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LEYENDA DE MARYMOON LA MAGICA.

Las olas golpeaban fuertemente en la orilla. Era algo más de


medianoche y el viento soplaba con ímpetu. El cielo estaba totalmente
despejado y la bahía era iluminada por la luna hermosa que
resplandecía totalmente llena en el cenit. El agua cálida mojaba sus pies
produciéndole una deliciosa sensación de bienestar. Era mágico estar
ahí. Las estrellas en el cielo refulgían intensamente.

-   Qué hermoso lugar – dijo aspirando profundamente llenando sus


pulmones con la brisa marina que lo rodeaba desordenándole su rubio
cabello.

Siguió caminando por la playa disfrutando de la magia que había


encontrado esa noche. Estaba maravillado. El espectáculo natural que
tenía ante sus ojos era realmente magnífico.

Había anclado al despuntar el alba en el puerto de Cartagena de Indias


en el Mar Caribe Colombiano. Durante todo el día había estado con sus
princesas paseando por la ciudad amurallada llena de magia y de
historia; pero esa noche se había escabullido para pasear solo por la
playa. Necesitaba pensar, recordar. Pensaba en ella, la nueva integrante
de su tripulación a la que había ido a buscar, aquella hermosa mujer
que había visto en sus sueños. Pero ¿cómo encontrarla?, solo sabía que
ella estaría ahí, en Cartagena, ella misma se lo había dicho en sus
sueños. Solo podía recordar sus ojos y su cabello. Nada más. Era lo
único que veía. Su largo cabello negro ondeando con el viento y sus
intensos ojos marrones que lloraban sin cesar; y su melodiosa voz
diciendo casi en un susurro  “Cartagena”…

-   ¿Qué haré? – Se preguntaba contrariado – Esta bahía es muy grande


y hay muchas hermosas damas parecidas a ella. Tendré que decirle a mi
revoltosa Angee que me ayude a buscarla, pero ¿Cómo?, no puedo solo
decirle “necesito buscar una chica de cabello largo y negro y ojos color
café oscuro que vi en mis sueños”; seguramente se reirá y luego gritará
– sonrió ante la imagen en su mente de su revoltosa – Oh! Dios esto es
muy difícil…
Suspiró profundamente para seguir caminando por la playa. Con el
pantalón doblado hasta las rodillas y sus manos en los bolsillos, la
imagen del Pirata Anthony Ojos Azules era como sacada de un cuento.
El viento le desordenaba a su antojo el cabello el cual al igual que su 
blanca camisa resplandecía a la luz de la luna. Caminaba mirando la
bahía, absorto en sus pensamientos. De pronto la vio… tal como en sus
sueños. Su largo cabello negro ondeando con el fuerte viento, tenía un
delicado vestido blanco cuya falda también ondeaba con el viento. No lo
podía creer, su corazón saltaba de alegría. Casi corriendo se acercó a
ella para observarla más de cerca. Ella lloraba en silencio.

-   Es hermosa – pensó al verla de cerca.

-   No llores por favor, pecosa – le dijo al ver de cerca su rostro bañado
en lagrimas iluminado por la luz de la luna que dejaba ver claramente
sus muchas pecas. Ella no lo miraba…

-   Ven conmigo hermosa, he venido a buscarte – le ofrecía su mano.

Ella se volvió a mirarlo. Al ver sus hermosos ojos azules quedó


perdidamente prendada de ellos. El pudo confirmar que era la chica que
veía en sus sueños al ver la profundidad de su mirada color café oscuro.
Ella extendió su mano para tomar la de él sin pronunciar palabra. Al
recibir su mano, Anthony se la llevó a sus labios para besarla.

-   ¿Cómo te llamas? – le preguntó con voz suave sin dejar de besar su


mano.

-   Soy Mary… dijo ella con la voz ahogada por las lágrimas.

-   Desde hoy serás mi Mary luz de luna. No; serás Mary Luna

-   Seré tú Mary Luna – le respondió ella sin dejar de llorar

-   Marymoon, la Mágica; porque tu luz es magia ante mis ojos – Llevó


su mano libre a los ojos de ella para secarle las lágrimas - Ahora ¿que
hago para que dejes de llorar?... Déjame ver que traigo en mis bolsillos
– le dijo soltándole la mano y llevando sus manos a los bolsillos de su
pantalón para buscar algo que darle a Mary – Mira tengo un chocolate –
dijo al sacarlo de su bolsillo para examinarlo. Estaba derretido en su
empaque por efecto del calor de su cuerpo – Ese se lo quité a Angee. Lo
saqué de su cofre de dulces – Anthony volvía a sonreír al imaginar la
cara de Angee cuando se diera cuenta que le hacía falta un chocolate.

Marymoon extendió su mano para recibir el pequeño presente. Al


tenerlo en su mano se le iluminó la mirada deteniendo las lágrimas que
salían sin cesar de sus ojos y sonrió ampliamente. Levantó su otra mano
para cubrir con ella delicadamente el chocolate. Al retirarla, dejó al
descubierto una pequeña fuente de cristal donde estaba una  fresa
cubierta con el chocolate derretido. Anthony se sorprendió.

-   Marymoon La Mágica, no me equivoqué…

Mary tomó la fresa cubierta de chocolate para dársela amorosamente a


su ahora dueño. El la recibió complacido saboreando el delicioso sabor
de la fruta mezclado con el chocolate. Ella sonreía haciéndola ver
maravillosa. De pronto una intensa luz acompañada de un fuerte viento
los envolvió. Cuando el viento cesó estaban en la cubierta del barco…

Se dice que desde esa fantástica noche, Marymoon, ahora también


llamada la Mágica, pertenece a la selecta tripulación del barco del pirata
Anthony Ojos Azules, a quien ama más que a ella misma. Valiente
guerrera en cuerpo y alma es capaz de dar su vida por su amado Pirata.
Siempre se le ve silenciosa disfrutando de la brisa nocturna en la
cubierta del gran barco; pero no hay que confiarse de ese silencio que la
acompaña, pues se dice que es su arma más mortal. Cuando el silencio
la embarga es porque está planeando su próximo ataque que lanza en
forma de fics y minifics llenos de romanticismo y aventura los cuales
agita y paraliza corazones, saca lágrimas hasta a los más fuertes
enemigos y  arranca miles de suspiros de todos aquellos que leen sus
historias. También es conocido su ataque mágico de chocolate capaz de
hacer perder la cordura de los pensamientos hasta de los más recatados
lectores. Por eso, tengan cuidado. Recuerden que mientras más
silenciosa la vean, más peligroso será su ataque.

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