pido disculpas por el


retraso en la traducción, estuve visitando a mi novia una semana,
entre otras cosas. Ahora tengo Instagram y subo por lo menos una
foto al día de mi persona, de los gatos de mi casa o carros grandes.

Como siempre, muchas gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P3
Capítulo 53

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte Tres

El cadáver de una mujer abrió sus ojos, y los orbes hundidos


inexpresivos miraban al vacío.

"Loca," murmuró Bellatrix con voz rota. "Parece que la pequeña


Bella se está volviendo loca…"

El profesor Quirrell había instruido a Harry, con calma y precisión,


cómo debía actuar en presencia de Bellatrix; cómo formar la
pretensión que habría de mantener en su mente.

Encontraste conveniente, o quizás sólo divertido, hacer que Bellatrix


se enamorase de ti, para atarla a tu servicio.

Ese amor habría persistido a través de Azkaban, el Profesor Quirrel


había explicado, porque para Bellatrix éste no era un pensamiento
feliz.

Ella te ama total, completamente, con todo su ser. Tú no le


correspondes, sin embargo la consideras útil. Ella sabe esto.

Ella era el arma más letal que poseías, y la llamabas tu querida


Bella.

Harry recordó la noche en la que el Señor Oscuro mató a sus


padres biológicos: la fría alegría, la risa complacida, esa voz aguda
de odio mortal. No parecía difícil imaginar lo que el Señor Oscuro
pronunciaría.

"Espero que no estés loca, mi querida Bella," habló el susurro


gélido. "La locura no es útil."
Los ojos de Bellatrix se entrecerraron, intentando enfocarse sobre el
aire vacío.

"Mi… Señor… Te esperé mas no regresaste… Te busqué pero no te


pude encontrar… usted está vivo…" Todas sus palabras salieron en
un bajo murmullo, y si había emoción en ellas, Harry no lo pudo
notar.

" Muesstrale tu rosstro," siseó la serpiente a los pies de Harry.

Harry se quitó la Capa de Invisibilidad.

La parte de Harry que se mantuvo en control de su expresión facial


miraba a Bellatrix sin la menor muestra de lástima, nada más un
helado, calmado interés. (Mientras que para sus adentros, Harry
pensó, t e salvaré, te salvaré sin importar qué… )

"La cicatriz…" murmuró Bellatrix. "Ese niño…"

"Es lo que todos creen," dijo la voz de Harry, soltando una pequeña
carcajada. "Me buscaste donde no debías, querida Bella."

(Harry le había preguntado al Profesor Quirrell por qué no actuaba él


la parte del Señor Oscuro, y el Profesor Quirrel simplemente le
había respondido que no había razón plausible para que él fuese
poseído por la sombra de El-Que-No-Debía-Ser-Nombrado.)

Los ojos de Bellatrix se mantuvieron fijos en Harry, sin pronunciar


palabra.

" Di algo en Párssel," silbó la serpiente.

El rostro de Harry se volteó hacia la serpiente, para dejar claro a


quién se dirigía, y siseó, " Uno, doss, tress, cuatro, cinco, sseiss,
ssiete, ocho, nueve, diez" .

Hubo otro silencio.

"Aquellos que no le temen a la oscuridad…" murmuró Bellatrix.


La serpiente silbó, " Serán consumidos por ella."

"Serán consumidos por ella," susurró la gélida voz. Harry no quería


pensar particularme sobre cómo el Profesor Quirrell había
conseguido ese código. Su cerebro, que lo pensó de todos modos,
sugirió que probablemente involucraba a un Mortífago, un lugar
aislado y discreto, y un tubo de plomo hecho de L egeremancia .

"Tu varita," murmuró Bellatrix, "la tomé de la casa de los Potter y la


escondí, mi Señor… debajo de la lápida que está a la derecha de la
tumba de tu padre… me matarás, ahora, si eso era todo lo que
querías de mí… creo que siempre deseé que fueras tú quien me
asesinara… pero ya no puedo recordarlo, debió ser un pensamiento
alegre…"

El corazón de Harry se destrozó dentro de él, era insoportable, y - y


no podía llorar, no podía dejar que se desvaneciera su Patronus -

El rostro de Harry mostró una pizca de desdén, y su voz fue afilada


al hablar, "Basta de tonterías. Vendrás conmigo, querida Bella, a
menos que prefieras la compañía de los D ementores ."

El rostro de Bellatrix se retorció en un breve momento de duda, pues


sus miembros deteriorados no le respondían.

" Deberass levitar ssu cuerpo fuera de la celda," Harry le siseó a la


serpiente. " Ella ya no puede penssar en esscapar."

" Ssí," silbó la serpiente, " máss no la ssubesstimess, ella fue la


máss letal de loss guerreross." La cabeza verde se alzó en
advertencia. "Ssería ssabío temerme, chico, inclusso cuando me
muera de hambre y essté nueve décimass partess muerto; ten
cuidado con ella, no permitass ni una ssola debilidad en tu
pretenssión."

La serpiente verde salio por la puerta deslizandose suavemente.


Poco después, un hombre con piel curtida y expresión temerosa
sobre su rostro barbado se encogió para entrar en la habitación con
su varita en la mano.

"¿Mi Señor?" el sirviente inquirió en tono vacilante.

"Haz lo que se te ordenó," susurró el Señor Oscuro con esa voz


sombría, sonando aún más terrible al salir del cuerpo de un niño. "Y
no dejes que tu Patronus desaparezca. Recuerda, si no regreso no
habrá recompensa para ti, y pasará mucho tiempo antes de que a tu
familia se le permita morir."

Habiendo pronunciado esas palabras aterradoras, el Señor Oscuro


se puso la capa de invisibilidad, y desapareció.

El sirviente encogido abrió la puerta de la celda de Bellatrix, y sacó


una pequeña aguja de su túnica con la que pinchó al esqueleto
humano. La única gota de sangre producida pronto fue absorbida en
un pequeño muñeco, qué yacía en el suelo, y el sirviente empezó un
cántico en un susurro.

Pronto otro esqueleto vivo yacía en el suelo, inmóvil. Después el


sirviente pareció dudar por un momento, hasta que el aire vacío
siseó una orden impaciente. Entonces el sirviente apuntó a Bellatrix
y dijo algo, y después el esqueleto que yacía en la cama estuvo
desnudo, y el que yacía en la cama vestía su gastado vestido.

El sirviente arrancó un pedazo de tela del vestido, mientras vacía


sobre el aparente cadáver; y de su propia túnica, el temeroso
hombre produjo entonces una petaca de cristal vacía con pequeñas
muestras de fluido dorado aferradas en su interior. La petaca fue
escondida en una esquina, con el pedazo de tela sobre ella, ya que
la tela desteñida casi se confundia con la pared color gris metálica.

Con otra floritura de la varita del sirviente, el esqueleto vivo que


estaba en la cama flotó en el aire, y casi con el mismo movimiento la
vistió con una nueva túnica negra. Una botella con apariencia
ordinaria de leche de chocolate se le colocó en sus manos, y un frío
susurro le ordenó a Bellatrx que la tomara y que la bebiera, cosa
que hizo, con una expresión de intriga en su rostro.

Entonces el sirviente volvió a Bellatrix invisible, y después a sí


mismo, y se fueron. La puerta se cerró detrás de ellos e hizo un
chasquido al cerrarse, dejando el corredor en tinieblas una vez más,
con ninguna diferencia, más que la pequeña petaca escondida en la
esquina de una celda, y un cadáver fresco en su suelo.

Antes, en la tienda desierta, el Profesor Quirrell le había dicho a


Harry que ellos iban a cometer el crimen perfecto.

Sin pensarlo, Harry había empezado a repetirse el mantra estándar


de que no existía un crimen perfecto, antes de que pensara de
verdad en ello por dos tercios de un segundo, y recordó un
proverbio más sabio, y cerró su boca a media frase.

¿Qué crees que sabes y cómo crees que lo sabes?

Si lograras cometer el crimen perfecto, nadie se enteraría de ello


nunca - así que, ¿cómo podría saber alguien posiblemente que no
existían los crímenes perfectos?

Y en cuanto lo vieras desde ese punto de vista; te dabas cuenta que


probablemente se cometieran crímenes perfectos todo el tiempo, y
el forense afirmó que murió de causas naturales, o que el periódico
informaba que el negocio nunca fue muy rentable y que finalmente
cesaron sus funciones…

Cuando se descubriera el cadáver de Bellatrix Black la mañana


siguiente, en la prisión de Azkaban de la que (todos sabían) nadie
había escapado, no se molestarían en hacerle una autopsia. Nadie
lo pensaría dos veces. Solo cerrarían el corredor y se irían, y el
diario El Profeta lo reportaría en la sección del obituario al día
siguiente…

… ése fue el crimen perfecto que planeó el Profesor Quirrell.


Y no fue el Profesor Quirrell quien lo echó a perder.

Nota de Traductor

Este capítulo fue traducido casi en su totalidad por HonduranGleek,


yo sólo lo edité un poco, así que si tienen la oportunidad de
agradecerle, ¡háganlo!

No mucho más para contar, sigo ocupado con la reformación de mi


blog y mi canal de YouTube.

Espero que hayan tenido un buen fin de semana. Si mis cálculos


son correctos, que rara vez lo son, el próximo capítulo debería estar
listo en dos semanas.

¡Gracias por leer!

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P4
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 54

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 4

Una tenue chispa verde se adelantó para marcar el ritmo, y detrás


suyo la seguía una brillante figura plateada, las otras entidades
invisibles. Habían atravesado cinco corredores, girado a la derecha
cinco veces y subido cinco tramos de escaleras; y cuando Bellatrix
había finalizado su segunda botella de leche achocolatada, se le
habían dado cinco barras de sólido chocolate para comer.

Fue tras la tercera barra de chocolate que extraños ruidos


comenzaron a provenir de la garganta de Bellatrix.

Le requirió un momento a Harry entender, procesar los sonidos, no


se oía como algo que él hubiera escuchado antes; el ritmo era roto,
casi irreconocible, le tomó todo eso darse cuenta que Bellatrix
estaba llorando.

Bellatrix Black estaba llorando, la más terrible arma del Señor


Oscuro estaba llorando, ella era invisible mas podías oírlo,
pequeños sonidos patéticos que ella intentaba suprimir, incluso
ahora.

"¿Es real?" preguntó Bellatrix. La tonalidad había regresado a su


voz, ya no era más un susurro muerto, se elevó al final para formar
la pregunta. "¿Es real?"

Sí, pensó la parte de Harry que simulaba ser el Señor Oscuro, ahora
guarda silencio -

No lograba hacer pasar esas palabras por sus labios, simplemente


no podía.
"Sabía - que usted - vendría por mí - algún día," la voz de Bellatrix
tembló y se fracturó mientras ella tomó aire para silenciar los
sollozos, "Sabía - que estabas vivo - que regresarías - a mí - mi
Señor…" hubo una larga inhalación como si estuviera boqueando, "y
que aún así - cuando vinieras - todavía no me amarías - nunca -
nunca me amarías como yo te amo - por eso es que - ellos no
pudieron quitar - mi amor por ti - aún cuando no puedo recordar - no
puedo recordar muchas otras cosas - aunque no sé qué olvidé -
pero recuerdo cuánto te amo, Señor -"

Había un cuchillo clavado a través del corazón de Harry, nunca


había escuchado algo tan terrible, quería perseguir al Señor Oscuro
y matarlo sólo por ésto…

"¿Todavía - tiene un uso para mí - mi Señor?"

"No," chilló la voz de Harry, sin tan siquiera pensar, parecía estar
operando en automático, "Entré a Azkaban por mero capricho. ¡Por
supuesto que tengo uso para ti! No hagas preguntas estúpidas."

"Sin embargo - soy débil," protestó la voz de Bellatrix, y se le escapó


un sollozo integro, sonó demasiado ruidoso en los corredores de
Azkaban, "No puedo matar para ti, mi Señor, lo siento, se lo
comieron todo, toda me comieron, soy demasiado débil para pelear,
para qué puedo servirte ahora -"

El cerebro de Harry buscó desesperadamente alguna forma de


confortarla, algo que pudiera salir de los labios de un Señor Oscuro
que nunca pronunciaría una sola palabra de amor.

"Fea," declaró Bellatrix. Su voz dijo la palabra como si fuera el clavo


final en su ataúd, la ultima desesperación. "Soy fea, ellos también se
comieron eso, yo soy, ya no soy linda, ni siquiera podrá, ser capaz,
de usar me, como una recompensa, para tus sirvientes - ni siquiera
los Lestranges, no querrán, herirme, ya no más -"

La brillante figura de plata dejó de caminar.


Porque Harry había dejado de caminar.

El Señor Oscuro, él… La parte del propio Harry que era suave y
vulnerable estaba gritando con incrédulo horror, intentando rechazar
la realidad, rehusándose a comprender, al tiempo que una parte
más fría y dura completaba el patrón: Ella lo obedeció en eso así
como lo obedeció en todas las cosas.

La chispa verde se agitó con urgencia, lanzándose hacia adelante.

El humanoide plateado permaneció en su lugar.

Bellatrix estaba llorando con más fuerza.

"Yo soy, yo no soy, no puedo ser, útil, ya no más…"

Manos gigantes estaban estrujando el pecho de Harry,


exprimiéndolo como si fuera ropa mojada, procurando aplastar su
corazón.

"Por favor," susurró Bellatrix, "sólo mátame…" Su voz pareció


calmarse, una vez que pidió eso. "Por favor Señor, mátame, no
tengo razón para vivir si no soy de uso para ti… Nada más quiero
que se detenga… por favor hiéreme una última vez, mi Señor,
hiéreme hasta que yo pare… Yo te amo…"

Fue la cosa más triste que Harry había llegado a escuchar.

La resplandeciente forma plateada del Patronus de Harry titubeó -

Titiló -

Brilló más -

La furia que estaba alzándose dentro de Harry, su ira contra el


Señor Oscuro que había hecho ésto, la rabia contra los Dementors,
contra Azkaban, contra el mundo que permitía tanto horror, todo
pareció estarse derramando directamente por su brazo y hacia su
varita sin que hubiera alguna forma de bloquearlo, intentó detenerlo
por voluntad y nada ocurrió.

"¡Mi Señor!" susurró la disfrazada voz del Profesor Quirrell. "¡Mi


hechizo está yéndose de control! ¡Ayuda, mi Señor!"

Más brillante el Patronus, más y más brillante, se estaba aclarando


más rápido que el día que Harry había destruido un Dementor.

"¡Mi Señor!" la silueta dijo con un murmullo aterrado. "¡Ayuda! Todos


lo sentirán, ¡mi Señor!"

Todos lo sentirán, pensó Harry. Su imaginación ya se lo mostraba


claramente, los prisioneros en sus celdas animándose en cuanto el
frío y la oscuridad se desvanecieran, reemplazados por luz
sanadora.

Cada superficie expuesta ahora ardía como un sol blanco donde se


pudiera reflejar, sobre la silueta esquelética de Bellatrix y el muy
visible hombre cetrino dentro del resplandor, el Encantamiento
Desilusionador incapaz de igualarse con el brillo que no era de éste
mundo; sólo la Capa de Invisibilidad que era una Reliquia de la
Muerte podía soportarlo.

"¡Mi Señor! ¡Debe pararlo! "

Pero Harry ya no podía detenerlo, él ya no quería detenerlo. Podía


sentirlo, más y más de las chispas de la vida en Azkaban siendo
escudadas por su Patronus, como si desdoblara al igual alas de luz
solar abiertas de par en par, el aire convertido en absoluta plata
mientras lo pensaba, Harry sabía lo que tenía que hacer.

"¡Por favor, mi Señor!"

Las palabras no fueron escuchadas.

Estaban lejos de él, los Dementores en su pozo, sin embargo Harry


sabía que podía destruirlos incluso a esa distancia si la luz
resplandecía con suficiente fuerza, sabía que la Muerte misma no
podría contra él si dejaba de contenerse, que si el liberaba los sellos
de todas las compuertas dentro suyo y se hundía en la fuente de su
hechizo dentro de las partes más profundas de su espíritu, toda su
mente y toda su voluntad, y entregaba absolutamente todo al
hechizo -

Y en el interior del Sol, una apenas contorneada sombra se acercó,


extendiendo una mano suplicante.

EQUIVOCADO

NO

La repentina sensación de destrucción chocó contra la


determinación de acero de Harry, temor e incertidumbre
esforzándose contra el fulgurante propósito, nada más podría
haberlo alcanzado excepto eso. La silueta se acercó un paso y
luego otro, la sensación de destrucción llegando a un punto de
terrible catástrofe; y empapado por el agua helada, Harry lo vio, se
dio cuenta de las consecuencias de lo que estaba haciendo, el
peligro y la trampa.

De haber visto aquello desde el exterior habrías visto el interior del


Sol aumentando y disminuyendo…

Aumentando y disminuyendo…

… y finalmente apagándose, desvaneciéndose, reduciéndose hasta


ser la luz de luna ordinaria que encontraste parecía la oscuridad
absoluta.

Dentro de la oscuridad de esa luz de luna estaba de pie un hombre


cetrino con su mano estirada suplicando, y el esqueleto de una
mujer, yaciendo sobre el piso, con una mirada confundida sobre su
rostro.
Y Harry, todavía invisible, cayó sobre sus rodillas. El gran peligro
había pasado, y ahora Harry estaba intentando no colapsar,
mantener el hechizo en un nivel bajo. Algo le había sido drenado, y
esperaba no haberlo perdido - debió haberlo sabido, debió
recordarlo, que no era mera magia lo que alimentaba el
Encantamiento Patronus -

"Gracias, mi Señor," susurró el hombre cetrino.

"Tonto," dijo la voz dura de un niño pretendiendo ser un Señor


Oscuro. "¿No te previne que el hechizo resultaría fatal si no
lograbas controlar tus emociones?"

El Profesor Quirrell no abrió los ojos de más, por supuesto.

"Sí, mi Señor, entiendo," declaró el sirviente del Señor Oscuro con


una voz temblorosa, y se giró hacia Bellatrix -

Ella ya se estaba levantando a sí misma del suelo, lentamente,


como una anciana, una anciana mujer. "Que divertido," Bellatrix
murmuró, "casi fuiste asesinado por un Encantamiento Patronus…"
Una risilla que sonó como si estuviera desempolvando su tubería de
risillas. "Podría castigarte, quizá, si mi Señor te congelara allí donde
estás y yo tuviera cuchillos… ¿tal vez pueda ser útil después de
todo? Oh, me siento algo mejor ahora, tan extraño…"

"Guarda silencio, querida Bella," Harry ordenó con voz helada,


"hasta que te pida que hables."

No hubo replica, lo que era obediencia.

El sirviente levitó al esqueleto humano, y la hizo invisible una vez


más, seguido prontamente por su propia desaparición con el sonido
de otro huevo al romperse.

Pasaron a través de los corredores de Azkaban.


Y Harry supo que al pasar ellos, los prisioneros se animaban en sus
celdas mientras el miedo se apartaba de ellos por un precioso
momento, quizá llegando a sentir un pequeño toque de sanación
cuando su luz pasaba cerca de ellos, y entonces colapsaban de
nuevo cuando el frío y la oscuridad los aplastaban de nuevo.

Harry estaba esforzándose mucho para no pensar en ello.

De otro modo su Patronus se blanquearía hasta quemar a cada


Dementor en Azkaban, resplandeciendo tanto como para destruirlos
desde ésta distancia…

De otro modo su Patronus se blanquearía hasta quemar a cada


Dementor en Azkaban, tomando toda la vida de Harry como
combustible.

En los cuarteles de los Aurores en la cima de Azkaban, un trío de


Aurores estaba roncando en las barracas, un trío de Aurores estaba
relajándose en la sala de descanso, y un trío de Aurores estaba en
deber en el cuarto de comando, manteniendo su vigilancia. El cuarto
de comando era simple pero grande, con tres sillas al fondo donde
se sentaban tres Aurores, sus varitas siempre en mano dando vida a
sus tres Patronus, mientras las brillantes formas blancas caminaban
en frente de la ventana abierta, protegiéndolos por completo del
temor a los Dementores.

Ellos tres usualmente se quedaban en el fondo, y jugaban poker, y


no miraban por la ventana. Podías ver algo de cielo por ahí, por
supuesto, e incluso una o dos horas donde podías ver algo de sol
todos los días, sin embargo desde esa ventana también podías
bajar la vista y ver el centro del pozo infernal.

No fuera a ser que flotara un Dementor y hablara contigo.

De ninguna manera el Auror Li habría accedido cumplir con su


deber aquí, con o sin triple paga, de no ser porque tenía una familia
a la cual alimentar. (Su nombre real era Xiaoguang, en cambio todos
lo llamaban Mike; había nombrado a sus hijos Su y Kao, lo que con
suerte les serviría mucho mejor.) Su único consuelo, además del
dinero, era que al menos sus compañeros jugaban una excelente
partida de Poker Dragón. Aunque sería difícil que no fuera así, a
estas alturas.

Era su juego número 5,366 y Li tenía la que probablemente sería su


mejor mano entre unas 5300. Era un Sábado de Febrero y había
tres jugadores, lo que le permitía cambiar el traje de cualquier carta
hueca excepto un dos, tres, o siete; y eso era suficiente como para
permitirle construir un Cuerpo a Cuerpo con Unicornios, Dragones, y
sietes…

Al otro lado de la mesa, Gerard McCusker desvió la vista de las


cartas en dirección a la ventana, con la mirada fija.

La sensación de malestar llegó al estómago de Li con velocidad


sorprendente.

Si su siete de corazones era golpeado por un Modificador de


Dementor y se convertía en un seis, quedaba rebajado directamente
a dos pares y McCusker podría vencer eso -

"Mike," dijo McCusker, "¿qué le pasa a tu Patronus?"

Li giró su cabeza y observó.

Su tejón de suave plata se había alejado de su vigilancia sobre el


pozo y estaba contemplando algo hacia abajo que sólo él podía ver.

Un momento después, el pato de luz lunar de Bahry y el brillante


oso hormiguero de McCusker lo imitaron, mirada baja y fija en la
misma dirección.

Todos intercambiaron miradas, y entonces suspiraron.

"Yo les cuento," declaró Bahry. El Protocolo requería que se


enviarán los tres Aurores que no estaban en servicio y sin dormir
para investigar cualquier anomalía. "Tal vez ir en lugar de uno de
ellos y tomar la espiral C, si a ustedes dos no les importa."

Li intercambió una mirada con McCusker, y ambos asintieron. No


era muy complicado penetrar en Azkaban, si tenías suficiente dinero
como para contratar a un mago poderoso, y lo suficientemente buen
intencionado como para reclutar a alguien que pudiera invocar el
Encantamiento Patronus. Las personas con amigos en Azkaban
harían eso, entrar para tan sólo darle a alguien medio día de tiempo
de Patronus, una oportunidad para que tuvieran algunos sueños de
verdad en vez de pesadillas. Dejarles una provisión de chocolate
escondida en su celda, para incrementar la oportunidad de que
vivieran a través de su sentencia. Y los Aurores en guardia… bueno,
aún si te atrapaban, probablemente podías convencer a los Aurores
de que lo dejaran pasar, a cambio del soborno correcto.

Para Li, el soborno correcto tendía a estar entre el rango de dos


Knuts y un Sickle de plata. Él odiaba este lugar.

Sin embargo Bahry Una-Mano tenía una esposa y la esposa tenía


las facturas de un sanador, y si podías permitirte contratar a alguien
para que entrara en Azkaban, entonces podías permitirte engrasar
fuertemente la palma que le quedaba a Bahry, si él era el único que
te atrapaba.

Por acuerdo tácito, ninguno de ellos mostró debilidad alguna al


proponer que dejarán la partida inconclusa, los tres acabaron con su
mano de poker primero. Li ganó, ya que ningún Dementor había
aparecido en realidad. Y para entonces los Patronus ya habían
dejado de mirar hacia abajo y regresaron a su patrulla normal, así
que probablemente no era nada, sin embargo el procedimiento era
procedimiento.

Después de que Li saqueó el botín, Bahry les dirigió a todos saludos


de cabeza formales, y se levantó de la mesa. Las trenzas blancas
del anciano se rozaron contra su fina túnica roja, su túnica roja rozó
el piso de metal del cuarto de comando, mientras Bahry cruzó la
puerta que llevaba hacia los Aurores anteriormente fuera de deber.
Li había sido Seleccionado en Hufflepuff, y a veces se sentía un
poco intranquilo por éste tipo de negocios. Pero Bahry les había
mostrado todas las fotos, y tenías que dejar a un hombre hacer lo
que pudiera por su pobre y enferma mujer, especialmente cuando
estaba apenas de siete meses de alcanzar su retiro.

La débil chispa verde flotó a través de los corredores de metal, y el


humanoide plateado, viéndose algo disminuido ahora, siguiendo la
chispa. A vece la figura brillante reluciría más, específicamente
cuando pasaban una de las grandes puertas de metal, mas siempre
volvía a apagarse un poco.

Meros ojos no habrían visto a los otros invisibles: el Niño-Que-Vivió


de once años, y el esqueleto viviente que era Bellatrix Black, y el
Profesor de Defensa de Hogwarts transformado con Poción
Multijugos, todos viajando juntos por Azkaban. Si ese era el principio
de un chiste, Harry no le veía la gracia.

Habían subido cuatro tramos de escaleras antes de que la ruda voz


del Profesor de Defensa anunciara, simplemente y sin énfasis,
"Auror acercándose."

Le tomó demasiado, un segundo entero quizá, para Harry


comprender, para que el chorro de adrenalina bombeara por su
sangre, y para que recordara lo que el Profesor Quirrell ya había
discutido con él y le ordenó hacer en éste caso, y entonces Harry
giro sobre sus talones y voló de regreso por donde habían venido.

Harry alcanzó el tramo de escaleras, y frenéticamente se acostó en


el tercer escalón de la escalera, el frío metal percibido duro a pesar
de su capa y túnica. Intentar alzar su cabeza, para fisgonear por el
borde de la escalera, demostró que no podía ver al Profesor Quirrell;
y eso indicaba que Harry estaba fuera de la linea de cualquier fuego
cruzado.

Su fulgurante Patronus lo siguió, y se acostó a su lado en el escalón


por debajo del suyo; tampoco debía ser visto.
Se produjo un tenue sonido de viento o murmullo, y luego el sonido
del cuerpo invisible de Bellatrix llegando a descansar en un escalón
aún más bajo, ella no tenía lugar en ésto excepto -

"Quedate quieta," comandó con el susurró frío y altisonante,


"quedate en silencio."

Hubo quietud, y silencio.

Harry presionó su varita contra un lado del escalón de metal que


estaba por encima de él. De haber sido cualquier otro él habría
necesitado sacar un Knut de su bolsillo… o arrancar un pedazo de
tela de su túnica… o arrancar un pedazo de uña con una mordida…
o hallar una porción de roca tan grande como para que pudiera ver y
tan sólida como para permanecer en un lugar y orientación mientras
tocaba su varita. Pero con el poder todopoderoso de Harry de la
Transformación parcial, ésto no era necesario; él se podía saltar ese
paso en particular de la operación y usar cualquier material a la
mano.

Treinta segundos después Harry era el orgulloso nuevo dueño de un


espejo curvado, y…

"Wingardium Leviosa," Harry susurró tan bajo como pudo.

… lo estaba levitando justo por encima de las escaleras, y mirando,


en esa superficie curvada, casi todo el corredor donde el invisible
Profesor Quirrell esperaba.

Harry escucho en la distancia, entonces, el sonido de pisadas.

Y vio la forma (un poco difícil de ver en el espejo) de una persona


dentro de una túnica roja, descendiendo las escaleras, penetrando
el corredor aparentemente vacío; acompañado por un pequeño
Patronus animal que Harry no pudo descifrar del todo.

El Auror estaba protegido por un brillo azul, era difícil ver los detalles
sin embargo Harry pudo ver al menos lo siguiente, el Auror ya tenía
escudos levantados y fortalecidos.

Maldición, pensó Harry. De acuerdo al Profesor de Defensa, el arte


esencial del duelo era intentar alzar defensas que bloquearían
cualquier cosa que fuera probable que alguien te lanzaran, al tiempo
que se procuraba atacar en forma tal que fuera probable atravesar
las defensas actuales del otro. Y de lejos la manera más fácil de
ganar cualquier tipo de pelea real - el Profesor Quirrell había
explicado ésto una y otra vez - era disparar al enemigo antes de que
pudieran levantar un escudo en primer lugar, ya fuera por detrás o
de un rango lo suficientemente cercano como para que no se
pudiera ser esquivado o repelido a tiempo.

Aunque el Profesor Quirrell todavía podría ser capaz de disparar


desde atrás, si -

Mas el Auror se detuvo tras dar tres pasos en el corredor.

"Buen Desilusionador," dijo una dura voz masculina que Harry no


reconoció. "Ahora muéstrate, o estarás en problemas serios ."

La forma cetrina, del hombre barbado se volvió visible entonces.

"Y tú con el Patronus," ordenó la voz dura. "Da la cara. Ahora ."

"No sería inteligente," replicó la voz gravosa del hombre cetrino. Ya


no era la voz aterrada del sirviente del Señor Oscuro; de repente se
convirtió en la intimidación profesional de un criminal competente.
"No quieres observar al que está detrás de mí. Confía en mí, no lo
quieres. Quinientos Galeones, frío dinero en efectivo por
adelantado, si te giras y te vas. Grandes problemas para tu carrera
si no lo haces."

Se produjo una pausa larga.

"Mira, quien quiera que sea," declaró la voz dura. "Pareces estar
confundido sobre cómo funciona ésto. No me importa si el que está
detrás de ti es Lucius Malfoy o Albus sangriento Dumbledore. Todos
ustedes dan la cara, yo los escaneo por completo, y entonces
discutimos cuánto les va a costar ésto -"

"Dos mil Galeones, oferta final," propuso la gravosa voz, adquiriendo


un subyacente tono de advertencia. "Eso es diez veces más que el
soborno actual y más de lo que harías en un año. Y créeme, si ves
algo que no deberías, vas a lamentar no haber aceptado eso -"

"¡Cierra la boca!" gruñó la voz dura. "Tienes exactamente cinco


segundos para tirar la varita antes de que yo te haga tirarla. Cinco,
cuatro -"

¿Qué está haciendo, Profesor Quirrell? Harry pensó frenético.


¡Ataque primero! ¡Al menos invoque un escudo!

"- tres, dos, ¡uno! ¡Stupefy! "

Bahry se quedó con la mirada fija, un escalofrío descendiendo por


su espalda.

La varita del hombre se había movido tan rápido que fue como si
hubiera Aparecido de la nada, y el paralizador de Bahry ahora
estaba chispeando mansamente en su punta, no bloqueado, no
contraatacado, no deflectado, atrapado como una mosca en miel.

"Mi oferta ha vuelto a bajar a quinientos Galeones," dijo el hombre


con una fría, y más formal voz. Sonrió secamente, y la sonrisa se
veía incorrecta en ese rostro barbudo. "Y tendrás que aceptar un
Encantamiento de Memoria."

Bahry ya había alterado las armonías de sus escudos para que su


propio paralizador no le pudiera ser regresado, ya había inclinado su
varita en posición defensiva, ya había levantado su fortalecida mano
artificial en posición de bloquear cualquier cosa que se pudiera
bloquear, y ya estaba pensando encantamientos sin pronunciar para
poner más capas en sus escudos -
El hombre no estaba mirando a Bahry. En vez de eso estaba
tocando con curiosidad el paralizador de Bahry que seguía
ondeando al final de su varita, extrayendo chispas rojas y
sacudiéndolas con sus dedos, desbaratando lentamente el maleficio
como si fuera el cetro rompecabezas de un niño.

El hombre no había levantado ningún escudo.

"Cuéntame," el hombre habló con voz desinteresada que no parecía


encajar del todo con esa garganta tan rasposa - Multijugos, Bahry
habría concluido, de haber considerado que alguien podía realizar
magia tan delicada estando dentro del cuerpo de alguien más -
"¿qué hiciste en la última guerra? ¿Ponerte en medio del peligro, o
alejarte de los problemas?"

"En medio del peligro," contestó Bahry. Su voz conservó la calma de


hierro de un Auror con casi cien años completos en la fuerza, a siete
meses del retiro obligatorio, Ojo Loco Moody no podría haberlo
expresado con más dureza.

"¿Luchaste con algún Mortífago?"

Eso hizo surgir una sonrisa siniestra en la propia cara de Bahry.


"Dos a la vez." Dos de los propios guerreros asesinos de Quien-Tú-
Sabes, personalmente entrenados por su maestro oscuro. Dos
Mortífagos a la vez contra Bahry sin refuerzos. Había sido la batalla
más difícil en la vida de Bahry, sin embargo él quedó de pie, y se fue
de allí habiendo perdido solamente su mano izquierda.

"¿Los mataste?" El hombre sonaba vagamente curioso, y continuó


cogiendo hebras de fuego del mucho más disminuido voltio
paralizador todavía cautivo al final de su varita, sus dedos
sacudiendo pequeños patrones de la propia magia de Bahry antes
de dispersarlos con un chasquido.

Nació sudor sobre la piel de Bahry debajo de su túnica. Su mano de


metal descendió como el rayo, arrancando el espejo de su cinturón -
"¡Bahry a Mike, necesito apoyo!"
Hubo una pausa, y silencio.

"¡Bahry a Mike!"

El espejo yació plano y sin vida dentro de su mano. Lentamente,


Bahry lo puso de regreso en su cinturón.

"Ha pasado bastante tiempo desde que tuve una pelea seria con un
oponente serio," el hombre afirmó, aún sin levantar la vista hacia
Bahry. "Procura no decepcionarme demasiado. Puedes atacar
cuando sea que estés listo. O puedes irte con quinientos Galeones."

Hubo un largo silencio.

Entonces el aire gritó como metal cortando vidrio al tiempo que


Bahry azotó su varita hacia abajo.

Harry apenas y podía verlo, apenas y podía distinguir algo a través


de las luces y los relámpagos, su espejo curvado era perfecto
(habían practicado antes esa táctica en la Legión Caos) pero la
escena seguía siendo demasiado pequeña, y Harry tenía la
sensación que no hubiera sido capaz de comprender incluso de
haber observado desde un metro de distancia, todo estaba pasando
demasiado rápido, explosiones rojas deflectandose desde escudos
azules, barras verdes de luz chocando entre sí, oscuras formas
apareciendo y desvaneciéndose, ni siquiera podía descifrar quién
estaba invocando qué, excepto que el Auror estaba gritando
encantamiento tras encantamiento y esquivando frenéticamente
mientras que la forma del Profesor Quirrell bajo la Poción Multijugos
se quedaba de pie en un mismo lugar y agitaba su varita,
mayormente en silencio, sin embargo pronunciando palabras en
lenguajes irreconocibles de vez en cuando que ponían blanco el
espejo por completo y mostraban la mitad del escudo del Auror
partido a la mitad y haciéndolo retroceder.

Harry había visto duelos de exhibición entre los estudiantes más


fuertes de séptimo año, y ésto estaba tan por encima de aquello que
la mente de Harry se sintió atolondrada, mirando cuánto camino le
faltaba por recorrer. No había ni un solo estudiante de séptimo año
que hubiera podido durar medio minuto contra el Auror, los tres
ejércitos completos de séptimo año juntos podrían no ser capaces
de poner un rasguño sobre el Profesor de Defensa…

El Auror había caído al suelo, una rodilla y una mano soportando su


peso mientras la otra mano hacía gestos a toda prisa y su boca
exclamaba palabras desesperadas, los pocos encantamientos que
Harry reconoció eran todos hechizos de escudos, y un enjambre de
sombras giraban alrededor del Auror como un tornado de navajas.

Y Harry vio la forma del Profesor Quirrell bajo la Poción Multijugos


deliberadamente apuntar su varita hacia donde el Auror estaba
arrodillado y combatiendo los últimos momentos de su batalla.

"Rindete," exigió la gravosa voz.

El Auror espetó algo inenarrable.

"En ese caso," replicó la voz, " Avada -"

El tiempo pareció moverse muy lentamente, como si hubiera tiempo


para escuchar las silabas individualmente, Ke, y Da, y Vra, tiempo
para ver al Auror empezar a tirarse desesperadamente hacia un
lado; y aunque todo eso estaba pasando tan lentamente, de algún
modo no había tiempo para hacer algo, no había tiempo para que
Harry abriera sus labios y gritara NO, no había tiempo para
moverse, quizá ni había tiempo para pensar.

Sólo había tiempo para un deseo desesperado de que un hombre


inocente no debiera morir -

Y una resplandeciente figura plateada de pie delante del Auror.

Allí de pie justo una fracción de segundo antes de que la luz verde
diera en el blanco.
Bahry estaba girando desesperado hacia un lado, sin saber si lo iba
a lograr -

Sus ojos estaban enfocados sobre su oponente y su muerte


inminente, así que Bahry únicamente le echó un vistazo breve al
trazo de la brillante silueta, el Patronus más luminoso que cualquier
otro que hubiera visto antes, lo vio apenas el tiempo suficiente como
para reconocer la forma imposible, antes de que la luz verde y
plateada chocaran y ambas luces desaparecieran, ambas luces
desaparecieron, la Maldición Asesina había sido bloqueada, y
entonces los oídos de Bahry fueron perforados a la vez que observó
a su terrible oponente gritar, gritar, gritar, agarrando su cabeza y
gritando, empezando a caer cuando Bahry ya había estado cayendo
-

Bahry golpeó el suelo, interrumpiendo su propio salto frenético, y su


hombro izquierdo dislocado y su costilla rota chillaron en protesta.
Bahry ignoró el dolor, se las arregló para erguirse temblando sobre
sus rodillas, levantó su varita para paralizar a su oponente, no
entendía lo que estaba pasando pero sabía que ésta era su única
oportunidad.

"¡Stupefy!"

El voltio rojo salió disparado hacia el cuerpo del hombre que seguía
cayendo, y fue deshecho en la mitad del aire y disipado - y no por
algún escudo. Bahry pudo verlo, las ondas en el aire que rodearon a
su caído y gritador oponente.

Bahry pudo sentirlo como una presión letal sobre su piel, el flujo de
magia acumulándose y acumulándose y acumulándose hacia algún
terrible punto de quiebre. Sus instintos le gritaron que saliera
corriendo antes de que llegara la explosión, ésto no era un
Encantamiento, ni Maldición, ésto era magia salvaje, sin embargo
antes que Bahry pudiera tan siquiera acabar de ponerse de pie -

El hombre arrojó su varita lejos de sí mismo (¡él tiró su varita!) y un


segundo después, su forma se desdibujó y desvaneció por
completo.

Una serpiente verde yació inmóvil sobre el suelo, sin moverse aún
antes de que el siguiente hechizo paralizador de Bahry, disparado
por puro reflejo, la golpeara sin resistencia.

Mientras el mortal flujo y la presión empezaron a disiparse, mientras


la hechicería salvaje fue reduciéndose, la mente aturdida de Bahry
notó que el grito continuaba. Sólo que se oía diferente, como el grito
de un joven niño, proveniente de las escaleras que llevaban al
próximo nivel inferior.

El gritó se ahogó también, y hubo silencio excepto por la agitada


respiración de Bahry.

Sus pensamientos eran lentos, confusos, desordenados. Su


oponente había sido locamente poderoso, eso no había sido un
duelo, había sido como su primer año de Auror en entrenamiento
intentando combatir a Madam Tarma. Los Mortífagos no habían sido
ni una décima parte así de buenos, Ojo Loco Moody no era sí de
bueno… ¿y quién, qué, cómo en el nombre de las bolas de Merlín
había alguien bloqueado una Maldición Asesina ?

Bahry se las arregló para invocar la energía para presionar su varita


contra su costilla, murmurar el hechizo curador, y luego presionar de
nuevo contra su hombro. Tomó más de él de lo que tendría que
haber sido, extrajo demasiado de él, su magia era apenas y un
aliento de completo cansancio; no le quedaba nada para sus
raspaduras y cortes menores y menos para reforzar los rescoldos
que le quedaban a su escudo. Eso era todo lo que podía hacer sin
dejar ir a su Patronus.

Bahry respiró profunda, pesadamente, estabilizó su aliento todo lo


que pudo antes de hablar.

"Tú," Bahry dijo. "Quien quiera que seas. Sal afuera."


Hubo silencio, y se le ocurrió a Bahry quien fuera que fuera podría
estar inconsciente. No entendía lo que acababa de pasar, pero
había escuchado el grito…

Bueno, había una forma de comprobarlo.

"Sal afuera," repitió Bahry, poniendo más dureza en su voz, "o


empezaré a usar maldiciones con área de efecto." Probablemente
no podría lanzar ni una sola de intentarlo.

"Espere," pidió la voz de un niño, la voz de un chico joven, aguda y


fina y temblorosa, como alguien que estaba luchando contra las
lagrimas o el cansancio. La voz pareció pasar de cerca a encima
suyo. "Por favor espere. Estoy acercándome -"

"Baja la invisibilidad," gruñó Bahry. Estaba demasiado exhausto


para molestarse con Encantamientos anti-Desilusionadores.

Un momento después, el rostro de un joven niño emergió de una


desdoblada capa de invisibilidad, y Bahry vio el cabello negro, los
ojos verdes, las gafas, y la muy roja cicatriz de relámpago.

De haber tenido menos de veinte años de experiencia bajo su


cinturón podría haber parpadeado. En vez de eso él espetó algo que
probablemente no debió pronunciar en frente de el Niño-Que-Vivió.

"Él, él," la voz temblorosa del niño explicó, su joven rostro se veía
asustado y agotado y lágrimas seguían descendiendo por sus
mejillas, "él me secuestró, para hacerme invocar mi Patronus… él
amenazó con matarme si no lo hacía… sólo que no podía permitir
que lo matara a usted…"

La mente de Bahry seguía atontada, sin embargo las cosas fueron


encajando en su lugar con lentitud.

Harry Potter, el único mago que había sobrevivido a una Maldición


Asesina. Bahry podría haber sido capaz de esquivar la muerte
verde, ciertamente lo estaba intentando, mas si el asunto llegaba
ante el Wizengamot, se juzgaría que era una deuda de vida hacia
una Casa Noble.

"Ya veo," Bahry habló con un gruñido mucho más gentil. Empezó a
caminar hacia el niño. "Hijo, lamento por lo que has pasado, pero
necesito que sueltes la capa y también la varita."

El resto de Harry Potter emergió de la invisibilidad, mostrando la


sudada túnica de Hogwarts con bordes azules, y su mano derecha
sujetando una varita de acebo de once pulgadas con tanta fuerza
que sus nudillos estaban blancos.

"Tu varita," Bahry reiteró.

"Lo siento," susurró el niño de once años, "aquí," y sostuvo la varita


hacia Bahry.

Bahry apenas y se contuvo de regañar al traumatizado niño que


acaba de salvar su vida. En vez de eso se sobrepuso al impulso con
un suspiro, y simplemente estiró una mano para coger la varita.
"Mira, hijo, se supone que realmente no debes apuntar la varita
hacia -"

La punta de la varita giró ligeramente hacia la mano de Bahry justo


cuando el niño susurró, "Somnium."

Harry contempló el cuerpo derribado del Auror, no hubo sentido del


triunfo, nada mas una aplastante sensación de desesperación.

(Aún en ese momento podría no haber sido demasiado tarde.)

Harry se volteó para mirar a donde yacía la inmóvil serpiente verde.

"¿Professor?" siseó Harry. "¿Amigo? ¿Por favor, esstáss vivo?" Un


horrible temor se estaba apoderando del corazón de Harry; en ese
momento se le había olvidad por completo que acababa de ver al
Profesor de Defensa intentar asesinar a un oficial de policía.
Harry apuntó su varita hacia la serpiente, y sus labios empezaban a
formar la palabra Innervate, antes de que su cerebro lo alcanzara y
le gritara.

No se atrevía a usar magia sobre el Profesor Quirrell.

Harry lo había sentido, el ardiente, desgarrador dolor en su cabeza,


como su cerebro estaba apunto de partirse en dos. Lo sintió, su
magia y la magia del Profesor Quirrell, igualadas y anti-armonizadas
en un ciclo de muerte. Esa era la terrible y misteriosa cosa que
pasaría si Harry y el Profesor Quirrell llegaban a acercarse
demasiado el uno con el otro, o si conjuraban magia sobre el otro, o
si sus hechizos llegaban a tocarse alguna vez, su magia resonaría
fuera de control -

Harry contempló a la serpiente, no podía saber si estaba respirando.

(Los últimos segundos se fueron yendo.)

Se giró para mirar al Auror, quien había visto al Niño-Que-Vivió,


quien sabía.

La total magnitud del desastre se hundió dentro de Harry como


miles de cientos de toneladas, se las había arreglado para paralizar
al Auror sin embargo no había nada más por hacer, no había
manera de recuperarse, la misión había fallado, todo había fallado,
él había fallado.

Conmocionado, consternado, desesperado, no pensó en ello, no vio


lo obvio, no recordó de dónde provenían los sentimientos
desesperanzados, no se dio cuenta de que todavía necesitaba
volver a conjurar el Encantamiento del Verdadero Patronus.

(Y entonces ya era demasiado tarde.)

El Auror Li y el Auror McCusker habían vuelto a acomodar sus sillas


alrededor de la mesa, así que ambos vieron al mismo tiempo, el
desnudo, esquelético flaco horror elevándose para flotar por fuera
de la ventana, el dolor de cabeza ya golpeándolos por tan sólo verlo.

Ambos escucharon la voz, como si un cadáver muerto hace mucho


tiempo hubiera pronunciado palabras que también hubieran
envejecido y muerto.

El discurso del Dementor hirió sus oídos y dijo, "Bellatrix Black está
fuera de su celda."

Se produjo medio segundo de horrorizado silencio, y luego Li brincó


de su silla, dirigiéndose al comunicador para pedir refuerzos del
Ministerio, al tiempo que McCusker agarró su espejo y empezó
frenéticamente a intentar contactar a los tres Aurores que se habían
ido a patrullar.

Nota de Traductor

Ha pasado mucho más tiempo del que esperaba desde el último


capítulo traducido de HPMOR. En parte estuve ocupado con otras
cosas, pero principalmente he estado enfermo de Zika, y he tenido
que descansar de forma obligatoria.

No recuerdo si ya lo había comentado aquí, pero los capítulos del 1


al 5 del audiolibro de HPMOR ya están disponibles en mi canal de
YouTube con el nombre de Rhaidot, hice una lista de reproducción
para que sea más fácil acceder al audiolibro.

Éste capítulo es uno de mis favoritos. La descripción de la batalla


entre Quirrell y el Auror Bahry, el uso cruel que Voldemort hizo de
Bellatrix, las acciones acertadas y desacertadas de Harry. Un 10/10
para mí.

Me esforzaré por seguir la traducción lo más pronto posible, pero


creo que más o menos estoy en hiatus.

Gracias por leer y por sus comentarios, siempre muy apreciados.


Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P5
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 55

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 5

En un destrozado y arruinado corredor, alumbrado por débiles luces


de gas, un niño reptó lentamente, una mano estirada, hacia la
inmóvil serpiente que era el cuerpo de su profesor.

Harry estaba a sólo un metro de distancia del cuerpo de la serpiente


cuando lo sintió, cosquilleando al borde de su percepción.

Nunca había estado tan débil, una sensación de destrucción…

El Profesor Quirrell estaba vivo, después de todo.

El pensamiento no engendró un sentimiento de alegría, nada más


una especie de desesperación vacía.

Harry sería capturado pronto de todos modos, y sin importar cómo


intentara explicarlo, no había forma de que se viera bien. Nadie
volvería a confiar en él, pensarían que sería el siguiente Señor
Oscuro, no lo ayudarían cuando llegara el tiempo de combatir al
Señor Voldemort, Hermione se rendiría con él, incluso Dumbledore
probablemente buscaría otro héroe…

… quizá solamente lo enviarían al hogar de vuelta a sus padres.

Él había fallado.

Harry observó el derrumbado cuerpo del oficial de policía que había


paralizado, la sangre ya secándose de los cortes y rasguños
menores, los lugares quemados sobre la túnica roja intrínsecamente
bordada.
Él había sido un estúpido. No debió haber paralizado al oficial de
policía, debió quedarse con su historia original sobre haber sido
secuestrado por el Profesor Quirrell…

Podría no ser demasiado tarde, susurró una voz en su interior.


Todavía podrías ser capaz de reparar tu error. El Auror te vio, él
recuerda que lo paralizaste… pero si estuviera muerto, si el Profesor
Quirrell estuviera muerto, si Bellatrix estuviera muerta, no habría
nadie para contradecir tu historia .

Lentamente, la mano de Harry empezó a levantarse, apuntando con


su varita al oficial de policía y -

La mano de Harry se detuvo.

Tuvo la sensación distante de que se comportaba de manera no


característica para él. Como si hubiera olvidado algo, algo
importante, sin embargo tenía problemas para recordar qué era,
exactamente.

Oh. Era cierto. Él era alguien que creía en el valor de la vida


humana.

Una sensación de confusión acompañó el pensamiento, no podía


recordar del todo por qué las vidas de otras personas parecían tener
valor…

De acuerdo, dijo la parte lógica de él, ¿por qué ha cambiado mi


mente entre el antes y el ahora?

Porque él estaba en Azkaban…

Y se había olvidado de volver a invocar el Encantamiento


Patronus…

Hacer cualquier cosa, por alguna razón, parecía requerir un


tremendo esfuerzo, como si el pensamiento de la acción misma
fuera una carga demasiado pesada para alzar; sin embargo parecía
una buena idea volver a invocar el Encantamiento Patronus, porque
todavía podía sentir temor por los Dementores. Y aunque no podía
recordar lo que era ser feliz, sabía que ésto no lo era.

La mano de Harry se levantó para sostener su varita delante suyo,


sus dedos tomando las posiciones iniciales.

Y entonces Harry se pausó.

Él no podía… recordar del todo… qué solía usar como su


pensamiento feliz.

Eso era raro, había sido algo muy importante, realmente debería ser
capaz de recordarlo… ¿algo que ver con la muerte? Pero eso no era
algo feliz…

Su cuerpo estaba temblando, Azkaban no había parecido tan frío


antes, y era como si se pusiera aún más frío mientras lo pensaba.
Era demasiado tarde para él, ya se había hundido demasiado
profundo, ahora nunca sería capaz de lanzar el Encantamiento
Patronus -

Esa podría ser la Dementación hablando en vez de un estimado


preciso, observó la parte lógica de sí mismo, hábito que había sido
codificado para que fuera un reflejo puro, que no requería energía
para activarse. Piensa en el miedo del Dementor como un prejuicio
cognitivo, y procura superarlo de la misma forma que superarías
cualquier otro prejuicio cognitivo. Tus sentimientos de desesperanza
podrían no indicar que la situación es de verdad desesperanzadora.
Podría únicamente indicar que están en la presencia de
Dementores. Todas las emociones negativas y los estimados
pesimistas ahora deben ser considerados sospechosos, falacias
hasta probadas validas.

(Si tú hubieras visto al niño mientras pensaba, habrías visto una


distante, abstracta, confundida arruga moverse a través de su
rostro, por debajo de las gafas y la cicatriz de relámpago. Su mano
permaneció en la posición inicial para el Encantamiento Patronus, y
no se movió.)

La presencia de los Dementores interfiere con la parte de ti que


procesa la felicidad. Si no puedes alcanzar tus pensamientos felices
mediante la asociación nemotécnica sobre la clave de la felicidad,
quizá puedas llegar a la memoria de otro modo. ¿Cuándo fue la
última vez que hablaste con alguien sobre el Encantamiento
Patronus?

Harry no podía recordar tampoco eso.

Una aplastante ola de desesperación cayó sobre él, y fue disipada


por la parte lógica de él como no confiable, externa, no-Harry, el
peso aturdidor seguía presionando sobre él mas su mente siguió
pensando, no requería mucho esfuerzo pensar…

¿Cuándo fue la última vez que hablaste con alguien sobre los
Dementores?

El Profesor Quirrell había dicho que ya era capaz de sentir la


presencia de los Dementores, y Harry le había explicado al Profesor
Quirrell… le explicó al Profesor Quirrell…

… sujetar la memoria de las estrellas, de la caída incorporal a través


del espacio, como una barrera de Oclumancia a través de toda su
mente.

Su segunda clase de Defensa del año, un Viernes, ahí fue cuando el


Profesor Quirrell le había mostrado las estrellas, y una vez más en
Navidad.

No le tomó mucho esfuerzo recordarlas, los nítidos puntos de


blancura contra la perfecta oscuridad.

Harry recordó la gran nube blanqueada de la Vía Láctea.

Harry recordó la paz.


Algo del frío en los bordes de sus extremidades pareció retroceder.

Había palabras que él había hablado en voz alta en el primer día


que había invocado el Encantamiento Patronus, su mente podía
recordar los sonidos y el discurso aunque los sentimientos se
mostraran distantes…

… Pensé en mi absoluto rechazo de la muerte como el orden


natural.

Invocas el Verdadero Encantamiento Patronus al pensar sobre el


valor de la vida humana.

… Pero hay otras vidas que siguen con vida por las que luchar. Tu
vida, y mi vida, y la vida de Hermione Granger, todas las vidas de la
Tierra, y todas las vidas más allá, para ser defendidas y protegidas.

Entonces la idea de matar a todos… ese no había sido su verdadero


ser, esa había sido la Dementación hablando…

La desesperación era la influencia de los Dementores.

Donde hay vida, hay esperanza. El Auror sigue con vida. El Profesor
Quirrell sigue con vida. Bellatrix sigue con vida. Yo sigo con vida.
Nadie ha muerto todavía en realidad…

Ahora, Harry podía visualizar la Tierra, en el medio de un campo de


estrellas, el orbe azul-blanco.

¡… y no permitiré que mueran!

"¡Expecto Patronum!"

Las palabras salieron un poco atropelladas, y cuando la figura


humana ardió en existencia era tenue al principio, luz de luna en vez
de luz solar, blanca en vez de plateada.

Sin embargo se fortaleció, lentamente, al tiempo que Harry respiró


con ritmo deliberado, recuperándose. Dejando que la luz alejara la
oscuridad de su cabeza. Recordando las cosas que casi había
olvidado, y enfocándolas de nuevo dentro de su Encantamiento
Patronus.

Aún cuando la luz resplandeció por completo y era plateada una vez
más, iluminando el corredor con más brillo que las lamparas de gas,
desapareciendo en su totalidad el frío, los miembros de Harry
seguían conmocionados. Eso había estado demasiado cerca.

Harry respiró profundamente. De acuerdo. Era tiempo de


reconsiderar la situación ahora que sus pensamientos ya no estaba
siendo oscurecidos artificialmente por los Dementores.

Harry repaso la situación.

… seguía viéndose bastante desesperanzadora, de hecho.

No era la aplastante desesperación de antes, mas Harry todavía se


sentía tembloroso, para ponerlo a medias. No se atrevía a volverse
oscuro y era su lado oscuro el que tenía la habilidad de encargarse
con un problema de este nivel de un trancazo. Era su lado oscuro el
que se hubiera reído desdeñosamente ante el concepto de rendirse
nada más porque había perdido al Profesor Quirrell y estaba aislado
en las profundidades de Azkaban y había sido visto por un oficial de
policía. El Harry ordinario no era capaz de encargarse de éste tipo
de cosas de un trancazo.

Pero no había opción alguna excepto seguir adelante como fuera.


No podías llegar a ser más inútil que al rendirte antes de haber
perdido.

Harry miró alrededor.

Luces tenues de gas iluminaban un corredor de metal gris, cuyos


lados y suelo y techo estaban rasguñados por doquier, destrozados
y derretidos, contando a cualquiera que se dignara a mirar que
había ocurrido una batalla aquí.
El Profesor Quirrell lo podría haber reparado fácilmente, si él…

La sensación de traición golpeó a Harry con toda la fuerza, en ese


momento.

Por qué… por qué él hizo… por qué…

Porque él es malvado, afirmaron Gryffindor y Hufflepuff, con calma y


tristeza. Te lo dijimos.

¡No! Pensó Harry desesperadamente. No, no tiene sentido, íbamos


a cometer el crimen perfecto, el Auror podría haber sido
Desmemorizado, el corredor reparado, ¡no era demasiado tarde sin
embargo hubiera SIDO demasiado tarde si hubiera muerto!

Mas el Profesor Quirrell nunca planeó cometer el crimen perfecto,


intervino la siniestra voz de Slytherin. Él quería que el crimen fuera
notado. Él quería que todos supieran que alguien había asesinado a
un Auror y sacado a Bellatrix Black de Azkaban. Él hubiera
preparado alguna clase de evidencia, alguna prueba que le
permitiera revelar tu participación, para usarlo como chantaje contra
ti; y habrías estado atado a él para siempre.

El Patronus de Harry casi se apagó.

No… Harry pensó.

Sí, replicaron las otras tres partes de él con pesar.

No. Todavía no tiene sentido. El Profesor Quirrell tenía que saber


que yo me opondría a él en el instante en que asesinara a un Auror.
Que yo podría muy bien ir confesar ante Dumbledore, esperando
defender el hecho verdadero de que yo fui engañado. Y… en
términos de chantaje, ¿logra su asesinato de un Auror contra mi
voluntad, en verdad añade más al hecho de sacar a Bellatrix de
Azkaban por mi propia voluntad? Hubiera sido más astuto mantener
la evidencia de mi involucración con el crimen básico, pero todavía
pretendiendo ser mi aliado por tanto tiempo como pudiera,
guardando lo del chantaje para ser usado únicamente de volverse
necesario…

Racionalización, replicó Slytherin. ¿Entonces por qué lo hizo el


Profesor Quirrell?

Y Harry pensó con una pizca de desesperación - sabiendo, aún


mientras lo pensaba, que estaba motivado en parte por el deseo de
rechazar la realidad, y así no era como la técnica se suponía que
debía ser usada - caigo en cuenta de que estoy confundido .

Se produjo un silencio interno. Ninguna de sus partes parecía tener


algo más para añadir.

Y Harry continuó en la valoración de lo que parecía una situación


moderadamente desesperada.

¿Necesitaba Harry revaluar la probabilidad de que Bellatrix fuera


malvada?

… no en ningún sentido relevante para la misión. Se daba por


descontado que Bellatrix era mala en la actualidad. El que ella fuera
una inocente que se había vuelto así por tortura y Legeremancia y
rituales inenarrables, o si ella lo había escogido por voluntad propia,
no tenía mucho peso en la situación actual. El hecho clave era que
mientras Bellatrix pensara que Harry era el Señor Oscuro, ella lo
obedecería.

Ese era un recurso, entonces. Sin embargo Bellatrix estaba


desnutrida y nueve-decimos muerta…

'Oh, me siento un poco mejor ahora, que extraño…'

Bellatrix había dicho eso, con su voz echa pedazos, después de que
el Patronus de Harry hubiera brillado sin control.

Harry pensó, y el no podría haber explicado del todo por qué pensó
esto, pudo haber sido sólo su mente inventando cosas, pero…
parecía probable que lo quitado por los Dementores desde hace
mucho tiempo estaba perdido para siempre. Mas lo que los
Dementores hubieran quitado de ti recientemente, el Verdadero
Encantamiento Patronus podría recuperarlo. Como la diferencia
entre vaciar una copa, y la copa sin usar desvaneciéndose. Bellatrix,
entonces, podría haber recuperado lo perdido en la última semana
más o menos. No las memorias felices, esas fueron comidas años
atrás. Sin embargo cualquier fuerza y magia que le hubiera sido
drenada en la semana pasada, podría recuperarla. Como el
equivalente de conseguir una semana de descanso, una semana
para fortalecer su magia de nuevo…

Harry observó la forma de serpiente del Profesor Quirrell.

… tal vez suficiente como para un Innervate .

Si despertar al Profesor Quirrell era, en realidad, una cosa


inteligente por hacer.

Algo de la desesperación regresó a Harry. No podía confiar en el


Profesor Quirrell, no podía confiar en que revivirlo fuera sabio, no
después de lo que acababa de pasar.

Con calma, Harry pensó para sí mismo, y contempló la forma


desmayada del Auror.

Bellatrix también podría arreglárselas para hacer un Encantamiento


de Memoria.

Ese podía ser el paso uno, de todos modos. No era exactamente


sacar a todos a salvo de Azkaban, y los Aurores sabrían que algo
extraño había ocurrido, podrían tener sospechas sobre el cuerpo de
Bellatrix y realizar una autopsia. Sin embargo era un paso.

¿… y sería tan difícil salir de Azkaban? Si podían regresar a la cima


de Azkaban con suficiente rapidez, antes de que el Auror debiera
regresar a reportarse, antes de que alguien notara que estaba
perdido, entonces podrían volar a través del hoyo que había hecho
el Profesor Quirrell, y alejarse lo necesario de Azkaban para activar
el traslador que Harry ya tenía en su posesión. (Tanto el Profesor
Quirrell y Harry tenían trasladores, y ambos eran tan poderosos
como para transportar a dos humanos, más o menos una serpiente.
Junto con su doblemente oculta salida del Cuarto de Mary, el
Profesor Quirrell había puesto tal margen de seguridad en sus
planes que hasta lograba impresionar a Harry.)

Bellatrix podía cargar la forma de serpiente del Profesor Quirrell, la


cual Harry no se atrevía a tocar ni levitar.

Harry se giró y trotó con velocidad a donde Bellatrix estaba


aguardando en las escaleras. Pudo sentir su espíritu reviviendo un
poco. Empezaba a verse como un buen plan, y no había tiempo
para perder en ejecutarlo.

¿Qué hacer con el Profesor Quirrell, o con Bellatrix, después de que


el traslador los llevara a donde se suponía que tenían que entregar
a Bellatrix al sanador psiquiatra… bueno, Harry podía resolver eso
en el camino. Harry probablemente tendría que embaucar al
sanador en hacer algo - lo que iba a requerir una embaucada
grandiosa, y Harry ni siquiera estaba seguro de qué era lo que
quería - mas él y Bellatrix tenían que seguir moviéndose ya .

El problema principal que Harry vio, tan pronto como recorrió todo el
proceso hacia adelante en su imaginación, vendría cuando
alcanzaran el techo. Se suponía que el Profesor Quirrell iba a
deslizarse por ahí invisible y Confundir a los monitores que
descubrirían a los visitantes en los alrededores aéreos de Azkaban,
causando que vieran una repetición del escenario por unos minutos.
El Profesor Quirrell había explicado que él no podía Desilusionar el
Patronus de Harry; y si apagaban el Patronus, los Dementores
notarían que Bellatrix estaba desaparecida, y alertarían a los
Aurores…

El tren de pensamiento de Harry se estrelló.

Había veces en que 'Oh, rayos' no alcanzaba para describir algo.


Las manos de Li estaban firmes a pesar de la adrenalina, mientras
él desbloqueaba las barras en el Armario Evanescente que
enlazaban Azkaban a un muy bien custodiado cuarto en el interior
del Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica. (Un Armario
Evanescente que era sólo de un camino, por supuesto. Las
protecciones permitían unas cuantas formas rápidas para entrar en
Azkaban, todas altamente restringidas, y ninguna manera rápida
para salir.)

Li retrocedió bastante, apuntó con su varita al Armario, pronunció el


encantamiento "Harmonia Nectere Passus" y menos de un segundo
después -

La puerta del Armario se abrió de par en par con un estruendo, y


dentro del cuarto penetró una fornida, bruja de mandíbula cuadrada
con cabello gris cortado al ras. No vestía ninguna joya ni ornamento,
sólo la túnica ordinaria de un Auror era lo que consideraba digno
para agraciarse a sí misma: la Directora Amelia Bones, jefa del
Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica de quien se decía era
la única bruja en el DRLM que podía enfrentarse a Ojo-Loco Moody
en una lucha justa (no que alguno de esos dos fuera de los que
luchaban sin hacer trampas). Li había escuchado rumores de que
Amelia podía Aparecer dentro de los limites del DRLM, y esto era el
tipo de cosas que le daba origen a rumores como ese, él había
llamado la alarma apenas hace cincuenta y cinco segundos.

"¡Vayan al aire, ahora!" Amelia le ladró por encima del hombro al trío
femenino de Auroras que la seguían por detrás con escobas de
policías, debieron estar ahí todas apeñuscadas, esperando a que Li
activara el Armario. "¡Quiero más cobertura aérea en éste lugar! ¡Y
asegúrense de mantener sus Encantamientos anti-
Desilusionadores!" Entonces su cabeza se giró hacia él. "¡Reporte,
Auror Li! ¿Sabemos cómo penetraron ellos?"

Otro trío de Aurores sosteniendo escobas se materializó dentro del


Armario Evanescente y corrió tras ellos mientras Li empezaba a
hablar.
Fueron seguidos por un trío de Magos de Ataque con equipo de
batalla completo.

Luego otro trío de Magos de Ataque.

Luego otro equipo de escobas.

La demacrada forma que era Bellatrix Black descansaba sin


moverse sobre las escaleras cuando Harry llegó allí, ojos cerrados,
y cuando Harry le preguntó con un frío, agudo susurro si estaba
despierta, no obtuvo respuesta.

Una breve contracción de pánico fue contraatacada por el


pensamiento de que el Profesor Quirrell la había noqueado para
evitar que escuchara al sumiso sirviente del Señor Oscuro
convertirse de repente en un endurecido criminal y después un
experto mago de batalla. Lo que era bueno, porque ella no había
escuchado la voz de Harry diciendo 'Expecto Patronum'.

Harry retiró la capucha de la Capa, apuntó su varita a Bellatrix, y


murmuró con tanta gentileza como pudo, "Innervate."

Por la forma en que el cuerpo de Bellatrix se retorció, Harry no creyó


que hubiera logrado ser lo suficientemente gentil.

Los hundidos ojos oscuros se abrieron.

"Bella querida," Harry explicó con su fría, aguda voz, "me temo que
nos hemos encontrado con un pequeño problema. ¿Te has
recuperado lo suficiente como para hacer magias pequeñas?"

Hubo una pausa, y luego la pálida cabeza de Bellatrix asintió.

"Muy bien," Harry habló con sequedad. "No te pediré que camines
sin ayuda, Bella querida, pero me temo que tendrás que caminar."
Apuntó su varita hacia ella. "Wingardium Leviosa."

Harry rebajó el flujo de fuerza a algo que pudiera mantener por un


rato largo, y aún así estaba levantando como dos tercios del peso
actual de su peso. Ella era… delgada.

Lentamente, como si fuera la primera vez en años, Bellatrix Black se


irguió a sí misma con sus propios pies.

Amelia ingresó como una tromba al cuarto del deber, el Auror Li y su


tejón plateado siguiéndola de cerca. Ella había girado su Giratiempo
en el momento en que escuchó la alarma, y luego pasó una tensa
hora preparando sus fuerzas para entrar. No podías regresar en el
tiempo dentro del propio Azkaban, el futuro de Azkaban no podía
interactuar con su pasado, así que ella no había podido llegar ante
de que el DRLM hubiera recibido el mensaje, mas creía haber
llegado a tiempo…

Sus ojos fueron directo al cadáver, sin manto y viéndose muy


muerto, flotando más allá de la ventana visible.

"¿Dónde está Bellatrix Black?" Amelia demandó, sin mostrar miedo


ante la criatura del miedo.

Incluso su propia sangre se congeló por un instante, cuando el


cadáver separó sus labios, y gorgoteó, "No se sabe."

Harry observó, de nuevo totalmente invisible, como Bellatrix se


agachó con lentitud, cogió la varita del Profesor Quirrell (que Harry
no se atrevió a tocar), y despacio se enderezó otra vez.

Entonces Bellatrix apuntó con la varita a la serpiente, y dijo, su voz


precisa aunque seguía siendo un susurro, "Innervate."

La serpiente no reaccionó.

"¿Debería intentarlo una vez más, mi Señor?" ella murmuró

"No," Harry contestó. Se tragó su sensación de malestar. Harry


había decidido enviar todo al infierno y procurar revivir al Profesor
Quirrell después de darse cuenta que los Dementores
probablemente habían alertado a los Aurores a estas alturas. Su
aguda, fría voz prosiguió, sin perturbar, "¿Crees ser capaz de
realizar un Encantamiento Desmemorizador, querida Bella?"

Bellatrix hizo una pausa, y luego habló, titubeando, "creo que sí, mi
Señor."

"Elimina la última media hora de la memoria del Auror," Harry


comandó. Él pensó en una justificación en caso de que Bellatrix le
cuestionara porque no simplemente lo mataban, en cuyo caso Harry
le explicaría que estaban pretendiendo ser un grupo de poder
diferente y entonces le diría que se callara -

Sin embargo Bellatrix simplemente apuntó con su varita al Auror, se


quedó de pie en silencio por un rato, y al final murmuró, "Obliviate."

Ella tambaleó, mas no se cayó.

"Muy bien, mi querida Bella," Harry declaró, y se rió un poco. "Y te


pediré que cargues esa serpiente."

De nuevo, la mujer no dijo nada, no demandó explicaciones, no


inquirió por qué Harry o el aparentemente-invisible invocador del
Patronus no podía hacerlo. Ella nada más se arrastró adonde yacía
la larga serpiente, se agachó con lentitud, la recogió, y la pasó por
encima de su hombro.

(Una pequeña parte de Harry observó que era muy relajante tener
un secuaz que siguiera tus ordenes sin cuestionar, e incluso llegó
tan lejos como pensar que él podía llegar a acostumbrarse a tener
un secuaz como Bellatrix, antes de que esa fracción-mental fuera
silenciada a gritos por el resto de sí mismo ofendido moralmente.)

"Sigue," el niño le ordenó a su secuaz, y empezó a caminar.

Comenzaba a ponerse apretado el cuarto del deber, casi demasiado


apretado como para respirar, aunque seguía habiendo espacio
alrededor de la propia Amelia; si la necesidad de respirar significaba
que tenías que apretarte al lado de la Directora Bones, era mejor no
respirar.

Amelia miró hacia donde Ora estaban discutiendo asuntos triviales


con el espejo del Auror McCusker. "Especialista Weinbach," ladró,
causando que la joven bruja diera un brinco. "¿Alguna respuesta del
espejo de Una-Mano?"

"Ninguna," Ora contestó nerviosa, "es… o sea tiene que estar


trucado, no muerto, trucado con cuidado porque no activó las
alarmas, pero la linea está tan blanca que daría lo mismo si el
espejo estuviera roto…"

Amelia no permitió que su expresión cambiara, aunque la parte de


ella que ya estaba plañendo a Una-Mano se puso un poco más triste
y mucho más furiosa. Siete meses, tenía siete meses hasta su retiro
tras casi cien años de servicio. Ella lo recordaba como un ansioso
joven Auror, hace tanto tiempo, y toda su carrera él había servido al
DRLM con perfecta lealtad, al menos cuando se trataba de algo
realmente importante…

Alguien iba a arder por esto.

El Dementor seguía flotando afuera de la ventana, lanzando su inútil


sombra de pavor sobre sus operaciones; todo lo que la criatura
podía hacer era gorjear su falta de conocimiento o fracasar por
completo en replicar, cuando se la hacían preguntas como '¿Escapó
Bellatrix Black?' y '¿Por qué no la puedes encontrar?' y '¿Cómo la
están escondiendo?' Amelia empezaba a preocuparse que los
criminales ya se hubieran ido, cuando -

"¡Hallamos un huevo en el techo encima de la espiral C!" alguien


gritó desde la puerta. "¡Sigue abierto, las protecciones circundantes
aún activas!"

Los labios de Amelia se abrieron hacia atrás como las mandíbulas


de un lobo abriéndose para comer.
Bellatrix Black todavía en Azkaban.

Y en Azkaban, Bellatrix Black permanecería por siempre.

Ella trotó hacia la ventana, ignorando al Dementor esta vez, y


levantó la mirada hacia el cielo, para revisar con sus propios ojos las
escobas patrullando. No podía ver todo el cielo desde aquí, mas
observó diez escobas pasar en un patrón de patrulla y eso debía ser
suficiente para atrapar a cualquiera, aunque tenía la intención de
poner cada escoba que pudiera en el aire. Sus Aurores estaban
equipados con las escobas de carrera más rápidas en el mercado
actual, la Nimbus 2000; ninguna persecución infructuosa para su
gente.

Amelia le dio la espalda a la ventana, y se quedó paralizada. El


cuarto se estaba poniendo ridículamente amontonado, y dos tercios
de aquellas personas ni siquiera necesitaban estar allí, nada más
querían estar cerca del centro de la acción. Si había una cosa que
Amelia no podía tolerar, eran personas que hicieran lo que quisieran
en vez de lo que se necesitaba.

"¡De acuerdo, todos ustedes!" Amelia les aulló. "¡Dejen de


haraganear por aquí y empiecen a asegurar el nivel superior de
cada espiral! Es correcto," ella dijo a las miradas de sorpresa, "¡los
tres! Ellos podrían hacer un túnel a través de un piso o un techo
para su escape, ¡en caso de que no se les haya ocurrido! ¡Vamos a
bajar nivel por nivel hasta que los atrapemos! Yo me encargaré de la
espiral C, Scrimgeour, tú estás en la B…" Hizo una pausa, entonces,
recordó que Ojo-Loco se había retirado el año pasado, a quién
podía… "Shacklebolt, tú estás en la espiral A, ¡vayan con los
luchadores más fuertes! ¡Revisen cada conjunto de celdas que
pasen, miren bajo las sabanas, hagan el grupo completo de
Encantamientos de detección en cada corredor! Nadie abandona
Azkaban hasta que los criminales sean atrapados, ¡nadie! Y…" Las
personas miraron a Amelia sorprendidos de que hubiera perdido el
hilo.
Los criminales habían inventando alguna manera de prevenir que
los Dementores pudieran hallar a Bellatrix Black.

Eso tendría que haber sido imposible .

Le enfrió la sangre, contemplar que. Era como si…

Amelia respiró profundamente, y habló una vez más, ordenando con


voz de acero. "Y cuando los atrapen, estén condenadamente
seguros de que son los criminales reales y no nuestra propia gente
forzada a tomar poción Multijugos. Cualquiera que se comporte raro,
revísenlos contra la Maldición Imperius. Manténganse los unos a los
otros bajo vigilancia constante. No asuman que un uniforme de
Auror es amistoso si no reconocen la cara." Se giró hacia los
especialistas de comunicación. "Digan a las escobas. Si una de las
escobas se cae sin razón, la mitad de ellas deben cazarla mientras
el resto sigue patrullando. Y cambien los armónicos en todo lo que
sea cambiable, es posible que hayan robado nuestras llaves." De
nuevo se dirigió al resto del cuarto. "Ningún Auror está libre de
sospechas a menos que no les quede familia que pueda ser
amenazada."

Ella lo vio, las frías miradas cayendo sobre los rostros viejos,
observó que algunos Aurores jóvenes tambalearon, y supo que
habían entendido.

Mas lo reiteró en voz alta, nada más para asegurarse.

"Hoy estamos luchando la vieja Guerra Mágica, todos. Nada más


porque Ustedes-Saben-Quien esté muerto no significa que los
Mortífagos hayan olvidado sus trucos. ¡Ahora vayan !"

Harry caminó en silencio a través del corredor gris iluminado por


gas, invisible al lado de Bellatrix y la figura plateada siguiéndolos,
procurando en pensar un mejor plan.

Al principio, cuando se dio cuenta que probablemente los Aurores ya


sabían, y lo peor, el Profesor Quirrell no estaba despertando…
Sus pensamientos se habían congelado ahí, por un segundo.

Y ahí se quedaron congelados, aún cuando se había puesto a


Bellatrix y a sí mismo a caminar hacia abajo, para comprar tanto
tiempo como fuera posible; los Aurores, Harry se figuró, empezarían
desde la cima y bajarían nivel por nivel. Los Aurores podían
permitirse moverse con lentitud y seguridad; sabían que su presa no
tenía forma de escapar.

Harry no había sido capaz de pensar en ninguna forma de salir.

Hasta que Harry se preguntó a sí mismo, bueno, de no ser más que


un juego de guerra, ¿que haría el General Caos?

Lo cual fue seguido por una respuesta instantánea.

Y luego Harry había pensado, pero si fuera así de fácil, ¿porque


nadie ha escapado de Azkaban antes?

Y tras darse cuenta del posible problema: De acuerdo, ¿qué haría el


General Caos sobre eso?

Después de lo cual el General Caos había hecho una rectificación a


su primer plan.

Era…

Era la cosa más locamente Gryffindor que Harry jamas había…

Así que ahora estaba intentando pensar en un mejor plan, sin tener
nada de suerte.

Exigente exigente exigente, dijo Gryffindor. ¿Quién era el que se


estaba quejando por no tener ningún plan un minuto antes?
Deberías estar alegre de que al menos tengamos algo, Señor
Ahora-Estamos-Perdidos.

"Mi Señor," Bellatrix susurró con vacilación, mientras navegaba la


siguiente sección de escaleras descendentes, "¿voy a regresar a mi
celda, mi Señor?"

El cerebro de Harry estaba distraído, por lo que le tomó bastante


procesar las palabras, y luego otro momento procesar el horror,
mientras Bellatrix continuó hablando.

"Yo preferiría… por favor, mi Señor, yo por sobretodo preferiría


morir," su voz anunció. Y luego, bajando la voz, un murmullo que
apenas estaba allí, "sin embargo regresaré si me lo pides, mi
Señor…"

"No vamos a regresar a tu celda," siseó la voz de Harry, en


automático. A nada de lo que sentía se le permitió alcanzar su cara.

Este… intervino Hufflepuff. ¿Seriamente acabas de pensar, 'Tú


deberías trabajar para mí, yo sí te apreciaría?'

Incluso una piedra respondería a ese nivel de lealtad, Harry replicó.


Aún si pensarlo es incorrecto, no puedo evitarlo pero -

Ella es la leal asesina y torturadora del Señor Oscuro, y la supuesta


razón por la que es leal es porque una chica inocente fue rota en
pedazos y usada como materia pura para crearla, prosiguió
Hufflepuff. ¿Se te olvidó?

Si alguien me muestra tanta lealtad, aunque sea por error, hay una
parte de mí que no puede evitar sentir algo. El Señor Oscuro debió
haber sido… malvado no parece una palabra tan fuerte como para
ser adecuada, debió haber estado vacío… para no apreciar su
lealtad, artificial o no.

Las mejores partes de Harry no tenían mucho más para agregar.

Y fue ahí cuando Harry lo oyó.

Inició débil, y se volvió más ruidoso con cada paso que daban hacia
adelante.

Una voz de mujer, distante, indistinta.


Sus orejas, automáticamente, se esforzaron para comprender las
palabras.

"… por favor no…"

"… no era mi intención…"

"… no mueras…"

Entonces su cerebro supo a quién estaba escuchando, y en casi el


mismo momento, se figuró qué estaba oyendo.

Porque el Profesor Quirrell ya no estaba allí para mantener el


silencio, y Azkaban no estaba, de hecho, silencioso.

Débilmente la voz de la mujer, repitió:

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

Se volvió más ruidoso con cada paso que Harry tomó, ahora podía
escuchar las emociones en las palabras, el horror, el remordimiento,
la desesperación de…

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

… la peor memoria de la mujer, repitiéndose una y otra vez…

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

… el asesinato que la había enviado a Azkaban…

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

… donde estaba sentenciada por los Dementores a observar a


quien fuera que hubiera asesinado, morir y morir en un ciclo que
continuaba sin fin. Aunque no debía llevar mucho tiempo en
Azkaban, a juzgar por la cantidad de vida que le quedaba en su voz.
Harry tuvo el pensamiento, entonces, de que el Profesor Quirrell
había pasado esas puertas, oído aquellos sonidos, sin dar la más
mínima señal de perturbación; y Harry lo habría llamado una prueba
positiva de maldad, de no ser porque los propios labios de Harry
permanecieron cerrados en la presencia de Bellatrix, su respiración
regular, mientras algo dentro de él gritaba y gritaba y gritaba.

El Patronus resplandeció, no fuera de control, pero se iluminó más,


con cada paso que Harry dio hacia adelante.

Brilló aún más a medida que Harry y Bellatrix iban descendiendo las
escaleras, ella trastabilló y Harry le ofreció su brazo izquierdo por
fuera de la Capa, soportando la sensación de destrucción que
provenía de estar tan cerca de la serpiente enrollada en el cuello de
ella. Hubo una expresión de sorpresa en su cara, mas ella aceptó, y
no dijo nada.

Ayudó a Harry, ser capaz de ayudar a Bellatrix, pero no fue


suficiente.

No cuando vio la enorme puerta de metal en el centro del corredor


de ese nivel.

No cuando se acercaron, y la voz de la mujer se silenció, porque


ahora había un Patronus cerca, y ella ya no estaba reviviendo su
peor memoria.

Bueno, dijo una voz dentro de sí. Eso fue paso uno .

Los pasos de Harry lo cargaron inevitablemente hacia la puerta de


metal.

Y…

Ahora a desbloquear la puerta -

… Harry siguió caminando…

¿Qué crees que estás haciendo? ¡Regresa y sácala de allí!


… siguió caminando…

¡La tienes que salvar! ¿Qué estás haciendo? ¡Ella está sufriendo LA
TIENES QUE SALVAR!

El traslador que Harry llevaba podía trasportar a dos humanos, sólo


dos, más o menos una serpiente. De haber tenido el traslador del
Profesor Quirrell también… sin embargo no era así, La forma
humana de Profesor Quirrell lo estaba cargando, no había manera
de conseguirlo… Harry nada más podía salvar una persona el día
de hoy, y había únicamente una persona en el nivel más bajo de
Azkaban, con la necesidad más desesperada…

"¡NO TE VAYAS!" La voz vino con un grito por detrás de la puerta de


metal. "No, no, no, no te vayas, no te lo lleves, no no no -"

Había una luz en el corredor y se volvió más brillante.

"Por favor," lloró la voz de mujer, "por favor, ya no recuerdo los


nombres de mis niños -"

"Siéntate, Bella," la voz de Harry ordenó, de alguna manera


mantuvo su voz en un frío susurro, "Debo lidiar con esto," el
Encantamiento Levitador disminuyendo y apagándose en cuanto
Bella se sentó obediente, su figura esquelética oscura contra el aire
brillante.

Moriré, pensó Harry.

El aire siguió resplandeciendo.

Después de todo, no era una certeza que Harry iba a morir.

No era más que una probabilidad de muerte, ¿y no había algunas


cosas que merecían una probabilidad de muerte?

El aire siguió iluminándose, el Patronus más grande estaba


empezando a coger forma a su alrededor, la brillante figura humana
se iba volviendo indistinguible dentro del aire caliente, a medida que
la vida de Harry alimentaba el fuego.

Si eliminó a los Dementores, entonces aún si salgo con vida, sabrán


que fui yo, que fui yo quien hizo ésto… perderé mi apoyo, perderé la
guerra…

¿Sí? Replicó la voz interna que lo urgía a seguir. ¿Después de que


destruyas todos los Dementores en Azkaban? Creo que eso
probaría tus credenciales como un Señor de la Luz, en realidad, así
que LA TIENES QUE SALVAR LA TIENES QUE SALVAR LA
TIENES QUE SALVAR -

La forma humanoide ya no podía ser vista como una entidad


separada.

El corredor ya no podía ser visto.

El propio cuerpo de Harry era invisible dentro de la Capa.

Únicamente había un punto visible sin cuerpo dentro de una


extensión infinita de luz plateada.

Harry podía sentir la vida que lo abandonaba, alimentando el hecho;


muy lejos, pudo sentir las sombras de la Muerte empezando a
destrozarse.

Pretendo conseguir más con mi vida que ésto… iba a combatir al


Señor Oscuro, iba a combinar los mundos de los magos y los
Muggles…

Metas sublimes parecen muy distantes, muy abstractas,


comparadas a una mujer que ruega por ayuda, no era una certeza
que Harry alguna vez iba a hacer algo más importante que ésta
única cosa, ésta única cosa que él podía hacer aquí y ahora.

Y con lo que pudo ser su último aliente, Harry pensó:


Hay otros Dementores, probablemente otros Azkabans… si voy a
hacer ésto, debería hacerlo cuando esté cerca del pozo central,
tomará menos de mi vida de ese modo, lo que incrementa la
probabilidad de que sobreviviré para destruir a otros Dementores…
aún asumiendo que ésta es la cosa optima por hacer, si hay un lugar
y tiempo correcto para hacerlo, no es aquí y ahora, ¡NO ES AQUÍ Y
AHORA!

¿Qué? Dijo la otra parte suya con indignación, como si buscara un


contra-argumento que no existía -

Con lentitud la luz fue muriendo, mientras que Harry se concentraba


en ese hecho indiscutible, la obvia verdad de que no estaba en el
lugar optimo, el tiempo no podía ser ahora…

Despacio la luz fue muriendo.

Parte de la vida de Harry regresó hacia él.

Parte había sido perdida como radiación.

Sin embargo Harry había tenido suficiente como para permanecer


de pie, y mantener la forma humana en un plateado brillante; y
cuando el brazo en que sostenía la varita se levantó y su voz
murmuró "Wingardium Leviosa", la magia fluyó obediente de sí
mismo hacia los pies de Bellatrix. (Porque no era magia lo que él
había gastado, nunca había sido su magia lo que alimentaba el
Encantamiento Patronus.)

Juro, Harry pensó, respirando con tanta regularidad como podía


ante la presencia de Bellatrix, mientras caían lagrimas sobre sus
mejillas invisibles, juro sobre mi vida y mi magia y mi arte como
racionalista, juro por todo lo que considero sagrado y por todas mis
memorias felices, doy mi promesa de que algún día terminaré éste
lugar, por favor, por favor pueda yo ser perdonado…

Y los dos siguieron caminando, al tiempo que la voz de una asesina


gritaba y suplicaba por alguien que regresara y la salvara.
Debió haber más tiempo, debió haber una ceremonia, para el
sacrificio de una pieza del propio Harry, sin embargo Bellatrix estaba
a su lado y por ello Harry tuvo que seguir avanzando sin pausa, sin
pronunciar palabra, respirando con normalidad.

Así que Harry caminó, dejando una pieza de sí mismo detrás. Viviría
en éste lugar y tiempo por siempre, lo sabía. Aún después de que
Harry regresará algún día en compañía de otros invocadores del
Verdadero Patronus y destruyeran a todos los Dementores aquí.
Aún si derretía la construcción triangular y quemaba la isla tan bajo
como para que el mar le pudiera pasar por encima, sin dejar rastro
de tal lugar como si nunca hubiera existido. Aún entonces no la iba a
recuperar.

El conjunto de criaturas luminosas dejó de mirar hacia abajo, y


empezaron a patrullar el corredor de metal como si nada hubiera
sucedido.

"¿Igual que la última vez?" Espetó la Directora Bones en la dirección


del Auror Li, y el joven Auror replicó, "Sí, señora."

El Director disparó otra serie de preguntas a los Dementores para


ver si ahora podían hallar a su objetivo, y no mostró sorpresa al
escuchar la respuesta negativa unos segundos después.

Emmeline Vance estaba sintiéndose desgarrada entre sus lealtades.

Emmeline ya no era un miembro de la Orden del Fénix, se habían


desbandado tras el final de la última guerra. Y durante la guerra, ella
había sabido, todos lo habían sabido, que el Director Crouch había
aprobado en silencio su batalla por-fuera-de-los-libros.

La Directora Bones no era Crouch.

Mas ahora estaban cazando a Bellatrix Black, quien había sido una
Mortífaga, y quien ciertamente estaba siendo rescatada por
Mortífagos. Sus Patronus se estaban comportando de manera
extraña - todas las criaturas brillantes se detenían y bajaban la
mirada, antes de regresar a seguir a sus maestros. Y los
Dementores no podían encontrar a su objetivo.

Le parecía a ella que sería un tiempo extremadamente bueno para


consultar a Albus Dumbledore.

¿Debería sugerir a la Directora Bones que contactaran a


Dumbledore? Pero si la Directora Bones no lo había contactado
ya…

Emmeline dudó por un rato, probablemente demasiado largo, y al


final se decidió. Al infierno con todo, ella pensó. Todos estamos en
el mismo bando, necesitamos mantenernos juntos le guste a la
Directora Bones o no.

A un pensamiento, su gorrión plateado revoloteó sobre su hombro.

"Quedate atrás para proteger nuestra retaguardia," Emmeline le


murmuró con suavidad, casi sin mover sus labios, "espera hasta que
nadie te esté mirando directamente, entonces ve con Albus
Dumbledore. Si no está a solas, esperas hasta que lo esté. Y dile lo
siguiente: Bellatrix Black está escapando de Azkaban, y los
Dementores no pueden encontrarla."

Nota de Traductor

Harry casi se rinde en éste capítulo, y yo también. Estuve muy cerca


de renunciar a la traducción, y de no haber sido por el apoyo de mi
novia me habría rendido.

Por fortuna he vuelto a recuperar un ritmo de traducción decente,


una página todas las mañanas antes de hacer cualquier cosa, y éste
método me ha reportado un avance constante y maravilloso.

Leyendo éste capítulo, he terminado por apreciar mucho más el


anterior. Me gusta que en éste Harry tenga que lidiar con las
consecuencias de sus acciones, ¡pero es que la pelea de Quirrell
fue explosiva! Me gustan demasiado las escenas de acción.
Espero que tengan un día excelente. Si sigo manteniendo el buen
ritmo, el próximo capítulo debería estar completo en menos de diez
días.

Gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


EPS Optimizacion Restringida Parte 6
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 56

El Experimento de la Prisión Stanford, Optimización


Restringida, Parte 6

Silenciosa, por fortuna estaba silenciosa, la puerta de metal en el


siguiente nivel inferior. O bien no había alguien detrás de ella, o
estaban sufriendo en silencio, quizá estaban gritando pero su voz ya
se había rendido, o estaban susurrándose a sí mismos en voz baja
en la oscuridad…

No estoy seguro de que pueda hacer ésto, Harry pensó, y tampoco


pudo culpar a los Dementores por el pensamiento desesperado.
Hubiera sido mejor estar más abajo, era más seguro estar más
abajo, su plan requeriría tiempo para implementarse y los Aurores
probablemente ya estaban en la labor de bajar. Mas si Harry tenía
que pasar más de esas puertas de metal al mismo tiempo que se
quedaba callado y mantenía su respiración perfecta y regular, se iba
a enloquecer; si tenía que dejar un pedazo de sí mismo detrás de
cada una, pronto no habría nada de él para dejar -

Un gato luminoso como la luna apareció de la nada y brincó en


frente del Patronus de Harry. Harry casi gritó, lo que no le habría
ayudado con su imagen ante Bellatrix.

"¡Harry!" dijo la voz de la Profesora McGonagall, sonando más


alarmada de lo que Harry la había llegado a escuchar. "¿Dónde
estás? ¿Estás bien? ¡Éste es mi Patronus, responde!"

Con un esfuerzo convulsivo, Harry aclaró su garganta, cambió el


propósito de su garganta, forzó la calma, cambió a una personalidad
diferente como si fuera una barrera de Oclumancia. Le tomó un par
de segundos y esperó ansioso que la Profesora McGonagall no
notara un problema con eso gracias a un retraso en la
comunicación, al igual que esperaba con ansias que los Patronus no
reportaran nada sobre los alrededores.

Una inocente y joven voz de niño anunció, "Estoy en el Lugar de


Mary, Profesora, en el Callejón Diagon. Yendo al restaurante de
hecho. ¿Qué hay de malo?"

El gato desapareció con un salto, y Bellatrix comenzó a carcajear


por lo bajo, una polvorienta risa de apreciación, sin embargo cerró la
boca abruptamente cuando Harry le siseó.

Un momento después el gato regreso, y habló con la voz de la


Profesora McGonagall, "Voy a recogerte ahora mismo. No vayas a
ningún lado, si no estás cerca del Profesor de Defensa no regreses
con él, no le hagas ningún comentario a nadie, ¡estaré allí tan pronto
como pueda!"

Y el brillante gato siguió avanzando hasta volverse borroso y se


desvaneció.

Harry bajó la mirada a su reloj, fijándose en la hora, para que


después de sacar a todos de aquí, y que el Profesor Quirrell anclara
el Giratiempo de nuevo, pudiera regresar y estar en el Lugar de
Mary en el momento apropiado…

Sabes, intervino la parte de su cerebro que resolvía problemas, hay


un limite a cuántas restricciones puedes añadir a un problema antes
de que sea realmente imposible, ¿sabes eso?

No debió haber importado, y en verdad no lo hacía, no se


comparaba al sufrimiento de un solo prisionero en Azkaban, y aún
así Harry se halló a sí mismo sintiéndose muy consciente de que si
su plan no acababa con él siendo recogido en el Lugar de Mary
como si nunca se hubiera ido, y el Profesor de Defensa viéndose
completamente inocente de cualquier posible crimen, la Profesora
McGonagall iba a asesinarlo .
Mientras su equipo se preparaba para comer otra mordida del
territorio de la espiral C, escudando y escaneando antes de
desencantar el escudo previo en su retaguardia, Amelia estaba
golpeando sus caderas con sus dedos y preguntándose si debía
consultar al experto obvio. Si tan sólo él no fuera tan -

Amelia escuchó el familiar crujido de fuego y supo lo que vería antes


de voltearse.

Un tercio de sus Aurores se estaban girando y alzando sus varitas


hacia el anciano mago con gafas de media luna y una larga barba
plateada que había aparecido justo en medio de ellos, con un
brillante fénix de color rojo y dorado sobre su hombro.

"¡No disparen!" La Poción Multijugos hacía sencillo forjar una cara,


sin embargo falsear el viaje de fénix hubiera sido mucho más difícil -
las protecciones la permitían como una de las formas rápidas para
ingresar a Azkaban, aunque no servía como vía rápida para salir.

La anciana bruja y el anciano mago se contemplaron el uno al otro


por un largo momento.

(Amelia se cuestionó, en la parte trasera de su mente, cuál de sus


Aurores había enviado la palabra, había varios antiguos miembros
de la Orden del Fénix con ella; procuró recordar si había visto el
gorrión de Emmeline o el gato de Andy alejarse del conjunto de
criaturas resplandecientes; pero supo que era fútil. Podría no haber
sido ninguno de su propio grupo, pues el viejo entrometido a veces
sabía cosas que no tenía forma de haber conocido.)

Albus Dumbledore inclinó su cabeza hacia Amelia en señal de


cortes gesto. "Espero ser bienvenido aquí," el anciano declaró con
calma. "Estamos todos en el mismo bando, ¿no es así?"

"Eso depende," Amelia replicó con dura voz. "¿Estás aquí para
ayudarnos a atrapar criminales, o para protegerlos de las
consecuencias de sus acciones?" ¿Estás aquí para intentar evitar
que la asesina de mi hermano reciba su bien merecido Beso, viejo
entrometido? De lo que Amelia había escuchado, Dumbledore se
había vuelto más listo al final de la guerra, en especial gracias a los
constantes regaños de Ojo-Loco; mas había regresado a su tonta
misericordia en el instante en que el cuerpo de Voldemort fue
encontrado.

Una docena de pequeños puntos de blanco y plata, reflejos de los


fulgurantes animales, destellaron desde las gafas de media luna del
anciano al hablar. "Aún menos que tú desearía ver yo liberada a
Bellatrix Black," el anciano mago afirmó. "Ella no debe dejar ésta
prisión con vida, Amelia."

Antes de que Amelia pudiera volver a hablar, aún para expresar su


sorprendida gratificación, el anciano mago hizo un gesto con su
larga varita negra y un brillante fénix plateado brotó en existencia,
más luminoso que todos los otros Patronus puestos juntos. Era la
primera vez que ella había visto ese hechizo lanzado sin palabras.
"Ordena a todos tus Aurores que cancelen su Encantamiento
Patronus por diez segundos," pidió el anciano mago. "Lo que la
oscuridad no pueda encontrar, la luz podría hallar."

Amelia espetó la orden al oficial de comunicaciones, quien


notificaría a todos los Aurores mediante sus espejos, comandando
que la voluntad de Dumbledore fuera hecha.

Eso requirió unos momentos, y se volvió una periodo de horrible


silencio, ninguno de los Aurores se había atrevido a hablar, mientras
Amelia intentaba sopesar sus propios pensamientos. Ella no debía
dejar ésta prisión con vida… Albus Dumbledore no se convertiría en
Bartemius Crouch sin una razón fuerte. Si su intención fuera
contarle el por qué, ya lo habría hecho; pero ciertamente no era una
señal positiva.

Aún así, era bueno saber que serían capaces de trabajar juntos en
éste caso.

"Ahora," dijeron un coro de espejos, y el resto de Encantamientos


Patronus parpadearon y desaparecieron excepto por el fulgurante
fénix plateado.

"¿Hay otro Patronus todavía presente?" el anciano mago le


preguntó con claridad a la resplandeciente criatura.

La brillante criatura ladeó su cabeza en asentimiento.

"¿Puedes encontrarla?"

La cabeza plateada asintió otra vez.

"¿Lo recordarás, en caso de que se vaya y regrese?"

Una afirmación de cabeza final de parte del luminoso fénix.

"Está hecho," anunció Dumbledore.

"Suficiente," ordenaron todos los espejos un momento después, y


Amelia alzó su varita y comenzó a invocar de nuevo su propio
Patronus. (Aunque le tomó algo de concentración extra, con esa
sonrisa lobuna ya en su cara, pensar en la primera vez que Susan
había besado su mejilla, en vez de regodearse en el oscuro destino
de Bellatrix Black. Ese otro Beso era un pensamiento feliz en efecto,
pero no del tipo correcto para el Encantamiento Patronus.)

No habían ni siquiera llegado al final de ese corredor antes de que el


Patronus de Harry alzara su mano, con educación, como si
estuviera en un salón de clases.

Harry pensó con rapidez. La cuestión era cómo - no, eso también
era obvio.

"Parece," Harry explicó con una voz divertida y fría, "que alguien ha
instruido éste Patronus para compartir su mensaje únicamente
conmigo." Se rió. "Bien entonces. Perdoname, Bella querida.
Quietus ."

De inmediato el humanoide plateado pronunció con la misma voz de


Harry, "Hay otro Patronus que busca éste Patronus."
"¿Qué?" exclamó Harry. Y entonces, sin hacer pausa para pensar
en lo que estaba a punto de suceder, "¿Lo puedes bloquear?
¿Evitar que te encuentre?"

El humanoide plateado negó con su cabeza.

En cuanto Amelia y los otros Aurores acabaron de relanzar sus


Encantamientos Patronus, entonces -

El fulgurante fénix plateado salió volando, y el verdadero fénix rojo-


dorado lo siguió, y el anciano mago dio calmados pasos largos
detrás de los dos con su larga varita apretada con fuerza y
apuntando hacia abajo.

Los escudos alrededor de su territorio se abrieron como agua al


paso del anciano mago, y se cerraron detrás de él con apenas y un
murmullo.

"¡Albus!" gritó Amelia. "¿Qué piensas que estás haciendo?"

Pero ella ya lo sabía.

"No me sigan," la voz del anciano mago replicó con severidad.


"Puedo protegerme a mí mismo, no puedo proteger a otros."

La grosería que Amelia soltó tras él hizo que incluso sus propios
Aurores retrocedieran.

¡Ésto no es justo, no es justo, no es justo! ¡Hay un limite a cuántas


restricciones añadir a un problema antes de que sea realmente
imposible!

Harry bloqueó los pensamientos inútiles, ignoró la fatiga que sentía,


y forzó su mente a confrontarse con los nuevos requerimientos,
tenía que pensar rápido, usar la adrenalina para seguir la cadena de
lógica con velocidad y sin titubear, en vez de perder tiempo en la
desesperación.

Para que la misión tuviera éxito,


(1) Harry tendría que desconvocar a su Patronus.

(2) Bellatrix necesitaba estar escondida de los Dementores después


de que el Patronus fuera desconvocado.

(3) Harry necesitaba resistir la absorción de los Dementores


después de que su Patronus fuera desconvocado.

Si resuelvo ésto, demandó el cerebro de Harry, quiero una galleta


cuando todo acabe, y si tú haces el problema más difícil de lo que
ya es, aun si es nada más un poquito más difícil, voy a salir
trepando de tu cabeza y me iré para Tahití.

Harry y su cerebro consideraron el problema.

Azkaban había sido invencible durante siglos, confiando en la


imposibilidad de evadir la mirada de los Dementores. Así que si
Harry encontraba otra forma de esconder a Bellatrix de los
Dementores, iba a confiar en su conocimiento científico o en que se
había dado cuenta que los Dementores eran Muerte.

El cerebro de Harry sugirió un camino obvio para detener a los


Dementores de ver a Bellatrix que consistía en evitar que siguiera
existiendo, por ejemplo, asesinándola.

Harry felicitó a su cerebro por pensar por fuera de lo establecido y le


dijo que continuara buscando.

Asesinarla y luego traerla de regreso, llegó la siguiente sugerencia.


Usa Frigideiro para enfriar a Bellatrix hasta el punto en que su
actividad cerebral se detenga, después la calientas usando
Thermos, al igual que las personas que caen dentro de agua muy
fría y pueden ser revividas media hora después sin daño cerebral
notable.
Harry consideró ésto. Bellatrix podría no sobrevivir con su estado
tan débil. Y podía ser que no evitara que la Muerte la viera. Y él
tendría problemas para llegar lejos cargando a una fría e
inconsciente Bellatrix. Y Harry no podía recordar la investigación
sobre en qué punto exacto la temperatura corporal era no-fatal pero
detenía el cerebro temporalmente.

Era otra buena idea por fuera de lo común, sin embargo Harry le
pidió a su cerebro que siguiera pensando en…

… formas de esconderse de la Muerte…

Una arruga se movió por el rostro de Harry. Había escuchado algo


así, en algún lugar.

Uno de los requisitos para volverse un mago poderoso es una


excelente memoria, había dicho el Profesor Quirrell. La clave para
un rompecabezas es con frecuencia algo que leíste veinte años
atrás en un pergamino viejo, o un anillo peculiar que viste en el dedo
de un hombre que nada más conociste una vez…

Harry se enfocó tan duro como pudo, mas no lo pudo recordar,


estaba en la punta de su lengua; así que le pidió a su subconsciente
que procurara recordarlo, y volvió a enfocar su atención en la otra
mitad del problema.

¿Cómo puedo protegerme a mí mismo de los Dementores sin un


Encantamiento Patronus?

El Director había estado expuesto repetidamente a un Dementor a


unos cuantos metros de distancia, una y otra vez a través de todo el
día, y sólo había resultado meramente cansado. ¿Cómo había
hecho el Director eso? ¿Podía Harry hacer eso también?

Podía ser que fuera una cosa azarosa de la genética, en cuyo caso
Harry estaba perdido. Mas asumiendo que el problema tuviera
solución…
Entonces la respuesta obvia era que Dumbledore no le tenía miedo
a la muerte.

Dumbledore en verdad no le tenía miedo a la muerte. Dumbledore


honestamente, en realidad creía que la muerte era la siguiente gran
aventura. Lo creía desde el interior, no eran palabras convenientes
usadas para suprimir una disonancia cognitiva, no solamente
pretender ser sabio. Dumbledore había decidido que la muerte era
natural y un orden normativo, y cualquier pequeño miedo restante
que quedara dentro de él, había requerido un largo tiempo y
exposición repetida para que el Dementor lo drenara a través de esa
pequeña falla.

Ese camino estaba cerca de Harry.

Y entonces Harry consideró el otro lado, la pregunta inversa obvia:

¿Por qué soy mucho más vulnerable que el promedio? Otros


estudiantes no se desmayaron cuando enfrentaron al Dementor.

Harry tenía la intención de destruir la Muerte, eliminarla si podía.


Pretendía vivir por siempre, si podía; tenía esperanza de ello, el
pensamiento de la Muerte no le traía una sensación de
desesperación ni creía que fuera inevitable. No estaba atado
ciegamente a su propia vida; de hecho le había tomado esfuerzo no
quemar toda su vida ante la necesitad de proteger a otros de la
Muerte. ¿Por qué las sombras de la Muerte tenían tanto poder sobre
Harry? Él no habría pensado que tenía tanto miedo.

¿Había estado Harry, desde un principio, haciendo razionalización?


¿Era él quien en secreto le tenía tanto miedo a la muerte que había
estado retorciendo sus propios pensamientos, como Harry había
acusado a Dumbledore?

Harry consideró ésto, evitando para sí mismo la opción de huir. Se


sentía incomodo, pero…

Mas…
Sin embargo los pensamientos incómodos no siempre eran la
verdad, y éste en particular no sonaba exactamente correcto. Como
si hubiera un grano de verdad, pero no se estaba escondiendo
donde se decía que estaba la hipótesis -

Y ahí fue cuando Harry se dio cuenta.

Oh, ya lo entiendo.

El que tiene miedo, es…

Harry le preguntó a su lado oscuro sobre lo que pensaba de la


muerte.

Y el Patronus de Harry parpadeó, se redujo, casi desapareció en un


instante, por ese desesperado, lloroso, terror aullador, un indecible
miedo que haría cualquier cosa para no morir, hacer todo a un lado
para no morir, que no podía pensar con regularidad o sentir con
regularidad ante la presencia del horror absoluto, que no podía mirar
dentro del abismo de la no-existencia al igual que no hubiera podido
mirar directo al Sol, una cegada y terrible cosa que únicamente
quería hallar una esquina oscura y esconderse y no tener que
pensar más al respecto -

La figura plateada se había oscurecido hasta ser una luz de luna,


estaba vacilando como una vela agonizante -

Todo está bien, pensó Harry, todo está bien .

Se visualizó a sí mismo arrullando a su lado oscuro como si fuera un


niño asustado en sus brazos.

Es correcto y apropiado estar aterrorizado, porque la muerte es


horrible. No tienes por qué esconder tu horror, no tienes por qué
sentir vergüenza por ello, puedes llevarlo como una medalla de
honor, a plena luz del sol.
Era extraño, sentirse partido en dos así, el rastro de sus
pensamientos que daba confort, el rastro de sus pensamientos que
seguía a su lado oscuro para quien era incomprehensible la
forastera forma ordinaria de pensar de Harry; todas las cosas que su
lado oscuro asociaba con su propio temor de la muerte, la única
cosa que nunca se había imaginado o esperado que podría
encontrar, era aceptación y alabanza y ayuda…

No tienes que luchar solo, Harry afirmó en silencio a su lado oscuro.


El resto de mí te apoyará en ésto. No me permitiré morir, y tampoco
dejaré que mis amigos mueran. Ni tú/yo, ni Hermione, ni Mamá o
Papá, ni Neville o Draco ni nadie, ésta es la voluntad para
proteger… Visualizó alas de luz solar, como las alas del Patronus
que tenía que abrir de par en par, para dar protección a ese
asustado niño.

El Patronus brilló otra vez, ¿el mundo giraba alrededor de Harry o


era su propia mente la que estaba girando?

Toma mi mano, Harry pensó y lo visualizó, ven conmigo, y haremos


ésto juntos…

Hubo una vacilación en la mente de Harry, como si su cerebro


hubiera dado un paso a la izquierda, o el universo hubiera dado un
paso a la derecha.

Y en un resplandeciente corredor de Azkaban, con pequeñas luces


de gas que eran sobrepasadas por la estable e inconmovible luz de
un Patronus con forma humana, un niño invisible estaba de pie con
una diminuta y rara sonrisa en su cara, apenas temblando un poco.

Harry supo, de algún modo, que acaba de hacer algo significativo,


algo que iba más allá de fortalecer su resistencia a los Dementores.

Y más que eso, había recordado . Pensar en la Muerte como una


figura antropomórfica había logrado el truco, bastante irónico. Ahora
Harry lo recordaba, qué tenía la reputación de esconder a alguien de
la mirada de la propia Muerte…
En un corredor de Azkaban, un mago que daba largas zancadas se
detuvo abruptamente; porque la luminosa cosa plateada que era su
guía, se había detenido en medio del aire, batiendo sus alas con
estrés. El brillante fénix blanco ladeó su cabeza, viendo hacia atrás
y hacia adelante como si estuviera confundido; y luego se giró hacia
su maestro y sacudió su cabeza en señal de disculpa.

Sin otra palabra, el anciano mago se volteó y dando pasos largos


regresó por donde había venido.

Harry se quedó de pie recto y erguido, sintiendo que el miedo se


desprendía y se caía de él. Algunas pequeñas partes suyas podrían
haber sido corroídas un poco por las olas de vacío que se habían
estrellado continuamente contra su roca inamovible, sin embargo
sus extremidades no estaban frías, y su magia estaba con él. Con el
tiempo esas olas podrían haberlo corroído y consumido,
deslizándose por cualquier parte diminuta suya que siguiera
acobardada ante la Muerte en vez de usar su miedo para darse
energía a sí mismo durante la batalla. Mas esa destrucción hubiera
llevado tiempo, con las sombras de la Muerte muy lejos y sin
preocuparse por él. La debilidad, la fisura, la linea de fallo que
estaba adentro suyo había sido reparada, y las estrellas
resplandecieron luminosas en su mente, vastas y sin temor, y
fulgurantes en medio del frío y la oscuridad.

Para los ojos de cualquier otra persona, hubiera parecido que el


niño estaba de pie y a solas en un corredor de metal pobremente
alumbrado, exhibiendo esa extraña sonrisa.

Porque Bellatrix Black y la serpiente enrollada alrededor de sus


hombros estaban ocultas por la Capa de la Invisibilidad, una de las
tres Reliquias de la Muerte y con la reputación de esconder a su
usuario de la mirada de la propia Muerte. El acertijo cuya respuesta
había estado perdida, y que Harry había encontrado de nuevo.

Y Harry sabía, ahora, que la ocultación de la Capa era más que la


mera transparencia del Desilusionador, que la Capa te mantenía
escondido y no solamente invisible, imposible de ver como los
Thestrals para los que no conocían la muerte. Y Harry también supo
que era sangre de Thestral lo que pintaba el símbolo de las
Reliquias de la Muerte en el interior de la Capa, atando en la capa
esa porción del poder de la Muerte, permitiendo a la Capa
confrontar a los Dementores en su propio nivel y bloquearlos. Se
había sentido como adivinar, y al mismo tiempo una deducción
certera, el conocimiento llegando a él en el instante de resolver el
acertijo.

Bellatrix seguía transparente dentro de la Capa, sin embargo ya no


estaba escondida para Harry, sabía que ella estaba allí, igual de
obvio para él que un Thestral. Porque Harry nada más había
prestado su Capa, no regalado; y había logrado comprehender y
dominar la Reliquia de la Muerte que había pasado de generación
en generación en la linea Potter.

Harry miró directamente a la mujer invisible, y preguntó, "¿Pueden


alcanzarte los Dementores, Bella?"

"No," respondió la mujer con una suave, curiosa voz. Luego, "Pero
mi Señor… tú…"

"Si pronuncias alguna tontería, me molestará," Harry la interrumpió


con frialdad. "¿O estás bajo la impresión de que me sacrificaría por
ti?"

"No, mi Señor," la sirviente del Señor Oscuro replicó, oyéndose


confundida, y quizá maravillada.

"Sigue," habló el helado susurro de Harry.

Y continuaron su viaje hacia abajo, mientras el Señor Oscuro cogió


su monedero, y tomó una galleta, y se la comió. Si Bellatrix hubiera
inquirido, Harry habría declarado que era por el chocolate, mas ella
no lo interrogó.

El anciano mago dio zancadas largas hasta quedar en medio de los


Aurores, el fénix plateado y el rojo-dorado siguiéndolo de cerca.
"Tú -" Amelia empezó a bramar.

"Han desactivado su Patronus," anunció Dumbledore. El anciano


mago no alzó su voz pero sus palabras calmadas de alguna forma
superaron las de ella. "Ya no puedo encontrarlos."

Amelia apretó los dientes, y puso un buen numero de mordaces


afirmaciones en espera, y se dirigió al oficial de comunicaciones.
"Digan al cuarto del deber que le pregunten a los Dementores otra
vez si pueden sentir a Bellatrix Black."

El especialista de comunicaciones habló con su espejo por un


momento, y unos pocos segundos después, levantó la vista,
sorprendido. "No -"

Amelia ya estaba espetando groserías violentas en su mente.

"- sin embargo pueden ver a alguien más en los niveles inferiores
que no es un prisionero."

"¡Perfecto!" exclamó Amelia. "¡Diga a los Dementores que una


docena de su clase están autorizados para entrar a Azkaban y
atrapar a quienquiera que sea y a cualquiera en su compañía! ¡Y si
ven a Bellatrix Black, deben darle el Beso de inmediato!"

Amelia se giró y fijó sus ojos directo sobre Dumbledore, retándolo a


que discutiera; mas el anciano mago sólo le devolvió una mirada un
poco triste, y se quedó en paz.

Auror McCusker terminó de hablar con el cadáver que flotaba a la


deriva afuera de la ventana, pasando las ordenes de la Directora.

El cadáver le otorgó una sonrisa letal que casi le desencajó sus


miembros, y luego descendió flotando.

Poco después, una docena de Dementores se levantó de donde


habían estado divagando en el centro del foso de Azkaban, y se
dirigieron al exterior, hacia las paredes de la vasta estructura de
metal que se erguía sobre ellos.

Entrando a través de hoyos ubicados en la base de Azkaban, las


más oscuras de las criaturas iniciaron su marcha del horror.

Nota de Traductor

El siguiente episodio debería estar listo en menos de dos semanas.


Ahora mismo me encuentro visitando a mi novia y lo único con lo
que he logrado ser realmente constante es con la traducción de
HPMOR, así qué, ¡hurra por mí!

Dumbledore es un personaje inteligente y eso se aprecia en éste


episodio. Harry aún le falta para llegar a ser un viejo sabio mago,
pero va por buen camino.

De alguna forma siento que la saga del Experimento de la Prisión


Stanford tiene capítulos muy cortos, mas esa puede ser una
apreciación subjetiva, porque cada episodio queda cortado en un
dramático continuara.

Como siempre, gracias por leer, y espero que tengan un lindo y


cognitivo día.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P7
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 57

El Experimento de la Prisión Stanford, Cognición Restringida,


Parte 7

Harry tenía la esperanza de haber alcanzado la fusión con su lado


oscuro y que sería capaz de invocar todos los beneficios sin ninguna
de las desventajas, invocar la prístina claridad y la voluntad indómita
con un mero comando, sin necesitar ponerse frío o enojado.

Una vez más, había sobrestimado el progreso que había hecho.


Algo había pasado, pero Harry seguía teniendo un misterioso lado
oscuro, aún separado de él, y su yo ordinario todavía era domable.
Y a pesar del trabajo de reparación que había hecho en el temor de
la muerte que poseía a su lado oscuro, no se atrevía a sumergirse
en dicha oscuridad mientras estuviera desprotegido en Azkaban,
eso era tentar demasiado al destino.

Lo que era infortunado, porque un poco de ese indómito ser le


habría venido muy útil en ese momento.

Lo que lo hacía más difícil era que no podía estrellarse contra una
pared, no podía romper en lágrimas, ni siquiera podía soltar un
suspiro. Su querida Bella lo estaba observando y esas no eran el
tipo de cosas que haría su Señor Oscuro.

"Mi Señor -" Bellatrix dijo. Su voz baja y extenuada. "Los


Dementores - están llegando - puedo sentirlos, mi Señor -"

"Gracias, Bella," replicó una voz seca, "ya lo sé."

Harry no podía sentir los huecos en el mundo de la misma forma


que cuando había estado usando la Reliquia de la Muerte, sin
embargo podía sentir el depresivo vacío incrementando su
intensidad. Al principio lo había confundido con el resultado de
descender por la escalera, hasta que él y Bellatrix ya no siguieron
descendiendo y el vacío siguió creciendo. Luego bajó, mientras los
Dementores se movían junto con la espiral, y volvió a crecer cuando
ellos subieron otro tramo de escaleras… Ahora había Dementores
dentro del propio Azkaban, e iban por él. Por supuesto que lo iban a
hacer. Harry podía haberse vuelto resistente, mas no estaba
escondido .

Nuevo requisito, Harry le comunicó a su cerebro. Encuentra una


manera de derrotar a los Dementores que no involucre a mi
Encantamiento Patronus. Alternativamente, encuentra otra forma
más de esconder a alguien de los Dementores, a parte de la Capa
de la Invisibilidad -

Renunció, anunció su cerebro. Busca tú mismo otra pieza de


substrato de computación para resolver tus problemas ridícula y
excesivamente restringidos.

Lo digo en serio, pensó Harry.

Yo también, afirmó su cerebro. Levanta tu Encantamiento Patronus


y espera que los Aurores te encuentren. Se sensato. Se acabó.

Rendirse…

El vacío abrumador pareció jalar con más fuerza, mientras pensaba


aquello; y Harry se dio cuenta de lo que sucedía, se concentró más
intensamente en las estrellas, alejó su mente de la desesperación -

Sabes, observó la parte lógica de sí mismo, si no te permites


considerar ningún pensamiento negativo porque eso le abrirá tu
mente a los Dementores, eso también es un prejuicio cognitivo,
¿cómo sabrás de verdad cuando sea el momento de rendirse?

Un desesperado grito lloroso provino de abajo, palabras mezcladas


con un "no" y "váyanse". Los prisioneros sabían, los prisioneros lo
podían sentir.

Los Dementores se aproximaban.

"Mi Señor, usted - no debería arriesgarse por mí - vuelva a coger su


Capa -"

"Guarda silencio, tonta," siseó una voz enojada. "Cuando decida


sacrificarte te lo haré saber."

Ella tiene un punto válido, intervino Slytherin. No deberías


arriesgarte por ella, de ninguna forma la vida de ella vale más que la
tuya.

Por un instante Harry consideró sacrificar a Bellatrix para salvarse a


sí mismo -

Y en ese momento, algo de la tenue luz naranja de gas abandonó el


corredor, un toque de frío trepó por las puntas de los dedos de
Harry. Y supo, entonces, que pensar en entregar a Bellatrix a las
sombras de la Muerte, lo haría vulnerable una vez más. Incluso en
el momento de hacer la decisión, podía ser que se volviera incapaz
de invocar el Encantamiento Patronus, porque habría renunciado al
pensamiento que lo había salvado antes.

Se le ocurrió a Harry que todavía podía tomar la Capa de Bellatrix


después, aún si no podía lanzar el Encantamiento Patronus; por lo
que tuvo que atornillar sus pensamientos lejos de esa opción,
enfocarse firmemente en su decisión de no hacerlo, o podría
haberse desmayado ahí mismo. Porque el vacío torbellino girando a
su alrededor ahora era mortalmente fuerte; había gritos proviniendo
de arriba, y los gritos de abajo se habían detenido.

Ésto es ridículo, dijo su parte lógica. Los agentes de la racionalidad


no tendrían que aguantar ésta clase de proceso razonador tan
censurado, todos los teoremas asumen que tu manera de pensar no
afecta la realidad como sí lo hacen tus acciones, por lo cual eres
libre de escoger un algoritmo optimo sin preocuparte de cómo tus
pensamientos interactúan con los Dementores -

Esa es realmente una idea tonta, opinó Gryffindor. Incluso yo creo


que es una idea tonta y yo soy tu parte Gryffindor. Seriamente no
vas a limitarte a quedarte aquí de pie y -

"¡Tenemos una señal fija!" gritó Ora, sosteniendo su espejo mágico


en señal de triunfo. "El Dementor afuera de la pared interior apuntó
al nivel siete, de la espiral C, ¡ahí es donde están!"

Sus Aurores la estaban mirando con expectación.

"No," Amelia expresó con voz neutral. "Ahí es donde uno de ellos
está. Los Dementores todavía no pueden hallar a Bellatrix Black. No
vamos a salir corriendo y permitir que ella se escape a través de la
confusión, y no vamos a dividir nuestras fuerzas para que nos hagan
una emboscada. Siempre y cuando nos movamos con precaución,
no podemos perder. Digan a Scrimgeour y Shacklebolt que sigan
bajando nivel por nivel, igual que antes -"

El anciano mago ya estaba dando zancadas largas hacia adelante.


Amelia ni se molestó en insultarlo, ésta vez, pues una vez más sus
escudos cuidadosamente construidos se partieron como agua y
ondularon gentilmente en su partida.

Harry esperó al principio del corredor, justo al lado de las escaleras


que llevaban hacia arriba. Bellatrix y la serpiente estaban detrás de
él, escondidos por la Reliquia de la Muerte que Harry había
dominado; él sabía, aunque no la podía ver, que la demacrada
hechicera estaba sentada en las escaleras, recostada, ya que Harry
había retirado su Encantamiento de Levitación para liberar su mente
y magia.

Los ojos de Harry estaban fijos en el otro lado del corredor, en las
escaleras que llevaban hacia abajo. Ya no en su mente, sino en la
realidad verdadera, la luz en el corredor se había reducido, la
temperatura había descendido. El miedo tronaba sobre él y a su
alrededor como un mar azotado por vientos huracanados, y el vacío
abrumador se había vuelto un aullido que lo arrastraba hacia un
hoyo negro que se aproximaba.

En lo más lejano de las escaleras al otro lado, flotando con suavidad


a través del aire moribundo, llegaron los vacío, las ausencias, las
heridas en el mundo.

Y Harry esperó que se detuvieran.

Con toda la voluntad y enfoque que disponía, Harry esperó que se


detuvieran.

Anticipó que se iban a detener.

Creyó que se iban a detener.

… esa era la idea, de todos modos…

Harry cerró los peligrosos pensamientos errantes, y espero que los


Dementores se detuvieran . Ellos no tenían inteligencia propia, no
eran más que heridas en el mundo, su forma y estructura era
tomada por las expectativas de los demás. Las personas habían
sido capaces de negociar con ellos, ofrecerles victimas a cambio de
cooperación, nada más porque ellos creyeron que los Dementores
harían un intercambio . Así que si Harry lo creía con suficiente
fuerza los vacíos se girarían y se irían, se girarían y se irían.

Sin embargo las heridas en el mundo siguieron acercándose, el


miedo arremolinándose como si ya fuera una cosa sólida, el vacío
desgarrando la materia tanto como la mente, tanto la substancia
como el espíritu, podías ver el metal empezando a erosionarse a
medida que los hoyos en el mundo iban pasando.

Un pequeño sonido provino detrás suyo, desde Bellatrix, mas ella no


pronunció palabra, porque se le había instruido a permanecer
callada.

No pienses en ellos como criaturas, piensa en ellos como objetos


psíquicamente sensible, pueden ser controlados si me controlo a mí
mismo -

El problema era que no se podía controlar a sí mismo tan


fácilmente, no podía forzarse a sí mismo a creer que el azul era
verde por un mero acto de voluntad. No podía suprimir aquellos
pensamientos sobre cuán irracional era hacerte creer algo a ti
mismo. Qué tan imposible era engañarte a ti mismo para creer en
algo si sabías que eso era lo que estabas haciendo. Todo el
entrenamiento que Harry se había dado a sí mismo contra el auto-
engaño se rehusaba a desactivarse sin importar qué tan dañino
fuera en éste caso único y especial -

Las sombras de la Muerte cruzaron el punto medio del corredor, y


Harry levantó su mano, dedos separados, y comandó con voz firme
y confiada, "Alto."

Las sombras de la Muerte se detuvieron.

Detrás de Harry, Bellatrix dejó escapar un resoplido ahogado, como


si se lo estuvieran desgarrando.

Harry le hizo un gesto, la señal que le había indicado por adelantado


y que significaba, repite lo que escuchaste decir a los Dementores .

"Ellos dijeron," Bellatrix informó, su voz temblorosa, "ellos dijeron,


'Bellatrix Black nos fue prometida. Revela dónde se esconde, y
serás perdonado.'"

"¿Bellatrix?" Harry replicó, haciendo que su voz se oyera divertida.


"Ella escapó hace mucho."

Un momento después, Harry se dio cuenta que en vez de eso debió


afirmar que Bellatrix estaba entre los Aurores en el nivel superior,
eso habría causado más confusión -
No, era incorrecto pensar en los Dementores como personas que
pudieran ser engañadas, eran meras cosas, eran controlados
únicamente por las expectativas -

"Ellos dicen," Bellatrix declaró con voz rota, "dicen que saben que
estás mintiendo."

Los vacíos empezaron a avanzar otra vez.

Las anticipaciones de ella son creencias más sólidas que las mías;
ella los está controlando, sin querer -

"No te resistas," Harry ordenó, apuntando su varita hacia atrás.

"Yo, te amo, adiós, mi Señor -"

" Somnium ."

Había ayudado, de forma extraña, escuchar aquellas particulares y


horrendas palabras, entender el error de Bellatrix; le recordó a Harry
porqué estaba peleando.

"Alto," Harry demandó de nuevo. Bellatrix ya estaba dormida; ahora


sólo su propia voluntad, más bien sus propias expectativas,
deberían controlar a las esferas de la aniquilación -

Sin embargo siguieron flotando hacia adelante, y Harry no pudo


evitar preocuparse porque quizá la experiencia previa había dañado
su confianza, lo que significaba que ya no sería capaz de
detenerlos, y se dio cuenta de que estaba pensando en eso, tuvo
aún más dudas - necesitaba más tiempo para prepararse, primero
debió practicar controlar a un Dementor enjaulado -

Nada más quedaba un cuarto de corredor entre Harry y las sombras


de la muerte, los vacíos vientos eran tan fuertes que Harry pudo
sentir la erosión iniciando entre las grietas de sí mismo.

Y a Harry le llegó el pensamiento de que quizá estaba equivocado,


tal vez los Dementores sí tenían sus propios deseos y capacidad de
planeación. O podía ser que fueran controlados por la forma en que
todos pensaban sobre ellos y su funcionamiento, no sólo por quien
estuviera cerca de ellos. Y en cualquier caso -

Harry sacó su varita y se ubicó en la posición inicial del


Encantamiento Patronus, y habló.

"Uno de ustedes fue a Hogwarts y no regresó. Ya no existe; esa


Muerte está muerta."

Los Dementores se pararon en seco, una docena de heridas en el


mundo se quedaron quietas, mientras los vacíos gritaban a su
alrededor como un viento mortal que no provenía de ningún lado.

"Dense vuelta y no le cuenten a nadie sobre ésto, pequeñas


sombras, o los destruiré también."

Los dedos de Harry se deslizaron hacia la posición inicial del


Encantamiento Patronus, y se preparó para invocarlo; en su mente,
la Tierra resplandecía entre las estrellas, el lado diurno brillaba azul
por el reflejo de la luz solar, el lado nocturno titilando con la luz de
las ciudades humanas. Harry no estaba fingiendo, no estaba
intentando hacer algo para engañar sus pensamientos. Las sombras
de la Muerte avanzarían y serían aniquiladas, o se irían, estaba
igualmente preparado para cualquiera de las dos…

Y los vacíos se retiraron tan velozmente como llegaron, los vientos


de la nada disminuyendo con cada metro que se alejaban, mientras
retrocedían por las escaleras que descendían, y se fueron.

Ya fuera que en verdad tuvieran su propia pseudo-inteligencia, o si


Harry finalmente había tenido éxito en tener la expectativa de que se
fueran… eso, Harry no lo sabía.

Pero se habían ido.

Harry se tomó un momento para sentarse al lado de la inconsciente


Bellatrix en las escaleras, y se dejó caer al suelo al igual que ella,
cerrando sus ojos por un rato, nada más un poco, por supuesto que
no estaba planeando quedarse dormido en Azkaban, mas
necesitaba tomarse ese instante. Los Aurores seguirían
descendiendo despacio, esperaba Harry, así que no le iba a hacer
daño tomarse tan sólo cinco minutos para descansar. Harry fue lo
suficientemente cuidadoso como para mantener sus pensamientos
positivos, felices, vaya, nada más voy a tener un poco de descanso
reparador por aquí, y entonces me sentiré mejor, en vez de,
digamos, vaya, simplemente colapsar por el cansancio emocional y
físico, porque los Dementores todavía no se retiraban muy lejos.

Y por cierto, Harry le comunicó a su cerebro, estás despedido .

"¡Lo encontré!" gritó la voz del anciano mago.

¿A quién? pensó Amelia, al tiempo que se giró para ver el retorno


de Dumbledore, cargando en sus brazos -

- la única aparición, la única persona, que ella nunca habría


esperado contemplar -

- un hombre envuelto en una túnica roja desgarrada, viéndose


quemado como si hubiera combatido en una pequeña guerra,
sangre seca sobre muchos cortes. Sus ojos estaban abiertos, y
estaba masticando una barra de chocolate, sostenida por su única
mano con vida.

Bahry Una-Mano estaba con vida .

Un grito de alegría se elevó, sus Aurores comenzaron a bajar sus


varitas, algunos de ellos ya hasta estaban corriendo hacia adelante.

"¡Permanezcan en guardia!" aulló Amelia. "Revísenlos para Poción


Multijugos - escaneen a Bahry en busca de un Animago pequeño o
trampas -"

" Innervate. Wingardium Leviosa ."


Hubo una pausa. Harry sintió, aunque no podía ver del todo, que la
mujer invisible estaba poniéndose a sí misma de pie, y girando su
cabeza para mirar alrededor. "¿Estoy… con vida…?"

Harry estuvo bastante tentado a decir no, nada más para ver cómo
reaccionaba ella ante eso. En su lugar siseó, "No hagas preguntas
estúpidas."

"¿Qué sucedió?" susurró Bellatrix.

Y el Señor Oscuro soltó una salvaje, aguda carcajada, y explicó,


"Asusté a los Dementores, mi querida Bella."

Hubo una pausa. Harry deseó poder ver el rostro de Bellatrix;


¿había pronunciado algo incorrecto?

Tras un rato, con voz temblorosa, "Podría ser, mi Señor, que en tu


nueva forma, has empezado a preocuparte por mí -"

"No," Harry la cortó con frialdad, y le dio la espalda (aunque


mantuvo su varita sobre ella), y empezó a caminar. "Y encargate de
no ofenderme otra vez, o te abandonaré aquí, sirvas o no sirvas.
Ahora sígueme, o quedate atrás; yo tengo trabajo que hacer."

Harry dio zancadas largas, sin prestar atención a los sonidos de


jadeos que venían detrás suyo; sabía que Bellatrix lo estaba
siguiendo.

… porque lo último que esa mujer necesitaba, la última de las cosas


que necesitaba comenzar a pensar antes de que el sanador
psiquiátrico iniciara el tratamiento para desprogramarla, era creer
que el Señor Oscuro podía llegar a amarla alguna vez.

El anciano mago se peinó su barba plateada de modo


contemplativo, observando hacia donde el Auror Bahry estaba
siendo cargado fuera del cuarto por dos Aurores fuertes.

"¿Entiendes ésto, Amelia?"


"No," ella respondió simplemente. Ella sospechaba de alguna
trampa que no habían sido capaces de imaginar, por lo que el Auror
Bahry iba a ser mantenido por fuera del grupo principal y
resguardado.

"Tal vez," el anciano mago expuso, "quien sea que entre ellos pueda
invocar el Encantamiento Patronus, es más que un mero rehén.
¿Alguien que fue traído mediante engaños, quizá? Por la razón que
sea, dejaron a tu Auror con vida; no vayamos a ser los primero en
esgrimir maldiciones mortales, cuando los encontremos -"

"Ya veo," declaró la anciana bruja dándose cuenta de repente, " ese
era su plan. No les costaba nada usar Obliviate con él y dejarlo con
vida, y nos hace a nosotros titubear -" Amelia asintió con decisión, y
le ordenó a su gente, "Avanzamos al igual que antes."

El mago anciano suspiró. "¿Alguna noticia de parte de los


Dementores?"

"Si te cuento," Amelia espetó, "¿saldrás corriendo otra vez?"

"No te cuesta nada, Amelia," el mago anciano contestó con calma,


"y podría salvar de la pelea a uno de los tuyos."

Me cuesta nada excepto mi oportunidad de venganza -

Sin embargo eso era nada comparado a lo otro, el molesto mago


anciano con frecuencia estaba en lo correcto al fin de cuentas, eso
era parte de lo que lo hacía tan impertinente.

"Los Dementores han cesado de responder preguntas sobre la otra


persona que dijeron haber visto," Amelia le reveló, "y no nos
informan del por qué, ni del dónde."

Dumbledore se giró hacia el rutilante fénix plateado sobre su


hombro, cuya luz iluminaba todo el corredor, y recibió una silenciosa
sacudida de cabeza como respuesta. "Yo tampoco los puedo
detectar," comentó Dumbledore. Luego se encogió de hombros.
"Supongo que tendré que caminar por la espiral completa desde la
cima hasta el fondo y ver si resulta algo, ¿correcto?"

Amelia le habría comandado no hacerlo, de pensar que eso haría la


más mínima diferencia.

"Albus," habló Amelia al tiempo que el mago anciano se volteaba


para partir, "incluso tú puedes ser emboscado."

"No digas disparates, querida mía," el mago anciano se despidió


animado al volver a alejarse con sus zancadas largas, agitando su
varita de quince pulgadas de desconocida madera gris-oscura como
si fuera una advertencia, "Yo soy invencible."

Hubo una pausa.

("Él no acaba de pronunciar eso -" susurró la Auror más nueva que
estaba presente, una joven señorita todavía remilgada que
respondía al nombre de Noelle Curry, al miembro con más
experiencia de su trío, el Auror Brooks. "¿O sí?")

("Puede salirse con la suya," Isabel le murmuró a ella, "él es


Dumbledore, ni siquiera el Destino se lo puede tomar en serio a
éstas alturas.")

"Y eso," Amelia señaló con pesadez, para el beneficio de los


Aurores más jóvenes, "es por lo que nunca lo llamamos para nada a
menos que absolutamente no tengamos otra opción."

Harry se quedó acostado muy quieto sobre el duro camastro que


servía como cama en esa celda, una manta puesta sobre él,
permaneciendo sin moverse tanto como pudo mientras esperaba
que regresará el miedo. Había un Patronus aproximándose, y uno
poderoso. Bellatrix estaba escondida por una Reliquia de la Muerte,
ningún Encantamiento sencillo iba a penetrar eso; mas Harry no
sabía que otras artes los Aurores podrían emplear para detectar a
su propia persona, y no se atrevía a mostrar su ignorancia al
preguntarle a ella. Por lo que Harry yació sobre la cama dura, en
una celda con una puerta bloqueada, y la poderosa puerta de metal
cerrada detrás de él, en la más absoluta oscuridad, con una
diminuta manta cubriéndolo, esperando que fuera quién fuera no
echaría una mirada adentro, o que no miraría demasiado cerca si lo
hacían -

Ese no era un punto que Harry pudiera afectar, realmente, esa parte
de su destino reposaba enteramente en las manos de las Variables
Desconocidas. La mayor parte de su mente se estaba concentrando
en la Transformación que estaba realizando.

Escuchando en el silencio, Harry oyó los rápidos pasos


aproximarse; hicieron una pausa afuera de su puerta, y después -

- continuaron avanzando.

Pronto el miedo regreso.

Harry no se permitió a sí mismo darse cuenta de su propio alivio, no


más de lo que se permitía darse cuenta del miedo. Estaba
sosteniendo en su mente la figura de un dispositivo Muggle mucho
más grande que una batería de carro, y lentamente aplicando esa
Forma a la substancia de un cubo de hielo (que Harry había
congelado usando Frigideiro sobre el agua de una botella que tenía
en su monedero). No se suponía que Transformaras cosas que
fueran a ser quemadas, sin embargo entre que la sustancia original
fuera de agua, y el Encantamiento Casco-Burbuja para proteger su
suplemento de aire, Harry esperaba que ésto no lo haría enfermar a
él u otra persona.

Ahora era cuestión de si tendría o no tiempo suficiente antes de que


los Aurores hicieran una búsqueda detallada en su celda, para que
Harry finalizara éste Transformación, y la Transformación parcial
que haría después de eso -

Cuando el mago anciano regresó con pasos largos y las manos


vacías, incluso Amelia comenzó a sentir una pizca de preocupación.
Ella y los otros dos equipos de Aurores habían recorrido un tercio
del camino hacia abajo de las tres espirales, en sincronía para no
permitir ninguna abertura en su redada que pudiera ser
aprovechada al cortar a través de una celda y saltar hacia el techo, y
aún así no habían hallado ni una pista.

"¿Puedo pedir tu reporte?" Amelia inquirió, dejando la agudeza por


fuera de su voz.

"Primero hice una simple caminata desde la cima hasta el fondo,"


informó el mago anciano. Estaba haciendo muecas, su cara más
arrugada de lo usual. "Examiné la celda de Bellatrix, y hallé una
muñeca muerta en su lugar. Se suponía que éste escape no fuera
descubierto, creo. Hay algo escondido en la esquina debajo de un
montón de ropa; dejé eso sin perturbar para que lo examinen tus
Aurores. En el viaje de regreso, abrí cada puerta y miré dentro de
las celdas. No vi nada que estuviera bajo el Encantamiento
Desilusionador, únicamente los prisioneros -"

Fueron interrumpidos por el grito de un fénix rojo-dorado, y todos los


Aurores de ella tambalearon por su causa. Condenación había en
aquel grito, y una urgente demanda que casi hizo que Amelia saliera
corriendo del corredor en el acto.

"- en condiciones bastante estresantes," Dumbledore continuó con


calma. Por un momento los ojos azules estuvieron muy fríos bajo las
gafas de media luna. "¿Alguno de ustedes me hablará de las
consecuencias de sus acciones?"

" Yo no sabía que -" Amelia inició.

"Lo sé," la cortó el mago anciano. "Mis disculpas, Amelia." Él


suspiró. "Algunos de los prisioneros más recientes tienen rezagos
de su magia, cuando miré sobre ellos, mas no sentí poder que no
estuviera comido; al más fuerte le quedaba tanta magia como a un
niño de primer año. Escuché a Fawkes gritar estresado muchas
veces, pero nunca a manera de reto. Parece que tendrás que
continuar tu búsqueda; ellos se pueden esconder lo suficientemente
bien como para escapar de mi mera percepción."
Cuando Harry finalizó su primera Transformación, se sentó, se quitó
la sabana que lo había cubierto, lanzó un Lumos rápido, observó su
reloj, y se sorprendió de ver que había pasado casi una hora y
treinta minutos. Cuánto de ese tiempo había pasado desde que
alguien había abierto la puerta y la había vuelto a cerrar - Harry no
había estado mirando en esa dirección, por supuesto - eso, Harry no
lo podía adivinar.

"¿Mi Señor…?" murmuró la voz de Bellatrix, blanda y muy dudosa.

"Puedes hablar ahora," Harry indicó. Le había ordenado permanecer


en silencio mientras trabajaba.

"Era Dumbledore quien nos echó una ojeada."

Pausa.

"Interesante," Harry dijo neutral. Estaba feliz de no haberlo notado


en ese momento. Eso se oía como una afeitada demasiado cercana
.

Harry le comunicó una palabra a su monedero, y comenzó a extraer


el dispositivo mágico que iba a combinar con el producto de una
hora de su labor. Luego, cuando eso fue extraído, otra palabra sacó
un tubo de pegamento de fuerza industrial; antes de usarlo, Harry
invocó el Encantamiento Casco-Burbuja sobre Bellatrix y sobre sí
mismo, e hizo que Bellatrix lanzara el mismo Encantamiento sobre
la serpiente, para que los humos del pegamento en la celda cerrada
no los fueran a lastimar.

Cuando el pegamento había empezado a secarse, uniendo


tecnología a la magia, Harry la dejó caer sobre la cama, y se sentó
sobre el piso, permitiendo que su magia y voluntad descansaran por
un rato antes de ensayar la siguiente Transformación.

"Mi Señor…" Bellatrix habló con titubeos.

"¿Si?" replicó la voz seca.


"¿Qué es ese dispositivo que hiciste?"

Harry pensó con rapidez. Parecía ser una buena oportunidad para
revisar sus planes para ella, bajo la pretensión de preguntas
instructivas.

"Considera, mi querida Bella," inició Harry con suavidad. "¿Cuán


difícil es para un mago poderoso cortar las paredes de Azkaban?"

Hubo una pausa, y luego la voz de Bellatrix surgió, lenta y


confundida, "¿Nada difícil, mi Señor…?"

"En efecto," concordó la seca, aguda voz del maestro de Bella.


"Supongamos que alguien fuera a hacer ésto, cruzar por el hoyo,
volar en una escoba, y remontarse e irse. Rescatar a un prisionero
de Azkaban parecería ser fácil entonces, ¿o no?"

"Sin embargo mi Señor…" opinó Bella. "Los Aurores harían - ellos


tienen sus propias escobas, mi Señor, de las veloces -"

Harry escuchó, era como él lo había planeado. El Señor Oscuro


replicó, de nuevo en tonos de suave inquietud Socrática, y Bellatrix
realizó una pregunta más, que Harry no había esperado, pero la
propia contra-pregunta de Harry demostró que eso no importaría al
final. Y en respuesta al último interrogante de Bellatrix, el Señor
Oscuro sólo sonrió, y dijo que ya era tiempo de regresar a su
trabajo.

Y luego Harry se levantó del piso de la celda, fue hacía la pared más
profunda, y puso su varita sobre la dura superficie de la pared - el
muro de Azkaban, el sólido metal que los separaba del contacto
directo con el pozo de los Dementores.

Y Harry inició una Transformación parcial.

Éste hechizo sería más rápido, esperaba Harry. Había pasado horas
y horas practicando la magia única, lo que la había hecho rutinaria,
no mucho más difícil para él que la Transformación ordinaria. La
forma que estaba cambiando no tenía tanto volumen en total, la
figura Transformada iba a ser alta y larga, mas era muy delgada.
Medio milímetro, Harry había pensado, que sería suficiente,
considerando la perfecta lisura…

Sobre la larga banca que servía como cama de prisión, donde Harry
había depositado el dispositivo tecnológico Transformado y el objeto
de combinación mágica para que se secara el pegamento,
pequeñas letras en escritura dorada brillaban sobre el artefacto
Muggle. Harry no había planeado realmente que estuvieran allí, sin
embargo habían seguido corriendo en la parte de atrás de su mente,
y así se habían convertido en parte de la forma Transformada.

Había muchas cosas diferentes que Harry podría pronunciar antes


de usar éste particular triunfo del ingenio tecnológico. Cualquier
número de cosas que serían, en un sentido u otro, apropiadas. O al
menos cosas que Harry podría haber exclamado, que habría gritado
a los cuatro vientos, si Bellatrix no hubiera estado ahí.

Sin embargo había una sola cosa que decir, que Harry únicamente
tendría la oportunidad de usar en ésta ocasión, y probablemente no
tendría una mejor oportunidad para expresarlas nunca más. (O
pensarlas, como fuera, si no las podía hablar en voz alta.) No había
visto la película en realidad, pero había visto un avance, y por
alguna razón la frase se había quedado pegada en su mente.

Las pequeñas letras doradas sobre el dispositivo Muggle rezaban


así,

¡Bien, chiflados primitivos! ¡Prestad atención!

Nota del Traductor

Bueno, oficialmente puedo declarar que la traducción de Harry


Potter y los Métodos de la Racionalidad, mi querido HPMOR, ha
regresado a mi blog; me gusta mucho poder añadir allí una imagen
de miniatura para cada capítulo, y los enlaces a otros sitios de
Internet para explicar ciertos conceptos que aparecen en el capítulo.
El capítulo 57 está lleno de mucha información y emoción, suspenso
por doquier, pues no hay combates, pero todavía resuenan los ecos
de la batalla entre Quirrell y Bahry Una Mano.

Los que hayan visto la película Ejercito de las Tinieblas, entenderán


la referencia al final del episodio. Para favor de los que no hayan
visto la película, les dejo el trailer en el blog.

Yo soy de la opinión de que los Dementores son controlados por las


expectativas de todos, y que Harry no logró controlar sus
expectativas, simplemente les infundió miedo.

Me preció de haber adivinado qué tipo de aparato iba a usar Harry,


pero me lo imaginaba a una escala mucho más pequeña.

Creo que había prometido éste capítulo en menos tiempo del que
me tomó, sin embargo hubo muchas Variables Desconocidas en mi
camino. No voy a hacer una predicción de cuándo estará listo el
próximo capítulo, más bien los dejo con la promesa de traducir una
página todos los días, excepto los Domingos, porque necesito un
día para desconectarme de todo o me convierto en asesino serial.
Lo último es una broma, obviamente.

Los capítulos que vienen son cada vez más emocionantes, eso se
los prometo. Muchas gracias por leer y comentar, mención especial
a Ermac18 y Trece DB quienes han comentado en la versión de
HPMOR para Fan Fiction Net.

¡Qué la racionalidad los acompañe!

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P8
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 58

El Experimento de la Prisión Stanford, Cognición Restringida,


Parte 8

Nota del Autor: Un avance de la película Ejercito de las Tinieblas,


semejante al que vio Harry, está en yCEgf2e_rYg en YouTube.

La cita clave es como sigue, hablada por un hombre de los tiempos


modernos a unos espectadores de la Edad Media:

"¡Bien, chiflados primitivos! ¡Prestad atención! ¿Ven ésto? Ésto…


¡es mi escoba de fuego !"

En la oscuridad absoluta, un niño estaba de pie sosteniendo su


varita contra la sólida pared de metal de Azkaban, ensayando una
magia que sólo otras tres personas en el mundo habrían creído
posible, y que ninguna excepto él podía esgrimir.

Por supuesto un mago poderoso podría cortar a través de la pared


en segundos, con un gesto y una palabra.

Para un adulto promedio podría haber sido cuestión de minutos de


esfuerzo, y después habrían quedado agotados.

Sin embargo para lograr lo mismo siendo un estudiante de primer


año en Hogwarts, tenías que ser eficiente .

Por fortuna - bueno, no fortuna, la suerte no tenía nada que ver con
ésto - concienzudamente, Harry había practicado Transformación
por una hora extra cada día, hasta el punto en que ya estaba por
delante incluso de Hermione en esa única clase; había practicado
Transformación parcial hasta el punto en que sus pensamientos
habían empezado a tomar el verdadero universo como algo
concedido, asó que sólo requería un poco más de esfuerzo
mantener su intemporal naturaleza cuántica en mente, aún cuando
mantenía una firme separación mental entre el concepto de Forma y
el concepto de substancia.

Y el problema con que ese arte se hubiera vuelto rutina…

… era que Harry podía pensar sobre otras cosas mientras lo estaba
haciendo.

De alguna manera sus pensamientos se las habían arreglado para


no ir allí, para no confrontar lo obvio, hasta que fue confrontado con
el prospecto de en realidad llevarlo a cabo en unos cuantos minutos
.

Lo que Harry estaba a punto de hacer…

… era peligroso.

Realmente peligroso.

Alguien-podría-ser-genuina-y-realmente-llegar-a-ser-asesinado
peligroso.

Enfrentar doce Dementores sin un Encantamiento Patronus había


sido aterrador, pero meramente aterrador. Harry podía haber
invocado el Encantamiento Patronus, lo habría lanzado tan pronto
como pensara que estuviera en peligro de poder hacerlo así, tan
pronto como sintiera que su resistencia empezaba a fallar. E incluso
si eso no había funcionado… aún así, a menos que a los
Dementores se les hubiera dado la orden de Besar a cualquiera que
encontraran, fallar no tendría porque haber sido fatal .

Ésto era diferente.

El dispositivo Muggle Transformado podía explotar y asesinarlos.


La interface entre la tecnología y magia podía fallar en un gran
número de maneras y matarlos.

Los Aurores podían tener un tiro de suerte.

Era únicamente, bueno…

Seriamente peligroso.

Harry había atrapado su mente intentando discutir consigo misma


para hacerse creer que era seguro.

Y claro, todo el asunto podría funcionar, sin embargo…

Mas aún dejando de lado que a los racionales no se les permitía


convencerse a sí mismos en creer en algo a base de engaños,
Harry sabía que no era posible llegar a convencerse de estimar una
probabilidad inferior a un 20% de riesgo de morir.

Pierde, opinó Hufflepuff.

Pierde, concordó la voz del Profesor Quirrell en su mente.

Pierde, concluyeron sus modelos mentales de Hermione y la


Profesora McGonagall y el Profesor Flitwick y Neville Longbottom y,
bueno, básicamente todos a los que Harry conocía excepto por Fred
y George, quienes lo habrían hecho en menos de un segundo.

Nada más tendría que ir y encontrar a Dumbledore y entregarse.


Debía, realmente en serio debería, era la única cosa cuerda para
hacer en éste punto.

Y de haber estado Harry solo en la misión, nada más su propia vida


en riesgo, de seguro lo haría; de seguro lo habría hecho.

La parte que casi le estaba causando perder su concentración en la


Transformación parcial que estaba realizando, la parte que
amenazaba con abrirlo a los Dementores…
… era el Profesor Quirrell, todavía inconsciente, todavía una
serpiente.

Si el Profesor Quirrell iba a Azkaban por su parte en el escape,


moriría. Probablemente no duraría ni una semana. Él era demasiado
sensible.

Era así de simple.

Si Harry perdía aquí…

Perdía al Profesor Quirrell.

Aún cuando es probable que sea malo, dijo su parte Hufflepuff en


voz baja. ¿Aún así?

No era un decisión que Harry hubiera hecho de una manera


consciente. Simplemente no era capaz de hacerlo. Perder era para
los puntos de Casa, no para las personas .

Si crees que tu propia vida es tan valiosa que no estás dispuesto a


tomar un ochenta por ciento de probabilidad de morir para proteger
a todos los prisioneros en Azkaban, observó su lado Slytherin, no
hay forma en que puedas justificar un veinte por ciento para tu vida
con tal de salvar a Bellatrix y al Profesor Quirrell. La matemática no
encaja, no puedes asignar utilidades consistentes teniendo en
cuenta tales resultados.

La parte lógica de él se dio cuenta que Slytherin acababa de ganar


el argumento.

Harry mantuvo la Forma en su mente, siguió lanzando el hechizo.


Siempre podía abortar la misión cuando hubiera completado la
Transformación, no quería perder el esfuerzo que ya había invertido.

Y luego Harry consideró algo más que de repente hizo muy difícil
hacer que la magia siguiera fluyendo, muy difícil sostener su
resistencia contra los Dementores.
¿Qué tal si el traslador no nos lleva donde el Profesor Quirrell afirmó
que nos llevaría?

Fue obvio en retrospectiva en el momento que lo pensó.

Aún si el escape planeado salía totalmente bien, aún si el dispositivo


Muggle funcionaba y no explotaba y no interactuaba
perjudicialmente con el objeto mágico combinado, incluso si los
Aurores no conseguían un tiro de suerte, aún si Harry lograba llegar
lo suficientemente lejos de Azkaban como para usar el traslador…

… podría no haber un sanador psiquiatra al final de aquello.

Eso era algo que Harry había creído cuando confiaba en el Profesor
Quirrell, y se le había olvidado revaluar después de que el Profesor
Quirrell ya no le pareciera de confianza.

No puedes hacelo, opinó Hufflepuff. A éstas alturas estamos


hablando de mera estupidez.

El frío se esparció por el cuarto, mas Harry siguió con la


Transformación, incluso cuando su resistencia contra los
Dementores flaqueaba.

No puedo perder al Profesor Quirrell.

Él intentó asesinar a un oficial de policía, recordó Hufflepuff. Ya lo


perdiste, en ese momento. Bellatrix probablemente es lo que todos
piensan que es. Nada más recupera tu Capa, encuentra a
Dumbledore e informa que fuiste engañado.

No, pensó Harry desesperado, no sin hablar con el Profesor Quirrell,


podría haber una explicación, no lo sé, tal vez él estaba ubicado
demasiado lejos de mi Patronus y lo influenciaron los Dementores…
No comprendo, no tiene sentido como ninguna hipótesis, por qué él
haría eso… es que no puedo…
Harry alejó su mente de esa cadena de pensamientos antes de que
rompiera por completo su resistencia al miedo, porque no podía
pensar en alimentar a los Dementores con el Profesor Quirrell y
permanecer resuelto contra la Muerte, era una imposibilidad
incognitiva.

Tu razonamiento artificial está desajustado, observó la parte lógica


de sí mismo con calma, encuentra una manera de ajustarlo.

De acuerdo, vamos a generar alternativas, Harry pensó. No elegir,


no sopesar, ciertamente no comprometerse… nada más pensar
sobre qué otra cosa podría yo hacer además del plan original.

Y Harry siguió cortando el hueco en la pared. Estaba usando la


Transformación parcial sobre una concha delgada cilíndrica y de
metal, dos metros de diámetro y medio milímetro de grueso, que
atravesaba la pared de lado a lado. Estaba Transformando ese
medio milímetro de grosor de metal en aceite de motor. El aceite de
motor era un líquido y no debías Transformar líquidos porque se
podían evaporar, pero él y Bellatrix y la serpiente todos tenían el
Encantamiento Casco-Burbuja. Y Harry lanzaría un Finite sobre el
aceite inmediatamente después, anulando su propia
Transformación…

… tan pronto como el separado y lubricado pedazo de metal se


desgajó de la pared y cayó sobre el piso de la celda, lo inclinó para
que la gravedad lo jalara, una vez que la Transformación terminara.

Si Harry y Bellatrix no salían sobre su escoba a través del hueco


resultante en la pared…

El cerebro de Harry sugirió que podía Transformar una superficie de


cobertura sobre el hoyo en la pared, dejando un espacio para que
Bellatrix y el Profesor Quirrell se escondieran, vistiendo la Capa,
mientras que Harry se entregaba. Y el Profesor Quirrell
eventualmente despertaría, y él y Bellatrix podían intentar descubrir
cómo salir de Azkaban por sus propios medios.
Era, primero que todo, una idea tonta, y segundo, todavía habría un
gran pedazo de metal sobre el piso de la celda, que lo delataría.

Y entonces el cerebro de Harry vio lo obvio.

Deja que Bellatrix y el Profesor Quirrell usen la ruta de escape que


inventaste. Tú te quedas atrás, y te entregas.

Bellatrix y el Profesor Quirrell eran los que tenían sus vidas en


riesgo.

Ellos estaban ganando, no perdiendo, de tomar el riesgo.

Y no había razón, ninguna razón cuerda, para que Harry fuera con
ellos.

Una calma llego sobre Harry cuando lo pensó, el frío y la oscuridad


que habían estado ondeando alrededor de los margenes de su
mente se retiraron. Sí, eso era, esa era la ruta creativa por fuera de
lo común, esa era la tercera alternativa escondida. La falsedad del
dilema era obvia en retrospectiva. Si Harry se entregaba, no tenía
porque entregar a Bellatrix y al Profesor Quirrell. Si Bellatrix y el
Profesor Quirrell tomaban una ruta de escape peligrosa, Harry no
necesitaba ir con ellos.

Harry ni siquiera tenía que afrontar la vergüenza de admitir que lo


habían engañado, si le ordenaba a Bellatrix remover la memoria.
Todos asumirían que había sido secuestrado, incluyendo al propio
Harry. Admitiendo, que no había razón plausible para que el Señor
Oscuro alguna vez le pidiera hacer eso a Bellatrix; sin embargo
Harry podía simplemente sonreír y decir a Bellatrix que a ella no se
le permitía saber, y así quedaría todo…

Su equipo de Aurores había recorrido tres cuartos del camino de


descenso hacia Azkaban, al igual que los otros dos equipos en las
otras dos espirales. Amelia ya se estaba sintiendo más tensa,
aunque apostaba que los criminales se estaban escondiendo en el
segundo nivel de abajo hacia arriba, parte de ella deseaba que
Dumbledore hubiera pensado en revisar ese piso específico con
más atención y parte de ella estaba alegre de que él no lo hubiera
hecho.

Y luego se produjo un sonido distante, como un golpe proveniente


de muy lejos. Como un sonido muy ruidoso que surgía del segundo
nivel de abajo hacia arriba, digamos.

Amelia miró a Dumbledore antes de darse cuenta, antes de ser


capaz de detenerse a sí misma.

El mago anciano se encogió de hombros, le dedicó una pequeña


sonrisa, y declaró, "Ya que tú lo pides, Amelia," y se alejó una vez
más.

"Finite Incantatem," Harry pronunció al aceite revistiendo el gigante


pedazo de metal sobre el piso. Apenas y se escuchó a sí mismo
hablar, sus orejas seguían pitando a causa del gigantesco estruendo
del sólido metal deslizándose por fuera de la pared y cayéndose.
(Debió haber levantado un Encantamiento Silenciador, en
retrospectiva, aunque eso no iba a evitar que el ruido se esparciera
a través del sólido piso de metal.) Y luego Harry lo volvió a
comandar, "Finite Incantatem" al aceite cubriendo el hueco de dos
metros en la pared, esparciendo el efecto a lo ancho; era su propia
magia la que Harry estaba cancelando, por lo que el hechizo casi no
requería esfuerzo. Harry ya se estaba sintiendo un poco cansado,
mas ese era el último uso de magia que iba a necesitar. Ni siquiera
hubiera tenido que hacerlo, realmente, pero Harry no quería dejar
líquido Transformado por ahí tirado, y tampoco quería traicionar el
secreto de la Transformación parcial.

Parecía muy… incitador, ese hueco de dos metros llevando a la


libertad.

La luz que provenía de afuera… no era exactamente el Sol brillando


sobre su cara, sin embargo era más brillante que cualquier otra luz
en el interior de Azkaban.
Harry estuvo tentado a seguir adelante, nada más saltar en la
escoba con Bellatrix y la serpiente. Lo más probable era que
salieran de allí a salvo. Y sí salían de allí a salvo, y Harry se iba con
ellos, entonces el Profesor Quirrell y él podían regresar en el tiempo
y verse perfectamente inocente, todo podía regresar a la
normalidad.

Si Harry se quedaba atrás y se entregaba… entonces si incluso


todos asumían que Harry había sido un rehén, asumían que Harry le
había mentido al Patronus de la Profesora McGonagall mientras lo
apuntaban con una varita… incluso si al propio Harry no lo
castigaban tan severamente, bueno…

No era probable que el Profesor de Defensa volviera a enseñar en


Hogwarts.

El Profesor Quirrell habría alcanzado el final predestinado de su


carrera, en Febrero del año escolar.

Y sí, la Profesora McGonagall asesinaría a Harry, y sí, sería lento y


doloroso.

Pero quedarse atrás era la cosa sensata, segura, y cuerda por


hacer, y Harry se sentía más relajado que arrepentido.

Harry se giró hacia Bellatrix; abrió su boca para darle una


instrucción por última vez -

Y se produjo un silbido, un silbido débil, un silbido que sonaba lento


y confundido, y el silbido preguntó,

"¿Qué fue… esse ssonido?"

A través del corredor el mago anciano dio zancadas largas. Llegó a


una puerta de metal y la abrió, sabiendo ya de memoria que las
celdas adentro estaban vacías.
Siete poderosos y expertos encantamientos el mago pronunció
entonces, antes de avanzar; haría el esfuerzo máximo final, con tan
pocas celdas que quedaban por revisar.

"Professor," Harry siseó. Tantas emociones acumulándose dentro de


él, todas al mismo tiempo. Sabía, aunque no podía ver, que la
serpiente verde alrededor de los hombros de Bellatrix, estaba
alzando su cabeza lentamente para mirar alrededor. "¿Esstá
ussted… abssolutamente bien, Professor?"

"¿Professor?" surgió el débil, confundido silbido. "¿Dónde ess


éssto?

"Prissión," Harry siseó, "la prissión con loss comedoress de vida,


ibamoss a resscatar a una mujer, ussted y yo. Ussted intentó
assesinar al hombre protector, yo bloqueé ssu maldición assesina,
hubo una ressonancia entre nossotross… ussted cayó
inconssciente, tuve que derrotar al hombre protector yo missmo…
mi Encantamiento guardián fue desshecho, loss comedoress de vida
informaron a loss protectoress que la mujer había esscapado. Hay
alguien aquí que puede ssentir mi Encantamiento guardián,
probablemente el director… assí que tuve que desshacer mi
Encantamiento guardián, hallar forma diferente de essconderlo a
ussted y a la mujer de loss comedoress de vida ssin Encantamiento
guardián, aprender a protegerme a mí missmo sin Encantamiento
guardián, assustar a loss comedoress de vida ssin Encantamiento
guardián, luego elaborar un nuevo plan de esscape para ussted y la
mujer, y finalmente, cortar hoyo ssobre la gruessa pared de metal de
la prissión aún cuando no ssoy máss que un esstudiante de primer
año. No hay tiempo de explicar, debess irte ahora. Ssi alguna vez
noss encontramoss de nuevo, professor, entoncess esstuve feliz de
conocerlo por un tiempo, inclusso ssi ess probable que ussted ssea
malvado. Ess bueno tener oportunidad de decir al menoss ésto:
Adióss."

Y Harry cogió la escoba y se la presentó a Bellatrix, simplemente


ordenando, "Súbete."
Había decidido guardar las memorias. Por un lado, eran
importantes. Por el otro, el Profesor de Defensa y él habían
empezado a planear ésto desde una semana atrás, y Harry no iba a
perder una semana entera, o explicar a Bellatrix exactamente lo que
necesitaba ser borrado. Probablemente Harry podía engañar al
Veritaserum, y si Dumbledore insistía en que Harry bajara sus
escudos de Oclumancia para un examen más profundo… bueno,
Harry había actuado heroicamente de cabo a rabo.

"¡Alto!" habló la serpiente. Su voz ya estaba más fuerte. "¡Alto, alto,


alto! ¿A qué te refieress, adióss?"

"Plan de esscape ess riessgosso," contestó Harry. "Mi vida no esstá


amenazada, ssólo la ssuya y la de ella. Assí que me voy a quedar,
entregar a mí missmo -"

"¡No!" exclamó la serpiente. El siseó era forzado. "¡No debess! ¡No


permitido!"

Bellatrix montó la escoba; Harry pudo sentir (pero nunca ver) su


cabeza girando para verlo a él, ella no pronunció palabra.
Esperándolo a él, quizá, o meramente aguardando a sus ordenes.

"Ya no confío en ussted," Harry siseó simplemente. "No dessde que


intentó assessinar al hombre protector."

Y la serpiente silbó, "¡Yo no intentaba assessinar al hombre


protector! ¿Eress tonto, niño? ¡Assessinarlo no tendría ssentido,
ssiendo malvado o no!"

La Tierra cesó de girar sobre su eje, hizo una pausa sobre su órbita
alrededor del Sol.

El silbido de la serpiente le pareció a Harry más furioso que lo que


jamás había escuchado del Profesor Quirrell como humano.
"¿Assessinarlo? ¡De haber busscado assessinarlo él hubiera
esstado muerto en pocoss ssegundoss, niño tonto, él no era rival
para mí! Yo busscaba ssubyugar, dominar, forzarlo a bajar ssuss
esscudoss mentaless, necessitaba leerlo, para ssaber quién
essperaba ssu resspuessta, aprender detalless para el hechizo de
memoria -"

"¡Ussted lanzó la maldición assessina!"

"Ssabía que el essquivaría!"

"¿Valía ssu vida tan poco? ¿Qué tal ssi él no hubiera essquivado?"

"¡Lo habría empujado a un lado con mi propia magia, niño


esstúpido!"

Otra vez la pausa en el giro del planeta. Harry no había considerado


eso.

"Zopenco consspirador y ssin ingenio," silbó la serpiente, tan


enojada que los silbidos se sobreponían y deslizaban sobre la cola
del anterior, "imbécil asstuto, idiota ssagaz, Sslytherin tonto y ssin
entrenar, tu dessconfianza mal ubicada ha arruinado -"

"Ésste no ess un momento jussto para disscutir," Harry observó


suavemente. La fuente de alivio intentando fluir a través de él era
cancelada por el incremento de la tensión. "Ya que no puedo
molesstarme apropiadamente con ussted, ssin abrirme a loss
comedoress de vida. Debemoss apressurarnoss, alguien podría
haber esscuchado el ssonido -"

"Explica el plan de esscape," la serpiente ordenó imperiosamente.


"¡Rápido!"

Harry explicó. La Lengua Parsel no tenía palabras para la tecnología


Muggle, mas Harry le describió la función y el Profesor Quirrell
pareció entender.

Hubo unos cuantos silbidos, el equivalente serpentino de una


estruendosa risa sorprendida, y luego espetó comandos. "Ordena a
la mujer que mire para otra lado, invoca al hechizo de ssilencio, pon
el Encantamiento guardián afuera de la puerta. Me transsformaré a
mí missmo, haré unass cuantass mejorass a tu invento, le daré a la
mujer una poción de emergencia para que pueda esscudarnoss, me
transsformaré de nuevo antess de que desshagass el
Encantamiento. El plan sserá máss sseguro, entoncess."

"Y debo creer," Harry siseó, "¿que el ssanador para la mujer


realmente aguarda por nossotross?"

"¡Ussa la ssenssatez, niño! Ssupón que yo ssea malvado. Acabar el


usso de tu perssona aquí ess obviamente lo que no planeo. La
missión ssurgió por la oportunidad, inventada desspuéss de ver tu
Encantamiento guardián, todo el assunto no debía sser
desscubierto, esscondersse bien cuando dejáramoss el lugar de
comida. ¡Obviamente veráss perssona pretendiendo sser un
ssanador al llegar! ¡Desspuéss de esso regressar al lugar de
comida, el plan original continua ssin perturbación!"

Harry se quedó mirando a la serpiente invisible.

Por un lado, expuesto de ese modo Harry se sentía bastante tarado.

Y por el otro, no era exactamente tranquilizador.

"Assí," Harry siseó, "¿cuál ess tu plan para mí, precissamente?"

"Dijisste que no había tiempo," surgió el silbido de la serpiente, "pero


el plan ess que tú gobierness paíss, evidentemente, incluso tu joven
y noble amigo ya lo ha entendido a esstas alturass, preguntale ssi
desseas al regressar. No explicaré máss por ahora, ess tiempo de
volar, no de hablar."

El mago anciano llegó hasta otra puerta de metal, del otro lado
provino un interminable murmullo agónico, "Yo no soy serio, yo no
soy serio, yo no soy serio…" El fénix rojo-dorado sobre su hombro
ya estaba gritando con urgencia, y el mago anciano ya estaba
parpadeando, cuando -
Otro grito desgarró el corredor, como si fuera un fénix mas no el
verdadero llamado del fénix.

La cabeza del mago se giró, miró a la resplandeciente criatura de


plata sobre su otro hombro, al tiempo que las garras efímeras y sin
sustancia lanzaron la entidad-hechizo dentro del aire.

El falso fénix descendió por el corredor.

El mago anciano salió corriendo detrás, piernas alborotadas como si


fuera un ágil jovenzuelo de sesenta.

El verdadero fénix gritó una vez más, dos veces, y una tercera vez,
flotando ante la puerta de metal; y luego, cuando fue claro que su
maestro no regresaría a pesar de sus llamados, voló reluctante
detrás de él.

El Profesor Quirrell había asumido su verdadera forma, ésta vez - la


Poción Multijugos únicamente duraba una hora si no se repetía la
dosis - y aunque el Profesor de Defensa estaba pálido, apoyándose
contra las barras de metal de la celda más cercana, su magia fue lo
suficientemente fuerte como para invocar su varita sin una palabra,
al tiempo que Bellatrix se quitaba la Capa y la ubicaba
obedientemente sobre la mano expectante de Harry. La sensación
de destrucción se estaba acumulando una vez más, aunque no con
la intensidad total, pues el poder del Profesor de Defensa estaba
regresando, los resquicios de su vasto poder chocando con la
pequeña aura infantil de Harry.

Harry describió en voz alta su aparato Muggle, nombrándolo para el


mago observador, y luego un Finite de Harry convirtió todo su
trabajo duro en un cubo de hielo. El Profesor Quirrell no podía lanzar
hechizos sobre algo que Harry había Transformado, porque eso
sería una interacción, aunque fuera pequeña, entre sus magias, sin
embargo -

Tres segundos después, el Profesor Quirrell estaba sosteniendo su


propia versión Transformada del dispositivo Muggle. Una sola
palabra espetada y un movimiento de su varita, y el residuo de
pegamento ya no estaba en el objeto mágico; tres encantamientos
después, lo mágico y lo tecnológico estaban fusionados juntos como
si fueran una sola cosa, y Encantamientos Irrompibles y de
funcionamiento perfecto habían sido lanzados sobre el aparato
Muggle.

(Harry se sintió mucho mejor de hacer ésto bajo supervisión adulta.)

Una poción fue arrogada a Bellatrix, y tanto el Profesor Quirrell


como Harry comandaron, "Bebe," como si estuvieran hablando con
la misma voz. La demacrada mujer ya había estado elevándola a
sus labios, sin esperar; pues era evidente para cualquiera que el
Animago serpiente era un sirviente del Señor Oscuro, y uno
poderoso y confiable.

Harry terminó de cubrirse la cabeza con la capucha de la Capa de la


Invisibilidad.

Una breve y terrible magia arremetió desde la varita del Profesor de


Defensa, agrandando el hoyo en la pared, desgarrando el gran
pedazo de metal que yacía en el medio de cuarto; a petición de
Harry, argumentando que el método que había usado lo podría
delatar.

"Guante mano izquierda," Harry le pidió a su monedero, y lo extrajo,


y se lo puso.

Un gesto de parte del Profesor de Defensa hizo aparecer un arnés


sobre los hombros de Bellatrix, y otro, dispositivo de tela más
pequeño en su mano, y algo así como unas esposas para sus
muñecas, mientras la mujer finalizaba de tomar la poción.

Un extraño, insalubre color pareció sobreponerse en el pálido rostro


de Bellatrix, ella se enderezó, sus hundidos ojos se hicieron más
brillantes y mucho más peligrosos…

… pequeñas volutas de vapor estaban surgiendo de sus orejas…


(Harry decidió no pensar sobre esa parte.)

… y Bellatrix Black se rió, entonces, repentina risa enloquecida que


resonó con demasiada fuerza en medio de las pequeñas celdas de
prisión en Azkaban.

(Muy pronto, el Profesor de Defensa explicó, Bellatrix caería


inconsciente y permanecería de ese modo por un buen rato, el
precio de la poción que había ingerido; pero por unos momentos
recuperaría una veinteava parte del poder que alguna vez había
esgrimido.)

El Profesor de Defensa arrojó su varita hacia Bellatrix, y en un


instante se difuminó hasta volverse una serpiente verde.

Un instante después de eso el temor a los Dementores regresó al


cuarto.

Bellatrix titubeó nada más ligeramente, atrapó la varita, y gesticuló


sin pronunciar palabra; la serpiente voló y fue insertada dentro del
arnés en su espalda.

Harry ordenó "¡Arriba!" a la escoba.

Bellatrix ubicó la varita dentro de la funda sobre su mano.

Harry brincó en el asiento delantero de la escoba para dos.

Bellatrix lo siguió detrás, cogió los aparatos que eran como esposas
sobre sus muñecas y encadenó sus manos a las empuñaduras de la
escoba, mientras que la mano derecha de Harry metió su varita
dentro de su monedero.

Y los tres salieron disparados a través del hueco en la pared -

- emergiendo en el aire libre, directamente sobre el pozo de los


Dementores, en el interior del vasto prisma triangular que era
Azkaban, el cielo azul claramente visible sobre ellos, irradiando su
luz de día.
Harry apuntó la escoba y empezó a acelerar, hacia arriba y directo al
centro del espacio triangular. Su mano izquierda, enguantada para
prevenir contacto directo entre su piel y algo que el Profesor Quirrell
había Transformado, sostenía el mando para controlar el dispositivo
Muggle.

Muy lejos por encima de ellos, sonaron gritos distantes.

¡Bien, chiflados primitivos!

Aurores montados en veloces escobas de carrera se descolgaron


del cielo, zambulléndose directo hacia ellos, débiles chispas de luz
ya destellando hacia ellos pues eran disparados los primeros
ataques.

¡Prestad atención!

"¡Protego Maximus!" gritó Bellatrix con una poderosa, voz rota,


seguida por una agitada carcajada al tiempo que un reluciente
campo azul los rodeaba.

¿Ven ésto?

Del decadente pozo en el centro de Azkaban, más de cien


Dementores se elevaron hacia el aire, apareciendo para algunos
como una gran masa de cadáveres, un cementerio volador;
asemejando para otro un conglomerado de ausencias que parecían
formar un gran desgarro en el mundo mientras se deslizaban en
ascenso.

Ésto…

La voz de un mago antiguo y poderoso bramó un terrible conjuro, y


un gran estallido de fuego blanco-dorado surgió del hueco en la
pared de Azkaban, sin forma por nada más un momento antes de
comenzar a producir alas.

Es…
Y los Aurores activaron el Maleficio Anti-Anti-Gravedad que había
sido construido en los terrenos de Azkaban, desactivando todos los
hechizos de vuelo cuyo encantamiento no hubiera sido lanzado con
la frase código recientemente cambiada.

La ascensión en la escoba de Harry se apagó.

La gravedad, por otro lado, permaneció.

La elevación de su escoba se hizo lenta, empezando a desacelerar,


iniciando el proceso de convertirse en una caída.

Mi…

Sin embargo los encantamientos que mantenían la escoba


apuntando en una dirección y que permitían que se pudiera
maniobrar, los encantamientos que mantenían a los jinetes pegados
y de alguna manera protegidos de la aceleración, esos
encantamientos seguían funcionando.

¡ESCOBA!

Harry activó el mando de ignición del General Technics, modelo


Berserker PFRC, Clase-N, compuesto propulsor de amonio y
perclorato, cohete de combustible sólido que había sido fusionado a
su escoba Nimbus X200 para dos personas.

Y hubo bullicio.

Nota del Traductor

Cuando llegue al capítulo 63, voy a hacer una pausa de la


traducción para producir una versión PDF de HPMOR, dividida al
igual que la versión en inglés: HJEPV y los Métodos de la
Racionalidad, HJEPV y los Juegos del Profesor, y HJEPV y las
Sombras de la Muerte . Iré produciendo los otros tres libros en PDF
a medida que traduzca los capítulos que los componen, y cuando
haya culminado con mi tarea, crearé una versión final del libro con
los 122 capítulos más los cuatro omakes. Lo más probable es que
se podrán descargar todos los PDF en mi blog.

Si alguien quiere colaborar con el diseño de una portada para cada


libro, teniendo en cuenta que la única recompensa que puedo
ofrecer es el reconocimiento público, les estaré muy agradecido.

Me demoré un par de días más de lo calculado con éste episodio,


pudo haber sido mucho peor supongo.

No se puede negar que el escape de Harry y compañía es bastante


épico, y es como si Quirrell y Bellatrix fueran una extraña y bizarra
contrapartida del Ron y Hermione en el canon, sobretodo en la
escena en que el trío escapa de Gringotts.

Hay una palabra en éste capítulo que es clave para determinar las
verdaderas intenciones de Quirrell, pero está tan bien escondida
que yo no la vine a comprender hasta después del capítulo 100.

Como mínimo, el próximo episodio estará traducido en dos


semanas.

Muchas gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford P9
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 59

El Experimento de la Prisión Stanford, Curiosidad, Parte 9

Las escobas habían sido inventadas durante lo que un Muggle


hubiera llamado la Edad Oscura, supuestamente por una legendaria
bruja de nombre Celestria Relevo, proclamada la tatara-tatara-nieta
de Merlín.

Celestria Relevo, o quien fuera la persona o grupo que había


inventado realmente aquellos encantamientos, no sabían ni una
maldita cosa sobre los mecanismos Newtonianos.

Las escobas, por lo tanto, funcionaban bajo la física Aristotélica.

Iban hacia donde las apuntaras.

Si querías moverte directamente hacia adelante, las apuntabas


directo hacia adelante; no te preocupabas por mantener algo del
impulso yendo hacia abajo para cancelar el efecto de la gravedad.

Si girabas en una escoba, toda su nueva velocidad estaba en la


nueva dirección que estaba apuntando, no iba hacia los lados
basado en su anterior empuje.

Las escobas tenían máxima velocidad, no máxima aceleración. No


por algo que ver con la resistencia al aire, sino porque una escoba
tenía algunos ímpetus Aristotélicos máximos que sus
encantamientos podían ejercer.

Harry nunca se había dado cuenta explícitamente de eso antes, a


pesar de ser lo suficientemente diestro como para conseguir las
mejores calificaciones en clase de vuelo. Las escobas funcionaban
tanto como la mente humana instintivamente esperaban que
funcionaran que su cerebro había logrado pasar por alto su
absurdidad física por entero . Harry, en su primer Jueves de
lecciones de escoba, había estado distraído por fenómenos que
parecían más interesantes, palabras escritas sobre el papel y una
bola resplandeciente de color rojo. Así que su cerebro simplemente
suspendió su incredulidad, marcó la realidad de las escobas como
aceptada, y procedió a divertirse, sin jamás llegar a pensar ni una
vez la pregunta cuya respuesta hubiera sido obvia. Porque es un
triste hecho que sólo meditamos sobre una pequeña fracción de
todos los fenómenos que vamos encontrando…

Esa es la historia de cómo Harry James Potter-Evans-Verres fue


casi asesinado por su propia falta de curiosidad.

Porque los cohetes no funcionaban bajo la física Aristotélica.

Los cohetes no funcionaban como la mente humana instintivamente


pensaba que debía funcionar el vuelo.

Una escoba asistida por cohete, por lo tanto, no se movía como las
escobas mágicas sobre las cuales Harry era tan buen volador.

Nada de ésto pasó realmente por la mente de Harry en ese


momento.

Por un lado, el más grande ruido que hubiera llegado a escuchar en


toda su vida evitaba que incluso se escuchara pensar a sí mismo.

Por otro lado, acelerar hacia arriba a cuatro veces la gravedad


significaba que tenía más o menos dos segundos y medio, en total,
para ir desde el fondo hasta la cima de Azkaban.

Y aún si hubieran sido los dos segundos y medio más largos en la


historia del Tiempo, eso no daba mucho margen para pensar.

Nada más hubo tiempo para ver las luces de las maldiciones de los
Aurores lanzándose a él, ladear ligeramente la escoba para evadir,
darse cuenta de que la escoba simplemente continuaba con la
mayor parte del mismo empuje en vez de ir en la dirección que
apuntaba, y activar los conceptos sin pronunciar de

*rayos*

*Newton*

después de lo cual Harry ladeó la escoba con mucha más fuerza y


entonces empezaron a aproximarse a la pared muy rápidamente así
que la volvió a ladear de nuevo en otra dirección y hubo más luces
descendiendo y los Dementores estaban deslizándose suavemente
hacia arriba junto con alguna clase de criatura gigante alada hecha
de flama blanco-dorada por lo que Harry torció la escoba de vuelta
al cielo pero aún seguía dirigiéndose a otra pared por lo que inclinó
la escoba ligeramente y ya no estaba acercándose mas estaba
demasiado cerca por lo que la inclinó de nuevo y entonces los
Aurores distantes sobre sus escobas ya no estaban tan lejos y se
iba a estrellar con una mujer por lo que giró su escoba lejos de ella y
al siguiente instante se dio cuenta que su cohete era un lanzallamas
extremadamente poderoso y en una fracción de segundo estaría
apuntando directamente a la Auror así que giró la escoba
lateralmente al tiempo que seguía subiendo y no pudo recordar si
estaba apuntando a algún Auror pero al menos ya no le estaba
apuntando a ella .

Harry falló otro Auror por un metro, pasando a su lado como un


relámpago sobre un lanzallamas que apuntaba lateralmente y
moviéndose hacia arriba a, Harry deduciría después, alrededor de
los 300 kilómetros por hora.

Si hubo más gritos de Aurores asados él no los escuchó, sin


embargo ésto no era evidencia ni a favor en contra, porque todo lo
que Harry estaba escuchando en ese momento era un ruido
extremadamente abrumador.
Un par de segundos después más calmados si bien no silenciosos,
no parecía haber ningún Auror alrededor, o Dementores, o alguna
criatura gigante de flamas y alada, y el vasto y terrible edificio de
Azkaban se veía increíblemente pequeño desde esa altura.

Harry puso la escoba en dirección al Sol, apenas visible a través de


las nubes, no estaba alto en el cielo a esa hora del día y del mes de
invierno, y la escoba aceleró por otros dos segundos en esa
dirección y alcanzó una cantidad de velocidad sorprendente muy
pronto antes de que el combustible sólido para cohete se quemara
por completo.

Tras eso, una vez que Harry se pudo escuchar a sí mismo pensar
otra vez, cuando no hubo otra cosa que el ulular del viento a causa
de su ridícula velocidad, y los dedos de Harry sosteniendo la escoba
y asistidos con encantamientos apenas estaban resistiendo el
desacelerado arrastre de moverse mucho más rápido que la
velocidad terminal, fue ahí cuando Harry de hecho pensó en todas
las cosas sobre los mecanismos Newtonianos y la física Aristotélica
y las escobas y los cohetes y la importancia de la curiosidad y como
nunca iba a hacer algo tan Gryffindor nunca más o al menos no
hasta después de aprender el secreto de la inmortalidad del Señor
Oscuro y por qué había escuchado al Profesor Quirinus "Te
asseguro, niño, que no intentaría éssto ssi no anticipara mi propia
ssupervivencia" Quirrell en vez de al Profesor Michael "Hijo, si
intentas cualquier cosa con cohetes por tu cuenta, me refiero a
cualquier cosa sin un profesional entrenado acompañándote,
morirás y eso pondrá triste a Mamá" Verres-Evans.

"¿QUÉ?" Le chilló Amelia al espejo.

El viento se había reducido hasta un nivel soportable a medida que


la resistencia al aire los iba haciendo más lentos, dando a Harry la
gran oportunidad de escuchar el zumbido, el sonido de campanilleo
que pareció llenar todo su cerebro.

Se suponía que el Profesor Quirrell lanzaría un Encantamiento


Silenciador sobre el escape del cohete… aparentemente había
limites a lo que un Encantamiento Silenciador podía hacer… en
retrospectiva, Harry debió Transformar un par de tapones para los
oídos, no confiar únicamente en el Encantamiento Silenciador,
aunque probablemente eso no hubiera bastado tampoco…

Bueno, la magia sanadora probablemente tenía algo para tratar el


daño permanente del oído.

No, realmente, la magia sanadora debía tener algo para tratar eso.
Había visto estudiantes ir donde Madam Pomfrey con heridas que
sonaban mucho peor…

¿Hay alguna manera de trasplantar una personalidad imaginaria a la


cabeza de alguien más? Preguntó Hufflepuff. Ya no quiero seguir
viviendo en la tuya.

Harry empujó todo a la parte trasera de su mente, en verdad no


había nada que él pudiera hacer al respecto ahora mismo. Había
algo sobre lo que él debiera estar preocupado -

Entones Harry echó una mirada para atrás, recordando por primera
vez revisar si Bellatrix o el Profesor Quirrell habían sido tirados de la
escoba.

Sin embargo la serpiente verde seguía en su arnés, y la demacrada


mujer seguía aferrada a la escoba, su cara todavía cargada con el
insalubre color y sus ojos todavía brillantes y peligrosos. Sus
hombros seguían temblando como si ella estuviera riéndose de
forma histérica, y sus labios se estaban moviendo como si fuera a
gritar, mas ningún sonido estaba saliendo -

Oh, cierto.

Harry se quitó la capucha de su capa, se tocó las orejas para dejarla


saber que no la podía escuchar.

Tras lo cual Bellatrix agarró su varita, apuntó a Harry, y de repente el


tintineo en sus orejas disminuyó, la podía escuchar.
Un momento después se arrepintió de ello; las imprecaciones que
ella estaba gritando a Azkaban, los Dementores, los Aurores,
Dumbledore, Lucius, Bartemy Crouch, algo llamado la Orden del
Fénix, y todo lo que se interpusiera en el camino de su Señor
Oscuro, etcétera, no eran adecuados para los espectadores más
jóvenes y sensibles; y su risa estaba lastimando sus recién sanados
oídos.

"Suficiente, Bella," Harry dijo finalmente, y su voz se detuvo al


instante.

Hubo una pausa. Harry se volvió a cubrir la cabeza con la Capa,


sólo por principio general; y se dio cuenta en el mismo instante que
ellos podrían tener telescopios allá abajo o algo por el estilo, en
retrospectiva quitarse la capucha por tan siquiera un momento había
sido un movimiento increíblemente tonto, esperaba que la misión
entera no acabara de fallar por culpa de ese único error…

Realmente no servimos para ésto, ¿o sí? observó Slytherin.

Oye, Hufflepuff objetó por puro reflejo, no podemos tener la


expectativa de hacer cualquier cosa perfectamente la primera vez,
probablemente necesitamos más práctica OLVIDA QUE YO
PRONUNCIÉ TAL COSA.

Harry miró de nuevo hacia atrás, vio a Bellatrix mirando alrededor


con una confundida, inquisitiva mirada sobre su rostro. Su cabeza
seguía girando, girando.

Y finalmente Bellatrix preguntó, su voz más baja, "Mi Señor, ¿dónde


estamos?"

¿A qué te refieres? Fue lo que Harry hubiera querido replicar, sin


embargo el Señor Oscuro nunca admitiría no comprender algo, por
lo que Harry espetó, con sequedad, "Estamos sobre una escoba."

¿Acaso cree que está muerta, que ésto es el Cielo?


Las manos de Bellatrix seguían atadas a la escoba, por lo que nada
más un dedo se movió y apuntó cuando habló, "¿Qué es eso ?"

Harry siguió la dirección del dedo y contempló… nada en particular,


de hecho…

Entonces Harry se dio cuenta. Tras ascender muy alto, no había


ninguna nube para mantenerlo escondido.

"Ese es el Sol, Bella querida."

Salió grandiosamente controlado, el Señor Oscuro sonando con


calma perfecta y quizá un poco de impaciencia con ella, incluso
cuando las lagrimas empezaron a descender por las mejillas de
Harry.

En el frío sin fin, dentro de la más total oscuridad, el Sol de seguro


habría sido…

Una memoria feliz…

La cabeza de Bellatrix siguió girando.

"¿Y esas cosas almidonadas?" ella indagó.

"Nubes."

Hubo una pausa, y entonces Bellatrix añadió, "¿Pero qué es lo que


son ?"

Harry no le respondió, no había manera de que su voz estuviera


firme, todo lo que podía hacer era mantener su respiración
perfectamente regular mientras lloraba.

Tras un rato, Bellatrix respiró, tan suavemente que Harry casi no la


oye, "Lindas…"

Su cara se relajó lentamente, el color abandonando su palidez casi


tan pronto como había aparecido.
Su esquelético cuerpo se desparramó contra la escoba.

La varita prestada colgó sin vida de la correa atada a su mano


inmóvil.

TIENES QUE ESTAR BROMEANDO -

La mente de Harry recordó entonces, que la poción Pimentónica


venía con un costo; Bellatrix dormirá por un conssiderable tiempo, el
Profesor Quirrell había explicado.

Y en el mismo instante otra parte de Harry se convenció por


completo, al volver a contemplar a la demacrada mujer blanca como
la tiza, pareciendo más muerta bajo la brillante luz solar que
cualquier otra cosa que Harry hubiera visto antes con vida, que ella
estaba muerta, que acababa de pronunciar su última palabra, que el
Profesor Quirrell no había calculado bien la dosis -

- o había sacrificado deliberadamente a Bellatrix para proteger su


propio escape -

¿Está respirando?

Harry no podía ver si estaba respirando.

No había forma, sobre la escoba, de alcanzarla y tomar su pulso.

Harry miró hacia adelante para asegurarse de que no se iban a


estrellar contra alguna roca voladora, siguió inclinando la escoba
hacia al Sol, el niño invisible y la mujer posiblemente muerta
cabalgando hacia el atardecer, mientras que sus dedos agarraron la
madera con tanta fuerza que se pusieron blancos.

No podía alcanzarla y realizar respiración artificial.

No podía usar nada de su equipo sanador.

¿Confiar en que el Profesor Quirrell no la había puesto en peligro?


Extraño, era extraño, que aún creyendo de forma genuina que el
Profesor Quirrell no tenía intención de asesinar al Auror (porque
hubiera sido estúpido), considerar los argumentos del Profesor de
Defensa en sí mismo ya no lo tranquilizaban.

Entonces se le ocurrió a Harry que tenía que revisar -

Harry miró hacia atrás, y siseó, "¿Professor?"

La serpiente no se retorció dentro del arnés, y no dijo palabra


alguna.

… tal vez la serpiente, al no ser un verdadero jinete, no había sido


protegido de la aceleración. O quizá acercarse demasiado a los
Dementores sin un escudo, aunque fuera por un momento en forma
de Animago, había dejado inconsciente al Profesor de Defensa.

Eso no era bueno.

Era el Profesor Quirrell quien tenía que informar a Harry cuando era
seguro usar el traslador.

Harry inclinó la escoba con dedos emblanquecidos, y pensó, pensó


con mucho esfuerzo durante una pequeña cantidad de tiempo sin
mesurar, durante la cual Bellatrix podría o no haber estado
respirando, durante la cual el propio Profesor Quirrell podría no
haber estado respirando desde un rato aún más largo.

Y Harry decidió que mientras era posible recuperarse del error de


desperdiciar el traslador en su posesión, no era posible recuperarse
del error de permitir que un cerebro estuviera demasiado tiempo sin
oxigeno.

Por lo que Harry cogió el siguiente traslador en la secuencia que


estaba dentro de su monedero, al tiempo que redujo la velocidad de
la escoba hasta detenerse en el brillante aire azul (Harry no sabía,
cuando lo consideró, si la habilidad de un traslador para ajustarse
sobre la rotación de la Tierra también incluía la habilidad de igualar
la velocidad en general con sus nuevos alrededores), tocó la escoba
con el traslador, y…

Harry hizo una pausa, sosteniendo todavía la rama, la compañera


de la rama que él había partido lo que parecía hace dos semanas.
De repente sintió una reluctancia; su cerebro parecía haber
aprendido la regla, por algún proceso operante de condicionamento
puramente neuronal, que Partir las Ramas Es Una Mala Idea.

Sin embargo eso no era realmente lógico, por lo que Harry partió la
rama de todos modos.

Hubo una explosión estruendosa desde el otro lado de la cercana


puerta de metal, causando que Amelia dejara caer el espejo que
sostenía y diera la vuelta con la varita en la mano, y entonces esa
puerta estalló para revelar a Albus Dumbledore, de pie y frente a un
gran hueco humeante en la pared de la prisión.

"Amelia," explicó el mago anciano. No había trazo de su


acostumbrada ligereza, sus ojos eran duros como zafiros debajo de
sus gafas de media luna. "Debo abandonar Azkaban y debo hacerlo
ahora . ¿Hay alguna manera más rápida que una escoba para salir
del área de las protecciones?"

"No -"

"Entonces demando tu escoba más rápida, ¡de inmediato!"

El lugar en donde Amelia quería estar era con la Auror que había
sido lastimada por ese Fuego Demoníaco o lo que fuera que hubiera
sido.

Lo que ella necesitaba hacer era descubrir lo que Dumbledore ya


sabía.

"¡Ustedes!" la bruja anciana le ladró al equipo a su alrededor. "Sigan


limpiando los corredores hasta que lleguen al fondo, podría ser que
no todos ellos hayan escapado!" Y entonces, para el mago anciano,
"Dos escobas. Puedes informarme en cuanto estemos en el aire."

Se produjo un concurso de miradas, pero no fue uno largo.

Un agobiante y fuerte jalón atrapó el abdomen de Harry,


considerablemente más fuerte que el jalón que lo transportó a
Azkaban, y en ésta ocasión la distancia recorrida fue tan grande
como para que pudiera escuchar un instante de silencio, observar el
oculto espacio entre espacios, la grieta entre un lugar y otro.

El Sol, que había iluminado a los dos por un breve momento, fue
rápidamente oculto por nubes de lluvia cuando salieron disparados
muy lejos de Azkaban, en la dirección del viento y más veloces que
el viento.

"¿Quién está detrás de ésto?" gritó Amelia a la escoba volando a su


lado.

"Una de dos personas," Dumbledore dijo a su vez, "Desconozco, en


éste instante, quién. Si es el primero, entonces estamos en
problemas. Si es el segundo, todos nosotros estamos en problemas
aún más grandes."

Amelia no desperdició aliento suspirando. "¿Cuándo lo sabrás?"

La voz del mago anciano era severa, calmada y de alguna manera


se elevaba por encima del viento. "Tres cosas necesita para la
perfección, si es el primero: La carne del sirviente más fiel del Señor
Oscuro, la sangre del más grande enemigo del Señor Oscuro, y
acceso a una cierta tumba. Había pensado que Harry estaba
seguro, que su intento contra Azkaban fracasaría - aunque de todos
modos puse guardias sobre él - mas ahora en verdad tengo miedo.
Él tiene acceso al Tiempo, alguien con un Giratiempo está enviando
mensajes para él; y sospecho que el intento de secuestro contra
Harry Potter tuvo lugar hace un par de horas. Razón por la cual
todavía no hemos escuchado sobre ello, al estar en Azkaban donde
el Tiempo no puede atarse consigo mismo. Ese pasado ocurrió
después de nuestro propio futuro, verás."

"¿Y si es el segundo?" exclamó Amelia. Lo que ya había escuchado


parecía ser bastante preocupante de por sí; eso sonaba como el
más oscuro de los rituales Oscuros, y centrado alrededor del
mismísimo y muerto Señor Oscuro.

El mago anciano, con rostro incluso más grave, no pronunció


palabra, nada más sacudió su cabeza.

Cuando el jalón del traslador hubo amainado, el Sol apenas estaba


asomándose por encima del horizonte, pareciendo más ocaso que
amanecer, y su escoba flotaba no muy alto sobre una extensión de
arena y rocas de color naranja-oscuro, acomodadas en colinas
grumosas como si alguien hubiera amasado la masa de la tierra y
luego se hubiera olvidado de que la tenía que desenrollar para
poderla aplanar. En la distancia cercana, las olas se meneaban en
una interminable vista de agua, aunque la tierra sobre la cual la
escoba levitaba estaba por encima del mar al menos por unos
metros.

Harry parpadeó ante los colores del ocaso, y se dio cuenta que el
traslador había sido internacional.

"¡Anda!" surgió un enérgico, femenino grito detrás suyo, y Harry giró


sobre la escoba para observar. Una dama de mediana edad estaba
sosteniendo una mano sobre la boca en un deliberado gesto de
llamada, y aproximándose rebosante. Sus bondadosos rasgos, ojos
estrechos, y piel ocre oscura marcaban una raza que no era familiar
para Harry; estaba revestida con una túnica purpura brillante de un
estilo que Harry no había visto antes; y cuando sus labios se
abrieron de nuevo ella habló con un acento que Harry no pudo
ubicar, pues él no había viajado mucho. "¿Dónde estabas? ¡Llegas
con dos horas de retraso! Casi me rendí contigo… ¿Hola?"

Hubo una breve pausa. Los pensamientos de Harry se movieron con


extrañeza, demasiado lentos, todo se sentía distante, como si
hubiera un grueso vidrio de cristal entre él y el mundo, y otro grueso
vidrio de cristal entre él y sus sentimientos, por lo que podía ver,
mas no tocar. Había caído sobre él tras ver la luz del ocaso y a la
amable bruja, y pensar que todo parecía un final apropiado para la
aventura.

Entonces la bruja se adelantó corriendo y sacando su varita; una


palabra murmurada cortó las esposas que ataban a la demacrada
mujer a la escoba, y Bellatrix fue bajada flotando sobre la arenosa
roca con sus brazos de esqueleto y piernas pálidas colgando como
cosas sin vida. "Oh, Merlín," susurró la bruja, "Merlín, Merlín,
Merlín…"

Parece preocupada, pensó una abstracta, cosa distante entre dos


vidrios de cristal. ¿Es eso lo que pronunciaría una sanadora real, o
es lo que diría alguien a quien le pidieron actuar como tal?

Como si no fuera Harry quien habló, sino otra parte de él que


provenía de otro vidrio de cristal, un susurro surgió de sus labios.
"La serpiente verde sobre su espalda es un Animago." No era un
susurro agudo, ni frío, sólo calmado. "Está inconsciente."

La cabeza de la bruja se sacudió, para mirar hacia donde parecía


que hablaba una voz donde no había más que aire, y luego bajó los
ojos de regreso a Bellatrix. "Usted no es el Señor Jaffe."

"Ese sería el Animago," murmuraron los labios de Harry. Oh, pensó


el Harry detrás del vidrio, escuchando el sonido de sus propios
labios, eso tiene sentido; el Profesor Quirrell debe haber usado un
nombre diferente.

"Desde cuándo es él un - bah, olvidalo." La bruja apoyó su varita


sobre la nariz de la serpiente por un momento, entonces sacudió su
cabeza con agudeza. "Nada mal con él que un día de descanso no
vaya a curar. Ella…"

"¿Puede despertarlo ya?" murmuraron los labios de Harry. ¿Es esa


una buena idea? Pensó Harry, pero sus labios definitivamente lo
creían así.

Otra vez el agudo movimiento de cabeza. "Si un Innervate no


funcionó con él -" inició la bruja.

"Yo no intenté uno," susurraron los labios de Harry.

"¿Qué? Por qué - oh, no importa. Innervate ."

Hubo una pausa, y entonces una serpiente lentamente se arrastró


por fuera de su arnés. Despacio la cabeza de la serpiente se
levantó, para observar sus alrededores.

Un borrón después, el Profesor Quirrell estaba de pie, y un


momento después se había hundido sobre sus rodillas.

"Acuéstate," dijo la bruja sin levantar la mirada de Bellatrix. "¿Estás


completo allí, Jeremy?"

"Sí," declaró el Profesor de Defensa con voz muy ronca, al tiempo


que se acostó con cuidado sobre un pedazo de naranja roca
arenosa relativamente plano. No estaba tan pálido como Bellatrix,
sin embargo a su cara le faltaba sangre bajo la tenue luz del ocaso.
"Saludos, Señorita Camblebunker."

"Te pedí," replicó la bruja, con voz afilada y una ligera sonrisa sobre
su rostro, "que me llamaras Crystal, ésto no es Bretaña y no
tendremos nada de tu formalidad por aquí. Y ahora es Doctora, no
Señorita."

"Mis disculpas, Doctora Camblebunker." Ésto fue seguido por una


carcajada seca.

La sonrisa de la bruja se hizo un poco más ancha, su voz mucho


más afilada. "¿Quién es tu amigo?"

"No necesitas saberlo." Los ojos del Profesor de Defensa estaban


cerrados, mientras yacía sobre el suelo.
"¿Qué tan mal fue?"

Con mucha sequedad en efecto: "Puedes leer sobre ello mañana en


cualquier periódico con una sección internacional."

La varita de la bruja estaba dando golpes ligeros por aquí, y por allá,
pinchando y auscultando por todo el cuerpo de Bellatrix. "Te extrañé,
Jeremy."

"¿En verdad?" replicó el Profesor de Defensa, sonando ligeramente


sorprendido.

"Ni siquiera un poco. Si no fuera porque estoy en deuda contigo -"

El Profesor de Defensa empezó a reír, y luego se convirtió más en


una tos ahogada.

¿Qué piensas? Le habló Slytherin al Crítico Interno, mientras Harry


escuchaba detrás de las paredes de cristal. ¿Actuación, o realidad?

No puedo decirlo, comentó el Crítico Interno de Harry. No estoy en


mi mejor forma crítica en éste momento.

¿Puede alguien pensar en una buena maniobra para reunir más


información? Solicitó Ravenclaw.

De nuevo el susurro proveniente del aire vacío encima de la escoba:


"¿Cuáles son las probabilidades de deshacer todo lo que le hicieron
a ella?"

"Oh, vamos a ver. ¿Legeremancia y rituales Oscuros desconocidos,


sufridos durante diez años para que se cimentaran, seguido por diez
años de exposición a los Dementores? ¿Deshacer eso ? Estás por
fuera de tus cabales, Señor Quien-Quiera-Que-Seas. La pregunta
es si queda algo, y diría que tal vez hay una oportunidad de una en
tres -" La bruja de repente se interrumpió. Su voz, cuando habló de
nuevo, era más sosegada. "Si fuiste su amigo, antes… entonces no,
nunca la vas a recuperar. Es mejor que comprendas eso ahora."
Voy a votar por actuación, opinó el Crítico Interno. Ella no expondría
todo eso en respuesta a una sola pregunta a menos que estuviera
esperando una oportunidad para ello.

Anotado, pero voy a poner poco peso de confianza en eso,


manifestó Ravenclaw. Es muy difícil no dejar que tus sospechas
controlen tu percepción cuando intentas sopesar evidencia así de
sutil.

"¿Qué poción le diste?" la bruja preguntó abriendo la boca de


Bellatrix y echando un vistazo adentro, su varita resplandeciendo
con múltiples colores de iluminación.

El hombre que yacía en el suelo contestó con calma, " Pimentónica -


"

"¿Estabas demente acaso?"

Otra vez la risa con tos.

"Ella dormirá durante una semana si tiene suerte," la bruja


pronunció, y chasqueó su lengua. "Te enviaré un búho cuando abra
los ojos, supongo, para que puedas regresar y convencerla para que
haga ese Juramento Inquebrantable. ¿Tienes algo que impida que
me asesine en cuanto me vea, si es que se las arregla para
moverse antes de que pase un mes?"

El Profesor de Defensa, ojos aún cerrados, sacó una hoja de papel


de su túnica; un momento después, empezaron a aparecer palabras
sobre dicho papel, acompañadas por diminutas volutas de humo.
Cuando el humo dejó de alzarse, el papel flotó hacia la mujer.

La mujer observó el papel con las cejas alzadas, soltó un bufido


sardónico. "Mejor que ésto funcione, Jeremy, o mi última voluntad y
testamento dirá que todo lo que poseo se convertirá en una
recompensa por tu cabeza. Y hablando de ello -"
El Profesor de Defensa metió de nuevo la mano entre su túnica y le
arrojó a la bruja una bolsa que producía un sonido metálico. La bruja
lo atrapó, lo sopesó, hizo un ruido de complacimiento.

Entonces se levantó, y la mujer pálida y esquelética flotó del suelo


para ponerse a su lado. "Voy a regresar," informó la bruja. "No
puedo iniciar mi trabajo aquí."

"Espera," pidió el Profesor de Defensa, y con un gesto retiró su


varita del arnés y de la mano de Bellatrix. Entonces con su varita en
mano apuntó a Bellatrix, y la movió en un pequeño gesto circular,
acompañada por un " Obliviate " dicho en voz baja.

"Eso es todo," espetó la bruja, "me la llevo lejos de aquí antes de


que cualquiera le haga más daño -" Uno de sus brazos abrazó la
huesuda forma de Bellatrix Black por un lado, y las dos
desaparecieron con el sonoro crujido de la Aparición.

Y hubo silencio en ese espacio grumoso, excepto por la gentil


acometida de las olas al pasar, y una pequeña brisa de viento.

Creo que la actuación ha acabado, manifestó el Crítico Interno. Le


doy dos estrellas y media de cinco posibles. Probablemente ella no
es una actriz muy experimentada.

¿Me pregunto si un sanador real parecería más falso que un actor al


que se le pidiera interpretar uno? Se preguntó Ravenclaw.

Como ver un programa de televisión, así fue como lo sentí, como


ver un programa de televisión con personajes con los que no pudiste
tener empatía, eso fue todo lo que pude ver y sentir detrás de las
paredes de cristal.

De alguna manera, Harry se las arregló para mover sus propios


labios, enviar su propia voz dentro del aire que todavía era de
ocaso, y estuvo sorprendido de escuchar su propia inquietud.
"¿Cuántas personas diferentes eres, de todos modos?"
El pálido hombre que yacía en el suelo no sonrió, sin embargo
desde la escoba los ojos de Harry vieron los lados de los labios del
Profesor Quirrell curvarse hacia arriba, el previo a esa familiar y
sardónica sonrisa. "No puedo afirmar que me haya tomado el
trabajo de mantener la cuenta. ¿Cuántas eres tú?"

No debió sacudir tanto el interior de Harry, escuchar esa respuesta,


y aún así se sintió - sintió - inestabilidad, como si su propio centro
hubiera sido substraído -

"Disculpe," declaró la voz de Harry. Ahora se oía tan distante y


despegada como el propio y desvanecido Harry se sentía. "Voy a
desmayarme en unos pocos segundos, creo."

"Usa el cuarto traslador que te di, el que dije que sería nuestro
refugio de emergencia," sugirió el hombre yaciendo sobre el suelo,
con calma mas sin perder tiempo. "Será más seguro allí. Y prosigue
vistiendo tu capa."

La mano libres de Harry retiró otra rama de su monedero y la partió


en dos.

Hubo otro jalón de traslador, largamente internacional, y entonces él


estuvo en algún lugar a oscuras.

"Lumos," hablaron los labios de Harry, alguna parte de él buscaba


que todo fuera seguro.

Estaba dentro de lo que parecía una bodega Muggle, una


abandonada.

Las piernas de Harry se bajaron de la escoba, se acostó sobre el


piso. Sus ojos cerrados, y alguna fracción ordenada de sí mismo
permitió que su luz se apagara, antes de que la oscuridad lo tomará
a él.
"¿A dónde vas a ir?" gritó Amelia. Ya casi estaban por fuera de las
protecciones.

"De regreso en el tiempo para proteger a Harry Potter," contestó el


mago anciano, y antes de que Amelia pudiera abrir sus labios para
preguntarle si quería ayuda, ella sintió que cruzaron el limite de las
protecciones.

Hubo una explosión de Aparición, y el mago y el fénix


desaparecieron, dejando la escoba prestada atrás de ellos.

Nota del Traductor

No estoy seguro de si el autor se refiere a los Años Oscuros de la


Edad Media (De los siglos 5 al 15 D.C.) o a los Años Oscuros de
Grecia (Desde el 1.100 al 750 A.C.) Me inclinaría a pensar que debe
ser la de los Griegos por ciertas informaciones recibidas en
capítulos posteriores.

En la versión de éste capítulo para el blog de Rhaidot hay más


información sobre las mecánica Newtoniana y la física aristotélica.

Para los que no lean mi blog o no estén pendientes de mi canal de


YouTube o de mis redes sociales, me van a realizar una cirugía para
extraer una muela cordal y estaré incapacitado durante 48 horas y
medio incapacitado durante una semana, por lo que todas las
actividades de Rhaidot quedan pospuestas para mí hasta que me
recupere por completo.

Sobre el capítulo, ¿qué piensan ustedes, actuación o realidad?

Espero que el siguiente capítulo esté listo en dos semanas, sin


embargo ese periodo depende de mi recuperación, por lo que es
probable que sea más.

Como siempre, gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Traducido al español por Rhaidot
El Experimento de la Prision Stanford 10
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 60

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 10

"Despierta."

Los ojos de Harry se abrieron a toda prisa pues se despertó con un


jadeo asfixiante, un sacudido inicio para su cuerpo prono. No podía
recordar sueño alguno, tal vez su cerebro había estado demasiado
exhausto para soñar, parecía que acababa de cerrar sus ojos y
luego escuchado esa palabra al momento siguiente.

"Debes despertar," dijo la voz de Quirinus Quirrell. "Te dí tanto


tiempo como pude, pero sería sabio guardar al menos un uso de tu
Giratiempo. Pronto debemos regresar cuatro horas al Lugar de
Mary, aparentando en toda manera que no hemos hecho nada
interesante este día. Deseaba hablar contigo antes de eso."

Harry lentamente se sentó en el medio de la oscuridad. Su cuerpo


dolía, y no solamente en los lugares donde había yacido sobre el
duro concreto. Las imágenes se tropezaban unas con otras en su
memoria, todo su cerebro inconsciente había estado demasiado
cansado para descartar todo en una pesadilla propiamente dicha.

Doce terribles vacíos flotando y descendiendo por un corredor de


metal, deslustrando el metal a su alrededor, luz disminuida y
temperatura cayendo a medida que los vacíos procuraban succionar
toda la vida de éste mundo -

Piel blanca como la tiza, estirada justo por encima del hueso que
había quedado después de que la grasa y el musculo hubieran
desaparecido -

Una puerta de metal -

La voz de una mujer -

No, no era mi intención, por favor no mueras -

Ya no puedo recordar los nombres de mis hijos -

No te vayas, no te lo lleves, no no no -

"¿Qué era ese lugar?" Harry preguntó con voz ronca, con una voz
empujada por fuera de su garganta como agua forzada a través de
una tubería demasiado delgada, en la oscuridad casi sonaba como
la rota voz que había tenido Bellatrix Black. "¿Qué era ese lugar?
¡Eso no era una prisión, eso era un INFIERNO!"

"¿Infierno?" comentó la calmada voz del Profesor de Defensa. "¿Te


refieres a la fantasía de castigo Cristiana? Supongo que hay una
similitud."

"Cómo -" La voz de Harry estaba bloqueada, había algo enorme


hospedado en su garganta. "Cómo - cómo pueden ellos -" Personas
habían construido ese lugar, alguien había hecho Azkaban, lo
habían hecho a propósito, lo habían hecho deliberadamente, esa
mujer, ella tenía hijos, niños que no recordaría, algún juez había
decidido que eso le pasara a ella, alguien había necesitado
arrastrarla dentro de esa celda y bloqueado la puerta mientras ella
gritaba, alguien la había alimentado cada día y se había alejado sin
dejarla salir -

"¿CÓMO PUEDEN LAS PERSONAS HACER ESO?"

"¿Por qué no deberían?" replicó el Profesor de Defensa. Una pálida


luz azul iluminaba la bodega, en aquel momento, enseñando un alto,
cavernoso techo de concreto, y un polvoriento piso de concreto; y al
Profesor Quirrell sentándose algo distante de Harry, apoyando su
espalda contra una pared pintada; la pálida luz azul convertía las
paredes en una superficie glaciar, el polvo en el piso en nieve
moteada, y al hombre delante suyo en una escultura de hielo,
envuelto en la oscuridad en las partes cubiertas por su túnica. "¿De
qué uso son los prisioneros de Azkaban para ellos?"

La boca de Harry se abrió para graznar. Ninguna palabra salió.

Una débil sonrisa torció los labios del Profesor de Defensa. "Sabe,
Sr. Potter, si Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado hubiera llegado a
gobernar sobre la Bretaña Mágica, y construido un lugar como
Azkaban, la habría construido porque disfrutaba ver sufrir a sus
enemigos. Y si en vez de eso él hubiera empezado a encontrar su
sufrimiento desagradable, por la razón que fuera, habría ordenado
que Azkaban fuera destrozada al día siguiente. En cuanto a aquellos
que sí hicieron Azkaban, y aquellos que no la destruyeron, mientras
pregonan sublimes sermones e imaginan que ellos mismos no son
villanos… bueno, Sr. Potter, creo que si tuviera la elección de tomar
té con ellos, o de tomar té con Quien-Usted-Sabe, encontraría mis
sensibilidades menos ofendidas por el Señor Oscuro."

"No lo comprendo," Harry dijo, su voz temblaba, había leído sobre el


clásico experimente de la psicología de las prisiones, los ordinarios
estudiantes de universidad que se habían convertido en sádicos tan
pronto como les fue asignado el rol de guardas de prisión; sólo que
ahora él se daba cuenta que el experimento no había examinado la
pregunta correcta, la pregunta que era la más importante, no habían
observado a la gente clave, no los guardas de prisión sino todos los
demás, "Realmente no entiendo, Profesor Quirrell, cómo pueden las
personas quedarse ahí y permitir que esto pase, por qué el país de
Bretaña mágica está haciendo esto -" la voz de Harry se detuvo.

Los ojos del Profesor de Defensa aparecían del mismo color que
siempre, bajo la pálida luz azul, pues la luz era del mismo color que
los irises de Quirinus Quirrell, esas esquirlas de hielo que nunca se
derretían. "Bienvenido, Sr. Potter, a su primer encuentro con las
realidades políticas. ¿Qué tienen las desdichadas criaturas dentro
de Azkaban para ofrecer a cualquier facción? ¿Quién se beneficiaría
de ayudarlas? Un político que abiertamente se aliará con ellos sería
asociado con criminales, con la debilidad, con cosas desagradables
que las personas prefieren no pensar. Alternativamente, los políticos
podrían demostrar su fuerza y crueldad al pedir sentencias más
largas; hacer una muestra de fuerza requiere una victima a la que
puedas aplastar bajo tus pies, después de todo. Y la población
aplaude, porque su instinto es apoyar al ganador." Una fría y
divertida carcajada. "Vera usted, Sr. Potter, nadie cree que ellos
mismos irán a Azkaban, así que no ven daño para ellos mismos. En
cuanto a lo que hacen a otros… ¿Supongo que alguna vez le
enseñaron que las personas se preocupan por ese tipo de cosas?
Es una mentira, Sr. Potter, a las personas no les importa en lo más
mínimo, y de no ser porque usted tuvo una infancia muy
resguardada ya lo habría notado hace un largo tiempo. Consuélese
a sí mismo con ésto: aquellos que ahora son prisioneros en
Azkaban votaron por los mismos Ministros de Magia que solicitaron
que sus celdas se movieran más cerca de los Dementores. Admito,
Sr. Potter, que veo poca esperanza para la democracia como una
forma efectiva de gobierno, pero admiro la poesía de cómo hace
que sus víctimas sean cómplices en su propia destrucción."

El recientemente coherente ser de Harry amenazaba con


destrozarse en fragmentos otra vez, las palabras cayendo como
martillazos sobre su conciencia, haciéndolo retroceder, paso a paso,
hacia el precipicio donde acechaba algún basto abismo; y él estaba
intentando salvarse a sí mismo, con alguna ingeniosa replica que
pudiera refutar las palabras, pero la replica no surgía.

El Profesor de Defensa observó a Harry, su mirada reflejando más


curiosidad que autoridad. "Es muy simple, Sr. Potter, comprender
cómo Azkaban fue construido, y cómo continua siendo. A los
hombres les importa lo que, ellos mismos, esperan sufrir o ganar; y
por tanto tiempo han esperado no repetirlo sobre ellos mismos, que
su crueldad y descuido no tiene limites. Todos los otros magos de
éste país no son tan diferentes por dentro de aquel que juró
gobernar sobre ellos, Quien-Usted-Sabe; lo único que a ellos les
hace falta es su poder y su… franqueza."
Las manos del niño estaban apretadas en puños tan cerrados que
las uñas estaban cortando sus palmas, si sus dedos eran blancos o
su rostro pálido no se podía ver, pues la reducida luz azul lanzaba
hielo o sombra sobre todo eso. "Usted una vez me ofreció apoyo si
mi ambición era convertirme en el siguiente Señor Oscuro. ¿Es ese
el por qué, Profesor?"

El Profesor de Defensa inclinó su cabeza, una fina sonrisa sobre sus


labios. "Aprenda todo lo que tengo para enseñarle, Sr. Potter, y con
el tiempo usted dominará éste país. Entonces usted podrá desgarrar
la prisión que la democracia construyó, si encuentra que Azkaban
todavía ofende sus sensibilidades. Le guste o no, Sr. Potter, el día
de hoy usted ha visto que su propia voluntad entra en conflicto con
la voluntad del pueblo de éste país, y que usted no baja la cabeza y
no se rinde ante sus decisiones cuando eso ocurre. Así que para
ellos, lo sepan ellos o no, y sea que usted lo reconozca o no, usted
es su próximo Señor Oscuro."

Bajo la monocromática luz, imperturbable, tanto el niño como el


Profesor de Defensa parecían estáticas esculturas de hielo, los
irises de sus ojos reducidos a colores similares, viéndose como la
misma persona bajo esa luz.

Harry contempló directamente aquellos ojos pálidos. Todas las


preguntas largamente suprimidas, las que él se había convencido
que ponía en espera hasta los Idus de Mayo. Eso había sido una
mentira, Harry lo sabía ahora, un auto-engaño, él había guardado
silencio por temor de lo que pudiera escuchar. Y ahora todo salía de
sus labios, todo al mismo tiempo. "En nuestro primer día de clases,
usted procuró convencer a mis compañeros de que yo era un
asesino."

"Usted lo es." Animadamente. "Mas si su pregunta es por qué se los


conté a ellos, Sr. Potter, la respuesta es que usted hallará que la
ambigüedad es una gran aliada en su camino hacia el poder. De una
señal de Slytherin un día, y contradiga aquella señal con otra de
Gryffindor al día siguiente; y los Slytherins serán capaces de creer lo
que desean, mientras que los Gryffindors discutirán consigo mismos
para apoyarlo también. Siempre y cuando haya incertidumbre, las
personas pueden creer lo que parezca ser para su propia ventaja.
Siempre y cuando usted aparezca fuerte, siempre y cuando parezca
estar ganando, sus instintos les dirán que su ventaja yace con
usted. Camine siempre entre las sombras, y tanto la luz como la
oscuridad lo seguirán."

"Y," dijo el niño, su voz controlada, "¿qué quiere obtener usted de


todo esto?"

El Profesor Quirrell se había apoyado más contra la pared donde se


había sentado, poniendo su cara en las sombras, sus ojos
cambiando del pálido hielo a las rendijas oscuras más propias de su
forma de serpiente. "Deseo que Bretaña se vuelva más fuerte bajo
un líder fuerte; ese es mi deseo. En cuanto a mis razones para ello,"
el Profesor Quirrell sonrió sin alegría, "creo que permanecerán
conmigo."

"La sensación de destrucción que siento alrededor suyo." Las


palabras se iban volviendo más difíciles de pronunciar, pues el tema
iba danzando cada vez más cerca hacia algo terrible y prohibido.
"Usted siempre supo que significaba."

"Tenía varias suposiciones," comentó el Profesor Quirrell, su


expresión era inescrutable. "Y no revelaré todo lo que deduje. Pero
si te diré por lo menos lo siguiente: es tu destrucción la que se
asoma cuando nos acercamos, no la mía."

Por una vez el cerebro de Harry se las arregló para marcar esto
como una afirmación cuestionable y una posible mentira, en vez de
creer todo lo que había escuchado. "¿Por qué a veces se convierte
en un zombi?"

"Razones personales," respondió el Profesor Quirrell sin nada de


humor en la voz.

"¿Cuál fue su motivo ulterior para rescatar a Bellatrix?"


Hubo un breve silencio, durante el cual Harry procuró con esfuerzo
controlar su respiración, mantenerla estable.

Finalmente el Profesor de Defensa se encogió de hombros, como si


no fuera importante. "Todo al respecto lo he dicho para usted, Sr.
Potter. Le conté todo lo que necesitaba saber para deducir la
respuesta, de haber sido usted lo suficiente maduro para considerar
de primera esa obvia pregunta. Bellatrix Black era la sirviente más
poderosa del Señor Oscuro, su lealtad era la más confiable; ella era
la única persona con la mayor probabilidad de que se le entregara
alguna parte de las artes ocultas de Slytherin que debieron ser para
usted."

Lentamente la ira trepó sobre Harry, lenta la cólera, algo terrible


empezando a hervir en su sangre, en unos cuantos momentos él
diría algo que no debería salir de su boca mientras los dos
estuvieran a solas en una bodega abandonada -

"Sin embargo ella era inocente," prosiguió el Profesor de Defensa.


No estaba sonriendo. "Y el grado hasta el cual todas sus opciones le
fueron arrebatadas, es tan grande que ella nunca tuvo una
oportunidad de sufrir por sus propios errores… me resulta aquello
excesivo, Sr. Potter. Si ella no le cuenta nada que pueda usar -" El
Profesor de Defensa volvió a encogerse de hombros ligeramente.
"No consideraré que fue este un día de trabajo desperdiciado."

"Que altruista de su parte," Harry espetó con frialdad. "Si todos los
magos son por dentro como Quien-Usted-Sabe, ¿es usted una
excepción a eso, entonces?"

Los ojos del Profesor de Defensa seguían dentro de la sombra,


oscuros pozos que no podían ser penetrados. "Diga que es un
capricho, Sr. Potter. A veces me ha divertido jugar la parte de un
héroe. Quien sabe si Quien-Usted-Sabe afirmaría lo mismo."

Harry abrió su boca una última vez -


Y descubrió que no podía hablar, no podía realizar la pregunta final,
la última y más importante cuestión, no podía hacer que salieran las
palabras. Aún cuando rehusarse de ese modo era prohibido para
alguien racional, pues por todo lo que había recitado la Letanía de
Tarski o la Letanía de Gendlin o jurado que todo lo que pudiera ser
destruido por la verdad debería serlo, en ese único momento, no
pudo obligarse a sí mismo a decir su última pregunta en voz alta. A
pesar de saber que estaba pensando de manera incorrecta, aún
cuando se suponía que él debía ser mejor que esto, a pesar de todo
no pudo pronunciarlo.

"Ahora es mi turno de interrogarte." La espalda del Profesor Quirrell


se separó de la pared glacial pintada de concreto donde se había
apoyado. "Me estaba preguntando, Sr. Potter, si usted tenía algo
para decir sobre el hecho de casi asesinarme y arruinar nuestros
esfuerzos mutuos. Entiendo que una disculpa, en tales casos, es
considerada una señal de respeto. Sin embargo usted no me ha
ofrecido ninguna. ¿Es que acaso no sabe cómo hacerlo, Sr. Potter?"

El tono era calmado, el silencioso filo tan fino y cortante que te


cortaría por la mitad antes de darte cuenta que te estaban
asesinando.

Y Harry simplemente observó al Profesor de Defensa con ojos fríos


que nunca retrocederían ante nada; ni siquiera ante la muerte, de
ahora en adelante. Ya no estaba en Azkaban, ya no le tenía miedo a
la parte suya que no le tenía miedo a nada; y la sólida piedra
preciosa que era Harry había rotado para enfrentarse al estrés,
girando con suavidad de una faceta a otra, de la luz hacia la
oscuridad, del calor al frio.

¿Una táctica calculada de su parte, para hacerme sentir culpable,


ponerme en una posición donde me debo subyugar?

¿Emoción genuina de su parte?

"Ya veo," comentó el Profesor Quirrell. "Supongo que eso responde


-"
"No," lo interrumpió el niño con una helada, compuesta voz, "usted
no va a controlar la conversación tan fácilmente, Profesor. Llegué a
considerables extremos para protegerlo a usted y sacarlo de
Azkaban a salvo, después de que pensé que usted había intentado
asesinar a un oficial de policía. Eso incluyó encarar a doce
Dementores sin un Encantamiento Patronus. Me pregunto, de
haberme disculpado cuando usted lo demandó, ¿habría usted dicho
gracias a cambio? ¿O estoy en lo correcto al pensar que era mi
sumisión lo que usted demandaba, y no solamente mi respeto?"

Hubo una pausa, y luego la voz del Profesor Quirrell surgió en


replica, abiertamente helada y con peligro que no era velado.
"Parece que usted sigue siendo incapaz de perder, Sr. Potter."

La oscuridad salió de los ojos de Harry sin tambalear, el propio


Profesor de Defensa reducido a una cosa mortal dentro de ellos.
"Oh, ¿y está usted reflexionando ahora, sobre si usted debería
pretender perder ante mí, y pretender humillarse ante mi propia ira,
con el objetivo de preservar sus propios planes? ¿Acaso el
pensamiento de una calculada y falsa disculpa le cruzó por su
mente ? A mí tampoco, Profesor Quirrell."

El Profesor de Defensa se rió, bajo y sin humor, más vacío que el


vacío entre las estrellas, tan peligroso como cualquier vacío
saturado con radiación dura. "No, Sr. Potter, usted no ha aprendido
su lección, para nada."

"Pensé en perder muchas veces, en Azkaban," declaró el niño, su


voz nivelada. "Que yo simplemente debía rendirme, y entregarme a
los Aurores. Perder habría sido la cosa sensata para hacer. Escuché
su voz indicándolo, en mi mente; y lo habría hecho, si sólo se
hubiera tratado de mí. Mas no fui capaz de perderle a usted ."

Hubo silencio, entonces, por un tiempo; como si ni siquiera el


Profesor de Defensa pudiera pensar del todo en qué responder ante
eso.
"Tengo curiosidad," dijo el Profesor Quirrell al fin. "¿Por qué cree
que debería yo disculparme, precisamente? Le di instrucciones
explicitas en el evento de una pelea. Usted debía estar agachado,
permanecer fuera del camino, lanzar ninguna magia. Usted violó
aquellas instrucciones y arruinó la misión."

"No tomé decisión alguna," el niño declaró sin alzar la voz, "no hubo
elección, sólo el deseo de que el Auror no tuviera que morir, y mi
Patronus estaba allí. Para que ese deseo nunca ocurriera, usted
debió haberme advertido que podría llegar a hacer una finta usando
la Maldición Asesina. Automáticamente, asumí que si su varita
apuntaba a alguien y pronunciaba Avada Kedavra, es porque usted
lo quiere muerto. ¿No debería ser esa la primera regla de la
Seguridad para las Maldiciones Imperdonables?"

"Las reglas son para los duelos," contestó el Profesor de Defensa.


Algo de la frialdad había regresado a su voz. "Y los duelos son un
deporte, no una rama de la Batalla Mágica. En un combate real, una
maldición que no puede ser bloqueada y que debe ser esquivada es
una táctica indispensable. Había considerado que esto era obvio
para usted, pero parece ser que juzgué mal su intelecto."

"También me parece imprudente," habló el niño, continuando como


si el otro no hubiera dicho nada, "no contarme nada sobre el hecho
de que lanzar cualquier hechizo sobre usted podría matarnos a
ambos. ¿Qué tal si usted hubiera sufrido algún percance, y yo
hubiera intentado un Innervate, o un Encantamiento Levitador? Esa
ignorancia, que usted permitió por propósitos que no puedo suponer,
también jugó parte en esta catástrofe."

Hubo otro silencio. Los ojos del Profesor de Defensa se volvieron


como rendijas, y hubo una fugaz mirada de confusión sobre su
rostro, como si hubiera encontrado una situación completamente
desconocida; y el hombre prosiguió sin pronunciar palabra.

"Bueno," opinó el niño. Sus ojos no se había desviado de los del


Profesor de Defensa. "Ciertamente me arrepiento de haberlo
lastimado, Profesor. Sin embargo no creo que la situación requiera
que yo me subyugue ante usted. Realmente nunca comprendí el
concepto de disculpa, menos aún si aplica a una situación como
esta; ¿si usted cuenta con mi arrepentimiento, mas no mi sumisión,
cuenta eso como decir lo siento?"

Una vez más esa fría, helada risa, más oscura que el vacío entre las
estrellas.

"No lo sabría," reconoció el Profesor de Defensa, "Yo, también,


nunca entendí el concepto de disculpa. Esa táctica sería fútil entre
nosotros, parece, con los dos siendo conscientes de que sería una
mentira. No hablemos más de ello, entonces. Las deudas se
saldarán entre nosotros a su debido tiempo."

Hubo silencio por un tiempo.

"Por cierto," arguyó el niño. "Hermione Granger nunca habría


construido Azkaban, sin importar quién fuera a ser puesto allí
adentro. Y ella habría muerto antes de lastimar a un inocente. Nada
más lo menciono, ya que usted aseveró que todos los magos son
como Quien-Usted-Sabe por dentro, y eso no es más que una
falsedad pretendiendo ser un simple hecho. Me habría dado cuenta
antes de no haber estado," el niño dejó escapar una breve y
siniestra sonrisa, "estresado."

Los ojos del Profesor de Defensa estaban medio cerrados, su


expresión distante. "El interior de las personas no siempre es como
su exterior, Sr. Potter. Quizá ella únicamente desea que otros
piensen que es una buena niña. Ella no es capaz de usar el
Encantamiento Patronus -"

"Ja," interrumpió el niño; su sonrisa parecía más real ahora, más


caliente. "Ella está teniendo problemas exactamente por la misma
razón que yo. Hay suficiente luz dentro de ella como para destruir
Dementores, estoy seguro. Ella no sería capaz de evitar destruir
Dementores, aún a costa de su propia vida…" El niño se sumió en
sus pensamientos, y cuando su voz regresó dijo. "Puede que yo no
sea tan buena persona, tal vez; pero las personas buenas existen, y
ella es una de ellos."

Con sequedad. "Ella es joven, y hacer una exhibición de amabilidad


le cuesta poco."

Hubo una pausa ante esto. Entonces el niño habló, "Profesor, tengo
que preguntar, cuando usted ve algo totalmente oscuro y
melancólico, ¿no se le ocurre nunca intentar mejorarlo de algún
modo? Por ejemplo, sí, algo sale terriblemente mal en las cabezas
de las personas que los hace pensar que es grandioso torturar
criminales, sin embargo eso no significa que ellos sean
verdaderamente malvados por dentro; y quizá si usted les enseñará
las cosas correctas, les mostrara lo que ellos estaban haciendo mal,
usted podría cambiar -"

El Profesor Quirrell se rió, entonces, y no con el vacío de antes. "Ah,


Sr. Potter, a veces olvido lo joven que es usted. Sería más fácil
cambiar el color del cielo." Otra carcajada, esta vez más fría. "Y la
razón por la cual es fácil para usted perdonar tales tonterías y
pensar bien de ellos, Sr. Potter, es que usted mismo no ha sido
gravemente herido. Pensará con menos cariño de los idiotas del
común tras la primera intervención de ellos que le cueste a usted
algo querido. Ojalá sean cien Galeones de su propio bolsillo, en vez
de las agonizantes muertes de cientos de extraños." El Profesor de
Defensa estaba sonriendo débilmente. Extrajo un reloj de bolsillo de
entre su túnica, le echó una ojeada. "Partamos ahora, si no hay
nada más para conversar entre nosotros."

"¿No tiene ninguna pregunta sobre las cosas imposibles que realicé
para sacarnos de Azkaban?"

"No," contestó el Profesor de Defensa. "Creo que ya he resuelto la


mayoría de ellas. En cuanto al resto, es muy raro que encuentre a
una persona que no puede descifrar inmediatamente con un solo
vistazo, sea amigo o enemigo. Resolveré los rompecabezas sobre
usted por mi cuenta, a su debido tiempo."
El Profesor de Defensa se empujó a sí mismo para arriba,
apoyándose en la pared de atrás con ambas manos hasta ponerse
de pie, con agilidad aunque quizá muy despacio. El niño, con menos
gracia, hizo lo mismo.

Y el niño espetó la última y más terrible cuestión que antes había


sido incapaz de pronunciar; como si decirla en voz alta la hiciera
real, y como si no fuera, a estas alturas, nefastamente obvia.

"¿Por qué no soy como los otros niños de mi edad?"

En un camino apartado del Callejón Diagon, donde restos de basura


sin Desvanecer podían ser vistas amontonadas en los bordes de la
calle de ladrillos y la construcción cuyos lados eran ladrillo blanco,
junto con desperdigados restos de suciedad y otras señales de
negligencia, un mago antiguo y su fénix Aparecieron en existencia.

El mago ya iba a coger el reloj de arena dentro de su túnica cuando,


por habito, sus ojos saltaron a un espacio al azar entre el camino y
la pared, para memorizarlo -

Y el mago anciano parpadeo sorprendido; había un pedazo de


pergamino en ese lugar.

Una arruga cruzó la cara de Albus Dumbledore al tiempo que dio un


paso hacia adelante y lo cogió, procediendo a desdoblar el arrugado
recorte.

Dentro había una sola palabra "NO", y nada más.

Lentamente el mago lo dejó deslizar de entre sus dedos. Ausente se


acercó al pavimento, y recogió el más cercano pedazo de
pergamino, que se veía notablemente similar al que él acababa de
tomar; lo tocó con su varita, y un momento después tenía inscrito la
misma palabra "NO", con la misma escritura, que era la suya propia.
El mago anciano había planeado regresar tres horas a cuando Harry
Potter llegó en primer lugar al Callejón Diagon. Ya había observado,
mediante sus instrumentos, que el niño dejaba Hogwarts, y eso no
podía ser deshecho (su único intento de engañar a sus propios
instrumentos, y de controlar el Tiempo sin alterar su apariencia para
sí mismo, había terminado con un desastre tal que lo convenció de
nunca procurar semejante truco). Había esperado retirar al niño en
el primer momento posible tras su llegada, y llevarlo a otro lugar
seguro, tal vez no Hogwarts (porque sus instrumentos no habían
mostrado el regreso del niño). Pero ahora -

"¿Una paradoja si lo retiro inmediatamente después de que él llegue


al Callejón Diagon?" murmuró el mago anciano para sí mismo.
"Quizá ellos no pusieron sus planes en marcha para robar Azkaban,
hasta después de que confirmaron su llegada aquí… o a lo mejor…
tal vez…"

Concreto pintado, piso duro y techo distante, dos figuras


encarándose una a la otra desde lados opuestos. Una entidad vestía
la figura de un hombre al final de sus treinta que ya estaba
quedándose calvo, y otra mente que vestía la forma de un niño de
once años de edad con una cicatriz sobre su frente. Hielo y sombre,
pálida luz azul.

"No lo sé," admitió el hombre.

El niño se lo quedó mirando. Y luego dijo, "¿Oh, en serio?"

"De verdad," reiteró el hombre. "No sé nada, y de mis suposiciones


nada hablaré. Aún así al menos diré esto -"

Nota del Traductor


Que sorpresa, me tardé más de lo esperado. Igualmente, las dos
semanas que debería tomarme traducir el próximo capítulo podrían
llegar a crecer mágicamente, pero espero con ingenuo optimismo
que no sea ese el caso.

El siguiente episodio involucra muchas teorías de viaje en el tiempo,


lo que será divertido de leer, y una patada en el trasero para
traducir.

Creo que el cinismo de Quirrell es peligrosamente contagioso.

Con sinceridad, les manifiesto mis agradecimientos por su constante


atención, ojalá tengan un día proporcionalmente agradable.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


El Experimento de la Prision Stanford 11
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 61

El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 11, Secretos y


Sinceridad

A través de la flama verde se arremolinaron, a través de la red Floo


giraron, el corazón de Minerva corriendo con un latido de horror que
no había sentido en diez años y tres meses, los corredores entre el
espacio los tosieron y escupieron en el vestíbulo de Gringotts (el
receptor Floo más seguro en el Callejón Diagon, la conexión más
difícil de interceptar, el camino más rápido para salir de Hogwarts sin
un fénix). Un asistente duende se giró hacia ellos, sus ojos se
ensancharon, él comenzó una inclinación ligeramente respetuosa -

¡Determinación, Destinación, Deliberación!

Y los dos Aparecieron en el callejón justo en la parte trasera del


Lugar de Mary, varitas afuera y alzadas, girando espalda contra
espalda y las palabras de un Encantamiento Anti-Desilusionador ya
surgiendo de los labios de Severus.

El callejón estaba vacío.

Cuando ella se giró para ver a Severus, su varita ya estaba


golpeando su propia cabeza produciendo un sonido similar al del
romper un huevo, al tiempo que sus labios conjuraban palabras de
invisibilidad; él adquirió los colores que lo rodeaban, se convirtió en
un difuminado de lo que estaba alrededor, el borrón se movía y se
igualaba con lo que había detrás de él y entonces ya no hubo nada
allí.
Ella bajó su varita y dio un paso adelante para recibir su propio
Desilusionador -

Atrás de ella, el inconfundible sonido de una explosión de fuego.

Ella giró y vio a Albus allí, su larga varita ya esgrimida y levantada


en su mano derecha. Sus ojos estaban ensombrecidos bajo sus
gafas de media luna, y Fawkes sobre sus hombros había
desplegado sus alas coloreadas por el fuego dispuesto para volar y
pelear.

"¡Albus!" ella exclamó. "Pensé -" Ella acababa de verlo partir para
Azkaban, y pensó que ni siquiera un fénix podía regresar de allí con
tanta facilidad.

Entonces se dio cuenta.

"Ella escapó," confirmó Albus. "¿Tu Patronus lo alcanzó?"

El latido en su corazón creció en fuerza, el horror en sus venas se


solidificó. "Él dijo que estaba aquí, en el lavabo -"

"Tengamos la esperanza de que haya hablado con la verdad," la


interrumpió Albus, la varita golpeó suavemente su cabeza
produciendo una sensación de agua goteando sobre ella, y un
momento después los cuatro (incluso Fawkes había sido vuelto
invisible, aunque a veces veías un chasquido de algo como fuego en
el aire) estaban corriendo hacia el frente del restaurante. Hicieron
una pausa ante la puerta mientras Albus susurró algo, y un
momento después uno de los clientes visibles a través de la ventana
se levantó con una expresión vaga sobre su rostro y abrió la puerta
como si fuera a echar una mirada rápida en busca de algún amigo; y
los tres entraron por ahí, pasaron corriendo a un lado de los
inocentes clientes (Severus ya estaba identificando sus caras, sabía
Minerva, y Albus descubriría cualquier Desilusionador) hacia la
señal que apuntaba al lavamanos -
Una envejecida puerta de madera marcada con la señal de un
inodoro, se abrió de par en par con un portazo, y los cuatro
rescatadores invisibles penetraron en el lugar.

El pequeño aunque limpio cuarto de madera estaba vacío, se veían


frescas gotas de agua en el fregadero, sin embargo no había rastro
de Harry, únicamente una hoja de papel dejada sobre la tapa
cerrada del inodoro.

Ella no pudo respirar.

La hoja de papel se elevó en el aire pues Albus la cogió, y un


momento después fue arrojada en su dirección.

M: ¡Qué me pidió el sombrero que le dijera?

"Ah," Minerva pronunció en voz alta por la sorpresa, su mente


requiriendo un momento para ubicar la pregunta, no era el tipo de
cosa que olvidabas mas ella no había estado pensando en ese
modo, realmente - "Soy una jovenzuela impúdica y que debía
salirme de sus dominios."

"¿Eh?" titubeó en el aire la voz de Albus, como si incluso él pudiera


ser sorprendido.

Y luego la cabeza de Harry Potter apareció, suspendida en el aire a


un lado del inodoro, su rostro frío y alerta, el Harry demasiado-adulto
que ella había visto a veces, ojos que apuntaban para atrás y
adelante y alrededor.

"Qué está pasando -" el niño inició.

Albus, visible una vez más junto con ella y Fawkes, avanzó hacia
adelante en un instante, su mano izquierda se extendió y arrancó un
cabello de la cabeza de Harry (produciendo un chillido asombrado
por parte del niño), Minerva aceptó el cabello en su propia mano, y
un momento después Albus levantó al niño mayormente invisible en
sus brazos y hubo un estallido de fuego rojo-dorado.

Y Harry Potter estaba a salvo.

Minerva dio unos cuantos pasos hacia adelante, se apoyó contra la


pared donde Albus y Harry habían estado, intentando recuperar su
serenidad.

Ella había… perdido algunos hábitos, en diez años desde que la


Orden del Fénix se había disuelto.

A su lado, Severus brillo hasta ser visible. Su mano derecha ya


estaba extrayendo el matraz de entre su túnica, su mano izquierda
ya estirándose hacia ella demandante. Ella le dio el cabello de
Harry, y tras un momento, lo soltó dentro del matraz de la inacabada
Poción Multijugos, que de inmediato empezó a fermentar y
burbujear al tiempo que alcanzaba la potencia que le permitiría a
Severus actuar su parte como la carnada.

"Eso fue inesperado," el Maestro de Pociones dijo lentamente. "¿Por


qué nuestro Director no retiró al Sr. Potter antes, me preguntó, si iba
a llegar tan lejos como para retorcer el Tiempo? No debió haber
nada previniendo que lo hiciera así… en efecto, tu Patronus debió
haber hallado al Sr. Potter ya a salvo…"

Ella no había pensado en eso, un descubrimiento diferente había


saltado al frente de su mente. No era ni de cerca tan horroroso
como el que Bellatrix Black hubiera escapado de Azkaban, sin
embargo -

"¿Harry tiene una capa de invisibilidad ? " ella espetó.

El Maestro de Pociones no respondió; se estaba encogiendo.

Tick-snick, drip-blip, ding-ring-ting-


Todavía la molestaba, aunque se había relegado fuera de su
atención tras un tiempo; y cuando y si ella se volvía Directora, tenía
el propósito de Silenciarlos a todos. ¿Cuál Director de Hogwarts, ella
se cuestionaba, había sido el primero en ser tan inconsiderado
como para crear un dispositivo que hacía ruido, para pasarlo a sus
sucesores?

Estaba sentada en la oficina del Director usando un escritorio que


ella misma había Transformado rápidamente, haciendo algunos de
las cientos de pequeños papeleos necesarios que mantenían a
Hogwarts girando sin parar; se podía perder en ello fácilmente, y
evitaba que pensara en otras cosas. Albus había señalado una vez,
sonando más bien burlón, que Hogwarts parecía funcionar con
mayor agilidad cuando había una crisis externa sobre la cual ella
intentaba no pensar…

… hace diez años, esa fue la última vez que Albus había
pronunciado eso.

Hubo un campaneo que indicaba a un visitante que se aproximaba.

Minerva siguió leyendo su pergamino actual.

La puerta se abrió de par en par, revelando a Severus Snape, quien


dio tres pasos hacia adentro y demandó sin hacer pausa alguna,
"¿Alguna palabra de parte de Ojo-Loco?"

Albus ya se estaba levantando de su silla, al tiempo que ella guardó


sus pergaminos y deshizo el escritorio. "El Patronus de Moody se
está reportando al yo que está en Azkaban," Albus declaró. "Su Ojo
no vio nada; y si el Ojo de Vance no ve una cosa, entonces tal cosa
no existe. ¿Tu reporte?"

"Nadie ha intentado tomar mi sangre por la fuerza," Severus


respondió. Entregó una rápida mueca de una sonrisa. "Excepto el
Profesor de Defensa."

"¿Qué?" exclamó Minerva.


"Me vio como un impostor antes de que yo pudiera abrir mis labios,
y con bastante razón me atacó de inmediato, demandando saber la
localización del Sr. Potter." Otra mueca como imitación de sonrisa.
"Gritar que yo era Severus Snape no pareció tranquilizarlo, por
alguna razón. Creo que ese hombre me mataría por un Sickle y
daría a cambio cinco Knuts. Tuve que paralizar a nuestro buen
Profesor Quirrell, lo que no fue sencillo, y entonces él reaccionó
pobremente al maleficio. 'Harry Potter', naturalmente alarmado, salió
corriendo y le dijo al propietario, y el Profesor de Defensa fue
llevado a San Mungos -"

"¿San Mungos?"

"- donde dijeron que él probablemente había estado trabajando


demasiado durante semanas antes de colapsar, tal era su estado de
agotamiento. Tu precioso Profesor de Defensa está bien, Minerva, el
paralizador puede haberle ayudado al forzarlo a tomar un par de
días de descanso. Después decliné la oferta de usar un Floo a
Hogwarts, y regresé al Callejón Diagon y anduve por ahí; pero nadie
parece haber querido tomar la sangre del Sr. Potter el día de hoy."

"Nuestro Profesor de Defensa está en las mejores manos, de eso


estoy seguro," declaró Albus. "Asuntos más importantes comandan
nuestra atención, Minerva."

Le requirió considerable esfuerzo traer su atención de vuelta, mas al


final volvió a sentarse, y Severus hizo un gesto para conjurar una
silla para sí mismo, y los tres se sentaron juntos para iniciar su
concilio.

Se sentía como un impostor que había usado Poción Multijugos,


sentada entre aquellos dos. La guerra no era su arte, ni la intriga.
Ella tenía que esforzarse para mantenerse un paso por delante de
los gemelos Weasley, y a veces ella fallaba en eso. Estaba sentada
aquí, en últimas, únicamente porque había escuchado la profecía…

"Enfrentamos," el Director habló primero, "un misterio realmente


alarmante. Sólo puedo pensar en dos magos que hayan organizado
este escape."

Minerva apenas y logró respirar. "¿Hay una oportunidad de que no


sea Quien-Tú-Sabes?"

"Me temo que sí," reiteró el Director.

Ella echó una mirada a su lado y vio que Severus parecía tan
confundido como ella misma. ¿ Temer que el Señor Oscuro no
estuviera de regreso? Ella habría dado casi cualquier cosa para que
eso fuera verdad.

"Así que," Albus expuso pesadamente, "nuestro primer sospechoso


es Voldemort, levantándose de nuevo y en busca del poder para
resucitarse a sí mismo. He estudiado muchos libros que desearía no
haber leído, investigando cada posible opción para regresar, y he
hallado no más que tres. Su camino más fuerte para la vida es la
Piedra Filosofal, que Flamel asevera ni siquiera Voldemort podría
crear por su cuenta; por ese camino se elevaría más grande y más
terrible que antes. No hubiera pensado que Voldemort fuera capaz
de resistirse a la tentación de la Piedra, todavía menos porque una
trampa tan obvia es un reto a su inteligencia. Sin embargo su
segunda opción es casi tan poderosa: La carne de su sirviente, dada
por voluntad; la sangre de su enemigo, tomada por la fuerza; y el
hueso de su ancestro, legado sin saberlo. Voldemort es un
perfeccionista -" Albus le echó una ojeada a Severus, quien asintió
para mostrar su acuerdo, "- y ciertamente él buscaría la combinación
más poderosa: la carne de Bellatrix Black, la sangre de Harry Potter,
y el hueso de su padre. La opción final de Voldemort es seducir a
una victima y drenar su vida por un largo periodo de tiempo; en cuyo
caso Voldemort sería débil comparado a su poder anterior. Su
motivación para llevarse misteriosamente a Bellatrix es clara. Y si la
está manteniendo a ella en reserva, para usarla nada más en caso
de que no pueda obtener la Piedra, eso explicaría por qué ningún
intento de secuestro fue hecho sobre Harry éste día."

Minerva miró otra vez de reojo a Severus, lo vio escuchando


atentamente pero sin sorpresa.
"Lo que no es claro," el Director continuó, "es cómo Voldemort pudo
haber organizado éste escape. Una muñeca muerta fue dejada en
lugar de Bellatrix, se suponía que su escape pasara desapercibido;
y aún cuando eso salió mal, los Dementores no pudieron encontrarla
tras su primera advertencia. Azkaban ha permanecido impenetrable
durante siglos, y no puedo imaginar medio alguno por el cual
Voldemort podría haber logrado esto."

"Eso significa poco," Severus dijo, sin expresión. "Para que el Señor
Oscuro haga lo que nosotros no podemos imaginar requiere
solamente que él tenga una mejor imaginación."

Albus asintió con severidad. "Infortunadamente hay ahora otro mago


que se ríe de las imposibilidades. Un mago quien, no hace mucho,
desarrolló un nuevo y poderoso Encantamiento que pudo haber
cegado a los Dementores ante el escape de Bellatrix Black. Y está
implicado por otras razones, también."

El corazón de Minerva estaba perdiéndose algunos latidos, no supo


cómo, o por qué, pero una terrible aprehensión estaba cayendo
sobre ella en cuanto a quién -

"¿Quién sería ese ?" inquirió Severus, sonando confundido.

Albus se recostó en el asiento y pronunció las fatales palabras, las


mismas que ella tanto temía: "Harry James Potter-Evans-Verres."

"¿Potter?" cuestionó el Maestro de Pociones, lo más conmocionado


que ella lo había llegado a escuchar con esa voz que usualmente
era como la seda. "Director, ¿es acaso uno de sus chistes? ¡Él está
en su primer año en Hogwarts! Un berrinche y unas cuantas bromas
infantiles con una capa invisible no lo hacen -"

"No es un chiste," intervino Minerva, su voz apenas por encima de


un murmullo. "Harry ya está haciendo descubrimientos originales en
Transformación, Severus. Aunque desconocía que también estaba
investigando Encantamientos."
"Harry no es un estudiante de primer año ordinario," el Director
declaró solemnemente. "Él está marcado como el igual del Señor
Oscuro, y tiene poder que el Señor Oscuro no conoce."

Severus la estaba contemplando, y tenías que conocerlo bien para


reconocer que su mirada era suplicante. "¿Debo tomar esto
seriamente?"

Minerva simplemente asintió.

"¿Alguien más conoce éste… nuevo y poderoso Encantamiento?"


Severus interrogó.

El Director le lanzó una mirada apologética -

De alguna manera ella supo, lo supo antes que él lo revelara, y tuvo


deseos de gritar con toda la fuerza de sus pulmones.

- y él contestó, "Quirinus Quirrell."

"Por qué," ella clamó, con una voz que debió haber derretido la
mitad de los dispositivos en la oficina, "el Sr. Potter tan siquiera le
CONTÓ a nuestro Profesor de Defensa sobre este nuevo y brillante
Encantamiento para salir de prisiones -"

El Director pasó una mano fatigada y arrugada a través de su frente


igualmente arrugada. "Quirinus estaba ahí por casualidad, Minerva.
Ni siquiera yo lo vi como algo malo en su momento." El Director
titubeó. "Y Harry afirmó que este Encantamiento era demasiado
peligroso para ser explicado a alguno de nosotros; y cuando le volví
a preguntar, este día, insistió que todavía no lo había explicado a
Quirinus, ni había bajado sus barreras de Oclumancia ante la
presencia del Profesor de Defensa -"

"¿El Sr. Potter es un Oclumante ? ¿Le diste una capa de


invisibilidad y es inmune al Veritaserum y es amigo de los gemelos
Weasley ? Albus, ¿tienes alguna idea de lo que has soltado sobre
ésta escuela?" Su voz era ya casi un grito. "¡Para su séptimo año no
quedará nada de Hogwarts excepto un hueco humeante en el
suelo!"

Albus volvió a recostarse en su gran silla acolchada, y comentó,


sonriendo, "No te olvides del Giratiempo."

Ella gritó entonces, pero en voz baja.

Severus arrastró las palabras, "¿Debería enseñarle a fabricar


Poción Multijugos, Director? Pregunto únicamente en aras de ser
exhaustivo, en caso de que no esté satisfecho con la magnitud de
su desastre local."

"Quizá el próximo año," respondió Albus. "Mis queridos amigos, la


pregunta ante nosotros es si Harry Potter ha participado en la salida
de Bellatrix Black de Azkaban, que es demasiado espíritu juvenil
incluso para mis tolerantes estándares."

"Excúseme, Director," Severus declaró con una de las sonrisas más


secas que ella le había visto dirigir hacia Albus, "sin embargo
registraré mi opinión de que la respuesta para eso es no. Éste es el
trabajo del Señor Oscuro, puro y simple."

"Entonces por qué," Albus replicó, y ahora no había nada de humor


en su voz, "cuando planeé retirar a Harry inmediatamente después
de su llegada al Callejón Diagon, ¿descubrí que esto resultaría en
una paradoja?"

Minerva se hundió aún más dentro de su silla, dejó caer su codo


izquierdo encima del brazo duro y sin acolchar, apoyó su cabeza
dentro de su mano, y cerró sus ojos en desesperación.

Había un proverbio que circulaba, entre unos pocos, que rezaba que
sólo un Auror entre treinta estaba calificado para investigar casos
que involucraban Giratiempos; y que de aquellos pocos, la mitad
que ya no estaban locos, pronto lo estarían.
"Así que usted sospecha," la voz de Severus conjeturaba, "que
Potter fue del Callejón Diagon a Azkaban, entonces regresó en el
tiempo al Callejón Diagon después para ser recogido por nosotros -"

"Precisamente," explicó la voz de Albus. "Aunque también es posible


que Voldemort o sus sirvientes observaran para asegurarse de que
Harry si llegó al Callejón Diagon, antes de que ellos iniciaran su
intento contra Azkaban. Y que tuvieran a alguien con un Giratiempo
que pudiera enviar el mensaje de su éxito, para dar inicio al
secuestro. En efecto, fue mi sospecha de esta posibilidad que causó
que yo te enviara a ti y a Minerva en su propia misión, antes de que
yo mismo fuera a Azkaban. Pensé que su fuga fracasaría, mas si
retirar a Harry Potter significara observar el hecho de su eventual
fracaso, entonces yo mismo no podría haber ido a Azkaban tras
haber interactuado con él, pues el futuro de Azkaban no puede tocar
su pasado. Cuando, dentro de Azkaban, no recibí reporte alguno de
tu parte o de Minerva, ni de Flitwick a quien le pedí que intentara
contactarse con ustedes, supe que su interacción con Harry Potter
había sido una interacción con el futuro de Azkaban, indicando que
alguien estaba enviando mensajes a través del tiempo -"

Entonces la voz de Albus se detuvo.

"Pero Director," arguyó Severus, " usted regresó del futuro de


Azkaban e interactuó con nosotros…"

La voz del Maestro de Pociones se apagó.

"Sin embargo Severus, si yo hubiera recibido reporte de tu parte y


de Minerva sobre la seguridad de Harry, yo no habría, en primer
lugar, regresado en el tiempo para -"

"Director, creo que debemos dibujar diagramas para ésto."

"De acuerdo, Severus."

Hubo el sonido de pergaminos siendo esparcidos sobre la mesa, y


luego las plumas garrapateando, y más argumentos.
Minerva se quedó sentada en su silla, cabeza reposando dentro de
su mano, ojos cerrados.

Había una historia que ella había escuchado una vez sobre un
criminal que había poseído un Giratiempo que el Departamento de
Misterios había sellado para él, en un caso extremo de mal juicio
sobre quien necesitaba uno; y hubo un Auror que había sido
asignado a rastrear a éste desconocido criminal del tiempo, a quien
también se le dio un Giratiempo; y la historia terminó con ambos en
el ala de San Mungo para Demencias Totalmente Irrecuperables.

Minerva sentada allí con sus ojos cerrados, esforzándose por no


escuchar, intentando no pensar sobre ello, y procurando no
enloquecerse.

Tras un rato, cuando la discusión pareció haber mermado, ella habló


en voz alta, "El Giratiempo del Sr. Potter está restringido a las horas
entre las nueve PM y la medianoche. ¿Acaso el caparazón fue
alterado, Albus?"

"No según mis Encantamientos más discernidores," contestó Albus.


"Pero los caparazones son cosas nuevas; y derrotar las
precauciones de los Innombrables sin dejar rastro de la derrota…
podría no ser imposible."

Ella abrió sus ojos, y contempló a Severus y al Director mirando con


intensidad a un pergamino cubierto con garabatos enredados que
sin duda alguna la habrían enloquecido de haberlos comprendido.

"¿Han llegado ustedes a alguna conclusión ?" Minerva preguntó. "Y


por favor no me revelen cómo llegaron hasta allí."

Severus y el Director se miraron entre sí, entonces se giraron para


verla a ella.

"Hemos concluido," el Director explicó con gravedad, "que bien


Harry estuvo involucrado o no lo estuvo; que bien Voldemort tiene
acceso a un Giratiempo o no lo tiene; y que sin importar lo que
pudiera haber pasado dentro de Azkaban, nadie habría visitado la
tumba de Little Hangleton durante el periodo en que Moody la
estuvo vigilando dentro de mi propio pasado."

"En resumen," arrastró Severus las palabras, "no sabemos nada,


querida Minerva; aunque al menos parece probable que otro
Giratiempo estuvo involucrado, de alguna manera. Mi propia
sospecha es que Potter ha sido sobornado, engañado, o
amenazado para que envíe mensajes de regreso en el tiempo, quizá
incluso sobre éste escape de prisión. No haré la sugerencia obvia
de quién está jalando sus hilos. Pero sugiero que a las nueve de la
noche de hoy, comprobemos si Potter es capaz de viajar las seis
horas completas hacia atrás hasta las tres de la tarde, para ver si
había usado su Giratiempo."

"Eso parece sabio de hacer en cualquier caso," reconoció


Dumbledore. "Mira que se haga, Minerva, y ordena a Harry que
vaya a mi oficina al tiempo que le convenga, después de eso."

"¿Sin embargo ustedes todavía sospechan que Harry haya estado


involucrado directamente en el escape mismo de la prisión?"
Minerva inquirió.

"Posible mas improbable," contestó Severus, al mismo tiempo que


Albus respondió, "Sí."

Minerva se pinchó la punta de su nariz, respiró profundamente, lo


dejó salir. "Albus, Severus, ¡qué posible razón tiene el Sr. Potter
para hacer semejante cosa!"

"Ninguna que yo pueda pensar," admitió Albus, "sin embargo es un


hecho que solamente la magia de Harry, de todos los medios
conocidos para mí, podrían haber -"

"Alto," pidió Severus. Toda expresión desaparecida de su cara. "Un


pensamiento se me ocurre, debo revisar -" El Maestro de Pociones
cogió un puñado de polvos Floo, cruzó con zancadas largas el
cuarto hacia la chimenea - Albus agitó su varita a toda prisa para
encenderla - y luego tras una flama verde, y las palabras "Oficina
del Jefe de la Casa de Slytherin," Severus se había ido.

Ella y Albus se miraron entre sí y se encogieron de hombros; y


Albus regresó a estudiar el pergamino.

Fueron sólo unos minutos después que Severus surgió por fuera del
Floo, sacudiendo rastros de ceniza de sí mismo.

"Bueno," expresó el Maestro de Pociones. Otra vez un rostro sin


emociones. "Me temo que el Sr. Potter sí tiene un motivo."

"¡Habla!" solicitó Albus.

"Encontré a Lesath Lestrange en la sala común de Slytherin,


estudiando," expuso Severus. "No fue reluctante a verme a los ojos.
Y parece que al Sr. Lestrange no le gustaba pensar en sus padres
dentro de Azkaban, dentro del frío y la oscuridad, con los
Dementores chupando su vida, hiriéndolos cada segundo de cada
día, y le dijo así al Sr. Potter con tales palabras, y le suplicó a él que
los sacara de allí. Ya que, ven ustedes, el Sr. Lestrange había
escuchado que el Niño-Que-Vivió podía hacer cualquier cosa."

Ella y Albus intercambiaron oteadas.

"Severus," Minerva opinó, "de seguro… ni siquiera Harry… tiene


más sentido común que eso…"

Su voz se fue apagando.

"El Sr. Potter piensa que es un Dios," Severus afirmó sin expresión,
"y Lesath Lestrange se arrodilló ante él para rezar y llorar de todo
corazón."

Minerva se quedó observando a Severus, sintiendo el estómago


revuelto. Había estudiado religión Muggle - era la razón más común
para necesitar el Encantamiento Desmemorizador para los padres
Muggles de algunos magos - y ella sabía suficiente como para
comprender lo que Severus acababa de explicar.

"En cualquier caso," prosiguió el Maestro de Pociones. "Busqué


dentro del Sr. Lestrange para ver si sabía cualquier cosa sobre el
escape de su madre. No había escuchado nada. Pero en el instante
que lo descubra, concluirá que la persona responsable fue Harry
Potter."

"Ya veo…" Albus habló despacio. "Gracias, Severus. Estas son


buenas noticias."

"¿Buenas noticias?" Minerva espetó.

Albus la oteó, su rostro ahora tan inexpresivo como el de Severus; y


ella recordó, conmocionada, que el propio Albus - "Es la mejor razón
posible que puedo imaginar para remover a Bellatrix de Azkaban,"
Albus señaló con calma. "Y si no es Harry, recordemos, que
entonces ciertamente se trata del propio Voldemort haciendo sus
primeros movimientos. Sin embargo no seamos apresurados a
juzgar mientras hay tanto que desconocemos todavía, mas pronto lo
sabremos."

Albus una vez más se levantó de su escritorio, dio zancadas largas


para llegar a la chimenea aún encendida, lanzó otro puñado de
polvo verde, y metió su cabeza dentro de las flamas. "Departamento
de Refuerzo de la Ley Mágica," él pronunció, "Oficina de la
Directora."

Tras un momento, la voz de Madam Bones surgió clara y afilada,


"¿Qué ocurre, Albus? Estoy algo ocupada."

"Amelia," dijo Albus, "Te suplicó que compartas cualquier


descubrimiento que hayas hecho con relación a éste asunto."

Hubo una pausa. "Oh," replicó la fría voz de Madam Bones desde el
resplandeciente fuego, "¿y es esa una vía en doble sentido
entonces, Albus?"
"Podría serlo," el mago anciano declaró con serenidad.

"Si cualquier Auror muere a causa de tu reticencia, viejo


entrometido, te haré el completo responsable."

"Entiendo, Amelia," Albus arguyó, "sin embargo no deseo dar un


inicio innecesario a la alarma e incredulidad -"

"¡ Bellatrix Black ha escapado de Azkaban ! ¿Qué alarma o


incredulidad piensas que yo llamaría innecesaria, en vista de los
acontecimientos?"

"Puede ser que te haga recordar tus palabras," comentó el mago


anciano dentro de las flamas verdes. "Porque si descubro que mis
temores no son infundados, yo te lo revelaré . Ahora, Amelia, te
suplico, si has hallado cualquier cosa sobre este asunto, por favor
compártela."

Hubo otra pausa, y luego la voz de Madam Bones añadiendo,


"Tengo información que conseguí dentro de cuatro horas en el
futuro, Albus. ¿Aún la quieres?"

Albus hizo una pausa -

(sopesando, Minerva sabía, la posibilidad de que él podría querer


regresar más de dos horas a partir de este instante; pues no se
podía enviar información más que seis horas para atrás en el
tiempo, sin importar la cadena de Giratiempos,)

- y finalmente dijo, "Sí, por favor."

"Tuvimos un golpe de suerte," declaró la voz de Madam, "una de las


Aurores que atestiguó el escape era una hija de Muggles, y ella nos
contó que el hechizo de Fuego-Volador, como lo estábamos
llamando, podría no ser ningún hechizo en realidad, sino un
artefacto Muggle."
Como un puño en el estómago, así fue como se sintió, y la pesadez
en la panza de Minerva se redobló. Cualquiera que observara una
batalla de la Legión del Caos sabía de que manos se trataba…

La voz de Madam Bones continuó. "Trajimos a Arthur Weasley de la


Oficina Contra el Uso Incorrecto de los Artefactos Muggles - él sabe
más sobre artefactos Muggle que cualquier otro mago con vida - le
dimos la descripción de los Aurores en la escena, y lo descifró. Fue
un artefacto Muggle llamado un cabezón, y lo llaman así porque
tienes que estar mal de la cabeza para pilotar uno. Apenas hace
seis años uno de sus cabezones explotó, asesinó cientos de
Muggles en un instante y casi hace arder la Luna en llamas.
Weasley afirma que los cabezones usan un tipo especial de ciencia
llamada reacción opuesta, así que el plan es desarrollar un maleficio
que evitará que esa ciencia funcione alrededor de Azkaban."

"Gracias, Amelia," Albus manifestó gravemente. "¿Es eso todo?"

"Voy a revisar si obtenemos algo para dentro de seis horas,"


contestó la voz de Madam Bones, "de ser así no me lo comentarán
a mí, pero les ordenaré que te lo informen a ti. ¿Tienes tú algo que
quieras revelarme, Albus? ¿Cuál de las posibilidades será?"

"No aún, Amelia," Albus respondió, "mas podría tener una palabra
para ti pronto."

Se levantó del fuego, entonces, que volvió a convertirse en


ordinarias llamas amarillas. Cada minuto de los años del mago
anciano, casa segundo natural desde su nacimiento y cada segundo
que el Giratiempo había añadido, todo eso más unas cuantas
décadas extras por el estrés, fue visible sobre las lineas de su cara.

"¿Severus?" el mago anciano preguntó. "¿Qué fue en realidad?"

"Un cohete," afirmó el mestizo Maestro de Pociones, quien había


crecido en el pueblo Muggle de Spinner's End. "Una de las más
impresionantes tecnologías Muggle."
"¿Qué tan probable es que Harry conozca tales artes?" inquirió
Minerva.

Severus arrastró las palabras, "Oh, un niño como el Sr. Potter


conoce todo sobre los cohetes; eso, querida Minerva, es una
certeza. Debes recordar que las cosas se hacen diferente en el
mundo Muggle." Severus hizo una mueca. "Sin embargo los cohetes
son peligrosos, y costosos…"

"Harry ha robado y escondido una cantidad desconocida de dinero


de su bóveda en Gringotts, quizá miles de Galeones," comentó el
Director, recibiendo sendas miradas gemelas de desaprobación, "
Ese no fue mi plan, pero cometí el error de enviar al Profesor de
Defensa a supervisar a Harry en el retiro de cinco Galeones para
regalos de Navidad…" El Director se encogió de hombros. "Sí, estoy
de acuerdo, pura tontería en retrospectiva, continuemos."

En silencio Minerva golpeó su cabeza unas cuantas veces contra el


respaldo de su silla.

"A pesar de todo, Director," Severus expuso. "Sólo porque los


Mortífagos nunca usaron artefactos Muggle en la primera guerra,
eso no significa que él sea ignorante. Cayeron cohetes sobre
Bretaña como armas, en el lado Muggle de la guerra de
Grindelwald. Si él pasó el verano de aquellos años en un orfanato
Muggle, como usted nos contó, Director… entonces él, también, ha
escuchado de los cohetes. Y si ha estado oyendo reportes del Sr.
Potter y sus batallas burlescas usando artefactos Muggle,
ciertamente aprendería las fuerzas de su enemigo e intentaría
multiplicarlas para sí mismo. Justo así es como él piensa; cualquier
poder que vea él procurará tomar para sí mismo."

El mago anciano seguía de pie quieto, completamente inmóvil,


incluso los pelos de su barba congelados como si fueran cables
sólidos; y le llegó el pensamiento a Minerva, el pensamiento más
aterrador que ella había tenido en su vida, que Albus Dumbledore
estaba petrificado en ese lugar por el horror.
"Severus," Albus Dumbledore clamó, con voz casi rota, "¿te das
cuenta de lo que afirmas? ¡Si Harry Potter y Voldemort luchan su
guerra con armas Muggle no quedará nada de este mundo excepto
fuego!"

"¿Qué?" espetó Minerva. Ella había escuchado de las pistolas, por


supuesto, mas esas ni siquiera eran tan peligrosas para una bruja
experimentada -

Severus habló como si ella no estuviera en el cuarto. "Entonces


quizá, Director, él está enviando una advertencia deliberada a Harry
Potter de exactamente eso; diciendo que cualquier ataque con
armas Muggle será respondido con retaliación similar. Comande al
Sr. Potter cesar su uso de tecnología Muggle en sus batallas; eso le
mostrará que el mensaje ha sido recibido… y no le de más ideas."
Severus hizo una mueca. "Aunque, pensando en ello, el Sr. Malfoy -
y por supuesto la Señorita Granger - bueno, pensándolo mejor
parece más sabio una prohibición total sobre la tecnología -"

El mago anciano presionó ambas manos contra su frente, y de sus


labios surgió una voz inestable, "Comienzo a esperar que sea Harry
quien esté detrás de éste escape… oh, Merlín nos defienda a todos,
qué he hecho, qué he hecho, ¿qué sucederá con el mundo?"

Severus se encogió de hombros. "De los rumores que he


escuchado, Director, las armas Muggle son apenas ligeramente
peores que los más… recónditos aspectos de la hechicería -"

"¿Peores?" Minerva se quedó con la boca abierta, y luego la cerró


forzosamente.

"Peor que cualquier peligro en estos años de declinación," añadió


Albus. "No peor que aquello que borró a Atlántida del Tiempo."

Minerva se lo quedó mirando fijamente, sintiendo el sudor deslizarse


por toda su espina dorsal.
Severus continuó, todavía dirigiéndose a Albus. "Todos los
Mortífagos excepto Bellatrix lo habrían traicionado, todos los que lo
apoyaban le habrían dado la espalda, todos los poderes del mundo
convergerían para destruirlo, de haber sido él imprudente con
cualquier potencia verdaderamente peligrosa. ¿Es ésto acaso tan
diferente, entonces?"

Algo de movimiento, algo de color, había regresado al rostro del


mago anciano. "Quizá no…"

"Y en cualquier caso," Severus dijo con una sonrisa ligeramente


condescendiente, "las armas Muggle no son fáciles de obtener, no
por miles de Galeones o miles de miles."

¿Acaso Harry no sólo Transforma los dispositivos que usa en sus


batallas? pensó Minerva, pero antes de que ella pudiera abrir su
boca para preguntar -

La chimenea eructó llamas verdes, en ese momento, y la cara de


Pius Thicknesse, el asistente de Madam Bones, apareció allí
adentro. "¿Jefe Supremo?" interrogó Thicknesse. "Tengo un reporte
para usted, transmitido desde -" Los ojos de Thicknesse titubearon
sobre Minerva y Severus, "hace seis minutos."

"Seis horas en el futuro, te refieres," aclaró Albus. "Éstos dos lo


pueden escuchar; entrega tu reporte."

"Sabemos cómo fue hecho," expuso Thicknesse. "En la celda de


Bellatrix Black, escondida en una esquina, había un vial de
pociones; y comprobando los rastros de fluidos remanentes mostró
que se trataba de una poción de Animago."

Hubo una larga pausa.

"Ya veo…" Albus concluyó con pesadez.

"¿Disculpe?" inquirió Minerva. Ella no entendía.


La cabeza de Thicknesse se giró hacia ella. "Un Animago, Madam
McGonagall, en su forma Animal, son de menor interés para los
Dementores. Todos los prisioneros son revisados antes de su
ingreso a Azkaban; y de ser Animagos, su forma Animal es
destruida. Sin embargo no habíamos considerado que alguien
protegido por un Encantamiento Patronus mientras tomaba la poción
y realizaba la meditación, podría ser capaz de convertirse en Animal
después de estar dentro de Azkaban -"

"Hasta donde sé," Severus interrumpió, luciendo su cara de


desprecio acostumbrada, "la meditación de Animago requiere
considerable tiempo."

"Bueno, Sr. Snape," ladró Thicknesse, "los registros enseñan que


Bellatrix Black era una Animaga antes de ser sentenciada a
Azkaban y su forma fue destruida; ¡por lo que tal vez su segunda
meditación no necesitó tanto tiempo como la primera!"

"No habría considerado que fuera posible para ningún prisionero de


Azkaban hacer tal cosa…" Albus reflexionó. "Mas Bellatrix Black era
una hechicera poderosa antes de su encarcelamiento, y ella podría
haberlo hecho si cualquier bruja podía hacerlo. ¿Puede Azkaban ser
protegido contra éste método?"

"Sí," afirmó la confiada cabeza de Pius Thicknesse. "Nuestro


experto asevera que es casi inimaginable que una meditación de
Animago pudiera ser realizada en menos de tres horas, sin importar
la experiencia. Todas las visitas a los prisioneros que se les permita
recibirlas serán limitadas a dos horas de ahora en adelante, y los
Dementores nos informarán si cualquier Encantamiento Patronus es
mantenido en las áreas de la prisión por más tiempo que eso."

Albus se mostró infeliz ante eso último, pero asintió. "Ya veo. No
habrá más intentos de esa clase, por supuesto, mas no relajen su
vigilancia. Y cuando a Amelia se le cuente sobre ésto, dile que tengo
información para ella."

La cabeza de Pius Thicknesse se desvaneció sin otra palabra.


"¿No habrá más intentos…?" preguntó Minerva.

"Porque, querida Minerva," Severus arrastró las palabras, no


habiéndose quitado del todo su habitual desprecio, "si el Señor
Oscuro hubiera planeado liberar algún otro de sus sirvientes de
Azkaban, él no habría dejado el vial de poción para indicarnos cómo
fue hecho." Severus hizo una mueca. "Confieso que… a pesar de
todo no veo por qué ese vial fue dejado allí."

"Es algún tipo de mensaje…" Albus habló despacio. "Y no puedo ver
qué significa, para nada…" Él tamborileó con sus dedos sobre el
escritorio.

Por un largo minuto o tres, el mago anciano se quedó contemplando


la nada, con una arruga en el rostro; mientras Severus también se
quedó sentado en silencio.

Entonces Albus sacudió su cabeza por la desesperación, e inquirió,


"Severus, ¿comprendes tú ésto?"

"No," respondió el Maestro de Pociones, y con una sonrisa


sardónica, "lo que probablemente es mejor para todos nosotros; lo
que sea que él pretendía que concluyéramos de ello, esa parte de
su plan ha fallado."

"Están seguros, ahora, de que se trata de Quien-Tú… ¿es


Voldemort?" interrogó Minerva. "¿No podría ser otro Mortífago que
concibió éste astuto plan?"

"¿Y que supiera también sobre cohetes?" Severus replicó


secamente. "No creo que los otros Mortífagos estuvieran tan
encariñados con los Estudios Muggle. Se trata de él."

"Ajá, es él," Albus expuso. "Azkaban ha permanecido impenetrable


durante años, para caer únicamente ante una poción de Animago
ordinario. Es demasiado astuto y también imposible, lo que fue
desde siempre la firma de Voldemort desde que era conocido como
Tom Riddle. Cualquiera que desee forjar esa firma tendría que ser
tan inteligente como el propio Voldemort. Y no hay nadie más en el
mundo que accidentalmente sobrestimaría mi ingenio, y dejarme un
mensaje del cual yo no puedo comprender nada."

"A menos que él lo haya evaluado con exactitud," Severus explicó


con tono neutral, "en cuyo caso todo ésto es justamente lo que él
pretendía que usted pensara."

Albus suspiró. "En efecto. Pero aún si él me ha engañado


perfectamente, podemos al menos estar confiados en la conclusión
de que no fue Harry Potter."

Debió haber sido un alivio, y aún así Minerva sintió el escalofrío


recorrer su espina dorsal y sus venas, sus pulmones y sus huesos.

Ella recordaba conversaciones como ésta.

Ella recordaba conversaciones como ésta hace diez años atrás, de


un tiempo cuando la sangre había corrido a chorros través de
Bretaña, cuando los magos y brujas a los que había enseñado
alguna vez en clase habían sido masacrados por cientos, recordaba
las casas ardiendo y los gritos de los niños y los destellos de luz
verde -

"¿Qué le dirás a Madam Bones?" ella susurró.

Albus se levantó de su escritorio y caminó hasta el centro del cuarto,


su mano tocando ligeramente los dispositivos, aquí un instrumento
de luz, por allí un instrumento de sonido; ajustó sus gafas con una
mano, usó la otra mano para acomodar la larga barba plateada
contra su túnica, y entonces finalmente el mago antiguo dio la vuelta
y los encaró.

"Le contaré lo poco que conozco sobre el Arte Oscura llamada


horrocrux, por la cual una alma es privada de la muerte," explicó
Albus Dumbledore, con una voz suave que pareció llenar todo el
cuarto, "y le revelaré lo que podría ser hecho con la carne de la
sirviente."
"Le informaré que voy a reconstituir la Orden del Fénix."

"Le diré que Voldemort ha regresado."

"Y que la Segunda Guerra Mágica ha empezado."

Algunas horas después…

El anticuado reloj sobre la pared en el despacho de la Subdirectora


tenía manecillas doradas, y números plateados que conformaban la
cara del reloj; sin hacer sonido cosquilleaba y se sacudía a través de
sus movimientos, pues tenía un encantamiento Silenciador sobre sí.

La mano dorada de la hora se aproximaba al número nueve, la


mano dorada del minuto hacia lo mismo, los dos componentes
enlazados del Tiempo acercándose entre ellos, pronto estarían en el
mismo lugar y nunca colapsarían.

Eran las 8:43 PM, y se acercaba el momento cuando el Giratiempo


de Harry se abriría, para ser comprobado en la única forma que
ningún hechizo imaginable podía engañar, a menos que el hechizo
pudiera sobrepasar las leyes del Tiempo mismo. Ningún cuerpo o
mente, ningún conocimiento o substancia, podía alargar unas siete
horas extras en un mismo día. Ella improvisaría un mensaje, y le
pediría a Harry llevar el mensaje de regreso en seis horas para el
Profesor Flitwick a las 3PM, y ella le preguntaría al Profesor Flitwick
si lo había recibido a esa hora.

Y el Profesor Flitwick le indicaría que en efecto él lo había recibido a


las 3PM.

Y ella le diría a Severus y Albus que tuvieran un poco más de fe en


Harry la próxima vez.

La Profesora McGonagall invocó el Encantamiento Patronus, y le


ordenó a su resplandeciente gato, "Ve donde el Sr. Potter, y
pronuncia lo siguiente para él: Sr. Potter, por favor venga a mi
oficina tan pronto como escuche ésto, sin hacer nada más en el
camino."

Nota del Traductor

El próximo capítulo lo tendré listo como mínimo en dos semanas.


Tiene el mote de final para la saga de la Prisión de Standford pero
no se apresuren a celebrar, porque después siguen las
Conclusiones y ese es un capítulo de extensión larga que podría
tardarme un mes en traducir. Y sumando el omake, faltan dos
meses para que yo por fin empiece a trabajar en la versión PDF de
HPMOR. Si quieren hacer recomendaciones de dónde puedo
ponerlo disponible para comodidad de todos, hagan un comentario
para hacérmelo saber. Creo que en primer lugar lo pondré en mi
blog, mas sigo abierto a sugerencias.

Éste capítulo es muy intenso, podemos ver todo desde la


perspectiva de Minerva y conocer más a Dumbledore y Severus.
Una vez más, en éste episodio podemos ver como usando las pistas
correctas se puede llegar a una conclusión equivocada.

Tras leer la parte sobre lo perfeccionista que es Voldemort y cómo


era lógico que buscara a su sirviente más fiel y fuerte, me hace
pensar que la verdadera causa de la caída del Voldemort canon es
haber escogido la mano de Colagusano. Es un pensamiento muy
divertido para mí, no sé para otros. Igualmente, el intercambio sobre
el desastre local que es Harry, precioso.

Creo que no me quedó tan mal el Photoshop de Minerva, para ser


cosa elaborada en minutos desde luego. (Visible en el blog de
Rhaidot)

Ya casi llega Diciembre época de feliz reencuentro con mi novia y


eso me pone de buen humor. También les deseo a ustedes felices
fiestas.
Agradecimientos especiales a MadameNullaRen, SrtaPoetry y
Dorabel Essa que me enviaron comentarios que me alegraron
mucho.

Como siempre, gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Experimento de la Prision Stanford Final
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 62

El Experimento de la Prisión Stanford, Final

Minerva echó un vistazo al reloj, las manos doradas y los números


plateados, el movimiento circular. Los Muggles lo habían inventado,
y hasta que lo hicieron, a los magos no les había importado saber la
hora. Campanas, sincronizadas con un reloj de arena, habían
servido a Hogwarts para sus primeras clases cuando fue construida.
Era una de las cosas que los puristas de sangre deseaban que no
fueran verdad, y por lo tanto Minerva lo sabía.

Ella había recibido un Sobresaliente en sus É.X.T.A.S.I.S. en sus


Estudios Muggle, lo que ahora parecía ser una marca de vergüenza,
considerando cuán poco ella sabía. Su yo más joven se había dado
cuenta, incluso entonces, que la clase era una estafa, enseñada por
un sangre pura, supuestamente porque los hijos de Muggle no
podían apreciar lo que los hijos de magos necesitaban que les
contaran, y de hecho la Junta de Gobernadores no aprobaba a los
Muggles para nada. Pero cuando ella tenía diecisiete el grado de
Sobresaliente era lo que le importaba principalmente, lo recordaba
con tristeza…

¡Si Harry Potter y Voldemort luchan su guerra con armas Muggle no


quedará nada de este mundo excepto fuego!

Ella ni siquiera podía imaginarlo, y la razón por la cual no podía


imaginarlo era que no podía imaginar a Harry combatiendo con
Quien-Tú-Sabes.
Ella había enfrentado al Señor Oscuro cuatro veces y sobrevivió
cada vez, tres veces con Albus para protegerla y una vez con
Moody a su lado. Ella recordaba el daño, la cara como serpiente, las
tenues escamas verdes desperdigadas sobre la piel, los ojos rojos
brillantes, la voz que se reía con un siseo agudo y no prometía nada
excepto crueldad y tormento: el monstruo puro y completo.

Y Harry Potter era fácil de visualizar en su mente, la expresión


luminosa sobre la cara de un joven niño que tambaleaba entre tomar
lo ridículo seriamente y lo serio ridículamente.

Y pensar en los dos encarándose a punta de varita era demasiado


doloroso para ser imaginado.

No tenían derecho, ningún derecho de poner todo eso sobre un niño


de once años. Ella sabía lo que el Director había decidido para él el
día de hoy, porque le habían contado los arreglos; y de haber sido
ella a la misma edad habría rabiado y gritado y llorado y sentido
inconsolable durante semanas, y…

Harry no es un estudiante de primer año ordinario, Albus había


aseverado. Él está marcado como el igual del Señor Oscuro, y tiene
poder que el Señor Oscuro no conoce.

La terrible y hueca voz explotando desde la garganta de Sybill


Trelawney, la profecía verdadera y original, haciendo eco una vez
más a través de su mente. Ella tenía la sensación de que no
significaba lo que el Director pensó, mas no había forma de poner la
diferencia en palabras.

Y aún si parecía ser verdad, que si había algún niño de once años
en la Tierra entera que podía soportar ésta carga, ese niño se
aproximaba a su oficina ahora. Y si ella pronunciaba algo como
'pobre Harry' enfrente de él… bueno, a él no le gustaría.

Así que ahora tengo que hallar la forma de matar a un Mago Oscuro
inmortal, Harry había hablado en el primer día que lo descubrió.
Realmente desearía que me lo hubiera dicho antes de que iniciara
mis compras…

Ella había sido Jefa de la Casa de Gryffindor por suficiente tiempo,


había visto suficientes amigos morir, para saber que había algunas
personas que no podías salvar de convertirse en héroes.

Hubo un llamado a la puerta, y la Profesora McGonagall pronunció,


"Pase."

Cuando Harry entró, su cara tenía la misma fría, alerta mirada que le
había visto en el Lugar de Mary; y se preguntó por un instante si él
había estado vistiendo esa misma mascara, esa misma identidad,
todo el día.

El joven niño se sentó en la silla frente a su escritorio, y habló, "¿Así


que ya es momento de que me informen qué está pasando?" Las
palabras neutrales, no las palabras afiladas que debieron
acompañar a esa expresión.

Los ojos de la Profesora McGonagall se alzaron por la sorpresa


antes de que los pudiera detener, y exclamó, "¿El Director no le
contó nada, Sr. Potter?"

El niño sacudió su cabeza. "Sólo que él había recibido una


advertencia de que yo podría estar en peligro, pero que ahora
estaba a salvo."

Minerva estaba teniendo problemas para encontrar su mirada.


¿Cómo le podían hacer esto a él, cómo podían cargar esto sobre un
niño de once años, esta guerra, este destino, esta profecía… y ellos
ni siquiera confiaban en él…

Se forzó a sí misma a contemplar a Harry directamente, y vio que


sus ojos verdes estaban calmados mientras se posaban sobre ella.

"¿Profesora McGonagall?" el niño inquirió con calma.


"Sr. Potter," arguyó la Profesora McGonagall, "me temo que no es mi
derecho explicar, sin embargo si después de ésto el Director todavía
no le cuenta nada, usted puede venir conmigo y yo le gritaré a él por
usted."

Los ojos del niño se abrieron de par en par, algo del Harry real
mostrándose a través de una hendidura antes de que la mascara se
volviera a acomodar.

"En cualquier caso," la Profesora McGonagall explicó


enérgicamente. "Lamento la molestia, Sr. Potter, mas necesito
pedirle que use su Giratiempo para regresar seis horas hasta las
tres de la tarde, y darle el siguiente mensaje al Profesor Flitwick:
Plata en el árbol. Demande al Profesor que anote el tiempo en el
que usted le dio ese mensaje. Después de eso el Director desea
encontrarse con usted cuando a usted le convenga."

Hubo una pausa.

Entonces el niño habló, "¿Soy sospechoso de hacer un uso


incorrecto de mi Giratiempo, entonces?"

"¡No por mí !" La Profesora McGonagall respondió a toda prisa. "


Lamento el inconveniente, Sr. Potter."

Hubo otra pausa, y entonces el joven niño se encogió de hombros.


"Va a desbaratar mi agenda de sueño pero supongo que no se
puede evitar. Por favor permita que los elfos de casa sepan que si
pido un desayuno mañanero a las, digamos, tres A.M., debo
recibirlo."

"Por supuesto, Sr. Potter," ella concedió. "Gracias por entender."

El niño se levantó de su silla y le dirigió una inclinación de cabeza


formal, luego se deslizó hasta la puerta con su mano ya yendo
debajo de su camisa en donde aguardaba su Giratiempo; y ella casi
lo llamó ¡Harry! Sólo que no sabía qué más decir después de eso.
En vez de eso esperó, sus ojos sobre el reloj.

¿Cuánto necesitaba esperar para que Harry Potter regresara en el


tiempo?

No necesitaba esperar nada, en realidad; si él ya lo había hecho,


entonces ya había pasado…

Minerva sabía, entonces, que ella lo estaba dilatando porque estaba


nerviosa, y darse cuenta de ello la entristeció. Travesuras, sí,
travesuras inenarrables impensables con toda la prudencia y
precaución de una roca cayendo - ella no sabía cómo el niño había
engañado al Sombrero para que no lo Seleccionara en Gryffindor
donde él obviamente pertenecía - sin embargo nada oscuro o
dañino, jamás. Bajo esas diabluras su bondad corría tan profunda y
verdadera como la de los gemelos Weasley, aunque ni siquiera la
Maldición Cruciatus habría logrado que ella lo reconociera en voz
alta.

"Expecto Patronum," ella invocó, y luego, "Ve con el Profesor


Flitwick, y trae su respuesta tras preguntarle lo siguiente: '¿El Sr.
Potter te dio un mensaje de mi parte, cuál fue ese mensaje, y
cuándo lo recibiste?'"

Una hora antes, habiendo usado el último giro de su Giratiempo tras


ponerse la Capa de Invisibilidad, Harry plegó el reloj de arena de
vuelta dentro de su camisa.

Y se dirigió a los calabozos de Slytherin, con zancadas tan largas y


rápidas como se lo permitieron sus piernas invisibles, aunque sin
correr. Por fortuna la oficina de la Subdirectora ya estaba en un nivel
bajo de Hogwarts…

Unas cuantas escaleras después, devorando dos escalones a la vez


mas no tres, Harry se detuvo en un corredor cuya vuelta final llevaba
a la entrada de los dormitorios de Slytherin.
Harry tomó un pedazo de pergamino (no de papel) de su rollo, cogió
una Pluma Vuelapluma (no un bolígrafo) de su monedero, y le indicó
a la pluma, "Escribe estas letras exactamente como te las digo: Z-P-
G-B-S-Y, espacio, F-V-Y-I-R-E-B-A-G-U-R-G-E-R-R."

Había dos clases de códigos en la criptografía, códigos que evitaban


que tu hermano menor leyeran tus mensajes y códigos que
prevenían que los grandes gobiernos leyeran tus mensajes, y éste
era el primer tipo de código, pero era mejor que nada. En teoría,
nadie debía leerlo de todos modos; y aún si lo hacían, no
recordarían nada interesante a menos que lo descifraran primero.

Harry entonces puso esa pieza de pergamino dentro de un sobre


cerrado, y con su varita derritió un poco de cera verde para sellarlo.

En principio, por supuesto, Harry pudo haber hecho todo eso horas
antes, sin embargo por alguna razón esperar hasta después de
haber escuchado el mensaje de los propios labios de la Profesora
McGonagall se parecía menos a Molestar Al Tiempo.

Entonces Harry puso el sobre dentro de otro sobre, que ya contenía


otra hoja de papel con otras instrucciones, y cinco Sickles plateados.

Cerró ese sobre (que ya tenía un nombre escrito en el exterior), lo


selló con más cera verde, y presionó un último Sickle dentro de ese
sello.

Luego Harry puso ese sobre dentro del último sobre en el cual
estaba escrito con largas letras el nombre "Merry Tavington".

Y Harry asomó la cabeza en la vuelta de la esquina donde el retrato


ceñudo que servía como puerta a los dormitorios de Slytherin
aguardaba; como él no deseaba que el retrato recordara no haber
visto a alguien invisible, Harry usó el Encantamiento Levitador para
hacer que el sobre flotara hacia el hombre ceñudo, y lo golpeó
suavemente con el sobre.
El hombre ceñudo observó el sobre, contemplándolo a través de un
monóculo, suspiró, y se giró para darle la cara hacia el interior de los
dormitorios de Slytherin, y llamó, "¡Mensaje para Merry Tavington!"

Ahí fue cuando al sobre se le permitió caer al suelo.

Unos cuantos momentos después la puerta del retrato se abrió, y


Merry recogió el sobre del piso.

Ella lo abriría y hallaría un Sickle y un sobre dirigido a una


estudiante de cuarto año llamada Margaret Bulstrode.

(Los Slytherins hacían éste tipo de cosas todo el tiempo, y un Sickle


definitivamente constituía una orden apremiante.)

Margaret abriría su sobre, y encontraría cinco Sickles junto con un


sobre para ser dejados en un salón de clases sin usar…

… después de que ella usara su Giratiempo para regresar cinco


horas…

… donde ella se toparía con otros cinco Sickles esperándola, si


llegaba allí pronto.

Y un invisible Harry Potter estaría esperando en ese cuarto entre las


tres PM y las tres treinta, sólo en caso de que alguien intentara la
prueba obvia.

Bueno, había sido obvia para el Profesor Quirrell, al menos.

También había sido obvio para el Profesor Quirrell que (a) Margaret
Bulstrode tenía un Giratiempo y que (b) ella no era muy estricta
sobre cómo lo usaba, por ejemplo al decirle a su hermana menor
buenas piezas de chisme "antes" que alguien más las hubiera
escuchado.

Algo de la tensión se fue de Harry mientras se alejó del retrató en la


puerta, todavía invisible. De alguna forma su mente se las había
arreglado para preocuparse sobre el plan, incluso sabiendo que ya
había tenido éxito. Ahora sólo faltaba la confrontación con
Dumbledore, y su día habría acabado… iría a las gárgolas del
Director a las 9PM, ya que hacerlo a las 8PM parecería más
sospechoso. De éste modo el podía clamar que simplemente había
malentendido lo que la Profesora McGonagall había querido decir
con "después"…

El oscuro dolor se agarró al corazón de Harry al pensar una vez más


en la Profesora McGonagall.

Por lo que Harry se retiró un poco más dentro de su lado oscuro,


que había vestido la expresión de calma y mantenido la fatiga fuera
de su rostro, y siguió caminando.

Habría un ajuste de cuentas, mas a veces tenías que tomar


prestado todo lo que pudieras el día de hoy, y dejar que los pagos
llegaran mañana.

Incluso el lado oscuro de Harry se estaba sintiendo exhausto para


cuando la escalera en espiral lo hubo llevado a la gran puerta de
roble que era el portal final a la oficina de Dumbledore; pero ya que
Harry ahora estaba legalmente cuatro horas más allá de su hora
natural para ir a la cama, era seguro mostrar algo de esa fatiga, la
física aunque no la emocional.

La puerta de roble se abrió de par en par -

De antemano los ojos de Harry ya se habían enfocado en la


dirección del gran escritorio, en el trono detrás de aquello; así que le
tomó un momento registrar que el trono estaba vacío, el escritorio
desolado en el centro excepto por un solitario volumen
encuadernado en cuero; y entonces Harry cambió su mirada de
dirección para ver al mago de pie a un lado de sus horribles cosas,
los desconocidos y misteriosos aparatos amontonados en una
esquina del escritorio. Fawkes y el Sombrero Seleccionador
ocupaban sus respectivos percheros, una brillante y fogosa llama
crujía en un rincón que Harry hasta ahora se daba cuenta era una
chimenea, y había dos sombrillas y tres pantuflas rojas para el pie
rojo. Todas las cosas en su lugar y apariencia acostumbrada
excepto el mago anciano en sí mismo, de pie y alto vestido con una
túnica negra muy formal. Fue una conmoción para sus ojos, esa
túnica sobre esa persona, era como si Harry hubiera visto a su
padre luciendo un traje de negocios.

Muy antigua era la apariencia de Albus Dumbledore, y afligida.

"Hola, Harry," saludó el mago anciano.

Dentro de una identidad alterna auto-mantenida como una


construcción de la Oclumancia, un Harry-inocente que
absolutamente no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo inclinó
su cabeza fríamente, y pronunció, "Director. Espero que ya haya
escuchado la confirmación de parte de la Subdirectora McGonagall,
así que si está bien por usted, realmente quisiera saber qué está
pasando."

"Sí," concordó el mago anciano, "es hora, Harry Potter." La espalda


se enderezó, nada más un poco pues el mago ya estaba de pie;
pero de alguna forma incluso ese pequeño cambio hizo que el mago
pareciera una cabeza más alto, y más fuerte aunque no más joven,
formidable aunque no peligroso, su potencia reunida sobre él como
un manto. Con una clara voz, entonce, él habló: "Éste día tu guerra
contra Voldemort ha iniciado."

"¿Qué?" exclamó el Harry exterior que no sabía nada, mientras algo


viendo desde adentro pensó más o menos lo mismo sólo que con
mucha más profanidad de por medio.

"Bellatrix Black ha sido tomada de Azkaban, ella escapó de una


prisión de la que no se podía escapar," el mago anciano explicó. "Es
una hazaña que carga la firma de Voldemort como ninguna otra que
hubiera visto antes; y ella, su más fervorosa sirviente, es uno de los
tres requisitos que él debe obtener para revivir con un nuevo cuerpo.
Tras diez años el enemigo que derrotaste ha regresado, como fue
predicho."

Ninguna parte de Harry pudo pensar que pronunciar ante eso, al


menos no durante los pocos segundos antes de que el mago
anciano continuara.

"No cambia mucho para ti, por ahora," explicó el mago anciano. "He
empezado a reconstituir la Orden del Fénix que te servirá, he
alertado a las pocas almas que pueden y deberían entender: Amelia
Bones, Alastor Moody, Bartemius Crouch, ciertos otros. De la
profecía - sí, hay una profecía - yo no les he contado, pero saben
que Voldemort ha regresado, y saben que tú jugarás un rol vital.
Ellos y yo lucharemos tu guerra en sus etapas iniciales, mientras tú
creces en fuerza, y quizá sabiduría, aquí en Hogwarts." Las manos
del mago anciano se alzaron, como si estuviera suplicando. "Así que
para ti, por ahora, sólo hay un cambio, y te imploro que comprendas
su necesidad. ¿Reconoces el libro sobre mi escritorio, Harry?"

La parte interna de Harry estaba gritando y golpeando su cabeza


contra paredes imaginarias, mientras el Harry exterior se giró y
contempló a lo que resultó ser -

Hubo una pausa bastante larga.

Entonces Harry respondió, "Es una copia de El Señor de los Anillos


de J. R. R. Tolkien."

"Reconociste una frase de ese libro," prosiguió Dumbledore, mirada


intensa en sus ojos, "por lo que asumo que lo recuerdas bien. Si
estoy equivocado, por favor corrígeme."

Harry nada más se lo quedo viendo.

"Es importante entender," expuso Dumbledore, "que éste libro no es


una descripción realista de una guerra mágica. John Tolkien nunca
luchó contra Voldemort. Tu guerra no será como en los libros que
has leído. La vida real no es como en las historias. ¿Comprendes,
Harry?"

Harry, muy lento, asintió sí; y luego sacudió su cabeza en un no.

"En particular," declaró Dumbledore, "hay una cosa ciertamente


tonta que Gandalf hace en el primer libro. Él comete muchos
errores, así actúa el mago de Tolkien; sin embargo hay un error que
es el más imperdonable. Ese error es éste: Cuando Gandalf tuvo la
primera sospecha, aunque fuera momentánea, de que Frodo poseía
el Anillo Único, debió llevarse a Frodo para Rivendell en el acto .
Podría haber pasado una vergüenza, ese mago anciano, de haber
resultado sus sospechas falsas. Podría haber encontrando
embarazoso comandar a Frodo, y Frodo habría estado grandemente
incómodo, necesitando hacer a un lado muchos otros planes y
pasatiempos. Mas un poco de vergüenza, y embarazo, e
incomodidad, es nada comparado a la perdida de toda tu guerra,
cuando los nueve Nazgul descendieron en picada sobre la Comarca
mientras tú estabas leyendo viejos pergaminos en Minas Tirith, y se
llevan el Anillo sin perder el tiempo. Y no sería Frodo solamente
quien habría sufrido; toda la Tierra Media habría caído en la
esclavitud. De no haberse tratado de una mera historia, Harry, ellos
habrían perdido su guerra. ¿Captas a qué me refiero?"

"Eh…" contestó Harry, "no exactamente…" Había algo sobre


Dumbledore cuando se comportaba así, que hacía difícil
permanecer apropiadamente frío; su lado oscuro tenía problemas
con lo raro.

"Entonces lo diré con todas sus letras," concluyó el mago anciano.


Su voz era severa, sus ojos estabas tristes. "Frodo debió haber sido
movido a Rivendell de inmediato por el propio Gandalf - y Frodo
nunca debió haber dejado Rivendell sin guardia. No tendría porque
haber ocurrido la noche de terror en Bree, no Quebradas de los
Túmulos, no Amon Sûl donde Frodo fuera herido, pudieron haber
perdido su guerra por completo en cualquiera de esas veces, ¡por el
descuido de Gandalf! ¿Entiendes ahora a qué me refiero, hijo de
Michael y Petunia?"
Y el Harry que nada sabía lo comprendió.

Y el Harry que nada sabía vio que era la más ingeniosa, sabia,
inteligente y sensata, la acción correcta por hacer.

Y el Harry que nada sabía pronunció justo lo que un inocente Harry


habría hablado, mientras el observador silencioso gritaba por la
confusión y agonía.

"Usted se refiere," Harry contestó, su voz temblando pues las


emociones internas iban traspasando hacia la calma exterior, "a que
no voy a ir a casa de mis padres en vacaciones."

"Los verás de nuevo," el mago anciano se apresuró a explicar. "Les


pediré que vengan aquí para estar contigo, les extenderé cada
cortesía durante su visita. Sin embargo no vas a ir a casa para las
vacaciones, Harry. No vas a ir a casa para el verano. Ya no irás a
almorzar en el Callejón Diagon, ni siquiera con el Profesor Quirrell
para cuidarte. Tu sangre es el segundo requisito que Voldemort
necesita para alzarse tan fuerte como antes. Por lo que nunca
volverás a dejar los limites de las protecciones Hogwarts sin una
razón vital, y con un guarda lo suficientemente fuerte como para
repeler cualquier ataque durante el tiempo suficiente como para que
tú llegues a un lugar seguro. "

El agua estaba empezando en las esquinas de los ojos de Harry.


"¿Es eso una petición?" inquirió su voz tambaleante. "¿O una
orden?"

"Lo lamento, Harry," el mago anciano respondió con suavidad. "Tus


padres verán la necesidad, espero; pero si no… Me temo que no
tienen otra opción; la ley, aunque equivocada, no los reconoce como
tus guardianes. Lo siento, Harry, y entenderé si me desprecias por
ello, mas debe ser hecho."

Harry le dio la espalda, miró la puerta, ya no podía contemplar más


a Dumbledore, no podía confiar en su propio rostro.
Éste es el costo para ti mismo, opinó Hufflepuff dentro de su mente,
es justo porque tú impusiste costos sobre otros. ¿Cambiará eso tu
perspectiva de todo el asunto, en la forma en que el Profesor
Quirrell cree que cambiará?

Automáticamente, la mascara del inocente Harry exclamó


exactamente lo que habría dicho: "¿Están mis padres en peligro?
¿Necesitan ellos ser movidos aquí?"

"No," replicó la voz del mago. "No lo creo así. Los Mortífagos
aprendieron, hacia el final de la guerra, a no atacar a las familias de
la Orden. Y si Voldemort ahora está actuando sin sus antiguos
compañeros, él todavía sabe que soy yo quien toma las decisiones
por el momento, y él conoce que no le daré nada por cualquier
amenaza hacia tu familia. Le enseñé que no me rindo ante el
chantaje, y por eso él no lo intentará."

Harry lo volvió a encarar, y vio frialdad en la cara del mago anciano


que combinaba con el cambio de su voz, los ojos azules de
Dumbledore tras las gafas se habían endurecido como el acero, no
encajaban con la persona mas sí con la formal túnica negra.

"¿Es eso todo, entonces?" cuestionó la voz temblorosa de Harry.


Después él pensaría sobre ésto, después pensaría en alguna
respuesta astuta, después le preguntaría al Profesor Quirrell si
había alguna manera de convencer al Director de que estaba
equivocado. En ese momento, mantener la mascara requería toda la
atención de Harry.

"Voldemort usó un artefacto Muggle para escapar de Azkaban," el


mago anciano dijo. "Él te está observando y aprendiendo de ti, Harry
Potter. Pronto un hombre llamado Arthur Weasley por orden del
Ministerio impondrá un edicto para que cese todo el uso de
artefactos Muggle en las batallas del Profesor de Defensa. En el
futuro, cuando tengas una buena idea, guardala para ti mismo."

No parecía importante por comparación. Harry nada más asintió, y


preguntó una vez más, "¿Es eso todo?"
Hubo una pausa.

"Por favor," suplicó el mago anciano con un susurro. "No tengo


derecho a pedir tu perdón, Harry James Potter-Evans-Verres, pero
por favor, al menos dime que entiendes el por qué." Había agua en
los ojos del mago anciano.

"Lo entiendo," afirmó la voz del Harry exterior que sí entendía, "O
sea… Ya había estado pensando en algo así… reflexionando si
podía lograr que mis padres y usted me permitieran quedarme en
Hogwarts durante el verano como los huérfanos, para poder leer en
la biblioteca de aquí, como sea todo es más interesante en
Hogwarts…"

Un ahogado sonido surgió de la garganta de Albus Dumbledore.

Harry se giró otra vez hacia la puerta. No era un escape indemne,


mas era un escape.

Dio un paso hacia adelante.

Su mano cogió el pomo de la puerta.

Un grito desgarrador partió el aire -

Como si fuera en cámara lenta, al tiempo que Harry se giró, vio al


fénix ya lanzándose a través del aire y aleteando hacia él.

Desde el verdadero Harry, el que conocía su verdadera culpa, salió


un asomó de pánico, pues no había pensado en eso, no lo había
anticipado, se había preparado para encarar a Dumbledore mas se
había olvidado de Fawkes -

Aleteo, aleteo, y aleteo, tres veces las alas del fénix aletearon como
el estallido y apagón de un fuego, la duración parecía pasar
demasiado lento mientras Fawkes se remontaba por encima de los
misterios dispositivos para llegar hacia donde Harry aguardaba de
pie.
Y el ave roja-dorada estaba flotando frente a él con gentiles
movimientos de ala, balanceándose en el aire como la flama de una
vela.

"¿Qué sucede, Fawkes?" inquirió el falso Harry confundido,


observando al fénix a los ojos, como lo haría si fuera inocente. El
Harry real, sintiendo el mismo malestar horrendo que sintió cuando
la Profesora McGonagall había expresado su confianza en él,
pensó: ¿Me volví malvado el día de hoy, Fawkes? Yo no creí que
fuera malvado… ¿Me odias ahora? Si me convierto en algo que un
fénix odia, quizá debería rendirme sin más, rendirme ahora y
confesar -

Fawkes gritó, el más terrible chillido que Harry hubiera llegado a


escuchar, un chillido que puso todos los dispositivos a vibrar e hizo
despertar a todas las figuras que dormían dentro de sus retratos.

Perforó a través de todas las defensas de Harry como si fuera una


espada caliente cortando mantequilla, todas sus capas colapsaron
como globos estallados con agujas, reajustaron sus prioridades en
un instante pues él recordó la única cosa que era importante; las
lágrimas empezaron a verterse libremente por los ojos de Harry,
bajando por sus mejillas, su voz ahogada pues las palabras salían
de su garganta como si estuviera tosiendo lava -

"Fawkes dice," la voz de Harry pronunció, "él quiere que yo, haga,
algo, sobre, los prisioneros, en Azkaban -"

"¡Fawkes, no !" exclamó el mago anciano. Dumbledore se adelantó,


acercándose al fénix con una mano suplicante. La voz del mago
anciano era casi tan desesperada como había sido el grito del fénix.
"¡No puedes pedirle eso, Fawkes, no es más que un niño!"

"Usted fue a Azkaban," Harry susurró, "usted llevó a Fawkes


consigo, él vio - usted vio - usted estuvo ahí, usted vio - ¿POR QUÉ
NO HIZO NADA? ¿POR QUÉ NO LOS DEJÓ SALIR? "
Cuando los instrumentos dejaron de vibrar, Harry se dio cuenta que
Fawkes había gritado al mismo tiempo que él, que ahora el fénix
estaba volando al lado de Harry y encarando a Dumbledore a su
lado, la cabeza rojo-dorada a la altura de la suya.

"Puedes," murmuró el mago anciano, "¿puedes en verdad escuchar


la voz del fénix tan claramente?"

Harry estaba llorando tan fuerte que casi no podía hablar, por todas
las puertas de metal que había pasado, las voces que había
escuchado, las peores memorias, las desesperadas suplicas que
oía al caminar, todo había explotado dentro de su mente como una
flama a causa del grito del fénix, todos los bastiones internos
derribados. Harry no sabía si en realidad podía escuchar la voz del
fénix claramente, si habría entendido a Fawkes sin haberlo sabido
de antemano. Todo lo que Harry sabía era que tenía una excusa
plausible para mencionar las cosas que el Profesor Quirrell le había
dicho que nunca debía comentar en una conversación desde hoy en
adelante; porque esto era justamente lo que un inocente Harry
habría dicho, lo que habría hecho, de haber escuchado con tanta
lucidez. "Ellos están sufriendo - tenemos que ayudarlos - "

"¡Yo no puedo !" lloró Albus Dumbledore. "¡Harry, Fawkes, no puedo,


no hay nada que yo pueda hacer!"

Otro grito desgarrador.

"¿POR QUÉ NO? ¡NADA MÁS VAYA Y SÁQUELOS!"

El mago anciano retiró su vista del fénix, sus ojos se posaron sobre
los de Harry. "Harry, ¡explica a Fawkes de mi parte! ¡Cuéntale que
no es tan simple! Los fénix no son meros animales mas son
animales, Harry, no pueden asimilar -"

"Yo tampoco lo comprendo," Harry declaró, con voz temblorosa.


"¡No comprendo por qué están alimentando a los Dementores con
prisioneros! ¡Azkaban no es una prisión, es una cámara de tortura y
ustedes están torturando a esas personas hasta la MUERTE! "
"Percival," argumentó el mago anciano con voz ronca "Percival
Dumbledore, mi propio padre, Harry, ¡mi propio padre murió dentro
de Azkaban! ¡Lo sé, sé que es un horror! ¿Pero que quieres de mí?
¿Destrozar Azkaban por la fuerza? ¿Quieres que declare una
abierta rebelión contra el Ministerio?"

¡CAW!

Hubo una pausa, y la voz temblorosa de Harry dijo, "Fawkes no


sabe nada sobre los gobiernos, él nada más quiere que usted -
saque a los prisioneros afuera - de sus celdas - y él le ayudará a
pelear, si alguien se interpone en su camino - y - ¡y yo también lo
haré, Director! ¡Iré con usted y destruiré cualquier Dementor que se
acerque! Nos preocuparemos sobre las consecuencias políticas
después, apuesto que usted y yo juntos podemos salirnos con la
nuestra -"

"Harry," murmuró el mago anciano, "los fénix no entienden cómo


ganar una batalla puede perder una guerra." Las lagrimas
descendían por las mejillas del mago anciano, secándose dentro de
su barba plateada. "La batalla es todo lo que conocen. Son buenos,
sin embargo no son sabios. Por eso es que escogen a los magos
para que sean sus maestros."

"¿Puede usted traer a los Dementores donde yo pueda atacarlos?"


La voz de Harry ya era suplicante. "Tráigalos en grupos de a quince
- creo que puedo destruir esa cantidad a la vez sin lastimarme a mí
mismo - "

El mago anciano negó con su cabeza. "Fue bastante difícil pasar la


perdida de uno - podrían darme uno más, pero nunca dos - son
considerados posesiones nacionales, Harry, armas en caso de
guerra - "

La furia destelló entonces en Harry, resplandeció como el fuego,


podría haber venido del hombro donde reposaba un fénix, y podría
haber venido de su propio lado oscuro, y las dos iras se mezclaron
dentro de él, la fría y la caliente, y fue una extraña voz la que surgió
desde su garganta, "Dime algo. ¿Qué tiene que hacer un gobierno,
qué tienen que hacer los votantes con su democracia, qué tienen
que hacer las personas de un país, antes de que me vea forzado a
decidir que ya no estoy en el mismo lado de ellos?"

Los ojos del mago anciano se abrieron por completo al observar al


niño con un fénix sobre el hombro. "Harry… son aquellas tus
palabras, o las del Profesor de Defensa - "

"Porque tiene que haber algún punto, ¿no es así? Y si no es


Azkaban, ¿dónde es, entonces?"

"Harry, escucha, por favor, ¡óyeme! ¡Los magos no podrían vivir


juntos si cada uno declarara rebelión contra los demás, cada vez
que difieren! Siempre habrá algo - "

"¡Azkaban no es un mero algo! ¡Es malvado!"

"¡Sí, incluso malvado! ¡Incluso algunos males, Harry, pues los


magos no son perfectamente buenos! Y de todos modos es mejor
que vivamos en paz, que en caos; y si tú y yo acabáramos con
Azkaban por la fuerza ese sería el principio del caos, ¿no lo puedes
ver?" La voz del mago anciano era suplicante. "¡Y es posible
oponerse a la voluntad de tus iguales abiertamente o en secreto, sin
odiarlos, sin declararlos malvados y enemigos! ¡No creo que las
personas de éste país merezcan eso de ti, Harry! E incluso si
algunos de ellos lo merecen - ¿qué hay de los niños, qué hay de los
estudiantes en Hogwarts, que hay de las muchas buenas personas
mezcladas con las malas?"

Harry contempló hacia su hombro donde Fawkes se había posado,


vio los ojos del fénix observándolo a su vez, no brillaban y aún así
iluminaban, flamas rojas en un mar de fuego dorado.

¿Qué piensas, Fawkes?

"¿Caw?" Dijo el fénix.


Fawkes no comprendía la conversación.

El joven niño miró al mago anciano, y habló con densa voz, "O tal
vez los fénix son más sabios que nosotros, más listo que nosotros,
quizá ellos nos siguen por ahí esperando que algún día los
escuchemos, que algún día lo entendamos, que algún día
simplemente saquemos, los prisioneros, afuera, de sus celdas -"

Harry se giró, abrió la puerta de roble y atravesó la escalera y cerró


con un portazo la puerta tras él.

El hueco de la escalera empezó a rotar, Harry empezó a descender,


y él puso su cara dentro de sus manos, y principio a llorar.

No fue hasta que estuvo a la mitad del fondo que notó la diferencia,
se dio cuenta del calor que seguía esparciéndose a través de él, y
percibió que -

"¿Fawkes?" Harry susurró.

- el fénix seguía sobre su hombro, acomodado ahí como lo había


visto unas cuantas veces sobre Dumbledore.

Harry volvió a ver dentro de los ojos, flamas rojas dentro de fuego
dorado.

"Tú no eres mi fénix ahora… ¿o sí?"

¡Caw!

"Oh," Harry dijo, su voz temblando un poco, "Me alegra escuchar


eso, Fawkes, porque no creo - que el Director - no creo que él lo
merezca -"

Harry se detuvo, respiró profundamente.

"No creo que él se merezca eso, Fawkes, estaba intentando hacer


lo correcto…"
¡Caw!

"Pero estás enojado con él y quieres probar un punto. Lo


comprendo."

El fénix acarició su cabeza contra el hombro de Harry, y la gárgola


de piedra se hizo suavemente a un lado para permitir que Harry
pasara hacia los corredores de Hogwarts.

Nota del Traductor

Por poco alcancé a terminar a tiempo. Éste será el último capítulo


del año 2016. Voy a tomarme una semana de vacaciones para
pasar tiempo de calidad con mi novia y después reasumiré la
traducción.

El próximo episodio es bastante largo, es probable que lo terminé a


finales de Enero.

Después trabajaré en preparar los tres libros PDF en que se dividen


los primeros 63 capítulos de HPMOR y entonces regresaré al
capítulo 64 que constituye varios Omakes.

Creo que será un gran año para Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad.

Creo que éste episodio es lindo, con todo el asunto de Fawkes y las
dudas que Harry tiene sobre sí mismo. Me hace cuestionarme las
diferencias entre la ley y la justicia, entre lo bueno y lo correcto,
entre el Hermione X Ron y el Hermione X Harry.

Les doy un agradecimiento generalizado por haberme acompañado


durante otro año. ¿Será que en el 2017 llegaremos al final de
HPMOR? Lo dudo, pero espero que al menos avancemos un buen
trecho.
Y un agradecimiento personalizado a Dorabel Essa, cuyos
comentarios en brasileño me han divertido y animado bastante .

Como siempre, gracias por leer.

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Experimento de la Prision Conclusiones
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

Capítulo 63

El Experimento de la Prisión Stanford, Conclusiones

Conclusión, Hermione Granger :

Ella estaba empezando a cerrar sus libros y guardar su tarea para


prepararse para dormir, Padma y Mandy hacían otro tanto con sus
propios libros al otro lado de la mesa, cuando Harry Potter ingresó
caminando a la sala común de Ravenclaw; y fue sólo entonces
cuando ella se dio cuenta, que no lo había visto desde el desayuno.

Esa sorpresa fue rápidamente sobrepasada por una mucho más


alarmante.

Había una criatura alada rojo-dorada sobre el hombro de Harry, una


brillante ave de fuego.

Y Harry se veía triste y agotado y realmente cansado como si el


fénix fuera la única cosa que lo mantenía de pie, pero todavía
quedaba algo de calor sobre él, si te cruzabas con sus ojos podrías
haber pensado que estabas mirando al Director de alguna manera,
ese fue la impresión que recorrió la mente de Hermione aunque no
tenía ningún sentido.

Harry Potter atravesó la sala común de Ravenclaw con largas


zancadas, pasó sofás llenos de niñas observadoras, pasó círculos
de cartas de niños contempladores, dirigiéndose a ella.

En teoría ella no estaba hablando con Harry Potter todavía, su


semana no acababa hasta mañana, sin embargo lo que fuera que
estuviera pasando era claramente más importante que eso -

"Fawkes," Harry dijo, justo cuando ella estaba a punto de abrir la


boca, "esa niña de ahí es Hermione Granger, no está hablando
conmigo ahora mismo porque soy un idiota, mas si quieres estar
sobre el hombro de una buena persona ella es mejor que yo."

Tanta fatiga y dolor en la voz de Harry Potter -

Pero antes de que ella pudiera descubrir qué hacer al respecto, el


fénix saltó del hombro de Harry como un fósforo en cámara rápida,
resplandeciendo hacia ella; había un fénix volando frente a sí y con
la mirada fija sobre ella con ojos de luz y flama.

"¿Caw?" cuestionó el fénix.

Hermione se lo quedó mirando, sintiendo que estaba enfrentando


una pregunta en un examen para el cual había olvidado estudiar, la
pregunta más importante y ella había estado toda su vida sin
estudiar, no sabía qué responder.

"Yo -" ella comentó. "Nada más tengo doce, no he hecho nada
todavía -"

El fénix simplemente planeó a su alrededor, rotando alrededor sólo


con la fuerza de las puntas de sus alas como el ser de luz y aire que
era, y se remontó de vuelta al hombro de Harry Potter, donde se
asentó con bastante firmeza.

"Niño tonto," dijo Padma al frente de ella, viéndose indecisa entre


reír o hacer una mueca, "los fénix no son para niñas inteligentes que
hacen su tarea, son para idiotas que se lanzan directo contra cinco
abusones de Slytherin más grandes. Hay una razón por la que los
colores de Gryffindor son el rojo y el dorado, sabes."

Hubo muchas risas amistosas en la sala común de Ravenclaw.

Hermione no fue una de las que se rió.


Tampoco Harry.

Harry había puesto una mano sobre su propia cara. "Dile a


Hermione que lo lamento," le pidió a Padma, su voz casi cayendo a
un susurro. "Explícale que olvidé que los fénix son animales, no
entienden de tiempo y planeación, no comprenden a las personas
que van a hacer cosas buenas más adelante - no estoy seguro de
que tan siquiera entiendan lo que una persona es, todo lo que ven
es lo que la gente hace. Fawkes no sabe lo que significa doce. Di a
Hermione que lo siento - yo no debí - nada me sale bien hoy, ¿no es
así?"

Harry se giró para irse, el fénix todavía sobre su hombro,


empezando a arrastrarse lentamente hacia la escalera que llevaba a
su dormitorio.

Y Hermione no podía dejarlo así, simplemente no podía dejarlo así.


No sabía si era por su competición con Harry o algo más. Nada más
no podía permitir que acabara con el fénix dándole la espalda.

Ella tenía que -

Su mente interrogó frenéticamente a toda su excelente memoria,


encontrando sólo una cosa -

"¡Iba a correr en frente del Dementor para intentar salvar a Harry!"


gritó un poco desesperada al ave rojo-dorada. "O sea, ¡de hecho
comencé a correr y todo! Eso fue estúpido y valiente, ¿correcto?"

Con un trino tronador el fénix se lanzó una vez más desde el


hombro de Harry, de vuelta hacia ella como una llamarada
esparciéndose, le dio la vuelta tres veces como si fuera el centro de
un infierno, y por tan sólo un momento rozó su mejilla con su ala,
antes de remontarse de vuelta a Harry.

Hubo murmullos en la sala común de Ravenclaw.


"Te lo dije," Harry pronunció en voz alta, y entonces inició la subida
de las escaleras hacia su dormitorio; parecía trepar con mucha
velocidad, como si sus pies fueran más ligeros por alguna razón, por
lo que tras un parpadeó Fawkes y él se habían ido.

Hermione levantó una mano temblorosa hasta su mejilla donde


Fawkes la había tocado con su ala, un poco de calor residía ahí
como un pequeño pedazo de piel que había sido encendido en
llamas gentilmente.

Había respondido la pregunta del fénix, ella supuso, sin embargo se


sintió como si hubiera pasado el examen raspando, como si hubiera
obtenido un 62 y hubiera podido obtener un 104 de haberse
esforzado más.

Si tan siquiera lo hubiera intentado.

Ella no lo había estado intentando de verdad, cuando reflexionó al


respecto.

Nada más haciendo su tarea -

¿A quién has salvado?

Conclusión, Fawkes:

Pesadillas, el niño había esperado, gritos y suplicas y aullidos


huracanados de desolación, el descargo de los horrores que yacían
en su memoria, y de esa forma, quizá, volverse parte del pasado.

Y el niño sabía que las pesadillas llegarían.

La próxima noche, llegarían.

El niño soñó, y en sus sueños el mundo estaba en llamas, Hogwarts


estaba en llamas, su casa estaba en llamas, las calles de Oxford
estaban en llamas, todas resplandeciendo con flamas doradas que
brillaban mas no consumían, y todas las personas caminando a
través de las iluminadas calles estaban resplandeciendo con una luz
blanca más radiante que el fuego, como si ellos mismos fueran
flamas, o estrellas.

Los otros niños de primer año fueron a la cama, y lo vieron por sí


mismos, la maravilla cuyo rumor ellos ya habían escuchado, que en
su cama Harry Potter yacía silencioso y sin movimiento, una sonrisa
gentil sobre su cara, mientras acomodado sobre su almohada un
ave rojo-dorada lo observaba, con alas luminosas que aleteaban
sobre él como una manta sobre su cabeza.

El ajuste de cuentas había sido pospuesto una noche más.

Conclusión, Draco Malfoy:

Draco alisó su túnica, asegurándose de que el borde verde estuviera


alineado. Agitó su varita sobre su propia cabeza y pronunció un
Encantamiento que Padre le había enseñado mientras otros niños
seguían jugando con el lodo, un Encantamiento que lograba que ni
una sola mota de polvo o hilo deshilachado fuera a ensuciar su
túnica de mago.

Draco recogió el misterioso sobre que Padre le había enviado


mediante búho, y lo guardó dentro de su túnica. Ya había usado
Incendio y Everto sobre la misteriosa nota.

Y entonces se dirigió al desayuno, para sentarse exactamente


cuando la aguja del reloj señalara el momento en que apareciera la
comida, si lo podía lograr, para que así pareciera que los demás
habían estado esperando su aparición para comenzar a comer.
Porque cuando eres el heredero de Malfoy eras el primer en todo,
incluyendo el desayuno, ese era el por qué.

Vincent y Gregory estaban esperando por él a las afueras de su


cuarto privado, listos antes de que él lo estuviera - aunque no, por
supuesto, vestidos tan finamente.

La sala común de Slytherin estaba desierta, de todos modos


cualquiera que se hubiera levantado tan temprano se dirigía directo
a desayunar.

Los pasillos del calabozo estaban silenciosos excepto por sus


propios pasos, vacío y retumbante.

El Gran Comedor era un alboroto de alarma a pesar de que habían


llegado pocos, algunos niños pequeños lloraban, los estudiantes
corrían de un lado para otro entre las mesas o de pie y agrupados
se gritaban los unos a los otros, un prefecto de bordes rojos estaba
parado entre dos estudiantes de bordes verdes y les gritaba y
Snape daba largas zancadas hacia el desastre -

El ruido disminuyó un poco en cuanto las personas vieron a Draco,


pues algunas de las caras se giraron para contemplarlo, y guardaron
silencio.

La comida apareció sobre las mesas. Nadie la miró.

Y Snape se giró sobre sus talones, abandonó su objetivo, y se


dirigió directo hacia Draco.

Un nudo de temor sujetó el corazón de Draco, le había sucedido


algo a Padre - no, de seguro Padre le habría dicho - lo que fuera
que estuviera sucediendo, por qué Padre no le había contado -

Había bolsas de fatiga bajo los ojos de Snape, Draco vio a su Jefe
de Casa acercarse, el Maestro de Pociones nunca se había vestido
finamente (por decir lo menos) sin embargo su túnica estaba más
sucia y más desarreglada esta mañana, manchada con grasa extra.

"¿No has escuchado?" cuchicheó su Jefe de Casa al aproximarse.


"Por el amor de Merlín, Malfoy, ¿no te llega el periódico?"

"Qué pasa, Profe-"


"¡Bellatrix Black escapó de Azkaban!"

"¿Qué?" preguntó Draco conmocionado, al tiempo que Gregory


atrás de él pronunció algo que realmente no debió y Vincent nada
más quedó con la boca abierta.

Snape lo estaba mirando fijamente con ojos como rendijas,


entonces asintió bruscamente. "Lucius no te contó nada, entonces.
Ya veo." Snape soltó un bufido, le dio la espalda -

"¡Profesor!" exclamó Draco. Las implicaciones empezaban a caer


sobre él, su mente girando frenéticamente. "Profesor, qué debería
hacer yo - Padre no me instruyó -"

"Entonces le sugiero," Snape lo cortó en tono burlón, sin dejar de


dar zancadas largas, "que usted les comunique eso, Malfoy, ¡como
su padre deseaba!"

