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Composición y Estructura de la ictiofauna de ríos y arroyos costeros de la


Sierra Nevada de Santa Marta, Caribe Colombiano.

Chapter · January 2015

CITATIONS READS

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4 authors, including:

Francisco Antonio Villa-Navarro Paula Sánchez Duarte


University of Tolima Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
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SEE PROFILE SEE PROFILE

Carlos Lasso
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt
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SEE PROFILE

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Conservation status and distribution of freshwater fish in the tropical Andes View project

Reporte de Salud para las zonas hidrográficas de los ríos Meta y Guaviare y la subzona hidrográfica del río Bita. View project

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SERIE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS
Y PESQUEROS CONTINENTALES
DE COLOMBIA

XII. CUENCAS
PERICONTINENTALES
DE COLOMBIA
ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA
TIPOLOGÍA, BIODIVERSIDAD, SERVICIOS
ECOSISTÉMICOS Y SOSTENIBILIDAD DE
LOS RÍOS, QUEBRADAS Y ARROYOS
COSTEROS

Carlos A. Lasso, Juan Felipe Blanco-Libreros


y Paula Sánchez-Duarte
(Editores)
Este libro es dedicado a la memoria de Frederick N. Scatena (1954-2013),
geomorfólogo, hidrólogo y ecólogo, quien nos enseñó desde los altos de Bisley,
el curso del río Mameyes y otros ríos en la Sierra de Luquillo en Puerto Rico, la
importancia de los estudios interdisciplinarios a largo plazo para el manejo de
las cuencas hidrográficas tropicales.
Gracias maestro y amigo!

A Camilo Ernesto Rincón-López (1977 - 2014),


en reconocimiento a su labor formativa y entusiasmo en el estudio
y conservación del Pacífico y Chocó colombiano.
C. A. Lasso
© Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Impresión: JAVEGRAF – Fundación Cultural
Alexander von Humboldt. 2015 Javeriana de Artes Gráficas

Los textos pueden ser citados total o parcialmente Impreso en Bogotá, D. C., Colombia, febrero de 2015
citando la fuente. - 1.000 ejemplares.

SERIE EDITORIAL RECURSOS Citación sugerida


HIDROBIOLÓGICOS Y PESQUEROS Obra completa: Lasso, C. A., J. F. Blanco-Libreros y
CONTINENTALES DE COLOMBIA P. Sánchez-Duarte (Editores). 2015. XII. Cuencas peri-
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos continentales de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela:

COMITÉ CIENTÍFICO
Alexander von Humboldt (IAvH). tipología, biodiversidad, servicios ecosistémicos y
sostenibilidad de los ríos, quebradas y arroyos cos-
Editor: Carlos A. Lasso. teros. Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y
Pesqueros Continentales de Colombia. Instituto de
Revisión científica: Donald Taphorn y Ricardo Investigación de Recursos Biológicos Alexander von
Restrepo. Humboldt (IAvH). Bogotá, D. C., Colombia.

Revisión de textos: Carlos A. Lasso y Paula Capítulos o casos de estudio: Blanco-Libreros,


Sánchez-Duarte. J. F., E. Contreras y L. P. Giraldo. 2015. El flujo y • Anabel Rial Bouzas (BioHábitat A. C. y consultora independiente)
transformación de la materia orgánica: proceso • Aniello Barbarino (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias – INIA,
Fotos portada: Diana Morales-Betancourt, Juan ecosistémico maestro en las cuencas pericontinen-
Felipe Blanco, Oscar M. Lasso-Alcalá y Carlos A. tales. Capítulo 6. Pp. 171-187. En: Lasso, C. A., J. Venezuela)
Lasso. F. Blanco-Libreros y P. Sánchez-Duarte (Editores). • Antonio Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela)
2015. XII. Cuencas pericontinentales de Colombia, • Carlos Barreto-Reyes (Fundación Humedales, Colombia)
Fotos contraportada: Luis José García-Melo y A. Ecuador, Perú y Venezuela: tipología, biodiversidad,
Cabrera. servicios ecosistémicos y sostenibilidad de los ríos, • Carlos A. Rodríguez Fernández (Fundación Tropenbos, Colombia)
quebradas y arroyos costeros. Serie Editorial Recur- • Célio Magalhães (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia INPA/CPBA, Brasil)
Foto portada interior: Diana Morales-Betancourt. sos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de
• Donald Taphorn (Universidad Experimental de los Llanos – Unellez, Venezuela)
Colombia. Instituto de Investigación de Recursos
Diseño y diagramación: zOOm diseño S.A.S. - Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá, • Edwin Agudelo-Córdoba (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas -
Luisa Fernanda Cuervo G. D. C., Colombia. Sinchi, Colombia)
• Fernando Trujillo (Fundación Omacha, Colombia)
• Francisco de Paula Gutiérrez (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia)
Cuencas pericontinentales de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela: tipología, biodiversidad, servicios ecosis-
témicos y sostenibilidad de los ríos, quebradas y arroyos costeros / editado por Carlos A. Lasso, Juan F. Blanco- • Germán Galvis Vergara (Universidad Nacional de Colombia)
Libreros y Paula Sánchez-Duarte; Serie Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia, XII • Hernando Ramírez-Gil (Universidad de los Llanos - Unillanos, Colombia)
-- Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, 2015. • Hernán Ortega (Universidad Nacional Mayor de San Marcos – UNMSM, Perú)
455 p.: il., col.; 16.5 x 24 cm. • Jaime De La Ossa (Universidad de Sucre, Colombia)
Incluye bibliografía, fotografías y tablas • John Valbo Jørgensen (Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO)
ISBN DIGITAL: 978-958-8889-26-9
• Josefa C. Señaris (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Venezuela)
1. Peces. 2. diadromía. 3. macroinvertebrados acuáticos. 4. hidroclimatología. 5. anfidromía. 6. Colombia. 7. Ecua- • Luz F. Jiménez-Segura (Universidad de Antioquia, Colombia)
dor. 8. Perú. 9. Venezuela. • Mauricio Valderrama Barco (Fundación Humedales, Colombia)
I. Lasso, Carlos A. (Ed.) II. Blanco-Libreros, Juan F. (Ed) III. Sánchez-Duarte, Paula (Ed) IV. Instituto de Investi-
gación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
• Myriam Lugo Rugeles (Universidad Nacional de Colombia)
• Ramiro Barriga (Escuela Politécnica Nacional, Quito, Ecuador)
CDD: 577.64098 Ed. 23 • Ricardo Restrepo M. (Universidad Santo Tomas de Aquino – USTA, Colombia)
Número de contribución: 505
Registro en el catálogo Humboldt: 14944 • Ricardo Rosa (Universidad Federal de Paraiba, Brasil)
• Rosa E. Ajiaco-Martínez (Universidad de los Llanos – Unillanos, Colombia)
Catalogación en la publicación – Biblioteca Instituto Humboldt – Nohora Alvarado

Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican
la expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander
von Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones o políticas del
Instituto, ni la citación de nombres, estadísticas pesqueras o procesos comerciales. Todos los aportes y opiniones
expresadas son de la entera responsabilidad de los autores correspondientes.
J. F. Blanco
TABLA DE CONTENIDO
Presentaciones 9

Prólogo 13

Autores y afiliaciones 15

Agradecimientos 19

Resumen ejecutivo 21

Executive summary 25

Introducción 29

1. ¿Qué es una cuenca pericontinental? 35

2. Generalidades del entorno geológico e hidro-climatológico de las


cuencas pericontinentales 67

3. La diadromía como convergencia evolutiva en peces, crustáceos decá-


podos y gasterópodos en las cuencas pericontinentales de Colombia 95

4. Camarones asociados a las aguas pericontinentales (ríos, quebradas y


arroyos costeros), de la vertiente Caribe y Pacífico, incluyendo la
región insular de Colombia 119

5. La entomofauna y otros macroinvertebrados acuáticos de sistemas


insulares y pericontinentales de las cuencas del Pacífico y Caribe,
Colombia 141

6. El flujo y transformación de la materia orgánica: proceso ecosistémico


maestro en las cuencas pericontinentales 171

Desembocadura del río Piedras, Magdalena, Colombia. Foto: Carlos A. Lasso 7


J. C. Señaris
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

TABLA DE CONTENIDO

P.Jiménez-Prado

7. Servicios ecosistémicos, cambios globales y sostenibilidad dentro de


las cuencas pericontinentales de Colombia. 189

8. Casos de estudio 229

Colombia 230

8.1. Isla Gorgona 231

PRESENTACIONES
8.2. Serranía del Baudó 241
8.3. Serranía del Darién 257
8.4. Serranía de San Jacinto 267
8.5. Peces de las aguas interiores del Archipiélago de San Andrés, Providen-
cia y Santa Catalina, Colombia: diversidad, amenazas y recomendacio-
nes para su conservación 277
8.6. Biota acuática de la serranía de La Macuira, Parque Nacional Natural
Colombia no es solo un país “megadiver- contexto la contribución de las pesquerías
Macuira, Guajira colombiana 293
so” en términos de especies, sino que lo como elemento fundamental de la seguri-
8.7. Composición y estructura de la ictiofauna de ríos y arroyos costeros de
es también a nivel de ecosistemas. Tra- dad alimentaria colombiana. Ahora bien,
la Sierra Nevada de Santa Marta, Caribe colombiano 315 dicionalmente estamos acostumbrados hay un sinnúmero de pequeños ríos, arro-
a mostrar nuestros ambientes terrestres yos y quebradas costeras -definidas en este
Ecuador 338 como la imagen de lo que es Colombia en libro como cuencas pericontinentales- en
el contexto internacional, dada la riqueza las vertientes del Pacífico y Caribe, inclui-
8.8. Peces de los afluentes de la costa del Ecuador: composición, ecosistémica que alberga nuestro territo- da la región insular, que son de gran im-
biogeografía, aspectos ecológicos, uso y conservación 339 rio. Amazonia, Orinoquia, Andes, Caribe portancia para la población colombiana,
8.9. La cuenca del río Santiago-Cayapas, provincia de Esmeraldas, norocci- y Chocó Biogeográfico son ya expresiones tanto en las grandes ciudades costeras
dente del Ecuador: importancia en las comunidades locales y relación biogeográficas frecuentes en nuestro dis- como en las pequeñas poblaciones de los
con las actividades industriales 363 curso cuando nos referimos a la biodiver- lugares más apartados de nuestra geogra-
sidad colombiana, pero los asociamos, por fía. Son estos sistemas los que aportan el
Perú 378 lo general, a los ecosistemas terrestres y recurso hídrico, como agua potable, riego,
nos olvidamos, casi siempre, de la gran ri- ganadería, entre otros, de vital impor-
8.10 Ríos y arroyos costeros representativos del Perú: caracterización, diver- queza hídrica y biodiversidad acuática de tancia para la subsistencia regional, en
sidad de la biota acuática y amenazas a la conservación 379 Colombia. especial en las regiones secas del Caribe
colombiano. Adicional a esto, son fuente
Venezuela 396 Las cinco grandes cuencas hidrográficas de alimento (peces, crustáceos y moluscos)
que surcan nuestro país, Amazonas, Ori- como recurso de subsistencia e incluso, en
8.11. Ictiofauna dulceacuícola de la cuenca del río Tuy, vertiente Caribe, noco, Caribe, Magdalena y Pacífico, po- algunos casos, de cierta relevancia econó-
Venezuela: composición, uso y conservación 397 sicionan también a Colombia como una mica, incluido el turismo. Los servicios de
8.12. Ríos costeros y sus ictiofaunas en el occidente de Venezuela: biogeogra- potencia en biodiversidad. La gran riqueza provisión, regulación, hábitat y culturales,
fía y conservación 415 de especies y el elevado nivel de endemis- que brindan estas cuencas pericontinen-
8.13. Biodiversidad acuática (peces, crustáceos y moluscos), de los ríos coste- mo en peces y cangrejos dulceacuícolas tales, son entonces la base para el sosteni-
ros del Litoral Central, vertiente Caribe, Venezuela: composición, uso y continentales, por citar un par de grupos miento de muchas comunidades rurales y
conservación 433 biológicos, son ejemplo de ello. Los servi- de nuestras ciudades.
cios ecosistémicos que brindan estas gran-
des cuencas, en especial la pesca, ya fueron El libro que hoy presentamos y que inclu-
objeto de estudio por parte del Instituto ye la participación de 37 investigadores
Humboldt años atrás cuando pusimos en pertenecientes a 17 instituciones, recoge

8 9
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PRESENTACIONES

P.Jiménez-Prado

todos los aspectos mencionados y resalta Perú y Venezuela) con los cuales comparti- Cuando comenzamos a trabajar en el mun- La experiencia de los autores, cuyas for-
la importancia de estas cuencas también mos muchos elementos de la biodiversidad do de las cuencas hidrográficas, es difícil maciones multidisciplinarias entrelazan
desde el punto de vista ecológico y/o evo- en las cuencas del Pacífico y el Caribe. Es- comprender en su totalidad la compleji- el conocimiento hidrológico y físico-te-
lutivo, como es el caso de la diadromía y el peramos que esta contribución llene parte dad de las interacciones en estos sistemas. rrestre, sirve de marco a las cuencas, se-
flujo y transformación de la materia orgá- del vacío existente sobre el conocimiento Pensamos ingenuamente, por ejemplo, guido por elementos bióticos particulares,
nica. Todos estos sistemas son caracteriza- de estas regiones tan singulares e impor- que trabajaremos sólo con un aspecto, y culmina en describir dinámicas ecológi-
dos en detalle y se realiza un análisis so- tantes para el país y sean objeto de espe- como la biología de fauna acuática. Pero al cas inclusivas de la dimensión social. Que-
bre el impacto del cambio global sobre los cial atención por parte de los tomadores cabo de poco tiempo, y con los mentores da claro que quienes promueven y defien-
mismos. Finalmente, si bien esta obra está de decisiones frente a unas amenazas que apropiados, uno llega a entender que hay den el concepto de los caudales ecológicos
centrada en Colombia, se consideran ca- avanzan sin parar. que ubicar las interacciones, los ciclos de y ambientales, por encima de los caudales
sos de estudio de países vecinos (Ecuador, vida y la dieta de esta fauna dentro, de los mínimos, están comprometidos a enten-
varios “cauces” del conocimiento que se der la complejidad y los aspectos dinámi-
encuentran actuando dentro de las cuen- cos de estos sistemas que abarcan la hidro-
Brigitte L. G. Baptiste cas hidrográficas. logía, biología y el paisaje socio-ecológico
Directora Instituto de Investigación donde todos habitamos.
de Recursos Biológicos Alexander von Este texto es un reflejo del trayecto crea-
Humboldt tivo e intelectual por el cual pasamos los A raíz del compromiso de los autores con
que trabajamos desde la perspectiva de los la sostenibilidad de los sistemas acuáticos,
estudios de cuencas. Aunque como cien- y las cuencas en su definición más amplia,
tíficos podemos tener especializaciones se da esta recopilación de investigaciones
en nuestras investigaciones, en el cami- científicas y estudios de caso. El conoci-
no de nuestra formación visitamos todas miento se presenta en el contexto del pai-
las áreas del conocimiento, tanto físico y saje socio-ecológico, sin menoscabar deta-
biológico, como social, pues tenemos para lles de la sinergia de la biodiversidad. Al fin
con nuestra sociedad el deber de entender del día, este conocimiento es fundamental
a cabalidad lo que ocurre en las cuencas. para que se lleven a cabo acciones de mane-
jo apropiadas y necesarias para las cuencas.
Esto se debe a que, para entender la bio-
diversidad de los sistemas acuáticos en un Ahora nos toca como lectores actuar de
contexto ecológico y de sostenibilidad, hay manera conciliadora para asegurar que se
que considerar que todos los ríos, las que- lleven a cabo los trabajos que conduzcan a
bradas y los arroyos existen en un entorno enriquecer aún más nuestro conocimiento
físico, biológico y social, en un paisaje di- y bienestar socio-ecológico dentro de cada
námico e interconectado. una de las cuencas donde vivimos.

Tamara Heartsill Scalley, Ph.D.


Instituto Internacional de
Dasonomía Tropical
Servicio Forestal de los Estados Unidos
Río Piedras, Puerto Rico

10 11
C. A. Lasso
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PRÓLOGO

PRÓLOGO
Un libro para la historia 1975). Paralelamente en los Estados Uni-
dos de América, el Servicio Forestal de ese
Cuando los ecólogos pensamos en ríos, la país comenzó estudios de cuencas hidro-
ciencia que nos viene a la mente es la lim- gráficas en las cabezeras de ríos montanos
nología, un campo relativamente joven (Gottfried et al. 2014). Estos estudios ini-
(aproximadamente 130 años) que comen- cialmente tenían un enfoque hidrológico
zó con un énfasis exclusivo en los lagos. y dasonómico y establecieron la relación
El estudio de los ríos como sistemas eco- entre la hidrología y el funcionamiento de
lógicos tomó auge en los últimos 50 años bosques riparios, es decir, la relación entre
tanto en la zona templada como en la tro- el río y el entorno terrestre en su cuenca
pical, pues no había razón para pensar que hidrográfica.
el funcionamiento de estos sistemas fue-
se distinto en las diferentes latitudes del La evolución del estudio de cuencas hi-
planeta. Los ríos siempre se han estudiado drográficas culminó con un cambio en
desde un punto de vista funcional para ex- la forma de pensar sobre los ríos con la
plicar cómo las condiciones físicas y quí- propuesta de que para entender estos sis-
micas de sus aguas reflejan las tierras por temas era necesario un enfoque más am-
donde discurren. El componente biótico plio, surgiendo así el nuevo paradigma de
de los ríos, particularmente en los trópi- la hidroecología (Zalewski et al. 1997). La
cos, se ha estudiado desde el punto de vis- hidroecología estudia los ríos y cuencas
ta de su historia natural y en forma aisla- hidrográficas holísticamente y en forma
da al estudio hidrológico, físico y químico integrada. En el pasado se estudiaban
de las aguas. En los trópicos la limnología todos los componentes de estos sistemas
enfatizó los grandes sistemas fluviales de pero cada científico lo hacía aisladamen-
la región tales como los ríos Congo, Volta, te desde el punto de vista de su especia-
Nilo, Zambezi y Amazonas. lidad. Libros como el editado por Junk
(1997) sobre el bosque ribereño del río
En el río Amazonas los trabajos pioneros Amazonas contienen excelentes trabajos
de científicos alemanes establecieron las de cada uno de los componentes de este
bases del funcionamiento geoquímico y gran humedal, con capítulos de síntesis al
ecológico de sus sistemas acuáticos (Sioli final del libro.

Río Piedras, Santa Marta, Colombia. Foto: C. A. Lasso 13


P. Sánchez-D.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PRÓLOGO

P.Jiménez-Prado

Frederick N. Scatena, a quien este libro Literatura citada


está dedicado, estableció estudios hidro- • Gottfried, G. J., P. F. Ffolliott, K. N. Brooks,
ecológicos en el Bosque Experimental de R. K. Kolka, C. B. Raish y D. G. Neary. 2014.
Luquillo comenzando en 1988 y con ese Contributions of studies on experimental
forests to hydrology and watershed mana-
esfuerzo creó una tradición de estudios a
gement. Capítulo 14. Pp. 311-340. En: D.
largo plazo de cuencas hidrográficas en el C. Hayes, S. L. Stout, R. H. Crawford y A.
Neotrópico caribeño. Los estudios del Dr. P. Hoover (Eds.). USDA Forest Service Ex-
Scatena y sus colaboradores impulsaron perimental Forests and Ranges: research
una nueva era en la conservación de los
ríos de Puerto Rico. Gracias a estudiantes
del Dr. Scatena como Juan Felipe Blanco- •
for the long-term. Springer, New York, NY,
USA.
Junk, W. J. (Ed.). 1997. The Central Ama-
AUTORES Y AFILIACIONES
Libreros, co-editor de este trabajo, esa in- zon floodplain: ecology of a pulsing sys-
fluencia ha tocado a colegas en otros paí- tem. First edition. Springer Verlag, New
York, NY, USA. 528 pp.
ses latinoamericanos. Este libro es pues,
• Sioli, H. 1975. Tropical rivers as expres- Corporación para el Desarrollo Mónica A. Morales-Betancourt
histórico ya que representa un paso de sions of their terrestrial environments. Ca-
avance en el estudio de los ríos latinoa- Sostenible del Archipiélago de mmorales@ humboldt.org.co
pítulo 19. Pp. 275-311. En: F. B. Golley y E. San Andrés, Providencia y Santa
mericanos. Aunque no soy experto en este Medina (Eds.). Tropical ecological systems:
Catalina-CORALINA Paula Sánchez-Duarte
campo, es la primera vez que veo una obra trends in terrestrial and aquatic research.
Coordinación Áreas Protegidas y psanchez@humboldt.org.co
tan completa dedicada exclusivamente a la Springer Verlag, New York, NY, USA.
• Zalewski, M., G. A. Janauer y G. Jolánkai
Biodiversidad
hidroecología de ríos latinoamericanos. La
(Eds.). 1997. Ecohydrology: A new para- Instituto Venezolano de
profundidad del análisis en este libro será Nacor Bolaños
digm for the sustainable use of aquatic Investigaciones Cientificas – IVIC
un ejemplo a seguir por subsiguientes in- areas.protegidas@coralina.gov.co
resources. International Hydrological Pro-
vestigadores y representa una aportación gramme, UNESCO, Paris. 58 pp. Katiusca Del Valle González-Oropeza
fundamental al conocimiento del funcio- Escuela Politécnica Nacional, gonzalez.katiusca@hotmail.com
namiento y valor ecológico de los ríos lati- Instituto de Ciencias Biológicas,
noamericanos. Si el Dr. Scatena estuviese Quito, Ecuador Universidad Central de Venezuela
vivo, estaría muy satisfecho al ver que su (UCV), Venezuela
trabajo en Puerto Rico aportó un granito Ariel E. Lugo Ramiro Barriga
Facultad de Ciencias Económicas y
de arena al avance de la ciencia hidroeco- Río Piedras, Puerto Rico. ramiro.barriga@epn.edu.ec
Sociales
lógica neotropical. 2 de febrero de 2015 Área de Gestión en Investigación y
Fundación La Salle de Ciencias
Desarrollo
Naturales, Museo de Historia Natural
La Salle, Venezuela
Amyra Cabrera
Evelin Lira amyracabrera@yahoo.com
elira@hotmail.com
Universidad Mayor de San Marcos,
Oscar M. Lasso-Alcalá Lima, Perú
oscar.lasso1@fundacionlasalle.org.ve Museo de Historia Natural
Departamento de Ictiología
Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander von Hernán Ortega
Humboldt, Colombia hortega.musm@gmail.com

Carlos A. Lasso Jessica Espino


classo@humboldt.org.co jessespino@gmail.com

14 15
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

AUTORES Y AFILIACIONES

P. Sánchez-D.

José Marchena Universidad Centroccidental Departamento de Biología Universidad Pedagógica y Tecnológica


jmarchena132@gmail.com Lisandro Alvarado (UCLA), Venezuela de Colombia
Decanato de Agronomía Ada Acevedo Unidad de Ecología en Sistemas Acuáticos
Lisveth Valenzuela Museo de Ciencias Naturales adacevedoal@unal.edu.co
lisveth.mvm@gmail.com Angela Motta
Douglas Rodríguez-Olarte Laboratorio de Macroinvertebrados angelitaconejon@gmail.com
Maricell Armas douglasrodriguez@ucla.edu.ve Acuáticos
yeciran@gmail.com Pontificia Universidad Católica del
Margenny Barrios Daniela Cortés-Guzmán Ecuador, Sede Esmeraldas
Silvia Valenzuela margennybarrios@gmail.com dacortesgu@unal.edu.co
silviavalenzuelar@gmail.com Eduardo Rebolledo Monsalve
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Rodulfo Ospina edurebolledo@yahoo.com
Universidad de Antioquia, Colombia Lozano, Colombia rospinat@unal.edu.co
Facultad de Ciencias Exactas y Grupo de Limnología Pedro Jiménez Prado
Naturales Sede Caribe pedro.jimenez@pucese.edu.ec
Instituto de Biología Magnolia Longo CECIMAR
magnoliac.longos@utadeo.edu.co
Juan Felipe Blanco-Libreros Arturo Acero-P.
juan.blanco@udea.edu.co Universidad de La Guajira, Colombia aacerop@unal.edu.co
Camilo Escobar Sierra
Cristian Granados-Martínez
miloes114@gmail.com
biolocristiam@gmail.com
Eliana Contreras
Universidad del Tolima, Ibagué,
contreras.eliana5@gmail.com
Colombia
Facultad de Ciencias
Lina Paola Giraldo
ligisa22@gmail.com Grupo de Investigación en Zoología

Andrea Arroyave Rincón Francisco A. Villa-Navarro


andrea.biora@gmail.com favilla@ut.edu.co

Juan David Carvajal Universidad Nacional Experimental


juanchocarvajal@gmail.com de los Llanos Occidentales
(UNELLEZ), Venezuela
Grupo de Ictiología Museo de Ciencias Naturales Guanare

Luz Fernanda Jiménez Críspulo Marrero


luz.jimenez@udea.edu.co krispulom@gmail.com

Universidad Bolivariana de Universidad Nacional de Colombia


Venezuela (UBV) Sede Bogotá
Centro de Estudios Ambientales Instituto de Ciencias Naturales

Jorge Coronel Martha R. Campos


jluiscoronel@gmail.com mhrochad@unal.edu.co

16 17
J. C. Señaris
AGRADECIMIENTOS
Juan Felipe Blanco-Libreros agradece a la Norteamérica (NSF por sus siglas en in-
Unidad Administrativa Especial de Par- glés), a la Universidad de Puerto Rico (Río
ques Nacionales Naturales por el permiso Piedras) y al Servicio Forestal de los Es-
de investigación en el PNN Gorgona y el tados Unidos (Instituto Internacional de
convenio de cooperación en el PNN Utría; Dasonomía Tropical) por la financiación
a la Corporación para el Desarrollo Sosteni- de la investigación en Puerto Rico a través
ble de la Región de Urabá (CORPOURABÁ) del Programa de Investigaciones Ecológicas
por los varios convenios de investigación a Largo Plazo en el Bosque Experimental
que han financiado el trabajo en la cuenca de Luquillo. Este libro es una contribución
del río Turbo y el golfo de Urabá; al Con- del Grupo de Investigación ELICE (Ecolo-
sejo Comunitario Negro de Acandí y Chocó gía Lótica: Islas, Costas y Estuarios) de la
Norte (COCOMANORTE) y al Instituto de Universidad de Antioquia, reconocido por
Investigaciones Ambientales del Pacífico COLCIENCIAS. Finalmente, se agradece
por la autorización y financiación, respec- a la dirección y subdirección del Instituto
tivamente, de la investigación en el corre- Alexander von Humboldt por apoyar su
gimiento de Capurganá (Acandí, Chocó). edición.
A la Gobernación de Antioquia (Programa
Expedición Antioquia) por la financiación Algunas de las ideas presentadas en el Ca-
del proyecto “Expedición Estuarina, golfo pítulo 1 fueron refinadas durante el Semi-
de Urabá”, a la Reserva de la Sociedad Ci- nario de Postgrado en Ecología Lótica de la
vil Sanguaré (golfo de Morrosquillo) por Universidad de Antioquia, en el que parti-
permitir el acceso a su área para la toma ciparon Lina Paola Giraldo, Eliana Contre-
de fotografías y muestreo de los arroyos, y ras-Martínez, Andrea Arroyave-Rincón y
al Comité de Investigación de la Universi- Camilo Escobar-Sierra.
dad de Antioquia por la financiación de los
proyectos de investigación en Gorgona, Ca- El estudio de los camarones fue comple-
purganá, Turbo y los arroyos de la vertiente mentado gracias a las colecciones de la
oriental de la Serranía de San Jacinto (mu- Universidad de Antioquia (J. F. Blanco-
nicipios de Toluviejo y San Onofre, Sucre). Libreros) y la Universidad del Tolima (F.
Se agradece a la Fundación de Ciencias de Villa-Navarro).

Arroyo Kajashiwoü, La Macuira. Foto: C. A. Lasso. 19


P. Sánchez-D.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

AGRADECIMIENTOS

P.Jiménez-Prado

Los autores del caso de estudio “Composi- Las prospecciones ictiológicas y carcino-
ción y estructura de la ictiofauna de ríos lógicas en el Archipiélago de San Andrés,
y arroyos costeros de la Sierra Nevada de Providencia y Santa Catalina (2011-2013)
Santa Marta, Caribe colombiano”, agrade- fueron apoyadas por Coralina. Agradece-
cen a Alexi Ernesto Cusva Verdugo por la mos a Elizabeth Taylor, Opal Bent, Gio-
elaboración de los mapas y la información vanna Peñaloza, Federico Archibold, Glo-
de coberturas de tierras. A Luis José Gar- ria Hinestrosa, Santiago Posada, Suheidy
cía-Melo por las fotografías. Borden y Lauriana Taylor, por su apoyo du-

RESUMEN EJECUTIVO
rante nuestras visitas y trabajo de campo.
Los autores del caso de estudio “Ríos cos-
teros y sus ictiofaunas en el occidente de Los trabajos de campo de los ríos costeros
Venezuela: biogeografía y conservación”, del Litoral Central de Venezuela fueron
señalan que este trabajo es el resulta- financiados por la Fundación La Salle de
do de actualización de información ge- Ciencias Naturales (Museo de Historia
nerada en los proyectos CDCHT-UCLA Natural), PROVITA y Conservación Inter-
En el marco del Plan Operativo Anual criterios de clasificación: 1) geomorfología
(Proyectos: 043-AG-2001, 042-AG-2002, nacional Venezuela.
(2014) del Programa de Biología de la y geología, 2) hidrología, 3) procesos eco-
001-DAG-2005), FONACIT (Proyecto S1-
Conservación y Uso de la Biodiversidad sistémicos de cabecera, 4) estrategia de
2000000777) y EIA-PROVITA (Proyecto Los editores agradecen a los colegas que
del Instituto de Investigación de Recursos vida de los macro-consumidores acuáticos
2006-08) y agradecen a Donald C. Ta- aportaron fotografías: Andrea Aroyave-
Biológicos Alexander von Humboldt, se (dominancia de la diadromía), 5) ictiofau-
phorn por su labor de asesoría. Rincón, Amyra Cabrera, Centro de In-
llevó a cabo el estudio “Cuencas pericon- na dulceacuícola primaria, y 6) rasgos eco-
vestigación y Desarrollo de la Pontificia
tinentales de Colombia, Perú, Ecuador y lógicos de la entomofauna acuática. En el
El estudio de la biota acuática de la Se- Universidad Católica del Ecuador - sede
Venezuela: tipología, biodiversidad, ser- segundo capítulo, se tratan las generalida-
rranía de la Macuira fue posible gracias Esmeraldas (CID-PUCESE), Camilo Es-
vicios ecosistémicos y sostenibilidad de des del entorno geológico e hidro-climato-
a la colaboración de PNN de Colombia, cobar-Sierra, Claudia Medina, Cristian
los ríos, quebradas y arroyos costeros”, lógico de las cuencas pericontinentales del
particularmente del Director del Parque Enrique Granados-Martínez, Diana Mo-
proyecto que forma parte de una línea de país ubicadas en los relieves satélites de
Robinson González Tarazona y el apoyo rales-Betancourt, Josefa Celsa Señaris,
investigación sobre los recursos hidro- las dos costas colombianas y en las islas.
invaluable durante el trabajo de campo Juan David Carvajal-Quintero, Gian Carlo
biológicos y pesqueros continentales de Estos son sistemas geológica y climatoló-
de los guardaparques Onésimo Añez y Sánchez-Garcés, Gonzalo Urrea, Luis José
Colombia. Para liderar este proceso edi- gicamente diversos. La litología es ígnea,
Alexander González. Un agradecimiento García-Melo, Pedro Jiménez Prado, Ra-
torial se contó con la participación de la metamórfica o sedimentaria, o una mez-
especial a la comunidad de Kajashiwoü y miro Barriga, Magnolia Longo, Katiusca
Universidad de Antioquia, junto a 16 or- cla de ellas, como producto de la compleja
al Profesor Alberto González Iguarán. A González-O., Oscar Miguel Lasso-Alcalá,
ganizaciones (universidades, ONG, entre interacción de procesos volcánicos, tectó-
Hernándo García (IAvH) por la coordina- Hernán Ortega, José Marchena, Lisveth
otras) de cuatro países. Este incluyó la co- nicos y erosivos. Tal complejidad ha gene-
ción de la expedición. Valenzuela y Sandra Valenzuela.
laboración y coautoría de 37 expertos que rado una gran variedad de geomorfologías
aportaron información al documento. Con fluviales que, básicamente, difieren en las
esta publicación se quiere presentar una alturas máximas y longitudes de las cuen-
definición de las cuencas pericontinenta- cas, las cuales permiten agruparlas con
les o periféricas y una propuesta ecológica respecto a su coeficiente de relieve. Por
de múltiples criterios para elaborar una otra parte, la hidroclimatología es igual-
tipología en Colombia. mente compleja, debido a la operación de
procesos atmosféricos de las escalas glo-
El libro incluye siete capítulos y trece ca- bal, regional y local. La estacionalidad de
sos de estudio. Respecto a los capítulos en la precipitación y los caudales de las cuen-
el primero se define una cuenca pericon- cas periféricas es influenciada por el paso
tinental o periférica y se proponen seis de la Zona de Convergencia Intertropical.

20 21
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RESUMEN EJECUTIVO

P. Sánchez-D.

Las variaciones inter-anuales son modu- macroinvertebrados encontrados en la isla serranías de Baudó, Darién, La Macuira occidente del país, así como la biodiversi-
ladas principalmente por El Niño-Oscila- de Providencia y en algunas quebradas y y San Jacinto y la ictiofauna de las aguas dad acuática de los ríos costeros del Litoral
ción Sureña, el cual en su fase cálida (El ríos del pericontinente del mar Caribe, así interiores de San Andrés, Providencia y Central. En los dos casos del Ecuador se
Niño), tiene una asociación inversa con como de los reportados para isla Gorgona Santa Catalina, así como de algunos ríos estudian los peces y la importancia de los
los niveles de precipitación y caudal en la (Pacífico); aspectos biogeográficos de los y arroyos costeros de la Sierra Nevada de afluentes de la costa del Ecuador y la cuen-
mayor parte del país, particularmente en organismos reportados y un listado de los Santa Marta. De Venezuela se analizan en ca del río Santiago-Cayapas. Finalmente
la costa Caribe. taxones que contribuyen en la fragmenta- tres casos de estudio: la ictiofauna dulcea- en el caso de Perú se estudia la biota de los
ción de la hojarasca y de la materia orgá- cuícola del río Tuy y de los ríos costeros del ríos y arroyos representativos del país.
En el tercero se discute sobre la diadromía nica gruesa que es aportada por las zonas
como convergencia evolutiva en peces, ribereñas a los canales.
decápodos y gasterópodos en las cuencas
pericontinentales de Colombia. La diadro- En el sexto se analiza la caída, transfor-
mía (ciclo de vida compartido entre el mar mación, acumulación y exportación de la
y las corrientes de agua dulce), y particu- materia orgánica como el proceso maestro
larmente la anfidromía (desarrollo larval que sostiene el metabolísmo heterotrófi-
temprano en el mar, y migración, alimen- co de las quebradas de órdenes menores.
tación, crecimiento y reproducción en Los estudios en el río Gaira (Sierra Nevada
agua dulce), es una estrategia de vida con- de Santa Marta) y las quebradas de la isla
vergente en peces, crustáceos decápodos y Gorgona, ofrecen las primeras evidencias
moluscos gasterópodos en las cuencas cos- sobre la importancia de dicho proceso.
teras tropicales y subtropicales. En ambas
costas de Colombia se ha reportado la an- El último capítulo trata sobre los múltiples
fidromía en varias especies de peces de las servicios ecosistémicos que proveen las
familias Gobiidae, Eleotridae y Mugilidae, cuencas hidrográficas pericontinentales y
de decápodos (Palaemonidae y Atyidae) y su vulnerabilidad frente a los cambios glo-
de gasterópodos (Neritidae). bales que requieren un manejo apropiado
para garantizar su uso sostenible. El prin-
En el cuarto capítulo se muestra un inven- cipal servicio que prestan las cuencas hi-
tario y catálogo taxonómico de los cama- drográficas pericontinentales es la provi-
rones asociados a las aguas pericontinen- sión de agua para acueductos y distritos de
tales (ríos, quebradas y arroyos costeros), riego, este último de manera significativa
de las vertientes Caribe y Pacífico de Co- en la región Caribe. La pesca es un servicio
lombia, incluyendo la región insular. Se importante a diferentes escalas económi-
identificaron 17 especies agrupadas en dos cas, que van desde la comercial artesanal,
familias (Atyidae y Palaemonidae) y tres hasta la de subsistencia y recreativa. La
géneros (Atya, Potimirin y Macrobrachium). intercepción hidrológica y la conversión
Se incluyen algunos aspectos preliminares de bosques a otras coberturas vegetales y
sobre la conservación y el uso de estas es- no vegetales, son las principales amenazas
pecies en ambas cuencas. antrópicas para la cuencas periféricas, im-
pactando de manera negativa la cantidad y
En el quinto se estudia la entomofauna y la calidad del agua.
otros macroinvertebrados acuáticos de
sistemas insulares y pericontinentales de Respecto a los casos de estudio para Co-
las cuencas Pacífico y Caribe de Colombia. lombia se presentan siete, donde se estu-
Se presenta un recuento taxonómico de los dia la biota acuática de isla Gorgona, las

22 23
P. Sánchez-D.
EXECUTIVE SUMMARY
Within the Annual Operations Plan drainages and proposes six classification
(2014) of the Conservation Biology and criteria: 1) geomorphology and geolo-
Biodiversity Use Program of the Instituto gy, 2) hydrology, 3) headwater ecosys-
de Investigación de Recursos Biológicos tem processes, 4) life-history strategy of
Alexander von Humboldt (IAvH), a study aquatic macro-consumers (dominance
was undertaken of the “Pericontinental of diadromy), 5) primary freshwater fish
drainages of Colombia, Peru, Ecuador fauna, and 6) ecological characteristics of
and Venezuela: typology, biodiversity, the aquatic insects. In the second chapter,
ecosystem services, and sustainability of generalities of the geological and hydro-
coastal rivers, streams and creeks”. This climatological environments of periconti-
project is part of our ongoing research of nental drainages of the country as revea-
the hydrobiological resources and fresh- led by satellite imagery of both Colombian
water fisheries of Colombia. Leadership coasts and some islands are presented.
for this editorial process was assumed The lithology is igneous, metamorphic or
by IAvH and the Universidad de Antio- sedimentary, or a mixtures of those, as a
quia with participation of sixteen other result of the complex interaction of volca-
institutions (universities, NGO’s, among nic, tectonic and erosive forces. This geo-
others) from four countries. This included logical complexity has generated a great
the collaboration and co-authorship of variety of fluvial geomorphology with
37 experts who contributed to the book. very basic differences in maximum altitu-
This publication offers a definition of de of headwaters and channel length that
pericontinental or peripheral drainages permits us to group them using a relief
and an ecological proposal incorporating coefficient. The hydrological features are
multiple criteria for a typological classifi- equally complex due to differing climato-
cation of these streams in Colombia. logical forces operating on global, regio-
nal and local scales. Seasonality of preci-
The book has seven chapters, and thirteen pitation and thus flow in pericontinental
case studies (Colombia - 7, Ecuador - 2, drainages is influenced by the passage
Peru -1, and Venezuela - 3). The first chap- of the Intertropical Convergence Zone.
ter defines pericontinental or periferal Inter-annual variations are modulated

Río El Sapo. Estado Miranda, Venezuela. Foto: K. González-O. 25


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

EXECUTIVE SUMMARY

P. Sánchez D.

principally by the southern oscillation of on Providence and Gorgona Islands, and de Santa Marta are given. In Venezuela, the importance of the coastal drainages of
El Niño, which in it warm phase (El Niño) some pericontinental streams of the Ca- three studies of fishes and other aquatic Ecuador and the Santiago-Cauyapas River
has an inverse relationship with rainfall ribbean Coast. Biogeographic aspects of biota are included for the Tuy River, coas- drainage are documented. And finally,
and flow in much of the country, and es- the organisms reported and a list of taxa tal drainages of western Venezuela and in Peru representative coastal rivers and
pecially the Caribbean coast. contributing to the fragmentation of the the Central Littoral area streams. In the creeks and presented.
leaf litter found along shore in stream two case studies in Ecuador, the fishes and
The third chapter deals with the conver- channels is also presented.
gent evolution of diadromy as a successful
life-history strategy for fishes, decapods, In the sixth chapter, the fall, transforma-
and gastropods in the pericontinental tion, accumulation and exportation of or-
drainages of Colombia. Diadromy (a life ganic material is analyzed as a major pro-
cycle in both the ocean and fresh water), cess sustaining heterotrophic metabolism
and particularly amphidromy (early larval of low order streams. Studies of the Gaira
development in the sea, with migration to River (Sierra Nevada de Santa Marta) and
fresh water, where feeding, growth and re- streams on Gorgona Island, offer the first
production occur), is a life history strategy evidence of the importance of that process
upon which fishes, decapod crustaceans, in this region.
gastropod mollusks have all converged
in tropical and subtropical coastal drai- The last chapter treats the multiple ecosys-
nages. Amphidromy has been documen- tem services provided by pericontinen-
ted for both Colombian coasts in several tal drainages, and their vulnerability to
species of fishes (families Gobiidae, Eleo- global changes that requires appropriate
tridae and Mugilidae) decapods (Palaemo- management to guarantee sustainability
nidae and Atyidae) and gastropod snails of those services. The main service pro-
(Neritidae). vided by these drainages is the provision
of fresh water for urban aqueducts and
In the fourth chapter inventories and ta- irrigation systems (very important in the
xonomic catalogs of the shrimp found in Caribbean region). Fishing is important at
pericontinental waters of the Caribbean different economic scales, including com-
and Pacific coastal streams, and some is- mercial artisanal, subsistence and recrea-
land systems of Colombia are presented. tional. Water extraction or diversion, and
Seventeen species in three genera (Atya, conversion of forests to other vegetation
Potimirin y Macrobrachium) belonging to types are the principal human threats to
two families (Atyidae and Palaemonidae) pericontinental drainages. Both of these
are identified. Preliminary recommenda- impacts negatively affect the amount and
tions for conservation and use of these quality of water available.
species are also included
Seven case studies in Colombia are repor-
In the fifth chapter the insect fauna and ted: the aquatic biota of Gorgona Island,
other aquatic macroinvertebrates on in- the Baudó, Darien, La Macuira and San
sular and pericontinental drainages from Jacinto and the fish faunas of San An-
Pacific and Caribbean Colombia streams dres, Providencia and Santa Catalina, as
are documented. Taxonomic accounts are well as come coastal streams of the Ca-
given for the macroinvertebrates found ribbean coast, especially Sierra Nevada

26 27
C. A. Lasso
EXECUTIVE SUMMARY

INTRODUCCIÓN
Juan Felipe Blanco-Libreros

Colombia es un país mega-diverso no solo unos pocos kilómetros por un terreno de


en términos de riqueza de especies, sino alta pendiente y estrechas planicies antes
de ecosistemas y paisajes (http://hum- de desembocar en el mar. Al igual que sus
boldt.org.co/biodiversidad), y la biodiver- contrapartes de las cabeceras andinas, las
sidad y los ecosistemas acuáticos son uno micro-cuencas en los sistemas satélites
de los componentes más significativos. costeros se localizan a lo largo de un gra-
Esto se debe a que es un país rico en recur- diente de precipitación que va desde hiper-
sos hídricos, ocupando el cuarto lugar a pluvial hasta desértico, desde el Chocó en
nivel mundial en oferta hídrica y estando la Costa Pacífica hasta la Guajira en la Cos-
por encima del promedio de Latinoaméri- ta Atlántica. Como consecuencia de ello,
ca (https://www.siac.gov.co). Sin embargo, diferentes zonas de vida cubren dichas
es poco conocida la riqueza en términos cuencas hidrográficas costeras, variando
de paisajes fluviales costeros que surgió entre páramo y bosques de niebla y muy
por la compleja interacción entre procesos lluvioso tropical, hasta matorral espino-
geomorfológicos e hidroclimatológicos que so y desierto. Cuencas con características
han moldeado el territorio durante mi- similares se encuentran en algunos de
llones de años. Juntamente con el surgi- los sistemas insulares de Colombia (p. e.
miento de los tres ramales de la cordillera Gorgona y Providencia). Sin embargo, las
de los Andes, el levantamiento de varios cuencas hidrográficas costeras e insulares
sistemas satélites costeros (sierras y serra- tienen una biota acuática y una hidro-cli-
nías) creó numerosas cuencas hidrográfi- matología distinta a las netamente conti-
cas costeras que, por su tamaño, podrían nentales (epicontinentales en sentido es-
ser consideradas como equivalentes geo- tricto), lo cual las convierte en ecosistemas
morfológicos de las micro-cuencas de ca- acuáticos únicos y un componente valioso
becera ubicadas en las montañas andinas. del patrimonio natural del país. A pesar de
Estas micro-cuencas costeras tienen unas estos rasgos, se conoce poco sobre ellos en
pocas decenas o cientos de kilómetros comparación a otros paisajes como los an-
cuadrados y sus cursos de agua recorren dinos, y a pesar de su importancia para las

Río Jeréz, municipio de Dibulla, La Guajira, Colombia. Foto: C. A. Lasso 29


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

INTRODUCCIÓN

P. Jiménez-Prado

comunidades humanas, estos ecosistemas Debido a que dichas experiencias han mos- haciendo énfasis tanto en las caracterís- las cuencas hidrográficas costeras e insu-
han permanecido casi ausentes dentro de trado que se requiere un abordaje científico ticas, comunes como en las distintivas de lares y su biodiversidad acuática descritas
los esfuerzos de investigación limnológica específico para la descripción sistemática cada región (Caribe vs. Pacífico) o sistema en las siguientes páginas, estimule una
e ictiológica del país, y aun en las políticas de la biodiversidad y de los procesos eco- satélite (serranías y sierras). nueva generación de científicos acuáticos
nacionales de gestión del recurso hídrico lógicos, además de la hidrología y la geo- colombianos y lationamericanos que con-
(PNGIRH) y de la biodiversidad y los servi- morfología de las cuencas hidrográficas Se busca que este libro contribuya a la ges- tribuya al desarrollo de nuevas hipótesis
cios ecosistémicos (PNGIBSE), formuladas costeras, el objetivo de este libro es abor- tión integral de la biodiversidad acuática y teorías para la biología, la ecología y la
durante la última década. dar integralmente estos sistemas como y de las cuencas hidrográficas costeras. conservación tropical, de la misma ma-
objetos de estudio de la siguiente manera: Como parte de la Serie Editorial Recursos nera que este libro hoy se ha nutrido de
Contrario a este panorama nacional, las 1) definiéndolos como ecosistemas dis- Hidrobiológicos y Pesqueros Continenta- lo aprendido en los sistemas insulares del
cuencas hidrográficas costeras e insulares tintos a los epicontinentales por medio les de Colombia del Instituto de Investi- Caribe y del Pacífico (p. e. Resh y De Sza-
del Caribe y de América Central, al igual de hipótesis que puedan ser sometidas a gación de Recursos Biológicos Alexander lay 1995, Brokaw et al. 2012). Mediante
que las insulares del Pacífico occidental y prueba con base en la información local von Humboldt complementará el cono- la revisión profunda y extensa de la lite-
central, han sido protagonistas dentro de existente o en la literatura global (Capítulo cimiento sobre las cuencas hidrográficas ratura internacional y de las principales
los estudios ecológicos acuáticos a nivel 1); 2) describiendo sus principales carac- del país, que ya cuenta con publicacio- hipótesis aplicables a los temas de estudio
global y son apreciadas por los servicios terísticas geomorfológicas e hidrológicas, nes sobre las principales macro-cuencas aquí presentados, se espera que este libro
ecosistémicos que prestan (Jacobsen et al. y haciendo un inventario con base en la (ver Lasso et al. 2011). Por otra parte, se estimule un cambio cuantitativo y cualita-
2008, Ramírez et al. 2008, Wantzen et al. zonificación nacional de cuencas (Capítu- espera que este esfuerzo contribuya a la tivo en la investigación en ecología lótica,
2008). Dichos sistemas son reconocidos lo 2); 3) describiendo sus características formulación de los planes de ordenamien- entomología acuática, carcinología y la
bióticas (peces, camarones, gasterópodos to y manejo de las cuencas hidrográficas ictiología en el país, la cual se ha caracte-
por sus características bióticas notables,
e insectos, Capítulos 3-5) y ecológicas costeras recientemente priorizadas (ver- rizado hasta el momento por su enfoque
tales como: a) la ausencia o baja inciden-
(procesamiento de la materia orgánica; tiente norte de la Sierra Nevada de Santa y alcances locales. En el reciente número
cia de peces dulceacuícolas primarios; b)
Capítulo 6), y 4) analizando su estado ac- Marta y vertiente oriental de la Serranía especial sobre estudios en macroinverte-
la dominancia de peces, camarones y ca-
tual de conservación y formulando linea- de Abibe) por la PNGIRH, y que estimule brados acuáticos de Latinoamérica (Ra-
racoles diádromos (que migran entre los
mientos para su sostenibilidad (Capítulo a los municipios costeros para visibilizar mírez y Gutiérrez-Fonseca 2014), cinco de
sistemas fluviales y el mar) y c) la pobre y
7). Finalmente, se incluyen varios casos de las cuencas hidrográficas costeras y los re- un total 18 artículos correspondieron a es-
poco abundante entomofauna (Smith et al.
estudio de cuencas de varios de los siste- cursos hidrobiológicos y pesqueros dentro tudios realizados en Colombia, y solo uno
2003). Por otra parte, también han sido si-
mas satélites de Colombia, al igual que de de sus jurisdicciones en la actualización de de ellos en una quebrada costera. Sin em-
tios preferidos para desarrollar y someter Venezuela, Ecuador y Perú. Este libro parte los planes de ordenamiento territorial. Es bargo, en la misma publicación, Ramírez y
a prueba hipótesis ecológicas y evolutivas de las experiencias de investigación en el urgente la implementación de estos ins- Gutiérrez-Fonseca (op. cit.), resaltan que
dada la simplicidad o poca complejidad Chocó Biogeográfico (p. e. Gorgona, Baudó trumentos de gestión fundamentados en aunque entre 2000 y 2013, Colombia con-
ecosistémica, lo cual ha favorecido ya sea y Darién) durante casi una década, que ya una base científica sólida para afrontar los tribuyó, después de Brasil, con un número
la observación a escalas regionales y lar- han dado cuenta del patrimonio natural, efectos negativos del calentamiento global significativo de investigaciones en ma-
gos plazos, o la experimentación a escalas cultural y económico de las cuencas hidro- pronosticados, por lo menos para el Caribe croinvertebrados acuáticos (13,7% de un
ecosistémica y paisajística (Blanco 2009, gráficas costeras debido a la presencia de colombiano, por el Estudio Nacional del total de 500 artículos), fueron publicadas
Blanco et al. 2009, 2014). Adicionalmente, peces con estrategias de vida únicas como Agua (IDEAM 2010). Ante la incertidum- principalmente en revistas de bajo impac-
dado que las islas y zonas costeras han sido la diadromía, un número significativo de bre que se tiene para la cuenca del Pacífico to (64%) o no indexadas (19%), lo cual con-
objeto de una extensa transformación por peces endémicos, la provisión de especies por la escasez de datos hidro-climatoló- fiere un bajo factor de impacto promedio
la actividad agropecuaria y la urbaniza- de peces y camarones importantes para gicos, es necesario aplicar el principio de a los autores nacionales, ubicándolos en el
ción durante por lo menos los últimos cien la pesca artesanal y la provisión de agua precaución dado que son sistemas con una puesto 19 después de autores estadouni-
años, han sido escenarios importantes dulce para acueductos veredales (Blanco eco-hidrología similar a la de las cuencas denses, europeos y latinos que investigan
para las discusiones sobre la biología de la et al. 2014). Se complementa con inves- del Caribe (ver Capítulos 1, 2 y 7). en Latinoamérica. También concluyeron
conservación de los ecosistemas acuáticos tigaciones recientes en otras cuencas del que es necesario investigar en los siguien-
y la sostenibilidad del desarrollo humano Caribe continental e insular de Colombia Finalmente, se busca que el reconocimien- tes aspectos: 1) taxonomía, 2) mecanis-
rural y urbano (Ramírez et al. 2008). para darle una visión y relevancia nacional to del patrimonio natural que representan mos que influyen sobre los cambios en

30 31
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

INTRODUCCIÓN

biodiversidad, 3) evaluaciones del papel de tá D.C.  420 pp. Disponible en línea en:
los macroinvertebrados en procesos eco- https://www.siac.gov.co/contenido.
sistémicos, 4) métodos de biomonitoreo, • Jacobsen, D., C. Cressa, J. M. Mathooko y
D. Dudgeon . 2008. Macroinvertebrates:
5) aproximaciones ecosistémicas y 6) pa-
composition, life histories and production.
trones y procesos ecológicos a largo plazo. Pp: 65-105. En: D. Dudgeon (Ed.). Tropical
Estas mismas prioridades de investigación Stream Ecology. Academic Press.
se pueden aplicar perfectamente a otros • Lasso, C. A., F. de Paula Gutiérrez, M. A.
grupos como los peces y otros vertebrados Morales-Betancourt, E. Agudelo, H. Ra-
acuáticos. Ojalá que este libro sea el pri- mírez-Gil y R. E. Ajiaco-Martínez (Eds.).
mer paso para estimular la investigación 2011. II. Pesquerías continentales de Co-
en esos diferentes ámbitos temáticos utili- lombia: cuencas del Magdalena-Cauca,
zando los ríos, quebradas y arroyos coste- Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazo-
nas y vertiente del Pacífico. Serie Editorial
ros de Colombia y del norte de Suramérica
Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Con-
como modelos de estudio. tinentales de Colombia. Instituto de Inves-
tigación de Recursos Biológicos Alexander
Bibliografía von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia,
• Blanco, J. F. 2009. Darwin y la paradoja de 304 pp.
las islas vacías. Acta Biológica Colombiana • Ramírez, A. y P. E. Gutiérrez-Fonseca.
14: 269-282. 2014. Estudios sobre macroinvertebrados
• Blanco, J. F., A. Ramírez y F. N. Scatena. acuáticos en América Latina: avances
2009. Las quebradas del Parque Nacional recientes y direcciones futuras Revista de
Natural Gorgona dentro del contexto glo- Biología Tropical 62 (Supl. 2): 9-20.
bal: introducción al número especial. Re- • Ramírez, A., C. M. Pringle y K.M. Wantzen.
vista Actualidades Biológicas 31: 105-110. 2008. Tropical river conservation. Pp: 298-
• Blanco, J. F., C. Escobar-Sierra y J. D. Car- 304. En: D. Dudgeon (Ed.). Tropical Stream
vajal. 2014. Gorgona, Baudó y Darién (Cho- Ecology. Academic Press.
có Biogeográfico, Colombia): ecorregiones • Resh, V. H. y E. A. De Szalay. 1995. Streams
modelo para los estudios ecológicos de co- and rivers of Oceania. Pp. 717-736. En: C.
munidades de quebradas costeras. Revista E. Cushing, K. W. Cummins y G. W. Min-
de Biología Tropical 62: 43-64. shall (Eds.). River and stream ecosystems of
• Brokaw, N., T. A. Crowl, A. E. Lugo, W. H. the World. Elsevier, Amsterdam, Holanda.
McDowell, F. N. Scatena, R. B. Waide y M. • Smith, G. C., A. P. Covich y A. M. D. Bras-
R. Willig (Eds.). 2012. A Caribbean forest her. 2003. An ecological perspective on
tapestry. The multidimensional nature of the biodiversity of tropical island streams.
disturbance and response. Long-term Eco- Bioscience 53: 1048-1051.
logical Research Network Series. Oxford • Wantzen, K. M., C. M. Yule, J. M. Mathooko
University Press. EUA. 460 pp. y C. M. Pringle. 2008. Organic matter pro-
• IDEAM. 2010. Estudio Nacional del Agua cessing in tropical streams. Pp: 43-64. En:
2010. Instituto de Hidrología, Meteo- D. Dudgeon (Ed.). Tropical Stream Ecology.
rología y Estudios Ambientales. Bogo- Academic Press.

32 Río Jordán, La Guajira, Colombia. Foto: D. Morales-B.


J. F. Blanco
1. ¿Qué es una
cuenca pericontinental?
Juan Felipe Blanco-Libreros

Introducción de decenas o cientos de kilómetros tribu-


Durante el desarrollo histórico de las cien- tan sus aguas al mar, y se les denomina
cias acuáticas continentales en Colombia, epicontinentales o simplemente continen-
las pequeñas corrientes de agua que des- tales para diferenciarlos de los recursos
embocan directamente al mar han perma- hídricos insulares y de las aguas marinas
necido sub-exploradas y sub-estimadas (IDEAM 2013).
por la comunidad científica a pesar de sus
características distintivas y gran impor- Definir los cursos de agua que semánti-
tancia para las comunidades humanas camente podrían clasificarse como cos-
locales, por la provisión de múltiples ser- teros, periféricos o pericontinentales es,
vicios ecosistémicos. Por ejemplo, la ictio- sin embargo, menos intuitivo, dado que el
logía y la biología pesquera continental se concepto representa, en si mismo, un de-
han concentrado en las grandes cuencas safío conceptual y científico. Por ejemplo,
hidrográficas andinas, principalmente es claro que grandes ríos de la cuenca del
Magdalena y Cauca, y más recientemen- Caribe como el Sinú o el Atrato, o del Pa-
te, en algunas cuencas de la Amazonia cífico como el San Juan, Anchicayá, Patía
y la Orinoquia, al igual que la del Atrato o Mira, entre otros, son periféricos por
(Maldonado-Ocampo et al. 2005, Lasso et el hecho de no nacer dentro de los valles
al. 2011, Maldonado-Ocampo et al. 2012). de la región Andina, pero pocos se atre-
Por su parte, la entomología acuática y la verían a definirlos como ríos costeros. De
limnología se han concentrado en los cur- hecho algunos autores, a pesar de recono-
sos montañosos vadeables y de bajo orden cer que dichos ríos pertenecen a vertien-
(Roldán y Ramírez 2008). Estas corrientes tes o zonas hidro-geográficas diferentes,
de agua, sean de montaña, de los valles o sugieren clasificarlos como ríos andinos
planicies, desembocan en los grandes sis- porque nacen en zonas de cabecera de
temas fluviales (Magdalena, Cauca, Sinú, las vertientes Pacífica o norte de alguna
Atrato, Orinoco y Amazonas) que después de las tres cordilleras colombianas, y sus

Quebrada Valencia, Colombia. Foto: C. A. Lasso 35


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

¿QUÉ ES UNA CUENCA PERICONTINENTAL?

J. F. Blanco

hidrógrafas (gráficas de variación intra- los ríos europeos de acuerdo a su compo- la importancia de las discontinuidades (incluyendo el sur de los Estados Unidos).
anual del caudal instantáneo, medio diario sición de especies de peces y macroinver- hidráulicas, asociadas con las cascadas, Caño, aunque no es una palabra de uso
o mensual), tienen los comportamientos tebrados en función de su pendiente y la confluencias de tributarios, las represas y generalizado en las regiones Andina y Pa-
atenuados y marcadamente estacionales temperatura del agua (i. e. potamon, ritral lagos, y las desembocaduras a lo largo del cífica, hace referencia específica a las des-
observados en las cuencas andinas (Res- y crenon). Posteriormente, Hynes (1975) recorrido de los ríos, como responsables embocaduras de las ciénagas en el mar Ca-
trepo 2005, 2008, IDEAM 2013). De esta en su conferencia magistral titulada “El de cambios de composición de comunida- ribe, lo cual difiere del significado de caño
manera, se vuelve menos claro qué podría río y su valle” llamó la atención sobre la des faunísticas bénticas (Statzner y Higler en las regiones de la Orinoquia y la Ama-
ser clasificada como una cuenca hidrográ- importancia de incorporar los contextos 1985). Finalmente, Frissell et al. (1986) zonía, el cual es un canal de comunicación
fica costera. Para hacer una primera cla- ribereño y de la cuenca, al estudio de la propusieron un sistema de clasificación entre ciénagas, entre ellas y las corrientes
ridad, los sistemas periféricos a los que biodiversidad y el funcionamiento eco- jerárquico del paisaje fluvial el cual esta- que las nutren, o entre cauces principales
se referirá esta publicación son aquellos sistémico de los cursos de agua. Aunque blece un esquema secuencial de elementos de segmentos meándricos y trenzados. En
identificados como litorales, directos o in- Hynes (op. cit.) no propuso un sistema de geomorfológicos más finos contenidos la región Caribe no se consideran como
sulares en la clasificación de zonas hidro- clasificación como tal, motivó la incorpo- dentro de otros más gruesos. De esta for- sinónimos a los caños y los arroyos, dado
gráficas de IDEAM (2013). Sin embargo, ración del elemento terrestre a los criterios ma, los microhábitats están contenidos que los primeros no están delimitados por
también abordará algunos incluidos den- para la tipificación de los sistemas fluvia- secuencialmente dentro de hábitats, tra- divisorias de aguas, sino por espejos de
tro de zonas mayores y menos intuitivas, les. A finales de los años setenta, Vannote mos, segmentos, redes de drenaje y, final- agua, mientras que los segundo sí. Final-
tales como Atrato-Darién y Caribe-Urabá et al. (1980) propusieron el concepto del mente, cuencas enteras. Este ha sido uno mente, independientemente de la cuenca
(IDEAM 2013). Por lo tanto, el objetivo de Río Continuo o CRC (basado en las eviden- de los esquemas menos controversiales se considera como río un curso de agua
este capítulo es poner en consideración de cias de campo de ríos de las planicies de y ampliamente utilizado hasta la actua- permanente, no vadeable debido a su pro-
la comunidad científica una propuesta eco- los Estados Unidos), el cual estableció que lidad. Esta breve revisión de algunos de
fundidad y ancho. En los ámbitos costeros
los principales sistemas de clasificación
lógica de múltiples criterios (i.e. geológicos, dado que la geomorfología determina las abordados por esta publicación los ríos
de los ecosistemas fluviales demuestra la
hidrológicos y biológicos) para la definición condiciones físicas a lo largo de los cursos poseen caudales promedios del orden de
necesidad de emplear criterios geomorfo-
y la clasificación de las cuencas hidrográ- de los ríos, por lo tanto, es posible estable- unos pocos metros cúbicos por segundo
lógicos, hidrológicos, ecológicos y bióticos
ficas costeras o pericontinentales (térmi- cer algunos cambios ecológicos a lo largo hasta unas pocas decenas, aunque muy
(e.g. zoológicos o botánicos). Ward (1989),
nos que serán empleados como sinónimos del “continuo” en los ámbitos ribereño y pocos de ellos (al igual que las quebradas y
además, resalta la importancia de tener en
en este capítulo y los siguientes), con base acuático asociados con los diferentes ór- arroyos) se encuentran aforados.
cuenta la naturaleza cuadri-dimensional
en la investigación publicada y experien- denes de los segmentos. De esta manera, de los sistemas fluviales: longitudinal, la-
cia de campo, además de la revisión de la se vincularon por primera vez criterios teral, vertical y temporal. Criterios para la definición y cla-
literatura nacional e internacional. Este geomorfológicos con criterios ecológicos sificación ecológica de las cuen-
capítulo amplía los criterios propuestos de la zona ribereña (apertura del dosel y Finalmente, para unificar la jerga científi- cas pericontinentales
recientemente utilizando como ejemplos aporte de hojarasca) y del medio acuático ca y las acepciones regionales, se usará de A continuación se hace una comparación
las cuencas hidrográficas periféricas del (metabolismo y composición biótica). Des- manera indistinta quebrada y riachuelo entre las cuencas peri y epicontinentales
Chocó biogeográfico, específicamente de la pués de la formulación del CRC, surgieron para referirse a las corrientes de agua per- con base en los siguientes criterios, mo-
isla Gorgona y las serranías del Baudó y del varias propuestas alternativas, mas como manente pero vadeables usualmente ubi- dificados a partir de la propuesta inicial
Darién (Blanco et al. 2014). críticas que como propuestas diferentes. cadas en cabeceras y porciones montaño- de Blanco et al. (2014): 1) geomorfología y
Una de esas propuestas fue la “Disconti- sas de las cuencas hidrográficas de todo el geología, 2) hidrología, 3) procesos ecosis-
Bases para un sistema de clasifi- nuidad Serial” que propuso que a lo largo país, mientras que arroyo se referirá a las témicos de cabecera, 4) estrategia de vida
cación y algunas definiciones del curso del río las represas ejercían un corrientes de agua ubicadas en la planicie de los macro-consumidores acuáticos (do-
Varios sistemas de clasificación de los pai- efecto disruptivo sobre las predicciones costera Caribe de Colombia que, aunque minancia de la diadromía), 5) ictiofauna
sajes fluviales han sido propuestos desde del CRC, pero que después incorporó otras pueden pertenecer a un orden similar a las dulceacuícola primaria y 6) rasgos ecológi-
los años sesentas y setentas, utilizando discontinuidades asociadas con los pla- quebradas andinas, se secan de manera es- cos de la entomofauna acuática.
diferentes criterios. Un primer sistema nos de inundación en cursos trenzados tacional o son efímeras. De hecho, arroyo
de clasificación fue el de zonación longi- y meándricos (Ward y Stanford 1995). es una acepción de origen castellano que 1) Geología y geomorfología
tudinal propuesto por Illies y Botosaneau Otra fue la de la ecología hidráulica que se emplea de manera convergente en todas Una de las características más sobresa-
(1963) el cual definía varios segmentos de en su propuesta original también resaltó las zonas áridas y secas de Latinoamérica lientes de ambas costas colombianas es

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J. F. Blanco

la presencia de sistemas montañosos sa- estos sistemas satélites son de baja altura,
télites denominados serranías y sierras, usualmente inferiores a los 1.000 m s.n.m,
los cuales tienen un origen geológico dis- con excepción de la serranía de Perijá y de
tinto al de los sistemas cordilleranos cir- la Sierra Nevada de Santa Marta las cuales
cundantes andinos (Castaño-Uribe 1999). superan los 3.000 y 5.000 m s.n.m., res-
Las serranías y sierras también se origi- pectivamente.
naron en períodos geológicos diferentes
a los de los tres ramales de la cordillera La primera consecuencia geomorfológica
de los Andes. Dichos sistemas periféricos que tienen tanto la ubicación en medio de
también han sido formados por procesos una planicie costera como la baja altitud
geológicos distintos conllevando no solo de los sistemas periféricos, es que el relie-
a geo-formas diferentes, sino a litologías ve de sus cuencas hidrográficas tienen dos
contrastantes. En la costa Pacífica norte se ámbitos claramente definidos: el ámbito
encuentra la serranía del Baudó, mientras montañoso y el ámbito de planicie (Figura
que en la costa Atlántica se encuentran las 2). Usualmente, las corrientes de agua se
serranías del Darién, Abibe, San Jacinto abren camino en las montañas a lo largo de
y Macuira (Figura 1). La Sierra Nevada de grietas o cañones empinados que van reci-
Santa Marta es el sistema montañoso cos- biendo pequeños tributarios y al alcanzar,
tero más alto de Colombia, pero también finalmente, la planicie realizan cortos re-
de todo el mundo. En cuanto a los sistemas corridos meándricos. Otra consecuencia,
insulares en el mar territorial de Colom- es que en términos de la organización de
bia, se encuentran la isla Gorgona (océa- las redes de drenaje, de acuerdo al sistema
no Pacífico) y las islas que componen al de clasificación de Horton (Horton 1945,
archipiélago de San Andrés, Providencia y Buffington y Montgomery 2013), los cur- Figura 1. Modelos digitales de elevación que indican los principales relieves satélites de
Santa Catalina (mar Caribe). Finalmente, sos de agua desembocan en el mar como Colombia (sierras y serranías). Se muestran las vistas oblicuas de los siete principales sis-
la serranía de Perijá es poco reconocida en ordenes pequeños, desde 0 hasta 4 (rara- temas pericontinentales y se excluyen los insulares (islas Gorgona, San Andrés y Providen-
Colombia como un sistema costero, ya que mente >5). En las zonas más áridas del Ca- cia). Autor: R. Pérez-Fontalvo.
su vertiente oriental (ubicada en territorio ribe, los pequeños relieves no alcanzan a
venezolano donde es conocida como sie- generar caudales permanentes durante los
rra), drena hacia el golfo o Lago de Mara- periodos secos, mientras que en las zonas
caibo. El IDEAM (2013) la clasifica como la más lluviosas y con altas pendientes del
provincia hidrogeológica montana del río Pacífico, muchas cascadas desembocan di- 2014) y otros sistemas loticos insulares de nal de los caudales medios es influencia-
Catatumbo. Por el contrario, su vertiente rectamente en el mar. Esta configuración zonas tropicales y templadas (ver referen- do por los desplazamientos latitudinales
occidental drena sus aguas hacia el río Ce- geomorfológica de las cuencas periféricas cias en Blanco et al. 2014). En el Capítulo 2 de la Zona de Convergencia Intertropical
sar, que aunque nace en la vertiente sur de de Colombia hace que difieran significati- se abordarán las características geológicas (ZCIT), independientemente que la mag-
la Sierra Nevada de Santa Marta es un tri- vamente del arquetipo del CRC (Vannote de las serranías y sierras costeras de Co- nitud anual sea diferente entre los siste-
butario del río Magdalena (Castaño-Uribe et al. 1980) en el cual los segmentos de ór- lombia. mas del Caribe y del Pacífico. Sin embargo,
1999). Estos sistemas satélites son de ori- denes superiores a 5 dominan el recorrido debido a su ubicación dentro de unas pocas
gen volcánico (Gorgona, Baudó, Darién, de los ríos. De esta forma, es probable que 2) Hidrología decenas de kilómetros desde el mar, todos
Sierra Nevada de Santa Marta, Perijá) o muchas cuencas periféricas colombianas Aunque las características geológicas y los relieves periféricos son influenciados
tectónico. Este último proceso conllevó no se ajusten a las predicciones del fun- geomorfológicas de los sistemas periféri- por sistemas atmosféricos marinos o ma-
al plegamiento de fondos sedimentarios cionamiento ecosistémico propuestas por cos son bastante intuitivos, las caracte- rítimos, tales como los sistemas ciclónicos
(Abibe y San Jacinto), graníticos (Macui- el CRC, tal como lo sugieren los estudios rísticas hidrológicas de sus cuencas lo son y ondas en el Caribe y los sistemas de me-
ra) o kársticos (San Andrés y Providencia) realizados en isla Gorgona y el Chocó bio- menos. Al igual que todas las cuencas en so-escala en el Pacífico, los cuales pueden
(Castaño-Uribe 1999) (Figura 2). Todos geográfico (Blanco et al. 2009, Blanco et al. el territorio nacional, el régimen estacio- generar intensas precipitaciones que cau-

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san incrementos súbitos de caudal, varios Una consecuencia geomorfológica impor-


ordenes de magnitud por encima del ins- tante de los regímenes pulsátiles y de las
tantáneo o promedio, independientemen- altas pendientes de las cabeceras en las
te de la época del año. Por ejemplo, en la cuencas hidrográficas pericontinentales
isla Gorgona los sistemas de meso-escala es la alta tasa de producción neta de se-
pueden ocasionar crecientes aun durante dimentos (caudal sólido ponderado por
el primer trimestre del año (el cual corres- el área de la cuenca), tal como sucede con
ponde a la época de menor precipitación) cualquier cuenca pequeña (Milliman y Si-
o durante años El Niño (Blanco 2009a) vitsky 1992). Esto se debe a que, además
(Figura 3). En el caso del Caribe, las cre- de tener laderas con altas tasas de erosión,
a. b. cientes repentinas en los arroyos son más los sedimentos transportados tienen poca
comunes durante el segundo semestre del área de acumulación en la planicie costera
año, coincidiendo con el periodo de mayor y por lo tanto, son exportados hacia el mar
actividad ciclónica del Caribe (agosto-no- y depositados en zonas de bajamar (Res-
viembre) (p. e. río Gaira: Tamarís-Turizo trepo 2005, 2008). Debido a esto durante
y López-Salgado 2006, Rodríguez-Barrios la época de lluvia se acumulan grandes
et al. 2011). Las hidrógrafas o regímenes cantidades de sedimentos, los cuales son
de caudal, con alta frecuencia de crecien- redistribuidos por el oleaje o las mareas,
tes repentinas como las observadas en pero durante la época de sequía son depo-
las cuencas periféricas de Colombia, son sitados dentro de las desembocaduras for-
conocidas como pulsátiles o torrenciales y mando barras arenosas o de gravas y can-
han sido bien documentadas en el Caribe tos que bloquean el intercambio de agua
insular (p. e. Puerto Rico: Schellekens et dulce superficial con el mar (Figura 4). En
al. 2004, Pike y Scatena 2010, Murphy y el Capítulo 2 se abordarán en profundi-
Stallard 2012) y continental (p. e. Méxi- dad las características hidrológicas de las
co, Veracruz: Muñoz-Villers y McDonnell cuencas pericontinentales de Colombia.
2012).

c. d.

Figura 2. Ejemplos de litología y geomor-


fología fluvial en las cuencas periféricas de
Colombia. a, b y c) rocas volcánicas intru-
sivas, sedimentarias y metamórficas en
isla Gorgona; d y e) tramos montano y de
planicie. Quebrada Iguapoga, isla Gorgo-
na. Fotos: J. F. Blanco. a. b.

Figura 3. Régimen pulsátil de caudal en isla Gorgona. a) Quebrada El Roble durante una
e. lluvia intensa; b) quebrada Ilú durante estiaje (se muestra la ubicación del limnímetro).
Fotos: J. F. Blanco.

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J. F. Blanco

4) Estrategias de vida de los macro-


consumidores acuáticos (diadromía)
Las cuencas periféricas sean continenta-
les o insulares tropicales y subtropicales
en todo el mundo, están dominadas por
especies de peces, camarones y gasteró-
podos con ciclos de vida diádromos (Mc-
Dowall 2009, Thuesen et al. 2011, Bauer
2013). Las especies diádromas tienen eta-
pas de su ciclo vital que se desarrollan ya
sea en el ámbito marino o en el dulceacuí-
cola (McDowall 2009). Particularmente
en la anfidromía (el tipo más generaliza-
a.
do de diadromía en las zonas tropicales y
sub-tropicales), los huevos son deposita-
dos en el lecho de las quebradas y ríos, y
después de la eclosión las larvas derivan
hasta alcanzar el mar, donde continua el
desarrollo hasta la etapa de larva o post-
Figura 4. Barra con acumulación de cantos rodados, taponando la desembocadura del río
larva; finalmente éstas inician un proceso
Capurganá, serranía del Darién. Foto: J. F. Blanco.
de migración corriente arriba, cubriendo
gradualmente su curso hasta toparse con
una barrera o alcanzar las cabeceras (Mc-
Dowall 2009, Bauer 2013). Durante este
3) Procesos ecosistémicos de sistémicos de cabecera también se pre- b. proceso de migración río arriba se alcanza
cabecera sentan en los cursos de bajo orden en las la madurez sexual y, por lo tanto, muchas
El hecho que las pequeñas cuencas perifé- microcuencas andinas, éstos son menos especies de lento crecimiento, se reprodu-
ricas tengan doseles cerrados y altas pen- importantes que los procesos de trans- cen de manera continua durante su reco-
dientes hace que los segmentos de cabe- porte, transformación y acumulación, los rrido por el resto de sus vidas. En las cuen-
cera sean fuentes de grandes cantidades cuales predominan en los largos segmen- cas periféricas de Colombia predominan
de materia orgánica e inorgánica que es tos de las planicies, siendo consistente numéricamente los camarones (decápo-
transportada de manera gradual o súbi- con las predicciones del CRC (Vannote dos) de la familia Palaemonidae (conoci-
ta hacia el mar (Heartsill-Scalley et al. et al. 1980). Como se mencionó en el cri- dos en el Pacífico como muchillá), que co-
2012, Wohl y Ogden 2013). Al igual que terio anterior, en algunas cuencas peri- existen con peces de varias familias como
en las propuestas clásicas, las cabeceras féricas son más extensos los segmentos Mugilidae, Eleotridae y Gobiidae (Blanco
de las cuencas pericontinentales reciben montañosos que los de planicie (o están c. et al. 2014) (Figura 6). Los gasterópodos
grandes cantidades de hojarasca desde el en el mismo orden de magnitud) y, por lo aunque no son tan abundantes como en
dosel ya sea de manera continua o esta- tanto, la organización ecosistémica, de- otros sistemas insulares del Caribe insular
cional (Figura 5). Éstas también reciben rivada del procesamiento de la materia Figura 5. Evidencias de procesos de cabe- y Centroamérica, también están presentes
grandes cantidades de madera, suelo y orgánica y metabolismo, difiere signifi- cera en isla Gorgona. a) Derrumbe de un en los tramos terminales de las quebradas
rocas debido a la caída de árboles y a los cativamente de las predicciones del CRC banco de una quebrada aportando made- costeras del Pacífico y Caribe colombiano.
deslizamientos de tierra en las laderas, (Blanco et al. 2009, Blanco et al. 2014). ra, hojarasca y suelo; b) acumulación de Algunos de los géneros y especies tanto de
tal como se ha observado para cabeceras En el Capítulo 6 se abordará el proceso de hojarasca en el lecho por caída directa; c) peces como de decápodos son anfipanámi-
de zonas templadas y tropicales (Scatena transformación de la materia orgánica en coluvios en un tramo de orden cero. Fotos: cos. Finalmente, dado que las migraciones
y Gupta 2013). Aunque los procesos eco- las cuencas periféricas de Colombia. J. F. Blanco. de larvas y post-larvas de peces diádromos

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J. F. Blanco

a. b.

Figura 6. Especies diádromas del Pacífico colombiano (isla Gorgona). a) Pez góbido (Awaous
transandeanus); b) camarón palaemónido (Macrobrachium sp.). Fotos: J. F. Blanco.
Figura 7. Andinoacara latifrons (Cichlidae), pez dulceacuícola primario común en los arro-
yos y tributarios del golfo de Morrosquillo. Foto: C. Escobar-Sierra.

pueden ser numerosas, se consideran como que las insulares, debido al alto grado de
un recurso pesquero altamente apreciado disturbio causado por las crecientes, por
por parte de los habitantes de ambas cos- las sequía o por el aislamiento geográfico, y serranías costeras de Colombia ofrecen partir especies, parece que tienen un sesgo
tas colombianas (Lasso et al. 2011). En el no presentan especies dulceacuícolas pri- una gran oportunidad para el estudio de de composición dominado por familias y
Capítulo 3 se abordará la diadromía como marias, sin embargo, han sido subexplora- la ictiofauna dulceacuícola primaria desde morfoespecies adaptados a los regímenes
convergencia evolutiva en varios taxones das (Maldonado-Ocampo et al. 2012). Por la perspectiva de la biogeografía insular, pulsátiles de caudal (Gómez-Aguirre et al.
(con énfasis en los peces) y sus consecuen- el contrario, los ríos y quebradas de mayor dado que dichos relieves se erigen como 2009, Contreras-Martínez 2013, Blanco et
cias ecológicas en las cuencas periféricas caudal y regímenes menos pulsátiles ta- islas funcionales en medio de grandes al. 2014, Longo-Sánchez y Blanco 2014a).
de Colombia, mientras que en el Capítulo les como los ríos Juradó, Valle, Jurubidá, planicies que los separan de los ramales Los estudios disponibles en las quebra-
4 se abordarán de manera exclusiva los de- Baudó, Acandí, Tanela y León, para el caso andinos y que los procesos de especiación das de la isla Gorgona y la serranía del
cápodos diádromos desde una perspectiva del Chocó Biogeográfico, son los que pre- pudieron darse por “captura de las cuen- Darién han mostrado que Trichoptera y
tanto ecológica como sistemática debido a sentan no solo mayor riqueza de especies, cas hidrográficas” (Castaño-Uribe 1999, Ephemeroptera tienen el mayor número
que son uno de los grupos mejor estudia- sino algunos endemismos, de acuerdo con Maldonado-Ocampo et al.2012). de morfoespecies, mientras que los Dip-
dos en el país. los pocos inventarios disponibles (Maldo- tera (Chironomidae) presentan las mayo-
nado-Ocampo et al. 2012). Dependiendo 6) Rasgos ecológicos de la entomo- res abundancias. Leptophlebiidae (Ephe-
5) Riqueza de la ictiofauna dulcea- de la región, principalmente en el Caribe, fauna acuática meroptera) es la familia más abundante
cuícola primaria las ictiofaunas dulceacuícolas primarias Los estudios disponibles sobre la entomo- y frecuente, particularmente durante la
Debido a la posición continental de la están compuestas por especies generalis- fauna lótica insular del Caribe y del Pacífi- temporada de lluvias. Estos dos estudios
mayoría de las cuencas periféricas de Co- tas con amplios rangos geográficos. Los co Oriental Tropical, sugieren una marca- sugieren un posible efecto de insularidad
lombia (con excepción de las islas de San inventarios disponibles muestran una da correlación inversa entre la riqueza y la ya que las quebradas de isla Gorgona pre-
Andrés, Providencia y Santa Catalina), la dominancia por parte de Characiformes, distancia al continente, estando algunos sentaron una menor riqueza total, una
fauna diádroma coexiste con una ictiofau- Siluriformes, Cyprinodontiformes y Per- grupos y ordenes con baja capacidad de dis- menor abundancia y riqueza de Trichopte-
na dulceacuícola con diferente grado de ciformes (Figura 7), sin embargo, es claro persión ausentes en las islas más alejadas ra, una menor abundancia de Ephemerop-
riqueza dependiendo de la historia geoló- que hace falta mucho esfuerzo de mues- (Gutiérrez-Fonseca et al. 2013). A pesar de tera, y una menor riqueza de Odonata que
gica de sus serranías o sierras (revisado treo para este grupo en las cuencas perifé- que las quebradas ubicadas en las cuencas las de la serranía del Darién, sugiriendo
por Blanco et al. 2014). Muchas cuencas ricas de Colombia (Maldonado-Ocampo et pericontinentales están más cerca de otras que la dispersión es un importante pro-
pericontinentales más pequeñas, al igual al. 2005, 2012). Por otra parte, las sierras epicontinentales con las que pueden com- ceso para la biogeografía de la entomo-

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fauna acuática, tal como lo discutieron rijá), son los que poseen el potencial para
Longo-Sánchez y Blanco (2009). Estas formar cuencas con mayor longitud (>30
diferencias de composición y abundancia km de recorrido desde la cabecera hasta el
relativa entre los dos extremos del Chocó mar) (Figura 8a), lo cual los separa de los
Biogeográfico, además de estar ligadas con sistemas continentales menos elevados
la insularidad o continentalidad, también (<2.000 m s.n.m.) y cortos (<30 km), y de
pueden ser moldeadas por el régimen de los insulares (elevación: <<1.000 m s.n.m.;
precipitación (Gómez-Aguirre et al. 2009, longitud: <<5 km). Sin embargo, estas di-
Contreras-Martínez 2013, Longo-Sánchez ferencias geomorfológicas están inmersas
y Blanco 2014a). Mientras que en los sitios en contextos hidroclimáticos completa-
con alta precipitación las especies presen- mente diferentes que tienen implicacio-
tes parecen responder al disturbio de las nes más significativas sobre la principal
crecientes, en los sitios con baja precipi- característica de los ecosistemas lóticos: a.
tación las especies parecen responder al la permanencia del caudal (permanente,
disturbio de la sequía. Al igual que para el estacional o efímero). En primer lugar, se
caso de la ictiofauna dulceacuícola, la ex- aprecia que la diferencia de primer nivel
ploración de las sierras y serranías coste- o mayor jerarquía entre cuencas periféri-
ras de Colombia ha sido pobre, pero estos cas de Colombia es su ubicación geográfi-
sistemas ofrecen una gran oportunidad ca ya sea en el Caribe o el Pacífico, lo cual
para el estudio de la biogeografía insular determina la precipitación media anual y
(Castaño-Uribe 1999). En el Capítulo 5 se su estacionalidad (magnitud y duración de
abordará el conocimiento que actualmen- las estaciones lluviosas y menos lluviosa o
te se tiene sobre la entomofauna en las de sequía), y en consecuencia el régimen
cuencas periféricas de Colombia y se reali- de caudal de las cuencas, descrito por el
zarán algunos análisis biogeográficos. caudal medio y la variabilidad intra-anual
(Figura 8b). De esta manera las cuencas
Clasificación de las cuencas del Caribe, particularmente las que na-
pericontinentales cen a bajas elevaciones y en zonas de vida
Basados en los anteriores seis criterios de bosque seco o estacionalmente seco,
(geología, hidrología, procesos de cabe- presentan regímenes de caudal marcada-
cera, diadromía, ictiofauna dulceacuíco- mente estacionales o inclusive efímeros,
la primaria y rasgos de la entomofauna a pesar de que pueden presentar grandes
acuática), se propone la siguiente jerar- pulsos asociados con el paso de ondas,
quía de efectos para construir un sistema ciclones y frentes fríos (Blanco obs. per.). b.
preliminar de clasificación de las cuencas Sólo los segmentos montañosos de las
periféricas, que se espera sea sometido a cuencas que nacen a mayor altura en la
Figura 8. a) Gráfica de burbujas indicando la precipitación anual, la longitud y la altura
prueba por la comunidad de ecólogos ló- Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía
máximas, tomadas de la literatura, de los sistemas montañosos periféricos de Colombia;
ticos, ictiólogos y entomólogos acuáticos de Perijá presentan caudales permanentes
b) clasificación de las cuencas con base en la hidroclimatología y la geomorfología. Fuente:
(Figuras 8 y 9). Utilizando una primera a lo largo de todo el año, alimentados por
elaboración propia.
clasificación intuitiva basada en la eleva- los sistemas nivales, paramunos o bosques
ción y en la distancia del pico más alto al de niebla. La excepción a esta regla es la
mar, es claro que los sistemas montaño- serranía de Macuira, la cual presenta bos-
sos periféricos con mayores elevaciones ques de niebla enanos a menos de 1.000 cuencas periféricas del Pacífico tienden a precipitación pluviales e hiperpluviales.
(>3.000 m s.n.m.) y extensiones (Sierra m s.n.m. y en una zona de vida desértica tener caudales permanentes o ligeramen- Sin embargo, en las pequeñas quebradas
Nevada de Santa Marta y serranía de Pe- (Castaño-Uribe 1999). Por el contrario, las te estacionales debido a los regímenes de es común que los cauces cercanos al mar se

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sequen durante los años secos asociados al más al interior de dichos sistemas tienen vada de Santa Marta y las serranías de Pe- pendiente y el orden de las quebradas,
fenómeno El Niño, tal como se ha obser- el potencial de desembocar como ordenes rijá y Macuira presentan litologías ígneas, esta afecta los procesos ecosistémicos de
vado en isla Gorgona y algunas quebradas 2-4 (Figura 8b). Se estima que solo la Sie- intercaladas con metamórficas graníticas cabecera responsables de renovar la ofer-
que drenan hacia el golfo de Tribugá en el rra Nevada de Santa Marta y la serranía de y sedimentarias (Castaño-Uribe 1999). ta de substratos minerales y de proveer
Chocó (Blanco 2009a). Perijá pueden formar cursos de orden >4 Tanto la serranía del Darién como la isla regularmente la hojarasca que sirve como
en la desembocadura, equivalentes a los de Providencia fueron originadas por pro- base para la red trófica y la madera, la cual
El segundo nivel es la geomorfología, de- que se encuentran en las Antillas Mayores. cesos volcánicos, ocasionando una predo- confiere estabilidad estructural a los cau-
terminada por la elevación de las cabe- Una gran limitante para poder cuantificar minancia de litologías ígneas, sin embar- ces y se convierte en hábitat para las es-
ceras de las cuencas, la cual determina la con algún grado de certeza la geomorfolo- go, levantamientos posteriores han dado pecies acuáticas (principalmente peces y
pendiente de las mismas, principalmente gía de las cuencas costeras y sus órdenes origen a plataformas costeras estrechas camarones) y puede contribuir a atrapar
de los segmentos montañosos (Figura 8b). es la ausencia de modelos digitales de ele- de karsos o bloques calcáreos, a través de la hojarasca (isla Gorgona: Valencia et al.
Las mayores elevaciones, al interactuar vación de alta resolución y la baja cober- las cuales fluyen las quebradas y arroyos 2009, Longo-Sánchez y Blanco 2014b,
con la precipitación y los vientos predomi- tura de la red de estaciones limnimétricas en sus tramos terminales. La litología en Sierra Nevada de Santa Marta: Rodríguez-
nantes, pueden ayudar a contrarrestar el y limnigráficas, y aun climatológicas (ver interacción con el régimen de caudales Barrios 2011, Eyes-Escalante et al. 2012).
régimen de sequía en el Caribe y a poten- Capítulo 2). Por lo tanto, el avance futuro puede moldear diferentes propiedades Mientras la caída de la hojarasca es un
ciar el régimen de crecientes en el Pacífico. en la descripción de tales características geomorfológicas, entre ellas la pendiente proceso continuo con una variabilidad es-
Dentro de este nivel también se encuentra dependerá de la exploración científica, (Puerto Rico: Pike et al. 2010). Aunque hay tacional asociada con las oscilaciones de
la distancia al mar, la cual es una función acompañada del empleo de sensores remo- pocos estudios en Colombia, se conoce que la ZCIT en el trópico americano (Zalamea
de la ubicación del sistema montañoso, y tos de resolución métrica. la litología determina el tipo y tamaño de y González 2008, Heartsill-Scalley et al.
determina la longitud de los segmentos los substratos, condicionando también la 2012), pueden darse variaciones entre las
montañosos, pero principalmente de los El tercer nivel es la litología, la cual per- oferta de refugios ante las crecientes para cuencas periféricas del Pacífico y del Ca-
costeros y planos de los ríos, quebradas y mite una clasificación al interior del nivel la entomofauna acuática (Gómez-Agui- ribe colombiano debido a las diferencias
arroyos. En general, los sistemas insula- anterior a lo largo de los cursos de los ríos, rre et al. 2009, Longo-Sánchez y Blanco en fenología de las especies de árboles do-
res de ambas costas tienen los recorridos quebradas y arroyos pericontinentales, o 2014a). Por ejemplo, los substratos son minantes, sin embargo no hay estudios al
más cortos, mientras que los sistemas del bien puede usarse como un eje de un sis- más inestables en los lechos con rocas respecto. Los pocos estudios disponibles
Pacífico tienen recorridos totales (<10 km) tema triangular en combinación con la hi- sedimentarias que con rocas ígneas en la permiten establecer algunas hipótesis de-
y costeros (<5 km) intermedios, y los del drología y la geomorfología para clasificar isla Gorgona (Gómez-Aguirre et al. 2009, rivadas de la dominancia de algunas espe-
Caribe (con excepción de la serranía del las influencias sobre los procesos ecológi- Longo-Sánchez y Blanco 2014a). También cies de árboles ribereños, como es el caso
Darién) tienen los recorridos totales más cos en dichas cuencas (Figura 9). La lito- se conoce que la litología determina la de la pácora (Cespedesia macrophyla) en el
largos (>20 km) y planicies costeras am- logía de las cuencas periféricas puede ser química de las aguas, así es que mientras Pacífico (p. e. isla Gorgona: Valencia et al.
plias (>10 km). Adicionalmente, la pen- ígnea (volcánica), sedimentaria, metamór- las aguas son más neutro-alcalinas o leve- 2009), y del yarumo o guarumo (Cecropia
diente de las cuencas (en interacción con fica y biogénica. En el Pacífico (isla Gorgo- mente alcalinas con litologías sedimenta- spp), el caracolí (Anacardium excelsum), el
la hidro-climatología) determina el orden na y serranía del Baudó) la mayor parte de rias, son más alcalinas con litologías cal- guamo de río (Pithecelobium longifolium) y
de las cuencas, el cual es el resultado de las cuencas son de origen volcánico con cáreas y graníticas, y más neutro-ácidas otras especies de bongas o ceibas (Bomba-
la adición logarítmica de todos los cursos litologías basálticas antiguas (Castaño- con litologías ígneas (p. e. isla Gorgona: cacea) en el Caribe (J. F. Blanco, observa-
de agua que forman el segmento que des- Uribe 1999), intercaladas con sedimenta- Blanco 2009b; serranías del Darién y San ciones personales, Luna-Fontalvo 2009,
emboca en el río. De acuerdo al sistema de rias más recientes. En el Caribe son prin- Jacinto: J. F. Blanco, datos sin publicar). Eyes-Escalante et al. 2012), las cuales por
clasificación de órdenes de Horton (1945) cipalmente el producto de movimientos sus diferencias en propiedades físicas y
(también conocido como sistema de Stra- tectónicos que ocasionaron plegamientos En un siguiente nivel, la ecología puede químicas, tienen diferentes tasas de acu-
hler), las pequeñas cuencas insulares y las de plataformas costeras emergidas o su- subdividirse en cuatro más del ámbito mulación y descomposición en los lechos,
de pequeños cerros asociados a las serra- mergidas dando origen a litologías sedi- ya sea ecosistémico o comunitario (Fi- las cuales también difieren con respecto a
nías y sierras continentales colombianas, mentarias (areniscas, lodolitas y calizas) gura 9). El cuarto nivel son los procesos las especies introducidas ( Luna-Fontalvo
desembocan en el mar como ordenes des- fluviales o marinas (serranías de Abibe y ecosistémicos de cabecera. Dado que la 2009, Eyes-Escalante et al. 2012, Blanco
de 0 a 2, mientras que las cuencas de ma- San Jacinto) (Castaño-Uribe 1999). Los litología en interacción con la climato- y Gutiérrez 2014). Por otra parte, los mo-
yor longitud y área de captación que nacen sistemas más antiguos como la Sierra Ne- logía y la geomorfología determinan la vimientos en masa o la caída de árboles