Draco volvió a observar a Vincent y Gregory, aunque no supo por


qué se tomó la molestia, por supuesto que se veían más
confundidos de lo que él estaba.

Y Draco caminó hacia la mesa de Slytherin, y se sentó en un


extremo lejano, que todavía seguía vacío de comensales.

Draco puso una tortilla de salchichas sobre su plato, comenzando a


comer con movimientos automáticos.

Bellatrix Black había escapado de Azkaban.

¿Bellatrix Black había escapado de Azkaban…?

Draco no sabía que hacer con eso, era tan totalmente inesperado
como el Sol apagándose - bueno, se esperaba que el Sol se
apagara en seis billones de años pero esto era tan inesperado como
el Sol apagándose mañana . Padre no lo habría hecho, Dumbledore
no lo habría hecho, nadie debería haber sido capaz de hacerlo - qué
significaba - ¿de qué uso le sería Bellatrix a cualquiera tras diez
años en Azkaban - incluso si volvía a ser fuerte, para qué servía una
hechicera poderosa que estaba completamente loca y
fanáticamente devota a un Señor Oscuro que ya no estaba por los
alrededores?

"Oiga," dijo Vincent desde su asiento al lado de Draco, "No lo


comprendo, jefe, ¿por qué hicimos eso?"

"¡Nosotros no lo hicimos, imbécil!" espetó Draco. "Oh, en el nombre


de Merlín, si incluso tú crees que nosotros - ¿tu padre nunca te
contó alguna historia sobre Bellatrix Black? Ella torturó a Padre una
vez, ella torturó a tu padre, ella torturó a todos, ¡el Señor Oscuro le
ordenó una vez que se hiciera Crucio a sí misma y ella lo hizo ! Ella
no hacía cosas locas para inspirar miedo y obediencia en el
populacho, ¡ella hacía cosas locas porque es una loca! ¡Es una
perra eso es lo que es!"

"Oh, ¿en serio?" preguntó una voz incensada a espaldas de Draco.

Draco no levantó la vista. Gregory y Vincent estarían cuidando su


espalda.

"¡Hubiera pensado que estarías feliz -"

"- al escuchar que una Mortífaga había sido liberada, Malfoy!"

Amycus Carrow había sido siempre una de las otras personas


problemáticas; Padre le había dicho a Draco que se asegurará de
nunca estar a solas en el mismo cuarto con Amycus…

Draco se giró y le dio a Flora y Hestia Carrow su mueca


despreciativa Número Tres, la que indicaba que él pertenecía a una
Casa Noble y Más Antigua y que ellas no y sí, eso importaba. Draco
habló en su dirección general, ciertamente no los iba a dignificar al
dirigirse a ellos en particular, "Hay Mortífagos por un lado y hay
Mortífagos por el otro," y entonces se giró de nuevo hacía su
comida.
Hubo dos jadeos rabiosos en unisono, y luego dos pares de zapatos
salieron como trombas hacia el otro lado de la mesa de Slytherin.

Fue unos pocos minutos después que Millicent Bulstrode corrió


hacia ellos, visiblemente sin aliento, y explicó, "Sr. Malfoy, ¿ya
escuchó?"

"¿Sobre Bellatrix Black?" replicó Draco. "Sí -"

"No, ¡sobre Potter!"

"¿Qué?"

"Potter iba por ahí con un fénix sobre su hombro ayer en la noche,
parecía como si lo hubieran arrastrado por cincuenta kilómetros de
lodo, ¡dicen que el fénix lo llevó a Azkaban para intentar detener a
Bellatrix y que luchó a duelo con ella e hicieron explotar la mitad de
la fortaleza!"

"¿Qué?" exclamó Draco. "Oh, no hay forma de que eso sea -"

Draco se paró en seco.

Había dicho eso un número de veces sobre Harry Potter y había


empezado a notar un patrón.

Millicent salió corriendo para informar a alguien más.

"Usted no cree que en verdad -" inició Gregory.

"Honestamente ya no sé que creer," concluyó Draco.

Unos pocos minutos después, después de que Theodore Nott se


hubiera sentado a su lado y William Rosier se hubiera ido a sentarse
con los gemelos Carrow, Vincent lo codeó suavemente y añadió,
"Allí."

Harry Potter había entrado al Gran Comedor.


Draco lo observó con atención.

No se veía alarma sobre el rostro de Harry, ni sorpresa o


conmoción, nada más parecía…

Era la misma mirada distante, absorbida que Harry vestía cuando


estaba intentando descubrir la respuesta a una pregunta que Draco
aún no podía comprender.

Draco se levantó a toda prisa de la banca en la mesa de Slytherin,


ordenando "Quédense atrás," y caminó con toda la decorosa
velocidad hacia Harry.

Harry pareció darse cuenta de su acercamiento justo cuando estaba


dirigiéndose hacia la mesa de Ravenclaw, y Draco -

- le dio una rápida ojeada a Harry -

- y luego siguió de largo, directo a la salida del Gran Comedor.

Fue un minuto después que Harry se asomó alrededor de la esquina


del pequeño recoveco de piedra donde Draco había esperado,
podría no engañar a todos mas crearía una negación plausible.

"Quietus," pronunció Harry. "Draco, qué -"

Draco extrajo el sobre de su túnica. "Tengo un mensaje para ti de


parte de Padre."

"¿Eh?" soltó Harry, y recibió el sobre de Draco, y lo abrió rasgándolo


en una manera no muy pulcra, y sacó una hoja de pergamino y la
desdobló y -

Harry ingirió una profunda bocanada de aire.

Luego Harry observó a Draco.

Entonces Harry bajo de nuevo la vista al pergamino.


Hubo una pausa.

Harry preguntó, "¿Lucius te pidió que reportaras mi reacción ante


esto?"

Draco se pausó por un momento, sopesando, y luego abrió su boca


-

"Veo que lo hizo," dijo Harry, y Draco se maldijo a sí mismo, debió


ser mejor, sólo que había sido difícil decidirse. "¿Qué le vas a
contar?"

"Que estabas sorprendido," contestó Draco.

"¿Sorprendido," Harry replicó categóricamente. "Sí. Bueno. Informa


eso."

"¿Qué está sucediendo?" inquirió Draco. Y luego, cuando vio a


Harry con cara de conflicto, "Si estás lidiando con Padre a mis
espaldas -"

Y Harry, sin una palabra, le dio a Draco el papel.

Había escrito:

Sé que fuiste tú.

"QUÉ RAYOS -"

"Iba a preguntarte eso a ti," pronunció Harry. "¿Tienes alguna idea


de lo que pasa con tu Papá?"

Draco contempló a Harry.

Entonces Draco cuestionó, "¿Lo hiciste ?"

"¿Qué?" clamó Harry. "Qué posible razón tendría yo - cómo lo haría


-"
"¿Lo hiciste, Harry?"

"¡No!" Harry respondió. "¡Por supuesto que no!"

Draco había escuchado con cuidado, pero no había detectado


ninguna duda o temor.

Así que Draco asintió, y añadió, "No tengo ni idea de lo que Padre
está pensando mas no puede, o sea no hay posibilidad de que
pueda ser bueno. Y, este… las personas también dicen por ahí
que…"

"¿Qué están diciendo, Draco?" preguntó Harry con cautela

"En verdad un fénix te llevó a Azkaban para intentar evitar que


Bellatrix Black escapara -"

Conclusión: Neville Longbottom

Harry apenas y acababa de sentarse en la mesa de Ravenclaw por


primera vez, esperando agarrar una porción de comida rápida.
Sabía que necesitaba irse y reflexionar sobre cosas, mas había un
pequeño remanente de la paz del fénix (incluso después del
encuentro con Draco) a la cual quería seguirse aferrando, un bello
sueño del cual no recordaba nada excepto que había sido hermoso;
y la parte de él que no se sentía pacífica estaba esperando que
todos los yunques terminaran de caer sobre él, para que cuando se
alejara para pensar y estar a solas por un tiempo, pudiera procesar
todos los diversos desastres de una sola vez.

La mano de Harry cogió un tenedor, levantó una porción de puré de


papás hacia su boca -

Y hubo un chillido.

A cada rato alguien más gritaba cuando escuchaba las noticias,


pero las orejas de Harry reconocieron este en particular -
Harry se levantó de la banca en un instante, dirigiéndose hacia la
mesa de Hufflepuff, una horrible pesadez hundiéndose en el fondo
de su estómago. Fue una de esas cosas que no consideró cuando
decidió cometer el crimen, porque el Profesor Quirrell había
planeado que nadie lo supiera; y ahora, después, Harry justo - no lo
había considerado -

Esto, Hufflepuff comentó con amarga intensidad, también es tu


culpa.

Mas para cuando Harry llegó allí, Neville estaba sentado y comiendo
empanadas y salchichas fritas con Salsa de Higo Chiflado.

Las manos del niño de Hufflepuff estaban temblando, sin embargo


cortó la comida, y la comió, sin dejarla caer.

"Hola, General," Neville saludó, su voz tan sólo un poco insegura.


"¿Tuviste un duelo con Bellatrix Black anoche?"

"No," Harry contestó. Su voz también era insegura, por alguna


razón.

"No pensé que fuera verdad," repuso Neville. Hubo un sonido de


raspado mientras su cuchillo cortó la salchicha de nuevo. "Voy a
cazarla y asesinarla, ¿puedo contar con tu ayuda?"

Hubo varias bocas abiertas provenientes de la masa de Hufflepuffs


que se había reunido alrededor de Neville.

"Si ella viene por ti," Harry declaró con voz ronca, si todo fuera un
terrible error, si todo fuera una mentira, "te defenderé incluso con mi
vida," no permitiré que salgas herido por lo que hice, sin importar
qué, "pero no te ayudaré a perseguirla, Neville, los amigos no se
ayudan a cometer suicidio entre ellos."

El tenedor de Neville hizo una pausa en su camino hacia la boca.


Luego Neville puso la porción de comida dentro de su boca,
masticando otra vez.

Y Neville tragó.

Y Neville dijo, "No me refería a ahora mismo, me refiero a después


de que me gradúe de Hogwarts."

"Neville," Harry replicó, manteniendo su voz bajo un muy cuidadoso


control, "Creo, que incluso después de graduarte, eso podría ser
simplemente una idea estúpida . Tienen que haber Aurores mucho
más experimentados que la están rastreando - " oh, espera, eso no
es bueno -

"¡Escúchale!" exclamó Ernie Macmillan, y luego una chica de


Hufflepuff que se veía mayor y estaba de pie cerca de Neville
añadió, "Nevvy, por favor, piensa el respecto, ¡él está en lo
correcto!"

Neville se levantó.

Neville dijo, "Por favor no me sigan."

Neville se alejó caminando de todos ellos; Harry y Ernie estiraron


una mano hacia él involuntariamente, y algunos otros Hufflepuffs
también lo hicieron.

Y Neville se sentó en la mesa de Gryffindor, distantemente (pues se


tuvieron que esforzar para escuchar) oyeron a Neville expresar, "Voy
a cazarla y asesinarla después de que me gradúe, ¿alguien quiere
ayudar?" y al menos cinco voces respondieron "Sí" y entonces Ron
Weasley añadió fuertemente, "Pónganse en la fila, todos ustedes,
recibí un búho de Mamá esta mañana, ella me pidió que le avisara a
todos que ella la reclamó primero" y alguien replicó "¿ Molly
Weasley contra Bellatrix Black ? A quién cree ella que está
bromeando -" y Ron cogió un plato y arrojó un pastelillo -
Alguien tocó suavemente a Harry en el hombro, y él se giró y vio a
una desconocida chica de bordes verdes mayor que él, quien le
entregó un sobre de pergamino y rápidamente se alejó.

Harry contempló el sobre por un momento, luego empezó a caminar


hacia la pared más cercana. Eso no era muy privado, pero debía
bastar, y Harry no quería dar la impresión de tener mucho que
esconder.

Esa había sido una entrega del Sistema Slytherin, lo que usabas si
querías comunicarte sin que alguien más se pudiera enterar de que
ustedes dos habían hablado. El remitente le daba un sobre a alguien
que tuviera reputación de ser un mensajero confiable, junto con diez
Knuts; esa primera persona tomaría cinco Knuts y pasaría el sobre a
otro mensajero junto con los otros cinco Knuts, y el segundo
mensajero abriría ese sobre y hallaría otro sobre con un nombre
escrito en este y entregaría ese sobre a esa persona. De ese modo
ninguno de los dos que pasaban el mensaje podían conocer tanto el
remitente como al destinatario, por lo que nadie más sabía que esos
dos habían estado en contacto…

Cuando Harry llegó a la pared, puso el sobre dentro de su túnica, lo


abrió poniéndolo sobre los dobleces de la tela, y con cuidado echó
un vistazo al pergamino que extrajo.

Decía,

Salón de clases a la izquierda de Transformación, 8 de la mañana.

- LL.

Harry se lo quedó mirando, procurando recordar si conocía a alguien


con las iniciales de LL.

Su mente buscó…

Buscó…
Encontró -

"¿La chica del Quibbler ?" Harry susurró incrédulo, y entonces cerró
su boca. Ella nada más tenía diez años, ¡ni siquiera debería estar en
Hogwarts!

Conclusión: Lesath Lestrange.

Harry estaba de pie en el desusado salón de clases al lado de


Transformación a las 8AM, esperando, al menos se las había
arreglado para meter algo de comida dentro de sí mismo antes de
encarar el siguiente desastre, Luna Lovegood…

La puerta del salón de clases se abrió, y Harry vio, y se dio a sí


mismo una fuerte patada mental.

Una cosa más que no había considerado, una cosa más que
realmente debió ver venir .

La túnica formal de bordes verdes del chico estaba desarreglada,


había manchas rojas sobre ella que se parecían bastante a
pequeños puntos de sangre seca, y una esquina de su boca tenía la
apariencia de haber sido cortada y sanada, por Episkey o algún otro
Encantamiento médico menor que no borraba el daño del todo.

La cara de Lesath Lestrange estaba cubierta de lagrimas, lagrimas


frescas y lagrimas medio secas, y había agua en sus ojos, una
promesa de que había más por venir. "Quietus," pronunció el chico
mayor, y luego "Homenum Revelio" y algunas otras cosas, mientras
Harry pensó frenéticamente y con poca suerte.

Y entonces Lesath bajó su varita y la enfundó dentro de su túnica, y


despacio esta vez, el chico mayor se puso de rodillas sobre el
polvoriento piso del salón de clases.
Inclino su cabeza por completo, hasta que su frente también tocó el
polvo, y Harry habría dicho algo mas estaba mudo.

Lesath Lestrange habló, con una voz rota, "Mi vida es tuya, mi
Señor, y mi muerte también."

"Yo," Harry titubeó, había un gran bulto en su garganta y tenía


problemas para hablar, "yo -" no tuve nada que ver con ello, debía
afirmar eso, debía aseverarlo ahora mismo, pero de todos modos
incluso el Harry inocente habría tenido problemas para hablar
también -

"Gracias," susurró Lesath, "gracias, mi Señor, oh, gracias," el sonido


de un sollozo ahogado surgió desde el chico arrodillado, Harry nada
más podía ver de él el cabello de la parte de atrás de su cabeza,
nada de su cara. "Soy un tonto, mi Señor, un bastardo
desagradecido, indigno de servirte, no puedo humillarme lo
necesario, porque yo - le grité a usted tras recibir su ayuda, porque
pensé que usted me estaba rechazando, ni siquiera me di cuenta
hasta esta mañana que había sido un idiota total por pedírselo en
frente de Longbottom -"

"No tuve nada que ver con eso," Harry declaró.

(Fue muy difícil decir una mentira grande como esa.)

Lentamente Lesath levantó su cabeza desde el suelo, miró a Harry.

"Comprendo, mi Señor," replicó el chico mayor, su voz temblando un


poco, "usted no confía en mí astucia, y en efecto me mostré a mí
mismo como un tarado… Nada más quería comunicarle, que no soy
un desagradecido, que sé que debe haber sido muy complicado
salvar a una sola persona, que ellos estarán alerta ahora, que usted
no puede - sacar a Padre - sin embargo no soy desagradecido,
nunca seré un desagradecido con usted de nuevo. Si alguna vez
tiene un uso para un sirviente indigno como yo, llámeme en donde
quiera que esté, y yo responderé, mi Señor -"
"Yo no estuve involucrado de ninguna manera."

(Mas se volvía más fácil cada vez.)

Lesath levantó la vista hacia Harry, dijo inseguro, "¿Puedo retirarme


de tu presencia, mi Señor…?"

"No soy tu Señor."

Lesath replicó, "Sí, mi Señor, comprendo," y se levantó a sí mismo


del suelo, se enderezó e hizo una reverencia profunda, luego se
alejó sin dar la espalda a Harry hasta que se giró para abrir la puerta
del salón de clases.

Cuando la mano de Lesath tocó el pomo, hizo una pausa.

Harry no pudo ver el rostro de Lesath, cuando el chico más grande


que él preguntó, "¿La envió con alguien que la cuide bien? ¿Ella
inquirió por mi de algún modo?"

Y Harry contestó, su voz perfectamente calmada, "Por favor deja de


hacer eso. No estuve involucrado de ninguna manera."

"Sí, mi Señor, lo siento, mi Señor," se despidió la voz de Lesath; y el


chico de Slytherin abrió la puerta y salió y la cerró detrás de él. Sus
pies aceleraron pues empezó a correr, pero no tan rápido como para
que Harry no pudiera escuchar que empezaba a sollozar.

¿Lloraría? Se preguntó Harry. De no saber nada, de ser inocente,


¿lloraría en este momento?

Harry no lo sabía, por lo que simplemente siguió mirando la puerta.

Y una parte increíblemente burda de sí mismo pensó, Ajá,


completamos una misión y obtuvimos un secuaz -

Cállate. Si alguna vez quieres volver a votar en cualquier cosa…


cállate.

Conclusión, Amelia Bones:

"Entonces su vida no está en peligro, supongo," concluyó Amelia.

El sanador, un viejo hombre de ojos severos quien vestía una túnica


blanca (era un hijo de Muggle y hacía honor a alguna extraña
tradición de Muggles, de la cual Amelia nunca había cuestionado
nada, aunque en privado consideraba que lo hacía parecer
demasiado a un fantasma), negó con su cabeza y declaró,
"Definitivamente no."

Amelia miró a la forma humana reposando inconsciente sobre la


cama del sanador, la carne quemada y arrancada, que una delgada
tela cubría por mera modestia y que acababa de ser removida
porque ella lo había ordenado.

Podría ser que hiciera una recuperación total.

Podría ser que no.

El sanador había afirmado que era demasiado pronto para saberlo.

Entonces Amelia miró a la otra bruja en el cuarto, la detective.

"Y tu afirmas," Amelia resumió, "que la materia ardiente fue


Transformada a partir de agua, y es presumible que fuera en la
forma de un hielo."

La detective asintió con su cabeza, y añadió, sonando confundida,


"Pudo haber sido mucho peor, de no ser por -"

"Que amable de su parte," ella espetó, y luego presionó una mano


temblorosa contra su frente. No… no, se había hecho con la
intención de ser amable. Para la etapa final del escape no tenía
sentido intentar seguirlos engañando. Quien fuera que hubiera
hecho esto, entonces, había estado procurando mitigar el daño - y
había estado pensando en términos de los Aurores respirando el
humo, no en que alguien fuera a ser atacado con el fuego. De haber
seguido estado en control, sin duda, habría maniobrado el cabezón
con más misericordia.

Sin embargo Bellatrix Black había montado el cabezón para salir de


Azkaban sola, todos los Aurores observando se habían puesto de
acuerdo en eso, tenían activados sus Encantamientos Anti-
Desilusionadores y únicamente había una mujer en ese cabezón,
aunque el cabezón tenía asientos para dos.

Alguna persona buena e inocente, capaz de invocar el


Encantamiento Patronus, había sido engañado para rescatar a
Bellatrix Black.

Algún inocente había combatido contra Bahry Una-Mano,


subyugando con cuidado a un Auror experimentado sin herirlo de
manera significativa.

Algún inocente había Transformado el combustible para el artefacto


Muggle sobre el cual se suponía que los dos debían montar para
salir de Azkaban, haciéndolo a partir de agua congelada para el
beneficio de sus Aurores.

Y entonces su utilidad para Bellatrix Black había acabado.

Habrías esperado que cualquiera capaz de subyugar a Bahry Una-


Mano habría podido ver venir esa parte. Pero desde un principio no
habrías esperado que alguien capaz de invocar el Encantamiento
Patronus intentara rescatar a Bellatrix Black.

Amelia bajó su mano por encima de sus ojos, cerrándolos por un


momento en un silencio afligido. Me pregunto quién era, y cómo
Quien-Tú-Sabes lo habrá manipulado… qué historia habría podido
llegar a contar…

Ella ni siquiera se dio cuenta hasta un momento después que el


pensamiento indicaba que estaba empezando a creer. Quizá
porque, sin importar cuán difícil fuera creer en Dumbledore, se
estaba volviendo más arduo no reconocer la mano de esa fría,
oscura inteligencia.

Conclusión, Albus Dumbledore:

Pudo haber sido tan sólo cincuenta y siete segundos antes de que
acabara el desayuno y haber necesitado cuatro giros de su
Giratiempo, mas al final, Albus Dumbledore lo había logrado.

"¿Director?" chilló la correcta voz del Profesor Filius Flitwick, al


tiempo que el anciano mago pasó a su lado para llegar a su asiento.
"El Sr. Potter dejó un mensaje para usted."

El mago anciano se paró en seco. Miró de forma inquisitiva al


Profesor de Encantamientos.

"El Sr. Potter declaró que tras despertar, se dio cuenta de cuán
injustas habían sido las cosas que había dicho después de que
Fawkes gritó. El Sr. Potter clarificó que no se refería a nada más,
nada más se disculpaba por esa parte."

El mago anciano siguió mirando a su Profesor de Encantamientos, y


aún no habló.

"¿Director?" chilló Filius.

"Dile que lo agradezco," pidió Albus Dumbledore, "pero que es más


sabio escuchar a un fénix que a los astutos magos ancianos," y se
sentó en su lugar tres segundos antes de que toda la comida
desapareciera.

Conclusión, Profesor Quirrell:

"No," Madam Pomfrey espetó al niño, "¡usted no puede verlo! ¡Usted


no puede molestarlo ! ¡Usted no podrá hacerle ni siquiera una
pequeña pregunta ! ¡Él debe guardar cama y no hacer nada durante
tres días al menos!"

Conclusión, Minerva McGonagall:

Ella se dirigía a la enfermería, y Harry Potter se iba de allí, cuando


se cruzaron entre sí.

La mirada que él le dirigió no fue de rabia.

Ni de tristeza.

No decía mucho realmente.

Era como… como si él la observara justo el tiempo suficiente como


para dejar en claro que no estaba evitando verla deliberadamente.

Y entonces miró para otro lado antes de que pudiera descubrir que
mirada darle a cambio; como si él la quisiera liberar de eso, también.

Él no pronunció nada mientras la pasó caminando.

Ella tampoco.

¿Qué hubiera sido posible decir?

Conclusión, Fred y George Weasley:

En realidad sí gritaron muy fuerte, cuando giraron en la esquina y


vieron a Dumbledore.

No fue porque el Director hubiera aparecido de la nada y los


estuviera contemplando con expresión severa. Dumbledore siempre
estaba haciendo eso .
Sin embargo el mago estaba vestido con una túnica negra formal y
se veía muy antiguo y muy poderoso y les estaba dedicando a los
dos una AFILADA MIRADA.

"¡Fred y George Weasley!" habló Dumbledore con una Voz de


Poder.

"¡Sí, Director!" ellos respondieron, poniéndose bien derechos y


dándole un rasposo saludo militar que habían visto en alguna foto
vieja.

"¡Escúchenme bien! Ustedes son amigos de Harry Potter, ¿no es


así?"

"¡Sí, Director!"

"Harry Potter está en peligro. No debe ir más allá de las


protecciones de Hogwarts. Escúchenme, hijos de Weasley, les
suplico que me oigan: saben que soy tan Gryffindor como ustedes
mismos, que yo también sé que hay reglas por encima de las reglas.
Sin embargo esta, Fred y George, esta única cosa es de la más
terrible importancia, no debe haber excepción en esta ocasión,
¡pequeña o grande! ¡Si ayudan a Harry a abandonar Hogwarts él
podría morir ! Si los envía a ustedes en una misión, pueden irse, si
les pide que le traigan objetos, pueden ayudarlo, mas si les solicita
que saquen a su persona de contrabando por fuera de Hogwarts,
¡deben rehusarse! ¿Lo comprenden?"

"¡Sí, Director!" Ellos respondieron sin tan siquiera pensarlo,


realmente, y entonces intercambiaron miradas inciertas entre ellos -

Los brillantes ojos azules del Director se intensificaron sobre ellos.


"No. No sin pensarlo. Si Harry les pide que lo saquen, se deben
rehusar, si les solicita que le señalen el camino, deben negarse. No
les voy a ordenar que lo reporten ante mí, porque sé que ustedes
nunca lo harían. Pero díganle de parte mía que puede acudir a mí, si
es de tan tamaña importancia, y yo lo protegeré en su salida. Fred,
George, lamento cargar su amistad así, mas se trata de su vida ."
Los dos se miraron entre sí por un largo rato, sin comunicarse, sólo
pensando las mismas cosas al mismo tiempo.

Volvieron a contemplar a Dumbledore.

Pronunciaron, con un escalofrío sacudiéndolos al mencionar el


nombre, "Bellatrix Black."

"Pueden asumir con seguridad," reconoció el Director, "que al


menos es así de malo."

"De acuerdo -"

"- entendido."

Conclusión, Alastor Moody y Severus Snape:

Cuando Alastor Moody había perdido su ojo, había comandado los


servicios de un gran erudito Ravenclaw, Samuel H. Lyall, de quien
Moody desconfiaba ligeramente menos que lo promedio porque
Moody se había refrenado de reportarlo como un hombre lobo sin
registrar; y había pagado a Lyall para que compilara una lista de
cada ojo mágico conocido, y cada pista conocida sobre su
localización.

Cuando Moody recibió la lista, no se molesto en leer la mayoría;


porque en la cima de la lista estaba el Ojo de Vance, datado de una
era anterior a Hogwarts, y en ese momento en la posesión de un
poderoso Mago Oscuro que gobernaba algún pequeño hoyo infernal
olvidado que no estaba en Bretaña o algún otro lugar donde tuviera
que preocuparse sobre tontas reglas.

Así fue como Alastor Moody había perdido su pie izquierdo y


adquirido el Ojo de Vance, y cómo las oprimidas almas de Urulat
habían sido liberadas por un periodo de dos semanas antes que otro
Mago Oscuro llegara aprovechando el vacío de poder.
Consideró ir en busca del Pie Izquierdo de Vance, pero se había
decidido en contra tras darse cuenta que sería justo lo que ellos
esperarían .

Ahora Ojo-Loco Moody se estaba girando lentamente, siempre


girando, inspeccionando el cementerio de Little Hangleton. Debería
haber sido mucho más siniestro, ese lugar, mas bajo la clara luz del
día no parecía más que un herboso lugar marcado por lapidas
ordinarias, demarcadas por las rejas torcidas de frágil metal, fáciles
de escalar que los Muggles usaban en vez de protecciones
mágicas. (Moody no podía comprender lo que los Muggles estaban
pensando en ese punto, si estaban pretendiendo tener protecciones,
o qué, y había decidido no preguntar si los criminales Muggles
respetaban la pretensión.)

Moody en realidad no necesitaba girar para estudiar el cementerio.

El Ojo de Vance veía todo el globo del mundo en cada dirección a


su alrededor, sin importar a dónde estuviera apuntando.

Sin embargo no había una razón en particular para permitir que un


otrora Mortífago como Severus Snape supiera eso.

A veces las personas llamaban a Moody 'paranoico'.

Moody siempre les replicaba que sobrevivieran a cien años de cazar


Magos Oscuros y luego volvieran a decirlo en su cara.

Ojo-Loco Moody había reflexionado una vez cuánto le había


demorado, en retrospectiva, alcanzar lo que ahora consideraba un
nivel de precaución decente - sopesando cuánto le había tomado
volverse bueno en vez de afortunado - y había empezado a
sospechar que la mayoría de personas morían antes de llegar allí.
Moody había expresado una vez este pensamiento a Lyall, quien
había hecho algo de cifras y análisis, y le contó a su vez que un
típico cazador de Magos Oscuros moriría, en promedio, ocho veces
y media en el camino para volverse 'paranoico'. Esto explicaba
bastante, asumiendo que Lyall no estuviera mintiendo.
Ayer, Albus Dumbledore había informado a Ojo-Loco Moody que el
Señor Oscuro había usado artes oscuras innombrables para
sobrevivir la muerte de su cuerpo, y ahora estaba despierto y a sus
anchas, buscando recuperar su poder e iniciar una nueva Guerra
Mágica.

Alguien más podría haber reaccionado con incredulidad.

"No puedo creer que nunca me hablaras sobre esta cosa de la


resurrección," Ojo-Loco Moody dijo con considerable acerbo. "¿Te
das cuenta de cuánto me voy a tardar haciéndolo a la tumba de
cada ancestro de cada Mago Oscuro que he asesinado y que fuera
lo suficientemente listo como para hacer un horrocrux? No acabas
de hacerme esto, ¿o sí?"

"Refuerzo la dosis anualmente," Severus Snape explicó con calma,


quitando la tapa al tercer frasco de diecisiete según lo que el
hombre había declarado, y empezó a sacudir su varita sobre este.
"Las otras tumbas ancestrales que hemos sido capaces de localizar
fueron envenenadas con sólo las sustancias de larga duración, ya
que algunos de nosotros no tenemos tanto tiempo libre como usted."

Moody observó el fluido cayendo en espiral por fuera del vial y


desapareciendo, para aparecer dentro de los huesos donde alguna
vez hubo médula. "Mas crees que vale la pena el esfuerzo de la
trampa, en vez de solamente desaparecer los huesos."

"Él tiene otros caminos para la vida, de percibir que esta está
bloqueada," Snape comentó secamente, descorchando una cuarta
botella. "Y antes de que pregunte, debe ser la tumba original, el
lugar del primer entierro, el hueso removido durante el ritual y no
antes. Por lo tanto él no puede retirarlo antes; y tampoco tiene
sentido sustituir el esqueleto de un ancestro más débil. Él se daría
cuenta de que ha perdido toda potencia."

"¿Quién más sabe sobre esta trampa?" Moody demandó.

"Usted. Yo. El Director. Nadie más."


Moody soltó un bufido. "Bah. ¿Albus le contó a Amelia, Bartemius, y
a esa mujer McGonagall sobre el ritual de resurrección?"

"Sí -"

"Si Voldie descubre que Albus sabe sobre el ritual de resurrección y


que Albus les contó, Voldie descubrirá que Albus me lo dijo a mí, y
Voldie sabe que yo pienso en este tipo de cosas." Moody sacudió su
cabeza en disgusto. "¿Cuáles son los otros caminos por los que
Voldie puede regresar a la vida?"

La mano de Snape hizo una pausa en la quinta botella (todo se


hacía bajo el Encantamiento Desilusionador, por supuesto, pero eso
significaba menos que nada para Moody, sólo te marcaba dentro de
su Ojo como intentando-esconderse), y el otrora Mortífago
respondió, "Usted no necesita saberlo."

"Estás aprendiendo, hijo," declaró Moody con moderada aprobación.


"¿Qué hay dentro de las botellas?"

Snape abrió la quinta botella, hizo un gesto con su varita para que la
sustancia empezara a flotar hacia la tumba, y dijo, "¿En esta? Un
narcótico Muggle llamado LSD. Una conversación que tuve ayer
puso en mi mente cosas Muggle, y el LSD parecía la opción más
interesante, así que me apresuré a obtener un poco. De ser
incorporado dentro de la poción de resurrección, sospecho que sus
efectos serán permanentes."

"¿Qué es lo que hace?" inquirió Moody.

"Se dice que los efectos son imposibles de describir a alguien que
no la haya usado," Snape arrastró las palabras, "y yo no la he
usado."

Moody asintió con aprobación al tiempo que Snape abrió el sexto


vial. "¿Qué hay de ese?"

"Poción de amor."
"¿Poción de amor?" replicó Moody.

"No del tipo estándar. Su objetivo es activar un vinculo de doble vía


entre una irresistiblemente dulce mujer Veela llamada Verdandi
quien el Director espera podría ser capaz de redimir incluso a
alguien como él, de sentir entre ellos amor verdadero."

"¡Bah!" espetó Moody. "Ese puñetero tonto y sentimental -"

"De acuerdo," Severus Snape concordó con calma, su atención


enfocada en su trabajo.

"Dime que al menos tienes algo de veneno de Malaclaw ahí."

"Segundo vial."

"Polvo de iocaina."

"En la botella catorce o quince."

"Estupefacción de Bahl," Moody dijo, nombrando un narcótico


extremadamente adictivo con efectos colaterales interesantes sobre
las personas con tendencias de Slytherin; Moody había visto una
vez a un Mago Oscuro adicto tomar medidas ridículas para lograr
que una victima pusiera sus manos sobre un cierto traslador
específico, en vez de solamente hacer que alguien le arrojara al
objetivo un Knut con trampa en su próxima visita al pueblo; y tras
pasar por todo ese trabajo, el adicto había hecho el esfuerzo aún
mayor de poner un segundo Portus, en el mismo traslador, que
había, al ser tocado por segunda vez, transportado a la victima de
regreso a un lugar seguro. Hasta el día de hoy, incluso teniendo en
cuenta la droga, Moody no podía imaginar lo que posiblemente
había estado pasando dentro de la mente del hombre al momento
de lanzar el segundo Portus .

"Décimo vial," respondió Snape.

"Veneno de Basilisco," ofreció Moody.


"¿Qué?" espetó Snape. "¡El veneno de serpiente es un componente
positivo de la poción de resurrección! ¡Sin mencionar que disolvería
el hueso y todas las otras substancias! Y dónde podríamos nosotros
conseguir -"

"Cálmate, hijo, nada más estaba revisando si podíamos confiar en


ti."

Ojo-Loco Moody continuó su (secretamente innecesario) lento girar,


estudiando la tumba, y el Maestro de Pociones continuó vertiendo.

"Un momento," Moody habló de repente. "Cómo sabes que aquí es


realmente donde -"

"Porque tiene escrito 'Tom Riddle' sobre la lápida mortuoria


fácilmente movible," Snape declaró con sequedad. "Y acabo de
ganarle diez Sickles al Director, quien apostó que usted lo pensaría
antes de la quinta botella. Ahí quedó la vigilancia constante."

Hubo una pausa.

"Cuanto le llevó a Albus darse cuen-"

"Tres años después de que descubrimos el ritual," contestó Snape,


en un tono que no era del todo su sardónico arrastrar de palabras.
"En retrospectiva, debimos haberte consultado antes."

Snape destapó la novena botella.

"Envenenamos todas las otras tumbas también, con sustancias de


larga duración," remarcó el otrora Mortífago. " Es posible que
estemos en la tumba correcta. Él podría no haber planeado por
adelantado cuando estaba masacrando a su familia, y él no puede
mover la tumba por sí mismo -"

"La verdadera localización ya no tiene la apariencia de una tumba,"


Moody señaló categóricamente. "Él movió las demás tumbas aquí y
usó el Encantamiento de Memoria con los Muggles. Ni siquiera a
Bellatrix Black se le informaría hasta un momento antes de iniciar el
ritual. Nadie conoce la verdadera localización excepto él."

Ellos continuaron con su fútil trabajo.

Conclusión, Blaise Zabini:

La sala común de Slytherin podía ser descrita exacta y


precisamente como una zona remilitarizada; el momento en que
atravesaras el hueco en el retrato verías que la mitad izquierda de la
sala estaba Definitivamente No Hablando con la mitad de la derecha
y viceversa. Era muy claro, no necesitaba ser explicado a nadie, que
no tenías la opción de no elegir un lado .

En la mesa que estaba justo en la mitad del cuarto, Blaise Zabini se


sentó solo, sonriendo satisfecho al realizar su tarea. Ahora tenía una
reputación, y tenía la intención de conservarla.

Conclusión, Daphne Greengrass y Tracey Davis:

"¿Vas a hacer algo interesante hoy?" preguntó Tracey.

"No," respondió Daphne.

Conclusión, Harry Potter:

Si ibas lo suficientemente alto en Hogwarts, no veías muchas


personas alrededor, nada más corredores y ventanas y escaleras y
el ocasional retrato, y de vez en cuando una vista interesante, como
una estatua de bronce de una criatura peluda que parecía un niño
pequeño, sosteniendo una peculiar lanza plana…
Si ibas lo suficientemente alto en Hogwarts, no veías muchas
personas alrededor, lo que le caía como anillo al dedo a Harry.

Había lugares mucho peores para estar atrapado, Harry supuso. De


hecho no se podía pensar de un lugar mejor para estar atrapado
que un castillo antiguo con una estructura fractal siempre cambiante
que significaba que nunca se te acabarían los lugares para explorar,
lleno de personas interesantes y de libros interesantes y
conocimiento importante desconocido para la ciencia Muggle.

Si a Harry no le hubieran dicho que no se podía ir, probablemente le


habría saltado encima a la oportunidad de pasar más tiempo en
Hogwarts, habría hecho planes y conspirado para conseguirlo.
Hogwarts era literalmente optimo, no en todos los reinos de
posibilidades quizá, pero ciertamente sobre el planeta Tierra, era la
Localización de Diversión Máxima.

Cómo podía el castillo y sus terrenos parecer mucho más pequeños,


mucho más confinado, ¿cómo podía el resto del mundo volverse
mucho más interesante e importante, en el instante en que a Harry
le habían informado que no se le permitía irse? Había pasado
meses aquí y no había sufrido de claustrofobia entonces .

Conoces la investigación al respecto, observó alguna parte de sí


mismo, no es más que los efectos del estándar de la escasez, como
esa vez que tan pronto que un país volvió ilegal los detergentes de
fosfato, personas a las que nunca le importó condujeron al país más
próximo para comprar grandes cantidades de detergente de fosfato,
y las encuestas demostraron que calificaban los detergentes de
fosfato como más gentiles y efectivos e incluso más fáciles de
colar… y si le dabas a elegir a niños de dos años entre un juguete al
frente de ellos y uno protegido por una barrera a la que tenían que
dar la vuelta, ignorarían el juguete fácil de alcanzar e irían por el que
estaba detrás de la barrera… los vendedores saben que pueden
vender cosas con tan sólo informar al cliente que podría no estar
disponible… todo estaba en el libro Influencia de Cialdini, todo lo
que estás sintiendo en este momento, la hierba es siempre más
verde en el lado que no está permitido.
Si Harry no le hubieran ordenado que tenía que quedarse,
probablemente habría saltado a la oportunidad de quedarse en
Hogwarts durante el verano…

… pero no por el resto de su vida.

Ese era justamente el problema, realmente.

¿Quién sabía si todavía había un Señor Oscuro Voldemort que él


tuviera que derrotar?

¿Quién sabía si Él-Que-No-Debe-Ser-Nombrado seguía existiendo


fuera de la imaginación de un mago posiblemente-no-sólo-
pretendiendo-estar-loco?

El cuerpo del Señor Voldemort había sido hallado quemado como un


chicharrón, realmente no podía haber tal cosa como las almas.
¿Cómo podía el Señor Voldemort seguir con vida? ¿Cómo sabía
Dumbledore que él seguía con vida?

Y si no había un Señor Oscuro, Harry no podía derrotarlo, y estaría


atrapado dentro de Hogwarts para siempre.

… tal vez se le permitiría escapar legalmente tras graduarse de su


séptimo año, dentro de seis años y cuatro meses y tres semanas
más. No era tan largo al compararlo con otras longitudes de tiempo,
nada más parecía el tiempo suficiente como para que decayeran los
protones.

Sin embargo no se trataba de sólo eso.

No era únicamente la libertad de Harry la que estaba en juego.

El Director de Hogwarts, Jefe de Magos del Wizengamot, Jefe


Supremo de la Confederación Internacional de Magos, estaba
sonando silenciosamente la alarma.

Una alarma falsa .


Una alarma falsa que Harry había disparado.

Sabes, opinó la parte de él que refinaba sus habilidades, ¿no


llegaste a reflexionar, una vez, como cada diferente profesión tiene
una forma diferente de ser excelente, como un excelente profesor
no es igual a un excelente plomero; pero todos tienen en común
ciertos métodos para no ser estúpidos; y que la más importante de
tales técnicas es encarar tus pequeños errores antes de que se
conviertan en GRANDES errores?

… aunque esto ya parecía calificar como un GRAN error, de


hecho…

El punto es, prosiguió su monitor interior, es que se está poniendo


literalmente peor cada minuto. La forma en que los espías llevan a
las personas a su bando es que, hacen que cometan un pequeño
pecado, y luego usaban el pequeño pecado para chantajearlos y
hacerlos cometer un pecado más grande, y entonces ellos usaban
ESE pecado para obligarlos a hacer cosas aún más grandes y
entonces el chantajista se apoderaba de sus almas.

¿No llegaste a pensar una vez sobre como la persona que estaba
siendo chantajeada, de haber sido capaces de prever todo el
camino, simplemente habrían decidido recibir el puño en el primero
paso, recibir el golpe de exponer ese primer pecado? ¿No decidiste
que harías eso, si cualquiera alguna vez intentaba chantajearte para
hacer algo mayor con el propósito de ocultar algo pequeño? ¿Ves la
similitud aquí, Harry James Potter-Evans-Verres?

Únicamente que no era pequeño, ya no era pequeño, habría un


montón de personas muy poderosas extremadamente enojadas con
Harry, no sólo por la falsa alarma también por liberar a Bellatrix de
Azkaban, si el Señor Oscuro sí existía y sí venía tras él después,
esa guerra ya podría estar perdida -

¿No crees que estarían impresionados por tu honestidad y


racionalidad y clarividencia al detener esta bola de nieve antes de
que siga creciendo?
De hecho, Harry no lo creía así; y tras un momento de reflexión, cual
fuera la parte de sí mismo con la que estaba hablando, tuvo que
admitir que eso era un optimismo absurdo.

Sus pies errantes lo llevaron cerca de una ventana abierta, y Harry


fue para allá, y apoyó sus brazos sobre el borde, y bajó la mirada a
los terrenos de Hogwarts desde las alturas.

Café que pertenecía a los árboles infructuosos, amarillo que


pertenecía a la hierba muerta, hielo-colorado que pertenecía a los
riachuelos y arroyos congelados… quien fuera el oficial escolar que
lo hubiera nombrado 'El Bosque Prohibido' en verdad no había
entendido el mercadeo, el nombre te hacía dar más ganas de ir allá.
El sol se estaba hundiendo en el cielo, pues Harry ya había estado
pensando durante algunas horas, pensando principalmente los
mismos pensamientos una y otra vez, mas con claves diferentes en
cada ocasión, no como si sus pensamientos estuvieran yendo en
círculos, sino trepando una espiral, o la estuvieran descendiendo.

Todavía no podía creer que hubiera pasado por todo Azkaban -


había apagado su Patronus antes de que robara toda su vida, había
paralizado a un Auror, descubrió cómo esconder a Bella de los
Dementores, había encarado a doce Dementores y los había hecho
retroceder espantados, inventó la escoba asistida por cohete, y la
montó - había pasado por todo eso sin tan siquiera darse ánimos a
sí mismo aunque fuera una vez al pensar, tengo que hacer esto…
porque… ¡le prometí a Hermione que regresaría del almuerzo! Se
sintió como una oportunidad irrevocablemente perdida; como si, al
haberlo hecho mal esa vez, él nunca sería capaz de hacerlo
correctamente sin importar qué tipo de reto enfrentara la próxima
ocasión, o qué promesa hiciera. Porque entonces lo estaría
haciendo incómoda y deliberadamente para compensar por haberlo
olvidado la primera vez, en lugar de hacer las declaraciones
heroicas que podría haber hecho de haber recordado su promesa a
Hermione. Como si ese único giro equivocado fuera irrevocable,
nada más tenías una oportunidad, tenías que hacerlo correctamente
desde el primer intento…
Debió recordar la promesa a Hermione antes de ir a Azkaban.

Una vez más, ¿por qué había decidido hacer eso?

Mi hipótesis en desarrollo es que eres estúpido, dijo Hufflepuff.

Ese no es un análisis de fallo útil, pensó Harry.

Si quieres un poco más de detalle, replicó Hufflepuff, el Profesor de


Defensa de Hogwarts estaba en modo '¡Saquemos a Bellatrix Black
de Azkaban!' y tú eras como '¡Claro!'

Un momento, ESO no es justo -

Oye, notó Hufflepuff, ¿te diste cuenta, que una vez que ves todo
desde la cima, y los árboles individuales como que se desenfocan
juntos, que puedes ver la verdadera forma del bosque?

¿Por qué lo había hecho…?

No por algún calculo de costo-beneficio, de eso seguro. Había


estado demasiado avergonzado como para sacar una hoja de papel
y empezar a calcular utilidades esperadas, le preocupó que el
Profesor Quirrell dejara de respetarlo si decía que no o si tan
siquiera dudaba demasiado en ayudar a una damisela en peligro.

Había pensado, en algún lugar muy profundo de sí mismo, que si tu


misterioso profesor te ofrecía la primer misión, la primera
oportunidad, la llamada a la aventura, y lo rechazabas, entonces tu
misterioso profesor se alejaría de ti disgustado, y nunca recibías otra
oportunidad de ser un héroe…

… sí, eso había sido. En retrospectiva, de eso se trataba. Había ido


y empezado a pensar que su vida tenía una trama y que se le
presentaba un giro en el argumento, en vez de, oh, vaya, aquí hay
una propuesta para liberar a Bellatrix Black de Azkaban . Esa había
sido la verdadera y original razón para la decisión en el medio
segundo donde había sido tomada, su cerebro reconociendo
perceptiblemente la narrativa donde el decía 'no' como disonante. Y
cuando reflexionabas al respecto, esa no era una forma racional de
tomar decisiones. El motivo ulterior del Profesor Quirrell de obtener
los últimos remanentes del conocimiento perdido de Slytherin, antes
de que fueran olvidados irrevocablemente al morir Bellatrix, parecían
muy impresionantes y cuerdos por comparación; un beneficio
conmensurado con lo que había parecido en su momento como un
pequeño riesgo.

No parecía justo, no parecía justo, que esto era lo que sucedía si él


perdía su dominio sobre la racionalidad aunque fuera por una
pequeña fracción de segundo, la diminuta fracción de un segundo
requerido por su cerebro para decidir estar más confortable con
argumentos de 'sí' que con argumentos de 'no' durante las
discusiones que habían seguido.

Desde muy alto, tan alto que los árboles individuales se


desenfocaban hasta parecer uno, Harry miró más allá del bosque.

Harry no quería confesar y arruinar su reputación para siempre y


conseguir que todos se enojaran con él y quizá acabar siendo
asesinado por el Señor Oscuro después. Él preferiría estar atrapado
en Hogwarts durante seis años que enfrentar eso. Así era como se
sentía. Y por lo tanto era de hecho útil, un alivio, ser capaz de
aferrarse a un solo factor decisivo, que era que si Harry confesaba,
el Profesor Quirrell iría a Azkaban y moriría allí.

(Una pausa, un paro, un tartamudeo en la respiración de Harry.)

Si lo parafraseabas de ese modo… vaya, incluso podías pretender


ser un héroe, en vez de un cobarde.

Harry levantó sus ojos del Bosque Prohibido, los alzó hacia el claro
azul cielo prohibido.

Contempló más allá de los paneles de cristal hacia la gran cosa


brillante y ardiente, las cosas esponjadas, el misterioso azul sin fin
en el cual estaban incrustados, ese nuevo y extraño lugar
desconocido.

Eso… de hecho sí ayudaba, ayudaba bastante, pensar que sus


propios problemas no eran nada en comparación a estar en
Azkaban. Que había personas en el mundo que tenían verdaderos
problemas y Harry Potter no era una de ellas.

¿Qué iba a hacer con respecto a Azkaban?

¿Qué iba a hacer con respecto a la Bretaña mágica?

¿… en cuál lado estaba él, ahora?

Bajo la brillante luz del día, todo lo que Albus Dumbledore había
dicho ciertamente sonaba mucho más sabio que lo expresado por el
Profesor Quirrell. Mejor y más brillante, más moral, más
conveniente, sería lindo de ser verdad. Y la cosa para recordar era
que Dumbledore creía en las cosas porque sonaban lindas, pero el
Profesor Quirrell era el que estaba cuerdo .

(Otra vez esa pausa en su respiración, sucedía cada vez que


pensaba en el Profesor Quirrell.)

Sin embargo solamente porque algo sonara lindo, no


necesariamente lo hacía incorrecto .

Y si el Profesor de Defensa sí tenía una falencia en su cordura, era


que su perspectiva de la vida era demasiado negativa .

¿Realmente? Inquirió la parte de Harry que había leído dieciocho


millones de resultados experimentales sobre las personas siendo
demasiado optimistas y confiadas en exceso. ¿El Profesor Quirrell
es demasiado pesimista? ¿Tan pesimista que sus expectativas de
manera rutinaria se quedan cortas con la realidad? Hay que
rellenarlo y ponerlo en un museo, es único. ¿Cuál de ustedes dos
planeó el crimen perfecto, y además puso todo el margen de error y
contra-medidas que terminaron salvando tu trasero, sólo en caso de
que saliera algo mal con el crimen perfecto? Pista pista, su nombre
no era Harry Potter.

Mas "pesimista" no era la palabra correcta para describir el


problema del Profesor Quirrell - si es que era un problema
realmente, y no la sabiduría superior de la experiencia. Pero para
Harry parecía como si el Profesor Quirrell constantemente estuviera
interpretando todo bajo la peor luz posible. Si le entregabas al
Profesor Quirrell un vaso que estuviera 90% lleno, él afirmaría que
el 10% vacío probaba que a nadie realmente le importaba el agua.

Esa era una muy buena analogía, ahora que Harry lo pensaba. No
toda la Bretaña mágica era como Azkaban, ese vaso estaba lleno
bien por encima de la mitad…

Harry alzó la vista hacia el resplandeciente cielo azul.

… aunque, siguiendo con la analogía, si Azkaban existía, entonces


quizá sí probaba que la parte 90% buena estaba ahí por otras
razones, las personas intentando hacer una exhibición de
amabilidad como lo había puesto el Profesor Quirrell. Porque de ser
ellos verdaderamente amables no habrían construido Azkaban,
habrían atacado la fortaleza para destrozarla… ¿no era así?

Harry se quedó mirando fijamente el fulgurante cielo azul. Si querías


ser racional tenías que leer un montón de documentos sobre las
falencias de la naturaleza humana, y algunas de esas falencias eran
fallas inocentes de la lógica, y algunas se veían mucho más
oscuras.

Harry miró hacia el rutilante cielo azul, y pensó sobre el experimento


de Milgram.

Stanley Milgram lo había hecho para investigar las causas de la


Segunda Guerra Mundial, para intentar comprender por qué los
ciudadanos de Alemania habían obedecido a Hitler.
Por lo que había diseñado un experimento para investigar la
obediencia, para ver si los Alemanes eran, por alguna razón, más
propensos a obedecer ordenes dañinas provenientes de figuras de
autoridad.

Primero realizó una versión piloto de su experimento con sujetos


Americanos, como prueba de control.

Y después de eso no se había molestado en intentarlo en Alemania.

Aparato experimental: Una serie de 30 interruptores ubicados en


una linea horizontal, con etiquetas que iniciaban en '15 voltios' y
terminaban llegando hasta '450 voltios', con clasificaciones para
cada grupo de cuatro interruptores. El primer grupo de cuatro tenía
la clasificación de 'Descarga Ligera', el sexto grupo clasificado como
'Descarga de Extrema Intensidad', el séptimo grupo clasificado
como 'Peligro: Descarga Severa', y a los dos últimos interruptores
nada más se les había escrito 'XXX'.

Y un actor, un cómplice del experimentador, quien los verdaderos


sujetos del experimento pensaban era alguien como ellos: alguien
que había respondido a la misma publicidad para participar en un
experimento de aprendizaje, y quien había perdido una (amañada)
lotería y había sido amarrado en una silla, junto con los electrodos.
Los verdaderos sujetos del experimento habían recibido una ligera
descarga de los electrodos, sólo para que pudieran ver que
funcionaban.

Al verdadero sujeto del experimento se le había indicado que el


experimento trataba sobre los efectos del castigo sobre el
aprendizaje y la memoria, y que parte de la prueba era ver si hacía
una diferencia el tipo de persona que administraba el castigo; y que
la persona amarrada a la silla procuraría memorizar conjuntos de
palabras en par, y que cada vez que el 'estudiante' se equivocara, el
'profesor' debía administrar exitosamente una descarga más fuerte.

Al nivel de 300-voltios, el actor dejaría de intentar acertar las


respuestas y empezaría a patear la pared, tras lo cual el
experimentador instruiría a los sujetos que tratara la falta de
respuestas como respuestas incorrectas y continuara.

Al nivel de 315-voltios los golpes en la pared serían repetidos.

Después de eso no se volvería a oír nada.

Si el sujeto objetaba o se rehusaba a presionar un interruptor, el


experimentador, manteniendo un comportamiento impasible y
vestido con un bata gris de laboratorio, diría 'Por favor continué',
luego 'El experimento requiere que usted continué', después 'Es
absolutamente esencial que usted continué', y por último 'Usted no
tiene otra elección, debe seguir adelante'. Si el cuarto estimulo no
funcionaba, se detenía el experimento allí.

Antes de proceder con el experimento, Milgram había descrito el


proceso del experimento, y luego le preguntó a catorce estudiantes
de último año de psicología qué porcentaje de sujetos consideraban
ellos llegarían hasta el nivel máximo de los 450-voltios, qué
porcentaje de sujetos presionaría los dos últimos interruptores
marcados con XXX, después de que la victima hubiera dejado de
responder.

La respuesta más pesimista había sido 3%.

De hecho el número había sido 26 de entre 40.

Los sujetos habían sudado, quejado, tartamudeado, reído


nerviosamente, mordido sus labios, clavaron sus uñas dentro de su
propia carne. Pero ante la incitación del experimentador, ellos
habían, la mayoría de ellos, seguido administrando lo que creían era
dolorosas, peligrosas, descargas eléctricas posiblemente letales.
Todo el camino hasta el final.

Harry podía escuchar al Profesor Quirrell riéndose, dentro de su


mente; la voz del Profesor de Defensa arguyendo algo más o menos
así: Vaya, Sr. Potter, incluso yo no había sido tan cínico; sabía que
los hombres traicionarían sus más atesorados principios a cambio
de dinero y poder, sin embargo no me di cuenta que una mirada
severa también bastaría.

Era peligroso, intentar hacer suposiciones con la psicología


evolutiva si no eras un psicólogo evolutivo profesional; mas tras
haber leído Harry sobre el experimento de Milgram, se le ocurrió el
pensamiento de que situaciones como esa se habían presentado
muchas veces en el ambiente ancestral, y que la mayoría de
ancestros potenciales que intentaron desobedecer la Autoridad
fueron asesinados. O que habían, al menos, sobrevivido menos que
los obedientes. Las personas pensaban sobre sí mismas como
buenas y morales, pero cuando se veían entre la espada y la pared,
algún interruptor se cambiaba dentro de su cerebro, y de repente
era mucho más difícil de lo que habían pensado desafiar
heroicamente la Autoridad. Aún si podías hacerlo, no sería fácil, no
sería una muestra de heroísmo sin esfuerzo. Temblarías, tu voz se
quebraría, tendrías miedo; ¿serías capaz de desafiar la Autoridad
incluso entonces?

Harry parpadeó, en ese momento; porque su cerebro acababa de


hacer la conexión entre el experimento de Milgram y lo que
Hermione había hecho en su primer día en la clase de Defensa, se
había rehusado a disparar a un compañero estudiante, incluso
cuando la Autoridad le había dicho que era su deber, había
temblado y tenido miedo y aún así ella se había rehusado. Harry
había visto suceder eso en frente de sus ojos y de todos modos no
había realizado la conexión hasta ahora…

Harry bajó la mirada hacia el horizonte rojizo, el Sol se estaba


hundiendo por debajo, el cielo desvaneciéndose, oscureciendo,
incluso si la mayor parte del cielo seguía siendo azul, pronto se
convertiría en la noche. Los colores dorado y rojo del Sol y del
ocaso le recordaron a Fawkes; y Harry se preguntó, por un instante,
si debía ser una cosa triste ser un fénix, y llamar y llorar y gritar sin
ser escuchado.

Sin embargo Fawkes nunca se rendiría, tantas veces como muriera


él siempre renacería, pues Fawkes era un ser de luz y fuego, y se
lamentaba de que Azkaban perteneciera a la oscuridad tanto como
lo sufría el propio Azkaban.

Si te daban un vaso medio vacío y medio lleno, entonces así es


como era la realidad, esa era la verdad y era inmutable; mas de
todos modos podías elegir cómo sentirte al respecto, ya fuera que
sintieras desesperación por la mitad vacía o regocijo por el agua que
estaba allí.

Milgram ciertamente había intentado otras variaciones de su prueba.

En el experimento dieciocho, el sujeto experimental sólo había


necesitado pronunciar en voz alta las palabras para la victima
amarrada en la silla, y grabar las respuestas, mientras alguien más
presionaba los interruptores. Era el mismo sufrimiento aparente, el
mismo golpeteo frenético seguido por el silencio; pero no eras tú
presionando el interruptor. Tú nada más lo veías pasar, y leías las
preguntas a la persona que estaba siendo torturada.

37 de los 40 sujetos habían continuado su participación en ese


experimento hasta el final, hasta los 450-voltios marcados con 'XXX'
al final.

Y si tú fueras el Profesor Quirrell, podrías haber decidido sentirte


cínico al respecto.

Sin embargo 3 de los 40 sujetos se habían rehusado a participar


hasta las últimas consecuencias.

Las Hermiones.

Sí existían, en el mundo, las personas que no dispararían un


Maleficio de Golpe Simple a un compañero estudiante incluso si el
Profesor de Defensa les ordenaba hacerlo. Aquellos que habían
dado refugio a los Gitanos y a los Judíos y a los homosexuales en
sus áticos durante el Holocausto, y a veces llegaron a morir por ello.
¿Y eran esas personas de otra especie diferente a la humanidad?
¿Tenían algún engranaje dentro de sus cabezas, algún pedazo
adicional de circuitos neurales, que los mortales inferiores no
poseían? Sin embargo eso no era probable, teniendo en cuenta la
lógica de la reproducción sexual que decía que los genes para una
maquinaria compleja serían perturbados más allá de toda
reparación, a menos que fueran universales.

Cuales fueran las partes que habían constituido a Hermione, todos


tenían aquellas partes dentro de sí mismos en algún lado…

… bueno, esa era un lindo pensamiento mas no era estrictamente


verdadero, pues había tal cosa como daño cerebral literal, las
personas podían perder genes y la compleja maquina podría dejar
de funcionar, había sociópatas y psicópatas, las personas que
carecían del engranaje para que les importara. Quizá el Señor
Voldemort había nacido de ese modo, o tal vez había conocido el
bien y aún así escogió el mal; en este punto ya no importaba en lo
más mínimo. Pero una súper-mayoría de la población debía ser
capaz de aprender de lo que Hermione y la resistencia del
Holocausto hizo.

Las personas que habían participado del experimento de Milgram,


que habían temblado y sudado y reído nerviosamente al tiempo que
terminaban presionando los interruptores marcados como 'XXX',
muchos de ellos habían escrito para agradecer a Milgram, después,
por lo que habían aprendido sobre ellos mismos. Esa, también, era
parte de la historia, la leyenda de ese experimento legendario.

El Sol casi se había hundido debajo del horizonte, una punta dorada
final asomándose sobre las remotas cimas de los árboles.

Harry la miró, esa punta del Sol, se suponía que sus gafas eran a
prueba de rayos ultravioleta por lo que debía ser capaz de mirarlo
directamente sin dañar sus ojos.

Harry lo contempló directamente, esa diminuta fracción de la Luz


que no había sido obscurecida y bloqueada y escondida, incluso si
no eran más que 3 partes de un total del 40, las otras 37 partes
estaban en algún otro lugar. El 7.5% del vaso que estaba lleno, que
demostraba que a las personas realmente les importaba el agua,
aún si esa fuerza de preocuparse que estaba dentro de ellos era
derrotada demasiado a menudo. Si a las personas en verdad no les
importara, el vaso habría estado del todo vacío en realidad. Si todos
hubieran sido como Quién-Tú-Sabes por dentro, secreta e
ingeniosamente egoístas, no hubiera existido ni siquiera una
persona que ayudara a otros durante el Holocausto.

Harry observó al ocaso, en el segundo día del resto de su vida, y


supo que había cambiado de bando.

Porque ya no podía creerlo, no realmente, no tras haber ido a


Azkaban. No podía hacer lo que 37 de 40 personas votarían para
que él hiciera. Todos podrían tener dentro de sí lo que se requería
para ser Hermione, y algún día podrían aprender; pero algún día no
era ahora, no aquí, no hoy, no en el mundo real. Si estabas en el
bando de las 3 de 40 personas que no eran una mayoría política, y
el Profesor Quirrell había estado en lo correcto, Harry no bajaría su
cabeza en sumisión cuando eso sucediera.

Había una especie de horrenda corrección en ello. No deberías ir a


Azkaban y regresar sin haber cambiado tu mente sobre algo
importante.

¿Así que el Profesor Quirrell está en lo correcto, entonces?


Preguntó Slytherin. Dejando por fuera si él es bueno o no, ¿está en
lo correcto? ¿Eres tú, para ellos, ya sea que lo sepan o no, su
próximo Señor? Dejemos la parte de Oscuro por fuera, eso es él
siendo cínico otra vez. ¿Mas es tu intención de ahora en adelante
gobernar? Tengo que reconocer, que incluso a mí eso me pone
nervioso.

¿Crees que se te puede confiar poder? Inquirió Gryffindor. ¿No hay


una regla de que las personas que quieren poder no deberían
tenerlo? Tal vez deberíamos hacer a Hermione la gobernante en vez
de nosotros.
¿Crees que eres digno de manejar una sociedad sin conseguir que
colapse en el caos total en menos de tres semanas? Opinó
Hufflepuff. Imagina cuán ruidosamente nos gritaría Mamá si
escuchara que te han elegido Primer Ministro, ahora debes
cuestionarte a ti mismo, ¿estás seguro de que ella se equivocaría al
respecto?

De hecho, dijo Ravenclaw, no hace falta señalar que todo este


asunto político suena abrumadoramente aburrido. ¿Qué tal si
dejamos todas las elecciones a Draco y nos quedamos apegados a
la ciencia? Es en lo que realmente destacas, y se ha demostrado
que también logra mejorar la condición humana, ya sabes.

Más despacio, pensó Harry hacia todos sus componentes, no


tenemos que decidir todo ahora mismo. Se nos permite reflexionar
el problema tanto como podamos antes de llegar a una solución.

La última parte del Sol se hundió bajo el horizonte.

Era extraña, esta sensación de no saber del todo quién eras, en que
lado estabas, de no haberte decidido ya sobre algo tan grande como
eso, había una sensación desconocida de libertad en ello…

Y eso le recordó lo que el Profesor Quirrell había respondido a su


última pregunta, lo que le recordó al Profesor Quirrell, lo que le hizo
difícil respirar una vez más, inició esa sensación ardiente en la
garganta de Harry, enviar sus pensamientos alrededor de ese ciclo
de movimiento espiral de nuevo.

¿Por qué estaba tan triste, cada vez que pensaba en el Profesor
Quirrell? Harry estaba acostumbrado a conocerse a sí mismo, y
desconocía por qué se sentía tan triste…

Se sentía como si hubiera perdido al Profesor Quirrell para siempre,


perdido en Azkaban, así era como se sentía. Tan seguro como si el
Profesor de Defensa hubiera sido devorado por los Dementores,
consumido dentro de los vacíos desolados.
¡Perdido! ¿Por qué lo perdí? ¿Porque pronunció Avada Kedavra y
había de hecho una razón perfectamente buena incluso si no la vi
durante un par de horas? ¿Por qué no pueden las cosas regresar a
como eran antes?

Pero no había sido por el Avada Kedavra. Eso podría haber jugado
una parte en el colapso irreversible de una estructura de
racionalizaciones y acobardamientos y no pensar sobre ciertas
cosas cuidadosamente. Sin embargo no había sido el Avada
Kedavra, esa no había sido la cosa perturbadora que Harry
presenció.

¿Qué fue lo que vi…?

Harry observó al cielo descolorido.

Había visto al Profesor Quirrell convertirse en un criminal endurecido


al enfrentar a un Auror, y el aparente cambio de personalidades
había sido sin esfuerzo, y completo.

Otra mujer había conocido al Profesor de Defensa como 'Jeremy


Jaffe'.

¿Cuántas personas diferentes es usted, de todos modos?

No puedo decir que me haya molestado en mantener la cuenta.

No podías evitar preguntarte…

… si el 'Profesor Quirrell' no era más que otro nombre en la lista,


únicamente otra persona en la que se había convertido, inventada al
servicio de alguna meta indescifrable.

De ahora en adelante Harry siempre se lo estaría cuestionando,


cada vez que hablara con el Profesor Quirrell, si se trataba de una
mascara, y qué motivo estaba detrás de la mascara. Con cada
sonrisa seca, Harry estaría intentando ver qué estaba jalando las
palancas de esos labios.
¿Es así cómo otras personas empezaran a pensar de mí, si me
vuelvo demasiado Slytherin? ¿Si manipulo demasiados planes,
nunca seré capaz de sonreír a nadie más, sin que ellos se
pregunten qué es lo que realmente siento?

Tal vez había alguna manera de restaurar una confianza en la


superficie de las apariencias y construir una relación humana
posiblemente de nuevo, mas a Harry no se le ocurría cuál era esa
manera.

Así fue como Harry había perdido al Professor Quirrell, no a la


persona, sino la… conexión…

¿Por qué eso había dolido tanto?

¿Por qué ahora se sentía tan solitario?

¿De seguro había otras personas, quizá mejores personas, para


confiar y tener amistad? La Profesora McGonagall, el Profesor
Flitwick, Hermione, Draco, sin mencionar a Mamá y Papá, no era
como si Harry estuviera realmente a solas…

Sólo que…

Una sensación de ahogamiento creció en la garganta de Harry


cuando lo comprendió.

Únicamente la Profesora McGonagall, el Profesor Flitwick, Hermione


y Draco, a veces conocían cosas que ignoraba, pero…

Ellos no se desempeñaban sobre Harry dentro de su propia esfera


de poder; la genialidad que ellos poseían no era como su propio
genio, y su genialidad no era como la de ellos; podría observarlos
como sus iguales, mas nunca los podría ver con reverencia como
sus superiores .

Ninguno de ellos había sido, ninguno de ellos podría llegar a ser…

El mentor de Harry…
Ese era quien el Profesor Quirrell había sido.

Esa fue la persona que Harry había perdido.

Y la manera en que había perdido a su primer mentor podría o no


permitir a Harry que alguna vez lo llegara a recuperar. Quizá algún
día conocería todos los motivos ocultos detrás del Profesor Quirrell y
las dudas entre ellos desaparecerían; sin embargo aún si eso
parecía posible, no parecía del todo probable.

Hubo una ráfaga de viento, a las afueras de Hogwarts, dobló los


árboles vacíos, hizo ondular el corazón del lago que seguía sin
congelar, produjo un sonido susurrante al deslizarse por la ventana
que miraba hacia el mundo medio-crepuscular, y los pensamientos
de Harry divagaron por un tiempo.

Entonces regresaron al curso otra vez, el siguiente paso de la


espiral.

¿Por qué soy diferente de los otros niños de mi edad?

Si la respuesta del Profesor Quirrell a eso había sido una evasión,


entonces fue una muy bien calculada. Lo suficientemente profunda y
compleja, bastante llena de sugerencias y propósitos escondidos,
para servir como trampa para un Ravenclaw que no podía ser
engañado por menos. O tal vez el Profesor Quirrell tenía el propósito
de responder honestamente. ¿Quién sabía qué motivo podría haber
manipulado las manivelas de aquellos labios?

Al menos diré esto, Sr. Potter: Usted ya es un Oclumante, y creo


que en poco tiempo se convertirá en un Oclumante perfecto. La
identidad no significa, para los que son como nosotros, lo que
significa para otras personas. Cualquiera que podamos imaginar,
podemos ser; y la verdadera diferencia sobre usted, Sr. Potter, es
que posee una imaginación excepcionalmente buena. Un
dramaturgo debe contener a sus personajes, debe ser más grande
que ellos para poder representarlos dentro de su mente. Para un
actor o espía o político, el limite de su propio diámetro es el limite de
quién estén pretendiendo ser, el limite de lo que puedan usar como
una mascara. Mas para usted y para mí, cualquiera que podamos
imaginar, podemos ser, en la realidad y no en la pretensión.
Mientras usted se imaginó ser un niño, Sr. Potter, usted fue un niño.
Aún así hay otras existencias que usted puede recrear, existencias
más grandes, si lo desea. ¿Por qué es usted tan libre, y tan
grandioso dentro de su circunferencia, cuando otros niños de su
edad son pequeños y constreñidos? ¿Por qué puede usted imaginar
y convertirse en otras identidades más adultas de lo que un mero
niño realizando una obra de teatro debería ser capaz de componer?
Eso no lo sé, y no debo revelar lo que supongo. Sin embargo lo que
usted tiene, Sr. Potter, es libertad.

Si eso era una pantalla de humo era una endiabladamente buena


para distraer.

Y el pensamiento todavía más preocupante era que el Profesor


Quirrell no se había dado cuenta de cuán perturbado estaría Harry,
cuán incorrecto ese discurso sonaría para él, cuánto daño le haría a
su confianza en el Profesor Quirrell.

Debería haber siempre una persona real que eras realmente, en el


centro de todo…

Harry contempló la noche descendiente, la oscuridad reunida.

¿… no era así?

Era casi la hora de dormir cuando Hermione escuchó las


respiraciones contenidas y levantó la vista de su copia de
Beauxbatons: Una Historia para ver al niño perdido, el niño que no
había sido ubicado a la hora del almuerzo ese Domingo, cuya no
aparición a la cena había sido acompañada por rumores - y ella no
los había creído porque eran completamente ridículos, pero sintió un
poco de nauseas por dentro - que se había retirado de Hogwarts
para cazar a Bellatrix Black.
"¡Harry!" ella chilló, ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando
con él directamente por primera vez en una semana, ni notó cómo
algunos estudiantes se la quedaron mirando ante el sonido de su
grito a través de la sala común de Ravenclaw.

Los ojos de Harry ya se había dirigido hacia ella, ya estaba


caminando hacia ella, por lo que se detuvo a medias por fuera de su
silla -

Unos pocos segundos después, Harry estaba sentado frente a ella,


y estaba guardando su varita tras invocar una barrera de Silenciador
a su alrededor.

(Y una gran cantidad de Ravenclaws estaban intentando aparentar


que no estaban mirando.)

"Oye," Harry saludó. Su voz tembló. "Te extrañé. Tú… ¿vas a hablar
conmigo de nuevo, a partir de ahora?"

Hermione asintió, nada más asintió, no se le ocurría qué decir. Ella


extrañaba a Harry también, sin embargo se estaba dando cuenta,
con una especie de sentimiento culpable, que podría haber sido
mucho peor para él. Ella tenía otros amigos, Harry… no se sentía
justo, a veces, que Harry únicamente hablara con ella de ese modo,
por lo que se sentía obligada a hablar con él; mas Harry tenía una
mirada que expresaba que cosas injustas le habían estado
ocurriendo a él, también.

"¿Qué ha estado pasando ?" ella inquirió. "Hay toda clase de


rumores. Había personas afirmando que escapaste para combatir a
Bellatrix Black, había otros aseverando que escapaste para unirte
con Bellatrix Black -" y esos rumores agregaban que Hermione
simplemente había inventado la cosa sobre el fénix, y ella gritó que
toda la sala común de Ravenclaw lo había visto, por lo que el
siguiente rumor había reclamado que también esa parte era
inventada por ella, lo que era una estupidez de nivel tan
inconcebible que la dejó completamente asombrada .
"No puedo hablar al respecto," Harry respondió con apenas un
susurro. "No puedo hablar sobre muchas cosas. Desearía poder
contártelo todo," su voz tembló, "pero no puedo… supongo, si ayuda
para algo, que ya no voy a almorzar más con el Profesor Quirrell…"

Harry puso sus manos sobre su rostro, entonces, cubriendo sus


ojos.

Hermione sintió la nausea recorriendo todo su estómago.

"¿Estás llorando" preguntó Hermione.

"Ajá," respondió Harry, su voz sonando un poco jadeante. "No quiero


que nadie más lo vea."

Hubo un pequeño silencio. Hermione quería ayudar pero no sabía


qué hacer sobre un niño que lloraba, y desconocía lo que estaba
pasando; sentía como si grandes cosas ocurrieran a su alrededor -
no, alrededor de Harry - y de saber cuáles eran probablemente
estaría asustada, o alarmada, o algo, sin embargo no sabía nada.

"¿El Profesor Quirrell hizo algo equivocado?" ella interrogó al final.

"No es por eso que ya no puedo seguir almorzando con él," Harry
contestó, todavía con ese apenas susurro con sus manos
presionadas sobre sus ojos. "Esa fue la decisión del Director. Mas
es cierto, que el Profesor Quirrell dijo algunas cosas que me hicieron
confiar menos en él, supongo…" La voz de Harry sonaba muy
inestable. "Me estoy sintiendo solitario ahora mismo."

Hermione puso su mano sobre la mejilla donde Fawkes la había


tocado el día del ayer. Seguía pensando sobre ese toque, una y otra
vez, quizá porque quería que fuera importante, que significara algo
para ella…

"¿Hay alguna manera en que pueda ayudar?" ella cuestionó.


"Quiero hacer algo normal," Harry declaró desde atrás de sus
manos. "Algo muy normal para estudiantes de primer año de
Hogwarts. Algo que los de once y doce años como nosotros se
suponen deben hacer. Como jugar una partida de Naipes Explosivos
o algo así… ¿Supongo que en realidad no tienes los naipes o
conoces las reglas?"

"Este… no conozco las reglas, de hecho…" replicó Hermione. "Sé


que explotan ."

"¿Entonces que tal a Gobstones?" propuso Harry.

"No conozco las reglas y te escupen . ¡Son juegos de hombres,


Harry!"

Hubo una pausa. Harry restregó sus manos contra su cara para
limpiarla, y entonces retiró sus manos; y la miró directamente,
viéndose un poco impotente. "Bueno," Harry siguió, "¿qué hacen los
magos y hechiceras de nuestra edad, cuándo juegan, ya sabes, la
clase de tontos juegos sin sentido que se supone debemos jugar a
nuestra edad?"

"¿Rayuela?" habló Hermione. "¿Saltar la cuerda? ¿Ataque


Unicornio? ¡ Yo no lo sé, yo leo libros!"

Harry empezó a reír, y Hermione comenzó a carcajearse junto con él


aunque no sabía muy bien por qué, pero era gracioso.

"Creo que eso ayudó un poco," añadió Harry. "De verdad pienso que
ayudó más que lo que habría logrado jugando Gobstones durante
una hora, así que gracias por ser tú misma. Y sin importar nada, no
voy a hacer que alguien me Desmemorice todo lo que sé de cálculo.
Preferiría morir."

"¿Qué?" espetó Hermione. "Por qué - ¿por qué alguna vez llegarías
a querer semejante cosa ?"
Harry se levantó de la mesa, y hubo un repentino ruido restaurado
de trasfondo pues su levantamiento rompió el Encantamiento
Silenciador. "Estoy un poco somnoliento así que me voy a la cama,"
Harry dijo, ahora su voz era ordinaria y sardónica, "tengo algo de
tiempo perdido que debo compensar, pero te veré al desayuno, y
luego en Herbología, si todo sale bien. Sin mencionar que no sería
justo echarte encima toda mi presión. Buenas noches, Hermione."

"Buenas noches, Harry," ella se despidió, sintiéndose muy


confundida y alarmada. "Que tengas sueños placenteros."

Harry tambaleó un poco cuando ella habló, y luego continuó hacia


las escaleras que llevaban a los dormitorios de los niños de primer
año.

Harry encendió el Encantamiento Silenciador al máximo, sobre la


cabecera de su cama, para que no fuera a despertar a nadie si
gritaba.

Puso su alarma para que lo despertará para el desayuno (en caso


de que ya no se hubiera levantado para esa hora, si era que lograba
dormir algo).

Se tendió en la cama, cuan largo era -

- sintió el bulto debajo de su almohada.

Harry levantó la mirada hacia el toldo por encima de su cama.

Siseó bajó su respiración, "Oh, tienen que estar bromeando…"

Pasaron vario segundos antes de que Harry pudiera reunir el


corazón para sentarse en la cama, cubrirse a sí mismo con la
sabana para ocultar el evento de los otros niños, invocar un Lumos
de baja intensidad y ver lo que estaba debajo de su almohada.

Había un pergamino, y una baraja de jugar cartas.


En el pergamino se leía,

Una pequeña ave me contó que Dumbledore ha cerrado la puerta


de tu jaula.

Debo admitir, en esta ocasión, que Dumbledore puede tener la


razón. Bellatrix Black ha sido liberada sobre el mundo una vez más,
y esas no son buenas noticias para ninguna persona buena. De
estar en los zapatos de Dumbledore, podría haber hecho lo mismo.

Sólo por si las dudas… El Instituto de las Brujas de Salem en


América también acepta niños, a pesar del nombre. Son buenas
personas y te protegerían incluso de Dumbledore, si lo necesitas.
Bretaña sostiene que necesitas permiso de Dumbledore para
emigrar a la América mágica, sin embargo la América mágica no
está de acuerdo. Por lo que ante una necesidad extrema, sal por
fuera de las protecciones de Hogwarts y parte en dos al Rey de
Corazones de la baraja de cartas.

El que deberías recurrir a esto únicamente como medida radical se


da por descontado.

Buena salud, Harry Potter.

- Papá Noel.

Harry bajo la mirada hacia el paquete de cartas.

No podía llevarlo a ningún otro lugar, no ahora mismo, los


trasladores no funcionaban aquí.

Pero se sintió nervioso sobre el prospecto de recogerlo, incluso para


esconderlo dentro de su baúl…

Bueno, ya había cogido el pergamino, que podría haber sido


encantado con una trampa igualmente, de haberse tratado de una
trampa.

Aún así.
"Wingardium Leviosa," Harry susurró, e hizo Levitar el paquete de
cartas hasta un lado de donde su reloj alarma descansaba dentro de
un bolsillo de la cabecera de la cama. Lidiaría con aquello mañana.

Y luego Harry volvió a recostarse en su cama, y cerró los ojos, para


soñar sin ningún fénix para protegerlo, y pagar sus cuentas
atrasadas.

Fue despertando con un jadeo de horror, no un grito, todavía no


gritó esa noche, sin embargo su sabana estaba toda enredada
sobre el hueco que había dejado al retorcerse en su sueño donde
corría, intentando alejarse de las bocas abiertas en el espacio que lo
estaban persiguiendo a través del corredor de metal iluminado por
una débil lampara de gas, un largo corredor de metal apenas
iluminado por una lampara de gas que no tenía fin, y él no había
sabido, en el sueño, que tocar aquellos vacíos significaba morir
horriblemente y dejar atrás su cuerpo que aún respiraba a pesar de
estar vacío, todo lo que había sabido era que tenía que correr y
correr y correr de aquellas heridas en el mundo que se deslizaban
en pos de él -

Harry empezó a llorar otra vez, no fue por el horror de la


persecución, sino porque corrió mientras alguien más detrás de él
estaba gritando pidiendo ayuda, gritando para que regresara y la
salvara, para que la ayudara, a ella se la estaban comiendo, ella iba
a morir, y en el sueño Harry había corrido en vez de ayudarla.

"¡NO TE VAYAS!" La voz surgió como un grito detrás de la puerta de


metal. "No, no, no, no te vayas, no te lo lleves, no no no -"

¿Por qué Fawkes había reposado sobre su hombro? Él había huido.


Fawkes debería odiarlo.

Fawkes debería odiar a Dumbledore. Él había huido.

Fawkes debería odiar a todos -


El niño no estaba despierto, no estaba soñando, sus pensamientos
estaban revueltos y confusos dentro de las tierras de las sombras
que limitan entre el estar despierto y el estar dormido, desprotegido
por los rieles que su mente despierta había impuesto sobre sí
misma, las cuidadosas reglas y censuras. En esa tierra de las
sombras su cerebro había despertado lo suficiente como para
pensar, mas algo más estaba demasiado adormilado para actuar;
sus pensamientos corrían libres y salvajes, sin restricciones por
parte de su propio concepto de sí mismo, sus ideas personales de lo
que no debería pensar cuando estuviera despierto. Esa era la
libertad de los sueños de su cerebro, mientras su concepto de sí
mismo dormía. Libre para repetir, una y otra vez, la nueva y peor
pesadilla de Harry:

"¡No, no era mi intención, por favor no mueras!"

"¡No, no era mi intención, por favor no mueras!"

"¡No, no era mi intención, por favor no mueras!"

Una rabia creció dentro de él junto con el auto-aborrecimiento, una


terrible furia caliente / helado y frío odio, por el mundo que le había
hecho eso a ella / por sí mismo, y en su estado medio-despierto
Harry fantaseó con escapes, fantaseó formas de superar el dilema
moral, se imaginó a sí mismo flotando sobre el vasto horror
triangular de Azkaban, y susurrando un encantamiento con silabas
que nadie había llegado a escuchar sobre la Tierra, murmullos que
hacían eco por todo el cielo y eran escuchados al otro lado del
mundo, y hubo una llamarada de Patronus plateados que
asemejaban una explosión nuclear que desgarraban a todos los
Dementores en un instante y partían las paredes de metal de
Azkaban, destrozaban los largos corredores y todas las débiles
luces naranjadas, y un momento después su cerebro recordó que
había personas adentro, y reescribió la fantasía soñada a medias
para mostrar a todos los prisioneros riéndose al tiempo que salían
volando en grupos alejándose de la ardiente ruina de Azkaban, la
luz plateada restaurando la carne de sus miembros mientras
volaban, y Harry empezó a llorar más fuerte contra su almohada,
porque no podía hacerlo, porque no era Dios -

Juro sobre su vida y magia y su arte de la racionalidad, juró por todo


lo que consideraba sagrado y por todas sus memorias felices, ahora
había dado su juramento por lo que tenía que hacer algo, tenía que
hacer algo, tenía que HACER ALGO -

Quizá era inútil.

Tal vez intentar seguir las reglas no tenía sentido.

A lo mejor nada más tenías que quemar Azkaban a como diera


lugar.

Y de hecho había jurado que lo haría, por lo que eso era lo que
tenía que hacer.

Simplemente haría lo que fuera para deshacerse de Azkaban, eso


era todo. Si eso implicaba gobernar Bretaña, estaba bien, si eso
significaba encontrar un hechizo para susurrar que hiciera eco a
través del cielo, como fuera, lo importante era destruir Azkaban.

Ese era el lado en el que estaba ahora, ese era quien él era, por lo
que sí, estaba hecho.

Su mente despierta demandaría muchos más detalles antes de


aceptar eso como una respuesta, pero en su estado medio-
durmiente se sintió como una resolución suficiente para permitir a su
cansada mente caer verdaderamente dormida una vez más, y soñar
con la siguiente pesadilla.

Conclusión Final:

Despertó con un jadeo de horror, una interrupción de su respiración


que la dejó sintiéndose privada de aire y aún así sus pulmones no
se movieron, ella despertó con un grito sin proferir en sus labios y no
pronunció palabras, ninguna palabra surgió, pues ella no podía
entender lo que había visto, no podía entender lo que había visto,
era demasiado grande para que ella lo abarcara y seguía tomando
forma, no podía poner palabras a esa figura sin forma y ella no pudo
descargarlo, no pudo descargarlo y se volvió inocente e ignorante
una vez más.

"¿Qué hora es?" ella murmuró.

Su reloj despertador con joyas de oro, el bello y mágico y costoso


reloj alarma que el Director le había dado como regalo cuando la
contrató en Hogwarts, susurró a su vez, "Alrededor de las dos de la
mañana. Vuelve a dormir."

Sus sabanas estaban empapadas por el sudor, su ropa de noche


empapada en sudor, por lo que ella cogió su varita de debajo de la
almohada y se limpió antes de intentar volver a dormir, procuró
regresar a dormir y eventualmente tuvo éxito.

Sybill Trelawney volvió a dormir.

Nota del Traductor

El polvo de iocaina es una invención de la película La Novia


Princesa, en la genial escena de la batalla de ingenio contra Visini.
(Pueden encontrar un link en el blog o simplemente escribir en
YouTube "la princesa prometida duelo veneno contra visini"

Para mayor información sobre lo fractal ir a wikipedia. (También hay


un link en mi blog.)

Tras trabajar mucho tiempo en este capítulo, estoy feliz de haber


culminado.

Como les avisé antes, voy a producir las versiones en PDF de


HPMOR antes de regresar a la traducción principal. La división en
formato PDF será del siguiente modo.

Libro 1: HJEPV y los Métodos de la Racionalidad (del capítulo 1 al


21.)

Libro 2: HJEPV y los Juegos del Profesor (del capítulo 22 al 37.)

Libro 3: HJEPV y las Sombras de la Muerte (del capítulo 38 al 63.)

Los omakes no están incluidos en dichos libros, pero sí lo estarán


en el PDF final que contendrá HPMOR por completo.

En realidad no tengo un estimado de tiempo de cuánto me tardaré


con los PDF, puesto que daré una revisión general a HPMOR de
principio a fin, que incluye corrección ortográfica y mejoramiento de
los capítulos disponibles en FFN, que bien saben siempre presentan
uno que otro error de formato. Creo que un mes para todo eso es el
mínimo de tiempo que me podría llevar. Estén pendientes de mi blog
y de mis redes sociales para saber cómo va la batalla.

Definitivamente, cada vez que haga un estimado debería pensar


que el doble de tiempo de la cantidad estimada será la que más se
acerque a la realidad. Creo que debería tardarme un mes con los
PDF, por lo que es mejor asumir que me demoraré realmente con
ellos. Sigo aprendiendo a ser pesimista.

Sobre este capítulo, debo decir que las partes con Lesath Lestrange
y la pesadilla de Harry me hicieron lagrimear los ojos, y el nombre
de Sybill Trelawney jamás pareció tan ominoso.

Gracias a Frida12346 por sus recientes y acertados comentarios y a


todos los demás, gracias por leer.

Por cierto, voy a participar en la convocatoria de invierno de Living a


Book para libros interactivos. En mi blog hay más datos para los que
estén interesados en participar.


Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


Archivos Omake 4 Paralelos Alternos
Capítulo 64: Archivos Omake 4, Paralelos Alternos

Si ya han pasado cinco horas desde que dijiste que ibas irte a
dormir y sigues leyendo esto, ¿puedo sugerirte que te vayas a
dormir? El capítulo seguirá aquí mañana… a menos de que, ya
sabes, algo malo le pase y el día de mañana haya un mero 404 en
esta dirección y no te quede nada excepto una memoria que se
desvanece y un eterno arrepentimiento por no quedarte despierto un
poco más y seguir leyendo mientras tenías oportunidad… pero oye,
¿qué tan probable es eso?

Esta historia se esparce mediante blogs, tweets, de boca en boca,


favoritos, recomendaciones en foros, y añadiduras en listas; y
recuerda, si los lectores antes que tú no se hubieran tomado un
momento para hacer eso, probablemente tú no la habrías
encontrado. Si eso no es suficiente para motivarte, entonces déjame
añadir que si no ayudas a esparcir la racionalidad, Hermione estará
triste. No quieres que ella esté triste, ¿o sí?

Recuerda visitar LessWrong punto com y leer las Secuencias en


Inglés, o la traducción en español de algunas en xracionalidad punto
wordpress punto com la verdadera existencia de la cual este fanfic
no es más que una sombra.

Y ahora, con todos los universos dominados por sus respectivos


creadores, les presento:

ARCHIVOS OMAKE #4:

LOS OTROS FANFICS

QUE PODRÍAS ESTAR LEYENDO


EL SEÑOR DE LA RACIONALIDAD

Frodo ojeó todos los rostros, pero no estaban volteados hacia él.
Todo el Concilio se sentó con ojos alicaídos, como si pensaran
profundamente. Un gran pavor cayó sobre él, como si estuviera
esperando el pronunciamiento de alguna maldición que había
presentido desde hace tiempo y en vano esperado que nunca fuera
declarada. Un sobrecogedor deseo para descansar y permanecer
en paz al lado de Bilbo en Rivendell llenaba su corazón. Al final
habló con esfuerzo, y dudó al escuchar sus propias palabras, como
si otra voluntad estuviera usando su pequeña voz.

"No podemos," dijo Frodo. "No debemos. ¿No lo ven? Es


exactamente lo que el Enemigo desea. Todo esto él lo ha previsto."

Las caras se giraron hacia él, confundidos los Enanos y graves los
Elfos; terquedad en los ojos de los Hombres; y tan afiladas las
miradas de Elrond y Gandalf que Frodo casi no fue capaz de
soportarlas. Fue muy difícil, entonces, no sujetar el Anillo en su
mano, y aún más arduo no ponérselo, enfrentarlos solamente como
Frodo.

"¿No lo cuestionan?" Frodo inquirió, su voz tan suave como el


viento, y temblorosa como una brisa. "Han escogido, de todas las
cosas, enviar el Anillo dentro de Mordor; ¿no deberían preguntar?
¿Cómo se llegó a esto? Que podamos, de todas nuestras opciones,
¿hacer esa única cosa que nuestro Enemigo más desea? Quizá las
Grietas del Destino ya están protegidas, con suficiente fuerza como
para repeler a Gandalf y Elrond y Glorfindel todos juntos; o tal vez el
Maestro de ese lugar ha enfriado la lava allí, modificada para que
atrape el Anillo y él simplemente tenga que extraerlo después de
que fue arrojado…" Una memoria de tremenda claridad cayó sobre
Frodo en ese momento, un instante de una risa negra, y le llegó el
pensamiento de que eso era justo lo que el Enemigo haría.
Únicamente que el pensamiento le vino así: tanto me divertiría
actuar así, si mi objetivo fuera gobernar…
Hubo intercambio de miradas dubitativas dentro del consejo; Glóin y
Gimli y Boromir estaban observando a los Elfos con más
escepticismo que antes, como si hubieran despertado de un sueño
de palabras.

"El Enemigo es muy sabio," admitió Gandalf, "y puede sopesar


todas las cosas con atención dentro de las escalas de su malicia.
Sin embargo la única medida que conoce es el deseo, el deseo por
el poder; y así juzga todos los corazones. Dentro de su corazón no
entrará el pensamiento de que alguien lo pueda rehusar, que
poseyendo el Anillo podríamos buscar destruirlo -"

"¡Él pensará en ello!" gritó Frodo. Luchó contra las palabras,


intentando convertir las cosas que parecían perfectas en su
comprensión, y luego se perdían como nieve derretida. "Si el
Enemigo pensara que todos sus enemigos se mueven meramente
por deseo y poder - él supondría de manera incorrecta, una y otra
vez, y el Creador de este Anillo vería eso, ¡ sabría que en algún
lugar cometió un error!" Las manos de Frodo se extendieron en
forma suplicante.

Boromir se movió, y su voz era dudosa. "Hablas bien del Enemigo,"


declaró Boromir, "para ser uno de sus enemigos."

La boca de Frodo se abrió y se cerró con desesperada excitación;


pues Frodo sabía, sabía que el Hombre estaba loco, sin embargo no
se le ocurría qué pronunciar.

Entonces Bilbo habló, y su marchita voz silenció todo el cuarto,


incluso a Elrond quien había empezado a hablar. "Frodo está en lo
correcto, me temo," susurró el anciano hobbit. "Recuerdo, recuerdo
cómo era. Ver con la Vista Negra. Recuerdo. El Enemigo pensará
que no podremos confiar los unos en los otros, que los más débiles
entre nosotros propondrán destruir el Anillo para que los fuertes no
lo puedan poseer. Él sabe que incluso alguien que no es realmente
bueno gritará que destruyamos el Anillo, para hacer una exhibición
de pretendida bondad. Y el Enemigo no pensará que es imposible
que tal decisión sea hecha por este consejo, porque verán, él no
confía en que nosotros seamos sabios." Una carcajada murmurada
se elevó de la garganta del viejo hobbit. "Y si lo hizo - bueno, de
todos modos protegerá las Grietas del Destino. Le costaría muy
poco."

Ahora había profundos pensamientos en los rostros de los Elfos, y


los Sabios; Elrond tenía el ceño fruncido, y las finas cejas de
Gandalf estaban surcadas.

Frodo los contempló a todos, sintiendo que la insensatez caía sobre


él, una desesperación; y mientras su corazón se debilitó una sombra
cayó sobre su visión, una oscuridad y una vacilación. Desde la
sombra Frodo vio a Gandalf, y la fuerza del mago fue revelada como
debilidad, y su sabiduría como locura. Pues Frodo sabía, mientras el
Anillo pareció arrastrar y pesar sobre su pecho, que Gandalf no
había considerado toda la historia y tradición, cuando el mago habló
de cómo el Enemigo no comprendería ningún deseo excepto el
poder; que Gandalf no había recordado cómo Sauron había
disminuido y corrompido a los Hombres de Númenor en los días de
su gloria. Al igual que no se le había ocurrido a Gandalf que el
Enemigo podría aprender a comprender la buena voluntad de sus
enemigos con tan sólo mirarla…

La vista de Frodo giró hacia Elrond, pero no había esperanza allí, ni


respuesta ni rescate en la ensombrecida visión; pues Elrond había
permitido que Isildur se fuera, cargando el Anillo de las Grietas del
Destino donde debió haber sido destruido, lo que costó toda la
guerra. No para el propio beneficio de Isildur, ni había sido hecho
por amistad, pues el Anillo había asesinado a Isildur al final, y
destinos mucho peores podrían haberlo seguido. Sin embargo la
Maldición que había surgido del acto de Isildur le había parecido
inseguro a Elrond en ese momento, inseguro y distante en el tiempo;
y aún así el costo para el propio Elrond de sacar su espada de la
empuñadura y clavarla en la parte de atrás de la cabeza de Isildur le
habría parecido más seguro, y cercano…

Con un pensamiento desesperado, Frodo se volteó hacia Aragorn,


el hombre sobreviviente que había vestido sus gastadas ropas de
viaje para este consejo, el heredero de reyes que hablaba con
suavidad a los hobbits. Pero la visión de Frodo se puso doble, y en
las sombras de la segunda imagen Frodo vio un Hombre que había
pasado demasiado tiempo de su juventud entre los Elfos, que había
aprendido a vestir ropas humildes y manchadas entre el oro y las
joyas, sabiendo que no los podría igualar en sabiduría, y esperando
superarlos en una moda que ellos no emularon…

Bajo la vista del Anillo, que era la misma vista del propio Creador del
Anillo, todas las cosas nobles se desvanecen en estratagemas y
mentiras, un mundo de gris y oscuridad sin ninguna luz. Ellos no
habían realizado sus decisiones de manera consciente, Gandalf o
Elrond o Aragorn; los impulsos habían provenido de las partes
oscuras y escondidas de sí mismos, los negros y profundos secretos
que el Anillo había convertido en evidentes para la visión de Frodo.
¿Serían capaces de superar el pensamiento de la Sombra, cuando
no podían comprenderse ni siquiera a sí mismos, o las fuerzas que
los movían?

"¡Frodo!" llegó el afilado susurro de la voz de Bilbo, y Frodo regresó


a sus cabales, y detuvo su mano a punto de coger el Anillo que
reposaba sobre su pecho, dentro de su cadena, pesando como una
enorme piedra alrededor de su cuello.

Estirándose para alcanzar el Anillo donde todas las respuestas


aguardaban.

"¿Cómo soportaste esta cosa?" Frodo le susurró a Bilbo, como si los


dos fueran las únicas almas en el recinto, aunque todo el Consejo
los observaba. "¿Durante años? No lo puedo imaginar."

"Lo tuve encerrado en un cuarto para el cual sólo Gandalf tenía la


llave," reveló su tío, "y cuando comencé a imaginar maneras para
abrirlo, recordé a Gollum."

Un escalofrío recorrió a Frodo, recordando las historias. El horror de


las Montañas Místicas, maquinando, siempre maquinando en la
oscuridad; gobernando a los duendes desde las sombras y llenando
los túneles con trampas; pero sin Bilbo usando el Anillo esa primera
vez ninguno de los enanos habría vivido. Y ahora, Legolas el Elfo
les había contado, Gollum se había rendido en cuanto a enviar sus
agentes contra la Comarca, al final había hallado el coraje para
abandonar sus montañas y buscar el Anillo por sí mismo. Ese era
Gollum, el destino que el propio Frodo compartiría al final, si el Anillo
no era destruido.

Sólo que no tenían un método para destruir el Anillo.

La Sombra había previsto cada movimiento que podían realizar.


Había casi - Frodo todavía no podía imaginar cómo había sido
realizado, la manera en que la Sombra había arreglado tal cosa -
casi había maniobrado el Consejo para que enviara el Anillo dentro
de Mordor con únicamente una pequeña guardia, como lo hubieran
hecho si Frodo y Bilbo no hubieran estado ahí.

Y habiendo previsto la más directa de todas las posibles derrotas, la


única inquietud era cuánto les llevaría perder. Gandalf lo había
demorado demasiado, demorado en serio demasiado lejos el poner
la marcha en movimiento. Podría haber sido tan fácil, si solamente
Bilbo lo hubiera iniciado ochenta años antes, si tan sólo Bilbo le
hubiera contado lo que Gandalf ya había sospechado, si tan sólo el
corazón de Gandalf no hubiera retrocedido silenciosamente ante la
perspectiva de quedar vergonzosamente equivocado…

La mano de Frodo quedó pasmada sobre su pecho; sin pensar, sus


dedos empezaron a alzarse de nuevo hacia el vasto peso de la
cadena sobre la cual colgaba el Anillo.

Todo lo que tenía que hacer era ponerse el Anillo.

Nada más eso, y todo se volvería claro para él, una vez más la
lentitud y el lodo abandonarían sus pensamientos, todas las
posibilidades y futuros transparentes para él, vería a través de los
planes de la Sombra y elaboraría un contraataque irresistible -
- y nunca sería capaz de quitarse el Anillo, no de nuevo, no por
ninguna voluntad que le quedara a él. Todo lo que Frodo tenía de
aquellos momentos eran memorias borrosas, sin embargo sabía que
se sentía como morir, permitir que todas las torres de pensamiento
cayeran en un colapso y convertirse en Frodo sólo una vez más. Se
había sentido como morir, él recordaba al menos eso de la Colina de
los Vientos incluso si no rememoraba mucho más. Y si se ponía el
Anillo de nuevo, sería mejor morir con el puesto en el dedo, terminar
su vida mientras siguiera siendo él mismo; pues Frodo sabía que no
podría tolerar los efectos de usar el Anillo por una segunda vez, no
tras perder la claridad sin límite…

Frodo miró al Consejo a su alrededor, a los pobres Sabios perdidos


y sin líder, y supo que no podrían derrotar a las Sombra por su
propia fuerza.

"Lo usaré una última vez," Frodo declaró, su voz rota y fallecida,
como él había sabido desde el principio que diría al final, "una última
oportunidad para encontrar la respuesta para este Consejo, y
entonces habrá otros hobbits."

"¡No!" gritó la voz de Sam, mientras los otros hobbit empezaron a


llegar corriendo saliendo de sus escondites; al tiempo que Frodo,
con movimientos tan veloces y precisos como los de un Nazgûl,
extrajo el Anillo de entre su camisa; y de alguna manera Bilbo ya
estaba de pie frente a él y ya había introducido su dedo.

Todo ocurrió antes de que la vara de Gandalf pudiera apuntar, antes


de que Aragorn pudiera alzar la empuñadura de su espada; los
Enanos gritado por la conmoción, y los Elfos quedaran
consternados.

"Por supuesto," exclamó la voz de Bilbo, y Frodo comenzó a llorar,


"Lo veo a ahora, comprendo todo al fin. Escuchen, escuchen y con
presteza, aquí está lo que deben hacer -"


LA BRUJA Y EL ROPERO

Con un ojo crítico, Peter miró sobre los acampados Centauros con
sus arcos, los Castores con sus dagas largas, y los Osos parlantes
con sus cotas de mallas envueltas sobre ellos. Él estaba a cargo,
porque era uno de los míticos Hijos de Adam y se había declarado a
sí mismo el Alto Rey de Narnia; sin embargo la verdad era que él no
sabía mucho sobre campamentos, armas, y patrullas de guardia. Al
final todo lo que podía ver era que se veían orgullosos y confiados, y
Peter había esperado que estuvieran en lo correcto sobre eso;
porque si no podías creer en tu propia gente, no podrías creer en
nadie.

"Ellos me darían un susto a mí, si tuviera que luchar contra ellos,"


Peter declaró finalmente, "pero no sé si es suficiente para derrotar…
a ella ."

"¿No supones que este misterioso león de hecho aparecerá y nos


ayudará, o sí?" inquirió Lucy. Su voz era muy baja, para que así
ninguna de las criaturas a su alrededor los escuchara. "Sólo que
sería lindo realmente tenerlo, no lo creen, ¿en vez de sólo permitir
que las personas crean que él nos puso a cargo?"

Susan sacudió su cabeza, sacudiendo las flechas mágicas en el


carcaj que reposaba sobre su espalda. "De existir realmente alguien
así," Susan dijo, "él no habría permitido que la Bruja Blanca cubriera
la tierra en invierno durante cien años, o sí?"

"Tuve el más extraño de los sueños," Lucy añadió, con voz aún más
baja, "donde no teníamos que organizar a ninguna criatura ni
convencerlos de pelear, nada más llegábamos a este lugar y el león
ya estaba aquí, con todos los ejércitos ya reunidos, y él iba y
rescataba a Edmund, y entonces corrimos a su lado hacia esta
tremenda batalla donde él asesinó a la Bruja Blanca…"

"¿El sueño tenía una moraleja?" cuestionó Peter.


"No lo sé," respondió Lucy, parpadeando y viéndose un poco
confusa. "En el sueño todo parecía inútil de alguna manera."

"Creo que tal vez la tierra de Narnia estaba intentando decirte,"


opinó Susan, "o quizá no era más que tu propio sueño intentando
señalar, que si realmente existiera tal persona como ese león,
nosotros no seríamos necesarios."

MI PEQUEÑO PONY: LA AMISTAD ES CIENCIA

"Applejack, quien me dijo directamente que yo estaba equivocada,


representa el espíritu de la… ¡honestidad! " Twilight Sparkle elevó
su cabeza aún más alto, crin resoplando como el viento sobre el
oscuro firmamento de su cuello. "Fluttershy, quien se aproximó a la
mantícora para descubrir la espina en su pata, representa el espíritu
de la… ¡investigación! Pinkie Pie, quien se dio cuenta que los
horrendos rostros no eran más que árboles, representa el espíritu
de… ¡formular hipótesis alternativas! Rarity, quien resolvió el
problema de la serpiente representa el espíritu de la… ¡creatividad!
Rainbow Dash, quien vio a través de la falsa oferta del deseo de su
corazón, representa el espíritu del… ¡análisis! Marie-Susan, quien
nos hizo convencerla de que estábamos en lo correcto antes de
acceder a venir con nosotras en nuestra expedición, representa el
espíritu de la… ¡revisión por pares! Y cuando aquellos Elementos
son inflamados por la chispa de la curiosidad que reside en el
corazón de todos nosotros, crea el séptimo Elemento - el Elemento
de la Cie-"

La ráfaga de poder que llegó fue como el viento de una noche sin
luna, atrapó a Marie-Susan antes de que el poni pudiera tan siquiera
encogerse, y ella había desaparecido sin dejar rastro antes de que
ninguna de ellas tuviera oportunidad de encabritarse por la
conmoción.

De la oscura cosa que yacía en el centro del entarimado donde los


Elementos se habían fragmentado, del apenas reconocible vacío
negro que tenía la silueta de un caballo, surgió una voz que pareció
sobrepasar todas las orejas y quemar como fuego frío, sonando
directamente en el cerebro de cada poni que escuchó:

¿Esperaban que me quedara ahí de pie y dejar que tú llegaras al


final?

Twilight Sparkle contempló el espacio donde había estado Marie-


Susan, donde ni un rastro del unicornio había quedado. Ella - ella
simplemente - ella - En la parte trasera de su mente, sin escuchar,
ella era consciente de que Rarity estaba gritando.

Eso no fue una desintegración, dijo la voz de Nightmare. La envié a


otro lugar .

El grito de Rarity se detuvo de forma abrupta.

Twilight Sparkle sintió como que su propio grito apenas estaba


iniciando. Siete. Se requerían siete ponis para usar los Elementos
de la Indagación. Todos sabían que sin importar cuán honesta,
investigadora, escéptica, creativa, analítica, o curiosa fueras, lo que
realmente hacía que la Ciencia funcionara era que los resultados
fueran publicados en un periódico prestigioso. Todos lo sabían.
Podía haber más de un Elemento de la Revisión por Pares a la vez -
cuánto tiempo le tomaría encontrar a otra - y Nightmare no se
quedaría quieta para permitirles que lo hicieran -

"¿Dónde?" gritó Rainbow Dash. "¿Dónde la pusiste?"

Puse a la pequeña poni en el mismo lugar en que até a mi patética


hermana, en el corazón del patético Sol.

"¡Ella morirá!" lloró Fluttershy, mirando fijamente a Nightmare por el


horror. "¡Es demasiado caliente, ella se quemará!"

Oh, no te preocupes. El poder de Nightmare rodea a tu pequeña


amiga, la mantiene a salvo y fría, la nutre sin necesidad de comida o
bebida. Ella no sufrirá nada excepto de aburrimiento…
La silueta del vacío negro se alejó del entarimado, caminando
lentamente, deliberadamente, pasando a un lado de los seis ponis
restantes.

… siempre y cuando el poder de Nightmare no sea roto. Por


cualquier plan de respaldo que mi hermana haya puesto en
movimiento, por ejemplo, y que podría ser conocido por ustedes. En
ese caso ella será vaporizada instantáneamente. Que cosa tan
adorable, la amistad. Se convierte en un instrumento tan maravilloso
para el chantaje. Asegúrense de mantener a salvo los Elementos de
la Indagación. No querrán que alguien más los use contra mí, ¿o sí?

"No," susurró Twilight Sparkle, mientras el horror la empezó a


poseer.

Entonces una sensación de que algo se arrastraba por toda su piel,


pues Nightmare pasó a su lado, y el letal poder la peinó con su fría
caricia.

Ahora si me disculpan, mis pequeños ponis, tengo una eterna noche


sobre la cual gobernar.

LA ALDEA ESCONDIDA ENTRE LA CLARIDAD

"Considerando el poder de computación requerido para manifestar


más de cien clones de sombra," el genio Uchiha dijo con su tono
desapasionado. "Es un error de racionalidad, Sakura, el pronunciar
'suerte' y creer que ya has explicado todo. 'Suerte' es simplemente
el nombre que le damos a los datos que ignoramos."

"¡Pero tiene que ser suerte!" Sakura gritó. Con esfuerzo, ella calmó
su voz hacia la cuidadosa precisión que se esperaba de un ninja
racional; no sería bueno que el chico que a ella le gustaba creyera
que era una estúpida. "Como explicaste, el poder de computación
requerido para usar más de cien Kage Bunshin es simplemente
absurdo. Estamos hablando de un nivel de súper-inteligencia mayor.
Naruto es el último de nuestra clase. Ni siquiera tiene el nivel de
inteligencia de un jounin, ¡mucho menos de una súper-inteligencia!"

Los ojos del Uchiha destellaron, casi como si hubiera activado su


Sabingan. "Naruto puede manifestar cien clones que actúan
independientemente. Él debe poseer el potencial de poder cerebral.
Sin embargo, bajo circunstancias ordinarias, algo evita que use su
poder de computación eficientemente… como una mente en guerra
dentro de sí misma, ¿quizá? Ahora tenemos una causa para creer
que Naruto está conectado de alguna manera a una súper-
inteligencia, y como un genin recientemente graduado, él, como
nosotros, tiene doce años. ¿Qué ocurrió hace doce años, Sakura?"

Le requirió un momento a Sakura para comprender, para recordar, y


luego ella entendió.

El ataque del Zorro Demonio de los Nueve-Cerebros.

Nada más que una criatura de pequeños huesos blancos con


grandes orejas y una más grande cola y brillantes ojos rojos. No era
más fuerte que un zorro ordinario, no respiraba fuego ni disparaba
un láser por los ojos, no poseía chacra ni magia de ninguna clase,
pero su inteligencia era más de nueve mil veces la de un ser
humano.

Cientos habían sido asesinados, la mitad de los edificios destruidos,


casi toda la aldea de Beisugakure había sido destruida.

"¿Piensas que el Kyubey está escondido dentro de Naruto?" Sakura


inquirió. Un momento después, su cerebro automáticamente inició el
relleno de las obvias implicaciones de la teoría. "Y el conflicto de
software entre sus existencias es la razón por la que él actúa como
un idiota charlatán la mitad del tiempo, y sin embargo puede
controlar cien Kage Bunshin. Oh. Eso tiene… mucho sentido… en
realidad…"

Sasuke le otorgó el breve, desdeñoso asentimiento de alguien que


ya había descubierto todo eso por cuenta propia, sin necesitar que
alguien más lo estimulara a él .

"Ano…" prosiguió Sakura. Unicamente años de ejercicio de cordura


habían canalizado sus gritos de pánico en una norma de opciones
pragmáticamente útiles. "No deberíamos… ¿ contar a alguien sobre
esto? Como, ¿en algún momento dentro de los próximos cinco
segundos?"

"Los adultos ya lo saben," Sasuke dijo sin emoción. "Es la


explicación obvia a por qué tratan a Naruto de ese modo. No, la
verdadera pregunta es cómo esto encaja en la derrota de los
Uchiha…"

"No veo cómo puede llegar a encajar -" inició Sakura.

"¡ Debe encajar!" Un matiz de frenética emoción titiló en la voz de


Sasuke. "Le pregunté a ese hombre por qué lo hizo, y me reveló que
cuando supiera la respuesta a eso, ¡explicaría todo ! ¡De seguro
esto también debe formar parte de lo que debe ser explicado!"

Sakura suspiró para sí misma. Su hipótesis personal era que Itachi


nada más había estado intentando lograr que su hermano tuviera
paranoia clínica.

"Hola, niños," habló la voz de su sensei de la racionalidad por los


comunicadores de sus orejas. "Hay una aldea de la Ola intentando
construir un puente, y sigue cayendo por una razón que nadie puede
determinar. Nos encontraremos al mediodía en los portales. Es
momento de su primera misión de análisis rango C."

(Esto inspiró un largo fanfic, Lighting Up the Dark por Velorien.)

ERDŐS EN CADENAS

"¿Cómo pudiste hacerlo, Anita?" inquirió Richard, su voz muy


apretada. "¿Cómo pudiste ser coautora en un artículo junto con
Jean-Claude? Estudias a los no-muertos, ¡no colaboras con ellos en
los artículos!"

"¿Y qué hay de ti?" Espeté. "¡Tú hiciste de coautor en un artículo


con Sylvie! ¡Está bien que tú seas prolífico pero yo no?"

"Soy el jefe de su instituto," Richard gruñó. Pude sentir las ondas de


ciencia radiando de él; él estaba enojado. " Tuve que trabajar con
Sylvie, ¡no significó nada! ¡Pensé que nuestra propia investigación
era especial, Anita!"

"Lo es," dije, sintiendo la impotencia sobre mi incapacidad para


explicar las cosas a Richard. Él no entendía la emoción de ser una
polímata, los nuevos mundos que se estaban abriendo para mí. "No
compartí nuestra investigación con nadie -"

"Pero querías hacerlo," me interrumpió Richard.

No pronuncié palabra, sin embargo sabía que la mirada en mi rostro


lo revelaba todo.

"Dios, Anita, has cambiado," acusó Richard. Pareció contraerse


sobre sí mismo. "¿Te das cuenta que los monstruos están
bromeando sobre los números de Blake, cierto? Yo solía ser tu
compañero en todo, y ahora - no soy más que otro hombre lobo con
un número Blake de 1."

THUNDERSMARTS

"¡Ya me cansé de esto!" gritó Liono. "¡Me aburrí de hacer esto cada
semana ! Nuestra especie era capaz del viaje interestelar, Panthro, ¡
conozco las cantidades de energía que eso requiere! ¡No hay forma
de que no puedas construir un arma nuclear o desviar un asteroide
o algo para explotar la pirámide de ese idiota siempre-viviente!"


HE-MAN Y LOS AMOS DE LA RACIONALIDAD

"Fabulosos y secretos conocimientos me fueron otorgados el día en


que levanté en alto mi libro mágico y dije: ¡Por el poder del Teorema
de Bayes! "

FATE/SANE NIGHT

Yo soy el núcleo de mis pensamientos

Creencia es mi cuerpo

Y elección es mi sangre

He revisado más de mil prejuicios

Sin miedo de perder

Ni consciente de la ganancia

He soportado el dolor de corregir muchas veces

Esperando la llegada de la verdad.

Este es el camino de la incertidumbre.

Mi vida entera ha sido…

¡Unlimited Bayes Works!

EL NOMBRE DE LA RACIONALIDAD

El niño de once años que algún día se convertiría en leyenda -


cazador de dragones, asesino de reyes - tenía sólo un pensamiento
en su mente, al aproximarse al Sombrero Seleccionador para entrar
en los estudios de los misterios.

Cualquier lugar excepto Ravenclaw cualquier lugar excepto


Ravenclaw oh por favor cualquier lugar excepto Ravenclaw…

Pero tan pronto como el borde del antiguo artefacto se deslizó sobre
su frente -

"¡RAVENCLAW!"

Mientras la mesa engalanada de azul empezó a aplaudir por él,


mientras se aproximaba a la temible mesa donde pasaría los
siguientes siete años, Kvothe ya estaba constreñido de dolor por
dentro, esperando por lo inevitable; y lo inevitable sucedió casi de
inmediato, exactamente como él lo había temido, antes de haber
tenido tan siquiera la oportunidad de haberse sentado
apropiadamente.

"¡Entonces!" dijo un chico más grande con la expresión de alguien


que había pensado algo terriblemente ingenioso. "Kvothe el Cuervo,
¿ah?"

TENGEN TOPPA GURREN RACIONALIDAD 40K

Tengo una historia verdaderamente maravillosa para este crossover


el cual este margen es demasiado estrecho para contener.

CREPÚSCULO UTILITARIO

(Nota del autor: Escrito después de que escuché que Alicorn estaba
escribiendo un fanfic de Crepúsculo, pero antes de que yo leyera
Luminosity . Es obvio si eres uno de nosotros.)
"Edward," dijo Isabella con cariño. Ella alzó una mano y acarició su
fría, resplandeciente mejilla. "No tienes que protegerme de todo. He
hecho una lista de todos los pros y los contras, asignando a ellos
pesos relativos consistentes, y es simplemente obvio que los
beneficios de ser un vampiro sobrepasan a los inconvenientes."

"Bella," Edward murmuró, y siguió con desesperación. "Bella -"

"Inmortalidad. Salud perfecta. Despertar poderes psíquicos.


Sobrevivir con sangre de animal es lo suficientemente fácil una vez
que te acostumbras. Incluso la belleza, Edward, hay personas que
darían sus vidas para ser bellas, y no te atrevas a llamarlas vacías
hasta que hayas intentado ser feo. ¿Crees que tengo miedo de la
palabra 'vampiro'? Estoy cansada de tus constricciones
deontológicas arbitrarias, Edward. Toda la especie humana debería
estar compartiendo tu diversión, y las personas están muriendo por
miles mientras tú estás dudando."

El arma en la mano de su amada se sentía helada contra su frente.


No lo mataría, sin embargo lo iba a deshabilitar durante el tiempo
suficiente -

JASMINE Y LA LÁMPARA

El rostro de Aladdin era anhelante, pero determinado, pues una vez


más el pilluelo formado por la calle se dirigía al ser azul de cósmico
poder por una última vez, preparado para dejar atrás la fortuna y
esperanza que tan brevemente había probado por el bien de su
amigo. "Genio, pediré mi tercer deseo. Deseo que tú seas -"

La Princesa Jasmine, quien había estado mirando esto con la boca


abierta, no creyendo del todo lo que estaba viendo, apenas se las
arregló para superar su parálisis y quitar la lámpara de las manos
del chico antes de que pudiera finalizar la fatal frase.
"Disculpa," intervino Jasmine. "Aladdin, mi amado, eres lindo pero
un idiota, ¿sabes eso? No notaste que una vez que Jafar puso sus
manos sobre esta lámpara, él obtuvo sus propios tres deseos - oh,
no importa. Genio, deseo que todos siempre sean jóvenes y
saludables, deseo que nadie tenga que morir si no desea hacerlo, y
deseo que la inteligencia de todos se incremente gradualmente a un
ritmo de 1 punto de Coeficiente Intelectual por año." Ella arrojó la
lámpara de regreso a Aladdin. "Regresa a lo que estabas haciendo."

HAMLET RACIONAL

(contribuido por Histocrat en LiveJournal, publicación 13389, alias


HonoreDB en LessWrong)

(republicado con permiso)

HAMLET

Intruso, abandonad esta extraña broma,

que hace cruel uso de la ceguera de mi aflicción,

y el buen corazón de mi buen amigo Horacio.

O de lo contrario, de ser verdadero el título de esta amada forma,

responde:

¿Qué dibujo le presente al Rey Hamlet,

cuando tenía seis años y apenas estaba perdiendo el gusto a la


honda?

Fantasma

Fue un unicornio envuelto en una cota de mallas.


HAMLET

Qué.

Fantasma

Prestad atención.

HAMLET

Padre, lo haré.

Fantasma

Mi hora casi ha llegado,

Cuando me vuelva sulfuro y flamas de tormento

Debo rendirme a mí mismo.

HAMLET

¿Estás tú en tormento?

Fantasma

En efecto, como lo están todos aquellos que murieron sin confesión.

HAMLET

Como todo Danes esto eso es lo que se me enseñó.

Aún así pensé que tal capricho no era adecuado para un Dios
todopoderoso.

Para todos aquellos que sufren muertes no vistas, no atendidas por


los sacerdotes elegidos de Dios,

ser castigados por el enfermo orden del mundo…


Fantasma

No fue el mundo el que me asesinó, ni accidente de ninguna clase.

HAMLET

¿Qué?

Fantasma

Si alguna vez fue para ti querido tu amado padre,

Venga este sucio y muy antinatural asesinato.

HAMLET

Oh Dios.

Fantasma

Mi tiempo se vuelve demasiado corto. ¿Escucharás mi relato acaso?

HAMLET

No.

Ghost

¿Qué?

HAMLET

Mi amor por ti me llama a vengar tu muerte,

pero más grandes crímenes he escuchado esta noche.

Si todos aquellos que son asesinados van al Infierno, y otros


también,

que se hubieran confesado de haber tenido el tiempo,


Si las personas que son, en balance, buenas, sufren de manera
espeluznante

en las manos de Dios, entonces yo desafío el plan de Dios.

Buen Fantasma, como alguien que reside más allá del velo,

sabes cosas que nosotros los mortales apenas y logramos concebir.

Dime: ¿hay algún filtro o dispositivo,

por fuera del orden natural y sin embargo no por fuera de sus
medios,

por el cual la muerte misma pueda ser escapada?

Fantasma

¿Buscas evadir el Infierno?

HAMLET

¡Busco negar el Infierno para todos!

y el Cielo también, pues sospecho que el Cielo de nuestro Dios


enloquecido

podría ser una cosa mezquina, en comparación al Cielo que


construiré en la Tierra,

cuando me convierta en su rey inmortal.

Fantasma

No me importan esas cosas.

La muerte y el infierno me han arrebatado todos mis deseos,

excepto el de la venganza sobre mi asesino.


HAMLET

No serás vengado, excepción que hagas un juramento:

y entonces yo eliminaré a tu asesino, con tal de que me concedas el


medio

por el cual yo pueda matar a la muerte misma.

Aquel que te asesinó se unirá a ti en el Abismo,

y eso será todo. Ninguna otra adición permitiré yo a los rangos del
infierno.

Fantasma

De acuerdo. Cuando mi hermano haya muerto, él que derramó el


veneno en mi oído,

entonces yo derramaré en el tuyo la preciosa verdad:

el proceso para hacer la Piedra Filosofal. Con esta Piedra, podrás


obtener

un filtro para convertir a cualquier hombre en inmune a la muerte, e


incluso transmutar

el metal básico en oro, para que puedas financiar las provisiones de


este filtro para toda la humanidad.

HAMLET

Verdaderamente no hay nada más allá del sueño de la filosofía.

Espera.

¿El hombre al que debo matar es mi tío el rey?

Fantasma
En efecto, ese incestuoso, esa bestia adúltera,

Con la brujería de su ingenio, con regalos traidores -

HAMLET

En efecto, él posee tales dones que casi desespero,

de tener que matarlo y a pesar de ello alcanzar su trono.

Sera una asombrosa pelea con mucho en juego.

¿Tenéis algún consejo?

Un gallo canta. Sale el Fantasma.

(HonoreDB ya ha extendido esto a un libro electrónico completo)

(titulado A Will Most Incorrect to Heaven: The Tragedy of Prince


Hamlet and the Philosopher's Stone )

(disponible por $3 en makefoil punto com)

(sí, en serio)

MOBY DICK Y LOS MÉTODOS DE LA RACIONALIDAD

(como fue relatado por Eneasz en LessWrong)

"¿Venganza?" dijo el hombre con pata de palo. "¿Con una ballena ?


No, decidí que seguiría con mi vida"

ALICIA EN EL PAÍS DONDE LAS COSAS SON AÚN MÁS LOCAS


QUE AQUÍ
(como fue escrito por braindoll en una reseña de este capítulo, con
alguna ediciones añadidas)

Alicia estaba sentada en el banco al lado de su hermana, leyendo


un libro. Ella tenía muchos amigos que eran mayores, y si les
preguntaba amablemente, a menudo estarían felices de prestarle
libros que no tuvieran tantas imágenes y conversaciones como se
suponía apropiado para una niña de su edad.

Los días calurosos a menudo la ponían adormilada y estúpida, por


lo que Alicia había mojado un pañuelo con cuidado y lo había
ubicado en la parte trasera de su cuello. De todos modos su mente
se había ido a divagar por ahí (al igual que un gato pequeño cuyo
dueño le había quitado los ojos de encima por un momento), y había
decidido que el placer de hacer una cadena de margaritas valía
alrededor de 4/3 del problema de levantarse y recoger las
margaritas, lo que sin embargo no era igual al costo de oportunidad
de bajar su libro, cuando de repente un Conejo Blanco con ojos
rosados corrió cerca de ella.

No había nada remarcable en eso; ni, de hecho, pensó Alicia mucho


de la forma en que escuchó al Conejo decirse a sí mismo, "¡Oh
querido! ¡Oh querido! ¡Voy a llegar tarde!" Sin embargo cuando el
Conejo verdaderamente sacó un reloj del bolsillo de su chaleco, y lo
miró, y entonces se apresuró, Alicia se quedó paralizada en
repentina claridad y temor, pues ella nunca había visto un conejo
con chaleco de bolsillos, o un reloj para extraer de ahí. "Oh que
mala suerte," se dijo a sí misma (aunque no en voz alta; desde hace
tiempo se había curado de ese hábito, porque hacía que las
personas la percibieran aún menos en serio de lo que ya lo hacían).
"Si no reconozco de inmediato cuán más curioso fue eso que el
conejo promedio, entonces algo está interfiriendo con mi curiosidad,
y eso sería lo más curioso de todo." Por lo que, ardiendo con
preguntas, salió corriendo por el campo tras el conejo, y fue justo a
tiempo para verlo descender por un enorme hoyo de conejo bajo los
setos.


BIENVENIDO AL MUNDO REAL

(gracias a dsummerstay por recordarme publicar este)

MORFEO: Durante mucho tiempo, yo no lo creí. Pero entonces vi


los campos con mis propios ojos, los vi licuar a los muertos para así
alimentar vía intravenosa a los vivos -

NEO ( amablemente ): Disculpa, por favor.

MORFEO: ¿Dime, Neo?

NEO: He guardado silencio tanto como he podido, sin embargo


siento una cierta necesidad de hablar en este punto. El cuerpo
humano es la más ineficiente fuente de energía que puedas llegar a
imaginar. La eficiencia de una planta de poder para convertir energía
térmica en electricidad disminuye a medida que haces funcionar las
turbinas a bajas temperaturas. Si tuvieras cualquier clase de comida
que los humanos pudieran comer, sería más eficiente quemarla en
un horno que dársela de alimento a los humanos. ¿Y ahora usted
me está diciendo que su comida son los cuerpos de los muertos,
alimentando a los vivos ? ¿No ha escuchado usted de las leyes de
la termodinámica?

MORFEO: ¿Dónde escuchaste tú sobre las leyes de la


termodinámica, Neo?

NEO: ¡Cualquiera que haya visto una clase de ciencia en el colegio


debería saber lo que son las leyes de la termodinámica!

MORFEO: ¿Dónde fuiste tú al colegio, Neo?

(Pausa.)

NEO:… en la Matrix.

MORFEO: Las máquinas cuentan mentiras elegantes.

(Pausa.)
NEO ( con mermada voz ): ¿Puedo por favor leer un verdadero libro
sobre física?

MORFEO: No existe tal cosa, Neo. El universo no se rige por la


matemática.

Nota del traductor

Espero que se hayan divertido con estos racionales mundos


alternos como yo, creo que mi favorito personal es el de Mi pequeño
pony.

El próximo capítulo debería tomarme dos semanas, más o menos.


En caso de que no lo sepan todavía, les recuerdo que en el blog de
Rhaidot están disponibles los archivos epub y PDF de HPMOR para
descargar.

Confieso que trabajar en Documentos de Google me está facilitando


más la traducción y la escritura en general. Fui reticente durante
mucho tiempo pero la verdad es que ha sido un cambio positivo.

Gracias por su apoyo a este fanfic y en especial a los que se han


tomado el tiempo de dejar un comentario: AlenDarkStar, Trece DB,
lupotter04 y Frida12346.
Mentiras Contagiosas
Capítulo 65: Mentiras Contagiosas

Hermione Granger había leído alguna vez, que una de las claves
para permanecer delgada era prestar atención a la comida que
ingieres, para que tú mismo te dieras cuenta de que la estabas
comiendo, y así estar satisfecha con la comida. Esta mañana se
había preparado una tostada, y puso mantequilla en la tostada, y
canela sobre la mantequilla, y realmente debió haber sido suficiente
como para que ella notara, esta vez, lo sabroso que estaba en frente
de ella…

Sin notar la canela o la mantequilla, sin notar la comida o que ella


estaba comiendo, Hermione tragó otra mordida de tostada, y dijo,
"¿Puedes intentar explicar eso de nuevo? Sigo completamente
asombrada."

"Es algo muy simple, si piensas como un Slytherin en el Lado de la


Luz," respondió el niño que todos los demás en la escuela,
exceptuando solamente a ellos dos, ahora creían que era su
verdadero amor. La cuchara de Harry Potter movió distraídamente
su cereal para el desayuno; él no había cogido muchas porciones
esta mañana, no que Hermione hubiera visto. "Cada cosa buena en
el mundo trae su propia oposición en existencia. Los fénix no son la
excepción."

Hermione dio otra mordida sin notar sobre la tostada con


mantequilla y canela, y pronunció, "¿Cómo puede alguien no
entender que Fawkes piensa que eres una persona lo
suficientemente buena como para montar sobre tu hombro? ¡Él no
haría eso con un Mago Tenebroso! ¡Simplemente no lo haría!"

Y ella no le había gritado a nadie sobre el toque que Fawkes hizo en


su propia mejilla, porque sabía que no sería correcto - que si un
fénix te tocaba, no se suponía que fueras presumida al respecto,
para eso no eran los fénix.

Sin embargo ella realmente había esperado que aplastará los


rumores sobre Harry Potter volviéndose malo y Hermione Granger
siguiendo su descenso.

Y no había sido así.

Y ella verdaderamente no podía comprender por qué no.

Harry comió otra mordida de su cereal, sus ojos poniéndose


distantes, ya sin encontrarse con los de ella. "Piensalo del siguiente
modo: No vas a la escuela un día, y mientes y le cuentas a tu
profesora que estabas enferma. La profesora te pide que le traigas
una nota del doctor, por lo que falsificas una. La profesora te informa
que va a llamar al doctor para estar segura, así que le das un
numero falso para el doctor, y consigues un amigo que pretenda ser
el doctor cuando ella llame -"

"¿Hiciste qué? "

Harry alzó la mirada de su cereal, y estaba sonriendo. "No estoy


diciendo que yo realmente hice eso, Hermione…" Entonces sus ojos
abruptamente bajaron de vuelta a su cereal. "No. No es más que un
ejemplo. Las mentiras se propagan, a eso es lo que me refiero.
Tienes que contar más mentiras para cubrirlas, mentir sobre cada
hecho que conecte a la primera mentira. Y si sigues mintiendo, y
sigues intentando cubrir la verdad, tarde o temprano tienes que
empezar a mentir incluso sobre las leyes general del pensamiento.
Como, alguien te está vendiendo algún tipo de medicina alternativa
que no funciona, y cualquier estudio experimental a doble ciego
confirmará que no funciona. Por lo que si alguien quiere seguir
defendiendo la mentira, tienen que hacer que dejes de creer en el
método experimental. Como, que el método experimental
únicamente es para el tipo de medicina meramente científica, no
para la asombrosa medicina alternativa como la de ellos. O que una
persona buena y virtuosa debería creer tan fuerte como puede, sin
importar que diga la evidencia. O que la verdad no existe y no existe
tal cosa como la realidad objetiva. Un montón de sabiduría popular
como esa no está simplemente equivocada, es anti-epistemológica,
está sistemáticamente equivocada. Por cada regla de la racionalidad
que te dice cómo encontrar la verdad, hay alguien ahí afuera que
necesita que tú creas lo opuesto. Si alguna vez cuentas una
mentira, la verdad siempre será tu enemigo; y hay muchas personas
por ahí afuera diciendo mentiras -" La voz de Harry se detuvo.

"¿Qué tiene que ver eso con Fawkes?" ella inquirió.

Harry retiró su cuchara de su cereal, y apuntó en la dirección de la


Mesa de Profesores. "El Director tiene un fénix, ¿correcto? ¿Y él es
el Jefe de Magos del Wizengamot? Por lo que tiene oponentes
políticos, como Lucius. Ahora, ¿crees que la oposición nada más se
va a hacer a un lado y rendirse, porque Dumbledore tiene un fénix y
ellos no? ¿Crees que ellos admitirán que Fawkes es tan siquiera
evidencia de que Dumbledore es una buena persona? Por supuesto
que no. Tienen que inventar algo para hacer que Fawkes sea… no
importante. Por ejemplo, que los fénix únicamente siguen a las
personas que se lanzan directo a cualquiera que crean que es malo,
por lo que tener un fénix nada más significa que eres un idiota o un
fanático peligroso. O, que los fénix nada más siguen a las personas
que son puro Gryffindor, tan Gryffindor que no tienen las virtudes de
otras Casas. O que sólo muestra cuánto coraje cree un animal
mágico que tú tienes, nada más, y que no sería justo juzgar a los
políticos basado en eso. Tienen que decir algo para negar los fénix.
Apuesto que Lucius ni siquiera tuvo que inventarse nada nuevo.
Apuesto que todo ya había sido dicho antes, hace siglos, desde la
primera vez que apareció alguien con un fénix montando en su
hombro, y alguien más quería que las personas no tomaran eso en
cuenta como evidencia. Apuesto que para cuando llegó Fawkes ya
era sabiduría popular, habría parecido extraño tomar en
consideración a quién le cae bien o no un fénix. Sería como un
periódico Muggle poniendo a prueba los candidatos políticos para
probar su nivel de literatura científica. Por cada fuerza de Bondad
que existe en el universo, hay alguien más que se beneficia de que
las personas no lo tomen en cuenta, o de encerrarlo dentro de una
caja estrecha donde nadie lo pueda alcanzar."

"Pero -" Hermione dijo. "Bueno, veo por qué Lucius Malfoy no quiere
que nadie crea que Fawkes importa, ¿sin embargo por qué
cualquiera que no sea un tipo malo lo creería ?"

Harry Potter se encogió ligeramente de hombros. Su cuchara cayó


de nuevo sobre su cereal, y lo siguió removiendo sin pausa. "¿Por
qué apela cualquier tipo de cinísmo a las personas? Porque parece
una marca de madurez, de sofisticación, como que has visto todo y
sabes mucho. O porque reducir algo se siente como si te elevaras a
ti mismo. O porque ellos mismos no tienen un fénix, por lo que su
instinto político les dice que no hay ventaja para ser ganada al decir
cosas buenas sobre los fénix. O porqué ser cínico se siente como
conocer un secreto verdadero que las personas comunes no
conocen…" Harry Potter observó en dirección de la Mesa de
Profesores, y su voz bajó hasta casi ser un susurro. "Creo que quizá
eso es lo que él no logra entender - que es cínico sobre todo lo
demás, excepto sobre el cínismo mismo."

Sin pensar, Hermione también miró en dirección a la Mesa de


Profesores, pero el asiento del Profesor de Defensa seguía vacío,
como lo había estado el Lunes y el Martes; la Subdirectora había
pronunciado, en la mañana, que las clases de hoy del Profesor
Quirrell serían canceladas.

Después, cuando Harry hubo comido unas cuantas mordidas de


tarta de melaza y luego abandonado la mesa, Hermione contempló
a Anthony y Padma, quienes habían estado comiendo cerca por
mera coincidencia ciertamente no espiando ni nada por el estilo.

Anthony y Padma le regresaron la mirada.

Padma habló con vacilación, "¿Soy yo, o Harry Potter ha


comenzado a hablar como un tipo de libro más complicado en los
últimos días? O sea, no es que lo haya estado escuchando por
mucho tiempo -"
"No eres tú solamente," interrumpió Anthony.

Hermione no pronunció nada, sin embargo su preocupación seguía


incrementándose. Lo que le hubiera ocurrido a Harry Potter en el día
del fénix, lo había cambiado; había algo nuevo en él ahora. No
frialdad, sino dureza. A veces lo captaba contemplando por fuera de
la ventana hacia la nada, una expresión de siniestra determinación
sobre su rostro. En la clase de Herbología del Lunes, una Trampa
de Venus de Fuego se había salido de control; y Harry había
tacleado a Terry para quitarlo de la trayectoria de una bola de fuego
al tiempo que la Profesora Sprout había lanzado un Encantamiento
de Flama Congelante; y cuando Harry se había levantado del suelo
simplemente había regresado a su lugar como si nada interesante
hubiera ocurrido. Y cuando por una vez ella obtuvo una mejor
calificación que Harry en su examen de Transformación, más tarde
ese mismo Lunes, Harry le había sonreído como para felicitarla, en
vez de rechinar sus dientes; y… eso la había molestado un montón .

Estaba empezando a sentir que Harry…

… se estaba alejando de ella…

"Él parece mucho mayor de repente," añadió Anthony. "No como un


verdadero adulto, no puedo imaginar a Harry como un adulto, sin
embargo es como si de un momento a otro se hubiera convertido en
una versión cuatro años mayor de… lo que sea que él es."

"Bueno," Padma dijo. Delicadamente ella untó una torta con sabor
de chocolate con algo de glaseado. "Creo que para Dragón y Rayo
de Sol lo mejor es aliarse durante la próxima batalla o el Sr. Harry
Potter va a aplastarnos . Fuimos aliados la última vez, y aún así
Caos casi obtuvo la victoria -"

"Sí," concordó Anthony. "Está en lo correcto, Señorita Patil. Informe


al General Dragón que queremos tener una reunión con ustedes -"

"¡No!" rechazó Hermione. "No deberíamos tener porque confabular


contra el General Potter nada más para tener una oportunidad. Eso
no tiene sentido, especialmente ahora que nadie puede usar cosas
Muggle. Siguen siendo veinticuatro soldados en cada ejército."

Ni Padma ni Anthony comentaron nada al respecto.

Toc-toc, toc-toc.

"Adelante, Sr. Potter," ella dijo.

La puerta crujió al abrirse, y Harry Potter se deslizó dentro de su


oficina; cerró la puerta detrás de él con una mano, y sin palabras se
sentó en la almidonada silla que ahora yacía en frente de su
escritorio. Ella Transformaba esa silla tan a menudo que a veces
cambiaba para reflejar su humor, sin ningún movimiento de varita o
encantamiento o incluso intención consciente. Ahora mismo, esa
silla se había vuelto tan profundamente almidonada, que cuando
Harry se sentó se hundió por completo, como si la silla lo estuviera
abrazando.

Harry no pareció darse cuenta. Había un aire de calmada


determinación sobre el niño; sus ojos sostenían directamente los de
ella, y no los bajaron en ningún momento. "¿Me llamaste?" preguntó
el niño.

"Lo hice," respondió la Profesora McGonagall. "Tengo dos piezas de


buenas noticias para usted, Sr. Potter. Primero - ¿ha conocido al Sr.
Rubeus Hagrid, en algún momento? ¿El guardabosques? Él fue un
viejo amigo de sus padres."

Harry vaciló. Luego, "El Sr. Hagrid me habló un poco cuando llegué
aquí," Harry contestó. "Creo que fue el Martes de mi primera
semana de escuela. Él no mencionó que conocía a mis padres, sin
embargo. En ese momento pensé que nada más quería presentarse
al Niño-Que-Vivió… ¿Tenía alguna clase de agenda secreta? Él no
parecía ser de ese tipo…"
"Ah…" ella dijo. Le tomó un momento reunir sus pensamientos. "Es
una larga historia, Sr. Potter, pero el Sr. Hagrid fue acusado
falsamente de asesinar a un estudiante, hace cinco décadas. La
varita del Sr. Hagrid fue rota, y fue expulsado. Luego, cuando el
Profesor Dumbledore se volvió Director, le dio al Sr. Hagrid un lugar
aquí como Guardián de las Llaves y Terrenos."

Los ojos de Harry la vieron con intensidad. "Usted afirmó que hace
cinco décadas fue la última vez que un estudiante murió en
Hogwarts, y usted tenía la certeza de que hace cinco décadas fue la
última vez que alguien escuchó el mensaje secreto del Sombrero
Seleccionador."

Ella sintió un ligero escalofrío - ni siquiera el Director o Severus


podrían haber hecho esa conexión con tanta rapidez - y añadió, "Sí,
Sr. Potter. Alguien abrió la Cámara de los Secretos, pero no se
creyó en ello, y el Sr. Hagrid recibió la culpa de la muerte resultante.
Sin embargo, el Director ha localizado el encantamiento adicional en
el Sombrero Seleccionador, y lo ha mostrado a un panel especial del
Wizengamot. Como resultado, la sentencia del Sr. Hagrid ha sido
revocada - justo esta mañana, de hecho - y se le permitirá adquirir
una nueva varita." Ella titubeó. "Nosotros… aún no le hemos
contado al Sr. Hagrid de esto, Sr. Potter. Estábamos esperando
hasta que el proceso estuviera completo, para no darle falsas
esperanzas tras tanto tiempo. Sr. Potter… ¿nos preguntabamos si le
podíamos contar al Sr. Hagrid el hecho de que fue usted quien le
ayudó…?"

Ella vio en sus ojos que lo estaba sopesando -

"Recuerdo como el Sr. Hagrid lo cargaba cuando usted era un


bebé," ella comentó. "Creo que él estaría muy feliz de saberlo."

Pudo ver, entonces, sobre la cara de Harry, el momento cuando


decidió que Rubeus no sería de uso alguno para él.

Harry negó con su cabeza. "Bastante malo es que alguien pueda


llegar a deducir que hay un Lengua de Serpiente en el grupo de
estudiantes del presente año," Harry explicó. "Creo que sería más
prudente mantenerlo tan secreto como sea posible."

Ella recordó a James y Lily, quienen nunca dudaron regresar la


amistad que el enorme, brusco hombre les había ofrecido, a pesar
de que James era el heredero de una Casa pudiente o Lily una
encantadora Maestra de Encantamientos en ciernes, y Rubeus un
mero semi-gigante cuya varita había sido rota…

"¿Por qué usted no espera que él resulte ser útil, Mr. Potter?"

Hubo silencio. Ella no había tenido la intención de pronunciar eso en


voz alta.

La tristeza cruzó el rostro de Harry. "Probablemente," Harry


respondió en voz baja. "Sin embargo no creo que él y yo nos
fuéramos a llevar muy bien, ¿lo cree usted?"

Algo pareció atascarse en su garganta.

"Hablando de hacer uso de las personas," Harry declaró. "Parece


ser que voy a tener una guerra con un Señor Oscuro próximamente.
Así que aprovechando que estoy en su oficina, me gustaría pedir
que mi ciclo de sueño sea extendido a treinta horas por día. Neville
Longbottom quiere empezar a practicar duelo, hay un Hufflepuff
mayor que le ofreció enseñarle, y me invitaron a unirme. Además
hay otras cosas que quiero aprender a hacer también - y si usted o
el Director creen que debería estudiar algo en particular, con el
objetivo de llegar a ser un hechicero poderoso cuando crezca,
informenme. Por favor den las indicaciones del caso a Madam
Pomfrey para administrar la poción apropiada, o lo que sea que ella
necesite hacer -"

" ¡Sr. Potter! "

Los ojos de Harry miraron fijamente sus propios ojos. "¿Sí, Minerva?
Sé que no fue tu idea, pero quisiera sobrevivir al uso que el Director
está haciendo de mí. Por favor no seas un obstáculo para eso."
Casi la rompió. "Harry," ella susurró con voz fallecida, "¡los niños no
tendrían que pensar de ese modo!"

"Usted está en lo correcto, ellos no tendrían por qué," Harry replicó.


"Un montón de niños tienen que crecer demasiado pronto, sin
embargo, no solamente yo; y la mayoría de niños que son así
probablemente cambiarían lugares conmigo en cinco segundos. No
voy a compadecerme a mí mismo, Profesora McGonagall, no
cuando hay otras personas por ahí que tienen problemas reales y yo
no soy uno de ellos."

Ella tragó saliva, con fuerza, y dijo, "Sr. Potter, a treinta horas el día,
usted - se volverá viejo, usted envejecerá más rápido -" Como
Albus.

"Y en mi quinto año tendré alrededor de la misma edad fisiológica


que Hermione," le cortó Harry. "No parece tan terrible." Se produjo
una sonrisa torcida en la cara de Harry. "Honestamente,
probablemente quisiera esto incluso si no hubiera un Señor Oscuro.
Los magos viven por un largo tiempo, y ya sean los magos o los
Muggles probablemente se llegará más allá de lo establecido para el
siguiente siglo. No hay razón para no empacar tantas horas como
me sea posible en un mismo día. Tengo cosas que planeo hacer, y
es mejor si son realizadas con prontitud."

Hubo una larga pausa.

"De acuerdo," Minerva comentó. Fue casi como un murmullo. Ella


alzó su voz. "De acuerdo, Sr. Potter, le preguntaré al Director, y si él
está de acuerdo, será realizado."

Los ojos de Harry se estrecharon por un momento. "Ya veo.


Entonces por favor debe recordarle al Director que Godric
Gryffindor, en sus palabras finales, afirmó que había sido para él el
camino correcto a recorrer, y que no le diría a nadie más que eligiera
incorrectamente, ni siquiera al más joven de los estudiantes en
Hogwarts."
Y ella supo con una sensación de vacío que cualquier oportunidad
que hubiera de que Albus detuviera esto, cualquier cosa de esto,
acababa de Desvanecerse hacia la nada. Eso fue lo que Albus le
había recitado a ella cuando objetó que Cameron Edward era
demasiado joven, y luego cuando objetó que Peter Pevensie era
demasiado joven, y finalmente ella había dejado de objetar. "¿Quién
le contó eso, Sr. Potter?" No Albus - de seguro Albus nunca le diría
eso a ningún estudiante -

"He estado leyendo mucho últimamente," Harry respondió. Su


cuerpo empezó a levantarse de la envolvente silla, cuando se paró
en seco. "¿Me atrevo a preguntar sobre la segunda parte de buenas
noticias?"

"Oh," ella contestó. "Ah - el Profesor Quirrell ha despertado y dice


que usted puede -"

La enfermería de Hogwarts era un brillante espacio abierto, con luz


celestial llegando por los cuatro lados a pesar de aparentar estar
localizada en el medio del castillo. Camas blancas desplegadas a lo
largo en filas, únicamente tres de ellas ocupadas en la actualidad.
Un muchacho mayor y una muchacha mayor en lados opuestos,
ambos yaciendo con los ojos cerrados, probablemente
inconscientes y hechizados mientras algún Encantamiento o Poción
procuraba reconfigurar sus cuerpos de maneras inconfortables; y el
tercer ocupante tenía la cortina puesta alrededor de su cama, lo que
presumiblemente era una buena cosa. Madam Pomfrey lo había
empujado con un fuerte agarrón y le ordenó no hacer tonterías, y
Harry había necesitado recordarse a sí mismo que algunas
personas todavía no sabían quién era el Niño-Que-Vivió - era eso, o
la identidad de Madam Pomfrey estaba ligada con absoluto dominio
a su propio hospital, etcétera, lo que fuera.

Tras las camas en fila había cinco puertas, llevando a los cuartos
privados que contenían pacientes que debían quedarse por días en
vez de horas, pero cuya condición no requería una transferencia a
San Mungos.

Sin ventanas, sin cielo, sin iluminación excepto una sola antorcha
sin humear en una de las sólidas paredes de piedra; ese era el
cuarto detrás de la puerta del medio. Harry se había preguntado si
los profesores podían pedir a Hogwarts que se cambiara a sí misma;
o si la enfermería siempre había tenido un cuarto así disponible,
para personas que no disfrutaran de la luz.

En el centro del cuarto, entre dos estanterías que parecían haber


sido talladas del mismo mármol gris que las paredes, descansaba
una cama blanca de hospital, viéndose vagamente anaranjada bajo
la luz de antorcha sin humo; y dentro de esa cama, una sábana
blanca puesta sobre sus rodillas y vistiendo una bata de hospital,
estaba sentado el Profesor Quirrell con su espalda ligeramente
apoyada contra la cabecera de la cama.

Había algo atemorizante sobre ver al Profesor Quirrell en una de las


camas de Madam Pomfrey, incluso si el Profesor de Defensa
parecía no estar lastimado. Incluso sabiendo que el Profesor Quirrell
había arreglado deliberadamente su propia aparente derrota en las
manos de Severus, para darse a sí mismo una excusa para
recuperar su fuerza tras Azkaban. Harry nunca había realmente
visto a alguien morir en una cama de hospital, pero había visto
demasiadas películas. Era ponerse íntimo con la mortalidad, y se
suponía que el Profesor de Defensa no era un mortal.

Madam Pomfrey le había dicho a Harry que tenía absolutamente


prohibido molestar a su paciente.

Harry había replicado, "Entiendo", lo que técnicamente no era


comprometerse a obedecer.

La severa y anciana sanadora se había girado entonces, y empezó


a explicar al Profesor Quirrell que absolutamente no se debía
sobreexcitar o… ponerse molesto…
Madam Pomfrey entonces había perdido el hilo, se dio la vuelta
apresuradamente, y huyó del cuarto.

"No está mal," Harry observó, después de que la puerta se había


cerrado detrás de la fugitiva matrona médica. "Tengo que aprender
cómo hacer eso, alguna vez."

El Profesor Quirrell sonrió con una sonrisa que absolutamente no


contenía humor, y pronunció, su voz sonando mucho más seca que
su usual sequedad, "Gracias por su crítica artística, Sr. Potter."

Harry contempló dentro de los pálidos ojos azules, y pensó que el


Profesor Quirrell se veía…

… más viejo.

Era sutil, podría no haber sido otra cosa que la imaginación de


Harry, podría haber sido la pobre iluminación. Sin embargo el
cabello sobre la frente de Quirinus Quirrell podría haber retrocedido
un poco, lo que le quedaba de cabello podría ser más fino y gris, un
avance de la calvicie que había sido visible en la parte de atrás de
su cabeza. Su rostro podría haberse hundido un poco más.

Los pálidos ojos azules seguían siendo afilados e intensos.

"Me alegra," Harry declaró con lentitud, "ver que usted parece estar
en buena salud."

"Las apariencias pueden ser engañosas, por supuesto," comentó el


Profesor Quirrell. Él Dio un chasquido con sus dedos, y cuando su
mano acabó el gesto estaba sosteniendo su varita. "¿Creería usted
que la mujer piensa que ha confiscado esto de mí?"

Seis encantamientos invocó el Profesor de Defensa entonces; seis


de los treinta que había usado para salvaguardar sus importantes
conversaciones en el Cuarto de Mary.

Harry alzó sus cejas, cuestionando silenciosamente.


"Eso es todo lo que puedo hacer por ahora," informó el Profesor de
Defensa. "Espero que probará ser suficiente. De todos modos, hay
un proverbio: Si no desea que una cosa sea escuchada, no la diga.
Considere aplicarla en total medida. ¿Me contaron que usted intentó
verme?"

"Sí," Harry contestó. Hizo una pausa, reunió sus pensamientos.


"¿Acaso el Director, o cualquiera, le comunicó que no podremos
salir a almorzar?"

"Algo por el estilo," respondió el Profesor de Defensa. Y sin cambiar


de expresión, "Por supuesto lo lamente mucho al escucharlo."

"Es más extremo que eso, de hecho," señaló Harry. "Estoy


confinado dentro de Hogwarts y sus terrenos indefinidamente. No
puedo salir sin un guardián y con una buena razón. No podré ir a
casa para el verano, y quizá nunca más. Tenía la esperanza de…
hablar con usted, al respecto."

Hubo una larga pausa.

El Profesor de Defensa exhaló un aliento como un pequeño suspiro,


y dijo, "Simplemente tendremos que confiar en el conocido hecho de
que la Subdirectora matará personalmente a cualquiera que intente
reportarme. Sr. Potter, tengo la intención de mantener esta
conversación encaminada para que podamos concluir con premura,
¿lo ha entendido?"

Harry asintió, y -

Bajo la luz de una sola antorcha, ensombrecida hacia el final rojizo


del espectro óptico, las escamas verdes de la serpiente tenían poco
lustre, y menos aún las vendas de blanco y azul. Oscura parecía la
serpiente, bajo esa luz. Los ojos, que habían parecido pozos grises
antes, ahora reflejaban la luz de la antorcha, y parecían más
brillantes que el resto de la serpiente.

" Entoncess, " silbó la criatura venenosa. " ¿Qué desseass decir? "
Y Harry siseó, " El Director cree que el anterior Sseñor de la mujer
ess el que la robó de prissión ."

Harry había pensado sobre todo en este ocasión, y


cuidadosamente, antes de haber decidido que revelaría al Profesor
Quirrell únicamente que el Director creía eso; y no pronunciaría
nada sobre la profecía que había lanzado a Voldemort contra los
padres de Harry, ni que el Director estaba reconstruyendo la Orden
del Fénix… era un riesgo, un riesgo significativo, sin embargo Harry
necesitaba un aliado en esto.

"¿ Él cree que esse esstá con vida? " la serpiente finalmente habló.
La dividida, bifurcada lengua chasqueó rápidamente de un lado a
otro, sardónica y serpentina risa. " De algún modo no esstoy
ssorprendido. "

" Ssí, " Harry siseó con sequedad, " muy divertido, esstoy sseguro.
Excepto que ahora esstoy atrapado en Hogwartss por loss
ssiguientess sseiss añoss, ¡por sseguridad! He decidido que, en
efecto, busscaré poder; y esstar confinado no me ayuda en esso.
Debo convencer al Director que el Sseñor Osscuro no ha
desspertado todavía, que esscape fue el trabajo de otro poder - "

De nuevo el veloz chasquido de la lengua de la serpiente; la risa


serpentia fue más fuerte, más seca, en esta ocasión. " Esstupidez
de amateur. "

" ¿Dissculpe? " siseó Harry.

" Vess equivocación, pienssass en desshacer, reiniciar el tiempo


para volver a empezar. Aún assí ni ssiquiera el reloj de arena puede
desshacer el tiempo. En cambio debe moversse hacia adelante.
Ussted pienssa en convencer a otross de que esstán equivocadoss.
Mucho máss fácil ssería convencerloss de que esstán en lo
correcto. Assí que conssidera, niño: ¿qué nueva ocurrencia haría
que el director decidiera que esstáss sseguro una vez máss,
avanzando ssimultáneamente en tus otrass agendass?"
Harry contempló a la serpiente, confundido. Su mente intentando
comprender y revelar el acertijo -

" ¿No ess obvio? " silbó la serpiente. Otra vez la lengua chasqueó
en sardónica risa. " Para liberarte a ti missmo, para obtener poder
en Bretaña, ussted debe sser vissto derrotando al Sseñor Osscuro. "

Bajo la parpadeante luz de antorcha rojiza anaranjada, una


serpiente verde oscilaba sobre una cama blanca de hospital,
mientras el niño miraba fijamente dentro de sus ojos ámbar.

" Assí, " Harry siseó finalmente. " Vamoss a esstar claross ssobre lo
que ha ssido propuessto. Ussted ssugiere que pongamoss un
imposstor para impersonar al Sseñor Osscuro."

" Algo assí. La mujer que resscatamoss cooperará, debería sser


máss convincente cuando ella ssea vissta a ssu lado. " Más
chasquidos de lengua sardónicos. " Ussted ess ssecuesstrado de
Hogwartss hacia una localización pública, muchoss tesstigoss,
barrerass mágicass para mantener a loss protectoress por fuera.
Sseñor Osscuro da el anuncio de que finalmente ha recobrado
forma físsica, trass haber errado como esspíritu durante añoss; dice
que ha ganado un poder aún máss grande que antess, que ni
ssiquiera tú puedess detenerlo ahora. Te ofrece tener un duelo
nuevamente. Invocass el Encantamiento guardián, Sseñor Osscuro
sse ríe de ti, afirma que él no ess ningún come-vidass. Lanza
Maldición Assessina ssobre ti, tú bloqueass, los esspectadoress ven
al Sseñor Osscuro explotar -"

" ¿Lanza Maldición Assessina? " Harry siseó incrédulo. " ¿Hacia mí?
¿Una vez máss? ¿Una ssegunda vez? Nadie creería que el Sseñor
Osscuro possiblemente podría sser assí de esstúpido - "

" Tú y yo ssomoss las únicass doss perssonass en el paíss que


noss daríamoss cuenta de esso, " silbó la serpiente. " Créeme en
éssto, niño. "
" ¿Qué tal ssi hay una tercera, algún día? "

La serpiente osciló pensativamente. " Podría esscribir diferente


guión, ssi lo desseass. Cualquier esscenario, podría dejar abierta
possibilidad de que el Sseñor Osscuro regrese una vez máss - la
nación debe creer que ssiguen dependiendo de ti para protegerloss.
"

Harry contempló las vacilantes profundidades rojas en los ojos de la


serpiente.

" ¿Bueno? " silbó la oscilante forma.

El pensamiento obvio era que seguir con las tramas y engaños del
Profesor de Defensa una segunda vez, girando incluso una vez más
una mentira complicada para cubrir el primer error, y crear otra
vulnerabilidad fatal si alguien llegaba a descubrir la verdad alguna
vez, sería exactamente el mismo tipo de estupidez putativa del
Señor Oscuro usando la Maldición Asesina de nuevo. Ni siquiera
requirió que su lado Hufflepuff lo tuviera que señalar, Harry lo pensó
con su propia voz mental.

Sin embargo también había un cierto cuestionamiento sobre si la


moraleja apropiada a aprender de la última experiencia era decir no
inmediatamente al Profesor de Defensa, o…

" Penssaré al resspecto, " siseó Harry. " No ressponderé de


inmediato, essta vez, enumerare riessgoss y beneficioss primero - "

" Entiendo, " silbó la serpiente. " Pero recuerda essto, niño, otross
eventoss procederán ssin ti. La vacilación ssiempre es fácil, rara vez
útil."

El niño emergió del cuarto privado hacia la enfermería principal,


dedos nerviosos recorriendo a través de su despeinado cabello
negro mientras pasaba a un lado de las camas blancas, ocupadas y
desocupadas.

Poco después, el niño emergió de la enfermería de Hogwarts por


entero, pasando al lado de Madam Pomfrey y saludandola
distraídamente con la cabeza.

El niño salió del corredor, luego hacia un corredor más largo, y luego
se detuvo y se apoyó contra la pared.

La cosa era que…

… él realmente no quería estar atrapado en Hogwarts por los


próximos seis años; y cuando lo considerabas…

… el Incidente con Rescatando a Bellatrix De Azkaban no estaba


solamente imponiendo costos sobre Harry. Otras personas sufrirían,
viviendo en temor del regreso del Señor Oscuro, gastando recursos
desconocidos para tomar precauciones desconocidas. Harry podía
demandar que escribieran el guión de tal manera que no pareciera
plausible que el Señor Oscuro fuera a regresar una tercera vez. Y
entonces las personas vivirían relajadas, todo habría terminado.

A menos que por supuesto de hecho hubiera un Señor Oscuro ahí


afuera para ser temido. Había una profecía después de todo.

El niño apoyándose contra la pared suspiró suavemente, y empezó


a caminar de nuevo.

Harry casi lo había olvidado, pero había logrado mostrar al Profesor


Quirrell la baraja de cartas que le había sido dada el Domingo en la
noche por 'Papá Noel', dentro del cual en teoría el Rey de
Corazones era un traslador que lo llevaría al Instituto de las Brujas
de Salem en América. Aunque por supuesto Harry no le contó al
Profesor Quirrell quién le había enviado la carta, ni qué se suponía
que hacía, antes de pedir al Profesor Quirrell si era posible saber a
dónde lo llevaría el traslador.
El Profesor de Defensa se había transformado de vuelta a forma
humana, y examinó el Rey de Corazones, tocándolo un par de
veces con su varita.

Y de acuerdo al Profesor Quirrell…

… el traslador enviaría al usuario a algún lugar de Londres, sin


embargo no podía precisar más que eso.

Harry le había mostrado al Profesor Quirrell la nota que había


acompañado la baraja de cartas, sin mencionar nada sobre las
notas anteriores.

El Profesor Quirrell le echó una ojeada, soltó una seca carcajada, y


observó que si leías la nota cuidadosamente, no decía
explícitamente que el traslador lo llevaría al Instituto de las Brujas de
Salem.

Necesitabas aprender a poner atención a ese tipo de sutilezas,


dictaminó el Profesor Quirrell, si querías ser un mago poderoso
cuando crecieras; o, en efecto, si querías tan siquiera llegar a
crecer.

El niño suspiró otra vez mientras arrastraba los pies hacia las
clases.

Estaba comenzando a preguntarse si todas las escuelas mágicas


también eran así, o si solamente Hogwarts era la que tenía un
problema.

NOTA DEL TRADUCTOR

El siguiente capítulo debería estar listo en una semana, no es muy


largo. Cruzo los dedos para que no haya imprevistos.

Agradecimientos a Natalia MerVel, AlenDarkStar y Gashicalmy por


sus comentarios. La verdad pasé un buen rato con vuestras teorías,
algunas muy locas y otras peligrosamente cerca de verdades
futuras. (Insertar risa malévola)

Mi propio libro "El Cazador" o The Hunter" en inglés será publicado


próximamente y eso desde luego me tiene muy dichoso. ¡Les
recomiendo descargar la app de Living a Book para que lo puedan
ver en cuanto aparezca!

En mi blog ya puede verse la primera imagen promocional como


imagen de fondo. ¡Diego Robledo es un gran ilustrador!

Creo que eso es todo por ahora. Sobre el capítulo en sí mismo no


me ocurre qué comentar, excepto que ese Quirrell es un caso
aparte.
Auto Actualizacion Parte 1
Capítulo 66: Auto-actualización, Parte 1

La vacilación ssiempre es fácil, rara vez útil.

Así le había advertido el Profesor de Defensa; y mientras podrías


cuestionar los detalles del proverbio, Harry comprendía la debilidad
de los Ravenclaws lo suficientemente bien como para saber que
tenías que intentar responder tus propios cuestionamientos.
¿Algunos planes fallaban por esperar? Sí, muchos planes requerían
acción retardada ; pero eso no era lo mismo que vacilar para elegir .
No retardar porque conocías el momento justo para hacer lo que era
necesario, sino demorar porque no eras capaz de decidir - no había
plan ingenioso que requiriera de eso.

¿A veces necesitabas más información para escoger? Sí, sin


embargo eso también podía convertirse en una excusa para
demorar; y sería tentador demorar, cuando te confrontaban con una
elección entre dos alternativas dolorosas, y no elegir evitaría el dolor
mental por un tiempo. Así que ibas a señalar una pieza de
información que no podías obtener fácilmente, y declarar que no te
era posible decidir sin ella; esa sería tu excusa. Aunque si sabías
cuál información necesitabas, sabías cuándo y cómo ibas a obtener
esa información, y sabías qué ibas a hacer dependiendo de cada
observación posible, entonces eso era menos sospechoso como
una excusa para vacilar.

Si no estabas simplemente vacilando, estabas obligado a ser capaz


de escoger por adelantado lo que serías capaz de hacer, una vez
que tuvieras la información extra que clamabas necesitar.

Si el Señor Oscuro estuviera realmente ahí afuera, ¿sería inteligente


seguir con el plan del Profesor Quirrell de hacer que alguien
impersonara al Señor Oscuro?
No. Definitivamente no. Absolutamente no.

Y si Harry sabía como un hecho que el Señor Oscuro no estaba


realmente ahí afuera… en ese caso…

La oficina del Profesor de Defensa era un cuarto pequeño, al menos


hoy; había cambiado desde la última vez que Harry lo había visto, la
piedra del cuarto se había vuelto más oscura, más pulida. Detrás del
escritorio del Profesor de Defensa se elevaba una única estantería
vacía que siempre decoraba el cuarto, un librero alto estirándose
casi desde el suelo hasta el techo, con siete estantes vacíos de
madera. Harry únicamente había visto una vez al Profesor Quirrell
coger un libro de aquellos estantes vacíos, y nunca lo vio poner un
libro de regreso.

La serpiente verde oscilaba sobre la silla detrás del escritorio del


Profesor de Defensa, sus ojos sin párpados contemplando sin
pestañear a Harry a la altura de sus propios ojos.

Ahora estaban protegidos por veintidós hechizos, todo lo que podías


invocar dentro de Hogwarts sin atraer la atención del Director.

" No, " siseó Harry.

La serpiente verde levantó su cabeza, sacudiendo aquella


ligeramente; ninguna emoción fue transmitida por ese gesto, al
menos no una emoción que el talento Parsel de Harry pudiera
percibir. " ¿Razoness para el no? " inquirió la serpiente verde.

" Demassiado riessgo, " Harry respondió simplemente. Eso era


verdad aunque el Señor Oscuro estuviera o no por ahí afuera.
Forzarse a sí mismo a decidir por adelantado lo había hecho darse
cuenta que nada más había estado usando la cuestión sin
responder como una excusa para titubear; la decisión sensata era la
misma, de cualquier modo.

Por un momento los oscuros ojos como rendijas parecieron


resplandecer negramente, por un momento la boca escamada se
entreabrió para exponer los colmillos. " Creo que hass aprendido la
lección incorrecta, niño, del error anterior. Miss planess no tienen el
hábito de fallar, y el último hubiera ssido perfecto, de no haber ssido
por tu propia esstupidez. La lección correcta ess sseguir los passoss
marcadoss por loss Sslytherin mayoress y máss ssabioss, dominar
tu ssalvaje impulssividad."

" La lección que aprendí ess no intentar planess que harían que mi
amiga-niña piensse que ssoy malo o que mi amigo-niño piensse que
ssoy un esstúpido, " Harry replicó. Había planeado una respuesta
menos directa, pero de alguna manera se le habían salido esas
palabras.

El sonido sssss que surgió de la serpiente no fue escuchado por


Harry como palabras, únicamente furia pura. Un momento después,
" Ussted less contó - "

" ¡Por ssupuessto que no! Ssin embargo ssé qué habrían
pronunciado al resspecto. "

Hubo una larga pausa mientras la cabeza de la serpiente osciló,


contemplando fijamente a Harry; de nuevo no surgió una emoción
detectable, y Harry se preguntó qué estaría pensando el Profesor
Quirrell que le requiriera tanto tiempo pensar.

" ¿Sseriamente te importa lo que essoss doss puedan penssar? "


finalmente llegó el silbido de la serpiente. " Verdadeross jóveness
sson essoss doss, no como tú. Elloss no pueden ssopessar
assuntoss de adultoss. "

" Podrían haberlo hecho mejor que yo, " Harry siseó. " Amigo-niño
hubiera inquirido por motivoss ssecretoss antess de conssentir el
resscatar a la mujer - "

" Me alegra que comprendass esso ahora, " la serpiente silbó


fríamente. " Ssiempre pregunta por lass gananciass que obtienen
los otross. Lo ssiguiente ess aprender a preguntar por tuss propiass
gananciass. Ssi mi plan no ess de tu agrado, ¿cuál ess el tuyo? "
" De sser necessario - permanecer en la esscuela durante sseiss
añoss y esstudiar. Hogwartss parece sser un buen lugar para morar.
Libross, amigoss, extraña pero deliciossa comida. " Harry quería
reír, sin embargo no había gesto alguno en la lengua Parsel para el
tipo de risa que quería expresar.

Las rendijas de los ojos de la serpiente parecían casi negras. " Ess
fácil decir esso ahora. Loss que sson como tú y yo, no toleramoss
lass prissioness. Perderáss la paciencia antess del sséptimo año,
quizá antess de que termine el actual. Planearé de acuerdo a ello. "

Y antes de que Harry pudiera sisear otra palabra en lengua Parsel,


la forma humana del Profesor Quirrell estaba sentado de nuevo en
su silla. "Así que, Sr. Potter," comentó el Profesor de Defensa, su
voz tan calmada como si hubieran estado discutiendo nada
importante, como si la conversación entera no hubiera ocurrido,
"escuché que ha empezado a practicar duelo. ¿No del tipo inservible
que contiene reglas, espero?"

Hannah Abbott se veía más nerviosa de lo que Hermione la había


visto antes (excepto en el día del fénix, el día que Bellatrix Black
había escapado, que no debería contar para nadie). La chica de
Hufflepuff se había acercado a la mesa de Ravenclaw durante la
cena, y tocó suavemente a Hermione en el hombro, y casi que se la
llevó a rastras -

"¡Neville y Harry Potter están aprendiendo duelo con el Sr. Diggory!"


Hannah espetó tan pronto como se alejaron unos pasos de la mesa.

"¿Quién?" inquirió Hermione.

" ¡Cedric Diggory! " exclamó Hannah. "Es el Capitán de nuestro


Equipo de Quidditch, y general de un ejército, y está tomando todas
las electivas y recibiendo mejores notas que cualquiera, y escuché
que aprende duelo con tutores profesionales durante los veranos, y
una vez venció a dos estudiantes de séptimo año, e incluso algunos
maestros lo llaman el Súper Hufflepuff, y la Profesora Sprout afirma
que todos nosotros deberíamos emu, eh, emularlo o algo así, y -"

Cuando Hannah finalmente paró por aire (la lista había seguido por
un largo rato), Hermione se las arregló para insertar una frase en el
intermedio.

"¡Soldado Rayo de Sol Abbott!" demandó Hermione. " Calmese . No


vamos a luchar contra el General Diggory, ¿verdad? Por supuesto,
Neville está estudiando para vencernos, pero nosotros también
podemos estudiar -"

"¿No lo ves? " Hannah chilló, elevando su voz mucho más de lo


debido, si estaban intentando mantener la conversación privada de
todos los Ravenclaws que las observaban. "¡Neville no está
estudiando para vencernos a nosotros! ¡Él está practicando para
poder luchar contra Bellatrix Black! ¡Nos van a atravesar como una
Bludger a una pila de panqueques!"

La General Rayo de Sol le dio a su soldado una mirada fija.


"Escucha," dijo Hermione, "no creo que unas pocas semanas de
práctica vayan a convertir a cualquier en un peleador invencible.
Además ya sabemos cómo manejar luchadores invencibles.
Concentramos nuestro fuego sobre ellos y caerán justo como
Draco."

La chica Hufflepuff la estaba mirando con una mezcla de admiración


y escepticismo. "¿No estas ni siquiera, ya sabes, preocupada? "

"¡Oh, honestamente! " clamó Hermione. A veces era difícil ser la


única persona sensata en todo tu año escolar. "¿No has escuchado
el refrán, de que la única cosa que tenemos que temer es el miedo
en sí mismo?"

" ¿Qué? " cuestionó Hannah. "Eso es demente, qué hay de los
Lethifolds acechando en la oscuridad, y ser subyugada por la
Maldición Imperius, y los horribles accidentes de Transformación y -"
"Me refiero, " explicó Hermione, exasperación colándose de su
ahora alzada voz, ella había estado escuchando este tipo de cosas
durante toda la semana, "¿a que tal si esperamos hasta después de
que la Legión Caos de hecho nos aplaste para asustarnos por ellos
y acabas de murmurar 'Gryffindors' en voz baja? "

Unos momentos después, Hermione estaba caminando de regreso


a su silla en la mesa con una dulce sonrisa forjada sobre su joven
rostro, no era la terrible y fría mirada fija del lado oscuro de Harry
pero era la cara más aterradora que ella sabía cómo hacer.

Harry Potter iba a caer.

"Esto es lunático," jadeó Neville, con la pequeña cantidad de aliento


que pudo guardar de estar completamente sin aire.

"¡Esto es brillante! " celebró Cedric Diggory. Los ojos del Super
Hufflepuff resplandecían con entusiasmo maniático, con fulgor como
el del sudor sobre su frente mientras estampaba su pie a través de
la danza de una de sus posturas de duelo. Sus usualmente pasos
ligeros habían cambiado a pesados pisotones, lo que podía tener
que ver con los pesos de metal Transformados que estaban
cerrados sobre sus brazos y piernas y atados con correas sobre su
pecho. "¿Dónde se le ocurren estas ideas, Sr. Potter?"

"En una extraña y vieja tienda… en Oxford… y nunca… compraré


allí… de nuevo." Golpe seco.

Nota del traductor

El próximo capítulo debería estar listo en dos semanas, si no ha


retrasos imprevistos de por medio.

Ando ocupado y desanimado pero seguiré adelante a pesar de ello,


pues eso es vivir.
Creo que de haber estado en la posición de Hermione yo también
habría estado igual de confiado: ese es el problema con tener
problemas de autoestima. A veces nos consideramos muy poca
cosa, y en otras nos creemos el rey de la montaña.

Gracias a Natalia MerVel, Oveja salvaje y AlenDarkStar por sus


comentarios.
Auto Actualizacion Parte 2
Capítulo 67: Auto-Actualización, Parte 2

En los niveles superiores de Hogwarts donde cuartos y corredores


cambiaban diariamente, donde el territorio en sí mismo era incierto y
no solamente el mapa, donde la estabilidad del castillo empezaba a
convertirse en sueños y desorden sin cambiar su estilo
arquitectónico ni solidez aparente - en los niveles superiores de
Hogwarts, una batalla pronto sería luchada.

La presencia de tantos estudiantes le daría estabilidad a los


corredores por un tiempo, por fuerza de observación constante. Los
cuartos y corredores de Hogwarts a veces se movían incluso
mientras las personas los veían directamente, pero no cambiarían .
Aún tras ocho siglos, Hogwarts seguía siendo un poco tímida para
cambiar en frente de las personas.

Sin embargo a pesar de esa permanencia transitoria (había dicho el


Profesor de Defensa) los niveles superiores de Hogwarts aún tenían
realismo militar: tenías que aprender sobre los terrenos cada vez, y
revisar cada armario en busca de corredores nuevos en cada
ocasión.

Domingo era, Domingo del primero de Marzo. El Profesor Quirrell se


había recuperado lo suficiente como para supervisar las batallas una
vez más, y estaban poniéndose al día con los atrasos.

El General Dragón, Draco Malfoy, observó dos compases


sostenidos en cada mano. Un compás era del color del Sol, el otro
tenía un multicolor, brillo iridiscente para indicar a Caos. A los otros
dos generales, Draco sabía, se les habían dado sus propios
compases; sólo que una mano de Hermione Granger, y una mano
de Harry Potter, tendrían un compás que era rojo-naranja y
parpadeaba para emular el fuego, apuntando siempre hacia la
dirección del contingente más grande y activo del Ejército Dragon.
Sin esos compases podrían haber buscado durante días y nunca
haberse encontrado entre ellos, lo que era un riesgo territorial de
combatir en los niveles superiores de Hogwarts.

Draco tenía un mal presentimiento de lo que sucedería cuando el


Ejército Dragón se llegara a topar con la Legión Caos. Harry Potter
había cambiado desde que Bellatrix Black había escapado; el
Heredero de Slytherin había comenzado a parecer verdaderamente
Señorial (¿y cómo había sabido el Profesor Quirrell que eso
pasaría?) Draco se hubiera sentido mucho mejor con Hermione
Granger a su lado junto con sus veintitrés Soldados Rayo de Sol de
apoyo, pero no, la General Rayo de Sol estaba siendo
orgullosamente estúpida y rehusandose a aceptar ayuda contra el
General Potter. Ella quería derribar a Potter con sus propias manos,
eso le había revelado.

La Más Noble y Antigua Casa de Malfoy había mantenido su


influencia sobre Bretaña durante siglos al entender que no siempre
podías ser la más poderosa. A veces otro Señor era simplemente
más fuerte, y tenías que resignarte a meramente ser su primer
lugarteniente. Podías construir una gran posición de riqueza y poder
durante docenas de generaciones de ser el segundo al mando.
Nada más tenías que ser cuidadoso, cada vez, para no permitir que
tu Casa fuera arrastrada con la caída del Señor al que habías
servido. Esa era la tradición Malfoy que siglos de experiencia habían
afinado…

Por lo que Padre le había explicado rigurosamente a Draco que si


se topaba con alguien que era obviamente más fuerte que él, Draco
no debía disgustarse por esto y no negarlo y no hacer una rabieta
que pudiera sabotear su posición potencial, sino que Draco debía
asegurarse que su lugar en la siguiente estructura de poder no
estuviera por debajo del segundo lugar.

Granger, aparentemente, nunca había recibido esta lección de parte


de sus padres, y seguía en negación sobre el obvio hecho de que
Harry Potter se estaba volviendo más fuerte que ella.
Así que Draco se había encontrado en secreto con el Capitán
Goldstein y la Capitana Bones y el Capitán Macmillan y se habían
puesto de acuerdo en que harían lo mejor que pudieran para que
Dragón y Rayo de Sol no se atacaran entre ellos antes de haber
confrontado a la mayor amenaza que era Caos.

No estaba violando realmente el acuerdo contra los traidores, no


estabas solicitando traidores si honestamente tenías la intención de
ayudar al otro ejército.

Una campana de tono agudo recorrió los corredores para señalar el


inicio de la batalla, y un momento después Draco gritó " ¡Adelante! "
y los Dragones empezaron a correr. Cansaría a sus soldados, les
costaría algo aún después de que hubieran parado para recuperar el
aliento, pero tenían que poner a Caos directamente entre el
Regimiento Rayo de Sol y ellos.

Harry y Neville caminaron a ritmo pausado a través de los


corredores, Harry observando el compás amarillo-dorado que
apuntaba hacia la localización del Regimiento Rayo de Sol, y Neville
mirando alrededor por si llegaban a encontrarse con alguien más.

Sus pasos sonaban un poco espeluznantes, si escuchabas con


atención.

"Entonces," el Teniente Caótico dijo tras un rato. "¿Es por esto que
hiciste que practicaramos duelo con todo ese peso amarrado a
nosotros?"

Harry asintió, manteniendo sus ojos sobre el compás que llevaba a


Rayo de Sol; si la aparente dirección empezaba a cambiar
rápidamente era que se estaban acercando.

"No quería explicar nada en frente de los otros, sin embargo un par
de semanas no es mucho tiempo para ganar músculo extra,"
comentó Neville. "Y el balance es diferente, y creo que esto de
hecho pesa más, ¿y no es esto Transformar un artefacto Muggle?"

"No," Harry respondió. "Revisé por adelantado. Puedes ver las


estatuas de Hogwarts, por lo que algunos magos solían usarlas, aún
si nada más era una moda de la Edad Oscura." Y ya que nadie
intentaría esto si no estaban combatiendo contra estudiantes de
primer año usando débiles hechizo como el Maleficio Adormecedor,
tampoco caía en la categoría de compartir buenas ideas.

Llegaron a una intersección en Y, muy molesta; ninguno de los dos


corredores doblaba en el camino correcto para llevarlos a interceptar
directamente el camino de Rayo de Sol mientras perseguía a la
Legión Caos que estaba siguiendo al Ejército Dragón. Así que Harry
escogió la que pareció la mejor de las dos opciones, y Neville lo
siguió.

"Es mejor que pongamos un Encantamiento Silenciados sobre esta


cosa antes de acercarnos," Neville propuso. "Es algo ruidosa, ellos
se podrían dar cuenta."

Harry asintió, y luego añadió "Buena idea" en caso de que Neville no


lo estuviera mirando.

Arrastraron los pies a través del corredor de suelo apedreado de los


niveles superiores de Hogwarts, iluminados por ventanas de simple
vidrio o vidrio coloreado, de vez en cuando pasaban estatuas de
brujas y dragones e incluso el ocasional mago-caballero engalanado
con una armadura de placas o cota de mallas.

Los Soldados Rayo de Sol avanzaban con zancadas largas a través


de un largo, ancho corredor con sus varitas afuera y apuntando. No
podían usar el Escudo Prismático mientras estuvieran maniobrando,
pero Parvati Patil y Jenny Rustad estaban sosteniendo Contegos
alrededor del grupo de oficiales, quienes serían los primeros
objetivos a atacar en cualquier emboscada.
Su táctica para la siguiente batalla, sus oficiales y ella habían
decidido, sería mezclarse directamente con los soldados enemigos
tan pronto como fuera posible - tras haber practicado entre ellos
mismos cómo apoyarse los unos a los otros, evitar golpearse entre
ellos, y ponerse en posiciones donde los enemigos iban a vacilar
disparar. Nada más tuvieron cuatro horas de práctica, sin embargo
ella pensó que sus tropas ya estaban mejor preparadas para ese
tipo de lucha mezclada que soldados que no habían practicado para
nada. Parecía como el tipo de táctica que Caos usaría, aunque en
realidad ellos no lo habían hecho todavía.

Era una buena estrategia, ella creía. Y aún así, sin importar cuánto
ella aleccionara a sus soldados, persistían en susurrar rumores
sobre lo que Harry y Neville estaban aprendiendo a hacer.
Finalmente ella había hablado aparte con el Capitán Goldstein,
quien entendía cosas como la Moral de la Tropa, y Anthony había
sugerido -

"Eso es raro," el Capitán Macmillan habló en voz alta de repente,


frunciendo el ceño ante los fogosos e iridiscentes compases que
sostenía en ambas manos. (Ernie era, como Harry lo habría
expresado, "bueno en la visualización espacial", por lo que había
sido designado para vigilar ambos compases e intentar descubrir lo
que sus enemigos estaban haciendo.) "Creo… Que Dragon ya no se
está moviendo rápido… Creo que llegaron al otro lado de Caos
antes que nosotros… ¿y parece que Caos se mueve para atacarlos
a ellos en vez de maniobrar para salir del medio?"

Hermione frunció el ceño, intentando comprender, y vio expresiones


similares en los rostros de Anthony y Ron. Si Caos y Dragón se
atacaban desde el inicio entre ellos, y perdían sus fuerzas luchando
entre sí, eso era prácticamente conceder la victoria a Rayo de Sol…

"Potter cree que somos aliados por lo que está atacando a Malfoy
de inmediato, antes de que Dragón pueda enlazar con nosotros,"
propuso Blaise Zabini desde el rango común de los soldados. "O
Potter nada más piensa que puede vencer a ambos ejércitos al
mismo tiempo, si los ataca por separado." El chico de Slytherin soltó
un suspiro condescendiente. "¿Me vas a promover a oficial ahora?
Ustedes no tienen esperanza sin mí, saben."

Todos ellos ignoraron los ruidos parlantes que provenían de la boca


de Zabini.

"¿Seguimos en movimiento hacia la dirección correcta?" inquirió


Anthony.

"Sí," respondió Ernie.

"¿Nos acercamos a ellos?" preguntó Ron.

"No todavía -"

Fue ahí cuando las enormes puertas de madera negra al otro lado
del corredor salieron volando y se estrellaron contra la pared,
revelando dos figuras casi completamente envueltas en mantos
grises, ropajes gris se extendían sobre las caras debajo de las
capuchas grises, una de aquellas figuras ya levantando una varita y
apuntando directamente a ella.

Y entonces la cara del juego cambió drásticamente, cuando la voz


de Harry, alta y estresada por el esfuerzo, gritó la palabra:

" ¡Stupefy! "

El aturdidor de nivel duelo estalló hacia ella, quien estaba tan


conmocionada que no empezó a moverse hasta casi demasiado
tarde, mientras el chorro de luz roja destrozó el escudo de Contego
que tenía en frente y apenas se las arregló para esquivar, hubo un
hormigueo sobre su brazo cuando la luz roja pasó a su lado, y vio de
reojo que Susan recibió el golpe y fue arrojada a los pies de Ron -

" ¡Somnium! " bramó la voz de Anthony, seguida un momento


después por una docena de voces gritando " ¡Somnium! "

Hermione se puso de pie frenéticamente, y al levantarse, vio a las


dos figuras en mantos grises de pie como si nada.
No podías ver las Maldiciones de Sueño, el hechizo era demasiado
débil -

Sin embargo no había forma de que todos ellos hubieran fallado el


blanco .

" ¡Stupefy! " gritó la voz de Neville Longbottom, y otra rafaga roja se
disparó hacia ella, tuvo que caer de indigna y desordenada manera
al hacerse a un lado desesperadamente, y cuando se puso de pie
aparatosamente, jadeando, vio que esta vez el voltio paralizador
había cogido a Ron cuando se estaba levantando del suelo.

"Saludos, Rayo de Sol," dijo la voz de Harry por debajo de su


capucha.

"Somos los Caballeros Grises de Caos," prosiguió la voz de Neville.

"Seremos sus oponentes para esta batalla," declaró la voz de Harry,


"mientras el resto del ejército Caos elimina a los Dragones."

"Y por cierto," concluyó la voz de Neville, "somos invencibles."

Los dos niños dentro de sus mantos y túnicas grises, vendajes


grises sobre sus rostros, encarando de frente todo el ejército de
Rayo de Sol, aparentemente ilesos ante una docena de Maldiciones
de Sueño.

Daphne escuchó un suave suspiro a su lado, y cuando giró su


cabeza vio que los labios de Hannah estaban separados, y los ojos
de la niña de Hufflepuff eran enormes, y estaba contemplando a -

Hubiera sido difícil describir la maraña de pensamientos que


corrieron a través de la mente de Daphne al darse cuenta de que
Hannah estaba mirando a Neville en vez de Harry, lo que pareció
activar una parte de ella que notó que Neville se había estado
volviendo muy interesante en comparación a otros niños, de hecho
ahora mismo el Último Heredero de Longbottom parecía totalmente
genial, y algo despertó dentro de ella y sus propios labios se
separaron y todo lo que su Dama Madre le había instruido sobre
comportamientos modosos y halagos y champú perfumado voló por
su mente con tanta fuerza que debió esponjar su cabello por encima
de sus orejas, porque había visto a Hermione y a Harry y sabía
cómo quería que su propio cortejo ocurriera -

Su Dama Madre también la había instruido recientemente sobre


unos cuantos hechizos que podría ser vergonzoso no conocer si
pertenecías a la Noble y Más Antigua Casa de Greengrass.

La varita de Daphne osciló para señalar su izquierda, y exclamó "


¡Tonare! "

La varita ascendió por encima de su cabeza, y pronunció el


encantamiento " ¡Ravum Calvaria! "

Y finalmente agarró su varita con ambas manos y aulló, " ¡Lucis


Gladius! "

El enorme drenaje de magia casi la puso de rodillas, pero lo soportó,


y cuando la resplandeciente forma se completó y se estabilizó, la
fatiga fue un poco menor.

Aún así, tuvo la sensación de que era mejor no combatir con esto
por mucho tiempo.

Que todos la estaban contemplando fijamente era bastante


evidente, y ella debió saltar hacia adelante para confrontar a Neville
con su cabello ondeando alrededor, sin embargo caminar
lentamente hacia Neville Longbottom era todo lo que podía hacer si
quería mantener su Hoja Más Antigua. Que todos los demás se
hicieron a un lado para abrirle paso también fue evidente.

" Yo la alta Daphne, ¡de la Más Noble y Antigua Casa de


Greengrass! " ella gritó. " ¡Greengrass de Rayo de Sol! " Las formas
de duelo se olvidaron en su mente, había visto suficientes obras
como para recordar los duelos a muerte y los retos de sangre pero
no podía recordar del todo lo que era apropiado para esta ocasión,
así que simplemente apuntó la espada incandescente hacia el
objeto de su afecto y exclamó, " ¡Veamos lo que tienes, Nevvy! "

Una vez más la voz de Harry bramó " ¡Stupefy! ", y después, cuando
lo estaba recordando, no pudo creer del todo que ella se las hubiera
arreglado para hacerlo, sin embargo ella dio un revés con su hoja de
luz como si fuera un bate de Golpeador, y devolvió el voltio
paralizador hacia Harry quien apenas y logró agacharse para
esquivar.

" ¡Tonare! " gritó Neville, de la Más Noble y Antigua Casa de


Longbottom. " ¡Ravum Calvaria, Lucis Gladius! "

Por unos segundos, nadie hizo nada excepto contemplar a Neville y


Daphne mientras empezaron a lanzarse garrotazos entre sí. Ambos
se movían despacio, y Hermione adivinó que el hechizo requería
mucha fuerza de parte de ellos. No era muy impresionante en
comparación, si eras un hijo de Muggle y habías visto ciertas
películas.

Aún así tenías que darle algo de crédito por usar sables láser.

"Pausa aclaratoria," dijo la voz de Harry. "sé que el Profesor de


Defensa está vigilando, pero tengo que preguntar de todos modos,
alguien sabe si se van a cortar en pedazos si logran tocarse -"

"No," Hermione lo cortó ausentemente. Esto había estado en uno de


sus libros de historia, aunque no había tenido ni idea de que el duelo
con espadas mágicas se viera así . "Lo invocaron para que sólo
paralice si se tocan."

"¿Tú conoces ese hechizo?"


"Oh, no, es el Encantamiento de la Más Antigua Hoja, únicamente
es legal que lo usen los Nobles de las Más Antiguas Casas -"

Hermione paró de hablar y observó a Harry, o mejor dicho la


capucha gris de Harry.

"Bueno," habló la voz de Harry, "Supongo que puedo derribar el


resto del Regimiento Rayo de Sol por mi cuenta, entonces." Ella no
pudo ver su cara, pero su voz delataba que estaba sonriendo.

"Esquivaste cuando Daphne te devolvió tu propio hechizo de un


golpe," Hermione dictaminó. "Sea lo que sea que hiciste, no eres
invencible. Un Stupefy aún puede derribarte."

"Interesante teoría," replicó la voz de Harry debajo de la capucha.


"¿Tienes a alguien en tu ejército que pueda probarla?"

"Leí sobre la Maldición Paralizadora una vez," declaró Hermione.


"Hace unos meses. ¿Me pregunto si puedo recordar las
instrucciones correctamente?" Su varita apuntó hacia Harry.

Hubo una ligera pausa, mientras un niño y una niña respirando


pesadamente se golpeaban entre sí con sables láser.

"Por supuesto," Harry dijo, alzando su varita para señalarla, " Yo


simplemente puedo usar Somnium sobre ti. Eso requerirá menos
esfuerzo."

Nuevos escudos de Contego surgieron en existencia frente a ella,


invocados por Jenny y Parvati, al tiempo que Harry hablaba.

La punta de la propia varita de Hermione empezó a hacer pequeños


movimientos en el aire, un diamante dentro de un círculo, un
diamante dentro de un círculo, repitiendo los gestos para que fueran
idénticos a lo que recordaba haber visto en el libro. Sería una
hazaña difícil incluso para ella, pero tenía que lanzar el hechizo
correctamente en el primer intento, no se podía permitir ninguna
invocación fallida que desperdiciara su energía.
"Sabes," dijo Hermione Granger, "entiendo que no es realmente tu
culpa, pero me estoy cansando de escuchar que las personas
hablen del Niño-Que-Vivió como si tú fueras - como si tú fueras una
clase de dios o algo así."

"Igualmente, debo reconocer," comentó Harry Potter. "Es triste ver


cómo las personas me siguen subestimando."

Su varita siguió ensayando el diamante dentro del círculo, una y otra


vez. Harry estaría recargando su propia fuerza, mientras ella
practicaba tanto como podía antes de su ataque. "Estoy empezando
a creer que usted necesita que le bajen la espuma a su chocolate,
querido General Caos."

"Podrías tener razón," Harry concordó con el mismo tono. Sus pies
comenzaron a situarse en lo que ella reconoció como una postura
de duelista. "Infortunadamente no hay nada más que pueda
derrotarme ahora excepto otro Harry Potter."

"Permita que sea específica, Sr. Potter. Yo voy a bajarle la espuma a


su chocolate."

"¿Tú y que otro ejército?"

"Crees que eres muy genial, ¿no es así?" preguntó Hermione.

"Bueno, sí," respondió Harry. "Sí, lo acepto. Algunos podrían


llamarme arrogante, ¿pero se supone que sea la última persona en
Hogwarts en notar lo asombroso que soy?"

Hermione levantó su mano izquierda en el aire, y la cerró en un


puño.

Era una señal. Ochos soldados designados en su ejército estarían


apuntando sus varitas a ella, e invocando silenciosamente
Wingardium Leviosa .
Habían practicado esto, también, una vez que Hermione tiró la toalla
con lo de aleccionar a sus soldados, y por sugerencia de Anthony,
intentaron darles a ellos una General Rayo de Sol que pareciera
como si pudiera derrotar enemigos invencibles.

"Pretendes que eres Superman," exclamó Hermione. Levantó su


puño izquierdo aún más en el aire, y los ocho soldados apoyando su
persona la Levitaron por encima del suelo. " ¡Bueno aquí está Super
Hermione! " Su mano empujó hacia adelante, y mientras ella rompía
rápidamente el aire yendo hacia Harry, arrepentida solamente de no
poder ver la expresión sobre el rostro de él, su varita hizo la forma
de un diamante dentro de un círculo e invocó toda la magia que
poseía, se sintió como lo que ella se imaginaba sentir de tocar un
cable de corriente desnudo mientras el hechizo demasiado
poderoso salió de sí misma cuando su voz gritó " ¡Stupefy! "

El voltio rojo nació de su varita, perfectamente formado.

Harry lo esquivó.

Y luego, porque no habían practicado hacer esta parte dentro de los


pasillos, ella se estrelló contra una pared.

" ¡Somnium! " aulló Draco, y luego tras un par de segundos para
recargar, " ¡SOMNIUM, DESGRACIADO! "

Él sabía que estaba acertando a Theodore, el otro niño ni siquiera


estaba intentando esquivar, sin embargo el Heredero de Nott
únicamente le hizo una mueca tan malévola como la de su
progenitor y levantó su varita -

Draco se las arregló para saltar a un lado cuando Theodore llamó "
¡Somnium! " pero Draco se estaba quedando sin aire, no podía
seguir con esto, Theodore ni siquiera se molestaba en esquivar
mientras que Draco tenía que seguirse moviendo, esto era demente.
Tenía suficiente fuerza como para disparar de nuevo, sin embargo -

Estupidez es hacer lo mismo y esperar un resultado diferente, Harry


había pronunciado, esto era el trabajo de Harry de alguna manera,
no se podía tratar de un artefacto Muggle aunque Draco no podía
descubrir qué podía ser, y debería estar pensando hipótesis y
maneras de comprobarlas aunque estaba demasiado ocupado
esquivando frenéticamente mientras que Theodore se rió y le
disparó otro Maleficio de Sueño, Draco sintió un ligero
adormecimiento en su lado al girarse, eso había sido un muy muy
cercano fallo y Draco finalmente no lo pudo aguantar más, ni
siquiera se molestó en elaborar una teoría para comprobar o un por
qué simplemente -

" ¡Luminos! " estalló Draco, y Theodore fue rodeado por un halo de
luz roja, " ¡Dulak! " y se apagó de nuevo (así que Theodore seguía
siendo afectado por la magia), " ¡Expelliarmus! " y la varita de
Theodore salió volando (ese había sido un buen hechizo para lanzar
de todos modos ahora que Draco se daba cuenta) sin embargo
Theodore ya estaba cargando hacia Draco con sus brazos estirados
para agarrar a Draco por lo que gritó " ¡Flipendo! " y los pies del otro
niño fueron jalados hacia arriba abruptamente -

- y la espalda de Theodore golpeó el suelo con un


sorprendentemente fuerte y sonoro golpe metálico .

La visión de Draco estaba nadando por lanzar cuatro hechizos en


tan rápida sucesión, y Theodore ya estaba poniéndose de pie a toda
prisa, por lo que ni siquiera había tiempo como para pensar en
palabras, pero Draco aún se las arregló para pronunciar "
¡Somnium! " y esta vez apuntó por el rostro de Theodore en vez del
pecho.

Theodore esquivó (¡él esquivó! ) y el niño gritó " ¡Código siete en


Malfoy! "

" ¡Prismatis! " chilló la voz de Padma y de repente apareció un


resplandeciente muro arcoiris en frente de Draco, justo cuando
cuatro voces Caóticas dijeron " ¡Somnium! "

Y hubo una pausa, mientras todos miraban a la enorme Esfera


Prismática protegiendo los remanentes del Ejército Dragón.

Lanzar el quinto hechizo había puesto a Draco sobre sus manos y


rodillas, sin embargo levantó la mirada y se las arregló para hablar,
tan claramente como pudo, "Si el Maleficio de Sueño - no funciona -
apunten a la cara - creo que los Tenientes están usando camisetas
de metal."

"Ya has perdido demasiado soldados," Finnigan amenazó en voz


alta desde el otro lado de la barrera, "te venceremos de todos
modos," y entonces el niño Gryffindor se rió malévolamente. Hizo la
risa malvada casi tan bien como el propio Harry Potter, y los otros
Legionarios Caóticos empezaron a reír con él poco después.

Draco pudo ver de reojo donde yacían Gregory y Vincent


inconscientes. Padma seguía sosteniendo la Esfera Prismática, la
más grande que le había visto invocar a ella; pero estaba respirando
pesadamente, todavía visiblemente sudada de cuando todos ellos
habían trotado para ponerse en posición, la chica Ravenclaw era
una bruja fuerte aunque no una atlética .

Él realmente esperaba que la General Granger llegara aquí pronto y


le diera un ataque a Caos por detrás. El General Potter y Neville de
Caos estaban perdidos, y Draco podía adivinar a dónde habían ido,
pero dos soldados no podían demorar a todo el Regimiento Rayo de
Sol por mucho tiempo, ¿o sí?

Ella sabía que no era justo, que la otra chica había dado todo lo que
pudo, sin embargo Hermione aún deseaba que Daphne hubiera
durado un poco más.

" ¡Lagann! " exclamó la voz de Neville desde su espalda mientras


ella huía, y se escuchó el sonido de un Muro Prismático destrozado,
la voz de Hannah chilló desesperadamente " ¡Somnium! " y unos
pocos momentos después la calmada voz de Neville llamó
"Somnium" y se produjo la resonancia de otra de sus soldados
cayendo al suelo.

Y la fuerza manteniéndola en el aire se redujo otra vez, Hermione


pudo sentir el agarre de los Encantamientos Levitadores
disminuyendo sobre ella, pues ahora ya simplemente no era
suficiente.

Su vuelo se detuvo y empezó a caer en cámara lenta hacia el suelo,


y debió haber dado la señal para que sus soldados simplemente la
dejaran caer, pero estaba demasiado enojada y confundida y no
pensando con suficiente velocidad y seguía intentando reunir la
fuerza para un último Maleficio Paralizador, por lo que no había
ningún lugar a donde ir cuando Harry la apuntó con su varita y
pronunció " Somnium " y esa fue la última palabra que Hermione
Granger escuchó de su batalla.

Nota del traductor

Empecemos con las malas noticias, no pude decirle que no a


alguien que necesita ayuda con una tesis y ahora estaré ocupado en
el espacio de tiempo que normalmente dedico a HPMOR por lo
que… Sí, estamos oficialmente en pausa de nuevo. El próximo
capítulo es largo, y la mencionada tesis apenas está en sus inicios,
por lo que calculo que el siguiente episodio no estará listo hasta
dentro de dos meses, cuando menos.

Es una lastima, porque de hecho esta parte es de mis favoritas. La


forma en que Hermione actúa en este capítulo va a desencadenar
una serie de acciones muy interesantes. Realmente quisiera estar
trabajando en HPMOR, pero debo darle prioridad a mi propia
escritura, porque quiero publicar libros en Amazon con mi pareja y
además mi libro El Cazador debería ser publicado de un momento a
otro. A eso no puedo decirle que no por mi propio bien.
Me cuesta mucho decir que no a una persona que me pide ayuda
directamente, en ese sentido comprendo mucho a Harry racional.
Incluso hace poco tuve una experiencia desagradable con alguien
que me pidió consejo y se lo proveí lo mejor que pude pero luego
esa persona quería que estuviera pendiente de ella todo los días a
toda hora, y cuando no lo hice me insulto de una manera bastante
desagradable.

En fin, lamento arruinar el final del episodio con un tema tan


desalentador, pero es la realidad de mi vida en este momento y es
mejor que se preparen para esperar. Les recomiendo que aprendan
a decir que no cuando sea apropiado, yo mismo espero desarrollar
esa habilidad.

Gracias a AlenDarkStar y Gashicalmy, sobretodo el comentario de


este último (¿o última?) para el capítulo 66 podría arrojar algo de luz
sobre los misterios de este fic.

Cuídense mucho y gracias por leer.


Auto Actualizacion Parte 3
Capítulo 68: Auto-Actualización, Parte 3

Hermione no se estaba sintiendo muy amable en ese momento, ni


tampoco Buena, había una bola caliente de ira quemando dentro de
ella y se preguntó si eso se parecía a la oscuridad de Harry (aunque
probablemente no estaba ni cerca) y ella no debía haberse sentido
así por un tonto juego sin embargo -

Su ejército completo. Dos soldados habían derrotado todo su


ejército. Eso era lo que le habían contado cuando despertó.

Era simplemente demasiado.

"Bueno," dijo el Profesor Quirrell. De cerca el Profesor de Defensa


no se veía tan saludable como la última vez que ella había estado
en su oficina; su piel parecía más pálida, y se movía un poco más
lento. Su expresión era tan severa como siempre, y su mirada igual
de penetrante; sus dedos golpeando suave y rítmicamente sobre su
escritorio, rap-rap. "Supongo que de entre ustedes tres, únicamente
el Sr. Malfoy ha adivinado por qué les pedí que vinieran aquí."

"¿Algo que ver con las Más Nobles y Antiguas Casas?" inquirió
Harry a su lado, sonando confundido. "No rompí ningún tipo de ley
loca al disparar a Daphne, ¿o sí?"

"No exactamente," el hombre respondió con pesada ironía. "Ya que


la Señorita Greengrass no invocó las formas correctas del duelo,
ella no tiene derecho a demandar que usted pierda el nombre de su
Casa. Aunque por supuesto yo no habría permitido un duelo formal.
Las guerras no respetan tales reglas." El Profesor de Defensa se
dobló, junto sus manos y sobre ellas apoyó su barbilla, como si estar
sentado derecho ya lo hubiera cansado. Sus ojos los midieron,
astutos y peligrosos. "General Malfoy. ¿Por qué los llamé aquí?"
"El General Potter contra nosotros dos ya no es una pelea justa,"
Draco Malfoy replicó en voz baja.

" ¿Qué? " espetó Hermione. "Nosotros casi los vencimos, de no


haberse desmayado Daphne -"

"La Señorita Greengrass no se desmayó por agotar sus reservas de


magia," el Profesor Quirrell la cortó secamente. "El Sr. Potter le
disparó por la espalda con un Maleficio de Sueño mientras sus
soldados estaban distraídos al ver a su general volar y chocar contra
una pared. Pero felicitaciones de todos modos, Señorita Granger,
por casi derrotar a dos Legionarios Caóticos con apenas veinticuatro
Soldados Rayo de Sol."

La sangre flameando en sus mejillas se puso un poco más caliente.


"Eso - eso fue sólo - si tan sólo me hubiera dado cuenta que él
estaba usando armadura -"

El Profesor Quirrell la miró fijamente por encima de sus dedos


tocándose. "Por supuesto que había maneras en las que usted
podría haber ganado, Señorita Granger. Siempre las hay, en cada
batalla perdida. El mundo a nuestro alrededor redunda con
oportunidades, explota cpn oportunidades, que casi todas las
personas ignoran porque les requeriría violar un hábito del
pensamiento; en cada batalla hay miles de huesos de Hufflepuff
esperando ser afilados para convertirse en lanzas. Si se le hubiera
ocurrido intentar un Finite Incantatem masivo basada en principios
generales, usted habría anulado la cota de malla del Sr. Potter y
todo lo demás que estaba vistiendo excepto su ropa interior, lo que
me lleva a sospechar que el Sr. Potter no se dio cuenta del todo de
su propia vulnerabilidad. O usted pudo haber hecho que sus
soldados se lanzaran por montón encima del Sr. Potter y al Sr.
Longbottom y físicamente quitar las varitas de sus manos. La
respuesta del Sr. Malfoy no fue lo que yo llamaría bien razonada,
pero al menos no ignoró por completo las miles de alternativas que
tenía." Una sonrisa sardónica. "En cambio usted, Señorita Granger,
tuvo el infortunio de recordar cómo lanzar el Maleficio Paralizador, y
no usó su excelente memoria para buscar una docena de hechizos
más sencillos que podrían haber resultado eficaces. Y puso todas
las esperanzas de su ejército sobre su propia persona, por lo que
perdieron espíritu cuando usted cayó. Tras eso ellos continuaron
invocando sus fútiles Maleficios de Sueño, gobernados por los
hábitos de lucha en los que habían sido entrenados, incapaces de
romper los patrones como lo hizo el Sr. Malfoy. No puedo
comprender del todo lo que pasa por las mentes de las personas
cuando repiten la misma estrategia fallida una y otra vez, porque
aparentemente es una asombrosamente rara idea la de intentar algo
más. Y así el Regimiento Rayo de Sol fue destruido por dos
soldados." El Profesor de Defensa hizo una mueca sin alegría. "Se
puede percibir una similitud con la forma en que cincuenta
Mortífagos dominaron a toda la Bretaña mágica, y cómo nuestro
muy amado Ministro sigue gobernando."

El Profesor de Defensa suspiro. " No obstante, Señorita Granger,


permanece el hecho de que esta no es la primera derrota de este
tipo que usted ha sufrido. En la batalla previa, usted y el Sr. Malfoy
unieron fuerzas, y aún así lucharon hasta empatar, por lo que el Sr.
Malfoy y usted tuvieron que perseguir al Sr. Potter hasta el tejado.
La Legión Caos ha demostrado ya, en dos veces consecutivas,
fuerza militar equivalente a la de los otros dos ejércitos combinados.
Esto no me deja otra opción. General Potter, usted va a elegir ocho
soldados de su propio ejército, incluyendo al menos un Teniente
Caótico, para ser dividido entre el Ejército Dragón y el Regimiento
Rayo de Sol -"

" ¿Qué? " Hermione explotó de nuevo, ella miró de reojo a los otros
generales y vio que Harry se mostraba tan conmocionado como ella,
mientras que Draco Malfoy solamente se veía resignado.

"El General Potter es más fuerte que ustedes dos juntos," el


Profesor Quirrell declaró con calmada precisión. "Su concurso ha
terminado, pues él ha ganado, y es hora de calibrar a los tres
ejércitos para que él afronte un nuevo reto."

" ¡Profesor Quirrell! " exclamó Harry. "Yo no -"


"Esta es mi decisión como el Profesor de Batalla Mágica en el
Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y no está sujeta a
negociaciones." Las palabras seguían siendo precisas, sin embargo
la mirada en los ojos del Profesor Quirrell le congeló la sangre a
Hermione, incluso si él no la veía a ella sino a Harry. "Y encuentro
sospechoso, Sr. Potter, que el momento en que usted deseó insolar
a la Señorita Granger y al Sr. Malfoy para forzar que lo persiguieran
hasta el tejado, usted fuera capaz de aniquilar exactamente la
cantidad de sus fuerzas unidas que a usted le convenía. En efecto,
este es el nivel de desempeño que yo esperaba de usted desde el
inicio del año, ¡y me molesta descubrir que usted se ha estado
conteniendo en mis clases todo este tiempo! He visto lo que usted
puede hacer en verdad, Sr. Potter. Está muy por encima del punto
donde el Sr. Malfoy o la Señorita Granger pueden combatirlo en un
nivel parejo, y no se le permitirá pretender que es de otro modo.
Esto, Sr. Potter, se lo digo en mi capacidad como su profesor: Para
que usted descubra todo su potencial, debe ejercer sus habilidades
al máximo y no contenerse por ninguna razón - ¡particularmente no
por preocupaciones infantiles ante lo que podrían pensar sus
amigos!"

Ella abandonó la oficina del Profesor de Defensa con un ejército


más grande, y menos dignidad, y sintiéndose mucho más como un
pequeño y triste bicho que acababa de ser aplastado, e intentando
no llorar con mucha mucha fuerza.

"¡ No me estaba conteniendo!" Harry dijo tan pronto dieron la vuelta


en la primera esquina afuera de la oficina del Profesor Quirrell, en
cuanto la puerta de madera quedó cubierta por las paredes de
piedra. "No estaba pretendiendo, ¡nunca permití que alguno de los
dos venciera!"

Ella no respondió, no podía responder, todo se le saldría si


procuraba pronunciar una palabra.
"¿En serio?" replicó Draco Malfoy. El General Dragón seguía
teniendo ese aire de resignación. "Porque Quirrell está en lo
correcto, sabes, es sospechoso que pudieras vencer a casi todos en
nuestros dos ejércitos tan pronto como quisiste que te siguiéramos
hacia el tejado. Y no dijiste algo entonces, Potter, ¿sobre que
necesitábamos vencerte cuando estuvieras peleando en serio?"

La sensación de ardor estaba reptando por su garganta, y cuando


llegara a sus ojos ella estallaría en lágrimas, y desde entonces no
sería más que una pequeña niña chillona para los dos.

"Eso -" Dijo la voz de Harry con urgencia, ella no lo estaba mirando
pero su voz sonó como si hubiera girado su cabeza hacia ella. "Eso
fue - Intenté hacer un mayor esfuerzo en esa ocasión, había una
razón importante, yo tenía que, así que use un montón de trucos
que había estado guardando - y -"

Ella siempre había estado intentando hacer su mejor esfuerzo, en


cada ocasión.

"- y yo, yo permití salir a un lado de mí mismo que usualmente no


usaría para algo como clase de Defensa -"

Por lo que si alguna vez ella estaba cerca de ganar contra Harry
cuando realmente importara, él simplemente podría adentrarse en
su lado oscuro y aplastarla, ¿eso era cierto?

… por supuesto que lo era. Ella ni siquiera podía mirar a Harry a los
ojos cuando él era aterrador, ¿cómo se le había ocurrido pensar que
ella podía llegar a vencerlo de verdad?

El corredor se dividió, y Harry Potter y Draco Malfoy se dirigieron


hacia la izquierda para llegar a la escalera que los subía hasta el
segundo piso, y en cambio ella fue hacia la derecha, ni siquiera
sabía hacia dónde llevaba ese pasaje pero ahora mismo le era
preferible estar perdida en el castillo.
"Disculpa, Draco," habló la voz de Harry, y luego un golpeteo de
pisadas siguiéndola.

"Dejame sola," ella declaró, sonó severa pero tuvo que cerrar la
boca y presionar sus labios temblorosos y aguantar la respiración
para evitar que todo se le escapara.

El niño siguió acercándose, corrió a su lado y se puso enfrente de


ella, porque era estúpido ese era el por qué, y Harry dijo, su voz
ahora era un susurro agudo y desesperado, "¡Yo no salí corriendo
cuando tú me estabas venciendo a mí en todas mis clases excepto
montar escoba!"

Él no entendía, y nunca lo comprendería, Harry Potter nunca lo iba a


captar, porque sin importar que concurso él perdiera seguiría siendo
el Niño-Que-Vivió, si tu eras Harry Potter y Hermione Granger te
estaba venciendo eso quería decir que todos estaban esperando
que elevaras para el reto, si eres Hermione Granger y Harry Potter
te estaba venciendo eso significaba que simplemente no eras nadie.

"No es justo," ella aulló, su voz estaba sacudida aunque no estaba


llorando, no todavía, " Yo no tendría porqué luchar contra tu lado
oscuro, yo sólo - únicamente -" Yo nada más tengo doce, eso fue lo
que pensó entonces.

"Yo sólo usé mi lado oscuro una vez y eso fue - ¡cuando tenía que
hacerlo!"

"¿Así que hoy venciste a todo mi ejército siendo simplemente


Harry?" Ella seguía sin llorar todavía, y aún así se preguntó cómo se
vería su cara en ese momento, si se vería como una Hermione
enojada o una triste.

"Yo -" Harry contestó. Su voz se puso más baja, "yo no estaba…
realmente no esperaba ganar, esta vez, sé que afirme ser invencible
sin embargo eso únicamente fue para asustarte, realmente pensé
que te íbamos a detener por un rato -"
Ella empezó a caminar de nuevo, pasó a un lado de él caminando, y
mientras pasó el rostro de Harry se endureció como si él fuera a
llorar.

"¿Está el Profesor Quirrell en lo correcto?" llegó un murmullo agudo


y desesperado detrás suyo. "Si te tengo como amiga, ¿siempre
tendré que tener miedo de ser mejor que tú porque sabré que herirá
tus sentimientos? ¡Eso no es justo, Hermione!"

Ella respiró profundamente y lo aguantó y salió corriendo, sus pies


resonando a través de la piedra tan rápido como podían, corriendo
tan veloz como se atrevía con la visión borrosa, corrió para que
nadie la fuera a escuchar, y esta vez Harry no la siguió.

Minerva estaba revisando los pergaminos de Transformación para el


Lunes, y acababa de reducir doscientos puntos a un pergamino de
quinto año con un error que potencialmente podría haber asesinado
a alguien. Durante su primer año como profesora había estado
indignada por las locuras de los estudiantes en sus últimos años,
ahora nada más estaba resignada. Algunas personas además de no
aprender nunca, nunca se daban cuenta de que eran irremediables,
seguían animados y ansiosos y lo seguían intentando. A veces te
creían cuando se los decías, antes de que abandonaran Hogwarts,
que ellos nunca debían intentar nada inusual, rendirse con la
Transformación y usar las artes únicamente mediante
Encantamientos establecidos; y a veces… ellos no te hacían caso.

Estaba a la mitad de intentar desenmarañar una respuesta


particularmente compleja cuando un llamado a la puerta interrumpió
sus pensamientos; y no eran sus horas de oficina, pero le había
tomado muy poco tiempo como Jefa de la Casa de Gryffindor
aprender a suspender la sentencia. Siempre podía restar puntos de
Casa después.

"Adelante," ella dijo con voz rasposa.


La niña que entró a su oficina claramente había estado llorando, y
luego se había lavado la cara con la esperanza de que no se notara
-

"¡Señorita Granger!" exclamó la Profesora McGonagall. Le había


tomado un momento reconocer el rostro con los ojos enrojecidos y
las mejillas hinchadas. "¿Qué sucedió?"

"Profesora," respondió la niña con voz temblorosa, "usted dijo que si


alguna vez estaba preocupada o incómoda por cualquier cosa,
debía venir con usted de inmediato -"

"Sí" reiteró la Profesora McGonagall, "¿ahora qué sucedió? "

La niña empezó a explicar -

Hermione se quedó quieta y las escaleras giraron a su alrededor,


una hélice giratoria que no debió llevarla a ningún lado, y en vez de
eso la elevó continuamente hacia arriba. Hermione pensó que se
parecía al Encantamiento de Escalera Sin Fin, que había sido
inventado en 1733 por el hechicero Arram Sabeti que vivió en la
cima del Monte Everest en los días en que ningún Muggle lo podía
trepar. Sólo que eso no podía ser correcto porque Hogwarts era
mucho más vieja - ¿tal vez el encantamiento había sido re
inventado?

Ella debió estar temerosa, debió estar nerviosa por su segundo


encuentro con el Director.

Ella estaba, de hecho, temerosa y nerviosa por su segundo


encuentro con el Director.

Sólo que Hermione Granger había estado pensando; había estado


pensando mucho, tras no haber sido capaz de correr más y se había
recostado contra una pared con sus pulmones en llamas, pensando
mientras se enrollaba como una bola con la espalda contra la fría
piedra y sus piernas extendidas y llorando.

Incluso si perdía contra Harry Potter ella nunca, jamás iba a perder
contra Draco Malfoy, eso era simplemente totalmente absolutamente
inaceptable, y el Profesor Quirrell había alabado al General Malfoy
por no ignorar sus miles de alternativas; por lo que después de
haberse desahogado en llanto pensó en otros catorce hechizos que
ella debió haber intentado contra Harry y Neville, y luego se
preguntó a sí misma si podría haber estado cometiendo el mismo
tipo de equivocación sobre otras cosas; y así fue como terminó
llamando a la puerta de la Profesora McGonagall. No para pedir
ayuda, ahora mismo Hermione no tenía ningún plan con el que
podría haber pedido ayuda, nada más le contaba todo a la Profesora
McGonagall, porque cuando pensó al respecto le pareció como una
de las mil alternativas de las que el Profesor Quirrell había estado
hablando.

Y le contó a la Profesora McGonagall sobre cómo Harry Potter había


cambiado desde el día en que el fénix había estado sobre su
hombro, y sobre cómo más y más personas parecían verla como
algo que le pertenecía a Harry, y cómo le parecía que Harry se
estaba alejando cada vez más de todos los demás en su año
escolar e iba por ahí con un aire triste a veces como si estuviera
perdiendo a alguien, y ella ya no sabía qué hacer.

Y la Profesora McGonagall le había dicho que necesitaban hablar


con el Director.

Y Hermione se había sentido preocupada, pero entonces tuvo el


pensamiento de que Harry Potter no habría estado aterrado del
Director. Harry Potter nada más se habría lanzado hacia adelante
haciendo lo que fuera que estuviera intentando hacer. Quizá (le llegó
el pensamiento) valía la pena intentar ser así, no estar asustada,
nada más hacer lo que fuera, y ver lo que le ocurría, realmente no
podía ser tan malo.

La Escalera Sin Fin dejó de girar.


La gran puerta de roble en frente de ellas con la aldaba metálica del
grifo se abrió sin haber sido tocada.

Detrás de un escritorio de roble negro con docenas de cajones


saliendo en todas direcciones, viéndose como si tuviera conjuntos
de cajones dentro de otros cajones, estaba el Director de Hogwarts
de barba plateada sobre su trono, Albus Percival Wulfric Brian
Dumbledore, dentro de cuyos ojos gentilmente centelleantes
Hermione miró durante tres segundos antes de distraerse con todas
las otras cosas en el cuarto.

Tiempo después - ella no estaba segura de cuánto tiempo pero fue


mientras estuvo intentando contar el número de cosas en el cuarto
por tercera vez y todavía no conseguía la misma respuesta, aún
cuando su memoria insistía que nada había sido añadido o
removido - el Director se aclaró la garganta y dijo, "¿Señorita
Granger?"

La cabeza de Hermione se dio la vuelta, y ella sintió un poco de


calor en sus mejillas; sin embargo Dumbledore no pareció molesto,
sólo sereno, y con una mirada intrigada en aquellos tibios, mitad
ojos mitad gafas.

"Hermione," habló la Profesora McGonagall, la voz de la bruja era


gentil y su mano sobre el hombro de Hermione era tranquilizadora,
"por favor cuenta al Director lo que me revelaste sobre Harry."

Hermione empezó a hablar, a pesar de su nueva resolución su voz


seguía tropezando con algo de nerviosismo, al describir cómo Harry
había cambiado en las últimas semanas desde que Fawkes había
estado sobre su hombro.

Cuando terminó hubo una pausa, y luego el Director suspiró. "Lo


lamento, Hermione Granger," declaró Dumbledore. Aquellos ojos
azules se habían vuelto más tristes mientras ella se explicaba. "Eso
es… desafortunado, pero no puedo decir que sea inesperado. Es la
carga del héroe, lo que has visto."
"¿Un héroe? " inquirió Hermione. Ella levantó la vista nerviosamente
hacia la Profesora McGonagall y vio que el rostro de la Profesora de
Transformación se había puesto más duro, aunque su mano seguía
apretando el hombro de Hermione de manera confortadora.

"Sí," respondió Dumbledore. "Yo fuí un héroe alguna vez, antes de


ser un misterioso mago anciano, en los días cuando me opuse a
Grindelwald. ¿Ha leído libros de historia, Señorita Granger?"

Hermione asintió.

"Bueno," prosiguió Dumbledore, "eso es lo que los héroes tienen


que hacer, Señorita Granger, tienen sus tareas y deben crecer
fuertes para cumplirlas, y eso es lo que usted ve suceder a Harry. Si
hay algo que pueda ser hecho para hacer más gentil su camino,
entonces usted será la que lo haga, y no yo. Pues yo no soy el
amigo de Harry, lastimosamente, no soy más que su misterioso
mago anciano."

"Yo -" titubeó Hermione. "No estoy segura - de querer seguir siendo
-" Su voz se paró, parecía demasiado horrible como para decirlo en
voz alta.

Dumbledore cerró sus ojos, y cuando los abrió, se veía un poco más
viejo que antes. "Nadie puede detenerle, Señorita Granger, si elige
dejar de ser la amiga de Harry. En cuanto a lo que eso le haría,
usted puede saberlo mejor que yo."

"Eso - no parece justo, " Hermione dijo, su voz temblando. "¿Que yo


tenga que ser la amiga de Harry porque él no tiene a nadie más?
Eso no parece justo."

" Ser una amiga no es algo a lo que usted pueda ser forzada,
Señorita Granger." Sintió como si los ojos azules la atravesaran.
"Los sentimientos están ahí, o no están. Si están ahí, usted puede
aceptarlos o negarlos. Usted es la amiga de Harry - y escoger
negarlo le haría a él un terrible daño, quizá más allá de cualquier
cura. Pero Señorita Granger, ¿que la empujará a semejante
extremo?"

Ella no podía hallar las palabras. Ella nunca había sido capaz de
encontrar las palabras. "Si te acercas demasiado a Harry - eres
tragada, y ya nadie te mira a ti, no eres más que algo que le
pertenece a él, todos creen que el mundo entero gira alrededor de él
y…" Ella no tenía las palabras.

El mago anciano asintió con lentitud. "Es efectivamente un mundo


injusto en el que vivimos, Señorita Granger. Todo el mundo sabe
que fuí yo quien derrotó a Grindelwald, y pocos recuerdan a
Elizabeth Beckett quien murió abriendo el camino para que yo
pudiera avanzar. Y aún así ella es recordada. Harry Potter es el
héroe de esta obra, Señorita Granger; el mundo sí gira alrededor de
él. Él está destinado a grandes cosas; y creo que llegará el
momento en que el nombre de Albus Dumbledore será recordado
como el misterioso mago anciano de Harry Potter, más que por
cualquier cosa que yo haya hecho. Y tal vez el nombre de Hermione
Granger será recordado como su compañera, si demuestra ser
digna de ello en su tiempo. Por esto le diré la verdad: nunca hallará
más gloria por su cuenta, que en la compañía de Harry Potter."

Hermione sacudió su cabeza con rapidez. "Pero eso no es -" Ella


sabía que no sería capaz de explicarlo. "No es por la gloria, es
sobre ser - ¡algo que le pertenece a alguien más!"

"¿Así que piensa que preferiría ser la heroína?" El mago anciano


suspiró. "Señorita Granger, yo he sido un héroe, y un líder; y habría
sido mil veces más feliz de haber podido pertenecer a alguien como
Harry Potter. Alguien hecho de algo más duro que yo, para tomar las
decisiones difíciles, y aún así digno de ser mi líder. Pensé, una vez,
que había conocido a tal hombre, sin embargo estaba equivocado…
Señorita Granger, usted no tiene idea para nada de cuán
afortunados son aquellos como usted, en comparación a los
héroes."
La ardiente sensación estaba trepando por su garganta de nuevo,
junto con la impotencia, ella no comprendía por qué la Profesora
McGonagall la había traído aquí si el Director no la iba a ayudar, y
tras echar una ojeada a la cara de la Profesora McGonagall, parecía
como si la propia Profesora McGonagall tampoco estuviera segura
de que hubiera sido una buena idea

"Yo no quiero ser una heroína," replicó Hermione Granger, "No


quiero ser la compañera de un héroe, nada más quiero ser yo. "

(Unos cuantos segundos después le llegó el pensamiento de que


quizá ella sí quería en realidad convertirse en una heroína, pero
decidió que no iba a cambiar lo que acaba de pronunciar.)

"Ah," dijo el anciano mago. "Ese es un objetivo arduo, Señorita


Granger." Dumbledore se alzó de su trono, se apartó de su
escritorio, y apuntó a un símbolo en la pared, tan ubicuo que los ojos
de Hermione lo habían pasado por alto; un escudo descolorido
sobre el cual estaba inscrito la heráldica de Hogwarts, el león y la
serpiente, el tejón y el cuervo, y en Latín grabadas las palabras cuyo
significado ella nunca comprendió. Entonces, mientras se daba
cuenta dónde estaba puesto el escudo, y cuán viejo se veía, de
repente se le ocurrió a Hermione que éste podría ser el original -

"Un Hufflepuff diría," declaró Dumbledore, golpeando suavemente


con su dedo el descolorido tejón y haciendo que Hermione se
retorciera del dolor por el privilegio (si es que era el original), "que
esas personas fracasaban en convertirse lo que debían haber sido,
porque eran demasiado perezosos para poner todo el trabajo
necesario. Un Ravenclaw," tocando el cuervo, "repetiría aquellas
palabras que los sabios reconocen como más antiguas que
Socrates, conocete a ti mismo, y dirían que las personas fracasan
en ser lo que deberían ser, a causa de la ignorancia y la falta de
pensamiento. Y Salazar Slytherin," Dumbledore arrugó la cara
cuando su dedo tocó la serpiente descolorida, "por alguna razón,
diría que nos convertimos en lo que debemos ser al seguir nuestros
deseos adonde quiera que nos lleven. Tal vez él creería que las
personas fracasan en convertirse en sí mismos porque se rehúsan a
hacer lo que es necesario para alcanzar sus ambiciones. Sin
embargo es de notar que casi todos los Magos Oscuros que han
salido de Hogwarts han sido Slytherins. ¿Se convirtieron en lo que
se suponía debían ser? Yo creo que no." El dedo de Dumbledore
tocó al león, y luego se giró hacia ella. "Dígame, Señorita Granger,
¿qué respondería un Gryffindor? No necesito preguntar si el
Sombrero Seleccionador le ofreció esa Casa."

No parecía una pregunta difícil. "Un Gryffindor diría que las


personas no se convierten en lo que deberían ser, porque tienen
miedo."

"La mayoría de las personas tienen miedo, Señorita Granger,"


afirmó el mago anciano. "Viven su vida entera circunscritos por
temores paralizantes que les impide alcanzar todo lo que podrían
lograr, todo lo que podrían convertirse. Temor de decir o hacer lo
incorrecto, terror de perder sus meras posesiones, miedo de la
muerte, y sobretodo el temor a lo que otras personas pensarán de
ellos. Tal miedo es la cosa más terrible, Señorita Granger, y es
terriblemente importante saber eso. Sin embargo no es eso lo que
Godric Gryffindor había dicho. Las personas se convierten en lo que
se supone que deben ser, Señorita Granger, al hacer lo que es
correcto." La voz del mago anciano era gentil. "Así que responda,
Señorita Granger, ¿cuál le parece a usted que es la elección
correcta ? Porque eso es quien usted es realmente, y a donde sea
que ese camino la lleve, esa es quien usted se supone debe
convertirse."

Hubo un largo espacio llenado con los sonidos de las cosas que no
podían ser contadas.

Ella pensó al respecto, porque era una Ravenclaw.

"No creo que sea correcto," Hermione respondió con lentitud, "para
alguien tener que vivir dentro de la sombra de alguien más de ese
modo…"
"Muchas cosas en este mundo no son correctas," replicó el mago
anciano, "la cuestión es lo que es correcto para usted hacer al
respecto. Hermione Granger, seré menos sutil de lo que es usual
para un misterioso mago anciano, y le revelaré sin rodeos que usted
no puede imaginar cuán mal saldrían las cosas si los eventos
alrededor de Harry Potter cogieran un mal cariz. Su misión es de
una importancia tan grande que usted ni siquiera soñaría con
alejarse, de saber usted de que se trata."

"¿ Cuál misión?" interrogó Hermione. Su voz estaba temblando,


porque era muy claro cuál respuesta estaba buscando el Director y
ella no quería darla. "¿Que le sucedió a Harry entonces, por qué
estaba Fawkes sobre su hombro?"

"Él creció," contestó el mago anciano. Sus ojos parpadearon varias


veces, bajo las gafas de media luna, y de repente su rostro pareció
muy arrugado. "Verá usted, Señorita Granger, las personas no
crecen por el tiempo, las personas crecen cuando se encuentran en
situaciones de adultos. Eso es lo que le ocurrió a Harry Potter este
Sábado. Se le dijo - usted no debe compartir esta información con
nadie, usted entiende - se le dijo que debía pelear con alguien. Yo
no puedo revelar con quién. No puedo revelar por qué. Pero eso es
lo que le sucedió a él, y la razón por la que necesita a sus amigos."

Hubo una pausa.

" ¿Bellatrix Black? " Hermione inquirió. No habría estado más


conmocionada ni siquiera si alguien le hubiera enchufado un cable
eléctrico dentro de la oreja. "¿Usted va a hacer que Harry combata a
Bellatrix Black? "

"No," respondió el mago anciano. "No ella. No puedo decirle quién, o


por qué."

Ella lo consideró un poco más.

"¿Hay alguna manera en la que me pueda mantener a la par con


Harry?" preguntó Hermione. "O sea, no estoy diciendo que eso es lo
que voy a hacer, sin embargo - ¿si él necesita amigos entonces
podemos ser amigos iguales ? ¿Puedo yo ser una heroína
también?"

"Ah," exclamó el mago anciano, y sonrió. "Únicamente usted puede


decidir eso, Señorita Granger."

"Pero usted no me va a ayudar como le está ayudando a Harry."

El mago anciano negó con su cabeza. "Le he ayudado muy poco,


Señorita Granger. Y si usted me está pidiendo una misión -" El mago
anciano sonrió de nuevo, más bien irónicamente. "Señorita Granger,
usted está en su primer año de Hogwarts. No esté demasiado
ansiosa de crecer; después habrá suficiente tiempo para eso."

"Yo tengo doce. Harry tiene once. "

"Harry Potter es special," aclaró el mago anciano. "Como usted bien


sabe, Señorita Granger." Los ojos azules de repente la perforaron
bajo las gafas de media luna, y ella recordó el día del Dementor
cuando la voz de Dumbledore le había comunicado, dentro de su
mente, que él sabía sobre el lado oscuro de Harry.

Hermione levantó su mano y tocó la mano de la Profesora


McGonagall, que había permanecido fuerte sobre su hombro
durante todo el tiempo, y Hermione dijo, ella estaba sorprendida de
que su voz no se rompiera, "Me gustaría irme, ya mismo, por favor."

"Por supuesto," confirmó la Profesora McGonagall, y Hermione


sintió la mano sobre su hombro haciéndola girar gentilmente para
encarar la puerta de roble.

"¿Has elegido ya tu camino, Hermione Granger?" interrogó la voz de


Albus Dumbledore detrás suyo, al tiempo que la puerta crujía
lentamente al abrirse y revelar el Encantamiento de la Escalera Sin
Fin.

Ella asintió.
"¿Y?"

"Yo," ella titubeó, su voz atascada, "yo, yo -"

Ella tragó saliva.

"Yo haré - lo que es correcto -"

No añadió nada más, no era capaz, y entonces la Escalera Sin Fin


empezó a girar a su alrededor una vez más.

Ni la Profesora McGonagall ni ella hablaron durante el descenso.

Cuando las Fluidas Gárgolas de Piedra se hicieron a un lado para


dejarlas pasar, y las dos salieron hacia los corredores de Hogwarts,
la Profesora McGonagall finalmente habló, y lo hizo susurrando, "Lo
lamento terriblemente, Señorita Granger. No pensé que el Director
fuera a decir semejantes cosas a usted. Creo que él realmente ha
olvidado lo que se siente ser un niño."

Hermione le devolvió la mirada y vio que la Profesora McGonagall


parecía como si ella fuera a explotar en lágrimas… sólo que no
realmente, pero había una tensión en su cara que era similar a eso.

"Si yo quiero ser una heroína también," pidió Hermione, "si decido
ser una heroína también, ¿hay algo que usted pueda hacer para
ayudar?"

La Profesora McGonagall rápidamente negó con su cabeza, y


contestó, "Señorita Granger, no estoy segura de que el Director esté
equivocado sobre eso. Usted tiene doce."

"De acuerdo," replicó Hermione.

Caminaron un poco más.

"Disculpe," dijo Hermione, "¿está bien si regreso por mi cuenta a la


torre de Ravenclaw? Lo siento, no es su culpa ni nada, únicamente
quiero estar a solas en este momento."
"Por supuesto, Señorita Granger," aceptó la Profesora McGonagall,
su voz sonando un poco ronca, y Hermione escuchó sus pasos
detenerse, y luego devolverse detrás suyo.

Hermione Granger se fue caminando.

Subió un tramo de escaleras, y luego otro, preguntándose si había


alguien más en Hogwarts que le diera la oportunidad de ser un
héroe. El Profesor Flitwick diría lo mismo que la Profesora
McGonagall, e incluso si no lo hacía, probablemente no le podría
ayudar, Hermione no sabía quién podía ayudar. Bueno, al Profesor
Quirrell se le ocurriría algo astuto si ella usaba suficientes puntos
Quirrell, pero ella tenía la sensación de que preguntarle a él sería
una mala idea - que el Profesor de Defensa no podría ayudar a
nadie a convertirse en el tipo de héroe que valía la pena convertirse,
y que él ni siquiera entendería la diferencia.

Casi había llegado a la torre de Ravenclaw cuando vio el destello


dorado.

Nota del traductor

Han pasado 84 años.

Aún no estoy libre del todo de mis compromisos de escritor negro


mal pagado, pero ya casi.

Me han sucedido varias cosas pero aún no se han concretado al


punto en que pueda explicarlas. Mañana tengo una cita médica y de
eso dependen muchas cosas en mi futuro. No es algún peligro
inminente el que me amenaza, sino más bien una de esas lindas
enfermedades para toda la vida, pero hasta que no haya nada
confirmado es mejor no comentarlo.

Sobre HPMOR, confieso que a ratos quisiera que alguien más


siguiera con el proyecto o me colaborara. Pero el 100% de los que
se han ofrecido a hacer alguna de esas dos cosas no me ha
cumplido, lamentablemente. Supongo que en parte es mi culpa,
porque quiero que la traducción se haga con la mayor calidad
posible.

Me han reclutado para ser voluntario en mi biblioteca escapar, y


aunque quiero escapar del compromiso porque soy introvertido, me
instigaron suficiente culpa como para no poder decir que no sin
remordimientos. Tal vez pueda motivar a algunas personas a leer
HPMOR como un método para fomentar la lectura y el amor a la
ciencia.

Tengo la intención de que el siguiente capítulo no demore tanto, y


creo que ya empiezo a regresar a un ritmo de traducción normal, sin
embargo no quiero prometer fechas que no estoy seguro de cumplir
mientras haya tanta inestabilidad en mi vida.

Esta saga con Hermione me gusta bastante, y espero hacerle


justicia.
Auto Actualizacion Parte 4
Capítulo 69: Auto-Actualización, Parte 4

Lo que vio estaba por fuera de la esquina del ojo de Hermione


Granger, un reflejo sobre el metal pulido de una estatua en donde se
conectaban dos corredores, un destello dorado, un destello rojo,
algo como una imagen de fuego; nada más por un momento lo vio, y
luego se había ido.

Se pausó, confundida, y casi se fue caminando, pero hubo algo


familiar sobre ese breve resplandor -

Hermione avanzó hacia donde yacía la estatua, se asomó hacia el


corredor de donde creyó provenía el feroz reflejo.

Débilmente, como si fuera de un lugar muy lejano, escuchó el grito,


la llamada.

Hermione empezó a correr.

Ella corrió por un tiempo; cada vez que llegaba a un cruce ella se
detenía, recuperaba el aliento tanto como podía, y luego vería un
destello de fuego reflejado de una dirección u otra, o escuchaba la
llamada distante. De no haber sido por el entrenamiento con su
ejército se habría desmayado por el cansancio, al correr así.

Ella nunca vio el fénix.

Y luego llegó a una división de cuatro caminos y no había nada,


ninguna señal, esperó por largos segundos y no escuchó ni grito ni
vio fuego, y apenas estaba empezando a cuestionarse con una
sensación desagradable si acaso no lo habría imaginado todo,
cuando escuchó a una persona gritar.

Cuando sus rápidos pies corriendo le dieron la vuelta a la esquina


su mente comprendió la escena de un mero vistazo, tres enormes
chicos de túnicas de bordes verdes ya volteandose para mirarla, y
otro chico más bajo con bordes amarillos, quien estaba colgando en
el aire por un pie que era sostenido muy alto por una mano invisible.

La General Rayo de Sol ni siquiera pensó al respecto, las personas


que se paran a pensar no elaboran buenas emboscadas.

Su varita estaba en su mano, sus dedos giraron y sus labios


pronunciaron "¡Somnium! " y el abusón más grande cayó al suelo, el
chico Hufflepuff se descolgó del aire con un porrazo y los otros dos
abusones estaban intentando apuntar sus varitas hacia ella cuando
gritó "¡Somnium! " otra vez y otro chico enorme se desplomó - el que
había apuntado su varita con mayor velocidad, ese era al que ella
había disparado.

Infortunadamente invocar dos Maleficios de Sueño de seguido era


difícil incluso para ella, y no pudo sacar un tercero antes de que -

El último abusón gritó "¡Protego! " y fue rodeado por un brillante


resplandor azul.

Veinticuatro horas antes, Hermione habría entrado en pánico ante


eso, un Encantamiento de Escudo real permitiría que el abusón le
pudiera lanzar hechizos al tiempo que estaba protegido.

Ahora ella -

"¡Stupefy! " aulló el chico abusón.

El voltio escarlata explotó hacia ella con terrible esplendor,


destellando con más brillo que cualquier otro maleficio que hubiera
surgido de la varita de Harry.

Hermione se inclinó ligeramente a la izquierda, y el voltio falló,


porque la puntería del abusón no había sido tan buena como la de
Harry; y le llegó el pensamiento de que quizá los abusones y los
ejércitos del Profesor Quirrell no se mezclaban.
"¡Stupefy! " chilló el chico abusón de nuevo. "¡Expelliarmus!
¡Stupefy! "

Como fuera, ahora ella acababa de pasar una hora entera pensando
en todos los otros hechizos que podría haber lanzado sobre Harry y
Neville -

"¡Jellyfy! " clamó el chico abusón, un sortilegio de amplio rango sin


un voltio visible para esquivar, y sus rodillas de repente se sintieron
demasiado débiles como para sostenerla. Y entonces, con un rugido
enojado produciendo un rayo escarlata aún más resplandeciente,
"¡Stupefy! "

Ella esquivó ese al caer deliberadamente, y para ese momento


había recuperado suficiente para su siguiente hechizo, que fue -

" Glisseo, " dijo Hermione, dirigiendo su comentario hacia el suelo.

"Uugh," espetó el chico abusón cuando sus pies se fueron


deslizando hacia abajo y él de hecho dejó caer su varita.

El Protego parpadeó.

" Somnium, " concluyó Hermione.

Ella seguía respirando a bocanadas cuando se arrastró hacia donde


estaba sentado el chico Hufflepuff, lamentándose y sobando su
cráneo donde había caído de cabeza en el piso; era bueno que no
se tratara de un Muggle, Hermione se dio cuenta, o él podría
haberse roto el cuello. En realidad no había considerado eso.

"Uh," dijo el chico, su cabello era de un color que habría sido


llamado 'morena' de haberse tratado de una chica, sus ojos eran de
un café poco distinguido que de alguna manera parecían correctos
para Hufflepuff, no había lágrimas sobre su rostro aunque se veía
algo pálido. Ella supuso que debía estar en cuarto año, o tercero.
Entonces los ojos cafés se ensancharon cuando él se fijó en ella. "¿
General Rayo de sol? "

"Sí," ella respondió. "Esa (bocanada) soy yo." Si el chico de


Hufflepuff mencionaba cualquier cosa sobre que ella era el interés
amoroso de Harry Potter, decidió, él iba a morir.

"Vaya," comentó el chico de Hufflepuff. "Eso fue - tú acabas de - o


sea te ví en la pantalla antes de Navidad pero - ¡vaya! ¡No puedo
creer que acabes de hacer eso!"

Hubo una pausa.

Yo no puedo creer que acabo de hacer eso, pensó Hermione


Granger, quien se estaba sintiendo un poco débil de repente, debió
ser por todo lo que tuvo que correr. "Me (bocanada) disculpas," ella
pidió, "¿puedes (bocanada) desbloquear mis piernas?"

El chico asintió, se empujó a sí mismo para ponerse de pie, y sacó


su varita de entre sus túnicas; sin embargo Hermione tuvo que
corregir su gesto antes de que el contra-Maleficio funcionara
correctamente.

"Soy Michael Hopkins," se presentó el chico una vez que Hermione


se pudo enderezar por sus propios pies. Él extendió su mano. "O
simplemente Mike dentro de Hufflepuff, no hay otros Mikes en todo
Hufflepuff este año, ¿puedes creerlo?"

Estrecharon sus manos, y Mike añadió, "Como sea, gracias. "

Hermione no estaba preparada para el chorro de euforia que la


golpeó entonces, salvar a alguien de ese modo se había sentido
mejor que cualquier otra cosa que hubiera hecho en toda su vida.

Ella se giró para mirar a los abusones.

Eran muy grandes y parecían, ella creyó, tener unos quince años, y
de repente se dio cuenta de cuán grande se había vuelto la
diferencia entre los estudiantes de Hogwarts que se habían inscrito
en las actividades extracurriculares del Profesor Quirrell, y
estudiantes que tenían años de haber sido enseñados por los
peores Profesores que algunas vez llegaron a Profesar. Ser capaz
de golpear las cosas a las que apuntabas, por ejemplo; o ser capaz
de pensar lo suficiente en el medio de una batalla para darte cuenta
de que debías Innervate a tus camaradas caídos. Y otras cosas que
el Profesor Quirrell había afirmado, como que en el mundo real casi
todas las peleas serían decididas por un ataque sorpresa, de
repente tenían mucho más sentido para ella.

Aún intentando recuperar su aliento, volvió a observar a Mike.

"Creerías (bocanada) tú," preguntó Hermione Granger, "¿que hace


cinco minutos yo estaba (bocanada) teniendo problemas figurando
cómo me podía convertir en una (bocanada) heroína?"

¿Había pensado realmente que necesitaba permiso de alguien, o


que los héroes se quedaban sentados esperando a que alguien más
les diera misiones? Era muy simple de hecho, nada más ibas en
donde estuviera el mal, eso era todo lo que requería ser un héroe.
Debió haberlo recordado, ella no debió haber necesitado un fénix
para decírselo, que las cosas malas a veces sucedían aquí mismo
en Hogwarts.

Entonces Hermione nerviosa miró de nuevo a donde los tres chicos


mayores yacían inconscientes pues se dio cuenta de golpe que ellos
la habían visto, ellos podrían saber quién era ella, podrían hacerle
un ataque traicionero y cogerla a ella por sorpresa y - y ellos
realmente podrían herirla -

Hermione se detuvo.

Recordó que Harry Potter se había puesto a sí mismo en el medio


de cinco Slytherin en el primer día de clases cuando ni siquiera
sabía cómo usar su varita.
Recordó al Director afirmando que uno se volvía un adulto cuando
era puesto en situaciones de adulto, y que la mayoría de personas
vivían sus vidas dentro de un constreñido círculo de temor.

Y recordó la voz de la Profesora McGonagall declarando, 'Usted


tiene doce.'

Hermione respiró profundamente, una, dos, y tres veces.

Cuestionó a Mike sobre si necesitaba ir a la oficina de la Señora


Pomfrey, lo que él rechazó; y lo obligó a contarle los nombres de los
chicos de Slytherin, por si las dudas.

Y luego Hermione Granger se alejó del montón de abusones


inconscientes con grandes zancadas, asegurándose de poner una
sonrisa sobre su cara al caminar.

Sabía que probablemente iba a ser lastimada tarde o temprano.


Pero si tenías demasiado miedo de ser lastimada para hacer lo que
era correcto, entonces no podías ser un héroe, era tan simple como
eso; y de haber puesto el Sombrero Seleccionador sobre su cabeza
en ese momento no habría esperado ni un segundo antes de gritar
'¡GRYFFINDOR!'

Seguía pensando sobre eso cuando bajó a cenar; la euforia de


salvar a alguien aún no se le quitaba, y estaba empezando a
preocuparse de que algo se hubiera roto en su cerebro.

Mientras se acercaba a la mesa de Ravenclaw una repentina


epidemia de murmullos se desató, y Hermione se preguntó si el
chico de Hufflepuff había contado algo al respecto antes de darse
cuenta de que los murmullos probablemente no eran sobre eso.

Se sentó en frente de Harry Potter quien se veía extremadamente


nervioso, probablemente porque ella seguía sonriendo.
"Ah -" dijo Harry, mientras ella se servía pan tostado fresco,
mantequilla, canela, nada de frutas o vegetales, y tres raciones de
brownies de chocolate. "Ah -"

Ella dejó que siguiera con eso hasta que terminó de llenar un vaso
de vidrio con jugo de uva, y entonces habló, "Tengo una pregunta
para usted, Sr. Potter. ¿Cómo cree que las personas fallan en
convertirse en sí mismos?"

" ¿Qué? " replicó Harry.

Ella lo miró. "Pretenda que nada de todo esto está pasando,"


añadió, "y nada más responda lo mismo que hubiera expresado
ayer."

"Mmm…" Harry dudó, mostrándose muy confundido y preocupado.


"Yo creo que ya somos nosotros mismos… no es como si yo fuera
una copia imperfecta de alguien más. Pero supongo que si intento
seguir la corriente a la pregunta, entonces podría afirmar que las
personas no se convierten en sí mismos porque absorbemos todas
esas cosas locas del ambiente y las regurgitamos. O sea, ¿cuántas
personas jugando Quidditch podrían participar de un juego así de
haber inventado el juego ellos mismos? O de vuelta en la Bretaña
Muggle, ¿cuántas personas que piensan en sí mismas como
Laborales o Conservadores o Demócratas o Liberales inventarían
ese mismo lío de creencias políticas de haber intentado inventarlas
ellos mismos?"

Hermione consideró eso. Se había estado preguntando si Harry


contestaría algo de Slytherin o quizá incluso algo de Gryffindor, sin
embargo esto no parecía encajar en la lista del Director; y se le
ocurrió a Hermione que podría haber más puntos de vista en la
materia y no solamente cuatro.

"De acuerdo," admitió Hermione, "otra pregunta. ¿Qué convierte a


alguien en un héroe?"

"¿Un héroe? " inquirió Harry.


"Sí," insistió Hermione.

"Ah…" Harry titubeó. Su tenedor y cuchillo se pusieron a rasgar


nerviosamente un pedazo de filete, cortándolo en piezas más y más
pequeñas. "Creo que muchas personas pueden hacer cosas cuando
el mundo los canaliza hacia ello… por ejemplo si las personas están
esperando que lo hagas, o si únicamente utilizan habilidades que ya
conocen, o hay una autoridad observando para cachar tus errores y
asegurarse que tú cumplas con tu parte. Sin embargo problemas
como ese ya están siendo resueltos probablemente, ya sabes, y no
hay necesidad de héroes. Por lo que pienso que las personas que
llamamos 'héroes' son raros porque tienen que inventar todo sobre
la marcha, y la mayoría no están cómodos con eso. ¿Por qué
preguntas?" El tenedor de Harry acuchilló tres pedazos de filete
cuidadosamente despedazado y los alzó hasta su boca.

"Oh, acabo de paralizar a tres grandes abusones de Slytherin y


rescaté un Hufflepuff," informó Hermione. "Voy a ser un héroe."

Cuando Harry hubo terminado de ahogarse con su comida (algunos


de los Ravenclaws que estaban a distancia de escuchar siguieron
tosiendo) él espetó, " ¿Qué? "

Hermione contó la historia, empezó a esparcirse en ondulantes


rumores al tiempo que ella hablaba. (Aunque dejó por fuera la parte
sobre el fénix, porque eso le pareció una cosa privada entre ellos
dos. Hermione había sentido sorpresa, pensando al respecto, que
un fénix apareciera para alguien que quería ser un héroe; se le hizo
un poco egoísta cuando lo pensó de ese modo; sin embargo quizá
no le importaba a los fénices siempre y cuando vieran que tú
estabas dispuesto a ayudar a otros.)

Cuando terminó de hablar, Harry se la quedó mirando fijamente


desde el otro lado de la mesa y no pronunció ni una palabra.

"Lamento mi comportamiento de antes," Hermione se disculpó.


Tragó un sorbo de su vaso con jugo de uva. "Debí recordar que
seguía pateando tus pantalones en la clase de Encantamientos y
que está bien para ti hacerlo mejor en Defensa."

" Por favor no tomes esto de mala manera," pidió Harry. Se veía
demasiado adulto ahora, y siniestro. "¿Pero estás segura de que
esta es quien tú eres, y no, para ponerlo sin rodeos, yo?"

"Estoy bastante segura," respondió Hermione. "De hecho, mi


nombre prácticamente se escribe como 'héroe' si le quitas la 'm', la 'i'
y la 'n'. Nunca había notado eso hasta el día de hoy."

"Ser un héroe no es sólo diversión y juegos," indicó Harry. "No el


verdadero heroísmo, del tipo que los adultos tienen que hacer, no es
de ese modo, no va a ser tan fácil."

"Lo sé," afirmó Hermione.

"Es difícil y doloroso y tienes que tomar decisiones donde hay ni una
respuesta buena -"

"Sí, Harry, yo también leí esos libros."

"No," insistió Harry, "no lo comprendes, incluso si los libros te


advierten no hay manera en que puedas entender hasta que -"

"Eso no te detiene," interrumpió Hermione. "No te detiene ni un


poco. Apuesto que nunca ni siquiera consideraste no ser un héroe
por eso. ¿Por qué crees que eso me va a detener a mí?"

Hubo una pausa.

Una repentina sonrisa iluminó la cara de Harry, una sonrisa que era
tan brillante e infantil como el ceño que había sido siniestro y adulto,
y todo estuvo bien entre ellos nuevamente.

"De alguna manera esto se va a poner horrible y alucinantemente


mal," bromeó Harry, todavía con la enorme sonrisa. "Sabes eso,
¿verdad?"
"Oh, lo sé," admitió Hermione. Se comió otra porción de tostada.
"Eso me recuerda, Dumbledore rehusó ser mi misterioso mago
anciano, ¿hay algún lugar al que pueda escribir para conseguir
uno?"

Conclusión:

"… y el Profesor Flitwick sostiene que su determinación parece


inquebrantable," Minerva dijo con dureza, mirando fijamente al mago
anciano de barba plateada que era responsable de esto. Albus
Dumbledore nada más estaba sentado silenciosamente y
escuchándola con una triste expresión distante en sus ojos. "La
señorita Granger ni siquiera parpadeó cuando el Profesor Flitwick la
amenazó con hacer que la transfieran a Gryffindor, sólo replicó que
si se iba se llevaría todos los libros con ella. Hermione Granger ha
decidido que va a ser un héroe y no va a aceptar un no por
respuesta. Dudo que hubieras podido empujarla en esto con más
fuerza de haberlo intentado -"

Le requirió cinco segundos completos al cerebro de Minerva


procesar esta deducción.

"¡ALBUS!" ella chilló.

"Querida mía," explicó el mago anciano, "tras haber lidiado con tu


trigésimo héroe o algo así, te darás cuenta que suelen reaccionar
muy predeciblemente a ciertas cosas; como decirles que son
demasiado jóvenes, o que no están destinados a ser héroes, o que
ser un héroe es implacentero; y si verdaderamente deseas estar
seguro tienes que encajar todas tres. Aunque," con un breve
suspiro, "no es recomendable ser demasiado evidente, o tu
Subdirectora Adjunta podría atraparte."

"Albus," Minerva declaró, su voz aún más dura, "si ella sale herida,
juro que esta vez voy a -"
"Ella habría llegado a ese mismo lugar a su debido tiempo," Albus
aseveró, la expresión triste y distante todavía en sus ojos. "Si
alguien debe convertirse en un héroe entonces ellos no escucharán
nuestras advertencias, Minerva, sin importar cuán arduo lo
intentemos. Y de todos modos, es mejor para Harry que la Señorita
Granger no se quede muy atrás de él." Albus produjo, como un
pensamiento de la nada, una lata que se giró para revelar pequeños
grumos amarillos, ella nunca había sido capaz de descubrir dónde la
guardaba y nunca había sido capaz de detectar la magia
involucrada. "¿Zumo de limón?"

" ¡Ella es una niña de doce años, Albus! "

Conclusión de la conclusión:

Dentro de las ventanas, apenas visibles en la oscuridad del


atardecer, los pescados nadaban dentro de las aguas negras;
iluminados por el brillante resplandor de la sala común de Slytherin
cuando se acercaban, desapareciendo dentro de la oscuridad
cuando se iban nadando.

Daphne Greengrass estaba sentada cómodamente en un sofá de


cuero negro, su cabeza colapsada dentro de sus manos,
destellando en un dorado-amarillento por causa de las fulgurantes
chispas de luz blanca que iban y venían de la existencia a su
alrededor.

Ella había estado preparada para ser molestada porque le gustaba


Neville Longbottom. Había estado esperando escuchar un montón
de comentarios sarcásticos sobre Hufflepuffs. Había pensado una
tonelada de respuestas automáticas para ello cuando iba de regreso
hacia los calabozos de Slytherin.

Ella había estado ansiando ser molestada por gustarle Neville. Ser
molestada por ese tipo de cosas indicaba que habías crecido para
ser una chica real.
Como se vio después, nadie había descubierto que su reto a Neville
al Más Antiguo Duelo significaba que a ella le gustaba él. Pensó que
sería obvio pero no, nadie más había tan siquiera considerado eso
aparentemente.

Siempre era el maleficio que no veías el que te golpeaba.

Ella debió llamarse a sí misma simplemente Daphne de Rayo de


Sol, como Neville de Caos. O Daphne Soleada como Ron Soleado.
O cualquier cosa excepto Greengrass de Rayo de Sol.

Hierbaverde de Rayo de Sol.

De ahí había crecido hasta Hierbaverde de Rayo de Sol y los Cielos


Azules.

Entonces alguien había añadido Montañas con Puntas de Nieve y


Criaturas del Bosque Retozando.

En la actualidad se referían a ella como la Chispeante Princesa


Unicornio de la Más Noble y Antigua Casa de Chispopo.

Y alguna maldita chica de sexto año la había golpeado con un


Maleficio Resplandeciente, ella ni siquiera había sabido que tal cosa
como un Maleficio Resplandeciente existiera, y Finite Incantatem no
había funcionado, y le había pedido ayuda a algunas chicas
mayores que ella había pensado eran sus amigas (aparentemente
había estado equivocada al respecto) y entonces amenazó a la
invocadora con graves desastres políticos infringidos por su padre y
a pesar de todo Daphne Greengrass seguía sentada en la sala
común de Slytherin con su cabeza dentro de sus manos, fulgurando
chispeante y preguntándose cómo había terminado siendo la única
persona cuerda en Hogwarts.

Ya era pasada la hora de la cena y ellos seguían con eso y si no


paraban para mañana en la mañana se iba a transferir hacia
Durmstrang y convertirse en la próxima Dama Oscura.
"¡Oigan, todos!" dijeron las gemelas Carrow dramáticamente,
agitando una copia de el Diario el Profeta. "¿Oyeron las noticias? ¡El
Wizengamot acaba de decretar que 'veamos lo que tienes'
constituye un reto legal para ser peleado hasta que el retador caiga
desfallecido y tome una siesta!"

"¡Cómo te atreves a insultar el honor de la Chispeante Princesa


Unicornio!" exclamó Tracey. "¡Veamos lo que tienes!" Entonces
Tracey se dejó caer por completo en su sofá y empezó a roncar
fuertemente.

La cabeza chispeante de Daphne se hundió un poco más dentro de


sus manos resplandecientes. "Después de que mi familia se
apodere de todo voy a ponerlos a todos ustedes bajo maleficios anti-
Aparición y los voy a enviar dentro del mar por red Floo," ella
prometió a nadie en particular. "¿A todos les parece bien, verdad?"

Paf-paf, paf-paf-paf, paf.

Daphne levantó la mirada, sorprendida; ese era una señal codificada


de Rayo de Sol -

"¡ He captado a alguien tocando! " bramó el Sr. Goyle. " ¡Tocando la
puerta! "

" ¡Veamos lo que tienes, puerta! " gritó un chico mayor que estaba
cerca de la puerta, y de un jalón abrió la puerta.

Hubo un momento de sorpresa completa.

"He venido a tener una palabra con la Señorita Greengrass," pidió la


General Rayo de Sol, sonando como si estuviera intentando oírse
confiada. "Podría alguien por favor -"

De la expresión en la cara de Hermione fue evidente que acababa


de notar a la Daphne chispeante.
Y ahí fue cuando Millicent Bulstrode subió corriendo de los
dormitorios inferiores y gritó, "Oíd, todos, adivinen qué, ahora
Granger fue y le dio una paliza a Derrick y lo que quedaba de su
banda, y su padre le envió un búho y le advirtió que si él no -"

Millicent alcanzó a ver a Hermione de pie en el corredor.

Se produjo un silencio muy ruidoso.

"Eh," habló Daphne. ¿Qué? inquirió su cerebro. "Eh, ¿qué está


haciendo aquí, General?"

"Bueno," explicó Hermione Granger con una extraña sonrisa en su


rostro, "He decidido que no es justo que los misteriosos magos
ancianos le den oportunidades para ser héroes a algunas personas
y a otras no, y también leí libros de historia y no hay suficientes
chicas heroínas en ellos. ¿Así que pensé en pasar por aquí y ver si
querías ser una heroína y por qué estás brillando de ese modo?"

Hubo otro silencio.

"Este," respondió Daphne, "probablemente no fue el mejor momento


para hacerme esa pregunta -"

" ¡Yo lo haré! " gritó Tracey Davis, brincando de su sofá.

Y así nació la Sociedad para la Promoción de la Igualdad Heróica


para las Brujas.

Nota del traductor

Y con este capítulo, fue como nació la Sociedad para la Promoción


de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.
Cualquier tema relacionado con el dinero es complicado, por lo que
me voy a limitar a los hechos. Y porque podría muy bien ser el
último capítulo de HPMOR que traduzca, voy a extenderme un poco.

Ya no tengo tiempo para trabajar en la traducción de HPMOR de


manera gratuita. He actualizado el para financiar exclusivamente
ese proyecto. He puesto las recompensas que espero sean más
estimulantes.

Si no hay suficiente apoyo en el, con pesar pero resolución tendré


que dimitir de mis obligaciones como traductor de HPMOR al
español.

Mi objetivo, ahora más claro que nunca, es poder vivir en


tranquilidad junto con mi pareja. Con esa meta en mente, mi tiempo
está comprometido en 4 actividades: trabajar medio tiempo en el
negocio de mi familia. aceptar más encargos como escritor negro,
seguir desarrollando el proyecto de autopublicación junto con mi
pareja, y publicar con más regularidad en mi blog.

Infortunadamente, traducir HPMOR requiere tiempo, sobretodo si


quiero hacerlo bien. Tiempo que ahora no tengo, a menos que
pueda financiarlo. No quiero chantajear a nadie, ni planeo volverme
millonario a costa de otros. Pero mi tiempo es valioso y ya no puedo
seguir regalando algo tan precioso y escaso para mí.

Si están interesados en donar, pueden dar click al enlace de que


hay en el encabezado del blog de Rhaidot.

Y en caso de que sea la última vez, agradezco profundamente a


todos lo que con sus comentarios me ayudaron a seguir con la
traducción hasta aquí. Sin ustedes habría tirado la toalla mucho
antes, no por motivos prácticos, sino por falta de espíritu de lucha.
Espero que sigan buscando y usando los métodos de la racionalidad
para hacer de este mundo un lugar mejor.

Gracias.
Auto Actualizacion Parte 5
Capítulo 70: Auto-Actualización, Parte 5

Incluso si habías sido la Directora Adjunta durante tres décadas, y


una Profesora de Transformación antes de eso, era raro que vieras
a Albus Dumbledore completamente atrapado y sin salida.

"… Susan Bones, Lavender Brown, y Daphne Greengrass," Minerva


finalizó. "También debería añadir, Albus, que de acuerdo al relato de
la Señorita Granger sobre tu actitud aparentemente poco solidaria -
creo que su frase fue 'él dijo que debería ser feliz con ser solamente
una ayudante' - ha generado una gran cantidad de interés entre las
chicas mayores. Muchas de ellas vinieron a indagar si las
acusaciones de la Señorita Granger eran verdaderas, ya que la
Señorita Granger había añadido que yo estaba ahí."

El viejo mago se recostó en su enorme silla, aún mirándola


fijamente, sus ojos se veían bastante abstraídos bajo los lentes de
media luna.

"Me puso en una especie de dilema, Albus," continuó la Profesora


McGonagall. Su cara permaneció bastante neutral, ella se aseguro
de ello. "Ahora sé que realmente no tuviste la intención de
desanimar a la niña. Muy lo contrario, en realidad. Sin embargo
Severus y tú me han comentado a menudo que para guardar un
secreto no debo dar señales que difieran de la reacción de alguien
completamente ignorante. Por lo tanto no tuve elección más que
confirmar el relato de la Señorita Granger como acertado, y fingir el
grado de preocupación apropiado, con un ligero matiz de ofensa.
Después de todo, de no haber sabido yo que habías estado
manipulando deliberadamente a la Señorita Granger, podría
haberme puesto muy molesta."

"Ya… veo," el anciano mago habló lentamente. Sus manos estaban


jugando distraídamente con su barba de plata, con pequeños y
rápidos gestos.

"Afortunadamente," prosiguió la Profesora McGonagall, "hasta ahora


las Profesoras Sinistra y Vector son las únicas dos miembros de la
facultad que están usando los botones de la Señorita Granger."

"¿Botones?" repitió el mago anciano.

Minerva extrajo un pequeño disco de plata que llevaba las iniciales


de S.P.I.H.B., lo depositó sobre el escritorio de Albus, y lo tocó
suavemente con su dedo.

Y las voces de Hermione Granger, Padma Patil, Parvati Patil,


Lavender Brown, Susan Bones, Hannah Abbott, Daphne
Greengrass, y Tracey Davis gritaron en unísono, " No nos
conformamos con ser el mejor segundo lugar, ¡es tiempo de dar una
misión a una bruja! "

"La Señorita Granger los está vendiendo por dos Sickles, y me


informó que hasta ahora ha vendido cincuenta de ellos. Creo que
Nymphadora Tonks, una Hufflepuff en su séptimo año los está
encantando para ella. Para concluir mi reporte," la Profesora
McGonagall concluyó enérgicamente, "nuestras ocho frescas y
nuevas heroínas han pedido permiso para conducir una protesta
afuera de tu oficina."

"Espero," Albus dijo, ceñudo, "que les hayas explicado a ellas que
eso -"

"Les expliqué que el Miércoles a las 7PM estaría bien," lo


interrumpió Minerva. Recogió el botón del escritorio del Director,
favoreció a Albus con una sonrisa melosa, y se volteó hacia la
puerta.

"¿Minerva?" la llamó el anciano mago a sus espaldas. " ¡Minerva! "

La puerta de roble se cerró sólidamente detrás de ella.


No había mucho espacio entre las concisas paredes de piedras que


demarcaban el vestíbulo hacia la oficina del Director, así que
aunque muchas personas habían querido presenciar la protesta, no
a muchas se les había permitido venir. Únicamente la Profesora
Sinistra y la Profesora Vector, quienes estaban usando los botones,
y las prefectas Penelope Clearwater y Rose Brown y Jacqueline
Preece, quienes estaban usando los botones. Detrás de ellas, la
Profesora McGonagall y la Profesora Sprout y el Profesor Flitwick,
quienes no estaban usando los botones, escrutando todo el asunto.
Harry Potter y el chico que era Premio Anual de Hogwarts estaban
ahí, y los chicos prefectos eran Percy Weasley y Oliver Beatson,
todos usando los botones para mostrar Solidaridad. Y por supuesto
las ocho miembros fundadores de S.P.I.H.B., formando una línea de
pelotón al lado de las gárgolas junto con sus carteles. En el propio
cartel de Hermione, amarrado a un mango de madera maciza que
parecía pesar más y más en sus manos mientras pasaban los
segundos, se podía leer AYUDANTE DE NADIE.

Y el Profesor Quirrell, que estaba apoyando su espalda contra una


lejana pared de piedra y observando con ojos indescifrables. El
Profesor de Defensa había obtenido uno de sus botones, aunque
ella nunca le había vendido uno a él; y él no lo estaba usando, sino
lanzandolo distraídamente con una mano.

Toda esta idea había parecido mucho mejor cuatro días atrás,
cuando los fuegos de su indignación habían estado ardiendo frescos
y calientes, y ella había estado encarando el prospecto de hacerlo
dentro de cuatro días después en vez de ahora mismo.

Pero ella había procurado sobrellevarlo, porque eso era lo que los
héroes hacían, seguir adelante, y también porque parecía
infinitamente demasiado horrible decir a todos que lo iba a cancelar.
Hermione se preguntó cuánto heroísmo había avanzado por
razones como esa. La mayoría de los libros no escribían "Y
entonces se rehusaron a rendirse, sin importar qué tan sensato
hubiera sido, porque eso habría sido demasiado vergonzoso"; sin
embargo un montón de historia tendría más sentido de ese modo.

A las 7:15 PM, la Profesora McGonagall le había informado, el


Director Dumbledore bajaría y hablaría con ellas por un par de
minutos. La Profesora McGonagall le había dicho que no tuviera
miedo - el Director era una buena persona en el fondo, y ellas
habían obtenido la autorización escolar para la protesta.

Sin embargo Hermione estaba mucho muy consciente de que aún si


lo hacía con permiso firmado, de todos modos aún estaba
Desafiando la Autoridad.

Tras haber decidido ser un héroe, Hermione había hecho la cosa


obvia, e ido a la biblioteca de Hogwarts y tomado los libros sobre
cómo ser un héroe. Entonces había regresado esos libros a sus
estanterías, porque había sido patentemente evidente que ninguno
de los autores habían sido héroes reales por sí mismos. En vez de
eso releyó cinco veces, hasta haber memorizado cada palabra, las
treinta pulgadas de Godric Gryffindor que eran toda su autobiografía
y su consejo para la vida. (O la traducción al Español, como fuera;
ella no podía leer Latín todavía.) La autobiografía de Godric
Gryffindor había sido mucho más comprimida que los libros que
Hermione estaba acostumbrada a leer, él usó una frase para decir
cosas que tendrían que haber llevado treinta pulgadas por sí
mismas, y luego había otra frase después de esa…

Pero de lo que leyó fue claro que, mientras Desafiar la Autoridad no


era el punto de ser un héroe, no podías ser un héroe si tenías
demasiado miedo de hacerlo. Y Hermione Granger sabía a estas
alturas cómo la veían los demás, y sabía lo que otras personas
pensaban que ella no podía hacer.

Hermione levantó su letrero en piquete un poco más alto y se


concentró en respirar lentamente y con ritmo en vez de hiperventilar
hasta desmayarse.
" ¿De verdad? " inquirió la Señorita Preece en un tono de
fascinación no disimulado. "¿No podían votar? "

"En efecto," respondió la Profesora Sinistra. (El cabello de la


Profesora de Astronomía aún era negro, y su rostro moreno con
unas cuantas arrugas; Hermione habría supuesto que su edad
estaba alrededor de los setenta, excepto -) "Recuerdo bastante la
alegría de mi madre cuando anunciaron la Ley de Calificación de la
Mujer, aunque en realidad ella no calificó." (Lo que significaba que la
Profesora Sinistra había estado con su familia Muggle alrededor de
1918.) "Y eso no era lo peor de ello. Porque, nada más unos
cuantos siglos antes -"

Treinta segundos después todos los que no eran hijos de Muggles,


hombres y mujeres por igual, estaban contemplando a la Profesora
Sinistra con expresiones de absoluta conmoción. Hannah había
dejado caer su letrero.

"Y eso no fue lo peor de todo, ni la mitad," finalizó la Profesora


Sinistra. "Sin embargo pueden ver a donde este tipo de cosas puede
llevar potencialmente."

"Merlin nos preserve," exclamó Penelope Clearwater con voz


ahogada. "¿Quiere decir que así es como los hombres nos querrían
tratar si no tuviéramos varitas para defendernos a nosotras
mismas?"

" ¡Oye! " protestó uno de los chicos prefectos. " Eso no es -"

Hubo una corta, sardónica risa desde la dirección del Profesor


Quirrell. Cuando Hermione volteó su cabeza para mirar observó que
el Profesor de Defensa seguía jugando distraídamente con el botón,
sin molestarse en mirar a los demás, al tiempo que pronunció, "Tal
es la naturaleza humana, Señorita Clearwater. Tenga la tranquilidad
de que usted no sería más amable, si las brujas tuvieran varitas y
los hombres carecieran de ellas."

"¡Difícilmente sería así!" espetó la Profesora Sinistra.


Una fría carcajada. "Sospecho que ocurre más a menudo de lo que
cualquiera se atrevería a sugerir, en las más orgullosas de las
familias purasangre. Alguna bruja solitaria espía a un atractivo
Muggle; y piensa que tan fácil sería, pasar al hombre una poción de
amor, y ser adorada por él a solas y totalmente. Y ya que ella
conoce que él no puede ofrecer resistencia, cómo podría, es
únicamente natural que ella tome de él lo que sea que le plazca -"

" ¡Profesor Quirrell! " gritó la Profesora McGonagall bruscamente.

"Lo lamento," el Profesor Quirrell replicó apaciblemente, sus ojos


seguían mirando hacia abajo al botón en su mano, "¿seguimos
todos pretendiendo que eso no sucede? Mis disculpas, entonces."

La Profesora Sinistra estalló, "Y supongo que los magos no -"

"¡Hay niños presentes, Profesores!" De nuevo la Profesora


McGonagall.

"Algunos lo hacen," el Profesor Quirrell contestó con equidad, como


si estuviera discutiendo el clima. "Aunque personalmente, yo no lo
hago."

Hubo un poco de silencio, por un tiempo. Hermione levantó su señal


de nuevo - se le había resbalado hasta el hombro mientras estaba
escuchando. Nunca había pensado en eso, ni tan siquiera un poco,
y ahora estaba intentando no pensar al respecto, y su estómago se
estaba sintiendo un poco inestable. Miró en la dirección de Harry
Potter, sin saber del todo por qué lo hizo; y vio que el rostro de Harry
seguía perfectamente inmóvil. Un escalofrío recorrió su espina
dorsal antes de quitar la vista, no lo suficientemente rápido como
para perderse el pequeño asentimiento de cabeza que Harry le
dirigió, como si se hubieran puesto de acuerdo en algo.

"Para ser justa," la Profesora Sinistra habló tras un tiempo, "desde


que recibí mi carta de Hogwarts no puedo recordar haber
encontrado algún prejuicio con la excusa de ser una mujer, o por el
color de piel. No, ahora todo tiene que ver con ser una hija de
Muggles. ¿Creo que la Señorita Granger dijo que solamente con los
héroes fue que ella encontró un problema, hasta ahora?"

Le requirió a Hermione un momento reconocer que se le había


hecho la pregunta a ella, y entonces respondió "Sí," en un tono que
chirrió un poco. Todo esto había explotado de un modo un poco más
grande de lo que ella se había imaginado cuando inició.

"¿Qué revisó exactamente, Señorita Granger?" preguntó la


Profesora Vector. Se veía mayor que la Profesora Sinistra, su
cabello empezando a encanecer un poco; Hermione no se había
llegado a acercar a la Profesora Vector en persona hasta que la
Profesora de Aritmancia le había pedido un botón.

"Este," Hermione contestó, su voz un poco alta, "revisé los libros de


historia y ha habido igual número de mujeres y hombres como
Ministros de Magia. Entonces miré a los Jefes Supremos y había
más magos que brujas pero no demasiados. Sin embargo si buscas
personas famosas como cazadores de Magos Oscuros, o gente que
haya detenido invasiones de criaturas Oscuras, o personas que
hayan derrocado Señores Oscuros -"

"Y los Magos Oscuros por sí mismos, por supuesto," intervino el


Profesor Quirrell. Ahora el Profesor de Defensa había alzado la
vista. "Puede añadir eso a su lista, Señorita Granger. Entre todos los
Mortífagos sospechosos nada más sabemos de dos hechiceras,
Bellatrix Black y Alecto Carrow. Y me atrevería a afirmar que la
mayoría de magos se sentirían muy presionados para nombrar a
una sola Dama Oscura además de Baba Yaga."

Hermione sólo se lo quedó mirando fijamente.

No podía ser posible que él -

"Profesor Quirrell," cuestionó la Profesora Vector, "¿qué está


implicando usted con exactitud?"
El Profesor de Defensa alzó el botón para que vieran las letras
doradas de S.P.I.H.B., y declaró, "Héroes," luego giró el botón para
que mostrara su reverso plateado y añadió, "Magos Oscuros. Son
caminos profesionales similares seguidos por gente similar, y uno
apenas y puede preguntarse por qué las brujas jóvenes se están
alejando de un curso sin considerar su reflejo."

"¡Oh, ahora lo veo!" exclamó Tracey Davis, levantando la voz tan de


repente que Hermione se sobrecogió un poco. "¡Usted se está
uniendo a nuestra protesta porque le preocupa que no haya
suficientes chicas convirtiéndose en Brujas Oscuras!" Luego Tracey
se rió sofocadamente, lo que Hermione no habría podido lograr en
ese punto ni aunque le pagaran un millón de libras esterlinas.

Hubo una medio sonrisa sobre el rostro del Profesor Quirrell cuando
replicó, "No realmente, Señorita Davis. La verdad es que no me
importan ese tipo de cosas en lo más mínimo. Sin embargo es fútil
contar las brujas entre los Ministros de Magia y tales tipos de gente
ordinaria llevando existencias ordinarias, cuando Grindelwald y
Dumbledore y Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado eran todos
hombres." Los dedos del Profesor de Defensa giraron
distraídamente el botón, haciendo que volteara una y otra vez.
"Aunque de todos modos, únicamente unas cuantas personas
hacen cualquier cosa interesante con sus vidas. ¿Qué le importa a
usted si ellos son mayoritariamente brujas o magos, siempre y
cuando usted no esté entre ellos? Y sospecho que usted no estará
entre ellos, Señorita Davis; porque aunque usted es ambiciosa,
carece de ambición."

" ¡Eso no es verdad! " gritó Tracey indignada. "¿Y qué significa?"

El Profesor Quirrell se enderezó y dejó de apoyarse contra la pared.


"Usted fue Seleccionada dentro de Slytherin, Señorita Davis, y
espero que se aferre a cualquier oportunidad para avanzar que
caiga dentro de sus manos. Pero no existe una gran ambición que
se sienta empujada a lograr, y usted no va a inventar sus
oportunidades. A lo sumo usted logrará trepar hasta el Ministerio de
Magia, o alguna otra alta posición sin importancia, sin romper nunca
los límites de su existencia."

Entonces la mirada del Profesor Quirrell se movió lejos de Tracey, la


estaba viendo a ella, los pálidos ojos azules observándola fijamente
con tremenda intensidad - "Cuénteme, Señorita Granger. ¿Tiene
usted alguna ambición?"

"Profesor -" chilló la aguda y severa voz del Profesor Flitwick, y


luego la voz de su Jefe de Casa fue cortada, y por la periferia de su
visión Hermione vio que Harry había posado su mano sobre el
hombro del Profesor Flitwick y estaba negando con su cabeza, su
cara mostrándose muy adulta.

Hermione se sintió como un reno atrapado por las luces delanteras.

"¿Qué la empujó a romper sus límites, Señorita Granger?" inquirió el


Profesor de Defensa, todavía observándola directamente. "¿Por qué
las buenas notas ya no le son suficiente? ¿Es verdadera grandeza
lo que usted busca? ¿Algún aspecto del mundo la insatisface tanto,
que usted debe rehacerlo de acuerdo a su voluntad? ¿O es todo
esto meramente un juego de niños para usted? Estaré muy
decepcionado si esto meramente tiene que ver con su rivalidad con
Harry Potter."

"Yo -" dijo Hermione, su voz tan aguda que producía un pitido, sin
embargo no podía pensar en nada más para contestar.

"Puede tomarse un momento para pensar, si lo desea," habló el


Profesor Quirrell. "Pretenda que es un ensayo para una tarea, seis
pulgadas para el Martes. Escuché que usted es bastante elocuente
en ellos."

Todos la estaban mirando.

"Yo -" replicó Hermione. "No estoy de acuerdo ni con una cosa que
usted haya dicho, en ningún lugar."
"Bien dicho," sentenció la voz crujiente de la Profesora McGonagall.

La mirada del Profesor Quirrell no tembló. "Eso no es de seis


pulgadas, Señorita Granger. Algo la empuja a desafiar el veredicto
del Director y reunir seguidores a su alrededor. ¿Quizá es algo de lo
que usted prefiere no hablar en voz alta?"

Aunque Hermione sabía que la respuesta correcta no iba a


impresionar al Profesor Quirrell, de todos modos era la respuesta
correcta, así que ella la pronunció. "No creo que se necesite
ambición para ser un héroe," Hermione declaró. Su voz tembló pero
no se quebró. "Creo que nada más necesitas hacer lo que es
correcto. Y ellas no son mis seguidoras, somos amigas."

El Profesor Quirrell se recostó de nuevo contra la pared. La medio


sonrisa se había desvanecido de su cara. "La mayoría de personas
se convencen a sí mismas de estar haciendo lo correcto, Señorita
Granger. Por lo tanto no se levantan por encima de lo ordinario."

Hermione respiró profundamente un par de veces, intentando ser


valientes. "No se trata de no ser ordinario," ella pronunció tan
firmemente como pudo. "Pero creo que si algunas personas intentan
hacer lo que es correcto, una y otra vez, y no son demasiado
perezosos para realizar todo el trabajo que se requiere, y reflexionan
sobre lo que están haciendo, y son lo suficientemente valientes
incluso cuando tienen miedo -" Hermione se pausó por un instante,
sus ojos fijos sobre Tracey y Daphne, "- y planean con astucia cómo
hacerlo - y no hacen simplemente lo que otras personas hacen -
entonces creo que las personas así de todos modos ya se meterían
en suficientes problemas."

Algunas de las niñas y niños se rieron, al igual que la Profesora


McGonagall, quien se mostró preocupada y orgullosa al mismo
tiempo.

"Usted podría tener razón al respecto," reconoció el Profesor de


Defensa, sus ojos medio cerrados. Le tiró el botón a Hermione, y
ella lo atrapó sin pensar. "Mi donación para su causa, Señorita
Granger. Entiendo que valen dos Sickles."

El Profesor de Defensa se giró y se fue caminando sin pronunciar


otra palabra.

"¡Pensé que iba a desmayarme!" jadeó Hannah después de que


desaparecieron sus pisadas, y escuchó que algunas otras chicas
dejaron escapar el aliento o bajaron sus letreros por un momento.

"¡Yo también tengo una ambición!" exclamó Tracey, quien parecía


casi al punto de las lágrimas. "Yo voy a - yo voy a - yo voy a
descubrir qué es para mañana, sin embargo tengo una, ¡estoy
segura!"

"Si realmente no puedes pensar en nada," Daphne comentó, dando


a Tracey una palmada confortadora sobre el hombro, "nada más
escoge la vieja confiable e intenta dominar el mundo."

"¡Oye!" intervino Susan con fuerza. "¡Se supone que ustedes son
héroes ahora! ¡Eso significa que tienen que ser buenas! "

"No, no hay problema con eso," opinó Lavender, "Estoy muy segura
de que el General Caos quiere dominar el mundo y él parece ser
uno de los tipos buenos."

Otras conversaciones ocurrían detrás de la línea de pelotón. "Por


los cielos," suspiró Penelope Clearwater. "Creo que ese es el
Profesor de Defensa más abiertamente malvado que hemos llegado
a tener."

La Profesora McGonagall tosió a modo de advertencia, y el chico


que era Premio Anual dijo, "No estuviste por aquí cuando el
Profesor Barney," lo que hizo que muchas personas se retorcieran.

"El Profesor Quirrell nada más habla de ese modo," comentó Harry
Potter, aunque él sonaba menos convencido que antes. "o sea,
piensen al respecto, él no hace nada de lo que el Profesor Snape
hace -"

"Sr. Potter," chilló el Profesor Flitwick, con voz cortés y cara severa,
"¿por qué me pidió permanecer en silencio?"

"El Profesor Quirrell estaba probando a Hermione para ver si él


quería ser su misterioso mago anciano," Harry explicó. "Lo que
totalmente no habría funcionado de ninguna manera, modo, o forma,
pero ella tenía que responder por sí misma."

Hermione parpadeó.

Entonces Hermione parpadeó otra vez, pues se dio cuenta de que


era el Profesor Quirrell quien era el misterioso mago anciano de
Harry Potter, y para nada lo era Dumbledore, y eso realmente no era
una buena señal -

Un sonido reverberante llenó el pequeño vestíbulo de piedra, y


Hermione, con los nervios ya de punta, se giró rápidamente, casi
dejando caer su señal de protesta porque su otra mano se lanzó
hacia su varita.

Las gárgolas se hicieron a un lado, la Piedra Resplandeciente


retumbando como roca al tiempo que se movía como carne. Las
enormes y feas figuras esperaron sólo brevemente, ojos grises
muertos mirando fijamente en silencio vigilante. Entonces las
grandes gárgolas replegaron sus alas de vuelta y retrocedieron a
sus posiciones anteriores, la Piedra Resplandeciente sin cambiar su
apariencia exterior al retornar de la flexibilidad a la inmovilidad, y la
breve abertura en la piedra de Hogwarts fue sólida una vez más.

Y ante todos ellos, vistiendo una túnica de brillante púrpura que


probablemente sólo se veía horrenda si eras un hijo de Muggles,
yacía de pie la alta forma de Albus Percival Wulfric Brian
Dumbledore, el Director de Hogwarts, el Jefe Supremo del
Wizengamot, el Gran Hechicero de la Confederación Internacional
de Magos, el que había vencido al Señor Oscuro Grindelwald y el
protector de Bretaña, el re-descubridor de los fabulosos Doce Usos
de la Sangre de Dragón, el mago vivo más poderoso; y él la estaba
mirando a ella, Hermione Jean Granger, General del recientemente
expandido Regimiento Rayo de Sol, quien estaba obteniendo las
mejores notas del primer año en las clases de Hogwarts, y quien se
había declarado a sí misma heroína.

Incluso el nombre de él era más largo que el de ella.

El Director sonrió hacia ella con benevolencia, sus arrugados ojos


centelleando bajo sus gafas de medio círculo, y saludó, "Hola,
Señorita Granger."

Lo curioso es que no era tan aterrador como hablar con el Profesor


Quirrell. "Hola, Director Dumbledore," Hermione habló con un ligero
asomo de temblor en su voz.

"Señorita Granger," prosiguió Dumbledore, ya mostrándose más


serio, "creo que usted y yo podríamos haber tenido un pequeño
malentendido. No quise implicar que usted no pudiera, o no debería
ser un héroe. Ciertamente no quise implicar que las brujas en
general no deberían ser héroes. Nada más que usted era… un poco
joven, para estar pensando en tales cosas."

Hermione, incapaz de ayudarse a sí misma, miró de reojo a la


Profesora McGonagall y vio que ella le dirigía una sonrisa de aliento
- o le estaba dando a los dos algún tipo de sonrisa, como fuera - por
lo que Hermione le devolvió la vista al Director y replicó, el pequeño
temblor en su voz había crecido, "Desde que se convirtió en Director
hace cuarenta años, han habido once estudiantes que se han
graduado en Hogwarts para convertirse en héroes, me refiero a
personas como Lupe Cazaril y otros tantos, y diez de aquellos eran
hombres. Cimorene Linderwall fue la única bruja."

"Hm," titubeó el Director. Había una expresión pensativa sobre su


rostro; al menos parecía estar pensando al respecto. "Señorita
Granger, nunca he sido de los que cuentan tales números. A
menudo es más fácil contar que comprender. Muchas personas
buenas han salido de Hogwarts, brujas y magos por igual; aquellos
renombrados como héroes son únicamente un tipo de persona
buena, y tal vez no el más grande. Usted no incluyó a Alice
Longbottom o Lily Potter en su conteo… Pero dejando eso a un
lado. Dígame, Señorita Granger, ¿usted contó cuántos héroes
salieron de Hogwarts en los cuarenta años antes de mi tiempo?
Porque en ese tiempo sólo puedo recordar a tres que son llamados
héroes en el presente; y entre esos tres, nada de brujas."

"¡No estoy intentando decir que se trata solamente de usted!"


Hermione declaró. "Únicamente creo que quizá muchas personas,
como los Directores antes de usted, quizá incluso la sociedad entera
y todo lo demás, podrían estar desanimando a las chicas."

El mago anciano suspiró. Sus gafas de media luna viéndola nada


más a ella, como si solamente ellos dos estuvieran presentes.
"Señorita Granger, podría ser posible desanimar a las brujas de
convertirse en Maestras de Encantamientos, o jugadoras de
Quidditch, o incluso en Aurores. Sin embargo no en héroes. Si
alguien debe volverse un héroe entonces un héroe será. Caminarán
a través del fuego y nadarán a través del hielo. Los Dementores no
los van a parar, ni la muerte de los amigos, ni tampoco el
desaliento."

"Bueno," Hermione dijo, e hizo una pausa, luchando con las


palabras. "Bueno, o sea… ¿qué tal si eso no es de hecho verdad?
Me refiero a que, para mí parece ser que si quieres que más brujas
sean héroes, deberías enseñarles a cómo ser heroicas."

"Muchos niños y niñas son héroes en sus sueños," Dumbledore


explicó con calma. No observó a ninguna de las otras chicas,
solamente a ella. "Muchos menos en el mundo despierto. Muchos
se han puesto de pie y enfrentado la oscuridad cuando a ido contra
ellos. Muchos menos buscaron a la oscuridad y la forzaron a
enfrentarse a ellos. Es una vida difícil, a veces solitaria, a menudo
corta. Nunca le dije a nadie que rehusara la llamada, pero tampoco
desearía incrementar sus números."
Hermione titubeó; había algo en la cara arrugada que la detenía,
como una pista de una emoción que no estaba siendo mostrada,
años y años de eso…

Quizá si hubiera más héroes, sus vidas no serían tan solitarias, o


tan cortas.

Ella no podía obligarse a sí misma a pronunciar eso, sin embargo,


no a él.

"Pero este punto es discutible," reconoció el mago anciano. Él


sonrió, con un poco de tristeza le pareció a ella. "Señorita Granger,
usted no puede enseñar heroísmo como podría enseñar
Encantamientos. Usted no puede asignar doce pulgadas sobre
cómo avanzar cuando toda esperanza parece perdida. Usted no
puede ensayar sobre cuándo ponerse firme y decir al Director que
hizo algo incorrecto. Los héroes nacen, no se enseñan. Y por la
razón que sea, la mayor parte de ellos son chicos y no chicas." El
Director se encogió de hombros, como para indicar que él no podía
hacer nada al respecto.

"Este," Hermione dijo. No pudo evitarlo, echó una mirada a sus


espaldas.

La Profesora Sinistra se veía un poco indignada. Y no era verdad


que todos la estuvieran observando a ella como si hubiera sido una
simple tonta, de la forma en que lo había empezado a imaginar
mientras estaba escuchando a Dumbledore.

Hermione se giró para darle la cara a Dumbledore otra vez, respiró


profundamente, y declaró, "Bueno, quizá las personas que van a ser
héroes, serán héroes sin importar qué. Sin embargo no veo cómo
alguien podría saber eso con certeza. Y cuando yo le conté a usted
que quería ser un héroe, usted no fue muy alentador."

"Sr. Potter," el Director pidió apaciblemente. Sus ojos no se


apartaron de los de ella. "Por favor relate a la Señorita Granger su
impresión de nuestro primer encuentro. ¿Diría usted que yo fui
alentador? Hable con la verdad."

Hubo una pausa.

"¿Sr. Potter?" inquirió la voz de la Profesora Vector detrás suyo,


sonando confundida.

"Pues," la voz de Harry sonó desde más lejos, oyendose


extremadamente reluctante. "Pues… bueno, de hecho en mi primer
encuentro con el Director él le prendió fuego a una gallina."

"¿Él qué? " Hermione espetó, sólo que hubo muchas otras personas
exclamando cosas alrededor al mismo tiempo por lo que no estuvo
segura de que alguien la hubiera escuchado.

Dumbledore la siguió viendo fijamente, mostrándose perfectamente


serio.

"No sabía sobre Fawkes," la voz de Harry pronunció rápidamente,


"así que me explicó que Fawkes era un fénix, mientras apuntaba a
una gallina que estaba en el posadero de Fawkes por lo que pensé
que ese era Fawkes, y luego encendió la gallina en llamas - y
también me dio esta enorme roca y me dijo que había pertenecido a
mi padre y estaba obligado a cargarla a todos lados -"

"¡Pero eso es demente! " Susan espetó.

Hubo un cuchicheo repentino.

El Director volteó su cabeza lentamente para mirar a Susan.

"Yo -" titubeó Susan. "O sea yo - yo -"

El Director se encorvó hasta quedar cara a cara con la joven niña.

"Yo no -" dijo Susan.


Dumbledore puso su dedo sobre sus labios y jugueteó con ellos,
haciendo un sonido de plop, plop, plop.

El Director se enderezó de nuevo y pronunció, "Bueno, mis buenas


heroínas, ha sido placentero hablar con ustedes, pero al final, otras
cosas faltan para hacer en este día. Aún así, tengan la certeza de
que soy inescrutable para todos, no únicamente para las brujas."

Las gárgolas se hicieron a un lado, la Piedra Resplandeciente


vibrando al moverse como carne.

Las enormes y feas figuras aguardaban brevemente con muertos


ojos grises mirando fijamente en un silencio vigilante, al tiempo que
Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, sonriendo tan
benevolentemente como cuando emergió por primera vez de su
oficina, penetró de regreso hacia el Encantamiento de la Escalera
Sin Fin.

Entonces las grandes gárgolas replegaron sus alas y volvieron a sus


posiciones anteriores, nada más que un corto y final "¡Mua-ja-ja!"
haciendo eco antes de la abertura se hubiera cerrado.

Hubo un largo silencio.

"¿Él realmente le encendió fuego a una gallina?" preguntó Hannah.

Ellas ocho habían continuado la protesta incluso después de eso,


aunque para ser honestos su corazón ya no estaba en ello.

Había sido establecido, tras algunas cuidadosas preguntas del


Profesor Flitwick, que Harry Potter no había olido la gallina
quemarse. Lo que indicaba que probablemente había sido un
guijarro o algo por el estilo, Transformado en una gallina y luego
encerrado en un Encantamiento Encapsulador para asegurarse de
que no escapara nada de humo en el aire - tanto el Profesor Flitwick
como la Profesora McGonagall habían sido muy enfáticos sobre que
nadie debía intentar eso sin supervisión.

Pero aún así…

Pero aún así… ¿qué?

Hermione ni siquiera sabía pero aún así qué.

Sin embargo aún así .

Tras intercambiar muchas miradas entre las chicas porque ninguna


de ellas quería ser la primera en decirlo, Hermione había declarado
la protesta como terminada, y los adultos y los niños se fueron
yendo a la deriva.

"No creen que hayamos sido injustas con Dumbledore, ¿o sí?"


inquirió Susan cuando las heroínas se fueron caminando al sonido
de ocho pares de zapatos marchando sobre la piedra pavimentada
de los corredores de Hogwarts. "O sea, si es que él está loco para
con todos y no solamente con las brujas entonces no es
discriminación, ¿correcto?"

"Ya no quiero protestar contra el Director," Hannah anunció


débilmente. La niña de Hufflepuff parecía un poco inestable sobre
sus pies. "No me importa que la Profesora McGonagall afirme que él
no va a guardar rencor contra nosotras, simplemente es demasiado
para mis nervios."

Lavender resopló. "Supongo que tú no vas a destruir ejércitos de


Inferi dentro de poco -"

"¡Dejen eso!" Hermione espetó con firmeza. "Vean, todas nosotras


tenemos que aprender a ser heroínas, ¿verdad? Está bien si alguien
no lo sabe de inmediato."

"El Director no cree que eso pueda ser enseñado," Padma señaló.
La cara de la chica de Ravenclaw era pensativa, sus pasos
mesurados al dar zancadas largas a través del corredor. "El Director
ni siquiera piensa que sea una buena idea."

Daphne estaba caminando con su espalda enderezada y su cabeza


mirando de frente, viéndose más como una Apropiada Joven Dama
dentro de su túnica de Hogwarts de lo que Hermione podría haber
hecho con su mejor vestido formal. "El Director," Daphne opinó con
voz precisa, sus zapatos produciendo fuertes, finos sonidos de
taconeo sobre la piedra, "cree que nosotras somos un montón de
niñas tontas que están jugando, y que algún día Hermione podría
ser una buena ayudante pero las demás no tenemos esperanza."

"¿Está él en lo correcto? " preguntó Parvati. El rostro de la niña de


Gryffindor era muy serio, haciendo que se pareciera más a su
gemela de lo que era usual. "O sea nos lo tenemos que cuestionar -"

" ¡No! " espetó Tracey. La chica de Slytherin estaba acechando a


través del pasillo mostrándose como si estuviera lista para asesinar
a alguien, como una miniatura femenina de Snape. De todas las
chicas, Tracey era la que Hermione conocía menos. Hermione había
hablado con Lavender una vez antes, sin embargo nunca había
visto realmente a Tracey excepto a punta de varita durante la
batalla, hasta que la Slytherin había saltado del sofá como
voluntaria. "¡Le vamos a mostrar! ¡Le vamos a mostrar a todos! "

"De acuerdo," dijo Susan, "eso fue definitivamente malvado -"

"No," explicó Lavender, "ese es el lema de la Legión Caos, en


realidad. Sólo que ella no hizo la risa demente."

"Eso es cierto," Tracey declaró, su voz baja y siniestra. "Esta vez no


me estoy riendo." La niña siguió acechando a través del corredor,
como si la estuviera acompañando una música dramática que
únicamente ella podía escuchar.

(Hermione estaba empezando a preocuparse sobre lo que


exactamente los impresionables jóvenes de la Legión Caos estaban
aprendiendo de Harry Potter.)
"Pero - me refiero -" Parvati titubeó. Seguía teniendo una expresión
contemplativa sobre su cara. "O sea, pueden ver por qué el Director
pensaría que no somos más que niñas tontas, ¿verdad? ¿Qué tiene
que ver protestar afuera de la oficina del Director con volverse
heroínas?"

"Oh," Lavender dijo, ahora ella misma mostrándose pensativa. "Eso


es cierto. Deberíamos hacer algo heroico. O sea algo más propio de
heroínas."

"Pues -" soltó Hannah, lo que expresaba muy bien los propios
sentimientos de Hermione sobre el asunto.

"Bueno," propuso Parvati, "¿han pasado todas a través del corredor


prohibido de Dumbledore en el tercer piso? Porque todos en
Gryffindor ya han pasado por allí a estas alturas -"

"¡Un momento! " Hermione habló desesperadamente. "¡No quiero


que ustedes hagan nada peligroso! "

Hubo una pausa mientras todos se quedaron mirando a Hermione,


quien se estaba dando cuenta, demasiado tarde, por qué
Dumbledore no había querido que nadie más fuera un héroe.

"No creo que puedas volverte una heroína si nunca haces nada
peligroso," Lavender observó razonablemente.

"Además," añadió Padma, una expresión de consideración sobre su


cara. "Todos saben que nunca nada realmente malo sucede en
Hogwarts, ¿verdad? A los estudiantes, me refiero, no a los
Profesores de Defensa. Tenemos todas esas protecciones antiguas
y sortilegios de todo tipo."

"Pues -" Hannah dijo otra vez.

"Sí," retomó Parvati, "lo peor que puede pasar es que perdamos
unas cuantas docenas de puntos de Casa o algo así, y cada par de
nosotras pertenece a una Casa diferente por lo que incluso eso
saldrá parejo."

"¡Vaya, eso es brillante, Hermione!" exclamó Daphne en tono de


gran sorpresa. "¡La manera en que lo organizaste significa que
podemos hacer cualquier cosa! ¡Y yo ni siquiera había comprendido
tu astuto plan hasta ahora!"

" PUES -" corearon Hermione, Hannah, y Susan.

"¡Correcto!" declaró Parvati. "Así que ahora es momento para que


nosotras nos convirtamos en heroínas reales. Iremos por la
oscuridad -"

"Y haremos que nos muestre la cara a nosotras -" continuó


Lavender.

"Y le enseñaremos a tener miedo," Tracey Davis concluyó


siniestramente.

Nota del traductor

El primer capítulo de HPMOR financiado por, ¡vaya un logro!

Para ser franco, estoy invirtiendo más tiempo en HPMOR del que se
ha patrocinado, pero es que mientras haya por lo menos una
persona que esté haciendo un aporte, no me puedo quedar de
brazos cruzados.

Traducir este capítulo me pareció arduo, tal vez porque había


perdido la costumbre o porque han sido días difíciles para mí,por
cuestiones personales.

La saga de Hermione la heroína es muy interesante. A mí me


conmueve todo lo que tenga que ver con abuso, sobretodo en
instituciones escolares.
Muchas gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas por su apoyo en
. Ustedes también pueden tener acceso a los nuevos capítulos con
una semana de anticipación y otros beneficios, me pueden
encontrar en como Rhaidot.

Creo que eso es todo por ahora. Muchas gracias por leer. Que la
racionalidad los acompañe.
Auto Actualizacion Parte 6
Capítulo 71: Auto-Actualización, Parte 6

"Bueno," Daphne susurró, manteniendo su voz tan baja como podía,


"al menos ahora ya no me siento como la única persona cuerda en
Hogwarts."

"¿Porque ahora nos tienes a todas nosotras como amigas?" musitó


Lavender Brown, quien caminaba de puntitas a su lado izquierdo.

"No creo que se refiera a eso," murmuró la General Granger desde


el lado izquierdo de la propia Lavender.

Reptaron lenta y cuidadosamente a través de los corredores de


Hogwarts, las ocho con los oídos atentos ante el menor sonido de
Problemas, al igual que si se tratara de una batalla y estuvieran
buscando soldados enemigos a los que emboscar; sólo que en este
caso estaban buscando abusones a los que Derrotar y victimas para
Rescatar en el lapso entre el final del desayuno y cuando Lavender
y Parvati tenían que asistir a sus clases de Herbología.

Lavender había argumentado que si una niña de primer año podía


derribar a tres abusones más grandes, entonces ocho niñas de
primer año debían ser capaces de sobrepasar a veinticuatro
abusones más grandes a causa de la Multiplicación.

Al juzgar por su balbuceo frenético y agitación de manos, la General


Granger no había encontrado eso convincente.

Padma había permanecido en silencio por un tiempo durante la


discusión resultante, y entonces señaló que incluso en Hogwarts,
golpear niñas de primer año probablemente no sería bueno para tu
reputación como abusón.

Parvati había enderezado esto, exclamando que eso significaba que


ellas eran las únicas que podían hacer algo sobre el problema del
acoso estudiantil en Hogwarts, lo que lo volvía verdadera y
realmente heroico. Además toda la razón para que sus padres se
hubieran mudado a Bretaña era que ellas dos pudieran atender la
única escuela mágica con un índice de fatalidad de 0%, ¿y cuál era
el punto si ellas no le sacaban ventaja e intentaban un par de
cosas?

A lo cual la General Granger había respondido que Parvati no


comprendía el punto de una seguridad perfecta para nada -

Lavender había dicho que si todas ellas eran realmente amigas y no


las seguidoras de Hermione como pensaba el Profesor Quirrell,
entonces deberían poder votar en cosas como esta.

Daphne había esperado que su voto sería el decisivo después de


que Hermione y Susan y Hannah votaron que no. Y por lo tanto
Daphne lo había considerado cuidadosamente tras haber pasado su
primer flujo de entusiasmo. Ella era una Slytherin, después de todo,
y eso significaba que era su responsabilidad mantener un ojo
vigilante sobre sus propios intereses mientras todas ellas estuvieran
corriendo por ahí intentando ayudar a las personas - su trabajo era
descubrir cuán realmente peligroso era, y si valdría la pena para
ellas, al igual que Madre lo habría hecho en su lugar. Siempre estar
pendiente de tus amigas y de ti misma de ese modo, eso era lo que
un Slytherin real debía hacer…

Hannah Abbott, la nerviosa pequeña niña de Hufflepuff, había


pronunciado en una pequeña y temblorosa voz "Sí."

Y ahora Daphne y Susan y Hermione tenían que permanecer con


las otras cinco, no les era posible dejar ir a las otras por su cuenta.
Porque ningún Gryffindor podría vivir tranquilo de llegar a herir a la
última niña sobreviviente de la familia Bones, y ningún Slytherin se
atrevería a asaltar a la hija de la Más Noble y Antigua Casa de
Greengrass. (Daphne lo esperaba así, al menos.) Y a la General
Granger quien había iniciado todo el asunto… ni siquiera tenías que
preguntar.
Los corredores de Hogwarts iban pasando para ellas uno tras otro,
sus tensas manos nunca alejándose mucho de sus varitas, mientras
que piedra y madera y Antorchas Siempre Ardientes pasaban por su
visión y luego quedaban atrás. En algún punto escucharon pisadas y
contuvieron su aliento, manos casi dejando caer sus varitas, pero no
fue más que un solitario Ravenclaw mayor que las miró con
curiosidad antes de husmear y bajar su cabeza hacia su libro
mientras se iba caminando.

Las heroínas pasaron acechando solemnes paneles de roble


tallados con frescos dorados, y llegaron a un camino sin salida en
lugar de al baño de los niños, y dieron media vuelta, y deambularon
de regreso a través de los solemnes paneles de roble tallados con
frescos dorados, y luego voltearon a través de los polvorientos
corredores de ladrillo combinados con cemento gastado, lo que las
llevó más o menos a hacer un círculo, por lo que consultaron a un
retrato y descendieron por un polvoriento corredor de ladrillos
diferente, que las llevó a una breve elevación de escaleras de
mármol que debiera haberlas puesto en el piso tres y medio de
haber estado en cualquier lugar menos Hogwarts, y luego volvieron
a la piedra pavimentada y embaldosada, y claraboyas que dejaban
entrar retazos de luz solar aunque no estuvieran ni cerca del techo,
y tras haber seguido el pasillo durante unas cuantas esquinas las
llevó al baño de los niños, claramente marcado con una placa
mostrando la silueta de una figura con túnica corriendo hacia un
inodoro.

Las ocho se quedaron de pie ante la puerta cerrada y se la


quedaron mirando fijamente con cierta cantidad de aprehensión.

"Estoy aburrida," declaró Lavender.

Padma extrajo un reloj de su túnica con teatralidad y lo observó.


"Dieciséis minutos y treinta segundos," ella comentó. "Un nuevo
récord para el periodo de atención más largo en Gryffindor."

" Yo tampoco creo que esto vaya a funcionar," comentó Susan. "Y
soy una Hufflepuff ."
"Sabes," Lavender dijo pensativamente, "Me pregunto si quizá lo
que realmente hace a alguien un héroe, es que cuando intentas algo
como esto, algo interesante de hecho suceda ."

"Apuesto a que estás en lo correcto," agregó Tracey. "Apuesto que


si tuviéramos a Harry Potter con nosotras, nos habríamos topado
con tres abusones y un cuarto secreto lleno de tesoro durante los
primeros cinco minutos. Apuesto a que todo lo que el General Caos
tiene que hacer es ir al baño y él, como que, encuentra la Cámara
de los Secretos de Slytherin o algo por el estilo -"

Daphne no pudo dejar pasar esta del todo. "Piensas que el Señor
Slytherin hubiera puesto la Cámara de los Secretos en un baño - "

"A lo que me refiero, " intervino Susan, cuando Tracey estaba


abriendo su boca para replicar, "es que no tenemos una manera real
de encontrar a ningún abusón. Lo que quiero decir, todo lo que ellos
tienen que hacer es hallar a un Hufflepuff en algún lado, mientras
que nosotras tenemos que cruzarnos con ellos exactamente en el
momento justo, ¿lo ves? Lo que es un problema muy bueno porque
si nosotras sí los llegáramos a encontrar todo lo que podríamos
conseguir es ser aplastadas como insectos. ¿No podemos
simplemente hacer el corredor prohibido del tercer piso como se
supone que lo hagamos?"

Lavender resopló desdeñosamente. "¡No te conviertes en una


heroína real nada más haciendo las cosas prohibidas que el Director
te dice que no hagas!"

(La mente de Daphne procuró asimilar esta frase al tiempo que


agradeció en silencio al Sombrero Seleccionador por no ponerla
cerca de Gryffindor.)

"Ahora que lo pienso…" Parvati habló lentamente, "o sea, ¿cuáles


son las probabilidades de que Harry Potter se hubiera topado con
cinco abusones en su primera mañana de escuela? Él debió tener
alguna manera de encontrarlos."
Resulta que Daphne estaba de pie de tal forma que al mirar a
Parvati también podía observar a Hermione, por lo que notó que la
expresión de la chica de Ravenclaw cambió - y entonces se dio
cuenta que la General Rayo de Sol también había hallado algunos
abusones recientemente -

"¡Oh!" exclamó Padma en tono de repentina iluminación. "¡Por


supuesto! ¡Se lo informó el fantasma de Salazar Slytherin!"

" ¿Qué? " inquirió Daphne al mismo tiempo que varias de ellas.

"Ese fue el fantasma que me asustó, estoy bastante segura," Padma


explicó. "O sea únicamente lo descubrí tiempo después, pero… sí.
Al fantasma de Salazar Slytherin no le gusta cuando los Slytherins
abusan de la gente, cree que avergüenza su nombre, y el fantasma
sigue poseyendo las claves de la seguridad dentro de Hogwarts por
lo que conoce todo lo que sucede, apuesto que sí."

La boca de Daphne se quedó colgando; y vio que Hannah había


puesto una mano sobre su frente y se estaba apoyando contra las
paredes de piedra, mientras que los ojos de Tracey resplandecían
como pequeñas estrellas marrones.

¿El fantasma de Salazar Slytherin?

¿Se había aliado con Harry Potter?

¿Y había enviado a Hermione Granger para detener al grupo de


Derrick?

Ella habría pagado cien Galones para estar allí cuando Draco
Malfoy se enterara de esto.

Aunque considerando cuán rápido los rumores se podían esparcir a


través de Hogwarts, ahora que Padma había abierto la boca,
Millicent probablemente se lo había contado a él treinta minutos
antes…
De hecho… ahora que Daphne pensaba al respecto…

"Entonces," inquirió Parvati. "¿Tenemos que preguntarle al Niño-


Que-Vivió dónde hallar el fantasma de Salazar Slytherin? Vaya,
supongo que si estoy pronunciando cosas así en voz alta, de hecho
podría estar convirtiéndome en una heroína -"

"¡Sí!" exclamó Lavender. "¡Tenemos que preguntarle al Niño-Que-


Vivió dónde hallar el fantasma de Salazar Slytherin!"

"Tenemos que preguntar… al Niño-Que-Vivió… dónde hallar el


fantasma de Salazar Slytherin…" repitió Hannah con voz nerviosa,
como si se estuviera forzando a sí misma a decirlo.

"Y si eso no funciona," gritó Tracey, "vamos a paralizar a Harry


Potter, ¡amarrarlo y traerlo con nosotras!"

Fue muy diciente, Hermione Granger pensó, y fue algo bastante


triste - mientras ellas ocho iban de regreso a través del laberinto de
los retorcidos pasillos que era Hogwarts, extinguido su tiempo antes
de la siguiente clase sin haber encontrado ningún abusón - que ella
genuinamente no sabía si Harry Potter había sido guiado por el
fantasma de Salazar Slytherin o un fénix o qué. Y lo que fuera que
Harry hubiera hecho, ella esperaba que no funcionara para ellas. Y
más que eso ella esperaba que las otras no hiciera votación sobre la
idea de Tracey de paralizar a Harry Potter y cargar su cuerpo
inconsciente por ahí para atraer las Aventuras. No era posible que
eso sirviera en la vida real, o, si servía, ella iba a renunciar.

Hermione miró de bruja en bruja, Tracey charlando con Lavender, y


las otras haciendo comentarios ocasionales; y su mirada se quedó
atrapada en una chica que era sumisa y silenciosa, la única persona
cuyos pensamientos ella no podía adivinar ahora mismo.

"¿Hannah?" inquirió a la chica que estaba caminando a su lado.


Hermione procuró hacer su voz tan gentil como pudo. "No tienes
que responder, ¿pero está bien si te pregunto por qué votaste sí en
cuanto a luchar contra los abusones?"

Hermione había pensado que su voz era suave, sin embargo todas
dejaron de caminar, y Lavender y Tracey detuvieron su conversación
y se las quedaron observando.

Las mejillas de Hannah ya se ponían rojas, y justo cuando Hannah


estaba abriendo su boca -

"Es porque ella tiene más coraje del que tú crees, obviamente,"
opinó Lavender.

Hannah hizo una pausa con la boca abierta.

Cerró su boca.

Tragó saliva, fuerte y visiblemente, mientras que sus mejillas se iban


enrojeciendo aún más.

Entonces Hannah respiró profundamente, y dijo, con diminuta voz,


"Hay un chico que me gusta."

La chica de Hufflepuff se tambaleó en cuanto lo dejó salir, y su


cabeza giró hacia todos lados nerviosamente para contemplar a
todas las que la estaban mirando a ella, mientras que la pausa y el
silencio se alargaban.

"Pues, ¿bueno?" Susan comentó eventualmente.

"Yo tengo cinco chicos que me gustan," reveló Lavender.

"Padma y yo sabemos que nos van a terminar gustando los mismos


chicos," explicó Parvati, "por lo que hacemos una lista y lanzamos
un Knut para ver quién elige primero."

"Yo sé con quién estoy yo destinada a casarme," declaró Tracey. "no


me importa lo que el mundo diga, ¡él está destinado a ser mio!"
Esto hizo que las demás chicas se pusieran a mirar a Hermione con
expectación, cuyo cerebro se había adelantado y desechado la
última afirmación de Tracey por entero para así enfocarse solamente
en la primera cosas que Hannah había dicho.

"Pues," dijo Hermione. Cuidadosamente continuó manteniendo su


voz gentil. "Hannah, ¿la razón por la que te uniste a la Sociedad
para la Promoción de la Igualdad Heróica para las Brujas es que hay
un chico que podría gustar más de ti si te conviertes en una
heroína?"

La chica de Hufflepuff asintió otra vez, sus mejillas enrojecieron


incluso más mientras bajó la mirada y contempló fijamente su propio
reflejo en sus pulidos zapatos negros.

"A ella le gusta Neville Longbottom, en realidad," Daphne dijo. La


Slytherin soltó un suspiro de lamentación. "E infortunadamente para
ella, él se va a casar con alguien más. Es muy trágico."

Esto produjo un agudo chillido de parte de Hannah sin que dejara de


mirar hacia sus pies.

"¿Espera qué?" intervino Lavender. "¿Neville se va a casar con


alguien más? ¿Cómo sabes sobre esto? ¿ Quién? "

Daphne nada más negó con la cabeza tristemente con expresión


decaída.

" Disculpen," protestó Hermione, y prosiguió cuando las otras la


miraron de nuevo, "Ah…" mientras intentó organizar sus
pensamientos. "O sea, pues… Hannah… intentar convertirse en un
héroe para que un chico guste de ti no es muy feminista ."

"Se pronuncia femenina en realidad," corrigió Padma.

"¿Y por qué estás llamando a Hannah no-femenina?" interrogó


Susan. "No hay nada poco femenino con querer impresionar a un
chico."
"Además," añadió Parvati, sonando confundida, "¿no es nuestro
punto central que estamos intentando ser héroes aunque no sea
muy femenino?"

La discusión resultante no sería recordada por Hermione Granger


como uno de sus fogueos más exitosos en los reinos de la
educación política. Intentó explicar, y luego tras el argumento
resultante intentó explicar otra vez, mientras que las otras siete
chicas la observaban con más y más escepticismo. Después
Daphne declaró en el tono imperioso de la futura Señora
Greengrass que si el asunto del feminismo significaba que a las
chicas no se les permitía perseguir chicos en cualquier manera que
les placiera, entonces el feminismo podía quedarse en las tierras
Muggle donde pertenecía. Lavender sugirió que quizá el feminismo-
brujil podría decir que las brujas podían hacer cualquier cosa que
quisieran hacer, lo que se oía más divertido que el feminismo. Y
finalmente Padma cerró cualquier ruta de discusión al señalar
cansinamente que no veía el punto en seguir argumentando, ya que
la S.P.I.H.B. no era sobre nada que tuviera que ver con el feminismo
para empezar, sino sobre más chicas convirtiéndose en heroínas.

Hermione se rindió en ese momento.

Cuando su sesión de Encantamiento de ese día terminó y los


Ravenclaws de primer año empezaron a salir de clase arrastrando
los pies, Hermione ya se estaba contrayendo de dolor. Ellas apenas
y habían llegado a clase antes de la campanada de inicio, habían
tenido que correr directo a sus pupitres y sentarse, por lo que no
habían tenido tiempo para que la cosa horrible ocurriera todavía;
pero eso significó que Hermione tuviera que quedar expectante del
inminente desastre durante la clase entera.

Desde luego, después de que el Profesor Flitwick chillara su


despedida y todos se levantaron de sus sillas, Harry empezó a
caminar hacia ella; y por su parte Hermione empujó su libro dentro
de su monedero de piel de moke y muy rápidamente caminó hacia
la puerta y la abrió de par en par para adelantarse hacia el corredor,
y por supuesto Harry la siguió con una expresión de sorpresa
porque ellos tenían programada una sesión en la biblioteca -

"¿Hermione?" Harry preguntó mientras cerraba la puerta detrás de


él. "¿Qué sucede?"

La puerta se abrió detrás de Harry apenas y un momento después


de que la había cerrado, casi golpeando a Harry quien tuvo que
hacerse a un lado, y Padma Patil salió del salón de clases con una
mirada trémula de determinación sobre su cara.

"Disculpe, Sr. Potter," llegaron las horrendas palabras, la aguda voz


de la joven chica resonando a través del corredor como las
siniestras campanas del destino, "¿puedo pedir su ayuda con algo?"

Las cejas de Harry se levantaron, y él respondió, "La puede pedir,


desde luego."

"¿Puede decirnos cómo hablar con el fantasma de Salazar


Slytherin? Queremos que nos diga en dónde encontrar a los
abusones, al igual que le informa a usted."

Hubo un poco de silencio en el corredor por fuera del salón de


clases.

La puerta se abrió otra vez, y Su se asomó con una expresión


inquisitiva -

"Bueno, tenemos que llegar a la biblioteca," Harry comentó muy


casualmente, su rostro relajado, "¿te importaría seguirnos?" y
empezó a caminar en la dirección que llevaba a la biblioteca en los
días impares del mes, y Su hizo como que los iba a seguir pero la
cara de Harry se giró hacia ella por un momento.

No fue hasta que Harry rodeó una esquina que extrajo su varita,
pronunciando en precisa voz baja " Quietus " y luego encaró a
Padma para añadir, "Una interesante suposición, Señorita Patil."
Padma se mostró harto presumida, "Yo debí haberlo descubierto
antes, realmente. Había un siseo en la voz del fantasma, debí
pensar en la lengua Parsel de inmediato, incluso antes de que él
empezara a hablar sobre Godric Gryffindor."

La cara de Harry no cambió. "Puedo preguntar, Señorita Patil, si ha


compartido este pensamiento con -"

"Ella lo reveló delante de todas en S.P.I.H.B.," Hermione declaró.

Los ojos de Harry tuvieron esa expresión que tenían cuando estaba
calculando algo muy rápidamente, y luego dijo, "Hermione, cuál es
la probabilidad de que -"

"Lo dijo en frente de Lavender y Tracey."

"Pues," titubeó Padma. "¿No debí hacer eso?"

"Espera aquí," gruñó el Sr. Goyle, y volteó por la esquina; y se


produjo el sonido de él llamando al cuarto privado de Draco Malfoy.

El estómago de Tracey tembló un poco, y se recordó a sí misma de


nuevo que ya que Padma había abierto la bocota alguien le iba a
contar a Draco Malfoy tarde o temprano, y bien podía hacerlo ella, y
no era como si le debiera algo a Harry Potter, y una Slytherin tenía
que hacer lo que era necesario para alcanzar sus Ambiciones.

Había estado coleccionando Ambiciones desde que el Profesor


Quirrell la había humillado, y hasta ahora había decidido que quería
su propia escoba Nimbus 2000, volverse super famosa, casarse con
Harry Potter, comer Ranas de Chocolate como desayuno todos los
días, y derrotar al menos tres Señores Oscuros para mostrar al
Profesor Quirrell quién era ordinario.

"El Sr. Malfoy la verá ahora," explicó la baja, amenazante voz del Sr.
Goyle cuando regresó. "Y es mejor que estés segura de que él no
va a pensar que estás desperdiciando su tiempo." El chico la oteó
brevemente, y luego se hizo a un lado.

Tracey añadió poseer sus propios sirvientes a la lista de


Ambiciones, y entró.

El cuarto privado de Malfoy se veía idéntico al de Daphne. Ella


había estado esperando en secreto por candelabros de diamante o
pinturas de bordes dorados en las paredes - nunca lo había
pronunciado en frente de Daphne, pero la Casa de Malfoy estaba un
paso más adelante de Greengrass. Sin embargo no era más que un
pequeño dormitorio igual que el de Daphne, y la única diferencia era
que las cosas de Malfoy estaban decoradas con serpientes de plata
en vez de plantas de esmeralda.

Mientras ella cruzaba a través de la puerta, Draco Malfoy - quien


estaba perfectamente acicalado incluso dentro de su propio
dormitorio - se levantó de su silla de escritorio para recibirla con una
amistosa reverencia, llevando una encantadora sonrisa como si ella
fuera alguien que importara, lo que hizo que Tracey se pusiera tan
frustrada que olvidó todo lo que había ensayado dentro de su
cabeza y nada más espetó, "¡tengo algo para contarte!"

"Sí, Gregory me avisó de eso," Draco Malfoy comentó con suavidad.


"Por favor, Señorita Davis, tome asiento." Con un gestó la dirigió a
su propia silla de escritorio, mientras que él se sentó sobre su cama.

Sintió como que la cabeza le daba vueltas al sentarse


cuidadosamente sobre la propia silla de Malfoy, sus dedos jugando
sin pensar con la forma en que su túnica le caía sobre las rodillas,
intentando hacer que se viera tan elegante y desarrugada como la
de Draco Malfoy -

"Entonces, Señorita Davis," habló Draco Malfoy. "¿Qué quería


contarme?"

Tracey dudó, y cuando el rostro de Malfoy empezó a verse un poco


impaciente, simplemente lo tartamudeó todo, todo lo que Padma
había explicado sobre el fantasma de Salazar Slytherin enviando a
Harry Potter a detener los abusones y también que Daphne había
implicado que Hermione Granger estaba dentro del asunto -

La expresión de Draco Malfoy no cambió ni un poco mientras ella


habló, ni siquiera en lo más mínimo, y eso le provocó una honda
sacudida al estómago de Tracey.

"¡Usted no me creyó !" ella protestó.

Hubo una ligera pausa.

"Bueno," declaró Draco Malfoy, con una sonrisa que no era tan
encantadora como la última, "Yo sí creo que eso fue lo que dijeron
Padma y Daphne, así que gracias de todos modos, Señorita Davis."
El chico se levantó de su cama donde había estado sentado, y
Tracey, sin tan siquiera pensarlo, se levantó de la silla.

Mientras la escoltaba hacia la puerta, justo cuando él estaba a punto


de girar la perilla de la puerta, se le ocurrió a Tracey que - "Usted no
me preguntó qué deseaba yo por la información," ella dijo.

Draco Malfoy le otorgó algún tipo de mirada, ella no supo del todo
qué podía significar, y él no comentó nada.

"Bueno, como sea," Tracey explicó, haciendo un cambio


improvisado en sus Planes previos, "Yo no quiero nada por la
información, nada más estaba siendo amigable."

Una breve expresión de sorpresa cruzó por la cara de Draco Malfoy


nada más por un instante antes de que volviera a ser neutral de
nuevo, "No es tan sencillo volverse amigo con un Malfoy, Señorita
Davis."

Tracey sonrió, y habló con sinceridad. "Bueno, por eso seguiré


siendo amigable, entonces," ella concluyó, y dejó el cuarto con
pequeños saltos, sintiéndose como una Slytherin real quizá por
primera vez en su vida, y acabando de decidir que Draco Malfoy
también sería uno de sus esposos.

Tras irse la chica, Gregory entró, cerró la puerta otra vez y preguntó,
"¿Se encuentra bien, Señor. Malfoy?"

Draco no dijo nada a su sirviente y amigo. Sus ojos fijos en ningún


lugar, como si estuviera procurando ver a través de la pared de su
cuarto, a través del lago de Hogwarts que rodeaba los calabozos de
Slytherin, a través de la corteza de la Tierra y la atmósfera y el polvo
interestelar de la Vía Láctea, dentro del totalmente hueco y oscuro
vacío entre las galaxias que ningún mago ni científico había visto
jamás.

"¿Sr. Malfoy?" Gregory insistió, empezando a sonar un poco


preocupado.

"No puedo creer que haya creído cada palabra de eso," reconoció
Draco.

Daphne completó su pulgada final de Transformación y pasó la


mirada a través de la sala común de Slytherin, a donde Millicent
Bulstrode seguía trabajando en su propia tarea. Era el momento de
llegar a una Decisión.

Si S.P.I.H.B. iba a ir por ahí intentando detener a los abusones, a los


abusones no les iba a gustar eso, eso era seguro. Y ellos intentarían
hacer algo desagradable al respecto, lo que también era algo
seguro. Por otro lado, si los abusones se ponían desagradables
entonces Hermione le podía pedir ayuda a Harry Potter, o podían
combinar sus puntos Quirrell acumulados y pedir un favor al
Profesor de Defensa… No, lo que tenía a Daphne realmente
preocupada era si este asunto las ponía en malos términos con el
Profesor Snape. Tú nunca querrías acabar en el lado equivocado
del Profesor Snape.

Pero desde el día en que ella había retado a Neville al Más Antiguo
Duelo, se había dado cuenta de que las personas la veían diferente.
Incluso los Slytherins que se habían burlado de ella la estaban
mirando diferente. Daphne se estaba haciendo consciente de que
ser la hija de la Más Antigua y Noble Casa de Greengrass traía
mucho más respecto si eras una bella heroína, y no simplemente
una linda chica noble. Era la diferencia entre que tu papel fuera
interpretado por la actriz principal o que lo hiciera una extra de dos
Galeones con una risa estridente.

Combatir abusones podría no ser la mejor manera de volverse una


heroína. Sin embargo Padre le había contado una vez que el
problema con dejar pasar las oportunidades era que se volvía un
habito constante. Si te decías a ti mismo que estabas esperando por
una mejor oportunidad, la próxima vez probablemente te ibas a
repetir lo mismo. Padre había aseverado que la mayoría de
personas pasaban sus vidas enteras esperando por una oportunidad
que fuera lo suficientemente buena, y entonces morían. Padre había
afirmado que mientras aprovechar las oportunidades significaba que
todo tipo de cosas saldrían mal, no era tan malo como ser un
zoquete sin esperanza. Padre había dicho que después de obtener
el hábito de aprovechar las oportunidades, entonces era tiempo de
empezar a ser selectivo al respecto.

Por otro lado, Madre le había advertido que no siguiera al pie de la


letra los consejos de Padre, y ordenó a Daphne que no preguntara
sobre el sexto año de Padre en Hogwarts al menos hasta que
tuviera treinta años.

Pero al final de cuentas Padre había conseguido casarse con Madre


y manipuló exitosamente su camino para formar parte de una Más
Antigua Casa, eso era para tener en cuenta.

Millicent Bulstrode finalizó su tarea y empezó a guardar sus cosas.


Daphne se levantó de su escritorio, y caminó hacia ella.

Millicent sacó sus piernas de debajo de la mesa y se levantó,


colgando su mochila sobre un hombro, luego miró a Daphne
aproximándose, la expresión de la chica era de confusión.

"Oye, Millicent," Daphne saludó al acercarse, haciendo su voz baja y


excitada, "¿adivina que descubrí el día de hoy?"

"¿El asunto sobre el fantasma de Salazar Slytherin ayudando a


Granger?" preguntó Millicent. "Ya escuché sobre eso -"

"No," Daphne la interrumpió con un susurró, "esto es incluso mejor. "

"¿De verdad?" Millicent inquirió, con una voz igualmente baja y


excitada. "¿Qué sucede?"

Daphne miró alrededor de manera conspiratoria. "Ven a mi cuarto y


te lo diré."

Fueron hacia las escaleras que llevaban hacia los niveles inferiores,
los cuartos privados estaban incluso más abajo en el lago que los
dormitorios de séptimo año…

Pronto Daphne estaba sentada en su cómoda silla de escritorio y


Millicent había rebotado sobre el borde de su cama.

" Quietus, " dijo Daphne, cuando ambas estuvieron sentadas; y


luego en vez de guardarla dentro de su túnica, Daphne nada más
dejó que la mano cayera naturalmente a su lado, aún sosteniendo la
varita, por si las dudas.

"¡De acuerdo! " exhaló Millicent. "¿Qué es ?"

"¿Sabes qué descubrí?" habló Daphne. "Descubrí cómo tú logras


chismear tan rápido, porque sabes sobre las cosas antes de que de
hecho ocurran ."
Daphne había medio esperado que Millicent se pusiera pálida y se
desmayara, y realmente no lo hizo, aunque la chica sí se tambaleó
con fuerza antes de empezar a borbotear negativas.

"No te preocupes," declaró Daphne con su sonrisa más dulce, "No le


contaré a nadie más que eres una vidente. O sea, somos amigas,
¿no es así?"

Rianne Felthorne, séptimo año de Slytherin, estaba trabajando


diligentemente en otro ensayo de dos metros (estaba tomando todas
las clases excepto Adivinación y Estudios Muggle y su año de
E.X.T.A.S.I.S parecía consistir enteramente de tarea) cuando su
Jefe de Casa llegó a su mesa con largas zancadas y ladró "¡Usted
vendrá conmigo, Señorita Felthorne!" y se alejó caminando
frenéticamente sin esperar a que ella terminara de guardar su
pergamino y libro y pluma.

Cuando alcanzó al Profesor Snape, él la estaba esperando afuera


del cuarto y mirándola fijamente con ojos medio cerrados que
parecían demasiado intensos; y antes de que ella pudiera preguntar
de qué se trataba él giró sin pronunciar palabra y se fue acechando
a través de los corredores, por lo que ella tuvo que apresurarse para
seguir su paso.

Su paseo los llevó hacia un pasaje de escaleras, y luego otro, más


abajo de lo que ella había pensado era el nivel más bajo de los
calabozos de Slytherin. Y los corredores empezaron a verse más
viejos en su apariencia, la arquitectura regresando en el tiempo por
siglos hasta ser piedra rugosa sostenida por mortero de aspecto
crudo. Se empezó a cuestionar si el Profesor Snape la estaba
llevando a los calabozos reales de los que había escuchado
rumores, los verdaderos calabozos de Hogwarts que habían sido
sellados para todos excepto el profesorado; y quizá el Profesor
Snape sí le hacía cosas terribles allí abajo a las inocentes e
indefensas jovencitas pero eso probablemente nada más eran
ilusiones de parte suya.
Bajaron por otro tramo de escaleras, y llegaron a un cuarto que no
era para nada un cuarto, excepto una caverna de roca vacía con
una puerta solitaria, perforada por muchas aberturas oscuras e
iluminada por una sola antorcha de estilo antiguo que se encendió
en cuanto ellos entraron.

El Profesor Snape extrajo su varita, entonces, e inició la invocación


de un Encantamiento tras otro, ella perdió la cuenta de cuántos; y
cuando el Maestro de Pociones hubo terminado se volvió hacia ella,
ajustó sus intensos ojos sobre ella, y habló con voz uniforme en vez
de arrastrar las palabras como le era usual, "Usted no dirá nada a
nadie sobre este asunto, Señorita Felthorne, ni ahora ni nunca. Si
eso es aceptable para usted, asienta. De lo contrario, nos daremos
la vuelta y nos iremos."

Ella asintió, asustada y con una extraña esperanza despertando en


su corazón (bueno, no exactamente su corazón).

"La tarea que le daré es muy simple, Señorita Felthorne," explicó la


voz sin tono del Profesor Snape, "y su pago extremadamente
generoso de cincuenta Galeones es meramente para compensar
que recibirá el Encantamiento de Memoria cuando todo termine."

Ella dejó escapar un suspiro involuntario. Aunque su familia podría


ser rica tenían otras hijas y la mantenían amarrada de una correa
muy firme y ciertamente era mucho dinero para ella .

Entonces sus oídos captaron las palabras Encantamiento de


Memoria y por un momento se sintió ultrajada, no tenía sentido si
ella no podía conservar los recuerdos, ¿qué tipo de chica pensaba
el Profesor Snape que ella era?

"De seguro conoce," prosiguió Severus Snape, "¿a la Señorita


Hermione Granger, la General Rayo de Sol?"

" ¿Qué? " exclamó Rianne Felthorne con repentino horror y


disgusto. "Ella está en su primer año! ¡Puaj! "

Nota del traductor

En primer lugar, sinceros agradecimientos a los s que financiaron la


traducción de este capítulo: Sergio Andres Rodriguez Vargas y
Rocio Tou.

Además de tener acceso a los nuevos episodios con una semana de


antelación, los Patrons de más alto nivel tienen acceso a mayores
recompensas. Mientras más personas apoyen el, más tiempo podré
dedicar a la traducción.

Sobre el presente capítulo, me encanta como a pesar de intentar ser


racionales y deducir secretos, la mayoría llega a conclusiones
incorrectas. Hallar la verdad nunca es tan fácil como parece.

El término moke siempre me deja pensando. Sé que significa mula,


y es una referencia a como en los juegos de rol los personajes
suelen poseer mulas para cargar sus armas y tesoros. Pero me
parece mejor dejar esa palabra sin traducir, porque escribir piel de
mula se me hace truculento, mientras que la palabra moke conlleva
algo misterioso y mágico más propio del mundo de Harry Potter.

En estos momentos la vida real apesta bastante para mí. Estoy


esperando que esta semana me realicen una operación que me
dejará incapacitado durante varias semanas. El médico cirujano me
aviso que es una de las operaciones más dolorosas, la enfermera
que me tomó los signos vitales me miró con conmiseración, y el
encargado en el hospital de realizar los trámites y papeleos
necesarios me estrechó la mano. Las banderas rojas se siguen
acumulando y mi único propósito es cumplir con la traducción de
HPMOR a pesar del dolor que se me viene encima.

De hecho ya estado experimentando dolor, a causa de la dolencia


que prefiero no se enteren cuál es, y pues he requerido
determinación para seguir traduciendo. Es un 7-8 en la escala de
dolor, y creo que lo que voy a experimentar durante la recuperación
de la operación seguramente será mi 10 personal. No digo esto para
que me compadezcan sino para dejar en claro que mi compromiso
con el proyecto, en especial con los Patrons, es total.

Creo que eso es todo por ahora. Gracias por leer y por el interés en
HPMOR. Que la racionalidad los acompañe.
Auto actualizacion parte 7
Capítulo 72: Auto-Actualización, Negación Plausible, Parte 7

El Sol de invierno se había ocultado por completo para cuando


terminó la cena, por lo que fue en medio de la pacífica luz de las
estrellas titilando desde el techo del Gran Comedor que Hermione
se fue para la Torre de Ravenclaw junto con su compañero de
estudio Harry Potter, quien últimamente parecía tener una ridícula
cantidad de tiempo para estudiar. Ella no tenía ni la más mínima
idea de cuándo estaba Harry haciendo su tarea, excepto que estaba
siendo hecha, quizá por elfos de casa mientras él dormía.

Casi cada par de ojos se posaron sobre ellos mientras pasaron a


través de las poderosas puertas del Gran Comedor, demasiado
parecidos a los portales cercados de un castillo para el gusto de los
estudiantes que los tenían que cruzar en el camino de regreso de la
cena.

Se fueron sin hablar, y caminaron hasta que el distante borboteo de


las conversaciones estudiantiles se desvanecieron en silencio; y
luego los dos avanzaron un poco más a través de los corredores de
piedra antes de que Hermione finalmente hablara.

"¿Por qué hiciste eso, Harry?"

"¿Hacer qué?" replicó el Niño-Que-Vivió en un tono abstraído, como


si su mente estuviera en otro lugar, pensando sobre cosas
vastamente más importantes.

"O sea, ¿por qué simplemente no les contestaste que no?"

"Bueno," Harry explicó, mientras que sus zapatos aporrearon las


baldosas, "simplemente no puedo ir por ahí respondiendo 'no' cada
vez que alguien me pregunte sobre algo que no he hecho. Mira,
supón que alguien me cuestionó, 'Harry, ¿hiciste la broma con la
pintura invisible?' y yo digo 'No' y luego me siguen interrogando
'Harry, ¿sabes quién hizo fallar la escoba del Buscador de
Gryffindor?' y yo contesto 'Me rehúso a contestar esa pregunta.' Es
otra manera de confesar todo."

"Y por eso," Hermione expresó cuidadosamente, "le dijiste a


todos…" Ella se concentró, recordando las palabras exactas. "Que
si hipotéticamente había una conspiración, no podrías confirmar ni
negar que el verdadero maestro de la conspiración fuera el
fantasma de Salazar Slytherin, y que de hecho ni siquiera serías
capaz de admitir que la conspiración existía por lo que las personas
debían dejar de cuestionar al respecto."

"Ajá," concordó Harry Potter, sonriendo ligeramente. "Eso les


enseñará a tomar escenarios hipotéticos con demasiada seriedad."

"Y me pediste a mí que no respondiera nada -"

"Ellos podrían no creerte, si lo niegas," señaló Harry. "Por lo que es


mejor que no digas nada, a menos que quieras que ellos piensen
que eres una mentirosa."

"Pero -" Hermione habló con impotencia. "Pero - ¡pero ahora las
personas creen que yo estoy haciendo cosas para Salazar Slytherin!
" La forma en que los Gryffindors la habían estado mirando - la
forma en que los Slytherins la habían estado mirando -

"Es lo que termina ocurriendo por ser un héroe," Harry comentó.


"¿Has visto lo que Quibbler escribe sobre mí? "

Por un breve segundo Hermione imaginó que sus padres leían un


artículo en el periódico sobre ella, y en vez de ser una historia sobre
ella ganando un concurso de ortografía a nivel nacional o cualquiera
de las otras cosas que ella había imaginado podían llevarla a las
revistas, el titular rezaba "HERMIONE GRANGER EMBARAZA A
DRACO MALFOY".
Fue suficiente como para hacerla reconsiderar el asunto de ser una
heroína.

La voz de Harry se puso más formal. "Hablando de ello, Señorita


Granger, ¿cómo va su última misión?"

"Bueno," contestó Hermione, "a menos que el fantasma de Salazar


Slytherin realmente sí aparezca y nos informe de dónde hallar
abusones, no creo que vayamos a tener mucha suerte." No que ella
lamentará eso.

Miró a Harry de reojo, y vio que el niño la estaba observando con


intensidad.

"Sabes, Hermione," el niño declaró en voz baja, como para


asegurarse que nadie más en el mundo los iba a escuchar, "creo
que estás en lo correcto. Creo que algunas personas reciben más
ayuda que otras para volverse héroes.Y yo tampoco creo que eso
sea justo."

Harry la sujetó por la parte de la túnica donde estaba su brazo, y la


empujó hacía un estrecho pasillo en medio del corredor en que
habían estado caminando, su boca abierta por la sorpresa mientras
que Harry cogía la varita en su mano, ambos adentrándose en el
estrecho pasillo que era tan pequeño que era casi como si los
estuviera empujando sobre los brazos del otro, entonces Harry
apuntó hacia el lugar por el que habían venido y suavemente
pronunció " Quietus ", luego un momento después, en la otra
dirección, " Quietus " otra vez.

El niño buscó por los alrededores, no hacia todos los lados, aunque
sí hacia arriba en el techo y hacia abajo en el suelo.

Y luego Harry introdujo una mano en su monedero y ordenó, "Capa


de Invisibilidad."

" ¿Ay? " dijo Hermione.


Harry ya estaba extrayendo pliegues de resplandeciente tela negra
de su dispositivo de piel de moke. "No te preocupes," el niño
comentó con una ligera mueca, "son tan raras que nadie se molestó
en hacer una regla escolar contra ellas…"

Harry le ofreció la tela de terciopelo oscuro, y declaró, su voz


extrañamente formal, "No te la regalo, sino que te la presto, mi capa,
a ti Hermione Jean Granger. Protégela bien."

Se quedó mirando fijamente el terciopelo reluciente de la capa, tela


que tragaba toda la luz que caía sobre ella excepto los centelleos de
pequeños y extraños reflejos, tela tan perfectamente negra que
tendría que haber mostrado polvo o hilos o algo sin embargo no lo
hacía, mientras más la mirabas más sentías que lo observado no
estaba allí realmente, pero entonces parpadeabas de nuevo y no
era más que un manto negro.

"Tomala, Hermione."

Apenas y pensando, Hermione estiró su mano y casi rozó la tela; y


ahí su cerebro despertó y ella empezó a retroceder su mano, Harry
soltó la capa y esta se fue cayendo y ella la agarró por instinto. Y en
el instante en que sus dedos tocaron y sostuvieron el manto sintió
un voltió intangible que la recorrió al igual que la primera vez que
sujetó su varita; y fue como escuchar una canción, muy débilmente,
en el fondo de su mente.

"Ese es uno de mis objetos de aventurero, Hermione," Harry le dijo


con suavidad. "Perteneció a mi padre, y no es algo que pueda
reemplazar, de llegarlo a perder. No se lo prestes a nadie más, no
se lo muestres a nadie más, no le reveles a nadie su existencia…
aunque si quieres usarla por un rato, nada más ven y pídela
prestada."

Hermione finalmente separó sus ojos del pliegue de oscuridad sin


fondo y le devolvió la mirada a Harry.

"No puedo -"


"Ciertamente puedes," Harry insistió. "Porque no hay nada
mínimamente justo en que yo encontrara esto como una caja de
regalo al lado de mi cama una mañana, y que tú… no." Harry se
paró a pensar. "A menos que tú sí recibieras tu propia capa de
invisibilidad, en cuyo caso perdona las molestias."

Entonces las implicaciones de manto de invisibilidad finalmente se


adentraron dentro de sí, y ella apuntó un dedo conmocionado hacia
Harry, aunque estaban tan pegados que ella no pudo estirar su
brazo apropiadamente, y su voz se elevó con considerable
indignación mientras ella acusó, "¡Conque fue así cómo
desapareciste del armario de Pociones! Y la vez cuando -" y
entonces se fue quedando callada, porque incluso con una capa de
invisibilidad aún no podía ver cómo Harry había…

Harry pulió sus uñas sobre su túnica con despreocupado ingenio, y


argumentó, "Bueno, sabías que tenía que haber algún truco en ello,
¿verdad? Y ahora la heroína sabrá misteriosamente dónde y cuándo
hallar a los abusones - como si ella escuchara a los abusones
planeando, aún cuando a nadie de su edad le sería posible volverse
invisible para espiarlos."

Hubo una pausa y un silencio.

"Harry -" ella dijo. "Yo - ya no estoy segura de que combatir a los
abusones sea una idea tan buena."

Los ojos de Harry permanecieron fijos sobre los de ella. "¿Porque


las otras chicas podrían salir lastimadas?"

Ella asintió, simplemente asintió.

"Esa es su decisión, Hermione, al igual que la tuya. Yo decidí no


hacer la estúpida cosa obvia que todos hacen en los libros, intentar
mantenerte a salvo y protegida e impotente, y hacer que realmente
te enojes mucho conmigo, y me alejes mientras te vas por tu cuenta
y te metes en más problemas, y entonces heroicamente avanzas
exitosamente, tras lo cual finalmente tengo mi epifanía y me doy
cuenta de que bla bla bla etcétera. Yo sé cómo va esa parte de la
historia de mi vida, por lo que simplemente me la voy a saltar. Si
puedo predecir lo que voy a pensar después, puedo adelantarme y
pensarlo ahora. Como sea, mi punto es que, no deberías sofocar a
tus amigos para mantenerlos a salvo. Nada más les debes avisar
directamente que va a salir horriblemente mal, y si ellas aún quieren
ser heroínas después de eso, está bien."

Era en ocasiones como esa que Hermione dudaba si alguna vez ella
se iba a acostumbrar a la forma de pensar de Harry. "Harry, de
verdad," su voz se atascó por un segundo, "de verdad, ¡de verdad
no quiero que ellas salgan lastimadas! ¡Especialmente por algo que
yo inicié!"

"Hermione," Harry opinó con seriedad, "estoy muy convencido de


que hiciste lo correcto. Realmente no puedo ver que podría
sucederles a ellas que fuera peor, a largo plazo, que no intentarlo ."

"¿Qué tal si ellas salen malheridas ?" Hermione inquirió. Su voz se


sintió bloqueada en su garganta; recordó al Capitán Ernie contando
cómo Harry simplemente había mirado directamente a los ojos del
abusón mientras éste iba doblando su dedo para atrás, antes de que
la Profesora Sprout hubiera llegado a salvarlo; y hubo otro
pensamiento que le llegó después de eso, sobre Hannah y sus
delicadas manos con uñas que ella pintaba cuidadosamente en el
amarillo de Hufflepuff cada mañana, pero eso ni siquiera estaba
permitido para imaginarse. "Y luego - ellas nunca harán algo
valiente, nunca jamás -"

"No creo que funcione de ese modo," Harry arguyó con firmeza.
"Incluso si todo sale mal de una manera alucinante, no creo que
funcione así dentro de la mente humana. Lo importante es que
creas que eres alguien que puede romper sus propios límites.
Intentarlo y salir lastimado no puede ser peor que quedarse…
atascado ."

"¿Qué pasa si estas equivocado, Harry?"


Harry hizo una pausa por un momento, y luego se encogió de
hombros con un poco de tristeza, y respondió, "¿Qué tal si estoy en
lo correcto?"

Hermione volvió a mirar el terciopelo negro recorriendo su mano.


Por el lado interno la capa se sentía extrañamente suave y aún así
firme contra su palma, como si estuviera intentando darle a su mano
un abrazo consolador.

Entonces ella levantó su brazo, sosteniendo la capa para que Harry


la cogiera.

Harry no se movió para recogerla.

"Yo -" dijo Hermione. "O sea, gracias, muchas gracias, pero todavía
lo estoy considerando, por lo que puedes guardarla por ahora. Y…
Harry, no creo que sea correcto espiar a las personas -"

"¿Ni siquiera a los abusones conocidos, para rescatar a sus


víctimas?" Harry inquirió. " Yo nunca he sido abusado, sin embargo
pasé a través de una simulación realista, y no se sintió muy
placentera. ¿Has sido molestada alguna vez, Hermione?"

"No," ella respondió en voz baja, y prosiguió sosteniendo la capa de


invisibilidad hacia Harry.

Finalmente Harry recuperó su capa - ella sintió un pequeño


retorcijón de pérdida cuando la canción inaudible desapareció del
fondo de su mente - y metió el material negro de vuelta en su
monedero.

Cuando el monedero se comió el último pedazo de la tela, Harry se


giró hacia ella, para romper la Barrera de Silencio -

"Y, pues," Hermione cuestionó. "Esa no es la Capa de Invisibilidad,


¿o sí? ¿Sobre la que leímos en la biblioteca en la página dieciocho
de la traducción de Paula Vieira del escrito de Gottschalk Un
Pergamino Ilustrado sobre Artefactos Perdidos ?"
Harry la miró de reojo, medio haciendo una mueca, y expresó en el
mismo tono de voz que había usado antes con los otros estudiantes
durante la cena, "No puedo confirmar ni negar que poseo
dispositivos mágicos de increíble poder."

Cuando Hermione se trepó en su cama esa noche aún estaba


intentando decidir. Su vida había sido más simple durante la cena,
cuando no había existido ninguna manera practica de encontrar
abusones; y ahora tenía que escoger otra vez; no para sí misma, en
esta ocasión, sino para sus amigas. En su mente siguió recordando
la arrugada cara de Dumbledore y el dolor no del todo escondido, y
también seguía escuchando la voz de Harry afirmando que 'Esa es
su decisión, Hermione, al igual que la tuya.'

Y su mano siguió rememorando la sensación del manto contra sus


dedos, reproduciendo ese momento una y otra vez en su cabeza.
Había un poder en esa sensación que compelía sus pensamientos a
regresar a la capa, y a la canción que había escuchado / que no
había escuchado en una parte de su mente y su magia que ahora
yacía en silencio.

Harry le había hablado a la capa como si fuera una persona,


ordenandole que la cuidara a ella. Harry había afirmado que la capa
le había pertenecido a su padre, que no la podría reemplazar si la
perdía…

Sin embargo… Harry no haría eso realmente, ¿o sí?

¿Nada más pasar una de las tres Reliquias de la Muerte creadas


siglos antes de Hogwarts?

Podría decir que se sentía halagada, pero esto iba mucho más allá
de sentirse halagada, hasta hacer que se cuestionara qué era ella
para Harry, exactamente.
Quizá Harry era el tipo de persona que iba por ahí prestando
artefactos mágicos antiguos y perdidos a cualquiera que él
considerara un amigo, aunque -

Aunque cuando ella pensó sobre cuál parte de su vida Harry había
dicho que se había saltado, la parte donde él intentaba mantenerla a
salvo y protegida…

Hermione se quedó con la mirada fija en el techo del dormitorio de


Ravenclaw. En algún lugar más allá de la cama, Mandy y Su
estaban hablando. Ella encendía su Encantamiento Silenciador
hasta que no pudiera escuchar las palabras exactas, sin embargo
aún podía oír un débil murmullo; había algo reconfortante sobre
dormir al compartir el cuarto con otras chicas. Harry mantenía su
Silenciador hasta el máximo, ella lo sabía.

Se estaba comenzando a preguntar si tal vez Harry en realidad sí,


bueno…

Ya sabes…

Gustaba de ella.

Esa noche Hermione Granger se demoró un largo tiempo en caer


dormida.

Y cuando despertó a la mañana siguiente había una pequeña


esquina de pergamino asomándose por debajo de su almohada que
informaba que A las diez y media encontrarás un abusón en el
cuarto pasaje a la izquierda del pasillo al salir del salón de clases de
Pociones - S.

Cuando Hermione entró al Gran Comedor esa mañana, su


estómago estaba lleno con mariposas voladoras del tamaño de
Hipogrifos; incluso cuando se aproximó a la mesa de desayuno de
Ravenclaw seguía sin decidir qué hacer.
Vio que había un asiento libre al lado de Padma. Ahí sería donde se
sentaría, si ella le iba a contar a Padma y luego pedir a Padma que
le dijera a Daphne y Tracey.

Hermione caminó hacia el asiento disponible al lado de Padma.

Había palabras esperando en su garganta, Padma, recibí un


mensaje misterioso -

Y pudo sentir una enorme pared de ladrillo dentro de ella, evitando


que las palabras salieran afuera. Ella estaría poniendo a Hannah y
Susan y Daphne en peligro . Las tomaría y las llevaría de la mano
directo hacia los problemas. Eso era Incorrecto.

O podía ir e intentar manejar al abusón por su cuenta, sin contar


nada a sus amigas, y eso, muy obviamente, también era Incorrecto.

Hermione sabía que estaba enfrentando un Dilema Moral, al igual


que todos aquellos magos y brujas de los que había leído en
historias. Sólo que en las historias las personas tenían una elección
correcta y una elección incorrecta, no dos elecciones incorrectas, lo
que parecía un poco injusto. Sin embargo tenía el presentimiento,
de alguna manera - quizá venía de la manera en que Harry siempre
hablaba sobre cómo los libros de historia los iban a percibir - de que
estaba enfrentando una Decisión Heroica, y que su vida entera
podría terminar yendo de una forma o de otra, dependiendo de lo
que escogiera ahora mismo, esta mañana .

Hermione se sentó en la mesa sin mirar a ningún lado, nada más


contemplando el plato y los cubiertos como si pudieran tener
respuestas ocultas por dentro, pensando con tanta fuerza como
había hecho siempre, y unos segundos después escuchó la voz de
Padma susurrando casi en su oreja, "Daphne asevera que sabe
dónde va a estar un abusón a las diez y media de hoy."

Condenadas.
Todas ellas estaban condenadas, en la opinión de Susan Bones.

Tía a veces contaba historias que empezaban así, con personas


haciendo algo que sabían era estúpido, y las historias usualmente
acababan con alguien quedando condenado por todo el suelo y las
paredes y los zapatos de su Tía.

"Oye, Padma," murmuró Parvati, su voz apenas audible sobre el


suave impacto de ocho chicas avanzando de puntillas a través del
corredor llevando al salón de clases de Pociones, "sabes por qué
Hermione ha estado suspirando toda la mañana -"

"¡Sin hablar!" chistó Lavender, el áspero susurro sonando mucho


más duro que el murmullo de Parvati. "¡Nunca sabes cuando el Mal
podría estar escuchando!"

"¡Shhh! " chistaron las otras tres chicas incluso más alto.

Completa, total, muy extremadamente condenadas.

Mientras se acercaban al cuarto pasillo a la izquierda del salón de


clases de Pociones, donde el misterioso informante de Daphne
había dicho que el abuso tomaría lugar, las ocho se movieron más
lento, el sonido de sus pies se puso más suave, y finalmente la
General Granger hizo el gesto que significaba Alto, voy a
adelantarme para observar .

Lavender levantó una mano, entonces, y cuando Hermione se giró a


mirarla, Lavender, mostrandose confundida, apuntó directo al
corredor, se señaló a sí misma, y luego intentó gesticular algo más
que Susan no comprendió -

La General Granger negó con su cabeza, y una vez más, esta vez
más despacio, con movimientos más exagerados, hizo la señal para
Alto, voy a adelantarme para observar .

Lavender, viéndose aún más confundida, apuntó al camino por el


que habían llegado, e hizo un gesto de rebote con la otra mano.
Ahora todas las demás se mostraban aún más confundidas que
Lavender, y Susan pensó con algo de acritud que evidentemente
una hora de práctica hecha dos días atrás no era suficiente para
recordar un nuevo conjunto de señales en código.

Hermione apuntó a Lavender, luego al suelo bajo los pies de


Lavender, la expresión sobre su cara haciendo muy claro que el
significado era Tú. Quédate. Aquí.

Lavender asintió.

Caos caos caos iban las palabras de la canción de marcha de la


Legión del Caos a través de la mente de Susan, caos caos caos
caos caos caos…

Hermione metió la mano dentro de su túnica, y extrajo un pequeño


bastón con un espejo en la punta y una lente. Con mucha suavidad,
la chica de Ravenclaw se arrastró pegada a la pared, justo al lado
de donde el pasillo se abría hacia el corredor, y asomó únicamente
la lente alrededor de la esquina.

Luego un poco más.

Luego un poco más.

Entonces la General Granger introdujo su cabeza por un lado con


cautela.

La General Granger se volteó hacia ellas, asintió, e hizo la señal de


mano para siganme .

Susan se sintió un poco mejor al avanzarse en arrastre. La parte del


Plan en la que debían llegar treinta minutos antes que el abusón
había, aparentemente, funcionado. ¿Tal vez ellas estaban
condenadas únicamente un poco…?


A las diez y veintinueve, casi en punto, el abusón apareció. Si
cualquiera hubiera estado presente para escuchar - aunque el
corredor estaba aparentemente vacío - habrían escuchado sus
zapatos cliqueando sólidamente a través del corredor principal,
entrando por el pasillo, caminando hacia donde el pasillo se giraba
hacia su primera esquina, volteando por esa esquina, y luego
deteniéndose algo sorprendido al ver que el pasillo ahora terminaba
en una sólida pared de ladrillos donde antes no había existido
pared.

Entonces el abusón se encogió de hombros y se dio la vuelta, al


tiempo que se echó para atrás para mirar el pasaje principal a la
vuelta de la esquina.

Era el castillo de Hogwarts, después de todo.

Detrás de los delgados paneles Transformados a toda prisa que


ellas habían ensamblado con la apariencia de una pared de ladrillos,
las chicas siguieron aguardando; sin hablar, sin moverse, apenas y
respirando, aunque observando a través de los huecos que habían
dejado para sí mismas.

Mientras Susan contemplaba fijamente al abusón, pudo sentir la


presión de su pecho extendiéndose hasta las puntas de sus pies. El
chico debía estar en su séptimo año si es que no más, y su túnica
tenía los bordes en verde en vez del rojo que habían esperado, y
tenía músculos, y tras verlo un poco más, Susan se dio cuenta de
que su postura tenía el balance que indicaba que él era un duelista .

Entonces todas escucharon el sonido de más pies acercándose


desde el corredor. Los Gryffindors y Slytherins de cuarto año
acababan de salir de sus clases de Pociones.

Las pisadas fueron pasando, y disminuyeron y se desvanecieron, y


el abusón no hizo nada. Por un momento Susan sintió un instante
de alivio -

Entonces otro, más pequeño grupo de pasos se aproximó.


El abusón no hizo nada todavía, mientras las pisadas fueron
pasando.

Eso sucedió unas cuantas veces más.

Y luego, mientras se iba acercando el apenas audible sonido de un


último par de pisadas, las siete chicas escucharon la voz del abusón
pronunciando, clara y fría y calmada, " Protego ".

Alguién sí jadeó entonces, aunque por fortuna muy por lo bajo. Si


ellas ni siquiera podían dar un golpe inicial -

Los abusones ya estaban aprendiendo, Susan se dio cuenta, ella no


había esperado que S.P.I.H.B. fuera capaz de hacer esto a menudo
antes de que los abusones se fueran preparando - sin embargo -
Hermione ya había derrotado a tres abusones - y la escuela había
estado vibrando con la especulación del fantasma de Salazar
Slytherin, ayer -

¡Él nos está esperando!

Susan habría suspirado para que se rindieran, para abortar el plan,


sólo que no había manera de expresar un mensaje para -

" Silencio," dijo el abusón con una suave, deliberada voz con su
varita apuntada hacia el corredor, el halo azul de su Encantamiento
Escudo reluciendo a su alrededor. " Accio víctima."

Cuando el chico de cuarto año entró en su campo de visión él


estaba colgando al revés como si una mano invisible lo estuviera
agarrando por una pierna, su túnica de bordes rojos empezando a
deslizarse hasta sus muslos y revelando los pantalones que llevaba
por debajo. Su boca se abría y cerraba impotentemente, sin que
saliera sonido alguno.

"Supongo que te preguntas qué está sucediendo," el Slytherin de


séptimo año saludó con calmada, helada voz. "No te preocupes. Es
tan simple que incluso un Gryffindor podría comprenderlo."
Con eso, la mano izquierda del Slytherin formó un puño y se estrelló
fuertemente contra el estómago del Gryffindor. Aunque el cuerpo del
chico de cuarto año se sacudió frenéticamente, todavía ninguna
palabra salió de su boca.

"Tú eres mi víctima," explicó el Slytherin. "Yo soy un abusón. Voy a


golpearte. Y veremos si alguien me detiene."

Fue en ese momento que Susan se dio cuenta de que era una
trampa.

Y casi en el mismo momento, resonó la poderosa y aguda voz de


una joven chica, gritando, " ¡Alto, malvado! ¡Finite Incantatem! "

Lavender, pensó Susan, agonizando. La chica de Gryffindor se


había ofrecido para ser una distracción, mientras el resto de ellas
ejecutaban un ataque sorpresa por donde el abusón menos se lo
esperara, ese había sido el plan, sólo que ahora -

"En el nombre de Hogwarts," gritó la voz de Lavender, aunque ellas


no pudieron verla, "¡y en el nombre de las heroínas en cualquier
lugar, te ordeno que dejes ir a ese AYY!"

" Expelliarmus," pronunció el abusón. " Stupefy . Accio estúpida


heroína."

Cuando Lavender flotó dentro de su campo de visión, colgando


inconsciente por uno de sus pies, Susan parpadeó; la chica estaba
vestida con una brillante falda escarlata-dorada y una blusa, en vez
de su túnica usual de Hogwarts.

El abusón también le estaba dando una mirada extraña al cuerpo de


la chica al revés, y entonces apuntó su varita hacia ella y dijo " Finite
Incantatem," sin embargo las ropas permanecieron en su sitio.

Entonces el abusón se encogió de hombros, y, aún de frente a


Lavender en vez del colgante niño de cuarto año, retrajo su puño -
" ¡Lagann! " gritaron cinco voces, y cinco espirales verdes se
dispararon de cinco varitas apuntadas a través de cinco hoyos en la
pared falsa, y un instante después la voz de Hermione aulló "
¡Stupefy! "

Cinco espirales verdes se destruyeron contra el halo azul de manera


inefectiva, y el voltio rojo de Hermione rebotó del halo y golpeó al
chico de cuarto año, quien se sacudió y luego se quedó quieto.

Y el abusón de séptimo año se giró hacia ellas, sonriendo


siniestramente, mientras las niñas de primer año gritaron y se
lanzaron a la carga.

Los ojos de Susan se abrieron con violencia e instantáneamente ella


giró para alejarse de donde había estado desmayada en el piso, sus
pulmones todavía encendidos y todo su cuerpo seguía doliendo de
cuando había sido golpeada, la batalla sólo había avanzado unos
pocos segundos por lo que alcanzó a ver, el cuerpo de Hannah
cayendo con su brazo aún estirado hacia Susan, " ¡Glisseo! "
exclamó Hermione pero el chico más grande que ellas simplemente
sacudió su varita hacia abajo dejando un trazo de brillo verde tras de
sí y el Encantamiento de Hermione fue visiblemente cortado en una
lluvia de chispas blancas y azules, luego en casi el mismo
movimiento el abusón dijo " ¡Stupefy! " y Hermione fue lanzada para
atrás y Susan reunió toda la magia que le quedaba y gritó "
¡Innervate! " hacia el cuerpo de Hermione al tiempo que el abusón
se giraba hacia ella, la varita del abusón apuntada hacia ella otra
vez y entonces Padma gritó " ¡Prismatis! " justo antes de que el
abusón aullara " ¡Impedimenta! ", la esfera arcoiris formándose
alrededor del abusón y el Slytherin de séptimo año se tambaleó
cuando su propio maleficio rebotó hacia él, sin embargo un instante
después la varita del abusón retrocedió para tocar a su dueño
ligeramente y la Esfera Prismática de Padma se destrozó como una
pompa de jabón cortada por la varita del abusón e " ¡Innervate! "
bramó Parvati hacia el cuerpo de Hannah y Tracey y Lavender
gritaron al mismo tiempo, " ¡Wingardium Leviosa! " -

Hannah Abbott sostuvo su varita con una mano que temblaba del
agotamiento, ya no tenía magia suficiente ni para un Innervate .

El resto del pasillo estaba silencioso, los cuerpos de Padma y


Tracey y Lavender desperdigados a través del piso. Hermione y
Parvati inconscientes contra una pared. Susan de pie en petrificado
rigor mientras sus ojos veían todo lo ocurrido sin poder hacer nada.
Incluso el chico de Gryffindor estaba tumbado e inmóvil (aunque
Hermione lo había despertado y él había luchado, no había sido
suficiente).

Había sido una batalla muy corta.

El abusón seguía sonriendo, las únicas señales de su esfuerzo era


una onda temblorosa en el halo azul que lo rodeaba, y unas cuantas
gotas de sudor sobre su frente.

El abusón alzó su brazo, se limpió el sudor de su frente, y se


arrastró hacia ella como un Lethifold con la figura de un humano.

Hannah se dio la vuelta y huyó, se giró y corrió con gritos atados en


su garganta asfixiada, pasó corriendo por el panel caído del falso
muro de ladrillos, recorrió el pasillo con toda la velocidad que pudo
lograr, balanceándose tanto como podía -

Justo antes de que Hannah pudiera girar por el pasaje, la voz del
abusón detrás de ella gritó "¡Cluthe! " y a ella le dieron terribles
calambres a través de sus piernas, se cayó y se golpeó su cabeza
contra la pared, sólo que ella ni siquiera notó el dolor del impacto
pues estaba gritando por los músculos acalambrados -

El abusón la siguió acechando, Hannah lo vio al voltear su cabeza;


aproximándose lentamente, todavía exhibiendo esa espantosa
sonrisa.
Y ella se giró, a pesar del dolor en los músculos de sus piernas al
enredarse sobre sí mismos, dio vueltas hasta alcanzar la esquina
del pasaje, y exclamó, "¡Vete! "

"Creo que no," replicó el abusón, su voz profunda y aterradora como


la de un adulto, sonando muy cerca de ella.

El abusón dio la vuelta a la esquina y Daphne Greengrass lo


acuchilló con su Más Antigua Hoja directamente en su entrepierna.

Se produjo un resplandor que iluminó todo el corredor -

Fue con un semblante subyugado que las siete chicas salieron de la


oficina de Madam Pomfrey, dejando a una de las suyas en una
cama de hospital.

Hannah estaría totalmente bien en unos treinta y cinco minutos, la


sanadora había dictaminado; los músculos retorcidos eran fáciles de
reparar.

Daphne había hecho toda la conversación, y de acuerdo a ella,


Hannah había sufrido un accidente con un Encantamiento
Correcaminos que le había causado calambres. Aunque Madam
Pomfrey les había otorgado una mirada suspicaz no les discutió,
incluso cuando ese Encantamiento estaba seis años por encima de
su nivel.

Madam Pomfrey también le había dado a Daphne una poción para


ayudar con su estado de total agotamiento mágico, y le advirtió que
no lanzara ningún hechizo por las siguientes tres horas. Eso,
supuestamente, fue porque Daphne usó demasiada magia para
intentar Finite a Hannah, en vez de que la Más Antigua Hoja había
drenado todo su poder para romper el Protego .

El resto de ellas había decidido no decir nada sobre las raspaduras


debajo de sus túnicas hasta que pudieran lograr que algunas de las
chicas mayores invocaran Episkey sobre ellas. Había límites a lo
que Daphne podía argumentar.

Todo el asunto, Susan pensó, había estado demasiado cerca,


mucho muy cerca. Si el abusón antes se hubiera asomado a la
esquina - si se hubiera tomado un momento para relanzar su
Encantamiento de Escudo -

"Deberíamos parar," declaró Susan, tan pronto como las siete


salieron del rango de audición de la oficina de la sanadora.
"Deberíamos dejar de hacer esto."

Por alguna razón, aunque se suponía que debían votar para este
tipo de cosas, todas se voltearon a mirar a la General Granger.

La General Rayo de Sol pareció no darse cuenta de que la estaban


observando, ella nada más siguió caminando de largo, con la vista
al frente.

Tras un rato, Hermione Granger pronunció, con voz que sonaba


pensativa y un poco triste, "Hannah dijo que ella no quería que nos
detuvieramos. No estoy segura de que sea correcto para nosotras…
ser menos valientes para ella, menos de lo que ella es."

El resto de chicas, excepto Susan, asintieron ante eso.

"No creo que se llegue a poner peor que esto," opinó Parvati. "Y
podemos manejarlo. Ya lo hemos demostrado."

A Susan no se le ocurrió qué decir ante eso. No pensó que chillar a


todo lo que sus pulmones pudieran dar sobre lo evidentemente
estúpido y CONDENADO fuera a ser persuasivo. Y ella simplemente
no podía abandonar a las demás, eso no. ¿No era suficiente ser
maldecida con trabajo duro, por qué los Hufflepuffs encima tenían
que ser leales ?

"Por cierto, Lavender," inquirió Padma. "¿En el nombre de los


calzones de Merlín qué estabas vistiendo ahora rato?"
"Mi disfraz de heroína," contestó la chica de Gryffindor.

Daphne sonó abatida, pues habló sin voltear a verlas y siguió


recorriendo el pasillo con visible esfuerzo. "Es el disfraz de Soldado
de Gryffindor de la obra Cronicas de las Soldados Lunares ."

"¿Lo Transformaste?" preguntó Parvati, mostrandose confundida.


"Pero el abusón lanzó Finite sobre ti -"

"¡No!" Lavender explicó. "¡Es real! Verán, nada más Transformé mi


disfraz de heroína de antemano en una camisa y una falda, por lo
que todo lo que tuve que hacer fue lanzar Finite sobre mí misma tras
haber visto al abusón. ¿Quieres el tuyo propio, Parvati? El mio me lo
hicieron ayer Katarina y Joshua de sexto año, por doce Sickles -"

"Pienso," la General Granger comentó con voz cuidadosa, "que eso


nos haría ver un poco tontas."

"Bueno," replicó Lavender, "deberíamos votar sobre si vamos a -"

"Pienso," la General Granger insistió, "que sin importar lo que


cualquiera vote, ni muerta me van a coger vistiendo uno de esos
disfraces -"

Susan ignoró la discusión. Estaba intentando inventar alguna


estrategia ingeniosa para que estuvieran menos condenadas.

Todo el Gran Comedor se puso en silencio, aunque fuera


únicamente por un momento, cuando las siete penetraron a la hora
del almuerzo.

Entonces el aplauso inició.

Fue desperdigado, no el masivo aplauso de todos aplaudiendo al


mismo tiempo. Mucho provino de la mesa de Gryffindor, menos de
Hufflepuff y Ravenclaw, y nada de parte de Slytherin.
Daphne sintió su cara endurecida. Ella había esperado - bueno,
quizá después de hallar un abusón de Gryffindor al cual detener y
un Slytherin al que rescatar, sus camaradas Slytherins se darían
cuenta -

Ella observó la mesa de Hufflepuff.

Neville Longbottom estaba aplaudiendo con sus manos alzadas por


encima de su cabeza, aunque no estaba sonriendo. Tal vez había
escuchado sobre Hannah, o tal vez se preguntaba por qué Hannah
no estaba allí.

Entonces, incapaz de detenerse del todo, echó una ojeada a la


Mesa de Profesores.

El rostro de la Profesora Sprout estaba arrugado con preocupación.


Ella y la Profesora McGonagall inclinaban sus cabezas hacia el
Director Dumbledore, quien tenía una expresión solemne, y los
labios de los tres se movían rápidamente. El Profesor Flitwick se
mostraba más resignado que otra cosa, y Quirrell, con cara floja,
estaba tomando temblorosos sorbos de su sopa usando una
cuchara apretada con un puño.

El Profesor Snape estaba contemplando directamente a -

¿Ella?

O - ¿a Hermione Granger, de pie a su lado?

Una pequeña, delgada sonrisa cruzó la cara del Maestro de


Pociones, y él levantó sus manos, las juntó con un solo movimiento
que era demasiado lento para ser una palmada real; y entonces el
Maestro de Pociones se giró hacia su plato, ignorando las
conversaciones a su alrededor.

Daphne sintió un pequeño escalofrío recorrer su espalda, y


apresuradamente se volteó hacia la mesa de Slytherin. Susan y
Lavender y Parvati se separaron para ir a sus grupos, dirigiéndose
hacia las mesas de Hufflepuff y Gryffindor al otro lado del Gran
Comedor.

Ocurrió cuando estaban pasando la parte de la mesa de Slytherin


donde el equipo de Quidditch de Slytherin se sentaba.

Ahí fue cuando Hermione se tropezó de repente, se tropezó con


fuerza como si la hubieran jalado de un pie, y cayó desmadejada en
el espacio que había entre Marcus Flint y Lucian Bole, y se produjo
un triste sonido cuando la cara de Hermione terminó en el plato de
bistec y puré de papas que pertenecía a Flint.

Todo pareció suceder demasiado rapido entonces, o quizá era sólo


la propia Daphne quien pensaba demasiado lento, cuando Flint dejó
escapar un aullido de indignación y su mano jaló a Hermione y la
arrojó de vuelta a la mesa de Ravenclaw, y ella rebotó en la espalda
de un estudiante y colapsó contra el suelo -

El silencio se esparció hondamente.

Hermione se levantó a sí misma con sus manos, aunque no alcanzó


a ponerse de pie, Daphne pudo ver que todo su cuerpo estaba
temblando, y que su cara seguía cubierta con puré de papas y
algunos pedazos de bistec.

Por un largo momento, nadie habló, nadie se movió. Como si nadie


en todo el Gran Comedor pudiera imaginar, al igual que Daphne,
qué iba a ocurrir a continuación.

Luego la poderosa voz de Flint, la voz del Capitán de Slytherin que


gritaba órdenes en el campo de Quidditch, expresó con una
peligrosa vibración, "Arruinaste mi comida, niña."

Otro momento de congelado silencio. La cabeza de Hermione -


Daphne la pudo ver temblando - se giró para mirar al Capitán de
Quidditch de Slytherin.

"Discúlpate conmigo," demandó Flint.


Harry Potter empezó a levantarse a sí mismo de la mesa de
Ravenclaw, y entonces se detuvo abruptamente, a la mitad, como si
acabara de pensar en algo -

Luego otros cinco se pusieron de pie en la mesa de Ravenclaw.

Todo el equipo de Quidditch de Slytherin se levantó, con varitas en


sus manos, y entonces estudiantes de la mesa de Gryffindor se
pararon y también de la mesa de Hufflepuff y sin pensarlo Daphne
se volteó a observar la Mesa de Profesores y vio que el Director
seguía sentado, contemplando, nada más contemplando,
Dumbledore estaba nada más contemplando y tenía una mano
afuera como para retener a la Profesora McGonagall - en tan sólo
un segundo alguien pronunciaría un hechizo y ahí sería demasiado
tarde, por qué no estaba el Director haciendo nada -

Y una voz dijo, "Mis disculpas."

Daphne volvió a mirar, su boca abierta en absoluta sorpresa.

" ¡Scourgify," comandó la suave voz, y el puré de papa se


desvaneció del rostro de Hermione, revelando la expresión de
conmoción de la Ravenclaw ante el acercamiento de Draco Malfoy,
quien guardó su varita de nuevo, y luego se arrodilló con un pie a su
lado y le ofreció una mano.

"Lamento eso, Señorita Granger," dijo la cortés voz de Draco Malfoy.


"Supongo que alguien pensó que estaba siendo gracioso."

Hermione tomó la mano de Draco, y repentinamente Daphne se dio


cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir -

Pero Draco Malfoy no levantó a Hermione a medio camino para


luego dejarla caer.

Él simplemente la ayudó a ponerse de pie.

"Gracias," agradeció Hermione.


"Con gusto," Draco Malfoy habló en voz alta, sin mirar a ningún lado
de las cuatro Casas de Hogwarts que lo miraban fijamente y en total
conmoción. "Nada más recuerde, ser astuto y ambicioso no es lo
mismo que ser de ese modo."

Y luego Draco Malfoy regresó a su asiento en la banca de Slytherin


y se sentó como si él no hubiera - no acabara de - él acaba de -

Hermione se fue al puesto vacío más cercano en la banca de


Ravenclaw y se sentó.

Un número de otras personas, muy lentamente, se sentaron.

"¿Daphne?" preguntó Tracey. "¿Estás bien?"

El corazón de Draco estaba martillando su pecho tan fuerte que


estaba preocupado de que pudiera explotar y salir en una lluvia de
sangre, como la maldición que Amycus Carrow había usado una vez
con un perrito.

El rostro de Draco permaneció completamente controlado, porque él


sabía (había sido taladrado dentro de él una y otra vez) que si
mostraba la más mínima señal del temor que estaba sintiendo, sus
compañeros de Casa lo iban a partir en pedazos como una manada
de Acromantulas.

No había tenido tiempo de revisar con Harry Potter, nada de tiempo


para planear, ni tiempo para pensar, sólo el instante para darse
cuenta que el momento para empezar a rescatar la reputación de
Slytherin era justo ahí .

De todos los lados de la larga mesa de Slytherin, caras enojadas


contemplaban a Draco.

Sin embargo eran superadas en número por las caras que


simplemente se veían confundidas.
"De acuerdo, me rindo," comentó un chico de sexto año que Draco
no reconoció, sentándose al frente suyo y dos lugares a la derecha.
"¿Por qué hiciste eso, Malfoy?"

Aunque su boca estaba muy seca, Draco no tragó saliva. Eso habría
sido una muestra de temor. En vez de eso mordió una zanahoria,
que contenía la mayor humedad de todo lo que había en su plato, y
masticó y tragó, pensando tan rápido como pudo.

"Sabes," Draco comentó, haciendo sonar su voz tan cortante como


pudo - mientras que su corazón palpitaba aún con más fuerza sobre
su pecho, mientras que todos a su alrededor dejaban de hablar para
escuchar - "hay probablemente algunas maneras de hacer que
Slytherin se vea peor que atacando a ocho niñas de todas las Casas
que están trabajando juntas para detener a los abusones, sin
embargo no se me ocurre cómo . De este modo recibimos el
beneficio por lo que Greengrass está haciendo."

Las caras confundidas permanecieron confundidas.

"¿Qué?" espetó el chico de sexto año, y "Espera, ¿ cuál beneficio?"


inquirió una chica de quinto año sentada a su derecha.

"Hace que la Casa de Slytherin se vea mejor," simplificó Draco.

Los Slytherins a su alrededor lo estaban contemplando con


extrañeza como si él estuviera intentando explicar algebra.

"¿Verse mejor para quién? " cuestionó el chico de sexto año.

"Pero acabas de ayudar a una sangre sucia," acusó la chica de


quinto año. "¿Cómo se supone que eso se vea bien?"

La garganta de Draco se cerró. Su cerebro estaba experimentando


una horrenda falla durante la cual no podía pensar en otra cosa
excepto decir la verdad -
Entonces, "Probablemente se trata de alguna especie de plan
extremadamente astuto de parte de Malfoy," opinó un chico de
quinto año. "Ya saben, como en La Tragedia de Light, donde todo lo
que parecía un problema es parte del plan. Y termina con la cabeza
de Granger sobre una pica y nadie sospechando que se trató de él."

" Eso tiene sentido," alguien concordó en alguna parte lejana de la


mesa, y hubo muchos asentimientos de cabeza.

"¿ Tú sabes qué es lo que trama el jefe?" Vincent murmuró por lo


bajo.

Gregory Goyle no replicó. En su mente podía escuchar con suma


claridad la voz de su amo, expresando, No puedo creer que haya
creído cada palabra de eso, el día que el rumor había iniciado sobre
Salazar Slytherin mostrando a Potter y Granger dónde hallar los
abusones.

"¿Sr. Goyle?" susurró Vincent.

Los labios de Gregory Goyle formaron las palabras, Oh no, aunque


ninguno sonido surgió.

Hermione había salido del almuerzo bastante temprano ese día, por
alguna razón no había sentido tanta hambre. Aquellos pocos
segundos de horrible humillación seguían quemando a través de su
mente, una y otra vez, el sentimiento en su rostro de chapotear
contra el puré de papas y luego ser arrojada en el aire y después la
voz del chico de Slytherin ordenando 'Discúlpate conmigo'… podría
ser la primera vez en toda su vida que ella había sentido odio por
alguien. El chico que la había arrojado (Marcus Flint, le habían
informado que ese era su nombre) y quien fuera que le hubiera
lanzado el Maleficio para tropezar… ella sintió, por un horrible
instante que quería pedir a Harry que empezara a ponerse creativo
de parte de ella, que ella no lo iba a objetar.

No había estado ni un minuto por fuera del Gran Comedor cuando


escuchó el sonido de pies corriendo detrás suyo, y se giró para ver a
Daphne apresurandose hacia ella.

Y oyó lo que su Soldado Rayo de Sol tenía para exponer…

"¿No lo comprendes? " La voz de Daphne apenas y estaba por


debajo de un chillido. "¡Nada más porque alguien es amable contigo
eso no significa que es tu amigo! ¡Él es Draco Malfoy! Su padre es
un Mortífago, todos los padres de todos sus amigos son Mortífagos -
Nott, Goyle, Crabbe, todos a su alrededor, ¿lo comprendes? Todos
desprecian a los hijos de Muggle, quieren que todos los que sean
como tú mueran, ¡creen que eres una buena para nada excepto
para ser un sacrificio en horribles rituales Oscuros! ¡Draco es el
próximo Lord Malfoy, ha sido criado desde que nació para odiarte y
ha sido criado para mentir! " Los ojos verde-grises de Daphne la
contemplaron fiera y fijamente, demandando aceptación y
asimilación.

"Él -" Hermione vaciló. Ella recordaba el techo, la horrenda sacudida


cuando comenzó a caer, la mano de Draco Malfoy agarrando la
suya y sosteniendola con tanta fuerza que ella después tendría
marcas. Había tenido que pedírselo dos veces antes de que él
finalmente la dejara caer. "Quizá Draco Malfoy no es como ellos -"

El susurro de Daphne fue casi un grito. "Si él no termina haciendo


algo diez veces peor de lo que acaba de suceder, sería el fin de su
vida, ¿lo captas? ¡O sea Lucius Malfoy literalmente lo tendría que
desheredar! ¿Sabes cuál es la probabilidad de que él no esté
tramando algo?"

"¿Diminuta?" repuso Hermione con voz mermada.

" ¡Cero! " siseó Daphne. "¡O sea nula! ¡Me refiero a menos que cero!
¡O sea que la probabilidad es tan pequeña que no podríamos
hallarla con tres Encantamientos Aumentadores y un hechizo
Apuntame y - y - y un mapa antiguo y la profecía de un centauro!
Todos en Slytherin saben que él está tramando hacerte algo y no
quiere que sospechen, escuché que alguien afirmó que él fue visto
apuntando su varita a ti justo antes de que tropezaras - ¿no lo ves?
¡Todo esto es parte del plan de Malfoy! "

Draco estaba sentado y comiendo su bistec con floretes de coliflor


asada y salsa de Ashwinder (no estaba hecha de huevos de
Ashwinder verdaderos, nada más sabía a fuego), intentando no reír
e intentando no llorar.

Había escuchado sobre la negación plausible, pero no se había


dado cuenta de cuánto importaba hasta que descubrió que los
Malfoys no tenían ninguna.

"¿Quieren saber mi plan?" comentó Draco. " Aquí está mi plan. No


voy a hacer nada y luego la próxima vez que las personas crean que
estoy tramando algo, no tendrán certeza alguna."

"Eh…" replicó el chico de quinto año. "No pienso creerte, eso no


suena para nada astuto -"

"Eso es lo que él quiere que tú creas," concluyó la chica de quinto


año.

"Albus," Minerva dijo peligrosamente, "¿acaso tú planeaste todo


esto?"

"Bueno, si yo sí chasqueé mis dedos bajo la mesa, simplemente no


te voy a revelar eso -"


La mano temblorosa del Profesor de Defensa dejó caer su cuchara
dentro de la sopa nuevamente.

"¿A qué te refieres con, ponerte una trampa? " protestó Millicent.
Las dos estaban sentadas con las piernas cruzadas sobre la cama
de Daphne, habiendo llegado directo ahí tras el almuerzo en el Gran
Comedor. "Con mis ojos de Vidente que contemplan más allá del
Tiempo Mismo, te vi ganando ."

Daphne miró fijamente a Millicent, sus propios ojos meramente


mortales bastante estrechos en ese momento. "Ese chico nos
estaba esperando ."

"¡Bueno, pues claro!" declaró Millicent. "¡Todo el mundo sabe que


ustedes estan cazando abusones!"

"Hannah fue golpeada por un maleficio realmente doloroso," Daphne


reiteró. "¡Ella tuvo que visitar a una sanadora, Millicent! ¡Si somos
amigas deberías haberme advertido !"

"Mira, Daphne, te dije que -" La chica de Slytherin hizo una pausa,
como procurando recordar algo, y luego pronunció, "O sea, te dije,
lo que Veo tiene que llegar a ocurrir. Si intento cambiarlo, si
cualquiera procura cambiarlo, realmente terribles, horrendas, no
buenas, cosas extremadamente malas van a ocurrir. Y luego
terminarán pasando de todos modos . Si yo Veo que recibes una
paliza, no puedo contarte eso, porque vas a intentar no ir, y luego -"
Millicent se detuvo.

"¿Y luego?" Daphne inquirió escéptica. "O sea, ¿qué pasa si


simplemente no vamos?"

"¡No lo sé! " exclamó Millicent. "¡Aunque probablemente hace que


ser comida por Lethifolds parezca una fiesta de té!"
"Mira, incluso yo sé que así no es como las profecías funcionan,"
Daphne reclamó, entonces hizo una pausa. "Al menos las profecías
no funcionan así en las obras de teatro…" Había que admitir, que
existían todo tipo de tragedias donde intentar evadir una profecía
hacía que ocurriera, o por el otro lado, procurar seguir la corriente
de una profecía era la única razón por la que terminaba sucediendo.
Pero podrías hacer que las profecías sucedieran si eras lo
suficientemente inteligente; o si alguien te amaba lo suficiente como
para tomar tu lugar; o con suficiente esfuerzo era posible romper
una profecía directamente… Desde luego, en las obras de teatro los
Videntes nunca recordaban lo que Veían, por lo que…

Millicent debió percibir la vacilación de Daphne, porque la otra chica


empezó a verse un poco más confiada. "Bueno," Millicent propuso
con agudeza, "¡esto no es una obra de teatro! Mira, te voy a avisar
si Veo una batalla difícil o fácil. Eso es todo lo que puedo hacer, ¿lo
captas? ¡Y si yo digo 'difícil' no puedes no aparecer! O - o -" los ojos
de Millicent se pusieron blancos, y ella entonó profundamente, "
Aquellos que intentan engañar a su destino encontrarán finales
tristes y sombríos -"

La Profesora Sprout negó con su cabeza, su rostro mostrándose


ceñudo.

"Sin embargo -" insistió Susan. "Sin embargo usted ayudó a Harry
Potter en esa ocasión -"

"Y fue dejado bastante claro para mí," la Profesora Sprout explicó en
una voz que sonaba como si alguien estuviera usando un
Encantamiento Encogedor para apretar su garganta, "que era el
trabajo del Profesor Snape, y no el mio, mantener el orden en la
Casa de Slytherin - Señorita Bones, por favor, usted no tiene que
hacer esto si -"

"Sí, yo tengo que hacer esto," Susan expresó infeliz. "Soy una
Hufflepuff, tenemos que ser leales."

"¿Un misterioso pergamino bajo tu almohada?" cuestionó Harry


Potter, levantando la vista de donde había estado sentado, en el
Silenciado rincón donde estaban estudiando. Luego los ojos verdes
del chico se estrecharon. "Fue de parte de Santa Claus, ¿cierto?"

Pausa.

"De acuerdo," exclamó Hermione. "Yo no voy a preguntar, y tú no


vas a contarme, y ambos vamos a pretender que tú nunca dijiste
eso y yo no sé nada al respecto -"

Susan se acercó a la mesa tan pronto como la chica que era mayor
que ella estuvo a solas, mirando alrededor de la sala común de
Hufflepuff para asegurarse de que nadie estaba observando (del
modo en que su Tía le había enseñado a hacerlo, para que no fuera
obvio que ella estaba vigilando).

"Hola, Susie," saludó la Hufflepuff de séptimo año. "Acaso necesitas


más -"

"¿Puedo hablar un momento contigo en privado?" Susan solicitó.

Jaime Astorga, séptimo año de Slytherin, y hasta hace poco


considerado una prometedora estrella en ascenso en el circuito de
jóvenes duelistas, se mantuvo erguido dentro de la oficina del
Profesor Snape, con sus dientes apretados y sudor bajando a gotas
por su espina dorsal.

"Recuerdo claramente," dijo el Jefe de su Cabeza arrastrando las


palabras sardónicamente, "que le advertí a usted, y a un número de
otros esta misma mañana, que había ciertas niñas de primer año
que podrían demostrar ser problemáticas, si un luchador era incauto
y se permitía sí mismo ser tomado por sorpresa ."

El Profesor Snape acechó lentamente circulando a su alrededor.

"Yo -" titubeó Jaime, mientras más sudor se acumulaba sobre su


frente. Sabía cuán ridículo sonaba, cuán patética era su excusa.
"Señor, ellas no tendrían por qué haber sido capaces de -" Una niña
de primer año no debería haber sido capaz de romper su Protego,
sin importar qué tipo antiguo Encantamiento ella hubiera usado -
Greengrass debió tener ayuda -

Sin embargo estaba muy claro que su Jefe de Casa no creería eso.

"Oh, estoy muy de acuerdo con eso," murmuró Snape con tono bajo,
empapado de amenaza. "No tendrían por qué haber sido capaces.
Me empiezo a preguntar si el Sr. Malfoy, cual sea su plan, tiene un
punto, Astorga. No puede ser bueno para la reputación de la Casa
de Slytherin que nuestros luchadores, en vez de demostrar su
fuerza, ¡pierdan con unas niñas!" La voz de Snape se había
elevado. "Está bien que hayas tenido el buen gusto de haber sido
derrotado por una niña que es compañera de la Noble Casa de
Slytherin, Astorga, ¡o yo mismo le habría quitado puntos!"

Aunque los puños de Jaime Astorga se apretaron en sus costados,


no se le ocurrió nada que decir.

Un tiempo después le fue permitido a Jaime Astorga abandonar la


presencia de su Jefe de Casa.

Y después de eso, sólo las paredes, el suelo, y el techo pudieron ver


la sonrisa de Severus Snape.

Esa noche Draco fue visitado por el búho de su padre, Tanaxu,


quien no era verde únicamente porque no había tal cosa como
búhos verdes. Lo mejor que Padre había sido capaz de hallar era un
búho con las plumas plateadas más puras, con grandes ojos verdes
luminosos, y un pico tan afilado y cruel como el colmillo de una
serpiente. El pergamino amarrado alrededor de la pierna de Tanaxu
era corto y al grano:

¿Qué estás haciendo, hijo mío?

El pergamino que Draco envió fue igualmente corto,

Estoy intentando evitar que se haga daño a la reputación de


Slytherin, padre.

En el tiempo que le requería a un búho para volar desde Hogwarts a


la Mansión Malfoy y de regreso, el búho de la familia trajo otro
mensaje para Draco, y este únicamente decía:

¿Qué estás haciendo realmente?

Draco miró fijamente el pergamino que había desenvuelto de la


pierna del búho. Sus manos temblaban, mientras sostenía el
pergamino bajo la luz de su chimenea. Cinco palabras, cinceladas
en tinta negra, no deberían haber sido más aterradoras que la
muerte.

No había mucho tiempo para pensar. Padre sabía exactamente


cuánto tardaba un mensaje para ir desde la Mansión Malfoy a
Hogwarts y de regreso; sabría si Draco se demoraba para componer
una mentira cuidadosa.

Sin embargo Draco siguió esperando hasta que su mano dejó de


temblar, antes de escribir su réplica, la única respuesta que pensó
que Padre podría aceptar.

Me estoy preparando para la siguiente guerra.

Draco envolvió el pergamino alrededor de la pierna del búho y lo


amarró, y luego envió a Tanaxu aleteando por fuera de su cuarto, a
través de los pasillos de Hogwarts, dentro de la noche.
Él esperó, pero ninguna respuesta llegó.

Segunda nota del traductor

Si se preguntan que pasó con la primera nota, sólo está disponible


para los . Aprovecho para agradecer a Rocio Tou y Sergio Andres
Rodriguez Vargas por su apoyo.

Ya pasó mi tiempo oficial de convalecencia tras la cirugía pero aún


no me siento al 100%. Aún no voy a regresar a mi trabajo de medio
tiempo, pero sí a traducir HPMOR a partir de mañana. Por lo menos
ya estoy caminando un par de cuadras por fuera de la casa, y como
estoy comiendo más saludable me siento mejor conmigo mismo.

Gracias por leer y les deseo mucha suerte a todos.


Auto Actualizacion Parte 8
Capítulo 73: Auto-Actualización, Lo Sagrado y lo Mundano,
Parte 8

El chorro de fuego rojo cogió a Hannah de lleno en el rostro,


volteándola de pies a cabeza y aporreando su cabeza directamente
con la pared de piedra, donde su pálida cara pareció dilatarse por un
instante, enmarcada por hebras voladoras de cabello café-dorado,
antes de que ella colapsara en el suelo sobre su propia túnica,
cuando la tercera y final descarga de resplandecientes espirales
verdes derribó el Encantamiento Escudo de sus enemigos.

Los días de Marzo siguieron pasando, llenos con lecturas y tarea,


desayuno y almuerzo y cena.

El chico de Gryffindor las miró fijamente a las ocho, tensión en cada


línea marcada de su cuerpo, su rostro trabajando sin hacer ruido; y
luego sus manos liberaron del agarre las solapas del chico de
Slytherin, y él se fue caminando sin que nadie dijera una palabra.
(Bueno, Lavender casi había pronunciado una palabra - su boca
apenas se estaba abriendo en indignación, quizá porque ella no
había tenido oportunidad de declamar su discurso - aunque
afortunadamente Hermione la vio y le hizo el gesto que significaba
CÁLLATE.)

Y también había que dormir, por supuesto. No querías olvidarte de


dormir solamente porque parecía algo muy normal.

"¡Innervate!" exclamó la joven voz de Susan Bones, y los ojos de


Hermione se abrieron de par en par y sus labios inhalaron aire con
una bocanada, sus pulmones sintiéndose pesados como si un
enorme peso yaciera sobre su pecho. A su lado, Hannah ya estaba
sentada, agarrando su cabeza entre sus manos y haciendo una
mueca de dolor. Daphne les había advertido que esta sería una
batalla 'difícil', creando una cierta trepidación en Hermione, y lo
mismo en todas ellas. Excepto quizá Susan, quien nada más se
presento a la hora señalada para el encuentro, y caminó a su lado
sin hablar, y luchó contra el abusón de séptimo año hasta ser la
última chica de pie. Tal vez el Gryffindor se había sentido reluctante
de combatir a la última hija de Bones, o quizá Susan simplemente
había tenido mucha suerte; de cualquier modo, cuando Hermione
había intentado sentarse de nuevo, se había dado cuenta que su
pecho se sentía pesado porque había, de hecho, un cuerpo
bastante largo esparcido sobre ella.

Y no querías olvidar la magia tampoco, aún si el momento actual de


lanzar un hechizo nada más formaba una muy pequeña parte de tu
día. Era el punto central de Hogwarts, después de todo.

"De acuerdo, ¿qué tal si todas montamos en monopatines?"


propuso Lavender. "Podríamos llegar a otros lugares más rápido
que si vamos caminando. Y nos veríamos realmente asombrosas
sobre monopatines, los artefactos Muggle pueden no ser tan rápidos
como las escobas pero se ven más geniales - deberíamos votar al
respecto -"

En cuanto a las fracciones de tiempo remanentes, las completarías


de acuerdo a tu naturaleza: chismear sobre romances de los
estudiantes mayores, o libros y secciones de estudio.

Hermione extendió una mano temblorosa para coger su libro de


Hogwarts: Una Historia de donde había caído, el siempre
confortador libro estaba sólo a un paso de distancia de donde ella
había acabado sobre el suelo, después de que la chica mayor la
había "tropezado" contra una pared. Y luego la bruja de Gryffindor
más grande que ella se había alejado caminando sin voltear a mirar,
nada más susurrando "… de Salazar -" una palabra que hería más
que cualquier cosa que los Slytherins dijeran sobre los sangre sucia,
'sangre sucia' no era más que una extraña frase del mundo mágico
pero Hermione conocía la palabra que la Gryffindor había
pronunciado. No podía acostumbrarse, simplemente no podía
acostumbrarse a ser odiada. Todavía dolía mucho cada vez que
pasaba, y de algún modo dolía incluso más proviniendo de parte de
los Gryffindors que se suponía eran los buenos.

Harry había dividido ocho de sus soldados entre los otros ejércitos,
como se había ordenado; voluntariamente él había renunciado a dos
Tenientes Caóticos, enviando a Dean Thomas al Ejército Dragón y
luego intercambiando a Seamus Finnigan con ella por Blaise Zabini,
quien Harry había afirmado estaba siendo "sub-utilizado" en Rayo
de Sol. Lavender había elegido reunir a la mayor parte de S.P.I.H.B.
en Rayo de Sol; Tracey había decidido permanecer con Caos.

"¿Para que puedas utilizar tus encantos sobre el General Potter?"


inquirió Lavender, mientras Hermione las ignoraba a las dos tanto
como podía. "Tengo que decir, Traces (1) , que creo que nuestra
General Rayo de Sol ya lo tiene bastante amarrado - tendrías mejor
suerte convenciendo a Hermione que los tres deberían tener uno de
aquellos, ya sabes, arreglos -"

Nadie había descubierto aún lo que Draco Malfoy estaba tramando.

"¿Certeza?" replicó Harry Potter, sonando bastante reluctante.


"Sabes que un racional no tiene certeza de algo nunca, Hermione, ni
siquiera de que dos y dos son cuatro. En realidad no puedo leer la
mente de Malfoy, y si pudiera, no tendría la certeza de que él no es
un Oclumante perfecto. Todo lo que puedo afirmar es que por lo que
he observado en Malfoy, es mucho más plausible de lo que Daphne
Greengrass cree, que de hecho él esté intentando mostrar a los
Slytherins un mejor camino. Deberíamos… deberíamos intentar
seguir esa corriente, Hermione."

(Bueno, Harry parecía pensar que Draco Malfoy era un buen chico.
Sin embargo el problema era que Harry también tenía la tendencia
de confiar en personas como el Profesor Quirrell.)

"Profesor Quirell," Harry explicó, "me preocupa el odio que la Casa


de Slytherin parece estar desarrollando por Hermione Granger."
Estaban sentados en la oficina del Profesor de Defensa, Harry
sentado bastante lejos del escritorio del Profesor (y la sensación de
desastre inminente era todavía notable, a pesar de ello), el estante
para libros vacíos aún enmarcando la cabeza casi calva del Profesor
Quirrell. La taza balanceada sobre la apretada mano de Harry
estaba llena del obscuro, probablemente costoso té Chino del
Profesor Quirrell, y revelaba algo sobre la manera que Harry había
estado pensando últimamente que él tuviera que hacer una decisión
consciente para beber.

"¿Y esto me importa por qué razón?" replicó el Profesor Quirrell,


sorbiendo su té.

"Sí, bueno," insistió Harry, "Nada más voy a ignorar eso - oh, deje
eso, Profesor Quirrell, usted ha estado planeando restaurar la
reputación de la Casa de Slytherin al menos desde el primer Viernes
de este año."

Pudo haber un pequeño asomo de sonrisa, en los bordes de


aquellos finos y pálidos labios; y también podría ser, que no había
nada. "Creo que la Casa de Slytherin saldrá bien al final, Sr. Potter,
sin importar el destino de una niña. Sin embargo estoy de acuerdo
en que la situación actual no es favorable para su pequeña amiga.
Los abusones de dos Casas, muchos de ellos pertenecientes a
poderosas y bien conectadas familias, ven a la Señorita Granger
como una amenaza a su reputación y una vergüenza a su orgullo.
Tan poderoso como sea ese motivo para herirla, palidece
comparado con la envidia pura de los Gryffindors, quienes ven a una
extraña ganando los laureles del heroísmo que ellos han soñado
desde la infancia." Ahora la sonrisa en los labios del Profesor
Quirrell era definitiva, aunque pequeña. "Y luego están aquellos de
la Casa de Slytherin que escucharon que el fantasma de Salazar
Slytherin los ha abandonado en favor de una sangre sucia. Me
pregunto si usted tan siquiera puede concebir, Sr. Potter, ¿cómo irán
a reaccionar ellos? Aquellos que no creen van a asesinar
alegremente a la Señorita Granger por el insulto. Y en cuanto a
aquellos Slytherins que muy en el fondo, en algún lugar silencioso
dentro de sí mismos, se cuestionan si quizá podría ser verdad… su
pánico interno es algo que se debe tener en cuenta." El Profesor
Quirrell sorbió su té equitativamente. "Cuando tenga más
experiencia, Sr. Potter, usted verá las consecuencias de sus planes
por adelantado. Como es usted ahora, está siendo mal servido por
su ignorancia voluntaria de toda la naturaleza humana que le parece
poco placentera."

Harry sorbió su propio té.

"Ah…" dudo Harry. "Profesor Quirrell… ¿ayuda?"

"Ya he ofrecido mi ayuda a la Señorita Granger," respondió el


Profesor Quirrell, "tan pronto como preví el problema que se
desarrollaría. Mi estudiante me pidió, para decirlo amablemente, que
me alejara de sus asuntos. De seguro le ha comunicado lo mismo a
usted. Como en verdad tengo poco para ganar o perder en este
asunto, no tengo la intención de presionar al respecto." El Profesor
de Defensa se encogió de hombros, su taza de té sostenida de la
manera exactamente correcta, por lo que la superficie del líquido ni
siquiera produjo ondas cuando el Profesor Quirrell se apoyó contra
su silla. "No se preocupe demasiado, Sr. Potter. Aunque las
emociones corren a toda velocidad alrededor de la Señorita
Granger, ella está en menos peligro del que usted podría imaginar.
Cuando sea mayor, aprenderá que la primera y principal cosa que
hace cualquiera persona ordinaria es nada."

El sobre que el Sistema de Slytherin le había entregado a Daphne a


la hora del almuerzo estaba sin firmar, como siempre; el pergamino
en su interior nombraba un tiempo y un lugar y rezaba, simplemente,
"Difícil."

Eso no fue lo que preocupo a Daphne. Lo que había preocupado a


Daphne era que Millicent parecía no estar mirando en su dirección o
la de Tracey durante el almuerzo de ese día. Nada más
contemplaba fijamente hacia adelante donde estaba su plato y
comía. Millicent había levantado la vista sólo una vez, que Daphne
se diera cuenta, en la dirección de la mesa de Hufflepuff, y luego
bajó la mirada de nuevo muy rápido; aunque Daphne estaba
demasiado lejos para ver la expresión en su rostro, ya que Millicent
se había sentado bastante lejos de Tracey y de ella.

Daphne había reflexionado sobre ello durante el almuerzo, con una


sensación de malestar en el estómago diferente a cualquier cosa
que hubiera sentido antes, y que había causado que dejara de
comer a la mitad de su primer plato.

… Lo que Veo tiene que llegar a ocurrir… probablemente hace que


ser comida por Lethifolds parezca una fiesta de té…

No fue una decisión consciente que Daphne hiciera, nada como lo


que se suponía que los Slytherins debían hacer, sin sopesar los
beneficios para ella misma.

En vez de eso -

Daphne le contó a Hannah y Susan y todas las demás, que su


informante le había advertido que su próximo abusón iba a atacar a
las Hufflepuffs en particular, y que el abusón planeaba arriesgarse a
despertar la ira de los profesores para realmente herir ya fuera a
Hannah o Susan, como seriamente, y que era mejor si las dos se
quedaban por fuera en esta ocasión.

Hannah había accedido a quedarse por fuera.

Susan había -

" ¿Qué estás haciendo aquí? " gritó la General Granger, aunque fue
un medio grito y murmullo al mismo tiempo.

La redonda cara de Susan no cambió, como si la chica de Hufflepuff


de repente hubiera desarrollado esa falta de expresividad
experimentada que la propia Madre de Daphne usaba. "¿Estoy aquí,
realmente?" Susan replicó con calma.

"¡ Dijiste que no ibas a venir! "

"¿Yo dije eso?" inquirió Susan. Jugó con su varita casualmente en


una mano, apoyándose contra la pared de piedra del corredor donde
estaban esperando, su cabello café-rojizo de alguna manera se
ajustaba a sí mismo en perfecto orden contra los bordes amarillos
de la túnica de la bruja. "Me preguntó por qué. Tal vez no quería que
Hannah concibiera ideas extrañas. Lealtad de Hufflepuff, ya sabes."

"Si no te vas," insistió la General Rayo de Sol, "¡voy a abortar la


misión, y todas vamos a regresar a nuestros aposentos de estudio,
Señorita Bones!"

" ¡Oye! " protestó Lavender. "No hicimos una votación para -"

"Está bien por mí," comentó Susan, quien mantenía su mirada fija
sobre el otro final del corredor donde se fusiona con el corredor
embaldosado del cual les habían informado provendría el abusón.
"Me quedaré aquí por mi cuenta, en ese caso."

"Por qué -" dudó Daphne. Su corazón estaba en su garganta… Si


intento cambiarlo, si cualquiera procura cambiarlo, realmente
terribles, horrendas, no buenas, cosas extremadamente malas van a
ocurrir. Y luego terminarán pasando de todos modos… "¿Por qué
estás haciendo esto?"

"No es propio de mí," reconoció Susan. "Lo sé. Sin embargo -"
Susan se encogió de hombros. "Las personas no siempre se
comportan como ellas mismas, ya sabes."

Ellas suplicaron.

Ellas imploraron.
Susan ni siquiera les siguió hablando, nada más se quedó
observando, esperando.

Daphne estaba a punto de llorar, se seguía preguntando si ella


había causado esto, si intentar cambiar el Destino estaba haciendo
que sucediera aún peor -

"Daphne," pidió Hermione, su voz sonando más aguda que lo usual,


"ve a traer a un profesor. Corre."

Daphne se giró sobre sus tobillos y empezó a correr en la dirección


opuesta del corredor de piedra, y luego se dio cuenta, y se giró de
vuelta a donde estaban todas las chicas observándola excepto
Susan, y Daphne, sintiéndose como si estuviera a punto de vomitar,
declaró, "No puedo…"

" ¿Qué? " exclamó Hermione.

"Creo que se pone peor cada vez que intentas combatirlo,"


respondió Daphne. Así era como funcionaba en las obras de teatro,
a veces.

Hermione se la quedó viendo fijamente, y luego dijo, "Padma."

La otra chica de Ravenclaw simplemente salió corriendo de allí sin


protestar. Daphne la miró irse, sabiendo que Padma no era tan
buena para correr como ella, y ahora se estaba cuestionando si
quizá esa resultaba ser la única razón por la cual la ayuda llegaría
demasiado tarde…

"Los abusones están aquí," Susan anunció lacónicamente. "Oh,


tienen un rehén."

Todas se giraron, y observaron, y reconocieron -

Tres grandes abusones, los ojos de Daphne reconocieron a Reese


Belka quien era una teniente de primera en uno de los ejércitos de
séptimo año, y Randolph Lee quien era el número dos en el club de
duelo de Hogwarts, y peor que los otros, Robert Jugson III, en su
sexto año, cuyo padre era casi ciertamente un Mortífago.

Los tres estaban rodeados por Encantamientos de Escudo, halos


azules que resplandecían bajo la superficie de un halo de otro color
y mostraban ocasionalmente otras facetas encima, escudos de
varias capas como si los tres hubieran considerado que estaban
peleando con duelistas serios y habían gastado energía de acuerdo
a ello.

Y detrás de ellos, sujetada y sostenida por cuerdas brillantes, estaba


Hannah Abbott. Sus ojos estaban abiertos y en pánico y su boca se
estaba moviendo, aunque no podían escuchar nada a través del
Quietus que ellos habían puesto antes.

Entonces Jugson hizo un gesto despreocupado con su varita, y las


cuerdas brillantes arrojaron a Hannah hacia ellas, se produjo un
pequeño zumbido cuando el cuerpo de Hannah voló a través de la
barrera de Silencio, la varita de Susan estaba apuntando a Hannah
instantáneamente y la voz de Susan murmuró " Wingardium Leviosa
"-

" ¡Corran! " chilló Hannah, al tiempo que era gentilmente bajada
hacia el suelo.

Sin embargo el corredor detrás de ellas y en frente de ellas ahora


estaba bloqueado con un resplandeciente campo gris, un hechizo de
barrera que Daphne no reconoció.

"¿Necesito explicar de qué va esto?" Lee expuso con fingida


jovialidad. El duelista de séptimo año estaba enseñando una sonrisa
que no alcanzaba sus ojos. "Bueno, nada más por si acaso, ustedes
pequeñas inconveniencias, y eso la incluye a usted Señorita
Greengrass, han sido bastante problemáticas y han contado
suficientes mentiras. Trajimos a su pequeña amiga tan sólo para
estar seguros de que nos encargamos de todas ustedes, ¿aunque
supongo que la otra chica Ravenclaw se está escondiendo a la
vuelta de la esquina o sujeta del techo en algún lugar? Bueno, no
tiene importancia. Esta es su -"

"Suficiente cháchara," interrumpió Robert Jugson III, "tiempo para el


dolor," y levantó su varita. " ¡Cluthe! "

Simultáneamente Susan apuntó con su varita y exclamó "


¡Prismatis! " y una pequeña esfera arcoíris se formó en medio del
aire casi al instante, la barrera miniatura tan condensada y brillante
que permaneció intacta incluso cuando el maleficio de Jugson la
golpeó y rebotó hacia Belka, cuya varita relampagueó para desviar
el voltio negro; y entonces un momento después el resplandor de
muchos colores había desaparecido.

Los ojos de Daphne se abrieron de par en par por un momento; ella


nunca había pensado en usar Esfera Prismática así -

"¿Jugsy, cariño?" comentó Belka. Sus labios abiertos por una


sonrisa viciosa. "Pensé que habíamos discutido esto. Primero las
vencemos, luego jugamos."

"P-por favor," suplicó Hermione Grange con voz que desfallecía,


"permitan que se vayan - yo, yo, yo prometo que voy a -"

"Oh, en serio," la cortó Lee con tono de molestia. "¿Estás a punto de


ofrecerte a ti misma para dejar que las demás se vayan? Ya las
tenemos a todas ustedes."

Jugson sonrió entonces. "Podría ser divertido," opinó el Mortífago


junior de sexto año, suavemente y con amenaza. "¿Qué tal si lames
uno de mis zapatos, sangre sucia, y una de tus amigas se puede ir?
Escoge a la que te guste más, deja que las otras salgan
lastimadas."

"No," dijo la joven voz de Susan Bones, "eso no va a pasar," y con


un rápido movimiento cegador la chica de Hufflepuff saltó hacia la
izquierda justo cuando un rayo rojo paralizador emergía de la varita
de Belka, Daphne apenas y podía ver los movimientos de Susan
quien pareció apoyarse en la pared del corredor y luego brincar
como si fuera una bola de hule y sus piernas se estrellaron contra la
cara de Jugson, aunque no atravesó el escudo el chico de sexto año
se tambaleó hacia atrás con el impacto y Susan lo siguió hacia
abajo y su pie se estampó contra el brazo que sostenía la varita del
chico, otra vez siendo repelida por el escudo, " ¡Elmekia! " clamó
Lee y Parvati gritó " ¡Prismatis! " y la pared arcoíris se formó pero el
chorro azul ardiente lo cruzó como si no estuviera allí, el voltio no
golpeó a Susan por centímetros, hubo un tornado de movimiento
que Daphne no pudo seguir durante el cual Belka fue derribada
desde sus pies, sin embargo la bruja nada más giró a un lado para
ponerse de pie y luego -

Daphne lo vio venir, y sus labios empezaron a formar la palabra "


Pris- " pero ya era demasiado tarde.

Tres fulgurantes ráfagas se estrellaron contra Susan al mismo


tiempo, ella tenía su varita levantada como si pensara que podía
contraatacar y se produjo un destello blanco cuando los maleficios
golpearon la madera mágica, pero entonces las piernas de Susan
convulsionaron y la enviaron volando contra una pared del corredor.
Su cabeza se impactó y emitió un extraño sonido de rotura, y luego
Susan cayó y permaneció sin moverse con su cabeza en un ángulo
bastante inusual, su varita aún apretada en una mano estirada.

Hubo un momento de silencio congelado.

Parvati se arrastró hacia donde yacía, presionó un pulgar contra el


punto del pulso en la muñeca de Susan, y luego - lentamente,
temblando, Parvati se puso de pie, sus ojos abiertos de par en par -

" Vitalis revelio," pronunció Lee al tiempo que Parvati abría su boca,
y el cuerpo de Susan fue rodeado por un cálido resplandor rojo.
Ahora el chico de séptimo año estaba sonriendo siniestramente.
"Probablemente no es más que una clavícula rota, diría yo. Sin
embargo, buen intento."

"Merlín, ellas son engañosas," comentó Jugson.


"Por un segundo me tuvieron comiendo de su mano, queridas." La
chica de séptimo año no estaba riendo para nada.

" ¡Tonare! " gritó Daphne, alzando su varita sobre su cabeza y


enfocándose con más fuerza de lo que había hecho en toda su vida.
" ¡Rava calvaria! Lucis - "

Ella ni siquiera vio el maleficio que la derribó.

Hermione sintió la sacudida del Innervate haciendo que despertara,


y por alguna estrategia intuitiva ella no giró para ponerse de pie de
inmediato; había sido una batalla completamente imposible y
aunque no se le ocurría qué podía hacer algún instinto le informó
que saltar para ponerse de pie no era lo correcto.

Sólo una grieta, Hermione abrió sus ojos, y los tenues rayos de sol
que penetraron en ellos le mostraron a Parvati retrocediendo de los
tres abusones, la última chica de pie que Hermione podía ver.

Y sus ojos también le enseñaron a Tracey caída no muy lejos de


ella, y la varita de Hermione todavía seguía en su mano; y así,
esperando que la chica de Slytherin enseñara más sentido común
del que usualmente hacía uso, Hermione hizo los movimientos de
varita tan sutilmente como pudo, y apenas moviendo sus labios,
susurró, "Innervate."

Hermione sintió que el hechizo funcionó, sin embargo Tracey no se


movió. Hermione esperó que fuera porque Tracey estaba siendo
astuta, y esperando para…

¿Qué podían hacer ellas?

Hermione no lo sabía, y el pánico que había guardado durante los


momentos de lucha estaba empezando a devorarla por dentro ahora
que estaba quieta, ahora que estaba intentando pensar, ahora que
podía ver que era absolutamente imposible.
Ahí fue cuando Hermione escuchó un costalazo, y aunque estaba
por fuera de su campo de visión, ella supo que Parvati había caído.

Un momento de silencio llegó, y pasó.

"¿Ahora qué?" interrogó la voz del chico aterrador y suave.

"Ahora despertamos a la sangre sucia," indicó la precisa voz del


chico aterrador y formal, "y descubrimos quién está realmente
detrás de ellas, no el fantasma de Salazar Slytherin."

"No, queridos," dijo la voz de la chica aterradora y dulce, " primero


las sujetamos a todas con máxima seguridad -"

Y entonces se produjo un sonido como de trueno y los ojos de


Hermione se abrieron de par en par por la conmoción antes de que
pudiera detenerse, y en su campo de visión ampliado pudo ver al
chico aterrador y suave convulsionando cuando arcos amarillos de
energía se arrastraron hacia él como gigantes gusanos
resplandecientes. Su varita salió volando de su mano mientras él
colapsó en el suelo, retorciéndose, y un momento después yació
inmóvil.

"¿Ya están todos los demás dormidos?" interrogó una voz. "Bien."

Susan Bones se levantó del piso cerca de donde el chico aterrador y


suave había estado, su cuello seguía doblado de manera extraña.
Ella giró su cabeza alrededor de sus hombros, un movimiento
casual y relajado, y su cabeza estuvo enderezada de nuevo.

La chica de primer año de cara redonda estaba de pie encarando a


los dos abusones que quedaban con una mano posada sobre su
cadera.

Sonriendo siniestramente.

Y rodeada por un halo de facetas azules.

"¡Poción multijugos!" espetó la chica abusona.


" ¡Polyfluis Reverso! " rugió el chico abusón que quedaba.

Algo con la forma de una bufanda reflejada surgió de su varita -

Pasó sin resistencia a través del halo rodeando a Susan -

Por un instante, ella brilló con un extraño color de espejo, como un


reflejo de sí misma -

Y luego el brillo se desvaneció.

La joven chica se quedó ahí de pie, mano sobre su cadera.

"Equivocado," informó Susan. "Y esta es la verdad, en caso de que


no la hayas escuchado antes -"

En su pequeña mano una varita se alzó, borrosa a causa del halo


azul que la rodeaba.

"No te metes con los 'Puffs'," declaró Susan, y con un destello gris
tan luminoso que hirió los ojos medio cerrados de Hermione, la
verdadera batalla inició.

No duró mucho tiempo.

Algo del techo fue derretido.

La chica abusona chilló para obtener una tregua, que ellos se irían y
cogerían a Jugson consigo, y Susan rugió las sílabas de una
maldición que Hermione reconoció como el Hórrido Marchitamiento
de Abi-Dalzim que era ilegal en siete países.

Eventualmente la chica abusona yacía inconsciente e incapaz de


despertar sobre el suelo, y el último chico abusón había huido
abandonando los cuerpos de sus compañeros detrás suyo, y Susan
estaba apoyada contra una pared, cubierta de sudor y su túnica
seca porque se había chamuscado aunque tenía parches mojados,
jadeando por respirar, y apretando su hombro derecho usando su
mano izquierda.
Tras un rato Susan se enderezó, y se giró para mirar a sus
compañeras brujas dormidas sobre el piso.

Bueno, ellas debían haber estado dormidas sobre el piso.

Lavender ya estaba sentada con los ojos tan grandes como sandías.

"Eso…" dudó Lavender.

"Fue…" comentó Tracey.

" ¿Qué? " espetó Hermione.

"O sea, ¿qué? " exclamó Parvati.

" ¡Genial! " celebró Lavender.

"Oh, demonios," protestó Susan Bones. Su rostro ya se veía un


poco pálido bajo el sudor, y ahora se estaba poniendo más pálido,
viéndose casi horriblemente blanco. "Ah… ¿podría convencerlas a
todas que acaban de alucinar eso?"

Hubo un rápido intercambio de miradas. Hermione observó a


Parvati, Parvati contempló a Lavender, con brevedad Lavender
cruzó sus ojos con los de Tracey.

Las cuatro volvieron a mirar a Susan y negaron con sus cabezas.

"Oh, demonios," se quejó Susan otra vez. "¡Vean voy a regresar en


un par de minutos pero realmente me tengo que ir ahora por favor
no cuenten nada adiós!"

Y Susan penetró el corredor corriendo, moviéndose increíblemente


rápido, antes de que cualquiera pudiera pronunciar otra palabra.

"No, seriamente, ¿qué? " reiteró Parvati.

" Innervate," pronunció Hermione, apuntando su varita a Daphne,


cuyo cuerpo ella no había visto antes; y Lavender apuntó su varita
hacia el cuerpo de Hannah enunciando lo mismo.

Los ojos de Hannah se abrieron y frenéticamente intentó girar para


ponerse de pie, pero colapsó en el suelo a la mitad del movimiento.

"¡Está bien, Hannah!" la calmó Lavender. "Ganamos."

"¿Nosotras qué? " exclamó Hannah dando un pequeño saltó sobre


el suelo.

Daphne no se había movido, sin embargo Hermione pudo ver que


su pecho se alzaba y descendía, y el ritmo de la respiración parecía
lo suficientemente normal. "Creo que está bien," declaró Hermione,
"aunque -" Se tomó un momento para tragar saliva, su boca seguía
seca. Todo esto se había salido demasiado, demasiado, demasiado
fuera de control. "Creo que debemos llevar a Daphne con Madam
Pomfrey…"

"Claro, claro, nada más dame un segundo aquí y yo probablemente


estaré bien," interrumpió Parvati.

" Disculpen," Hannah habló con un tono que era amable, aunque
firme. "¿Cómo ganamos? ¿Y por qué el techo se ve todo derretido?"

Hubo una pausa.

"Susan lo hizo," contestó Tracey.

"Sí," añadió Parvati, voz apenas temblorosa al ponerse de pie y


sacudir su túnica de bordes rojos, "resulta que Susan Bones es la
Heredera de Hufflepuff y ella abrió la Cámara del Trabajo Duro y la
Práctica de Helga Hufflepuff perdida desde hace mucho tiempo."

" ¿Oh? " comentó Hannah, quien se estaba palpando a sí misma por
todo su cuerpo para asegurarse que todo estaba funcionando.
"Pensé que eso era algo que la Profesora Sprout decía para
enseñar una Importante Lección Moral - ¿ Susan es?"
Lentamente, Hermione estaba empezando a sentir un poco mejor.
No habían sido más que treinta segundos de terror extremo, al
menos en las partes que ella había estado consciente. "De hecho,"
Hermione explicó cuidadosamente, mientras su mente empezaba a
trabajar de nuevo, "Estoy bastante segura de que únicamente es
algo que la Profesora Sprout inventó, no estaba en Hogwarts: Una
Historia ni en ningún otro libro que haya leído -"

"¡Ella es una doble bruja! " gritó Tracey, su voz tan aguda que se
quebró. "¡Ella es! ¡Ella es una de ellos! ¡Lo ha sido todo este
tiempo!"

"¿Qué? " aulló Parvati, volteándose para observar a Tracey. "Esa es


la cosa más desquiciada -"

"¡Por supuesto!" concordó Lavender, ya de pie por completo e


iniciando una serie de saltos emocionados. "¡Debí haberme dado
cuenta! "

"¿Susan es una qué? " preguntó Hermione.

"¡Una doble bruja!" respondió Tracey.

"Verás," explicó Lavender, hablando muy rápidamente, "Siempre ha


habido historias, sobre estos niños que son nacidos como súper
magos que pueden lanzar hechizos que nadie más puede, y hay
toda una escuela secreta escondida dentro de Hogwarts con clases
que únicamente ellos pueden ver e ir para -"

"¡No son más que cuentos! " gritó Parvati. "¡Así no es como funciona
la vida real! O sea, claro, yo también leí esos libros -"

"Denme un minuto, por favor," pidió Hermione. Quizá su mente


estaba sintiéndose más lenta de lo que ella había creído. "Quieren
decir que aunque ustedes ya están dentro de una escuela mágica y
todo lo demás, ¿aún quieren ir a una doble escuela mágica?"
Lavender la miró, confundida. "¿Qué?" replicó Lavender. "¿Quién no
querría tener súper poderes mágicos extra? ¡Sería como tener todo
este asombro destino y más! ¡Significa que tú eres especial! "

Hannah asintió antes eso, levantando la vista desde donde se había


agachado al lado de Daphne para asegurarse que la chica no
tuviera huesos rotos. "Desearía que yo fuera una doble bruja,"
Hannah reconoció, y luego, sonando un poco triste, "aunque yo no
creo que exista tal cosa, realmente… ¿qué vieron hacer a Susan,
exactamente? Me refiero, ¿están seguras de que no estaban
imaginando cosas tras haber sido paralizadas?"

Hermione en verdad, verdaderamente no podía hallar las palabras


para ese momento.

"Oh, no," apremió Tracey. La chica de Slytherin giró para ver la


entrada hacia el corredor, su túnica revoloteando a su alrededor.
"¡Oh no! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Tenemos que escapar antes
de que Susan regrese con alguien que pueda usar sobre nosotras
un Súper Encantamiento Desmemorizador!"

"¡Susan no haría tal cosa!" protestó Parvati. "O sea, si es que tan
siquiera existiera -"

"¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?" rugió una chillona voz aguda,


cuando el Profesor Flitwick entró como una tromba dentro del
corredor parcialmente derretido pareciendo un pequeño, peligroso
paquete comprimido de pura furia académica, y una Padma de
rostro cenizo con la boca abierta detrás de él.

"¿Qué sucedió? " Susan espetó a la chica que se veía exactamente


como ella, excepto por la túnica chamuscada empapada con sudor.

"¡Oh, gran pregunta!" contestó la otra Susan Bones mientras se


quitaba rápidamente lo que había quedado de su ropa prestada. Un
momento después la chica empezó la Metamorfosis para recobrar
su acostumbrada forma de Nymphadora Tonks. "Lo siento pero no
se me ocurrió nada así que tienes tres minutos para decidir una
respuesta para eso -"

,,,

Como observó después Daphne Greengrass con algo de acidez, la


falla en el ingenioso plan de Hermione para asegurarse de que los
puntos de Casa fueran reducidos equitativamente de las cuatro
Casas en caso de ser atrapadas, era que no las salvaba de las
detenciones .

Todas se pusieron de acuerdo en mantener sus bocas cerradas


sobre los misteriosos poderes de Susan - incluso Tracey, cuando
Susan amenazó con un Súper Encantamiento Desmemorizador si
ella no se comprometía. Infortunadamente, ellas descubrieron a la
hora de la cena que alguien se había olvidado de informar a los
abusones sobre su acuerdo, y también que Susan Bones había
sacrificado su alma para obtener tremendos poderes prohibidos que
ahora habitaban el cascarón de su cuerpo y por eso fue que
terminaron todas en detención.

"¿Hermione?" Harry Potter le habló desde el asiento al lado suyo en


la mesa del comedor, con voz especulativa. "Por favor no te
ofendas, y comprenderé si dices que no es asunto mío, sin embargo
creo que todo esto está empezando a salirse de control."

Hermione siguió machacando la porción de pastel de chocolate


sobre su plato hasta que se volvió una papilla sin forma de pastel y
glaseado. "Sí," Hermione admitió, su voz podría estar un poco
exacerbada, "eso fue lo que le comenté al Profesor Flitwick mientras
me disculpaba con él, que sabía que las cosas se habían salido de
control, y él gritó: ¿En serio, Señorita Granger? ¿Así lo cree? con un
chillido tan fuerte que mis orejas se encendieron. O sea mis orejas
de hecho se encendieron en llamas . El Profesor Flitwick las tuvo
que apagar de nuevo."
Harry tuvo que poner su mano sobre su frente. "Disculpa," Harry se
excusó. Su rostro estaba perfectamente sereno. "A veces se me
dificulta un poco acostumbrarme a ese tipo de cosas. Oye,
Hermione, ¿recuerdas cuando éramos jóvenes e inocentes y
todavía pensábamos que el mundo era un lugar relativamente
comprensible?"

Hermione bajó su tenedor y lo contempló por un momento. "¿A


veces desearías ser un Muggle, Harry?"

" ¿Eh? " espetó Harry. "¡Bueno, por supuesto que no! O sea, incluso
si fuera un Muggle, probablemente yo habría intentado dominar el
mundo eventualmenteeeeeeeee-" entonces Hermione le dirigió una
mirada y el chico se tragó a toda prisa sus palabras para continuar,
"me refiero por supuesto a optimizar, ¡ sabes que eso es lo que
realmente quiero decir, Hermione! Mi punto es, no es como si mis
metas fueran a cambiar de un modo u otro. Pero con magia va a ser
mucho más fácil hacer que las cosas ocurran en comparación a
estar limitado al conjunto de las capacidades Muggle. Si lo piensas
lógicamente, ese es el por qué estoy yendo a Hogwarts en vez de
ignorar todo esto y estudiar una carrera en nanotecnología."

Hermione, habiendo terminado su Salsa de Pastel de Chocolate


artesanal, empezó a sumergir sus zanahorias allí y a comerlas.

"¿Por qué preguntas?" inquirió Harry. "¿Acaso tú desearías estar de


regreso en el mundo Muggle?"

"No exactamente," Hermione contestó, mientras mordía tanto la


zanahoria como el chocolate. "Simplemente estaba, bueno,
sintiéndome extraña sobre haber querido ser una bruja… ¿Querías
ser un mago cuando eras pequeño?"

"Por supuesto," Harry respondió prontamente. "Yo también quería


poderes psíquicos y súper fuerza y huesos reforzados con
adamantium y mi propio castillo volador y a veces me sentía triste
de que tendría que conformarme con ser un científico famoso y un
astronauta."
Hermione asintió. "Sabes," ella dijo suavemente, "creo que las
brujas y los magos que crecen aquí en realidad no aprecian la
magia apropiadamente…"

"Bueno, por supuesto que no lo hacen," Harry la interrumpió, "eso es


lo que nos da nuestra ventaja. ¿No es eso obvio? O sea seriamente,
eso fue sumamente obvio para mí durante los primeros cinco
minutos que estuve caminando dentro del Callejón Diagon." Había
una expresión de confusión sobre el rostro del chico, como si no
pudiera entender por qué ella le estaba prestando atención a algo
tan ordinario.

Nota del traductor

(1) Traces: Un apodo para Tracey que significa "Rastros", lo que


podría ser cariño pero también un poco insultante en el contexto de
la frase, dando a entender que a pesar de sus acciones, Tracey sólo
puede seguir el rastro dejado por Hermione.

Rocio Tou y Sergio Andres Rodriguez Vargas, muchas gracias por


su aporte en, francamente hace una gran diferencia.

Espero no haberlos hecho esperar demasiado. Sigo en recuperación


de mi cirugía, con mi trabajo de vendedor de medio tiempo,
gastando la energía que me queda en HPMOR, y lamentando no
tener las fuerzas para trabajar en mi propia escritura todavía.

He tenido que cambiar mi alimentación de manera radical tras mi


operación. O como saludable o me muero de una manera
vergonzosa. En la última semana, dos familiares diferentes, me
dijeron respectivamente que, estoy muy gordo, y que estoy muy
delgado. Ni siquiera perder peso del modo recomendado por los
médicos puede ser simple. Ahora comprendo un poco más al gato
de Schrödinger.

Ya casi llegamos al momento más épico del arca de Hermione, eso


me tiene emocionado.
Tengo más cosas para contar, pero no el ánimo para relatar. Estoy
procurando estar más activo en Twitter, pero ahora mismo en un
gran reto.

Muchas gracias por leer.


Auto Actualizacion Parte 9
Capítulo 74: Auto-Actualización, Escalar los Conflictos, Parte 9

Harry avanzó un paso, luego otro paso, hasta que una sensación de
intranquilidad lo empezó a empapar, un desasosiego en sus nervios.

Él no dijo nada, no alzó mano alguna; la sensación de intranquilidad


empapada llamaría a la puerta en su lugar.

Del otro lado de la puerta cerrada surgió un susurro, atravesando la


puerta como si no hubiera puerta alguna.

"No son mis horas de oficina," informó el frío susurro, "ni el tiempo
de nuestro encuentro. Le quitó diez puntos Quirrell, y alégrese de
que no sean más."

Harry permaneció calmado. Atravesar Azkaban había re-calibrado


su escala de perturbaciones emocionales; y perder un punto de
Casa, que antes había puntuado entre cinco y diez, ahora yacía
entre cero y tres puntos. La voz de Harry fue calmada, cuando
pronunció, "Usted hizo una predicción comprobable y resultó falsa,
Profesor. Únicamente deseaba señalar eso."

Mientras Harry se daba la vuelta para irse, escuchó la puerta abrirse


detrás suyo, y volvió a girar con algo de sorpresa.

El Profesor Quirrell estaba recostado en su silla, su cabeza


arrellanada contra la cabecera, mientras que un pergamino flotaba
ante él. Ambas manos del Profesor de Defensa descansaban
débilmente sobre el escritorio, como si no tuvieran vida. Podría
haber sido un cadáver, excepto que los ojos azul-hielo aún se
movían, de un lado a otro, de un lado a otro.

El pergamino se desvaneció, y fue reemplazado por otro tan


velozmente que fue como si el material solamente hubiera
parpadeado.
Entonces los labios se movieron también. "Y de esto," murmuraron
los labios, "¿qué infiere usted, Sr. Potter?"

Aunque Harry se conmocionó por lo que vio, su voz siguió


controlada cuando habló, "Que la gente ordinaria no siempre deja
las cosas pasar, y que Hermione Granger está en mayor peligro por
la Casa de Slytherin de lo que usted pensó."

Los labios se curvaron, apenas un poco. "Por lo que usted cree que
he fallado en mi comprensión de la naturaleza humana. Sin
embargo difícilmente sería esa la única posibilidad, niño. ¿Acaso ve
usted la otra?"

Las cejas de Harry se surcaron mientras contemplaba al Profesor de


Defensa.

"Estoy cansado de esto," susurró el Profesor de Defensa. "Usted se


quedará ahí hasta que lo vea por usted mismo, o de lo contrario se
irá." Como si Harry hubiera dejado de existir, los ojos del Profesor
de Defensa volvieron al pergamino, una vez más escaneando una
línea tras otra.

Fue seis pergaminos después que Harry lo vio, y expuso en voz


alta, "Usted piensa que su predicción falló porque hubo otro factor
en funcionamiento que no hacía parte de su modelo. Alguna razón
por la cual la Casa de Slytherin odia a Hermione más de lo que
usted se dio cuenta. Como cuando los cálculos de órbita para Urano
estaban equivocados, y el problema no eran las Leyes de Newton,
era que no sabían sobre Neptuno -"

El pergamino desapareció, y no fue reemplazado. La cabeza se


levantó de su posición recostada, encarando a Harry más
directamente, y la voz que habló fue calmada y directa, aunque no
monótona. "Creo, chico," comentó el Profesor Quirrell suavemente,
una voz que se aproximaba a la normalidad, "que si toda la Casa de
Slytherin la odiara tanto, lo habría visto. Y aún así tres luchadores
formidables de esa Casa hicieron algo en vez de nada, a riesgo y
costo para ellos mismos. ¿Qué fuerza pudo haberlos movido, o
puesto su voluntad en movimiento?" El resplandor de hielo azul en
los ojos del Profesor de Defensa se topó con la mirada fija de Harry.
"Alguna mano que poseía influencia dentro de Slytherin, quizá.
¿Entonces cómo se habría beneficiado esa mano al hacer daño a
esa chica y sus seguidoras?"

"Pues…" dudó Harry. "Tendría que ser alguien amenazado por


Hermione de alguna manera, ¿o alguien que recibirá el crédito si
ella fuera lastimada? No conozco a alguien que encaje en el perfil,
sin embargo yo no conozco a nadie de Slytherin aparte del primer
año." También le llegó a Harry el pensamiento de que deducir una
mente maestra escondida detrás de un ataque medianamente
inesperado parecía como evidencia insuficiente para apoyar la
improbabilidad anterior de la teoría; aunque era el Profesor Quirrell
quien estaba haciendo la deducción…

El Profesor de Defensa nada más estaba observando a Harry,


párpados ligeramente bajos como demostrando impaciencia.

"Y sí," insistió Harry, " Estoy seguro de que Draco Malfoy no es el
responsable."

Un siseó perturbó el ambiente aparentando ser un suspiro. "Él es el


hijo de Lucius Malfoy, entrenado por los estándares más exactos.
Sea lo que sea que hayas visto en él, incluso lo que parecía ser
momentos de guardia baja cuando su máscara se resbalaba y
confías en haber visto la verdad subyacente, incluso todo eso podría
ser parte del rostro que él elige mostrarte."

Únicamente si Draco invocó de manera exitosa el Encantamiento


Patronus como parte de mantener su fachada. Desde luego Harry
no pronunció eso; en vez de eso él simplemente hizo una ligera
mueca, y señaló, "Por lo que usted realmente nunca ha leído la
mente de Draco, o eso es simplemente lo que usted quiere hacerme
creer."

Hubo una pausa. Una de las manos se volteó, e hizo un gesto con
un dedo.
Harry entró en el cuarto. La puerta se cerró detrás de él.

"Eso no es algo que deberías decir en voz alta y en lenguaje


humano," criticó la suave voz del Profesor Quirrell. "¿Legeremancia,
sobre el heredero de Malfoy? Si Lucius Malfoy lo descubriera, haría
que me asesinarán de inmediato."

"Él lo intentaría," Harry corrigió. Tendría que haberse ganado un


entrecejo de los ojos del Profesor Quirrell, sin embargo el rostro del
Profesor de Defensa estaba impertérrito. "En todo caso lo lamento."

Cuando el Profesor de Defensa volvió hablar, su voz se había vuelto


un frío susurro una vez más. "Supongo que yo podría, y tener
piedad del asesino." Su cabeza se dejó caer contra la silla,
arrellanada hacia un lado, los ojos ya sin ver los de Harry. "Además
estos pequeños juegos apenas y tienen algún interés para mí. Si
añadimos la Legeremancia, el juego se arruina por completo."

Harry no tenía ni idea de qué decir. Había visto al Profesor Quirrell


de mal humor una o dos veces antes, pero esto parecía más vacío,
y Harry no sabía qué pronunciar. ¿Qué lo está molestando, Profesor
Quirrell? Él no podía preguntar eso .

"¿Entonces qué le interesa de verdad ?" Harry inquirió momentos


después, tras haber pensado en una estrategia más segura para
redirigir la atención del Profesor Quirrell a cosas más positivas. Citar
resultados experimentales sobre tener un diario de agradecimientos
como una estrategia para mejorar la felicidad en la vida no parecía
una opción que fuera a ser bien recibida.

"Le informaré lo que no me interesa," declaró el susurro helado.


"Calificar ensayos mandatarios del Ministerio no me interesa, Sr.
Potter. Sin embargo he tomado la posición de Profesor de Defensa
de Hogwarts, y por eso lo voy a realizar hasta que termine." Otro
pergamino apareció en frente de la cabeza del Profesor Quirrell, y
sus ojos empezaron a leerlo. "Reese Belka tenía una posición
elevada en mis ejércitos antes de su desgracias. Le voy a ofrecer la
oportunidad de quedarse en vez de ser expulsada, si me revela
exactamente cuáles fueron las fuerzas que la usaron. Y le dejaré
muy en claro lo que ocurrirá si miente. Me permito a mí mismo leer
rostros."

El dedo del Profesor de Defensa apuntó más allá de Harry, hacia la


puerta.

"Ya fuera que usted estuviera equivocado sobre la naturaleza


humana," Harry insistió, "o que hubiera una fuerza ajena operando
en la Casa de Slytherin - de cualquier modo, Hermione Granger se
encuentra en mayor peligro de lo que usted predijo. La última vez
fueron tres luchadores fuertes, así que lo que vendrá después -"

"Ella no desea mi ayuda, ni la suya," replicó una suave y fría voz.


"Ya no encuentro sus preocupaciones tan entretenidas como lo hice
alguna vez, Sr. Potter. Afuera."

Por alguna razón, aunque todas eran iguales y ella definitivamente


no estaba a cargo, siempre era Hermione quien terminaba hablando
primero en este tipo de situaciones.

Las cuatro mesas de Hogwarts, las cuatro Casas al desayunar,


estaban oteando hacia donde ellas, las ocho miembros de
S.P.I.H.B., se habían alejado del comedor.

El Profesor Flitwick también las observaba fija y severamente a


todas ellas desde la Mesa de Profesores. Hermione no estaba
mirando para allá, sin embargo ella podía sentir los ojos del Profesor
Flitwick clavándose en la parte de atrás de su cuello. Literalmente
los sentía. Era realmente horripilante.

"¿Por qué le dijo a Tracey que quería hablar con nosotras, Sr.
Potter?" preguntó Hermione, con tono crispado.

"El Profesor Quirrell expulsó a Reese Belka de su ejército anoche,"


Harry Potter respondió. "Y de todas las actividades extracurriculares
de Defensa. ¿Alguna de ustedes ve el significado de eso? ¿Señorita
Greengrass? ¿Padma?"

Los ojos de Harry las recorrieron, mientras que Hermione


intercambió una mirada de confusión con Padma, y Daphne sacudió
su cabeza.

"Bueno," Harry explicó con calma, "de hecho no esperaba que lo


hicieran. Pero lo que significa es que ustedes están en peligro, y yo
no sé cuánto peligro." El chico enderezó sus hombros, viendo
directo hacia los ojos de Hermione. "No iba a decir esto, sin
embargo… Nada más quería ofrecer ponerlas bajo cualquier
protección que yo pueda otorgar. Dejar claro que cualquiera que se
meta con ustedes, se está metiendo con el Niño-Que-Vivió."

"¡Harry!" protestó Hermione con agudeza. "Tú sabes que yo no


quiero -"

"Algunas de ellas son mis amigas también, Hermione." Harry no


apartó sus ojos de los de ella. "Y es su decisión, no tuya. ¿Padma?
Me dijiste que no debía nada por lo que hice, y ese es el tipo de
cosas que un amigo diría."

Hermione dejó de contemplar a Harry, para ver hacia donde Padma


estaba negando con la cabeza.

"¿Lavender?" Harry habló. "Luchaste bien en mi ejército, y yo


lucharé para ti si lo deseas."

"¡ Gracias, General!" Lavender replicó con voz quebrada. "Digo Sr.
Potter. Sin embargo, no. Soy una heroína y una Gryffindor, y puedo
pelear por mí misma."

Hubo una pausa.

"¿Parvati?" Harry llamó. "¿Susan? ¿Hannah? ¿Daphne? Aunque no


conozco muy bien a ninguna de ustedes, es algo que le ofrecería a
cualquiera que me lo viniera a pedir, creo."
Una por una, las cuatro chicas negaron con sus cabezas.

Hermione se dio cuenta de lo que iba a suceder, al final, no se le


ocurrió ni una cosa que pudiera hacer al respecto.

"¿Y mi leal soldado, Tracey Caótica?" pidió Harry Potter.

" ¿De verdad? " Tracey se quedó con la boca abierta, ignorante de
las miradas como cuchillas que Hermione y las demás le estaban
dirigiendo. Las manos de Tracey volaron de manera artística hacia
sus mejillas, aunque no logró sonrojarse, al menos que Hermione
pudiera ver; y sus ojos cafés estaban, si no brillantes, al menos muy
abiertos. "¿Usted haría eso? ¿Por mi? O sea - vaya, por supuesto,
absolutamente, General Caos -"

Y así fue que en esa misma mañana Harry Potter fue a la mesa de
Gryffindor, y luego a la mesa de Slytherin, y les comunicó a ambas
Casas que cualquiera que hiriera a Tracey Davis, sin importar lo qué
ella estuviera haciendo en ese momento, abro comillas, aprendería
el verdadero significado del Caos, cierro comillas.

Fue con considerable auto-control que Draco Malfoy se las arregló


para no azotar su propia cabeza repetidamente contra la tostada en
su plato.

No eran exactamente científicos, los abusones de Hogwarts.

Sin embargo incluso ellos, Draco sabía, iban a querer comprobarlo.

,,,

La Sociedad para la Promoción de la Igualdad Heroica para las


Brujas no lo había anunciado, no parecía que fuera a ser bueno
anunciarlo . En todo caso todas ellas habían decidido con calma (o,
en el caso de Lavender, ser convencida a gritos por las otras siete
chicas) tomar un respiro de combatir abusones, al menos hasta que
sus Jefes de Casas no las vieran con tanta inquina, y que
estudiantes mayores hubieran dejado de empujar a Hermione contra
las paredes.

Daphne le había dicho a Millicent que se iban a tomar unas


vacaciones.

Y fue así con algo de confusión, unos pocos días después, que
Daphne contempló el pergamino que le fue entregado al almuerzo,
escrito con una mano tan temblorosa que era casi indescifrable, que
decía:

A las 2 de esta tarde en la cima de las escaleras que llevan a la


biblioteca REALMENTE IMPORTANTE todas tienen que estar ahí -
Millicent

Daphne miró alrededor, pero no pudo ver a Millicent en ningún lugar


del Gran Comedor.

"¿Un mensaje de tu informante?" inquirió Hermione, cuando Daphne


le contó. "Eso es raro - yo no -"

"¿Tú no qué?" cuestionó Daphne, después de que la chica de


Ravenclaw se detuvo a sí misma a mitad de la frase.

La General Rayo de Sol sacudió su cabeza y dijo, "Escucha,


Daphne, creo que necesitamos saber de dónde provienen esos
mensajes antes de que los volvamos a seguir. Mira lo que pasó la
última vez, ¿cómo podría cualquiera haber sabido dónde iban a
estar esos tres abusones, a menos de que fueran parte de su
grupo?"

"No lo puedo revelar -" Daphne replicó. "Me refiero a que, no puedo
explicarlo, sin embargo sé de dónde provienen los mensajes, y sé
cómo alguien lo puede saber."

Hermione le otorgó a Daphne una mirada que, por un momento,


hizo que la chica de Ravenclaw fuera horrorosamente similar a la
Profesora McGonagall.

"Ajá," habló Hermione. "¿Y sabes cómo Susan se convirtió


repentinamente en Súper-chica?"

Daphne negó con su cabeza, y contestó, "No, pero creo que podría
ser realmente importante que si recibimos un mensaje diciendo que
deberíamos estar en un lugar, todas tenemos que estar allí ."
Daphne no había visto lo que sucedió con Susan, después de que
Daphne había intentado evitar la profecía al mantener lejos a Susan.
Aunque sí le había contado luego lo que había ocurrido, y ahora
Daphne temía que…

Ella posiblemente podría haber…

Posiblemente podría haber Roto Algo…

"Ajá," exclamó Hermione, haciendo de nuevo la Mirada McGonagall.

Nadie parecía saber dónde había iniciado, o quién lo había iniciado.


De intentar rastrear el origen, rastreado palabra por palabra y
murmullo por murmullo, probablemente habrías descubierto que se
trataba de un círculo enorme que volvía a empezar.

Peregrine Derrick fue tocado suavemente en su hombro cuando


salía de Pociones esa mañana.

Jaime Astorga oyó un susurro en su oreja durante el almuerzo.

Robert Jugson III descubrió una nota doblada bajo su plato.

Carl Sloper escuchó a dos Gryffindors más grandes cuchicheando al


respecto, y le dirigieron expresiones significativas al pasar a su lado.

Nadie parecía saber dónde comenzó la idea, o quién había sido el


primero en hablar, sin embargo mencionaba el lugar, y señalaba la
hora, y que el color iba a ser blanco.

"Es mejor que cada una de ustedes tenga absolutamente claro lo


siguiente," expuso Susan Bones. La chica de Hufflepuff, o cual fuera
el poder extraño que la había poseído, ni siquiera estaba
pretendiendo actuar ya con normalidad. La chica de cara redonda
daba largas zancadas a través del pasillo con un paso firme y
confiado. "Si llegamos allí y no es más que un abusón, todo está
bien, pueden combatirlos del modo regular. Mis súper-poderes
misteriosos no se activaran si no hay inocentes en peligro. Pero si
se trata de cinco abusones de séptimo año salen del armario,
¿saben qué van a hacer? Es correcto, ustedes salen corriendo y me
permiten luchar contra ellos. Encontrar un profesor es opcional, lo
importante es que ustedes huyan tan pronto como logre crear una
oportunidad. En un combate así ustedes son una desventaja .
Ustedes son objetivos civiles que tengo que preocuparme por
proteger. Por lo que van a escapar tan pronto como les sea posible y
no intentarán hacer nada heroico o que el cielo me ayude, en el
momento en que se levanten de sus camas de sanación iré
personalmente y voy a patear sus traseros de vuelta al reposo.
¿Estamos todas de acuerdo en eso?"

"Sí," vociferaba la mayoría de las chicas, aunque en el caso de


Hannah fue, "¡Sí, Dama Susan!"

" No me llames así," espetó Susan. "¡Y no creo haberla escuchado a


usted, Señorita Brown! Le estoy advirtiendo, tengo amigos que
escriben teatro y si usted comete cualquier tontería, las futuras
generaciones la recordarán como Lavender, la Rehén
Increíblemente Estúpida."

(Hermione estaba empezando a preocuparse por la cantidad de


estudiantes en Hogwarts aparte de Harry que tenían misteriosos
lados oscuros, y por si ella iba a terminar desarrollando una si se
seguía juntando con ellos.)

"De acuerdo, Capitán Bones," se sometió Lavender con un tono


respetuoso muy inusual en ella, mientras daban un giro en una
esquina para llegar lo más pronto a la biblioteca, pasando a través
de un corredor bastante largo abarrotado con seis pares de puertas
dobles, tres pares en cada lado. "¿Puedo saber si existe alguna
manera en que yo me convierta en una doble bruja?"

"Únete al programa de preparación para Aurores en tu sexto año,"


respondió Susan. "Es lo más cercano. Oh, y si un Auror famoso
ofrece acompañarte en tu verano de interna, simplemente ignora a
cualquiera que te advierta que él es una terrible influencia o que casi
ciertamente vas a morir."

Lavender estaba asintiendo rápidamente. "Lo tengo, lo tengo."

(Padma, quien en realidad no había estado ahí la última vez, le


estaba dando a Susan miradas muy escépticas.)

Luego Susan se detuvo de repente en donde estaba y su varita se


alzó y ella pronunció, "¡Protego Maximus! "

Un voltio de adrenalina recorrió a Hermione, instantáneamente


había sacado su varita y girado para -

Sin embargo no pudo ver nada malo, a través del gran halo azul que
ya las estaba rodeando a todas.

Las otras chicas, quienes igualmente se habían puesto en


formación, también se veían confundidas.

"¡Lo siento!" exclamó Susan. "Lo siento, chicas. Denme un momento


para revisar este lugar. Pensar en cierta persona me recordó que
este pasillo en el que estamos ahora mismo, con todas esas
puertas, sería un lugar excelente para una emboscada."

Hubo un momento de silencio.

"Ahora," dijo una ronca voz masculina, difuminada para ser


irreconocible mediante un zumbido latente.

Los seis pares de puertas dobles se abrieron de par en par.


Túnicas blancas se presentaron silenciosamente, túnicas blancas
que cubrían de pies a cabeza sin marcas de afiliación de Casa y
paños blancos cubriendo los rostros debajo de las capuchas.
Marcharon, y marcharon, llenando el gran corredor con un número
demasiado grande para ser contado fácilmente. Menos que
cincuenta túnicas, probablemente. Ciertamente más que treinta.
Todos ellos ya rodeados por un halo azul.

Susan espetó algunas Extremadamente Malas Palabras, tan


horrendas que en casi cualquier otro momento, Hermione se habría
dado cuenta.

"¡Ese mensaje!" Daphne chilló con repentino horror. " No era de -"

"¿Millicent Bulstrode?" inquirió la voz con zumbido subyacente. "No,


no lo era. Verá, Señorita Greengrass, si la misma chica envía un
mensaje Slytherin cada día que ustedes combaten un abusón, muy
pronto alguien se dará cuenta. Tendremos que hablar con ella
después de que terminemos con ustedes."

"Señorita Susan," habló Hannah con una voz que apenas empezaba
a temblar, "puede usted ser lo suficientemente súper para -"

Varitas se elevaron en muchas manos. Surgieron una serie de


destellos cegadores de luz verde, una descarga masiva de
rompedores de escudo, al final de la cual ya no había más un domo
azul protector sobre ellas, y Susan había caído sobre sus rodillas,
agarrando su cabeza.

Barreras de oscuridad sólida aparecieron por ambos lados del


corredor. Detrás de las puertas dobles en las que Hermione se pudo
asomar, no había más que salones de clase sin usar, caminos
totalmente sin salida.

"No," declaró la voz masculina con ese zumbido superpuesto, "ella


no puede. En caso de que ustedes no se hayan dado cuenta, han
hecho que muchas personas se pongan muy enojadas y no
tenemos la intención de perder esta vez. De acuerdo todos,
prepárense para disparar."

Las varitas alrededor del perímetro apuntaron de nuevo, lo


suficientemente bajo como para que sus enemigos no se fueran a
golpear entre ellos en caso de fallar el tiro.

Y luego otra voz masculina, con un zumbido acompañante similar,


exclamó repentinamente "¡Homenum Revelio! "

Un instante después hubo otra ráfaga masiva de rompedores de


escudo y maleficios, disparados por reflejo hacia la figura que había
sido revelada de un momento a otro, rompiendo los escudos que se
habían empezado a formar casi inmediatamente a su alrededor -

Y luego, mientras esa misma figura caía al suelo, un silencio


paralizador.

"¿Profesor Snape? " dijo la segunda voz. "¿ Él es el que ha estado


interfiriendo?"

Era el Maestro de Pociones de Hogwarts quien ahora yacía


inconsciente sobre el piso de piedra, la túnica con manchas de
suciedad alborotada por un momento final antes de volver a caer en
su lugar, su mano caída estirada hacia donde su varita se alejaba
rodando lentamente.

"No," dijo la primera voz masculina, oyéndole ahora un poco menos


segura. Luego se recuperó, "No, eso no puede ser posible. Él nos
escuchó ponernos de acuerdo, por supuesto, y vino para asegurarse
que nadie lo fuera a arruinar de nuevo. Lo despertaremos después y
le pediremos disculpas y él usará el Encantamiento de Memoria
para que las niñas no lo recuerden, él es un Profesor así que puede
hacer eso. Como sea, deberíamos estar seguros de que realmente
estamos a solas. ¡Veritas Oculum! "

Dos docenas de Encantamientos diferente debieron ser nombrados


en ese momento, sin embargo no aparecieron más personas
invisibles. Uno de ellos en particular hizo que el corazón de
Hermione se hundiera; ella lo reconoció como el Encantamiento que
estaba listado junto con la descripción de la Verdadera Capa de
Invisibilidad, que no revelaría la Capa, pero te diría si ella o algunos
ciertos artefactos estaban cerca.

"¿Chicas?" murmuró Susan. Se estaba poniendo de pie con lentitud,


aunque Hermione pudo ver sus miembros temblando y
tambaleando. "Chicas, lamento lo que les dije antes. Si tienen
cualquier cosa astuta o heroica que quieran intentar, bien podrían
intentarlo ahora."

"Oh, sí," Tracey Davis habló entonces, su voz vacilante. "Casi se me


olvida ." La chica de Slytherin elevó su voz, y declaró.

"¡Oigan, todos ustedes!" gritó Tracey aguda y temerosamente.


"Oigan, ¿están planeando herirme también?"

"Sí, de hecho," contestó la voz con zumbido del líder. "Lo estamos
planeando."

"¡Estoy bajo la protección de Harry Potter, saben! ¡Cualquier que


intente lastimarme aprenderá el verdadero significado del Caos!
¿Así que van a dejarme ir?" Debió haber sonado desafiante. En
realidad se oyó aterrada.

Hubo una pausa. Algunas de las capuchas de las túnicas se miraron


entre sí, luego volvieron a encarar a las chicas.

"Mmm…" dijo la voz masculina con zumbido. "Mmm… no."

Tracey Davis guardó su varita dentro de su túnica.

Lenta, deliberadamente, ella alzó su mano derecha en el aire, y


presionó su pulgar sobre su dedo corazón.

"Adelante," retó esa voz.

Tracey Davis chasqueó sus dedos.


Hubo una larga, terrible pausa.

Nada sucedió.

"Sí, bueno," iba a seguir la voz -

Tracey prosiguió, su voz sonando aún más alta y temblorosa, "


Acathla, mundatus sum ." Su mano, se estiró aún más, chasqueó
sus dedos una segunda vez.

Un escalofrío desconocido descendió por la espina dorsal de


Hermione, un estremecimiento de miedo y desorientación como si
acabara de sentir el piso ladearse debajo de ella, amenazando con
arrojarla dentro de alguna oscuridad oculta.

"Qué está ella -" reclamó una voz femenina con zumbido.

La cara de Tracey se veía pálida, retorcida con temor, sin embargo


sus labios se siguieron moviendo, derramando sonido
progresivamente en un elevado cántico, " Mabra, brahoring,
mabra… "

Un viento helado pareció surgir dentro de los confines del corredor,


un aliento oscuro que acarició sus rostros y tocó sus manos con
hielo.

"¡Le vamos a disparar cuando lo ordene!" exclamó la voz del líder.


"¡Uno, dos, tres! " y quizá cuarenta voces rugieron encantamientos,
creando una descargar enorme y concentrada de ardientes voltios
que iluminaron el corredor con más brillo que el Sol -

- durante un corto momento hasta que los voltios se estrellaron y


desaparecieron contra un octagonal rojo-oscuro que apareció en el
aire alrededor de las chicas, y luego desapareció un momento
después.

Hermione lo vio, lo vio pero aún no lo pudo imaginar; no podía


imaginar un Encantamiento Escudo tan poderoso, un hechizo que
pudiera rechazar un ejército.

Y la voz de Tracey siguió cantando, su voz sonando más fuerte y


confiada, y su expresión arrugada como si estuviera intentando
recordar algo con mucha exactitud .

"Shuffle, duffle, muzzle, muff.

Fista, wista, mista-cuff."

Ahora todos los presentes lo podían sentir, heroínas y abusones por


igual, la sensación de una voluntad oscura que los presionaba, un
cosquilleo en el aire mientras algo aumentaba y aumentaba y
aumentaba. Todos los halos azules alrededor de las túnicas blancas,
todos los hechizos de protección, habían muerto sin que ningún
maleficio visible los hubiera tocado. Aunque hubo más destellos de
luz cuando más hechizos desesperados fueron lanzados, estos
desaparecieron en medio del aire como las llamas de las velas al
tocar el agua.

Las barreras negras en los dos extremos del corredor se disiparon


como humo bajo la presión creciente, sin embargo su evaporación
reveló que las salidas estaban cerradas, bloqueadas por baldosas
de metal oscuro que se veían manchadas con sangre; y mientras
Tracey cantaba " Lemarchand, Lament, Lemarchand," una
aterradora luz azul empezó a resplandecer bajo las baldosas de
metal y entre ellas; y los seis pares de puertas dobles se cerraron de
un portazo al mismo tiempo, y los abusones de túnicas blancas
empezaron a golpear las puertas y aullar.

Luego la mano de Tracey se sacudió hacia la izquierda, y ella chilló


"¡Khornath! ", luego su mano apuntó debajo de ella y "¡Slaaneth! ",
sobre ella "¡Nurgolth! ", y luego, a su derecha, "¡TZINTCHI! "

Tracey hizo una pausa, respiró profundamente; y Hermione halló su


voz y bramó, "¡Alto! ¡Tracey, alto! "
Había una extraña sonrisa salvaje sobre la cara de Tracey. Ella alzó
su mano aún más alto, y chasqueó sus dedos una tercera vez; y
cuando habló de nuevo, bajo su voz aniñada había un tono
subyacente como si un coro estuviera cantando junto a ella.

"Oscuridad más allá de la oscuridad, más profunda que el tono más


negro.

Enterrado bajo el flujo del tiempo…

Desde la oscuridad para la oscuridad, tu voz hace eco dentro del


vacío,

Desconocido para la muerte, ni conocido para la vida."

"¿Qué estás haciendo? " aulló Parvati, y la chica de Gryffindor estiró


una mano como para hacer bajar a la Slytherin, quien ahora estaba
empezando a elevarse flotando en el aire; y tanto Daphne como
Susan cogieron el brazo de Parvati al mismo tiempo y Daphne gritó,
"¡No, no sabemos qué sucederá si el ritual es interrumpido!"

"¿Bueno qué sucede si se llega a COMPLETAR? " exclamó


Hermione, lo más cerca de lo que había estado jamás de tener una
falla total cerebral.

El rostro de Susan estaba tan blanco como la tiza, y ella murmuró,


"Lo siento, Ojoloco…"

Y Tracey siguió hablando, su cuerpo flotando alto y más alto lejos


del suelo, su cabello negro suelto salvaje a su alrededor a causa de
los vientos helados.

"Tú que conoces el portal, quien eres el portal, la llave y guardián


del portal:

te invito a abrir el camino para él, ¡y manifestar su poder ante mí!"

El corredor fue sumergido dentro de la oscuridad y el silencio


absolutos, por lo que únicamente Tracey pudo ser vista y
escuchada, como si no hubiera nada más en el universo excepto
ella y la luz que la iluminaba proveniente de una fuente sin nombre.

La chica resplandeciente levantó su mano una última vez, y con


espantosa gravedad, presionó su pulgar y dedo corazón juntos.

Y dentro de la oscuridad Hermione observó la cara de Tracey y vio


que los ojos de la chica de Slytherin eran ahora, del tono exacto, del
verde de Harry Potter.

"¡Harry James Potter-Evans-Verres!

¡Harry James Potter-Evans-Verres!

¡HARRY JAMES POTTER-EVANS-VERRES!"

Hubo un chasquido como el trueno, y entonces -

Harry había elegido asumir una postura bastante relajada, mientras


se sentaba en una silla pequeña frente el poderoso escritorio del
Director de Hogwarts: una pierna acomodada sobre su rodilla, y sus
brazos cayendo casualmente a ambos lados. Harry estaba haciendo
lo mejor que podía para ignorar el bullicio de los dispositivos que lo
rodeaban, aunque el que estaba directamente detrás de él que
sonaba como un búho ululando desesperado al que estaban
obligando a pasar a través de una trituradora de madera era muy
difícil de ignorar.

"Harry," el mago anciano dijo detrás del escritorio, la voz envejecida


contenida y los ojos azules fijos sobre él bajo los fulgurantes
anteojos de media luna. El Director Dumbledore se había
engalanado con una túnica de púrpura medianoche; no un negro
verdaderamente formal, aunque lo suficientemente oscuro como
para estar cerca de mortalmente serio, en cuanto a los significados
de la moda en el mundo de los magos. "¿Fuiste tú… responsable
por esto?"
"No puedo negar que mi influencia tuvo que ver," Harry contestó.

El mago anciano se quitó sus gafas, se apoyó hacia adelante para


contemplar a Harry directamente, ojos azules contra verdes. "Te
haré una pregunta," el Director habló con voz calmada. "¿Crees que
lo que hiciste hoy fue - apropiado? "

"Había abusones y ellos llegaron a ese corredor con la intención


directa de herir a Hermione Granger y otras siete chicas de primer
año," Harry expuso con voz nivelada. "Si yo no soy demasiado joven
para juicios morales, entonces ellos tampoco lo son. No, Director,
ellos no merecían morir. Sin embargo ellos sí merecían ser
desnudados y pegados contra el techo."

El mago anciano se puso sus gafas de nuevo. Por primera vez ante
los ojos de Harry, el Director parecía no encontrar las palabras. "Con
el propio Merlín como mi testigo," declaró Dumbledore, "no tengo ni
la más mínima noción de cómo debo reaccionar ante esto."

"Ese es el efecto que estaba buscando," replicó Harry. Sentía como


que debía silbar una tonada alegre, pero infortunadamente él nunca
había aprendido a silbar de manera confiable.

"No necesito indagar quién es el responsable directo," explicó el


Director. "Únicamente tres magos dentro de Hogwarts podrían ser lo
suficientemente poderosos. Yo no lo hice. Severus asegura que él
no estuvo involucrado. Y el tercero…" El Director sacudió su cabeza
en señal de consternación. "Le prestaste tu Capa al Profesor de
Defensa, Harry. No creo que eso fuera sabio. Ahora que él ha
escapado de la detección de los Encantamientos simples, de seguro
sabe que se trata de una Reliquia de la Muerte - si es que, en
efecto, no lo supo en cuanto su carne tuvo el primer toque."

"El Profesor Quirrell ya había deducido mi posesión de una capa de


invisibilidad," Harry dijo. "Y conociéndolo, probablemente ya había
deducido que es una Reliquia de la Muerte. Sin embargo en este
caso, Director, resulta que el Profesor Quirrell estaba debajo de una
de esas túnicas blancas que cubrían el rostro."
Hubo otra pausa.

"Muy astuto," señaló el Director. Se recostó en su trono y suspiró.


"Hablé con el Profesor de Defensa. Antes de hablar contigo, en
efecto. Yo no sabía del todo qué decir. Le informé que esta no era la
política aprobada por Hogwarts para lidiar con infracciones de
disciplina en los pasillos, y que no sentía que fuera apropiado para
un profesor de Hogwarts hacer lo que él había hecho."

"¿Y qué contestó el Profesor Quirrell ante eso?" inquirió Harry, quien
no estaba impresionado por las políticas actuales de Hogwarts para
establecer la disciplina en los pasillos.

El Director enseñó una expresión de resignación. "Él declaró:


Entonces me puede despedir ."

De alguna manera Harry se las arregló para no soltar un bullicioso


hurra.

El Director frunció el ceño. "¿Pero por qué lo hizo, Harry?"

"Porque al Profesor Quirrell no le gustan los abusones en la escuela


y yo se lo pedí amablemente," respondió Harry. Y él estaba aburrido
y pensé que esto le podría subir el animo. "Eso o es parte de un
plan increíblemente complicado."

El Director se levantó desde atrás de su escritorio, empezó a


caminar por delante y por detrás del perchero que sostenía el
Sombrero Seleccionador y las pantuflas rojas. "Harry, no sientes que
todo esto está llegando al punto de…"

"¿Ser asombroso?" ofreció Harry.

" Estar total y completamente fuera de control sería una mejor


descripción," señaló Dumbledore. "No estoy seguro de que alguna
vez en toda la historia de la escuela hubiera ocurrido que las cosas
se pusieran tan, tan… No tengo una palabra para esto, Harry,
porque las cosas nunca habían llegado a este punto, por lo que
nunca nadie había necesitado inventar una palabra para ello."

Harry habría intentado inventar palabras para expresar cuán


profundamente halagado se sentía, de no haber estado sonriendo
demasiado como para hablar.

El Director lo estaba mirando con creciente gravedad. "Harry,


¿acaso no entiendes para nada por qué encuentro estos eventos
tan preocupantes?"

"¿Honestamente?" replicó Harry. "No, no realmente. O sea, por


supuesto la Profesora McGonagall objetará a cualquier cosa que
rompa la aburrida y monótona experiencia escolar de Hogwarts.
Aunque claro la Profesora McGonagall no le prendería fuego a una
gallina."

Las líneas del ceño se hicieron más profundas sobre el arrugado


rostro de Dumbledore. "Eso, Harry, no es lo que me perturba," el
Director argumentó con calma. "¡Hubo una batalla en toda regla en
estos pasillos!"

"Director," Harry explicó, procurando mantener su voz


cuidadosamente respetuosa, "el Profesor Quirrell y yo no elegimos
que esa batalla sucediera. Los abusones lo escogieron. Nosotros
nada más decidimos que el lado de la Luz venciera. Sé que hay
tiempos donde los límites de la moralidad son inciertos, pero en este
caso la línea separando a los villanos de las heroínas tenía veinte
metros de altura y estaba trazada con fuego blanco. Aunque nuestra
intervención pudo haber sido rara, ciertamente no fue equivocada -"

Dumbledore había regresado a su escritorio, se sentó en su mullido


trono dejándose caer pesadamente, y ahora estaba cubriendo su
cara con ambas manos.

"¿Me estoy perdiendo algo aquí?" Harry inquirió. "Pensé que usted
iba a estar de nuestro lado secretamente, Director. Era la cosa
Gryffindor por hacer. Los gemelos Weasley lo aprobarían, Fawkes lo
aprobaría -" Harry echó una ojeada a la pértica dorada, sin embargo
estaba vacía; ya fuera porque el fénix tenía cosas más importantes
por hacer, o el Director no lo había invitado a la reunión de hoy.

"Ese," opinó el Director con una voz vieja y cansada y de alguna


manera apagada, "es precisamente el problema, Harry. Hay una
razón por la cual jóvenes y valientes héroes no son puestos a cargo
de las escuelas."

"De acuerdo," Harry dijo. No pudo mantener el escepticismo por


fuera de su voz por completo. "¿Qué me estoy perdiendo esta vez?"

El anciano mago levantó su cabeza, su expresión ahora solemne, y


más calmada. "Escucha, Harry," habló Dumbledore, "escúchame
bien; porque todos los que tienen poder deben aprender esto
cuando llegue el momento. Algunas cosas en este mundo son, en
efecto, verdaderamente simples. Si recoges una piedra y la dejas
caer de nuevo, la tierra no será más pesada por ello, las estrellas no
se moverán de sus rutas. Te cuento esto, Harry, para que sepa que
no estoy pretendiendo ser sabio, cuando te digo que incluso si
algunas cosas son simples, otras son complejas. Hay grandes
conjuros que dejan marcas sobre este mundo, y marcas sobre
quienes las utilizan, mientras que un Encantamiento simple no lo
hará. Esos conjuros demandan duda, consideración de las
consecuencias, un momento para sopesar el significado de esas
marcas. Y aún así la más intrincada magia que conozco es más
simple que la más simple de las almas. Personas, Harry, las
personas siempre son marcadas, por lo que hacen y por lo que le
hacen a ellos. ¿Acaso, entonces, señalar, '¡Aquí está la línea entre
héroe y villano!' es suficiente para aseverar que lo que hiciste era lo
correcto?"

"Director," Harry declaró con el mismo tono, "esta no es una decisión


que hice al azar. No, desconozco que efecto exacto tendrá esto en
cada uno de los abusones presentes. Pero si siempre espero por
información perfecta antes de actuar, nunca haré nada. Cuando se
trata del futuro desarrollo psicológico de, digamos, Peregrine
Derrick, golpear ocho niñas de primer año probablemente no habría
sido bueno para él. Y no era suficiente simplemente detenerlos
callada y rápidamente, porque entonces ellos nada más lo habrían
intentado más adelante a la primera oportunidad; ellos tenían que
ver que existía un poder protector que merece ser temido." La voz
de Harry permaneció sin elevarse. "Aunque por supuesto, ya que yo
soy un buen tipo, no los quería lastimar de manera permanente ni
tampoco causar ningún dolor; y aún así el castigo tenía que pesar lo
suficiente en las mentes de cualquiera que lo quisiera intentar de
nuevo. Así que, tras sopesar los resultados probables lo mejor que
pude con mi intelecto basado en la racionalidad, pensé que lo más
sabio sería desnudar a los abusones y pegarlos al techo."

El joven héroe miró directa y fijamente dentro de los ojos del mago
anciano, ojos verdes sin titubeo enfrentando el azul detrás de los
anteojos.

Y ya que yo no estaba allí y no hice nada personalmente, no hay


una forma legal de castigarme bajo las reglas escolares de
Hogwarts; el único que actuó fue el Profesor Quirrell, y él es
intocable. Y nada más romper las reglas para llegar a mí no sería
una cosa sabia para hacer sobre el héroe que está criando para
combatir al Señor Voldemort… Esta vez Harry de hecho había
intentado considerar todas las ramificaciones por adelantado, antes
de hacer la sugerencia al Profesor Quirrell; y por una vez el Profesor
de Defensa no lo había llamado un tonto, nada más sonrió
lentamente y luego empezó a carcajearse.

"Comprendo tus intenciones, Harry," el mago anciano reconoció.


"Crees que has enseñado a los abusones de Hogwarts una lección.
Sin embargo si Peregrine Derrick pudiera aprender esa lección, él
no sería Peregrine Derrick. Únicamente será provocado más por lo
que tú haces - no es justo, no es correcto, pero así es como es." El
mago anciano cerró sus ojos, como si tuviera un breve dolor, y luego
los abrió de nuevo. "Harry, la más penosa verdad que cualquier
héroe debe aprender es que lo correcto no puede, ni debería, ganar
cada batalla. Todo esto comenzó cuando la Señorita Granger
combatió a tres enemigos mayores y venció. De haberse quedado
contenta con esto, los ecos de sus logros habrían muerto con el
tiempo. En vez de eso ella se alió junto con sus compañeras de
clase y alzó su varita para retar abiertamente a Peregrine Derrick y
todos los de su especie; y su especie no puede evitar levantar sus
varitas como respuesta. Por lo que Jaime Astorga fue a cazarla, y
en el curso natural él la habría derrotado; aunque habría sido un día
triste, habría terminado allí. No hay suficiente magia dentro de ocho
brujas de primer año juntas para derrotar a tal enemigo. Sin
embargo no pudiste aceptar eso, Harry, no pudiste dejar que la
Señorita Granger aprendiera sus propias lecciones; por lo que
enviaste al Profesor de Defensa a observar estando invisible, y
perforar los escudos de Astorga cuando Daphne Greengrass lo
atacó -"

¿Qué? pensó Harry.

El mago anciano siguió hablando. "Cada vez que interviniste, Harry,


la situación fue escalando más y más. Pronto la Señorita Granger
estaba encarando al mismísimo Robert Jugson, el hijo de un
Mortífago, con dos aliados fuertes a su lado. En efecto habría sido
doloroso para ella, de haber perdido la Señorita Granger esa batalla.
Y una vez más por tu voluntad y la mano de Quirinus, esta vez
mostrada más abiertamente, ella venció."

Harry aún estaba batallando con la noción del Profesor de Defensa


vigilando invisible sobre S.P.I.H.B., protegiendo a las heroínas del
daño.

"Y así," el mago anciano finalizó, "así es cómo hemos llegado hasta
hoy, Harry, a cuarenta y cuatro estudiantes atacando a ocho brujas
de primer año. ¡Un combate real en estos pasillos! Sé que no fue tu
intención, pero debes aceptar alguna clase de responsabilidad.
Tales cosas no sucedían antes de que tú llegaras a esta escuela, no
a través de todas mis décadas en Hogwarts; tampoco cuando fui un
estudiante ni cuando fui Profesor."

"Muchas gracias," Harry replicó sin alzar la voz. "Aunque considero


que el Profesor Quirrell merece más crédito que yo."
Los ojos azules se ensancharon. "Harry…"

"Aquellos abusones estaban atacando víctimas mucho antes de


este año," Harry apuntó. A pesar de su mejor esfuerzo, su voz
estaba empezado a elevarse. "Aunque nadie parece haber
enseñado a los estudiantes que se les permite defenderse. Sé que
es mucho más difícil ignorar una pelea de dos bandos que algunas
víctimas indefensas recibiendo maleficios o siendo casi empujadas
por fuera de las ventanas, sin embargo no es exactamente peor, ¿o
sí? Desearía haber leído más sobre las escrituras de Godric
Gryffindor para poderlo citar, tiene que haber algo sobre este tipo de
cosas ahí. Un combate real puede ser más ruidoso que las víctimas
sufriendo en silencio, puede ser más difícil pretender que no está
pasando nada, pero el resultado final es mejor -"

"No, no lo es," Dumbledore rechazó. "No lo es, Harry. Siempre


combatir la oscuridad, nunca dejar que el mal pase sin retarlo - eso
no es heroísmo, sino simple orgullo. Incluso Godric Gryffindor no
creyó que cada guerra mereciera ser peleada, aunque él fue de una
batalla a otra durante toda su vida." La voz del mago anciano se fue
mermando. "En verdad, Harry, las palabras que tu hablas - no son
malvadas. No, no malvadas, y aún así me aterrorizan. Tú eres aquel
que podría poseer algún día gran poder, sobre la hechicería, sobre
tus compañeros magos. Y si, llegado ese día, aún piensas que el
mal nunca deba pasa sin ser retado -" Una nota de real
preocupación había entrado en la voz del Director. "El mundo es
más frágil ahora que en los tiempos en que Hogwarts fue construida;
Me temo que no puede soportar la furia de otro Godric Gryffindor. Y
él era más difícil de enojar que tú." El mago anciano sacudió su
cabeza. "Estás demasiado preparado para pelear, Harry. Demasiado
preparado para pelear, y el propio Hogwarts se está volviendo un
lugar más violento alrededor de ti."

"Bueno," Harry expuso cuidadosamente, tras sopesar sus palabras.


"Aunque no sé si ayudará que le diga esto, creo que usted tiene la
impresión incorrecta de lo que yo trato de hacer. A mí tampoco me
gusta luchar. Es aterrador, y violento, y alguien podría salir
lastimado. Sin embargo yo no luché hoy, Director."

El Director frunció el ceño. "Tú enviaste al Profesor de Defensa en


tu lugar -"

"El Profesor Quirrell tampoco hizo ninguna lucha," Harry declaró con
calma. "No había nadie lo suficientemente fuerte como para
enfrentarlo. Lo que sucedió hoy no fue luchar, fue ganar."

Pasó un rato antes de que el mago anciano hablara. "Eso podría ser
cierto," el Director concluyó," pero todos estos conflictos deben
terminar. Puedo escuchar la presión en el aire, y con cada uno de
los combates, se incrementa. Todo esto debe finalizar, decisiva y
prontamente; no debes interponerte en el camino de su final."

El mago anciano hizo un gesto hacia la gran puerta de roble de su


oficina, y Harry partió a través de ella.

Harry se sintió un poco sorprendido al salir de entre las grandes


gárgolas grises que se hicieron a un lado para él, y vio que Quirinus
Quirrell aún estaba recostado contra la piedra de la pared del
corredor, un grueso hilo de saliva derramada desde su floja boca
hacia su túnica de Profesor, justo en la misma posición que había
estado ocupando cuando Harry había subido a la oficina del
Director.

Aunque Harry esperó, el hombre recostado no se levantó; y tras


unos largos e incómodos segundos, Harry empezó a caminar por el
corredor de nuevo.

"¿Sr. Potter?" surgió una suave llamada, después de que Harry


había dado la vuelta en dos esquinas; una voz mermada cargada de
una manera antinatural a través de los pasillos.
Cuando Harry regresó encontró al Profesor Quirrell todavía
recostado contra la pared, sin embargo los pálidos ojos azules ahora
lo observaban con inteligencia.

Lamento haberlo agotado -

Era algo que Harry no era capaz de decir. Había notado la


correlación entre el esfuerzo que el Profesor Quirrell hacía y el
tiempo que pasaba 'descansando'. Pero Harry había razonado que
si el esfuerzo era demasiado doloroso o en su detrimento, de seguro
el Profesor Quirrell simplemente diría que no. Ahora Harry se estaba
preguntando si ese razonamiento había sido correcto en realidad, y
de no serlo, cómo pedir disculpas…

El Profesor de Defensa habló con voz baja, el resto del cuerpo sin
moverse. "¿Cómo fue su reunión con el Director, Sr. Potter?"

"No estoy seguro," Harry respondió. "No del modo que predije.
Parece ser que él cree que la Luz debería perder mucho más
seguido de lo que yo considero sabio. Además no estoy seguro de
que él entienda la diferencia entre intentar combatir e intentar ganar.
Explica bastante, de hecho…" Aunque Harry no había leído mucho
sobre la Guerra Mágica, había leído lo suficiente como para saber
que los tipos buenos probablemente habían adquirido una idea muy
precisa de quiénes eran la mayoría de los Mortífagos, y no les
habían enviado a todos correos de búho llenos de granadas de
manos en menos de cinco minutos.

Una suave, suave risa proveniente de los labios pálidos.


"Dumbledore no comprende el regocijo de ganar, al igual que no
comprende el regocijo del juego. Cuénteme, Sr. Potter. ¿Acaso
usted sugirió este pequeño plan con la deliberada intención de
aliviarme de mi tedio?"

"Eso estuvo entre mis muchas motivaciones," Harry contestó,


porque algún instinto le advirtió que no podía simplemente afirmar Sí
.
"Sabe usted," el Profesor de Defensa expuso en tono reflexivo,
"hubo algunos que intentaron aliviar mis talantes más oscuros, y
otros que en efecto participaron en hacer mi día más brillante, sin
embargo usted es la primera persona en tener éxito en hacerlo
deliberadamente." El Profesor de Defensa pareció enderezarse de
la pared con un movimiento peculiar que podría incluir tanto magia
como músculo; y el Profesor de Defensa empezó a alejarse
caminando sin mirar en dirección a Harry. Únicamente un pequeño
gesto de un dedo indicaba que Harry debía seguirlo.

"Disfruté particularmente ese cántico que compuso para la Señorita


Davis," señaló el Profesor Quirrell tras caminar una corta distancia.
"Aunque podría haber sido más sabio consultarme primero, antes de
dárselo a ella para que lo pudiera memorizar." Una mano entró en la
túnica del Profesor Defensa y extrajo una varita, la cual trazó un
pequeño gesto en el aire, tras lo cual todos los sonidos lejanos del
castillo de Hogwarts cayeron en silencio. "Dígame honestamente,
Sr. Potter, ¿ha adquirido usted de algún modo familiaridad con la
teoría de los rituales Oscuros? Eso no es lo mismo que confesar
una intención de invocarlos; muchos magos conocen los principios."

"No…" Harry dijo lentamente. Había decidido tiempo atrás no


escabullirse dentro de la Sección Prohibida de la biblioteca de
Hogwarts, por la misma razón que había decidido un año antes no
mirar cómo hacer explosivos con materiales caseros. Harry se
sentía orgulloso de al menos tener más sentido común de lo que
otros creían.

"¿Oh?" vaciló el Profesor Quirrell. El hombre estaba caminando ya


con normalidad, y los labios se curvaron en una sonrisa peculiar.
"Vaya, quizá usted posea un talento natural para el campo,
entonces."

"Sí, bueno," Harry explicó con cautela. "Supongo que el Dr. Seuss
también tiene un talento natural para los rituales Oscuros, porque la
parte de shuffle, duffle, muzzle, muff provino de un libro para niños
llamado Bartholomew y el Oobleck -"
"No, no esa parte," corrigió el Profesor Quirrell. Su voz se hizo un
poco más fuerte, similar a su tono para leer en voz alta. "Un
Encantamiento ordinario, Sr. Potter, puede ser lanzado meramente
al hablar ciertas palabras, hacer precisos movimientos de varita,
gastar algo de su propia fuerza. Incluso hechizos poderosos pueden
ser invocados de esta manera, si la magia es eficiente al igual que
eficaz. Pero con las más grandes de las magias, las palabras por si
solas no bastan para darles estructura. Usted debe realizar acciones
específicas, hacer elecciones significantes. Tampoco es suficiente el
gasto temporal de su propia fuerza para ponerlos en movimiento; un
ritual requiere un sacrificio permanente. El poder de un hechizo tan
grande, comparado a los Encantamientos ordinarios, puede ser
como el día comparado a la noche. Sin embargo muchos rituales -
en efecto, la mayoría - resulta que demandan al menos un sacrificio
que podría inspirar aprehensión. Y por eso el campo entero de la
magia ritual, conteniendo los más lejanos e interesantes alcances de
la hechicería, es considerado generalmente como Oscuro. Con unas
pocas excepciones labradas por la tradición, por supuesto." La voz
del Profesor Quirrell tomó un matiz sardónico. "El Juramento
Inquebrantable es demasiado útil para ciertas Casas pudientes
como para ser proscrito enteramente - incluso cuando atar la
voluntad de un hombre a través del resto de sus días es en verdad
un acto pavoroso y terrible, más aterrador que muchos rituales
menores que los magos rechazan. Un cínico podría concluir que los
rituales son prohibidos no por una cuestión de moralidad, sino de
hábito. Pero divago…" El Profesor Quirrell hizo un breve sonido de
tos, para aclarar su garganta. "El Juramento Inquebrantable requiere
tres participantes y tres sacrificios. El que recibe el Juramento
Inquebrantable debe ser alguien que aunque podría haber confiado
en el que Jura, elige en vez de eso demandar el Juramento,
sacrificando la posibilidad de la confianza. El que hace el Juramento
debe ser alguien que podría haber elegido hacer lo que el
Juramento pide, y sacrifica esa capacidad para elegir. Y el tercer
mago, el testigo, sacrifica de manera permanente una pequeña
porción de su propia magia, para sustentar el Juramento por
siempre."
"Ah," Harry dijo. "Me había preguntado por qué ese hechizo no era
usado por todos lados, cada vez que dos personas tuvieran
dificultad para confiar entre ellos… aunque… por qué será que los
magos en sus lechos de muerte no cobran dinero para ser testigos
de Juramentos Inquebrantables, y usan ese dinero para dejar una
herencia a sus hijos -"

"Porque son estúpidos," lo cortó el Profesor Quirrell. "Hay cientos de


rituales útiles que podrían ser realizados si las personas tuvieran
más sentido común; podría nombrar veinte antes de tener que parar
para recuperar el aliento. Pero en todo caso, Sr. Potter, la cosa
sobre tales rituales - ya sea que usted escoja llamarlos Oscuros o
no - es que están diseñados para ser mágicamente eficaces, no
para parecer impresionantes cuando se ejecuten. Supongo que hay
una cierta tendencia para que los rituales más poderosos requieran
sacrificios más espantosos. Incluso así, el ritual más terrible
conocido por mí sólo demanda una soga que haya sido usada para
ahorcar a un hombre y una espada usada para asesinar a una
mujer; y eso es para un ritual que promete convocar a la mismísima
Muerte - aunque lo que significa en verdad eso no lo sé y no me
importa descubrirlo, ya que también se dice que el contra-hechizo
para despachar a la Muerte se ha perdido. El más aterrador cántico
que me he encontrado no suena ni siquiera una centésima parte tan
miedoso como el cántico que usted compuso para la Señorita Davis.
Aquellos entre los abusones que tenían una cierta familiaridad con
los rituales Oscuros - y tengo la certeza de que habían algunos -
deben haber estado espantados más allá de la capacidad que las
palabras tienen para describir. De existir un ritual verdadero que
pareciera tan impresionante, Sr. Potter, derretiría la Tierra."

"Mmm," espetó Harry.

Los labios del Profesor Quirrell se torcieron aún más. "Ah, sin
embargo la cosa verdaderamente divertida fue esta. Verá usted, Sr.
Potter, el cántico de cada ritual nombra lo que debe ser sacrificado,
y lo que será ganado. El cántico que usted le dio a la Señorita Davis
habló, primero, de una oscuridad más allá de la oscuridad, enterrada
bajo el flujo del tiempo, que conoce el portal, y es el portal. Y la
segunda cosa que fue hablada, Sr. Potter, fue la manifestación de su
propia presencia. Y siempre, en cada elemento del ritual, primero se
nombra lo que es sacrificado, y luego se dice qué usar para poderlo
comandar."

"Ya… veo," concluyó Harry, mientras daba largas zancadas a través


de los corredores de Hogwarts tras el Profesor Quirrell, siguiéndolo
hacia la oficina del Profesor de Defensa. "Así que mi cántico, del
modo en que lo escribí, implica que el Dios Exterior, Yog-Sothoth -"

"Fue permanentemente sacrificado en un ritual que por un breve


momento manifiesta tu presencia," dijo el Profesor Quirrell.
"Supongo que mañana descubriremos si alguien tomó eso
seriamente, cuando leamos los periódicos y veamos si todas las
naciones mágicas del mundo se están aliando en un esfuerzo
desesperado para sellar tu incursión dentro de nuestra realidad."

Siguieron caminando, mientras el Profesor de Defensa empezó a


carcajearse, con raros sonidos en la garganta.

Los dos no hablaron por un rato hasta que llegaron a la oficina del
Profesor de Defensa, donde el hombre se detuvo con su mano
sobre la puerta.

"Es una cosa muy extraña," el Profesor de Defensa explicó, con voz
otra vez suave, casi inaudible. El hombre no estaba mirando a
Harry, y Harry únicamente vio su espalda. "Una cosa muy extraña…
Hubo un tiempo en que habría sacrificado un dedo de la mano que
sostiene mi varita, para hacer sobre los abusones de Hogwarts lo
que hicimos el día de hoy. Hacer que me tuvieran miedo como ahora
lo temen a usted, tener la deferencia de todos los estudiantes y la
adoración de muchos, habría dado mi dedo por eso. Usted tiene
ahora lo que yo quería entonces. Todo lo que sé sobre la naturaleza
humana me dice que tendría que odiarte. Y aún así no te odio. Es
una cosa muy extraña."
Aunque tendría que haber sido un momento conmovedor, en vez de
eso Harry sintió una frialdad descendiendo por su espina dorsal,
como si él fuera un pequeño pescado en el mar, y un vasto tiburón
blanco lo acabara de mirar y hubiera decidido tras una vacilación
visible no comerlo.

El hombre abrió la puerta hacia la oficina del Profesor de Defensa, y


penetró dentro, y ahí desapareció.

Conclusión:

Sus compañeros Slytherins estaban observando a Daphne como


si… como si no tuvieran ni la más mínima idea de cómo verla.

Los Gryffindors la observaban como si no tuvieran ni la más mínima


idea de cómo verla.

Sin mostrar temor, Daphne Greengrass entró al salón de clases de


Pociones con zancadas largas, envuelta por la imperiosa dignidad
de una Noble y Más Antigua Casa. Por dentro se estaba sintiendo
más o menos igual que todos los demás.

Habían pasado dos horas desde que el ¿Qué? cuando el ¿Qué?


había sucedido y el cerebro de Daphne todavía seguía en lo mismo:
¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

El salón de clases estaba en silencio mientras todos esperaban por


la llegada del Profesor Snape. Lavender y Parvati se sentaron cerca
de un grupo de Gryffindors, rodeadas por penetrantes y calladas
miradas. Las dos estaban revisando las tareas de ambas antes de
que la clase diera inicio, y nadie más las estaba ayudando o
hablando con ellas. Incluso Lavender, quien Daphne habría jurado
jamás sería desconcertada por nada, parecía sumisa.

Daphne se sentó en su escritorio, y sacó Filtros y Pociones Mágicas


de su bolso, y empezó a revisar su propia tarea, haciendo su mejor
esfuerzo para actuar normal. Las personas la vigilaban fijamente, y
nada decían -

Un jadeó recorrió al salón de clases por entero. Chicas y chicos


retrocedieron, alejándose de la puerta como si fueran tallos de trigo
tocados por un soplo de viento.

En la puerta estaba de pie Tracey Davis, cubierta con un andrajoso


manto negro que había sido puesto encima de su uniforme de
Hogwarts.

Tracey caminó lentamente dentro del salón de clases,


balanceándose ligeramente con cada paso, pareciendo como si ella
estuviera intentando flotar . Se sentó en su acostumbrado asiento,
que resultaba estaba justo al lado de Daphne.

Lentamente la cabeza de Tracey se giró para contemplar a Daphne.

"¿Ves?" la chica de Slytherin habló con un tono bajo, sepulcral. "Te


dije que él iba a ser mío antes que de ella."

"¿Qué?" espetó Daphne, quien de inmediato deseó no haber


pronunciado palabra alguna.

"Conseguí a Harry Potter antes de que lo hiciera Granger." aunque


la voz de Tracey seguía siendo baja, sus ojos resplandecían con
triunfo. "Verás, Daphne, lo que el General Potter quiere en una chica
no es una cara bonita o un vestido hermoso. Él quiere una chica que
esté dispuesta a canalizar sus tremendos poderes, eso es lo que él
quiere. Ahora yo soy suya - ¡y él es mío!"

Este anuncio produjo un silencio congelado a través del salón de


clases.

"Disculpe, Señorita Davis," habló la culta voz de Draco Malfoy, quien


parecía despreocupado al navegar entre sus propios pergaminos de
Pociones. El heredero de una Más Antigua Casa apenas y levantó la
vista de su escritorio, incluso cuando todos los demás se voltearon a
mirarlo. "¿Acaso Harry Potter de hecho le dijo eso? ¿Usando
aquellas palabras?"

"Bueno, no…" Tracey reconoció, y luego sus ojos relampagueaban


furiosamente. "¡Pero más le vale que me tome, ahora que he
sacrificado mi alma por él y todo lo demás!"

"¡Sacrificaste tu alma a Harry Potter? " jadeó Millicent. Se produjo un


estruendo al otro lado del cuarto cuando Ron Weasley dejó caer su
tintero.

"Bueno, estoy muy segura de que lo hice," argumentó Tracey,


sonando incierta por un breve momento al iniciar su explicación. "O
sea, me miré a mí misma esta mañana en el espejo y ahora estoy
más pálida, y siempre puedo sentir la oscuridad rodeándome, y fui
un conducto para sus terribles poderes y todo… Daphne, ¿tú
también viste mis ojos ponerse verdes, verdad? Aunque yo misma
no lo pude ver eso es lo que me contaron después."

Hubo una pausa, rota únicamente por los sonidos de Ron Weasley
intentando limpiar su escritorio.

"¿Daphne?" insistió Tracey.

"No me lo creo," protestó una voz enojada. "¡De ningún modo el


próximo Señor Oscuro te tomaría a ti para ser su esposa!"

Lentamente, y con considerable incredulidad, se giraron cabezas


para contemplar a Pansy Parkinson.

"Silencio, tú," amenazó Tracey, "o yo…" La chica de Slytherin hizo


una pausa. Luego la voz de Tracey bajó aún más, y declaró,
"Silencio, tú, o me comeré tu alma."

"No puedes hacer eso," replicó Pansy, con el confiado tono de una
gallina que ha descubierto un perfecto orden para picotear donde
ella quedaba en la cima, y no iba a actualizar esa creencia basada
en mera evidencia.
Lentamente, como si estuviera intentando flotar, Tracey se levantó
de su silla. Hubo más jadeos. Daphne sintió como si la hubieran
Petrificado ahí donde estaba.

"¿Tracey?" suplicó Lavender con voz diminuta. "Por favor no hagas


todo eso de nuevo. ¿Por favor?"

Ahora Pansy estaba mostrando un nerviosismo definitivo mientras


Tracey se deslizaba hacia su escritorio. "¿Qué piensas que estás
haciendo?" Pansy alegó, sin arreglárselas del todo para sonar
indignada.

"Te lo advertí," Tracey sentenció amenazante. "Voy a devorar tu


alma."

Tracey se dobló sobre Pansy, quien se quedó congelada sentada


sobre su silla; y, con sus labios casi tocándose, hizo un sonido de
inhalación.

"¡Listo!" juró Tracey en cuanto se enderezó. "Me comí tu alma."

"¡No tú no lo hiciste!" dijo Pansy.

"¡Claro que sí!" insistió Tracey.

Se produjo una pausa corta -

"¡Merlín, ella lo hizo! " chilló Theodore Nott. "¡Te ves toda pálida
ahora, y tus ojos parecen vacíos!"

"¿Qué? " gritó Pansy, poniéndose pálida. La chica brincó de su silla


y empezó a rebuscar frenéticamente a través de su bolsa de libros.
Tras extraer un espejo y contemplarse a sí misma, Pansy se puso
aún más pálida.

Daphne abandonó toda pretensión de postura aristocrática y dejó


caer su cabeza sobre el escritorio con un golpe seco, mientras se
preguntaba si valía la pena ir a la misma escuela que el resto de las
familias importantes para tener que soportar ir a la misma escuela
que la Legión Caos.

"Oh, te metiste en grandes problemas, Pansy," intrigó Seamus


Finnigan. "No sé exactamente qué sucede cuando un Dementor te
Besa, pero si Tracey Davis te besa eso probablemente es peor."

"He escuchado sobre las personas sin almas," Dean Thomas añadió
melancólicamente. "Tienen que vestirse de negro, y escribir poemas
horrendos, y nada los hace felices jamás. Están totalmente
angustiados ."

"¡Yo no quiero estar angustiada!" aulló Pansy.

"Pues que mal," prosiguió Dean Thomas. "Tienes que serlo, ahora
que tu alma se ha ido."

Pansy se giró, y estiró una mano suplicante hacia el escritorio de


Draco Malfoy. "¡Draco!" ella habló suplicante. "¡Sr. Malfoy! ¡Por
favor, haga que Tracey me devuelva mi alma!"

"No puedo," explicó Tracey. "Me la comí ."

"¡Haga que vomite!" bramó Pansy.

El heredero de Malfoy se dejó caer hacia adelante, reposando su


cabeza en ambas manos, para que nadie pudiera ver su cara. "¿Por
qué mi vida es así?" dijo Draco Malfoy.

Un salvaje balbuceo de murmullos empezó cuando Tracey regresó a


su escritorio, sonriendo de satisfacción, mientras que Pansy se
quedó de pie en el medio del salón de clases, retorciendo sus
manos y con lágrimas comenzando a caer de sus ojos -

"En. Silencio."

La suave, letal voz pareció llenar el salón de clases entero cuando el


Profesor Snape se arrastró a través de la puerta. Su rostro estaba
más furioso de lo que Daphne hubiera llegado a ver, enviando un
chorro de genuino temor a través de su espina dorsal. A toda prisa
bajó su mirada hacia su tarea.

"Siéntese, Parkinson," siseó el Maestro de Pociones, "y usted,


Davis, quítese esa ridícula capa -"

"¡Profesor Snaaaaaape! " gimió Pansy Parkinson llorando. "¡Tracey


se comió mi aaalmaaa! "

Nota del traductor

¿Soy yo o este capítulo es muy largo?

Ya estamos cerca de la próxima recopilación de HPMOR en PDF,


eso me emociona por ustedes, aunque imaginarme ese trabajo me
preocupa un poco.

Últimamente estoy sintiéndome mejor. He seguido perdiendo peso a


un ritmo saludable, y esta semana volví a hacer ejercicio.
Definitivamente una buena alimentación hace una gran diferencia: el
no consumir azúcar o sal en exceso, eliminar la fritanga de mi dieta,
comer integral y bajo en grasa en la medida de lo posible. Es un
compromiso con uno mismo, pero vale la pena. He querido tomarme
alguna foto y compartirla con ustedes pero no tengo el gen selfie
dentro de mí, me da principalmente pereza.

He vuelto a escribir también. Unos cuantos cuentos y en una novela.


¿Será el 2019 el año en que por fin llegaré a publicar en Amazon?
¡Ojalá que sí! Sería genial ganar dinero por alguno de mis relatos
propios.

Me leí el libro de Raíces hace poco, me gustó bastante. He estado


viendo bastantes animes del 2018 que no había visto, realmente el
2018 fue el mejor año en cuanto a calidad y cantidad de animes que
he llegado a ver en mi vida. En cuanto al 2019, pienso verme la
segunda temporada de Mob Psycho 100, The Promised Neverland,
Dororo, y sobretodo Tate no Yuusha no Nariagari ( El ascenso del
Héroe del Escudo ) es uno de los que me tiene más emocionado,
creo que de ahí pueden salir el husbando y la waifu del año. Desde
luego me seguiré viendo la quinta parte de JoJo Golden Wind,
Sword Art Online Alicization y Tensei shitara Slime Datta Ken que
vuelven este año. Creo que mi serie favorita de anime del 2018 fue,
excelente por donde quiera que la miro, es raro ver una serie donde
cada capítulo es mejor que el anterior. Gaikotsu Shotenin Honda-
san tiene un lugar especial en mi corazón, porque amo los libros y
también tengo el trabajo de vendedor. Kishuku Gakkou no Juliet me
hizo reír y apelo a mi deseo innegable de romance en la vida. Goblin
Slayer me gustó mucho, sobretodo porque mi novia se parece
mucho al protagonista. Aún tengo pendiente Seishun Buta Yarou wa
Bunny Girl Senpai no Yume wo Minai y Devilman, dos errores que
espero corregir prontamente.

Muchas gracias a Rocio Tou por su apoyo a través de . A todos los


demás, gracias por leer.
Auto Actualizacion Final Responsabilidad
Capítulo 75: Auto-Actualización Final, Responsabilidad

Era un callejón serpentino y sinuoso en el medio de Hogwarts,


errático como un mechón de cabello; a veces cruzándose sobre sí
mismo, aparentemente, pero nunca llegarías al final si te entregabas
a la tentación de los supuestos atajos.

Al final de ese embrollo, seis estudiantes estaban apoyados contra


la áspera piedra, túnicas negras de bordes verdes contra las
paredes grises, ojos clavados los unos sobre los otros. Antorchas
ardían en el candelabro de la pared sin ventanas, lanzando luz para
para repeler la oscuridad y calor para alejar los escalofríos de los
calabozos de Slytherin.

"Tengo la certeza, " Reese Belka espetó, " certeza absoluta, de que
no era un ritual verdadero. Pequeñas brujas primerizas no pueden
hacer ese tipo de magia, e incluso si pudieran, ¿quién ha escuchado
de un ritual Oscuro que sacrificaría un horror sellado para - eso? "

"Estabas tú -" dijo Lucian Bole. "O sea - después que esa chica
chasqueó sus dedos -"

La mirada de Belka tendría que haberlo derretido. "No," ella replicó,


" No lo estaba . "

"Claro, ella no estaba desnuda," Marcus Flint arrastró las palabras,


sus anchos hombros apoyados en aparente relajación contra la
rugosa superficie de piedra. "Aunque cubierta con crema de
chocolate, sí, no estaba desnuda."

"Este día Potter ha traído un gran insulto a nuestras Casas,"


sentenció la siniestra voz de Jaime Astorga.

"Sí, bueno, lamento ser tan directo," Randolph Lee explicó con
calma. El duelista de séptimo año acarició su barbilla, donde a una
tenue pelusa de barba se le había permitido crecer. "Sin embargo
cuando alguien te pega al techo, es un mensaje, Astorga. Es un
mensaje que comunica: Soy un Mago Oscuro increíblemente
poderoso que podría haberte hecho cualquier cosa que se me diera
la maldita gana, y tampoco me importa si tu Casa está ofendida."

Robert Jugson III soltó una suave, baja risa ante esto, una risa
sofocada que envió escalofríos por varias espinas dorsales. "Te
hace cuestionar si elegiste el lado equivocado, ¿no es así? He
escuchado cuentos sobre mensajes como este, enviados por orden
de antiguos Señores Oscuros…"

"No estoy listo para arrodillarme ante Potter todavía," declaró


Astorga, contemplando fijamente los ojos de Jugson.

"Yo tampoco," coreó Belka.

Jugson estaba sosteniendo su varita, y la giró de modo juguetón


entre sus dedos, apuntando hacia arriba y abajo. "¿Son ustedes
Gryffindor o Slytherin?" inquirió Jugson. "Todos tienen un precio.
Todos los que son inteligentes."

Esta afirmación produjo un momento de silencio.

"¿No debería Malfoy estar aquí?" Bole inquirió tentativamente.

Flint hizo un movimiento despectivo con su mano. "Lo que sea que
Malfoy está tramando, él quiere poner un aire de inocencia. No
puede desaparecer al mismo tiempo que nosotros."

"Pero todos ya saben eso," señaló Bole. "Incluso en las otras


Casas."

"Sí, muy torpe," dijo Belka. Ella bufó. "Malfoy o no, no es más que
un pequeño primerizo y no lo necesitamos aquí."

"Le enviaré un búho a mi padre," Jugson habló suavemente, "y él va


a hablar con el mismísimo Señor Malfoy -" De manera abrupta,
Jugson cerró la boca.

"No sé ustedes, queridos," Belka propuso con falsa dulzura, "sin


embargo yo no planeo salir corriendo a causa de un ritual falso, y yo
no he terminado con Potter y su mascota sangre sucia."

Nadie respondió. Todas sus miradas estaban clavadas más allá de


ella.

Lentamente, Belka se giró para ver lo que los demás contemplaban.

"Ustedes no van a hacer nada, " siseó su Jefe de Casa. El rostro de


Severus Snape estaba furioso, cuando les gritó pequeñas gotas de
saliva volaron de su boca, manchando aún más su túnica ya
mugrosa. "¡Ustedes tarados ya han hecho suficiente! Han
avergonzado mi Casa - perdieron contra niñas de primer año -
¿ahora están intrigando para involucrar a los nobles Señores del
Wizengamot en sus patéticas riñas infantiles? Yo me encargaré de
lidiar con este asunto. Ustedes no van a avergonzar esta Casa otra
vez, ¡ustedes no se van a arriesgar a avergonzar esta Casa de
nuevo! Ustedes han terminado su lucha contra brujas, y si me doy
cuenta de que hacen otra cosa -"

Si pensabas que iban a estar sentándose uno al lado del otro a la


hora de la cena, después de todo eso, habrías estado equivocado.

"¿Qué es lo que ella quiere de mí?" surgió el lastimero grito de un


chico quien, a pesar de sus extensas lecturas de literatura científica,
seguía un poco inocente sobre ciertas cosas. "¿Ella quería ser
apaleada?"

Los chicos más grandes de Ravenclaw que se sentaban a su lado


en la mesa de la cena intercambiaron rápidas miradas entre sí, por
algún protocolo tácito, el más experimentado de ellos habló.
"Mira," explicó Arty Grey, el chico de séptimo año que le sacaba
ventaja a los demás por un margen de tres brujas y una Profesora
de Defensa, "la cosa que tienes que entender es que, nada más
porque ella está enojada no significa que hayas perdido puntos. La
Señorita Granger está enojada porque está muy asustada y tú estás
ahí para ser culpado, ¿comprendes? Aunque al mismo tiempo,
incluso si ella no lo admite, estará conmovida porque su novio
recurriera a tan ridículos y francamente locos extremos para poderla
proteger."

"Esto no tiene que ver con puntos, " argumentó Harry Potter, las
palabras escapando visiblemente de entre sus dientes apretados. La
cena permanecía ignorada frente a él. "Esto tiene que ver con
justicia. Y yo. No. Soy. Su. ¡Novio! "

Esto fue recibido con una cierta cantidad de risas tontas de parte de
todos los presentes.

"Sí, bueno," dijo un chico de Ravenclaw de sexto año, "creo que


después que ella te besa para liberarte de la Dementación y tú
pegas cuarenta y cuatro abusones al techo por ella, hemos dejado
muy atrás el 'ella no es mi novia, en serio' y entrado a la cuestión de
cómo se van a ver sus hijos. Vaya, eses es un pensamiento
aterrador…" El Ravenclaw fue bajando la voz y luego añadió, "Por
favor no me veas así."

"Mira," expuso Arty Grey, "lamento ser directo al respecto, sin


embargo tú puedes tener justicia o puedes tener chicas, no puedes
tener ambas al mismo tiempo." Puso una mano amistosa sobre el
hombro de Harry Potter. "Aunque tienes potencial, niño, más
potencial que cualquier mago que haya visto, tienes que aprender a
cómo usarlo, ¿sabes? Se un poco más dulce con ellas, aprende
algunos hechizos para arreglar ese desastre que llamas cabello.
Sobre todo, necesitas esconder toda tu oscuridad mejor - no
demasiado bien, pero mejor. Chicos bien acicalados consiguen
chicas, y los Magos Oscuros también consiguen chicas, mas los
chicos bien acicalados que son sospechosos de ser Oscuros en
secreto consiguen más chicas de lo que puedas imaginar -"
"No me interesa," Harry declaró categóricamente, al tiempo que
cogió la mano del chico y la apartó de su hombro sin ceremonia.

"Aunque lo estarás," insistió Arty Grey, su voz baja y profética. "¡Ah,


lo estarás!"

En algún otro lado de la misma mesa -

"¿Romántico? " chilló Hermione Granger, tan fuertemente que


algunas de las chicas a su lado hicieron una mueca. "¿Qué parte de
eso fue romántico? ¡Él ni siquiera preguntó! ¡Él nunca pregunta! ¡Él
nada más envía fantasmas a perseguir la gente y los pega a los
techos y hace lo que se le da la gana con mi vida!"

"¿Pero no te das cuenta?" inquirió una bruja de cuarto año.


"Significa que aunque es malvado, ¡él te ama !"

"No estás ayudando," apuntó Penelope Clearwater un poco alejada


del grupo principal, pero fue ignorada. Varias brujas mayores se
habían intentado acercar a Hermione, después de que esta se había
sentado en el extremo opuesto de la mesa al de Harry Potter, sin
embargo las brujas jóvenes fueron más rápidas y habían rodeado a
Hermione dentro de una barrera impenetrable.

"A los chicos," sentenció Hermione Granger, "¡no se les debería


permitir amar a las chicas sin haber pedido permiso antes! ¡Esto es
verdadero en un gran número de formas y especialmente cuando se
trata de pegar personas al techo!"

Esto también fue ignorado. "¡Es igual que una obra de teatro!"
suspiró una chica de tercer año.

"¿Una obra?" preguntó Hermione. "¡Me gustaría ver una obra donde
cualquier cosa similar a esto suceda!"

"Oh," se fue explayando la chica de tercer año, "estaba pensando de


esa realmente romántica donde hay un chico muy bueno y dulce
que hace una llamada Floo, sólo que él pronuncia mal su destino y
se topa con un cuarto lleno de Magos Oscuros que están realizando
un ritual prohibido que debió permanecer perdido en el tiempo, y
están sacrificando siete víctimas con el objetivo de romper el sello
de este antiguo horror que se supone le concederá un deseo a
alguien si es liberado, así que por supuesto la presencia del chico
interrumpe el ritual, y mientras el horror se está comiendo a todos
los Magos Oscuros y todos están muriendo el último pensamiento
del chico es que desearía haber tenido una novia, y lo siguiente que
sabes es que el chico yace sobre las rodillas de esta bella mujer
cuyos ojos están ardiendo con una luz tremenda, únicamente que
ella no comprende nada sobre ser humana por lo que el chico
siempre tiene que evitar que se coma a las personas. Esto es
idéntico a esa obra, ¡sólo que tú eres el chico y Harry Potter es la
chica!"

"Eso…" Hermione reconoció, sintiéndose bastante sorprendida.


"Eso de hecho sí suena algo similar -"

"¿De verdad? " espetó una chica de segundo año sentada al otro
lado de la mesa, inclinada hacia adelante, mostrándose aterrada y a
pesar de eso incluso más fascinada.

"¡No!" rechazó Hermione. "O sea - ¡él no es mi novio! "

Dos segundos después, las orejas de Hermione captaron lo que sus


labios acababan de exclamar.

La bruja de cuarto año puso su mano sobre el hombro de Hermione


y le dio un apretón confortante. "Señorita Granger," ella habló con
voz suave como la seda, "creo que si es realmente honesta con
usted misma, admitirá que la verdadera razón por la que está
enojada con su oscuro maestro es que él canalizó sus poderes
innombrables a través de Tracey Davis en vez de usted."

Aunque la boca de Hermione se abrió su garganta se cerró antes de


que saliera palabra alguna, lo que probablemente fue una cosa
buena, porque de haber gritado tan fuertemente algo se habría roto.
"¿Cómo es eso posible, de hecho?" inquirió la chica de tercer año.
"¿Me refiero a Harry Potter funcionando a través de otra chica
incluso si él está atado a ti? ¿Acaso ustedes tres tienen uno de
aquellos, ya sabe, arreglos?"

"¡Aaaaaaah, " estalló Hermione Granger, su garganta aún


bloqueada, su cerebro paralizado, y sus cuerdas vocales haciendo
ruido espontáneamente como si ella estuviera expectorando un yak.

(Después.)

"No comprendo por qué estás siendo tan poco razonable," dijo una
bruja de segundo año, que había reemplazado a la chica de tercer
año cuando Hermione había amenazado con pedir a Tracey comer
su alma. "O sea, de verdad, si alguien como Harry Potter me
rescatara a mí, estaría - enviándole cartas de agradecimiento, y
abrazándolo, y," la cara de la chica se puso un poco roja, "bueno,
besándolo, espero."

"¡Sí!" concordó la otra bruja de segundo año. "nunca entendí por


qué las chicas de las obras de teatro se enojan cuando el personaje
principal se esfuerza por ser bueno con ellas. Yo no actuaría así si
yo le gustara al héroe . "

Hermione Granger había dejado caer su cabeza sobre la mesa de la


cena, sus manos jalando su cabello lentamente.

"Ustedes simplemente no entienden la psicología masculina," la


bruja de cuarto año declaró con voz autoritaria. "Granger tiene que
aparentar como si misteriosamente pudiera resistir los encantos
seductores de él."

(Mucho después.)
Y sin poderlo soportar más Hermione Granger había recurrido a la
única persona que le quedaba con la que podía hablar, la única
persona garantizada para comprender su punto de vista -

"Todos están locos," afirmó Hermione Granger dando vigorosas y


largas zancadas hacia la torre de Ravenclaw, habiendo dejado la
cena un poco temprano. "Todos excepto tú y yo, Harry, Me refiero a
todos excepto nosotros en toda la escuela de Hogwarts, todos ellos
están enteramente dementes. Y las chicas de Ravenclaw son las
peores, Aunque no sé qué van leyendo por ahí las chicas de
Ravenclaw cuando crecen, tengo la certeza de que no deberían
estarlo leyendo. Una bruja me preguntó si los dos teníamos un
vínculo de alma, lo que voy a investigar en la biblioteca esta noche,
sin embargo estoy bastante segura de que eso nunca ha pasado en
realidad -"

"Ni siquiera conozco un nombre para este tipo de razonamiento tan


lleno de falacias," rezongó Harry Potter. El chico estaba caminando
con normalidad, lo que significaba que a menudo tenía que dar un
par de saltos para igualar la velocidad de ella alimentada por la
indignación. "Seriamente creo que si dependiera de ellos, ya nos
estarían arrastrando en un minuto para hacer que cambiemos
nuestros nombres a Potter-Evans-Verres-Granger… Ugh,
pronunciarlo en voz alta me hace dar cuenta de cuán horrendo
suena."

"Querrás decir que tu nombre sería Potter-Evans-Verres-Granger y


el mío sería Granger-Potter-Evans-Verres," corrigió Hermione. "Es
demasiado horrible para imaginar."

"No," explicó el chico, "la Casa Potter es una Casa Noble, por lo que
creo que ese nombre permanecerá al frente -"

"¿Qué? " protestó ella indignada. "Quién dice que nosotros tenemos
que -"

Se produjo un repentino y horrendo silencio, roto únicamente por el


golpeteo de sus zapatos.
" Como sea, " Hermione habló de forma apresurada, "algunas de las
cosas locas que dijeron durante la cena me hicieron pensar, así que
nada más quería declarar esto, Harry, que realmente estoy
agradecida por salvarme a mí y a todas las demás de recibir una
paliza, e incluso si algunas de las partes de esta tarde me perturban,
estoy segura de que lo podemos discutir de manera calmada."

"Ah…" Harry titubeó con una sonrisa débil y tentativa, sus ojos
mostrando una mezcla de desconcierto y aprehensión, "eso es…
bueno, ¿supongo?"

Para ser específicos, había sido la bruja de cuarto año explicando


que, ya que Harry era el mago malvado quien se había enamorado
de Hermione, y Hermione era la chica pura e inocente que lo
redimirá o sería seducida por las Artes Oscuras a su vez, lo que
tenía que seguir era que Hermione tuviera que estar indignada
perpetuamente ante cualquier cosa que Harry hiciera, incluso si él la
salvaba heroicamente de la destrucción segura, sólo para que su
romance no se resolviera a sí mismo antes del final del Acto IV. Y
entonces Penelope Clearwater, quien Hermione realmente había
pensado era más inteligente que eso, había remarcado en voz alta
que por idénticas razones era imposible para Hermione simplemente
ir y hablar sensatamente con Harry sobre por qué ella se estaba
sintiendo herida, y que de todos modos lo que le llamaba la atención
a los Magos Oscuros en una mujer era la rebeldía apasionada, no la
lógica. Este fue el punto en que Hermione se empujó a sí misma
lejos de las bancas, pisoteó fuertemente hacia donde Harry estaba
sentado, y le pidió con voz razonable si los dos podían ir a dar un
paseo y arreglar las cosas.

"En otras palabras," Hermione declaró con la voz más calmada que
nunca, "realmente no estás en problemas conmigo, aún te sigo
hablando, seguimos siendo amigos, y aún seguiremos estudiando
juntos. No estamos teniendo una pelea. ¿De acuerdo?"

De algún modo esto únicamente pareció incrementar la aprehensión


de Harry Potter. "De acuerdo," concedió el Niño-Que-Vivió.
"¡Grandioso!" exclamó Hermione. "Así que, ¿ has descubierto por
qué estaba molesta, Sr. Potter?"

Hubo una pausa. "¿Querías que me mantuviera por fuera de tus


asuntos?" Harry inquirió con cautela. "O sea - sé que querías hacer
las cosas a tu manera. Y me estaba quedando por fuera de tu
camino, hasta que escuché que habías sido emboscada por tres
Mortífagos junior y, honestamente, yo no estaba esperando eso. Ni
siquiera el Profesor Quirrell estaba esperando eso. Me empezó a
preocupar que estuvieran abarcando demasiado y entonces, sin
ofender Hermione, cuarenta y cuatro abusones en una emboscada
masiva está más allá de lo que cualquiera podría manejar por su
cuenta. Por eso es que pensé que realmente necesitabas ayuda en
esta ocasión -"

"No, esa parte esta bien," reconoció Hermione. "Nosotras


estábamos abarcando demasiado, honestamente. Por favor adivine
de nuevo, Sr. Potter."

"Pues," dudó Harry. "Lo que hizo Tracey… ¿te sorprendió?"

"¿Sorprenderme, Sr. Potter?" Había un toque de acidez en su voz.


"No, Sr. Potter, yo estaba aterrada. yo estaba asustada. No me
gustaría admitir que tengo miedo de simples dragones o algo similar,
las personas podrían pensar que soy una cobarde, sin embargo
cuando puedes escuchar voces distantes aullando '¡Tekeli-li! ¡Tekeli-
li!' y hay chorros de sangre filtrándose por debajo de todas las
puertas, entonces está bien estar aterrada."

" Estoy arrepentido," Harry dijo con lo que sonaba como genuino
arrepentimiento. "pensé que te darías cuenta que era yo."

"Y la razón por las que todas nos asustamos de ese modo, Sr.
Potter, ¡fue que usted no preguntó primero! " A pesar de sus
intenciones, Hermione descubrió que su voz se estaba alzando otra
vez. "¡Tendrías que haberme preguntado antes de hacer algo como
eso, Harry! Tendrías que haber sido muy específico, 'Hermione,
¿puedo hacer que salga sangre debajo de las puertas?' ¡Es
importante ser específico cuando estás pidiendo permiso para ese
tipo de situaciones!"

El chico frotó la parte de atrás de su cuello al caminar. "Yo…


honestamente, nada más pensé que tú tenías que decir que no."

"Sí, Sr. Potter, yo podría haber dicho que no . ¡Esa es la importancia


de preguntar primero, Sr. Potter!"

"No, me refiero a que tenías que responder que no, sin importar o
no si era lo que querías realmente . Y luego todas ustedes habrían
sido golpeadas y habría sido mi culpa por haber pedido permiso en
primer lugar."

Las cejas de Hermione se levantaron por la sorpresa, y siguió


caminando por unos pasos más mientras intentaba entender esto.
"¿Qué?" ella inquirió.

"Bueno…" el niño explicó lentamente. "O sea… tú eres la General


Rayo de sol, ¿no es así? Tú no podías contestar que sí sobre yo
asustando gente, ni siquiera abusones, ni siquiera para salvar a tus
amigas de ser golpeadas. Tú tendrías que decir que no, y luego
habrías resultado lastimada. De este modo, puedes afirmar
honestamente que no tenías ni idea y que no fue tu culpa. Por eso
es que no te advertí."

Hermione dejó de caminar, se giró para enfrentar a Harry de cuerpo


entero en vez de simplemente voltear la cabeza. Su voz fue
cuidadosamente calmada y controlada cuando habló, "Harry, tú
tienes que parar de inventar razones astutas para hacer cosas
estúpidas."

Las cejas de Harry se levantaron. Tras un momento habló, "Mira…


sé a lo que te refieres, por supuesto, sin embargo aún queda la
pregunta de si realmente es una buena idea, no solamente una
astuta -"
"Comprendo por qué hiciste lo que hiciste el día de hoy," Hermione
insistió. "Pero quiero que prometas que de ahora en adelante, me
vas a preguntar primero, siempre, incluso si se te llega a ocurrir una
razón por la que no deberías."

Hubo una pausa que se estiró demasiado, y Hermione pudo sentir


su corazón hundiéndose.

"Hermione -" Harry empezó a hablar.

"¿Por qué? " La frustración explotó dentro de su voz. "¿Por qué es


tan horrendo? ¡Todo lo que tienes que hacer es preguntar!"

Los ojos de Harry estaban muy serios. "¿A quién en S.P.I.H.B.


intentas defender con mayor esfuerzo, Hermione? ¿Por quién estás
más temerosa, cuando combates?"

"Hannah Abbott," Hermione respondió sin tener que pensarlo


mucho, y luego se sintió un poco triste, porque Hannah se estaba
esforzando y ella había mejorado bastante -

"¿Te sentirías bien al confiar a alguien más, digamos Tracey, con la


responsabilidad final de proteger a Hannah? Si supieras que
Hannah se dirige a una emboscada, y se te ocurre un plan para
protegerla, ¿te sentirías bien al permitir que Tracey tuviera la
palabra final sobre si te es permitido hacerlo o no?"

"Pues… ¿no?" contestó Hermione, confundida.

Los ojos verdes del Niño-Que-Vivió estaban fijos sobre los de ella.
"¿Confiarías a Hannah el tener la palabra final sobre si ella necesita
protección o no?"

"Yo -" vaciló Hermione, y luego se detuvo. Era extraño, ella sabía la
respuesta correcta y también sabía que la respuesta correcta no era
de hecho verdadera. Hannah estaba intentando con tanto ahínco
demostrar que no tenía miedo, incluso cuando ella lo sentía, y era
fácil ver cómo la chica de Hufflepuff podría exigirse demasiado -
Entonces Hermione se dio cuenta de la implicación. "¿Tú crees que
soy como Hannah? "

"No… exactamente…" Las manos de Harry recorrieron su cabello


alborotado. "Escucha, Hermione, ¿qué habrías sugerido tú para
hacer, si yo te hubiera advertido sobre una emboscada por cuarenta
y cuatro abusones?"

"Habría hecho la cosa responsable e informado a la Profesora


McGonagall y dejar que ella se encargara del asunto," Hermione
afirmó prontamente. "Y en ese caso no habría existido la oscuridad
y las personas gritando y esa horrible luz azul -"

Sin embargo Harry nada más sacudió su cabeza. "Esa no es la cosa


responsable por hacer, Hermione. Es lo que haría alguien
representando el rol de una chica responsable. Sí, pensé en ir con la
Profesora McGonagall. Pero ella únicamente habría detenido el
desastre una vez. Probablemente antes de que cualquier
perturbación tuviera oportunidad de suceder, como avisando a los
abusones que ella sabía. Si los abusones eran castigados por
complot, sería perdiendo Puntos de Casa, o en el peor caso un día
de detención, nada que realmente los fuera a asustar. Y luego los
abusones lo habrían intentado de nuevo . Menos de ellos, con mejor
seguridad operacional para que así yo no escuchara al respecto.
Probablemente habrían emboscado a una de ustedes, sola. La
Profesora McGonagall no tiene la autoridad para hacer algo lo
suficientemente aterrador como par protegerte - y ella no habría
sobrepasado su autoridad, porque ella no es responsable
realmente."

"¿La Profesora McGonagall no es responsable?" Hermione


cuestionó incrédula. Posó sus manos sobre sus caderas, mirándolo
abierta y fijamente. "¿Estás demente?"

El chico no parpadeó. "Podrías llamarlo heroicamente responsable,


quizá," Harry Potter explicó. "No lo que se llama responsable
usualmente. Significa que sea lo que sea que pase, sin importar
qué, siempre es tu culpa. Incluso si informas a la Profesora
McGonagall, ella no es responsable por lo que ocurra, tú lo eres.
Seguir las reglas de la escuela no es una excusa, que alguien más
esté a cargo no es una excusa, incluso dar tu mejor esfuerzo no es
una excusa. Simplemente no hay excusas, tienes que llevar el
trabajo a cabo sin importar qué ." El rostro de Harry se endureció .
"Por eso es que afirmó que tú no piensas de manera responsable,
Hermione. Pensar que tu trabajo termina cuando hablas con la
Profesora McGonagall - eso no es pensamiento heroico. Como si el
que Hannah fuera golpeada está bien entonces, porque ya no es tú
culpa . Ser una heroína significa que tu trabajo no ha terminado
hasta que hayas hecho lo que sea que se requiera para proteger las
otras chicas, permanentemente. " En la voz de Harry había un toque
de acero que había adquirido desde el día en que Fawkes había
estado sobre su hombro. "No puedes pensar como si simplemente
seguir las reglas fuera lo mismo a cumplir tu deber."

"Creo," Hermione arguyó con calma, "que tú y yo podríamos estar


en desacuerdo sobre algunas cosas, Sr. Potter. Por ejemplo si la
Profesora McGonagall o usted es más responsable, y sobre si ser
responsable usualmente involucra a personas corriendo y gritando
por ahí, y cuánto es una buena idea seguir las reglas de la escuela.
Y nada más porque estemos en desacuerdo, Sr. Potter, no implica
que usted tenga la palabra final."

"Bueno," expuso Harry, "tú preguntaste qué era tan horrendo para
no pedirte permiso primero, y fue una pregunta sorprendente por su
acertamiento, por lo que examiné mi mente y esto es lo que
descubrí. Creo que mi temor real es que si Hannah está en
problemas y se me ocurre una manera de salvarla que parezca rara
u oscura o algo, tú podrías no sopesar las consecuencias para
Hannah. Podrías no aceptar la responsabilidad de la heroína de
inventar algún modo para salvarla, de cualquier manera, sin importar
qué. En vez de eso nada más cargas el rol de Hermione Granger, la
sensata chica de Ravenclaw; y el rol de Hermione Granger
automáticamente dice que no, sin importar si ella tiene un mejor plan
en mente o no. Y entonces cuarenta y cuatro abusones se tomarían
turnos para golpear a Hannah Abbott, y todo sería mi culpa porque
yo sabía, incluso si yo no quería que la realidad fuera de esa forma,
sabía que así sería como sucedería. Estoy bastante seguro de que
ese era mi temor secreto, innombrable, indecible."

La frustración se estaba incrementando dentro de ella otra vez. "¡Es


mi vida!" Hermione estalló. Podía imaginar cómo sería si Harry se
metía con ella todo el tiempo, inventando constantemente
justificaciones para no preguntarle antes y sin escuchar sus
objeciones. Ella no tendría por qué ganar una discusión nada más
para - " Siempre habrá alguna razón, ¡ siempre puedes decir que no
estoy pensando del modo correcto! ¡Quiero mi propia vida! De otro
modo me voy a alejar, realmente lo haré, es en serio Harry."

Harry suspiró. "Aquí es donde no quería que terminaran las cosas, y


aquí estamos. Tienes miedo justamente de la misma cosa que yo,
¿no es así? Temor de que si tú sueltas el manubrio, nos vamos a
estrellar." Aunque las esquinas de sus labios se torcieron, no se
vieron como una sonrisa real. "Eso es algo que puedo comprender."

"¡No creo que lo entiendas para nada! " Hermione señaló


bruscamente. "¡Prometiste que íbamos a ser compañeros, Harry!"

Eso lo paró, pude verlo detenerse.

"¿Qué tal esto?" Harry propuso al fin. "Te prometo hablar contigo
antes de hacer cualquier cosa que pueda ser interpretada como
interferir en tus asuntos. Sólo que tú tienes que prometerme a mí ser
razonable, Hermione. Me refiero a realmente, de modo genuino,
parar y pensar por veinte segundos primero, tratarlo como una
elección real. El tipo de razonamiento donde te das cuenta que te
estoy ofreciendo una manera de proteger a las otras chicas, y que si
automáticamente respondes que no sin considerarlo
apropiadamente, existe la consecuencia verdadera donde Hannah
Abbott termina en un hospital."

Hermione se quedó viendo a Harry, hasta que su recitación culminó.

"¿Bien?" inquirió Harry.


"No tendría por qué hacer promesas," ella contestó, "nada más para
ser consultada sobre mi propia vida. " Ella se giró para alejarse de
Harry y empezó a caminar hacia la torre de Ravenclaw, sin mirarlo.
"Aunque lo voy a considerar, de todos modos."

Escuchó a Harry suspirar, y tras haber caminado en silencio por un


rato, pasando a través de un arco hecho de algún metal rojizo
similar al cobre, entraron a un corredor que era idéntico al que
habían dejado atrás excepto que las baldosas eran de pentágonos
en vez de cuadrados.

"Hermione…" dijo Harry. "He estado observándote y pensando,


desde el día que afirmaste que ibas a ser una heroína. Tú tienes el
coraje. Vas a pelear por lo que es correcto, incluso frente a
enemigos que podrían aterrar a otras personas. Ciertamente tienes
la inteligencia pura para eso, y probablemente eres una mejor
persona que yo en el interior. Pero incluso así… bueno, para ser
honesto, Hermione… No puedo verte llenando los zapatos de
Dumbledore, liderando a la Bretaña mágica al combate contra
Quién-Tú-Sabes. No todavía, al menos."

Hermione volteó su cabeza para contemplar a Harry, quien nada


más siguió caminando, como perdido en sus pensamientos. ¿Llenar
esos zapatos? Ella nunca había intentado imaginarse a sí misma de
esa manera. Nunca se había imaginado imaginando a sí misma de
esa forma.

"Y a lo mejor estoy equivocado," Harry prosiguió sin dejar de


avanzar. "Tal vez he leído demasiadas historias donde los héroes
nunca hacen lo sensato y siguen las reglas e informan a su
Profesora McGonagalls, así que mi cerebro no cree que eres una
heroína apropiada de libro. Tal vez eres tú quien está cuerda,
Hermione, y yo el que simplemente está siendo un tonto. Sin
embargo cada vez que hablas sobre seguir las reglas o confiar en
los profesores, me da la misma sensación, como si fuera la última
barrera que te detiene, una última cosa que pone tu ser de
Personaje Jugador a dormir y de nuevo te conviertes en un
Personaje No Jugador…" Harry dejó escapar un suspiro. "Quizá por
eso Dumbledore dijo que yo debí tener padrastros malvados."

"¿Él dijo qué? "

Harry asintió. "Todavía no sé si el Director estaba bromeando o… la


cosa es que, él estaba en lo correcto de alguna manera. Aunque yo
tenía padres amorosos, nunca sentí como si pudiera confiar en sus
decisiones, no eran lo suficientemente cuerdos . Siempre supe que
si no pensaba las cosas por mí mismo, podría salir lastimado. La
Profesora McGonagall hará lo que sea necesario para terminar el
trabajo si yo estoy ahí para fastidiarla al respecto, ella no rompe las
reglas por sí misma sin una guía heroica. El Profesor Quirrell
realmente es alguien quien realiza el trabajo sin importar qué, y él es
el único aparte de mí que se da cuenta de cosas como la Snitch
arruinando el Quidditch. Sin embargo con él no puedo confiar para
que sea bueno . Incluso si es triste, pienso que esa es la parte del
ambiente que crea lo que Dumbledore llama un héroe - personas
que no tienen a nadie más para que cargue con la responsabilidad
final, y por eso es que se forman en el hábito mental de revisar todo
por sí mismos."

Aunque Hermione no pronunció palabra ante eso, estaba pensando


sobre algo que Godric Gryffindor había escrito cerca del final de su
muy corta autobiografía. Breve y sin ningún contexto, porque se
suponía que el pergamino iba a ser copiado a mano, siglos antes de
que la imprenta Muggle le diera inspiración a los magos para
inventar la Pluma de Lectura-Escritura.

No existe salvador para el salvador, Godric Gryffindor había escrito.


Ningún defensor tuvo el campeón, ni madre ni padre, únicamente la
nada por encima.

Si ese era el precio de ser un héroe, Hermione no estaba segura de


quererlo pagar. O quizá - aunque no era el tipo de cosas que habría
pensado antes de comenzar a juntarse con Harry - quizá Godric
Gryffindor se había equivocado .
"¿Confías en Dumbledore?" Hermione inquirió. "O sea, él está aquí
mismo en nuestra escuela y es el héroe más legendario en el
mundo entero -"

"Él era el héroe más legendario," corrigió Harry. "Ahora enciendo


gallinas en llamas. Honestamente, ¿Dumbledore te parece confiable
a ti? "

Hermione no respondió.

Lado a lado, los dos empezaron a ascender por las anchas y


enormes escaleras en espiral, los pasos alternando entre el bronce
metálico y la piedra azul; el acercamiento final donde el retrato de
Ravenclaw esperaba para proteger su dormitorio con acertijos
tontos.

"Oh, y acabo de pensar en algo que debería comentarte," Harry


añadió cuando iban a la mitad del camino. "Ya que afecta tu vida y
todo eso. Puede considerarse una especie de pago inicial -"

"¿De qué se trata?" preguntó Hermione.

"Predigo que S.P.I.B.H. está apunto de retirarse."

"¿ Retirarse? " Hermione espetó, casi tropezando en una de las


escaleras.

"Sí," Harry explicó. "o sea, podría estar equivocado, pero sospecho
que los profesores están a punto de reprimir con dureza lo de luchar
en los corredores." Harry sonrió siniestramente mientras hablaba, un
destello en sus ojos detrás de las gafas insinuando un conocimiento
secreto. "Lanzar nuevos hechizos para detectar maleficios
ofensivos, o empezar a verificar reportes de abuso usando
Veritaserum - puedo pensar en varias maneras en que podría
pararlo. Aunque si estoy en lo correcto, es algo para celebrar,
Hermione, para ti y todas las demás. Provocaron suficiente jaleo
público que lograron que ellos de hecho tuvieran que hacer algo
sobre el abuso. Todo el abuso."
Lentamente, entonces, una sonrisa empezó a colarse sobre sus
labios, y cuando ella alcanzó la cima de las escaleras y empezó a
caminar hacia el retrato de Ravenclaw para obtener su acertijo,
Hermione sintió sus pies más ligeros, una maravillosa sensación de
elevación esparciéndose a través de ella como si la hubieran
inyectado por completo de helio.

De alguna forma, a pesar de todo el esfuerzo que las ocho habían


puesto, no había esperado tanto, no había esperado que en realidad
fuera a funcionar .

Habían hecho una diferencia…

Fue al final de la hora del desayuno a la mañana siguiente.

Los estudiantes de cada año se quedaron muy quietos en sus


asientos, todas las cabezas giradas en la misma dirección, hacia la
Mesa de Profesores, ante la cual estaba de pie una solitaria chica
de primer año rígida y sin moverse, su cabeza inclinada para mirar
fijamente al Jefe de Casa de Slytherin.

El rostro del Profesor Snape estaba retorcido con furia y triunfo,


vindicativo como cualquier retrato de un Mago Oscuro; y detrás de él
estaban sentados los otros Profesores de la Mesa de Profesores,
observando con caras tan duras como la piedra.

"- permanentemente desbandadas," espetó el Maestro de Pociones.


"Su autoproclamada Sociedad está proscrita dentro de Hogwarts,
¡por mi decisión como Profesor! Si su Sociedad o cualquiera de sus
miembros es descubierta luchando en los pasillos de nuevo,
Granger, usted será declarada responsable personalmente y
expulsada, por mí, ¡del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería!"

Esa chica de primer año se quedó ahí de pie, ante la Mesa de


Profesores donde antes únicamente la habían llamado para recibir
elogios y sonrisas; se quedó ahí parada con su espalda tan erguida
y tan alta como el arco de un centauro, sin conceder nada al
enemigo.

Esa bruja de primer año se quedó ahí de pie con todas sus lágrimas
e ira contenidas, su cara inmóvil, nada cambiando en su apariencia
exterior, mientras algo se rompía lentamente en su interior, ella pudo
sentirlo romperse.

Se rompió aún más cuando el Profesor Snape le dio dos semanas


de detención por el crimen de violencia dentro de la escuela,
burlándose con la cara despectiva que les había enseñado a todos
el primer día de Pociones, y con una pequeña torcedura en la
esquina de su sonrisa que revelaba que el Maestro de Pociones
sabía exactamente cuán injusto estaba siendo.

Lo que fuera eso dentro de ella se rompió del todo, desde la cima
hasta el fondo, cuando el Profesor Snape le quitó cien puntos a
Ravenclaw.

Terminó, entonces, y Snape le informó que podía retirarse.

Ella se giró y vio que en la mesa de Ravenclaw, Harry Potter seguía


sentado en su lugar, no pudo ver su expresión desde donde estaba,
solamente vio sus puños sobre la mesa pero no pudo saber si
estaban blancos y apretados como los de ella misma. Ella le había
susurrado, cuando el Profesor Snape la había llamado, que él no
debía hacer nada sin preguntar primero.

Hermione se volteó de nuevo para observar la Mesa de Profesores,


justo cuando Snape se estaba alejando de ella para regresar a su
lugar.

"Le dije que podía retirarse, niña," declaró la voz burlona, aunque
había una sonrisa placentera sobre el rostro de Snape, como si
estuviera esperando que ella hiciera algo -

Hermione dio cinco largas zancadas hacia la Mesa de Profesores y


pronunció con voz rota, "¿Director?"
Silencio total llenó el Gran Corredor.

El Director Dumbledore nada habló, ni se movió. Fue como si él,


también, estuviera labrado en piedra.

Hermione se giró para contemplar al Profesor Flitwick, cuya cabeza,


apenas visible sobre la mesa, parecía estar mirando hacia su
regazo. Detrás de él, el rostro de la Profesora Sprout estaba muy
serio, parecía que se estaba forzando a sí misma a observar, y
aunque sus labios estaban temblando, ella no abrió la boca.

La silla de la Profesora McGonagall estaba vacía, la Directora


Adjunta no se había mostrado para el desayuno de esa mañana.

"¿Por qué ninguno de ustedes dice algo?" preguntó Hermione


Granger. Su voz temblando con lo último de su esperanza, el último
intento desesperado para obtener ayuda desde ese lugar dentro de
ella. "¡Ustedes saben que lo que él está haciendo está mal!"

"Dos semanas más de detención, por insolencia," Snape sentenció


con voz sedosa.

Se destrozó.

Miró hacia la Mesa de Profesores durante unos cuantos segundos


más, hacia el Profesor Flitwick y la Profesora Sprout y el lugar vacío
donde debería haber estado la Profesora McGonagall. Luego
Hermione Granger se giró y comenzó a caminar hacia la mesa de
Ravenclaw.

Se produjo un balbuceo de voces inicial, pues los estudiantes se


estaban descongelando de donde habían estado sentados.

Y entonces, cuando ella casi estaba en la mesa de Ravenclaw -

La seca voz del Profesor Quirrell cortó a través de todo, y la voz


pronunció, "Cien puntos para la Señorita Granger por hacer lo que
es correcto."
Hermione casi cayó sobre sus propios pies; y luego continuó hacia
adelante, incluso cuando Snape gritó algo furioso, incluso cuando el
Profesor Quirrell se recostó en su silla y empezó a carcajearse,
incluso cuando la voz de Dumbledore estaba diciendo algo que ella
no captó y tras todo eso se estaba sentando en la mesa de
Ravenclaw otra vez al lado de Harry Potter.

Harry Potter estaba congelado a su lado, se veía como alguien que


no se atrevía a moverse.

"Todo está bien," su voz le informó a él, automáticamente sin que


hubiera alguna elección o pensamiento involucrado, aunque
realmente nada estuviera bien. "¿Pero puedes ver si me sacas de la
detención de Snape, al igual que lo hiciste contigo en esa ocasión?"

Harry Potter asintió, un único movimiento brusco de su cabeza. "Yo -


" dijo Harry. "Yo - lo lamento, esto - todo esto es mi culpa -"

"No seas ridículo, Harry." Era raro cómo su voz surgía con
normalidad, y sin que ella pensará en qué decir. Hermione bajó la
vista hacia su plato del desayuno, sin embargo comer parecía estar
claramente fuera de cuestión, había una agitación y revoloteo en su
estómago que sugería que ya estaba a punto de vomitar, lo que era
curioso porque ella podría haber jurado que todo su cuerpo se
sentía entumecido, como si no estuviera sintiendo nada, al mismo
tiempo.

"Y," su voz habló, "si quieres romper las reglas escolares o algo
similar, me puedes preguntar al respecto, prometo que no voy a
decir que no sin más."

Non est salvatori salvator,

neque defensori dominus,

nec pater nec mater,


nihil supernum.

- Godric Gryffindor,

1202 E.C.

Nota del Traductor

Para beneficio de todos, vuelvo a poner la traducción de las


palabras de Gryffindor al final:

No existe salvador para el salvador,

ningún defensor tuvo el campeón,

ni madre ni padre,

únicamente la nada por encima.

- Godric Gryffindor,

1202 de la Era Común

Muchas cosas han pasado en mi vida últimamente. Tengo un trabajo


de tiempo completo, me mude a una nueva casa cuyo arriendo y
gastos comparto con mi hermano. Pasaron un par de días de total
desorden, pero ya me estoy acostumbrando a la situación.

Estoy luchando por sacar tiempo para ver los animes de la


temporada, pero está siendo difícil en este periodo de transición.

Ya estamos a punto de concluir esta parte de HPMOR, por lo que


pronto compilare toda la saga Hermione Granger en un libro PDF y
EPUB..

Es una locura todo ese asunto de la desaparición de Google+


porque mi blog estaba muy dependiente de esa herramienta, algo
que me fue impuesto de manera obligatoria por Google en su
momento. Espero sólo sufrir inconvenientes temporales.
No voy a extenderme más en esta nota porque pienso grabar dentro
de un poco hablando de la traducción de HPMOR, probablemente lo
subiré a mi blog de Rhaidot.

Gracias a Rocio Tou y Sergio Andres Rodriguez Vargas por su


apoyo en .
Interludio con el Confesor Costos
Capítulo 76: Interludio con el Confesor: Costos del Naufragio

Rianne Felthorne descendió las escaleras de piedra rugosa y


mortero crudo, manteniendo un Lumos encendido a través de la
distancia entre los candelabros, sosteniendo su varita en alto al
pasar entre los espacios de una luz a otra.

Ella llegó a la caverna de roca vacía perforada por muchas


aberturas oscuras, iluminada por una antorcha de estilo antiguo que
se encendió cuando entró.

No había nadie más ahí, aún, y tras largos minutos de estar


nerviosa y de pie, empezó a Transformar un sofá mullido lo
suficientemente grande como para que dos personas se sentaran, o
quizá incluso para que se acostaran. Un banquillo de madera simple
habría sido más fácil, podría haber hecho eso en quince segundos,
sin embargo - bueno -

Incluso cuando el sofá fue conjurado completamente, el Profesor


Snape no había llegado todavía, y ella se sentó en el lado izquierdo
de su sofá con su propio pulso martillando su garganta. De algún
modo se estaba poniendo más nerviosa, no menos, mientras el
tiempo se alargaba.

Ella sabía que esta era la última vez.

La última vez antes de que todas esas memorias desaparecieran, y


Rianne Felthorne se encontrará a sí misma en una caverna
misteriosa, preguntándose qué estaba sucediendo.

Había algo al respecto que se sentía como morir.

Los libros decían que una Desmemorización realizada


apropiadamente no era dañina, las personas olvidan cosas todo el
tiempo. Las personas soñaban, y luego se despertaban sin recordar
sus sueños. La Desmemorización ni siquiera involucra tanta
discontinuidad, nada más un breve instante de desorientación; era
como distraerse por un ruido fuerte y perder el hilo de un
pensamiento que después no podías recordar. Eso era lo que los
libros explicaban, y por eso los Encantamientos de Memoria estaban
aprobados plenamente por el Ministerio para todos los propósitos
gubernamentales autorizados.

Pero aún así, aquellos pensamientos, los pensamientos que estaba


pensando ahora mismo; pronto nadie los tendría nunca más.
Cuando viera hacia adelante en el futuro, no habría nadie para
completar los pensamientos que ella no había terminado de pensar.
Incluso si se las arreglaba para atar todos los cabos sueltos dentro
de su mente en el próximo minuto, no quedaría nada después. ¿No
sería exactamente eso lo que llegarías a reflexionar, si fueras a
morir durante el siguiente minuto?

Se produjo un sonido de pasos apagados…

Severus Snape emergió dentro de la caverna.

Sus ojos se movieron hacia ella sentada en el sofá, y una extraña


expresión cruzó su rostro; extraña porque no era sardónica, o
enojada, o fría.

"Gracias, Señorita Felthorne," Snape dijo en voz baja, "eso fue


considerado de su parte." El Maestro de Pociones sacó su varita y
realizó los Encantamientos de privacidad usuales, y luego se movió
hacia ella, y se sentó pesadamente a su lado sobre el sofá
Transformado.

Ahora ella podía sentir su propio pulso por otra razón enteramente
diferente.

Lentamente se giró para observar al Profesor Snape, y vio que su


cabeza estaba descansando contra el sofá, y sus ojos estaban
cerrados. Empero, sin dormir. Su cara parecía tensa, preocupada,
aguantando dolor.
Ella sabía - tuvo la certeza repentina - de que únicamente se le
permitía tener esa visión porque no la recordaría después; y que a
nadie más antes que ella se le había permitido verla.

La frenética conversación ocurriendo dentro de la mente de Rianne


Felthorne sonaba a algo como esto: Yo me podría acercar y tan sólo
besarle, estás completamente demente, sus ojos están cerrados y
apuesto que él no podría detenerme a tiempo, apuesto que pasarían
años antes de que alguien encuentre tu cuerpo -

Pero el Profesor Snape abrió sus ojos entonces (para su propia


decepción y alivio interior), y pronunció, con una voz más normal,
"Su pago, Señorita Felthorne." De su túnica extrajo un rubí, cortado
al estándar de Gringotts, y se lo ofreció. "Cincuenta caras. No me
importa si las cuenta."

Ella alzó una mano temblorosa, esperando que Snape presionará el


rubí dentro de sus dedos, que sentiría un toque de su piel viva
contra la de ella -

En vez de eso Snape levantó su mano ligeramente y dejó caer el


rubí en su mano, entonces se recostó de nuevo sobre el sofá.
"Usted recordará hallarlo yaciendo sobre el suelo de esta caverna,
donde vino a explorar," explicó Snape. "Y ya que nadie más excepto
usted creerá eso, recordará pensar que sería menos problemático si
depositara el dinero en una bóveda separada de Gringotts."

Por un rato sólo se escuchó el crujido de la antorcha.

"Por qué -" Rianne Felthorne habló. Él sabe que no lo voy a


recordar. "¿Por qué lo hizo usted? O sea - aunque usted me pidió
que le contara dónde estarían los abusones, y quienes serían, no
quería saber si Granger estaría allí. Y yo sé, por la manera en que
funcionan los Giratiempos, que si usted quiere hacer que Granger
esté allí, no le pueden contar si ya ha sucedido. Por lo que deduje
que éramos nosotros los que le estábamos informando a dónde ir.
Éramos nosotros, ¿no es así?"
Snape asintió sin hablar. Él había cerrado sus ojos otra vez.

"Pero," dijo Rianne, "no comprendí por qué usted le estaba


ayudando a ella. Y ahora - después de lo que usted le hizo a
Granger en el Gran Comedor - simplemente no lo logro entender."
Rianne nunca había pensado en sí misma como una persona
particularmente buena. Apenas y había notado la controversia sobre
la General Rayo de Sol. Sin embargo algo sobre ayudar a Granger a
combatir abusones había… bueno, se había acostumbrado a pensar
de que ese era el lado de los buenos, y en pensarse a ella misma
como formando parte del lado bueno. Y había descubierto que de
hecho le gustaba. Era difícil, nada más dejarlo ir. "¿Por qué hizo
eso, Profesor Snape?"

Snape sacudió su cabeza, su rostro endurecido.

"Hay -" Rianne habló vacilante. " o sea - mientras estemos aquí -
¿hay algo de lo que usted quiera hablar?" Aunque había algo de lo
que ella quería hablar, no lograba que las palabras pudieran pasar
por sus labios.

"Se me ocurre un asunto," Snape pronunció tras una pausa. "Si está
interesada, Señorita Felthorne."

Los ojos de Snape seguían cerrados, por lo que ella no pudo asentir
con la cabeza. Su voz casi estaba rota, cuando se forzó a sí misma
a decir "Sí."

"Hay un cierto chico en su clase al que usted le gusta, Señorita


Felthorne," Snape explicó sin abrir los ojos. "No revelaré su nombre.
Pero él la observa cada vez que usted camina por el salón de
clases, cuando cree que usted no está mirando. Aunque sueña
sobre usted y la quiere poseer, nunca se a atrevido a pedir ni
siquiera un beso."

Su corazón empezó a martillar con mayor fuerza.


"Por favor comparta conmigo la verdad honestamente, Señorita
Felthorne. ¿Qué piensa de ese chico?"

"Bueno -" ella respondió. Estaba tropezando con las palabras. "Creo
- que nunca pedir un beso - sería -"

Triste.

Demasiado patético.

"Debilidad," ella declaró, su voz temblorosa.

"Estoy de acuerdo," concordó Snape. "Suponga que ese chico le


ayudara, entonces. ¿Creería usted que le debe un beso, si él lo
pidiera?"

Ella inhaló agudamente -

"O creería usted," Snape continuó, sus ojos todavía cerrados, "¿que
él nada más está siendo una molestia?"

Las palabras la acuchillaron como un cuchillo y no pudo evitar


jadear en voz alta.

Los ojos de Snape se abrieron, y su mirada encontró la de ella a


través del sofá.

Luego el Maestro de Pociones empezó a reír, pequeñas y tristes


carcajadas.

"¡No, no usted, Señorita Felthorne!" Snape corrigió. "¡No usted!


Realmente estamos hablando de un chico. Uno que atiende su clase
de Pociones, de hecho."

"Oh," ella dijo. Procuró recordar lo que Snape había hablado antes,
sintiéndose ahora bastante nerviosa ante el pensamiento de que
algún chico la observaba, siempre viéndola en silencio. "Bueno,
pues, en ese caso. Eso es medio raro, en realidad. ¿Quién es?"
El Maestro de Pociones sacudió su cabeza. "No importa," señaló
Snape. "Por curiosidad, ¿qué pensaría si ese chico siguiera
enamorado de usted dos años después?"

"Pues," ella dudó, sintiéndose un poco confundida, "¿eso sería


totalmente patético?"

La antorcha en la caverna crujió un poco.

"Es extraño," Snape habló con calma. "He tenido dos mentores,
durante el curso de mis días. Ambos eran extraordinariamente
perceptivos, y ninguno de los dos me contó sobre las cosas que no
estaba viendo. Aunque es bastante claro por qué el primero no me
dijo nada, sobre el segundo…" El rostro de Snape se endureció.
"Supongo que tendría que ser inocente, para cuestionar el por qué
permaneció en silencio."

El silencio se estiró, mientras Rianne se esforzó frenéticamente por


pensar en algo para dialogar.

"Es una cosa extraña," Snape declaró, su voz aún suave, "mirar
hacia atrás tras sólo treinta y dos años, y preguntarse cuándo tu
vida fue arruinada más allá de todo rescate. ¿Fue determinado
cuando el Sombrero Seleccionador gritó '¡Slytherin!' para mí? Me
parece injusto, ya que no me fue ofrecida ninguna elección; el
Sombrero Seleccionador habló en el momento que tocó mi cabeza.
Aún así no puedo reclamar que su llamado fuera una mentira. Yo
nunca aprecié el conocimiento por amor al conocimiento mismo. No
fui leal a la única persona que llamé amiga. Nunca fui de los que se
dejan llevar por una furia justa, ni entonces ni ahora. ¿Coraje? No
hay valentía en arriesgar una vida que ya está arruinada. Mis
pequeños miedos siempre me han dominado, y nunca me alejé de
los caminos que yo mismo escogí, por causa de esos pequeños
miedos. No, el Sombrero Seleccionador nunca podría haberme
puesto en su Casa. Quizá mi perdida final fue determinada, incluso
entonces. Es eso justo, me pregunto, ¿incluso si el Sombrero
Seleccionador habla con la verdad? ¿Es justo que algunos chicos
posean más coraje que otros, y por lo tanto la vida de un hombre
deba ser juzgada?"

Rianne Felthorne estaba comenzando a darse cuenta de que nunca


había tenido ni la más mínima pista de quién era el Maestro de
Pociones por dentro, e infortunadamente todas esas oscuras y
ocultas profundidades no la estaban ayudando con su problema.

"Pero no," Snape concluyó. "Yo sé dónde salieron las cosas mal la
última vez. Puedo apuntar al día y la hora en que perdí mi última
oportunidad. Señorita Felthorne, ¿el Sombrero Seleccionador le
ofreció Ravenclaw?"

"S-sí," ella respondió sin pensar.

"¿Es buena resolviendo acertijos?"

"Sí," ella repitió de nuevo, porque fuera lo que el Profesor Snape


estuviera a punto de decir, no lo iba a escuchar si contestaba que
no.

"Yo soy terrible con los acertijos," Snape admitió con voz distante.
"Una vez recibí un acertijo para resolver, y no comprendí ni siquiera
la parte más simple hasta que fue demasiado tarde. Ni siquiera me
di cuenta de que el acertijo estaba destinado para mí hasta que fue
demasiado tarde. Pensé que meramente lo había escuchado por
casualidad, cuando en verdad fue a mí a quien habían escuchado.
Por lo que vendí mi acertijo a otro, y ahí fue cuando el desastre de
mi vida pasó más allá de todo regreso." La voz de Snape seguía
distante, sonando más abstraída que arrepentida. "E incluso ahora,
no entiendo nada de importancia. Dígame, Señorita Felthorne,
suponga que un hombre estuviera cargando un cuchillo, y que se
tropezara con un bebé y se acuchillara a sí mismo. ¿Aseguraría
usted que el bebé tenía," la voz de Snape bajó, como si estuviera
imitando una voz aún más profunda, " EL PODER PARA
DERROTAR a ese hombre?"

"Pues… ¿no?" ella contestó vacilante.


"¿Entonces qué sí significa tener el poder para derrotar a alguien?"

Rianne consideró el rompecabezas. (Deseando, no por primera vez


en su vida, haber escogido Ravenclaw y que la desaprobación de
sus padres se la llevaran los vientos; sin embargo el Sombrero
Seleccionador nunca le ofreció Gryffindor.) "Bueno…" Rianne dudó.
Tenía problemas para poner sus pensamientos en palabras.
"Aunque significa que tienes el poder, no tienes que hacerlo.
Significa que podrías hacerlo si lo intentas -"

"Elección," el Maestro de Pociones habló con la misma voz lejana,


como si ni siquiera estuviera dialogando con ella. "Habrá una
elección. Eso es lo que ese acertijo parece implicar. Y que esa
elección no es una conclusión anticipada para el que elige, porque
el acertijo no afirma que, lo derrotara, sino que el poder para
derrotar. ¿Cómo iba un hombre adulto a marcar a un bebé como su
igual?"

"¿Qué?" inquirió Rianne. No comprendió eso para nada.

" Marcar un bebé es simple. Cualquier maleficio Oscuro produce


una marca permanente. Pero tal cosa podría ser hecha a cualquier
bebé. ¿Qué marca implicaría que un bebé es tú igual? "

Respondió con el primer pensamiento que le vino a la mente. "Si


firmas un contrato para desposarte, eso significa que ustedes serán
iguales algún día, cuando crezcan y se casen."

"Eso…" dijo Snape. "Probablemente no se trata de eso, Señorita


Felthorne, pero gracias por intentar." Los largos y delicados dedos,
afilados al revolver pociones hasta tolerancias inimaginables, se
alzaron y acariciaron las sienes de la frente del hombre. "Basta para
volverme loco, agarrarse tanto de palabras tan frágiles. Poder que él
no conoce… eso debe ser más que algún hechizo desconocido. No
algo que él podría adquirir simplemente por practicar y estudiar.
¿Algún talento innato? Nadie puede aprender a ser un
Metamorfomago… y aún así eso difícilmente podría ser un poder
que él no conoce . Ni puedo ver cómo cualquiera de los dos podría
destruir todo excepto un remanente del otro; aunque puedo verlo en
una dirección, no en la dirección contraria…" El Maestro de
Pociones suspiró. "Y nada de esto significa algo para usted, ¿o sí,
Señorita Felthorne? Las palabras son nada. Las palabras son
sombras. Es la e ntonación de ella lo que carga el significado y eso
es algo que nunca he sido capaz de…"

La voz del Maestro de Pociones se fue apagando, mientras Rianne


lo miraba fijamente.

"¿Una profecía? " preguntó Rianne con un agudo chillido. "¿Usted


escuchó una profecía? " Había tomado Adivinación por un par de
meses antes de abandonarla disgustada, y al menos sabía lo
suficiente sobre cómo funcionaba eso.

"Voy a intentar una última cosa," anunció Snape. "Algo que no he


intentado antes. Señorita Felthorne, escuche el sonido de mi voz, la
forma en que lo pronuncio, no las palabras en sí mismas, y dígame
cuál cree que sea su significado. ¿Puede hacer eso? Bien,"
concluyó Snape, mientras ella asintió obedientemente, sin embargo
no estaba del todo segura sobre lo que se suponía debía hacer.

Y Severus Snape inhaló profundamente, y entonó, " PUES ESOS


DOS COMPONENTES DIFERENTES NO PUEDEN EXISTIR
DENTRO DE LA MISMA CONSTRUCCIÓN. "

Le envió escalofríos por la espina dorsal, aún peor al saber que las
palabras huecas habían sido pronunciadas en imitación de una
verdadera profecía. Alterada, espetó la primera cosa que le vino a la
mente, que podría haber sido influenciada por su acompañante
actual. "¿Esos dos ingredientes diferentes no pueden existir dentro
del mismo caldero?"

"¿Pero por qué no, Señorita Felthorne? ¿Cuál es el significado de


una frase como esa? ¿Qué es lo que se nos está diciendo?"

"Ah…" ella aventuró. "¿si los dos ingredientes se mezclan,


producirán un fuego que quemara el caldero?"
La cara de Snape no cambió de expresión en lo más mínimo.

"Quizá," Snape dijo finalmente, tras haber estado sentados sobre el


sofá en un silencio horrendo que pareció durar minutos. "Explicaría
la palabra deberá . Gracias, Señorita Felthorne. Una vez más usted
ha sido de una gran ayuda."

"Yo -" ella vaciló, "Fue con mucho gusto que -" y las palabras se le
atragantaron en su garganta. El Maestro de Pociones le había
agradecido con una tonalidad que denotaba finalidad, y sabía que el
tiempo de la Rianne Felthorne que recordaba estos momentos
estaba llegando a su fin. "¡Quisiera no tener que olvidar esto,
Profesor Snape!"

"Yo quisiera," Severus Snape replicó con un susurro tan bajo que
ella apenas y lo pudo escuchar, "que todo hubiera sido diferente…"

El Maestro de Pociones se levantó del sofá, el peso de aquella


presencia desapareciendo de su lado. Se giró y extrajo su varita de
su túnica, apuntándole a ella.

"Espero -" ella pidió. "Antes de eso -"

Por alguna razón era increíblemente difícil dar el primer paso para
pasar de la fantasía a la realidad, de la imaginación a la acción.
Incluso si no era más que un paso que no fuera a ir más allá. La
diferencia se alargaba hasta ser como la distancia entre dos
montañas.

El Sombrero Seleccionador nunca le ofreció Gryffindor a ella…

¿… era justo que por lo tanto la vida de una mujer fuera juzgada?

Si no lo puedes decir ahora, cuando ni siquiera lo vas a recordar


después - cuando nada continuará a partir de este momento, del
mismo modo que si fueras a morir - ¿entonces cuándo lo pedirás de
nuevo, a cualquiera?
"¿Puedo antes tener un beso?" demandó Rianne Felthorne.

Los ojos negros de Snape la estudiaron tan intensamente que se


puso roja hasta el pecho, y se preguntó si él sabría perfectamente
bien que ella seguía siendo débil, y que no era un beso lo que
realmente quería.

"Está bien," el Maestro de Pociones habló con calma, y bajó su


cabeza hacia el sofá y la besó.

No fue para nada como ella lo había imaginado. En sus fantasías los
besos de Snape eran feroces, arrebatados de ella, pero esto fue -
simplemente fue incómodo, de hecho. Los labios de Snape
presionaron los de ella con demasiada fuerza, forzándolos hasta
que tocó sus propios dientes, y el ángulo no fue correcto y sus
narices estaban medio dobladas y los labios de él estaban
demasiado apretados y -

Únicamente cuando el Maestro de Pociones se enderezó de nuevo,


levantando su varita otra vez, ella se dio cuenta.

"Ese no fue -" ella pronunció con voz dudosa, levantando la vista
hacia él. "Eso no fue - o sí - su primer -"

Rianne Felthorne parpadeó ante la caverna de piedra que había


descubierto, aún sosteniendo el extraordinario rubí que había
encontrado incrustado en una sucia esquina. Era una increíble
ganancia inesperada, y no sabía por qué mirar el rubí la hacía sentir
tan triste, como si hubiera olvidado algo, algo que había sido
precioso para ella.

Nota del Traductor

Una muy necesaria nota de traducción que sabía iba a necesitar


escribir sobre la escena del beso. Hay que tener claro que Rianne
está en su séptimo año en Hogwarts, y por lo tanto debe tener entre
17 y 18 años de edad. En Inglaterra una persona es considerada
adulta a los 17 años, por lo tanto Snape no se está aprovechando
de un menor, legalmente hablando. Ahora, lo de un profesor
besando a una alumna, eso si no lo puedo defender, y dependerá de
la opinión de cada uno el juzgar las circunstancias y el contexto de
la situación. En lo personal no veo nada de malo, al menos en
comparación con lo que Rianne quería realmente y lo que Snape
permitió que sucediera.

Este capítulo fue corto y por fortuna lo terminé pronto. El siguiente


es largo, y además es el capítulo final del cuarto libro de HPMOR.
No esperen un final feliz.

Agradecimientos a Rocio Tou y Sergio Andres Rodriguez Vargas por


seguir conmigo en el .

Sin más que añadir, gracias por leer y les deseo días racionales
para todos los niños de buen corazón.
AA Conclusiones Apariencias
Capítulo 77: Auto-Actualización, Conclusiones: Apariencias
Superficiales

Conclusión: Albus Dumbledore y -

El mago anciano se sentó a solas en su escritorio, en la nada


silenciosa oficina del Director, en medio de los innumerables e
ignorados dispositivos; su túnica era de un gentil amarillo, de suave
fábrica, no era el tipo de ropa que él usaba normalmente. Su
arrugada mano sostenía una pluma que arañaba un pergamino de
aspecto oficial. Si de alguna manera hubieras estado ahí para ver su
cara arrugada, habrías sido incapaz de deducir algo más sobre el
hombre pues era igual de incomprensible que los enigmáticos
dispositivos. Podrías haber observado que el rostro se veía un poco
triste, un poco cansado, pero claro Albus Dumbledore siempre se
veía así cuando estaba a solas.

En el núcleo del Flu sólo había algunas cenizas esparcidas pero sin
señal de una flama, una puerta mágica que había sido cerrada tan
sólidamente que era igual a que había dejado de existir. En el plano
material, la gran puerta de roble de la oficina había estado cerrada y
bloqueada; más allá de esa puerta, las Escaleras Sin Fin
permanecían sin moverse; en el fondo de esas escaleras, las
gárgolas vigilando la entrada no se movían, su supuesta-vida los
había abandonado para dejar roca sólida.

Entonces, incluso mientras la pluma estaba en el medio de escribir


una palabra, incluso cuando estaba en el medio de rayar una letra -

El mago anciano se puso de pie con una velocidad que habría


impresionado a cualquiera que lo viera, abandonando la pluma a la
mitad de la letra para que terminara cayendo sobre el pergamino;
giró como el rayo hacia la puerta de roble, su túnica amarilla
arremolinada a su alrededor y una varita de terrible poder saltando a
su mano -

E igual de inesperadamente, el mago anciano se pausó, parando su


movimiento cuando agarró la varita.

Un puño aporreó la puerta de roble, llamando tres veces.

Más lentamente, ahora, esa siniestra varita regresó hacia la funda


atada por debajo de la manga del anciano mago. El antiguo hombre
se adelantó unos cuantos pasos, se acomodó a sí mismo en una
postura más formal, compuso su cara. Cerca del escritorio, la pluma
se movió a un lado del pergamino, como si hubiera sido puesta ahí
cuidadosamente en vez de tirada a toda prisa; y el pergamino se
volteó a sí mismo para mostrar el lado en blanco.

Con un movimiento silencioso de su voluntad, la puerta de roble se


abrió de par en par.

Tan duros como piedras, los ojos verdes lo miraron fijamente.

"Admito que estoy impresionado, Harry," el mago anciano habló con


calma. "Aunque la Capa de Invisibilidad te habría dejado evadir mis
medios de visión menores; no sentí que ninguna de mis gárgolas se
movieran, ni que las escaleras giraran. ¿Cómo llegaste aquí?"

El chico penetró en la oficina, deliberadamente se hizo a un lado


hasta que la puerta se cerró suavemente detrás de él. "Puedo ir a
cualquier lugar que elija, con o sin permiso," eso dijo el chico. Su
voz parecía calmada; demasiado calmada, quizá. "Estoy en su
oficina porque decidí estar aquí, y que se vayan al cuerno las
contraseñas. Está grandemente equivocado, Director Dumbledore,
si cree que permanezco en esta escuela porque sea un prisionero.
Simplemente no he escogido, todavía, irme. Teniendo eso en mente,
¿por qué le ordenó a su agente, el Profesor Snape, romper el
acuerdo que hicimos en esta oficina, que él no iba atormentar a
ningún estudiante de cuarto año o menor?"
El mago anciano miró al enojado y joven héroe por un largo
momento. Luego, lo suficientemente lento como para no alarmar al
chico, aquellos dedos arrugados abrieron uno de los múltiples
cajones del escritorio, alzaron una hoja de pergamino, y la posaron
sobre el escritorio. "Catorce," el mago anciano explicó. "No es el
número de todos los búhos enviados la anoche anterior. Únicamente
los búhos enviados a familias con asientos en el Wizengamot, o
familias de gran riqueza, o familias ya aliadas con nuestros
enemigos. O, en el caso de Robert Jugson, todas tres; pues su
padre, el Señor Jugson, es un Mortífago, y su abuelo un Mortífago
que murió por la varita de Alastor Moody. Lo que las cartas dicen, no
lo sé, sin embargo lo puedo imaginar. ¿ Aún no lo entiendes, Harry
Potter? Cada vez que Hermione Granger ganó, como lo pusiste, el
peligro para ella de parte de Slytherin volvió a crecer, y cada vez
más. Pero ahora los Slytherins han triunfado sobre ella, fácil y
seguramente, sin violencia o daño permanente. Ellos han vencido, y
no necesitan pelear más…" El mago anciano suspiró. "Así lo había
planeado. Así lo había esperado. Así habría sido, si el Profesor de
Defensa no hubiera intervenido por su cuenta. Ahora la disputa irá al
Consejo Escolar, donde Severus parecería conquistar al Profesor de
Defensa; sin embargo eso no se sentirá lo mismo para los
Slytherins, no habrá terminado y finalizado en un momento, para su
satisfacción."

El chico entró aún más en el cuarto, su cabeza adelantada para


mirar por encima de los anteojos de media luna; y de alguna manera
era como si el chico estuviera mirando al Director desde arriba, en
vez desde abajo. "¿Así que este Señor Jugson es un Mortífago?" el
chico sentenció suavemente. "Bien. Su vida ya fue comprada y
pagada por lo que, entonces, puedo hacer cualquier cosa que desee
con él sin ningún problema ético -"

"¡Harry! "

La voz del chico era clara como el hielo, congelada del agua más
pura de algún manantial jamás tocado. "Usted parece creer que la
Luz debería vivir con temor de la oscuridad. Yo afirmo que debería
ser todo lo contrario. Preferiría no asesinar a este Señor Jugson,
aún si es un Mortífago. Sin embargo una hora de lluvia de ideas con
el Profesor de Defensa sería tiempo más que suficiente para
inventar una forma creativa de que caiga en bancarrota financiera, o
que salga exiliado de Bretaña mágica. Eso serviría para marcar el
punto, me parece."

"Confieso," el mago anciano expuso lentamente, "que el


pensamiento de arruinar una Casa con quinientos años de
antigüedad, y retar a un Mortífago a una guerra sin cuartel, a causa
de una riña en los pasillos de Hogwarts, no se me había ocurrido,
Harry." El mago anciano levantó un dedo para subir sus gafas de
media luna que se habían deslizado un poco sobre su nariz, durante
su movimiento repentino de hace rato. "Me atrevería a argumentar
que no se le ocurriría a la Señorita Granger tampoco, ni a la
Profesora McGonagall, ni a Fred o George."

El chico se encogió de hombros. "No sería sobre los pasillos," el


chico explicó. "Sería justicia por sus crímenes pasados, y
únicamente lo haré si Jugson realiza el primer movimiento. Después
de todo, no se trata de hacer que las personas me tengan miedo por
ser un loco sin control. Es para enseñarles que los neutrales no
tienen nada que temer de mí, y que atizarme con un palo es
increíblemente peligroso." Aunque el chico sonrió la alegría no le
llegó a sus ojos. "Tal vez compraré un anuncio en el Diario el
Profeta, informando que cualquiera que quiera tener una disputa
conmigo aprenderá el verdadero significado del Caos, pero que
cualquiera que no me moleste estará bien."

" No," el mago anciano rechazó. Su voz era más profunda ahora,
mostrando algo de su verdadera edad y poder. "No, Harry, eso no
debe ser. No has aprendido todavía el significado de combatir, lo
que realmente sucede cuando los enemigos se encuentran en
batalla. Por lo que sueñas, como suelen hacer los niños pequeños,
en enseñar a tus enemigos a tenerte miedo. Me aterra que, a una
edad demasiado temprana, tú podrías ya tener suficiente poder
como para hacer algunas partes de tu sueño realidad. No hay
regreso del camino que lleva a la oscuridad, Harry, ninguno. Esos
son los métodos de un Señor Oscuro, ciertamente."

El chico vaciló, entonces, y sus ojos saltaron hacia la plataforma


vacía donde a veces Fawkes reposaba sus alas. Aunque era un
gesto que pocos habrían captado, el mago anciano lo conocía
demasiado bien.

"De acuerdo, olvide la parte sobre enseñarles a temerme," el chico


habló entonces. Su voz no era menos dura, sin embargo algo de la
frialdad lo había abandonado. "Aún así no creo que usted debería
permitir que los niños salgan lastimados por temor ante lo que
alguien como el Señor Jugson podría hacer. Protegerlos es la razón
entera de su trabajo. Si el Señor Jugson realmente intenta meterse
en su camino, entonces haga lo que sea necesario para detenerlo.
Deme acceso completo a mi bóveda, y yo me encargaré
personalmente de la responsabilidad de lidiar con cualquier
repercusión de prohibir a los abusones en Hogwarts, ya sea contra
el Señor Jugson o cualquier otro."

Lentamente el mago sacudió su cabeza. "Pareces creer, Harry, que


meramente necesito usar todo mi poder, y todos los enemigos serán
barridos. Estás equivocado. Lucius Malfoy controla al Ministro
Fudge, a través del Diario el Profeta manipula a toda Bretaña,
únicamente por un corto margen no controla lo suficiente al Consejo
Escolar como para echarme de Hogwarts. Amelia Bones y
Bartemius Crouch son aliados, pero incluso ellos se harían a un lado
si nos vieran actuando con desenfreno. El mundo que nos rodea es
más frágil de lo que pareces creer, y debemos caminar con gran
cuidado. La vieja Guerra Mágica nunca terminó, Harry, únicamente
continuó de una manera diferente; el rey negro duerme, y Lucius
Malfoy movió sus piezas de ajedrez por un tiempo. ¿Crees que
Lucius Malfoy permitiría como si nada que le quitaran un peón de su
color?"

El chico sonrió, de nuevo con un toque de frialdad. "De acuerdo,


descubriré alguna forma de hacer parecer que el Señor Jugson
traicionó a su propio bando."
"Harry -"

"Los obstáculos significan que te pones creativo, Director. No que


abandonas a los niños que se supones debes proteger. Permita que
gane la Luz, y si surgen problemas por eso -" El chico se encogió de
hombros. "Permita que la Luz gane de nuevo."

"Así podrían hablar los fénix, si tuvieran palabras," el mago anciano


habló. "Sin embargo tú no entiendes el precio del fénix. "

Las últimas dos palabras fueron habladas en una voz clara y


peculiar que hizo eco alrededor de la oficina, y luego un enorme
ruido de vibración pareció provenir de todo el lugar.

Entre el escudo antiguo de la pared y el perchero del Sombrero


Seleccionador, las piedras de la pared empezaron a brillar y
moverse, derramándose hasta convertirse en dos columnas y
revelando un espacio entre ellas, una apertura que mostraba un
conjunto de escaleras de piedra que llevaban hacia algún lugar en la
oscuridad.

El mago anciano se giró y dio largas zancadas hacia aquellas


escaleras, y luego miró de nuevo hacia donde yacía de pie Harry
Potter. "¡Ven!" ordenó el mago anciano. Ya no había brillo en esos
ojos azules. "Ya que has ido tan lejos como para forzar tu entrada
aquí sin invitación, podrías muy bien adentrarte más."

No había pasamanos en aquellas escaleras de piedra, y tras los


primeros pasos Harry sacó su varita e invocó un Lumos. El Director
avanzó directo, no parecía fijarse en donde pisaba, como si hubiera
recorrido los escalones tan a menudo que no necesitaba ver dónde
pisaba.

El chico sabía que tendría que haber sentido curiosidad, o temor, sin
embargo no le quedaba capacidad cerebral de sobra para eso.
Estaba requiriendo todo su control no permitir que la furia hirviendo
a fuego lento dentro de sí mismo bullera más de lo que ya lo había
hecho.

Las escaleras siguieron durante una corta distancia, una elevación


recta sin giros o curvas.

En la cima había una puerta de metal sólido, que se veía negra bajo
la luz azul lanzada por la varita de Harry, indicando que el metal en
sí mismo era negro o quizá rojo.

Albus Dumbledore levantó su larga varita como si estuviera


esgrimiendo un símbolo, y otra vez habló con esa extraña voz que
pareció hacer eco en los oídos de Harry, como si se estuvieran
grabando a fuego en su memoria: " Destino del fénix. "

La puerta final se abrió, y Harry siguió a Dumbledore adentro.

El cuarto que estaba más allá parecía estar construido de metal


negro idéntico al de la escalera que llevaba allí. Las paredes eran
negras, el piso era negro. El techo encima era negro, excepto por un
simple globo solitario que colgaba del techo con una cadena blanca,
y resplandecía con una fulgurante luz plateada como si hubiera sido
invocado en imitación a la luz del Patronus, aunque podías ver que
no era la cosa real.

Dentro del cuarto había pedestales de metal negro, cada uno


soportando una foto en movimiento, o un cilindro vertical medio lleno
con un líquido plateado vagamente iluminado, o un pequeño objeto
solitario; un collar plateado quemado, un sombrero aplastado, un
anillo de boda dorado sin tocar. Muchos pedestales sostenían los
tres, la foto en movimiento y el líquido plateado y el objeto. Parecía
haber una buena cantidad de varitas de magos sobre aquellos
pedestales, y muchas de aquellas varitas estaban rotas, o
quemadas, o se veían como madera que de algún modo se había
derretido.

Le requirió tanto así a Harry el darse cuenta de lo que estaba


observando, y luego su garganta se cerró repentinamente; fue como
si la ira dentro de él hubiera recibido un martillazo, tal vez el
martillazo más fuerte de toda su existencia.

"No son todos los que han caído en mis guerras," Albus Dumbledore
declaró. Le daba la espalda a Harry, únicamente mostraba su
cabello gris y túnica amarillenta. "Ni siquiera la mayoría de ellos.
Solamente mis amigos más cercanos, y aquellos que murieron a
causa de mis peores decisiones, hay algo de ellos aquí. Aquellos
que lamento más de entre todos, este es su lugar."

Harry no podía contar cuántos pedestales había en el cuarto.


Podrían haber sido alrededor de unos cien. El cuarto de metal negro
no era pequeño, y claramente había más espacio para futuros
pedestales.

Albus Dumbledore se giró hacia Harry, los ojos profundamente


azules fijos como acero sobre su rostro, sin embargo su voz, cuando
habló, fue calmada. "Me parece que no sabes nada del precio del
fénix," Albus Dumbledore señaló con calma. "Me parece que no eres
una persona malvada, sino muy y terriblemente ignorante, y
confiado en tu ignorancia; como yo lo fui alguna vez, hace mucho
tiempo. Aún así yo nunca escuché a Fawkes tan claramente como
parece que tú lo hiciste, aquel día. Quizá yo ya estaba muy viejo y
lleno de culpa, cuando mi fénix llegó a mí. Si hay algo que yo no
entienda, sobre cuán preparado debería estar para pelear, entonces
dime de esta sabiduría." No había rabia en la voz del mago anciano;
el impacto que te quitaba el aliento como si hubieras caído de una
escoba estaba en la visión de las varitas quemadas y rotas,
resplandeciendo gentilmente en su muerte bajo la luz plateada. "O
de otro modo date la vuelta y vete de este lugar, pero en ese caso
no deseo escuchar nada más al respecto."

Harry no sabía qué decir. No había algo como esto en su propia


vida, y todas las palabras parecían desfallecer. Aunque encontraría
algo para pronunciar si lo buscaba, no podía creer, en ese momento,
que las palabras fueran a tener significado. No deberías ser capaz
de ganar cualquier argumento posible, sólo porque las personas
murieran por tus decisiones, y a pesar de saber eso se sentía como
si no hubiera nada para decir. Que no había nada que Harry pudiera
argumentar.

Y Harry casi se giró y se fue de ese lugar, excepto por la


comprensión que le llegó en ese momento: que probablemente
había una parte de Albus Dumbledore que siempre estaba de pie en
ese lugar, siempre, sin importar dónde estuviera. Y que si te
quedabas de pie en un lugar como este podrías hacer cualquier
cosa, perder cualquier cosa, si significaba que no tenías que pelear
en otra ocasión.

Uno de los pedestales llamó la atención de Harry; la fotografía no se


movía, ni sonreía ni saludaba, era una fotografía Muggle de una
mujer viendo seriamente a la cámara, su cabello marrón atado en
trenzas de un ordinario estilo Muggle que Harry no había visto en
ninguna bruja. Aunque había un cilindro de líquido plateado a un
lado de la fotografía, no había objetos; ningún anillo derretido o
varita rota.

Harry avanzó, lentamente, hasta que estuvo delante del pedestal.


"¿Quién era ella?" Harry preguntó, su voz sonando extraña en sus
propios oídos.

"Su nombre era Tricia Glasswell," respondió Dumbledore. "Una


Muggle que era madre de una bruja, una bruja que fue asesinada
por los Mortífagos por ser hija de Muggles. Ella era una detective del
gobierno Muggle, y tras la pérdida de su hija entregó información de
las autoridades Muggle a la Orden del Fénix, hasta que fue -
traicionada - y puesta en manos de Voldemort." Había algo raro en
la voz del mago anciano. "No tuvo una buena muerte, Harry."

"¿Ella salvó vidas?" Harry inquirió.

"Sí," el mago contestó en voz baja. "Ella lo hizo."

Harry levantó su mirada del pedestal para observar a Dumbledore.


"¿Sería el mundo un mejor lugar si ella no hubiera combatido?"
"No, no lo sería," admitió el mago anciano. Su voz estaba cansada,
y llena de lamento. Parecía más bajo ahora, como si estuviera
doblándose sobre sí mismo. "Veo que aún no comprendes. Creo
que no lo entenderás hasta el día en que tú - oh, Harry. Hace mucho
tiempo, cuando no era mucho mayor que tú, aprendí la verdadera
cara de la violencia, y su costo. Llenar el aire con maldiciones
letales - por cualquier razón - por cualquier razón, Harry - es una
cosa enferma, y su naturaleza es corrupta, tan terrible como los
rituales más oscuros. La violencia, una vez que empieza, se vuelve
como un Lethifold que ataca a cualquier vida cercana. Yo… no
quisiera que supieras cómo lo aprendí, Harry."

Harry desvió la mirada de los ojos azules, contempló fijamente el


metal negro del suelo. El Director estaba intentando decirle algo
importante, eso estaba claro; y tampoco era algo que Harry pensara
fuera estúpido.

"Una vez existió un Muggle llamado Mohandas Gandhi," Harry habló


al suelo. "Él pensaba que el gobierno de Bretaña Muggle no debía
gobernar su país. Y se rehusaba a luchar. Convenció a su país
entero de no combatir. En vez de eso le dijo a sus compatriotas
caminar hacia los soldados Británicos y permitir que los atacaran,
sin resistir, y cuando Bretaña no pudo soportar seguir haciendo eso,
nuestro país liberó al suyo. Pensé que era una cosa muy bella,
cuando leí al respecto, pensé que era algo más grande que todas
las guerras que cualquiera hubiera luchado con pistolas o espadas.
Que realmente habían hecho eso, y que de hecho había funcionado.
" Harry respiró profundamente. "Sólo que luego descubrí que
Gandhi le dijo a su gente, durante la Segunda Guerra Mundial, que
si los Nazis llegaban a invadir ellos también debían resistir sin
violencia contra ellos. Pero los Nazis simplemente habrían
disparado contra todos a primera vista. Y quizá Winston Churchill
siempre sintió que tendría que haber una mejor manera, alguna
forma inteligente de ganar sin tener que herir a nadie; sin embargo
nunca la encontró, y por eso tuvo que combatir." Harry levantó la
vista hacia el Director, quien lo estaba mirando fijamente. "Winston
Churchill fue el que intentó convencer al gobierno Británico para no
dar Checoslovaquia a Hitler a cambio de un tratado de paz, que
ellos debían luchar de inmediato -"

"Reconozco el nombre, Harry," lo interrumpió Dumbledore. Los


labios del mago anciano se curvaron hacia arriba. "Aunque
honestamente, es obligatorio reconocer que el estimado Winston
nunca fue de los que sentían remordimientos de conciencia, incluso
después de una docena de tragos de Whisky de Fuego."

"El punto es," Harry explicó, tras una breve pausa para recordar con
quién estaba hablando exactamente, y avasallar el regreso
repentino de la sensación de que era un niño ignorante que se había
enloquecido por el atrevimiento y que no tenía derecho de estar en
este cuarto y ningún derecho de cuestionar a Albus Dumbledore
sobre nada, "el punto es, afirmar que la violencia es malvada no es
una respuesta. No responde a la pregunta de cuándo pelear y
cuándo no. Es una pregunta difícil con la que Gandhi se rehusó a
lidiar, y por eso es que perdí algo de mi respeto por él."

"¿Y tu propia respuesta, Harry?" Dumbledore inquirió en voz baja.

"Una respuesta es que no deberías usar la violencia nunca excepto


para detener la violencia," Harry expuso. "No deberías arriesgar la
vida de nadie excepto para salvar muchas más vidas. Suena bien
cuando lo expresas así. Sólo que el problema es que si un oficial de
policía ve a un intruso robando una casa, el oficial de policía debería
intentar detener al intruso, incluso cuando el intruso podría
contraatacar y alguien podría salir lastimado o incluso asesinado.
Incluso si el intruso únicamente está intentando robar joyería, que
no es más que una cosa. Porque si nadie fuera a ser un
inconveniente para los intrusos, habrá más intrusos, y más intrusos.
E incluso si solamente robaban cosas en cada ocasión, eso haría
que - la fábrica de la sociedad -" Harry se detuvo. Sus pensamientos
no eran tan ordenados como pretendían serlo usualmente, a causa
de este cuarto. Debería haber sido capaz de dar una exposición
perfectamente racional en términos de una teoría de juegos, al
menos debería haber sido capaz de verlo en ese modo, sin embargo
se le estaba escapando. Halcones y palomas - "Acaso no ve que, si
las personas malvadas están dispuestas a arriesgar ser violentos
para conseguir lo que quieren, y las personas buenas siempre
retroceden porque la violencia es demasiado terrible para
arriesgarse, es - ¡no es una buena sociedad para vivir, Director! ¿No
se da cuenta de todo lo que este abuso está haciendo a Hogwarts, a
la Casa de Slytherin especialmente?"

"La guerra es demasiado terrible para correr riesgos," el mago


anciano sentenció. "Y aún así llegará. Voldemort está regresando.
Las piezas negras se están reuniendo. Severus es una de las piezas
más importantes que nuestro bando posee, durante la guerra. Pero
nuestro malvado Maestro de Pociones debe, como reza el dicho,
guardar las apariencias. Si Severus puede pagar eso al herir los
sentimientos de los niños, únicamente sus sentimientos, Harry," la
voz del mago anciano era muy suave, "tendrías que ser
terriblemente inocente sobre los caminos de la guerra, para pensar
que él ha hecho un mal trato. Las decisiones difíciles no se ven así,
Harry. Se ven - como esto." El mago anciano no hizo gesto alguno.
Simplemente se quedó ahí de pie donde estaba, entre los
pedestales.

"Usted no debería ser Director," Harry acusó a través de la ardiente


sensación en su garganta. "Lo siento, lo siento mucho, sin embargo
usted no debería intentar dirigir una escuela y liderar una guerra al
mismo tiempo. Hogwarts no debería ser parte de esto."

"Los niños sobrevivirán," el mago anciano aseveró con viejos y


cansados ojos. "Ellos no podrían sobrevivir a Voldemort. ¿Te has
preguntado por qué los niños de Hogwarts no hablan mucho de sus
padres, Harry? Es porque siempre hay, al alcance del oído, alguien
que ha perdido a su madre o su padre o ambos. Eso es lo que
Voldemort dejó detrás, la última vez que vino. Nada vale la pena si
provoca que la guerra empiece de nuevo un día antes de lo que
debe, o que dure un día más de lo que debe." El mago anciano
ahora sí hizo un gesto, como para indicar todas las varitas rotas.
"¡No combatimos porque parezca correcto hacerlo así! Luchamos
cuando tenemos que hacerlo, cuando no queda otra manera. Esa
fue nuestra respuesta."

"¿Es por eso que esperó tanto para confrontar a Grindelwald?"

Harry había proferido la pregunta sin tan siquiera pensarlo -

El tiempo se puso lento mientras los ojos azules lo auscultaron.

"¿Con quién has estado hablando, Harry?" interrogó el mago


anciano. "No, no respondas. ya lo sé." Dumbledore suspiró.
"Muchos me han hecho esa pregunta, y siempre los he rechazado.
Aún así deberás aprender la verdad tarde o temprano. ¿Juras nunca
hablar de esto con otra persona, hasta que te de permiso?"

A Harry le habría gustado tener permiso para contarle a Draco, pero


- "Lo juro," Harry dijo.

"Grindelwald poseía un antiguo y terrible dispositivo," relató


Dumbledore. "Mientras lo sostenía, no podía romper su defensa. En
nuestro duelo no podía ganar, únicamente combatirlo durante horas
hasta que cayera exhausto; y yo habría muerto después de ello, de
no ser por Fawkes. Sin embargo mientras sus aliados Muggle le
siguieran haciendo sacrificios de sangre para alimentarlo,
Grindelwald no habría caído. Él era, durante ese tiempo, realmente
invencible. De ese siniestro dispositivo que Grindelwald poseía,
nadie debe saber, nadie debe sospechar, no debe existir ni una sola
pista. Y por lo tanto no debes hablar de ello, y no revelaré más por
ahora. Eso es todo, Harry. No hay moral en ello, ni sabiduría. Eso es
todo lo que hay."

Harry asintió lentamente. No era enteramente imposible, de acuerdo


a los estándares de la magia…

"Y luego," la voz de Dumbledore siguió, aún más baja, casi como si
estuviera hablando consigo mismo, "ya que fui yo quien lo vencí, me
obedecieron cuando dije que él no debía morir, aunque miles
gritaron pidiendo su sangre. Por lo que fue aprisionado en
Nurmengard, en la prisión que él construyó, y allí mora hasta este
día. Fui a ese duelo sin ninguna intención de matarlo, Harry. Porque,
verás, había intentado asesinar a Grindelwald una vez en el pasado,
hace mucho tiempo, y eso… eso fue… resultó ser… un error,
Harry…" El mago anciano estaba mirando fijamente su larga varia
gris que sostenía con ambas manos, como si fuera una bola de
cristal de fantasía Muggle, un espejo mágico dentro del cual
encontrar respuestas. "Y yo pensé, en ese momento… pensé que
nunca debía matar. Y entonces apareció Voldemort."

El mago anciano alzó la vista hacia Harry, y pronunció, con voz


ronca, "Él no es como Grindelwald, Harry. No le queda nada
humano dentro de él. A él debes destruir. No debes vacilar, cuando
el tiempo llegue. A él solamente, de todas las criaturas en este
mundo, no debes mostrar misericordia; y cuando hayas acabado
debes olvidar, olvidar que hiciste semejante cosa, y volver a vivir.
Guarda tu furia para eso, y eso solamente."

En esa oficina hubo silencio.

Duró muchos y largos segundos, y finalmente fue roto por una


simple pregunta.

"¿Hay Dementores en Nurmengard?"

"¿Qué?" replicó el mago anciano. "¡No! No le habría hecho eso ni


siquiera a él -"

El mago anciano contempló fijamente al joven niño, quien se había


enderezado, y su expresión cambiado.

"En otras palabras," el niño argumentó, como si hablara consigo


mismo sin que existieran otras personas presentes en el cuarto, "ya
se sabe cómo mantener poderosos Magos Oscuros en prisión, sin
usar Dementores. Las personas saben que saben eso."
"¿Harry…?"

"No," el chico lo cortó. El chico levantó la vista, y sus ojos estaban


fulgurando como fuego verde. "No acepto su respuesta, Director.
Fawkes me dio una misión, y yo sé porque Fawkes me dio esa
misión a mí, y no a usted. Usted está dispuesto a aceptar balances
de poder donde los tipos malos terminan ganando. Yo no."

"Eso tampoco es una respuesta," el mago anciano dijo; su cara no


enseñó nada de su dolor, desde hace mucho había practicado para
ocultar su dolor. "Rehusarse a aceptar algo no lo cambia. Me
pregunto si es que eres demasiado joven para comprender este
asunto, Harry, a pesar de tus aparentes aires; únicamente en las
fantasías infantiles pueden ser ganadas todas las batallas, y ningún
mal ser tolerado."

"Y por eso es que yo puedo destruir Dementores y usted no,"


concluyó el niño. "Porque creo que la oscuridad puede ser rota."

El aliento del mago anciano se detuvo en su garganta.

"El precio del fénix no es inevitable," el chico prosiguió. "No es parte


de algún profundo balance que está engranado en el universo. Son
sólo partes del problema donde aún no has descubierto cómo hacer
trampa."

Los labios del mago anciano se abrieron, y ninguna palabra salió.

Luz plateada cayendo de varitas rotas.

"Fawkes me otorgó una misión," el chico repitió, "y cumpliré esa


misión incluso si tengo que derrocar el Ministerio entero para
hacerlo. Esa es la parte de la respuesta que a usted le falta. Uno no
se detiene y dice, oh bueno, supongo que no me es posible hallar
una manera de parar el abuso en Hogwarts, y dejarlo así. Uno sólo
debe seguir buscando hasta que descubras cómo hacerlo. Si eso
requiere destruir la conspiración completa de Lucius Malfoy, de
acuerdo. "
"¿Y la verdadera pelea, la batalla contra Voldemort?" el mago
anciano habló con voz inestable. "¿Qué harás para ganar eso,
Harry? ¿Partirás el mundo entero? Incluso si algún día obtienes
semejante poder, todavía no estás más allá de los precios, ¡y quizá
nunca lo vayas a estar! ¡Porque actuar de este modo ahora no es
otra cosa que una locura!"

"Le pregunté al Profesor Quirrell por qué se había reído," el chico


dijo con voz neutral, "tras premiar a Hermione con esos cien puntos.
Y el Profesor Quirrell respondió, aunque estas no son sus palabras
exactas, es prácticamente lo que contestó, que encontraba
enormemente divertido que el grande y bueno Albus Dumbledore se
había quedado sentado ahí sin hacer nada mientras esta pobre e
inocente niña le suplicaba por ayuda, mientras que él había sido el
que la había defendido. Y me contó que para cuando las personas
buenas y morales hubieran terminado de atarse los cordones, lo que
hacían usualmente era nada; o, si actuaban, apenas y podías
diferenciarlos de las personas que llamaban malvadas. Mientras que
él podía ayudar niñas inocentes en cualquier momento que se le
diera la gana, porque no era una buena persona. Y que era mi
obligación recordar eso, en cada ocasión en que considerara estar
creciendo para ser una buena persona."

El mago anciano no mostró la fuerza del impacto. Únicamente lo


delató que sus ojos se ensancharon ligeramente, algo que sólo
podrías haber descubierto si lo mirabas muy de cerca.

"No se preocupe, Director," dijo el niño. "No se me han cruzado los


cables. Sé que se supone que debo aprender a ser bueno de
Hermione y Fawkes, no del Profesor Quirrell y usted. Lo que me
lleva a la razón real por la cual vine aquí. El tiempo de Hermione es
demasiado valioso para desperdiciarlo en detenciones. El Profesor
Snape lo va a revocar, declarando que yo lo chantajeé."

Tras titubear un rato el mago anciano asintió con su cabeza, la


barba plateada balanceándose lentamente debajo suyo. "Eso no
sería lo mejor para ella, Harry," el mago anciano propuso. "Sin
embargo la detención puede ser puesta bajo vigilancia del Profesor
Binns, y tú y ella pueden estudiar juntos en ese salón de clases."

"De acuerdo," el niño aceptó. "Creo que ese era todo el asunto que
teníamos por tratar, después de todo. Puede esperar que, la
próxima vez que usted parezca estar trabajando en el bando de los
tipos malos o que les permita ganar, que haré lo que crea que
Fawkes me pediría que hiciera, sin importar los problemas que
surjan. Espero que a ambos nos quede bastante claro."

Sin otro palabra, el chico se giró y empezó a caminar para salir del
cuarto, a través de la puerta abierta de metal negra, las palabras
"¡Lumos! " y la luz de su varita siguió un momento después.

El mago anciano se quedó de pie y en silencio, silencioso entre las


ruinas de las vidas que su propia vida había dejado atrás. Su
arrugada mano se alzó, temblando, para tocar sus anteojos de
media luna -

El niño rascó suavemente la parte de atrás de su cabeza. "¿Le


importaría hacer girar las escaleras, Director? Preferiría no tener
que pasar otra vez por todo el trabajo para salir del mismo modo
que tuve que hacer para entrar."

"Vete, Harry Potter," el mago anciano se despidió. "Las escaleras te


recibirán."

(Algún tiempo después, una versión más temprana de Harry, que


había estado esperando invisible al lado de las gárgolas desde las
9PM, siguió a la Directora Adjunta a través de la apertura que se
hizo para ella, se quedó quieto detrás de ella en las escaleras
giratorias hasta que llegaron a la cima, y entonces, todavía bajo la
Capa, giró su Giratiempo tres veces.)

Conclusión: el Profesor Quirrell y -


A la sombra de un claro el Profesor de Defensa esperaba, su
espalda apoyada negligentemente contra la áspera corteza gris de
una alto árbol de haya todavía deshojado en los días finales de
Marzo, por lo que su tronco y coronilla parecían un brazo pálido
alzándose del suelo y explotando como una mano con miles de
dedos. Alrededor del Profesor de Defensa y sobre él había ramas
tan densas que incluso en lo más temprano de primavera, con tan
pocos árboles en ciernes, apenas y podías ver el cielo desde el
suelo. Los filamentos de la red de madera se cruzaban y terminaban
proliferando durante tantas veces que de haber estado sobre una
escoba allá arriba, buscando por alguien acá abajo, habrías
descubierto que era más sencillo seguir tus oídos que tus ojos. Ni
tampoco habría ayudado que era casi oscuro en medio del Bosque
Prohibido, el sol que no podía ser visto casi estaba en el ocaso, por
lo que únicamente unos cuantos resplandores de débil luz solar
iluminaba la cima de los árboles más altos.

Entonces llegó el más suave sonido de pasos, casi inaudible incluso


sobre el suelo del bosque; el modo de andar de un hombre
acostumbrado a pasar desapercibido. Ninguna rama se partió,
ninguna hoja crujió -

"Buenas tardes," saludó el Profesor Quirrell. El Profesor de Defensa


no se tomó la molestia de mover sus ojos, o sus manos que
reposaban negligentemente a sus costados.

Una figura envuelta en un manto oscuro apareció en existencia, su


cabeza se giró para observar a la izquierda y a la derecha. En la
mano derecha de la figura, había una varita de madera tan gris que
casi era plateada.

"Desconozco por qué usted quería encontrarse conmigo aquí de


todos los lugares posibles," dijo Severus Snape, su voz fría.

"Oh," el Profesor Quirrell replicó ociosamente, como si todo el


asunto careciera de la más mínima importancia, "pensé que
preferirías la privacidad. Las paredes de Hogwarts tienen oídos, y no
querrías que el Director se enterara de tu rol en el problema de ayer,
¿o sí?"

El frío de Marzo pareció recrudecer, la temperatura cayó aún más.


"No sé de qué está hablando usted," el Maestro de Pociones habló
de forma helada.

"Sabes perfectamente de qué estamos hablando," replicó el


Profesor Quirrell con voz divertida. "Realmente, mi buen Profesor,
no debería meterse en los negocios de los idiotas a menos de que
esté listo para defenderse instantáneamente de su violencia." (Las
manos del Profesor de Defensa seguían posando relajadas y
abiertas a su lado.) "Y aún así ninguno de esos idiotas parece
recordar verlo caer, ni las niñas recuerdan su presencia. Lo que crea
la fascinante pregunta de por qué usted iría a extremos tan
extraordinarios, me atrevo a afirmar que extremos desesperados, de
lanzar cincuenta y dos Encantamientos de Memoria." El Profesor
Quirrell inclinó su cabeza. "¿Tiene tanto temor de las opiniones de
meros estudiantes? No lo creo. ¿Siente pavor de que este asunto
sea conocido por su buen amigo, el Señor Malfoy? Sin embargo
aquellos tontos, en cuanto lo vieron, inventaron una excusa bastante
satisfactoria para su presencia allí. No, únicamente hay una persona
que tiene tanto poder sobre usted, y quien sería el más perturbado
al encontrarlo ejecutando cualquier plan sin que él lo supiera. Su
verdadero y oculto maestro, Albus Dumbledore."

"¿Qué? " siseó el Maestro de Pociones, la rabia plena sobre su


rostro.

"Pero ahora, parece, usted se está moviendo por cuenta propia; por
lo que me encuentro muy intrigado sobre lo que posiblemente podría
usted estar haciendo, y por qué." El Profesor de Defensa dedicó a la
silueta vestida de negro del Maestro de Pociones el escrutinio de un
hombre que podría dar un interés excepcional a un bicho, incluso si
en últimas no era más que un bicho.

"No soy el sirviente de Dumbledore," declaró fríamente el Maestro


de Pociones.
"¿En serio? Que noticias tan asombrosas." El Profesor de Defensa
sonrió ligeramente. "Cuénteme todo al respecto."

Hubo una larga pausa. Desde algún árbol ululó un búho, el sonido
enorme en medio del silencio; ninguno de los hombres se
estremeció ni tambaleó.

"Usted no me quiere como su enemigo, Quirrell," Severus Snape


afirmó, su voz muy suave.

"¿No lo quiero?" inquirió el Profesor Quirrell. "¿Cómo lo sabría


usted?"

"Por otro lado," el Maestro de Pociones continuó, voz todavía suave,


"mis amigos disfrutan muchas ventajas."

El hombre apoyándose contra la corteza del árbol levantó sus cejas.


"¿Cómo cuáles?"

"Hay mucho que conozco sobre esta escuela," insinuó el Maestro de


Pociones. "Cosas que usted podría no creer que yo sé."

Se produjo una pausa expectante.

"Qué fascinante," dijo el Profesor Quirrell. El hombre estaba


examinando sus uñas con una mirada aburrida. "Adelante."

"Sé que usted ha estado… investigando… el corredor del tercer piso


-"

"No sabes nada al respecto." La espalda del hombre se enderezó


contra el árbol. "No hagas faroles contra mí, Severus Snape; lo
encuentro molesto, y no estás en posición de molestarme. Un
simple vistazo de cualquier mago competente revelará que el
Director ha guarnecido el corredor con una ridícula cantidad de
protecciones y redes, disparadores y señales de envío rápido. Y
más: hay Encantamientos puestos ahí con antiguo poder,
construcciones mágicas de las cuales ni siquiera había escuchado
rumores, técnicas que deben haber sido regurgitadas de los
conocimientos acumulados por el propio Flamel. Incluso Aquel-Que-
No-Debe-Ser-Nombrado tendría problemas para cruzar sin ser
notado." El Profesor Quirrell posó suavemente un dedo pensativo
sobre su mejilla. "Y en cuanto al supuesto cerrojo, un Colloportus
puesto sobre un pomo ordinario, invocado tan débilmente que no
habría mantenido por fuera a la Señorita Granger en el primer día
que entró a Hogwarts. Nunca antes en mi existencia he encontrado
una trampa tan obvia." Ahora el Profesor de Defensa estrechó sus
ojos. "No conozco a nadie que viva en este mundo contra el cual tan
fantásticas proezas de detección servirían para un propósito útil. Si
hay algún mago que posee un saber antiguo, del cual no sé nada,
contra el cual esta trampa ha sido puesta - podrías intercambiar esa
información por tanto silencio como quieras, mi querido Profesor, y
después de eso quedará una buena porción de mi buena voluntad
como añadidura."

Podrías haber jurado que el Profesor Quirrell estaba observando a


Severus Snape con emocionado interés. Ni el más mínimo rastro de
una sonrisa cruzó sus labios.

Hubo otro largo silencio en el claro.

"No sé a quién teme Dumbledore," Snape declaró. "Sin embargo sé


cuál es la carnada que él ha puesto, y algo sobre cómo está
verdaderamente protegida -"

"En cuanto a eso," lo cortó el Profesor Quirrell, sonando aburrido de


nuevo, "ya lo he robado hace meses, y dejé un sustituto falso en su
lugar. Pero gracias por tu amable pregunta."

"Usted está mintiendo," acusó Severus Snape tras una pausa.

"Sí, estoy mintiendo." El Profesor Quirrell recostó su espalda contra


la madera negra otra vez, sus ojos derivando hacia la densa red de
ramas, la noche inminente escasamente visible entre los complejos
cruces. "Simplemente deseaba descubrir si me ibas a acusar de
ello, ya que estás pretendiendo saber tan poco." El Profesor de
Defensa sonrió para sí mismo.

El Maestro de Pociones pareció a punto de ahogarse con su propia


furia. "¿Qué es lo que quiere? "

"Nada, realmente," respondió el Profesor de Defensa, con su vista


aún fija sobre las copas del bosque. "Únicamente tenía curiosidad.
Supongo que nada más tendré que contemplar hasta dónde llega su
plan, y mientras tanto no revelaré nada al Director - siempre y
cuando estés dispuesto a hacerme un favor de vez en cuando, por
supuesto." Una sonrisa seca atravesó la cara. "Por ahora te puedes
ir, Severus Snape. Aunque no me importaría tener otra pequeña
charla pronto, si estás dispuesto a hablar conmigo honestamente
sobre dónde yacen tus lealtades. Y en serio me refiero a
honestamente, no las falsas caras que has mostrado el día de hoy.
Podrías descubrir que tienes más aliados de los que crees. Tomate
un tiempo para considerarlo, mi amigo."

Conclusión: Draco Malfoy y -

Un hemisferio de arcoíris, un domo de fuerza sólida con poca gama


cromática en sí mismo que reflejaba la luz penetrante en reflejos
disidentes, iridiscentes en muchos colores, como si fracturara el
brillo de muchos candelabros esplendorosos de la sala común de
Slytherin.

Resguardada bajo el hemisferio del arcoíris, la aterrada cara de una


joven bruja que nunca había combatido abusones, quien no se
había unido a los ejércitos del Profesor Quirrell, quien a lo sumo
conseguía calificaciones de Aceptable en su clase de Defensa,
quien no podía lanzar una Barrera Prismática ni siquiera para salvar
su propia vida.

"Oh, paren ya," dijo Draco Malfoy, haciendo que su voz sonara
aburrida a pesar del sudor que le salía bajo su túnica, al tiempo que
mantenía su varita apuntada a la barrera que estaba protegiendo a
Millicent Bulstrode.

No podía recordar haber tomado la decisión, simplemente había dos


chicos grandes apunto de hacer un maleficio sobre Millicent, la sala
común contemplando en silencio, y luego la mano de Draco sacó su
varita e invocó la barrera, dejando su corazón bombearse a sí
mismo hasta llenarse de impactante adrenalina mientras su pobre y
triste cerebro se atormentaba a sí mismo en busca de una
explicación -

Los dos chicos mayores se enderezaron de donde habían estado


amenazando a Millicent, girándose hacia Draco, viéndolo con una
mezcla de conmoción e ira. Gregory y Vincent ya estaban a su lado
y con sus propias varitas afuera, aunque no las estaban apuntando.
Los tres juntos no podrían haber ganado, de todos modos.

Sin embargo los chicos mayores no lo iban a maldecir. Nadie podía


ser tan estúpido como para echar un maleficio al siguiente Señor
Malfoy.

No era el temor de ser atacado lo que hacía que Draco sudara bajo
su túnica, mientras esperaba de manera desesperada que las gotas
de sudor sobre su frente no fueran visibles.

Draco estaba sudando por la incipiente y enfermiza certeza de que


incluso si se salía con la suya en esta ocasión, si seguía recorriendo
este camino, llegaría un momento cuando todo se iba a romper; y
entonces él podría no ser ya el próximo Señor Malfoy.

"Sr. Malfoy," habló el chico que se veía mayor. "¿Por qué la está
protegiendo?"

"Así que han localizado a la maestra de la conspiración," Draco


argumentó con su Cara de Desprecio Número Dos, "y es, déjenme
dejarlo claro ahora mismo, una chica de primer año llamada Millicent
Bulstrode. Ella no es más que un conducto, ¡cabezas de chorlito! "
"¿Y?" demandó el chico mayor. "¡De todos modos ella es una
colaboradora!"

Draco alzó su varita y la Esfera Prismática desapareció. Todavía


hablando con voz aburrida, Draco preguntó, "¿Sabías realmente lo
que estaba haciendo, Señorita Bulstrode?"

"N-no," Millicent tartamudeó todavía sentada en su escritorio.

"¿Sabía de dónde provenían los mensajes Slytherin que usted les


estaba pasando?"

"¡No!" exclamó Millicent.

"Gracias," Draco prosiguió. "Todos ustedes por favor déjenla sola,


ella no es más que un peón. Señorita Bulstrode, puede considerar
que ese favor que me hizo en Febrero ha quedado saldado." Y
Draco se dio la vuelta para regresar a su tarea de Pociones,
esperando en nombre de Merlín que Millicent no pronunciara algo
increíblemente estúpido como '¿Qué favor?'

"Entonces por qué," una voz inquirió claramente desde el otro lado
del cuarto, "¿aquellas brujas fueron donde una nota de Millicent les
dijo que fueran?"

Sudando aún más, Draco levantó su cabeza de nuevo para mirar


hacia donde Randolph Lee había hablado. "¿Qué estaba escrito
exactamente en la nota?" replicó Draco. "¿Era, 'les ordeno que
vayan en el nombre de la Dama Oscura Bulstrode' o 'Por favor
vengan aquí, sinceramente Millicent?'"

Randolph Lee abrió su boca, vaciló por una fracción de segundo -

"Tal como lo pensé," sentenció Draco. "Esa no fue una prueba muy
buena, Sr. Lee, eso - eso puede -" Un frenético, espantoso momento
mientras buscaba cómo explicarlo sin usar palabras de Harry como
falso positivo. "Puede lograr que las brujas vayan allí si por lo menos
una de ellas es amiga de Millicent."
Como si pensara que el asunto había quedado zanjado por
completo, Draco devolvió la vista hacia la tarea de Pociones,
ignorando (excepto por la sensación de terror en su estómago) los
murmullos alrededor del cuarto.

Fue por el rabillo del ojo que descubrió a Gregory observando


fijamente.

Aunque los ojos de Draco estaban posados sobre su tarea de


Astronomía, no podía lograr que su mente se llegara a enfocar allí.
Si estabas intentando no pensar sobre las cosas que Harry Potter
decía, precisamente la peor cosa posible que podías hacer era mirar
los libros con fotos del cielo nocturno, e intentar recordar qué se
suponía que no sabías sobre el movimiento de los planetas.
Astronomía, una noble y prestigiosa arte, una señal de aprendizaje y
conocimiento; únicamente los Muggles poseían los modernos y
secretos artefactos que podían hacerlo un millón de billones de
veces mejor usando métodos que Harry había intentado explicar y
que Draco todavía no podía empezar a entender excepto que
aparentemente no se necesitaba magia para hacer que esas cosas
hicieran Aritmancia.

Draco contempló las fotos de las constelaciones, y se preguntó si


era del mismo modo en otras Casas, si las personas siempre se
amenazaban entre sí en Ravenclaw.

Harry Potter le había contado una vez que los soldados en el campo
de batalla realmente no combatían por su país. El patriotismo podría
llevarlos al campo de batalla en primer lugar, pero una vez que
estaban allí, peleaban para protegerse unos a los otros, los amigos
con los que habían entrenados que estaban justo en frente de ellos.
Y Harry había comentado, y Draco había sabido que era verdad,
que no podías usar lealtad hacia un líder para alimentar un
Encantamiento Patronus, no era del todo el tipo apropiado de
pensamiento cálido y feliz. Sin embargo pensar en proteger a
alguien a tu lado -
Eso, Harry Potter había declarado de manera pensativa, era el por
qué probablemente los Mortífagos se habían separado en el mismo
momento en que el Señor Oscuro ya no estuvo. No habían sido lo
suficientemente cálidos entre sí .

Podías reclutar a un grupo que incluyera a Bellatrix Black y Amycus


Carrow junto con el Señor Malfoy y el Sr. MacNair, y mantenerlos
alineados con la Maldición Cruciatus. Pero en el instante en que el
maestro de la Marca Oscura se fue, ya no tenías un ejército, tenías
un círculo de conocidos. Ese era el por qué Padre había fallado. Ni
siquiera había sido realmente su culpa. No había nada que Padre
podría haber hecho, tras heredar Mortífagos quienes realmente no
eran amigos entre sí.

E incluso aún cuando se suponía que era la Casa de Slytherin la


que él debía defender - la Casa de Slytherin que él y Harry habían
formado un pacto para salvar - a veces Draco no podía evitar pensar
que era menos agotador cuando estaba liderando las prácticas de
su ejército. Cuando estaba trabajando con estudiantes de otras tres
Casas que no eran Slytherin. Una vez que veías y nombrabas los
problemas, no podías parar de observarlos, simplemente se ponía
más molesto cada día.

"¿Sr. Malfoy?" dijo la voz de Gregory Goyle, desde el suelo en el


cual yacía al lado del escritorio de Draco, en la pequeña aunque
privada habitación; Gregory estaba haciendo su tarea de
Transformación, con la cual necesitaba ayuda a menudo.

Cualquier distracción era bienvenida en ese momento. "¿Sí?"


respondió Draco.

"Usted realmente no estaba planeando nada en contra de Granger,"


señaló Gregory. "¿No es así?"

La sensación esparciéndose a través del estómago de Draco se


sintió igual que el sonido en la voz de Gregory, enfermo y temeroso.
"Usted en realidad estaba ayudando a Granger, ese día que la
ayudó a ponerse de pie," continuó Gregory. "Y antes, esa vez en
que evitó que ella cayera del techo. Usted ayudó a una sangre sucia
-"

"Sí, claro," replicó Draco sarcásticamente, sin la más mínima duda o


demora, volviendo a mirar su tarea de Astronomía como si no
estuviera ni un poco nervioso. Todo estaba ocurriendo del modo en
que Draco había temido, sin embargo tenía la ventaja de haber
repetido esta conversación en su cabeza una y otra vez, habiendo
inventado el gambito de apertura correcto. "Vamos, Gregory, has
luchado contra la General Granger, sabes cuán fuertes son sus
hechizos. ¿Como si un verdadero engendro de Muggle fuera a ser
más poderosa que tú, más poderosa que Theodore, más poderosa
que cualquier sangre pura del primer año en nuestra escuela
excepto yo? ¿De verdad no crees en nada de lo que Padre predica?
Ella es adoptada. Sus padres murieron en la guerra y alguien se la
zampó a una pareja de Muggles para ocultarla. De ninguna manera
la General Granger es una verdadera sangre sucia."

Un lento pulso de silencio atravesó la habitación de Draco. Draco


quería saber, necesitaba conocer cuál era la expresión sobre el
rostro de Gregory. Sin embargo no podía levantar la vista de su
escritorio, no todavía, no hasta que Gregory hablara primero.

Y luego -

"¿Es eso lo que Harry Potter le contó a usted?" preguntó Gregory.

La voz tembló, y se rompió. Cuando Draco alzó la vista de su tarea,


vio que las lágrimas se estaban derramando de los ojos de Gregory.

Aparentemente eso no había funcionado.

"No sé qué hacer," Gregory habló en un susurro. "Ahora no sé qué


hacer, Sr. Malfoy. Su padre no es - cuando él lo descubra - ¡no le va
a gustar, Sr. Malfoy!"
No es tú trabajo decidir lo que a Padre le gusta, Goyle -

Draco podía escuchar las palabras en su cabeza; sonaban con la


voz de Padre, con la misma severidad. Era el tipo de cosas que
Padre le había dicho que tenía que pronunciar, si Vincent o Gregory
alguna vez lo llegaban a cuestionar ; y si eso no funcionaba debía
echarles un maleficio. Ellos no eran amigos iguales, Padre había
explicado, y nunca debía olvidar que, Draco era quien estaba al
mando, ello eran sus sirvientes, y si Draco no podía mantenerlo de
ese modo entonces no era digno de heredar la Casa Malfoy…

"Todo está bien, Gregory," Draco habló, tan gentilmente como pudo.
"Todo lo que tienes que hacer es preocuparte sobre mi protección.
Nadie te va a culpar por seguir mis órdenes, ni mi padre, ni el tuyo."
Poniendo toda la calidez que pudo en su voz, como intentando
invocar un Encantamiento Patronus. "Y como sea, la siguiente
guerra no va a ser la misma que la anterior. La Casa Malfoy existía
mucho antes que el Señor Oscuro, y no todos los Señores Malfoy
hacen la misma cosa. Padre sabe eso."

"¿Lo sabe?" interrogó Gregory con voz temblorosa. "¿ Realmente lo


sabe ?"

Draco asintió. "El Profesor Quirrell lo sabe también," afirmó Draco.


"De eso se tratan los ejércitos. El Profesor de Defensa está en lo
correcto, pues cuando sea el momento de la próxima guerra, Padre
no será capaz de unir al país por completo, porque recordarán la
última guerra. Sin embargo cualquiera que haya combatido en los
ejércitos del Profesor Quirrell recordará quienes eran los generales
más fuertes, sabrán quienes son dignos de liderarlos. Van a
proclamar a Harry Potter como su Señor, y yo seré su mano
derecha, y la Casa Malfoy resultará en la cima, como siempre. Las
personas incluso podrían ir hacia mí, si Potter no se encuentra ahí,
siempre y cuando piensen que soy confiable. Eso es lo que estoy
tramando ahora. Padre lo comprenderá."

Gregory se limpió sus lágrimas, bajando otra vez la mirada a tu


tarea de Transformación. "De acuerdo," Gregory concedió con voz
sacudida. "Si usted lo dice así, Sr. Malfoy."

Draco volvió a asentir, ignorando la sensación hueca dentro de sí a


causa de todas las mentiras que acababa de contar a su amigo, y
regresó a las estrellas.

Conclusión: Hermione Granger y -

Ser invisible debería ser más interesante que esto, los corredores de
Hogwarts tendrían que haber estado trazados con colores extraños
o algo así. Pero de hecho, Hermione pensó, estar bajo la capa de
invisibilidad de Harry era exactamente como no estar bajo una capa
invisible, excepto por la parte de la capa. Cuando jalabas el velo de
tela suave y negra sobre tu cara, ni siquiera podías verla
estirándose en frente de ti, y después de eso no parecía que
impidiera tu respiración. Y el mundo se veía igual, excepto que
cuando caminabas al lado de cosas de metal, no veías ningún
reflejo de ti misma. Los retratos nunca te observaban, únicamente
hacían las cosas extrañas que solían hacer cuando estaban a solas.
Hermione no habían intentado pararse frente a un espejo todavía,
no estaba segura que quisiera hacerlo. Principalmente porque,
mientras caminabas ya no había un tú, ni manos, no pies, solamente
un punto de vista cambiante. Era un sentimiento desconcertante, no
tanto como ser invisible sino más bien como no existir.

Harry no la había cuestionado para nada, ella nada más pronunció


la palabra 'invisibilidad' y luego Harry estaba extrayendo su capa de
invisibilidad de su monedero. Ni siquiera le había dado una
oportunidad de explicar que iba a tener un encuentro
extremadamente secreto con Daphne y Millicent Bulstrode, o que
pensaba que iba a ayudar a proteger a las otras chicas, Harry le
acababa de entregar lo que probablemente era una Reliquia de la
Muerte. Si eras justa, y ella sí intentaba ser justa, tenías que admitir
que a veces Harry podía ser un muy verdadero, verdadero amigo.

El encuentro secreto en sí mismo había sido un gran fracaso.


Millicent había declarado ser una vidente.

Hermione le había explicado cuidadosamente a Millicent y Daphne


extendiéndose considerablemente sobre como no había posibilidad
de que eso fuera verdad.

Ella y Harry habían buscado la Adivinación muy temprano en su


investigación; Harry había insistido que leyeran todo lo que pudieran
hallar sobre profecías que no estuviera en la Sección Prohibida.
Como Harry había observado, ahorraría un montón de esfuerzo si
simplemente podían encontrar a una vidente que profetizara todo lo
que iban a descubrir treinta y cinco años después. (O para ponerlo
en términos de Harry, cualquier medio de obtener información
transmitido a través del futuro distante era potencialmente una
victoria instantánea y global.)

Sin embargo, como Hermione le había explicado a Millicent,


profetizar no era controlable, no había manera de pedir una profecía
sobre cualquier tema en particular. En vez de eso (los libros
informaban) había una especie de presión que se acumulaba en el
Tiempo, cuando un gran evento estaba intentando suceder, o
intentando no suceder. Y los videntes era como puntos débiles que
dejaban escapar la presión, cuando el escuchador correcto estaba
cerca. Por lo que las profecías sólo eran sobre grandes, importantes
cosas, porque únicamente eso generaba suficiente presión; y casi
nunca tenías más que un vidente revelando la misma cosa, porque
después de eso la presión se había ido. Y, como Hermione le siguió
explicando a Millicent, los propios videntes no recordaban sus
profecías, porque el mensaje no era para ellos. Y los mensajes
vendrán como acertijos, y solamente alguien que hubiera escuchado
la profecía en la voz original del vidente escuchará toda la intención
que estaba dentro del acertijo. No había manera posible que
Millicent nada más pudiera soltar profecías cualquier vez que ella
quisiera, sobre abusones escolares, y que luego la recordara, y de
haberla tenido tendría que haber salido como 'el hueso es la clave' y
no 'Susan Bones tiene que estar ahí'.
Millicent se veía bastante asustada para este punto, por lo que
Hermione había relajado sus puños apretados sobre sus caderas,
se calmó a sí misma, y afirmó con voz segura que le alegraba que
Millicent las hubiera ayudado, pero a veces ellas habían entrado en
trampas siguiendo lo que Millicent había dicho, por lo que Hermione
en verdad quería saber de dónde provenían realmente los
mensajes.

Y Millicent había murmurado en voz baja:

Pero, pero ella me dijo a mí que era una vidente…

Hermione le había comentado a Daphne que no la presionara,


después de que Millicent se hubiera rehusado a revelar su fuente.
No fue solamente porque Hermione se hubiera sentido horrible por
la mirada de temor en el rostro de Millicent. Era que Hermione tenía
el fuerte presentimiento de que si encontraban a la persona que
había estado informando a Millicent, vaya, esa persona nada más
iba a estar encontrando notas bajo su almohada en la mañana.

Estaba teniendo la misma sensación de desespero que tuvo en la


batalla antes de Navidad, viendo los gráficos de Zabini con todas las
líneas coloreadas y cajas y… y apenas acababa de darse cuenta lo
que significaba que hubiera sido Zabini el que le mostraba esos
gráficos.

Incluso para un Ravenclaw, ella sintió, había un momento en que tu


vida se ponía demasiado complicada.

Hermione empezó a ascender una corta escalera de mármol


amarillo sobresaliendo de un espinazo central, una escalera no muy
"secreta" que de hecho era uno de los caminos más rápidos desde
los calabozos de Slytherin hacia la torre de Ravenclaw, y que sin
embargo sólo las brujas podían recorrer. (Por qué las chicas en
particular necesitaban una manera rápida de moverse desde
Ravenclaw a Slytherin y viceversa era algo que Hermione
encontraba un poco confuso.) En la cima de las escaleras, ahora
que estaba lejos de los lugares de Slytherin y de vuelta en las partes
principales de Hogwarts, Hermione se detuvo y se quitó la capa de
invisibilidad de Harry.

Después de que el monedero se tragó la capa, Hermione se giró a


la derecha y empezó a descender por un corto pasaje, ahora
manteniendo automáticamente un ojo en todas las direcciones sin
realmente pensar al respecto, y sus ojos escaneando constante y
fijamente hacia las sombras de una alcoba -

(desorientación pasajera)

- y luego el chorro de sorpresa y temor la golpeó como un Maleficio


Paralizador sobre todo su cuerpo, descubrió que sin ningún
pensamiento o decisión consciente su varita había llegado hasta su
mano y ya estaba apuntando hacia…

… un manto negro tan ancho y ondulante que era imposible


determinar si la figura debajo era masculina o femenina, y sobre la
capa un sombrero negro de ala ancha; y una niebla negra parecía
reunirse por debajo del sombrero y oscurecer el rostro de quien
fuera o lo que fuera que yacía debajo.

"Hola de nuevo, Hermione," murmuró una voz sibilante por debajo


del sombrero negro, detrás de la niebla negra.

El corazón de Hermione ya estaba martillando enormemente dentro


de su pecho, su túnica de bruja ya empapada de sudor contra su
piel, ya había un sabor a temor dentro de su boca; no sabía por qué
estaba tan llena de repente con adrenalina pero su mano sujetó con
más fuerza su varita. "¿Quién eres tú?" Hermione demandó.

El sombrero se ladeó ligeramente; la susurrante voz, cuando llegó


desde la niebla negra, sonó tan seca como el polvo. "El último
aliado," habló el murmullo sibilante. "Aquel que finalmente responde,
cuando ningún otro te responde. Soy quizá el único amigo
verdadero que tienes en todo Hogwarts, Hermione. Pues ahora has
visto como los demás han permanecido en silencio cuando tú
estabas necesitada -"
"¿Cuál es tu nombre? "

El manto negro giró ligeramente, para atrás y adelante, no se vio


como si los hombros se encogieron, sino como un movimiento de
hombros telegrafiado. "Ese es el acertijo, joven Ravenclaw. Hasta
que lo resuelvas, puedes llamarme como quieras."

Pudo sentir la palma de su mano ya sudada y estuvo agradecida por


los surcos espirales en su varita que le ayudaban a su mano a
mantener un agarre firme sobre la madera. "Bueno, Señor
Increíblemente Persona Sospechosa," Hermione dijo, "¿qué quiere
usted conmigo?"

"Esa es la pregunta incorrecta," llegó el susurro desde la niebla


negra. "Deberías inquirir, mejor aún, qué puedo yo ofrecerte a ti ."

"No," la joven chica declaró con mucha firmeza, "No creo que
debería estar preguntando eso, de hecho."

Una carcajada aguda provino desde la niebla negra. "Ni poder,"


susurró la voz, "ni riqueza, te importan poco semejantes cosas, ¿no
es así, joven Ravenclaw? Conocimiento . Eso es lo que poseo. Sé lo
que se está planeando en esta escuela, todos los planes ocultos y
jugadores, las respuestas del acertijo. Sé la verdadera razón para la
frialdad que ves en los ojos de Harry Potter. Conozco la verdadera
naturaleza de la misteriosa enfermedad del Profesor Quirrell. Sé a
quién teme verdaderamente Dumbledore."

"Bien por ti," replicó Hermione Granger. "¿Pero sabes cuántas


lamidas se necesitan para llegar al centro de nuez dentro de un
huevo de chocolate?"

La niebla negra pareció oscurecerse un poco más, la voz sonó más


baja cuando habló, decepcionada. "¿Así que ni siquiera estás
curiosa, joven Ravenclaw, sobre las verdades detrás de las
mentiras?"
"Ciento ochenta y siete," ella informó. "lo intenté una vez y esa fue la
cantidad que obtuve." Su mano casi deslizándose de su varita,
había una sensación de fatiga en sus dedos como si hubiera estado
sosteniendo la varita durante horas en vez de minutos -

La voz siseó, "El Profesor Snape es un Mortífago encubierto."

Hermione casi dejó caer su varita.

"Ah," la voz susurró satisfecha. "Pensé que eso podría interesarte.


Así que, Hermione. ¿Hay algo más que quisieras saber sobre tus
enemigos, o aquellos que llamas amigos?"

Ella contempló fijamente la niebla negra que remataba el imponente


manto negro, intentando frenéticamente ordenar sus pensamientos.
¿El Profesor Snape era un Mortífago? ¿Quién le diría a ella algo
como eso, por qué, qué estaba pasando ? "Eso es -" Hermione
vaciló. Su voz estaba temblando. "Eso es un asunto
extremadamente serio, de ser realmente cierto. ¿Por qué me está
contando algo así a mí, y no el Director Dumbledore?"

"Dumbledore no hizo nada para detener a Snape," la niebla negra


susurró. "Lo viste, Hermione. La podredumbre de Hogwarts empieza
en la cima. Todo lo que está mal con esta escuela, empieza con el
Director loco. Sólo tú te atreviste a retarlo - y por lo tanto hablo
contigo."

"¿Y también has hablado con Harry Potter, entonces?" Hermoine


inquirió, manteniendo su voz tan calmada como pudo. Si este era su
amigo fantasma -

La niebla negra se oscureció y se iluminó, como si sacudiera la


cabeza. "Tengo miedo de Harry Potter," murmuró. "De la frialdad en
sus ojos, de la oscuridad que crece detrás de ellos. Harry Potter es
un asesino, y cualquiera que sea un obstáculo perecerá. Incluso tú,
Hermione Granger, si verdaderamente te atreves a oponerte a él, la
oscuridad detrás de sus ojos te alcanzará y te destruirá. Esto lo sé."
"Entonces no sabes la mitad de lo que pretendes saber," Hermione
declaró, su voz un poco más firme. "Tengo miedo de Harry también.
Aunque no por lo que él podría hacerme a mí . Me temo de lo que
podría hacer para protegerme -"

"Equivocada." El susurró fue categórico, y duro, como para bloquear


cualquier posibilidad de negación. "Harry Potter sí se dirigirá contra
ti eventualmente, Hermione, cuando la oscuridad lo posea por
completo. Él no derramará una lágrima, ni siquiera se dará cuenta,
el día en que sus pasos te aplasten debajo suyo."

"¡ Doblemente equivocado!" ella acusó elevando la voz, aún cuando


había escalofríos bajando por su espina dorsal. Una de las frases de
Harry le vino a la mente. "¿Qué es lo que crees que sabes, y cómo
crees que lo sabes?"

"Tiempo -" Pareció como si la voz hiciera una pausa. "Tiempo


suficiente para que eso suceda. Por ahora, por hoy, en efecto Harry
Potter no es tu enemigo. Y aún así te encuentras en el más grave de
los peligros."

"No puedo creer eso," rechazó Hermione Granger.


Desesperadamente quería cambiar su varita a la otra mano, sentía
como si quisiera agarrar su mano derecha nada más para
mantenerla arriba, su cabeza dolía como si hubiera estado
observando la niebla negra durante días; no sabía por qué se había
cansado tanto tan rápidamente.

"Has llamado la atención de Lucius Malfoy, Hermione." El susurró se


había elevado, dejando de no tener un tono, pasando a una nota de
preocupación audible. "Has humillado la Casa de Slytherin, has
derrotado a su hijo en batalla. Incluso antes de eso eras una
vergüenza para todos aquellos aliados con los Mortífagos; pues eres
una hija de Muggles y aún así posees un poder de hechicería más
grande que el de cualquier sangre pura. Y ahora te estás volviendo
conocida, los ojos del mundo sobre ti. Lucius Malfoy busca tu
destrucción, Hermione, herirte y quizá asesinarte, ¡y él tiene los
medios para hacerlo!" El susurro se había vuelto más urgente.
Hubo una pausa.

"¿Nada más?" Hermione replicó. De haber sido el ex-Coronel Zabini


o Harry Potter, probablemente estaría realizando preguntas astutas
para reunir información; sin embargo su mente se sentía lenta y
fatigada. Ella realmente necesitaba salir de aquí y recostarse por un
rato.

"No me crees," el susurro dijo, más suave y más triste. "¿Por qué
no, Hermione? Yo estoy intentando ayudarte."

Hermione retrocedió un paso, alejándose de las sombras en la


alcoba.

"¿Por qué no, Hermione? " demandó la voz, elevándose hasta ser
un siseo. "¡Al menos me debes eso! Responde, y luego -" La voz se
detuvo, y prosiguió más baja "Y luego puedes irte, supongo.
Únicamente dime - por qué -"

Quizá no debió haber respondido; tal vez ella debió girarse y huir, o
mejor aún, invocar primero una Pared Prismática y luego gritar con
todo lo que dieran sus pulmones sin parar de correr; pero fue la nota
de dolor real en la voz lo que la hizo caer, y por eso respondió.

"Porque usted se ve increíblemente oscuro y aterrador y


sospechoso," Hermione indicó, manteniendo su voz cortés, y su
varita al mismo nivel del alto manto negro y la niebla negra sin
rostro.

"¿ Nada más eso ? " murmuró la voz incrédula. Parecía tener una
infusión de tristeza. "Esperaba más de ti, Hermione. Seguramente
una Ravenclaw como tú, la más inteligente Ravenclaw en agraciar
Hogwarts desde hace una generación, sabe que las apariencias
pueden ser engañosas."

"Oh, yo sé eso," argumentó Hermione. Retrocedió otro paso, sus


cansados dedos sujetando la varita. "Pero lo que las personas
suelen olvidar a veces, es que incluso si las apariencias pueden ser
engañosas, usualmente no lo son . "

Hubo una pausa.

"Tú eres la que es astuta," admitió la voz, y la niebla negra se


evaporó, dejando de oscurecer; vio el rostro que se había ocultado,
y el reconocimiento envió un chorro de aterrorizada adrenalina
explotando a través de ella -

(desorientación pasajera)

- y luego el chorro de sorpresa y temor la golpeó como un Maleficio


Paralizador sobre todo su cuerpo, descubrió que sin ningún
pensamiento o decisión consciente su varita había llegado hasta su
mano y ya estaba apuntando hacia…

… una dama resplandeciente, su largo vestido blanco ondulando


sobre ella como si hubiera vientos invisibles; ni sus manos ni pies
eran visibles, su cara oculta por un velo blanco; y ella estaba
brillando por todos lados, no como un fantasma, ni transparente,
simplemente rodeada por suave luz blanca.

Hermione miró fijamente con la boca abierta a la gentil visión,


preguntándose por qué su corazón ya estaba martillando tan fuerte,
y por qué se sentía tan aterrada.

"Hola de nuevo, Hermione," el gentil murmullo surgió del brillo


blanco tras el velo. "He sido enviada a ayudarte, así que no tengas
miedo. Soy tu sirviente para todo; para ti, mi Dama, soy la
mensajera del más maravilloso destino -"

Nota del Traductor


Casi se me olvida escribir una nota. Me rindió muchísimo más de lo
esperado con este capítulo, espero que con los que viene sea igual.
Se vienen capítulos cada vez más intensos y supongo que eso me
emociona a esforzarme más. El apoyo de Rocio Tou, Sergio Andres
Rodriguez Vargas, Nkp y Richard en también lo aprecio bastante.

Creo que a cada uno de los tres personajes principales del fanfic se
les dio su merecido foco de atención en este capítulo, aunque claro,
Hermione fue la que salió perdiendo más.

Pensé que iba a publicar este capítulo la semana pasada, pero la


revisión me requirió más tiempo de lo que creía. Eso sí, estoy
bastante emocionado por el creciente apoyo en y me siento
bastante animado al máximo con la traducción.

Aún faltan siete capítulos antes de terminar esta parte de HPMOR,


que sería el libro 4. Pensé que faltaba menos para el PDF y el
EPUB, aunque ya están bastante cerca de todos modos.

Por cierto, estoy volviendo a realizar vídeos para mostrarlos en el


blog de Rhaidot, también es una forma de promocionar el por lo que
podría incluir una nueva meta o recompensa próximamente, pero
aún no lo he realizado por dar prioridad a la traducción. Ya veremos
cómo queda eso.

Muchas gracias por leer, ahora mismo tengo que irme a bañar a
toda prisa, ¡feliz y racional día para todos!
Preludio al Intercambio de Tabues Trampa
Capítulo 78: Preludio al Intercambio de Tabúes: Trampa

Era Sábado, 4 de Abril, en el año de 1992.

El Sr. y la Sra. Davis se veían bastante nerviosos, sentados en una


sección especial de las gradas de Quidditch de Hogwarts - aunque
el día de hoy las mullidas sillas no contemplaban escobas
voladoras, sino que veían un cuadrado gigantesco de lo que parecía
ser un pergamino; un gran vacío blanco que pronto iba a llenarse
con ventanas de hierba y soldados. Por ahora únicamente mostraba
el reflejo apagado del color gris de los cielos circundantes y
encapotados. (Se mostraban bastante tormentosos, aunque los
magos del clima habían prometido que la lluvia no caería antes del
anochecer.)

Ordinariamente era una antigua tradición de Hogwarts que los


simples padres debían Quedarse Afuera - por la misma razón que a
los niños impacientes se les ordenaba salir de la cocina y no
entrometerse en los asuntos del cocinero. La única razón para una
conferencia padre-profesor era si el profesor sentía que un padre no
era lo suficiente bueno. Requería una circunstancia excepcional
lograr que la administración de Hogwarts sintiera que tenía que
justificarse a sí misma para ti. En cualquier ocasión dada, en
términos generales, la administración de Hogwarts estaba
respaldada por ochocientos años de distinguida historia y tú no lo
estabas.

Por lo que había sido con azoramiento que el Sr. y la Sra. Davis
habían insistido en tener una audiencia con la Directora Adjunta
McGonagall. Era difícil demostrar una sensación apropiada de
indignación cuando estabas confrontando a la misma bruja digna
que, doce años y cuatro meses antes, les había dado dos semanas
de detención tras haberlos atrapado en el acto de concebir a Tracey.
Por el otro lado, el coraje del Sr. y la Sra. Davis había sido ayudado
por el acto de agitar con ira una copia de El Quisquilloso cuyo titular
mostraba, con brillante texto resaltado para que todo el mundo lo
pudiera ver:

¿PACTOS CON POTTER?

BONES, DAVIS, GRANGER

EN UN RECTÁNGULO AMOROSO DE TERROR

Y así el Sr. y la Sra. Davis habían alegado hasta llegar a las Gradas
de la Facultad en las bancas de Quidditch de Hogwarts, donde
ahora estaban instalados con una excelente vista de las pantallas
encantadas del Profesor Quirrell, para que los dos pudieran ver por
sí mismos "¡Qué Condenados Diantres ha estado sucediendo con
esta escuela, si perdona la expresión, Directora Adjunta
McGonagall!"

Sentado a la izquierda del Sr. Davis había otro padre preocupado,


un hombre de cabello blanco con una elegante túnica negra de
cualidad incomparable, un Lucius Malfoy, líder político de la facción
más fuerte del Wizengamot.

A la izquierda del Señor Malfoy, un hombre aristocrático de mueca


burlona y despreciativa que les había sido presentado como el
Señor Jugson.

Luego un hombre anciano de afilados ojos amarillos llamado


Charles Nott, quien se rumoreaba era casi tan rico como el Señor
Malfoy, sentado a la izquierda del Señor Jugson.

A la derecha de la Sra. Davis, se encontraba la atractiva Dama y el


aún más bello Señor de la Más Noble y Antigua Casa de
Greengrass. Eran jóvenes de acuerdo a la manera que los magos
contaban la edad, adornados con túnicas grises de seda con
diminutas esmeraldas engastadas en la forma de hojas de hierba.
La Dama Greengrass era considerada un voto clave indefinido en el
Wizengamot, su propia madre se había retirado de la posición con
sorprendente velocidad. Su encantador esposo, aunque su familia
no era noble o rica en sí misma, había recibido una posición en el
Consejo Escolar.

A su derecha, una bruja vieja e increíblemente ruda de mandíbula


cuadra, quien había sacudido las manos del Sr. y la Sra. Davis sin la
más mínima nota de condescendencia. Esta era Amelia Bones,
Directora del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica.

A la derecha de Amelia había una mujer señorial que había puesto


al sentido de la moda de la Bretaña mágica a hablar en su oreja al
integrar un buitre vivo en su sombrero, era Augusta Longbottom.
Aunque no era llamada Dama, la Señora Longbottom ejercía los
derechos plenos de la familia Longbottom hasta que el último
heredero alcanzara la mayoría de edad, y ella era considerada una
figura prominente en la facción minoritaria del Wizengamot.

Al lado de la Señora Longbottom estaba sentado nadie más que el


Gran Hechicero Jefe de Magos el Director Albus Percival Wulfric
Brian Dumbledore, legendario vencedor de Grindelwald, protector de
Bretaña, re-descubridor de los fantásticos doce usos de la sangre de
dragón, el mago más poderoso en el mundo.

Y finalmente, en el lado derecho más lejano, se encontraba el


enigmático Profesor de Defensa de Hogwarts, Quirinus Quirrell,
quien estaba recostado en la silla amoblada como si estuviera
descansando; pareciendo entera y naturalmente en paz entre la rara
compañía de un quórum de votación del Consejo Escolar de
Hogwarts, que había caído en este lindo Sábado para descubrir qué
Condenados Diantres había estado sucediendo en Hogwarts en
general y con Draco Malfoy, Theodore Nott, Daphne Greengrass,
Susan Bones, y Neville Longbottom en particular. El nombre de
Harry Potter también había sido bastante discutido.

Oh, y no debía olvidarse a Tracey Davis, por supuesto. Las cejas de


la Directora Bones se habían alzado con algo de interés tras
escuchar que la joven pareja fue introducida como sus padres. El
Señor Jugson les había otorgado una breve, incrédula mirada antes
de hacerlos a un lado con un bufido. Lucius Malfoy los saludó con
educación, su sonrisa conteniendo una nota de siniestra diversión
con una mezcla de lástima.

El Sr. y la Sra. Davis, cuya última votación de importancia había sido


tocar sus varitas al nombre del Ministro Fudge, quienes tenían todos
sus trescientos Galeones guardados en su bóveda de Gringotts, y
quienes respectivamente trabajaban vendiendo calderos en una
tienda de Pociones y encantando Omniculares, estaban presionados
fuertemente entre sí, sentándose rígidamente erectos sobre sus
mullidas sillas, y de manera desesperada deseando estar vistiendo
túnicas más decentes.

El cielo sobre ellos era una sólida masa de nubes dispersas entre
grises más oscuros y claros, siniestro con la promesa de tormentas
futuras; aunque ningún rayo parpadeaba todavía, ningún retumbo de
trueno distante había hecho eco; y solamente unas pocas gotas
amenazantes habían caído.

Hacia su designado lugar de origen en un cierto bosque, el


Regimiento Rayo de Sol marchó, aunque era más como una
caminata lenta; no querían cansarse antes de que la batalla ni
siquiera hubiera comenzado, y las brisas de Abril eran
molestamente húmedas, y a pesar de ello frías. Adelante de ellos,
una llama amarilla flotaba lentamente a través del aire, que los iba
guiando de acuerdo a su ritmo.

Susan Bones siguió arrojando miradas de preocupación hacia la


General Rayo de Sol mientras marchaban a través del bosque
iluminado de gris. El que el Profesor Snape fuera tras Hermione
parecía haberla sacudido realmente. Hermione incluso se había
perdido su Encuentro de Planeación Oficial del Regimiento Rayo de
Sol, lo que parecía bastante comprensible; sin embargo cuando
Susan le había ofrecido simpatía después de eso, Hermione había
balbuceado que había perdido la noción del tiempo, lo que no era
una cosa usual dicha por ella, y la chica se veía exhausta y
temerosa como si hubiera pasado tres días encerrada en un inodoro
con un Dementor. Incluso ahora, cuando todo el enfoque de la
General Rayo de Sol tendría que haber estado sobre la inminente
batalla, la vista de la chica de Ravenclaw estaba girando
constantemente hacia todas las direcciones, como si estuviera
esperando Magos Oscuros a punto de saltar desde los arbustos
para sacrificarla.

"La prohibición en artefactos Muggle reduce mucho nuestras


opciones," Anthony Goldstein estaba hablando con el tono austero
que solía usar para denotar pesimismo deliberado. "Tenía la idea de
intentar Transformar redes para arrojar sobre los otros, pero -"

"No estaría bien," intervino Ernie Macmillan. El chico de Hufflepuff


sacudió su cabeza, mostrándose incluso más serio que Anthony. "O
sea, es igual que arrojar un maleficio, ellos sólo lo tendrían que
esquivar ."

Anthony asintió. "Eso es lo que imaginé, también. ¿Tienes alguna


idea, Seamus?"

El previamente Teniente Caótico seguía viéndose algo nervioso y


fuera de lugar, marchando junto con sus nuevos camaradas del
Regimiento Rayo de Sol. "Lo siento," reconoció el hace poco
nombrado Capitán Finnigan. "Soy más del tipo de maestro
estratégico."

" Yo soy del tipo de maestro estratégico," alegó Ron Weasley,


sonando resentido.

"Hay tres ejércitos," la General Rayo de Sol regañó con acerbo, "lo
que significa que combatimos dos ejércitos al mismo tiempo, lo que
significa que necesitamos más de un estratega, ¡lo que significa
cállate, Ron!"

Ron le dio a su General una sorprendida y preocupada mirada.


"Oye," el chico de Gryffindor dijo en tono calmado, "no deberías
permitir que Snape te perturbe tanto -"

"¿Qué crees tú que debemos hacer, General?" Susan acusó


rápidamente y en voy muy alta. "o sea, realmente no tenemos un
plan para este punto." Su sección oficial de planificación había
fracasado extremadamente con Hermione ausente y tanto Ron y
Anthony pensando que estaban a cargo.

"¿Realmente necesitamos un plan?" la General Rayo de Sol replicó,


sonando un poco distraída. "Te tenemos a ti y yo y Lavender y
Parvati y Hannah y Daphne y Ron y Ernie y Anthony y al Capitán
Finnigan."

"Eso -" empezó Anthony.

"Suena como una estrategia bastante buena," Ron declaró con un


asentimiento aprobador. "Tenemos tantos soldados fuertes ahora
como ambos ejércitos combinados. A Caos nada más le quedan
Potter y Longbottom y Nott - bueno, y Zabini también, supongo -"

"Y Tracey," añadió Hermione.

Varias personas tragaron saliva nerviosamente.

"Oh, paren ya," Susan argumentó de manera afilada. "Ella no es


más que una miembro de S.P.I.B.H. endurecida en batalla, eso es
todo a lo que la General Rayo de Sol se refiere."

"Aún así," Ernie insistió, girando para observar seriamente a Susan,


"creo que es mejor si haces parte de cual sea el grupo que
confronte a Caos, Capitán Bones. Sé que no puede usar sus dobles
poderes mágicos excepto cuando hay inocentes en peligros, sin
embargo - nada más en caso de que la Señorita Davis sí, ya sabes,
se salga de control e intente comer el alma de alguien -"

"La puedo manejar," Susan afirmó, manteniendo su voz tranquila.


Era de admitir, que Susan no había sido reemplazada por una
Metamorfomaga en el momento, pero claro Tracey probablemente
no era Dumbledore con Poción Multijugos o algo por el estilo.

El Capitán Finnigan entonó con una profunda, vibrante voz,


"Encuentro tu falta de escepticismo perturbadora." Levantó su mano
con su pulgar y dedo índice casi tocándose, apuntando hacia Ernie.

Por alguna razón Anthony Goldstein tuvo un repentino ataque de


tos. "¿Qué se supone que significa eso?" inquirió Ernie.

"No es más que algo que el General Potter recita de vez en


cuando," explicó el Capitán Finnigan. "Gracioso, cuando entras por
primera vez a la Legión Caos todo parece loco, y tras un par de
meses te das cuenta que de hecho todos los que no están en la
Legión Caos son los locos -"

"Yo dije," Ron bramó, "que suena como una buena estrategia. No
Transformamos nada, no nos agotamos, lidiamos con cualquier cosa
que nos arrojen, y luego simplemente los sobrepasamos."

"De acuerdo," acordó Hermione. "Hagamos eso."

"Pero -" protestó Anthony, disparando con los ojos a Ron. "Pero
General, Harry Potter tiene dieciséis personas en su ejército. Tanto
Dragón como nosotros tenemos veintiocho cada uno. Harry sabe
eso, él sabe que se le tiene que ocurrir algo increíble -"

"¿Cómo qué?" demandó Hermione, sonando estresada. "Si no


sabemos lo que está planeando, bien podríamos guardar nuestra
magia para hacer Finites masivos . ¡Como tendríamos que haber
hecho la última vez!"

Susan tocó a Hermione gentilmente en el hombro. "¿General


Granger?" habló Susan. "Creo que deberías tomar un descanso
antes de la batalla."

Había estado esperando que Hermione discutiera, sin embargo


Hermione nada más asintió y luego caminó un poco más rápido,
alejándose del Grupo Oficial de Oficiales del Regimiento Rayo de
Sol, sus ojos todavía observando el bosque, y a veces el cielo.

Susan la siguió. No sería bueno, que se viera como si la General


Rayo de Sol hubiera sido exiliada de su propio Grupo Oficial de
Oficiales.

"¿Hermione?" Susan preguntó suavemente, tras haber caminado


por un rato. "Tienes que enfocarte. El Profesor Quirrell es quien está
a cargo aquí, no Snape, y él no permitirá que nada malo te pase a ti
o a cualquiera."

"No estás ayudando," Hermione anunció, sonando temblorosa. "No


estás ayudando para nada, Capitán Bones."

Las dos caminaron con mayor velocidad, circulando alrededor de


algunos soldados, inspeccionando el perímetro de marcha y
echando miradas a los árboles circundantes.

"¿Susan?" Hermione dijo con reducida voz, cuando se alejaron aún


más de los demás. "¿Crees que Daphne tiene la razón sobre Draco
Malfoy planeando algo?"

"Sí," Susan afirmó en el acto, sin tan siquiera pensarlo. "Puedes


tener la certeza, porque su nombre empieza con las letras M-A-L."

Hermione miró alrededor, como para asegurarse que nadie las


estaba vigilando, aunque por supuesto esa era una maravillosa
manera de lograr que otras personas te prestaran atención.
"¿Podría Malfoy haber estado detrás de lo que hizo Snape?"

"Snape podría estar detrás de Malfoy," Susan propuso pensativa,


recordando las conversaciones en la mesa de la cena de su Tía, "o
Lucius Malfoy podría estar detrás de ambos." Un ligero escalofrío
descendió por la espina dorsal de Susan al llegarle un nuevo
pensamiento. De repente, recomendar a Hermione que nada más se
enfocara en la inminente batalla parecía ser menos razonable. "Por
qué, ¿encontraste alguna pista sobre eso?"
Hermione sacudió su cabeza. "No," respondió la chica de
Ravenclaw, con una voz que sonaba como si estuviera a punto de
llorar. "Yo nada más - estaba pensando sobre eso por mí misma -
eso es todo."

En su lugar designado en un bosque cercano de Hogwarts, el


General Dragón y los guerreros del Ejército Dragón esperaban
donde su flama roja los había llevado, bajo los cielos grises.

Al lado derecho de Draco estaba Padma Patil de pie, su segunda al


mando, quien una vez había liderado a todo el Ejército Dragón tras
sufrir Draco una paralización. A espaldas de Draco estaba Vincent,
el hijo de Crabbe, una familia que había servido a los Malfoys hasta
la distancia de las memorias olvidadas; el musculoso chico estaba
tan vigilante como siempre, sin importar si la batalla había sido
declarada o no. Más allá, Gregory de los Goyles estaba esperando
al lado de una de las dos escobas otorgadas al Ejército Dragón;
aunque los Goyles no habían servido a los Malfoys tanto tiempo
como los Crabbes, habían servido igual de bien.

Y al lado izquierdo de Draco, ahora, estaba Dean Thomas de


Gryffindor, un sangre sucia o posiblemente un media sangre que no
sabía nada de su padre.

Enviar a Dean Thomas al Ejército Dragón había sido un movimiento


bastante deliberado de parte de Harry, Draco tenía la certeza. Otros
tres Caoticos también habían sido transferidos al Ejército Dragón, y
todos estaban observando a Draco como halcones para ver si le
ofrecía al otrora Teniente el más mínimo de los insultos.

Alguien podría haberlo llamado sabotaje, sin embargo Draco lo


conocía mejor. Harry también había enviado al Teniente Finnigan
para el Regimiento Rayo de Sol, aún cuando el mandato del
Profesor Quirrell únicamente requería que Harry cediera un
Teniente. Eso también había sido un movimiento deliberado,
poniendo de manifiesto para todos que Harry no estaba desechando
a sus soldados menos favoritos.

En un sentido, podría haber sido más fácil para Draco ganar las
verdaderas lealtades de sus nuevos soldados si ellos hubieran
creído que Harry no los quería. En otro sentido… bueno, no era fácil
ponerlo en palabras. Harry le había entregado buenos soldados con
el orgullo intacto, pero era más que eso. Harry había mostrado
bondad hacia sus soldados, pero era más que eso . No se trataba
nada más de Harry jugando justo, era algo que… que no podías
evitar contrastar con la forma en que el juego era jugado en la Casa
de Slytherin.

Por lo que Draco no le había ofrecido ni el más mínimo insulto al Sr.


Thomas, sino que lo trajo a su lado, subordinado únicamente al
propio Draco y a Padma. Era una prueba, Draco le había explicado
al Sr. Thomas y a todos, no una promoción. El Sr. Thomas tendría
que mostrarse digno de tener un rango dentro del Ejército Dragón -
aunque se le daría una oportunidad, y la oportunidad sería justa. El
Sr. Thomas se había mostrado sorprendido ante la ceremonia (la
Legión Caos, por lo que había escuchado Draco, no se basaba en la
formalidad) sin embargo el chico de Gryffindor se había enderezado
un poco, y asintió.

Y luego, después de que el Sr. Thomas lo hizo lo suficientemente


bien en las sesiones de entrenamiento del Ejército Dragón, había
sido llevado a la sesión de estrategia en la enorme oficina del
Ejército Dragón. Y unos pocos minutos después de iniciada la
sesión, Padma había preguntado - como si fuera una cuestión
perfectamente normal - si el Sr. Thomas tenía cualquier idea sobre
cómo derrotar a la Legión Caos.

El chico de Gryffindor había expuesto de manera animada que Harry


había predicho que el General Malfoy haría que alguno de sus
soldados le hiciera esa pregunta, y que Harry le había entregado el
mensaje de que el General Malfoy debía cuestionarse a sí mismo al
respecto sobre dónde yacían sus ventajas relativas - sobre lo que
Draco Malfoy podía hacer, o lo que el Ejército Dragón podía hacer,
que la Legión Caos no podía igualar - y luego intentar explotar toda
la valía de eso. A Dean Thomas no se le ocurría cuál ventaja podría
ser esa, pero si tenía alguna idea para vencer a Caos, las iba a
compartir. Harry se lo había ordenado, después de todo.

Suspiro, Draco había pensado, ya que no podía suspirar en voz alta.