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J. F. Blanco

pueden ingresar grandes cantidades de se- (Joturus prichardi) (Acero 2010) y la lisa diádromas y su predominancia en térmi- El sexto nivel, es la riqueza y abundancia
dimentos inorgánicos, orgánicos y madera de río (Agonostomus monticola) (Villegas nos de riqueza de especies, abundancia de del ensamblaje de peces dulceacuícolas
a los lechos, convirtiéndose en un impor- 2006, Sánchez-Garcés et al. 2010, Eslava individuos o dominancia trófica (biomasa primarios (Figura 9). Aunque éste no es ne-
tante proceso no solo geomorfológico sino y Díaz 2011). Por otra parte, en las que- total y per capita) son características im- cesariamente determinado por el anterior,
trófico, principalmente en los segmentos bradas y ríos de pendientes suaves y mo- portantes para la clasificación comunita- puede utilizarse para establecer la impor-
montañosos del Pacífico y del Caribe, tal deradas sobre litologías sedimentarias del ria y ecosistémica de los ríos, quebradas tancia relativa del ensamblaje de especies
como se ha observado en cuencas monta- Chocó Biogeográfico los peces y camaro- y arroyos costeros colombianos y deben diádromas. Las especies de peces dulcea-
ñosas de Panamá (Wohl y Ogden 2013). nes son capaces de migrar varios kilóme- ser objeto de futuros estudios. Finalmen- cuícolas pueden competir con las especies
Por ejemplo, en las cabeceras de isla Gor- tros quebrada o río arriba, pero pocas es- te, es importante precisar si hay inciden- diádromas, como se ha establecido con los
gona y de la serranía del Darién, mientras pecies franquean las cascadas y torrentes cia de fauna diádroma en las serranías de camarones diádromos en La Selva, Costa
las acumulaciones de suelo, rocas y tron- que se forman en las cuencas con mayores Macuira y de Perijá. Por ejemplo, en la se- Rica (Pringle y Hamazaki 1998), pero se
cos pueden bloquear el curso superficial de pendientes, usualmente de litología basál- rranía de Macuira, aunque la cartografía desconocen las interacciones con los peces
las quebradas durante algunas semanas o tica (Blanco obs. pers.), aunque no hay es- oficial muestra algunos drenajes dobles diádromos. Sin embargo, la ocurrencia o
meses, la caída de árboles y ramas gruesas tudios locales sobre la distribución longi- que desembocan al mar (con recorridos no de especies de peces dulceacuícolas, su
en las planicies promueve la formación de tudinal de la fauna diadroma como los que superiores a los 10 km), la conexión se da riqueza y grado de endemismo, depende
piscinas que ayudan a retener el agua du- existen para las Antillas y Centroamérica solo durante los eventos de lluvias más in- más de factores biogeográficos históricos
rante los periodos de estiaje (Blanco obs. (Lyons y Schneider 1990, Hein et al. 2011, tensos y muchos segmentos de la planicie que de ecológicos. Por ejemplo, mientras
per.), tal como lo describe la literatura Lorion et al. 2011).Por lo anterior, en el (drenajes sencillos y dobles), permanecen que en la isla Gorgona, solo existe una es-
sobre quebradas de zonas montañosas de Pacífico (y en la serranía del Darién en el secos durante muchos meses e incluso por pecie de pez dulceacuícola primario (Tri-
todo el mundo (p. e. Buffington y Montgo- Caribe), muchas quebradas de bajo orden chomycterus gorgonae) (Fernández y Schae-
más de una año como ha ocurrido desde
mery 2013, Scatena y Gupta 2013, Wohl y no poseen peces diádromos y solo algunos fer 2005), coexistiendo con varias especies
el 2013 hasta la fecha de la presente pu-
Ogden 2013). camarones palaemonidos están presentes. de peces y camarones diádromos, en las
blicación (Lasso y Granados 2015 este vo-
Por su parte, en el Caribe muchas quebra- quebradas de la serranía del Baudó, prin-
lumen), siendo una barrera para la coloni-
El quinto nivel, primero comunitario, está das y arroyos no presentan peces diádro- cipalmente las de mayor orden, muchas
zación de la fauna diádroma. Por su parte,
relacionado con la incidencia y magnitud mos en los segmentos de planicie, debido especies dulceacuícolas coexisten con las
la porción colombiana de la serranía de
de la estrategia de vida diádroma (Figura a las sequías, aunque los camarones que diádromas (Blanco obs. pers., revisado por
Perijá, que comprende a las cabeceras del
9). A pesar de que está reportada la inci- sobrepasan dichos segmentos durante el Blanco et al. 2014). Por el contrario, en los
río Catatumbo (p. e. Pamplonita y Zulia),
dencia de fauna diádroma en las quebradas invierno pueden llegar hasta las cabeceras arroyos de la serranía de San Jacinto, las
periféricas de Colombia, los pocos estu- (Escobar-Sierra 2013). Otra característica, está alejada más de 300 km de la desem- especies dulceacuícolas dominan sobre las
dios disponibles sugieren que hay afinida- aparentemente distintiva de las quebradas bocadura en el golfo de Maracaibo y, por diádromas, las cuales se limitan a unas po-
des con la fauna del Pacífico y Caribe cen- del Chocó Biogeográfico, además de las de ello, se hipotetiza que no presentan fauna cas especies de camarones (Escobar-Sierra
troamericano y Las Antillas (sintetizado la serranía de Abibe y San Jerónimo, es la diádroma. Estudios realizados por el Ins- 2013). Por otra parte, los rasgos biológicos
por Blanco et al. 2014). Por ejemplo, varias baja densidad o ausencia generalizada de tituto Colombiano del Petróleo (ICP) en el de la ictiofauna tanto del Pacífico como
especies de camarones (Macrobrachium gasterópodos nerítidos, los cuales son los río Pamplonita (Pinzón et al. en prensa) no del Caribe dan cuenta de las presiones se-
spp y Potimirin glabra) y peces (Agonosto- principales ramoneadores en las quebra- registra peces diádomos. La lista más ac- lectivas bajo las cuales han evolucionado,
mus monticola, Sicydium spp, Awaous spp) das de doseles abiertos en otras regiones tualizada de la ictiofauna de la cuenca del por lo cual hay grandes oportunidades de
encontradas en quebradas y ríos costeros insulares y costeras tropicales donde al- río Catatumbo (Ortega-Lara et al. 2012) estudio sobre las adaptaciones morfológi-
del Caribe centroamericano y Las Antillas, canzan altas densidades y biomasas (Blan- registra 123 especies, 109 especies nati- cas, fisiológicas y comportamentales ante
han sido encontradas en muestreos en la co y Scatena 2006, Greathouse y Pringle vas de agua dulce y 14 de origen marino y la sequía en el caso del Caribe (Blanco
ecorregión Darién y aun en las ecorregio- 2006a). Sin embargo, se ha reportado re- estuarino. No se descarta la ocurrencia de obs. pers.). Por ejemplo, en la Sierra Ne-
nes Baudó y Gorgona. También las que- cientemente la presencia de estos caraco- esta estrategia de vida en las partes bajas vada de Santa Marta se ha reportado a
bradas del Pacífico colombiano comparten les en algunos segmentos terminales de de la cuenca en el territorio venezolano, y Trichomycterus nigromaculatum (Villegas
grupos de peces y gasterópodos con el Pa- ríos de la Sierra Nevada de Santa Marta en otras más cercanas a la costa en la parte 2006), el cual pertenece a un género típico
cífico de Costa Rica. En la Sierra Nevada (Quintero-Gálvis y Castro 2013). Por lo norte de la serranía de Perijá o en la ver- de tierras altas y aguas frías. En la serranía
de Santa Marta se han reportado el besote tanto, la ausencia/presencia de especies tiente norte de la serranía de Mérida. de Macuira, donde la literatura menciona

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J. F. Blanco

que hay un régimen de sequía que deseca la humedad de la brisa marina, procesos las características climáticas, geológicas y 2012, 2013). Todos estos temas abren
muchos tramos de los arroyos durante adiabáticos y la lluvia estacional (Garcés- geomorfológicas, la química de las aguas, grandes oportunidades no solo para una
largos periodos, existe una especie endé- Guerrero y De La Zerda 1994, Villegas y la oferta de substratos y de alimento por mayor investigación ecológica sino una
mica de Rivulidae (Austrofundulus guajira) 2006), lo cual podría dar pie a procesos de parte de los procesos de cabecera, sino exploración taxonómica y biogeográfica.
“cuyos huevos tienen una gran capacidad endemismos a muy pequeñas escalas, par- también porque está controlado fuerte-
para resistir periodos secos” (p. 40, Gar- ticularmente en las llamadas “bateas”. mente por las interacciones ecológicas, Algunos desafíos para el estudio
cés-Guerrero y De La Zerda 1994). Sin em- principalmente de depredación y otras futuro de las tipologías de las
bargo, también se menciona que existen Finalmente, el séptimo nivel son los ras- interacciones directas e indirectas con los
cuencas pericontinentales
numerosos riachuelos que mantienen su gos ecológicos de la entomofauna acuática, peces y camarones tanto diádromos como
Como todo sistema de clasificación, y so-
caudal, al menos estacionalmente, bajo la los cuales determinan su riqueza y abun- dulceacuícolas, tal como se ha estudiado
bre todo en un país donde la información
densa cubierta de bosques húmedos y de dancia. Se propone que este nivel es el más en varios sitios del Caribe y Centroamérica
científica en campos como éste es escasa,
niebla, alimentados por la intercepción de bajo debido a que está supeditado no solo a (Pringle y Hamazaki 1997, 1998, Ramírez
la presente propuesta debe someterse a
y Hernández-Cruz 2004, Ramírez y Prin-
una rigurosa validación mediante inves-
gle 2004, Greathouse et al. 2006, Bobeldyk
tigaciones de campo y exploraciones cien-
y Ramírez 2007, Macías et al. 2014). Por lo
tanto, la composición, riqueza y abundan- tíficas. Por lo anterior, en esta sección se
cia de la entomofauna de los sistemas lóti- retomarán algunas de las discusiones
cos periféricos, en función del mosaico de presentadas por Blanco et al. (2014), uti-
composición de fauna diádroma y dulce- lizando las cuencas pericontinentales del
acuícola, ofrece un panorama estimulante Chocó Biogeográfico, y se ampliarán para
para someter a prueba diferentes hipóte- incluir las nuevas observaciones y datos de
sis en ecología de comunidades y ecosiste- campo o información de la literatura para
mas. Por otra parte, la poca información estimular la investigación futura sobre: 1)
que ha sido publicada en Colombia sobre aclarar las discrepancias con respecto a las
la entomofauna de los sistemas periféricos predicciones del CRC y proponer nuevos
(Gómez-Aguirre et al. 2009, Aguirre-Pa- arquetipos; 2) resaltar la importancia del
bón et al. 2012, Contreras-Martínez 2013, regímen de caudal y, particularmente, la
Longo-Sánchez y Blanco 2014a), sumada variación asociada con El Niño-Oscilación
a las publicaciones disponibles sobre deri- del Sur (ENOS) y el calentamiento atmos-
va para el Caribe (p. e. Ramírez y Pringle férico; 3) describir y cuantificar la propa-
2001), puede servir como evidencia de su gación de influencias ecológicas río arriba
utilidad para clasificar los regímenes de mediadas por la especies diádromas y 4)
caudal (alta incidencia de sequía versus describir y cuantificar los flujos de materia
alta incidencia de crecientes). Finalmente, y energía a través de las redes tróficas ba-
otros patrones de distribución que se han sadas en detritus.
estudiado en la entomofauna, y que serían
útiles para la clasificación ecosistémica, 1) Discrepancias con las prediccio-
están relacionados con los tipos de subs- nes del CRC y propuestas de nuevos
tratos de los lechos influenciados por la arquetipos
litología (Gómez-Aguirre et al. 2009, Lon- Aunque en Colombia no existen evaluacio-
go-Sánchez y Blanco 2014a), la oferta de nes sobre la aplicabilidad de este concepto
hojarasca (Rodríguez-Barrios et al. 2011, en las cuencas pericontinentales, los es-
Eyes-Escalante et al. 2013, Longo-Sánchez tudios disponibles sobre la entomofauna
Figura 9. Influencia de la litología, la geomorfología y la hidro-climatología con las varia- y Blanco 2014b) y los tipos hábitats (Gó- acuática del Chocó Biogeográfico han mos-
bles ecológicas. Se indica un arreglo jerárquico entre las variables ecológicas. mez-Aguirre 2009, Contreras-Martínez trado que existe una gran homogeneidad

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

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J. F. Blanco

longitudinal de especies y grupos tróficos orgánico alóctono o si las discontinuida- ticos en las cuencas periféricas colombia- Gaira en la vertiente norte de la Sierra Ne-
funcionales, particularmente durante des geomorfológicas como las cascadas y nas. De acuerdo con Blanco et al. (2014), la vada de Santa Marta para la Universidad
la época de lluvias (Gómez-Aguirre et al. raudales que alteran las condiciones hi- dominancia de Leptophlebiidae (Epheme- del Magdalena), los entomólogos acuáti-
2009, Blanco et al. 2014, Longo-Sánchez y dráulicas, son significativas para alterar la roptera) en la isla Gorgona y la co-domi- cos podrían establecer programas de mo-
Blanco 2014a), pero esto no significa que el homogeneidad de las comunidades acuáti- nancia de otros Trichoptera en la serranía nitoreo (mensuales, bi- o tri-mestrales)
CRC no se pueda aplicar en cuencas de ma- cas y los procesos ecosistémicos. En con- del Darién parece reflejar un gradiente de comunidades y poblaciones con el fin
yor longitud. Sin embargo, el único estudio clusión, las quebradas pericontinentales sur-norte del debilitamiento del régimen de describir las dinámicas y los factores
disponible para un curso largo, el río Gaira, en ambas costas colombianas parecen ser de crecientes. Así, las frecuentes crecien- hidroclimatológicos que las controlan, al
el cual desciende desde la Sierra Nevada de lo suficientemente cortas, y no alcanzan tes parecen ser el disturbio predominante menos en la escala intra-anual. Por ejem-
Santa Marta, demuestra que aunque hay ordenes altos, como para que emerjan las que filtra especies de tamaños corporales plo, recientemente Zúñiga et al. (2014),
un cambio longitudinal de composición predicciones a nivel de organización co- grandes, poca movilidad y ciclos de vida como parte de la expedición Gorgona lide-
de especies y grupos funcionales a lo largo munitaria y ecosistémica propuestas por largos, mientras que la ausencia de cre- rada por la Universidad del Valle a la isla,
de tres estaciones de muestreo, este no se el CRC (Vannote et al. 1980). Es necesario cientes durante varios meses e incluso identificaron varias especies de Epheme-
ajusta a las predicciones del CRC debido a someter a prueba las predicciones del CRC años permite la colonización de grupos roptera y Plecoptera a nivel de especie en
la dominancia de los camarones en la par- en climas más secos como el del Caribe o de condiciones más estables como los tri- la varias quebradas, lo cual representa un
te baja y la baja abundancia y biomasa de en los sistemas montañosos más largos cópteros, como lo sugiere la inspección de avance muy significativo. Adicionalmente,
insectos fragmentadores, aun en la parte como la Sierra Nevada de Santa Marta y rasgos biológicos que realizó Contreras- sea utilizando insectos u otros grupos ta-
alta (Rodríguez-Barrios et al. 2011, Eyes- la serranía de Perijá, pero estableciendo Martínez (2012) en varias quebradas de la xonómicos como modelos de estudio, uno
Escalante et al. 2013). Las evaluaciones claros esquemas de muestreo que permi- serranía del Darién. Como ya se mencionó, de los objetivos que la comunidad de cientí-
más rigurosas realizadas en quebradas in- tan identificar patrones de organización en la isla Gorgona, la composición taxonó- ficos acuáticos en Colombia debe trazarse
sulares del Caribe (Puero Rico; Greathou- ecosistémica, sea relacionados con los ór- mica se homogeniza entre tramos monta- es comprender, mediante muestreos mul-
se y Pringle 2006a; Trinidad: Turner et al. denes de los cursos de agua o con sus dos ñosos y de planicie durante el periodo de ti-anuales, las dinámicas a mediano (3-5
2008; Jamaica: Hyslop y Hunte-Brown grandes porciones geomorfológicas: seg- lluvias, principalmente por el arrastre de años) y largo plazo (10-20 años) influen-
2012), han mostrado que las quebradas mentos de planicie y de montaña o ladera. los individuos y especies más sensibles y ciadas por ENOS y por el calentamiento
de bajo orden, aun de varios kilómetros También se sugiere comparar con modelos por la corta extensión de los cursos (Gó- atmosférico. Por ejemplo, Longo-Sánchez
de largo, no son lo suficientemente reten- ecológicos mejor estudiados como las islas mez-Aguirre 2009, Longo-Sánchez y Blan- et al. (2009) realizaron una aproximación
tivas, por lo tanto la respiración excede a oceánicas volcánicas (p. e. Resh y De Sza- co 2014a). Por ello, los substratos gruesos preliminar al cambio de composición de
la producción primaria a lo largo de todo lay 1995). (bloques y cantos rodados) y la litología la entomofauna acuática de la isla Gorgo-
el curso. También, han encontrado que se de la cuenca (basáltica vs. sedimentaria) na durante cerca de veinte años de suce-
distinguen dos zonas relacionadas con el 2) La importancia del regímen de podrían ser importantes para la provisión sión secundaria después de la declaratoria
gradiente geomorfológico y la dominancia caudal como modulador ecosistémico de refugios (Gómez-Aguirre 2009, Longo- como área protegida. Ha sido claramente
de la fauna: cabecera, dominada por cama- En general, las crecientes son un factor Sánchez y Blanco 2014a). De acuerdo a lo demostrado por los hidrólogos que tanto
rones, y planicie, dominada por caracoles, controlador de la dinámica de las comu- anterior, los estudios entomológicos en las la precipitación anual media como los cau-
ambas con baja abundancia y biomasa de nidades de insectos y otros macroinverte- cuencas periféricas podrían beneficiarse dales medios, al igual que los regímenes de
insectos. En estos estudios se han obser- brados de quebradas neotropicales, ya que en gran medida de los gradientes ambien- ambas variables, están fuertemente rela-
vado variaciones locales influenciadas por reduce la riqueza y la densidad, y homoge- tales ofrecidos a lo largo de los cursos den- cionadas con el ENOS (Poveda 2004). Sin
los cambios en la cobertura vegetal ribere- niza la composición taxonómica durante tro de una misma cuenca, pero también de embargo, solo existen dos estudios hidro-
ña, y por lo tanto la variación longitudinal los periodos de lluvia (Blanco y Scatena los gradientes climáticos ofrecidos por la lógicos comprensivos en cuencas perifé-
del ensamblaje de macroinvertebrados se 2005, Covich et al. 2006, Ramírez et al. disposición de las serranías y sierras a lo ricas (isla Gorgona: Blanco 2009a; isla de
desvía de las predicciones del CRC (asocia- 2006, Mathuriau et al. 2008). Por lo tanto, largo de las dos costas colombianas. Por San Andrés: Carmona et al. 2010) debido
da con el orden) y otros sistemas de zona- los regímenes de sequía y de lluvia podrían otra parte, en los sistemas de más fácil ac- a la escasez de estaciones limnimétricas y
ción europeos basados en la temperatura ser más importantes que las variaciones ceso, logística y presencia de expertos (p. climatológicas, y solo existe un estudio re-
de las aguas. Es necesario identificar si las longitudinales de algunas condiciones de e. isla Gorgona para la Universidad del Va- lacionando las dinámicas de la comunidad
discontinuidades de cobertura vegetal que hábitat y de oferta de recursos alimenti- lle, ensenada de Utría o bahía de Capurga- de insectos acuáticos con el ENOS en una
alteran la cantidad y calidad de material cios para los ensamblajes de insectos acuá- ná para la Universidad de Antioquia, y río cuenca epicontinental (río Pescador, Valle

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J. F. Blanco

del río Cauca: Blanco 2003), pero ningu- principalmente insectos, y el funciona- aporte de hojarasca (Valencia et al. 2009, y segmentos bajos afectados por la activi-
no en una cuenca pericontinental. Dado miento del ecosistema (producción pri- Longo-Sánchez et al. 2009, Rodríguez- dad ganadera. Al igual que con el estudio
que también muchas series de tiempo de maria y descomposición) (Pringle 1997, Barrios 2011). Adicionalmente, al poseer de la dinámica de los macroinvertebrados
precipitación y caudal en el país han mos- Ramírez y Hernández-Cruz 2004, Hein et tramos o segmentos montañosos cercanos acuáticos, esta temática, particularmente
trado ser no estacionarias (sean positiva o al. 2011). Debido a que la distribución de a las desembocaduras, podría existir una la fenología de la caída de hojarasca y la
negativamente) (Poveda y Álvarez 2012), esta fauna diádroma es controlada prin- fuerte influencia geomorfológica e hidro- acumulación de hojarasca en el lecho, se
es urgente establecer programas de moni- cipalmente por la presencia de cascadas y lógicas de las cabeceras de manera equiva- beneficiaría de los esquemas de estudio a
toreo de la biota acuática para determinar tramos de alta pendiente, la abundancia, lente a lo que sucede con las quebradas en largo plazo con aproximaciones ecosisté-
la influencia del incremento del régimen biomasa y riqueza de insectos y camarones montañas más altas de zonas templadas y micas establecidos en sitios de fácil acceso
sea de crecientes o de sequías. Finalmente, presa presentan discontinuidades aguas tropicales (Scatena y Gupta 2013). Se re- como los parques nacionales, como lo han
dichos esquemas de monitoreo podrían, arriba y aguas debajo de estas geoformas comienda estudiar el papel de los derrum- recomendado Ramírez y Gutiérrez (2014)
además de someter a prueba de manera (Pringle 1997, Ramírez y Hernández-Cruz bes en los aportes de madera, hojarasca y para lograr un avance significativo en la
robusta la teoría ecológica, fortalecer la re- 2004, Hein et al. 2011). Por esta razón, la materia orgánica del suelo, ya que son pro- ecología lótica y la entomología acuática
solución taxonómica de muchos grupos de investigación ecológica en las cuencas peri- cesos frecuentes debido a las altas precipi- latinoamericana.
insectos. Por ejemplo, los pocos estudios féricas de Colombia debe centrarse inicial- taciones (observaciones personales). Tam-
taxonómicos disponibles para Chironomi- mente en establecer el papel estructurador bién el grado de desarrollo de los bosques Implicaciones para los sistemas
dae y Simuliidae, han mostrado que son de esta fauna y sobre “la propagación de ribereños en las cabeceras tiene influencia terminales: deltas, estuarios y
ricos en géneros y especies (ver referencias sus influencias aguas arriba” (sensu Prin- directa sobre las cantidades y cualidades manglares
en Blanco et al. 2014). Estos grupos por su gle 1997). Finalmente, dado que el caso de de la hojarasca que se acumula en las que- Aunque los ecosistemas terminales de las
abundancia y diversidad podrían permi- las quebradas y ríos costeros de órdenes bradas (Valencia et al. 2009, Eyes-Escalante cuencas periféricas no son el objeto del
tir análisis estadísticos, espaciales y bio- mayores de Colombia con presencia de pe- et al. 2013, Blanco y Gutiérrez 2014). Todo presente libro, es importante mencionar
nómicos más robustos en comparación a ces primariamente dulceacuícolas podría este material parece ser procesado prin- que de manera equivalente a la formación
otros grupos raros, para someter a prueba asemejarse funcionalmente a los sistemas cipalmente por camarones palaemónidos de los deltas por parte de los grandes ríos
diferentes hipótesis ecológicas. Los méto- más grandes las Antillas Mayores y de omnívoros (Rodríguez-Barrios et al. 2011), (ver Restrepo 2008 para el caso de Colom-
dos de muestreo específicos para inmadu- Centroamérica donde la fauna diádroma al igual que se ha encontrado en quebradas bia), las características hidrológicas y geo-
ros, exhuvias y adultos podrían permitir coexiste con la dulceacuícola primaria en- costeras del Caribe costarricense (Pringle y morfológicas de las corrientes de ordenes
abordar hipótesis específicas a diferentes démica (Lyons y Schneider 1990, Lorion Hamazaki 1997, 1998), pero recientemen- menores se traducen en morfologías y di-
escalas espaciales. et al. 2011), se propone estudiar la auto te, discrepando con este modelo, se en- námicas intra-anuales de las desemboca-
y sinecología de esta ictiofauna, particu- contró que las cucarachas y otros insectos, duras. Así es que de manera equivalente a
3) Influencias ecológicas propaga- larmente para establecer el grado de com- además de los camarones Potimirin glabra, lo que propuso Hynes (1975) con respec-
das aguas arriba mediadas por la petencia con la ictiofauna diádroma y su son los detritívoros dominantes en las to a la relación entre el río y su cuenca en
fauna diádroma papel en la estructura de las comunidades quebradas isla Gorgona (Longo-Sánchez términos de metabolismo ecosistémico, se
Debido a las afinidades zoológicas de las y los procesos ecosistémicos. y Blanco 2014b). Se sugiere, por lo tanto, podría afirmar que los estuarios y deltas
quebradas periféricas de Colombia con las hacer un esfuerzo en la cuantificación y ubicados en la parte terminal de los ríos,
centroamericanas y antillanas, se puede 4) Describir y cuantificar los flujos cualificación de la caída de hojarasca a las quebradas y arroyos de las cuencas peri-
hipotetizar que algunas de las consecuen- de materia y energía a través de las quebradas y arroyos, en la descomposición féricas colombianas reflejan las tipologías
cias ecológicas reportadas en la literatura redes tróficas basadas en detritus y acumulación en el lecho y en el papel de de sus cuencas (Figura 10). Por ejemplo,
también podrían ser observadas en el país. Dado que un número significativo de que- los macroinvertebrados detritívoros, equi- solo los sistemas más grandes del Caribe
Por ejemplo, debido a que migraciones ma- bradas del Chocó Biogeográfico usual- valente al único estudio realizado en Co- que desembocan en regímenes micro-ma-
sivas han sido observadas en peces y ca- mente desembocan en el mar por debajo lombia por Rodríguez-Barrios (2011) en el reales forman micro-deltas acuminados,
marones en el Pacífico (Carvajal-Quintero de doseles cerrados como cursos de bajo río Gaira. Esto permitirá no solo compren- como es el caso de la parte suroriental de
2011) y en el Caribe (Blanco obs. pers.), su orden (<3) (Blanco et al. 2014), posible- der el funcionamiento de estos ecosiste- la cuenca del golfo de Urabá que recibe va-
distribución a lo largo de las quebradas mente poseen una producción perifítica mas, sino estimar los impactos de la defo- rios ríos que drenan la serranía de Abibe
costeras podría controlar la estructura de baja y una abundante base para la sostener restación o el cambio de cobertura vegetal (p. e. río Turbo: Blanco et al. 2013a). Adi-
las comunidades de macroinvertebrados, las redes hetero-tróficas, debido al gran ribereña, particularmente en los tramos cionalmente, estos ríos transportan altas

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¿QUÉ ES UNA CUENCA PERICONTINENTAL?

J. F. Blanco

concentraciones de sedimentos suspendi- o de cantos rodados. Algunos de estos sis- glares de borde, dominados en el caso del nivel de resolución, la geomorfología se-
dos producto de la litología sedimentaria, temas, dependiendo de la geomorfología Baudó norte por el mangle piñuelo (Pelli- para las cuencas de alta o baja pendiente,
de la alta precipitación, pero también de de la planicie costera y del caudal que re- ciera rhizophorae) (Blanco et al. 2010). En cercanas o alejadas de la costa, con estre-
la alta deforestación, que son capaces de ciben durante el invierno pueden formar los sistemas con mayor caudal y con plani- chas o amplias planicies costeras, todas
compensar la erosión costera debido a las pequeñas lagunas costeras como es el caso cies costeras más extensas como los obser- estas moldeadas por la litología. Estas
corrientes de deriva litoral (Blanco 2009c, de varios drenajes de la serranía de San vados al sur de la ensenada de Utría (río características geomorfológicas definen la
Arroyave et al. 2012). Por el contrario, mu- Jacinto que desembocan en el golfo de Tribugá), pero principalmente al sur de importancia de los procesos ecosistémicos
chos ríos, quebradas y arroyos del Caribe Morrosquillo. En el Pacífico, tanto el ré- cabo Corrientes, se forman islas barreras de cabecera, tales como la tasa de desli-
abierto no forman micro-deltas debido a la gimen hiper-pluvial como el meso-mareal y detrás de ellas extensas zonas de man- zamientos de tierra, fallos de márgenes,
combinación de un bajo caudal (con poco distribuyen un volumen significativo de glar mixto o mono-específico sobre un caída de árboles y las entradas verticales
transporte de sedimentos) y una alta ener- sedimentos en las plataformas inter-ma- complejo de islotes separados por canales y laterales de hojarasca, los cuales a su vez
gía del oleaje que deposita los sedimen- reales formando extensas playas rocosas mareales (Blanco obs. pers.). Los trabajos determinan procesos ecosistémicos en los
tos sobre bermas altas (Blanco obs. pers., o de cantos y gravas, playones arenosos o recientes en el costado oriental del golfo lechos como la acumulación y descompo-
cuenca del golfo de Morrosquillo, serranía planos lodosos sobre los cuales corren las de Urabá han mostrado que la deforesta- sición de hojarasca y la acumulación y ex-
del Darién y Sierra Nevada de Santa Mar- aguas dulces formando canales, que son ción de las cuencas altas y modificación hi- portación de sedimentos. Dependiendo de
ta). Por lo tanto, muchas desembocaduras cubiertos durante la marea alta (p. e.. isla dráulica de los cursos de la planicie costera los factores anteriores, la cuencas pueden
de estas corrientes se cierran de manera Gorgona y Baudó norte). Sobre algunas de han alterado el balance de sedimentos, lo presentar o no fauna diádroma e ictiofau-
estacional con barras arenosas, de gravas estas plataformas se han establecido man- cual se ha traducido en la modificación de na dulceacuícola primaria, dependiendo
la geomorfología de los microdeltas (Blan- de factores ecológicos y biogeográficos.
co 2009c, Arroyave et al. 2012, Blanco et En último lugar, el régimen de caudal, la
al. 2013b). Por lo tanto, como lo han de- litología y la estructura de los ensambles
mostrado Valiela et al. (2013a, b, 2014) de macro-consumidores determinan los
utilizando varios ciclos biogeoquímicos en rasgos de los ensambles de insectos acuá-
pequeños estuarios del Pacífico panameño ticos, principalmente las adaptaciones
(golfo de Chiriquí), los estuarios y micro- ante la sequía y ante las crecientes. Basa-
deltas dan cuenta de la condición ecoló- do en los anteriores criterios, se propone
gica y estado de salud ecosistémica de las la hipótesis que las cuencas periféricas no
cuencas periféricas. se ajustan a las predicciones del CRC. La
presente tipología propuesta se espera que
En conclusión, Colombia posee un diver- permita una mejor comprensión de la eco-
so grupo de sistemas montañosos saté- logía de estos sistemas y utilizarlos como
lites ubicados en las planicies costeras, modelo de estudio para la ecología de que-
contienen muchas cuencas hidrográficas bradas costeras e insulares, y como lugares
periféricas o pericontinentales con carac- para someter a prueba hipótesis ecológicas
terísticas ecológicas que las distinguen generales teniendo en cuenta las similitu-
claramente de las cuencas epicontinenta- des y las diferencias con otras partes del
les. De acuerdo a los criterios geológicos, mundo donde fueron propuestas origi-
hidrológicos y biológicos que se utilizaron nalmente. Finalmente, se propone el es-
para tipificar estas cuencas, en un pri- tablecimiento de programas ecológicos a
mer nivel de resolución se distinguen las largo plazo y gran escala aprovechando
cuencas ubicadas en cada una de las costas los gradientes ambientales a lo largo de las
colombianas (incluyendo la serranía de cuencas pero también los gradientes entre
Perijá ubicada en la periferia del golfo de cuencas (climáticos, geomorfológicos y
Figura 10. Deltas, estuarios y manglares en la porción terminal de las cuencas periconti- Maracaibo), las cuales difieren en la preci- ecosistémicos), que impulsen el avance de
nentales de la serranía de Abibe (golfo de Urabá). Foto: J. F. Blanco. pitación anual promedia. En un segundo la ecología lótica, pero también el conoci-

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¿QUÉ ES UNA CUENCA PERICONTINENTAL?

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P. Sánchez-D.
Generalidades del entorno
2. geológico e hidro-climatológico de
las cuencas pericontinentales
Juan Felipe Blanco-Libreros

Introducción et al. 2009). Adicionalmente, los procesos


La geomorfología fluvial y la hidro-clima- constructivos del relieve están interactuan-
tología de las vertientes Pacífico y Caribe do con procesos destructivos modernos
de Colombia son complejas debido a la in- como la erosión por causas naturales (p.e.
teracción de múltiples procesos geológicos precipitación y viento) y antrópicas (p. e.
y atmosféricos (Restrepo 2005, Restrepo et deforestación y minería) y, en una escala
al. 2009, Poveda 2004), lo cual convierte a de tiempo mayor, con la subsidencia de las
sus cuencas periféricas en un apasionante e plataformas y la compactación de las pla-
interesante tema de estudio para someter a nicies sedimentarias (Restrepo 2005, Res-
prueba las hipótesis planteadas para cuen- trepo et al. 2009). En términos climáticos
cas mayores. En gran medida el conoci- las cuencas periféricas de ambas costas es-
miento de la geología y climatología de las tán influenciadas en su estacionalidad por
cuencas hidrográficas se ha logrado gracias las oscilaciones latitudinales de la Zona de
a los enfoques a escalas regionales (Pacífi- Convergencia Intertropical (ZCIT), además
co o Caribe) o de las grandes cuencas (San de sistemas atmosféricos de meso-escala
Juan, Patía y Mira para el Pacífico y Atrato (ciclónicos o no,) circulación local (siste-
y Sinú para del Caribe). A partir de estu- mas advectivos y convectivos, y circulación
dios de la geología suramericana y colom- mar-costa), circulación regional (corriente
biana, se ha definido con bastante claridad del Chorro del Chocó) y circulación global
que en términos geológicos, las serranías y (El Niño-Oscilación del Sur, Oscilación De-
sierras periféricas del país son el producto cadal del Pacífico y Oscilación del Atlánti-
de procesos tectónicos (algunos de ellos co Norte)(Poveda et al. 1998, Montealegre
aun activos) o volcánicos antiguos, ambos y Pabón 2000, Poveda 2004, Poveda et al.
producidos por el contacto de varias placas 2011).
tectónicas, principalmente la de Nazca que
se desplaza hacia el oriente y la de América Siendo la geología y la hidrología criterios
del Sur que se desplaza hacia el occidente- fundamentales para la clasificación tipo-
noroccidente (Restrepo 2005, Restrepo lógica de las cuencas periféricas, tal como

Río Piedras, Magdalena. Foto: P. Sánchez-D. 67


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

se propuso en el Capítulo 1, el objetivo de actualizado a través del portal del Servicio


este capítulo es ofrecer los elementos bási- Geológico Colombiano adscrito al Instituto
cos para que ecólogos, zoólogos y botáni- Colombiano de Geología y Minas (http://
cos acuáticos puedan acercarse al estudio www.sgc.gov.co/Geologia/Mapa-geologico-
de estos sistemas con un conocimiento de-Colombia/Referencias.aspx). También
más integral del entorno lótico. Aunque el se puede acceder a información adicional
objetivo no es proveer una extensa y pro- sobre las dos costas colombianas en el si-
funda disertación sobre ambos temas para guiente portal del Servicio Geológico de
la comunidad científica especializada, aquí los Estados Unidos: http://coastal.er.usgs.
se encontrará una revisión de la literatura gov/coasts-colombia. Para el Pacífico co-
más relevante y reciente. A continuación lombiano existe un estudio integral de la
se describen: a) la historia geológica y sus geología y geomorfología que aborda a las
consecuencias geomorfológicas, b) la hi- serranías del Baudó y del Darién (IGAC-
dro-climatología y c) el inventario de las INGEOMINAS 2005). A continuación, se
principales cuencas pericontinentales. describen las características geológicas más
relevantes para la hidro-geomorfología de
La historia geológica y las las cuencas periféricas.
consecuencias geomorfológicas
más importantes Sierra Nevada de Santa Marta
Las distintas edades de los sistemas mon- Ubicada en la parte norte del Caribe co-
tañosos periféricos de Colombia dan cuen- lombiano, entre los departamentos de
ta de la gran dinámica geológica del relieve Magdalena, Cesár y Guajira, es el sistema
colombiano, de los complejos procesos que montañoso costero más alto del mundo,
la han moldeado y continúan haciéndolo, encontrando en él todos los pisos térmicos
y de las consecuencias geomorfológicas desde el nivel del mar hasta el nival a más
(Figura 1). Por ejemplo, la Sierra Nevada de 5.000 m s.n.m. (Castaño-Uribe 1999).
de Santa Marta es el sistema costero más A pesar de su ubicación aislada de los tres
antiguo, habiéndose levantado durante ramales de la cordillera de los Andes y su
el Paleozoico, mientras que Perijá, Baudó, configuración de macizo o bloque, su oro-
San Jacinto, Macuira y Darién surgieron genia no se dio de manera única y por el
durante el Terciario, pero no quiere decir contrario parece haber sido compleja y Figura 1. Mapa de Colombia indicando la ubicación de los relieves periféricos. Se incluyen
que todas ellas no hayan continuado con durante diferentes periodos entre 400 mi- las islas de San Andrés y Providencia y Gorgona. Elaboró: Ricardo Pérez Montalvo.
levantamientos de estratos sedimenta- llones y 100 mil años atrás. Por otra parte,
rios superficiales durante el Cuaternario se ha planteado que debido a su ubicación
(Castaño-Uribe 1999). En las costas de los en la falla de Ariguaní, la Sierra Nevada de
departamentos del Atlántico y Córdoba hay Santa Marta se ha desplazado unos 200 km y sur. Algunos de los ríos más caudalosos te los ríos Guachaca, Buriticá, Don Diego
pequeños cerros de arcillo-litas y areniscas al nor-oriente desde su punto estimado de de la vertiente norte (p. e. Gaira y Manza- y Palomino hacen un recorrido casi recto
que forman numerosos arroyos efímeros, origen, dando lugar a la posición aislada nares) nacen en la cuchilla de San Lorenzo hasta el mar, pero particularmente los
sin embargo ellos no hacen parte de la tipo- actual de las estribaciones de la cordillera y desembocan en las bahías de El Rodade- dos últimos lo hacen desde más de 5.000
logía incluida en el Capítulo 1. Una buena central y su cercanía a la oriental. También ro, Santa Marta y Taganga. Otros menos m s.n.m. (Parque Nacional Natural Sierra
síntesis sobre la geología de las sierras y este proceso produjo la planicie costera caudalosos y cortos nacen en los cerros Nevada) en escasos 38 km. Otros ubica-
serranías de Colombia, incluyendo las cos- del Caribe y su complejo de ciénagas, in- costeros (<500 m s.n.m.) y desembocan en dos más al oriente nacen en estribaciones
teras, se puede encontrar en Castaño-Uribe cluyendo la Depresión Momposina. Geo- las bahías Concha, Chengue, Cinto y Ne- más bajas de la Sierra (cerros y cuchillas)
(1999), pero se puede acceder a una des- morfológicamente, por su forma piramidal guange dentro del Parque Nacional Natural en el departamento de La Guajira (p.e. ríos
cripción más profunda y al mapa geológico tiene tres vertientes: norte, sur-occidental Tayrona. Como característica sobresalien- Ancho, Cañas, Dibulla o Jeréz y Enea). La