Sin embargo era un buen consejo, y Draco lo había seguido,
sentándose en el escritorio de su dormitorio con pluma y pergamino
listando todo lo que podría ser una ventaja relativa.

Y, casi para la propia sorpresa de Draco, había tenido una idea, una
verdadera. De hecho había tenido dos.

El hueco sonido de la campana sonó a través del bosque, de alguna


manera sonando más ominosa que nunca antes. Al instante, los dos
pilotos gritaron "¡Arriba! " y saltaron hacia sus escobas, dirigiéndose
hacia el cielo gris.

El Sr. y la Sra. Davis se habían recostado ligeramente entre sí, más


por el cansancio que por la disminución de la tensión. Ante ellos, el
vasto pergamino en blanco parpadeó con tres grandes ventanas,
como si se hubieran perforado hoyos a través del bosque,
mostrando tres ejércitos en la marcha. Ventanas más pequeñas
mostraban a los seis jinetes sobre sus escobas, y la esquina del
pergamino enseñaba una vista del bosque entero, con puntos
resplandecientes para indicar ejércitos y exploradores.

La ventana de Rayo de Sol mostraba a la General Granger y sus


Capitanes marchando en el centro del Regimiento Rayo de Sol,
protegido por barreras de Contego junto con un número de otras
jóvenes brujas. El Regimiento Rayo de Sol, el Profesor de Defensa
había remarcado, sabía bien que ahora había adquirido una fuerte
ventaja con los soldados experimentados, y quería proteger a esos
soldados de un ataque sorpresa. Además de eso, los Soldados
Rayo de Sol estaban moviéndose con una marcha regular,
conservando así su fortaleza.
Los soldados en el ejército del General Malfoy, al menos aquellos
con resultados altos en clase de Transformación, estaban
levantando hojas y las iban Transformando en… bueno, si veías a
Padma Patil, quien casi había terminado con la suya, se veía como
una hoja que se convertía en un guante para la mano izquierda que
portaba una correa colgante y un candado. (La ventana se había
acercado para mostrar esto.)

Lord Jugson estaba observando la pantalla con expresión llana; su


voz, cuando habló, pareció exudar y escurrir desdén. "¿Qué está
haciendo tu hijo, Lucius?"

La bruja nacida en tierras extranjeras que estaba al lado derecho de


Draco Malfoy había acabado de Transformar su guante, y ahora lo
estaba trayendo ante el General Dragón como un sacrificio.

"No lo sé," contestó Lucius Malfoy, su tono aunque calmado seguía


siendo aristocrático, "sin embargo debo confiar que él tiene una
buena razón para hacerlo."

Todo el Ejército Dragón se detuvo por un momento mientras Padma


deslizó el guante sobre su mano izquierda, lo amarro
ajustadamente, y lo presentó ante Draco Malfoy; quien también se
quedó quieto, respiró profundamente varias veces, alzó su varita,
ejecutó un preciso conjunto de ocho movimientos y gritó
"¡Colloportus! "

La Guerrera Dragón levantó su mano enguantada, la hizo flexionar,


y se arrodilló ligeramente hacia Draco Malfoy, quien retornó una
inclinación más superficial, aunque el General Dragón estaba
tambaleándose ligeramente. Padma luego regresó a su lugar al lado
de Draco, y los Dragones empezaron a marchar otra vez.

"Bueno," remarcó Augusta Longbottom. "¿Supongo que alguien me


podría explicar?" Amelia Bones estaba frunciendo el ceño
ligeramente al contemplar fijamente la pantalla.
"Por una razón u otra," explicó la divertida voz del Profesor Quirrell,
"parece que el heredero de Malfoy es capaz de lanzar magia
increíblemente fuerte para un estudiante de primer año. Debido a la
pureza de su sangre, por supuesto. Ciertamente el buen Señor
Malfoy no habría burlado las leyes mágicas para los menores de
edad al dar a su hijo una varita antes de su ingreso a Hogwarts."

"Le sugiero que sea más cuidadoso en sus implicaciones, Quirrell,"


Lucius Malfoy declaró fríamente.

"Oh, lo soy," el Profesor Quirrell replicó. "Un Colloportus no puede


ser deshecho por un Finite Incantatem; requiere un Alohomora de
igual fuerza. Hasta entonces, un guante Encantado resistirá fuerzas
materiales menores, repelerá el Maleficio de Sueño y el Maleficio
Paralizador. Y puesto que ni el Sr. Potter ni la Señorita Granger
pueden invocar un contra-hechizo lo suficientemente poderoso, ese
Encantamiento es invencible sobre este campo de batalla. No es la
intención original del Encantamiento, ni la intención de quien fuera
que le enseñó al Sr. Malfoy un hechizo de emergencia para escapar
de sus enemigos. Aunque parece que el Sr. Malfoy ha estado
aprendiendo creatividad."

Lucius Malfoy se había enderezado mientras hablaba el Profesor de


Defensa; sentado erecto sobre su mullida silla, su cabeza se
levantaba más alta que antes,y cuando habló fue con bastante
orgullo. "Será el más grande Señor Malfoy que haya llegado a existir
hasta ahora."

"Que débil alabanza," Augusta Longbottom habló por lo bajo; Amelia


Bones se rió entre dientes, al igual que el Sr. Davis durante una
diminuta, fatal fracción de segundo antes de pararse a sí mismo
cerrando su garganta.

"Debo estar de acuerdo," reconoció el Profesor Quirrell, aunque no


estaba claro de con quién estaba hablando. "Infortunadamente para
el Sr. Malfoy, aún sigue siendo nuevo en el arte de la creatividad, y
por eso ha cometido un error clásico de un Ravenclaw."
"¿Y cuál podría ser ese error?" inquirió Lucius Malfoy, su voz
convertida en hielo una vez más.

El Profesor Quirrell se había recostado de nuevo sobre su asiento,


los pálidos ojos azules sin enfocarse por un momento mientras las
ventanas iban cambiando al punto de vista en la pantalla más
grande, acercándose para mostrar el sudor sobre la frente de Draco
Malfoy. "Es una idea tan bella que el Sr. Malfoy ha pasado por alto
sus dificultades pragmáticas."

"¿Le importaría a alguien explicarme eso?" preguntó la Dama


Greengrass. "No todos los aquí presentes somos expertos en
tales… asuntos."

Amelia Bones habló, la voz de la anciana bruja sonaba algo seca.


"Los va a tentar a atrapar maleficios que sería más sabio y simple
esquivar. Aún más, si tienen poca práctica atrapando con ellos. Y el
lanzar tantos Encantamientos va a agotar a su luchador más fuerte."

El Profesor Quirrell le dio a la Directora del DALM un medio cabeceo


de consentimiento. "Como usted dice, Madam Bones. el Sr. Malfoy
es nuevo en este negocio de tener ideas, por lo que cuando tiene
una, se vuelve orgullo de sí mismo por tenerla. Aún no ha tenido
suficientes ideas para descartar sin vacilar las que son bellas en
algunos aspectos e impracticables en otros; aún no ha adquirido
confianza en su propia habilidad para pensar mejores ideas cuando
las necesite. Lo que estamos viendo aquí no es la mejor idea del Sr.
Malfoy, me temo, sino su única idea."

El Señor Malfoy simplemente se giró a observar las pantallas


nuevamente, como si el Profesor de Defensa hubiera gastado su
derecho a existir.

"Pero -" dijo el Señor Greengrass. "Pero en el nombre de Merlín qué


está haciendo Harry Potter -"


Dieciséis soldados que le quedaban a la Legión Caos - o quince
más Blaise Zabini, era mejor decir - marcharon con confianza a
través del bosque, sus zapatos golpeando con fuerza la tierra
todavía seca. Sus uniformes de camuflaje se iban confundiendo con
el bosque aún más de lo usual, todos los colores se habían
blanqueado por los tintes de un día nublado.

Dieciséis Caos Legionarios, contra veintiocho Guerreros Dragones y


veintiocho Soldados de Rayo de Sol.

El consenso común había sido que, con una desventaja tan grande,
perder era prácticamente imposible para ellos. Después de todo, el
General Caos estaba obligado a inventar algo realmente
espectacular, al enfrentar una desventaja como esa.

Había algo casi de pesadilla sobre cómo todos parecían esperar que
Harry fuera extrayendo milagros de su sombrero, en demanda, cada
vez que uno era necesario. Significaba que si no podías hacer lo
imposible, estabas decepcionando a tus amigos y fracasando en
alcanzar tu potencial…

Harry ni se había molestado en quejarse con el Profesor Quirrell


sobre 'demasiada presión'. El modelo mental que Harry tenía del
Profesor de Defensa había predicho que se mostraría severamente
molesto, afirmando cosas más o menos como Usted es
perfectamente capaz de resolver este problema, Sr. Potter; ¿tan
siquiera lo intentó? y luego le quitaría varios cientos de puntos
Quirrell.

Desde arriba, dónde dos escobas vigilaban su marcha, la aguda voz


de Tess Walsh gritó "¡Amigo!" y un momento después, "¡Galleta de
Jengibre!"

Varios segundos después, la soldado que se había nombrado a sí


misma Galleta de Jengibre regresó cargando un doble puñado de
bellotas, sudando ligeramente en el frío pero húmedo aire por causa
del trote que la había llevado hacia el árbol de roble que Neville
había observado. Galleta de Jengibre se aproximó hacia donde
Shannon estaba sosteniendo una camisa uniforme con el cuello
desamarrado, en vez de tener a cualquiera Transformando una
bolsa. Cuando Galleta de Jengibre adelantó sus manos para intentar
botar sus bellotas dentro de la camisa receptora, Caótica Shannon,
riendo, movió la camiseta la derecha, luego a la izquierda cuenta
Galleta de Jengibre intentó de nuevo dejar caer las bellotas, hasta
que un agudo "¡Señorita Friedman!" de parte del Teniente Nott
causó que Shannon suspirara y sostuviera la camisa con firmeza.
Galleta de Jengibre dejó caer sus bellotas adentro, y luego salió a
buscar más.

En algún lugar del fondo, Ellie Knight estaba cantando su propia


versión de la canción de marcha de la Legión Caos, y alrededor de
la otra mitad de soldados estaban intentando seguirla a pesar de no
conocer el tono por adelantado. Cerca, Nita Berdine, quien tenía una
puntuación alta en Transformación, terminó de crear otro par de
gafas verdes para el sol, y las entregó a Adam Beringer, quien plegó
las gafas de sol antes de introducirlas en el bolsillo de su uniforme.
Otros soldados ya estaban usando sus propias gafas verdes para el
sol, a pesar del cielo nublado.

Podrías suponer que había algún tipo de complicada y fascinante


explicación detrás de esto, y habrías estado en lo correcto.

Dos días atrás Harry había estado sentado en medio de sus


estanterías sobre la cómoda silla mecedora que había obtenido para
el fondo de su baúl, reflexionando en silencio en el espacio entre las
clases y la cena, pensando sobre el poder.

Para que dieciséis Caóticos pudieran derrotar a veintiocho Soleados


y veintiocho Dragones iban a necesitar un amplificador de fuerza.
Había límites a lo que podías hacer con maniobras. Tenía que haber
un arma secreta y tenía que ser invencible, o al menos
moderadamente imparable.

Los artefactos Muggle ahora eran ilegales en las batallas simuladas


de Hogwarts, prohibidas por edicto del Ministerio. Y el problema con
encontrar algún hechizo inusual e ingenioso era que un ejército con
el doble del tamaño de la tuya podía usar un Finite a lo bruto para
acabar con cualquier cosa que intentaras. El Regimiento Rayo de
Sol podría no haber caído en cuenta de esa táctica con la cota de
malla Transformada, sin embargo nadie iba dejar de intentarlo ahora
que el Profesor Quirrell lo había señalado. Y Finite Incantatem era
un contra-hechizo de fuerza bruta que requería al menos tanta
magia como el hechizo que estaba siendo cancelado… lo que, si
estabas superado en número excesivamente, lo volvía un reto militar
que estaba un nivel más allá. El enemigo podía hacer Finite a
cualquier cosa que intentaras, y aún tener suficiente magia de sobra
como para los escudos y descargas masivas de Maleficios de
Sueño.

A menos que, de algún modo, pudieran invocar potencias más allá


de la fuerza ordinaria de un estudiante de Hogwarts de primer año,
algo demasiado poderoso para que el enemigo pudiera usar Finite .

Por lo que Harry le había preguntado a Neville si alguna vez había


escuchado sobre algún pequeño, seguro ritual de sacrificio -

Y luego, después de que los gritos y aullidos hubieron mermado,


tras Harry haber renunciado a intentar discutir sobre Juramentos
Inquebrantables y nada más rendirse con todo ese asunto a causa
de su imagen pública, Harry se había dado cuenta de que ni siquiera
necesitaba llegar hasta allá. En las clases ordinarias de Hogwarts ya
te enseñaban a invocar potencias más allá de tu propia fuerza.

Algunas veces, incluso cuando estabas mirando directamente a


algo, no te dabas cuenta de qué estabas observando hasta que
llegas a realizar la pregunta correcta.

Defensa. Encantamientos. Transformación. Pociones. Historia de la


Magia. Astronomía. Vuelo de Escoba. Herbología…

"¡Enemigo! " chilló la voz desde arriba.


Fue algo bueno que Neville Longbottom no tuviera ni la más mínima
idea que su abuela lo estaba observando; o habría estado más
consciente sobre soltar alaridos y gritos de batalla con toda la fuerza
de sus pulmones mientras lanzaba Luminos cada tres segundos al
tiempo que volaba a toda prisa a través de los árboles en el denso
bosque, pisando los talones de Gregory Goyle.

("Pero -" Augusta Longbottom dijo, su expresión mostrando casi


tanta sorpresa como preocupación. "¡Pero Neville le tiene miedo a
las alturas!")

("No todos los miedos son eternos," explicó Amelia Bones. La vieja
bruja estaba favoreciendo la gran pantalla verde ante ella con una
mirada reflexiva. "O quizá halla encontrado el coraje. Es
prácticamente lo mismo, al final de cuentas.")

Un centelleo rojo -

Neville esquivó, aunque casi se estrelló contra un árbol sí logró


esquivar; y luego Neville se las arregló de alguna manera para
esquivar casi todas las ramas antes de que lo golpearan en el
rostro.

Ahora la escoba del Sr. Goyle se estaba alejando más y más lejos -
incluso cuando los dos estaban montando exactamente la misma
escoba y el Sr. Goyle pesaba más, de alguna manera Neville seguía
quedándose atrás. Por lo que Neville mermó la velocidad,
retrocedió, giró en ángulo para salir del bosque y empezó a acelerar
de vuelta hacia donde la Legión Caos seguía marchando.

Veinte segundos después - no había sido una persecución larga,


solamente una excitante - Neville estaba de regreso entre sus
compañeros Caóticos, y desmontó su escoba para caminar por el
suelo un poco.

"Neville -" llamó el General Potter. La voz de Harry era un poco


distante, pues caminaba cuidadosa y firmemente a través del
bosque, su varita aún aplicada sobre la casi finalizada Forma del
objeto que estaba Transformando lentamente. A su lado, Blaise
Zabini, trabajaba en una versión más pequeña de la misma
Transformación, viéndose como un tembloroso Inferi pues tropezaba
al avanzar. "Te dije - Neville - no tienes porque -"

"Sí, tengo que hacerlo," cortó Neville. Bajó la mirada hacia donde
sus dedos habían sujetado la escoba, y vio que además de sus
manos, sus brazos también estaban temblando. Sin embargo a
menos que alguien más dentro de Caos hubiera estado practicando
duelo durante una hora al día con el Sr. Diggory, y luego practicara
su puntería a solas durante una hora más, Neville era
probablemente la mejor opción sobre una escoba incluso teniendo
en cuenta que él no era un buen volador.

"Buena demostración, Neville," Theodore felicitó desde la delantera


en que se encontraba, liderando a la Legión del Caos a través del
bosque.

(Augusta Longbottom y Charles Nott intercambiaron breves miradas


de asombro y luego desviaron sus ojos a otro lado como si los
hubiera picado un insecto.)

Neville respiró profundamente un par de ocasiones, intentando


controlar sus manos, intentando pensar; Harry podría no ser tan
bueno para pensamiento estratégico profundo cuando estaba en el
medio de una Transformación Extendida. "Teniente Nott, ¿tiene
alguna idea de por qué el Ejército Dragón hizo eso? Perdieron una
escoba -" Los Dragones habían iniciado el combate con una finta
para proveer una distracción para el acercamiento del Sr. Goyle a
través del bosque; Neville no se había dado cuenta de que había
dos escobas atacando hasta que fue demasiado tarde. Pero la
Legión Caos había derribado al otro piloto. Por eso era que
usualmente las escobas no atacaban antes de la confrontación de
los ejércitos, significaba que todo un ejército concentraría sus
disparos contra las escobas. "Y los Dragones ni siquiera eliminaron
a nadie, ¿o sí?"
"¡No!" Exclamó Tracey Davis en voz alta. Ahora ella también estaba
marchando al lado del General Potter, su varita sujeta por lo bajo y
sus ojos vigilantes escaneaban los alrededores del bosque. "Arrojé
una Esfera Prismática como medio segundo antes que el maleficio
del Sr. Goyle le diera a Zabini, y por el modo en que el Sr. Goyle
tenía su otro brazo estirado creo que también planeaba derribar al
General." La bruja de Slytherin sonrió con viciosa confianza. "El Sr.
Goyle intentó un Maleficio Perforador, ¡sin embargo aprendió para
su desconsuelo que su débil magia no era rival para mis nuevos
poderes oscuros, jajajaja!"

Algunos Caoticos se rieron con ella, aunque una sensación de


mareo empezó dentro del estómago de Neville al darse cuenta de lo
cerca que la Legión Caos había estado del completo desastre. Si el
Sr. Goyle se las hubiera arreglado para interrumpir ambas
Transformaciones -

"¡Reporte!" espetó el General Dragón, haciendo lo mejor para


ocultar la fatiga que sentía tras haber invocado diecisiete
Encantamientos Candado, con más por venir.

Parches de sudor estaban empapando la frente de Gregory. "El


enemigo le dio a Dylan Vaughan," Gregory anunció formalmente.
"Harry Potter y Blaise Zabini estaban Transformando algo gris-
oscuro y redondeado, No creo que estuviera terminado pero se veía
como si fuera a ser grande y hueco, medio en forma de caldero. El
de Zabini era más pequeño que el de Potter. No pude derribar a
ninguno de los dos ni interrumpir sus Transformaciones, Tracey
Davis me bloqueó. Neville Longbottom estaba sobre una escoba y
aunque sigue siendo un terrible volador su puntería es realmente
buena."

Draco escuchó, frunció el ceño, y luego miró a Padma y Dean


Thomas, con ambos sacudiendo sus cabezas, indicando que
tampoco podían pensar en algo que pudiera ser grande y gris y en
forma de un caldero.
"¿Alguna otra cosa?" inquirió Draco. Si eso había sido todo, habían
perdido una escoba para nada -

"La única otra cosa rara que observé," Gregory añadió, sonando
confundido, "fue que algunos Caóticos estaban usando… ¿algún
tipo de gafas de protección?"

Draco pensó al respecto, sin notar que había dejado de marchar o


que todo el Ejército Dragón se había detenido automáticamente
junto con él.

"¿Había algo especial sobre esos lentes?" Draco preguntó.

"Pues…" Gregory dudó. "Eran… ¿verdosos, quizá?"

"De acuerdo," sentenció Draco. De nuevo y sin pensar, empezó a


caminar una vez más y sus Dragones lo siguieron. "Aquí está
nuestra nueva estrategia. Apenas vamos a enviar a once Dragones
contra la Legión Caos, no catorce. Eso debería ser suficiente para
derrotarlos, ahora que podemos neutralizar su ventaja especial."
Aunque era una apuesta, a veces no tenías otra opción más que
apostar, si querías quedar de primero en una batalla de tres frentes.

"¿Descubriste el plan de Caos, General Malfoy?" cuestionó el Sr.


Thomas con considerable sorpresa.

"¿Qué están haciendo?" dijo Padma.

"No tengo ni la más mínima idea," contestó Draco, con una de sus
muecas más refinadas y presuntuosas. "Simplemente haremos la
cosa obvia."

Harry, habiendo terminado su caldero, estaba añadiendo


cuidadosamente las bellotas mientras los exploradores buscaban
una fuente cercana de agua que pudiera ser usada como un liquido
base. Antes se habían topado con frecuentes sumideros y
riachuelos miniaturas en el bosque, por lo que no deberían necesitar
demasiado tiempo. Otro explorador había traído un palo que les
serviría como atizador, para que Harry no tuviera que Transformar
uno.

A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te


dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías
exactamente la pregunta correcta…

¿Cómo puedo invocar poderes mágicos que deberían estar más allá
del alcance de un estudiante de primer año?

Había una fábula que el Maestro de Pociones les relató (con


muchas burlas y risas para hacer que quedara claro que era una
estupidez y no algo tierno o romántico) sobre una bruja de segundo
año en Beauxbatons quien había robado unos ingredientes
extremadamente restringidos y costosos, e intentó fabricar una
Poción Multijugos para tomar prestada la forma de otra chica para
propósitos que era mejor dejar sin mencionar. Sólo que ella se las
arregló para contaminar la poción con pelos de gato, y luego en vez
de buscar a un sanador de inmediato, la bruja se había escondido
en el baño, esperando que los efectos se le pasaran; y cuando
finalmente fue encontrada, había sido demasiado tarde para invertir
la transformación por completo, condenando a esa chica-gato a una
vida de desesperación como híbrido.

Harry no se había dado cuenta de lo que eso significaba hasta el


instante de pensar la pregunta correcta - la implicación de que un
joven mago o bruja podía hacer cosas con Fabricación de Pociones
a las que ni siquiera podían llegar cerca con Encantamientos. La
Poción Multijugos era una de las pociones conocidas más
potentes… sin embargo lo que hacía a la Poción Multijugos una
poción de nivel EXTASIS, aparentemente, no era la edad requerida
para que tuvieras suficiente poder mágico; era lo difícil que era
fermentar la poción con precisión y lo que sucedía si la arruinabas.

Nadie en alguno de los ejércitos había intentado fabricar pociones


hasta entonces. Pero el Profesor Quirrell te dejaría salir con la tuya
en casi cualquier cosa, si era algo que también podías hacer en una
guerra real. La trampa es una técnica, había discurrido el Profesor
de Defensa una vez. O aún mejor, trampa es lo que los perdedores
llaman a la técnica, y será recompensada con puntos Quirrell extra
cuando sea ejecutada de manera exitosa. En principio, no era traído
de los cabellos Transformar un par de calderos y fabricar pociones
de lo que estuviera a mano, si tenías suficiente tiempo antes de que
se encontraran los ejércitos.

Por lo que Harry había cogido su copia de Filtros y Pociones


Mágicas, y empezó a buscar por una opción segura y útil que
pudiera fabricar en los primeros minutos antes de que iniciara la
batalla - una poción que diera la victoria en batalla con demasiada
velocidad para evitar contra-hechizos, o producir efectos de hechizo
demasiado fuertes para que los de primer año pudieran usar Finite.

A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te


dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías
exactamente la pregunta correcta…

¿Qué poción podía ser fabricada usando solamente los


componentes reunidos de un bosque ordinario?

Cada receta en Filtros y Pociones Mágicas usaba al menos un


ingrediente de una planta o animal mágico. Lo que era infortunado,
porque todas las plantas mágicas y animales estaban en el Bosque
Prohibido, no en los bosques menores y más seguros donde las
batallas eran realizadas.

Alguien más podría haberse rendido para ese momento.

Harry había pasado las páginas de una receta a otra, rozando más y
más rápido con la incipiente conciencia, confirmando lo que ya
había leído y que ahora estaba viendo por primera vez.

Cada receta de Pociones parecía demandar al menos un


ingrediente mágico, ¿pero por qué debía eso ser verdad?
Los Encantamientos no requerían componentes materiales de
ningún tipo; nada más decías las palabras y agitabas tu varita. Harry
había estado pensando sobre la Fabricación de Pociones como
esencialmente análoga: En vez de las sílabas pronunciadas
activando un efecto de hechizo sin razón aparente, coleccionabas
un montón de ingredientes asquerosos y removidos cuatro veces en
la misma dirección que las agujas del reloj, y eso activaba
arbitrariamente un efecto de hechizo.

En cuyo caso, dado que la mayoría de pociones usaban


componentes ordinarios como púas de puercoespín o babosas
guisadas, esperarías ver algunas pociones usando únicamente
componentes ordinarios.

Sin embargo había resultado que cada receta en Filtros y Pociones


Mágicas demandaba al menos un componente de una planta o
animal mágico - un ingrediente como seda de Acromantula o pétalos
de una Venus de Fuego Atrapamoscas.

A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te


dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías
exactamente la pregunta correcta…

Si hacer una poción es como invocar un Encantamiento, ¿por qué


no me desmayo del cansancio tras fabricar un filtro tan poderoso
como una Poción para curar Forúnculos?

El viernes anterior, la doble clase de Pociones de Harry había


fermentado una Poción Para Curar Forúnculos… aunque incluso los
Encantamientos de sanación más triviales, si los intentaban lanzar
con varita y palabras, eran como mínimo hechizos de cuarto año. Y
después de eso, todos se habían sentido como usualmente se
sentían tras la clase de Pociones, o sea, no agotados mágicamente
de un modo observable.

Harry había cerrado su copia de Filtros y Pociones Mágicas de un


golpe, y corrió hacia la Sala Común de Ravenclaw. Harry había
hallado a un Ravenclaw de séptimo año haciendo su tarea de
pociones de nivel E.X.T.A.S.I.S. y le pagó al joven más grande que
él un Sickle para que le prestara Moste Potente Potions durante
cinco minutos; porque Harry no había querido correr todo el camino
hasta la biblioteca para encontrar confirmación.

Tras pasar las páginas y echar un vistazo a cinco recetas en el libro


de séptimo año, Harry había leído la sexta receta, para una poción
para respirar fuego, que requería huevos de Ashwinder… y el libro
hacía la advertencia de que el fuego resultante no podría ser más
caliente que el fuego mágico generado por el Ashwinder que había
puesto los huevos.

Harry había exclamado "¡Eureka! " justo en el medio de la Sala


Común de Ravenclaw, y había sido severamente regañado por un
prefecto cercano, quien creyó que el Sr. Potter estaba intentando
invocar un hechizo. Nadie en el mundo mágico conocía o le
importaba un antiguo Muggle llamado Archimedes, ni el
descubrimiento primitivo de que el agua desplazada de una bañera
sería igual al volumen del objeto que entrara en la bañera…

Leyes de la Conservación. Habían sido la profundidad crítica en más


descubrimientos Muggle de los que Harry podía contar a la ligera.
Con la tecnología Muggle no podías levantar una pluma un metro
por encima del suelo sin que requiriera poder de algún lado. Si veías
la lava fundida derramándose desde un volcán y te preguntabas de
dónde provenía el calor, un físico te hablaría sobre metales pesados
radioactivos en el centro del núcleo derretido de la Tierra. Si
cuestionamos de dónde provenía la energía para poder a la
radioactividad, el físico señalaría una era antes de que la Tierra se
hubiera formado, y una supernova primordial en los primeros días
de la galaxia que había cocinado núcleos atómicos más pesados
que el límite natural, la supernova comprimiendo protones y
neutrones dentro de un apretado paquete inestable que rebosaba
algo de la energía de la supernova cuando se partía. Una bombilla
era alimentada por la electricidad, alimentada a su vez por una
planta de poder nuclear, alimentada por una supernova… Podrías
hacer ese juego de regreso completo hasta el Big Bang.
La magia no parecía funcionar de ese modo, por decir lo menos. La
actitud de la magia hacia las leyes de la Conservación de Energía
estaba en un punto entre un gigantesco dedo corazón, y un
encogimiento de hombros de total indiferencia. Aguamenti creaba
agua de la nada, hasta donde todos sabían; no se sabía de un lago
donde el nivel del agua se viera reducido en cada ocasión. Ese era
un hechizo simple de quinto año, no considerado impresionante por
los magos, porque crear un mero vaso de agua no parecía
sorprendente para ellos. No tenían la loca noción de que la masa
debía ser conservada, o que crear un gramo de masa era de algún
modo equivalente a crear 90,000,000,000,000 joules de energía.
Había un hechizo de años superiores que Harry se había topado
cuya pronunciación literal era '¡Arresto Momentum!' y cuando Harry
había inquirido si el impulso se iba para algún otro lado nada más
había recibido una mirada de confusión. Harry había seguido
manteniendo un ojo abierto cada vez más desesperado por algún
tipo de principio de conservación en la magia, en cualquier lugar que
fuera…

… y todo el tiempo había estado justo en frente de él en cada clase


de Pociones. La Fabricación de Pociones no creaba magia,
preservaba la magia, por esa razón cada poción requería al menos
un ingrediente mágico. Y al seguir instrucciones como 'revolver
cuatro veces en sentido contrario a las agujas del reloj y una vez en
el sentido de las agujas del reloj' - Harry había hecho la hipótesis -
estabas haciendo algo como lanzar un pequeño hechizo que
reformaba la magia en los ingredientes. (Y desdoblar la forma física
para que los ingredientes como las púas de erizo se disolvieran
suavemente hasta ser un líquido bebible; Harry sospechaba
fuertemente que si un Muggle seguía la misma receta únicamente
iba a terminar con un desastre puntiagudo.) Eso era lo que
Fabricación de Pociones era realmente, el arte de transformar
esencias mágicas existentes. Por lo que quedabas un poco cansado
tras la clase de Pociones, aunque no demasiado, porque no estabas
dando poder a la poción por ti mismo, nada más estabas
reformando la magia que ya estaba dentro de ellas. Y por esa razón
una bruja de segundo año podía fabricar Poción Multijugos, o al
menos casi hacerlo.

Harry había seguido buscando a través de Moste Potente Potions,


buscando por algo que pudiera desacreditar su brillante y nueva
teoría. Tras cinco minutos le había tirado al chico mayor otro Sickle
(a causa de sus protestas) y siguió investigando.

La poción de fuerza de gigante requería que un Uro hubiera


pisoteado los Dugbogs aplastados que ibas a remover dentro de las
pociones. Era raro, Harry se dio cuenta tras un momento, porque los
Dugbogs aplastados no era fuertes en sí mismos, nada más eran…
muy, muy aplastados después de que el Uro había terminado con
ellos.

Otra receta decía 'tocar con bronce forjado', o sea, agarrar un Knut
con alicates para que pudieran rozar la superficie de la poción; y si
dejabas caer el Knut hasta el fondo, el libro advertía, la poción se
iba a súper-calentar instantáneamente y a hervir hasta derramar el
caldero.

Harry había contemplado las recetas y sus advertencias, formando


una segunda y aún más extraña hipótesis. Por supuesto que no
sería tan simple como que la Fabricación de Pociones usando el
potencial mágico imbuido en los ingredientes, al igual que los carros
Muggle alimentados por la combustión potencial de gasolina. La
Magia nunca sería tan sensata como eso…

Y luego Harry había ido con el Profesor Flitwick - porque no quería


acercarse al Profesor Snape por fuera del salón de clases - y Harry
le había explicado al Profesor Flitwick que quería inventar una
nueva poción, y sabía cuáles debían ser los ingredientes y qué
debía hacer la poción, sin embargo no conocía cómo deducir el
patrón requerido para revolver -

Después de que el Profesor Flitwick dejó de gritar a causa del horror


y de correr en pequeños círculos, y la Profesora McGonagall fue
llamada para la fiera interrogación que siguió para prometer a Harry
que en este caso era tanto aceptable como importante que él
revelara su teoría subyacente, había resultado que Harry no había
hecho un descubrimiento mágico original, sino que re-descubrió una
ley tan antigua que nadie sabía quién era el primero que la había
formulado:

Una poción usa lo que es invertido en la creación de sus


ingredientes.

El calor de las forjas de los duendes que había producido el bronce


del Knut, la fuerza del Uro que había aplastado los Dugbogs, el
fuego mágico que había engendrado el Ashwinder: todas esas
potencias pueden ser llamadas de nuevo, desbloqueadas, y
reestructuradas por el proceso estilo-hechizo de remover los
ingredientes en un patrón exacto.

(Desde el punto de vista de un Muggle nada más era raro, una


trastornada versión de la termodinámica inventada por alguien que
creyó que la vida debía ser justa . Desde el punto de vista de un
Muggle, el calor invertido en forjar el Knut no se había pasado al
bronce, el calor se había ido y disipado en el ambiente, volviéndose
permanentemente menos disponible. La energía era conservada, no
podía ser creada ni destruida; la entropía siempre se incrementa.
Pero los magos no pensaban de esa manera: desde su perspectiva,
si pones alguna cantidad de trabajo en hacer un Knut, lo razonable
era que pudieras extraer exactamente la misma cantidad de trabajo
de vuelta. Harry había intentado explicar por qué esto sonaba un
poco raro si habías sido criado por Muggles, y la Profesora
McGonagall había replicado divertida por qué la perspectiva Muggle
iba a ser mejor que la de los magos.)

El principio fundamental de la Fabricación de Pociones no tenía


nombre ni una frase exacta, ya que te podrías ver tentado a
escribirlo.

Y alguien que no fuera lo suficientemente sabio como para descubrir


el principio por sí mismo podría leerlo.
Y empezarían a tener toda clase de ideas brillantes para inventar
nuevas pociones.

Y luego se convertirían en chicas-gato.

Le habían dejado muy claro a Harry que no debía compartir este


descubrimiento particular con Neville, y Hermione. Harry había
intentado decir algo sobre que Hermione parecía estar desanimada
últimamente y que algo como esto podía ser el tipo de cosa que
podía animarla. La Profesora McGonagall había decretado
categóricamente que ni siquiera debería considerarlo, y el Profesor
Flitwick había alzado sus pequeñas manos e hizo un gesto de partir
una varita por la mitad.

Aunque los dos Profesores habían sido lo suficientemente amables


como para sugerir que si el Sr. Potter creía saber cuáles debían ser
los ingredientes de las pociones, podría ser capaz de hallar una
receta ya existente que hiciera la misma cosa; y el Profesor Flitwick
había mencionado varios volúmenes en la biblioteca de Hogwarts
que podrían ser útiles…

El vasto pergamino similar a una pantalla ahora sólo mostraba una


vista aérea del bosque, del cual apenas y podías determinar las
formas camufladas de los tres ejércitos, divididos en dos grupos
cada uno, convergiendo para combatir su batalla a tres frentes.

Las bancas del estadio de Quidditch ahora estaban llenándose


rápidamente con el tipo de espectador aburrido que únicamente
quería estar ahí para la batalla final y evitar todos los puntos
aburridos antes de eso. (Si había algo malo con las batallas de
Profesor Quirrell, era un acuerdo de todos, era que sus
espectáculos no duraban tanto como los partidos de Quidditch, una
vez que de hecho empezaban. Ante lo cual el Profesor Quirrell
había replicado solamente, Tal es el realismo, y así se había
quedado.)
Dentro de la enorme ventana - era una sola ventana ahora,
observando desde una gran altura - la vaga colección de pequeñas
figuras camufladas se fueron acercando.

Más cerca.

Casi tocándose -

El vasto y blanco pergamino-ventana mostró el primer toque de


batalla entre Rayo de Sol y Caos, una masa de niños gritando y
corriendo con caras felices sobre sus pechos, yendo hacia adelante
con escudos Contego levantados muy alto y otros aullando
"¡Somnium! " -

Hasta que uno de sus números chilló "¡Prismatis! " con voz
aterrorizada y la avanzada se detuvo repentinamente ante la
chispeante pared de fuerza que apareció en frente de ellos.

Tracey Davis había salido caminando de entre los árboles.

"Es correcto," saludó Tracey, su voz baja y siniestra al alzar su varita


hacia la barrera. "Deberían tenerme miedo. Pues yo soy Tracey
Davis, ¡la Dama Obscura! ¡Es Dama Obscura deletreada O-B-S-C-
U-R-A, con B!"

(Amelia Bones, Directora del Departamento de Aplicación de la Ley


Mágica, estaba enviando una mirada inquisitiva al Sr. y la Sra.
Davis, ambos mostrándose como si hubieran preferido morir ahí
mismo donde estaban.)

Tras la Barrera Prismática, se produjo alguna clase de discusión


susurrada entre los Soldados Rayo de Sol, una de las cuales
parecía estar siendo particularmente regañada por muchos otros.

Luego, un momento después, Tracey se tambaleó.

Susan Bones había salido al frente del contingente Rayo de Sol.


("Vaya," celebró Augusta Longbottom. "¿Qué supone usted que su
sobrina ha estado aprendiendo en Hogwarts?")

("No lo sé," Amelia Bones dijo con calma, "pero le enviaré una Rana
de Chocolate por búho e instrucciones para que aprenda más de
eso.")

La Barrera Prismática se desvaneció.

Los Soldados Rayo de Sol resumieron su avance.

Tracey exclamó, su voz tensa por el esfuerzo, "¡Inflammare! " y la


carga de los Rayo de Sol se tuvo que detener de golpe otra vez al
surgir una línea de fuego resplandeciente entre ellos y la hierba
medio seca, extendiéndose para seguir el camino que la varita de
Tracey había apuntado; un instante después Susan Bones gritó
"¡Finite Incantatem! " y las flamas se mermaron, brillaron más,
apagándose en el enfrentamiento de sus voluntades, otros soldados
levantando sus varitas para apuntar a Tracey; y ahí fue cuando
Neville Longbottom cayó gritando desde el cielo.

Uno de los Guerreros Dragón, Raymond Arnold, hizo una señal de


mano, apuntando hacia adelante y la izquierda de manera oblicua; y
se produjo un repentino murmullo de bajos siseo entre el
contingente del Ejército Dragón mientras todos se reorientaron
silenciosamente en la dirección del enemigo. Los Soleados sabían
que ellos estaban ahí, por supuesto que ambos ejércitos lo sabían;
aunque de algún modo, en ese momento, todos se pusieron
silenciosos por instinto.

Los Dragones se arrastraron un poco más hacia adelante, y luego


un poco más, las sombrías formadas camufladas de los Soleados
empezando a aparecer entre los árboles distantes, y aún así nadie
habló, nadie bramó para llamar a la carga.
Draco estaba al frente de sus soldados, Vincent detrás de él y
Padma únicamente un paso por detrás; si los tres podían recibir el
impacto de lo mejor de Rayo de Sol, el resto del Ejército Dragón
podría tener una oportunidad.

Luego Draco vio a una Soleada mirándolo fijamente desde la


distancia, en la vanguardia de su propio ejército; contemplando con
ojos de furia -

A través del boscoso campo de batalla, sus ojos se encontraron.

Draco apenas tuvo una fracción de segundo antes de preguntarse,


en el fondo de su mente, por qué Hermione Granger estaba tan
enojada, antes de que se alzara el grito en ambos ejércitos; y todos
estaban corriendo hacia adelante para cargar.

Los otros Caóticos habían aparecido ahora entre los árboles,


algunos habían caído desde las cimas de los árboles, y la batalla
estaba en toda su fuerza, todos disparando en cada dirección a
cualquier cosa que se viera como un enemigo. Además había un
número de Soleados gritando "¡Luminos! " hacia Neville Longbottom
mientras el Hufflepuff de Caos giraba y maniobraba a través del aire
con movimientos que únicamente podían ser descritos como, en
efecto, "caóticos" -

Y sucedió, de la manera que solamente pasaba una de cada veinte


veces en combate aéreo simulado, que la escoba de Neville
Longbottom brilló de color rojo bajo sus manos apretadas.

No significaba que Longbottom estuviera por fuera del juego.

Entonces, entre las gradas de Hogwarts, entre la multitud de


estudiantes observando, un griterío se alzó -

Combate realista. Era la regla maestra del Profesor Quirrell. Podías


hacer cualquier cosa si era realista, y en la vida real, un soldado no
se desvanecía así no más cuando su escoba era golpeada por una
maldición.

Neville estaba cayendo hacia el suelo y aullando "¡Aterrizaje


Caótico! " y los Caóticos apartaron su atención de los combates
para lanzar el Encantamiento de Levitación (y correr al mismo
tiempo para que no fueran un blanco estático), casi todos los demás
parando para quedarse mirando con la boca abierta -

Y Neville Longbottom se estrelló contra el suelo cubierto de hojas


del bosque, aterrizando sobre una rodilla, un pie, y ambas manos,
como si se hubiera arrodillado para que lo nombraran caballero.

Todos se detuvieron. Incluso Tracey y Susan hicieron una pausa en


su duelo.

En el estadio, todos los ruidos de la muchedumbre se


desvanecieron.

Se produjo un silencio universal compuesto de asombro,


preocupación, y pura estupefacción manifestada con la boca abierta,
mientras todos esperaban para ver que ocurriría a continuación.

Y luego Neville Longbottom se puso de pie lentamente, y levantó su


varita hacia los Soldados Rayo de Sol.

Aunque nadie en el campo de batalla lo escuchó, un largo segmento


de la audiencia había empezado a cantar, en notas que se elevaban
progresivamente cada vez que la palabra era pronunciada, "CAOS
CAOS CAOS CAOS CAOS", porque no podías ver eso y no creer
que requería acompañamiento musical.

"La multitud está animando a tu nieto," dijo Amelia Bones. La


anciana bruja estaba favoreciendo a la pantalla con una mirada
atenta.

"Así lo hacen," acordó Augusta Longbottom. "Algunos, si escucho


correctamente, están bramando, ¡Nuestra sangre para Neville!
¡Nuestras almas para Neville! "

"Correcto," señaló Amelia, tomando un sorbo de una copa de té que


no había estado ahí momentos antes. "Demuestra que el joven tiene
potencial de liderazgo."

"Estos gritos," continuó Augusta, su voz poniéndose aún más


pasmada, "parecen provenir de las bancas de Hufflepuff."

"Es la Casa de los leales, mi querida," acotó Amelia.

"¡Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore! ¿En el nombre de Merlín


qué ha estado ocurriendo en esta escuela? "

Lucius Malfoy estaba observando las pantallas con una sonrisa


irónica, sus dedos golpeando suavemente el brazo que reposaba
sobre la silla sin un patrón discernible. "No sé qué es más aterrador,
el pensamiento de que tenga un plan escondido detrás de todo esto,
o el pensamiento de que no lo tiene."

"¡Miren!" aulló el Señor de Greengrass. El apuesto y aún joven


hombre se había levantado a medias de su silla, apuntando su dedo
a la pantalla. "¡Allá va ella!"

"Ambas lo atacaremos al mismo tiempo," Daphne susurró. Ella


sabía que unos cuantos minutos llenos de tenebrosas experiencias
de combate real, unas cuantas veces cada semana, podrían no ser
suficientes para igualar la constante práctica de duelo de Neville con
Harry y Cedric Diggory durante el mismo periodo. "Es demasiado
para una de las dos, pero nosotras dos juntas - yo usaré mi
Encantamiento, tú simplemente intenta paralizarlo -"

Hannah, a su lado, asintió, y luego ambas bramaron con toda la


fuerza de sus pulmones y cargaron hacia adelante, con los
Encantamientos de Levitación de dos Soldados Rayo de Sol que las
iban apoyando para que se movieran más rápido con sus pies
ligeros, Daphne ya aullando "¡Tonare! " al tiempo que Hannah
mantenía un enorme escudo Contego moviéndose en frente de
ellas, y con un breve saltó extra brincaron por encima de las cabeza
de los soldados que estaban en frente y aterrizaron delante de
Neville con sus cabellos ondeando por todo lo alto -

(Las fotografías estaban estrictamente prohibidas en todos los


juegos de Hogwarts, sin embargo de algún modo este momento
todavía terminó en la página del frente de la edición del Quibbler del
día siguiente.)

- y en el mismo instante, porque luchar contra abusones más


grandes había quemado hasta las cenizas cualquier resquicio de
titubeo, Hannah disparó su primer Maleficio de Sueño contra Neville
(había empezado la entonación mientras seguía en el aire) al tiempo
que Daphne, concentrándose más en la velocidad que en la fuerza,
descargó su Antigua Hoja hacia donde ella creyó que estarían las
caderas de Neville después al intentar esquivar -

Pero Neville saltó, no hacia un lado, sino que brincó más alto de lo
que tendría que haber sido capaz de hacer, para que así su espada
brillante nada más cortara el aire bajo sus pies. De algún modo
Daphne se dio cuenta lo que esto significaba, que Neville todavía
tenía otros Caóticos haciéndolo Levitar, a tiempo para alzar su Hoja
sobre su cabeza, sin embargo Neville cayó demasiado rápido y
cuando la Hoja de él se estrelló contra la de ella fue como ser
golpeada por una Bludger. Derribó a Daphne desde sus pies y la
envió para atrás desmadejada sobre la hierba, golpeando el duro
suelo con su espalda. Todo podría haber terminado para ella en ese
momento, si Neville no hubiera aterrizado a su vez con demasiada
fuerza y caído sobre sus rodillas con un jadeo de dolor. Y luego
antes de que Neville pudiera bajar su resplandeciente Hoja, Hannah
gritó "¡Somnium! " y Neville se tambaleó frenéticamente para atrás -
aunque por supuesto ningún hechizo había salido en realidad de la
varita de Hannah, la chica de Hufflepuff realmente no podría haber
disparado de nuevo tan pronto - lo que le dio a Daphne un segundo
para ponerse de pie forzosamente y poner ambas manos alrededor
de su varita otra vez -

"Querido Merlín," habló la Dama de Greengrass. Su voz parecía


inestable, la aristocrática pose bien porfiada. "Mi hija está
combatiendo con el Encantamiento de la Más Antigua Hoja. En su
primer año. Nunca supe que ella poseyera - un talento tan
extraordinario -"

"Excelente sangre," Charles Nott congratuló de forma aprobadora,


causando que Augusta soltara un bufido.

"Mi buena Dama," declaró el Profesor Quirrell, sonando grave. "No


menosprecie a su hija de ese modo. Lo que usted ve no es mero
talento." Su voz se puso un poco más seca. "Más bien, es lo que
sucede cuando los niños ponen su esfuerzo competitivo en un juego
que requiere hechizos reales."

"¡Expelliarmus! " exclamó Draco, intentando no permitir que su voz


se rompiera y simultáneamente esquivar el fulgurante voltio rojo
paralizante que Hermione Granger le había disparado, sus músculos
retorciéndose con la necesidad de esquivar en la dirección
incorrecta - ella había apuntado hacia su izquierda, y luego con un
misterioso movimiento disparó a su derecha -

Hermione esquivó el veloz maleficio de duelo, y gritó casi sin hacer


una pausa, "¡Steleus! ", un Maleficio de ángulo ancho que Draco no
podía esquivar, pero se las arregló para apuntar su varita a su
propia cara y exclamar "¡Quiescus! " antes de que la repentina
urgencia por inhalar se pudiera convertir en un ataque de
estornudos que habría terminado la batalla.

Draco Malfoy ya estaba medio exhausto de todos los


Encantamientos Candado y Transformaciones de antes, sin
embargo su confusión estaba empezando a darle la sensación de
que su propia sangre estaba hirviendo, aunque no sabía por qué
Granger lo estaba atacando con tanta furia salida de la nada, si ella
quería pelea él le iba a dar una -

(Los Dragones y los Soleados no se detuvieron a observar el duelo


de sus Generales, los Dragones eran demasiado disciplinados como
para quedarse quietos a mirar y eso significaba que los Soleados
tenían que seguir combatiendo también; pero la audiencia
boquiabierta en las gradas de Quidditch de Hogwarts estaban
siendo distraídos incluso del espectáculo de Neville y Daphne,
pasando sus ojos al duelo de los dos Generales mientras que
Malfoy y Granger se lanzaban hechizo tras hechizo y maleficio tras
maleficio entre sí, invocando más rápido que cualquier otro
estudiante de su mismo año lo hubiera logrado, la entrenada danza
duelista del General Dragón era igualada por la frenética energía de
la General Rayo de Sol, el combate entre ambos empezaba a
asemejar más un duelo de adultos pues los dos estudiantes más
poderosos de primer año recurrían a hechizos más exóticos que el
usual Maleficio de Sueño.)

- aunque, Draco estaba comenzando a darse cuenta, que cuando él


y Harry y el Profesor Quirrell desacreditaron a la Señorita Granger al
comparar su intención de matar con la de un plato de uvas, era
porque nunca la habían visto enojada.

Daphne cortó el aire con su Antigua Hoja, otra vez no intentando


golpear fuerte sino mover la Hoja lo más rápido posible, al mismo
tiempo que Hannah gritó "¡Somnium! " y Neville saltó otra vez,
aunque había sido otra finta y ya Hannah estaba ubicándose para
disparar un hechizo real casi a quemarropa -

- y Neville Longbottom hizo exactamente lo que - explicaría después


- Cedric Diggory lo había entrenado para hacer si estaba peleando
contra Bellatrix Black, que fue girar y dar una patada a Hannah
realmente fuerte en la boca de su estómago.
La chica de Hufflepuff soltó un pequeño y triste sonido, un jadeo de
dolor y llanto, al ser derribada por completo a causa del duro zapato
hundiéndose dentro de su abdomen con toda la fuerza del cuerpo
de Neville.

Por un instante el campo de batalla se quedó paralizado, todo quieto


excepto el cuerpo desfallecido de Hannah.

Luego el rostro de Neville se llenó de absoluto desmayo y bajó su


varita, el Teniente Caótico acercándose instintivamente hacia su
compañera de Casa para cogerla con su otra mano libre -

Al ir cayendo Hannah convirtió su caída en un giro que terminó con


su varita alzada y disparando.

Una fracción de segundo después, Daphne, quien tampoco había


titubeado, hundió su Más Antigua Hoja directamente dentro de la
espalda de Neville, causando que los músculos del Teniente Caótico
fueran convulsionando por la magia paralizante descargada dentro
de él al tiempo que el Maleficio de Sueño de Hannah cogió efecto, y
entonces el último heredero de Longbottom se desparramó por el
suelo con una expresión de sorpresa total sobre su cara.

"Hoy el Sr. Longbottom ha aprendido una valiosa lección sobre sus


sentimientos de compasión y remordimiento," declaró el Profesor
Quirrell.

"Y caballerosidad," añadió Amelia, sorbiendo su té otra vez.

"¿Estás bien?" susurró Daphne, muy protectora y erguida al lado de


donde Hannah yacía sobre el suelo apretando su estómago. La
chica no dio réplica alguna excepto más sonidos de arcadas que se
oían como si Hannah estuviera intentando no vomitar mientras
intentaba no llorar.
De algún modo, aún cuando podría no haber sido una buena táctica
- habría sido mejor si Hannah hubiera recibido un maleficio directo,
que tener los otros soldados atados a protegerla - un número de
Soleados parecía estar de pie en frente de Hannah con sus varitas
apretadas fuertemente, mirando fija y rabiosamente a los Caóticos.
Alguien había arrojado una barrera Prismática entre los dos grupos,
Daphne no pudo ver quién.

Y por alguna razón los Caóticos no parecían presionar el ataque.


Incluso Tracey había abandonado por completo la siniestra
expresión en su cara y nerviosamente pasaba de apoyarse en un
pie al otro, como si estuviera teniendo problemas en recordar cuál
era su bando -

"¡Alto! " bramó una voz. "¡Alto a la batalla! "

Aunque no había mucha batalla de todos modos, todos se


detuvieron.

El General Potter, viéndose como el Niño-Que-Vivió hasta el último


centímetro, salió de entre los árboles con largas zancadas con algo
grande y camuflado por un manto que cargaba bajo un brazo.

"¿Está respirando adecuadamente la Señorita Abbott?" aulló el


General Potter.

Daphne no miró para atrás. Ella no confiaba en que esto no fuera


una trampa - era absolutamente cierto que si los Caóticos tomaban
la oportunidad para atacar, el Profesor Quirrell no solamente lo iba a
decretar como legal sino que también les daría puntos extra
después. Sin embargo Daphne podía escuchar la respuesta
bastante bien con sus oídos, no era como si Hannah estuviera
intentando respirar silenciosamente, por lo que respondió, "Más o
menos."

"Ella debería salir de aquí y buscar a alguien que pueda usar


Encantamientos de sanación," Harry propuso. "Nada más en caso
de que algo esté roto."
Por detrás de Daphne, una pequeña voz jadeante dijo, "Yo - aún -
puedo - pelear -"

"Señorita Abbott, no -" Harry replicó, justo cuando se produjo el


sonido de alguien detrás de Daphne colapsando sobre la hierba tras
haber intentado ponerse de pie y fallado. Aunque todos hicieron una
mueca de dolor, Daphne no le dio la espalda a Harry.

"¿Por qué los profesores no han parado la batalla?" inquirió Susan,


su voz enojada.

"Espero que sea porque la Señorita Abbott no está en peligro de


daño permanente y el Profesor Quirrell cree que estamos
aprendiendo valiosas lecciones," Harry explicó con voz rasposa.
"Mire, Señorita Abbott, si se va, Tracey también se retirará de la
batalla. Ya nos superan en número, por lo que ese es un muy buen
negocio para su bando. Por favor acepte."

"¡Hannah, tan sólo vete!" pidió Daphne. "¡O sea, nada más di que
estás eliminada!"

Cuando Daphne miró para atrás descubrió que Hannah estaba


negando con la cabeza, todavía echa un ovillo sobre la hierba.

"Oh, con un demonio," concluyó Harry. "¡Caóticos! Mientras más


pronto los paralicemos, ¡más rápido estará ella fuera de aquí!
¡Vamos a hacer esto muy rápido, incluso si tenemos bajas! ¡Fin de
la tregua! ¡ATÚN! "

El cerebro posterior político de Daphne apenas había tenido un


instante para admirar cómo unas cuantas palabras de Harry
acababan de convertir a los Caóticos en los tipos buenos, y luego
casi en perfecto unísono, los Caóticos metieron sus manos dentro
de los bolsillos de sus uniformes y extrajeron unas gafas para sol
verdes con un estilo poco familiar. No como las que llevarías a la
playa, más como las gafas de protección para las Pociones
avanzadas -
Luego Daphne se dio cuenta de lo que estaba apunto de suceder e
interpuso su otra mano para escudar sus ojos, justo cuando Harry
desgarró el manto que cubría el caldero.

El fluido que se derramó cuando Harry Potter arrojó los contenidos


del caldero en el aire era demasiado brillante para ser visto,
demasiado luminoso para ser imaginado, incandescente como el Sol
magnificado una docena de veces -

(eso es lo que era exactamente)

(la luz solar que había sido invertida para crear las bellotas, la
resplandeciente energía que había alimentado a un árbol creciendo
desde el sucio barro)

(fulgurando como un mordaz púrpura, longitudes de onda color azul


y rojo combinado que la clorofila absorbió)

(con casi nada de las longitudes verdes que la clorofila refleja para
crear el color verde de las hojas)

(que era el color de los lentes de sol de la Legión Caos, hechas para
pasar a través de las longitudes de ondas verde, bloqueando rojo y
azul, reduciendo incluso el púrpura más incandescente a algo
tolerable)

- el fulgor de la luz violeta siguió y siguió, aunque Daphne intentó


apartar su brazo de sus ojos descubrió que ella no podía mirar
directamente a nada, incluso el resplandor púrpura indirecto era tan
luminoso que ella tenía que entrecerrar los ojos; y únicamente tuvo
tiempo para invocar un Finite Incantatem, que no funcionó, antes de
que un Maleficio de Sueño la derribara.

El resto de la batalla no demoró demasiado.


"¡AHORA!" exclamó Blaise Zabini, anteriormente de Rayo de Sol,
ahora comandando un destacamento de Caos Legionarios. "Digo,
¡ATÚN!" La mano del chico de Slytherin cogió el manto cubriendo el
caldero para evitar que se activara bajo el toque de la luz de día, y lo
empezó a mover hacia un lado.

"¡AHORA!" exclamó Dean Thomas, anteriormente de Caos,


comandando un destacamento de Guerreros Dragones. "¡HAGAN
LO MISMO QUE ELLOS HAGAN!"

El destacamento de Caóticos de Zabini metieron sus dedos dentro


de los bolsillos de sus uniformes, y las sacaron sosteniendo los
anteojos para sol verdes -

- una acción casi perfectamente imitada por Dean y los Guerreros


Dragones, quienes sacaron gafas de protección verdes para
Pociones, y rápidamente pasaron las correas sobre sus propias
cabezas, al mismo tiempo que los Caóticos se ponían sus lentes de
sol y la incandescencia violeta se desparramó.

(Como había explicado el General Malfoy, si el Sr. Goyle reportó que


la Legión Caos estaba usando gafas de protección de color verde
para Pociones, no tenías que saber por qué para Transformar
algunas copias.)

"¡ESO ES TRAMPA!" protestó Blaise Zabini.

"¡ES TÉCNICA!" Dean gritó a su vez. "¡DRAGONES, ATAQUEN!"

("Disculpe," la Dama de Greengrass pidió. "¿Puede dejar de reírse


de ese modo, Sr. Quirrell? Es desconcertante.")

"¡HAGAN FINITE A SUS GAFAS DE PROTECCIÓN!" gritó Blaise


Zabini, mientras los dos ejércitos corrían para encontrarse a través
del omnipresente y mordaz deslumbrante ojo púrpura. "¡AÚN
PODEMOS GANAR!"

"¡LO ESCUCHARON!" rugió Dean. "¡ACABEN CON SUS GAFAS!"


La réplica de Blaise Zabini a esto no fue algo articulado.

Esa batalla fue mucho más larga.

"¡Stupefy! " chilló el General Rayo de Sol.

Draco no esquivó, no contraatacó, no tenía suficiente energía para


ninguna de las dos, todo lo que podía hacer era azotar su mano
izquierda en posición y esperar -

El voltio de parálisis rojo se disipó de nuevo sobre el guante


Colloportus de Draco, que él había Transformado y unido por
hechizo a su mano al igual que con el resto del Ejército Dragón. Era
todo lo que lo estaba salvando ahora, ese escudo.

Aunque debería haber sido el momento para contraatacar, Draco


sólo fue capaz de recuperar su aliento, mientras los dos bailaban
hacia atrás y adelante bajo los árboles en los movimientos casi
infinitos de su duelo. Al otro lado, la General Granger estaba
respirando con fuerza, el rostro de la joven niña estaba reluciente
con sudor como si fuera rocío, su crespo cabello castaño estaba tan
mojado que se habían vuelto como trenzas marrones. Su uniforme
camuflado estaba manchado con parches de humedad, sus
hombros temblando visiblemente por el cansancio, sin embargo su
varita seguía firme como el acero al apuntar a Draco a través de
todos sus movimientos. Sus ojos mirando fijamente, sus mejillas
enrojecidas por la ira.

Entonces, pequeña niña, ¿por qué estás pretendiendo combatir


como un adulto el día de hoy?

La mofa le vino a la mente, pero realmente no creyó necesario hacer


que Granger se pusiera más molesta; por lo que en vez de eso
Draco sólo dijo - aunque podía escuchar su propia voz quebrarse -
"¿Alguna razón para estar enojada conmigo, Granger?"
La chica tenía la boca abierta para respirar, su propia voz
bamboleándose al hablar. "Sé qué estás tramando," acusó
Hermione Granger, su voz alzándose. "Sé lo que están tramando
Snape y tú, Malfoy, ¡y sé quién está detrás de todo!"

"¿Eh?" Draco espetó sin tan siquiera pensarlo.

Eso solamente pareció incrementar la furia de Granger, y sus dedos


se pusieron blancos sobre la varita que apuntó hacia él.

Y luego Draco lo entendió, e hizo hervir la propia sangre de sus


venas. Incluso ella creía él estaba tramando secretamente contra
ella -

"¿Tú también? " Draco gritó. "¡Te ayudé, chiquilla dientes de leche!
Tú, tú, tú," - tartamudeando mentalmente todas las maldiciones
Oscuras que se le ocurrieron hasta que encontró algo que de hecho
le podía lanzar - "¡DENSAUGEO! "

Sin embargo Granger brincó y giró alrededor del Maleficio Alargador


de Dientes, y luego su propia varita danzó y quedó casi a rango de
quemarropa, al tiempo que Draco atravesó su mano izquierda como
si fuera un escudo, ubicando el guante protegido mágicamente entre
sí mismo y lo que fuera que ella estuviera apunto de disparar, y la
propia voz de la General Rayo de Sol creció hasta ser un chillido
audible a través de todo el campo de batalla -

"¡ALOHOMORA! "

El tiempo tendría que haberse detenido.

Pero no lo hizo.

En vez de eso se oyó un candado abrirse desde el guante.

Así no más.

Así no más.
Las pantallas lo mostraron todo muy claramente, al estadio entero
de Hogwarts.

Y el silencio que cayó hasta los huesos de todos los que estaban en
las bancas al comprender con bastante claridad lo que eso
significaba, que el heredero de la Casa Malfoy había sido superado
en magia por una hija de Muggles.

Hermione Granger no hizo una pausa en su combate, ni siquiera dio


señal de que supiera lo que había hecho; en vez de eso su pie
descargó una patada estilo Muggle que tumbó limpiamente la varita
de la mano de Draco, cuyos conmocionados cuerpo y mente se
movieron muy lentamente. Draco se zambulló hacia su varita,
hurgando frenéticamente sobre el suelo, pero tras él llegó la voz rota
de una chica pronunciando "¡Somnium! " y Draco Malfoy cayó y no
se levantó de nuevo.

Se produjo un momento de congelado silencio. La General Rayo de


Sol estaba tambaleándose sobre sus pies, viéndose como si
estuviera apunto de desmayarse.

Luego los Guerreros Dragones gritaron a pleno pulmón y avanzaron


a la carga para vengar a su comandante caído.

El Sr. y la Srs. Davis estaban temblando al levantarse de las


confortables sillas de la sección de Quidditch para la facultad; no
podían agarrarse del todo entre sí mientras caminaban, sin embargo
se tomaban de las manos fuertemente, pretendiendo arduamente
que era invisibles. De haber sido niños lo suficientemente jóvenes
como para la magia accidental probablemente se habrían
Desilusionado a sí mismos.

El mayor Charles Nott no dijo nada al pararse de su silla. El


cicatrizado Señor Jugson no dijo nada, al pararse de su propia silla.

Lucius Malfoy no dijo nada al ponerse de pie.


Los tres se giraron sin hacer pausa y con largas zancadas se
dirigieron a las escaleras que llevaban hacia las bancas más
elevadas, moviéndose en un misterioso unísono similar al de un trío
de Aurores -

"Señor Malfoy," el Profesor de Defensa habló con un tono apacible.


El hombre seguía sentado en su propia silla, mirando su pergamino-
pantalla, los brazos caídos a su lado, como si por alguna razón no
tuviera ganas de moverse.

El hombre de cabello blanco se detuvo justo antes de llegar al arco


de salida, y el hombre mayor y el hombre cicatrizado se detuvieron
también, flanqueando. La cabeza del Señor Malfoy se giró,
demasiado poco como para ser alguna forma de reconocimiento,
aunque en la dirección del Profesor de Defensa.

"Su hijo actuó de manera excepcional el día de hoy," comentó el


Profesor Quirrell. "Debo confesar que lo subestimé. Y se ha ganado
la lealtad de su ejército, como usted mismo lo ha presenciado." Aún
muy apacible, la voz del Profesor de Defensa. "Hablando como el
maestro de su hijo, es mi opinión que él no se beneficiará si usted
interfiere en su -"

El Señor Malfoy y sus compatriotas se desvanecieron bajando las


escaleras.

"Un buen intento, Quirinus," Dumbledore reconoció en voz baja. La


cara del anciano mago mostraba pequeñas líneas de preocupación;
tampoco se había levantado de su propio asiento, mirando fijamente
el pergamino-pantalla como si siguiera activa. "¿Crees que te
escuchará?"

Los hombros del Profesor de Defensa se torcieron con un pequeño


encogimiento de hombros, el único movimiento que había mostrado
desde que había terminado la batalla.

" Bueno," dijo la Dama de Greengrass, al ponerse de pie y crujir sus


nudillos, estirando, su esposo silencioso a su lado. "Debo reconocer,
que eso fue bastante… interesante…"

Amelia Bones se había alzado de su propio asiento mullido sin


mucho alboroto. "Interesante en efecto," repitió la Directora Bones.
"Debo confesar, me encuentro perturbada por la habilidad con que
esos niños estaban combatiendo entre sí."

"¿La habilidad?" Cuestionó el Señor Greengrass. "Sus hechizos no


me parecieron tan impresionantes. Excepto por Daphne, por
supuesto."

La anciana bruja no movió sus ojos de donde estaba mirando


fijamente la cabeza calva del Profesor de Defensa. "El Maleficio
Candado no es un hechizo de primer año, Señor Greengrass, sin
embargo esa no es la habilidad que tenía en mente. Se apoyaron
entre sí con aquellos hechizos simples, reaccionaron a una
velocidad sorprendente…" La Directora del DALM hizo una pausa,
como si estuviera buscando palabras que un mero civil pudiera
entender. "En el medio de la batalla," ella añadió finalmente, "con
hechizos volando en cada dirección… aquellos niños parecían
sentirse como en casa."

"En efecto, Directora Bones," replicó el Profesor de Defensa.


"Algunas artes son mejores si se empiezan desde jóvenes."

Los ojos de la vieja bruja se estrecharon. "Los está preparando para


convertirse en una fuerza militar, Profesor. ¿Con qué fin?"

"¡Espere un momento!" intervino el Señor Greengrass. "¡Hay varias


escuelas donde enseñan duelo en su primer año!"

"¿Duelo?" explicó el Profesor de Defensa. Desde atrás no era visible


si la cara pálida estaba sonriendo. "Eso no es nada, Señor
Greengrass, en comparación a lo que mis estudiantes han
aprendido. Han aprendido a no dudar frente las emboscadas y
enemigos más grandes. Han aprendido a adaptarse cuando las
condiciones de combate cambien y vuelvan a cambiar. Han
aprendido a proteger sus aliados, a proteger a aquellos que son más
valiosos, a abandonar piezas que no pueden ser rescatadas. Han
aprendido que para sobrevivir deben seguir órdenes. Algunos
incluso han aprendido un poco de creatividad. Oh, no, Señor
Greengrass, estos magos no se van a esconder en sus mansiones y
esperarán a ser protegidos, cuando la siguiente amenaza llegue.
Ellos sabrán que saben cómo pelear."

Augusta Longbottom aplaudió ruidosamente con sus manos tres


veces.

Ganamos.

Fue la primera cosa que Draco escuchó cuando despertó en el


campo de batalla, Padma explicándole cómo sus soldados se
habían replegado tras su caída. Como, gracias a la previsión del
General Dragón, el Sr. Thomas había llevado a su destacamento
hacia la victoria sobre Caos. Como el General Potter había
derrotado la porción del Regimiento Rayo de Sol que chocó contra
él. Como los Guerreros Dragones del Sr. Thomas se habían
reincorporado al cuerpo principal de soldados ambos usando sus
propias gafas de protección y también los lentes para sol de los
derrotados Caóticos. Como, únicamente momentos después, el
contingente remanente del General Potter había atacado a su
ejército con una poción que emitía una cegadora luz púrpura. Sin
embargo los Dragones habían mantenido la ventaja numérica sobre
Rayo de Sol y Caos, y suficientes lentes de sol para sus guerreros;
por lo que Padma se las había arreglado para liderar su ejército
hacia la victoria.

Por la luz en los ojos de Padma y su arrogante sonrisa que habría


hecho orgulloso a un Malfoy, ella estaba esperando felicitaciones.
Draco se las arregló para forzar alguna forma de elogio entre sus
apretados dientes, y después no pudo recordar qué era. La bruja
nacida en el extranjero, aparentemente, no tenía ninguna idea de lo
que había sucedido, o lo que implicaba.
Perdí.

Los Dragones regresaron a Hogwarts arrastrando los pies bajo el


cielo gris, heladas goteras aterrizando pesadamente sobre la piel de
Draco, una por una. Mientras él había estado incapacitado, había
empezado, la largamente prometida lluvia finalmente había
empezado a caer. Ahora a Draco únicamente le quedaba una
opción. Un movimiento forzado, como el Sr. MacNair, quien le había
enseñado ajedrez a Draco, lo habría nombrado. A Harry Potter
probablemente no le iba a gustar, si realmente estaba enamorado
de Granger del modo en que todos afirmaban. Sin embargo el
movimiento forzado, como el Sr. MacNair lo había definido, era uno
que necesitabas hacer si querías que el juego pudiera continuar.

Se seguía repitiendo en la mente de Draco, una y otra vez, incluso


mientras caminaba como un autómata a través de los masivos
portales de Hogwarts, despachó a Vincent y Gregory con dos
palabras afiladas, y se quedó solo dentro de su cuarto privado,
sentado en su cama, contemplando fijamente la pared sobre su
escritorio. Llenando su mente como si un Dementor lo hubiera
encerrado dentro de esa memoria.

El candado de su guante haciendo clic y cayéndose -

Draco sabía, sabía qué era lo que él había hecho mal. Había estado
demasiado cansado tras invocar veintisiete Encantamientos
Candado para el resto de los Guerreros Dragones. Menos de un
minuto no era tiempo suficiente para recuperarse tras cada hechizo.
Por lo que simplemente había lanzado el Colloportus sobre su
propio guante con candado, nada más lanzó el hechizo, sin poner
toda su fuerza para que fuera superior a lo que Harry Potter o
Hermione Granger pudieran hacer.

Pero nadie iba a creer eso, incluso si era una verdad. Incluso en
Slytherin, nadie creería eso. Sonaría como una excusa, y una
excusa sería lo único que iban a escuchar.

Granger se arremolinaba y giró y gritó '¡ALOHOMORA!' -


La mente de Draco lo siguió repitiendo una y otra vez haciendo que
el resentimiento fuera aumentado. Había ayudado a Granger -
cooperado con ella para prohibir los traidores - sostuvo su mano
mientras ella colgaba del techo - evitó se desatara un amotinamiento
en el Gran Comedor a causa de ella - tenía ella alguna idea de lo
que él había arriesgado, de lo que probablemente ya había perdido,
lo que significaba para el heredero de la Casa Malfoy hacer eso por
una sangre sucia -

Y ahora sólo le quedaba un movimiento, y la qué sucedía con un


movimiento forzado era que tú tenías que hacerlo, incluso si
implicaba recibir detención y perder puntos de Casa. Aunque el
Profesor Snape lo sabría y comprendería, había límites (Padre le
había advertido) a lo que el Maestro de Pociones podía pasar por
alto.

Retar a Granger a un duelo de magos, desafiando abiertamente las


regulaciones de Hogwarts. Atacar ahí mismo, si ella intentaba
rehusarse. Poderla derrotar sin interferencia de otros, en público, no
con astutas técnicas de duelo, sino aplastando su magia. Vencerla
sólidamente, completamente, la tenía que arrollar por completo al
igual que el propio Señor Tenebroso había arrollado a sus
enemigos. Hacerlo absolutamente claro para todos, para que nadie
pudiera dudarlo, que Draco simplemente había estado exhausto de
haber invocado el hechizo tantas veces. Demostrar que la sangre de
Malfoy era más fuerte que la de cualquier sangre sucia -

Sólo que no es así, la voz de Harry Potter susurró dentro de la


mente de Draco. Es fácil olvidar lo que es realmente verdadero,
Draco, una vez que comienzas a intentar ganar en lo político. Sin
embargo en la realidad únicamente hay una cosa que te hace un
mago, ¿recuerdas?

Draco sabía, entonces, sabía la razón para la intranquilidad en el


fondo de su mente, mientras observaba fijamente la vacía pared
sobre su escritorio contemplando su movimiento forzado. Tendría
que haber sido simple - cuando nada más tenías un movimiento, lo
que restaba por hacer - pero -
Granger arremolinándose, girando, cabello empapado de sudor
volando a su alrededor, voltios volando de su varita tan rápida como
la de él, maleficios y contra-maleficios, golpes resplandecientes
volando hacía el rostro de él, y en medio de todo la expresión de
furia en los ojos de Granger -

Hubo una parte de él admirando eso, antes de que todo saliera mal,
admirando la furia de Granger y su poder; una parte de él se había
exaltado en la primera batalla real de su vida, contra…

… un oponente que era su igual.

Si retaba a Granger, y perdía…

No tendría porque ser posible, Draco había recibido su varita dos


años antes que cualquier otro en su clase de Hogwarts.

Excepto que había una razón por la que usualmente nadie se


molestaba en dar varitas a niños de nueve años. La edad era un
factor también, no era solamente cuánto tiempo habías sostenido
una varita. El cumpleaños de Granger había sido unos pocos días
después de empezado el año, cuando Harry le había comprado ese
monedero. Eso quería decir que ella tenía doce ahora, que había
tenido doce casi desde el principio de Hogwarts. Y la verdad era
que, Draco no había estado practicando mucho por fuera de clases,
probablemente ni de cerca tanto como Hermione Granger de
Ravenclaw. Draco no había considerado que necesitaba más
práctica para permanecer en la delantera…

Y Granger estaba exhausta también, susurró la Voz de la Evidencia


Contraria dentro de él. Granger debió haber estado exhausta por
lanzar todos esos Maleficios de Paralización, e incluso en ese
estado había sido capaz de deshacer su Encantamiento Candado.

Y Draco no podía permitirse retar a Granger públicamente, uno


contra uno sin excusas, y perder.
Draco sabía lo que se suponía debías hacer en este tipo de
situación. Se suponía que debías hacer trampa. Pero si cualquiera
descubre que Draco hacía trampa, sería desastroso, perfecto
material de chantaje incluso si nunca salía a la luz, y cualquier
Slytherin observando sabría eso, ellos estarían buscando…

Y entonces, de haber estado observando, habrías visto a Draco


Malfoy levantarse de su cama, ir a su escritorio, sacar una hoja de
pergamino de la más fina piel de carnero, un tintero perlado, lo llenó
con una tinta de un plateado verdoso que había sido hecha con
plata verdadera y esmeraldas aplastadas. Del gran baúl que estaba
a los pies de su cama, el Slytherin extrajo un libro también adornado
con plata y esmeraldas, titulado La Etiqueta de las Casas de
Bretaña. Y con una nueva, limpia pluma, Draco Malfoy empezó a
escribir, frecuentemente mirando al libro abierto como referencia.
Había una sonrisa siniestra sobre la cara del muchacho, haciendo
que el joven Malfoy se pareciera mucho a su padre, mientras
cuidadosamente dibujaba cada letra como una obra de arte
individual.

De Draco, hijo de Lucius hijo de Abraxis Señores de la Noble Y Más


Antigua Casa de Malfoy, hijo también de Narcissa hija de la Dama
Druella de la Noble y Más Antigua Casa de Black, retoño y heredero
de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy:

A Hermione, la primera Granger:

(Esa forma se había inventado para sonar amable, hace mucho


tiempo cuando había sido creada; en la actualidad, tras siglos de ser
usada para referirse a los sangre sucia, cargaba una adorable pizca
de refinado veneno.)

Yo, Draco, de la Más Antigua Casa, estoy demandando


compensación, por

Draco hizo una pausa, moviendo cuidadosamente la pluma a un


lado para que no fuera a gotear. Necesitaba un pretexto para esto,
al menos si quería imponer las condiciones del duelo. El retado
tenía la elección de los términos a menos que hubieran insultado
una Casa Noble. Necesitaba hacer que pareciera que Granger lo
había insultado…

¿Qué estaba pensando? Granger lo había insultado.

Draco recorrió las páginas del libro hasta llegar a las fórmulas
estándar, y halló una que consideró apropiada.

Yo, Draco, de la Más Antigua Casa, estoy demandando


compensación, porque en tres ocasiones te presté ayuda que fue
ofrecida únicamente por mi buena voluntad, y a cambio usted me
acusó falsamente de realizar un complot contra usted,

Draco tuvo que parar para respirar, controlando la ira ardiente; ahora
estaba empezando a sentir el insulto de manera genuina, y acababa
de escribir la última frase y subrayarla sin pensar, como si fuera una
carta ordinaria. Tras un momento de reflexión, decidió dejarlo así;
podría no ser la formalidad exacta pero tenía un crudo, enojado tono
que parecía apropiado.

un insulto que cometiste ante los ojos de Bretaña.

Por lo tanto yo, Draco, te conmino, Hermione, por tradición, por ley,
por

"La decimoséptima regla del Wizengamot trigésimo-primero," Draco


habló en voz alta sin mirar el libro abierto, era una línea usada en
muchas obras; se sentó más enderezado al pronunciarla, sintiendo
cada pulso de la sangre noble dentro de sus venas.

Por lo tanto yo, Draco, te conmino, Hermione, por tradición, por ley,
por la decimoséptima regla del Wizengamot trigésimo-primero, a
reunirnos en un duelo de magos bajo los siguientes términos: Que
cada uno de nosotros venga solo y en silencio, hablando a nadie
más ni antes ni después,
Si el duelo salía mal, Draco podía no decir nada y dejarlo así. Y si
lograba derrotar a Granger, aprendería experimentalmente que
podía vencerla de nuevo en un reto público. No era hacer trampa,
sino Ciencia, lo que era casi igual de bueno.

compitiendo únicamente con magia, sin muerte o herida


permanente,

¿… dónde? A Draco le habían contado sobre un cuarto en Hogwarts


que era bueno para los duelos, donde todo lo que era valioso ya
estaba protegido por escudos mágicos, y no había retratos para
espiarte… cuál había sido…

en el cuarto de los trofeos del Castillo de Hogwarts Escuela de


Magia y Hechicería,

Y su segundo y público duelo mejor que fuera pronto, como


mañana, tomaría muy poco tiempo para que su reputación en
Slytherin se volviera irremediablemente fangosa. Necesitaba
combatir a Granger por primera vez esta misma noche .

al inicio de la medianoche que le pondrá fin a este mismo día.

Draco, de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy.

Draco firmó el pergamino formal, y luego extrajo su pergamino


ordinario y más pequeño, y su tinta regular, para su post scriptum:

Si no saben cómo funcionan las reglas, Granger, es así. Insultaste


una Más Antigua Casa, y tengo el derecho legal de lanzarte un reto.
Y si afrontas las condiciones del duelo, como haciendo que Flitwick
aparezca en el cuarto de trofeos, o nada más contarle a cualquiera,
mi padre te llevará a ti y tu falso honor directo al Wizengamot.

Draco Malfo

En la última letra su pluma presionó el pergamino tan viciosamente


que la punta se rompió, creando una raya de tinta y una pequeña
perforación en el pergamino, que Draco decidió también se veía
apropiado.

Esa noche a la hora de la cena, Susan Bones se acercó a Harry


Potter y le contó que ella pensaba que Draco Malfoy iba a dirigir su
plan contra Hermione muy pronto. Ella había advertido a todos los
miembros de S.P.I.H.B., y había advertido a la Profesora Sprout, y
había advertido al Profesor Flitwick, y le iba enviar una carta a su
Tía esa misma noche, y ahora le estaba advirtiendo a Harry Potter,
también. Sólo que no podía hablar al respecto con Padma - Susan
explicó, mostrándose muy sería - porque Padma estaba sintiéndose
dividida entre su lealtad a Hermione y su lealtad a su General.

Harry James Potter-Evans-Verres, quien para este punto se estaba


sintiendo más frustrado con toda la situación que realmente
productivo, le espetó a ella un sí, él sabía que algo tenía que
hacerse.

Cuando Susan Bones se fue, Harry miró hacia el otro lado de la


mesa de Ravenclaw, donde Hermione se había sentado lejos de él o
Padma o Anthony o cualquiera de sus otros amigos.

Sin embargo Hermione no parecía estar de humor para tratar bien a


cualquiera que fuera a molestarla.

Después, pensando en retrospectiva, Harry pensaría de cómo, en


sus novelas de Ciencia Ficción y fantasía, las personas siempre
hacían sus grandes, importantes decisiones para grandes,
importantes razones. Hari Seldon había creado su Fundación para
reconstruir las cenizas del Imperio Galáctico, no porque se fuera a
ver más importante si podía estar a cargo de su propio grupo de
investigación. Raistlin Majere había cortado los nexos con su
hermano porque quería convertirse en un dios, no porque fuera
incompetente en las relaciones personales y sin la disposición para
pedir consejo sobre cómo hacerlo mejor. Frodo Baggins había
llevado el Anillo porque él era un héroe que quería salvar la Tierra
Media, no porque hubiera sido muy incómodo no hacerlo. Si
cualquiera llegaba a escribir una verdadera historia del mundo - no
que alguien fuera capaz o lo fuera a llegar a ser - probablemente
97% de todos los momentos claves del Destino iban a resultar estar
construidos por mentiras y pañuelos de papel y pequeños
pensamientos triviales que alguien podría muy fácilmente haber
pensado de manera diferente.

Harry James Potter-Evans-Verres observó a Hermione Granger,


donde estaba sentada al otro lado de la mesa, y tuvo una sensación
de reluctancia a molestarla cuando ella ya se veía de un muy mal
humor.

Por lo que Harry consideró que probablemente tenía más sentido


hablar con Draco Malfoy primero, para que así pudiera asegurar
absoluta y positiva y definitivamente a Hermione que Draco
realmente no estaba tramando nada contra ella.

Y luego tras terminar su cena, cuando Harry bajó al calabozo de


Slytherin y fue informado por Vincent que el jefe no debía ser
perturbado… entonces Harry pensó que tal vez debería ver si
Hermione hablaría con él en ese mismo momento. Que debería
empezar a desenmarañar todo este enredo antes de que se
enredara mucho más. Harry se cuestionó si quizá él estaba
procrastinando, si su mente estaba buscando una excusa ingeniosa
para retrasar algo desagradable aunque necesario.

En realidad tuvo ese pensamiento.

Y luego Harry James Potter-Evans-Verres decidió que simplemente


iba a hablar con Draco Malfoy en la mañana del día siguiente, tras el
desayuno del Domingo, y luego hablar con Hermione.

Los seres humanos hacían ese tipo de cosas todo el tiempo.


Era la mañana del Domingo, del 5 de Abril, 1992, y el cielo simulado
sobre el Gran Comedor de Hogwarts mostraba grandes torrentes de
lluvia cayendo en tal densidad que los relámpagos eran reducidos y
esparcidos en pequeños pulsos de luz blanca que a veces
transformaba las mesas de las Casas, haciendo sus caras pálidas y
logrando que todos los estudiantes parecieran fantasmas por un
breve momento.

Harry se sentó en la mesa de Ravenclaw, comiendo cansadamente


un waffle, esperando a que Draco hiciera su aparición para poder
empezar a solucionar todo este asunto. Había un Quibbler
circulando por ahí que de algún modo tenía a Hannah y Daphne en
la primera página, pero todavía no le había llegado a él.

Unos pocos minutos después Harry acabó de comer su waffle, y


luego miró alrededor otra vez para ver si Draco ya había llegado a
desayunar a la mesa de Slytherin.

Era raro.

Draco Malfoy casi nunca llegaba tarde.

Ya que Harry estaba contemplando en dirección a la mesa de


Slytherin, no vio a Hermione Granger entrando a través de las
enormes puertas del Gran Comedor. Por lo que se espantó bastante
cuando se giró y descubrió a Hermione sentada directamente a su
lado en la mesa de Ravenclaw, como si no hubiera hecho eso por
más de una semana.

"Hola, Harry," Hermione saludó, su voz sonando casi exactamente


normal. Empezó a poner tostada sobre su plato y una selección de
frutas saludables y vegetales. "¿Cómo estás?"

"Dentro de una desviación estándar de mi propio y pequeño


promedio peculiar," Harry replicó automáticamente. "¿Cómo estás
tú? ¿Dormiste bien?"

Había bolsas oscuras bajo los ojos de Hermione Granger.


"Vaya, sí, estoy bien," respondió Hermione Granger.

"Pues," Harry vaciló. Cogió una rebanada de pastel y la depositó


sobre su plato (mientras su cerebro estaba ocupado con otras
cosas, la mano de Harry simplemente había tomado lo más
delicioso dentro de su rango, sin evaluar conceptos complejos como
si estaba listo para comer postre). "Pues, Hermione, voy a necesitar
hablar contigo más rato, ¿eso está bien?"

"Por supuesto," contestó Hermione. "¿Por qué no lo estaría?"

"Porque -" Harry dudó. "o sea - tú y yo no hemos - por los últimos
días -"

Cállate, sugirió una parte interna de Harry que parecía haberse


localizado recientemente para gobernar asuntos relacionados con
Hermione.

Hermione Granger no parecía estarle prestando mucha atención de


todos modos. Nada más contempló fijamente su plato, y luego, tras
diez segundos de incómodo silencio, empezó a comer rodajas de
tomate, una tras otra, sin pausa.

Harry apartó la mirada de ella y empezó a comer una rebanada de


pastel que, descubrió, se había materializado de alguna manera
sobre su plato.

"¡Entonces!" Hermione Granger exclamó de repente tras haber


pulido la mayoría de su plato en silencio. "¿Ha pasado algo
interesante el día de hoy?"

"Pues…" Harry dijo. Observó alrededor frenéticamente, como


buscando algo interesante que pudiera usar como relleno
conversacional.

Y por eso Harry fue uno de los primeros en verlo, y señaló sin
pronunciar palabra, aunque el repentino aumento de murmullos que
recorrió el Gran Comedor demostró que un buen número de
personas también lo habían visto.

El distintivo matiz escarlata de las túnicas habría sido reconocible en


cualquier parte, sin embargo le requirió unos pocos momentos al
cerebro de Harry ubicar los rostros. Un hombre de aspecto Asiático,
solemne, y hoy mostrándose bastante siniestro. Un hombre con ojos
perforadores que recorrían todo el cuarto, su largo cabello negro
agitándose tras él en una cola de caballo. Un hombre delgado y
pálido y sin afeitar, con una cara tan vacía que parecía de piedra. Le
tomó a Harry unos cuantos momentos ubicar los rostros, y recordar
los nombres, de ese largo día en Enero cuando el Dementor había
venido a Hogwarts: Komodo, Butnaru, Goryanof.

"¿Un trío de Aurores?" Hermione habló con extraña voz animada.


"Vaya, me pregunto qué estarán haciendo aquí."

Dumbledore estaba en su compañía, viéndose más preocupado de


lo que Harry lo hubiera llegado a ver hasta ahora; y tras un momento
de pausa en que los ojos del anciano mago escanearon el Gran
Comedor y los estudiantes susurraron sobre sus desayunos, él
señaló -

- directo hacia Harry.

"Oh, ahora qué," Harry habló por lo bajo. Sus pensamientos internos
fueron más llenos de pánico que eso, mientras se cuestionaba
frenéticamente si alguien lo había conectado al escape de Azkaban
de alguna manera. Miró hacia la Mesa de Profesores, intentando
que pareciera un vistazo casual, y se dio cuenta que el Profesor
Quirrell no se veía por ningún lado, esta mañana -

Los Aurores giraron hacia él con rápidas zancadas, el Auror


Goryanof acercándose desde el otro lado de la mesa de Ravenclaw
como para bloquear cualquier escape en esa dirección, el Auror
Komodo y el Auror Butnaru aproximándose desde el lado de Harry,
el Director pisando los talones de Komodo.
Todas las conversaciones fueron cayendo en un silencio absoluto.

Los Aurores llegaron a donde estaba la mesa de Harry, rodeándolo


desde tres ángulos.

"¿Sí?" Harry inquirió, tan normalmente como podía. "¿Qué sucede?"

"Hermione Granger," el Auror Komodo dijo con voz monótona, "está


bajo arresto por el intento de homicidio de Draco Malfoy."

Nota del Traductor

Uno de esos capítulos que tomó más tiempo del que había pensado
en un principio. Además, me ayudó a descubrir que la parte que
más detesto sobre escribir es la edición, la odio tanto que me hacía
cuestionar si realmente quería y servía para ser escritor. Sin
embargo, la animadversión por la edición es algo común entre
escritores, sólo hay que llegar al punto económico donde le pueda
pagar a otros para editar por mí.

El próximo episodio es de 7984 palabras, por lo que considerando


mi mínimo rendimiento hasta ahora, máximo me debería tardar un
mes en traducirlo por completo. También considerando mi máximo
rendimiento hasta ahora, mínimo me debería tardar una semana.
Por lo que sacando un promedio, lo más probable es que lo termine
en dos semanas, con algo de suerte.

Siento que estamos muy cerca del final, aunque en realidad faltan
44 capítulos. Por lo que es más certero afirmar que nos falta una
tercera parte del viaje. Aunque como este último tercio es el más
intenso de la historia, se siente como ir en bajada por una
pendiente.

Estoy procurando escribir más a menudo en mi blog, por lo que los


conmino a que le echen un vistazo.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp y Richard Puedes aprender más sobre
los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los
Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al infinito y más allá,
puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Parte 1
Capítulo 79: Intercambio de Tabúes, Parte 1

"Hermione Granger," el Auror Komodo dijo con voz atonal, "está bajo
arresto por el intento de homicidio de Draco Malfoy."

Las palabras cayeron dentro de la consciencia de Harry y


destrozaron sus pensamientos en cientos de fragmentos de
incredulidad, el impacto de la adrenalina al correr causando tanta
confusión que -

"Ella -" Harry tartamudeó. "Ella - ella no lo haría - ¿QUÉ?"

Los Aurores no le estaban prestando ninguna atención a él. Komodo


habló de nuevo, aún con esa voz sin color. "El Sr. Malfoy ha
recuperado la consciencia en San Mungo y la nombró, Hermione
Granger, como su asaltante. Ha repetido las acusaciones bajo dos
gotas de Veritaserum. El Encantamiento Congelador de Sangre que
lanzó sobre el Sr. Malfoy lo habría asesinado de no haber sido
encontrado y tratado, y se debe presumir que usted sabía que esa
era una maldición fatal. Por lo tanto la voy a arrestar bajo el serio
cargo de intento de homicidio y será llevada bajo custodia al
Ministerio para ser interrogada con tres gotas de Veritaserum -"

"¿Está demente? " las palabras explotaron en la boca de Harry, al


tiempo que se puso de pie de un empellón en la mesa de
Ravenclaw, un instante antes de que la mano del Auror Butnaru
cayera fuertemente sobre su hombro. Harry lo ignoró. "Es a
Hermione Granger a quien están intentando arrestar, la niña más
amable en Ravenclaw, ella ayuda a los Hufflepuffs con su tarea, ella
moriría antes de intentar asesinar a cualquiera - "

El rostro de Hermione Granger se había estropeado. "Yo lo hice,"


ella susurró con mermada voz. "Fui yo."
Otra enorme roca cayó sobre los pensamientos de Harry y aplastó
su frágil orden, reduciendo fragmentos de comprehensión en polvo.

La cara de Dumbledore pareció envejecer décadas en el transcurso


de unos segundos. "¿Por qué, Señorita Granger?" Dumbledore
preguntó, su propia voz apenas más que un susurro. "¿Por qué
haría semejante cosa?"

"Yo lo," Hermione titubeó, "yo lo, yo lo - lamento - no sé por qué yo -"
Pareció colapsar sobre sí misma, su voz formada únicamente por
sollozos, y las únicas palabras que se podían entender eran, "yo
pensé - yo lo maté - lo siento -"

Y Harry tendría que haber dicho algo, debió haber hecho algo, debió
haber saltado de su asiento y paralizado a los tres Aurores y luego
realizar un movimiento increíblemente astuto, sin embargo los
fragmentos doblemente destrozados de su proceso de pensamiento
no podían generar salida alguna. La mano de Butnaru empujó a
Harry gentil pero firmemente de vuelta a su asiento y Harry se
encontró a sí mismo pegado ahí como si hubieran usado
pegamento, intentó coger su varita para hacer un Finite y esta no
salía de su bolsillo, los tres Aurores y Dumbledore escoltaron a
Hermione por fuera del Gran Comedor en medio de los gritos que se
iban generando y las puertas empezaron a cerrarse con un portazo
tras ellos - nada tenía sentido, era surrealista más allá de todo
cálculo, como si hubiera sido transportado a un universo alterno, y
luego la mente de Harry regresó a otro día de confusión y en un
momento de desesperada inspiración finalmente se dio cuenta qué
habían hecho los gemelos Weasley con Rita Skeeter, y su voz se
levantó en un grito, "¡ HERMIONE NO LO HICISTE ES UN
ENCANTAMIENTO DE MEMORIA FALSA!"

Pero las puertas ya se habían cerrado.

Minerva no podía quedarse quieta en un solo lugar, caminaba de un


lado a otro en la oficina del Director, en el fondo de su mente medio
esperando que Severus o Harry le pidieran que se callara y se
sentara, aunque el Maestro de Pociones ni el Niño-Que-Vivió
parecieron preocuparse por ella, ambos tenían la mirada fija y
enfocada sobre Albus Dumbledore quien acababa de emerger de
los polvos Flu. Había sonidos en el fondo que nadie escuchaba.
Severus parecía tan desapasionado como siempre, sentado en un
pequeña silla almidonada al lado del escritorio del Director. El
anciano mago estaba de pie muy recto y terrible sobre la chimenea
aún llameante, con una túnica tan negra como una noche sin
estrellas, radiando poder y desaliento. Todos los pensamientos de
ella eran total confusión y horror. Harry Potter estaba sentado en un
banquillo de madera con sus dedos apretando la base del banquillo,
y sus ojos eran furia y hielo congelado.

A las 6:33 AM, Quirinus Quirrell había usado la red Flu hacia San
Mungo desde su oficina para entregar de inmediato a Draco Malfoy.
El Profesor Quirrell había hallado al Sr. Malfoy en el cuarto de
trofeos de Hogwarts, al borde de la muerte por los efectos
continuados del Encantamiento Congelador de Sangre bajando su
temperatura corporal. El Profesor Quirrell había deshecho el
Encantamiento en el acto, lanzado hechizos estabilizadores sobre el
Sr. Malfoy, y con levitación lo llevó a su oficina para enviarlo
mediante el Flu a San Mungo para un mejor tratamiento. Después
de eso, el Profesor Quirrell había informado al Director, señalando
los hechos son brevedad antes de desaparecer mediante el Flu; los
Aurores, notificados por San Mungo, habían demandado su
presencia para interrogatorio.

La clara intención del Encantamiento Congelador de Sangre había


sido asesinar a Draco Malfoy tan lentamente que los hechizos de
detección de Hogwarts, puestos para detectar heridas repentinas,
no se fueran a activar. Bajo interrogación, el Profesor Quirrell había
informado a los Aurores que había invocado varios Encantamientos
de rastreo sobre la persona del Sr. Malfoy desde Enero, poco
después del regreso del Sr. Malfoy tras las vacaciones de Navidad.
El Profesor Quirrell había lanzado los Encantamientos porque había
sido informado sobre una persona con motivos para dañar al Sr.
Malfoy. El Profesor Quirrell se había rehusado a identificar esta
persona. Los Encantamientos de rastreo que el Profesor Quirrell
había puesto fueron activados cuando la salud del Sr. Malfoy cayó
por debajo de un nivel absoluto, en vez de cambios repentinos, y por
lo tanto había alertado al Profesor Quirrell antes de que el Sr. Malfoy
hubiera muerto.

Dos gotas de Veritaserum, suficiente para prevenir al Sr. Malfoy de


retener o retocar o moderar cualquier información en sus
afirmaciones, había mostrado que el Sr. Malfoy había - legalmente
bajo las leyes de las Casas Nobles, ilegalmente bajo las
regulaciones de Hogwarts - retado a Hermione Granger a un duelo.
El Sr. Malfoy había ganado pero entonces, al retirarse, había sido
atacado por la espalda por la Señorita Granger con un Maleficio de
Paralización. Tras esto el Sr. Malfoy no sabía nada más.

Tres gotas de Veritaserum, obligando a que entregara toda


información relevante, habían causado que Hermione Granger
confesara que ella había paralizado a Draco Malfoy por la espalda, y
luego, en un acceso de ira, invocó el Encantamiento Congelador de
Sangre sobre él, con intención deliberada de matarlo lo
suficientemente lento como para evadir la detección de los hechizos
de protección en Hogwarts, cuyo mecanismo ella había leído en
Hogwarts: Una Historia . Había estado horrorizada consigo misma al
despertar al día siguiente, aunque no le contó a nadie lo que había
hecho, creyendo que Draco Malfoy ya estaría muerto - como
ciertamente habría sido tras siete horas, de no ser porque la magia
de su propio cuerpo había estado resistiendo los efectos del
Encantamiento Congelador de Sangre.

"Su juicio," comunicó Albus Dumbledore, "está programado para


mañana al mediodía."

"¿Qué? " la palabra explotó en la boca de Harry Potter. El Niño-Que-


Vivió no se levantó de su silla, sin embargo Minerva vio sus dedos
blanquearse cuando apretaron el asiento de madera debajo de él.
"¡Es una locura! No puedes hacer una investigación policial en un
día -"
El Maestro de Pociones elevó su voz. "¡Esta no es Bretaña Muggle,
Sr. Potter!" El rostro de Severus era tan inexpresivo como siempre,
sin embargo la mordida en sus palabras era afilada. "Los Aurores
tienen una acusación bajo Veritaserum y una confesión bajo
Veritaserum. Hasta donde les concierne a ellos, la investigación ha
terminado ."

"No del todo," intervino Dumbledore, justo cuando Harry parecía


apunto de explotar. "He insistido a Amelia que este asunto debe
recibir el máximo de los escrutinios. Infortunadamente, como el
funesto duelo fue a la medianoche -"

" Supuesto duelo," Harry recalcó agudamente.

"Puesto que el supuesto duelo fue a la medianoche - sí, estás muy


en lo correcto, Harry - está más allá del rango de cualquier
Giratiempo -"

"También algo supuesto," el Niño-Que-Vivió habló fríamente. "Y muy


sospechosamente, ya que la presunta sospechosa de asesinato no
sabe sobre los Giratiempos. Espero que un Auror invisible fuera
enviado inmediatamente de vuelta en el tiempo tan lejos como fuera
posible observar -"

Dumbledore inclinó su cabeza. "Fui yo mismo, Harry, al momento


que escuché. Pero para el momento en que alcancé el cuarto de
trofeos, el Sr. Malfoy ya estaba inconsciente y la Señorita Granger
ya se había ido -"

"No," rechazó Harry Potter. "Usted llegó al cuarto de los trofeos y vio
a Draco inconsciente. Eso es todo lo que usted observó, Director.
Usted no observó a Hermione allí, ni la vio irse. Debemos distinguir
observación de inferencia." La cabeza del niño se giró para mirarla a
ella. "Imperius, Desmemorización, Encantamiento de Memoria
Falsa, Legeremancia. Profesora McGonagall, ¿estoy dejando por
fuera algún hechizo que afecte la mente que pudiera haber hecho
que Hermione hiciera esto o la hiciera creer que lo ha hecho?"
"El Encantamiento Confundus," ella respondió. Y aunque las Artes
Oscuras nunca habían sido su estudio, ella conocía - "Y ciertos
rituales Oscuros. Sin embargo ninguno de aquellos puede ser
realizado en Hogwarts sin activar las alarmas."

El niño asintió, sus ojos aún posados directamente sobre ella.


"¿Cuáles de estos hechizos pueden ser detectados? ¿Cuáles
intentarán detectar los Aurores?"

"El Encantamiento Confundus se disipará en un par de horas," ella


informó, tras haber organizado sus pensamientos por un momento.
"La Señorita Granger recordaría el Imperius. La Desmemorización
no puede ser detectada por ningún medio conocido, pero sólo un
Profesor podría haber lanzado ese hechizo sobre un estudiante sin
activar los encantamientos de alarma en Hogwarts. Legeremancia -
únicamente puede ser detectada por otro Legeremante, creo -"

"Solicité que la Señorita Granger sea examinada por un


Legeremante de la corte," dijo Dumbledore. "El examen mostró -"

"¿Confiamos en él?" inquirió Harry.

"Ella," señaló Dumbledore. "Sophie McJorgenson, a quien recuerdo


como una estudiante honesta de Ravenclaw, y está atada por un
Juramento Inquebrantable para revelar la verdad de lo que ve -"

"¿Podría alguien más hacerse pasar por ella con Poción


Multijugos?" Harry Potter interrumpió otra vez. "¿Qué observó,
Director?"

Albus prosiguió pesadamente, "Una persona que se veía como


Madam McJorgenson nos contó que un único Legeremante había
tocado ligeramente la mente de la Señorita Granger algunos meses
atrás. Eso fue en Enero, Harry, cuando le comuniqué a la Señorita
Granger sobre el asunto de un cierto Dementor. Eso era de
esperarse; aunque lo que no esperaba era el resto de lo que
encontró Sophie." El mago anciano se volteó a contemplar el fuego
Flu, permitiendo que las flamas naranjas se reflejaran en su cara.
"Como bien propones, Harry, un Encantamiento de Memoria Falsa
es una posibilidad; son, al ser lanzadas perfectamente,
indistinguibles de la memoria verdad -"

"Eso no me sorprende," Harry interrumpió. "Estudios muestran que


las memorias humanas son más o menos re-escritas cada vez que
las recordamos -"

"Harry," Minerva apuntó con suavidad, y la boca del niño se cerró de


golpe.

El mago anciano continuó. "- pero un Encantamiento de Memoria


Falsa de tal calidad requiere tanto tiempo para crear como una
memoria verdadera. Crear una memoria detallada de diez minutos
demandaría diez minutos de trabajo. Y de acuerdo a la Legeremante
de la corte," La cara de Albus ahora parecía más cansada y
arrugada que antes, "La Señorita Granger ha estado obsesionada
con el Sr. Malfoy desde el día en que Severus… le gritó. Ella ha
estado pensando que el Sr. Malfoy podría estar de acuerdo con el
Profesor Snape, sobre cómo podría estar planeando hacerle daño a
ella y dañar a Harry - imaginarlo por horas cada día - sería imposible
crear memorias falsas durante tanto tiempo."

"La apariencia de la locura…" Severus murmuró suavemente, como


si estuviera hablando consigo mismo. "¿ Podría ser natural? No, es
demasiado desastroso para ser puro accidente; demasiado
conveniente para alguien, No tengo duda. ¿Una droga Muggle, tal
vez? Pero eso no sería suficiente - La locura de la Señorita Granger
tendría que ser guiada -"

"¡Ah!" Harry espetó de repente. "Ya lo tengo. El primer


Encantamiento de Memoria Falsa fue invocado sobre Hermione
después que el Profesor Snape le gritó, y mostraba, por ejemplo, a
Draco y el Profesor Snape planeando asesinarla. Entonces anoche
esa Memoria Falsa fue removida por Desmemorización, dejando
atrás las memorias de su obsesión sobre Draco sin ninguna razón
aparente, al mismo tiempo que ella y Draco recibieron las memorias
falsas del duelo."
Minerva parpadeó por la sorpresa. Habrían pasado mil años para
que a ella se le ocurriera esa posibilidad.

El Maestro de Pociones estaba frunciendo el ceño de manera


pensativa, ojos intensos. "La reacción a un Encantamiento de
Memoria Falsa es difícil de predecir por adelantado, Sr. Potter, sin
Legeremancia. Los sujetos no siempre actúan como se espera, la
primera vez que recuerdan las memorias falsas. Sería una táctica
arriesgada. Aunque supongo que esa es una manera en que el
Profesor Quirrell podría haberlo hecho."

"¿Profesor Quirrell? " exclamó Harry. "Qué motivo tiene él para -"

El Maestro de Pociones cortó secamente, "El Profesor de Defensa


siempre es un sospechoso, Sr. Potter. Se dará cuenta del patrón,
eventualmente."

Albus levantó una mano, un gesto silencioso, y todas las cabezas se


voltearon a observar. "Sin embargo en este caso hubo otro
sospechoso," Albus sentenció en voz baja. "Voldemort."

La más letales de las palabras innombrables parecieron hacer eco


alrededor del cuarto, cancelando todo el calor de las flamas
naranjas de la chimenea.

"No lo sé," el mago anciano explicó lentamente, "sé demasiado


poco, de los métodos de inmortalidad de Voldemort. Él investigó
aquellos libros antes que yo lo hiciera. Todo lo que pude hallar fue
relatos antiguos, esparcidos a través de demasiados volúmenes
para que él los pudiera remover. Pero encontrar la verdad entre
muchas historias es también una habilidad de los magos, y esto me
he empeñado en hacer. Hay un sacrificio humano, un homicidio, de
eso estoy seguro; cometido con la sangre más fría, la víctima
muriendo en medio del horror. Una vieja, viejas historias de magos
poseídos, cometiendo maldades dementes, clamando los nombres
de Señores Oscuros que se creía ya habían sido derrotados; y
usualmente hay un dispositivo, de ese Señor Oscuro, que ellos
portan…" Albus contempló a Harry, los antiguos ojos buscando los
del joven. "creo, Harry - aunque tú solamente la llamarías
interferencia - que el acto de asesinar parte el alma. Que por el ritual
del más oscuro horror, el fragmento desgarrado del alma queda
amarrado a este mundo. A una cosa material de este mundo. Que
debe ser, o que entonces se vuelve, un dispositivo de poder."

Horrocrux. El terrible nombre hizo eco en la mente de Minerva,


aunque parecía que - por alguna razón que ella desconocía - Albus
no pronunciaría esa palabra en frente de Harry.

"Y por lo tanto," el mago anciano finalizó en voz baja, "el remanente
del alma está unida a su parte atada, prolongándose aquí cuando su
cuerpo es destruido. Una triste y dolorosa existencia, creo que lo
sería; menos que espíritu, menos que el más vil de los fantasmas…"
Los ojos del mago anciano estaban fijos sobre Harry, quien devolvió
la mirada con ojos estrechos. "Tomaría tiempo para que esa alma
mutilada recuperara una pobre imitación de la vida. Por eso es que
tuvimos nuestros diez años de indulto, creo; por qué Voldemort no
regresó de inmediato. Sin embargo con el tiempo… esa aparición se
volvería capaz de levantarse de nuevo." El mago anciano habló con
siniestra precisión "Está claro, por las historias, que los Señores
Oscuros que regresan poseyendo otra forma, poseen menos magia
que por la que eran conocidos. No creo que Voldemort estuviera
satisfecho con eso. Él tomaría otra ruta hacia la vida. Aunque
Voldemort era más Slytherin que Salazar, agarrándose a cualquier
oportunidad. Él usaría su estado miserable, usaría su poder de
posesión, si tuviera una razón. Si se pudiera beneficiar de la ajena…
inexplicable furia." La voz de Albus había caído hasta casi un
susurro. "Eso es lo que sospecho le sucedió a la Señorita Granger."

La garganta de Minerva estaba muy seca. "Él está aquí, " ella jadeó.
" Aquí, en Hogwarts -"

Luego se detuvo, porque la razón que Voldemort había venido a


Hogwarts -

El mago anciano le echó a ella un breve vistazo, y admitió, todavía


con un susurro, "Lo lamento, Minerva, estabas en lo correcto."
La voz de Harry era afilada. "¿En lo correcto sobre qué?"

"La más poderosa ruta de Voldemort para la vida," Dumbledore


reconoció pesadamente. "El camino más deseable para él, por el
cual se alzara más grande y más terrible que nunca antes. Está
protegido aquí, dentro de este castillo -"

"Disculpe," Harry comentó con cortesía. "¿Es estúpido?"

"Harry," ella intervino, aunque no había fuerza en su voz.

"O sea, quizá no se haya dado cuenta de esto, Director


Dumbledore, pero este castillo está lleno de NIÑOS - "

"¡No tuve elección! " bramó Dumbledore. Los ojos azules estaban
fulgurando, bajo los anteojos de media luna. "Yo no la poseo, esa
cosa que Voldemort desea. Pertenece a otro, ¡y está guardada aquí
por su consentimiento! Le pregunté si podía guardarla en el
Departamento de Misterios. Sin embargo él no permitirá eso - afirmó
que debe ser dentro de las protecciones de Hogwarts, en el lugar
donde está la protección de los Fundadores -" Dumbledore pasó su
mano a través de su frente. "No," el mago anciano prosiguió con una
voz aún más baja. "No puedo echar esta culpa a él. Él está en lo
correcto. Hay demasiado poder en esa cosa, demasiado que los
hombres desearían. Estoy de acuerdo con que la trampa debe yacer
dentro de las protecciones de Hogwarts, en el lugar de mi propio
poder." El mago anciano inclinó su cabeza. "Sabía que Voldemort
iba a serpentear su camino hasta aquí de algún modo, y planeaba
atraparlo. No creí - no soñé - que iba a entretenerse en un fortaleza
enemiga un minuto más del necesario."

"Pero," cuestionó Severus con algo de confusión, "¿qué ganaría el


Señor Oscuro al asesinar al único heredero de Lucius?"

"Llamado al orden," Harry Potter habló, un duro filo dentro de su


voz. "Los motivos de quien fuera que estuviera detrás de esto no
son el punto principal. ¡Nuestra máxima prioridad en este momento
es que una estudiante inocente de Hogwarts está en problemas! "
Los ojos verdes se chocaron contra los azules, cuando Albus
Dumbledore volvió a fijarse en el Niño-Que-Vivió -

"Bastante correcto, Sr. Potter," Minerva declaró, sin tan siquiera


pensarlo, las palabras nada más salieron de sus labios. "Albus,
¿quién está vigilando a la Señorita Granger en este momento?"

"El Profesor Flitwick se fue con ella," el Director contestó.

"Ella necesita un abogado, " Harry protestó. "Cualquiera que


simplemente espetó 'Lo hice' a la policía -"

"Infortunadamente," Minerva dijo, su tono tomando algo de la


severidad de la Profesora McGonagall sin pensarlo, "Dudo que un
abogado vaya a ser de algún uso para la Señorita Granger en este
punto, Sr. Potter. Ella va a encarar el juicio del Wizengamot, y con
ellos es extremadamente improbable que la liberen por un
tecnicismo."

Harry la estaba observando con una expresión de completa


incredulidad, como si al sugerir que Hermione Granger no
necesitaba un abogado fuera lo mismo que sugerir que la
encendiera en llamas.

"Ella está en lo correcto, Sr. Potter," Severus añadió con calma.


"Pocos procesos de corte en este país involucran abogados."

Harry alzó sus gafas y frotó sus ojos por un instante. "Bueno.
¿Cómo sacamos a Hermione de este atolladero, exactamente?
¿Supongo que es demasiado esperar que sin abogados, los jueces
comprendan el concepto de 'sentido común' y 'probabilidad previa' lo
suficientemente bien como para darse cuenta que las niñas de doce
años básicamente nunca cometen asesinatos a sangre fría?"

"Es el Wizengamot lo que ella encara," declaró Severus. "La más


antiguas de las Casas Nobles, y otros ciertos magos de influencia."
El rostro de Severus se retorció en algo acercándose a su
acostumbrado sarcasmo. "En cuanto a ellos mostrando sentido
común - podría igualmente esperar que le hagan un sándwich de
tocino, Potter."

Harry asintió, su boca endurecida. "¿Exactamente qué tipo de pena


está enfrentando Hermione? Varita rota y expulsión -"

"No," Severus lo cortó. "Nada tan ligero. ¿Está malentendiendo a


propósito, Potter? Ella está enfrentando al Wizengamot . Allí no se
impone pena. Únicamente hay votación."

Harry Potter murmuró, " El dominio de la ley, durante tiempos


complejos, ha demostrado ser deficiente en sí mismo; preferimos
mucho más el juicio de los hombre, es vastamente más eficiente…
¿No hay reglas legales restrictivas en lo absoluto, entonces?"

Luz salió reflejada de los anteojos de media luna del mago anciano;
habló cuidadosamente, y no sin ira. "Legalmente, Harry, estamos
lidiando con una deuda de sangre de Hermione Granger hacia la
Casa de Malfoy. El Señor Malfoy propone una retribución de esa
deuda, y luego el Wizengamot vota sobre su propuesta. Eso es
todo."

"Pero…" Harry expuso lentamente. "Lucius fue Seleccionado en


Slytherin, él tiene que darse cuenta de que Hermione no es más que
un peón. No la persona con la que realmente debería estar enojado.
¿Correcto?"

"No, Harry Potter," Albus Dumbledore rechazó pesadamente. "Así es


como desearías que Lucius Malfoy llegara a pensar. El propio Lucius
Malfoy… no compartirá tu deseo de que él piense de ese modo."

Harry fijó sus ojos sobre el Director, su mirada poniéndose más fría,
al mismo tiempo que la propia Minerva tuvo que derribar sus propias
emociones, dejar de caminar e intentar respirar. Había estado
intentando no pensar al respecto, intentando alejar sus
pensamientos lejos de eso, aunque ella sabía. Ella lo había sabido
desde el instante en que lo escuchó. Podía verlo en los ojos de
Albus -
"¿Está encarando una pena capital?" Harry preguntó en voz baja, y
los escalofríos bajaron por toda la espina dorsal de Minerva ante el
suave matiz de esa voz.

"¡No!" Albus exclamó. "No, no el Beso, ni Azkaban, no para una niña


de primer año en Hogwarts. Nuestro país no está tan perdido, no
todavía."

"Aunque Lucius Malfoy," Severus arremetió sin tono, "de seguro no


estará satisfecho únicamente con partir su varita."

"De acuerdo," Harry comandó. "Como yo lo veo, tenemos dos líneas


esenciales de ataque. Línea uno, hallar el culpable real. Línea dos,
otra influencia sobre Lucius. El Profesor Quirrell salvó la vida de
Draco, ¿crea eso una deuda de sangre de la Casa Malfoy que él
pueda redimir para cancelar la de Hermione?"

Minerva parpadeó por la admiración de nuevo.

"No," Dumbledore contestó. El mago sacudió su cabeza. "Es un


pensamiento astuto - pero no, Harry, me temo que no. Hay una
excepción cuando el Wizengamot sospecha que las circunstancias
de una deuda de vida podrían haber sido creadas deliberadamente.
Y el Profesor de Defensa difícilmente está libre de sospecha. Por lo
que Lucius protestará."

Harry asintió una vez, rostro endurecido. "Director, sé que hice un


compromiso para no hacerlo - sin embargo bajo las circunstancias -
esa vez que Draco lanzó el maleficio de tortura sobre mí, es esa
deuda suficiente -"

"No," el mago anciano explicó (mientras ella soltaba un "¿Qué? " y


Severus enarcó una ceja). "No habría sido suficiente, y ahora mismo
ya no es una deuda. Eres un Oclumante y no puedes testificar bajo
Veritaserum. Draco Malfoy podría ser Desmemorizado de su propia
memoria antes de que pudiera testificar -" Albus vaciló. "Harry… sea
lo que sea que hayas hecho con Draco, debes asumir que Lucius
Malfoy pronto lo conocerá."
La cabeza de Harry se hundió entre sus manos. "Le dará
Veritaserum a Draco."

"Sí," contestó en voz baja.

El Niño-Que-Vivió no pronunció nada, permaneció sentado con su


cabeza dentro de sus manos.

El Maestro de Pociones se veía sorprendido de una manera


genuina. "Draco realmente estaba intentando ayudar a la Señorita
Granger," Severus concluyó. "Tú - Potter, tú de hecho - "

"¿Cambiar de bando?" Harry habló desde sus manos. "Estaba como


a tres-cuartos de lograrlo. Le enseñé el Encantamiento Patronus y
todo. No sé lo que sucederá ahora."

"Voldemort nos ha dado un golpe muy grave, este día," Albus


sentenció. El sonido de la voz del mago anciano era como la
apariencia del niño con su cabeza entre sus manos. "Ha tomado dos
de nuestras piezas, con un… No. Debía haberlo visto antes. Ha
tomado dos de las piezas de Harry con un movimiento. Voldemort
ha empezado su juego otra vez, no contra mí, sino contra Harry .
Voldemort conoce la profecía, sabe quién será su último enemigo.
No está esperando para enfrentar a Hermione Granger y Draco
Malfoy al lado de Harry cuando sean adultos. Los está atacando
ahora ."

"Quizá se trata de Quién-Tú-Sabes y quizá no," Harry señaló, su voz


sonando un poco inestable. "No vayamos reduciendo el espacio
para hipótesis prematuramente." Harry respiró y bajó sus manos.
"La otra cosa que podemos intentar es atrapar al culpable real antes
del juicio - o al menos hallar evidencia sólida de que alguien más lo
hizo."

"Sr. Potter," propuso Minerva, "El Profesor Quirrell le contó a los


Aurores que sabía de alguien con un motivo para lastimar al Sr.
Malfoy. ¿ Usted sabe de quién estaba hablando?"
"Sí," Harry respondió, tras dudar. "Aunque creo que debo conducir
esa parte de mi investigación con el Profesor de Defensa - al igual
que no tendría al Profesor Quirrell en el cuarto mientras discutimos
sobre cómo investigarlo a él. "

"¿Él sospecha de mí?" Severus cuestionó, luego dejó escapar una


corta sonrisa. "Vaya, por supuesto que lo hace."

"Mi propio plan," indicó Harry, "es ir a buscar el cuarto de los trofeos
donde ocurrió el supuesto duelo y ver si puedo descubrir cualquier
cosa anómala. Si pueden pedir a los Aurores investigando que me
dejen pasar -"

"¿Cuáles Aurores investigando?" Severus interrogó sin tono.

Harry Potter respiró profundamente, dejándolo salir lentamente, y


luego habló de nuevo. "En los libros de misterio usualmente toma
más que un día resolver un crimen, pero veinticuatro horas es - no,
treinta horas son mil ochocientos minutos. Y puedo pensar al menos
de otro lugar importante para buscar pistas - aunque tendría que
hacer que alguien más penetre en los dormitorios de las chicas de
Ravenclaw. Cuando Hermione estaba combatiendo abusones,
estaba encontrando notas bajo su almohada cada mañana,
informando a dónde tenía que ir ella -"

" Albus… " gruñó Minerva.

"Yo no las envié," se defendió el mago anciano. Sus cejas blancas


enmarcadas por la sorpresa. "No sabía nada de esto. ¿Crees que
estaban jugando con ella, Harry?"

"Es una posibilidad," Harry reconoció. "Más aún, porque hay una
parte de este rompecabezas que ustedes no conocen todavía." La
voz de Harry bajó, creció en intensidad. "Director, usted ya sabe que
obtuve la capa de invisibilidad de mi padre de alguien que dejó una
nota bajo mi almohada, afirmando que era un regalo adelantado de
Navidad. Creo que tenemos que asumir que es la misma persona
que le dejó las notas a Hermione -"
"Harry," el mago anciano lo interrumpió, y vaciló por un momento.
"Devolver la capa de tu padre, no me parece un acto de villanía -"

" Escuche," Harry Potter insistió con urgencia. "La parte que usted
no conoce es que cuando Bellatrix Black escapó de Azkaban,
encontré otra nota sobre mi almohada, firmada por 'Papá Noel',
diciendo que había escuchado que usted me iba a encerrar dentro
de Hogwarts, y que estaban dándome una ruta de escape al
Instituto de las Brujas de Salem en América. Esa nota venía con una
baraja de cartas, en el cual el Rey de Corazones se supone era un
traslador -"

"¡Sr. Potter! " chilló la Profesora McGonagall, ella ni siquiera había


pensado antes de hablar. "¡Eso podría ser un intento de secuestro!
Usted tendría que haber contado - "

" Sí, Profesora, hice la cosa sensata," el niño argumentó con voz
llana. " Adaptado a las circunstancias, hice la cosa sensata. Le
conté al Profesor Quirrell. Y de acuerdo al Profesor Quirrell, ese
traslador va a algún lugar de Londres - definitivamente no es lo
suficientemente fuerte como ser un traslador internacional. Es
posible que la persona que enviara la nota sea honesta, y que el
punto en Londres no es más que una estación." El niño introdujo
una mano dentro de su túnica y extrajo una baraja de cartas, junto
con una nota de papel doblado. "Voy a confiar en que no van a ir
con las pistolas disparando - o sea las varitas disparando - sólo en
el caso de que el que lo envió sea un aliado mío, si no de ustedes.
Sin embargo si es una trampa, propongo que la activemos ahora . Y
quien sea que sea, hay que atraparlo vivo para que lo podamos
exhibir ante el Wizengamot, no puedo dejar de hacer hincapié en
esa parte."

Severus se levantó de su silla, sus ojos intensos, y se movió hacia


Harry. "Necesitare un cabello suyo para la Poción Multijugos, Sr.
Potter -"

"¡No seamos precipitados!" apremió Albus. "Aún no hemos


examinado las notas enviadas a la Señorita Granger; podría no
haber semejanza alguna. Severus, ¿entrarías a su dormitorio y
verías si puedes encontrar aquellas notas?"

Las cejas de Harry Potter se habían enarcado, al tiempo que se


había puesto de pie para ofrecer un mejor acceso al Maestro de
Pociones hacia su cabello desarreglado. "¿Usted cree que hay dos
personas diferentes recorriendo Hogwarts dejando notas debajo de
las almohadas?"

Severus soltó una carcajada breve y sardónica, mientras su mano


se adelantó y arrancó un cabello, que prontamente estaba siendo
cuidadosamente envuelto en seda. "Bastante posible. si he
aprendido algo en mi ocupación de Jefe de Slytherin, he aprendido
los ridículos embrollos que se producen cuando hay más de un
planeador y más de un plan. Aunque Director - creo que el Sr. Potter
está en lo correcto en que debería seguir este traslador y ver a
dónde lleva."

Albus dudó, y luego asintió con reluctancia. "Hablaré contigo antes


de que te vayas, entonces."

Al tiempo que Harry Potter salió del cuarto para realizar su propia
investigación, Severus giró sobre sus talones y con rápidas
zancadas se dirigió hacia el jarrón con el polvo Flu, su manto
levantándose a causa de su velocidad. "Iré a conseguir algo de
Poción Multijugos, añadir el cabello, y partir. Director, va a quedarse
a la espera de -"

"Albus," Minerva inquirió, sorprendida ante lo firme que era su propia


voz, "¿dejaste tú esas notas bajo la almohada del Sr. Potter?"

La mano de Severus se detuvo un instante antes de lanzar el polvo


Flu dentro del fuego.

Dumbledore asintió ante ella, aunque la sonrisa que siguió pareció


un poco hueca. "Me conoces demasiado bien, querida."
"¿Y supongo que el traslador irá a un hogar amistoso donde el Sr.
Potter sería mantenido a salvo hasta que tú llegaras a recogerlo
para traerlo de vuelta a Hogwarts?" Su voz era dura - era sensato,
ella no podía negar que era sensato, pero por alguna razón parecía
demasiado cruel.

"Dependería de las circunstancias," el mago anciano replicó con


calma. "Si Harry hubiera llegado tan lejos - podría haberlo dejado
escapar, por un tiempo. Mejor saber a dónde está yendo, y
asegurarse que está en un lugar seguro, con amigos -"

"Y pensar," lo cortó la Profesora McGonagall, "¡que pensé en dar


una reprimenda al Sr. Potter por no hablar sobre este importante
asunto! ¡Reprenderlo por no tener el sentido común de confiar en
nosotros!" Su voz había crecido en volumen. "¡Tendré que saltarme
ese regaño, supongo!"

Severus estaba mirando fijamente al Director con ojos estrechos. "Y


las notas para la Señorita Granger -"

"El Profesor de Defensa, probablemente," aventuró el mago


anciano. "Aún así - sólo es una suposición."

"Tendré que buscarlas," Severus expuso. "Y luego, supongo,


empezar a buscar a Quien-Tú-Sabes." Un ceño fruncido cruzó el
rostro del Maestro de Pociones. "Una tarea que no tengo ni la más
mínima idea de dónde iniciar. ¿Sabe de alguna magia para
encontrar un alma, Director?"

El salón de clases de Adivinación estaba iluminado por la mortecina


luz roja de cien pequeños fuegos donde ardían cientos de inciensos
diferentes, por lo que si te pidieran definir ese cuarto con una
palabra, la respuesta sería 'humo'. (Asumiendo que te tomaras la
molestia de mirar cualquier cosa, cuando tu nariz amenazaba con
sobrecargarse y morir.) Si tu mirada podía perforar esas viscosas
neblinas, verías un pequeño, apretujado cuarto con cuarenta
sillones almidonados, la mayoría sin usar, estaban atiborrados
alrededor de un pequeño espacio en el centro del cuarto, donde una
puerta-trampa circular esperaba para tu escape.

"¡La parca!" exclamó la Profesora Trelawney con voz temblorosa,


mientras oteaba la taza para té de George Weasley. "¡La parca! ¡Es
una señal de muerte! Una que tú conoces, George - ¡alguien va a
morir! Y pronto - sí, será muy pronto, creo - a menos que sea
después desde luego -"

Habría sido una predicción muy aterradora, pensaron Fred y


George, de no ser porque le había dicho lo mismo a cada uno de los
estudiantes en su clase de Adivinación. Apenas y estaban pensando
al respecto para esas alturas; todos sus pensamientos eran para el
desastre de hoy -

La puerta-trampa se abrió del todo con un sopetón que causó que la


Profesora Trelawney chillara y derramara todo el té de George sobre
su túnica, y un instante después Dumbledore entró como el viento a
través del piso con una ave de fuego sobre su hombro.

"¡Fred!" el mago anciano comandó. Su túnica era tan negra como la


noche sin luna, sus ojos tan duros como diamantes azules.
"¡George! ¡Conmigo, ya!"

Se produjo un jadeo colectivo y para cuando Fred y George estaban


bajando la escalerilla tras el Director, la clase entera ya estaba
especulando sobre qué rol habían tenido ellos en el intento de
asesinato de Draco Malfoy.

La puerta-trampa no había acabado de cerrarse con un portazo


cuando todos los sonidos cercanos fueron silenciados y el mago
anciano giró hacia ellos y sosteniendo una varita en alto ordenó,
"¡Entreguen el mapa!"

"¿M-mapa?" dijo Fred o George en total conmoción. Ellos ni habían


sospechado siquiera que Dumbledore sospechara. "Qué, n-no
sabemos de qué está -"
"Hermione Granger está en peligro," afirmó el mago anciano.

"El Mapa está en nuestro dormitorio," George o Fred informó


inmediatamente. "Nada más denos un par de minutos para cogerlo y
se lo -"

Los brazos del mago los atraparon como si ellos fueran almohadas,
se produjo un grito perforador y un destello de fuego y luego los tres
estaban en el dormitorio de los chicos de tercer año en Gryffindor.

Unos pocos momentos después, Fred y George estaban entregando


el Mapa al Director, haciendo únicamente una mueca ante el
sacrilegio de dar su preciosa pieza del sistema de seguridad de
Hogwarts a la persona que en realidad era su dueña, y el mago
anciano tenía el ceño fruncido ante la aparente nada.

"Tiene que decir," ellos explicaron, " Juro solemnemente que mis
intenciones no son buenas - "

"Voy a declinar mentir," juró el mago anciano. Sostuvo el Mapa por


lo alto y bramó, "¡Escúchame, Hogwarts! ¡Deligitor prodi! " Un
instante después el Director estaba usando el Sombrero
Seleccionador, que se veía correctamente aterrador sobre su
cabeza, como si Dumbledore hubiera estado esperando siempre por
un sombrero puntiagudo y remendado para completar su existencia.

(Fred y George inmediatamente memorizaron esta frase, por si


acaso funcionaba en alguien más aparte del Director, y empezaron a
intentar pensar bromas que tuvieran que ver con el Sombrero
Seleccionador.)

El mago anciano no desperdició un momento para quitar el


Sombrero Seleccionador de su cabeza y lo volteó al revés - era
difícil saberlo a ciencia cierta con el Sombrero de cabeza, aunque se
veía un poco cruzado en el fondo - y luego hundió su mano para
extraer una varita de cristal. Con este instrumento empezó a trazar
patrones de runas sobre el Mapa, murmurando extraños
encantamientos que no sonaban del todo a Latín e hicieron eco en
sus oídos de una manera horripilante e inusual. A la mitad de trazar
una runa él los miró a los dos, otorgándoles un vistazo afilado. "Les
regresaré esto después, hijos de Weasley. Regresen a clase."

"Sí, Director," ellos hablaron, y titubearon. "Ah - sobre Hermione


Granger, realmente ella va a estar obligada a servir a Draco Malfoy
para siempre como su -"

" Váyanse, " demandó el mago anciano.

Ellos se fueron.

Cuando estuvo a solas en el cuarto, el mago anciano bajó la mirada


hacia el Mapa, que ahora tenía dibujado en finas líneas los
dormitorios de Gryffindor, el único nombre que quedaba era el de
Albus P.W.B. Dumbledore escrito a mano.

El mago anciano alisó el Mapa, lo dobló, y susurró, "Encuentra a


Tom Riddle."

El cuarto de interrogación del Departamento de Aplicación de la Ley


Mágica usualmente era iluminado por una pequeña luz naranja, para
que el Auror interrogador se apoyara sobre tu incómoda silla de
metal con su cara envuelta por las sombras casi totalmente,
evitando que pudieras leer su expresión, mientras que ellos podían
leer la tuya.

Tan pronto como el Sr. Quirrell hubo entrado en el cuarto, la


pequeña luz naranja había mermado y empezado a parpadear como
una vela a punto de ser apagada por el viento. El cuarto ahora era
iluminado por un resplandor sin fuente del color del hielo que
iluminaba toda la piel pálida del Sr. Quirrell como alabastro, excepto,
de algún modo, sus ojos, que permanecieron en la oscuridad.

El Auror en turno que estaba afuera había intentado


subrepticiamente deshacer este efecto cuatro veces sin el más
mínimo asomo de éxito, a pesar del hecho que el Sr. Quirrell había
rendido con educación su varita tras ser detenido para interrogación,
y no había mostrado señal de hablar o entonar o ejercer alguna otra
clase de poder.

"Quirinus… Quirrell," arrastró las palabras el hombre sentado al otro


lado de donde el Profesor de Defensa había esperado con cortesía.
El interrogador tenía el cabello grueso y lo agitaba de un lado para
otro como la melena de un león, con ojos amarillentos fijos dentro de
la cara severamente arrugada de un hombre al final de su décima
década. El hombre estaba, para este momento, pasando las hojas a
través de una gran carpeta de pergaminos que había extraído de un
negro y muy sólido maletín tras haber penetrado en el cuarto
cojeando y haberse sentado, aparentemente no mirando el rostro
del hombre que estaba interrogando. No se había introducido a sí
mismo.

Tras hojear unos cuantos pergaminos más, lo que hizo en silencio,


el Auror habló de nuevo. "Nacido el 26 de Septiembre, 1955, de
Quondia Quirrell, tras una cita aceptada con Lirinus Lumblung…"
entonó el Auror. "Seleccionado en Ravenclaw… T.I.M.O. bastante
buenos… E.X.T.A.S.I.S. en Encantamientos, Transformación… un
Extraordinario en Estudios Muggle, impresionante… Runas
Antiguas, y oh sí, Defensa. Un Extraordinario en eso también. Se
convirtió en un gran turista, visitando toda clase de lugares. Visas de
traslador para Transilvania, el Imperio Prohibido, la Ciudad de la
Noche Interminable… vaya vaya, Texas ." El hombre levantó la vista
del portafolio, ojos estrechos. "¿Qué estaba haciendo allí, Sr.
Quirrell?"

"De excursión, principalmente en las áreas Muggle," el Profesor de


Defensa dijo sin complicaciones. "Como usted afirmó, soy un gran
turista."

El hombre escuchó con el ceño fruncido, luego bajó la vista, luego la


alzó otra vez. "También veo que visitó la Ciudad de Fuyuki en 1983."
El Profesor de Defensa levantó una ceja con leve desconcierto.
"¿Qué hay de ello?"

"¿Qué hizo usted en la Ciudad de Fuyuki?" La pregunta salió como


una hoja afilada.

El Profesor de Defensa frunció el ceño ligeramente. "Nada digno de


mención. Visité algunos lugares conocidos, otros menos conocidos,
y aparte de eso, estuve a solas."

"¿En serio?" el Auror habló con suavidad. "Encuentro esa réplica


bastante interesante."

"¿Por qué?" inquirió el Profesor de Defensa.

"Porque no hubo visa alguna para la Ciudad de Fuyuki." El hombre


cerró la carpeta con un golpe. "Usted no es Quirinus Quirrell.
¿Quién rayos es usted?"

El Maestro de Pociones entró con calma al dormitorio de chicas de


Ravenclaw, el dormitorio de primer año, un lugar festivo donde el
bronce y el azul competían para ser el color los peluches, bufandas
y vestidos, pequeñas piezas de joyería barata, y afiches de gente
famosa. La cama de Hermione Granger era fácil de identificar; era la
que había sido atacada por un monstruo de libros.

Nadie más parecía estar por ahí, en ese momento del día, y un buen
número de hechizos verificaron esto.

El Maestro de Pociones buscó bajo la almohada de Hermione


Granger, y debajo de su cama, y luego empezó a revisar su baúl,
inspeccionando sin cambiar de expresión objetos que se podrían
mencionar y otros que no se podían mencionar, y finalmente tuvo
éxito en encontrar una serie de papeles describiendo lugares y
tiempos donde los abusones serían hallados, todos los papeles
firmados únicamente con una 'S' elaborada.
Tras una breve llamarada de fuego después, los papeles se habían
ido, y el Maestro de Pociones se fue a reportar el fracaso de su
misión.

El Profesor de Defensa estaba sentado calmado aún con sus manos


unidas sobre su regazo. "Si consulta al Director Dumbledore,"
explicó el Profesor de Defensa, "descubrirá que él está muy
enterado de este asunto, y que accedí a enseñar su clase de
Defensa con la condición explícita de que ninguna indagación fuera
realizada sobre mi -"

Con un movimiento de rayo, el interrogador azotó su varita y espetó


"¡Polyfluis Reverso! " al mismo tiempo que el Profesor de Defensa
estornudó, lo que causó que el rayo de color plateado-espejo se
deshiciera en una lluvia de chispas blancas.

"Disculpe," el Profesor de Defensa dijo con educación.

La sonrisa que el Auror soltó no tenía ni un asomo de regocijo. "¿Así


que dónde está el Quirinus Quirrell real, eh? ¿Bajo un Imperius en el
fondo de un baúl en algún lado, mientras coges un cabello de vez en
cuando para tu Multijugos ilegal?"

"Está haciendo suposiciones altamente cuestionables," el Profesor


de Defensa replicó con afilada voz. "¿Qué le hace pensar que no
robé directamente su cuerpo usando una magia increíblemente
Oscura?"

Esto fue seguido por una pausa certera.

"Le sugiero," el Auror amenazó, "que tome esto seriamente, Sr. -


Que-Sea."

"Lo lamento," expuso el Profesor de Defensa, recostándose en su


silla, "sin embargo veo pocas razones para humillarme a mí mismo
en esta ocasión en particular. ¿Qué me va a hacer, matarme?"
"No aprecio su humor," el Auror insistió con suavidad.

"Que infortunado para usted, Rufus Scrimgeour," concluyó el


Profesor de Defensa. "Tiene mi más profunda simpatía." Inclinó su
cabeza, pareciendo estudiar al interrogador; e incluso dentro de la
sombra de luz-hielo, los ojos destellaron.

Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato.

"¡Hermione simplemente no haría eso!" gritó Mandy Brocklehurst,


quien prácticamente estaba llorando, de hecho ella estaba llorando,
su voz habría sido lo suficientemente alta como para silenciar el
Gran Comedor de no ser por todos los otros estudiantes que se
estaban gritando entre sí. "Yo - yo apuesto que Malfoy intentó -
hacer cosas con ella -"

"¡Nuestro General nunca haría eso!" Kevin Entwhistle exclamó aún


más fuerte que Mandy.

"¡Por supuesto que él lo haría!" bramó Anthony Goldstein. "¡Malfoy


es el hijo de un Mortífago! "

Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato.

Draco era el General de su ejército.

Hermione era la fundadora de S.P.I.H.B.

Draco había confiado en ella para ser su segunda al mando.

Hermione era su compañera de Ravenclaw.

Ambos eran sus mejores amigos, quizá los dos mejores amigos que
tenía.

Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato. Estaba


contenta de que el Sombrero Seleccionador no le hubiera ofrecido
Hufflepuff. De haber sido Seleccionada en Hufflepuff probablemente
habría sido más doloroso, intentar decidir dónde yacían sus
lealtades divididas…

Parpadeó y se dio cuenta que su visión se había puesto borrosa de


nuevo, y levantó una mano temblorosa para limpiar sus ojos una vez
más.

Morag MacDougal resopló tan fuertemente que fue audible incluso


en medio del pandemónium del almuerzo, y declaró en voz alta,
"Apuesto que Granger hizo trampa en la batalla de ayer, apuesto
que por esa razón Malfoy la retó - "

"¡Todos ustedes CÁLLENSE! " rugió Harry Potter, al tiempo que


golpeó la mesa con sus puños tan duro que los platos vibraron por
todos lados.

En cualquier momento habría recibido la reprimenda de los


Profesores, esta vez apenas y logró que unos pocos estudiantes
cercanos lo vieran.

"Quería comer mi almuerzo," Harry Potter anunció, "y luego regresar


a mi investigación, por lo que no iba a hablar con nadie. Pero todos
ustedes están siendo bobos, y cuando la verdad salga a la luz van a
lamentar lo que dijeron sobre personas inocentes. Draco no hizo
nada, Hermione no hizo nada, ¡ambos estaban bajo el
Encantamiento de Memoria Falsa!" La voz de Harry Potter había ido
creciendo en las últimas palabras. " ¿Cómo es que eso no es
MALDITAMENTE OBVIO? "

"¿Crees que vamos a creer eso? " Kevin Entwhistle le gritó de


vuelta. "¡Eso es lo que todos afirman! '¡Yo no lo hice, fue solamente
un Encantamiento de Memoria Falsa!' ¿Crees que somos
estúpidos? "

Y Morag asintió junto con él, con una mirada condescendiente.


La expresión que surgió en el rostro de Harry Potter hizo que Padma
se encogiera.

"Ya veo," Harry Potter clamó, no era un grito por lo que Padma tuvo
que esforzarse para escucharlo. "El Profesor Quirrell no está aquí
para explicar lo estúpida que es la gente, aunque apuesto que en
esta ocasión puedo hacerlo por cuenta propia. Las personas hacen
algo tonto y son atrapados y se les da Veritaserum. Ningún
romántico maestro criminal, porque esos nunca serían atrapados,
esos habrían aprendido Oclumancia. Tristes, patéticos,
incompetentes criminales son atrapados, y confiesan bajo
Veritaserum, y estarían desesperados por no entrar a Azkaban así
que alegan que recibieron el Encantamiento de Memoria Falsa.
¿Correcto? Así que tu cerebro, por pura asociación Pavloviana,
enlaza la idea del Encantamiento de Memoria Falsa con los
criminales que tienen excusas increíbles. No tienes que considerar
los detalles específicos, tu cerebro nada más ajusta los patrones de
la hipótesis en un balde de cosas que no crees, y ya acabaste. Al
igual que mi padre creía que las hipótesis mágicas nunca podrían
ser creíbles, porque escuchó a muchas personas estúpidas
hablando sobre la magia. Creer en una hipótesis que involucre los
Encantamientos de Memoria Falsa es de bajo estatus ."

"¿Qué tonterías estás hablando?" replicó Morag, mirando al Niño-


Que-Vivió por encima de su nariz.

"¿Piensas que vamos a creer cualquier cosa que tú digas?" bramó


una bruja de Ravenclaw que se veía ligeramente mayor y a la que
Padma no reconoció. "¿Siendo tú el que volvió a Granger Oscura?"

"No me voy a quejar," Harry Potter habló con una voz perturbadora
por su calma, "sobre magos que que no tienen ninguna lógica y que
creen las cosas más dementes. Porque se lo comenté una vez al
Profesor Quirrell, y nada más me otorgó esta mirada y afirmó que de
no estar cegado por mi crianza podría pensar cien cosas más
ridículas que muchos Muggles creían. Lo que todos ustedes están
haciendo es muy humano y muy normal y no los hace personas
malas de un modo inusual, por lo que no me voy a quejar." El Niño-
Que-Vivió se levantó de su banco. "Los veré después."

Y Harry Potter se alejó de ellos, se fue alejando de todos ellos.

"No crees que él está en lo correcto, ¿o sí?" inquirió Su Li a su lado,


en un tono que dejaba muy claro lo que ella pensaba.

"Yo -" dudó Padma. Sus palabras parecían quedarse atrapadas en


su garganta, sus pensamientos parecían quedarse atrapados en su
cabeza. "Yo - o sea - yo -"

Si te esfuerzas lo suficiente para pensar puedes hacer lo imposible.

(Siempre había sido una articulación de la fe de Harry. Había


existido un tiempo en que había reconocido las leyes de la física
como una limitación última, y ahora sospechaba que no había
límites verdaderos.)

Si piensas lo suficientemente rápido a veces puedes hacer lo


imposible rápidamente…

… a veces.

Sólo a veces.

No siempre.

No seguramente .

El Niño-Que-Vivió contempló el cuarto de trofeos, rodeado por


premios y copas y placas y escudos y estatuas y medallas
guardadas detrás de miles, quizá decenas de miles, de pantallas de
cristal. Por tantos siglos como había existido Hogwarts, este cuarto
había estado acumulando detalles. Una semana, un mes, tal vez
incluso un año, no habría sido suficiente para tomar la opción de
'examinar' cada objeto en el cuarto. No estando el Profesor Flitwick,
Harry le había preguntado al Profesor Vector si había alguna
manera de detectar el daño hecho a las protecciones alrededor de
los estuches de cristal, verificar los residuos que tendrían que haber
quedado tras un duelo real. Harry había recorrido la biblioteca de
Hogwarts buscando hechizos para descubrir la diferencia entre
huellas dactilares viejas y nuevas, o para detectar exhalaciones
persistentes en un cuarto. Y todos aquellos intentos para jugar al
detective habían fracasado.

No había pistas, ninguna que él fuera lo suficientemente listo como


para encontrar.

El Profesor Snape había informado que el traslador llevaba a una


casa vacía en Londres, sin ninguna señal de alguien o algo en la
casa.

El Profesor Snape no había hallado ninguna nota en el dormitorio de


Hermione.

El Director Dumbledore había argumentado que el espíritu de


Voldemort probablemente estaba oculto en la Cámara de los
Secretos donde el sistema de seguridad de Hogwarts no podía
encontrarlo. Harry se había introducido en los calabozos de
Slytherin bajo la Capa de Invisibilidad y pasó el resto de la tarde
buscando en todos los lugares obvios, sin embargo no había
descubierto nada serpentino que le respondiera cuando le hablaba.
La entrada a la Cámara de los Secretos, aparentemente, no había
sido hecha para ser encontrada en un día.

Harry se había comunicado con todos los amigos de Hermione que


todavía le hablaban, y ninguno de ellos había recordado que
Hermione dijera cualquier cosa específica sobre por qué creía que
Draco estaba tramando contra ella.

El Profesor Quirrell no había regresado del Ministerio para la hora


de la cena. Los estudiantes mayores parecían pensar que el
Profesor de Defensa de este año probablemente terminaría
recibiendo la culpa por el incidente, y despedido por enseñar a los
estudiantes de Hogwarts a ser demasiado violentos. Hacían
comentarios sobre el Profesor de Defensa como si ya se hubiera
ido.

Harry había usado las seis horas enteras de su Giratiempo, y


todavía no había pistas, y ya tenía que irse a dormir si quería estar
funcional para el juicio de Hermione al día siguiente.

El Niño-Que-Destruyó-Un-Dementor estaba de pie en el medio del


cuarto de trofeos de Hogwarts, su varita tirada a sus pies.

Estaba llorando.

A veces llamabas a tu cerebro y no respondía.

El juicio de Hermione Granger empezó a la hora debida al día


siguiente.

Nota del Traductor

Es aterrador que todas las predicciones de la Profesora Trelawney


se vuelvan realidad.

Me encanta la referencia a Fate/Stay Night, y es asombroso


imaginar lo que el Profesor Quirrell podría haber hecho en la Guerra
del Santo Grial, para bien y para mal.

El próximo capítulo es de 6.000 palabras, por lo que espero terminar


de traducirlo y publicarlo en semana y media. También les informo
que hace poco actualicé las metas y rangos del .

Esta semana fue mi cumpleaños y fue mejor de lo que esperaba, a


veces envejecer no es tan malo. Aunque claro, ser inmortal sería
mejor.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues parte 2
Capítulo 80: Intercambio de Tabúes, Parte 2: El Efecto Halo

El Más Antiguo Tribunal del Wizengamot es frío y oscuro, con


medio-círculos concéntricos de piedra elevándose desde lo más
bajo del centro, y simples bancos de madera ubicados bajo aquellos
elevados medio-círculos. No hay fuente de luz, pero la cámara está
bien iluminada, sin ninguna causa o razón aparente; simplemente es
un hecho bruto que el salón está bien iluminado. Las paredes al
igual que el piso son de piedra, piedra oscura, alguna elegante y
misteriosa conjugación de la roca más fina para contemplar, con una
suave textura que parece flotar y menear bajo su superficie. Este es
el Más Antiguo Tribunal, el lugar más antiguo de la hechicería que
había perdurado hasta el presente; cualquier otro lugar de poder fue
destruido en una guerra u otra. Este es el Tribunal del Wizengamot,
que es el más antiguo porque las guerras terminaron con la
construcción de este lugar.

Este es el Tribunal del Wizengamot; hay lugares más viejos, sin


embargo están escondidos. La leyenda cuenta que las paredes de
piedra oscura fueron conjuradas, creadas, puestas en existencia por
la voluntad de Merlín, cuando reunió a los más poderosos magos
que quedaban en el mundo y los impresionó hasta que lo aceptaron
como su jefe. Y cuando (la leyenda continua) los Videntes siguieron
prediciendo que no se había hecho suficiente para prevenir el final
del mundo y su magia, entonces (la historia decía) Merlín sacrificó
su vida, y su hechicería, y su tiempo, para poner en fuerza el
Interdicto de Merlín. No fue un acto sin costo, pues un lugar como
este no podía ser alzado de nuevo por ningún poder aún conocido
por los hechiceros. Ni aún destruido, pues aquellas paredes de
piedra oscura pasarían sin daño, y quizá sin calor, a través del
corazón de una explosión nuclear. Es una lastima que ya nadie sepa
como hacerlas.
En el más alto de los elevados medio círculos del Wizengamot, en el
nivel que era la cima de la piedra oscura, había un podio. En el
podio estaba de pie un hombre, con arrugado rostro de
preocupación y una barba plateada que caía hasta por debajo de su
cintura; este es Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore. Su mano
derecha luce una varita de poder, sobre su hombro descansa un ave
de fuego. Su mano izquierda sostiene una vara corta, delgada y sin
marcas y forjada de la misma piedra oscura de las paredes, y este
es la Intacta Línea de Merlín, el dispositivo del Jefe de Magos.
Karen Dutton legó la Línea a Albus Dumbledore en el último día de
su vida, escasas horas después de regresar medio muerto tras
derrotar a Grindelwald con un flamante fénix brillando a su lado. Ella
a su vez había recibido la Línea del perfeccionador Nicodemus
Capernaum, cada mago pasándolo a su sucesor elegido, hasta
retroceder en una cadena intacta hasta el día en que Merlín exhaló
su último aliento. Así (si te lo habías preguntado) era cómo el país
de la Bretaña Mágica se las arreglaba para elegir a Cornelius Fudge
para su Ministerio, y a pesar de eso terminar con Albus Dumbledore
como Jefe de Magos. No por la ley (pues la ley escrita puede ser re-
escrita) sino por la más antigua tradición, el Wizengamot no escoge
al que debe presidir sobre sus locuras. Desde el día del sacrificio de
Merlín, el deber más importante de cualquier Jefe de Magos había
sido ejercer la más alta de las precauciones en su elección de la
persona que fuera tanto buena como capaz de discernir buenos
sucesores. Esperarías que esa cadena de luz fallara un paso, en
algún momento a través de los siglos; que se fuera a desviar menos
una vez, y luego nunca se fuera a rectificar. Sin embargo no había
ocurrido. La Línea de Merlín continúa, intacta.

(O así lo afirmaba la facción de Dumbledore. El Señor Malfoy te


contaría algo diferente. Y en Asia te iban a relatar otros cuentos
enteramente diferentes, lo que no necesariamente hacía la versión
de Bretaña incorrecta.)

Sobre la más baja de las plataformas del Antiguo Tribunal había una
silla de espalda alta, con brazos y piernas y sin acolchar, de metal
oscuro en vez de piedra oscura, que Merlín no había puesto allí.
La construcción del Ministerio que creció alrededor de este lugar es
de paneles de madera y con pintura dorada, resplandeciente e
iluminada por fuego, llena con bulliciosas tonterías. Este lugar es
diferente. Es el corazón de piedra de la Bretaña mágica, no tiene
pintura dorada ni paneles de madera, ni iluminada por fuego ni
resplandeciente.

Llenando solemnemente este cuarto están brujas y magos con


túnicas de color ciruela cada una con una W de plata bordada. Se
mueven con un aire de seriedad demostrando que están muy
conscientes de que son terrible, terriblemente importantes. Después
de todo, se encuentran en el Tribunal Más Antiguo. Ellos son los
Señores y Damas del Wizengamot, y se consideran a sí mismos los
más grande representantes del país mágico más grande del mundo.
Naciones inferiores han caído ante ellos suplicando de rodillas; son
poderosos, son ricos, son nobles; ¿no son grandiosos?

Albus Dumbledore conoce los nombres de todos en este cuarto. Le


ha enseñado a muchos de ellos, aunque muy pocos aprendieron.
Algunos son sus aliados, algunos sus oponentes, al resto los corteja
con la cuidadosa danza de su neutralidad. Todos ellos, para él, son
personas.

El actual Profesor de Defensa de Hogwarts, si le pedías su opinión


sobre los Señores y las Damas, iba a afirmar que mientras muchos
de ellos son ambiciosos, muy pocos tienen alguna ambición. Él
haría la observación que el Wizengamot es exactamente donde
alguien así terminaría - esa es exactamente la clase de oportunidad
que obtendrías, si no tenías nada mejor que hacer. Tales personas
rara vez eran interesantes, sin embargo a menudo son piezas útiles;
piezas para ser manipuladas, puntos para ser conseguidos, por los
verdaderos jugadores del juego.

No entre los medios círculos elevados, sino en medio de un arco


levantado para los espectadores, al lado de una bruja con sombrero
puntiagudo cuyo rostro está arrugado por la aprehensión, ahí se
sienta un chico con la túnica negra más formal que posee. Sus ojos
son un hielo verde y abstracción, y apenas le echa una ojeada a los
Señores y Damas cuando están yendo y viniendo. Para él no son
más que una colección de susurrantes túnicas de color ciruela para
decorar los bancos de madera, relleno visual para la escena del Más
Antiguo Tribunal. Si hay un enemigo aquí, o algo para ser
manipulado, es meramente "el Wizengamot". Aunque las ricas élites
de la Bretaña mágica tienen fuerza colectiva, no tienen una agenda
individual; sus metas son demasiado extrañas y triviales para que
tengan roles individuales en este cuento. Pues ahora, en este
tiempo presente, al chico ni le gustan ni le disgustan las túnicas de
color ciruela, porque su cerebro no les asigna suficiente
personalidad para ser sujetos de juicio moral. Él es un Personaje
Jugador, y ellos son decorado en la pared.

Esta perspectiva está apunto de cambiar.

Harry miró sin ver alrededor del pasillo del Wizengamot; parecía
bastante viejo e histórico y no había duda de que Hermione podría
haberle dado un discurso sobre ese lugar durante horas. Las túnicas
de color ciruela habían terminado de llegar, y el reloj de bolsillo de
Harry, avanzando al ritmo de tres minutos cada media hora, anunció
que el juicio estaba próximo a empezar.

La Profesora McGonagall estaba sentada a su lado, y sus ojos


nunca lo dejaron por más de veinte segundos consecutivos.

Harry había leído el Diario el Profeta esa mañana. El titular había


sido "HIJA DE MUGGLES DEMENTE INTENTA ACABAR CON
ANTIGUO LINAJE" y el resto del papel había ido por la misma línea.
Cuando Harry tenía nueve años el IRA había hecho explotar un
cuartel Británico, y había visto en televisión a todos los políticos
concursando para ver quién sería el que manifestaría su indignación
en voz más alta. Y le llegó el pensamiento a Harry - incluso
entonces, antes de que supiera algo sobre psicología - que parecía
como si todos estuvieran compitiendo para ver quién podía estar
más enojado, y a nadie se le habría permitido sugerir que cualquiera
estaba demasiado enojado, incluso si se trataba de alguien que
proponía la saturación nuclear bombardeando Irlanda. Había
quedado conmocionado, incluso entonces, por el vacío esencial en
la indignación de los políticos - aunque no había tenido las palabras
para describirlo, a esa edad - una sensación de que ellos estaban
intentando anotar puntos fáciles al golpear el mismo objetivo seguro
que todos los demás.

Harry siempre había tenido esa sensación de vacío sobre la


indignación política, sin embargo era extraño cuán obvio parecía,
cuando estabas leyendo una docena de artículos en el Diario el
Profeta atacando a Hermione Granger.

El artículo líder, escrito por algún nombre que Harry no reconocía,


hacía un llamado para que fuera reducida la edad mínima para
entrar a Azkaban, nada más para que esa retorcida sangre sucia
que había agraviado el honor de Escocia con su salvaje, no-
provocado ataque sobre el último heredero de una Más Antigua
Casa dentro del sagrado refugio de Hogwarts pudiera ser enviada a
los Dementores que sólo eran para castigo conmensurado con la
severidad de su crimen innombrable. Únicamente esto sería
suficiente para atemorizar a cualquier otra foráneo, bruto sub-
humano que de modo similar crea en su retorcida locura que podían
evadir la majestuosidad del inevitable e inmisericorde tormento del
Wizengamot para todos aquellos que amenazan la honorable
nobleza de etcétera etcétera etcétera.

El siguiente artículo había dicho lo mismo con palabras menos


elocuentes.

Más temprano, Albus Dumbledore le había hablado,

"No intentaré mantenerte lejos de este juicio." La voz del mago


anciano era calmada e inflexible. "Puedo prever muy bien cómo
resultaría eso. Pero haré que me trates con la misma cortesía a
cambio. Las políticas del Wizengamot son delicadas, y de ellas no
sabes nada. Intenta cualquier disparate y será al costo de Hermione
Granger; y recordarás ese disparate por el resto de tus días, Harry
James Potter-Evans-Verres."
"Lo comprendo," Harry acordó. "Lo sé. sólo que - si está planeando
sacar un conejo de su sombrero y salvar el día en el último minuto
cuando todo parezca perdido, por favor dígame ahora en vez de
dejarme sentado y preocupándome -"

"No te haré eso a ti," el mago anciano declaró, una terrible


preocupación parecía cubrirlo mientras se giraba para retirarse.
"Aún menos a Hermione. Aunque no tengo conejos en mi sombrero,
Harry. Nada más podemos ver lo que Lucius Malfoy desea."

Se produjo un agudo y seco golpe, un único y breve sonido que de


alguna manera silenció el cuarto entero y causó que la cabeza de
Harry se sacudiera y volteara para arriba, Dumbledore acababa de
tocar ligeramente su podio con la vara oscura que sostenía en su
mano izquierda.

"La nonagésima sesión del Wizengamot doscientos ochenta es


convocada bajo la petición del Señor Lucius Malfoy," el mago
anciano declaró sin tono.

De inmediato, lejos del podio pero también en el más alto de los


círculos, se levantó un hombre alto con una melena larga y blanca
cayendo desde su cabeza hasta los hombros de su túnica color
ciruela. "Les presento un testigo para cuestionar bajo Veritaserum,"
Lucius Malfoy expuso, su frío tono claro a través del cuarto,
suavemente controlado con apenas un tono subyacente de justa
furia. "Permitan que Hermione, la primera Granger, sea traída al
frente."

"Les pido a todos que recuerden que ella es una estudiante de


primer año de Hogwarts," Dumbledore avisó. "No voy a tolerar
ningún abuso sobre esta testigo -"

Alguien en las bancas espetó de manera audible "¡Bah!" y hubo una


serie de bufidos disgustados, incluso uno o dos abucheos.

Harry contempló fijamente las túnicas de color ciruela, sus ojos


estrechándose.
Y con la ira creciente surgió algo más, una sensación de
desasosiego que iba aumentando, de algo horriblemente sesgado,
como si la realidad misma estuviera siendo trastornada. Harry sabía
eso, de algún modo, aunque no podía descubrir qué estaba torcido,
o por qué su mente pensó que se estaba poniendo peor…

"¡Orden! " Dumbledore bramó. Raspó la piedra dos veces contra el


podio, produciendo dos pequeños clics más que sobrepasaron todo
el ruido. "¡Tendré orden aquí!"

La puerta a través de la cual la testigo fue traída estaba ubicada


directamente debajo del propio asiento de Harry, por lo que no fue
hasta que el grupo entero hubo emergido totalmente dentro del
pasillo de piedra que Harry vio -

- un trío de Aurores -

- Hermione le daba la espalda a Harry cuando fue traída, por lo que


no pudo ver su cara -

- seguida por un fulgurante gorrión de plata y una ardilla corriendo


que brillaba como la luna -

- y la fuente de esa horrible equivocación, medio escondida bajo un


manto andrajoso.

Harry se puso de pie antes de que pudiera pensarlo, fue únicamente


el frenético agarre de la Profesora McGonagall sobre su muñeca lo
que impidió que su mano fuera a coger su varita; y la Profesora de
Transformación murmuró con desesperación, " Harry está bien hay
un Patronus - "

Le tomó varios segundos a Harry recordar quién era. Para que la


parte de sí mismo que comprendía que Hermione no había sido
expuesta directamente al Dementor, para discutir con sus otras
partes hasta que fueran más o menos cuerdas -
Sin embargo los Patronus animales no son perfectos, protestó otra
voz dentro de su mente. O Dumbledore no vería la forma de un
hombre desnudo al que da pena observar. Tú lo sentiste acercarse,
Patronus animal o no…

Lentamente, Harry Potter se volvió a sentar mientras la Profesora


McGonagall lo hizo bajar con el agarre de su muñeca.

Pero para entonces ya había declarado guerra en el país de la


Bretaña mágica, y la idea de que otras personas lo tildaran de Señor
Oscuro ya no le pareció importante de un modo u otro.

El rostro de Hermione se puso visible para él, cuando se sentó en la


silla. No estaba derecha y desafiante como cuando estuvo en frente
de Snape, ni estaba llorando como cuando los Aurores la habían
arrestado. Nada más estaba ahí sentada con una expresión de
horror vacante mientras las cadenas de metal oscuro surgieron de la
silla y le ataron sus brazos y piernas.

Harry no lo podía soportar. Sin tan siquiera pensarlo estaba


intentando huir dentro de sí mismo, huir dentro de su lado oscuro,
jalar la fría ira sobre sí mismo como un escudo. Tardó demasiado,
no había intentado ir por completo a su lado oscuro desde Azkaban.
Y cuando su sangre estuvo algo helada, levantó la vista de nuevo, y
vio a Hermione en la silla otra vez, y descubrió que su lado oscuro
no sabía nada sobre cómo lidiar con este tipo de dolor, perforó a
través de la frialdad como un cuchillo y no dolió menos en lo más
mínimo.

"Vaya, ¡si es Harry Potter!" llegó una alta, ligera voz femenina,
dulcemente enfermiza e indulgente.

Lentamente, Harry giró su cabeza lejos de la silla y vio una mujer


sonriente usando tanto maquillaje que su piel parecía casi rosa,
sentándose al lado del hombre que Harry reconoció de las
fotografías como el Ministro Cornelius Fudge.
"¿Tienes algo para pronunciar, Sr. Potter?" inquirió la mujer, tan
animada como si no se tratara de un juicio.

Otras personas también lo estaban mirando ahora.

Harry no podía hablar, todas las palabras en su mente habrían sido


demasiado estúpidas para pronunciarlas en voz alta. No se le
ocurría algo para decir que Neville también habría dicho.
Dumbledore le había advertido a Harry que si cualquier otro quería
que el Niño-Que-Vivió hablara, él debía pretender ser de su edad -

"El Director me indicó que no debía hablar," el niño respondió, no


siendo capaz por completo de mantener por fuera el filo de su voz.

"¡Oh, sin embargo tienes nuestro permiso para hablar!" la mujer


exclamó alegremente. "¡Estoy segura de que el Wizengamot
siempre está feliz de escuchar sobre el Niño-Que-Vivió!" A su lado,
el Ministro Cornelius Fudge estaba asintiendo.

El rostro de la mujer era hinchado y con sobrepeso, visiblemente


pálido bajo el maquillaje. Casi inevitablemente, una cierta palabra le
vino a la mente, y esa palabra fue sapo. Lo que, informó la parte
lógica de Harry, no debía tener correlación con la moralidad de
ninguna manera. Únicamente en las películas Disney las personas
feas tenían más probabilidades de ser malvadas y viceversa; y esas
películas probablemente eran escritas por escritores que nunca
habían sido feos. Él le daría una oportunidad, todos en este cuarto
merecían una oportunidad…

"¿Porque me deshice del Señor Oscuro?" el niño preguntó, y apuntó


hacia el Dementor que estaba flotando detrás de la silla de
Hermione. "Hay algo en este cuarto que es más Oscuro."

La cara de la mujer se estrechó, poniéndose un poco más severa.


"Me doy cuenta de que un joven niño como usted podría tener
miedo de ellos, Sr. Potter, aunque los Dementores son bastante
obedientes para el Ministerio de Magia. Y ellos serían, por supuesto,
necesarios para guardar -"
"¿Una niña de doce años?" el niño gritó. "Aquellas son las criaturas
más Oscuras en todo el mundo, pude sentirla venir aquí incluso a
través del Patronus - la equivocación acercándose - es terriblemente
malvada y eso - ¡se comería a todos en este cuarto, si pudiera! ¡No
se le debería permitir estar cerca de ningún niño, jamás! ¡No de mí,
no de ella, de nadie! ¡Tendrían que votar para enviarlo lejos!"

"Nosotros ciertamente no tendremos semejante votación -" la mujer-


sapo espetó.

"Eso es suficiente, Madam Umbridge, Sr. Potter," vino la voz severa


de Dumbledore desde arriba. Y tras una corta pausa, el mago
anciano prosiguió, "Aunque, por supuesto, el niño está en lo
correcto en todo lo que dijo."

Algunos miembros del Wizengamot se mostraron avergonzados


ante el regaño del Niño-Que-Vivió, y unos pocos estaban asintiendo
violentamente ante las palabras del mago anciano. Pero eran
demasiado pocos. Harry podía verlo. Eran demasiado pocos.

El Veritaserum fue traído entonces, y por un momento pareció que


Hermione iba a sollozar, estaba contemplando a Harry - no, a la
Profesora McGonagall - y la Profesora McGonagall estaba
murmurando palabras que Harry no podía deducir desde su ángulo.
Luego Hermione tragó tres gotas de Veritaserum y su cara se puso
floja.

"Gawain Robards," dijo la suave voz de Lucius Malfoy. "Tu probidad


es conocida por todos nosotros. ¿Nos harías los honores?"

Uno de los tres Aurores dio un paso adelante.

Tras las primeras preguntas Harry desvió la mirada a un lado con


sus dedos sobre sus oídos, mientras que el cerebro de Hermione
reprodujo los contenidos del Encantamiento de Memoria Falsa. No
podía manejar la angustia-atontada causada por la droga en la voz
de Hermione al recontar sus falsas memorias, y su lado oscuro
tampoco lo podía manejar, y él ya había escuchado los contenidos
del sumario.

La mente de Harry regresó a otro día de horror, y aún cuando Harry


había estado al borde de descartar la continuada existencia del
Señor Voldemort como la senilidad de un mago anciano, de repente
pareció horrible y singularmente plausible que la entidad que había
realizado el Encantamiento de Memoria sobre Hermione era la
misma mente que había - que hizo uso de - Bellatrix Black. Los dos
eventos tenían un cierto estilo en común. Escoger que esto debería
suceder, planear para que esto sucediera - requeriría más que
maldad, requeriría vacuidad .

Harry alzó la mirada por un momento, entonces, y observó que las


túnicas de color ciruela estaba mirando, nada más mirando.

Algún tiempo después, cuando todas las estrellas en el cielo


nocturno se habían puesto frías y oscuras y la última luz en el
Universo se había pulverizado hasta ser ámbar y ponerse negra, la
interrogación de Hermione terminó.

"Si le place a mis Señores," dijo la voz del Señor Malfoy, "Me
gustaría entregar el testimonio de mi hijo Draco, testigo bajo dos
gotas de Veritaserum, leído en voz alta a continuación."

Hasta que ella fue tras de mí en esa batalla, no estaba tramando


nada contra Granger. Aunque después de ese día realmente me
sentí insultado, La ayudé todas esas veces -

El sonido que salió de la garganta de Hermione fue como si la


hubieran aplastado con una enorme roca, tan grande que no podía
gritar o respirar, solamente un pequeño y triste jadeo.

"Disculpe," inquirió una bruja que parecía estar en el lado del cuarto
alineado con Malfoy. "Pero Señor Malfoy, ¿por qué su hijo iba a
ayudar a esta chica sangre sucia?"
"Mi hijo," Lucius Malfoy respondió con voz pesada, "parece haber
estado escuchando a ciertas ideas equivocadas. Él es joven - y ha
aprendido, ahora, todos lo hemos visto como país, lo que tales
tonterías traen como pago."

A unos cuantos pasos de las bancas de los visitadores, un hombre


con una gorra de periodista y una placa que lo identificaba como
perteneciente a el Diario el Profeta estaba garabateando
enérgicamente con una larga pluma.

Las pocas personas que antes habían asentido junto con


Dumbledore ahora tenían expresiones bastante descompuestas
sobre sus rostros. Una bruja de túnica ciruela se puso de pie muy
deliberadamente desde lo que había parecido el lado del cuarto de
Dumbledore, e hizo su recorrido hacia el lado de Malfoy.

El Auror siguió leyendo, su voz monótona.

Había quedado tan cansado tras invocar todas esas protecciones de


candado, estaba débil cuando lancé el último. Aunque pensé que yo
era más fuerte que Granger, no estaba seguro, por lo que lo
comprobé empíricamente retándola a un duelo, por eso es que lo h-
h-hice y también porque si ganaba estaba planeando vencerla de
nuevo el día siguiente donde todos pudieran verlo. Estúpido
Veritaserum. ¡Pero ella no sabía eso cuando intentó asesinarme ! Y
yo realmente estaba insultado por lo que ella había hecho,
realmente la había ayudado antes y no había estado planeando
nada contra ella antes, ¡sólo que ella fue tras de mí en frente de
todos!"

Cuando todos los testimonios terminaron, las deliberaciones del


Wizengamot iniciaron.

Si las podrías llamar así.

Parecía que muchos miembros del Wizengamot tenían la fuerte


opinión de que el asesinato era malo.
Las túnicas de color ciruela en el lado del cuarto de Dumbledore
estaban silenciosas, las supuestas fuerzas del bien guardaban su
capital político para batallas menos costosas de ganar. Y Harry pudo
escuchar, como si el Profesor Quirrell hubiera estado de pie a su
lado, una voz seca en su mente; explicando que difícilmente habría
sido para la ventaja propia de los políticos el hablar en ese
momento.

Sin embargo había un mago en el cuarto cuyo estatus era lo


suficientemente alto que había, aparentemente, trascendido su
precaución contra quedar bien; un mago cuyo estatus por sí sólo era
lo suficientemente alto que podía hablar una palabra de cordura y
escapar ileso. Solamente él argumentó para defender a Hermione,
el hombre con un fulgurante fénix llameante sobre su hombro.

Únicamente Albus Dumbledore habló.

El Jefe de Magos no levantó la posibilidad de que Hermione


Granger fuera enteramente inocente. Eso, el Director le había
explicado a Harry, no sería creído, nada más empeoraría todo.

Pero Albus Dumbledore expuso, con un gentil recordatorio tras otro,


que la perpetradora era una niña de primer año en Hogwarts; que
muchos habían cometido tonterías durante su juventud; que alguien
de primer año en Hogwarts simplemente era demasiado joven para
comprender las consecuencias de sus actos. Él mismo (el Jefe de
Magos reconoció con calma) había cometido ciertas tonterías
durante su infancia, cuando era mayor que ella.

Albus Dumbledore dijo que Hermione Granger había sido querida


por todos en la facultad de Hogwarts, y ayudaba a cuatro chicas de
Hufflepuff con su tarea de Encantamientos, y había conseguido
ciento tres puntos para Ravenclaw durante el curso del año escolar.

Albus Dumbledore afirmó que todos los que conocían a Hermione


Granger estaban impactados por los eventos presentes. Que ellos
habían, todos ellos, escuchado el horror en su voz al contar su
testimonio. Y que si alguna locura temporal la había poseído,
entonces - su voz elevándose hasta ser un comando severo - no
merecía otra cosa que simpatía y la atención de un sanador.

Y al final, Albus Dumbledore le recordó al Wizengamot, por encima


de los gritos de protesta, que el cargo era de intento de homicidio y
no homicidio. Albus Dumbledore declaró, por encima de una
tormenta de objeciones, que ningún daño permanente había recaído
sobre nadie. Y Albus Dumbledore les suplicó no hacer algo peor de
lo que se había cometido -

"¡Suficiente! " aulló Lucius Malfoy, y una votación a mano alzada


terminó las deliberaciones. El hombre de melena blanca estaba de
pie, alto y terrible, su bastón plateado sostenido muy alto en una
mano como si fuera un mazo apunto de caer. "Por lo que ésta loca
mujer ha intentado hacer con mi hijo - por la deuda de sangre que
ella debe al intentar acabar con la línea de una Más Noble y Antigua
Casa - diré que ella debe -"

"¡Azkaban!" rugió un hombre con el rostro cicatrizado, sentado como


la mano derecha del Señor Malfoy'. "¡Envíen a la loca sangre sucia
a Azkaban!"

"¡Azkaban!" chilló otra túnica de color ciruela, y luego otra, y otra -

Un clic de la vara en la mano de Dumbledore silenció el cuarto.


"Están fuera de orden," el mago anciano acusó con severidad. "Y su
propuesta es de bárbaros, por debajo de la dignidad de esta
asamblea. Hay cosas que nosotros no hacemos. ¿Señor Malfoy?"

Lucius Malfoy había escuchado esto con rostro impasible. "Bueno,"


el Señor Malfoy contestó tras unos pocos momentos. Un frío
destello iluminó sus ojos. "No había planeado pedirlo. Pero ya que
es la voluntad del Wizengamot - entonces dejen que lo pague como
cualquiera en su lugar pagaría. Permitan que sea Azkaban."

Se produjo una gran aclamación de ira -


"¿Están todos perdidos? " gritó Albus Dumbledore. "¡Ella es
demasiado joven! ¡Su mente no lo toleraría! ¡En tres siglos no se ha
hecho semejante cosa en Bretaña!"

"¿Que pensarían de nosotros los otros países?" cuestionó la afilada


voz de una mujer que Harry reconoció como la abuela de Neville.

"¿ Usted va a guardar Azkaban cuando ella vaya allí, Señor


Malfoy?" atacó una severa vieja bruja que Harry no conocía. "Pues
mis Aurores podrían declinar guardarlo, me temo, si se meten niños
pequeños allí adentro."

"Las deliberaciones han terminado," Lucius Malfoy concluyó


fríamente. "Aunque si es incapaz de encontrar Aurores que puedan
obedecer al Wizengamot, Madam Bones, podría dimitir la posición;
podemos encontrar fácilmente a otra persona para servir en su
lugar. La voluntad de este Tribunal es clara. Por la monstruosidad de
sus crímenes, la chica debe ser juzgada como un adulto y castigada
de acuerdo a ello; diez años en Azkaban, la justicia por intento de
homicidio."

Cuando el mago anciano habló de nuevo, su voz era más baja.


"¿No hay alternativa a esto, Lucius? Podríamos retirarnos a mis
aposentos para discutirlo, si lo necesitas."

El hombre alto de largo cabello blanco se giró, entonces, para


dirigirse al mago anciano que estaba de pie en el podio; y los dos se
miraron fijamente por un largo momento.

Cuando Lucius Malfoy se expresó de nuevo su voz parecía temblar


muy ligeramente, como si el severo control sobre ella estuviera
fallando. "La sangre pide un pago, la sangre de mi familia. Por
ningún precio venderé la sangre que se le adeuda a mi hijo. Tú
nunca comprenderás eso, tú que nunca tuviste amor o un hijo
propio. Aún así, hay más de una deuda hacia la Casa Malfoy, y creo
que mi hijo, de estar aquí entre nosotros, preferiría ser pagado por la
sangre de su madre que por la de él mismo. Confiesa tu crimen al
Wizengamot, como lo confesaste ante mí, y yo deberé -"
"Ni siquiera lo consideres, Albus," arguyó la vieja y severa bruja que
había hablado antes.

El mago anciano se quedó de pie en el podio.

El mago anciano se quedó de pie en el podio, su cara retorciéndose,


retorciéndose -

"Alto," reiteró la vieja bruja. "Sabes la respuesta que debes dar,


Albus. No cambiará porque agonices al respecto."

El mago anciano habló.

"No," rechazó Albus Dumbledore.

"Y tú, Malfoy," continuó la severa y vieja bruja, "supongo que lo que
realmente querías todo este tiempo era arruinar -"

"Difícilmente," la cortó Lucius Malfoy, sus labios retorciéndose a


causa de una sonrisa amarga. "No, no tengo ningún propósito aquí
excepto la venganza de mi hijo. Únicamente deseaba mostrar al
Wizengamot la verdad tras el pretendido heroísmo de este viejo y
sus alabanzas a esa chica - por la que apenas y consideraría
sacrificarse para salvarla."

"Una crueldad digna de un Mortífago en efecto," acusó Augusta


Longbottom. "No que esté implicando nada, por supuesto."

"¿Crueldad?" replicó Lucius Malfoy, la amarga sonrisa todavía en su


cara. "No lo creo. Sabía cuál sería su respuesta. Siempre les he
advertido que él únicamente representa su parte pretendida. Si
crees en su vacilación, más tonta eres tú. Recuerda que su
respuesta fue la misma." El hombre levantó su voz. "Vamos a votar,
mis amigos. Creo que una votación a mano alzada será suficiente.
No imagino que vaya a haber muchos que se alineen a sí mismos
con homicidas." La voz se puso fría, en la última nota, la promesa
dentro de esa voz era muy clara.
"Contemplen a la chica," suplicó Albus Dumbledore. "Véanla, ¡miren
el horror que están cometiendo! Ella es -" La voz del mago anciano
se rompió. "Ella tiene miedo -"

El Veritaserum tenía que estar desapareciendo, porque la cara de


Hermione Granger estaba retorciéndose bajo la flojera, sus
miembros temblando visiblemente bajo las cadenas, como si ella
estuviera intentando correr, correr de esa silla, pero estaba
presionada por un peso más grande que las cadenas de metal que
la sujetaban. Entonces se produjo un esfuerzo convulsivo y el cuello
de Hermione se movió, su cabeza se giró, lo suficiente como para
alinear sus ojos -

Ella miró a Harry Potter y aunque no habló, fue absolutamente claro


lo que estaba diciendo.

Harry

ayúdame

por favor -

Y en el Más Antiguo Tribunal del Wizengamot resonó una helada


voz, discurso del color del nitrógeno líquido, entonada demasiado
alta para provenir de una garganta tan joven, y esa voz pronunció, "
Lucius Malfoy. "

En los antiguos y Santificados pasillos del Wizengamot, las


personas miraron alrededor y les tomó demasiado tiempo a sus ojos
encontrar lo que buscaban. Podría haber sido con un tono agudo,
podría haber sido con un tono demasiado bajo para las palabras que
eran dichas; y a pesar de eso, no habrías esperado escuchar esa
voz en un niño.

No fue hasta que el Señor Malfoy replicó que las personas se dieron
cuenta hacia dónde tenían que estar viendo.
"Harry Potter," dijo Lucius Malfoy. Él no inclinó su cabeza.

Las cabezas giraron, y la gente se enfocó en el joven niño de


cabello despeinado que estaba de pie al lado de una bruja anciana y
sollozante. El niño apenas y le llegaba a la altura del pecho con los
zapatos puestos, vestido con una formal y corta túnica negra. Sin
embargo a menos que tus ojos fueran muy buenos, no podrías
haber visto, desde el otro lado del Tribunal, esa famosa y letal
cicatriz bajo su desordenado cabello.

"Este disparate no es propio de ti, Lucius," expuso el niño. "Las


niñas de doce años no van por ahí cometiendo homicidios. Eres un
Slytherin y uno inteligente. Sabes que se trata de un complot.
Hermione Granger fue ubicada en este tablero a la fuerza, por la
mano que esté detrás de ese complot. Se suponía que t ú hicieras
justamente lo que estás haciendo ahora - excepto que Draco Malfoy
debía morir, y no se suponía que fueras capaz de razonar. Sin
embargo él sigue con vida y tú estás cuerdo. ¿Por qué estás
cooperando con ese rol intencionado, en un plan para tomar la vida
de tu hijo?"

Una tormenta pareció rabiar dentro de Lucius, el rostro bajo el


flotante cabello blanco amenazaba con romperse y dejar salir algo
imposible de adivinar. El Señor de Malfoy pareció casi hablar una
vez y luego dos veces de nuevo, tragando tres frases inaudibles
antes que sus labios se abrieran verdaderamente. "¿Un plan,
afirmas?" El Señor Malfoy inquirió al fin. Su cara estaba retorcida,
controlada con mucho esfuerzo. "¿Y de quién sería ese plan,
entonces?"

"Si lo supiera," admitió el niño, "lo habría revelado muchísimo antes.


Pero cualquiera que haya sido compañero de clase de Hermione
Granger te podría informar que ella es la más improbable de los
asesinos. Ella sí, en efecto, ayuda a los Hufflepuffs con su tarea.
Esto no fue un evento natural, Señor Malfoy."

"Plan - o no plan -" La voz de Lucius estaba temblando. "Esta


inmunda sangre sucia ha tocado a mi hijo y por eso la voy a
terminar. Deberías saber eso muy bien, Harry Potter ."

"Es cuestionable," el niño insistió, "por decir lo menos, si Hermione


Granger en realidad lanzó el Encantamiento Congelador de Sangre.
Aunque no conozco las circunstancias exactas o cuáles hechizos
estuvieron involucrados, simples engaños no habrían sido
suficientes para lograr que ella lo hiciera. Ella no actuó por su propia
voluntad, y quizá no hizo nada de nada. Tu venganza está mal
dirigida, Señor Malfoy, y muy deliberadamente. No es una niña de
doce años quien merece tu ira."

"¿Y qué te importa a ti su destino?" La voz de Lucius Malfoy estaba


alzándose. "¿Cuál es tu participación en esto?"

"Ella es mi amiga," el niño contestó, "al igual que Draco es mi amigo.


Es posible que este ataque fuera dirigido contra mí, y no hacia la
Casa Malfoy."

Otra vez los músculos saltaron en el rostro de Lucius. "Y ahora me


estás mintiendo - ¡al igual que le mentiste a mi hijo!"

"Lo creas o no," el niño afirmó con calma, "Nunca tuve otra intención
excepto que Draco supiera la verdad -"

"¡Suficiente! " gritó el Señor Malfoy. "¡Suficiente de tus mentiras!


¡Suficiente de tus juegos! Tú no comprendes - nunca lo
comprenderías - ¡lo que significa que él sea mi hijo! ¡No me será
negada esta venganza! ¡No más! ¡Nunca más! Por la sangre que
esta chica le debe a la Casa Malfoy, ella tendrá que ir a Azkaban. Y
si alguna vez encuentro otra mano detrás de esto - incluso si es la
tuya propia - ¡esa mano también será cortada!" Lucius Malfoy
levantó su letal bastón plateado como dando un comando, sus
dientes apretados y sus labios retraídos en un gruñido, como si
fuera un lobo enfrentando un dragón. "Y si no tienes nada mejor que
decir que eso - ¡guarda silencio, Harry Potter!"


La sangre de Harry estaba martillando incluso bajo el hielo de su
lado oscuro, el temor por Hermione, la parte de él que quería
desquitarse con Lucius y destruirlo por su insolencia y su estupidez -
sin embargo Harry no tenía el poder, ni siquiera tenía un solo voto
en el Wizengamot -

Draco había dicho que Lucius le tenía miedo a él, por alguna razón
desconocida. Y Harry podía ver en el rictus que se había convertido
el rostro del Señor Malfoy, estirado y apretado, que estaba tomando
todo su coraje para decirle a Harry que se callara.

Por lo que Harry habló, su voz fría y mortal, esperando que


realmente tuviera algún significado, "Obtendrás mi enemistad si
haces esto, Lucius…"

Alguien en las filas más bajas de lo que evidentemente era el lado


de los puristas de sangre en el Wizengamot, quien estaba mirando
al joven niño hacia abajo en vez de hacia arriba al Señor Malfoy, se
carcajeó con absoluta incredulidad. Otras túnicas de color ciruela
empezaron a reírse también.

El Señor Malfoy lo miró fijamente con dura dignidad, mientras la risa


se esparció. "Si quieres la enemistad de la Casa de Malfoy, la
tendrás, niño ."

"Seamos serios," propuso la mujer con demasiado maquillaje rosa,


"creo que esto se ha alargado bastante, ¿no lo piensa así, Señor
Malfoy? El niño se perderá sus clases."

"En efecto así será," concordó Lucius Malfoy, y luego alzó su voz
otra vez. "¡Hago un llamado a votación! ¡A mano alzada, permitan
que el Wizengamot reconozca la deuda de sangre que le pertenece
a la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy, por el intento de homicidio
de su último heredero y así acabando con su linaje, por Hermione, la
primera Granger!"

Las manos ascendieron una tras otra, y la secretaria que se sentaba


en el fondo del círculo empezó a hacer marcas en el pergamino para
contarlos, pero era obvio para donde iba la mayoría.

Y Harry gritó dentro de su mente, una frenética llamada de ayuda


para cualquier parte de sí mismo que ofreciera una vía de escape,
una estrategia, una idea. Sin embargo no había nada, no había
nada, había jugado sus cartas y perdido. Y entonces con una última
y convulsiva desesperación Harry se sumergió a sí mismo dentro de
su lado oscuro, se empujó a sí mismo dentro de su lado oscuro,
aprovechando su mortal claridad, ofreciendo a su lado oscuro todo
con tal de resolver este problema para él; y por fin la letal calma
recayó sobre él, el verdadero hielo respondiendo su llamado. Más
allá del pánico y la desesperación su mente empezó a buscar a
través de cada hecho en su posesión, recordar todo lo que sabía
sobre Lucius Malfoy, sobre el Wizengamot, sobre las leyes de la
Bretaña Mágica; sus ojos observaron las filas de sillas, a cada
persona y cada cosa dentro de su rango de visión, buscando
cualquier oportunidad que pudiera agarrar -

Nota del Traductor

El próximo capítulo es de 5.300 palabras más o menos, por lo que


espero publicarlo en una semana exactamente.

Ya comencé a grabar el capítulo 6 del audiolibro de HPMOR y


también el omake. Debo decir que el omake a sido más fácil, grabar
ha sido difícil por no disponer de equipos para grabar y editar
profesionalmente, y un cuarto apropiado para grabación, y tres
gatos y un perro que no debería tener conmigo pero ni modo. A
pesar de las dificultades a sido divertido.

Creo que puedo cumplir con la publicación del omake antes de que
finalice Junio, espero. En cuanto al audiolibro, no me siento tan
optimista, sin embargo me estoy esforzando.

Me han pasado un par de cosas interesantes esta semana, pero


estoy cansado y tengo que seguir escribiendo y combatir el deseo
de dormir, porque dormir es una debilidad.
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres
Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Parte 3
Capítulo 81: Intercambio de Tabúes, Parte 3

En medio-círculos elevados de piedra oscura, un gran mar de


manos se alzaron.

Los Señores y Damas del Wizengamot, con túnicas de color ciruela


marcadas con una 'W' plateada, descargaron su severa mirada
como reprimenda a una joven niña que estaba temblando y
encadenada. Si tenían, cualquier sistema de ética particular, no
debía ser muy eficiente, era claro que pensaban muy bien de sí
mismos por actuar como lo estaban haciendo.

La respiración de Harry estaba temblando dentro de su pecho. Su


lado oscuro había inventado un plan - y luego cambió de nuevo
hacia la luz porque hablar con demasiada frialdad no sería algo
ventajoso para Hermione; un hecho del que únicamente no se había
percatado el Harry-medio-frío…

"La votación termina, a favor," entonó la secretaria, cuando se hubo


hecho todo el conteo, y las manos alzadas bajaron. "El Wizengamot
reconoce la deuda de sangre que Hermione Granger tiene hacia la
Casa de Malfoy por el intento de homicidio de su último heredero y
de acabar con su linaje."

Lucius Malfoy estaba sonriendo con siniestra satisfacción. "Y ahora,"


dijo el mago de melena blanca, "afirmo que su deuda deberá ser
pagada -"

Harry apretó su puño bajo la banca y gritó, "¡Por la deuda que la


Casa Malfoy tiene con la Casa Potter!"

"¡Silencio!" espetó la mujer con demasiado maquillaje rosa


sentándose al lado del Ministro Fudge. "¡Ya has interrumpido estos
procedimientos demasiado! ¡Aurores, deben escoltarlo hasta la
salida!"

"Esperen," demandó Augusta Longbottom desde uno de los


asientos en la cima. "¿Qué deuda es esa?"

Las manos de Lucius se blanquearon sobre su bastón. "¡La Casa de


Malfoy no te debe nada!"

No era la esperanza más sólida en el mundo, estaba basada en un


artículo de periódico escrito por una mujer que había recibido el
Encantamiento de Falsa Memoria, sin embargo Rita Skeeter había
parecido encontrar plausible, la alegación de que el Sr. Weasley
tenía una deuda hacia James Potter porque…

"Me sorprende que lo hayas olvidado," Harry declaró con voz


controlada. "Seguramente fue un cruel periodo de tu vida, laborar
bajo la maldición Imperius de Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado,
hasta que fuiste liberado por los esfuerzos de la Casa Potter. Por mi
madre, Lily Potter, quien murió por ello, y por mi padre, James
Potter, quien murió por ello, y por mí, por supuesto."

Se produjo un breve silencio dentro del Más Antiguo Tribunal.

"Vaya, que excelente punto, Sr. Potter," apuntó la vieja bruja que se
había identificado como Madam Bones. "Yo, también, estoy bastante
sorprendida que el Señor Malfoy haya olvidado tan significativo
evento. Debe haber sido un día tan feliz para él."

"Sí," añadió Augusta Longbottom. "Debe haber estado tan


agradecido."

Madam Bones asintió. "La Casa Malfoy no puede negar esa deuda -
a menos, quizá, ¿que el Señor Malfoy nos quiera informar que
recordó mal algo? Tomaré un interés bastante profesional en eso.
Siempre estamos intentando saber más sobre aquellos días
oscuros."
Las manos de Lucius Malfoy sujetaron la empuñadura de la
serpiente plateada de su bastón como si estuviera apunto de
golpear con aquello, de liberar cual fuera el poder que ocultaba -

Entonces el Señor Malfoy pareció relajarse, una sonrisa helada cayó


sobre su cara. "Por supuesto," admitió fácilmente. "Aunque confieso
que no lo había comprendido, el niño está muy en lo correcto. Pero
no creo que las dos deudas se cancelen del todo - la Casa Potter
nada más estaba intentando salvarse a sí misma -"

"No así," Dumbledore habló desde arriba.

"- y por lo tanto," entonó Lucius Malfoy, "voy a demandar


compensación monetaria también, por la redención de la deuda de
sangre que le pertenece a mi hijo. Esa, también, es la ley."

Harry sintió un extraño sentimiento interno. Eso también había


estado en el artículo del periódico, El Sr. Weasley había demandado
diez mil Galeones adicionales -

"¿Cuánto?" preguntó el Niño-Que-Vivió.

Lucius seguí usando esa fría sonrisa. "Cien mil Galeones. Si no


tienes tal cantidad en tu bóveda, supongo que debo aceptar un
pagaré por el resto."

Un rugido de protesta surgió desde el lado del cuarto aliado con


Dumbledore, incluso algunas de las túnicas de color ciruela en el
medio se mostraron conmocionadas.

"¿Deberíamos ponerlo a votación del Wizengamot?" propuso Lucius


Malfoy. "Creo que pocos entre nosotros queremos ver a la pequeña
homicida libre. Por votación a mano alzada, ¡la compensación
adicional de cien mil Galeones será requerida para cancelar la
deuda!"

La secretaría empezó a contar, sin embargo esa votación también


estaba clara.
Harry se quedó ahí de pie, respirando profundamente.

Mejor que ni siquiera lo tengas que considerar, el Gryffindor interior


de Harry habló en tono amenazador.

Es una compra significativa, observó Ravenclaw. Tendríamos que


invertir una gran cantidad de tiempo pensando al respecto.

No tendría que haber sido tan duro. No tendría que haberlo sido.
Dos millones de libras no era más que dinero, y el dinero sólo valía
lo que podía comprar…

Era extraño cuánto apego psicológico podrías tener al 'sólo dinero',


o cuán doloroso podía ser imaginar perder una bóveda en el banco
llena de oro cuya existencia no habías ni siquiera concebido el año
anterior.

Kimball Kinnison no tendría vacilación, insistió Gryffindor.


Seriamente. Como, decisión inmediata. ¿Qué clase de héroe eres
tú? Ya te odio por tener que pensarlo durante más de 50
milisegundos.

Esta es la vida real, argumentó Ravenclaw. Perder todo tu dinero es


mucho más doloroso para las personas en la vida real que en los
libros de los héroes.

¿Qué? demandó Gryffindor. ¿En qué lado estás?

No estaba abogando por una respuesta en particular, respondió


Ravenclaw, nada más lo dije porque es verdad.

¿Podrían usarse cien mil Galeones para salvar más de una vida si
los gastamos de otra manera? preguntó Slytherin. Tenemos
investigaciones para hacer, batallas para combatir, la diferencia
entre ser 40,000 Galeones rico y estar 60,000 Galeones en deuda
no es trivial -
Así que nada más usaremos alguno de nuestros métodos para
hacer dinero rápido y lo recuperaremos todo, comentó Hufflepuff.

No hay certeza de que aquellos métodos van a funcionar, replicó


Slytherin, y la mayoría requieren una inversión inicial -

Personalmente, interrumpió Gryffindor, voto para que salvemos a


Hermione y luego nos combinemos todos para asesinar a nuestro
Slytherin interior.

La voz de la secretaría anunció que la votación había pasado a


favor…

Los labios de Harry se abrieron.

"Acepto tu oferta," pronunciaron los labios de Harry, sin duda


alguna, sin haber tomado ninguna decisión; como si el debate
interno no fuera más que pretensión e ilusión, el verdadero controlar
de la voz no había sido parte de aquello.

La máscara de Lucius Malfoy se destrozó, sus ojos se abrieron de


par en par, miró fijamente a Harry con un asombro puro y absoluto.
Su boca se había abierto ligeramente, aunque no estaba hablando,
y si estaba produciendo algún ruido peculiar no podía ser escuchado
sobre los rugidos de simultáneos jadeos del Wizengamot -

Un golpe ligero de piedra silenció a la multitud.

"No," dijo la voz de Dumbledore.

La cabeza de Harry se torció alrededor para contemplar al antiguo


mago.

La cara arrugada de Dumbledore estaba pálida, la barba plateada


estaba temblando visiblemente, se veía como si estuviera en la
agonía final de una enfermedad terminal. "Yo lo - lamento, Harry -
pero esa decisión no es tuya - pues aún soy el guardián de tu
bóveda."
"¿Qué? " espetó Harry, demasiado conmocionado para componer
una réplica apropiada.

"¡No puedo permitir que te endeudes con Lucius Malfoy, Harry! ¡No
puedo! No sabes - no te das cuenta -"

MUERE.

Harry ni siquiera sabía cuál parte de él había hablado, podría haber


sido una votación unánime, la ira pura y la furia desbordando a
través de él. Por un instante él creyó que la mera fuerza de su ira
podría coger alas mágicas y salir volando a atacar el Director,
hacerlo caer muerto desde el podio -

Sin embargo cuando la voz mental hubo hablado, el mago anciano


seguía ahí de pie, observando a Harry, larga varita oscura en su
mano derecha, corta vara negra en su izquierda.

Y los ojos de Harry también fueron hacia el ave rojo-dorada con sus
garras reposando sobre el hombro de la túnica negra de
Dumbledore, silencioso cuando ningún fénix tendría que haber
estado silencioso. "Fawkes," Harry llamó, su voz sonando extraña
en sus propios oídos, "¿le puedes gritar en mi lugar?"

La fiera ave sobre el hombro del anciano mago no gritó. Tal vez el
Wizengamot había demandado que se pusiera un hechizo de
silencio sobre la criatura, de otro modo probablemente habría
estado gritando todo el tiempo. Aunque Fawkes sí golpeó a su
maestro, un ala dorada abofeteando la cabeza del anciano mago.

"¡No puedo, Harry!" el mago anciano exclamó, la agonía era clara en


su voz. "¡Estoy haciendo lo que debo hacer!"

Y Harry lo supo, entonces, cuando miraba al ave rojo-dorada, qué


era lo que debía hacer. Tendría que haber sido obvia desde el
principio, esa solución.
"Entonces yo también haré lo que debo," Harry se dirigió a
Dumbledore, como si los dos estuvieran a solas en el cuarto. "¿Te
das cuenta de eso, o no?"

El mago anciano negó con su temblorosa cabeza. "Cambiarás de


parecer cuando seas mayor -"

"No estoy hablando de eso," Harry lo interrumpió, su voz todavía


extraña en sus propios oídos. "Me refiero a que no permitiré que
Hermione Granger sea comida por Dementores bajo ninguna
circunstancia. Punto. Sin importar lo que la ley diga, y sin importar lo
que tenga que hacer para evitarlo. ¿Aún necesito explicarlo en voz
alta?"

Una extraña voz masculina habló desde algún lugar lejano,


"Asegúrense de que esa chica sea llevada directamente a Azkaban,
y pongan vigilancia extra."

Harry esperó, contemplando fijamente al mago anciano, y luego


habló de nuevo. "Iré a Azkaban," Harry prometió al mago anciano,
como si estuviera a solas en el mundo, "antes de que Hermione
pueda ser llevada allí, y empezaré a chasquear mis dedos. Aunque
podría costar mi vida entera, para cuando ella llegue allí, ya no
habrá un Azkaban."

Algunos miembros del Wizengamot jadearon sorprendidos.

Luego un gran número de ellos empezaron a reírse.

"¿Cómo harías para llegar allí, pequeño niño?" alguien inquirió, de


entre aquellos que se estaban riendo.

"Tengo mis propios medios para ir los lugares que debo ir," contestó
la distante voz del niño. Harry mantuvo sus ojos sobre Dumbledore,
sobre el mago anciano que lo miraba fijamente a causa de la
conmoción. Harry no observó directamente a Fawkes, no reveló su
plan; pero en su mente se preparó para invocar el fénix que lo
pudiera transportar allí, se preparó para llenar su mente con la furia
y la luz, para llamar al ave de fuego con todo su poder, podría tener
que hacerlo en el instante que Dumbledore lo fuera a apuntar con su
varita -

"¿Lo harías en verdad?" el mago anciano cuestionó a Harry,


también como si los dos estuvieran a solas en el cuarto.

El cuarto se puso silencio otra vez cuando todos vieron sorprendidos


al Jefe de Magos del Wizengamot, quien parecía estar tomando con
completa seriedad la loca amenaza.

Los ojos del anciano mago estaban fijos únicamente sobre Harry.
"¿Arriesgarías todo - todo - únicamente por ella?"

"Sí," Harry replicó.

Esa es la respuesta equivocada, lo sabes, señaló Slytherin.


Seriamente.

Sin embargo es la respuesta verdadera.

"¿No escucharás a la razón?" cuestionó el anciano mago.

"Aparentemente no," fue la respuesta de Harry.

Las miradas permanecieron fijadas entre sí.

"Este es un terrible disparate," afirmó el anciano mago.

"Estoy consciente de esto," contestó el héroe. "Ahora sal de mi


camino."

Extraña luz resplandeció en lo antiguos ojos azules. "Como desees,


Harry Potter, aunque sabes que esto no ha terminado."

El resto del mundo volvió a materializarse.

"Retiro mi objeción," expuso el mago anciano, "Harry Potter podrá


hacer como lo desea," y el Wizengamot explotó en un rugido de
conmoción, únicamente para ser silenciado por un suave golpe final
de la vara de piedra.

Harry giró su cabeza de vuelta al Señor Malfoy, quien parecía


alguien que acababa de ver un gato convertirse en persona y
empezado a devorar otros gatos. Llamar su expresión confundida no
comenzaba a describirlo.

"Tú verdaderamente…" Lucius Malfoy habló lentamente.


"Verdaderamente pagarás cien mil Galeones, para salvar a una niña
sangre sucia."

"Creo que hay cuarenta mil en mi bóveda de Gringotts más o


menos," Harry dijo. Era extraño como eso seguía causando más
dolor interno que el pensamiento de tomar un riesgo para su vida
superior al cincuenta por ciento para destruir Azkaban. "En cuanto
los otros sesenta mil - ¿cuáles son las reglas, exactamente?"

"Se hace pagadero cuando te gradúes de Hogwarts," el mago


anciano habló desde muy arriba. "Aunque el Señor Malfoy tiene
ciertos derechos sobre ti antes de eso, me temo."

Lucius Malfoy permaneció quieto, con el ceño fruncido hacia Harry.


"¿Quién es ella para ti, entonces? ¿ Qué es ella para ti, que
pagarías tanto para evitar que sufra?"

"Mi amiga," el niño afirmó con calma.

Los ojos de Lucius Malfoy se estrecharon. "Por el reporte que recibí,


no puedes invocar el Encantamiento Patronus, y Dumbledore sabe
esto. El poder de un solo Dementor casi te mata. No te atreverías a
ir cerca de Azkaban en persona -"

"Eso fue en Enero," lo cortó Harry. "Ahora es Abril."

Los ojos de Lucius Malfoy permanecieron fríos y calculadores.


"Pretendes que puedes destruir Azkaban, y Dumbledore pretende
creerlo."
Harry no replicó.

El hombre de cabello blanco se giró ligeramente, hacia el centro del


medio-círculo, como si fuera a dirigirse al más grande Wizengamot.
"¡Retiro mi oferta!" gritó el Señor de Malfoy. "¡No aceptaré la deuda
de la Casa Potter en pago, ni siquiera por cien mil Galeones! ¡La
deuda de sangre de la chica hacia la Casa Malfoy sigue en pie!"

Otra vez el rugido de muchas voces. "¡Deshonroso!" alguien gritó.


"Reconoces la deuda hacia la Casa Potter, y aún así vas -" y luego
la voz fue cortada.

"Aunque reconozco la deuda, la ley no me obliga estrictamente a


aceptarla para su cancelación," explicó el Señor Malfoy con una
sonrisa siniestra. "La chica no es parte de la Casa Potter; la deuda
que tengo con la Casa Potter no es una deuda con ella. En cuanto al
deshonor -" Lucius Malfoy hizo una pausa. "Por la grave vergüenza
que siento ante mi ingratitud con los Potters, quienes han hecho
tanto por mí -" Lucius Malfoy inclinó su cabeza. "Puedan mis
ancestros perdonarme."

"¿Bueno, niño?" llamó el hombre cicatrizado al lado de la mano


derecha del Señor Malfoy. "¡Ve y destruye Azkaban, entonces!"

"Me gustaría ver eso," añadió otra voz. "¿Vas a vender boletos?"

Está de más decir que Harry no eligió este momento en particular


para rendirse.

La chica no es parte de la Casa Potter -

Él había, de hecho, visto la salida obvia del dilema casi


instantáneamente.

Le podría haber tomado más tiempo de no ser porque


recientemente había escuchado de lejos varias conversaciones
entre chicas mayores de Ravenclaw, y leído un cierto número de
historias de El Quibbler.
Él tenía, no obstante, problemas en aceptarlo.

Esto es ridículo, declaró una parte de Harry que se había nombrado


a sí mismo el Revisor de Coherencia Interna. Nuestras acciones
aquí son completamente incoherentes. Primero sientes menos
reluctancia emocional a arriesgar tu condenada VIDA y
probablemente MORIR por Hermione, que separarte de un estúpido
montón de oro. ¿Y ahora estás paralizado nada más por casarte?

ERROR DEL SISTEMA.

¿Sabes qué? acusó el Revisor de Coherencia Interna. Eres


estúpido.

No he dicho que no, pensó Harry. Nada más estaba diciendo


ERROR DEL SISTEMA.

Voto porque destruyamos Azkaban, propuso Gryffindor. De todos


modos es necesario hacerlo.

Realmente, realmente estúpido, insistió el Revisor de Coherencia


Interna. Oh, al diablo con esto, voy asumir control de nuestro
cuerpo.

El niño respiró profundamente, y abrió su boca -

Para este punto Harry Potter había olvidado enteramente la


existencia de la Profesora McGonagall, quien había estado sentada
ahí todo este tiempo experimentando una serie de interesantes
cambios en su expresión facial que Harry no había estado mirando
porque estaba distraído. Habría sido demasiado severo afirmar que
Harry se había olvidado de ella porque no la consideraba un
Personaje Jugador. Habría sido más amable decir que la Profesora
McGonagall no era una solución visible para ninguno de sus
problemas actuales, y por lo tanto ella no era parte del universo.

Por lo que Harry, quien para este punto tenía una gran cantidad de
adrenalina en su flujo sanguíneo, se asustó y sobresaltó muy
visiblemente cuando la Profesora McGonagall, con ojos
resplandeciendo con esperanza imposible y las lágrimas sobre sus
mejillas medio secas, se puso de pie con un brinco y gritó, "
¡Conmigo, Sr. Potter! " y, sin esperar una respuesta, bajó las
escaleras que llevaban al fondo de la plataforma donde esperaba
una silla de metal oscuro.

Aunque le tomó un momento, Harry corrió tras ella; pero se demoró


un poco más alcanzando el fondo, mientras que la Profesora
McGonagall saltó la mitad de las escaleras con un extraño
movimiento como de gato y aterrizó con el trío de asombrados
Aurores ya apuntándole con sus varitas.

"¡Señorita Granger!" llamó la Profesora McGonagall. "¿Ya es capaz


de hablar?"

Al igual que con la Profesora McGonagall, había una cierta


sensación sobre la que se podía aseverar que Harry había olvidado
la existencia de Hermione Granger, porque Harry había estado
estirando su cuello hacia arriba en vez de hacia abajo, y porque no
la había considerado una solución a ninguno de sus problemas
actuales. Sin embargo era duramente cierto, era más un hecho que
una probabilidad, que Harry recordando mirar a Hermione o pensar
sobre lo que ella estaba sintiendo, no le habría ayudado en lo más
mínimo.

Harry llegó al fondo de las escaleras y vio a Hermione Granger de


pies a cabeza -

Sin pensarlo, sin ser capaz de evitarlo, Harry cerró sus ojos, pero la
había visto.

La túnica escolar alrededor de su cuello, empapada por completo


con lágrimas.

El modo en que ella estaba apartando la mirada de él .


Y el ojo de la memoria y la simpatía, que no podía ser cerrado, no
podía dejar de ver, sabía que Hermione había revivido la peor
vergüenza de su vida en frente de la nobleza de la Bretaña mágica y
la Profesora McGonagall y Dumbledore y Harry; y luego sentenciada
a Azkaban donde sería expuesta a la oscuridad y al frío y todas sus
peores memorias hasta enloquecer y morir; y cuando escuchó que
Harry iba a entregar todo su dinero y endeudarse para salvarla a
ella, y quizá incluso sacrificar su vida

y con el Dementor parado apenas a unos cuantos pasos detrás de


ella

ella no había dicho nada…

"S-sí," murmuró la voz de Hermione Granger. "Yo p-puedo hablar."

Harry abrió sus ojos otra vez y vio su rostro, ahora viéndolo a él. No
revelaba nada sobre lo que él pensaba que Hermione estaba
sintiendo, las caras no podían expresar nada tan complicado, todos
lo que los músculos faciales podían hacer era contorsionarse a sí
mismos en nudos.

"H-H-Harry, Yo-Yo estoy tan, estoy tan -"

"Cállate," Harry sugirió.

"l-l-lamento -"

"De no haberme conocido en el tren nunca te habrías metido en


tantos problemas. Así que cállate," declaró Harry Potter.

"Los dos están siendo tontos," la Profesora McGonagall opinó con


su firma acento Escocés (era extraño lo mucho que eso ayudaba).
"Sr. Potter, extienda su varita de tal modo que los dedos de la
Señorita Granger puedan tocarla. Señorita Granger, repita después
de mí. Sobre mi vida y mi magia -"
Harry hizo como le fue indicado, adelantando su varita para tocar los
dedos de Hermione; y luego la desfallecida voz de Hermione
pronunció, "Sobre mi vida y mi magia -"

"Juro servir a la Casa de Potter -" dijo la Profesora McGonagall.

Y Hermione, sin esperar más instrucciones, repitió, derramando las


palabras a toda prisa, "Juro servir a la Casa de Potter, obedecer a
su Maestro o Maestra, y permanecer a su mano derecha, y combatir
bajo sus órdenes, y seguirlos a donde vayan, hasta el día en que
muera."

Todas esas palabras habían sido pronunciada con un jadeo


desesperado antes de que Harry pudiera pensar o decir nada, de
haber estado lo suficientemente loco como para interrumpir.

"Sr. Potter, repita estas palabras," indicó la Profesora McGonagall.


"Yo, Harry, heredero y último vástago de los Potters, acepto tu
servicio, hasta el final del mundo y su magia."

Harry respiró profundamente y repitió, "Yo, Harry, heredero y último


vástago de los Potters, acepto tu servicio, hasta el final del mundo y
su magia."

"Eso es todo," concluyó la Profesora McGonagall. "Bien hecho."

Harry levantó la vista, y observó que el Wizengamot entero, cuya


existencia él había olvidado, los contemplaba fijamente.

Y luego Minerva McGonagall, quien era la Jefe de Casa de


Gryffindor incluso si no siempre actuaba como si lo fuera, levantó la
mirada hacia donde Lucius Malfoy estaba; y le dijo delante de todo
el Wizengamot, "Lamento cada punto que te llegue a dar en
Transformación, pequeño y vil gusano."

Lo que fuera que Lucius estuviera por responder fue silenciado por
un golpe ligero de la corta vara en la mano de Dumbledore. "¡Ejem!"
espetó el mago anciano desde su podio de piedra oscura. "Esta
sesión se ha alargado considerablemente, y si no la terminamos
pronto, algunos entre nosotros podríamos perdernos la hora del
almuerzo. La ley en este asunto es clara. Ya han votado en los
términos legales del acuerdo, y el Señor Malfoy no lo puede declinar
legalmente. Como hemos excedido nuestro tiempo asignado, ahora,
en acuerdo con la última decisión de los sobrevivientes del
Wizengamot ochenta y ocho, voy a suspender esta sesión."

El mago anciano golpeó suavemente la vara oscura de piedra tres


veces.

"¡Tontos!" bramó Lucius Malfoy. El cabello blanco estaba


sacudiéndose como si existiera viento, el rostro por debajo estaba
pálido y furioso. "¿Creen que se van a salir con la suya el día de
hoy? ¿Creen que esa chica puede intentar asesinar a mi hijo y
escapar ilesa?"

La mujer sapo con maquillaje rosa, cuyo nombre Harry ya no podía


recordar, se había levantado de su asiento. "Vaya, por supuesto que
no," ella habló con una sonrisa enfermiza. "Después de todo, la
chica es todavía una asesina, y creo que el Ministerio la tendrá que
vigilar muy de cerca - difícilmente sería sabio que se le permita
andar por las calles, después de todo -"

Harry ya estaba colmado para este punto.

Sin esperar a seguir escuchando, Harry se giró sobre sus tobillos y


dio largas zancadas hacia -

El horror que únicamente él podía ver verdaderamente, la ausencia


de color y espacio, la herida en el mundo, sobre el que flotaba un
manto andrajoso; muy imperfectamente guardado por una corredora
ardilla luz de luna y un gorrión plateado batiendo sus alas.

Su lado oscuro también se había dado cuenta, cuando estaba


auscultando todo el cuarto por cualquier cosa que posiblemente
pudiera ser usada como un arma, que el enemigo había sido tan
tonto como para traer un Dementor ante la presencia de Harry. Esa
era un arma poderosa en efecto, y una que Harry podría esgrimir
mejor que cualquiera que sus supuestos maestros. Hubo una vez en
Azkaban que Harry le había ordenado a doce Dementores voltearse
e irse, y así lo habían hecho.

Los Dementores son Muerte, y el Encantamiento Patronus funciona


al concentrarse en pensamientos felices en vez de la Muerte.

Si la teoría de Harry era correcta, esa frase sería todo lo que se


necesitaría para explotar los Encantamientos Patronus de los
Aurores como si fueran burbujas de jabón, y asegurarse que nadie
dentro del rango de su voz pudiera invocar otro.

Voy a cancelar los Encantamientos Patronus y prevenir que


cualquier otro Patronus sea invocado. Y luego mi Dementor, volando
más veloz que cualquier escoba, va a Besar a todos los presentes
que han votado para enviar a una niña de doce años a Azkaban.

Dilo así, pon las si-entonces expectaciones, y espera que las


personas entiendan y se rían. Luego habla la verdad fatal; y cuando
los Patronus de los Aurores desaparezcan con un parpadeo para
demostrar el punto, ya fueran las anticipaciones del vacío sin mente,
o la amenaza de Harry sobre su destrucción, harían que el
Dementor obedeciera. Aquellos que se habían comprometido con la
oscuridad serían consumidos por ella.

Era la otra solución que su lado oscuro había desarrollado.

Ignorando los jadeos levantándose detrás de él, Harry cruzó el radio


de los Patronus, con largas zancadas se ubicó a un paso de la
Muerte. Su temor sin obstáculos explotó a su alrededor como un
torbellino, como pararse al lado de un drenaje chupador de alguna
enorme bañera vaciando su agua; sin embargo los falsos Patronus
ya no estaban oscureciendo el nivel en el cual tenían interacción,
Harry podía alcanzar al Dementor incluso si este lo podía alcanzar a
él. Harry miró directo hacia el vacío chupador y -

la Tierra entre las estrellas


todo su triunfo al salvar a Hermione

algún día la realidad de la cual eres una sombra dejará de existir

Harry cogió toda la emoción de plata que alimentaba su


Encantamiento Patronus y lo empujó hacia el Dementor; y esperó
que la sombra de la Muerte huyera de él -

- y mientras Harry hizo eso, arrojó sus manos hacia arriba y bramó
"¡BUU!"

El vacío se retiró bruscamente de Harry hasta que se topó contra la


piedra oscura en su espalda.

En el Tribunal hubo un silencio mortal.

Harry le dio la espalda al hueco vacío, y levantó la vista hacia donde


estaba parada la mujer-sapo. Estaba pálida bajo el maquillaje rosa,
su boca abriéndose y cerrándose como un pescado.

"Te haré esta única oferta," habló el Niño-Que-Vivió. "Nunca me


daré cuenta que has estado interfiriendo contra mí o cualquiera de
los míos. Y tú nunca descubrirás por qué el monstruo come-almas
inmortal me tiene miedo. Ahora siéntese y cállese."

La mujer-sapo cayó sobre su banco sin una palabra.

Harry levantó aún más la vista.

"¡Un acertijo, Señor Malfoy!" el Niño-Que-Vivió exclamó a través del


Más Antiguo Tribunal. "Sé que no estuviste en Ravenclaw, ¡pero
intenta responder de todos modos! ¿Qué destruye Señores
Oscuros, atemoriza a los Dementores, y te debe sesenta mil
Galeones?"

Por un instante el Señor Malfoy se quedó parado con los ojos


ligeramente abiertos; luego su rostro volvió a la calma y el
desprecio, y su voz habló fríamente al replicar. "¿Está
amenazándome abiertamente, Sr. Potter?"
"No te estoy amenazando," corrigió el Niño-Que-Vivió. "Te estoy
aterrando . Hay una diferencia."

"Suficiente, Sr. Potter," pidió la Profesora McGonagall. "Ya vamos


retrasados para la tarde de Transformación. Y regrese aquí, aún
está asustando a ese pobre Dementor." Ella se giró hacia los
Aurores. "¡Sr. Kleiner, si pudiera hacer el favor!"

Harry regresó con largas zancadas hacia ellos, mientras el Auror


señalado se adelantó y presionó una corta vara de metal oscuro
contra la silla de metal oscuro, murmurando una inaudible palabra
de liberación.

Las cadenas se deslizaron para ocultarse tan suavemente como


habían surgido; y Hermione se empujó a sí misma por fuera de la
silla tan pronto como pudo, y medio-corrió medio-tropezó unos
cuantos pasos hacia adelante.

Harry extendió sus brazos -

- y Hermione medio-saltó medio-cayó dentro de los brazos de la


Profesora McGonagall, empezando a sollozar de modo histérico.

Mmmmm, dijo una voz dentro de Harry. Como que pensé que nos
habíamos ganado eso para nosotros mismos.

Oh, cállate.

La Profesora McGonagall estaba sosteniendo a Hermione tan


firmemente que podrías haber pensado que se trataba de una
madre abrazando a su hija, o tal vez una abuela. Tras unos cuantos
momentos los sollozos de Hermione se redujeron, y luego pararon.
La Profesora McGonagall de repente cambió su postura y la sujetó
con más fuerza; las manos de la chica estaban colgando flojamente,
ahora, y sus ojos estaban cerrados -

"Ella estará bien, Sr. Potter," explicó la Profesora McGonagall


suavemente en dirección a Harry, sin verlo a él. "Nada más necesita
unas cuantas horas en una de las camas de Madam Pomfrey."

"De acuerdo, entonces," Harry aceptó. "Vamos a llevarla con Madam


Pomfrey."

"Sí," añadió Dumbledore, mientras descendía al fondo de las


escaleras de piedra oscura. "Vayamos todos a casa, en efecto." Sus
ojos azules estaban fijos sobre Harry, tan duros como zafiros.

Los Señores y Damas del Wizengamot están abandonando sus


bancas de madera, yéndose como vinieron, viéndose bastante
nerviosos.

La vasta mayoría están pensando '¡El Dementor le tenía miedo al


Niño-Que-Vivió!'

Algunos de los más perspicaces ya se están preguntando cómo esto


afectará el delicado balance del poder del Wizengamot - si una
nueva pieza había aparecido en el tablero.

Casi ninguno está pensando algo como 'Me pregunto cómo hizo
eso.'

Esta es la verdad del Wizengamot: Muchos son nobles, muchos son


ricos magnates de negocios, unos pocos obtuvieron su estatus de
otro modo. Algunos entre ellos son estúpidos. La mayoría son
astutos en los reinos de los negocios y la política, sin embargo su
astucia está circunscrita. Casi ninguno ha caminado el camino de un
mago poderoso. No han leído a través de libros antiguos, escrutado
pergaminos viejos, buscado verdades demasiado poderosas para
caminar abiertamente que se disfrazan como acertijos, cazando la
verdadera magia entre cientos de cuentos de hadas fantásticos.
Cuando no están mirando el contrato de una deuda, abandonan la
astucia que poseen y se relajan con alguna tontería confortable.
Ellos creen en las Reliquias de la Muerte, pero también creen que
Merlín combatió al tremendo Totoro y encerró al Ree. Ellos saben
(porque eso también es parte de la leyenda estándar) que un mago
poderoso debe aprender a distinguir la verdad entre cientos de
mentiras plausibles. Aunque no se les ha ocurrido que ellos podrían
hacer lo mismo.

(¿Por qué no? ¿Por qué, en efecto, magos con suficiente estatus y
fortuna como para poner sus manos encima de casi cualquier
proyecto, escogen pasar sus vidas peleando sobre monopolios
lucrativos de importación de tinta? El Director de Hogwarts apenas y
consideraría la cuestión; por supuesto que la mayoría de personas
no deberían ser magos poderosos, al igual que la mayoría de
personas no deberían ser héroes. El Profesor de Defensa podía
explicar con una gran y cínica extensión por qué sus ambiciones
eran tan triviales; para él, tampoco, hay un acertijo. Solamente Harry
Potter, a pesar de todos los libros que ha leído, es incapaz de
entender; para el Niño-Que-Vivió las decisiones de vida de los
Señores y las Damas parecen incomprensibles - no lo que una
persona buena haría, ni tampoco lo que haría una persona malvada.
¿Cuál de los tres es el más sabio?)

Por la razón que fuera, entonces, la mayoría del Wizengamot nunca


había recorrido el camino que lleva a la hechicería poderosa; no
buscan lo que está oculto. Para ellos, no hay un por qué. No hay
explicación. No hay causalidad. El Niño-Que-Vivió, quien ya estaba
a la mitad del magisterio de leyenda, ahora había sido promovido
completamente hasta allí; y es un hecho bruto, simple e inexplicable,
que el Niño-Que-Vivió aterra a los Dementores. Diez años atrás les
dijeron que un niño de un año había derrotado al más terrible Señor
Oscuro de su generación, quizá el más malvado Señor Oscuro que
había existido; y ellos nada más lo habían aceptado como siempre.

No se supone que cuestiones ese tipo de cosas (lo saben de un


modo tácito). Si el más terrible Señor Oscuro de la historia,
confronta a un bebé inocente - por qué, ¿cómo podría no ser
vencido? El ritmo de la obra lo demanda. Se supone que aplaudas,
no que te levantes del asiento en la audiencia y preguntes '¿Por
qué?' No es más que la presunción de la historia, que al final el
Señor Oscuro es derrotado por un pequeño infante; y si vas a
cuestionar eso, lo mejor sería que no vayas a la obra en primer
lugar.

No se les ocurre hacer conjeturas sobre la aplicación de tal


razonamiento a los eventos que acaban de ver con sus propios ojos
en el Más Antiguo Tribunal. En efecto, no son conscientes de que
están utilizando el razonamiento de la ficción en la vida real. En
cuanto a escrutar al Niño-Que-Vivió con la misma cuidadosa lógica
que usarían para sus alianzas políticas o arreglos económicos -
¿qué cerebro iba a asociar eso, cuando una parte del legendario
magisterio estaba a la mano?

Sin embargo había unos pocos, sentados entre aquellas bancas de


madera, quienes no pensaban de ese modo.

Hay algunos cuantos en el Wizengamot quienes han leído a través


de pergaminos medio-desintegrados y escuchado cuentos de cosas
que le sucedieron al primo del hermano de alguien, no por
entretenimiento, sino como parte de una búsqueda por poder y
verdad. Ya han marcado la Noche del Valle de Godric, como fue
reportada por Albus Dumbledore, como un evento potencialmente
importante y anómalo. Se han preguntado por qué ocurrió, si
realmente pasó; o si no, por qué Dumbledore está mintiendo.

Y cuando un niño de once años alza una mano y llama "Lucius


Malfoy" con una fría voz de adulto, y sigue hablando con palabras
que uno no esperaría escuchar de alguien en su primer año en
Hogwarts, no permiten que el hecho se deslice dentro de las
borrosas leyendas sin ley y las premisas de las obras de teatro.

Lo marcan como una pista.

Lo añaden a la lista.

Esta lista está comenzando a verse bastante alarmante.


No ayuda particularmente que cuando el niño aúlla "¡BUU!" a un
Dementor y el cuerpo descomponiéndose se presiona a sí mismo
contra la pared opuesta y su horrible voz rasposa que lastima los
oídos pide, " Hagan que se vaya. "

Nota del Traductor

El Ree es el equivalente al monstruo del lago Ness, pero en Irlanda.

Espero publicar el omake hoy y el capítulo del audiolibro mañana. Si


eso no sucede, significa que he sido secuestrado por
extraterrestres. O que tomó más tiempo del que pensé. En todo
caso, lo correspondiente a Junio será entregado, aunque no sea
exactamente durante Junio.

Demasiado tarde se me ha ocurrido un mejor acrónimo para el


grupo de Hermione: B.A.B.A.S. que significa Brujas Asociadas
Buscando Ayudar y Salvar. El acrónimo original hace un juego de
palabras que suena similar a "ESCUPIR"; originalmente opté por
una traducción literal, aunque ahora lamento haber perdido el chiste
en la traducción. Creo que haré el cambio de acrónimo en algún
momento, probablemente cuando termine esta saga y antes de
pasar a la siguiente. Aplicaré esa mejora a la versión en mi blog y
las versiones para descarga, no en FFN porque eso sería ir al
infierno por voluntad propia.

El próximo capítulo es de más o menos 4.000 palabras, por lo que


espero publicarlo el próximo fin de semana. Espero adelantar el
omake número 2 y el capítulo 7 del audiolibro desde el principio.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Final
Capítulo 82: Intercambio de Tabúes, Final

La sensación de viajar a través del Fénix era enteramente diferente


a la Aparición o los trasladores. Te envolvían las llamas -
definitivamente te sentías arder por el fuego, aunque no había dolor
- y en vez de arder hasta ser cenizas, el fuego te quemaba por
completo hasta que tú te volvías fuego, y luego desaparecías en un
lugar y fulgurabas en otro. No te enfermaba el estómago como los
trasladores o la Aparición, sin embargo era una experiencia bastante
perturbadora de todos modos. Si la verdad subyacente del viaje del
fénix realmente era convertirse una instanciación específica de un
Fuego más general, entonces eso parecía indicar que podías
potencialmente quemar hacia cualquier lugar - incluso en el pasado
distante, o en otro universo, o en dos lugares a la vez. Podrías
desaparecer en un lugar y fulgurar en otros cien, y el tú que llegaba
a Hogwarts nunca sabría la diferencia. Aunque Harry había leído lo
que podía sobre los fénix, intentando descubrir cómo conseguir uno
para sí mismo, y no había encontrado indicios de cualquier cosa
remotamente como esa capacidad.

Harry se cubrió con fuego y fulguró en otro lugar; y nada más así él,
y el Director, y la inconsciente forma de Hermione Granger cargada
en los brazos del Director, estaban ocupando otro lugar; con Fawkes
por encima de todos ellos. Un cálido, tibio cuarto con columnas de
piedra brillante, con luz del cielo por los cuatro lados, poblado por
camas blancas en largas filas, cuatro de las cuales tenían velos
silenciadores alrededor, y el resto vacías.

En una esquina de la visión de Harry, una Madam Pomfrey de


aspecto sorprendido se estaba girando hacia ellos. Dumbledore
pareció no prestar atención a la anciana sanadora, mientras
cuidadosamente descargó a Hermione sobre una cama blanca sin
ocupar.
Desde una esquina distante se produjo un resplandor verde, y
desde la chimenea salió la Profesora McGonagall dando zancadas
largas, sacudiéndose a sí misma ligeramente las cenizas del Flu.

El mago anciano se apartó de la cama y puso uno de sus brazos


sobre Harry nuevamente; y entonces el Niño-Que-Vivió y su mago
anciano desaparecieron en otra explosión de fuego.

Cuando Harry se volvió a iluminar por completo estaba de pie en la


oficina del Director, en medio de los ruidos de una docena de
artilugios inexplicables.

El joven niño se alejó un paso del mago anciano y luego se giró


hacia él, ojos de esmeraldas y zafiros encontrándose.

Los dos no hablaron por un tiempo, viéndose entre sí; como si todo
lo que tenían para comunicar pudiera ser dicho nada más con
miradas, y no expresado de otro modo.

Llegó el momento en que el niño enunció las palabras lenta y


precisamente.

"No puedo creer que un fénix siga todavía sobre tu hombro."

"El fénix escoge una sola vez," explicó el mago anciano. "Quizá
podrían abandonar a un maestro que escoja el mal sobre el bien; no
van a dejar a un maestro forzado a escoger entre un bien y otro. Los
fénix no son arrogantes. Conocen los límites de su propia
sabiduría." Severa en efecto, esa antigua mirada. "A diferencia tuya,
Harry."

"Escoger entre un bien y otro," Harry hizo eco rotundamente. "Como


la vida de Hermione Granger, contra cien mil Galeones." La ira e
indignación que Harry quería poner dentro de su voz no estaba del
todo allí, por alguna razón, quizá porque -
"Apenas y estás en posición de hablarme sobre eso, Harry Potter."
La voz del Director era suavemente engañosa. "¿O qué fue esa
mirada de reluctancia que vi sobre tu cara, allí en el Más Antiguo
Tribunal?"

La sensación de vacío interior se puso peor. "Estaba buscando por


otras alternativas," Harry pronunció entre sus dientes apretados.
"Alguna manera de salvarla que no perdiera el dinero."

Vaya, dijo Ravenclaw. Acabas de contar una mentira directa. No


solamente eso, creo que de hecho la creíste durante los segundos
que te tomo pronunciarla. Eso es medio aterrador.

"¿ Es eso lo que estás pensando, Harry?" Los ojos azules eran
afilados, y hubo un momento horroroso cuando Harry se preguntó si
el mago más poderoso del mundo podía ver a través de sus
barreras de Oclumancia.

" Sí, " Harry reconoció, "Vacilé ante el dolor de perder todo el dinero
en mi bóveda. ¡Pero no lo hice ! ¡ Eso es lo que cuenta! Y tú -" La
indignación que había claudicado en la voz de Harry había
regresado. "¡Tú de hecho pusiste un precio en la vida de Hermione
Granger, y la pusiste por debajo de cien mil Galeones!"

"¿Oh?" el mago anciano replicó suavemente. "¿Y qué precio pones


para la vida de ella, entonces? ¿Un millón de Galeones?"

"¿Está familiarizado con el concepto económico de 'valor de


reposición'?" Las palabras se derramaban de los labios de Harry
casi más rápido de lo que las podía considerar. "¡El valor de
reposición de Hermione es infinito! ¡No hay ningún lugar al que
pueda ir a comprar otra!"

Ahora sólo estás hablando majaderías matemáticas, acusó


Slytherin. Ravenclaw, ¿me apoyas aquí?

"¿La vida de Minerva también tiene un valor infinito?" el mago


anciano interrogó ásperamente. "¿Sacrificarías a Minerva para
salvar a Hermione?"

"Sí y sí," Harry espetó. "Esa es parte del trabajo de la Profesora


McGonagall y ella lo sabe."

"Entonces el valor de Minerva no es infinito," señaló el mago


anciano, "a pesar de todo lo que sea amada. Únicamente puede
haber un rey sobre el tablero de ajedrez, Harry Potter, sólo una
pieza que para salvar sacrificarías cualquiera de las otras piezas. Y
Hermione Granger no es esa pieza. No te confundas, Harry Potter,
este día quizá hayas perdido toda tu guerra."

Y de no haber golpeado tan duro las palabras del mago anciano, y


tan cerca al corazón, Harry podría no haber dicho lo que pronunció
en ese momento.

"Lucius estaba en lo correcto," Harry remachó. "Nunca tuviste una


esposa, ni una hija, nunca tuviste otra cosa que la guerra -"

La mano izquierda del mago anciano se cerró con fuerza sobre la


muñeca de Harry, dedos huesudos perforando el músculo aún en
desarrollo del brazo de Harry, y por un momento Harry quedó
paralizado por la conmoción, había olvidado lo que significaba que
los adultos fueran más fuertes.

Albus Dumbledore no pareció darse cuenta. Nada más se giró,


arrastrando a Harry consigo, y se movió hacia adelante con pesados
pasos hacia la pared del cuarto.

" Precio del fénix. "

Harry fue empujado a lo largo de las escaleras negras.

" Destino del fénix. "

El cuarto de pedestales negros, luz plateada cayendo sobre varitas


partidas.
"Crees," gritó Harry, cuando sus labios se separaron, "¿que puedes
ganar cualquier discusión, nada más estando aquí parado?"

El mago anciano lo ignoró, arrastrando a Harry a través del cuarto.


Su mano derecha, ya sin sostener su varita, cogió un vial de fluido
plateado -

Harry parpadeó sorprendido; el vial de fluido plateado había estado


ubicado al lado de una foto de Dumbledore, o así le había parecido
a Harry en el breve momento que había sido arrastrado.

Pasando por todos los pedestales, en la parte más lejana del cuarto,
se alzaba una gran palangana de piedra con runas esculpidas en
ella que Harry no reconoció. El centro era una hueca depresión
llenada con un líquido transparente, y dentro de esto el mago
anciano derramó el líquido plateado del frasco, que de inmediato
empezó a esparcirse, a arremolinarse, a poner toda la palangana a
resplandecer con un blanco extraño.

La mano del mago anciano soltó el brazo de Harry e hizo un gesto


hacia la resplandeciente palangana, ordenando con aspereza,
"¡Observa!"

Como se le pidió, Harry miró fijamente el agua brillante.

"Pon tu cabeza dentro del Pensadero, Harry Potter." La voz del


mago anciano era severa.

Harry había escuchado esa palabra antes, pero no pudo recordar


dónde. "Qué - hace esto -"

"Memorias," el mago anciano respondió. "Verás mi memoria. Te juro


que es seguro. Ahora contempla el Pensadero, Ravenclaw, ¡si aún
te importa en algo tu preciada verdad!"

Esa fue una petición que Harry no pudo negar, y dio un paso
adelante y metió su cabeza dentro del agua brillante.

Harry estaba sentado detrás del escritorio en la oficina del Director


de Hogwarts, y sus arrugadas manos sujetaban su cabeza que
estaba pintada con canas.

"¡Él es todo lo que me queda!" sollozó una voz, muy extraña era la
voz de Dumbledore al ser el propio Dumbledore que la recordaba,
desde adentro parecía menos severa y sabia. "¡El último de mi
familia! ¡Todo lo que me queda!"

No se le permitía a ninguna emoción pasar a través del Pensadero,


únicamente la sensación física de aparentemente hablar las
palabras. Harry escuchó la total desolación en las palabras de
Dumbledore, los sonidos que parecían provenir de la propia
garganta de Harry, sin embargo Harry sólo lo sintió al escucharlo.

"No tienes elección," declaró una voz áspera.

Los ojos se movieron, el campo de visión saltó hacia un hombre que


Harry no reconoció, con ropa teñida con el escarlata de los Aurores
aunque hecha con cuero macizo de muchos bolsillos.

Su ojo derecho era demasiado grande, con una pupila de azul


eléctrico que constantemente se precipitaba y se movía.

"¡No me puedes pedir esto, Alastor!" La voz de Dumbledore era


salvaje. "¡Esto no! ¡Cualquier cosa excepto esto!"

"Yo no soy el que te lo pide," gruñó el hombre. "Voldie es el que lo


está pidiendo, y le vas a decir que no."

"¿Por dinero, Alastor?" La voz de Dumbledore era suplicante.


"¿Nada más por dinero?"

"Pagas el rescate de Aberforth, pierdes la guerra," el hombre explicó


con agudeza. "Así de simple. Cien mil Galeones es casi todo lo que
tenemos en el cofre de guerra, y si lo usas de este modo, no se
volverá a recuperar. ¿Qué vas a hacer, intentar convencer a los
Potter de vaciar su bóveda así como ya lo hicieron los Longbottom?
Voldie nada más va a secuestrar a alguien más y hacer otra
demanda. Alice, Minerva, cualquiera que te importe, todos serán
objetivos si le pagas a los Mortífagos. Esa no es la lección que
deberías intentar enseñarles."

"Si hago esto no tendré a nadie. Nadie." La voz de Dumbledore se


rompió, el mundo se inclinó cuando la cabeza cayó dentro de las
manos antiguas, y horrendos sonidos provinieron de la no-garganta-
de-Harry cuando empezó a llorar como un niño.

"¿Debería informar al mensajero de Voldie sobre el no?" preguntó la


voz de Alastor, ahora extrañamente gentil. "No tienes que hacerlo tú
mismo, viejo amigo."

"No - lo haré yo mismo - yo debo -"

La memoria terminó con una conmoción y Harry arrancó su cabeza


del agua brillante, boqueando como si estuviera privado del aire.

La transición entre escenas, entre décadas de vieja realidad y el


momento presente, hubo otro sacudida en la mente de Harry; de
algún modo su inmersión en el pasado lo había desanclado. El
hombre roto sollozando en su oficina había sido otra persona en otra
era, Harry había comprendido al menos eso; alguien más suave -

Antes de que todo desapareciera como humo disipado, regresando


al ahora, el día presente.

Terrible y severo estaba de pie el mago antiguo, como si estuviera


grabado en piedra; barba tejida de hilo que era como el hierro, gafas
de media luna que eran como espejos, y las pupilas por detrás tan
afiladas e inflexibles como el diamante negro.
"¿También deseas ver a mi hermano cuando murió bajo el
Cruciatus?" interrogó Albus Dumbledore. "¡Voldemort también me
envió esa memoria!"

"Y ahí - " Harry estaba teniendo problemas para producir una voz, a
causa de la creciente sensación enfermiza dentro de su pecho. " Ahí
fue cuando -" Las palabras parecían arder en su garganta, mientras
el horrible conocimiento bajaba dentro de él, la fea comprensión.
"Ahí fue cuando quemaste viva a Narcissa Malfoy en su habitación."

La expresión de Albus Dumbledore fue fría cuando respondió. "A


esa pregunta solamente un tonto contestaría sí o no. Lo que importa
es que los Mortífagos creyeron que la asesiné, y esa creencia
mantuvo a salvo las familias de todos aquellos que servían a la
Orden del Fénix - hasta este día. ¿Ahora comprendes lo que has
hecho? ¿Lo que has hecho a tus amigos, Harry Potter, y a
cualquiera que se una a tu bando?" El mago anciano pareció
volverse más alto y más terrible, al tiempo que su voz se hizo más
fuerte. "¡Los has convertido a todos en objetivos, y objetivos
seguirán siendo! ¡Hasta que demuestres, del único modo que puede
ser demostrado, que ya no estás dispuesto a pagar tales precios!"

"¿Y es verdad?" Harry cuestionó. Hubo una sensación de zumbido


que lo iba llenando, su cuerpo poniéndose más distante. "¿Lo que
Draco dijo, que Narcissa Malfoy nunca ensució sus manos, que no
era más que la esposa de Lucius? Ella era una habilitadora, lo
capto, aunque no puedo respaldar que mereciera ser quemada viva
."

"Ninguna otra cosa los habría convencido de que ya no iba a dudar


más." La voz del mago anciano no soportaba preguntas ni rechazos.
"Siempre fui reluctante a hacer lo que debo hacer, siempre fueron
otros los que pagaron el costo de mi misericordia. Así me lo dijo
Alastor desde el principio, pero yo no lo escuché. Tú, espero,
demostrarás ser mejor que yo ante tales decisiones."

"Estoy sorprendido," Harry argumentó, asombrado de que su voz


estuviera casi firme. "Habría esperado que los Mortífagos fueran
tras otra familia de la Luz y empezar un ciclo de venganza creciente,
si no los derribabas a todos con tu primer golpe."

"De haber sido mi oponente Lucius, quizá." Los ojos de Dumbledore


eran como piedras. "Fui informado que Voldemort se rió ante las
noticias, y proclamó a sus Mortífagos que finalmente había
madurado, y que finalmente era un oponente digno. Quizá estaba en
lo correcto. Después del día que condené a mi hermano a su
muerte, empecé a sopesar a aquellos que me seguían, balanceando
a uno contra el otro, preguntando a quién arriesgaría, y a quién
sacrificaría, para cuál fin. Fue extraño cuántas piezas menos fui
perdiendo, una vez que supe reconocer su valor."

La mandíbula de Harry parecía bloqueada, como si requiriera un


esfuerzo masivo hacer que sus labios se movieran. "Sin embargo no
es como si Lucius estuviera tomando a Hermione deliberadamente
para un chantaje," La voz de Harry dijo quedamente. "Desde la
perspectiva de Lucius, alguien más rompió la tregua primero. Así
que con eso en mente, ¿de cuántos Galeones era el valor de
Hermione, exactamente? Haciendo a un lado el pago de los
chantajes, si se tratara de una mera amenaza ordinaria contra su
vida, ¿cuánto tendría que haber pagado para salvarla? ¿Diez mil
Galeones? ¿Cinco mil?"

El mago anciano no respondió.

"Es algo gracioso," Harry prosiguió, su voz temblando como si se


moviera a través del agua. "¿Sabes, el día que estuve en frente del
Dementor, cuál fue mi peor memoria? Fue mis padres muriendo.
Escuché las voces y todos."

Los ojos del mago anciano se ensancharon detrás de los anteojos


de media luna.

"Y aquí hay algo," Harry continuó, "aquí hay algo que he estado
pensando una y otra vez. El Señor Oscuro le dio a Lily Potter la
oportunidad de irse. Le dijo que ella podía huir. Le dijo que ella
muriendo en frente de la cuna no iba a salvar a su bebé. 'Hazte a un
lado, tonta mujer, ¡si es que tienes por lo menos una pizca de
sensatez! -'" Un horrendo escalofrío cayó sobre Harry cuando habló
aquellas palabras con sus propios labios, pero se sacudió y siguió
adelante. "Y después seguí pensando, no pude dejar de pensarlo,
¿no estaba el Señor Oscuro en lo correcto? Si tan sólo Madre se
hiciera a un lado. Intentó maldecir al Señor Oscuro aunque era
suicida, ella tenía que saber que era un suicidio. Su decisión no era
entre su vida y la mía, ¡su decisión era entre su vida o la muerte de
ambos! De haber hecho ella la cosa lógica y escapado, o sea, amo
a Mamá también, ¡pero Lily Potter estaría viva ahora mismo y ella
sería mi madre!" Las lágrimas estaban haciendo que se pusieran
borrosos los ojos de Harry. "Únicamente ahora lo comprendo, sé lo
que Madre debió haber sentido. Ella no podía alejarse de la cuna.
¡Ella no podía! ¡El amor no escapa!"

Fue como si el mago anciano recibiera un golpe, golpeado por un


cincel que lo destrozó directamente por la mitad.

"¿Qué he dicho?" el mago anciano susurró. "¿Qué es lo que he te


dicho?"

"¡No lo sé!" gritó Harry. "¡Tampoco estaba escuchando!"

"Yo - lo lamento, Harry - yo -" El mago anciano presionó sus manos


contra su cara, y Harry vio que Albus Dumbledore estaba
sollozando. "No debí decir, tales cosas a ti - no debí, haber
resentido, tu inocencia -"

Harry contempló fijamente al mago por otro segundo, y luego Harry


se giró y salió marchando por fuera del cuarto negro, bajó las
escaleras, a través de la oficina -

"Realmente no sé por qué sigues sobre su hombro," Harry se


despidió de Fawkes.

- afuera de la puerta de roble y dentro de la infinita escalera giratoria


en espiral.

Harry había llegado al salón de clases de Transformación antes que


cualquier otro, antes incluso que la Profesora McGonagall. Hubo
clase de Encantamientos antes, para su año, aunque él ni siquiera
se había molestado con intentar asistir. Si la Profesora McGonagall
iba a dar la clase de hoy no lo sabía. Había algo ominoso sobre los
escritorios vacíos a su lado, la ausencia del tablero. Como si
estuviera solo en Hogwarts, con todos sus amigos ya lejos.

De acuerdo al programa de la clase, la lección de hoy era sobre


Transformación prolongada, sobre la cual todas las reglas Harry
había aprendido de corazón cuando estaba Transformando una
enorme roca en el pequeño diamante que fulguraba en su dedo
meñique. Sería una materia teórica, en vez de práctica, para el resto
de la clase; lo que era una lástima, porque podría haber usado una
dosis de trance de Transformación.

Harry se dio cuenta de manera distante que su mano estaba


temblando, hasta el punto en que tenía problemas deshaciendo el
cordón del monedero para extraer el libro de texto de
Transformación.

Fuiste monstruosamente injusto con Dumbledore, señaló la voz que


Harry había estado llamando Slytherin, sólo que ahora parecía ser la
Voz de la Sensatez económica y quizá también Consciencia.

Los ojos de Harry cayeron sobre su libro de texto, pero la sección le


era tan familiar que daba lo mismo a que se tratara de un pergamino
en blanco.

Dumbledore combatió una guerra contra un Señor Oscuro que


deliberadamente se propuso a romperlo del modo más cruel posible.
Tuvo que escoger entre perder su guerra y perder su hermano.
Albus Dumbledore sabe, lo aprendió de la peor forma posible, que
hay límites al valor de una vida; y casi destruye su cordura el
admitirlo. Sin embargo tú, Harry Potter - tú tendrías que haber sido
más sabio.
"Cállate," el niño murmuró hacia el salón de clases vacío de
Transformación, aunque no había nadie para escucharlo.

Ya has leído sobre los experimentos de Philip Tetlock sobre


personas a las que se les pide intercambiar un valor sagrado contra
uno secular, como un administrador de un hospital que tiene que
elegir entre gastar un millón de dólares para salvar a un menor de
cinco años, y gastar un millón de dólares para comprar otro equipo
de hospital o pagar los salarios de los médicos. Y los sujetos en el
experimento se indignaron y querían castigar al administrador del
hospital por tan siquiera considerar la decisión. ¿Recuerdas haber
leído sobre eso, Harry Potter? ¿Recuerdas haber pensado cuán
estúpido era eso, ya que si el equipo de hospital y los salarios de los
doctores no sirvieran para salvar vidas también, no habría punto en
tener hospitales o doctores? ¿Tendría que haber pagado el
administrador del hospital un billón de libras por ese hígado, incluso
si significaba que el hospital se fuera a la bancarrota al día
siguiente?

"¡Cállate!" el niño murmuró.

Cada vez que gastas dinero para salvar una vida con alguna
probabilidad, estableces un límite inferior al valor monetario de la
vida. Cada vez que te rehúsas a gastar dinero para salvar una vida
con alguna probabilidad, estableces un límite superior al valor
monetario de la vida. Si tus límites superiores e inferiores son
inconsistentes, significa que podrías mover dinero de un lugar a
otro, y salvar más vidas al mismo costo. Por lo que si quieres usar
una cantidad de dinero limitada para salvar tantas vidas como sea
posible, tus decisiones deben ser consistentes con algún valor
monetario para la vida humana; si no entonces podrías ajustar el
dinero y hacerlo mejor. Cuán triste, cuán hueca la indignación, de
aquellos que se rehúsan a decir que el dinero y la vida pueden llegar
a ser comparados alguna vez, cuando todo lo que están haciendo
es prohibir la estrategia que salvaría más personas, por el bien de
una pretendida grandiosidad moral…
Tú sabías eso, y aún así acusaste a Dumbledore de lo que lo
acusaste.

Deliberadamente intentaste herir los sentimientos de Dumbledore.

Él nunca ha intentado herirte a ti, Harry Potter, ni una vez.

La cabeza de Harry cayó sobre sus manos.

¿Por qué Harry le había dicho lo que dijo, a un triste y antiguo mago
que había luchado duramente y sufrido más de lo que cualquiera
tendría que haber sufrido? ¿Incluso si el mago anciano estaba
equivocado, merecía ser herido por eso, tras todo lo que le había
sucedido? ¿Por qué había una parte de él que parecía enojarse con
el mago anciano más allá de la razón, arremetiendo contra él con
mayor fuerza que Harry había usado para atacar a cualquier otro,
sin pensamiento de moderación una vez que la ira había crecido,
solamente para callarse tan pronto como Harry se alejaba de su
presencia?

¿Es porque sabes que Dumbledore no va a contraatacar? ¿Que sin


importar lo que le digas, sin importar que tan injusto, él nunca va a
usar su propio poder contra ti, él nunca te tratará del modo que tú lo
trataste a él? ¿Es esta la forma en que vas a tratar a las personas
cuando sabes que no van a contraatacar? ¿El gen de abusón de
James Potter, manifestándose al fin?

Harry cerró sus ojos.

Como el Sombrero Seleccionador hablando dentro de su cabeza -

¿Cuál es la razón real para tu ira?

¿Qué es lo que temes?

Un torbellino de imágenes parecían destellar a través de la mente


de Harry, entonces, el Dumbledore pasado llorando dentro de sus
manos; la forma presente del mago anciano, yaciendo alto y terrible;
una visión de Hermione gritando en sus cadenas, en la silla de
metal, mientras Harry la abandonaba a los Dementores; y una
imaginación de una mujer con largo cabello blanco (¿se veía ella
como su esposo?) cayendo en medio de las flamas de su
habitación, y una varita era sostenida sobre ella mientras la luz
naranja se reflejaba desde los anteojos de media luna.

Albus Dumbledore parecía pensar que Harry sería mejor en ese tipo
de cosas.

Y Harry sabía que probablemente lo sería. Conocía la matemática,


después de todo.

Aunque era comprensible, de algún modo era entendido, que los


utilitarios éticos de hecho no iban por ahí robando bancos para dar
el dinero a los pobres. El resultado final de hacer a un lado las
restricciones éticas no serían de hecho rayos de sol y rosas y
felicidad para todos. La prescripción del consecuencialismo era
tomar la acción que llevaban a las mejores consecuencias netas, no
acciones que tenían una consecuencia positiva y rompían todo lo
demás en el camino. Se esperaba que a los utilitarios máximos se
les permitiera tomar el sentido común en cuenta, cuando estaban
calculando sus expectativas.

De algún modo Harry había comprendido eso, incluso antes de que


cualquiera le advirtiera que lo entendía. Antes de leer sobre Vladimir
Lenin o la historia de la Revolución Francesa, lo había sabido.
Podrían haber sido sus primeros libros de ciencia ficción advirtiendo
sobre las personas con buenas intenciones, o quizá Harry nada más
había visto la lógica por sí mismo. De algún modo lo había sabido
desde el principio, que si daba un paso por fuera de su ética cada
vez que había una razón, el resultado final no sería bueno.

Le llegó una imagen final, en ese momento: Lily Potter de pie frente
a la cuna de su bebé y sopesando los intervalos entre resultados: el
resultado final de haberse quedado e intentado maldecir a su
enemigo (Lily muere, Harry muere), el resultado final si escapaba
(Lily viva, Harry muerto), sopesando las utilidades esperadas, y
tomando la única elección sensata.

Ella habría sido la madre de Harry de haberlo hecho.

"Pero los seres humanos no pueden vivir así," los labios del niño
susurraron al salón de clases vacío. "Los seres humanos no pueden
vivir así."

Nota del Traductor (7 de Julio de 2019)

Mantener mi propósito de traducir cinco mil palabras por semana


para HPMOR, además de trabajar en el audiolibro, y Harry x Harry,
ha sido bastante difícil. Este fin de semana colapsé en un sueño
largo y pesado gracias a la música binaural, realmente lo
necesitaba. Espero que esta semana me rinda más.

Este capítulo me llevó a leer sobre el valor de reposición, es un


concepto muy interesante. Me hizo reflexionar en ciertos cambios
que deseo para mi vida y cómo poder llevarlos a cabo. No tanto en
lo de conocer el valor de mis piezas y saber cuáles puedo sacrificar,
más bien en valorar más a mi propia persona de lo que venía
haciendo hasta ahora, cómo ser menos pretensión y ser más yo
mismo.

Esta semana empezó el anime de Doctor Stone . Yo he estado


enganchado al manga desde que salió, por lo que les recomiendo el
anime para aprender un poco más sobre ciencia de una manera
muy entretenida.

El próximo capítulo es como de 700 palabras más o menos, pero el


siguiente es como de 11.000, por lo que el próximo fin de semana
publicaré el capítulo corto y espero adelantar ese largo y jugoso
siguiente episodio para publicarlo dentro de dos semanas, espero.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Conclusion 1
Capítulo 83: Intercambio de Tabúes, Conclusión 1

Cuando Padma entró al salón de clases de Transformación, ella vio


que ya había llegado la mitad de la clase, un extraño, mortal silencio
impregnando el cuarto. Harry Potter estaba sentado solo en una
esquina, con la mirada perdida en alguna distancia desconocida,
sus ojos entrecerrados, casi cerrados.

Había un rumor sobre cómo los Aurores habían descubierto que


Granger eran en realidad el Profesor de Defensa con Poción
Multijugos para engañar a Malfoy.

Había un rumor sobre cómo Hermione había sido atada por el


Juramento Inquebrantable para ser la esclava de Draco Malfoy.

Había un rumor sobre Hermione recibiendo el Beso del Dementor.

Pero si eso fuera verdad, Harry Potter no habría estado sentado ahí,
él habría -

Padma no sabía lo que el General Potter haría. Su mente quedó en


blanco, intentando pensar al respecto.

Incluso cuando la Profesora McGonagall llegó allí, el silencio no


había sido roto. La Profesora de Transformación caminó hacia el
tablero sin parar, la limpió con un movimiento de su mano, y luego
empezó a escribir.

"Hoy, niños," comenzó la calmada voz profesional de la Profesora


de Transformación, como si nada por fuera de lo ordinario estuviera
pasando esta semana, "aprenderemos cuánto esfuerzo requiere
sostener una Transformación, y por qué, a su edad, ni siquiera
deberían intentarlo. La Forma original no se ha ido, únicamente
suprimida; y mantener esa supresión -"
"Disculpe," dijo Padma Patil. Ella sabía que su voz estaba
temblando, ella sabía que estaba temblando visiblemente, sin
embargo tenía que preguntar. "Disculpe, Profesora, ¿qué sucedió
con la Señorita Granger?"

La Profesora de Transformación se detuvo en el tablero, y se giró


para observar a Padma. Aunque la Profesora tendría que haberse
mostrado severa, por haber sido interrumpida sin haber alzado la
mano, en vez de eso su rostro era amable. "¿No lo sabe ya,
Señorita Patil? Pensaba que ese rumor ya se había esparcido."

"Hay demasiados rumores," dijo Padma. "No sé lo que es verdad."

Morag MacDougal levantó su mano, luego habló sin esperar a


recibir permiso, "Te conté, Padma, lo que es verdad es que el
Wizengamot halló culpable a Granger y se ordenó que recibiera el
Beso del Dementor y llevaron al Dementor y Harry Potter lo pegó al
techo y no lo iba a dejar bajar hasta que -"

"Oh, querido Merlín," llamó la Profesora McGonagall, su expresión


poniéndose más afilada, pero luego se calmó a sí misma
visiblemente. "Ese asunto fue totalmente ridículo y no voy a entrar
en detalle. Que conste que la Señorita Granger está descansando
con Madam Pomfrey por ahora, y regresará a clases mañana. Y si
descubro a cualquiera que la moleste, lo convertiré en vasos de
cristal y los dejaré caer."

La clase entera quedó con la boca abierta ante eso; no tanto porque
fuera una amenaza fatal, sino porque rompía las reglas de
seguridad de Transformación.

La Profesora McGonagall se giró hacia el tablero -

Desde una esquina del salón de clases, otra voz se levantó. "¿Qué
hay sobre el Profesor Quirrell?" inquirió Terry Boot. "¿Ha sido
arrestado?"
"Los Aurores únicamente lo están deteniendo," explicó la Profesora
de Transformación sin girarse. "Si no regresan a nuestro Profesor de
Defensa para mañana, tendré que pedir al Director que vaya y lo
traiga. Aunque debo informar de una vez que el Consejo Escolar ha
programado una votación sobre si a las batallas del Profesor Quirrell
se les permitirá continuar o no."

Kevin Entwhistle intervino. "¿Y el General Malfoy? ¿Cuándo va a


regresar de San Mungo?"

La Profesora de Transformación dejó de dibujar sobre el tablero.

Se giró una vez más, más lentamente, este vez.

"Yo lo siento, Sr. Entwhistle," anunció la Profesora McGonagall. Su


cara se veía más arrugada que cuando había entrado en el cuarto.
"La salud del Sr. Malfoy no corre peligro, hasta donde tengo
entendido. Infortunadamente, he recibido un búho del padre del Sr.
Malfoy para retirarlo de Hogwarts. Me temo que él no va a regresar."

Nota del Traductor (14 de Julio 2019)

Un capítulo corto como ya les había avisado. Lo traduje en un par


de días solamente. El siguiente capítulo es largo así que lo más
probable es que lo termine en dos semanas.

Escuchando : Cuarteto de Nos

Viendo : Doctor Stone

Leyendo : Muchos manga

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Conclusion 2
Capítulo 84: Intercambio de Tabúes, Conclusión 2

Cuando Hermione Granger despertó, se encontró a sí misma


yaciendo sobre una suave, confortable cama de la enfermería de
Hogwarts, con un cuadrado de luz solar cayendo sobre su
estómago, tibia a través de la delgada manta. La memoria le decía
que habría una cortina sobre ella, ya estuviera extendida alrededor
de su cama o abierta, y que el resto del dominio de Madam Pomfrey
estaría más allá: las otras camas, ocupadas o desocupadas, y
brillantes ventanas esculpidas en la piedra de Hogwarts.

Cuando Hermione abrió sus ojos, la primera cosa que vio fue la cara
de la Profesora McGonagall, sentada en el lado izquierdo de su
cama. El Profesor Flitwick no estaba allí, aunque eso era
comprensible, había estado con ella toda la mañana en la celda de
detención, su cuervo plateado otorgando protección extra contra el
Dementor y su pequeño y severo rostro siempre dirigido hacia los
Aurores. El Jefe de Ravenclaw seguramente había pasado ya
demasiado tiempo con ella, y probablemente tenía que regresar a
enseñar sus clases, en vez de seguir vigilando a una convicta por
intento de homicidio.

Se sentía horrible, horriblemente enferma y no creyó que fuera por


ninguna de las pociones. Hermione habría empezado a llorar de
nuevo, sólo que su garganta dolía, sus ojos aún ardían, y su mente
sólo sentía cansancio. No habría sido capaz de sollozar de nuevo,
no podía encontrar la fuerza para las lágrimas.

"¿Dónde están mis padres?" Hermione susurró a la Jefe de Casa de


Gryffindor. Por alguna razón parecía como la peor cosa en el mundo
tener que darles la cara, incluso peor que todo lo demás; y ella aún
no quería verlos.
La gentil mirada en el rostro de la Profesora McGonagall se
Transformó en algo más triste. "Lo siento, Señorita Granger. Aunque
no siempre fue así, hemos hallado en años recientes que es más
sabio no informar a los padres Muggle sobre cualquier peligro que
sus hijos hayan enfrentado. También le aconsejaría permanecer en
silencio, si desea quedarse en Hogwarts sin causarles problemas."

"¿No voy a ser expulsada?" la niña susurró. "¿Por lo que hice?"

"No," contestó la Profesora McGonagall. "Señorita Granger… de


seguro usted escuchó… ¿espero que haya escuchado al Sr. Potter,
cuando expuso que usted era inocente?"

"Nada más dijo eso," ella respondió débilmente. "Para hacer que me
liberaran, creo."

La bruja mayor sacudió su cabeza firmemente. "No, Señorita


Granger. el Sr. Potter cree que usted recibió un Encantamiento
Desmemorizador, que todo el duelo nunca sucedió. El Director
sospecha que incluso magias más Oscuras podrían haber estado
involucradas - que tu propia mano podría haber lanzado el hechizo,
aunque no por voluntad propia. Incluso el Profesor Snape encuentra
todo el asunto completamente increíble, si bien podría no decirlo
públicamente. Él estaba considerando si drogas Muggle podrían
haber sido usadas contigo."

Los ojos de Hermione se quedaron fijos de modo distante sobre la


Profesora de Transformación; sabía que le acababan de revelar algo
significante, pero no podía encontrar la energía para propagar
ningún cambio a través de su mente.

"¿Seguramente tú no lo crees?" cuestionó la Profesora McGonagall.


"Señorita Granger, ¡no puede pensar en sí misma como una
asesina!"

"Sin embargo yo -" Su excelente memoria le ayudó a reproducirlo


por milésima vez, Draco Malfoy diciendo con una mueca que ella
nunca lo derrotaría cuando él no estuviera cansando, y luego
procediendo a demostrar eso, danzando como un duelista entre los
trofeos protegidos mientras ella se retorcía frenéticamente, y dando
el golpe final con un maleficio que la hizo estrellarse contra la pared
y derramar sangre de su mejilla - y luego - luego ella -

"Sin embargo recuerdas que lo hiciste," terminó la bruja mayor,


quien la estaba contemplando con amable comprensión. "Señorita
Granger, no hay necesidad de que una niña de doce años cargue
con memorias tan espantosas. Deme permiso y estaré feliz de
eliminarlas para usted."

Fue como un vaso de agua caliente arrojado a su rostro. "¿Qué?"

La Profesora McGonagall sacó su varita, un gesto tan practicado y


veloz que fue como apuntar un dedo. "Le ofrezco liberarla de las
memorias por completo, Señorita Granger," la Profesor de
Transformación propuso con su acostumbrada precisión. "Podría
haber hechos importantes enterrados ahí. Aunque hay una forma
del Encantamiento Desmemorizador que es reversible, y estaré feliz
de invocar ese sobre usted."

Hermione observó la varita, sintiendo el principio de la esperanza


por primera vez en casi dos días.

Hacer de cuenta que no sucedió… ella había deseado eso una y


otra vez, para que las manos del tiempo dieran una vuelta para atrás
y borrar la horrible elección que nunca podría, jamás ser deshecha.
Y si borrar la memoria no era eso, de todos modos era una especie
de liberación…

Volvió a mirar la cara amable de la Profesora McGonagall.

"¿Usted realmente no cree que yo lo hice?" Hermione inquirió, su


voz temblando.

"Tengo bastante certeza de que usted nunca haría tal cosa por
voluntad propia."
Bajo las cobijas, las manos de Hermione apretaron las sábanas. "¿
Harry no cree que yo lo hice?"

"El Sr. Potter es de la opinión de que sus memorias son una total
fabricación. Puedo ver muy bien su punto."

Luego los apretados dedos de Hermione dejaron ir las sábanas, y se


volvió a desplomar sobre la cama, de la cual se había levantado
parcialmente.

No.

Ella no había contado nada.

Ella despertó y recordó lo que había ocurrido la noche anterior, y


había sido como - como - ni siquiera en sus propios pensamientos
podía hallar las palabras para lo que había sido. Pero ella había
sabido que Draco Malfoy ya estaba muerto, y ella no había contado
nada, no había ido con el Profesor Flitwick y confesado. Nada más
se vistió y fue a desayunar e intentó actuar con normalidad para que
nadie la fuera a descubrir, y ella había sabido que estaba mal y Mal
y horrible horriblemente MAL y aún así ella había estado tan, tan
aterrada -

Incluso si Harry Potter estaba en lo correcto, incluso si el duelo con


Draco Malfoy era una mentira, ella había hecho esa decisión por sí
misma. Ella no merecía olvidar eso, o ser perdonada por ello.

Y de haber hecho lo correcto, ido directo con el Profesor Flitwick,


quizá eso habría - ayudado, de alguna manera, tal vez todos
habrían visto que ella lo lamentaba, y Harry no tendría que haber
perdido todo su dinero para salvarla -

Hermione cerró sus ojos, los cerró muy apretadamente, no podía


soportar empezar a llorar de nuevo. "Soy una persona horrible," ella
declaró con voz temblorosa. "soy horrenda, no soy nada heroica -"
La voz de la Profesora McGonagall fue muy afilada, como si
Hermione acabara de cometer un error tremendo en su tarea de
Transformación. "¡Deje de ser tonta, Señorita Granger! Horrible es
quien fuera que le hizo esto a usted. Y en cuanto a ser heroica -
bueno, Señorita Granger, ya ha escuchado mi opinión sobre las
niñas involucrándose en tales cosas antes de tener catorce, por lo
que no la voy a regañar otra vez. Nada más añadiré que usted
atravesó una horrenda experiencia, que usted sobrevivió tan bien
como cualquier bruja de su edad podría haberlo hecho. Hoy se le
permite llorar tanto como quiera. Mañana va a regresar a clases."

Ahí fue cuando Hermione supo que la Profesora McGonagall no la


podía ayudar. Ella necesitaba alguien que la regañara, no podía
recibir la absolución si no podía ser culpada, y la Profesora
McGonagall nunca haría eso por ella, nunca le pediría tanto a una
pequeña niña de Ravenclaw.

Era algo con lo que Harry Potter tampoco la iba a ayudar.

Hermione se giró en la cama de la enfermería, abrazándose a sí


misma, lejos de la Profesora McGonagall. "Por favor," ella susurró.
"Quiero hablar - con el Director -"

"Hermione."

Cuando Hermione Granger abrió sus ojos la segunda vez, ella vio la
muy arrugada cara de Albus Dumbledore inclinándose sobre su
cama, viéndose casi como si él había estado llorando, aunque eso
era imposible; y Hermione sintió otra punzada de culpa por haberlo
molestado tanto.

"Minerva me comunicó que deseabas hablar conmigo," el mago


anciano dijo.

"Yo -" De repente Hermione no supo qué pronunciar. Su garganta se


cerró, y todo lo que pudo hacer fue tartamudear, "yo - yo lo -"
De alguna manera su tono debió transmitir la otra palabra, aquella
que ya no era capaz de pronunciar.

"¿Lamentas? " concluyó Dumbledore. "¿Por qué, por qué tendrías


que disculparte?"

Tuvo que forzar las palabras por fuera de su garganta. "Usted le


estaba diciendo a Harry - que él no debía pagar - así que yo no debí
- haber hecho lo que la Profesora McGonagall me pidió, no debí
tocar la varita de él -"

"Querida mía," explicó Dumbledore, "de no haber jurado lealtad a la


Casa de Potter, Harry habría atacado Azkaban por sí mismo, y muy
posiblemente ganado. Aunque ese niño puede escoger sus palabras
cuidadosamente, nunca he sabido que mienta; y en el Niño-Que-
Vivió hay poder que el Señor Oscuro nunca conoció. Efectivamente
él habría intentado romper Azkaban, incluso al costo de su vida." La
voz del mago anciano se volvió más gentil, y amable. "No,
Hermione, no tienes nada por lo cual culparte a ti misma."

"Podría haber logrado que él no lo hiciera."

En los ojos de Dumbledore un pequeño destello apareció antes de


que se perdiera dentro del cansancio. "¿En serio, Señorita Granger?
Quizá usted debería ser Directora en mi lugar, pues yo mismo no
poseo semejante poder sobre los niños tercos."

"Harry prometió -" Su voz se detuvo. La terrible verdad era muy


difícil de hablar. "Harry Potter me prometió - que nunca me ayudaría
- si le decía que no."

Hubo una pausa. Los distantes ruidos de la enfermería que habían


acompañado a la Profesora McGonagall ya habían cesado,
Hermione se dio cuenta, cuando Dumbledore la despertó. Desde
donde estaba ubicada su cama nada más podía ver el techo, y la
cima de una de las paredes con ventana, sin embargo nada en su
visión se movía, y si había sonidos, ella no los escuchaba.
"Ah," reconoció Dumbledore. El mago anciano suspiró
pesadamente. "Supongo que es posible que el niño habría
mantenido su promesa."

"Yo debí - yo tendría que haber -"

"¿Ido a Azkaban por voluntad propia?" Dumbledore cuestionó.


"Señorita Granger, eso es más de lo que le pediría a cualquier otro."

"Pero -" Hermione tragó saliva. No podía evitar notar los detalles,
cualquiera que quisiera atravesar la puerta-retrato del dormitorio de
Ravenclaw rápidamente iba a aprender a poner atención a la
exactitud de las palabras. "Pero no es más de lo que se exige a
usted mismo ."

"Hermione -" el mago anciano empezó.

"¿Por qué?" continuó la voz de Hermione, ahora pareció correr sin


su mente. "¿Por qué no fui capaz de ser más valiente? Iba a correr
en frente del Dementor - para Harry - antes, o sea, en Enero - así
que por qué - por qué - por qué no pude yo -" Por qué el
pensamiento de ser enviada a Azkaban simplemente la había
despegado, por qué había olvidado todo sobre ser Buena -

"Mi querida niña," Dumbledore llamó. Los ojos azules detrás de los
anteojos de media luna mostraban una comprensión total de su
culpa. "Yo mismo no lo habría hecho mejor, en mi primer año en
Hogwarts. Así como puedes ser benigna con otros, se benigna
contigo misma"

"Así que hice lo incorrecto." Por alguna razón ella necesitaba afirmar
eso, que alguien se lo dijera, incluso si ya lo sabía.

Hubo una pausa.

"Escucha, joven Ravenclaw," el mago anciano declaró, "escúchame


bien, pues tendré que contarte una verdad. La mayoría de los que
hacen el mal no se ven a sí mismos como malos; en efecto, la
mayoría se conciben a sí mismos como los héroes de la historia que
relatan. Una vez pensé que el más grande de los males en este
mundo era realizado en el nombre de un bien mayor. Estaba
equivocado. Terriblemente equivocado. Hay mal en este mundo que
sabe que es malvado, y odia lo bueno con toda su fuerza. Desea
destruir todo lo que sea noble."

Hermione tuvo escalofríos en su cama, por alguna razón parecía


muy real, cuando Dumbledore lo aseveraba.

El mago anciano continuó su exposición. "Tú eres una de las cosas


nobles de este mundo, Hermione Granger, y por eso ese mal te odia
también. De haber permanecido firme incluso a través de esta
prueba, te habría atacado más y más duramente, hasta destrozarte.
¡No creas que los héroes no pueden ser partidos! Nada más somos
más difíciles de romper, Hermione." Los ojos del mago anciano se
habían vuelto más severos de lo que ella había visto hasta ahora.
"Cuando has estado exhausto durante muchas horas, cuando el
dolor y la muerte no son un temor pasajero sino una certeza,
entonces es más difícil ser un héroe. Si debo hablar con la verdad -
entonces el día de hoy, sí, no dudaría en enfrentar Azkaban. Sin
embargo cuando era un niño de primer año en Hogwarts - yo habría
huido del Dementor que tú sí llegaste a confrontar, pues mi padre
había muerto en Azkaban, y les tenía miedo. ¡Conoce esto! El mal
que te atacó podría haber roto a cualquiera, incluso a mí. Nada más
Harry Potter tiene lo necesario para encarar ese horror, cuando
logre dominar su poder por completo."

El cuello de Hermione ya no podía seguir fijo sobre el mago anciano;


dejó su cabeza caer para atrás, de vuelta a la almohada, donde alzó
la vista hacia el techo, absorbiendo lo que podía.

"¿Por qué?" Su voz tembló otra vez. "¿Por qué alguien sería así de
malo? No lo entiendo."

"Yo, también, me lo he preguntado," concordó la voz de


Dumbledore, conteniendo una profunda tristeza. "Por tres décadas
me lo he preguntado, y aún no lo entiendo. Tú y yo nunca lo
entenderemos, Hermione Granger. Pero al menos conozco lo que el
verdadero mal respondería por su cuenta, si le pudiéramos hablar y
preguntar por qué es malvado. Respondería, ¿Por qué no? "

Una breve flama de indignación ardió dentro de ella. "¡Tiene que


haber un millón de razones porque no!"

"En efecto," concordó la voz de Dumbledore. "Un millón de razones


y más. Nosotros siempre sabremos aquellas razones, tú y yo. Si
insistes en ponerlo de ese modo - entonces sí, Hermione, la prueba
de este día te ha roto. Sin embargo lo que sucede después de que
te rompes - eso, también, es parte de ser un héroe. Lo que tú eres,
Hermione Granger, y siempre lo serás."

Ella levantó su cabeza otra vez, mirándolo fijamente.

El mago anciano se alzó del lado de su cama. Su barba plateada


tocó el suelo, cuando Dumbledore le hizo una profunda reverencia, y
se fue.

Ella siguió observando hacia donde el mago anciano se había ido.

Tendría que haber significado algo para ella, tendría que haberla
tocado. Tendría que haberla hecho sentir mejor por dentro, que
Dumbledore, quien había parecido tan reluctante antes, ahora la
había reconocido como un héroe.

Ella no sintió nada.

Hermione dejó caer su cabeza de vuelta a la cama, cuando Madam


Pomfrey vino y la hizo beber algo que logró chamuscar sus labios
como si fuera comida picante, y olía incluso más caliente, y no tenía
ningún sabor. No significó nada para ella. Siguió contemplando los
azulejos de piedra del techo distante.


Minerva estaba esperando, haciendo su mejor esfuerzo para no
revolotear, al lado de las puertas dobles de la enfermería de
Hogwarts, ella siempre pensó en aquellas puertas como "los
portales ominosos" cuando era una niña en Hogwarts, y no podía
evitar recordar eso ahora. Demasiadas noticias malas se habían
recibido aquí -

Albus salió caminando. El mago anciano no hizo pausa alguna en su


salida de la enfermería, nada más siguió caminando hacia la oficina
del Profesor Flitwick; y Minerva lo siguió.

La Profesora McGonagall aclaró su garganta. "¿Está hecho, Albus?"

El mago anciano asintió en afirmación. "Si cualquier magia hostil es


lanzada sobre ella, o cualquier espíritu la toca, lo sabré, y vendré."

"Hablé con el Sr. Potter tras la clase de Transformación," informó la


Profesora McGonagall. "Él es de la opinión que la Señorita Granger
debería ir a Beauxbatons, en vez de Hogwarts, desde ahora."

El mago anciano sacudió su cabeza. "No. Si Voldemort


verdaderamente desea atacar a la Señorita Granger - él es
inmensamente tenaz. Sus sirvientes están regresando con él, no
podría rescatar a Bellatrix por sí solo. La propia Azkaban no está a
salvo de su malicia, y en cuanto a Beauxbatons - no, Minerva. No
creo que Voldemort pueda ejercer tal posesión a menudo, o contra
objetivos más fuertes, o este año habría sido muy diferente. Y Harry
Potter está aquí, a quien Voldemort debe temer aún si no lo admite.
Ahora que la he protegido con encantamientos, la Señorita Granger
estará más segura dentro de Hogwarts que por fuera."

"El Sr. Potter parece dudar eso," Minerva insistió. No pudo lograr del
todo contener el filo de su voz; había una parte de ella que estaba
bastante de acuerdo. "Parece sentir que el sentido común afirma
que la Señorita Granger debería continuar su educación en
cualquier lugar excepto Hogwarts."
El mago anciano suspiró. "Temo que el chico ha pasado demasiado
tiempo entre los Muggles. Siempre buscando seguridad; siempre
imaginando que la seguridad puede ser alcanzada. Si la Señorita
Granger no está a salvo dentro de nuestra fortaleza, no estará más
segura por abandonarla."

"No todos parecen pensar así," replicó la Profesora McGonagall.


Casi había sido la primera carta que había visto cuando echó un
vistazo a su escritorio; un sobre de la más fina piel de oveja, sellado
con la cera plateada más verdosa, presionada contra la imagen de
una serpiente que se alzó y la siseó. "He recibido el búho del Señor
Malfoy retirando a su hijo de Hogwarts."

El mago anciano asintió, pero no dejó de caminar. "¿Lo sabe


Harry?"

"Sí." Su voz falló, por un momento, recordando la expresión de


Harry. "Al terminar la clase, el Sr. Potter felicitó el excelente sentido
común del Señor Malfoy, y afirmó que iba a escribir a Madam
Longbottom para recomendar que hiciera lo mismo con su nieto, en
caso de que fuera el próximo objetivo. Ante el evento de que la
guardiana del Sr. Longbottom fuera tan negligente como para
mantenerlo en Hogwarts, el Sr. Potter quería que le dieran un
Giratiempo, una capa de invisibilidad, una escoba, y un monedero
en el cual cargar todo; también un anillo para el dedo gordo del pie
con un traslador de emergencia para una localización segura, en
caso de que alguien secuestre al Sr. Longbottom y lo lleve por fuera
de las protecciones de Hogwarts. Le dije al Sr. Potter que no creo
que el Ministerio consienta tal uso de nuestros Giratiempos, y él
respondió que no teníamos razón para pedir permiso. Supongo que
él querrá que la Señorita Granger reciba lo mismo, si se queda. Y
para sí mismo el Sr. Potter quiere una escoba de tres personas para
cargar en su monedero." Ella no estaba asombrada por la lista de
precauciones. Impresionada con la astucia, aunque no asombrada;
ella era una Maestra de la Transformación, después de todo. Sin
embargo le hizo sentir escalofríos de inquietud, que Harry Potter
ahora pensara que Hogwarts era tan peligroso como investigar
hechizos.

"El Departamento de Misterios no puede ser desafiado tan a la


ligera," declaró Albus. "Aunque para el resto -" El mago anciano
pareció encogerse sobre sí mismo ligeramente. "Bien podríamos dar
al niño lo que pide. Y también protegeré a Neville con hechizos, y
escribiré a Augusta para recomendar que se quede aquí durante las
vacaciones."

"Y finalmente," ella añadió, "el Sr. Potter dice - esta es una cita
directa, Albus - cualquiera que sea el tipo de magneto para Mago
Oscuro que el Director esté manteniendo aquí, necesita sacarlo de
esta escuela, ahora ." Esta vez no pudo detener el filo en su propia
voz.

"Le pedí lo mismo a Flamel," Albus reveló, el dolor era claro en su


voz. "Pero el Maestro Flamel ha reconocido - que incluso él ya no
puede mantener la Piedra a salvo - que él cree que Voldemort tiene
medios para encontrarla en donde sea que esté escondida - y que
no consiente que sea protegida en ningún otro lugar excepto
Hogwarts. Minerva, lo siento, pero debe ser hecho - ¡debe! "

"Muy bien," dijo la Profesora McGonagall. "En cuanto a mí, creo que
el Sr. Potter tiene la razón en cada punto."

El mago anciano la observó, y su voz se apagó cuando habló,


"Minerva, me has conocido por largo tiempo, y tan bien como
cualquier alma viviente - dime, ¿ya me he perdido en la oscuridad?"

"¿Qué?" espetó la Profesora McGonagall con genuina sorpresa.


Luego, "¡Oh, Albus, no!"

Los labios del mago anciano se apretaron fuertemente antes de


volver a hablar. "Por el bien mayor. he sacrificado a tantos, por el
bien mayor. Hoy casi condené a Hermione Granger a Azkaban por
el bien mayor. Y me encuentro a mí mismo - hoy, me he descubierto
a mí mismo - empezando a resentir la inocencia que ya no es mía -"
La voz del mago anciano se detuvo. "Maldad hecha en el nombre
del bien. Maldad hecha en el nombre de la maldad. ¿Cuál es peor?"

"Estás siendo tonto, Albus."

El mago anciano la miró de nuevo, antes de girar sus ojos de vuelta


al camino. "Responde, Minerva - ¿te paraste a sopesar las
consecuencias, antes de explicar a la Señorita Granger cómo unirse
a la familia Potter?"

Ella respiró profunda e involuntariamente cuando comprendió lo que


había hecho -

"Así que no lo hiciste." los ojos de Albus estaban tristes. "No,


Minerva, no debes disculparte. Está bien. Por lo que has visto de mí
el día de hoy - si tu primera lealtad es ahora hacia Harry Potter, y no
hacia mí, entonces eso es correcto y apropiado." Aunque ella abrió
sus labios para protestar, Albus prosiguió antes de que pudiera
pronunciar palabra alguna. "En efecto - en efecto - eso será
necesario y más que necesario, si el Señor Oscuro al que Harry
debe derrotar con su poder resulta no ser Voldemort al fin y al cabo -
"

"¡No esto otra vez!" Minerva exclamó. "Albus, fue Quien-Tú-Sabes,


no tú, quien marcó a Harry como su igual. ¡No hay manera posible
en que la profecía pudiera estar hablando de ti!"

El mago anciano asintió, pero sus ojos todavía parecían distantes,


fijos únicamente en el camino adelante.

La celda de detención, muy en el centro del Departamento de


Aplicación de la Ley Mágica, había sido nombrada lujosamente; era
más una afirmación de lo que los magos adultos daban por sentado,
que algún sentimiento especial hacia los prisioneros. Había una silla
que se auto-reclinaba, con autobalanceo, de una rica textura de
felpa, cojines auto-calentadores. Había una biblioteca conteniendo
libros rescatados de un basurero en rebaja, y un estante lleno de
revistas antiguas, incluyendo una de 1883. En cuanto a los inodoros,
bueno, no era exactamente lujoso, pero había un hechizo en el
cuarto que ponía todos esos asuntos en espera; no ibas a ir a
ningún lado donde el Auror de turno no te pudiera ver. Aunque
aparte de eso, era una pequeña celda bastante placentera. El
Profesor de Defensa de Hogwarts no estaba siendo detenido, ni
arrestado, ni siquiera intimidado. No había evidencia para
condenarlo… excepto que un terrible e inusual crimen había sido
cometido en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y yendo
por ocasiones previas había una oportunidad entre cinco que el
actual Profesor de Defensa estuviera enredado en ello de algún
modo . A esto debía ser añadido el hecho de que nadie en el
D.A.L.M. sabía quién era el Profesor de Defensa, y que el hombre
había literalmente estornudado todos los intentos de revelar su
identidad. Vaya, no, ellos aún no habían liberado a 'Quirinus Quirrell'
de vuelta a Hogwarts todavía.

Repitamos estos para hacer énfasis:

El Profesor de Defensa.

Estaba siendo detenido.

En una celda.

El Profesor de Defensa estaba contemplando fijamente al Auror de


turno y tarareando.

El Profesor de Defensa no había pronunciado ni una palabra desde


que había llegado a esta celda en particular. Únicamente había
estado tarareando.

El tarareo empezaba como una simple canción de cuna para niños,


aquella que en la Bretaña Muggle empieza con, A dormir, a dormir, a
dormir mi bebito…
Esta tonada era tarareada, sin variación, una y otra vez, durante
siete minutos, para establecer el patrón subyacente.

Entonces empezaban las elaboraciones sobre el tema. Fraseos


tarareadas demasiado bajo, con largas pausas en el medio, para
que la mente del oyente espere y espere impaciente la siguiente
nota, el siguiente fraseo. Y luego, cuando el siguiente fraseo
llegaba, era fuera de clave, tan horrendo e increíblemente fuera de
clave, no solamente fuera de clave para los fraseos previos sino
cantados con un tono que no corresponden con ninguna clave, que
te haría creer que esta persona había pasado horas
deliberadamente practicando su tarareo nada más para adquirir un
anti-tono tan perfecto.

Tenía la misma semblanza con la música que la fea y muerta voz de


un Dementor tenía con el habla humana.

Y este horrible, horrible tarareo es imposible de ignorar. Es similar a


una canción de cuna conocida, sin embargo se aleja del patrón de
manera impredecible. Impone expectativas y las viola, nunca en
ningún patrón que permitiera que el tarareo se desvanezca en el
fondo. El cerebro del oyente no puede evitar esperar que los fraseos
anti-musicales se completen, ni prevenirse para no notar las
sorpresas.

La única explicación posible para cómo esta forma de tarareo llegó a


existir es que fue diseñada deliberadamente por algún genio cruel
hasta lo innombrable que despertó un día, sintiéndose aburrido con
la tortura ordinaria, quien decidió retarse a sí mismo y descubrir
cómo podía romper la cordura de alguien solamente con tararear .

El Auror había estado escuchando a este inimaginable y horrendo


tarareo durante cuatro horas, mientras era mirado fijamente por una
enorme, fría, letal presencia que se sentía igual de horrible sin
importar si la confrontaba directamente o la dejaba flotar en la
esquina de su visión -

El tarareo se detuvo.
Hubo una larga espera. Tiempo suficiente para que creciera una
falsa esperanza, y ser aplastada por la memoria de decepciones
previas. Y entonces, mientras el intervalo se extendía, y extendía,
esa esperanza creció otra vez de modo imparable -

El tarareo comenzó una vez más.

El Auror se vino abajo.

Desde su cinturón, el Auror cogió un espero, lo tocó una vez, y


luego dijo, "Este es el Auror Junior Arjun Altunay, estoy dando un
código RJ-L20 en la celda tres."

"¿Código RJ-L20?" el espejo replicó con tono sorprendido. Se


produjo el sonido de unas páginas siendo pasadas, luego,
"¿Quieres ser reemplazado porque un prisionero está intentando
guerra psicológica y triunfando?"

(Amelia Bones realmente es bastante inteligente.)

"¿Cuáles fueron las palabras del prisionero?" interrogó el espejo.

(Esta pregunta no es parte del procedimiento RJ-L20, pero


infortunadamente Amelia Bones había fallado al no incluir una
instrucción explícita de que el oficial al mando no debía cuestionar
eso.)

"Él está -" vaciló el Auror, y volvió a mirar hacia la celda. El Profesor
de Defensa ahora estaba recostado sobre su silla, mostrándose
bastante relajado. "¡Él me estaba viendo directamente a mí! ¡Y
tarareando! "

Hubo una pausa.

El espejo habló de nuevo. "¿Y estás llamando un RJ-L20 a causa de


eso? ¿Estás seguro de que no estás intentando escapar de tu turno
de vigilancia?"

(Amelia Bones estaba rodeada de idiotas.)


"¡No lo entiendes!" gritó el Auror Altunay. "¡Es un tarareo realmente
horrendo!"

El espejo transmitió un sonido de risa ahogada en el fondo, sonando


como si proviniera de más de una persona. Luego habló de nuevo.
"Sr. Altunay, si no quiere ser degradado a Auror Junior de Segunda
Clase, le sugiero que se aguante y regrese al trabajo -"

"Tacha eso," expresó una voz rasposa, sonando ligeramente remota


debido a estar alejada del espejo.

(Por esa razón Amelia Bones a menudo se sentaba en el centro de


coordinación del D.A.L.M. mientras hacía su papeleo requerido del
Ministerio.)

"Auror Altunay," ordenó la rasposa voz, pareciendo acercarse al


espejo, "será reemplazado prontamente. Auror Ben Gutierrez, el
procedimiento para RJ-L20 no dice que indagué el por qué. Dice
que usted reemplaza al Auror que lo pide. Si descubro que los
Aurores parecen estar abusando de ello, yo modificaré el
procedimiento para prevenir su abuso -" El espejo se cortó de modo
abrupto.

El Auror se giró para observar triunfantemente a la silla mullida


donde estaba recostado el actual Profesor de Defensa de Hogwarts.

Ese hombre luego pronunció las primeras palabras que salieron de


sus labios desde que había entrado en la celda.

"Adiós, Sr. Altunay," se despidió el Profesor de Defensa.

Unos pocos minutos después, la puerta de detención de la celda se


abrió, y penetró una mujer de cabello gris, vestida con las túnicas
teñidas de escarlata de un Auror sin ninguna señal de rango u otra
ornamentación, cargando una carpeta de cuero negro bajo su brazo
izquierdo. "Puede retirarse," la mujer anciana declaró en forma
abrupta.
Hubo un breve retraso cuando el Auror Altunay intentó explicar qué
había estado pasando. Esto fue cortado por un asentimiento de
cabeza y un rígido, simple dedo apuntando a la puerta de salida.

"Buenas tardes, Madam Directora," saludó el Profesor de Defensa.

Amelia Bones no reconoció esta afirmación, sino que se sentó


bruscamente en la silla vacante. La bruja anciana abrió la carpeta
negra y su mirada bajó por el contenido de un pergamino. "Posibles
pistas de la identidad del actual Profesor de Defensa de Hogwarts,
como fue compilado por el Auror Robards." El pergamino
mencionado fue girado, doblado a un lado. "El Profesor de Defensa
afirma que fue Seleccionado en Slytherin. Clamó que su familia fue
asesinada por Voldemort. Dijo que había estudiado artes marciales
en un lugar de Asia Muggle que fue destruido por Voldemort. Una
petición enviada al Departamento de Cooperación Mágica
Internacional identificó este incidente como el Asunto Oni de 1969."
Otra pergamino fue volteado. "También parece que este Profesor de
Defensa dio un discurso perturbador a sus estudiantes, justo antes
de Navidad, criticando a la generación previa por su desunión contra
los Mortífagos." La bruja anciana levantó la vista de la carpeta de
cuero. "Madam Longbottom quedó bastante impresionada por el
discurso, e insistió para que lo leyera completo. El argumento me
resultó familiar, aunque no lo pude ubicar en su momento. Sin
embargo, desde luego, había pensado que estabas muerto."

La Jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica de la


Bretaña Mágica ahora estaba contemplando afilada y fijamente al
actual Profesor de Defensa de Hogwarts, a través del cristal de
vidrio reforzado con hechizos que los separaba. El hombre en la
celda devolvió la mirada con igual intensidad, sin alarma aparente.

"No voy a mencionar ningún nombre," explicó la bruja anciana.


"Pero voy a contar una historia, y ver si suena familiar." Amelia
Bones bajó los ojos, pasando al siguiente pergamino. "Nacido en
1927, entró en Hogwarts en 1938, Seleccionado en Slytherin,
graduado en 1945. Fue en un tour de graduación al exterior y
desapareció mientras visitaba Albania. Presumido muerto hasta
1970, cuando regresó a la Bretaña Mágica igual de repentinamente,
sin ninguna explicación para sus veinticinco años perdidos.
Permaneció apartado de su familia y amigos, viviendo en
aislamiento. En 1971, mientras visitaba el Callejón Diagon, repelió
un intento de secuestro de la hija del Ministro de Magia liderado por
Bellatrix Black, y usó la Maldición Asesina para matar a dos de los
tres Mortífagos que la acompañaban. Más allá de esto toda Bretaña
conoce la historia; ¿necesito continuar?" La bruja anciana levantó la
vista del pergamino otra vez. "Muy bien. Hubo un juicio en el
Wizengamot, durante el cual este joven hombre fue exonerado por
su uso de la Maldición Asesina, en gran parte por los esfuerzos de
su abuela, la Dama de su Casa. Él fue reconciliado con su familia, y
organizaron una reunión de Casa para celebrar su regreso. El
invitado de honor llegó a la reunión para encontrar a toda su familia
asesinada por Mortífagos, incluso los elfos de casa; y que él mismo,
de ser el hijo menor, pasó a ser el último heredero de una Más
Antigua Casa."

El Profesor de Defensa no había reaccionado ante nada de esto,


excepto que sus ojos ahora estaban medio cerrados, como si
estuviera cansado.

"El joven tomó el asiento de su familia en el Wizengamot,


volviéndose una de las voces más tenaces contra Quien-Tú-Sabes.
Muchas veces lideró fuerzas contra los Mortífagos, combatiendo con
tácticas hábiles y poder extraordinario. Las personas lo comenzaron
a señalar como el próximo Dumbledore, era pensado que podría
convertirse en el siguiente Ministro de Magia tras la caída del Señor
Oscuro. El tres de Julio, 1973, él no apareció en una votación clave
del Wizengamot, y nunca se escuchó nada más sobre él. Asumimos
que Quien-Tú-Sabes lo había asesinado. Fue un grave golpe contra
todos nosotros, y la situación se puso mucho peor desde ese día."
La expresión de la bruja anciana era interrogadora. "Yo misma lloré
por ti. ¿Qué sucedió?"

Los hombros del Profesor de Defensa se movieron ligeramente, un


pequeño encogimiento. "Estás haciendo muchas suposiciones," el
Profesor de Defensa contestó suavemente. "En cuanto a mí, yo
creería que ese hombre murió muchos años atrás. Pero si ese
hombre estuviera vivo a pesar de todo - entonces está claro que él
no desea que ese hecho sea anunciado, y tiene suficientes razones
para guardar silencio. Ese hombre te fue de ayuda alguna vez,
parece." Los labios del Profesor de Defensa se curvaron en una
sonrisa cínica. "Sin embargo ya no me sorprendo cuando la gratitud
sale huyendo. ¿Acaso hay algo más que demandaría de él?"

La anciana bruja se retrajo para atrás en la silla del Auror vigilante,


mostrándose bastante sobresaltada, quizá incluso herida. "No -" ella
respondió tras un momento. Sus dedos tocaron ligeramente la
carpeta de cuero; nerviosamente, podrías haber pensado, de haber
creído posible que Amelia Bones podía ponerse nerviosa. "Aunque
tu Casa - no quedan muchas Casas Antiguas -"

"A este país le importará poco si quedan ocho Casas Antiguas, o


siete."

La anciana bruja suspiró. "¿Qué piensa Dumbledore de esto?"

El hombre en la celda de detención sacudió su cabeza. "Él no sabe


quién soy yo, y prometió no inquirir."

Las cejas de la anciana bruja se levantaron. "¿Cómo te identificó


con las protecciones mágicas de Hogwarts, entonces?"

Una ligera sonrisa. "El Director dibujó un círculo, e informó a


Hogwarts que quien estaba adentro era el Profesor de Defensa. Y
hablando de ello -" El tono fue bajando, hasta ser halagador. "Me
estoy perdiendo mis clases, Directora Bones."

"Parece que tú - descansas, algunas veces, de una manera peculiar.


Esto también ha sido reportado. Y parece que estás descansando
más y más frecuentemente, a medida que pasa el tiempo." Una vez
más los dedos de la bruja anciana tocaron ligeramente la carpeta de
cuero. "No recuerdo haber leído sobre tal síntoma, pero cuando
escuché tal cosa, me imaginé… Magos Oscuros combatidos, y
terribles maldiciones recibidas…"

El Profesor de Defensa permaneció sin expresión alguna.

"¿Requieres la ayuda de un sanador?" preguntó Amelia Bones. Su


propia máscara se había caído, mostrando claramente el dolor en
sus ojos. "¿Hay algo que se pueda hacer por ti?"

"Accedí enseñar Defensa en Hogwarts," el hombre en la celda


declaró categóricamente. "Extraiga sus propias conclusiones,
Madam. Y me estoy perdiendo mis clases, de las cuales no quedan
muchas. Regresaré a Hogwarts, ahora."

Cuando Hermione despertó la tercera vez (aunque se sintió como si


únicamente acababa de cerrar los ojos por un momento) el Sol
estaba aún más bajo en el cielo, casi totalmente puesto. Se sentía
un poco más viva y, extrañamente, aún más exhausta. Esta vez era
el Profesor Flitwick quien estaba de pie al lado de su cama y
sacudiendo su hombro, una bandeja de comida humeante flotando a
su lado. Por alguna razón ella pensó que Harry Potter tendría que
haber estado inclinándose sobre su cama, sin embargo él no estaba
allí. ¿Lo había soñado? No podía recordar haber soñado.

Ocurrió (de acuerdo al Profesor Flitwick) que Hermione se había


perdido la cena en el Gran Comedor, y había sido despertada para
comer. Y luego ella tenía que regresar al dormitorio de Ravenclaw, y
a su propia cama, para dormir por el resto de la noche.

Ella comió en silencio. Hubo una parte de ella que quería preguntar
al Profesor Flitwick si él creía que ella había recibido el
Encantamiento Desmemorizador o si había intentado asesinar a
Draco Malfoy por voluntad propia -

- como ella recordaba haberlo hecho -


- pero el resto de ella tenía miedo de descubrirlo. Tener miedo de
descubrir era una señal de alarma, de acuerdo a Harry Potter y sus
libros; sin embargo su mente se sentía cansada, aporreada, y no
podía reunir la fuerza para sobrepasar su mente.

Cuando ella y el Profesor Flitwick salieron de la enfermería


encontraron a Harry Potter sentándose con las puertas cruzadas
afuera de la puerta, leyendo un libro de psicología en silencio.

"La acompañaré desde aquí," anunció el Niño-Que-Vivió. "La


Profesora McGonagall dijo que no habría problema."

El Profesor Flitwick pareció aceptar esto, y les dirigió una expresión


severa a ambos. Ella no podía imaginar lo que la severa expresión
podría significar, a menos que fuera no intentes asesinar más
estudiantes.

Los pasos del Profesor Flitwick se fueron desapareciendo, y los dos


se quedaron de pie a solas afuera de las puertas de la enfermería.

Ella contempló los ojos verdes del Niño-Que-Vivió, el cabello


desarreglado que no ocultaba del todo la cicatriz sobre su frente;
ella bajó la mirada por el rostro del niño que entregó todo su dinero
para salvarla sin detenerse a pensarlo. Había sentimientos dentro
de ella - culpa, vergüenza, bochorno, otras cosas también - aunque
no palabras. No había nada que ella supiera cómo expresar.

"Entonces," Harry habló bruscamente, "repasé rápidamente a través


de mis libros de psicología para ver qué decían sobre el trastorno de
estrés postraumático. Los libros más viejos aseveran que tendrías
que contar la experiencia inmediatamente a un consejero. Las
investigaciones más recientes aseveran que cuando de hecho
realizaron experimentos, resultó que hablar de inmediato sobre ello
lo volvía peor. Aparentemente lo que realmente tendrías que hacer
es seguir el impulso natural de tu mente para reprimir las memorias
y no solamente pensar al respecto por un tiempo."
Era tan normal teniendo en cuenta el modo en que ella y Harry
hablaban usualmente que sintió un repentino ardor en su garganta.

No tenemos que hablar de ello. Eso era lo que Harry acababa de


decir, más o menos. Se sentía como hacer trampa, quizá incluso
como una mentira. Nada era normal. Todo lo malo seguía siendo
horriblemente malo, todo lo que se quedaba sin pronunciar aún
necesitaba ser pronunciado…

"De acuerdo," concordó Hermione, porque no había nada más para


decir, nada más en absoluto.

"Lamento no haber estado esperando a tu lado cuando


despertaste," Harry explicó, cuando empezaron a caminar. "Madam
Pomfrey no me dejó entrar, por lo que me quedé aquí afuera." Soltó
un pequeño, aparentemente triste encogimiento de hombros.
"Supongo que debería estar allí afuera haciendo control de daños
sobre las relaciones públicas, sin embargo… honestamente nunca
he sido bueno en eso, nada más terminaría hablando bruscamente
a los demás."

"¿Qué tan malo es?" Ella pensó que su voz tendría que haber salido
como un susurro, un crujido, aunque no fue así.

"Bueno -" Harry expuso con obvia vacilación. "Lo que tienes que
comprender, Hermione, es que tenías un montón de defensores a la
hora del desayuno el día de hoy, pero todos en tu lado estaban…
inventando cosas . Que Draco intentó matarte primero, cosas como
esas. Era Granger versus Malfoy, así es cómo las personas lo veían,
como un sube y baja donde hacer bajar su lado significa que haces
subir el tuyo. Les conté que probablemente ambos eran inocentes,
que ambos habían recibido el Encantamiento Desmemorizante. No
escucharon, ambos bandos me trataron como un traidor intentando
jugar en el medio. Y luego las personas oyeron que Draco había
testificado bajo Veritaserum que él había estado intentando ayudarte
antes de la batalla - deja de hacer esa expresión, Hermione, en
realidad no le hiciste nada. Como sea, todas las personas
entendieron que la facción pro-Malfoy había estado en lo correcto y
la facción pro-Granger se había equivocado." Harry soltó un
pequeño suspiró. "Les dije que cuando la verdad saliera a la luz
eventualmente iban a estar avergonzados…"

"¿Qué tan malo es?" ella preguntó otra vez. Esta vez su voz sí salió
más débil.

"¿Recuerdas el experimento de conformidad de Asch?" Harry


inquirió, girando su cabeza para darle una mirada seria.

Su mente fue lenta para recordar durante unos cuantos segundos, lo


que la aterró, sin embargo la referencia regresó. En 1951, Solomon
Asch había tomado algunos sujetos para un experimento, y cada
uno había sido puesto entre un grupo de personas que se veían
como ellos, parecían ser otros sujetos del experimento, aunque en
realidad eran confederados del experimentador. Les mostraban una
línea de referencia en una pantalla, etiquetada X, al lado de otras
tres líneas, etiquetadas como A, B, y C. El experimentador había
preguntado cuál línea tenía la misma extensión que X. La respuesta
obviamente correcta había sido C. Los otros 'sujetos', los
confederados, habían contestado uno tras otro que X era de la
misma extensión que B. El sujeto real había sido puesto de
penúltimo en el grupo, para no levantar sospechas por ser el último.
La prueba consistía en ver si el sujeto real se iba a 'conformar' con
la respuesta incorrecta estándar de B, o denunciar en voz alta la
respuesta obviamente correcta de C.

75% de los sujetos se habían 'conformado' al menos una vez. Un


tercio de los sujetos se habían conformado más de la mitad de las
veces. Algunos habían reportado después que de hecho creían que
X era de la misma extensión de B. Y eso había sido en un caso
donde los sujetos no habían conocido a ninguno de los
confederados. Si ponías a personas alrededor de otras personas
que pertenecían al mismo grupo de ellos, como alguien en una silla
de ruedas al lado de otra persona en silla de ruedas, el efecto de
conformidad se volvería aún más fuerte…
Hermione tuvo un sentimiento de enfermedad porque intuyó hacia
dónde se dirigía esto. "Lo recuerdo," ella murmuró.

"Le di a la Legión Caos entrenamiento de anti-conformidad, ya


sabes. Hice que cada Legionario se pusiera de pie en el medio y
dijera '¡Dos veces dos es cuatro!' o '¡La hierba es verde!' mientras
que todos los demás en la Legión Caos los llamaban idiotas o les
hacían mofas - Allen Flint hizo mofas realmente buenas - o incluso
sólo les daban miradas vacías y luego se iban caminando. Lo que
tienes que recordar es que, únicamente la Legión Caos ha
practicado algo como eso. Nadie más en Hogwarts ni siquiera sabe
lo que la conformidad es. "

"¡Harry!" Su voz estaba tambaleando. "¿Qué tan malo es ?"

Harry le dio otro encogimiento de hombros triste. "Todos desde el


segundo año en adelante, ya que no te conocen. Todos en el
Ejército Dragón. Todos los de Slytherin, por supuesto. Y, bueno, la
mayoría del resto de la Bretaña mágica también, creo. Recuerda,
Lucius Malfoy controla el Diario el Profeta ."

"¿Todos?" ella susurró. Sus extremidades empezaron a sentirse


heladas, como si acabara de salir de una piscina sin calefacción.

"Lo que las personas realmente creen no se siente como una


creencia, se siente como la manera en que el mundo es. Tú y yo
estamos parados en una pequeña burbuja privada del universo
donde Hermione Granger recibió el Encantamiento
Desmemorizante. Todos los demás están viviendo en el mundo
donde Hermione Granger intentó asesinar a Draco Malfoy. Si Ernie
Macmillian -"

Su respiración se quedó atrapada en su garganta. Capitán


Macmillian -

"- cree que por ética tiene prohibido ser tu amigo de ahora en
adelante, bueno, él está intentando hacer lo correcto desde su
comprensión, en el mundo que él cree que vive." Los ojos de Harry
estaban muy serios. "Hermione, me acusaste muchas veces de que
espero muy poco de los demás. Pero si llego a esperar demasiado
de ellos - si espero que las personas hagan las cosas correctamente
- realmente los terminaría odiando, entonces. Idealismo a un lado,
los estudiantes de Hogwarts de hecho no conocen suficiente sobre
ciencia cognitiva como para ser responsables sobre la manera en
que funciona su mente. No es su culpa que estén locos." La voz de
Harry era extrañamente gentil, casi como un adulto. "Sé que va a
ser más duro para ti que lo que sería para mí. Sin embargo
recuerda, eventualmente el verdadero culpable es atrapado. La
verdad sale a la luz, todos los que confiadamente estaban
equivocados resultan avergonzados."

"¿Y si el verdadero culpable no es atrapado?" ella cuestionó con voz


temblorosa.

¿… o resulta que fui yo después de todo?

"Entonces puedes irte de Hogwarts e ir al Colegio Ilvermorny de


Magia y Hechicería en América."

" ¿Dejar Hogwarts? " Ella ni siquiera había considerado esa


posibilidad excepto como uno de los máximos castigos.

"Yo… Hermione, creo que podrías querer hacer eso de todos


modos. Hogwarts no es un castillo, es la locura con muros. Tienes
otras opciones."

"Yo voy a…" ella tartamudeó. "Yo tendría que… pensar al


respecto…"

Harry asintió. " Al menos nadie va a intentar lanzar un maleficio


hacia ti, no después de lo que el Director dijo a la hora de la cena
esta noche. Oh, y Ron Weasley se me acercó, mostrándose muy
serio, y me dijo que si te veía primero, que debía decirte que
lamenta haber pensado mal de ti, y él nunca hablará mal de ti otra
vez."
"¿ Ron cree que soy inocente?" preguntó Hermione.

"Bueno… él no cree que seas inocente, per se…"

Todo el dormitorio de Ravenclaw se puso en silencio cuando los dos


entraron.

Mirándolos fijamente.

Mirándola fijamente a ella.

(Había tenido pesadillas como esta.)

Y luego, uno por uno, las personas apartaron sus ojos de ella.

Penelope Clearwater, la prefecta de quinto año a cargo de los de


primer año, desvió la mirada lenta y deliberadamente, girando su
cabeza para encarar otra dirección.

Su Li y Lisa Turpin y Michael Corner, todos sentados en una mesa


juntos, a los tres los había ayudado con su tarea en algún momento
u otro, todos desviaron la mirada, sus caras de repente nerviosas, el
momento en que intentó hacer contacto con sus ojos.

Una bruja de tercer año llamada Latisha Randle, a quien S.P.H.I.B.


había salvado dos veces de abusones de Slytherin, rápidamente se
dobló sobre su escritorio y empezó a hacer su trabajo de nuevo.

Mandy Brocklehurst desvió la mirada.

Si Hermione no estalló en lágrimas, ahí mismo, fue únicamente


porque ella lo había esperado, lo había reproducido en su mente
una y otra vez. Al menos las personas no le estaban gritando o
empujando o echando maleficios. Nada más apartaban la mirada -

Hermione caminó muy directo hacia las escaleras que llevaban a los
dormitorios de las niñas de primer año. (Ella no vio a Padma Patil o
Anthony Goldstein mirándola, aquellas dos cabezas solitarias
girando para seguirla mientras se iba.) Atrás de ella, escuchó a
Harry Potter diciendo con un tono muy calmado, "Eventualmente la
verdad va a salir a la luz, todos ustedes. Así que si tienen tanta
confianza de que ella es culpable, ¿les puedo pedir que firmen este
papel justo aquí, que dice que si después resulta que ella es
inocente, ella les puede expresar 'Así se los dije' y luego restregarlo
en su cara por el resto de sus vidas? Den un paso adelante, todo el
mundo, no sean cobardes, si realmente creen no tendrían que tener
miedo de apostar -"

Ella iba a mitad de las escaleras cuando se dio cuenta que habría
otras chicas dentro de su dormitorio, también.

Las estrellas no habían salido del todo todavía, únicamente una o


dos de las más brillantes visibles a través de la neblina rojiza-
púrpura del horizonte visible, aunque el sol finalmente se había
hundido en su totalidad.

Las manos de Hermione se contrajeron sobre la áspera piedra del


parapeto guardando el pequeño balcón, donde se había ido a
agazapar huyendo de la escalera tras darse cuenta que -

- ella no podía simplemente regresar a su cama -

- las palabras tendrían que haber resonado y hecho eco en su


mente como 'No puedes volver a casa'.

Contempló fijamente los terrenos vacíos, el ocaso desvaneciéndose,


los brotes de hierba tan abajo en la lejanía.

Cansada, ella estaba cansada, no podía pensar ahora, ella


necesitaba dormir. El Profesor Flitwick le había dicho que necesitaba
dormir, y le habían dado otra poción con su cena. Quizá así era
como la sociedad de hechiceros trataban los traumas horribles de
las inocentes niñas jóvenes, nada más hacerlas dormir mucho.
Debía ir a su cuarto y dormir, pero tenía miedo de ir a algún lugar
donde había otras personas. Temor de cómo podrían mirarla, o
desviar la mirada.

Fragmentos de pensamiento se persiguieron a sí mismos alrededor


de su mente demasiado exhausta para finalizarlos o conectarlos,
mientras la noche se posaba por completo.

Por qué -

Por qué tenía que pasar todo esto -

Todo estaba bien una semana atrás -

Por qué -

Por detrás de ella llegó el ruido crujiente de una puerta al abrirse.

Ella giró su cabeza y observó.

El Profesor Quirrell se estaba apoyando contra la puerta que ella


había atravesado, su silueta recortada como si estuviera hecha de
cartón a causa de la luz de las antorchas de Hogwarts que estaban
detrás de él, con la puerta abierta. Ella no podía ver su expresión,
aunque la entrada tras él estaba iluminada; sus ojos, su cara, todo lo
que podía contemplar desde allí yacía dentro de la sombra de la
noche.

El Profesor de Defensa de Hogwarts, número uno en la lista de


personas que le podrían haber hecho esto. Ella ni siquiera se había
dado cuenta que tenía una lista de sospechosos hasta ese
momento.

El hombre se quedó de pie dentro de la entrada, sin pronunciar


palabra; y ella no podía ver sus ojos. Para empezar qué estaba
haciendo él en aquel lugar -

"¿Está aquí para matarme?" preguntó Hermione Granger.


La cabeza del Profesor Quirrell se ladeó ante eso.

Luego el Profesor de Defensa se empezó a mover hacia ella, la


silueta negra alzando una mano lenta y deliberadamente, como si
fuera a empujarla desde la torre de Ravenclaw -

"¡Stupefy! "

El chorro de adrenalina superó todo, había sacado su varita sin


pensarlo, sus labios formaron la palabra por acuerdo propio, el voltio
paralizador surgió de su varita y -

- lentamente se quedó quieto frente a la mano alzada del Profesor


Quirrell, ondulando a la mitad del aire como si aún estuviera
intentando volar y produciendo un ligero sonido de siseo.

El resplandor rojo iluminó la cara del Profesor Quirrell por primera


vez, mostrando una extraña sonrisa de afecto.

"Mejor," elogió el Profesor Quirrell. "Señorita Granger, usted todavía


es una estudiante en mi Clase de Defensa. Como tal, si me
considera una amenaza, no espero que sólo se me quede viendo
tristemente y me diga si estoy aquí para matarla. Menos dos puntos
Quirrell."

Ella fue enteramente incapaz de formar palabras.

El Profesor de Defensa golpeó casualmente con su dedo índice el


voltio paralizador suspendido, enviando el maleficio disparado por
encima de su cabeza, muy lejos dentro de la noche, por lo que se
quedaron parados otra vez en la oscuridad. Luego el Profesor
Quirrell se acercó hacia la puerta, que procedió a cerrar; y una
suave luz blanca surgió alrededor de los dos, para que así ella
pudiera ver su rostro una vez más, todavía con una extraña sonrisa
afectuosa.

"¿Qué está usted - qué está usted haciendo aquí?"


Unos cuantos pasos más tomó el Profesor Quirrell hacia una parte
más alta de los terraplenes del balcón, donde dejó descansar sus
codos sobre la piedra, y se recostó pesadamente, alzando la vista
hacia la noche.

"Vine aquí directamente tras ser liberado por los Aurores, tras haber
finalizado mi reporte con el Director," explicó el Profesor Quirrell con
voz calmada, "porque soy tu profesor, y tú eres mi estudiante, y soy
responsable de ti."

Hermione comprendió, entonces; recordando lo que el Profesor


Quirrell le había dicho a Harry en la segunda lección de Defensa del
año, sobre controlar su ira. Ella sintió todo el flujo de vergüenza
bajando hasta su pecho. Le requirió un momento para que ese
conocimiento pudiera sobrepasar la mortificación, para que ella
forzara las palabras a salir -

"Yo -" dijo Hermione. "Harry cree - que yo no - perdí mi


temperamento, me refiero -"

"Así lo escuché," la cortó el Profesor Quirrell con un tono bastante


seco. Sacudió su cabeza, como si hablara con las propias estrellas.
"Ese niño es afortunado de que he cruzado la línea de molestia con
su auto-destrucción, hacia la pura curiosidad sobre lo que él hará a
continuación. Sin embargo estoy de acuerdo con las afirmaciones
del Sr. Potter de los hechos. Este homicidio fue bien premeditado
para evadir las detecciones de Hogwarts y el ojo oportuno del
Director. Naturalmente, con un homicidio tan bien pensado, algún
inocente tenía que ser puesto para cargar con la culpa." Una breve,
torcida sonrisa cruzó los labios del Profesor de Defensa, aunque no
la estaba mirando a ella. "En cuanto a la noción de que usted lo
hiciera por cuenta propia - aunque me considero a mí mismo un
maestro talentoso, ni siquiera yo podría instruir tal intención asesina
sobre una estudiante tan obstinada y sin talento como Hermione
Granger."

La parte de su cerebro que espetó ¿Qué? por la indignación no


estaba ni remotamente cerca de ser tan fuerte como para alcanzar
sus labios.

"No…" continuó el Profesor Quirrell. "No es por eso que estoy aquí.
No has hecho esfuerzo por ocultar el disgusto que sientes por mí,
Señorita Granger. Te agradezco por esa falta de pretensión, pues
prefiero el odio verdadero al amor falso. Aunque aún eres mi
estudiante, y tengo algo para contarte, y tú lo vas a escuchar."

Hermione lo miró, todavía combatiendo las secuelas de la


adrenalina de antes. El Profesor de Defensa pareció simplemente
contemplar las estrellas en el cielo nocturno, en el cual las estrellas
comenzaban a volverse visibles.

"Iba a ser un héroe, una vez," reveló el Profesor Quirrell, aún


observando hacia arriba. "¿Puede usted creer eso, Señorita
Granger?"

"No."

"Gracias otra vez, Señorita Granger. A pesar de todo es verdad.


Hace mucho tiempo, mucho antes de su tiempo o el de Harry Potter,
hubo un hombre que fue aclamado como un salvador. El heredero
destinado, igual al que cualquiera podría reconocer de los cuentos,
esgrimiendo justicia y venganza como varitas gemelas contra su
terrible némesis." El Profesor Quirrell soltó una suave, amarga
carcajada, con la vista alzada hacia el cielo nocturno. "Sabe usted,
Señorita Granger, que en ese tiempo pensé que ya era un cínico, y
aún así… bueno."

El silencio se alargó, en el frío y la noche.

"Con toda honestidad," prosiguió el Profesor Quirrell, ojos


levantados hacia las estrellas, "Aún no lo entiendo. Ellos tendrían
que haber sabido que sus vidas dependían del éxito de ese hombre.
Y a pesar de eso era como si estuvieran intentando todo lo que
podían hacer para hacer su vida lo menos placentera. Arrojar cada
obstáculo posible en su camino. Yo no fui ingenuo, Señorita
Granger, no esperaba que los que guardianes del poder se fueran a
alinear conmigo tan prontamente - no sin que tuvieran algo para
ganar. Pero su poder, también, estaba amenazado; por lo que quedé
conmocionado por la forma en que se contentaron al retroceder, y
dejar a ese hombre todas las cargas de la responsabilidad. Se
burlaron de su proceder, remarcando entre ellos cuán mejor lo
habrían hecho en su lugar, sin embargo no se dignaron a dar un
paso adelante." El Profesor Quirrell sacudió su cabeza como si lo
encontrara divertido. "Y fue la más extraña de las cosas - el Mago
Oscuro, el terrible némesis de ese hombre - por qué, aquellos que lo
servían a él brincaban emocionados para cumplir sus tareas. El
Mago Oscuro se volvía más cruel con sus seguidores, y ellos lo
seguían aún más. Las personas peleaban por la oportunidad de
servirlo a él, mientras que aquellos cuyas vidas dependían del otro
hombre le hacían la vida difícil a cada paso… No lo pude entender,
Señorita Granger." La cara del Profesor Quirrell estaba en las
sombras, mientras tenía la vista levantada. "¿Quizá, al tomar sobre
sí mismo el curso de acción, ese hombre la removió de todos los
demás? ¿Fue por eso que se sintieron libres de obstaculizar su
batalla contra el Mago Oscuro que los podría haber esclavizado a
todos ellos? Creer que los hombres actuarían por lo menos para su
propio interés no fue cinismo, resultó, sino que era puro optimismo;
en realidad los hombres no llegan a estándares tan altos. Por lo que
con el tiempo aquel hombre se dio cuenta que le iría mejor
combatiendo al Mago Oscuro por su cuenta, que con tales
seguidores sobre su espalda."

"Entonces -" la voz de Hermione sonó extraña en la noche. "¿Dejó a


sus amigos atrás donde estarían seguros, e intentó atacar al Mago
Oscuro por su cuenta?"

"Vaya, no," respondió el Profesor Quirrell. "Dejé de intentar ser un


héroe, y me fui a hacer alguna otra cosa que encontrará más
placentera."

" ¿Qué? " exclamó Hermione sin pensarlo. "¡Eso es horrible! "

El Profesor de Defensa bajó su cabeza del cielo para dirigirse a ella;


y ella vio, con la luz de la entrada, que él estaba sonriendo - o al
menos la mitad de su rostro estaba sonriendo. "¿Me va a acusar a
mí, Señorita Granger, de ser una persona horrenda? Bueno, tal vez
lo sea. ¿Sin embargo no serían las personas que ni siquiera intentan
ser héroes mucho peor? ¿Si yo nunca llegara a hacer algo, como
ellos, habría pensado mejor de mí?"

Hermione abrió la boca y entonces descubrió que, una vez más, no


tenía nada para decir. No era correcto huir de ser un héroe, no
podías nada más hacer eso, aunque ella no quería decir que todos
los que no eran un héroe eran nada, eso era pensamiento-Quirrell…

La sonrisa, o medio sonrisa, había desaparecido. "Fuiste tonta," el


Profesor de Defensa señaló con calma, "al esperar cualquier
gratitud duradera de aquellos a quienes quisiste intentar proteger,
una vez que te nombraste a ti misma heroína. Al igual que esperaste
que ese hombre siguiera siendo un héroe, y lo llamaste horrible por
detenerse, cuando otros miles nunca movieron ni un dedo.
Únicamente era esperado que debías pelear con los abusones. Era
un impuesto que tú les debías, y lo aceptaron como príncipes,
mofándose ante la tardanza de tu pago. Y ya lo has comprobado,
puedo apostar, que su cariño se desvaneció al igual que el polvo en
el viento una vez que ya no les fue conveniente asociarse contigo…"

El Profesor de Defensa se enderezó lentamente del balcón,


parándose casi derecho, girándose para dirigirse a ella por
completo.

"Aunque usted no tiene por qué ser un héroe, Señorita Granger,"


ofreció el Profesor Quirrell. "Puede detenerse en cualquier momento
que lo desee."

Esa idea…

… se le había ocurrido a ella antes, muchas veces durante el curso


de los dos últimos días.

Las personas se convierten en lo que se supone que deben ser,


Señorita Granger, al hacer lo que es correcto, le había dicho el
Director Dumbledore. El problema era que parecía haber dos cosas
correctas diferentes por hacer. Había una parte de ella que afirmaba
que lo correcto era seguir siendo una heroína, y permanecer en
Hogwarts, ella no sabía lo que estaba pasando pero una heroína no
iba a salir corriendo así no más.

Y también estaba la voz del sentido común afirmando que los niños
jóvenes jamás tendrían que quedarse alrededor del peligro, que
para eso estaban los adultos; la voz de cada póster escolar que le
había dicho que no debía recibir dulces de los extraños. Eso
también era correcto.

Hermione Granger ahí de pie en el balcón, observando la silueta del


Profesor Quirrell a causa de las estrellas emergentes; ella no
comprendía cómo el Profesor de Defensa la podía contemplar
fijamente a ella con ese rostro que mostraba preocupación; ella no
comprendía las notas de dolor en la voz del Profesor de Defensa;
ella no comprendía por qué le estaban contando esto.

"Yo ni siquiera le agrado, Profesor," declaró Hermione.

Una pequeña sonrisa vaciló sobre la cara del Profesor Quirrell.


"Supongo que podría hablar sobre cómo me molesta que este
asunto haya tomado mi valioso tiempo e interrumpido mis clases de
Defensa. Aunque por encima de todo, Señorita Granger, usted es mi
estudiante, y cuales fueran las otras profesiones que yo tuviera en el
pasado, creo que he sido un buen maestro en Hogwarts, ¿o no?" De
repente los ojos del Profesor Quirrell parecieron muy cansados.
"Como su maestro, entonces, le estoy aconsejando que tiene otras
opciones de carrera. No me gustaría ver a nadie más descender por
mi camino."

Hermione tragó saliva. Era un lado del Profesor Quirrell que ella
nunca había visto ni imaginado, y estaba comiéndose sus prejuicios.

El Profesor Quirrell la vigiló por un momento, y luego volvió a apartar


la mirada, de vuelta hacia las estrellas allá arriba. Cuando volvió a
hablar su voz era más calmada. "Alguien aquí la está atacando,
Señorita Granger, y no puedo protegerla como lo hice con el Sr.
Malfoy. El Director lo ha evitado, por lo que él clama son buenas
razones. Es fácil coger cariño a Hogwarts, lo sé, pues yo también la
quiero. Sin embargo en Francia tienen una perspectiva diferente
sobre las Casas Antiguas a la de Bretaña; y Beauxbatons no la
tratará mal, creo. Lo que sea que usted imagine de mí, juro que si
me pide que la ponga a salvo en Beauxbatons, haré todo en mi
poder para ponerla allí."

"No puedo simplemente -" Hermione dijo.

"Aunque usted puede, Señorita Granger." Ahora los pálidos ojos


azules la contemplaban con intensidad. "Lo que sea que usted
desee hacer de su vida, no lo puede alcanzar en Hogwarts, ya no
más. Este lugar ha sido arruinado para usted, incluso haciendo el
resto de amenazas a un lado. Nada más pida a Harry Potter que le
ordene ir a Beauxbatons y vivir su vida en paz. ¡Si permanece aquí,
él será su maestro ante los ojos de Bretaña y sus leyes!"

Ella ni siquiera había estado pensado al respecto, palidecía tanto en


comparación a ser devorada por los Dementores; había sido
importante para ella antes, pero ahora parecía infantil, sin
importancia, sin sentido, ¿entonces por qué sus ojos estaban
ardiendo?

"Y si eso no la puede conmover, Señorita Granger, considere


también que el Sr. Potter, sólo el día de hoy a la hora del almuerzo,
amenazó a Lucius Malfoy, Albus Dumbledore, y al Wizengamot
entero porque no puede pensar sensatamente cuando algo
amenaza con apartarla de su lado. ¿No tiene miedo de lo que él
hará a continuación?"

Tenía sentido. Terrible sentido. Tremendo terrible sentido.

Tenía demasiado sentido -

Ella no podría haberlo descrito con palabras, lo que disparó la


conclusión, a menos que fuera la pura presión que el Profesor de
Defensa estaba ejerciendo sobre ella.

Que si el Profesor de Defensa estaba detrás de todo este asunto -


entonces el Profesor Quirrell lo había hecho todo únicamente para
hacer que ella saliera del camino de los planes que él tenía para
Harry.

Sin ninguna decisión consciente, ella cambió el peso de su cuerpo


hacia el otro pie, su cuerpo alejándose del Profesor de Defensa -

"¿Así que usted cree que soy el responsable?" cuestionó el Profesor


Quirrell. Su voz sonó un poco triste cuando habló, y el corazón de
ella casi se detuvo al escucharlo. "Supongo que no la puedo culpar.
Soy el Profesor de Defensa de Hogwarts, después de todo. Sin
embargo Señorita Granger, incluso asumiendo que yo sea su
enemigo, el sentido común aún tendría que decirle que se aleje de
aquí muy rápidamente . Usted no puede usar la Maldición Asesina,
por lo que la táctica correcta es hacer Aparición muy lejos. No me
importa ser el villano de su imaginación si le pone las cosas más
claras. Abandone Hogwarts,y deje que se encarguen de mí aquellos
que me pueden manejar. Arreglaré que la transportación sea a
través de una familia de buena reputación, y el Sr. Potter sabrá que
debe culparme si usted no llega sana y salva."

"Yo -" Ella estaba sintiéndose helada, la brisa de la noche


congelando su piel, o quizá era al revés. "Tengo que pensar al
respecto -"

El Profesor Quirrell sacudió su cabeza. "No, Señorita Granger. Su


partida tomará tiempo para ser organizada, y me queda menos
tiempo del que usted cree. Esta decisión podría ser difícil para
usted, aunque no debería ser ambigua; mucho peso se balancea en
esta balanza, pero no son pesos iguales. Debo conocer esta misma
noche su intención de irse."

Y si no -
¿El Profesor de Defensa le estaba dando una advertencia
deliberada? ¿Que si no escapaba, atacaría de nuevo?

¿Por qué importaba tanto, qué quería el Profesor Quirrell hacer con
Harry?

Hermione Granger, seré menos sutil de lo que es usual para un


misterioso mago anciano, y le revelaré sin rodeos que usted no
puede imaginar cuán mal saldrían las cosas si los eventos alrededor
de Harry Potter cogieran un mal cariz.

El mago más poderoso en el mundo le había dicho eso, cuando


estaba explicando cuán importante era que ella no fuera a dejar de
ser amiga de Harry.

Hermione tragó saliva, se movió un poco de un pie a otro, sobre el


balcón de piedra de un castillo mágico. De repente todo el letal
absurdo de la situación pareció levantarse y cogerla por la garganta,
que las niñas de doce años no tendrían que estar en peligro, no
tendrían que estar pensando sobre tales cosas, que Mamá quería
que saliera CORRIENDO y su padre tendría un ataque al corazón si
alguna vez se enteraba de que estaba encarando esa pregunta.

Y ella supo, entonces, como Harry y Dumbledore habían intentando


advertirle, que todo lo que había pensado sobre ser una heroína
estaba equivocado. Que realmente no había tales cosas como ser
un héroe, fuera de las historias. Nada más había horribles peligros,
y ser arrestada por los Aurores y puesta en una celda al lado de los
Dementores, dolor y temor y -

"¿Señorita Granger?" llamó el Profesor de Defensa.

Ella no contestó nada. Todas las palabras estaban bloqueadas en su


garganta.

"Necesito una decisión, Señorita Granger."


Mantuvo la mandíbula cerrada, no permitió que ninguna palabra
saliera.

Finalmente el Profesor de Defensa suspiró. Lentamente la luz


blanca desapareció, y lentamente la puerta detrás de él se abrió de
par en par, por lo que una vez más era una silueta negra contra la
entrada. "Buenas noches, Señorita Granger," él se despidió, y le dio
la espalda, y se fue caminado dentro de Hogwarts.

Le requirió un tiempo el respirar lentamente otra vez. Lo que fuera


que había pasado aquí esta noche, no se sentía como algo parecido
a la victoria. Ella peleó tan duro nada más para evitar decir un Sí al
encarar la presión del Profesor de Defensa, y ahora ella ni siquiera
sabía si había hecho lo correcto.

Cuando caminó de vuelta hacia la luz (después de que el cansancio


había superado todo y dormir era nuevamente una posibilidad), ella
creyó que había escuchado cuando estaba dentro de la entrada,
atrás de ella y por encima de ella, un distante graznido.

Aunque no era para ella, ella lo supo, por lo que empezó a subir las
escaleras hacia su dormitorio.

Las otras chicas probablemente deberían estar dormidas para ese


momento, y no la iban a mirar, o desviar la mirada -

Ella sintió que las lágrimas empezaron, y esta vez no las detuvo.

Nota del Traductor (21 de Julio de 2019)

He tenido que correr a toda marcha para terminar este capítulo tan
largo, he hecho más allá del deber pero creo que valía la pena.
Recuerdo que cuando se reveló esta parte de la historia del Profesor
Quirrell me puse muy contento por recibir una pieza tan importante
del rompecabezas.

Estoy animado porque ya casi logró reunir 100 dólares para comprar
una tablet, lo que en teoría debería incrementar mi rendimiento.
Antes pensaba que una tablet decente iba a costar mucho más,
pero he visto unas muy buenas por ese precio, así que no es una
compra muy lejana.

Esta semana fue de muchas emociones para mí. Por un lado, el


ataque a Kyoto Animation me puso muy triste. He disfrutado
muchas de sus producciones, en especial A Silent Voice . Las vidas
y el talento perdido por mano de un demente es un evento trágico y
sin sentido.

No todo fueron cosas malas afortunadamente. Marvel ha revelado


las películas para la fase 4 y me siento complacido. En general no
soy una persona muy exigente con el entretenimiento, por ejemplo,
me gustó Capitana Marvel aunque la mayoría la detesta con pasión.
Así que los anuncios fueron agradables para mí.

El anime de Doctor Stone no decepciona, y hace poco se me acaba


de ocurrir que a lo mejor la fórmula para petrificar fue un invento
científico para curar toda clase de enfermedades y heridas, pero
alguien se apoderó de ella para convertirla en arma. Y aún más que
eso, siguen usando la fórmula para volverse piedra a diario y siguen
con vida, usando su inmortalidad para gobernar en este mundo de
piedra. No será una batalla sencilla para Senku, ese tipo o grupo de
tipejos no caerán fácilmente.

El próximo capítulo es de 6.000 palabras. No creo que lo pueda


publicar el próximo fin de semana porque estaré ocupado con la
grabación del audiolibro y la escritura del omake, pero para
compensar espero que en dos semanas, además de publicar el
capítulo 85, también terminaré la versión EPUB y PDF del libro 4 de
HPMOR, Hermione Jean Granger y la Llamada del Fénix . que
recopila desde el capítulo 65 al 85.

Con suerte, y sin enfermedades u otros inconvenientes de por


medio, cumpliré con todo.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en

Gracias por leer.


Intercambio de Tabues Conclusion 3 Dista
Capítulo 85: Intercambio de Tabúes, Conclusión 3, Distancia

Este capítulo recibió una gran, significante revisión en Diciembre 16,


2012. La revisión principal empieza más o menos a la mitad - busca
la palabra "trivial" para encontrarla.

Lenta y dura, la larga escalera que llevaba a la cima de Ravenclaw.


Desde adentro, la escalera parecía una pendiente recta hacia arriba,
aunque desde afuera podías ver que lógicamente tenía que ser una
espiral. Únicamente podías ver la cima de la torre de Ravenclaw al
realizar la larga escalada sin tomar atajos, un paso de piedra a la
vez; pasando bajo los zapatos de Harry, la piedra pisada por sus
piernas cansadas.

Harry había visto que Hermione había llegado sana y salva a su


dormitorio.

Se había quedado esperando en el cuarto común de Ravenclaw lo


suficiente como para recolectar unas cuantas firmas que después
podrían ser útiles para Hermione. No muchos estudiantes habían
firmado; los magos no habían entrenado para pensar en poner-las-
manos-en-el-fuego-o-cállate, o la de la ciencia Muggle de métete-
hasta-el-cuello-y-haz-una-predicción-o-deja-de-pretender-que-crees-
en-tu-teoría. La mayoría de ellos no habían visto ninguna
incongruencia al sentirse demasiado nerviosos como para firmar un
acuerdo que decía que Hermione se los podía restregar en sus
caras por el resto de sus vidas si estaban equivocados, mientras
que se seguían comportando con la confianza de que era culpable.
Pero nada más pedir las firmas establecería un punto después de
que la verdad saliera a la luz, si alguien volvía a sospechar que
Hermione tenía cualquier cosa que ver con la Oscuridad. Ella no
tendría que pasar por esto dos veces, al menos.
Después de eso Harry había abandonado la sala común
rápidamente, porque todos los sentimientos de considerado perdón
que había razonado se estaban volviendo más y más difíciles de
recordar. A veces Harry pensaba que la más profunda división de su
personalidad no tenía nada que ver con su lado oscuro; más bien
era la división entre el altruista e indulgente Harry de Razonamiento
Abstracto, contra el frustrado y enojado Harry Del Momento.

La plataforma circular en la cima de la torre de Ravenclaw no era el


lugar más alto en Hogwarts, sino que la torre de Ravenclaw
sobresalía del cuerpo principal del castillo, por lo que no podías ver
la plataforma de dicha cima desde la torre de Astronomía. Un lugar
silencioso para pensar, si tenías demasiado en que pensar. Un lugar
donde pocos estudiantes llegaban - había nichos de privacidad más
fáciles de alcanzar, si privacidad era todo lo que quería.

Las antorchas de Hogwarts que se encendían de noche estaban


demasiado abajo. La plataforma en sí misma ofrecía pocas
obstrucciones; las escaleras emergen de una abertura sin cubrir en
el suelo, en vez de una puerta directa. Desde este lugar, entonces,
las estrellas eran más visibles que en cualquier otro lugar de la
Tierra.

El niño descansaba en el centro de la plataforma, sin importarle que


su túnica pudiera ponerse sucia, dejando caer su cabeza sobre el
suelo embaldosado con piedras; así que, excepto por unas pocas
almenas medio vistas al límite de su visión, y una línea de luna
creciente, la realidad era luz de estrellas.

Los puntos de referencia de las luces centelleaban en el terciopelo


oscuro, oscilando y regresando, una clase de belleza diferente que
nacía de su firme brillo en medio de la Noche Silenciosa.

Harry miró abstracta y fijamente, su mente sobre otras cosas.

Este día nuestra guerra contra Voldemort ha empezado…


Dumbledore había dicho eso, tras el Incidente con Rescatar a
Bellatrix de Azkaban. Aunque eso había sido una falsa alarma, la
frase expresaba el sentimiento muy bien.

Dos noches atrás su guerra había empezado, y Harry no sabía con


quién .

Dumbledore pensaba que era el Señor Voldemort, regresando de la


muerte, haciendo su primer movimiento contra el niño que lo había
derrotado la última vez.

El Profesor Quirrell había puesto hechizos de detección sobre


Draco, temiendo que el Director loco de Hogwarts fuera a intentar
culpar a Harry por la muerte del hijo de Lucius.

O el Profesor Quirrell había organizado todo el asunto, y por eso era


que él había sabido dónde encontrar a Draco. Severus Snape
pensaba que el Profesor de Defensa de Hogwarts era un
sospechoso obvio, incluso el sospechoso obvio.

Y el propio Severus Snape podría o podría no ser ni siquiera


remotamente confiable.

Alguien había declarado la guerra contra Harry, su primer ataque


había tenido la intención de eliminar tanto a Draco como Hermione,
y únicamente por el más mínimo de los márgenes Harry había
salvado Hermione.

No podías llamarlo una victoria. Draco había sido removido de


Hogwarts, y si eso no era la muerte, no quedaba claro cómo podía
ser arreglado, o en qué forma podría estar Draco cuando regresara.
El país de Bretaña mágica ahora pensaba que Hermione había
cometido un intento de homicidio, lo que podría o no hacerla decidir
hacer lo sensato e irse. Harry había sacrificado su fortuna entera
para revertir su pérdida, y esa carta únicamente podía ser usada
una vez.
Algún poder desconocido lo había atacado, y si bien ese golpe
había sido desviado parcialmente, aún así había golpeado
realmente fuerte.

Al menos su lado oscuro no había pedido nada de él a cambio de


salvar a Hermione. Tal vez porque su lado oscuro no era una voz
imaginaria como Hufflepuff; Harry podría imaginar su parte Hufflepuff
como deseando cosas diferentes a las que él quería, sin embargo
su lado oscuro no era así. Su "lado oscuro", hasta donde Harry
podía vez, era un modo diferente que Harry a veces era . Ahora
mismo, Harry no estaba enojado; e intentar preguntar a "Harry
oscuro" lo que quería era una llamada telefónica sin contestar. El
pensamiento incluso pareció un poco extraño; ¿podrías deber algo a
un modo diferente de ser que a veces eras?

Harry levantó la vista hacia las estrellas fortuitas, las luces


parpadeantes desperdigadas que los cerebros humanos no podían
evitar organizar en patrones de constelaciones imaginarias.

Y además estaba la promesa que Harry había jurado.

Ayudar a Draco a reformar la Casa de Slytherin. Y que Harry iba a


tomar como enemigo a quien fuera que Harry creyera, con su mejor
juicio como racionalista, había asesinado a Narcissa Malfoy. Si
Narcissa nunca había ensuciado sus manos, si en efecto había sido
quemada con vida, si el asesino no había sido engañado - aquellas
eran las condiciones que Harry podía recordar haber hecho.
Probablemente debió haberlo escrito, o mejor aún, nunca hacer una
promesa que tenía tantas condiciones en primer lugar.

Había algunas salidas plausibles, para el tipo de personas que se


permitían racionalizar para buscar excusas. Dumbledore no había
confesado en realidad . Él no había dicho directamente y confirmado
que lo había hecho. Había razones plausibles para que un
Dumbledore verdaderamente culpable se comportara de ese modo.
Pero también era algo que esperabas ver, si alguien más había
quemado a Narcissa, y Dumbledore había tomado el crédito.
Harry sacudió su cabeza, aplastando primero un lado de su cabello
y luego el otro contra las baldosas de piedra. Todavía quedaba una
salida final, Draco todavía podía liberarlo del juramento en cualquier
momento. Él podía, al menos, describir la situación a Draco, y
discutir posibles opciones con él, cuando se encontraran de nuevo.
No parecía un prospecto de liberación muy probable - aunque la
idea de hablar algo honestamente era suficiente para satisfacer la
parte de él mismo que demandaba adherencia a los juramentos.
Incluso si no era más que un retraso, era mejor que tomar a un buen
hombre como enemigo.

¿Pero es Dumbledore un buen hombre? inquirió la voz de Hufflepuff.


Si Dumbledore quemó a alguien vivo - no era el núcleo del asunto
que las personas buenas podrían matar, sin embargo nunca matar
con sufrimiento?

Tal vez la asesinó instantáneamente, propuso Slytherin, y luego


mintió a Lucius sobre la parte de que la había quemado con vida.
Aunque… si había cualquier posibilidad de que los Mortífagos
mágicamente pudieran verificar cómo murió Narcissa… y si ser
atrapado en una mentira podría haber puesto en peligro las familias
alineadas con la Luz…

Ten cuidado con lo que racionalizamos convenientemente, advirtió


Gryffindor.

Tienes que esperar efectos de reputación sobre cómo otras


personas te tratan, opinó Hufflepuff. Si decides que hay suficiente
razón para quemar una mujer con vida, una de los efectos
colaterales predecibles es que las personas buenas deciden que
has cruzado la línea y tienes que ser detenido. Dumbledore tendría
que haber esperado eso. No tiene derecho a quejarse.

O tal vez espera que nosotros seamos más inteligentes, comentó


Slytherin. Ahora que sabemos tanto así de la verdad - sin importar
los detalles exactos de la historia completa - ¿podemos creer
realmente que Dumbledore es una terrible, terrible persona que
tendría que ser nuestro enemigo? ¿En la mitad de una horrible y
sangrienta guerra, Dumbledore encendió una civil enemiga en
llamas? Eso únicamente es malo para los estándares de los libros
de historietas, no para cualquier tipo estándar histórico realista.

Harry alzó la vista hacia el cielo nocturno, recordando historia.

En la vida real, en guerras reales…

Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo un proyecto para


sabotear el programa de armas nucleares Nazi. Años antes, Leo
Szilard, la primera persona en darse cuenta de la posibilidad de la
reacción de fisión en cadena, había convencido a Fermi para que no
publicara el descubrimiento de que el grafito purificado era un
moderador de neutrones barato y efectivo. Fermi había querido
publicarlo, por el bien del gran proyecto internacional de la ciencia,
que estaba por encima del nacionalismo. Pero Szilard había
persuadido a Rabi, y Fermi se había acogido al voto mayoritario de
su pequeña conspiración de tres personas. Y por eso, años
después, el único moderador de neutrón que los Nazis habían
conocido era el deuterio.

La única fuente de deuterio bajo el control Nazi había sido una


instalación capturada dentro de la Noruega ocupada, que había sido
derribada por bombas y sabotaje, causando un total de veinticuatro
muertes civiles.

Los Nazis habían intentado enviar por barco el deuterio ya refinado


a Alemania, a bordo de un transbordador civil Noruego, el SS Hydro.

Knut Haukelid y sus asistentes habían sido descubiertos por el


vigilante nocturno del transbordador civil mientras estaban
abordando furtivamente para sabotearlo. Haukelid le había contado
al vigilante que estaban escapando de la Gestapo, y el vigilante los
había dejado ir. Haukelid había considerado advertir al vigilante
nocturno, sin embargo eso habría puesto en peligro la misión, por lo
que Haukelid únicamente había estrechado su mano. Y el barco civil
se había hundido en la parte más profunda del lago, con ocho
Alemanes muertos, siete miembros de la tripulación muertos, y tres
espectadores civiles muertos. Algunos de los rescatadores
Noruegos del barco habían considerando dejar que los soldados
Alemanes presentes se ahogaran, aunque esta perspectiva no
había prevalecido, y los Alemanes sobrevivientes habían sido
rescatados. Y ese había sido el final del programa de armas
nucleares Nazi.

Que era otra forma de decir que Knut Haukelid había asesinado
personas inocentes. Una de las cuales, el vigilante nocturno del
barco, había sido una buena persona. Alguien que se desvió de su
deber para ayudar a Haukelid, a riesgo de sí mismo; a causa de la
amabilidad dentro de su corazón, por las más altas razones
morales; y había sido enviado a ahogarse como pago. Después,
bajo la fría luz de la historia, había parecido que los Nazis nunca
habían estado cerca de obtener armas nucleares después de todo.

Y Harry nunca había leído alguna sugestión de que Haukelid había


actuado incorrectamente.

Así era la guerra en la vida real. En términos de daño total y quien


había recibido el golpe, lo que Haukelid había hecho era
considerablemente peor que lo que Dumbledore podría haber hecho
a Narcissa Malfoy, o lo que Dumbledore había hecho posiblemente
para filtrar la profecía hacia el Señor Voldemort y lograr que diera un
ataque contra los padres de Harry.

Si Haukelid fuera un superhéroe de tira cómica, de algún modo


había sacado a todos los civiles del transbordador, habría atacado a
los soldados Alemanes directamente…

… en vez de permitir que una sola persona inocente muriera…

… pero Knut Haukelid no había sido un superhéroe.

Y tampoco lo había sido Albus Dumbledore.

Harry cerró sus ojos, tragando saliva con dificultad un par de veces
contra la repentina sensación de ahogo. Fue bruscamente muy claro
que mientras Harry estaba yendo por ahí intentando vivir los ideales
de la Ilustración, Dumbledore era el que de hecho había combatido
en una guerra . Los ideales no-violentos eran baratos de defender si
eras un científico, viviendo dentro de la burbuja Protego lanzada por
los oficiales de policía y los soldados cuyas acciones tú tenías el lujo
de cuestionar. Albus Dumbledore parecía haber empezado con
ideales al menos tan fuertes comos los del propio Harry, si no más
fuertes; y Dumbledore no había pasado a través de esta guerra sin
asesinar enemigos y sacrificar amigos.

¿Eres mucho mejor que Haukelid y Dumbledore, Harry Potter, que


serás capaz de luchar sin matar a nadie? Incluso en el mundo de las
historietas, la única razón por la que un superhéroe como Batman
siquiera parece exitoso es porque sus lectores sólo se dan cuenta
cuando los Personajes con Nombres Importantes mueren, no
cuando el Guasón le dispara a un espectador cualquiera sin nombre
para fanfarronear su villanía. Batman al igual que el Guasón es un
asesino, por todas las vidas que el Guasón ha tomado que Batman
podría haber salvado al asesinarlo. Eso era lo que el hombre
llamado Alastor estaba intentando decir a Dumbledore, y después
de eso Dumbledore se había arrepentido de haber tardado tanto
para cambiar su manera de pensar. ¿Realmente vas a intentar
seguir el camino del superhéroe, y nunca sacrificar una sola pieza o
asesinar a ningún enemigo?

Fatigado, Harry alejó su atención lejos del dilema por un momento,


abrió sus ojos otra vez hacia el hemisferio nocturno, que no requería
decisiones de su parte.

Cerca del límite de su visión, el pálido blanco creciente de la Luna,


la luz de la cual se había ido hace un cuarto de segundo antes,
alrededor de 375.000 kilómetros de distancia en el espacio de
simultaneidad de la Tierra.

Por encima y al lado, Polaris, la Estrella del Norte; la primera estrella


que Harry había aprendido a identificar en el cielo, al seguir los
bordes de la Osa Mayor. Ese era en realidad un sistema de cinco
estrellas con una brillante supergigante en el centro, a 434 años de
luz de la Tierra. Era la primera 'estrella' cuyo nombre Harry había
aprendido de su padre, hace tanto que no podía suponer cuántos
años había tenido.

La tenue niebla que era la Vía Láctea, tantos billones de estrellas


distantes que se volvían un río borroso, el plano de la galaxia que se
extendía hasta 100.000 años luz. Si Harry había experimentado
cualquier sensación de maravilla cuando le contaron eso la primera
vez, había sido demasiado joven como para recordar ahora esa
primera vez, a través de unos cuantos años de distancia.

En el centro de la constelación Andrómeda, la estrella Andrómeda,


que realmente era la Galaxia de Andrómeda. La galaxia más
cercana de la Vía Láctea, 2.4 millones de luz de distancia,
conteniendo un estimado de un trillón de estrellas.

Números como esos hacían el 'infinito' palidecer por comparación,


porque el 'infinito' era un vacío sin rasgos. Pensar que las estrellas
estaban 'infinitamente' distantes era mucho menos aterrador que
intentar procesar lo que 2.4 millones de años luz significaba en
metros. 2.4 millones de años luz, en tiempo son 31 millones de
segundo en un año, el tiempo de movimiento de un fotón es de
300.000.000 metros por segundo…

Era extraño pensar que tales distancias podrían no estar tan lejos
como para ser imposibles de alcanzar. La Magia estaba suelta en el
universo, cosas como Giratiempos y escobas. ¿Algún mago había
intentado medir la velocidad de un traslador, o de un fénix?

Y la comprensión humana de la magia no podía estar ni cerca de las


leyes subyacentes. ¿Qué serías capaz de hacer con magia si
realmente la entendías?

Un año atrás, Papá había ido a la Universidad Nacional Australiana


en Canberra para una conferencia donde había sido invitado como
conferenciante, y se había llevado a Mamá y a Harry consigo. Y
todos visitaron el Museo Nacional de Australia, porque, resultó, que
básicamente no había nada más para hacer en Canberra. Las
vitrinas de vidrio habían mostrado lanza-rocas construidas por los
aborígenes Australianos - parecían como cuernos de madera
gigante, pero alisados, tallados y adornados con esmerado cuidado.
En los 40.000 años desde que los humanos anatómicamente
modernos habían emigrado a Australia desde Asia, nadie había
inventado el arco y la flecha. Realmente te hacía apreciar cuán no-
obvio era la idea del Progreso. ¿Por qué ibas tan siquiera a pensar
en la Invención como algo importante, si todos tus cuentos históricos
heroicos eran sobre grandes guerreros y defensores en vez de
Thomas Edison? ¿Cómo podía alguien haber sospechado, mientras
tallaba un lanza-rocas con esmerado cuidado, que algún día los
seres humanos inventarían cohetes y la energía nuclear?

¿Podrías haber alzado la vista hacia el cielo, hacia la brillante luz del
Sol, y deducir que el universo contenía más grandes fuentes de
poder que el mero fuego? ¿Te habrías dado cuenta que si las leyes
fundamentales de la física lo permitían, algún día los humanos iban
a manipular energías similares a la del propio Sol? ¿Incluso si nada
de lo que pudieras imaginar con lanza-rocas o bolsas tejidas a
manos - ningún patrón de correr a través de la Sabana y nada que
pudieras obtener al cazar animales - lograrías eso aunque fuera con
la imaginación?

No era como si los Muggles modernos estuvieran cerca de los


límites de lo que la física Muggle decía que era posible. Y aún así al
igual que los cazadores estaban conceptualmente atados a sus
lanza-rocas, la mayoría de Muggles vivían en un mundo definido por
los límites de lo que podías hacer con carros y teléfonos. Aún
cuando la física Muggle explícitamente permitía posibilidades como
la nanotecnología molecular o el proceso Penrose para extraer
energía de los agujeros negros, la mayoría de personas catalogan y
olvidan eso en la misma sección de su cerebro que guardaba los
cuentos de hadas y los libros de historia, bien lejos de sus
realidades personales: Hace mucho tiempo y en un lugar muy
lejano, hace tanto tiempo. No era sorprendente, entonces, que el
mundo mágico viviera en un universo conceptual limitado - no por
las leyes fundamentales de la magia que nadie conocía - sino por
las reglas superficiales de los Encantamientos y hechizos
conocidos. No podías observar la forma en que la magia era
practicada en la actualidad y no recordar el Museo Nacional de
Australia, una vez que te dabas cuenta de lo que estabas viendo.
Incluso si la primera deducción de Harry había sido incorrecta, de
una manera u otra todavía era inconcebible que las leyes
fundamentales del universo estuvieran conteniendo un caso
especial para los labios humanos que formaban la frase
'Wingardium Leviosa'. Y a pesar de eso una confusa comprensión
de la magia era suficiente para hacer cosas que los físicos Muggle
afirmaban debían ser imposibles por siempre: el Giratiempo, agua
conjurada de la nada por el Aguamenti. ¿Cuáles eran las
posibilidades máximas de invención, si las leyes subyacentes del
universo permitían que alguien de once años con un palo pudiera
violar casi cualquier limitación en la versión de la física de los
Muggle?

Como un cazador-recolector intentando levantar la vista hacia el Sol,


y adivinar que el universo tenía que estar formado de una manera
que permitía la energía nuclear…

Te hacía preguntar si quizá veinte mil millones millones millones


metros no era tanta distancia, después de todo.

Había un paso más allá del Harry de Razonamiento Abstracto que él


podía tomar, con el tiempo suficiente para calmarse a sí mismo y
con el medio ambiente correcto; algo más allá del Harry de
Razonamiento Abstracto, y más allá de Harry Del Momento.
Contemplando las estrellas, podías procurar imaginar lo que los
descendientes de la humanidad pensarían de tu dilema - dentro de
cien millones de años, cuando las estrellas tendrían que girar
mediante grandes movimientos galácticos hacia posiciones
totalmente nuevas, todas las constelaciones desperdigadas. Era un
teorema elemental de probabilidad que si conocías cuál sería la
respuesta tras actualizar a causa de futura evidencia, estabas
obligado a adoptar esa respuesta ahora mismo. Si conocías tu
destino, ya estabas allí. Y por analogía, si no del todo por el
teorema, si podías adivinar lo que los descendientes de la
humanidad pensarían de algo, tenía que avanzar y tomar eso como
tu propia mejor suposición.

Desde ese punto de ventaja la idea de asesinar dos tercios del


Wizengamot parecía mucho menos atractiva de lo que había
parecido unas cuantas horas atrás. Incluso si tenías que hacerlo,
incluso si sabías como un hecho sólido que sería lo mejor para la
Bretaña mágica y que la completa Historia del Tiempo se vería peor
si no lo hacías… incluso como una necesidad, las muertes de los
seres pensantes todavía sería una tragedia. Un elemento más de
las penas de la Tierra; la Más Antigua Tierra de la cual todo se había
originado, hace mucho tiempo y en un lugar muy lejano, hace tanto
tiempo.

Él no es como Grindelwald . No le queda nada humano dentro de él.


A él debes destruir. Guarda tu furia para eso, y eso solamente -

Harry sacudió su cabeza ligeramente, inclinando las estrellas un


poco dentro de su visión, mientras yacía sobre el piso de piedra con
la vista alzada y extendida y avanzada en el tiempo. Incluso si
Dumbledore estaba en lo correcto, y el verdadero enemigo era
completamente loco y malvado… en cien millones de años la forma
de vida orgánica conocida como Señor Voldemort probablemente no
parecería tan diferente del resto de aturdidos niños de la Antigua
Tierra. Lo que fuera que el Señor Voldemort se había hecho a sí
mismo, cuáles fueran los rituales Oscuros que parecieran tan
irrevocablemente horribles en una escala meramente humana, no
estaría más allá de ser curado con la tecnología dentro de cien
millones de años. Asesinarlo, incluso si tenías que hacerlo para
salvar las vidas de otros, no sería más que otra muerte por la que
los futuros seres pensantes estarían tristes. ¿Cómo podrías elevar
los ojos hacia las estrellas, y creer alguna otra cosa?

Harry observó las centelleantes luces de la Eternidad y se preguntó


qué pensarían los hijos de los hijos de los hijos sobre lo que
Dumbledore quizá le había hecho a Narcissa.
Sin embargo aún si intentabas enmarcar la cuestión de ese modo,
inquiriendo lo que los descendientes de la humanidad pensarían,
aún así no tenías más que tus propios conocimientos, no el de ellos.
La respuesta todavía provenía de sí mismo, y podía seguir
equivocada. Si tú mismo no conocías el centésimo dígito decimal de
Pi, entonces no conocías cómo los hijos de los hijos de los hijos lo
iban a calcular, a pesar de lo trivial que fuera ese hecho.

Lentamente - había estado acostado ahí, mirando las estrellas, por


más tiempo de lo que había planeado - Harry se incorporó para
sentarse sobre el suelo. Empujándose a sí mismo para ponerse de
pie (los músculos estaban protestando) caminó hasta el borde de la
plataforma de piedra a la altura de la torre de Ravenclaw. Las
crestas de piedra rodeando los bordes de la torre no eran altas, no
tan altas como para ser seguras. Eran marcadores, claramente, en
vez de una baranda. Harry no se aproximó demasiado cerca del
borde; no tenía sentido arriesgarse. Bajando la mirada hacia los
terrenos de Hogwarts, estaba sintiendo una predecible sensación de
mareo, la aflicción temblorosa llamada vértigo. Su cerebro estaba
alarmado, aparentemente, porque el terreno por debajo estaba tan
distante . Podrían muy bien haber sido unos 50 metros de caída.

La lección, aparentemente, era que las cosas tenían que estar


increíblemente cerca antes de que tu cerebro las pudiera
comprender lo suficientemente bien como para sentir temor.

Era raro que un cerebro pudiera sentir fuertemente sobre cualquier


cosa, si no estaba cerca en el espacio, cerca en el tiempo, cerca de
la mano, dentro de un alcance fácil…

Antes, Harry había imaginado que ir a Azkaban requeriría


planeación y cooperación de un confederado de adultos.
Trasladores, escobas, hechizos invisibles. Alguna forma de llegar a
los niveles del fondo sin que los Aurores se dieran cuentas, para
que así pudiera labrar su camino hasta el agujero central donde
aguardaban las sombras de la Muerte.
Y eso había sido suficiente para poner el prospecto muy lejos,
dentro del futuro, seguramente apartado del ahora .

No se había dado cuenta hasta hoy que podría ser tan simple como
encontrar a Fawkes y decirle al fénix que era la hora.

Las memorias se estaban levantando de nuevo, memorias que


Harry nunca podría haber sido capaz de olvidar por mucho tiempo.
Aunque las piedras bajo sus pies no eran tan llanas como el metal,
aunque la luz de luna del cielo se extendía por todo su alrededor, de
algún modo era demasiado fácil imaginarse atrapado en un largo
corredor de metal iluminado por una diminuta luz naranja.

Esa noche era silenciosa, tan silenciosa como para que las
memorias fueran claramente audibles.

¡No, no era mi intención, por favor no mueras!

¡No, no era mi intención, por favor no mueras!

No te lo lleves, no no no -

El mundo se puso borroso, y Harry limpió sus ojos con su manga.

De haber estado Hermione detrás de una de esas puertas -

De haber sido Hermione puesta dentro de Azkaban, Harry habría


llamado el fénix e ido allí y quemado hasta el último Dementor y no
habría hecho ninguna diferencia cuán loco era o qué otras cosas
quisiera hacer con su vida. Nada más - así era - así era como eran
las cosas.

Y la mujer que estaba detrás de esa puerta - ¿no había alguien, en


algún lugar, para quien ella también era preciosa? ¿No era
solamente la distancia de la vida de Harry lo que estaba evitando
que su cerebro se sintiera impulsado a ir a Azkaban para salvarla
sin importar qué? ¿Qué se habría necesitado para que él se sintiera
obligado? ¿Habría necesitado conocer su rostro? ¿Su nombre? ¿Su
color favorito? ¿Se habría sentido impulsado a ir a Azkaban para
salvar a Tracey Davis? ¿Se habría sentido obligado a ir allí para
salvar a la Profesora McGonagall? Mamá y Papá - eso ni siquiera se
cuestionaba. Y esa mujer había dicho que era la madre de alguien.
¿Cuántas personas habían deseado el poder para romper Azkaban?
¿Cuántos prisioneros de Azkaban soñaban en las noches sobre ese
milagroso rescate?

Ninguno. Es un pensamiento feliz.

Quizá él debía destrozar Azkaban. Todo lo que tenía que hacer era
encontrar a Fawkes y decirle que era tiempo. Visualizar el centro del
agujero de los Dementores como lo había visto desde la escoba, y
dejar que el fénix lo llevara hasta allí. Invocar el Verdadero
Encantamiento Patronus a quemarropa y al infierno lo que viniera
después.

Todo lo que tenía que hacer era ir y encontrar a Fawkes.

Podría ser tan simple como pensar en la flama, llamar al ave de


fuego dentro de su corazón -

Una estrella parpadeó en la noche.

Para cuando los ojos de Harry saltaron por reflejó de la acción


entrenada de ver lluvias de meteoros, otra parte de él estaba
sorprendida que el fenómeno astronómico siguiera allí; una débil
estrella cuyo brillo se estaba puliendo visible y lentamente. Hubo un
momento de susto cuando Harry se preguntó si lo que estaba
viendo, no un meteoro, sino una nova o supernova - ¿podía ser vista
poniéndose así de brillante? ¿Se suponía que la primera etapa de
una nova fuera de color amarillo-naranja?

Entonces la nueva estrella se movió otra vez, y pareció crecer tanto


en tamaño como resplandor. De repente parecía más cercana, no
tan lejos como para que la distancia se volviera discutible. Como si
lo que pensabas que era una estrella, resultaba ser un aeroplano,
una forma luminosa cuya figura de hecho podías ver…
… no, no un avión…

La comprensión pareció esparcirse a través del pecho de Harry en


una ola de hormigueo, el sudor preparándose para salir.

… un ave.

Un chillido perforador que partió la noche, haciendo eco desde los


techos de Hogwarts.

La criatura aproximándose dejaba un rastro de fuego al volar,


derramando flamas doradas como chispas de sus plumas mientras
las poderosas alas batían una y otra vez. Incluso al girar en una
gran curva para flotar a unos cuantos metros de Harry, incluso
mientras las flamas alrededor de su paso iban disminuyendo, la
criatura no parecía menos fulgurante, ni menos brillante; como si
algún Sol resplandeciera sobre sí y lo iluminara.

Grandes alas rojas y brillantes como un ocaso, y sus ojos como


perlas incandescentes, resplandeciendo con fuego dorado y
determinación.

El pico del fénix se abrió, y dejó salir un graznido que Harry


comprendió como si se tratara de una palabra hablada:

¡VEN!

Sin darse cuenta, el niño retrocedió del borde del techo, ojos aún
fijos sobre el fénix, su cuerpo entero temblando y tenso, sus puños
apretados y colgando en sus costados; un paso tras otro,
alejándose.

El fénix graznó de nuevo, un desesperado, suplicante, sonido. No


fueron palabras, esta vez, sino sentimientos, un eco de todo lo que
Harry había sentido sobre Azkaban y cada tentación para atacar,
simplemente hacer algo al respecto, la desesperada necesidad de
hacer algo ahora y no demorarlo más, todo hablado en el graznido
de un ave.
Vamos. Es hora. La voz que oyó provino desde adentro de Harry, no
del fénix; desde tan adentro que no podía darle un nombre separado
como 'Gryffindor'.

Todo lo que tenía que hacer era dar un paso adelante y tocar los
talones del fénix, y lo llevaría donde él necesitaba estar, donde
seguía pensando que tenía que estar, justo dentro del agujero
central de Azkaban. Harry podía ver la imagen en su mente,
brillando con insoportable claridad, la imagen de sí mismo sonriendo
repentinamente con libre alegría de hacer sus temores a un lado y
elegir -

"Pero yo -" Harry murmuró, ni siquiera consciente de lo que decía.


Harry levantó sus temblorosas manos para limpiar sus ojos de las
lágrimas que estaban naciendo, mientras el fénix flotaba ante él
batiendo sus grandes alas. "Pero yo - hay otras personas que
también tengo que salvar, otras cosas que tengo que hacer -"

El ave de fuego soltó un grito perforador, y el niño retrocedió como si


acabara de recibir un golpe. No era un comando, ni una objeción,
era el conocimiento -

Los corredores iluminados por reducidas luces naranjas.

Se sintió como una compulsión tirando del pecho de Harry, el deseo


de nada más hacerlo y terminar de una vez. Él podría morir, pero si
no moría se podría sentir limpio otra vez. Tener principios que fueran
más que excusas para no actuar. Era su vida. Suya para usar, si lo
elegía. Podía hacerlo en cualquier momento que lo deseara…

… si no era una buena persona.

El niño se quedó ahí de pie sobre el techo, sus propios ojos fijos
sobre dos puntos de fuego. Las estrellas podrían haber tenido
tiempo para cambiar sus constelaciones mientras él estaba ahí
parado, agonizando sobre la decisión…
… que no iba a…

… cambiar.

Los ojos del niño parpadearon hacia las estrellas encima; y luego
observó al fénix.

"Todavía no," el niño dijo con voz apenas audible. "Todavía no. Hay
demasiadas cosas que tengo que hacer. Por favor regresa después,
cuando haya encontrado a otros que puedan invocar el Verdadero
Patronus - dentro de seis meses, tal vez -"

Sin palabra, sin sonido, una esfera de fuego rodeó la figura del ave,
crujiendo y resplandeciendo con venas blancas y escarlatas como si
fueran a consumir lo que yacía adentro; y cuando el fuego se
dispersó en un humo gris, no había ningún fénix.

Hubo silencio en la cima de la torre de Ravenclaw. El niño


gradualmente bajó sus manos de sus orejas, parando únicamente
para limpiar sus mejillas mojadas.

Lentamente, el niño se giró -

Luego gritó y saltó para atrás y casi se cayó de la torre de


Ravenclaw; aunque el traspiés apenas y habría tenido importancia,
con el otro mago ahí parado.

"Y así fue hecho," Albus Dumbledore habló, casi con un susurro.
"Así fue hecho." Fawkes estaba sobre su hombro, con la vista fija
donde el otro fénix había estado con una indescifrable mirada aviar.

" ¿Qué está haciendo usted aquí? "

"¿Ah?" dudó el hombre antiguo de pie sobre la plataforma del techo


en la esquina opuesta. "Sentí la presencia de una criatura que
Hogwarts no conocía, y vine a ver, por supuesto." Lentamente la
temblorosa mano del mago anciano surgió para remover las gafas
de media luna, su otra mano limpió sus ojos y frente con la manga
de su túnica. "No me - no me atreví a hablar - sabía que, sabía que
esta decisión por sobre todas las decisiones debía ser tuya -"

Una extraña aprehensión estaba empezando a llenar a Harry,


cayendo como un revoltijo dentro de su estómago.

"Que todo dependía de esto," Albus Dumbledore prosiguió, todavía


con casi un susurro, "al menos eso sabía. Sin embargo cuál
elección llevaba hacia la oscuridad, eso no lo pude deducir. Al
menos la decisión fue solamente tuya."

"Yo no -" Harry dijo, y luego su voz se detuvo.

Una terrible hipótesis, creciendo en credibilidad…

"El fénix llega," explicó el mago anciano. "A aquellos que


combatirán, a aquellos que actuarían incluso al costo de sus propias
vidas, el fénix llega. Los fénix no son sabios, Harry, no tienen forma
de juzgarnos, excepto ser testigos de la decisión. Pensé que iba
hacia mi muerte, cuando el fénix me llevó a combatir a Grindelwald.
No sabía que Fawkes me sustentaría, y me curaría, y se quedaría a
mi lado -" La voz del mago anciano fue trémula, por un momento.
"No es algo de lo que se hable - debes darte cuenta, Harry, por qué
es algo de lo que no se hable - si el elegido lo supiera, el fénix no
podría juzgar. Aunque a ti, Harry, te lo puedo confirmar ahora, pues
el fénix únicamente viene una vez."

El mago anciano caminó a través de la cima de la torre de


Ravenclaw hacia donde un niño se había quedado paralizado ante
el horror que lo invadía, invadido totalmente por el horror.

En mi duelo con Grindelwald no podía ganar, únicamente combatirlo


durante horas hasta que cayera exhausto; y yo habría muerto
después de ello, de no ser por Fawkes -

Harry ni siquiera sabía que estaba hablando, hasta que el susurro


escapó de él -
"Entonces yo podría haber -"

"¿Podrías haberlo logrado?" replicó el mago antiguo, su voz


sonando más vieja que en su tono normal. "Tres veces, hasta ahora,
un fénix ha llegado a alguno de mis estudiantes. Una lo rechazó, y la
pesadumbre la rompió, creo. Y el último era un primo de tu joven
amiga Lavender Brown, y él -" La voz del mago anciano se rompió.
"Él no regresó, el pobre John, y no salvó a ninguno de los que
pretendía salvar. Se dice, entre los pocos escolares conocedores de
fénix, que de cuatro llamados ninguno regresa de su misión. E
incluso si sobrevives - por la vida que debes llevar, Harry James
Potter-Evans-Verres - las decisiones que debes hacer y el camino
que debes recorrer - de siempre escuchar los gritos del fénix -
¿quién podría decir que no te volvería loco?" El mago anciano alzó
su manga otra vez, pasándola a través de su cara de nuevo. "Sentía
mucha más alegría por la compañía de Fawkes, en los días antes
de pelear contra Voldemort."

El niño no parecía escuchar, sus ojos estaban por completo sobre el


ave rojo-dorada posada en el hombre del antiguo mago. "¿Fawkes?"
el niño llamó con voz sacudida. "¿Por qué no me miras, Fawkes?"

Fawkes estiró su cabeza para echar un vistazo al niño con


curiosidad, luego se giró y volvió a contemplar fijamente a su
maestro.

"¿Ves?" expuso el mago anciano. "Él no te rechaza. Fawkes podría


ya no estar tan interesado en ti de ese modo, ahora; y él sabe -" el
mago sonrió irónicamente, "- que no eres exactamente leal a su
amo. Sin embargo alguien que ha recibido la llamada del fénix - no
puede ser alguien que provoque disgusto a los fénix." La voz del
mago cayó a un susurro otra vez. "Nunca se vio un ave sobre el
hombro de Godric Gryffindor. Aunque no está escrito ni siquiera en
sus secretos, creo que él debió haber rechazado a su fénix, antes
de elegir el rojo y dorado como sus colores. Quizá la culpa lo urgió a
grandes alturas de las que habría alcanzado de no haberlo
rechazado. O podría haberle enseñado humildad, y respeto por la
fragilidad humana, y el fracaso…" El mago inclinó su cabeza.
"Verdaderamente no sé si tu decisión fue sabia. Verdaderamente no
sé si fue lo correcto, o lo incorrecto. Si lo supiera, Harry, yo habría
hablado. Pero yo -" La voz de Dumbledore se rompió, entonces. "No
soy más que un tonto niñato que se convirtió en un tonto anciano, y
no tengo sabiduría."

Harry no podía respirar, la náusea parecía llenar y sobrepasar su


cuerpo entero, su estómago sólidamente cerrado. Tuvo la repentina
y terrible certeza que había fallado, en algún sentido final había
fallado, fallado esta misma noche -

El niño giró y corrió hacia la curvatura del techo de Ravenclaw.


"¡Regresa!" Su voz se rompió, creciendo hasta ser un chillido.
"¡Regresa! "

Conclusión Final:

Ella despertó con un jadeo de horror, despertó con un grito sin voz
en sus labios y ninguna palabra salió, no podía comprender lo que
acababa de ver, no podía entender lo que acababa de ver -

"¿Qué hora era?" ella murmuró.

Su reloj despertador con joyas doradas le murmuró de vuelta, "Casi


las once de la noche. Regresa a dormir."

Sus sábanas estaban empapadas de sudor, sus pijamas


empapadas de sudor, cogió su varita al lado de su almohada y se
limpió a sí misma e intentó volver a dormir y eventualmente tuvo
éxito.

Sybill Trelawney volvió a dormir.

En el Bosque Prohibido, un centauro que despertó a causa de una


aprehensión sin nombre dejó de escanear el cielo nocturno,
habiendo encontrado únicamente preguntas y ninguna respuesta; y
doblando sus piernas, Firenze volvió a dormir.

En las distantes tierras de la Asia mágica, una anciana bruja con el


nombre de Fan Tong, durmiendo para recuperarse de un día
agotador, le dijo a su ansioso tataranieto que estaba bien, que
únicamente había sido una pesadilla, y volvió a dormir.

En una tierra donde los magos hijos de Muggle no recibían cartas de


ningún tipo, una bebe demasiado joven para tener un nombre era
arrullada entre los brazos de su irritada aunque amorosa madre
hasta que paró de llorar y volvió a dormir.

Ninguno entre ellos durmió bien.

Nota del Traductor (4 de Agosto 2019)

Bueno, aunque pareció imposible en cierto momento, hemos llegado


al último capítulo del libro cuarto de HPMOR . Espero terminar la
versión EPUB y PDF en máximo una semana, por lo que pueden
esperar que la publique el próximo fin de semana.

Después, dedicaré otra semana a "descansar" aunque en realidad la


quiero usar para dedicarme al audiolibro y los omakes, con los que
ya me he atrasado demasiado. El capítulo 6 del audiolibro ya está
grabado, sólo me falta editarlo. Y grabar el capítulo 7
correspondiente al mes de Julio y el capítulo 8 correspondiente a
Agosto. Ya tengo escrita la mitad del omake de Julio, y nada del
omake del mes de Agosto.

Así que si llevan las cuentas, empezaré a trabajar en la traducción


de HPMOR dentro de dos semanas, y puesto que el siguiente
capítulo es largo (¡20.000 palabras!) será publicado dentro de un
mes y dos semanas, si logro mantener el ritmo de 5.000 palabras
por semana, universo caótico de por medio.

Sobre este capítulo, me costó mucho dejar la referencia a Thomas


Alva Edison. Por un tiempo, admiré a Edison como el más grande
inventor. Luego lo odié porque en realidad se adjudicaba los
inventos de otros y parecía más un despiadado y corrupto hombre
de negocios que un inventor. Mis últimas lecturas sobre él revelan
que no era ni tan malo ni tan bueno como llegué a pensar. Su
trasfondo científico era pobre, no llegando a comprender del todo el
funcionamiento de la electricidad y provocando varios accidentes,
pero sí era un inventor creativo y brillante. No realizó tantos inventos
nuevos, pero sí hizo grandes mejoras prácticas a inventos ya
existentes. Sí, busco patentar/plagiar/robar inventos de otros, pero a
él también se lo hicieron, pues fue durante una época salvaje para
los derechos de autor. Así que es una personalidad valiosa para la
comunidad científica, compleja, ni un santo ni un demonio,
simplemente un hombre.

Este capítulo me hizo caer en cuenta que en el canon de Harry


Potter, cuando Dumbledore (a propósito o por accidente) envía a
Fawkes para ayudar a Harry contra el Basilisco, anula la posibilidad
de que Harry obtenga su propio Harry. De hecho, al final del libro
cuarto, cuando Harry está dispuesto a desafiar a Voldemort y sus
Mortífagos en una batalla imposible de ganar, habría sido un
momento perfecto. Quien sabe si Dumbledore o la propia Rowling
pensaron tanto por adelantado, pero habría sido interesante en todo
caso.

Hay un fanfic sobre lo que habría pasado si nuestro Harry racional


llega a aceptar la llamada del fénix en esta ocasión, y el autor de
HPMOR lo canonizó como la alternativa lógica. Sería interesante
traducirlo, si les interesa, aunque es corto, por lo que pueden
suponer que no termina bien.

Varias personas reaccionaron positivamente con los omakes, eso


me puso muy contento. Y también que estén intrigados e
interesados por los últimos capítulos de HPMOR, De verdad que me
han sacado más de una sonrisas dichos comentarios.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el de
Rhaidot .

Gracias por leer.


Comprobacion de Multiples Hipotesis
Capítulo 1: Comprobación de Múltiples Hipótesis

(Titulares de noticias internacionales de Abril 7, 1992:)

Tribuna Mágica de Toronto:

TODO EL WIZENGAMOT BRITÁNICO

REPORTA VER AL 'NIÑO-QUE-VIVIÓ'

ATERRAR A UN DEMENTOR

EXPERTO EN CRIATURAS MÁGICAS:

"SON PURAS PATRAÑAS"

FRANCIA Y ALEMANIA ACUSAN A BRETAÑA

DE INVENTAR POR ENTERO EL ASUNTO

El Aviso Diurno del Hechicero de Nueva Zelanda:

¿QUÉ EMPUJÓ A LA LEGISLATURA BRITÁNICA A LA LOCURA?

¿PODRÍA NUESTRO GOBIERNO SER EL SIGUIENTE?

EXPERTO SEÑALA LAS PRINCIPALES 28 RAZONES

PARA CREER QUE YA HA SUCEDIDO

Mago Americano:

CLAN DE HOMBRES LOBOS SERÁN

LOS PRIMEROS HABITANTES DE WYOMING


El Quisquilloso:

MALFOY HUYE DE HOGWARTS

AL DESPERTAR SUS PODERES DE VEELA

Diario el Profeta:

TRUCO LEGAL LIBERA A

"HIJA DE MUGGLES DEMENTE"

MIENTRAS QUE POTTER AMENAZA

AL MINISTERIO CON ATACAR AZKABAN

Hipótesis: Voldemort

(Abril 8, 1992, 7:22pm)

Los cuatro se habían reunido una vez más alrededor del antiguo
escritorio del Director de Hogwarts, con sus cajones dentro de
cajones dentro de cajones, donde estaba guardado todo el papeleo
pasado del Colegio Hogwarts; la leyenda decía que la Directora
Shehla se había perdido una vez dentro de ese escritorio, y estaba,
de hecho, todavía allí, y no se le permitiría salir hasta que pudiera
organizar sus archivos. Minerva no ansiaba particularmente heredar
todos esos cajones, cuando fuera a heredar ese escritorio algún día
- si es que alguno de ellos sobrevivía.

Albus Dumbledore estaba sentado detrás de su escritorio,


mostrándose grave y sereno.

Severus Snape estaba de pie al lado del muerto Flu y sus cenizas,
cerniéndose como el vampiro que los estudiantes a veces le
acusaban de pretender ser.
Se suponía que Ojoloco Moody se reuniría con ellos, pero aún no
había llegado.

Y Harry…

La figura delgada, de un niño pequeño, apostada sobre el brazo de


su silla, como si las energías corriendo a través de él fueran
demasiado grandes para permitir que se pudiera sentar con
normalidad. Rostro fijo, cabello sudoroso, intensos ojos verdes, y
dentro de todo eso, la dentada cicatriz con forma de relámpago que
nunca sanaba. Parecía más siniestro ahora; incluso comparado a
una semana atrás.

Por un momento Minerva recordó su viaje al Callejón Diagon con


Harry, que parecía haber ocurrido muchos años atrás. Este niño
sombrío había estado dentro de ese Harry, de algún modo, incluso
entonces. Esto no era enteramente culpa de ella, ni culpa de Albus.
Y sin embargo había una tristeza casi insoportable sobre el
contraste entre el primer niño que ella había conocido, y lo que la
Bretaña mágica había hecho de él. Harry nunca había tenido una
niñez ordinaria, ella lo había averiguado; los padres adoptivos de
Harry le habían dicho que él hablaba poco y jugaba menos con los
niños Muggle. Era doloroso pensar que Harry podría haber estado a
unos cuantos meses de jugar al lado de otros niños en Hogwarts,
antes de que las demandas de la guerra le arrebataran todo. Quizá
había otra cara que Harry le mostraba a los niños de su propia edad,
cuando no estaba contemplando fijamente al Wizengamot. Aunque
no podía evitar imaginar la niñez de Harry Potter como un montón
de leña encendida, y Albus y ella misma alimentando con ramas
secas, pieza por pieza, ese fuego.

"Las profecías son cosas extrañas," afirmó Albus Dumbledore. Los


ojos del anciano mago estaban medio cerrados, como si estuviera
precavido. "Vago, poco claro, significado escapando como agua
sostenida entre dedos sin firmeza. Una profecía siempre es una
carga, pues no hay respuestas ahí, únicamente preguntas."
Harry Potter se estaba sentado muy tenso. "Director Dumbledore,"
argumentó el niño con suave precisión, "mis amigos están siendo
atacados. Hermione Granger casi fue a Azkaban. La guerra ha
empezado, como usted lo expresó. La profecía de la Profesora
Trelawney es una pieza de información clave para sopesar el
balance de mis hipótesis sobre lo que está sucediendo. Sin
mencionar cuán tonto es - y peligroso - que el Señor Oscuro
conozca la profecía y yo no ."

Albus dirigió una siniestra e inquisitiva mirada hacia ella, y ella


sacudió su cabeza como respuesta; en cual fuera la inimaginable
manera en que Harry había descubierto que Trelawney había hecho
la profecía y que el Señor Oscuro ya la sabía, él no había aprendido
eso de ella.

"Voldemort, buscando revertir aquella misma profecía, fue hacia su


derrota bajo tus manos," el mago anciano dijo entonces. "Su
conocimiento únicamente lo perjudicó. Medita eso cuidadosamente,
Harry Potter."

"Sí, Director, comprendo eso. Mi hogar cultural también tiene una


tradición literaria sobre profecías auto-cumplidas y malinterpretadas.
La interpretaré con precaución, descanse tranquilo. Pero ya he
deducido bastante. ¿Es más seguro para mí trabajar a partir de
deducciones parciales?"

Pasó el tiempo.

"Minerva," solicitó Albus. "Si tuvieras la amabilidad."

"El único…" ella empezó. Las palabras vacilaban en su garganta;


ella no era una actriz. No era capaz de imitar el profundo, repelente
tono de la profecía original; y aún así parecía que ese tono era el
que cargaba todo el significado. "El único con poder para derrotar al
Señor Oscuro se acerca… nacido de los que lo han desafiado tres
veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes…"
" Y el Señor Oscuro lo señalará como su igual, " vino la voz de
Severus, haciendo que ella diera un salto dentro de su silla. El
Maestro de Pociones se veía más alto desde la chimenea. " Pero él
tendrá un poder que el Señor Oscuro no conoce… y uno de los dos
debe destruir al otro excepto por un pequeño remanente, pues esos
dos espíritus diferentes no pueden existir en el mismo mundo. "

La última línea Severus la habló con tanta aprehensión que le dio


escalofrío hasta los huesos; fue casi como escuchar a Sybill
Trelawney.

Harry estaba escuchando con el ceño fruncido. "¿Puede repetir


eso?" pidió Harry.

" El único con poder para derrotar al Señor Oscuro se acerca,


nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al
concluir el séptimo mes - "

"De hecho, un momento, ¿puede escribir eso? Necesito analizar


esto cuidadosamente -"

Así fue hecho, con Albus y Severus observando el pergamino como


halcones, como para asegurarse de que una mano invisible no se
fuera aproximar para robar la preciosa información.

"Veamos…" Harry farfulló. "Soy un hombre nacido el 31 de Julio,


correcto. En efecto vencí al Señor Oscuro, correcto. Pronombre
ambiguo en la línea dos… sin embargo no había nacido todavía por
lo que es difícil ver cómo mis padres podrían haberme desafiado a
mí tres veces . Esta cicatriz es una obvia candidata para la marca…"
Harry tocó su frente. "Entonces está el poder que el Señor Oscuro
no conoce, que probablemente se refiere a mi trasfondo científico -"

"No," rechazó Severus.

Harry observó sorprendido al Maestro de Pociones.


Los ojos de Severus estaban cerrados, su rostro apretado por la
concentración. "El Señor Oscuro podría obtener ese poder de
estudiar los mismos libros que tú, Potter. Pero la profecía no dijo,
poder que el Señor Oscuro no tiene. Ni siquiera, poder que el Señor
Oscuro no puede tener. Ella habló de poder que el Señor Oscuro no
conoce… será algo más extraño para él que los artefactos Muggle.
Algo que quizá él no puede comprehender de modo alguno, incluso
tras haberlo visto…"

"La ciencia no es una bolsa de trucos tecnológicos," Harry replicó.


"No es solamente la versión Muggle de una varita. Ni siquiera es
conocimiento cómo memorizar la tabla periódica. Es una manera
diferente de pensar. "

"Tal vez…" el Maestro de Pociones murmuró, aunque su voz era


escéptica.

"Es arriesgado," Albus comentó, "leer demasiado adentro de una


profecía, incluso si tú mismo la has escuchado. Son cosas de
excesiva frustración."

"Eso veo" Harry concedió. Su mano se levantó, frotó la cicatriz sobre


su frente. "Sin embargo… bueno, si esto es realmente todo lo que
sabemos… miren, nada más voy a ser directo. ¿Cómo saben que el
Señor Oscuro sobrevivió en realidad?"

" ¿Qué? " ella gritó. Albus sólo suspiró y se recostó en la vasta silla
del Director.

"Bueno," Harry propuso, "imaginen cómo sonaba esta profecía


cuando fue hecha. Quien-Tú-Sabes descubre la profecía, y suena
como que yo estoy destinado a crecer y derrocarlo. Que los dos
debemos tener una batalla final donde uno de los dos debe destruir
al otro excepto por un pequeño remanente. Así que Quien-Tú-Sabes
ataca el Valle de Godric e inmediatamente es derrotado, dejando
atrás algún remanente que podría ser o no su alma incorpórea.
Quizá los Mortífagos son su remanente, o la Marca Oscura. Esta
profecía ya podría haberse cumplido, es lo que estoy argumentando.
No me malentiendan - me doy cuenta de que mi interpretación
suena forzada. Las frases de Trelawney no parecen naturales para
describir únicamente los eventos que históricamente sucedieron en
Octubre 31, 1981. Atacar a un bebé y obtener un hechizo que
rebota, no es algo que normalmente llamamos 'el poder para
derrotar'. Aunque si piensas en la profecía como algo que habla de
varios futuros posibles, de los cuales únicamente uno fue cumplido
en Halloween, por lo que la profecía ya podría haber sido cumplida."

"Pero -" Minerva espetó. "Pero el ataque en Azkaban -"

" Si el Señor Oscuro sobrevivió, entonces claro, él es el sospechoso


más probable para el escape de Azkaban," Harry explicó
razonablemente. "Incluso podrían afirmar que el escape de Azkaban
es evidencia Bayesiana para la supervivencia del Señor Oscuro,
porque un escape de Azkaban es más probable de ocurrir en
mundos donde él está vivo que en mundos donde él está muerto.
Sin embargo no es evidencia Bayesiana fuerte . No es algo que sea
imposible de ocurrir a menos que el Señor Oscuro esté con vida. El
Profesor Quirrell, quien no empezó desde la suposición de que
Quien-Tú-Sabes sigue por ahí, no tuvo problema alguno en pensar
su propia explicación. Para él, era obvio que algún mago poderoso
podría querer a Bellatrix Black porque ella conocía un secreto del
Señor Oscuro, como algo de su conocimiento mágico que él
únicamente compartió con ella. Las probabilidades de que alguien
sobreviva la muerte de su propio cuerpo son muy bajas, incluso si
es mágicamente posible. La mayoría de las veces no sucede. Por lo
que si solamente tenemos el escape de Azkaban… Tengo que
afirmar que formalmente esa no es suficiente evidencia Bayesiana.
La improbabilidad de la evidencia asumiendo que la hipótesis es
falsa, no está conmensurada con la improbabilidad anterior de la
hipótesis."

"No," Severus declaró llanamente. "La profecía no ha sido cumplida


todavía. Lo sabría de ser ese el caso."

"¿Está seguro de eso?"


"Sí, Potter. Si la profecía ya estuviera cumplida, ¡yo la comprendería
! Escuché las palabras de Trelawney, recuerdo la voz de Trelawney,
y si conociera los eventos que encajan con lo profecía, yo los
reconocería . Lo que ya ha sucedido… no encaja." El Maestro de
Pociones habló con certeza.

"No estoy realmente seguro de qué puedo hacer con esa


afirmación," Harry dudó. Su mano se levantó, sobando su frente sin
pensar. "Quizá sólo se trata de que usted cree que lo ocurrido no
encaja, y la historia verdadera es diferente…"

"Voldemort está vivo," Albus intervino. "Hay otras indicaciones."

"¿Tales como?" La réplica de Harry fue instantánea.

Albus hizo una pausa. "Hay rituales terribles con los cuales los
magos han regresado de la muerte," Albus habló lentamente. "Tanto
así, cualquiera puede discernir dentro de la historia y la leyenda. Y
aún así aquellos libros están perdidos, no los pude encontrar; fue
Voldemort quien los removió, estoy seguro -"

"¿Así que no puede encontrar ningún libro sobre la inmortalidad, y


eso demuestra que Quien-Tú-Sabes los tiene?"

"En efecto," prosiguió Albus. "Hay un cierto libro - cuyo nombre no


diré en voz alta - que falta en la Sección Prohibida de la biblioteca
de Hogwarts. Un antiguo pergamino que tendría que haber estado
en Borgin y Burkes, con nada más que un lugar vacío para mostrar
en la estantería donde estaba -" El mago anciano se paró. "Sin
embargo supongo," el mago anciano dijo, como para sí mismo, "que
vas a proponer que incluso si Voldemort intentó volverse inmortal,
eso no prueba que tuviera éxito…"

Harry suspiró. "¿Pruebas, Director? Nunca hay más que


probabilidades. Si hay conocidos, particulares libros que están
perdidos, eso incrementa la probabilidad de que alguien ya lo haya
intentando. Lo que, entonces, incrementa la probabilidad anterior de
que el Señor Oscuro haya sobrevivido su muerte. Esto lo concedo, y
le agradezco por contribuir con ese dato. La pregunta es si la
probabilidad anterior sube lo suficiente. "

"Seguramente," Albus señaló con calma, "¿si concedes incluso una


oportunidad para que Voldemort haya sobrevivido, eso es algo
contra lo que vale la pena protegerse?"

Harry inclinó su cabeza. "Tiene razón, Director. Aunque una vez que
la probabilidad baja demasiado, también es un error obsesionarse
con ello… Dado que los libros sobre la inmortalidad están perdidos,
y esta profecía sonaría de algún modo más natural si se refiriera al
Señor Oscuro y yo teniendo una batalla en el futuro, estoy de
acuerdo que el Señor Oscuro estando vivo es una probabilidad, no
solamente posibilidad. Sin embargo otras probabilidades también
deben ser tomadas en cuenta - y en los mundos probables donde
Quien-Tú-Sabes no está vivo, alguien más le echó la culpa a
Hermione."

"Tonterías," Severus clamó suavemente. "Completas tonterías. La


Marca Oscura no se ha desvanecido, ni su maestro."

"Mire, a eso me refiero por evidencia Bayesiana formalmente


insuficiente. Por supuesto, todo suena siniestro y profético y
etcétera, ¿pero es así de improbable que una marca mágica
permanezca después de la muerte de su creador? Supongan que es
cierto que la marca continuará mientras que la consciencia del
Señor Oscuro siga con vida, pero a priori únicamente suponemos
una oportunidad de veinte por ciento de que la Marca Oscura
continúe existiendo tras la muerte del Señor Oscuro. Entonces la
observación, 'La Marca Oscura no se ha desvanecido' es cinco
veces más probable de ocurrir en mundos donde el Señor Oscuro
está con vida que en mundos donde el Señor Oscuro está muerto.
¿Está eso realmente conmensurado con la improbabilidad anterior
de inmortalidad? Digamos que las probabilidades anteriores eran de
cien a una contra la supervivencia del Señor Oscuro. Si una
hipótesis es cien veces más probable de ser falsa que verdadera, y
luego ves evidencia cinco veces más probable de que la hipótesis
sea verdadera en vez de falsa, deberías actualizar tu creencia a que
la hipótesis es veinte veces más probable de ser falsa que
verdadera. Probabilidades de cien a una, por las veces de un radio
de probabilidad de una a cinco, es igual a las probabilidades de una
en veinte de que el Señor Oscuro esté muerto -"

"¿De dónde estás sacando todos estos números, Potter?"

"Esa es la debilidad admitida del método," Harry reconoció de buena


gana. "Sin embargo mi punto al que estoy llegando de modo
cualitativo es por qué la observación, 'La Marca Oscura no se ha
desvanecido', no es un soporte adecuado para la hipótesis, 'El
Señor Oscuro es inmortal.' La evidencia no es tan extraordinaria
como la afirmación." Harry hizo una pausa. "Sin mencionar que
incluso si el Señor Oscuro está con vida, él no tiene que ser el que
le echó la culpa a Hermione. Como un hombre astuto declaró una
vez, podría haber más de un planeador y más de un plan."

"Como el Profesor de Defensa," Severus propuso con una ligera


sonrisa. "Suponga que debo estar de acuerdo en que él es un
sospechoso. Fue el Profesor de Defensa el año pasado, después de
todo; y el año antes que ese, y el año antes de ese ."

Los ojos de Harry volvieron a caer sobre el pergamino en su regazo.


"Avancemos. ¿Tenemos la certeza de que esta Profecía es
correcta? ¿Nadie alteró la memoria de la Profesora McGonagall, o
quizá editó o sustrajo una línea?"

Albus hizo una pausa, luego habló lentamente. "Hay un gran


hechizo puesto sobre Bretaña, que graba cada profecía pronunciada
dentro de nuestro territorio. Muy por debajo del Más Antiguo Tribunal
del Wizengamot, en el Departamento de Misterios, son grabadas."

"El Salón de las Profecías," Minerva susurró. Ella había leído sobre
ese lugar, se rumoreaba que era un gran cuarto con estantes llenos
de orbes brillantes, una tras otro apareciendo con el pasar de los
años. El propio Merlín lo había forjado, se contaba; la bofetada final
del gran mago contra la cara del Destino. No todas las profecías
conducían hacia el bien; y Merlín había deseado que por lo menos
aquellos de los que se hablaba en la profecía, supieran qué se
había dicho de ellos. Ese era el respeto que Merlín le había
otorgado al libre albedrío, que el Destino no podría controlarlos
desde afuera, involuntariamente. Aquellos mencionados dentro de
una profecía tendrían un orbe brillante flotando hacia su mano, y
luego iban a escuchar la verdadera voz del profeta hablando. Otros
que fueran a intentar tocar un orbe, era comentado, iban a
enloquecer - o posiblemente su cabeza explotaría sin más, las
leyendas no eran claras sobre ese punto. Cual fuera la intención
original de Merlín, los Inefables no habían permitido que nadie
pudiera entrar en siglos, hasta donde ella había oído. Trabajos de
los Magos Antiguos había afirmado que después los Inefables
habían descubierto que informar a los sujetos de las profecías podía
interferir con los videntes y la liberación de lo que fuera esa presión
temporal que ellos dejaban salir; por lo que los herederos de Merlín
habían sellado su Salón. Se le ocurrió a Minerva cuestionar (ahora
que había pasado unos cuantos meses al lado del Sr. Potter) cómo
era posible que cualquier pudiera saber eso; sin embargo era lo
suficientemente sabia como para no preguntar a Albus, en caso de
que Albus se lo fuera a intentar revelar. Minerva firmemente creía
que únicamente debías preocuparte por el Tiempo si eras un reloj.

"El Salón de las Profecías," Albus confirmó lentamente. "Aquellos de


los que se habla en una profecía, podrían escuchar esa profecía allí.
¿Ves la implicación, Harry?"

Harry frunció el ceño. "Bueno, yo la podría escuchar, o el Señor


Oscuro… oh, mis padres . Aquellos que lo habían desafiado tres
veces. Ellos también fueron mencionados en la profecía, ¿así que
ellos podían escuchar la grabación?"

"Si James y Lily escucharon cualquier cosa diferente a lo que


Minerva reportó," Albus dijo llanamente, "no me lo contaron a mí."

"¿Llevaste a James y Lily allí? " Minerva preguntó.

"Fawkes puede ir a muchos lugares," Albus respondió. "No


menciones ese hecho."
Harry estaba contemplando fija y directamente a Albus. "¿Puedo yo
ir a este Departamento de Misterios y escuchar la profecía grabada?
El tono de voz original podría ser de ayuda, por lo que he
escuchado."

Hubo un destello de luz en el reflejo de las gafas de media luna de


Albus cuando el mago anciano sacudió su cabeza lentamente.
"Creo que eso sería insensato," Albus contestó. "Por razones más
allá de lo obvio. Es peligroso, ese lugar que Merlín hizo; más
peligroso para algunas personas que para otras."

"Ya veo," Harry replicó con tono neutro, y volvió a bajar la vista hacia
el pergamino. "Aceptaré la profecía como teóricamente correcta por
ahora. La siguiente parte dice que el Señor Oscuro me ha marcado
como su igual. ¿Cualquier ideas sobre lo que eso significa
exactamente?"

"Seguramente no," declaró Albus, "que debas imitar sus métodos,


de ninguna manera."

"No soy tonto, Director. Los Muggles han elucubrado una cosa o dos
sobre paradojas temporales, incluso si todo es teórico para ellos. No
voy a hacer mis éticas a un lado solamente porque una señal del
futuro clame que va a suceder, porque entonces eso se vuelve la
única razón por la que ocurrió en primer lugar. Aún así, ¿qué es lo
que significa?"

"No lo sé," dijo Severus.

"Ni yo," ella añadió.

Harry sacó su varita, la giró entre sus manos, observando meditativo


la madera. "Once pulgadas, acebo, con un núcleo de pluma de
fénix," Harry expuso. "Y el fénix de cuya cola proviene la pluma de
esta varita, únicamente produjo otra, que el Sr… cuál fuera su
nombre, Olive-algo… la usó dentro del núcleo de la varita del Señor
Oscuro. Y yo hablo la Lengua Parsel. Parecía demasiada
coincidencia incluso entonces. Y ahora descubro que hay una
profecía afirmando que yo seré el igual del Señor Oscuro."

Los ojos de Severus eran pensativos; la mirada del Director,


impenetrable.

"Podría ser," Minerva pronunció débilmente, "que Quien-Tú-Sabes -


que Voldemort - ¿transfirió algo de sus propios poderes al Sr. Potter,
la noche que le dio esa cicatriz? No algo que él tuviera la intención
de hacer, seguramente. Aún así… No veo cómo el Sr. Potter podría
ser su igual, si tiene menos magia que el propio Señor Oscuro…"

"Aburrido," opinó Harry, todavía contemplando meditativo su varita.


"Combatiría al Señor Oscuro sin ninguna magia, de tener que
hacerlo. Los Homo sapiens no se convirtieron en la especie
dominante de este planeta por tener las más afiladas garras o la
armadura más dura - aunque supongo que algo de eso se pierde
con los magos. A pesar de eso, está por debajo de mi dignidad
como ser humano tener miedo de cualquier cosa que no sea más
inteligente que yo; y por lo que he escuchado, en esa dimensión en
particular el Señor Oscuro no era muy aterrador."

El Maestro de Pociones habló, su voz tomando algo de su


acostumbrado despectivo desprecio. "¿Te imaginas a ti mismo más
inteligente que el Señor Oscuro, Potter?"

"Sí, de hecho," afirmó Harry, recogiendo la manga izquierda de su


túnica, y enrollando la manga de la camisa que tenía por debajo
para exponer el antebrazo desnudo. "¡Oh, eso me recuerda!
Asegurémonos que nadie aquí tenga el tatuaje visiblemente claro en
la estándar, fácil de revisar localización que los marcará como un
espía enemigo que estaba oculto."

Albus hizo un gesto de silencio que detuvo al Maestro de Pociones


antes de que pudiera decir algo mordaz. "Cuéntame, Harry," Albus
solicitó, "¿cómo habrías elaborado tú la Marca Oscura?"
"Localización no estándar," Harry explicó prontamente, "no en un
lugar fácil de localizar sin producir alboroto y vergüenza, aunque por
supuesto cualquier persona de seguridad consciente buscaría de
todos modos. Hacerla más pequeña, de ser posible. Superponer
otro tatuaje no-mágico para oscurecer la figura exacta - mejor aún,
cubrirlo con una capa de piel falsa -"

"Astuto en efecto," Albus reconoció. "Sin embargo dime, supón que


pudieras forjar cualquier condición que pudieras desear para la
Marca, que se desvanezca o aparezca cuando desees. ¿Qué harías
tú entonces?"

"Hacerla completamente invisible en todo momento," Harry afirmó


en un tono que señalaba lo obvio. "No quieres que hayas ninguna
diferencia detectable entre un espía y uno que no lo es."

"Supón que eres todavía más astuto," Albus insistió. "Eres un


maestro del engaño, un maestro de la decepción, y empleas tus
habilidades al máximo."

"Bueno -" El niño se detuvo, frunciendo el ceño. "Parece


innecesariamente complicado, más como una táctica que un villano
usaría en un juego de rol que algo que fueras a intentar en una
guerra de la vida real. Pero supongo que podrías poner Marcas
Oscuras sobre personas que realmente no son Mortífagos, y
mantener las Marcas Oscuras de los verdaderos Mortífagos
invisibles. Sin embargo queda la pregunta de por qué las personas
empezarían a creer en que la Marca Oscura identificaría a un
Mortífago en primer lugar… Lo tengo que considerar por lo menos
cinco minutos, si fuera a tomar este problema seriamente."

"Te cuestiono de este modo," Albus explicó, todavía con ese tono
templado, "porque yo sí efectivamente, en los primeros días de la
guerra, realicé tales pruebas que tú sugieres. La Orden sobrevivió
mi disparate únicamente porque Alastor no confió en los brazos
desnudos que encontramos. He pensado, después, que los
portadores de la Marca podrían esconderla o mostrarla
voluntariamente. Y a pesar de eso cuando presionamos a Igor
Karkaroff ante el Wizengamot, esa Marca se mostró claramente
sobre su brazo, sin importar cuánto deseara Karkaroff protestar su
inocencia. Cual sea la verdadera regla que gobierne a la Marca
Oscura, yo no la conozco. Incluso Severus sigue atado por su Marca
para no revelar sus secretos a cualquiera que no los conozca de
antemano."

"Oh, bueno eso lo vuelve obvio," Harry comentó prontamente.


"Esperen, un momento - ¿usted fue un Mortífago? " Harry transfirió
su vista fija hacia Severus.

Severus devolvió una pequeña sonrisa. "Lo sigo siendo, hasta


donde ellos saben."

"Harry," llamó Albus, ojos únicamente para el niño. "¿A qué te


refieres, con que eso lo vuelve obvio?"

"Teoría de la Información Básica," el niño contestó con tono de


discurso. "Observando una variable X que conlleva información
sobre la variable Y, si y únicamente si los posibles valores de X
tienen diferentes probabilidades dados los diferentes estados de Y.
El instante que usted escuche sobre cualquier cosa que varíe entre
un espía y un no-espía, deberías pensar inmediatamente en cómo
explotar aquello para distinguir entre espías y no-espías. De modo
similar, para distinguir la realidad entre las mentiras, necesitas un
proceso que se comporte diferente ante la presencia de la verdad y
la falsedad - por eso es que la 'fe' no sirve como un discriminador,
mientras que 'hacer predicciones experimentales y comprobarlas' sí
sirve. Usted dice que alguien con la Marca Oscura no puede revelar
sus secretos a cualquiera que ya no los sepa. Así que para
descubrir cómo opera la Marca Oscura, escriba cada forma en la
que usted imagina que la Marca Oscura podría funcionar, entonces
observe al Profesor Snape intentar decir cada una de esas cosas a
un confederado - quizá uno que no sepa de qué va el experimento -
les explicaré la búsqueda binaria para que así puedan jugar Veinte
Preguntas para reducir el número de posibilidades - y cualquier cosa
que él no pueda pronunciar en voz alta es verdadera. Su silencio
sería algo que se comporta diferente ante la presencia de
afirmaciones verdaderas sobre la Marca, contra afirmaciones falsas,
ustedes verán."

La boca de Minerva estaba colgando abierta, ella se dio cuenta; y la


cerró de modo abrupto. Incluso Albus se veía sorprendido.

"Y después de eso, como dije, cualquier diferencia de


comportamiento entre los espías y no-espías puede ser usada para
identificar espías. Una vez que hayas identificado al menos un
secreto mágico censurado de la Marca Oscura, puedes probar la
Marca Oscura de alguien al ver si pueden revelar ese secreto a
alguien que ya no lo sepa -"

"Gracias, Sr. Potter."

Todos observaron a Severus. El Maestro de Pociones se había


enderezado, sus dientes asomados por la mueca de enfado y
triunfo. "Director, ahora puedo hablar libremente de la Marca. Si
sabemos que somos descubiertos como Mortífagos, ante otros que
no han visto nuestros brazos desnudos, nuestra Marca se revela a
sí misma lo queramos o no. Aunque si ya han visto nuestros brazos
desnudos, no se revela a sí misma; ni tampoco si únicamente
somos interrogados bajo mera sospecha. Por lo tanto la Marca
Oscura parece identificar a los Mortífagos - pero únicamente a
aquellos que ya han sido descubiertos, puede darse cuenta."

"Ah…" Albus dijo. "Gracias, Severus." Cerró sus ojos por un breve
lapso. "Eso en efecto explicaría por qué Black escapó incluso la
mirada de Peter… ah, bueno. ¿Y la prueba propuesta por Harry?"

El Maestro de Pociones sacudió su cabeza. "El Señor Oscuro no era


ningún tonto, a pesar de las ilusiones de Potter. El momento en que
tal prueba se comienza a implementar, la Marca deja de atar
nuestras lenguas. Aún así no podía dar pistas sobre esa posibilidad,
sino únicamente esperar que alguien más lo dedujera." Otro ligera
sonrisa. "Le otorgaría una buena cantidad de puntos de Casa, Sr.
Potter, de no comprometer mi mascarada. Pero como puede ver, el
Señor Oscuro era bastante astuto." Su mirada se volvió más
distante. "Oh," Severus respiró, "él era muy astuto en efecto…"

Harry Potter se quedó sentado y quieto por un largo momento.

Entonces -

"No," Harry denegó. El niño sacudió su cabeza. "No, eso no puede


ser de hecho verdad. Primero que todo, estamos hablando del tipo
de rompecabezas lógico que aparecería en el capítulo uno de un
libro de Raymond Smullyan, ni de cerca al nivel de lo que los
científicos Muggle hacen diariamente. Y segundo, por todo lo que yo
sé, le requirió al Señor Oscuro cinco meses pensar en el invento de
un rompecabezas que yo resolví en cinco segundos -"

"¿Es así de inconcebible para usted, Potter, que cualquiera pueda


ser tan inteligente como usted?" La voz del Maestro de Pociones
tenía más de curiosidad que escarmiento.

"Se llama frecuencia base, Profesor Snape. La evidencia es


igualmente compatible con el Señor Oscuro inventando ese
rompecabezas durante el paso de cinco meses o el paso de cinco
segundos, aunque en cualquier población dada habrá muchas más
personas que pueden hacerlo en cinco meses que en cinco
segundos…" Harry pegó una mano contra su frente. "Rayos, ¿cómo
les puedo explicar esto? Supongo que, desde su perspectiva, el
Señor Oscuro inventó un sagaz rompecabezas y yo con sagacidad
lo resolví y eso nos hace parecer iguales ."

"Recuerdo su primer día en la clase de Pociones," el Maestro de


Pociones dijo secamente. "Creo que aún le queda un largo camino
por recorrer."

"Paz, Severus," Albus solicitó. "Harry ya ha logrado más de lo que tú


sabes. Aún así cuéntame, Harry - ¿por qué sí crees que el Señor
Oscuro es inferior a ti? Por supuesto él es un alma dañada en
muchas maneras. Sin embargo en cuanto a inteligencia contra
inteligencia - todavía no estás preparado para enfrentarlo, juzgaría
yo; y yo conozco la lista completa de tus andanzas."

Lo que más lo frustraba sobre esta conversación era que Harry no


podía expresar sus verdaderas razones para estar en desacuerdo,
lo que viola varios principios básicos del tratado cooperativo.

No podía explicar cómo era que Bellatrix había sido realmente


removida de Azkaban - no por Quien-Tú-Sabes bajo cualquier otra
figura, sino por la sabiduría confirmada de Harry y el Profesor
Quirrell.

Harry no quería decir en frente de la Profesora McGonagall que la


existencia del daño cerebral implicaba que no había tales cosas
como almas. Lo que hacía un ritual exitoso de inmortalidad… bueno,
no imposible, Harry ciertamente tenía la intención de forjar un
camino mágico hacia la inmortalidad algún día, aunque sería mucho
más difícil e iba a requerir mucho más ingenio que nada más atar un
alma ya existente a la filacteria de un liche. Lo que ningún mago
inteligente se molestaría en hacer en primer lugar, de saber que sus
almas eran inmortales.

Y la verdadera y honesta razón por la que Harry sabía que el Señor


Oscuro no podría haber sido tan inteligente… bueno… no había
ninguna manera diplomática de expresarlo, pero…

Harry había estado en una reunión del Wizengamot. Él había visto


las irrisorias 'precauciones de seguridad', si es que las podías llamar
así, protegiendo los niveles más profundos del Ministerio de Magia.
Ni siquiera tenían la Perdición del Ladrón que los duendes usaban
para deshacer la Poción Multijugos y la Maldición Imperius en las
personas que entraban a Gringotts. La ruta obvia para la dominación
sería realizar Imperius sobre el Ministerio de Magia y unos cuantos
Jefes de Departamento, y enviar granadas de mano mediante búhos
a cualquiera demasiado poderoso para caer bajo el Imperius. O
enviar un búho con gas para dormir, si los ibas a necesitar con vida
y en un estado de Muerto con Vida para tomar cabellos para
Pociones Multijugos. Legeremancia, Memorias Falsas, el
Encantamiento Confundus - era ridículo, el mundo mágico estaba
super-saturado con maneras de hacer trampa. Harry podría no
hacer ninguna de esas cosas él mismo, durante su propia
dominación de Bretaña, ya que estaba limitado por su Ética…
bueno, Harry podría hacer algunas de las cosas no tan malas, ya
que la Poción Multijugos o un Confundus temporal o Legeremancia
de sólo-lectura sonaban mucho mejor que un día extra en
Azkaban… sin embargo…

De Harry no haber estado limitado por su Ética, era posible que


hubiese eliminado a las secciones más malvadas del Wizengamot
ese día; él solo, usando únicamente el poder mágico de alguien en
su primer año, teniendo en cuenta que fue lo suficientemente listo
para descubrir cómo lidiar con los Dementores. Aunque Harry podría
no haber quedado en una buena posición política después de eso,
los miembros supervivientes del Wizengamot podrían haber
encontrado más fácil y barato rechazar sus acciones para quedar
bien públicamente por lo que lo iban a condenar, incluso si los más
inteligentes se daban cuenta que era por el bien mayor… pero aún
así.

Si estabas completamente liberado de la ética, armado con los


antiguos secretos de Salazar Slytherin, tenías docenas de
seguidores poderosos incluyendo a Lucius Malfoy, y te demoraste
más de diez años para al final fallar en derrocar el gobierno de la
Bretaña mágica, significaba que eras estúpido.

"Cómo puedo poner esto…" Harry vaciló. "Mire, Director, usted tiene
éticas, hay un montón de tácticas de batalla que usted no usaría
porque no es malvado. Y usted combatió al Señor Oscuro, un mago
cuyo poder era tremendo que no estaba tan limitado por la moral, y
usted combatió parejo de todos modos . Si Quien-Tú-Sabes hubiese
sido super-inteligente además de todo lo anterior, ustedes estarían
muertos. Todos ustedes. Habrían muerto instantáneamente - "
"Harry," La Profesora McGonagall lo llamó. Su voz desfalleciendo.
"Harry, todos nosotros casi que sí morimos. Más de la mitad de la
Orden del Fénix murió. De no ser por Albus - Albus Dumbledore, el
más grande mago desde hace dos siglos, Harry - nosotros
seguramente habríamos perecido."

Harry pasó una mano a través de su frente. "Lo lamento," Harry se


disculpó. "No estoy intentando minimizar lo que ustedes sufrieron.
Sé que Quien-Tú-Sabes fue un completamente malvado,
increíblemente poderoso Mago Oscuro con docenas de poderosos
seguidores, y eso es… malo, sí, definitivamente malo. Sólo que…"
Todo eso no está ni remotamente cerca en la misma escala de
amenaza que si el enemigo hubiese sido inteligente, en cuyo caso
ellos Transformaban toxina botulínica e introducían una millonésima
parte de un gramo en tu vaso de té. ¿Había alguna manera segura
de comunicar ese concepto sin citar un ejemplo específico? Harry
no era capaz de pesar en ninguno.

"Por favor, Harry," pidió la Profesora McGonagall. "Por favor, Harry,


te lo suplicó - ¡toma al Señor Oscuro seriamente! Él es más
peligroso que -" La bruja anciana pareció tener problemas con hallar
las palabras. "Él es por mucho más peligroso que la
Transformación."

Las cejas de Harry se levantaron antes de que pudiera evitarlo. Una


oscura carcajada provino de la dirección de Severus Snape.

Pues, opinó la voz de Ravenclaw dentro de él. Pues, honestamente


la Profesora McGonagall está en lo correcto, no estamos tomando
esto tan seriamente como tomaríamos un problema científico. Lo
difícil es reaccionar a toda la nueva información, en vez de
desecharla por la ventana sin más. Ahora mismo parece como que
nosotros no cambiamos nuestra creencia para nada tras encontrar
un inesperado, importante argumento. Nuestro desprecio del Señor
Voldemort como una amenaza seria estaba basada originalmente
en que la Marca Oscura era totalmente estúpida. Requeriría un
esfuerzo de enfoque para actualizar y sospechar todo el camino
recorrido de razonamiento que recorrimos basados en esa falsa
suposición, y nosotros no estamos poniendo ese nivel de esfuerzo
ahora mismo.

"De acuerdo," Harry dijo, justo cuando parecía que la Profesora


McGonagall estaba apunto de hablar otra vez. "De acuerdo, para
tomar esto seriamente, necesito parar y pensar durante cinco
minutos."

"Por favor hazlo," concordó Albus Dumbledore.

Harry cerró sus ojos.

Su parte Ravenclaw se dividió en tres.

Estimar la probabilidad, habló Ravenclaw Uno, quien estaba


actuando como moderador, de que el Señor Oscuro siga con vida, y
tan inteligente como nosotros, y por lo tanto es una amenaza
genuina.

¿Por qué no están muertos todos sus enemigos? cuestionó


Ravenclaw Dos, quien estaba de fiscal.

Nota, señaló Ravenclaw Uno, ya hemos pensado en ese argumento


antes y no podemos usarlo para no cambiar de creencia de nuevo
cada vez que lo estamos cuestionando.

¿Pero cuál es la falla en la lógica? replicó Ravenclaw Dos. En


mundos con un Señor Voldemort inteligente, todos dentro de la
Orden del Fénix murieron en los primeros cinco minutos de la
guerra. El mundo no resultó así, por lo que no vivimos en ese
mundo. Quod Erat Demonstrandum.

¿Es eso realmente cierto? inquirió Ravenclaw Tres, quien había sido
apuntado como el defensor. ¿Quizá había alguna razón por la que el
Señor Voldemort no estaba combatiendo dando todo de sí en el
pasado -
¿Cómo qué? demandó Ravenclaw Dos. Además, cual sea que vaya
a ser tú excusa, yo demando que la probabilidad de tu hipótesis sea
penalizada en concordancia a la complejidad añadida -

Deja que Tres hable, ordenó Ravenclaw Uno.

Bueno… mira, explicó Ravenclaw Tres. Ante todo, nosotros no


sabemos que cualquiera pueda apoderarse del Ministerio con mero
control mental. Quizá la Bretaña mágica realmente es una oligarquía
y necesitas suficiente poder militar para intimidar a los jefes de
familia hasta que se rindan -

Imperius también sobre ellos, interpuso Ravenclaw Dos.

- y los oligarcas tienen la Perdición del Ladrón en las entradas hacia


sus casas -

¡Complejidad penalizada! chilló Ravenclaw Dos. ¡Más epiciclos!

- oh, sé razonable, demandó Ravenclaw Tres. No hemos visto


realmente a nadie apoderarse del Ministerio con un par de
maldiciones Imperius bien puestas. No sabemos que de hecho
pueda cumplirse tan fácilmente.

Aunque, comentó Ravenclaw Dos, incluso tomando eso en cuenta…


realmente parece como que tendría que haber alguna otra manera.
¿Diez años de fracaso, en serio? ¿Usando únicamente tácticas
terroristas convencionales? Eso no es más que… ni siquiera lo
estaba intentando.

Quizá el Señor Voldemort sí tenía ideas más creativas, replicó


Ravenclaw Tres, sin embargo él no quería mostrar su mano a los
gobiernos de otros países, no quería que ellos supieran cuán
vulnerables estaban e instalar la Perdición del Ladrón en sus
Ministerios. No hasta que tenga a Bretaña como base y suficientes
sirvientes para derrocar a todos los gobiernos más fuertes
simultáneamente.
Estás asumiendo que él quiere conquistar el mundo entero, señaló
Ravenclaw Dos.

Trelawney profetizó que él sería nuestro igual, entonó Ravenclaw


Tres solemnemente. Por lo tanto, él quiere apoderarse del mundo.

Y si es tu igual, y tienes que combatirlo -

Por un instante, la mente de Harry intentó imaginar el espectro de


dos magos creativos luchando una guerra sin cuartel entre sí.

Harry había descubierto todos los Encantamientos y Pociones en


sus libros de primer año que podían ser usados de modo creativo
para asesinar personas. No había sido capaz de evitarlo.
Literalmente. Había intentado detener su cerebro para que no lo
hiciera en cada ocasión, pero era como observar un pescado e
intentar evitar notar que era un pescado. Lo que alguien podría
hacer siendo creativo con el nivel de alguien en séptimo año, o el
nivel de un Auror, o antigua magia perdida como la poseída por el
Señor Voldemort… no requería ni siquiera un poco de razonamiento.
Un genio creativo súper-poderoso psicópata no era una 'amenaza',
era un evento de extinción global.

Luego Harry sacudió su cabeza, desechando esa melancólica línea


de razonamiento por la que había empezado a caer. La cuestión era
si había una probabilidad significante de enfrentar algo tan terrible
como un Racional Oscuro en primer lugar.

Las probabilidades previas de que alguien hubiese intentado un


ritual para volverse inmortal y que hubiese tenido éxito…

Digamos que son en una en mil, y es un estimado demasiado


generoso; no era como si uno de cada mil magos sobreviviera su
muerte. Aunque, Harry tenía que admitir que no disponía el dato de
cuántos habían intentado rituales de inmortalidad.

¿Qué pasa si el Señor Oscuro es tan inteligente como nosotros?


preguntó Ravenclaw Tres. Sabes, la manera en que Trelawney
profetizó que él sería nuestro igual. Entonces él iba a lograr que su
ritual de inmortalidad funcionara. Postdata, no te olvides sobre la
línea de 'y uno de los dos debe destruir al otro excepto por un
pequeño remanente'.

Requerir ese nivel de inteligencia era un detalle adicional penoso;


probabilidades previas de que los miembros de una población al
azar fueran así de inteligentes eran bajas…

Pero el Señor Voldemort no era un mago elegido al azar, él era un


mago en particular de la población que había llamado la atención de
todos. El rompecabezas de la Marca implicaba un mínimo y cierto
nivel de inteligencia, incluso si (hipotéticamente) el Señor Oscuro
había requerido más tiempo para pensarlo. Aunque de vuelta, en el
mundo Muggle, no todas las personas extremadamente inteligentes
que Harry había conocido a través de la historia se habían
convertido en dictadores malvados o terroristas. Lo más cercano a
eso en el mundo Muggle eran los gerentes de cobertura financiera, y
ninguno de ellos había intentando apoderarse más que de países
tercermundistas, un punto que ponía limitaciones superiores tanto
en su posible maldad como su posible bondad.

Había hipótesis donde el Señor Oscuro era inteligente y la Orden del


Fénix no moría instantáneamente, sin embargo esas hipótesis eran
más complicadas y quedaban obligadas a estar penalizadas por su
complejidad. Después de estar penalizadas por su complejidad
debido a las excusas posteriores, habría un gran índice de
probabilidad entre la hipótesis de 'El Señor Oscuro era inteligente'
contra 'El Señor Oscuro era estúpido' y la observación 'El Señor
Oscuro no ganó la guerra instantáneamente'. Había un chance de 1
en 10 en el índice de probabilidad a favor del Señor Oscuro siendo
estúpido… aunque quizá no de 1 en 100. No podías en realidad
afirmar que 'El Señor Oscuro gana instantáneamente' tenía una
probabilidad de más que 99 por ciento, asumiendo que el Señor
Oscuro inició inteligente; la suma de todas las excusas posibles
sería más que .01.
Y luego estaba la Profecía… que podría o no haber incluido
originalmente una línea sobre cómo el Señor Voldemort
inmediatamente iba a morir si confrontaba los Potters. Que Albus
Dumbledore luego había editado en la memoria de la Profesora
McGonagall, con el objetivo de atraer al Señor Voldemort a su
perdición. Si no había tal línea, la Profecía sí sonaba más a que
Quien-Tú-Sabes y el Niño-Que-Vivió estaban destinados a tener una
confrontación en el futuro. Pero en ese caso, era menos probable
que Dumbledore inventara una excusa que sonaba plausible para
no llevar a Harry al Salón de las Profecías…

Harry estaba dudando que que fuera posible conseguir un cálculo


Bayesiano de todo esto. Por supuesto, el punto de un cálculo
subjetivo Bayesiano no era ese, tras inventar un montón de
números, multiplicarlos no te iba a dar una respuesta exactamente
correcta. El punto real era que el proceso de inventar los números te
iba a forzar a sopesar todos los datos relevantes y balancear todas
las probabilidades relativas. Cómo darse cuenta, tan pronto como
tenías el pensamiento sobre la probabilidad de que la Marca Oscura
no desapareciendo si Quien-Tú-Sabes estaba muerto, que la
probabilidad no era lo suficientemente baja para que la observación
pudiera contar como evidencia fuerte. Una versión del proceso era
computar hipótesis y hacer una lista de las evidencias, inventar
todos los números, hacer los cálculos, y luego botar la respuesta
final y seguir el instinto de tu cerebro después de que lo forzaban a
sopesar realmente todo. El problema era que los objetos de
evidencia no eran condicionalmente independientes, y había
múltiples hechos de fondo interesantes interaccionando entre sí…

… bueno, una cosa al menos era segura.

Si el cálculo tan siquiera podía ser hecho, iba a requerir un pedazo


de papel y un bolígrafo.

En la chimenea del lado de la oficina del Director, las llamas se


encendieron repentinamente, pasando de naranja a un verde mil
millones más brillante.
"¡Ah!" exclamó la Profesora McGonagall en medio del incómodo no-
silencio. "Ese debe ser Ojoloco Moody, supongo."

"Dejemos este asunto sin concluir por ahora," el Director concluyó


con algo de alivio, al tiempo que se volteaba para encarar el Fluu.
"Creo que estamos apunto de recibir algunas noticias relevantes al
respecto, espero."

Hipótesis: Hermione Granger

(Abril 8, 1992, 6:53pm)

Mientras tanto en el Gran Comedor de Hogwarts, donde los


estudiantes que no tenían reuniones secretas con el Director se
apresuraban a buscar su cena alrededor de las enormes cuatro
mesas -

"Es chistoso," Dean Thomas argumentó pensativo. "No le creí al


General cuando advirtió que lo que nos iba a enseñar nos iba a
cambiar para siempre, y que nunca seríamos capaces de regresar a
una vida normal. Una vez que supiéramos. Una vez que viéramos lo
que él podía ver."

"¡Lo sé!" concordó Seamus Finnigan. "¡También pensé que no era


más que una broma! Como, ya sabes, todo lo demás que el General
Caos ha dicho alguna vez."

"Sin embargo ahora -" Dean comentó tristemente. "Nosotros no


podemos regresar, ¿o sí? Sería como regresar a la escuela Muggle
tras haber asistido a Hogwarts. Nada más tenemos que… nada más
tenemos que permanecer cerca los unos de los otros. Eso es todo lo
que podemos hacer, o nos volveremos locos."
Seamus Finnigan, a su lado, nada más asintió sin palabras y comió
otra mordida de su Ñu.

A su alrededor, las conversaciones en la mesa de Gryffindor


continuaron. No era tan implacable como lo había sido ayer, aunque
de vez en cuando el tópico volvía a resurgir.

"Bueno, tiene que haber alguna clase de triángulo amoroso," opinó


una bruja de segundo año llamada Samantha Crowley (ella nunca
respondió cuando le preguntaron si había alguna relación). "La
cuestión es, ¿hacia dónde estaba yendo antes de que todo saliera
mal? Quién estaba enamorado de quién - y si esa persona también
los amaba o no - no sé cuántas posibilidades hay -"

"Sesenta y cuatro," informó Sarah Varyabil, una floreciente belleza


que probablemente tendría que haber sido Seleccionada en
Ravenclaw o Hufflepuff. "No, espera, eso está mal. O sea, si nadie
amaba a Malfoy y Malfoy no amaba a nadie entonces él realmente
no sería parte del triángulo amoroso… esto va a requerir Aritmancia,
¿podrían esperar un par de minutos?"

" Yo, en cambio, creo que es perfectamente claro que Granger es la


moiralianza de Potter, y que Potter estaba de auspiticismo entre
Malfoy y Granger." La bruja que había hablado asintió con la
autosatisfacción de alguien que acababa de dar en el clavo con un
asunto complicado.

"Esas ni siquiera son palabras," objetó un joven mago. "Nada más


las estás inventando mientras hablas."

"A veces no puedes describir una cosa usando palabras reales ."

"Es tan triste, " sollozó Sherice Ngaserin, quien de hecho tenía
lágrimas en sus ojos. "Ellos estaban tan - ¡ obviamente estaban tan
destinados a estar juntos!"

"¿Te refieres a Potter y Malfoy?" inquirió una de segundo año


llamada Colleen Johnson. "Lo sé - sus familias se odiaban tanto
entre sí, no hay forma de que no pudieran enamorarse -"

"No, estoy hablando de todos tres entre sí," explicó Sherice.

Esto produjo una breve pausa en la apelotonada conversación.


Dean Thomas se estaba ahogando silenciosamente con su
limonada, intentando no hacer ningún sonido mientras iba goteando
por fuera de su boca y mojaba su camisa.

" Vaya, " dijo una bruja de cabello negro con el nombre de Nancy
Hua. "Eso es realmente… sofisticado de tu parte, Sherice."

"Miren, todos ustedes, necesitamos mantener esto realista," señaló


Eloise Rosen, una bruja alta quien había sido General de un ejército
y por lo tanto hablaba con un aire de autoridad. " Sabemos - porque
ella lo besó - qué Granger estaba enamorada de Potter. Por lo que
la única razón que ella tendría para matar a Malfoy es que ella
supiera que estaba perdiendo a Potter frente a él. No hay necesidad
de hacerlo sonar todo complicado - ¡todos ustedes actúan como si
se tratara de una obra de teatro en vez de la vida real!"

"Pero incluso si Granger estaba enamorada, es raro que ella


estallara de ese modo," comentó Chloe, cuya túnica negra
combinada con su piel negra como la noche la hacía verse como
una silueta oscurecida. "No lo sé… creo que quizá hay más en esto
que un mero romance de novela que salió mal. Creo que quizá la
mayoría de personas no tienen ni idea de lo que está pasando."

" ¡Sí! ¡Gracias! " gritó Dean Thomas. "Miren - no se dan cuenta -
como que Harry Potter nos contó a todos - si no predices que algo
va a pasar, si te cogió completamente por sorpresa, entonces lo que
creías sobre el mundo cuando no lo viste llegar, no es suficiente
para explicar…" la voz de Dean se fue apagando, pues se dio
cuenta que nadie lo estaba escuchando. "Es completamente inútil,
¿no es así?"

"¿No has descifrado eso todavía?" preguntó Lavender Brown, quien


estaba sentada al otro lado de la mesa frente a sus dos compañeros
antiguamente Caóticos. "¿Cómo es que llegaste a Teniente?"

"¡Oh, cállense ustedes dos!" Sherice le espetó a ambos. "¡Es obvio


que ustedes dos querían a los tres únicamente para ustedes!"

"¡Lo digo en serio!" Chloe insistió. "¿Qué tal si lo que realmente está
ocurriendo es diferente de todo lo que, ya saben, las cosas
normales que toda la gente ordinaria está hablando? ¿Qué tal si
alguien - hizo que Granger hiciera lo que hizo, tal como Potter
estaba intentando convencer a todos?"

"Creo que Chloe está en lo correcto," añadió un mago de aspecto


foráneo que siempre se introducía a sí mismo como 'Adrian
Turnipseed', aunque sus padres de hecho le habían puesto el
nombre de Mad Drongo. "Creo que todo este asunto ha sido…"
Adrian bajó su voz hasta ser ominosa, "… una mano oculta…"
Adrian elevó su voz otra vez, "dando forma a todo lo ocurrido. Una
persona que ha estado detrás de todo, desde el principio. Y no me
refiero al Profesor Snape, tampoco."

"No te refieres a -" Sarah se quedó con la boca abierta.

"Sí," Adrian reveló. "La que de verdad está detrás de todo es -


¡Tracey Davis! "

"Eso es lo que creo también," Chloe dijo. "Después de todo -" Ella
miró alrededor rápidamente. "Desde que pasó eso con los abusones
y el techo - incluso los árboles en los bosques alrededor de
Hogwarts se ven como si estuvieran temblando, como si tuvieran
miedo - "

Seamus Finnigan estaba frunciendo el ceño pensativo. "Creo que


veo de dónde le viene a Harry su… ya saben… de dónde," Seamus
habló, bajando su voz para que únicamente Lavender y Dean
pudieran escuchar.

"Oh, entiendo totalmente a qué te refieres," Lavender declaró. Ella


no se molestó en bajar su propia voz. "Es una sorpresa que no se
haya roto todavía y empezado a matar a todos hace años ."

"Personalmente," Dean expresó, también con voz baja, "yo diría que
la parte realmente aterradora es - que esos podríamos haber sido
nosotros. "

"Ajá," concluyó Lavender. "Es algo bueno que nosotros estemos


totalmente cuerdos ahora."

Dean y Seamus asintieron solemnemente.

Hipótesis: G. L.

(Abril 8, 1992, 8:08pm)

El Fuego-Fluu de la oficina del Director resplandeció con un pálido


brillo verde, el fuego concentrándose en sí mismo hasta girar como
un torbellino esmeralda giratorio, y luego fulguró aún más brillante y
escupió la figura humana hacia el aire -

Hubo un movimiento borroso cuando la figura revolviéndose levantó


una varita, girando y danzando con el impulso del Fluu como si fuera
un paso de ballet, por lo que su arco de fuego cubría los 360 grados
de arco del cuarto; y luego igual de bruscamente, la figura se quedó
quieta en un lugar.

En el primer instante en que Harry contempló al hombre, antes de


que Harry lo hubiese mirado a los ojos, se dio cuenta de las
cicatrices en las manos, las cicatrices en el rostro, como si el
hombre hubiese sido quemado y cortado de pies a cabeza; aunque
únicamente las manos del hombre y su rostro eran visibles, de toda
su carne. El resto del cuerpo del hombre estaba oculto, cubierto no
por una túnica, sino en un cuero que parecía más armadura que
ropa; cuero de gris oscurecido, haciendo juego con el alborotado
cabello encanecido del hombre.

La siguiente cosa que la visión de Harry comprendió fue el brillante


ojo azul ocupando el lado derecho de la cara del hombre.

Una parte de la mente de Harry se dio cuenta que la persona a la


que la Profesora McGonagall había nombrado 'Ojoloco Moody' era
el mismo al que Dumbledore había llamado 'Alastor', dentro de la
memoria que Dumbledore le había mostrado a Harry; una imagen
de antes del evento que fuera que había cicatrizado cada pulgada
del cuerpo del hombre y devorado una parte de su nariz -

Y otra parte de su mente notó el chorro de adrenalina. Harry había


sacado su varita por puro reflejo cuando el hombre había salido
girando del Fluu así, hubo algo sobre él que se sintió como
emboscada, la mano de Harry ya había empezado a subir su varita
para hacer un Somnium antes de que pudiera detenerse a sí mismo.
Incluso ahora el hombre guerrero estaba sosteniendo su varita
nivelada, sin apuntar a ninguna persona en particular pero cubriendo
todo el cuarto, y esa varita ya estaba alineada en perfecta sincronía
con sus ojos, como un soldado viendo más allá de su pistola. Había
peligro en la postura del hombre y en la posición de sus botas,
peligro en su armadura de cuero y peligro en su luminoso ojo azul.

Cuando el hombre cicatrizado habló, dirigiéndose al Director, su voz


era afilada. "¿Supongo que crees que este cuarto es seguro?"

"Únicamente hay amigos aquí," Dumbledore afirmó.

La cabeza del hombre se ladeó hacia Harry. "¿Eso lo incluye a él? "

"Si Harry Potter no es nuestro amigo," Dumbledore juró gravemente,


"entonces ciertamente todos estamos condenados; así que más
bien asumamos que él lo es."

La varita del hombre permaneció nivelada, no del todo apuntando a


Harry. "El niño casi desenfunda sobre mí."
"Pues…" dijo Harry. Se dio cuenta de que su mano seguía apretada
firmemente sobre la varita, y relajó su mano con un esfuerzo
consciente y la dejó caer de vuelta a su costado. "Lamento eso,
usted parecía un poco… listo para el combate."

La varita del hombre cicatrizado se movió ligeramente hacia un lado


de donde había estado casi apuntando a Harry, aunque no la bajó, y
el hombre dejó escapar un ladrido que pareció una carcajada.
"¿Vigilancia constante, eh, muchacho?" inquirió el hombre.

"No es paranoia si de verdad te persiguen," Harry recitó el proverbio.

El hombre se giró totalmente hacia Harry; y hasta donde Harry podía


leer la expresión de la cara cicatrizada, el hombre parecía estar más
interesado .

Los ojos de Dumbledore habían recuperado algo del brillante


centelleo que tenían antes del escape de Azkaban, una sonrisa bajo
su bigote plateado como si esa sonrisa nunca se hubiese ido.
"Harry, este es Alastor Moody, llamado Ojoloco, quien comandará la
Orden del Fénix después de mí - si algo me llegara a pasar, desde
luego. Alastor, este es Harry Potter. Tengo toda la esperanza de que
ustedes dos se van a llevar fantásticamente ."

"He escuchado un montón sobre ti, niño," saludó Ojoloco Moody. Su


oscuro ojo natural permaneció fijo sobre Harry, mientras el brillante
punto azul giró frenéticamente, pareciendo rotar alrededor dentro de
su cuenca. "No todo es bueno. Escuché que te están llamando el
Terror Dementor, en el Departamento."

Tras alguna consideración, Harry decidió replicar con una sonrisa


sabionda.

"¿Cómo pudiste lograr semejante cosa, niño?" el hombre preguntó


suavemente. Ahora su ojo azul también estaba fijo sobre Harry.
"Tuve una pequeña charla con uno de los Aurores que escoltaron
ese Dementor desde Azkaban. Beth Martin afirmó que vino directo
del pozo, y nadie le dio instrucciones especiales durante el camino.
Por supuesto, ella podría estar mintiendo."

"No hubo ningún truco ahí," Harry argumentó. "Nada más lo hice del
modo difícil. Por supuesto, también podría estar mintiendo."

Dumbledore estaba acostándose en su silla, riéndose en el fondo,


como si él no fuera más que otro dispositivo en la Oficina del
Director y ese fuera el sonido que él producía.

El hombre cicatrizado se giró para encarar al Director, aunque su


varita permaneció apuntando hacia abajo y en la dirección general
de Harry. Cuando habló su voz era brusca y seria. "Tengo una pista
sobre el último huésped de Voldy. ¿Tienes la certeza de que su
sombra sigue en Hogwarts ahora?"

"No certeza -" Dumbledore empezó.

"¿Espera qué? " Harry interrumpió. Tras casi haber concluido que el
Señor Oscuro no existía, fue una sorpresa escuchar que se discutía
de manera tan casual.

"El huésped de Voldy," Moody dijo cortamente. "Al que poseyó antes
de apoderarse de Granger."

"Si las leyendas son verdaderas," Dumbledore explicó, "hay un


dispositivo de poder que ata la sombra de Voldemort a este mundo;
y por ese medio él podría hacer un pacto con un huésped para
poseer su cuerpo, confiriendo a dicho huésped alguna porción de su
poder y su orgullo -"

"Así que la cuestión obvia es quién ha ganado demasiado poder


demasiado rápido," Moody cortó bruscamente. "Y resulta que hay un
personaje que ha ido y vencido a la Banshee de Bandon, pasó por
la estaca a un clan entero de vampiros salvajes en Asia, persiguió y
derrotó al Hombre Lobo de Wagga-Wagga, y exterminó a un grupo
de ghouls usando un colador de té. Y él lo está ordeñando al
máximo; incluso se habla de darle la Orden de Merlín. Parece
haberse vuelto un encantador y un político, no solamente un mago
poderoso."

"Pobre hombre," murmuró Dumbledore. "¿Estás seguro que no lo


hizo con sus propias habilidades?"

"Revisé sus calificaciones," Moody contestó. "Los registros muestran


que Gilderoy Lockhart recibió un Trol en su T.I.M.O. de Defensa, ni
siquiera se molestó en presentar el E.X.T.A.S.I.S. Justo el tipo de
perdedor que tomaría la oferta de Voldy." El ojo azul se retorció
locamente dentro de su cuenca. "¿A menos de que recuerdes a
Lockhart como estudiante, y creas que tenía suficiente potencial
como para hacer todo eso sin ayuda de nadie?"

"No," respondió la Profesora McGonagall. Ella frunció el ceño. "Ni


una oportunidad, puedo asegurar."

"Me temo que debo estar de acuerdo," Dumbledore agregó con un


tono subyacente de dolor. "Ah, Gilderoy, pobre tonto…"

La mueca de Moody fue más como un gruñido. "¿Tres de la mañana


está bien para ti, Albus? Lockhart tendría que estar en su casa esta
noche."

Harry escuchó esto con alarma creciente, preguntándose incluso si


el Ministerio tenía regla alguna sobre la necesidad de que los
magistrados necesitaran permiso para emitir órdenes de arresto - y
mucho menos la organización vigilante ilegal a la que Harry ahora
aparentemente se había unido. "Disculpen," Harry intervino. "¿Qué
sucede exactamente a las tres de la mañana?"

Tuvo que haber algo en la voz de Harry que lo delató, porque el


hombre cicatrizado giró hacia él. "¿Tienes un problema con eso,
niño?"

Harry hizo una pausa, intentando descubrir cómo hablar a este


extraño -
"¿Lo quieres derribar tú mismo?" presionó el hombre cicatrizado.
"¿Obtener venganza para tus padres, eh?"

"No," Harry dijo tan cortés como pudo. "Honestamente - mire, de


saber con certeza que él es un huésped voluntario para Quien-Tú-
Sabes, esa es una cosa, pero si no estamos seguros y ustedes van
para allá a matarlo -"

"¿Matar?" Ojoloco Moody resopló. "Es lo que está guardado dentro


de su cabeza," Moody tocó ligeramente su frente, "por lo que lo
necesitamos, niño. Si tenemos suerte, Voldy no puede borrar la
memoria del tonto tan fácilmente como en los días cuando estaba
vivo, y Lockhart recordará qué aspecto tenía el horrocrux."

Harry anotó mentalmente la palabra horrocrux para futuras


investigaciones, y habló, "Nada más me preocupa que alguien
inocente - que suena como una persona bastante decente, de haber
hecho todo eso por su cuenta - pueda resultar herido."

"Los Aurores lastiman gente," el hombre cicatrizado declaró


prontamente. "Gente mala, si tienes suerte. Algunos días no tendrás
suerte, y nada se puede hacer al respecto. Sólo recuerda, los
Magos Oscuros lastiman a muchas más personas que las que
nosotros lastimamos."

Harry respiró profundamente. "Pueden al menos intentar no herir a


esta persona, en caso de que no sea - "

"¿Qué está haciendo este niño de primer año en este cuarto,


Albus?" demandó el hombre cicatrizado, ahora girando para encarar
al Director. "Y no me digas que es por lo que hizo cuando él no era
más que un bebé."

"Harry Potter no es alguien ordinario de primer año," el Director


afirmó con calma. "Ya ha logrado hazañas lo suficientemente
imposibles como para incluso impresionarme, Alastor. Su intelecto
es el único en la Orden que algún día podría igualar la del propio
Voldemort, como tú o yo nunca podríamos."
El hombre cicatrizado se apoyó en el escritorio del Director. "Él es
un lastre. Ingenuo. no sabe nada sobre lo que es una guerra. Lo
quiero fuera de aquí y que todas sus memorias de la Orden sean
borradas antes de que uno de los sirvientes de Voldy penetre a
través de su mente -"

"Soy un Oclumante, de hecho."

Ojoloco Moody dirigió una mirada estrecha al Director, quien asintió.

Y luego el hombre cicatrizado giró su rostro hacia Harry, sus


miradas se encontraron.

La repentina furia del ataque de Legeremancia casi hizo que Harry


se cayera de la silla, como si una cuchilla de acero candente cortara
la persona imaginaria al frente de su mente. Harry no había tenido
oportunidad de practicar desde el entrenamiento de Sr. Bester, y
Harry casi pierde su dominio sobre la persona imaginaria en el fondo
de su mente que él estaba pretendiendo ser, mientras el mundo de
esa persona se volvía lava abrasadora y un furioso sondeo de
preguntas. Harry casi perdió su control sobre únicamente pretender
alucinar, únicamente pretender ser la persona imaginaria que estaba
gritando por la sorpresa y el dolor mientras la Legeremancia
desgarraba su cordura y lo reformaba para creer que estaba en
llamas -

Harry logró romper contacto visual, bajando sus ojos hacia la


mandíbula de Moody.

"Estás falto de práctica, niño," Moody acusó. Harry no estaba


observando al rostro del hombre, sin embargo su voz era
mortalmente siniestra. "Y te lo voy advertir solamente una vez. Voldy
no es como cualquier otro Legeremante de la historia registrada. No
necesita mirarte a los ojos, y si tus escudos están tan oxidados él se
va a deslizar tan suavemente que ni te darás cuenta."

"Debidamente anotado," Harry informó a la mandíbula cicatrizada.


Harry estaba más conmocionado de que lo había admitido; el Sr.
Bester no había estado ni cerca de ser tan poderoso, y nunca había
probado a Harry así . Pretendiendo ser alguien que estaba sufriendo
tanto… Harry no podía encontrar las palabras para describir lo que
se había sentido contener una persona imaginaria sufriendo tanto,
pero no había sido normal . "¿Recibo algo de crédito por ser un
Oclumante en primer lugar?"

"¿Así que crees que ya eres un adulto, eh? ¡Mírame a los ojos!"

Harry endureció sus escudos, y volvió a contemplar una vez más el


ojo gris oscuro y el azul brillante.

"¿Alguna vez viste a alguien morir?" inquirió Ojoloco Moody.

"Mis padres," Harry respondió en el acto. "Recuperé la memoria en


Enero cuando estuve frente al Dementor para aprender el
Encantamiento Patronus. Recordé la voz de Quien-Tú-Sabes -" Un
escalofrío recorrió el cuerpo de Harry, su varita temblando dentro de
su mano. "Mi reporte táctico principal es que Quien-Tú-Sabes puede
pronunciar la Maldición Asesina en menos de medio segundo,
aunque probablemente ya sabía eso."

Hubo un jadeo desde la dirección de la Profesora McGonagall, y la


cara de Severus se endureció.

"De acuerdo," Ojoloco habló suavemente. Una extraña, ligera


mueca retorció los labios dentro del rostro cicatrizado. "Te haré la
misma oferta que le hago a cualquier Auror en entrenamiento.
Tócame una vez, niño - un golpe, un hechizo - y te concederé el
derecho de replicar."

"¡Alastor!" exclamó la voz de la Profesora McGonagall. "¡Desde


luego que esa es una prueba irrazonable! El Sr. Potter, cuales sean
sus otros méritos, ¡no tiene cien años de experiencia combatiendo!"

Los ojos de Harry recorrieron los alrededores del cuarto como el


rayo, pasando sobre los peculiares dispositivos, ojeando por encima
de Dumbledore y Severus y el Sombrero Seleccionador,
deteniéndose por un breve momento aquí y allá. Harry no podía ver
a la Profesora McGonagall desde donde estaba, aunque eso no
tenía importancia. Había únicamente un dispositivo que él realmente
quería observar, y el punto del resto de miradas no era más que
ocultar únicamente una.

"De acuerdo," Harry aceptó, y saltó de su silla, ignorando la


inhalación de la Profesora McGonagall y el bufido de incredulidad
del Maestro de Pociones. Las cejas de Dumbledore se habían
levantado, y Moody estaba sonriendo tan siniestramente como un
tigre. "Asegúrense de despertarme dentro de cuarenta minutos si
me derriba." Harry se ubicó en la posición inicial de un duelista, su
varita apuntando hacia abajo. "Adelante, entonces -"

Harry abrió sus ojos, su cabeza se sentía como si hubiese sido


rellena con algodón de lana.

Todos los demás se habían ido de la oficina del Director, el Fuego


Fluu apagado; únicamente Dumbledore seguía esperando detrás del
escritorio.

"Hola, Harry," el Director saludó en voz baja.

"Ni siquiera lo vi moverse, " Harry se maravilló, músculos crujiendo


mientras se sentaba.

"Estabas parado a dos pasos de Alastor Moody," explicó


Dumbledore, "y le quitaste el ojo de encima a su varita."

Harry asintió, al tiempo que extraía la Capa de Invisibilidad de su


monedero. "O sea - yo estaba asumiendo la postura de duelista
para que él pensara que yo era el típico idiota y que así me fuera a
subestimar - pero tengo que admitir, eso fue impresionante."

"¿Así que lo planeaste desde el principio, Harry?" Dumbledore


preguntó.
"Por supuesto," Harry contestó. "Note que estoy haciendo esto tan
pronto como despierto, en vez de parar a pensar al respecto."

Harry pasó la Capa sobre su cabeza, y volvió a ojear al reloj en la


pared que subrepticiamente había contemplado anteriormente.

Entonces habían sido las ocho y veintitrés minutos, y ahora eran las
nueve y cinco minutos.

Minerva miró fijamente al niño ponerse en la postura de duelista, su


varita apuntada hacia abajo. Por un segundo Minerva se cuestionó
si era posible que Harry pudiera - no, eso era completamente
ridículo, se trataba de Ojoloco Moody y eso estaba más allá de lo
imposible. Por supuesto que eso era lo que ella había pensado
sobre su Transformación parcial, también…

"Vamos, entonces," Harry dijo y luego cayó.

Severus dejó escapar una sola carcajada. "El Sr. Potter tiene sus
puntos, debo confesar," el Maestro de Pociones reconoció. "Aunque
nunca lo diría mientras él esté despierto, y si repiten mis palabras
las voy a negar, pues el ego del niño ya es bastante grande ahora.
El Sr. Potter tiene sus puntos, Ojoloco, aunque el duelo no está
entre ellos."

La carcajada del propio Ojoloco fue más baja y siniestra. "Oh, sí,"
habló Ojoloco. "Únicamente los tontos tienen duelos. Pararse así y
esperar que yo lo ataque, ¿qué estaba pensando ese niño? Vaya,
debería darle una cicatriz, para recordar esta ocasión -"

"¡Alastor!" ladró Albus, justo mientras ella gritaba "¡Alto!", Severus


se lanzó hacia adelante, y Ojoloco Moody deliberadamente apuntó
su varita hacia el cuerpo de Harry Potter.

"¡Stupefy! "
El cuerpo de Ojoloco pareció como si se hubiese teletransportado al
girar sobre su pie de madera como si fuese un rayo, más rápido de
que lo había visto moverse a cualquiera sin magia, el Maleficio
Paralizador rojo pasando a través del repentino aire vacío y por
poco casi golpeando a Severus para estrellarse contra la pared
opuesta, y para cuando sus ojos volvieron a caer sobre Moody
había diecisiete orbes radiantes en el patrón de una Sagitta Magica,
visible únicamente por un instante antes de que se trasladaran
brillantemente y golpearan algo que cayó al suelo con un sonido
seco -

"Hola otra vez, Harry," saludó Dumbledore.

"No puedo creer la velocidad de reacción de ese tipo," Harry dijo,


quitando su Capa de encima mientras se ponía de pie de donde
había estado acostado sobre el piso, sin ser visto por su yo anterior.
"Tampoco puedo creer su velocidad de movimiento. Voy a tener que
descubrir algún modo de atacar sin pronunciar palabras que me
puedan delatar…"

- y luego Ojoloco se agacho con fuerza y velocidad, sus manos


golpeando el piso con sus palmas. Ella casi que no vio esos dos
pequeños hilos blancos pasando a través del espacio donde él
había estado, pero sus ojos fueron hacia la chispa azul cuando los
hilos impactaron sobre uno de los dispositivos del Director, y para
cuando se las arregló para devolver sus ojos, Ojoloco había girado
suavemente sobre sus pies, su varita estaba bailando
imposiblemente rápida y hubo otro sonido de golpe seco -

"Hola otra vez, Harry."


"Disculpe, Director, ¿pero podría usted dejarme bajar por las
escaleras, y luego volver a subir, antes de hacer el salto de regreso
final? Esto va a requerir más que una hora de preparación -"

Minerva quedó con la boca abierta hacia Ojoloco Moody, quien no


había bajado su varita en lo más mínimo; y Severus tenía una
expresión sobre su cara que casi era conmoción.

"¿Bueno, niño?" interrogó Ojoloco Moody. "¿Qué más tienes?"

La cabeza de Harry Potter apareció, flotando en medio del aire


mientras una mano invisible retiró la capucha de su Capa de
Invisibilidad.

"Ese ojo," dijo Harry Potter. Había una extraña luz de fiereza en los
ojos del niño. "No se trata de un dispositivo ordinario. Puede ver a
través de mi Capa de Invisibilidad. Esquivó mi pistola eléctrica
Transformada tan pronto como la empecé a levantar, aún si no
pronuncié encantamiento alguno. Y ahora que lo he visto otra vez -
usted observó a todos mis otras versiones de Giratiempo desde que
entró en este cuarto a través del Fluu, ¿no es así?"

Ojoloco Moody estaba sonriendo, la misma mueca mostrando los


dientes que Minerva le había visto cuando habían enfrentado al
mismísimo Voldemort. "Pasa cien años cazando Magos Oscuros, y
lo habrás visto todo," explicó Moody. "Una vez arresté a un joven
Japonés que intentó un truco similar. Descubrió del modo difícil que
su técnica de sombras replicadas no era rival para mi ojo."

"Usted puede ver en todas las direcciones," Harry Potter señaló, esa
extraña luz fiera todavía en su mirada. "Sin importar a dónde esté
apuntando el ojo, ve a través de todo."

La mueca de tigre de Moody se hizo más amplia. "No hay más de ti


en este cuarto, ahora," Ojoloco declaró. "¿Crees que es porque te
vas a rendir después de esta vez, o porque vas a vencer? Alguna
apuesta, niño?"

"Es mi intento final porque decidí usar mis tres últimas horas en un
sólo tiro," habló Harry Potter. "En cuanto a si voy a ganar -"

Hubo un vaho azul llenando todo el aire de la oficina del Director.


Ojoloco Moody brincó hacia un lado con velocidad cegadora y un
instante después la cabeza de Harry se echó para atrás cuando
gritó "¡Stuporfy! "

Tres luces en el aire pasaron por encima de la cabeza en


movimiento de Harry, justo cuando el relámpago rojo surgió de la
localización de Harry, el disparo pasando a un lado de Moody
cuando él esquivó en otra dirección -

De haber parpadeado, ella se lo habría perdido, el voltio rojo


haciendo un giro en ángulo a la mitad del aire y estrellándose contra
la oreja de Moody.

Moody cayó.

La cabeza flotante de Harry Potter bajó hasta la altura de alguien de


primer año apoyado sobre sus manos y rodillas, luego cayó aún más
sobre el suelo, su rostro mostrando repentino cansancio.

Minerva McGonagall exclamó, "Qué en el nombre de Merlín acaba


de -"

"Así que fuiste con Flitwick, entonces," Moody dijo. El Auror retirado
ahora estaba sentado en una silla, tomando largos tragos de de una
poción restauradora que estaba en una botella que había sacado de
su cinturón.

Harry Potter asintió, ahora sentado en su propia silla en vez de estar


encaramado sobre el brazo de apoyo. "Primero intenté ir con el
Profesor de Defensa, sin embargo -" El niño hizo una mueca. "Él…
no estaba disponible. Bueno, decidí que valía la pena arriesgar
cinco puntos de Casa, y si afirmas que el riesgo vale la pena, no
puedes quejarte cuando tengas que pagar. Como sea, descubrí que
si tenías un ojo que veía cosas que otras personas no podían ver,
entonces como Isaac Asimov señaló en Segunda Fundación, el
arma para usar era una luz brillante. Lee suficiente ciencia ficción,
ya sabe, y leerá sobre todo al menos una vez. De todos modos, le
conté al Profesor Flitwick que necesitaba un Encantamiento que
produjera un gran número de formas, brillantes y parpadeantes y
que pudieran llenar una oficina entera, pero invisible, para que así
únicamente su ojo lo pudiera ver. No tenía ni idea de lo que
significaba invocar una ilusión y luego hacerla invisible, aunque
pensé que si no lo mencionaba en voz alta, el Profesor Flitwick
simplemente lo iba a hacer, y así lo hizo. Resulta que no había un
hechizo como ese que yo mismo pudiera lanzar, pero Flitwick me
Encantó un dispositivo de un único uso para ello - aunque lo tuve
que persuadir de que no era trampa, pues no podía ser posible que
algo fuera trampa contra un Auror que ha vivido lo suficiente como
para retirarse. Y aún así todavía no podía ver cómo lo iba a golpear,
cuando usted se estaba moviendo tan rápido. Así que inquirí sobre
hechizos teledirigidos, y ahí fue cuando Flitwick me mostró el
maleficio que lancé al final, el Paralizador con Viraje. Es una
invención propia del Profesor Flitwick - él es un campeón de duelo y
también un Maestro de Encantamientos -"

"Eso lo sé, hijo."

"Lo siento. Como sea, el Profesor me contó que abandonó el circuito


de duelo antes de tener una oportunidad de usar ese hechizo, ya
que únicamente funciona como un movimiento final contra un
oponente que no tuviera escudos. El maleficio se acerca tanto al
objetivo como sea posible a lo largo de la trayectoria final, y una vez
que detecta que el objetivo se aleja de nuevo, el maleficio gira en
medio del aire y se dirige directo hacia el objetivo. Únicamente
puede girar una vez - sin embargo su pronunciación suena muy
parecida a 'Stupefy' y el maleficio es del mismo color rojo, así que si
el enemigo cree que es un Maleficio Paralizador regular e intenta
esquivar, esa re-localización en medio del aire acabará con ellos.
Oh, y el Profesor solicitó que ninguno entre nosotros hable sobre su
movimiento especial, sólo en caso de que tenga la oportunidad de
usarlo durante competición algún día."

"Pero -" habló la Profesora McGonagall. Ella miró a Ojoloco Moody,


quien estaba asintiendo con aprobación, y a Severus, que mantenía
su expresión decididamente vacía. "Sr. Potter, ¡usted acaba de
paralizar a Ojoloco Moody! ¡El cazador más famoso de magos
Oscuros en la historia de la oficina de Aurores! ¡Eso tendría que
haber sido imposible!"

Moody dejó escapar una oscura carcajada. "¿Cuál es tú respuesta


ante eso, niño? Siento curiosidad."

"Bueno…" Harry contestó. "Primero que todo, Profesora


McGonagall, ninguno de los dos estaba combatiendo seriamente."

"¿Ninguno de los dos?"

"Por supuesto," Harry prosiguió. "En un combate serio, el Sr. Moody


habría derribado todas mis copias inmediatamente sin esperar que
todas atacaran una por una. Y por mi parte, si de hecho fuera
necesario derribar al más famoso Auror en la historia de la oficina,
habría hecho que el Director Dumbledore lo hiciera por mí. Y más
allá de eso… ya que eso no fue una pelea real…" Harry hizo una
pausa. "¿Cómo lo puedo explicar? Los magos están acostumbrados
a duelos donde las personas pelean entre sí lanzando hechizos por
turnos. Pero si dos Muggles con pistolas que están de pie en un
pequeño cuarto y se disparan balas entre sí… entonces el que
golpee primero, gana. Y si uno de los dos está fallando sus tiros
deliberadamente, dándole a la otra persona una oportunidad tras
otra - como el Sr. Moody me dio a mí una oportunidad tras otra -
bueno, tienes que ser bastante patético para perder."

"Oh, no tan patético," Moody declaró con una mueca ligeramente


siniestra.
Harry no pareció darse cuenta. "Usted podría decir que el Sr. Moody
me estaba probando para ver si iba a intentar pelear con él, o si iba
a intentar ganar. Eso es, si cargaría el rol de alguien combatiendo -
usando hechizos estándar que ya conocía, incluso si no esperaba
que las consecuencias de esa acción fueran la victoria - o si
investigaría a través de planes inusuales hasta que pudiera hallar
algo que pudiera ganar. Como la diferencia entre un estudiante que
se sienta en clase porque eso es lo que los estudiantes hacen,
contra un estudiante al que le importa lo suficiente como para
cuestionarse a sí mismo qué es lo que se necesita para de hecho
aprender una pieza de material, y practicar cuanto sea necesario -
¿se da cuenta, Profesora McGonagall? Cuando lo mira de ese modo
- puede ver que el Sr. Moody me estaba dando oportunidades, y que
yo no debía atacar en primer lugar a menos que creyera que podía
ganar - entonces resulta que no quedo tan bien parado, ya que de
hecho me requirió tres intentos poderlo derribar. Además, como dije,
en una pelea real el Sr. Moody podría haberse vuelto a sí mismo
invisible, o levantar escudos -"

"No vayas por ahí confiando demasiado en los escudos, niño,"


Ojoloco interrumpió. El Auror revestido de cuero tomó otro trago de
su frasco restaurativo. "Lo que aprendes en tu primer año de la
academia no permanece verdadero para siempre, no contra los
Magos Oscuros más fuertes. Por cada escudo que ha sido
construido, hay alguna maldición que lo atraviesa directamente, si
no eres lo suficientemente veloz como para invocar su contra. Y hay
una maldición que pasa a través de todo, y es una maldición que
cualquier Mortífago usaría."

Harry Potter asintió gravemente. "Claro, algunos hechizos son


imposibles de bloquear. Voy a recordar eso, en caso de que alguien
lance la Maldición Asesina sobre mí. Otra vez."

"Ese tipo de ingenio hace que las personas acaben asesinadas,


niño, y no lo olvides."

Un suspiro que sonó triste provino del Niño-Que-Vivió. "Lo sé. Lo


siento."
"Así que, hijo. ¿Tenías algo que opinar sobre cuando Albus y yo
vayamos tras Lockhart?"

Harry abrió su boca, luego hizo una pausa. "No le voy a decir cómo
dirigir una guerra," el Niño-Que-Vivió habló eventualmente. "No
tengo ninguna experiencia al respecto. Todo lo que sé es que hay
consecuencias. Por favor tenga en cuenta que mi propia apreciación
es que Lockhart probablemente es inocente, así que si pueden
evitar herirlo sin correr demasiado riesgo -" El niño se encogió de
hombros. "Desconozco el costo. Sólo por favor, si puede, tenga
cuidado de no herirlo si él es inocente."

"Si puedo," dijo Moody.

"Y - ustedes van con el objetivo de buscar a través de su mente


para encontrar evidencia del Señor Oscuro, ¿no es así? No sé
cuáles son las reglas en la Bretaña mágica sobre evidencia
admisible - sin embargo todos siempre son culpables de romper
alguna ley u otra, simplemente hay demasiadas leyes. Así que si no
es sobre el Señor Oscuro, no lo entreguen al Ministerio, nada más lo
pueden Desmemorizar e irse, ¿de acuerdo?"

Moody frunció el ceño. "Hijo, nadie gana poder tan rápido sin estar
detrás de algo. "

"Entonces déjelo para los Aurores ordinarios, si y cuando ellos


encuentren la evidencia de la manera ordinaria. Por favor, Sr.
Moody. Diga que es una peculiaridad de mi crianza Muggle, aunque
si no tiene que ver sobre la guerra no quiero que nosotros seamos la
policía malvada que penetra en las casas de las personas a la mitad
de la noche, hurgan a través de su mente y los envían a Azkaban."

"No le veo el sentido a ello, hijo, aunque supongo que podría


hacerte el favor."

"¿Hay alguna otra cosa, Alastor?" inquirió Albus.


"Sí," respondió Moody. "Sobre ese Profesor de Defensa de ustedes -
"

Hipótesis: Gilderoy Lockhart: FIN

Hipótesis: Dumbledore

(Abril 9, 1992, 5:32pm)

Cuando el Profesor Quirrell levantó su té lentamente, la taza de té


vaciló en medio del aire, enviando el líquido oscuro trasluciente un
poco por encima de sus borde, por lo que tres gotas fueron
descendiendo por la parte de afuera de la taza de té. Harry no lo
habría visto, de no ser porque estaba viendo muy de cerca; pues la
mano del Profesor Quirrell estaba perfectamente firme sobre la taza
antes y después.

Si ese movimiento vacilante llegaba a avanzar a temblor constante,


sería el fin de cualquier magia con varita para el Profesor de
Defensa. La varita no podía ser usada por dedos temblorosos.
Cuánto iba eso de hecho a debilitar al Profesor Quirrell, si es que lo
debilitaba, Harry no lo podía adivinar. Aunque el Profesor de
Defensa ciertamente era capaz de magia sin varita, tenía la
tendencia de usar varita para las cosas más grandes - pero para él
eso podría ser solamente una conveniencia…

"La locura," argumentó el Profesor Quirrell, mientras sorbía


cuidadosamente de su té - estaba observando la taza, no a Harry, lo
que era inusual para él - "puede ser una firma propia."

La pequeña oficina del Profesor de Defensa estaba en silencio, el


cuarto protegido contra el sonido era calmado de un modo que la
oficina del Director nunca podría ser. A veces los dos terminaban de
exhalar o inhalar al mismo tiempo; y luego había un vacío audible
que en sí mismo casi era un sonido.

"Estoy de acuerdo con eso en un sentido," Harry replicó. "si alguien


me dice que todos los están contemplando fijamente y que su ropa
interior se está volviendo polvo por los pensamientos controladores
de polvo, sé que esa persona está psicótica, porque esa es la firma
estándar de la psicosis. Otra cosa es si usted asevera que cualquier
punto confuso sobre Albus Dumbledore lo vuelve un sospechoso,
eso parece… exagerar. Nada más porque no pueda ver un propósito
no significa que no haya un propósito."

"¿Sin propósito?" cuestionó el Profesor Quirrell. "Oh, pero la locura


de Dumbledore no es que él no tenga propósito, sino que tiene
demasiados propósitos. El Director podría haber planeado esto para
hacer que Lucius Malfoy perdiera su juego por obtener venganza de
ti - o podría haber otra docena de planes. ¿Quién puede saber qué
piensa el Director que sus razones pueden ser, cuando ya ha
encontrado razones para hacer tantas cosas extrañas?"

Harry había declinado amablemente su té, incluso sabiendo que el


Profesor Quirrell sabría lo que eso significaba. Había considerado
traer su propia lata de gaseosa - sin embargo había decidido no
hacerlo, tras darse cuenta de cuán fácil sería para el Profesor de
Defensa teletransportar una pizca de poción, incluso si los dos no
podían tocarse entre sí con magia directa.

"Ya he visto un poco de Dumbledore," Harry insistió. "A menos que


todo lo que haya visto sea una mentira, encuentro difícil creer que él
iba a planear enviar a cualquier estudiante de Hogwarts a Azkaban.
Nunca."

"Ah," el Profesor de Defensa habló suavemente, el pequeño reflejo


de la taza de té resplandeciendo en sus ojos pálidos. "Aunque quizá
hay otra firma, Sr. Potter. Usted aún no comprende la perspectiva de
un hombre como Dumbledore. Si él debe, por una causa
suficientemente noble, sacrificar a un estudiante - vaya, ¿a quién
escogería él, sino a la que se declaró heroína a sí misma?"
Eso paró a Harry un rato. Podría haber sido un sesgo retrospectivo,
aunque eso sí parecía concentrar algo de la masa de probabilidad
de hipótesis en culpar a Hermione en particular. De modo similar, el
Profesor Quirrell había predecido por adelantado que Dumbledore
podría atacar a Draco…

Pero si usted está detrás de todo esto, Profesor, podría haber


moldeado sus planes para culpar al Director, y haberse encargado
de poner sospechas sobre él por adelantado.

El concepto de 'evidencia' tenía un significado ligeramente diferente,


cuando estabas lidiando con alguien que había declarado que
jugaba el juego 'a un nivel más alto que el tuyo'.

"Veo su punto, Profesor," Harry comentó con voz neutral, no dando


pista alguna sobre sus otros pensamientos. "¿Así que usted cree
más probable que fue el Director quien culpó a Hermione?"

"No necesariamente, Sr. Potter." el Profesor Quirrell vació su taza de


té con un solo trago y luego la dejó bajar, la taza produciendo un
fuerte golpe seco al descender. "También está Severus Snape -
aunque lo que él crea que pueda ganar de esto, no lo puedo
suponer. Por lo tanto él tampoco es mi sospechoso principal."

"¿Entonces quién es?" Harry inquirió, intrigado por alguna razón. De


seguro el Profesor Quirrell no iba a responder 'Quien-Tú-Sabes' -

"Los Aurores tienen una regla," contestó el Profesor Quirrell.


"Investiga a la víctima. Muchos aspirantes a criminales imaginan
que si son la víctima aparente de un crimen, no se va a sospechar
de ellos. Tantos criminales lo imaginan, en efecto, que cada Auror
experimentado lo ha visto al menos una docena de veces."

"Usted no está realmente intentando convencerme de que Hermione


-"

El Profesor de Defensa le estaba dando a Harry una de aquellas


miradas de ojos entrecerrados que significaban que estaba siendo
un estúpido.

¿Draco? Draco había sido interrogado bajo Veritaserum - sin


embargo Lucius podría haber tenido suficiente control para subvertir
los Aurores que… oh.

"¿Cree que Lucius Malfoy utilizó a su propio hijo? " Harry cuestionó.

"¿Por qué no?" el Profesor Quirrell habló con suavidad. "Del


testimonio grabado del Sr. Malfoy, Sr. Potter, descubrí que usted
gozó de algún éxito en cambiar la perspectiva política del Sr. Malfoy.
Si Lucius Malfoy hubiera descubierto esto antes… él podría haber
decidido que su antes heredero se había vuelto una carga."

"No me lo trago," Harry dijo rotundamente.

"Usted está siendo un ingenuo sin razón, Sr. Potter. Los libros de
historia están llenos de disputas familiares que terminan en
asesinatos, por inconveniencias y amenazas mucho menores que lo
hecho por el Sr. Malfoy a su padre. Supongo que luego usted me
dirá que el Señor Malfoy anteriormente un Mortífago es demasiado
gentil para desear tal daño sobre su hijo." Una nota de sarcasmo
pesado.

"Bueno, sí, francamente," Harry replicó. "El amor es real, Profesor,


un fenómeno con efectos que se pueden observar. Los cerebros son
reales, las emociones son reales, y el amor es una parte del mundo
tan real como las manzanas y los árboles. Si realiza predicciones
experimentales sin tener en cuenta el amor de los padres, tendrá un
tiempo infernal explicando por qué mis propios padres no me
abandonaron en un orfanato tras el Incidente con el Proyecto de
Ciencia."

El Profesor de Defensa no reaccionó para nada ante esto.

Harry continuó. "Por lo que Draco me contó, Lucius le da prioridad a


él por encima de la votación del Wizengamot. Eso es evidencia
significativa, ya que hay maneras menos costosas de fingir amor, si
únicamente quiere fingirlo. Y no es como si la probabilidad anterior
del amor paternal hacia su hijo fuera baja . Supongo que es posible
que Lucius nada más estaba asumiendo el rol de padre amoroso, y
que renunció a ese rol después de descubrir que Draco estaba de
consorte con hijos de Muggles. Sin embargo como dice el dicho,
Profesor, uno debe distinguir entre posibilidad y probabilidad."

"El crimen es mucho mejor," el Profesor de Defensa afirmó, todavía


con ese suave tono "si nadie lo fuera a esperar de él."

"¿Y cómo habría logrado Lucius tan siquiera usar el Encantamiento


de Memoria sobre Hermione desde el principio, sin haber activado
las protecciones? Él no es un Profesor - oh, claro, usted cree que
fue el Profesor Snape."

"Incorrecto," aseveró el Profesor de Defensa. "Lucius Malfoy no


confiaría en ningún sirviente para esa misión. Pero suponga que
algún Profesor de Hogwarts, lo suficientemente inteligente para
lanzar un Encantamiento de Memoria bien construido aunque sin
una gran habilidad para el combate, está visitando Hogsmeade.
Desde un callejón oscuro emerge la forma de Malfoy envuelta en
cuero negro - iría en persona, para esto - y le pronunciaría una única
palabra."

" Imperio ."

" Legilimens, en realidad," corrigió el Profesor Quirrell. "No sé si las


protecciones de Hogwarts se activan contra un Profesor que regrese
bajo la Maldición Imperius. Y si yo no lo sé, Malfoy probablemente
no lo sabe tampoco. Sin embargo Malfoy es al menos un Oclumante
perfecto; podría ser capaz de usar Legeremancia. Y en cuanto el
objetivo… quizá Aurora Sinistra; nadie va a cuestionar que la
Profesora de Astronomía se moviera durante la noche."

"O incluso más obviamente, la Profesora Sprout," propuso Harry.


"Ya que ella sería la última persona de la que alguien sospecharía."

El Profesor de Defensa titubeó por un minuto. "Tal vez."


"De hecho," Harry habló entonces, poniendo un ceño pensativo
sobre su cara, "¿Supongo que no sabe por casualidad si alguno de
los Profesores actuales en Hogwarts estaban alrededor en el
pasado cuando el Sr. Hagrid fue culpado en 1943?"

"Dumbledore enseñó Transformación, Kettleburn enseñó Criaturas


Mágicas, y Vector enseñó Aritmancia," el Profesor Quirrell respondió
de inmediato. "Y creo que Bathsheda Babbling, quien ahora enseña
Runas Antiguas, era entonces una prefecta de Ravenclaw. Pero Sr.
Potter, no hay razón para suponer que cualquiera excepto Quien-Tú-
Sabes estuvo involucrado en ese asunto."

Harry se encogió de hombros de modo artístico. "Pareció que valía


la pena hacer la pregunta, nada más para revisar. Como sea,
Profesor, estoy de acuerdo con que es posible que alguien del
exterior hubiese usado Legeremancia sobre un miembro del
profesorado de Hogwarts - y luego usar Desmemorizar sobre ese
miembro después, de ninguna manera alguien se olvidaría de esa
parte. Pero yo no creo que Lucius Malfoy sea un candidato probable
como la mente maestra. Es posible aunque no probable que todo el
aparente amor de Lucius por Draco no fuera más que un sentido del
deber, y que todo eso haya desaparecido como humo en el viento.
Es posible aunque no probable que todo lo que Lucius hizo en frente
del Wizengamot no fuera más que un acto. El exterior de las
personas no siempre va a resemblar su interior. Pero hay una pieza
de evidencia que no encaja para nada."

"¿Y esa sería?" inquirió el Profesor de Defensa, sus ojos medio


cerrados.

"Lucius intentó rechazar cien mil Galeones a cambio de la vida de


Hermione. Observé la sorpresa del Wizengamot, cuando Lucius
declaró que lo estaba rehusando a pesar de las reglas de honor. El
Wizengamot no esperaba eso de él. ¿Por qué no iba nada más a
tomar el dinero mientras actuaba todo indignado y pretendía apretar
los dientes? No le habría importado tanto arrojar a Hermione dentro
de Azkaban."
Hubo una pausa. "Quizá se dejó llevar por el rol que estaba
jugando," propuso el Profesor Quirrell. "Llega a suceder, Sr. Potter,
en el calor del momento."

"Tal vez," Harry dudó. "Pero eso todavía sería una improbabilidad
más para ser postulada - y para cuando tiene que añadir tanta
excusas dentro de una teoría, ya no puede estar en la cima de la
lista. ¿Cualquier otra cosa en particular sobre la que deba pensar,
dentro del rango de todas las otras posibilidades?"

Hubo un largo silencio. Los ojos del Profesor de Defensa cayeron


hacia la taza de té vacía, pareciendo distante de un modo inusual.

"Supongo que puedo pensar en un último sospechoso," el Profesor


de Defensa habló al fin.

Harry asintió.

El Profesor de Defensa no pareció darse cuenta, nada más siguió


hablando. "¿El Director te ha contado algo - tan siquiera una pista -
sobre la profecía de la Profesora Trelawney?"

"¿Eh? " Harry replicó automáticamente, convirtiendo su repentina


sorpresa en la mejor cobertura que podía lograr. Probablemente
estaba en el nivel incorrecto para engañar al Profesor Quirrell
aunque Harry ciertamente no tenía tiempo para pensar antes de
responder - espera, sin embargo cómo en la Tierra sabría el
Profesor Quirrell sobre eso - "¿La Profesora Trelawney hizo una
profecía?"

"Tú estuviste ahí para escuchar el principio," el Profesor Quirrell


señaló, ceño fruncido. "Tú le dijiste a la escuela entera que la
profecía no podía ser sobre ti, ya que no estabas llegando aquí, ya
estabas aquí."

ÉL ESTÁ LLEGANDO. AQUEL QUE DESTROZARÁ EL


MISMÍSIMO -
Y hasta allí había llegado la Profesora Trelawney antes de que
Dumbledore la cogiera y desapareciera con ella.

"Oh, esa profecía," Harry actuó. "¡Lo siento! Eso no era algo en lo
que estuviera pensando."

Harry pensó que había puesto demasiada fuerza en esa afirmación,


y tenía una expectativa de 80% de que el Profesor Quirrell iba a
decir, Ajá, ahora Sr. Potter, cuál es esta otra misteriosa profecía que
con tanto esfuerzo está intentando negar -

"Eso es una tontería," el Profesor de Defensa acusó mordazmente,


"si en efecto me estás contando la verdad. Las Profecías no son
cosas triviales. He atormentado mi cerebro muchísimo sobre esa
pequeña frase que escuché, sin embargo tan pequeño fragmento
simplemente es muy poco."

"¿Cree que aquél que está llegando es el que podría haber culpado
a Hermione?" preguntó Harry. Mientras tanto su mente localizaba
otra hipótesis más, referente predicado incierto, aquel-que-está-
llegando.

"Sin pretender ofender a la Señorita Granger," el Profesor de


Defensa argumentó con otro ceño fruncido, "su vida o muerte no
parece tan importante. Pero alguien estaba por llegar - alguien que,
en tu interpretación, aún no estaba allí - y alguien tan significante, y
un jugador desconocido… ¿quién sabe qué otra cosa podrían haber
hecho?"

Harry asintió, y mentalmente suspiró porque iba a tener que rehacer


sus cálculos de probabilidad sobre el Señor Voldemort con otra
pieza de evidencia en la mezcla.

El Profesor Quirrell prosiguió con sus ojos medio cerrados, viéndose


como si fueran rendijas. "Más que cuestionar sobre quién estaba
hablando la profecía - ¿quién se suponía que la debía escuchar ?
Se rumorea que los destinos son contados a aquellos con el poder
para causarlos o impedirles. Dumbledore. Yo. Tú. Como un distante
cuarto, Severus Snape. Sin embargo de esos cuatro, Dumbledore y
Snape a menudo estarían en presencia de Trelawney. Tú y yo
somos los que hemos pasado menos tiempo alrededor de ella antes
de ese Domingo. Creo que es bastante probable que la profecía
fuera dirigida a alguno de los dos - antes de que Dumbledore se
fuese con la profetisa. ¿El Director sí te comentó algo más a ti?"
Ahora la voz del Profesor Quirrell era demandante. "Creo que
escuché demasiada fuerza en esa negación, Sr. Potter."

"Honestamente, no," Harry confesó. "Honestamente ya lo había


olvidado."

"Entonces estoy bastante descontento con él," el Profesor Quirrell


dijo suavemente. "De hecho, creo que estoy enojado."

Harry no pronunció nada. Ni siquiera sudó. Podría haber sido una


pobre razón para tener confianza, aunque en este asunto en
particular, Harry resultaba que sí era inocente.

El Profesor Quirrell asintió una vez, mordazmente, como en


reconocimiento. "Si no hay nada más para hablar entre nosotros, Sr.
Potter, se puede retirar."

"Se me ocurre otro sospechoso," Harry dijo. "Alguien que usted no


mencionó en su lista para nada. ¿Lo analizaría para mí, Profesor?"

Hubo otro de esos momentos de silencio que en sí mismo casi era


un sonido.

"En cuanto a ese sospechoso," el Profesor de Defensa declaró


suavemente, "Pienso que lo tendrá que procesar por su cuenta, Sr.
Potter, sin ayuda mía. He escuchado tales peticiones en el pasado,
y la experiencia me lleva a rehusar ahora. O seré demasiado bueno
en el trabajo de procesar mi persona, y lo convenceré de que soy
culpable - o por otro lado usted decidirá que mi proceso de mí
mismo fue demasiado pobre, y que soy culpable. Únicamente voy a
remarcar esto en mi defensa - que necesitaría una muy buena razón
para hacer peligrar su frágil alianza con el heredero de la Casa
Malfoy."

Hipótesis: El Profesor de Defensa

(Abril 8, 1992, 8:37pm)

"… así que temo que debo retirarme," Dumbledore estaba hablando
con gravedad. "Le prometí a Quirinus… o mejor dicho, le prometí al
Profesor de Defensa… que no haría ningún intento para descubrir
su verdadera identidad, personalmente o enviando a alguien más."

"¿Y por qué harías una promesa tan tonta como esa, entonces?"
espetó Ojoloco Moody.

"Era una condición inalterable de su contrato, o así lo afirmó él."


Dumbledor echó un vistazo a la Profesora McGonagall, una sonrisa
torcida revoloteando por su cara durante un segundo. "Y Minerva
me dejó muy claro que Hogwarts requería un Profesor de Defensa
competente este año, incluso si tenía que arrastrar a Grindelwald
afuera de Nurmengard y hacer valer sus viejos afectos con tal de
poderlo persuadir para que asumiera la posición."

"No lo expresé de esa manera exactamente -"

"Tu expresión me lo reveló todo, querida."

Y poco después los cuatro - Harry, Profesora McGonagall, el


Maestro de Pociones, y Alastor Moody alias 'Ojoloco' - estaban
instalados por su cuenta en la oficina del Director.

Era extraño cómo la oficina del Director parecía… sin balance… sin
el Director dentro de ella. Si no tenías al antiguo maestro marchito
para hacer parecer todo más solemne, no eran más que cuatro
personas intentando tener una reunión seria mientras estaban
rodeados por sonidos bizarros, artilugios ruidosos. Claramente
visible desde donde Harry se había encaramado sobre el brazo de
su silla estaba un objeto cónico truncado, como un cono cuya punta
hubiese sido recortada, girando lentamente alrededor de una luz
central con pulso que ensombrecía pero no oscurecía; y cada vez
que la luz interior hacía pulso, el ensamblaje hacía un sonido de
vruup-vruup-vruup que se escuchaba extrañamente distante,
apagado como si proviniera detrás de cuatro paredes sólidas,
incluso si la sección-cónica-giratoria estaba apenas a uno o dos
metros de distancia.

Vruup… vruup… vruup…

Y además todavía estaban los varios cuerpos de Harry Potter que


aún respiraban y que él mismo había agrupado en una esquina
silenciosa, limpiando un desastre que era suyo propio en más de
una forma. (Sólo que un cuerpo no estaba dentro de una copia de la
Capa de Invisibilidad; aunque en todo caso nada más requería un
pequeño esfuerzo de concentración para que Harry pudiera percibir
a sus otros yo bajo la Capa de la cual era maestro - un esfuerzo que
Harry cuidadosamente no había hecho antes, para evitar obtener
información temporal por adelantado cuando él había querido
determinar todo por decisión propia.) Lo triste era que a estas
alturas, tener su propio cuerpo visible en una esquina no parecía tan
loco. No era más que… Hogwarts.

"De acuerdo, entonces," Moody empezó, mostrándose bastante


amargado al respecto. De adentro de su armadura de cuero, el
hombre cicatrizado extrajo una carpeta negra. "Esta es una copia de
lo que la gente de Amelia ha reunido. Ella casi ciertamente sabe lo
que lo tenemos, sin embargo no está registrado en ningún lado que
lo tengamos nosotros, ¿está claro? Como sea -"

Y Moody les contó quién era realmente 'Quirinus Quirrell' según el


Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Un estudiante
aparentemente ordinario de Hogwarts (aunque lo suficientemente
talentoso como para casi haber sido Premio Anual) quien se había
ido de vacaciones en Albania después de su graduación,
desapareció, regresó tras 25 años, y luego se había visto envuelto
en la Guerra Mágica -

"Fue asesinar a la Casa de Monroe lo que hizo reconocido el


nombre de Voldy," Moody explicó. "Hasta entonces, no era más que
otro Mago Oscuro con delirios de grandeza y Bellatrix Black. Pero
después de eso -" Moody resopló. "Todos los tontos en el país se
reunieron para servirle. Habría sido de esperar que el Wizengamot
se pusiera serio, una vez que se dieran cuenta que Voldy estaba
dispuesto a asesinar a sus propios y sagrados miembros. Y eso fue
lo que los bastardos hicieron - esperar que algún otro bastardo se
pusiera serio. Ninguno de los cobardes quería dar el paso al frente.
Fueron Monroe, Crouch, Bones, y Longbottom. Esos fueron
prácticamente todos en el Ministerio que se atrevieron a pronunciar
alguna palabra que podría haber ofendido a Voldy."

"Así fue como tu Casa fue ennoblecida, Sr. Potter," intervino la


solemne voz de la Profesora McGonagall. "Hay una antigua ley de
que si cualquiera acaba con una de las Casas Más Antiguas,
cualquiera que venga esa sangre se convertirá en Noble. Desde
luego, la Casa de Potter ya era más vieja que algunas líneas
llamadas Antiguas. Pero la tuya recibió el título de Casa Noble de
Bretaña tras el fin de la guerra, en reconocimiento a que tú habías
vengado la Casa Más Antigua de Monroe."

"Un arrebato de gratitud y todo eso," Ojoloco Moody acusó


agriamente. "No duró mucho, aunque al menos James y Lily
consiguieron un lujoso título y una medalla inútil para llevar a sus
tumbas. Sin embargo estamos dejando por fuera los ocho años de
completo horror tras la desaparición de Monroe y Regulus Black - él
era la fuente privada de Monroe dentro de los Mortífagos, de eso
estamos bastante seguros - fue ejecutado por Voldy. Como una
represa rompiéndose e inundando todo con sangre, ahogando el
país entero. El propio Albus condenado Dumbledore tuvo que
meterse en los zapatos de Monroe, y eso apenas fue suficiente para
que nosotros pudiéramos sobrevivir."
Harry escuchó con una sensación de extraña irrealidad. Algo de eso
se sentía correcto, encajaba con la observación - especialmente con
el discurso que el Profesor Quirrell había realizado antes de Navidad
- y aún así…

Era el Profesor Quirrell de quien estaban hablando.

"Así que ese es quien el Departamento de Aplicación de la Ley


Mágica cree que es tu Profesor de Defensa," Ojoloco Moody finalizó
su relato. "¿Ahora que es lo que crees tú, hijo?"

"Bueno…" Harry expresó lentamente. También es posible tener una


máscara detrás de la máscara. "El siguiente pensamiento obvio es
que esta persona 'David Monroe' murió en la guerra después de
todo, y este solamente es alguien más pretendiendo ser David
Monroe pretendiendo ser Quirinus Quirrell."

"¿Eso es obvio? " comentó la Profesora McGonagall. "Querido


Merlín…"

"¿En serio, niño?" cuestionó Ojoloco Moody, su ojo azul girando


rápidamente. "Diría que eso es un poco… paranoico. "

Usted no conoce al Profesor Quirrell, Harry no lo dijo. "Es una teoría


fácil de comprobar," Harry anunció en voz alta. "Nada más hay que
revisar si el Profesor de Defensa recuerda algo sobre la guerra que
el David Monroe real habría conocido. Aunque supongo, que si está
jugando la parte de David Monroe pretendiendo ser alguien más,
tiene una buena excusa para pretender que está pretendiendo no
saber de lo que estás hablando -"

"Un poco paranoico," apuntó el hombre cicatrizado, levantando su


voz. " ¡No lo suficiente paranoico! ¡VIGILANCIA CONSTANTE!
Piensa al respecto, chico - ¿qué tal si el David Monroe real nunca
regresó de Albania?"

Hubo una pausa.


"Ya veo…" Harry dijo.

"Por supuesto que sí," la Profesora McGonagall protestó. "No se


fijen en mí, por favor. Nada más me quedaré aquí sentada en
silencio hasta enloquecer."

"En esta línea de trabajo, si sobrevives, aprendes que hay tres tipos
de Magos Oscuros," Moody dijo siniestramente; su varita no estaba
apuntando a nadie, estaba apuntada ligeramente hacia abajo, pero
seguí en su mano. Nunca había dejado su mano desde el momento
en que entró en el cuarto. "Hay Magos Oscuros que tienen un
nombre. Hay Magos Oscuros que tienen dos nombres. Y hay Magos
Oscuros que cambian de nombre como tú y yo nos cambiamos de
ropa. Vi a 'Monroe' pasar por encima de tres Mortífagos como si
estuviera rompiendo débiles ramas. No hay muchos magos así de
buenos a los cuarenta y cinco años. Dumbledore, quizá, aunque no
muchos otros."

"Quizá eso sea verdad," opinó el Maestro de Pociones desde donde


estaba acechando. "¿Sin embargo cuál es la importancia de ello,
Ojoloco? Cual sea su identidad, Monroe fue seguramente el
enemigo del Señor Oscuro. He escuchado a los Mortífagos maldecir
su nombre incluso tras creer que estaba muerto. Le tenían miedo
también."

"En lo que se refiere a Profesores de Defensa," la Profesora


McGonagall afirmó con remilgo, "lo tomó y con agradecimiento."

Moody dio una vuelta para dirigirse a ella. "¿En dónde diablos
estaba 'Monroe' durante todos estos años, eh? Quizá pensó que
podría hacerse un nombre en Bretaña al oponerse a Voldy, y
desapareció cuando descubrió que estaba equivocado. ¿Entonces
por qué regresar ahora, ah? ¿Cuál es su nuevo plan?"

"Él, ah…" Harry aventuró tentativamente. "Él afirma que siempre


quiso ser un gran Profesor de Defensa porque todos los mejores
magos de combate habían enseñado en Hogwarts. Y él como que
está siendo un Profesor de Defensa increíblemente bueno, de
hecho… O sea, si nada más quería mantener un disfraz, podría
salirse con la suya haciendo un trabajo mucho más flojo…"

La Profesora McGonagall estaba asintiendo firmemente.

"Ingenuos," Moody concluyó categóricamente. "¿Supongo que todos


ustedes no se han cuestionado si su Profesor de Defensa arregló
todo el asunto para que la Casa de Monroe fuera eliminada?"

" ¿Qué? " gritó la Profesora McGonagall.

"Nuestro mago misterioso escucha sobre un chico perdido


perteneciente a una de las Más Antiguas Casas de Bretaña," Moody
relató. "Se mete en los zapatos de 'David Monroe', pero se aleja de
la verdadera familia Monroe. Sin embargo eventualmente la Casa
está destinada a notar que algo está mal. Así que este impostor de
alguna manera aguijonea a Voldy para que los elimine a todos -
quizá filtrar una contraseña que le habían dado para sus
protecciones mágicas - ¡y entonces se convirtió en un Señor dentro
del Wizengamot!"

Parecía haber una pelea dentro de la mente de Harry entre


Hufflepuff Uno, que nunca había confiado en el Profesor de Defensa
desde el principio; y Hufflepuff Dos, que era demasiado leal hacia el
amigo de Harry, el Profesor Quirrell, para creer en algo como la
acusación que Moody acaba de decir.

Es bastante obvio, sin embargo, observó su parte Slytherin. O sea,


¿crees que de hecho bajo circunstancias naturales, cualquiera
terminaría como el último heredero de una Más Antigua Casa Y el
Señor Voldemort asesinaría a su familia Y tendría que vengar a su
sensei de artes marciales?En realidad me parece que él fue
demasiado lejos en conformar su nueva identidad como el héroe
ideal literario. Ese tipo de cosas no suceden en la vida real.

Esto lo argumenta un huérfano que fue criado sin saber de su


herencia, comentó el Crítico Interno de Harry. Con una profecía
sobre él. Sabes, no creo haber llegado a leer una historia sobre dos
héroes igualmente destinados a competir para ver quién es más
cliché y ser digno de vencer al villano -

Sí, replicó Harry central sobre el distante ruido de vruup en el fondo,


es una vida muy triste la que llevamos y USTEDES NO ESTÁN
AYUDANDO.

No queda más que una cosa por hacer en este punto, agregó
Ravenclaw. Y todos sabemos lo que es, ¿así que para qué discutir?

Pero, Harry replicó, ¿ cómo hacemos nosotros para comprobar


experimentalmente si el Profesor Quirrell es o no el David Monroe
original? O sea, ¿qué tipo de comportamiento observable diferente,
dependiendo de si él es el David Monroe real o un impostor?

"¿Qué quieres que haga al respecto, Ojoloco?" La Profesora


McGonagall era demandante. "No puedo -"

"Tú puedes," el hombre cicatrizado insistió, mirándola a ella con


deslumbrante fiereza. "Simplemente despide al condenado Profesor
de Defensa."

"Propones eso cada año," replicó la Profesora McGonagall.

"¡Sí, y siempre estoy en lo correcto!"

"Constante vigilancia o no, Alastor, ¡los estudiantes deben ser


enseñados!"

Moody resopló. "¡Bah! Juro que la maldición se pone peor cada año,
a medida que ustedes se ponen más y más reluctantes a dejarlos ir.
¡Tu precioso Profesor Quirrell tendría que ser Grindelwald
disfrazado, para lograr ser despedido!"

"¿Lo es?" Harry no pudo evitar preguntarlo. "O sea, podría él de


hecho ser -"

"Yo reviso la celda de Grindy cada dos meses," Moody contestó.


"Estaba allí en Marzo."
"¿Podría la persona en la celda ser un sustituto?"

"Yo administro una prueba de sangre para su identidad, hijo."

"¿A donde guarda la sangre que usa como referencia?"

"En un lugar seguro." Algo como una sonrisa estaba estirándose


sobre los labios cicatrizados. "¿Has considerado la Oficina de
Aurores después que te gradúes?"

"Alastor," la Profesora McGonagall habló con reluctancia. "El


Profesor de Defensa sí tiene una… condición de salud. Supongo
que vas a señalar que eso es sospechoso en sí mismo - pero eso no
significa que haya alguna maldad de parte suya que nos impida
renovar su contrato."

"Sí, sus pequeñas siestas," Moody dijo oscuramente. "Amelia cree


que él se interpuso en el camino de una maldición de alto nivel. ¡A
mí me suena más como un ritual Oscuro que salió mal!"

"¡No tienes prueba de eso!" La Profesora McGonagall protestó.

"Daría lo mismo que el hombre tuviera una señal que diga 'Mago
Oscuro' con letras verdes brillantes sobre su cabeza."

"Ah…" Harry intervino. No parecía un buen momento en particular


para preguntar al Sr. Moody que pensaba del punto de vista 'no
todos los sacrificios rituales son malvados'. "Discúlpeme, sin
embargo usted afirmó antes que el Profesor Quirrell - o sea el viejo
David Monroe - o sea el Monroe de los setenta - como sea, usted
afirmó que esa persona utilizó la Maldición Asesina. ¿Qué implica
eso? ¿Alguien tiene que ser un Mago Oscuro para usarla?"

Moody sacudió su cabeza. "Yo mismo la he usado. Todo lo que


requiere es poder y un cierto estado de ánimo. " Los labios hicieron
una mueca que mostraba los dientes. "La primera vez que la lancé
fue contra un mago llamado Gerald Grice, y me puedes preguntar
qué fue lo que él hizo después de que te gradúes de Hogwarts."
"¿Entonces por qué es Imperdonable?" Harry insistió. "O sea, un
Encantamiento Seccionador puede matar a alguien también. ¿Así
que por qué es mejor usar un Reducto en vez de un Avada Kedav-"

"¡Cierra la boca!" Moody lo cortó con brusquedad. "Alguien podría


hacerse la idea incorrecta, al pronunciar esas palabras. Tú te ves
demasiado joven para poderlo lanzar, sin embargo existe la Poción
Multijugos. Y para responder tu pregunta, hay, dos razones por la
que ese hechizo está en el más negro de los libros. La primera es
que la Maldición Asesina ataca directamente el alma, y seguirá en
movimiento hasta que golpee a alguna. Pasará a través de escudos.
Pasará a través de las paredes. Hay una razón por la que incluso
los Aurores combatiendo Mortífagos tenían prohibida usarla antes
del Acta de Monroe."

"Ah," reconoció Harry. "Esa parece una excelente razón para su


prohibición -"

"No he terminado, hijo. La segunda razón es que la Maldición


Asesina no solamente requiere una poderosa porción de magia.
Tienes que realmente quererlo . Tienes que querer a alguien muerto,
y no por el bien mayor, tampoco. Matar a Grice no trajo de vuelta a
Blair Roche, o Nathan Rehfuss, o David Capito. No fue por justicia, o
para evitar que lo hiciera de nuevo. Yo lo quería muerto. ¿Lo
comprendes ahora, joven? No tienes que ser un Mago Oscuro para
usar ese hechizo - aunque tampoco puedes ser Albus Dumbledore.
Y si eres arrestado por asesinar con la Maldición Asesina, no hay
defensa legal posible."

"Ya… veo," murmuró el Niño-Que-Vivió. No puedes querer a la


persona muerta como un instrumento valioso en el camino hacia
una posible consecuencia futura, no la puedes invocar si crees que
es un mal necesario, de hecho tienes que desear la muerte
únicamente porque quieres a alguien muerto, como un valor
terminar en su función utilitaria. "Una preferencia mágica corpórea
de la muerte sobre la vida, atacando dentro del plano puro de la
fuerza vital… eso suena como un hechizo difícil de bloquear."
"No difícil," Moody espetó. " Imposible ."

Harry asintió con gravedad. "Pero David Monroe - o quien fuera -


usó la Maldición Asesina contra un par de Mortífagos incluso antes
de que hubiesen erradicado su familia. ¿Eso significa que ya los
odiaba? Como que, ¿la historia de las artes marciales era
probablemente verdadera?"

Moody sacudió su cabeza ligeramente. "Una de las verdades


oscuras de la Maldición Asesina, hijo, es que una vez que la has
lanzado por primera vez, no se necesita mucho para poderla lanzar
de nuevo."

"¿Daña la mente?"

Moody sacudió su cabeza otra vez. "No. Es el asesinato lo que hace


eso. Matar rompe el alma - aunque eso es lo mismo si llegaras a
usar el Encantamiento Seccionador. La Maldición Asesina no
destroza el alma. Nada más requiere un alma rota para ser
lanzada." Hubo una expresión triste en la cara del hombre
cicatrizado, no podía ser leída. "Pero eso no nos dice mucho sobre
Monroe. Aquellos como Dumbledore nunca serán capaces de
invocar esa Maldición durante sus vidas, porque nunca se rompen
sin importar lo que pueda suceder - ellos son los raros. Únicamente
se requiere una pequeña grieta."

Hubo una extraña sensación pesada en el pecho de Harry. Se había


cuestionado qué significaba exactamente, que Lily Potter hubiese
intentando lanzar la Maldición Asesina al Señor Voldemort con su
último aliento. Aunque seguramente era perdonable, era correcto y
apropiado para una madre odiar al Mago Oscuro que había venido
para asesinar a su bebé, burlándose de ella porque no podía
detenerlo. Había algo mal contigo como padre si eras incapaz de
lanzar el Avada Kedavra, en esa situación. Y ningún otro hechizo
podría haber atravesado los escudos del Señor Oscuro; tenías que
al menos intentar odiar al Señor Oscuro lo suficiente como para
quererlo muerto porque lo querías muerto, si esa era la única
manera de salvar a tu bebé.
Nada más requería una pequeña grieta…

"Suficiente," se quejó la Profesora McGonagall. "¿Qué quieres que


hagamos?"

La sonrisa de Moody se torció. "Desháganse del Profesor de


Defensa y vean si todos sus problemas se despejan
misteriosamente. Les apuesto un Galeón a que así sucede."

La Profesora McGonagall parecía estar adolorida. "Alastor - sin


embargo - enseñarás tú las clases, si -"

"¡Ja!" exclamó Moody. "Si alguna vez respondo que sí a esa


pregunta, revisen para Poción Multijugos, porque ese no soy yo."

"Lo voy a comprar experimentalmente," Harry propuso. Y luego,


mientras todos lo miraban, "Le voy a preguntar al Profesor Quirrell
un tema que el David Monroe real sabría - como quién más estaba
en la clase de Slytherin de 1945, o algo como eso - espero no
hacerlo muy obvio. No será una prueba definitiva, él podría haber
estudiado el rol, aunque será evidencia en todo caso. De todos
modos, Sr. Moody, incluso si el Profesor Quirrell no es el Monroe
original, no estoy seguro de que deshacerse de él sea una acción
libre. Él salvó mi vida dos veces -"

" ¿Qué? " demandó Moody. "¿Cuándo? ¿Cómo?"

"Una vez cuando derribó a un montón de brujas que me estaban


jalando hacia el suelo, otra vez cuando descubrió que el Dementor
me estaba drenando a través de mi varita. Y si el Profesor Quirrell
no fue el que organizó lo de Draco Malfoy en primer lugar, entonces
él fue quien salvó la vida de Draco Malfoy, y las cosas serían mucho
peor de no haberlo hecho él así. Y si el Profesor de Defensa no está
detrás de todo - no es alguien de quien nos podamos deshacer así
no más."

La Profesora McGonagall asintió firmemente.


Hipótesis: Severus Snape

(Abril 8, 1992, 9:03pm)

Harry y la Profesora McGonagall ahora estaban de pie sobre las


escaleras que giraban lentamente, girando sin descender; o al
menos un Harry estaba de pie sobre aquellas escaleras - sus otros
tres yo habían quedado atrás en la Oficina del Director.

"¿Puedo hacerte una pregunta privada?" Harry solicitó, cuando


pensó que estaban lo suficientemente lejos como para no ser oídos.
"Y en particular, privado para el Director."

"Sí," la Profesor McGonagall respondió, suspirando nada más un


poco. "Aunque espero que te des cuenta que no puedo hacer
cualquier cosa que entre en conflicto con mi deberes para -"

"Sí," Harry la interrumpió, "eso es exactamente sobre lo que


necesito hablar. En frente del Wizengamot, cuando Lucius Malfoy
estaba alegando que Hermione no era parte de la Casa Potter y que
no iba a tomar el dinero, usted le explicó a Hermione cómo hacer el
juramento. Quiero saber, si algo como eso sucede de nuevo, si su
primer deber es para con Hermione Granger la estudiante de
Hogwarts, o para el líder de la Orden del Fénix, Albus Dumbledore."

La Profesora McGonagall se veía como si alguien la hubiese


golpeado en la cara con una sartén de hierro fundido, unos pocos
minutos antes, y ahora le acababan de informar que alguien estaba
a punto de hacerlo otra vez, y que no podía retroceder.

Harry fue quien retrocedió un poco. En algún momento necesitaba


aprender a no decir las cosas con toda la dureza posible.
Las paredes rotaron a su alrededor, detrás de ellos, y de algún
modo, ellos descendieron.

"Oh, Sr. Potter," la Profesora McGonagall soltó con una baja


exhalación. "Yo… desearía que no me hiciera tales preguntas… oh,
Harry, no estaba pensando entonces, para nada. Únicamente vi una
oportunidad para ayudar a la Señorita Granger y… yo fui
Seleccionada en Gryffindor, después de todo."

"Tiene una oportunidad para pensar ahora," Harry insistió. No lo


estaba diciendo del mejor modo, sin embargo tenía que decirlo de
todos modos, porque - "No le estoy pidiendo que sea leal hacia mí.
Pero si tú sabes - si estás segura - de lo que vas a hacer la segunda
vez que se trate de un estudiante inocente de Hogwarts contra la
Orden del Fénix…"

Pero la Profesora McGonagall sacudió su cabeza. " No estoy


segura," la Profesora de Transformación murmuró. "Ni siquiera
entonces sabía si era la decisión correcta. Lo siento. ¡No puedo
decidir sobre tales cosas!"

"Pero vas a hacer algo si vuelve a suceder," Harry imploró. "La


indecisión también es una elección. ¿No se puede imaginar
solamente tener que tomar una decisión inmediata?"

"No," la Profesora McGonagall contestó, sonando con mayor fuerza;


y Harry se dio cuenta que accidentalmente había ofrecido una
salida. Las siguientes palabras de la Profesora confirmaron los
temores de Harry. "Una aterradora elección como esa, Sr. Potter -
creo que no debería tomar tal elección hasta que deba."

Harry suspiró internamente. Supuso que no tenía derecho de


esperar que la Profesora McGonagall pronunciara alguna otra cosa.
En un dilema moral donde perdías algo de todos modos, tomar la
decisión se sentiría mal de cualquier manera, así que
temporalmente te podías evitar a ti mismo algo de dolor al rehusar
decidir. Al costo de no ser capaz de planear cualquier cosa por
adelantado, y al costo de incurrir en un enorme prejuicio hacia la
inacción o esperar que hasta que fuera demasiado tarde… sin
embargo no podías esperar que una bruja supiera todo eso. "Está
bien," Harry dijo.

Aunque no estaba bien para nada, no realmente. Dumbledore


podría haber querido que esa deuda fuese removida, el Profesor
Quirrell también habría querido a Harry por fuera de esa deuda. Y si
el Profesor de Defensa era David Monroe, o podía parecer de modo
convincente ser David Monroe, entonce el Señor Voldemort
técnicamente no había exterminado la Casa de Monroe. En cuyo
caso alguien podría ser capaz de pasar una resolución al
Wizengamot revocando el estatus de Noble perteneciente a la Casa
de Potter, que había sido otorgada por haber vengado a la Más
Antigua Casa de Monroe.

En cuyo caso el juramento de servicio de Hermione hacia una Casa


Noble podría ser nulo y hueco.

O tal vez no. Harry no conocía nada sobre las legalidades,


especialmente en lo relacionado a si la Casa Potter iba a recuperar
el dinero si alguien se las arreglaba para enviar a Hermione hacia
Azkaban. Nada más porque hayas perdido algo no significa que el
pago fuera a ser regresado, legalmente hablando. Harry no estaba
seguro y no se atrevía a dialogar con un abogado mágico…

… habría sido bueno ser capaz de confiar en al menos un adulto


que fuera a tomar el bando de Hermione en vez del de Dumbledore,
si un asunto como tal amenazaba con llegar.

Las escaleras sobre las que estaban cesaron de rotar, y quedaron


ante las espaldas de las grandes gárgolas de piedra, que vibraron
hacia un lado, revelando el pasillo.

Harry se hizo a un lado -

Una mano atrapó el hombro de Harry.


"Sr. Potter," la Profesora McGonagall habló en voz baja, "¿por qué
me pidió que mantuviera vigilado al Profesor Snape?"

Harry se volvió a girar.

"Usted me dijo que lo mantuviera bajo observación, y notar si él


había cambiado," la Profesora McGonagall prosiguió, su tono era
urgente. "¿ Por qué me pidió eso, Sr. Potter?"

Le requirió un momento, en este punto, para que Harry pudiera


pensar y recordar por qué había dicho eso. Harry y Neville habían
rescatado a Lesath Lestrange de los abusones, y luego Harry había
confrontado a Severus en el pasillo y, al menos de acuerdo a las
propias palabras del Maestro de Pociones, 'casi murió' -

"Aprendí algo que me hizo preocupar," Harry respondió tras un


momento. "De alguien que me hizo prometer que no se lo iba a
contar a nadie." Severus le había hecho jurar a Harry que sus
conversaciones no serían compartidas con ningún otro, y Harry
seguía atado por esa promesa.

" Sr. Potter -" empezó la Profesora McGonagall, y luego exhaló, el


destello de mordacidad desapareciendo tan rápido como había
aparecido. "No importa. Si no me puede contar, no me lo puede
contar."

"¿Por qué lo pregunta usted ?" Harry replicó.

La Profesora McGonagall pareció vacilar -

"De acuerdo, déjeme ser más específico," Harry insistió. Después


de que el Profesor Quirrell se lo había hecho a él varias veces,
Harry estaba empezando a cogerle el tiro. "¿Qué cambio ha
observado ya en el Profesor Snape que está intentando decidir si
me lo informa o no?"

"Harry -" la Profesora de Transformación dijo, y luego cerró su boca.


"Obviamente yo sé algo que tú no," Harry dijo con amabilidad. "Se
da cuenta, por esta razón es que no siempre podemos intentar
decidir apartar nuestros horribles dilemas morales."

La Profesora McGonagall cerró sus ojos, respiró profundamente,


pellizcó el puente de su nariz y lo apretó varias veces. "De acuerdo,"
ella aceptó. "Es una cosa sutil… aunque preocupante. Cómo puedo
poner esto… ¿Sr. Potter, ha leído varios de los libros que los niños
jóvenes no deberían leer?"

"Yo los he leído todos ."

"Por supuesto que lo has hecho. Bueno… No lo comprendo del todo


yo misma, pero desde que Severus ha estado empleado en esta
escuela, acechando por ahí con esa túnica terriblemente manchada,
ha habido cierta tipa de chica que lo mira fijamente a él con ojos
anhelantes -"

"¿Lo dice como si fuera una cosa mala?" Harry inquirió. "O sea, si
hay una cosa que sí entendí de aquellos libros, es que no se supone
que cuestiones las preferencias de las personas."

La Profesora McGonagall le otorgó a Harry una muy extraña mirada.

"O sea," Harry habló de nuevo, "de lo que leí, cuando sea un poco
mayor hay como una probabilidad de 10% de que yo vaya a
encontrar atractivo al Profesor Snape, y lo importante para mí es
únicamente aceptar lo que suceda -"

" En cualquier caso, Sr. Potter, Severus siempre ha sido


enteramente indiferente a las miradas de aquellas chicas jóvenes.
Sin embargo ahora -" la Profesora McGonagall pareció darse cuenta
de algo, y declaró apresurada, sus manos alzadas por la
preocupación, "Por favor no me malentiendas, ¡el Profesor Snape
ciertamente no ha tomado ventaja de ninguna bruja joven!
¡Absolutamente no! Él ni siquiera le ha llegado a sonreír a ninguna,
no que yo haya escuchado. Les ha pedido a esas chicas jóvenes
que dejen de contemplarlo. Y si ellas lo miran de todos modos, él
desvía la mirada. Eso he visto con mis propios ojos."

"Pues…" Harry dudó. "Lo lamento, pero únicamente porque haya


leído aquellos libros no significa que los haya entendido. ¿Qué
significa todo esto ? "

"Que se está dando cuenta," la Profesora McGonagall contestó en


voz baja. "Es una cosa sutil, aunque ahora que la he visto, tengo la
certeza. Y eso significa… me temo yo… que el lazo que une a
Severus con la causa de Albus… pueda haberse debilitado, o
incluso roto."

"¿Snape y Dumbledore? " Luego Harry escuchó las palabras que


acababan de salir de su boca, y añadió apremiante, "No que haya
algo nada malo con eso -"

"¡No!" exclamó la Profesora McGonagall. "Oh, por amor de Merlín -


¡No se lo puedo explicar, Sr. Potter!"

El otro zapato finalmente cayó en su lugar.

¿Él seguía enamorado de mi madre?

Esto parecía estar en algún lugar entre bellamente triste, y patético,


durante cinco segundos antes de que el tercer zapato cayera en su
lugar.

Por supuesto, eso fue antes de que le diera mi bondadoso consejo


sobre relaciones.

"Ya veo," Harry dijo cuidadosamente tras unos momentos. Había


veces en que espetar 'Uy' no era suficiente para manifestarse.
"Estás en lo correcto, no es una buena señal."

La Profesora McGonagall puso ambas manos sobre su cara. "Lo


que sea que estés pensando ahora mismo," ella replicó con una voz
ligeramente apagada, "que le aseguro también está equivocado, no
quiero escuchar al respecto, jamás."

"Así que…" Harry concluyó. "Si, como propones, el vínculo que


mantenía al Profesor Snape unido al Director se ha roto… ¿qué
hará él entonces?"

Hubo un largo silencio.

¿Qué hará él entonces?

Minerva bajó sus manos, bajando la vista hacia el rostro levantado


del Niño-Que-Vivió. Una simple pregunta no debería haberle
causado tanto desmayo. Ella había conocido a Severus durante
años; los dos unidos, de alguna extraña manera, por la profecía que
ambos habían escuchado. Aunque Minerva sospechaba, por lo que
sabía de las reglas sobre las profecías, que ella únicamente la había
escuchado por casualidad . Habían sido los actos de Severus que
habían provocado que la profecía se cumpliera. Y la culpa, el
corazón roto que había resultado de esa decisión, habían estado
atormentado al Maestro de Pociones durante años. Ella no podía
imaginar quién sería Severus sin todo eso. Su mente se quedaba en
blanco, procurando imaginar; sus pensamientos eran un pergamino
en blanco.

Seguramente Severus ya no era el hombre que había sido alguna


vez, ese enojado y terriblemente enojado joven hombre que había
entregado la profecía a Voldemort a cambio de ser admitido dentro
de los Mortífagos. Ella lo había conocido durante años, y
seguramente Severus ya no era ese hombre…

¿Realmente ella lo conocía aunque fuera un poco?

¿Había alguien visto alguna vez al Severus Snape real?


"No lo sé," la Profesora McGonagall finalmente respondió.
"Verdaderamente no lo sé. ni siquiera lo puedo imaginar. ¿Sabes tú
algo sobre esto, Sr. Potter?"

"Pues…" Harry dudó. "Creo que puedo afirmar que mi propia


evidencia apunta en la misma dirección que la suya. O sea,
incrementa la probabilidad de que el Profesor Snape ya no esté
enamorado de mi madre."

La Profesora McGonagall cerró sus ojos. "Me rindo."

"Sin embargo no me es conocido que él haya hecho algo malo hasta


ahora," Harry añadió. "¿Asumo que el Director le dio permiso para
preguntarme sobre esto?"

La Profesora McGonagall desvió la mirada de él, fijando su vista en


la pared. "Por favor no, Harry."

"De acuerdo," Harry concedió, y se giró apresurado para salir del


pasillo, escuchando a la Profesora McGonagall caminando después
más lentamente, y el sonido de vibración de las gárgolas al
acomodarse.

Fue tras la mañana siguiente, durante la clase de Pociones, que la


poción de resistencia al frío de Harry hirvió por encima de su caldero
con una espuma verde y un olor medianamente nauseabundo, y el
Profesor Snape, viéndose más resignado que disgustado, le pidió a
Harry que se quedara después de clase. Harry tenía sus propias
sospechas sobre este asunto, y tan pronto como la clase hubo
terminado - Hermione, como le era usual recientemente, era la
primera en huir por la puerta - la puerta se cerró con un portazo y se
bloqueó detrás de los estudiantes que se fueron.

"Me disculpo por arruinar su poción, Sr. Potter," Severus Snape dijo
en voz baja. Hubo sobre su cara la extraña y triste mirada que Harry
únicamente había visto una vez, en un pasillo algún tiempo atrás.
"No se verá reflejado en sus calificaciones. Por favor, siéntese."

Harry se sentó de vuelta en su escritorio, llenando el tiempo al


raspar un poco más la mancha verde sobre la superficie de madera,
mientras el Maestro de Pociones pronunciaba unos cuantos
hechizos de privacidad.

Cuando el Maestro de Pociones hubo terminado, habló de nuevo.


"Yo… no sé cómo abordar este tema, Sr. Potter, así que
simplemente lo diré… frente al Dementor, ¿usted recuperó la
memoria de la noche en que sus padres murieron?"

Harry asintió silenciosamente.

"Si… sé que no debe ser una memoria placentera, pero… ¿si me


pudiera contar lo que sucedió…?"

"¿Por qué?" Harry inquirió. Su voz era solemne, definitivamente no


burlándose de la mirada suplicante que Harry nunca había esperado
ver en esa persona. "Tampoco creo que sea una cosa placentera
para que usted escuche, Profesor -"

La voz del Maestro de Pociones fue casi un susurro. "Lo he


imaginado cada noche desde hace diez años."

Sabes, opinó el lado Slytherin de Harry, podría no ser tan buena


idea darle cierre, si sus lealtades basadas en la culpa ya están
tambaleando -

Cállate. Rechazado.

No era algo que Harry pudiera de hecho forzarse a sí mismo a


negar. Tomó una sugerencia de su lado Slytherin, y eso fue todo.

"¿Me podría decir cómo exactamente terminó usted por descubrir la


Profecía?" Harry preguntó. "Lamento tener que hacer de esto un
intercambio, yo sí le diré todo después, sólo que, esto podría ser
realmente importante -"

"Hay poco más que contar. Venía para ser entrevistado por la
Directora Adjunta para la posición de Maestro de Pociones, por lo
que estaba esperando afuera del cuarto de la Posada Cabeza de
Cuerpo cuando la aplicante antes que yo, Sybill Trelawney, vino a
buscar la posición de Profesora de Adivinación. Tan pronto como
Trelawney acabo de pronunciar sus palabras, huí, abandonando mi
oportunidad de ser un Maestro en Hogwarts, y fui hacia el Señor
Oscuro." El rostro del Maestro de Pociones estaba estirado y
apretado. "Ni siquiera me detuve a considerar por qué ese acertijo
había llegado hasta mí, antes de venderlo a otro."

"¿Una entrevista de trabajo? " Harry exclamó. "¿Dónde tanto usted


como la Profesora Trelawney estaban aplicando, y la Profesora
McGonagall los estaba entrevistando? Eso parece… como una
coincidencia bastante grande…"

"Los Videntes son los peones del tiempo, Sr. Potter. La coincidencia
está por debajo de ellos, y están muy por encima de ella. Yo era
quien debía escuchar esa profecía y me volví su bufón. La presencia
de Minerva no produjo diferencia alguna para su resultado. No hubo
Encantamiento de Memoria como usted supone, no sé por qué
pensó eso, pero no hubo Encantamiento de Memoria, no podía
haber Encantamiento de Memoria. La voz de un vidente tiene una
cualidad, un enigma que ni siquiera la Legeremancia puede
compartir, ¿cómo podría eso ser imbuido en una memoria falsa?
¿Cree que el Señor Oscuro nada más iba a creer en mis meras
palabras? El Señor Oscuro se apoderó de mi mente y observó la
mistificación allí, incluso si él no podía apoderarse del misterio, y así
él supo que la profecía había sido verdadera. El Señor Oscuro me
podría haber asesinado entonces, ya había obtenido lo que quería -
fui un idiota al ir con él - sin embargo él vio algo en mí que yo
desconozco, y me acogió dentro de los Mortífagos, aunque en sus
términos y no en los míos. Así fue como yo lo provoqué, hice que
todo sucediera, del principio al fin, siempre fueron mis acciones." La
voz de Severus se había puesto bastante áspera, y su cara estaba
llena de un dolor desnudo. "Ahora dime, por favor, ¿cómo murió
Lily?"

Harry tragó saliva dos veces, y empezó su recuento.

"James Potter le gritó a que saliera corriendo conmigo, que él iba a


detener a Quien-Tú-Sabes."

"Quien-Tú-Sabes dijo -" Harry se detuvo, los escalofríos recorriendo


toda su piel, sus propios músculos apretándose como si se
estuviese preparando para tener un derrame cerebral. La memoria
estaba regresando fuertemente, ahora, acompañada por la frialdad y
la oscuridad en asociación. "Él usó… la Maldición Asesina… y luego
subió las escaleras de alguna manera, creo que debió estar
flotando, no recuerdo que hubiese pasos en las escaleras o algo por
el estilo… y luego mi madre dijo, '¡No Harry, no Harry, ¡por favor no
Harry!' o algo como eso. Y el Señor Oscuro - su voz era tan alta,
como agua silbando al evaporarse en una tetera sólo que fría - el
Señor Oscuro habló -"

¡Hazte a un lado, mujer! No he venido por ti, únicamente por el niño.

Las palabras estaban muy claras en la memoria de Harry.

"- le dijo a mi madre que saliera de su camino, que únicamente


estaba allí por mí, y mi madre le suplicó tener misericordia, y el
Señor Oscuro habló -"

Te otorgo esta rara oportunidad para huir.

"- que él estaba siendo generoso y dándole una oportunidad para


huir, pero no se iba a molestar en pelear con ella, e incluso si ella
moría, no podría salvarme -" la voz de Harry era inestable, "- por lo
que ella debía salir de su camino. Y ahí fue cuando mi madre le
suplicó al Señor Oscuro tomar su vida en vez de la mía - y el Señor
Oscuro - el Señor Oscuro le dijo a ella - y su voz era baja esta vez,
como si estuviese quitando una pose -"
Muy bien, Acepto el trato.

"- él dijo que aceptaba su oferta, y que ella debía bajar su varita
para que así él la pudiera matar. Y luego el Señor Oscuro esperó,
sólo esperó. Yo, yo no sé lo que Lily Potter estaba pensando, ni
siquiera había tenido sentido en primer lugar, lo que ella pidió, no
era como si el Señor Oscuro la fuera a matar y luego irse sin más,
cuando había ido allí por mí. Lily Potter no siguió hablando, y luego
el Señor Oscuro empezó a reírse de ella y - y ella finalmente intentó
la única cosa que no era abandonarme o rendirse y morir. No sé si
ella hubiese sido capaz, si el hechizo hubiese funcionado para ella,
pero cuando lo piensas, ella lo tenía que intentar. Lo último que mi
madre pronunció fue 'Avada Ke-' sin embargo el Señor Oscuro
empezó su propia maldición tan pronto como ella dijo 'Av' y él la
terminó en menos de medio segundo y hubo un resplandor de luz
verde y luego - y luego - y luego -"

"Eso es suficiente."

Lentamente, como un cuerpo flotando hacia la superficie del agua,


Harry regresó de donde había estado.

"Eso es suficiente," el Maestro de Pociones murmuró ásperamente.


"Ella murió… ¿Lily murió son dolor, entonces? El Señor Oscuro…
¿no le hizo nada a ella, antes de morir?"

Ella murió creyendo que había fallado, y que el Señor Oscuro iba a
asesinar a su bebé a continuación. Eso es dolor.

"Él - el señor Oscuro no la torturó -" Harry contestó. "Si eso es lo


que me está preguntando."

Detrás de Harry, la puerta se desbloqueó a sí misma y se abrió de


par en par.

Harry se fue.

Era Viernes, Abril 10, de 1992.


Nota del Traductor (21 de Septiembre de 2019)

Tras un capítulo tan largo tengo muy pocas ganas de hablar o


comentar algo.

El próximo capítulo es de 6.300 palabras, así que debería estar


terminado en semana y media más o menos.

Los vídeos están saliendo a tiempo y eso me es satisfactorio.

He tenido un terrible dolor de cabeza durante los últimos tres días,


causado probablemente por dormir mal, así que confieso que estoy
un poco malhumorado.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el de
Rhaidot.

Gracias por leer.


Consciencia Hedonica
Capítulo 2: Consciencia Hedónica

Jueves, Abril 16, 1992.

La escuela ya casi estaba desierta, nueve de cada diez estudiantes


ya se habían ido para las vacaciones de Pascua, prácticamente
todos los que conocía se habían ido. Susan se había quedado, su
tía-abuela demasiado ocupada, como lo había hecho Ron por
razones que ella desconocía - ¿quizá la familia Weasley era tan
pobre que alimentar a todos sus hijos durante una semana extra
habría sido una carga notable? Todo había salido bastante bien, ya
que Ron y Susan eran de los pocos que aún le seguían hablando.
(Al menos que ella quisiera hablar con. Lavender seguía siendo
amable con ella, y Tracey era, pues, Tracey, pero ninguna de ellas
era relajante tras pasar más de una hora juntas; y en cualquier caso,
ninguna de ellas se había quedado para las vacaciones de Pascua.)

Si ella no podía ir a casa - y no se le permitía ir a casa, a sus padres


les habían mentido con que ella tenía viruela - entonces una
Hogwarts casi vacía era la mejor opción.

Ni siquiera podía visitar la biblioteca sin que las personas se la


fueran a quedar viendo, ya que no había lecciones y nadie estaba
intentando hacer la tarea.

Habría sido un error pensar que Hermione se dejaba caer en los


corredores sollozando todo el día. Oh, ella había llorado mucho
durante los dos primeros días, por supuesto, sin embargo dos días
habían sido suficientes. Había partes de los libros prestados por
Harry que trataban de eso, sobre cómo las personas que habían
quedado paralizadas a causa de un accidente en carro no eran tan
infelices como lo habían esperado ser, después de seis meses, al
igual que los ganadores de la lotería no eran tan felices como lo
esperaban ser. Las personas se ajustaban, sus niveles de felicidad
regresaban a su punto de felicidad establecido, la vida seguía.

Una sombra cayó donde Hermione estaba leyendo su actual libro y


ella se giró como un remolino, la varita escondida en su regazo salió
´apuntando directamente a la sorprendida cara de -

"¡Lo siento!" Harry Potter exclamó, levantando sus palmas


apresurado para mostrar su mano izquierda vacía, y su mano
derecha sosteniendo un pequeño monedero de terciopelo rojo. "Lo
siento. No era mi intención asustarte."

Hubo un horrendo silencio, el ritmo de su corazón creciendo y sus


palmas empezando a sudar mientras Harry Potter nada más se la
quedaba mirando. Ella casi le había hablado, en la primera mañana
del resto de su vida; pero cuando había bajado a desayunar Harry
Potter se había visto con tan mal aspecto - que ella no se había
sentado a su lado en la mesa para desayunar, nada más comió en
silencio dentro de su propia pequeña burbuja donde nadie se
sentaba a su lado, y había sido horrible, sin embargo Harry no se
había acercado a ella, y… ella solamente no había conversado con
él, desde entonces. (No era difícil evitar a todos, si te quedabas
afuera de la sala común de Ravenclaw, y salías corriendo de clase
antes de que cualquiera pudiera hablar contigo.)

Y desde que había estado preguntándose lo que Harry pensaba de


ella ahora - si la odiaba por haber sido la causa de la pérdida de
todo su dinero - o si él realmente estaba enamorado de ella y por
eso era que lo había hecho - o si se había rendido con que ella le
mantuviera el paso porque ella no podía asustar a los Dementores -
ella no lo podía encarar ahora, simplemente no era capaz, había
pasado noches sin pegar los ojos preocupándose por lo que Harry
pensaba de ella ahora, y había tenido miedo, y había estado
evitando al niño que había gastado todo su dinero para salvarla, y
ella era una horrible desgraciada ingrata, y una persona terrible y -

Luego sus ojos bajaron la mirada a lo que Harry estaba cogiendo del
monedero de terciopelo rojo pues estaba sacando un dulce en forma
de corazón envuelto en papel rojo, y su cerebro se derritió como
chocolate dejado bajo el sol.

"Iba a darte más espacio," explicó Harry Potter, "sólo que estaba
leyendo las teorías de Critch sobre la hedónica y cómo entrenar tu
paloma interior y cuán pequeños son los comentarios positivos y
negativos que secretamente controlan la mayoría de tus acciones, y
se me ocurrió que podrías estar huyendo de mí porque verme te
hacía pensar cosas que se sentían como asociaciones negativas, y
yo realmente no quería que eso siguiera ocurriendo sin hacer algo al
respecto, así que conseguí una bolsa de chocolates con los
gemelos Weasley y te voy a dar uno cada vez que me veas para
hacer un refuerzo positivo si es que estás de acuerdo con ello -"

" Respira, Harry," Hermione pronunció sin pensar.

Era la primera palabra que ella le había dicho desde el día del juicio.

Los dos se quedaron contemplando fijamente entre sí.

Los libros se los quedaron viendo desde las estanterías.

Se quedaron viendo un poco más entre ellos.

"Se supone que te comas el chocolate," Harry insistió, sosteniendo


el dulce con forma de corazón como si se tratara de un regalo de
San Valentín. "A menos que con nada más recibir el chocolate te
sientas tan bien como para contar como refuerzo positivo, en cuyo
caso probablemente necesitas ponerlo dentro de tu bolsillo o algo
así."

Ella sabía que si intentaba hablar otra vez iba a fallar, así que no lo
intentó.

La cabeza de Harry se hundió un poco. "¿ Tú me odias ahora?"

"¡No! " ella exclamó. "¡No, no deberías pensar eso, Harry! ¡Es sólo -
sólo - sólo todo! " Se dio cuenta que su varita seguía apuntada hacia
Harry, y por eso la bajó. Estaba intentando con mucho esfuerzo no
explotar en lágrimas. "¡Todo! " volvió a repetir, y no era capaz de
encontrar otra mejor forma para decirlo, aunque tenía la certeza de
que Harry quería pedirle que fuera específica.

"Creo que lo comprendo," Harry replicó con cautela. "¿Qué estás


leyendo?"

Antes de que pudiera detenerlo, Harry se dobló sobre el escritorio


de la biblioteca para ver el libro que ella estaba leyendo,
adelantando su cabeza antes de que ella pudiera pensar en coger el
libro y ocultarlo -

Harry miró fijamente la página abierta.

"Los Magos Más Ricos del Mundo y Cómo lo Consiguieron," Harry


leyó el título del libro que estaba en la cima de la página. "Número
sesenta y cinco, Sir Gareth, propietario de una compañía de
transporte que ganó las guerras de correo del siglo 19… monopolio
sobre los oh-tee-tres… Ya veo."

"Supongo que vas a contarme que no necesito preocuparme porque


tu vas a encargarte de todo, ¿verdad?" Le salió con mayor
severidad de lo que ella hubiese querido, y sintió otra cuchillada de
culpa por ser una persona tan terrible.

"No," Harry respondió, sonando extrañamente animado. "Puedo


ponerme en tus zapatos lo suficiente como para saber que si tú
hubieses pagado un montón de dinero para salvarme a mí, yo
estaría intentando devolver el dinero. Sabría que es tonto en algún
nivel, y aún así estaría intentando pagarlo todo por mi cuenta. No
hay forma de que yo no fuera a comprender eso, Hermione."

El rostro de Hermione se contrajo y sintió humedad en las esquinas


de sus ojos.

"Una advertencia justa, sin embargo," Harry prosiguió, "podría


resolver lo de la deuda a Lucius Malfoy si veo una manera de
hacerlo por mi cuenta antes que tú, es más importante resolver eso
inmediatamente que cuál de nosotros lo hace. ¿Has encontrado
algo interesante hasta ahora?"

Tres cuartos de ella estaba corriendo en círculos y estrellándose


contra árboles mientras intentaba descubrir las implicaciones de
todo lo que Harry acababa de decir (¿ todavía la respetaba como
una heroína? ¿o eso significaba que él creía que ella no podía
hacerlo por cuenta propia?) y mientras tanto una parte más sensata
de Hermione devolvió las páginas del libro hasta la número 37 que
contenía la entrada más prometedora que ella había visto hasta
ahora (aunque en su imaginación ella siempre lo hacía por su
cuenta y cogía a Harry completamente por sorpresa) -

"Pensé que esto parecía bastante interesante," su voz pronunció.

"Número catorce, 'Crozier', verdadero nombre desconocido," Harry


leyó. "Vaya, ese es… ese es el sombrero de copa a cuadros más
llamativo que haya visto en mi vida. Fortuna, al menos seiscientos
mil Galeones… así que alrededor de treinta millones de libras
esterlinas, insuficiente para hacer famoso a un Muggle, aunque
suficiente para la pequeña población mágica, supongo. Se rumorea
que se trata de un alias moderno de Nicolás Flamel quien tiene seis
siglos, el único mago conocido en tener éxito con el proceso
alquímico increíblemente difícil para crear la Piedra Filosofal, que
permite la transmutación de metales básicos en oro o plata y
también como… el Elixir de la Vida que prolonga indefinidamente la
juventud y la salud del usuario… Pues, Hermione, esto parece
obviamente falso."

"He leído más referencias a Nicolás Flamel," Hermione argumentó. "


Auge y Caída de las Artes Oscuras afirma que él entrenó a
Dumbledore en secreto para enfrentar a Grindelwald. Hay muchos
libros que toman esta historia seriamente, no solamente éste…
¿crees que es demasiado bueno para ser verdad?"

"No, por supuesto que no," aclaró Harry. Harry jaló la silla que
estaba al lado de ella, en la pequeña mesa, y se sentó a su lado en
su acostumbrado lugar a la derecha de ella, como si él nunca se
hubiese ido; tuvo que reprimir un nudo en su garganta. "La idea de
'demasiado bueno para ser verdad' no es un razonamiento causal,
el universo no revisa si el resultado de la ecuación es 'demasiado
bueno' o 'demasiado malo' antes de permitirlo. Las personas solían
pensar que los aeroplanos y las vacunas para la viruela eran
demasiado buenas para ser verdad. Los Muggles han descubierto
modos para viajar a otras estrellas sin tan siquiera usar magia, y tú y
yo podemos usar nuestras varitas para hacer cosas que los físicos
Muggle creen son literalmente imposibles. Ni siquiera puedo
imaginar lo que podríamos descartar sobre lo que las leyes mágicas
reales pueden hacer o no."

"¿Entonces cuál es el problema?" Hermione inquirió. Su voz sonó


más normal ahora, en sus propios oídos.

"Bueno…" Harry dijo. El niño pasó por encima de su brazo estirado,


la túnica de él rozando la de ella, y tocó suavemente la ilustración de
la ominosa y brillante piedra roja goteando un líquido escarlata. "El
problema número uno es que no hay razón lógica para que el mismo
artefacto fuera capaz de transmutar objetos en oro y producir un
elixir que mantenga a alguien joven. ¿Me pregunto si hay un nombre
oficial para eso en la literatura? ¿Como el efecto de 'al infinito y más
allá', quizá? Si todos pueden ver una flor, no puedes salirte con la
tuya al afirmar que las flores son tan grandes como las casas. Pero
si estás en un culto a los platillos voladores, ya que nadie puede ver
la nave nodriza de todos modos, puedes afirmar que es del tamaño
de una ciudad, o del tamaño de la luna. Las cosas observables
tienen que ser limitadas por la evidencia, sin embargo cuando
alguien inventa una historia, pueden hacer la historia tan extrema
como lo deseen. Así que la Piedra Filosofal te da oro ilimitado y vida
eterna, no porque haya un único descubrimiento mágico que pudiera
producir ambos efectos, sino porque alguien inventó una historia
sobre una cosa súper feliz."

"Harry, hay muchas cosas en la magia que no tienen sentido," ella


alegó.
"Te lo concedo," habló Harry. "Aunque Hermione, el problema
número dos es que ni siquiera los magos están tan locos como para
casualmente pasar por encima las implicaciones de esto . Todos
intentarían re-descubrir la fórmula para la Piedra Filosofal, países
enteros intentarían capturar al mago inmortal y sacarle el secreto -"

"No es un secreto. " Hermione volteó la página, mostrando a Harry


los diagramas. "Las instrucciones están justo aquí en la siguiente
página. Sólo que es tan difícil que únicamente Nicolás Flame ha
sido capaz de hacerlo ."

"Entonces países enteros estarían intentando secuestrar a Flamel y


forzarlo a él a hacer más Piedras. Vamos, Hermione, incluso los
magos no van a escuchar sobre inmortalidad y, y," Harry Potter hizo
una pausa, su elocuencia le estaba fallando aparentemente, "y nada
más dejarlo pasar. Los humanos son locos, ¡pero no tan locos!"

"No todos piensan del modo que tu piensas, Harry." Él tenía un


punto, empero… ¿ cuántas referencias diferentes se había
encontrado ella sobre Nicolás Flamel? Además de Los Magos Más
Ricos del Mundo y Auge y Caída de las Artes Oscuras, también
estaba Historias de Tiempos Moderadamente Antiguos y Biografías
de los Justamente Famosos…

"Pues entonces, el Profesor Quirrell ya habría secuestrado a este


tipo Flamel. Es lo que una persona malvada o una buena persona o
incluso una persona egoísta haría si alguno de ellos tuviera sentido
común. El Profesor de Defensa conoce muchos secretos y no iba a
dejar pasar precisamente ese ." Harry suspiró y levantó la vista; ella
siguió su mirada, aunque aparentemente solamente estaba viendo
la parte más grande de la biblioteca, las filas y filas y filas de
estanterías llenas de libros. "No es mi intención dañar tu proyecto,"
comentó Harry, "y ciertamente no quiero desanimarte, pero…
Honestamente, Hermione, no estoy seguro que vayas a encontrar
alguna buena idea para hacer dinero en un libro como este. Como el
viejo chiste sobre cómo un economista que ve un billete de veinte
libras depositado en la calle, y no se molesta en recogerlo, porque si
fuera real, alguien más ya lo habría recogido. Cualquier manera de
hacer bastante dinero que todo el mundo conozca que es
justamente es el punto de libros como este… ¿ves a qué me
refiero? No puede ser posible para todos ganar mil Galeones al mes
en tres pasos fáciles, o todos lo estarían haciendo."

"¿Y? Eso no te detendría a ti, " Hermione dijo, su voz áspera otra
vez. "Haces cosas imposibles todo el tiempo, apuesto que has
hecho algo imposible en la última semana y no te molestaste en
contárselo a nadie."

(Hubo una ligera pausa, que, si la Señorita Granger hubiese sabido,


era exactamente el tipo de pausa que habrías hecho si hubieses
combatido a Ojo-Loco Moody y vencido exactamente ocho días
atrás.)

"No en los últimos siete días, no," Harry replicó. "Mira… parte del
truco de hacer lo imposible es ser selectivo sobre cuáles
imposibilidades vas a retar, y únicamente intentarlo cuando tienes
una ventaja especial. Si hay un método para hacer dinero en este
libro que suena difícil para un mago, aunque fácil si podemos usar la
vieja Mac Plus de Papá, entonces tenemos un plan."

"Yo sé eso, Harry," Hermione argumentó, su voz temblando apenas


un poco. "Estaba buscando para ver si había algo que yo pudiera
descubrir cómo hacer. Pensé, quizá la parte difícil sobre hacer la
Piedra Filosofal era que el círculo alquimista tenía que ser súper
preciso, y podría hacerlo bien usando un microscopio Muggle -"

"¡Eso es brillante, Hermione!" El niño extrajo rápidamente su varita,


pronunció " Quietus, " y continuó después que los ruidos pequeños
de los libros más rudos fueron mermando. "Incluso si la Piedra
Filosofal no es más que un mito, el mismo truco podría funcionar
para otras alquimias difíciles -"

"Bueno, no puede funcionar," Hermione lo cortó. Ella había salido


volando al otro lado de la biblioteca que no estaba en la Sección
Prohibida. Y luego - recordó la aplastante decepción, toda la
repentina esperanza desapareciendo como la niebla. "Porque todos
los círculos de alquimia tienen que ser dibujados con 'la finura del
cabello de un infante', si es que no debe ser más fina para otras
alquimias. Y los magos tienen Omniculares, y no he escuchado de
ningún hechizo donde usas Omniculares para magnificar las cosas y
hacerlas exactamente. ¡Me tendría que haber dado cuenta!"

"Hermione," Harry habló seriamente, al tiempo que empezaba a


hurgar de nuevo dentro de su monedero de terciopelo rojo, "no te
castigues a ti misma cuando una idea brillante no funciona. Tienes
que pasar a través de un montón de ideas fallidas para encontrar
una que podría servir. Y si le envías a tu cerebro respuestas
negativas al fruncir el ceño cuando piensas en una idea fallida, en
vez de darte cuenta de que la sugerencia de ideas es un buen
comportamiento por el que tu cerebro debe ser alentado, muy pronto
dejarás de tener nuevas ideas." Harry depositó dos chocolates en
forma de corazón al lado del libro. "Toma, ten otro chocolate. Aparte
del que te di antes, me refiero. Este es para reforzar tu cerebro por
generar una buena candidata a estrategia."

"Supongo que estás en lo correcto," Hermione concedió con


apagada voz, sin embargo no tocó el chocolate. Empezó a voltear
las páginas hasta llegar a la 167, donde había estado leyendo antes
de la llegada de Harry.

(Hermione Granger no requería separadores de página, por


supuesto.)

Harry estaba apoyándose sobre ella ligeramente, la cabeza de él


casi tocando el hombro de ella, observando las páginas mientras
eran pasadas, como si fuera a ser capaz de percibir información
valiosa con nada más un vistazo de un cuarto de segundo a la
página. No había pasado mucho desde el desayuno, y ella lo pudo
identificar claramente, del débil olor que provenía del aliento de él,
que Harry había comido postre de banano.

Harry habló de nuevo. "Así que habiendo dicho todo lo que dije… y
por favor toma esto como un refuerzo positivo… ¿realmente intentas
inventar una manera de producir inmortalidad en masa para que así
yo pudiera pagar mi deuda con Lucius Malfoy? "

"Sí," ella respondió con una voz todavía más reducida. Incluso
cuando ella había intentado pensar como Harry, parecía que aún no
lo había dominado. "¿Así que qué has estado haciendo tú todo este
tiempo, Harry?"

Harry hizo una expresión de disgusto. "Intentando reunir evidencia


sobre el misterio de 'Quién Engañó a Hermione Granger'."

"Yo…" Hermione levantó la vista hacia Harry. "No debería yo…


¿estar intentando resolver mi propio misterio, empero?" No había
sido su primer pensamiento, ni su primer prioridad, aunque ahora
que Harry lo había mencionado…

"Eso no serviría en este caso," Harry declaró con sobriedad. "Hay


demasiadas personas que hablarían conmigo y no contigo… y
también lamento comunicar que algunos de ellos me hicieron
prometer no hablar con nadie más al respecto. Lo siento, no creo
que puedas ayudar mucho con esto."

"De acuerdo, está bien," Hermione habló con aplomo. "Bueno. Tú


haz todo. Tú reúne todas las pistas y habla con todos los
sospechosos mientras yo me quedo aquí sentada en la biblioteca.
Sólo déjame saber cuando resulte que fue el Profesor Quirrell quien
lo hizo."

"Hermione…" Harry vaciló. "¿Por qué es tan importante quién hace


qué? ¿No debería ser más importante lograr resolver todo, que
quién lo soluciona?"

"Supongo que estás en lo correcto," Hermione replicó. Levantó sus


manos para presionarlas contra sus ojos. "Supongo que ya no
importa. Todos van a pensar - yo sé que no es tu culpa, Harry, tú
estabas - tú estabas siendo Bueno, estabas siendo un perfecto
caballero - pero sin importar lo que yo haga ahora, todos van a
pensar que no soy más que - alguien para que tú rescates." Ella
hizo una pausa, y añadió, con voz temblorosa, "Y quizá están en lo
cierto, Harry."

"Vaya, vaya, aguanta un segundo ahí -"

"Yo no puedo aterrar a los Dementores. Puedo conseguir


Sobresalientes en la clase de Encantamientos, pero no puedo
aterrar a los Dementores."

" ¡Yo tengo un misterioso lado oscuro! " Harry siseó, después de que
su cabeza giró alrededor para escanear la biblioteca. (Había un
chico en una esquina distante, quien sí volteaba a mirar en su
dirección ocasionalmente, pero estaba demasiado lejos como para
escuchar cualquier cosa incluso sin la Barrera de Silencio.) "Tengo
un lado oscuro que definitivamente no es un niño, y quién sabe qué
otra cosas mágicas están pasando por mi cabeza - el Profesor
Quirrell clamó que puedo convertirme en quien yo quiera creer que
soy - todo eso es trampa, ¿no lo ves, Hermione? Hay un arreglo que
hizo la administración escolar del cual se supone no debo hablar,
para que el Niño-Que-Vivió pudiera tener más tiempo para estudiar
todos los días, yo estoy haciendo trampa y aún así tú me estás
venciendo en la clase de Encantamientos. Yo - yo probablemente no
soy - el Niño-Que-Vivió probablemente ni siquiera es algo que
podrías llamar correctamente un niño - y tú aún estás compitiendo
con eso. ¿No te das cuenta, si no fuera porque las personas me
ponen atención a mí, te verías como la bruja más poderosa que ha
aparecido en el último siglo? ¿Cuándo puedes pelear contra tres
abusones más grandes que tú sin ayuda de nadie, y ganar?"

"No lo sé," ella contestó, presionando sus manos contra sus ojos
otra vez, con su voz temblorosa. "Todo lo que sé es - incluso si todo
eso es verdad - nadie va a volverme a ver por mí misma, nunca."

"De acuerdo," Harry habló tras un rato. "Veo a qué te refieres. En


vez del famoso equipo de investigación Potter-y-Granger, sería
Harry Potter y su asistente de laboratorio. Pues… tengo una idea.
¿Que tal si no me enfoco en hacer dinero por un tiempo? O sea, la
deuda no entra en efecto hasta que me gradúe de Hogwarts. Así
que puedes hacerlo por tu cuenta y demostrar al mundo que todavía
lo tienes. Y si por coincidencia puedes descifrar el secreto de la
inmortalidad a mitad de camino, diremos que fue un bono extra."

El pensamiento de que Harry confiara en ella para inventar una


solución parecía… como una responsabilidad aplastante para
arrojar sobre una niña traumatizada de doce años, y lo quería
abrazar por ofrecerle una manera de restaurar su auto-respeto como
heroína, y era lo que ella merecía por ser una persona horrible y
hablar con dureza a Harry todo el tiempo, cuando desde el principio
él había sido un verdadero amigo mientras que ella no lo había sido
para él, y era bueno que él siguiera pensando que ella era capaz de
hacer cosas, y…

"¿Hay alguna cosa asombrosa y racional que hagas cuando tu


mente corre en un montón de direcciones diferentes?" ella interrogó.

"Mi propia aproximación es usualmente identificar los diferentes


deseos, darles nombres, concebirlos como individuos separados, y
dejar que discutan dentro de mi cabeza. Hasta ahora los lados más
persistentes son Hufflepuff, Ravenclaw, Gryffindor, y Slytherin, mi
Crítico Interno, y mis copias simuladas de ti, Neville, Draco,
Profesora McGonagall, Profesor Flitwick, Profesor Quirrell, Papá,
Mamá, Richard Feynman, y Douglas Hofstadter."

Hermione consideró intentar hacer esto antes de que su Sentido


Común le advirtiera que podría ser algo peligroso de pretender.
"¿Hay una copia de mí dentro de su cabeza?"

"¡Por supuesto que sí!" Harry exclamó. El niño se mostró


repentinamente más vulnerable. "¿Quieres decir que no hay una
copia de mí viviendo dentro de tu cabeza?"

La había, ella se dio cuenta; y no solamente eso, hablaba con la voz


exacta de Harry.

"Es bastante desconcertante ahora que lo pienso," dijo Hermione.


"Sí tengo una copia de ti viviendo en mi cabeza. Me está hablando
ahora mismo usando tu voz, alegando como esto es perfectamente
normal."

"Bueno," Harry habló seriamente. "O sea, no veo cómo las personas
podrían ser amigos sin eso."

Ella continuó leyendo su libro, entonces, Harry parecía contento de


observar las páginas pasar por encima de su hombro.

Ella llegó hasta la número setenta, Katherine Scott, quien


aparentemente inventó un modo de convertir pequeños animales en
tartas de limón, cuando finalmente reunió el valor para hablar.

"¿Harry?" ella llamó. (Se había alejado un poco de él, aunque no


parecía darse cuenta.) "Si hay una copia de Draco Malfoy en tu
cabeza, ¿eso significa que eres amigo de Draco Malfoy?"

"Bueno…" Harry contestó. Él suspiró. "Sí, he tenido la intención de


hablar contigo sobre esto desde hace rato. Desearía haberlo hecho
antes en realidad. Como sea, cómo puedo explicar esto… ¿Yo lo
estaba corrompiendo?"

"¿A qué te refieres con corromper? "

"Tentarlo al Lado Luminoso de la Fuerza."

Su boca nada más permaneció abierta.

"Sabes, como el Emperador y Darth Vader, sólo que en reversa."

" Draco Malfoy," ella insistió. "Harry, tienes alguna idea - "

"Sí."

"- el tipo de cosas que Malfoy ha estado diciendo sobre mí? ¿Lo que
prometió que me iba a hacer a mí cuando tuviera la oportunidad? No
sé lo que te contó a ti, pero Daphne Greengrass me reveló lo que
Malfoy conversaba cuando estaba en Slytherin. ¡Es indecible, Harry!
¡Es indecible en el sentido completamente literal que no lo puedo
pronunciar en voz alta!"

"¿Cuándo fue esto?" Harry cuestionó. "¿Al principio del año?


¿Daphne te informó cuándo fue esto?"

"No," Hermione replicó. "Porque no importa cuándo, Harry.


Cualquier que hable de esas cosas - como Malfoy lo hizo - no
pueden ser buenas personas. No importa con qué lo hayas tentado,
él sigue siendo una persona podrida, porque sin importar qué una
persona buena nunca -"

"Estás equivocada." Harry argumentó, mirándola directo a los ojos.


"Puedo suponer lo que Draco amenazó con hacerte, porque la
segunda vez que lo conocí, él mencionó que quería hacerlo con una
niña de diez años. Sin embargo no estás viendo, que en el primer
día que Draco Malfoy llegó a Hogwarts, había pasado toda su vida
previa siendo criado por Mortífagos. Habría requerido una
intervención sobrenatural para que él tuviera tu moralidad
considerando su ambiente -"

Hermione estaba sacudiendo su cabeza violentamente. " No, Harry.


Nadie tiene que decirte que lastimar a las personas está mal, no es
algo que no hagas porque el profesor te diga que no está permitido,
es algo que no haces porque - porque puedes ver cuando a las
personas les está doliendo, ¿no sabes eso, Harry?" Ahora su voz
estaba sacudida. "Esa no es - ¡esa no es una regla que las
personas sigan como las reglas del álgebra! Si no puedes verlo, no
puedes sentirlo aquí, " su mano aporreó el centro de su pecho, no
del todo donde su corazón estaba localizado, aunque no importaba
porque todo realmente estaba dentro del cerebro, "¡y entonces
simplemente no lo tienes!"

Le vino el pensamiento, en ese momento, que Harry podría no


tenerlo.

"Hay libros de historia que no has leído," Harry habló con calma.
"Hay libros que nos leído todavía, Hermione, y podrían darte una
perspectiva más amplia. Unos cuantos siglos atrás - creo que fue
definitivamente alrededor del siglo diecisiete - era un entretenimiento
popular en los pueblos coger una cesta de mimbre, o una canasta,
con una docena de gatos vivos dentro, y -"

"Para," ella pidió.

"- los quemaban sobre una fogata. No era más que una celebración
regular. Diversión limpia y pura. Y les voy a conceder esto, era una
diversión más limpia que quemar mujeres por pensar que eran
brujas. Porque por la manera que las personas son construidas,
Hermione, la forma en que las personas son construidas para sentir
por dentro -" Harry puso su mano sobre su propio corazón, en la
parte anatómicamente correcta, luego hizo una pausa y subió su
mano hacia la cabeza alrededor de su oreja, "- es que se sienten
heridos cuando sus amigos son heridos. Alguien dentro de su
círculo de preocupación, un miembro de su propia tribu. Ese
sentimiento tiene un botón de apagado, un botón de apagado con la
etiqueta de 'enemigo' o 'extranjero' o a veces simplemente 'extraño'.
Así es como las personas son, si no aprenden otra cosa. Así que,
no, eso no indica que Draco Malfoy fuera inhumano o ni siquiera
malvado de un modo inusual, si creció creyendo que era divertido
lastimar a sus enemigos -"

"Si crees eso, " ella afirmó con voz inestable, "si puedes creer eso,
entonces eres malvado. Las personas siempre son responsables
por lo que hacen. Sin importar lo que otros te puedan ordenar hacer,
tú eres el que lo hace. Todos saben eso -"

"¡No, no lo saben! Tú creciste en una sociedad pos-Segunda-


Guerra-Mundial donde 'únicamente estaba siguiendo órdenes' es
algo que todos saben que los tipos malos dicen. En el siglo quince lo
llamaban lealtad honorable." La voz de Harry estaba alzándose.
"¿Crees que eres, que nada más eres genéticamente mejor que
todos los que vivieron antes? Como si hubieses sido transportada
de vuelta al Londres del siglo quince como un bebé, te habrías dado
cuenta sin ayuda de nadie que quemar gatos estaba mal, quemar
brujas estaba mal, la esclavitud estaba mal, que todo ser pensante
debía estar dentro de tu círculo de preocupación? ¿Crees que
habrías finalizado de darte cuenta de todo eso el primer día que
llegaste a Hogwarts? Nadie le dijo a Draco en ningún momento que
él era personalmente responsable por volverse más ético que la
sociedad en la que creció.Y a pesar de eso, únicamente le requirió
cuatro meses llegar al punto en que cogería a una hija de Muggles
para que no se cayera de un edificio." Los ojos de Harry estaban
más fieros que lo que ella hubiese visto jamás. "No he terminado de
corromper a Draco Malfoy, pero creo que él lo ha hecho bastante
bien hasta ahora. "

El problema con tener tan buena memoria era que ella sí recordaba.

Ella recordaba a Draco Malfoy sujetando su muñeca, tan fuerte que


después tendría un moretón, mientras ella estaba a punto de caer
del techo de Hogwarts.

Ella recordaba a Draco Malfoy ayudándola a ponerse de pie,


después de que ese misterioso maleficio de tropiezo la había hecho
caer sobre el plato de comida del Capitán de Quidditch de Slytherin.

Y ella recordó - era, de hecho, la razón por la que había traído el


tema en primer lugar - cómo se sintió cuando escuchó el testimonio
de Draco Malfoy bajo Veritaserum.

"¿Por qué no me contaste nada de esto?" Hermione inquirió, y a


pesar de eso, su tono se puso más agudo. "Si yo hubiese sabido -"

"No era mi secreto para compartirlo contigo," Harry la interrumpió.


"Draco habría sido el que estaba en riesgo, si su padre lo hubiese
descubierto."

"No soy estúpida, Sr. Potter. ¿Cuál es la razón real por la que no me
contaste, y qué estabas haciendo en realidad con el Sr. Malfoy?"

"Ah. Bueno…" Harry rompió contacto visual con ella, y bajó la


mirada hacia la mesa de la biblioteca.
"Draco Malfoy reveló a los Aurores bajo Veritaserum que él quería
saber si podía vencerme, por lo que me retó a un duelo para
comprobarlo empíricamente . Esas fueron sus palabras exactas de
acuerdo a la transcripción."

"Claro," Harry dijo, todavía sin verla a los ojos. "Hermione Granger.
Por supuesto ella va a recordar las palabras exactas. No importa si
está amarrada a una silla, en juicio por asesinato en frente del
Wizengamot entero -"

"¿Qué estabas haciendo realmente con Draco Malfoy?"

Harry parpadeó, y contestó, "Probablemente no del todo lo que


estás pensando, pero…"

El horror escaló y escaló dentro de ella, y finalmente se desató.

"¿Estabas haciendo CIENCIA con él? "

"Bueno -"

" ¿Estabas haciendo CIENCIA con él? ¡Se suponía que tenías que
hacer ciencia CONMIGO! "

"¡No era algo así! ¡No es como si estuviese haciendo ciencia real
con él! Nada más estaba, ya sabes, enseñarle algunas partes
inofensivas de la ciencia Muggle, como las físicas elementales con
álgebra y cosas por el estilo - no es como si estuviese haciendo
investigación original con él, del modo que lo estaba haciendo
contigo -"

"¿Y supongo que no le contaste a él sobre mí, tampoco?"

"Pues, ¿por supuesto que no?" Harry replicó. "He estado haciendo
ciencia con él desde Octubre, y él no estaba exactamente listo para
escuchar sobre ti entonces -"

La inexpresable sensación de traición dentro de ella estaba


manando y manando, apoderándose de todo, su voz alzada, sus
ojos centelleantes, su nariz que ella tenía la certeza estaba
empezando a soplar, el ardor en su garganta. Se levantó de la mesa
con un empujón y retrocedió un paso, para ver mejor a su traidor, y
su voz casi era chirriante cuando gritó, "¡Eso no está bien! ¡No
puedes hacer ciencia con dos personas al mismo tiempo! "

"Pues -"

"O sea, ¡no puedes hacer ciencia con dos personas diferentes y no
informar a ninguno de los dos! "

"Ah…" Harry habló con cautela. "Yo sí pensé en eso, y estaba


siendo muy cuidadoso de no mezclar tu investigación con nada de lo
que hice con él -"

"Estabas siendo cuidadosso." Ella lo había siseado, no había sido


capaz de contener las Ss.

Harry levantó una mano y frotó su desarreglado cabello, y por


alguna razón eso hizo que ella le quisiera gritar incluso más.
"Señorita Granger," habló Harry, "creo que esta conversación se ha
vuelto metafórica en un nivel que es, pues…"

"¿Qué? " ella le chilló a él, con toda la fuerza de sus pulmones
dentro de la barrera Silenciosa.

Entonces se dio cuenta y se puso tan roja que si hubiese tenido el


nivel de poder mágico de una adulta su cabello se habría encendido
en llamas espontáneamente.

El único cliente solitario restante de la biblioteca, el niño Ravenclaw


sentado en la lejana esquina opuesta, estaba mirándolos con los
ojos abiertos de par en par mientras hacía un patético intento para
ocultarlo al sostener un libro justo por debajo de su cara.

"Claro," Harry dijo con un pequeño suspiro. "Así que, manteniendo


firmemente en mente que no fue más que una mala metáfora, y que
los científicos reales colaboran entre sí todo el tiempo, no pensé que
estuviese haciendo trampa. Los científicos a menudo guardan
silencio sobre otros proyectos en los que están trabajando. Tú y yo
estábamos haciendo investigación que manteníamos en secreto, y
había razones para no informar a Draco Malfoy en particular - él no
se habría quedado cerca de mí en ningún momento, desde el
principio, si él hubiese sabido que yo era tu amigo y no tu rival. Y
Draco hubiese sido el que se ponía en riesgo si yo le contaba a
cualquier otro sobre él -"

"¿Es eso realmente todo?" ella preguntó. "¿ En serio, Harry? ¿No
querías que tanto él como yo nos sintiéramos especiales, como si
fuésemos los únicos con los que querías estar y los únicos que
podían estar contigo?"

"Eso no es lo que yo -"

Harry hizo una pausa.

Harry se la quedó viendo.

Toda la sangre estaba regresando a su cara, probablemente tendría


que haber vapor saliendo de sus orejas, lo que tendría que haber
derretido su cabeza mientras que la carne líquida se iba deslizando
por su cuello, todo eso cuando se dio cuenta de lo que acababa de
pronunciar.

Harry la estaba contemplando con compresión y completo terror.

"Bueno…" ella habló con una voz muy aguda, "es que… oh, ¡no lo
sé, Harry! ¿No es más que una metáfora? Cuando un chico gasta
cien mil Galeones para salvar a una chica de la perdición segura,
ella tiene el derecho a cuestionar, ¿no lo crees? Es como si te
hubiesen comprado flores, sólo, ya vez, mucho más -"

Harry se levantó de la mesa con un empujón y retrocedió con un


tambaleante paso, al tiempo que puso sus brazos a agitar
frenéticamente. "¡No lo hice por eso! ¡Lo hice porque somos amigos!
"
"¿Sólo amigos?"

La respiración de Harry Potter estaba empezando a escalar hasta


volverse hiperventilación. "¡Muy buenos amigos! ¡Amigos extra-
especiales, incluso! ¡Mejores amigos por siempre, posiblemente!
¡Pero no ese tipo de amigos!"

"¿Realmente es tan malo considerarlo?" ella inquirió con dolor en su


voz. "O sea - no digo que yo esté enamorada de ti, pero -"

"Oh, ¿no lo estás? Gracias a los cielos. " Harry extendió la manga
de su túnica y se limpió la frente. "Mira, Hermione, por favor no me
malentiendas, estoy seguro de que eres una persona maravillosa -"

Ella retrocedió un paso tambaleándose.

"- pero - incluso con mi lado oscuro -"

"¿Es eso lo que te preocupa?" preguntó Hermione. "Pero yo - a mí


no me -"

"No, no, o sea, tengo un misterioso lado oscuro y probablemente


otras rarezas mágicas recorriendo mi ser, tú sabes que no soy un
niño normal, no realmente -"

"Está bien no ser normal," ella insistió, sintiéndose cada vez más
desesperada y confundida. "Estoy bien con eso -"

"Sin embargo aún con toda esas cosas raras mágicas que me
permiten ser más adulto de lo que debería ser, todavía no he
pasado a través de la pubertad y no hay hormonas en mi fluido
sanguíneo y mi cerebro es físicamente incapaz de enamorarse con
nadie. ¡Así que no estoy enamorado de ti! ¡No me es posible
enamorarme de ti! Por todo lo que sé hasta ahora, ¡dentro de seis
meses mi cerebro va a despertar y decidir enamorarse del Profesor
Snape! Pues, ¿puedo concluir de esto que tú ya has pasado a
través de la pubertad?"
"Ay," se lamentó Hermione con un sonido muy agudo. Perdió el
balance en sus pies, y un momento después Harry había corrido a
su lado y la estaba ayudando a bajar para sentarse en el suelo,
abrazando su cuerpo con manos firmes.

El hecho era que ella sí había salido corriendo hacia la oficina de la


Profesora McGonagall a mediados de Diciembre, no del todo
sorprendida porque ella había leído al respecto, aunque de todos
modos bastante mareada y fue con gran alivio que descubrió que
las brujas tenían Encantamientos para lidiar con las inconveniencias
y qué estaba Harry tan siquiera pensando al dirigir a una pobre
chica inocente una pregunta como esa -

"Mira, yo lo lamento," Harry habló frenéticamente. "¡Realmente no


tenía la intención de decir la mayor parte de eso del modo en que
sonó! Estoy seguro de que cualquiera con la perspectiva externa de
la situación en su totalidad y haciendo apuestas sobre con quién voy
a terminar casándome te asignaría a ti una probabilidad más alta
que a cualquier otra persona cercana a mí -"

Su inteligencia, que apenas estaba comenzando a incorporarse,


prontamente explotó en chispas y llamas.

"- aunque no necesariamente una probabilidad más alta que


cincuenta por ciento, o sea, desde la perspectiva externa hay
muchas más posibilidades, y quien me gusta antes de llegar a la
pubertad probablemente no es un diagnostico fuerte para determinar
con quién voy a estar dentro de siete años - no quiero sonar como
que estoy prometiendo algo -"

Su garganta estaba haciendo algún tipo de sonido agudo y


realmente no estaba escuchando nada de lo que ella misma
pronunciaba con exactitud. Todo su universo se había reducido a la
terrible, terrible voz de Harry.

"- y además he estado leyendo sobre psicología evolutiva, y, bueno,


hay todas estas sugerencias de que un hombre y una mujer viviendo
juntos felizmente por siempre podría ser más la excepción que la
regla, y en las tribus de cazadores-recolectores era más frecuente
permanecer juntos durante dos o tres años para criar a un niño en
sus etapas más vulnerables - y, o sea, considerando cuántas
personas terminan en horriblemente infelices matrimonios
tradicionales, parece como que podría ser el tipo de cosas que
necesita algo de ingeniosa reconstrucción - especialmente si
logramos solucionar lo de la inmortalidad -"

Tano Wolfe, Ravenclaw de quinto año, lentamente se levantó de su


escritorio en la biblioteca, de cuyo ventajoso punto acababa de ver a
Granger huir de la biblioteca, sollozando. No había sido capaz de
escuchar el meollo de la discusión, sin embargo claramente había
sido uno de aquellos.

Lentamente y con sus rodillas temblando, Tano se aproximó al Niño-


Que-Vivió, quien seguía con la vista fija en la dirección de las
puertas de la biblioteca, todavía vibrando por la fuerza con que
habían sido azotadas.

Tano no tenía un deseo particular de hacer esto, sin embargo Harry


Potter había sido Seleccionado dentro de Ravenclaw. El Niño-Que-
Vivió era, técnicamente, su compañero Ravenclaw. Y eso significaba
que había un Código.

El Niño-Que-Vivió no pronunció palabra cuando Tano se acercó,


pero su mirada no era amistosa.

Tano tragó saliva, apoyó una mano sobre el hombro de Harry Potter,
y recitó, su voz agrietada apenas un poco, "¡Brujas! ¿Quién las
entiende, eh?"

" Remueve tu mano antes de que la arroje hacia la oscuridad


exterior. "

Las puertas de la biblioteca se abrieron de par en par a causa de


otra partida apresurada.
Nota del Traductor (5 de Octubre de 2019)

El próximo capítulo es de 6.000 palabras, por lo que espero tenerlo


listo para dentro de dos semanas máximo. He estado esperando
impaciente el momento de llegar a este capítulo en particular, pronto
verán por qué.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad
leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si
quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el de
Rhaidot.

Gracias por leer.


La Presion del Tiempo Parte 1
Capítulo 88: La Presión del Tiempo, Parte 1

Abril 16, 1992.

12:07pm.

Hora del almuerzo.

Harry llegó pisando fuerte a la casi desierta mesa de Gryffindor,


determinando de un vistazo que el almuerzo de hoy eran bolas de
breen y Roopo. El ambiente de la conversación, Harry pudo
escuchar con seguridad, estaba relacionado con el Quidditch; un
entorno auditivo que de alguna manera era peor que el sonido de
motosierras oxidadas, sin embargo era mejor que lo que la mesa de
Ravenclaw todavía seguía farfullando sobre Hermione. La Casa de
Gryffindor, al menos, había iniciado con menos simpatía hacia Draco
Malfoy y tenía más incentivos políticos para desear que todos se
olvidaran de ciertos hechos infortunados; y si esa no era la razón
correcta para el silencio, al menos era silencio. Dean y Seamus y
Lavender se habían ido durante las vacaciones, pero al menos eso
dejaba…

"¿Qué fue todo ese alboroto en la Mesa de Profesores?" Harry


preguntó al grupo-mental de los gemelos-Weasley, al tiempo que
empezó a servirse su propio plato. "Pareció a punto de terminar
justo cuando yo llegué."

"Nuestra amada, aunque torpe Profesora Trelawney -"

"Parece haber derramado una sopera llena de sopa sobre sí misma


-"

"Sin mencionar al Sr. Hagrid."


Un rápido vistazo a la Mesa de Profesores confirmó que la
Profesora de Adivinación estaba agitando su varita frenéticamente
hacia las ropas empapadas del semi-Gigante. Nadie más parecía
estar prestando mucha atención, ni siquiera la Profesora
McGonagall. El Profesor Flitwick estaba de pie sobre su silla como
siempre, el Director parecía estar ausente otra vez (parecía haber
estado ausente la mayor parte de las vacaciones), las Profesoras
Sprout y Sinistra y Vector estaban comiendo en grupo como era
usual, y -

"Saben," Harry dijo, mientras giraba su cabeza hacia arriba para


contemplar la ilusión del techo del claro cielo azul, "eso todavía me
asusta a veces."

"¿Qué cosa?" interrogó Fred o George.

El poderoso y enigmático Profesor de Defensa estaba


'descansando' o lo-que-fuera-que-estaba-mal-con-él, sus manos
haciendo torpes, vacilantes agarres a la pierna de pollo que parecía
eludirlo sobre el plato.

"Eh, nada," contestó Harry. "No estoy del todo acostumbrado a


Hogwarts, todavía."

Harry continuó comiendo en moderado silencio, mientras varios


Weasleys discutieron sobre alguna bizarra sustancia que afectaba la
mente llamada Chudley Cannons.

"¿Qué clase de misteriosos y profundos pensamientos estás


pensando?" cuestionó una joven bruja de cabello corto, sentada
cerca. "O sea, sólo por curiosidad. Soy Brienne, por cierto." Ella lo
estaba observando con una de aquellas miradas que Harry había
decidido ignorar firmemente hasta que fuera mayor.

"Pues," Harry respondió, "¿conoces esos programas de Inteligencia


Artificial realmente simples como ELIZA que estás programados
para usar palabras en frases de Inglés sintáctico aunque ellos no
contienen ninguna comprensión de lo que las palabras significan?"
"Por supuesto," la bruja afirmó. "tengo una docena de esos en mi
baúl."

"Bueno, estoy bastante convencido de que mi comprensión de las


chicas está en algún lugar alrededor de ese nivel."

Un repentino murmullo cayó.

Le tomó un par de segundos a Harry darse cuenta que, no, el Gran


Comedor por entero no lo estaba contemplando a él, y luego Harry
giró su cabeza para ver alrededor.

La figura que acababa de arrastrar los pies dentro del Gran


Comedor parecía ser el Sr. Filch, el monitor simbólico de los pasillos
de Hogwarts; quien, junto con su predadora gata la Señora Norris,
constituía un encuentro aleatorio de bajo nivel que Harry ignoraba a
menudo utilizando su Reliquia de la Muerte de nivel épico. (Harry
una vez había consultado con los gemelos Weasley sobre hacer
alguna broma a este merecedor objetivo, después de lo cual Fred o
George había apuntado con calma que el Sr. Filch nunca había sido
visto usando varita, lo que era raro, realmente, considerando
cuántos hechizos serían útiles en esa posición, y te hacía cuestionar
por qué Dumbledore le había dado al hombre una posición en
Hogwarts, y Harry había cerrado la boca.)

Ahora mismo la ropa marrón del Sr. Filch estaba desarreglada y


empapada de sudor, sus hombros eran visiblemente pesados al
respirar, y su siempre presente gata estaba perdida.

"Trol -" jadeó el Sr. Filch. "En los calabozos -"

Minerva McGonagall se levantó de la Mesa de Profesores tan


velozmente que su silla se cayó al suelo detrás de ella.

"¡Argus! " ella exclamó. "¿Qué te sucedió?"


Argus Filch se tambaleó al avanzar entre las enormes puertas, la
parte superior de su cuerpo estaba manchada y untada de
pequeños puntos escarlatas como si alguien hubiese desparramado
salsa de filete sobre su cara. "Trol - gris - dos veces más alto que yo
- se - se -" Argus Filch cubrió su rostro con sus manos. "Se comió a
la Señora Norris - se la comió completa, de un solo bocado -"

Minerva sintió una puñalada de desmayo en su otro yo, nunca le


había caído muy bien la otra gata pero las dos habían sido felinas
de todos modos.

El bullicio inició en el Gran Comedor. Severus se levantó de la Mesa


de Profesores, de algún modo sin atraer demasiada atención sobre
sí mismo, y con largas zancadas salió por las enormes puertas sin
otra palabra.

Por supuesto, Minerva pensó, el corredor del tercer piso - esto


podría ser una distracción -

Mentalmente consignó tales asuntos al cuidado de Severus, extrajo


su varita, la levantó en alto, y produjo cinco finas grietas de fuego
púrpura.

Hubo un silencio paralizador roto únicamente por los sollozos de


Argus.

"Parece ser que tenemos una criatura peligrosa suelta en


Hogwarts," ella anunció a los miembros de la Mesa de Profesores.
"Les pido a todos ayuda en la búsqueda de los pasillos." Luego se
giró hacia los paralizados y expectantes estudiantes, y elevó su voz.
"¡Prefectos - lleven sus Casas de vuelta a los dormitorios
inmediatamente!"

Percy Weasley saltó de la mesa de Gryffindor. "¡Síganme!" él


declaró con aguda voz. "¡Permanezcan juntos, primer año! No, no tú
-" sin embargo para cuando los otros prefectos estaban levantando
sus voces un renovado murmullo se volvió a disparar.
Entonces una clara, helada voz habló bajo el repentino sonido de
murmullo.

"Directora Adjunta."

Ella giró.

El Profesor de Defensa estaba limpiando con calma sus manos en


una servilleta mientras se levantaba de la Mesa de Profesores. "Con
respeto," llamó el hombre de identidad desconocida, "usted no es
una experta en tácticas de batalla, madam. En esta situación, sería
más sabio -"

"Me disculpo, Profesor," lo interrumpió la Profesora McGonagall,


mientras se giraba hacia las grandes puertas. Filius y Pomona ya se
habían puesto de pie para seguirla, con Rubeus Hagrid el semi-
gigante poniéndose de pie hasta quedar por encima de todos ellos.
Ella había pasado a través de experiencias similares demasiadas
veces, para este punto. "Tristes experiencias me han enseñado que
en ocasiones como esta, no es un buen momento para recibir
consejo del actual Profesor de Defensa. En efecto, creo que sería
sabio que nosotros dos busquemos el trol juntos, para que así no
pueda caer ninguna sospecha sobre usted a causa de cualquier
evento que pueda ocurrir durante este tiempo."

Sin ninguna vacilación, el Profesor de Defensa giró suavemente


hacia la mesa de Gryffindor y aplaudió con sus manos produciendo
el sonido del piso rompiéndose.

"Michelle Morgan de la Casa Gryffindor, segunda al mando en el


Ejército de Pinnini," el Profesor de Defensa llamó con calma en
medio del silencio que había seguido. "Por favor aconseja a tu Jefa
de Casa."

Michelle Morgan se trepó sobre su banca y habló, la pequeña bruja


sonando con más confianza que la que Minerva recordaba haber
oído al principio del año. "Los estudiantes caminando a través del
pasillo estarían esparcidos y serían imposibles de defender. Todos
los estudiantes deberían permanecer en el Gran Comedor y
conformar un grupo en el centro… no rodeados por mesas, un trol
saltaría sin problemas sobre las mesas… con el perímetro defendido
por estudiantes de séptimo año. Únicamente aquellos que
pertenecen a los ejércitos, sin importar qué tan buenos sean en
duelo, para que no se metan en la línea de fuego de los demás."
Michelle dudó. "Lo lamento, Sr. Hagrid, pero - no sería seguro para
usted, usted debería quedarse atrás con los estudiantes. Y la
Profesora Trelawney no debería confrontar un trol por su cuenta
tampoco," Michelle sonó mucho menos apologética sobre esta
parte, "aunque si ella es emparejada con el Profesor Quirrell los dos
juntos pueden formar una unidad de batalla efectiva y en la que se
puede confiar. Eso concluye mi análisis, Profesor."

"Adecuado, para haber sido improvisado," el Profesor de Defensa


reconoció. "Veinte puntos Quirrell para usted. Sin embargo
cometiste la negligencia de señalar el punto obvio de que hogar no
significa lo mismo que seguridad, y un trol tiene fuerza suficiente
como para arrancar una puerta-retrato desde sus goznes -"

"Suficiente," Minerva espetó. "Gracias, Señorita Morgan." Ella


observó a las mesas expectantes. "Estudiantes, van a obrar como
ella lo recomendó." Se giró de vuelta hacia la Mesa de Profesores.
"Profesora Trelawney, usted acompañará al Profesor de Defensa -"

"Ah," Sybill habló desfallecida. Bajo su maquillaje exagerado y


desastre de un chal sobre otro, la mujer se veía bastante pálida. "Me
temo que - no estoy enteramente bien el día de hoy - en efecto, me
siento bastante débil -"

"Usted no tendrá que combatir al trol," Minerva la cortó de manera


abrupta, su paciencia constreñida como siempre que lidiaba con esa
mujer. "Nada más quédese con el Profesor de Defensa y no lo deje
salir de su vista ni por un instante, usted debe ser capaz de testificar
después que estuvo con él todo el tiempo . " Ella se giró hacia
Rubeus. "Rubeus, te voy a dejar aquí a cargo. Los debes mantener
a salvo." El enorme hombre se enderezó al escuchar esto,
perdiendo su sombrío aspecto y asintiendo con orgullo hacia ella.
Luego Minerva miró a los estudiantes, y levantó su voz. "Debería ser
innecesario decir que cualquiera que abandone el Gran Comedor
por cualquier razón, será expulsado. Ninguna excusa será aceptada.
¿He sido entendida?"

Los gemelos Weasley, con quien ella había estado manteniendo


contacto visual, asintieron respetuosamente.

Ella se giró sin más palabras y marchó hacia las puertas del pasillo
con el resto de Profesores detrás de ella.

En el lado más lejano del cuarto, sin ser notado sobre la pared, un
reloj mostraba las 12:14pm.

… y él todavía no se había dado cuenta.

Tic.

Mientras Harry veía fijamente con ojos estrechos la retirada de los


Profesores, preguntándose qué estaba sucediendo realmente y qué
significaba, mientras los estudiantes se iban reuniendo en una masa
más fácil de defender y una varita chasqueaba para quitar las
mesas que podían estorbar, Harry todavía no se dio cuenta.

Tic.

"¿No deberían formar parejas todos los Profesores?" se cuestionó


uno de los Gryffindor mayores cuyo nombre Harry no conocía. "O
sea - sería más lento, pero sería más seguro, creo -"

Tic.

Alguien más replicó ante esto, levantando su voz, sin embargo Harry
no captó la mayor parte de lo que se dijo, lo importante era que los
trol de montaña eran altamente resistentes a la magia e
increíblemente fuertes y se podía regenerar pero eran muy ruidosos
por lo que si los escuchabas venir, no debería ser muy difícil para un
Profesor de Hogwarts atarlos con un Vadim Irrompible de algo algo.

Tic.

Y Harry todavía no se dio cuenta.

Tic.

Los ruidos de la multitud fueron subyugados, las personas estaban


hablando en voz baja entre sí mientras se auscultaba los
alrededores, pendientes de escuchar una puerta romperse o un
rugido enojado.

Tic.

Algunos estudiantes estaban especulando sobre qué podría estar


intentando lograr el Profesor de Defensa al introducir un trol, y si
estaba enojado porque la Profesora McGonagall había detenido su
intento de distracción, y de qué era una distracción .

Tic.

Y todavía no le vino el pensamiento a Harry, no hasta después de


que todos los estudiantes habían formado una masa de quizá
cientos de cuerpos bajo el patrullaje de estudiantes en séptimo año
de aspecto siniestro con sus varitas apuntadas hacia el exterior, y
alguien sugirió hacer un conteo de cabezas, y otra persona le replicó
sarcásticamente que esto podría haber sido sensato algún otro día,
sin embargo ahora prácticamente todos se habían ido para las
vacaciones de primavera y nadie sabía realmente cuántos
estudiantes se suponía debían estar en el cuarto, y mucho menos si
alguno estaba perdido.

Tic.

Ahí fue cuando Harry se preguntó dónde estaba Hermione.

Tic.
Harry observó hacia donde los Ravenclaws se habían agrupado, no
vio a Hermione aunque claro todos estaban lo suficientemente
apretados que no esperarías ver a los estudiantes más pequeños a
través de la multitud, en medio de los estudiantes mayores.

Tic.

Harry luego echó un vistazo hacia los Hufflepuffs para ver si podía
encontrar a Neville, e incluso aunque Neville estaba parado detrás
de un estudiante mucho más alto, el procesamiento visual de Harry
se las arregló para hallarlo casi de inmediato. Hermione tampoco
estaba con los Hufflepuffs, no que Harry pudiera ver - y ella
ciertamente no iba a estar con los Slytherins -

Tic.

Harry pasó a través de la apretada multitud con empujones,


pasando a un lado o alrededor de los estudiantes más grandes y en
un caso simplemente tuvo que pasar arrastrado en cuatro entre sus
piernas, hasta que puedo estar de pie en medio de los Ravenclaws
y pudo verificar definitivamente que, no, no Hermione.

Tic.

"¡Hermione Granger!" Harry llamó fuertemente. "¿Estás aquí?"

Nadie respondió.

Tic.

En alguna parte del fondo de su mente se estaba incrementando


una sensación de horror, mientras que otras partes de él intentaban
decidir con exactitud qué tanto debían entrar en pánico. Aunque la
primera clase de Defensa del año estaba bastante difusa en la
mente de Harry, de modo distante recordaba algo sobre los trol
siendo capaces de rastrear presas que estaban a solas y sin
defender.
Tic.

Otra línea de pensamiento buscó frenéticamente a través de


posibilidades poco desarrolladas, ¿qué podía hacer exactamente?
No eran las 3pm todavía por lo que no podía resolver esto ahora
usando su Giratiempo. Incluso si podía escapar del cuarto - tenía
que haber alguna manera de ponerse su Capa sin ser descubierto,
algún tipo de distracción que pudiera usar - no tenía idea de dónde
estaba Hermione, y Hogwarts era enorme.

Tic.

Otra parte de su mente intentó modelar posibilidades. De lo que


habían dicho los otros estudiantes los trol no eran depredadores
silenciosos, eran ruidosos -

Hermione no tendría ni idea de que se trata de un trol, por lo que


ella irá investigar el ruido. Ella es una heroína, ¿no es así?

- sin embargo Hermione ahora tiene una capa de invisibilidad y una


escoba en su monedero. Harry había insistido en esa parte tanto
para ella como Neville, y la Profesora McGonagall le había
informado que había sido realizado así. Eso debía ser suficiente
para permitir que Hermione pudiera escapar, incluso si ella era torpe
sobre una escoba. Todo lo que tenía que hacer era llegar a una
sección del techo, era un día despejado y se suponía que la luz
solar era mala para los trol de alguna manera, Harry recordaba esa
parte y por lo tanto Hermione la recordaría exactamente. Y
seguramente, incluso si Hermione quería probarse a sí misma de
nuevo, ella no podría ser tan tonta como para atacar a un trol de la
montaña.

Tic.

Ella no lo iba a hacer.

Tic.
Ella simplemente no era así.

Tic.

Y luego se le ocurrió a Harry que alguien había intentado


previamente culpar a Hermione Granger de asesinato usando el
Encantamiento de Memoria. Lo había hecho dentro de Hogwarts, sin
disparar ninguna alarma. Y había planeado que Draco muriera
lentamente para no activar los hechizos de protección hasta seis
horas después para que nadie pudiera usar un Giratiempo para
revisar. Y que quien fuera lo suficientemente ingenioso como para
infiltrar a un trol a través de las antiguas protecciones de Hogwarts
sin que el Director viniera a investigar la extraña criatura, también
podía ser lo suficientemente listo como para tomar el siguiente paso
obvio de inutilizar los objetos mágicos de Hermione…

Tic.

Hubo una parte de él que sintió el pánico creciendo lentamente


cuando la perspectiva cambió, un Cubo de Necker cambiando de
orientación, qué rayos había estado pensando Harry, permitiendo
que Hermione y Neville fueran mantenidos dentro de Hogwarts nada
más porque se les había dado un par de artilugios estúpidos, eso no
iba a detener a alguien que los quería asesinar .

Tic.

Otra parte de su mente puso resistencia, esa posibilidad no era


certeza, era compleja y la probabilidad fácilmente podía estar bajo el
50%. Era fácil imaginar entrar en un enorme pánico en frente de
todos y luego Hermione regresaba de los lavabos afuera del Gran
Comedor. O si el trol terminaba no yendo ni cerca de ella… como en
la historia del niño que dijo lobo, nadie le creería la próxima vez que
ella realmente estuviera en problemas; podría gastar crédito de
reputación que después iba a necesitar para algo más…

Tic.
Harry reconoció al instante el esquema del temor-de-la-vergüenza
que detenía a la mayoría de personas de hacer cualquier cosa bajo
condiciones de incertidumbre, y la aplastó con fuerza. Incluso si fue
extraño cuánta fuerza de voluntad le requirió llegar a la decisión
para gritar en frente de todos, si era que él simplemente no había
visto a Hermione en la multitud iba a ser bastante vergonzoso…

Tic.

Harry respiró profundamente y gritó tan fuertemente como pudo,


"¡Hermione Granger! ¿Estás aquí?"

Todos los estudiantes se dieron la vuelta para mirarlo. Luego


algunos de ellos se voltearon para buscar por ellos mismos. El ruido
alrededor del cuarto descendió en volumen aunque algunas
conversaciones siguieron sin detenerse.

"¿Ha visto alguien a Hermione Granger desde - desde alrededor de


las diez y media del día de hoy o algo así? ¿Alguien tiene alguna
idea de dónde podría estar ella?"

Los murmullos de fondo siguieron creciendo.

Nadie levantó su voz para gritar hacia él, en particular nada como,
No te preocupes, Harry, estoy justo aquí.

"Oh, Merlín," alguien pronunció el algún lugar cercano, y luego los


murmullos de fondo empezaron de nuevo, adquiriendo ahora un
nuevo tono de excitación.

Harry bajó la vista hacia sus manos, ignorando el bullicio e


intentando pensar, pensar, PENSAR -

Tic.

Tic.

Tic.
Susan Bones y un chico pelirrojo con una varita de aspecto
envejecido llegaron hasta Harry al mismo tiempo a punta de
empujones.

"Tenemos que dejar que los Profesores lo sepan de algún modo -"

"Tenemos que encontrarla -"

"¿Encontrarla?" Susan espetó, rodeando al otro chico. "¿Cómo


vamos a hacer eso, Capitán Weasley?"

"¡Saldremos afuera y la vamos a buscar !" Ron Weasley le replicó.

"¿Estás loco? Ya hay Profesores buscando en los pasillos, ¿qué te


hace pensar que tenemos una mejor oportunidad que ellos de
toparnos con la General Granger? ¡Sólo que nosotros seremos
comidos por el trol! ¡Y luego expulsados!"

Era raro, cómo a veces escuchar malas ideas hacía la idea correcta
obvia por contraste.

"¡ De acuerdo todos! ¡Escúchenme! "

Las personas se voltearon a verlo.

"¡SILENCIO! ¡TODOS! ¡CÁLLENSE! "

La garganta de Harry dolió después de eso, pero había obtenido la


atención de todos.

"Tengo una escoba," Harry anunció tan fuerte como pudo con su
todavía dolorida garganta. Recordó Azkaban, y la escoba que
únicamente había tenido dos asientos, cuando había pedido una
que pudiera cargar tres personas. "Es de 3-asientos. Necesito
alguien de los ejércitos de séptimo año para que venga conmigo.
Vamos a volar a través de los pasillos tan rápido como podamos en
busca de Hermione Granger, recogerla, y regresar de inmediato.
¿Quién está conmigo?"
Entonces el Gran Comedor se puso enteramente en silencio.

Los estudiantes de vieron entre sí intranquilos. Los estudiantes más


jóvenes vieron con expectación a los estudiantes mayores, mientras
ellos a su vez se giraron para contemplar a los estudiantes que
estaban protegiendo el perímetro. La mayoría de ellos estaban
mirando directamente hacia adelante, apuntando con sus varitas por
si acaso el trol escogía ese momento para penetrar a través de una
pared.

Nadie se movió.

Nadie habló.

Harry Potter volvió a hablar. "No vamos a ir a pelear contra el trol. Si


lo vemos le vamos a volar por encima y de ningún modo será capaz
de seguirnos el paso en una escoba. Tomaré la responsabilidad de
arreglarlo con la administración. Por favor. "

Las personas siguieron observándose entre sí.

Harry contempló a la muchedumbre silenciosa, la docena de


séptimo año observando tercamente hacia adelante, sintiendo la
frialdad cayendo sobre él. En alguna parte del fondo de su mente, el
Profesor Quirrell estaba carcajeándose burlón y mofándose de la
idea de que los tontos ordinarios alguna vez harían algo útil por
voluntad propia, sin una varita apuntando a sus cabezas…

Tic.

El remedio estándar para la apatía del espectador era enfocarse en


un único individuo. "De acuerdo," Harry habló, intentando mantener
la voz dominante del Niño-Que-Vivió que no dudaba obediencia.
"Señorita Morgan, venga conmigo, ya. No tenemos tiempo que
perder."

La bruja que él nombró se giró de donde había estado viendo


fijamente hacia el perímetro, su expresión espantada por un
segundo antes de que la volviera a cerrar.

"La Directora Adjunta nos ordenó a todos permanecer aquí, Sr.


Potter."

Le requirió un esfuerzo a Harry dejar de apretar sus dientes. "El


Profesor Quirrell no afirmó eso ni usted tampoco. La Profesora
McGonagall no sabe de tácticas, ella no consideró revisar si
teníamos algún estudiante faltando y ella pensó que era una buena
idea hacer que los estudiantes marcharan a través de los pasillos.
Sin embargo la Profesora McGonagall comprende después de que
sus errores le son señalados, usted vio que ella la escuchó a usted y
al Profesor Quirrell, y tengo la certeza de que ella no querría que
nosotros simplemente ignoremos el hecho de que Hermione
Granger está allí afuera, sola -"

Tic.

"Espero que la Profesora diga que no desea que más estudiantes


vaguen por los pasillos. La Profesora amenazó que si cualquiera
salía por una razón, serían expulsados. ¡Quizá tú no necesitas
preocuparse porque eres el Niño-Que-Vivió, sin embargo el resto de
nosotros sí tenemos! "

Tic.

En alguna parte del fondo de su mente, el Profesor Quirrell se


estaba riendo a pierna suelta. Esperar que alguna persona normal
fuera a actuar sin una estrategia perfectamente clara, sin un
enfoque claro de lo que personalmente era su responsabilidad,
cuando tenían una buena excusa para hacer nada… "La vida de
una estudiante está en peligro," Harry habló con voz controlada.
"Ella podría estar combatiendo al trol ahora mismo. Por curiosidad,
¿eso significa algo para usted?"

Tic.

El rostro de la Señorita Morgan se contrajo. "Tú - ¡tú eres el Niño-


Que-Vivió! ¡Sólo vete por tu cuenta y chasquea tus dedos, si la
quieres ayudar!"

Tic.

Harry apenas y era consciente de lo que estaba diciendo. "Eso no


es más que astucia y fintas, no tengo ningún poder como ese en la
vida real, ¿una niña joven necesita su ayuda ahora es usted una
Gryffindor o no?"

"¿Por qué me estás contando todo esto a mí? " gritó la Señorita
Morgan. "¡Yo no fui dejada cargo aquí! ¡Fue el Sr. Hagrid!"

Hubo una incómoda pausa que cubrió todo el salón.

Harry se giró para observar al enorme semi-gigante alzándose por


encima de la muchedumbre de estudiantes, mientras el resto de
cabezas se voltearon hacia él al mismo tiempo.

"Sr. Hagrid," Harry habló, intentando mantener su voz de comando.


"Necesita autorizar esta expedición y necesita hacerlo ahora."

Rubeus Hagrid se veía en conflicto, aunque era difícil de juzgar con


su vasta cabeza rodeada por su barba y mechones sin cortar;
únicamente sus ojos parecían vivos, sepultados por todo ese
cabello. "Eh…" dijo el semi-gigante. "Se me pidió mantenerlos a
todos a salvo -"

"¿Genial, podemos tener también a salvo a Hermione Granger? Ya


sabe, ¿la estudiante que fue culpada por un asesinato que ella no
cometió que necesita alguien que la ayude?"
El semi-gigante se sobresaltó cuando Harry pronunció esas
palabras.

Harry se quedó mirando fijamente al enorme hombre, deseando con


desesperación que él pudiera captar la pista, esperando que las
palabras no se lo fueran a revelar a nadie más - él no podía ser puro
musculo, de seguro James y Lily habían sido amigos con este
hombre por algo más que lástima -

"¿Culpada?" exclamó una voz anónima, desde algún lugar cercano


a donde estaban reunidos los Slytherins. "¿Ja, todavía sigues con
eso? Se lo tiene merecido si se la comen."

Hubo algunas risas, incluso cuando se produjeron llamados de


indignación en otro lugar.

La cara del semi-gigante se puso firme. "Te quedas aquí, jovencito,"


El Sr. Hagrid afirmó con un tono resonante que probablemente
quería ser gentil. "Voy a ir y buscar por mi cuenta. Lo cierto es, que
los trol pueden ser un poquito engañosos - los tienes que coger por
el tobillo y hacerlos caer de la manera correcta, o te van a partir en
dos limpiamente -"

"¿Puede usted montar una escoba, Sr. Hagrid?"

"Eh -" Rubeus Hagrid frunció el ceño. "No."

"Entonces no puede buscar lo suficientemente rápido. ¡Los de sexto


año! ¡Llamando a todos los de sexto año! ¡Hay alguien de sexto año
que no sea un cobarde insignificante?"

Silencio.

"¿Quinto año? Sr. Hagrid, ¡diga que están autorizados a venir


conmigo y mantener mi persona a salvo! ¡Estoy intentando ser
sensato, maldición! "
El semi-gigante retorció sus manos con expresión agónica. "Eh - yo
-"

Algo se sacudió dentro de Harry y empezó a avanzar directamente


hacia las puertas del Gran Comedor con largas zancadas,
empujando a un lado a cualquiera que no se quitara de su camino
como si se tratara de una estatua blanda. (Él no corrió, porque
correr era una invitación para que alguien te detuviera.) En algún
lugar de su mente se estaba moviendo a través de un cuarto vacío
lleno con marionetas mecánicas por cuyos insignificantes sonidos
de labios en movimiento había sido distraído -

Una enorme figura se interpuso en su camino.

Harry levantó la vista.

"No puedo dejarte hacer eso, Harry Potter, a ti menos que a nadie.
Hay cosas extrañas sueltas en este castillo, y alguien podría estar
persiguiendo a la Señorita Granger - o te podrían estar persiguiendo
a ti. " La voz de Rubeus Hagrid era arrepentida pero firme, y sus
manos gigantes yacían a sus costados como palas de una
excavadora. "No puedo dejarte salir afuera, Harry Potter."

"¡Stupefy! "

El voltio rojo se estrelló contra un lado de la cabeza de Hagrid e hizo


que el enorme hombre se sorprendiera. Su cabeza se volteó más
pronto que lo que cualquier cosa así de grande debería haberse
movido, y aulló, "¡Qué crees que estás haciendo! " hacia la joven
forma de Susan Bones.

"¡Lo siento! " ella gritó. "¡Incendium! ¡Glisseo! "

Las manos del enorme hombre, ahora palmeando su barba en


llamas, no pudieron del todo evitar que él se estrellara contra el
suelo, sin embargo ya no importó porque Harry ya le había pasado
por un lado y -
Neville Longbottom se paró delante de él, viéndose desesperado
aunque determinado, la varita del chico de Hufflepuff ya estaba
alzada en su mano.

La mano de Harry fue a buscar su propia varita por puro reflejo,


apenas se las arregló para detenerse a sí mismo antes de que
Neville le pudiera disparar a él, contemplando fijamente a su
Teniente como si el mundo se hubiese vuelto loco.

"¡Harry!" Neville exclamó. "Harry, el Sr. Hagrid está en lo correcto, tú


no puedes, todo esto podría ser una trampa, podrían estar detrás de
ti - "

Todos los músculos de Neville se pusieron rígidos y cayó al suelo,


rígido como una tabla.

Un Ron Weasley de aspecto pálido salió por detrás de Neville, su


propia varita levantada, y le dijo, "Ve."

"Ron, demente, qué estás haciendo - " vino una voz distante
identificable como el novio de la Señorita Clearwater, pero Harry ya
estaba corriendo hacia la puerta sin mirar atrás, al tiempo que la voz
de Ron y Susan se levantaba de nuevo al hacer otro encantamiento.
Hubo un enorme aullido de indignación, y voces desconocidas
empezaron a gritar.

Luego Harry había pasado, su mano cogiendo su monedero y su


voz pronunciando "escoba", mientras que detrás de él las grandes
puertas comenzaron a cerrarse otra vez.

Harry continuó corriendo a través de la Entrada al Comedor al


tiempo que la larga escoba para tres personas y su conjunto de
estribos empezaron a sobresalir del monedero, repitiendo un
número de groserías en su cabeza y pensando esto es lo que ocurre
cuando intentas ser sensato con la parte de su mente que no estaba
intentando descubrir un patrón de búsqueda para cubrir los lugares
en que Hermione podría ser. La Biblioteca estaba en el tercer piso y
prácticamente al otro lado del castillo… Harry ya casi había
alcanzado la gran escalera de mármol para cuando la escoba
estaba en su mano y "¡Arriba! " estaba en el aire y acelerando hacia
el segundo piso -

"¡Ah! " Harry gritó, y apenas se las arregló para girar su escoba en el
aire para no empalar a una de las figuras humanas que estaba
acechando en la cima de las escaleras. Hubo un momento fatal al
intentar no caer de la escoba, realizar los giros que lo mantendrían
sobre los estribos, a pesar de estar realmente cerca al suelo y casi
no tener espacio para maniobrar y entonces -

"¿Fred? ¿George? "

"¡No podemos descubrir cómo encontrarla!" uno de los gemelos


Weasley espetó, manos retorciéndose por la desesperación. "Nos
escapamos porque pensamos que podríamos hallar a la Señorita
Granger - tiene que haber una manera rápida de encontrar a
cualquiera que esté dentro del castillo de Hogwarts, ambos estamos
seguros de eso - ¡sin embargo no somos capaces de descubrir cuál
es!"

Harry se los quedó viendo fijamente a los dos, desde la escoba


donde había quedado volcado de pies a cabezas a causa de su
maniobra desesperada, y enteramente por reflejo su boca habló,
"Bueno, ¿ por qué estaban tan seguros de que podían encontrarla?"

"¡Nosotros no lo sabemos!" bramó el otro gemelo Weasley.

"¿Han sido capaces de encontrar a otras personas dentro de


Hogwarts antes?"

"¡Sí! Nosotros -" y el gemelos Weasley que estaba hablando se


detuvo bruscamente, ambas cabezas rojas se quedaron con la
mirada perdida en la distancia con una expresión vacua.

Hubo un estrepitoso estruendo, cuando dos enormes puertas


empezaron a ser empujadas por alguien muy, muy fuerte.
Harry giró alrededor en el aire para presentar los dos estribos libres
de la escoba hacia los gemelos Weasley, no dijo nada, no había
razón para delatar sus posiciones si no tenían que hacerlo. El
tiempo pareció moverse demasiado lento mientras los dos gemelos
Weasley se apoderaban de los estribos, el corazón de Harry estaba
latiendo fuerte a pesar de su cálculo mental de que el Sr. Hagrid,
corriendo, ni siquiera iba a alcanzar a poner un pie en la escalera a
tiempo. Entonces los tres estaban acelerando fuerte y alejándose
hacia el más cercano corredor, el suelo de piedra bajo ellos
poniéndose borroso y las paredes parecían hacer un sonido silbante
que era audible (aunque eso no era más que el viento en sus orejas)
mientras ellos pasaban; Harry recordó que estaba montando una
escoba para tres personas apenas a tiempo para bajar la velocidad
para la siguiente esquina.

Y ahora todos los asientos de las escobas estaban ocupados, pero


si de hecho encontraban a Hermione entonces - Harry podía
ponerse la Capa de Invisibilidad, que debería esconderlo del trol, y
eso dejaría libre un asiento para Hermione -

Harry se agachó con fuerza antes de que un arco repentino le


pudiera arrancar la cabeza.

"¡Encontramos a Jesse!" el gemelos Weasley sentado detrás de


Harry espetó. "¡Sé que lo hicimos! ¡Esa vez que le teníamos que
informar que Filch lo estaba cazando!"

"¿Cómo?" Harry inquirió, la mayor parte de su cerebro estaba


ocupada con no morir en un horrible accidente aéreo. Aunque
tendría que haber bajado la velocidad por seguridad, había una
tensión creciente dentro de él, un pavor sin fuente. Él no podía bajar
la velocidad, algo terrible iba a suceder si bajaba la velocidad…

"Nosotros -" respondió el gemelo Weasley que estaba sentado más


atrás. "¡No lo podemos recordar!"

Otro estrecha esquina tomada a, Harry estimó, aproximadamente al


0.3% de la velocidad de la luz, y estaban atravesando un retorcido y
curvo corredor que Harry siempre cogía para llegar desde el Gran
Comedor a la biblioteca sólo que no era la ruta más corta si estabas
sobre una escoba, tendría que haber tomado el largo y directo
Corredor del Oeste más bien -

La parte de su cerebro que no estaba maniobrando le alcanzó el


paso a la realidad.

"¡Alguien ha estado manipulando sus mentes!" Harry gritó, mientras


ondeaba a través del corredor curvo tan velozmente que el Weasley
al final de la escoba a veces se golpeaba ligeramente contra las
paredes pues el largo de la escoba entraba en conflicto con las
habilidades aéreas mal adaptadas de Harry.

"¿Qué? " aulló Fred o George.

"¡Quien fuera que se lo hiciera a Hermione también se metió con


sus mentes!" Podría ser un Obliviate, podría ser una Memoria Falsa
que no ha sido plantada adecuadamente, pero ahora mismo Harry
no podía pensar -

La escoba giró y ascendió al lado de una escalera en espiral, los


tres se aplastaron contra la escoba para que pudieran atravesar en
pequeño espacio en el techo que conectaba con el tercer piso, y
entonces habían llegado al frente de la biblioteca, la escoba
reduciendo su velocidad hasta detenerse con un chirrido a pesar de
la ausencia de cualquier cosa contra la que pudiera hacer frenado
por fricción. Harry le disparó una rápida mirada a los gemelos
Weasley para que se quedaran quietos, mientras él se bajó de la
escoba para abrir las puertas de par en par de la biblioteca,
controlando su respiración al meter la cabeza adentro.

Hermione Granger no estaba allí.

Madam Pince, quien estaba comiendo un sándwich en su escritorio,


levantó la vista con repentina mirada feroz. "¡La biblioteca está
cerrada!"
"¿Ha visto a Hermione Granger?" Harry preguntó.

"¡Dije que la biblioteca está cerrada, niño! ¡Es hora de almuerzo!"

"Esto es extremadamente importante. ¿Ha visto a Hermione


Granger o tiene alguna idea de dónde podría estar?"

"¡No, ahora vete!"

"¿Tiene algún modo de contactar rápidamente a la Profesora


McGonagall en una emergencia?"

"¿Eh?" dudó la bibliotecaria, asustada. Se levantó de su escritorio.


"Qué está -"

"Sí o no. Por favor responda inmediatamente."

"Ah - está el Flu -"

"Ella no está en su oficina," Harry la cortó. "¿Tiene alguna otra forma


de llegar hasta ella?. Sí o no."

"Jovenzuelo, insisto que usted -"

El cerebro de Harry etiquetó esto como Otra vez estoy hablando con
un PNJ y giró sobre sus tobillos y salió corriendo hacia la escoba.

"¡Alto!" gritó Madam Pince, irrumpiendo demasiado tarde a través de


las puertas para cuando Harry y los gemelos Weasley habían salido
volando de nuevo, por fuera de la vista de la bibliotecaria. La presión
en la mente de Harry seguía en aumento, como si físicamente una
mano estuviese apretando su pecho, tenía que encontrar a
Hermione y no tenía otra noción de a dónde podría estar, a menos
que fuera en el dormitorio de brujas de la torre de Ravenclaw y ahí
él no podía entrar. Buscar por todo Hogwarts bordeaba en el
imposible matemático, probablemente no había una ruta de vuelo
continua que pudiera entrar en todos los cuartos al mismo tiempo -
por qué no había pensado en demandar un conjunto de esos
fantásticos espejos que los Aurores usaban para comunicarse para
Hermione y Neville -

El darse cuenta que estaba siendo estúpido golpeó a Harry en el


estómago. No necesitaba espejos para enviar un mensaje, no había
necesitado espejos desde Enero. Harry redujo la velocidad de la
escoba para que se detuviera en el medio del aire de un pasillo, su
varita ya dentro de su mano, la voluntad que lo movía para proteger
a Hermione Granger levantándose en el frente de su mente como un
sol de fuego plateado y fluyendo por su brazo al gritar

"¡EXPECTO PATRONUM! "

y el fulgurante humanoide blanco ardió en existencia como una


nova, las voces de los gemelos Weasley aullando a todo pulmón por
la conmoción.

"Dile a Hermione Granger - que hay un trol suelto en Hogwarts - la


podría estar cazando - ella necesita ponerse directamente bajo la
luz solar, ¡ahora mismo!"

La figura plateada se giró como si se estuviera yendo, y luego


desapareció.

"Por los calzones de Merlín," sollozó Fred o George.

La silueta plateada volvió a aparecer en el mundo con una


explosión, y habló con la extraña voz exterior del propio Harry,
"Hermione Granger respondió," la voz de la brillante figura se volvió
aguda, "¡AHHHHHHHHH! "

El tiempo pareció fracturarse, como si todo se estuviera moviendo


muy rápidamente y lentamente al mismo tiempo. Un desesperado
impulso para acelerar la escoba, volar a su máxima velocidad, sólo
que Harry no sabía a dónde -

"Si sabes en dónde está ella," Harry gritó a la resplandeciente figura


humanoide, viéndolo como si fuera un sol, "¡entonces llévame con
ella!"

El fulgor plateado se movió y Harry aceleró para seguirlo, los


gemelos Weasley soltando chillidos agudos detrás suyo mientras él
se disparaba a través del aire como una bola de cañón, moviéndose
más rápido que cuerdamente, no se enfocó en las paredes silbando
al pasar o cuán velozmente se estaba moviendo, solamente siguió
la luz plateada a través de los corredores y subió las escaleras
volando y penetrando a través de puertas a las que Fred o George
le gritaban desesperados encantamientos para abrir y aún así todo
eso estaba tomando demasiado tiempo, algún lugar muy dentro de
Harry se sentía como si se estuviese hundiendo a través de melaza
mientras ventanas y retratos pasaban vertiginosamente.

La escoba gritó a través de un giro final que azotó a uno de los


gemelos Weasley contra la pared casi tan fuerte como una Bludger
golpearía, y luego siguieron el brillante Patronus a través de un
espacio abierto en el techo, subiendo hacia arriba como el viento,
pasando por encima de un piso y luego otro en menos de un respiro.

Su Patronus redujo su velocidad hasta detenerse (Harry frenando


con fuerza como respuesta) justo cuando alcanzaron el nivel de un
piso ancho y de espacio abierto que se esparcía hacia afuera hasta
que escapaba el techo y se convertía en una terraza exterior, una
extensión de mármol embaldosado abierto al aire y al cielo -

Nota del Traductor (19 de Octubre de 2019)

Madam Prince almuerza sándwich al igual que yo. No sé si sentirme


bien o mal al respecto.

El próximo capítulo es de casi 3.000 palabras, por lo que espero


tenerlo listo para dentro de una semana.

Según mis cálculos, faltan más o menos 150.000 palabras para


completar la traducción de HPMOR. Por lo que si puedo mantener el
ritmo de 5.000 palabras por semana, me tardaré un mínimo de 30
semanas para terminar la traducción, o sea, 210 días o 7 meses.
Ese es el número mínimo, porque no incluye el tiempo de corrección
que suele ser de uno o dos días por capítulo. En todo caso, el
tiempo para terminar HPMOR ya no parece tan lejano.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.

Gracias por leer.


La Presion del Tiempo Parte 2
Capítulo 89: La Presión del Tiempo, Parte 2

Frías llamas azules estaban pegadas al suelo en pequeñas masas,


rodeando una fuente flamante que parecía arder con un azul más
letal, más caliente.

En un estrecho círculo las losas de mármol estaban chamuscadas y


partidas por algún hechizo explosivo que únicamente la más
prodigiosa de las brujas de primer año podría haber lanzado, con su
último aliento.

Sobre la terraza, todavía moviéndose bajo plena luz solar, estaba de


pie una gran criatura grumosa de granito gris opaco. Cuerpo como
una roca con una pequeña cabeza calva encaramada en la cima
como una piedra, piernas cortas tan gruesas como troncos de
árboles con pies planos y con cachos. Una mano sostenía un
tremendo garrote de piedra tan largo y ancho como un humano
adulto, y en la otra mano tenía

Los gemelos Weasley gritaron.

El Patronus de Harry se hizo añicos.

El trol resopló y se giró para enfrentarlos, dejando caer

dentro del charco de sangre que se había esparcido bajo sus pies,
levantando su garrote muy alto.

Entonces un Weasley recitó un encantamiento y el garrote fue


separado de la mano del trol, se estrelló contra su cara tan fuerte
que hizo que el trol retrocediera un paso, un golpe que podría haber
asesinado a un Muggle. El trol dejó escapar un bramido de ira, su
nariz aplastada y salpicada de sangre, y luego la nariz se enderezó
una vez más, regenerada. El trol se arrojó con las dos manos hacia
el garrote, el cual salió disparado hacia el aire y por poco evitó ser
agarrado.

"Apártenlo, tienen que mantenerlo lejos de mí," dijo una voz.

El garrote levitado se apartó del trol, desde la terraza hacia el piso


ancho de espacio abierto bajo el techo; y el trol dio un gran y
prodigioso salto que casi puso el garrote dentro de sus manos.
Entonces el trol dio otro gran salto cuando el garrote se movió a un
lado; y la escoba se movió hacia adelante y Harry bajó de ella con
un salto y corrió hacia donde Hermione Granger yacía en un charco
de su propia sangre con sus piernas comidas hasta por encima de
los muslos.

Las manos de Harry desgarraron el kit de sanación de su monedero,


cogió uno de los torniquetes de auto-ajuste, lo envolvió alrededor de
un muñón marcado con dientes irregulares, sus manos resbalando
por un momento en la sangre, no temblaron, no había permiso para
que sus manos temblaran. Mientras el torniquete formaba un lazo
completo se iba apretando más y hacía salir más sangre, pero
entonces el sangrado se detuvo sobre el apretado muñón, y Harry
se giró hacia el otro muñón. Parte de su mente estaba gritando,
gritando, gritando e incluso la parte de él cogiendo el otro torniquete
de auto-ajuste lo escuchaba, sin embargo eso tampoco era
permitido.

Los dos gemelos Weasley estaban gritando hechizos, uno tras otro
en un lanzamiento de fuego rápido que habría dejado inconsciente a
Harry en sesenta segundos, a veces los gemelos gritaban dos
hechizos simultáneamente en coordinación perfecta, pero la
mayoría de hechizos eran quebrados en una lluvia inofensiva de
chispas contra la piel del trol. Mientras el otro torniquete se apretaba
sobre sí mismo con otra pulsación de sangre, Harry levantó la vista
hacia "¡Diffindo!" / "¡Reducto! " que hicieron que los ojos vulnerables
del trol explotaran en lluvias gemelas de un humor vítreo, sin
embargo el trol únicamente soltó otro aullido de nuevo, sus ojos ya
se estaban reformando.
"¡Fuego y ácido! " Harry exclamó. "¡Usen fuego o ácido! "

"¡Fuego!" / "¡Incendio!" Harry escuchó, aunque no estaba mirando,


estaba buscando la jeringa de líquido naranja brillante que era la
poción de oxigenación, introduciendola dentro del cuello de
Hermione en lo que Harry esperaba era la arteria carótida, para
mantener su cerebro vivo incluso si sus pulmones o corazón se
detenían, siempre y cuando su cerebro permaneciera intacto todo lo
demás podía ser arreglado, tenía que ser posible para la magia
arreglarlo, tenía que ser posible para la magia arreglarlo, tenía que
ser posible para la magia arreglarlo, y Harry empujó el émbolo de la
jeringa hasta el fondo, creando un débil resplandor bajo la pálida piel
de su cuello. Harry luego presionó su pecho, donde su corazón
debía estar, fuertes compresiones que esperaba estuvieran
moviendo la sangre oxigenada alrededor donde pudiera alcanzar el
cerebro, incluso si su corazón pudiera dejar de latir, de hecho él no
había pensado en revisar su pulso.

Luego Harry miró fijamente a las otras cosas dentro de su kit


médico, su mente en blanco mientras intentaba descubrir qué otra
cosa podía haber ahí, si era que había algo, que pudiera usar. Los
gritos en esa distante esquina de su mente estaban poniéndose más
fuertes, mucho más fuertes, ahora que sus manos habían parado
sus frenéticos movimientos. De repente fue consciente de la
sensación líquida donde la sangre había empapado su túnica y las
rodillas de su pantalón.

Detrás de Harry provino el sonido de otro aullido del trol, y escuchó


que uno de los gemelos Weasley gritó "¡Deligitor prodeas!" y luego,
"¡AYUDA! ¡Haz algo!"

Harry giró su cabeza para observar, y vio que uno de los gemelos
Weasley de alguna manera estaba luciendo el Sombrero
Seleccionador sobre su cabeza, encarando al trol que sostenía el
enorme garrote de piedra en ambas manos, viéndose algo
chamuscado y con una o dos cicatrices humeantes a través de sus
brazos, pero todavía intacto.
Y luego la voz del Sombrero bramó con una voz tan fuerte que
pareció sacudir las paredes,

"¡GRYFFINDOR!"

Un pulso de poder quemó el aire, magia sintiéndose casi tangible


incluso para los sentidos tan jóvenes de Harry, el trol retrocedió de
un salto con un bufido de sorpresa. Fred o George, con una extraña
expresión sobre su rostro, se quitó el Sombrero de su cabeza con
un movimiento tan fluido como el truco de un prestidigitador, e
introduciendo una mano extrajo una empuñadura cuyo pomo era un
fulgurante rubí, seguido por una amplia guarda de metal blanco
reluciente, y una hoja tan larga como un niño alto. Mientras la
espada era revelada el aire pareció llenarse con un silencioso grito
de furia.

Sobre la hoja estaba escrita con letras doradas, nihil supernum.

Entonces el gemelo Weasley levantó la espada en alto como si la


enorme hoja no pesara nada, y gritó y se lanzó a la carga.

Los labios de Harry se abrieron para decir algo, alguna larga frase
como, No, alto, no tienes ni idea de cómo usar una espada sin
embargo ni siquiera una sola sílaba salió de sus labios antes de que
la espada hubiese cortado el brazo derecho del trol a través del
codo, cortando la piel y la carne y el hueso como gelatina; al mismo
tiempo que el ya oscilante garrote de piedra se estrelló contra el
atacante Weasley y lo envió volando a través del aire sobre el piso
de mármol, por encima de la abertura por la que habían subido con
la escoba, hasta que ese Weasley golpeó la pared en el lado
opuesto y luego colapsó inmóvil.

La brillante espada se perdió entre la apertura del piso,


traqueteando a la distancia mientras caía.

"¡Fred! " gritó George Weasley, y luego "¡VENTUS!"


Un golpe invisible cogió al trol y lo arrojó hacia un lado a través del
aire.

"¡VENTUS! "

El trol fue golpeado de nuevo, soplado hasta el borde del suelo y la


abertura que llevaba hacia abajo.

"¡VENTUS!"

Sin embargo el trol se había sujetado al suelo con la mano que le


quedaba perforando a través del mármol para obtener un agarre
firme. El tercer golpe envió el cuerpo del trol por encima de la
abertura; pero la mano permaneció en el borde. Y luego el trol
estaba empujándose a sí mismo de pie con una sola mano,
rugiendo.

George Weasley se tambaleó, casi cayendo, su mano desmadejada


a un costado. "Harry -" el gemelo Weasley dijo con voz constreñida,
"Corre -"

El gemelo Weasley que quedaba dio un paso a un lado, se hundió


contra la pared, y se deslizó hasta el suelo.

El tiempo se fracturó en la mente de Harry, el mundo a su alrededor


pareció moverse lentamente, distorsionado, o quizá era su propia
mente retorciéndose y doblándose. Tendría que haberse estado
moviendo, haciendo algo, pero una extraña parálisis parecía estar
deteniendo todos sus músculos, todos sus movimientos. Sin ningún
tiempo para palabras, los pensamientos llegaron en conceptos
relámpago: que si Harry salía corriendo el trol se comería a los
gemelos Weasley además de a Hermione, que si las Bludgers no
mataban a los magos entonces Fred todavía debía estar con vida,
que los gemelos Weasley eran hechiceros más poderosos que él y
no habían sido capaces de parar al trol, no había tiempo para
Transfigurar cualquier cosa que ya no poseyera, el trol parecía
demasiado ágil para ser atraído sobre el borde de la terraza para
que se cayera por los costados del castillo de Hogwarts, alguien
había encantado al trol contra la luz solar antes de utilizarlo como un
arma asesina y podría haber sido fortalecido en otras maneras. Y
luego una imagen mental de Hermione huyendo del trol, corriendo
hacia la luz del sol, finalmente llegando a la brillante terraza con el
trol pisando sus talones, únicamente para descubrir que alguien más
había pensado en esa posibilidad, también.

Los gritos de horror en su mente fueron ahogados por otra emoción.

Harry se puso de pie.

En el otro lado del lugar, el enemigo también se había puesto de pie,


el muñón sin regenerar de un brazo cortado por espada todavía
sangriento.

intención de matar

El trol cogió su garrote caído con la mano que le quedaba, y emitió


un enorme aullido, azotando el garrote contra el suelo y enviando
trizas de mármol volando por todos lados.

piensa puramente en matar

El trol comenzó a avanzar hacia donde George había caído, una fina
línea de saliva arrastrándose por uno de los lados de sus labios.

alcanza cualquier medio necesario para lograrlo

Harry dio cinco zancadas largas hacia adelante, y el enemigo liberó


otro aullido y se alejó de George, sus ojos enfocándose
directamente sobre él.

censores desactivados, no retrocedas

La tercera más perfecta máquina de matar en la naturaleza se


aproximó a él con grandes saltos.

MATA
La mano izquierda de Harry ya sostenía el diamante Transformado
de su anillo, su mano derecha ya tenía su varita.

"Wingardium Leviosa."

La varita de Harry dirigió la diminuta joya dentro de la boca del trol.

"Finite Incantatem."

La cabeza del trol explotó desde su columna vertebral cuando la


roca se expandió al recuperar su vieja forma, y Harry se hizo a un
lado cuando el cuerpo del Enemigo se estrelló donde él había
estado.

La cabeza del enemigo ya estaba empezando a regenerarse, el


mellado muñón de la quijada y la espina dorsal sobreponiéndose
finamente, la boca integrándose a sí misma y reemplazando sus
dientes.

Harry se agachó y recogió la cabeza del trol por su oreja izquierda.


Su varita se introdujo por el ojo izquierdo del trol, sumergiéndose a
través de la materia gelatinosa y pasando a través de la enorme
cavidad en el hueso. Harry visualizó una sección transversal de un
milímetro de ancho a través del cerebro del enemigo, y la
Transformó en ácido sulfúrico.

El enemigo dejó de regenerarse.

Harry arrojó el cadáver por encima del borde de la terraza y se giró


hacia Hermione.

Los ojos de ella se estaban moviendo, y estaban enfocados sobre


él.

Harry se dejó caer a su lado, ignorando la sangre empapando su ya


empapada túnica. Vas a estar totalmente bien, su cerebro formó la
frase, sin embargo sus labios no se movieron. Vas a estar
totalmente bien, encontraremos alguna magia para arreglar todo
esto, ponerte de vuelta a la normalidad, nada más aguanta, no -

Los labios de Hermione se estaban moviendo, nada más un poco


pero se estaban moviendo.

"tu… culpa…"

El tiempo se congeló. Harry tendría que haberle dicho que no


hablara, para guardar su aliento, sólo que no era capaz de despegar
sus labios.

Hermione respiró otra vez, y sus labios murmuraron, "No es tu


culpa."

Entonces ella exhaló, y cerró sus ojos.

Harry la observó fijamente con su boca entreabierta, su aliento


encerrado en su garganta.

"No hagas esto," habló su voz. Únicamente había llegado tarde por
dos minutos.

Hermione convulsionó de repente, sus brazos temblando en el aire


como si fueran a coger algo, y sus ojos se abrieron de par en par.
Hubo una explosión de algo que era mágico y también más, un grito
que era más fuerte que un terremoto y que contenía miles de libros,
miles de bibliotecas, todas habladas con un único grito que era
Hermione; demasiado vasto para ser comprendido, excepto que
Harry supo de repente que Hermione ya no estaba sufriendo, y
estaba contenta de no haber muerto a solas. Por un momento
pareció como si el derrame de magia podría agarrarse, enraizarse
en la piedra del castillo; sin embargo el derrame terminó y la magia
se desvaneció, su cuerpo dejó de moverse y todo movimiento se
detuvo cuando Hermione Jean Granger cesó de existir -

No.
Harry se levantó de donde estaba el cuerpo, tambaleándose.

No.

Se produjo una ráfaga de flama y Dumbledore apareció ahí con


Fawkes, sus ojos llenos de horror. "¡Sentí que un estudiante murió!
Qué -"

Los ojos del mago anciano vieron lo que yacía sobre el suelo.

"Oh, no," susurró Albus Dumbledore. Fawkes soltó un triste,


lamentable canturreo.

"Tráigala de vuelta."

Hubo silencio sobre la terraza. Fred Weasley se había levantado en


el aire ante un gesto de la varita de Dumbledore y estaba flotando
hacia ellos, rodeado por un tranquilizador brillo rosado.

"Harry -" el mago anciano inició. Su voz se rompió. "Harry -"

"Haga que Fawkes llore sobre ella o lo que sea. Apresúrese." La voz
que habló sonó perfectamente calmada.

"Yo, yo no puedo, Harry, es demasiado tarde, ella está muerta -"

"No quiero escuchar nada de eso. De ser yo el que estuviera tirado


allí, usted sacaría algún asombroso conejo de su sombrero y me
salvaría, claro, porque al héroe no se le permite morir hasta que la
historia haya terminado. Bueno, ella también es la heroína, así que
lo que fuera que estuviera guardando para esa ocasión extra-
especial, nada más úselo ahora mismo. Le prometo que se lo
pagaré."

"¡No hay nada que yo pueda hacer! ¡Su alma ya ha partido, ella ya
trascendió!"

Harry abrió su boca para gritar toda su furia, y luego la cerró de


nuevo. No tenía sentido gritar, no iba a lograr nada. A la insoportable
presión creciendo dentro de él no se le podía permitir salir de ese
modo.

Harry le dio la espalda a Dumbledore y bajó la mirada a los restos


de Hermione Granger donde yacían en un charco de sangre. Parte
de su mente estaba martillando el mundo a su alrededor, intentando
hacer que se fuera, despertar de la pesadilla y encontrarse de vuelta
en su dormitorio de Ravenclaw con el sol de la mañana brillando a
través de las cortinas. Sin embargo la sangre permanecía y Harry no
despertaba, y otra parte de él ya sabía que este evento era real,
parte del mismo mundo imperfecto que incluía Azkaban y la cámara
del Wizengamot y

No

Con un sentimiento de fractura, como si el tiempo siguiera roto en


pedazos a su alrededor, Harry le dio la espalda a Dumbledore y bajó
la mirada a los restos de Hermione Granger donde yacían en un
charco de sangre con dos torniquetes atados por encima de los
muñones de sus muslos, y decidió

No.

No acepto esto.

No hay ninguna razón para aceptarlo, no cuando hay magia en el


mundo.

Harry aprendería lo que fuera que tuviera que aprender, inventar lo


que fuera que tuviera que inventar, arrancar el conocimiento de
Salazar Slytherin de la mente del Señor Oscuro, descubrir el secreto
de Atlantis, abrir cualquier puerta o romper cualquier sello que fuera
necesario, hallar su camino hasta la raíz de toda la magia y volverla
a programar.

Iba a destrozar los fundamentos de la mismísima realidad para


recuperar a Hermione Granger.

"La crisis ha terminado," el Profesor de Defensa dijo. "Puede


desmontar, Madam."

Trelawney, quien había estado sentada detrás de él en la escoba


para dos personas que había ardido a través de Hogwarts
quemando directamente todas las paredes y pisos en su camino, se
quitó de manera apresurada y luego se sentó pesadamente sobre el
suelo, a pocos pasos de los bordes que resplandecían de rojo en la
nueva abertura recién hecha en la pared. La mujer seguía jadeando
en bocanadas, doblándose sobre sí misma como si estuviera apunto
de vomitar algo más grande que ella misma.

El Profesor de Defensa había sentido el horror del niño, mediante el


enlace que existía entre ellos dos, la resonancia en su magia; y se
había dado cuenta que el niño había buscado al trol y lo había
encontrado. El Profesor de Defensa había intentado enviar un
impulso para retirarse, para tomar la Capa de Invisibilidad y huir;
pero nunca había sido capaz de influenciar al niño a través de la
resonancia, y esta vez tampoco había tenido éxito.

Sintió que el niño se entregó por completo a la intención de matar.


Ahí fue cuando el Profesor de Defensa había empezado a quemar a
través de la sustancia de Hogwarts, intentando llegar a la batalla a
tiempo.

Sintió que el niño exterminó a su enemigo en segundos.

Sintió el desmayo del niño cuando uno de sus amigos murió.

Sintió la furia que el niño dirigió a alguna molestia que


probablemente era Dumbledore; seguida por una resolución
desconocida cuya inflexible dureza incluso él encontró adecuada.
Con algo de suerte, el niño acababa de descartar sus tontas y bobas
reluctancias.
Sin ser visto por nadie, los labios del Profesor de Defensa se
curvaron hacia arriba en una pequeña sonrisa. A pesar de los
altibajos, el día había resultado bien de un modo sorprendente -

"ÉL ESTÁ AQUÍ. AQUEL QUE DESTROZARÁ LAS MISMÍSIMAS


ESTRELLAS EN EL CIELO. ÉL ESTÁ AQUÍ. ÉL ES EL FINAL DE
ESTE MUNDO."

Nota del Traductor (26 de Octubre de 2019)

Cuando leí este capítulo en Inglés, sentí la tentación de tirar una


mesa y no seguir leyendo. Al final venció mi deseo de conocer el
final y seguí adelante. Fue la decisión correcta, porque el final es
extremadamente satisfactorio.

El próximo capítulo es de casi 6.000 palabras, procuraré terminar en


una semana pero es más probable que demoré dos. Gracias por su
paciencia.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.

Gracias por leer.


Roles Parte 1
Capítulo 90: Roles, Parte 1

Un simple Innervate del Director había despertado a Fred Weasley,


seguido por un Encantamiento preliminar de curación para un brazo
roto y las costillas quebradas. La voz de Harry de modo distante le
contó al Director sobre el ácido Transformado dentro de la cabeza
del trol (Dumbledore había bajado la vista por el lado de la terraza e
hizo un gesto antes de regresar) y luego sobre cómo la mente de los
gemelos Weasley habían sido manipuladas, llevando una
conversación que Harry recordaba aunque no podía procesar.

Harry aún seguía de pie al lado del cuerpo de Hermione, no se


había movido de ese lugar, pensando tan rápido como podía a
través de la sensación de disociación y del tiempo fragmentado, si
había algo que tuviera que estar haciendo ahora, cualquier
oportunidad que estuviera pasando irrevocablemente. Algún modo
de reducir la cantidad de omnipotencia mágica que sería requerida
después. Un efecto de faro temporal para marcar este instante para
un viaje futuro en el tiempo, si alguna vez llegaba a descubrir una
manera de regresar por más de seis horas. Había teorías de viaje
en el tiempo bajo la Relatividad General (que habían parecido
mucho menos plausibles antes de que Harry se hubiese cruzado
con los Giratiempos) y esas teorías afirmaban que no podías
regresar antes de que la máquina del tiempo hubiese sido
construida - una máquina del tiempo relativa mantenía un camino
continuo a través del tiempo, no teletransporta nada. Sin embargo
Harry no veía nada útil que él pudiera hacer usando los hechizos
que tenía en su léxico, Dumbledore no estaba siendo muy
cooperativo, y de todos modos esto era severos minutos antes de la
localización crítica dentro del Tiempo.

"Harry," el Director susurró, posando su mano sobre el hombro de


Harry. Había desaparecido de donde había estado al lado de los
gemelos Weasley y aparecido al lado de Harry; Sin continuidad
George Weasley se había teletransportado de donde había estado
sentado y ahora estaba arrodillado al lado de su hermano, y Fred
ahora estaba recostado con los ojos abiertos y parpadeando al
respirar. "Harry, debes irte de este lugar."

"Un momento," dijo la voz de Harry. "Estoy intentando pensar si hay


algo más que pueda hacer."

La voz del mago anciano se oía impotente. "Harry - sé que tú no


crees en alma - pero sea que Hermione te esté observando ahora, o
no, no creo que ella quisiera verte actuar así."

… no, era obvio.

Harry apuntó su varita al cuerpo de Hermione -

"¡Harry! Qué estás -"

- y vertió todo a través de su brazo y su mano -

"¡Frigideiro!"

"- ¿haciendo?"

"Hipotermia," Harry contestó distante, al tiempo que se tambaleaba.


Había sido uno de los hechizos con los que él y Hermione habían
experimentado, en un vida anterior, por lo que fue capaz de
controlarlo precisamente, aunque había requerido un montón de
poder el afectar tanta masa. El cuerpo de Hermione debería estar
casi exactamente a cinco grados Celsius. "Algunas personas han
sido revividas del agua helada tras haber pasado más de treinta
minutos sin respirar. El frío te protege del daño cerebral, ya ve, hace
que todo se ralentice. Hay un dicho entre los doctores Muggles, no
estás muerto hasta que estás caliente y muerto - creo que incluso
enfrían a algunos pacientes durante algunas cirugías, si tienen que
detener el corazón de alguien por un tiempo."

Fred y George empezaron a sollozar.


El rostro de Dumbledore ya estaba cruzado por las lágrimas. "Lo
siento," él murmuró. "Harry, lo lamento tanto, pero tienes que parar."
El Director cogió a Harry por los hombros y lo jaló.

Harry se dejó alejar del cuerpo de Hermione, avanzó al tiempo que


el Director lo alejaba de la sangre. El Encantamiento Enfriador le
daría tiempo. Horas al menos, quizá días si era capaz de seguir
lanzando el hechizo sobre Hermione o si guardaban su cuerpo en
algún lugar frío.

Ahora tenía tiempo para pensar.

Minerva había visto la cara de Albus y supo que algo estaba mal;
había tenido tiempo para preguntarse qué había ocurrido, e incluso
quién había muerto; su mente relampagueando hacia Alastor,
Augusta, Arthur y Molly, todos los objetivos más probables al
principio del segundo levantamiento de Voldemort. Había pensado
que se endureció lo suficiente, había pensado que estaba preparada
para lo peor.

Entonces Albus habló, y toda la dureza la abandonó.

No Hermione - no -

Albus le dio un breve espacio para sollozar; y luego le contó que


Harry Potter, quien había visto morir a la Señorita Granger, estaba
sentado por su cuenta fuera del depósito de la enfermería donde se
estaban guardando los restos de la Señorita Granger, rehusando
moverse del lugar, y diciendo a cualquiera que le hablara que se
fuera para que pudiera pensar.

La única cosa que había obtenido una reacción del niño fue cuando
Fawkes había intentado cantar para él; Harry Potter le había gritado
al fénix que no hiciera eso, sus sentimientos eran reales, no quería
que la magia lo intentara curar como si sus sentimientos fueran una
enfermedad. Después de eso Fawkes había rehusado volver a
cantar.

Albus pensó que ahora ella podría ser la mejor opción para llegar
hasta Harry Potter.

Así que se tuvo que componer, y limpiar su rostro; luego habría


tiempo para su dolor privado, cuando los niños sobrevivientes ya no
tuvieran necesidad de ella.

Minerva McGonagall reunió las piezas dislocadas de sí misma,


limpió sus ojos una última vez, y puso su mano sobre el pomo de la
sección de la enfermería cuyo depósito estaba siendo usado ahora,
por segunda vez en este siglo y por quinta vez desde que el castillo
de Hogwarts había sido levantado, como el lugar de reposo para un
prometedor y joven estudiante.

Ella abrió la puerta.

Los ojos de Harry Potter la observaron fijamente. El niño estaba


sentado en el piso de la puerta del depósito, y sosteniendo su varita
en su regazo. Si aquellos ojos estaban sufriendo, si estaban vacíos,
si aunque fuera estaban rotos, no se podía contemplar en la cara del
niño. No había lágrimas secas sobre aquellas mejillas.

"¿Por qué está aquí, Profesora McGonagall?" Harry Potter inquirió.


"Le pedí al Director que me dejaran a solas por un tiempo."

A ella no se le ocurría nada para pronunciar. Para ayudarte - no


estás nada bien - pero no sabía qué decir, no había nada que
pudiera imaginar decir que pudiera mejorar las cosas. No había
planeado con antelación antes de penetrar en el recinto, pues no
había estado en su mejor condición.

"¿Qué estás pensando?" Minerva preguntó. Fue la única frase que


le vino a la mente. Albus le había dicho que Harry había estado
repitiendo que, una y otra vez, estaba pensando; y tenía que lograr
que Harry hablara, de alguna manera.
Harry a medias la miró fijamente y a medias por encima de ella, una
tensión proviniendo de ese rostro, mientras ella aguantaba el
aliento.

Requirió un tiempo para que Harry finalmente hablara.

"Estoy intentando pensar si hay algo más que tendría que estar
haciendo ahora," respondió Harry Potter. "Es duro, sin embargo. Mi
mente sigue imaginando maneras en que el pasado podría haber
salido diferente de haber pensado más rápidamente, y no puedo
descartar que podría haber algún asomo de revelación oculta allí."

"Sr. Potter -" ella dijo vacilante. "Harry, no creo que sea saludable
para ti estar - pensando de ese modo -"

"No estoy de acuerdo. El no pensar es lo que provoca la muerte de


las personas." Las palabras fueron pronunciadas con tono
monótono, como si fueran líneas recitadas de un libro.

"Harry," ella insistió, apenas pensando lo que estaba diciendo, "no


hay nada que pudieras haber hecho -"

Algo parpadeó en la expresión de Harry. Sus ojos parecieron


enfocarse en ella por primera vez.

"¿Nada que pudiera haber hecho? " la voz de Harry se alzó en la


última palabra. "¿Nada que pudiera haber HECHO? ¡He perdido la
cuenta de cuántos diferentes caminos pude haber recorrido para
salvarla! ¡De haber pedido que nos entregaran a todos espejos de
comunicación! ¡Si hubiese insistido en que Hermione fuera sacada
de Hogwarts y puesta en una escuela que no estuviese demente! ¡Si
me hubiese escapado inmediatamente en vez de intentar discutir
con gente normal! ¡Si hubiese recordado el Patronus antes! ¡Si
hubiese considerado emergencias y me hubiese entrenado para
pensar en el Patronus antes! ¡Incluso en el último minuto podría no
haber sido demasiado tarde! ¡Maté al trol y me acerqué a ella y
todavía seguía VIVA y sólo me arrodillé a su lado y escuché sus
últimas palabras como un IDIOTA en vez de invocar el Patronus otra
vez y llamar a Dumbledore para enviar a Fawkes! O si tan sólo me
hubiese aproximado a todo el problema desde un ángulo diferente -
de haber buscado a un estudiante con un Giratiempo para enviar un
mensaje al pasado antes de haber descubierto que cualquier cosa le
había pasado a ella, en vez de haber terminado con un resultado
que no podía ser alterado - le pedí al Director regresar en el tiempo
y salvar a Hermione y luego falsificar todo, falsificar el cuerpo
muerto, editar las memorias de todos, sin embargo Dumbledore
afirmó que intentó algo así una vez y no funcionó y lo que pasó fue
que perdió otro amigo. O si yo hubiese - si únicamente hubiese ido
con - si, esa noche -"

Harry presionó sus manos contra su cara, y cuando las volvió a


quitar, su rostro estaba calmado y compuesto una vez más.

"De todos modos," dijo Harry Potter, de nuevo con un tono


monótono, "No quiero repetir ese error, así que voy a pasar el
tiempo pensando hasta la hora de la cena para ver si hay algo más
que tendría que estar haciendo. Si no se me ha ocurrido nada para
entonces iré a cenar y voy a comer. Ahora por favor váyase."

Era consciente de que las lágrimas estaban deslizándose sobre sus


mejillas, otra vez. "Harry - Harry, ¡tienes que creer que esto no es tu
culpa!"

"Por supuesto que es mi culpa. No había nadie más que pudiera ser
responsable por algo."

"¡No! ¡Quien-Tú-Sabes asesinó a Hermione!" Apenas y era


consciente de lo que estaba hablando, que no había protegido el
cuarto para que no los escucharan. "¡No tú! ¡Sin importar qué otra
cosa pudieras haber hecho, no fuiste tú quien la mató, fue
Voldemort! ¡Si no puedes creer eso te vas a enloquecer, Harry!"

"Así no es como funciona la responsabilidad, Profesora." La voz de


Harry era paciente, como si le estuviera explicando las cosas a una
niña que ciertamente no iba a entender. Ya no la estaba observando
a ella, nada más contemplaba la pared al lado derecho de ella.
"Cuando haces un análisis de culpa, no tiene sentido asignar culpas
a una parte del sistema que después no puedes cambiar, es como
tirarte por un precipicio y culpar a la gravedad. La gravedad no va a
cambiar la próxima vez. No tiene sentido intentar poner la
responsabilidad sobre personas que no van a alterar sus acciones.
una vez que lo miras desde esa perspectiva, te das cuenta que
distribuir la culpa nunca ayuda para nada a menos que te culpes a ti
mismo, porque tú eres el único cuyas acciones puedes cambiar al
poner la culpa sobre ti. Por eso es que Dumbledore tiene su cuarto
lleno de varitas rotas. Él comprende esa parte, al menos."

Alguna parte distante de su mente tomó nota para esperar hasta


mucho después y luego hablar agresivamente con el Director sobre
lo que le estaba mostrando a los jóvenes e impresionables niños.
Incluso le podría gritar esta vez. De todos modos había considerado
gritarle ya, por la Señorita Granger -

"Tú no eres responsable," ella insistió, aunque su voz tembló.


"Somos los Profesores - somos nosotros quienes somos
responsables por la seguridad de los estudiantes, no tú."

Los ojos de Harry parpadearon y volvieron a posarse sobre ella. "¿


Ustedes son responsables?" Había dureza en la voz. "¿Quiere que
la responsabilice, Profesora McGonagall?"

Ella levantó la mandíbula y asintió. Sería mejor, por mucho, que


Harry echándose la culpa a sí mismo.

El niño se levantó de donde había estado sentado en el suelo, y dio


un paso hacia adelante. "De acuerdo, entonces," Harry dijo
monótono. "Intenté hacer lo sensato, cuando vi que Hermione
estaba perdida y ninguno de los Profesores lo sabía. Pedí que un
estudiante de séptimo año fuera conmigo sobre una escoba y me
protegiera mientras buscábamos a Hermione. Pedí ayuda. supliqué
por ayuda. Y nadie me ayudó. Porque usted le dio a todos una
orden absoluta para permanecer en un único lugar o serían
expulsados, sin excusas. Sin importar las otras cosas en las que
Dumbledore se equivoca, al menos él piensa en sus estudiantes
como personas, no animales que tienen que ser conducidos en un
corral y evitar que vaguen por ahí. Usted sabía que no era buena
para pensar militarmente, su primera idea fue hacernos caminar a
través de los pasillos, usted sabía que había estudiantes mejor que
usted para las estrategias y tácticas, y nos clavó en un cuarto sin
ningún juicio discrecional. Así que cuando ocurrió algo que usted no
previó y habría tenido perfecto sentido enviar a un estudiante de
séptimo año sobre una escoba rápida para buscar a Hermione
Granger, los estudiantes sabían que usted no comprendería ni
perdonaría. No le tenían miedo al trol, le tenían miedo a usted. La
disciplina, la conformidad, la cobardía que usted instaló dentro de
ellos me demoró lo suficiente para que Hermione muriera. No que
vaya intentar pedir ayuda a la gente normal la próxima vez, por
supuesto, y voy a cambiar y ser menos estúpido la próxima vez.
Pero si fuera tan tonto como para localizar la responsabilidad sobre
alguien más que no sea yo, eso es lo que diría."

Las lágrimas estaban derramándose sobre las mejillas de ella.

"Eso es lo que le diría si usted pudiera ser responsable por cualquier


cosa. Sin embargo la gente normal no elige basados en las
consecuencias, nada más representan roles. Dentro de su cabeza
hay una foto de una disciplinadora severa y usted va a hacer lo que
sea que esa foto le diga, tenga sentido o no. Una disciplinadora
severa ordenaría que los estudiantes volvieran a sus cuartos,
incluso si había un trol recorriendo los pasillos. Una disciplinadora
severa ordenaría que los estudiantes no fueran a dejar el Gran
Comedor o sufrirían la expulsión. Y esa pequeña foto de la
Profesora McGonagal que usted tiene dentro de su cabeza no
puede aprender de la experiencia o cambiarse a sí misma, así que
esta conversación no tiene sentido. Las personas como usted no
son responsables de nada, las personas como yo lo son, y cuando
fallamos no hay nadie más a quien culpar."

El niño dio un largo paso hacia adelante para quedar directamente


frente a ella. Su mano se arrojó bajo su túnica, sacó la esfera
dorada que era el caparazón protector de su Giratiempo asignado
por el Ministerio. Habló con un muerto, tono neutral sin énfasis.
"Esto podría haber salvado a Hermione, de haber sido capaz de
usarlo. Pero usted pensó que era su rol limitarme y meterse en mi
camino. Nadie había muerto en Hogwarts en cincuenta años, usted
dijo eso cuando lo bloqueó, ¿lo recuerda? Tendría que haber vuelto
a preguntar tras el escape de Bellatrix Black de Azkaban, o después
que Hermione fue culpada por intento de homicidio. Aunque se me
olvidó porque fui estúpido. Por favor remueva el bloqueo antes que
cualquiera de mis otros amigos muera."

Incapaz de hablar, ella sacó su varita y así lo hizo, liberando el


encantamiento de clave de tiempo que ella había atado dentro del
caparazón.

Harry Potter abrió el caparazón dorado, miró al pequeño reloj de


arena de vidrio dentro de sus círculos, asintió, y luego lo volvió a
encerrar con brusquedad. "Gracias. Ahora váyase." La voz del niño
se rompió de nuevo. "Tengo que pensar."

Ella cerró la puerta tras ella, un horrendo y todavía mayormente


ahogado sonido escapando de su garganta -

Albus apareció a su lado con un resplandor, tomando un breve tono


llamativo mientras su Desilusionador se deshacía.

Ella no saltó, por completo. "Te pedí, dejar de hacer eso," Minerva
habló. Su voz se oyó embotada en sus propios oídos. "Eso era
privado."

Albus apuntó sus dedos resplandecientes hacia la puerta detrás de


ella. "Tenía miedo de que el Sr. Potter pudiera hacerte algo de
daño." El Director hizo una pausa, luego habló en voz baja, "Estoy
muy sorprendido de que te hayas quedado allí aguantando todo
eso."
"Todo lo que tenía que decir era 'Sr. Potter', y él se habría detenido."
Su voz casi cayó hasta ser un susurro. "Nada más eso, y él se
habría detenido. Y luego él no habría tenido a nadie a quien
pronunciar aquellas horribles cosas, absolutamente a nadie."

"Creo que las afirmaciones del Sr. Potter fueron enteramente


injustas e inmerecidas," Albus aseveró.

"De haberse tratado de ti, Albus, no habrías amenazado con


expulsar a cualquiera que abandonara el recinto. ¿Puedes
honestamente decir que habrías hecho otra cosa?"

Las cejas de Albus se levantaron. "Tu rol en este desastre fue


diminuto, tus decisiones bastante sensatas en ese momento, y
únicamente la perfecta comprensión retrospectiva de Harry Potter le
permite imaginar algo diferente. Seguramente eres lo
suficientemente sabia como para no culparte a ti misma por esto,
Minerva."

Ella sabía perfectamente bien que Albus iba a poner una foto de
Hermione en ese horrible cuarto suyo, que iba a ocupar un lugar de
honor. Albus sí se iba a responsabilizar a sí mismo, ella tenía la
certeza, incluso cuando él no había estado en Hogwarts en ese
momento. Pero no se lo iba hacer a ella.

Así que tú tampoco crees que valga la pena que yo me haga


responsable…

Ella se desplomó contra la pared más cercana, intentando no dejar


que las lágrimas fueran a emerger de nuevo; ella nunca había visto
llorar a Albus excepto tres veces. "Tú siempre has creído en tus
estudiantes, como yo nunca lo he hecho. Ellos no habrían tenido
miedo de ti. Ellos habrían sabido que tú comprenderías."

"Minerva -"

"No soy digna de ser la Directora después de ti. Ambos lo


sabemos."
"Estás equivocada," Albus declaró con calma. "Cuando el tiempo
llegue, serás la Directora cuarenta y cinco de Hogwart y harás un
excelente trabajo."

Ella sacudió su cabeza. "¿Ahora qué, Albus? ¿Si no me escucha a


mí, entonces quién?"

Fue quizá media hora después. El niño todavía guardaba la puerta


donde yacía el cuerpo de su mejor amiga, sentado en su vigilia.
Miraba fijamente hacia abajo, a la varita que reposaba entre sus
manos. A veces su rostro se llegaba a contraer por sus
pensamientos, en otros momentos se veía relajado.

Aunque la puerta no se abrió, y no hubo sonido, el niño levantó la


vista. Compuso su cara. Su voz, cuando habló, era apagada. "No
deseo compañía."

La puerta se abrió.

El Profesor de Defensa de Hogwarts entró en el cuarto y cerró la


puerta detrás de él, cogiendo cuidadosamente la posición en una
esquina entre dos paredes, tan lejos del niño como el cuarto
permitía. Una aguda sensación de catástrofe había crecido en el
aire que había entre ellos dos, y se quedó ahí colgado inmutable.

"¿Por qué está usted aquí?" inquirió el niño.

El hombre inclinó su cabeza ligeramente. Pálidos ojos examinaron al


niño como si fuera un espécimen de vida de un planeta distante, y
correspondientemente peligroso.

"He venido a disculparme, Sr. Potter," el hombre anunció en voz


baja.

"¿Disculparse por qué?" el niño cuestionó. "¿Por qué, qué pudo


haber hecho usted para prevenir la muerte de Hermione?"
"Yo tendría que haberme asegurado de la presencia suya, del Sr.
Longbottom, y la Señorita Granger, pues todos ustedes eran los
objetivos próximos más obvios," el Profesor de Defensa contestó sin
vacilación. "El Sr. Hagrid no estaba equipado mentalmente para
comandar al contingente estudiantil. Debí ignorar la petición de la
Directora Adjunta para que guardara silencio, y recomendar que el
Profesor Flitwick se quedase atrás, quien habría sido mejor para
defender a los estudiantes de cualquier amenaza, y él podría haber
mantenido comunicación vía Patronus."

"Correcto." la voz del niño fue afilada como navaja. "Me olvidé que
había alguien más en Hogwarts que podía ser responsable.¿Así que
por qué no pensó en eso antes, Profesor? Porque no creo que usted
fuera un estúpido."

Hubo una pausa, y los dedos del niño se pusieron blancos sobre su
varita.

"A usted tampoco se le ocurrió, Sr. Potter, en ese momento." Había


cautela en la voz del Profesor de Defensa. "Soy más inteligente que
usted. Pienso más rápido que usted. Tengo más experiencia que
usted. Sin embargo la diferencia entre nosotros dos no es la misma
que entre nosotros y ellos. Si usted puede pasar algo por alto,
también me puede pasar a mí." Los labios del hombre se torcieron
"Verá, deduje de inmediato que el trol no era más que una
distracción para algo más, y no de gran importancia en sí mismo.
Siempre y cuando nadie fuera a enviar a los estudiantes a recorrer
los pasillos tontamente, o que fuera a enviar sin cuidado a los
jóvenes Slytherins a aquellos mismos calabozos donde el trol había
sido visto."

El niño no pareció relajarse. "Supongo que eso es plausible."

"En cualquier caso," prosiguió el hombre, "si hay alguien que se


pudiera decir es responsable de la muerte de la Señorita Granger,
soy yo, no usted. Soy yo, no usted, quien tendría que haber -"
"Percibo que ha hablado con la Profesora McGonagall y que ella le
ha dado un guión para seguir." El niño no se molestó en ocultar la
amargura en su voz. "Si tiene algo para contarme, Profesor, dígalo
sin la máscara."

Hubo una pausa.

"Como lo desees," el Profesor de Defensa habló sin emoción. Los


ojos pálidos permanecieron perspicaces y afilados. "Lamento que la
niña haya muerto. Ella era una buena estudiante en mi clase de
Defensa, y podría haber sido una aliada tuya en el futuro. Desearía
consolarte por tu perdida, pero no veo cómo puedo hacerlo.
Naturalmente, si encuentro a los responsables los voy a asesinar.
Tienes permiso de unirte a la ocasión si las circunstancias lo
permiten."

"Qué conmovedor," el niño replicó, su voz fría. "¿No está declarando


su aprecio por Hermione, entonces?"

"Sus encantos nunca me fascinaron, me temo. Ya no formo tales


afectos tan fácilmente."

El niño asintió. "Gracias por ser honesto. ¿Es eso todo, Profesor?"

Hubo una pausa.

"El castillo está herido ahora," afirmó el hombre de pie en la


esquina.

"¿Qué?"

"Cuando un cierto dispositivo antiguo en mi posesión me informó


que la Señorita Granger estaba al borde de la muerte, invoqué el
hechizo de fuego maldito del que te hablé una vez. Quemé algunas
paredes y pisos para que mi escoba pudiera tomar un camino más
directo." El hombre seguía hablando sin tonalidad. "Hogwarts no se
curará de aquellas heridas tan fácilmente, si es que se cura.
Supongo que será necesario parchar los huecos con conjuraciones
inferiores. Ahora me arrepiento de eso, ya que en todo caso era
demasiado tarde."

"Ah," reconoció el niño. Cerró sus ojos por un breve momento.


"Usted sí quiso salvarla. Lo quiso tanto como para hacer un
esfuerzo verdadero. Supongo que su mente, si no la de ellos, sería
capaz de eso."

Una breve, seca sonrisa de parte del hombre.

"Gracias por eso, Profesor. Aunque me gustaría estar a solas hasta


la hora de la cena. Usted entre todos entenderá por qué. ¿Es eso
todo?"

"No por completo," el hombre respondió. Una nota de sequedad


sardónica había regresado a su voz. "Verás, basado en experiencias
recientes, me preocupa que tengas la intención de hacer algo
extremadamente tonto."

"¿Algo como qué?" inquirió el niño.

"No estoy del todo seguro. Quizá hayas decidido que un universo
sin la Señorita Granger carece de valor, y debería ser destruido por
el insulto que te ha hecho."

El niño sonrió sin humor alguno. "Son sus propios traumas los que
se están mostrando, Profesor. Yo realmente no hago ese tipo de
cosas. ¿Lo hizo usted, en algún punto?"

"No particularmente. No le tengo mucho aprecio al universo, pero


vivo ahí."

Hubo una pausa.

"¿Qué está planeando, Sr. Potter?" preguntó el hombre en la


esquina. "Has tomado una resolución significativa, aunque estás
intentando esconderla de mí. ¿Cuál es tu objetivo ahora?"
El niño sacudió su cabeza. "Todavía sigo pensando, y me gustaría
estar a solar para hacerlo."

"Recuerdo una oferta que me hiciste alguna vez, algunos meses


atrás," insistió el Profesor de Defensa. "¿Quieres alguien inteligente
con quien hablar? Comprenderé si no eres placentero ahora
mismo."

El niño sacudió su cabeza de nuevo. "No, gracias."

"Bueno, entonces," dijo el Profesor de Defensa. "¿Qué tal alguien


que es poderoso y no está atado por ningún escrúpulo ingenuo en
particular?"

Hubo una vacilación, y luego el niño sacudió su cabeza otra vez.

"¿Alguien que conoce muchas tradiciones secretas, y magias que


algunos podrían considerar ser contranatural?"

Hubo un ligero estrechamiento en los ojos del niño, tan


imperceptible que alguien más podría no haber -

"Ya veo," habló el Profesor de Defensa. "Adelante e indaga conmigo


al respecto, entonces. Tienes mi palabra de que no voy a repetir
nada sobre esto a los demás."

El niño se demoró un tiempo en hablar, y cuando lo hizo fue con una


voz rota.

"Tengo la intención de traer a Hermione de vuelta. Porque no hay


una vida después de la muerte, y no voy a permitir que simplemente
ella - nada más no ser -"

El niño presionó sus manos contra su rostro, y cuando las retiró, de


nuevo parecía tan desapasionado como el hombre de pie en la
esquina.

Los ojos del Profesor de Defensa eran abstractos, y débilmente


confundidos.
"¿Cómo?" el hombre cuestionó finalmente.

"Como sea que tenga que hacerlo."

Hubo otra pausa.

"Sin importar los riesgos," dedujo el hombre en la esquina. "Sin


importar cuán peligrosa sea la magia requerida para lograrlo."

"Sí."

Los ojos del Profesor de Defensa eran pensativos. "¿Pero qué


acercamiento general tienes en mente? Presumo que convertir su
cuerpo en un Inferius no es lo que -"

"¿Sería ella capaz de pensar?" el niño cuestionó. "¿Su cuerpo


seguiría pudriéndose?"

"No, y sí."

"Entonces no."

"¿Qué hay de la Piedra de la Resurrección de Cadmus Peverell, si


pudiera ser obtenida por ti?"

El niño sacudió su cabeza. "No quiero una ilusión de Hermione


extraída de mis memorias. Quiero que ella sea capaz de vivir su
vida - " la voz del niño se rompió. "Aún no tengo decidido un
objetivo-nivel para el ángulo de ataque. Si tengo que resolver el
problema con fuerza bruta al adquirir suficiente conocimiento y
poder para simplemente hacerlo pasar, así lo haré."

Otra pausa.

"Y para lograr eso, " el hombre en la esquina supuso, "vas a usar tu
herramienta favorita, ciencia."

"Por supuesto."
El Profesor de Defensa exhaló, casi como un suspiro. "Supongo que
eso tiene sentido."

"¿Está dispuesto a ayudar, o no?" el niño preguntó.

"¿Qué tipo de ayuda buscas?"

"Magia. ¿De dónde proviene?"

"No lo sé," respondió el hombre.

"¿Y tampoco lo sabe alguien más?"

"Oh, la situación es mucho peor que eso, Sr. Potter. La mayoría de


expertos de lo esotérico afirman que han revelado la naturaleza de
la magia, y cada uno de ellos cree algo diferente."

"¿De dónde provienen los nuevos hechizos? Sigo leyendo sobre


alguien que inventó un hechizo o alguna otra cosa pero no hay
mención de cómo ."

Los hombros de la túnica se encogieron. "¿De dónde provienen los


nuevos libros, Sr. Potter? Aquellos que leen muchos libros a veces
se vuelven capaces de escribirlos. ¿Cómo? Nadie lo sabe."

"Hay libros sobre cómo escribir -"

"Leer aquel tipo de libros no lo va a convertir en un famoso escritor.


A pesar de lo que puedan servir tales consejos, el resto permanece
como un misterio. La invención de nuevos hechizos es un misterio
similar de más pura forma." El hombre inclinó su cabeza. "Tales
empeños son peligrosos. Se dice que uno no debería tener hijos, o
esperar hasta después de que hayan crecido. Esa es la razón por la
que mayoría de innovadores provienen de Gryffindor, en vez de
Ravenclaw como podría esperarse."

"¿Y los más poderosos tipos de magia?" el niño persistió.


"Un mago legendario podría inventar un ritual de sacrificio en su
vida, y pasar el conocimiento a sus herederos. Intentar inventar
cinco sería un suicidio. Por eso es que los magos de verdadero
poder son aquellos que han adquirido tradiciones antiguas."

El niño asintió distante. "Los límites de la solución directa, entonces.


Habría sido sencillo nada más inventar un hechizo para 'Resucitar a
los Muertos', 'Volverse Dios' o 'Invocar Terminal'. ¿Sabe algo sobre
Atlantis?"

"Únicamente lo que los expertos saben," el hombre aseveró con


sequedad. "Si quiere le puedo relatar las dieciocho teorías estándar
más populares - no me mire tan fijamente, Sr. Potter. Si fuera así de
simple, yo mismo lo habría logrado hace muchos años."

"Comprendo. Lo siento."

Hubo un tiempo de silencio. La vista del Profesor de Defensa reposó


sobre el niño, el niño tenía la mirada perdida aparentemente en la
nada.

"Hay algunas magias que quiero aprender. Hechizos que podría


haber usado antes el día de hoy, de haber pensado estudiarlos de
antemano." La voz del niño era fría. "Hechizos que voy a necesitar,
si este tipo de cosas van a seguir ocurriendo. La mayoría espero ser
capaz de investigarlos por mi cuenta. Tengo la expectativa de que
con algunos eso no será posible."