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GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

planicie costera de la Baja Guajira es atrave- de Barbacoas y río Magdalena. Asociados a derrubial del Cuaternario. Como parte de lombiano hasta colindar con el norte de la
sada por numerosos arroyos. La vertiente los Montes de María sobre la planicie del la actividad tectónica, la serranía posé un serranía del Baudó ubicada en el Pacífico
sur-occidental de la Sierra Nevada de Santa golfo de Morrosquillo, se identifican un sis- gran número de fracturas longitudinales y colombiano (IGAC-INGEOMINAS 2005,
Marta tributa numerosos ríos y quebradas tema de cerros satélites a la altura de Tolu- transversales (configuración reticulada o IGAC 2006). Por lo tanto, ha sido denomi-
a la ciénaga Grande de Santa Marta, atra- viejo y de colinas u ondulaciones en el área de espina de pescado) que dan origen a los nada como la “bisagra” geológica del istmo
vesando una amplia planicie aluvial. Entre de San Onofre-Pajonal-Palo Alto-Mucacal. cañones por los cuales discurren los ríos so- de Panáma con la cordillera de los Andes
estos ríos, los de mayor caudal son Aracata- También se reconocen las planicies mari- bre una litología del Terciario, desde zonas (sensu Castaño-Uribe 1999). Se formó de-
ca y Fundación. La vertiente sur lo hace al nas, las llanuras aluviales y las zonas pla- de antiguas terrazas marinas levantadas. El bido a la larga sucesión de actividad vol-
río Cesár, el cual desemboca en la ciénaga nas, estas últimas en el piedemonte de la fenómeno de diapirismo de lodos en Turbo, cánica en el archipiélago que dio origen al
de Zapatosa, parte del complejo cenagoso serranía. La mayor parte de los arroyos que San Juan y Arboletes es una evidencia de la istmo desde hace 5,2 millones de años en el
de la Depresión Momposina del río Mag- desembocan en el golfo de Morrosquillo actividad tectónica actual. Geomorfológi- Terciario, en la fosa Atrato-San Juan. Dicha
dalena. Una excepción es el río Ranchería nacen decenas de kilómetros tierra adentro camente, las cabeceras de las cuencas entre actividad volcánica es producto de la inte-
que nace en esta vertiente, fluye hacia el en la vertiente occidental de la serranía (p. Apartadó y Arboletes, se encuentran sobre racción tectónica de las placas de Cocos,
nor-oriente y luego hacia al norte para des- e. ríos Pechelín y Torobé), sin embargo en las terrazas antiguas marinas, pero la red Nazca, Pacífico, Suramérica y Caribe. Sin
embocar en el mar Caribe en Riohacha. Es- la punta de La Boquilla en el municipio de de drenaje se forma rápidamente a través embargo, aunque la configuración actual
tas otras dos vertientes, aunque presentan San Onofre, el sistema de colinas costeras de fallas y grietas menores que conducen del relieve costero caribeño de la serranía
pendientes igualmente pronunciadas y cur- forma pequeños arroyos efímeros o alta- el caudal hasta los profundos cañones de del Darién se alcanzó al final del Plioceno,
sos profundamente encañonados, poseen mente estacionales que desembocan en el areniscas formando cursos de orden 2 ó 3 existen elementos antiguos como el Bato-
recorridos más cortos. Se estima que apro- mar después de unos cientos de metros o hasta su desembocadura a través de las pla- lito de Mandé desde el Mesozoico. Geo-
ximadamente 35 ríos nacen en la Sierra Ne- pocos kilómetros de recorrido. Al norte de nicies aluviales costeras. En la vertiente del morfológicamente, las laderas costeras de
vada de Santa Marta, 16 de ellos dentro del las sabanas de Mucacal, los arroyos que na- Caribe, los ríos Mulatos y San Juan que na- la serranía del Darién forman acantilados
Parque Nacional Natural Sierra Nevada de cen en este sistema confluyen con los que cen en las estribaciones norte de la serranía empinados principalmente en la parte sur
Santa Marta (Villegas 2006). nacen en la serranía y se dirigen al norte tienen un recorrido bastante recto hacia el del municipio de Acandí y en el municipio
desembocando en la ciénaga de María La mar atravesando extensas terrazas marinas de Unguía, pero algunas partes separadas
Serranía de San Jacinto Baja (IGAC-Gobernación de Sucre 2003). emergidas, mientras que en la vertiente del del mar forma aluviones costeros y playas
o Montes de María golfo los ríos que nacen en el flanco oriental que son atravesados por pequeñas quebra-
Ubicada en la parte meridional de la costa Serranía de Abibe de la serranía recorren las estrechas plani- das (corregimientos Triganá, San Francis-
Caribe, entre los departamentos de Sucre y Ubicada en la parte norte del departa- cies aluviales en cursos meándricos. Al sur co, Titumate y Tanela). En la parte norte
Bolívar, es una formación alargada oblicua mento de Antioquia, corre paralela a la de la serranía de Abibe entre Chigorodó y del Chocó (municipio de Acandí) se ubica
resultante de complejos eventos tectóni- costa oriental del golfo de Urabá en direc- Mutatá las cabeceras se encuentran ubica- el cerro Tacarcuna como una formación
cos que plegaron la planicie costera pre- ción norte, y sirve de límite político con das en un bloque basáltico intercalado con costera de baja altura que se extiende entre
andina hace 50 millones de años (Eoceno) el departamento de Córdoba (IGAC et al. rocas metamórficas graníticas producto del las poblaciones de Sapzurro, Capurganá y
(Castaño-Uribe 1999). Su porción central 2007, Thomas et al. 2007). Esta serranía pliegue anticlinal de Chigorodó y del batoli- Acandí, dando origen a los ríos homóni-
o nuclear está compuesta por cherts y li- es el ramal occidental de la cordillera oc- to del arco de Dabeiba (34 a 61 millones de mos, los cuales son los más grandes debi-
molitas del Cretácico (>135 millones de cidental, producido por el levantamiento años). Los ríos Chigorodó y Mutatá tribu- do al área de sus cabeceras y a la extensión
años). Geomorfológicamente, a lo largo del tectónico sobre la falla del Atrato durante tan sus aguas al río León y al río Riosucio (y de sus planicies costeras. Sobre la costa, al
eje central se identifican tres unidades es- el surgimiento del istmo de Panáma, más este último posteriormente al río Atrato), sur de Playona y hasta bahía Ceverá se for-
tructurales de diferentes elevaciones pero específicamente la serranía del Darién. Es respectivamente. ma otro relieve costero denominado cerro
todas consideradas de baja altura (<500 m el punto de contacto entre el bloque Cho- Tripogadí que corre paralelo a la serranía
s.n.m), a pesar de sus pendientes de hasta có, el cinturón Sinú y el arco de Dabeiba. Serranía del Darién del Darién y confina el valle del río Tanela
45° que terminan sobre la planicie costera Los sedimentos son marinos y transiciona- Ubicada en la parte costera de la provin- (que desemboca en una ciénaga tributaria
a unos 250 m s.n.m.: San Jerónimo, San les, sobre una litología de conglomerados, cia Darién en Panamá y el departamento del río Atrato) y ocasiona la formación de
Jacinto y Luruaco. Esta configuración lon- areniscas, arcillolitas y calizas del Eoceno de Chocó en Colombia, se extiende al sur pequeñas cuencas con drenajes hacia el
gitudinal con dirección nororiente, genera Superior y el Plioceno. Sobre la planicie como continuación de la cordillera o sierra mar Caribe (IGAC 2006). Entre las bahías
dos vertientes: golfo de Morrosquillo-bahía costera existen depósito aluvial, coluvial y de San Blas y se interna en el territorio co- El Aguacate y Sapzurro existen platafor-

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GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

mas coralinas emergidas o karsos que son Desde Punta Ardita hasta cabo Corrientes sobre las quebradas de la isla por Blanco et sugiere que algunas corrientes de agua dul-
atravesados por las quebradas antes de des- sobresalen por su mayor caudal y extensión al. (2009). ce desembocan al mar, pero se desconoce
embocar en el mar y que han servido como los ríos Juradó, Valle, Jurubidá, Tribugá, si presentan ictiofauna diádroma. Por otra
depósitos de sedimentos cuaternarios en Nuquí y Coquí. Al sur de cabo Corrientes, Isla Providencia parte, la porción colombiana de la serranía
algunas partes. se separa la vertiente occidental de la serra- Situada en el archipiélago de San Andrés, de Perijá, que comprende las cabeceras del
nía del Baudó varias decenas de kilómetros, Providencia y Santa Catalina, esta es la úni- río Catatumbo están alejadas más de 300
Serranía del Baudó formando una amplia planicie aluvial cos- ca isla con corrientes de agua permanentes km de la desembocadura en el golfo de Ma-
Se encuentra en el departamento del Chocó tera por la cual discurre el río Baudó para o estacionales que se conectan directamen- racaibo y nacen por encima de los 3.000 m
entre el norte del delta del río San Juan y desembocar en un complejo deltáico con- te con el mar. La isla es de origen volcáni- s.n.m., por ello se hipotetiza que no presen-
bahía Juradó, es un sistema alargado ex- formado por islas barreras y esteros, al nor- co. Geomorfológicamente, isla Providencia tan fauna diádroma (ver Galvis et al. 1997
tenso y complejo que se extiende hacia el te del delta del río San Juan. Otros ríos que presenta un cerro central (Prentice Hill) y otras referencias compiladas por Ortega-
sur desde el golfo de San Miguel en el Pací- podrían considerarse costeros nacen en un con cinco proyecciones digitadas, rodeadas Lara et al. 2012). Por ejemplo, el recorrido
fico Panameño, y que colinda al oriente con sistema de cerros al sur de cabo Corrientes a su vez por lomas de baja altura. Las prin- del río Zulia en territorio colombiano tiene
la llanura aluvial del río Atrato (Castaño- y desembocan al norte del río Baudó (Viru- cipales quebradas que aparecen en la carto- una extensión de 154 km, mientras que en
Uribe 1999, IGAC-INGEOMINAS 2005, dó, Catripe y Pilizá). grafía oficial del IGAC son Gama DithGully, el tramo venezolano es de 141 km, inclu-
IGAC 2006). La vertiente oriental de la FarEnough, San Felipe y Elena Gully. Los yendo un tramo binacional de 26 km. Por
serranía fue formada por levantamiento Isla Gorgona cerros de Providencia y de Santa Catalina lo tanto, dadas esas particularidades se jus-
tectónico producto de la subducción de la Ubicada en el océano Pacífico sur de Co- generan algunos cursos de agua usualmen- tificaría la realización de expediciones cien-
Placa de Nazca en la Zona de Sutura Co- lombia, a 52 km del municipio de Guapi en te efímeros. Contrario a la isla Providen- tíficas a ambos sistemas, aunque para la
lombo-Ecuatoriana contra el Bloque Nor- el departamento del Cauca, es un pequeño cia, San Andrés posee un relieve central cuenca del río Catatumbo ya existe una pu-
Andino entre 100 y 65 millones de años, (1.660 ha) bloque de basaltos originado de menor elevación, producto de procesos blicación sintética, la cual también informa
pero que aún continua. Su litología es una mediante procesos volcánicos y tectónicos, volcánicos y de levantamiento tectónico de que aunque hasta el momento no existen
mezcla de basaltos y diabasas del Cretáceo aun activos. A pesar que las rocas ígneas, la plataforma arrecifal, lo cual ha generado endemismos locales (pero si para la cuenca
tardío y volcano-detríticos del Paleoceno a particularmente los basaltos, dominan, un gran karso que impide que la escorren- del Lago Maracaibo), es la subcuenca del
Mioceno. Producto de la actividad tectó- la isla tiene intercalaciones de rocas sedi- tía superficial llegue al mar. Información Lago con mayor riqueza (Ortega-Lara et al.
nica también se formó el geosinclinal de mentarias y sedimentos del Cuaternario sobre la isla se puede consultar en Villegas 2012). A continuación se resumen algunas
Bolívar, que originó la ensenada de Utría. (Blanco 2009). Los geólogos consideran (2006). características de estas serranías a manera
Los valles transversales, particularmente el que la isla es un enigma geológico debido de ilustración.
del río Baudó son formaciones compuesta a que se presentan las komatiitas más jó- Finalmente, es importante considerar dos
por litología volcánica y sedimentaria del venes del mundo (90 millones de años). casos especiales entre los sistemas perifé- Serranía de Macuira
Terciario (Eoceno-Oligoceno) formada en- Tiene una configuración alargada y delgada ricos de Colombia, las serranías de Macuira Ubicada en la península de La Guajira, es
tre 55 y 26 millones de años. El distrito de (8 x 2 km) definida por la presencia de una y Perijá, las cuales debido a su ubicación realmente un complejo, compuesto por
Los Saltos, correspondiente al relieve más cordillera central, cuya altura máxima es satelital en la planicie costera del Caribe varias sierras de baja altura (Macuira,
costero, incluye varios batolítos. Geomor- 330 m s.n.m. (cerro Trinidad). Geomorfo- son islas biogeográficas, reconocidas como Simarua y Cosinas), que tiene forma de
fológicamente, la vertiente costera de la lógicamente, el cerro forma dos vertientes centros de endemismos, que podrían re- collar (32 km de largo y 10 km de ancho)
serranía del Baudó se divide en dos tramos las cuales tributan sus aguas al mar me- presentar una gran oportunidad para los (Castaño-Uribe 1999). Su litología es pre-
separados por cabo Corrientes. Al norte en diante más de 100 quebradas durante la estudios ecológicos, biogeográficos y sis- dominantemente ígnea y metamórfica
Juradó, la serranía toma el nombre de Los época de lluvias, sin embargo, durante la temáticos de la ictiofauna dulceacuícola y (principalmente granítica), posiblemente
Saltos debido a la discontinuidad que sufre época de sequía solo unas 25 vierten sus la vegetación ribereña. Sin embargo, no es originada entre 250 y 130 millones de años
a la altura de Punta Las Cruces (bahía Cupí- aguas al mar de manera permanente. Estas claro si se ajustan al criterio de incidencia (Mesozoico). Hacia el piedemonte de las
ca), y corre paralela a la costa a unos pocos recorren los cortos y empinados tramos y de fauna diádroma para clasificarlas como colinas hay acumulaciones de carbonato
kilómetros de distancia formado cuencas posteriormente la estrecha llanura aluvial. ecológicamente costeras, en ausencia de in- de calcio. Geomorfológicamente, existen
hidrográficas con estrechas planicies, pero La isla está completamente contenida den- formación y expediciones a sus cuencas hi- un gran número arroyos encañonados que
en muchos tramos el relieve cae abrupta- tro del PNN Gorgona. Se recomienda leer drográficas. Por una parte, la inspección de permanecen secos la mayor parte del año.
mente en el mar en forma de acantilados. la síntesis publicada en el número especial la hidrografía de la serranía de la Macuira, Sin embargo, los ecosistemas boscosos de

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

las mayores elevaciones (p. e. cerro Palúa, geomorfológico. De hecho, Restrepo et al.
860 m s.n.m., la mayor del sistema) captu- (2009) determinaron que la escorrentía
ran un volumen significativo de agua capaz y el coeficiente de relieve (cociente entre
de mantener vegetación siempre-verde, la altura máxima y la longitud total de la
inclusive de bosque enano de niebla, y re- cuenca) explican el 83% de la variabilidad
cargar los arroyos y riachuelos en algunos regional de la producción de sedimentos
tramos cortos (Villegas 2006). para las grandes cuencas del Pacífico y el
Caribe. De esta manera, observaron con-
Serranía de Perijá sistentemente una mayor producción en
Se extiende parcialmente en los departa- los ríos del Pacífico que del Caribe. Esta
mentos de Cesar y Norte de Santander, este exportación de sedimentos además está
sistema tiene su mayor recorrido en terri- fuertemente influenciada por la ocurren-
torio venezolano (Castaño-Uribe 1999). cia de eventos geológicos de alta energía y
La serranía del Perijá, de los Motilones o anomalías climáticas. Siguiendo esa misma
Montes de Oca, muestra una variada lito- lógica las pequeñas cuencas costeras en los
logía intrusiva y batolitos ígneo-metamór- sistemas montañosos periféricos podrían
ficos en las cabeceras, que contrasta con la manifestar una relación similar entre el
litología sedimentaria del Mesozoico. La coeficiente de relieve (conjuntamente con
serranía fue formada por el levantamiento la precipitación media anual) y el caudal
de la masa continental y compresión de la líquido y sólido medio anual. De hecho,
corteza y por un geosinclinal sobre el Cari- un ejercicio preliminar de clasificación de
be y sobre el área del golfo de Maracaibo. las cuencas pericontinentales con base en
Geomorfológicamente, la serranía presen- el coeficiente de relieve y la precipitación
ta colinas y terrazas disectadas que forman anual media, muestra que hay un arreglo
vertientes hidrográficas largas pero con altamente determinístico, en el cual se
cabeceras muy empinadas. En el territorio aparta la serranía del Baudó del resto de
colombiano las cuencas son principalmen- los sistemas, en términos de su alta preci-
te de cabecera y alimentan las cuencas de pitación anual, seguido por la isla Gorgo-
ríos mayores como el Catatumbo y el Zulia, na. Esta última sobresale entre todos los Figura 2. Clasificación de las cuencas pericontinentales de Colombia con base en sus ca-
los cuales tiene su mayor recorrido en terri- sistemas porque no solo es la que tiene racterísticas geomorfológicas e hidro-climatológicas. Parte superior: Coeficiente de relieve y
torio venezolano. la segunda mayor precipitación, sino que precipitación media anual. Parte inferior: Longitud máxima y altura máxima de la cuenca y
tiene el mayor coeficiente de relieve, mien- precipitación media anual (círculo y valor). La longitud y altura máximas fueron calculadas a
En conclusión la disímil y compleja historia tras que los sistemas restantes se disper- partir del modelo digital de elevación oficial (Mapa Geológico de Colombia, IGAC) para una
geológica de las serranías y sierras perifé- san a lo largo de este eje. Llama la atención cuenca tipo en cada relieve satélite (Figuras 4-10). La precipitación media anual fue obtenida
ricas de Colombia ha producido geoformas que la Sierra tenga un coeficiente de relieve a partir de IDEAM (2013). SNSM: Sierra Nevada de Santa Marta, SP: Serranía de Perijá, SSJ:
fluviales igualmente complejas y algunas similar al de sistemas más pequeños como Serranía de San Jacinto, SA: Serranía de Abibe, SD: Serranía del Darién, SB: Serranía del
veces únicas. Sin embargo, estos sistemas Providencia y la serranía del Darién. Final- Baudó, G: isla Gorgona, P: isla Providencia.
están compuestos consistentemente por mente, los sistemas con pendientes más
dos elementos básicos: una porción mon- tendidas o coeficientes de relieve menores
tañosa de cabecera y una porción plana (debido a sus amplias planicies costeras)
costera. Por lo tanto, la altura máxima y la son Abibe, San Jacinto, Perijá y Macuira
longitud de cada cuenca (o su proporción (Figura 2). En contraste, realizando un tró en el capítulo anterior), con base en el- (Figura 2), lo cual demuestra la limitación
expresada como un coeficiente de relieve) perfil solo con las alturas y las longitudes modelo digital de elevación oficial disponi- de esta aproximación. En la siguiente sec-
pueden servir como elementos iniciales máximas de las cuencas costeras (no de ble en el IGAC (Figuras 4-10), los sistemas ción se describe la hidro-climatología de
para un sistema de clasificación hidro- todo el sistema montañoso como se mos- se separan principalmente por su tamaño las cuencas periféricas.

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P. Sánchez-D.

La hidro-climatología de las taciones y caudales mensuales y diarios, y


cuencas hidrográficas periféricas por lo tanto, las altas correlaciones que en
Una de las principales limitantes para la otras regiones se observan entre variables
caracterización hidrológica de las pequeñas hidrológicas atmosféricas y superficiales,
cuencas costeras es la ausencia casi abso- no se observan en las costas Pacífica y Cari-
luta de estaciones de caudales o niveles, al be (Guarín-Giraldo y Poveda 2013). Esto se
menos para algunos sistemas satélites, par- debe a que en estas regiones se presentan
ticularmente en la vertiente del Pacífico (p. fenómenos intra-anuales o intra-estacio-
e. serranía del Baudó, Figura 3). Por lo tan- nales tales como la Corriente del Chorro
to algunas inferencias de la misma pueden de Chocó (CCC), los Sistemas Convectivos
hacerse a partir de la hidro-climatología re- de Mesoescala (SCM), los sistemas cicló-
gional o de las grandes cuencas hidrográfi- nicos y ondas tropicales, y los frentes fríos
cas de ambas costas colombianas (Restrepo (Poveda 2004; CIOH: http://www.cioh.
et al. 2009, Poveda 2004). En términos ge- org.co/meteorologia/ResumenSanAndres-
nerales, la hidro-climatología colombiana yProvidencia.php). De esta forma el ciclo
está controlada por los siguientes factores: anual de la humedad del suelo presenta un
1) estacionalidad de las oscilaciones de la rezago de dos meses con respecto al de la
ZCIT; 2) fenómenos intra-anuales de meso- precipitación en la costa Pacífica, debido a
escala; 3) procesos locales de variación dia- la operación de los dos primeros procesos,
ria; 4) procesos regionales y globales con mientras que en el Caribe la respuesta es
periodicidad multi-anual (Poveda 2004). menos rezagada debido a que está más aco-
En primer lugar, la hidro-climatología y plada durante el periodo seco y los fenóme-
particularmente el régimen de variación nos moduladores (constructivos) como las
intra-anual o estacional del caudal medio ondas y ciclones tropicales son más activos
mensual, está modulado en ambas costas durante la época de lluvias. A continuación
por los desplazamientos latitudinales de se resumen las influencias de la ZCIT y de
la ZCIT, la cual durante su paso dos veces los principales procesos moduladores in-
al año por el territorio nacional trae las tra- e inter-anuales de la hidro-climatología Figura 3. Ubicación geográfica de las estaciones climatológicas e hidrométricas del IDEAM.
temporadas de lluvias. Las temporadas o de las vertientes Pacífico y Caribe. Partel superior: Vertiente del Caribe mostrando la Sierra Nevada de Santa Marta y las se-
estaciones de menor precipitación, y en rranías de Macuira y Perijá. Parte inferior: Vertiente del Pacífico mostrando la serranía del
algunos casos de sequía atmosférica, se Vertiente del Pacífico Baudó.
producen en la medida que la ZCIT sigue El paso de la ZCIT por esta región trae un
su curso ya sea al norte o al sur. En segun- incremento de la precipitación, sin embar-
do lugar, dado que la hidro-climatología es go, este incremento se presenta sobre los
modulada espacialmente en la magnitud valores base de humedad influenciados hacia Suramérica a la altura de 5°N en el rrencia de una celda de baja presión y alta
de las precipitaciones totales anuales y de por la CCC, el forzamiento orográfico y las departamento del Chocó, la cual explica la temperatura (Poveda y Mesa 1999, 2000).
los caudales medios anuales por la pre- celdas locales. Por esta razón, los pluvio- ocurrencia de registros de precipitación tan Se ha planteado recientemente que la CCC
sencia de los Andes, se puede inferir que gramas de la región a pesar de mostrar una altos como los observados en Lloró (1952- también influye sobre la climatología de la
también es modulada por otros relieves alta estacionalidad de los valores máximos 1960: 12.510 mm. año-1) y en el departa- región Darién-Urabá (Bernal et al. 2006).
costeros satélites (existen estudios para la diarios de lluvia, varían poco con respecto mento (rango espacial: 8.000-13.000 mm Los SCM son discretas acumulaciones de
Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía a los valores mínimos, y no puede hablarse año-1) (Poveda y Mesa 1999, 2000). Adicio- humedad en capas bajas de la atmósfera
del Baudó, Guarín-Giraldo y Poveda 2013). de periodos secos, excepto bajo condicio- nalmente, en esta región de la costa Pací- que viajan con los vientos alisios del Pací-
En tercer lugar, las interacciones tierra- nes de El Niño. La CCC es una corriente fica, la CCC interactúa con el forzamiento fico, pero particularmente con la CCC hacia
océano influyen no solo en las diferencias atmosférica de baja altitud y de alta hume- orogénico de la humedad por parte del la costa colombiana (Poveda y Mesa 1999,
espaciales, sino temporales, de las precipi- dad que se mueve desde el océano Pacífico relieve costero próximo a la costa y la ocu- 2000, Poveda 2004), trayendo de manera

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irregular grandes aguaceros sobre la mis- Caribe la humedad que trae la brisa marina coincidió con condiciones El Niño (Blanco El Niño, en interacción con la Corriente de
ma. Los SCM pueden ingresar al Atrato y en las tardes no puede ser interceptada por obs. pers.). Sin embargo, dado que no hay Chórro de San Andrés 12°-14° N (Poveda y
la región Andina por pasos de baja altura las lomas costeras y por lo tanto los vien- estaciones de caudal en muchos arroyos Mesa 1999, Carmona et al. 2010). Sin em-
sobre la serranía del Baudó y la cordillera tos húmedos penetran grandes distancias, y quebradas costeros del Caribe, es difí- bargo, es mayor la influencia de la Oscila-
Occidental (Poveda y Mesa 2000). La mag- siendo atrapados por las estribaciones de cil precisar los efectos de la variabilidad ción del Atlántico Norte (NAO), siendo la
nitud y frecuencia de estos sistemas, al los tres ramales de los Andes lo que gene- intra- e inter-anual. Una opción metodo- fase cálida la que incrementa la precipita-
igual que la potencia de la misma CCC, es- ra un ciclo diario marcado (Poveda et al. lógica que podría ser útil es la utilización ción durante octubre y noviembre hasta en
tán modulados por las fases cálida y fría de 2011). Sin embargo, durante la época de del Índice de Diferencias Normalizadas de un 60% (Carmona et al. 2010). En el Caribe
El Niño-Oscilación Sureña (ENOS), debido sequía, la intercepción de la brisa marina Vegetación (NDVI por sus siglas en inglés) continental también se ha establecido que
a la influencia que tienen ambas sobre la generada por las serranías de San Jacinto, como surrogado de la evapotranspiración y la NAO tiene un efecto negativo significa-
temperatura atmosférica (a diferentes alti- Abibe y Darién no es suficiente para recar- de la humedad del suelo, tal como ha sido tivo en la precipitación y los caudales del
tudes) en el Pacífico colombiano (Poveda y gar los arroyos, quebradas y ríos (Blanco demostrado ampliamente por Poveda et al. periodo MAM y JJA (Poveda et al. 1999).
Mesa 1999, 2000). Finalmente, dado que la obs. pers.). Por el contrario, las vertientes (2001). Finalmente, la hidro-climatología Finalmente, es importante resaltar que
influencia de la CCC sobre el clima y la pre- norte y sur de la Sierra Nevada de Santa del Caribe continental e insular de Colom- varios de los grandes ríos de la Sierra Ne-
cipitación del sur del Pacífico colombiano Marta forzan el ascenso de las masas de bia es fuertemente, pero esporádicamente, vada de Santa Marta son alimentados por
es débil (Rueda y Poveda 2006), una menos aire húmedo produciendo precipitación en influenciada por los sistemas ciclónicos el deshielo nival y glaciar (Castaño-Uribe
conocida y estudiada corriente de chorro a elevaciones altas, las cuales mantienen las (huracanes y tormentas tropicales) y no 1999). Por lo tanto, su régimen basal o de
la altura de 2°S en Ecuador (Poveda y Mesa quebradas y ríos con caudal la mayor par- ciclónicos (ondas) que pasan por el Caribe caudales mínimos es bastante moderado,
1999), podría tener efectos más significati- te de la estación seca, a pesar de que en la Sur. Sobre el archipiélago de San Andrés y al menos para los tramos montañosos, sin
vos sobre la hidro-climatología de isla Gor- parte baja no llueva. Una clara señal de esta Providencia han pasado los siguientes hu- embargo, son altamente vulnerables al ca-
gona. Por lo tanto, los diferentes procesos lluvia orogénica es el marcado ciclo diario racanes: 1818, 1876, 1877, 1906, 1940, lentamiento atmosférico global tal como se
atmosféricos que se suceden a lo largo de que la precipitación, con una predominan- 1961 (Hattie), 1971 (Irene), 1988 (Joan), ha descrito para la zona andina (Poveda y
la costa Pacífica colombiana podrían gene- cia de las lluvias entre las 14:00 y 18:00 h Cesar (1996), Wilma y Beta (2005) (CIOH: Pineda 2009).
rar diferencias no solo en la magnitud de pero con el mayor pico a las 19:00 h, ciclo http://www.cioh.org.co/meteorologia/Re-
las lluvias (por lo tanto, en los caudales de que se mantiene aun durante años El Niño, sumenSanAndresyProvidencia.php). Por Inventario de las cuencas
las quebradas costeras de bajo orden), sino aunque con una disminución de la magni- otra parte, los frentes fríos provenientes de periféricas de Colombia
también en los regímenes de crecientes di- tud (ver estación Pueblo Bello en Figura 4 Norteamérica (conocidos como Nortes en De acuerdo con la zonificación más recien-
ferentes, que en interacción con los altos de Poveda et al. 2011). Un patrón similar de México), también influyen sobre la clima- te de las unidades hidrográficas (ZH) del
coeficientes de relieve, podrían generar ciclo diario de la lluvia orográfica se obser- tología de este archipiélago (Ibidem). Dado país (IDEAM 2013), las cuencas periféricas
interesantes gradientes ambientales (entre va en las cabeceras de la región Catatumbo que no hay estudios sobre la hidro-climato- se ubican en las siguientes zonas, para las
isla Gorgona y serranía del Baudó, aun a lo (serranía de Perijá) (estaciones 2 y 3, Figura logía de la isla Providencia, se puede hipo- cuales se describen las sub-zonas (SZH), su
largo de esta última) para el estudio de los 4 en Poveda et al. 2011). Multi-anualmente tetizar que es similar a la de San Andrés, al codificación y área (Tabla 1):
disturbios y otros procesos ecológicos, lo el caudal máximo mensual de los grandes menos en la magnitud y el regímen anual
mismo que la biogeografía de los organis- ríos es menor durante años El Niño que de precipitación (1.900 mm año-1) y la res- • Vertiente Caribe: 1) Atrato-Darién, 2)
mos acuáticos. La Niña (Figura 10 en Poveda et al. 2011), puesta ante sistemas de meso-escala. Ante Caribe Litoral, 3) Caribe-Guajira, 4)
por lo cual se podría extrapolar este mis- la ausencia de estaciones limnimétricas se Catatumbo e 5) islas Caribe
Vertiente del Caribe mo comportamiento a los pequeños ríos y puede hipotetizar que los caudales también • Vertiente Pacífico: 1) Baudó-Directos
El paso de la ZCIT por esta región es el arroyos, haciendo la salvedad que durante pueden seguir dicha dinámica. La climato- Pacífico, 2) Pacífico Directos e 3) islas
principal responsable del incremento de El Niño permanecerían sin caudal duran- logía de San Andrés es marcadamente uni- Pacífico.
la precipitación de manera sostenida en la te un número mayor de meses. De hecho modal (Carmona et al. 2010). La precipita-
escala intra-anual, dado que la mayor parte tramos costeros de varias quebradas en ción inter-anual es modulada por el ENOS, En la tabla 2 se describen las principales ca-
del año la precipitación es cercana a cero, las inmediaciones de Capurgana (serranía observándose un aumento de 25-30% du- racterísticas hidro-climatológicas, zonas de
con algunas excepciones locales como la del Darién) permanecieron sin caudal du- rante el periodo junio-agosto (JJA) en años vida y principales corrientes.
Sierra Nevada de Santa Marta (Poveda et al. rante 15 meses continuos entre junio de
2011). En la mayor parte de la planicie del 2009 y septiembre de 2010, periodo que

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

330

6600
Gorgona

Bosque de
Volcánica
Tabla 1. Zonas y subzonas hidrológicas según la zonificación del IDEAM (2013) que corres-

húmedo-
Marcada

Ausente
Isla

Pacífico
Pacífica
Bosque

insular
niebla
ponden a las cuencas pericontinentales.

muy
1810

12500
Código Nombre Sub-zona hidrográfica

Bosque muy
S. Baudó
Vertiente ZH Área (km2)

río Baudó
Sedimentaria Sedimentaria Volcánica Volcánica
SZH (SZH)

Pacífico y
Marcada

Directos
Ausente

húmedo

Pacífica
1115 Río Tanela y otros directos al Caribe 1451
Darién
1116 Río Tolo y otros directos al Caribe 714

Tabla 2. Características geográficas de los sistemas periféricos de Colombia que albergan las cuencas periféricas.

1876

2500
S. Darién

húmedo-
Presente
Muy marcada Marcada
1201 río León 2278

húmedo
Bosque

Bosque

Darién
Caribe
muy
1202 Río Mulatos y otros directos 2981
1203 Río San Juan 1444

1500
2200

Caribe litoral
Caribe Litoral

Bosque muy
S. Abibe
1204 Río Canalete y otros arroyos 1898

húmedo-
Presente

húmedo
Bosque

Caribe
1205 Directos Caribe (golfo de Morrosquillo) 2506
1206 Arroyos directos 1868

1500
500

Caribe litoral
1501 Ríos Guachara-Piedras y Manzanares 1614

Bosque seco
Jacinto

inundable-
S. San
1502 Río Don Diego 542

Presente
Marcada

húmedo
Bosque

Caribe
1503 Río Ancho y otros directos al Caribe 1956
1504 Tapias 1079

3630

2000

subxerofítico-
Caribe

Metamórfica Metamórfica
S. Perijá
Caribe Guajira 1505 Camarones y otros directos al Caribe 894

Catatumbo
Presente
Marcada

Páramo
Bosque
1506 Río Ranchería 4286

Caribe
Directos Caribe, arroyo Sharimahan y
1507 5387
Alta Guajira

867

300
S. Macuira
Ríos Carraipia y Paraguachón y

xerofítico-
Bosque de
1508 5662

Presente
marcada
directos golfo de Maracaibo

Caribe-
Guajira
Bosque

Caribe
niebla
Río Pamplonita, Zulia, Nuevo

Muy
1601-05 Presidente, Tres Bocas, Tarra, 11378
Algodonal (Alto Catatumbo)

2000
5775

Caribe-Guajira
S. Nevada de

estacionalmente subxerofítico-
Sta. Marta

Metamórfica
Catatumbo 1606 Río Sacuavo del Norte y Sur 966

Presente
Marcada

Bosque
1607 Río Catatumbo 1250

Alpino

Caribe
1608 Río de Suroeste y directos, río de Oro 1877

1900
150
1701 San Andrés 27

Providencia

Caribe insular
Islas del Caribe

Muy marcada
1702 Providencia 22

Isla

Volcánica

Presente
5601 Directos Pacífico, Frontera con Panamá 4552

Bosque

Caribe
seco
5501 Río Baudó 4058
Pacífico Pacífico directos
5502 Río Docampadó y directos Pacífico 1907 Característica

Rango de zonas
Estacionalidad

hidrográficas
Precipitación

precipitación
media anual

hidrográfica
5701 La Gorgona 13
máxima (m

estacional
Elevación

Vertiente
Litología

de vida
s.n.m.)

Sequía

Zonas
(mm)

de la
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ZH Atrato-Darién (Figura 4) tumate que nacen en el cerro de Tripogadí bimodal consistente con la del resto del ZH Caribe Litoral (Figuras 5 y 6)
Ubicadas sobre la vertiente Caribe de la se- y otros sistemas más cercanos al mar, de- Caribe colombiano, con dos temporadas Es una zona extensa que se extiende desde
rranía del Darién, las sub-zonas hidrográ- nominados directos dentro de la ZH. Aun- lluviosas: abril-agosto y octubre-noviem- la parte sur de la serranía de Abibe hasta la
ficas (SZH) río Tolo (municipio de Acandí) que la serranía del Darién puede superar bre. Aunque las SZH tienen un índice de parte norte de la serranía de San Jacinto,
y río Tanela (municipio de Unguía) son las los 1.000 m s.n.m., muchos de los cerros disponibilidad media del agua en el suelo incluyendo los relieves costeros bajos com-
unidades más grandes, sin embargo, hay costeros no superan los 400 m. Estas SZH bastante alto, las pendientes costeras están prendidos en medio. Esta ZH comprende
otras cuencas mucho más pequeñas tales reciben entre 2.000 y 2.500 mm año-1 de cubiertas por bosques sub-húmedos con las siguientes SZH: a) León, b) Mulatos y
como los ríos Sapzurro, Capurganá y Ti- precipitación, la cual tiene una distribución una alta incidencia de elementos florísticos otros directos, c) San Juan, d) río Canalete
deciduos como las bongas. y otros arroyos, e) directos Caribe, golfo de

Figura 4. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía del Darién. El perfil está ubicado
al sur del cerro Tripogadí y se inicia en la cabecera del río Tanela en la serranía del Darién. El
perfil cruza el valle de este río y el relieve costero de baja elevación. Elaboró: Ricardo Pérez Figura 5. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía de Abibe. El perfil corresponde a
Montalvo. la cuenca del río Currulao. Elaboró: Ricardo Pérez Montalvo.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

Morrosquillo y f) arroyos directos. Debido respectivamente. Así, la SZH río León (tri- varias SZH que nacen en las estribaciones que aportaban >10.000 millones de m3 de
a la amplia extensión, es difícil generali- butaria de la costa oriental del golfo de Ura- norteñas de la serranía de Abibe y tienen agua anualmente. También anotó que “por
zar las características hidro-climáticas, sin bá) presenta bosques húmedos densos en la largos recorridos sobre una plataforma alu- las tres caras de la Sierra Nevada corren
embargo, se puede afirmar que se presen- cabecera de sus tributarios (Chigorodó, Ca- vial antropizada después de descender de más de 30 ríos importantes como el Córdo-
ta una transición de zonas de vida desde repa, Apartado), mientras que las de otros sus cortas cabeceras montañosas (Mulatos ba, Gaira, Manzanares, Don Diego, Palomi-
bosque subhúmedo tropical hasta bosque al norte de esta SZH, tales como Currulao, y San Juan). La SZH río Canalete y otros no, Ranchería, Jerez, Badillo, Fundación,
seco tropical desde el golfo de Urabá hasta el Tres, Turbo y Caimán Nuevo, presentan arroyos comprende numerosas corrientes Aracataca, Sevilla y Frío”. Aunque algunos
el golfo de Morrosquillo, recibiendo entre bosques sub-húmedos. La vertiente Caribe que nacen en sistemas de baja altura como de los grandes ríos nacen en los picos más
2.500 y 1.500 mm de precipitación anual, en el departamento de Antioquia presenta altos, cerros y cuchillas, ubicados cerca de altos y su caudal basal es mantenido por
la costa entre las estribaciones de la serra- el descongelamiento gradual de las nieves
nía de Abibe (Las Palomas) y la serranía perpetuas y los glaciares, la mayor parte de
de San Jacinto, y atraviesan una zona de cuencas se nutren de la captación de lluvia
vida de bosque seco tropical extensamente e interceptación de la humedad en las cabe-
sabanizada. La SZH directos Caribe-golfo ceras cubiertas páramos y bosques de nie-
de Morrosquillo recibe los drenajes de la bla. Por esta razón, Castaño-Uribe (1999)
vertiente occidental de la serranía de San también menciona que en la vertiente nor-
Jacinto entre los que sobresalen el río Pe- te “hay precipitaciones que van desde los
chelín y el arroyo Torobé. No obstante, hay 4.000 mm de lluvia al año en las cuencas
una treintena de arroyos estacionales que de los ríos Buritaca, Guachaca y Don Die-
atraviesan la planicie costera y sus saba- go, hasta los valores menos intensos del río
nas antropogénicas. En las cabeceras de la Palomino hacia el oriente, donde los índices
serranía de San Jacinto aún se conservan de precipitación descienden a 2.500 mm y
bosques secos y sub-húmedos en estado 1.800 mm a medida que las estribaciones se
de sucesión secundaria (Pizano y García acercan al desierto guajiro”. Sin embargo, la
2014). La SZH arroyos directos comprende precipitación media anual varía entre 1.500
los drenajes de los lomeríos costeros entre mm al occidente, al margen de la Ciénaga
Cartagena y Barranquilla. En la ZH Caribe Grande de Santa Marta, en la vertiente oc-
Litoral el régimen de precipitación es mar- cidental, y 1.200 mm en la cuenca del río
cadamente estacional con un periodo de Cesar, vertiente oriental. El régimen de pre-
sequía atmosférica entre diciembre y abril, cipitación es bimodal, presentándose picos
un periodo de baja precipitación entre ju- en abril-junio y agosto-diciembre. Como
lio y agosto (veranillo de San Juan) y dos producto del enfriamiento adiabático por
periodos de lluvias, mayo-junio y septiem- la gran altura de la Sierra, también hay una
bre-noviembre, siendo más significativo el extensa variación de pisos térmicos, lo cual
segundo. en conjunto con la precipitación condiciona
las zonas de vida presentes, extendiéndose
ZH Caribe-Guajira (Figuras 7 y 8) desde el bosque sub-xerofítico basal hasta el
Es una zona extensa que contiene ocho páramo por encima de los 3.000 m s.n.m.
SZH, principalmente agrupadas en torno Finalmente, la ZH Caribe Guajira, presenta
a dos sistemas contrastantes: la Sierra Ne- varias SZH, con sistemas que caen directa-
vada de Santa Marta y los sistemas satéli- mente al mar desde relieves bajos o desde
tes de baja elevación de la península de La las serranías de la Alta Guajira, de manera
Guajira. Castaño-Uribe (1999) mencionó estacional o efímera. El principal sistema
que la Sierra Nevada de Santa Marta surtía generador de caudales hacia el mar Caribe
Figura 6. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía de San Jacinto. El perfil se inicia de agua a más de un millón y medio de per- o hacia el golfo de Maracaibo desde la Alta
en la cabecera de la cuenca del río Macaján. Elaboró: Ricardo Pérez Montalvo. sonas con sus más de 680 microcuencas, Guajira es la serranía de Macuira. Esta ge-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

nera un “oasis” en medio de una zona de °C, dentro de un rango de 12 a 41 °C. Los
vida xerofítica y desértica, que gracias a un arroyos que generan la precipitación y la in-
enfriamiento adiabático que fuerza lluvia tercepción de la humedad atmosférica son
orogénica e intercepción de la humedad ma- estacionales o efímeros, pero mantienen un
rina, es capaz de mantener bosques secos, nivel freático suficiente, capaz de mantener
sub-húmedos y un bosque enano de niebla vegetación ribereña siempre-verde, decidua
(Castaño-Uribe 1999). De esta forma, se o espinosa a lo largo de los recorridos hacia
encuentran temperaturas promedio de 28 el mar por fuera del relieve de la Sierra.

Figura 8. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía de Macuira. Elaboró: Ricardo


Pérez Montalvo.