El Profesor de Defensa inclinó su cabeza. "Te enseñaré casi


cualquier magia que desees saber, Sr. Potter. Tengo algunos límites,
sin embargo siempre puedes preguntar. ¿Pero qué buscas
específicamente? Careces del poder bruto para la Maldición Asesina
y la mayoría del resto de hechizos son catalogados como prohibidos
-"

"El hechizo del fuego maldito. ¿Supongo que no es un sacrificio


ritual que incluso un niño pudiera usar, si se atreviera?"
Los labios del Profesor de Defensa se curvaron. "Requiere el
permanente sacrificio de una gota de sangre; tu cuerpo será más
ligero por esa gota de sangre, desde ese día en adelante. No es el
tipo de cosa que quieras usar a menudo, Sr. Potter. Se demanda
fuerza de voluntad para que el fuego maldito no se vuelva en contra
tuya y te consuma; la práctica usual es primero evaluar la voluntad
propia en tareas menores. Y aunque no es un elemento primario del
ritual, me temo que requiere más magia que la que poseerás
durante unos cuantos años."

"Que lastima," dijo el niño. "Habría sido lindo ver la expresión en la


cara del enemigo la próxima vez que intenten usar un trol."

El Profesor de Defensa inclinó su cabeza, sus labios retorciéndose


de nuevo.

"¿Qué hay del Encantamiento de Memoria? Los gemelos Weasley


estaban actuando extraño y el Director comentó que habían recibido
el Obliviate . Parece ser uno de los trucos favoritos del enemigo."

"Regla Ocho," comentó el Profesor de Defensa. "Cualquier técnica


que sea tan buena como para vencerme una vez es digna de ser
aprendida por mí."

El niño sonrió sin humor. "Y una vez escuché sobre un adulto que
realizó un Obliviate mientras estaba casi drenada, así que no debe
requerir mucha magia para ser invocada. Ni siquiera es considerada
Imperdonable, aunque no puedo imaginar por qué no. De haber
podido hacer que el Sr. Hagrid hubiese recordado un conjunto de
órdenes diferentes -"

"No es algo tan directo," explicó el Profesor de Defensa. "No eres


tan poderoso como para usar el Encantamiento de Memoria Falsa, e
incluso un Obliviate simple estaría al límite de tu constitución actual.
Es un arte peligroso, ilegal para usar sin la autorización del
Ministerio, y te aconsejaría no usarla bajo circunstancias donde no
sería conveniente borrar accidentalmente diez años de la vida de
alguien. Desearía poder prometerte que voy a obtener uno de esos
altamente guardados tomos del Departamento de Misterios, y
entregárselo bajo una portada disfrazada. Pero lo que en realidad te
debo decir es que encontrarás el texto de introducción estándar en
las estanterías al norte-noroeste de la biblioteca principal de
Hogwarts, ubicado bajo la M."

"En serio," el niño clamó categóricamente.

"En efecto."

"Gracias por su guía, Profesor."

"Tu creatividad se ha vuelto mucho más práctica, Sr. Potter, en


comparación a como era antes."

"Gracias por el cumplido." El niño no levantó la vista pues de nuevo


tenía la mirada fija sobre la varita que sostenía entre sus manos.
"Ahora me gustaría volver a pensar. Por favor explique a los demás
qué sucede si me interrumpen."

La puerta del depósito se abrió con un clic, y el Profesor Quirrell dio


un paso afuera. Su rostro tenía una expresión muerta, sin
emociones; ella habría dicho que le recordaba a Severus, aunque
Severus nunca se había visto de ese modo.

Mientras la puerta se cerraba otra vez, Minerva había arrojado una


barrera de Silencio sin hablar. Las palabras se le escaparon
rápidamente: "¿Cómo fue - estuvo allí por un largo rato - Harry ya
está hablando?"

El Profesor Quirrell caminó con paso veloz para cruzar el cuarto


hasta llegar a la pared más lejana, y cerca de la entrada, y le
devolvió la mirada. La falta de emoción se deslizó de su rostro,
como si se estuviera quitando una máscara, dejando atrás a alguien
muy siniestro. "Hablé con el Sr. Potter como él esperaba que yo le
hablara, y evité decir cosas que lo pudieran molestar. No creo que lo
haya consolado. No creo tener esa habilidad."

"Gracias - es bueno que por lo menos haya hablado -" Ella vaciló.
"¿Qué dijo el Sr. Potter?"

"Me temo que le prometí no hablar al respecto. Y ahora… creo que


debo visitar la biblioteca de Hogwarts."

"¿La biblioteca? "

"Sí," el Profesor Quirrell insistió. Una tensión poco característica


había entrado en su voz. "Tengo la intención de fortalecer la
seguridad de la Sección Prohibida con ciertas precauciones de mi
propia elaboración. Las protecciones actuales son un chiste. Y el Sr.
Potter debe ser mantenido alejado de la Sección Prohibida a toda
costa. "

Ella observó fijamente al Profesor de Defensa, de repente con el


corazón en la garganta.

El Profesor Quirrell continuó hablando. "Usted no le va a decir al


niño lo que yo le he confiado a usted. Usted va a acordar con
Flitwick y Vector que el niño debe ser distraído con las evasiones
usuales si realiza preguntas precoces sobre la creación de hechizos.
Y aunque no es mi área de conocimiento, Directora Adjunta, si hay
alguna manera que usted pueda imaginar para convencer al niño de
no seguirse hundiendo en la lamentación y la locura - cualquier
manera de deshacer la resolución a la que él ha llegado - entonces
le sugiero que la aplique inmediatamente ."

Nota del Traductor (9 de Noviembre de 2.019)

El próximo capítulo es de 5.000 palabras. Espero publicarlo en el 17


de Noviembre y el 24 para todos los demás.

Me gustó mucho el comentario de Nancy en FFN quien se leyó 89


capítulos en una semana. Ese tipo de entusiasmo me anima a mi
también.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.

Gracias por leer.


Roles Parte 2
Capítulo 91: Roles, Parte 2

Nota del Autor: Este capítulo no contiene un spoiler para ninguna


novela de Orson Scott Card. Es una metáfora.

Poco después, hubo otro llamado a la puerta del depósito.

"Si de hecho le preocupa mi salud mental," el niño dijo sin levantar


la vista, "usted se va a ir, me va a dejar a solas, y esperar hasta que
yo baje a cenar. Esto no me va a ayudar."

La puerta se abrió, y el que había estado esperando afuera penetró


dentro del recinto.

"¿En serio?" el niño preguntó categóricamente.

La puerta se cerró e hizo clic detrás de Severus Snape.

El Maestro de Pociones de Hogwarts no lucía su usual arrogancia,


ni el disfraz desapasionado que ordinariamente había asumido en la
oficina del Director; su expresión era extraña, al contemplar al niño
que protegía esa puerta; sus pensamientos insondables.

"Tampoco puedo imaginar lo que la Directora Adjunta está


pensando," declaró el Maestro de Pociones de Hogwarts. "A menos
que sea servirte como una advertencia de a donde vas a llegar, si
decides asumir la culpa de su muerte sobre ti."

Los labios del niño se apretaron. "De acuerdo. Vamos a adelantar


hasta el final de esta conversación. Usted gana, Profesor Snape. Le
concedo que usted fue más responsable por la muerte de Lily Potter
que yo responsable por la muerte de Hermione Granger, y que mi
culpa no puede sobrepasar su culpa. Y luego le pido que se vaya, y
usted les avisa que probablemente sea mejor dejarme a solas por
un tiempo. ¿Ya terminamos?"

"Casi," el Maestro de Pociones contestó. "Soy aquel que ponía


notas bajo la almohada de la Señorita Granger, avisando donde
encontrar las batallas en que ella intervenía."

El niño no reaccionó para nada. Finalmente habló. "Porque le


disgustan los abusos."

"No por eso solamente." Había una nota de dolor en la voz del
Maestro de Pociones que sonaba extrajera en él; era difícil imaginar
que era la misma voz ácida que instruía a los niños para no remover
una vez de más o iban a estallar sus muñecas. "Tendría que
haberme dado cuenta… mucho más antes, supongo, y aún así no
me di cuenta, pues estaba enteramente absorbido en mí mismo. El
que yo fuera puesto como Jefe de Slytherin… significa que Albus
Dumbledore ha perdido enteramente la fe en que la Casa de
Slytherin pudiera ser ayudada. Tengo la certeza de que Dumbledore
lo intentó, no puedo imaginar que él no lo haya intentando, cuando
primero se le confió el cuidado de Hogwarts. Debe haber sido un
severo golpe para él, cuando demasiados Slytherin respondieron a
la llamada del Señor Oscuro… no me habría puesto en autoridad de
esa Casa, actuando como lo hice, a menos de que hubiese perdido
toda esperanza." Los hombros del Maestro de Pociones cayeron,
bajo su túnica manchada y sucia. "Pero usted y la Señorita Granger
estaban intentando hacer algo, y los dos incluso lograron atraer al
Sr. Malfoy y la Señorita Greengrass, y quizá esos dos podrían haber
dado un ejemplo diferente… Supongo que fue tonto de mi parte
creer. El Director no sabe lo que yo he hecho, y le pido que no se lo
cuente."

"¿Por qué me está revelando esto?"

"La situación se ha vuelto demasiado seria para no decírselo a


alguien." Los labios de Severus Snape se curvaron. "He visto
suficiente planeación desastrosa, durante mi tenencia como Jefe de
Slytherin, para saber cómo salen a veces esas cosas. Si, en el
futuro, todo debe salir a la luz - entonces al menos te lo he contado
a ti, y tú lo podrás revelar así."

"Adorable," el niño comentó. "Gracias por aclarar eso. ¿Es eso


todo?"

"¿Tienes la intención de declarar que tu vida ahora es una ruina y


que no te queda nada aparte de la venganza?"

"No. Todavía tengo -" El niño se interrumpió a sí mismo.

"Entonces no hay más consejo que te pueda dar," concluyó Severus


Snape.

El niño asintió distante. "En nombre de Hermione, gracias por


ayudarla contra los abusones. Ella llegaría a afirmar que eso era lo
correcto por hacer. Y ahora estaría en deuda con usted si les
pudiera decir que me dejen a solas ."

El Maestro de Pociones abrió la puerta, y cuando su cara no era


visible, su voz fue un susurro. "Realmente lamento tu perdida."

Severus Snape se fue.

El niño quedó con la vista fija tras él, intentando recordar, tan bien
como pudo a la distancia, palabras que habían sido pronunciadas
algún tiempo atrás.

Tus libros te traicionan, Potter. Ellos no te hablan de lo único que


necesitas saber. No puedes aprender de los libros lo que es perder
a la persona que amas. Eso es algo que nunca podría saber sin
experimentarlo por usted mismo.

Había sido algo como eso, el niño pensó, si recordaba


correctamente.


Ya habían pasado horas, en la sección de la enfermería con su
puerta cerrada que detrás tenía un cuerpo yaciente.

Harry siguió observando fijamente su varita, mientras reposaba en


su regazo. A los diminutos rasguños y manchas sobre las once
pulgadas de acebo, desperfectos que nunca habría notado de no
ver tan cerca. Un rápido cálculo mental le dijo que no tenía razón
para preocuparse si este era el daño acumulado tras seis o siete
meses, entonces un tiempo de vida estándar no iba a desgastar la
varita por completo. En aquel momento, probablemente le había
preocupado que le fuera quitado su propio Giratiempo de haber
gritado sin más a pleno pulmón '¿Alguien tiene un Giratiempo?' en
medio del Gran Comedor, pero así habría sido bastante fácil
comprometerse de antemano a, después del almuerzo, encontrar a
alguien que pudiera enviar al Profesor Flitwick un mensaje dos
horas atrás y entonces el Profesor Flitwick podría simplemente
haber ido directo hasta Hermione, o enviar su cuervo Patronus hacia
ella, mucho antes de que el trol estuviera cerca de ella. ¿O podría
ser que ese Harry alternativo hubiese descubierto que ya era
demasiado tarde - escuchado sobre la muerte de Hermione después
del almuerzo y antes de poder comprar cualquier mensaje enviado
atrás en el tiempo? Quizá una guía básica de trabajar con los viajes
en el tiempo era asegurarse no correr el riesgo de enterarse que era
demasiado tarde, si aún no habías retrocedido. Ahora había una
pequeña quemadura química en la punta de su varita, era
presumible que fuera por contactar el ácido que el parcialmente
había Transformado en el cerebro del trol, sin embargo la varita
parecía robusta contra pequeñas cantidades perdidas de madera.
Realmente el concepto de 'varita mágica' como requisito se volvía
más extraño mientras más lo considerabas. Aunque si los hechizos
siempre eran inventados de alguna misteriosa manera, nuevos
rituales siendo tallados como nuevas palancas sobre la máquina
desconocida, podría ser nada más que las personas siguieran
inventando rituales que involucran a las varitas, del mismo modo
que inventan frases como 'Wingardium Leviosa'. Realmente parecía
como si la magia debiera ser, en algún sentido, casi arbitrariamente
poderosa, y ciertamente sería conveniente si Harry podía
simplemente sobrepasar cualquier limitación conceptual que
prevenía a las personas inventar hechizos como 'Solamente Arregla
Todo Por Siempre', pero por alguna razón nada era así de fácil
cuando la magia estaba involucrada. Harry volvió a observar su reloj
mecánico otra vez, aunque todavía no era tiempo.

Había intentado invocar el Encantamiento Patronus, con el propósito


de pedir a su Patronus que fuera hasta Hermione Granger. Sólo en
caso de que todo fuera una mentira, un Encantamiento de Memoria
Falsa o una de las quién-sabe-cuántas-maneras que los magos
podían usar para cerrar sus ojos y soñar. Sólo en caso de que la
Hermione real estuviera viva y siendo retenida en algún lugar, a
pesar de haber sentido cómo su vida la había abandonado. Sólo en
caso de que hubiese una vida después de la muerte y que el
Verdadero Patronus la pudiera alcanzar.

Sin embargo el hechizo no había funcionado, así que esa prueba en


particular había fallado en entregar evidencia alguna, quedando
únicamente con el previo, desfavorable resultado anterior.

El tiempo pasó, y aún más tiempo todavía. Desde el exterior no


habrías visto más que a un niño, sentado, mirando fijamente su
varita con expresión abstracta, observando su reloj cada dos
minutos más o menos.

La puerta a la sección de la enfermería se abrió otra vez .

El niño sentado ahí levantó la vista con una mortal, helada mirada.

Luego el rostro del niño se desbarató, y se puso de pie a toda prisa.

"Harry," saludó el hombre con la camisa formal abotonada y un


chaleco negro por encima. Su voz era áspera. "Harry, ¿qué está
sucediendo? El Director de tu escuela - ¡apareció con esa ridícula
túnica en mi oficina y me comunicó que Hermione Granger había
muerto!"
Un momento después una mujer siguió al hombre dentro del cuarto;
parecía menos confundida que el hombre, menos excitada y más
aterrada.

"Papá," el niño dijo en voz baja. "Mamá. Sí, ella está muerta. ¿No
les contaron nada más?"

"¡No! Harry, ¿qué está sucediendo?"

Hubo una pausa.

El niño se recostó contra la pared. "Yo no p-puedo, no puedo, no


puedo hacer esto."

"¿Qué?"

"No puedo pretender ser un niño pequeño, s-simplemente no tengo


la energía para eso ahora."

"Harry," la mujer lo llamó desfallecida. "Harry -"

"Papá, ¿conoces esos libros de fantasía donde el héroe tiene que


esconder todo de sus padres porque ellos, ellos no van a entender,
van a reaccionar estúpidamente y entrometerse en el camino del
héroe? Es un dispositivo de la trama, correcto, para que el héroe
tenga que resolver todo por su cuenta en vez de decírselo a sus
padres. P-por favor no sean ese dispositivo de la trama, Papá, ni tu
tampoco, Mamá. Solamente… no jueguen ese rol. No sean los
padres que no comprenden. N-no me griten y denme demandas
parentales que yo no puedo seguir. Porque me he metido dentro de
una condenada y estúpida novela de fantasía y ahora lo de
Hermione - yo s-sólo no tengo la energía para lidiar con eso."

Lentamente, como si sus extremidades apenas estuvieran medio


animadas, el hombre dentro del chaleco negro se agachó al lado de
donde Harry estaba recostado, para que sus ojos estuvieran a la
misma altura de los de su hijo. "Harry," el hombre dijo. "Necesito que
me cuentes todo lo que ocurrió, ahora mismo."
El niño respiró profundamente, tragó saliva. "Ellos me c-contaron
que el Señor Oscuro que derroté podría seguir con vida todavía.
Como si esa no fuera la t-trama de cientos de puñeteros libros,
¿verdad? Además, también podría ser que el Director de mi
escuela, quien es el mago más poderoso en el mundo, se haya
vuelto loco. Y, y Hermione fue culpada de intento de homicidio poco
antes de esto, no que alguien le haya contado a sus padres al
respecto ni por asomo. El estudiante al que ella fue incriminada de
intentar matar es el hijo de Lucius Malfoy, quien es el más poderoso
político de la Bretaña mágica, y solía ser el número dos del Señor
Oscuro. La posición del Profesor de Defensa en esta escuela tiene
una maldición encima, nadie dura más que un año, tienen un dicho
de que el Profesor de Defensa siempre es un sospechoso. El
Profesor de Defensa de este año es secretamente un misterioso
mago que se opuso al Señor Oscuro durante la última guerra y
podría ser o no malvado. También el Maestro de Pociones ha tenido
el corazón roto a causa de Lily Potter durante años y podría estar
detrás de todo este asunto por alguna razón psicológica retorcida."
Los labios del niño se apretaron amargamente. "Creo que esa es la
mayor parte de la condenada y estúpida trama."

El hombre, que había estado escuchando todo esto en silencio, se


puso de pie. Puso una mano gentil sobre el hombro del niño. "Eso
es suficiente, Harry," él concluyó. "He escuchado suficiente. Vamos
a abandonar esta escuela y llevarte con nosotros."

La mujer estaba contemplando al niño, su cara planteando una


pregunta.

El niño le devolvió la mirada a ella y asintió.

La voz de la mujer era débil al hablar. " Ellos no nos van a dejar,
Michael."

"Ellos no tienen derecho legal para detenernos -"

" ¿Verdad? Usted son Muggles, " lo interrumpió el niño. Sonrió


torcidamente. "Ustedes tienen tanto derecho en el sistema legal de
la Bretaña mágica como un ratón. Ningún mago se va a preocupar
de sus argumentos sobre los derechos, sobre lo justo, ni siquiera se
van a tomar el tiempo de escuchar. Ustedes carecen de cualquier
poder, ven, así que ellos no tienen que tomarse la molestia. No,
Mamá, no estoy sonriendo así porque esté de acuerdo con sus
políticas Muggles, estoy sonriendo porque estoy en desacuerdo con
tus políticas para los niños."

"Entonces," el Profesor Michael Verres-Evans declaró con firmeza,


"tendremos que ver lo que el gobierno real tiene que decir sobre
eso. Conozco a uno o tres Miembros del Parlamento -"

"Ellos van a decir, que estás loco, ten una linda estadía en este
asilo. Eso es asumiendo que los Borradores de Memoria del
Ministerio no te encuentren antes y borren tus recuerdos. Ellos
hacen eso a los Muggles todo el tiempo, por lo que he escuchado.
Deduzco que los verdaderos superiores en nuestro gobierno han
realizado algunas lindas acomodaciones para su propio beneficio.
Quizá reciban un par de Encantamientos de sanación de vez en
cuando, si resulta que alguien importante se las arregla para tener
cáncer." El niño volvió a enseñar esa sonrisa torcida. "Y esa es la
situación, Papá, como Mamá ya lo sabe. Ellos nunca los habrían
traído aquí o dicho nada, de haber una sola cosa que ustedes
pudieran hacer al respecto."

La boca del hombre se abrió aunque ninguna palabra salió, como si


hubiese estado leyendo un guión que iba describiendo lo que un
padre preocupado debía hacer en este tipo de situación, y este
guión de repente había llegado a una página en blanco.

"Harry," la mujer habló desfallecida.

El niño la contempló a ella.

"Harry, ¿algo te pasó a ti? Pareces… diferente…"

"¡Petunia!" el hombre exclamó, su lengua aparentemente


funcionando una vez más. "¡No pronuncies semejantes cosas! Él
está bajo estrés, eso es todo."

"Bueno, Mamá, verás -" La voz del niño se rompió. "¿Estás segura
de que quieres todo esto de un solo golpe, Mamá?"

La mujer asintió, aunque no habló.

"Tengo… ¿saben cómo el psiquiatra de esa escuela consideró que


yo tenía problemas para manejar la ira? Bueno -" El niño se detuvo,
y tragó saliva. "No sé cómo explicarte esto a ti, Mamá. En realidad
se trata de algo mágico. Probablemente tiene algo que ver con lo
que sucedió en la noche en que mis padres murieron. Yo tengo…
bueno, lo había estado llamando mi misterioso lado oscuro y sé que
suena como un chiste y yo sí revisé con… con un antiguo y
telepático sombrero mágico para tener la certeza de que mi cicatriz
no era en realidad habitada por el espíritu del Señor Oscuro y afirmó
que únicamente había una persona bajo sus bordes y de todos
modos no creo que los magos tengan almas puesto que ellos
todavía pueden sufrir daño cerebral, sólo que -"

"¡Harry, más despacio!" pidió el hombre.

"- sólo que, sólo que sea lo que sea, sigue siendo real, hay algo
dentro de mí, me dio fuerza de voluntad cuando las cosas se
pusieron mal, pude enfrentar lo que fuera siempre y cuando
estuviera enojado, Snape, Dumbledore, el Wizengamot entero, mi
lado oscuro no tenía miedo de nada excepto de los Dementores. Y
yo no fui estúpido, sabía que podría haber un precio por usar mi
lado oscuro y seguí investigando para descubrir cuál podría ser el
precio. No cambió mi magia, no parecía causar un cambio
permanente de alineamiento, no intentó alejarme de mis amigos ni
nada como eso, así que lo seguí usando cuando fuera que lo
necesitaba y únicamente descubrí cuál era el precio demasiado
tarde -" La voz del niño se había vuelto casi un susurro.
"Únicamente lo descubrí hoy… cada vez que lo llamó… va
consumiendo mi infancia. Yo asesiné a la cosa que mató a
Hermione. Y no fue mi lado oscuro quien lo hizo, fui yo. Oh, Mamá,
Papá, lo lamento."
Hubo un largo silencio llenado con el sonido de las máscaras al
romperse.

"Harry," el hombre dijo, volviendo a arrodillarse, "Necesito que


comiences desde el principio y me expliques eso mucho más
lentamente."

El niño habló.

Los padres escucharon.

Algún tiempo después, el padre se puso de pie.

El niño levantó la vista hacia él, haciendo una mueca a causa de


una amarga anticipación.

"Harry," el hombre declaró, "Petunia y yo vamos a sacarte de aquí


tan pronto como sea posible -"

"No," el niño le advirtió. "Lo digo en serio, Papá. El Ministerio de


Magia no es algo contra lo que puedas luchar. Pretende que son la
oficina de impuestos o el decano o algo más que no va tolerar
ningún reto a su dominio. En la Bretaña mágica sólo se te permite
recordar lo que el gobierno cree que tú deberías recordar, y recordar
la existencia de la magia o que tienes un hijo llamado Harry es un
privilegio, no un derecho. Y si ellos hacen eso me voy a romper y
convertir el Ministerio en un gigantesco cráter flamante. Mamá,
conoces el marcador, absolutamente tienes que impedir que Papá
intente algo estúpido."

"E hijo -" El hombre se frotó sus sienes. "Quizá no debería


mencionar esto ahora… ¿pero estás seguro de que lo que estás
hablando es realmente tu oscuro lado mágico, y no algo normal para
un niño de su edad?"

"Normal," el niño argumentó con elaborada paciencia. "¿Normal


cómo, exactamente? Podría revisar de nuevo, aunque estoy
razonablemente seguro de que no había nada como eso en
Creciendo juntos: de la infancia a la adolescencia con cariño y
respeto. Mi lado oscuro no es únicamente un estado emocional, me
hace más inteligente. De algunas maneras, al menos. No puedes ir
y así como así pretender hasta hacerte más inteligente."

El hombre se volvió a frotar su cabeza. "Bueno… hay un cierto


fenómeno bien conocido donde los niños pasan por un proceso
biológico que a veces puede hacerlos poner enojados y oscuros y
siniestros, y este proceso también incrementa de modo significante
su inteligencia y altura -"

El niño se volvió a recostar contra la pared. "No, Papá, no es que


me esté convirtiendo en un adolescente. Revisé con mi cerebro y
todavía cree que las niñas son asquerosas. Sin embargo si eso es lo
que quieres pretender, entonces está bien. Quizá me vaya mejor si
no me crees. Sólo que -" La voz del niño se ahogó. "Sólo que no era
capaz de mentir al respecto."

"La adolescencia no funciona de ese modo necesariamente, Harry.


Todavía podría requerir un tiempo para que te atraigan las chicas. Si
es que, de hecho, aún no te ha atraído una -" y el hombre se detuvo
de manera abrupta.

"No me gustaba Hermione de ese modo," el niño murmuró. "¿Por


qué todos siguen pensando que tiene que tratarse de eso? Es una
falta de respeto para ella, creer que alguien únicamente la podría
querer de ese modo."

El hombre tragó saliva visiblemente. "Como sea, hijo, mantente a


salvo mientras logramos sacarte de aquí, ¿comprendes eso? No
vayas por ahí pensando que de hecho te pasaste al lado oscuro. Sé
que has tenido, ah, lo que yo solía llamar tus momentos Ender
Wiggin -"

"Creo que ya hemos dejado bien atrás a Ender y ya estamos como


cuando los insectores mataron a Valentine."
"¡Lenguaje!" exclamó la mujer, y luego su mano voló a cubrir su
boca.

El niño habló con cansancio. "No ese tipo de insectos, Mamá. Son
extraterrestres insectoides - no importa."

"Harry, eso es exactamente lo que te estoy diciendo que no deberías


pensar," el Profesor Verres-Evans habló con firmeza. "No debes ir
por ahí creyendo que te estás volviendo malvado. No debes herir a
nadie, ponerte en situaciones peligrosas, o meterte con cualquier
tipo de magia negra o lo que sea, mientras tu Mamá y yo trabajamos
en sacarte de esta situación. ¿Está claro, hijo?"

El niño cerró sus ojos. "Ese sería un maravilloso consejo, Papá, si


estuviera en una historieta."

" Harry - " el hombre inició.

"La Policía no puede hacer eso. Los soldados no pueden hacer eso.
El mago más poderoso en el mundo no pudo hacer eso, y él lo
intentó. No es justo para los espectadores inocentes que juegues a
ser Batman si en realidad no puedes proteger a todos bajo ese
código. Y acabo de demostrar que no puedo."

Parches de sudor resplandecían sobre la frente del Profesor Michael


Verres-Evans. "Ahora tú escúchame a mí. Sin importar lo que hayas
leído en libros, ¡no se supone que tú estés protegiendo a nadie! ¡O
involucrado en cualquier cosa peligrosa! ¡Absolutamente nada
peligroso sin importar la razón! ¡Simplemente quédate al margen de
todo, de cada locura que ocurre en este manicomio, mientras te
sacamos de aquí en el primer instante que nos sea posible!"

El niño miró de modo inquisitivo a su padre, luego a su madre.


Luego volvió a contemplar su reloj de pulsera.

"Excelente punto," declaró el niño.


El niño marchó hacia la puerta que llevaba hacia afuera, y la abrió
de par en par.

La puerta se abrió de par en par con un crujido que causó que


Minerva se diera un sobresalto, y antes de que hubiese tenido
tiempo de pensar, Harry Potter marchó afuera del cuarto, viéndola
directamente a ella con ojos rutilantes.

"Usted trajo a mis padres aquí," el Niño-Que-Vivió dijo. "A Hogwarts.


Donde Quien-Tú-Sabes o alguien está acechando, atacando a mis
amigos. ¿Qué estaba pensando exactamente?"

Ella no replicó que había estado pensando sobre Harry sentado en


frente de la puerta del depósito conteniendo el cuerpo de Hermione,
rehusando moverse.

"¿Quién más sabe sobre esto?" Harry Potter demandó. "¿Alguien


los vio con usted?"

"El Director los trajo aquí -"

"Los quiero fuera de aquí inmediatamente antes de que alguien más


lo sepa, especialmente Quien-Tú-Sabes, pero también incluyendo al
Profesor Quirrell o al Profesor Snape. Por favor envíe su Patronus al
Director e informe que él necesita llevarlos de inmediato. No
mencione a mis padres por sus nombres, o como personas, en caso
de que alguien más esté escuchando."

"En efecto," añadió el Profesor Verres-Evans, asintiendo


severamente parado detrás del niño, Petunia un paso detrás de él.
Su mano reposando firmemente sobre el hombro de Harry.
"Terminaremos de hablar con nuestro hijo en casa."

"Un momento, por favor," Minerva replicó con reflexiva amabilidad.


Su primer intento para lanzar el Patronus había fallado, una
desventaja del Encantamiento bajo ciertas circunstancias. No era la
primera vez que lo había realizado en situaciones similares, aunque
parecía haber perdido la costumbre -

Minerva anuló el pensamiento y se concentró.

Cuando el mensaje fue enviado, ella se giró hacia el Profesor


Verres-Evans. "Señor," ella habló, "me temo que el Sr. Potter no
debe abandonar la Escuela de Hogwarts -"

Para cuando Albus finalmente llegó, había gritos, el hombre Muggle


había renunciado a toda su dignidad. Al menos había gritos en un
lado de la discusión. El corazón de Minerva no estaba para eso. La
verdad es que ella no podía creer en las palabras que estaban
saliendo de su boca.

Cuando el Profesor se giró a discutir con el Director, Harry Potter,


quien había permanecido en silencio durante todo esto, levantó la
voz. "No aquí," declaró Harry. "Puedes discutir con él en cualquier
lugar excepto Hogwarts, Papá. Mamá, por favor, por favor asegúrate
que Papá no intente nada que lo meta en problemas con el
Ministerio."

La cara de Michael Verres-Evans se retorció. Se giró, observando a


Harry Potter. Cuando su voz surgió era áspera, acompañada por
agua en sus ojos. "Hijo - ¿qué estás haciendo?"

"Ya sabes perfectamente lo que estoy haciendo," Harry Potter


explicó. "Leíste todos esas historietas antes de dármelas a mí. He
pasado a través de un montón de basura, madurado un poco, y
ahora estoy protegiendo a mi familia. De hecho, es más simple que
eso, sabes lo que estoy haciendo porque intentaste hacer lo mismo.
Estoy haciendo que mis seres queridos salgan de Hogwarts de
inmediato, eso es lo que estoy haciendo. Director, por favor los debe
sacar de aquí antes de que Quien-Tú-Sabes descubra su presencia
y ordene su muerte."

Michael Verres-Evans empezó una frenética carrera hacia Harry, y


entonces todo movimiento se detuvo con el hombre Muggle
inclinándose hacia adelante en su vuelo.

"Lo lamento," el Director habló en voz baja. "Pronto hablaremos de


nuevo. Minerva, estaba con los otros cuando me llamaste, están
esperando en tu oficina."

El Director pasó hacia adelante como si se estuviera deslizando,


hasta que estuvo de pie en medio de el hombre y la mujer que
estaban congelados; y hubo otro destello de flamas.

El movimiento regresó.

Minerva miró a Harry.

Las palabras no salieron de ella.

"Astuto movimiento, haberlos traído aquí," Harry Potter dijo.


"Probablemente ha dañado nuestra relación permanentemente.
Todo lo que quería era estar malditamente solo hasta la maldita hora
de la cena. La que," el niño observó su reloj de pulsera, "es ahora
de todos modos . Voy a ir a decir adiós a Hermione por mi cuenta,
que prometo tomará menos de dos minutos, y después de eso me
iré y voy a comer algo como lo habría hecho al final de cuentas. No
me perturbe durante esos dos malditos minutos o me voy a romper
e intentar asesinar a alguien, lo digo en serio, Profesora."

El niño se giró y con largas zancadas se movió dentro del pequeño


cuarto, abrió la puerta trasera donde era guardado el cuerpo de
Hermione Granger, y con largas zancadas penetró dentro antes de
que pudiera pensar en algo para decir. A través de la entrada vio
una fugaz vista que ella sabía ningún niño debía ver -

La puerta se cerró de un portazo.

Empezó a adelantarse, sin pensar.

A mitad del camino hacia la puerta, se detuvo a sí misma.


Su mente seguía lenta, y herida, y la parte de ella que Harry Potter
habría llamado la foto de una disciplinadora severa que estaba
pronunciando palabras sobre comportamiento inapropiado de parte
de los niños. El resto de ella no pensaba que fuera una buena idea
dejar a ningún niño, incluso Harry Potter, a solas en un cuarto con el
sangrante cuerpo de su mejor amiga. Pero el acto de abrir la puerta,
o imponer cualquier tipo de autoridad, no le pareció muy sabio a
ella. No había algo correcto por hacer, y nada correcto para decir; o
si había algún camino correcto, ella lo desconocía.

Muy lentamente, un minuto y medio pasó.

Cuando la puerta se abrió de nuevo, Harry parecía haber cambiado,


como si ese minuto y medio hubiese pasado un montón de vidas
atrás.

"Selle el cuarto," Harry pidió en voz baja, "y vayámonos, Profesora


McGonagall."

Ella caminó hacia la puerta del depósito. No fue capaz de evitarlo


por completo y terminó observando, y vio la sangre seca, la sabana
cubriendo la parte baja de la mitad, la parte superior del cuerpo
cerosa como si fuera una muñeca, y un vistazo de los ojos cerrados
de Hermione Granger. Algo dentro de ella empezó a sollozar otra
vez.

Ella cerró la puerta.

Sus dedos se movieron sobre su varita, su boca habló palabras sin


pensar, Encantamientos y protecciones para sellar el cuarto contra
cualquier entrada.

"Profesora McGonagall," Harry dijo con extraña voz, como si


estuviese leyendo un guión, "¿usted tiene la roca? ¿La roca que el
Director me dio? Debería Transformarla en una joya de nuevo, ya
que demostró ser útil."
Automáticamente sus ojos fueron hacia el anillo en el dedo meñique
izquierdo de Harry, notando el vacío en el engastado donde tendría
que haber estado la joya. "Debería mencionarlo al Director," su
lengua replicó.

"¿Es esa una táctica usual, por cierto?" Harry inquirió, voz todavía
extraña. "¿Cargando algo grande Transformado en algo más
pequeño para usar como un arma? ¿O es ese un ejercicio usual
para practicar Transformación?"

De modo distante, ella negó con su cabeza.

"Bueno, vayámonos, entonces."

"Tengo que -" su voz se detuvo. "me temo que tengo algo más que
debo hacer, ahora mismo. ¿Va a estar bien por tu cuenta, y
prometes ir al Gran Comedor directamente y comer algo, Sr.
Potter?"

El niño prometió (salvo circunstancias excepcionales e imprevistas,


una cláusula que ella no discutió) y luego salió caminando del
cuarto.

Lo que aguardaba delante de ella… no sería fácil, ciertamente, y


podría ser precisamente más difícil.

Minerva caminó hacia su oficina con paso veloz; no lentamente,


porque eso habría sido una descortesía.

La Profesora McGonagall abrió la puerta a su oficina.

"Madam Granger," su voz saludó, "Sr. Granger, lamento


terriblemente -"

Nota del Traductor (16 de Noviembre de 2019)


Alcancé a publicar un día antes de lo esperado. El próximo capítulo
es de 2.000 palabras, por lo que, con algo de suerte, debería estarlo
publicando mañana en y el 24 de Noviembre para todos los demás.

Hubo un chiste con los insectores que se perdió en la traducción


porque suena parecido a "mocos" de ahí el llamado de atención de
Petunia, pero imposible la adaptación del chiste, sobretodo porque
en español dichos bichos ya son muy conocidos como insectores o
fórmicos.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.

Gracias por leer.


Roles Parte 3
Capítulo 92: Roles, Parte 3

No había nada más por hacer.

No había nada más por planear.

No había nada más por pensar.

Dentro de ese vacío se elevó la nueva peor memoria -

El Niño-Que-Vivió-A-Diferencia-De-Su-Mejor-Amiga caminó con


pena los largos, corredores con eco hacia el Gran Comedor. Con
todas sus energías de pensamiento exhaustas, su mente estaba
empezando a arrojar pensamientos como una imagen de Hermione
caminando a su lado y conceptos sin palabras como Eso nunca
volverá a suceder hasta que otra parte gritaba No y bramaba con
determinación que la iba a traer de vuelta, sólo que la voz de esa
parte estaba cansándose y la otra parte parecía infatigable. Otra
parte de su mente insistió en revisar lo que él había dicho a la
Profesora McGonagall y Papá y Mamá, incluso si únicamente había
estado intentando sacarlos de allí tan rápidamente como fuese
posible y había estado funcionando con limitada energía mental.
Como si de alguna manera él pudiera haberlo hecho mejor, por un
acto de su voluntad defectuosa. Qué sería de su relación con sus
padres ahora, Harry no lo podía adivinar.

Finalmente llegó a un cruce donde un chico mayor con una túnica


de bordes verdes, estaba leyendo en silencio un libro de texto, en el
camino que cualquiera habría elegido si hubiese querido interceptar
a alguien que iba desde las cámaras de sanación hacia el Gran
Comedor.

Harry estaba usando la Capa de Invisibilidad, por supuesto, se la


había puesto tras salir de la oficina, volviéndose inmune a casi todas
las formas de detección mágica. No tenía sentido hacer fácil para
cualquiera que quisiera intentar encontrarlo y matarlo. Y Harry casi
estaba decidido en continuar sin tomarse la molestia de descubrir
qué estaba pasando, cuando reconoció el rostro del chico de
Slytherin.

Harry empezó a caer en cuenta entonces. Por supuesto, uno de los


estudiantes que se había quedado para las vacaciones de Pascua
naturalmente había sido-

"Estabas esperando por mí," Harry anunció en voz alta, sin remover
la Capa.

El chico de Slytherin se echó para atrás, golpeando su cabeza


contra la pared, su libro de Encantamientos de quinto año
cayéndose de sus manos, antes de levantar la vista con ojos
abiertos de par en par.

"Tú estás -"

"Invisible. Sí. Di lo que quieres decir."

Lesath Lestrange se puso de pie a toda prisa, una posición de


atención, luego habló con desesperación, "Mi Señor, acaso hice lo
correcto - pensé que no desearías que diera un paso adelante
delante de todo el mundo, que podrían sospechar de nuestra
conexión - pensé que, seguramente si llegabas a desear mi ayuda
me ibas a llamar -"

Era asombroso cuántas maneras diferentes había de matar a tu


mejor amiga al ser un estúpido.

"Yo -" Lesath vaciló, luego prosiguió en voz baja, "Estaba


equivocado, ¿no es cierto?"

"Actuaste exactamente como tendrías que haberlo hecho, bajo


aquellas circunstancias. Fui yo quien fui un tonto."
"Lo lamento, mi Señor," susurró Lesath.

"Si hubieses venido conmigo, ¿habrías sido capaz de matar al trol?"


Ni siquiera era la pregunta correcta, la pregunta correcta era si el
propio Harry habría considerado a Lesath como suficiente y volado
sesenta segundos antes, aunque aún así…

"Yo… no estoy seguro, mi Señor… No soy muy bienvenido en las


prácticas de duelo de Slytherin, no he aprendido los gestos de la
Maldición Asesina - ¿debería estudiar aquellas artes para servirte
mejor, mi Señor?"

"Continuo en mi insistencia de que no soy tu Señor," Harry declaró.

"Sí, mi Señor."

"Aunque," Harry explicó, "y esta no es ninguna clase de orden, nada


más una observación, cualquiera debería saber cómo defenderse a
sí mismo, especialmente tú. Estoy seguro que el Profesor de
Defensa te ayudará con eso por sus principios generales, si se lo
pides."

Lesath Lestrange hizo una inclinación y declaró, "Sí, mi Señor,


seguiré sus órdenes si puedo, mi Señor."

Harry se habría quejado sobre ser malentendido, de no ser porque


había sido comprendido perfectamente.

Lesath se fue.

Harry miró fijamente la pared.

Honestamente había pensado que ya había descubierto todas las


diferentes maneras en que había sido estúpido, tras haber gastado
medio día pensando al respecto.

Aparentemente eso no había sido más que exceso de confianza de


su parte.
¿Entendemos lo que hicimos mal? Su lado Slytherin cuestionó
fríamente.

Sí, Harry pensó.

Tus escrúpulos éticos no tienen ningún sentido. No estás


engañando a Lesath. Hiciste exactamente lo que Lesath cree que tú
hiciste. No tendrías que haber inventado excusas sobre por qué
Lesath te estaba ayudando, podrías haber dicho simplemente que
estabas reclamando la deuda que él tenía contigo por ser rescatado
de abusones, hubo seis testigos para eso. Hermione murió porque
te olvidaste de un recurso extremadamente valioso, y te olvidaste de
Lesath porque… ¿por qué?

¿Porque tener a Lesath Lestrange como un secuaz pareció ser más


propio de un Señor Oscuro? Hufflepuff comentó con voz baja
mental. O sea… esa decisión probablemente fue responsabilidad
mía en su mayoría…

El lado Slytherin de Harry ni siquiera respondió ante eso con


palabras, nada más mostró desprecio y envió un fugaz vistazo del
cuerpo de Hermione.

¡Detente! Harry gritó internamente.

La próxima vez, Slytherin acusó en tono helado, te sugiero que


pasemos más tiempo preocupándonos sobre lo que es eficiente y
efectivo, y menos tiempo preocupándonos sobre lo que parece más
propio de un Señor Oscuro.

Debidamente anotado, Harry pensó, lo voy a hacer.

No, no lo vas a hacer, replicó Slytherin. Vas a inventar alguna


racionalización para tus patéticos escrúpulos. Vas a empezar a
escucharme después de que tu próximo amigo muera.

Harry estaba empezando a preocuparse ante la posibilidad de estar


volviéndose loco. Las conversaciones que tenía con las voces de su
cabeza usualmente no eran así.

El Niño-Que-Vivió

dolor

Harry Verres caminó apenado por su cuenta

daño

Harry caminó a través de los silenciosos corredores.

"¿Cómo le está yendo al Sr. Potter?" demandó el Profesor Quirrell.


Había una tensión sobre el hombre, no podías llamarlo del todo
preocupación, más como alguien preparando una emboscada que
medía el tiempo preciso para atacar. Los Grangers apenas y
acababan de irse con Madam Pomfrey cuando el Profesor de
Defensa ya estaba golpeando la puerta de su oficina y luego entró
sin esperar que ella hubiese contestado, y habló antes de que ella
pudiera pronunciar alguna palabra. Parte de Minerva se preguntaba
de modo distante si Harry Potter había cogido ese hábito de su
Profesor de Defensa, ser inconsciente del dolor de otros cuando
tenían algo más en su mente, o si era una falla infantil que este
hombre de algún modo había sido incapaz de superar.

"El Sr. Potter ha dejado de proteger el cuerpo de la Señorita


Granger," ella respondió, poniendo algo del frío que sentía en su
voz. Ella sentía la certeza de que el Profesor de Defensa no estaba
experimentando tanto dolor como ella, el hombre no había dedicado
ni una palabra a Hermione Granger. Para que él pusiera demandas
sobre ella - "Creo que ha bajado a cenar."

"¡No estoy preguntando por el estado físico del niño! Acaso usted -
él ha -" el Profesor Quirrell hizo un gesto brusco, como para indicar
un concepto para el cual no tenía palabras.
"No particularmente," ella dijo. Estaba a treinta segundos de ordenar
al Profesor de Defensa que saliera de su oficina.

El Profesor Quirrell empezó a pasear dentro de los pequeños


confines de su oficina. "La Señorita Granger era la única cuyas
preocupaciones él verdaderamente atendía - sin ella - todos los
límites en la imprudencia del niño han sido removidos. Ahora lo veo.
¿Quién más queda? ¿El Sr. Longbottom? El Sr. Potter no pretende
que sean iguales. ¿Flitwick? Su sangre de duende sólo pediría
venganza. ¿El Sr. Malfoy, si fuera a regresar? ¿Con qué propósito?
¿Snape? Un desastre ambulante. ¿Dumbledore? Bah. Ya hay
eventos que se dirigen hacia la catástrofe, deben ser desviados
hacia un camino que no recorrerán naturalmente. ¿A quién podría
escuchar el Sr. Potter, que no hable ordinariamente con él? Cedric
Diggory le ha enseñado, ¿pero qué le diría el Sr. Diggory como
consejo? Un desconocido. El Sr. Potter habló largamente con
Remus Lupin al menos una vez. A él le he dedicado poca atención.
¿Sabrá Lupin las palabras para pronunciar, el acto que debe ser
realizado, el sacrificio que debe ser hecho para cambiar el camino
del niño?" El Profesor Quirrell se arremolinaba sobre ella. "¿Acaso
Remus Lupin pudo confortar a aquellos que sufrían o los empujó a
misiones imprudentes, durante su tiempo con la Orden del Fénix?"

"No es un pensamiento pobre," ella reconoció lentamente. "Creo que


el Sr. Lupin fue a menudo una voz de moderación para James Potter
en sus días de Hogwarts."

"James Potter," dijo el Profesor Quirrell, sus ojos estrechos. "El niño
casi no se parece a James Potter. ¿Tiene confianza en el éxito de
este plan? No, esa es la pregunta incorrecta, no estamos limitados
por un solo plan. ¿Está segura que este plan será suficiente, para
que no necesitamos ejercer otros? Cuestionado de esa manera, la
pregunta se responde a sí misma. El camino que lleva al desastre
debe ser desviado en cada punto posible de intervención." El
Profesor de Defensa había vuelto a pasear dentro de los confines de
su oficina, llegando a una pared, girando sobre sus talones,
paseando hasta la otra pared.
"Mis disculpas, Profesor," ella no se molestó en mantener el filo por
fuera de su voz, "pero he alcanzado mi límite para el día. Puede
retirarse."

" Usted ." El Profesor Quirrell se giró, y ella se descubrió a sí misma


contemplando fija y directamente aquellos ojos de azul helado. "
Usted sería la primera en que pensaría después de la Señorita
Granger, para evitar que el niño hiciera una tontería. ¿Ya ha
realizado su máximo esfuerzo? Por supuesto que no."

Cómo se atrevía a sugerir eso. "Si no tiene más para decir, Profesor,
entonces debería irse."

"¿Su confederación ya ha deducido quién soy realmente?" Las


palabras fueron pronunciadas con engañosa suavidad.

"Sí, de hecho. Ahora -"

Pura magia, poder puro se estrelló contra el cuarto como si fuese un


relámpago, como un trueno resonante sobre sus orejas que
ensordecieron el resto de sus sentidos, los papeles sobre su
escritorio salieron volando no a causa de un viento conjurado sino
por la pura fuerza bruta de fuerza arcana.

Entonces el poder se redujo, dejando únicamente el certificado de


muerte de Hermione Granger flotando en el aire hasta caer al suelo.

"Yo soy David Monroe, quien combatió a Voldemort," el hombre


anunció, todavía con un tono templado. "Escuche mis palabras. No
se puede permitir que el niño continúe en este estado mental. Se
volverá peligroso . Es posible que ya hayas hecho todo lo que
puedes. Sin embargo suelo encontrar que dicho caso es raro en
realidad, y a menudo más dicho que hecho. Sospecho que
únicamente has hecho lo que normalmente harías. Verdaderamente
no puedo comprender lo que lleva a otros a romper sus límites, ya
que yo nunca los tuve. Las personas permanecen pasivas de una
manera sorprendente cuando son confrontadas con el prospecto de
la muerte. El temor al ridículo público o a perder el sustento tienen
más probabilidades de empujar a las personas hacia los extremos y
que rompan sus hábitos acostumbrados. En el otro lado de la
guerra, el Señor Oscuro tuvo excelentes resultados con la Maldición
Cruciatus, juiciosamente usada sobre Sirvientes Marcados que no
pueden escapar el castigo excepto si tenían éxito, pues los
esfuerzos razonables no eran aceptados. Imagine ese estado
mental dentro de usted misma, y pregúntese si verdaderamente ha
hecho todo lo que usted puede para alejar a Harry Potter de este
camino."

"Soy una Gryffindor y el miedo no me conmueve mucho," ella espetó


como respuesta. "¡ Usted va a ejercer la cortesía dentro de mi
oficina!"

"Yo encuentro que el miedo es una excelente motivación, y en


efecto es el miedo lo que me mueve ahora. Quien-Tú-Sabes, a
pesar de todo su horror, todavía se ataba a ciertos límites. Es mi
juicio profesional, hablando como un mago aprendido casi igual a
Dumbledore o Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, que el niño
podría unirse a los rangos de aquellos cuyos rituales están inscritos
sobre las lápidas de países enteros. Esta no es una preocupación
tonta, McGonagall, ya he escuchado palabras para producir las más
graves de las aprehensiones."

"¿Está demente? Usted cree que el Sr. Potter podría - esto es


ridículo. el Sr. Potter no puede posiblemente -"

Una imagen sin palabras cruzó su mente de un parche de vidrio


sobre una bola de acero.

"¡- el Sr. Potter no haría una cosa semejante!"

"Su elección deliberada no es requerida. Los magos raramente se


proponen provocar su propia destrucción. El Sr. Potter podría no
parecerte malicioso. ¿Le parece él imprudente una vez que se ha
trazado una meta? ¡Le repito que tengo razones específicas para la
más grave de las posibles preocupaciones!"
"¿Ha comentado esto con el Director?" ella interrogó lentamente.

"Eso sería peor que inútil. Dumbledore no puede alcanzar al niño.


En el mejor de los casos es lo suficientemente sabio como para ser
consciente de esto y no empeorar las cosas. Yo carezco del estado
de ánimo requerido. Usted es la que - pero veo que sigues
buscando que otros te salven." El Profesor de Defensa le dio la
espalda, y dio largas zancadas hacia la puerta. "Creo que tendré
que consultar con Severus Snape. Puede que el hombre sea un
desastre ambulante, sin embargo conoce ese hecho, y podría
poseer un mayor entendimiento del ánimo del niño. En cuanto a
usted, madam, imagínese al final de su vida, conociendo que
Bretaña - claro que no, Bretaña no es su verdadero país, ¿no es
así? Imagínese a usted misma al final de su vida mientras la
oscuridad va devorando las paredes desfallecidas de Hogwarts,
sabiendo que sus estudiantes morirán con usted, recordando este
día y dándose cuenta que hubo algo más que pudiste haber hecho."

Nota del Traductor (17 de Noviembre de 2019)

Por razones personales no me encuentro en el mejor estado de


ánimo ahora mismo, y puede ser que esté trabajando a toda
máquina en la traducción de HPMOR para no pensar en otras
cosas. Aunque no se preocupen, ya saldrá el sol un día de estos.

El próximo capítulo es de 4.000 palabras. Incluyendo el tiempo de


corrección, es posible que lo publique en mi el 24 de Noviembre, y el
1 de Diciembre en mi blog y en FNN.

ENMIENDA: Pido disculpas por no haber publicado esto antes en


FNN, realmente no me encontraba muy bien la semana pasada. El
capítulo siguiente estará disponible dentro de unos cuantos minutos.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyend o
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.
Gracias por leer.
Roles Parte 4
Capítulo 93: Roles, Parte 4

Harry llegó caminando al Gran Comedor, miró alrededor únicamente


una vez, cogió suficientes calorías como para sustentarse a sí
mismo, se fue caminando, se volvió a poner su Capa y encontró una
pequeña esquina al azar en la cual comer. Viendo los estudiantes en
sus mesas -

Sentir repugnancia cuando observas a otros humanos no es una


buena señal, Hufflepuff comentó. No es razonable echarles la culpa
por no haber tenido las oportunidades de aprender lo que tú
aprendiste. Inacción durante las emergencias no tiene nada que ver
con que las personas sean egoístas. Prejuicio de normalidad, como
ese avión que se estrelló en Tener-algo donde algunas personas
salieron corriendo y escaparon pero la mayoría se quedó sentada en
sus asientos sin moverse mientras el avión estaba literalmente en
llamas. Mira cuánto te tomó a ti empezar a reaccionar de verdad.

Odiar no tiene un propósito útil, opinó Gryffindor. Nada más va a


dañar tu altruismo.

Intenta descubrir un método de entrenamiento que puedas usar para


evitar que esto vuelva a suceder de nuevo, añadió Ravenclaw.

Me voy a adelantar y registrar la predicción experimental, argumentó


Slytherin, que siempre observaremos exactamente lo que sería
predecible sobre la hipótesis que las personas no pueden ser
salvadas, no pueden ser enseñadas, y nunca nos van a ayudar con
algo importante. Además, necesitamos alguna manera de llevar la
cuenta de todas las veces en las que tengo la razón.

Harry ignoró las voces en su cabeza y nada más se comió las


rebanadas de tostada tan pronto como pudo. Como política general
no era una nutrición apropiada, pero una excepción de una vez no le
haría daño siempre y cuando la fuera a compensar al día siguiente.

En medio de un bocado, la fulgurante silueta plateada de un fénix


voló en frente de la nada y pronunció, con la voz de un cansado y
anciano hombre, "Por favor remueve tu Capa, Harry, tengo una carta
para entregarte."

Harry tosió un poco, tragó algo de tostada que se había ido por el
camino equivocado, se puso de pie, se quitó la Capa de
Invisibilidad, y dijo en voz alta "Informa a Dumbledore que estoy
bien," y luego se sentó y continuó comiendo su tostada.

La tostada se había ido por completo para cuando Albus


Dumbledore caminó hasta el escondrijo de Harry, cargando hojas de
papel dobladas en su mano; papel real, con líneas, no pergamino de
magos.

"Esas son -" Harry aventuró.

"De tu padre, y de tu madre," explicó el mago anciano. Sin más


palabras, Dumbledore entregó las hojas dobladas, y sin más
palabras Harry las aceptó. El mago anciano dudó, luego habló en
voz baja, "El Profesor de Defensa me ha pedido que restrinja mis
consejos, y yo pensé lo mismo cuando lo consideré un poco.
Siempre me he demorado demasiado en aprender la virtud del
silencio. Aunque si estoy equivocado, nada más necesitas decir una
palabra -"

"No está equivocado," Harry lo cortó. Bajó la mirada a las dobladas,


líneas de papel, sintiendo la pesadez en sus intestinos que era
como su cuerpo indicaba una fuerte predicción pesimista. Sus
padres no lo iban a desheredar, y no había mucho que ellos le
pudieran hacer a él (alguna parte suya seguía temerosa de una
manera muy visceral por perder los privilegios de televisión, sin
importar lo insensato que fuera eso ahora). Sin embargo se había
alejado del rol que los padres esperaban de niños que, en sus
creencias internas, estaban muy abajo en la jerarquía de poder.
Sería estúpido esperar cualquier cosa excepto completa furia e
indignación, ira totalmente justa, cuando actuaste así hacia alguien
que creía que era dominante sobre ti.

"Cuando termines de leer," el Director solicitó, "creo que deberías


venir al Gran Comedor en el acto, Harry. Hay un anuncio que
desearás escuchar."

"No estoy interesado en los funerales -"

"No. No es eso. Por favor, Harry, ven tan pronto como hayas
terminado de leer, y hazlo sin tu Capa. ¿Lo harás?"

"Sí."

El mago anciano se fue.

Harry tuvo que forzarse a sí mismo a abrir la carta. Lo importante


era mantener a tus amigos y relaciones vulnerables por fuera del
peligro, podría ser un cliché pero hasta donde Harry sabía la lógica
era válida. Las relaciones dañadas podían ser reparadas después.

La primera carta decía, con una escritura a mano que requirió un


cuidadoso enfoque para que Harry la pudiera leer,

Hijo,

Sin importar lo que hayas leído en los libros, mantenernos lejos del
peligro no es tan importante como tener adultos que puedan ayudar
cuando te metas en problemas. Decidiste sin darnos derecho a
opinar que te íbamos a abandonar a causa de tu 'lado oscuro'. El
fantasma de Shakespeare sabe que he visto cosas en este último
año que no fueron soñadas en mi filosofía - a veces me pregunto si
tu Mamá simplemente no me está siguiendo la corriente y que las
autoridades te llevaron cuando comencé a pensar que eras un
usuario de magia - así que no puedo negar que te las hayas
arreglado para desarrollar algún… no estoy seguro cómo de cómo
llamarlo, sin embargo 'lado oscuro' parece prematura si no sabemos
lo que está pasando. ¿Estás seguro que no se trata de un
floreciente talento telepático y que únicamente estás captando las
mentes de otros magos a tu alrededor? Sus pensamientos le
podrían parecer malvados a un niño que creció en una civilización
más cuerda. Estas son especulaciones sin fundamentos, lo admito,
aunque tú tampoco deberías saltar a conclusiones.

Las dos cosas más importantes que tengo para contarte son estas.
Primero, hijo, tengo plena confianza en tu habilidad para
permanecer en el Lado Luminoso de la Fuerza siempre y cuando lo
escojas así, y tengo plena confianza que eso vas a escoger. Si hay
algún espíritu malvado susurrando horribles sugerencias en tus
oídos, nada más ignora las sugerencias. Sintiendo la necesidad de
enfatizar que deberías ejercer precaución especial para ignorar este
espíritu malvado incluso si está sugiriendo lo que parecen ser
maravillosas ideas creativas y espero no necesitar recordarte sobre
el Incidente con el Proyecto de Ciencia que, admito, tendría mucho
más sentido si estuvieras luchando contra la posesión demoníaca.

La segunda cosa que tengo para contarte es que no necesitas temer


que Mamá o yo te vayamos a abandonar a causa de tu 'lado
oscuro'. Puede que no estuviéramos esperando que fueras a
obtener poderes mágicos o desarrollado una afinidad por la magia
negra, aunque sí esperábamos que te volvieras un adolescente. Lo
que, si lo piensas desde la pobre perspectiva de tu padre, ya es un
prospecto suficientemente preocupante cuando tiene que ver con un
niño que, para los nueve años, había sido parte de la invocación de
un total de cinco camiones de bomberos. Los niños crecen. No te
voy a mentir y afirmar que te sentirás igual de cerca a nosotros a los
20 como te sientes ahora. Pero tu Mamá y yo nos sentiremos igual
de cerca a ti cuando estemos viejos y grises y molestando los robots
en el asilo de ancianos. Los niños siempre crecen y se alejan de sus
padres, y los padres siempre van a seguir detrás de ellos,
ofreciendo consejos útiles. Los niños crecen, y sus personalidades
cambian, y hacen cosas que sus padres desearían que ellos no
hicieran, y actúan irrespetuosamente hacia sus padres y los sacan a
rastras de sus escuelas mágicas, y los padres los siguen amando de
todos modos. Así funciona la Naturaleza. Aunque en el caso que
todavía no hayas llegado a la pubertad y tus años adolescentes
sean proporcionalmente peores que esto, nos reservamos el
derecho a reconsiderar este sentimiento.

Sin importar lo que esté sucediendo, recuerda que te amamos y


siempre te amaremos pase lo que pase. No sé si nuestro amor tiene
algún poder mágico bajo tus reglas, pero si lo hace, no dudes en
invocarlo.

Habiendo dicho todo eso… Harry, lo que hiciste allí no es aceptable.


Creo que ya sabes eso. Y también sé que no es el momento para
darte un regaño. Sin embargo debes escribir y contarnos qué está
pasando. Puedo entender muy bien porque tú querías sacarnos de
tu escuela de inmediato, y sé que no podemos forzarte a hacer
nada, pero por favor, Harry, se razonable y comprende cuán
aterrados debemos estar.

Me gustaría ordenarte que se te prohíbe absolutamente hacer


tonterías con cualquier magia que los adultos a tu alrededor
consideran insegura, aunque por todo lo que sé, los profesores en tu
escuela le están dando clases cada Lunes a todos los estudiantes
en necromancia avanzada. Por favor, por favor ejerce tanta
precaución como tu situación lo permita, sea cual sea tu situación. A
pesar de tu apresurado resumen no tenemos ni la más mínima idea
de lo que ocurre y espero que nos escribas tanto como puedas. Es
claro que estas, al menos en algunas maneras, creciendo, e
intentaré no comportarme como los padres en los libros para niños
que solamente empeoran las cosas - empero espero que aprecies
cuán difícil es eso - y tu Mamá me ha contado un número de cosas
aterradoras sobre cómo la hechicería se mantiene secreta y cómo
podría meterte en problemas al hacer un escándalo. No puedo
ordenarte que evites cualquier cosa insegura, porque tu escuela es
insegura y tu Director no va a permitir que salgas de allí. No puedo
ordenarte que no tomes responsabilidad por cualquier cosa que
suceda a tu alrededor, porque por todo lo que sé hay otros niños en
peligro. Sin embargo recuerda que no es tu responsabilidad moral
proteger a ningún adulto, su deber es protegerte a ti, y cualquier
adulto bueno estaría de acuerdo con eso. Por favor escríbenos y
cuéntanos más tan pronto como puedas.

Ambos estamos desesperados por ayudar. Si hay algo que


podamos hacer, por favor debes informarnos sin tardanza. No hay
nada que pudiera pasarnos a nosotros que fuera peor que descubrir
que algo te pasó a ti.

Con amor, Papá.

La última página únicamente decía,

Me prometiste que no ibas a permitir que la magia te fuera a alejar


de mí. No te crié para ser un niño que pudiera romper una promesa
a su Mamá. Debes regresar a salvo, porque me lo prometiste.

Con amor, Mamá.

Lentamente, Harry bajó las cartas y comenzó a caminar hacia el


Gran Comedor. Sus manos estaban temblando, todo su cuerpo
estaba temblando, y parecía estar tomando un gran esfuerzo no
llorar; que él sabía sin palabras que no debía hacer. No había
llorado a lo largo del día. Y no iba a llorar. Llorar era lo mismo que
admitir la derrota. Y esto no había terminado. Así que no iba a llorar.

La comida servida en el Gran Comedor esa noche era simple,


tostada y mantequilla y mermelada, agua y jugo de naranja, avena y
otras comidas similares, sin postre. Algunos estudiantes usaban sus
simples túnicas negras sin los colores de Casa. Otros todavía
usaban los suyos. Tendría que haber sido suficiente para una
discusión, pero en vez de eso había silencio, el sonido de las
personas comiendo sin hablar. Se necesitaban dos bandos para
hacer un debate, y uno de los bandos, esta noche, no estaba muy
interesado en debatir.
La Directora Adjunta Minerva McGonagall estaba sentada en la
Mesa de Profesores sin comer. Tendría que haberlo hecho. Quizá lo
haría en poco tiempo. Sin embargo no podía forzarse a hacerlo
ahora mismo.

Para un Gryffindor no había más que un camino. Únicamente le


había requerido un momento a Minerva recordar eso, cuando aún
después de la incitación del Profesor de Defensa su mente había
seguido vacía sin planes astutos para ensayar. Ese no era el camino
de un Gryffindor; o quizá ella debía reconocer que solamente no era
su camino, Albus sí parecía ensayar su mano con los planes… y
aún así cuando ella volvía a pensar en la historia que ambos
compartían, no había planes en los momentos de crisis, ni astucia ni
juegos eran su último recurso. Tanto para Albus Dumbledore, como
para ella, la regla in extremis era decidir lo que era correcto por
hacer, y hacerlo sin importar el costo para ti. Incluso si significaba
romper tus límites, o cambiar tu rol, o dejar ir esa foto de ti misma.
Ese era el último recurso de un Gryffindor.

A través de una entrada lateral del Gran Comedor ella vio a Harry
Potter deslizarse en silencio.

Era tiempo.

La Profesora Minerva McGonagall se levantó de su silla, enderezó la


gastada punta de su sombrero, caminó lentamente hacia el atril que
estaba delante de la Mesa de Profesores.

Los sonidos en el Gran Comedor, ya apagados, desaparecieron por


completo cuando todos los estudiantes se giraron para verla.

"A estas alturas todos ustedes lo habrán escuchado," ella declaró,


su voz no del todo estable. Que Hermione Granger está muerta. Ella
no pronunció aquellas palabras en voz alta, puesto que todos ya lo
sabían. "De alguna manera, un trol se infiltró en el castillo de
Hogwarts sin alertar nuestras antiguas protecciones. De alguna
manera este trol tuvo éxito para lastimar a una estudiante, sin alertar
las protecciones hasta que estuvo a punto de morir. Hay
investigaciones en curso para determinar cómo ocurrió esto. El
Consejo Escolar se está reuniendo para determinar cómo
responderá Hogwarts. A su debido tiempo la justicia será servida.
Mientras tanto hay otro asunto de justicia, que debe ser manejado
de inmediato. George Weasley, Fred Weasley, por favor den un
paso al frente donde todos los puedan ver."

Los gemelos Weasley intercambiaron miradas desde sus asientos


en la mesa de Gryffindor, y luego se pusieron de pie y caminaron
hacia ella, lentamente, con reluctancia; y Minerva se dio cuenta que
los gemelos Weasley pensaban que iban a ser expulsados.

Honestamente pensaban que ella los iba a expulsar.

Eso era lo que la foto de la Profesora McGonagall que vivía en su


cabeza había conseguido.

Los gemelos Weasley caminaron hacia el atril, alzando la vista hacia


ella con rostros que tenían temor, pero también resolución; y ella
sintió que algo se rompió en su corazón un poco más.

"No los voy a expulsar," ella afirmó, y se puso todavía más triste por
las expresiones de sorpresa en sus caras. "Fred Weasley, George
Weasley, den la vuelta y muestren el rostro a sus compañeros de
clase, deben permitir que los vean."

Todavía viéndose sorprendidos, los gemelos Weasley lo hicieron


así.

Ella invocó todo el acero en su corazón, y dijo lo que era correcto.

"Estoy avergonzada," reconoció Minerva McGonagall, "de los


eventos de este día. Estoy avergonzada de que únicamente fueran
ustedes dos. Avergonzada de lo que yo he hecho a Gryffindor. De
todas las Casas, tendría que haber sido Gryffindor la que fuera
ayudar a Hermione Granger cuando necesitaba a alguien, cuando
Harry Potter pidió la asistencia de los valientes. Era cierto, alguien
de séptimo año podría haber repelido a un trol de la montaña
mientras buscaban a la Señorita Granger. Y ustedes tendrían que
haber creído que la Jefe de la Casa de Gryffindor," su voz se
rompió, "habría creído en ustedes. Si ustedes la llegaban a
desobedecer para hacer lo que era correcto, ante eventos que ella
no previó. Y la razón por la que ustedes no creyeron esto, es que yo
nunca se lo mostré a ustedes. Yo no creí en ustedes. Yo no creí en
las virtudes propias de Gryffindor. Yo me propuse aplastar su
rebeldía, en vez de entrenar su coraje en la sabiduría. Fuera lo que
fuera lo que el Sombrero Seleccionador hubiese visto en mí que me
llevó a mi lugar en Gryffindor, lo he traicionado. He ofrecido mi
renuncia al Director como Directora Adjunta y como Jefa de la Casa
de Gryffindor."

Hubo gritos de sorpresa y desmayo, y no únicamente de la Mesa de


Gryffindor, mientras el corazón de Harry se congeló dentro de su
pecho. Harry necesitaba correr hacia adelante, decir algo, no había
tenido la intención de que esto -

Minerva respiró profundamente, y continuó. "Como sea, el Director


ha declinado aceptar mi renuncia," ella prosiguió. "Por lo que
continuaré sirviendo, e intentar deshacer lo que yo misma he
provocado. De alguna manera debo enseñar a mis estudiantes
cómo hacer lo que es correcto. No lo que es seguro, no lo que es
fácil, no lo que se nos ordena que hagamos. Si todo lo que les
puedo enseñar es entregar sus ensayos a tiempo, sería igual a que
no existiese una Casa de Gryffindor. Este camino será el más difícil
para mí, y quizá para todos nosotros. Pero ahora sé que antes nada
más estaba tomando el camino fácil."

Ella se bajó del atril, acercándose a donde los gemelos Weasley


yacían de pie.

"Fred Weasley, George Weasley," ella declaró. "Ustedes dos no


siempre han hecho lo que es correcto. El camino de la sabiduría no
está en la rebeldía flagrante e innecesaria de la autoridad. Y aún así
ustedes probaron ser los últimos de nuestra Casa en sobrevivir mis
errores. Porque era lo correcto por hacer, desafiaron una amenaza
de expulsión y arriesgaron sus vidas para encarar a un trol de la
montaña. Por su asombroso coraje que honra la Casa a la que
pertenecen, le concedo a cada uno de ustedes doscientos puntos
para Gryffindor."

Otra vez la expresión de sorpresa en sus rostros, de nuevo el dolor


como un cuchillo a través de su corazón.

Ella se giró para dar la cara al resto de estudiantes.

"No le voy a conceder ningún punto a Ravenclaw," ella concluyó.


"Sospecho que el Sr. Potter no los va a querer. Si estoy equivocada,
me podría corregir y tomar tantos puntos de Casa como desee.
Aunque para lo que pueda valer, Sr. Potter, lo lamento," su voz
desfallecida, "lo lamento -"

"¡Alto! " Harry gritó, y luego, otra vez, "Alto." La palabra pegándose
en su garganta. "Usted no tiene que hacerlo, Profesora." Algo dentro
de él se estaba retorciendo, amenazando con partirlo en dos, como
las manos de un gigante que lo iban a desgarrar para abrirlo a la
mitad. "Y, y no debería olvidar a Susan Bones, y Ron Weasley - ellos
también ayudaron, ellos también deberían obtener puntos de Casa -
"

"¿La Señorita Bones y el joven Weasley?" dijo la Profesora


McGonagall. "Rubeus no mencionó nada de eso - ¿qué fue lo que
hicieron?"

"La Señorita Bones intentó paralizar al Sr. Hagrid cuando intentó


detenerme, y el Sr. Weasley le disparó a Neville cuando Neville
intentó detenerme. Ambos deberían recibir puntos, y, e igual debería
Neville," a Harry no se le había ocurrido imaginarlo antes, la forma
en que Neville debía estarse sintiendo ahora, sin embargo en el
instante en que lo pensó, lo supo, "porque Neville intentó hacer algo,
incluso si no era lo correcto, hacer lo que es correcto es la segunda
lección, puedes empezar a practicar después de que hayas
aprendido a hacer cualquier cosa -"

"Diez puntos para Hufflepuff, Señorita Bones," la Profesora


McGonagall otorgó, su voz rompiéndose a la mitad. "Diez puntos
para Gryffindor, Ron Weasley, tu familia puede llenarse de orgullo,
este día. Y diez puntos a Hufflepuff por Neville Longbottom, por
oponerse al Sr. Potter y hacer lo que creyó que era correcto -"

"¡No debería! " gritó una joven voz desde la mesa de Hufflepuff,
seguida por un único sonido ahogado.

Harry miró para allá, y rápidamente volvió a contemplar a la


Profesora McGonagall y habló, tan firmemente como pudo, "Neville
está en lo correcto, de hecho, no puedes otorgar literalmente cero
puntos para la parte donde obtienes la acción correcta, eso envía el
mensaje incorrecto también, pero él estuvo a medio camino así que
más bien podrían ser cinco puntos."

La Profesora McGonagall se vio, por un momento, como si no


pudiera pensar en qué pronunciar; aunque luego sus ojos fueron
hacia el lugar de Neville en la mesa, y dijo, "Como desee, Sr. Potter.
¿Qué sucede, Señorita Bones?"

Harry observó y vio que Susan Bones se había adelantado,


limpiando sus propios ojos, y la niña de Hufflepuff añadió, "En
realidad - Profesora McGonagall - el General Potter no lo vio - pero
el Capitán Weasley y yo no fuimos los únicos que intentaron
interponerse en el camino del Sr. Hagrid, después de que el General
se fue. Antes de que los estudiantes más grandes nos detuvieran.
Sin embargo logramos demorar al Sr. Hagrid por un minuto, para
que el General Potter se pudiera escapar."

"Les tiene que dar puntos también," declaró Ron Weasley desde la
mesa de Gryffindor. "O yo no voy a recibir ninguno."
"¿Quién más?" interrogó la Profesora McGonagall, su voz inestable.

Otros siete niños se pusieron de pie.

¿Qué era lo que nuestro lado Slytherin estaba afirmando sobre


predecir que nada iba a funcionar jamás? cuestionó Hufflepuff.

Algo dentro de Harry se rompió, así que tuvo que ejercer toda su
fuerza de voluntad para mantenerse bajo control.

Cuando todo había sido dicho, y todo había sido hecho, Minerva fue
hacia donde Harry Potter estaba. Aunque no era su más grande
habilidad ella invocó una protección sobre ambos para nublar la
visión, y tras pensarlo también bloqueó los sonidos.

"Tú, tú no tenías que -" habló Harry Potter. "No tendrías que haber
dicho -" Sonó como si se estuviese ahogando. "P-Profesora, todo lo
que le dije fue hiriente, y odioso, y equivocado -"

"Ya sabía eso, Harry," ella dijo. "Incluso así, desearía haberlo hecho
mejor." Había una sensación de ligereza en su pecho, como la que
podrías experimentar tras haber superado una montaña, cuando tus
piernas ya no parecían ser capaces de sostener tu cuerpo de pie.
Ella no estaba segura de cómo podía hacer esto, desconocía el
camino; y aún así por primera vez parecía posible que Hogwarts no
se convirtiera en el triste fantasma de lo que era antes, cuando ella
se volviera su Directora.

Harry se la quedó viendo fijamente, luego hizo un extraño sonido


que sonó como si hubiese sido forzado a través de su garganta, y
cubrió su rostro con ambas manos.

Así que ella se arrodilló, y lo abrazó. Podría salir mal, aunque


también podría salir bien, y ella no iba a permitir que esa
incertidumbre la detuviera; era tiempo de empezar a aprender el
coraje de un Gryffindor, para que así ella también fuera capaz de
enseñarlo.

"Yo tuve una hermana hace tiempo," ella murmuró. Nada más eso, y
nada más.

Nada más para estar seguros, dijo alguna parte de Harry, mientras
el resto de él sollozaba dentro de los brazos de la Profesora
McGonagall, esto no significa que hayamos aceptado la muerte de
Hermione, ¿verdad?

NO respondieron todas las partes restantes de él, cada parte de su


mente en un acuerdo unánime, calor y frío y un lugar de acero
escondido. Nunca, jamás, por siempre.

Y un antiguo mago para quien esa protección no significaba nada


los contempló a ambos, la bruja y el lloroso mago joven. Albus
Dumbledore estaba sonriendo con una extraña expresión de tristeza
sobre sus ojos, como alguien que había tomado un paso más hacia
un destino previsto.

El Profesor de Defensa los observó a ambos, la mujer y el niño


llorando. Sus ojos eran muy fríos, y muy calculadores.

Él no creyó que esto fuera suficiente.

No fue hasta la mañana del día siguiente que fue descubierta la


desaparición del cuerpo de Hermione Granger.

Nota del Traductor (23 de Noviembre de 2.019)


El próximo capítulo está alrededor de las 4.000 palabras, y
añadiendo el tiempo de corrección, espero subirlo a mi el 30 de
Noviembre, mientras que el 7 de Diciembre estará disponible para
todos en mi blog y en FFN.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.

Gracias por leer.


Roles Parte 5
Capítulo 94: Roles, Parte 5

La primera reunión:

A las 6:07am en Abril 17, 1992 el Sol apenas estaba elevándose


sobre el horizonte visto desde el castillo de Hogwarts, filtrado a
través de las cortinas cerradas en el dormitorio de los niños de
primer año de Ravenclaw para proveer una gentil luz, rojo-naranja
del amanecer y apenas cambiado por la tela blanca cubriendo las
ventanas, sin despertar todavía a los niños más acostumbrados al
horario de invierno.

En una cama entre muchas otras, Harry Potter dormía el sueño de


los fatigados.

En silencio la puerta se abrió.

Silenciosamente una figura cruzó el suelo.

La figura llegó hasta la cama de Harry Potter.

La figura posó una mano sobre el hombro del niño durmiente, quien
se empezó a retorcer y chillar.

Ningún otro escuchó.

"Sr. Potter," el pequeño hombre chilló, "el Director ha solicitado su


presencia inmediatamente."

Lentamente el niño se sentó´en su cama, sus manos


momentáneamente moviéndose sin control bajo las sábanas. Había
esperado sentirse mucho peor, al despertar esta mañana. Se
sentía… incorrecto, que su cerebro fuera a funcionar ahora, que sus
pensamientos siguieran en movimiento, que no estuviera
incapacitado por el llanto durante una semana. El niño sabía que no
habría sido una respuesta de adaptación, pues los cerebros no
evolucionan para hacer eso. Su lado oscuro, ciertamente, no habría
hecho eso. Incluso así, se seguía sintiendo incorrecto estar vivo y
lúcido, esta mañana.

Sin embargo su resolución para revivir a Hermione Granger se sintió


- suficiente, como si ya estuviese haciendo lo que era correcto,
dirigido hacia el camino correcto, y ella sería traída de vuelta, y eso
era todo lo que había; la congoja habría sido igual a rendirse. No
quedaba nada más por decidir, ni ambigüedad, ni conflicto que lo
pudiera desgarrar, ni necesidad de recordar lo que había visto -

"Me voy a cambiar," Harry dijo.

El Profesor Flitwick se mostró bastante reluctante, pero declaró con


su voz aguda, "El Director especificó que debías ser llevado a su
oficina directamente y sin pausa, Sr. Potter. Lo lamento."

Menos de un minuto después - el Profesor Flitwick lo había llevado


directo a la oficina del Director a través del Flu interno de Hogwarts -
Harry se encontró a sí mismo, todavía dentro de sus pijamas,
encarando a Albus Dumbledore. La Directora Adjunta también
estaba sentada en otra silla, y el Maestro de Pociones acechaba
cerca en medio de los raros dispositivos, atrapado con la boca
abierta a medio bostezar justo cuando Harry había entrado a través
de la chimenea.

"Harry," el Director habló sin preámbulos, "antes de decir lo que


debo decir, te informo que Hermione Granger sí murió
verdaderamente. Las protecciones lo grabaron y me lo contaron.
Las mismas piedras revelaron que una bruja había muerto. Revisé
su cuerpo donde yacía y esos eran realmente los restos mortales de
Hermione Granger, no los de una muñeca o imitación. No hay
camino conocido por la hechicería por el cual la muerte pueda ser
deshecha. Habiendo dicho todo esto, los restos de Hermione
Granger han desaparecido del depósito donde estaban ubicados, y
donde tú los estuviste protegiendo. ¿Los tomaste tú, Harry Potter?"
"No," Harry contestó, estrechando sus ojos. Un vistazo le mostró
que Severus lo estaba observando intensamente.

La mirada de Dumbledore también era perspicaz, aunque no


antipática. "¿Está el cuerpo de Hermione Granger en tu posesión?"

"No."

"¿Sabes dónde está?"

"No."

"¿Sabes quién lo cogió?"

"No," Harry insistió, luego vaciló. "Además de las especulaciones


probablemente obvias que no están basadas sobre ningún
conocimiento específico mio."

El mago anciano asintió. "¿Sabes por qué fue tomado?"

"No. Además de las especulaciones obvias etcétera."

"¿Cuáles serían esas?" Afilados los antiguos ojos.

"Si el enemigo pudo notar que usted salió corriendo a consultar a los
gemelos Weasley durante clase después de que Hermione fue
arrestada, y descubrió ese mapa mágico que usted afirma fue
robado, entonces el enemigo puede preguntarse por qué yo estaba
protegiendo el cuerpo de Hermione Granger. Mi turno. ¿Acaso usted
planeó la muerte de Hermione con la esperanza de recuperar mi
dinero de Lucius?"

" ¿Qué? " exclamó la Profesora McGonagall.

"No," respondió el mago anciano.

"¿Acaso usted sabía o sospechaba que Hermione Granger iba a


morir?"
"No lo sabía. En cuanto a sospechas, la puse en la posición más
fuertemente defendida que pude, contra Voldemort. No tenía la
intención de que muriese, ni lo permití, ni planeé beneficiarme de
ello, Harry Potter. Ahora debes mostrarme tu monedero."

"Está en mi baúl -" Harry empezó.

"Severus," pidió el mago anciano, y el Maestro de Pociones se


adelantó. "Revisa su baúl también, cada compartimento."

"Mi baúl tiene protecciones."

Severus Snape hizo una mueca sin alegría y penetró dentro de la


flama verde.

Dumbledore sacó su larga varita de gris oscuro y comenzó a agitarla


alrededor del cabello de Harry, parecido a un Muggle usando un
detector de metal. Antes de llegar al cuello de Harry, Dumbledore se
detuvo.

"La gema sobre tu anillo," Dumbledore indicó. "Ya no es un claro


diamante. Es castaño, del color de los ojos de Hermione Granger, y
el color de su cabello."

Una repentina tensión llenó el cuarto.

"Esa es la roca de mi padre," Harry dijo. "Transformada al igual que


antes. Nada más cambié el color para recordar a Hermione -"

"Debo asegurarme. Quítate ese anillo, Harry, y ponlo sobre mi


escritorio."

Lentamente, Harry lo hizo así, removiendo la gema y ubicando el


anillo al otro lado del escritorio.

Dumbledore apuntó su varita hacia la gema y -

Una larga, corriente roca gris saltó en el aire ante la fuerza de su


repentina expansión, golpeó alguna barrera invisible en el aire
encima, y luego cayó con un fuerte crujido sobre el escritorio del
Director,

"Ahí va otra media hora de trabajo para mí, para Transformarla de


nuevo," Harry declaró monótono.

Dumbledore volvió a su examen. Harry había tenido que remover su


zapato izquierdo, y se quitó el anillo del dedo gordo del pie que era
su traslador de emergencia si alguien lo secuestraba y se lo llevaba
afuera de las protecciones de Hogwarts (y olvidaba poner anti-
Aparición, anti-traslador, anti-fénix, y anti-protecciones-de-salto-en-
el-tiempo, Severus le había advertido a Harry que cualquier
Mortífago del círculo interno ciertamente lo recordaría). Fue
verificado que la magia irradiando del dedo gordo del pie era en
efecto la magia de un traslador, y no la magia de una
Transformación. El resto de Harry fue declarado limpio.

No mucho después, el Maestro de Pociones regresó, trayendo el


monedero de Harry, y muchas otras cosas mágicas que habían
estado en el baúl de Harry, que el Director también examinó, una
por una, incluso todos los objetos que permanecían dentro del kit de
sanación.

"¿Ya me puedo ir?" Harry preguntó cuando todo terminó, poniendo


tanto frío como pudo en su voz. Cogió su monedero, y empezó el
proceso de alimentarlo con la roca gris. El anillo vacío regresó a su
dedo.

El mago anciano exhaló, deslizando su varita de vuelta a su manga.


"Yo lo siento," él habló. "tenía que saber. Harry… el Señor Oscuro
se ha llevado los restos de Hermione Granger, parece. No se me
ocurre nada que podría ganar de ello, excepto enviar su cuerpo
contra ti como un Inferius. Severus te dará cierta poción para
mantener sobre tu persona. Ahora estás advertido, y también
preparado para cuando debas hacer lo que debe ser hecho."

"¿El Inferius tendrá la mente de Hermione?"


"No -"

"Entonces no es ella. ¿Me puedo ir? Al menos para quitarme la


pijama."

"Hay otras noticias, pero tendré que ser breve. Las protecciones de
Hogwarts no registran que haya entrado una criatura extraña, y que
fue el Profesor de Defensa quien asesinó a Hermione Granger."

"Mmm," Harry espetó.

Pensamiento 1: Sin embargo yo vi al trol asesinar a Hermione.

Pensamiento 2: El Profesor Quirrell hizo un Encantamiento de


Memoria sobre mí y arregló la escena que Dumbledore vio cuando
llegó.

Pensamiento 3: El Profesor Quirrell no puede hacer eso, su magia


no puede tocar la mía. Observé eso en Azkaban -

Pensamiento 4: ¿Puedo confiar en aquellas memorias?

Pensamiento 5: Claramente hubo algún tipo de debacle en Azkaban,


no habríamos necesitado un cohete de no haber caído inconsciente
el Profesor Quirrell, y por qué habría estado inconsciente de no ser
por -

Pensamiento 6: ¿Acaso fui realmente a Azkaban?

Pensamiento 7: Claramente tuve que practicar controlar a los


Dementores en algún punto antes de haber asustado a ese
Dementor en el Wizengamot. Y eso estuvo en los periódicos.

Pensamiento 8: ¿Estoy recordando correctamente los periódicos?

"Mmm," Harry volvió a pronunciar. "Ese hechizo seriamente debería


ser Imperdonable. Usted considera que el Profesor Quirrell me
podría haber hecho un Encantamiento de Memoria -"
"No. regresé en el tiempo y puse ciertos instrumentos para registrar
la última batalla de Hermione, que no fui capaz de contemplar por
mí mismo." El mago anciano se veía muy ceñudo en efecto. "Tus
suposiciones eran correctas, Harry Potter. Voldemort saboteó todo lo
que le dimos a Hermione para protegerla. Su escoba estaba muerta
entre sus manos. Su capa de invisibilidad no la escondió. El trol
caminó bajo la luz del sol sin daño alguno; no fue una criatura
perdida, sino un arma pura y dirigida. Y en efecto fue el trol quien la
asesinó, con solamente su fuerza, así que mis protecciones y redes
para detectar cualquier magia hostil fueron inútiles. El Profesor de
Defensa nunca se cruzó en su camino."

Harry tragó saliva, cerró sus ojos, y pensó. "Así que este fue un
intento de culpar al Profesor Quirrell. De alguna manera. Parece ser
el modus operandi del enemigo . El trol se come a Hermione
Granger, se revisan las protecciones, oh miren en realidad fue el
Profesor de Defensa quien lo hizo, al igual que el último año… no.
No, eso no puede ser correcto."

"¿Por qué no, Sr. Potter?" cuestionó el Maestro de Pociones.


"Parece bastante obvio para mí -"

"Ese es el problema."

El enemigo es inteligente.

Lentamente la niebla del sueño se estaba dispersando de la mente


de Harry, y tras una noche plena de sueño su cerebro pudo ver
cosas que el día anterior no habían sido obvias.

Bajo las convenciones literarias estándar… no se suponía que el


enemigo pudiera prever lo que habías hecho, sabotear los objetos
mágicos que se te habían entregado, y luego enviar un trol que no
se podía detectar de algún modo que los héroes no podían
descubrir ni siquiera después del hecho, por lo que era igual a que
no te hubieses defendido desde el principio. En un libro, el punto de
vista usualmente permanecía sobre los personajes principales.
Hacer que el enemigo pudiera sobrepasar todo el trabajo de los
protagonistas, como un resultado de planeación y acciones que
ocurrían por fuera de la vista literaria, sería un diabolus ex machina,
y dramáticamente insatisfactorio.

Aunque en la vida real el enemigo se consideraría a sí mismo el


personaje principal, y también serían inteligentes, y pensarían las
cosas por adelantado, incluso si tú no lo veías cuando lo hacía. Por
eso era que todo sobre esto se sentía inconexo, con partes sin
explicar y aparentemente inexplicables. ¿Cómo se había sentido
Lucius, cuando Harry había amenazado a Dumbledore con romper
Azkaban? ¿Cómo se habían sentido los Aurores sobre Azkaban,
viendo la escoba levantarse sobre una antorcha de fuego?

El enemigo es inteligente.

"El enemigo sabía perfectamente bien que usted iba a regresar en el


tiempo para comprobar lo que realmente le había sucedido a
Hermione, especialmente porque el trol penetrando dentro de
Hogwarts nos revela que alguien puede engañar a las
protecciones." Harry cerró sus ojos, pensando con mayor fuerza,
intentando ponerse a sí mismo en los zapatos del enemigo. Por qué
habría él, o su lado oscuro, hecho algo como - "Se supone que
debemos concluir que el enemigo tiene control sobre lo que nos
cuentan las protecciones. Pero eso es algo que el enemigo en
realidad únicamente puede lograr con dificultad, o bajo condiciones
especiales; está intentando crear una falsa apariencia de
omnipotencia." Como yo lo haría. "Después, hipotéticamente, las
protecciones muestran a la Profesora Sinistra matando a alguien.
Pensamos que las protecciones fueron engañadas otra vez, cuando
en realidad, la Profesora Sinistra estaba bajo la Legeremancia y ella
sí lo hizo."

"A menos que eso sea precisamente lo que el Señor Oscuro espera
que creamos," propuso Severus Snape, su frente surcada por la
concentración. "En cuyo caso él sí tiene control de las protecciones,
y la Profesora Sinistra sería inocente."
"Acaso el Señor Oscuro realmente usa planes con tantos niveles de
meta -"

"Sí," afirmaron Dumbledore y Severus.

Harry asintió distante. "Entonces esto podría ser un plan para


hacernos creer que las protecciones están diciendo la verdad
cuando están mintiendo, o un plan para hacernos creer que las
protecciones están mintiendo cuando están diciendo la verdad,
dependiendo de en cuál nivel el enemigo espera que nosotros
vayamos a razonar. Sin embargo si el enemigo está planeando
hacernos confiar en las protecciones - habríamos confiado en las
protecciones de todos modos, si no hubiésemos recibido razón
alguna para no confiar en las protecciones. Así que no hay
necesidad de poner tanto trabajo en culpar al Profesor Quirrell de
una manera que nosotros se suponía íbamos a descubrir, nada más
para engañarnos en ir meta -"

"No necesariamente," señaló Dumbledore. "Si Voldemort no ha


dominado las protecciones por completo, entonces las protecciones
tienen que creer que la mano de algún Profesor debe estar
involucrada. De lo contrario habrían gritado en cuanto la Señorita
Granger fue herida, y no únicamente ante su muerte."

Harry levantó una mano y frotó su frente, justo debajo de su cabello.

De acuerdo, pregunta seria. Si el enemigo es así de inteligente, ¿por


qué rayos sigo con vida? ¿Es seriamente así de difícil envenenar a
alguien, hay Encantamientos y Pociones y bezoar que pueden
curarme de literalmente cualquier cosa que me pongan dentro del
desayuno? ¿Las protecciones lo podrían grabar, y podrían rastrear
la magia del asesino?

¿Podría mi cicatriz contener el fragmento de alma que mantiene al


Señor Oscuro anclado al mundo, así que no me quiere asesinar?
¿En vez de eso está intentando alejar a todos mis amigos para
debilitar mi espíritu y así apoderarse de mi cuerpo? Explicaría lo
relacionado con la Lengua Parsel. El Sombrero Seleccionador
podría no ser capaz de detectar una filacteria de liche. Problema
obvio 1, se supone que el Señor Oscuro hizo su filacteria de liche en
1943 al asesinar a cualfuerasunombre y culpando al Sr. Hagrid.
Problema obvio 2, no hay tal cosa como las almas.

Aunque Dumbledore también pensó que mi sangre era un


ingrediente central en un ritual para restaurar al Señor Oscuro con
toda su fuerza, lo que requeriría mantenerme con vida hasta
entonces… vaya que ese es un pensamiento reconfortante.

"Bueno…" Harry declaró. "Estoy seguro de una cosa."

"¿Y eso es?"

"Neville necesita ser extraído de Hogwarts ahora. Él es obviamente


el siguiente objetivo y no hay un estudiante de primer año que
pueda sobrevivir este nivel de ofensiva. Tenemos suerte de que
Neville no hubiese sido asesinado ayer en la noche, el enemigo no
tiene que esperar hasta que hayamos terminado nuestro duelo para
realizar su próximo movimiento." ¿Por qué el enemigo no atacó
mientras estábamos distraídos?

Dumbledore intercambió miradas con Severus, y luego con la


repentinamente hermética expresión de la Profesora McGonagall.
"Harry," explicó el mago anciano, "si envías a todos tus amigos lejos
de ti, es lo mismo a que si Voldemort -"

"¡Yo voy a estar bien puedo estar sin Neville por un par de meses
extra no es como si usted estuviese planeando hacer que mis
amigos se quedaran aquí durante el verano y eso simplemente no
es justificación suficiente para permitir que él sea asesinado!
Profesora McGonagall -"

"Estoy bastante de acuerdo," comentó la bruja Escocesa. Ella


arrugó el ceño. "Extremadamente de acuerdo. Estoy de acuerdo
hasta el punto donde… estoy teniendo problemas para expresar
esto, Albus…"
"¿Hasta el punto donde usted misma se lo va a llevar, sin importar lo
que nadie más opine, porque no hay excusa para decir que
únicamente seguía órdenes si Neville resulta asesinado?" Harry
interrogó.

La Profesora McGonagall cerró sus ojos por un breve momento. "Sí,


aunque seguramente deben haber algunos caminos para ser
responsable sin amenazas de acción unilateral."

El Director suspiró. "No es necesario. Ve, Minerva."

"Esperen," el Maestro de Pociones intervino, justo cuando la


Profesora McGonagall, moviéndose con mucha presteza, estaba
tomando un puñado de polvo verde de la vasija del Flu. "No
deberíamos llamar la atención sobre el niño, como el Director llamó
la atención sobre los gemelos Weasley. Sería más sabio, creo, si la
abuela del Sr. Longbottom se lo lleva de Hogwarts. Permita que
permanezca en su Sala Común por ahora; no parece que el Señor
Oscuro sea capaz de actuar tan abiertamente."

Hubo otra largo intercambio de miradas entre los cuatro, y


finalmente Harry asintió, seguido por la Profesora McGonagall.

"En ese caso," dijo Harry, "Estoy seguro de otra cosa."

"¿Y eso es?" inquirió Dumbledore.

"Necesito mucho visitar el baño, y también me gustaría cambiarme


estas pijamas."

"Por cierto," Harry habló cuando él y el Director emergieron desde el


Flu hacia la oficina vacía del Jefe de Casa de Ravenclaw. "Hay una
última pregunta rápida que le quería hacer. Esa espada que los
gemelos Weasley sacaron del Sombrero Seleccionador. Esa era la
Espada de Gryffindor, ¿no es así?"
El mago anciano se giró, rostro neutral. "¿Qué te hace pensar eso,
Harry?"

"El Sombrero Seleccionador gritó ¡Gryffindor! justo antes de


entregarla, la espada tenía un pomo de rubí y letras doradas sobre
la hoja, y la escritura en Latín decía Nada mejor . Sólo una
corazonada."

" Nihil supernum, " declaró el mago anciano. "Eso no es


exactamente lo que significa."

Harry asintió. "Mmhm. ¿Qué hizo con la espada?"

"La recogí de donde cayó, y la puse en un lugar seguro," el mago


anciano contestó. Le dio a Harry una mirada severa. "Espero que no
tengas la avaricia de desearla para ti mismo, joven Ravenclaw."

"Para nada, nada más quiero asegurarme que no la vaya a


mantener alejada permanentemente de sus portadores legítimos.
¿Así que los gemelos Weasley son los Herederos de Gryffindor,
entonces?"

"¿Los Herederos de Gryffindor?" Dumbledore cuestionó,


mostrándose sorprendido. Luego el mago anciano sonrió, ojos
azules centelleando brillantemente . "Ah, Harry, Salazar Slytherin
puede haber construido una Cámara de los Secretos dentro de
Hogwarts, pero Godric Gryffindor no era dado a tales
extravagancias. Únicamente hemos visto que Godric dejó su
Espada a la defensa de Hogwarts, si un estudiante digno alguna vez
enfrentaba a un enemigo que no podía derrotar por sí solo."

"Eso no es lo mismo que decir que no. No crea que no me di cuenta


que usted de hecho no ha dicho que no."

"Yo no viví en aquellos años, Harry, y desconozco todo lo que


Godric Gryffindor puede haber hecho o no -"
"Usted de hecho asigna un porcentaje mayor del cincuenta por
ciento de probabilidad subjetiva de que hay algo como un Heredero
de Gryffindor y que uno o ambos gemelos Weasley lo son. Sí o no,
la evasión significa sí. Usted no va a tener éxito en distraerme, sin
importar cuánto necesite yo ir al baño."

El mago anciano suspiró. "Sí, Fred y George Weasley son los


Herederos de Gryffindor. Te suplico que no se lo vayas a comentar a
ellos, no todavía."

Harry asintió, y se giró para irse. "Estoy sorprendido," Harry


argumentó. "Leí un poco sobre la vida histórica de Godric Gryffindor.
Los gemelos Weasley son… bueno, ellos son asombrosos de
muchas maneras, aunque no se parecen mucho al Godric en los
libros de historia."

"Solamente un hombre excesivamente orgulloso y vano,"


Dumbledore concluyó en voz baja, al tiempo que se giró para volver
a regresar hacia el clamor del Flu con sus llamas verdes, "creería
que su heredero debería ser igual a él, en vez de desear que fuera
todo lo que pudiera ser."

El Director penetró en el fuego verde, y se fue.

La segunda reunión (en un pequeño cuchitril afuera de la Sala


Común de Hufflepuff):

La cara de Neville Longbottom estaba llena de angustia, mientras


hablaba sin que nadie lo oyera, hacia el aire vacío.

"Seriamente," el aire vacío le replicó. "estoy usando una capa de


invisibilidad con encantamientos extra de anti-detección nada más
para cruzar los pasillos porque yo no quiero ser asesinado. Mis
padres me sacarían de Hogwarts en un instante si el Director lo
permitiera. Neville, irte como el viento de Hogwarts es sentido
común, no tiene nada que ver con -"
"Te traicioné, General," Neville dijo, su voz tan hueca como cualquier
niño normal de once años podría razonablemente lograr. "Ni siquiera
lo hice del modo Caótico. Me conformé con la autoridad e intenté
obligarte a ti a conformarte con la autoridad también. ¿Qué es eso
que siempre repites, sobre como dentro en la Legión Caos, un
soldado que únicamente puede obedecer órdenes es inútil?"

"Neville," el aire vacío declaró con firmeza. La presión de dos


manos, bajo un delgado manto, vino con fuerza sobre los hombros
de Neville; y la voz se movió más cerca de él. "No estabas siguiendo
ciegamente a la autoridad, estabas intentando protegerme. Es
verdad que en este caótico mundo, los soldados que únicamente
pueden seguir reglas y regulaciones son escoria. Sin embargo, los
soldados que siguen reglas con el objetivo de proteger a sus amigos
son -"

"¿Ligeramente mejor que escoria?" Neville habló con amargura.

" Significativamente mejor que escoria. Neville, cometiste un error


de juicio. Me costó alrededor de seis segundos. Ahora puede ser
que las heridas de Hermione fueran apenas fatales, pero incluso así,
no creo que seis segundos fueran de hecho suficiente tiempo para
que el trol le diera una mordida menos a Hermione. En el mundo
contrafactual donde no te interpusiste frente a mí, Hermione murió
de todos modos. Ahora, yo podría quedarme aquí parado haciendo
una lista de las primeras doce maneras en que Hermione estaría
con vida si yo no hubiese sido un estúpido -"

"¿Tú? Tú saliste corriendo tras ella. Yo soy el que intentó detenerte.


Si alguien es culpable soy yo," Neville insistió con amargura.

El aire vacío se quedó en silencio por un rato.

"Vaya," el aire vacío dijo finalmente. "Vaya. Eso pone una


perspectiva muy diferente sobre las cosas, tengo que reconocer.
Voy a recordar esto la próxima vez que sienta el impulso de
culparme a mí mismo por algo. Neville, el término de literatura para
esto es 'prejuicio egocéntrico', significa que tú experimentas todo
sobre tu propia vida pero no llegas a experimentar todo lo demás
que sucede en el mundo. Había más, mucho más pasando allí que
tu cruzándote en mi camino. Aunque vas a pasar semanas
recordando una cosa que hiciste durante seis segundos, puedo
predecir, que nadie más se va a molestar en pensar al respecto.
Otras personas pasan mucho menos tiempo que tú considerando
tus errores pasados, nada más porque no eres el centro de sus
mundos. Te garantizo que nadie excepto tú tan siquiera ha
considerado culpar a Neville Longbottom por lo que ocurrió con
Hermione. Ni por una fracción de segundo. Estás siendo, si me
perdonas la expresión, extremadamente tonto. Ahora cállate y
despídete."

"No me quiero despedir," Neville reclamó. Su voz era temblorosa,


aunque se las arregló para no llorar. "Quiero quedarme aquí y
combatir a tu lado contra - contra lo que sea que está sucediendo."

El aire vacío se movió más cerca hacia él, y lo envolvió con un


abrazo, y la voz de Harry Potter murmuró, "Mala suerte."

Nota del Traductor (30 de Noviembre de 2019)

El próximo capítulo está alrededor de las 4.000 palabras, por lo que


debería publicarlo en mi el 7 de Diciembre, mientras que el 14 lo
subiré a mi blog y a FFN.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Puedes
aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad . Si quieres ir al
infinito y más allá, puedes apoyarme en el de Rhaidot.

Gracias por leer.


Roles Parte 6
Capítulo 95: Roles, Parte 6

La tercera reunión

(10:31am, Abril 17 de 1992)

La primavera había empezado, el aire de la mañana avanzada


todavía crispado con los restos de invierno. Los narcisos habían
florecido en medio de los brotes de hierba del bosque, los gentiles
pétalos amarillos con sus corazones dorados colgando inertes de
sus muertos, grises tallos, heridos o asesinados por una de las
repentinas escarchas que a menudo podías ver en Abril. En el
Bosque Prohibido había extrañas formas de vida, centauros y
unicornios al menos, y Harry había escuchado rumores de
licántropos. Aunque por lo que Harry había leído de los licántropos
en la vida real, eso no tenía sentido en lo más mínimo.

Harry no se aventuró cerca del borde del Bosque Prohibido, ya que


no había razón para tomar el riesgo. Caminó invisible entre las
mucho más ordinarias formas de vida de los bosques permitidos,
varita en mano, una escoba sujeta a su espalda para un acceso más
fácil, por si las dudas. En realidad no tenía miedo; Harry pensó que
era raro que no estuviera sintiendo miedo. El estado de vigilancia
constante, preparado para combatir o huir, ya no se sentía como
una carga ni como algo anormal.

En los bordes de los bosques permitidos Harry caminó, sus pies


nunca apartándose del camino trillado donde era más fácil que
pudiera ser encontrado, nunca saliendo de la visión de la ventana de
Hogwarts. Harry había puesto una alarma sobre su reloj mecánico
para que le pudiera informar cuándo era la hora del almuerzo, ya
que no podía mirar a su reloj, siendo invisible y todo eso. Eso daba
cabida a la duda de cómo sus anteojos funcionaban mientras estaba
usando la Capa. Al Respecto el Principio del Tercero Excluido
parecía implicar que la totalidad de la rodopsina en su retina
estaban absorbiendo los fotones y transduciendo a espinas
neurales, o alternativamente, aquellos fotones estaban yendo
directamente a través de su cuerpo y saliendo por el otro lado,
aunque no ambas cosas. Realmente sí parecía más probable que
las capas de invisibilidad te permitían ver hacia afuera mientras tú
mismo eras invisible porque, en algún nivel fundamental, así era
como el lanzador del hechizo había - no querido - sino
implícitamente creído - que la invisibilidad debía funcionar.

Por lo que te tenías que cuestionar si alguien había intentado usar


Confundus o Legeremancia a otro para que implícitamente y de
manera casual creyera que Arreglus Todus debería ser un sencillo
Encantamiento de primer año, y luego intentar que lo inventara.

O quizá encontrar a un hijo de Muggles digno en un país que no


identificaba a los niños hijos de Muggles, y decirles algunas
mentiras grandes, falsear una historia contextual y la evidencia
correspondiente, así que, desde el mismo principio, tuvieran una
idea diferente de lo que la magia podía ser. Sin embargo era
aparente que todavía tendría que aprender un número de
Encantamientos previos antes de volverse capaz de inventar
hechizos propios…

Podría no funcionar. Seguramente habían existido algunos magos


orgánicamente dementes que realmente creían en su propia
posibilidad de divinidad, y aún así no habían podido convertirse en
dioses. Pero incluso los locos probablemente habían creído que el
hechizo de ascensión debía ser algún ritual grandiosamente
dramático y no algo que pudieras hacer con un cuidadosamente
compuesto movimiento de tu varita y pronunciando Convertumus
Diosus.

Harry ya estaba bastante seguro de que no sería tan sencillo. Pero


la cuestión era, ¿por qué no? ¿Qué patrón había aprendido su
cerebro? ¿Podía la razón ser predicha por adelantado?
Una ligera franja de aprehensión fue acechando a través de Harry
en ese momento, una nota de preocupación, mientras contemplaba
esta pregunta. La inquietud sin nombre iba cogiendo forma, se hacía
mayor -

¿Profesor Quirrell?

"Sr. Potter," una suave voz lo llamó a su espalda.

Harry se giró, su mano yendo hacia el Giratiempo bajo su capa; de


nuevo el principio de estar listo para huir al instante únicamente se
sintió ordinario.

Lentamente, palmas vacías y giradas hacia afuera, el Profesor


Quirrell estaba caminando hacia él desde las afueras del bosque,
proviniendo de la dirección general del castillo de Hogwarts.

"Sr. Potter," el Profesor Quirrell llamó otra vez. "Sé que está aquí.
Usted sabe que yo sé que usted está aquí. Debo hablar con usted."

Harry siguió sin pronunciar nada. El Profesor Quirrell en realidad no


había revelado de qué se trataba, y la caminata de Harry bajo el sol
de la mañana cerca de los bordes del bosque había producido en él
un estado de ánimo silencioso.

El Profesor Quirrell dio un pequeño paso hacia la izquierda, un paso


adelante, otro a la derecha. Inclinó su cabeza con una expresión
calculadora, y luego caminó casi directamente hacia donde estaba
parado Harry, se detuvo a unos cuantos pasos donde la sensación
de destrucción se había inflamado a una altura sostenible.

"¿Todavía sigue resuelto en ese camino?" el Profesor Quirrell


preguntó. "¿El mismo camino del que me habló ayer?"

De nuevo Harry no replicó.

El Profesor Quirrell suspiró. "Ha habido tanto que yo he hecho por


usted," el hombre argumentó. "Sin importar lo que pueda dudar de
mí, usted no puede negar eso. Estoy apelando a algo de esa deuda.
Hable conmigo, Sr. Potter."

No tengo ganas de hacer esto ahora mismo, Harry pensó; seguido


de: Oh, claro.

Tras Harry haber girado el Giratiempo una vez, memorizó el tiempo


exacto y su localización exacta, pasó otra hora caminando, fue
adentro e informó a la Profesora McGonagall que en ese mismo
momento se encontraba hablando con el Profesor de Defensa en los
bosques afuera de Hogwarts (sólo en caso de que algo le
sucediera), caminó otra hora más, luego regresó a su localización
original exactamente una hora después de que se había ido y giró el
Giratiempo una vez -

"¿Qué fue eso?" El Profesor Quirrell inquirió, parpadeando. "Acabas


de -"

"Nada importante," Harry lo interrumpió sin retirar la capucha de su


capa de invisibilidad, o quitar su mano de su Giratiempo. "Sí,
todavía sigo resuelto. Para ser honesto, creo que no debí haberle
comentado nada."

El Profesor Quirrell inclinó su cabeza. "Un sentimiento que le servirá


bien en la vida. ¿Hay algo que sea capaz de cambiar tu manera de
pensar?"

"Profesor, si ya supiera sobre la existencia de un argumento que


pudiera cambiar mi decisión -"

"Verdadero, para los que son como nosotros. Sin embargo le


sorprendería saber cuán a menudo alguien conoce lo que está
esperando escuchar, y aún así espera escucharlo." El Profesor
Quirrell sacudió su cabeza. "Para ponerlo en sus términos… hay un
hecho verdadero, conocido por mí pero no por usted, por el cual
quisiera convencerlo a usted, Sr. Potter."

Las cejas de Harry se levantaron, aunque se dio cuenta un


momento después que el Profesor Quirrell no lo podía ver. "Eso está
en mis términos, de acuerdo. Adelante."

"La intención que usted se ha formado es mucho más peligrosa de


lo que usted se da cuenta."

Replicar a esta sorprendente afirmación no requirió mucho esfuerzo


mental por parte de Harry. "Defina peligroso, y cuénteme lo que cree
que sabe y cómo usted cree que lo sabe."

"A veces," explicó el Profesor Quirrell, "contar a alguien sobre un


peligro puede causar que vaya directamente hacia ello. No tengo
intención de que eso pase en esta ocasión. ¿Espera que yo le diga
exactamente lo que no debe hacer? ¿Exactamente por qué tengo
miedo?" El hombre sacudió su cabeza. "Si usted fuera hijo de
magos, Sr. Potter, sabría tomarlo seriamente, cuando un mago
poderoso le advierte que tenga cuidado."

Habría sido una mentira decir que Harry no estaba molesto, sin
embargo él tampoco era un idiota; así que Harry meramente
pronunció, "¿Hay algo que usted pueda contarme?"

Cuidadosamente, el Profesor Quirrell se sentó sobre la hierba, y


sacó su varita, su mano asumió una posición que Harry reconoció.
Harry dejó de respirar.

"Esta es la última vez que seré capaz de hacer esto para usted," el
Profesor Quirrell declaró en voz baja. Entonces el hombre empezó a
decir palabras que eran extrañas, de ningún lenguaje que Harry
pudiera reconocer, entonación que parecía no del todo humana,
palabras que parecían deslizarse de la memoria de Harry incluso
mientras él intentaba agarrarse a ellas, saliendo de su mente tan
pronto como entraban.
El hechizo tomó efecto más lentamente, en esta ocasión. Los
árboles parecieron oscurecerse, ramas y hojas se iban
oscureciendo, como si fueran vistas a través de gafas para sol que
iban desvaneciendo y atenuando la luz sin hacer distorsión. El
cuenco azul del cielo retrocedió, el horizonte al cual el cerebro de
Harry asignaba falsamente una distancia finita se iba alejando al
volverse gris, y un gris más oscuro. Las nubes se volvieron
translúcidas, transparentes, yéndose para permitir que la oscuridad
pudiera brillar por fin.

El bosque se volvió sombra, se desvaneció, disminuido en la


oscuridad.

El más grande río del cielo se volvió visible una vez más, mientras
los ojos de Harry se iban ajustando, se volvieron capaces de ver los
objetos más grandes que los ojos humanos jamás podían
contemplar excepto como un punto, la circundante Vía Láctea.

Y las estrellas, perforando brillantemente y aún así remotas, por


fuera de la gran profundidad.

El Profesor Quirrell respiró profundamente. Luego alzó su varita otra


vez (apenas visible, bajo la luz estelar sin sol o luna) y se golpeó
suavemente así mismo la cabeza produciendo un sonido como de
un huevo rompiéndose.

El Profesor de Defensa también se desvaneció, volviéndose también


invisible.

Un pequeño círculo de hierba, iluminado por un poco de luz,


derivado y desocupado dentro del espacio vacío.

Ninguno de ellos habló por un tiempo. Harry estaba contento de


observar a las estrellas, sin ser distraído ni siquiera por su propio
cuerpo. Fuera cual fuera la razón por la que el Profesor Quirrell lo
había llamado aquí, sería dicha a su debido tiempo.

A su debido tiempo, una voz habló.


"No hay guerra aquí," explicó una voz suave emanando desde el
vacío. "No hay conflicto ni batalla, no hay políticas ni traición, no hay
muerte ni vida. Todo eso le pertenece a las locuras de los hombres.
Las estrellas están por encima de tales tonterías, intocables. Aquí
hay paz, y silencio eterno. Así lo pensé alguna vez."

Harry se giró para ver hacia el origen de la voz, y nada más observó
estrellas.

"¿Así lo pensó alguna vez?" Harry preguntó, cuando ninguna otra


palabra pareció seguir.

"No hay nada a salvo de las locuras de los hombres," murmuró la


voz desde el vacío. "No hay nada que esté más allá de los poderes
destructivos de la idiotez suficientemente inteligente, ni siquiera las
mismas estrellas. Pasé por muchos problemas para hacer que cierta
placa dorada pudiera durar por siempre. No me gustaría verla
destruida por la locura de la humanidad."

De nuevo los ojos de Harry se arrojaron reflexivamente hacia donde


la voz tendría que haber estado, una vez más no vio otra cosa que
el vacío. "Creo que puedo tranquilizarlo al respecto, Profesor. Las
armas nucleares no tienen un rango de explosión que se extienda
hasta… ¿cuán lejos está el Pioneer 11? ¿En algún lugar alrededor
de los billones de kilómetros, quizá? Los Muggles pueden hablar
sobre las armas nucleares destruyendo el mundo, aunque en
realidad se refieren a calentar ligeramente la superficie de la Tierra.
El Sol es una fusión gigante en reacción y eso no vaporiza las
sondas espaciales distantes. En el peor de los casos para una
guerra nuclear ni siquiera estaríamos cerca de destruir el Sistema
Solar, no que esto sea de mucho consuelo."

"Verdadero mientras estemos hablando de Muggles," argumentó la


suave voz en medio de la luz estelar. "¿Pero qué saben los Muggles
del verdadero poder? No son ellos los que me aterran ahora. Es
usted."
"Profesor," Harry habló cuidadosamente, "mientras tengo que admitir
que he cometido unas cuantas fallas criticas en mi vida, hay algo de
distancia entre eso y fallar de una manera tan espectacular que la
sonda Pioneer 11 se vea atrapada en el radio de explosión. No hay
manera realista de hacer eso sin explotar el Sol. Y antes de que lo
pregunte, nuestro Sol es una estrella de tipo-G de la secuencia
principal, no puede explotar. Cualquier aporte de energía nada más
incrementa el volumen del plasma de hidrógeno, el Sol no tiene un
núcleo degenerado que pueda ser detonado. El Sol no tiene
suficiente masa para convertirse en supernova, incluso al final de su
tiempo de vida."

"Tan asombrosas cosas han descubierto los Muggles," la otra voz


murmuró. "Cómo viven las estrellas, cómo son preservadas de la
muerte, como mueren. Y nunca se cuestionan si tal conocimiento
podría ser peligroso."

"Con toda franqueza, Profesor, ese pensamiento en particular


tampoco se me llegó a ocurrir a mí."

"Usted es un hijo de Muggles. No hablo de sangre, yo hablo de


cómo pasaste tus años de infancia. Hay una libertad de
pensamiento en eso, cierto. Sin embargo también hay sabiduría en
la precaución de los hechiceros. Han pasado trescientos veintitrés
años desde que los territorios mágicos de Sicilia fueron arruinados
por la locura de un hombre. Tales incidentes eran más comunes en
los tiempos cuando Hogwarts fue construido. Aún más comunes
todavía, en los tiempos después de Merlín. De los tiempos antes de
Merlín, poco queda para estudiar."

"Hay como treinta órdenes de magnitud de diferencia entre eso y


hacer explotar el Sol," Harry observó, luego se detuvo a sí mismo.
"Aunque esto se vuelve un subterfugio sin sentido, lo siento,
explotar un país entero también sería malo, estoy de acuerdo. En
cualquier caso, Profesor, no planeo hacer algo como eso."

"Su elección no es requerida, Sr. Potter. De haber leído más novelas


de magos y menos historias de Muggles, usted lo sabría. En la
literatura seria los magos cuyas tonterías amenazan con liberar a los
Hombres de Huesos Temblorosos no buscaran esa meta
deliberadamente, eso es para los libros para niños. El mago
verdaderamente peligroso quizá estará concentrado en algún
proyecto del cual anticipa un gran renombre, y el certero prospecto
de perder ese renombre y vivir su vida en la oscuridad le parecerá
más vivido que el prospecto desconocido de destruir su país. O le
habrá prometido éxito a alguien a quien no es capaz de
decepcionar. Tal vez tiene a sus hijos en una deuda. Hay tanta
sabiduría literaria en aquellas historias. Nacen de experiencias
violentas y ciudades en cenizas. El prospecto más probable para
desastre es un mago poderoso que, por alguna razón, no es capaz
de detenerse a sí mismo cuando aparecen las señales de alerta.
Aunque él hable mucho y en voz alta sobre la precaución, en
realidad no será capaz de detenerse. Me pregunto, Sr. Potter, ¿ha
pensado en intentar cualquier cosa con la que la propia Hermione
Granger no estaría de acuerdo?"

"De acuerdo, punto recibido," dijo Harry. "Profesor, soy muy


consciente de que si salvo a Hermione al precio de la vida de otras
dos personas, he perdido en la puntuación final desde el punto de
vista utilitario. Soy extremadamente consciente de que Hermione no
querría que yo fuera a arriesgar la destrucción de un país entero
nada más pasa salvarla. Eso es mero sentido común."

"Niño que destruye Dementores," insistió esa suave voz, "si fuera
únicamente un país lo que temo que podrías arruinar, estaría menos
preocupado. Al principio no le di crédito al pensamiento de que tu
conocimiento de ciencia Muggle y prácticas Muggle serían una
fuente de gran poder. Ahora le doy más crédito. Estoy, en completa
sinceridad, preocupado por la seguridad de esa placa dorada."

"Bueno, si la ciencia ficción me ha enseñado algo," replicó Harry, "es


que destruir el Sistema Solar no es moralmente aceptable,
especialmente si lo haces antes de que la humanidad haya
colonizado otros sistemas estelares."

"Entonces vas a renunciar a esta -"


"No," Harry lo cortó sin tan siquiera haberlo pensado antes de abrir
su boca. Tras un momento, añadió, "Pero comprendo lo que está
intentando advertirme."

Silencio. Las estrellas no habían cambiado, ni siquiera como lo


habrían hecho en el cielo nocturno de la Tierra, al pasar el tiempo.

Con un muy ligero crujido, pasando el peso de su cuerpo de un lado


al otro, Harry se dio cuenta que había estado parado por un largo
tiempo en la misma posición, y se dejó caer sobre el casi
imperceptible círculo de hierba que aún permanecía debajo suyo,
teniendo cuidado de no tocar los bordes del hechizo.

"Responde esto," interrogó la suave voz. "¿Por qué esa chica le


importa tanto?"

"Porque ella es mi amiga."

"En el lenguaje como se usa normalmente, Sr. Potter, la palabra


'amiga' no está asociada con un esfuerzo desesperado para levantar
a los muertos. ¿Está usted bajo la impresión de que ella es su
verdadero amor, o algo por el estilo?"

"Oh, no usted también," Harry protestó con cansancio. "No usted de


entre todos, Profesor. De acuerdo, somos mejores amigos, pero eso
es todo, ¿está claro? Eso es suficiente. Los amigos no permiten que
sus amigos se queden muertos."

"La gente ordinaria no hace tanto, por aquellos que llaman amigos."
Ahora la voz sonó más distante, abstraída. "Ni siquiera por aquellos
que dicen amar. Sus compañeros mueren, y ellos no van en la
búsqueda del poder para revivirlos."

Harry no pudo evitarlo. Volvió a mirar hacia allí, a pesar de que


sabía que sería fútil, y no encontró más que estrellas. "Déjeme
adivinar, de esto usted deduce que… a las personas en realidad no
le importan tanto sus amigos como lo pretenden."
Una breve carcajada. "A duras penas iban a pretender que les
importan menos ."

"Sí les importan, Profesor, y no únicamente sus amores verdaderos.


Los soldados se han arrojado sobre las granadas para proteger a
sus amigos, las madres se meten corriendo dentro de casas en
llamas para salvar a sus hijos. Pero si eres un Muggle no crees que
haya tal cosa como la magia para traer a alguien de vuelta a la vida.
Y los magos normales no… piensan por fuera de la caja de ese
modo. O sea, la mayoría de magos no están buscando poder para
convertirse ellos mismos en inmortales. ¿Acaso eso prueba que no
les importan lo suficiente sus propias vidas?"

"Como usted dice, Sr. Potter. Ciertamente yo mismo consideraría


sus vidas sin sentido y sin una pizca de valor. Quizá, en algún lugar
escondido dentro de sus corazones, también creen que mi opinión
sobre ellos es la correcta."

Harry sacudió su cabeza, y luego, molesto, echó para atrás la


capucha de su Capa, y sacudió su cabeza otra vez. "Esa parece
una perspectiva del mundo bastante rebuscada, Profesor," señaló la
poca iluminada cabeza del niño, flotando sin soporte sobre un
círculo de hierba oscura en medio de las estrellas. "Intentar inventar
un hechizo de resurrección no es algo que la gente normal pensaría,
así que no es posible deducir nada de ellos al no tomar esa opción."

Un momento después, la poco iluminada figura de un hombre


sentado sobre el círculo de hierba fue visible también.

"Si verdaderamente se preocupan de los seres a los que en teoría


aman," el Profesor de Defensa argumentó suavemente, "a ellos se
les ocurriría, ¿no es así?"

"Los cerebros no funcionan así. Ellos no se sobrecargan de repente


cuando las apuestas suben - o cuando lo hacen, es dentro de límites
duros. No podría calcular los primeros mil dígitos de pi ni siquiera si
la vida de alguien dependiera de ello."
La cabeza poco iluminada se inclinó. "Sin embargo hay otra
explicación posible, Sr. Potter. Es que las personas juegan el rol de
la amistad. Ellos nada más dan tanto como el rol requiere de ellos, y
nada más. Se me ocurre el pensamiento de que quizá la diferencia
no es que a usted le importe más que a ellos. ¿Por qué habría
nacido usted con emociones de amistad tan fuertes de una manera
inusual, que únicamente usted entre los hechiceros es impulsado a
resucitar a Hermione Granger tras su muerte? No, la diferencia más
probable no es que a usted le importe más. La diferencia es que, al
ser una criatura más lógica que ellos, nada más usted a considerado
que jugar el rol de Amigo demanda esto de usted."

Harry se quedó contemplando las estrellas. Habría estado mintiendo


de haber dicho que eso no lo había sacudido. "Eso… no puede ser
verdad, Profesor. Puedo nombrar una docena de ejemplos en las
novelas Muggle de personas impulsadas a resucitar a sus amigos
muertos. Los autores de aquellas historias claramente entendían
exactamente cómo me siento sobre Hermione. Aunque usted no los
habrá leído, supongo… ¿quizá Orfeo y Eurídice? Yo de hecho no he
leído ese en particular aunque sé de qué se trata."

"Tales historias son contadas entre los hechiceros. Está la historia


de los hermanos Elric. El relato de Dora Kent, quien fue protegida
por su hijo Saúl. Está Ronald Mallett y su reto al Tiempo condenado
al fracaso. En Sicilia antes de su caída, el drama de Precia
Testarossa. En Nippon se habla de Akemi Homura y su amor
perdido. Lo que aquellas historias tienen en común, Sr. Potter, es
que todas son ficción. Los magos de la vida real no intentan lo
mismo, incluso si la noción claramente no está más allá de su
imaginación."

"¡Porque ellos no creen que puedan! " La voz de Harry se elevó.

"¿Deberíamos ir e informar a la buena Profesora McGonagall sobre


su intención de encontrar un modo de resucitar a la Señorita
Granger, y ver lo que ella piensa de eso? Quizá simplemente nunca
se le ha ocurrido a ella considerar esa opción… Ah, aunque usted
duda. Ya conoce la respuesta de ella, Sr. Potter. ¿Sabe por qué
usted lo sabe?" Podías escuchar la sonrisa fría en la voz. "Una
técnica adorable, esa. Gracias por enseñarla."

Harry era consciente de la tensión que se había desarrollado en su


rostro, sus palabras salieron como si fueran mordidas. "La Profesora
McGonagall no creció con el concepto Muggle del creciente poder
de la ciencia, y nadie le dijo que cuando la vida de un amigo está en
riesgo es un momento en que necesitas pensar muy racionalmente -
"

La voz del Profesor de Defensa también se estaba elevando. "¡La


Profesora de Transformación está leyendo un guión, Sr. Potter! El
guión demanda que ella se lamente y que sufra congoja, que todos
puedan saber cuánto le importa a ella. Las personas ordinarias
reaccionan pobremente cuando usted les sugiere que se salgan del
guión. ¡Como usted ya lo sabe!"

"Eso es gracioso, Podría haber jurado que vi a la Profesora


McGonagall salirse del guión en la cena de ayer. Si la observo
salirse del guión otras diez veces de hecho podría intentar hablar
con ella sobre resucitar a Hermione, sin embargo ahora mismo ella
es nueva en eso y necesita práctica. Al final de cuentas, Profesor, lo
que usted está intentando explicar al afirmar que el amor y la
amistad y todo lo demás son mentiras no es más que los seres
humanos siendo ignorantes. "

La voz del Profesor de Defensa creció hasta ser aguda. "De haber
sido usted quien hubiese sido asesinado por ese trol, ¡ni siquiera se
le hubiera ocurrido a Hermione Granger hacer lo que usted está
haciendo por ella! ¡No se le ocurriría a Draco Malfoy, ni a Neville
Longbottom, ni a McGonagall o a ninguno de sus preciosos amigos!
¡No hay ni una persona en este mundo que le devolvería la
importancia que usted le está concediendo a ella! ¿Entonces por
qué? ¿Por qué hacerlo, Sr. Potter?" Hubo una extraña, salvaje
desesperación en esa voz. "¿Por qué ser el único en el mundo que
va a tales extremos para mantener la pretensión, cuando ninguno de
ellos jamás haría lo mismo por usted?"
"Creo que usted está objetivamente equivocado, Profesor," Harry
replicó neutral. "Sobre varias cosas, de hecho. Cuando menos, su
modelo de mis emociones es incorrecto. Porque no me comprende
en lo más mínimo, si pensaba que yo me iba a detener porque todo
lo que usted estaba diciendo fuera verdad. Todo en este mundo
tiene que empezar en algún lugar, cada evento que sucede tiene
que suceder una primera vez. La vida en la Tierra tiene que
comenzar con una pequeña molécula auto-replicándose en un
charco de barro. Y si yo fuera la primer persona en el mundo, no -"

La mano de Harry se extendió, para indicar los terribles puntos


distantes de luz.

"- si yo fuera la primer persona en el universo a quien realmente le


importara alguien más, que no lo soy por cierto, entonces sería un
honor ser esa persona, e intentaría hacerle justicia a ese honor."

Hubo un largo silencio.

"Verdaderamente te importa esa niña," la figura poco iluminada del


hombre habló con suavidad. "A usted le importa ella de un modo
que ninguno de ellos es capaz de preocuparse ni siquiera por ellos
mismos, mucho menos por el prójimo." La voz del Profesor de
Defensa se había vuelto extraña, llena de una emoción
indescifrable. "Aunque no lo comprendo, conozco los alcances a los
que usted irá por ello. Usted va a retar a la propia muerte, por ella.
Nada lo va a desviar de eso."

"Me importa lo suficiente como para hacer un esfuerzo real," Harry


habló en voz baja. "Sí, eso es correcto."

La luz de las estrellas empezó a fracturarse, el mundo brillando a


través de las grietas; cortadas a través de la noche mostrando
troncos de árboles y hojas resplandeciendo bajo la luz del sol. Harry
levantó una mano, parpadeando con fuerza, mientras el brillo en
regreso golpeaba sus ojos ajustados a la oscuridad; y su vista
automáticamente fue hacia el Profesor de Defensa, por si acaso
ocurría un ataque mientras estaba parpadeando.
Cuando todas las estrellas se fueron y únicamente permaneció la
luz del día, el Profesor Quirrell seguía sentado sobre la hierba.
"Bueno, Sr. Potter," declaró con su voz normal, "de ser así, entonces
le daré la ayuda que pueda darle, mientra pueda."

"¿Usted va a qué? " Harry preguntó involuntariamente.

"Mi oferta como la hice ayer sigue en pie. Pregunte y yo voy a


responder. Muéstreme los mismos libros de ciencia que consideró
aptos para el Sr. Malfoy, y yo los estudiaré y le diré lo que venga a
mi mente. No se muestre tan sorprendido, Sr. Potter, difícilmente lo
dejaría a sus propios medios."

Harry se quedó con la mirada fija, conductos lagrimales todavía


mojados por la repentina luz.

El Profesor Quirrell le devolvió la mirada. Algo extraño fulguró en


esos pálidos ojos. "He hecho lo que puedo, y ahora me temo que
debo retirarme. Buen -" y el Profesor de Defensa vaciló. "Buen día,
Sr. Potter."

"Buen -" Harry comenzó.

El hombre sentado sobre la hierba se cayó, su cabeza impactando


la tierra con un ruido sordo. Al mismo tiempo el sentido de
destrucción disminuyó tan bruscamente que Harry se puso de pie de
un brinco, su corazón repentinamente en su garganta.

Sin embargo la figura sobre el suelo se empujó a sí misma


lentamente de vuelta en posición para arrastrarse. Se giró para
observar a Harry, ojos vacíos, boca floja. Intentó ponerse de pie,
volvió a caerse al suelo.

Harry dio un paso hacia adelante, el instinto puro empujándolo a


ofrecer una mano, aunque eso era incorrecto; la aprehensión que se
elevó dentro de él, sin importar cuán débil, habló de continuo
peligro.
Pero la figura caída se replegó de Harry, y luego lentamente
comenzó a arrastrarse para alejarse de él, en la dirección general
del castillo distante.

El niño parado en medio del bosque lo siguió con la mirada.

Nota del Traductor (7 de Diciembre de 2.019)

El próximo capítulo está alrededor de las 3.000 palabras, añadiendo


el tiempo de corrección y que desde hace semanas tengo 1.000
palabras de haber trabajado de más, tendría que estar disponible en
para el 14 de Diciembre, y el 21 disponible para todos en mi blog y
en FFN.

He estado luchando para comprar una tablet con un presupuesto de


$150 dólares, y ha sido una experiencia llena de frustración. Un
problema que se me presenta es la incompatibilidad entre Amazon y
. En fin, seguiré buscando por Ebay hasta que encuentre algo que
sea decente, aunque el problema con Ebay es que a veces los
costos de envío son… excesivos. Espero tener suerte.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer


Roles parte 7
Capítulo 96: Roles, Parte 7

Nota del Autor: Para aquellos que no han leído el canon: La señal
de madera ha cambiado un poco, pero la inscripción aquí es la
misma que en el original de J.K. Rowling.

Nota del Traductor: Al comparar la versión en Español con el original


en Inglés en el letrero, descubrí varias diferencias. Preferí darle
prioridad a una traducción correcta y no a la fidelidad con respecto a
la versión en Español.

La cuarta reunión:

(4:38pm, Abril 17, 1992)

El hombre usando el desgastado, cálido abrigo, con tres pálidas


cicatrices grabadas por siempre sobre su mejilla, observó a Harry
Potter tan de cerca como pudo mientras el niño miraba con cortesía
los alrededores de las cabañas en fila. Para alguien cuya mejor
amiga había muerto ayer, Harry Potter parecía extrañamente
compuesto, aunque de ninguna manera era una reminiscencia de
insensibilidad, o normalidad. No deseo hablar sobre eso, el niño
había pronunciado, con usted o cualquiera. Diciendo 'deseo' en vez
de 'quiero', como para enfatizar que era capaz de usar palabras de
adultos y tomar decisiones de adultos. Únicamente había una cosa
que Remus Lupin había considerado que podría ayudar, tras haber
recibido los búhos de la Profesora McGonagall y ese extraño
hombre Quirinus Quirrell.

"Hay muchas casas vacías," el niño señaló, oteando alrededor otra


vez.
El Valle de Godric había cambiado, en la década desde que Remus
Lupin había sido un visitador frecuente. Muchas de las viejas,
puntiagudas cabañas parecían abandonadas, con vides de hojas
verdes creciendo a través de ventanas y puertas. Bretaña se había
contraído notablemente, tras el final de la Guerra Mágica, habiendo
perdido no sólo a los muertos sino también a los fugados. El Valle
de Godric había recibido un duro impacto. Y tiempo después aún
más familias se habían mudado a otros lugares, a Hogsmeade o la
Londres mágica, las casas abandonadas habían sido un
recordatorio demasiado incómodo.

Otros habían permanecido. El Valle de Godric era más antiguo que


Hogwarts, más antiguo que Godric Gryffindor cuyo nombre había
recibido, y hay familias que residirán aquí hasta el final del mundo y
su magia.

Los Potters habían sido una de aquellas familias, y lo serían de


nuevo, si el último Potter así lo escogía.

Remus Lupin intentó explicar todo eso, simplificando tanto como


pudo para beneficio del joven niño. El Ravenclaw asintió pensativo y
nada dijo, como si hubiese comprendido sin necesidad de más
preguntas. Quizá era así; el niño de James Potter y Lily Evans,
ambos Premios Anuales de Hogwarts, difícilmente sería estúpido. El
niño ciertamente parecía altamente inteligente, durante el poco
tiempo que habían hablado en Enero, aunque en aquella ocasión
Remus era el que más había hablado.

(También estaba ese asunto con el Wizengamot del cual Remus


había escuchado algunos rumores, sin embargo Remus no creía ni
una sola palabra de eso, al igual que tampoco creía en que James
hubiera comprometido su hijo a la hija de Molly.)

"Ahí está el monumento," Remus dijo, apuntando hacia adelante de


ellos.


Harry caminó a un lado del Sr. Lupin hacia el obelisco de mármol
negro, pensando silenciosamente. Le parecía a Harry que esta
aventura era esencialmente incorrecta, pues no era el camino
elegido por Harry. Hasta donde Harry entendía, las cinco etapas del
duelo eran la Rabia, Remordimiento, Resolución, Reflexionar, y
Resurrección. (No que las usuales 'cinco etapas de duelo' tuvieran
alguna evidencia experimental de cualquier tipo que Harry hubiese
escuchado.) Pero el Sr. Lupin había parecido demasiado sincero
para rehusarse; y visitar el hogar de James y Lily era algo que Harry
sintió que no debía rechazar. Así que Harry caminó, sintiéndose
extrañamente desconectado; caminando silenciosamente a través
de una obra de teatro cuyo guión él no estaba muy interesado en
leer.

A Harry se le había ordenado no usar la Capa de Invisibilidad para


este viaje, para que el Sr. Lupin pudiera mantener un ojo sobre él.

Harry estaba moralmente seguro de que Dumbledore, o tanto


Dumbledore como Ojoloco Moody, los estaban siguiendo invisibles
para ver si alguien intentaba atrapar el señuelo. De ningún modo se
le iba a permitir a Harry salir de Hogwarts solamente con Remus
Lupin para su protección. Aunque Harry no esperaba que algo fuera
a ocurrir. No había visto nada que contradijera la hipótesis de que
todo el peligro se centraba sobre Hogwarts y únicamente Hogwarts.

Mientras los dos se aproximaban al centro del pueblo, el obelisco de


mármol se transformó en -

Harry contuvo el aliento. Había estado esperando una pose heroica


de James Potter con su varita alzada contra el Señor Voldemort, y
Lily Potter con brazos estirados en frente de la cuna.

En vez de eso había un hombre con cabello desarreglado y


anteojos, y una mujer con su cabello suelto y un bebé en sus
brazos, y eso era todo.

"Se ve muy… normal," Harry comentó, sintiendo una rara pausa en


su garganta.
"Madam Longbottom y el Profesor Dumbledore defendieron eso con
mucha fuerza," explicó el Sr. Lupin, quien contemplaba más a Harry
que al monumento. "Afirmaron que los Potters debían ser
recordados como habían vivido, no como habían muerto."

Harry observó la estatua, pensando. Muy extraño, verse a sí mismo


como un bebe de piedra, sin cicatriz sobre su frente. Era un vistazo
de un universo alternativo, uno donde Harry James Potter (no
Evans-Verres en su nombre) se convertía en un inteligente aunque
ordinario escolar mágico, a lo mejor Seleccionado en Gryffindor
como sus padres. Un Harry Potter que crecía hasta ser un
apropiado mago joven, conociendo poco de ciencia a pesar de que
su madre fuera hija de Muggles. En últimas habría logrado… muy
poco. James y Lily no habrían criado a su hijo con lo que el Profesor
Quirrell había llamado ambición y que el Profesor Verres-Evans
habría llamado el bien común. Sus padres de nacimiento lo habrían
amado mucho, y eso no habría sido de mucha ayuda para nadie en
el mundo excepto Harry. Si alguien hubiese deshecho su muerte -

"Usted era su amigo," Harry habló, girándose para ver a Lupin. "Por
un largo tiempo, desde que eran niños."

El Sr. Lupin asintió en silencio.

La voz del Profesor Quirrell resonó en la memoria cercana de Harry:


La diferencia más probable no es que a usted le importe más. La
diferencia es que, al ser una criatura más lógica que ellos, nada más
usted a considerado que jugar el rol de Amigo demanda esto de
usted…

"Cuando Lily y James murieron," Harry preguntó, "¿usted consideró


que podría haber una manera mágica de traerlos de vuelta? ¿Como
Orfeo y Eurídice? O los, cómo se llamaban, ¿hermanos Elrin?"

"No hay magia que pueda deshacer la muerte," el Sr. Lupin declaró
en voz baja. "Hay algunos misterios que la hechicería no puede
tocar."
"¿Hizo una revisión mental de lo que creyó que sabía, cómo creyó
que lo sabía, y cuán alta era la probabilidad de esa conclusión?"

"¿Qué?" inquirió el Sr. Lupin. "¿podrías repetir eso, Harry?"

"Me refiero a que, ¿lo llegó a considerar de todos modos?"

El Sr. Lupin sacudió su cabeza.

"¿Por qué no?"

"Porque ya estaba hecho, y había pasado," Remus Lupin dijo con


gentileza. "Porque donde sea que James y Lily están ahora,
desearían que actúen por el bien de los vivos, no de los muertos."

Harry asintió en silencio. Había estado bastante seguro de cuál


había sido la respuesta a esa pregunta antes de hacerla. Ya había
leído ese guión. Aunque había preguntado de todos modos, en caso
de que el Sr. Lupin hubiese pasado una semana obsesionado al
respecto, porque Harry podría haberse equivocado.

La suave voz del Profesor de Defensa pareció hablar en la mente de


Harry. Seguramente, si a Lupin le importaran verdaderamente, no
habría necesitado instrucciones especiales para algo tan simple
como pensar durante cinco minutos antes de rendirse…

Sí, lo necesitaría, Harry le respondió a la voz mental. Los seres


humanos no obtienen de repente una habilidad nada más porque
algo les importe. Aprendí sobre esto porque leí libros de biblioteca,
producidos por un enorme edificio científico -

Y esa otra parte de Harry insistió, con esa suave voz, Sin embargo
hay otra hipótesis, Sr. Potter, y encaja con los datos de un modo
menos complicado.

¡No lo hace! ¿Cómo sabrían las personas qué pretender, si a nadie


nunca le ha importado?

Ellos no lo saben. Eso es lo que usted ha observado.


Los dos caminaron hacia una cierta casa, pasando una larga fila de
cabañas de magos ocupadas y otras cabañas de vides crecidas.

Llegaron finalmente a la casa con la mitad de su parte superior


destrozada, y hojas verdes creciendo desde adentro; detrás de un
sino creciendo salvaje hasta la altura de los hombros al borde de la
vereda, y un aplastado portal de metal (El Sr. Hagrid probablemente
le había pasado por encima, incapaz de entrar por ahí). La abertura
en el techo era como una boca gigante que hubiese dado una
mordida circular a la casa, dejando espinas de madera, que quizá
habían sido vigas de soporte, sobresaliendo. Al lado derecho una
solitaria chimenea que todavía se sostenía en pie, no habiendo sido
devorada por la mordida gigante, aunque se ladeaba
peligrosamente sin su anterior soporte. Las ventanas estaban rotas.
Donde tendría que haber estado la puerta del frente únicamente
había astillas de madera.

A este lugar había venido el Señor Voldemort, silenciosamente,


haciendo menos ruido que las hojas muertas deslizándose junto al
pavimento…

Remus Lupin puso una mano sobre el hombro de Harry. "Toca el


portal," lo urgió el Sr. Lupin.

Harry extendió una mano y lo hizo así.

Como una flor de crecimiento veloz surgió un letrero de entre la


hierba enredada en el suelo detrás del portal, un letrero de madera
con letras doradas, y estaba escrito:

En este lugar, en la noche del 31 Octubre de 1981,

Lily y James Potter perdieron sus vidas.

Fueron sobrevividos por su hijo, Harry Potter,

el único mago que ha sobrevivido a la Maldición Asesina,


el Niño-Que-Vivió, quien rompió el poder de Quien-Tú-Sabes.

Esta casa se ha dejado en su estado arruinado,

como un monumento a los Potters,

como un recordatorio a su sacrificio.

En un espacio vacío bajo las letras doradas había escritos otros


mensajes, docenas de ellos, tinta mágica que salía a la superficie y
resplandecía con suficiente brillantes para ser leído antes de
desaparecer y darle espacio a otros mensajes.

Así mi Gideon ha sido vengado.

Gracias, Harry Potter. Buen viaje en donde quiera que estés.

Siempre estaremos en deuda con los Potters.

Oh James, oh Lily, lo lamento tanto.

Espero que hayas sobrevivido, Harry Potter.

Siempre hay un precio.

Desearía que las últimas palabras que cruzamos hubiesen sido más
amables, James. Lo lamento.

Siempre hay un amanecer después de la noche.

Descansa en paz, Lily.

Bendito seas, Niño-Que-Vivió. Fuiste nuestro milagro.

"Supongo -" Harry vaciló. "Supongo que esto es lo que las personas
hacen - en vez de intentar hacerlo mejor -" Harry se detuvo. El
pensamiento parecía indigno de este lugar. Levantó la vista, y vio
que Remus Lupin lo observaba fijamente con una expresión tan
gentil que Harry apartó sus ojos bruscamente hacia el explotado y
roto techo.

Fuiste nuestro milagro. Harry siempre había escuchado la palabra


'milagro' en el contexto de cómo, en el universo natural, no había tal
cosa. Y aún así contemplando la casa arruinada, repentinamente
supo exactamente lo que la palabra significaba, la nota de gracia
totalmente sin explicación, la bendición inexplicable. El Señor
Oscuro casi había vencido, y luego en una noche toda la oscuridad
y terror había terminado, salvación sin justificación, un repentino
amanecer salido de la oscuridad e incluso ahora nadie sabía por
qué -

Si Lily Potter hubiese vivido más allá de su confrontación con el


Señor Voldemort, ella se habría sentido de ese modo al descubrir
que su bebé había sobrevivido.

"Vayámonos," susurró ese niño, diez años después.

Se fueron.

La entrada a la tumba era guardada por un portal sin cerradura del


tipo que mantenía alejados a los animales, con un lugar para
quedarse de pie mientras movías la puerta de un lado al otro.
Remus sacó su varita (Harry ya estaba sosteniendo la suya) y hubo
un breve borrón cuando dieron un paso adentro.

Algunas de las piedras levantándose desde el suelo parecían tan


viejas como la pared en Oxford que su padre había afirmado tenía
más o menos mil años.

Hallie Fleming, decía la primera piedra que Harry leyó, en un


grabado casi invisible debido a la erosión del tiempo. Vienna Wood,
se leía en otra.

Había pasado mucho tiempo desde que Harry había visitado un


cementerio. Su mente aún había sido infantil la última vez que había
ido a uno, mucho antes de haber visto dentro de la sombra de la
Muerte. Venir aquí ahora era… extraño, y triste, y confuso, y esto ha
estado ocurriendo desde hace tanto, por qué los magos no habían
intentando pararlo, por qué no están poniendo toda su fuerza en ello
como los Muggles hacen con la investigación médica, incluso más
que ellos, pues los magos tienen más razón para tener esperanza…

"¿Los Dumbledores también vivían en el Valle de Godric?" Harry


preguntó, cuando pasaron al lado de un par de piedras
relativamente nuevas que tenían escrito Kendra Dumbledore y
Ariana Dumbledore.

"Por un largo, largo tiempo," el Sr. Lupin respondió.

Siguieron caminando dentro del cementerio, avanzando hasta el


final, pasando muchas muertes que habían sido lamentadas.

Entonces el Sr. Lupin señaló a un par de lápidas de piedra que


estaban juntas, de mármol todavía blanco y sin envejecer.

"¿También va a ver mensajes allí?" Harry inquirió. Ya no quería lidiar


más con la manera que otras personas lidiaban con la muerte.

El Sr. Lupin sacudió su cabeza.

Caminaron hacia las piedras blancas y juntas.

Y estuvieron de pie ante -

"¿Qué es esto?" Harry susurró. "Quién… ¿quién escribió esto? "

JAMES POTTER

NACIDO EL 27 DE MARZO DE 1960

MURIÓ EL 31 DE OCTUBRE DE 1981

"¿Escribió qué?" cuestionó el Sr. Lupin, intrigado.

LILY POTTER
NACIDA EL 30 DE ENERO DE 1960

MURIÓ EL 31 DE OCTUBRE DE 1981

" ¡Esto! " Harry gritó. "¡La inscripción! " Había lágrimas
acumulándose en los ojos de Harry, ante el resplandor fuera de
lugar y sin explicación, el toque de gracia donde no tendría que
haber existido gracia alguna, la misteriosa bendición, lágrimas
acumulándose ante

EL ÚLTIMO ENEMIGO QUE SERÁ DESTRUIDO ES LA MUERTE

"¿Eso?" el Sr. Lupin dijo. "Ese es… el lema, supongo que puedes
llamarlo así, de los Potters. Aunque no creo que fuera algo tan
formal como eso. No es más que un dicho repetido desde hace
mucho, mucho tiempo…"

"Esto - eso -" Harry precipitándose para arrodillarse a un lado de la


tumba, tocó la inscripción con una mano temblorosa. " ¿Cómo? Este
tipo de cosas no pueden ser, ser genéticas -"

Luego Harry vio lo que las lágrimas le habían impedido ver, el débil
grabado de una línea, dentro de un círculo, dentro de un triángulo.

El símbolo de las Reliquias de la Muerte.

Y Harry comprendió.

"Lo intentaron," Harry susurró.

Los tres hermanos Peverell.

¿Habían perdido a alguien precioso para ellos, fue ahí donde había
empezado?

"Con todas sus vidas, lo intentaron, e hicieron progreso -"

La Capa de Invisibilidad, que podía derrotar la visión de los


Dementores.
"- pero su investigación no había terminado -"

Esconderse de la sombra de la Muerte no es derrotar a la propia


Muerte. La Piedra de la Resurrección no podía realmente traer a
nadie de vuelta. La Varita de Saúco no te podía proteger del
envejecimiento.

"- así que pasaron la misión a sus hijos, y los hijos de sus hijos."

Generación tras generación.

Hasta llegar hasta mí.

¿Podía el Tiempo hacer eco así, con ritmo, entre este distante
futuro, y ese distante pasado? No podía ser una coincidencia, ¿o sí?
No este mensaje, no en este lugar.

Mi familia.

Ustedes realmente eran, mi madre y mi padre.

"No se refiere a resucitar a los muertos, Harry," El Sr. Lupin arguyó.


"Significa aceptar la muerte, y así estar más allá de la muerte,
poderla dominar."

"¿Acaso James le dijo eso?" Harry cuestionó, su voz extraña.

"No," contestó el Sr. Lupin, "sin embargo -"

"Bien."

Harry se levantó lentamente de donde había estado arrodillado,


sintiéndose como si estuviera empujando el sol con sus hombros,
levantando el amanecer sobre el horizonte.

Por supuesto que otros magos lo habían intentado. No soy único.


Nunca estuve solo. Estos sentimientos en mi corazón, no son tan
especiales, ni en el mundo mágico ni en el mundo de los Muggle.
"¡Harry, tu varita!" Hubo una repentina emoción en la voz del Sr.
Lupin, y cuando Harry levantó su varita para verla de cerca, vio que
estaba resplandeciendo ligeramente con una luz plateada,
sobresaliendo de la madera.

"¡Invoca el Encantamiento Patronus!" urgió el Sr. Lupin. "¡Intenta


invocarlo de nuevo, Harry!"

Oh, claro. Hasta donde el Sr. Lupin sabe, yo no puedo hacerlo -

Harry sonrió, e incluso se carcajeó un poco. "Es mejor que no lo


haga," Harry explicó. "Si intento hacer el hechizo en mi estado
mental actual, probablemente me mataría."

"¿Qué? " exclamó el Sr. Lupin. "¡El Encantamiento Patronus no hace


eso!"

Harry James Potter-Evans-Verres levantó su mano izquierda,


todavía sonriendo, y se limpió las lágrimas.

"Sabe, Sr. Lupin," Harry expuso, "realmente se requiere una


interpretación barroca para pensar que alguien vaya caminando por
ahí, reflexionando sobre cómo la muerte no es más que algo que
todos debemos aceptar, y comunicar su estado mental con la
expresión, 'El último enemigo que será destruido es la muerte.'
Quizá alguien más pensó que sonaba poético y escogió la frase e
intentó interpretarla diferentemente, pero a quien fuera que la dijera
primero no le gustaba mucho la muerte." A veces intrigaba a Harry
como la mayoría de personas ni siquiera se daban cuenta cuando
estaban retorciendo algo hasta los 180-grados opuestos de su
primera lectura obvia. No podía ser un asunto de poder cerebral
bruto, las personas podían ver la lectura obvia de la mayoría de
otras frases en el idioma. "Además 'será destruido' se refiere a un
cambio en el tiempo futuro, así que no puede ser sobre la manera
en que las cosas son ahora."

Remus Lupin lo estaba contemplando con los ojos abiertos de par


en par. "Ciertamente eres el hijo de James y Lily," el hombre
reconoció, sonando bastante conmocionado.

"Sí, lo soy," Harry declaró. Sin embargo eso no era suficiente, tenía
que hacer algo más, así que Harry levantó su varita en el aire y
pronunció, su voz tan firme como pudo ponerla, "Soy Harry James
Potter-Evans-Verres, el hijo de Lily y James, de la casa de Potter, y
acepto la misión de mi familia. La Muerte es mi enemiga, y la voy a
derrotar."

Thrayen beyn Peverlas soona ahnd thrih heera toal thissoom Dath
bey yewoonen.

"¿Qué?" Harry preguntó en voz alta. Las palabras habían saltado


dentro del flujo de su consciencia como si fuera parte de sus propios
pensamientos, sin explicación.

"¿Qué fue eso?" inquirió Remus Lupin al mismo tiempo.

Harry se giró, escaneando el cementerio, aunque no observó nada.


A su lado, el Sr. Lupin estaba haciendo lo mismo.

Ninguno de ellos notó la alta piedra desgastada como si tuviera mil


años de edad, sobre ella una línea dentro de un círculo dentro de un
triángulo fulgurando con un plateado muy débil, igual a la luz que
había brillado desde la varita de Harry, invisible a la distancia bajo la
todavía resplandeciente luz del Sol.

Algún tiempo después:

"Gracias de nuevo, Sr. Lupin," Harry dijo, el alto, ligeramente


cicatrizado hombre estaba apunto de partir una vez más. "Aunque
realmente desearía que usted no hubiese -"

"El Profesor Dumbledore pidió que usara un traslador para regresar


a Hogwarts si ocurría cualquier cosa inusual, sin importar si parecía
un ataque o no," el Sr. Lupin lo interrumpió con firmeza. "Lo que es
eminentemente sensato."

Harry asintió. Y luego, habiendo salvado cuidadosamente esta


pregunta para el final, "¿Tiene alguna idea de lo que aquellas
palabras significan?"

"Si lo supiera, no te lo revelaría," el Sr. Lupin respondió,


mostrándose bastante severo. "Ciertamente no sin el permiso del
Profesor Dumbledore. Puedo entender tu afán, pero no deberías
intentar descubrir ningún secreto ancestral de los Potters hasta que
seas un adulto. Eso significa hasta que hayas pasado tus
E.X.T.A.S.I.S., Harry, o al menos tus T.I.M.O. ¡Y todavía creo que
recogiste la idea enteramente equivocada de lo que significa el lema
de tu familia!"

Harry asintió, suspirando internamente, y se despidió del Sr. Lupin.

Harry regresó a través de Hogwarts, hacia la Torre de Ravenclaw,


sintiéndose extraño, y fortalecido. No había esperado nada de eso,
sin embargo había sido una ganancia absoluta.

Estaba pasando a través de la sala común de Ravenclaw, en el


camino hacia su dormitorio.

Ahí fue cuando la fulgurante criatura llegó hasta él, con un suave
resplandor blanco bajo los fuegos de las velas de la sala común de
Ravenclaw, mientras se arrastraba al salir desde ningún lugar, la
serpiente plateada.

Þregen béon Pefearles suna and þrie hira tól þissum Déað béo
gewunen.
Tres serán los hijos de Peverell y tres sus artefactos por los cuales
la Muerte será derrotada.

- Dicho ante la presencia de los tres hermanos Peverell,

en una pequeña taberna a las afueras de lo que luego sería llamado


el Valle de Godric.

Nota del Traductor (14 de Diciembre de 2019)

El próximo capítulo está alrededor de las 6.500 palabras, procuraré


tenerlo listo para el 21 de Diciembre en y el 28 en mi blog y FFN,
para luego quedar con 2.500 palabras de ventaja para el próximo
capítulo. Esa es mi idea, aunque si no puedo cumplir para ese día
entonces esperen un retraso de una semana.

En otras buenas noticias, ya compré una tablet por ebay y parece


bastante buena. Espero que me llegue los primeros días de Enero y
que eso incremente mi rendimiento. Eso no significa que traduzca
más palabras semanalmente de HPMOR, pero sí que puedo
descansar más, quizá volver a hacer ejercicio, sentirme mejor
conmigo mismo, mejorar mi calidad de vida, ya saben, un largo
etcétera.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Roles parte 8
Capítulo 97: Roles, Parte 8

Por segunda vez durante ese día, los ojos de Harry estaban llenos
de lágrimas. Desatento de los confundidos ojos de los Ravenclaws
en la sala común, había cogido la criatura plateada que Draco
Malfoy le había enviado, cargada entre sus brazos como si fuera
una cosa viva; y se fue tropezando en dirección a su dormitorio,
bajando medio a ciegas hasta el fondo de su baúl, mientras la
serpiente plateada esperaba pacientemente dentro de sus brazos.

La quinta reunión: 10:12am, Domingo, Abril 19.

La reunión con el deudor que el Señor Malfoy había demandado de


Harry Potter, quien le debía a Lucius Malfoy unos 58.203 Galeones,
fue realizada dentro del Banco Central de Gringotts, de acuerdo con
las leyes de Bretaña.

Hubo algo de resistencia de parte del Jefe de Magos Dumbledore,


intentando prevenir que Harry Potter abandonara la seguridad de
Hogwarts (una frase que causó que Harry Potter levantara sus
dedos índice y corazón y silenciosamente hiciera comillas en el
aire). Por su parte, el Niño-Que-Vivió pareció reflexionar en silencio,
y luego dio su consentimiento a la reunión, extrañamente
complaciente ante la demanda de su enemigo.

El Director de Hogwarts, quien actuaba como guardián legal de


Harry Potter ante los ojos de la Bretaña mágica, había
desautorizado el consentimiento de su protegido.

El Comité de Deudas del Wizengamot había desautorizado al


Director de Hogwarts.

El Jefe de Magos había desautorizado al Comité de Deudas.


El Wizengamot había desautorizado al Jefe de Magos.

Y así el Niño-Que-Vivió había partido bajo la fuerte vigilancia de


Ojoloco Moody y un trío de Aurores hacia el Banco Central de
Gringotts; con el brillante ojo azul de Moody rotando salvaje en
todas direcciones, como para señalar a cualquier posible atacante
que él estaba En Guardia y Vigilancia Constante y alegremente iba
a incinerar los riñones de cualquiera que estornudara en la dirección
general del Niño-Que-Vivió.

Harry Potter observaba de modo más penetrante que antes,


mientras marchaban a través de las puertas abiertas de par en par
de Gringotts, bajo el lema de Fortius Quo Fidelius . En las últimas
tres visitas de Harry a Gringotts meramente había admirado los
pilares de mármol, las luces de las antorchas doradas, la
arquitectura no del todo similar a las partes humanas de la Bretaña
mágica. Desde entonces había ocurrido el Incidente de Azkaban y
otras cosas; y ahora, en su cuarta visita, Harry estaba pensando
sobre la Rebelión de los Duendes y el resentimiento constante de
los duendes porque no se les permitía poseer varitas y ciertos
hechos que no habían estado en el libro de Historia de primer año,
que Harry había deducido al encajar los patrones y que el Profesor
Flitwick había confirmado en voz muy baja. El Señor Voldemort
había asesinado tanto duendes como magos - un movimiento
increíblemente estúpido por parte del Señor Voldemort, a menos
que a Harry le estuviera faltando un dato realmente importante -
aunque lo que los duendes pensaban del Niño-Que-Vivió, Harry no
tenía ni idea. Los duendes tenían una reputación por pagar lo que
debían y coger lo que ellos pensaban que se les debía, junto con
una reputación por interpretar aquellas cuentas de una manera muy
poco imparcial.

Hoy, los guardianes parados muy derechos dentro de sus


armaduras a intervalos regulares alrededor del banco contemplaban
al Niño-Que-Vivió sin expresión, y miraban de manera penetrante a
Moody y a los Aurores con destellos de amargo desprecio. En los
estantes y contadores del vestíbulo del banco, los duendes cajeros
contemplaban con igual desprecio a los magos cuyas manos ellos
estaban llenando con Galeones; un cajero le dirigió una sonrisa
siniestra de dientes afilados a una bruja que se mostraba enojada y
desesperada.

Si comprendo la naturaleza humana correctamente - y si estoy en lo


correcto con respecto a que todas las especies mágicas
humanoides son genéticamente humanas con un efecto mágico
hereditario añadido - entonces no es probable que se vuelvan
amigos de un mago solamente porque yo sea amable con ustedes,
o diga que les tengo simpatía. Sin embargo me pregunto si ustedes
van a apoyar al Niño-Que-Vivió en una coalición para derrocar al
Ministerio, si les prometo revocar después la Ley de Varitas… o si
disimuladamente les doy varitas, y hechizos, a cambio de su
apoyo… ¿es por eso que el secreto de fabricar varitas está
restringido a personas como Ollivander? Aunque si ustedes
realmente son humanos, simplemente humanos, entonces la nación
duende probablemente tiene sus propios horrores internos, su
propia Azkaban, pues esa también es la naturaleza humana; en
cuyo caso tarde o temprano también tendré que derrocar o reformar
su gobierno. Mmm.

Un duende envejecido apareció frente a ellos, y Harry inclinó su


cabeza con cuidadosa cortesía, un gesto que el envejecido duende
devolvió con un medio asentimiento abrupto. No hubo un alocado
viaje por tren; en vez de eso el envejecido duende los acompañó
hasta un corto pasillo que terminaba en un pequeño cuarto de
espera, con tres bancos de tamaño apropiado para duende y una
silla del tamaño apropiado para un mago, dentro de la cual nadie se
sentó.

"No vayas a firmar nada que Lucius Malfoy te entregue," Ojoloco


Moody explicó. " Nada, ¿me comprendes, muchacho? Si Malfoy te
da una copia de Las Maravillosas Aventuras del Niño-Que-Vivió y te
pide un autógrafo, le respondes que te torciste un dedo. No cojas
una pluma ni por un segundo mientras estés en Gringotts. Si alguien
te pasa una pluma, rompe la pluma y luego rompe tus propios
dedos. ¿Necesito explicarme más, hijo?"

"No particularmente," Harry comentó. "También tenemos abogados


en la Bretaña Muggle, y ellos piensan que sus abogados son
adorables."

Poco tiempo después Harry Potter entregó su varita a un duende


con armadura quien lo cacheó con todo tipo de sondas de aspecto
interesante, y le entregó su monedero a Moody para que lo
guardara.

Y luego Harry cruzó a través de otra puerta, y una breve cascada de


la Perdición del Ladrón, que se evaporó de su piel tan pronto como
dio un paso afuera.

En el otro lado de la puerta había un cuarto más grande, con


paneles ricamente diseñados, con una gran mesa dorada
extendiéndose en el medio; había dos enormes sillas de cuero en un
lado de la mesa, y un pequeño taburete de madera en el otro, la
percha del deudor. Dos duendes dentro de armadura completa,
usando ornamentos en sus aretes y visores, estaban de pie
vigilando el cuarto. Ninguno de los bandos tendría varitas o
cualquier otro dispositivo de magia, y los guardias duendes iban a
atacar de inmediato si cualquiera se atrevía a usar magia sin varita
dentro de esta reunión pacífica supervisada por el Banco Gringotts.
Los ornamentos en sus orejas evitarían que los guardas duendes
escucharan la conversación a menos que se les hablara
directamente, los visores harían que los rostros de los magos fueran
borrosos. Era, en pocas palabras, algo realmente cercano a
seguridad real, al menos si eras un Oclumante.

Harry se trepó sobre el incómodo taburete de madera, pensando


Sutilmente en un tono algo sarcástico, y espero a sus acreedores.

Fue únicamente un breve intervalo después, mucho menor que el


tiempo que a un adeudado se le podía hacer esperar legalmente,
cuando Lucius Malfoy entró en el cuarto, ubicándose dentro de su
silla de cuero con movimientos completamente fluidos gracias a la
práctica. Su bastón con cabeza de serpiente faltaba entre sus
manos, su larga melena blanca suelta del mismo modo que siempre,
su rostro no podía ser leído.

Siguiéndolo en silencio estaba un joven niño con cabello blanco-


dorado, ahora vistiendo una túnica negra más fina que cualquier
uniforme de Hogwarts, que seguía los pasos de su padre con una
cara controlada. Un niño que también era el acreedor de Harry a
causa de cuarenta Galeones, y también de la Casa de Malfoy, y por
lo tanto, técnicamente, cubierto por la resolución del Wizengamot
que había permitido esta reunión.

Draco. Harry no lo dijo en voz alta, no permitió que su expresión


cambiara. No se le ocurría qué pronunciar. Ni siquiera Lo lamento
parecía apropiado. Harry tampoco se había atrevido a decir nada de
eso al Patronus de Draco, cuando habían organizado esta reunión
con unos cuantos mensajes breves intercambiados; y no
únicamente porque Lucius pudiera estar escuchando. Había sido
suficiente saber que el pensamiento feliz de Draco seguía siendo
feliz, y que todavía había sido capaz de querer que Harry lo supiera.

Lucius Malfoy habló primero, su voz controlada, su expresión firme.


"No comprendo lo que sucede en Hogwarts, Harry Potter. ¿Te
importaría explicármelo?"

"No lo sé," Harry contestó. "Si comprendiera estos eventos no


habría permitido que sucedieran, Señor Malfoy."

"Entonces contesta mi pregunta. ¿ Quién eres tú?"

Harry observó fijamente al rostro de su acreedor. "No soy Quien-Tú-


Sabes, como tú pensaste que yo era," Harry replicó. Al no ser un
completo idiota, eventualmente había deducido con quién había
pensado Lucius Malfoy que estaba hablando en frente del
Wizengamot. "Obviamente no soy un niño normal. Igualmente obvio,
eso probablemente tiene algo que ver con todo el asunto del Niño-
Que-vivió. Pero no sé qué, o por qué, más de lo que tú sabes. Yo
interrogué al Sombrero Seleccionador y tampoco sabía nada."

Lucius Malfoy asintió distante. "No pude pensar en ninguna razón


por la que tú pagarías cien mil Galeones para salvar la vida de una
sangre sucia. Ninguna razón excepto una, que tendría en cuenta el
poder de ella y su sed de sangre; sin embargo ella murió en las
manos de un trol, y tú sobreviviste. Y además mi hijo me ha contado
mucho sobre ti, Harry Potter, que no tenían ni el más mínimo
sentido, he escuchado desvaríos de los locos en San Mungo y eran
mucho más sensatos que los eventos que mi hijo me reveló bajo
Veritaserum que tú realizaste, y esa porción de esta locura delirante,
de la que tú personalmente te has encargado, haré que me la
expliques a mí, y ahora."

Harry se giró para ver a Draco, quien lo contempló a él con un rostro


que estaba arruinando, el estar controlado, y luego volviendo a
ponerse tenso.

"A mi también," Draco Malfoy añadió con voz aguda y temblorosa,


"me gustaría, saber, por qué, Potter."

Harry cerró sus ojos, y habló sin mirar. "Un niño criado por Muggles
que creyó que era inteligente. Tú me viste, Draco, y pensaste que
sería muy útil si al Niño-Que-Vivió, de todos los niños en tu mismo
año, se le pudiera mostrar la verdad de las cosas, si podíamos ser
amigos. Y yo pensé lo mismo sobre ti. Sólo que, tú y yo creíamos
que la verdad eran cosas diferentes. No que yo esté afirmando que
hay verdades diferentes, o sea, hay diferentes creencias pero
únicamente una realidad, únicamente un universo que puede hacer
que aquellas creencias sean verdaderas o falsas -"

"Me mentiste."

Harry abrió sus ojos como platos y contempló a Draco. "Yo prefería
decir," Harry argumentó, no del todo con una voz firme, "que las
cosas que te conté eran verdaderas desde un cierto punto de vista."
"¿Un cierto punto de vista?" Draco Malfoy se veía igual de enojado a
lo que Luke Skywalker había tenido derecho a estar, y no en el
estado de ánimo para aceptar las excusas de Kenobi. "Hay una
palabra para las cosas que son verdad desde un cierto punto de
vista. ¡Se llaman mentiras! "

"O trucos," Harry declaró sin pausa. "Afirmaciones que son


técnicamente verdad pero engañan al que escucha para que se
forme creencias que son falsas. Creo que vale la pena hacer la
diferencia. Lo que te conté fue una profecía auto-cumplida; creíste
que no te podías engañar a ti mismo, así que no lo intentaste. Las
habilidades que aprendiste son reales, y habría sido muy malo para
ti empezar a combatir dichas creencias internamente. Las personas
no pueden hacerse creer a sí mismas que azul es verde por mera
fuerza de voluntad, sin embargo pueden creer que pueden, y eso
puede ser igual de malo."

"Tú me usaste," acusó Draco Malfoy.

"Únicamente de una manera que te hiciera más fuerte. Eso es lo


que significa ser usado por un amigo."

"¡Incluso yo sé que eso no es amistad!"

Fue Lucius Malfoy quien volvió a hablar. "¿Para qué propósito?


¿Con qué fin?" Incluso la voz del mayor de los Malfoy no era del
todo estable. " ¿Por qué?"

Harry lo observó a él durante un momento, y luego se giró hacia


Draco. "Tu padre probablemente no va a creer esto," Harry explicó.
"Aunque tú, Draco, deberías ser capaz de ver que todo lo que ha
sucedido es compatible con esta hipótesis. Y que cualquier hipótesis
más cínica no explicaría por qué no te presioné con más dureza
cuando tú creíste que yo tenía dominio sobre ti, o por qué te enseñé
tanto. Pensé que el heredero de la Casa Malfoy, quien había sido
visto públicamente coger una niña hija de Muggles para evitar que
se cayera del techo de Hogwarts, sería un buen candidato para
liderar a la Bretaña mágica tras la reforma."
"Así que me quieres hacer creer," Lucius Malfoy replicó con voz
tenue, "que afirmas estar demente. Bueno, dejemos todo eso de
lado. Dime quién liberó el trol en Hogwarts."

"No lo sé," Harry respondió.

"Dime de quién sospechas, Harry Potter."

"Tengo cuatro sospechosos. Uno de ellos es el Profesor Snape -"

" ¿Snape? " Draco exclamó.

"El segundo, por supuesto, es el Profesor de Defensa de Hogwarts,


nada más porque es el Profesor de Defensa." A Harry le habría
gustado dejarlo por fuera, al no querer llamar la atención de los
Malfoy sobre el Profesor Quirrell si él era inocente, pero Draco
podría haberlo señalado. "El tercero, no me lo vas a creer. El cuarto
es una categoría general llamada Todo lo Demás." Y el quinto, el
Señor Voldemort, No creo que lo deba nombrar para ti.

La cara de Lucius Malfoy se torció en un gruñido. "¿Piensas que no


puedo reconocer la carnada en tu anzuelo? Cuéntame sobre esta
tercera posibilidad, Potter, la que deseas que yo crea que es la
verdadera respuesta, y deja ya de jugar."

Harry se dirigió al Señor Malfoy con firmeza. "Una vez leí un libro
que no tendría que haber leído, y me reveló esto: la Comunicación
es un evento que toma lugar entre iguales. Los empleados le
mienten a sus jefes, quienes, a cambio, esperan que se les mienta.
No estoy fingiendo ser recatado, estoy observando que simplemente
no es posible, en nuestra situación actual, que yo le cuente sobre el
tercer sospechoso, y hacer que crea que mi historia no es un
señuelo."

Entonces habló Draco. "Es Padre, ¿no es así?"

Harry le dedicó a Draco una mirada de sorpresa.


Draco habló sin vacilación. "Sospechas que Padre envió el trol
dentro de Hogwarts para matar a Granger, ¿no es así? ¡Eso es lo
que estás pensando, no es así!"

Harry abrió su boca para expresar, Pues en realidad, no, y luego


logró reflexionar por adelantado y se detuvo a sí mismo por una vez
en su vida.

"Ya veo…" Harry expuso lentamente. "Con que de eso se trata.


Lucius Malfoy públicamente declara que Hermione no saldrá impune
de lo que hizo, y he aquí, un trol la asesina." Harry sonrió ahí, de un
modo que mostraba sus dientes. "Y si yo niego eso aquí, luego
Draco, que no es un Oclumante, puede testificar bajo Veritaserum
que el Niño-Que-Vivió no sospecha que Lucius Malfoy fuera quien
envió al trol dentro de Hogwarts para matar a Hermione Granger,
quien había jurado lealtad a la Noble Casa de Potter, cuya deuda de
sangre fue recientemente comprada por cien mil Galeones
etcétera." Harry se recostó ligeramente, aunque su taburete de
madera no tenía un respaldo para hacerlo apropiadamente. "Sin
embargo ahora que eso ha sido señalado, me doy cuenta de que es
muy razonable. Obviamente tú mataste a Hermione Granger, justo
como amenazaste hacerlo en frente de todo el Wizengamot."

"Yo no lo hice," Lucius Malfoy rechazó, sin expresión una vez más.

Harry enseñó sus dientes de nuevo ya sin sonreír. "Bueno entonces,


en ese caso, debe haber alguien más que asesinó a Hermione y
estropeó las protecciones de Hogwarts, la misma persona que antes
intentó culpar a Hermione del ataque sobre Draco Malfoy. O bien tú
mataste a Hermione Granger tras haber pagado por su vida, o
pusiste la culpa del intento de homicidio contra tu hijo sobre una
niña inocente y te apoderaste de todo el dinero de mi familia bajo
falsas pretensiones, una de aquellas dos cosas debe ser verdad."

"Quizá tú la mataste con la esperanza de recuperar tu dinero."


Lucius Malfoy se había apoyado hacia adelante, y miraba fija y
duramente a Harry.
"Entonces yo no habría entregado mi dinero a cambio de ella en
primer lugar. Como tú ya lo sabes. No insultes mi inteligencia, Señor
Malfoy - no, espera, lo siento, nada más tenías que decir eso en
caso de que Draco lo tuviera que testificar, no importa."

Lucius Malfoy se recostó en su silla con la expresión fija.

"Intenté advertirte, Padre," Draco habló por lo bajo, "sin embargo


nadie puede imaginar a Harry Potter hasta que de hecho se reúnen
con él…"

Harry golpeó su mejilla suavemente con un dedo. "¿Así que las


personas están empezando a descubrir lo que es descaradamente
obvio? Estoy sorprendido, en realidad. No hubiera predicho que eso
iba a ocurrir." A estas alturas Harry había dominado el ritmo general
del cinismo del Profesor Quirrell y era capaz de generarlo
independientemente. "No creería que un periódico fuera capaz de
reportar un concepto como 'Sólo uno entr debe ser verdad, pero no
sabemos cuál de los dos.' Únicamente habría esperado que los
periodistas fueran a reportar historias consistiendo de series de
proposiciones atómicas, como 'X es verdad', 'Y es falso', o 'X es
verdad y Y es falso'. Nada de conectores lógicos más complejos
como 'Si X es verdad entonces Y es verdad, aunque no sabemos si
X es verdad'. Y todos los que te apoyan deben estar alternando
rápidamente entre 'No puedes demostrar que el Señor Malfoy mató
a Granger, pudo haber sido alguien más' y 'No puedes demostrar
que hubo alguien más intentando culpar a Granger', mientras sea
una incertidumbre ellos deberían intentar defender los dos puntos al
mismo tiempo… espera, ¿acaso no eres tú el dueño de el Diario el
Profeta?"

"El Diario el Profeta," Lucius Malfoy replicó con tenue voz, "que
ciertamente yo no poseo, es demasiado respetable para publicar
cualquier desvarío tan injurioso. Infortunadamente, no todos los
magos de influencia son tal razonables."

"Ah. Lo capto." Harry asintió.


Lucius oteó a Draco. "El resto de lo que dijo - ¿fue de alguna
importancia?"

"No, Padre, no lo fue."

"Gracias, hijo." Lucius regresó su mirada hacia Harry. Su voz,


cuando habló, fue algo más cercano a su usual arrastre de palabras,
frío y confiado. "Es posible que te pueda persuadir de mostrarte
algún favor, si admites ante el Wizengamot lo que claramente sabes,
que yo no fui responsable por este acto. Estaría dispuesto a reducir
tu deuda pendiente con la Casa Malfoy de un modo bastante
significativo, e incluso ajustar los términos para que permitan un
pago más lejano."

Harry se dirigió a Lucius Malfoy con firmeza. "Lucius Malfoy. Ahora


eres perfectamente consciente de que Hermione Granger fue, de
hecho, culpada usando a tu hijo como carnada, que ella recibió el
Encantamiento de Memoria Falsa o algo peor, y que la Casa de
Potter no tenía nada contra ti antes de eso. Mi contra-propuesta es
que devuelvas el dinero de mi familia, yo anuncio ante el
Wizengamot que la Casa de Potter no guarda rencor alguno contra
la Casa Malfoy, y presentamos un frente unido contra el que sea que
esté haciendo esto. Decidimos romper los roles que se supone
debemos jugar, y nos aliamos entre nosotros en vez de combatir.
Podría ser una cosa que el enemigo no espera que hagamos."

Hubo un breve silencio en el cuarto, excepto por los dos guardas


duendes que siguieron respirando a pesar de todo.

"Tú estás demente," Lucius Malfoy acusó fríamente.

"Se llama justicia, Señor Malfoy. No es posible que espere que yo


coopere contigo mientras posees la fortuna de la Casa Potter bajo lo
que sabes son falsas pretensiones. Comprendo como lo viste antes,
sin embargo ahora sabes más."

"No tienes nada para ofrecerme que pueda valer cien mil Galeones."
"¿No lo tengo?" Harry expuso distante. "Eso lo cuestiono. Creo
bastante probable que te importe más la fortuna a largo plazo de la
Casa Malfoy que cual fuera el último asunto político de la
generación anterior que el Señor Oscuro convirtió en su caballo de
batalla personal." Harry contempló significativamente a Draco. "La
siguiente generación está dibujando sus propias líneas de batalla y
formando nuevas alianzas. Así que tu hijo puede quedar congelado
por fuera de eso, o puede ir directamente a la cima. ¿Es eso más
valioso para ti que cuarenta mil Galeones que no estabas esperando
en particular y que particularmente no necesitas?" Harry sonrió
finamente. "Cuarenta mil Galeones. Dos millones de libras esterlinas
Muggle. Tu hijo conoce algunas cosas sobre el tamaño de la
economía Muggle que te podrían sorprender. Ellos encontrarán muy
divertido, que el destino de un país esté girando alrededor de dos
millones de libras esterlinas. Ellos creerían que es adorable. Y yo
pienso lo mismo, Señor Malfoy. Esto no se trata de mi
desesperación. Esto es sobre ti teniendo la oportunidad justa para
ser justo."

"¿Oh?" dijo el Señor Malfoy. "¿Y si rehúso tu oportunidad justa, qué


entonces?"

Harry se encogió de hombros. "Depende de qué tipo de gobierno de


coalición se vaya a formar sin los Malfoys. Si el gobierno puede ser
reformado pacíficamente y puede perturbar la paz hacerlo de otro
modo, te pagaría el dinero con mero efectivo. O quizá los Mortífagos
serían retirados por crímenes pasados y ejecutados como un asunto
de justicia, como resultado de un proceso legal, por supuesto."

"Verdaderamente estás demente," Lucius Malfoy habló en voz baja.


"No tienes poder, ni riqueza, y aún así pronuncias tales cosas ante
mí."

"Sí, es tonto de mí creer que podría darte miedo. Después de todo,


no eres un Dementor."

Y Harry siguió sonriendo. Lo había investigado, y aparentemente un


bezoar sí curaría casi cualquier veneno si lo introduces en la boca
de alguien lo suficientemente rápido. Quizá eso no repararía el daño
de la radiación del polonio Transformado, aunque considerando
todo, quizá sí lo haría. Así que Harry había investigado los puntos
de congelamiento de diversos ácidos, y resultó que el ácido sulfúrico
se congelaría con tan sólo diez grados Celsius, lo que significaba
que Harry podría comprar un litro de ácido en el mercado Muggle,
ponerlo a congelar hasta que fuera sólido, y Transformarlo hasta
que fuera una pequeña ficha de agua-hielo casi invisible para ser
metida dentro de la boca de alguien e ingerida. Ningún bezoar iba a
compensar eso, una vez que la Transformación se deshiciera. Harry
no tenía intención de pronunciarlo en voz alta, por supuesto, pero
ahora que había fallado de una manera decisiva para prevenir
cualquier muerte durante su misión, ya no tenía intención de ser
limitado por la ley ni tampoco por el código de Batman.

Última oportunidad de vivir, Lucius. Hablando desde la ética, tu vida


fue comprada y pagada el día que cometiste tu primer atrocidad
para los Mortífagos. Todavía eres humano y tu vida tiene un valor
intrínseco, sin embargo ya no tienes la protección deontológica de
un inocente. Cualquier persona buena está licenciada para matarte
ahora, si consideran que salvarán más vidas a la larga; y voy a
concluir tal cosa sobre ti, si empiezas a meterte en mi camino. Quien
fuera que hubiese enviado el trol tras Granger también debe haberte
puesto como objetivo y atacado con alguna maldición que convierte
a los otrora Mortífagos en una pila de baba. Muy triste.

"Padre," Draco comentó con voz reducida. "Creo que deberías


considerarlo, Padre."

Lucius Malfoy observó a su hijo. "Debes estar bromeando."

"Es verdad. No creo que Potter haya inventado sus libros, nadie
podría haber escrito todo eso por su cuenta y hubo cosas allí que yo
pude revisar por mí mismo. E incluso si únicamente la mitad de lo
que hay allí es verdad, él está en lo correcto, cien mil Galeones no
son tanto. Si le damos lo que nos pide él realmente será amigo de la
Casa Malfoy otra vez - del modo que él cree que son los amigos, al
menos. Y si no lo hacemos, él será tu enemigo, sea lo más
conveniente para él o no, él simplemente irá contra ti. Harry Potter
realmente piensa así. Para él no se trata del dinero, es sobre lo que
él considera que es honor."

Harry Potter inclinó su cabeza, todavía sonriendo.

"Aunque vamos a dejar una cosa muy clara," Draco alegó, ahora
observando a Harry directamente. Había una luz fiera dentro de sus
ojos. " Me engañaste. Y estás en deuda conmigo. "

"Reconocido," Harry dijo con calma. "Condicionado del resto, por


supuesto."

Lucius Malfoy abrió su boca para pronunciar quién-sabe-qué y luego


la volvió a cerrar. "Demente," volvió a repetir.

Hubo un largo argumento entre padre e hijo durante el cual Harry se


las arregló para mantener su boca cerrada.

Cuando pareció que ni siquiera Draco sería capaz de persuadir a su


padre, Harry volvió a hablar, y propuso sus siguientes pasos a
seguir, si las Casas de Potter y Malfoy pudieran cooperar.

Luego hubo una nueva discusión entre Lucius y Draco, durante la


cual Harry volvió a guardar silencio.

Finalmente los ojos de Lucius Malfoy se giraron hacia Harry. "Y tú


crees," Lucius Malfoy dijo, "que puedes persuadir a Longbottom y
Bones para que sigan esta noción, incluso si Dumbledore se
opone."

Harry asintió. "Sospecharan si estás involucrado, por supuesto.


Aunque les voy a comunicar que fue mi plan desde el principio, y
eso debería ayudar."

"Supongo," Lucius Malfoy habló tras una pausa, "que podría hacer
que se formule un contrato, absolviendo tu persona de casi toda la
deuda remanente, si por alguna razón sigo adelante con esta
demente idea. Necesitará mayores garantías, por supuesto -"

Harry prontamente metió la mano dentro de su túnica y extrajo un


pergamino, lo fue desplegando y abriendo a través de la mesa
dorada. "Yo mismo me tomé la libertad, en realidad," Harry explicó.
Había pasado algunas cuidadosas horas en la biblioteca de
Hogwarts con los libros de leyes disponibles. Por fortuna, hasta
donde Harry pudo averiguar, las leyes de la Bretaña mágica eran
encantadoras por su simpleza en comparación a los estándares
Muggle. Escribir que la deuda de sangre original y su paga habían
sido canceladas, la fortuna de los Potters y los demás objetos dentro
de la bóveda serían devueltos, y la deuda restante anulada, sin
ningún perjuicio para los Malfoys, no eran más que un par de líneas
extra que decirlo en voz alta. "Tuve que prometer a mis tutores que
no iba a firmar nada que usted me diera. Así que me aseguré de
armar esto yo mismo, y firmarlo antes de venir."

Draco emitió una carcajada ahogada.

Lucius leyó a través del contrato, sonriendo sin humor. "Cuán


bellamente directo."

"También prometí no tocar una pluma mientras estaba en Gringotts,"


Harry dijo. Volvió a meter la mano dentro de su túnica y sacó un
lapicero Muggle, junto con una hoja de papel normal. "¿Estará todo
bien si lo escribo de esta manera?" Harry rápidamente garabateó un
párrafo al estilo legal para el efecto de que la Casa Potter no iba a
tener a la Casa Malfoy como responsable de ninguna manera por el
asesinato de Hermione Granger y no creía que tuvieran nada que
ver con aquello, luego alzó el papel para que el Señor Malfoy lo
pudiera inspeccionar.

El Señor Malfoy miró el papel, giró sus ojos ligeramente, y opinó,


"Lo suficientemente bueno, supongo. Aunque para tener el
significado apropiado, deberías usar el término legal indemnizar en
vez de exonerar -"
"Buen intento, pero no. Sé exactamente lo que esa palabra significa,
Señor Malfoy." Harry cogió su pergamino y empezó a copiar su
boceto original de modo más cuidadoso.

Cuando Harry terminó, el Señor Malfoy cogió el lapicero que estaba


al otro lado de la mesa dorada, viéndola bastante pensativo. "Uno
de tus artefactos Muggle, ¿supongo? ¿Qué hace esto, hijo?"

"Escribe sin necesitar un tintero," Draco respondió.

"Puedo ver eso. Supongo que algunos lo podrían considerar un


artilugio divertido." Lucius alisó el contrato del pergamino sobre la
mesa, luego ubicó su mano sobre la línea de las firmas, golpeando
pensativa y suavemente sobre el punto de inicio.

Harry apartó sus ojos, de la cara de Lucius Malfoy, obligándose a sí


mismo a respirar regularmente, no del todo capaz de evitar que sus
músculos se fueran poniendo tensos.

"Nuestro buen amigo, Severus Snape," dijo Lucius Malfoy, todavía


golpeando suavemente el lapicero sobre la línea que esperaba su
firma. "El Profesor de Defensa, llamándose a sí mismo Quirrell.
Ahora pregunto de nuevo, ¿quién es tu tercer sospechoso, Harry
Potter?"

"Te recomendaría fuertemente que firmes primero, Señor Malfoy, si


lo vas a hacer de todos modos. Te vas a beneficiar más de esta
información si no crees que te estoy intentando persuadir de algo."

Otra sonrisa sin humor. "Voy a arriesgarme. Habla, si deseas que


esto continúe."

Harry dudó, luego habló con voz controlada, "Mi tercer sospechoso
es Albus Dumbledore."

El lapicero todavía tocando ligeramente el pergamino. "Un extraño


alegato," Lucius arrastró las palabras. "Dumbledore perdió mucha
credibilidad cuando un estudiante de Hogwarts murió bajo su cargo.
¿Supones que voy a creer cualquier cosa de él, únicamente porque
es mi enemigo?"

"Él no es más que un sospechoso entre muchos, Señor Malfoy, y no


necesariamente el más plausible. Sin embargo la razón por la que
fui capaz de matar a un trol de montaña sobre-desarrollado fue que
tenía un arma que Dumbledore me dio, al inicio de este año escolar.
No es evidencia fuerte, aunque es sospechoso. Y si estás pensando
que el asesinato de uno de sus estudiantes no es el estilo de
Dumbledore, bueno, yo he tenido el mismo pensamiento."

"¿ No es su estilo?" Draco Malfoy cuestionó.

Lucius Malfoy sacudió su cabeza con un mesurado, cuidadoso


movimiento. "No del todo, mi hijo. Dumbledore es particular en sus
maldades." El Señor Malfoy se recostó en su silla, y luego se sentó
muy derecho. "Cuéntame de esta arma."

"Todavía no tengo la certeza de que deba dar esos detalles ante tu


presencia, Señor Malfoy." Harry respiró profundamente. " Déjame
ser claro sobre esto. No estoy intentando venderte la idea de que
Dumbledore está detrás de esto, nada más incrementando la
posibilidad -"

Luego Draco Malfoy habló. "El dispositivo que Dumbledore te dio -


¿era algo para asesinar un trol? O sea, ¿ únicamente un trol?
¿Puedes contarnos eso?"

Lucius giró su cabeza para observar a su hijo con algo de sorpresa.

"No…" Harry contestó lentamente. "No era específicamente una


espada asesina anti-trol, o algo como eso."

Los ojos de Draco eran intensos. "¿Ese dispositivo habría


funcionado contra un asesino?"

No de haber tenido escudos levantados. "No."


"¿Una pelea en la escuela?"

Una roca expandida en la garganta es letal de una manera


inherente. "No. No creo que fuera hecha para ser usada contra
humanos."

Draco asintió. "Así que solamente criaturas mágicas. ¿Habría sido


una buena arma contra un Hipogrifo enojado, o algo como eso?"

"¿El Maleficio Paralizador funciona sobre los Hipogrifos?" Harry


interrogó lentamente.

"No lo sé," dijo Draco.

"Sí," contestó Lucius Malfoy.

Comparado a intentar utilizar un Wingardium Leviosa y un Finite


Incantatem - "Entonces un Maleficio Paralizador sería una mejor
manera de lidiar con un Hipogrifo." Explicado de ese modo, parecía
bastante que una roca Transformada era un arma óptima
únicamente contra una criatura mágica de carne y hueso con piel
resistente a los hechizos. "Aunque… o sea, podría ser que ni
siquiera hubiese sido hecha con la intención de que fuera un arma,
la usé de un modo extraño, pudo no haber sido más que el capricho
de un loco -"

"No," Lucius Malfoy habló lentamente. " No un capricho. Ni


coincidencia. No con Dumbledore."

"Entonces se trata de él," Draco insistió. Lentamente los ojos de


Draco se fueron estrechando, y asintió viciosamente. "Ha sido él
desde el principio. La Legeramente de la corte afirmó que alguien
había usado Legeremancia sobre Granger. Dumbledore admitió que
fue él. Y apuesto que las protecciones sí se dispararon cuando
Granger me maldijo y Dumbledore solamente las ignoró ."

"Pero -" Harry vaciló. Observó a Lucius, dudando de si realmente


era para su ventaja cuestionar esta idea. "¿Cuál sería su
motivación? ¿Vamos a decir que porque él es malo y dejarlo así?"

Draco Malfoy saltó de su silla y empezó a caminar alrededor del


cuarto, la túnica negra aleteando detrás del joven niño, los guardias
duendes viéndolo con algo de sorpresa a través de sus visores
encantados. "Para descubrir un plan extraño, hay que observar lo
que sucede, entonces preguntarse quién se beneficia. Excepto que
Dumbledore no había planeado que tú fueras a salvar a Granger
durante su juicio, él intentó evitar que lo hicieras así. ¿Qué habría
ocurrido si Granger hubiese ido a Azkaban? La Casa Malfoy y la
Casa Potter se habrían odiado entre sí por siempre. De entre todos
los sospechosos, el único que quiere eso es Dumbledore. Así que
encaja. Todo encaja. Aquel que realmente cometió el asesinato es -
¡Albus Dumbledore!"

"Pues," Harry dijo. "¿Pero por qué darme a mí un arma anti-trol?


Mencioné que era sospechoso, no que tuviera mucho sentido."

Draco asintió pensativo. "Tal vez Dumbledore pensó que ibas a


detener al trol antes de que llegara hasta Granger para luego culpar
a Padre por haberlo enviado. Muchas personas se habrían enojado
bastante de pensar que Padre tan siquiera había intentado hacer
algo así, dentro de Hogwarts. Como Padre afirmó, Dumbledore
debió perder credibilidad cuando las personas descubrieron que una
estudiante había muerte en Hogwarts de verdad, ser segura es por
lo que Hogwarts es famosa. Así que esa parte probablemente no se
suponía que fuera a suceder."

La mente de Harry recordó involuntariamente el horror en los ojos


de Dumbledore cuando había visto el cuerpo de Hermione Granger.

¿Habría llegado allí a tiempo, si el mapa mágico de los gemelos


Weasley no hubiese sido robado? ¿Podría ese haber sido el plan? Y
luego, aunque Dumbledore no lo sabía, alguien más robó dicho
mapa, y yo llegué demasiado tarde… pero no, eso no tiene mucho
sentido, lo descubrí demasiado tarde, cómo podría Dumbledore
haber deducido que si yo usaba una escoba… bueno, él sí sabía
que yo tenía una…
No había forma de que un plan como ese pudiera funcionar.

Y no había funcionado.

Aunque alguien que se estaba poniendo un poco senil podría haber


esperado que fuera a funcionar, y un fénix podría desconocer la
diferencia.

"O," Draco Malfoy continuó, todavía paseando enérgico, "quizá


Dumbledore tenía un trol encantado por ahí, y esperaba que tú lo
fueras a derrotar en algún momento, para algún otro plan, y en vez
de eso usó el trol sobre Granger. No puedo imaginar que
Dumbledore tuviera todo esto planeado desde la primera semana de
clases -"

"Yo lo puedo imaginar," Lucius Malfoy habló en un tono bajo. "Yo lo


he visto antes, de parte de Dumbledore."

Draco asintió con decisión. "Entonces nunca se suponía que yo


fuera a morir en el primer plan. Dumbledore sabía que el Profesor
Quirrell me estaba vigilando, o Dumbledore planeaba hacer que
alguien más me fuera a encontrar a tiempo - yo no podía testificar
contra Granger de haber estado muerto, y habría perdido
credibilidad de haber muerto yo. Pero que yo hubiese abandonado
Hogwarts y no hubiese estado ahí para liderar a Slytherin habría
sido perfecto para él. Y luego en la siguiente ocasión se suponía
que Harry debía detener el trol antes de alcanzar a Granger y se
suponía que todos debían culparte a ti, Padre, únicamente que esa
vez las cosas no salieron como Dumbledore lo había planeado."

Lucius Malfoy levantó sus ojos grises, de donde había estado


contemplando a su hijo con abierta sorpresa. "Si esto es verdadero -
pero me pregunto si Harry Potter únicamente está pretendiendo ser
reluctante a creerlo."

"Tal vez," Draco argumentó. "Aunque estoy bastante seguro de que


ese no es el caso."
"Entonces, si esto es cierto…" La voz de Lucius Malfoy se fue
perdiendo. Una lenta furia iluminando sus ojos.

"¿Qué vamos a hacer, exactamente?" Harry interrogó.

"Eso, también, es claro para mí," Draco declaró. Se giró hacia ellos
y levantó un dedo muy alto en el aire. "¡Deberemos hallar la prueba
para condenar a Dumbledore de este crimen, y llevarlo ante la
justicia!"

Harry Potter y Lucius Malfoy se vieron entre sí.

Ninguno de los dos supo muy bien qué decir.

"Hijo mío," Lucius Malfoy habló tras un tiempo, "ciertamente, lo has


hecho muy bien el día de hoy."

"¡Gracias, Padre!"

"Sin embargo, esta no es una obra de teatro, nosotros no somos


Aurores, y no ponemos nuestra confianza en los juicios."

Algo de la luz se apagó en los ojos de Draco. "Oh."

"Yo, ah, sí tengo un cierto apego emocional por los juicios," Harry
intervino. No puedo creer que estoy teniendo esta conversación.
Necesitaba ir a su cuarto y coger una hoja de papel y lapicero e
intentar descubrir si el razonamiento de Draco en realidad tenía
sentido. "Y evidencia."

Lucius Malfoy giró su atención hacia Harry Potter entonces, y sus


ojos resplandecieron en pura furia gris.

"Si me has engañado," Lucius Malfoy explicó con un bajo tono a


causa de la ira, "si todo esto es una mentira, entonces no te voy a
perdonar. Pero si esto no es un engaño… Trae ante mí la prueba
para condenar a Dumbledore de este asesinato ante el Wizengamot,
o evidencia suficiente para poderlo derribar, y no hay nada que la
Casa Malfoy deje de hacer por ti, Harry Potter. Nada."
Harry respiró profundamente. Necesitaba reflexionar sobre todo esto
y descubrir las probabilidades reales, pero no tenía tiempo . "Si es
Dumbledore, entonces llegarlo a remover del tablero dejará un gran
hoyo en la estructura de poder de Bretaña."

"Así será," Lucius Malfoy dijo con una sonrisa siniestra. "¿Tienes la
ambición de llenar esa posición tú mismo, Harry Potter?"

"A algunos de tus opositores podría no gustarles eso. Ellos podrían


combatir."

"Van a perder," Lucius Malfoy afirmó, ahora con un rostro tan duro
como el hierro.

"Así que esto es lo que quiero que la Casa Malfoy haga por mí,
Señor Malfoy, si Dumbledore es removido por mi causa. Cuando la
oposición esté más aterrada - ahí es cuando se les va a ofrecer un
arreglo de último minuto para evitar una guerra civil. Algunos de tus
aliados lo podrían no preferir, sin embargo habría varios neutrales
que estarán felices de ver estabilidad. El trato será que en vez de tú
asumiendo el poder de inmediato, Draco Malfoy asumirá el poder
cuando sea mayor de edad."

" ¿Qué? " Draco exclamó.

"Draco ha testificado bajo Veritaserum que intentó ayudar a


Hermione Granger. Apuesto que habrá muchas personas en la
oposición que preferirán arriesgarse con él en vez de combatir. No
estoy seguro de cómo lo puedes hacer cumplir exactamente -
Juramentos Inquebrantables o contratos de Gringotts o qué - pero
habrá algún tipo de poder compacto ejecutable yendo para Draco
después de que se gradúe de Hogwarts. Yo sumaré cualquier apoyo
que el Niño-Que-Vivió tenga para ese trato. Intentar persuadir a
Longbottom y Bones y etcétera. Nuestro primer plan allana el
camino para que eso ocurra después, si eres cuidadoso en actuar
honorable cuando tengas que lidiar con Longbottom y Bones en esta
ocasión."
"Padre, te juro que yo no iba a -"

El rostro de Lucius se torció por una siniestra sonrisa. "Sé que no lo


hiciste, hijo. Bueno." El hombre de cabello blanco contempló a Harry
Potter desde el otro de la mesa dorada. "Aquellos términos son
aceptables para mí. Pero si no cumples alguna parte de nuestro
acuerdo, ya sea de nuestro primer trato, o el segundo, habrá
consecuencias para ti, Harry Potter. Palabras astutas no van a evitar
eso."

Y Lucius Malfoy firmó el pergamino.

Ojoloco Moody había estado observando la puerta de bronce del


cuarto de reunión de Gringotts por lo que parecieron horas, tan fijo
como podía mirar a una sola cosa un hombre cuya vista veía en
todas direcciones.

El problema con intentar sospechar de un hombre como Lucius


Malfoy, Moody pensó, era que podías pasar un día entero pensando
en todo lo que podría estar tramando, y todavía no habrías
terminado.

La puerta crujió al abrirse y Harry Potter salió arrastrando los pies,


pequeños parches de sudor todavía sobre su frente.

"¿Firmaste algo?" Ojoloco demandó al instante.

Harry Potter lo contempló en silencio, luego metió la mano dentro de


su túnica y extrajo un pergamino doblado. "Los duendes ya están
ejecutando esto," respondió Harry Potter. "Hicieron tres copias antes
de que me fuera."

"MALDITO SEA MERLÍN HIJO -" Moody hizo una pausa cuando su
Ojo captó la segunda mitad del documento mientras Harry Potter
lentamente, como con reluctancia, empezó a desdoblar la parte de
arriba. Un vistazo bastó para atrapar los parágrafos escritos con
cuidadosa letra, La elegante firma de Lucius Malfoy bajo la firma de
Harry Potter. Y luego Moody explotó, al mismo tiempo que la mitad
inferior del documento comenzó a entrar dentro de su Vista. "¿Tú
exoneraste a la Casa Malfoy de cualquier responsabilidad en la
muerte de Hermione Granger? ¿Tienes alguna idea de lo que has
hecho, pequeño tonto? Por qué en el nombre de Merlín hiciste algo
como QUÉ -"

Nota del Traductor (21 de Diciembre de 2019)

El próximo capítulo es de 3.000 palabras, así que lo publicaré en el


28 de Diciembre, y en mi blog y en FFN para el 4 de Enero.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Roles Final
Capítulo 98: Roles, Final

Domingo, Abril 19, 6:34pm.

Daphne Greengrass caminaba en silencio hacia el cuarto de


Greengrass bajo los calabozos de Slytherin, el privilegio de una
Antigua Casa; iba a dejar allí su baúl tras bajarse del Expreso de
Hogwarts, antes de unirse con el resto de estudiantes para la cena.
Toda el área privada había sido de exclusividad suya desde que
Malfoy se había ido. Su mano, detrás de ella, hacía repetitivos
gestos de ven-conmigo al enorme baúl adornado con esmeraldas,
que parecía vacilar en seguirla. Quizá los encantamientos del
resistente objeto familiar necesitaban ser aplicados de nuevo; o tal
vez su baúl estaba reluctante a seguirla dentro de Hogwarts, que ya
no era segura.

Hubo una larga charla entre Madre y Padre, tras haber sido
informados sobre Hermione; con Daphne escondida tras una puerta
para escuchar, ahogando sus lágrimas e intentando no hacer
sonidos.

Madre había señalado el triste hecho de que si era una única muerte
de un estudiante cada año, bueno, eso todavía hacía a Hogwarts
más segura que Beauxbatons, y mucho más que Durmstrang. Había
más maneras de que una joven bruja resultara asesinada. El
Maestro de Transformación de Beauxbatons no estaba en el mismo
nivel que McGonagall, Madre había afirmado.

Padre había remarcado sobriamente cuán importante era para la


heredera de los Greengrass permanecer en Hogwarts donde el
resto de las familias Nobles habían enviado a sus hijos a estudiar
(era la razón para la antigua tradición de las familias Nobles de
sincronizar el nacimiento de sus hijos, para ponerlos en Hogwarts
durante el mismo año, de ser posible). Y Padre había dicho que ser
la heredera de una Más Antigua Casa significaba que no siempre
podrías alejarte de los problemas.

Ella habría estado mejor sin escuchar la última parte.

Daphne tragó saliva con fuerza, mientras giró el picaporte, y abrió la


puerta.

"Señorita Greengrass -" murmuró desde las sombras una figura


dentro de una túnica plateada.

Daphne gritó y cerró la puerta de un portazo y sacó su varita y se


giró para correr.

"¡Espera!" gritó la voz, ahora más alto y fuerte.

Daphne hizo una pausa. No era posible que ese pudiera ser a quien
sonaba que era.

Lentamente, Daphne se giró, y abrió la puerta otra vez.

"¡Tú!" Daphne exclamó asombrada, al ver el rostro bajo la capucha.


"Pensé que estabas -"

"He regresado a ustedes ahora," la figura de túnica plateada habló


con una fuerte voz, "ante el giro de -"

" ¿Qué estás haciendo en mi dormitorio? " chilló Daphne.

"Escuché que puedes invocar la forma de neblina del


Encantamiento Patronus. ¿La puedo ver?"

Daphne miró fijamente, y luego su sangre empezó a arder. "¿Para


qué?" ella replicó, manteniendo su varita alzada. "¿Para que puedas
matar a todos dentro de Slytherin que pueden usar hechizos no-
Slytherin? ¡Todos sabemos quien fue el que arregló el asesinato de
Hermione!"
La voz de la figura se alzó. "¡Yo juré bajo Veritaserum que intenté
ayudar a la Señorita Granger! Realmente estaba intentando
ayudarla, cuando cogí su mano en el techo, cuando la ayudé a
levantarse del suelo -"

Daphne mantuvo su varia alzada. "Como si tu padre no pudiera


alterar los registros de los Aurores, ¡cuando se le dé la gana! ¡Yo no
nací ayer, Señor Malfoy! "

Lentamente, como para no causar alarma, la figura dentro de la


túnica plateada sacó una varita. La mano de Daphne se apretó
sobre su propia varita, pero entonces reconoció la posición de los
dedos sobre la otra varita, la postura que la figura estaba
asumiendo, y contuvo la respiración por la conmoción -

"¡Expecto Patronum! "

Luz plateada surgió de la punta de la otra varita - y condensada,


formando una resplandeciente serpiente que parecía enroscarse en
el aire como si fuera hacer su nido allí.

Ella nada más se quedó con la boca abierta.

"Yo sí intenté ayudar a Hermione Granger," Draco Malfoy declaró


con voz controlada. "Porque conozco la enfermedad en el corazón
de la Casa de Slytherin, la razón por la que tantos de nosotros ya no
pueden invocar el Encantamiento Patronus, es el odio. Odio de los
hijos de Muggles, o de cualquiera en realidad. Las personas creen
que de eso se trata ser un Slytherin ahora, nada de astucia o
ambición o el honor de la nobleza. E incluso yo sé, porque era obvio
si lo veías, que la magia de Hermione Granger no era débil."

La mente de Daphne se había puesto completamente en blanco.


Sus ojos apuntaron alrededor nerviosamente, sólo para revisar que
no había sangre saliendo bajo las puertas, como la última vez que
Algo se había Roto.
"Y también deduje," Draco Malfoy habló en voz baja, mientras la
serpiente plateada siguió brillando con inconfundible luz y tibieza,
"que Hermione Granger nunca intentó matarme realmente. Quizá
ella recibió el Encantamiento de Memoria Falsa, tal vez fue un
ataque de Legeremancia, sin embargo ahora que ella fue asesinada,
es obvio que la Señorita Granger fue el objetivo en primer lugar,
cuando alguien la intentó culpar por mi muerte -"

"¿A-a-acaso sabes lo que estás diciendo? " la voz de Daphne se


rompió. Si Lucius Malfoy escuchaba a su heredero pronunciando
tales cosas - ¡le iba arrancar la piel a Draco y usarla para hacerse
unos pantalones!

Draco Malfoy sonrió, su túnica fulgurando como metal bajo la luz del
Patronus totalmente corpóreo; era una sonrisa a la vez arrogante y
peligrosa, como si ser convertido en un pantalón de cuero fuera la
última de sus preocupaciones. "Sí," dijo Draco, "aunque eso no
importa ahora. La Casa Malfoy le va a devolver el dinero a la Casa
Potter y cancelar la deuda."

Daphne caminó hacia su cama y luego cayó sobre ella, esperando


que pudiera despertar del sueño una vez que estuviera en su cama.

"Me gustaría que te unieras a una conspiración." explicó la figura


dentro de la túnica brillante. "Todos los de Slytherin que puedan
invocar el Encantamiento Patronus, y todos los que puedan
aprender. Así sabremos que podemos confiar entre nosotros,
cuando los Slytherins Plateados se reúnan." Con un gesto
dramático, Draco Malfoy echó para atrás su capucha. "Pero no va a
funcionar sin ti, Daphne Greengrass. Tú y tu familia. Tu madre lo va
a negociar con Padre, sin embargo me gustaría que los Greengrass
pudieran escuchar la propuesta de tu boca, primero." La voz de
Draco Malfoy bajó hasta ser sombría. "Hay mucho que debemos
conversar, antes de cenar."


Harry Potter había, aparentemente, decidido quedarse invisible;
apenas y pudieron echar un vistazo a su mano por un breve
momento, cuando les entregó la lista, escrita en algo extraño que no
era un pergamino. Harry había explicado que, habiendo considerado
todo, realmente no creía que fuera inteligente de su parte ser
ubicado excepto en ocasiones especiales, así que iba a lidiar con
las personas como una voz incorpórea flotante de ahora en
adelante, o como una brillante luz plateada que se escondía detrás
de las esquinas donde nadie la podía ver, y que siempre podía
encontrar a sus amigos sin importar dónde ellos fueran a intentar
esconderse. Era, con toda honestidad, una de las cosas más
repelentes que Fred y George habían llegado a escuchar, durante
una vida que incluía haber llenado los zapatos de cada estudiante
en el segundo año de Slytherin con Milpiés Transformados con vida.
Fred y George no creían posible que esto pudiera ser bueno para la
cordura de nadie, pero no se les ocurría que pronunciar. Pues no
podía ser negado, ellos lo habían visto con sus propios cuatro ojos,
que Hogwarts…

… ya no era segura…

"No sé con quién fueron para el Encantamiento de Memoria Falsa


sobre Rita Skeeter," explicó la voz sin origen de Harry Potter. "Quien
fuera que fuera… probablemente no será capaz de cumplir esta
orden directamente, aunque podría conocer a alguien que pueda
conseguir las cosas del mundo Muggle. Y - yo sé que podría costar
extra, sin embargo la menor cantidad de personas posibles debería
saber que Harry Potter está relacionado con esto." Otro vistazo
rápido de la pequeña mano de un niño, y una bolsa golpeó el suelo
produciendo un ruido metálico. "Algunas de estas cosas son
costosas incluso en el mundo Muggle, y su contacto quizá tenga que
salir por fuera de Bretaña; pero cien Galeones deberían ser
suficiente para pagarlo todo, espero. Les diría de dónde provinieron
los Galeones, aunque no quisiera arruinar la sorpresa de mañana."

"¿Qué son estas cosas?" preguntó Fred o George, mientras


observaban la lista. "Nuestro padre es un experto en Muggle -"
"- y no reconocemos ni la mitad de estas cosas -"

"- vaya, no reconocemos ninguna de estas cosas -"

"¿- qué es lo que estás planeando hacer? "

"Las cosas se han vuelto serias," la voz de Harry declaró con


suavidad. "No sé qué tendré que hacer. Podría necesitar el poder de
los Muggles, no solamente de los magos, antes de que esto haya
terminado - y podría necesitarlo en un instante, sin tiempo de hacer
preparaciones. no estoy planeando usar nada de esto. Nada más lo
quiero tener al alcance de mi mano en caso de… contingencias." La
voz de Harry hizo una pausa. "Obviamente les debo más que lo que
alguna vez les pueda llegar a pagar y ustedes no me permiten
darles nada de lo que ustedes merecen, ni siquiera sé cómo decir
gracias apropiadamente, y todo lo que puedo esperar es que algún
día cuando ustedes sean mayores sean más sensatos sobre todo
este asunto y por favor tomen una comisión del diez por ciento -"

"Cállate," interrumpió George o Fred.

"¡Por el amor de Dios, ustedes lucharon contra un trol por mí y a


Fred le rompieron sus costillas!"

Ambos sacudieron su cabeza. Harry se había quedado cuando ellos


le ordenaron que huyera, y dio un paso adelante para evitar que el
trol se fuera a comer a George. Harry era el tipo de persona, ellos
sabían, que creían que algo así no cancelaba lo que él le debía a los
gemelos Weasley, que su propia acción no era apropiadamente
conmensurada. Pero lo que los Weasley sabían, y Harry no iba a
entender hasta que fuera mayor, era que eso significaba que no
había deuda, y que nunca habría una deuda entre ellos. Era una
extraña clase de egoísmo, ellos pensaron, que Harry pudiera
comprender la amabilidad dentro de sí mismo - ni soñaba en pedir
dinero a aquellos que él había ayudado más de lo que lo habían
ayudado a él, o llamar eso una deuda - mientras era aparentemente
incapaz de concebir que otros pudieran querer actuar del mismo
modo hacia él .
"Recuérdenme que les compre una copia de la novela Muggle La
Rebelión de Atlas, " la voz sin origen dijo. "Estoy comenzando a
entender qué tipo de persona puede beneficiarse de leerla."

Lunes, Abril 20, 7:00pm.

Ocurrió sin ninguna intervención o señal de la Mesa de Profesores,


mientras los estudiantes terminaban su cena ligera; ocurrió sin
permiso ni perdón pedido a los Profesores o el Director.

Poco después de que los platos de postre hubiesen aparecido, un


estudiante se levantó de la Mesa de Slytherin y con calma recorrió
su camino, no hacia el frente de la Mesa de Profesores, sino hacia
el lado opuesto de las Cuatro Mesas de Hogwarts. Unos cuantos
murmullos surgieron ante la vista del cabello corto de blanco-
dorado, mientras Draco Malfoy estaba ahí de pie, dirigiéndose
silencioso hacia todo Hogwarts. Draco Malfoy casi no había
pronunciado nada desde su sorprendente regreso. El Slytherin no
había tenido la condescendencia de confirmar o negar que había
regresado porque, con Hermione Granger muerta por las manos de
su familia, él ya no tenía nada que temer.

Luego Draco Malfoy cogió una cuchara en una mano, y un vaso de


agua con la otra, y lo empezó a golpear suavemente, produciendo
un claro sonido de tintineo.

Ding.

Ding.

Ding.

Al principio produjo más murmullos excitados. En la Mesa de


Profesores, varios Profesores observaron confundidos al Director en
su gran silla, sin embargo el Director no dio señal alguna, así que el
resto de Profesores no hizo nada.
Draco Malfoy continuó tocando el vaso con su cuchara, hasta que el
cuarto cayó en el silencio, esperando.

Entonces otro estudiante se levantó de la mesa de Ravenclaw, e


hizo el recorrido hasta donde Draco Malfoy estaba de pie, girándose
para encarar a Hogwarts a su lado. Las respiraciones fueron
contenidas por la sorpresa; aquellos dos tendrían que haber sido los
más amargos de los enemigos -

"Yo, y mi Padre, el Señor de la Noble y Más Antigua Casa de


Malfoy," Draco Malfoy expuso con clara voz, "hemos descubierto
que hay fuerzas enemigas funcionando dentro de Hogwarts. Que
estas fuerzas enemigas, le desearon el mal a Hermione Granger.
Que Hermione Granger fue quizá empujada, contra su voluntad, a
alzar su mano contra nuestra Casa; o tal vez tanto ella como yo
recibimos el Encantamiento de Memoria. Ahora afirmamos que
quien fuera que se hubiese atrevido a usar al heredero de Malfoy
así, es el enemigo de la Casa Malfoy, sobre quien nosotros
debemos ejercer nuestra venganza. Y que para servir al honor,
hemos devuelto todo el dinero que fue tomado de la Casa Potter, y
cancelado toda la deuda."

Luego Harry Potter habló. "La Casa Potter reconoce que fue un
error honesto, y no guarda rencor ni mala voluntad contra la Casa
Malfoy. Creemos y públicamente afirmamos que la Casa Malfoy no
tuvo la culpa de la muerte de Hermione Granger. Quien fuera que
hubiese perjudicado a Hermione Granger es el enemigo de la Casa
Potter, sobre quien nosotros debemos ejercer nuestra venganza.
Los dos."

Luego Harry Potter empezó a caminar de vuelta hacia la mesa de


Ravenclaw, y el murmullo de pura, total, emocionante realidad
estrellada comenzó a explotar -

Draco Malfoy volvió a golpear suavemente el vaso de agua con su


cuchara, creando un claro tintineo repetitivo.

Ding.
Ding.

Ding.

Y otros estudiantes se pusieron de pie, desde otras mesas,


recorriendo el camino hasta donde Draco Malfoy estaba, ubicándose
a su lado, o detrás de él, o delante de él.

Hubo un silencio sepulcral en el Gran Comedor, una sensación del


mundo cambiante, de los Poderes alterando su organización, casi
tangible en el aire.

"Mi padre, Owen Greengrass, con el consentimiento y total respaldo


de mi madre, la Dama de la Noble y Más Antigua Casa de
Greengrass," Daphne Greengrass habló.

"Y mi progenitor, Charles, de la Casa de Nott," dijo el otrora Teniente


Nott, una vez Theodore de Chaos, ahora de pie detrás de Draco
Malfoy.

"Y mi tía-abuela, Amelia, de la Casa de Bones, también Directora


del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica," declaró Susan
Bones, quien estaba de pie al lado Daphne Greengrass, junto con
quien ella había combatido espalda contra espalda.

"Y mi abuela, Augusta, de la Noble y Más Antigua Casa de


Longbottom," exclamó Neville Longbottom, quien había regresado
para esta noche en particular.

"¡Y mi padre, Lucius, el Señor Malfoy, de la Noble y Más Antigua


Casa de Malfoy!"

"¡Junto con Alanna Howe constituyendo una mayoría del Consejo


Escolar de Hogwarts!" Daphne Greengrass juró con claridad. "Han,
para asegurar la seguridad de todos los estudiantes, incluyendo la
de sus propios hijos, ¡aprobado el siguiente Decreto Educacional
para el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería!"

"¡Primero!" Daphne declaró. Daphne estaba intentando mantener su


temblor bajo control, al encarar las Cuatro Casas siendo la primera
de ellos cinco. Había un límite a lo que las lecciones de sus padres
para dar discursos la podían ayudar. Los ojos de Daphne brincaron
rápidamente hacia su mano, sobre la cual, escrita con pluma usando
una tenue tinta roja, estaban escritas sus líneas. "Los estudiantes no
deben ir a ningún lado sin compañía, ¡ni siquiera a los inodoros!
Viajarán en grupos de al menos tres, ¡y en cada grupo debe haber al
menos un estudiante de sexto o séptimo año!"

"¡Segundo!" Susan Bones bramó detrás de Daphne, con voz casi


firme. "¡Para reforzar la seguridad de los estudiantes, nueve Aurores
han sido enviados a Hogwarts para formar una Fuerza Protectora
Auxiliar!" Susan sacó un pequeño, redondo objeto de vidrio de su
túnica, uno de los comunicadores que el Departamento de
Aplicación de la Ley Mágica usaba, que todos ellos habían recibido.
Susan lo alzó hasta su boca y dijo, su voz ahora más alta, "Auror
Brodski, esta es Susan Bones. ¡Entren! "

Las puertas del Comedor se abrieron de par en par, y entraron


marchando nueve Aurores usando la ropa de cuero que tenían
cuando estaban en deber. Al mismo tiempo se dividieron, dos
Aurores estacionados al lado de cada una de las cuatro mesas, y el
último se puso a vigilar la Mesa de Profesores. Hubo más bocas
abiertas.

"¡Tercero!" continuó Draco Malfoy, con voz de mando. Malfoy


aparentemente había memorizado sus propias líneas, ya que no
había nada escrito en su mano que Daphne pudiera ver. "Ante la
presencia de un enemigo en común quien no duda en matar
estudiantes de cualquier Casa, ¡las cuatro Casas de Hogwarts
deben unirse y actuar como una sola! ¡Para enfatizar esto, el
sistema de Puntos de Casa está temporalmente suspendido! ¡
Todos los Profesores van a promover la solidaridad entre Casas, por
el decreto del Consejo Escolar de Hogwarts!"
"¡Cuarto!" recitó Neville Longbottom. "Todos los estudiantes que no
estén en las clases extracurriculares del Profesor de Defensa,
recibirán entrenamiento especial en defensa personal por parte de
los Aurores instructores!"

"¡Quinto!" Theodore Nott gritó con tono amenazador. "¡Todas las


peleas en los corredores o cualquier lugar por fuera de las lecciones
de Defensa serán castigadas con severidad! ¡Deben combatir juntos
o no combatir!"

"¡Sexto!" aulló Daphne Greengrass, y respiró profundamente.


Cuando descubrió lo que se estaba planeando, ella le había hecho
su propia petición extra a Madre a través del Flu. Incluso con Lucius
Malfoy colaborando con Amelia Bones - un pensamiento que su
mente aún tenía problemas para procesar - el determinante voto de
Greengrass había sido vital, pues Jugson y su propia facción se
habían rehusado a apoyar a Malfoy. Sin mencionar que los Bones
no confiaban en Malfoy, y Malfoy no confiaba en Bones. Así que
Madre había demandado, y los Greengrass habían recibido - "Ya
que los Encantamientos de Memoria han sido usados sobre
estudiantes sin activar las protecciones, es posible que alguien del
profesorado en Hogwarts pueda estar implicado. ¡Por lo tanto! ¡La
Fuerza Protectora Auxiliar se reporta directamente con mi padre, el
Señor Greengrass!" Y esta parte era únicamente simbólica, ella lo
sabía, no había razón para alguien no fuera a contactar a los
Aurores directamente; aunque podría resultar ser más, algún día,
por cuya razón ella le había pedido a Madre que lo demandara - "Y
si cualquiera quiere reportar algo a los Protectores Auxiliares,
pueden hablar con los Aurores, o venir conmigo -" el brazo de
Daphne describió un arco hacia atrás para indicar a los cinco
estudiantes reunidos. "¡La Presidenta del Comité Especial de la
Fuerza Protectora Auxiliar!"

Y Daphne hizo una pausa dramática. Todos habían repasado esta


parte juntos.

"No sabemos quién es el enemigo," habló Neville, cuya voz no


chilló.
"No sabemos lo que el enemigo quiere," prosiguió Theodore,
todavía mostrándose amenazante.

"Sin embargo sabemos quienes son los que están recibiendo el


ataque del enemigo," bramó Susan, tan fiera como cuando se había
enfrentado a tres estudiantes de séptimo año.

"El enemigo está atacando estudiantes de Hogwarts," expuso Draco


Malfoy, con voz clara y de comando, como si esto fuera su elemento
natural.

"Y Hogwarts," concluyó Daphne de Greengrass, sintiendo como si


su sangre estuviera ardiendo como nunca lo había hecho en toda su
vida, "va a contraatacar."

Nota del Traductor (28 de Diciembre de 2019)

¡Feliz día de los inocentes! No tengo ninguna broma planeada, pero


siempre me gusta decirlo. De hecho este día es agridulce para mí,
porque un amigo de los tiempos de mi infancia perdió la vida este
día, un par de años atrás, y bueno, siempre lo recuerdo en estas
fechas.

El próximo capítulo es de… 13 palabras. Lo sé, una cosa loca.


Pienso aprovechar para ajustar el conteo de palabras que había
trabajado de más y descansar un poco. Además, como es el último
capítulo del penúltimo libro, también voy a aprovechar para sacar la
versión en EPUB y PDF del quinto libro recopilador de HPMOR
Harry James Potter-Evans-Verres y el Último Enemigo, que va
desde el capítulo 86 al 99. Por lo que pueden esperar que alrededor
del 4 de Enero de 2020 estos archivos estén para descargar en mi,
y el 11 de Enero en mi blog.

Es un poco difícil de creer que ahora vamos a entrar en la fase final


del juego, pero es verdad. Sólo nos faltan 23 episodios más. Y
entonces…
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres
Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Roles Conclusion
Capítulo 99: Roles, Conclusión

Diez días después, el primer unicornio muerto fue encontrado en el


Bosque Prohibido.

Nota del Traductor (4 de Enero de 2020)

El próximo capítulo está alrededor de las seis mil palabras, así que
espero publicarlo en para el 11 de Enero de 2020 y el 18 de Enero
en el blog de Rhaidot.

Voy a aprovechar este capítulo tan corto para dejar una larga nota
de traductor.

Ante todo, les deseo un feliz año. Espero que todos los lectores de
esta historia se forjen su propia suerte, que aprendan a ser un poco
más racionales cada día y den lo mejor de sí mismos. Es sincero mi
deseo de que les vaya bien, pues estoy agradecido con su apoyo.

Les recuerdo que desde el 4 de Enero los archivos de descarga


para el libro 5 de HPMOR estarán disponibles en mi, y el 11 de
Enero en la sección de HPMOR que está en el blog de Rhaidot.

Aún estoy esperando la tablet que compré, sigue cruzando el mar,


espero ansioso el momento de tenerla entre mis manos. Si no ha
llegado para el 9 de Enero, me voy a preocupar un poco, pues esa
es la fecha límite.

Es alucinante entrar a trabajar en la última parte de HPMOR, los


últimos 22 capítulos. No parece exagerado estimar que para
mediados del año ya habremos terminado la traducción. Cuando yo
finalice la traducción, mi novia Melathana se va a encargar de hacer
una buena revisión de la historia para luego sacar una segunda
versión más pulida. Dicha segunda versión podría tardar varios
meses o un año, lo importante es que quede bien hecha.

Por mi parte, yo me voy dedicar a publicar libros propios. La auto-


publicación a través de Amazon parece ser la mejor opción, pues mi
primera experiencia con una editorial para la publicación de mi
primer libro no fue satisfactoria. Ver como otros recibían beneficios
por lo que yo escribí en colaboración con mi pareja, y que ni siquiera
recibiéramos la acreditación apropiada, eso fue un golpe muy duro
para mis deseos de escribir. Ya he desperdiciado demasiado tiempo
rumiando mi tristeza. He tenido un borrador casi finalizado desde
hace meses, pero por fin ya sé como escribir el final de una forma
apropiada. Mi objetivo es publicar esa historia poco antes del
capítulo final de HPMOR, sin embargo las probabilidades son bajas
considerando el tiempo que requiere una buena edición y una
traducción apropiada al Inglés y que en realidad solamente somos
dos personas haciendo todo el trabajo. Sin embargo, lo vamos a
intentar.

Voy a estar muy agradecido con aquellos que me apoyen hasta


terminar HPMOR. Obviamente estaré aún más agradecido con los
que me apoyen después de HPMOR, pero en todo caso, a pesar de
las dificultades, espero que se hayan divertido tanto como yo. Me
siento como al final de JoJo's Bizarre Adventure: Stardust Crusaders
.

Esta temporada que recién acabó, los animes que más disfruté
fueron The ascendance of a bookworm, Didn't I say to make my
abilities average in the next life y Welcome to demon school! Iruma-
kun .

La canción que más escuché fue Re-Offender por Travis .

Eso es todo por ahora, probablemente la siguiente nota de traductor


será más austera.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Medidas de Precaucion Parte 1
Capítulo 100: Medidas de Precaución, Parte 1

Mayo 13, 1992.

El rostro de Argus Filch parecía retorcido bajo la luz de la lámpara


de aceite que sostenía, sombras bailando sobre su cara. Detrás de
ellos las puertas de Hogwarts iban retrocediendo rápidamente, y las
tierras oscuras se iban acercando. El camino que ahora recorrían
era pantanoso y sin indicios.

Los árboles, con ramas que antes habían sido desnudadas por el
invierno, aún no estaban totalmente vestidas para la primavera;
aquellas ramas se iban estirando hacia el cielo como dedos
inclinados, esqueletos invisibles en medio del fino follaje. La luna era
brillante, pero las nubes que iban atravesando a toda prisa a veces
los dejaban a oscuras, iluminados únicamente por las débiles llamas
de la lámpara de Filch.

Draco mantuvo un firme agarre sobre su varita.

"¿A dónde nos está llevando?" preguntó Tracey Davis. Había sido
atrapada junto con Draco por Filch, cuando iban de camino a un
intento de reunión de los Slytherins Plateados después del toque de
queda, y ambos habían recibido una detención.

"Ustedes sólo tienen que seguirme," respondió Argus Filch.

Draco se estaba sintiendo bastante molesto con todo el asunto. Los


Slytherins Plateados tendrían que haber sido reconocidos como un
asunto escolar. No había razón para que una conspiración secreta
no tuviera permiso para reunirse después del toque de queda, si era
para el bien mayor de Hogwarts. Si esto sucedía una vez más él iba
a hablar con Daphne Greengrass y Daphne iba a hablar con su
padre y entonces Filch aprendería la sabiduría de mirar para otro
lado cuando los Malfoy estuvieran implicados.

Las luces del castillo de Hogwarts habían disminuido en la distancia


para cuando Filch habló de nuevo. "Apuesto que lo van a pensar
dos veces la próxima vez que quieran romper una regla escolar, ¿no
es así, eh?" Filch giró su cabeza, lejos de la lámpara, para poder
mirar con malicia a los cuatro estudiantes que lo seguían. "Oh sí…
el trabajo duro y el dolor son los mejores profesores si me preguntan
a mí… Es una pena que permitieran que los viejos castigos
muriesen… colgarlos por las muñecas al techo durante un par de
días, todavía tengo las cadenas en mi oficina, las mantengo bien
aceitadas en caso de que sean necesarias alguna vez…"

"¡Oiga!" Tracey exclamó, un toque de indignación entrando en su


voz. "Soy demasiado joven para escuchar sobre ese - ese tipo de -
¡ya sabe! ¡Especialmente si las cadenas están bien aceitadas!"

Draco no estaba prestando atención. Filch simplemente no estaba al


mismo nivel que Amycus Carrow.

Detrás de ellos, una de los dos Slytherins mayores que los seguían
soltó una risita, aunque no pronunció palabra alguna. A su lado
estaba el otro, un chico alto con rasgos Eslavos, y quien seguía
hablando con acento. Habían sido atrapados por una ofensa no
relacionada, que tenía más que ver con el tipo de cosas que le
gustaban a Tracey, y que parecían estar en su tercer o cuarto año.
"Bah," dijo el chico alto. "En Durmstrang te cuelgan de pies a cabeza
por los dedos gordos de los pies. Por un dedo solamente, si eres
insolente. Hogwarts fue blando incluso en los viejos tiempos."

Argus Filch estaba en silencio durante medio minuto, como


intentando pensar en una réplica apropiada, y luego soltó una
carcajada. "Veremos qué piensas sobre eso… ¡cuando descubras lo
que vas a estar haciendo esta noche! ¡Ja!"

"Yo dije, ¡que soy demasiado joven para ese tipo de cosas!" declaró
Tracey Davis. "¡Tiene que esperar hasta que yo sea mayor!"
Adelante de ellos había una cabaña con luces encendidas, aunque
las proporciones de la misma parecían incorrectas.

Filch silbó, un sonido agudo y afilado, y un perro comenzó a ladrar.

De la cabaña emergió una figura, haciendo que a su alrededor los


árboles parecieran demasiado pequeños. La figura era seguida por
un perro que parecía un cachorro por comparación, hasta que lo
veías aparte de la silueta más alta y te dabas cuenta que el perro
era enorme, más similar a un lobo.

Los ojos de Draco se estrecharon, antes de poderse detener. Como


un Slytherin Plateado no se suponía que tuviera Prejuicios contra
otros seres pensantes, especialmente no donde había otras
personas que lo podían ver.

"¿Qué es esto?" inquirió la figura, con la fuerte y brusca voz del


semi-gigante. Su sombrilla resplandeció con un color blanco, más
luminoso que la débil lámpara de Filch. En su otra mano sostenía
una ballesta; un carcaj de flechas cortas estaba amarrado a la parte
superior de su brazo.

"Estudiantes en detención," Filch contestó, en voz alta. "Están aquí


para ayudarte a buscar en el Bosque… lo que sea que se los está
comiendo."

"¿El Bosque? " Tracey abrió mucho la boca. "¡No podemos ir allí
cuando es de noche!"

"Es correcto," dijo Filch, dando la espalda a Hagrid para mirarlos


fijamente a ellos. "Es dentro del Bosque que van a ir, y a menos que
esté muy equivocado ustedes no van a regresar en una sola pieza."

"Pero -" protestó Tracey. "Hay hombres lobo, por lo que he


escuchado, y vampiros, ¡y todos saben lo que sucede cuando hay
una chica y un hombre lobo y un vampiro al mismo tiempo!"
El enorme semi-gigante estaba frunciendo el ceño. "Argus, no me
importaría si se tratara de ti y quizá un par de séptimo año. No tiene
mucho sentido que ellos vengan a ayudar si los tengo que vigilar
todo el tiempo."

La cara de Argus se llenó de cruel satisfacción. "Pues ellos tendrán


que vigilarse a sí mismos, ¿no es así? Tendrían que haber pensado
en los hombres lobo antes de meterse en problemas, ¿no es así?
Envíalos solos. Yo no debería ser demasiado amistoso con ellos,
Hagrid. Están aquí para ser castigados, después de todo."

El semi-gigante liberó un suspiro masivo (sonó como si a un hombre


normal le hubieran sacado todo el aire de los pulmones con un
Maleficio Golpeador). "Has hecho suficiente. De ahora en adelante
me encargo yo."

"Regresaré al amanecer," se despidió Filch, "a recoger lo que quede


de ellos," añadió rudamente, y se giró y fue regresando hacia el
castillo, su lámpara alejándose en la oscuridad.

"Bueno pues," Hagrid sentenció, "ahora, escuchen con cuidado,


porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero
que nadie se arriesgue. Me tienen que seguir."

Los guió hasta el mismísimo límite del Bosque. Sosteniendo su luz


muy alto para señalar un estrecho, tortuoso camino de tierra que
desaparecía entre los gruesos árboles negros. Una ligera brisa pasó
por encima de la cabeza de Draco cuando miró dentro del Bosque.

"Hay algo allí que se está comiendo a los unicornios," el enorme


hombre explicó.

Draco asintió; recordaba de modo distante haber escuchado algo


similar un par de semanas atrás, hacia finales de Abril.

"¿Nos llamaste para rastrear un indicio de sangre plateada hasta un


unicornio herido?" Tracey cuestionó excitada.
"No,"dedujo Draco, aunque se las arregló para no hacer la cara de
desprecio que solía hacer. "Filch nos dio la nota de detención en el
almuerzo de hoy, al mediodía. El Sr. Hagrid no habría esperado
tanto para encontrar un unicornio herido, y de haber estado
buscando algo así, lo habríamos buscado de día cuando hay luz.
Por lo que," Draco levantó un dedo, como había visto que hacía el
Inspector León en las obras, "infiero que estamos buscando algo
que únicamente sale de noche."

"Aja," concedió el semi-gigante, sonando pensativo. "Tú no eres lo


que esperaba, Draco Malfoy. Nada de lo que esperaba. Y tú eres
Tracey Davis, entonces. He escuchado de ti. Eras una de las amigas
de la pobre Señorita Granger." Rubeus Hagrid miró hacia los dos
Slytherins más grandes, los fue observando bajo la luz de su
resplandeciente sombrilla. "¿Y quiénes son ustedes, entonces? No
recuerdo haberte visto antes, chico."

"Cornelia Walt," habló la bruja, "y este es Yuri Yuliy," indicando al


chico de aspecto Eslavo que había mencionado Durmstrang. "Su
familia vino de las tierras de Ucrania para visitar este país, así que
va a estar en Hogwarts únicamente por este año." El chico mayor
asintió, una ligera emisión de desprecio sobre su rostro.

"Este es Fang," Hagrid dijo, señalando al perro.

Los cinco fueron entrando dentro del bosque.

"¿Qué podría estar matando a los unicornios?" Draco preguntó tras


haber caminado por unos minutos. Draco conocía un poco sobre
criaturas Oscuras, aunque no podía recordar ninguna que se
alimentara de unicornios. "¿Qué tipo de criatura hace eso, alguien lo
sabe?"

"¡Hombres lobo!" exclamó Tracey.

"¿Señorita Davis?" Draco la llamó, y cuando ella lo miró,


silenciosamente apuntó hacia la luna. Aunque era de un encerado
giboso, todavía no estaba llena.
"Oh, claro," concluyó Tracey.

"No hay hombres lobos en el Bosque," explicó Hagrid. "No son más
que meros magos la mayor parte del tiempo, recuerden. Tampoco
podrían ser lobos, no son tan rápidos como para atrapar a un
unicornio. Poderosas criaturas mágicas, son los unicornios, nunca
supe de uno que hubiese sido herido hasta ahora."

Draco escuchó esto, pensando sobre el misterio a pesar de sí


mismo. "¿Entonces qué es tan rápido como para atrapar a un
unicornio?"

"No es una cuestión de velocidad," Hagrid expuso, otorgando a


Draco una expresión indescifrable. "No hay fin a las maneras en que
las criaturas cazan. Veneno, oscuridad, trampas. Los más traviesos
no pueden ser vistos ni oídos ni recordados, incluso mientras se
están comiendo tu cara. De algún modo siempre hay algo nuevo y
maravilloso que aprender."

Una nube pasó sobre la luna, poniendo el bosque en sombras


iluminadas únicamente por el brillo de la sombrilla de Hagrid.

"Por mi parte," Hagrid continuó, "creo que podríamos tener una hidra
Parisina en nuestras manos. No son amenaza para un mago, nada
más los tienes que repeler lo suficiente, y de ninguna manera vas a
perder. O sea literalmente no hay manera de perder siempre y
cuando sigas peleando. El problema es que, contra una hidra
Parisina, la mayoría de las criaturas se rinden primero. Requiere
mucho tiempo cortar todas las cabezas, ya ven."

"Bah," se jactó el chico extranjero. "En Durmstrang aprendemos a


combatir la hidra de Buchholz. ¡Es más tediosa de combatir de un
modo inimaginable! O sea literalmente, no se puede imaginar. ¡Los
de primer año no creen cuando les decimos que ganar es posible! El
Instructor debe dar segunda orden, iterar hasta que ellos
comprenden."
Caminaron por casi media hora, más y más profundo dentro del
Bosque, hasta que el trecho se volvió casi imposible de seguir
porque los árboles eran demasiado gruesos.

Entonce Draco lo vio, salpicaduras gruesas en las raíces de los


árboles, fulgurando con un color más brillante bajo la luz lunar. "Eso
es -"

"Sangre de unicornio," Hagrid dictaminó. La voz del enorme hombre


era triste.

En un claro más adelante, visible a través de las enredadas ramas


del gran roble, vieron la caída criatura, extendida bella y tristemente
sobre el suelo, la tierra a su alrededor brillando como luna plateada
por la sangre acumulada. El unicornio no era blanco, sino de un azul
pálido, o lo parecía así bajo la luna y el cielo nocturno. Sus finas
piernas ubicadas en ángulos inusuales, obviamente rotas, y su
melena esparcida a través de las hojas oscuras, de un verde-oscuro
que sin embargo fulguraban como perlas. Sobre su flanco había una
pequeña forma blanca de una explosión estelar, un centro rodeado
por ocho rayos rectos. La mitad de su costado había sido arrancada,
los bordes mellados como con marcas de dientes, huesos y órganos
internos expuestos.

Una extraña sensación de ahogo surgió en la garganta de Draco.

"Esa es ella," Hagrid explicó, su triste murmullo tan ruidoso como la


voz normal de un hombre. "Justo donde la encontré muerta esta
mañana, tan muerta como el pomo de una puerta. Ella es - fue - la
primera unicornio que conocí en estos bosques. La llamé Alicornio,
no es que a ella ya le vaya a importar, supongo."

"Le pusiste a un unicornio Alicornio," dijo la chica mayor. Su voz era


un poco seca.

"Pero ella no tiene alas," Tracey protestó.


"Un alicornio es el cuerno de un unicornio," Hagrid argumentó, ahora
más fuerte. "No sé por qué se les metió a todos en la cabeza que
significa unicornio con alas, no existe tal cosa hasta donde yo sé. Es
igual a ponerle a un perro el nombre de Fang," indicando al enorme
perro similar a un lobo que apenas y le llegaba a él a las rodillas.
"¿Cómo la habrían nombrado ustedes a ella? ¿Hannah, o algo por
el estilo? Yo le di un nombre que tuviera un significado para ella.
Cortesía común, a eso me refiero."

Nadie expresó nada ante eso, y tras un momento, el enorme


hombre asintió con brusquedad. "Empezaremos a buscar desde
aquí, el último lugar en que atacó. Vamos a dividirnos en dos grupos
y seguir el rastro en direcciones diferentes. Ustedes dos, Walt y
Yuliy - ustedes irán por allí, y se llevan a Fang. No hay nada que
viva en el Bosque que les haga daño si están con Fang. Envíen
chispas verdes si encuentran algo interesante, y envíen chispas
rojas si alguien se mete en problemas. Davis, Malfoy, conmigo."

El Bosque era negro y silencioso. Rubeus Hagrid había mermado la


luz de su sombrilla tras haber partido, así que Draco y Tracey tenían
que guiarse a sí mismos por la luz de la luna, con tropiezos y caídas
ocasionales. Pasaron al lado del muñón de un árbol cubierto de
musgo, el sonido del agua corriendo hablaba de un arroyo cercano.
De vez en cuando un rayo de luz lunar a través de las ramas
superiores iluminaban una mancha de sangre azul plateada sobre
las hojas caídas; estaban siguiendo el rastro de sangre, hacia donde
la criatura debió haber atacado primero al unicornio.

"Hay rumores sobre ti," Hagrid habló en voz baja tras haber andado
por un rato.

"Bueno, todos son verdaderos," Tracey contestó. "Todos son


ciertos."

"No tú," Hagrid corrigió. "¿Realmente llegaste a testificar bajo


Veritaserum que intentaste ayudar a la Señorita Granger, en tres
ocasiones?"
Draco sopesó sus palabra por un rato, y finalmente respondió, "Sí."
No habría parecido bueno parecer que estaba demasiado ansioso
de reclamar crédito.

El enorme hombre sacudió su cabeza, sus grandes pies todavía


pisando fuerte y silenciosamente a través de los bosques. "Estoy
sorprendido, para ser honesto. Y contigo también, Davis, intentando
poner los pasillos en orden. ¿Están seguros que el Sombrero
Seleccionador los puso en el lugar adecuado? No hay una sola bruja
o mago que se hiciera malo y que no estuviera en Slytherin, eso es
lo que dice el dicho."

"Eso no es verdadero," Tracey se quejó. "¿Qué hay de Xiaonan


Tong el Cuervo Negro, Spencer de la Montaña, y el Señor Kayvon?"

"¿Quiénes?" inquirió Hagrid.

"Solamente algunos de los mejores Magos Oscuros de los dos


últimos siglos," Tracey informó. "Probablemente son los mejores de
Hogwarts que no fueron parte de Slytherin." Su voz se fue
apagando, perdiendo su entusiasmo. "La Señorita Granger siempre
me recomendó que debía leer sobre cualquier cosa que yo -"

"Como sea," Draco dijo presuroso, "eso no es realmente relevante,


Sr. Hagrid. Incluso si -" Draco lo meditó en su cabeza, intentando
traducir la diferencia entre probabilidad de Slytherin considerando lo
Oscuro y probabilidad de lo Oscuro considerando Slytherin en un
lenguaje no científico. "Incluso si la mayoría de Magos Oscuros son
de Slytherin, muy pocos Slytherins son Magos Oscuros. No hay
demasiados Magos Oscuros, por lo que no todos los Slytherins
pueden volverse uno." O como Padre había expresado, mientras
todo Malfoy ciertamente debía conocer gran parte del conocimiento
secreto, los más… costosos rituales le quedaban mejor a los tontos
útiles como Amycus Carrow.

"Así que lo que dices," Hagrid vaciló, "es que la mayoría de los
Magos Oscuros son Slytherins… pero…"
"Pero la mayoría de Slytherins no son Magos Oscuros," Draco
acabó la frase. Tenía la sensación de que esto le iba a tardar un
buen tiempo, sin embargo al igual que para combatir una hidra, lo
importante era no rendirse.

"Nunca lo pensé de esa manera," el enorme hombre admitió,


sonando maravillado. "Aunque, bueno, si todos ustedes no son una
casa de serpientes, entonces por qué - ¡pónganse detrás de ese
árbol! "

Hagrid cogió a Draco y Tracey y los quitó del camino para dejarlos
detrás de un alto y ancho roble. Sacó una flecha y la metió dentro de
la ballesta, la puso alta, preparado para disparar. Los tres
escucharon. Algo se estaba deslizando por encima de las hojas
muertas cercanas: sonaba como un manto arrastrándose por el
suelo. Hagrid se quedó oteando el oscuro camino, pero tras unos
pocos segundos, el sonido desapareció.

"Lo sabía," Hagrid murmuró. "Hay algo que no pertenece aquí."

Fueron hacia donde había provenido el sonido crujiente, con Hagrid


por delante y Tracey y Draco ambos sujetando fuertemente sus
varitas, sin embargo no hallaron nada, a pesar de buscar en un
ancho círculo con sus orejas esforzándose por oír hasta el más
mínimo ruido.

Caminaron a través de los densos, oscuros árboles. Draco siguió


mirando por encima de su hombro, con la molesta sensación de que
estaba siendo observado. Acababan de hacer un giro en el camino
cuando Tracey gritó y apuntó.

En la distancia, una lluvia de chispas rojas alumbró el aire.

"¡Ustedes dos esperen aquí!" Hagrid bramó. "¡Quédense donde


están, regresaré por ustedes!"

Antes de que Draco pudiera pronunciar palabra alguna, Hagrid ya


había girado y arrollado la maleza.
Draco y Tracey se quedaron de pie viéndose entre sí, hasta que no
oyeron otra cosa que las hojas crujientes a su alrededor. Tracey
parecía asustada, aunque intentaba disimularlo. Draco se estaba
sintiendo más molesto que otra cosa. Aparentemente Rubeus
Hagrid, cuando había elaborado sus planes para la noche, no había
pasado ni cinco segundos visualizando las consecuencias de que
algo realmente fuera a salir mal.

"¿Ahora qué?" preguntó Tracey, su voz un poco demasiado alta.

"Vamos a esperar a que regrese el Sr. Hagrid."

Los minutos pasaban lentos. Las orejas de Draco parecían más


finas que lo usual, recogiendo cada suspiro del viento, cada rama
quebrada. Tracey seguía contemplando la luna, como para darse
confianza a sí misma de que todavía no estaba llena.

"Yo me -" Tracey susurró. "Yo me estoy poniendo un poco nerviosa,


Sr. Malfoy."

Draco lo consideró por un momento. Para ser honesto, había algo…


bueno, no es que él fuera un cobarde, o que tan siquiera estuviera
asustado. Pero había ocurrido un asesinato en Hogwarts y de haber
estado viéndose a sí mismo en una obra de teatro, acabado de ser
abandonado en el Bosque Prohibido por un semi-gigante, él habría
sentido ganas de gritar a ese niño que debía…

Draco metió la mano dentro de su túnica, y sacó un espejo. Tocar la


superficie le mostró a un hombre de túnica roja, quien frunció el
ceño casi de inmediato.

"Capitán Auror Eneasz Brodski," el hombre habló con claridad,


causando que Tracey se sobresaltara por el fuerte ruido en el
silencioso bosque. "¿De qué se trata, Draco Malfoy?"

"Comuníquese conmigo dentro de diez minutos," Draco solicitó.


Decidió no quejarse directamente sobre su detención. No quería
parecer un mocoso malcriado. "Si no respondo, venga a por mí.
Estoy en el Bosque Prohibido."

Dentro del espejo, se levantaron las cejas del Auror. "¿Qué está
haciendo en el Bosque Prohibido, Sr. Malfoy?"

"Buscando al devorador de unicornios con el Sr. Hagrid," Draco


contestó, y tocó el espejo para que se apagara, volviendo a
guardarlo dentro de su túnica antes de que el Auror pudiera
preguntar cualquier cosa sobre la detención o que no tendría por
qué haberla acatado sin protestar.

Tracey giró la cabeza hacia él, aunque había muy poca luz como
para leer su expresión. "Pues, gracias," ella susurró.

Las pocas hojas que habían emergido de sus ramas crujieron sobre
sí mismas, una brisa más fría sopló a través del bosque.

La voz de Tracey fue un poco más fuerte cuando habló de nuevo.


"No tenías que -" ella dudó, ahora sonando un poco tímida.

"Ni lo mencione, Señorita Davis."

La oscura silueta de Tracey puso su mano sobre su mejilla, como


para ocultar un sonrojo que de todos modos no era visible. "O sea,
no para mí -"

"No, en serio," Draco la cortó. "Ni lo mencione. Para nada." Habría


amenazado con sacar el espejo y ordenar al Capitán Brodski no
rescatarla a ella, sin embargo tuvo miedo de que ella fuera a
considerar eso coqueteo.

La cabeza de la silueta de Tracey se alejó de él, mirando para otro


lado. Finalmente ella pronunció, con voz mermada, "Es demasiado
pronto, no es así -"

Un fuerte grito hizo eco a través de los bosques, un sonido no del


todo humano, el grito de algo similar a un caballo; y Tracey chilló y
corrió.

"¡No, cabeza hueca! " aulló Draco, corriendo tras ella. El sonido
había sido tan horripilante que Draco no estaba seguro de dónde
había provenido - aunque creyó que Tracey Davis podría, de hecho,
estar corriendo directo hacia la fuente del espantoso grito.

Zarzas azotaban los ojos de Draco, tuvo que mantener una mano en
frente de su rostro para protegerse, intentando no perder el rastro de
Tracey porque parecía obvio que, si esto era una obra de teatro, y
ellos terminaban separados, uno de ellos iba a morir. Draco pensó
en el espejo que estaba seguro dentro de su túnica pero de algún
modo supo que si intentaba cogerlo con una mano mientras corría,
el espejo inevitablemente se iba a caer y perder -

Adelante, Tracey se había detenido, y Draco sintió alivio por un


instante, antes de ver.

Otro unicornio yacía sobre el terreno, rodeado por un charco de


sangre plateada que se iba ensanchando lentamente, el borde de la
sangre arrastrándose a través de la tierra como mercurio
derramado. Su crin era púrpura, como el color del cielo nocturno, su
cuerno exactamente del mismo color crepuscular que su piel, su
costado visible marcado por una mancha en forma de estrella
rosada rodeada por parches blancos. Esta visión desgarró el
corazón de Draco, incluso más que el otro unicornio porque los ojos
de este lo miraban prístina y fijamente a él, y porque había una -

- borrosa, retorcida forma -

- alimentándose de una herida abierta sobre el costado del


unicornio, como si estuviera bebiendo de allí -

- Draco no lo pudo comprender, de algún modo no podía reconocer


lo que estaba observando -

- los estaba contemplando a ellos.


La borrosa, agitada, irreconocible oscuridad pareció girarse hacia
ellos. Un siseó surgió de eso, como el siseo de la serpiente más
letal que había llegado a existir, algo que por mucho era más
peligroso que cualquier Krait Azul.

Entonces volvió a doblarse sobre la herida del unicornio, y continuó


bebiendo.

El espejo estaba en la mano de Draco, y permaneció allí sin vida


mientras sus dedos mecánicamente tocaban su superficie, una y
otra vez.

Tracey ahora sostenía su varita, diciendo cosas como "Prismatis" y


"Stupefy" pero nada estaba sucediendo.

Entonces la agitada figura se levantó, como un hombre poniéndose


de pie aunque no era eso; y pareció avanzar, moviéndose con un
extraño medio salto para pasar a un lado de las piernas del
unicornio moribundo, acercándose a ellos dos.

Tracey lo sujetó por la manga y lo obligó a correr, correr de algo que


podía cazar unicornios. Antes de haber podido dar tres pasos se
produjo otro terrible siseo, quemando sus oídos, y Tracey cayó al
suelo y no se movió.

En alguna parte del fondo de su mente, Draco supo que estaba a


punto de morir. Incluso si el Auror revisaba su espejo en este mismo
momento, de ninguna manera iba alguien ser capaz de llegar lo
suficientemente pronto. No había tiempo.

Correr no había funcionado.

La magia no había funcionado.

La agitada figura se fue acercando, mientras Draco intentaba, en


sus últimos momentos, resolver el acertijo.
Entonces una resplandeciente bola plateada de luz surgió del cielo
nocturno y se quedó ahí colgada, iluminando el bosque tan
brillantemente como la luz del día, y la figura agitada brincó para
atrás, como si la luz le produjera horror.

Cuatro escobas bajaron del cielo, tres Aurores con fulgurantes


escudos multicolor y Harry Potter sosteniendo su varita en alto,
sentado detrás de la Profesora McGonagall dentro de un escudo
más grande.

"¡Vete de aquí!" rugió la Profesora McGonagall -

- un instante antes la cosa agitada soltó otro terrible siseo, y todos


los hechizos de escudo desaparecieron en un parpadeo. Los tres
Aurores y la Profesora McGonagall fueron derribados de sus
escobas y cayeron pesadamente sobre el suelo del bosque,
yaciendo sin movimiento.

Draco no podía respirar, el más intenso miedo que hubiese


experimentado en su vida lo tenía cogido por todo el pecho,
enviando tentáculos alrededor de su corazón.

Harry Potter, quien había permanecido sin tocar, silenciosamente


guió su escoba para descender sobre la tierra -

- y luego saltó para ubicarse entre Draco y la agitada figura,


interponiéndose como si fuera un escudo viviente.

"¡Corre!" demandó Harry Potter, medio girando su cabeza para ver a


Draco. La plateada luz lunar brilló sobre su rostro. "¡Corre, Draco!
¡Yo lo detendré!"

"¡No puedes combatir esa cosa tú solo!" Draco gritó a todo pulmón.
Sintió náuseas en su estómago, una sensación de revoltijo que, en
retrospectiva, parecía ser y no ser una sensación de culpa, como si
tuviera las sensaciones aunque no del todo las emociones.

"Debo hacerlo," Harry Potter declaró siniestramente. "¡Ve!"


"Harry, yo - yo lo lamento, por todo - yo" Aunque después, en
retrospectiva, Draco no pudo recordar del todo a qué se estaba
refiriendo al disculparse, quizá con que había estado planeando
derrocar la conspiración de Harry, desde hace mucho tiempo.

La agitada figura, ahora pareciendo más negra y más terrible, se


alzó en el aire, flotando sobre el suelo.

"¡VE!" bramó Harry.

Draco se giró y huyó dentro del bosque, con las ramas azotando su
cara. Tras él, Draco escuchó otro siseo terrible, y la voz de Harry
aumentó, gritando algo que Draco no pudo entender del todo a la
distancia; Draco giró su cabeza por solamente un instante para
mirar atrás, y en ese momento se estrelló contra algo, golpeando su
cabeza FUERTEMENTE, y se desmayó.

Harry mantuvo un firme agarre sobre su varita, una Esfera


Prismática brillando a su alrededor. Miró fijamente a la agitada,
borrosa forma en frente de él, y preguntó, "¿Qué rayos está
haciendo?"

El agitado borrón se solventó, reformó, relajó hasta ser una forma


encapuchada. Cual fuera la ocultación que había estado en
funcionamiento - un dispositivo en vez de un Encantamiento, Harry
dedujo, ya que la magia había sido capaz de tener efecto sobre él -
había prevenido que su mente reconociera la figura o incluso si la
figura era humana. Sin embargo no había prevenido que Harry
reconociera la aguda sensación de destrucción.

El Profesor Quirrell se quedó de pie muy derecho con sangre


plateada por todo el frente de su manto negro con capucha, y dejó
escapar un suspiro, contemplando las formas caídas de los tres
Aurores, Tracey Davis, Draco Malfoy, y la Profesora McGonagall.
"Honestamente había pensado," el Profesor Quirrell murmuró, "que
había inutilizado el espejo sin provocar alarma. ¿Qué estaban
haciendo dos Slytherins de primer año solos en el Bosque
Prohibido? El Sr. Malfoy tiene más sentido común que esto… Que
gran fiasco."

Harry no respondió. La sensación de destrucción era más fuerte de


lo que Harry podía recordar haber sentido, una sensación de poder
en el aire tan grande que era casi tangible. Alguna parte de él
seguía conmocionada de una manera visceral por lo rápido que los
escudos rodeando a los Aurores habían sido destrozados. Casi no
había sido capaz de ver los sucesivos latigazos de color que habían
partido los escudos como si estuvieran hechos de papel. Hizo que el
duelo que el Profesor Quirrell había combatido contra el Auror en
Azkaban pareciera una charada, un juego de niños - aunque el
Profesor Quirrell había declarado, en ese momento, que de haber
peleado en serio el Auror habría muerto en cuestión de segundos; y
Harry ahora sabía que eso también era verdadero.

¿Qué tan grande era la diferencia de poder?

"Supongo que," Harry dijo, logrando mantener su voz firme, "que


usted comiendo unicornios tiene algo que ver con la razón por la
que va a ser despedido de su posición como Profesor de Defensa.
¿Acaso se tomará la molestia de explicármelo con considerable
detalle?"

El Profesor Quirrell lo observó a él. La casi tangible sensación de


poder en el aire pareció disminuir, regresando de nuevo dentro del
Profesor de Defensa. "En efecto me tendré que explicar," el Profesor
de Defensa concedió. "Antes necesito lanzar unos cuantos
Encantamientos de Memoria, y luego nos podemos ir y discutirlo,
pues no sería sabio para mí quedarme aquí. Usted volverá a este
tiempo más adelante, como ya me es sabido."

Harry se otorgó a sí mismo la voluntad para ver a través de la Capa


que él había dominado; y supo que otro Harry estaba de pie a su
lado, escondido por su propia Reliquia de la Muerte. Harry luego le
pidió a su Capa que lo escondiera de sí mismo una vez más, y así lo
hizo; ser capaz de percibir tu propio ser futuro significaba que tenías
que hacer concordar después esa memoria.

La propia voz de Harry aseveró, entonces, sonando extraña en los


oídos del Harry-Presente, "Él tiene una explicación buena y
sorprendente."

El Harry-Presente recordó las palabras tan bien como pudo. Nada


más fue dicho entre ellos.

El Profesor Quirrell caminó hacia la forma de Draco, y recitó el


hechizo del Encantamiento de Memoria Falsa. El Profesor de
Defensa se quedó parado durante un minuto quizá, pareciendo
perdido para el mundo.

Harry había estado estudiando la Desmemorización, las últimas dos


semanas - aunque no podría haber ayudado a lanzar el hechizo, a
menos que estuviera dispuesto a agotarse a sí mismo casi
completamente, y por alguna razón sus ejercicios querían que un
Auror perdiera toda memoria de su vida que involucra el color azul.
Pero Harry tenía alguna idea, ahora, de la concentración que
requería el mucho más difícil Encantamiento de Memoria Falsa.
Tenías que intentar vivir la vida entera de la otra persona dentro de
tu propia cabeza, al menos si querías crear una Memoria Falsa en
menos de un tiempo reducido de dieciséis-a-uno mientras
separadamente ibas construyendo dieciséis pistas principales de
memoria. Podría haber sido en silencio, podría no haber señales
aparentes; sin embargo ahora Harry sabía algo de las dificultades, y
sabía que debía estar impresionado.

El Profesor Quirrell finalizó, y se movió hacia Tracey Davis, luego los


tres Aurores, y finalmente la Profesora McGonagall. Aunque Harry lo
esperó, el Harry-futuro no hizo protesta. Era posible que incluso la
Profesora McGonagall, de haber estado despierta, no habría
protestado. Todavía no era los Idus de Mayo, y aparentemente
habría una explicación buena y sorprendente.
Con un gesto, el paralizado cuerpo de Draco fue levantado, y
enviado a una corta distancia dentro del bosque, antes de ser
depositado cuidadosamente sobre el suelo. Luego un gesto final del
Profesor Quirrell arrancó un gran pedazo del costado del unicornio,
dejando atrás los bordes como de mordidas; la carne cruda flotó en
el aire, luego ondeó para Desaparecer y se había ido.

"Listo," el Profesor Quirrell concluyó. "Debo partir de este lugar


ahora, Sr. Potter. Venga conmigo, y permanezca aquí."

El Profesor Quirrell se alejó con largas zancadas, y Harry lo siguió y


permaneció detrás.

Caminaron a través del bosque en silencio por un tiempo, hasta que


Harry escuchó débiles voces a la distancia. El siguiente grupo de
Aurores, era de presumir, después de que el primer grupo no se
había contactado con ellos. Lo que su futuro ser estaba explicando,
Harry lo desconocía.

"Ellos no nos van a detectar, ni escuchar nuestra conversación,"


afirmó el Profesor Quirrell. La sensación de poder y destrucción
alrededor del Profesor de Defensa seguía siendo fuerte. El hombre
se sentó por sí mismo sobre el muñón de un árbol, uno donde la luz
de la luna casi llena le daba de lleno. "Primero debo decir que
cuando hables con los Aurores, en el futuro, les debe decir que
usted le provocó terror a la oscuridad agitada, al igual que lo hizo
con el Dementor. Es lo que el Sr. Malfoy recordará haber visto." El
Profesor Quirrell dejó escapar un pequeño suspiro. "Podría causar
algo de alarma, si concluyen que algún horror similar a los
Dementores, y lo suficientemente fuerte para romper los escudos de
los Aurores, está desatado en el Bosque Prohibido. Pero no se me
ocurrió alguna otra cosa para hacer. Si el bosque es protegido mejor
después de todo - aunque con algo de suerte ya he consumido lo
que necesito. ¿Le importaría revelarme cómo llegaron ustedes tan
pronto? ¿Cómo supo que el Sr. Malfoy estaba en problemas?"

Después de que el Capitán Brodski se enteró que Draco Malfoy


estaba en el Bosque Prohibido, aparentemente en la compañía de
Rubeus Hagrid, Brodski había empezado a inquirir para descubrir
quién había autorizado esto, y aún no lo había descubierto cuando
no pudo comunicarse con Draco Malfoy después. A pesar de las
protestas de Harry, el Capitán Auror, quien estaba autorizado para
conocer sobre los Giratiempos, se había rehusado a permitir su uso
hasta antes del momento en que se había perdido la comunicación;
había procedimientos estándar cuando se involucra el Tiempo. Pero
Brodski le había dado órdenes escritas a Harry permitiendo que
volviera y empleara un trío de Aurores para llegar un segundo
después del momento en que no se produjo la comunicación. Hubo
un Encantamiento Patronus para localizar a Draco, que Harry había
logrado mediante fuerza de voluntad darle la forma de una bola pura
de luz plateada, y el vuelo de Aurores había llegado a tiempo un
segundo después.

"Me temo que no lo puedo revelar," Harry replicó con voz controlada.
El Profesor Quirrell seguía siendo uno de los sospechosos
principales, y era bueno para él que desconociera los detalles.
"¿Ahora por qué está comiendo unicornios?"

"Ah," el Profesor Quirrell espetó. "En cuanto a eso…" El hombre


vaciló. "Estaba bebiendo la sangre de los unicornios, no me los
comía. La carne perdida, las marcas de mordidas sobre el cuerpo -
esas eran para oscurecer el caso, para hacer parecer que se trata
de otro depredador. El uso de sangre de unicornio es demasiado
bien conocido."

"Yo no lo conozco," Harry indicó.

"Sé que lo no sabe," el Profesor de Defensa replicó con brusquedad.


"O no me estaría molestando al respecto. El poder de la sangre de
unicornio es preservar tu vida por un tiempo, incluso si estás al
mismo borde de la muerte."

Hubo un espacio de tiempo en que el cerebro de Harry declaró que


no iba a procesar las palabras, lo que por supuesto era una mentira,
porque no podías saber el significado que se suponía no debías
procesar, sin haberlo procesado de antemano.
Una extraña sensación de vacío se apoderó de Harry, una ausencia
de reacción, quizá esto era lo que otras personas sentían cuando
alguien se salía del guión, y no podían hablar ni pensar en algo para
hacer.

Por supuesto que el Profesor Quirrell estaba muriendo, no


solamente enfermo ocasionalmente.

El Profesor Quirrell sabía que estaba muriendo. Se había ofrecido


para tomar la posición del Profesor de Defensa en Hogwarts,
después de todo.

Por supuesto que se había estado poniendo peor durante todo el


año escolar. Por supuesto que la enfermedad que se iba poniendo
peor y peor tenía un destino predecible hacia su final.

El cerebro de Harry seguramente ya lo había sabido, en alguna


parte a salvo en el fondo de su mente donde se podía rehusar a
procesar cosas que ya había procesado.

Por supuesto que esa era la razón por la que el Profesor Quirrell no
sería capaz de enseñar Batalla Mágica el próximo año. La Profesora
McGonagall ni siquiera lo tendría que despedir. El nada más estaría
-

- muerto.

"No," Harry rechazó, su voz un poco sacudida. "Tiene que haber una
manera -"

"No soy estúpido ni particularmente interesado en morir. Ya he


investigado. Tuve que hacer eso simplemente para cumplir con mis
lecciones planeadas, pues tengo menos tiempo del que había
pensado, y -" La cabeza de la oscura figura iluminada por la luna se
giró. "Creo que no lo quiero escuchar, Sr. Potter."

El aliento de Harry se atascó. Demasiadas emociones estaban


acumulándose al mismo tiempo. Después de que la negación se
volvía rabia, de acuerdo a un ritual que alguien había inventado. Y
aún así parecía apropiado de un modo sorprendente.

"Y por qué -" el aliento de Harry se atascó otra vez. "¿Por qué la
sangre de unicornio no es parte del kit de sanación estándar,
entonces? Para mantener a alguien con vida, incluso si están al
borde de la muerte porque sus piernas fueron devoradas?"

"Porque hay efectos colaterales permanentes," el Profesor Quirrell


respondió con calma.

"¿Efectos colaterales? ¿Efectos colaterales? ¿Qué tipo de efecto


colateral es peor desde un punto de vista médico que la MUERTE? "
La voz de Harry se alzó en la última palabra hasta convertirse en un
grito.

"No todos piensan del mismo modo que nosotros, Sr. Potter. Aunque
para ser justos, la sangre debe provenir de un unicornio vivo y el
unicornio debe morir durante la ingestión. ¿Estaría aquí de haber
otro modo?"

Harry se giró, contempló los árboles a su alrededor. "Tengan una


manada de unicornios en San Mungo. Usen Flu para llevar los
pacientes allí, o usen trasladores."

"Sí, eso podría funcionar."

El rostro de Harry se endureció, la única señal externa que revelaba


que todo estaba acumulándose dentro de él eran sus manos
temblorosas. Necesitaba gritar, necesitaba dejarlo salir, necesitaba
algo que no podía nombrar y finalmente Harry levantó su varita
contra un árbol y exclamó "¡Diffindo! "

Se produjo el sonido agudo de un desgarro, y un corte apareció a


través de la madera.

"¡Diffindo!"
Otro corte. Harry había aprendido el Encantamiento diez días atrás,
tras haberse puesto serio sobre aprender defensa personal.
Teóricamente era un Encantamiento de segundo año, sin embargo
la ira que lo recorría parecía no conocer límites, ahora sabía lo
suficiente como para no agotarse y todavía le quedaba poder.

"¡Diffindo! " Harry había apuntado a la rama esta vez, y esta se


desplomó sobre el suelo con un ruido de ramas y hojas.

No parecía haber lágrimas dentro de él, únicamente presión sin


salida.

"Me debo ir ahora," el Profesor Quirrell se despidió en voz baja. El


Profesor de Defensa se levantó desde el muñón del árbol, la sangre
del unicornio todavía iluminada por la luna sobre el manto negro que
tenía, y se puso la capucha de vuelta sobre su cabeza.

Nota del Traductor (12 de Enero de 2.020)

El Inspector León es el cameo que el autor me dio por mis aportes a


HPMOR . Además hay referencias a esa serie de Mi Pequeño Pony,
que no veo lo suficiente como para sufrir por sus muertes.

El próximo capítulo está alrededor de las 3.000 palabras, así que


espero publicarlo el 19 de Enero de 2.020 en mi y el 26 de Enero en
mi blog y FFN.

¡Por fin me llegó la tablet! Apenas la acabo de destapar, espero


pronto poder mostrarla en fotos o vídeo, será una celebración
exclusiva para mi

Con este capítulo me demoré un poco más de lo que creía. En unos


días me voy a mudar y eso me ha descontrolado un poco mi tiempo.

Faltan 22 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres
Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Medidas de Precaucion Parte 2
Capítulo 101: Medidas de Precaución, Parte 2

Harry estaba de pie, jadeando, en el medio de un pequeño círculo


de destrucción a la mitad del bosque, más destrucción que la que
alguien de primer año debería ser capaz de lograr, por sí solo. El
Encantamiento Seccionador no iba a derribar un árbol, así que
había empezado a Transformar parcialmente secciones cruzadas a
través de la madera. Aún no había salido lo que tenía por dentro,
tumbar un pequeño círculo de árboles no lo había hecho sentir ni un
poco mejor, todas las emociones seguían ahí pero al menos
mientras había estado destruyendo árboles no había estado
pensando sobre cómo a los sentimientos no se les permitía salir.

Cuando a Harry se le agotó la magia que tenía comenzó a desgarrar


ramas con sus manos desnudas y partirlas en dos. Sus manos
estaban sangrando, aunque no era nada que Madam Pomfrey no
fuera capaz de arreglar en la mañana. Únicamente la Magia Oscura
dejaba cicatrices permanentes en los magos.

Se produjo el sonido de algo moviéndose en el bosque, como las


pezuñas de un caballo, y Harry se giró, su varita alzada una vez
más; algo de su magia había regresado mientras había estado
usando sus manos. Por primera vez cayó en cuenta de que estaba
solo en el Bosque Prohibido, y haciendo ruido.

Lo que emergió bajo la luz de la luna no fue el unicornio que Harry


había esperado, sino una criatura cuyo cuerpo inferior era de
caballo, resplandeciendo de un café-blanco bajo la luz lunar, y el
desnudo torso superior de un hombre humano con largo cabello
blanco. La luz lunar captó la cara del centauro, y Harry vio que los
ojos eran casi tan azules como los de Dumbledore, a medio camino
del zafiro.
En una mano el centauro sostenía una larga lanza de madera, con
una hoja de metal demasiado grande cuyo filo no brillaba bajo la luz
lunar; una hoja brillante, Harry había leído una vez, era la señal de
una hoja sin filo.

"Entonces," el centauro dijo. Su voz era baja, poderosa y masculina.


"Aquí estás, rodeado por la destrucción. Puedo oler la sangre de
unicornio en el aire, la sangre de algo inocente, asesinado para
salvar a alguien egoísta."

Un chorro de repentino temor invadió a Harry ahora, y declaró


rápidamente, "No es lo que parece."

"Lo sé. Las propias estrellas proclaman tu inocencia, irónicamente."


El centauro dio un paso hacia Harry dentro del pequeño claro,
todavía sosteniendo su lanza en alto. "Una extraña palabra,
inocencia. Significa falta de conocimiento, como la inocencia de un
niño, y también significa falta de culpa. Solamente aquellos
enteramente ignorantes pueden carecer toda responsabilidad por
las consecuencias de sus acciones. Aquel que no sabe lo que hace,
y por lo tanto carece de mala intención; a eso se refiere esa
palabra." La profunda voz no hizo eco en el bosque.

Los ojos de Harry parpadearon ante la punta de la lanza, y se dio


cuenta que tendría que haber cogido el Giratiempo en el mismo
momento que vio al centauro. Ahora, si Harry intentaba cogerlo bajo
su túnica, la lanza podría golpearlo antes de lograrlo, si el centauro
era lo suficientemente veloz. "Leí una vez," Harry expuso, su voz un
poco inestable al intentar igualar palabras que sonaban profundas
con palabras que sonaban profundas, "que es incorrecto pensar en
los niños pequeños como inocentes, porque no saber no es lo
mismo que no escoger. Que los niños se hacen poco daño entre sí
durante las peleas del recreo, porque no tienen el poder de hacer
gran daño. Y algunos adultos hacen gran daño. Sin embargo los
adultos que no le hacen daño a nadie, ¿no son ellos más inocentes
que los niños, no menos?"

"La sabiduría de los magos," el centauro repuso.


"Sabiduría Muggle, de hecho."

"De los sin magia conozco poco. El brillo de Marte ha estado


mermado últimamente, aunque está recuperando su fulgor." El
centauro dio otro paso hacia adelante, poniéndolo casi a rango de
ataque contra Harry.

Harry no se atrevió a levantar la vista hacia el cielo. "Eso significa


que Marte se está acercando a la Tierra, al tiempo que ambos
planetas giran alrededor del Sol. Marte está reflejando la misma
cantidad de luz solar que siempre, nada más se está acercando a
nosotros. ¿A que se refiere, con eso de que las estrellas proclaman
mi inocencia?"

"El cielo nocturno le habla a los centauros. Así es como sabemos lo


que sabemos. ¿Ni siquiera le enseñan eso a los magos, en la
actualidad?" Una expresión de desprecio cruzó el rostro del
centauro.

"Yo… intenté investigar sobre los centauros, cuando estaba


revisando la Adivinación. La mayoría de los autores nada más
ridiculizaron la Adivinación de los centauros sin explicar por qué, los
magos no comprenden las normas argumentativas, para ellos
ridiculizar una idea o una persona se siente como derribar esa idea
con evidencia fuerte… Pensé que la parte sobre los centauros
usando astrología no era más que para añadir al ridículo…"

"¿Por qué?" el centauro entonó. Su cabeza se inclinó con


curiosidad.

"Porque el curso de los planetas es predecible por miles de año por


adelantado. De hablar con los Muggles indicados, le podría enseñar
un diagrama sobre cómo se verán los planetas desde este lugar
dentro de diez años. ¿Sería capaz de hacer predicciones a partir de
eso?"

El centauro sacudió su cabeza. "¿A partir de un diagrama? No. La


luz de los planetas, los cometas, los sutiles cambios en las propias
estrellas, todo eso no lo vería en un diagrama."

"Las órbitas de los cometas también están fijas dentro de miles de


años en el futuro así que no se deberían relacionar mucho con los
eventos presentes. Y a la luz de las estrellas le tarda años viajar
desde las estrellas hasta la Tierra, y las estrellas casi ni se mueven,
no visiblemente. Así que la hipótesis obvia es que los centauros
tienen un talento innato mágico para la Adivinación que ustedes
simplemente, bueno, proyectan hacia el cielo nocturno."

"Quizá," el centauro dijo pensativamente. Bajó su cabeza. "Los otros


te podrían atacar por pronunciar tales palabras, sin embargo yo
siempre he buscado saber lo que no sé. Por qué el cielo nocturno
puede predecir el futuro - eso yo seguramente no lo sé. La habilidad
en sí misma es bastante difícil de dominar. Todo lo que puedo
concluir, hijo de Lily, es que incluso si lo que estás proponiendo es
verdadero, no parece muy útil."

Harry se permitió a sí mismo relajarse un poco; ser llamado como


'hijo de Lily' implicaba que el centauro pensaba en Harry como algo
más que un intruso en el bosque. Además, atacar a un estudiante
de Hogwarts probablemente traería algún tipo de enorme
consecuencia sobre la tribu de centauros en el bosque, y el centauro
probablemente sabía eso… "Lo que los Muggles han descubierto es
que hay poder en la verdad, en todas las piezas de la verdad que
interactúan entre sí, que únicamente puede ser hallada al descubrir
tantas verdades como sean posibles. Para hacer eso no se puede
defender ninguna creencia falsa, ni siquiera para decir que la
creencia falsa es útil. Puede parecer que no tiene importancia si sus
predicciones están realmente basadas en las estrellas o si es un
talento innato que está siendo proyectado. Pero si realmente quiere
comprender la Adivinación, o las estrellas, la verdad real sobre las
predicciones de los centauros serían un hecho de importancia para
otras verdades."

Lentamente el centauro asintió. "Así que los sin varita se han vuelto
más sabios que los magos. ¡Vaya chiste! Dime, hijo de Lily, ¿acaso
los Muggles en su sabiduría anuncian que pronto los cielos estarán
vacíos?"

"¿Vacío?" Harry vaciló. "Pues… ¿no?"

"Los otros centauros en este bosque se han alejado de tu presencia,


pues todos hemos jurado no oponernos contra la maldición de los
cielos. Porque, aquel que se llega involucrar en tu destino, podría
volverse menos inocente en los tiempos venideros. Solamente yo
me he atrevido a acercarme a ti."

"Yo… no lo comprendo."

"No. Eres inocente, como las estrellas lo afirman. Y asesinar algo


inocente para salvarse a sí mismo, eso es un acto terrible. Uno
viviría únicamente una vida maldita, una vida a medias, a partir de
ese día. Pues cualquier centauro sería expulsado de seguro, de
asesinar a un potro tan joven."

La lanza realizó un movimiento veloz como el rayo, demasiado veloz


para que los ojos de Harry lo pudieran seguir, y le arrebató la varita
de su mano.

Otro poderoso golpe aporreó a Harry en el plexo solar, y cayó sobre


el suelo del bosque boqueando y con náuseas.

La mano de Harry se metió dentro de su túnica, en busca de su


Giratiempo, y la base de la lanza golpeó su mano para apartarla,
casi con tanta fuerza como para romper sus dedos, intentó cogerlo
con su otra mano y esa también fue aporreada -

"Lo lamento, Harry Potter," el centauro se despidió, y luego levantó


la vista con los ojos abiertos de par en par. La lanza giró y se alzó,
para interceptar un hechizo de voltio rojo. Luego el centauro dejó
caer la lanza y saltó a un lado con desesperación, un relámpago de
luz verde pasó a su lado y luego otro siguió su camino, entonces un
tercer rayo de luz golpeó de lleno al centauro.
El centauro cayó y no se movió de nuevo.

Le demoró un largo tiempo a Harry para recuperar su aliento,


tambalear hasta ponerse de pie, recoger su varita, para hablar con
voz quejumbrosa, "¿Qué?"

Para ese momento la sensación de destrucción, de poder casi


tangible en el aire, se había aproximado una vez más.

"¿P-Profesor Quirrell? ¿Qué está haciendo aquí?"

"Bueno," el hombre dentro del manto negro explicó pensativamente,


" usted necesitó estallar en un ataque de ira y hacer una ruidosa
rabieta en el Bosque Prohibido en la mitad de la noche, y yo
necesité salir por fuera de su habilidad para detectar mi persona y
poderlo vigilar. Uno no deja a un estudiante a solas en el Bosque
Prohibido. Eso tendría que ser obvio en retrospectiva."

Harry observó fijamente al centauro caído.

La forma equina no estaba respirando.

"Usted- usted lo mató, ese fue el Avada Kedavra -"

"No siempre comprendo cómo otras personas imaginan que


funciona la moralidad, Sr. Potter. Pero incluso yo sé que en la
moralidad convencional, es aceptable matar criaturas no-humanas
que están apunto de asesinar a un niño mago. Quizá a usted no le
importa la parte de no-humano, aunque él estaba a punto de matarlo
. Difícilmente él era un inocente -"

El Profesor de Defensa se detuvo, observando a Harry, quien había


levantado una temblorosa mano hacia su boca.

"Bueno," el Profesor de Defensa comunicó entonces, "He


establecido mi punto, y usted podrá reflexionar al respecto. Las
lanzas de los centauros pueden bloquear muchos hechizos, sin
embargo nadie intenta bloquear si ven que el hechizo está
compuesto de cierta tonalidad verde. Para ese propósito es útil
conocer algún maleficio paralizador de color verde. En serio, Sr.
Potter, a estas alturas usted debería entender cómo es que yo
opero."

El Profesor de Defensa se acercó al cuerpo del centauro, y Harry


retrocedió un paso involuntariamente, y uno más, ante la terrible
sensación creciente de ALTO, NO -

El Profesor de Defensa se arrodilló y presionó su varita contra la


cabeza del centauro.

La varita permaneció allí un largo rato.

Y el centauro se puso de pie, los ojos en blanco, respirando otra


vez.

"No recuerdes nada de este momento," el Profesor de Defensa


ordenó. "Anda un rato por ahí sin destino fijo y olvida todo sobre
esta noche."

El centauro se fue caminando, las cuatro piernas de caballo


moviéndose en extraña sincronía.

"¿Ya está feliz?" el Profesor de Defensa inquirió, sonando bastante


sardónico al respecto.

El cerebro de Harry seguía sintiéndose bastante roto. "Él estaba


intentando matarme ."

"Oh, en el nombre de Merlín - sí, él estaba intentando matarlo.


Acostúmbrese. Únicamente las personas aburridas nunca tienen
esa experiencia."

La voz de Harry emergió, áspera. "Por qué - por qué él quería -"

"Por muchas razones. Estaría mintiendo si dijera que nunca he


considerado matarlo yo mismo."
Harry miró fijamente hacia donde el centauro se había perdido en el
bosque.

Su cerebro seguía sintiéndose medio roto, como un motor


descompuesto, aunque Harry no vio cómo esto podía ser una buena
señal.

La noticia de que Draco Malfoy casi había sido devorado por algo
horroroso fue suficiente para invocar a Dumbledore de donde quiera
que hubiese estado, para despertar al Señor Malfoy y al apuesto
esposo de la Dama Greengrass, para traer a Amelia Bones. La
supuesta presencia del algo horroroso había provocado una
reacción escéptica incluso de Dumbledore, y la posibilidad de los
Encantamientos de Memoria Falsa fue señalada. Harry había
declarado (tras algo de debate interno sobre las consecuencias de
que la gente creyera que había un demonio suelto) que en realidad
no recordaba haber puesto el mismo esfuerzo realizado para aterrar
al Dementor, la cosa oscura nada más se había ido; que es lo que
habrías esperado de alguien que había creado una Memoria Falsa,
si en realidad no sabían cómo lo había hecho Harry. Los nombres
de Bellatrix Black, Severus Snape, y Quirinus Quirrell habían sido
mencionados en conexión con magos lo suficientemente fuertes
para subyugar a todos los presentes y lanzar Encantamientos de
Memoria Falsa, y Harry había sabido que Lucius estaba pensando
en Dumbledore. Hubo Aurores testificando, y discusiones sin
conclusión, y miradas fijas de acusación, y frases cortantes hasta
las dos de la mañana. Hubo mociones, y votaciones, y
consecuencias.

"Tú crees," el Director Dumbledore se dirigió en voz baja a Harry,


cuando todo hubo terminado, y los dos quedaron a solas, "¿que la
Hogwarts que has reformado es mejor?"

Harry estaba sentado con sus codos sobre sus rodillas, su cara
reposando sobre sus palmas, en el cuarto de conferencia del cual
todos se habían ido. La Profesora McGonagall, quien no usaba un
Giratiempo tan rutinariamente como ellos dos, había partido de
inmediato hacia su cama.

"Sí," Harry respondió tras un titubeo demasiado largo. "Desde mi


perspectiva, Director, las cosas en Hogwarts son finalmente,
finalmente normales. Así es como las cosas deberían ser, cuando
cuatro niños son enviados dentro de Bosque Prohibido durante la
noche. Debería haber un enorme alboroto, aparecer oficiales de
policía, y la parte responsable recibiendo su merecido."

"Tú cree que es bueno," Dumbledore dijo con calma, "que el hombre
que llamas responsable recibiera, como lo expresaste, su
merecido."

"Sí, de hecho, sí lo creo."

"Argus Filch sirvió a esta institución durante décadas."

"Y cuando se le dio Veritaserum," Harry habló cansado, "Argus Filch


reveló que había enviado a un niño de once años dentro del Bosque
Prohibido, esperando que algo horrible le ocurriera, porque pensó
que el padre del niño había sido responsable por la muerte de su
gata. Los otros tres estudiantes en compañía de Draco no le
valieron ni un comino. Yo habría pedido un tiempo en prisión, pero el
concepto de prisión en este país es Azkaban. También debo señalar
que Filch era desagradable en extremo con los niños de Hogwarts y
espero que el índice hedónico escolar mejore con su partida, no que
a usted le importe, supongo."

Los ojos del Director eran impenetrables detrás de los lentes de


media luna. "Argus Filch es un Squib. Su trabajo en Hogwarts es
todo lo que tiene. Tenía, más bien."

"El propósito de una escuela no es proveer trabajo para sus


empleados. Sé que probablemente usted pasó más tiempo
individual al lado de Filch que junto con cualquier estudiante, sin
embargo eso no debería hacer que las experiencias internas de
Filch tengan mayor peso dentro de sus pensamientos. Los
estudiantes también tienen vidas internas."

"No te importa para nada, ¿no es así Harry?" La voz de Dumbledore


era baja. "Aquellos a los que lastimas."

"Me preocupo por los inocentes," Harry aclaró. "Como el Sr. Hagrid,
sobre quien usted debería notar yo argumenté para que no fuera
considerado malicioso, solamente ingenuo. Me parece bien que el
Sr. Hagrid trabaje aquí siempre y cuando no vuelva a llevar consigo
a alguien dentro del Bosque Prohibido."

"Había considerado que con Rubeus vindicado, él podría enseñar


Cuidado de Criaturas Mágicas tras el retiro de Silvanus de la
posición. Aunque la mayor parte de esa enseñanza se realiza dentro
del Bosque Prohibido. Así que eso tampoco podrá ser, ante las
consecuencias de tu progreso."

Harry habló lentamente, "Pero - usted nos contó que el Sr. Hagrid
tiene un punto ciego cuando se trata de la amenaza que
representan las criaturas mágicas para los magos. Que el Sr. Hagrid
tenía un déficit cognitivo y realmente no podía imaginar que Draco y
Tracey fueran a salir heridos, por lo que el Sr. Hagrid no vio nada
malo con dejarlos solos en el Bosque Prohibido durante la noche.
¿No era eso verdad?"

"Es verdad."

"¿Entonces no sería el Sr. Hagrid el peor profesor posible para


Criaturas Mágicas?"

El mago anciano bajó la vista para contemplar a Harry a través de


los anteojos de media luna. Su voz fue gruesa cuando se expresó.
"El propio Sr. Malfoy no vio nada inusual. No era un truco tan
implausible para no haber sido elaborado por Argus, Harry Potter. Y
Rubeus podría haberse acostumbrado a su nueva posición. Habría
sido - todo lo que Rubeus deseaba, su más grande deseo -"
"Su error," Harry concluyó, mirando a sus rodillas, sintiéndose al
menos diez por ciento tan cansado como más lo había llegado a
estar, "es un prejuicio cognitivo que llamaríamos, en mi ambiente,
insensibilidad extensiva. Falla para multiplicar. Usted está pensando
sobre cuán feliz sería el Sr. Hagrid cuando fuera a escuchar las
noticias. Considere los próximos diez años y mil estudiantes
tomando Criaturas Mágicas y diez por ciento de ellos siendo
quemados por los Ashwinders. Ningún estudiante sería herido de
una manera equivalente a la cantidad de felicidad del Sr. Hagrid, sin
embargo habría cien estudiantes que resultaron heridos y
únicamente un profesor feliz."

"Tal vez," el mago anciano dijo. "Y tu propio error, Harry, es que no
sientes el dolor de aquellos a los que hieres, una vez que has
acabado tus multiplicaciones."

"Quizá." Harry siguió observando sus rodillas. "O quizá es algo peor
que eso. Director, ¿qué significa si no le agrado a un centauro?"
¿Qué significa cuando un miembro de una raza de criaturas
mágicas conocidas por su Adivinación te da un discurso sobre las
personas que son ignorantes de las consecuencias, se disculpa, y
luego te intenta clavar una lanza?

"¿Un centauro?" el Director cuestionó. "Cuándo pudiste tú - ah, el


Giratiempo. Tú eres la razón por la que no pude regresar antes del
evento, por el dolor de la paradoja."

"¿Lo soy? Supongo que lo soy." Harry sacudió su cabeza distante.


"Lo lamento."

"Con muy pocas excepciones," Dumbledore afirmó, "a los centauros


no le gustan los magos, para nada."

"Este fue un poco más específico que eso."

"¿Qué fue lo que te dijo el centauro?"

Harry no respondió.
"Ah." El Director vaciló. "Los centauros se han equivocado muchas
veces, y si existe alguien en este mundo que pueda confundir a las
propias estrellas, ese eres tú."

Harry alzó la mirada, y vio que los ojos azules eran gentiles una vez
más detrás de los anteojos de media luna.

"No le des mucha importancia," recomendó Albus Dumbledore.

Nota del Traductor (20 de Enero de 2.020)

Hace un par de días me mudé y pensé que iba a estar sin Internet
por más tiempo, me alegro de no haberme retrasado tanto.

El siguiente episodio es de 4.000 palabras más o menos, espero


publicarlo el 26 de Enero en y el 2 de Febrero en mi blog y FFN.

Faltan 21 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Preocupacion
Capítulo 3: Preocupación

Junio 3, 1992.

El Profesor Quirrell estaba muy enfermo.

Había parecido mejor por un tiempo, tras haber bebido la sangre de


unicornio en Mayo, pero el aire de intenso poder que lo había
rodeado después no había durado ni un día. Para los Idus de Mayo,
las manos del Profesor Quirrell estaban temblando otra vez, aunque
sutilmente. El régimen médico del Profesor de Defensa había sido
interrumpido demasiado pronto, aparentemente.

Seis días atrás el Profesor Quirrell había colapsado a la hora de la


cena.

Madam Pomfrey había intentado prohibir que el Profesor Quirrell


fuera a enseñar sus clases, y el Profesor Quirrell le había gritado a
ella en frente de todos. El Profesor de Defensa había gritado que de
todos modos se estaba muriendo, y usaría el tiempo que le quedaba
como él escogiera.

Así que Madam Pomfrey, pestañeando mucho, le había prohibido al


Profesor de Defensa hacer cualquier cosa excepto enseñar sus
clases. Había pedido la ayuda de un voluntario para llevar al
Profesor Quirrell a un cuarto en la enfermería de Hogwarts. Más de
cien estudiantes se habían puesto de pie, únicamente la mitad tenía
bordes verdes.

El Profesor de Defensa ya no se sentaba a la Mesa de Profesores


durante las comidas. Ya no lanzaba hechizos durante sus lecciones.
Los estudiantes de mayor edad que tenía más puntos Quirrell le
ayudaban a enseñar, los de séptimo año que ya habían presentado
sus E.X.T.A.S.I.S. en Mayo. Tomaban turnos para llevarlo flotando
desde su cuarto en la enfermería hasta sus clases, y le traían la
comida a las horas correspondientes. El Profesor Quirrell
supervisaba sus clases de Batalla Mágica desde una silla, sentado.

Ver morir a Hermione había dolido más que esto, sin embargo había
terminado mucho más rápido.

Este es el verdadero Enemigo.

Harry ya había pensado eso, tras la muerte de Hermione. Ser


forzado a observar al Profesor Quirrell morir, día tras día, semana
tras semana, no había hecho mucho para cambia su opinión.

Este es el verdadero Enemigo que tengo que enfrentar, Harry pensó


el Miércoles en clase de Defensa, contemplando al Profesor Quirrell
yéndose para un lado de su silla antes de que el asistente de
séptimo año lo atrapara. Todo lo demás no son más que sombras y
distracciones.

Harry había estado reflexionando sobre la profecía de Trelawney en


su mente, preguntándose si quizá el verdadero Señor Oscuro no
tenía nada que ver con el Señor Voldemort. Nacido de aquellos que
lo desafiaron tres veces parecía evocar fuertemente a los hermanos
Peverell y las tres Reliquias de la Muerte - aunque Harry no veía
exactamente cómo la Muerte lo podría haber marcado como un
igual, lo que parecía implicar algún tipo de acción deliberada por
parte de la muerte.

Solamente este es el verdadero Enemigo, Harry pensó. Después


vendrá la Profesora McGonagall, Mamá y Papá, incluso Neville a su
tiempo, a menos que la herida en el mundo pueda ser sanada antes
de eso.

No había nada que Harry pudiera hacer. Madam Pomfrey ya estaba


haciendo por el Profesor Quirrell lo que la magia podía hacer, y la
magia parecía ser estrictamente superior a las técnicas Muggle
cuando se trataba de sanar.
No había nada que Harry pudiera hacer.

Nada que él pudiera hacer.

Nada.

Nada de nada.

Harry levantó su mano, y llamó a la puerta, en caso de que la


persona allí adentro ya no lo pudiera detectar.

"¿Qué sucede?" surgió una forzada voz desde el cuarto de la


enfermería.

"Soy yo."

Hubo una larga pausa. "Adelante," comunicó esa voz.

Harry se deslizó adentro y cerró la puerta detrás suyo, y lanzó el


Encantamiento Silenciador. Se quedó de pie tan lejos como pudo del
Profesor Quirrell, nada más en caso de que su propia magia
estuviera haciendo que el Profesor se sintiera incómodo.

Aunque la sensación de destrucción se estaba desvaneciendo,


desvaneciendo con cada día que pasaba.

El Profesor Quirrell estaba acostado en su cama de enfermería,


únicamente su cabeza levantada por una almohada. Un cobertor
con material de algodón, rojo con bordes negros, cubría su pecho.
Un libro flotaba frente a sus ojos, delineado con un pálido resplandor
que también rodeaba un cubo negro que yacía sobre la cama. No
era la propia magia del Profesor de Defensa, entonces, sino algún
tipo de dispositivo.

El libro era Pensando en Física por Epstein, el mismo libro que


Harry le había prestado a Draco unos cuantos meses atrás. Harry
había dejado de preocuparse por su uso indebido varias semanas
atrás.

"Este -" El Profesor Quirrell dijo, y tosió, no se oyó muy bien. "Este
es un libro fascinante… de haberme dado cuenta antes…" Una
carcajada, mezclada con otra tos. "¿Por qué asumí que las artes
Muggles… no debían ser mías? ¿Que no serían… de utilidad para
mí? ¿Por qué nunca me molesté en intentar… comprobarlo
experimentalmente… como usted lo pronunciaría? ¿En caso… de
que mis suposiciones… fueran equivocadas? Parece
completamente tonto de mi parte… en retrospectiva…"

Harry estaba teniendo más problemas para hablar que el Profesor


Quirrell. Sin palabras, Harry metió la mano en su bolsillo, y depositó
un pañuelo sobre el suelo; que luego desdobló para revelar un
pequeño guijarro blanco, redondo y liso.

"¿Qué es eso?" inquirió el Profesor de Defensa.

"Es un, es un, Transformado, unicornio."

Harry había revisado los libros, había descubierto que puesto que él
era demasiado joven para tener pensamientos sexuales sería capaz
de aproximarse a un unicornio sin temor. Los mismos libros no
habían informado que los unicornios fueran inteligentes. Harry ya se
había dado cuenta que cada especie mágica inteligente era al
menos parcialmente humanoide, desde las sirenas hasta los
centauros hasta los gigantes, desde los elfos hasta los duendes
hasta las veela. Todos tenían emociones esencialmente humanas,
muchos eran conocidos por cruzarse con humanos. Harry ya había
razonado que la magia no creaba nueva inteligencia sino que
cambiaba la apariencia de seres geneticamente humanos. Los
unicornios eran equinos, no eran ni siquiera parcialmente
humanoides, no hablaban, no usaban herramientas, era casi una
certeza que no eran más que caballos mágicos. Si era correcto
comer una vaca para alimentarse uno mismo durante un día,
entonces tenía que ser correcto beber sangre de unicornio para
repeler la muerte durante semanas. No podía ser una cosa sin la
otra.

Así que Harry había entrado dentro del Bosque Prohibido usando su
Capa. Había buscado la Alameda de los Unicornios hasta que la vio,
una orgullosa criatura con un pelaje blanco puro y un cabello violeta,
con tres manchas azules sobre su costado. Harry se había
acercado, y los ojos de zafiro lo habían contemplado inquisitivos.
Harry había golpeado son sus zapatos la secuencia 1-2-3 sobre el
suelo varias veces. El unicornio no había dado ninguna señal de
respuesta. Harry se había acercado más, cogido su pezuña entre
sus manos, y tocado suavemente la misma secuencia con la pezuña
del unicornio. El unicornio únicamente se lo había quedado mirando
con curiosidad.

Y algo sobre alimentar al unicornio con los cubos de azúcar untados


de poción para dormir todavía se había sentido como homicidio.

Esa magia le da a su existencia un peso significativo que ningún


otro mero animal puede poseer… asesinar algo inocente para
salvarse a uno mismo, ese es un pecado muy grave. Aquellas dos
frases, de la Profesora McGonagall, del centauro, ambas habían
recorrido la mente de Harry, una y otra vez mientras el unicornio
blanco había bostezado, acostado en el suelo, y cerrado sus ojos
para la que sería su última vez. La Transformación había tardado
una hora, y los ojos de Harry se habían mojado repetidamente
durante su trabajo. La muerte del unicornio podría no haber ocurrido
entonces, pero vendría pronto, y era impropio de la naturaleza de
Harry intentar rehuir de la responsabilidad fuera cual fuera. Harry
nada más esperaba que, si no matabas al unicornio para salvarte a
ti mismo, si lo hacías para salvar a un amigo, que al final de cuentas
fuera aceptable.

Las cejas del Profesor Quirrell treparon hasta lo más alto. Su voz se
puso menos suave, con algo de su usual filo, cuando pronunció, "Le
prohíbo que vuelva a hacer eso."
"Me imaginé que iba a decir algo así," Harry replicó. Tragó saliva de
nuevo. "Sin embargo este unicornio ya está, ya está condenado, así
que sería mejor que lo aproveche, Profesor…"

"¿Por qué hizo esto?"

Si el Profesor de Defensa realmente no comprendía eso, era más


lento en lo positivo que cualquiera que Harry hubiese conocido.
"Seguía pensando que no había nada que yo pudiera hacer," Harry
contestó. "Me cansé de pensar eso."

El Profesor Quirrell cerró sus ojos. Su cabeza se dejó caer sobre la


almohada. "Tuvo suerte," el Profesor de Defensa explicó con suave
voz, "que un unicornio Transformado… no activase las protecciones
de Hogwarts, como una criatura extraña… tendré que… salir afuera
de los terrenos de la escuela, para poder usarlo… aunque eso se
puede arreglar. Les comunicaré que deseo contemplar el lago… A
usted le pediré renovar la Transformación antes de irse, y debería
durar lo suficiente, tras eso… y con lo que me queda de fuerza,
deshacer cual sea la alarma letal que fue puesta sobre la manada…
que, al no estar muerto el unicornio todavía, sino solamente
Transformado, aún no se habrá activado… usted tuvo mucha suerte,
Sr. Potter."

Harry asintió. Empezó a hablar, luego se detuvo otra vez. Las


palabras parecían pegarse en su garganta nuevamente.

Ya has calculado las utilidades esperadas, si llega a funcionar, si


sale mal. Has asignado probabilidades, has multiplicado, y luego
echaste la respuesta a un lado y seguiste tu nuevo instinto, que era
el mismo. Así que dilo.

"Conoce usted," Harry preguntó sin firmeza, "¿algún método, por el


cual su vida pueda ser salvada?"

Los ojos del Profesor de Defensa se abrieron. "¿Por qué… me


preguntas eso, niño?"
"Hay… un hechizo del que escuché, un ritual -"

"Guarda silencio," demandó el Profesor de Defensa.

Un instante después una serpiente yacía sobre la cama.

Incluso los ojos de la serpiente estaban atontados.

No se alzó.

" Ssigue hablando," siseó la serpiente, únicamente su lengua


silbante en movimiento.

"Hay… hay un ritual, del cual esscuché por boca del jefe de
esscuela, por el cual él cree que el Sseñor Osscuro podría sseguir
con vida. Sse llama -" y Harry se detuvo, al darse cuenta que no
sabía cómo pronunciar esa palabra en Lengua Parsel. " Horrocrux.
Necessita un assessinato, he esscuchado. Ssin embargo ssi ussted
esstá muriendo de todoss modoss, ussted podría intentar adaptar el
ritual, inclusso ssi implica un mayor riessgo el nuevo hechizo, para
que pueda sser hecho con un ssacrificio diferente. Cambiaría el
mundo entero, ssi ussted tiene exito - aunque yo no ssé nada
ssobre el hechizo - el jefe de esscuela pienssa que dessgarra una
parte del alma, aunque no veo cómo esso podría sser verdad -"

La serpiente estaba siseando para carcajearse, una extraña


carcajada afilada, casi histérica. " ¿Ussted intenta ensseñarme esse
hechizo a mí? ¿Yo? Debess aprender máss cautela en el futuro,
niño. Pero no importa. Desscubrí el hechizo horrocrux dessde hace
mucho tiempo. Ess inssignificante."

"¿Insignificante?" Harry habló en voz alta por la sorpresa.

" Ssería un hechizo ssin ssentido dessde el principio, de exisstir lass


almass. ¿Dessgarrar una parte del alma? Esso ess mentira.
Dessinformación para essconder verdadero ssecreto. Ssolamente
aquel que no crea en las mentirass comuness razonará máss allá,
verá bajó la osscuridad, darsse cuenta de cómo lanzar el hechizo.
Assessinato no ess necessario en ritual para nada. Muerte repentina
a vecess hace fantassma, ssi la magia explota y sse pega en alguna
cossa cercana. Hechizo Horrocrux canaliza la explossión de muerte
a travéss de quien lo lanza, crea tu propio fantassma en vez del de
la víctima, imprime fantassma en disspossitivo esspecial. Ssegunda
víctima recoge el disspossitivo horrocrux, disspossitivo imprime tuss
memoríass ssobre essa perssona. Ssin embargo ssólo permanecen
lass memoríass hassta el momento en que fue fabricado el
disspossitivo. ¿Obsservass la falla?"

Había regresado la sensación ardiente en la garganta de Harry. " No


hay continuidad de - " no había una palabra serpiente para
consciencia "- sser, por lo que podríass penssar que trass hacer el
horrocrux, entoncess sser con nuevass memoríass muere y no ess
resstaurado -"

"Ssí, lo obsservass. Ademáss el interdicto de Merlín previene que


loss hechizoss poderossoss passen a travéss de tal disspossitivo,
puessto que no esstá realmente vivo. Loss Magoss Osscuross que
regressan assí sson por lo tanto máss débiless, derrotadoss
facilmente. Ninguno ha perssisstido mucho por tal medio. Lass
perssonalidadess cambian, sse mezclan con lass de la víctima. La
muerte no ess verdaderamente ssuperada. El sser real esstá
pérdido, como lo expressaríass tú. No ess de mi agrado para miss
gusstoss en la actualidad. Admito que lo conssideré, hace mucho
tiempo."

Nuevamente un hombre yacía sobre la cama de enfermería. El


Profesor de Defensa respiró, luego produjo un retorcido sonido de
tos.

"¿Puede darme la receta completa para el hechizo?" Harry solicitó,


tras un momento de deliberación. "Podría haber algún modo de
mejorar las fallas, con suficiente investigación. Alguna manera para
hacerlo con ética y que funcione." Como hacer la transferencia en
un cuerpo clonado con un cerebro en blanco, en vez de una víctima
inocente, lo que también podría mejorar la fidelidad de la
transferencia de personalidad… aunque eso todavía dejaba otros
problemas.

El Profesor Quirrell produjo un corto sonido, bajo su aliento, que


podría haber sido una risa. "Sabes, niño," el Profesor Quirrell
susurró, "Había pensado… enseñarte todo… las semillas de todos
los secretos que descubrí… de una mente viva a otra… para que así
después, cuando fueras a encontrar los libros correctos, serías
capaz de comprender… Habría pasado mi conocimiento sobre ti, mi
heredero… habríamos empezado tan pronto como lo hubieses
pedido… pero tú nunca me lo pediste."

Incluso el dolor que rodeaba a Harry como agua espesa cedió ante
eso, a la tremenda magnitud de la oportunidad perdida. "¿Se
suponía que yo - ? ¡Yo no sabía que se suponía que yo - !"

Otra carcajada tosida. "Ah sí… el ignorante hijo de Muggles… en


herencia sino en sangre… ese eres tú. Aunque lo he reflexionado…
mejor… usted nunca debería recorrer mi camino… no fue un buen
camino, al fin y al cabo."

"¡No es demasiado tarde, Profesor!" Harry exclamó. Una parte de


Harry aulló que él estaba siendo egoísta, y luego otra parte gritó
más; habría otras personas para ayudar.

"Sí, es demasiado tarde… y usted no podrá… persuadirme de lo


contrario… yo lo he… reflexionado mejor… como dije… estoy
demasiado lleno… de secretos que estarían mejor olvidados…
mirame. "

Harry lo miró, casi a pesar de sí mismo.

Vio a una cara todavía sin arrugas, que parecía vieja y dolorida, bajo
una cabeza que rápidamente perdía su cabello, incluso las sienes
ya se veían peladas; Harry observó un rostro que siempre pensó era
afilado, que ahora revelaba ser fino, músculo y grasa yéndose de
ese rostro, al igual que de los brazos, que lucían como los de la
forma esquelética de Bellatrix Black que había visto en Azkaban -
La cabeza de Harry huyó hacia un lado, sin pensar.

"Usted lo ve," murmuró el Profesor. "Me disgusta sonar como un


cliché… Sr. Potter… sin embargo la verdad es que… las Artes
llamadas Oscuras… realmente no son buenas para una persona…
al final de cuentas."

El Profesor Quirrell inhaló, exhaló. Hubo silencio por un rato en la


enfermería, los dos eran vigilados únicamente por los elaborados
ornamentos sobre las paredes de piedra.

"¿Queda algo… sin decir entre nosotros?" inquirió el Profesor


Quirrell. "No me voy a morir… claro está… no ahora mismo… pero
no sé por cuánto más… seré capaz de conversar."

"Hay," Harry dudó, tragó saliva otra vez. "Hay muchas cosas,
demasiadas cosas, aunque… podría ser incorrecto que yo elija esta,
pero no quiero - que esta pregunta quede sin respuesta -
¿serpiente?"

Una serpiente yacía sobre la cama.

" Aprendí cómo funciona la Maldición Assessina. Requiere odio


verdadero para sser lanzada, no demassiado odio, ssino querer al
objetivo muerto, esso me dijeron. En la prissión con loss come-
vidass, ussted lanzó la Maldición Assessina al guardia - afirmó que
no lo quería muerto - ¿fue esso una mentira? Aquí, ahora, a essta
distancia - ussted puede decir la verdad - inclusso ssi teme que lo
haga quedar mal - no debería tener importancia ahora, maesstro.
Desseo ssaber. Debo ssaber. No lo voy a abandonar, ssin importar
resspuessta."

Un hombre yacía sobre la cama.

"Escuche con cuidado," el Profesor Quirrell susurró. "Le voy a


proponer un enigma… un acertijo sobre un hechizo peligroso…
cuando usted conozca la respuesta a ese rompecabezas… también
sabrá… la respuesta a su pregunta… ¿está escuchando?"
Harry asintió.

"Hay una limitación… para la Maldición Asesina. Para invocar una


vez… en un combate… debe odiar lo suficiente… para querer al otro
muerto. Para invocar Avada… Kedavra dos veces… debe odiar lo
suficiente como… para matar dos veces… para cortar su garganta
con sus propias manos… para verlos morir… y luego volver a
hacerlo. Muy pocos… pueden odiar tanto… como para matar a
alguien… cinco veces… ellos se… aburrirán." El Profesor de
Defensa respiró varias veces, antes de continuar. "Pero si repasa la
historia… encontrará algunos Magos Oscuros… que podían lanzar
la Maldición Asesina… una y otra vez. Una bruja del siglo
diecinueve… quien se llamaba a sí misma Dark Evangel… los
Aurores la llamaban A. K. McDowell. Ella podía invocar la Maldición
Asesina… una docena de veces… en una misma pelea. Pregúntese
a sí mismo… como yo lo hice… ¿cuál es el secreto… que ella
conocía? ¿Qué es más letal que el odio… y fluye sin límite?"

Un segundo nivel para el hechizo Avada Kedavra, igual que con el


Encantamiento Patronus…

"Realmente no me importa," Harry contestó.

El Profesor de Defensa se carcajeó como un anciano. "Bueno. Ya


estás… aprendiendo. Así que ves…" Una pausa de transformación.
" No desseaba la muerte del guarda, desspuéss de todo. Invoqué la
Maldición Assessina, aunque no con odio. " Y luego fue un hombre.

Harry tragó saliva con fuerza. A la vez era mejor, y peor, que lo que
Harry había sospechado; y bastante característico del Profesor
Quirrell. Un alma rota, seguramente; sin embargo el Profesor
Quirrell nunca había clamado no serlo.

"¿Cualquier otro… asunto?" cuestionó el hombre en la cama.

"Está absolutamente seguro," Harry interrogó, "¿de que no hay nada


que usted haya escuchado que lo podría salvar, Profesor? ¿En todo
su saber secreto? Encontrar y unir las tres Reliquias de la Muerte,
un antiguo artefacto que Merlín selló detrás de un acertijo que nadie
descubrió? Usted ha visto algo de lo que yo puedo hacer. Que soy
bueno para resolver acertijos. Usted sabe que puedo descubrir
cosas, a veces, que otros magos no pueden. Yo -" la voz de Harry
se rompió. "Yo tengo una fuerte preferencia por su vida, por encima
de su muerte, Profesor Quirrell."

Hubo una larga pausa.

"Una cosa," murmuró el Profesor Quirrell. "Una cosa… que lo podría


hacer… o podría ser que no… aunque obtenerlo… está más allá de
su poder, o el mio…"

Oh, no era más que la introducción para una sub-misión, opinó el


Crítico Interno de Harry.

Todas las otras partes le gritaron a esa parte para que se callara. La
vida no funcionaba así. Los artefactos antiguos podían ser hallados,
pero no en un mes, no cuando no podías salir de Hogwarts y
seguías en tu primer año.

El Profesor Quirrell respiró profundamente. Exhaló. "Lo siento… eso


salió… demasiado dramático. No se… llene de esperanzas… Sr.
Potter. Usted preguntó… por cualquier cosa… sin importar cuán
improbable. Hay… un cierto objeto… llamado…"

Una serpiente yacía sobre la cama.

"La Piedra Filossofal, " siseó la serpiente.

Si todo este tiempo había existido un medio para crear una


inmortalidad segura de modo masivo y a nadie le había importado,
Harry iba a perder la cabeza y los iba a matar a todos.

"Leí ssobre ella en un libro," Harry siseó. "Concluí que era


obviamente un mito. No hay razón para que el missmo disspossitivo
pudiera proveer inmortalidad y oro ssin fin. No a menoss que alguien
estuviera inventando hisstoriass felicess. Ssin mencionar, que cada
perssona cuerda debería esstar invesstigando manerass de fabricar
máss Piedrass, o ssecuesstrar al fabricante para producir máss.
Penssé en ussted esspecíficamente, maesstro."

Un siseo de risa fría. "Razonamiento ess ssabio, aunque no lo


ssuficiente. Al igual que con el hechizo horrocrux, lo abssurdo
essconde el verdadero ssecreto. La verdadera Piedra no ess lo que
la leyenda assevera. Verdadero poder no ess lo que lass hisstoriass
afirman. Ssupuessto fabricante no fue en realidad quien la fabricó.
Quien la possee ahora, no nació con el nombre que ahora ussa. Aún
así Piedra ess en verdad un poderosso disspossitivo de ssanación.
¿Sse te ha hablado de ella?"

"Ssolamente en libro. "

"Aquel que possee la Piedra ahora ess receptáculo de mucho


conocimiento perdido. Le ensseñó muchoss ssecretoss al jefe de
esscuela. ¿Jefe de esscuela no ha revelado nada ssobre el
posseedor de Piedra, nada ssobre la Piedra? ¿Ninguna pissta?"

"No que yo pueda recordar ahora missmo, " Harry replicó


honestamente.

"Ah," siseó la serpiente. "Ah, bueno"

"Le podría preguntar al jefe de esscuela -"

"¡No! No le preguntess, niño. Él no recibirá bien ninguna pregunta."

"Pero ssi la Piedra ssolamente ssana -"

"Jefe de esscuela no cree esso, no lo va a creer. Demassiadoss han


persseguido la Piedra, o persseguido el conocimiento ssecreto de
ssu posseedor. No hagass preguntass. No debess preguntar. No
intentess obtener Piedra por tu cuenta. Te lo prohibo."

Una vez más un hombre yacía sobre la cama. "Estoy en… mi


límite…" admitió el Profesor Quirrell. "Debo recuperar… mi fuerza…
antes de ir… al bosque… con tu regalo. Vete ahora… sin embargo
renueva la Transformación… antes de irte."

Harry se estiró, tocó el guijarro blanco que estaba sobre la servilleta,


renovando la Transformación. "Debería durar por una hora y quince
minutos más," Harry informó.

"Tus estudios… hazlo bien."

Era más largo que lo que las Transformaciones de Harry habían


durado al principio del año escolar. Los hechizos de segundo año ya
eran fáciles para él, sin forzarse; lo que no era sorprendente, ya que
tendría doce años en menos de dos meses. Harry incluso podría
lanzar el Encantamiento de Memoria, de haber sido bueno para
alguien olvidar cada memoria relacionada a su brazo izquierdo.
Estaba trepando la escalera del poder, lentamente, desde el
mismísimo fondo.

Le llegó el pensamiento para una tristeza potencial, un pensamiento


sobre una puerta que se abría mientras otra se cerraba; que Harry
también rechazó.

La puerta a la enfermería se cerró detrás de Harry, mientras el Niño-


Que-Vivió caminó rápido y determinado, encogido dentro de su
Capa de Invisibilidad al moverse. Pronto, era de presumir, el
Profesor Quirrell iba a pedir asistencia; y un trío de estudiantes
mayores iba a guiar al Profesor de Defensa hasta algún lugar
apacible, quizá el bosque, con la excusa de observar el lago o algo
por el estilo. Algún lugar en que el Profesor de Defensa se pudiera
comer un unicornio sin ser detectado, después que la
Transformación de Harry perdiera efecto.

Y entonces el Profesor Quirrell estaría más saludable, por un


tiempo. Su poder regresaría con el mayor esplendor que había
llegado a tener, por un periodo de tiempo más corto.
No iba a durar.

Los puños de Harry se apretaron en medio de su caminata, la


tensión irradiando de los brazos de sus músculos. Si el régimen de
tratamiento del Profesor de Defensa no hubiese sido interrumpido,
por Harry y los Aurores que él había traído a Hogwarts…

Era estúpido culparse a sí mismo, Harry lo sabía y de alguna


manera su cerebro lo seguía haciendo de todos modos. Como si su
cerebro estuviera buscando, hallando cuidadosamente y
seleccionando alguna manera de que esto fuera su culpa, sin
importar cuán rebuscado fuera.

Como si hacer que las cosas fueran su culpa fuera la única manera
en que su cerebro supiera como afligirse.

Un trío de Slytherins de séptimo año pasaron por el pasillo a un lado


de la forma invisible de Harry, en dirección hacia la oficina de la
sanadora donde el Profesor esperaba, mostrándose profundamente
serios y preocupados. ¿Así era como otras personas se dolían?

¿O acaso a ellos, en algún nivel, realmente no les importaba, como


pensaba el Profesor Quirrell?

Hay un segundo nivel para la Maldición Asesina.

El cerebro de Harry había resuelto el acertijo en un instante, en


cuanto lo escuchó; como si el conocimiento siempre hubiese estado
dentro de él, esperando para hacerse a sí mismo conocido.

Harry había leído una vez, en algún lugar, que el opuesto de la


felicidad no era la tristeza, sino el aburrimiento; y el autor había
dicho que para encontrar la felicidad no tenías que preguntarte qué
te hacia feliz, sino qué te emocionaba. Y por el mismo
razonamiento, el odio no era el verdadero opuesto del amor. Incluso
el odio era un tipo de respeto que le podías dar a la existencia de
alguien. Si te importaba alguien lo suficiente como para preferir su
muerte, significaba que estabas pensando en ellos.
Había surgido mucho antes, antes del Juicio, en una conversación
con Hermione; cuando ella dijo algo sobre la Bretaña mágica siendo
Prejuiciosa, lo que recientemente había sido probado de modo
considerable. Y Harry había pensado - aunque no en voz alta - que
al menos la habían dejado entrar en Hogwarts para ser escupida.

No como ciertas personas viviendo en ciertos países, que eran, en


teoría, tan humanos como cualquier otro; quienes en teoría eran
seres conscientes, más valiosos que cualquier mero unicornio. Pero
a los que a pesar de ello no se les iba a permitir vivir en la Bretaña
Muggle. A propósito, hay que reconocer, que ningún Muggle tenía el
derecho de ver a un mago a los ojos. La Bretaña mágica podría
discriminar contra los hijos de Muggles, pero al menos se les
permitía entrar para que pudieran ser escupidos en persona.

¿Qué es más letal que el odio, y fluye sin límite?

"Indiferencia," Harry murmuró en voz alta, el secreto de un hechizo


que él nunca sería capaz de lanzar; y siguió avanzando hacia la
biblioteca para leer cualquier cosa que pudiera encontrar, fuera lo
que fuera, sobre la Piedra Filosofal.

Nota de traductor (26 de Enero de 2.020)

El próximo capítulo está alrededor de las 2.500 palabras por lo que


espero publicarlo el 2 de Febrero en mi y el 9 de Febrero en mi blog
y FFN. El resto del tiempo libre en la semana lo usaré para
adelantar el capítulo después de ese, que es bastante largo, y es el
comienzo de la última gran batalla de esta historia.

Empieza el hype.

Faltan 20 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres
Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.

Si lo deseas puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Examenes
Capítulo 103: Exámenes

Junio 4, 1992.

Daphne Greengrass estaba en la sala común de Slytherin,


escribiendo una carta para su Dama Madre (quien para su sorpresa
era muy intransigente sobre compartir el poder, a pesar de ni
siquiera estar en Hogwarts para ejercer control) cuando vio a Draco
Malfoy caminar pesadamente para entrar a través de la puerta del
retrato cargando lo que debía ser una docena de libros, Vincent y
Gregory detrás de él cargaba una docena más. El Auror que
acompañaba a Malfoy metió su cabeza brevemente, luego se retiró
a quién sabe dónde.

Draco echó un vistazo alrededor, luego pareció tener una brillante


idea y se fue acercando hacia ella arrastrando los pies, con Vincent
y Gregory trás él.

"¿Me puedes ayudar a leer estos?" pidió Draco, sonando


ligeramente sin aliento mientras se aproximaba.

"Qué." Las lecciones habían terminado, únicamente faltaban los


exámenes, ¿y desde cuándo los Malfoy le pedían a los Greengrass
ayuda con su tarea?

"Estos," Draco Malfoy explicó con importancia, "son todos los libros
de la biblioteca que la Señorita Miss Granger sacó entre el 1 de Abril
y el 16 de Abril. Pensé en revisarlos en caso de que haya alguna
Pista, sólo que acabo de pensar que, quizá tú me deberías ayudar
porque tú conocías mejor a la Señorita Granger."

Daphne observó fijamente los libros. "¿La General leyó todo eso en
dos semanas? " Un nudo de dolor cruzó su corazón, aunque ella lo
suprimió.
"Bueno, no sé si la Señorita Granger los finalizó todos," Draco
argumentó. Había levantado un cauteloso dedo. "De hecho, no
sabemos si leyó cualquiera de estos, o si realmente fue ella la que
los pidió prestados, o sea, todo lo que hemos observado es que el
registro de la biblioteca afirma que ella los reviso -"

Daphne contuvo un quejido. Malfoy había estado hablando así


durante semanas. Había personas que claramente no debían
involucrarse con asesinatos misteriosos porque le hacía cosas
extrañas a sus mentes . "Sr. Malfoy, no podría leer todo esto ni
pasando mi verano entero sin hacer otra cosa."

"Entonces nada más dale un vistazo, ¿por favor?" Draco solicitó.


"Especialmente si hay, ya sabes, palabras misteriosas escritas del
puño y letra de ella, o un separador de páginas dejado adentro, o -"

"Yo también he visto aquellas obras de teatro, Sr. Malfoy." Daphne


giró sus ojos. "No tenemos Aurores para -"

" ¡Estamos perdidos! " chilló Millicent Bulstrode, al subir como una
tromba desde las cámaras más profundas hasta la sala común de
Slytherin.

Las personas se la quedaron mirando.

" ¡Es el Profesor Quirrell! "

Un repentino aire de atención, pues la disputa que tanto tiempo


había durado por fin iba a ser zanjada. "Bueno, finalmente," alguien
dijo, mientras Millicent intentaba recuperar el aliento. "Apenas le
quedan, como, ¿diez días para hacer algo malo?"

"Once días," corrigió el de séptimo año que estaba manejando las


apuestas.

" ¡De repente se puso un poco mejor y va a llamar a los de primer


año para nuestro examen final de Defensa! ¡Por sorpresa! ¡En
cincuenta minutos! "
"¿Un examen final de Defensa?" Pansy cuestionó con expresión
vacía. "Pero el Profesor Quirrell nunca hizo exámenes."

"¡El examen final de Defensa del Ministerio !" aulló Millicent.

"Pero el Profesor Quirrell no enseñó nada que fuera del currículum


del Ministerio," protestó Pansy.

Daphne ya estaba corriendo para su cuarto, en busca del libro de


texto para el primer año de Defensa que ella no había tocado desde
Septiembre y bramando maldiciones dentro de su mente.

Un escritorio detrás de ella, alguien estaba llorando, sus suaves


sollozos produciendo un canto de desesperación de trasfondo para
el salón de clases. Daphne miró para atrás, con la expectativa de
ver un Hufflepuff y la esperanza de que no fuera Hannah, y quedó
sorprendida al principio (aunque no tras reflexionar un poco) al ver
que se trataba de un Ravenclaw.

Ante ellos estaban puestos los pergaminos del examen, boca abajo,
esperando la campana.

Cincuenta minutos no habían sido ni de cerca tiempo de preparación


suficiente, aunque había sido algo, y Daphne ahora estaba sintiendo
vergüenza de no haber enviado mensajeros para advertir a las
Casas de Hufflepuff, Ravenclaw, y Gryffindor. Habían empezado a
otorgar Puntos de Casa nuevamente desde hace tres días, al
comenzar Junio, sin embargo el Comité Especial de Protección
Auxiliar todavía debía promover la unidad entre las Casas.

Otra Ravenclaw, sentada cuatro escritorios a su izquierda, también


empezó a llorar. Esa era Katherine Tung del Ejército Dragón, si
recordaba correctamente, a quien una vez había visto enfrentar tres
Soldados Soleados al mismo tiempo y sin vacilación.
Daphne se había calmado tras un par de minutos de lectura
frenética. No era más que un examen, no un asesinato o algo por el
estilo; y si casi todos los de primer año iban a entregar pergaminos
casi por completo en blanco entonces no había razón para que
nadie estuviera avergonzado. Sin embargo Daphne podía entender,
aunque no simpatizar exactamente, que los Ravenclaws y
Hufflepuffs podrían no verlo de ese modo.

"Él es malvado," otra bruja de Ravenclaw murmuró con voz


temblorosa. "Ciento por ciento Mago Oscuro hasta los huesos. El
Señor Oscuro Grindelwald no habría hecho esto, no a los niños, es
peor que Quien-Tú-Sabes."

Daphne observó pensativa hacia donde estaba sentado el Profesor


Quirrell, medio caído para un lado aunque con los ojos alerta; y
creyó percibir una sonrisa en el Profesor de Defensa por un
pequeño instante. No, eso tenía que ser su imaginación, de ninguna
manera el Profesor de Defensa podría haber escuchado eso.

La campana repicó.

Daphne le dio vuelta al pergamino.

La parte superior estaba estampada con sellos del Ministerio, el


Consejo Escolar de Hogwarts, y el Departamento de Educación
Mágica, y runas para detectar la trampa. Debajo de eso había una
línea para que ella escribiera su nombre, y una lista de las reglas de
los exámenes con una foto de Lindsay Gagnon, la Directora del
Departamento de Educación Mágica, sacudiendo un dedo
amonestador para todos.

A la mitad de la página estaba la primera pregunta del examen.

Era, ¿Por qué es importante para los niños mantenerse alejados de


las criaturas extrañas?

Hubo una pausa paralizada.


Un estudiante empezó a reírse, ella creyó que provenía de la
sección de la clase donde estaban los Gryffindor. El Profesor Quirrell
no hizo gesto para censurar, y la risa se fue esparciendo.

Nadie habló en voz alta, pero los estudiantes se vieron entre sí,
intercambiando miradas a medida que las risas iban mermando, y
entonces por algún desacuerdo tácito todos observaron al Profesor
Quirrell, quien les estaba sonriendo benevolente.

Daphne se dobló sobre el examen, exhibiendo una malvada sonrisa


desafiante que habría llenado de orgullo tanto a Godric Gryffindor
como a Grindelwald; y escribió, Porque mi Maleficio Paralizador, mi
Más Antigua Hoja, y mi Encantamiento Patronus no funcionan
contra todo.

Harry Potter volteó la última página de su examen de Defensa.

Incluso Harry había necesitado reprimir un poco de nerviosismo,


algún pequeño remanente de su infancia, tras leer la primera
pregunta real ('¿Cómo puedes hacer que una Anguila Chillona
guarde silencio?'). Las lecciones del Profesor Quirrell pasaron casi
cero de tiempo sobre las sorprendentes y aún así inútiles
trivialidades que algún idiota había imaginado como la apariencia
buena para una 'clase de Defensa'. En principio, Harry podría haber
usado su Giratiempo para leer su libro de Defensa de primer año
tras haber sido notificado del examen sorpresa; sin embargo eso
podría haber levantado injustamente la curva de calificación para los
demás. Tras contemplar la pregunta durante un par de segundos,
Harry había escrito 'Encantamiento Silenciador', e incluyó las
direcciones de lanzamiento en caso de que el evaluador del
Ministerio no creyera que Harry lo conociera.

Una vez que Harry había decidido solamente responder todas las
preguntas correctamente, el examen había avanzado muy
rápidamente. La respuesta más realista a más de la mitad de
preguntas era 'Maleficio Paralizador', y muchas del resto de
preguntas tenían soluciones óptimas como 'Dar la vuelta y caminar
en la dirección opuesta' o 'Arrojar el queso y comprar un par de
zapatos nuevos.'

La pregunta final del examen era "¿Qué harías de sospechar que


podría haber una Espectroserpiente debajo de tu cama?" La
respuesta aprobada por el Ministerio, Harry de hecho la podía
recordar de su lectura rápida de su libro de texto al principio del año,
era Dile a tus padres. El problema con esto se le había ocurrido a
Harry de inmediato, que era la razón por la que Harry lo había
memorizado.

Tras algo de consideración, Harry escribió:

Querido evaluador del Ministerio: me temo que la respuesta real a


eso es un secreto, pero tenga por seguro que una Espectroserpiente
no me va a presentar más problemas que un trol de montaña, un
Dementor, o Quien-Tú-Sabes. Por favor informe a sus superiores
que encuentro su respuesta estándar como perjudicial para los hijos
de Muggles, y que espero que este fallo será corregido en el acto
sin necesidad de mi intervención directa.