ZH Catatumbo (Figura 9) racaibo. Sobresalen por su extensión las


Es una zona extensa que alberga ocho SZH Catatumbo, Oro, Pamplonita y Zulia.
SZH dentro del territorio colombiano Presentan una distribución bimodal de la
que drenan hacia el nor-oriente forman- precipitación, con períodos máximos entre
do la cuenca alta del río Catatumbo, cuya abril–mayo y septiembre–noviembre, y mí-
hidro-climatología pertenece claramente a nimos entre enero–marzo y junio–agosto,
Figura 7. Modelo digital de elevación y perfil de la Sierra Nevada de Santa Marta. El perfil la vertiente Caribe, mediante las influen- pero la precipitación anual varía geográfi-
corresponde a la cuenca del río Don Diego. Elaboró: Ricardo Pérez Montalvo. cias atmosféricas a través del golfo de Ma- camente entre 1.200 y 2.000 mm, debido a

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

fallas, principalmente la de Baudó, han ge- mar en Bahía Solano, la ensenada de Utría
nerado profundos y largos valles en el inte- y el golfo de Tribugá. Todas estas quebra-
rior de la serranía que recogen numerosas das y ríos reciben anualmente entre 8.000
quebradas, y que finalmente llegan al mar. y 12.500 mm, que mantienen mediante un
En la SZH río Baudó sobresalen el río Valle, clima super-húmedo (humedad relativa
el río San Pichí, el río Tribugá, el río Nu- 80-95%, >300 días de lluvia al año) espesas
quí y el río Baudó. Adicionalmente, un gran selvas lluviosas tropicales. No obstante, el
número de quebradas cae directamente al régimen de precipitación es marcadamente

Figura 9. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía de Perijá. El perfil corresponde a


la cuenca del río Riecito tributario en la cabecera del río Catatumbo. Elaboró: Ricardo Pérez
Montalvo.

la compleja geomorfología y a las altitudes ZH Baudó Directos (Figura 10)


máximas alcanzadas por la serranía (Casta- Ubicadas sobre la serranía del Baudó en
ño-Uribe 1999). Como consecuencia, esta sus flancos costeros e internos, las SZH
posee zonas de vida tanto de tierras bajas río Baudó, río Docampadó y directos del
como de altas que varían entre bosques Pacífico, son los sistemas más extensos
secos, lluviosos, de niebla y páramos, estas del Pacífico a pesar de sus cortas planicies Figura 10. Modelo digital de elevación y perfil de la serranía del Baudó. El perfil corresponde
últimas por encima de los 2.000 m s.n.m. costeras. Esto se debe a que las numerosas a la cuenca del río Valle. Elaboró: Ricardo Pérez Montalvo.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

P. Sánchez-D.

estacional influenciado por las oscilaciones en su ubicación, difieren en su hidro-clima- la importancia de la NAO) tiene un papel • IGAC. 2006. Chocó. Características geo-
de la ZCIT. La SZH río Docampadó es con- tología porque mientras la primera recibe protagónico en el país en el control de la gráficas. IGAC, Bogotá, Colombia. 234 pp.
formada por ríos de mayor caudal y exten- cerca de 2.000 mm acumulados en 200 días precipitación y los caudales medios, míni- • IGAC-Gobernación de Antioquia-IDEA
(Instituto para el Desarrollo de Antioquia).
sión que nacen en las estribaciones más su- al año, la segunda recibe durante más de mos y máximos.
2007. Antioquia. Características geográ-
reñas de la serranía del Baudó y en relieves 300 días un total que excede los 6.000 mm, ficas. IGAC-Gobernación de Antioquia-
satélites de menor altura, que recorren una por lo tanto podrían servir como modelos Bibliografía IDEA, Bogotá, Colombia. 318 pp.
planicie costera de mayor extensión hasta para los estudios comparativos de cambio • Bernal, G., G. Poveda, P. Roldán y C. Andra- • IGAC-INGEOMINAS (Instituto Colombia-
desembocar entre los esteros de los deltas climático insular. Esto es no solo novedo- de. 2006. Patrones de variabilidad de las no de Geología y Minería). 2005. Investiga-
ubicados entre cabo Corrientes y el norte so porque hasta el momento no se han in- temperaturas superficiales del mar en la ción integral del Andén Pacífico Colombia-
de la desembocadura del río San Juan. cluido las cuencas pericontinentales en los Costa Caribe Colombiana. Revista de la Aca- no. Tomos 1 y 2. Geología y Geomorfología.
análisis sobre el impacto del cambio climá- demia Colombiana de Ciencias 30: 195-208. IGAC-INGEOMINAS, Bogotá, Colombia.
• Blanco, J. F. 2009. Hidroclimatología de la CD-Rom.
ZH Pacífico Directos tico en la hidrología superficial (Poveda y
isla Gorgona: patrones estacionales y rela- • Montealegre, J. y J. Pabón. 2000. La va-
Estas SZH se encuentran ubicadas en la Álvarez 2012), sino que es urgente debido a cionados con el ENSO. Revista Actualidades riabilidad climática interanual asociada al
parte norte del departamento del Chocó los limitados recursos hídricos que poseen Biológicas 31: 111-121. ciclo El Niño-La Niña–Oscilación del Sur
desde la frontera con Panamá, sobre la ver- las cuencas pericontinentales, principal- • Blanco, J. F., A. Ramírez y F. N. Scatena. y su efecto en el patrón pluviométrico de
tiente costera de la serranía de Los Saltos mente en región Caribe colombiana. 2009. Las quebradas del Parque Nacional Colombia. Meteorología Colombiana 2: 7-21.
entre cabo Marzo y bahía Cupica. A pesar Natural Gorgona dentro del contexto glo- • Ortega-Lara, A., O. M. Lasso-Alcalá, C. A.
de que individualmente son las unidades En conclusión, las cuencas pericontinen- bal: introducción al número especial. Re- Lasso, G. Andrade de Pasquier, Glenys; J.
vista Actualidades Biológicas 31: 105-110. D. Bogotá-Gregory. 2012. Peces de la cuen-
más pequeñas de toda Colombia (excep- tales poseen características geomorfoló-
• Carmona, J., G. Poveda, M. V. Vélez, M. ca del río Catatumbo, cuenca del Lago de
tuando las SZH insulares), alcanzan una gicas e hidro-climatológicas disímiles que Maracaibo, Colombia y Venezuela. Biota
Bedoya y J. I. Vélez. 2010. Caracterización
extensión total equivalente a la de la SZH ofrecen una amplia variedad para los es- Colombiana 13: 71-98.
de la climatología y los efectos del ENSO
Baudó, una de las más extensas del país. En tudios de ecología lótica. Estos sistemas • Pizano, C. y H. García (Eds.). 2014. El bos-
sobre la isla de San Andrés, Colombia. Me-
esta sobresale el río Juradó. La climatolo- se diferencian principalmente en términos morias XXIV Congreso Latinoamericano que seco tropical en Colombia. Instituto
gía es similar a la de la ZH Baudó. del coeficiente de relieve y de la precipita- de Investigación de Recursos Biológicos
de Hidráulica. IAHR-AIIH. Punta del Este,
ción media anual, lo cual resalta el carácter Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
Uruguay, Noviembre.
D. C., Colombia. 349 pp.
Como parte final de este inventario se in- distintivo de la serranía del Baudó que so- • Castaño-Uribe, C. 1999. Sierras y serranías
• Poveda, G. 2004. La hidroclimatología de
cluyen las SZN insulares, agrupadas en la bresale por sus pendientes altas y por su de Colombia. Colección Ecológica Banco de
Colombia: una síntesis desde la escala in-
ZH islas Caribe y ZH Islas del Pacífico. La régimen hiperpluvial. Las otras serranías Occidente, Cali. Colombia. 205 pp.
ter-decadal hasta la escala diurna. Revista
ZH islas Caribe comprende el archipiélago y la Sierra Nevada se extienden a lo largo • Galvis, G., J. I. Mojica y M. Camargo. 1997.
de la Academia Colombiana de Ciencias 28:
de San Andrés, Providencia y Santa Catali- de un gradiente de precipitación desde Peces del Catatumbo. ECOPETROL / OXY 201-222.
/ SHELL-Asociación Cravo Norte. Bogotá. • Poveda, G. y O. J. Mesa. 1999. La corriente
na, sin embargo, solo isla Providencia posee estacionalmente lluvioso a seco o árido, y
118 pp. de Chorro Superficial del Oeste (“del Cho-
corrientes de agua dulce en un sentido es- por otra parte se diferencian principalmen- • Guarín-Giraldo, G. W. y G. Poveda G.2013.
tricto, pero de carácter estacional, alimen- te en términos del coeficiente de relieve. có”) y otras dos corrientes de Chorro en Co-
Variabilidad espacial y temporal del alma- lombia: climatología y variabilidad duran-
tadas por la precipitación estacional y por Sorprendentemente, la Sierra Nevada de cenamiento de agua en el suelo en Colom- te las fases del ENSO. Revista de la Academia
el paso de ondas y tormentas tropicales. Santa Marta a pesar de tener las mayores bia. Revista de la Academia Colombiana de Colombiana de Ciencias 23: 517-528.
En la ZH islas del Pacífico sobresale la SZH alturas del país, tiene un coeficiente de re- Ciencias 37: 89-113. • Poveda, G. y O. J. Mesa. 2000. On the exis-
isla Gorgona ya que presenta más de una lieve similar al de sistemas más pequeños. • IDEAM (Instituto de Estudios Ambienta- tence of Lloró (the rainiest locality on Ear-
veintena de quebradas permanentes y más Finalmente, las cuencas pericontinentales les y Meteorología). 2013. Zonificación y th): Enhanced Ocean-Land-Atmosphere
de un centenar de quebradas efímeras que están influenciadas por procesos atmosfé- codificación de unidades hidrográficas e hi- Interaction by a low-level jet. Geophysical
drogeológicas de Colombia. Comité de Co- Research Letters 27: 1675-1678.
fluyen al mar, aun sobre acantilados duran- ricos de escalas intra-estacional, estacional
municaciones y Publicaciones del IDEAM. • Poveda, G., A. Jaramillo, M. M. Gil y R.
te la época lluviosa (Blanco 2009). Las que- e inter-anual entre los que destacan la Co- Bogotá, Colombia. 46 pp. I. Mantilla. 2001. Seasonality in ENSO-
bradas de la isla Gorgona presentan un re- rriente de Chorro del Chocó y los Sistemas • IGAC (Instituto Geográfico Agustín related precipitation, river discharges,
gímen bimodal de la precipitación al igual Convectivos de Mesoescala ambos en el Pa- Codazzi)-Gobernación de Sucre. 2003. Su- soil moisture, and vegetation index in Co-
que toda la costa Pacífico. Estas dos zonas cífico, así como las ondas y sistemas cicló- cre. Características geográficas. IGAC, Bo- lombia.Water Resources Research 37: 2169-
insulares, además de las claras diferencias nicos en el Caribe. El ENSO (sin descartar gotá, Colombia. CD-Rom. 2178.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

GENERALIDADES GEOLÓGICAS E HIDRO-CLIMATOLÓGICAS

• Poveda, G. y K. Pineda. 2009. Reas- biental. Fondo Editorial Universidad EA-


sessment of Colombia’s tropical glaciers FIT, Medellín, Colombia. 270 pp.
retreat rates: are they bound to desappear • Restrepo, J. D., S. A. López y J. C. Restrepo.
during the 201-2020 decade? Advances in 2009. The effects of geomorphic controls
Geosciences 7: 1-10. on sediment yield in the Andean rivers of
• Poveda, G., D. M. Álvarez y O. A. Rueda. Colombia. Latin American Journal of Sedi-
2011. Hydro-climatic variability over the mentology and Basin Analysis 16: 79-92.
Andes of Colombia associated with ENSO: • Rueda, O. y G. Poveda. 2006. Variabilidad
a review of climatic processes and their im- espacial y temporal del Chorro del “Chocó”
pact on one of the Earth’s most important y su efecto en la hidroclimatología de la re-
biodiversity hotspots. Climate Dynamics gión del Pacifico colombiano. Meteorología
36: 2233-2249. Colombiana 10: 132-145.
• Poveda, G. y D. M. Álvarez. 2012. El colap- • Thomas, Y. F., C. García-Valencia, M. Cesa-
so de la hipótesis de estacionariedad por raccio y X. Rojas. 2007. El paisaje en el Gol-
cambio y variabilidad climática: implica- fo. Pp: 77-127. En: García-Valencia C. (Ed.).
ciones para el diseño hidrológico en inge- Atlas del golfo de Urabá: una mirada al Caribe
niería. Revista de Ingeniería, Universidad de de Antioquia y Chocó. Instituto de Investi-
los Andes 36: 65-76. gaciones Marinas y Costeras-INVEMAR
• Poveda, G., M. M. Gil y N. Quiceno. 1998. y Gobernación de Antioquia. Serie de Pu-
El ciclo anual de la hidrología de Colombia blicaciones Especiales de Invemar No. 12.
en relación con el ENSO y la NAO. Bulletin Santa Marta. Colombia.
du l’Institute Francaise de Études Andines 27: • Villegas, B. 2006. Colombia: Parques Natu-
721-731. rales. Villegas Editores. Bogotá, Colombia.
• Restrepo, J. D. (Ed.). 2005. Los sedimentos 647 pp.
del río Magdalena: reflejo de la crisis am-

92 La Guajira, Colombia. Foto: C. A. Lasso


L. J. García-M.
La diadromía como convergencia
evolutiva en peces, CRUSTÁCEOS
3. decápodos y gasterópodos en las
cuencas pericontinentales de Colombia1
Juan Felipe Blanco-Libreros, Juan D. Carvajal, Camilo Escobar-Sierra,
Luz F. Jiménez, Carlos A. Lasso y Paula Sánchez-Duarte

1
Dedicado a la memoria de Robert M. Mc- (peces, decápodos y gasterópodos), como
Dowall (1939-2011), ictiólogo y biogeógrafo una convergencia evolutiva que ha permiti-
neozelandés que le enseñó al mundo la “be- do la colonización de las corrientes de agua
lleza” de la anfidromía. dulce costeras e insulares, que de otra mane-
ra estarían “vacías” o inhabitadas, así como
Introducción también la persistencia de las especies bajo
Los ríos, quebradas y arroyos costeros de un regimen de frecuentes disturbios como
Colombia, al igual que los de las islas del las crecientes y las sequías (Blanco 2009,
mar Caribe y océano Pacífico, son escena- McDowall 2009). Por lo tanto, estas espe-
rios interesantes para el estudio de la eco- cies generan retos únicos para su estudio y
logía y evolución de organismos acuáticos, conservación, particularmente lo asociado
debido a que en ellos coexisten varias es- con obras de represamientos (p. e. Pringle
pecies de peces, camarones y gasterópo- 1997, Greathouse et al. 2006a, McDowall
dos en los que se ha seleccionado natural 2009). Finalmente, la fauna diádroma, en
y convergentemente una estrategia de vida sus estados adulto y larval, también es un
diádroma (Blanco 2009, McDowall 2009). recurso pesquero importante para varias
Esta estrategia comprende ciclos de vida comunidades humanas ubicadas en las
compartidos entre las corrientes de agua cuencas periféricas de Colombia (ver sínte-
dulce y el mar, los cuales son muy diferen- sis en Blanco et al. 2014a). En razón de la
tes al de sus contrapartes dulceacuícolas importancia evolutiva, ecológica y econó-
primarios. Los ciclos de vida comprenden mica que tiene la fauna diadroma en todo el
varios estadíos de desarrollo en los que los mundo y el potencial que tiene en Colom-
individuos (sea en solitario o en grupos) bia, esté capítulo tiene como objetivos: a)
realizan largas migraciones, ya sea aguas definir los diferentes tipos de estrategia de
arriba o aguas abajo de las corrientes. Se ha vida diádroma, b) describir el origen evolu-
hipotetizado que la estrategia de vida diá- tivo de esta estrategia y su convergencia en
droma ha aparecido de manera repetida en grupos filogenéticamente distantes como
varios grupos taxonómicos no relacionados los peces (diferentes órdenes), crustáceos

Agonostomus monticola. Quebrada Valencia. Foto: J. L. García-Melo 95


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

DIADROMÍA

L. García-M.

decápodos y moluscos gasterópodos; c) para reproducirse. No hay ningún tipo de


hacer una introducción a las especies diá- alimentación en agua dulce, o si la hay no
dromas que se encuentran en las cuencas se traduce en crecimiento somático. Por lo
periféricas de Colombia, incluyendo un re- tanto, aunque el bioma principal para la ali-
cuento de los sitios donde la pesquería de mentación y crecimiento es el mar, el bio-
larvas y post-larvas es una actividad cultu- ma reproductivo es el agua dulce.
ral y económicamente importante y d) dis-
cutir algunas implicaciones de la predomi- Catadromía
nancia de la diadromía sobre la ecología y La mayor parte de la alimentación y creci-
conservación los sistemas que habitan. miento ocurren en agua dulce, previamen-
te a la migración como adulto hacia el mar
Los tres tipos de diadromía: ana- para reproducirse. No hay ningún tipo de
dromía, catadromía y anfidromía alimentación en el mar, o si la hay no se
Myers (1949) acuñó el término diadromía traduce en crecimiento somático. Por lo
para describir los patrones de migración de tanto, aunque el bioma principal para la ali-
peces entre el agua dulce y el mar. Aunque mentación y crecimiento es el agua dulce,
la mayoría de especies diádromas son peces el bioma reproductivo es el mar. Ejemplo:
(McDowall 1988), también existen muchas anguila americana (Anguilla rostrata).
especies entre los crustáceos (Bauer 2011a)
y algunas entre los gasterópodos (Blanco y Anfidromía
Scatena 2006). Las características esencia- Hay migración de individuos en esta-
les que definen las migraciones de los or- dio larval hacia el mar poco después de
ganismos diádromos son: 1) la presencia la eclosión de los huevos, seguida de una
de movimientos regulares, mediados por alimentación y crecimiento temprano en
cambios fisiológicos, entre dos biomas; 2) el mar, y luego una migración de peque- Figura 1. Patrones de migración entre el agua dulce y el mar en los tres tipos diferentes de
la ocurrencia de dichos movimientos en ñas post-larvas o juveniles desde el mar diadromía. Tomado y modificado de McDowall (1997).
momentos predecibles y en fases caracte- hacia el agua dulce. En este momento se
rísticas de los ciclos de vida de cada especie; da la alimentación en agua dulce, que es
3) la participación de la mayoría de indivi- donde ocurre el mayor crecimiento desde
duos de una población y su carácter usual- juveniles a adultos, como también la ma- especies de peces conocidas, unas 110 son estos sistemas lóticos, los frecuentes dis-
mente obligatorio; 4) la reciprocidad de dos durez sexual y la reproducción. El principal anádromas (48%), 56 catádromas (25%) turbios que causan defaunaciones y las
migraciones, una desde el agua dulce al mar bioma para la alimentación y crecimiento y 61 anfídromas (27%) (McDowall 1988). eventuales sequías a las que están expues-
y otra en dirección opuesta, como parte del es el mismo que para la reproducción, es Aun cuando la anfidromía no es la estrate- tos, los configuran como sistemas sumide-
ciclo de vida de la especie. decir el agua dulce. Ejemplos: Awaous spp, gia diádroma más frecuente en la naturale- ros poblacionales y que por lo tanto no pue-
Sicydium spp, Eleotris spp, Dormitator spp, za, varios autores argumentan que una do- den ser sostenidos mediate un mecanismo
De acuerdo con Myers (1949) la diadromía Gobiomorus spp, Agonostomus monticola y minancia de las especies anfídromas sobre de reclutamiento local, dependiendo del
se subdivide en tres categorías (Figura 1), Joturus pichardi. las no-anfídromas o dulceacuícolas prima- reclutamiento suplementado o “expatrial”
cuyas definiciones originales fueron re- rias en los ríos y quebradas costeros e insu- (sensu McDowall 2010). De esta manera,
adaptas por McDowall (1988, 1997, 2007) A nivel de todo el mundo se ha documenta- lares tropicales (generalmente más pobres las estrategias dulceacuícola primaria y
de la siguiente manera: do que la diadromía ocurre en 227 especies en especies que sus contrapartes continen- catádroma en las cuales el grueso de la po-
de peces (McDowall 1988), además de un tales), demuestran su carácter idiosincráti- blación se establece en el ámbito dulceacuí-
Anadromía gran número de crustáceos decápodos (fa- co y de estrategia evolutivamente estable cola no son evolutivamente estables en las
La mayor parte de la alimentación y creci- milias Atyidae y Palemonidae) y moluscos (Smith et al. 2003, Covich 2006, McDowall cuencas pericontinentales. Teniendo esto
miento ocurren en el mar, previamente a la gasterópodos (familia Neritidae) (Blan- 2010). Dichos autores han sugerido que en cuenta, la siguiente sección se centrará
migración como adultos hacia agua dulce co y Scatena 2006, Bauer 2011a). De las por la jóven edad geológica de muchos de en sintetizar la literatura disponible sobre

96 97
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

DIADROMÍA

L. García-M.

los ciclos de vida y el origen evolutivo de las que permiten espacios bajo las piedras. Las Mugiloididae (McDowall 2010). La familia 1999, 2000). Los nauplios o Fase 1 son
especies anfídromas en los ríos y quebradas larvas eclosionan unas 24 horas después y Mugiloididae o Mugillidae es importan- lecitotróficas, o sea, que en este estadio
insulares y costeros. adoptan un hábito de nado vertical super- te para el Neotrópico ya que Agonostomus no se alimentan si no que usan la energía
ficie/fondo que los mantiene en la columna monticola y Joturus prichardi se encuentran almacenada en gotas de lípido que son re-
A continuación se describe la incidencia de agua y les permite ser arrastrados hacia ampliamente distribuidas y pueden llegar a manentes del embrión (Bauer 2011b). Es-
de la anfidromía en peces, decápodos y al mar, lo cual, sin embargo, tiene lugar co- ser numéricamente dominantes o co-domi- tas larvas deben mudar para convertirse
gasterópodos: múnmente en horas de la noche. Las larvas nantes en algunas quebradas y ríos, y la pri- en la Fase 2 (primera fase de alimentación
recién eclosionadas están mejor adaptadas mera es anfipanámica (Phillip 1993, Aiken autónoma), antes de que la energía conte-
Peces fisiológicamente al agua de mar, mientras 1998, Eslava y Díaz 2011). Por otra parte, nida en el saco vitelino sea consumida y
Son el grupo que tiene el mayor número que la exposición prolongada al agua dulce entre los Eleotridae del Caribe se ha repor- enfrenten la inanición. Es por esto que las
de especies anfídromas. Aunque la familia puede resultar en un desarrollo retardado y tado un comportamiento diádromo en los larvas en Fase 1 tienen un periodo limita-
Galaxiidae es la que posee la mayor riqueza aumento de la mortalidad. Una vez llegan géneros Gobiomorus, Eleotris y Dormitator, do de pocos días para migrar a aguas salo-
de especies anfídromas en las islas y costas al mar se mantienen allí como post-larvas, sin embargo hay pocos estudios sobre su bres, las cuales disparan la metamorfosis
australes (McDowall 1988, 2010), son los ganando peso de entre 50 y 150 días antes biología reproductiva y ciclo de vida (re- a la Fase 2. Para especies anfídromas que
góbidos de la subfamilia Sicydiinae y otros de iniciar su migración de vuelta al río. Al visado por Nordlie 2012). Finalmente, en habiten ríos con distancias de sus hábitats
grupos cercanos, los que en realidad son entrar al río son transparentes, forman algunas islas y zonas costeras del Caribe, adultos al mar relativamente cortas, pocas
distintivos de las corrientes de agua dul- cardúmenes y son pelágicos, pero cuando se encuentran especies catádromas, espe- docenas de kilómetros ó 1-3 días de deri-
ce insulares tropicales y subtropicales en llegan a un sustrato rocoso adecuado se cíficamente las anguilas (p. e. Anguillidae: va para sus larvas, las larvas pueden ser
todo el mundo. Como menciona McDowall tornan bentónicos, pigmentados y soli- Anguilla rostrata; Hein et al. 2011), que liberadas directamente aguas arriba para
(2004), si algún grupo entre las especies tarios. Con las aletas bien desarrolladas y realizan una migración adulta a territorios que sean llevadas al mar. Durante la deri-
anfídromas merece ser llamado “icónico”, aletas pélvicas en particular, en forma de oceánicos distantes de desove. va aguas abajo de los estadios larvales de
debería ser el de los góbidos. Los góbidos copa de succión, logran “escalar” los obstá- camarones en ríos con depredadores, se ha
son numéricamente los mayores com- culos y alcanzar las partes más lejanas de la Crustáceos decápodos identificado un pico nocturno de indivi-
ponentes de la ictiofauna de las islas del cuenca. La reotaxis es fuerte, por lo que en La anfidromía en camarones ha recibido duos en deriva entre las 19:00 y 22:00 h,
Indo-Pacifico y el Caribe, y tienen los ma- las migraciones río arriba, los peces pueden mucha atención en las últimas tres décadas mientras que en puntos de gran altura sin
yores niveles de endemismo en algunas de alcanzar hasta 14 km desde el mar y más de después del descubrimiento del desarro- depredadores no muestran un patrón dis-
ellas (Keith et al. 2011, Keith y Lord 2011). 300 m s.n.m. Debido a la reotaxis, el reclu- llo larval marino de especies de agua dul- cernible, por lo que se puede decir que su
Por ejemplo en las islas Marquesas, nueve tamiento de los góbidos ha sido asociado ce (sintetizado por Bauer 2011 a, b). Los deriva se ajusta a la hipótesis de riesgo de
especies de góbidos anfídromos son endé- frecuentemente con fuertes lluvias, ya que camarones carideos son uno de los grupos depredación (March et al. 1998). En el caso
micas (64% de las especies dulceacuícolas el flujo de agua dulce hacia el mar parece más importantes de organismos anfídro- de Puerto Rico la mayoría de las larvas que
de la isla). Los góbidos anfídromos están activar la migración río arriba. Incluso ríos mos, aunque la mayoría de los carideos alcanzan el estuario terminan su desarrollo
distribuidos principalmente en los géneros intermitentes que solo fluyen luego de llu- son marinos, aproximadamente 25% de las en post-larvas sin migrar al mar, debido a la
Lentipes, Sicyopterus, Sicyopus, Stiphodon, vias torrentosas atraen las post-larvas. En- 3.400 especies descritas viven en agua dul- reducción de caudales por las bocatomas de
Awaous, Stenogobius, Schismatogobius y Rhi- tre la abundante literatura disponible sobre ce (De Grave et al. 2008). La mayoría de las agua (Benstead et al. 2000). Aunque estos
nogobius para el Indo-Pacifico y Sicydium y la biología reproductiva y el ciclo de vida de especies anfídromas están en las familias datos no excluyen la posibilidad de un de-
Awaous para el Caribe. El ciclo de vida ge- los Sicydiinae se recomiendan las siguien- Atyidae, Xiphocarididae y Palaemonidae sarrollo pleno de las larvas de camarón de
neralizado para la subfamilia Sicydiinae, tes referencias: Silva-Melo y Acero (1990), (especialmente en el género Macrobrachium, agua dulce en aguas marinas, la presencia
comienza con la reproducción durante la Bell (1999, 2007, 2009), Fitzsimons et al. revisado por García-Guerrero et al. 2013). de varios estadios larvarios en los dos es-
época de lluvia, la cual involucra desplieges (2002, 2007), Fitzsimons (2007), Iguchi En este ciclo de vida las hembras adultas, tuarios sugiere que al menos una parte de
de cortejo por parte del macho el cual guía (2007) y Benbow et al. (2002). las cuales habitan en las cabeceras de los las larvas desarrollan el estado post-larval
a la hembra al sitio de desove, donde las ríos o quebradas, liberan sus pequeñas en el hábitat del estuario. Por otra parte, en
hembras depositan entre 50.000 y 60.000 Otras familias que incluyen especies an- larvas planctónicas o nauplios a la corrien- sistemas lóticos en grandes extensiones de
huevos. Los sitios de desove o anidación se fídromas son Prototroctidae, Cottidae, te de agua y la dejan migrar pasivamente territorio continental, las distancias desde
encuentran en tramos de los ríos que cuen- Cheimarrichthyidae, Plecoglossidae, Aplo- hacia hábitats marinos o estuarinos (p. e. el hábitat adulto al mar pueden ser de cien-
tan con sustratos gruesos (gravas y cantos) chitonidae, Clupeidae, Rhyacichthyidae y March et al. 1998, 2002, Benstead et al. tos de kilómetros (Bauer y Delahoussaye

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2008). Estas distancias están por fuera de estudios posteriores sobre la anfidromía en propuesto varios arreglos de los géneros y mayor abundancia, con una distribución
la capacidad de deriva de las larvas en la dicha familia en todo el mundo (p. e. Pyron especies, sin llegar a un consenso (Haynes anfipanámica y ha sido reportado en ríos
Fase 1, y significarían la muerte por inani- y Covich 2003, Blanco y Scatena 2005, 2005, Blanco et al. 2014b). En el Caribe, y quebradas de la Sierra Nevada de Santa
ción si fueran liberadas desde las cabeceras. 2006, 2007, Kano 2009, Gorbach et al. existen por lo menos dos especies Neritina Marta, la serranía del Darién y la isla Gor-
Por esto las hembras tienen que migrar río 2012, Blanco et al. 2014b). Los Neritidae virginea y Neritina punctulata, claramente gona (Álvarez-León 1991, Agudelo-Zamora
abajo, hacia o cerca de las aguas costeras de agua dulce incluidos dentro de la sub- distintas en términos de las características et al. 2010, Eslava y Díaz 2011, Blanco et
para liberar sus larvas (Bauer 2011a, b). familia Neritininae son los que presentan de las conchas y algunos genes, pero con al. 2014a, Villa-Navarro et al. 2015). Este
Ante esta situación, en varias especies anfí- la mayor riqueza de especies anfídromas, una distribución simpátrica, aun a la esca- es un depredador que tiene una amplia dis-
dromas la liberación de larvas coincide con exhibiendo de manera marcada las caracte- la de los tramos (Quintero-Galvis y Castro tribución desde el golfo de México hasta
caudales altos, los cuales facilitan tanto la rísticas de este ciclo. Las larvas después del 2013, Blanco et al. 2014b). las Antillas y Centroamérica (Phillip 1993,
migración de adultos aguas abajo como la rompimiento de las cápsulas ovígeras son Aiken 1998, Cotta-Ribeiro y Molina-Ureña
deriva de las larvas (Bauer 2011a, b). Una arrastradas aguas abajo hasta el estuario Peces, decápodos y gasterópodos 2009, Matamoros et al. 2009, Hein y Crowl
vez pasan a la Fase 2 en los hábitats salo- para poder continuar con el desarrollo en el anfídromos de las cuencas peri- 2010, Hein et al. 2011, Lorion et al. 2011),
bres (mar o estuario), inician su migración estuario o el mar (Blanco et al. 2014b). En continentales de Colombia y sus y debido a su abundancia e importancia
río arriba como juveniles, para el creci- el mar las larvas pueden dispersarse has- afinidades zoogeográficas como recurso pesquero es claramente re-
miento y reproducción en estado adulto; ta otras quebradas o islas tal como se han Aunque no hay muchos estudios biológicos conocido por los pobladores locales con
el ritmo y la magnitud de esta migración puesto en evidencia mediante marcadores y ecológicos sobre la fauna diádroma en las los siguientes nombres comunes: nayo
corriente arriba parece ser controlada por moleculares (p. e. Cook et al. 2008, 2009, cuencas perifericas de Colombia, se puede (costa pacífica colombiana), rayado (costa
variables relacionadas al caudal (Benstead Crandall et al. 2008, 2010, 2012, Page et al. hipotetizar que la anfidromía es la estrate- caribe colombiana, Sierra Nevada de San-
et al. 2000, Kikkert et al. 2009). Los juve- 2013). Durante las lluvias los individuos gia predominante. Por esto, se hace urgente ta Marta), tepemechín (Costa Rica), trucha
niles migran río arriba desde el mar en la juveniles suben contra la corriente forman- investigar la biología y ecología de los peces de aguas cálidas (México), dajao (Puerto
noche (Benstead et al. 1999, Bauer y De- do grupos de miles de individuos que se de las familias Gobiidae y Eleotridae, y de Rico), lisa de río, lajao (Venezuela) y mou-
lahoussaye 2008, Kikkert et al. 2009), pro- mueven a varios centímetros por minuto, los crustáceos decápodos Palaemonidae, ntain mullet o lisa de montaña (Antillas
bablemente para evadir la depredación por cubriendo varios metros a varias decenas lo cual es básico para generar políticas de Mayores y Menores). Otro mugílido menos
aves y peces. Desde que la señal maestra de metros diariamente (Schneider y Lyons manejo y conservación de estos recursos abundante y de distribución más restricta,
para la migración (el caudal) esté presente, 1993, Pyron y Covich 2003, Blanco y Sca- hidrobiológicos y sus ecosistemas (Keith es Joturus prichardi, un omnívoro conoci-
los camarones continuarán su movimien- tena 2005). Más aun, considerando su pe- 2003). Por otra parte, hay algunos regis- do como el besote (bobo mullet) en los ríos
to río arriba, escalando barreras verticales queño tamaño, es sorprendente encontrar tros de migraciones en masa de post-larvas y quebradas de la Sierra Nevada de Santa
naturales como pequeñas cascadas, paliza- individuos de Neritininae hasta decenas de de peces en las regiones Pacífica (Carvajal- Marta, donde es un importante recurso
das y artificiales como pequeñas represas o kilómetros río arriba, lo que sugiere que Quintero 2011, Castellanos et al. 2011, pesquero (Eslava 2009, Acero 2010, Eslava
diques (Benstead et al. 1999, Kikkert et al. las migraciones persisten durante toda su Sánchez-Garcés et al. 2011) y Caribe (Silva- y Díaz 2011, Correa-Polo et al. 2012).
2009, Hein et al. 2011). Existen un menor vida (Pyron y Covich 2003, Blanco y Scate- Melo y Acero 1990), lo cual urge su estu-
número de estudios sobre la ecología de los na 2006, Blanco et al. 2014b). Sin embargo, dio desde las aproximaciones ecológica y Los gobioideos (Gobiidae y Eleotridae) son
estados adultos de los Atyidae a nivel del contrario a los peces y camarones, los Neri- pesquera. el grupo con mayor riqueza de especies en
mundo (p. e. Leberer y Nelson 2001). tininae son incapaces de sobrepasar algu- las cuencas periféricas de Colombia (Tabla
nas barreras para la migración, tales como La fauna diádroma presente en las cuencas 1), siendo consistente con el patrón obser-
Moluscos gasterópodos cascadas, represas y tramos desecados o periféricas de Colombia incluye entre los vado en todo el Trópico (McDowall 2007,
Debido a que históricamente se ha tenido con flujos laminares y lechos dominados peces a las familias Gobiidae, Eleotridae 2010, Nordlie 2012). Sin embargo, al exis-
la noción que los gasterópodos presentan por arenas y gravas (Blanco y Scatena 2006, y Mugilidae, Palaemonidae y Atyidae en- tir pocos estudios sistemáticos, biológicos
bajas tasas de locomoción (Kappes y Haa- Gorbach et al. 2012, Blanco et al. 2014b). tre los crustáceos decápodos y Neritidae y ecológicos muchos de los reportes locales
se 2011), los primeros reportes de las mi- Finalmente, la sub-familia Neritininae in- entre los moluscos gasterópodos (Figura no pueden ser confirmados. Por ejemplo,
graciones río arriba de gasterópodos de la cluye a géneros tales como Neritina, Clithon 2, Tabla 1). Si bien las familias Gobiidae y se ha mencionado que entre los góbiidos
familia Neritidae en grandes agregaciones y Septaria, entre otros, sin embargo dada Eleotridae son las que poseen una mayor existen varias especies de Sicydium y de
en Hawaii y Costa Rica (p. e. Ford 1979, la gran variabilidad fenotípica que pre- riqueza de géneros y especies, el mugílido Awaous; para los ríos que nacen en la Sierra
Schneider y Lyons 1993), motivaron varios sentan los nerítidos de agua dulce se han Agonostomus monticola es la especie con Nevada de Santa Marta se han reportado

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a. b. g. h.

c. d. i. j.

Figura 2. Continuación. g) Macrobrachium crenulatum en río Capurganá; h) Macrobrachium


carcinus en piedemonte de la serranía de San Jacinto; i) Neritina latissima en isla Gorgona; j)
N. punctulata en río Capurganá. Fotos: C. Escobar-Sierra (a, c, d, g, h) y J. F. Blanco (b, e, f, i, j).

las especies Awaous banana, Evorthodus lyri- cetí en las Antillas Mayores) en varias co-
cus, Gobionellus oceanicus, Sicydium salvini y rrientes de la Sierra Nevada de Santa Marta
Sicydium plumieri, mientras que entre los (Silva-Melo y Acero 1990). Según los auto-
f. eleótridos se presentan Dormitator macu- res, este es un recurso pesquero explotado
latus, Eleotris picta, Eleotris pisonis, Eleotris en su estado post-larval frecuentemente
tecta (Pacífico) y Gobiomorus dormitor (Pe- comercializado en el mercado de Santa
Figura 2. Algunas especies diádromas de las zold y Cage 2002, sintetizado por Blanco Marta, lo cual es consistente con lo infor-
cuencas periféricas colombianas. Sicydium et al. 2014a, Villa-Navarro et al. 2015). El mado para otras partes del Caribe y del
sp. a) río Capurganá, serranía del Darién; b) estudio más completo y prácticamente el Pacífico para otros Sicydium (ver sección si-
quebrada de isla Gorgona; c) Agonostomus único existente sobre un Gobiidae de agua guiente). Individuos de Sicydium y Awaous
monticola; d) Gobiomorus cf. dormitor en río dulce en Colombia, abordó la sistemática, han sido observados en algunas quebradas
Capurganá; e) Macrobrachium americanum biología reproductiva y dinámica de las mi- de la serranía del Darién pero no se han
e. en isla Gorgona; f) Macrobrachium crenu- graciones post-larvales de Sicydium plumie- hecho colectas recientes (Blanco y Escobar,
latum en río Capurganá. ri (conocido localmente como tití, o como obs. per.). Solamente Álvarez-León (1991)

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Tabla 1. Especies diádromas presentes en cuencas pericontinentales del Chocó Biogeográfi- como las observadas en las Antillas Mayo- (Schneider y Lyons 1993). En la serranía
co. Tomado de Blanco et al. (2014a). res (Hein et al. 2011). Sin embargo, esta del Darién se han encontrado unos pocos
especie ha sido recientemente colectada en individuos vivos y conchas vacías de Neri-
Ecorregión Especie (Familia) Providencia (Lasso et al. 2015). tina punctulata en las partes bajas del río
Agonostomus monticola Bancroft, 1834 (Mugilidae)
Capurganá (Blanco, obs. per.), mientras
Gobiomorus dormitor Lacepède, 1800 (Eleotridae) Con respecto a los camarones, en el si- que en la Sierra Nevada de Santa Marta se
Eleotris pisonis Gmelin, 1789 (Eleotridae) guiente Capítulo (4) se hace un completo han encontrado individuos de esta especie
Awaous tajasica (Lichtenstein, 1822) (Gobiidae) recuento de las especies de Palaemonidae y de N. virginea, ambas en mayor abundan-
Darién Sicydium plumieri Bloch, 1786 (Gobiidae) y Atyidae que se han encontrado en las cia, en varios ríos (Quintero-Galvis y Cas-
Macrobrachium americanum Bate, 1868 (Palaemonidae) cuencas periféricas colombianas como pro- tro 2013). Es posible que el alto régimen
Macrobrachium acanthurus Wiegmann, 1836 (Palaemonidae) ducto de un gran esfuerzo de exploración de crecientes en el Pacífico y de sequía en el
Macrobrachium carcinus Linée, 1758 (Palaemonidae) y colecta, siendo el grupo mejor conocido Caribe, sean los responsables de dichas dis-
Macrobrachium crenulatum Holthius, 1950 (Palaemonidae) (Campos et al. 2015, Capítulo 4). El in- tribuciones limitadas, tal como lo encon-
Potimirin glabra Kingsley, 1978 (Atyidae) ventario nacional cuenta con 17 especies traron Blanco y Scatena (2006) para la isla
Agonostomus monticola (Mugilidae) agrupadas en dos familias (Atyidae y Pa- de Puerto Rico en el Caribe. Sin embargo,
Gobiomorus maculatus Günther, 1859 (Eleotridae)
laemonidae) y tres géneros (Atya, Potimirin N. virginea es el gasterópodo más abundan-
Eleotris picta Kner, 1863 (Eleotridae)
Baudó y Macrobrachium). La familia Atyidae pre- te en el suelo de muchos manglares del Ca-
Hemieleotris latifasciata Meek y Hildebrand, 1912 (Eleotridae)
Dormitator latifrons Richardson, 1844 (Eleotridae) senta dos géneros (Atya, Potimirin) y tres ribe colombiano (p. e. ecorregión Darién,
Awaous transandeanus (Günther 1861) (Gobiidae) especies, mientras que Palaemonidae un Ortíz y Blanco 2012).
Sicydium salvini Ogilvie-Grant, 1884 (Gobiidae) solo género (Macrobrachium) con 13 espe-
Macrobrachium americanum Bate, 1868 (Palaemonidae) cies. Las dos vertientes poseen una riqueza Las migraciones río arriba de lar-
Macrobrachium transandicum (Holthius, 1950) de especies similar (Caribe: 10 especies, Pa- vas de peces y camarones en Co-
Agonostomus monticola Bancroft, 1834 (Mugilidae) cífico: 9), compartiendo a Potimirin glabra lombia: fenómeno ecológico, eco-
Gobiomorus sp. (Eleotridae) y Macrobrachium digueti. Al igual que para nómico y cultural
Bathygobious sp. (Gobiidae) toda Latinoamérica, hay un mayor número Aunque las migraciones río arriba que
Tomicodon myersi Briggs, 1955 (Gobiesocidae) de estudios sobre Macrobrachium spp., pero realizan episódicamente millones de
Gorgona Macrobrachium hancockii Holthius, 1950 (Palaemonidae) principalmente sobre aspectos de cultivo post-larvas y juveniles son un fenómeno
Macrobrachium panamense Rathbun, 1912 (Palaemonidae)
(p. e. Martínez-Silva et al. 1977), siendo ecológicamente sobresaliente que experi-
Macrobrachium americanum Bate, 1868 (Palaemonidae)
pocos los estudios ecológicos y de dinámica mientan varias especies de peces (Keith
Macrobrachium rathbunae Holthius, 1950 (Palaemonidae)
Potimirin glabra Kingsley, 1978 (Atyidae) poblacional (García-Guerrero et al. 2013). 2003, McDowall 2007), camarones (Fièvet
1999a, b , Kikkert et al. 2009) y caracoles
Finalmente, llama la atención la escasez (Blanco y Scatena 2005, 2007) en todo el
de gasterópodos Neritidae de agua dulce o mundo, existen pocos registros en la li-
Neritinidae en ambas costas de Colombia, teratura científica colombiana. Esto es
capturó algunos Awaous tajasica en el río de Urabá: Agudelo-Zamora et al. 2010). Fi- aunque han sido encontrados abundante- sorprendente porque se ha informado de
Acandí. Por otra parte, los reportes ictio- nalmente, el hecho que Anguilla rostrata, mente en los ríos y quebradas de las Anti- manera extensa en la literatura que a pe-
lógicos de Cala (1990) para la isla Gorgona especie catádroma, haya sido observada llas Mayores y Menores, en Centroamérica sar del pequeño tamaño (12-25 mm) de las
son dudosos, ya que no se había reportado solamente en las quebradas de la Sierra y México (p. e. Blanco y Scatena 2006). En post-larvas de los peces gobiidos, estas son
la presencia de Sicydium sp. y Awaous sp., Nevada de Santa Marta (Silva-Melo y Ace- el Pacífico se han encontrado pocos indivi- pescadas durante las migraciones río arriba
especies observadas en algunos registros ro 1990, Villa-Navarro et al. 2015), y este duos de Neritina latissima en isla Gorgona, en muchas partes del mundo (Bell 1999),
fotográficos recientes (Blanco, obs. per., ausente de otras cuencas periféricas del sur restringida a unas decenas de metros aguas llegando a ser objeto de capturas gigantes-
Figura 2). Con respecto a los Eleotridae, (San Jacinto, Abibe y Darién) (Blanco, obs. arriba desde la desembocadura (Gómez- cas como las mencionadas para el norte
la información biológica es casi nula, exis- per.), sugiere que esta especie y su estrate- Aguirre et al. 2009), aunque en el Pacífico de Luzon en las Filipinas (c.a. 20.000 ton
tiendo solo reportes de su presencia en los gia requieran de sistemas no solo de ma- costarricense se han encontrado realizan- año-1) donde constituyen una importante
inventarios ictiológicos (p. e. río San Juan yor caudal y sino condiciones más estables do migraciones en grandes y densos grupos fuente de comida para las comunidades

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humanas locales (Manacop 1953). En el Según Silva-Melo y Acero (1990), las mi- que no alcanzan el mar, lugar que necesi- con desplazamientos saltatorios, es decir
país solo existen reportes para la vertiente graciones río arriba realizadas por el tití, tan para desarrollarse hasta su etapa juve- trasladándose un trayecto relativamente
norte de la Sierra Nevada de Santa Marta Sicydium plumieri, son de carácter mensual nil. Estas migraciones de S. plumieri están corto nadando en la columna de agua y vol-
(ríos Manzanares y Gaira, y quebrada Va- en los ríos Manzanares y Gaira, asociadas acompañadas por juveniles de camarones viendo al fondo para descansar adheridos
lencia: Silva-Melo y Acero 1990) y para la con el fin del cuarto menguante lunar, sin del género Macrobrachium a lo largo del a las rocas por un periodo corto. Durante
vertiente occidental de la serranía del Bau- embargo, en quebrada Valencia las migra- río y por juveniles de Pomadasys crocro y la migración por las orillas los individuos
dó (río Valle, Bahía Solano, Chocó: Carva- ciones no son constantes a lo largo del año, Agonostomus monticola mientras atraviesa buscan sitios sombreados y refugio dentro
jal-Quintero 2011, Castellanos-Galindo et y solo en las temporadas de lluvias cuan- el estuario. Aunque no existen más publi- de piedras y gramíneas. Tanto en el Pacífico
al. 2011, Sánchez-Garcés et al. 2011), aso- do el caudal de la quebrada aumenta y se caciones científicas sobre migraciones pa- como en el Caribe estas migraciones tienen
ciados con el hecho que en ambos casos son conecta al mar, es posible la migración de recidas en el Caribe colombiano, existen una duración de aproximadamente tres
un fenómeno culturalmente significativo y los juveniles. En las temporadas de estiaje registros anecdóticos de ocurrencia de las días, comenzando tres días antes del fin
una pesquería localmente importante. las larvas que eclosionan mueren debido a mismas en la Reserva de la Sociedad Civil del cuarto menguante y finalizando en luna
Sanguare en la punta norte del golfo de nueva (Silva-Melo y Acero 1990, Carvajal-
Morrosquillo y en la parte baja del río Tur- Quintero 2011). Durante este periodo los
bo en el golfo de Urabá (Blanco, obs. per.). niveles de la mareas altas son mayores y la
Todas estas migraciones son similares a las luminosidad lunar es menor.
reportadas para otras áreas del Caribe (Erd-
man 1961, Bell 1999). Los estudios recientes en el corregimiento
El Valle en Chocó, han mostrado que el fe-
En el Pacífico norte, en el río Valle, Car- nómeno de La Viuda, además de constituir-
vajal-Quintero (2011) encontró que estas se en una oportunidad económica median-
migraciones son multiespecíficas, ya que te la pesca artesanal, es un componente
juveniles de Sicydium salvini, Dormitator fundamental de la cultura local (Carvajal-
latifrons y Gobiesox sp. migran río arriba Quintero 2011, Castellanos-Giraldo et al.
mensualmente acompañados de juveniles 2011). Durante las “pujas”, mareas vivas
de camarones de la familia Sergestitae y de o más altas del mes (también conocidas
los géneros Palaemon, Potimirim, Palaemo- como mareas de primavera o spring tides),
netes y Macrobrachium, además de penéi- los pobladores, en su mayoría mujeres, or-
dos, y durante su migración por el estuario ganizadas en Unidades Económicas de Pes-
son acompañados por juveniles de diferen- ca (UEcP) compuestas por tres personas,
tes especies de peces (Figura 3). Este fenó- se acercan a la boca del río y a las playas
meno migratorio ocurre a lo largo de todo aledañas para capturar las larvas median-
el Pacífico colombiano, y mientras al norte te arrastres con angeos (Figura 4). A pesar
de cabo Corrientes los pobladores locales la que en este tipo de pesquerías se capturan
reconocen como “La Viuda”, al sur (inclu- juveniles pequeños (entre 1,5 y 2,5 cm), se
so hasta Tumaco) la reconocen como “La ha estimado que los volúmenes de extrac-
Chaupiza”. ción por parte de los pobladores del corre-
gimiento El Valle varían entre 1,37 y 2,43
En términos generales, las migraciones an- ton mes-1, lo que corresponde a extraer
fídromas se realizan en grandes y extensos aproximadamente entre 19,4 y 24,3 millo-
cardúmenes que entran por la boca del río nes de individuos de la población (Carvajal-
provenientes de las zonas costeras aleda- Quintero 2011, Castellanos-Galindo et al.
Figura 3. Especies que componen La Viuda (primera fila) y especies que la acompañan du- ñas (Silva-Melo y Acero 1990, Carvajal- 2011). Por lo anterior, la pesca de La Viuda
rante la migración a través del estuario. Fotos: J. D. Carvajal-Quintero, modificado de Carva- Quintero 2011). Una vez en el río buscan provee un suplemento importante de pro-
jal-Quintero (2011). las orillas por donde migran río arriba teína animal durante las temporadas de

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migración, ya que la pesca de individuos que ocurre, ha llevado a que los poblado- (García-Guerrero et al. 2013, Campos et al. (Pringle et al. 1999). Posteriormente, se de-
adultos (realizada por los hombres de la res hayan desarrollado diferentes tipos de 2015, Capítulo 4). mostró que los camarones Xiphocaris elon-
comunidad), disminuye significativamen- preparación y preservación de los juveni- gata son importantes fragmentadores de la
te durante este periodo. Adicionalmente, les (Carvajal-Quintero 2011). Finalmente, Implicaciones de la diadromía hojarasca, mientras que los Atya spp. son
como rasgo cultural importante de la co- los habitantes de El Valle no consideran la para los procesos ecosistémicos y filtradores de partículas y bioturbadores
munidad de El Valle, la pesca de La Viuda captura de La Viuda como un tipo de pesca, la conservación (Crowl et al. 2001, March et al. 2002). Estu-
hace parte del conocimiento ancestral de la sino que ésta se asocia principalmente a un En esta sección se amplían las discusiones dios recientes sobre la estructura de toda la
comunidad. Los habitantes que utilizan La momento de esparcimiento del que se pue- iniciadas en Blanco (2009) y Blanco et al. comunidad diádroma a la escala del paisaje
Viuda como parte de su sustento, han desa- de obtener un beneficio económico, más (2014a) sobre ambos temas. Existen mu- de dos cuencas hidrográficas del noreste de
rrollado habilidades que les permiten reco- cercano a la práctica de un deporte, aso- chos estudios que demuestran la importan- Puerto Rico han mostrado que el ensamble
nocer cuando se aproxima su llegada a las ciado principalmente al rol femenino asig- cia que tienen las especies de camarones y de especies de camarones es completamen-
playas. Las señales que los pobladores re- nado por su cultura; puede considerarse peces anfídromos sobre procesos ecosis- te diferente aguas abajo y aguas arriba de
conocen los días previos a la temporada de más como un espacio en el que las mujeres témicos y evolutivos en los ríos y quebra- las cascadas como producto de la presen-
La Viuda son las mareas, el ciclo lunar y la y algunos hombres interactúan fuera del das en los que habitan en el Gran Caribe, cia y ausencia de los peces depredadores
llegada de diferentes grupos taxonómicos entorno doméstico. Finalmente, aunque los cuales permiten hipotetizar sobre su (Hein et al. 2011), lo cual es explicado por
a las playas (como aves y cangrejos) a las no existen reportes científicos sobre las papel en sistemas similares en las cuencas el hecho de que peces como los Agonosto-
márgenes de la desembocadura, los cuales migraciones de post-larvas de camarones, pericontinentales colombianas. Por ejem- mus monticola son depredadores de los ca-
posteriormente serán depredadores de los es conocido de los adultos de Macrobra- plo, en Puerto Rico se ha demostrado ex- marones atyidos (Hein y Crowl 2010). Más
juveniles. La pesca de La Viuda también se chium spp son un recurso pesquero impor- perimentalmente mediante exclusión con recientemente, se ha encontrado que la
ve reflejada en las costumbres culinarias de tante en ambas costas colombianas, de la electricidad que los camarones del género sola presencia de dichos peces genera una
los nativos, ya que al ser la principal fuen- misma manera que lo es en los ríos peri- y Atya son responsables de la disminución presión selectiva que estimula en los cama-
te de proteína animal durante el tiempo en epicontinentales en toda Lationamérica de la película de sedimentos sobre las rocas rones caracteres morfológicos que sirven
en las piscinas, pero al mismo tiempo re- como defensas (Covich et al. 2009, Ocasio-
ducen la abundancia y riqueza de insectos Torres et al. 2014). Todas estas evidencias
y aumentan la biomasa algal (Pringle et al. en conjunto demuestran que la estrategia
1993, Pringle y Blake 1994). El incremento de vida diádroma, pero particularmente
de sedimentos estimulado por la exclusión la presencia de peces depredadores como
experimental de los camarones, fue simi- los Agonostomus monticola, mediada por la
lar a lo que se observó posteriormente en ausencia de barreras para su distribución,
tramos de cabeceras sin barreras para los genera una cascada de efectos directos e in-
peces depredadores como Agonostomus directos sobre el ecosistema, tales como la
monticola, Gobiomorus dormitor y Anguilla ausencia de camarones o la limitación de su
rostrata, y contrario a lo observado aguas actividad a horas de la noche, por la presión
arriba de las cascadas que impedían la mi- por depredación, y con ello se ejerce una re-
gración de dichos peces y relajaban la pre- ducción de su papel bioturbador sobre los
sión sobre los Atya (Pringle 1996). Tam- sedimentos y los insectos acuáticos, lo cual
bién, se ha establecido que los camarones también tiene un efecto sobre el procesa-
Atya tienen un efecto no solo cuantitativo, miento de la materia orgánica particulada.
sino cualitativo (C, N y C/N) sobre la mate- De esta manera, es necesario comprender
ria orgánica particulada acumulada en las no solo cómo las cascadas han causado un
biopelículas, demostrado no solo con ex- mosaico de ensambles de especies, sino sus
perimentos de exclusión con electricidad, consecuencias en procesos ecosistémicos,
sino mediante comparaciones entre los en las cuencas periféricas colombianas.
Figura 4. Pobladores del corregimiento El Valle pescando La Viuda durante el amanecer. mosaicos creados por la presencia/ausen- Por otra parte, los gradientes hidrológi-
Foto: J. D. Carvajal-Quintero. cia de las cascadas en los paisajes costeros cos y geomorfológicos observados en los

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sistemas montañosos periféricos de Co- con fines de manejo de la apropiación de los Pacífico y del Caribe. Los adultos de Ago- M. Morales-Betancourt, R. E. Ajiaco-
lombia (Capítulos 1 y 2), ofrecen una opor- recursos hídricos en las cuencas periféricas nostomus monticola y Joturus prichardi son Martínez, F. de P. Gutiérrez, J. S. Usma,
tunidad única para abordar preguntas so- colombianas, ya que con la disminución de importantes recursos pesqueros en las co- S. E. Muñoz Torres y A. I. Sanabria Ochoa
(Eds.). I. Catálogo de los recursos pesque-
bre biogeografía de las meta-comunidades, los caudales máximos producto del calen- rrientes de la Sierra Nevada de Santa Marta
ros continentales de Colombia. Serie Edi-
redes tróficas y procesos ecosistémicos, y tamiento global (Capítulo 2) se avecinan y por lo tanto se debe estimular su estudio torial Recursos Hidrobiológicos y Pesque-
finalmente sobre las implicaciones del cam- conflictos entre las necesidades de abas- no solo en este sistema, sino en todo el ros Continentales de Colombia. Instituto
bio climático sobre las cuencas costeras. En tecimiento para las poblaciones humanas país. Los adultos de los camarones palae- de Investigación de Recursos Biológicos
toda la región del Caribe hay un vacío de costeras y los requerimientos mínimos de monidae también han sido tradicional- Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
información sobre el papel ecosistémico de conectividad y caudal o de régimen de los mente considerados como especies de alto D. C., Colombia.
la herbivoría por parte de los Sycidum, por ríos, quebradas y arroyos, y sus especies valor para las pequerías, por lo cual debe • Agudelo-Zamora, H. D., J. G. Ospina-Pa-
bón y L. F. Jiménez-Segura. 2010. Peces
lo cual las cuencas periféricas colombianas diádromas. Con base en la experiencia de enfatizarse en los estudios de dinámica po-
del río San Juan de Urabá, costa Caribe,
ofrecen grandes oportunidades de estudio. las islas del Pacífico y el Caribe con una alta blacional y biología pesquera. Finalmente, Colombia, Sur América. Boletín Científico
De igual manera, existe un vacío de infor- incidencia de especies diádromas, los biólo- debido a que la fauna diádroma tiene un im- Centro de Museos, Museo de Historia Natural
mación sobre la biología y la ecología de los gos de la conservación han advertido que el portante papel ecológico dentro de los ríos 14: 129-138.
eleótridos que puede ser llenado siguiendo mantenimiento de las condiciones hidroló- y quebradas de las Antillas, se recomienda • Aiken, A.K. 1998. Reproduction, diet and
como referentes estudios a nivel de pobla- gicas históricas, la calidad del agua, la pro- estudiar dichos roles en los sistemas peri- population structure of the mountain mu-
ciones o comunidades realizados en Costa tección de las zonas riparias y la prevención féricos de Colombia, aprovechando el mo- llet, Agonostomus monticola, in Jamaica,
Rica (p. e. Nordlie 1981, Winemiller y Mo- de las invasiones de especies en las cuencas West Indies. Environmental Biology of Fishes
saico ofrecido por la geomorfología dentro
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Snyder et al. 2011, 2013), pero además que construcciones de represas. También es • Bauer, R. T. 2011a. Amphidromy and mi-
Finalmente, el hecho que las barreras para hay que hacer esfuerzos para modelar las urgente llenar el vacío de información exis- grations of freshwater shrimps. I. Costs,
la migración ejerzan un papel tan impor- distribuciones a partir del conocimiento de tente en los gobiidae y eleotride, que a pe- benefits, evolutionary origins, and an
tante no solo para las poblaciones de fauna las preferencias de hábitat para tomar me- unusual case of amphidromy.  Pp. 145-
sar de su amplia distribución, y en algunos 156.  En : A. Asakura (ed.),  New Frontiers
anfídroma, sino para todo el ecosistema, didas efectivas de conservación y manejo casos dominancia numérica e importancia in Crustacean Biology. Proceedings of the TCS
hace que la construcción de represas sea (McDowall 1993b). Sin embargo, el mayor comercial, no han sido objetos de estudios Summer Meeting, Tokyo, 20-24 September
una amenaza mayor para la conservación principio para la conservación de la fauna biológicos y ecológicos en muchas regiones 2009. Brill : Leiden, The Netherlands.
de las cuencas periféricas, particularmen- diádroma a nivel global es la precaución del país. Todo lo anterior cobra un mayor • Bauer, R. T. 2011b.  Amphidromy and
te porque los países tropicales están vi- y prevención ante la falta de información valor cuando se considera que Colombia migrations of freshwater shrimps. II.
viendo la edad dorada de dicha actividad sobre la biología y ecología de las especies posee cuencas pericontinentales ubicadas Delivery of hatching larvae to the sea,
(Greathouse et al. 2006a, Ramírez et al. locales (Ebner et al. 2012). return juvenile upstream migration,
en el márgen continental y en sus islas lo and human impacts. Pp. 157-168. En : A.
2008). Aunque algunas especies de cama- cual permite hacer estudios abracadores Asakura (ed.),  New Frontiers in Crustacean
rones pueden cruzar barreras como las En conclusión, los ríos, quebradas y arro- sobre genética, dinámica de poblaciones, Biology. Proceedings of the TCS Summer
cascadas bajas ubicadas a lo largo de ríos yos costeros de Colombia poseen una fauna ecología y procesos ecosistemicos y redes Meeting, Tokyo, 20-24 September 2009.
y quebradas, la mayoría de palaemónidos anfídroma icónica constituida principal- tróficas, y sistemática y biodiversidad que Brill : Leiden, The Netherlands.
y peces no puede cruzar cascadas muy al- mente por peces góbiidos, eleótridos, mu- en muchas regiones del mundo solo se pue- • Bauer, R. T. y J. Delahoussaye. 2008. Life
tas (Fièvet 1999a, b). Tanto en Puerto Rico gilidos y anguilidos, además de camarones den desarrollar mediante la colaboración history migrations of the amphidromous
como en Nueva Zelanda se ha encontrado palaemónidos y atyidos. Debido a su ciclo river shrimp Macrobrachium ohione from a
transnacional (p. e. Thuesen et al. 2011). continental large river system. Journal of
que aguas arriba de las represas altas se de vida, algunas especies como Sicydium
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116 117
J. F. Blanco
Camarones asociados a las aguas
PERIcontinentales (ríos, quebradas
y arroyos costeros), de la vertiente

4. caribe y pacífico, incluyendo la


región insular de Colombia
Martha R. Campos, Carlos A. Lasso y Ada Acevedo

Introducción precipitaciones del orden de 4.000 mm/


La región Caribe está conformada por una anuales. Es una región con una gran ri-
llanura continental denominada Costa queza ecológica e hidrográfica. Compren-
Caribe. Está ubicada al norte de los Andes de la serranía de Baudó, los vallles de los
y se extiende hacia la Sierra Nevada de ríos Atrato y San Juan y la llanura costera
Santa Marta y la península de la Guajira. del Pacífico. Está recorrida por ríos cauda-
Aunque la región Caribe se caracteriza losos y profundos, tales como el Atrato,
por ser en su mayor parte plana, también San Juan, Baudó, Mira y Patía, incluyen-
presenta las mayores elevaciones del terri- do como en el caso del Caribe, varios ríos,
torio colombiano en la región de la Sierra quebradas y arroyos que discurren por las
Nevada de Santa Marta (picos Cristobal serranías y montañas de la vertiente Pa-
Colón y Bolívar con altitudes de 5.775 cífica. Se extiende desde la frontera con
m), así como numerosos ríos, arroyos y Panamá hasta la frontera con el Ecuador y
quebradas de montaña. Incluye también
desde el litoral del Pacífico hasta las estri-
el territorio insular (Archipiélago de San
baciones de la cordillera Occidental, inclu-
Andrés, Providencia y Santa Catalina). En
yendo la isla de Gorgona. 
cuanto a la fitogeografía, es muy variada
ya que presenta una gama de ecosistemas
que comprende desde selva húmeda en el Los camarones de Colombia han sido re-
área del Golfo de Urabá hasta bosque seco lativamente bien estudiados. Así la región
en La Guajira. La hidrología es otro aspec- Caribe y norte de Colombia fueron obje-
to relevante de la región y comprende los to de atención desde el siglo pasado por
ríos Magdalena, con sus afluentes princi- Pearse (1915), Martínez (1973) y Escobar
pales: los ríos Cauca, Atrato, Sinú, Cata- (1979), entre otros, aunque quedan algu-
tumbo y las corrientes de agua que bajan nos vacíos espaciales (geográficos) por
de la Sierra Nevada de Santa Marta. complementar. Para el Pacífico destacan
los aportes de Prahl et al. (1978, 1984),
La costa Pacífica se caracteriza por ser fundamentalmente. Para ambas cuencas
la región más húmeda de Colombia, con mención especial requiere el trabajo de Va-

Macrobrachium carcinus. Quebrada Valencia. Foto: L. García-Melo 119


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

CAMARONES

C. Granados-Martínez

lencia y Campos (2007) donde se hace una Resultados y discusión Atya scabra (Leach 1816) boletes-Necoclí, Antioquia; río Cinto, Los
revisión taxonómica del género Macro- Se identificaron 17 especies agrupadas en (Figura 1) Cedros, Parque Nacional Natural Tayrona,
brachium y se registran numerosas espe- dos familias (Atyidae y Palaemonidae) y río Piedras, Santa Marta, (Magdalena); río
cies para ambas vertientes. Desde el 2010 tres géneros (Atya, Potimirin y Macrobra- Registros: río Ranchería, Barrancas (La Guerrero y Riohacha (La Guajira).
hasta el 2014, el Instituto Alexander von chium). La familia Atyidae presentó dos Guajira); río Cinto, Los Cedros, Parque Na-
Humboldt (IavH) con la colaboración de la géneros (Atya y Potimirin) y tres especies, cional Natural Tayrona, ríos Mendihuaca, Distribución: Antillas Mayores, Meno-
Universidad del Tolima, Grupo de Investi- mientras que Palaemonidae un solo géne- Piedras y quebrada Oriente, afluente del res, México, América Central, vertiente
gación en Zoología (UT) y la Universidad ro (Macrobrachium) con 13 especies (Tabla río Perdido, Santa Marta (Magdalena); del Caribe (Colombia), Brasil. Existen re-
Nacional de Colombia, Sede Caribe (UN, 1). La cuenca Caribe mostró una riqueza arroyos Bowden Old Town, Fresh Water gistros para El Salvador, Nicaragua (locali-
Caribe), ha colectado material biológico en de 10 especies y la del Pacífico de 9 espe- Bay y Salt Creek (isla de Providencia). dad típica), Costa Rica, Colombia e incluso
diferentes ríos y arroyos de la cuenca del cies, compartiendo a Potimirin glabra y Ecuador (vertiente del Pacífico).
Caribe, incluyendo el Archipiélago de San Macrobrachium digueti. Distribución: vertientes del Caribe y del
Andrés, Providencia y Santa Catalina. Océano Atlántico, incluyendo las Antillas Familia Palaemonidae
El catalogo comentado de especies rese- Mayores, Menores, México, América Cen- La familia Palaemonidae está representa-
De esta manera, el objetivo de este estudio ñado a continuación, se separa por las dos tral, Colombia, Venezuela, Brasil; África da por siete especies en la región Caribe:
consistió en determinar la importancia de grandes cuencas o vertientes: Caribe y Pa- desde Liberia hasta el norte de Angola y Macrobrachium acanthurus (Wiegmann
los ríos, quebradas y arroyos del Caribe y cífico. las Islas Cabo Verde hasta Annobon (Gui- 1836), Macrobrachium carcinus (Linneé
Pacífico colombiano, en la distribución de nea Ecuatorial) (Melo 2003). 1758), Macrobrachium crenulatum Holthuis
las especies de camarones de agua dulce Vertiente o cuenca del Caribe 1950, Macrobrachium faustinum (De Saus-
(familias Atyidae y Palaemonidae). La isla Potimirim glabra (Kingsley 1878) sure 1857), Macrobrachium digueti (Bou-
de Providencia se incluye en el estudio Familia Atyidae vier 1895), Macrobrachium heterochirus
como parte de la región Caribe. La familia Atyidae está representada por Registros: quebradas La Piedrecita, El (Wiegmann 1836) y Macrobrachium olfersii
tres especies: Atya innocous (Herbst 1792), Regalo, La Carolina, Acandí (Chocó); Ar- (Wiegmann 1836).
Material y métodos Atya scabra (Leach 1816) y Potimirim glabra
El estudio se llevo a cabo con base en el (Kingsley 1878).
material de la colección de referencia de
Crustáceos del Instituto de Ciencias Na- Atya innocous (Herbst 1792)
turales (ICN) de la Universidad Nacional
de Colombia, Sede Bogotá, en conjunto Registros: río Piedras, Santa Marta
con las colecciones realizadas por el IAvH, (Magdalena) y Freshwater Bay (isla de Pro-
UT y UN, Caribe, complementado con co- videncia).
lecciones realizadas por la Universidad de
Antioquia, Grupo Elice (UA), en ciertas Distribución: Antillas Mayores, Meno-
áreas del Caribe y Pacífico y revisión de la res, Costa Rica, Colombia (vertiente del
literatura. Material de referencia está de- Caribe), Nicaragua y Panamá, en general
positado en el ICN e IAvH. toda la vertiente del Caribe y del Pacífico
(Hobbs y Hart 1982).
Para cada especie se presenta la distribu-
ción geográfica a nivel regional y se in- Comentarios. La característica general
dican los registros particulares para Co- del hábitat de las especies de la familia
lombia (Anexo 1). También se incluye en Atyidae son ríos o quebradas de fuerte co-
algunos casos comentarios sobre algunos rriente con fondo rocoso, usualmente vi-
aspectos biológicos y ecológicos básicos, ven bajo rocas o asociadas a la vegetación Figura 1. Atya scabra. Río Jerez, departamento de La Guajira, Colombia. Foto: L. García-
hábitat y uso de la especie. de las riberas de los ríos o quebradas. Melo.

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Macrobrachium acanthurus Macrobrachium carcinus (Linneus 1758)


(Wiegmann 1836) (Figura 2)

Registros: quebrada Monomacho, Acandí Registros: quebradas La Carolina, Mono-


(Chocó); ciénaga El Porro, Pueblo Nuevo e macho, La Piedrecita, Próspero, El Salto,
Isla Queso, San Bernardo del Viento (Cór- Acandí (Chocó); río Sinú, Lorica (Córdoba);
doba); ciénaga la Caimanera entre Tolú arroyo Colosó, arroyo Pechelín, Tolúviejo,
y Coveñas, arroyo Corte Alto, Palo Alto, arroyos Macumba, Rico, Tigre y Torobé,
arroyos El Medio, Mondongo, El Palmar, San Onofre (Sucre); arroyo en El Corral de
Palenquillo, Pitabajo, Rico, Roseta, San- San Luis, Tubará (Atlántico); Estación Bo-
guaré, Tigre y Torobé, San Onofre, en la- querón, Ciénaga Grande de Santa Marta,
gunas alrededor de Sincelejo, río Pechelín río Gaira y Pozos Colorados, Santa Marta,
y arroyo Pechelín, Toluviejo (Sucre); Ba- río Cinto, Los Cedros, Parque Nacional Na-
rranquilla (Atlántico); Fundación, Pozos tural Tayrona (Magdalena); río Ranchería,
Colorados, río Mendihuaca, Santa Marta, Barrancas, ríos Guerrero y Ranchería, Rio-
río Cinto, Los Cedros, Parque Nacional Na- hacha, Cabo de la Vela, Uribia (La Guaji-
tural Tayrona (Magdalena); río Ranchería, ra); quebradas Freshwater Bay, Old Town y
Riohacha, Maicao (La Guajira); quebradas San Felipe (isla de Providencia).
Manzanillo y Pueblo Viejo (isla de Provi-
dencia).
Distribución: desde Florida hasta Rio
Grande do Sul, Brasil. En la literatura los
Distribución: desde Carolina del Norte
registros para Colombia son: isla de Pro-
hasta Rio Grande do Sul, Brasil. En la li-
videncia (Benedict 1893, Coventry 1944).
teratura los registros para Colombia son:
La Rosa, Santa Marta, Magdalena (Pearse
Fundación, Magdalena (Pearse 1915);
1915). Barranquilla, Atlántico. Santa Mar-
Puerto Colombia, Sabanilla, Atlántico
ta, Magdalena (Holthuis 1952). Río Ran-
(Holthuis 1952). Ríos Córdoba y Gaira, Figura 2. Macrobrachium carcinus. Quebrada Valencia, departamento de Magdalena,
Magdalena; ciénaga El Totumo y arroyo chería, La Guajira; arroyos Cañaveral, Ta-
yrona, ríos Aracataca, Buritaca, Córdoba, Colombia. Foto: L. García-Melo.
Matute, Bolivar; Caño Pechilín y ciénaga
La Caimanera, Sucre (Martínez 1973); No- Fundación, Gaira, Sevilla, Magdalena; cié-
roeste de la Sierra Nevada de Santa Mar- naga El Totumo; arroyo Matute, Bolívar;
ta: ríos Buritaca, Manzanares, Piedras, arroyo Pechelín, Sucre (Martínez 1973). género, registros de machos adultos al- río Cinto, Los Cedros, Parque Nacional
Magdalena (Escobar 1979). Río Acandí, Noroeste de la Sierra Nevada de Santa canzan hasta 23 cm de LT (LT= medida Natural Tayrona (Magdalena) y río Negro,
Chocó; ríos Sinú y San Jorge, Córdoba; río Marta, ríos Buritaca, Guachaca, Manza- desde el extremo anterior del rostro al Riohacha (La Guajira).
Pechelín, Sucre; río Ranchería, La Guajira nares, Mendihuaca, Piedras, Magdalena extremo posterior del telson), de ahí su
(Valencia y Campos 2007). (Escobar 1979). Río Cinto, Los Cedros, importancia económica. Al igual que M. Distribución: registra una distribución
Parque Nacional Natural Tayrona, Mag- acanthurus, esta especie también tiene la para Panamá, Colombia, Venezuela e is-
Comentarios. Macrobrachium acanthurus dalena (Galvis 1986). Río Acandí, Chocó; capacidad de adaptarse al agua salobre las del Caribe (Abele y Kim 1989). En la
reviste interés económico, especialmente río Sinú, Lorica, Córdoba; río Don Diego, (Melo 2003). literatura los registros para Colombia son:
por su amplia distribución y posibilidad Santa Marta, Magdalena (Valencia y Cam- Arroyo Matute, Turbaco, Bolivar (Martí-
de pesca durante todo el año. Otro aspecto pos 2007). Colectado recientemente en el Macrobrachium crenulatum nez 1973). Noroeste de la Sierra Nevada de
importante de la ecología de esta especie Parque Nacional Natural Macuira (Caso de Holthuis 1950 Santa Marta, los ríos Buritaca, Guachaca,
es la capacidad de adaptación al agua salo- estudio 8.6, Lasso y Granados 2015) Manzanares, Mendihuaca, Piedras, Mag-
bre, factor indispensable que requieren las Registros: quebradas La Carolina, Mono- dalena (Escobar 1979). Río Acandí, Chocó
larvas para completar su ciclo de desarro- Comentarios. Macrobrachium carcinus es macho, Próspero, El Salto, Sardi y quebra- y el río Negro, La Guajira (Valencia y Cam-
llo (Melo 2003). una de las especies de mayor tamaño del da afluente del río Ciego, Acandí (Chocó); pos 2007).

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

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Comentarios. Escobar (1979) registra matoco, Santa Marta, Magdalena; quebra-


para esta especie la preferencia por am- da Pueblo Viejo, isla de Providencia (Va-
bientes de tipo lótico y de fondo fango- lencia y Campos 2007).
arenoso y el uso de refugios en las riberas
de los ríos o quebradas, bajo troncos, ro- Comentarios. Escobar (1979) describe
cas u hojarasca. March et al. (1998) llevó a como ambiente preferencial para esta espe-
cabo un estudio con poblaciones de M. cre- cie sitios de corriente y remansos con fon-
nulatum y estableció el carácter anfídromo do arenoso, usualmente viven en troncos,
de las larvas, las cuales son liberadas por bajo rocas u hojarasca como protección.
las hembras en corrientes de agua dulce y
de forma pasiva éstas llegan a ambientes Macrobrachium heterochirus
estuarinos, donde ocurre su desarrollo (Wiegmann 1836)
larvario. Una vez alcanzado el estado de
postlarva realizan la migración río arriba. Registros: arroyos Cascajo, Rico, San
Onofre (Sucre); río Cinto, Los Cedros, Par- Figura 3. Macrobrachium olfersii. Río Jerez, departamento de La Guajira, Colombia. Foto:
Macrobrachium digueti (Bouvier 1895) que Nacional Natural Tayrona (Magdale- L. García-Melo.
na); Riohacha y Barrancas (La Guajira).
Registros: río Capurganá y quebrada del
Acueducto, Acandí (Chocó) Distribución: desde México hasta el sur
de Brasil, incluidas las Antillas Mayores na); río Ranchería, Riohacha (La Guajira); bientes de tipo lótico con fondo arenoso,
Distribución: región del Pacífico, desde (Holthuis 1952, Rodríguez 1981, Melo arroyos Bowden Old Town, Fresh Water rocoso o fango-arenoso y su preferencia
Baja California hasta Perú (Holthuis 1952, 2003). En la literatura los registros para Bay, Salt Creek (isla de Providencia). por vivir cerca a las desembocaduras de los
Wicksten y Hendrickx 2003, Hernández Colombia son: noroeste de la Sierra Ne- ríos. Por su parte, Melo (2003) la asocia a
et al. 2007). Campos (2014) registra esta vada de Santa Marta, ríos Buritaca, Gua- Distribución: desde Carolina del Norte aguas transparentes con fondos arenosos,
especie para Acandí, Chocó (vertiente del chaca, Manzanares, Piedras, Magdalena hasta Rio Grande do Sul, Brasil (Holthuis vegetación marginal y señala el requeri-
Caribe). (Escobar 1979). Río Acandí, Chocó; río 1952, Nizinski 2003, Melo 2003). En la li- miento de las larvas por ambientes con
Guaguaquí, Cundinamarca; ríos Guarinó teratura los registros para Colombia son: alta salinidad, para poder alcanzar su es-
Macrobrachium faustinum y La Miel, Caldas; río Suárez, Santander cerca a Santa Marta, Magdalena (Pear- tado adulto. Esto coincide con lo registra-
(De Saussure 1857) (Valencia y Campos 2007). se 1915). La Guajira (Chace y Holthuis, do por Escobar (1979), sobre la preferencia
1948). Arroyos Cañaveral y Coquito, Par- de estos organismos por vivir cerca de las
Registros: río Mendihuaca, Santa Marta Comentarios. Escobar (1979) registra que Nacional Natural Tayrona, río Gaira, desembocaduras de los ríos, donde usual-
(Magdalena); arroyos Gamadith, Bowden, como hábitat para M. heterochirus sitios Magdalena; ciénaga El Totumo, arroyo mente la salinidad es mayor.
Old Town, Fresh Water Bay, Salt Creek de corriente con fondo rocoso o arenoso, Matute-Turbaco, Bolívar (Martínez 1973).
(isla de Providencia). usualmente viven bajo piedras en sitios de Noroeste de la Sierra Nevada de Santa Vertiente o cuenca del Pacífico
fuerte corriente. Marta, ríos Buritaca, Guachaca, Manza-
Distribución: desde Florida hasta Ve- nares, Mendiguaca, Piedras, Magdalena Familia Atyidae
nezuela, incluidas las islas del Caribe Macrobrachium olfersii (Escobar 1979); río Guachaca y quebrada La familia Atyidae está representada por
(Holthuis 1952, Martínez 1973, Pereira (Wiegmann 1836) Mamatoco, Santa Marta, quebrada Gayra- las especies: Atya crassa (Smith 1871) y
1991). En la literatura los registros para (Figura 3) ca, Nenguange, Parque Nacional Natural Potimirim glabra (Kingsley 1878).
Colombia son: arroyo Coquito, Parque Tayrona y Buritaca, Magdalena; río Ran-
Nacional Natural Tayrona y el río Córdo- Registros: río Capurganá y quebrada La chería, Riohacha, La Guajira (Valencia y Atya crassa (Smith 1871)
ba, Magdalena (Martínez 1973). Noroeste Carolina, Acandí (Chocó); ciénaga de Lo- Campos, 2007).
de la Sierra Nevada de Santa Marta, ríos rica, Lorica y Tierralta (Córdoba); arroyos Registros: un solo registro para el río Ca-
Buritaca, Guachaca, Manzanares, Piedras, Cascajo, Roseta, Torobé, San Onofre (Su- Comentarios. Escobar (1979) describe lima, Bajo Calima, Buenaventura (Valle
Magdalena (Escobar 1979). Quebrada Ma- cre); río Piedras, Santa Marta (Magdale- el hábitat de M. olfersii asociado a los am- del Cauca).

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C. Granados-Martínez

Distribución: desde México hasta Ecua- Río Escalerete, Valle del Cauca (Prahl et
dor en la vertiente del Pacífico. Hay un al. 1984). La Aguada, Ensenada de Utría,
único registro para Panamá de la vertiente río Pepe, Bajo Baudó, Chocó; río Cajam-
del Caribe (Hobbs y Hart 1982). bre, Caimancito, quebrada en Bahía Mála-
ga, caño en Las Tres Marías, quebrada La
Potimirim glabra (Kingsley 1878) Alegría, Valle del Cauca, río Guapi, Guapi,
Cauca (Valencia y Campos 2007).
Registros: un registro para el caño Tuma-
rodó, Parque Nacional Natural Los Katíos Comentarios. Macrobrachium americanum
(Chocó). está asociado a ríos de gran caudal. Las
hembras realizan migraciones hacia las
Distribución: Antillas Mayores, Meno- desembocaduras de los ríos, buscando
res, México, América Central, Colombia, aguas salobres para liberar sus larvas. Por
incluyendo la vertiente del Caribe, Brasil. su gran talla es una especie de importancia
Adicionalmente existen registros para económica, en el Pacífico es objeto de pesca
El Salvador, Nicaragua (localidad típica), de artesanal (Usma-Oviedo et al. 2009).
Costa Rica, Colombia y Ecuador en la ver-
tiente del Pacífico. Macrobrachium digueti (Bouvier 1895)
(Figura 4)
Familia Palaemonidae
La familia Palaemonidae está representa- Registros: Macrobrachium digueti fue re- Figura 4. Macrobrachium digueti. Isla Gorgona, Colombia. Foto: J. F. Blanco.
da por siete especies en la región pacífica gistrada por primera vez para San José, al
colombiana: Macrobrachium americanum suroeste de Colombia, pero sin una locali-
Bate 1868, Macrobrachium digueti (Bouvier zación precisa (Holthuis 1952). Prahl et al.
1895), Macrobrachium hancocki Holthuis (1984), registraron esta especie para el río Macrobrachium hancocki Holthuis 1950 tural Los Katíos, Ensenada de Catripe y
1950, Macrobrachium panamense Rathbun Calima, Valle del Cauca. Campos (2014) río Baudó, Bajo Baudó (Chocó); río Guapi,
1912, Macrobrachium rathbunae Holthuis establece dos nuevos registros para el río Registros: río Cupica y la quebrada El Temuey, Guapi (Cauca).
1950, Macrobrachium tenellum (Smith Capurganá y la quebrada del Acueducto de Chorro, Bahía Solano (Chocó).
1871) y Macrobrachium transandicum Acandí, Chocó. Distribución: región del Pacífico, desde
Holthuis 1950. Distribución: región del Pacífico, desde Honduras hasta Perú, incluida la isla Gor-
Distribución: se distribuye en la región Costa Rica hasta Perú, incluidas las islas gona (Holthuis 1952, Prahl et al. 1978,
Macrobrachium americanum Bate 1868 del Pacífico, desde Baja California hasta de Galápagos y Gorgona (Holthuis 1952, Méndez 1981). En la literatura los regis-
Perú (Holthuis 1952, Wicksten y Hendric- Prahl et al. 1978, Méndez 1981). En la lite- tros para Colombia son: Río Rosario, al
Registros: quebrada El Chocolatal, Bahía kx 2003, Hernández et al. 2007). Campos ratura los registros para Colombia son: Ba- oeste de Colombia (Holthuis 1952). Isla
Solano (Chocó); río Dagua, Dagua (Valle (2014) registra esta especie para Acandí, hía Cubita; isla Gorgona, Cauca (Holthuis Gorgona, Cauca (Prahl et al. 1978). Caño
del Cauca); isla Gorgona, Guapi y el río Chocó (vertiente del Caribe). 1952). isla Gorgona, Cauca (Prahl et al. Veneno, Bahía de Buenaventura, Valle del
Guapi, Temuey, Guapi (Cauca). 1978). Río Calima, Valle del Cauca (Prahl Cauca (Prahl et al. 1984). Río San Juan,
Comentarios. El material registrado (2 et al. 1984). Bahía Solano, Chocó (Valencia Chocó y río Guapi, Cauca (Valencia y Cam-
Distribución: región del Pacífico, desde machos, 3 hembras) para el río Calima, y Campos 2007). pos 2007).
Baja California hasta Perú, incluidas las Valle del Cauca (Prahl et al. 1984), fue de-
Islas Gorgona y Galápagos (Holthuis 1952, positado en el Museo de Biología Marina, Macrobrachium panamense Macrobrachium rathbunae
Wicksten 1989, Prahl et al. 1978). En la li- Universidad del Valle, Cali (CRBMUV). Rathbun 1912 Holthuis 1950
teratura los registros para Colombia son: Valencia y Campos (2007) examinaron la
Puerto Utría, Chocó; isla Gorgona, Guapi, colección CRBMUV pero los especímenes Registros: río Calima-San Juan, Palesti- Registros: río Capurganá, las quebradas
Cauca (Holthuis 1952, Prahl et al. 1978). de M. digueti no fueron encontrados. na, caño Tumarodó, Parque Nacional Na- La Carolina, El Regalo, Acandí, río Condo-

126 127
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

CAMARONES

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to, Alto Baudó, río Baudó, Bajo Baudó, río Buenaventura, Valle del Cauca; río Telem- cos, a pesar de que en algunos arroyos y sino también aguas arriba, como San Isi-
San Juan, Condoto-Itsmina, quebrada La bí, afluente del río Patía, cerca a San Lo- quebradas costeras superan incluso a los dro en el Calima, San Antonio en Yuru-
Vaca, afluente del río San Juan, Condoto, renzo, Nariño (Holthuis 1952). Cisnero (= peces, en términos de riqueza, abundan- manguí y San Isidro en Cajambre. Estas
río Profundó, afluente del río San Juan, Juntas), río Dagua, 33 millas al interior de cia y biomasa. Por ejemplo, los valores pescas realizadas por los indígenas y afro-
Istmina-Tadó, quebradas La Isidra y Los Buenaventura, Valle del Cauca (Holthuis estimados para un pequeño río costero descendientes, se conoce localmente como
Pachos, Itsmina (Chocó); isla Gorgona, 1952, Prahl et al. 1984). Tribugá, Chocó caribeño de Venezuela son ilustrativos: “viuda” en el Chocó y “chaupisa” en los ríos
Guapi (Cauca); ríos Inda, Mira, Tumaco (Valencia y Campos 2007). 60-233 g/100 m2 y 118-285 ind./100 m2 del Valle del Cauca (Sánchez-Garcés et al.
(Nariño). (Penczak y Rodríguez op. cit.), cifras que 2011) (Figura 5 d-e). Esta actividad tiene
Importancia de los camarones y revelan un enorme potencial ecológico y lugar durante todos los meses en el norte
Distribución: desde Panamá hasta Ecua- recomendaciones para su estudio hasta pesquero, por supuesto a nivel de en las épocas de puja (cercanas a los días
dor, incluidas la isla Gorgona e Isla Palma y conservación subsistencia. A nivel de sistemas, las que- de luna llena) y hacia la Cuaresma en el
(Holthuis 1952, Abele y Kim 1989, Valen- Sin duda alguna las vertientes Caribe y bradas (12 especies) y arroyos (11 espe- sur. En los ríos de la SNSM tiene lugar un
cia y Campos 2007). En la literatura los Pacífico de Colombia tienen una elevada cies) que a efectos tipológicos y ecológicos fenómeno similar, por lo general asociado
registros para Colombia son: río Alto San riqueza de camarones de agua dulce, con- pueden considerarse como un mismo tipo, (posterior) a las lluvias en las cabeceras
Juan, Istmina, Chocó; río Dagua, Buena- siderando todos los ríos, arroyos y quebra- mostraron en conjunto 13 especies. Los de los ríos, y el producto de la pesca es co-
ventura, Valle del Cauca; río Telembí, San das pericontinentales estudiados. Si bien ríos -de mayor porte que las quebradas y mercializado en Santa Marta (Silva-Melo y
Lorenzo, Nariño (Holthuis 1952). Valle del el esfuerzo de muestreo fue diferencial y arroyos- presentaron una mayor riqueza Acero 1990, Acero com. pers.).
Cauca (Prahl et al. 1984). Quebrada Aribí, por ende el análisis de las colecciones rea- (17 especies). Los datos sobre los caños
Llano Bajo, río Sabaleta Alto, Buenaventu- lizadas en ambas vertientes no es compa- y ciénagas son solo ilustrativos y no son Las desembocaduras de los ríos, arroyos
ra, río Cajambre, Caimancito, Isla Palma, rable a objeto de determinar patrones de considerados en el análisis por no estar y quebradas costeras de ambas vertien-
Bahía Málaga, río Calima, Calima, Valle
diversidad a distintas escalas (alfa, beta y debidamente muestreados (Tabla 1). tes en general están bien conservadas,
del Cauca; isla Gorgona (Valencia y Cam-
gama), si se puede establecer ciertas ten- aunque los sistemas del Pacífico mues-
pos 2007).
dencias entre los arroyos y quebradas de Los camarones constituyen un elemento tran menos amenazas en comparación
la isla de Providencia y los dos ríos de la fundamental en la pesca de subsistencia con los de Caribe (Gutiérrez et al. 2011).
Macrobrachium tenellum (Smith 1871)
Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM), ya local en ambas cuencas, particularmente Para la región insular, Gorgona muestra
que en ambas localidades las colecciones los ejemplares más grandes de Macrobra- un excelente estado de conservación y en
Registros: río Inda, Tumaco (Nariño).
provienen de muestreos estandarizados chium (p. e. M. carcinus en ríos del Caribe) el caso de Providencia, las amenazas y re-
Distribución: desde Baja California hasta mediante la aplicación de la electropesca, (Lasso obs. pers.) o M. americanum en el comendaciones para la conservación son
Perú (Holthuis 1952, Weicksten 1989). En sistema muy eficiente para este tipo de or- Pacífico, tanto en la parte media del río o discutidas en detalle en el caso de estudio
la literatura los registros para Colombia ganismos. Los dos ríos de la SNSM (Men- en la baja, cuando realizan sus migracio- de Peces del Archipiélago de San Andrés,
son: río San Juan, Puerto Negría, cerca a dihuca-R20 y Piedras-R21) (Anexo 2 y 3) nes con fines reproductivos a las aguas Providencia y Santa Catalina (ver Lasso et
Buenaventura, Valle del Cauca; río Telem- que son de mayor porte que las quebradas salobres cerca de la desembocaduras. Allí al. 2015, caso 8.5).
bí, cerca a San Lorenzo, Nariño (Holthuis y arroyos de Providencia, mostraron una los adultos son capturados mediante ar-
1952). Río Calima (Prahl et al. 1984). riqueza de seis y siete especies, respectiva- tes de pesca tradicionales como catangas Por último, se recomienda hacer mas pros-
mente, valores similares a otros ríos coste- y arpones (Figura 5 a-c). Mención especial pecciones faunísticas en ambas vertientes,
Macrobrachium transandicum ros estudiados mediante el mismo método requiere la pesca de las post-larvas de las incluyendo no solo las desembocaduras,
Holthuis 1950 en el Caribe central de Venezuela (7 sp.) especies del género Macrobrachium junto sino las partes medias y altas de los ríos,
(Penczak y Rodríguez 1990). Los arroyos con las de los peces del género Sicydium. arroyos y quebradas. Particular atención
Registros: quebrada La Carolina, Acandí y quebradas de Providencia, mucho más En el norte del Pacífico colombiano, la pes- merecen todas las investigaciones referen-
y el río Baudó, Alto Baudó (Chocó). pequeños, mostraron una riqueza menor ca se realiza en las desembocaduras de los tes a los componentes biológicos y ecológi-
(1-3 especies). principales ríos costeros (p. e. Valle, Jura- cos, así como estudios de uso (pesquerías
Distribución: desde Colombia hasta Perú do y Jurubidá) y hacia el sur las capturas de subsistencia y artesanales para la co-
(Holthuis 1952, Méndez 1981). En la li- La función y la importancia ecológica de se realizan no solo en las desembocaduras mercialización).
teratura los registros para Colombia son: los camarones no ha sido debidamente
río San Juan, Puerto Negría, al norte de evaluada en este tipo de sistemas lóti-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

CAMARONES

C. Granados-Martínez

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en un afluente de río Cajambre, vertiente Pacífico; c) pesca con arpón, río Valle, vertiente
nóstico de la pesquería en la vertiente del y conservación. Pp. 277 - 292. En: Lasso,
Pacífico; d) pesca de “chaupisa” en san Antonio de Yurumanguí, vertiente pacífico; e) pesca Pacífico. Pp. 121-140. En: Lasso, C. A., F. de C. A., J. F. Blanco-Libreros y P. Sánchez-
de la “viuda” en la desembocadura del río Valle, vertiente pacífico; f) Fila superior-centro P. Gutiérrez, M. A. Morales-Betancourt, E. Duarte. (Editores). 2015. XII. Cuencas
Macrobrachium faustinum, derecha Atya scabra. En la fila inferior tres individuos grandes Agudelo-Córdoba, H. Ramírez-Gil y R. Ele- pericontinentales de Colombia, Ecuador,
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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

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132 133
134
Anexo 1. Riqueza de camarones de agua dulce por cuencas o vertientes (Caribe y Pacífico) y distribución de las especies en los ríos,
quebradas, arroyos, caños y ciénagas analizadas en este estudio.

Ciénagas
Número Especie Caribe Pacífico Ríos (R) Quebradas (Q) Arroyos (A) Caños (C)
(Ci)
1 Atya crassa   x 30        
2 Atya innocous x   21 13      
3 Atya scabra x   13, 20, 23 18 4, 5, 7    
CAMARONES

4 Potimirim glabra x x 13 2, 8, 10      
2, 10, 11, 12, 13, 14, 1, 13, 15, 16, 17, 18, 19,
5 Macrobrachium acanthurus x   6, 14, 15   1, 3, 5
17, 19, 20, 21, 23, 28 20, 21, 22, 23, 24, 25
6 Macrobrachium americanum   x 1, 7, 29, 31, 32 1, 3, 20 3    
2, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 2, 6, 8, 9, 11, 1, 8, 10, 11,
7 Macrobrachium carcinus x      
17, 18, 19, 20, 21, 22 12, 13, 15, 16 14, 19, 21, 24
8 Macrobrachium crenulatum x   2, 12, 13, 18, 19, 20, 21, 24 2, 6, 9, 11, 12 1, 2    
9 Macrobrachium digueti x x 4, 30        
10 Macrobrachium faustinum x   12, 14, 18, 19, 20, 21 13, 15, 17 4, 5, 6, 7, 9, 11, 21    
11 Macrobrachium hancocki   x 6, 30 1, 4 3    
12 Macrobrachium heterochirus x   2, 12, 13, 18, 19, 21   10, 21    
13 Macrobrachium olfersii x   4, 12, 17, 18, 19, 20, 21, 23 2 1, 4, 5, 7, 8, 9, 11, 22, 25   1, 2
14 Macrobrachium panamense   x 1, 3, 9 1 3 1, 2  
3, 4, 5, 8, 9, 25, 26, 1, 2, 5, 7,
15 Macrobrachium rathbunae   x 3    
27, 29, 30, 31, 33 10, 19, 26
16 Macrobrachium tenellum   x 25, 27, 30, 34        
Macrobrachium
17   x 3, 27, 31, 34        
transandicum
TOTAL 10 sp. 9 sp. 17 sp. 12 sp. 11 sp. 1 sp. 2 sp.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Anexo 2. Codificación por ríos, quebradas y arroyos para los departamentos considerados en este estudio.