Sinceramente, el Niño-Que-Vivió.

Harry firmó el último pergamino con una ancha floritura, lo puso


encima de los demás, bajó su pluma, y se enderezó en su asiento.

Al ver alrededor, Harry vio que el Profesor Quirrell parecía estar


viendo en su dirección general, aunque la cabeza del Profesor de
Defensa se había inclinado para un lado. Los otros estudiantes
seguían escribiendo. Algunos de ellos seguían llorando en silencio,
pero aún escribían. Continuar luchando también había sido una
lección dada por el Profesor Quirrell.

Un tiempo interminable después, el tiempo oficial para el examen se


acabó. Un estudiante de séptimo año fue de escritorio en escritorio,
recogiendo los exámenes para el Profesor Quirrell.
El último pergamino de examen fue recogido, y el Profesor Quirrell
se sentó derecho.

"Mis jóvenes estudiantes," dijo suavemente. El estudiante de


séptimo año tenía su varita apuntada a la boca de Profesor de
Defensa, para que todos pudieran escuchar su voz como si
estuviera al lado de ellos. "Sé… que probablemente eso les pareció
muy aterrador a algunos de ustedes… es un tipo de miedo diferente
a enfrentar la varita del enemigo… lo deben conquistar por
separado. Así que yo… les tendré que decir esto ahora. Es la
costumbre en Hogwarts… que los resultados sean entregados en la
segunda semana de Junio. Sin embargo en mi caso… ellos pueden
hacer una excepción, creo." El Profesor de Defensa sonrió con su
familiar sonrisa seca, teñida ahora con una mueca de dolor
contenida. "Sé que están preocupados… de no haber estado
preparados para este examen… que mis lecciones no cubrieron ese
material… y como que se me olvidó mencionar… que se estaba
acercando… aunque ustedes tendrían que haber sabido… que
llegaría en su momento. Pero acabo de revisar mágicamente… las
respuestas que ustedes dieron en ese… terriblemente, terriblemente
importante examen final… aunque únicamente la calificación del
Ministerio es oficial… yo he asignado sus calificaciones tomando los
resultados del examen en consideración… y mágicamente he
escrito su calificación final en estos pergaminos," el Profesor Quirrell
tocó ligeramente el montón de pergaminos a un lado de su
escritorio, "que ahora mismo les van a ser entregados… un hechizo
increíble… ¿no es así?"

Unos pocos estudiantes del lado de Ravenclaw se mostraron


indignados, pero la mayoría de los estudiantes solamente
parecieron aliviados, y algunos Slytherins se estaban carcajeando.
Harry se habría reído también, de no ser por el dolor de ver al
Profesor Quirrell luchando por hablar.

El estudiante de séptimo año de pie al lado del Profesor Quirrell


apuntó su varita y pronunció algo mágico en pseudo-Latín. Los
pergaminos flotaron y fueron cruzado por el aire, separándose a la
mitad del vuelo para aterrizar sobre cada estudiante.

Harry esperó hasta que el pergamino hubiese aterrizado sobre su


escritorio, y luego lo desdobló.

El pergamino decía EE+, que eran las siglas para Excedió las
Expectativas. Era la segunda nota más alta de calificación, siendo la
más alta Extraordinario.

En otro mundo, un distante mundo ya desaparecido, un pequeño


niño llamado Harry habría gritado indignado por recibir únicamente
la segunda nota más alta. El Harry presente se quedó sentado en
silencio y pensó. El Profesor Quirrell estaba estableciendo un punto,
y no era como si la nota de calificación exacta tuviera importancia de
alguna manera u otra. ¿Estaba diciendo el Profesor Quirrell que
Harry lo había hecho relativamente bien, aunque sin alcanzar su
potencial máximo? ¿O la calificación debía leerse literalmente, que
Harry había de hecho excedido las expectativas del Profesor de
Defensa?

"Todos ustedes… pasan," el Profesor Quirrell reveló, mientras todos


los estudiantes observaban sus calificaciones finales, mientras
suspiros de alivio surgían de los escritorios y Lavender Brown
levantó muy alto su pergamino con un puño apretado en señal de
triunfo. "Todos los estudiantes en el primer año de Batalla Mágica
han pasado… excepto por una."

Varios estudiantes alzaron la vista con repentino terror.

Harry se quedó sentado en silencio. Había visto el punto de


inmediato, e incluso si era un punto incorrecto, sabía que el Profesor
Quirrell nunca, jamás sería convencido con palabras para no
hacerlo.

"Todos ustedes en este cuarto… han recibido calificaciones de al


menos Aceptable. Neville Longbottom… quien realizó este examen
en la casa Longbottom… recibió una calificación de Extraordinario.
Sin embargo la otra estudiante que no está aquí… ahora tiene una
calificación de Desastroso en su registro… por haber fallado el único
examen importante… que se le asignó a ella este año. Le habría
dado una nota aún más baja… pero eso podría haber sido de mal
gusto."

El cuarto estaba en silencio, aunque algunos estudiantes estaban


contemplando con enojo al Profesor.

"Ustedes podrían pensar que una calificación de Desastroso… no


es justa. Que la Señorita Granger fue enfrentada con una prueba…
para la cual sus lecciones… no la habían preparado. Que no se le
informó… que el examen iba a ser ese día."

El Profesor de Defensa inhaló un tembloroso aliento.

"Tal es el realismo," expresó el Profesor Quirrell. "El único examen


importante… puede venir en cualquier momento… es mejor que
estén más preparados… de lo que ella lo estuvo. En cuanto al resto
de ustedes… aquellos que hayan recibido Excedió las Expectativas
o más… han recibido mis cartas de recomendación… para ciertas
organizaciones más allá de los límites de Bretaña… donde su
entrenamiento podría ser completado. Ellos los van a contactar…
cuando tengan la edad suficiente… si aún parecen ser dignos… y si
no han fallado un examen importante. Y recuerden… desde este
día… se deben entrenar ustedes mismos… no pueden confiar… en
futuros profesores de Defensa. Su primer año de Batalla Mágica ha
terminado… pueden retirarse."

El Profesor Quirrell se recostó en su silla con sus ojos cerrados,


pareciendo ignorar la emocionada discusión que surgió a su
alrededor.

A su tiempo la mayoría de estudiantes se habían ido, y uno


permaneció, quedándose a una distancia prescrita del Profesor de
Defensa.

El Profesor de Defensa abrió sus ojos.


Harry levantó su pergamino con su EE+, todavía en silencio.

El Profesor de Defensa sonrió, una sonrisa que invadió todo su


rostro hasta llenar aquellos ojos cansados.

"Es la misma calificación… que recibí en mi primer año."

"Gr, gr, gr," Harry no fue capaz de hacer que las palabras gracias
salieran, estaban atascadas en su garganta cerrada de repente, el
Profesor de Defensa inclinó su cabeza y le dio una mirada
inquisitiva, así que Harry nada más hizo una reverencia mal hecha y
luego abandonó el cuarto.

Nota de traductor (2 de Febrero de 2.020)

El próximo capítulo es de 10.000 palabras más o menos, por lo que


espero publicarlo en mi el 16 de Febrero, y en mi blog y FFN para el
23 del mismo mes.

La nota que está por debajo de Desastroso es Trol, de ahí que fuera
de mal gusto.

Faltan 19 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


La verdad Parte 1 Acertijos y Respuestas
Capítulo 104: La verdad, Parte 1, Acertijos y Respuestas

Junio 13, 1992.

Era la última semana de escuela en Hogwarts, y el Profesor Quirrell


seguía con vida, apenas. El Profesor de Defensa debía estar en una
de las cama de sanación, este día, como lo había estado desde
hacía casi una semana.

La tradición de Hogwarts decía que los exámenes eran realizados la


primera semana de Junio, los resultados de los exámenes eran
entregados la segunda semana, y en la tercera semana, sería el
Festín de Despedida en Domingo y el Expreso Hogwarts te llevaría
a Londres el día Lunes.

Harry se había cuestionado, hace mucho tiempo cuando leyó por


primera vez la agenda escolar, qué hacían exactamente los
estudiantes durante el resto de la segunda semana de Junio, ya que
'esperar por los resultados de los exámenes' no sonaba como hacer
mucho; y la respuesta lo había sorprendido cuando la descubrió.

Sin embargo la segunda semana de Junio ya había terminado


también, y era Sábado; no quedaba nada para el resto del año
excepto el Festín de Despedida en el 14 y abordar el Expreso de
Hogwarts en el 15.

Y nada había sido respondido.

Nada había sido resuelto.

El asesino de Hermione no había sido revelado.

De algún modo Harry había estado pensando que, seguramente,


toda la verdad saldría a la luz para el final del año escolar; como si
fuera el final de una novela de misterio y se le hubiera prometido la
respuesta al misterio. Ciertamente tenía que ser conocido para el
momento en que el Profesor de Defensa estuviera… muerto, No se
podía permitir que el Profesor Quirrell fuera a morir sin conocer la
respuesta, sin que todo hubiese sido resuelto limpiamente. No los
resultados de los exámenes, ciertamente no la muerte, sólo la
verdad podía finalizar una historia…

Pero a menos que te fueras a tragar la última teoría de Draco Malfoy


de que la Profesora Sprout había estado asignando y revisando
menos tarea alrededor del tiempo en que Hermione había sido
culpada por intento de homicidio, por lo tanto demostrando que la
Profesora Sprout había estado pasando su tiempo orquestando
todo, la verdad permanecía sin ser encontrada.

Y en vez de eso, como si el mundo tuviera prioridades que eran más


propias de la forma de pensar del resto de personas, el año iba a
terminar en su clímax con un partido de Quidditch.

En el aire sobre el estadio, figuras distantes sobre escobas giraban


y hacían piruetas y se atropellaban entre sí. El truncado tetraedro de
rojo-púrpura que era la Quaffle era atrapada, arrojada, bloqueada, y
ocasionalmente tirada a través de unos aros flotantes, acompañada
por gritos que sacudían el estadio ya fuera por el triunfo o la
desazón. Túnicas de bordes azules y verdes y amarillos y rojos
gritaban con el entusiasmo que las personas sentían tan fácilmente
cuando no se requería una acción personal de su parte.

Era el primer partido de Quidditch que Harry había atendido en


Hogwarts, y ya había decidido que iba a ser el último.

"¡Davies tiene la Quaffle!" gritó la amplificada voz de Lee Jordan.


"Habrá otros diez puntos para Ravenclaw en siete… seis… cinco…
santos humos, ¡ya lo hizo de nuevo! ¡Un buen golpe y pasa a través
del aro central! Nunca he visto una racha ganadora semejante -
ahora mismo voy a predecir que Davies se va a convertir en Capitán
el próximo año cuando Bortan se retire -"
La voz de Lee fue cortada abruptamente y la propia voz amplificada
de la Profesora McGonagall anunció, "Ese es un asunto exclusivo
del equipo de Ravenclaw, Sr. Jordan. Limítese al partido, por favor."

"Y los Slytherins toman posesión - Flint se entrega la Quaffle a la


encantadora -"

"¡Sr. Jordan!"

"A la meramente aceptable Sharon Vizcaino, cuyo cabello es como


la cola de un cometa cuando traspasa la defensa de Ravenclaw -
¡ahora tiene dos Bludgers que la persiguen de cerca! Pucey está
pegada a la escoba de Sharon - ¿qué estás haciendo, Inglebee? - y
ella se echa para un lado en medio del aire para esquivar - ¿ES
ESA LA SNITCH? VAMOS, CHO CHANG, VAMOS, HIGGS YA
ESTÁ - ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO USTEDES DOS?"

"¡Cálmese, Sr. Jordan!"

"¿CÓMO SE SUPONE QUE ESTÉ CALMADO? ¡ESA FUE LA


PEOR JUGADA QUE HE VISTO EN UN PARTIDO! Y la Snitch se
ha ido - quizá se ha ido para siempre, tras haberse escapado así de
mal - Pucey se dirige hacia los aros de anotación, Inglebee no está
ni cerca de él -"

En una distante era de la historia, tal vez en un mundo


completamente diferente, el Profesor Quirrell se había
comprometido a que la Copa de Casa sería entregada a Slytherin o
Ravenclaw. O posiblemente, de alguna manera, a ambos; pues él
había prometido que los tres deseos iban a ser cumplidos. Hasta
ahora se veía bien para dos de los tres deseos.

Si te guiabas por la puntuación actual, Hufflepuff estaba liderando la


carrera por la Copa de Casas por algo así como quinientos puntos,
gracias a que los estudiantes de Hufflepuff hacían su tarea y no se
metían en problemas. Parecía que el Profesor Snape había estado
quitando estratégicamente un montón de puntos a los Hufflepuffs
desde, eh, los últimos siete años más o menos. La casa de
Slytherin, campeón reinante desde hace siete años, todavía tenía
para su ventaja una cierta generosidad de parte de su Jefe de Casa
a la hora de repartir puntos; y esto era suficiente como para ponerlo
codo a codo con la Casa de Ravenclaw, hogar de los ganadores
académicos. Gryffindor estaba muy lejos en el último lugar, como le
correspondía a la Casa de los no-conformistas; Gryffindor tenía el
perfil de Slytherin cuando se trataba de lo académico y el mal
comportamiento, sólo que sin la ventaja del Profesor Snape. Incluso
Fred y George habían pasado el año por los pelos.

Las Casas de Ravenclaw y Slytherin necesitaban un montón de


puntos de alguna parte si querían alcanzar a Hufflepuff en los
próximos dos días.

Y hasta donde todos sabían, el Profesor Quirrell no había hecho ni


una sola cosa para llevar al resultado obvio. Todo estaba pasando
por su cuenta, ahora que un solo Profesor en Hogwarts les había
enseñado una clase con resolución creativa de problemas.

El partido final de Quidditch del año era entre Ravenclaw y Slytherin.


Casi al principio del año, el liderazgo inicial de Gryffindor en el
Quidditch se había desvanecido cuando su nuevo buscador, Emmett
Shear, se cayó de una escoba con posible mal funcionamiento
durante su segundo juego. Esto también había provocado ciertos
cambios de agenda apresurados para los partidos siguientes.

Este, el juego final del año, no iba a terminar hasta que la Snitch
fuera atrapada.

Los puntos de Quidditch se añadían directamente al total de los


puntos de Casa.

Y qué sorpresa, el día de hoy parecía que los buscadores de


Slytherin y Ravenclaw sólo eran capaces de… no… atrapar… la…
Snitch.

"¡LA SNITCH ESTABA PRÁCTICAMENTE SOBRE USTEDES,


CIEGOS DE POCO SESO!"
"¡Lenguaje, Sr. Jordan, o lo voy a remover de este juego! Aunque
esa fue una jugada terrible, lo admito."

Harry tenía que admitir que Lee Jordan y la Profesora McGonagall


tenían una maravillosa rutina cómica, con Jordan como el tipo
travieso y la Profesora McGonagall como la tipa seria; Harry lamentó
un poco no haber visto los partidos de Quidditch anteriores. Era un
lado de la Profesora McGonagall que él no había visto antes.

Unos cuantos asientos más abajo de donde estaba Harry, sentado


en la sección Hufflepuff de las bancas de Quidditch, acechaba la
musculosa forma de Cedric Diggory. El Súper Hufflepuff había
observado la más reciente casi colisión aérea entre Cho Chang y
Terence Higgs con el fino ojo de un mago que era Buscador y
Capitán de Quidditch por derecho propio.

"La Buscadora de Ravenclaw es nueva," Cedric afirmó. "Pero Higgs


está en su séptimo año. He jugado contra él. Juega mejor que esto."

"¿Crees que es una estrategia?" inquirió uno de los Hufflepuffs


sentado al lado de Cedric.

"Tendría sentido si los de Slytherin necesitaran algunos puntos de


más para liderar la Copa de Quidditch," Cedric explicó. "Sin
embargo los de Slytherin ya nos vencieron por el título. ¿En qué
están pensando? ¡Podrían haber ganado ahí mismo!"

El juego había iniciado a las seis en punto de la tarde. Un juego


típico habría durado hasta las siete más o menos, para entonces
habría sido hora de cenar. Junio en Escocia significaba mucha luz
solar; el ocaso no era hasta las diez.

Eran las ocho pm y seis minutos, de acuerdo al reloj de Harry,


cuando los Slytherin acababan de anotar otros 10 puntos y puesto la
puntuación a 170-140, cuando Cedric Diggory saltó de su asiento y
bramó " ¡Esos bastardos!"
"¡Sí!" gritó un joven niño a su lado, también poniéndose de pie con
un brinco. "¿Quiénes se creen que son, anotando puntos?"

"¡Eso no!" aulló Cedric Diggory. "Ellos están - ¡están intentando


robar nuestra Copa! "

"Pero ya ni siquiera tenemos oportunidad -"

"¡No la Copa de Quidditch! ¡La Copa de Casas!"

La palabra se esparció, con rugidos de indignación.

Esa fue la señal de Harry.

Harry le pidió con amabilidad a una bruja de Hufflepuff que estaba


sentada a su lado, y a otro Hufflepuff sentado una fila por encima de
él, si se podían mover a un lado. Luego Harry sacó de su monedero
un enorme rollo, y lo desdobló hasta revelar una pancarta de 2
metros de alto que se quedó pegada en medio del aire. El
encantamiento había sido hecho por cortesía de un Ravenclaw de
sexto año quien tenía una reputación por conocer menos del
Quidditch que el propio Harry.

Con grandes, brillantes letras púrpuras, el letrero contenía un


contador en movimiento:

SÓLO COMPREN UN RELOJ

2 : 06 : 47

En la parte baja había una Snitch, con una X roja parpadeando por
encima.

Segundo, tras segundo, tras segundo, el tiempo del contador se


incrementó.
Mientras el contador fue subiendo, parecía haber más y más
Hufflepuffs que decidían querer sentarse al lado de la pancarta de
Harry.

Cuando el juego se fue alargando hasta pasadas las nueve, también


pareció haber un montón de Gryffindors.

Cuando el sol se ocultó y Harry empezó a usar Lumos para leer sus
libros - se había rendido con el juego desde hace mucho - había un
número notable de Ravenclaws que habían traicionado el
patriotismo por la cordura.

Y la Profesora Sinistra.

Y la Profesora Vector.

Y cuando comenzaron a salir las estrellas, el Profesor Flitwick.

El clímax del juego final del año de Quidditch… se siguió alargando.

Una de las cosas que Harry no había planeado, cuando decidió


hacer esto, era que iba a estar ahí afuera hasta las - Harry le echó
un vistazo a su reloj - once con cuatro minutos de la noche. Ahora
Harry estaba leyendo un libro de Transformación de sexto año; o
mejor dicho tenía el libro abierto sobre su regazo, iluminado por una
barra luminosa Muggle, mientras hacía uno de los ejercicios. La
semana pasada, cuando los Ravenclaws que se iban a graduar
estaban discutiendo sus resultados E.X.T.A.S.I.S., Harry oyó que la
práctica de Transformación de los años superiores tenían que ver
con diversos 'ejercicios de formas' que se basaban más en el control
y pensamiento preciso que poder bruto; y Harry prontamente se
había puesto a aprender aquello, dándose a sí mismo una buena
palmada en la frente por no haber intentado leer antes todos los
libros de los años superiores. La Profesora McGonagall había
aprobado que Harry hiciera ejercicios de forma que trataban sobre la
manera en que un objeto Transformado se acercaba a su forma final
- por ejemplo, Transformar una pluma para que el eje creciera
primero, y luego la punta. Harry estaba haciendo un ejercicio
análogo con lápices, haciendo crecer primero el grafito, luego lo
rodeaba con madera y finalmente ponía el borrador en la cima.
Como Harry había sospechado, enfocar su atención y magia en una
parte particular del lápiz en proceso de Transformación había
resultado ser similar a la disciplina usada en la Transformación
parcial - que en efecto podría haberse usado para falsificar el mismo
efecto, al Transformar parcialmente las capas externas del objeto.
Sin embargo, de la otra manera resultaba ser relativamente más
fácil.

Harry finalizó un lápiz y alzó la vista hacia el juego de Quidditch, que


era, tras revisar, todavía fantásticamente aburrido. Lee Jordan
estaba comentando con tono de total disgusto, "Otros diez puntos -
ajá - qué emoción - y ahora alguien toma posesión de la Quaffle otra
vez - pregúntame si me importa quién fue."

Casi nadie de los que permanecían en las bancas prestaban


atención, ya que todos los que seguían en el estadio parecían haber
descubierto un nuevo y más interesante deporte, el debate sobre
cómo enmendar las reglas de las Copa de Casas y/o el Quidditch.
La discusión se había calentado hasta el punto en que casi todos los
Profesores cercanos apenas y estaban manteniendo el orden para
que no se volviera una batalla campal. Esta discusión,
infortunadamente, tenía mucho más que dos facciones. Algunos
condenados desocupados estaban proponiendo alternativas que
sonaban sensatas para no eliminar la Snitch por completo, y esto
estaba amenazando con dividir los votos y poner un freno para el
impulso de la reforma.

En retrospectiva, Harry pensó, habría sido provechoso hacer que


Draco hubiera sacado su propio cartel desde el lado de Slytherin y
que dijera 'LA SNITCH ES ASOMBROSA', para establecer la
polaridad del debate. Harry había oteado la sección de Slytherin
antes, pero no había sido capaz de hallar a Draco en ninguna de las
bancas. Severus Snape, quien también podría haber sido lo
suficientemente simpático como para jugar el rol del villano en la
oposición, tampoco estaba visible por ningún lado.

"¿Sr. Potter?" lo llamó una voz a su lado.

A un lado del asiento de Harry estaba de pie un bajo pero mayor


chico de Hufflepuff, alguien que nunca antes había llamado la
atención de Harry, sosteniendo el sobre de un pergamino blanco
sellado con cera por el frente. La cera también era blanca, sin
impresión.

"¿Qué pasa?" inquirió Harry.

"Soy yo, " respondió el chico. "Con el sobre que usted me dio. Sé
que usted me pidió que no fuera a hablar con usted, sin embargo -"

"Entonces no hables conmigo," Harry lo cortó.

El chico arrojó el sobre hacia Harry y se alejó, mostrándose


ofendido. Hizo que Harry se contrajera un poco, aunque
probablemente no había sido la decisión equivocada considerando
los problemas temporales…

Luego Harry rompió el sello de cera sin firmar y extrajo los


contenidos del sobre. Era un pergamino en vez del papel Muggle
que Harry había esperado, pero la escritura era de su puño y letra,
aunque hecha con una pluma en vez de un lapicero. El pergamino
decía:

Cuidate de la constelación,

y ayuda al observador de estrellas.

Pasa sin ser visto a través de los confederados de los devoradores


de vida,

y a través de los sabios y los bien intencionados.

Seis, y siete al cuadrado,


en el lugar que es prohibido y condenadamente estúpido.

Harry le echó un vistazo, luego dobló el papel de nuevo y lo metió


dentro de su túnica exhalando otro suspiro. 'Cuidate de la
constelación', ¿en serio? Harry habría esperado que un acertijo
dejado por él mismo, para él mismo, hubiera sido más fácil de
interpretar… aunque algunas partes eran bastante obvias.
Claramente Harry-futuro había estado preocupado porque este
papel fuera interceptado, y mientras que Harry-presente
ordinariamente no habría pensado en los Aurores locales como
'aquellos aliados con los Dementores de Azkaban', quizá esa había
sido la mejor manera de pronunciar 'Auror' sin dar una pista
potencial a cualquier otro que leyera el pergamino e hiciera su mejor
esfuerzo para descifrar. Traducir el idioma de la Lengua Parsel que
había usado durante el Incidente con Azkaban… eso funcionaba,
Harry supuso.

La nota había informado que el Profesor Quirrell necesitaba ayuda,


y fuera lo que fuera que estuviera pasando él necesitaba pasar sin
ser descubierto por los Aurores, y Dumbledore y McGonagall y
Flitwick. Puesto que el Giratiempo ya había sido involucrado, la
solución obvia era ir al lavabo, volver en el tiempo, y regresar al
juego justo después de que se hubiera ido.

Harry comenzó a levantarse de su asiento, luego dudó. Su lado


Hufflepuff estaba señalando algo sobre dejar a los Aurores atrás y
no informar a la Profesora McGonagall sobre nada, y se preguntaba
si su futuro yo había sido un estúpido.

Harry volvió a desdoblar el pergamino, y le echó otro vistazo a los


contenidos.

Tras una examinación más profunda, el verso-acertijo no decía nada


que prohibiera que Harry llevara a cualquiera consigo. Draco
Malfoy… ¿estaba ausente del juego de Quidditch porque Harry-
futuro, horas en el pasado, había llevado a Draco consigo como
respaldo? Pero eso no tenía sentido, casi no había un margen de
mejoramiento en la seguridad al llevar a alguien más de primer
año…

… Draco Malfoy ciertamente habría estado presente, sin importar


sus sentimientos personales sobre el Quidditch, para observar a
Slytherin luchar por la Copa de Casa. ¿Le había pasado algo?

De repente Harry ya no se sintió tan cansado.

Un goteo de adrenalina estaba iniciando su ascensión dentro de


Harry, pero no, esto no sería como el trol. El mensaje le había dicho
a Harry cuando llegar. Harry no llegaría demasiado tarde, no esta
vez.

Harry observó hacia donde Cedric Diggory estaba mirando de un


lado para otro, visiblemente dividido entre un reducido grupo de
Ravenclaws que argumentaban que la Snitch tenía que ser
mantenida porque era tradicional y las reglas eran reglas, y una
enorme manada de Hufflepuffs afirmando que no era justo que el
Buscador fuera más importante que el resto de jugadores.

Cedric Diggory había sido un excelente tutor de duelo para Harry y


Neville, y Harry había considerado que entre ellos se había
establecido una buena relación. Más importante, un estudiante
tomando literalmente todas las materias opcionales tendría su
propio Giratiempo. ¿Quizá Harry podría intentar que Cedric volviera
en el tiempo con él? El Súper Hufflepuff parecía una buena varita
extra para tener a su lado en una situación complicada…

Más tarde, y más temprano:

El reloj de Harry ahora decía 11:45, que se traducía a las 6:45pm


tras haber regresado cinco horas.

"Es hora," Harry murmuró para el aire vacío, y empezó a descender


por el corredor del tercer piso sobre la gran escalera, por el lado de
la mano derecha.

'El lugar que está prohibido' ordinariamente significaba el Bosque


Prohibido; eso era lo que debía deducir alguien que hubiese
interceptado el mensaje. Sin embargo el Bosque Prohibido era
enorme, y había más de una localización distinguida allí adentro. No
había un Punto de Convergencia obvio para reunirse, o encontrar
algún evento que necesitaba ser intervenido.

Pero cuando añadías el modificador de 'condenadamente estúpido',


únicamente había un lugar prohibido en Hogwarts que encajaba.

Y así Harry avanzó por el camino sin ley donde, si los rumores eran
ciertos, todos los de primer año de Gryffindors habían ido antes. El
corredor del tercer piso, por el lado de la mano derecha. Una puerta
misteriosa llevaba a una serie de cuartos repletos de peligrosas y
potencialmente letales trampas que nadie podía atravesar,
especialmente si solamente estaban en su primer año.

El propio Harry desconocía qué tipo de trampas esperaban. Lo que,


tras reflexionar, significaba que los estudiantes que lo habían
atravesado habían sido escrupulosos de un modo sorprendente
sobre no arruinar el rompecabezas para otros. Tal vez había una
señal al final que decía No lo revelen, nada más para hacerme un
favor, sinceramente el Director Dumbledore . Todo lo que Harry
sabía era que la puerta inicial se abriría con un Alohomora, y que el
cuarto final contenía un espejo mágico que mostraría tu reflejo en
alguna situación que encontrarías altamente agradable, que era
aparentemente la gran recompensa.

El corredor del tercer piso estaba iluminado por una tenue luz azul
que parecía provenir de ninguna parte, y los arcos estaban cubiertos
con telarañas, como si el corredor no hubiese sido usado desde
hace siglos en vez de meramente un año.

El monedero de Harry estaba cargado con útiles cosas Muggle, y


útiles cosas mágicas, y todo lo que había encontrado que pudiera
ser un objeto de misión. (Harry le había pedido a la Profesora
McGonagall recomendar a alguien que pudiera expandir la
capacidad del monedero, y ella simplemente lo hizo de cuenta
propia.) Harry había aplicado el Encantamiento que había aprendido
para las batallas que hacía que sus anteojos se quedaran pegados
a su cara, sin importar cómo se moviera su cabeza. Harry había
refrescado las Transformaciones que estaba manteniendo, tanto la
joya del anillo en su mano como la otra, en caso de que lo dejaran
inconsciente. No estaba literalmente preparado para todo, sin
embargo Harry estaba tan listo como pensó que podía estarlo.

Las losas de cinco lados del suelo crujieron bajo los zapatos de
Harry y se desvanecieron tras él como si el futuro se convirtiera en
el pasado. Eran casi las 6:49 - seis, y siete al cuadrado. Obvio si se
consideraba desde la matemática Muggle, de otro modo no habría
tenido sentido.

Justo cuando Harry estaba a punto de rodear otra esquina, algo le


hizo cosquillas en el fondo de su mente, y escuchó una suave voz
hablando.

"… persona sensata… espera hasta después… después que cierto


miembro de la facultad se ha ido…"

Harry se detuvo, luego se arrastró tan ligeramente como pudo para


avanzar, no para dar vuelta a la esquina, sino para intentar escuchar
mejor la voz del Profesor Quirrell.

Hubo un tosido más fuerte, y luego la suave voz habló otra vez
desde alrededor de la esquina. "Pero si ellos también fueran… a irse
por su cuenta… en ese momento…" murmuró la voz, "ellos podrían
pensar… que este juego final… hace la mejor de las distracciones…
de lo que queda de este año… una distracción predecible. Así que
observé… para ver cuáles personas significativas… no estaban en
el juego… y vi que el Director estaba ausente… sin embargo todo lo
que mi magia puede revelarme… es que él podría estar en otro…
plano de existencia… también noté tu ausencia… así que decidí ir…
donde tú estabas. Por eso es que estoy aquí… ahora… ¿qué estás
tú haciendo aquí?"
Harry respiró por la boca sin hacer ruido, y escuchó.

"¿Y cómo fue que supiste dónde estaba yo?" la voz de Severus
Snape arrastró las palabras, mucho más fuerte que la voz del
Profesor de Defensa y casi hizo que Harry diera un brinco.

Una pequeña, tosida carcajada. "Revisa tu varita… para Rastreo."

Severus pronunció algo en un mágico pseudo-Latín, y luego, "¿Te


atreviste a manipular mi varita? ¿Te atreviste? "

"Tú eres un sospechoso… al igual que yo… por lo que tu falsa


indignación es un desperdicio… sin importar que tan fina tu
actuación pueda ser… ahora dime… ¿qué estás haciendo?"

"Estoy vigilando esta puerta," respondió la voz del Profesor Snape.


"¡Y te ordeno que te vayas de aquí!"

"¿Por la autoridad de quién… me vas a dar órdenes… mi


compañero Profesor?"

Hubo una pausa, luego, "Pues, del Director," surgió la voz de


Severus Snape como la seda. "Él me ordenó vigilar esta puerta
durante el partido de Quidditch, y como Profesor debo obedecer sus
caprichos. Tendré que protestar ante el Consejo de Padres después,
pero por ahora hago lo que es mi deber. Ahora vete de aquí, pues
es lo que desea el Director."

"¿Qué? O sea que debo creer… que abandonaste a tus Slytherins…


durante su más importante… juego del año… y brincaste como un
perro… ¿por orden de Dumbledore? Bueno eso… debo reconocer…
es enteramente plausible. Incluso así… creo que sería sabio… si
mantengo mi propia vigilancia sobre ti.. mientras tú vigilas esta linda
puerta." Se produjo el sonido de una ropa rozando y un leve golpe,
como si alguien se hubiese sentado con fuerza sobre el suelo, o
quizá solamente había caído.
"Oh, por el amor de Merlín -" Ahora la voz de Severus Snape
sonaba enojada. "¡Tú, levántate!"

"Ba-bla-a-ba-blah -" dijo el modo zombi del Profesor de Defensa.

"¡Levántate!" exclamó Severus Snape, y hubo otro golpe apagado.

Ayuda al observador de estrellas -

Harry dio un paso y giró en la esquina, aunque era posible que lo


hubiese hecho incluso sin un mensaje temporal. ¿El Profesor Snape
acababa de patear al Profesor Quirrell? Eso no habría sido
temerario sólo si el Profesor Quirrell hubiese estado muerto y
enterrado.

Una puerta de cima redondeada de madera negra estaba


enmarcada dentro de un arco de piedra, puesta dentro de los
polvorientos ladrillos de mármol de Hogwarts. Donde un Muggle
habría puesto un pomo únicamente había una aldaba de metal
pulido; no había cerradura visible, o hendidura para una llave.
Ubicadas en las paredes de los lados, un par de antorchas ardían,
emitiendo un ominoso brillo naranja. Ante la puerta estaba de pie el
Maestro de Pociones con su acostumbrada túnica manchada. A un
lado de la puerta, al lado izquierdo bajo la antorcha naranja, yacía la
forma del Profesor de Defensa, espalda contra la pared, cabeza
contemplando los alrededores. Los ojos parecían vacilar, como si
estuviera a medio camino entre la consciencia, y el vacío.

" Qué," preguntó la alta forma del Maestro de Pociones, "¿estás


haciendo aquí, Potter? "

A juzgar por su expresión facial y el tono de la voz, el Maestro de


Pociones estaba bastante enojado con Harry; y ciertamente no era
el co-conspirador de Harry en un concilio al que el Profesor de
Defensa nunca había sido invitado.

"No estoy seguro," Harry declaró. No estaba seguro de qué rol


estaba representando, y estaba, por desesperación, cayendo en la
simple honestidad. "Creo que tal vez se supone que mantenga un
ojo sobre el Profesor de Defensa."

El Maestro de Pociones lo miró fija y fríamente. "¿Dónde está su


escolta, Potter? ¡Los estudiantes no deben recorrer los pasillos a
solas!"

La mente de Harry estaba genuinamente en blanco. El juego había


iniciado, y nadie le había informado las reglas. "No estoy seguro de
cómo responder a eso…"

La helada expresión en el rostro del Profesor Snape vaciló. "Quizá


debería llamar a los Aurores," él dijo.

"¡Espere!" Harry espetó.

La mano del Maestro de Pociones quedó colgando sobre su túnica.


"¿Por qué?" inquirió el Maestro de Pociones.

"Yo… yo nada más creo que probablemente usted no debería


llamarlos…"

En un parpadeo, la varita del Maestro de Pociones estaba dentro de


su mano. " ¡Nullus confundio!" Un haz negro salió disparado y
golpeó a Harry, acertando en la dirección que Harry se había
empezado a mover para evadir. Allí siguieron otros cuatro hechizos,
conteniendo palabras como Polyfluis y Metamorphus; y para esos
Harry se quedó quieto por cortesía.

Después que todos esos hechizos fallaron en producir cualquier


efecto, Severus Snape estaba observando a Harry con un brillo
oscuro que ahora parecía genuino. "Le sugiero," el Maestro de
Pociones advirtió con suavidad, "que se explique, Potter."

"Yo mismo no lo puedo explicar," Harry dijo. "No tengo el Tiempo, no


todavía."
Harry vio directamente hacia los ojos del Maestro de Pociones
cuando usó las palabras yo mismo y Tiempo, abriendo más sus
propios ojos para intentar transmitir la información clave, y el
Maestro de Pociones dudó.

Harry estaba intentando descubrir frenéticamente quién estaba


pretendiendo ser qué. Ya que el Profesor Quirrell no era parte de la
conspiración de Dumbledore, Severus estaba pretendiendo ser el
malvado Maestro de Pociones de Hogwarts, quien había sido
enviado aquí por el Director… y que en realidad podría haber sido
enviado o no por Dumbledore… sin embargo el Profesor Quirrell
pensaba, o estaba pretendiendo pensar, que alguien necesitaba
mantener un ojo sobre el Profesor Snape… y el propio Harry había
sido enviado aquí por Harry-futuro y no tenía idea de por qué… ¿y
porque estaban todos ellos ahí afuera de la puerta prohibida del
Director en primer lugar?

Y luego…

Detrás por donde había venido Harry…

Llegó el sonido creciente de otros pares de pasos, rápidos y


muchos.

El Profesor Snape apuntó con su varita una vez más, creando una
nube de oscuridad que cubrió el lugar donde yacía el Profesor de
Defensa. " Muffliato, " el Maestro de Pociones siseó. "Sr. Potter, si
debe estar aquí, ¡entonces se tiene que esconder! ¡Póngase su
capa de invisibilidad! Mi deber es proteger esta puerta en caso de
que él venga aquí. Y ha habido - una perturbación, hecha para
hacer que el Director se fuera, él cree -"

"Quién -"

Severus dio una larga zancada hacia adelante y espetó su varita


contra una sien de la cabeza de Harry. Hubo una sensación de
cosquilleo como si un huevo hubiese sido roto sobre él, la sensación
del Encantamiento Desilusionador; y las manos de Harry
desaparecieron, junto con el resto de el.

La oscuridad envolviendo un lado de la pared se disipó como una


lenta niebla, y de nuevo fue visible la acurrucada figura del Profesor
de Defensa, quien nada pronunció.

Harry caminó de puntillas tan silencioso como pudo para alejarse,


luego se giró para ver.

Los pasos acercándose giraron la esquina -

"¿Qué hace usted aquí?" gritaron varias voces en simultáneo.

Tres conjuntos de bordes verdes de Slytherin y uno de amarillo de


Hufflepuff estaban allí: Theodore Nott, Daphne Greengrass, Susan
Bones, y Tracey Davis.

" Dónde, " interrogó el Profesor Snape con ira creciente, "¿están sus
escoltas, niños? ¡Los de primer año deben ser acompañados por un
estudiante de sexto o séptimo año en todo momento!
¡Especialmente ustedes!"

Theodore Nott alzó su mano. "Nosotros estamos, pues," habló


Theodore Nott. "Estamos haciendo lo que la Legión Caos llama un
ejercicio de trabajo en equipo… verá, nos dimos cuenta que ninguno
de nosotros había intentado la cámara prohibida del Director
todavía, y no queda mucho tiempo… y Harry Potter lo autorizó,
Profesor, él dijo que específicamente usted no debía interferir."

Severus Snape se giró para ver hacia donde se había movido Harry
Potter con sigilo; una tormenta pareció reunirse sobre sus cejas, y
una furia oscura dentro de sus ojos.

Yo… ¿quizá? Todavía le quedaba una hora al Giratiempo de Harry,


por lo que era posible.
"Harry Potter no posee esa autoridad," el Maestro de Pociones
declaró en un tono engañosamente taimado. "Se deben explicar,
ahora."

"¿En serio?" cuestionó la forma de Susan Bones. "¿En serio? ¿Le


estás diciendo al Profesor Snape que Harry Potter autorizó la
misión, esa es tu idea de un farol?" La joven Hufflepuff se giró hacia
el Profesor Snape y habló, su voz extrañamente firme. "Profesor,
esta es la verdad y es urgente. Draco Malfoy está perdido y creemos
que bajo por allí -"

"Si el Sr. Malfoy está perdido," interrogó el Profesor Snape, " ¿por
qué los Aurores no han sido notificados? "

"Porque hay, ¡porque hay razones! " chilló Daphne Greengrass. "No
hay tiempo, ¡nos tiene que dejar pasar!"

La voz del Profesor Snape fue la más sardónica que Harry había
llegado a escuchar. "¿Acaso ustedes cuatro tarados están bajo la
impresión que forman parte de algún tipo de aventura? Bueno, pues
están equivocados. Les aseguro que el Sr. Malfoy no ha pasado a
través de esta puerta."

"Pensamos que el Sr. Malfoy tiene una capa de invisibilidad," Susan


Bones añadió a toda prisa. "¿Recuerda si la puerta se abrió sin
aparente razón?"

"No," el Maestro de Pociones contestó. "Ahora váyanse de aquí.


Este lugar está prohibido el día de hoy."

"Este es el corredor prohibido de Dumbledore," Tracey protestó. "El


propio Director dijo que nadie debía venir aquí. ¿Quién se cree
usted, para prohibirlo también?"

"Señorita Davis," replicó el Maestro de Pociones, "necesita dejar de


asociarse con Gryffindors, especialmente aquellos llamados
Lavender Brown. Y si sigue aquí dentro de un minuto, voy a
diligenciar los documentos para que usted sea transferida a esa
Casa."

" ¡No se atrevería! " chilló Tracey.

"Mmm," Susan Bones dijo, su cara arrugada por la concentración.


"Profesor Snape, ¿usted ocasionalmente abre la puerta, para revisar
si hay alguien adentro?"

El Profesor Snape se quedó congelado por un instante. Luego giró y


puso su mano derecha sobre la aldaba de metal -

Harry estaba mirando la mano sobre la aldaba, por lo que no se dio


cuenta de lo que el Profesor Snape estaba haciendo con su mano
izquierda hasta que de repente escucho un grito.

"De hecho, no," dijo el Profesor Snape, ahora sosteniendo la


ahorcada cabeza de Draco Malfoy por el cuello, aunque el resto de
Draco seguía bajo su capa de invisibilidad. "Un buen intento, lo
reconozco."

" ¿Qué? " gritaron Tracey y Daphne.

Susan Bones se dio una palmada en la frente. "No puedo creer que
yo me lo haya creído."

"Entonces, Sr. Malfoy," el Profesor Snape expuso. Su voz más baja.


"Envío a sus amigos aquí como distracción… ¿solamente con la
esperanza de que usted pudiera atravesar esta puerta? ¿Por qué
haría eso?"

"Creo que tenemos que confiar en él -" opinó Theodore Nott. "Sr.
Malfoy, nosotros tenemos que confiar en él, ¡él es el único Profesor
que se pondrá de nuestro lado!"

"¡No!" aulló la flotante cabeza de Draco, de donde el Profesor Snape


la seguía cogiendo por el cuello. "¡No debes revelar nada! ¡Alto!"
"¡Tenemos que tomar esta oportunidad!" bramó Theodore. "Profesor
Snape, el Sr. Malfoy finalmente dedujo lo que ha estado ocurriendo
durante todo este año, y por qué - ¡Dumbledore está intentando
obtener la Piedra Filosofal de Nicholas Flamel! ¡Porque Dumbledore
no cree que sea bueno que cualquiera tenga inmortalidad! ¡Así que
Dumbledore intentó convencer a Flamel que el Señor Oscuro estaba
regresando y necesitaba la Piedra para revivir, y le pidió a Flamel
que se la entregara a él, sin embargo Flamel no lo hizo, y en vez de
eso Flamel puso la Piedra en el espejo mágico que está allí abajo, y
Dumbledore está descubriendo ahora mismo cómo robarla, ¡y luego
vendrá por ella y tenemos que llegar antes que él! ¡Dumbledore
sería todopoderoso si consigue la Piedra Filosofal!"

" ¿Qué? " exclamó Tracey. "¡Eso no fue lo que explicaron antes!"

"Eso -" Daphne dudó. Se veía aterrada, aunque determinada. "Eso


no importa - Profesor Snape, por favor, usted tiene que creerme.
Investigué los libros que Hermione tomó prestados de la biblioteca, y
ella estaba investigando la Piedra Filosofal justo antes de ser
asesinada por alguien. Sus anotaciones decían que algo peligroso
podría pasar si la Piedra permanecía demasiado tiempo dentro del
espejo. Tenemos que sacarla del castillo de inmediato."

Susan Bones puso ambas manos sobre su rostro. "No estoy con
ellos, Nada más los acompañe para evitar que ocurriera algo incluso
más estúpido."

Severus Snape estaba contemplando fijamente a Theodore Nott y


los otros. Luego giró su cabeza para ver a Draco Malfoy. "Sr.
Malfoy," el Maestro de Pociones arrastró las palabras. "¿Cómo fue
que descubrió el plan de Dumbledore?"

"¡Lo deduje de la evidencia!" respondió la cabeza flotante de Draco


Malfoy.

La cabeza del Profesor Snape volvió a girar hacia Theodore Nott.


"¿Cómo pretendían obtener la Piedra dentro del espejo mágico que
supuestamente podía engañar al propio Dumbledore? ¡Responda de
inmediato!"

"Íbamos a tomar el espejo entero y enviarlo de vuelta a Flamel,"


contestó Theodore Nott. "No es como si nosotros quisiéramos la
Piedra para nosotros, nada más necesitamos evitar que Dumbledore
la robe."

El Profesor Snape asintió, como si estuviera confirmando algo, y


giró su cabeza para ver a los otros estudiantes. "Díganme, ¿alguno
ha descubierto que uno entre ustedes se comporte de una manera
inusual? ¿Especialmente si hay un objeto peculiar que tenga en su
posesión, o pueden usar hechizos que alguien de primer año no
debería conocer?" La mano derecha del Profesor Snape ahora
apuntaba su varita a Susan Bones. "Veo que la Señorita Greengrass
y la Señorita Davis están intentando no verla a usted, Señorita
Bones. Si hay una explicación mundana, sería sabio que la ofrezca
inmediatamente. "

El cabello de Susan Bones se volvió de un rojo brillante, aunque su


cara no cambió. "Supongo que no tiene sentido seguirlo ocultando,"
ella admitió, "ya que de todos modos me estoy graduando en dos
días."

"¿Las doble brujas se gradúan seis años antes ?" espetó Tracey
Davis. "¡Eso no es justo!"

"¿Bones es una doble bruja?" gritó Theodore.

"No, ella es Nymphadora Tonks, una Metamorfomaga," el Profesor


Snape explicó. "Hacerse pasar por otro estudiante es
extremadamente contra la regulación, y usted está bastante
consciente de ello, Señorita Tonks. No es demasiado tarde para que
la expulsen de Hogwarts a dos días de su graduación, lo que sería
una tremenda tragedia - desde su perspectiva, claro. Desde mi
perspectiva sería hilarante. Ahora dígame qué está haciendo
exactamente aquí."
"Eso lo explica," intervino Daphne Greengrass. "Pues, hay
realmente una Susan Bones, o la Casa se está muriendo así que
secretamente hicieron que tú -"

La forma pelirroja de Susan Bones se tuvo que dar una palmada en


su cara. "Sí, Señorita Greengrass, hay una Susan Bones real. Ella
únicamente me envía cuando ustedes están a punto de meterse en
una cantidad ridícula de problemas. Profesor Snape, la razón por la
que estoy aquí es porque Draco Malfoy estaba perdido, y todos ellos
insistieron en intentar localizarlo en vez de llamar a los Aurores. Por
razones que le Señorita Bones real dijo que no tenía tiempo de
explicarme, que ahora me doy cuenta eran estúpidas. Sin embargo
los estudiantes jóvenes nunca deben andar solos, y deben ser
acompañados por alguien de sexto o séptimo año en todo momento.
Y ahora que hemos encontrado a Draco Malfoy todos nos podemos
ir. ¿Por favor? ¿Antes de que esto se vuelva aún más ridículo?"

" ¿En el nombre de Merlín qué está pasando aquí?"

"Ah," habló el Profesor Snape, quien seguía apuntando a la forma


pelirroja de Susan Bones, su otra mano todavía sujetando la cabeza
sin cuerpo de Draco Malfoy por el cuello, de pie al lado de la forma
derribada del Profesor de Defensa. "La Profesora Sprout, me doy
cuenta."

"No es lo que parece," señaló Tracey Davis.

La baja, rechoncha forma de la Profesora de Herbología se acercó


como una tromba. Ella había, a esas alturas, sacado su varita,
aunque no estaba apuntando a nadie. "¡Ni siquiera sé qué es lo que
parece! Varitas abajo, todos ustedes, ¡ahora mismo! ¡Incluido usted,
Profesor!"

Distracción. Le llegó el pensamiento a Harry con repentina claridad.


Fuera lo que fuera que estaba observando ahora, estando invisible y
lejos de la acción, no era lo que realmente estaba sucediendo, no
era el verdadero hilo de la historia, había sido orquestado . La
llegada de la Profesora Sprout había roto la suspensión de la
incredulidad de Harry; ese tipo de cosas no pasaban en aras de una
coincidencia en la comedia. Alguien estaba causando todo este
caos, ¿pero con qué objetivo?

Harry realmente esperaba no haber regresado en el tiempo y haber


causado esto, porque parecía el tipo de situación que él provocaría.

Severus Snape bajó su varita. Su otra mano dejó ir a Draco Malfoy.


"Profesora Sprout," el Maestro de Pociones argumentó, "Estoy aquí
por órdenes del Director para vigilar esta puerta. Todos los demás
aquí presentes se supone que no deberían estar aquí, y le pido que
se asegure de que se vayan."

"Una historia improbable," espetó la Profesora Sprout. "¿Por qué


Dumbledore lo iba a elegir a usted de entre todos para proteger la
puerta hacía su patio de juegos? No es como si él quisiera mantener
a los estudiantes afuera, oh no, ¡necesitan entrar y enredarse con mi
Lazo del Diablo! Susan, querida, tienes un espejo de comunicación,
¿no es así? Úsalo para llamar a los Aurores."

El Harry vigilante asintió para sí. Ese era el punto. Los Aurores se
llevarían a todos los presentes en esta situación terriblemente
confusa, sin aceptar excusas, y luego la puerta estaría desprotegida.

¿Pero se suponía que Harry debía entrar al corredor prohibido por


su cuenta? ¿U observar, para ver quien venía finalmente cuando
todos los demás se hubiesen ido?

Un fuerte ataque de tos causó que todos se voltearon a ver a donde


estaba tirado el Profesor de Defensa.

"Snape - escucha -" habló el Profesor de Defensa en medio de las


toses. "Por qué - Sprout - aquí -"

El Maestro de Pociones bajó la mirada.

"Encantamiento de Memoria - implica - Profesora -" El Profesor de


Defensa empezó a toser otra vez.
" ¿Qué? "

Y la lógica se reveló dentro de la mente de Harry con una


cristalinidad perforadora, todos los pasos ya sospechados, la
aterradora verdad llegando como una repetición con más confianza.

Alguien había usado el Encantamiento de Memoria para hacer creer


a Hermione que ella había intentado matar a Draco.

Únicamente un Profesor de Hogwarts podría haberlo hecho sin


activar las alarmas.

Así que todo lo que la verdadera mente maestra necesitaba hacer


era usar Legeremancia o el Imperius sobre un Profesor de
Hogwarts.

Y la última persona de la que cualquiera iba a sospechar era la Jefe


de Casa de Hufflepuff.

La cabeza de Snape giró, mientras la Profesora Sprout levantó su


varita, y el Maestro de Pociones logró atravesar entre ambos una
protección mágica traslúcida invocada sin palabras. Pero el voltio
que disparó la varita de la Profesora Sprout era de un café oscuro
que produjo una oleada de horrenda aprehensión en la mente de
Harry; y el voltio café hizo que el escudo de Severus parpadeara
ante de tocarlo, rozando el brazo derecho del Maestro de Pociones
a pesar de haber esquivado. El Profesor Snape dejó escapar un
chillido ahogado y su mano sufrió un espasmo, dejando caer su
varita.

El siguiente voltio que salió de la varita de Sprout era del rojo


brillante de un Maleficio Paralizador, pareciendo volverse más
brillante y moverse incluso más rápido al alejarse de su varita,
acompañado por otra oleada de ansiedad; y ese hizo volar al
Maestro de Pociones contra la puerta, quedando tirado sobre el
suelo sin moverse.
Para entonces la Susan Bones de cabello rosado estaba rodeada
por un halo polifacético azul y estaba disparando maleficio tras
maleficio a la Profesora Sprout. La Profesora Sprout estaba
ignorando los maleficios para invocar tentáculos de planta que
enredaron a los jóvenes estudiantes cuando intentaban escapar,
excepto a Draco Malfoy, quien de nuevo había desaparecido bajo su
capa de invisibilidad.

La que no era Susan Bones dejó de lanzar maleficios. Alzó su varita,


respiró profundamente, y bramó un encantamiento a todo pulmón
que envió gusanos de luz que empezaron a comer el escudo
alrededor de la Profesor Sprout. Ante eso la Profesora de
Herbología se dio la vuelta para encarar a no-Susan, su expresión
vacante, un nuevo grupo de tentáculos plantas creciendo del aire
detrás de ella. Esos tallos eran de un verde más oscuro, y parecían
tener escudos propios.

Harry Potter le murmuró al aire aparentemente vacío, "Ataca a


Sprout. Ayuda a Bones. Solamente fuerza no letal."

"Sí, mi Señor," susurró Lesath Lestrange debajo de la Capa de


Invisibilidad de Harry, y la presencia del Slytherin de quinto año
avanzó hacia el combate.

Harry bajó la mirada hacia sus propias manos, y vio con una nota de
conmoción nada placentera que su Encantamiento Desilusionador
no estaba tan completo como antes. Había indicios de distorsión en
el aire, cada vez que Harry se movía…

Lentamente, Harry caminó para atrás, hasta que llegó a una


esquina, y se agachó tras una pared. Luego sacó su espejo de
comunicación… que estaba vacío y apagado. Por supuesto. Harry
hizo levitar el espejo para poder ver alrededor de la esquina, y ver el
final de la… ¿distracción? ¿Qué estaba pasando, por qué?

La Profesora Sprout y la forma de Susan Bones estaban teniendo su


duelo en medio de relámpagos de luz y hojas; y el resplandor verde
de un Maleficio Perforador Mayor hizo erupción en medio del aire y
destrozó hasta la mitad de la parte exterior de los escudos de la
Profesora Sprout. La Profesora de Herbología se giró y disparó una
ancha ráfaga de amarillo hacia donde había provenido el Maleficio
Perforador, sin embargo el hechizo no pareció golpear nada.

Rayos amarillos, escudos azules, plantas de tentáculos de verde


oscuro y remolinos de pétalos de flores púrpuras…

Fue cuando la Profesora Sprout comenzó a disparar flechas


escarlatas en todas direcciones que una de las hojas escarlatas le
dio a algo en medio del aire, la Capa de Invisibilidad no ocultó cómo
la flecha escarlata fue absorbida y desapareció luego con un
parpadeo; y la presencia de Lesath bajo la Capa de Invisibilidad
cayó al suelo.

Y eso le dio a no-Susan-Bones suficiente tiempo como para


quedarse quieta, recuperar el aliento, y gritar algo que inspiró otra
oleada de temor dentro de Harry; y la chispa blanca resplandeció a
través de los escudos medio perforados de la Profesora Sprout y de
su armadura de plantas y la logró derribar.

No-Susan-Bones cayó sobre sus rodillas, jadeando, su túnica


empapada de sudor.

Su cabeza se giró para ver alrededor, a los cuerpos que yacían


paralizados sobre el suelo o enredados entre las plantas tentáculos.

"Qué," dijo no-Susan. "Qué. Qué. Qué. "

No hubo réplica. Las víctimas enredadas por las plantas de la


Profesora Sprout no se estaban moviendo, aunque sí parecía que
respiraban.

"Malfoy…" llamó la forma de cabello rosado de Susan, todavía


luchando por respirar. "Draco Malfoy, ¿dónde estás? ¿Estás aquí?
¡Llama a los Aurores de inmediato! Condenado sea Merlín -
¡Homenum Revelio! "
Y Harry se encontró a sí mismo visible otra vez, contemplando en su
espejo a la forma de Draco Malfoy medio-visible bajo una capa
luminosa, de pie detrás de no-Susan, apuntando su varita a una
abertura en el halo azul de no-Susan.

La mente de Harry tuvo un relámpago de comprensión, demasiado


lento y aún así demasiado veloz; al tiempo que la boca de Harry se
abrió y él inhaló para poder gritar.

cuidate de la constelación

había una constelación llamada Draco

Si podías controlar a una Profesora podías controlar a un estudiante

"¡Agachate!" Harry aulló, pero era demasiado tarde, un voltio de luz


roja le dio a la parte de atrás de la cabeza de no-Susan a
quemarropa, estrellándose contra el suelo.

Harry salió de la esquina y pronunció, " Somnium Somnium


Somnium Somnium Somnium Somnium. "

La forma fulgurante de Draco Malfoy colapsó como un bulto de


papas.

Harry se tomó un momento para recuperar su aliento. Luego Harry


pronunció " ¡Stupefy! " y verificó que, sí, el Maleficio Paralizador sí
había golpeado la forma de Draco Malfoy.

(Podías equivocarte sobre si un Somnium había golpeado


realmente. Harry había visto suficientes películas de horror, sin
mencionar el asunto con el Regimiento Rayo de Sol, él no iba a
cometer ese error de nuevo.)

Tras reflexionar un poco más, Harry lanzó otro Maleficio Paralizador


sobre la forma postrada de la Profesora Sprout.

Harry cogió su varita con fuerza, al contemplar la escena, respirando


pesadamente a causa de la fatiga. No le quedaba suficiente magia
como para invocar un mensaje Patronus para Dumbledore y él
verdadera y realmente tendría que haber considerado esa
posibilidad de inmediato en esta ocasión. Harry empezó a retroceder
hacia donde había caído su espejo, para ver si aún seguía apagado.

Y entonces Harry dudó.

Su nota para él mismo decía no llamar la atención de los Aurores, y


Harry todavía no sabía qué estaba sucediendo.

La estropeada forma del Profesor Quirrell soltó otra serie de


trasegados tosidos, alcanzó la pared a su lado con una mano, y
lentamente se puso de pie.

"Harry," crujió el Profesor Quirrell. "Harry. ¿Estás ahí?"

Era la primera vez que el Profesor Quirrell lo había llamado por su


primer nombre.

"Estoy aquí," Harry contestó. Sin ningún pensamiento consciente,


sus pies fueron avanzando.

"Por favor," suplicó el Profesor Quirrell. "Por favor, yo no tengo…


mucho tiempo. Por favor llévame… al espejo… ayúdame… a
conseguir la Piedra."

"¿La Piedra Filosofal ?" Harry replicó. Echó un vistazo hacia los
cuerpos desperdigados, pero ya no pudo ver a Draco, el Homenum
Revelio ya había perdido efecto. "¿Cree que el Sr. Nott estaba en lo
correcto? No creo que Dumbledore fuera -"

"No - Dumbledore," jadeó el Profesor Quirrell. "Porque - Sprout -"

"Comprendo," Harry lo interrumpió. Si Dumbledore hubiese sido el


que estaba detrás de todo, no habría necesitado usar control mental
sobre una Profesora para usar Encantamientos de Memoria.

"Espejo… reliquia antigua… podría esconder cualquier cosa…


Piedra podría estar ahí… muchos quieren la Piedra… uno de ellos
envió a Sprout…"

Harry repitió con presteza, "El espejo allí abajo es una reliquia
antigua que puede ser usada para esconder cosas, y podría ser un
lugar posible para esconder la Piedra Filosofal. Si la Piedra Filosofal
está dentro del espejo entonces un buen número de personas la
desean conseguir. Una de ellas está controlando a Sprout y eso
explicaría cuál es su objetivo real… sólo que… ¿eso no explica por
qué el controlador de Sprout iría tras Hermione?"

"Harry, por favor," el Profesor Quirrell pidió. Su respiración era más


trabajosa ahora, su voz surgió con una lentitud agonizante. "Es la
única cosa… que puede salvar mi vida… y descubro, ahora… que
no quiero morir… por favor, ayúdame…"

Y de algún modo eso lo desgarró.

De algún modo eso fue un poco excesivo.

La sensación de desapego que había caído sobre Harry cuando la


Profesora Sprout había llegado, la ruptura de la suspensión de la
incredulidad, estaba regresando; su Crítico Interno sopesando todo
como si fueran piezas de un rompecabezas. Tiempo, probabilidad,
tantas personas apareciendo ante la misma puerta, la
desesperación del Profesor de Defensa… la situación entera no se
sentía real. Sin embargo él podría ser capaz de resolverlo si se
tomaba el tiempo para pensar las cosas por adelantado, en vez de
salir corriendo ante la primera llamada de la aventura. Toda la
experiencia acumulada del último año finalmente se había
cristalizado en un asomo de endurecimiento de batalla. Un instinto
nacido de desastres pasados que informaba a Harry que si se
arrojaba hacia adelante, terminaría después con una triste
conversación, cayendo en cuenta de que había sido un estúpido.
Otra vez.

"Déjeme pensar," Harry demandó. "Déjeme pensar por un minuto


antes de que vayamos." Le dio la espalda al Profesor de Defensa,
para observar a los cuerpos inconscientes tirados de diversas
maneras sobre el suelo. Ya le habían dado tantas piezas del
rompecabezas, durante el último año, que quizá todo encajaría en
su lugar con una pieza más…

"Harry…" el Profesor de Defensa dijo con desfallecida voz. "Harry,


me estoy muriendo…"

Un minuto más no puede hacer la diferencia él tuvo TODO EL AÑO


para estar enfermo es IMPROBABLE que su vida versus muerte
ocurra precisamente en este último minuto sin importar lo que
ocurrió con Hermione -

"¡Lo sé! " Harry exclamó. "¡Pensaré rápidamente! "

Harry miró fijamente los cuerpos e intentó pensar. No había tiempo


para dudas, para advertencias, ni frenos o adivinanzas solamente
podía coger el primer pensamiento que se le ocurriera y hacerlo
correr -

En el fondo de la mente de Harry, fragmentos de pensamiento


abstracto revoloteaban, resolución de problemas heurísticos que no
había tiempo de repasar en palabras. En relámpagos sin palabras
se fueron disparando, para ubicar el problema al nivel de un
objetivo.

- qué notó que me esté confundiendo -

- el primer lugar para buscar en un problema es qué aspecto de la


situación parece la más improbable -

- las explicaciones simples son las más probables, elimina las


improbabilidades separadas que deben ser postuladas -

El Profesor Snape ya había estado allí luego el Profesor Quirrell


había llegado luego Harry había llegado (vía Giratiempo) luego el
grupo de expedición había llegado y Draco había sido revelado
(como parte del grupo de expedición) luego la Profesora Sprout
había aparecido.
Demasiadas personas habían aparecido de manera sincronizada y
eso era demasiada coincidencia, era improbable que tantos grupos
diferentes aparecieran en la misma localización dentro de un
espacio de cinco minutos, tenía que haber un enredo escondido.

Marca al controlador de Sprout como la mente maestra que ordenó


que Hermione recibiera el Encantamiento de Memoria. La mente
maestra había enviado a Sprout.

El Profesor Snape había dicho que el Director lo había enviado a


proteger la puerta tras haber ocurrido algún tipo de perturbación, si
la mente maestra había causado eso como una distracción entonces
eso también explicaría la presencia de Severus.

Harry ya no estaba seguro que Draco hubiese sido controlado por la


mente maestra, esa hipótesis le había llegado en la emoción del
momento, Draco podría haber estado intentando derribar a no-
Susan para llegar al corredor sin problemas -

No esa era la manera incorrecta de pensar, dale una vuelta, intenta


explicar el tiempo de la presencia de Draco y su grupo de
expedición, no hay tiempo para auto-cuestionamientos, corre con la
hipótesis, por lo tanto supón que la mente maestra que controló a
Sprout envió a Draco o provocó su llegada.

Así había tres llegadas explicadas.

Harry había aparecido porque su nota para sí mismo le había


indicado que así lo debía hacer. Eso podría ser atribuido al viaje en
el tiempo.

Eso dejaba al Profesor de Defensa quien afirmaba que estaba


siguiendo a Snape, sólo que eso realmente no parecía como una
razón adecuada para que el Profesor Quirrell apareciera realmente
no hacía que Harry se sintiera menos confundido por lo que quizá la
mente maestra también había controlado el tiempo de llegada del
Profesor Quirrell de alguna manera e incluso manipuló que el propio
Harry entrara en ese bucle temporal.
La mente de Harry se tropezó con un escollo, no veía cómo
extender ese razonamiento más allá.

No había tiempo para contemplar como un bobo cualquier escollo.

Sin pausa o freno la mente de Harry atacó el problema desde un


nuevo ángulo.

El Profesor Quirrell había deducido que un Profesor era controlado


en Hogwarts porque era necesario que algún Profesor hubiese
usado el Encantamiento de Memoria sobre Hermione lo que
indicaba que el controlador de la Profesora Sprout había culpado y
luego asesinado a Hermione lo que indicaba que el controlador de la
Profesora Sprout tenía información detallada sobre la vida de
Hogwarts y tal vez un interés personal en el Niño-Que-Vivió y sus
amigos.

La mente de Harry finalmente vomitó la memoria relevante,


Dumbledore diciendo que el camino más fuerte del Señor Voldemort
para la vida estaba escondido dentro de Hogwarts corre con la
hipótesis así que esa herramienta de resurrección era la Piedra
Filosofal escondida dentro del espejo por qué había Dumbledore
puesto el espejo en un corredor que podían atravesar los de primer
año no ignora esta cuestión no es importante ahora mismo y el
Profesor Quirrell había afirmado que la Piedra Filosofal poseía
grandes poderes curativos así que esa parte también encajaba.

Pero si era la Piedra Filosofal la que estaba escondida en el espejo


para mantenerla lejos del alcance del Señor Oscuro, eso significaba
que el espejo también contenía la única cosa en el mundo que podía
salvar la vida del Profesor de Defensa -

La mente de Harry intentó vacilar, retirarse, sintiendo una repentina


aprehensión hacia la dirección a la que se estaba dirigiendo.

Pero no había tiempo para vacilar.


-y eso también era demasiada coincidencia y simplemente
demasiada improbabilidad si tu mente no la descarta como un
sorprendente giro de trama igual a como si fueras parte de una
historia.

Podía el putativo Señor Oscuro también estar manipulando al


Profesor Quirrell para que el Profesor Quirrell fuera a descubrir su
supuesta salvación en el momento justo para que así Harry y el
Profesor Quirrell fueran a conseguir la herramienta de resurrección
del espejo que podría ser o no la Piedra Filosofal y luego el avatar
del Señor Oscuro o algún otro sirviente aparecería y se las iba a
robar y eso explicaría todas las sincronías y negaría cada
coincidencia.

O el Profesor Quirrell había sabido desde el principio que la única


cosa que podía salvar su vida estaba escondida dentro de este
espejo y por eso había aceptado enseñar Defensa en Hogwarts y
ahora estaba intentando conseguirla finalmente pero en ese caso
por qué había esperado hasta estar tan enfermo para intentarlo y
por qué Sprout había aparecido al mismo tiempo que el Profesor
Quirrell -

La mente de Harry se tambaleó con mayor fuerza.

Su ojo interno estaba viendo en una dirección que tenía miedo de


observar.

La nota que me envié a mí mismo decía ayudar al observador de


estrellas. Yo no me enviaría a mí mismo una nota con ese mensaje,
de no haber descubierto en el futuro que eso era lo correcto por
hacer - quizá la nota sólo me pide que lo haga y ya -

Una pequeña nota de confusión fue promovida a la atención


consciente.

El mensaje codificado en el pergamino… una o dos líneas no


sonaban del todo correctas, no habían sonado como el código que
Harry había esperado usar consigo mismo…
"Harry," murmuró la voz moribunda del Profesor Quirrell detrás de él.
"Harry, por favor."

"Ya casi termino de pensar," la voz de Harry dijo en voz alta, y Harry
se dio cuenta al pronunciar esas palabras que eran verdaderas.

Dale una vuelta.

Miralo desde la perspectiva del Enemigo, desde donde el Enemigo


hace su propia planeación inteligente, algún lugar por fuera de tu
vista.

Hay Aurores en Hogwarts, y tu objetivo Harry Potter ahora está


totalmente protegido. Harry Potter llamará a los Aurores a la primera
señal de problemas, o enviar un Patronus a Albus Dumbledore.
Considera eso como un rompecabezas, una solución creativa para
eso es -

- falsificar un supuesto mensaje de Giratiempo para Harry Potter


hecho por él mismo, diciendo a Harry Potter no llamar para pedir
ayuda, informando que debe estar en un lugar y tiempo que tú
quieres que él esté. Haces que el propio objetivo sobrepase todas
las protecciones que él preparó. Incluso puedes sobrepasar su
protección de escepticismo con la sobrecogedora autoridad del
juicio de su propio ser futuro.

Ni siquiera es difícil. Puedes usar un Encantamiento de Memoria


sobre algún estudiante al azar para que recuerde a Harry Potter
entregando un sobre que le debe ser devuelto a él mismo un tiempo
después.

Puedes usar el Encantamiento de Memoria sobre ese estudiante


porque eres un Profesor de Hogwarts.

No haces el esfuerzo extra de robar un lapicero y papel Muggle del


monedero de Harry Potter. En vez de eso falsificas la escritura de
Harry Potter en pergamino de mago. Y puedes falsificar la escritura
a mano de Harry Potter porque la has visto en los exámenes
mandatorios del Ministerio que has calificado.

Llamas a Draco Malfoy 'la constelación' porque sabes que Harry


Potter está interesado en la astronomía y eres un mago y tomaste la
materia de Astronomía y tuviste que memorizar los nombres de
todas las constelaciones. Sin embargo no es el código natural que
Harry Potter usaría para describir al propio Draco Malfoy, que habría
sido 'el aprendiz'.

Llamas al Profesor Quirrell 'el observador de estrellas', y le dices a


Harry Potter que lo ayude.

Sabes que devorador de vida es como dices 'Dementor' en Lengua


Parsel y tienes la expectativa que Harry Potter piense en los Aurores
como quienes estan aliados con ellos.

Haces el código 6:49 como 'seis, y siete en un cuadrado' porque


habías estado leyendo un libro de física Muggle que Harry Potter te
dio.

¿Quién eres, entonces?

Harry se dio cuenta que su respiración se había acelerado, y


apabullando su ritmo cardíaco, Harry logró que su respiración fuera
más lenta, El Profesor Quirrell lo estaba observando a él .

Qué tal si hipotéticamente hablando el Profesor Quirrell era la mente


maestra y había falsificado el mensaje de Harry entonces eso
explicaba que cinco bandos diferentes aparecieran con la
coordinada sincronización de la comedia y que la Profesora Sprout
solamente estaba siendo controlada para dar al Profesor Quirrell la
excusa para culpar a alguien más por el Encantamiento de Memoria
Falsa para cuando las cosas se hubiesen calmado pero

Pero por qué iba el Profesor Quirrell a arriesgar la frágil alianza que
Harry tenía con Draco vía el intento de homicidio-culposo
(que el Profesor Quirrell había 'detectado' y 'detenido' bajo la
alegación de un rastreador puesto sobre Draco)

Por qué iba el Profesor Quirrell asesinar a Hermione

(si su primer intento para remover su persona no había funcionado)

Si el Profesor Quirrell era el malo entonces podría haber mentido


sobre todo lo relacionado con los horrocruxes y tal vez no era
coincidencia que la única cosa que podía salvar su vida fuera la
misma ruta que podía resucitar al Señor Oscuro qué tal si el Señor
Oscuro también había arreglado eso de alguna manera

(un día David Monroe había desaparecido misteriosamente, se


presumió que había muerto bajo las manos del Señor Oscuro)

Una horrenda intuición cayó sobre Harry, algo separado de todo el


razonamiento que había realizado hasta ese momento, una intuición
que Harry no podía poner en palabras; excepto que él y el Profesor
de Defensa eran muy parecidos en muchas cosas, y falsificar un
mensaje de Giratiempo era el tipo de método creativo que el propio
Harry podría haber intentado para sobrepasar todas las
protecciones del objetivo -

Y ahí fue cuando Harry finalmente se dio cuenta de lo que tendría


que haber sido muy obvio, desde el principio.

El Profesor Quirrell era inteligente.

El Profesor Quirrell era inteligente del mismo modo que Harry.

El Profesor Quirrell era inteligente exactamente del mismo modo


que el misterioso lado oscuro de Harry.

De tener que adivinar cuándo el Niño-Que-Vivió había adquirido su


misterioso lado oscuro, la deducción obvia era la noche del 31 de
Octubre, 1981.

Y el Profesor Quirrell había conocido una contraseña que Bellatrix


Black había pensado identificaba al Señor Oscuro y su presencia le
daba al Niño-Que-Vivió una sensación de perdición y su magia
reaccionaba destructivamente con la de Harry y su hechizo favorito
era el Avada Kedavr -

La verdad explotó a través de Harry como una vasta represa al


romperse, liberando toda su agua, chorreando a través de su mente
con una corriente irresistible que fue arrastrando todo a su paso.

Únicamente hay una realidad que genera todas las observaciones


presentadas.

Si diferentes observaciones parecían señalar en direcciones


incompatibles, significaba que la verdadera hipótesis es aquella que
no has considerado todavía.

Y en aquellos casos, cuando finalmente piensas en la hipótesis


correcta, todo se alinea detrás de ella, más allá de la negación o el
horror, despedazando cada duda y cada emoción que pudiera
entorpecer su camino.

- y entonces 'David Monroe' y 'el Señor Voldemort' solamente habían


sido una persona jugando en ambos bandos de la Guerra Mágica y
por eso la familia Monroe había sido asesinada antes de poder
conocer a 'David Monroe' justo como Moody había sospechado -

La realidad se asentó en un único estado conocido, un estado del


arte coherente que generaba de modo compacto el conjunto de
observaciones.
Harry no saltó, no cambió su respiración, intentó no mostrar ni una
pizca del horror y agonía que inundaba su mente.

El Enemigo estaba detrás de él, observando.

"De acuerdo," Harry habló en voz alta, tan pronto como se atrevió a
confiar en que su voz sonaba normal. Siguió contemplando los
cuerpos, alejando la vista del Profesor Quirrell, porque Harry no
confiaba en su propia cara. Harry se limpió el sudor de su frente con
una manga de su túnica, intentando hacer que el gesto se viera
casual; Harry no podía controlar el sudor, o el rápido martilleo dentro
de su pecho. "Vayamos a conseguir la Piedra Filosofal."

Todo lo que Harry necesitaba era un simple momento de distracción


en cualquier momento del camino para usar su Giratiempo.

No hubo respuesta detrás de él.

El silencio se alargó.

Lentamente, Harry se dio la vuelta.

El Profesor Quirrell estaba de pie muy recto y sonriendo.

En la mano del Profesor de Defensa estaba una figura de metal


negro apuntada al brazo de Harry que sostenía una varita,
manejada con el agarre firme de alguien que sabía exactamente
cómo usar una pistola semiautomática.

La boca de Harry estaba seca, incluso sus labios estaban temblando


con adrenalina, pero se las arregló para decir. "Hola, Señor
Voldemort."

El Profesor Quirrell inclinó su cabeza en reconocimiento, y saludó,


"Hola, Tom Riddle."

Nota de Traductor (16 de Febrero de 2.020)


El apellido de Voldemort, Riddle, se puede traducir como Enigma o
Acertijo .

El próximo capítulo está alrededor de las 3.000 palabras, por lo que


espero publicarlo el 23 de Febrero en mi y el 1 de Marzo en mi blog
y FFN.

Faltan 18 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


La Verdad Parte 2
Capítulo 105: La verdad, Parte 2

Tom Riddle.

Las palabras parecieron hacer eco dentro de la cabeza de Harry,


precipitando resonancias que nacieron y murieron rápidamente,
patrones rotos intentando completarse por sí mismos y fracasando.

Tom Riddle es un

Tom Riddle era el

Riddle

Había otras prioridades ocupando la atención de Harry.

El Profesor Quirrell lo estaba apuntando con una pistola.

Y por alguna razón el Señor Voldemort no había disparado todavía.

La voz de Harry era más como un graznido. "¿Qué es lo que quieres


de mí?"

"Tu muerte," explicó el Profesor Quirrell, "claramente no es lo que


estaba apunto de decir, ya que he tenido bastante tiempo para
matarte de ser ese mi deseo. La fatídica batalla entre el Señor
Voldemort y el Niño-Que-Vivió no es más que un producto de la
imaginación de Dumbledore. Sé dónde encontrar la casa de tu
familia en Oxford, y estoy familiarizado con el concepto de los rifles
de francotirador. Habrías muerto antes de tan siquiera tocar una
varita. ¿Está lo suficientemente claro para ti, Tom?"

"Como el cristal," Harry susurró. Su cuerpo seguía temblando,


corriendo programas más apropiados para huir de un tigre y no para
lanzar hechizos o pensar. Sin embargo Harry podía pensar en una
cuestión que la persona que lo estaba apuntando con un arma
obviamente quería que él hiciera, una pregunta que esa persona
estaba esperando que él fuera a realizar, y Harry lo hizo así. "¿Por
qué me estás llamando Tom?"

El Profesor Quirrell le habló con firmeza. "¿Por qué estoy yo


llamándote Tom? Responde. Tu intelecto no es todo lo que yo
esperaba, pero debería ser suficiente para eso."

La boca de Harry parecía conocer la respuesta antes de que su


cerebro pudiera lograr enfocarse en la pregunta. "Tom Riddle es tu
nombre. Nuestro nombre. Ese es quien el Señor Voldemort es, o
era, o - algo."

El Profesor Quirrell asintió. "Mejor. Ya has vencido al Señor Oscuro,


la única vez que lo harás en toda tu vida. Ya he destruido todo
excepto un remanente de Harry Potter, eliminando la diferencia
entre nuestros espíritus y permitiendo que podamos residir en el
mismo mundo. Ahora que está claro para ti que la batalla entre
nosotros no es más que una mentira, podrías actuar de modo
sensato para hacer progresar tus propios intereses. O puede ser
que no lo hagas." La pistola avanzó un poco hacia adelante,
causando que más gotas de sudor fueran apareciendo sobre la
frente de Harry. "Tira tu varita. Ahora ."

Harry la tiró.

"Aléjate de la varita," ordenó el Profesor Quirrell.

Harry obedeció.

"Lleva tus manos al cuello," indicó el Profesor Quirrell, "y remueve tu


Giratiempo, tocando únicamente la cadena. Pon el Giratiempo sobre
el suelo, luego aléjate nuevamente."

Esto también lo hizo Harry. Incluso en su estado de conmoción, su


mente seguía buscando una manera de girar el Giratiempo en el
proceso, un repentino movimiento que pudiera ganar; pero Harry
sabía que el Profesor Quirrell ya se estaba imaginando a sí mismo
en la posición de Harry, buscando las mismas oportunidades
disponibles.

"Remueve tu monedero y déjalo sobre el suelo, luego aléjate."

Harry lo hizo así.

"Muy bien," expresó el Profesor de Defensa. "Ahora. Es el momento


de que yo obtenga la Piedra Filosofal. Tengo la intención de traer a
estos cuatro estudiantes de primer año conmigo, debidamente
Desmemorizados de sus más recientes memorias para que puedan
recordar su propósito original. A Snape lo voy a controlar para que
proteja esta puerta. Cuando haya terminado el trabajo de hoy, tengo
la intención de asesinar a Snape por las traiciones que cometió a mi
otra identidad. A los tres niños herederos me los pienso llevar
conmigo al final, para moldear sus futuras lealtades. Y debes saber
esto, he tomado rehenes. Ya he puesto en marcha un hechizo que
matará a cientos de estudiantes de Hogwarts, incluyendo muchos
de los que llamas amigos. Puedo detener ese hechizo usando la
Piedra, si la obtengo con éxito. Si soy interrumpido antes de eso, o
si yo elijo no detener el hechizo, cientos de estudiantes morirán."La
voz del Profesor Quirrell seguía siendo moderada. "¿Percibes algo
que sea de tu interés entre mis planes, niño? Voy a sonreír si te
escucho decir 'no', pero eso sería esperar demasiado."

"Me gustaría," Harry se las arregló para hablar, a través del horror, y
los latidos de su corazón, y los cuchillos cortando una conexión
emocional que dolía como si estuviera partiendo carne viva, "que
usted no hiciera esas cosas, Profesor." Por qué, Profesor Quirrell,
por qué, por qué tenía que resultar así, yo no, yo no, yo no quiero
que esto pase…

"Muy bien," el Profesor Quirrell declaró. "Te doy permiso de


ofrecerme algo que yo quiero." La pistola hizo un gesto incitador.
"Ese es un raro privilegio, niño. El Señor Voldemort usualmente no
negocia cuando desea algo."
Alguna parte de la mente de Harry buscó frenéticamente, buscando
por algo, cualquier cosa que pudiera ser de más valor para el Señor
Voldemort o el Profesor Quirrell que los niños rehenes o la muerte
de Severus.

Otra parte de él, la parte que nunca había dejado de pensar, ya


conocía su respuesta.

"Usted ya tiene una idea de lo que quiere de mí," Harry dijo, a través
del malestar y las heridas sangrantes en su alma. "¿De qué se
trata?"

"Tu ayuda para obtener la Piedra Filosofal."

Harry tragó saliva. No podía evitar que sus ojos fueran hacia la
pistola, luego de vuelta hacia la cara del Profesor Quirrell.

Era consciente de que en los libros se suponía que el héroe debía


decir 'No', aunque ahora que de hecho estaba en una situación
como esta, responder 'No' no parecía tener sentido.

"Me decepciona que necesites pensar sobre esto," anunció el


Profesor Quirrell. "es evidente que tendrías que obedecer por ahora,
ya que tengo toda ventaja sobre ti. Te enseñé para que fueras mejor
que esto; en esta situación ciertamente deberías pretender perder.
No puedes esperar ganar nada al resistirte, excepto dolor. Debiste
calcular que era mejor responder pronto, y no ganarte mi
desconfianza." Los ojos del Profesor Quirrell lo estudiaban con
curiosidad. "¿Quizá Dumbledore ha llenado tus oídos con sandeces
sobre la nobleza de ser desafiante? Encuentro tal moralidad
divertida, puesto que son tan fáciles de manipular. Te aseguro que
puedo hacer que el desafío parezca moralmente peor, y sería muy
aconsejable que te rindas antes de que te demuestre cómo." La
pistola permaneció apuntada a Harry; pero con un movimiento de la
otra mano del Profesor Quirrell, Tracey Davis se elevó en el aire,
giró perezosamente, sus extremidades estirándose en un ángulo
abierto -
- entonces, al tiempo que un nuevo chorro de adrenalina aporreó el
corazón de Harry, Tracey volvió a descender flotando.

"Elige," demandó el Profesor Quirrell. "Esto empieza a agotar mi


paciencia."

Debí hablar sin dudar, antes de que él pudiera arrancar las piernas
de Tracey, no, no debía, el Director afirmó que no debía mostrar al
Señor Voldemort que estaba dispuesto a hacer cosas sólo porque él
fuera a amenazar a mis amigos porque eso iba a provocar que él los
fuera a amenazar más - excepto que eso que acaba de pasar no fue
una mera amenaza no es más que el tipo de cosas que el Señor
Voldemort hace -

Harry respiró profundamente, varias veces. Cual fuera la parte de él


que seguía funcionando en automático le estaba gritando al resto de
su mente que no se podía permitir permanecer conmocionado. Las
conmociones eran de duración finita, las neuronas seguían
disparando sin importar qué, la única razón por la que la mente de
Harry se habría apagado mientras su cerebro seguía corriendo era
porque el modelo-de-yo de Harry hubiese creído que su mente se
iba a apagar -

"No es mi intención jugar con tu paciencia," Harry aseveró. Su voz


era áspera. Eso era bueno. Sonar como que seguía conmocionado
significaba que el Señor Voldemort podría darle más tiempo. "Pero
si el Señor Voldemort tuvo la reputación de cumplir su palabra,
nunca me lo han informado."

"Una preocupación obvia," admitió el Profesor Quirrell. "Hay una


respuesta simple, y te habría obligado a ella de todos modos. Lass
sserpientess no pueden mentir . Y puesto que tengo un tremendo
desagrado por la estupidez, te sugiero que no pronuncies algo como
'¿De qué estás hablando?' Eres más listo que eso, y no tengo
tiempo para el tipo de conversaciones con que la gente ordinaria se
hace sufrir entre sí."
Harry tragó saliva. Las serpientes no pueden mentir. " Doss máss
doss ess igual a cuatro. " Harry había intentado decir que dos más
dos era tres, y sin embargo la palabra cuatro era la que había
pronunciado.

"Bien. Cuando Salazar Slytherin invocó la maldición de la Lengua


Parsel sobre sí mismo y todos sus hijos, su verdadero plan era
asegurarse que sus descendientes pudieran confiar en las palabras
de sus familiares, sin importar qué planes estuvieran realizando
contra los extraños." El Profesor Quirrell había adoptado su pose de
expositor de Batalla Mágica, como alguien poniéndose una máscara
que le quedaba bien, aunque la pistola permaneció apuntando firme
dentro de su mano. "La Oclumancia no puede engañar la maldición
de la Lengua de Serpiente como si puede engañar al Veritaserum, y
puedes intentar ponerla a prueba si quieres. Ahora escucha bien.
Ven conmigo, promete que daráss tu mejor essfuerzo para ayudar a
consseguir la Piedra, y yo dejaré a esstoss niñoss aquí ssin daño
alguno. Reheness sson realess, cientoss de esstudiantess morirán
essta noche a menoss que yo detenga eventoss que ya fueron
puesstoss en marcha. Perdonaré a reheness ssi obtengo Piedra con
éxito. Y recuerda esto, debes recordarlo bien: Yo no puedo sser
assessinado verdaderamente por ningún medio conocido por mí, y
perder la Piedra no va a evitar que regresse, ni te va a librar de mi
ira. Cualquier acto impetuoso que estés contemplando no puede
ganar el juego para ti, niño. Sí le doy crédito a tu habilidad para
molestarme, y te sugiero que evites hacerlo."

"Usted afirma," la voz de Harry sonó extraña en sus propios oídos,


"que la Piedra Filosofal tiene poderes diferentes de lo que la leyenda
cuenta. Me lo dijo en Lengua Parsel. Dígame lo que la Piedra hace
realmente, antes de acceder a ayudarlo para conseguirla." Si era
algo como ganar poder total sobre el universo, entonces nada iba a
valer más que permitir que el Señor Voldemort obtuviera la Piedra.

"Ah," dijo el Profesor Quirrell, y sonrió. "Estás pensando. Eso está


mejor, y como recompensa te voy a ofrecer otro incentivo para tu
cooperación. Vida eterna y juventud, la creación de oro y plata.
Supón que estos son los verdaderos beneficios de poseer la Piedra.
Responde, niño. ¿Cuál es el poder de la Piedra?"

Pudo haber sido la adrenalina dentro de él, siendo útil para su


cerebro por primera vez. Pudo haber sido el poder de saber que
existía una respuesta, y que la evidencia no era una mentira.
"Puede hacer una Transformación permanente."

Luego Harry se detuvo, como si hubiese escuchado lo que su propia


boca acababa de pronunciar.

"Correcto," dijo el Profesor Quirrell. "Por lo tanto, quien sea que


posea la Piedra Filosofal será capaz de realizar Transformación
humana."

La mente de Harry se dividió de un porrazo otra vez, al darse cuenta


del incentivo que le iba a ser ofrecido.

"Robaste los restos de la Señorita Granger y le hiciste una


Transformación para que pareciera un objeto aparentemente
inocuo," expuso el Profesor Quirrell. "Un objeto Transformado que
debes mantener en algún lugar cercano de tu propia persona, para
poder alimentar la Transformación. Ah, veo que tus ojos van a ese
anillo en tu mano, pero por supuesto que la Señorita Granger no
sería la pequeña joya puesta dentro del anillo, ¿o sí? Eso sería
demasiado obvio. No, tengo la expectativa de que Transformaste los
restos de Granger en el propio anillo, dejando que el aura de la joya
Transformada pueda enmascarar la magia del anillo Transformado."

"Sí," Harry dijo, forzando la palabra a salir. Era una mentira, por una
vez, y la mirada de Harry había sido deliberada. Harry había
esperado que alguien lo fuera a cuestionar sobre el anillo de acero,
así que había intentado provocar el reto para poder demostrar su
inocencia una vez más, aunque nadie lo había hecho hasta ahora -
quizá Dumbledore nada más había sentido que el acero en sí mismo
no era mágico.
"Muy bien," repuso el Profesor Quirrell. "Ahora ven conmigo,
ayúdame a obtener la Piedra, y voy a resucitar a Hermione Granger
para ti. Su muerte tuvo efectos infortunados sobre ti, y no me
importaría borrarlos. Ese, hasta donde comprendo, es tu más
grande deseo. Te he mostrado mucha generosidad, y no me molesta
realizar una más." Una Profesora Sprout con los ojos vacíos se
había levantado del suelo y ahora apuntaba a Harry con su varita. "
Ayúdame a obtener la Piedra de la Transsformación, y yo voy a
hacer mi mejor essfuerzo para ressucitar a tu chica-niña amiga
hacia la verdadera y duradera vida. Habiendo dicho esso, niño, sse
me esstá acabando la paciencia contigo rápidamente, y no te
gusstará lo que ocurre entoncess. " Esta última línea fue silbada con
una voz que contenía la impresión de una serpiente levantando la
cabeza para atacar.

Incluso entonces.

Incluso entonces,con todo su mundo patas arriba, con conmoción


tras conmoción, incluso el cerebro de Harry no dejó de ser un
cerebro, ni dejó de completar los patrones que sus circuitos habían
sido cableados para completar.

Harry sabía que esta era una oferta demasiado buena para provenir
de alguien que te estaba apuntando con una pistola.

A menos que fueras a necesitar su ayuda de manera desesperada


para sacar la Piedra Filosofal del espejo mágico.

Y no quedaba nada de tiempo para planear, sólo el pensamiento de


que, si el Profesor Quirrell realmente iba a ir a tan lejos para
conseguir su ayuda - lo que Harry quería era demandar al Profesor
Quirrell una promesa de no matar a nadie en el futuro a cambio de
su ayuda, sin embargo Harry tenía un fuerte presentimiento de que
la respuesta del Profesor Quirrell sería 'Déjate de ridiculeces' y sin
tiempo para una conversación ordinaria Harry tuvo que adivinar por
adelantado la petición más segura -
Los ojos del Profesor Quirrell se estrecharon, sus labios se abrieron
-

"Si lo ayudo," la boca de Harry pronunció, "Quiero que prometa que


no está planeando traicionarme cuando esto termine. Quiero que no
mate al Profesor Snape ni a nadie más en Hogwarts por lo menos
durante una semana. Y quiero respuestas, la verdad sobre todo lo
que ha estado pasando durante todo este tiempo, todo lo que
conoce sobre mi naturaleza."

Los pálidos ojos azules lo vieron sin pasión.

Realmente creo que podríamos haber pensando en algo mejor para


pedir que eso, opinó el lado Slytherin de Harry. Pero supongo que
legítimamente no tuvimos más tiempo, y sea lo que sea que
necesitemos hacer a continuación, las respuestas ayudarán.

Harry no estaba escuchando a esa voz ahora mismo. Fríos


escalofríos seguían bajando por su espina dorsal tras oír las
palabras que acababan de salir de sus labios, dirigidas hacia el
hombre con la pistola.

"¿Esa es tu condición para ayudarme a obtener la Piedra?" inquirió


el Profesor Quirrell.

Harry asintió, incapaz de formar palabras.

"De acuerdo, " siseó el Profesor Quirrell. " Ayúdame, y vass a


obtener resspuesstass a tuss preguntass, ssiempre y cuando ssean
ssobre eventoss passadoss, y no ssobre miss planess para el
futuro. No tengo intención de levantar mi mano o magia contra ti en
el futuro, ssiempre y cuando tú no levantess tu mano o magia contra
mí. No voy a matar a nadie dentro de los terrenoss de la esscuela
durante una ssemana, a menoss que ssea necessario. Ahora
promete que no vass a combatir contra mí o esscapar. Promete
poner tu mejor essfuerzo para ayudarme a obtener la Piedra. Y tu
chica-niña amiga sserá revivida por mí, hacia la verdadera vida y
ssalud; ni yo ni los míoss busscaremoss hacerle daño jamáss. " Una
retorcida sonrisa. " Promete, niño, y el trato sserá cerrado."

"Lo prometo," susurró Harry.

¿QUÉ? gritaron otras partes de su mente.

Pues, él todavía nos está apuntado con una pistola, señaló


Slytherin. En realidad no tenemos elección, nada más estamos
obteniendo tanta ventaja como nos sea posible.

Eres un bastardo, acusó Hufflepuff. ¿Crees que esto es lo que


Hermione hubiese querido? Es el Señor Voldemort de quien
estamos hablando, ¿sabemos tan siquiera cuántas personas ha
matado, y matará?

Niego que estemos haciendo un compromiso con el Señor


Voldemort por el bien de Hermione, replicó Slytherin. Ya que hay, de
hecho, una pistola y de otro modo no podremos detenerlo. Además,
Mamá y Papá seguramente prefieren que le sigamos la corriente
para que estuviéramos a salvo.

El Profesor Quirrell lo miró con firmeza. "Repite la promesa completa


en Lengua Parsel, niño."

" Lo voy ayudar a obtener la Piedra… no puedo prometer que voy a


ussar mi mejor essfuerzo, mi corazón no esstá en ello, me temo.
Tengo la intención de intentarlo. No haré nada que crea pueda
molesstarle y provocar conssecuenciass negativass. No voy a pedir
ayuda ssi esso provoca máss muertess ya ssean la de miss
ssalvadoress o loss reheness. Lo ssiento, professor, pero ess lo
mejor que puedo prometer." La mente de Harry estaba decidida,
componiendo su esencia, al tomar una decisión. Acompañaría al
Profesor Quirrell, iría con él para conseguir la Piedra, salvar a los
estudiantes rehenes, y… y… y Harry no lo sabía, excepto que tenía
que seguir pensando.
"¿En realidad lamentas eso?" El Profesor Quirrell se veía divertido.
"Supongo que será suficiente. Entonces ten otras dos cosas
presentes: Tengo planess para detener inclusso al jefe de esscuela,
ssi aparece ante nossotross. Y también esto: de vez en cuando te
voy a preguntar en Lengua Parsel si me has traicionado. El trato sse
ha cerrado. "

Después de eso, la Profesora Sprout recogió la varita de Harry, la


envolvió en una tela brillante; luego la dejó sobre el suelo, y de
nuevo apuntó a Harry con su varita. Sólo entonces el Profesor
Quirrell bajó su pistola, que pareció desaparecer dentro de su mano,
y recogió la varita envuelta de Harry, para luego ocultarla dentro de
su túnica.

La Verdadera Capa de Invisibilidad fue removida de la durmiente


forma de Lesath Lestrange, y el Profesor Quirrell cogió la Capa, al
igual que el monedero de Harry y el Giratiempo.

Entonces el Profesor Quirrell invocó una Desmemorización en masa


seguida por la versión en masa del Encantamiento de Memoria
Falsa, la que hacía que el sujeto fuera a llenar los espacios vacíos
usando sus propias sugestiones, sobre todos los estudiantes
presentes. Después la Profesora Sprout hizo flotar a los niños
durmientes, ahora con una expresión que parecía molesta y
preocupada, como si hubiese ocurrido un accidente de Herbología.

El Profesor Quirrell luego se giró hacia donde estaba tirado el


Maestro de Pociones, dobló una rodilla y ubicó su varita sobre la
frente del Profesor Snape. "Alienis nervus mobile lignum."

El Profesor de Defensa retrocedió, y empezó a mover sus dedos


izquierdos en el aire como si estuviese manipulando a una
marioneta con hilos.

El Profesor Snape se levantó del suelo con fluidos movimientos, y


una vez más se ubicó frente a la puerta del corredor.
" Alohomora, " dijo el Profesor Quirrell, apuntando su varita hacia la
puerta prohibida. El Profesor de Defensa se mostró bastante
divertido. "¿Harías los honores, niño?"

Harry tragó saliva. Una vez más estaba teniendo dudas, y dudas
sobre las dudas.

Era extraño cómo podrías hacer algo incluso mientras sabías que
era lo incorrecto, no algo egoísta por hacer sino lo incorrecto por
hacer en un nivel más profundo.

Pero el hombre detrás de él estaba sosteniendo la pistola; había


aparecido una vez más ante la vacilación de Harry.

Harry puso su mano sobre la aldaba, y respiró varias veces


profundamente, volviendo a componer su mente lo mejor que pudo.
Sigue la corriente, no dejes que te disparen, no dejes que los
rehenes mueran, debes estar ahí para optimizar los eventos, estar
ahí para observar las oportunidades y permanecer capacitado para
tomarlas. No era una buena decisión, pero todas las demás
parecían peores.

Harry empujó la puerta prohibida, y dio un paso adentro.

Nota de Traductor (23 de Febrero de 2.020)

A principios de esta semana me enfermé con una terrible gripe que


me dejó incapacitado para trabajar, lo que espero poder volver a
hacer mañana porque necesito el dinero para, ya saben, comer y
esas cosas. Tuve que hacer un esfuerzo para terminar este capítulo
a tiempo.

El próximo capítulo está alrededor de las 1.500 palabras, por lo que


espero publicarlo el 1 de Marzo en mi y el 8 de Marzo en mi blog y
FFN. Espero avanzar el capítulo siguiente y descansar lo suficiente
para terminar de recuperarme.
Faltan 17 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


La Verdad Parte 3
Capítulo 106: La verdad, Parte 3

Tras dar solamente un paso dentro de la cámara prohibida de


Dumbledore, Harry soltó un chillido y saltó para atrás y se estrelló
con el Profesor Snape, haciendo que los dos quedaran tirados uno
sobre el otro.

El Profesor Snape se puso de pie a sí mismo y volvió a ponerse


frente a la puerta. Su cabeza se giró para ver a Harry. "Estoy
protegiendo esta puerta por órdenes del Director," dijo el Profesor
Snape con su usual tono sardónico. "Váyase de inmediato, o le voy
a quitar Puntos de Casa."

Esto era aterrador hasta los huesos, sin embargo la atención de


Harry estaba ocupada por el gigantesco perro de tres cabezas que
había brincado hacia adelante, nada más para ser detenido a varios
metros de Harry por las cadenas sobre sus tres cuellos.

"Eso - eso - eso - " Harry dijo.

"Sí," el Profesor Quirrell pronunció a una cierta distancia de su


espalda, "ese es en efecto el ocupante usual de la cámara, que está
prohibida para todos los estudiantes, especialmente para los de
primer año."

"¡Eso no es seguro ni para los estándares de los magos!" Dentro de


la cámara, la enorme bestia negra liberó un aullido a varias voces,
gotas de saliva blanca volando desde esas tres bocas con colmillos.

El Profesor Quirrell suspiró. "Está encantado para no comer


estudiantes, nada más los escupe a través de la puerta. Ahora, niño,
¿cómo recomendarías tú que lidiemos con esta peligrosa criatura?"

"Ah," Harry tartamudeó, intentando pensar por encima de los


ladridos continuados del guardián de la cámara. "Ah. Si es como el
Cerbero de la leyenda Muggle de Orfeo y Eurídice, entonces
tenemos que cantar para que se duerma y así poder pasar -"

" Avada Kedavra. "

La bestia de tres cabezas fue derribada.

Harry se volteó a contemplar al Profesor Quirrell, quien a su vez lo


observaba con decepción extrema, como si fuera a preguntar si
acaso Harry no había asistido a ninguna de sus clases, nunca.

"Pues yo asumí," Harry habló, aún intentando controlar su


respiración, "que avanzar a través de este reto de cualquier manera
diferente a la usada por alguien de primer año, quizá podría disparar
una alarma ."

"Esa es una mentira, niño, simplemente no recordaste tus lecciones


al enfrentar la ocasión en la vida real. En cuanto a las alarmas, he
pasado meses desactivando todas las alarmas y señales de aviso
puestas sobre estas cámaras."

"¿Entonces por qué razón me envió a mí por delante,


exactamente?"

El Profesor Quirrell solamente sonrió. Se veía más


significativamente malvado que lo usual.

"No importa," Harry expresó, y penetró lentamente dentro de la


cámara, sus extremidades todavía temblando.

La cámara era toda de piedra, iluminada por una pálida luz azul que
brillaba desde los rincones arqueados engastados en la pared;
como si la luz de un cielo gris estuviera pasando a través de las
ventanas, aunque no había ventanas. Al otro lado de la cámara
había una trampilla de madera sobre el suelo, con sólo un anillo
sobresaliendo. En la mitad de la cámara yacía un gigantesco perro
muerto con tres cabezas sin vida.
Harry se giró hacia uno de los rincones arqueados y miró por dentro.
No había nada allí excepto el resplandor azul sin origen, así que
caminó hacia el siguiente, al tiempo que escrutaba la pared a su
paso.

"Qué," preguntó el Profesor Quirrell, "¿estás haciendo?"

"Investigando el cuarto," Harry respondió. "Podría haber una pista, o


una inscripción, o una llave que vamos a necesitar después, o algo -
"

"¿Hablas en serio, o estás intentando hacernos perder el tiempo


deliberadamente? Responde en Lengua Parsel."

Harry miró para atrás. " Hablaba en sserio, " siseó Harry. " Habría
hecho lo missmo de venir por mi cuenta. "

El Profesor Quirrell se dio un breve masaje sobre su frente.


"Confieso," él explicó, que tu enfoque te habría servido bien en,
digamos, explorando la tumba de Amon-Set, así que no te voy a
llamar idiota, aunque aún así. El falso rompecabezas, la forma
externa del reto, es un juego creado para los de primer año.
Simplemente tenemos que bajar por la trampilla."

Bajo la trampilla había una planta gigante, algo que era como una
enorme dieffenbachia con anchas hojas emergiendo del tallo central
como una escalera en espiral, pero de un color más oscuro que la
dieffenbachia normal, con ramas como tentáculos surgiendo del tallo
central y que estaban colgando. La base se esparcía a lo ancho con
hojas y tentáculos más grandes, como prometiendo acolchar la
caída de cualquiera. Por debajo había otra cámara de piedra similar
a la primera, con los mismos rincones como falsas ventanas
arqueadas, emitiendo la misma luz de gris-azul.

"El pensamiento obvio sería bajar sobre la escoba que está dentro
de mi monedero, o arrojar algo pesado para vez si aquellos
tentáculos son trampas," Harry argumentó, echando un vistazo para
abajo. "Pero supongo que usted me va a indicar que sólo debemos
bajar caminando sobre las hojas." Ciertamente parecían como si
fueran escaleras en espiral.

"Después de ti," dijo el Profesor Quirrell.

Cuidadosamente Harry puso un pie sobre la hoja y descubrió que en


efecto soportaba su peso. Luego Harry echó un vistazo hacia el
cuarto que iban a abandonar, para ver si había algo digno de tener
en cuenta.

El enorme perro muerto llamaba tanto la atención en sí mismo que


era difícil enfocarse en cualquier otra cosa.

"Profesor Quirrell," Harry propuso, omitiendo la frase su enfoque


para lidiar con obstáculos tiene ciertas falencias, "¿qué tal si alguien
mira por la puerta y ve que el Cerbero está muerto?"

"Entonces probablemente ya se habrán dado cuenta de que hay


algo mal con Snape," replicó el Profesor Quirrell. "Aunque ya que
insistes…" El Profesor de Defensa caminó hacia el cadáver de tres
cabezas y le puso encima su varita. Empezó a recitar algo en lo que
sonaba como Latín que fue acompañado por una sensación
creciente de aprehensión, el Niño-Que-Vivió sintiendo el poder del
Señor Oscuro como siempre lo había hecho.

La última palabra pronunciada fue "Inferius" y fue acompañada por


una urgencia final de ALTO, NO .

Y el perro de tres cabezas se alzó hasta ponerse de pie, sus seis


ojos vacíos y ausentes, girando para vigilar la puerta una vez más.

Harry se quedó mirando el enorme Inferius con una horrible


sensación de pesadez en su estómago, la tercera peor sensación
que había llegado a sentir en su vida.

Sabía que había visto y sentido este procedimiento antes, sólo que
sin la pronunciación en Latín.
El centauro que lo había confrontado en el Bosque Prohibido estaba
muerto. El Profesor de Defensa lo había atacado con un Avada
Kedavra real, no uno falso.

En alguna parte en el fondo de su mente, Harry había pensado que


si era capaz de traer a Hermione de regreso entonces podría volver
al código de no matar a nadie, la ética de Batman. La mayoría de
personas pasaban su vida entera sin matar a nadie en todo tipo de
aventuras.

Y eso no iba a pasar.

Ni siquiera se había dado cuenta, el día que había perdido su última


oportunidad para ganar. Incluso si Hermione era resucitada, ahora,
Harry no habría pasado a través de todo este desastre sin que
hubiese muerto nadie.

Ni siquiera se había enterado del nombre del centauro.

Harry no dijo nada. El Profesor de Defensa bien podía confirmar la


acusación en Lengua Parsel o mentir en lenguaje normal, y de
cualquier manera el Profesor de Defensa tendría más razones para
sospechar de las siguientes acciones de Harry. Sin embargo Harry
sabía que - aunque no sabía cómo iba a detener al Profesor Quirrell,
aunque no se atrevía a realizar ningún acto de traición positiva,
quizá ni siquiera a tomar la decisión, hasta que fuera casi tiempo de
ganar - nunca habría un acuerdo amigable entre el Señor Voldemort
y él, pues dos espíritus tan diferentes no podían existir en el mismo
mundo.

Y fue como si esa resolución, ese conocimiento de oposición,


pudiera invocar una fuerza de lo que Harry había creído era su lado
oscuro. Harry había dejado de llamar a su lado oscuro
deliberadamente desde el día en que había asesinado al trol. Sin
embargo su lado oscuro nunca había sido algo separado de él.
Había sido algo recordado de Tom Riddle. Harry no sabía cómo
había ocurrido eso, pero cogiendo la suposición y corriendo con ella,
cuales fueran los ecos de habilidad cognitiva que estaban en su lado
oscuro debían estar ahí para ser usados por él. No como un modo
separado, como Harry había conceptuado al principio, sino como
meros patrones neuronales con una fuerte tendencia a encadenarse
entre sí ya que alguna vez habían formado parte de una conexión
entera.

Esto infortunadamente no cambiaba el hecho de que el Profesor


Quirrell tenía las mismas habilidades con mucha más experiencia de
vida como respaldo, y además tenía la pistola.

Harry se giró, y puso ambos pies sobre la planta gigante, y empezó


a descender la escalera en espiral proveída por las hojas. Le había
requerido a Harry demasiado tiempo en esta ocasión, pero ya se
había recuperado hasta cierto punto, a pesar del dolor que todavía
le pesaba como agua espesa. No era una vara de frío acero en su
espina dorsal, sin embargo era algo recto y sólido a pesar de todo.
Iba a perseverar para avanzar, primero ver a Hermione regresar a la
vida, y luego, de alguna manera, detener al Profesor Quirrell. O
detener al Profesor Quirrell primero y luego conseguir la Piedra para
sí mismo. Tenía que haber algo, alguna posibilidad, alguna
oportunidad que se presentaría a sí misma, alguna manera de
detener a Voldemort y devolver la vida a Hermione…

Harry continuó su descenso.

A sus espaldas, el perro de tres cabezas esperó, protegiendo la


entrada.

Nota de Traductor (1 de Marzo de 2.020)

La dieffenbachia es una tipo de planta tropical, llamada de interiores


porque es tolerante a la sombra.

El próximo capítulo está alrededor de las 4.500 palabras, por lo que


espero publicarlo el 8 de Marzo en mi y el 15 de Marzo en mi blog y
FFN..
Faltan 16 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


La Verdad Parte 4
Capítulo 107: La verdad, Parte 4

La escalera en espiral de hojas de dieffenbachia gigante se sintió


como tierra del bosque bajo los zapatos de Harry, no tan resistente
como el concreto, pero lo suficiente para soportar su peso. Harry
mantuvo un ojo atento sobre los tentáculos, aunque permanecieron
pasivos.

Cuando Harry llegó hasta el fondo de la escalera en espiral de


hojas, los tentáculos de repente lo azotaron y sujetaron los brazos y
piernas de Harry.

Tras una breve lucha, Harry cesó toda resistencia.

"Interesante," dijo el Profesor Quirrell, mientras bajaba flotando, sin


tocar ninguna de las hojas o tentáculos de la planta. "Me doy cuenta
de que no pareces tener problema para perder contra una planta."

Harry observó con más atención al Profesor de Defensa, viéndolo


sin los lentes del pánico. El Profesor Quirrell estaba derecho y
moviéndose, volando sin aparente dificultad; la sensación de peligro
que emanaba era fuerte. Sin embargo sus ojos seguían hundidos en
su cráneo, sus brazos delgados y marchitos. La enfermedad no
había sido un farol, y la hipótesis obvia era que el Profesor de
Defensa había comido otro unicornio recientemente para recuperar
temporalmente algo de su fuerza.

Y el Profesor de Defensa también estaba hablando con la máscara


del Profesor Quirrell, no como el Señor Voldemort, lo que podría no
ser una mala señal desde la perspectiva de Harry. Harry no sabía
por qué - a menos que fuera que el Profesor de Defensa todavía lo
necesitaba para algo - pero ciertamente parecía a favor de los
propios intereses de Harry seguir la corriente.
"Usted específicamente me dejó caminar hacia esta trampa,
Profesor," Harry respondió, justo del modo en que él había hablado
con el Profesor Quirrell. Roles, máscaras, debe recordar cómo solía
ser entre nosotros… "Por cuenta propia, yo habría usado mi
escoba."

"Quizá. ¿Cómo habría solucionado este reto un estudiante ordinario


de primer año? De tener su varita, claro está." La planta ahora
estaba extendiendo sus tentáculos hacia el Profesor Quirrell, pero el
Profesor Quirrell se limitaba a levitar lejos de su alcance.

Harry había recordado que la Profesora Sprout mencionó algo sobre


una planta de Lazo del Diablo, sobre la cual el libro de primer año
decía que le gustaban los lugares fríos, y oscuros como las cuevas -
aunque cómo podía eso ser verdad sobre una planta con hojas era
un misterio para otra ocasión. "Como deducción, diría que esta es
una planta de Lazo del Diablo y que podría retirarse ante la luz o el
calor. ¿Así que quizá alguien de primer año podría usar Lumos? Hoy
yo usaría Inflammare, sin embargo no aprendí ese hechizo hasta
Mayo."

Un giro de la varita del Profesor de Defensa, y un haz de líquido


salpicado salió de ella, golpeando a la planta cerca de la base de
sus tentáculos, sonando primero un golpe seco y luego un siseo
apagado. Todos los tentáculos tocando a Harry lo soltaron
frenéticamente y empezaron a palmear las crecientes heridas
apareciendo en la piel de la planta, como si intentara remover el
estimulante del dolor; algo sobre la planta dio la impresión de que
estaba gritando sin producir sonido.

El Profesor Quirrell finalizó su descenso flotante. "Ahora teme a la


luz, calor, ácido, y a mí."

Harry brincó desde la hoja final y llegó hasta el suelo, tras una
cuidadosa mirada a su túnica y luego al piso para estar seguro que
nada del ácido había caído por ahí. Harry había comenzado a
sospechar que el Profesor Quirrell estaba intentando establecer un
punto, aunque Harry desconocía cuál podía ser ese dichoso punto.
"Pensé que estábamos en una misión, Profesor. No se lo puedo
impedir, ¿pero es inteligente gastar tanto tiempo jugando conmigo?"

"Oh, tenemos tiempo," afirmó el Profesor Quirrell, sonando divertido.


"Habría un gran alboroto si fuéramos a ser descubiertos aquí,
protegidos por un Inferius. No te comportaste como si hubieras
escuchado tal alboroto en tu partido de Quidditch, antes de llegar a
este tiempo y hablar con Snape como lo hiciste."

Un ligero escalofrío cayó sobre Harry, al comprender esto. Cualquier


cosa que hubiese hecho para vencer al Profesor Quirrell no había
perturbado la escuela, o al menos el juego de Quidditch, porque no
había interrumpido el juego de Quidditch. Incluso si se podían llamar
suficientes fuerzas para subyugar al Señor Voldemort, no sería fácil
de lograr sin que se diera cuenta la Profesora McGonagall o el
Profesor Flitwick o cualquier otro durante el juego de Quidditch…

Combatir a un enemigo inteligente era difícil.

E incluso así… incluso así le pareció a Harry que si se ponía en los


zapatos del Profesor Quirrell, él no estaría teniendo conversaciones
ociosas y aplicando juegos mentales. El Profesor Quirrell estaba
ganando algo al tomarse su tiempo aquí. ¿Pero qué? ¿Había algún
otro proceso que tenía que ser completado?

"Por cierto, ¿ya me traicionaste?" preguntó el Profesor Quirrell.

"No te he traicionado todavía, " Harry siseó.

El Profesor de Defensa hizo un gesto apuntando con la pistola que


ahora estaba sosteniendo en su mano izquierda, y Harry caminó
hacia la gran puerta de madera al otro lado del cuarto, y la abrió.

La siguiente cámara era más pequeña en diámetro, con un techo


más alto. La luz brillando desde los rincones arqueados eran
blancos, en vez de azules.
Alrededor de ellos aleteaban cientos de llaves aladas, atravesando
el aire con frenesí. Tras observar por unos segundos, fue claro que
solamente una llave era de color dorado como una Snitch - aunque
se estaba moviendo más lento que una Snitch en un juego real de
Quidditch.

Al otro lado del cuarto había una puerta conteniendo una gran,
prominente cerradura.

Contra la pared izquierda descansaba una escoba, la montura de


combate escolar la Barredora Siete.

"Profesor," Harry expresó, viendo fijamente el montón de llaves


aleteando, "usted se comprometió a responder mis preguntas. ¿De
qué va exactamente todo esto? Si uno cree que ha asegurado una
puerta para que no sea abierta sin una llave, se mantiene la llave en
un lugar seguro y sólo le da una copia a las entradas autorizadas.
Uno no le da alas a la llave y luego deja una escoba preparada
contra la pared. ¿Así que qué rayos estamos haciendo aquí y qué
está pasando? Es una deducción obvia que el espejo mágico es el
único factor real protegiendo la Piedra, ¿pero por qué el resto de
esto - y por qué alentar a los de primer año a venir aquí?"

"No estoy verdaderamente seguro," explicó el Profesor de Defensa.


Había entrado al cuarto y se había estacionado muy a la derecha de
Harry, manteniendo la distancia entre ellos. "Sin embargo deberé
responder, como prometí que lo haría. El método de Dumbledore es
hacer una docena de cosas que parecen locas, y luego únicamente
ocho de ellas, o quizá nueve, ocultan un significado más profundo.
Mi suposición es que Dumbledore tenía la intención de pretender
que yo era invitado a enviar a un estudiante como mi apoderado.
Precisamente para que el Señor Voldemort, como Dumbledore lo
concibe, estuviera menos tentado a considerarse astuto de hacerlo
así. Imagina a Dumbledore primero considerando el asunto de cómo
proteger la Piedra. Imagina a Dumbledore considerando dónde
poner los verdaderos peligros para proteger el Espejo. Imagina que
él se imagina a un joven estudiante tropezando con aquellos
peligros para mi beneficio. Creo que eso es lo que Dumbledore
estaba intentando evitar, al aparentar que la estrategia es una
invitación, y no muy astuta. A menos, por supuesto, que yo haya
malentendido lo que Dumbledore cree que el Señor Voldemort
piensa." El Profesor Quirrell sonrió siniestro, y se veía tan natural,
en él, como cualquier mueca que le hubiese mostrado a Harry
antes. "La planeación no es algo natural para Dumbledore, sin
embargo lo intenta porque debe. A esa tarea Dumbledore le pone
inteligencia, dedicación, la habilidad para aprender de sus errores, y
una absoluta falta de talento innato. Él es maravillosamente difícil de
predecir por esa única razón."

Harry se giró, observando la puerta en el lado opuesto del cuarto.


Para Dumbledore no era un juego, Profesor. "Mi deducción es que la
solución intencional es que los de primer año ignoren la escoba y
usen Wingardium Leviosa para coger la llave ya que este no es un
juego de Quidditch y no hay reglas que prohíban eso. ¿Así que cuál
hechizo exageradamente poderoso va a liberar en esta ocasión,
entonces?"

Hubo un breve silencio excepto por las llaves aleteando.

Harry se alejó varios pasos del Profesor Quirrell. "Probablemente no


debí haber dicho eso."

"Oh, no," el Profesor Quirrell dijo. "Creo que es algo bastante


razonable para pronunciar cuando el Mago Oscuro más poderoso
del mundo estaba parado a menos de una docena de pasos de ti."

El Profesor Quirrell metió su varita dentro de la manga de su otra


mano, la mano que a veces sostenía la pistola.

Entonces el Profesor de Defensa se metió la mano dentro de su


boca y extrajo lo que parecía ser un diente. Arrojó el falso diente
muy alto en el aire, y cuando volvió a bajar, se había transformado
en una varita que provocó una chispa de reconocimiento dentro de
la mente de Harry, como si alguna parte de él reconociera esa varita
como si fuera… parte de él…
Trece pulgadas y media, acebo, con un núcleo de pluma de fénix.
Harry había memorizado la información cuando el fabricante de
varitas Olli-algo se la había entregado, porque había parecido como
Relevante para la Trama. El evento, y el pensamiento subyacente
que había tenido, ambos parecían a la distancia de otra vida.

El Profesor de Defensa levantó esa varita, y describió en el aire una


runa flamante que era puros bordes dentados y malevolencia; Harry
retrocedió otro paso por instinto. Luego el Profesor Quirrell habló.
"Az-reth. Az-reth. Az-reth."

La flamante runa empezó a derramar un fuego que era… perverso,


como si los bordes dentados de la runa se hubiesen convertido en la
naturaleza misma del fuego. El fuego resplandecía en escarlata, y
sus sombras eran más rojas que la sangre, con un fulgor tan
abrasador como el de un soplete. Ese brillo en sus sombras parecía
incorrecto por sí mismo, como si nada con una sombra tan roja
debiera ser capaz de producir tanta luz; y el escarlata abrasador
estaba cruzado con venas de negro que parecían absorber la luz del
fuego. Dentro del fuego ennegrecido, delineado por el choque de
escarlata y oscuridad, figuras animales se iban retorciendo
salvajemente de un depredador a otro, cobra a hiena a escorpión.

"Az-reth. Az-reth. Az-reth." Cuando el Profesor Quirrell hubo


repetido la palabra seis veces, había surgido tanto fuego negro-
escarlata como el volumen de un pequeño arbusto.

El cambiar del fuego maldito se fue haciendo más lento cuando el


Profesor Quirrell fijó sus ojos, adquiriendo una sola forma, la forma
de un fénix de sangre quemada y ennegrecida.

Y algo le dijo a Harry con una certeza terrible que si el fénix de


ardiente negro chocaba con Fawkes, el verdadero fénix iba a morir y
nunca iba a renacer.

El Profesor Quirrell hizo un único gesto con su varita, y el fuego


ennegrecido salió ardiendo a través del cuarto. Se estrelló contra la
puerta y su cerradura, y con un mero aleteo de sus alas escarlatas y
ardientes, casi toda la puerta y parte del arco fue consumido. Luego
el escarlata manchado avanzó volando y brillante.

Harry apenas y alcanzó a echar un vistazo a través del hoyo para


observar unas grandes estatuas que empezaban a levantar espadas
y mazos, cuando el fuego ennegrecido cayó sobre las estatuas, y
estas se rompieron y quemaron.

Cuando terminó, el fénix de fuego ennegrecido se devolvió por el


hoyo, y flotó cerca del hombro izquierdo del Profesor Quirrell, las
garras escarlatas con la intensidad del sol quedando a una pulgada
de su túnica.

"Adelante," declaró el Profesor Quirrell. "Ahora es seguro."

Harry avanzó, necesitando invocar los patrones cognitivos de su


lado oscuro para mantener la calma lo suficiente como para
caminar. Harry pisó los luminosos bordes de las partes remanentes
de la puerta, y oteó el tablero de las enormes y arruinadas piezas de
ajedrez. Las baldosas de mármol que alternaban de negro a blanco
empezaban a cinco metros de la puerta arruinada, y se extendían de
pared a pared, aunque se detenían antes de cinco metros de la
siguiente puerta al otro lado del cuarto. El techo era
significativamente más alto que el alcance máximo de las estatuas.

"Habría deducido que," Harry habló, y los patrones cognitivos de su


lado oscuro mantuvieron su voz calmada, "¿la solución intencionada
era volar sobre las estatuas usando la escoba del cuarto anterior, ya
que en realidad no se necesitaba para obtener la llave?"

Detrás de él, el Profesor Quirrell se rió, y era la risa del Señor


Voldemort. "Procede," ordenó una voz que se hacía más fría y
aguda. "Ve al siguiente cuarto. Deseo ver lo que vas a pensar allí."

Planeado por Dumbledore para los de primer año, Harry se recordó


a sí mismo, SERÁ seguro, y caminó a través del arruinado tablero
de ajedrez, puso su mano sobre la aldaba de esa puerta, y la
empujó hacia adentro.

Medio segundo después, Harry cerró la puerta con un portazo y


brincó para atrás.

Le requirió a Harry varios segundos dominar su respiración, y


dominarse a sí mismo. Detrás de la puerta surgieron fuertes
bramidos, y grandes estruendos cuando el mazo de roca aporreó el
suelo.

"Supongo," Harry dijo con una voz que también era más fría, "ya que
difícilmente Dumbledore pondría un trol de montaña real aquí, que el
siguiente reto es una ilusión de mi peor memoria. Como un
Dementor, con la memoria proyectada hacia el mundo exterior. Muy
gracioso, Profesor."

El Profesor Quirrell avanzó hacia la puerta, y Harry se hizo para un


lado. El lado oscuro de Harry o el simple instinto le advertían que no
se fuera acercar a ese fuego negro-escarlata que estaba flotando
sobre el hombro del Profesor Quirrell. A su lado la sensación de
peligro era tan fuerte como la del propio Profesor.

El Profesor Quirrell abrió la puerta de par en par, y echó un vistazo.


"Mmm," el Profesor Quirrell dijo. "Nada más el trol, como afirmaste.
Ah, bueno. Tenía la esperanza de aprender algo más interesante
sobre ti que eso. Lo que yace dentro es un Kokorhekkus, también
conocido como el boggart común."

"¿Un boggart? Qué es lo que eso - no, supongo que ya sé lo que


hace."

"Un boggart," explicó el Profesor Quirrell, y su voz nuevamente era


la de un Profesor de Hogwarts enseñando, "gravita hacia los lugares
oscuros que rara vez son abiertos, como las alacenas olvidadas
dentro de un ático. Busca estar a solas, y se manifestará en
cualquier forma que crea pueda hacerte huir."

"¿Hacerme huir?" Harry protestó. "Yo maté al trol."


"Retrocediste de un brinco para salir del cuarto sin pensar. Un
boggart busca el susto instintivo, no la amenaza razonable. Por eso
no selecciona algo más creíble. En cualquier caso, el Encantamiento
estándar contra un boggart es, por supuesto, Fuego Endemoniado."
El Profesor Quirrell hizo un gesto, y el fuego oscurecido se alejó de
su hombro y perforó la puerta.

De adentro del cuarto surgió un único chillido, y luego nada.

Avanzaron hacia el cuarto que solía pertenecer al boggart, El


Profesor Quirrell fue por delante en esta ocasión. Con el falso trol de
montaña desaparecido, el cuarto no era más que otra enorme
cámara iluminada por las frías luces azules sin origen.

La mirada del Profesor Quirrell parecía distante, pensativa. Cruzó el


cuarto sin esperar a Harry, y abrió de par en par la puerta en el lado
opuesto de la pared.

Harry lo siguió después, y no muy de cerca.

La siguiente cámara contenía un caldero, un estante con


ingredientes embotellados, tablas de cortar, varas para revolver, y
otros aparatos de Pociones. La luz proviniendo de los rincones
arqueados era blanca en vez de azul, probablemente porque la
visión de color era importante para fabricar Pociones. El Profesor
Quirrell ya estaba parado al lado de los aparatos, escrutando un
largo pergamino que había recogido. La puerta para entrar a la
siguiente cámara era protegida por una cortina de fuego púrpura
que habría parecido mucho más amenazadora, de no haber
parecido pálida y débil en comparación a la flama ennegrecida que
flotaba sobre el hombro del Profesor Quirrell .

La suspensión de la incredulidad de Harry ya se había ido de


vacaciones a estas alturas, por lo que no protestó sobre cómo los
sistemas de seguridad del mundo real tenían el objetivo de distinguir
entre el personal autorizado y los que no estaban autorizados, lo
que significaba poner retos que se comportan diferente alrededor de
aquellos que se suponía no debían estar allí. Por ejemplo, un reto
de seguridad bueno iba a comprobar si los que iban a entrar
conocían la combinación de la cerradura que sólo se le había
comunicado a las personas autorizadas, y un reto de seguridad
malo iba a comprobar si los que entraban podían preparar una
poción de acuerdo a unas instrucciones escritas que estaban
convenientemente incluidas.

El Profesor Quirrell arrojó el pergamino hacia Harry, y flotó hacia el


suelo en medio de los dos. ¿Qué piensas de esto?" inquirió el
Profesor Quirrell, quien entonces retrocedió un paso para que así
Harry pudiera avanzar y recoger el pergamino.

"No," Harry declaró tras una lectura rápida del pergamino.


"Comprobar si los que entran pueden resolver un rompecabezas
ridículamente sencillo de lógica sobre el orden de los ingredientes
aún no es un reto que se comporte diferente para el personal
autorizado y los que no están autorizados. No importa si usan un
rompecabezas de lógica más interesante sobre tres ídolos o una
línea de personas usando sombreros coloridos, de todos modos no
están llegando al meollo del asunto."

"Mira el reverso," indicó Profesor Quirrell.

Harry le dio la vuelta al pergamino que medía más de medio metro.

En el reverso, escrita con letras diminutas, estaba la lista de


instrucciones para preparar la poción más larga que Harry había
visto en su vida. "Qué rayos-"

"Una poción de refulgencia, para apagar el fuego púrpura," el


Profesor Quirrell explicó. "Se fabrica al añadir los mismos
ingredientes, una y otra vez, en maneras ligeramente diferentes.
Imagine a un grupo de ansiosos jóvenes de primer año, pasando a
través de las otras cámaras, pensando que están a punto de
alcanzar el espejo mágico, y entonces toparse con esta tarea. Este
cuarto tiene en efecto la firma del Maestro de Pociones."
Harry dedicó una mirada significativa a la figura de fuego negro
sobre el hombro del Profesor Quirrell. "¿El fuego no puede vencer al
fuego?"

"Sí puede," contestó el Profesor Quirrell. "No estoy seguro de que


deba hacerlo. ¿Supones que este cuarto tiene trampa?"

Harry no quería quedarse atascado preparando esta poción por


diversión, o por cual fuera la razón que el Profesor Quirrell lo estaba
llevando a través de estas cámaras tan lentamente. La receta de
esta poción tenía treinta y cinco ocasiones separadas para añadir
campanulas, catorce veces para añadir 'un mechón de cabello
brillante'… "Quizá la poción libera un gas letal que es fatal para los
magos adultos pero no para los niños. O cualquiera de los cientos
de trucos mortales, si de repente nos ponemos serios. ¿Ahora
vamos en serio?"

"Este cuarto fue moldeado por la mano de Severus Snape," El


Profesor Quirrell expuso, una vez más mostrándose pensativo.
"Snape no es un mero espectador en este juego, para nada. Carece
de la inteligencia de Dumbledore, pero posee la intención asesina
que Dumbledore nunca tuvo."

"Bueno, sea lo que sea que esté pasando aquí, no evita que pasen
los niños," Harry observó. "Muchos de primer año lo atravesaron. Y
si de algún modo puedes mantener a todos por fuera excepto a los
niños, entonces eso, desde la perspectiva de Dumbledore, fuerza al
Señor Voldemort a poseer a un niño para entrar. No le veo el
sentido, considerando los objetivos de Dumbledore."

"En efecto," el Profesor Quirrell dijo, frotando el puente de su nariz.


"Sin embargo verás, niño, este cuarto carece de las alarmas y
señales de aviso que fueron puestos en los cuartos anteriores. No
hay protecciones sutiles para ser vencidas. Es como si fuera
invitado a no hacer la Poción y simplemente entrar - aunque Snape
sabe que el Señor Voldemort se dará cuenta de esto. Si de hecho
hubiese una trampa aquí para cualquiera que no fabrique la poción,
entonces sería más sabio poner las mismas protecciones, y no dejar
señales de que este cuarto es diferente de los otros."

Harry escuchó, frunciendo el ceño por la concentración. "Así que…


el único objetivo de no poner las redes de detección es para hacer
que usted no arrase con este cuarto."

"Tengo la expectativa de que Snape tenga la expectativa de que yo


voy a deducir lo mismo," el Profesor de Defensa afirmó. "Y llegados
a ese punto no puedo predecir en qué nivel él cree que yo voy a
jugar. Soy paciente, y me di a mí mismo bastante tiempo para este
empeño. Pero Snape no me conoce, él sólo conoce al Señor
Voldemort. A veces a visto al Señor Voldemort aullar por la
frustración, y actuar por impulsos que parecen contraproducentes.
Considera este asunto desde la perspectiva de Snape: acaso el
Maestro de Pociones le está diciendo al Señor Voldemort que debe
ser paciente y seguir las instrucciones si quiere entrar, como si el
Señor Voldemort no fuera más que un estudiante. Para mí sería fácil
de acatar, sonriendo mientras lo hago, y tomar mi venganza
después. Pero Snape desconoce que el Señor Voldemort encuentra
fácil pensar de ese modo." El Profesor Quirrell miró a Harry. "Niño,
me viste flotar en el aire junto al Lazo del Diablo, ¿no es así?"

Harry asintió. Entonces se dio cuenta de que estaba confundido. "Mi


libro de Encantamientos afirma que es imposible para los magos
hacerse levitar a sí mismos."

"Sí," prosiguió el Profesor Quirrell, "eso es lo que tu libro de


Encantamientos dice. Ningún mago puede levitar por sí mismo, o
cualquier objeto soportando su propio peso; es como intentar
alzarse a ti mismo desde tus propios cordones. Y aún así solamente
el Señor Voldemort puede volar - ¿cómo? Responde tan pronto
como puedas."

Si la pregunta pudiera ser resuelta por un estudiante de primer año -


"Usted hizo que alguien más lanzara los encantamientos de escoba
sobre su ropa interior, y luego lo Desmemorizo."
"No exactamente," aclaró el Profesor Quirrell. "Los encantamientos
de escoba requieren una forma larga y estrecha, que debe ser
sólida. La ropa no servirá."

Las cejas de Harry se arrugaron. "¿Cuán larga tiene que ser la


forma? ¿Puedes volar atando algunos palos de escoba cortos a un
arnés de tela, y volar usando eso?"

"En efecto, al principio yo amarré varas encantadas a mis brazos y


piernas, aunque eso fue solamente para enseñarme a mí mismo un
nuevo modo de volar." el Profesor Quirrell echó para atrás la manga
de su túnica, revelando un brazo desnudo. "Como puedes ver, no
tengo nada bajo mi manga."

Harry absorbió esta limitación extra. "¿Hizo que alguien le lanzara


encantamientos de escoba sobre sus huesos? "

El Profesor Quirrell suspiró. "Y esa fue una de las habilidades más
temidas de Voldemort, o así me informaron. Después de tantos
años, y alguna cantidad de Legeremancia reluctante, todavía no
comprendo verdaderamente lo que está mal con las personas
ordinarias… Pero tú no eres uno de ellos. Es momento de que
empieces a contribuir a esta expedición. Recientemente has
conocido más a Severus Snape que yo. Dime tu propio análisis de
este cuarto."

Harry vaciló, intentando mostrarse pensativo.

"Voy a mencionar," amenazó Profesor Quirrell, mientras el fénix de


fuego ennegrecido sobre su hombro extendía su cabeza y
contemplaba a Harry, "que si conscientemente me permites fallar, lo
voy a considerar una traición. Te recuerdo que la Piedra es clave
para la resurrección de la Señorita Granger, y que tengo como
rehenes las vidas de cientos de estudiantes."

"Lo recuerdo," Harry declaró, y ante esta presión el maravilloso


cerebro inventivo de Harry tuvo un pensamiento.
Harry no estaba seguro de si debía comunicarlo.

El silencio se alargó.

"¿Se te ha ocurrido algo?" preguntó el Profesor Quirrell. "Responde


en Lengua Parsel."

No, esto no iba a ser fácil, no contra un oponente que te podía forzar
a revelar la verdad literal en cualquier momento. "Severus, al menos
el Severus de la actualidad, respeta mucho tu inteligencia," Harry
elaboró. "Creo… creo que él podría tener la expectativa de que
Voldemort crea que Severus creería que Voldemort no puede pasar
esta prueba de paciencia, sin embargo Severus tendría la
expectativa de que Voldemort la pase."

El Profesor Quirrell asintió. "Esa es una teoría plausible. ¿Crees tú


en ella? Responde en Lengua Parsel."

"Ssí, " Harry siseó. Podría no ser seguro ocultar información, ni


siquiera pensamientos e ideas… "Por lo tanto, el objetivo de este
cuarto es demorar al Señor Voldemort durante una hora. Y si yo
quisiera matarlo, creyendo lo que Dumbledore cree, la cosa obvia
por intentar sería el Beso del Dementor. O sea, ellos creen que
usted es un alma sin cuerpo - por cierto, ¿es verdad?"

El Profesor Quirrell no reaccionó. "Dumbledore no consideraría este


método," el Profesor de Defensa dijo tras un rato. "Sin embargo
Severus sí podría." El Profesor Quirrell empezó a poner su dedo una
y otra vez sobre su mejilla, su mirada distante. "Tienes poder sobre
los Dementores, niño, ¿puedes decirme si hay alguno cerca?"

Harry cerró sus ojos. Si había vacíos en el mundo, él no los podía


sentir. "Ninguno que yo pueda sentir."

"Responde en Lengua Parsel."

" No ssiento a ningún devorador de vidass. "


"¿Pero estabas siendo honesto conmigo al sugerir la posibilidad?
¿No tenías intención de engañarme?"

" Fui honessto. Ssin engañoss. "

"Quizá hay algunos medios por los cuales un Dementor podría ser
ocultado, con órdenes de asaltar y devorar un alma poseída si ven
alguna…" el Profesor Quirrell seguía tocando su mejilla. "No es
imposible que yo califique. O que le ordenen devorar a cualquiera
que pase este cuarto demasiado rápido, o a cualquiera que no sea
un niño. Teniendo en cuenta que tengo a Hermione y otros cientos
de estudiantes como rehenes sobre ti, ¿usarías tu poder sobre los
Dementores para defender mi persona, si un Dementor hiciera su
aparición? Responde en Lengua Parsel."

" No lo ssé, " Harry siseó.

" Loss devoradoress de vida no pueden desstruirme, creo, " siseó el


Profesor Quirrell. " Y yo ssimplemente voy a abandonar esste
cuerpo ssi sse acercan demassiado. Regressaré máss pronto essta
vez, y luego nada me detendrá. Voy a torturar a tuss padress
durante añoss, como casstigo a tu entrometimiento. Cientoss de
esstudiantess reheness morirán, incluyendo aquelloss que llamass
amigosss. Ahora te pregunto de nuevo. ¿Vass a ussar tu poder
ssobre loss devoradoress de vida para protegerme, ssi un devorador
de vida aparece? "

" Ssí, " Harry susurró. La tristeza y horror que Harry se había estado
tragando volvieron a elevarse, y su lado oscuro no guardaba
patrones para lidiar con esas emociones. Por qué, Profesor Quirrell,
por qué tiene que ser así…

El Profesor Quirrell sonrió. "Eso me recuerda. ¿Ya me has


traicionado?"

" No lo he traicionado todavía. "


El Profesor Quirrell se dirigió hacia el equipo de Pociones, y empezó
a cortar una raíz con una mano, el cuchillo moviéndose tan rápido
que casi se volvía invisible y sin ningún esfuerzo aparente. El fénix
de Fuego Endemoniado flotó hacia la esquina opuesta del cuarto y
allí esperó. "Considerando todas las incertidumbres en este asunto,
parece más sabio invertir el tiempo en este cuarto para pasarlo
como alguien de primer año," concluyó el Profesor de Defensa.
"Bien podríamos hablar mientras esperamos. ¿Tienes inquietudes,
niño? Te prometí que respondería, así que pregunta."

Nota del autor

Aquellos de ustedes con grandes disputas sobre los secretos del


Profesor de Defensa deberían apostar ahora, o callar para siempre.

Nota de Traductor (8 de Marzo de 2.020)

El próximo capítulo es bastante largo. creo que lo más probable es


que lo publique el 29 de Marzo en mi y el 5 de Abril en mi blog y
FFN. De verdad, es bastante largo.

Faltan 15 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


La verdad Parte 5 Respuestas y Acertijos
Capítulo 108: La verdad, Parte 5, Respuestas y Acertijos

El Profesor de Defensa había puesto un caldero, haciéndolo flotar


con un movimiento de varita hasta que quedó donde él quiso, con
otro movimiento encendió un fuego por debajo del caldero. Un breve
movimiento circular del dedo del Profesor de Defensa había dado
vida a un largo cucharón, y había continuado revolviendo el caldero
sin ser sostenido. Ahora el Profesor de Defensa estaba midiendo
una pila de flores que estaban en un gran envase, que Harry supuso
eran campanulas; los pétalos índigo parecían brillar bajo la luz
blanca de las paredes, y se curvaban para dentro de un modo que
dio la impresión de que deseaban privacidad. Las primeras flores
fueron añadidas a la poción con prontitud, y luego el contenido del
caldero se fue revolviendo por sí mismo.

El Profesor de Defensa asumió una posición desde la cual podía ver


a Harry al girar su cabeza ligeramente, y Harry supo que estaba
dentro de la visión periférica del Profesor de Defensa.

En la esquina un fénix de Fuego Endemoniado aguardaba, algo de


la piedra a su alrededor empezó a resplandecer al irse derritiendo
velozmente. Las alas ardientes despedían una luz escarlata que
daba a todo en el cuarto un tinte sangriento, y reflejaban chispas en
los cristales.

"Se desperdicia el tiempo," declaró el Profesor Quirrell. "Realiza tus


preguntas ahora, si es que las tienes."

Por qué, Profesor Quirrell, por qué, por qué tiene que ser así, por
qué tiene que convertirse a sí mismo en un monstruo, por qué el
Señor Voldemort, sé que podría no querer las mismas cosas que yo,
pero no puedo imaginar que usted quiera que este sea el mejor
camino para salirse con la suya…
Eso era lo que el cerebro de Harry quería saber.

Lo que Harry necesitaba saber era… alguna manera de averiguar lo


que estaba por venir. Sin embargo el Profesor de Defensa había
dicho que no iba a hablar de sus planes futuros. De por sí era
bastante extraño que el Profesor de Defensa estuviera dispuesto a
hablar sobre cualquier cosa, eso tenía que contradecir una de sus
Reglas…

"Estoy pensando," Harry dijo en voz alta.

El Profesor Quirrell sonrió ligeramente. Estaba usando un matraz


para moler el primer ingrediente mágico de la poción, un fulgurante
hexágono rojo. "Yo lo comprendo bastante," comentó el Profesor de
Defensa. "Pero no lo pienses demasiado tiempo, niño."

Objetivos: Prevenir que el Señor Voldemort le haga daño a las


personas, encuentra una manera de poderlo matar o neutralizar,
pero primero debes obtener la Piedra y resucitar a Hermione…

… convence al Profesor Quirrell de PARAR ESTO…

Harry tragó saliva, ahogando la emoción, intentando no permitir que


el agua llegara hasta sus ojos. Las lágrimas probablemente no iba a
provocar una impresión favorable en el Señor Voldemort. El Profesor
Quirrell ya estaba frunciendo el ceño, aunque desde la dirección de
su mirada él estaba examinando una hoja colorada con vividas
capas de blanco, verde, y púrpura.

No había ningún modo obvio de alcanzar ninguna de las metas, no


todavía. Todo lo que Harry podía hacer era realizar las preguntas
que parecieran más probables para obtener información útil, incluso
si Harry ni siquiera tenía un plan todavía.

¿Así que nada más lo vamos a interrogar sobre lo que parezca más
interesante? inquirió el lado Ravenclaw de Harry. Apoyo eso por
completo.
Cállate, Harry le espetó a la voz; y luego, tras mayor reflexión,
decidió que ya no estaba pretendiendo que esa voz estaba ahí.

Cuatro temas vinieron a la mente de Harry como prioritarios desde


el punto de vista de la curiosidad sobre cosas importantes. Cuatro
preguntas, entonces, cuatro puntos mayores, para intentar encajar
mientras la poción era fabricada.

Cuatro preguntas…

"Hago mi primera pregunta," Harry inició. "¿Qué sucedió realmente


en la noche del 31 de Octubre, 1981?" Por qué fue esa noche
diferente de las otras noches… "Me gustaría la historia entera, por
favor."

La cuestión de cómo y por qué el Señor Voldemort había


sobrevivido a su aparente muerte parecía probablemente importante
para la planeación futura.

"Esperaba que fueras a preguntar eso," el Profesor Quirrell dijo,


dejando caer una campanula y una resplandeciente piedra blanca
dentro de la poción. "Para empezar, todo lo que te conté sobre el
hechizo horrocrux es verdadero; como deberías haberte dado
cuenta, puesto que lo expliqué en Lengua Parsel."

Harry asintió.

"Segundos después de aprender los detalles del hechizo, percibiste


la falla central, y te preguntaste cómo podía ser mejorado el
hechizo. ¿Crees que el joven Tom Riddle era diferente a ti?"

Harry sacudió su cabeza.

"Bueno, pues lo era," afirmó el Profesor Quirrell. "Cada vez que me


siento tentado a caer en la desesperación por ti, me recordé a mí
mismo que yo era el doble de idiota cuando tenía tu edad. Cuando
tenía quince años hice un horrocrux como cierto libro me había
enseñado, usando la muerte de Abigail Myrtle bajo los ojos del
basilisco de Slytherin. Planeé hacer un nuevo horrocrux cada año
tras salir de Hogwarts, y decidí que ese fuera mi plan de respaldo en
caso de que mis otras esperanzas de inmortalidad no rindieran
frutos. En retrospectiva, el joven Tom Riddle estaba buscando una
aguja en un pajar. El pensamiento de hacer un horrocrux mejor, de
no estar contento con el hechizo que ya había aprendido… este
pensamiento no se me ocurrió hasta que tuve una idea sobre la
estupidez de la gente ordinaria, y me di cuenta de cuáles de sus
tonterías había imitado. Pero a su debido momento aprendí el hábito
que heredaste de mí, cuestionar en cada instancia cómo se podría
hacer mejor. ¿Estar contento con el hechizo que había aprendido en
un libro, cuando no tenía más que un pequeño parecido a lo que yo
realmente deseaba? ¡Absurdo! Así que me propuse desarrollar un
hechizo mejor."

"¿Tienes verdadera inmortalidad, ahora?" Harry era consciente de


que, incluso con todo lo demás que estaba pasando, esta era una
pregunta más importante que la guerra y la estrategia.

"En efecto," respondió el Profesor Quirrell. Detuvo su trabajo con la


Poción y se giró para ver a Harry a los ojos; había una expresión de
exaltación en ese rostro que Harry nunca había visto antes. "En
todas las Artes Oscuras que pude hallar, en todos los secretos
interdictos al cual el Monstruo de Slytherin me dio acceso, en todo el
conocimiento oculto recordado entre los magos, nada más encontré
pistas e insinuaciones de lo que yo necesitaba. Así que yo lo renové
y yo lo inventé, y desarrollé un nuevo ritual basado en nuevos
principios. Mantuve ese ritual ardiendo en mi mente durante años,
haciéndolo perfecto en mi imaginación, cuestionando su significado
y haciendo ajustes apropiados, esperando que la intención fuera
estable. Al fin me atreví a invocar mi ritual, un ritual de sacrificio
inventado, basado en un principio sin comprobar por toda la magia
conocida. Y yo viví, y aún vivo." El Profesor de Defensa habló muy
triunfante, como si pensara que el acto en sí mismo era tan grande
que ninguna palabra jamás sería capaz de hacerle justicia. "Todavía
utilizo la palabra 'horrocrux', aunque solamente por algo sentimental.
Es una cosa enteramente nueva, la más grande de todas mis
creaciones."

"Como una de las preguntas que prometió responder, le preguntó


cómo lanzar ese hechizo," Harry demandó.

"Denegado." El Profesor de Defensa se giró de vuelta a su poción,


dejando caer un puñado de pluma blanca y una campanula. "Había
pensado tal vez enseñarte cuando fueras mayor, pues ningún Tom
Riddle estaría satisfecho con menos que eso; sin embargo he
cambiado de opinión."

La memoria era algo difícil de llamar, a veces, y Harry había estado


intentando recordar si el Profesor Quirrell había mencionado algún
indicio sobre este tema antes. Algo sobre la frase del Profesor
Quirrell encendió una memoria: Quizá te lo cuente cuando seas
mayor…

"Todavía hay objetos físicos para tu inmortalidad," Harry pronunció


en voz alta. "Al menos mantiene eso del hechizo horrocrux anterior,
que es otra razón por la que aún los llamas horrocrux." Era peligroso
decir eso en voz alta, pero Harry necesitaba saber. "De estar
equivocado, siempre lo puede negar en Lengua Parsel."

El Profesor Quirrell estaba sonriendo maliciosamente. " Tu


deducción ess correcta, niño, aunque esso no te ssirve para nada. "

Infortunadamente, esa no era una vulnerabilidad difícil de cubrir para


un Enemigo inteligente. Normalmente Harry no habría dicho lo que
estaba apunto de decir, en caso de que el Enemigo no hubiese
pensado en ello por su cuenta, pero en este caso el Enemigo ya lo
había hecho. "Un horrocux tirado en un volcán activo, con algún tipo
de peso para que se hunda hasta el manto de la Tierra," Harry habló
con pesadez. "El mismo lugar en que consideré tirar un Dementor si
no lo podía destruir. Y entonces usted me preguntó en qué otro lugar
escondería yo algo si no quisiera que nadie más lo volviera a
encontrar jamás. Un horrocrux enterrado varios kilómetros, en un
anónimo metro cúbico de la corteza de la Tierra. Un horrocrux lo tiró
en la Fosa de las Marianas. Un horrocrux flotando muy alto en la
estratosfera, transparente. Incluso usted no sabe en dónde están,
porque Desmemorizó los detalles exactos de su memoria. Y el
último horrocrux es la placa del Pioneer 11 que usted modificó al
meterse a la NASA. Así es como obtiene la imagen de las estrellas,
cuando lanza este hechizo de luz estelar. Fuego, tierra, agua, aire,
vacío." Algo de un acertijo, el Profesor de Defensa lo había llamado,
y por lo tanto Harry lo había recordado. Algo de un Riddle.

"En efecto," confirmó el Profesor de Defensa. "Me sorprendí un poco


cuando lo recordaste tan rápido, aunque supongo que no hace
diferencia alguna; los cinco están más allá de mi alcance, o el tuyo."

Eso podría no ser cierto, especialmente si había alguna manera de


rastrear la conexión mágica y determinar la localización… aunque
era de presumir que Voldemort había hecho su mejor esfuerzo para
ocultar dicho rastro… pero lo que la magia había hecho, la magia
podría ser capaz de derrotar. El Pioneer 11 podría estar lejos para
los estándares de los magos, sin embargo la NASA sabía
exactamente dónde estaba, y probablemente era mucho más fácil
de alcanzar si podías usar magia para decir a la ecuación de cohete
de Tsiolkovsky que se fuera a dar un paseo…

Una repentina nota de preocupación invadió la mente de Harry. No


había regla diciendo que el Profesor de Defensa necesitaba haber
dicho la verdad sobre cuál sonda interestelar había convertido en
horrocrux, y si Harry recordaba correctamente, la comunicación y
ubicación de la sonda Pioneer 10 se había perdido poco después de
volar cerca de Júpiter.

¿Por qué el Profesor Quirrell no había convertido ambas en un


horrocrux?

El siguiente pensamiento obvio cayó sobre Harry. Era algo que no


debía ser sugerido, si el Enemigo no lo había considerado. Pero
parecía extremadamente probable que el Enemigo ya lo hubiese
pensado.
" Ressponda, maesstro, " Harry siseó, " ¿desstruir essoss cinco
objetoss lo assessinaría? "

" ¿Por qué preguntass? " siseó el Profesor de Defensa, con un ritmo
en el siseó que la Lengua Parsel tradujo como diversión serpentina.
" ¿Acasso ssospechass que la resspuessta ess no? "

Harry no sabía cómo contestar, aunque tenía la tremenda sospecha


de que de todos modos no importaba.

"Tu ssospecha ess correcta, niño. Desstruir aquelloss cinco no me


va a volver mortal. "

La garganta de Harry volvió a ponerse seca. Si el hechizo no tenía


un costo desastroso asociado… " ¿Cuántoss máss objetoss
consstruyó? "

" Ordinariamente no lo diría, pero ess claro que ya lo hass


adivinado." La sonrisa del Profesor de Defensa se hizo más ancha.
"La resspuessta ess que no lo ssé. Dejé de contar desspuéss de
loss ciento ssiete. Ssimplemente lo convertí en un hábito cada vez
que mataba a alguien en privado. "

Más de ciento siete asesinatos, en privado, antes de que el Señor


Voldemort hubiese dejado de contar. Y noticias todavía peores -
"¿Tu hechizo de inmortalidad aún requiere una muerte humana?
¿Por qué? "

"Gran creación mantiene la vida y magia dentro de disspossitivoss


creadoss al ssacrificar vida y magia de otross. " Otra vez la risa de
serpiente. " Me gusstó tanto la desscripción falssa del previo
hechizo horrocrux, tan decepcionado cuando me di cuenta de la
verdad, penssamientoss de verssión mejorada ssalieron de esse
modo."

Harry no estaba seguro de por qué el Profesor de Defensa le estaba


dando toda esta información de vital importancia, sin embargo tenía
que haber una razón, y eso lo estaba poniendo nervioso. "Así que
realmente eres un espíritu incorpóreo poseyendo a Quirinus
Quirrell."

" Ssí. Regressaré pronto, ssi esste cuerpo ess assessinado. Esstaré
muy molessto, y vengativo. Te comunico esto, niño, para que no
intentes hacer nada estúpido."

"Lo comprendo," Harry dijo. Hizo lo mejor para organizar sus


pensamientos, recordar lo que quería preguntar a continuación,
mientras el Profesor de Defensa volvió a poner sus ojos sobre su
poción. La mano izquierda del hombre estaba desmenuzando
caparazones de mar aplastados sobre el caldero, mientras su mano
derecha dejó caer otra campanula. "¿Entonces qué pasó el 31 de
Octubre? Usted… intentó convertir al bebé Harry Potter en un
horrocrux, ya fuera del antiguo tipo o del nuevo. Usted lo hizo
deliberadamente, porque le dijo a Lily Potter," Harry respiró
profundamente. Ahora que sabía por qué los escalofríos estaban
ahí, los podía soportar. "Muy bien, acepto tu trato. Tú mueres, y el
niño vive. Ahora tira tu varita para que pueda matarte." En
retrospectiva, era claro que Harry había recordado ese evento
principalmente desde la perspectiva del Señor Voldemort, y
únicamente al final la había visto a través de los ojos de Harry Potter
bebé. "¿Qué fue lo que hizo? ¿ Por qué lo hizo?"

"La profecía de Trelawney," el Profesor Quirrell respondió. Su mano


tocó suavemente una campanula con una tira de cobre antes de
introducirla. "Pasé largos días meditando, después de que Snape
me trajo la profecía. Las profecías nunca son cosas triviales. Y cómo
lo podría explicar de tal modo que no te haga pensar cosas
estúpidas… bueno, tendré que decirlo, y si te comportas como un
estúpido voy a molestarme. Estaba fascinado por la afirmación de la
profecía de que alguien sería mi igual, porque podría significar que
esa persona sería capaz de tener una conversación inteligente
conmigo. Tras cincuenta años de estar rodeado por la estupidez
más demente, ya no me importaba si mi reacción podría ser
considerada un cliché literario. No iba a dejar pasar esa oportunidad
sin reflexionar antes. Y entonces, verás, yo tuve una idea ingeniosa
." El Profesor Quirrell suspiró. "Se me ocurrió una manera de cumplir
la Profecía por mi mano, para mi propio beneficio. Iba a marcar al
bebé como mi igual al invocar el antiguo hechizo horrocrux de tal
modo que mi espíritu fuera a quedar impreso sobre la hoja en
blanco que era el bebé; sería una copia más pura de mí, puesto que
no habría una personalidad anterior para mezclarse con la nueva.
Algunos años después, cuando me hubiese aburrido de gobernar
Bretaña y pasado a otras cosas, iba a acordar con el otro Tom
Riddle para que pareciera que me había vencido, y él gobernaría
sobre la Bretaña que había salvado. Jugaríamos esa partida entre
nosotros por siempre, manteniendo nuestras vidas interesantes en
medio de un mundo de tarados. Sabía que un dramaturgo habría
predicho que los dos íbamos a terminar destruidos el uno al otro;
pero reflexioné mucho al respecto, y decidí que ambos simplemente
íbamos a declinar jugar ese drama. Esa fue mi decisión y estaba
confiado en que sería de ese modo; ambos Tom Riddle, pensé,
serían demasiado inteligentes para recorrer ese camino
verdaderamente. La profecía parecía indicar que si destruía todo
excepto un remanente de Harry Potter, entonces nuestros espíritus
no serían tan diferentes, y podríamos existir en el mismo mundo."

"Algo resultó mal," Harry concluyó. "Algo que hizo explotar el techo
de la casa de los Potter en el Valle de Godric, me dio la cicatriz
sobre mi frente, y dejó tu cuerpo carbonizado."

El Profesor Quirrell asintió. Sus manos casi habían dejado de


preparar la Poción. "La resonancia en nuestra magia," El Profesor
Quirrell dijo en voz baja. "Cuando hube moldeado el espíritu del
bebé a semejanza mía…"

Harry recordó el momento en Azkaban cuando la Maldición Asesina


del Profesor Quirrell se había estrellado con su Patronus. El ardor, la
agonía desgarradora en su frente, como si su cabeza hubiese
estado apunto de partirse en dos.

"No puedo contar las veces que he pensado sobre esa noche,
repasando mi error, pensando en cosas más sabias que pude haber
hecho," continuó el Profesor Quirrell. "Después decidí que tendría
que haber soltado mi varita de mi mano y cambiado a mi forma de
Animago. Pero esa noche… esa noche, por instinto intenté controlar
la fluctuación caótica de mi magia, incluso mientras me sentía a mí
mismo quemándome desde adentro. Esa fue la decisión
equivocada, y fracasé. Por lo que mi cuerpo fue destruido, al tiempo
que borraba la mente infante de Harry Potter; ambos destruyendo al
otro excepto en un pequeño remanente. Y entonces…" La expresión
del Profesor Quirrell fue controlada. "Y entonces, cuando recuperé
la consciencia dentro de mis horrocrux, resultó que mi más grande
creación no funcionó como yo esperaba. Tendría que haber sido
capaz de flotar libre de mis horrocrux y poseer a cualquier víctima
que me diera su consentimiento, o que fuera demasiado débil para
rehusarse. Esa fue la parte de mi creación que falló en su objetivo.
Al igual que con el hechizo horrocrux original, únicamente sería
capaz de entrar a una víctima que tuviera contacto físico con un
horrocrux… y yo había escondido mis horrocrux sin numerar en
lugares donde nadie sería capaz de hallarlos. Tu instinto es
correcto, este no sería un buen momento para reírse. "

Harry permaneció muy callado.

La fabricación de la Poción había llegado a una pausa temporal, un


espacio donde no se añadían más ingredientes y se dejaba el
caldero hervir por un tiempo. "Pasé la mayor parte de mi tiempo
contemplando las estrellas," el Profesor Quirrell prosiguió, con voz
más baja. El Profesor de Defensa le había dado la espalda a la
poción, y fijado su mirada sobre las iluminadas paredes blancas del
cuarto. "Mi única esperanza eran los horrocrux que había escondido
en la idiotez sin remedio de mi juventud. Imbuidos en antiguos
guardapelos, en vez de pedruscos anónimos; guardados bajo
fuentes de veneno en el centro de un lago de Inferi, en vez de
trasladarlos dentro del mar. si alguien hallaba alguno de esos, y
penetraba sus protecciones ridículas… sin embargo eso parecía una
esperanza distante. No estaba seguro de que fuera a volver a tener
un cuerpo. Aún así era inmortal. El peor de todos los destinos había
sido evitado, mi gran creación al menos había logrado eso. Me
quedaba poca esperanza, y poco temor. Decidí que no me iba a
enloquecer, ya que no parecía haber ventaja en ello. En vez de eso,
observé las estrellas y pensé, mientras el Sol iba disminuyendo
lentamente detrás de mí. Reflexioné sobre los errores de mi vida
pasada; eran tantos, ante esa perspectiva. En mi imaginación
construí poderosos nuevos rituales que podría intentar, si era libre
de usar mi magia una vez más, y ahora confiado en mi inmortalidad.
Contemplé antiguos acertijos con mayor profundidad que antes,
pues ahora sí había conocido la verdadera paciencia. Sabía que si
me ganaba la libertad, sería mucho más poderoso que en mi vida
anterior; aunque la mayor parte de mí ya no esperaba ser libre." El
Profesor Quirrell volvió a encarar la poción. "Nueve años y cuatro
meses después de esa noche, un aventurero errante llamado
Quirinus Quirrell superó las protecciones de uno de mis primeros
horrocrux. El resto ya lo sabes. Y ahora, niño, bien podrías decir lo
que ambos sabemos que estás pensando."

"Pues," Harry dudó. "No parece como algo muy inteligente para
pronunciar -"

"En efecto, Sr. Potter. No es algo astuto para decirme. Ni siquiera un


poco. En lo más mínimo. Pero yo sé que usted lo está pensando, y
lo va a seguir pensando y yo lo voy a seguir sabiendo hasta que
usted lo diga. Así que hable."

"Entonces. Pues. Me doy cuenta que esto es algo que es más obvio
de concluir que de predecir, y ciertamente no estoy sugiriendo que
intente corregir el error ahora, pero si es un Señor Oscuro que
escucha sobre un niño que hace parte de una profecía para
derrotarlo, hay un cierto hechizo que no se puede bloquear,
imparable, y que siempre funciona en cualquier cosa con un cerebro
-"

" Sí gracias Sr. Potter se me ha ocurrido ese pensamiento varias


veces los últimos nueve años. " El Profesor Quirrell cogió otra
campanula y la empezó a desmenuzar dentro de su puño. "Hice ese
el principio central de mi curriculum de Batalla Mágica tras haberlo
aprendido del modo difícil. No era la primera Regla de la lista del
Tom Riddle más joven. Solamente con la dura experiencia
aprendemos qué principios tienen prioridad sobre otros principios;
como meras palabras todas suenan igualmente persuasivas. En
retrospectiva habría sido mejor enviar a Bellatrix al hogar de los
Potter en vez de ir yo en persona; sin embargo tenía una Regla
diciéndome que debía encargarme de tales asuntos por mí mismo y
no intentar enviar a mis tenientes de confianza. Sí, consideré la
Maldición Asesina; pero me pregunté si lanzar la Maldición Asesina
sobre un infante haría que la maldición fuera a rebotar y me iba a
golpear de algún modo, cumpliendo así la profecía. ¿Cómo lo iba a
saber?"

"Entonces usar un hacha, es difícil que le rebote un hechizo de


profecía cumplida con un hacha," Harry dijo y luego se calló.

"Yo decidí el camino más seguro para cumplir la profecía en mis


propio términos," el Profesor Quirrell explicó. "Sobra decir, la
próxima vez que escuche una profecía que no me guste, la voy a
hacer pedazos en cada punto posible de intervención, en vez de
seguir su corriente." El Profesor Quirrell estaba aplastando una rosa
para exprimir su jugo, todavía usando su puño. "Y ahora todos creen
que el Niño-Que-Vivió es de alguna manera inmune a la Maldición
Asesina, aún cuando las Maldiciones Asesinas no destruyen casas
ni dejan cuerpos achicharrados por ahí, porque no se les ha ocurrido
que el Señor Voldemort podría haber usado otro hechizo. "

De nuevo Harry guardó silencio. Se le ocurrió a Harry que había otra


manera obvia en que el Señor Voldemort podría haber evitado su
error. Algo que podría haber sido más fácil de ver desde una crianza
Muggle, en vez de la manera de los magos de ver las cosas.

Harry todavía no había decidido comunicar su pensamiento al


Profesor Quirrell; había ventajas y desventajas en señalar ese error
en particular.

Tras un rato el Profesor Quirrell cogió el siguiente ingrediente de la


Poción, una hebra de lo que se veía como pelo de unicornio. "Te voy
a hacer una advertencia," prosiguió el Profesor Quirrell. "No tengas
la expectativa de que voy a ser demorado otros nueve años, si de
alguna manera destruyes este cuerpo. Ya he ubicado más de un
horrocrux en mejores lugares, y ahora hasta eso es innecesario.
Gracias a ti, descubrí dónde hallar la Piedra de la Resurrección. La
Piedra de la Resurrección no trae de vuelta a los muertos, por
supuesto; sin embargo contiene una magia más antigua que la mía
para proyectar la esencia de un espíritu. Y ya que yo soy aquel que
ha derrotado la muerte, la Reliquia de Cadmus me ha reconocido
como su maestro, y ha respondido a mi voluntad. Ya la he
incorporado dentro de mi más grande creación." El Profesor Quirrell
sonrió ligeramente. "Hace muchos años que consideré convertir ese
dispositivo en un horrocrux, pero en su momento no lo hice, ya que
me di cuenta que el anillo tenía magia de naturaleza desconocida…
ah, tales son las ironías que la vida juega sobre nosotros. Pero
divago. Tú, niño, tú provocaste eso, tú liberaste mi espíritu para
volar a donde le plazca y seducir a la víctima más oportuna, al ser
demasiado casual con tus secretos. Es una catástrofe para
cualquiera que se me oponga, y tú lo causaste con un dedo
empapado de té. Este mundo sería un lugar más seguro para los
demás, si hubieses aprendido la rectitud que los hijos de magos
absorben en su niñez. Y todo essto que acabo de decir ess la
verdad. "

Harry cerró sus ojos, y su propia mano le hizo un masaje sobre su


frente; si él se hubiese podido contemplar desde lejos, se habría
dado cuenta que era como ver un espejo del Profesor Quirrell al
pensar profundamente.

El problema de derrotar al Profesor Quirrell parecía cada vez más


difícil, incluso para los estándares de problemas imposibles que
Harry ya había resuelto. Si comunicar esa dificultad era lo que el
Profesor Quirrell estaba intentando lograr, estaba teniendo éxito.
Harry estaba comenzando a considerar seriamente la posibilidad de
que podría ser mejor ofrecerse a gobernar Bretaña como el
delegado no-homicida de Voldemort, si el propio Profesor Quirrell se
comprometía a dejar de matar personas todo el tiempo. Al menos de
vez en cuando .
Aunque no parecía probable que eso fuera a suceder.

Harry se quedó mirando sus manos, desde el suelo en el cual se


había sentado, sintiendo tristeza cubierta por desesperación. El
Señor Voldemort que le había dado a Harry su lado oscuro había
pasado tanto tiempo pensando las cosas y reflexionando sobre sus
propios procesos mentales… y había emergido como el calmado, de
mente despejada, y aún homicida Profesor Quirrell.

El Profesor Quirrell añadió un puñado de pelo brillante a la poción


de refulgencia, y eso le recordó a Harry que el tiempo continuaba en
movimiento; los mechones de cabello brillante eran más raros que
las campanulas.

"Voy a hacer mi segunda pregunta," Harry solicitó. "Cuénteme sobre


la Piedra Filosofal. ¿Hace algo aparte de hacer las
Transformaciones permanentes? ¿Es posible hacer más Piedras, y
por qué es ese problema tan difícil?"

El Profesor Quirrell estaba doblado sobre la poción, y Harry no pude


observar su cara. "Muy bien, te revelaré la historia de la Piedra
como la he inferido yo. El único y verdadero poder de la Piedra es la
imposición de permanencia, convertir una forma temporal en una
substancia verdadera y perdurable - un poder absoluto más allá de
los hechizos ordinarios. Conjuros como el del castillo de Hogwarts
son mantenidos por un ingreso constante de magia. Incluso los
Metamorfomagos no pueden manifestar uñas de oro que puedan
cortar y luego vender. Existe la teoría de que la maldición de los
Metamorfomagos meramente acomoda la substancia de su propia
carne, como un herrero Muggle manipulando hierro con tenazas y
martillo; y su cuerpo no contiene oro. Si el propio Merlín era capaz
de crear oro de la nada, la historia no lo registró así. Por lo que la
Piedra, podemos deducir incluso antes de investigar, debe ser una
cosa muy antigua en efecto. En contraste, Nicolás Flamel apenas ha
sido conocido por el mundo desde hace seis siglos. Hazme la
siguiente pregunta obvia de realizar, niño, si tu deseo fuera rastrear
la historia de la Piedra."
"Pues," Harry reflexionó. Frotó su frente, concentrado. Si la Piedra
era antigua, pero el mundo sólo había conocido a Nicolás Flamel
desde hace seis siglos… "¿Hubo algún otro mago de larga vida que
hubiese desaparecido alrededor del mismo tiempo en que Nicolás
Flamel apareció?"

"Cerca," declaró el Profesor Quirrell. "¿Recuerdas que hace seis


siglos hubo una Dama Oscura llamada imperecedera, la hechicera
Baba Yaga? Se decía que era capaz de sanar cualquier herida que
le hicieran, cambiar su figura en cualquier forma que ella quisiera…
ella poseía la Piedra de la Permanencia, obviamente. Y luego un
año Baba Yaga accedió a enseñar Batalla Mágica en Hogwarts, bajo
un antiguo y respetado pacto." El Profesor Quirrell parecía…
enojado, una expresión que Harry rara vez le había visto. "Pero
nadie se fiaba de ella, por lo que se invocó una maldición. Algunas
maldiciones son más fáciles de invocar cuando te atan a ti y a otros
por igual; la maldición de la Lengua Parsel de Slytherin es un
ejemplo de tal caso, la firma de Baba Yaga, y las firmas de cada
estudiante y profesor de Hogwarts, fueron puestas dentro de un
antiguo dispositivo conocido como el Cáliz de Fuego. Baba Yaga
juró no derramar una gota de sangre de los estudiantes, ni tomar de
los estudiantes nada que les perteneciera. A cambio, los estudiantes
juraron no derramar una gota de sangre de Baba Yaga ni tomar
nada que le perteneciera a ella. Así que todos firmaron, con el Cáliz
de Fuego como testigo para castigar al trasgresor."

El Profesor Quirrell cogió un nuevo ingrediente, una hebra suelta de


oro envuelta alrededor de cuatro sustancias de aspecto fétido.
"Entrando a su sexto año de Hogwarts, entonces, hubo una bruja
llamada Perenelle. Y aunque Perenelle recién había entrado en la
belleza de su juventud, su corazón ya era más oscuro que el de la
propia Baba Yaga -"

"¿ Usted la está llamando malvada a ella?" Harry interrumpió, luego


cayó en cuenta de que había caído en la falacia de ad hominem tu
quoque.
"Silencio, niño, yo estoy contando la historia. ¿Dónde estaba? Ah,
sí, Perenelle, la bella y codiciosa. Perenelle sedujo a la Dama
Oscura tras varios meses, con gentiles caricias y coqueteo y la
tímida pretensión de inocencia. El corazón de la Dama Oscura fue
capturado, y se volvieron amantes. Y entonces una noche Perenelle
le susurró que había escuchado sobre los poderes cambia-formas
de Baba Yaga y cómo este pensamiento había inflamado sus
deseos; así Perenelle engañó a Baba Yaga para que trajera la
Piedra en su mano, para asumir muchos disfraces durante una
noche, para sus placeres. Entre otras formas que Perenelle hizo que
Baba Yaga asumiera estaba la forma de un hombre; y yacieron
juntas de la manera que lo hacen un hombre y una mujer. Sin
embargo Perenelle había sido virgen hasta esa noche. Y ya que
eran bastante anticuados en aquellos días, el Cáliz de Fuego
consideró que la sangre de Perenelle había sido derramada, y que
algo de ella había sido robado; así Baba Yaga fue manipulada para
romper su juramento, y el Cáliz la dejó indefensa. Entonces
Perenelle asesinó a la confiada Baba Yaga mientras dormía en la
cama de Perenelle, asesinó a la Dama Oscura que la había amado
y venido a Hogwarts en paz bajo un tratado; y ese fue el fin del
pacto por el cual las Brujas y Magos Oscuros enseñaron Batalla
Mágica en Hogwarts. Durante los siguientes siglos el Cáliz de Fuego
ha sido usado para supervisar torneos ínter-escolares sin sentido, y
por último residió en una cámara poco usada de Beauxbatons, hasta
que finalmente lo robé." El Profesor Quirrell dejó caer dentro del
caldero una pálida rama de rosa-beige, y su color cambió a blanco
en cuanto tocó la superficie. "Pero divago. Perenelle cogió la Piedra
de Baba Yaga, y asumió el disfraz y nombre de Nicolás Flamel.
También mantuvo su identidad como Perenelle, llamándose a sí
misma la esposa de Flamel. Los dos han aparecido en público
juntos, aunque eso se puede lograr mediante diversos métodos
obvios."

"¿Y la fabricación de la Piedra?" inquirió Harry, su cerebro


trabajando para procesar todo esto. "Vi una receta alquímica para la
Piedra, en un libro -"
"Otra mentira. Perenelle hacía parecer como si 'Nicolás Flamel' se
hubiese ganado el derecho a vivir por siempre al completar una gran
magia que cualquiera podía intentar. Y estaba dando a otros un
falso camino para perseguir, en vez de buscar la única y verdadera
Piedra como Perenelle lo había hecho con Baba Yaga." El Profesor
Quirrell se veía bastante amargado. "No debería ser sorpresa que
gasté varios años intentando dominar esa falsa receta. Lo próximo
que vas a preguntar es por qué no secuestré, lastimé, y maté a
Perenelle tras descubrir la verdad."

De hecho esa no había sido la pregunta que estaba en la mente de


Harry.

El Profesor Quirrell continuó hablando. "La respuesta es que


Perenelle había previsto y evitado las ambiciones de Magos
Oscuros como yo. 'Nicolás Flamel' tomó públicamente Juramentos
Inquebrantables para no ser coaccionado por medio alguno para
entregar su Piedra - para proteger la inmortalidad de los codiciosos,
declaró, como si se hubiese tratado de un servicio público. Temí que
la Piedra se perdería por siempre, si Perenelle moría sin revelar
dónde estaba escondida, y su Juramento evitaba los intentos de
tortura. Además, tenía la esperanza de obtener el conocimiento de
Perenelle, si podía hallar la estrategia correcta para extraerlo de
ella. Aunque Perenelle empezó con pocos conocimientos propios,
ella ha tenido como rehenes las vidas de magos más grandiosos
que ella misma, entregando curaciones de heridas ligeras y serias a
cambio de secretos, y pequeñas regresiones de edad a cambio de
poder. Perenelle no tiene la condescendencia de entregar juventud
real sobre otros - pero si oyes de un mago que vivió, con barba gris,
hasta la edad de doscientos cincuenta años, puedes estar seguro de
que su mano estuvo ahí. Para mi propia generación, los siglos le
han dado suficiente ventaja a Perenelle como para ascender a Albus
Dumbledore como contrapeso al Señor Oscuro Grindelwald. Cuando
yo aparecí como el Señor Voldemort, Perenelle hizo que
Dumbledore ascendiera aún más, entregando otra gota de su
conocimiento acumulado cada vez que parecía que el Señor
Voldemort estaba ganando ventaja. Sentí que tenía que descubrir
algún modo ingenioso de solucionar esa situación, sin embargo
nunca lo hice. No le hice un ataque directo, pues no estaba del todo
seguro de mi creación; no era imposible que algún día yo tuviera
que ir suplicando hasta ella para que revirtiera un par de años de mi
edad." El Profesor Quirrell dejó caer dos campanulas al mismo
tiempo en la poción, y parecieron fusionarse en cuanto tocaron el
líquido que burbujeaba. "Pero ahora estoy seguro de mi creación, y
he decidido que ha llegado el momento de tomar la Piedra por la
fuerza."

Harry vaciló. "Me gustaría que respondiera usando la Lengua


Parsel, ¿todo lo que me contó es verdadero?"

" Hassta donde yo ssé nada es falsso, " respondió el Profesor


Quirrell. "Relatar una historia implica llenar ciertos agujeros; no
estuve ahí presente para observar cuando Perenelle sedujo a Baba
Yaga. Lo bássico debería sser en ssu mayoría correcto, creo. "

Harry había notado una nota de confusión . "Entonces no entiendo


por qué la Piedra está aquí en Hogwarts. ¿No sería la mejor defensa
esconderla bajo una roca anónima en Groenlandia?"

"Quizá ella respeta mis habilidades como un buscador


particularmente bueno," repuso el Profesor de Defensa. Parecía
estar enfocado en su caldero al untar una campanula con un líquido
de un envase que estaba etiquetado con el símbolo de Pociones
para agua de lluvia.

Somos muy similares, el Profesor de Defensa y yo, en algunas


maneras aunque no en otras. Si fuera a imaginar lo que yo haría,
con este problema…

"¿Acaso usó un farol para que todos creyeran que usted tenía un
medio para hallar la Piedra?" Harry lo interrogó en voz alta. "¿Para
que así Perenelle la pusiera dentro de Hogwarts, donde Dumbledore
la podría proteger?"
El Profesor de Defensa suspiró, sin levantar la vista del caldero.
"Supongo que es fútil esconder esa estratagema de ti. Sí, tras haber
poseído a Quirrell y regresado, implementé una estrategia que había
concebido mientras contemplaba las estrellas. Primero me aseguré
de ser aceptado como Profesor de Defensa en Hogwarts, pues no
quería levantar sospechas al buscar empleo después. Cuando lo
obtuve, hice que una de las expediciones de Perenelle que se
dedican a romper maldiciones descubrieran una inscripción
falsificada aunque creíble que afirmaba que la Corona de la
Serpiente podía ser usada para encontrar la Piedra sin importar
dónde estuviera escondida. Inmediatamente después, antes de que
Perenelle pudiera comprar la Corona, fue robada; además dejé
claras indicaciones de que el ladrón había poseído el poder de
hablar con las serpientes. Así que Perenelle pensó que yo podía
encontrar la localización de la Piedra de manera infalible, y que
necesitaba un guardián lo suficientemente poderoso como para
derrotarme. Así es como la Piedra llegó a Hogwarts, en los dominios
de Dumbledore. Justo como lo había planeado, naturalmente, ya
que ya había obtenido acceso a Hogwarts durante un año. Creo que
todo eso es lo que te concierne, sin hablar de planes futuros."

Harry frunció el ceño. El Profesor Quirrell no debió explicar eso. ¿A


menos que la estrategia se hubiese vuelto irrelevante para engañar
a Perenelle en el futuro…? O a menos, al responder la cuestión con
tanta presteza, el Profesor de Defensa tuviera la esperanza de que
las personas cayeran en un doble farol, y que la Corona de la
Serpiente sí tuviera el poder de hallar la Piedra…

Harry decidió no cuestionar esta respuesta en Lengua Parsel.

Otro mechón de brillante cabello, de aspecto blanco aunque no por


la vejez, fue suelto gentilmente dentro del caldero, recordando otra
vez a Harry que contaban con un límite de tiempo. Aunque Harry lo
consideró, no podía ver como profundizar más esta línea de
investigación; no había un medio conocido para fabricar otra Piedra
Filosofal y ningún modo obvio de inventar tal cosa, lo que
objetivamente era probablemente la peor noticia que Harry había
escuchado en todo el día.

Harry respiró profundamente. "Voy a hacer mi tercera pregunta,"


Harry habló. "¿Cuál es la verdad detrás de todo este año escolar?
Todos los planes que ejecutaste, todos los planes que usted
conoce."

"Mmm," dijo el Profesor Quirrell, dejando caer otra campanula


dentro de la poción, acompañada por una pequeña planta con forma
de cruz diminuta. "Veamos… el giro de trama más sorprendente es
que el Profesor de Defensa resulta ser Voldemort disfrazado."

"Bueno, obviamente," Harry replicó, con una buena dosis de


amargura auto-dirigida.

"¿Entonces dónde deseas que empiece?"

"¿Por qué asesinó a Hermione?" La pregunta simplemente se le


escapó.

Los pálidos ojos del Profesor Quirrell se alejaron de la poción, lo


observaron a él con intensidad. "Uno pensaría que eso tendría que
ser evidente - aunque supongo que no te puedo culpar por
desconfiar de lo que parece evidente. Para comprender el objetivo
de un plan obscuro, observa sus consecuencias y cuestiona quién
las podría haber deseado. Maté a la Señorita Granger para mejorar
tu posición en relación a Lucius Malfoy, ya que no estaba en mis
planes que él tuviera tanto control sobre ti. Admito que estoy
impresionado por lo mucho que pudiste desbaratar mi jugada
inicial."

Harry dejó de apretar sus dientes, lo que demandó un esfuerzo.


"¿Eso fue después de su fracasado intento por culpar a Hermione
del intento de homicidio contra Draco y enviarla a ella a Azkaban por
qué razón? ¿Por qué no le gustaba la influencia que ella tenía sobre
mí?"
"No seas ridículo," El Profesor Quirrell arguyó. "Si mi deseo hubiese
sido remover a la Señorita Granger, no habría mezclado a los Malfoy
en ello. Observé tu juego con Draco Malfoy y lo encontré divertido,
pero sabía que no podría continuar por mucho tiempo hasta que
Lucius lo descubriera e interviniera; y entonces tus tonterías te
habrían metido en grandes problemas, pues Lucius no las habría
tomado a la ligera. Si hubieses sido capaz de perder durante el
juicio del Wizengamot, perder como te había enseñado, entonces
sólo dos semanas después, evidencia irrefutable hubiese mostrado
que Lucius Malfoy, tras descubrir la aparente perfidia de su hijo,
había usado el Imperius sobre la Profesora Sprout para usar el
Encantamiento Congelador de Sangre sobre el Sr. Malfoy y lanzado
el Encantamiento de Falsa Memoria sobre la Señorita Granger.
Lucius habría sido barrido del tablero político, enviando al exilio si no
a Azkaban; Draco Malfoy habría heredado la fortuna de la Casa
Malfoy, y tu influencia sobre él habría sido indisputable. En vez de
eso tuve que abortar ese plan a medio camino. Te las arreglaste
para desviar completamente el plan real de su curso de dos
maneras pues sacrificaste tu fortuna entera, y le diste a Lucius
Malfoy la oportunidad perfecta de demostrar su genuina
preocupación por su hijo. Tienes un anti-talento increíble para
entrometerte, debo reconocer."

"Y usted también pensó," Harry replicó, incuso con los patrones de
su lado oscuro tuvo que hacer un esfuerzo para mantener su voz
controlada y calmada, "que dos semanas en Azkaban iban a
mejorar la disposición de la Señorita Granger, y que ya no siguiera
siendo una mala influencia para mí. Así que de alguna manera se
las arregló para que los periódicos pidieran que fuera enviada a
Azkaban, en vez de otro tipo de castigo."

Los labios del Profesor Quirrell dibujaron una tenue sonrisa. "Tienes
razón, niño. Sí, pensé que podría servir como tu Bellatrix. Ese
resultado en particular también te habría dado un recordatorio
constante de cuánto respeto se le debía a la ley, y te habría
ayudado a desarrollar una actitud apropiada hacia el Ministerio."
"Su plan era estúpidamente complicado y no tenía probabilidad de
éxito." Harry sabía que tendría que haberlo dicho con más tacto, que
estaba entablando lo que el Profesor Quirrell podría llamar un
disparate, sin embargo en ese instante no era capaz de detenerse.

"Era menos complicado que el plan de Dumbledore para hacer que


los tres ejércitos tuvieran un empate en la Batalla de Navidad, y no
mucho más complicado que mi propio plan para hacerte creer que
Dumbledore había chantajeado al Sr. Zabini. La perspectiva que le
falta, Sr. Potter, es que estos no eran planes que necesitaban tener
éxito." El Profesor Quirrell continuó revolviendo la poción con aire
casual, sonriendo. "Hay planes que deben tener éxito, por lo que se
debe mantener el núcleo de la idea tan simple como sea posible y
tomar toda precaución. También hay planes donde es aceptable
fracasar, y con esos uno se puede divertir, o probar los límites de tu
habilidad para lidiar con complicaciones. No era como si al salir algo
mal con esos planes yo estuviera en peligro de morir." El Profesor
Quirrell dejó de sonreír. "Nuestro viaje a Azkaban era del primer tipo,
y encontré menos divertidas sus tonterías allí."

"¿Qué le hizo a Hermione exactamente ?" Una parte del propio


Harry se sorprendió ante la neutralidad de su voz.

"Desmemorización y Encantamientos de Memoria Falsa. No me


fiaba de que otros hechizos no fueran detectados por las
protecciones de Hogwarts y el escrutinio que yo supe que su mente
iba a recibir." Una sombra de frustración cruzó el rostro del Profesor
Quirrell. "Parte de lo que justamente llamas complicación es porque
la primera versión de mi plan no salió como yo quería, y la tuve que
modificar. Me acerqué a la Señorita Granger en los pasillos bajo la
apariencia de la Profesora Sprout, para ofrecerle que se uniera a
una conspiración. Mi primer intento de persuasión falló. La
Desmemoricé y lo intenté otra vez con una nueva presentación. El
segundo cebo falló. El tercer cebo falló. El décimo cebo falló. Estaba
tan frustrado que empecé a recorrer todo mi repertorio de disfraces,
incluyendo aquellos que eran más apropiados para el Sr. Zabini.
Aún así nada funcionó. La niña no iba a violar su infantil código."
" Usted no tiene derecho a llamarla infantil, Profesor." La voz de
Harry sonó extraña en sus propios oídos. "Su código funcionó. Evitó
que usted la pudiera engañar. El objetivo de tener mandatos éticos
deontológicos es que los argumentos para violar dicho
comportamiento sean a menudo menos confiables de lo que
aparentan. Usted no puede criticar las reglas de ella cuando
funcionaron exactamente como ella lo planeó." Tras resucitar a
Hermione, Harry le iba a contar que el propio Señor Voldemort no
había sido capaz de tentarla para que hiciera lo incorrecto, y que por
eso la había matado.

"Tienes razón, supongo," admitió el Profesor Quirrell. "Hay un dicho


sobre cómo incluso un reloj parado está en lo correcto dos veces al
día, y no creo que la Señorita Granger estuviese siendo de hecho
razonable. De todos modos, Regla Diez: uno no debe despotricar
sobre la indignidad de la oposición después de que te han superado.
Como fuera. Tras dos horas de intentos fallidos, me di cuenta que
estaba siendo demasiado terco, y que no necesitaba que la Señorita
Granger fuera a ejecutar la parte exacta que yo había planeado para
ella. Me rendí con mi intención original, y más bien le di a la Señorita
Granger Memorias Falsas de observar al Sr. Malfoy tramando algo
contra ella bajo circunstancias que afirmaban que ella no te lo podía
contar a ti o a las autoridades. Al final fue el Sr. Malfoy quien me dio
la oportunidad que yo necesitaba, por pura suerte." El Profesor
Quirrell dejó caer una campanula y un pedazo de pergamino dentro
del caldero.

"¿Por qué las alarmas indican que el Profesor de Defensa había


asesinado a Hermione?"

"Yo tenía al trol de montaña como un diente falso cuando


Dumbledore me estaba identificando ante las protecciones de
Hogwarts como el Profesor de Defensa." Una ligera sonrisa.
"Ninguna otra arma viviente puede ser Transformada; únicamente el
trol puede sobrevivir las seis horas de encantamiento requeridas
para evitar ser rastreado por un Giratiempo. El hecho de que un trol
de montaña fuese usado como arma de asesinato era un signo claro
de que el asesino había necesitado conseguir un arma que pudiera
ser Transformada con seguridad. Combinada con la evidencia de las
alarmas, y el propio conocimiento de Dumbledore sobre cómo me
había identificado ante Hogwarts, podrías haber deducido quién era
el responsable - en teoría. Sin embargo, la experiencia me ha
enseñado que tales acertijos son mucho más difíciles de resolver
cuando no conoces la solución de antemano, y lo consideré un
pequeño riesgo. Ah, eso me recuerda, yo también tengo una
pregunta." El Profesor de Defensa estaba observando a Harry con
intensidad. "¿Qué fue lo que me delató al final, en el corredor a las
afueras de estas cámaras?"

Harry hizo a un lado otras emociones para sopesar el costo y


beneficio de responder honestamente, llegó a la conclusión que el
Profesor de Defensa estaba entregando más información de la que
iba a recibir a cambio ( ¿por qué? ) y que lo mejor era no dar una
apariencia reticente. "Lo principal," Harry contestó, "fue que era
demasiado improbable que todos hubiesen llegado al corredor de
Dumbledore al mismo tiempo. Intenté seguir la hipótesis de que
todos los que habían llegado tenían que haber sido coordinados,
incluso usted."

"Pero yo dije que estaba siguiendo a Snape," el Profesor de


Defensa lo cuestionó. "¿Eso no fue plausible?"

"Lo fue, sin embargo…" Harry explicó. "Pues. Las leyes que
gobiernan lo que constituyen una buena explicación no hablan de
excusas plausibles que oyes después. Hablan de las probabilidades
que asignamos por adelantado. Por eso la ciencia hace que las
personas hagan predicciones por adelantado, en vez de confiar en
explicaciones que se le ocurren a las personas después. Y yo no
habría predicho por adelantado que usted fuera a seguir a Snape y
aparecer de ese modo. Incluso de haber sabido que usted podría
poner un rastreador en la varita de Snape, no habría tenido la
expectativa de que usted de hecho lo hiciera y luego lo hubiera
seguido. Ya que su explicación no se sintió como algo que yo
pudiera predecir por adelantado, siguió siendo una improbabilidad.
Me empecé a preguntar si quien controlaba a Sprout también había
arreglado que usted estuviera allí. Y luego me di cuenta que la nota
para mí realmente no había sido escrita por mi futuro-yo, y eso me
lo reveló por completo."

"Ah," dijo el Profesor de Defensa, y suspiró. "Bueno, creo que al final


de cuentas fue lo mejor. Lo comprendiste demasiado tarde; y
también habría habido otros inconvenientes y beneficios si hubieses
permanecido ignorante."

"¿En nombre de la Tierra qué estaba intentando lograr? La razón


por la cual me esforcé tanto para darle sentido es que todo parecía
tan raro."

"Eso tendría que haber señalado hacia Dumbledore, no a mí


mismo," informó el Profesor Quirrell, y arrugó el ceño. "De hecho la
Señorita Greengrass no debía llegar a ese corredor hasta varias
horas después… aunque supongo que, ya que hice que el Sr.
Malfoy le diera la pista que hice para ella, no es demasiada sorpresa
que unieran fuerzas. De haber llegado el Sr. Nott aparentemente
solo, los eventos se habrían desarrollado menos como una farsa.
Pero me considero a mí mismo un especialista en el control de
batallas mágicas, y fui capaz de asegurar que el combate fuera
como yo lo deseaba. Supongo que sí terminó viéndose un poco
ridículo." El Profesor de Defensa dejó caer una rebanada de
durazno y una campanula dentro del Caldero. "Aunque dejemos la
discusión sobre el Espejo para cuando lo alcancemos. ¿Tienes más
preguntas en relación a la lamentable y ojalá temporal ausencia de
la Señorita Granger?"

"Sí," Harry afirmó con voz controlada. "¿Qué le hizo a los gemelos
Weasley? Dumbledore pensó - o sea, la escuela vio al Director ir
con los Weasley después de que Hermione fue arrestada.
Dumbledore pensó que usted, como Voldemort, se había
cuestionado el por qué Dumbledore lo había hecho así, y que había
investigado a los gemelos Weasley, encontró y robó su mapa, y
después los Desmemorizó"
"Dumbledore estaba muy en lo correcto," El Profesor Quirrell
declaró, sacudiendo su cabeza como por la conmoción. "También
fue un completo tonto por dejar el Mapa de Hogwarts en posesión
de esos dos idiotas. Tuve una nada placentera sorpresa tras haber
recuperado el Mapa; ¡mostraba correctamente tu nombre y el mío!
Los idiotas Weasley pensaron que se trataba de un mero error,
especialmente después de que recibiste tu Capa y tu Giratiempo. Si
Dumbledore hubiese dejado el Mapa para sí mismo - si los
Weasleys alguna vez se lo llegan a comentar a Dumbledore -
aunque no lo hicieron, por fortuna."

Mostraba correctamente tu nombre y el mío -

"Me gustaría ver eso," Harry solicitó.

Sin apartar sus ojos del caldero, el Profesor Quirrell sacó un


pergamino doblado de entre su túnica, siseando "Muesstra lo que
noss rodea ", y arrojó el pergamino doblado hacia Harry. Cruzó el
aire sin pausa, un aire de peligro incrementándose sobre los
sentidos de Harry cuando se movió hacia él, y luego se dejó caer
gentilmente a los pies de Harry.

Harry recogió el pergamino y lo desdobló.

Al principio el pergamino pareció vacío. Luego, como si un lápiz


invisible se moviera sobre el Mapa, los bordes de paredes y puertas
aparecieron, todo parecía dibujado a mano. La escritura estaba
rodeada por una serie de cámaras, la mayoría aparecían vacías; la
última cámara en la serie tenía un confuso garabato en el centro,
como si el Mapa estuviera intentando indicar su propia confusión; y
la penúltima cámara mostraba dos nombre dentro, escritos en
posiciones dentro de la cámara que se ajustaban con el lugar en
que estaba sentado Harry y donde estaba parado el Profesor
Quirrell.

Tom M. Riddle.

Tom M. Riddle.
Harry quedó con la vista fija sobre el pergamino, un escalofrío nada
placentero cayendo sobre él. Una cosa era escuchar al Señor
Voldemort afirmar que tu nombre era Tom Riddle; y otra muy
diferente era descubrir que la magia de Hogwarts estaba de
acuerdo. " ¿Alteró esste mapa para obtener esste ressultado, o
apareció assí y le caussó ssorpressa?"

"Fue una ssorpressa, " replicó el Profesor Quirrell, con una nota
subyacente de risa silbada. " Ssin engañoss. "

Harry dobló el Mapa y lo tiró de vuelta hacia la dirección del Profesor


Quirrell; alguna fuerza lo atrapó en el aire antes de que pudiera
tocar el suelo, y puso el Mapa de nuevo dentro de la túnica del
Profesor Quirrell.

El Profesor de Defensa habló. "También debo añadir que Snape


estaba guiando a la Señorita Granger y sus subordinadas contra los
abusones, y a veces intervino para protegerlos."

"Ya lo sabía."

"Interesante," dijo el Profesor Quirrell. "¿Acaso Dumbledore también


descubrió esto? Responde en Lengua Parsel."

" No hassta donde yo ssé, " siseó Harry.

"Fascinante," comentó el Profesor Quirrell. "También puede


interesarte saber esto: El fabricante de pocioness tuvo que ayudar
en ssecreto porque ssu plan era contrario al plan del jefe de
esscuela. "

Harry consideró esto, mientras el Profesor Quirrell sopló la poción


como para que se fuera a enfriar, aunque el fuego seguía ardiendo
bajo el caldero; luego añadió un puñado de tierra y una gota de
agua y una campanula. "Por favor explique," Harry pidió.

"¿Alguna vez se te ocurrió cuestionar por qué Dumbledore escogió


a Severus Snape como el Jefe de la Casa de Slytherin? Creer que
era para cubrir su trabajo como espía de Dumbledore no explica
nada. Snape podría haber sido únicamente el Maestro de Pociones,
y no el Jefe de Slytherin. ¡Snape podría haber sido el Guardián de
las llaves y los Terrenos, si lo único necesario era que estuviera
dentro de Hogwarts! ¿Por qué el Jefe de la Casa de Slytherin? ¿De
seguro pensaste que eso no podía tener buen efecto sobre los
Slytherins, de acuerdo a las pretensiones morales de Dumbledore?"

Harry no había tenido el pensamiento exactamente en aquellos


términos, no… "Me cuestioné algo similar. No puse el dilema en esa
forma precisamente."

"Y ahora que lo has hecho, ¿es la solución obvia?"

"No," Harry respondió.

"Decepcionante. No has aprendido lo suficiente sobre cinismo, no


has comprendido la flexibilidad de lo que los moralistas llaman
moralidad. Para entender un plan, mira las consecuencias y
pregúntate si pudieron ser intencionadas. Dumbledore estaba
saboteando la Casa de Slytherin deliberadamente - no me mires así,
niño, yo esstoy diciendo la verdad. Durante la última Guerra Mágica,
los Slytherins fueron mayoría dentro de mis subordinados, y otros
Slytherins en el Wizengamot me apoyaron. Miralo desde la
perspectiva de Dumbledore, y recuerda que él no tiene una
comprensión natural de los comportamientos de Slytherin. Piensa en
Dumbledore poniéndose cada vez más triste sobre esta Casa de
Hogwarts que parece la fuente de tanta maldad. Y luego qué
sucede, Dumbledore pone como Jefe de Casa de Slytherin la
persona de Snape. ¡Snape! ¡Severus Snape! ¡Un hombre que no
podía enseñar nada a su Casa sobre astucia o ambición, un hombre
que impondría una disciplina laxa y haría a sus niños débiles! ¡Un
hombre que ofendería a los estudiantes de otras Casas, quien
arruinaría el nombre de todos los Slytherin! ¡Un hombre cuyo
apellido era desconocido en la Bretaña mágica y ciertamente no un
noble, que iba vestido casi en harapos! ¿Crees que Dumbledore era
ignorante de las consecuencias? ¿Cuando Dumbledore fue el que lo
provocó, y tenía motivos para provocarlo? Creo que Dumbledore se
dijo a sí mismo que más vidas serían salvadas durante la siguiente
Guerra Mágica si los futuros Mortífagos de Voldemort eran
debilitados." El Profesor Quirrell dejó caer un cubo de hielo dentro
del caldero, derritiéndose lentamente al tocar la superficie de
espuma. "Continúa el proceso durante el tiempo suficiente, y ningún
niño querría ir a Slytherin. La Casa sería retirada, y si el Sombrero
llamara el nombre, se volvería una marca de ignominia entre los
niños que después serían distribuidos entre las otras tres Casas.
Desde ese día, Hogwarts tendría tres Casas sobresalientes de
coraje y academia e industria, sin ninguna Casa de Niños Malos
dentro de la mezcla; como si los Fundadores de Hogwarts hubiesen
sido lo suficientemente sabios desde el principio para rehusar a
Salazar Slytherin su compañía. Eso, espero, era la intención final de
Dumbledore; un sacrificio a corto plazo para beneficio del bien
mayor." El Profesor Quirrell sonrió sardónico. "Y Lucius lo dejó pasar
sin protestar o tan siquiera, como yo esperaba, darse cuenta de que
algo estaba mal. Me temo que en mi ausencia mis anteriores
sirvientes fueron bastante sobrepasados en esta batalla de ingenio."

Harry estaba teniendo algo de dificultad para aceptar esto, pero


decidió, tras algo de consideración, que ahora no era el momento
para intentar resolverlo. El que el Señor Voldemort lo creyera no era
decisivo; Harry tendría que evaluar esta acusación por su cuenta.

La mención del Profesor Quirrell sobre sus sirvientes le había


recordado a Harry de algo más que él estaba… obligado, Harry
supuso, a preguntar. Las malas noticias eran predecibles. En
cualquier otro día habría sido horrible. Hoy no era más que un balde
de agua bajo la lluvia. "Bellatrix Black," Harry interrogó. "¿Cuál era la
verdad sobre ella?"

"Ella estaba rota por dentro antes de conocerme," el Profesor


Quirrell explicó. Cogió lo que parecía ser una banda de goma de
color blanco-gris y lo sostuvo sobre el caldero; mientras la goma era
sostenida por encima del caldero, se volvió negra. "Usar
Legeremancia sobre ella fue un error. Sin embargo ese vistazo me
mostró cuán fácil sería hacer que ella se enamorara de mí, así que
lo hice. Desde entonces fue la más leal de mis sirvientes, la única en
la que casi podía confiar. No tenía intención de darle a ella lo que
quería de mí; así que la entregue a los hermanos Lestrange para su
uso, y los tres fueron felices en su propia manera especial."

"Lo dudo," la boca de Harry pronunció, mayormente en piloto


automático. "Si eso fuera verdad, Bellatrix no habría recordado
quienes eran los hermanos Lestrange, cuando la encontramos en
Azkaban."

El Profesor Quirrell se encogió de hombros. "Puede que tengas


razón."

"¿Qué rayos estábamos haciendo ahí realmente?"

"Descubrir dónde había puesto Bellatrix mi varita. Les había contado


a los Mortífagos sobre mi inmortalidad, con la esperanza - que
resultó ser fútil - de que iban a seguir unidos al menos por unos
cuantos días si parecía que yo moría. Las instrucciones de Bellatrix
eran recuperar mi varita de donde mi cuerpo hubiese sido destruido;
y llevar esa varita a cierta tumba donde mi espíritu se iba a
manifestar frente a ella."

Harry tragó saliva. Le llegó la imagen de Bellatrix Black esperando,


esperando, esperando en el cementerio, con desesperación
creciente… no era una sorpresa que ella no hubiese estado
pensando de manera estratégica cuando atacó la casa de los
Longbottom. "¿Qué hizo con Bellatrix una vez que estuvo afuera?"

" La envíe a un lugar tranquilo para que pudiera recuperar fuerzass,"


El Profesor Quirrell afirmó. Una fría sonrisa. "Todavía tengo un uso
más para ella, o mejor dicho cierta porción de ella, y sobre mis
planes futuros no voy a responder preguntas."

Harry respiró profundamente, intentando mantener el control.


"¿Hubo otros planes secretos durante este año escolar?"
"Oh, un número bastante grande, aunque no muchos que tuvieran
que ver contigo, me parece. La verdadera razón por la que demandé
la enseñanza del Encantamiento Patronus para los de primer año
era para poner un Dementor frente a ti, y luego me las arregle para
que tu varita cayera donde el Dementor aún te pudiera drenar. No lo
hice por malicia, únicamente tenía la essperanza de que fuerass a
recuperar algunass de tuss verdaderass memoriass. Por eso
también organicé que ciertas brujas te hicieran caer durante el
episodio del techo, para que pareciera que yo pudiera salvar tu vida;
en caso de que cualquier sospecha cayera sobre mí durante el
incidente con el Dementor que había planeado para poco después.
Tampoco hubo malicia allí. Organicé algunos de los ataques sobre
el grupo de la Señorita Granger, para que los ataques pudieran ser
derrotados; tampoco me gustan los abusones. Creo que essos sson
todoss loss planess ssecretoss con relación a ti de esste año
esscolar, a menoss de que sse me haya olvidado algo. "

Lección de vida aprendida, comentó su parte Hufflepuff. Intenta


resistir la tentación de meterte sin razón en la vida de otras
personas. Como, ya sabes, la vida de Padma Patil. Si no quieres
acabar como él, claro está.

Un puñado de polvo rojo-café fue rociado gentilmente sobre el


caldero de pociones, y Harry realizó su cuarta y última pregunta, la
que parecía tener la menor prioridad, pero aún era importante.

"¿Cuál era su objetivo durante la Guerra Mágica?" Harry inquirió. "O


sea, qué -" Su voz vaciló. "¿Cuál era el objetivo de todo ese asunto?
" Su cerebro repetía sin fin, Por qué, por qué, por qué el Señor
Voldemort…

El Profesor Quirrell levantó una ceja. "Te contaron sobre David


Monroe, ¿no es así?"

"Sí usted era tanto David Monroe como el Señor Voldemort durante
la Guerra Mágica, entendí esa parte. Usted asesinó a David Monroe,
se hizo pasar por él, y eliminó a la familia de David Monroe para que
no pudieran señalar ninguna diferencia -"
"En efecto."

"Planeaba controlar al lado ganador de la Guerra Mágica, sin


importar cuál lado fuera el vencedor. ¿Pero por qué uno de los lados
tenía que ser Voldemort? Yo, o sea me refiero a que, ¿no sería más
fácil obtener apoyo del público con alguien menos… con alguien
menos Voldemort?"

El mortero del Profesor Quirrell produjo un inusual golpe sonoro al


aplastar las alas blancas de una mariposa, para luego hacer una
mezcla con otra campanula. "Yo había planeado, " el Profesor
Quirrell habló con dureza, "que el Señor Voldemort perdiera contra
David Monroe. La falla de esa estrategia fue la absoluta miseria de -
" El Profesor Quirrell se detuvo. "No, tengo que empezar por el
principio. Escucha, niño, cuando hube desarrollado mi más grande
creación y alcanzado el máximo poder de mi magia, pensé que
había llegado el momento para tomar el poder político en mis
manos. Sería inconveniente, ciertamente, e iba a desperdiciar mi
tiempo de formas que no eran divertidas. Sin embargo sabía que los
Muggles eventualmente iban a destruir al mundo o declarar la
guerra contra los magos o ambas cosas, y algo se tenía que hacer
si no quería recorrer un mundo muerto o vacío durante mi eternidad.
Habiendo obtenido inmortalidad necesitaba una nueva ambición
para ocupar mis décadas, y prevenir que los Muggles fueran a
arruinar todo parecía una meta de dificultad aceptable. Es una
fuente de continua sorpresa para mí que yo, de entre todas las
personas, sea el único que realmente toma acción con ese
propósito. Aunque supongo que tiene sentido que los insectos
mortales no se preocupen por el fin de su mundo; ¿por qué tendrían
que hacerlo, cuando ellos van a morir de todos modos, y se pueden
evitar a sí mismos la inconveniencia de intentar hacer algo difícil en
su vida? Pero estoy divagando. Vi cómo Dumbledore había subido
al poder tras derrotar a Grindelwald, así que decidí hacer lo mismo.
Desde hace mucho había tomado mi venganza contra David Monroe
- fue un molesto compañero mío en Slytherin - así que se me ocurrió
robar su identidad, y eliminar a su familia para poder ser el heredero
de su Casa. Y también concebí un gran enemigo con el que David
Monroe pudiera combatir, el más terrible Señor Oscuro que pude
imaginar, más astuto de lo que se podía calcular; mucho más
peligroso que Grindelwald, pues su inteligencia sería perfeccionada
en todos los puntos en que Grindelwald había sido débil y auto-
destructivo. Un Señor Oscuro que haría lo más inteligente para
romper las alianzas que lo fueran a enfrentar, un Señor Oscuro que
podría demandar la lealtad absoluta de sus seguidores a través de
sus habilidades oratorias. El más aterrador Señor Oscuro que
alguna vez había amenazado a Bretaña o el mundo, ese era a quien
David Monroe iba a derrotar."

El mortero del Profesor Quirrell aplastó una campanula y luego una


pálida flor diferente con otros dos golpes. "Sin embargo, aunque
algunas veces había jugado el rol de Mago Oscuro en mis viajes,
nunca había adoptado la identidad completa de un Señor Oscuro
con subordinados y una agenda política. No tenía práctica en esa
tarea, y estaba prevenido por la historia de Dark Evangel y el
desastre de su primera apariencia pública. De acuerdo a su propio
relato, ella tenía la intención de llamarse a sí misma la Catástrofe
Andante y la Apóstol de la Oscuridad, pero en la emoción del
momento se introdujo a sí misma como la Apóstrofo de la
Oscuridad. Después de eso tuvo que destruir dos aldeas hasta las
cenizas para que la empezaran a tomar en serio."

"Así que usted decidió intentar un experimento a pequeña escala


primero," Harry dedujo. Un malestar le surgió desde adentro, porque
en ese momento Harry comprendió, se vio en su propio reflejo; el
siguiente paso no era más que lo que el propio Harry habría hecho,
de no tener ni una pizca de ética, de haber estado totalmente vacío
por dentro. "Usted creó una identidad desechable, como si fueran
las ruedas de apoyo en una bicicleta para niños, para aprender de
sus errores."

"En efecto. Antes de ser un Señor Oscuro verdaderamente terrible


con el cual David Monroe pudiera combatir, primero construí para
practicar la persona de un Señor Oscuro con brillantes ojos rojos,
innecesariamente cruel con sus subalternos, persiguiendo una
agenda política de pura ambición personal sin disimular sobre el
purismo de la sangre tan incoherente como los argumentos de los
borrachos en el Callejón Knockturn. Mis primeros servidores fueron
contratados en una taberna, les di capas y máscaras de calaveras, y
les ordené que se hicieran llamar los Mortífagos."

La sensación de malestar y comprensión se hizo más aguda, justo


en la boca del estómago de Harry. "Y usted se hizo llamar
Voldemort."

"Justo así, General Caos." El Profesor Quirrell estaba haciendo una


mueca, parado al lado del caldero. "Quería que fuera un anagrama
de mi nombre, pero eso únicamente habría funcionado si de manera
conveniente me hubieran dado el segundo nombre de 'Marvolo', e
incluso así habría sido difícil. Nuestro verdadero segundo nombre es
Morfin, por si tienes curiosidad. Aunque vuelvo a divagar. Pensé que
la carrera de Voldemort no iba a durar más que unos cuantos
meses, un año a lo sumo, antes de que los Aurores derribaran a sus
subalternos y el desechable Señor Oscuro desapareciera. Como te
das cuenta, había sobrestimado por mucho a mis enemigos. Y no
era capaz del todo de torturar a mis seguidores cuando me traían
malas noticias, sin importar qué hicieran los Señor Oscuros en las
obras de teatro. No era capaz del todo de argumentar los principios
sobre la pureza de sangre tan incoherente como si fuera un
borracho en el Callejón Knockturn. No estaba intentando ser astuto
cuando envié a mis subordinados en sus misiones, pero tampoco
les di órdenes que carecieran de todo sentido -" El Profesor Quirrell
enseñó una mueca de tristeza que, en otro contexto, podría haber
sido considerada encantadora. "Tras el primer mes, Bellatrix Black
se postró ante mí, y tres meses después Lucius Malfoy estaba
negociando conmigo bebiendo del más costoso Whiskey de Fuego.
Suspiré, perdí toda esperanza sobre los magos, y empecé a
oponerme como David Monroe contra este aterrador Señor
Voldemort."

"Y luego qué sucedió -"


Un gruñido hizo contorsionar el rostro del Profesor Quirrell. "¡La
absoluta falta de eficiencia de todas las instituciones en la
civilización de la Bretaña mágica fue lo que sucedió! ¡No es algo que
puedas comprender, niño! ¡Yo mismo no lo comprendo! ¡Tienes que
verlo con tus propios ojos y aún así no lo podrás creer! Habrás
observado, quizá, que cuando tus compañeros estudiantes hablan
de las ocupaciones de sus familias, tres de cada cuatro mencionan
trabajos en alguna parte del Ministerio. Te preguntarás cómo puede
un país lograr emplear a tres de cada cuatro en la burocracia. La
respuesta es que si no fueran un estorbo entre sí para realizar sus
trabajos, ¡ninguno de ellos tendría nada que hacer! Los Aurores son
competentes como guerreros individuales, combaten Magos
Oscuros y sólo los mejores sobreviven para entrenar nuevos
reclutas, sin embargo su liderazgo era un desmadre absoluto. El
Ministerio estaba tan ocupado diligenciando papeles que el país no
tenía una oposición efectiva contra los ataques de Voldemort
excepto Dumbledore, un montón de irregulares sin entrenamiento, y
yo mismo. Un perezoso, incompetente, indolente cobarde,
Mundungus Fletcher, era considerado un componente clave de la
Orden del Fénix - porque, al estar desempleado, ¡no necesitaba
hacer maromas con otro trabajo! Probé a debilitar los ataques de
Voldemort, para ver si era posible que él perdiera; ¡de inmediato el
Ministerio redujo el número de Aurores enviados a combatir! Había
leído el Pequeño Libro Rojo de Mao, había entrenado a mis
Mortífagos en tácticas de guerrilla - ¡para nada! ¡Para nada! Estaba
atacando toda la Bretaña Mágica y en cada batalla mis fuerzas iban
a superar en número a su oposición! Desesperado, ordené a mis
Mortífagos que fueran asesinando sistemáticamente a cada
miembro incompetente del Departamento de Aplicación de la Ley
Mágica. Un mangoneador de papeles tras otro fueron aceptando
cargos más altos de forma voluntaria a pesar del destino de sus
predecesores, frotando sus manos con alegría ante el prospecto de
una promoción. Cada uno de ellos pensó que podrían llegar a algún
acuerdo con el bando del Señor Voldemort. Tardamos siete meses
en asesinar a los suficientes para hacer una diferencia positiva, y ni
un solo Mortifago me cuestionó al respecto. Y entonces, incluso con
Bartemius Crouch convertido en Director y Amelia Bones Como Jefa
de los Aurores, aún era demasiado poco. Lo habría hecho mejor
combatiendo solo. La ayuda de Dumbledore no valía la pena a
causa de sus restricciones morales, y la ayuda de Crouch no valía la
pena ante su respeto por la ley." El Profesor Quirrell incrementó el
fuego bajo la poción.

"Y eventualmente," Harry concluyó a través del malestar en su


corazón, "se dio cuenta que se estaba divirtiendo más como
Voldemort."

"Es el rol menos molesto que he llegado a interpretar. Si el Señor


Voldemort ordena algo es porque debe ser hecho, las personas lo
obedecen y no discuten con él. No tenía que reprimir mi impulso de
usar Cruciatus sobre los idiotas; por una vez todo era parte del rol.
Si alguien hacía el juego menos placentero para mí, nada más
pronunciaba Avadakedavra sin importar que fuera sabio
estratégicamente o no, y nunca me volvían a molestar." El Profesor
Quirrell rebanó un gusano en pequeños pedazos sin prestar mucha
atención. "Sin embargo mi verdadera epifanía llegó cierto día
cuando David Monroe estaba intentando conseguir un permiso para
el ingreso de un instructor en tácticas de combate proveniente de
Asia, y un funcionario del Ministerio lo rechazó, sonriendo con
disimulo. Le pregunté al funcionario del Ministerio si entendía que
esta medida tenía el propósito de salvar su vida y el funcionario del
Ministerio se limitó a sonreír más. Entonces me enojé e hice a un
lado máscaras y precaución, usé mi Legeremancia, introduje mis
dedos en el pozo negro de su estupidez y arranqué la verdad de su
mente. No lo entendía y yo quería entender. Con mi dominio sobre
la Legeremancia forcé su pequeño cerebro de funcionario a vivir
varias alternativas, viendo lo que su cerebro de funcionario pensaría
de Lucius Malfoy, o el Señor Voldemort, o Dumbledore estando
frente a él." Las manos del Profesor Quirrell se movieron con más
lentitud, pues estaba pelando con delicadeza tiras de una vela de
cera. "Lo que finalmente comprendí ese día es complicado, niño, por
eso no lo comprendí antes de ese punto de mi vida. Para ti voy a
intentar hacer una descripción de todos modos. Hoy sé que
Dumbledore no yace en la cima del mundo, a pesar de ser el
Hechicero Supremo de la Confederación Internacional. Las
personas hablan mal de él abiertamente, con orgullo lo critican en su
cara, de una manera en la que no se atreverían a desafiar a Lucius
Malfoy. Tú has actuado irrespetuosamente hacia Dumbledore, niño,
¿acaso sabes por qué lo hiciste?"

"No estoy… del todo seguro," Harry contestó. Tener los patrones
neuronales residuales de Tom Riddle eran una hipótesis ciertamente
obvia.

"Lobos, perros, incluso las gallinas, luchan por el dominio entre


ellos. Lo que entendí finalmente, de la mente de ese funcionario, era
que para él Lucius Malfoy tenía dominio, El Señor Voldemort tenía
dominio, y David Monroe y Albus Dumbledore no lo tenían. Al tomar
el lado del bien, al luchar atado a la luz, nos hicimos a nosotros
mismos inofensivos. En Bretaña, Lucius Malfoy tenía dominio, pues
él podía cobrar sus préstamos, o enviar burócratas del Ministerio
contra tu tienda, o crucificarte en el Diario el Profeta, si abiertamente
te oponías a su voluntad. Y el mago más poderoso en el mundo no
tiene dominio, porque todos saben que él es," los labios del Profesor
Quirrell se curvaron, " un héroe de las historias, modesto al extremo
y demasiado humilde para la venganza. Dime, niño, ¿has visto
algún drama donde el héroe, antes de consentir salvar a su país,
demande tanto oro como un abogado podría recibir por un caso en
la corte?"

"De hecho hay un montón de héroes así en la ficción Muggle,


nombraré a Han Solo nada más para empezar -"

"Bueno, en los dramas mágicos no es así. Todos son héroes


humildes como Dumbledore. Es la fantasía de un esclavo poderoso
que nunca se va a elevar sobre ti realmente, nunca va a demandar
tu respeto, nunca va a pedir ni siquiera un pago. ¿Lo comprendes
ahora?"

"Yo… creo que sí," Harry declaró. Frodo y Samsagaz del Señor de
los Anillos parecían encajar por completo en el arquetipo del héroe
inofensivo. "¿Usted cree que así es como las personas piensan de
Dumbledore? No creo que los estudiantes lo vean como un hobbit."

"Dentro de Hogwarts, Dumbledore sí castiga ciertas transgresiones


contra su voluntad, por lo que es temido hasta cierto grado - aunque
los estudiantes todavía se sienten libre de burlarse de él en algo
más que susurros. Afuera de este castillo, se mofan de Dumbledore;
empezaron a llamarlo loco, y él se apeó a esa parte como un tonto.
Ponte en el rol de un salvador más allá de una obra de teatro, y las
personas te verán como un esclavo cuyos servicios ellos merecen y
que pueden criticar para su divertimento; pues es el privilegio de los
maestros quedarse sentados y contribuir señalando correcciones
mientras los esclavos trabajan. Únicamente en los antiguos relatos
Griegos, cuando los hombre eran menos sofisticados en sus auto-
engaños, podrías ver el héroe que también tenían orgullo. Hector,
Aeneas, aquellos eran héroes que retenían su derecho a la
venganza sobre quienes los hubiesen insultado, que podían
demandar oro y joyas como pago de sus servicios sin provocar
indignación. Y si el Señor Voldemort hubiese conquistado Bretaña,
podría haber tenido la condescendencia de mostrarse noble en la
victoria; y nadie habría tomado su buena voluntad por descontado,
ni arrojado correcciones en su dirección si su trabajo no era del
agrado de ellos. De haber vencido, habría tenido verdadero respeto.
Comprendí ese día en el Ministerio que al envidiar a Dumbledore,
me había mostrado tan fantasioso como el propio Dumbledore.
Entendí que había estado buscando en los lugares incorrectos todo
ese tiempo. Debes saber que esto es verdad, niño, pues fuiste
capaz de hablar mal de Dumbledore mucho más de lo que hablaste
mal de mí. Incuso en tus propios pensamientos, puedo apostar,
pues los instintos corren profundamente. Sabías que te podría
costar bastante el burlarte del fuerte y vengativo Profesor Quirrell,
mientras que no había costo en faltar el respeto al débil e inofensivo
Dumbledore."

"Gracias," Harry habló a través del dolor, "por esa valiosa lección,
Profesor Quirrell, me doy cuenta que está en lo correcto sobre lo
que mi mente estaba haciendo." Aunque las memorias de Tom
Riddle probablemente tenían algo que ver con la manera en que a
veces atacaba a Dumbledore sin razón, Harry no se había
comportado así alrededor de la Profesora McGonagall… quien tenía
el poder de reducir Puntos de Casa y no tenía el aire de tolerancia
de Dumbledore… no, seguía siendo verdad, Harry incluso habría
sido más respetuoso de Dumbledore en sus propios pensamientos
de no haber parecido seguro ser irrespetuoso.

Entonces ese había sido David Monroe, y ese había sido el Señor
Voldemort…

Eso aún no había respondido la pregunta más inquietante, y Harry


no estaba seguro de que hacerla fuera sabio. Si, de algún modo, el
Señor Voldemort no había pensado sobre eso, y después el
Profesor Quirrell aún no lo había pensado tras nueve años de
meditación, entonces no era sabio pronunciarlo… o quizá sí lo fuera;
las agonías de la Guerra Mágica no habían sido buenas para
Bretaña.

Harry se decidió, y dijo. "Una cosa que me confunde es por qué la


Guerra Mágica duró tanto tiempo," Harry se aventuró. "O sea, quizá
estoy subestimando las dificultades que estabas enfrentando como
el Señor Voldemort -"

"Quieres saber por qué no usé el Imperius sobre algunos de los


magos más fuertes que pudieran usar Imperius sobre otros,
asesinar a los más fuertes que pudieran resistir mi Imperius, y
apoderarme del Ministerio en, oh, quizá tres días."

Harry asintió en silencio.

El Profesor Quirrell se veía contemplativo; su mano estaba


tamizando recortes de hierba dentro del caldero, poco a poco. Ese
ingrediente, si Harry recordaba correctamente, estaba como al 80%
para finalizar la receta.

"Yo mismo me lo he cuestionado," el Profesor de Defensa explicó


por fin, "cuando escuché sobre la profecía de Trelawney por boca de
Snape, y contemplé tanto el pasado como el futuro. Si tú le hubieses
preguntado a mi yo pasado por qué no había usado el Imperius, él
habría dicho que era necesario ser visto para gobernar, comandar
abiertamente la burocracia del Ministerio, antes de que fuera a llegar
el momento de poner sus ojos sobre otros países. Habría señalado
sobre cómo una victoria rápida y silenciosa podría haber traído más
retos en el futuro. Habría afirmado que Dumbledore presentaba un
gran obstáculo debido a su increíble destreza defensiva. Y habría
tenido excusas similares para cada camino rápido que había
considerado. De algún modo nunca era el tiempo correcto para
llevar mis planes a su fase final, siempre había una cosa más por
hacer antes. Entonces escuché la profecía y supe que había llegado
el tiempo, pues el Tiempo mismo me estaba mirando a mí. Que el
lapso para dudar se había acabado. Y miré para atrás, y me di
cuenta que por alguna razón esto había estado sucediendo durante
años. Yo creo…" El pedazo ocasional de hierba seguía cayendo de
su mano, sin embargo el Profesor Quirrell no parecía prestar nada
de atención a eso. "Yo pensé, cuando estaba contemplando mi
pasado bajo la luz de las estrellas, que me había acostumbrado
demasiado a jugar contra Dumbledore. Dumbledore era inteligente,
con diligencia intentaba ser astuto, él no esperaba a que yo diera un
golpe sino que de hecho me sorprendía. Hacía bizarros movimientos
que llegaban a desarrollarse de maneras fascinantes e
impredecibles. En retrospectiva, había muchos planes obvios para
destruir a Dumbledore; pero creo que una parte de mí no quería
regresar a jugar solitario en vez de ajedrez. Fue cuando tuve el
prospecto de crear otro Tom Riddle contra el cual jugar, alguien
incluso más digno que Dumbledore, que por primera vez estuve
dispuesto a contemplar el fin de mi guerra. Sí, en retrospectiva eso
suena estúpido, sin embargo a veces nuestras emociones son tan
tontas que buscamos razones para no admitirlas. Nunca me habría
comportado con tal talante deliberadamente. Habría violado las
Reglas Nueve, Dieciséis, Veinte, y Veintidós y eso es demasiado
incluso si te estás divirtiendo. Aunque decidir reiteradamente que
había una cosa más por hacer, una ventaja más por ser ganada,
una pieza más que yo simplemente tenía que poner en su lugar,
antes de abandonar un periodo gozoso de mi vida y avanzar hacia
el más tedioso liderazgo de Bretaña… bueno, incluso yo no soy
inmune a un error como ese, si no me doy cuenta de que lo estoy
cometiendo."

Y ahí fue cuando Harry supo lo que iba a ocurrir al final de esto,
después de que la Piedra Filosofal hubiese sido robada.

Al final de esto, el Profesor Quirrell lo iba a asesinar.

El Profesor Quirrell no lo quería matar. Era posible que Harry fuera


la única persona en todo el mundo contra la cual el Profesor Quirrell
no sería capaz de usar una Maldición Asesina. Pero el Profesor
Quirrell pensaba que tenía que hacerlo, por alguna razón.

Por eso era que el Profesor Quirrell había decidido que era
necesario tomar el camino largo para fabricar la poción de
refulgencia . Por eso era que el Profesor Quirrell había sido
persuadido tan fácilmente para responder estas preguntas, hasta
hablar finalmente sobre su vida con alguien que lo podría
comprender. Justo como el Señor Voldemort había demorado
acabar la Guerra Mágica para jugar un poco más contra
Dumbledore.

Harry no podía recordar exactamente lo que el Profesor Quirrell


había dicho antes sobre no asesinar a Harry. No había sido algo
directo como 'Absolutamente no estoy planeando matarte de
cualquier forma, modo, o manera a menos que positivamente
insistas en hacer algo estúpido'. El propio Harry había estado
reluctante a presionar demasiado sobre esa promesa y prefirió
términos más ambiguos porque Harry ya sabía que necesitaría
neutralizar al Señor Voldemort y no había querido un lenguaje más
preciso para revelar ese hecho, en caso de que fueran a realizar
promesas que los fueran a obligar verdaderamente. Así que
ciertamente había vacíos legales, fuera lo que fuera que se había
dicho.

No hubo una conmoción en particular con esta conclusión, nada


más se incrementó la sensación de urgencia; alguna parte de Harry
ya había sabido esto, y simplemente había estado esperando una
excusa para hacerlo un conocimiento deliberado. Hubo demasiadas
cosas pronunciadas por el Profesor Quirrell que él no habría
revelado a cualquiera que tuviera una expectativa de vida superior a
unas cuantas horas. La sobrecogedora insolación y soledad de la
vida que el Profesor Quirrell había descrito podría explicar porque
estaba dispuesto a violar sus Reglas y conversar con Harry, dado
que Harry iba a morir pronto y que el mundo no funcionaba como
una obra de teatro donde el villano que siempre revelaba sus planes
iba a fracasar en asesinar al héroe después. Ciertamente la muerte
de Harry tenía que estar dentro de aquellos planes futuros en algún
momento.

Harry tragó saliva, controlando su respiración. El Profesor Quirrell


acababa de añadir un mechón de pelo de caballo a la poción de
refulgencia, y eso estaba casi al final de la poción, si Harry
recordaba correctamente. Tampoco quedaban muchas campanulas
para ser añadidas.

Probablemente era momento de dejar de preocuparse sobre el


riesgo y desarrollar esta conversación con menos moderación,
considerando todo.

"Si yo señalo uno de los errores del Señor Voldemort," Harry


inquirió, "¿acaso él me va a castigar por eso?"

El Profesor Quirrell levantó sus cejas. "No si el error es real. Te


sugiero que no me quieras moralizar. Aunque no voy a maldecir al
mensajero de malas noticias, ni al subordinado que hace un intento
honesto de señalar un problema. Incluso como el Señor Voldemort
nunca fui capaz de cometer tal estupidez. Por supuesto, hubo
algunos tontos que confundieron mi política con debilidad, que
intentaron ascender al hacerme quedar mal con consejos en
público, pensando que yo estaba obligado a tolerar sus críticas." El
Profesor Quirrell sonrió reminiscencia. "Los Mortífagos estaban
mejor sin ellos, y no te recomiendo que cometas el mismo error."
Harry asintió, un ligero escalofrío lo recorrió. "Pues, cuando me
contó lo que sucedió en el Valle de Godric, en la Noche de Brujas,
en 1981 o sea, pues… Creo que observé otra falla en su
razonamiento. Un camino por el cual pudo evitar el desastre. Pero,
pues, creo que usted tiene un punto ciego, un tipo de estrategias
que no consideró, y que tampoco vio después -"

"Espero que no estés apunto de decir algo como 'intenta no matar


personas'," el Profesor Quirrell lo interrumpió. "Me pondré muy
infeliz si ese es el caso."

" No ess diferencia de valoress. Error verdadero, dado sus


objetivoss. ¿Me va a lasstimar, si me comporto como el professor
con ussted, y le ensseño una lección? ¿O ssi el error ess ssimple y
obvio, y lo hace ssentir esstúpido?"

" No, " siseó el Profesor Quirrell. " No ssi la lección ess verdadera. "

Harry tragó saliva. "Pues. ¿Por qué no intentó comprobar el sistema


horrocrux antes de tener que utilizarlo?"

"¿Comprobar?" replicó el Profesor Quirrell. Levantó la vista de la


poción que estaba revolviendo, y su voz contenía indignación. "¿A
qué te refieres, con comprobar? "

"¿Por qué no intentó comprobar que el sistema horrocrux estuviera


funcionando correctamente, antes de que lo fuera a necesitar en la
Noche de Brujas?"

El Profesor Quirrell se mostró disgustado. "Eres un ridículo - yo no


quería morir, Sr. Potter, ¡y esa era la única manera de comprobar mi
más grande creación! ¿Qué bien me habría hecho arriesgar mi vida
antes en vez de después? ¿Cómo habría estado mejor así?"

Harry tragó la saliva en su garganta. " Había un camino para


comprobar ssu ssisstema horrocrux ssin morir. La lección general es
importante. ¿La ve ahora?"
"No," el Profesor Quirrell declaró tras un rato. El Profesor de
Defensa pasó a desmenuzar una de las últimas campanulas junto
con una hebra de largo cabello rubio y luego las tiró dentro de la
poción, que ahora estaba burbujeando con más brillo. Únicamente
quedaban dos campanulas más sobre la mesa de Pociones. "Y
espero que su lección sea sensata, por su propio bien."

"Suponga, Profesor, que descubro cómo invocar el hechizo


mejorado del horrocrux y estuviera dispuesto a usarlo. ¿Qué haría
yo con eso?"

El Profesor Quirrell respondió de inmediato. "Buscarías a alguna


persona cuya moralidad te parezca aberrante y con cuya muerte te
puedas convencer a ti mismo de que vas a salvar otras vidas, y lo
matarías para crear un horrocrux."

"¿Y entonces qué?"

"Harías más horrocruxes," contestó el Profesor de Defensa. Cogió


una vasija que parecía contener escamas de dragón.

"Antes de eso," Harry dijo.

Tras un tiempo el Profesor de Defensa sacudió su cabeza. "Todavía


no lo veo, y es mejor que dejes de jugar conmigo y me lo cuentes de
una vez."

"Habría fabricado horrocruxes para mis amigos. Si usted alguna vez


se hubiera preocupado realmente por una sola persona en todo el
mundo, de haber existido una sola persona que le pudiera dar
significado a su inmortalidad, alguien con quien usted quisiera vivir
por siempre a su lado -" la garganta de Harry se ahogó. "Entonces,
entonces la idea de hacer un horrocrux para alguien más no habría
sido un pensamiento tan contra-intuitivo." Harry estaba parpadeando
con fuerza. "Tiene un punto ciego para estrategias que involucran
hacer cosas buenas para otras personas, hasta el punto que le
impide alcanzar sus metas egoístas. Usted cree que… no es su
estilo, supongo. Esa… parte particular de la imagen que tiene de
usted mismo… por esa parte suya usted tuvo que pagar esos nueve
años."

El gotero que sostenía el Profesor de Defensa que contenía aceite


de menta iba añadiendo líquido al caldero, gota por gota.

"Ya veo…" el Profesor de Defensa dijo lentamente. "Ya veo. Debí


haber enseñado a Rabastan el ritual de horrocrux avanzado, y
haberlo forzado a comprobar mi invento. Sí, eso es extremadamente
obvio en retrospectivo. De hecho, pude haber ordenado a Rabastan
para que hubiese intentado marcarse a sí mismo en algún bebé
desechable, para ver qué ocurría, antes de ir yo mismo al Valle de
Godric para crearte." El Profesor Quirrell sacudió su cabeza por el
desconcierto. "Bueno. Me alegra darme cuenta de esto ahora y no
diez años antes; ya tenía bastante con lo que regañar a mi persona
en ese momento."

"Usted no ve maneras bondadosas de hacer las cosas que quiere


hacer, " Harry insistió. Sus oídos escucharon una nota de
desesperación en su propia voz. "Incluso cuando una estrategia
bondadosa sería más efectiva no la puede ver porque tiene una
imagen propia de no ser bondadoso. "

"Es una observación justa," reconoció el Profesor Quirrell. "En


efecto, ahora que lo has señalado, acabo de pensar en algunas
cosas bondadosas que podría hacer este mismo día, para hacer
avanzar mi agenda."

Harry nada más se lo quedó mirando.

El Profesor Quirrell estaba sonriendo. "Su lección es buena, Sr.


Potter. De ahora en adelante, hasta que se convierta en un hábito,
seguiré buscando con diligencia estrategias astutas que involucren
hacer cosas bondadosas para otros. Ir y practicar actos de buena
voluntad, tal vez, hasta que mi mente vaya allí con facilidad."

Fríos escalofríos bajaron por la espina dorsal de Harry.


El Profesor Quirrell lo había dicho sin la más mínima vacilación
visible.

El Señor Voldemort tenía la certeza absoluta de que nunca podría


ser redimido. No tenía ni la más mínima pizca de miedo porque eso
le fuera a pasar.

La penúltima campanula fue arrojada dentro de la poción, con


gentileza.

"¿Alguna otra lección valiosa que le quieras enseñar al Señor


Voldemort, niño?" inquirió el Profesor Quirrell. Había levantado la
vista de la poción, y con una sonrisa siniestra como si supiera
exactamente lo que Harry estaba pensando.

"Sí," Harry contestó, su voz casi rompiéndose. "Si obtener la


felicidad es su meta, entonces hacer cosas bondadosas para otras
personas se siente mejor que hacerlas para uno mismo -"

"¿ Realmente crees que nunca se me ocurrió eso, niño?" La sonrisa


había desaparecido. "¿Crees que soy estúpido? Tras mi graduación
de Hogwarts recorrí el mundo durante años antes de regresar a
Bretaña como el Señor Voldemort. Me he puesto tantos rostros que
ya perdí la cuenta. ¿Crees que nunca intenté jugar el papel del
héroe, nada más para ver cómo se sentía? ¿Te has topado con el
nombre de Alexander Chernyshov? Bajo ese disfraz, me dirigí a un
desamparado hoyo infernal gobernado por un Mago Oscuro, y liberé
a los desdichados habitantes de su dominio. Derramaron lágrimas
de gratitud para mí. No sentí nada en particular. Incluso me quedé y
maté a los siguientes cinco Magos Oscuros que intentaron
apoderarse de ese lugar. Me gasté mis propios Galeones - bueno,
no mis propios Galeones, aunque se aplica el mismo principio - para
embellecer su pequeño país e introducir una sombra de orden. Se
arrodillaron aún más, y a uno de cada tres infantes le pusieron el
nombre de Alexander. Seguí sin sentir nada, por lo que me di por
satisfecho, lo consideré un intento bien hecho, y seguí con mi vida."
"¿Y fue feliz como el Señor Voldemort, entonces?" La voz de Harry
se había elevado, puesto salvaje.

El Profesor Quirrell dudó, luego se encogió de hombros. "Parece ser


que ya conoces la respuesta para eso."

"¿Entonces por qué? ¿Por qué ser Voldemort si ni siquiera lo hace


feliz? " La voz de Harry se rompió. Yo soy usted, yo estoy basado en
usted, ¡así que yo sé que el Profesor Quirrell no es solamente una
máscara! ¡Yo sé que él es alguien que usted podría haber sido
realmente! ¿Por qué no seguir siéndolo? Elimine la maldición del
Profesor de Defensa y sólo quédese aquí, use la Piedra Filosofal
para asumir la apariencia de David Monroe y permita que el Quirinus
Quirrell real sea libre, si se compromete a dejar de matar personas
juro que no le voy a contar a nadie quién es realmente, nada más
sea el Profesor Quirrell, ¡por siempre! Sus estudiantes lo van a
apreciar, los estudiantes de mi padre lo aprecian a él -"

El Profesor Quirrell se estaba carcajeando sobre el caldero mientras


lo revolvía. "Hay quizá quince mil magos viviendo en la Bretaña
Mágica, niño. Solía haber más. Hay una razón para que ellos teman
pronunciar mi nombre. ¿Me vas a perdonar eso porque te gustaron
mis lecciones de Batalla Mágica?"

Lo secundo, opinó el Hufflepuff interior de Harry. Seriamente, ¿qué


rayos?

Harry mantuvo su cabeza levantada, aunque estaba temblando. "No


me corresponde a mí perdonar cualquier cosa que usted haya
hecho. Sin embargo eso es mejor a otra guerra."

"Ja," replicó el Profesor de Defensa. "Si alguna vez encuentras un


Giratiempo capaz de regresar cuarenta años y que pueda alterar la
historia, asegurate de decirle eso a Dumbledore antes de que
rechace la petición de Tom Riddle como Profesor de Defensa.
Aunque por desgracia, me temo que el Profesor Riddle no habría
encontrado felicidad duradera dentro de Hogwarts."
" ¿Por qué no? "

"Porque habría seguido rodeado de idiotas, y no habría podido


matarlos," El Profesor Quirrell dijo apacible. "Matar a los idiotas es
mi más grande alegría en la vida, y te voy a agradecer que no
hables mal de esa costumbre hasta que la hayas intentado con tu
propia mano."

"Tiene que haber algo que lo haga más feliz que eso," Harry insistió,
su voz rota de nuevo. "Tiene que haberlo."

"¿Por qué?" preguntó el Profesor Quirrell. "¿Acaso hay alguna ley


científica que no haya encontrado todavía? Cuéntamela."

Harry abrió su boca, pero no pudo encontrar palabra alguna, tenía


que haber algo tenía que haber algo si tan sólo pudiera encontrar lo
que era correcto para decir -

"Y tú," prosiguió el Profesor Quirrell, "tampoco tienes derecho a


hablarme sobre la felicidad. La felicidad no es lo que tú consideras
precioso por encima de todo. Decidiste eso en el principio, desde el
mismo comienzo de este año, cuando el Sombrero Seleccionador te
ofreció Hufflepuff. De lo que estoy seguro, porque recibí una oferta y
advertencia similares hace muchos años, y la rechacé al igual que
tú. Más allá de esto hay poco para hablar, entre los Tom Riddle." El
Profesor de Defensa se giró hacia el caldero.

Antes de que Harry pudiera pensar en cualquier replica, el Profesor


Quirrell dejó caer la última campanula, y una explosión de burbujas
brillantes hirvió en la superficie del caldero.

"Creo que hemos terminado aquí," el Profesor Quirrell declaró. "Si


tienes más preguntas, tendrán que esperar."

Harry se puso de pie temblando; al tiempo que el Profesor Quirrell


cogió el caldero y derramó una enormemente ridícula cantidad de
líquido refulgente, más de lo que parecía necesario para llenar una
docena de calderos, sobre el fuego púrpura que protegía la puerta.
El fuego púrpura desapareció con un parpadeo.

"Ahora por el Espejo," anunció el Profesor Quirrell, y sacó la Capa


de Invisibilidad de entre su túnica, y la hizo caer flotando ante los
zapatos de Harry.

Nota de traductor (24 de Marzo de 2.020)

Ad hominem tu quoque puede traducirse como la falacia de la


hipocresía o de la inconsistencia personal. Como cuando alguien
dice que comer hamburguesas es malo para la salud, pero esa
misma persona come hamburguesas todo el tiempo; si bien eso
demuestra que la persona es hipócrita, eso no implica que las
hamburguesas sean saludables, sino que la persona carece del
auto-control suficiente.

El siguiente episodio está alrededor de las 5.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 27 de Marzo de 2.020 en y el 3
de Abril en mi blog y FNN.

Espero que todos estén tomando las medidas necesarias para


cuidarse durante esta crisis. Sean racionales.

Faltan 14 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Reflejos
Capítulo 109: Reflejos

Incluso el artefacto más grandioso puede ser derrotado por un


contra-artefacto que sea inferior, pero especializado.

Eso era lo que el Profesor de Defensa le había dicho a Harry, tras


haber arrojado la Verdadera Capa de Invisibilidad para que quedara
arremolinada en pliegues oscuros cerca de los zapatos de Harry.

El Espejo del Reflejo Perfecto tiene poder sobre lo que ahí se


refleja, y se afirma que ese poder es imbatible. Pero ya que la
Verdadera Capa de Invisibilidad produce una ausencia perfecta de
imagen, debería evadir ese principio en vez de confrontarlo.

Luego siguieron una serie de preguntas en Lengua Parsel


estableciendo que por ahora Harry no tenía la intención de hacer
algo estúpido o de intentar escapar, y más recordatorios de que el
Profesor Quirrell lo podía sentir y que tenía hechizos para detectar la
Capa y que tenía las vidas de cientos de estudiantes como rehenes
además de Hermione.

Entonces le ordenó a Harry que se pusiera la Capa, que fuera a


abrir la puerta que estaba más allá de los fuegos sofocados, y que
siguiera avanzando por esa puerta hasta la cámara final; mientras el
Profesor Quirrell se quedaba parado bien atrás, fuera de la vista de
esa puerta.

La última cámara estaba iluminada con suaves luces doradas, y las


paredes de piedra eran de un blanco más gentil que parecía ser
mármol.

En el centro del cuarto había un marco dorado simple y sin


ornamentos, y dentro del marco había un portal a otro cuarto de
iluminación dorada, que contenía una puerta que llevaba a otra
cámara de Pociones; eso fue lo que el cerebro de Harry le informó.
La transformación de luz del Espejo era tan perfecta que se requería
pensamiento consciente para deducir que el cuarto dentro del marco
no era más que un reflejo, y no un portal. (Aunque eso podría haber
sido más fácil de intuir si Harry no hubiese estado invisible, en ese
momento.)

El Espejo no tocaba el suelo; el marco dorado no tenía base. No


parecía que estuviera flotando; se veía como si estuviera fijo en ese
lugar, más sólido y con menos movimiento que las propias paredes,
como si estuviera clavado al marco de referencia del movimiento de
la Tierra.

"¿El Espejo está allí? ¿Se está moviendo?" llegó la voz demandante
del Profesor Quirrell desde la Cámara de Pociones.

" Esstá aquí, " Harry siseó como respuesta. " No sse mueve. "

Otra vez se oyó el tono demandante. "Da una vuelta y ponte detrás
del Espejo."

Desde atrás, el marco dorado parecía sólido, sin mostrar reflejo, y


Harry así lo comunicó en Lengua Parsel.

"Ahora quitate tu Capa," ordenó la voz del Profesor Quirrell todavía


desde el cuarto de Pociones. "Reporta de inmediato si el Espejo se
mueve para encararte."

Harry se quitó la Capa.

El Espejo siguió clavado al marco de referencia del movimiento de la


Tierra; y Harry reportó esto.

Poco después se produjo un siseo y un hervor, y un fénix ardiente


derritió la pared de mármol a espaldas de Harry, la luz del ambiente
del cuarto adquirió una tonalidad roja cuando entró. El Profesor
Quirrell llegó tras el fénix, saliendo del recién hecho corredor que
había sido perforado, sus zapatos negros formales sin daño alguno
a pesar de caminar sobre el suelo derretido que resplandecía con un
color rojo. "Bueno," el Profesor Quirrell declaró, "esa es una posible
trampa superada. Y ahora…" el Profesor Quirrell exhaló. "Ahora
vamos a pensar en posibles estrategias para retirar la Piedra del
Espejo, y tú las vas a ejecutar; pues prefiero no dejar que mi propia
imagen sea reflejada. Te doy una advertencia justa, esta es la parte
que será tediosa."

"¿Entonces este es un problema que usted no puede resolver con


Fuego Endemoniado?"

"Ja," dijo el Profesor Quirrell, e hizo un gesto.

El fénix ardiente se movió hacia adelante como un terror escarlata,


la luz roja lanzando sombras retorcidas sobre las paredes de
mármol restantes. Harry retrocedió de un brinco antes de que
pudiera pensar.

El aterrador fulgor rojo-oscuro se alejó del Profesor Quirrell, se lanzó


contra la dorada espalda del Espejo, y desapareció tan rápido como
tocó el oro.

Entonces el fuego se había ido, y el cuarto ya no estaba teñido de


escarlata.

No había ni un rasguño sobre la superficie dorada, ni brillo que


pudiera marcar la absorción del calor. El Espejo simplemente había
permanecido en su lugar, intocable.

Escalofríos bajaron por la espina dorsal de Harry. De haber estado


jugando Calabozos y Dragones y el Maestro del Calabozo hubiese
reportado ese resultado, Harry habría sospechado una ilusión
mental, y tirado el dado para dudar.

Sobre el centro de la espalda dorada había aparecido una


secuencia de runas que no pertenecían a ningún alfabeto conocido,
ausencias negras de luz en pequeñas líneas y curvas, organizadas
en fila de modo horizontal. Se le ocurrió el pensamiento a Harry de
que alguna ilusión de ocultación menor había sido consumida por el
Fuego Endemoniado, un encantamiento muy menor que había sido
añadido para evitar que los niños vieran esas letras…

"¿Cuán viejo es este Espejo?" Harry inquirió casi susurrando.

"Nadie lo sabe, Sr. Potter." El Profesor de Defensa estiró sus dedos


hacia las runas, una expresión como de reverencia sobre su rostro;
sin embargo sus dedos no llegaron a tocar el oro. "Aunque mi
suposición es la misma que la tuya, creo. Se cuenta, en ciertas
leyendas que podrían o no ser fabricadas, que este Espejo se refleja
a sí mismo perfectamente y por lo tanto su existencia es
absolutamente estable. Tan estable que el Espejo fue capaz de
sobrevivir cuando todas las demás cosas de la Atlántida
desaparecieron, y todas sus consecuencias cortadas del Tiempo.
Puede ver porque me pareció divertido cuando sugirió el uso del
Fuego Endemoniado." El Profesor de Defensa dejó caer su mano.

Incluso a pesar de todo lo ocurrido, Harry se sintió maravillado, si


eso era verdad. El marco dorado fulguraba lo mismo que antes, a
pesar de la revelación; pero lo podías imaginar en el pasado, muy
en el pasado, dentro de una civilización que había sido creada para
nunca existir… "¿Qué - hace el Espejo, exactamente?"

"Una pregunta excelente," congratuló el Profesor Quirrell. "La


respuesta está en las runas que están escritas detrás del marco
dorado del Espejo. Léelas para mí."

"No están en un alfabeto que yo reconozca. Se ven como arañazos


de pollo al azar dibujados por los elfos de Tolkien."

"Léelos de todos modos. No ess peligrosso. "

"Las runas dicen, noitilov detalo partxe tnere hoc ruoy tu becafruoy
ton wo hsi - " Harry se detuvo, sintiendo un hormigueo en su espina
dorsal.
Harry sabía lo que la runa noitilov significaba . Significa noitilov. Y la
siguiente runa decía detalo al noitilov hasta que llegaba al partxe,
luego mantenía la parte que era tanto tnere como hoc. Esa creencia
se sintió como conocimiento, como si hubiese podido responder 'Sí'
con confiada autoridad si alguien lo hubiese cuestionado con
respecto a si el ton wo era ruoy o becafruoy. Sólo que cuando Harry
intentaba relatar esos conceptos en forma de otros conceptos, se
quedaba en blanco.

"¿Comprendess el ssignificado de aquellass palabrass, niño?"

"No lo creo."

El Profesor Quirrell dejó escapar una suave exhalación, sus ojos no


se apartaron del marco dorado. "Me preguntaba si quizá las
Palabras de Falsa Comprensión podrían ser entendidas por un
estudiante de ciencia Muggle. Aparentemente no."

"Quizá -" Harry empezó.

¿En serio, Ravenclaw? lo cuestionó Slytherin. ¿Vas a hacer esto


justo AHORA?

"¿Quizá podría entender mejor las palabras si supiera más sobre el


Espejo?" comentó en voz alta la parte Ravenclaw de Harry, que
había asumido control directo.

Los labios del Profesor Quirrell se retorcieron. "Como ocurre con la


mayoría de las cosas antiguas, los eruditos han escrito tantas
mentiras que es difícil estar seguro de cualquier cosa a estas
alturas. Es definitivo que el Espejo es al menos tan antiguo como
Merlín, pues se sabe que Merlín lo usó como una herramienta.
También se sabe que tras su muerte, Merlín dejó instrucciones
escritas de que el Espejo no necesitaba ser sellado, a pesar de
tener ciertos poderes que normalmente podrían causar
preocupación. Escribió que, siendo que el Espejo había sido
fabricado minuciosamente para no destruir el mundo, sería más fácil
destruir el mundo usando un pedazo de queso."
Esta afirmación no le pareció a Harry totalmente tranquilizadora.

"Ciertos otros hechos sobre el Espejo son atestiguados por magos


famosos que fueron razonablemente escépticos, y cuya palabra se
ha demostrado es confiable. El poder más característico del Espejo
es crear otros planos alternos de la existencia, aunque estos planos
únicamente son tan grandes como lo que pueda verse dentro del
Espejo se sabe que las personas y otros objetos pueden ser
guardados allí adentro. Muchas autoridades afirman que sólo el
Espejo entre todas las magias posee una verdadera orientación
moral, aunque no estoy seguro del significado de eso en términos
prácticos. Yo tengo la expectativa que los moralistas llamen a la
Maldición Cruciatus con el adjetivo de 'malo' y al Encantamiento
Patronus con el adjetivo de 'bueno'; No puedo deducir lo que un
moralista pensaría que puede ser más moral que eso. Pero se
afirma, por ejemplo, que los fénix llegaron a nuestro mundo desde
un reino que fue evocado dentro de este Espejo."

Palabras como Carajo y otras que sus padres habrían considerado


un lenguaje inapropiado estaban corriendo por la cabeza de Harry,
no con mucha coherencia, mientras él contemplaba la espalda
dorada del Espejo.

"He recorrido el mundo y encontrado muchas historias que a


menudo no son escuchadas," explicó el Profesor Quirrell. "La
mayoría parecían ser mentiras, aunque algunas tenían una nota de
historia y no tanto de cuento. Sobre una pared de metal en un lugar
que nadie había visitado desde hace siglos, hallé una escritura que
afirmaba que algunos habitantes de la Atlántida previeron el final de
su mundo, y buscaron forjar un dispositivo de gran poder para
prevenir la catástrofe inevitable. Si ese dispositivo hubiese sido
completado, la historia afirma, se habría convertido en una
existencia de estabilidad absoluta que podía resistir el canalizar la
magia ilimitada para conceder deseos. Y también - se dice que esta
era la tarea mucho más difícil - el dispositivo de alguna manera sería
capaz de evitar las catástrofes inevitables que cualquier persona
cuerda esperaría como consecuencia de esa premisa. El aspecto
que encuentro interesante fue que, de acuerdo al relato escrito
sobre aquella lámina de metal, el resto de Atlantes ignoraron este
proyecto y siguieron con sus vidas. Era algo alabado como un noble
esfuerzo en público, pero casi todos los Atlantes encontraron cosas
más importantes para hacer que prestar ayuda. Incluso los Atlantes
nobles ignoraron el prospecto de que alguien aparte de ellos pudiera
obtener poder imbatible, si bien una persona con menos experiencia
en el cinismo podría haber esperado que eso llamara su atención.
Con relativamente poco apoyo, los pocos de los creadores de este
dispositivo trabajaron bajo condiciones que no eran dramáticamente
arduas, sino innecesariamente molestas. Eventualmente el tiempo
se acabó y la Atlántida fue destruida con el dispositivo muy lejos de
ser completado. Reconozco ciertos ecos de mi propia existencia que
uno usualmente no ve inventados en meros cuentos." Una mueca
en su seca sonrisa. "Pero quizá esa es meramente mi propia
preferencia sobre un cuento entre cientos de leyendas. Puedes
percibir, sin embargo, el eco de la afirmación de Merlín sobre cómo
los creadores del Espejo lo formaron para no destruir el mundo. Más
importante para nuestros propósitos, podría explicar por qué el
Espejo tendría la anteriormente desconocida capacidad que
Dumbledore o Perenelle parecen haber evocado, de mostrar a
cualquier persona que se pare delante una ilusión de un mundo en
que uno de sus deseos se ha hecho realidad. Es el tipo de
precaución sensata que uno podría imaginar que alguien pondría en
una creación que concede deseos y que evite que las cosas vayan a
salir terriblemente mal."

"Vaya," Harry murmuró, y lo dijo en serio. Esto era Magia con M


mayúscula, el tipo de Magia que aparecía en Así Que Tú Quieres
Ser Un Mago, no solamente una colección de cosas al azar que
violaban las leyes de la física y que podías hacer con una varita.

El Profesor Quirrell hizo un gesto hacia la espalda dorada. "La


propiedad final sobre la cual la mayoría de historias están de
acuerdo, es que cuales sean los medios para comandar el Espejo -
de esa Clave no hay reportes plausibles - las instrucciones del
Espejo no pueden ser elaboradas para reaccionar con las personas
individualmente. Así que no es posible para Perenelle ordenar al
Espejo, 'entrega la Piedra únicamente a Perenelle'. Dumbledore no
puede pedir, 'Sólo puedes dar la Piedra a aquel que desee dar la
Piedra a Nicolás Flamel'. En el Espejo hay una ceguera tan grande
que los filósofos la han llamado justicia ideal; debe tratar a todos los
que lo encaren con la misma regla, sin importar cuál sea la regla
que haya sido impuesta. Por lo tanto, debe haber alguna regla para
alcanzar la Piedra en donde se esconde y que cualquiera pueda
invocar. Y ahora puedes ver porque tú, el tan renombrado Niño-Que-
Vivió, deberá implementar cualquier estrategia que desarrollemos
entre los dos. Pues se dice que esta cosa posee una orientación
moral, y puede haber recibido comandos reflejando eso mismo. Soy
bastante consciente que en términos convencionales tú serías
catalogado como Bueno, mientras que yo sería llamado Malo." El
Profesor Quirrell sonrió, bastante sombrío. "Así que para nuestro
primer intento - aunque no el último, tenlo por seguro - vamos a ver
lo que el Espejo hace contigo al intentar tomar la Piedra para salvar
la vida de Hermione Granger y cientos de tus compañeros
estudiantes."

"Y la primera versión de ese plan," dedujo Harry, quien finalmente


había empezado a entender, "aquel que inventó el Viernes de mi
primera semana en Hogwarts, era que la Piedra fuera retirada por el
niño adorado de Dumbledore, el Niño-Que-Vivió, haciendo un noble
y altruista intento de salvar la vida de su agonizante educador de
Defensa, el Profesor Quirrell."

"Por supuesto," admitió el Profesor Quirrell.

Era un plan casi poético, Harry supuso, pero su apreciación de esa


elegancia se veía mermada por las circunstancias que lo rodeaban.

Entonces le vino otro pensamiento a Harry.

"Pues," Harry dijo. "Usted cree que este Espejo es una trampa para
usted -"
"No hay camino bajo los cielos que no lleve hacia esto como una
trampa."

"Eso significa, que es una trampa para el Señor Voldemort. Sólo que
no puede ser una trampa para él personalmente. Tiene que haber
una regla general subyacente, alguna cualidad general del Señor
Voldemort que la activa." Sin ser consciente, Harry estaba
frunciendo el ceño con fuerza hacia la espalda dorada del Espejo.

"En efecto," correspondió el Profesor Quirrell, quien había


comenzado a fruncir el ceño como Harry.

"Bueno, en el primer Jueves de este año, el loco Director


Dumbledore, a quien yo acababa de ver incinerar una gallina, me
informó que yo no tenía oportunidad de penetrar su corredor
prohibido, puesto que yo desconocía el hechizo Alohomora. "

"Ya veo, " dijo el Profesor Quirrell. "Oh, vaya. Desearía que hubieras
pensado en mencionar eso mucho antes."

Ninguno de ellos necesitaba pronunciar en voz alta lo que era obvio,


que ese poco de psicología inversa-inversa había asegurado con
éxito que Harry se mantuviera siempre lejos del corredor prohibido
de Dumbledore.

Harry seguía concentrándose. "¿Usted cree que Dumbledore


sospecha que yo soy, en términos de él, un horrocrux del Señor
Voldemort, o más generalmente, que algunos aspectos de mi
personalidad fueron copiados del Señor Voldemort?" El mismo
momento en que Harry preguntó eso en voz alta, se dio cuenta de
que era una pregunta tonta, y de cuánta evidencia completamente
evidente ya había visto que -

"No es posible que Dumbledore no lo haya visto," declaró el


Profesor Quirrell. "No es exactamente sutil. ¿Qué otra cosa podría
pensar Dumbledore, que eres un actor en una obra de teatro cuyo
estúpido autor nunca conoció a un niño de once años de verdad?
Únicamente un palurdo analfabeta podría creer eso - ah, no
importa."

Los dos quedaron en silencio y con la mirada fija sobre el Espejo.

Finalmente el Profesor Quirrell suspiró. "Me temo que he sido más


inteligente que yo mismo. Ni tú ni yo nos atrevemos a ser reflejados
en este Espejo. Supongo que tengo que comandar a la Profesora
Sprout para que deshaga mi Desmemorización del Sr. Nott y la
Señorita Greengrass… Verás, la otra gran dificultad del Espejo es la
regla de que trata a quienes se reflejan ignorando las fuerzas
externas, tales como las Memorias Falsas o el Encantamiento
Confundus. El Espejo sólo refleja las fuerzas que surgen de la
propia persona, los estados mentales que tienen por elección
propia; así se cuenta en diversos lugares. Por eso es que hice que
el Sr. Nott y la Señorita Greengrass creyeran historias diferentes
sobre por qué la extracción de la Piedra era necesaria, listos para
aparecer frente a este Espejo." El Profesor Quirrell frotó el puente
de su nariz. "Construí otras historias para otros estudiantes,
preparados por mí para ser puestos en movimiento con el detonador
correcto… pero al irse acercando este día, empecé a sentir
pesimismo sobre el proyecto. Tanto Nott como Greengrass seguían
pareciendo dignos de ser usados, si no se nos ocurre algo mejor.
Aunque me pregunto si Dumbledore ha intentando construir este
acertijo para que resista específicamente el ingenio de Voldemort.
Me pregunto si podría haber tenido éxito. Si elaboras un plan
alternativo que yo apruebe lo suficiente como para intentar, prometo
que cual ssea el peón que yo envíe no sserá lasstimado por mí, ni
hoy ni nunca; ni piensso romper essa promessa . Y te vuelvo a
recordar que tengo rehenes en caso de que yo fracase, tanto la
Señorita Granger como los demás."

Una vez más se quedaron viendo el Espejo en silencio, el Tom


Riddle mayor y el más joven.

"Sospecho, Profesor," Harry habló tras un rato, "que todas sus


hipótesis basadas sobre la necesidad de que alguien necesite
querer la Piedra por razones buenas y honestas está equivocada. El
Director no pondría una regla para retirar como esa."

"¿Por qué?"

"Porque Dumbledore sabe cuán fácil es terminar creyendo que


estás haciendo lo correcto cuando en realidad no es así. Sería la
primera posibilidad que él imaginaría."

"¿Ess verdad o engaño lo que esscuchó?"

" Esstoy ssiendo honessto, " Harry respondió.

El Profesor Quirrell asintió. "Entonces tu punto es bien recibido."

No estoy del todo seguro de que este acertijo tenga solución," Harry
dijo. "Nada más poner una regla como, tu mano izquierda debe
sostener una pequeña pirámide azul y dos pirámides rojas grandes,
y tu mano derecha debe estar dando mayonesa a un hámster -"

"No," el Profesor Quirrell lo interrumpió. "No, no lo creo. Las


leyendas no son claras con relación a qué tipo de órdenes pueden
ser dadas, sin embargo creo que debe tener algo que ver con la
intención original del Espejo - debe tener algo que ver con los más
profundos deseos y anhelos que surgen desde el interior de la
persona. Meterle mayonesa a un hámster no calificaría como eso,
para la mayoría de las personas."

"Ah," Harry dijo. "Quizá la regla es que la persona no debe querer


usar la Piedra para nada - no, eso es demasiado fácil, la historia que
le dio al Sr. Nott lo resuelve."

"En algunas cosas puedes comprender a Dumbledore mejor que


yo," habló el Profesor Quirrell. "Así que ahora te pregunto: ¿cómo
usaría Dumbledore su noción de aceptación de la muerte para
proteger esta Piedra? Porque eso por encima de todas las cosas él
cree que yo no lo puedo comprender, y no está muy equivocado al
respecto."
Harry consideró esto por un tiempo, pensando varias ideas que
luego tenía que descartar. Y luego, habiendo pensado en algo,
Harry consideró permanecer en silencio… antes de caer en cuenta
de las partes obvias de las conversaciones futuras donde el
Profesor Quirrell le preguntaba en Lengua Parsel si se le había
ocurrido algo.

Con reluctancia, Harry habló. "¿Dumbledore creería que este Espejo


puede alcanzar la vida después de la muerte? ¿Puede guardar la
Piedra dentro de algo que él crea es la vida después de la muerte,
por lo que solamente las personas que creen en la vida después de
la muerte la podrán ver?"

"Mmm…" El Profesor Quirrell dijo. "Posiblemente… sí, hay una


cierta plausibilidad en ello. Usando esta programación del Espejo
para mostrar a las personas los deseos de su corazón… Albus
Dumbledore se vería a sí mismo reunido con su familia. Se vería
unido con ellos en la muerte, queriendo él morir y no que ellos
volvieran a la vida. Su hermano Aberforth, su hermana Ariana, sus
padres Kendra y Percival… sería Aberforth a quien Dumbledore
entregaría la Piedra, creo. ¿Reconocería el Espejo que Aberforth en
particular fue el que recibió la Piedra? ¿O serviría el familiar muerto
de cualquier persona, si esa persona cree que el espíritu de su
familia les va a devolver la Piedra?" El Profesor Quirrell estaba
caminando describiendo un pequeño círculo, manteniéndose bien
lejos de Harry y el Espejo al moverse. "Sin embargo esta
únicamente es una idea. Vamos a desarrollar otra."

Harry empezó a tocar su mejilla con un dedo, luego se detuvo


abruptamente al darse cuenta de dónde había aprendido ese gesto.
"¿Qué tal si Perenelle es la que guardó la Piedra allí? Tal vez ella
programó el Espejo para dar la Piedra sólo a la persona que la puso
allí originalmente."

"Perenelle ha vivido durante tanto tiempo porque conoce sus


limitaciones," explicó el Profesor Quirrell. "Ella no sobrestima su
propio intelecto, no es orgullosa, de lo contrario ya habría perdido la
Piedra desde hace mucho. Perenelle no intentaría pensar en una
buena regla para el Espejo ella misma, no cuando el Maestro Flamel
puede dejar ese asunto en las más sabias manos de Dumbledore…
pero la regla de regresar la Piedra únicamente a aquel que recuerde
haberla guardado, también funciona si fue el propio Dumbledore
quien guardó la Piedra. Sería una regla difícil de romper, ya que
simplemente no puedo usar Confundus sobre alguien más para que
crea que guardó la Piedra allí… tendría que crear una Piedra falsa, y
un Espejo falso, y arreglar el drama…" Ahora el Profesor Quirrell
estaba frunciendo el ceño. "Sin embargo eso aún es algo que
Dumbledore imaginaría a Voldemort como capaz de arreglar, con el
tiempo suficiente. De ser posible, Dumbledore quisiera hacer que la
clave del Espejo fuera un estado mental que él crea que yo no
puedo arreglar en un peón - o una regla que Dumbledore crea que
Voldemort nunca podrá comprender, como una regla que tenga que
ver con la aceptación de la propia muerte. Por eso es que considere
tu idea previa como plausible."

Entonces Harry tuvo una idea.

No estaba seguro de que fuera una buena idea.

… no que Harry tuviera muchas opciones aquí.

"Tengo una idea," Harry declaró. "No estamos seguros de lo que es


necesario para retirar la Piedra. Pero una condición suficiente
debería involucrar a Albus Dumbledore, o quizá a alguien más, en
un estado mental donde esa persona cree que el Señor Oscuro ha
sido derrotado, que la amenaza ha terminado, y que es tiempo de
retirar la Piedra para devolverla a Nicolás Flamel. No estamos
seguros de cuál parte del estado mental de esa persona, digamos
Dumbledore, será la parte necesaria que él cree que el Señor
Voldemort no puede comprender o duplicar; pero bajo aquellas
condiciones todo el estado mental de Dumbledore será suficiente. "

"Razonable," comentó el Profesor Quirrell. "¿Y?"

"La estrategia correspondiente," Harry explicó cuidadosamente, "es


imitar el estado mental de Dumbledore bajo aquellas condiciones,
con tanto detalle como sea posible, estando frente al Espejo. Y este
estado mental debe ser producido por fuerzas internas, no
externas."

"Aunque cómo vamos a lograr eso sin Legeremancia o el


Encantamiento Confundus, pues ambas serían ciertamente fuerzas
externas - ja. ya veo. " Los ojos de hielo pálido del Profesor Quirrell
se pusieron afilados de repente. "Estás sugiriendo que yo use
Confundus sobre mí mismo, así como tú te atacaste a ti mismo en tu
primer día en Batalla Mágica. Así será una fuerza interna y no una
fuerza externa, un estado mental que proviene de mis propias
elecciones. Dime si hiciste esta sugerencia con la intención de
ponerme una trampa, niño. Háblame en Lengua Parsel."

" Mi mente a la que ussted pidió disseñar una esstrategia quizá


podría esstar influenciada por tal intención - ¿quién lo puede
ssaber? Ssabía que ussted iba a ssosspechar, y hacer essta
pregunta. La decissión es ssuya, maesstro. No ssé nada que ussted
no ssepa, ssobre ssi essto puede acabar con ussted atrapado. No
diga que ess una traición de mi parte ssi ussted elige hacer essto
por decissión propia, y fracassa. " Harry sintió un fuerte impulso por
sonreír, y lo suprimió.

"Encantador," opinó el Profesor Quirrell, quien estaba sonriendo.


"Supongo que hay algunas amenazas creadas por una mente
inventiva que ni siquiera la interrogación en Lengua Parsel puede
neutralizar."

Harry se puso la Capa de Invisibilidad, por ordenes del Profesor


Quirrell, para evitar que aquel que sse iba a convencer a ssí missmo
de que era el jefe de esscuela lo fuera a ver, como expresó el
Profesor Quirrell en Lengua Parsel.

"Usando la Capa o no, tú también te vas a quedar en alcance de


rango del espejo," el Profesor Quirrell determinó. "Si surge un
torrente de lava, tú también te vas a quemar. Siento que ese tipo de
simetría es bastante válida."

El Profesor Quirrell apuntó a un lugar cercano a la puerta por la que


él había entrado al cuarto, delante del Espejo. Harry, con la Capa
puesta, fue hacia donde señaló el Profesor Quirrell, y no discutió.
Cada vez más Harry tenía menos claro si la muerte de los dos
Riddles sería realmente algo malo, incluso si eso implicaba la
muerte de cientos de estudiantes. A pesar de todas las buenas
intenciones de Harry, a la hora de la verdad había demostrado ser
casi un completo idiota, y el regreso del Señor Voldemort era una
amenaza para el mundo entero.

(De todos modos, Harry no se imaginaba a Dumbledore haciendo lo


de la lava. Dumbledore probablemente estaba lo suficientemente
enojado con Voldemort como para hacer a un lado su restricción
usual, sin embargo la lava no iba a detener por completo a una
entidad que Dumbledore creía era un alma incorpórea.)

Luego el Profesor Quirrell adelantó su varita, y un círculo


resplandeciente apareció alrededor del suelo donde estaba parado
Harry. Esto, el Profesor Quirrell explicó, pronto se convertiría en un
Gran Círculo de Ocultación, gracias al cual nada dentro del círculo
podría ser oído o visto desde el exterior. Harry no sería capaz de
hacerse aparente a sí mismo para el falso Dumbledore al quitarse la
Capa, ni gritando.

"Tú no vas a cruzar este círculo una vez que se haya activado," el
Profesor Quirrell afirmó. "Eso causaría que toques mi magia, y
mientras yo esté bajo el Confundus podría no recordar cómo
detener la resonancia que nos destruiría a ambos. Y además, como
no quiero que arrojes tus zapatos o algo así -" el Profesor Quirrell
hizo otro gesto, y dentro del Gran Círculo de Ocultación, un ligero
brillo apareció en el aire, una forma englobada de distorsión. " Essta
barrera va a explotar ssi ess tocada, por ti o cualquier cossa
material. La resonancia podría atacarme después, pero tú estarás
muerto. Ahora dime en Lengua Parsel que no tienes la intención de
cruzar este círculo o quitarte tu Capa o hacer cualquier cosa
impulsiva o estúpida. Dime que vas a esperar aquí en silencio, bajo
la Capa, hasta que haya terminado."

Esto repitió Harry.

Luego la túnica del Profesor Quirrell se volvió negra y con bordes


dorados, una túnica como la que Dumbledore podría haber usado
en una ocasión formal; y el Profesor Quirrell apuntó su propia varita
a su cabeza.

El Profesor Quirrell permaneció quieto por un largo tiempo, aún


sosteniendo su varita contra su cabeza. Sus ojos estaban cerrados
por la concentración.

Y luego el Profesor Quirrell pronunció, " Confundus. "

De inmediato la expresión del hombre ahí parado cambió; parpadeó


un par de veces como si estuviera confundido, bajando su varita.

La cautela siempre esparcida en el rostro del Profesor Quirrell había


desaparecido; sin ningún cambio visible sus ojos parecían más
viejos, las pocas arrugas en su cara ahora eran más llamativas.

Sus labios mostraban una sonrisa triste.

Sin prisa, el hombre avanzó en silencio hacia el Espejo, como si


tuviera todo el tiempo del mundo.

Penetró dentro del rango de reflejo del Espejo sin que nada
ocurriera, y miró fijamente la superficie.

Lo que el hombre podría estar viendo allí, Harry no lo sabía; para


Harry parecía que la lisa, perfecta superficie seguía reflejando el
cuarto, como si fuera un portal a otro lugar.

"Ariana," suspiró el hombre. "Madre, padre. Y tú, mi hermano, está


hecho."

El hombre siguió ahí quieto, como si estuviera escuchando.


"Sí, hecho," el hombre habló. "Voldemort vino frente a este Espejo, y
quedó atrapado por el método de Merlín. Ahora no es más que otro
horror sellado."

Otra vez la quietud y la escucha.

"Desearía que te pudiera obedecer, mi hermano, pero es mejor de


este modo." El hombre inclinó su cabeza. "Su muerte le ha sido
negada, por siempre; esa venganza es bastante terrible."

Harry sintió una punzada, al observar esto, una sensación de que


esto no era lo que Dumbledore podría haber dicho, parecía más
como un espantapájaros, un estereotipo sin contenido… aunque
desde luego este tampoco era el espíritu real de Aberforth, este era
quien el Profesor Quirrell había imaginado que Dumbledore
imaginaba que Aberforth era, y esa imagen doblemente reflejada de
Aberforth no iba a darse cuenta de que hubiera algo inusual…

"Es hora de regresar la Piedra Filosofal," dijo el hombre que


pensaba que era Dumbledore. "Ahora debe volver a la posesión del
Maestro Flamel."

Quietud y escucha.

"No," rechazó el hombre, "El Maestro Flamel la ha mantenido a


salvo durante tantos años de todos los que han codiciado la
inmortalidad, y creo que estará más segura en sus manos… no,
Aberforth, yo creo que sus intenciones son buenas."

Harry no podía controlar la tensión que lo estaba recorriendo como


un cable de corriente eléctrica; estaba teniendo problemas para
respirar. Imperfecto, El Encantamiento Confundus del Profesor
Quirrell había sido imperfecto. La subyacente personalidad del
Profesor Quirrell se estaba filtrando y haciendo la pregunta obvia,
por qué estaba bien para el propio Nicolás Flamel tener la Piedra si
la inmortalidad era tan horrenda. Incluso si el Profesor Quirrell tenía
el concepto de que Dumbledore era ciego ante esa pregunta, el
Profesor Quirrell no había incluido una cláusula en el Confundus
estableciendo que la imagen de Aberforth hecha por Dumbledore no
iba a considerar eso; y en últimas todo eso no era más que un
reflejo de la propia mente del Profesor Quirrell, una imagen desde el
intelecto interno de Tom Riddle…

"¿Destruirla?" dijo el hombre. "Quizá. No estoy seguro de que pueda


ser destruida, o el Maestro Flamel ya lo habría hecho desde hace
mucho. Creo que, muchas veces, él se ha arrepentido de haberla
fabricado… Aberforth, yo se lo prometí, y nosotros mismos no
somos tan antiguos o sabios. La Piedra Filosofal debe regresar a la
mano protectora que la fabricó."

Y el aliento de Harry se detuvo.

El hombre estaba sosteniendo un pedazo irregular de vidrio


escarlata dentro de su mano izquierda, tal vez del mismo tamaño
que el falange superior del dedo pulgar de Harry. La pulida
superficie del vidrio escarlata la hacía parecer mojada; tenía la
apariencia de sangre, suspendida en el tiempo y convertida en una
superficie áspera.

"Gracias, mi hermano," el hombre dijo en voz baja.

¿Ese es el aspecto de la Piedra? ¿Acaso el Profesor Quirrell sabe


cuál es el verdadero aspecto de la Piedra? ¿El Espejo va a entregar
la Piedra real bajo estas circunstancias, o fabricar una imitación y
entregar eso?

Y luego -

"No, Ariana," el hombre habló, sonriendo con gentileza, "Me temo


que debo irme ya. Se paciente, querida hermana, pronto será el
momento en que nos unamos de verdad… ¿por qué? Vaya, no
estoy seguro de por qué debo irme… cuando tenga la Piedra debo
alejarme un paso del Espejo y esperar a que el Maestro Flamel me
contacte, aunque no estoy seguro de por qué debo alejarme del
Espejo para hacer eso…" El hombre suspiró. "Ah, me estoy
haciendo viejo. Es bueno que esta terrible guerra haya terminado
cuando lo hizo. Supongo que no hay daño alguno en que hable
contigo por un rato, mi querida hermana, si así lo deseas."

Un dolor de cabeza estaba empezando detrás de los ojos de Harry;


alguna parte de Harry estaba intentando enviar un mensaje
informando que desde hace rato no respiraba, pero nadie estaba
escuchando. Imperfecto, el Encantamiento Confundus del Profesor
Quirrell había sido imperfecto, La imagen de Ariana que tenía el
Dumbledore imaginado por el Profesor Quirrell quería hablar con
Dumbledore, y quizá no quería esperar porque el Profesor Quirrell
sabía en algún nivel interno que realmente no había vida después
de la muerte, y el impulso implantado con anterioridad de irse tras
conseguir la Piedra no era capaz de superar los argumentos de
Riddle-Ariana…

Y luego Harry se volvió a poner muy calmado. Empezó a respirar de


nuevo.

Como fuera, no había mucho que Harry pudiera hacer al respecto.


El Profesor Quirrell había evitado que Harry pudiera intervenir;
bueno, el Profesor Quirrell era bienvenido a cosechar las
consecuencias de esa decisión. Si las consecuencias también iban
a afectar a Harry, pues que así fuera.

El hombre que pensaba que era Dumbledore estaba asintiendo con


paciencia casi siempre, a veces le respondía a su querida hermana.
A veces el hombre lanzaba una mirada inquieta hacia un lado; como
si sintiera un fuerte impulso por irse, aunque suprimió ese impulso
con la gran paciencia y amabilidad y preocupación por su hermana
que el Profesor Quirrell imaginó que Albus Dumbledore tenía.

Harry vio el instante en que el Confundus se acabó, y la expresión


del hombre cambió, volviéndose otra vez la cara del Profesor
Quirrell.

Y en el mismo instante el Espejo cambió, ya no mostraba el reflejo


del cuarto para Harry, sino que mostraba la forma del Albus
Dumbledore real, como si estuviera de pie justo detrás del Espejo y
visible a través del objeto.

El rostro del verdadero Dumbledore era severo, y sombrío.

"Hola, Tom," saludó Albus Dumbledore.

Nota de traductor (27 de Marzo de 2.020)

Además de doblar mi ritmo de escritura para HPMOR, estoy


aprovechando la cuarentena para ver el anime de Haikyuu! No
había considerado que me pudiera gustar tanto el Voleyball. Anoche
me vi la película de KonoSuba! Legend of Crimson y voy como a la
mitad de la serie de Bunny Girl Senpai . También he tomado un
montón de fotos para Instagram, sobretodo de los tres gatos y perro
con los que convivo. También estoy viendo Lucifer (Tom Ellis es
genial), y otros tantos programas de televisión. Estoy haciendo más
ejercicio y procurando dormir mejor.

Espero no ser el único que se está quedando sin ideas de cómo


ocupar el tiempo.

El siguiente episodio está alrededor de las 2.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el Domingo 29 de Marzo de 2.020
en y el 5 de Abril en mi blog y FNN.

Faltan 13 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Reflejos Parte 2
Capítulo 110: Reflejos, Parte 2

La sombría cara de Albus Dumbledore apenas duró un instante


antes de volverse una expresión de desconcierto. "¿Quirinus? Qué -
"

Y luego hubo una pausa.

"Bueno," declaró Albus Dumbledore. "Me siento como un estúpido."

"Esperaba que fuera así," el Profesor Quirrell dijo despreocupado; si


se había sorprendido al haber sido atrapado, no lo demostró. Un
movimiento casual de su mano regresó su túnica de vuelta a la del
Profesor.

La sombría expresión de Dumbledore había regresado y con el


doble de fuerza. "Ahí estaba yo, buscando por todos lados la
sombra de Voldemort, sin darme cuenta en ningún momento que el
Profesor de Defensa de Hogwarts está enfermo, una víctima medio
muerta poseída por un espíritu más poderoso que él mismo. Diría
que es senilidad, de no ser porque muchos otros tampoco lo vieron."

"Cierto," replicó el Profesor Quirrell. Levantó sus cejas. "En serio,


¿soy tan difícil de reconocer sin mis brillantes ojos rojos?"

"Oh, ciertamente," Albus Dumbledore dijo con voz controlada. "Tu


actuación fue perfecta; confieso que me engañaste por completo.
Quirinus Quirrell parecía - ¿cuál es el término que estoy buscando?
Ah sí, esa es la palabra. Él parecía cuerdo."

El Profesor Quirrell se carcajeó; para todo el mundo habría parecido


que ambos solamente estaban teniendo una conversación casual.
"Yo nunca estuve loco, sabes. El Señor Voldemort no fue más que
otro juego para mí, lo mismo que el Profesor Quirrell."
Albus Dumbledore no parecía estar disfrutando una conversación
casual. "Pensé que podrías decir eso. Lamento informarte, Tom, que
cualquiera que sea capaz de actuar la parte de Voldemort es
Voldemort."

"Ah," argumentó el Profesor Quirrell, levantando un dedo


amonestador. "Hay un vacío legal en ese razonamiento, anciano.
Cualquiera que actúe la parte de Voldemort debe ser lo que los
moralistas llaman 'malo', en eso estamos de acuerdo. Sin embargo
mi verdadero yo es enteramente, absolutamente, irremediablemente
malvado de una manera más interesante y diferente a la que estaba
pretendiendo ser con Voldemort -"

"Resulta," Albus Dumbledore dijo con severidad, "que no me


importa."

"Entonces debes creer que te vas a librar pronto de mí," concluyó el


Profesor Quirrell. "Que interesante. Mi existencia inmortal depende
en descubrir qué trampa has activado, y encontrar un modo de
escapar, tan pronto como sea posible." El Profesor hizo una pausa.
"Pero antes pasemos a una charla sobre otros asuntos que nos
demore aunque no tenga sentido. ¿Cómo es que estabas
esperando dentro del Espejo? Pensé que estarías en otro lugar."

"Estoy allí," Albus Dumbledore contestó, "y también dentro del


Espejo, para tu mala suerte. Yo siempre he estado aquí, todo el
tiempo."

"Ah," repuso el Profesor Quirrell, y suspiró. "Entonces supongo que


mi pequeña distracción fue para nada."

Y Albus Dumbledore ya no pudo contener su ira. " ¿Distracción? "


rugió Dumbledore, sus ojos de zafiro estrechos por la furia. "
¡Asesinaste al Maestro Flamel como distracción? "

El Profesor Quirrell se mostró consternado. "Estoy herido por la


injusticia de tu acusación. No fui yo quien mató al que tú conoces
como Flamel. Simplemente le di la orden a alguien más."
" ¿Cómo pudiste? Incluso tú, ¿cómo pudiste? ¡Él era la biblioteca de
nuestros conocimientos antiguos! ¡Secretos que tú has hecho que la
hechicería pierda por siempre! "

Ahora la sonrisa del Profesor Quirrell era afilada. "Sabes, todavía no


comprendo cómo tu retorcida mente puede considerar aceptable
que Flamel fuera inmortal, pero cuando yo intento hacer lo mismo
me convierto en un monstruo."

"¡El Maestro Flamel nunca descendió en la inmortalidad! Él -"


Dumbledore se ahogó. "Él únicamente se había quedado despierto
cuando llegó su hora de dormir, por el bien de los demás, a través
de su largo, largo día -"

"No sé si puedes recordar esto," el Profesor Quirrell lo interrumpió,


con voz frívola, "¿pero recuerdas ese día en tu oficina con Tom
Riddle? ¿Aquel día donde te supliqué, donde me puse de rodillas y
te supliqué, que me presentaras a Nicolás Flamel para que yo le
pudiera pedir ser su aprendiz, para algún día hacer la Piedra
Filosofal por mí mismo? Ese fue mi último intento de ser una buena
persona, si tienes curiosidad. Me dijiste que no, y me diste un
discurso sobre cuán indigno era tener miedo de la muerte. Me fui de
tu oficina amargado y furioso. Concluí que si de todos modos me
iban a llamar malvado, nada más por no querer morir, entonces
sería realmente malvado; y un mes después maté a Abigail Myrtle
para perseguir la inmortalidad por cualquier medio necesario. Aún sí
yo sabía más sobre Flamel, me quedé bastante perturbado por tu
hipocresía; y por esa razón te torturé a ti y a los tuyos más de lo que
habría hecho de otro modo. A menudo sentí que debías saber esto,
sin embargo nunca tuvimos la oportunidad de hablar con
franqueza."

"Me rehúso," habló Albus Dumbledore, cuya mirada no vaciló. "No


acepto ni la más mínima pizca de responsabilidad por lo que tú te
convertiste. Eso fue totalmente, completamente, el resultado de tu
persona y tus propias decisiones."
"No me sorprende escuchar tus palabras," alegó el Profesor Quirrell.
"Bueno, ahora tengo curiosidad de saber cuáles responsabilidades
aceptas. Tienes acceso a algún poder inusual de Adivinación; al
menos eso lo deduje hace tiempo. Hiciste demasiados movimientos
sin sentido, y los caminos por los que esos movimientos funcionaron
a tu favor fueron demasiado ridículos. Así que dime. ¿Sabías por
adelantado el resultado, de esa noche en la Víspera de todos los
Muertos cuando fui vencido por un tiempo?"

"Lo sabía," respondió Albus Dumbledore, ahora su voz era fría y


baja. "Por eso, yo acepto la responsabilidad, que es algo que tú
nunca vas a comprender."

"Hiciste que Severus Snape pudiera escuchar la Profecía que me


trajo a mí."

"Permití que sucediera," admitió Albus Dumbledore.

"Y ahí estaba yo, todo emocionado al haber obtenido finalmente mi


propio conocimiento del futuro." El Profesor Quirrell sacudió su
cabeza como si estuviera triste. "Así que el gran héroe Dumbledore
sacrificó a sus ignorantes peones, Lily y James Potter, meramente
para hacerme desaparecer por unos cuantos años."

Los ojos de Albus Dumbledore eran como piedras. "James y Lily


habrían muerto voluntariamente, si lo hubiesen sabido."

"¿Y el pequeño bebé?" el Profesor Quirrell dijo. "Me parece dudoso


que los Potter hubiesen estado contentos con dejarlo en el camino
de Quien-Tú-Sabes.

Apenas y podías ver un respingo. "El Niño-Que-Vivió resultó


bastante bien. ¿Intentaste hacerlo como tú, ¿no es así? En cambio
te convertiste a ti mismo en un cadáver, y Harry Potter se volvió el
mago que tú tendrías que haber sido." Se produjo el resplandor
usual tras los anteojos de media luna de Dumbledore, un pequeño
brillo en aquellos ojos. "Toda la helada llama de Tom Riddle,
domada al servicio del tierno amor de James y Lily. ¿Cómo te
sentiste cuando viste lo que Tom Riddle podría haber sido, de haber
crecido dentro de una familia amorosa?"

Los labios del Profesor Quirrell se arquearon. "Me quedé


sorprendido, incluso conmocionado, por las abismales
profundidades de la ingenuidad del Sr. Potter."

"Supongo que no puedes ver el humor de la situación." Fue


entonces, finalmente, cuando Albus Dumbledore sonrió. "¡Cómo me
reí cuando lo entendí! Cuando vi que habías hecho un Voldemort
Bueno para oponerte al malvado - ah, ¡cómo me reí! Nunca tuve el
acero para mi roI, pero Harry Potter lo tendrá de sobra, cuando
alcance su máximo poder." La sonrisa de Albus Dumbledore
desapareció. "Aunque supongo que Harry tendrá que buscar algún
otro Señor Oscuro al cual vencer, ya que tú no vas a estar allí."

"Ah, sí. Eso." El Profesor Quirrell intentó alejarse del Espejo


caminando, y pareció detenerse justo antes de alcanzar el punto
donde el Espejo ya no lo iba a reflejar, de haberlo estado reflejando.
"Interesante."

Dumbledore mostró una fría sonrisa. "No, Tom. No vas a ir a ningún


lado."

El Profesor Quirrell asintió. "¿Qué es lo que has hecho,


exactamente?"

"Has rehusado la muerte," explicó Dumbledore, "y si destruyo tu


cuerpo, tu espíritu seguirá rondando, como un animal tonto que no
puede entender cuando le dicen que se vaya. Por lo que te voy a
enviar por fuera del Tiempo, a un instante congelado del cual ni yo
ni nadie te puede hacer regresar. Quizá Harry Potter será capaz de
hacerte regresar algún día, si la profecía es correcta. Podría desear
discutir contigo sobre quién es el culpable de la muerte de sus
padres. Para ti no será más que un instante - si es que llegas a
regresar. Como sea, Tom, te deseo lo mejor en ese instante."
"Mmm," replicó el Profesor Quirrell. El Profesor de Defensa había
pasado a un lado de donde estaba parado Harry, observando mudo
y con algo de horror, únicamente para volver a quedar paralizado al
otro borde del espejo. "Como sospeché. Estás usando el viejo
método de sellado de Merlín, que el relato de Topherius Chang
llama el Proceso del Sin Tiempo. Si la leyenda es verdadera, ni
siquiera tú puedes detener el proceso, pues ha pasado mucho
desde que se activó."

"En efecto," comentó Albus Dumbledore. Sin embargo sus ojos se


pusieron cautelosos de repente.

Y Harry, de pie al lado derecho de la puerta, esperando con


silencioso y controlado terror, lo pudo sentir en el aire; pudo sentir la
sensación de una presencia reuniéndose dentro del campo del
Espejo. Algo más extraterrestre que la magia, todo sobre lo que eso
fuera era incomprehensible excepto por el hecho de su rareza y el
hecho de su poder. Había empezado lento pero ahora estaba
creciendo más rápido, esa presencia.

"Sin embargo aún podrías revertir el efecto, si las palabras de


Chang son ciertas," propuso el Profesor Quirrell. "La mayoría de los
poderes del Espejo son duales, de acuerdo a la leyenda. Así que
podrías hacer desaparecer lo que está en el otro lado del Espejo.
Enviarte a ti mismo, en vez de a mí, dentro de ese instante
congelado. Si lo deseas, claro."

"¿Y por qué haría eso?" La voz de Albus Dumbledore era dura.
"¿Supongo que vas a decirme que tienes rehenes? Eso fue fútil,
Tom, ¡ tonto! ¡Completo tonto! Debiste saber que no te daría nada
sin importar cuántos rehenes hayas tomado."

"Siempre estuviste un paso detrás de mí," afirmó el Profesor


Quirrell. "Permite presentarte a mi rehén."

Otra presencia invadió el aire alrededor de Harry, una sensación de


dolor recorrió su carne cuando la magia del otro Tom Riddle pasó
muy cerca de su piel. La Capa de Invisibilidad le fue arrebatada, y el
brillante fondo negro de la Capa se alejó de él, a través del aire.

El Profesor Quirrell la cogió, y con un ágil movimiento se la puso


encima; en menos de un segundo se había acomodado la capucha
de la Capa sobre su cabeza y desapareció.

Albus Dumbledore se tambaleó, como si le hubiesen removido un


soporte esencial bajo sus pies.

"Harry Potter," el Director exhaló. " ¿Qué estás haciendo aquí? "

Harry miró fijamente la imagen de Albus Dumbledore, sobre cuyo


rostro estaban en guerra la conmoción y el desmayo total.

La culpa y la vergüenza fueron demasiado, demasiado, golpeando a


Harry todo al mismo tiempo, y pudo sentir que la presencia
incomprehensible alcanzaba su punto máximo a su alrededor. Sin
que se lo dijeran Harry supo que ya no le quedaba más tiempo, y
que estaba acabado.

"Es mi culpa," Harry se despidió con mermada voz, sin saber cuál
parte de él se había apoderado de su garganta ante el extremo final.
"Fui un estúpido. Siempre fui un estúpido. No me debe rescatar.
Adiós."

"Vaya, miren eso," cantó la voz del Profesor Quirrell desde el aire
vacío, "Parece ser que ya no tengo un reflejo."

"No," gritó Albus Dumbledore. "¡No, no, NO! "

Salida de la manga de Albus Dumbledore aterrizó en su mano su


varita, larga y de gris-oscuro, y en su otra mano, como salida de la
nada, apareció una corta vara de piedra oscura.

Albus Dumbledore arrojó ambos a un lado violentamente, justo


cuando la creciente sensación de poder se elevó hasta ser
insoportable, y luego desapareció.
El Espejo volvió a mostrar el reflejo ordinario de un cuarto iluminado
de dorado con paredes de piedra blanca, sin ningún rastro de que
Albus Dumbledore había estado allí.

Nota de traductor (29 de Marzo de 2.020)

Debo reconocer que la primera vez que leí este capítulo derramé
unas cuantas lágrimas.

El siguiente episodio está alrededor de las 8.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 3 de Abril de 2.020 en y el 10
de Abril en mi blog y FNN.

Faltan 12 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Fracaso Parte 1
Capítulo 111: Fracaso, Parte 1

El Señor Oscuro se estaba riendo.

Desde el aire vacío surgió la voz del Profesor de Defensa riéndose


salvajemente, tan alta y terrible era su risa; era la risa de Voldemort,
la risa del Señor Oscuro sin disimulo ni limitación.

La mente de Harry estaba en desorden. Sus ojos siguieron mirando


fijamente hacia donde había estado Albus Dumbledore. Dentro de él
había un horror que era demasiado enorme como para entenderse o
reflejarse. Su mente seguía intentando devolver el tiempo y
deshacer la realidad, pero esa no era un tipo de magia que existiera,
y la realidad permaneció siendo la misma.

Él había perdido, él había perdido a Dumbledore, no había


devoluciones, y eso significaba que había perdido la guerra.

Y el Señor Oscuro se siguió riendo.

"¡Ja, ja jaj, ja jaj jaj ja! ¡Profesor Dumbledore, ja, Profesor


Dumbledore, que final más perfecto para nuestro juego!" Otro
estallido de salvaje risa. "¡El sacrificio incorrecto incluso al final,
pues la pieza por la que renunciaste a todo con tal de salvarla ya
estaba en mi posesión! ¡La trampa incorrecta incluso desde el
principio, pues yo podría haber abandonado este cuerpo en
cualquier momento! ¡Ja, jajajajaja, aja! Nunca aprendiste a ser
astuto, pobre viejo tonto."

"Usted - " Una voz estaba saliendo de la garganta de Harry. "Usted -


"

"¡Ajajajaja! Vaya, sí, pequeño niño, siempre fuiste mi rehén en esta


aventura, ese era el verdadero propósito de que estuvieras aquí.
¡Ja, jajajaja! Te faltan décadas para jugar contra el verdadero Tom
Riddle, niño." El Señor Oscuro retiró la capucha de la Capa, su
cabeza se hizo visible, y empezó a remover el resto de la Capa. "Y
ahora, niño, me hass ayudado, en efecto assí ess, por lo que ess
tiempo de ressucitar a tu niña amiga. Para mantener promessa. " La
sonrisa del Señor Oscuro era fría, realmente fría. "¿Supongo que
tienes dudas? Pues no olvides, podría matarte en este instante,
pues ya no hay un Director de Hogwarts que pueda ser informado.
Duda de mí todo lo que desees, pero recuerda eso." La mano
estaba sosteniendo la pistola una vez más. "Ahora sígueme, niño
tonto."

Y se fueron.

A través de la puerta volvieron al cuarto de Pociones, con un golpe


de su varita el Señor Oscuro hizo desaparecer el fuego púrpura que
había regresado. Cruzaron la cámara donde había estado el
boggart, y la cámara con las estatuas de ajedrez arruinadas, y a
través de la puerta quemada de la cámara con las llaves. El Señor
Oscuro flotó a través de la trampilla, y Harry tuvo que esforzarse
para trepar por la escalera de hojas en espiral, los tentáculos del
Lazo del Diablo se iban retorciendo y alejaban como si tuvieran
miedo. El Niño-Que-Vivió estaba intentando no romper en lágrimas,
y los patrones de su lado oscuro no estaban ayudando, quizá
porque Voldemort nunca había conocido o lidiado con la culpa.

Pasaron a un lado del enorme Inferi de tres cabezas, y con una


palabra susurrada del Señor Oscuro el Inferi colapsó sobre la
trampilla y volvió a ser un cadáver.

Pasaron a un lado del vigilante Severus Snape, quien les informó a


ambos que estaba vigilando la puerta, y que debían retirarse o les
iba a quitar puntos de Casa.

El Señor Oscuro pronunció las palabras "Hyakuju montauk" sin


detener su marcha, acompañado por un movimiento de su varita; y
Severus se tambaleó antes de volver a caer a un lado de la puerta
sin movimiento alguno.
"Qué -" Harry dijo, mientras lo seguía. "Qué fue lo que usted hizo -"

"Nada más cumpliendo mi obligación con mi leal sirviente. No lo voy


a matar, como te lo prometí." El Señor Oscuro se volvió a reír.

"Los rehenes -" Harry habló. Era difícil mantener su voz estable.
"Los estudiantes, prometió que iba a parar lo que fuera que los iba a
matar -"

" Ssí. Deja de preocuparte. Lo haremoss de ssalida. "

"¿Salida?"

"Nos vamos, niño." El Señor Oscuro estaba sonriendo.

El mal presentimiento que esto provocó se perdió en un mar de


muchos malos presentimientos.

El Señor Oscuro ahora estaba consultando lo que él había llamado


el Mapa de Hogwarts, las líneas escritas a mano parecían moverse
al tiempo que ellos caminaban. Alguna parte de la mente de Harry
que había estado considerando lo que harían si se llegaban a topar
con Aurores patrullando (a quienes el Señor Oscuro podía asesinar,
o Desmemorizar, en un instante) también perdió esa esperanza.

Bajaron por la Gran Escalera hacia el segundo piso, sin encontrar a


nadie.

El Señor Oscuro giró en una esquina que Harry no conocía, y


bajaron por otra escalera voladora. Al ir descendiendo un piso tras
otro, desaparecieron las ventanas y las antorchas aparecieron,
habían llegado a los calabozos de Slytherin.

Adelante, la forma de una persona con túnica de Hogwarts apareció.

El Señor Oscuro siguió caminando hacia esa persona.

Harry lo siguió.
Una Slytherin de sexto o séptimo año estaba esperando en una
sección de la pared que estaba adornada con un tallado artístico de
Salazar Slytherin esgrimiendo su varita, contra lo que parecía un
gigante cubierto de carámbanos. La bruja no hizo comentario alguno
al ver que el Profesor Quirrell estaba caminando por sí mismo, o al
ver a Harry en su compañía, o ver la pistola en la mano del Profesor
de Defensa. Si sus ojos estaban en blanco, Harry no lo pudo
comprobar.

El Señor Oscuro metió su mano dentro de su propia túnica, sacó un


Knut, y lo tiró hacia ella. "Klaudia Alicja Tabor, te ordeno lo siguiente.
Toma este Knut y llevalo hacia el círculo de hechizo que te mostré
bajo los asientos de Quidditch y ponlo en el centro. Luego
Desmemoriza de ti misma las últimas seis horas."

"Sí, mi Señor," la bruja dijo, haciendo una reverencia, y se fue por su


cuenta.

"Pensé -" Harry habló. "Pensé que necesitaba la Piedra para -"

El Señor Oscuro seguía sonriendo, nunca había dejado de sonreír.


"Esa parte no la dije en Lengua Parsel, niño. Todo lo que dije en
Lengua Parsel fue que había puesto en marcha eventos para matar
a algunos estudiantes, eventos que iba a detener si obtenía la
Piedra. El resto fue en lenguaje humano. También habría detenido el
Fuerte de Sangre de no haber obtenido la Piedra, siempre y cuando
no fuera descubierto y detenido. Los estudiantes de Hogwarts son
un recurso valioso, en el que ya he invertido bastante tiempo al
entrenarlos." Entonces el Señor Oscuro le siseó a la pared, " Ábrete.
"

Los ojos de Harry observaron la diminuta serpiente que había


estado en la cima izquierda del tallado, al tiempo que las paredes
empezaron a abrirse para adentro lentamente, revelando la apertura
de una enorme tubería. había musgo crecido en sus lados y un olor
mohoso y polvoriento emanaba de allí; el interior también estaba
cubierto con múltiples telarañas.
"Arañas…" murmuró el Señor Oscuro. Suspiró, y por eso breve
momento sonó una vez más como el Profesor Quirrell.

El Señor Oscuro caminó hacia la enorme tubería, las telarañas se


iban quemando a su paso. Harry, al no ver más opciones, lo siguió.

La tubería se dividió en forma de Y, luego volvió a dividirse. El Señor


Oscuro fue hacia la izquierda, después a la derecha.

La tubería llegó hasta una sólida pared de metal. "Ábrete," el Señor


Oscuro siseó, y una grieta apareció en el metal; pareció doblarse
dentro de sí mismo.

Más allá había un túnel de piedra, largo.

"Vamos a caminar por un rato largo," informó el Señor Oscuro.


"¿Tienes más preguntas para hacerme, pequeño niño?"

"Yo - no se me ocurre ninguna - ahora mismo -"

Otra carcajada helada fue la respuesta ante esto, y penetraron


dentro del túnel, girando hacia la derecha.

Harry no supo, ni en ese momento ni nunca, durante cuánto tiempo


caminó; la luz de las telarañas al arder era demasiado poca como
para ver su reloj mecánico, y Harry no había caído en cuenta en ver
la hora antes de entrar. Se sintió como si hubiera caminado
kilómetros, kilómetros bajo el suelo.

Lentamente, la mente de Harry intentó recuperarse por última vez.


Muy posiblemente la última, si tenía razón con respecto a ser
asesinado por el Señor Oscuro al acabar todo esto… aunque el
Señor Oscuro había afirmado que iba a resucitar a Hermione, lo que
parecía no tener sentido si lo anterior era verdad… se trataba
simplemente del Señor Oscuro cumpliendo una promesa que de
otro modo no habría podido hacer en Lengua Parsel… por qué no le
había disparado a Harry todavía…
Seriamente, alguna última parte activa de su cerebro dijo a las otras
partes, este sería un buen momento para pensar en algo, algo que
el Señor Oscuro no haya pensado ya, algo que podamos hacer sin
nuestro monedero ni nuestra varita ni nuestro Giratiempo, algo que
el Profesor Quirrell no haya imaginado que podemos hacer…
piensen, piensen, ¡por favor se los suplico piensen en algo! No se
apaguen, incluso si tienen miedo, incluso si real realmente nunca
hemos enfrentado a la muerte en el sentido de que vamos a morir
en menos de una hora, ESTE NO ES EL MOMENTO PARA
APAGARSE -

La mente de Harry siguió en blanco.

Supongan, insistió la última parte remanente, supongan que


intentamos condicionar esto al hecho de que vamos a ganar, o al
menos a salir con vida. Si alguien LES FUERA A CONTAR QUE ES
UN HECHO que ustedes iban a sobrevivir, o incluso ganar, que de
algún modo todo resulta bien, qué creerían ustedes que pasó -

No un procedimiento legítimo, susurró Ravenclaw, el universo no


funciona así, nada más vamos a morir.

Alguien se da cuenta de que estamos perdidos, pensó Hufflepuff, y


Ojoloco Moody aparece con un escuadrón de Aurores y nos rescata.
Creo que es tiempo de que admitamos que no somos más
competentes que las autoridades estándar.

El factor salvador tiene que ser algo que nosotros hagamos de


alguna manera, comentó esa última voz. De otro modo no tiene
sentido que lo estemos pensando.

Problema dos, añadió Gryffindor. Harry Potter no está perdido, está


justo allí en el partido de Quidditch donde todos lo pueden ver. El
Profesor Quirrell también pensó en eso, es parte del por qué envió
esa nota falsa. Problema tres. No creo que Ojoloco Moody y un
escuadrón de Aurores puedan vencer al Señor Oscuro, y
ciertamente no antes de que nos pueda asesinar. No estoy seguro
de que el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica entero
pueda vencer al Señor Oscuro si está combatiendo en serio y
Dumbledore ya no está. Problema cuatro. El partido de Quidditch no
fue interrumpido, esa es probablemente la única razón por la que el
Profesor Quirrell estaba dispuesto a intentar algo tan complicado
como traernos a este viaje en primer lugar.

Piensen otras líneas de razonamiento diferentes, se aventuró


Slytherin, quizá el Profesor Quirrell llama a alguien más para que
use el Encantamiento de Memoria sobre nosotros . Legeremancia,
Imperius, Confundus, quién sabe qué más, no somos un Oclumante
perfecto. Luego el Señor Oscuro tendrá un inteligente - bueno, más
o menos inteligente teniente que podría usar. Esa podría ser otra
razón por la que el Profesor Quirrell estaba tan dispuesto a
contarnos sus secretos, si sabía que nuestra memoria va a
desaparecer. También es una razón para salir de las protecciones
de Hogwarts, así el Señor Oscuro podrá llamar a Bellatrix para que
Aparezca y haga el trabajo…

Este proceso de razonamiento es totalmente ilegítimo y yo me


rehúso a participar, señaló Ravenclaw.

Encantadoras últimas palabras, replicó la última voz. Ahora cállate y


piensa.

El áspero túnel de piedra siguió bajo sus pies, los zapatos de Harry
a veces se untaban de humedad o casi se resbalaban en las
superficies curvas. Las neuronas dentro de su cerebro, que aún
siguieron disparando, imaginaron voces hablándose entre sí,
gritándose entre sí, aún cuando el Escuchador permaneció atontado
por el horror y la vergüenza.

Gryffindor y Hufflepuff estaban conduciendo un debate sobre


suicidarse al arrojarse contra la pistola del Señor Oscuro, o tragando
la pequeña joya en el anillo de acero de Harry. No parecía claro si el
destino del mundo iba a ser mejor o peor si el Señor Oscuro tenía a
Harry como esclavo de su control mental; si el Señor Oscuro iba a
ganar de todos modos, mejor que fuera rápido.
Y la última voz siguió hablando durante todo ese tiempo; incluso
ante el más profundo de los fracasos la última voz permaneció.
¿Qué otra cosa pronunció el Señor Oscuro en lengua humana y
nunca en Parsel? ¿Lo recordamos? ¿Cualquier cosa, lo que sea?

Era demasiado distante en el tiempo, demasiado distante en el


tiempo incluso si había pasado ese mismo día. El Señor Oscuro le
acababa de decir en Lengua Parsel que era el momento de revivir a
Hermione, y luego pronunció otras cosas en lengua humana, Harry
apenas y podía recordar lo que acababan de hablar. Antes de eso…
antes de eso había sido lo del Círculo de Ocultación, cuando el
Profesor Quirrell había siseado que la barrera explotaría si la
tocaba. Y el Profesor de Defensa había declarado sin sisear que
Harry no debía quitarse la Capa ni intentar cruzar el Círculo, afirmó
en lengua humana que la resonancia podría golpear al Profesor
Quirrell después pero que Harry iba a estar muerto. Afirmó sin sisear
que si Harry tocaba la magia y el Profesor Quirrell no recordaba
cómo detener la resonancia, los iba a matar a ambos…

Supón que eso no nos mata a los dos, propuso la última voz. En la
Noche de la Víspera de los Santos en el Valle de Godric, el cuerpo
del Señor Oscuro fue quemado y nosotros únicamente terminamos
con una cicatriz en la frente. Supón que la resonancia entre nosotros
es más mortal para el Señor Oscuro que para nosotros. ¿Qué tal si
todo este tiempo podíamos matar al Señor Oscuro en cualquier
momento, con tan sólo salir corriendo y poner nuestras manos en
cualquier parte donde se exponga su piel? Y luego eso hace que
nuestra cicatriz sangre, pero nada más. La sensación de 'alto, no
hagas eso' es heredada de la peor memoria del Señor Oscuro tras
cometer su peor error en el Valle de Godric, en realidad podría no
aplicar al Niño-Que-Vivió.

Una pequeña nota de esperanza se elevó.

Se elevó, y fue aplastada.

El Señor Oscuro puede tirar su varita para un lado, zumbó


Ravenclaw. El Profesor Quirrell puede convertirse en su forma de
Animago. Incluso si muere el Señor Oscuro puede poseer a alguien
más y regresar, y luego torturar a nuestros padres, para castigarnos.

Podríamos ser capaces de llegar a nuestros padres a tiempo,


insistió la última voz. Podríamos ser capaces de esconderlos.
Podríamos ser capaces de quitar la Piedra Filosofal al Señor Oscuro
si matamos a su cuerpo actual, y la Piedra podría darnos el núcleo
de un contra-ejército.

El Señor Oscuro se estaba moviendo a través del corredor de


piedra. Su mano seguía sosteniendo la pistola. Estaba por lo menos
a cuatro metros de Harry.

Si salimos corriendo hacia él, sentirá que nos estamos acercando a


través de la resonancia, señaló Hufflepuff. Rápidamente volará para
hacerse a un lado, él puede hacer eso, tiene los encantamientos de
escoba que le permiten volar. Se alejará volando, se va a girar, y
disparar la pistola. Sabe sobre la resonancia, ya lo ha considerado.
Eso no es algo que el Señor Oscuro fallo en considerar. Estará listo
para eso, y esperando.

Continuemos la misma línea de argumentación, pidió la última voz.


Supón que podemos lanzar magia libremente sobre el Profesor
Quirrell mientras que él no la puede lanzar sobre nosotros.

¿Por qué sería eso verdad? demandó Ravenclaw. De hecho,


tenemos evidencia de que eso es falso. En Azkaban, cuando el
Avada Kedabra del Profesor Quirrell golpeó nuestro Encantamiento
Patronus, se sintió como si nuestra cabeza se estuviera partiendo
en dos -

Supón que esa fue toda la magia de él perdiendo el control. Supón


que si nosotros hubiésemos invocado, por ejemplo, un Luminos
contra él, nada malo habría sucedido.

¿Pero por qué? cuestionó Ravenclaw. ¿Por qué suponer eso?


Porque, pensó Harry, explica por qué el Profesor Quirrell no nos
advirtió sobre no lanzar ninguna magia sobre él en Azkaban. Porque
el Profesor Quirrell nunca lo dijo en Lengua Parsel, que yo pueda
recordar, que iba a salir lastimado si intentaba lanzar magia sobre él.
Podría haberme dado esa advertencia, sin embargo no lo hizo, aún
cuando me ha dado muchas otras advertencias. La ausencia de
evidencia es evidencia débil de ausencia.

Hubo una pausa mientras las partes de Harry consideraban esto.

En realidad no tenemos nuestra varita, apuntó Ravenclaw.

La podríamos recuperar en cierto punto, pensó la última voz.

Pero incluso en ese caso, Harry pensó, y la gris desesperanza


regresó, la resonancia es algo que el Señor Oscuro ya conoce. Ya
ha considerado todo lo que puedo hacer con eso, ya tiene una
respuesta preparada. Ese fue mi error desde el principio. No respeté
la inteligencia del Señor Oscuro, no pensé que quizá él ya conocía
todo lo que yo sabía y podía ver todo lo que yo veía y ya lo había
tenido en cuenta.

Entonces, dijo la última voz, es condicional para nuestra victoria,


que debemos golpearlo con algo que él no conozca.

Dementores, ofreció Gryffindor.

El Señor Oscuro sabe que podemos destruir, desviar, y


posiblemente controlar Dementores, replicó Ravenclaw. No sabe
cómo, aunque sabe que tenemos esa capacidad, ¿y además en
dónde rayos vamos a encontrar un Dementor?

Tal vez, aventuró Hufflepuff, todo el sistema horrocrux del Señor


Oscuro dejaría de funcionar mediante la resonancia si lo cogemos y
no lo dejamos ir, sacrificando nuestra propia vida para destruirlo
para siempre.
Patrañas, acusó Ravenclaw. Aunque supongo que no hace daño
disfrutar alguna fantasía placentera antes de morir, sin importar cuán
estúpida sea.

Si el Señor Voldemort tiene un miedo de la muerte lo


suficientemente fuerte, Hufflepuff argumentó, si su deseo de no
pensar en la muerte nuevamente era lo suficientemente fuerte,
entonces el sistema de horrocrux podría tener fallas de diseño como
esa. Nunca se le ocurrió a Voldemort probar sus horrocruxes con
alguien más, eso podría indicar que no fue capaz de pensar sobre el
tema con claridad -

¿Así que su miedo fatal a la muerte es su debilidad? Lo cortó


Ravenclaw. Ajá, no. Creo que alguien con más de cien horrocruxes
podría tener unos cuantos mecanismos a prueba de fallos ahí.

Y el cerebro de Harry siguió pensando.

Una asimetría genuina en la resonancia mágica entre ellos…


parecía improbable, no había razón para que los efectos mágicos
fueran a funcionar así. Sin embargo la retroalimentación mágica
podía golpear con mayor fuerza al mago más poderoso, la magia
más poderosa resonando más peligrosamente. Eso podría explicar
el evento observado en el Valle de Godric (Voldemort explota, bebé
sobrevive), y también explicaría el evento observado en Azkaban
(Voldemort severamente incapacitado por la retroalimentación de su
fuerte magia, Niño-Que-Vivió de primer año golpeado por una
retroalimentación más débil a causa de su débil magia). O si era
únicamente la magia del lanzador la que resonaba, eso también
podría explicar ambas observaciones. Eso incluso podría explicar
por qué el Profesor Quirrell no había tenido prisa de advertir a Harry
para que no fuera a lanzar ninguna magia sobre él. Aunque había
otra razón obvia para que el Profesor Quirrell quisiera evitar el tema
de la resonancia; era una pista gigante sobre el misterio del Valle de
Godric, si Harry llegaba a hacer la conexión.

La parte que estaba atontada por el remordimiento y la culpa tomó


esta oportunidad para observar, hablando de su falta de atención,
que después que los eventos de Hogwarts se habían puesto serios,
él real real real real REALMENTE tendría que haber reconsiderado
la decisión que tomó el Primer Jueves, a beneficio de la Profesora
McGonagall, sobre no contar a Dumbledore de la sensación de
peligro que Harry tenía alrededor del Profesor Quirrell. Era verdad
que Harry no había estado seguro sobre en quién debía confiar,
hubo un largo periodo en el que pareció plausible que Dumbledore
era el tipo malo y el Profesor Quirrell la oposición heroica, pero…

Dumbledore se habría dado cuenta.

Dumbledore se habría dado cuenta instantáneamente.

El sabio mago anciano con el verdadero fénix sobre su hombro lo


habría sabido, y Harry no había confiado en él, Harry no le había
contado los hechos relevantes, y la razón para esto había sido por la
mera negligencia para reconsiderar una decisión oscura que había
tomado en los primeros cuatro días al inicio del año escolar. Había
sido marcado como 'algo para no decir a Dumbledore' e incluso
después de Azkaban, incluso tras la muerte de Hermione, incluso
después de todo, Harry simplemente había olvidado promover la
pregunta a deliberación y reconsiderar el resultado.

Otra ola de remordimiento y culpa cayó sobre Harry, y por un tiempo


caminó bajo el silencio de la última voz, otras voces llenaron el
hueco con gran felicidad.

Tras lo que tuvieron que ser por lo menos varios kilómetros, y


muchos pensamientos grises, el túnel de piedra llegó a su fin.

El Señor Oscuro subió por unas escaleras de piedra, y Harry lo


siguió.

Los dos llegaron a una oscura, húmeda construcción de piedra.


Puertas viejas y sucias de piedra se abrieron de par en par sin ser
tocadas.
Ante ellos había losas de mármol, surgidas de la tierra desnuda, con
nombres y fechas escritas sobre ellas. Las lápidas estaban
desperdigadas sin formar filas ordenadas, y el resto del cementerio
estaba igual de desordenado.

La luna estaba llena en tres cuartos, ya aparecía brillante a pesar de


que la noche aún no era completa.

Harry había dejado de caminar al ver el cementerio. Se produjo una


alarma a todo volumen dentro de su cerebro diciendo que tenía que
estar en cualquier lado menos aquí, sin embargo no había más
opciones para lograr eso. Así que la alarma chilló sin ser
respondida, al tiempo que detrás de Harry las puertas de piedra del
mausoleo se cerraron de nuevo con un portazo.

El Señor Oscuro llegó hasta el centro del desordenado cementerio.


Dejó de caminar, y agitó su varita sobre su cabeza describiendo un
pequeño círculo.

Hubo un sonido retumbante, y suavemente salió un altar desde la


tierra, de al menos dos metros de ancho y una piedra negra que
tenía grabada símbolos grises. Y luego rodeando el altar bramaron
seis obeliscos de mármol negro, espaciados regularmente,
fulgurando oscuramente bajo el cielo crepuscular.

La alarma sin responder dentro del cerebro de Harry se hizo más


fuerte.

"Este," explicó el Señor Oscuro con la cadencia del Profesor


Quirrell, "es un lugar de trabajo que hice para mí mismo,
conveniente tanto para Hogwarts como Hogsmeade." El Señor
Oscuro señaló el altar con una mano. "Ahí es donde la Señorita
Granger revivirá, y también donde yo voy a renacer con mi
verdadero cuerpo. Voy a rehacerme a mí mismo primero, por
supuesto. Magia para revivir a la niña-chica sserá máss fácil con
verdadero cuerpo. " Una extraña carcajada serpentina acompañó
estas palabras. " Ten por sseguro que aunque algunoss asspectos
de la ressurrección de la niña-chica sserán lo que otross
conssideran Osscuro, niña-chica no sserá dañada o afeada.
Sseguirá viéndosse como ella missma, la mente sserá la de ella, ni
yo ni los míoss la vamoss a lasstimar despuéss."

La lengua de Harry estaba seca y su mente estaba teniendo


problemas para funcionar. "Por favor, Profesor, ¿me podría decir en
Lengua Parsel cuál es su verdadero propósito al resucitar a la
Señorita Granger?"

" Resstaurar a tu niña-chica amiga para que te aconsseje y limite.


Para assegurarme de que ella ess parte del mundo que te interessa.
Essa, niño, ess verdaderamente la mayor parte de la razón por la
que esstoy haciendo essta buena obra. " Otra vez la carcajada
serpentina acompañó estas palabras, conteniendo consciencia
sardónica de una vasta ironía.

Una pequeña chispa de esperanza se encendió dentro de Harry,


junto con una mayor nota de confusión, y el temor de que un
Oclumante perfecto en efecto pudiera mentir en Lengua Parsel.
Harry no comprendía por qué el Señor Oscuro estaba haciendo
esto, si el siguiente paso sólo iba a hacer matar al Niño-Que-Vivió o
volverlo su esclavo…

Quizá él nunca había comprendido al Profesor Quirrell para nada,


quizá de algún modo el modelo de Tom Riddle que Harry tenía
estaba muy equivocado… ¿tal vez el Niño-Que-Vivió sería
Desmemorizado sobre este día y abandonado en algún lugar junto
con una confundida Hermione Granger, mientras que el Señor
Voldemort se iba a conquistar el mundo…?

La esperanza se encendió dentro de Harry, pero era una esperanza


confundida que no tenía sentido. No encajaba con el Señor Oscuro
que se había mofado y carcajeado con la derrota de Dumbledore. A
Harry no se le ocurrían motivos coherentes con la personalidad del
Profesor Quirrell que permitieran un final esperanzador.

No sé qué se supone que ocurra a continuación.


El Señor Oscuro se adelantó hacia el altar. Allí se arrodilló, y pareció
penetrar dentro de la misma piedra del altar, extrayendo un vial de
líquido que se veía negro ante la débil luz crepuscular.

Cuando el Señor Oscuro habló de nuevo su voz era cortada y


precisa. "Sangre, sangre, sangre tan sabiamente escondida," dijo el
Señor Oscuro.

Y los obeliscos alrededor del altar empezaron a murmurar, voces


como de un coro cantante proveniente de las piedras inmóviles,
cadencias más antiguas que el Latín.

Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma mou emoi.

Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma mou emoi.

El canto de los obeliscos hacía eco el final de cada línea, como si no


estuvieran hablando en sincronía entre sí. La sangre fue derramada
del vial, y pareció quedarse atrapada y colgada sobre el altar,
lentamente se extendió a través del aire, formando una figura.

Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma mou emoi


(emoi).

Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma mou emoi


(emoi).

Una forma alta apareció sobre el altar, e incluso en la mermada luz


crepuscular pareció demasiado pálida.

El Profesor de Defensa metió su mano dentro de su túnica, y extrajo


un pequeño pedazo irregular de vidrio escarlata.

Puso eso sobre el alto cuerpo pálido.

La Piedra permaneció allí por un tiempo, minutos al menos. El


pedazo irregular de vidrio escarlata no brilló, ni hubo un relámpago,
ni se dio ninguna otra indicación de poder.
Luego la Piedra se movió, nada más un poco, girándose ligeramente
sobre el cuerpo.

El Profesor de Defensa volvió a meter la Piedra dentro de su Túnica,


y examinó la alta forma que yacía inmóvil sobre el altar, tocando los
ojos con sus dedos, tocando el pecho con la punta de su varita.

Echó su cabeza para atrás, entonces, y se rió.

"Increíble," declaró el Señor Oscuro, en la voz del Profesor de


Defensa que Harry había conocido. "¡Fija, es una forma fija! ¡Un
mero constructo alimentado por la magia, se convirtió en sustancia
verdadera ante el toque de la Piedra! ¡Y aún así no sentí nada!
¡Nada! ¡Tenía miedo de haber sido engañado, que había obtenido
una Piedra falsa, sin embargo la sustancia demuestra ser verdadera
ante cada una de mis pruebas! Eso es bizarro incluso para mis
estándares, lo admito."

Luego el Profesor de Defensa caminó alrededor del altar, cinco


veces lo recorrió, susurrando algo demasiado bajo para que Harry lo
pudiera escuchar.

El Señor Oscuro puso su varita dentro de la mano de la figura que


yacía sobre el altar.

Ubicó sus manos, ambas, sobre la frente del cuerpo.

El Señor Oscuro pronunció. " Fal. Tor. Pan."

Sin previo aviso se produjo una luz como de relámpago que iluminó
todo el cementerio, y Harry retrocedió un paso, sus manos yendo a
su frente involuntariamente. Sintió como si le hubieran dado un
disparo, o una avispa lo hubiese picado, sobre su cicatriz.

El Profesor de Defensa colapsó.

Y la figura demasiado alta se sentó sobre el altar.


Se incorporó con agilidad, muy alta sobre el suelo, al menos una
cabeza más alta que un hombre normal. Las extremidades eran
enjutas y pálidas, con poco músculo pero dando la impresión de una
fuerza terrible.

Harry retrocedió otro paso, sus manos todavía apretadas sobre su


cicatriz. Aunque la distancia entre ellos era grande, Harry sintió una
aterradora aprehensión en el aire, como si la sensación de peligro
antes hubiese estado fuera de foco y ahora estuviera clara,
concentrada en el dolor físico de la frente de Harry.

¿Era así como se suponía que Voldemort debía lucir? La nariz


parecía como si, como si algo hubiese salido mal durante el proceso
de resurrección -

La figura demasiado alta echó su cabeza para atrás y se rió,


levantando sus manos y varita para poderlas observar. La mano
izquierda se abrió y fue como una pálida araña a medias con cuatro
patas demasiado largas, dedos acariciando la varita sostenida en la
otra mano. Las hojas del cementerio se levantaron, para salir
danzando alrededor de la figura demasiado alta, rodeándolo y
vistiéndolo, reformándose hasta ser una túnica suelta de cuello alto;
y el Señor Voldemort se estaba riendo. Exactamente la risa sin
alegría que Harry recordaba había surgido de su propia garganta
dentro de la pesadilla del Dementor, precisa en tono y timbre.

Ojos rojos resplandecieron bajo la luz huidiza del crepúsculo, sus


pupilas hendidas como las de un gato.

La forma que Voldemort había abandonado se incorporó,


temblando, del suelo; y con una voz que Harry apenas pudo
escuchar, Quirinus Quirrell jadeó, "Libre - oh, libre -"

" Stupefy, " pronunció la alta y fría voz de Voldemort, y Quirinus


Quirrell fue empujado de vuelta al suelo; luego, con un movimiento
de la otra mano de Voldemort, Quirinus Quirrell fue recogido y salió
flotando hasta el altar.
Voldemort se alejó caminando del altar, luego se giró y observó a
Harry; y el dolor en la cicatriz de Harry remontó.

"¿Asustado, niño?" Voldemort siseó, como si hubiese algo


subyacente a la Lengua Parsel incluso en el habla humana del
Señor Oscuro. "Bien. Pon la chica sobre el altar, y rompe tu
Transformación. Ess tiempo de que yo la reviva. "

¿Esto realmente va a pasar? ¿Realmente vamos a hacer esto?

Harry tragó saliva, dominando su miedo a través de esa nota de


esperanza imposible en medio de la confusión, y caminó hacia el
altar. Luego Harry se quitó su zapato izquierdo, y su media
izquierda, y se quitó el anillo del dedo gordo del pie que era
Hermione Granger, la forma Transformada que era idéntica al anillo
que le habían dado a Harry como traslador de emergencia. Hubo un
momento de arrepentimiento en Harry por no tener el traslador real
ahora, sin embargo sólo fue por un momento; un Mortífago del
círculo interno pondría barreras contra trasladores de manera
rutinaria, si Severus había estado en lo correcto. Detrás de Harry,
Voldemort se rió otra vez en lo que sonó como sorpresa y
apreciación.

"Necesito mi varita para usar Finite sobre ella," Harry dijo en voz
alta.

" No la necesitas." Alta la voz y cruel. "Aprendiste a mantener una


Transformación únicamente mediante el tacto, sin necesitar más tu
varita. Igualmente puedes romper tu propia Transformación sin
varita, al ordenar a tu magia de manutención que se vaya. Ahora
debes hacerlo así."

Harry tragó saliva, y tocó el anillo. Tuvo que intentarlo tres veces, y
despejar su mente, antes de ser capaz de sacar su magia del anillo,
así como antes había aprendido a hacer fluir una pequeña corriente
de magia.
La ruptura del hechizo fue mucho más lenta sin el Finite Incantatem,
casi como el inverso acelerado de algo al ser Transformado. El anillo
se distorsionó, fluyó, expandió. Cambiaron sus colores, sus texturas.

Dos tercios de una chica muerta yacían desparramados a través del


altar, con un brazo de ella colgando por fuera de los bordes del altar,
la posición en que la reversión la había dejado. Ninguna sangre fluía
de los muñones masticados de sus muslos. La chica muerta tenía la
cara de Hermione Granger, pero torcida y pálida. Era como Harry la
había visto en la habitación trasera del hospital, la imagen quemada
dentro de su cerebro durante largos treinta minutos de
Transformación, la imagen que él había reproducido durante cuatro
horas más largas para Transformar la copia. La chica muerta estaba
desnuda, pues sus ropas no eran parte de ella, y no habían sido
Transformadas.

La visión le trajo recuerdos, de las horas pasadas en el cuarto de la


enfermería, de las pesadillas que había tenido después, todas las
cuales Harry había suprimido.

"Regresa," ordenó la alta voz de Voldemort. "Ahora este es mi


trabajo."

Harry tragó saliva, y se retiró del altar, hacia la boca del largo
corredor donde había estado parado. "Su cuerpo está, debería
estar, alrededor de los 5 grados Celsius, la enfríe así para, para que
no fuera a tener daño cerebral -" la propia voz de Harry estaba
temblando. ¿Él realmente va a hacer esto? ¿Realmente? Tenía que
haber una trampa que Harry no estaba viendo. Voldemort había
prometido que ni él ni los suyos iban a lastimar a Hermione, que su
cuerpo y mente iban a ser de ella - ¿por qué?

Voldemort avanzó hacia el altar una vez más, orientando el cuerpo


ante él con un movimiento de su mano para que estuviera justo en
medio del altar. El Señor Oscuro habló con alta precisión monótona,
"Carne, carne, carne tan sabiamente escondida."

Los obeliscos empezaron a cantar una vez más.


Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma hou emoi
(emoi).

Apokatastethi, apokatastethi, apokatastethi to soma hou emoi


(emoi).

Nueva carne surgió de los muñones en los muslos de la chica,


arrastrándose como si fuera una gelatina que luego se volvía sólida.

Los obeliscos dejaron de cantar. Una forma completa yacía desnuda


sobre el altar.

No se veía como Hermione. Una Hermione Granger tendría que


estar de pie y hablando, tendría que estar vistiendo su uniforme de
Hogwarts.

Voldemort levantó una mano, luego siseó, con molestia. Con un


violento gesto, la túnica alrededor del durmiente Quirinus Quirrell se
desgarró por la mitad, su corbata púrpura-verde desgarrada, y su
traje retirado hasta llegar a donde Voldemort. Alguna parte de Harry
retrocedió, al ver al Señor Oscuro atacando al Profesor Quirrell.