Código Ríos Código Ríos Código Quebradas Código Quebradas Código Arroyos
  Cauca R18 Guachaca   Cauca   Isla de Providencia   Bolivar
R1 Guapi R19 Manzanares Q1 Isla Gorgona Q13 Agua Dulce A1 Matute
  Chocó R20 Mendihuaca   Chocó Q14 Manzanillo A2 Turbaco
R2 Acandí R21 Piedras Q2 La Carolina Q15 Pueblo Viejo   Cauca
R3 Baudó R22 Sevilla Q3 El Chocolatal Q16 San Felipe A3 Isla Gorgona
R4 Capurganá   La Guajira Q4 El Chorro   Magdalena   Isla de Providencia
R5 Condoto R23 Ranchería Q5 La Isidra Q17 Mamatoco A4 Bowden Old Town
R6 Cupica R24 Negro Q6 Monomacho Q18 Oriente A5 Fresh Water
R7 Pepe   Nariño Q7 Los Pachos   Valle del Cauca A6 Gamadith
R8 Profundó R25 Inda Q8 La Piedrecita Q19 Aribí A7 Salt Creek
R9 San Juan R26 Mira Q9 Próspero Q20 La Alegría   Magdalena
  Córdoba R27 Telembí Q10 El Regalo A8 Cañaveral
R10 San Jorge   Sucre Q11 El Salto A9 Coquito
R11 Sinú R28 Pechelín Q12 Sardí A10 Tayrona
  Magdalena   Valle del Cauca   Sucre
R12 Buritaca R29 Cajambre A11 Cascajo
R13 Cinto R30 Calima A12 Colosó
R14 Córdoba R31 Dagua A13 Corte Alto
R15 Don Diego R32 Escalerete A14 Macumba
R16 Fudación R33 Sabanaleta Alto A15 El Medio
C. Granados-Martínez

R17 Gaira R34 San Juan A16 Mondongo


A17 El Palmar
135
136
Anexo 3. Codificación, nombre y coordenadas de los ríos, quebradas y arroyos considerados en este estudio.

Coordenadas
Sigla
Departamento Municipio Localidad Norte Oeste
Localidad
º ` `` º ` ``
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PVA - 17 Providencia y Santa Catalina Gamadith 01 13 20 34,3 81 22 24
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PVA - 17B Providencia y Santa Catalina Gamadith 02 13 20 4,5 81 22 45,7
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
CAMARONES

PV - 17D Providencia y Santa Catalina Gamadith 04 13 19 41 81 22 39,9


Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 18 Providencia y Santa Catalina Manzanillo 01 13 19 34 81 23 10,2
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 19 Providencia y Santa Catalina Manzanillo 03 13 19 47,9 81 22 51,3
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 20 Providencia y Santa Catalina Salt Creek O1 13 21 33,5 81 23 33,6
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 21 Providencia y Santa Catalina Salt Creek O2 13 21 41,5 81 23 39,9
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 22 Providencia y Santa Catalina Fresh Water 01 13 20 54,3 81 23 32,4
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 23 Providencia y Santa Catalina Fresh Water 02 13 20 47,1 81 23 28,1
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 24 Providencia y Santa Catalina Fresh Water 03 13 20 54,4 81 23 40,1
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 25 Providencia y Santa Catalina Bowden Old Town 13 22 16,2 81 22 44,7
Santa Catalina
Archipiélago de San Andrés, Providencia y
PV - 26 Providencia y Santa Catalina Gamadith 05 13 19 45,3 81 22 43,4
Santa Catalina
SMTA-5 Magdalena Santa Marta Río Mendihuaca 11 16 18,4 73 51 53,8
SMTA-6 Magdalena Santa Marta Río Piedras 11 16 54,9 73 54 29,3
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Anexo 3. Continuación.
Coordenadas
Sigla
Departamento Municipio Localidad Norte Oeste
Localidad
º ` `` º ` ``
SMTA-7 Magdalena Santa Marta Boca río Piedras 11 17 49,1 73 53 34,5
Arroyo Chiquito, vía
CQT1 Sucre Palo Alto 9 51 18,99 75 24 17,4
Sincelejo-Cartagena
Arroyo Corte Alto, vía
CLT1 Sucre Palo Alto 9 50 29,69 75 25 0,6
Sincelejo-Cartagena
MON1 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 43 17,31 75 38 17,54
MON2 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 42 57 75 38 43,39
MON3 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 42 33,51 75 39 7,08
ROS1 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 47,52 75 39 13,26
ROS2 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 42,47 75 39 17,57
ROS3 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 41,42 75 39 15,21
ROS4 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 33,99 75 39 18,67
ROS5 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 12,36 75 39 19,64
ROS6 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 42 37,71 75 39 23,35
SAL1 Sucre San Onofre Arroyo Boca el salado 9 41 4,77 75 36 15,94
Arroyo Rico, vía San Onofre -
RIC1 Sucre San Onofre 9 43 52,43 75 32 53,07
Rincón del Mar
Arroyo Tigre, vía San Onofre
TRG1 Sucre San Onofre 9 44 9,54 75 34 24,5
- Rincón del Mar
Arroyo El Palmar, vía San
PLM1 Sucre San Onofre 9 44 0,12 75 35 22,81
Onofre - Rincón del Mar
Arroyo del Medio, vía San
MED1 Sucre San Onofre 9 44 27,25 75 36 28,22
Onofre - Rincón del Mar
C. Granados-Martínez

MON1 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 43 17,31 75 38 17,54


MON2 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 42 57 75 38 43,39
137
138
Anexo 3. Continuación.
Coordenadas
Sigla
Departamento Municipio Localidad Norte Oeste
Localidad
º ` `` º ` ``
MON3 Sucre San Onofre Arroyo Mondongo 9 42 33,51 75 39 7,08
ROS1 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 47,52 75 39 13,26
ROS2 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 42,47 75 39 17,57
ROS3 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 41,42 75 39 15,21
CAMARONES

ROS4 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 33,99 75 39 18,67


ROS5 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 43 12,36 75 39 19,64
ROS6 Sucre San Onofre Arroyo Roseta 9 42 37,71 75 39 23,35
SAL1 Sucre San Onofre Arroyo Boca el salado 9 41 4,77 75 36 15,94
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Vía quebrada Valencia. Foto: P. Sánchez-D.


M. Longo
La entomofauna y otros
macroinvertebrados acuáticos
de sistemas insulares y
5. pericontinentales de las cuencas
Pacífico y Caribe, Colombia
Magnolia Longo, Daniela Cortés-Guzmán, Eliana Contreras, Ángela
Motta, Juan Felipe Blanco-Libreros, Carlos A. Lasso y Rodulfo Ospina

Introducción Por su parte, en los sistemas lóticos peri-


En las islas, los factores naturales que continentales, las variables que determi-
determinan la diversidad asociada a la ri- nan la abundancia y la riqueza de los taxo-
queza de taxones y a la abundancia de los nes son las señaladas anteriormente para
macroinvertebrados, son tanto variables las islas, las cuales operan a la escala de la
geológicas, geográficas y ecosistémicas, quebrada. En este sentido, la biogeografía
como los rasgos biológicos de las especies es la herramienta principal a través de la
y las relaciones intra e interespecíficas. cual se analiza y se comprende la composi-
De esta manera, a escala de la isla, la edad ción y la estructura de las comunidades en
geológica (Covich 2006), el viento (Town- función de los procesos que suceden en las
send et al. 2003), el área y la insularidad diversas escalas espaciales, desde el nivel
relativa (McArthur y Wilson 1967), son regional hasta el local, y que influyen en
los factores más relevantes. A escala de la riqueza de las especies. De ahí la impor-
ríos de porte pequeño y quebradas, las va- tancia de considerar aspectos biogeográ-
riables que más influyen son, las crecidas, ficos de los taxones en estudios como el
cambios en la pendiente del cauce (canal) o presente.
de las riberas, variaciones en la vegetación
ribereña, discontinuidad hídrica, casca- En este capítulo se consideran datos de
das, química del agua y la composición del dos regiones o vertientes (cuencas), Pacífi-
sustrato, entre otras (Fièvet et al. 2001, co y Caribe. En el Caribe se cuenta con re-
Joy et al. 2001, Blanco y Scatena 2006). gistros de organismos insulares y pericon-
De los rasgos biológicos, algunos ejemplos tinentales, mientras que en el Pacífico sólo
son el tipo de dispersión -pasiva o activa- se reportan especímenes insulares. Las
(Covich 2006, Covich y McDowell 1996) y quebradas (creeks) y los ríos muestreados
el período de vida de las larvas (Grantham son prístinos en su mayoría, con bajo gra-
et al. 2003, Reuschel 2008). Una revisión do de intervención antrópica y se localizan
sobre este tema puede ser consultada en en un intervalo de elevación entre 0 y 400
Longo y Blanco (2009). m s.n.m.

Río Jerez, La Guajira, Colombia. Foto: P. Sánchez-D. 141


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

Material y métodos regiones colombianas hay también una


riqueza relativamente alta de crustáceos
Área de estudio decápodos (camarones y cangrejos), cara-
Se cuenta con datos de 18 sistemas lóticos coles migratorios (Neritina spp) y dulcea-
(ríos o quebradas) asociados al mar Caribe cuícolas (físidos, hidróbidos y planórbi-
y al Océano Pacífico. En el Caribe los sis- dos, principalmente). Entre los insectos,
temas están localizados en zonas pericon- los de mayor riqueza y abundancia son
tinentales (cinco ríos) y en la isla de Pro- Coleoptera, Diptera, Trichoptera y Hemip-
videncia (dos quebradas); en el Pacífico, tera, seguidos por Odonata y Ephemerop-
se ubican en isla Gorgona (11 quebradas). tera, mientras que con muy baja represen-
Los ecosistemas presentan diferencias en tación figuran Lepidoptera, Megaloptera y
cuanto al estado de conservación y al uso Plecoptera (Anexo 1). Los crustáceos de-
del suelo, presentando en la mayoría de los cápodos (camarones) de ambas cuencas,
casos, bosques primarios y secundarios incluida la región insular, son discutidos
con bajo grado de intervención antrópica en el Capítulo 4 de este volumen (Campos
(Tabla 1). et al. 2015).
a. b.
Las fuentes de los datos aquí analizados y Composición y diversidad
presentados en las tablas y en las figuras, de la entomofauna
corresponden a: registros de la isla de Pro- Como es habitual en ecosistemas lóticos
videncia aportados por los coautores ads- tropicales y templados, Insecta es la clase
critos a la Universidad Nacional de Colom- dominante de la fauna béntica tanto en
bia (Bogotá), a la Universidad Pedagógica y riqueza como en abundancia. Los órdenes
Tecnológica de Colombia (Tunja) y al Insti- más representativos se encuentran tanto
tuto Humboldt. Los datos de isla Gorgona en las zonas insulares como en la pericon-
son tomados del proyecto GIS-BIO desa- tinentales. Estos son Coleoptera, Diptera,
rrollado por la Universidad de Antioquia Ephemeroptera, Hemiptera, Lepidoptera,
entre 2009 y 2012 y publicados, en parte, Odonata y Trichoptera; sólo Megaloptera c.
en Gómez-Aguirre et al. (2009), Longo y Plecoptera no han sido encontrados en
(2012) y Longo y Blanco (2014). Y los da- la zona insular caribeña, pero esto puede
tos del pericontinente caribeño han sido ser más un efecto de las técnicas y de las
tomados de Guerrero-Bolaño et al. (2003), épocas de muestreo, así que no se descar-
Manjarrés-García y Manjarrés-Pinzón ta que en campañas posteriores puedan
(2004), Mena-Moreno (2010), Rodríguez ser encontrados. Adicionalmente, aunque
(2011), Eyes-Escalante et al. (2012) y Con- Blattodea sólo se reporta para la isla Gor-
treras-Martínez (2013). gona, su presencia tampoco se descarta en
el resto de regiones pues su distribución es
Resultados y discusión cosmopolita (Estrada-Álvarez y Guadarra- d. e.
En ambas regiones se encontraron los fi- ma 2013) (Anexo 1).
los Arthropoda y Mollusca. En el Caribe
se recolectaron además Platyhelminthes y De igual manera, los órdenes con mayor
Annelida, y en el Pacífico Nematomorpha riqueza de familias y de géneros/morfo- Figura 1. Vista general de las quebradas (creeks o gullies) muestreadas en la isla de Provi-
(Tabla 2). Como ya ha sido reportado para tipos son aquellos que tradicionalmente dencia, Archipiélago de San Ándres, Providencia y Santa Catalina, mar Caribe. a) Lazy Hill
ecosistemas tropicales de tierras bajas en habitan ecosistemas insulares y pericon- creek; b) represamiento en la Bailey Spring creek; c) Fresh Water creek; d) El Pico creek; e)
general (Jacobsen et al. 2008), en estas tinentales, los cuales están sometidos en pequeña represa en la Old Town Spring creek. Fotos: D. Cortés.

142 143
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

a. b.

f. g.

h.
d.

c.

i.
Figura 2. Vista general de las quebradas
muestreadas en isla Gorgona, océano Pa-
cífico. a) Qda. Aeropuerto; b) qda. Chorro
Figura 2. Continuación. f) Qda. Iguapo-
del Cura; c) qda. Cocal Norte; d) qda. El
ga; g) qda. Ilú; h) qda. La Camaronera; i)
Muelle; e) qda. El Roble. Fotos: J. F. Blanco.
qda. Pizarro; j) qda. Playa Verde. Fotos: J.
F. Blanco.
e. j.

144 145
146
Tabla 1. Datos geográficos y algunos apuntes ecológicos de los ecosistemas lóticos muestreados en zonas pericontinentales e insu-
lares del mar Caribe y en isla Gorgona, océano Pacífico.

Temperatura Unidades de
Coordenadas Elevación Régimen Estado de
Región Quebrada/río promedio del vegetación y usos del
geográficas (m s.n.m) de lluvias conservación
aire (°C) suelo

Lazy Hill creek 13°21’356’’N- Bosque secundario, peque-


31 Bueno
(Figura 1a) 81°23’292’’W ños cultivos
Bailey Spring 13°21’271’’N- Bosque secundario, peque-
38 Malo
creek (Figura 1b) 81°21’734’’W ños cultivos
Fresh Water 13°20’760’’N-
40 27,4 Malo Bosque secundario, represa
creek (Figura 1c) 81°23’353’’W

cia, Caribe)
Monomodal
El Pico creek 13°20’ N- Bosque secundario, con
161 y 112 Regular
(Figura 1d) 81°22’ W especies introducidas
Old Town Spring 13°21’788’’N- Bosque secundario, con
79 Regular

Isla de Providencia (Archipié-


lago de San Andrés y Providen-
creek (Figura 1e) 81°22’629’’W especies introducidas
8°37'22,47"N-
El Regalo creek 21 y 67 26,1  Bueno —
7°20'41,72"O
ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

8°38'18.07"N-
La Carolina creek 15 y 69 26,1 Bueno —
77°21'16,56"O  Bimodal
8°37'17,37"N-
Río Capurganá 13 y 121 26,7 Regular —
77°21'34,84"O

Río Córdoba — — — — — —

11°52'06"N- Bosque secundario con


Río Gaira 750 20,5 — Regular
74°46'22"O pequeños cultivos

Río Manzanares — — — — — —

Pericontinente del mar Caribe


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río Toribio — — — — — —

Tabla 1. Continuación.

Temperatura Unidades de
Coordenadas Elevación Régimen Estado de
Región Quebrada/río promedio del vegetación y usos del
geográficas (m s.n.m) de lluvias conservación
aire (°C) suelo

Qda. Aeropuerto 2°57.289’N- Bueno, Bosque secundario, con


10
(Figura 2a) 78°10.677’O restaurado especies introducidas
Qda. Chorro del 2°58.018’N- Bueno, Bosque secundario, con
20
Cura (Figura 2b) 78°10.333’W restaurado especies introducidas
Qda. Cocal Norte 2°58.418’N-
10 y 75 Excelente Bosque primario
(Figura 2c) 78°11.501’W
Qda. El Muelle 2°57.491’N- Bueno, Bosque secundario, con
20
(Figura 2d) 78°10.544’W restaurado especies introducidas
Qda. El Roble 2°56.832’N-
25 y 50 Excelente Bosque primario
(Figura 2e) 78°11.050’W
26
Qda. Iguapoga 2°57.957’N- Bueno, Bosque secundario, con
25 y 75
Monomodal

(Figura 2f) 78°10.342’W restaurado especies introducidas


Qda. Ilú (Figura 2°57.812’N- Bueno, Bosque primario y secun-
Isla Gorgona (Pacífico)

10 y 35
2g) 78°10.401’W restaurado dario
Qda. La Camaro- 2°57.177’N-
15 Y 35 Excelente Bosque primario
nera (Figura 2h) 78°11.879’W
Qda. Pizarro 2º58.570’N-
20 y 50 Excelente Bosque primario
(Figura 2i) 78º10.215’W
M. Longo

Qda. Playa Verde 2°57.16’N-


20 y 50 Excelente Bosque primario
(Figura 2j) 78°12.06’W
147
148
Tabla 2. Riqueza específica de familias y de géneros/morfotipos por cada filo de macroinvertebrados reportados para quebradas
pericontinentales e insulares del mar Caribe y en quebradas insulares del océano Pacífico, Colombia. Gr: géneros; mf: morfotipos.
Para los Decapoda (camarones) ver Campos et al. (2015, en este volumen).

CARIBE PACÍFICO
Filo Clase/Orden Pericontinente Insular Insular
Familias Gr/mf Familias Gr/mf Familias Gr/mf
Turbellaria    
Platyhelminthes
Tricladida 2 2
Gordioidea    
Nematomorpha
Morfotipo     1 1
Clitellata     
Arhynchobdellida 1 1
Annelida Rhynchobdellida 1 1
Tubificida 1 1 1 4
Morfotipo     1 1
Gastropoda        
ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

Basommatophora  3 3 4 4
Mollusca Cycloneritimorpha 1 1 1 1 1 1
Mesogratropoda 2 2 1 1
Stylommatophora     1 1
Arachnida        
Acari     1 1
Araneae     2 2
Arthropoda Morfotipo     1 1
Sarcoptiformes      1 1
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Trombidiformes     4 5
Collembola    

Tabla 2. Continuación.

CARIBE PACÍFICO
Filo Clase/Orden Pericontinente Insular Insular
Familias Gr/mf Familias Gr/mf Familias Gr/mf
Entomobryomorpha     1 1
Morfotipo     1 1
Symphypleona     1 1
Insecta    
Blattodea     1 1
Coleoptera 14 30 10 20 10 18
Diptera 15 39 7 26 8 15
Ephemeroptera 6 16 1 1 3 8
Hemiptera 9 24 4 4 2 5
Lepidoptera 2 2 2 2 2 4
Arthropoda
Megaloptera 1 2 1 1
Odonata 6 17 2 5 2 3
Plecoptera 1 1 1 1
Trichoptera 11 25 9 12 9 13
Malacostraca     
Decapoda 4 5 2 2 3 3
Isopoda     1 1
M. Longo

Ostracoda    
Morfotipo     1 1    
Total de familias 80 60 44
Total de géneros/morfotipos 172 99 74
149
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

muchas ocasiones a algún tipo de per- Por otro lado, en la isla de Providencia,
turbación, ya sea natural o antrópica, tal Insecta cuenta en total con 35 familias y
como aumentos en salinidad y flujos de 70 géneros inventariados, asociados a los
tipo intermitente (quebradas y/o ríos tem- órdenes Coleoptera (10 familias y 20 gé-
porales). Ellos incluyen, de mayor a menor neros), Trichoptera (9-12), Diptera (7-26),
riqueza de géneros/morfotipos a: Diptera, Hemiptera (4-4), Odonata (2-5), Lepidop-
Coleoptera, Trichoptera, Odonata y He- tera (2-2), y Ephemeroptera (1 familia-1 gé-
miptera (Figuras 3 y 4). nero). Destaca la baja presencia de taxones
de Odonata y Ephemeroptera. En isla Gor-
Sin embargo, se aprecian algunas diferen- gona (Pacífico), el órden con mayor riqueza
cias entre la riqueza presente en las zonas es también Coleoptera (10 familias-18 gé-
insulares y en las pericontinentales. Es así neros/morfotipos), seguido por Trichopte-
como en el pericontinente caribereño, para ra (9-13), Diptera (8-15), Ephemeroptera
Insecta se han encontrado en total 65 fa- (3-8), Hemiptera (2-5), Odonata (3-3), Le-
milias y 157 géneros, distribuidos de ma- pidoptera (2-4), y Megaloptera, Plecoptera
yor a menor cantidad en los órdenes Dip- y Blattodea (cada uno con una familia y un
tera (15 familias-39 géneros), Coleoptera género) (Anexo 1, Figuras 3 y 4).
(14-30), Trichoptera (11-25), Hemiptera
(9-24), Odonata (6-17), Ephemeroptera (6- Entre los Diptera, las familias comunes Figura 4. Riqueza taxonómica de géneros de Insecta presentes en ecosistemas lóticos de
16), Lepidoptera (2-2), Megaloptera (1-2) y (sin géneros compartidos) en todos los eco- las regiones Caribe (pericontinente e insular) y Pacífico (insular).
Plecoptera (1 familia-1 género). sistemas muestreados en el Pacífico y en el

Caribe incluyen a Ceratopogonidae, Chiro- No obstante a pesar de la alta riqueza ta-


nomidae, Psychodidade, Stratiomyidae y xonómica de Coleoptera en general, las
Tipulidae. Esta última es la única familia familias comunes en todos los sitios son
que comparte entre todos los sistemas a sólo Dytiscidae, Elmidae, Hydrophilidae y
Tipula. Entre la isla del Caribe y la del Pa- Scirtidae. En relación con los géneros, tan-
cífico, fueron comunes además, Muscidae to en el Caribe pericontinental como en
(con un morfotipo), Simuliidae (Simulium) Gorgona se encuentra dentro de Elmidae
y Ceratopogonidae (Forcipomyia). Entre a Disersus, Heterelmis, Macrelmis, Microcy-
Providencia y la zona pericontinental ca- lloepus y Phanocerus. En el pericontinente y
ribeña son comunes también, Culicidae en Providencia figuran Hydraena (Hydrae-
(Anopheles) y Ephydridae (un morfotipo) nidae), Berosus y Tropisternus (Hydrophili-
(Anexo 1). Estas diferencias se atribuyen dae) (Anexo 1).
a las limitaciones para identificar hasta
el nivel de género o morfotipo principal- Trichoptera por su parte sí tiene una am-
mente las larvas de Chironomidae, dado el plia distribución de familias (más no de
escaso número de taxónomos expertos en géneros) entre los sitios referenciados, ya
esta familia en el país y a la falta de claves que en todos se encuentran representan-
taxonómicas locales. Por ello, el listado tes de Glossosomatidae, Hydropsychidae
presentado para Providencia en particu- (Leptonema y Smicridea están presentes
lar, se convierte en un aporte importante en todos los ambientes), Hydroptilidae,
Figura 3. Riqueza taxonómica de familias de los órdenes de Insecta presentes en ecosiste- al conocimiento de este grupo biológico en Leptoceridae, Philopotamidae (Chimarra
mas lóticos de las regiones Caribe (pericontinente e insular) y Pacífico (insular). el país. común en todos los sistemas) y Polycen-

150 151
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

tropodidae. Entre las islas, además de los bates, Rheumatobates (Gerridae) y Rhagove- de Odonata, debido a su alta capacidad Composición y diversidad de la
géneros ya citados no hay otros comunes, lia (Veliida), por colonizar los ecosistemas de vuelo y a su resistencia a cambios fauna de no-insectos
y entre el pericontinente del Caribe y Pro- lóticos de isla Gorgona. De igual manera, considerables en la cantidad de flujo, Para los ecosistemas aquí reportados, con-
videncia figura también Helicopsyche (He- Trepobaltes (Gerridae), Mesovelia (Meso- la representación es baja, siendo solo tiguo a la dominancia en riqueza de Insec-
licopsychidae) (Anexo 1, Figura 5). veliidae), Notonecta (Notonectidae) y Mi- Gomphidae frecuente en todos los am- ta sigue en importancia Arachnida. Esta
crovelia (Veliidae) que se encuentran en la bientes. Ningún género es común a las clase que en el Trópico ha sido muy poco
De los Hemiptera, Gerridae, Mesoveliidae isla de Providencia (Anexo 1). dos islas. Dythemis, Erythemis y Libellula muestreada y estudiada, tiene aquí un in-
y Veliidae son las familias que presentan (Libellulidae) se encuentran en la costa- ventario importante representado por cin-
al menos un taxón en todas las regiones. Aunque se esperaba encontrar en todos pericontinental del Caribe y en la isla de co órdenes, nueve familias y 10 géneros/
Se destacan Aquarius, Metrobates, Potamo- los sistemas mayor número de taxones Providencia (Anexo 1). morfotipos, los cuales fueron encontrados
en la isla de Providencia, Caribe (Tabla 2).
Lepidoptera está presente en las regiones El órden más diverso fue Trombidiformes
con taxones de Crambidae y de Pyralidae. con cuatro familias y cinco géneros/mor-
Aunque esta familia también ha sido poco fotipos.
estudiada en Colombia en cuanto a sus
representantes acuáticos, el hecho de te- Gastropoda es la siguiente clase en impor-
ner reportados seis morfotipos muestra tancia, especialmente en el Caribe en don-
la relevancia de continuar incluyéndola de se reportan cuatro órdenes y ocho fami-
en los estudios del bentos y de mejorar las lias, con 11 géneros/morfotipos (Figura 6).
b. En el Pacífico, en isla Gorgona se ha encon-
técnicas de muestreo, pues estos indivi-
trado a la fecha un órden con una familia
duos usualmente no caen en las redes ya
y una especie (Neritina latissima) (Tabla 3).
que prefieren habitar sobre rocas grandes,
a. En el Caribe (islas San Andrés y Providen-
ubicando sus habitáculos en la interfase
cia – SA & P) se registra a Neritina virginea
aire-agua. Por tanto, deben ser buscados y
(SA & P) y a Isogmodon sp. (Providencia).
extraídos manualmente, lo que aplica so-
bre todo para los individuos de Crambidae.
Si bien Malacostraca tiene sólo un par de
De los Ephemeroptera, la única familia órdenes colectados, la riqueza taxonómica
habitual en todos los sistemas es Lepto- es representativa al contar en el Caribe con
phlebiidae, siendo general a las dos islas, Decapoda que tiene cuatro familias y seis
Hagenulopsis. Causa curiosidad además, géneros, e Isopoda que registra una familia
que éste sea el único taxón presente en y un género. En el Pacífico por su parte, hay
Providencia, mientras que en Gorgona se tres géneros e igual cantidad de familias
encontraron siete taxones más (Anexo pertenecientes a Decapoda (Tabla 3).
1). Plecoptera tiene como representante
a Anacroneuria en la zona pericontinental Los Annelida como es común, aunque es-
y en Gorgona, por tanto su presencia en tán constituidos por una clase (Clitellata)
Providencia no se descarta. Igualmente también tiene un buen número de órdenes
sucede con Megaloptera, del cual ade- (tres en el Caribe y dos en el Pacífico) y de
c. d. más de Corydalus que es el género tradi- familias (tres en el Caribe, dos en el Pacífi-
cionalmente reportado en Colombia, se co), encontrándose más géneros en isla de
Figura 5. Macroinvertebrados acuáticos presentes en ecosistemas lóticos insulares y ha encontrado en esta recopilación otro Providencia (cinco en total) en compara-
pericontinentales del mar Caribe e insular del océano Pacífico colombiano. a) Brechmorhoga morfotipo, que no se descarta podría ser ción con la periferia continental caribeña
(Libellulidae); b) Telebasis (Coenagrionidae); c) Helicopsyche (Helicopsychidae); d) Chloronia, otro taxón encontrado en el país (tres); en el Pacífico no hay registros dis-
Progomphus (Gomphidae). Fotos: C. Granados-Martínez. (Contreras-Ramos 2004). ponibles (Tabla 3).

152 153
154
Tabla 3. Macroinvertebrados no-insectos presentes en ecosistemas lóticos insulares y pericontinentales del mar Caribe e insular
del océano Pacífico colombiano (Cpc: Caribe pericontinental; Ci: Caribe insular; Pi: Pacífico insular), y distribución mundial de
géneros: *Cosmopolita. ** América tropical y subtropical. *** Neotropical. A: Arachnida; Ar: Arthropoda; N: Nematomorpha; M:
Mollusca; P: Platyhelminthes

Clase/Familia u
Región Clase/Familia u órden/género Región Clase/Familia u órden/género Región
órden/género
Clitellata (A) Collembola (Ar) Gastropoda (M)
Erpobdellidae mf Cpc Isotomidae mf Ci Ancylidae
Morfotipo Ci Morfotipo mf Ci Gundlachia radiata Ci***
Glossiphoniidae mf Cpc Dicyrtomidae mf Ci Lymnaeidae
Naididae Malacostraca (Ar) Lymnaea Cpc, Ci*
Amphichaeta c.f. Ci* Atyidae Physidae
Dero c.f. Ci* Atya sp Cpc* Haitia acuta Ci**
Pristina c.f. Ci* Atya scabra Cpc* Physa Cpc*
Stephensoniana c.f. Ci* Morfotipo Ci Planorbidae
Tubifex Ci* Potimirim sp Cpc*** Biomphalaria pallida Ci*
Arachnida (Ar) Potimirim c.f. glabra Pi*** Drepanotrema Cpc***
Eylaidae Palaemonidae Neritidae
ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

Eylais Ci* Macrobrachium sp Cpc, Pi* Neritina sp Cpc***


Hydrozetidae Macrobrachium rathbunae Ci* Neritina latissima Pi***
Hydrozetes Ci* Pseudothelphusidae Neritina punctulata Ci***
Halacaridae mf Ci Hypolobocera gorgonensis Pi* Thysanophoridae
Unionicolidae Morfotipo Cpc Thysanophora plagioptycha Ci***
Koenikea Ci* Trichodactylidae mf Cpc Ampullariidae
Morfotipo Ci Sphaeromatidae Pomacea Cpc**
Lycosidae mf Ci Sphaeroma c.f. Ci* Hydrobiidae
Acari mf Ci Ostracoda (Ar) Morfotipo Cpc
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Araneae mf Ci Morfotipo Ci Pyrgophorus platyrachis Ci**


Morfotipo Ci Gordioidea (N) Turbellaria (P)
Trombidiformes mf Ci Morfotipo Pi Dugesiidae mf Cpc
        Planariidae mf Cpc

insular) y Pacífico (insular).


insular) y Pacífico (insular).
M. Longo

Annelida, Mollusca y Arthopoda, presentes en las regiones Caribe (pericontinental e


Annelida, Mollusca y Arthopoda, presentes en las regiones Caribe (pericontinental e

Figura 7. Riqueza específica de géneros de los filo Platyhelminthes, Nematomorpha,


Figura 6. Riqueza específica de familias de los filo Platyhelminthes, Nematomorpha,

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

Los Platyhelminthes se han encontrado en riales en combinación con MOPF y con Tabla 4. Macroinvertebrados colectados en la isla de Providencia (Caribe); isla Gorgona
la costa continental caribeña donde Tricla- restos de tejido animal. Entonces, se en- (Pacífico) y en otros sistemas andinos y amazónicos colombianos, indicando los grupos
dida tiene dos familias y dos géneros. Os- cuentran los siguientes gremios: colector- tróficos: a) fragmentador (F) –ya sea como fragmentador-especialista (F-especialista);
tracoda es reportado para la zona insular fragmentador, fragmentador-generalista, fragmentador-generalista (F-generalista); colector-fragmentador (colector-F); depreda-
caribeña con un órden e igual número de fragmentador-especialista, fragmenta- dor-fragmentador (depredador-F) o como fragmentador-recolector-colector (F-recolector-
familias y géneros. Esta misma situación dor-recolector, fragmentador-recolector- colector); b) colector-raspador; c) recolector-colector; o d) colector. Estos grupos tróficos
se observa en Nematomorpha, donde se coletor y depredador-fragmentador. Los han sido clasificados de acuerdo con el análisis de contenidos estomacales (B: Blattaria,
encontró un morfotipo de Gordioidea en colectores-fragmentadores ingieren prin- C: Coleoptera, Cy: Cycloneritimorpha, D: Diptera, Dp: Decapoda, E: Ephemeroptera, M:
isla Gorgona (Figuras 6 y 7). cipalmente MOPG con poca MOPF. Am- Mesogastropoda, T: Trichoptera).
bos tipos de fragmentadores –generalistas
Macroinvertebrados o especialistas– consumen tejido vegetal, Isla Gorgona
Isla de Chará
fragmentadores de hojarasca la diferencia es que los generalistas co- Familia (Orden) Género
(Longo
Providencia
Rueda et al.
et al.
y Blanco (2006)
Los taxones que se alimentan de la hoja- men igual proporción de éste y de MOPG, 2014)
(Motta, com.pers.) (2010)
rasca revierten un interés particular en mientras que, los especialistas consumen
la ecología de los sistemas acuáticos dado Thraulodes Colector-F
muy bajas porciones de MOPG y de MOPF
que inician el proceso de fragmentación y altas cantidades de tejido vegetal. Para Leptophlebiidae (E) Hagenulopsis F-generalista Colector
de las hojas, desechos maderables y de mayor detalle ver Longo y Blanco (2014). Farrodes Colector-F Colector
la materia orgánica particulada gruesa Adicionalmente, se incluyen los taxones
(MOPG), aportada desde las riberas, la catalogados como colector-raspador y re- Tricorythodes Colector-F F
cual finalmente se convierte en materia colector-colector (Tabla 4).
Leptohyphidae (E)
Leptohyphes F-especialista Colector Colector
orgánica paticulada fina (MOPF), que será
utilizada por otros grupos tróficos como En isla Gorgona, los taxones fragmenta- Baetodes Colector-F Raspador Colector
colectores, recolectores y filtradores. Las Baetidae (E)
dores-especialistas son 12: Leptohyphes Cloeodes Colector-F
hojas y la madera que caen desde el bos-
(Ephemeroptera), Phylloicus y Smicridea
que ribereño son colonizadas rápidamente Smicridea F-especialista F
(Trichoptera), larvas de Disersus, Tetraglo-
por hongos y bacterias, por tanto, los frag- Hydropsychidae (T)
sa, Anchytarsus, Macrelmis, un morfotipo Leptonema F-generalista Filtrador F
mentadores asimilan el carbono y otros
de Elodes y adultos de Phanocerus (Coleop-
nutrientes presentes en ellas y convierten Calamoceratidae (T) Phylloicus F-especialista F F
tera), Tipula y Stenochironomus (Diptera),
así una fracción de esta energía en mate-
ninfas de cucarachas (Epilampra - Blatta- Leptoceridae (T) Nectopsyche F-generalista F
rial animal (Boyero et al. 2011).
ria) y el cangrejo (Hipolobocera gorgonensis).
Tetraglosa F-especialista
Aunque varios estudios plantean que la De estos, los de mayor biomasa y que por Ptilodactylidae (C)
riqueza de fragmentadores podría ser enden revisten una importancia especial Anchytarsus F-especialista F

mayor en las zonas templadas (Boyero et debido a la alta cantidad de tejido vegetal Heterelmis L F-generalista
al. 2009), a medida que se avanza en el que consumen son Epilampra e Hipolobocera
país en los estudios tróficos basados en gorgonensis. Los fragmentadores-genera- Disersus L F-especialista

contenidos estomacales y que el número listas son 11: Hagenulopsis (Ephemeropte- Phanocerus L F-generalista C
de taxones clasificados como fragmenta- ra), Leptonema y Nectopsyche (Trichoptera), Elmidae (C)
larvas de Heterelmis, Phanocerus, Neoelmis Phanocerus A F-especialista
dores asciende, esta hipótesis es contro-
vertida. En Colombia se han identificado y un morfotipo de Elodes (Coleoptera), Ma- Neoelmis L F-generalista
35 géneros de macroinvertebrados como ruina (Diptera), Potimirm cf. glabra y Ma-
crobrachium sp. (Decapoda). Como colecto- Macrelmis L F-especialista
fragmentadores, clasificados en diferen-
tes categorías según el consumo exclu- res-fragmentadores se listan: Thraulodes, Elodes mf1 F-especialista
sivo de material vegetal y/o de MOPG, y Farrodes, Tricorythodes, Baetodes y Cloeodes Scirtidae (C)
Elodes mf2 F-generalista
de acuerdo con la ingesta de estos mate- (Ephemeroptera) (Tabla 4).

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

Tabla 4. Continuación. En la isla de Providencia no se han en- en el Neotrópico, el 13,3% se encuentran


contrado fragmentadores especialistas entre América tropical y subtropical y el
Isla Gorgona
Isla de Chará
ni generalistas. Los taxones tienen roles 73,4% presentan una amplia distribución
(Longo Rueda et al. que combinan la fragmentación de hojas a nivel mundial. De forma similar, el 17,7%
Familia (Orden) Género Providencia et al.
y Blanco (2006)
2014)
(Motta, com.pers.) (2010) y de MOPG con la colecta y la recolec- de los taxones de macroinvertebrados no
ción de MOPF desde los sedimentos, así insectos tienen presencia neotropical, el
Ptilodactylidae (C) Tipula F-especialista F
como con la depredación. De los quiro- 11,8% están en América tropical y subtro-
Ptilodactylidae (C) Limonia Colector-raspador nómidos, se clasificaron como fragmen- pical, y el 70,6% son cosmopolitas (Anexo
tador-recolector-colector a Phaenopsectra 1). Por su parte, del total de géneros de
Stenochironomus F-especialista y Lauterborniella. Por su parte, Fittkaui- Insecta identificados en isla Gorgona (69
myia, Chironomus y Bezzia cf., tienen el rol taxones), el 25,5% tienen una distribución
Fittkauimyia Depredador-F F depredador-fragmentador y Larsia el de neotropical, el 32,7% americana tropical
depredador-colector. Los recolectores-co- y subtropical y el 41,8% son cosmopoli-
Labrundinia Recolector-colector
lectores son Labrundinia, Beardius, Aedes y tas, mientras que dos de los tres géneros
Chironomus Depredador-F Limonia, y el único taxón con un rol espe- de macroinvertebrados no insectos son
cífico, el de colector, es Parametriocnemus. neotropicales y sólo uno es cosmopolita.
Chironomidae (D) Beardius Recolector-colector Estos resultados son relevantes en el co- Por otro lado, el 28,3% de los insectos en-
nocimiento de la ecología fluvial en islas, contrados en el pericontinente caribeño
Larsia Depredador-colector pues los dípteros figuran entre los compo- tienen su distribución restringida al Neo-
nentes principales de los ensamblajes de trópico, el 26,5% a América tropical y sub-
Phaenopsectra F-recolector-colector
macroinvertebrados en cuanto a riqueza, tropical y el 45,1% pueden encontrarse en
Lauterborniella Recolector-colector de ahí que, encontrar roles diversos entre varias regiones zoogeográficas alrededor
los taxones demuestra a la vez que la fun- del mundo. En cuanto a los macroinver-
Parametriocnemus Colector cionalidad es tan importante como la com- tebrados no insectos del pericontinente,
posición del grupo en los procesos de des- el 33,3% están sólo en el Neotrópico, el
Culicidae (D) Aedes Recolector-colector
composición de la materia orgánica y en 11,1% en América tropical y subtropical, y
Ceratopogonidae las redes tróficas. Además, se muestra que el 70,6% restante tienen amplia distribu-
Bezzia c.f. Depredador-F
(D) no es factible asumir que todos los quiro- ción en el mundo (Anexo 1). Como puede
Psychodidae (D) Maruina F-generalista nómidos cumplen con el rol recolector- apreciarse, en las tres regiones estudiadas
colector como ha sido planteado por otros el patrón de distribución es similar, con
Blaberidae (B) Epilampra F-especialista autores (Cummins et al. 2005). Otros frag- cerca de la mitad o más de los géneros dis-
mentadores-recolectores-colectores son la tribuidos ampliamente en varias regiones
Stephensoniana c.f. F-recolector-colector
lombriz Stephensoniana cf., y los caracoles biogeográficas y con una proporción im-
Naididae (T)
Dero c.f. Recolector-colector
Neritina y Pyrgophorus; entre los recolec- portante de taxones con una proporción
tores-colectores están además, la lombriz equitativa entre la distribución neotropi-
Neritidae (Cy) Neritina punctulata F-recolector-colector Dero; y un depredador-colector es la larva cal y la panamericana.
del coleóptero Laccophilus (Tabla 4).
Pyrgophorus
Hydrobiidae (M) F-recolector-colector En cuanto a los registros para la isla de
platyrachis
Distribución y aspectos Providencia, 11 géneros se comparten
Atyidae (Dp) Potimirim c.f. glabra F-generalista
biogeográficos con el Caribe pericontinental (Hydraena,
Palaemonidae (Dp) Macrobrachium F-generalista De acuerdo con los datos de presencia Berosus, Tropisternus, Anopheles, Limonia,
disponibles a nivel mundial de los géne- Trepobates, Notonecta, Microvelia, Helicop-
Pseudothelpusidae Hipolobocera
F-especialista       ros aquí tratados, se ha encontrado que syche, Dythemis y Erythemis), dos con el Pa-
(Dp) gorgonensis
el 13,3% de los insectos de la isla de Pro- cífico insular (Hagenulopsis y Forcipomya),
videncia tienen distribución restringida y cuatro se encuentran en los tres sitios

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

(Tipula, Chimarra, Smicridea y Leptonema). tamaño de la isla, por el origen geológico varias especies demandan la influencia • Arce-Pérez, R. y R. Novelo-Gutiérrez.
De éstos, todos corresponden a géneros de continental y por la cercanía al continente marina durante su desarrollo. Se ha su- 2000. First record of the genus Psephenops
insectos, mientras que los macroinverte- de la región Pacífica (Longo 2012). De los gerido además, que en las islas tropicales, (Coleoptera: Psephenidae) from Mexico,
with a description of a new species. Ento-
brados no-insectos no tienen ningún géne- géneros comunes a la isla y a la línea con- ocupan los roles tróficos que cumplen los
mological news 111 (3): 196-200.
ro compartido entre la isla de Providencia tinental costera, el 37,1% están en Amé- isópodos y los anfípodos en las zonas tem- • Bass, D. 2003. A comparison of freshwater
con el pericontinente y con isla Gorgona. rica tropical y subtropical (Nectopsyche, pladas (Bass 2003), constituyéndose como macroinvertebrate communities on small
Nueve de los taxones comunes presentan Protoptila, Progomphus, Argia, Tricorytho- un importante elemento estructural de Caribean Islands. BioScience 53 (11): 1094-
una distribución cosmopolita (Domínguez des, Leptohyphes, Baetodes, Maruina, Micro- las comunidades. Adicionalmente, la capa- 1100.
y Fernández 2009, Nessimian y Dumas cylloepus, Macrelmis, Disersus, Psephenops, cidad de soportar ciertas concentraciones • Barbosa, F. F., A. Silva-Hernández y L.
2010, Blahnik y Holzenthal 2012, Deler- Anchytarsus) (Needham 1941, Stribling de salinidad favorece la dispersión, por lo Gonçalves-Oliveira. 2013. Three new
Hernández et al. 2013), por lo que podría 1986, Spangler y Santiago 1987, Hogue species of Macrelmis Motschulsky, 1859
que suelen ser comunes en las islas tropi- (Coleoptera: Elmidae: Elminae) from the
hipotetizarse para estas regiones, tal 1990, Holzenthal 1995, Wang et al. 1998, cales como Puerto Rico y las Antillas Me- Brazilian Cerrado Biome with updated key
como lo sugiere Bass (2003) con base en Arce-Pérez y Novelo-Gutiérrez 2000, Nie- nores (Pyron et al. 1999, Bass 2003). for the Macrelmis of Brazil. Zootaxa 3736
análisis de distribución de macroinverte- to 2004, Valverde y Abelando 2006, Go- (2): 128-142.
brados entre Norte y Suramérica e islas del mes-Dias et al. 2009, Caesar 2012, Barbo- Por otra parte, la revisión de estudios y ca- • Blanco, J. F. y F. N. Scatena. 2006. Hie-
Caribe, que las diferencias entre las clases sa et al. 2013), el 31,4% son cosmopolitas tálogos de Nicaragua permitió identificar rarchical contribution of river-ocean con-
se presenta a nivel de la composición de las (Polyplectropus, Phylloicus, Parargyractis, nectivity, water chemistry, hydraulics,
14 géneros de macroinvertebrados com-
especies más que de grupos superiores; de Rhagovelia, Cloeodes, Odontomyia, Simu- and substrate to the distribution of dia-
partidos entre este lugar y la isla de Pro- dromous snails in Puerto Rican streams.
ahí que un estudio taxonómico más deta- lium, Limnophora, Alluaudomyia, Stenochi- videncia (Austrotinodes, Helicopsyche, Lep- Journal of the North American Benthological
llado sea requerido. ronomus, Elodes, Ochrotrichia) (Heppner tonema, Smicridea, Neotrichia, Chimarra, Society 25: 82-98.
1976, Li y Morse 1997, Spinelli y Wirth Cyrnellus, Aedes, Anopheles, Forcipomyia, • Blahnik, R. J. y R. W. Holzenthal. 2008.
De los géneros comunes, Trichoptera y 1984, Roskoŝný y Kovac 2001, Holzenthal Dythemis, Erythemis, Libellula, Tysanopho- Revision of the Mexican and Central Ame-
Diptera tienen cuatro cada uno, Coleopte- et al. 2007, Nieto y Richard 2008, Domín- ra plagioptycha, Neritina, Pyrgophorus y rican species of Mortoniella (Trichoptera:
ra y Hemiptera tienen tres y Odonata dos. guez y Fernández 2009, Klausnitzer 2009, Glossosomatidae: Protoptilinae). Zootaxa
Biomphalaria. De esta manera se señala
Es reconocido que dípteros y coleópteros Xue et al. 2012, Angelis-Reis et al. 2013) y 1711: 1-72.
la influencia del componente continental • Blahnik, R. J. y R. Holzenthal. 2012. New
tienen alta capacidad de colonización fa- el 28,6% restante, neotropical (Xiphocen- centroamericano en la composición acuá- Neotropical species of Chimarra (Trichop-
vorecida por la dispersión por vuelo activo tron, Anacroneuria, Mortoniella, Palaem- tica de la isla, ya que Nicaragua es el terri- tera, Philopotamidae). ZooKeys 184: 1-33.
de los adultos, por la capacidad para volar nema, Corydalus, Potamobates, Thraulodes, torio continental más cercano. Por último, • Boldrini, R., F. Falcão-Salles y H. Cabette.
largas distancias y ante vientos fuertes, y Terpides, Heterelmis, Phanocerus) (Stribling entre el Pacífico insular y Nicaragua, son 2009. Contribution to the taxonomy of the
por los ciclos de vida largos (Longo et al. 1986, Bosse et al. 1988, Silva-De Azevé- 17 los géneros compartidos (Phylloicus, Terpides lineage (Ephemeroptera: Lepto-
2009). No obstante, llama la atención el do y Hamada 2007, Blahnik y Holzenthal phlebiidae). Annales de Limnologie - Interna-
Protoptila, Leptonema, Macronema, Smicri- tional Journal of Limnology 45: 219-229.
número de taxones de Trichoptera, pues 2008, Boldrini et al. 2009, Domínguez dea, Ochrotrichia, Nectopsyche, Chimarra,
los adultos no suelen ser buenos volado- y Fernández 2009, Mariano et al. 2011, • Bosse, L. S., D. W. Tuff y H. P. Brown. 1988.
Polycentropus, Polyplectropus, Xiphocen- A new species of Heterelmis from Texas
res y es poco probable que puedan viajar Padilla-Gil y Damgaard 2011, Novaes et al.
tron, Forcipomyia, Simulium, Progomphus, (Coleoptera: Elmidae). Southwestern Asso-
distancias extensas. En estos casos Bass 2012, Maier 2013) (Anexo 1). Nuevamen- ciation of Naturalists 33(2): 199-203.
Argia, Palaemnema y Neritina latissima)
(2003), sugiere que las islas pueden con- te las diferencias podrían encontrarse a • Boyero, L., A. Ramírez, D. Dudgeon y R.
(Maes y Mendoza 1990, Pérez et al. 2008,
vertirse en espacios de evolución y de di- niveles específicos. Pearson. 2009. Are tropical streams rea-
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En isla Gorgona, de un total de 69 taxo- el único género común al Caribe pericon- Bibliografía • Boyero, L., R. Pearson, D. Dudgeon, V. Fe-
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nes de Insecta, 38 son compartidos con la tinental y a la isla Gorgona es Macrobra-
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región Pacífica continental más cercana chium, un camarón de distribución mun- cords of Stenochironomus Kieffer from Bra- J. Helson, M. Callisto, M. Arunachalam, J.
(Municipio de Guapi, Cauca), lo que se con- dial (García-Guerrero et al. 2013). A pesar zilian Amazon region, with description of Chará, R. Figueroa, J. Mathooko, J. Gonçal-
sidera una similitud relativamente alta. de que los miembros de este grupo son immature stages (Diptera: Chironomidae). ves Jr., M. Moretti, A. Chará-Serna, J. Da-
Este fenómeno es explicado por el reducido conocidos como camarones de agua dulce, Zootaxa 3710 (5): 449-466. vies, A. Encalada, S. Lamothe, L. Buria, J.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

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Dugesiana 11(1): 1-11. • Gómez-Aguirre, A. M., M. Longo y J. F. from China, with consideration of their nata: Aeschnidae). Transactions of the Ame-
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Journal of Ecology 54 (4): 523-547. patrones espaciales durante dos períodos bioassessment (Tropical Pacific): Hierar- cription of the immature stages of Lepto-

162 163
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

M. Longo

nema tridens (Insecta: Trichoptera: Hy- • Rueda-Delgado, G., K. M. Wantzen y M. B.