Voldemort metió su mano deliberadamente dentro del traje, que se


sacudió como si algo estuviera roto; luego Voldemort fue sacudiendo
el traje sobre el suelo, vaciando sus contenidos. Cayó el monedero
de Harry, y su Giratiempo, y una escoba, y la pistola de Voldemort, y
la Capa, y un número de amuletos y anillos y dispositivos extraños
que Harry no reconoció.

Y finalmente un pedazo de vidrio escarlata, que fue puesto sobre la


forma de Hermione Granger, y se le permitió permanecer allí por un
tiempo.

Pasaron los minutos. El Señor Oscuro se puso un amuleto del


montón de cosas que habían caído a un lado del altar; también del
montón, Voldemort cogió cuatro varas cortas de madera unidas
mediante correas, y se las metió dentro de su túnica para ponerlas
en su cuerpo, parecía como si se pusieran en la parte alta de sus
brazos y muslos. El Señor Oscuro se levantó en el aire, se movió a
la izquierda, derecha, arriba y abajo, pareciendo vacilar ligeramente
al principio; luego su vuelo se estabilizó.

El pedazo de vidrio escarlata se giró, un poco.

El Señor Oscuro Voldemort flotó hacia el suelo, y examinó el cuerpo


de Hermione Granger con su varita.

" Hay un obsstáculo, " siseó Voldemort.

Dentro de la mente de Harry la expectativa de la traición u otro


fracaso ya había sido tan fuerte que la confirmación no fue más que
un conmoción apagada, no fue dolorosa. " ¿Qué obsstáculo? "

" Cuerpo de chica esstá resstaurado. La ssusstancia ha ssido


reparada. Pero no ssu magia, ni su vida… esste ess el cuerpo de
una Muggle muerta." Voldemort se alejó del altar, empezó a
caminar. "El ritual completo solucionaría esto. Pero eso requeriría
tiempo… tiempo y la sangre del enemigo de Granger, y no creo que
Draco Malfoy todavía califique, ni puedo tomar mi propia sangre si
no lo deseo realmente… tonto." La voz de Voldemort era un siseo
bajo. "Tonto, tendría que haber previsto esto, y haberlo preparado.
Su cerebro podría despertar con un impulso eléctrico, Al menos eso
conozco de la medicina Muggle… ¿pero regresaría su magia a ella?
Eso no lo sé, y sospecho que si despierta como una Muggle seguirá
siendo una Muggle por siempre. De todos modos, no se me ocurre
nada mejor." El Señor Oscuro alzó su varita -

"¡Espere!" Harry espetó, sintiendo la esperanza regresar. Ella


necesita una chispa de vida y magia, nada más que una chispa para
que pueda arrancar…

Voldemort se giró y lo miró. La cara serpentina mostró un ligero


grado de sorpresa.

" Creo que tengo algo que podría funcionar, " Harry siseó. "
Necessito varita. No tengo intencioness de ussarla contra ussted. "
Harry no dijo nada sobre tener la expectativa de que sus intenciones
no iban a cambiar; simplemente soltó la idea lo suficientemente
rápido como para no haber formado ninguna intención específica
todavía.

"Esto," siseó Voldemort, "lo deseo ver." El Señor Oscuro metió la


mano en el montón de cosas cerca al altar, y recogió la varita de
Harry que estaba cubierta. Fue arrojada, y luego siguió flotando en
el aire hasta caer a los pies de Harry; y luego el Señor Oscuro se
alejó volando, el montón de cosas también lo siguieron flotando a su
lado.

Harry desenvolvió su varita, y dio un paso adelante.

Tenemos nuestra varita de vuelta, ese es el paso uno, dijo la última


voz, la voz de la esperanza.

Ninguna parte de Harry sabía cuál iba a ser el paso dos, pero de
todos modos habían cumplido el paso uno.

Y Harry se paró delante del cuerpo reformado de Hermione Granger,


quien seguía desnuda y muerta, sobre un altar de piedra bajo la luz
crepuscular.

"Señor Voldemort," Harry pidió, "le suplicó, por favor póngale algo de
ropa. Podría ayudarme a hacer esto."

"Concedido," siseó Voldemort. El dolor en la cicatriz de Harry se


encendió mientras que el cuerpo de la niña desnuda se elevó en el
aire, luego volvió a arder cuando las hojas muertas danzaron
alrededor de ella y la vistieron con el uniforme de Hogwarts, aunque
los bordes eran rojos en vez de azules. Las manos de Hermione
Granger quedaron dobladas sobre su pecho, sus piernas
enderezadas, y su cuerpo volvió a descender.

Harry la observó.

Se enfocó en ella, ahora que parecía humana de nuevo.


Parece como si estuviera durmiendo, no muerta. Le requirió un
esfuerzo consciente ver si respiraba, darse cuenta de que no, y
hacer la deducción. Si se limitaba a una percepción descuidada…
Hermione bien podría estar viva, ahora mismo.

Que Hermione Granger no aprobaría esta situación, en su totalidad,


parecía más allá de la duda. Sin embargo eso no significaba que
ella iba a preferir quedarse muerta en vez de viva, una cosa es una
cosa y otra cosa es otra cosa.

Porque deseas vivir, porque mi mejor deducción es que tú desearías


vivir…

La temblorosa mano izquierda de Harry se movió, y tocó la frente de


Hermione. Ahora estaba tibia, no eran los fríos cinco grados Celsius;
o bien Voldemort había incrementado su temperatura corporal para
que fuera normal, o la magia del ritual lo había hecho
automáticamente. Lo que significaba que el cerebro de Hermione
ahora estaba cálido y sin oxígeno.

Eso provocó dentro de él una sensación de urgencia.

Los pies de Harry asumieron la postura, su varita giró para apuntar


al cuerpo muerto de Hermione Granger. La única cosa incorrecta
con el cuerpo de Hermione es que está muerto; todo lo demás sobre
ese cuerpo estaba bien, únicamente necesitaba cambiar una cosa.

No perteneces aquí, muerte.

"Expecto, " Harry gritó, sintiendo la magia y la vida crecer dentro de


su Encantamiento Patronus que fue alimentado por ambos,
"¡PATRONUM! "

La niña en el uniforme de Hogwarts fue rodeada por una fulgurante


aura de fuego plateado, cuando el Patronus nació dentro de ella.

Harry se tambaleó, pues había sentido una inclinación, una mordida.


La intuición o la memoria de Tom Riddle le informó a Harry que tanto
la vida como la magia que había fluido dentro de Hermione nunca
iban a regresar a él. No había sido toda su vida o toda su magia, ni
de cerca, no había tenido tiempo de invertir demasiado, sin embargo
lo que fuera que había gastado se había ido para siempre.

Y Hermione Granger estaba respirando, justo como si estuviera


dormida, inhalaciones y exhalaciones rítmicas. La luz del cielo
crepuscular se había reducido más, y Harry no pudo ver si el color le
había regresado a ella, pero tendría que haber sido así, ciertamente
tendría que ser así. Parecía estar durmiendo tan pacíficamente, y no
era porque la muerte se viera como dormir, era porque ella estaba
dormida y su cuerpo estaba bien y nada la estaba lastimando en su
sueño.

Alguna parte de Harry, que de algún modo se había quedado


callada antes, señaló con calma que seguían estando en un tumba,
que el recientemente victorioso Señor Voldemort seguía en control
de la situación, y que su deducción de que Hermione iba a querer
estar con vida no era más que una deducción.

Harry siguió sonriendo, cuando bajó su varita lentamente. Los


fuegos artificiales de celebración estallando dentro de su mente
estaban limitados, Harry no estaba gritando y corriendo describiendo
pequeños círculos como el Profesor Flitwick, sin embargo eso -

Eso -

ESO, Harry dijo en voz alta dentro de su mente, ESO es lo que yo


llamo Paso Dos.

"Interesante," habló la alta y fría voz. "Tu Patronus drena tanto tu


vida como tu magia… He deducido al menos eso, pues es
demasiado poderoso como para que alguien de primer año lo
alimente únicamente con magia. Y sin embargo debe haber algo
más en ese acertijo, ya que no cualquier hechizo alimentado por
vida lo habría logrado… ¿acaso tu pensamiento feliz era la imagen
de ella volviendo a la vida? ¿Fue eso todo lo que se necesitó?" El
Señor Voldemort otra vez estaba jugando con su varita, un oscuro
interés dentro de aquellos ojos rojos y hendidos. "Sospecho que me
sentiré bastante estúpido cuando finalmente comprenda ese
hechizo, algún día dentro de mi eternidad. Ahora aléjate de la niña.
Hay más trabajo que pienso hacer, para darle la mejor oportunidad
de continuar con vida. "

Harry retrocedió, reluctante, la sensación de tensión empezando a


volver a él. Casi tropezó con una lápida al azar, mientras que el
Señor Oscuro continuó acercándose caminando.

De pie frente al altar, el Señor Oscuro puso un dedo sobre la frente


de Hermione Granger.

Luego el Señor Oscuro tocó con su dedo varias veces la frente de


Hermione Granger, y pronunció, con una voz tan baja que Harry casi
no lo escuchó, " Requiescus. "

Voldemort agitó su mano hacia un obelisco, que empezó a rotar,


girando sobre sí mismo hasta quedar acostado sobre el suelo,
apuntando hacia afuera. "Fascinante en verdad," Voldemort siseó.
"Ella está viva, y mágica, y no es otro Tom Riddle como temí que la
podrías haber convertido."

La tensión estaba volviendo a crecer dentro de Harry. Puso su varita


dentro de la correa de sus pantalones, él no quería recordar a
Voldemort que seguía teniendo la varita consigo. "¿Qué va a hacer
con ella?"

Otro obelisco se giró, quedó acostado sobre el suelo. " Hay un


antiguo, perdido ritual para ssacrificar criaturass mágicass,
transsferir naturaleza mágica a un ssujeto. Lass limitacioness sson
grandess. Transsferencia ess temporal, ssólo un par de horass.
Ssujeto a vecess muere cuando la transsferencia llega a ssu fin.
Pero la Piedra lo hará permanente. "

Cuatro obeliscos yacían acostados sobre el suelo, espaciados


uniformemente; los otros dos obeliscos habían salido flotando para
ser quitados.
Voldemort empezó a auscultar su propia boca, la revisó él mismo,
siseó molesto de nuevo. Hizo un gesto hacia la boca durmiente de
Quirinus Quirrell, y de la boca de Quirrell salieron flotando dos
dientes, casi invisibles en la noche en ciernes. Uno de los dientes
cayó sobre la pila de objetos, el otro flotó ante el altar.

Momentos después, Harry chilló en voz alta y retrocedió un paso.

Enorme y deforme, piel grumosa, piernas gruesas como troncos,


una pequeña cabeza que parecía como un coco aperchado sobre
un peñasco.

Un trol de montaña estaba de pie dentro del círculo de obeliscos,


quieto como si estuviera dormido mientras estaba de pie.

" ¿Qué está haciendo? "

La boca de Voldemort estaba estirada en una ancha sonrisa; se veía


horrible sobre él, como si su cara tuviera demasiado dientes.
"Deberé ssacrificar mi arma de rrespaldo, y la niña-chica obtendrá el
poder de regeneración del trol. Enfermedad de Transsformación no
ess nada que essa regeneración no pueda vencer, ssi ess que no
había ssido ya vencida por el ritual previo. Y ningún cuchillo podrá
assessinar a la niña-chica, ni maldición cortadora, ni ninguna
enfermedad la podrá matar. "

"¿Por qué - por qué está haciendo esto?" La voz de Harry estaba
sacudida.

" No tengo ni la máss mínima intención de permitir que la niña-chica


muera otra vez, trass haberme essforzado tanto para ressucitarla."

Harry tragó saliva. "Estoy muy confundido." ¿Voldemort estaba


practicando ser bueno? Esta hipótesis no parecía una explicación
suficiente.

"Quédate bien atrás," Voldemort declaró fríamente. "Este ritual es


más Oscuro que el anterior." El Señor Oscuro empezó un nuevo
canto, sílabas suaves parecieron bullir a través del aire como cosas
vivientes; y Harry, sintiendo una nueva fuente de aprehensión,
retrocedió.

Luego Harry gritó con fuerza, cuando el dolor se encendió otra vez
dentro de su cicatriz. El trol de montaña se desmoronó sobre sí
mismo, convirtiéndose en cenizas que flotaron en el aire, luego
polvo, y luego el polvo pareció desaparecer sin ir a ningún lado; se
había ido.

Hermione Granger dormía pacíficamente, cual fuera el hechizo de


reposo que Voldemort había lanzado sobre ella era suficiente para
mantenerla así.

"Pues," Harry inquirió en voz baja. "¿Funcionó?"

" Diffindo. "

Harry dio un paso adelante ahogando un grito, y luego se detuvo,


tanto porque cayó en cuenta de la estupidez de su movimiento,
como porque el repentino corte que el Encantamiento Seccionador
había abierto sobre la pierna de Hermione se había cerrado casi tan
rápido como había aparecido. Segundos después no había más que
una ligera mancha de sangre alrededor de la carne.

La Piedra fue puesta otra vez sobre Hermione, y tras un tiempo se


giró. Voldemort se rió una vez más, al pasar su mano sobre ella.
"Maravilloso."

Luego el otro pequeño diente salió flotando del círculo de obeliscos;


y un instante después, había un unicornio de pie donde el trol había
estado parado antes, ojos atontados y cabeza baja.

"¿Qué?" Harry exclamó. "¿Por qué un unicornio? "

" Poder de la ssangre de unicornio para presservar la vida ess una


excelente combinación con la ssanación del trol. Únicamente el
Fuego Endemoniado y la Maldición Assessina podrán assusstar a la
niña-chica, dessde el día de hoy." Una insinuación de risa
serpentina. " Ademáss, tenía un unicornio de ssobra, mejor darle un
buen usso."

"La sangre de unicornio tiene efectos colaterales -"

" Esso ess únicamente cuando el poder de la ssangre de unicornio


ess robado por otro. Esste hechizo hará que el poder del unicornio
pertenezca dentro de la niña-chica, como ssi hubiesse ssido assí
dessde que nació."

El siniestro canto y sus palabras que bullían empezaron de nuevo.

Harry observó, sin comprender en lo más mínimo.

¿Olvida entender, qué es lo que estoy viendo?

Estoy viendo al Señor Oscuro Voldemort yendo a enormes alcances


para resucitar a Hermione Granger y mantenerla con vida. Es como
si creyera que su propia vida fuera a depender de que Hermione
Granger estuviera con vida, de alguna manera.

Las confundidas partes de Harry buscaron por todos lados un


procedimiento para seguir. 'Haz una predicción basada sobre tu
mejor hipótesis actual' fue el primer pensamiento que le llegó a la
mente, sin embargo no pareció llevar a ninguna parte. La trama de
la historia no estaba yendo cómo debía ser, tras la victoria del
villano.

Otra vez el fuego de dolor en su cicatriz, como un golpe sobre la


frente de Harry. El unicornio tembló, y luego se desintegró como le
había pasado al trol.

El Señor Oscuro puso la Piedra sobre la forma de Hermione una vez


más, poniendo las manos de ella alrededor de la Piedra.

Voldemort miró el proceso nada interesante de ver pasar el tiempo,


luego se giró mientras la Piedra todavía seguía sobre ella,
produciendo un alto sonido de canturreo con su garganta. "Ah, sí,"
siseó Voldemort. "Eso sería lo más apropiado. ¿Todavía tienes el
diario que te di, niño? ¿El diario del científico famoso?"

El cerebro de Harry necesitó un momento para ubicar a lo que


Voldemort se refería. Había sido en el Cuarto de Mary, en el Lugar
de Mary, en Octubre, ese precioso regalo de un amigo. El
pensamiento tendría que haber disparado una onda de horrenda
tristeza, pues el Profesor Quirrell se había perdido o nunca había
sido real; pero ya había tenido bastante de esa emoción, y su
cerebro la dejó de lado temporalmente.

"Sí," Harry respondió en voz alta. "Creo que está dentro de mi


monedero, ¿puedo revisar?" Harry sabía que estaba dentro de su
monedero. Lo había cargado con todo lo que era concebible que
pudiera necesitar, lo que le pertenecía o había comprado; todo lo
que podía ser un objeto de misión.

Del montón de objetos al lado del altar, el monedero de Harry fue


sacado, arrojado a los pies de Harry.

"Diario de Roger Bacon," Harry dijo al meter su mano, y el diario


apareció. El Profesor Quirrell había afirmado que el diario saldría
indemne contra el fuego, así que Harry lo tiró hacia el altar de
Voldemort. Harry ni parpadeó; había cosas más importantes por las
cuales preocuparse que tratar con amabilidad a los libros, incluso
ese.

Voldemort recogió el diario, lo examinó, pareciendo bastante


absorbido.

Harry, tan silenciosa y discretamente como pudo, agarró el


monedero a la parte de atrás de su correa, donde no sería visible,
cerca de donde Harry había puesto su varita.

Paso tres, el monedero.


"Sí," Voldemort siseó al pasar las páginas del diario, "esto servirá
bastante bien." La Piedra se movió ligeramente, y la otra mano del
Señor Oscuro volvió a guardar la Piedra dentro de su túnica.

"¿Cuál fue su propósito escondido con el diario?" Harry preguntó


cuando el monedero estuvo atado a su correa, y volvió a poner
ambas manos vacías donde Voldemort podía verlas de nuevo.
"Intenté traducir un poco al principio, pero era algo demorado -" En
realidad, había sido de una lentitud penosa y Harry había
encontrado otras prioridades.

" Diario era exactamente lo que parecía, un regalo para sseducirte a


mi lado. " Voldemort hizo un intrincado gesto en el aire con su varita,
sin tan siquiera mirar lo que esa mano hacía, mientras sostenía el
diario con su otra mano. Por un momento Harry creyó que podía ver
un rastro de oscuridad en el aire, sin embargo la luz de luna era
demasiado débil como para tener certeza. "Y ahora, mi querido
niño," La alta voz de Voldemort estaba contaminada con una
diversión siniestra, cuando su varita tocó brevemente la frente de
Hermione Granger con un gesto casual, "Voy a convertir este diario
en un regalo mucho más precioso, una señal de cuánta sabiduría he
aprendido de ti. Pues nunca quiero que quedes privado del consejo
y restricción de Hermione Granger, nunca jamás mientras las
estrellas sigan con vida. Avadakedavra. "

El voltio verde de la Maldición Asesina brilló más veloz que lo que


Harry podía invocar el Encantamiento Patronus, más veloz que lo
que él se podía mover, ya había terminado cuando Harry gritó e iba
a coger su varita.

El cuerpo inconsciente de Quirinus Quirrell ni siquiera se movió, al


morir. La luz verde lo golpeó sin provocar ninguna reacción.

Los obscuridad fulguró en el aire, anti-luz en los rastros que


Voldemort había hecho antes, y el Diario de Roger Bacon se
oscureció como si la corrupción lo estuviera devorando, al tiempo
que un fuego fatuos apareció en el aire alrededor de Hermione
Granger.
El dolor en la cicatriz de Harry quemó de un modo sobrecogedor,
como un hierro caliente sobre su frente, hizo que Harry se hiciera a
un lado sin pensar dominado por los reflejos de Tom Riddle.

Y Voldemort también estaba gritando, chillando al dejar caer el diario


al suelo, sosteniendo su propia cabeza y gritando.

Oportunidad -

La última voz de esperanza pronunció eso, mientras que Harry


intentaba pensar desesperadamente, comprender. Ni siquiera tenía
sentido intentar matar a Voldemort ahora, únicamente lo podría
molestar, ninguna arma lo podía matar mientras tuviera cualquiera
de sus cientos de horrocruxes -

Sin embargo parecía valer la pena dejar a Voldemort sin cuerpo


temporalmente, coger la Piedra y a Hermione y huir.

La mano derecha de Harry ya había cogido su varita. Su mano


izquierda fue a su espalda, incómodamente introdujo su mano
dentro de su monedero, empezó a usar el lenguaje de señas, siete
letras.

"¡No!" gritó Voldemort. Había dejado caer sus manos de su cabeza,


estaba viendo fijamente el cuerpo de Hermione como en
desconcierto. "¡No, no!"

El objeto salió del monedero de Harry y cayó dentro de su mano, y


Harry empezó a avanzar con tanto sigilo como pudo, disminuyendo
el rango entre ellos hasta llegar a lo que sus breves ensayos habían
demostrado como factible.

"Mi más grande creación -" jadeó Voldemort. Su voz alta, sonando
con pánico. "Dos espíritus diferentes no pueden existir en el mismo
mundo - se ha ido, ¡se ha roto! Un horrocrux, debo hacer un
horrocrux de inmediato -" la vista de Voldemort cayó sobre la
todavía durmiente Hermione Granger, y levantó su varita en el aire,
ejecutando los mismos gestos de antes.
Harry levantó su pistola y jaló el gatillo tres veces.

Nota de traductor (3 de Abril de 2.020)

Estoy muy contento porque ya casi llegamos al final de HPMOR.


Pero, y es un pero muy grande, mi situación financiera está lejos de
ser buena. No estoy tan mal como otros, tengo techo y comida y
otras comodidades gracias a mi familia. De no ser por ellos estaría
en la calle, literalmente. Todo indica que la cuarentena se va a
seguir alargando y sin poder trabajar mis ahorros están
desapareciendo. Agradezco mucho a mi familia lo que hacen por mí
en estos momentos, pero toda esta situación me tiene muy
desalentado. Se los comento más para desahogarme que por otra
cosa, así que de antemano les agradezco su preocupación y tiempo.

Dentro de dos capítulos habrá un reto de escritura. Si les interesa,


estén pendientes.

El siguiente episodio está alrededor de las 1.500 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 5 de Abril de 2.020 en y el 12
de Abril en mi blog y FNN.

Faltan 11 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Fracaso Parte 2
Capítulo 112: Fracaso, Parte 2

Incluso cuando Harry estaba levantando la pistola, él sabía que


estaba cometiendo un error, lo más profundo de su mente intentó
detener su mano, pero la sensación de que era incorrecto no se
propagó lo suficientemente rápido como para evitar que su dedo
jalara el gatillo -

El eco de los disparos murió dentro del cementerio.

Una fracción de segundo después antes que Harry hubiera jalado el


gatillo, Voldemort había apuntado su varita hacia abajo, y un ancho
muro con la tierra del cementerio se alzó entre ellos, interceptando
las tres balas.

Un instante después de eso, la llama de dolor en la cicatriz de Harry,


sintió que era tocado por toda su piel; y luego el monedero de Harry,
ropas, pistola, todo excepto su varita desapareció, dejándolo
desnudo excepto por la varita aún en su mano derecha, y los
anteojos que había Encantado para quedarse pegados a su nariz. El
anillo de acero sobre su meñique izquierdo fue arrancado con
suficiente fuerza como para raspar su piel, llevándose la joya
Transformada consigo.

"Eso," dijo la voz de Voldemort desde atrás del muro de tierra, "fue
absolutamente predecible. ¿Realmente crees que yo gritaría en voz
alta para que tú lo escuches, si mi inmortalidad fuera interrumpida?
¿En serio, niño estúpido? Baja la varita, no la levantes en ningún
momento, o morirás en ese mismo instante."

Harry tragó saliva, y apuntó su varita hacia abajo. "Usted habría


estado decepcionado de mí," Harry replicó, su propia voz era
inesperadamente alta, "de no haber aprovechado una oportunidad
como esa, a eso me refiero." No había tiempo de pensar, y la boca
de Harry estaba operando en piloto automático para intentar aplacar
tiranos malvados que podrían tener sentimientos paternales por ti y
cuyo asesinato acababas de fracasar.

Voldemort salió detrás del muro de tierra dando un rodeo, sonriendo


con esa horrible sonrisa que parecía contener demasiado dientes.
"Prometí no alzar mi mano ni mi varita contra ti, niño, si tú no
llegabas a alzar tu mano ni tu varita contra mí."

"Usé balas," Harry dijo, voz todavía alta. "Eso no es un puño ni un


hechizo."

"Mi maldición piensa diferente. Esa es una pieza del rompecabezas


que no tenías. ¿Creíste que iba a dejar que la paz entre nosotros
fuera producto de la mera fortuna? Antes de crearte, invoqué una
maldición sobre mí mismo y todos los otros Tom Riddle que fueran a
descender de mí. Una maldición para forzar que ninguno de
nosotros fuera a amenazar la inmortalidad de los otros, siempre y
cuando el otro no hiciera un intento contra nosotros. Típico de ese
ridículo fiasco, la maldición terminó atándome a mí, pero no tuvo
efecto sobre el infante que había perdido su personalidad." Una
baja, letal carcajada. " Ssin embargo acabass de intentar terminar
mi vida, niño esstúpido. Ahora mi maldición ha ssido removida, y te
puedo matar en cualquier momento que lo dessee. "

"Ya veo," Harry habló. Sí lo veía; por eso era que Voldemort le había
informado sobre el sistema horrocrux para empezar, nada más para
preparar el momento cuando Harry conscientemente fuera a intentar
violar su inmortalidad. La mente de Harry estaba recorriendo
frenéticamente diversas opciones, ninguna de las cuales parecía
útil. Su monedero, sus ropas, Harry observó bajo la luz de la luna
que ahora todo eso estaba en otro montón al lado del altar, fuera de
su alcance. "¿Y ahora usted me va a matar?" Harry todavía tenía su
varita, era de presumir que el Señor Oscuro no podía lanzar su
propia magia sobre eso, o sus anteojos, por la disonancia. ¿Lanzar
mi hecho primero? No, Voldemort nada más iba a bajar su varita
para hacer otro escudo, luego me dispara - ¿qué más le quedaba?
¿QUÉ OTRA COSA?
"Aún un tonto. De no haber más asuntos entre nosotros, ya estarías
muerto." El muro de tierra se derrumbó tras otro gesto de la varita, y
Voldemort se movió con agilidad hacia el montón de objetos al lado
del altar. El Señor Oscuro extendió una mano, y el diario de Roger
Bacon voló hacia él. " Esste ess, en efecto, el horrocrux de niña-
chica, mi verssión ssuperior. " En su otra mano apareció un
pergamino. " Esste ess el ritual para ressucitarla, ssi tiene que sser
hecho de nuevo. Lass Insstruccioness sson honesstass, ssin
trampass. Recuerda que el esspíritu de la niña-chica no puede flotar
libre como fantassma, Piedra de la Ressurrección ess mi horrocrux,
no de ella. No vayass a perder ssu horrocrux, o ssu esspíritu podría
quedar atrapado ahí. " Voldemort se agachó, recogió el monedero
de Harry, introdujo tanto el diario como el pergamino. " Recuerda
esso, en casso de que algo no ssalga bien con lo ssiguiente. "

"No comprendo lo que está sucediendo," Harry declaró. No había


otra cosa por decir. "Por favor deme una explicación."

El Señor Oscuro ahora estaba mirando a Harry con una mirada


siniestra. " Cuando niña-chica murió, yo esstaba en compañía de la
Adivina de la esscuela, esscuché profecía que habla de cómo tú te
vass a convertir en una fuerza de desstrucción massiva. Te vass a
convertir en una amenaza que va máss allá de la imaginación, máss
allá del apocalipssiss. Por esso ess que me essforcé tanto en
desshacer mi assessinato de la niña-chica, y mantenerlo
desshecho."

"Está," qué "está usted seguro," qué.

" No me atrevo a sser esspecífico contigo. La Profecía que


esscuché de mí missmo me llevó a hacerla realidad. No he olvidado
esse dessastre. " Voldemort se alejó aún más de Harry, ojos rojos
hendidos fijos sobre el Niño-Que-Vivió, pistola sin temblar en su
mano izquierda. " Todo essto, todo lo que he hecho, ess para
aplasstar esse desstino en cualquier punto de intervención. Ssi
algún desstino me hace fracassar con lo ssiguiente, niño-idiota de la
profecía de la desstrucción, entoncess debess matarte a ti missmo
para ssalvar a la niña-chica. De otro modo todo lo que afirmass
valorar morirá por tu propia mano. "

"Yo," la voz de Harry subió un octavo, "Yo," otra octava, "yo real
realmente no haría algo como eso, ¡en serio!"

" Ssilencio, tonto. Permanece en ssilencio a menoss que yo te


indique que puedess hablar. Mantén tu varita apuntada hacia abajo
y no la levantess a menoss que yo te lo diga. De lo contrario vass a
morir de inmediato, y recuerda que lo esstoy diciendo en Lengua
Parssel." Voldemort volvió a acercarse al altar.

Por un segundo la mente de Harry no pudo procesar lo que estaba


observando, y luego vio que Voldemort estaba sosteniendo un brazo
humano, cercenado cerca del hombro; parecía demasiado delgado,
ese brazo.

El Señor Oscuro presionó su varita contra la carne a la altura del


codo del brazo cortado, y los dedos se crisparon, se crisparon como
si estuvieran vivos; bajo la tenue luz de la luna Harry vio que una
marca oscura apareció sobre la carne, justo encima del codo.

Segundos después la primera figura encapuchada apareció dentro


del cementerio con el sonido de estallido de una Aparición. Un
momento después se oyó otro estallido, y luego otro.

Las figuras encapuchadas tenían máscaras de esqueleto plateadas,


y la luz de luna huyó de las túnicas bajo esas máscaras.

"¡Maestro!" gritó una de las túnicas negras, la tercera en llegar. La


voz era de un timbre peculiar, detrás de la máscara de esqueleto
plateada. "Maestro - ha pasado tanto tiempo - habíamos perdido la
esperanza -"

"¡Silencio!" bramó la voz alta del Señor Oscuro Voldemort. Todo


rastro del Profesor Quirrell se había ido de la figura demasiado alta.
"Apunten sus varitas sobre el Niño-Que-Vivió, ¡y lo deben vigilar!
¡No se distraigan, por ninguna cosa! ¡Lo deben paralizar si se
mueve, o si empieza a hablar!"

Más estallidos. Entre las tumbas, detrás de un árbol, en todos los


lugares sombríos, más túnicas estaban Apareciendo, todas
encapuchadas y enmascaradas. Algunos soltaron exclamaciones de
alegría, muchas de esas exclamaciones sonaron bastante forzadas;
otros avanzaron como para saludar a su Maestro. Voldemort les dio
a todos la misma instrucción, excepto aquellos a quienes se les
ordenó usar Crucio si Harry Potter se movía, a otros les dijo atar al
Niño-Que-Vivió si se movía, otros debían disparar maleficios y
maldiciones, otros debían cancelar su magia.

Treinta y siete estallidos, Harry contó hasta que las túnicas negras y
máscaras de esqueleto dejaron de llegar.

Todos ellos estaban apuntando sus varitas a Harry, alineados en un


semicírculo ante él, donde no iban a interferir con la línea de fuego
de los demás.

Harry continuó apuntando su varita hacia abajo, hasta ahora se le


había dicho eso, si la intentaba levantar, iba a morir. Permaneció en
silencio, hasta ahora se le había indicado que si intentaba hablar,
iba a morir. Intentó no temblar bajo la temperatura decreciente de la
noche, pues estaba desnudo, y el frío se estaba incrementando.

Sabes, comentó la última voz dentro de Harry, la voz de la


esperanza, creo que esto se está poniendo bastante malo incluso
para mis estándares.

Nota de traductor (5 de Abril de 2.020)

El siguiente episodio está alrededor de las 4.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 8 de Abril de 2.020 en y el 15
de Abril en el blog de Rhaidot y FNN.
Faltan 10 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el de Rhaidot .

Gracias por leer.


Examen Final
Capítulo 113: Examen Final

La luna gibosa cabalgaba alta sobre el cielo sin nubes, las estrellas
de la Vía Láctea visibles en toda su majestad dentro de la oscuridad:
Todo eso iluminaba treinta y siete máscaras brillando sobre las
túnicas negras, y la túnica más oscura era la del Señor Voldemort,
cuyos ojos fulguraban rojos.

"Bienvenidos, mis Mortífagos," habló la voz del Señor Voldemort,


llana y aguda y terrible. "¡No, no me vean a mí, tontos! ¡Ojos sobre
el niño Potter! Diez años, han pasado, diez años desde la última vez
que nos encontramos. Y aún así han respondido a mi llamado como
si hubiese sido ayer…" El Señor Oscuro Voldemort se acercó a una
figura encapuchada, palpó la máscara con sus dedos. "Dentro de
una burla Transformada a toda prisa y no la verdadera armadura del
Mortífago, con un Encantamiento infantil para distorsionar su voz.
Explíquese, Sr. Honor."

"Nuestras viejas máscaras y túnicas…" dijo la túnica cuya máscara


el Señor Oscuro había tocado. Aún con el distorsionado timbre de la
máscara, el temor era audible. "Nosotros… nosotros no estábamos
combatiendo con ellas, Maestro, una vez que desapareciste… así
que no mantuve sus encantamientos… y luego me invocaste para
aparecer aquí, enmascarado, y yo… siempre tuve fe en ti, Maestro,
pero no sabía que ibas a regresar este día… lamento
verdaderamente haberte disgustado…"

"Suficiente." El Señor Oscuro se ubicó detrás de otra figura, que


parecía temblar, aunque siguió encarando con su máscara al Niño-
Que-Vivió, y su varita firme. "Podría hacerme el de la vista gorda
ante tal negligencia, si hubiesen seguido mi agenda por otros
medios… Sr. Consejero. Y aún así yo regreso para encontrar -
¿qué? ¿Un país conquistado en mi nombre?" La aguda voz se hizo
más aguda. "¡No! ¡Los encuentro jugando a la política ordinaria en el
Wizengamot! ¡Encuentro a sus hermanos todavía abandonados en
Azkaban! Es una decepción para mí… Confieso que estoy
decepcionado… Ustedes pensaron que yo me había ido, que la
Marca Oscura estaba muerta, y abandonaron mi propósito. ¿Es eso
correcto, Sr. Consejero?"

"¡No, Maestro!" chilló esa figura enmascarada. "Sabíamos que iba a


regresar - pero, pero no podíamos combatir a Dumbledore sin usted
-"

" Crucio. "

Un horrible grito surgió de la máscara, perforando la noche,


continuando durante largos, largos segundos.

"Levántate," el Señor Oscuro ordenó a la figura que había colapsado


sobre el suelo. "Mantén tu varita apuntando a Harry Potter. No me
mientas de nuevo. "

"Sí, Maestro," sollozó la figura, empujándose a sí misma para


ponerse de pie.

Voldemort volvió a caminar detrás de las figuras de túnicas negras.


"Supongo que se están preguntando qué es lo que Harry Potter está
haciendo aquí… Por qué es un invitado a mi fiesta de renacimiento."

"¡Yo sé, Maestro!" exclamó una de las túnicas. "¡Usted quiere


demostrar su poder al asesinarlo, en frente de todos nosotros, para
no dejar duda de cual de los dos es el más fuerte! ¡Para mostrar que
su Maldición Asesina puede asesinar incluso al tan llamado Niño-
Que-Vivió!"

Hubo una pausa. Ninguna de las figuras encapuchadas se atrevió a


hablar.

Lentamente, el Señor Oscuro Voldemort, dentro de su túnica negra


de cuello alto, se giró para encarar al Mortífago que acababa de
hablar.
"Eso," murmuró Voldemort con una voz tan fría como la muerte, "es
demasiado tonto como para que yo lo deje pasar por alto, Sr.
Cetrino. ¿Usted escuchó la teoría de cómo morí, e intentó
provocarme para que yo repitiera un error?" El Señor Voldemort
estaba flotando, elevándose muy por encima del suelo. "¿Será que
terminaste por preferir tu pereza a mi dominio, Macnair? "

El Mortífago que había hablado de repente estaba rodeado por un


halo azul. Giró, apuntó su varita hacia el Señor Oscuro, y gritó "
¡Avada Kedavra! "

Voldemort simplemente se hizo a un lado en medio del aire,


esquivando el voltio verde.

" ¡Avada Kedavra! " gritó el Mortífago. Su mano que no sostenía una
varita estaba realizando otros gestos, más capas de colores se
estaban construyendo sobre su halo protector con cada gesto que
completaba. "¡Ayúdenme, hermanos míos! Si todos nosotros -"

El Mortífago cayó en siete pedazos llameantes sobre el suelo, los


pedazos de carne con los bordes cauterizados aún estaban
resplandeciendo.

"Ojos y varitas sobre Harry Potter, todos ustedes," Voldemort repitió,


su voz ahora era baja y peligrosa. "Y Macnair actuó por pura
estupidez, pues yo domino sus Marcas, como siempre lo voy a
hacer. Yo soy inmortal. "

"Maestro," inquirió otra túnica. "La chica sobre el altar - ¿está aquí
para servirnos en una Fiesta Oscura? No parece digna de tan alegre
ocasión. Podría encontrar a alguien mejor, Maestro, si me permitiera
irme por un momento -"

"No, Sr. Amistoso," lo interrumpió Voldemort, sonando más bien


divertido. "Esa pequeña bruja que ven sobre el altar no es otra que
Hermione Granger -"
"¿Qué?" gritó otra de las túnicas negras, y luego, "Lo lamento,
Maestro, lo lamento, suplicó su -"

" Crucio. " El gritó únicamente duró unos pocos segundos, y


Voldemort lo había ejecutado como si fuera parte del protocolo.
Después la voz de Voldemort regresó a ser algo divertida. "He
revivido a esta sangre sucia a través de la Más Oscura de las
magias, para mis propios propósitos. No le van a presentar ni el más
mínimo de los problemas, ninguno de ustedes. Van a desear estar
muertos si descubro que le han hecho daño a mi pequeño
experimento. Esta orden es absoluta, sin importar las circunstancias
- incluso si ella se escapa, por ejemplo." Una fría y aguda risa, como
si fuera un chiste que nadie más entendía.

"Maestro," una de las túnicas habló con la débil voz distorsionada de


su máscara de esqueleto. "Maestro, por favor - nunca me atrevería
a desafiarte, soy obediente como puedes ver - pero Maestro, te lo
suplico, permite que me vaya, para servirte mejor después - vine
aquí apresurado, abandonando - Maestro, con tantos de nosotros
ausentes, otros se van a hacer preguntas, van a señalar las
ausencias, a los que han desaparecido. Pronto no habrá excusa que
yo pueda ofrecer."

Una aguda y fría risa. "Ah, Sr. Blanco, el más delincuente de mis
sirvientes. Aún no he decidido si vas a sobrevivir a tu castigo. Tengo
menos necesidad de ti de lo que alguna vez tuve, Sr. Blanco. Dentro
de dos días los Mortífagos van a caminar por las calles
abiertamente. Mis poderes se han incrementado, y este mismo día
he eliminado a Dumbledore." Más jadeos de conmoción se elevaron
de entre los Mortífagos, a los que Voldemort no prestó atención.
"Mañana voy a asesinar a Bones, Crouch, Moody, y Scrimgeour, si
es que no han huido. El resto de ustedes irá al Ministerio y el
Wizengamot, y van a lanzar Maldiciones de Imperius como yo se los
indique. Hemos terminado de esperar. ¡Para la noche de mañana
me habré declarado Amo y Señor de Bretaña!"

Inhalaciones de aire surgieron de entre las máscaras reunidas, sin


embargo una de ellas se estaba riendo.
"¿Me encuentras divertido, Sr. Grim?"

"Mis disculpa, Maestro," respondió la figura con túnica que se había


reído, su varita perfectamente apuntada hacia donde estaba parado
Harry. "Me alegró escuchar que habías despachado a Dumbledore.
Escapé de Bretaña cobardemente por temor a él, habiendo perdido
fe en tu regreso."

La risa de Voldemort resonó dentro del cementerio. "Tu candor se


gana mi misericordia, Sr. Grim. Me sorprendió verte aquí esta
noche; eres más competente de lo que sospeché. Pero antes de
centrar nuestra atención en asuntos más felices, hay una cierta
tarea que debemos atender. Dime, Sr. Grim, si el Niño-Que-Vivió
hace un juramento contigo, ¿podrías confiar en él?"

"Maestro… no lo comprendo…" contestó el Sr. Grim. Uno o dos


Mortífagos giraron sus máscaras hacia Voldemort antes de volver a
fijar rápidamente su mirada de esqueleto sobre Harry.

"Responde," Voldemort siseó. "Este no es un truco, Sr. Grim, y vas a


contestar con la verdad o afrontar las consecuencias. Conoces los
antecedentes del niño, ¿no es así? ¿Conoces lo que todos saben de
él? Si el niño escogiera libremente hacer un juramento contigo,
incluso sabiendo que eres un Mortífago, ¿podrías confiar en su
palabra? ¡Responde!" La voz de Voldemort fue casi un chillido.

"Yo… sí, Maestro, supongo que podría…"

"Bien" Voldemort dijo fríamente. "El potencial para confiar debe


existir, para ser sacrificado. Y para el que va a ser testigo del
Juramento Inquebrantable… ¿quién de ustedes deberá sacrificar su
magia? Será un Juramento bastante largo… mucho más largo de lo
usual… mucha magia será requerida para eso…" Voldemort sonrió
con su horrenda sonrisa. "El Sr. Blanco tendrá que hacerlo."

"¡No, por favor! ¡Maestro, se lo suplico! Le he servido mejor que


cualquiera - tan bien como pude -"
" Crucio, " pronunció Voldemort, y el Sr. Blanco gritó a través de la
distorsión de su máscara por lo que pareció un minuto entero.
"¡Agradece que te voy a dejar con vida! Ahora acérquense al niño,
Sr. Grim, Sr. Blanco. ¡Por detrás de él, idiota! ¡No debes bloquear
las varitas de los otros! Y el resto de ustedes, deben disparar si
Harry Potter intenta escapar, incluso si significa golpear a sus
compañeros Mortífagos."

El Sr. Blanco se demoró en llegar, la túnica negra parecía temblar,


mientras que el Sr. Grim se puso con agilidad en posición.

"¿Cuál debe ser el Juramento, Maestro?" preguntó la voz del Sr.


Grim.

"Ah, sí," Voldemort explicó. El Señor Oscuro siguió caminando


detrás del semicírculo de Mortífagos. "Hoy - aunque difícilmente
espero que alguno de ustedes me crea - hoy estamos haciendo el
trabajo del Merlín, mis Mortífagos. ¡Sí! Ante nosotros se interpone
un grave peligro, quien en su torpe locura ha sido profetizado como
la causa de una destrucción tal que yo apenas y la puedo imaginar.
¡El Niño-Que-Vivió! ¡El niño que provoca miedo a los Dementores!
El ganado que cree suyo este mundo tendría que haber estado más
preocupado cuando vieron eso. ¡Inútiles, todos ellos!"

"Perdóneme -" dijo con vacilación una de las voces en túnica negra.
"Maestro - seguramente, de ser ese el caso - Maestro, ¿por qué no
simplemente lo matamos de inmediato?"

Voldemort se rió, una extraña risa de amargura. Cuando habló su


voz era precisa. "Esta es la intención del Juramento, Sr. Grim, Sr.
Blanco, Harry Potter. Escuchen bien y comprendan el Juramento
que deben pronunciar, pues su intención también los obliga, y los
tres deben compartir un entendimiento de su significado. Vas a jurar,
Harry Potter, que no vas a destruir el mundo, ni vas a tomar riesgos
que puedan destruir el mundo. Este Juramento podría no forzarte en
una acción positiva, teniendo en cuenta eso, este Juramento no
fuerza tu mano a cometer ninguna estupidez. ¿Comprenden eso, Sr.
Grim, Sr. Blanco? Estamos lidiando con una profecía de destrucción.
¡Una profecía! Se pueden cumplir a sí mismas en maneras
retorcidas. Debemos ser cautelosos para que el Juramento mismo
no vaya a ser la causa de la profecía. No nos atrevemos a permitir
que este Juramento fuerce a Harry Potter a quedarse inmóvil si
algún desastre ya ha sido provocado por su mano, porque debe
tomar algunos riesgos menores si va a intentar detenerlo. Ni el
Juramento lo debe forzar a escoger un riesgo de verdadera y vasta
destrucción, por encima de una certeza inferior de destrucción. Sin
importar toda la estupidez de Harry Potter, " la voz de Voldemort se
alzó, "toda su imprudencia, todos sus grandiosos planes y buenas
intenciones - ¡no se va a arriesgar a que lleven al desastre! ¡No
deberá apostar el destino de la Tierra! ¡Ninguna investigación que
lleve a la catástrofe! ¡Ningún sello que se vaya a abrir, ninguna
puerta al ser abierta!" la voz de Voldemort volvió a bajar. "A menos
que este mismo Juramento lleve a la destrucción del mundo, en
cuyo caso, Harry Potter, debes ignorar ese punto en particular. No
vas a confiar únicamente en tu propia determinación, se lo debes
contar honesta y plenamente a la amiga en que confías, y ver si ella
está de acuerdo. Tal es el significado e intención del Juramento.
Únicamente fuerza a las acciones que Harry Potter pueda elegir por
sí mismo, habiendo descubierto que él es un instrumento profético
de la destrucción. Pues la capacidad para elegir también debe
existir, para ser sacrificada. ¿Lo comprende, Sr. Blanco?"

"Yo - yo creo que sí - oh, Maestro, por favor, no permita que el


Juramento sea tan largo -"

"Silencio, tonto, el día de hoy serás más útil que en toda tu vida.
¿Sr. Grim?"

"Creo, Maestro, que debe ser repetido para mí."

Voldemort sonrió con esa sonrisa demasiado ancha, y lo volvió a


explicar de nuevo usando palabras diferentes.

"Y ahora," Voldemort dijo fríamente, "Harry Potter, vas a mantener tu


varita apuntada hacia abajo, y permitir que el Sr. Grim toque su
varita con la tuya; y vas a pronunciar las palabras que yo te indique.
Si Harry Potter dice cualquier otra palabra, lo deben cortar, todos los
demás."

"Sí, Maestro," replicó el coro de treinta y cuatro personas.

Harry estaba helado, y tiritando, y no solamente porque estaba


desnudo durante la noche. No comprendía por qué Voldemort no lo
había matado ya. Parecía haber una única línea llevando a ese
futuro, y era la línea escogida por Voldemort, y Harry no sabía qué
ocurría después.

"Sr. Blanco," indicó Voldemort. "Con tu varita toca la mano de Harry


Potter, y repite estas palabras. Magia que fluye dentro de mí, ata
este Juramento."

El Sr. Blanco repitió esas palabras. Incluso a través del efecto de


distorsión de su máscaras, sonaba como si se le estuviera
rompiendo el corazón.

Detrás de Voldemort los obeliscos cantaron, un lenguaje que Harry


desconocía; tres veces repitieron sus palabras, luego guardaron
silencio.

"Sr. Grim," prosiguió Voldemort. "Piensa en las razones por las que
podrías confiar en este niño, si él hubiera realizado este Juramento
por voluntad propia. Piensa en ese potencial para confiar, y tienes
que sacrificarlo mientras dices…"

"Por la confianza que tengo en ti," pronunció el Sr. Grim, "quedas


atado."

Y luego fue el turno de Harry Potter para repetir las palabras del
Señor Voldemort, y así lo hizo Harry.

"Yo juro…" Harry habló. Su voz temblaba, pero pudo hablar. "Que no
voy a… por ningún acto propio… destruir el mundo… No voy a
arriesgarme… a no destruir el mundo… si mi mano es forzada…
podré tomar el camino… de la destrucción menor por encima de la
destrucción mayor… a menos que me parezca que este Juramento
en sí mismo… lleve al final del mundo… y si la amiga… en quien yo
honestamente confío… está de acuerdo con esto. Por mi propia
voluntad…" Harry lo pudo sentir, a medida que el rito era invocado,
las brillantes cuerdas de poder envolviendo su varita y la varita del
Sr. Grim, envueltas alrededor de su mano donde la varita del Sr.
Blanco la había tocado, envueltas alrededor de su yo en algún nivel
abstracto y perturbador. Harry pudo sentirse a sí mismo invocando
su poder de libre albedrío, y supo que sus próximas palabras lo iban
a sacrificar, que esta era absolutamente la última oportunidad para
arrepentirse.

"… así sea," dijo la helada voz del Señor Voldemort.

"… así sea," Harry repitió, y supo en ese momento que el contenido
del Juramento ya no era algo que él pudiera decidir hacer o no, era
simplemente la manera en que su cuerpo y mente se iban a mover.
No era un Juramento que pudiera romper incluso al sacrificar su
vida en el proceso. Como agua fluyendo al bajar de una montaña o
una calculadora sumando números, solamente era una cosa que
Harry Potter iba a hacer.

"¿El Juramento funcionó, Sr. Blanco?"

El Sr. Blanco sonó como si estuviera llorando. "Sí, Maestro… He


perdido tanto, por favor, ya he sido castigado bastante."

"Regresen a sus lugares…" ordenó Voldemort. "Bien. Todos los ojos


sobre el niño Potter, prepárense para disparar en el instante que
intente huir, o levantar su varita, o pronunciar cualquier palabra…" El
Señor Oscuro flotó muy alto en el aire, la figura de la túnica más
negra echando un vistazo al cementerio. Otra vez la pistola en su
mano izquierda, y su varita en su derecha. "Mejor. Ahora vamos a
matar al Niño-Que-Vivió."

El Sr. Blanco se tambaleó. El Sr. Grim se estaba riendo de nuevo, y


así lo hicieron otros.
"No hice todo eso para ser gracioso," Voldemort gruñó fríamente.
"Estamos lidiando con una profecía, tontos. Estamos cortando las
hebras del destino una por una; con cuidado, mucho cuidado, sin
saber en dónde podríamos encontrar nuestra primera resistencia.
Este es el orden en que el siguiente acto será ejecutado. Primero
Harry Potter será paralizado, entonces sus extremidades serán
cortadas y las heridas cauterizadas. El Sr. Amistoso y el Sr. Honor lo
examinarán en busca de alguna magia inusual. Uno de ustedes
deberá disparar al niño muchas veces con mi arma Muggle, y luego
todos los que entre ustedes puedan invocar la Maldición Asesina la
usarán contra él. Sólo entonces el Sr. Grim aplastará su cráneo con
la substancia mundana de una lápida. Yo revisaré su cadáver, que
después será quemado con Fuego Endemoniado, y luego
exorcizamos el área circundante en caso de que haya dejado un
fantasma. Yo mismo voy a proteger este lugar hasta que hayan
pasado seis horas, pues no me fio por completo de los escudos que
puse contra viajes en el Tiempo; y cuatro entre ustedes tendrán que
investigar los alrededores buscando señales de cualquier cosa que
sea digna de atención. Incluso después de eso debemos
permanecer vigilantes ante cualquier señal de la presencia renovada
de Harry Potter, en caso de que Dumbledore haya dejado algún
truco inimaginable en reserva. Si se les ocurre cualquier idea que yo
no haya tenido para asegurarse de que la amenaza de Harry Potter
sea eliminada, hablen ahora y los recompensaré enormemente…
¡hablen ahora, en el nombre de Merlín!"

Hubo un silencio paralizante en medio del cementerio; nadie se


atrevió a hablar.

"Inútiles, todos ustedes," Voldemort dijo con amargo desdén. "Ahora


le voy a hacer a Harry Potter una pregunta final, y él responderá esa
pregunta solamente para mis oídos, en Lengua Parsel. Derriben al
niño de inmediato si responde con cualquier cosa que no sea un
siseo, si intenta pronunciar una palabra en lengua humana." Luego
Voldemort siseó, " Poder que yo no conozco, sse dijo que tú
tendríass. Lass Artess Muggle ahora lass he aprendido de ti, y lass
voy a sseguir esstudiando. Tu poder ssobre los devoradoress de
vida debe sser comprendido por uno missmo, o assí lo afirmasste.
Ssi hay cualquier poder que tú posseass, que yo también pueda
obtener, dímelo ahora. De lo contrario, tengo la intención de
atormentar a algunoss de loss que te importan. Algunass vidass ya
te he prometido, pero otrass no. Tuss ssirvientess ssangre ssucia en
tu pequeño ejército. Tuss preciossoss padress. Todoss ssufrirán por
lo que parecerá una eternidad; y luego loss voy a enviar, rotoss,
dentro de la prissión de loss devoradoress de vida para que
recuerden dicha tortura, hassta que sse pudran y mueran. Por cada
poder dessconocido que me expliquess cómo dominar, o algún otro
ssecreto que yo dessee conocer, puedess nombrar a uno máss
entre aquelloss para que ssean protegidoss y cuidadoss durante mi
reinado. Ess también una promessa que pretendo cumplir. " La
expresión de sonrisa de Voldemort resurgió como si fueran los
colmillos abiertos de una serpiente, y el significado que esa
expresión tenía entre serpientes, una promesa de que cualquier
cosa en el camino de esos colmillos sería consumido por ellos. " No
pierdass el tiempo en penssamientoss de esscape, ssi te importan
elloss. Tieness ssessenta ssegundoss para empezar a contarme
algo que yo quiera ssaber, y luego comienza tu muerte."

Nota de traductor (8 de Abril de 2.020)

Este es tu examen final.

Tienes tiempo hasta que la traducción de HPMOR haya sido


completada.

Tu solución debe permitir que Voldemort sea capaz de asesinar a


Harry,

para salvar el mundo de la destrucción, a pesar de que la profecía


se debe cumplir,

a pesar de que Voldemort sea un villano.


Faltan 38.000 palabras para llegar hasta el último capítulo,

por lo que calculo que en un mes exacto será publicado el final.

Todas las ideas/relatos serán añadidas en un capítulo especial


omake,

nuestro regalo de despedida exclusivo de la comunidad de


habla hispana.

Tengan en cuenta lo siguiente:

1. Nadie va a venir a ayudar a Harry.

Todos sus aliados creen que Harry está presente en un juego de


Quidditch.

2. Puedes escribir mínimo una sola línea, máximo una página;

piensa que se trata de una lluvia de ideas.

3. Voldemort es malvado y no puede ser persuadido de ser bueno;

la función utilitaria del Señor Oscuro no puede ser cambiada


mediante el diálogo.

Está libre de restricciones morales y sus objetivos son salvar y


gobernar el mundo.

4. Pueden tomar como ejemplo los capítulos 11 y 64 de HPMOR


para ver qué

es un omake.

5. Recuerden las limitaciones del Giratiempo y las profecías, sean


creativos para

que Voldemort evite la destrucción del mundo, aún si no puede


cambiar el pasado,
aún si las Profecías siempre se cumplen de un modo u otro.

6. Es imposible mentir en Lengua Parsel.

Dentro de estas limitaciones,

se le permite a Voldemort alcanzar su máximo potencial racional,

sin importar cuales sean sus otras fallas.

Por supuesto 'la solución racional',

si estás usando la palabra 'racional' correctamente,

no es más que manera elegante de decir 'la mejor solución'

o 'la solución que me gusta' o 'la solución que creo que deberíamos
usar',

y usualmente deberías pronunciar alguno de esos sinónimos.

(Únicamente utilizamos la palabra 'racional' para hablar sobre


formas de pensar,

consideradas aparte de cualquier solución en particular.)

Y por el Principio de Vinge,

si sabes exactamente lo que una mente inteligente haría,

significa que tú también debes ser inteligente.

Preguntar a alguien "¿Cuál sería el mejor movimiento según un


jugador óptimo?"

no debería producir mejores respuestas que "¿Qué crees tú que es


lo mejor?"

En términos prácticos,
a lo que me refiero cuando digo que a Voldemort se le permite
alcanzar

su máximo potencial racional, es que Voldemort puede resolver este


problema

del modo en que TÚ lo harías.

Si puedes explicar exactamente cómo hacer algo,

a Voldemort se le permite pensarlo.

Pero no sirve como solución decir, por ejemplo,

"Voldemort debería persuadir a Harry de no ser un elemento de


destrucción"

si no sabes cómo lograr eso.

Solamente UNA IDEA por persona por favor, puedes comentar


en FFN,

el blog o las redes sociales de Rhaidot.

Para la mejor experiencia, te recomiendo no investigar lo que


sucede en los

próximos episodios, de hecho, deberías escribir tu solución antes de


leer los

siguientes episodios, intenta completar este examen por cuenta


propia,

sin mirar las respuestas de los demás,

y espera hasta el capítulo 124 para ver cómo lo hiciste.

Les deseo la mejor de las suertes, o mejor dicho la mejor de las


habilidades

ACLARACIÓN:

Si estás ocupado con exámenes pendientes,

aunque el efecto del espectador sea algo real,

espero que el efecto colectivo de

'todos con asuntos de vida más urgentes quédense por fuera del
esfuerzo colectivo'

altere las probabilidades muy poco

(incluso si nadie más participa, yo tengo una idea que pienso


escribir.)

Así que si no tienes el tiempo, entonces por favor no participes.

Como cualquier escritor, disfruto el delicioso sabor del sufrimiento de


mis lectores,

más fino que cualquier chocolate; pero yo no te quiero *herir*.

Igualmente, si odias odias odias este tipo de retos, ¡no participes!

La idea es que lo disfrutes. Nada más sigue leyendo como si nada.

Les recuerdo que tienen un mes para pensar.

Usen el Abstente de Proponer Soluciones, Luke.

(Referencia al capítulo 25 de HPMOR)

Y real y verdaderamente, lo digo en serio,

Voldemort no puede desarrollar una consciencia de repente,


por lo que está convencido que Harry debe morir,

ni salvar el mundo evitando que la profecía se cumpla, porque

en el mundo de Harry Potter todas las profecías siempre se vuelven


realidad

El siguiente episodio está alrededor de las 2.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 10 de Abril de 2.020 para los
Patrocinadores y el 17 de Abril en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 9 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el Blog de Rhaidot .

Gracias por leer.


Callate y Haz Lo Imposible
Capítulo 114: Cállate y Haz Lo Imposible

Advertencia: Si realmente quieren disfrutar el reto al final del


capítulo anterior, les recomiendo que escriban su idea antes de leer
este episodio.

La luna gibosa cabalgaba alta sobre el cielo sin nubes, las estrellas
de la Vía Láctea visibles en toda su majestad dentro de la oscuridad,
todas ellas brillaban sobre el cementerio para ser testigos desde
distancias inimaginables.

En el instante en que Harry se dio cuenta que había ninguna


manera de salvarlos a todos, las voces de su mente desaparecieron,
se volvieron una sola, un único propósito apoderándose de cada
fracción de su mente.

Cincuenta segundos.

Cuarenta segundos.

Los ojos de Harry recorrieron lentamente el aire, hasta que su


mirada aterrizó sobre el Primer Mortífago, el que estaba más cerca
de él.

¿Treinta segundos?

¿Veinte segundos?

" El tiempo cassi sse acaba -" siseó Voldemort.

" Yo conozco ssecretoss que a ussted le gusstaría ssaber, " Harry


siseó. No miró directamente al Señor Oscuro cuando habló. " Pero
el conocimiento máss valiosso para ussted, creo, sserían miss
ideass ssobre cómo podría sser destruido el mundo. Aún assí,
revelar taless penssamientos a ussted podría llevar a la
desstrucción del mundo. No conozco la profecía, ssin embargo ssi
hay profecía, ess máss probable de lo ussual que contarsselo a
ussted pueda caussar esse efecto en vez de cualquier acción que
yo missmo pueda hacer. O contarsselo a ussted podría prevenir la
desstrucción del mundo, ya que ussted parece motivado a lograrlo.
No sse me permite tomar tal decissión por mí missmo. Necessitaría
desspertar y conssultar a la niña-chica amiga. El Juramento lo
requiere."

Hubo una larga pausa. El Señor Oscuro, flotando por encima y


detrás de la curva de los Mortífagos con las varitas alzadas, empezó
a reírse como Salazar Slytherin había pensado que una serpiente se
reiría, fría diversión en la forma de un siseo. "¿ Ssabess cómo
desstruir el mundo, entoncess? "

" Deliberadamente no puedo intentar imaginar métodoss. Ussted


podría tener un ssirviente que robe miss penssamientoss. El
Juramento lo prohíbe. Pero ssosspecho que podría dessarrollar
método, ssi niña-chica me dice que lo intente. "

Los ojos de Harry pasaron lentamente de un Mortífago a otro, y


luego a otro.

Más risa serpentina. " Asstuto. Tieness miss cumplidoss por penssar
en tal táctica. Pero no. "

" Ssé que es molessto, aunque con el mundo y su eternidad en


riessgo, no debería ussted -"

"Hay mayor riessgo para el mundo al permitir taless


complicacioness, demorando tu final. Voy a esstudiar lass cienciass
Muggle por mi cuenta, pensaré en todo lo que tú podríass haber
imaginado. Ahora dime loss ssecretoss que me puedass revelar, o
essto termina. "
Lentamente, la visión de Harry recorrió el cementerio en cuidadosos
arcos, ignorando al Señor Oscuro excepto como una oscuridad
flotante dentro de su visión periférica. Su boca siguió hablando
mientras él únicamente prestaba atención a medias. " He
conssiderado idea que ussted podría no haber conssiderado,
maesstro. Ssu intento de assessinarme podría fallar en un cierto
modo esspecífico a pessar de todass ssuss precaucioness, quizá
llevando a la desstrucción del mundo desspuéss. Normalmente no lo
conssideraría probable, pero con una profecía a la mano, muy bien
podría sser assí. "

Voldemort se quedó quieto, en el aire. " ¿Cómo? "

" No esstoy obligado a decirlo. "

Una ira fría comenzó a hervir a través de la réplica serpentina. "


Aunque comprendo bien tu dessesperación y la asstucia que
intentass, essto empieza a irritarme. No me voy a contener para
matarte, pues esso ssigue ssiendo un riessgo máss grande a que no
me digass tuss penssamientoss para la desstrucción del mundo.
¡Habla! "

" No. El Juramento no me obliga a ninguna acción possitiva. "

Entonces el Señor Oscuro miró a Harry Potter desde arriba, quien le


echó un vistazo breve a la cara enojada antes de que sus ojos
pasaran al siguiente Mortífago. Algunos pasaban el peso de un pie
al otro ligeramente, sin embargo seguían quietos, y no hablaban
mientras mantenían sus varitas firmes. Las máscaras de esqueleto
plateado no podían ser leídas.

Luego el Señor Oscuro empezó a reír de nuevo. " ¿Ssobrevivir tu


muerte, creess que podríass? No, niño, mis horrocruxess no esstán
enlazadoss contigo. Lo ssabría ssi lo esstuvieran. ¿O hay otra razón
por la que creess que podríass ssobrevivir máss allá de miss
medioss para assegurar tu muerte? "
Harry no se permitió distraerse. Las fallas repetidas no importaban,
porque únicamente llevaban a la siguiente acción de la cadena -
pero de todos modos necesitaba una siguiente acción -

"Ahora pronuncia un ssecreto, " el Señor Oscuro siseó, " o yo -"

" Devoradoress de vida ssiempre te persseguirán, ssiempre te


odiarán, te van a busscar a donde ssea que vayass, ssi lo que
acabo de hacer fue exitosso, ¡He provocado que sse lancen ssobre
ti! Ssecreto del Encantamiento Guardián esstará lejoss de ti por un
largo tiempo, ¡tal vez por ssiempre! ¡La mejor defenssa contra loss
devoradoress de vida morirá conmigo! "

" Essto sse esstá poniendo trisste… " la voz del Señor Oscuro
cambió. "Ah. Ya veo. Los devoradoress de vida ressponden a lass
expectativass. Me dicess que sseré cazado, tengo la expectativa de
sser cazado, elloss me cazarán. Lo cual ess raro, aunque no algo de
lo que no sse haya esscuchado. Ssecreto valiosso, ssí. Puedo ver
muchoss ussoss." Una sonrisa cruel. " Te voy a permitir sseleccionar
una perssona para que ssea ssalvada. "

" Yo. "

" Te diría que muerass con dignidad, pero conociéndome a mí


missmo, ssé que ess fútil. Hass dessperdiciado mi preciosso regalo
al molesstarme, y te lo quito. ¿Algún otro ssecreto? "

" Ssí. Unoss realmente interessantes, de hecho. Algunoss sson muy


improbabless para sser desscubiertoss por ussted, por mucho
tiempo o nunca. Ssi le cuento todo lo que no va a arriessgar el
mundo, ¿podría no atormentar a ninguno de miss amigoss o familia?
Todo esste discurso inició porque ussted no me dejó ningún camino
para ssalvarloss a todoss. "

El Señor oscuro se quedó quieto en el aire por un largo rato.

Y los ojos de Harry siguieron cruzando el cementerio lentamente,


con su mano sujetando su varita con fuerza.
En el instante en que Harry se dio cuenta de que no podía salvarlos
a todos -

No podía pronunciar ningún hechizo. Pero la Transformación no


requería palabras.

No había material de contacto para su varita excepto el aire, que no


podía ser Transformado. Sin embargo Voldemort no sabía sobre la
Transformación parcial, que Harry podía usar para Transformar una
pequeña partícula del propio material de la punta de su varita.

" Estáss alargando el tiempo," el Señor Oscuro concluyó. " ¿Nada


máss para demorar tu muerte? ¿O con otro propóssito? "

Harry nada dijo, su otro trabajo haciéndose más lento pues su


mente estaba buscando una continuación a la conversación que
pudiera funcionar incluso contra la voluntad del Señor Oscuro -

"¡Habla y revela tu propóssito, o essto termina ahora y tuss amigoss


ssufrirán toda ssu vida! "

" Baje el arma Muggle y no apunte ssu varita en mi dirección, " Harry
siseó, poniendo tanto peligro helado como pudo en la voz de
serpiente. "No de órdeness a ssuss ssirvientess. Yo posseo
capacidadess de lass cualess ussted ess ignorante. Puedo ussar
una de essass capacidadess para caussar una explossión enorme
cassi en un insstante, ssin pronunciar hechizo. Mataría ssu cuerpo
nuevo, y a todoss ssuss ssirvientess, La Piedra quién ssabe en
dónde quedaría. "

Con su nivel actual de práctica Harry podía Transformar un


milímetro cúbico tan rápido como podía concentrar su magia y
determinación.

Un milímetro cúbico de antimateria.

No era algo que pudiera destruir el mundo.


Voldemort parecía estar labrado en piedra. " Ess una finta, tiene que
sserlo. "

" No miento. Hablo en Lengua de Sserpiente, Le digo, puedo


hacerlo cassi insstantáneamente, antess de que cualquier hechizo
pueda sser lanzado ssobre mí, creo. Ussted aún no ssabe lo
ssuficiente de ciencia. El poder que yo domino ess máss fuerte que
el processo que alimenta a las esstrellass."

" El Juramento te detendrá," siseó Voldemort. " No puedess


arriessgar el mundo. ¡No puedess tomar riessgoss, ninguno, con
ideass ingeniossass! "

" No voy a arriessgar el mundo. Ya esstimé el tamaño de la


explossión, no va a sser del tamaño del mundo. "

" ¡Esso NO lo ssabess, tonto! ¡No puedess esstar SSEGURO! " El


siseo de Voldemort se estaba poniendo más agudo.

" Tengo una certeza razonable. El Juramento no me va a detener."

Se incrementó la furia en la expresión de Voldemort, y a pesar de


ello su siseó cargaba una nota de temor. "Voy a caussar dolor máss
allá de la imaginación ssobre todoss loss que te importan -"

"Cállesse. Voy a ignorar todass essass amenazass, como la teoría


de juegoss afirma que debería hacerlo. La única razón por la que
ussted hace amenazass ess porque esspera que yo responda." Eso,
también, Harry lo había comprendido verdaderamente ante la
adversidad más extrema. "Ofrezca algo que yo quiero, maesstro. A
cambio de ssu nuevo cuerpo, a cambio de sseguir en possessión de
la Piedra, a cambio de lass vidass de ssuss ssirvientess. "

La boca de Harry estaba funcionando de modo automático, su


verdadera atención estaba en otra parte.

Por debajo de los destellos de luna un delgado fragmento de plata,


una fracción de una línea…
Desde un diminuto punto en la punta de la varita de Harry, con un
milímetro cúbico de base, estirado como una delgada línea de tela
de araña Transformada. Se habría roto de inmediato, con un solo
movimiento; no habría sido notada, si alguien hubiese notado su
resplandor. Menos de un décimo de milímetro de sección
transversal, la pequeña figura representada por la línea extendida
de tela de araña era algo que Harry podía Transformar velozmente,
diez centímetros de extensión para un volumen total de un milímetro
cúbico; y Harry podía Transformar un milímetro cúbico en una
fracción de segundo. Estaba forzando la Transformación hacia
afuera, la extendía a través del aire tan pronto como podía sin
arriesgar la Transformación en sí misma.

El rastro de la línea de tela de araña se envolvía alrededor de las


túnicas de los Mortífagos a la altura del cuello, formando un patrón
de hilos.

La cara de Voldemort era de flemática. "No debess ssalir de aquí


con vida. Lass perssonass ssenssatass esstarían de acuerdo, essto
te lo digo en Lengua de Sserpiente. Pero a todoss tuss amigoss voy
a tratar con amabilidad y loss voy a proteger bajo mi reinado, ssi
accedess a morir ahora como una buena perssona debería hacerlo."

El último Mortífago fue envuelto. El patrón de la tela de araña ya


estaba completo. La red había dado vueltas alrededor de todos los
cuellos de los Mortífagos. El fin de esos hilos había sido anclado a
un círculo central; y ese círculo central tenía a su vez tres hilos que
surgían desde su centro. Todo el patrón seguía tocando la línea
base saliendo de la varita de Harry.

En un pocos segundos, esos hilos casi invisibles que reflejaban la


luz de la luna se volvieron negros.

Los filamentos se estrecharon, se hicieron más fuertes, y más


afilados que un alambre de acero; una trenza de nanotubos de
carbono, cada tubo individual a partir de una sola molécula.
Harry siseó, " También quiero que prometa que va a tratar a lass
nacioness con amabilidad durante ssu reinado. No aceptaré menoss
que esso."

Voldemort flotó estático en el aire, su rostro de serpiente mostrando


una furia sin límite.

Dos hilos finales salieron del patrón oscuro, hilos negros ya en


forma de nanotubos. Se movieron ligeramente a través del aire
hacia el propio Señor Oscuro, hacia la manga que estaba sobre la
mano izquierda de Voldemort que sostenía la pistola, hacia la
manga sobre la mano derecha que sostenía la varita de tejo, hilos
ubicados por lo alto para darles tiempo de caer lentamente a través
del aire. Los hilos dieron la vuelta, se cerraron sobre sí mismos,
ataron nudos deslizables. Empezaron a endurecerse, acercarse a
las mangas, pues Harry estaba acortando su Transformación -

Harry sintió el cosquilleo del poder de Voldemort empezando a tocar


su propio poder en el fondo de su mente; al mismo tiempo que los
ojos del Señor Oscuro se abrieron de par en par, y su boca se abrió.

Y Harry Transformó los hilos negros que se estaban estirando desde


el centro de patrones negros para que fueran menos de un cuarto
de su tamaño anterior, reduciendo el círculo, jalando con fuerza todo
lo que tenía atado, cerrando los nudos.

(Túnicas negras, cayendo.)

Harry no estaba mirando allí, no vio las máscaras cayendo, ni la


sangre, en el fondo de su mente sintió las explosiones de magia
similares a las que sintió cuando Hermione murió pero las ignoró,
los ojos de Harry únicamente vieron las manos del Señor Oscuro
cayendo junto con su pistola y varita, y luego la varita de Harry se
estaba alzando, apuntando -

Harry gritó, "¡STUPORFY! "


El voltio rojo con el mismo color del Maleficio Paralizador voló hacia
Voldemort, fulgurando a través del cementerio casi más rápido de lo
que el ojo podía ver.

Sin ninguna vacilación a pesar de sus heridas el Señor Oscuro bajo


y luego giró a la derecha en el aire.

Y el voltio rojo del Paralizador con Viraje secreto del Profesor


Flitwick giró en medio del aire y se estrelló contra Voldemort.

El dolor ardiente golpeó como un relámpago la cicatriz de Harry, lo


hizo chillar y un halo rojo apareció a través de su visión, a pesar de
todo Harry dejó caer su varita por puro dolor y fatiga.

Cuando Harry dejó caer su varita, el dolor empezó a mermar -

Nota de traductor (10 de Abril de 2.020)

El siguiente episodio está alrededor de las 3.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 12 de Abril de 2.020 para los
Patrocinadores y el 19 de Abril en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 8 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme siendo un Patrocinador de Rhaidot .

Gracias por leer.


Callate y Haz Lo Imposible Parte 2
Capítulo 115: Cállate y Haz Lo Imposible, Parte 2

Algo como un estado de fuga había caído sobre la mente de Harry.


Se sentía parcialmente agotado, parcialmente ausente de sí mismo.
Elementos de su mente estaban dormidos, quizá dormidos
deliberadamente por alguna parte que era lo suficientemente
inteligente como para predecir lo que iba a pasar. Lo que acababa
de hacer -

El pensamiento fue silenciado, dejando espacio para tener


consciencia de otras cosas.

Harry estaba de pie en el medio de un cementerio desordenado,


lápidas esparcidas sin ninguna organización.

Bajo la luz de la luna y las estrellas, se podía ver las túnicas negras
sobre el suelo, rodeadas por texturas que no encajaban del todo con
la tierra del cementerio, humedad teñida de rojo bajo los destellos
de la luna. Algunas cabezas se habían salido de las túnicas,
revelando pelo que era largo o corto, oscuro o brillante, que era todo
lo que se podía ver bajo la luna. Las máscaras de plata
permanecieron haciendo parecer que todo el cabello tenía su origen
desde esos cráneos y no desde rostros humanos -

El pensamiento fue silenciado, dejando espacio para tener


consciencia de otras cosas.

Una niña dentro de un uniforme de Hogwarts con bordes rojos


dormía sobre el altar. Cerca del altar, las cosas de Harry yacían
amontonadas.

Sobre el suelo yacía un hombre demasiado alto con rostro


inhumano, sangre derramándose desde los muñones de sus
muñecas.
Tan pronto como el Señor Oscuro Voldemort despierte, va a destruir
todo lo que tú amas. Dumbledore ya no está aquí para detenerlo.

No puede ser metido a una prisión, pues puede abandonar su


cuerpo en cualquier momento.

No puede ser asesinado permanentemente, no sin antes destruir


más de cien horrocruxes, una de los cuales es la placa del Pioneer.

Materiales: Una varita, esta vez se te permite apuntar y hablar.

Tienes cinco minutos.

Resuelve.

Harry arrastró los pies hacia el altar, se arrodilló a su lado, y recogió


su monedero.

Caminó hacia donde yacía Voldemort.

La sensación de aprehensión había disminuido, tras Voldemort


haber caído inconsciente por el maleficio. Ahora, cuando Harry se
aproximó, se elevó hasta una altura terrible, haciendo llamear el
dolor en su cicatriz.

Harry ignoró el chillido interno. Esa había sido la última memoria de


Tom Riddle grabada a fuego dentro del cerebro de Harry, el último
patrón cognitivo que había sido transferido sobre el bebé infante
antes de que Tom Riddle hubiese explotado: una sensación de
horror agrandado e impotencia asociados con la resonancia que se
había salido de control. Ahora Harry sabía el significado, de esa
sensación de aprehensión, y eso la hacía más fácil de ignorar.
Había deducido que el efecto de la resonancia golpeaba con más
fuerza al que lanzaba el hechizo, con poder proporcional al poder
del hechicero, y había acertado con su apuesta.

Harry posó su mirada sobre el cuerpo de Voldemort, y respiró


profundamente - a través de su boca, porque un olor como el cobre
sobre el cual Harry no quería pensar le estaba entrando por la nariz.

Harry se arrodilló al lado de Voldemort, sacó su kit médico de su


monedero, y puso un torniquete de cierre automático sobre la
muñeca izquierda del cuerpo, luego otro torniquete para la muñeca
derecha.

Se sintió mal, mostrar esa preocupación por Voldemort. Alguna


parte de Harry era consciente, en el fondo de su mente, que a un
gran número de personas le acababa de pasar algo
extremadamente malo. Lo que habría sido un balance justo, lo que
habría sido justicia, era que Voldemort hubiese sufrido el mismo
destino sin un instante de duda. Lo que Harry estaba haciendo se
sentía como si Batman estuviera demostrando que le preocupa más
el Guasón que las víctimas del Guasón; se sentía como una
historieta de cómic donde los escritores buscaban excusas una y
otra vez para justificar la moralidad de no matar a los Grandes
Villanos con Nombre mientras que había gente inocente muriendo al
fondo de los paneles. Mostrar más amabilidad para el villano jefe
que para sus secuaces, poner más atención por su destino que por
lo ocurrido a sus seguidores de menor estatus, era una falla de la
naturaleza humana.

Así que se sintió incorrecto cuando Harry se paró al lado del cuerpo,
los torniquetes cerrados fuertemente sobre las muñecas de
Voldemort; se sintió como si Harry estuviera haciendo algo que
exhibía una ética monstruosa.

Aún cuando cualquier estrategia de pensamiento sensata decía que


el cuerpo de Voldemort no debía morir. El alma que él había creado
para sí mismo tenía que estar anclada en este cerebro, no se le
debía permitir flotar libre.

Harry retrocedió un paso, alejándose del cuerpo inconsciente de


Voldemort, respirando profundamente a través de su boca. Fue al
montón de sus cosas, para ponerse su túnica y otros objetos,
empezando con ubicar su Giratiempo alrededor de su cuello una vez
más, preparando su propio escape y regreso en caso de ser
requerido…

Más de cien horrocruxes.

Eso había sido una locura, no había otra palabra para ello, una
señal de la deformada manera de pensar de Voldemort sobre la
muerte. Un experto en seguridad Muggle lo habría llamado
seguridad más allá de la cerca, cómo construir una cerca de más de
cien metros en el medio del desierto. Solamente un atacador muy
complaciente intentaría trepar esa cerca. Cualquiera que fuera
sensato nada más daría un rodeo alrededor de la cerca, y hacer la
cerca más alta no iba a impedir eso.

Una vez que se te olvidaba tener miedo ante lo imposible que se


suponía debía ser el problema, ni siquiera era difícil, no al
compararlo con el problema anterior.

Los padres de Neville, por ejemplo, habían recibido el Crucio hasta


quedar locos permanentemente. Doscientos horrocruxes avanzados
no iban a impedir esa demencia, nada más iban a crear un eco de la
misma mente dañada.

Habría sido ética justificada usar la Maldición Cruciatus, de ser esa


la única manera de detener a Voldemort para siempre. Habría sido
justicia, balance, habría mostrado que la vida del Guasón no era
más valiosa que la de sus secuaces más malvados…

Todo lo que Harry necesitaba era convocar el Encantamiento


Patronus, enviarlo a… ¿Alastor Moody?… Y pedirle que viniera
aquí. Bueno, no, era mu fácil de adivinar que el Encantamiento
Patronus no iba a funcionar si era lanzado con esa intención. Tal vez
nada más informar a Moody, y usar su Giratiempo una vez que
saliera del rango de las protecciones de Voldemort.

Y entonces Voldemort podría recibir el Crucio hasta quedar


permanentemente loco.
Ni siquiera era el destino menos misericordioso. Eso habría sido
arrojar la varita de Voldemort dentro del hoyo central en Azkaban, si
la varita permanecía conectada a la vida y magia de Voldemort sin
importar a dónde se fuera su fantasma para intentar huir.

Harry se giró para encarar al Voldemort acostado. Caminó, y


continuó controlando su respiración, ignorando la ardiente sensación
en su garganta. Alguna parte de él sabía que Voldemort también era
el Profesor Quirrell, aunque ahora su cuerpo fuera diferente. Aunque
el cambio de personalidad había sido perfecto y eso indicaba que el
Profesor Quirrell no había sido más que otra máscara…

Sin embargo Voldemort no había planeado asesinar a Harry con


dolor. No había pensado en atacar a Harry con el Cruciatus de sus
seguidores, antes cuando Harry estaba siendo molesto. Eso
significaba algo, cuando tu oponente era Voldemort. Quizá le
quedaba algo de camaradería hacia el otro Tom Riddle.

… sería incorrecto tener eso en cuenta.

¿Lo sería?

Harry levantó la vista hacia las estrellas. Aquí bajo la atmósfera las
estrellas fulguraban, estaban ancladas en el falso domo del cielo
nocturno, esparcidas a través de la estela de la Vía Láctea que
resplandecía como un largo listón, como si estuvieran lo
suficientemente cerca para que pudieras volar sobre una escoba y
tocarlas.

¿Qué querrían ellos que él hiciera en esta coyuntura, los hijos de los
hijos de los hijos?

La respuesta para eso también se sintió obvia, si no era únicamente


la parte de Harry a la que todavía le importaba el Profesor Quirrell la
que estaba hablando.

Harry había necesitado hacer lo que había hecho, había evitado


mayores males, Harry no habría podido detener a Voldemort si los
Mortífagos hubiesen disparado primero. Sin embargo esa cosa que
Harry había hecho no era algo que pudiera ser balanceado por una
tragedia innecesaria que le fuera a pasar a otro ser pensante,
incluso si ese ser era Voldemort. No sería más que un elemento
más para las lamentaciones de la muy antigua Tierra.

El pasado era el pasado. Hacías lo que tenías que hacer, y no


hacías ni una pizca más de daño que el necesario. Ni siquiera cosas
para balancear, y hacerlo todo más simétrico.

Los hijos de los hijos de los hijos no querrían que Voldemort


muriera, incluso si sus secuaces sí habían muerto. Los
descendientes no querrían que Voldemort fuera herido, si no era
para lograr algo en comparación al hecho de que él fuera a sufrir.

Harry respiró profundamente, y lo dejó ir - no su odio - no del todo


su odio - no había sido capaz de odiar a su creador ni siquiera en el
momento final - pero aún así, Harry dejó ir algo . La sensación de
que él tenía que odiar a Voldemort, que estaba obligado a sentir
odio, por la interminable lista de crímenes que Voldemort había
cometido sin una buena razón, ni siquiera para su propia felicidad…

Todo está bien, las estrellas le susurraron. Está bien que no lo


odies. Eso no te hace una mala persona.

Al final, solamente había una opción que él iba a tomar, y puesto


que Harry ya lo sabía, no tenía sentido agonizar al respecto. Si era
la mejor opción, únicamente el tiempo lo podría responder.

Harry respiró profundamente, acumulando la magia dentro de sí. El


hechizo que iba a lanzar no necesitaba ser preciso, sin embargo era
el hechizo más poderoso que había logrado dominar.

Harry volvió a pensar sobre lo injusto que era que Voldemort no


pudiera morir junto a sus seguidores, sintió el ligero rastro de
frialdad en su sangre acompañado de pensamientos crueles. Y
luego Harry lo dejó ir, dejó que todo desapareciera bajo la luz de las
estrellas, porque su lado oscuro nunca había sido más que un
patrón heredado cognitivo, no era más que un mal hábito de
pensamiento que tenía que romper.

Harry prefirió contemplar a Hermione respirando sobre el altar, y


permitió que las lágrimas finalmente cayeran de sus ojos. Qué sería
de Hermione ahora, qué camino iba a escoger ella después de esto,
Harry no lo podía adivinar; pero ella estaría ahí para tener una
decisión, la amistad entre ellos no había destruido su existencia. No
se había dado cuenta de cuán endeble había sido su esperanza,
hasta que se dio cuenta de la sorpresa que sintió cuando esa
esperanza se hizo realidad. A veces las cosas salían mejor de lo
esperado.

Y Harry cogió ese pensamiento, también, y lo introdujo en la magia


que estaba acumulando.

El poder que estaba acumulando estaba vibrando dentro de él,


como si todo su cuerpo fuera parte de su varita, o bien los ojos de
Harry estaban viendo borrosos o había realmente una luminosidad
blanca temblando sobre el acebo. Y Harry pensó en la forma del
hechizo que iba a lanzar, no tenía un control perfecto pero el patrón
que necesitaba era simple, nada más necesitaba incluir -

Todo, olvida todo, Tom Riddle, Profesor Quirrell, olvida tu vida por
entero, olvida tu memoria episódica por completo, olvida la
decepción y la amargura y las decisiones incorrectas, olvida a
Voldemort -

Y el el último momento antes de lanzar Harry el hechizo, tuvo un


pensamiento final, una nota de gracia -

Aunque si alguna vez tuviste una memoria verdaderamente feliz, no


de herir personas o reírse ante su sufrimiento, sino la cálida
sensación de ayudar a alguien o de recibir ayuda, aún si no son
muchas, quizá solamente de cuando eras un niño, pero si tienes
cualquier memoria verdaderamente feliz entonces solamente
puedes recordar esas -
Algo brillante dentro de él se encendió ante su decisión, sabiendo
que había tomado la elección correcta, y Harry también introdujo
eso dentro de su varita -

"¡OBLIVIATE!"

Y todo surgió de Harry hacia el hechizo.

Harry se cayó de lado, dejando caer su varita, gritos ahogados


proviniendo de su garganta, sus manos yendo impotentes hacia su
cicatriz, al tiempo que la explosión de dolor empezó a desaparecer.
Únicamente y de manera vaga sus ojos vieron que el aire estaba
lleno de copos de nieve luminosos, motas flotantes de luz plateada
que eran como pequeñas partículas del Encantamiento Patronus.

Sólo un momento duró la luz plateada, y luego se desvaneció.

El Profesor Quirrell se había ido.

Nada excepto un pequeño remanente.

Y ese espíritu, lo que quedaba, no sería tan diferente del espíritu del
propio Harry.

La Profecía estaba completa.

Ellos se habían reconstruido entre sí a su propia imagen.

Harry empezó a sollozar, luego, en posición fetal sobre la tierra.

Y lloró por un largo rato.

Y eventualmente Harry se tambaleó sobre sus pies y recogió su


varita de nuevo, porque el trabajo de ese día todavía no estaba
finalizado.


Harry puso su varita directamente sobre el muñón de la muñeca de
Voldemort; hizo que su cicatriz ardiera con un dolor constante, pero
ninguno de los dos explotó.

Y Harry comenzó una Transformación.

Lentamente - aunque más rápido de que lo Harry había sido capaz


de Transformar el cuerpo de Hermione, la última vez - el hombre-
serpiente paralizado cambió, se reformó. Mientras la Transformación
progresaba, especialmente cuando la cabeza del hombre-serpiente
empezó a volverse vidriosa y empequeñecer, el dolor en la cicatriz
de Harry se desvaneció.

Sería un hechizo para mantener incluso tanto cuando Harry


estuviera despierto o dormido; y después, cuando Harry fuera mayor
y más poderoso y quizá tuviera algo de ayuda, él iba a remover la
Transformación del Tom Riddle con mente en blanco y sanar su
cuerpo con el poder de la Piedra. Después de que futuro-Harry
hubiese descubierto qué hacer con un casi completamente
amnésico mago que seguía teniendo malos hábitos de pensamiento
y algunos patrones de emociones altamente negativas - un lado
oscuro, por así decir - además de una gran cantidad de
conocimiento declarativo y de procedimiento sobre magia poderosa.
Harry había hecho su mejor esfuerzo para no Desmemorizar esa
parte, porque la podría necesitar, algún día.

Y mientras tanto, así como la magia no había definido un unicornio


Transformado como muerto y no había activado las protecciones,
los horrocruxes de Voldemort no iban a definir a un Voldemort
Transformado como muerto y no iban a intentar traerlo de vuelta.

Esa era la esperanza, al menos.

La cicatriz de Harry volvió a chamuscar una última vez cuando el


anillo de acero fue ubicado sobre su dedo meñique, exhibiendo la
pequeña esmeralda verde en contacto con su piel. Luego su cicatriz
se calló, y no volvió a doler.
Una roca solevantada sirvió a Harry como silla, quien se tambaleó
hacia ella y se sentó quedando inmóvil, descansando de buena
gana, mostrando la fatiga que amenazaba las esquinas de su
mente. No había terminado, había más por hacer.

Nuevamente Harry respiró profundamente, todavía inhalando a


través de su boca, pronunció "Lumos," y echó un vistazo alrededor
del cementerio.

Túnicas negras y cabezas cortadas con máscaras de calavera,


rodeadas por charcos de sangre -

Hermione Granger, dormida sobre el altar.

La túnica vacía de Voldemort y sus manos sangrantes, yaciendo


donde el Señor Oscuro había caído.

Quirinus Quirrell con su túnica desgarrada, caído sin ceremonia


donde la Maldición Asesina lo había alcanzado.

Harry imaginó que alguien más veía esta escena, intentaba


entender, y sacudía su cabeza, porque no tendría sentido, para
nada.

Entonces Harry se levantó de la roca con esfuerzo, haciendo una


mueca mientra su mente, junto con su cuerpo, protestaban. No
había sangrado ni había sido golpeado mucho el día de hoy, pero
por alguna razón el cuerpo de Harry se sentía como si todo el estrés
hubiese sido un ataque directo.

Harry arrastró los pies hacia donde había caído Voldemort, y recogió
la mano izquierda de Voldemort del suelo.

Incluso en la mano izquierda, ahí podías ver los finos rasgos de las
escamas de serpiente; era definitivamente Voldemort. Eso estaba
bien.
Harry fue hacia el altar donde yacía la durmiente Hermione, y
gentilmente ubicó la mano cercenada alrededor del cuello de
Hermione, moviendo cuidadosamente los dedos para sujetar su
garganta. Fue difícil de hacer, Hermione parecía tan pacífica e
inocente cuando estaba durmiendo, y la mano cercenada de
Voldemort parecía tan fea; sin rodeos Harry silenció esa parte de su
mente que estaba pensando eso, ya que no tenía sentido en el
contexto actual.

Unos cuantos Encantamientos Seccionadores debilitados sirvieron


para dañar el fino y casi perfecto corte dejado por las nanofibras, lo
que era algo crítico; no tendría sentido que el muñón de la mano
fuera igual a los muñones de los cuellos. Los múltiples Diffindo
lograron desperdigar pequeños fragmentos de la muñeca de
Voldemort sobre la túnica de Hermione, lo que, Harry tuvo que
recordarse a sí mismo, también era parte del plan.

Harry repitió esto con la mano derecha, organizando que fuera


simétrica con la izquierda.

Harry usó Inflammare para quemar la túnica de Voldemort, y luego


esparció los restos de la túnica quemada alrededor de Hermione.

La pistola de Voldemort, y su varita, fueron comidas por el monedero


de Harry. Harry ubicó la Piedra de la Permanencia dentro de su
bolsillo ordinario, no estaba seguro de lo que la Piedra podría
hacerle a su monedero.

El montón de cosas que estaban dentro de la túnica de Quirrell,


también cerca del altar, contenía la varita que el Profesor de
Defensa había usado cuando estaba siendo Quirrell. Harry fue hacia
donde estaba tirado Quirrell, y enderezó el cuerpo lo mejor que
pudo, y puso la varita de Quirrell dentro de su mano. Lágrimas
predecibles salieron de los ojos de Harry, y él se las limpió con su
manga.

Nuevamente Harry respiró profundamente, todavía inhalando a


través de su boca, pronunció "Lumos," y una vez más echó un
vistazo alrededor del cementerio.

Túnicas negras, cabezas cortadas con máscaras de calavera, y


Hermione Granger yaciendo sobre un altar con las manos
cercenadas de Voldemort agarrando la garganta de ella, y la túnica
de Voldemort quemada y desperdigada alrededor de ella. Quirinus
Quirrell yacía muerto con su túnica partida y desgarrada, su varita
dentro de su mano derecha.

Eso sería suficiente.

Ahora sólo quedaba el problema de llamar la atención.

Harry casi estaba sin magia para este punto. Aunque todavía le
quedaba lo necesario para Transformar una hoja en la forma
desinflada de un globo meteorológico de tres metros.

El monedero de Harry produjo una botella de oxiacetileno, y un taco


de dinamita, y un carrete de mecha. Estar preparado, esa es la
canción de marcha de los Boy Scout, estar preparado para una vida
que incluye troles de montaña y quién sabe qué más…

Harry infló el globo meteorológico con el oxiacetileno. Eso produciría


una presión exacerbada muy ruidosa cuando hubiese detonado,
quizá tan fuerte como una explosión sónica.

Unió el taco de dinamita - eso sería excesivo, para una detonación,


pero tendría sentido.

Unió la mecha con duración de sesenta segundos al taco de


dinamita, pero no lo encendió todavía.

Harry se puso su Capa de Invisibilidad, que había estado entre las


cosas amontonadas a un lado del altar de sacrificio.

Obtuvo su escoba de su monedero, y la montó.

Harry lanzó un Encantamiento Silenciador sobre Hermione Granger


- no iba a mermar todo el ruido, ni por asomo, y no era como si fuera
a ser herida permanentemente si sus tímpanos explotaban, pero
aún así pareció lo más amable.

Y eso fue todo. El Encantamiento Silenciador lo había logrado. Harry


iba a estar sin magia por lo menos durante una hora.

Harry montó la escoba, elevándose lentamente en el aire, llevando


consigo el globo meteorológico lleno de oxiacetileno. El castillo de
Hogwarts fue visible, brillando distante bajo la luz de la luna a unos
cuantos kilómetros, cuando Harry se elevó por encima de los
árboles; y Harry midió la distancia lo mejor que pudo, y el ángulo del
cual sería visto desde Hogwarts.

Cuando se había levantado muy por encima del bosque, Harry usó
un encendedor para encender la mecha de la dinamita unida al
globo meteorológico lleno de oxiacetileno. Luego Harry hizo girar la
escoba y se alejó como una flecha - aunque no directamente hacia
el castillo, eso podría acercarlo demasiado a la ruta que Harry-
pasado y el Profesor Quirrell habían recorrido, no tendría sentido
que el Profesor hubiese sentido otro Harry -

Harry sintió una pesada cuchillada de tristeza, y la rechazó.

Treinta y un mil, treinta y dos mil, treinta y tres mil…

Cuando Harry llegó a cuarenta, no queriendo arriesgar sus propios


tímpanos, echó un vistazo a su reloj de pulsera, memorizando el
tiempo exacto, y giró su Giratiempo una vez.

Nota de traductor (12 de Abril de 2.020)

Voy a tomarme un día para hacer cosas varias relacionadas a


HPMOR y el blog. El siguiente episodio está alrededor de las 2.000
palabras, a ritmo de cuarentena, debería publicarlo el 15 de Abril de
2.020 para los Patrocinadores y el 22 de Abril en el blog de Rhaidot
y FNN.
Faltan 7 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la
Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el Blog de Rhaidot.

Gracias por leer.


Algo Para Proteger Parte 0
Capítulo 116: Conclusión, Algo Para Proteger, Parte 0

Al principio Anna había estado contenta de ver que la Copa de


Quidditch estaba durando tanto - como una Gryffindor ella no era
más que una espectadora en la Copa de Casas, pues Gryffindor
nunca ganaba. En contraste, la Copa Mundial de Quidditch del año
pasado, para la cual su familia había comprado unas entradas
bastante costosas, había terminado en diez minutos lo que era
horrendo . Los juegos modernos de Quidditch se habían vuelto
demasiado cortos, la Snitch era atrapada demasiado pronto. Era un
problema ampliamente discutido entre los aficionados: los
encantamientos de escoba habían avanzado, mientras que la Snitch
había permanecido con la misma velocidad de regulación, siendo el
resultado que los juegos de Quidditch se habían vuelto más y más
cortos. En los niveles profesionales el deporte de Quidditch había
sido reducido a un concurso sobre quién tenía los bolsillos más
llenos para la escoba experimental de carreras de su Buscador, y el
resto de jugadores muy bien podrían haber estado mirando desde
las bancas.

Todos sabían que algo tenía que ser hecho, la situación había
estado empeorando durante siglos y ahora era intolerable. Sin
embargo el Comité de Quidditch de la Confederación Internacional
de Magos estaba atascado en la acrimonia usual de su
organización, gritando disputas entre los Alemanes y los Búlgaros, y
de alguna manera nadie se ponía de acuerdo sobre cómo arreglar
exactamente las reglas. Para Anna el camino correcto parecía
obvio, nada más había que hacer la Snitch lo bastante rápida como
para restaurar los juegos a las cuatro-cinco hora del principio del
siglo diecinueve de la Edad Dorada del Quidditch. Excepto que los
Belgas pensaban que la duración de un juego profesional debía ser
de dos horas como en La Belle Époque cuando Bélgica había
dominado el Quidditch, y los italianos lunáticos querían regresar a
los juegos de Quidditch de una semana de duración del siglo
catorce, e incluso los puristas de sangre más locos de Bretaña
seguían hablando de los ocasionales partidos de Quidditch de un
día como prueba de que las escobas realmente no podían haber
mejorado tanto ya que todo era mejor en los tiempos remotos que
no era como funcionaba el Interdicto de Merlín.

Ella estaba cien por ciento en el bando de Harry Potter de que era
tiempo para que Hogwarts se rindiera con esos perezosos
charlatanes y diera un cambio a las reglas por su cuenta,
empezando aquí y ahora. Pero no eliminando la Snitch, eso era
retroceder todo el camino hasta el Kwidditch del siglo once. No tenía
importancia que una Directora de Hufflepuff hubiese introducido la
innovación porque uno de sus estudiantes había querido participar
del juego sin ser bueno en ninguno de los roles usuales. La Snitch
había pegado a nivel internacional porque era más emocionante
cuando el juego podía terminar al siguiente minuto.

Anna había estado discutiendo a pleno pulmón por los últimos


treinta minutos, olvidando por completo prestar atención al juego.
Gracias a una coincidencia afortunada había estado sentada cerca
del Niño-Que-Vivió y su letrero, por lo que había logrado establecer
su posición desde el principio.

Era consciente, en el fondo de su mente, que si las reglas de


Quidditch realmente sí cambiaban aquí y ahora, entonces esto era
lo más importante que iba a llegar a hacer. Ella casi podía sentir la
presión del Tiempo girando a su alrededor como si el destino del
mismo Quidditch estuviera siendo moldeado ese mismo día, y ella
estaba parada al centro de todo… aunque ella no había obtenido
calificaciones lo suficientemente altas en Adivinación como para de
hecho sentir algo así, por supuesto.

Apenas y se dio cuenta cuando el Niño-Que-Vivió se levantó para ir


al baño.

El Niño-Que-Vivió sí llamó su atención cuando volvió arrastrando los


pies; Harry Potter se veía algo cansado y tembloroso, aunque su
uniforme parecía tan liso como si hubiese acabado de ponerse uno
nuevo.

Ella se dio cuenta media hora después, cuando Harry Potter pareció
tambalearse un poco, y luego se dobló sobre sí mismo, sus manos
cubriendo su frente; parecía que estuviera rascando la cicatriz en su
frente. El pensamiento la hizo preocuparse ligeramente; todos
sabían que estaba pasando algo con Harry Potter, y si la cicatriz de
Potter le estaba doliendo entonces era posible que un horror sellado
estuviera a punto de explotar en su frente para salir y comérselos a
todos. Ella descartó ese pensamiento, y continuó explicando los
datos del Quidditch a los históricamente ignorantes a pleno pulmón.

Definitivamente se dio cuenta cuando Harry Potter se levantó,


manos todavía sobre su frente, manos que dejó caer para revelar su
famosa cicatriz en forma de rayo que ahora estaba de color rojo
brillante e inflamada. Estaba sangrando, y la sangre se escurría
desde la frente hasta caer por la nariz de Potter.

Ella dejó de hablar a la mitad de una frase. Otras personas se


giraron para ver lo que ella miraba.

"¿Profesora McGonagall?" Harry Potter llamó con voz temblorosa.


Había lágrimas en las esquinas de sus ojos, lo que la sorprendió; el
Niño-Que-Vivió no parecía el tipo de persona que iba a estallar en
lágrimas. Harry Potter elevó más su voz, como si para él fuera difícil
hablar. "Ah, ¿Profesora McGonagall?"

La Profesora McGonagall le dio la espalda a su discusión con el


equipo de Quidditch de Hufflepuff. Los ojos de la Jefa de Casa de
Gryffindor se abrieron por completo ante la conmoción, y entonces
ella empujó a las personas para que salieran de su camino, casi
corriendo. "¡Harry!" ella exclamó. "¡Tu cicatriz! "

El silencio se estaba esparciendo, en un círculo creciente.

"Creo," Harry dijo, su voz todavía temblando pero con más fuerza,
"creo que él ha vuelto. Creo que estoy viendo - a través de la mente
de Voldemort -"

Anna retrocedió un paso ante el nombre de Quien-Tú-Sabes y casi


se tropezó con una banca. Un chico mayor que ella sentado a su
lado dejó escapar un grito de desesperación, y el Niño-Que-Vivió
chilló aún con más fuerza.

"¡LOS ESTÁ MATANDO!" gritó Harry Potter.

La mitad del estadio de Quidditch se volteó a observar.

"¡El ritual!" gritó Harry Potter. "¡Sangre de sus sirvientes! ¡La sangre,
la vida! Él los invocó, tomó sus cabezas, su sangre, la vida, para
renovar la suya - ¡ EL SEÑOR OSCURO SE LEVANTA,
VOLDEMORT HA REGRESADO!"

Madam Hooch sopló con su estridente silbato, parando las escobas


de Quidditch que todavía no habían dejado de moverse. Ella misma
no estaba segura de que no fuera un chiste; si lo era, Niño-Que-
Vivió o no, iba a estar metido en más problemas de lo que ella podía
imaginar.

La Profesora McGonagall alzó su varita en posición para un


Encantamiento Silenciador y Harry Potter atrapó su mano.

"Espere -" Harry Potter jadeó, voz más baja, aunque lo


suficientemente clara como para que las personas cerca de ella
pudieran escuchar con claridad. "Puede ser detenido - veo su
mente, su error - puede ser detenido ahora - ¡EL CAMINO SIGUE
ABIERTO! ¡ELLA LO ESTÁ SIGUIENDO! ¡ELLA A QUIEN
VOLDEMORT ASESINÓ! " La voz de Harry se elevó más todavía,
mientras que la propia boca de Anna quedó abierta por la repentina
confusión. " ¡REGRESA! ¡REGRESA, REGRESA, REVIVE Y
DETENLO! ¡DETENLO, HERMIONE! "

Y luego Harry Potter guardó silencio. Él echó un vistazo alrededor


hacia las personas que lo observaban.
Acababa de decidir que tenía que tratarse de una broma de increíble
mal gusto, cuando un distante pero tremendo CRUJIDO llenó el aire.

Harry Potter se tambaleó, y cayó sobre sus rodillas, al tiempo que el


corazón de Anna saltó hasta su garganta. Una explosión de
murmullos excitados surgió a su alrededor.

Ella todavía podía escuchar las palabras de la boca de Harry Potter,


cuando la Profesora McGonagall se arrodilló al lado de él.
"Funcionó," Harry Potter jadeó muy alto, "ella lo venció, él se ha
ido."

"¿Qué? " gritó la Profesora McGonagall, luego miró alrededor. "


¡Silencio! ¡Silencio, todos ustedes! Harry, ¿qué sucedió?"

Harry Potter estaba hablando velozmente aunque con fuerza.


"Voldemort - intentó revivir - invocó a los Mortífagos y los asesinó,
robó su sangre y vida - el cuerpo de Hermione estaba allí, no sé por
qué, quizá Voldemort estaba planeando usarla para algo - Voldemort
regresó, se resucitó a sí mismo, sin embargo Hermione lo siguió de
vuelta y ella lo destruyó, él se ha ido, ha terminado. Ocurrió en un
cementerio cerca de Hogwarts, está," Harry Potter se puso de pie,
aún tambaleando, "creo que fue en esa dirección." Harry Potter
apuntó en la dirección general de donde había venido el CRUJIDO,
"No estoy seguro de cuán lejos. El sonido tardó veinte segundos en
llegar aquí, así que tal vez dos minutos sobre una escoba -"

Con un movimiento tan ágil que parecía inconsciente, la Profesora


McGonagall cambió de postura y pronunció " Expecto Patronum . "
Ella se dirigió hacia el gato fulgurante que apareció entonces. "Ve
con Albus, dile que tiene que volver de inmediato -"

"¡Dumbledore se ha ido!" gritó Harry Potter. "¡El Director se ha ido,


Profesora McGonagall! ¡El Señor Oscuro lo atrapó, le devolvió
alguna clase de trampa que el Director había planeado y ahora
Dumbledore está atrapado fuera del Tiempo, se ha ido!"

Los murmullos horrorizados alrededor crecieron hasta el tope.


"¡Ve con Albus!" La Profesora McGonagall le ordenó a su Patronus.

El gato de luz de luna nada más se quedó mirando a McGonagall


con tristeza, y Anna dejó de respirar a causa del inesperado horror,
sintiendo como si alguien la hubiese golpeado en el estómago. Era
real, todo era real, no se trataba de una broma.

"¡Profesora McGonagall, Hermione está viva! " Harry Potter alzó su


voz de nuevo. "¡Ella realmente está viva y no es un Inferius ni nada
por el estilo, y sigue allí en el cementerio!"

"¡Una escoba!" La Profesora McGonagall bramó. Se giró hacia los


jugadores que seguían flotando estáticos sobre el campo de
Quidditch. "Necesito una escoba. ¡YA!"

A pesar de todo, Anna levantó una mano en muda protesta, luego


se detuvo a sí misma, al mismo tiempo que los Buscadores de
Ravenclaw y Slytherin descendieron a toda prisa (con excelente
sentido de la estrategia, puesto que ellos no habían estado haciendo
nada).

Harry Potter ya estaba sacando otra escoba de su monedero, una


para varias personas.

La Profesora McGonagall vio esto, y asintió firmemente. "Usted se


queda aquí, Sr. Potter, a menos que haya una excelente razón para
que me deba acompañar. Yo voy a ir de inmediato."

"¡No debes!" chilló el Profesor Flitwick, quien tuvo que empujar a


varios con su pequeña figura para cruzar la multitud, y
ocasionalmente correr bajo las piernas de alguien. Sus ojos estaban
abiertos como platos, parecía a punto de desmayarse. "¡Tienes que
permanecer en Hogwarts, Minerva! Tú - tú eres la -" El Profesor
Flitwick parecía tener problemas para hablar.

La Profesora McGonagall se dio la vuelta para encarar al Profesor


Flitwick, y se detuvo, la sangre huyendo de su cara.
Luego tomó la escoba de la mano de Harry Potter, y se la entregó al
pequeño Profesor semi-duende. "Filius," ella dijo ásperamente. Todo
el pánico incipiente había desaparecido de su voz, ahora hablaba
con el hosco acento Escocés que usaba para sus lecciones del
Lunes. "Busca el cementerio del cual habló el Sr. Potter, encuentra a
la Señorita Granger. Llevala mediante Aparición a San Mungo y
quédate con ella."

"Creo -" Harry Potter espetó con voz rota. "Creo que allí se usó
Transformación en combate - el Profesor Quirrell intentó combatir a
Voldemort - tome precauciones -"

Filius Flitwick asintió sin pausa al abordar la escoba.

"¡El Profesor Quirrell está muerto!" gimió Harry Potter. La angustia


que cargaba su voz era clara. "¡Él está muerto! ¡El Señor Oscuro lo
mató! Su cuerpo -" Harry Potter se ahogó. "Está allí, en el
cementerio."

Anna volvió a tambalearse, sintiendo que le habían dado otro


puñetazo en las entrañas. El Profesor Quirrell había sido - uno de
sus Profesores favoritos, de todos los tiempos, la había hecho
revaluar todo lo que creía de un Slytherin, había sabido de una
manera distante que probablemente iba a morir muy pronto pero
escuchar que él estaba realmente, verdaderamente muerto…

El Niño-Que-Vivió se sentó sobre las bancas, como si sus piernas


ya no lo pudieran sostener.

La Profesora McGonagall se giró hacia la multitud, tocando su


garganta con su varita. "EL QUIDDITCH SE HA ACABADO," resonó
su voz amplificada. "REGRESEN A SUS DORMITORIOS -"

" ¡No! " gritó Harry Potter.

La Profesora McGonagall se giró para verlo.


Lágrimas se derramaban sobre las mejillas del Niño-Que-Vivió,
parecía como si la interrupción lo hubiese sorprendido tanto a él
como a los demás. "Era el último plan del Profesor Quirrell," Harry
Potter exclamó, su voz rota. El Niño-Que-Vivió contempló a los
jugadores de Quidditch que ahora flotaban cerca, como si estuviera
hablando con ellos directamente. "Su último plan."

Harry Potter salió flotando para la enfermería por la varita de la


Profesora McGonagall. Los otros Profesores se fueron corriendo a
quién sabe dónde, dejando atrás únicamente a las Profesoras
Sinistra y Hooch. En el estadio, los rumores corrían por doquier;
Anna repitió todo lo que pudo recordar tan bien como pudo. Algo le
había pasado a Dumbledore, algunos Mortífagos habían sido
invocados y asesinados (no, Harry Potter no había dicho cuáles), el
Profesor Quirrell había enfrentado directamente al Señor Oscuro y
así había muerto, Quien-Tú-Sabes había regresado y muerto de
nuevo, el Profesor Quirrell estaba muerto, él estaba muerto.

A su debido tiempo la mayoría de los estudiantes se fueron para sus


dormitorios, a intentar dormir.

Anna se quedó en el estadio, y miró el resto del juego, ignorando la


necesidad que su cuerpo tenía de dormir, y sus ojos que a veces se
nublaban por las lágrimas.

El equipo de Ravenclaw luchó con valentía.

Pero no había un equipo de Quidditch en el mundo que hubiese


podido derrotar a Slytherin ese día.

El amanecer se estaba insinuando en el cielo cuando Slytherin ganó


su juego final, la Copa de Quidditch, y la Copa de Casas.

Nota de traductor (15 de Abril de 2.020)


El siguiente episodio está alrededor de las 2.000 palabras, a ritmo
de cuarentena, debería publicarlo el 17 de Abril de 2.020 en y el 24
de Abril en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 6 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el blog de Rhaidot.

Gracias por leer.


Algo Para Proteger Minerva McGonagall
Capítulo 117: Conclusión, Algo Para Proteger, Minerva
McGonagall

Llegó la mañana siguiente, y todos los estudiantes se habían


reunido en silencio alrededor de las cuatro Mesas de Hogwarts,
Harry James Potter-Evans-Verres entre ellos. Había colapsado de
cansancio la noche anterior y había despertado en la enfermería hoy
al amanecer, todavía confundido, con la Piedra Filosofal por debajo
de su calcetín izquierdo.

Parecía como si una plaga hubiese devastado la Mesa de


Profesores.

El trono de Dumbledore ya no estaba en la Mesa de Profesores, no


había sido reemplazado, dejando vacío el centro de la Mesa de
Profesores.

Severus Snape estaba sentado en una silla flotante, el equivalente


mágico de una silla de ruedas.

La Profesora Sprout estaba ausente. De acuerdo a lo que le habían


dicho a Harry la noche anterior, una corte de Legeremantes la iba a
examinar para ver si quedaba alguna compulsión remanente, pero
probablemente no se le iba a presentar ningún cargo. Harry le había
enfatizado a la Profesora McGonagall y a los Aurores, con tanto
ahínco como pudo, que la Profesora Sprout probablemente no era
más que una víctima. El Niño-Que-Vivió pronunció que no había
visto evidencia de culpa intencional de Sprout dentro de la mente de
Voldemort.

El Profesor Flitwick no estaba, era de presumir que seguía estando


al lado de Hermione.

La Profesora Sinistra no estaba y Harry no sabía por qué o dónde.


El entumecimiento que rodeaba la mente de Harry era como una
manta isotérmica, protectora aunque no cómoda. Había escenas en
su mente sobre túnicas cayendo y sangre derramada, apareciendo
por un instante antes de ser empujadas a un lado. Lo iba a procesar
después, no ahora. Algún otro momento sería mejor, Harry-futuro
tendría una mejor ventaja comparativa con el duelo.

Dentro de algún lugar de Harry residía el temor de que no fuera a


doler, que no había precio para ser pagado. Pero ese temor también
podía ser aplazado hacia el futuro.

Ningún desayuno apareció sobre las mesas. Los estudiantes


sentados cerca de Harry estaban esperando con aterrado silencio.
Desde anoche se había prohibido que los búhos pudieran entrar o
salir de Hogwarts.

Las puertas del Gran Comedor se abrieron una vez más, y las cruzó
la Directora Adjunta Minerva McGonagall. Tenía una túnica de negro
formal, y su cabeza estaba desnuda, desprovista de su
acostumbrado sombrero de bruja. Su cabello gris-café-dorado
estaba sujeto en una trenza enrollada, como en preparación para un
sombrero que le iba a ser puesto encima después; aunque por
ahora Harry vio su cabeza desnuda por primera vez.

Minerva McGonagall llegó hasta el atril que estaba frente a la Mesa


de Profesores.

Todos los ojos estaban puestos sobre ella.

"Me temo que tengo muchas noticias," Minerva inició. Su voz era
triste, conteniendo su precisión Escocesa. "Y en su mayoría son
terribles. Primero. La razón por la que les estoy hablando yo es que
el Director de Hogwarts, Albus," su voz se detuvo, "Percival Wulfric
Brian Dumbledore, se ha perdido. Quien-Tú-Sabes lo atrapó por
fuera del Tiempo, y no sabemos si alguna vez lo podremos traer
hacia nosotros. Nosotros, nosotros hemos perdido, a quien podría
ser, el más grandioso Director, que Hogwarts llegó a tener."
Un horror susurrante surgió de entre las mesas, ningún jadeo o
quejido audible, simplemente el sonido de muchas respiraciones
contenidas; la mayoría de Gryffindor, y algunas de Hufflepuff y
también de Ravenclaw. Las malas noticias ya habían sido
conocidas, sin embargo ahora habían sido confirmadas por la
autoridad.

"Segundo. Quien-Tú-Sabes regresó brevemente, pero de nuevo


está muerto. Todo lo que resta de él son sus manos sujetas
alrededor de la garganta de la Señorita Granger. Él ya no será una
amenaza, o así lo creemos." Minerva McGonagall volvió a respirar.
"Tercero. El Profesor Quirrell murió con su varita en mano,
enfrentando a Quien-Tú-Sabes. Fue encontrado cerca de donde
Quien-Tú-Sabes pereció otra vez, fue víctima de la Maldición
Asesina de Quien-Tú-Sabes." Otro susurro de horror verificado,
ahora de las cuatro mesas.

Minerva volvió a respirar. "Anoche también perdimos a quien puede


haber sido el más grandioso Profesor de Defensa en la historia de
Hogwarts. Solamente con sus méritos escolásticos… Nuestro
Profesor de Defensa utilizó muchos nombres, pero su nombre
verdadero era David Monroe. Como era el último miembro de la
Noble y Más Antigua Casa de Monroe, su funeral - su segundo
funeral, y el verdadero - será realizado frente al Más Antiguo Salón
del Wizengamot, dentro de dos días. Aún así un velorio será
realizado para el Profesor de Defensa de Hogwarts, para nuestro
Profesor Quirrell, en este castillo. Ese hombre también murió como
un maestro de Hogwarts, tan noblemente como un maestro de
Hogwarts podría haberlo hecho."

Harry escuchó en silencio, tragándose las lágrimas que otra vez


subían hasta sus ojos. Ni siquiera era verdad, ni mucho menos
inesperado; y aún así le dolía escucharlo. Sentado a su lado,
Anthony Goldstein puso una amable mano sobre la mano de Harry,
y Harry la dejó ahí.

"Cuarto. Una noticia de excesiva e inesperada felicidad. Hermione


Granger está viva y en perfecta salud, dueña de su cuerpo y mente.
La Señorita Granger está siendo observada en San Mungo para ver
si hay alguna consecuencia inesperada tras lo que le pasó a ella, sin
embargo parece estar increíblemente bien considerando su
condición previa."

Tendría que haber producido más júbilo de parte de Ravenclaw y


Gryffindor, si las noticias hubiesen sido parte de otro conjunto, o de
haber sido más inesperadas. En el momento, Harry vio unas
cuantas sonrisas, pero fueron breves. Quizá habían saltado de
alegría antes, aunque por ahora únicamente hubo silencio. Harry
comprendió eso. Él tampoco estaba celebrando, no ahora mismo.

"Finalmente -" Minerva McGonagall vaciló, luego levantó su voz. "Me


temo que tengo la más grave de las noticias para compartir con
algunos de nuestros estudiantes. Parece que Quien-Tú-Sabes
invocó a aquellos que alguna vez fueron sus seguidores; y muchos
de ellos obedecieron, ya fuera por una lealtad terriblemente
equivocada, o por miedo a lo que le sucedería a sus familias si se
rehusaban. Un sacrificio era requerido, aparentemente, para
completar la resurrección de Quien-Tú-Sabes; o tal vez Quien-Tú-
Sabes culpó a sus otrora seguidores de su derrota. Treinta y siete
cuerpos fueron encontrados, más seguidores por fuera de Azkaban
de los que se pensaba que tenía Quien-Tú-Sabes. Me temo -"
Minerva McGonagall volvió a flaquear. "Me temo que entre los
muertos hay padres de muchos de nuestros estudiantes -"

Como empujado por un magneto terrible, los ojos de Harry fueron


atraídos hacia la imagen de horror absoluto que era el rostro de
Draco Malfoy, al mismo tiempo que el reconfortante envoltorio de
algodón alrededor de los pensamientos de Harry se desgarró como
el papel.

Cómo pudo no haberlo pensado, cómo pudo no haberse dado


cuenta -

En algún lugar del Gran Comedor, alguien ya estaba gritando, y aún


así el cuarto parecía muy silencioso.
"Sheila, Flora, y Hestia Carrow. Perdieron sus dos padres anoche.
Estudiantes que también perdieron a alguno de sus padres incluyen
a Robert Jugson. Ethan Jugson. Sara Jugson. Michael MacNair.
Riley y Randy Rookwood. Lily Lu. Sasha Sproch. Daniel Gibson.
Jason Gross. Elsie Ambrose -"

Quizá Lucius se dio cuenta, quizá fue lo suficientemente inteligente


como para no ir, quizá se dio cuenta que Voldemort fue el que había
atacado a Draco -

"- Theodore Nott. Vincent Crabbe. Gregory Goyle. Draco Malfoy.


Esto concluye la lista."

Un estudiante sentado en la mesa de Gryffindor dio un grito de


alegría, y de inmediato fue abofeteado por la bruja de Gryffindor que
estaba sentada a su lado con tanta fuerza que un Muggle habría
perdido un diente.

"Menos treinta puntos para Gryffindor y detención durante el primer


mes del próximo año," la Profesora McGonagall dijo, su voz tan dura
como para romper la piedra.

" ¡Mentiras! " aulló un Slytherin alto, que se había levantado de la


mesa. " ¡Mentiras! ¡Mentiras! El Señor Oscuro va a regresar, y él, él
les va a enseñar el significado de - "

"Sr. Jugson," habló la voz de Severus Snape. También era vacilante,


no sonaba para nada como el Maestro de Pociones, no era fuerte y
aún así el Slytherin guardó silencio. "Robert. El Señor Oscuro
asesinó a tu padre."

Robert Jugson dejó escapar un grito de furia terrorífico y salió del


lugar corriendo, y Draco Malfoy se dobló sobre sí mismo como una
casa al colapsar y produjo sonidos que nadie escuchó, porque los
murmullos ya habían empezado.

Harry se levantó quince centímetros de la banca y luego se detuvo.


qué le puedes decir a Draco no hay nada que le puedas decir a
Draco no puedes ir para allá y pretender que eres su amigo

quieres hacer lo correcto quieres hacerlo mejor pero no puedes


hacerlo justo ahora de ninguna manera puedes hacer que sea
correcto lo que le hiciste a él y a Vincent y a Gregory y a Theodore

El mundo alrededor de Harry se nubló, apenas y vio a Padma Patil


ponerse de pie y llegar hasta la mesa de Slytherin junto a Draco, o
Seamus yendo hacia Theodore.

Y porque Harry había leído la colección de ciencia ficción y fantasía


de su padre, porque ya había leído esta escena una docena de
veces cuando le había pasado a otros protagonistas, había una
imagen dentro de la mente de Harry de Ojoloco Moody, del
cicatrizado hombre llamado Alastor. Y la imagen de Ojoloco estaba
recitando, justo en la misma voz que había usado para hablar en la
memoria de Albus Dumbledore, que los Mortífagos habían estado
apuntando sus varitas a Harry, que ya habían elegido tomar la
Marca Oscura, que habían sido culpables más allá de la redención y
tal vez más allá de la imaginación de Harry, que habían
sobrepasado la protección deontológica de las personas buenas y
se convirtieron a sí mismos en objetivos si había una razón fuerte
para sacrificarlos. Que había sido necesario para salvar a los padres
inocentes de Harry de la tortura y Azkaban, que había sido
necesario proteger el mundo de Voldemort. Que los Aurores y
jueces ordinarios habían hecho cosas mucho más cuestionables
que matar Mortífagos jurados con las manos manchadas de sangre
que te apuntaban con sus varitas, durante el curso de ejecutar la
justicia ordinaria que era menos clara pero aún necesaria para la
sociedad. Si no era correcto hacer lo que Harry había hecho, si no
era correcto hacer cosas mucho más moralmente ambiguas de lo
que Harry había hecho, entonces la sociedad como la conocían los
seres humanos no podía existir. Nadie con sentido común podía
culpar a Harry por haberlo hecho, Neville no lo iba a culpar, la
Profesora McGonagall no lo iba a culpar, Dumbledore no lo iba a
culpar, incluso Hermione le diría que había sido lo correcto por hacer
cuando ella lo supiera.

Y todo eso era verdad.

Así como también era verdad que alguna parte de la mente de Harry
había calculado que eliminar a la élite política de los puristas de
sangre haría más sencillo y más conveniente la nueva
reconstrucción de la Bretaña mágica. No había sido una
consideración importante, sin embargo había sido calculada de
todos modos en aquellos instantes de pensamiento rápido, una
proyección de las consecuencias a largo plazo para ver si eso podía
llevar a la catástrofe, y una decisión que de hecho había calificado
como buena. Y esa proyección había olvidado que los Mortífagos
tenían hijos en Hogwarts o que uno de ellos tenía la cara del padre
de Draco. No habría cambiado nada. No habría cambiado nada de
nada. Pero esa era la verdad del cálculo que la mente de Harry
había realizado, al disponer únicamente de segundos para pensar.

Al menos Harry podía, si los sobrevivientes de los Mortífagos


estaban en algún tipo de dificultad financiera, hacer algo al respecto
sin problema. Transformar oro, y usar la Piedra para hacerlo
permanente - a menos que hacer tanto oro fuera problemático para
la economía mágica a largo plazo, o fuera a causar protestas por
parte de los duendes que no comprendieran la economía del
mercado monetario - aunque no era como si Harry no tuviera
servicios útiles para vender -

Ahora otro manto de algodón estaba siendo desgarrado de los


pensamientos de Harry.

"Parece probable," Minerva continuó, su voz no era fuerte pero


cortaba los demás sonidos, "que algunos de nuestros estudiantes
también hayan sido privados anoche de aquellos quienes eran sus
guardianes. Si alguno de ustedes termina bajo el cuidado de
Hogwarts, por favor no olviden que tomaré las responsabilidades de
mi posición con extrema seriedad. Se les extenderá toda cortesía.
La bóveda de sus familias será administrada con eficiencia y
honestidad. Tan bien como pueda, voy a tratar a cada uno de
ustedes como a mis propios hijos - y los voy a proteger tan bien
como protegería a mis propios hijos, ni más, ni menos. Espero que
eso quede claro para TODOS EN HOGWARTS. "

Los estudiantes asintieron rápidamente.

"Bien," Minerva concluyó. Su voz se hundió. "Entonces hay una


cosa más que debe ser hecha."

Con triste y solemne aire, la Profesora Sinistra emergió de una


entrada lateral. Estaba vestida con una túnica blanca en vez de su
usual marrón, y en vez de su acostumbrado sombrero de bruja,
estaba usando un sombrero cuadrado de muchas borlas cuyos
colores se habían desvanecido hasta ser casi grises.

En sus manos, la Profesora Sinistra cargaba el Sombrero


Seleccionador.

Con el aire de alguien ejecutando una ceremonia que no había


cambiado durante siglos, Aurora Sinistra se arrodilló, sobre una
rodilla, ante Minerva McGonagall, presentando el Sombrero
Seleccionador con ambas manos.

Minerva McGonagall cogió el Sombrero Seleccionador de entre las


manos de la Profesora Sinistra, y lo puso sobre su propia cabeza.

Hubo un largo silencio.

"¡DIRECTORA!"

"Como Albus Dumbledore no está muerto," Minerva dijo, voz tan


baja que los estudiantes tuvieron que esforzarse para escucharla,
"sino que únicamente fue apartado de nosotros, yo acepto esta
posición solamente en la capacidad de Directora Interina - hasta el
regreso de Dumbledore."
Un graznido perforador dividió el Gran Comedor, y Fawkes estuvo
allí, sobrevolando las Cuatro Mesas describiendo un lento arco
espiral. Paso sobre cada una de las mesas, entonando en su voz de
ave, un canto de lealtad absoluta que iba a durar más tiempo que la
muerte de los meros fuegos físicos. Esperen, el canto parecía decir.
Esperen hasta su regreso, y sean verdaderos.

Fawkes circuló alrededor de Minerva McGonagall tres veces, alas


emplumadas que la rozaban al tiempo que las lágrimas empezaron
a descender por sus mejillas; luego el ave salió volando por una
venta sobre el Gran Comedor, y se había ido.

Nota de traductor (17 de Abril de 2.020)

Estoy bastante preocupado por mi novia. Una vecina de ella murió


hace poco a causa del COVID-19 y además su familia tiene un
negocio de repuestos para automóviles que debe mantenerse
abierto para uso de la policía y ambulancias y otros estamentos
estatales. Me la paso escribiendo y secándome las lágrimas por la

angustia, ciertamente preferiría ser yo el que estuviera corriendo ese


riesgo.

El siguiente episodio está alrededor de las 1.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 18 de Abril de 2.020 para los
Patrocinadores y el 25 de Abril en el blog de Rhaidot y FFN.

Faltan 5 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el blog de Rhaidot.

Gracias por leer.


Algo Para Proteger Profesor Quirrell
Capítulo 118: Conclusión, Algo Para Proteger, Profesor Quirrell

El Sol resplandeció sobre el verde Escocés, creando chispas


blancas por cada gota de lluvia reflejada sobre la hoja que había
quedado en la posición correcta, un claro cielo azul para un funeral.

Harry había declinado dar la eulogía. Había declinado por segunda


vez. El Profesor Flitwick se lo había pedido semanas atrás en Mayo,
para dar a Harry tiempo de escribir sus líneas antes de que fuera
necesario hablar; y Harry había dicho que no entonces, también.

Así que recayó sobre alguien de sexto año en Gryffindor, Oliver


Habryka, quien tenía el cuarto puesto más alto de puntos totales
Quirrell entre todos los estudiantes, y quien había sido General de
un ejército. El chico de diecisiete años era alto y no especialmente
apuesto dentro de su sólida túnica negra; en vez de una corbata
roja, estaba usando una corbata púrpura como la que solía
favorecer a veces el Profesor Quirrell.

Hablando, bajo las circunstancias, ex tempore. Las eulogias previas,


escritas con bastante anticipación, habían sido descartadas; Oliver
Habryka tenía un pergamino en su mano izquierda, aunque ni
siquiera lo estaba mirando.

"El Profesor Quirrell estaba muy enfermo," pronunció el niño alto, su


voz temblorosa provocando que los estudiantes guardaran silencio,
ocasionalmente interrumpido por un sollozo apagado. "Creo que si
el Profesor Quirrell hubiese podido combatir en la plenitud de su
poder, Quien-Tú-Sabes no lo habría podido vencer tan fácilmente, o
ni siquiera lo habría podido vencer. Dicen que David Monroe era el
único a Quien-Tú-Sabes le llegó a tener miedo, en su momento.
Pero," la voz de Oliver se rompió, "El Profesor Quirrell no estaba en
la plenitud de su poder. Estaba muy enfermo. Tenía problemas para
caminar sin ayuda. Y fue a enfrentar al Señor Oscuro, solo."
Hubo una pausa, entonces, mientras los estudiantes lloraron.

Oliver se limpió sus lágrimas con su manga, y habló de nuevo. "No


sabemos exactamente lo que sucedió," dijo Oliver. "Imaginó que el
Señor Oscuro se rió de él. Quizá se burló del Profesor, por retarlo
cuando ni siquiera se podía poner de pie. Bueno, él no se está
riendo ahora, claro que no."

Hubo fieros asentimientos de cabeza de parte de los estudiantes;


todos los que Harry pudo ver, eran de Gryffindor y Slytherin.

"Tal vez el Señor Oscuro sabía alguna manera de curar al Profesor


Quirrell, Quien-Tú-Sabes regresó de la muerte después de todo. Tal
vez le ofreció la vida al Profesor Quirrell si estaba dispuesto a
servirlo. El Profesor Quirrell sonrió, y le replicó al Señor Oscuro que
era tiempo de jugar a Quién Era El Mago Más Peligroso En El
Mundo."

Si no lo sabes, no te inventes nada. Sin embargo Harry nada dijo.


Era lo que el Señor Voldemort podría haber intentado, era lo que el
Profesor Quirrell podría haber respondido.

"Y todavía no nos están comunicando nada," Oliver prosiguió, "pero


podemos suponer lo que ocurrió después. Todos sabemos que
Hermione Granger, quien era una de las mejores estudiantes del
Profesor, fue asesinada por un trol durante este año, tiene que
haber sido el Señor Oscuro quien lo organizó, así como la culpó a
ella por el Encantamiento Congelador de Sangre. El Profesor
Quirrell sabía que el Señor Oscuro estaba detrás de ello, así que
robó el cuerpo de la Señorita Granger y lo preservó, lo mantuvo a
salvo -"

En eso no estaba tan errado.

"Entonces el Profesor Quirrell fue a enfrentar al Señor Oscuro. El


Señor Oscuro asesinó al Profesor Quirrell. Y Hermione Granger
regresó a la vida. Dicen que esta viva y entera, y quizá mejor que
antes. Cuando el Señor Oscuro intentó apoderarse de ella, todo lo
que quedó de él fueron su túnica quemada y sus manos sobre la
garganta de la Señorita Granger. Así como Harry Potter fue
protegido de la Maldición Asesina por el amor y sacrificio de su
madre, el Profesor Quirrell yendo por voluntad propia, a encarar, al
Señor Oscuro sin ayuda, debe haber llamado, el espíritu de
Hermione Granger, de vuelta, de donde fuera, que ella estuviera -"
la voz de Oliver se estaba rompiendo.

"No solamente por eso," Harry exclamó desde su silla en la primera


fila, ronca su propia voz. Tenía que decir algo en ese punto, antes
de que se fuera salir de control. Si es que ya no se había salido de
control. "David Monroe era un mago poderoso, más poderoso que
de los que todos sabían excepto él y yo. No creo que puedas revivir
a alguien con tan sólo sacrificarte a ti mismo. Nadie debería intentar
hacer algo así."

Una historia tan bella. Tendría que haber sido verdad. Tendría que
haber sido verdad.

"No sé mucho sobre la persona detrás del Profesor," Oliver Habryka


habló, tras lograr recuperar el control sobre sí mismo. "Sé que David
Monroe no era un hombre feliz. Nunca fue capaz de invocar el
Encantamiento Patronus."

Las lágrimas se estaban reuniendo otra vez en los ojos de Harry. No


era correcto, no era justo, Voldemort había asesinado a tantas
personas, tendría que haber muerto junto con sus seguidores, no
merecía un tratamiento especial. Pero no había sido únicamente por
la debilidad de Harry, había sido por los horrocruxes, Voldemort no
podía ser asesinado directamente. Así que Harry lo podía admitir,
estaba contento, estaba contento que el Profesor Quirrell no se
hubiese ido por completo…

"Sin embargo yo, sé," prosiguió Oliver, con lágrimas


resplandeciendo sobre sus mejillas, "que el Profesor Quirrell, es
feliz, donde sea que esté, ahora es feliz."
Sobre la mano izquierda de Harry, una pequeña esmeralda fulguró
brillante bajo el sol de la mañana.

No el Cielo, no alguna estrella lejana, no un lugar diferente sino una


mejor persona, te lo voy a enseñar, algún día le voy a enseñar a
cómo ser feliz -

El chico alto echó un vistazo al pergamino que sostenía en su mano


izquierda, la primera vez que lo consultaba. "El Profesor Quirrell,"
Oliver recitó, ahora con voz fiera y veloz, "era, por mucho, el mejor
Profesor de Batalla Mágica que Hogwarts haya tenido jamás.
Salazar Slytherin no podría haber sido ni la mitad de buen maestro,
sin importar qué hechizos conociera. El Profesor Quirrell nos dijo al
principio del año que lo que nos iba a enseñar siempre sería nuestra
fundación firme en las artes de Defensa. Y así será. Por siempre. Le
vamos a enseñar a los estudiantes nuevos del próximo año, sin
importar quién sea nuestro nuevo maestro. Los estudiantes mayores
le enseñarán a los estudiantes más jóvenes. Esa es la solución de la
maldición sobre la posición de Defensa. No nos vamos a quedar
esperando a que la autoridad nos enseñe. Y nos vamos a asegurar
que las enseñanzas del Profesor Quirrell nunca mueran en
Hogwarts."

Harry miró hacia donde la Profesora - no, la Directora McGonagall -


estaba sentada, y observó que la Directora asintió en silencio, con
expresión que era de tristeza y severidad y orgullo.

"Aún no nos han dejado ver a la Señorita Granger," Oliver concluyó.


Su voz temblorosa. "La Niña-Que-Revivió. Pero siempre voy a
pensar en el Profesor de Defensa cuando la vea. Su sacrificio vive
en ella, así como nuestras enseñanzas van a vivir dentro de
nosotros." Oliver miró hacia donde estaba sentado Harry por un
instante, luego volvió a bajar sus ojos hacia el pergamino. "¡Para el
Profesor Quirrell, entonces, el mejor Slytherin que ha existido, lo que
todo Slytherin debería ser! ¡Tres hurra para él!"

"¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra!"


Nadie se quedó en silencio esta vez, ni uno solo de los estudiantes
que Harry pudo ver.

Nota de traductor (18 de Abril de 2.020)

Estoy escuchando Wild Side, el opening de Beastars, una y otra


vez.

El siguiente episodio está alrededor de las 10.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 24 de Abril de 2.020 para los
Patrocinadores y el 1 de Mayo en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 4 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem. Si lo deseas
puedes apoyarme en el blog de Rhaidot.

Gracias por leer.


Algo Para Proteger Albus Dumbledore
Capítulo 119: Conclusión, Algo Para Proteger, Albus
Dumbledore

Ahora Harry estaba frente a las gárgolas que protegían la oficina del
Director - no, la oficina de la Directora. Había sido invocado por la
Profesora Sinistra, diciendo que era una emergencia, pero la puerta
no se estaba abriendo para él.

Los experimentos le habían mostrado que la Piedra realizaba una


Transformación permanente cada tres minutos con cincuenta y
cuatro segundos, sin importar el tamaño del objeto Transformado.
Sólo una vez, sosteniendo la Piedra Filosofal bajo la luz de la
linterna más poderosa de Harry dentro de un armario muy oscuro,
Harry había creído ver un conjunto de puntos diminutos dentro del
pedazo de vidrio escarlata; sin embargo Harry no había sido capaz
de verlo después, y sospechaba que lo había imaginado. La Piedra
no tenía otros poderes que Harry podía detectar, ni respondía a
ningún intento de comando mental.

Harry se había dado a sí mismo hasta el mediodía de mañana para


descubrir cómo empezar a usar la Piedra sin que le fuera robada por
alguien más, y al mismo tiempo, intentando no pensar sobre lo que
seguía sucediendo, lo que siempre había estado sucediendo.

Diez minutos después, Minerva McGonagall llegó, caminando a


paso rápido. Sus brazos estaban cargados de papeles, de nuevo
tenía puesto el Sombrero Seleccionador.

Las gárgolas, con un breve sonido de piedra al rozarse, se


inclinaron ante ella.

"La nueva contraseña es 'Resiliencia'," Minerva le dijo a las


gárgolas, y estas se hicieron a un lado. "Lo lamento, Sr. Potter, me
vi retrasada -"
"Comprendido."

Minerva trepó las largas escaleras en espiral, subiendo los


escalones en vez de esperar a que la llevaran, Harry la siguió.

"Nos vamos a reunir con Amelia Bones, Directora del Departamento


de Aplicación de la Ley Mágica; con Alastor Moody, a quien ya has
conocido; y con Bartemius Crouch, Director del Departamento de
Cooperación Mágica Internacional," Minerva explicó mientras subía.
"Son los herederos de Dumbledore tanto como tú y yo."

"¿Cómo - cómo está Hermione?" Harry no había tenido oportunidad


de preguntar antes.

"Filius me informó que parecía bastante conmocionada, lo que


supongo no es una sorpresa. Ella preguntó en dónde estabas tú,
cuando se le respondió que en un juego de Quidditch, volvió a
preguntar en dónde estabas realmente, y se rehusó a hablar con
cualquiera sobre lo ocurrido hasta que se le permitiera hablar
contigo. Fue llevada a San Mungo, donde," la Directora sonó un
poco perturbada, "un Encantamiento de diagnóstico estándar reveló
que la Señorita Granger era un saludable unicornio con excelente
condición física excepto que necesita que le peinen su crin. Los
Encantamientos para detectar magia activa han detectado que en
todo momento ella está en el proceso de transformarse a otra forma.
Hubo un Inefable que apareció antes de que Filius, ah, lo hiciera
irse. El Inefable realizó ciertos hechizos que probablemente no
tendría que haber conocido, y declaró que el alma de Hermione
estaba en condición saludable pero al menos a un kilómetro de
distancia de su cuerpo. Para ese momento los sanadores de mayor
rango se rindieron. Actualmente está sola dentro de una habitación
con ratas y moscas -"

"¿Ella está en dónde?"

"Lo lamento, Sr. Potter, es jerga de Transformación. La Señorita


Granger está en una cámara de aislamiento con una jaula de ratas
domadas, y una caja de moscas que se reproducirá de un día para
otro. La lógica sugiere que sea cual sea el misterio que subyace a
su resurrección, dejó una emanación que causa que los
Encantamientos de los sanadores produzcan incoherencias. Pero si
no le sucede nada malo a las ratas ni a las moscas nuevas, se
declarará que la Señorita Granger puede regresar a Hogwarts sin
problemas cuando despierte mañana en la mañana."

Harry todavía no estaba seguro… para nada seguro, sobre lo que


Hermione iba a pensar tras haber sido resucitada, al menos bajo
aquellas circunstancias en particular. Realmente no creía que
Hermione le fuera a gritar por haber hecho lo incorrecto. Eso no era
más que el cerebro de Harry intentando imaginarla a ella como un
estereotipo. Harry había estado legítimamente exhausto y no
pensaba con mucha claridad cuando se le ocurrió la historia de la
Niña-Que-Revivió, y Hermione probablemente iba a comprender
eso. Sin embargo no podía imaginar lo que Hermione iba a pensar…

"Me pregunto cómo se sentirá la Señorita Granger sobre haber


vencido a Quien-Tú-Sabes," Minerva habló pensativa, subiendo las
escaleras en movimiento tan rápidamente que Harry sintió que le
faltaba el aire para seguir su paso. "Y sobre las personas creyendo
las cosas más interesantes sobre ella."

"O sea, ¿porque ella siempre se ha identificado a sí misma como


una genio académica normal, y ahora un montón de gente la ven
como la Niña-Que-Revivió y todos quieren estrechar su mano?"
Harry habló. Aunque ella no recuerda haber hecho nada para
merecerlo. Aunque todo fue el trabajo de alguien más y por los
sacrificios de otras personas, y ella está recibiendo el crédito.
Aunque ella no siente que en realidad haya hecho algo digno para
que las personas la traten así, y no está segura de poder ser aquella
persona que los demás se imaginan. "Vaya, no lo sé, no puedo ni
imaginar lo que se siente."

Quizá no debería haberla puesto en esa situación. Pero a las


personas se les tiene que dar algo para creer o quién sabe qué se
inventarían. Sentir culpa por esto sería estúpido. Creo.
Ambos llegaron a la cima de las escaleras, y entraron a la oficina
llena con docenas de objetos extraños, todos encarando un gran
escritorio y al poderoso trono.

La mano de Minerva pasó por encima de uno de aquellos objetos,


uno con cachivaches dorados, cerrando sus ojos brevemente.
Luego Minerva se quitó el Sombrero Seleccionador y lo puso sobre
un perchero que tenía tres pantuflas sobre su lado izquierdo. Ella
cambió el poderoso trono en una simple silla mullida y el gran
escritorio en una mesa redonda, alrededor de la cual se se
levantaron cuatro sillas.

Harry observó todo con un extraño nudo en la garganta. Sabía, sin


que ninguno de los dos lo dijera en voz alta, que tendría que haber
más ceremonia para el cambio de los muebles, el cambio de la
mesa. Mucha más ceremonia, para la primera vez que la Directora
se sentaba en su nueva oficina. Pero por la razón que fuera, no se
podían dar ese lujo, y Minerva McGonagall estaba haciendo todo
eso a un lado para llegar a tiempo.

Un movimiento de la varita de Minerva encendió el fuego Flu de la


chimenea, al mismo tiempo que se sentó en la silla que había sido
de Dumbledore.

En silencio Harry cogió una de las sillas alrededor de la mesa,


sentándose a la izquierda de Minerva.

Casi de inmediato, el fuego Flu ardió como una esmeralda y escupió


a Alastor Moody, quien dio un giró con su varita alzada, evaluando
todo el cuarto de un vistazo, y luego apuntó su varita directamente
hacia Harry y pronunció "Avada Kedavra."

Ocurrió tan rápido, y lo cogió tan completamente por sorpresa, que


la varita de Harry no iba alzada ni a la mitad para cuando Alastor
Moody terminó de hablar.

"Nada más estaba revisando," Alastor le comentó a la Directora,


quien ya tenía su varita apuntando a Alastor, con la boca abierta
como si ella no pudiera encontrar cuáles palabras decir. "Voldie
habría intentado esquivar, de haberse apoderado del cuerpo del
niño anoche. Aún necesito revisar la chica Granger." Alastor Moody
se sentó a la derecha de Minerva.

Harry había pensado, en ese medio segundo, intentar producir un


Patronus plateado sin palabras con su varita; sin embargo su varita
no había estado en la posición correcta para bloquear a tiempo, ni
siquiera estuvo cerca.

Bueno, si me estaba sintiendo invencible antes, ya no más. Qué


lección de vida tan valiosa, Sr. Moody.

Entonces el fuego Flu ardió verde otra vez, y escupió a la bruja de


apariencia más vieja, siniestra, y ruda que Harry hubiese llegado a
conocer, como si le hubiesen dado forma humana a la carne seca.
La bruja vieja no tenía su varita en su mano, pero proyectaba un aire
de autoridad que era más fuerte y estricto que el de Dumbledore.

"Esta es la Directora Amelia Bones, Sr. Potter," presentó la Directora


McGonagall, quien había recuperado su compostura. "Seguimos
esperando al Director Crouch -"

"El cadáver de Bartemius Crouch Jr. fue identificado entre los


Mortífagos muertos," la vieja bruja dijo sin preámbulo, al tiempo que
se dirigía hacia las sillas. "Nos tomó enteramente por sorpresa, me
temo que Bartemius es presa de considerable remordimiento, con
motivos de sobra. No estará con nosotros el día de hoy."

Harry mantuvo su reacción como algo interno.

Amelia Bones de dejó caer sobre una silla, sentándose al lado


derecho de Moody.

"Directora McGonagall," expresó la bruja anciana, aún sin duda ni


demora, "La Intacta Línea de Merlín, que Dumbledore me dejó en
regencia, no está respondiendo a mi mano. El Wizengamot debe
tener un Jefe de Magos que sea de confianza, de inmediato; las
cosas están muy revueltas en Bretaña. ¡Debo saber lo que
Dumbledore ha hecho, ahora mismo!"

"Rayos," murmuró Moody. Su ojo-loco estaba girando salvajemente.


"Eso no es bueno, para nada bueno."

"Sí, bueno," habló Minerva McGonagall, quien se mostraba bastante


aprehensiva. "No puedo tener certeza al respecto. Albus - bueno, él
claramente tenía el presentimiento de que podría no sobrevivir esta
guerra. Aunque no me parece que él estuviera esperando que la
Señorita Granger fuera a regresar de entre los muertos y matar a
Voldemort solamente unas cuantas horas después. No creo que
Albus estuviera esperando semejante cosa. No estoy del todo
segura sobre qué será de su legado -"

Amelia Bones se levantó a medias de su silla. "¿Acaso implicas que


esa niña Granger podría haber heredado la Línea Intacta de Merlín?
¡Esto es una catástrofe! Ella tiene doce años, es inexperta - ¡de
seguro Albus no sería tan irresponsable como para dejar la Línea a
quién fuera que hubiese derrotado a Voldemort, sin saber quién!"

"Bueno, es una forma de decirlo," Minerva replicó. Sus dedos


aplanaron los papeles que había traído consigo, ahora yaciendo
sobre el escritorio. "Albus sí creyó conocer al que iba derrotar a
Voldemort. Había una profecía al respecto, una verificada, que
ahora parece haber sido suspendida, o - ¡no lo sé, Madam Bones!
Tengo una carta que debo entregar al Sr. Potter en caso de que
Albus hubiese muerto o desaparecido, y otra carta que Albus afirmó
el Sr. Potter sería capaz de abrir únicamente tras la derrota de
Voldemort. No sé qué es lo que va a pasar ahora. Quizá la Señorita
Granger será capaz de abrirla, o quizá nunca pueda ser abierta -"

"Un momento," la interrumpió Ojoloco Moody. Metió la mano dentro


de su túnica, sacó una varita larga, de protuberancias grises que
Harry reconoció; era la varita de Dumbledore, de una forma y estilo
diferente a todas las varitas en Hogwarts. Moody depositó la varita
sobre la mesa. "Antes de seguir adelante, debo decir que Albus
también me dejó un par de instrucciones a mí. Coge esta varita,
niño."

Harry vaciló, pensando.

Albus Dumbledore se sacrificó por mí. Él confiaba en Moody. Esto


probablemente no es una trampa.

Entonces Harry empezó a extender su mano hacia la varita.

La varita brincó a través de la mesa, hacia la mano de Harry. Y en el


momento en que los dedos de Harry se cerraron sobre ella fue como
si estuviera escuchando una canción, un himno de gloria y batalla
que resonaba dentro de su mente. Una ola de fuego blanco surgió
desde la base hacia el resto de la madera, creciendo al ir subiendo,
produciendo en la punta una tremenda lluvia de chispas. A través de
la madera bajo sus dedos corría una sensación de fuerza y peligro
contenido, como un lobo amarrado.

Harry también estaba recibiendo una impresión de marcado


escepticismo, como si la varita tuviera algún nivel de consciencia, y
se estuviera cuestionando cómo rayos había acabado siendo
dominada por alguien de primer año en Hogwarts.

"Correcto," declaró Ojoloco Moody a las miradas confundidas. "Así


que no fue la Señorita Granger quien derrotó a Voldie. No me lo
creía."

"Qué." Amelia Bones espetó la palabra categóricamente.

Ojoloco Moody le dedicó una respetuosa inclinación de cabeza.


"Albus me explicó que esta varita va a quien fuera que hubiese
derrotado a su dueño anterior. Del viejo Grindie, él la tomó.
Entonces Voldie derrotó a Albus, ayer. ¿Necesito decir más,
Amelia?"

Amelia Bones estaba viendo a Harry fijamente, su boca plenamente


abierta.
"Eso podría no ser correcto," Harry indicó. Tragó otro nudo de
terrible culpa. "Me refiero a que, Voldemort me usó como un rehén
porque yo, yo fui estúpido, y Dumbledore se sacrificó para salvar mi
persona, quizá la varita cree que eso cuenta como yo derrotando a
Dumbledore. Aunque, yo sí derroté a Voldemort, mmm. Lo vencí.
Pero creo que es mejor si nadie sabe que yo estuve allí."

Bip. Tic. Wir. Ding. Put.

" Eso tiene que haber requerido algo de esfuerzo," Ojoloco lo felicitó.
El hombre cicatrizado inclinó su cabeza lentamente, un gesto de
profundo respeto. "No te sientas demasiado culpable por haber
perdido a Albus y David y Flamel, hijo, sin importar cuán estúpido
hayas sido. Al fin y al cabo ganaste. Todos nosotros juntos nunca
pudimos hacerlo. Nada más para estar seguros, hijo, ¿David y tú
también destruyeron el horrocrux de Voldie? ¿Y tienes la certeza de
que era el verdadero?"

Harry vaciló, sopesando las probables consecuencias de la


confianza, los posibles desastres del silencio, y luego sacudió su
cabeza antes de responder a Moody. De todos modos, había
planeado contar a McGonagall sobre lo que ahora estaba adentro
de su escuela. "Voldemort tenía… un gran montón de horrocruxes,
de hecho. Así que opté por Desmemorizar la mayoría de sus
memorias, luego lo Transformé en esto." Harry levantó su mano, y
en silencio apuntó la esmeralda sobre su anillo.

Pam. Bum. Pam. Pam.

"Ah," Moody dijo, recostándose en su silla. "Minerva y yo vamos a


poner algunas alarmas y encantos sobre ese anillo tuyo, hijo, si no
te importa. Por si alguna vez se te olvida alimentar la
Transformación. Y no vuelvas a cazar ningún otro Mago Oscuro,
jamás, sólo vive una vida calmada y pacífica." El hombre cicatrizado
sacó un pañuelo y se limpió las gotas de sudor que habían
aparecido sobre su frente. "Pero bien hecho, chico, tanto David
como tú, pueda él descansar en paz. Esta fue idea de él, ¿verdad?
Bien hecho, debo reconocer."
"En efecto," comentó Amelia Bones, quien ya había recuperado su
compostura. "Todos nosotros tenemos una tremenda deuda de
gratitud con ambos. Sin embargo debo reiterar que hay un asunto
urgente sobre la Línea Intacta de Merlín."

"Creo," Minerva McGonagall habló despacio, "que mejor le doy las


cartas de Albus al Sr. Potter, ahora mismo." Sobre el montón de
papeles ahora había un sobre de pergamino, y un pergamino
enrollado sellado con un lazo gris.

Primero, la Directora le entregó el sobre de pergamino, y Harry lo


abrió.

Si estás leyendo esto, Harry Potter, entonces he caído ante


Voldemort, y la misión ahora recae sobre tus manos.

Aunque te puede sorprender averiguarlo, este era el final que yo


deseaba en mi corazón. Para cuando escribo esto, todavía parece
posible que Voldemort pueda caer por mi propia mano. Y entonces,
en su momento, yo mismo me convertiré en la oscuridad que tú
debes superar, para alcanzar tu máximo poder. Pues se dijo una vez
que tú podrías necesitar levantar tu mano contra tu mentor, aquel
que te moldeó, aquel que amaste; se dijo que tú podrías ser la
causa de mi caída. Si estás leyendo esto, entonces eso nunca
llegará a pasar, y eso me alegra.

Incluso así, Harry, te voy a evitar esto, la solitaria batalla contra


Voldemort. Te escribo esto, jurando protegerte tanto como pueda,
sin importar cuál sea el costo final para mí mismo. Aunque si he
fallado, entonces debes saber que estoy feliz de que haya sido así,
en mi propia forma egoísta.

En mi ausencia, no queda nadie para oponerse a Voldemort como


un igual excepto tú. Su sombra caerá larga y terrible sobre la
Bretaña mágica, y muchos sufrirán y morirán por ello. Esa sombra
no se irá hasta que destruyas su origen, hasta que hayas borrado el
corazón de la oscuridad. Cómo vas a hacer esto, no lo sé. Si
Voldemort desconoce el poder que tú posees, entonces yo también.
Debes encontrar ese poder dentro de ti mismo, aprenderlo a
manejar, debes convertirte en el juez final de Voldemort, y te suplico
que no cometas el error de mostrarle misericordia.

Mi varita, te la entrego a ti dejándola bajo el cuidado de Moody, no te


atrevas a usarla contra Voldemort. Pues cuando el maestro de la
varita es derrotado, se vuelve propiedad del vencedor. Cuando
hayas conquistado a mi conquistador, entonces la varita responderá
verdaderamente a tu mano; pero si intentas usarla contra Voldemort
antes de eso, ciertamente te traicionará. La debes mantener lejos
del alcance de Voldemort a toda costa. Debería aconsejarte no usar
esa varita para nada, aunque después de todo es un dispositivo de
gran poder, que podrías necesitar para algún caso desesperado.
Pero si la tomas debes temer su traición en todo momento.

En mi ausencia, el Wizengamot inevitablemente caerá ante Malfoy.


La Línea Intacta de Merlín te la entrego a ti, con Amelia Bones como
tu regente, hasta que seas un adulto o hayas alcanzado todo tu
poder. Sin embargo ella no podrá oponerse a Malfoy por mucho
tiempo, no tras haberme ido yo y con Voldemort habiendo regresado
para poderlo aconsejar. Pronto, yo creo, el Ministerio caerá, y
Hogwarts se convertirá en la última fortaleza. A Minerva le voy a
entregar las llaves de Hogwarts, pero solamente tú eres su príncipe,
y ella te va a ayudar en cualquier forma que pueda.

Alastor ahora lidera la Orden del Fénix. Presta gran atención a sus
palabras, tanto su consejo como sus confidencias. Uno de los
arrepentimientos más grandes de mi vida es no haber escuchado a
Alastor más y no haberlo hecho antes.

Que al final vas a derrotar a Voldemort, no me queda duda.

Pues ese será únicamente el principio del destino de tu vida. De


eso, también, yo tengo la certeza.
Cuando hayas vencido a Voldemort, cuando hayas salvado a este
país, entonces, espero, podrás embarcarte hacia el verdadero
significado de tus días.

Apresúrate a empezar.

Tuyo en la muerte (o lo que sea),

Dumbledore.

Posdata: Las contraseñas son 'precio del fénix', 'destino del fénix', y
'huevo del fénix', pronunciados dentro de mi oficina. Minerva puede
mover esos cuartos a donde tú los puedas acceder más fácilmente.

Harry dobló el pergamino y lo volvió a meter dentro de su sobre,


frunciendo el ceño pensativo, luego tomó de la Directora el
pergamino enrollado con el lazo gris. Cuando la larga varita gris en
la mano de Harry tocó el lazo, se soltó en el acto; y Harry abrió el
pergamino, y lo leyó.

Querido Harry James Potter-Evans-Verres:

Si estás leyendo esto, has derrotado a Voldemort.

Felicitaciones por eso.

Espero que tuvieras algo de tiempo para celebrar antes de abrir este
rollo, porque las noticias aquí no son felices.

Durante la Primera Guerra Mágica, llegó un momento en que me di


cuenta que Voldemort estaba ganando, que faltaba poco para que él
tuviera todo en su mano.

Ante esa extremidad, fui dentro del Departamento de Misterios e


invoqué una contraseña que nunca había sido pronunciada en la
historia de la Línea de Merlín Intacta, hice una cosa prohibida y de
alguna manera no enteramente prohibida.

Escuché todas las profecías que habían sido grabadas.

Y así descubrí que mis problemas eran mucho peores que


Voldemort.

Pues ciertos adivinos y profetas habían llegado a un creciente coro


prediciendo que este mundo estaba condenado a la destrucción.

Y tú, Harry James Potter-Evans-Verres, eres uno de aquellos que se


predijo lo va a destruir.

Tenía todo el derecho de eliminar tu línea de posibilidad, evitar que


llegaras a nacer, así como hice lo mejor que pude para evitar todas
las otras posibilidades que descubrí en ese día de terrible despertar.

Aún así en tu caso, Harry, y únicamente en tu caso, las profecías de


tu apocalipsis tenían vacíos legales, aunque aquellos vacíos legales
eran muy pequeños.

Siempre 'él va terminar el mundo', no 'él va a terminar la vida'.

Aún cuando se dijo que vas a destrozar las mismísimas estrellas en


el cielo, no se dijo que fueras a destrozar a las personas.

Y así, siendo claro que este mundo no va a durar para siempre, he


apostado literalmente todo sobre ti, Harry James Potter-Evans-
Verres. No había profecías sobre cómo el mundo podría ser
salvado, así que encontré las profecías que ofrecían vacíos legales
en la destrucción; y provoqué las extrañas y complejas condiciones
para que aquellas profecías pudieran cumplirse. Me aseguré de que
Voldemort descubriera una de aquellas profecías, y así (tal como lo
había temido) condené tus padres a muerte y te hice lo que tú eres.
Escribí una extraña nota en el libro de Pociones de tu madre, sin
tener la más mínima idea de por qué debía hacerlo; y esto le mostró
a Lily cómo ayudar a su hermana, y aseguró que obtendrías el amor
incondicional de Petunia Evans. Me introduje invisible dentro de tu
habitación en Oxford y te administré la poción que se le da a los
estudiantes con Giratiempos, para extender tu ciclo diario por dos
horas más. Cuando tenías seis años yo destrocé una roca que
estaba en el alfeizar de tu ventana, y hasta el día de hoy no puedo
ni imaginar por qué.

Todo hecho con la esperanza desesperada de que nos pudieras


ayudar a pasar a través del ojo de la tormenta, de alguna manera
terminando este mundo y aún así sacar a la gente con vida.

Ahora que has pasado la prueba preliminar de derrotar a Voldemort,


pongo todo en tus manos, todas las herramientas que me es posible
darte. La Línea de Merlín Intacta, el comando de la Orden del Fénix,
toda mi fortuna y todos mis tesoros, la Varita de Saúco de las
Reliquias de la Muerte, la lealtad de todos mis amigos que escuchen
mi petición. He dejado Hogwarts bajo el cuidado de Minerva, pues
no creo que vayas a tener tiempo para la escuela, sin embargo
incluso la escuela será tuya si así se lo demandas a ella.

Hay una cosa que no te doy, y son las profecías. Al momento de mi


partida, serán destruidas, y ninguna profecía será grabada en el
futuro, pues se dijo que no las debes mirar. Si crees que eso es
causa de frustración, créeme cuando te insisto que ni siquiera tu
ingenio puede alcanzar a comprender el nivel de frustración que te
estoy ahorrando. Voy a morir, o seré perdido por tu causa, o de
alguna otra manera seré apartado de ti - las profecías no son claras,
naturalmente - sin saber ni una sola vez lo que realmente aguarda
en el futuro, o por qué debo hacer lo que hago. Todo es un montón
de locura críptica y vas a estar mejor sin eso.

Únicamente puede haber un rey sobre el tablero.

Únicamente puede haber una pieza cuyo valor es invaluable.

Esa pieza no es el mundo, son las personas del mundo, magos y


Muggles por igual, duendes y elfos de casa y todos los demás.
Mientras sobreviva cualquier remanente de nuestra especie, esa
pieza aún está en juego, incluso si las estrellas deben morir en el
cielo.

Y si esa pieza se pierde, el juego termina.

Conoce el valor de todas tus otras piezas, y juega para ganar.

- Albus

Harry sostuvo el pergamino enrollado por un largo tiempo,


contemplando a la nada.

Entonces.

Había veces en que la frase 'Eso lo explica' realmente no alcanzaba


como definición, pero no obstante, eso lo explicaba.

Con aire ausente Harry volvió a enrollar el pergamino en su puño,


todavía contemplando a la nada.

"¿Qué es lo que dice?" preguntó Amelia Bones.

"Es una carta de confesión," Harry contestó. "Resulta que


Dumbledore fue el que mató a mi roca mascota."

" ¡Este no es momento para bromas! " aulló la bruja anciana. "¿Eres
el verdadero dueño de la Línea Intacta de Merlín?"

"Sí," respondió ausente, su mente ocupada con pensamientos que


eran, por cualquier cuantificación objetiva, mucho más importantes a
un nivel sobrecogedor.

La bruja anciana estaba sentada muy rígida en su silla. Giró su


cabeza, y fijó sus ojos sobre los de Minerva McGonagall.
Mientras tanto el cerebro de Harry, que estaba haciendo malabares
con demasiadas posibilidades sobre demasiados horizontes
temporales, algunos teniendo que ver literalmente con billones de
años y procedimientos de desmembramiento estelar, declaró la
bancarrota cognitiva y volvió a empezar. De acuerdo, qué es lo
primero que tengo que hacer para salvar el mundo… no, hazlo algo
más local, qué tengo que hacer el día de hoy… además de
descubrir qué hacer, eso es, y mejor que no me demore mucho
buscando lo que fuera que Dumbledore me dejó en el cuarto del
Huevo del Fénix…

Harry levantó sus ojos del pergamino enrollado y observó a la


Profesora - a la Directora McGonagall, a Ojoloco Moody, y la bruja
anciana de aspecto curtido, como si los estuviera viendo por primera
vez. Aunque de hecho estaba viendo a Amelia Bones por primera
vez que él supiera.

Amelia Bones, Jefa del Departamento de Aplicación de la Ley


Mágica, a quien Albus Dumbledore había considerado digna de
liderar el Wizengamot al menos temporalmente. Su cooperación
sería invaluable, quizá necesaria, para… para lo que fuera que
estuviera delante del camino de Harry. Dumbledore la había
escogido a ella, y había leído profecías que Harry no había visto.

Amelia Bones, quien había pensado que sería nombrada regente


sobre la Línea Intacta de Merlín y reconocida como la Jefa de
Magos, nada más para enterarse que la posición había acabado en
manos de, aparentemente, un niño de once años.

Ahora, declaró la voz de Hufflepuff dentro de su cabeza, ahora vas a


ser amable. No vas a ser tu condenado idiota patentado de siempre.
Porque el destino del mundo podría depender de ello. O no. Ni
siquiera lo sabemos.

"Lamento terriblemente todo esto," Harry Potter pronunció, luego


hizo una pausa para ver qué efecto, o no, había producido esta
frase amable.
"Minerva parece creer," la bruja anciana replicó, "que no te vas a
ofender por palabras honestas."

Harry asintió. Su parte Ravenclaw quería incluir la advertencia de


que eso era diferente a permitir que las personas fueran a intentar
hacerte caer mientras gritaban que tú eras intolerante con las
críticas, sin embargo Hufflepuff lo vetó. Fuera lo que fuera que ella
iba a decir, Harry lo iba a escuchar.

"No deseo hablar mal de los difuntos," la bruja anciana argumentó.


"Pero desde tiempos inmemoriales, la Línea Intacta de Merlín ha
pasado a aquellos que han demostrado rigurosamente que son, no
solamente buenas personas, sino lo suficientemente sabias como
para distinguir a sucesores que sean tanto buenos como sabios. Un
solo error, en cualquier punto de esa cadena, ¡y la sucesión podría
descarrilarse y nunca regresar! Fue un acto demente de
Dumbledore pasarte la Línea a ti siendo tan joven, incluso si fue
bajo la condición de que hubieras derrotado a Quien-Tú-Sabes. Una
mancha sobre el legado de Dumbledore, así es como será visto." La
bruja anciana vaciló, sus ojos todavía fijos sobre Harry. "Creo que es
mejor si nadie por fuera de este cuarto se llega a enterar."

"Ah," Harry dudó. "Usted… no piensa muy bien de Dumbledore, ¿o


sí?"

"Yo creí…" dijo la bruja anciana. "Bueno. Albus Dumbledore era un


mejor mago que yo, una mejor persona que yo, en más maneras de
las que puedo contar sin pensar. Sin embargo el hombre tenía sus
fallas."

"Porque, pues. O sea. Dumbledore sabía todo lo que usted acaba


de decir. Sobre yo siendo demasiado joven y el funcionamiento de la
Línea. Usted se comporta como si Dumbledore no fuera consciente
de esos hechos, o si los hubiese ignorado, cuando tomó su decisión.
Es cierto que a veces las personas estúpidas, como yo, toman
decisiones así de locas. Pero no Dumbledore. Él no estaba loco."
Harry tragó saliva, forzando que una repentina humedad se fuera de
sus ojos. "Yo creo… me empiezo a dar cuenta… que Dumbledore
era la única persona cuerda, durante todo esto, desde el principio. El
único que estaba haciendo las cosas correctas por las razones
correctas…"

Madam Bones estaba maldiciendo en voz baja, desagradables


maldiciones que estaban haciendo que Minerva McGonagall
parpadeara.

"Lo siento," Harry reiteró impotente.

Ojoloco estaba haciendo una mueca, el rostro cicatrizado retorcido


por la sonrisa. "Siempre supe que Albus estaba tramando algo que
nunca nos reveló a los demás. Chico, no tienes ni idea de cuán
difícil es para mí no usar mi Ojo sobre ese pergamino."

Harry introdujo a toda prisa el pergamino dentro de su monedero.

"Alastor," Amelia habló. La voz de la bruja anciana se estaba


elevando. "Eres un hombre sensato, ¡no puedes creer que este
chico es capaz de llenar los calcetines de Dumbledore! ¡No hoy! "

"Dumbledore," Harry explicó, el nombre tenía un sabor extraño en


su lengua, "hizo una deducción incorrecta, cuando tomó sus
decisiones. Él pensó que íbamos a estar combatiendo a Voldemort
durante años, todos nosotros juntos. No sabía que iba a vencer a
Voldemort inmediatamente. Era lo correcto para que yo hiciera,
salvó muchas vidas en comparación a librar una larga batalla. Sin
embargo Dumbledore creyó que usted iba a tener años para
conocerme, confiar en mí… y en vez de eso terminó todo en una
noche." Harry inhaló. "¿No puede usted pretender que hemos
estado combatiendo a Voldemort durante años y que me gané su
confianza y todo lo demás? ¿Para no ser penalizado por ganar más
rápidamente de lo que Dumbledore había esperado?"

"¡Sigues siendo alguien de primer año en Hogwarts!" la bruja


anciana exclamó. "¡ No puedes tomar el lugar de Dumbledore, sin
importar cuáles fueran sus intenciones!"
"Claro, todo ese asunto de 'verse como alguien de once años'." La
mano de Harry se alzó, frotó la parte de su nariz donde reposaban
sus gafas. Supongo que podría usar la Piedra, cambiar mi propio
aspecto para parecer de noventa…

"No soy una tonta," la bruja anciana dijo. "Sé que no eres un niño
ordinario. Te he visto hablar con Lucius Malfoy, observé como
asustaste un Dementor, y presencié a Fawkes conceder tu petición.
Cualquiera con una pizca de sabiduría que te haya visto frente al
Wizengamot - y me refiero a mí y máximo otros dos - puede haber
deducido que absorbiste alguna porción del alma desgarrada de
Quien-Tú-Sabes en la noche en que su cuerpo fue carbonizado,
pero la venciste y usaste su conocimiento para el bien."

Hubo una ligera pausa en el cuarto.

"Bueno, sí, por supuesto," comentó Minerva McGonagall. Ella


suspiró, se retorció un poco en la silla de la Directora. "Como Albus
claramente sabía desde el principio, sin embargo fue muy
considerado al declinar hacerme una advertencia en cualquier
manera posible ."

"Claro," Moody dijo. "Ya sabía eso. Aja. Perfectamente obvio. Para
nada confuso."

"Supongo que eso está bastante cercano a la verdad," admitió


Harry. "Entonces, pues. ¿Cuál es el problema, exactamente?"

"El problema," Amelia Bones respondió, su voz perfectamente


normal, "es que eres una burbuja, una mezcla inestable de un
estudiante de Hogwarts de primer año y Quien-Tú-Sabes." Ella hizo
una pausa, como si estuviera esperando algo.

"Es algo en lo que estoy mejorando," Harry dijo, ya que ella parecía
esperar algún comentario de su parte. "A un ritmo bastante rápido,
de hecho. Más importante, no es algo que Dumbledore no supiera."
La anciana bruja continuó. "Entregar tu fortuna y contraer una deuda
con Lucius Malfoy para mantener a tu mejor amiga por fuera de
Azkaban, si bien demuestra que tienes una moralidad
característicamente superior, también demuestra que no puedes
dirigir el Wizengamot. Ahora veo que hiciste lo que era correcto para
ti mismo, lo que tenías que hacer para mantener el control sobre tu
cordura y vencer tu oscuridad interna. Pero también hiciste una cosa
que un heredero de Merlín no debe hacer. Un líder sentimental
puede ser peor que uno egoísta. Albus, maestro y sirviente de un
fénix, apenas y podía sobrevivir - e incluso él se opuso a ti ese día."
Amelia hizo un gesto en la dirección de Ojoloco Moody. "Alastor
tiene dureza. Es astuto. Aún así no tiene el talento para gobernar.
Tú, Harry Potter, todavía no tienes la severidad, la capacidad para el
sacrificio, ni siquiera para dirigir la Orden del Fénix. Y siendo lo que
eres, tú no debes intentar convertirte en esa persona. No ahora, no
a tu edad. Tomate el tiempo para alinear y fusionar tu alma dividida,
si es que es posible. No intentes ser el Jefe de Magos mientras
estás haciendo eso. Si Albus creyó que eso era una buena idea,
estaba forjando una linda historia a costa de lo práctico del mundo
real. Yo sí creo que el hombre tenía un problema con eso."

Los ojos de Harry se abrieron un poco, al escuchar todo eso.


"Pues… ¿qué es lo que cree que está pasando aquí exactamente?"
Harry tocó su cabeza con un dedo justo por encima de su oreja.

"Imagino que dentro de ti está el alma de un niño que sigue siendo


honesto y verdadero, reuniendo su fuerza de voluntad para amarrar
el fragmento del espíritu de Voldemort que te intenta consumir, al
tiempo que grita que eres débil y sentimental - ¿acabas de reírte?"

"Lo siento. Aunque seriamente, nunca fue así de malo. Es más


como tener un montón de malos hábitos que necesito romper."

"Mmm," opinó la Directora McGonagall. "Sr. Potter, creo que al


principio del año sí era así de malo."

"Malos hábitos que se enlazaban y activaban entre sí. Sí, esos son
algo más que un pequeño problema." Harry suspiró. "Y usted,
Madam Bones… eh. Me disculpo si estoy equivocado al respecto.
¿Pero mi deducción es que usted se está sintiendo algo molesta
porque la Línea terminó en manos de alguien con once años?"

"No del modo en que estás pensando," la bruja anciana replicó con
calma. "Aunque es natural que sospeches de mí. La posición de
Jefe de Magos no es una que yo vaya a encontrar placentera, ni
siquiera comparada a los horrores del Departamento de Aplicación
de la Ley Mágica. Albus me persuadió sobre ese asunto, y
reconozco que le requirió algo de tiempo convencerme, sin embargo
la verdad es que no desperdicie su tiempo en una discusión que yo
estuviese esperando perder. Sabía que iba a odiar la tarea, y sabía
que de todos modos la iba a hacer. Minerva afirma que posees algo
de sentido común, especialmente cuando otros te lo recuerdan.
¿Realmente te puedes ver a ti mismo sobre el alto estrado del
Wizengamot? ¿Estás seguro que no se trata de algún remanente de
Quien-Tú-Sabes que se imagina a sí mismo preparado para la
posición, y que tal vez la desea por ambición?"

Harry se quitó sus gafas y se frotó su frente. Su cicatriz todavía dolía


un poco, por el daño que se había hecho a sí mismo al arañarse el
día de ayer hasta que había sangrado de una manera
apropiadamente dramática. "Tengo algo de sentido común, y sí, ser
el Jefe de Magos suena como una gran fuente de irritación y un
trabajo que, en realidad, no encaja conmigo ni en lo más mínimo. El
problema es. Pues. No estoy seguro que la Línea de Merlín se trate
únicamente sobre ser el Jefe de Magos. Hay, pues. Sospecho… que
hay otras cosas raras que la acompañan. Y que Dumbledore tenía la
intención de que yo tomara la responsabilidad de… esas otras
cosas. Y que las otras cosas son… posiblemente bastante e
increíblemente importantes."

"Rayos," Moody dijo. Luego Alastor Moody repitió, "Rayos. Niño, ¿es
seguro que nos digas eso a nosotros?"

"No lo sé," Harry contestó. "Si hay un manual de usuario, no lo he


ojeado todavía."
"Rayos."

"Y si esos otros asuntos requieren severidad y sacrificio?" Amelia


Bones inquirió, todavía con calma. "¿Y si te examinan del mismo
modo que en el Wizengamot? Soy vieja, Harry Potter, y tengo
conocimiento de algunos misterios. Has visto que fue capaz de
percibir tu propia naturaleza de un solo vistazo."

"Amelia," intervino Ojoloco Moody. "¿Qué habría ocurrido si tú


hubieses combatido a Quien-Tú-Sabes anoche?"

La bruja anciana se encogió de hombros. "Habría muerto, supongo."

"Habrías perdido, " argumentó Alastor Moody. "Y el Niño-Que-Vivió


no solamente venció Voldie, lo organizó para que su buena amiga
Hermione Granger volviera de la muerte al mismo tiempo que Voldie
se resucitó a sí mismo. De ningún condenado modo o doblemente
condenado eso pudo haber sido un accidente, y tampoco creo que
fuera idea de David. Amy, la verdad es, que ninguno de nosotros
sabe lo que el guardián del legado de Merlín tiene que hacer . Pero
no somos lo suficientemente locos para esta locura."

Amelia Bones frunció el ceño. "Alastor, sabes que he lidiado con


cosas extrañas antes. Y las he manejado bastante bien, en mi
opinión."

"Sí. Tú lidias con esa locura para poder regresar a la vida real. No
eres el tipo de loca que construye un castillo de locuras y se queda
viviendo allí." Moody suspiró. "Amy, en algún nivel tú sabes
exactamente por qué Albus tuvo que dejar quién-sabe-cuál-trabajo
al pobre niño."

La bruja anciana apretó sus puños sobre la mesa. "¿Tienes alguna


idea del desastre que sería para Bretaña? Llamame cuerda, ¡pero
no pudo aceptar ese resultado! ¡He trabajado por demasiado tiempo
para ver este día para verlo caer justo ahora, ahora justamente!"
"Disculpen," la Directora McGonagall apuntó, sonando bastante
precisa y Escocesa. "¿hay alguna razón por la que el Sr. Potter no
pueda simplemente instruir a la Línea que Madam Bones es su
regente para la posición del Jefe de Magos, aunque no en todo lo
relacionado con el Departamento de Misterios, hasta que sea mayor
de edad? Si Albus pudo ordenar a la Línea que pusiera un regente
únicamente hasta la derrota de Voldemort, claramente es capaz de
seguir órdenes complejas."

Lentamente, este inesperado golpe de martillo de sentido común fue


absorbido por todos los presentes.

Harry abrió su boca para acceder a apuntar a Amelia Bones como


su regente en todos los asuntos relacionados con el Wizengamot, y
luego vaciló de nuevo.

"Pues," Harry inició. "Pues. Madam Bones, preferiría bastante que


usted se pudiera encargar de lidiar con el Wizengamot en mi lugar."

"En eso estamos de acuerdo," añadió la bruja anciana.


"¿Deberíamos hacerlo ya?"

"Pero -"

Una expresión de frustración surgió en los otros. "¿Cuál es el


problema, Sr. Potter?" cuestionó la Directora, con voz que indicaba
que esperaba que no fuera nada serio.

"Pues. Creo que hay un par de cosas que podría tener que hacer
pronto que pueden causar… controversia a un nivel político, y a
cambio de entregar el poder político de la Línea a Madam Bones
voy a querer que ella… pues, coopere conmigo en algunas cosas."

Amelia Bones intercambió otra larga mirada con Minerva


McGonagall. Luego volvió a observar a Harry Potter.

"¡Me indigna tu petición!" Amelia Bones exclamó. "Tu vacilación me


dice que eres débil y sin experiencia para negociar, y probablemente
te vas a rendir si opongo resistencia."

Harry cerró sus ojos.

Un Harry ligeramente teñido de oscuridad los volvió a abrir.

"De acuerdo," Harry habló, "permita que lo exprese con otras


palabras. No quiero interferir con su trabajo a diario ni tampoco
mensualmente, sin embargo no me es posible simplemente hacer a
un lado la responsabilidad final que Dumbledore me dejó. No le voy
a enviar un búho con pergaminos bizarros salidos de la nada,
podemos conversar antes de eso, pero en algún punto puede ocurrir
que yo tenga que darle una orden a usted. Si rehúsa la orden podría
tener que quitarle las funciones del Wizengamot de la Línea y
asumir el control directo. ¿Puede aceptar eso?"

"¿Y sí respondo que no?" preguntó la bruja anciana.

Ligera, ligera la nota de oscuridad… "No tengo una alternativa para


usted. Podría empezar preguntando a Augusta Longbottom quién
cree ella que sea indicado para el puesto y trabajar desde allí. Sin
embargo podría ser importante mantenernos apegados al plan de
Dumbledore tanto como sea posible, ya que desconozco por qué él
hizo exactamente las cosas que él hizo, y él creyó que Amelia
Bones debía ser la Jefa de Magos por un tiempo. No voy a poner el
nombre de Merlín sobre usted, pero… no, que rayos, sí voy a poner
el nombre de Merlín sobre usted, esto podría o no ser locamente
importante."

La bruja anciana pensó por un tiempo, sus ojos yendo de una


persona a otra alrededor de la mesa. "No estoy satisfecha con esto,"
ella anunció tras un rato. "Sin embargo el Wizengamot debe ser
llamado a orden pronto. Será suficiente por ahora."

Lentamente la bruja anciana metió la mano dentro de su túnica, y


sacó una corta vara de piedra, piedra oscura.
Ella ubicó la vara sobre la mesa ante Harry. "Toma lo que es tuyo,"
ella dijo. "Y por favor devuélvelo."

Harry extendió su mano y la tomó.

En el momento en que los dedos de Harry primero tocaron la piedra


oscura -

- nada sucedió.

Bueno, quizá Merlín no había sido dado al melodrama. Eso podría


explicar por qué su legado final se veía como una pequeña vara
oscura, nada llamativa. Si eso era todo lo que se necesitaba para su
función, eso sería todo lo que habría.

Harry cogió la Línea, frunciendo el ceño. "Me gustaría apuntar a


Amelia Bones como mi regente para las funciones relacionadas con
el Wizengamot." Entonces, se le ocurrió el pensamiento de que
necesitaba especificar un punto de detención para definir una
regencia, Harry concluyó, "Hasta que yo diga que las quiero
recuperar."

Entonces Harry se quedó con la cara larga. Había esperado más de


la Línea, pero no era más que una llave para lugares en el
Departamento de Misterios donde había cosas interesantes
guardadas, o para sellos donde Merlín y sus sucesores habían
acumulado cosas que no debían ser destruidas aunque debían ser
mantenidas por fuera de la circulación general. Aparte de eso, la
Línea no hacía mucho.

La Línea tampoco te permitía sobrepasar el Interdicto de Merlín. No,


ni siquiera si el destino de la galaxia estaba en riesgo. Ni siquiera si
la persona parecía cuerda, había tomado un Juramento
Inquebrantable, y honestamente creía que el mundo estaba a punto
de ser destruido.

Merlín había soñado con una carrera larga, un mundo que iba a
durar durante eones y no solamente siglos. El mundo no tenía razón
para durar por siempre, si los poderes verdaderamente peligrosos
eran removidos de forma definitiva. Por el contrario, un solo vacío
legal en las salvaguardias hacía que la destrucción del mundo no
fuera más que una cuestión de tiempo. Algún día la Línea de Merlín
sería pasada a la persona incorrecta. Podía rechazar a los que
obviamente no eran dignos, aunque eventualmente iba a pasar a
unas manos muy sutilmente defectuosas para que la Línea las
pudiera detectar. Esto era inevitable, cuando lidiamos con seres
humanos, y Harry necesitaba mantener eso en mente antes de
sellar algo donde los futuros portadores de la Línea lo pudieran
retirar - el desastre de este mal uso inevitable algún día necesitaba
ser sopesado por sus beneficios durante los próximos miles de
años.

Harry dejó escapar un pequeño y triste suspiro, con los dientes


apretados. Merlín, idiota…

Pensar eso no desbloqueo ninguna salvaguardia final.

Actualmente no había nada en llamas en el Departamento de


Misterios, así que Harry puso con mucho cuidado la Línea de vuelta
sobre la mesa.

"Gracias," la bruja anciana dijo. Recogió la vara de piedra oscura.


"Sabes cómo puedo usarla para llamar al orden en el Wizengamot,
o - no importa, sólo debería intentar golpear el podio. Eso parece
bastante obvio. Para el resto del país, por supuesto, soy el Jefe de
Magos hasta donde todo el mundo sabe excepto nosotros cuatro."

Harry dudó. Luego imaginó los búhos que recibiría si cualquiera


supiera que se le permitía ser la segunda opinión de la Jefe de
Magos, y lo que eso provocaría en el poder de negociación de
Amelia. "De acuerdo."

Amelia metió la vara de vuelta en su túnica. "No diré que fue un


placer hacer negocios contigo, Niño-Que-Vivió, aunque podría haber
sido mucho peor. Muchas gracias por eso."
Harry ya se estaba sintiendo preocupado sobre el exacto balance
del poder aquí, por el modo en que Madam Bones estaba actuando.
Los otros habían, con mucha lógica, deducido que la mayor parte
del plan para derrotar a Voldemort había sido elaborado por David
Monroe en su mayoría, lo que significaba que ellos lo seguían
subestimando. Podría requerir una crisis de algún tipo, con Harry
resolviéndolo con con éxito en vez de arruinarlo todo, antes de que
Amelia Bones empezara a respetar su autoridad. O creer en él
aunque fuera un poco, en realidad… "Entonces," Harry dijo.
"¿Alguna rareza para mí que habría traído a Dumbledore de seguir
todavía con nosotros?"

Amelia pareció pensativa. "Ya que preguntas… Se me ocurren tres


cosas, en efecto Primero, no tenemos ni la más mínima noción del
ritual que fue usado para sacrificar a los Mortífagos y resucitar a
Quien-Tú-Sabes. No se corresponde con ninguna leyenda conocida,
y los rastros mágicos del ritual han sido erradicados. Hasta donde
mis Aurores pueden saber, las cabezas de todos se cayeron de sus
cuellos por causas naturales. Excepto por Walden MacNair, quien
fue asesinado mediante fuego mágico tras haber disparado una
Maldición Asesina con su varita. Un muy extraño ritual en efecto." Le
estaba dando a Harry Potter una mirada bastante precisa .

Harry consideró esto, escogiendo sus palabras con cuidado.


Voldemort había afirmado que había puesto protecciones, por lo que
Harry tenía confianza de no haber sido observado por Aurores
usando Giratiempos, pero aún así… "Creo que este es un asunto en
que no necesita investigar demasiado, Madam Bones."

La anciana bruja hizo una ligera mueca. "No nos pueden ver
haciendo una investigación floja con tantos Nobles muertos, Harry
Potter. Cuando escuché tu relato particular sobre la batalla final de
David, me aseguré de enviar a algunos investigadores que yo
considero confiables en cuanto a la calidad de su trabajo usual. El
Auror Nobbs y el Auror Colon, de hecho, que son muy respetados
por fuera de mi Departamento. Encontré su reporte muy fascinante
de leer." Amelia hizo una pausa. "Hay una posibilidad de que
Augustus Rookwood haya dejado un fantasma -"

"Lo tiene que exorcizar antes de que cualquiera hable con él," Harry
pidió, consciente del repentino martilleo de su corazón.

"Sí, señor," la bruja anciana aceptó con sequedad. "Voy a


interrumpir el anclaje del alma por un tiempo, hasta que ya no sea
capaz de materializarse nunca más. El segundo asunto es que
había un brazo humano aún con vida entre las cosas del Señor
Oscuro -"

"Bellatrix," Harry dedujo. Su mente había regresado atrás, hecho la


conexión que el trauma del momento había nublado. "Creo que ese
es el brazo de Bellatrix Black." Lesath Lestrange no fue nombrado
entre aquellos que habían perdido un padre. "Oh, por todos los
demonios. Ella sigue ahí afuera, claro que sí. ¿Pueden usar su
brazo para poderla rastrear de alguna manera?"

Amelia Bones adquirió una expresión amarga. "Ya veo. Como


estaba diciendo, un brazo humano todavía con vida fue encontrado
entre las cosas del Señor Oscuro, pero fue incinerado con gran
facilidad."

"Qué idiota -" Harry se detuvo a sí mismo. "No, no un idiota. Porque


destruir objetos Oscuros de inmediato es política del Departamento.
Por experiencias pasadas con anillos que realmente debieron ser
tirados dentro de volcanes sin demora. ¿Verdad?"

Moody y Amelia asintieron en unísono. "Buena suposición, hijo," dijo


Moody.

Podría parecer literalmente inevitable que la estupidez pasada de


Harry volviera y lo persiguiera de alguna manera horrible después,
aunque no había razón para no intentar revertir esa trama. "Espero
que ya haya pensado en esto," Harry explicó, "pero el siguiente
paso obvio es poner un equivalente a un boletín internacional para
una bruja flaca a la que le falta un brazo izquierdo. Oh, y añada
veinticinco mil Galeones de mi parte - Directora, está bien, por favor
confíe en mí al respecto - a cuál sea la recompensa que ya se está
ofreciendo."

"Bien dicho." La bruja anciana se inclinó un poco hacia adelante. "El


tercer y último asunto… hubo un elemento verdaderamente confuso
sobre los eventos de anoche, y tengo curiosidad de ver lo que
piensas de ello, Harry Potter. Entre los cadáveres estaban la cabeza
y cuerpo de Sirius Black."

" ¿Qué? " gritó Moody, medio parándose de su silla. "¡Creí que
estaba en Azkaban!"

"Y lo sigue estando," habló Madam Bones. "Lo revisamos en un


parpadeo. Los guardianes de Azkaban reportaron que Sirius Black
seguía dentro de su celda. La cabeza y cuerpo de Black fueron
transportados a la morgue de San Mungo, y muestran la misma
causa de muerte que el resto de Mortífagos, o sea, que su cabeza
se cayó espontáneamente. También se me informó que Sirius Black
estaba, esta misma mañana, sentada en la esquina de su celda
meciéndose para atrás y para adelante con su cabeza entre sus
manos. No han sido encontrados otros duplicados de Mortífagos.
Todavía."

Hubo una pausa llena de cosas chirriantes y ruidosas, mientras las


personas consideraban esto.

"Ah…" opinó Minerva. "Eso no es posible ni siquiera para los


estándares de Quien-Tú-Sabes. ¿O sí?"

"Yo habría pensado lo mismo cuando tenía tu edad, querida,"


respondió Amelia. "Es la sexta cosa más extraña que he visto en
toda mi vida."

"¿Ves, hijo?" declaró Moody. "Por ese tipo de cosas es que nadie, ni
siquiera yo, puede ser lo suficientemente paranoico." El hombre
cicatrizado inclinó su cabeza, viéndose pensativo, mientras que su
brillante ojo azul siguió en su carrera perpetua. "¿Hermano gemelo,
escondido del resto del mundo? Walpurga Black tuvo gemelos, no
fue capaz de matar a uno, sabía que el viejo Pollux lo iba a
ordenar… no, ni yo me lo creo."

"¿Alguna idea, Sr. Potter?" preguntó Amelia Bones. "¿O este es otro
asunto en que mi Departamento no debería investigar demasiado?"

Harry cerró sus ojos y pensó.

Sirius Black había perseguido a Peter Pettigrew, en vez de huir del


país como tendría que haber indicado el sentido común.

Black había sido encontrado en medio de la calle, rodeado por


cuerpos, riendo.

No había quedado nada de Pettigrew excepto un dedo.

Pettigrew había sido un espía de la Luz, no un doble agente sino


alguien que podía husmear por ahí y terminaba descubriendo cosas.

Una de las teorías de la conspiración sobre Pettigrew había sido que


él era un Animago, ya que había sido bueno para desenterrar
secretos incluso mientras estudiaba en Hogwarts.

Los Dementores podían drenar toda la magia a su alrededor.

El Profesor Quirrell había dicho algo sobre un tipo particular de


magia que permitía acomodar la carne como un herrero Muggle
podía reformar el metal con un martillo y tenazas…

Harry volvió a abrir sus ojos.

"¿Era Peter Pettigrew un Metamorfomago en secreto?"

La cara de Amelia Bones cambió. Produjo un único sonido crujiente


y se recostó dentro de su silla.

"Sí, de hecho…" Minerva reconoció lentamente. "¿Por qué?"


"Sirius Black Confundió a Peter Pettigrew," explicó la voz de Harry
con paciencia, "para forzarlo a cambiar su apariencia y que
pretendiera ser Black. Para cuando perdió efecto el Confundus,
Peter ya estaba dentro de Azkaban y no podía recuperar su
apariencia verdadera. Los Aurores están acostumbrados a que las
personas en Azkaban pronuncien absolutamente cualquier cosa
para salir, así que no le prestaron atención a lo que Peter Pettigrew
gritó una y otra vez hasta que se le acabó la voz."

En ese momento, incluso el rostro de Ojoloco Moody mostró horror.

"En retrospectiva," prosiguió la voz de Harry, que parecía estar


operando enteramente en automático, "debieron sospechar cuando
se las arreglaron para meter a ese Mortífago en Azkaban sin un
juicio."

"Pensamos que Malfoy estaba distraído," murmuró la bruja anciana.


"Que únicamente estaba intentando salvarse a sí mismo. Hubo otros
Mortífagos que pudimos coger en ese momento, como Bellatrix -"

Harry asintió, sintiendo como si su cuello y cabeza fueran movidos


por hilos de títere. "La sirviente más fanática y devota del Señor
Oscuro, un núcleo natural de oposición para alguien que quisiera
controlar a los Mortífagos como Lucius. Creyeron que Lucius estaba
distraído."

"Sáquenlo de allí," dijo Minerva McGonagall. Su voz se elevó hasta


ser un grito. " ¡Sáquenlo de allí! "

Amelia Bones se alzó de la silla con un brinco, corrió hacia el Flu -

"Alto."

Todos se quedaron contemplando a Harry con asombro, nadie más


que Minerva McGonagall.

Alguien más parecía haberse apoderado de la voz de Harry. "Hay


cuatro cosas que todavía necesitamos discutir. Un hombre inocente
ha estado en Azkaban durante diez años, ocho meses, y catorce
días. Puede quedarse allí un par de minutos más. Así de urgentes
son estas cuatro cosas."

"Tú -" susurró Amelia Bones. "No deberías intentar ser esta persona,
a tu edad -"

"Primero. Creo que yo debería mirar todos los registros policiales


sobre cada Mortífago que acabó en Azkaban mientras Lucius estaba
distraído. ¿Lo puede compilar para esta noche?"

"Dentro de una hora," contestó Amelia Bones. Se veía gris.

Harry asintió. "Segundo. Es el fin de Azkaban. Necesitan empezar


preparaciones para mover a los prisioneros a Nurmengard u otra
prisión segura sin Dementores, y proveer tratamiento inmediato para
su exposición a los Dementores."

"Yo," dijo Amelia. La bruja anciana parecía doblada, disminuida.


"Yo… no creo, que incluso con este… escándalo, que el resto del
Wizengamot lo vaya a permitir… y los Dementores deben ser
alimentados, no tanto como los hemos venido alimentado, sin
embargo se les deben dar algunas víctimas, o van a ir libres por el
mundo, cazando a los inocentes…"

"No importa la opinión del Wizengamot," Harry declaró. "Porque -"


La voz de Harry se ahogó. "Porque -" Harry respiró profundamente,
buscando la calma para sí mismo. Pensó que ya podía ver la figura
del futuro inmediato, la podía ver estirándose frente a él como un
camino dorado iluminado por la luz solar. ¿Esto también estaba
escrito, en el libro del Tiempo que no debo ver? "Porque si estoy en
lo correcto sobre lo que va a pasar a continuación, entonces dentro
de muy poco, Hermione Granger, la Niña-Que-Revivió, va ir a
Azkaban y destruir todos los Dementores que están allí."

"¡Imposible!" espetó Ojoloco Moody.


"Merlín," susurró Amelia Bones. "Oh, querido Merlín. Eso es lo que
le ocurrió al Dementor que Dumbledore 'perdió'. Por eso es que te
tienen miedo - ¿y ahora ella también?" Su voz temblaba. "¿Qué es
esto, qué es todo esto?"

Si Hermione cree que la Muerte puede ser derrotada -

Aún si no lo podía creer antes, lo va a creer ahora.

"Un traslador autorizado a Azkaban sería apreciado -" la voz de


Harry se rompió de nuevo. Las lágrimas estaban cayendo por sus
mejillas.

Ella no puede morir. Tengo su horrocrux.

Pero Hermione no necesita saber eso. No durante una semana más.

Si ella está dispuesta a arriesgar su vida para acabar esto -

"Aunque creo, que ella podría llegar allí, por cuenta propia…"

"¿Harry?" lo llamó la Directora McGonagall.

Harry ya estaba llorando, enormes jadeos rasposos proviniendo de


él. Sin embargo no dejó de hablar. Peter Pettigrew estaba
esperando mientras Harry lloraba.

Todos lo estaban esperando, mientras él estaba llorando.

"Tercero. En algún lugar dentro de las protecciones de Hogwarts. En


una posición con una defensa muy alta. Pero donde los casos de
emergencia puedan ser trasladados desde afuera de las
protecciones. Va a existir un h-h-hospital de alta seguridad. Con
guardianes muy poderosos, que hayan tomado Juramentos
Inquebrantables, no me, no me importa cuánto oro haya que pagar
para esos Juramentos, el costo ya no importa en verdad. Y, y Alastor
Moody va a diseñar la arquitectura de la seguridad, y se va a poner
completamente exagerado con su paranoia sin ser limitado por el
presupuesto o la cordura o el sentido común, sólo que tiene que ser
abierto pronto. " No era capaz de dejar de llorar.

"Harry," habló la Directora, "los dos van a creer que perdiste la


razón, no te conocen como yo. Necesitas tomarte un momento para
explicarte."

En vez de eso Harry metió la mano dentro de su monedero e hizo


lenguaje de manos con sus dedos, y sacó, con esfuerzo, un pedazo
de oro de cinco kilos más grande que su puño, resultado de sus
experimentos en la mañana. Produjo un golpe pesado cuando
aterrizó sobre la mesa.

Moody extendió su varita y lo tocó, y luego su garganta hizo un


sonido incomprehensible.

"Ese es tu presupuesto inicial, Alastor, si necesitas dinero ya mismo.


Nicolás Flamel no fabricó la Piedra Filosofal, sino que la robó,
Dumbledore no conocía la historia secreta pero Monroe sí. Una vez
que sabes cómo funciona, la Piedra puede hacer una restauración
completa de la juventud y la salud cada doscientos treinta y cuatro
segundos. Trescientas sesenta personas al día. Ciento treinta y
cuatro mil sanaciones al año. Eso debería ser suficiente para evitar
que, todos los magos en el mundo, y todos los duendes y elfos de
casa y lo que sea, mueran. Por vejez, o lo que sea." Harry se estaba
limpiando las lágrimas, una y otra vez. "Flamel tenía más sangre en
sus manos que cien veces Voldemort, por todas las personas que
pudo haber salvado y no quiso. Todo el tiempo, Moody, la Piedra
Filosofal podría haber curado todas tus cicatrices y reparado tu
pierna, en cualquier momento que a Flamel se le diera la gana.
Dumbledore no lo sabía. Estoy seguro que él no lo sabía." Harry
sonrió tembloroso. "No la puedo imaginar como una bruja
adolescente, Madam Bones, pero apuesto que se verá muy bien.
Eso le dará más energía para mantener al Wizengamot por fuera de
mi camino, porque si creen que la Piedra es algo que pueden
manipular de cualquier manera, multar, regular, no me importa,
Hogwarts se va a separar de Bretaña y convertirse en su propio
país. Directora, Hogwarts ya no depende del Ministerio para oro, ni
tampoco para comida. Puede reformar el currículo educativo a
voluntad suya. Creo que podríamos añadir algunos cursos
avanzados pronto, especialmente en estudios Muggle."

"¡Más despacio! " exclamó Minerva McGonagall.

"Cuarto -" Harry dijo, y luego se detuvo a sí mismo.

Cuarto. Comenzar las preparaciones para derribar el Estatuto


Internacional del Secreto y proveer sanación mágica a escala
masiva para el mundo Muggle. Aquellos que se opongan a esta
agenda no recibirán los servicios de la Piedra…

Los labios de Harry no se podían mover. No lo iban a hacer, no


podía.

Con seis billones de Muggles pensando con creatividad sobre cómo


usar la magia…

Transformar antimateria no era más que el principio. Ni siquiera era


la idea más destructiva. También había agujeros negros y los
strangelets de carga negativa. Y si los agujeros negros no podían
ser Transformados porque ya no existían como lo podría definir la
magia dentro de algún radio espacial, se podían Transformar
montones y montones de armas nucleares y la plaga de la Peste
Negra que se podía reproducir antes de desaparecer la
Transformación y Harry ni siquiera había considerado el problema
durante cinco minutos pero no importaba porque ya había pensado
lo suficiente. Alguien lo iba a pensar, alguien lo iba a comentar,
alguien lo iba a intentar. La probabilidad era tan cercana a la certeza
que no hacía falta pensar más.

¿Qué pasaba si Transformamos un milímetro cúbico de dos quarks


arriba, solamente los quarks arriba sin ningún quarks abajo para
enlazar? Harry ni siquiera lo sabía, y los quarks arriba eran
ciertamente un tipo de sustancia que ya existía. Todo lo que se
necesitaba era un hijo de Muggle que supiera los nombres de los
seis quarks y que decidiera intentarlo. Ese podría ser el reloj con
cuenta regresiva para el final profetizado del mundo.

Antes Harry habría intentado negar ese pensamiento, racionalizarlo


hasta hacerlo desaparecer.

Ya no podía hacer eso.

No era una cosa que Harry Potter fuera a hacer.

Como el agua que caía por la pendiente, Harry Potter no se iba a


arriesgar cuando tenía que ver con no destruir el mundo.

"¿Cuarto?" inquirió Amelia Bones, quien se veía como si la hubiesen


golpeado repetidamente en la cara con un planeta. " ¿Qué es lo
cuarto? "

"No importa," respondió Harry. Su voz no se rompió. No se dobló


sobre sí mismo ni se puso a sollozar. Todavía había vidas que él
podía salvar y esas tenían prioridad. "No importa. Jefe de Magos
Bones, le he entregado la regencia del Wizengamot en sus manos.
Por favor use esa posición para anunciar a nivel internacional que el
poder sanador de la Piedra pronto estará disponible para todos, y
que mientras tanto, todos los pacientes moribundos deben ser
mantenidos con vida a toda costa, sin importar qué magia sea
requerida para ello. Ese anuncio es su prioridad absoluta. Cuando
haya hecho eso puede rescatar a Peter Pettigrew e informar a su
Departamento anterior que debe iniciar las preparaciones para
cerrar Azkaban. Entonces por favor haga que alguien prepare una
lista de todos los Mortífagos prisioneros y qué se dijo durante sus
juicios sobretodo si Lucius parecía extrañamente desinteresado en
defenderlos. Gracias. Eso es todo."

Amelia Bones se giró sin decir más, y salió corriendo hacia el Flu
como si ella misma estuviera en llamas.

"Y alguien," Harry pidió, su voz rota otra vez ahora que todo se
había puesto en movimiento, y llorar no costaba tiempo, aunque la
vasta mayoría de vidas totales en riesgo no se habían podido salvar
todavía, "alguien tiene que, alguien tiene que hablar con Remus
Lupin."

Nota del autor (Marzo de 2.015)

Si no te gustan los capítulos cortos, sugiero que esperes para leer


del 120-122 al mismo tiempo.

Si cualquiera puede ponerme en contacto con J. K. Rowling o Daniel


Radcliffe, lo agradecería.

Si cualquiera puede ponerme en contacto con John Paulson, lo


agradecería.

Si cualquiera puede ofrecer de manera creíble la posibilidad de


producir una película conteniendo efectos especiales,

o un anime, podría estar interesado en reescribir un viejo guión mío.

Y también estoy interesado en intentar ser un ángel inversor,

si cualquier inversos me quiere ascender a ángel.

Gracias.

Nota de traductor (24 de Abril de 2.020)

Dumbledore Ex Machina.

De Wikipedia: "Los strangelets son pequeños fragmentos de materia


extraña. Solo existirían si la "hipótesis de la materia extraña" es
correcta, en cuyo caso son el verdadero estado fundamental de la
materia, y los núcleos son solamente estados metaestables con una
duración muy larga. El término strangelet, hiperdiminutivo de la
palabra inglesa strange (extraño), se origina con E. Farhi y R.L.
Jaffe."

El siguiente episodio está alrededor de las 2.500 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 26 de Abril de 2.020 para los
Patrocinadores y el 3 de Mayo en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 3 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, Kbrem y Claudio Andres
Cayulao Martinez. Si lo deseas puedes apoyarme en el blog de
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Gracias por leer.


Algo Para Proteger Draco Malfoy
Capítulo 120: Conclusión, Algo Para Proteger, Draco Malfoy

Nota del Autor: Buen viaje, Terry Pratchett, 1948-2015. Tus


personajes fueron una inspiración para mí, y ahora puedo ver
cuánto me enseñaron sobre Personajes de Inteligencia de Nivel 1 y
Nivel 3: que la consciencia de ser a menudo se manifiesta como
humor o consciencia de los clichés; que una chispa interna hacia el
mejoramiento puede brillar con igual fulgor a través de los
personajes que se dice (pero no se muestran) son miserables y
estúpidos; que los personajes inteligentes pueden avanzar junto con
una chispa de bondad y luz corriendo a través de la historia, en vez
de cinismo. Desearía haberte conocido, y haber charlado sobre tus
métodos. Fuiste amado por muchos, y de seguro al menos una
persona habría destrozado las fundaciones de la realidad para
traerte de regreso; pero tu cerebro está muerto y caliente ahora, así
que tu historia ha terminado.

Incluso si las estrellas deben morir en el cielo,

Nuestros pecados nunca pueden ser borrados.

Ni una sola muerte será perdonada

Cuando se desvanezca por fin el último sol luminoso.

Entonces dentro del frío y silencioso negro

Mientras la luz y la materia se acaban,

Tendremos una última retrospectiva

Y celebraremos a un amigo ausente.

Un buen lugar para empezar a leer a Pratchett es el libro Mort.


El niño estaba sentado en una oficina cercana a donde la otrora


Directora Adjunta había tenido la suya. Sus lágrimas se habían
secado desde hace horas. Ahora sólo quedaba esperar para ver qué
iba a suceder con él, el huérfano protegido por Hogwarts, cuya vida
y felicidad yacía en las manos de los enemigos de su familia. El niño
había sido llamado a este cuarto, y había venido porque no había
otra cosa por hacer ni otro lugar al cual ir. Vincent y Gregory lo
habían dejado solo, pues sus madres los habían llamado para asistir
a los funerales apresurados de sus padres. Quizá el niño tendría
que haber ido con ellos, pero no fue capaz de obligarse a hacerlo.
No habría sido capaz de actuar la parte de un Malfoy. La sensación
de vacío que lo había llenado era tan profunda que no había dejado
espacio ni siquiera para la pretensión de cortesía.

Todos estaban muertos.

Su padre estaba muerto, y su padrino el Sr. MacNair, y su padrino


de respaldo el Sr. Avery. Incluso Sirius Black, el primo de su madre,
se las había arreglado para morir, y los que quedaban de la Casa
Black no eran amigos de ningún Malfoy.

Todos estaban muertos.

Hubo un llamado sobre la puerta de la oficina; y luego, cuando el


niño no contestó, la puerta se abrió, revelando -

"Vete," Draco Malfoy le dijo al Niño-Que-Vivió. No pudo meter fuerza


en ninguna de sus palabras.

"Pronto lo haré," Harry Potter replicó, al tiempo que entró en el


cuarto. "Pero hay una decisión que debe ser tomada, y únicamente
depende de ti."

Draco giró su cabeza hacia la pared, porque el mero hecho de


observar a Harry Potter requería más energía de la que tenía.
"Tienes que decidir," Harry explicó, "que le va a pasar a Draco
Malfoy después de esto. No lo digo de una manera ominosa. Sin
importar qué, vas a crecer para ser el rico heredero de una Más
Noble y Antigua Casa. Lo que pasa es que," la voz de Harry estaba
temblando, "lo que pasa es que, hay una horrible verdad que no
sabes, y sigo pensando que si tú lo supieras, me dirías que ya no
sea tu amigo. Y yo no quiero dejar de ser tu amigo. Sin embargo -
nunca decirte - y mantener siempre esa mentira para seguir siendo
tu amigo - no puedo hacer eso. Eso también sería incorrecto. Yo
no… ya no quiero esto, no te quiero manipular . Ya te he hecho
demasiado daño."

Entonces ya no sigas intentando ser mi amigo, de todos modos no


eres bueno para eso. Las palabras llegaron hasta la consciencia de
Draco, y fueron rechazadas en sus labios. Sentía como si también
hubiese perdido a Harry por completo, por los juegos que Harry
había orquestado con su amistad, las mentiras y manipulaciones; y
aún así el pensamiento de regresar a Slytherin solo, quizá sin
Vincent y Gregory si sus madres le ponían fin al acuerdo… Draco no
quería hacer eso, no quería regresar a Slytherin y vivir su vida
únicamente entre personas que habían aceptado ser Seleccionados
en la Casa Slytherin. Draco apenas y tenía la suficiente sensibilidad
como para recordar que muchos de sus amigos reales también eran
amigos de Harry, que Padma era una Ravenclaw e incluso
Theodore era un Teniente Caótico. Ahora todo lo que quedaba de la
Casa Malfoy era una tradición; y esa tradición decía que no era muy
astuto pedirle al ganador de la guerra que se fuera y dejara de ser tu
amigo.

"De acuerdo," Draco pronunció con voz hueca. "Dime."

"Eso es lo que voy a hacer," Harry explicó. "Y luego la Directora


vendrá después de que yo me vaya, y va a sellar la última media
hora de tu memoria. Pero antes de eso, sabiendo toda la verdad,
podrás decidir si quieres seguir involucrado conmigo." La voz de
Harry' seguía temblando. "Pues. De acuerdo a los registros que leí
antes de venir aquí, la historia realmente empezó en 1926 con el
nacimiento de un mago de sangre mestiza llamado Tom Morfin
Riddle. Su madre murió tras dar a luz, y creció en un orfanato
Muggle, hasta que su carta de Hogwarts le fue entregada por el
Profesor Dumbledore…"

El Niño-Que-Vivió continuó hablando, palabras que fueron


aplastando lo que quedaba de la mente de Draco como una casa
siendo derribada.

El Señor Oscuro había sido un sangre mestiza. Nunca había creído


en la pureza de sangre ni por una fracción de segundo.

Tom Riddle se había inventado la idea del Señor Voldemort como un


mal chiste.

Se suponía que los Mortífagos debían perder con David Monroe,


para que Monroe pudiera apoderarse de todo.

Tras rendirse con eso, Tom Riddle siguió jugando a Voldemort en


vez de intentar ganar, porque le había gustado ser el jefe de los
Mortífagos.

Voldemort me usó para intentar culpar a Padre de mi intento de


homicidio, luego me volvió a usar para conseguir la Piedra Filosofal.
Draco no podía recordar esa parte, aunque ya le habían dicho que
había sido usado como un peón junto con la Profesora Sprout, y que
ningún cargo le sería levantado.

Y luego el horror final.

"Tú -" susurro Draco Malfoy. "Tú -"

"Yo soy el que asesinó a tu padre y el resto de Mortífagos ayer en la


noche. Se les había ordenado dispararme en el momento que yo
hiciera cualquier cosa, así que los tuve que matar para tener la
oportunidad de enfrentar a Voldemort, quien era un peligro para el
mundo entero." La voz de Harry Potter era tensa. "No pensé en ti ni
en Theodore ni Vincent ni Gregory, pero de haberlo hecho, eso no
me habría detenido. Mi mente se las arregló para no darme cuenta
en el momento que el Sr. Blanco era Lucius, aunque de haberme
dado cuenta, de todos modos no podía correr el riesgo de dejarlo
con vida, en caso de que supiera magia sin varita. Sí tuve el
pensamiento desde hace mucho que sería muy conveniente, en
términos de terreno político, que todos los Mortífagos se murieran
de repente. Siempre pensé que los Mortífagos eran personas
horribles, mucho más de lo que te permití saber, desde el primer día
en que nos conocimos. Pero si tu padre no hubiese estado allí, y yo
hubiese tenido un botón para poderlo matar remotamente, no habría
presionado el botón solamente por razones políticas. La forma en
que me siento sobre lo que he hecho, y si eso es remordimiento o
no… bueno, hay una parte de mí que está gritando por el horror
general de haber matado a alguien. Y otra parte que afirma que
desde un punto de vista moral, los Mortífagos ya habían renunciado
a sus vidas el día que aceptaron unirse a Voldemort. Me apuntaron
con sus varitas primero, bla bla y otras cosas. Sin embargo ahora
mismo me siento mal por todo lo que te he hecho a ti. Otra vez. Me
siento como si," la voz de Harry Potter se apagó un poco, "todo lo
que hago te termina lastimando, sin importar mis buenas
intenciones, que solamente terminas perdiendo cosas al estar a mi
lado, así que si me pides alejarme por completo de Draco Malfoy
después de esto, entonces lo voy a hacer. Y si quieres que intente
ser tu amigo de verdad, sin intentar manipularte nunca más, sin
volverte a usar de nuevo o correr el riesgo de volverte a herir,
entonces lo voy a hacer, juro que lo voy a hacer."

El próximo Señor Malfoy estaba llorando, abiertamente en frente de


su enemigo, abandonados el decoro y la compostura, porque ya no
le quedaba nadie por quién guardar las apariencias.

Una mentira.

Una mentira.

Todo había sido una mentira, todo era un montón de mentiras una
sobre la otra, mentiras mentiras mentiras -
" Tú deberías morir," Draco se forzó a hablar. "Tendrías que morir
por haber asesinado a mi Padre." Las palabras sólo lo llenaron con
más vacío, pero tenían que ser pronunciadas.

Harry Potter solamente sacudió su cabeza. "¿Y si esa no es una


opción?"

"Deberías ser herido. "

Harry nada más sacudió su cabeza de nuevo.

El Niño-Que-Vivió presionó al Señor Malfoy para una decisión.

El Señor Malfoy se rehusó a responder. No lo podía decir, no se


podía obligar a decirlo, ni sí ni no. No quería que el ganador de la
guerra y sus amigos mutuos lo fueran a abandonar, y tampoco le iba
dar a Harry la absolución que él deseaba.

Así que Draco Malfoy se rehusó a responder, y entonces el tiempo


de esa memoria contenida terminó.

El niño estaba sentado en una oficina cercana a donde la otrora


Directora Adjunta había tenido la suya. Sus lágrimas se habían
secado desde hace horas. Ahora sólo quedaba esperar para ver qué
iba a suceder con él, el huérfano protegido por Hogwarts, cuya vida
y felicidad yacía en las manos de los enemigos de su familia. El niño
había sido llamado a este cuarto, y había venido porque no había
otra cosa por hacer ni otro lugar al cual ir. Vincent y Gregory lo
habían dejado solo, pues sus madres los habían llamado para asistir
a los funerales apresurados de sus padres. Quizá el niño tendría
que haber ido con ellos, pero no fue capaz de obligarse a hacerlo.
No habría sido capaz de actual la parte de un Malfoy. La sensación
de vacío que lo había llenado era tan profunda que no había dejado
espacio ni siquiera para las mentiras..

Todos estaban muertos.


Todos estaban muertos, y todo había sido fútil desde el principio.

Hubo un llamado sobre la puerta de la oficina, y luego, tras una


pausa cortes, se abrió para revelar a la Directora McGonagall,
vestida igual de como se había vestido cuando era una Profesora.
"¿Sr. Malfoy?" la victoriosa enemiga de su familia habló. "Por favor
venga conmigo."

Con desgano, Draco se puso de pie, y la siguió afuera de la oficina.


Ver a Harry Potter esperando al lado de ella lo hizo vacilar, sin
embargo su mente simplemente se cerró.

"Aquí está la última cosa," Harry Potter explicó. "La encontré en un


pergamino doblado cuyo exterior tenía escrito que era el arma final
para ser usada contra la Casa Malfoy, que no debía leer más hasta
que la guerra estuviera a punto de perderse. No te lo quise
mencionar antes porque pensé que podría predisponer tu decisión
de manera injusta. Si fueras una buena persona que nunca asesinó
ni mintió, pero tuvieras que hacer una o la otra, ¿cuál sería peor?"

Draco lo ignoró y continuó en la compañía de la Directora


McGonagall, dejando atrás a un Harry de expresión triste.

Llegaron a la vieja oficina de la Directora, donde encendió su fuego


Flu con una agitación de su varita, diciendo a la llama verde "oficina
de viajes de Gringotts" y entró allí tras una firme mirada dirigida a él.

Por falta de más opciones, Draco Malfoy la siguió.

Estaba acostada en la cama, sintiéndose más desganada esa


mañana que lo usual, despertó demasiado temprano cuando el Sol
apenas empezaba a despuntar - aunque la luz directa del sol era
bloqueada por los rascacielos que oscurecían su casa. Una débil
nota de resaca roían sus sienes, la boca reseca; intentaba no
exagerar con la bebida (aunque no sabía por qué se cuidaba) sin
embargo ayer se había sentido… incluso más deprimida que lo
usual, como si hubiese perdido algo, de alguna manera. No por
primera vez, ni siquiera por centésima vez, consideró mudarse - a
Adelaide, a Perth, quizá a Perth Amboy si eso era lo que se
necesitaba. Siempre tenía la sensación de que ella tendría que estar
en otro lugar; pero aunque podía vivir una vida cómoda con los
pagos que la compañía aseguradora le entregaba, no se podía
permitir lujos. No se podía permitir vagar por el mundo buscando un
lugar que fuera a encajar con su insatisfecha sensación de encajar.
Había visto TV por suficiente tiempo, había rentado suficiente
documentales de viaje, para saber que ningún lugar le iba a dar una
sensación diferente a Sydney.

Se sentía congelada, detenida en el tiempo, desde el accidente de


tráfico que había robado sus memorias - no a causa de la familia
muerta que ahora no significaba nada para ella, sino por memorias
útiles como el funcionamiento correcto de una estufa. Ella
sospechaba, no, ella sabía, que fuera lo que su corazón estaba
esperando, cual fuera la llave necesaria que se debía girar dentro de
ella para hacer que su vida volviera a moverse de nuevo, era una
cosa más que había perdido con esa miniván fugitiva. Pensaba
sobre eso casi todas las mañanas, intentando deducir qué era lo
que le faltaba, faltaba, lo que faltaba en su vida y su mente.

Alguien presionó el timbre de la puerta.

Ella gruñó, girando su cabeza para ver el reloj LED a un lado de su


cama. 6:31, decía, con el AM encendido. ¿En serio? Bueno, ese
idiota podía esperar hasta que ella saliera a paso lento de la cama,
entonces.

A paso lento salió de su cama, ignorando el timbre que volvía a


sonar, mientras entró al baño y mientras se vestía.

Bajó las escaleras arrastrando los pies, ignorando la sensación


siempre molesta de que alguien más debía abrir la puerta en vez de
ella. "¿Quién está allí?" ella le dijo a la puerta cerrada; la puerta
tenía una mirilla, pero afuera estaba nublado.
"¿Es usted Nancy Manson?" pronunció la voz de una mujer,
hablando con preciso acento Escocés.

"Sí," ella respondió con cautela.

" Eunoe, " dijo la voz Escocesa, y Nancy retrocedió conmocionada


cuando un rayo de luz salió desde la puerta y la golpeó y…

Nancy se tambaleó, poniendo una mano sobre su frente. Rayos de


luz atravesando las puertas y golpeando a la gente, eso era… eso
era… eso no era particularmente sorprendente…

"¿Puede abrir la puerta por favor?" pidió la voz de la mujer


Escocesa. "La guerra ha terminado y sus memorias deberían
regresar pronto. Hay alguien aquí que necesita verla."

Mis memorias -

La cabeza de Nancy se estaba sintiendo atascada, como si algo


estuviera a punto de partir algo en su cerebro, aunque se las arregló
para estirar la mano y abrir la puerta de un jalón.

Frente a ella estaba una mujer vestida como una (perfectamente


normal) bruja, con túnica negra y un alto sombrero puntiagudo -

- y a su lado había un niño, con corto cabello blanco-dorado y


vistiendo una (perfectamente normal) túnica oscura con bordes
verdes, mirándola fijamente a ella con la boca abierta y ojos abiertos
que comenzaban a llenarse de lágrimas.

Túnica de bordes verdes y cabello blanco-dorado…

Algo cálido revolvió su memoria. Sintió como si su corazón saltara


hasta su garganta al darse cuenta que la cosa que había estado
buscando durante diez años podría estar justo en frente de ella en
ese mismo instante. En algún lugar muy profundo dentro de ella, el
hielo estaba crujiendo alrededor de su corazón, la pieza de ella que
se había detenido desde hace tanto se estaba preparando para
moverse de nuevo.

El niño la estaba contemplando a ella, su boca se movía sin producir


sonido.

Un nombre misterioso llegó hasta su mente, surgió en sus labios.

"¿Lucius?" ella murmuró.

Nota de traductor (26 de Abril de 2.020)

El siguiente episodio está alrededor de las 1.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 27 de Abril de 2.020 para los
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Faltan 2 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la


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Gracias por leer.


Algo Para Proteger Severus Snape
Capítulo 121: Conclusión, Algo Para Proteger, Severus Snape

Un humor sombrío había invadido la oficina de la Directora. Minerva


había regresado tras haber dejado a Draco y Narcissa/Nancy en
San Mungo, donde la Dama Malfoy estaba siendo examinada para
ver si una década de vivir como una Muggle le había causado algún
daño a su salud; y Harry había vuelto a la oficina de la Directora y
entonces… no había sido capaz de pensar en las prioridades. Había
tanto por hacer, tantas cosas, que incluso la Directora McGonagall
no parecía saber por dónde iniciar, y Harry ciertamente tampoco.
Justo en ese momento Minerva estaba escribiendo palabras sobre
un pergamino y luego las borraba agitando su varita, y Harry había
cerrado sus ojos para tener más claridad. Había alguna próxima
cosa que debía hacerse antes que las demás…

Entonces alguien llamó sobre la puerta de roble que había sido de


Dumbledore, y la Directora la abrió con una palabra.

El hombre que entró en la oficina de la Directora parecía


desgastado, ya no andaba sobre la silla de ruedas pero caminaba
cojeando. Tenía una túnica negra que era simple, aunque limpia y
sin manchas. Sobre su hombro izquierdo colgaba una mochila, de
robusto cuero gris ajustado con filigrana plateada y unido por cuatro
piedras que parecían perlas verdes. Se veía como una mochila llena
de encantamientos, una que podía guardar los contenidos de una
casa Muggle.

Un vistazo sobre él, y Harry lo supo.

La Directora McGonagall se quedó congelada en su asiento tras el


escritorio.

Severus Snape inclinó su cabeza hacia ella.


"¿Qué significa esto?" preguntó la Directora, sonando… dolida del
corazón, como si lo hubiese sabido, tras una sola mirada, igual que
Harry.

"Renuncio a mi posición como el Maestro de Pociones de


Hogwarts," el hombre anunció sin más. "No voy a demandar mi
salario del último mes. Si hay estudiantes que hayan sido lastimados
particularmente por mí, puede usar ese dinero en su beneficio."

Lo sabe. Le vino el pensamiento a Harry, y no podría haber


expresado en palabras qué era exactamente lo que el Maestro de
Pociones sabía; excepto que era claro que Severus lo sabía.

"Severus…" La Directora McGonagall empezó. Su voz sonaba


hueca. "Profesor Severus Snape, puede no darse cuenta lo difícil
que es encontrar a un Maestro de Pociones que pueda enseñar de
manera segura a los hijos de Muggles, o Profesores lo
suficientemente brillantes como para mantener a la Casa de
Slytherin bajo alguna semblanza de orden…"

Otra vez el hombre inclinó su cabeza. "Creo que no es necesario


que se lo digan, Directora, sin embargo le recomiendo con la mayor
insistencia posible que el siguiente Jefe de Slytherin no se parezca
en nada a mí."

"¡Severus, únicamente hiciste lo que Albus te pidió hacer! ¡Podrías


quedarte y actuar diferente!"

"Directora," Harry intervino. Su propia voz también parecía hueca, y


Harry se preguntó por qué, pues él no había conocido a Severus
Snape por mucho tiempo. "Si se quiere ir, creo que se lo debería
permitir."

Dumbledore lo estaba usando. Quizá no exactamente del modo en


que lo creyó el Profesor Quirrell, quizá era la profecía y no un intento
de sabotear a Slytherin, aunque Dumbledore lo estaba usando de
todos modos. Hubo cosas que se le pudieron decir a Severus desde
hace mucho, para liberarlo. Es claro por qué Dumbledore no corrió
ese riesgo, pero aún así, Severus no fue usado de manera amable.
Incluso su ceguera y dolor fueron usados, la manera en que no
comprendió las consecuencias de sus acciones como Maestro de
Pociones…

"Es bueno encontrarlo aquí, Sr. Potter," Severus habló. "Hay asuntos
sin terminar entre nosotros."

Harry no sabía qué decir, así que simplemente asintió.

Severus parecía tener algo de dificultad para hablar, parado frente a


ellos dos con la mochila gris sobre su hombro. Finalmente pareció
encontrar las palabras que había venido a pronunciar. "Tu madre.
Lily. Ella fue -"

"Lo sé," Harry lo interrumpió, superando su garganta apretada. "No


me lo tiene que decir."

"Lily fue una respetable y buena bruja, Sr. Potter. No quisiera que
fuera a pensar de otro modo a causa de cualquier palabra mía"

" ¿Severus? " dijo Minerva McGonagall, mostrándose tan


sorprendida como si la hubiese mordido uno de sus propios zapatos.

El otrora Maestro de Pociones mantuvo sus ojos sobre Harry. "Más


de un obstáculo se interpuso entre Lily y yo, sobretodo mis
malhadados intentos de obtener el favor de los sangre pura de mi
Casa. Si lo hice sonar como si un solo error le hubiese puesto fin a
todo, si pretendí que ella no tenía razón para no amarme excepto
ser superficial, espero que sus libros también le hayan explicado por
qué los idiotas podrían pronunciar tales disparates."

"Sí lo hicieron," Harry afirmó. Estaba observando la fina mochila gris


sobre el hombro izquierdo de Severus Snape, pues era incapaz de
ver directamente a los ojos del Maestro de Pociones. "Sí lo
hicieron."
"Sin embargo," el otrora Maestro de Pociones continuó, "Me temo
que no tengo nada para añadir con respecto a lo que le dije sobre su
padre."

"¡Severus!"

El otrora Maestro de Pociones parecía tener ojos únicamente para


Harry. "La Marca Oscura sobre mi brazo no está muerta, ni la
profecía se siente cumplida por el relato que usted narró frente a la
multitud. ¿Cómo hizo para destruir por completo al Señor Oscuro
excepto por un pequeño remanente?"

Harry vaciló. "Desmemoricé la mayoría de sus memorias y… lo


sellé, Supongo que así es cómo los magos lo dirían. Incluso si el
sello es roto, él no volverá a ser el mismo."

Severus frunció el ceño brevemente y luego se encogió de hombros.


"Supongo que eso es aceptable."

"Profesor Snape," Harry dijo, porque ahora esto también era su


responsabilidad, "la Orden del Fénix está en deuda con usted por
los servicios que prestó. Estoy en excelente posición para hacer
dicho pago, tanto financiera como mágicamente. Por si quiere iniciar
su nueva vida en una posición de riqueza, o con mejor cabello, o lo
que sea."

"Palabras extrañar para decir a alguien como yo," el otrora Maestro


de Pociones pronunció arrastrando las palabras con suavidad. "Fui
con el Señor Oscuro con la intención de vender la profecía a cambio
de obtener el amor de Lily para mí, sin importar cuánta oscuridad
fuera necesaria para hacerme con ella. Difícilmente eso se puede
perdonar a la ligera. Y luego, están los años en que fui Maestro de
Pociones… que usted pudo experimentar en carne propia. ¿Cree
acaso que mis servicios a la Orden del Fénix hayan bastado para
pagar todos mis pecados?"

"Las personas siempre están rotas," Harry replicó aunque las


palabras se le quedaban atascadas en su garganta. "Siempre
cometen errores. Al menos intentó pagarlos."

"Quizá," declaró el otrora Maestro de Pociones. "Mi deber final fue


fracasar en la protección de la Piedra, ser vencido. Esto lo cumplí, y
lo sobreviví, cosa que nunca esperé hacer." Severus se había
apoyado contra la puerta por la que había entrado, aliviando el peso
de su pierna izquierda. "No me habría atrevido a pedir tu perdón,
pero ya que lo ofreces con tanta libertad, lo voy a aceptar
agradecido. Desde este día deseo tomar caminos más amables, y
creo que esto se hace mejor empezando desde cero."

Las lágrimas brillaban sobre la nariz y mejillas de Minerva


McGonagall, cuando habló su voz no tenía esperanza. "De seguro
puedes volver a empezar dentro de Hogwarts."

Severus sacudió su cabeza. "Demasiados estudiantes me van a


recordar como el malvado Maestro de Pociones. No, Minerva. Me
voy a ir a un nuevo lugar, y asumir un nuevo nombre, y encontrar a
alguien nuevo para amar."

"Severus Snape," Harry inquirió, porque era su responsabilidad


decirlo, "¿tienes algún asunto pendiente?"

"El asesino de Lily ha sido vencido," el hombre contestó. "Estoy


satisfecho."

La Directora bajó su cabeza. "Que estés bien, Severus," ella


murmuró.

"Tengo un último consejo disponible," Harry propuso. "si lo quiere."

"¿De qué se trata?" preguntó Severus Snape.

"Rumiar el pasado puede contribuir a la depresión. Tiene mi permiso


absoluto para no volver a pensar en su pasado, nunca más. No
debe creer que es su responsabilidad hacia Lily mantener la culpa
que le debe a ella, o algo por el estilo. Sólo mantenga su mente en
el futuro y las nuevas personas que va a conocer."
"Tendré tu sabiduría en consideración," Severus declaró neutral.

"Además, ensaye con una marca de champú diferente."

Una torcida mueca cruzó el rostro de Severus, y Harry pensó que


podría ser, por primera vez, la verdadera sonrisa de ese hombre.
"Muérete, Potter."

Harry se rió.

Severus se rió.

Minerva estaba sollozando.

Sin decir nada más, el hombre liberado cogió un puñado de polvo


Flu, y lo arrojó dentro de la chimenea de la oficina, y con largas
zancadas penetró dentro de las llamas verdes murmurando algo que
nadie más pudo escuchar; y eso fue lo último que alguien supo de
Severus Snape.

Nota de traductor (27 de Abril de 2.020)

El siguiente episodio está alrededor de las 12.000 palabras, a ritmo


de cuarentena, debería publicarlo el 4 de Mayo de 2.020 para los
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Faltan 1 capítulo para el final de Harry Potter y los Métodos de la


Racionalidad .

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Gracias por leer.


Algo Para Proteger Hermione Granger
Capítulo 122: Conclusión, Algo Para Proteger, Hermione
Granger

Y pasó la noche y llegó la mañana, del último día. Junio 15, 1992.

La principiante luz de la mañana, la pre-alba antes de la aparición


del Sol, apenas e iluminaba el cielo. Al Este de Hogwarts, donde
salía el Sol, la más débil nota de gris apenas hacía visible el
horizonte montañoso más allá del estadio de Quidditch.

La terraza-plataforma de piedra donde ahora estaba sentado Harry


era lo suficientemente alta como para ver hacia abajo el alba más
allá de las montañas; él había pedido eso, cuando estaba
describiendo su nueva oficina.

En ese momento Harry estaba sentado con las piernas cruzadas


sobre un cojín, frías brisas anteriores a la mañana revolvían su cara
y manos expuestas. Le ordenó a los elfos de casa que trajeran el
trono bruñido a mano de su oficina anterior cuando era el General
Caos… y luego les pidió a los elfos que lo pusieran de vuelta,
cuando se le ocurrió a Harry empezar a preguntarse si su gusto
decorativo provenía de que Voldemort hubiese poseído alguna vez
un trono similar. Lo que, en sí mismo, no era un argumento
aplastante - no era como si sentarse en un trono bruñido para
observar las tierras debajo de Hogwarts fuera no ético de alguna
manera en que la filosofía moral de Harry pudiera señalar - pero
Harry decidió que necesitaba tiempo para pensarlo mejor. Mientras
tanto, cojines simples bastarían.

En el cuarto debajo de la terraza, conectado al techo por una simple


escalera de madera, estaba la nueva oficina de Harry dentro de
Hogwarts. Un cuarto ancho, rodeado por cuatro paredes con
ventanas para que la luz del Sol pudiera entrar por los cuatro lados;
por ahora no tenía muebles excepto cuatro sillas y un escritorio.
Harry le había dicho a la Directora McGonagall lo que quería, y la
Directora McGonagall se había puesto el Sombrero Seleccionador e
indicado a Harry la serie de giros y vueltas que lo llevarían a donde
él quería estar. Tan alto dentro de Hogwarts que pudiera superar la
altura exterior del castillo, tan alto dentro de Hogwarts que nadie
desde afuera pudiera ver una pieza del castillo correspondiente a
donde Harry estaba sentado en ese momento. Pareció una
precaución elemental contra francotiradores que no tuvo razón para
no tomar.

Aunque, por otro lado, Harry no tenía ni idea de dónde estaba en el


sentido real de la palabra. Si su oficina no podía ser vista desde los
terrenos de abajo, ¿entonces cómo era que Harry podía ver los
terrenos, cómo llegaban los fotones desde los terrenos hasta él? En
el lado Oeste del horizonte, las estrellas estaban titilando, claras en
el aire pre-alba. ¿Eran esos fotones los mismos fotones que habían
sido emitidos por los enormes hornos de plasma que estaban a una
distancia inimaginable? ¿O Harry ahora estaba sentado dentro de
alguna visión onírica del castillo de Hogwarts? ¿O todo era, sin
mayor explicación, 'simplemente magia'? Necesitaba lograr que la
electricidad pudiera funcionar mejor alrededor de la magia para
poder experimentar con un láser brillante hacia abajo y hacia arriba.

Y sí, Harry ahora tenía su propia oficina en Hogwarts. Aunque no


tenía un título oficial todavía, el Niño-Que-Vivió ya era un verdadero
accesorio fijo de el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería,
próximamente el hogar de la Piedra Filosofal y la única institución
mágica en el mundo con una educación superior genuina. La
seguridad no era absoluta todavía, sin embargo la Profesora Vector
había puesto algunos Encantamientos y Runas preliminares para
proteger la oficina y su techo contra oídos curiosos.

Harry estaba sentado sobre su cojín, cerca del borde del techo de
su oficina, y desde arriba contempló los árboles y los lagos y la
hierba creciente. Mucho más abajo, los carruajes permanecían
estáticos, aún sin enganchar a los caballos esqueleto. Los botes
pequeños inundaban la costa, preparados para cargar a los jóvenes
estudiantes a través del lago cuando fuera el momento. El Expreso
de Hogwarts había llegado durante la noche, y ahora los vagones
del tren y la enorme locomotora chapada a la antigua esperaban en
el lado meridional del lago. Todo estaba preparado para llevarse a
los estudiantes a casa tras el Festín de Despedida en la mañana.

Harry cruzó el lago con su mirada, sus ojos fijos sobre la locomotora
chapada a la antigua en la que esta vez no se iba a subir para volver
a casa. Otra vez. Había una extraña sensación de tristeza y
preocupación ante ese pensamiento, como si Harry ya estuviera
extrañando las experiencias emocionales con los otros estudiantes
de su edad - si es que se podía decir tal cosa, considerando que
una parte significativa de Harry había nacido en 1926. Harry había
sentido, la noche anterior en la sala común de Ravenclaw, como si
la diferencia entre los otros estudiantes y él se hubiese, sí, ampliado
incluso más. Aunque eso podría ser únicamente producto de las
preguntas que Padma Patil y Anthony Goldstein habían cruzado
emocionados entre sí sobre la Niña-Que-Revivió, las
especulaciones disparadas a toda prisa a través del aire entre
Ravenclaw y Ravenclaw. Harry conocía las respuestas, conocía
todas las respuestas, y no las había podido revelar.

Había una parte de Harry que estaba tentada a ir en el Expreso de


Hogwarts y luego regresar a Hogwarts mediante el Flu. Pero cuando
Harry se imaginó junto con otros cinco estudiantes en un mismo
compartimiento, para luego pasar ocho horas guardando secretos
de Neville o Padma o Dean o Tracey o Lavender… ya no le pareció
un prospecto tan atractivo. Harry sentía como si tuviera que hacerlo
para Socializar con los Otros Niños, sin embargo él no quería
hacerlo. Podía volver a reunirse de nuevo con todos al inicio del
próximo año escolar, cuando hubiese otros temas de los que
pudiese hablar con mayor libertad.

Harry miró hacia el sur a través del lago, hacia la enorme y vieja
locomotora, y meditó sobre el resto de su vida.

Sobre el Futuro.
La profecía que la carta de Dumbledore había mencionado sobre él
destrozando las estrellas en el cielo… bueno, eso sonaba optimista.
Esa parte tenía una interpretación obvia para cualquiera que
hubiese tenido el desarrollo adecuado. Estaba describiendo un
futuro donde la humanidad había ganado, más o menos. No era lo
que Harry usualmente pensaba cuando contemplaba las estrellas,
pero desde una perspectiva verdaderamente adulta, las estrellas
eran enormes acumulaciones de materiales brutos valiosos que
infortunadamente se habían encendido y necesitaban ser
dispersados y apagados. Si estabas tocando las enormes reservas
de hidrógeno-helio en busca de materiales brutos, eso indicaba que
tu especie había crecido con éxito.

A menos que la profecía se estuviera refiriendo a algo


completamente diferente. Dumbledore podría haber malinterpretado
algunas palabras de los videntes… pero su mensaje para Harry
parecía indicar que hubiese una profecía sobre Harry destrozando
personalmente las estrellas, en un futuro cercano. Lo que parecía
más potencialmente preocupante, aunque de ninguna manera una
certeza verdadera, ni algo malo si resultaba ser verdad…

Harry dio un suspiró. Empezaba a entender, durante las largas


horas antes de que lo venciera el sueño la noche anterior, justo lo
que implicaba el último mensaje de Dumbledore.

En retrospectiva los eventos de 1991-1992 del año escolar de


Hogwarts habían sido una experiencia aterradora hasta los huesos,
ahora que Harry comprendía lo que estaba viendo.

No solamente porque Harry se hubiese mantenido en la frecuente


compañía de su buen amigo el Señor Voldemort. Ni siquiera eso era
tan importante .

Era la visión de una extraña línea del Tiempo que Albus Dumbledore
había conducido a través de la estrecha cerradura del destino, como
una hebra del tamaño de un cabello de posibilidades enhebrada a
través del ojo de una aguja.
Las profecías habían instruido a Dumbledore para hacer que la
inteligencia de Tom Riddle fuera copiada dentro del cerebro de un
mago infante que luego creciera para aprender ciencia Muggle.
¿Qué decía eso sobre la posible forma del Futuro, si esa era la
primera o mejor estrategia que los videntes podían hallar que no
condujera a la catástrofe?

Harry podía ver en retrospectiva el Juramento Inquebrantable que


había realizado, y concluir que de no ser por ese Juramento, el
desastre podría haber sido puesto en movimiento ayer cuando Harry
había querido destruir el Estatuto Internacional del Secreto. Lo que
por lo tanto sugería fuertemente que las muchas profecías que
Dumbledore había leído y cuyas instrucciones él había seguido,
habían asegurado de alguna manera que Harry y Voldemort hicieran
colisión de la manera exactamente correcta para causar que
Voldemort pudiera forzar a Harry a realizar el Juramento
Inquebrantable. Que el Juramento Inquebrantable había sido parte
de la estrecha cerradura del Tiempo, una de las precondiciones
improbables para permitir que las personas de la Tierra pudieran
sobrevivir.

Un Juramento cuyo único propósito era proteger a todos de la actual


estupidez de Harry.

Era como ver una cinta de vídeo de un accidente de tráfico que casi
te había ocurrido a ti, donde recordabas que otro carro casi te había
golpeado por unos pocos centímetros, y el vídeo mostraba también
que alguien había arrojado un pedrusco de la manera exactamente
correcta para causar que un enorme camión no fuera parte de la
casi-colisión, y si ese pedrusco no hubiese sido arrojado entonces tú
y toda tu familia en el automóvil y tu planeta entero habrían sido
golpeados por el camión, lo que, en la metáfora, representa tu
absoluta falta de inconsciencia.

Harry había sido advertido, había sabido en algún nivel que el


Juramento no lo habría detenido por completo, y aún así él de todos
modos casi había tomado la decisión incorrecta y destruido el
mundo. Harry podía mirar para atrás y ver eso, sí, el Harry-alterno
sin Juramento habría tenido problemas aceptando el razonamiento
de que no podrías sanar mágicamente a los Muggles tan rápido
como fuera posible. Si el Harry-alterno hubiese reconocido el peligro
aunque fuera un poco, lo habría racionalizado, intentado descubrir
alguna manera ingeniosa para bordear el problema y se hubiese
rehusado a aceptar esperar unos cuantos años antes de hacerlo, y
así el mundo habría llegado a su fin. Incluso tras todas las
advertencias que Harry había recibido, todavía no habría funcionado
sin el Juramento Inquebrantable.

Una diminuta hebra del Tiempo, siendo enhebrada a través del ojo
de una aguja.

Harry no sabía cómo manejar esta revelación. Las emociones de los


seres humanos no habían evolucionado para lidiar con ese tipo de
situación. Todo lo que Harry podía hacer era contemplar lo cerca
que había estado del desastre, desastre que podría ocurrir de nuevo
si el Juramento estaba a destinado a activarse más de una vez, y
pensar…

Pensar…

'No quiero que eso vuelva a ocurrir otra vez' no alcanzaba a ser el
pensamiento correcto. Él nunca había querido destruir el mundo
para empezar. Harry no carecía de sentimientos protectores hacia la
población pensante de la Tierra, esos sentimientos protectores
habían sido el problema de alguna manera. Lo que Harry carecía
era algún elemento de la visión clara, o estar dispuesto a reconocer
conscientemente lo que él ya había sabido muy en su interior.

Y todo lo relacionado con Harry habiendo pasado el año anterior


acurrucado al lado del Profesor de Defensa tampoco hablaba muy
bien de su intelecto. Incluso parecía apuntar al mismo problema.
Había cosas que Harry había sabido o sospechado fuertemente en
algún nivel, sin embargo nunca las promovió hacía su atención
consciente. Así que había fracasado y casi murió.

Necesito elevar el nivel de mi juego.


Ese era el pensamiento que Harry estaba buscando. Tenía que
hacerlo mejor que esto, convertirse en una persona menos estúpida
que esto.

Necesito elevar el nivel de mi juego, o fracasar.

Dumbledore había destruido las grabaciones en el Salón de las


Profecías y arreglado que ya no se hicieran más grabaciones.
Aparentemente había una profecía de que Harry no debía mirar
dichas profecías. Y el siguiente pensamiento obvio, que podría o no
ser verdad, era que salvar el mundo estaba más allá del alcance de
las instrucciones proféticas . Que ganar requería planes que eran
demasiado complejos para los mensajes de los videntes, o que la
Adivinación no podía ver por alguna razón. De haber algún camino
para que Dumbledore pudiera salvar el mundo por sí mismo,
entonces las profecías le habrían dicho a Dumbledore cómo hacer
eso. En vez de eso las profecías le habían indicado a Dumbledore
cómo crear las precondiciones para que un tipo de persona
particular pudiera existir; una persona, quizá, que pudiera descifrar
un reto más difícil de lo que una profecía podía solucionar
directamente. Por eso Harry había sido dejado por su cuenta, para
pensar sin guía profética. Si todo lo que Harry hacía era seguir
órdenes misteriosas de las profecías, entonces él no iba a madurar
en una persona que pudiera realizar dicha tarea desconocida.

Y ahora mismo, Harry James Potter-Evans-Verres seguía siendo


una catástrofe ambulante que necesitaba ser limitado con un
Juramento Inquebrantable para evitar que él inmediatamente
pusiera la Tierra en un camino inevitable hacia la destrucción
cuando ya se lo habían advertido. Eso había pasado literalmente
ayer, justo un día antes de haber ayudado a Voldemort a casi
apoderarse del planeta.

Una cierta línea de Tolkien seguía recorriendo la mente de Harry, la


parte donde Frodo se puso el anillo en el Monte de Fuego, y Sauron
de repente se dio cuenta del completo idiota que había sido. 'Y la
magnitud de su propia locura le fue revelada en un relámpago
enceguecedor', o algo por el estilo.
Había una enorme diferencia entre lo que Harry necesitaba ser, y
quien era él ahora mismo.

Y Harry no creyó esta vez que, la experiencia de vida, y la pubertad


se fueran a encargar de eso automáticamente, aunque podrían ser
de ayuda. Aunque si Harry podía crecer en un adulto que en
relación a su yo presente fuera lo que un adulto normal era con
relación a un niño de once años normal, tal vez eso sería suficiente
para conducir a través de la estrecha cerradura del Tiempo…

Tenía que crecer, de algún modo, y no había un camino tradicional


establecido ante él para lograr eso.

Entonces le llegó otro pensamiento a Harry de parte de otro trabajo


de ficción, más oscuro que Tolkien:

Sólo puedes llegar a la maestría al practicar las técnicas que has


aprendido, encarando retos y aprendiendo de dichos retos, usando
al máximo las herramientas que te han enseñado, hasta que se
rompan en tus manos y quedes a la mitad del desastre absoluto…
No puedo crear maestros. Nunca he sabido cómo crear maestros.
Vete, entonces, y fracasa… Has sido moldeado en algo que podría
emerger del desastre, determinado a rehacer tu Arte. No puedo
crear maestros, pero de no haber recibido las enseñanzas, tus
oportunidades serían inferiores. El camino superior empieza
después de que el Arte parece haberte fallado; aunque la realidad
es que fuiste tú quien le falló a tu Arte.

No era que Harry hubiese escogido el camino incorrecto, no era que


el camino hacia la cordura estuviera en algún lugar por fuera de la
ciencia. Sin embargo leer documentos científicos no había sido
suficiente. Todos los documentos de psicología cognitiva sobre los
errores conocidos en el cerebro humano y ese tipo de cosas habían
ayudado, pero no habían sido suficientes. Había fracasado en
alcanzar lo que Harry estaba comenzando a comprender era un
estándar sorprendente por susuperioridad de ser tan, asombroso e
increíblemente racional que de hecho empiezas a lograr que las
cosas salgan del modo correcto, y no solamente tener un lenguaje
elegante para describir después todo lo que habías hecho mal.
Harry podía ver en retrospectiva y aplicar ideas como 'cognición
motivada' para ver dónde se había descarrilado durante el año
anterior. Eso contaba para algo, cuando se trataba de ser más
cuerdo en el futuro. Eso era mejor a no tener ni idea de lo que había
hecho mal. Pero eso todavía no era ser la persona que podía pasar
a través de la estrecha cerradura del Tiempo, la forma adulta cuya
posibilidad Dumbledore había sido instruido por los videntes para
crear.

Necesito pensar más rápido, crecer más rápido… ¿Cuán solo estoy,
cuán solo voy a estar? ¿Estoy cometiendo el mismo error que
cometí durante la primera batalla del Profesor Quirrell, cuando no
me di cuenta que Hermione tenía capitanes? ¿El error que cometí
cuando no informé a Dumbledore sobre la sensación de peligro, una
vez que me di cuenta que Dumbledore probablemente no estaba
loco ni era malvado?

Ayudaría que los Muggles tuvieran clases para este tipo de cosas,
pero no era ese el caso. Quizá Harry podía reclutar a Daniel
Kahneman, fingir su muerte, rejuvenecerlo con la Piedra, y ponerlo a
cargo de inventar mejores métodos de entrenamiento…

Harry sacó la Varita de Saúco de su túnica, contempló de nuevo la


madera gris-oscura que Dumbledore le había entregado a él. Harry
había intentado pensar más rápido esta vez, e intentado completar
el patrón implicado por la Capa de Invisibilidad y la Piedra de la
Resurrección. La Capa de invisibilidad había poseído el poder
legendario de esconder a su dueño, y el poder escondido de permitir
a su dueño esconderse de la Muerte misma en la Forma de
Dementores. La Piedra de la Resurrección tenía el poder legendario
de invocar una imagen de los muertos, y luego Voldemort la había
incorporado en su sistema horrocrux para permitir que su espíritu se
moviera con libertad. La segunda Reliquia de la Muerte era un
componente potencial de un sistema de verdadera inmortalidad que
Cadmus Peverell nunca había completado, tal vez porque tenía
ética.
Y quedaba la tercera Reliquia de la Muerte, la Varita de Saúco de
Antioch Peverell, la leyenda afirmaba que pasaba de un mago a otro
mago más fuerte, y hacía que su portador fuera invencible contra
ataques ordinarios; esa era la característica más conocida y
manifiesta…

La Varita de Saúco había pertenecido a Dumbledore, quien había


estado intentando prevenir la Muerte del mundo mismo.

El propósito de la Varita de Saúco siempre yendo hacia el vencedor


podría ser para encontrar al mago vivo más fuerte y darle aún más
poder, en caso de que hubiese alguna amenaza para toda la
especie; podría ser una herramienta secreta para derrotar a la
mismísima Muerte en su forma como la destructora de mundos.

Aunque si había un poder más elevado dentro de la Varita de


Saúco, no se había presentado así ante Harry basado en esa
suposición. Harry había levantado la Varita de Saúco y le había
hablado, nombrado a sí mismo como un descendiente de Peverell
que había aceptado la misión de su familia; le prometió a la Varita
de Saúco que haría lo mejor para salvar al mundo de la Muerte, y
tomar el deber de Dumbledore. Y la Varita de Saúco no había
respondido con más fuerza a su mano que antes, rehusando su
intento de dar un salto en la historia. Tal vez Harry necesitaba
primero dar su golpe verdadero contra la Muerte de los mundos
antes de que la Varita de Saúco lo reconociera; el heredero de
Ignotus Peverell ya había derrotado a la sombra de la Muerte, y el
heredero de Cadmus Peverell ya había sobrevivido la Muerte de su
cuerpo, cuando sus respectivas Reliquias de la Muerte revelaron
sus secretos.

Al menos Harry se las había arreglado para deducir que, contrario a


la leyenda, la Varita de Saúco no contenía un núcleo de 'pelo de
Thestral'. Harry había visto a los Thestrals, y eran caballos
esqueléticos con piel suave y sin crin sobre sus cabezas como de
calavera, ni cresta sobre sus colas huesudas. Sin embargo lo que
verdaderamente era el núcleo dentro de la Varita de Saúco, Harry
todavía no sentía que lo supiera; ni había sido capaz de hallar, en
ningún lugar de la Varita de Saúco, el círculo-triangulo-línea de las
Reliquias de la Muerte que tendría que haber estado presente.

"Supongo que," Harry le murmuró a la Varita de Saúco, "¿no podrías


simplemente decírmelo?"

Ninguna respuesta provino de la varita con globos nudosos; nada


más una sensación de gloria y poder contenido, que lo vigilaba con
escepticismo.

Harry suspiró, y puso la varita más poderosa del mundo de vuelta en


su túnica escolar. La iba a dominar eventualmente, y ojalá a tiempo.

Quizá más rápido, si había alguien que lo pudiera ayudar en su


investigación.

Harry era consciente en algún nivel - no, necesitaba dejar de ser


consciente de las cosas en algún nivel y solamente empezar a ser
consciente y punto - Harry era explícita y conscientemente
consciente de que estaba rumiando sobre el Futuro principalmente
para distraerse a sí mismo de la llegada inminente de Hermione
Granger. Quien iba a recibir el alta de San Mungo, pues iba a
despertar muy temprano esa mañana, y quien luego vendría por Flu
con el Profesor Flitwick de vuelta a Hogwarts. Después de lo cual le
iba a decir al Profesor Flitwick que necesitaba hablar con Harry
Potter de inmediato. Ya Harry había recibido una nota de sí mismo
sobre eso, cuando Harry había despertado tarde esa mañana
cuando el Sol ya había salido en el dormitorio de Ravenclaw. Había
leído la nota, y luego usó el Giratiempo para regresar antes de la
hora del alba cuando Hermione Granger iba a llegar.

Ella realmente no va a estar enojada conmigo.

En serio. Hermione no es ese tipo de persona. Quizá lo era al


principio del año pero ahora ella es demasiado consciente de sí
misma como para caer en eso.

¿A qué te refieres con, '…'? Si tienes algo para comentar, voz


interior, ¡sólo dilo! Estamos intentado ser más conscientes de
nuestros propios procesos de pensamiento, ¿recuerdas?

El cielo se había puesto totalmente gris-azul, Sol apenas visible


después del alba, para cuando Harry escuchó los sonidos de pasos
proviniendo de la escalera que llevaba a la terraza desde su nueva
oficina. A toda prisa Harry se puso de pie y empezó a alisar su
túnica; y luego, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, detuvo
el movimiento producto de los nervios. Acababa de derrotar a
Voldemort, maldición, no tenía por qué estar tan nervioso.

La cabeza de la joven bruja y sus rizos castaños aparecieron en la


apertura de la terraza y echaron un vistazo alrededor. Luego siguió
subiendo, parecía casi correr sobre los escalones de la escalera,
como si estuviera caminando sobre un andén ordinario sólo que
verticalmente; de haber parpadeado Harry no habría visto, como
uno de los zapatos de ella se había apoyado sobre el escalón más
alto de la escalera y luego tras un instante ella brincó ligera sobre la
terraza.

Hermione. Los labios de Harry se movieron alrededor de la palabra,


sin embargo no produjeron sonido alguno.

Había algo que Harry había tenido la intención de decir, pero se le


había olvidado.

Tal vez pasó un cuarto de minuto, sobre la terraza, antes de que


Hermione Granger pudiera hablar. Estaba vistiendo su uniforme de
bordes azules, y la corbata de azul-bronce propia de su Casa.

"Harry," dijo Hermione Granger, una voz terriblemente familiar que


casi pone lágrimas sobre los ojos de Harry, "antes de hacerte todas
las preguntas, me gustaría empezar diciendo que muchas gracias
por, pues, lo que sea que hayas hecho. Lo digo en serio, de verdad.
Gracias."

"Hermione," Harry pronunció, y tragó saliva. La frase puedo tener el


permiso para abrazarte, que Harry había imaginado usando como
línea de apertura, parecía imposible de decir. "Bienvenida. Aguarda
un momento mientras pongo algunos hechizos de privacidad." Harry
sacó la Varita de Saúco de su túnica, sacó un libro de su monedero
que abrió donde tenía un separador, y luego pronunció
cuidadosamente " Homenum Revelio, " junto con otros dos
Encantamientos de seguridad recientemente adquiridos que Harry
apenas y era capaz de invocar si usaba la Varita de Saúco. Aunque
no era mucho, era mejor seguridad marginal que nada más confiar
en la Profesora Vector.

"Tienes la varita de Dumbledore," Hermione declaró. Su voz era


baja, y de todos modos imponía silencio como si fuera una
avalancha en el aire de la mañana. "¿Y la puedes usar par lanzar
hechizos de cuarto año?"

Harry asintió, haciendo una nota mental para ser cuidadoso sobre
quién lo veía hacer eso. "¿Está bien si te abrazo?"

Hermione se movió ligera hacia él; sus movimientos eran


peculiarmente ágiles, con mayor gracia que antes. Sus movimientos
parecían irradiar un aire de algo puro e intacto, recordando a Harry
otra vez lo pacífica que se veía Hermione cuando estaba durmiendo
sobre el altar de Voldemort -

La realidad golpeó a Harry como una tonelada de ladrillos, o al


menos como un kilogramo de ladrillos.

Y Harry abrazó a Hermione, sintiendo lo viva que ella parecía. Sintió


deseos de llorar, y lo suprimió, porque no sabía si realmente era un
deseo propio o si era el aura de ella que lo afectaba.

Los brazos de Hermione a su alrededor eran gentiles,


excesivamente ligeros en su presión, como si ella fuera
deliberadamente cuidadosa para no partir el cuerpo de él a la mitad
como si fuera un palillo de dientes usado.

"Entonces," Hermione dijo, una vez que Harry la dejó ir. Su joven
rostro se veía muy serio, e igualmente puro e inocente. "No le conté
a los Aurores que estuviste allí, o que fue el Profesor Quirrell y no
Quien-Tú-Sabes el que asesinó a todos los Mortífagos. El Profesor
Flitwick únicamente permitió que me dieran una gota de
Veritaserum, así que yo no lo tenía que responder. Nada más les
informé que el trol era la última cosa que yo recordaba."

"Ah," Harry habló. Por alguna razón estaba mirando fijamente la


nariz de Hermione en vez de sus ojos. "¿Qué es lo que crees que
sucedió, exactamente?"

"Bueno," Hermione Granger contestó pensativa, "Yo fui devorada


por un trol, lo que francamente no quisiera volver a experimentar, y
luego hubo una explosión realmente fuerte y mis piernas habían
regresado, y estaba acostada sobre un altar de piedra en la mitad
de un cementerio dentro de un bosque oscuro iluminado por la luna
que nunca había visto antes, con las manos cercenadas de alguien
cogiendo mi garganta. Así que verá, Sr. Potter, encontrándome a mí
misma en una situación tan rara y oscura y aterradora, no iba a
cometer el mismo error que cometí la última vez con Tracey. supe
de inmediato que tenías que haber sido tú."

Harry asintió. "Buena deducción."

"Te llamé por tu nombre, pero no respondiste," prosiguió Hermione.


"Me senté y una de las manos ensangrentadas se deslizó por toda
mi túnica, dejando pequeños pedazos de carne encima mío. Sin
embargo no grité, ni siquiera cuando miré alrededor y observé todas
las cabezas y cuerpos y me di cuenta de qué era el olor." Hermione
se detuvo, respiró profundamente otra vez. "Vi las máscaras de
calavera y comprendí que las personas muertas eran Mortífagos.
Supe de inmediato que el Profesor de Defensa había estado allí
contigo y los había matado a todos, aunque no me di cuenta de que
el cuerpo del Profesor Quirrell también estaba allí. No me di cuenta
que era él ni siquiera cuando el Profesor Flitwick estaba revisando el
cuerpo. Se veía… diferente, al estar muerto." La voz de Hermione
bajó un poco más. Se mostraba humilde por alguna razón, de un
modo que Harry no recordaba haber visto a menudo. "Me dijeron
que David Monroe sacrificó su vida para traerme de vuelta, del
mismo modo en que tu madre se sacrificó para salvarte a ti, así que
el Señor Oscuro explotó otra vez cuando intentó tocarme. Estoy
bastante segura de que esa no es toda la verdad, pero… Pensé
muchas cosas desagradables sobre nuestro Profesor de Defensa
que nunca debí haber pensado."

"Ah," Harry pronunció.

Hermione asintió solemnemente, juntó sus manos frente a ella como


si estuviera en penitencia. "Sé que probablemente eres demasiado
bueno como para decirme las cosas que tienes el derecho de
decirme, así que yo las voy a decir en tu lugar, Harry. Tú tenías la
razón sobre el Profesor Quirrell, y yo estaba equivocada. Así me lo
advertiste. David Monroe era un poco Oscuro y mucho de Slytherin,
y fue infantil de mi parte creer que eso era lo mismo que ser
malvado."

"Ah…" Harry habló. Esto era muy difícil de explicar. "De hecho, el
resto del mundo no sabe esta parte, ni siquiera la Directora. Sin
embargo de hecho tú tenías la razón sobre él en un ciento veinte por
ciento al creer que él era malo, y para futuras referencias voy a
recordar que aunque 'Oscuro' y 'malvado' no son técnicamente lo
mismo, hay una correlación enormemente grande."

"Oh," dijo Hermione, y guardó silencio.

"¿No vas a recalcar que tú me lo advertiste?" preguntó Harry. Su


modelo mental de Hermione estaba gritando: ¡TE LO DIJE!
¿ACASO NO TE LO DIJE, SR. POTTER? ¿ACASO NO TE LO
DIJE? ¡EL PROFESOR QUIRRELL ES MAAAALOOO, TE LO DIJE,
PERO NO ME ESCUCHASTE!
La Hermione real solamente sacudió su cabeza. "Sé que él te
importaba mucho," ella declaró suavemente. "Ya que yo tenía la
razón después de todo… Sabía que probablemente ibas a sufrir
mucho cuando fuera revelado que el Profesor Quirrell era malo, y
que no sería un buen momento para recalcar que yo te lo dije. O
sea, eso fue lo que decidí cuando estaba pensando sobre esto
varios meses atrás."

Gracias, Señorita Granger. Harry estaba contento de que ella


hubiese pronunciado eso, porque, de otro modo no se habría
sentido como que era Hermione.

"Entonces, Sr. Potter," inquirió Hermione Granger, tocando con sus


dedos su túnica a la altura de sus muslos. "Después de que la medi-
bruja extrajo mi sangre, dejó de doler de inmediato, y cuando me
limpié la pequeña mancha de sangre en mi brazo, no pude
encontrar dónde me había pinchado la aguja. Doblé algo del metal
del marco de mi cama sin mucho esfuerzo, y aunque no he tenido
oportunidad de comprobarlo todavía, siento que debo ser capaz de
correr realmente rápido. Las uñas de mis manos son de un blanco
perlado y brillantes aunque no recuerdo haberlas pintado. Y mis
dientes también se ven iguales, lo que, siendo la hija de dentistas,
me pone nerviosa. No es que no esté agradecida, ¿pero qué fue lo
que hiciste exactamente?"

"Pues," Harry dudó. "¿Supongo que te estarás preguntando por qué


estás irradiando un aura de pureza e inocencia?"

"¿Yo estoy QUÉ?"

"Esa parte no fue mi idea. Honestamente." La voz de Harry se


redujo. "Por favor no me mates."

Hermione Granger levantó sus manos en frente de su cara, su


mirada tan fija que sus ojos que casi se estaban poniendo bizcos.
"Harry, estás insinuando que… o sea, yo irradiando inocencia y
siendo tan rápida y grácil y mis dientes de un blanco perlado…
¿acaso mis uñas están hechas de alicornio ?"
"¿Alicornio?"

"Es el término para el cuerno de unicornio, Sr. Potter." Hermione


Granger intentó morder las uñas de sus dedos, sin mucha suerte.
"Entonces, ¿supongo que si revives a una chica ella termina como,
llamaban a Daphne, una Chispeante Princesa Unicornio?"

"Eso no es exactamente lo que sucedió," Harry dijo, aunque estaba


aterradoramente cerca.

Hermione se sacó el dedo de su boca, con el ceño fruncido. "No lo


puedo morder. Sr. Potter, ¿consideró los problemas que voy a tener
ahora que es literalmente imposible para mí cortar las uñas de los
dedos de mis manos y mis pies?"

"Los gemelos Weasley tienen una espada mágica que te puede


servir," Harry ofreció.

"Creo," Hermione Granger declaró firmemente, "que me gustaría


saber la historia completa detrás de todo esto, Sr. Potter. Porque
conociendo al Profesor Quirrell y conociéndote a ti, tenía que haber
algún tipo de plan ."

Harry respiró profundamente. Luego exhaló. "Lo siento, es…


clasificado. Te lo puedo contar si estudias Oclumancia, pero… ¿lo
quieres hacer?"

"¿Quiero estudiar Oclumancia?" Hermione replicó, mostrándose


ligeramente sorprendida. "Eso es algo como de sexto año, ¿no es
así?"

"Yo la aprendí," Harry afirmó. "Aunque inicié con una ventaja


inusual, dudo que realmente importe a la larga. O sea, estoy seguro
de que puedes aprender cálculo si estudias con mucho esfuerzo, sin
importar a qué edad la aprendan los Muggles usualmente. La
pregunta es, pues." Harry estaba controlando su respiración
conscientemente. "La pregunta es, si todavía quieres hacer… este
tipo de cosas."
Hermione se giró, y contempló hacia el cielo que se estaba
iluminando en el Este. "Te refieres a que," ella habló en voz baja, "si
quiero seguir siendo un héroe después de recibir una muerte
horrible."

Harry asintió, luego dijo "Sí" porque Hermione le estaba dando la


espalda, aunque la palabra se sintió atascada en su garganta.

"He estado pensando sobre eso," Hermione comentó. "Fue, de


hecho, una muerte excepcionalmente espantosa y dolorosa."

"Yo, pues. Organicé ciertas cosas por si acaso todavía querías ser
un héroe. Tuve una breve oportunidad donde no tuve tiempo de
consultarte, no podía permitir que me vieras porque esperaba que
luego te dieran Veritaserum. Aunque si no te gusta, puedo deshacer
la mayor parte de lo que te hice y el resto lo puedes ignorar."

Hermione asintió distante. "Como hacer que todos creyeran que


yo… Harry, ¿ realmente le hice algo a Quien-Tú-Sabes?"

"No, todo eso fui yo, aunque por favor no se lo digas a nadie. Para
que sepas, aquella ocasión en que el Niño-Que-Vivió
supuestamente derrotó a Voldemort, en la Noche de la Víspera de
los Santos de 1981, esa fue la victoria de Dumbledore y él permitió
que todos creyeran que fui yo. Así que ahora yo he derrotado a un
Señor Oscuro por primera vez, por lo que ya había recibido crédito
antes. Todo llega a un balance eventualmente, supongo."

Hermione siguió con la mirada fija sobre el Este. "Realmente no


estoy cómoda con esto," ella pronunció tras un rato. "Las personas
creen que he derrotado al Señor Oscuro Voldemort, cuando en
realidad yo no he hecho nada… oh, eso es lo mismo por lo que tú
has pasado, ¿no es así?"

"Sí. Lamento hacerte pasar por eso. Yo estaba… bueno, estaba


intentando crear una identidad separada para ti en la mente de la
gente, supongo. No tenía más que una oportunidad y todo tuve que
hacerlo precipitadamente y… Después me di cuenta que quizá no
tendría que haberlo hecho, pero ya era demasiado tarde." Harry se
aclaró su garganta. "Sin embargo, pues. Si quieres hacer algo que
de hecho sea digno del modo en que las personas piensan de la
Niña-Que-Revivió, pues. Yo podría tener una idea para lo que
puedes hacer. Muy pronto, si lo deseas."

Hermione Granger le estaba dando una mirada.

"¡Pero no tienes que hacerlo!" Harry declaró apresurado.


"¡Simplemente puedes ignorar todo este asunto y ser la mejor
estudiante de Ravenclaw! Si eso es lo que prefieres."

"¿Estás intentando usar psicología inversa conmigo, Sr. Potter?"

"¡No! ¡Honestamente!" Harry respiró profundamente. "Estoy


intentando no decidir tu vida por ti. Creo que vi, ayer, creo que vi lo
que podría ser tu futuro - pero luego recordé que gran parte de este
año la pasé siendo un idiota total. Consideré algunas cosas que
Dumbledore me dijo. Me di cuenta que verdaderamente la decisión
no es mía. Que tú puedes hacer lo que quieras con tu vida, y que
por encima de todas las cosas, la elección tenía que ser tuya. Tal
vez tú no quieres ser un héroe después de esto, tal vez quieres
convertirte en una gran investigadora mágica porque esa es quien
era Hermione Granger realmente después de todo, sin importar de
qué están hechas tus uñas ahora. O puedes ir al Colegio Ilvermorny
de Magia y Hechicería en América en vez de Hogwarts. No voy a
mentir y decir que me gustaría eso, sin embargo realmente depende
de ti." Harry se giró hacia el horizonte e hizo un gesto amplio con su
mano, como para indicar todo el mundo que estaba más allá de
Hogwarts. "Puedes ir a cualquier lugar desde aquí. Puedes hacer
cualquier cosa con tu vida. Si quieres ser un tritón rico de sesenta
años, puedo hacerlo realidad. Lo digo en serio."

Hermione asintió lentamente. "Tengo curiosidad sobre cómo harías


eso exactamente, pero lo que menos quiero es que otros hagan las
cosas para mí."
Harry suspiró. "Lo entiendo. Pues…" Harry vaciló. "Creo… si te
ayuda saberlo… en mi caso, las cosas fueron amañadas bastante
para mí. Por Dumbledore, principalmente, aunque también por el
Profesor Quirrell. Tal vez el poder para decidir cómo vivir tu propia
vida es algo que te tienes que ganar."

"Vaya, eso suena muy sabio," Hermione dijo. "Como tener a mis
padres pagando mi universidad, para que algún día yo pueda
conseguir mi propio trabajo. El Profesor Quirrell haciendo que yo
regrese a la vida como una Chispeante Princesa Unicornio y tú
diciendo a todo el mundo que yo vencí al Señor Oscuro Voldemort
es igual a eso, realmente."

"Yo lo siento," Harry habló. "Sé que tendría que haberlo hecho
diferente, sin embargo… No tuve mucho tiempo para planear y
estaba exhausto y realmente no estaba pensando con claridad -"

"Estoy agradecida, Harry," Hermione afirmó, con voz más suave.


"Estás siendo demasiado duro contigo mismo, incluso. Por favor no
te tomes seriamente lo que te digo cuando soy sarcástica. No quiero
ser el tipo de chica que regresa de la muerte, y luego empieza a
quejarse por los superpoderes que obtuvo y que sus uñas de
alicornio son del tono incorrecto de blanco perlado." Hermione se
dio la vuelta, otra vez estaba contemplando el Este. "Pero, Sr.
Potter… si yo sí decido que morir una muerte horrible no es
suficiente para hacerme re-pensar las decisiones de vida… no que
ya haya decidido hacer eso… ¿entonces qué va a ocurrir después?"

"Haré lo mejor que pueda para apoyar tus decisiones de vida," Harry
declaró firmemente. "Sin importar cuales sean."

"Ya tienes una misión preparada para mí, supongo. Una misión linda
y segura donde no hay oportunidad de que yo salga lastimada otra
vez."

Harry frotó sus ojos, sintiéndose cansado por dentro. Era como si
pudiera escuchar la voz de Albus Dumbledore dentro de su cabeza.
Perdóname, Hermione Granger… "Lo siento, Hermione. Si decides
seguir ese camino voy a tener que ser tu Dumbledore, y eso implica
no contarte algunas cosas. Manipularte, aunque sea sólo por un
corto tiempo. Creo que hay algo que tú podrías ser capaz de hacer
ahora, algo real, algo digno del modo en que las personas piensan
sobre la Niña-Que-Revivió… que tú incluso podrías llamar destino…
aunque al fin y al cabo no es más que una misión, Yo sé mucho
menos de lo que Dumbledore sabía. ¿Estás dispuesta a arriesgar la
vida que acabas de recuperar?"

Hermione se giró a verlo, sus ojos abiertos por la sorpresa. "


¿Arriesgar mi vida? "

Harry no asintió, porque eso habría sido plena mentira. "¿Estás


dispuesta a hacer eso?" Fue lo que Harry exclamó. "La misión que
yo creo que podría ser tu destino - y no, no conozco ninguna
profecía específica, no es más que una suposición - involucra
descender dentro de un tipo de infierno literalmente."

"Pensé…" Hermione dijo. Sonaba incierta. "Pensé que seguramente


después de esto, la Profesora McGonagall y tú no iban a… ya
sabes… dejarme hacer cualquier cosa que fuera peligrosa nunca
jamás."

Harry nada dijo, sintiéndose culpable por el falso crédito que estaba
recibiendo en su relación. El hecho era que Hermione tenía un
modelo tremendamente preciso de él, y que si no fuera porque
Hermione tenía un horrocrux, la superficie del planeta Venus había
descendido a la temperatura de una fracción Kelvin antes de que
Harry hubiese intentado esto.

"En una escala de cero a cien, ¿de cuánto descenso literal al


Infierno estamos hablando?" preguntó Hermione. La niña se mostró
un poco preocupada.

Harry calibró su escala mentalmente, recordando Azkaban. "¿Quizá


ochenta y siete?"
"Eso suena como algo que debería hacer cuando sea mayor, Harry.
Hay una diferencia entre ser un héroe y ser un completo lunático."

Harry sacudió su cabeza. "No creo que el riesgo vaya a cambiar


demasiado," Harry afirmó, dejando de lado la cuestión de cuánto
riesgo había realmente, "y es el tipo de cosas que es mejor hacer
pronto, si hay alguien para que las haga."

"Y mis padres no pueden votar al respecto," Hermione inquirió. "¿O


sí?"

Harry se encogió de hombros. "Ambos sabemos lo que ellos


votarían, y puedes tomar eso en consideración si lo deseas. Ah,
pedí que el Doctor y la Doctora Granger no fueran informados
todavía de que tú estabas con vida. Se pueden enterar cuando
regreses de tu misión, si eliges aceptar. Eso me pareció más…
amable con los nervios de tus padres, así sólo reciben una sorpresa
placentera, en vez de tener que preocuparse sobre, pues, cosas."

"Vaya, eso es muy considerado de tu parte," Hermione dijo. "Es


lindo ver que estás tan preocupado por sus sentimientos. ¿Puedo
considerar esto por un par de minutos?"

Harry hizo un gesto hacia el cojín que había puesto frente al suyo, y
Hermione se movió hacia allí con gracia fluida, y se sentó para mirar
más allá de los límites del castillo, todavía irradiando paz por todo el
lugar. Realmente necesitaban hacer algo sobre eso, quizá pagar a
alguien para inventar una Poción Anti-pureza.

"¿Tengo que decidir sin conocer cuál es la misión?" Hermione


interrogó.

"Oh rayos que no," Harry exclamó, pensando en una conversación


similar antes de su propio viaje a Azkaban. "Este es el tipo de cosa
que tienes que elegir por ti misma si la vas a hacer. Me refiero a que
es uno de los requerimientos de la misión. Si dices que quieres
seguir siendo un héroe, después te voy a contar sobre la misión -
después de que hayas tenido algo de tiempo para comer y hablar
con las personas y te puedas recuperar un poco - y entonces tú
decidirás si es algo que quieres hacer. Y por adelantado vamos a
comprobar si regresar de la muerte te ha permitido invocar el
hechizo que los magos normales creen que es imposible, antes de
que vayas."

Hermione asintió, y volvió a guardar silencio.

El cielo se había iluminado más para cuando Hermione volvió a


hablar.

"Tengo miedo," Hermione le confió, casi con un susurro. "No de


volver a morir, o no solamente eso. Tengo miedo de no ser lo
suficientemente buena. Tuve mi oportunidad de derrotar a un trol, y
en vez de eso yo resulté muerta -"

"Ese era un trol potenciado por Voldemort como un arma, además él


saboteó tus objetos mágicos, para que sepas."

"Yo morí. Y tú mataste al trol, de alguna manera, Creo que recuerdo


esa parte, ni siquiera te retrasó." Hermione no estaba llorando,
ninguna lágrima fulguraba sobre sus mejillas, simplemente tenía la
mirada perdida sobre el cielo luminoso donde el Sol iba a aparecer.
"Y luego me hiciste regresar como una Chispeante Princesa
Unicornio. Yo sé que yo no podría haber hecho eso. Tengo miedo de
que nunca seré capaz de hacer eso, sin importar lo que las
personas crean de mí."

"Esta situación es donde tu viaje empieza, creo -" Harry hizo una
pausa. "Disculpa, no debería intentar influenciar tu decisión."

"No," Hermione murmuró, todavía contemplando fijamente las


montañas por debajo de ella. "No, Harry, quiero escuchar eso."

"De acuerdo. Pues. Creo que este es tu punto de partida. Todo lo


que ha pasado hasta ahora… te pone en el mismo lugar donde yo
inicié en Septiembre, cuando yo pensaba que no era más que un
niño prodigio, y entonces descubrí algo nuevo con lo que yo me
necesitaba comparar. Si no te estuvieran comparando conmigo y
mi," patrón cognitivo adulto copiado de Tom Riddle, "lado oscuro…
entonces habrías sido la estrella más brillante de Ravenclaw, quien
organizó su propia compañía para combatir a los abusones de la
escuela y mantuvo su cordura al ser atacada por Voldemort, todo
eso con tan sólo doce años. Lo investigué, tú tienes mejores
calificaciones que Dumbledore en su primer año." Caso aparte la
calificación de Defensa, porque eso no fue más que Voldemort
siendo Voldemort. "Ahora tienes algunos poderes, y un reputación
con la que vivir, y el mundo está a punto de entregarte algunas
tareas difíciles. Ahí es donde todo inicia para ti, al igual que inició
para mí. No te creas tan poca cosa." Y en ese momento Harry cerró
su boca con fuerza, porque estaba convenciendo a Hermione con
sus palabras y eso no era lo correcto. Al menos se las había
arreglado para detenerse antes de la parte donde le preguntaba, si
ella no podía ser un héroe con todo eso, exactamente quién
pensaba ella que lo podía ser.

"Sabes," Hermione le dijo al horizonte, aún sin ver a Harry, "tuve una
conversación como esta con el Profesor Quirrell, una vez, sobre ser
un héroe. Él me estaba tratando de disuadir, por supuesto. Aunque
aparte de eso, esto se siente como cuando él discutió conmigo, por
alguna razón."

Harry mantuvo sus labios cerrados. Dejar que las personas pudieran
tomar sus propias decisiones era difícil, porque significaba que se
les permitía tomar las decisiones incorrectas, sin embargo era como
debía ser.

Hermione habló cuidadosamente, los bordes azules de su uniforme


de Hogwarts parecieron resplandecer más contra su túnica negra a
medida que el cielo a su alrededor se ponía más luminoso; ya no
había más estrellas en el Oeste. "El Profesor Quirrell me contó,
afirmó que él fue un héroe una vez. Pero que las personas no lo
ayudaron lo suficiente, así que se rindió y se fue a hacer algo más
interesante. Le dije al Profesor Quirrell que no había sido correcto
de su parte hacer eso - lo que en realidad pronuncié fue 'eso es
horrible'. El Profesor Quirrell replicó que, sí, tal vez él era una
persona horrenda, ¿sin embargo en dónde dejaba eso al resto de
personas que ni siquiera habían llegado a intentar ser héroes alguna
vez? ¿Eran ellos peores que él? Y en ese momento no supe qué
responder. O sea, está mal afirmar que únicamente los héroes estilo
Gryffindor son buenas personas - aunque pienso que desde la
perspectiva del Profesor Quirrell solamente las personas con
grandes ambiciones tienen derecho a respirar. Y yo no creo eso. Sin
embargo también parece incorrecto dejar de ser un héroe, alejarse
como él lo hizo. Así que nada más me quedé ahí parado viéndome
como una tonta. Pero ahora sé lo que yo tendría que haberle dicho
en ese momento."

Harry controló su respiración.

Hermione se levantó de su cojín, y se giró para encarar a Harry. "Ya


no voy a seguir intentando ser una heroína," anunció Hermione
Granger con el cielo del Este resplandeciendo a su alrededor.
"Nunca tendría que haber seguido esa línea de pensamiento.
Solamente hay personas que hacen lo que pueden, cada vez que
pueden. Y también hay personas que ni siquiera intentan hacer lo
que pueden, y sí, esas personas están haciendo algo malo. No voy
a volver a intentar ser un héroe de nuevo. No voy a pensar en
términos heroicos si puedo evitarlo. Pero no voy a dejar de hacer lo
que puedo hacer - o algo por el estilo, o sea, no soy más que
humana." Harry nunca había comprendido lo que se suponía era tan
misterioso con respecto a la Mona Lisa, aunque de haber podido
tomar una foto de la sonrisa de resignación/regocijo de Hermione en
ese momento, tenía la sensación de que la podría haber observado
durante horas sin entender, y que Dumbledore la podía haber leído
de un vistazo. "No voy a aprender mi lección. yo voy a ser así de
estúpida. Voy a seguir intentando hacer todo lo que pueda, o al
menos algo de lo que puedo - oh, ya sabes a qué me refiero. Incluso
si significa arriesgar mi vida otra vez, siempre y cuando valga la
pena el riesgo y no sea algo, ya sabes, realmente estúpido. Esa es
mi respuesta." Hermione respiró profundamente, su rostro resuelto.
"Así que, ¿hay algo que yo pueda hacer?"
La garganta de Harry estaba cerrada. Metió la mano dentro de su
monedero, y con lenguaje de señas transmitió C-A-P-A ya que era
incapaz de hablar, y sacó el derrame fuliginoso que era la Capa de
Invisibilidad, y se la ofreció a Hermione por última vez. Harry tuvo
que forzar las palabras por fuera de su garganta. "Esta es la
Verdadera Capa de Invisibilidad," Harry declaró casi con un susurro,
"la Reliquia de la Muerte que pasó desde Ignotus Peverell a sus
herederos, los Potter. Y ahora es tuya -"

"¡Harry!" Hermione protestó. Sus manos se cruzaron sobre su


pecho, como para protegerse a sí misma del regalo atacante. "¡No
tienes que hacer esto!"

"Yo sí tengo que hacer esto. he abandonado el camino que me deja


ser un héroe, No puedo correr el riesgo de una aventura, jamás. Y
tú… puedes." Harry levantó la mano que no sostenía la Capa, y se
limpió sus ojos. "Esto fue fabricado para ti, creo. Para la persona en
que te vas a convertir." Un arma para combatir la Muerte, en su
forma como la sombra de la desesperación que cae sobre las
mentes humanas y les quita su esperanza para el futuro; vas a
combatir eso, espero, en más formas que los meros Dementores…
"No te la prestó a ti, mi Capa, sino que te la regalo, Hermione Jean
Granger. Para siempre debes protegerla bien."

Lentamente, Hermione extendió su mano, y cogió la Capa,


mostrándose como si ella misma estuviera intentando no llorar.
"Gracias," ella murmuró. "Creo… aunque ya no me rijo por la noción
heroica… Creo que siempre fuiste, desde el día en que te conocí, mi
misterioso mago anciano."

"Y yo creo," Harry dijo, su propia garganta medio cerrada, "incluso si


ahora niegas esa manera de pensar, creo que siempre estuviste
destinada a volverte, desde el mismo principio de la historia, el
héroe." ¿En quién debe convertirse Hermione Granger, qué forma
adulta debe ella tomar al crecer, para atravesar la estrecha
cerradura del Tiempo? Tampoco conozco la respuesta a eso, al
igual que no puedo imaginarme a mí mismo como adulto. Pero los
próximos pasos delante de ella me parecen más claros que los
míos…

Harry permitió que la Capa se fuera, y pasó de sus manos a las de


ella .

"Está cantando," Hermione dijo. "Está cantando para mí." Ella


levantó su mano, y limpió sus propios ojos. "No puedo creer que
hiciste eso, Harry."

La otra mano de Harry salió de su monedero, ahora con una larga


cadena dorada, al final de la cual colgaba un caparazón dorado
cerrado. "Y esta es tu máquina del tiempo personal."

Hubo una pausa, durante la cual el planeta Tierra avanzó un poco


más en la rotación de su órbita.

"¿Qué?" cuestionó Hermione.

"Un Giratiempo, así la llaman. Hogwarts tiene unos cuantos a su


disposición para entregar a algunos estudiantes, yo recibí uno al
principio del año para tratar mi desorden de sueño. Permite que su
usuario regrese en el tiempo, entre una y seis horas, que yo usé
para tener seis horas de estudio extra al día para estudiar. Y para
desaparecer de clase de Pociones entre otras cosas. No te
preocupes, un Giratiempo no puede cambiar la historia ni generar
paradojas que puedan destruir el universo."

"Estabas siguiéndome el paso durante las lecciones con seis horas


de estudio extra al día usando una máquina del tiempo ." Hermione
Granger parecía tener problemas con este concepto por alguna
razón inexplicable.

Harry hizo que su cara pareciera confundida. "¿Hay algo raro con
eso?"

Hermione extendió su mano y cogió el collar dorado. "Supongo que


no para los estándares mágicos, " ella replicó. Por alguna razón su
voz sonó bastante afilada. Organizó la cadena alrededor de su
cuello, ubicando el reloj de arena dentro de su túnica. "Aunque me
siento mejor de haber seguido tu ritmo, así que gracias por eso."

Harry aclaró su garganta. "Además, ya que Voldemort eliminó a la


Casa de Monroe y entonces, hasta donde todo el mundo cree, tú los
vengaste al asesinar a Voldemort, hice que Amelia Bones hiciera
presión sobre lo que resta del Wizengamot para aprobar una
moción, declarando que Granger ahora es una Casa Noble de
Bretaña."

"¿Disculpa?" espetó Hermione.

"Eso también te hace la única heredera de una Casa Noble, lo que


significa que para obtener tus derechos legales nada más necesitas
superar tu Título Indispensable de Magia Ordinaria, ya organicé todo
para que los hagamos juntos al final del verano por lo que tenemos
algo de tiempo para estudiar. Si estás de acuerdo con eso, claro."

Hermione Granger produjo un tipo de sonido agudo que, en un


dispositivo menos orgánico, habría indicado un fallo del motor. "
¿Tengo dos meses para estudiar para mis TIMOS?"

"Hermione, es una prueba diseñada para que la mayoría de


estudiantes de quince años la puedan pasar. Estudiantes de quince
años ordinarios . Podemos obtener una calificación con hechizos de
poder de bajo nivel de tercer año si aprendemos el conjunto correcto
de hechizos, y eso es todo lo que necesitamos para la mayoría de
clases. Aunque tendrás que aceptar las calificaciones de Aceptable
en vez de los Extraordinarios a los que estas acostumbrada."

Los ruidos agudos proviniendo de Hermione Granger se hicieron


aún más agudos.

"Aquí está tu varita." Harry la sacó de su monedero. "Y tu propio


monedero, me aseguré de que pusieran de vuelta todo lo que
estaba allí cuando tú moriste." Ese monedero Harry lo extrajo de
una de los bolsillos normales de su túnica, ya que tenía reluctancia
de poner una bolsa de contención dentro de una bolsa de
contención sin importar qué se suponía que fuera inofensivo
siempre y cuando ambos dispositivos hubiesen sido fabricados
observando todas las precauciones de seguridad.

Hermione cogió su varita, y luego su monedero, los movimientos de


alguna manera se veían gráciles aún cuando sus dedos estuvieran
temblando un poco.

"Veamos, qué otra cosa… el juramento que hiciste hacia la Casa


Potter requería que me sirvieras hasta 'el día de tu muerte', por lo
que ahora eres libre por completo. Y justo después de tu muerte yo
hice que los Malfoy hicieran la declaración pública de que tú eras
inocente de todos los cargos en el intento de homicidio de Draco."

"Vaya, gracias de nuevo, Harry," reiteró Hermione Granger. "Eso fue


muy amable de tu parte, y de ellos también, supongo."
Repetidamente ella estaba peinando sus rizos castaños con sus
dedos, como si, al organizar su cabello, ella pudiera restaurar la
cordura en su vida.

"Por último pero no menos importante, hice que los duendes dieran
inicio al proceso de construir una bóveda en Gringotts para la Casa
Granger," Harry informó. "Aún no he puesto ningún dinero allí,
porque eso era algo con lo que podía esperar y preguntarte primero.
Sin embargo si vas a ser un superhéroe que va por ahí corrigiendo
cierto tipo de maldades, te ayudaría mucho si las personas
consideran que eres parte del estrato social superior y, pues, creo
que te podría ayudar si ellos saben que puedes pagar buenos
abogados. Puedo poner allí adentro tanto oro como quieras, ya que
después de que Voldemort hubiese matado a Nicolás Flamel,
terminé como dueño de la Piedra Filosofal."

"Siento como que tendría que estarme desmayando," Hermione dijo


con una voz aguda, "¿sólo que no puedo por mis superpoderes y
por qué es que los tengo?"
"Si está bien contigo, tus lecciones de Oclumancia empezarán el
Miércoles con el Sr. Bester, él puede trabajar contigo una vez al día.
Hasta entonces, creo que es mejor que el verdadero origen de tus
poderes no sea revelado nada más porque un Legeramente te miré
a los ojos. O sea, obviamente hay una explicación mágica normal,
nada super -supernatural, pero las personas tienen la tendencia a
adorar su propia ignorancia y, bueno, creo que la Niña-Que-Revivió
sería más efectiva si permaneces como un misterio. Una vez que el
Sr. Bester te de su aprobación y puedas vencer el Veritaserum, te
voy a contar toda la historia, lo prometo, incluyendo todos los
secretos que nunca le puedes decir a nadie más."

"Eso suena adorable," dijo Hermione Granger. "Espero eso con


mucho entusiasmo."

"Aunque vas a necesitar tomar un Juramento Inquebrantable para


no hacer cualquier cosa que podría destruir el mundo antes de que
te pueda revelar las partes más peligrosas de la historia. Me refiero
a que, literalmente no te lo puedo revelar de otro modo, porque yo
también tomé un Juramento Inquebrantable. ¿Te parece bien?"

"Seguro," accedió Hermione. "¿Por qué no estaría bien? De todos


modos no quiero destruir el mundo."

"¿Necesitas volverte a sentar?" Harry preguntó, sintiéndose


alarmado por la forma en que Hermione se balanceaba ligeramente,
como siguiendo el ritmo de las palabras que eran pronunciadas.

Hermione Granger respiró profundamente varias veces. "No, estoy


perfectamente genial," ella afirmó. "Hay algo más que yo debería
saber?"

"Eso es todo. He terminado, al menos por ahora." Harry hizo una


pausa. "Comprendo que quieres hacer las cosas por ti misma, no
que alguien más las haga por ti. sólo que… tú vas a ser un tipo de
héroe más serio, y la única opción sensata para mí es darte todas
las ventajas que yo pueda -"
"Entiendo eso bastante bien," Hermione lo interrumpió. "Tras haber
perdido una pelea y muerto. Antes yo no lo había entendido, pero
ahora sí." Una briza agitó la túnica y el cabello castaño de
Hermione, haciendo que se viera más pacífica por el aire del alba,
mientras ella alzó una mano y con cuidado la apretó hasta formar un
puño. "Si voy a hacer esto, voy a hacerlo bien . Necesitamos medir
cuán fuerte yo puedo golpear, y cuán alto yo puedo saltar, y
descubrir una forma segura de comprobar si mis uñas pueden matar
Lethifolds como el cuerno de un unicornio real, y debería practicar
usar mi velocidad para esquivar hechizos que no puedo permitir que
me golpeen y… y suena como que podrías arreglar que yo reciba
entrenamiento de Auror, de quien fuera que le enseñó a Susan
Bones." Hermione estaba sonriendo de nuevo, con una luz extraña
en sus ojos que habría confundido a Dumbledore durante horas y
que Harry comprendió de inmediato, no sin una nota de
aprehensión. "¡Oh! Y quiero empezar a cargar armas Muggle, quizá
escondidas para que nadie sepa que yo las tengo. Pensé en
granadas incendiarias cuando estaba peleando con el trol, sin
embargo yo sabía que no las podía Transformar con suficiente
rapidez, incluso después de que dejé de preocuparme por obedecer
las reglas."

"Tengo la sensación," Harry habló, imitando lo mejor que pudo el


acento Escocés de la Profesora McGonagall, "que yo debería estar
haciendo algo para detener esto."

"Oh, es demasiado, demasiado, DEMASIADO tarde para eso, Sr.


Potter. Oye, ¿me puedes conseguir una bazuca? Apuesto que nadie
va a esperar eso de una chica joven, especialmente si estoy
irradiando un aura de inocencia y pureza."

"De acuerdo," Harry dijo con calma, " ahora estás empezando a
asustarme."

Hermione hizo una pausa de su experimentación al balancearse


sobre la punta de su zapato izquierdo, su brazo estirado en una
dirección y su pierna derecha estirada en la otra dirección, como
una bailarina de ballet. "¿Te asusto? Justo estaba pensando que no
me veo capaz de hacer más que un escuadrón del Ministerio de
Magos Golpeadores. Ellos tienen escobas para mejorar su movilidad
y hechizos que golpean con más fuerza de la que yo podría." Con
gracia fue bajando su pierna. "O sea, ahora que puedo ensayar
unas cuantas cosas sin preocuparme sobre quién me esté mirando,
estoy empezando a real real realmente disfrutar el tener
superpoderes. Aunque todavía no veo cómo podría ganar una pelea
que el Profesor Flitwick tampoco pueda, no a menos que implique
coger a un Mago Oscuro por sorpresa."

Puedes tomar riesgos que otras personas no deberían, e intentar de


nuevo con el conocimiento de qué te asesinó. Puedes experimentar
con hechizos nuevos, más que cualquier otra persona lo podría
hacer sin morir con certeza. Pero Harry no podía pronunciar eso
todavía, por lo que terminó diciendo, "Creo que está bien pensar
más sobre el futuro, no solamente lo que puedas hacer en este
mismo minuto."

Hermione saltó muy alto en el aire, juntó sus tacones tres veces en
el aire antes de caer, y aterrizó sobre las puntas de sus zapatos, con
una pose perfecta. "Sin embargo dijiste que hay algo que yo puedo
hacer ya mismo. ¿O me estabas probando?"

" Esa parte es un caso especial," Harry explicó, sintiendo el


escalofrío del aire del alba contra su piel. Se estaba incrementando
su aprehensión a tener que decirle a super-Hermione que su Misión
tenía que ver con enfrentar literalmente su peor pesadilla, bajo
condiciones en las que su recién mejorada fortaleza física sería
inútil.

Hermione asintió, luego miró hacia el Este. Con un brinco llegó


hasta el borde de la terraza y se sentó, sus pies colgando por
encima de dicho borde. Harry se acercó a ella y también se sentó,
con las piernas cruzadas y bien alejado del borde de la terraza.

En la distancia, un brillante destello rojo estaba elevándose por


encima de las colinas al Este de Hogwarts.
Observar la punta del amanecer hizo que Harry se sintiera mejor,
por alguna razón. Siempre y cuando hubiese un Sol en el cielo, las
cosas seguían estando bien en algún nivel, pues indicaba que no
había destruido el Sol todavía.

"Entonces," Hermione dijo. Su voz se elevó un poco. "Hablando del


futuro, Harry. tuve tiempo de pensar sobre muchas cosas mientras
estaba esperando en San Mungo, y… tal vez es tonto de mi parte,
pero hay una cuestión sobre la que todavía quiero conocer la
respuesta. ¿Recuerdas la última cosa de la que conversamos?
¿Antes, me refiero?"

"¿Qué?" Harry dijo con sinceridad.

"Oh…" Hermione replicó. "Fue hace dos meses para ti… supongo
que por eso no lo recuerdas."

Y Harry recordó.

"¡No entres en pánico!" Hermione exclamó, cuando un gorgoteo


ahogado provino de la garganta de Harry. "¡Prometo que sin
importar lo que digas, no voy a ponerme a llorar y salir corriendo y
ser comida por un trol de nuevo! Sé que apenas han pasado dos
días para mí, ¡sin embargo creo que morir ha hecho que muchas
cosas que antes me preocupaban ahora parezcan menos
importantes en comparación a todo lo que he pasado!"

"Oh," Harry comentó, su propia voz muy aguda. "Eso es un buen


uso de un trauma mayor, ¿supongo?"

"Sólo que, verás, yo todavía me lo estaba preguntando, Harry,


porque para mí no ha pasado mucho tiempo desde nuestra última
charla, y no terminamos de hablar y admito que fue mi culpa por
perder control de mis emociones y luego ser devorada por un trol lo
que definitivamente no pienso repetir. He estado pensando que te
debería prometer que eso no va a pasar cada vez que le digas algo
incorrecto a una chica." Hermione estaba inquieta, cambiando el
peso de su cuerpo de un lado al otro donde estaba sentada, hacia
adelante y atrás ligeramente. "Aunque, bueno, ni siquiera la mayoría
de personas que están enamoradas hacen literalmente ni una
centésima parte de lo que tú has hecho por mí. Entonces, Sr. Harry
James Potter-Evans-Verres, si no es amor, quiero saber
exactamente lo que soy para ti. Nunca lo has dicho."

"Esa es una buena pregunta," Harry comentó, controlando el pánico


creciente. "¿Te importa si lo medito un poco?"

Poco a poco, más del ardiente y brillante círculo se volvió visible


más allá de las montañas.

"Hermione," Harry inquirió cuando el Sol era visible hasta la mitad


en el horizonte, "¿alguna vez llegaste a inventar alguna hipótesis
para explicar mi misterioso lado oscuro?"

"Solamente la más obvia," Hermione contestó, pateando sus piernas


ligeramente por encima del borde de la terraza. "Pensé que quizá
cuando Quien-Tú-Sabes murió a tu lado, te había traspasado la
explosión de mágica que produce un fantasma, que algo de eso se
había impreso sobre tu cerebro en vez del suelo. Aunque eso nunca
se sintió correcto del todo, como si no fuera más que una
explicación ingeniosa que en realidad no era verdadera, y tiene
menos sentido si resulta que Quien-Tú-Sabes realmente no había
muerto esa noche."

"Bastante bien," Harry dijo. "Por ahora imaginemos este escenario."


Su racional interior estaba viendo en retrospectiva y dándose
palmadas en la cara otra vez por no haber considerado hipótesis
como esa. No era la verdad aunque era razonable y Harry nunca
había pensado en ningún modelo causal así de concreto, nada más
sospechaba vagamente una conexión.

Hermione asintió. "Probablemente ya sabes esto, pero voy a decirlo


para estar segura: Tú no eres Voldemort, Harry."

"Lo sé. Y eso es lo que tú significas para mí." Harry respiró


profundamente, encontrando que todavía era doloroso pronunciarlo
en voz alta. "Voldemort… él no era una persona feliz. No sé si fue
feliz alguna vez, aunque fuera un solo día de su vida." Nunca fue
capaz de invocar el Encantamiento Patronus. "Esa es una razón por
la cual sus patrones cognitivos no se apoderaron de mí, mi lado
oscuro no se sintió como un buen lugar en el cual estar, allí no había
refuerzo positivo. Ser tu amigo significó que mi vida no tenía que
seguir el mismo camino que la de Voldemort. Y yo estaba bastante
solo antes de Hogwarts, aunque entonces yo no me di cuenta, así
que… sí. puede ser que haya estado un poco más desesperado
para hacer que volvieses de la muerte de lo que un niño promedio
de mi edad habría estado. Sin embargo sostengo que mi decisión
era estrictamente un razonamiento moral normal, y si el resto de
personas se preocupan menos por sus amigos, ellos son los que
tienen un problema, no yo."

"Ya veo," Hermione habló con suavidad. Ella vaciló. "Harry, no


tomes esto de mala manera, pero no me siento cien por ciento
cómoda con eso. Es una gran responsabilidad que yo no escogí, y
no creo que sea saludable para ti depender tanto de una sola
persona."

Harry asintió. "Lo sé. Sin embargo aún no termino mi explicación.


Había una profecía que afirmaba que yo iba a vencer a Voldemort -"

"¿Una profecía? ¿Había una profecía sobre ti? ¿En serio, Harry?"

"Sí, lo sé. Como sea, parte de la profecía decía, 'Y el Señor Oscuro
lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor
Oscuro no conoce.' ¿Qué habrías pensado tú en cuanto a su
significado?"

"Mmm," Hermione dijo. Sus dedos tocaron de manera pensativa la


piedra de la terraza una y otra vez. "Tu lado misterioso es la marca
de Quien-Tú-Sabes que te convirtió en su igual. El poder que él no
conoce… ¿era el método científico, correcto?"

Harry sacudió su cabeza. "Eso fue lo mismo que yo pensé al


principio - que iba a ser la ciencia Muggle, o los métodos de la
racionalidad. Pero…" Harry exhaló. El Sol ya estaba completamente
por encima de las montañas. Esto era vergonzoso de contar, sin
embargo tenía que hacerlo de todos modos. "El Profesor Snape,
quien originalmente escuchó la profecía - sí, eso es algo que
también pasó - el Profesor Snape creía que no podía ser
únicamente la ciencia, que el 'poder que el Señor Oscuro no conoce'
necesitaba ser algo más extraterrestre para Voldemort que algo así.
Incluso si lo meditaba en términos de racionalidad, bueno, resulta
que la persona que Voldemort era realmente," por qué, Profesor
Quirrell, por qué, el pensamiento seguía produciendo punzadas en
el corazón de Harry, "también habría sido capaz de aprender los
métodos de la racionalidad, de haber leído los mismos documentos
científicos que yo. Excepto, quizá, por una última cosa…" Harry
respiró otra vez. "Al final de todo, durante mi confrontación final con
Voldemort, amenazó con poner a mis padres, y mis amigos, dentro
de Azkaban. A menos que yo le pudiera contar secretos
interesantes a él, una persona salvada por cada secreto. Pero sabía
que no podía descubrir suficientes secretos como para salvar a
todos. Y en el momento que vi que me era imposible salvar a
todos… ahí fue cuando en realidad comencé a pensar. Tal vez por
primera vez en mi vida, empecé a pensar. Pensé más rápido que
Voldemort, aún cuando él era más inteligente y con más experiencia
que yo, porque… porque yo tenía una razón para pensar .
Voldemort tenía el impulso para ser inmortal, él prefería fuertemente
no morir, sin embargo eso no era un deseo positivo, era miedo, y
Voldemort cometió errores por ese miedo. Creo que el poder que
Voldemort no conocía… era que yo tenía algo para proteger."

"Oh, Harry," Hermione dijo gentilmente. Ella titubeó. "¿Es eso lo que
yo soy para ti, entonces? ¿La cosa que tú proteges?"

"No, o sea, la verdadera razón por la que te estoy contando esto, es


que Voldemort no estaba amenazando con ponerte a ti en Azkaban.
Incluso si él se hubiese apoderado de todo el mundo, tú habrías
estado bien. Él ya había realizado una promesa para no hacerte
daño, porque, pues, por varias razones. Así que en mi momento de
crisis supremo, cuando llegué a lo más profundo y encontré el poder
que Voldemort no conocía, lo hice para proteger a todos excepto a
ti."

Hermione consideró esto, una lenta sonrisa esparciéndose por su


rostro. "Vaya, Harry," ella opinó. "Esa es la cosa menos romántica
que he escuchado en toda mi vida."

"De nada."

"No, en serio, eso sí ayuda," Hermione insistió. "O sea, hace que tú
parezcas mucho menos acosador."

"Lo sé, ¿verdad?"

Los dos compartieron un asentimiento de cabeza de camaradas,


ambos mostrándose más relajados, y observaron el amanecer
juntos.

"He estado pensando," Harry argumentó, su propia voz se había


suavizado, "sobre el Harry Potter alternativo, la persona que yo
podría haber sido si Voldemort no hubiese atacado a mis padres." Si
Tom Riddle no hubiese intentado copiarse a sí mismo en mí. "Que el
otro Harry Potter no habría sido tan listo, supongo. Probablemente
no habría estudiado mucha ciencia Muggle, incluso si su madre era
una hija de Muggle. Pero ese otro Harry Potter habría tenido… la
capacidad para amar, que habría heredado de James Potter y Lily
Evans, se habría preocupado por otras personas y habría intentado
salvar a sus amigos, Sé que eso habría sido verdad, porque eso es
algo que el Señor Voldemort nunca hizo, verás…" Los ojos de Harry
se estaban aguando. "Así que esa parte debe ser, el remanente."

El Sol ya estaba muy por encima del horizonte, la luz dorada los
iluminaba a ambos, lanzando largas sombras hasta el otro lado de la
plataforma de la terraza.

"Creo que estás bien así como eres," Hermione afirmó. "O sea, el
otro Harry Potter podría haber sido un buen niño, quizá, pero suena
como que yo tendría que haber pensado en su lugar."
"Siguiendo la herencia, Harry-alternativo habría estado en Gryffindor
como sus padres, y ustedes dos no se habrían vuelto amigos.
Aunque James Potter y Lily Evans fueron ambos Premio Anual de
Hogwarts en su tiempo, así que él no habría estado tan mal."

"Me lo puedo imaginar," Hermione celebró. "Harry James Potter,


Seleccionado en Gryffindor, aspirante a jugador de Quidditch -"

"No. Simplemente no."

"Recordado por la historia como el secuaz de Hermione Jean


Granger, quien habría enviado al Sr. Potter para meterse en
problemas en lugar de ella, y entonces resolvía el misterio desde la
biblioteca al leer libros y usando su increíble memoria."

"Realmente estás disfrutando este universo alternativo, no es así."

"Tal vez habría sido el mejor amigo de Ron Weasley, el niño más
inteligente de Gryffindor, y habrían combatido a mi lado codo a codo
en mi ejército de la clase de Defensa, y después se habrían
ayudado entre sí con su tarea -"

"De acuerdo, suficiente, esto está comenzando a darme repelús."

"Lo siento," Hermione dijo, aunque seguía sonriendo para sí misma,


pareciendo raptada en alguna visión privada.

"Disculpa aceptada," Harry comentó con sequedad.

El Sol se elevó un poco más en el cielo.

Tras un rato, Hermione habló. "¿ Acaso tú supones que nos vamos
a enamorar en el futuro?"

"Al igual que tú no lo sé, Hermione. ¿Pero por qué tiene que ser
sobre eso? Seriamente, ¿por qué siempre tiene que tratar sobre
eso? Quizá cuando seamos mayores nos vamos a enamorar, o
quizá no. Tal vez seguiremos enamorados, y tal vez no." Harry giró
su cabeza ligeramente, el Sol estaba caliente sobre su mejilla y él
no estaba usando protector solar. "Sin importar qué suceda, no
deberíamos intentar forzar nuestras vidas en un patrón. Creo que
cuando las personas intentan forzar patrones en este tipo de cosas,
ahí es cuando terminan siendo infelices."

"¿Sin patrones forzados?" Hermione repitió. Sus ojos habían


adquirido una expresión maliciosa. "Eso suena como una manera
más complicada de decir sin reglas . Lo que supongo ahora me
parece mucho más razonable de lo que me habría parecido al
principio del año. Si voy a ser una Chispeante Princesa Unicornio
con mi propia maquina del tiempo, sería mejor que renuncie a las
reglas, supongo."

"No digo que las reglas siempre sean malas, especialmente cuando
son acordes a las personas, en vez de imitarlas ciegamente como
con el Quidditch. ¿Pero no eras tú la que había rechazado el patrón
de 'héroe' en favor de hacer solamente lo que pudieras hacer?"

"Supongo que sí." Hermione giró su cabeza otra vez para


contemplar los terrenos inferiores de Hogwarts, pues el Sol ya
estaba demasiado brillante para verlo directamente - aunque, Harry
pensó, las retinas de Hermione siempre iban a sanar, sólo para ella
era seguro ver la luz directamente. "Tu dijiste, Harry, que creías que
yo siempre estuve destinada a ser el héroe. Lo he estado
considerando, y sospecho que estás completamente equivocado.
De estar destinado a ser, las cosas habrían sido más fáciles.
Solamente hacer las cosas que tú puedes hacer - tú tienes que
hacer que eso pase, lo tienes que elegir, una y otra vez."

"Eso podría no estar en conflicto con tu destino para ser un héroe,"


Harry dijo, pensando en teorías compatibles del libre albedrío, y
profecías que él no debía mirar para poder hacerlas realidad. "Pero
podemos hablar de eso después."

"Lo tienes que elegir," Hermione repitió. Se levantó a sí misma con


sus manos, luego saltó para atrás y aterrizó en la mitad de la
terraza, poniéndose de pie con un movimiento elegante. "Así como
estoy eligiendo hacer esto."
"¡Sin besos!" Harry exclamó, poniéndose de pie con torpeza y
preparándose para esquivar; aunque se dio cuenta que la Niña-Que-
Revivió sería mucho, mucho más rápida.

"No voy a intentar besarte de nuevo, Sr. Potter. No hasta que tú me


lo pidas, si es que lo llegas a hacer. Sin embargo tengo muchos
sentimientos cálidos burbujeando dentro de mí y siento que voy a
explotar si no hago algo, aunque ahora se me ocurre que es poco
saludable que las chicas no conozcan otra manera de expresar
gratitud hacia los chicos aparte de besarlos." Hermione sacó su
varita y la ofreció de manera transversal, en la posición que ella
había usado para realizar su juramento de lealtad hacia la Casa
Potter delante del Wizengamot.

"Oh rayos que no," Harry protestó. "Te das cuenta de lo que tuvo
que pasar para liberarte del juramento la última vez -"

"Tú, no saques tus propias conclusiones. No iba a jurar lealtad a tu


Casa otra vez. Tienes que empezar a confiar en mi sensatez si vas
a ser mi misterioso mago joven. Ahora por favor saca tu varita."

Lentamente, Harry sacó la Varita de Saúco y la cruzó con la varita


de Hermione de 27.3 centímetros de vid, formándose a sí mismo a
tragarse la última preocupación de que ella fuera a tomar la decisión
incorrecta. "¿Al menos puedes no decir algo como 'hasta que la
muerte me lleve', porque recuerdas que ahora tengo la Piedra
Filosofal? ¿O algo como 'hasta el final del mundo y su magia'?
Ahora me pongo mucho más nervioso alrededor de frases como
esa."

Sobre una terraza decorada con losas de piedra cuadrada, el


brillante Sol de la mañana descendiendo sobre aquellos dos que ya
no eran niños realmente, ambos dentro de túnicas negras de bordes
azules, frente a frente con sus varitas cruzadas. Una tenía ojos
cafés bajo sus rizos castaños, e irradiaba un aura de fuerza y
belleza que no era solamente magia; el otro tenía ojos verdes
debajo de sus gafas, con cabello negro alborotado sobre su cicatriz
recientemente inflamada. Abajo, una torre de piedra que nadie
recordaba haber visto desde los terrenos exteriores descendía hasta
la misma ancha base del castillo Hogwarts. Muy por debajo de ellos
eran visibles las montañas verdes, y el lago. A la distancia una
enorme línea roja y negra de vagones y una locomotora, pareciendo
diminutos desde esa altura, un tren que no era completamente
Muggle ni mágico. El cielo casi no tenía nubes, excepto por débiles
matices de naranja-blanco en los que briznas de humedad
reflejaban la luz solar. Una ligera brisa cargaba el frío fresco del
amanecer, y la humedad de la mañana; sin embargo el gran globo
dorado fulgurante ya estaba muy por encima del horizonte, y su
incandescencia lanzaba calor sobre todo lo que tocaba.

"Bueno, quizá esto te hará sentir menos nervioso," el héroe le dijo a


su mago enigmático. Ella sabía que no conocía toda la historia, pero
el fragmento de verdad que sí tenía resplandecía brillante dentro de
ella con igual fuerza que la luz solar, lanzando calor dentro de ella
del mismo modo que el Sol calentaba su rostro. "Ahora, yo sí escojo
esto."

Sobre mi vida y mi magia juro amistad a Harry Potter,

Para ayudarlo y confiar en él,

Para estar con él y, pues, estar a su lado,

Y a veces ir a donde él no puede ir,

Hasta el día en que la muerte me lleve realmente, me refiero a si


alguna vez lo hace,

Y si el mundo o su magia llegan a su fin, lo vamos a solucionar


juntos.

Nota del autor

Este es el fin de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.


Yo mismo no voy a escribir una secuela; he dicho lo que me había
propuesto decir, y ha terminado.

Tienes mi consentimiento con entusiasmo para escribir dentro de


este universo, si lo deseas.

Por favor suscríbete a la lista de correo de notificaciones en


hpmor punto com , si quieres ver alguna historia extra que podría o
no escribir algún día, y para ser notificado cuando realice mi
próximo gran trabajo de ficción.

En hpmor punto com puedes encontrar mis pensamientos sobre el


proyecto tras haber terminado, incluyendo la Opinión del Creador en
algunas preguntas que me han hecho.

Estoy feliz de haber escrito este libro para ti,

y es un honor para mí que lo hayas leído.

Muchos de ustedes se han declarado mis amigos,

y ese conocimiento brilla cálido dentro de mí.

Te deseo una larga vida, y prospera -

¡EXPECTO PATRONUM!

Nota de traductor (4 de Mayo de 2.020)

La frase sobre el "Arte" es un fragmento de un cuento escrito por


Eliezer Yudkowsky titulado "Final Words" ( Palabras Finales )
disponible en su sitio web LessWrong.

Voy a escribir mi propia despedida en el próximo capítulo, un


episodio omake escrito por mí y con la participación de algunos
lectores. A lo sumo debería ser publicado en un par de días, espero,
Esta semana también espero publicar el libro 6 de HPMOR, el libro
final, en formatos EPUB y PDF. Primero estará disponible para los
Patrocinadores de Rhaidot y una semana después para todos los
demás en FFN y el blog de Rhaidot.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres


Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, Kbrem y Claudio Andres
Cayulao Martinez. Si lo deseas puedes apoyarme en el blog de
Rhaidot.

Gracias por leer.


La Estrella Invisible
Capítulo 123: Archivos Omake 5, Diabolus Ex Machina

LA ESTRELLA INVISIBLE

(Como fue propuesto por Emanuel Gomez y Piers, escrito y editado


por mí)

La luna gibosa cabalgaba alta sobre el cielo sin nubes, las estrellas
de la Vía Láctea visibles en toda su majestad dentro de la oscuridad,
todas ellas brillaban sobre el cementerio para ser testigos desde
distancias inimaginables.

En el instante en que Harry se dio cuenta que no había ninguna


manera de salvarlos a todos, las voces de su mente desaparecieron;
sucumbió por completo ante la desesperanza, el motor de su
imaginación sólo produjo un silencio absoluto.

Cincuenta segundos.

Cuarenta segundos.

Los ojos de Harry se posaron sobre las estrellas, tan brillantes y


silenciosas, tan lejanas de él.

¿Treinta segundos?

¿Veinte segundos?

"El tiempo cassi sse acaba -" siseó Voldemort.

" No sse me ocurre nada." Admitió Harry desolado.

" Entoncess el ressto de tuss sseress queridoss ssufrirán."


" Por favor, ssólo un poco máss de tiempo. Miss circunsstanciass no
sson lass mejoress para penssar ahora missmo. Tal vez ssi
esstuviera en otro lugar…"

" Denegado. Ssi no tieness ninguna idea ingeniossa para mí,


entoncess debess morir."

Desesperado, Harry volvió a levantar la vista hacia las estrellas, y


una sola idea embargó su mente.

" ¡Por favor! El hechizo de la placa Pioneer, déjeme ver lass


esstrellass assí de cerca, una última vez. Esstoy sseguro de que
podré penssar mejor esstando allí."

Voldemort lo midió de arriba a abajo con sus ojos rojos y


despiadados.

" ¿Busscass extender tu tiempo de modo innecessario, o planeass


un ataque antess, durante o desspuéss del hechizo?" Preguntó
Voldemort precavido.

" No. Ssólo quiero un mejor lugar para penssar, esso ess todo."
Respondió Harry con la sinceridad que sólo la Lengua Parsel podía
dar.

Voldemort asintió. Sin dejar de volar, se acercó a Harry dando una


vuelta y quedando a su espalda, asegurándose de no quedar en la
línea de fuego de sus Mortífagos. Harry sintió el poder de Voldemort
crecer y expandirse a su alrededor, sin llegarlo a tocar, y aún así
provocando malestar en su cicatriz.

En un parpadeo, la oscuridad del espacio envolvió a Harry. Las


estrellas se volvieron fulgurantes amigos cercanos. Voldemort
desapareció de su vista.

" Te concedo un minuto máss. No desspreciess loss favoress que el


Sseñor Voldemort te ha concedido, niño, assí que pienssa, por el
bien de loss que amass tanto." Al hablar, la voz del Señor Oscuro
resonaba por todos lados con eco, haciendo imposible identificar su
localización exacta.

Harry respiró profundamente, y dejó que todos los secretos salieran


de su boca. En cierto nivel sabía que estaba poniendo en peligro al
resto del mundo a cambio de salvar a unos pocos, pero sentía que
su enemigo había ganado y ya no tenía más opciones. Harry habló y
habló, con sus ojos fijos sobre las estrellas, ignorando las lágrimas
en sus ojos, concentrado en salvar a tantos miembros de su familia
y amigos como fuera posible.

En una rara muestra de misericordia, pero lógica considerando que


estaba matando a la única persona que no quería matar, Voldemort
ordenó que los hechizos de sueño más poderosos fueran lanzados
sobre Harry antes de proceder con su asesinato. Luego fue
paralizado, sus extremidades cortadas, recibió varias disparos, la
Maldición Asesina, su cráneo fue aplastado con una lápida y su
cadáver incinerado con Fuego Endemoniado.

Los Dementores responden a las expectativas de las personas.

La Transformación Parcial no es un imposible.

El Paralizador con Viraje secreto del Profesor Flitwick no era


importante, pero era un secreto al fin y al cabo.

Voldemort apenas y había visto la punta del iceberg en cuanto al


potencial de la ciencia aplicada a la magia. Por fortuna para él,
Harry había sido demasiado joven para usar dicho potencial, aunque
sin duda alguna su conocimiento había sido un peligro. Casi sentía
escalofríos al pensar en que el niño podría haber vencido contra él
de haber tenido sólo un poco más de poder, gracias a la ciencia
Muggle.

La ciencia era un camino que se abría delante de Voldemort y que


parecía no tener fin. Una fuente inagotable de poder y
entretenimiento, digno del tiempo y de las energías de un verdadero
inmortal.

Sin embargo, el conocimiento más grandioso de todos, Harry lo


había entregado en medio de una retahíla de revelaciones, una
pieza del rompecabezas que casi le pasó desapercibida al estar
Voldemort maravillado ante las otras ingeniosas ideas del niño. Una
revelación que por sí sola era invaluable. Voldemort lamentó no
poder perdonar la vida al niño, era destruir una parte de sí mismo,
era destruir al único ser pensante con el potencial para ser su igual.
Pero, justamente, el conocimiento que el niño poseía, y sus buenas
intenciones, lo convertían en un peligro que no podía ser ignorado.

Conmovido, a su pesar, Voldemort le entregó al niño lo mejor que le


podía dar sin ponerse en riesgo a sí mismo.

" Reconozco que hass hecho tu mejor essfuerzo para darme tuss
ideass ingeniossass. Como recompenssa, pondré la Marca Osscura
ssobre todoss tuss sseress queridoss, y no permitiré que miss
Mortífagoss ni nadie loss lasstime el ressto de ssuss vidass." Le
prometió Voldemort al niño, que perdió la consciencia con una
medio sonrisa dibujada en el rostro.

La primera en recibir la Marca Oscura fue la niña Granger. Después


confeccionó una lista empezando con los padres adoptivos del niño
y terminando con todos los estudiantes de Hogwarts. Al final, casi
por capricho, también incluyó a los Profesores. ¿Qué importaba si
luego se oponían a él como la Orden del Fénix? Aquellos con la
Marca y la protección del Señor Oscuro serían discriminados entre
los rebeldes, la desconfianza reinaría entre ellos, y nunca serían un
frente unido contra el régimen que él iba a construir.

Después de cumplir con su palabra, se permitió regocijarse en una


reflexión de su futuro.

Las estrellas eran enormes acumulaciones de materiales brutos


valiosos que infortunadamente se habían encendido.
Eso le había revelado el niño, y eso le había demostrado que la
profecía del fin del mundo no se podía evitar, y que en realidad no
era algo malo para él, todo lo contrario.

No era el niño quien iba a destrozar las mismísimas estrellas, sino


él.

Había un relato muy antiguo, un mito sobre un mago más antiguo


que la Atlántida, conocido como el Mago del Inicio, que nunca había
tenido sentido para Voldemort, hasta ahora.

El primer paso fue dominar la Capa de la Invisibilidad, lo que fue pan


comido.

El segundo paso fue encontrar la Varita de Saúco. Voldemort ya


había deducido que estaba en posesión de Dumbledore, pues era
quien había derrotado a Grindelwald. Sin embargo, encontrar la
Varita de Saúco no fue tan sencillo. El perro fiel de Dumbledore,
Ojoloco Moody, intentó escapar del país con ella, para mantenerla
lejos de las manos de su justo nuevo dueño.

¿Pero qué podía hacer Ojoloco contra él, realmente? Su ojo mágico
le permitía percibir a sus perseguidores de lejos, sin embargo su
pata de palo no lo hacía un corredor veloz.

El Sr. Grim acertó en la apuesta al decir que Ojoloco sería capturado


siete días después. Por eso, Voldemort lo premió al convertirlo en el
nuevo Jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Y al
Sr. Blanco lo hizo su asistente, nada más por diversión.

Así Voldemort se halló a sí mismo como poseedor de las Reliquias


de la Muerte. Con los tres artefactos legendarios combinados, y con
la ayuda del telescopio espacial Hubble, Voldemort pudo ver con
claridad el Cinturón de Asteroides entre Marte y Júpiter, y sobretodo,
el asteroide gigante Agartha.
¿Cuánto tiempo se iba a demorar en llegar allí?

¿ Qué iba a encontrar allí?

La primera cuestión era más enigmática que la segunda. Voldemort


sólo veía dos posibilidades, una tremendamente buena, y otra
tremendamente mala. En el mejor de los casos, allí encontraría el
Corazón de Júpiter, un artefacto legendario que ahora Voldemort
creía podía ser una computadora, en la cual se habían escrito (y se
podían reescribir) las reglas arbitrarias de la magia.

De ser así, ya no tenía razón para temer a ninguna oposición. Iba a


establecer una nueva regla de la magia: nadie podría realizar magia
de ocultación excepto él. Así, destruiría el Estatuto Internacional del
Secreto, sería invencible con respecto a cualquier otro mago,
mantendría a los Muggles bajo control y, por encima de todo eso, él
mismo no destruiría al mundo al hacerse a sí mismo demasiado
poderoso.

Un hechizo simple pero inquebrantable.

Desde luego, había otras reglas que podía crear, y otras que podría
alterar, para ser un Dios todopoderoso y omnipresente. Pero debía
considerar con mucho cuidado cada manipulación de la
computadora original.

Ahora, en el peor de los casos, en el asteroide gigante Agartha


encontraría a Ialda Baoth, el Mago del Inicio, a quien tendría que
derrotar para evitar la destrucción de todos los seres vivos, incluido
él mismo. ¿Por qué era conocida como el Mago del Inicio aunque
todo indicaba que se trataba de una mujer? A lo mejor Voldemort
tendría que preguntárselo en persona si quería una respuesta.

Tras un tiempo, Voldemort consideró que también era posible que el


peor escenario y el mejor escenario fueran igualmente verdaderos.
En ese caso, tendría que pasar por encima del Mago del Inicio para
convertirse en Dios. Cada vez que pensaba en eso, sonreía.
Los años pasaron para Voldemort. Distribuía su tiempo entre el
Programa Espacial Mágico, dirigir el Ministerio, y repeler la patética
rebelión de la Niña-Que-Revivió. Al menos no podía decir que
estuviera aburrido.

Sólo era cuestión de tiempo. Tarde o temprano, él llegaría a tener el


poder para destrozar a las mismísimas estrellas.

Nota Final (6 de Mayo de 2020)

Cuando Eliezer Yudkowsky publicó el capítulo 113 de Harry Potter y


los Métodos de la Racionalidad titulado Examen Final, recibió una
avalancha de comentarios enojados, incluyendo el mío. Al final de
ese capítulo, Yudkowsky propuso un reto a sus lectores: escribir en
los comentarios de dicho capítulo, con un plazo de 60 horas, una
estrategia para que Harry pudiera vencer a Voldemort y sus
Mortífagos al estar desnudo y no tener nada excepto su varita y la
magia de un niño de 11 años.

Como dije, me sentí muy enojado porque sentí que el problema era
imposible. Luego Yudkowsky explicó que sólo debían participar
aquellos que tuvieran tiempo y buena disposición. Entonces pedí
disculpas y propuse mi solución en un comentario. Algunos de mis
apuntes fueron tenidos en cuenta, creo, sobretodo en relación a las
Reliquias de la Muerte, pero el método verdadero fue un resultado
del esfuerzo colectivo de la comunidad, demostrando que sin
importar cuán poderoso o inteligente sea un solo individuo, no
puede vencer al esfuerzo combinado de un grupo con motivación y
suficiente entrenamiento,

Cuando empecé a trabajar en el libro final de la traducción de


HPMOR, me pareció interesante hacer el ejercicio contrario. Puesto
que la comunidad de habla Inglesa ya había encontrado una
solución positiva, ¿por qué no buscar una solución negativa? Así
que puse el reto al final del capítulo 113 para encontrar una solución
en la que Voldemort pudiera vencer y salvar la tierra a pesar de ser
el villano. Un lector, Emanuel Gomez junto con su amigo Piers,
escribió una propuesta que me pareció la más indicada para cumplir
el reto, por lo que decidí utilizarla para basarme en la escritura de
este omake.

Esto es lo último que voy a trabajar en HPMOR, y me siento triste y


alegre por igual. De ahora en adelante voy a enfocarme en ser un
escritor, en producir mis propios relatos. Siento como si fuera un
pájaro al que tiraron del nido y debe volar o estrellarse contra el
suelo.

A todos los que me acompañaron en el maravilloso viaje de la


traducción, mis profundos y sinceros agradecimientos. A los que
estén interesados en seguirme acompañando, sin garantía de éxito
pero con la promesa de no rendirme, pueden ir al al blog de Rhaidot
o ir un paso más allá y convertirse en Patrocinadores.

Existe un fanfic llamado Significant Digits ( Dígitos Significantes )


escrito por Alexander Deebus que según el propio Yudkowsky es "El
mejor fic de continuación de HPMOR ." También está Luminosity por
Alicorn que es como leer la saga de Crepúsculo pero racional. Para
cualquiera que haya disfrutado HPMOR y pueda leer en Inglés, se
los recomiendo mucho. O si alguien quiere seguir mis pasos de
traductor y hacer esos dos grandes favores a la comunidad racional
en español, tienen mi bendición.

El mismo día que hago público este omake, 6 de Mayo, también voy
a entregar a los Patrocinadores los archivos EPUB y PDF del último
libro de HPMOR (del capítulo 100 al 122) y también los archivos
omakes. Para todos los demás, deberían estar disponibles en mi
blog el 13 de Mayo para ser descargados en la sección de HPMOR .

Por su apoyo a lo largo de la traducción, gracias a todos, en


especial a mis Patrocinadores: Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez
Vargas, Nkp, Richard Nole, Kbrem, Claudio Andres Cayulao
Martinez y Javier Cruz Esquivel.

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