Anexo 1. Insectos acuáticos presentes en ecosistemas lóticos insulares y pericontinentales del mar Caribe e insular del océano Pa-
cífico colombiano (Cpc: Caribe pericontinental; Ci: Caribe insular; Pi: Pacífico insular) y distribución mundial de géneros: *Cosmo-
polita. ** América tropical y subtropical. *** Neotropical. Abreviaturas, B: Blattodea; C: Coleoptera; D: Diptera; E: Ephemeroptera;
dropsychidae) from Southeastern Brazil Tolosa 2006. Leaf-litter decomposition in

Región
with notes on tis biology. Zoologia 27(3): an Amazonian floodplain stream: effects
465-471. of seasonal hydrological changes. Journal

Cpc, Ci**
• Nieto C. 2004. The genus Baetodes (Ephe- of the North American Benthologi­cal Society

Cpc*

Pi**
Cpc
meroptera: Baetidae) in South America 25: 233-249.

Ci*
Ci*

Ci
Ci
Ci
Ci
Ci

Pi
with the description of new species from • Silva-De Azevédo, C. A. y N. Hamada.

 
Argentina, Bolivia and Peru. Studies on 2007. Description of the larvae of
Neotropical Fauna and Environment 39 (1): Corydalus batesii MacLachlan and C.

género-morfotipo
Orden/Familia/
63-79. ignotus Contreras-Ramos (Megaloptera:

Hydroscaphidae (C)

Nosodendridae (C)
• Nieto, C. y B. Richard. 2008. The genus Corydalidae) with notes on life history and

Limnychidae (C)

Lutrochidae (C)
Lampyridae (C)
Cloeodes (Ephemeroptera: Baetidae) in Ar- behavior. Zootaxa 1631: 33-45.

Morfotipo (C)

Noteridae (C)
gentina with new generic synonymy and • Spangler, P. J. y S. Santiago. 1987. A revi-

Tropisternus
Oocyclus c.f.
new species. Zootaxa 1727: 1-21. sion of the neotropical aquatic beetle ge-

Hydrophilus

Notomicrus
Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo

Lutrochus
• Novaes, M. C., P. C. Bispo y J. Higuti. 2012. nera Disersus, Pseudodisersus, and Potamo-
A description of the nymph of Anacroneu- philops (Coleoptera: Elmidae). Smithsonian
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and an apparatus for rearing Neotropical sonian Institution Press, Washington DC,

 
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• Padilla-Gil, D. N. y J. Damgaard. 2011. • Spinelli, G. R. y W. W. Wirth. 1984. The

Región
A new species of Potamobates Champion neotropical predaceous midges of the ge-

Cpc, Pi***
Cpc, Pi***

Cpc, Pi**
Cpc, Pi**
Cpc, Pi**

Cpc, Ci*
Cpc, Ci*
from Colombia with a re-analysis of phylo- nus Alluaudomyia (Diptera: Ceratopogoni-

Cpc, Ci
Cpc, Ci

Cpc***
Cpc***
Cpc***

Pi***
H: Hemiptera; L: Lepidoptera; M: Megaloptera; O: Odonata; T: Trichoptera.
genetic relationships (Hemiptera: Gerri- dae). Proceedings of the Entomological Socie-

Pi**

Cpc

Pi*
dae). Zootaxa 2879: 41-49. ty of Washington 86 (3): 673-702.
• Pérez, A. M., M. Sotelo, I. Arana y A. López. • Stribling J. B. 1986. Revision of Anchytar-
2008. Diversidad de moluscos gasterópo- sus (Coleoptera: Dryopoidea) and a key to

género-morfotipo
Orden/Familia/
dos terrestres en la región del Pacífico de the New World genera of Ptilodactylidae.

Hydrophilidae (C)
Nicaragua y sus preferencias de hábitat. Annals of the entomological society of Ameri-

Hydraenidae (C)
Revista de Biología Tropical 56 (1): 317-332. ca 79 (1): 219-234.

Gyrinidae (C)
Pseudodisersus
Microcylloepus
Hexacylloepus
• Pyron M., A. Covich y R. Black. 1999. On • Townsend, C. R., S. Dolédec, R. Norris, K.

Elmidae (C)

Onychelmis
Phanocerus
the relative importance of pool morpho- Peacock y C. Arbuckle. 2003. The influen-

Morfotipo
Morfotipo
Heterelmis

Macrelmis

Morfotipo

Hydraena
Cylloepus

Enochrus
Neoelmis
Disersus
logy and woody debris to distributions ce of scale and geography on relationships

Berosus
of shrimp in a Puerto Rican headwater between stream community composition
stream. Hydrobiologia 405: 207-215 and landscape variables: description and
• Reuschel, S. 2008. Comparative phylogeo- prediction. Freshwater Biology 48: 768-785.

distribución (*)
graphic studies of three marine and one • Valverde, A. C. y M. I. Abelando. 2006. Ca-
amphidromous species clarifying the me- racterización de los estados premarginales

Región/
chanisms of generation and maintenance de Protoptila dubitans y Protoptila misionen-

Cpc, Ci, P
of genetic diversity and identifying cryptic sis (Trichoptera: Glossosomatidae). Revista

Cpc***

Cpc**
Cpc**
species. PhD Thesis, Regensburg Universi- de la Sociedad Entomologica Argentina 65 (3-

Ci***
Pi***

Cpc*
Cpc*

Cpc

Ci*
Ci*
Ci*
Ci*
ty, Germany. 133 pp. 4): 11-17.

Pi
• Rodríguez, J. A. 2011. Descriptores fun- • Wang, T. Q., W. Sites y W. P. McCaffer-
cionales en un sistema fluvial de montaña. ty W. P. 1998. Two new species of Lepto-
Santa Marta, Colombia. Tesis Doctoral, hyphes (Ephemeroptera: Leptohyphidae)

género-morfotipo
Orden/Familia/
Universidad Nacional de Colombia, Bogo- from Ecuador. Florida Entomological Society

Chrysomelidae (C)

Curculionidae (C)
tá. 161 pp. 81(1): 68-75.
• Rozkoŝný, R. y D. Kovac. 2001. New male, • Xue, W. Q., S. C. Bai y W. X. Dong. 2012.

Blaberidae (B)

Dytiscidae (C)
Carabidae (C)

Dryopidae (C)
larva and puparium of Odontomyia pul- A study of the genus Limnophora Robineau-

Elmoparnus

Laccophilus
Listronotus
cherrima Brunetti (Insecta: Diptera: Stra- Desvoidy (Diptera: Muscidae), with des-

Morfotipo
Morfotipo
Morfotipo

Laccodytes
Pelonomus
Epilampra

Hydaticus
Copelatus
Helichus

Rhantus
tiomyidae) from the Oriental Region. The criptions of six new species from China.

Donacia
raffles bulletin of Zoology 49 (1): 101-108. Journal of Insect Science 12 (17): 1-20.

164 165
166
Anexo 1. Continuación.

Orden/Familia/ Región/ Orden/Familia/ Orden/Familia/


Región Región
género-morfotipo distribución (*) género-morfotipo género-morfotipo
Psephenidae (C) Ceratopogonidae (D) Nilotanypus Ci*
Eubrinae mf P-i Alluaudomyia Cpc, Pi* Orthocladiinae mf Cpc, Pi
Psephenops Cpc, Pi** Atrichopogon Cpc* Parametriocnemus Ci*
Ptilodactylidae (C) Forcipomyia Ci, Pi* Phaenopsectra Ci*
Anchytarsus Cpc, Pi** Morfotipo Ci Stenochironomus Cpc, Pi*
Tetraglossa Cpc, Pi** Probezzia Cpc* Tanypodinae mf Cpc, Pi
Scarabeidae (C) Ceridae (D) Tanytarsini mf Ci
Morfotipo Cpc Morfotipo Cpc Tanytarsus Ci*
Scirtidae (C) Chironomidae (D) Polypedilum Ci*
Elodes Cpc, Pi* Beardius Ci** Culicidae (D)
Morfotipo Cpc, Ci Chironominae mf Cpc Aedeomyia Cpc*
ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

Sphaeriusidae (C) Chironomus Ci* Aedes Ci*


Sphaerius Ci** Diamesinae Cpc Anopheles Cpc, Ci*
Staphylinidae (C) Dicrotendipes Ci* Culex Cpc*
Morfotipo Cpc, Pi Endotribelos Ci* Morfotipo Cpc, Ci
Athericidae (D) Fittkauimyia Ci* Uranotaenia Cpc*
Morfotipo Cpc Labrundinia Ci* Dixidae (D)
Blephariceridae (D) Larsia Ci* Dixella Cpc*
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Limonicola Cpc*** Lauterborniella Ci* Morfotipo Cpc


Paltostoma Cpc*** Morfotipo Cpc, Ci, Pi  

Anexo 1. Continuación.

)rden/Familia/ Región/ Orden/Familia/ Orden/Familia/


Región Región
género-morfotipo distribución (*) género-morfotipo género-morfotipo
Empididae (D) Tabanidae (D) Caenidae (E)
Chelifera Cpc* Chrysops Cpc* Morfotipo Cpc
Hemerodromia Cpc* Tabanus Cpc* Euthyplociidae (E)
Morfotipo Cpc Tanypodinae (D) Campylocia Cpc***
Ephydridae (D) Morfotipo Pi Euthyplocia Cpc***
Morfotipo Cpc, Ci Tipulidae (D) Leptohyphidae (E)
Limoniidae (D) Hexatoma Cpc, Pi* Leptohyphes Cpc, Pi**
Pseudolimnophila Pi* Limonia Cpc, Ci** Tricorythodes Cpc, Pi**
Muscidae (D) Morfotipo Cpc, Ci, Pi Leptophlebiidae (E)
Limnophora Cpc, Pi* Tipula Cpc, Ci, Pi* Farrodes Pi*
Lispe cf. Cpc* Limnophilus Cpc Hagenulopsis Ci, Pi***
Psychodidae (D) Molophilus Cpc* Terpides Cpc, Pi***
Clognia Cpc** Baetidae (E) Thraulodes Cpc, Pi***
Maruina Cpc, Pi** Baetis Cpc* Traverella Cpc**
Morfotipo Ci Baetodes Cpc, Pi** Oligoneuridae (E)
Pericoma Cpc* Camelobaetidius Cpc** Lachlania Cpc**
M. Longo

Simuliidae (D) Cloeodes Cpc, Pi* Belostomatidae (H)


Simulium Cpc, Pi* Dactylobaetis Cpc* Belostoma Cpc*
Stratiomyidae (D) Moribaetis Cpc*** Morfotipo Cpc
Morfotipo Ci Prebaetodes Cpc***
Odontomyia Cpc, Pi*        
167
168
Anexo 1. Continuación.

Orden/Familia/ Región/ Orden/Familia/ Orden/Familia/


Región Región
género-morfotipo distribución (*) género-morfotipo género-morfotipo
Corixidae (H) Naucoridae (H) Corydalidae (M)
Centrocorisa Cpc** Ambrysus Cpc** Corydalus Cpc, Pi***
Gelastocoridae (H) Cryphocricos Cpc*** Morfotipo Cpc
Morfotipo Cpc Limnocoris Cpc*** Calopterygidae (O)
Gerridae (H) Morfotipo Cpc Hetaerina Cpc***
Aquarius Pi* Pelocoris Cpc* Coenagrionidae (O)
Brachymetra Cpc** Notonectidae (H) Argia Cpc, Pi**
Eurygerris Cpc*** Buenoa Cpc* Ischura Cpc*
Limnogonus Cpc* Notonecta Cpc, Ci* Telebasis Cpc**
Metrobates Pi* Veliidae (H) Gomphidae (O)
Morfotipo Cpc Microvelia Cpc, Ci* Agriogomphus Cpc***
Potamobates Cpc, Pi*** Rhagovelia Cpc, Pi* Aphylla Ci***
Rheumatobates Pi** Striduvelia Cpc Epigomphus Ci***
ENTOMOFAUNA Y MACROINVERTEBRADOS

Telmatometra Cpc** Crambidae (L) Gomphus Pi*


Trepobates Cpc, Ci** Acentropinae mf Pi Morfotipo Cpc
Hebridae (H) Morfotipo Cpc, Ci Ophiogomphus Cpc**
Morfotipo Cpc Nymphulinae mf Pi Phyllogomphoides Cpc***
Mesoveliidae (H) Pyralidae (L) Progomphus Cpc, Pi**
Mesovelia Cpc, Ci Morfotipo Pi Stylogomphus Cpc*
Parargyractis Cpc, Pi*
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Phycitinae mf Ci

Anexo 1. Continuación.

Orden/Familia/ Región/ Orden/Familia/ Orden/Familia/


Región Región
género-morfotipo distribución (*) género-morfotipo género-morfotipo
Libellulidae (O) Helicopsychidae (T) Morfotipo (T)
Brechmorhoga Cpc*** Helicopsyche Cpc, Ci* Morfotipo Ci
Dythemis Cpc, Ci*** Hidrobiosidae (T) Odontoceridae (T)
Erythemis Cpc, Ci** Atopsyche Cpc** Marilia Cpc*
Libellula Ci* Hydropsychidae (T) Philopotamidae (T)
Macrothemis Cpc*** Leptonema Cpc, Ci, Pi* Chimarra Cpc, Ci, Pi*
Morfotipo Cpc Macronema Pi** Morfotipo Cpc
Pantala Cpc* Morfotipo Cpc Wormaldia Cpc*
Sympetrum Cpc* Smicridea Cpc, Ci, Pi*** Polycentropodidae (T)
Megapodagrionidae (O) Hydroptilidae (T) Cyrnellus Ci**
Morfotipo Cpc, Pi Ochrotrichia Pi*** Polycentropus Pi*
Platystictidae (O) Cerasmatrichia Cpc*** Polyplectropus Cpc, Pi*
Palaemnema Cpc, Pi*** Leucotrichia Cpc** Xiphocentronidae (T)
Perlidae (P) Mayatrichia Pi** Xiphocentron Cpc, Pi***
Anacroneuria Cpc, Pi*** Morfotipo Cpc, Ci
Calamoceratidae (T) Neotrichia Ci**
Phylloicus Cpc, Pi* Ochrotrichia Cpc*
Ecnomidae (T) Oxyethira Ci*
M. Longo

Austrotinodes c.f. Ci* Leptoceridae (T)


Glossosomatidae (T) Grumichella Cpc***
Culoptila Cpc*** Morfotipo Cpc, Ci
Morfotipo Cpc, Ci Nectopsyche Cpc, Pi**
Mortoniella Cpc, Pi*** Oecetis Cpc*
Protoptila Cpc, Pi** Triplectides Cpc***
169
J. F. Blanco
6.
El flujo y transformación de la
materia orgánica: proceso ecosistémico
maestro en las cuencas pericontinentales

Juan F. Blanco-Libreros, Eliana Contreras y Lina Paola Giraldo

Introducción acelerar o disminuir la cantidad y el tiem-


Uno de los componentes clave en los pro- po de entrada de hojarasca al ecosistema
cesos ecológicos de quebradas de bajo or- acuático. Además, la composición de la
den (1-2) o de cabecera (naturales o poco materia orgánica dentro de las quebradas
impactadas), es el procesamiento de las y arroyos, depende de muchos atributos
grandes cantidades de materia orgánica de la flora ribereña (p. e. calidad, abun-
(hojarasca y madera) aportada desde los dancia y diversidad). Tales entradas pue-
bosques ribereños, lo cual define su me- den ser continuas o no durante todo el año
tabolismo heterotrófico, de acuerdo con y, en algunos casos, los máximos pueden
la visión clásica (Hynes 1975, Vannote et estar asociados con el periodo de lluvias
al. 1980). Este es el caso de muchas de las (Gonçalves et al. 2006, Afonso et al. 2000).
cuencas periféricas de Colombia que se
caracterizan por ser relativamente cortas En cuanto a la transformación de la mate-
(<101 km, Capítulo 2), desde el nacimien- ria orgánica, intervienen procesos físicos
to hasta su desembocadura, y donde el que inician la descomposición de la hoja-
bosque ribereño provee un dosel cerrado, rasca, microorganismos que acondicionan
cuando se encuentra en buen estado, o en la hojarasca y macroinvertebrados, prin-
su parte montañosa cuando la planicie ha cipalmente fragmentadores, que ingieren
sido ruralizada o urbanizada. En general, partes más grandes o sus superficies y la
los sistemas de cabecera reciben aportes convierten en materia orgánica particula-
de materia orgánica laterales (desde el da fina, la cual es aprovechada por otros
banco) y verticales (desde el dosel), luego grupos de organismos aguas abajo (Ander-
una parte es almacenada y transforma- son y Sedell 1979, Cumminis y Klug 1979,
da (principalmente en pozas o zonas de Wallace y Merritt 1980, Webster y Ben-
menor corriente), y otra parte se exporta field 1986, Wallace y Webster 1996, Graça
aguas abajo (Hynes 1975, Vannote et al. 2001, Gulis y Suberkropp 2003, Wantzen
1980, Abelho 2001). En ambas entradas et al. 2008). Como parte final del proceso,
intervienen procesos físicos, relacionados la cantidad del material que se retiene y se
con la topografía del terreno, que pueden exporta, está determinada por la morfolo-

Río Salvador, La Guajira, Colombia. Foto: D. Morales-B. 171


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

FLUJO Y TRANSFORMACIÓN

P. Sánchez-D.

gía del canal (Lamberti et al. 1989) y la va- y los caracoles son los principales consu- dora de la materia orgánica, a pesar que la 4: Ortiz-Zayas et al. 2005, Greathouse y
riabilidad del flujo. Sin embargo, en zonas midores y responsables de altas tasas de gran longitud de la cuenca podría dar una Pringle 2006). El río Gaira, contrario a las
tropicales, con regímenes torrenciales, las respiración (por lo tanto del metabolis- alta oportunidad para el almacenamiento predicciones del CRC, mostró un mayor in-
crecientes periódicas disminuyen la capa- mo heterotrófico) en dichas quebradas de y procesamiento de la materia orgánica greso diario vertical y lateral de hojarasca
cidad de las quebradas para retener el ma- Puerto Rico (Greathouse y Pringle 2006, que entra en las cabeceras. Este resultado en la parte media que en la parte alta (Fi-
terial orgánico y aumenta el movimiento Ortiz-Zayas et al. 2005), lo cual parece ser coincide con lo encontrado en Puerto Rico gura 1), el cual fue, además, mayor duran-
de la hojarasca aguas abajo o la redistribu- una generalidad para los sistemas insula- en un sistema más bajo y más corto, pero te el período seco que durante el lluvioso.
yen en el ambiente (Larranaga et al. 2003). res y costeros tropicales (Wantzen et al. de un orden similar (río Mameyes, orden Esto se tradujo en una acumulación local
2008). Por esto, es necesario el desarrollo
Como consecuencia de los doseles cerra- de investigaciones para entender el ciclo
dos, las quebradas de cabecera reciben baja de la materia orgánica en las cuencas que
incidencia lumínica y la hojarasca es la drenan los relieves costeros de Colombia.
principal fuente de energía para las redes
tróficas (Wallace et al. 1997). Las limita- El objetivo de este capítulo es abordar el
ciones de luz hacen que en estos sistemas tema del flujo y transformación de la ma-
la respiración sea mayor que la producción teria orgánica como proceso ecosistémico
(P/R<1) (Vannote et al. 1980). No obstan- maestro, resaltando su importancia y con-
te, una pequeña parte de la producción troles que intervienen en el mismo. Ade-
es autótrofa principalmente durante las más, se sintetizan los avances en el cono-
aperturas estacionales o episódicas del do- cimiento sobre la cuencas tanto peri como
sel, o en tramos parcialmente iluminados epicontinentales, que permitan tener un
(Hynes 1975, Pringle 1996, Larned y San- panorama amplio para futuras investiga-
tos 2000, Brito et al. 2006, Moulton et al. ciones sobre el tema en el país.
2012, 2013). En la medida que los arroyos
cambian de orden o aumentan su tamaño, Caída, acumulación y transporte
la cantidad de material alóctono disminu- de la hojarasca
ye y aumenta la producción autótrofa se- A pesar de la importancia que tiene la caí-
gún las predicciones del Concepto del Río da y posterior transformación de la ma-
Continuo (CRC) y validaciones posteriores teria orgánica para el funcionamiento de
(Vannote et al. 1980). Sin embargo, a pe- las quebradas de bajo orden, existen po-
sar de los paradigmas del procesamiento cos estudios en Colombia que abordan la
longitudinal de la materia orgánica en los descripción de sus dinámicas y el balance
sistemas lóticos, estos procesos aún no de masas y metabolismo (Anexo 1, 2). Sin
son claros en quebradas de cuencas pe- embargo, el estudio más completo se rea-
riféricas que no siempre se ciñen al CRC lizó precisamente en tres estaciones (50,
(Vannote et al. 1980), tal como lo plantean 900 y 1.650 m s.n.m.) del río Gaira, el cual
Greathouse y Pringle (2006) y Ortiz-Zayas nace a 2.750 m s.n.m en la Sierra Nevada
et al. (2005), quienes en estudios desarro- de Santa Marta y tiene una longitud de
llados en quebradas de Puerto Rico, siste- 32,5 km hasta su desembocadura (orden
mas de hasta cuarto orden, aún presentan 6) en el mar Caribe, abarcando un gradien-
condiciones de metabolismo heterotrófico te de biomas desde bosque muy húmedo Figura 1. Modelo conceptual de balance de masas de materia orgánica para tres tramos del
similares a las propias de cabecera. Por tropical en la parte alta, hasta matorral río Gaira, Sierra Nevada de Santa Marta, durante dos épocas hidrológicas (elaborado con
otra parte, desviándose del modelo pro- espinoso tropical en la parte baja (Rodrí- base en los datos del Capítulo 1 de Rodríguez-Barrios 2011). Se indican las magnitudes de
puesto por el CRC, los macroinvertebra- guez-Barrios 2011). Este estudio concluyó caída de hojarasca directamente sobre el lecho del río y sobre la zona ribereña, su almace-
dos no insectos, tales como los camarones que el río tiene una naturaleza exporta- namiento dentro del lecho y su exportación aguas abajo.

172 173
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

FLUJO Y TRANSFORMACIÓN

P. Sánchez-D.

neta en esta parte pero también en un alto pocas especies, entre las que sobresalen la
transporte diario río abajo, igualmente pácora (Cespedesia macrophylla, 35%) y el
superiores durante el período seco que du- ficus (Ficus, 14%) (Figura 2).
rante el lluvioso (Figura 1). Anualmente,
el dosel cerrado en los tres tramos le apor- Los estimativos de caída directa de hoja-
tó al río 23,2 kg m-2 año -1en la parte alta, rasca en la Sierra Nevada de Santa Marta
55,3 en la parte media y 33,0 en la parte están dentro del intervalo observado por
baja, siendo mayor la entrada en el margen Colón-Gaud et al. (2008) en quebradas epi- a. b.
ribereño que sobre el cauce, sugiriendo un continentales de ordenes equivalentes en
aporte diferencial debido al tipo de bioma, Panáma, sin embargo, los estimativos de
más que al gradiente altitudinal en sí mis- caída lateral fueron mayores, lo cual puede
mo, que de acuerdo al CRC debería contri- dar cuenta de las diferencias entre biomas.
buir a la apertura del dosel aguas abajo, Por otra parte, la acumulación de hojaras-
reduciendo así sus aportes. Por otra parte, ca en el lecho es similar entre la Sierra y
los estudios en la isla Gorgona (Longo y Gorgona, y se encuentra en el intervalo de
Blanco 2014), en varias quebradas de orde- lo encontrado en Panáma (Colón-Gaud et
nes menores (2-3) y recorridos mucho más al. 2008) y en el Valle del Cauca en Colom-
cortos (<1 km) que los de la Sierra Nevada bia (Mathuriau et al. 2008) en quebradas
c. d.
de Santa Marta, también han demostrado de ordenes similares (4). Los resultados
un carácter exportador de las mismas, sin obtenidos en río Gaira (Sierra Nevada
variaciones longitudinales (entre tramos de Santa Marta) y la isla Gorgona son un
alto y bajo) significativas, tanto de la con- indicador preliminar del carácter poco
centración del material particulado sus- retentivo en términos de la materia orgá-
pendido como del material grueso acumu- nica particulada gruesa y fina en los ríos y
lado en el fondo (Figura 2). La clasificación quebradas periféricas. Sin embargo, es ne-
(tafocenosis) del material acumulado en cesario realizar estudios más exhaustivos
el fondo, sin embargo, ha demostrado que tanto en estos dos sistemas mediante un
existen importantes diferencias significa- número mayor de estaciones arregladas a
tivas entre quebradas y entre periodos hi- lo largo del gradiente altitudinal o siguien-
drológicos (lluvias y sequía), encontrando do el orden de las corrientes, tal como se
una correlación positiva entre la biomasa mostró en el Capítulo 2. Por otra parte, e. f.
acumulada y la riqueza de morfotipos de la es necesario extender las investigaciones
hojarasca, la cual es independiente de las sobre flujos, reservorios y balances de ma-
diferencias de caudal o geometría de cau- sas de la materia orgánica a los extremos Figura 2. Características de los almacenamientos de hojarasca en el lecho de las quebradas
ce observadas (Valencia et al. 2009, Longo hidrológicos de los sistemas periféricos, de la isla Gorgona. a) Almacenamiento de hojarasca en seis quebradas en marzo de 2009; b)
y Blanco 2014) (Figura 2). En las acumu- es decir hacia los climas hiperlluvioso correlación entre la biomasa de hojarasca y la riqueza de morfo-especies en marzo de 2009;
laciones en las partes bajas de estas que- de la serranía del Baudó, hasta el seco y c) curva de dominancia relativa en términos de biomasa de las morfo-especies de hojaras-
bradas, integrando toda la cuenca, se han semi-desertico (serranías de San Jacinto ca en nueve quebradas en abril y junio de 2008; d) fotografía subacuática de una piscina
encontrado >100 morfotipos de hojarasca, y la Macuira, respectivamente) (Capítulo mostrando la acumulación multi-específica de hojarasca y un camarón Macrobrachium ame-
variando espacialmente (entre quebradas) 2). Como estudios de referencia sobre los ricanum sobre ella; e) contribución de las especies dominantes a la biomasa de hojarascas de
entre 3 y 17 en la época seca y entre 6 y 42 temas de caída de hojarasca en bosque y las nueve quebradas muestreadas durante 2008; f) hojas de Cespedesia macrophylla, especie
en la época lluviosa (Valencia et al. 2009). exportación a través de las quebradas de dominante en la hojarasca de los lechos, en diferentes estados de descomposición (escala:
A pesar de esta gran riqueza, hay una sim- cabecera están los estudios a largo plazo 60 cm). Nótese la poca pérdida de masa, a pesar del ennegrecimiento de las hojas como
plicidad funcional ya que en toda la isla la en el bosque lluvioso insular de Luquillo indicador del tiempo de descomposición. Datos de a y b modificados de Longo y Blanco
biomasa de la hojarasca es dominada por (Puerto Rico), que han permitido estable- (2014).Datos de (c) y (e) modificados de Valencia et al. (2009). Fotos: J. F. Blanco.

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cer los patrones estacionales y los inter- et al. 2012, Luna-Fontalvo 2009), sien- posición son directamente proporcionales de manera equivalente a lo publicado por
anuales, estos últimos influenciados por el do vacíos de información el bosque seco con la “calidad” (altas tasas en hojas de Boyero et al. (2011a, b, 2012) en su ex-
paso de tormentas tropicales y huracanes basal y montano de la vertiente del Cari- “buena calidad”, es decir altas concentra- perimento y observaciones globales. Adi-
(Zalamea y González 2008, Heartsill-Sca- be, el bosque de niebla y el páramo de la ciones de fósforo y baja dureza). Juntando cionalmente, dado que muchas cuencas
lley et al. 2012). Sierra Nevada de Santa Marta, el bosque la información disponible para el país en atraviesan mosaicos de cobertura y uso de
sub-húmedo o estacionalmente seco de las los estudios mencionados (Anexo 3), se ha la tierra, también se podría estimar si el
Finalmente, los resultados sobre el balance serranías del Darién y Abibe, y el bosque encontrado que no hay diferencias signi- proceso de descomposición es un indica-
de masas de materia orgánica en el río Gai- hiperpluvial de la vertiente del Pacífico. El ficativas de las tasas de descomposición dor de las transiciones de bosque a otras
ra y las quebradas de la isla Gorgona sugie- principal foco temático han sido la cuanti- entre especies nativas y exóticas, debido a coberturas antropogénicas tal como se ha
ren que el metabolismo de dichos sistemas ficación de las tasas de descomposición de que en ambas hay una gran variabilidad en hecho en otras zonas costeras neotropi-
es heterotrófico. De hecho el estudio de la hojarasca ya sea mediante el coeficien- términos de calidad. Una rápida descom- cales (p. e. Puerto Rico: Torres y Ramírez
Rodríguez-Barrios (2011, publicado como te de decaimiento exponencial (k) (sensu posición se ha encontrado en especies ta- 2014, Brasil: Silva-Junior y Moulton 2011,
Orozco-Berdugo et al. 2012), sugiere dicha Petersen y Cummins 1974), el tiempo de les como Artocarpus altilis (árbol del pan), Silva-Junior et al. 2014).
característica con mediciones de produc- vida media (tiempo requerido para la pér- Tectona grandis (teca), Schefflera actinophy-
ción primaria neta y respiración béntica dida del 50% de la masa) o el porcentaje lla (cheflera), Terminalia cattapa (almen- Macroinvertebrados y micro-
en diferentes substratos. Otro estudio rea- de pérdida de peso. Secundariamente, se dro), Pithecellobium longifolium (guamo organismos como controles
lizado sobre metabolismo ecosistémico en han comparado las tasas de descomposi- de río en el Caribe), Anacardium excelsum bióticos de la descomposión
un caño de “aguas negras” en la Amazonía ción (senso lato) entre especies, principal- (caracolí), Croton gossypifolius (crotón), En todo el mundo, el tema más estudiado
colombiana, también encontró un carácter mente en tributarios de la Sierra Nevada Manguifera indica (mango) y Coffea arabica dentro de la descomposición es el papel
heterotrófico asociado a las altas tasas de de Santa Marta, siendo las especies objeto (café), mientras que una lenta descompo- de los procesos biológicos extrínsecos, es
caída de hojarasca, por tanto de carbono, y Anacardium excelsum (caracolí, espavé, o sición se ha observado en Inga sp (guamo decir el consumo por parte de los macroin-
al bajo caudal que contribuye a la función mijao), Cecropia spp (yarumo o guarumo), del Pacífico), Theobroma cacao (cacao), Ficus vertebrados. Sin embargo, el papel de los
de sumidero (Tobón-Pérez 2012, Anexo Eucalyptus sp (eucalipto), Mangifera indica sp (higuera o higuerón), Cecropia spp (ya- micro-organismos ha sido poco estudiado,
2). Por lo tanto, dado que el metabolismo (mango) y Miconia spp (Miconia)(Guerrero rumo o guarumo), Campnosperma pana- patrones que se reflejan tanto en la litera-
integra muchas funciones del ecosistema y Zúñiga 2005, Eyes-Escalante et al. 2012, mensis (sajo) y Cespedesia macrophylla (pá- tura sobre el trópico y sobre las cuencas
lótico, puede ser un buen indicador de Luna-Fontalvo 2009). Estas fueron selec- cora). Estos estudios en las cuencas epi y periféricas (revisado por Abelho 2001,
condiciones ambientales y debería ser un cionadas de acuerdo a su abundancia y pericontinentales de Colombia empiezan Wantzen et al. 2008). Particularmente en
tema de investigación futura. frecuencia en los sitios de estudio y clasifi- a engrosar la lista de estudios disponibles la Sierra Nevada de Santa Marta (río Gai-
cadas de acuerdo a su origen como nativas para el Caribe que, además de estudiar ra), se han estudiado las comunidades de
Descomposición de la hojarasca o exóticas, bajo criterios específicos (en al- el papel de los macroinvertebrados en la macroinvertebrados acuáticos y hongos
Existen más estudios sobre la descompo- gunos casos disímiles) de los investigado- descomposición de la hojarasca, han utili- asociadas a la descomposición de hojaras-
sición de la hojarasca, pero la mayoría se res. Por otra parte, especies de hojarasca zado el proceso como un indicador de gra- ca en bolsas monoespecíficas, ya que el ojo
han llevado a cabo en quebradas epiconti- dominantes en la isla Gorgona, Cespedesia dientes naturales de enriquecimiento de de malla suficientemente grande (5 ó 10
nentales y no se han publicado (Mathuriau macrophylla (pácora, nativa) y Artocarpus nutrientes, de urbanización o de sucesión mm) ha permitido la colonización (Luna-
y Chauvet 2002, Chará et al.2005, Rueda- altilis (árbol del pan, introducida) (Valen- de bosques (ver recientes: Rincón y Covich Fontalvo 2009, Eyes-Escalante et al. 2012).
Delgado et al.2006, Chará et al. 2007, cia et al. 2009), también frecuentemente 2014, Torres y Ramírez 2014 y referencias Los grupos de macroinvertebrados aso-
Rivera et al. 2008, Rodríguez-Barrios et utilizadas en la reforestación de riberas en ellos). Los gradientes altitudinales (p. ciados a los paquetes de la hojarasca son
al. 2008, Gonzáles-Ortega 2009, Zúñiga- de zonas urbanas y rurales de Colombia, e. Sierra Nevada de Santa Marta) o climá- Diptera (Tanypodinae, Chironomidae y Si-
Céspedes 2011, Tobón-Pérez 2012, Blanco fueron incluidas dentro de un estudio ticos (Caribe vs. Pacífico, y diferencias de muliidae), Ephemeroptera (Lepthophlebii-
y Gutiérrez 2014, ver Anexo 3). Específica- que evaluó el efecto de la calidad físico- regímen de crecientes o sequía dentro de dae, Leptohyphidae y Baetidae), Coleopte-
mente en las quebradas periféricas se han química de las hojas sobre sus porcentajes cada uno) observados en los sistemas peri- ra (Elmidae), Trichoptera (Leptoceridae),
abordado solo algunas zonas de vida tales de pérdida de masas en varias especies, en féricos colombianos, ofrecen interesantes entre los cuales se cree que los colectores
como matorral espinoso, bosque húmedo una quebrada de referencia (Blanco y Gu- oportunidades de investigación sobre este ya sea filtradores (Lepthophlebiidae, Lep-
tropical, y bosque muy húmedo tropical tiérrez 2014). Conforme a la teoría, este proceso en el contexto del cambio climá- tohyphidae y Simuliidae) o recolectores
(Guerrero y Zúñiga 2005, Eyes-Escalante estudio encontró que las tasas de descom- tico y su manifestación en la hidrología, (Chironomidae y Elmidae), además de los

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raspadores (Baetidae y Leptoceridae), son ha estudiado el papel de los microorganis- finidos como características morfológicas, cesos mecánicos, mientras que el papel de
los que colonizaron la hojarasca y tienen mos y del tipo de condicionamiento de las del ciclo vital, reproductivas, locomotoras, los macroinvertebrados puede estar limi-
el potencial de participar en la transfor- hojas (aéreo, terrestre o acuático) en Puer- fisiológicas o de comportamiento de los tado a los macro-consumidores de mayor
mación de la hojarasca en materia orgá- to Rico (Wrigth y Covich 2005, Crowl et al. organismos acuáticos (independientes de biomasa tales como los camarones y las
nica particulada gruesa (MOPG) y fina 2006). Por otra parte, dado que las tasas aspectos taxonómicos) pueden ser utiliza- cucarachas, aunque no se descarta el papel
(MOPF). Sin embargo, el grupo dominante de descomposición pueden ser un buen dos para describir cambios en las comuni- de los insectos, particularmente los mina-
fue Anacroneuria (Plecoptera) el cual es un indicador de condiciones de intervención, dades de invertebrados en gradientes am- dores (p. e. Chironomidae) en las zonas de
depredador u omnívoro (Eyes-Escalante et debería ser un tema de investigación fu- bientales (naturales o antrópicos) (Violle aguas más calmadas o durante periodos
al. 2012). A pesar de este inventario, el di- tura tal como se ha iniciado en quebradas et al. 2007). Por ello, sería recomendable cortos de tiempo.
seño experimental no permitió establecer costeras de la Mata Atlántica de Brasil (Sil- su estudio en las cuencas periféricas a dis-
la influencia de los insectos en el proceso va-Junior y Moulton 2011, Silva-Junior et tintas escalas espaciales o entre distintas Recomendaciones y perspectivas
de descomposición debido a que no utili- al. 2014). regiones climáticas, ya que la mayoría de futuras
zó diferentes ojos de malla que excluyeran rasgos son independientes de relaciones Dada la gran importancia del flujo de la
o permitieran el acceso a los mismos, ni Finalmente, dado que el papel de los ma- filogenéticas y, por lo tanto, también de materia orgánica en las cuencas costeras y
tampoco exploró el papel de los camarones cro-invertebrados en la descomposición, la región biogeográfica que se considere, y a la clara falta de información, se hacen las
el cual usualmente no se puede medir en particularmente de los fragmentadores, permite establecer hipótesis simples que siguientes recomendaciones:
experimentos con bolsas de ojo de malla es un tema activo en todo el mundo, que permitan predecir cambios en las comu- • Cuantificar los flujos, reservorios y
pequeño (Bobeldyk y Ramírez 2007). Por gana fuerza en el Trópico (Wantzen et nidades debido a cambios en el ambiente, balances de masas de la materia or-
otra parte, se han aislado hongos anamór- al. 2008), es necesario en Colombia asig- particularmente antropogénicos (Stat- gánica en las cuencas, segmentos o
ficos acuáticos (Clavatospora tentacula, Cla- nar de manera robusta los roles tróficos zner et al. 2005, Bonada et al. 2006, Toma- tramos, y describir su variabilidad es-
variopsis aquatica, Campylospora chaetocla- a cada especie o morfo-especie. Por ello, nova y Usseglio-Polatera 2007, Prat et al. pacial (gradientes altitudinales y cli-
dia, Helicomyces sp. y Flagellospora curvula) se recomienda la utilización de estudios 2009). Por otra parte, la literatura reciente máticos) y temporal (estacionalidad y
(Luna-Fontalvo 2009). En la isla Gorgona, que exploren esteoscópicamente los “ras- está indicando que esta aproximación per- variabilidad inter-anual).
aunque no se han realizado estudios de gos” de las especies, particularmente la mite compensar la falta de información o • Relacionar la diversidad florística de
descomposición de la hojarasca, se han es- anatomía del aparato bucal (además de experiencia taxonómica local mediante la las zonas ribereñas con la función
tudiado los macroinvertebrados y los mi- otros caracteres morfológicos corporales) obtención de listados de características ecológica, expresada en los aportes de
croorganismos asociados a los paquetes de relacionados con los contenidos estomaca- que pueden ser utilizadas no solo para des- biomasa de hojarasca a los lechos.
hojarasca (Valencia y Lizarazo 2009, Lon- les y los hábitos de vida (Tomanova et al. cribir el ambiente, sino para establecer de • Establecer el tipo de metabolismo (au-
go y Blanco 2014). Sobresalen las cucara- 2006, Tomanova y Tedesco 2007, Violle et manera más clara las presiones selectivas totrófico vs. heterotrófico) en función
chas acuáticas Epilampra sp. y los camaro- al. 2007, Tomanova y Oberdorff 2008). En que ha ejercido el mismo sobre la biota. de gradientes geomorfológicos, ecoló-
nes Potimirin glabra como los detritívoros Colombia existen muy pocos estudios que gicos (biomas), hidrológicos y de usos
más abundantes y con altas preferencias hayan relacionado los características mor- En conclusión, la información disponi- de la tierra.
por la materia orgánica, mientras que los fológicas del aparato bucal, los contenidos ble, principalmente para el río Gaira y • Relacionar las tasas de descomposi-
Stenochironomus usan como hábitat las estomacales o ambos con los grupos trófi- las quebradas de la isla Gorgona, sugie- ción de la hojarasca con la calidad en
láminas de las hojas, realizando galerías, cos, pero sobresalen los de Tamarís-Turizo ren que los sistemas periféricos reciben diferentes especies, a lo largo de gra-
posiblemente contribuyendo a la fragmen- et al. (2007), Eyes-Escalante et al. (2012), grandes cantidades de hojarasca desde el dientes de altitud, biomas, regímenes
tación (Longo y Blanco 2014). Los estudios Granados-Martínez (2013) y Guzmán- dosel y las riberas a lo largo de sus cursos, hidrológicos o climáticos, urbaniza-
anteriores deben motivar la investigación Soto y Tamarís-Turizo (2014) (todos en el la cual se acumula transitoriamente en ción y expansión agro-pecuaria y ca-
sobre los temas clásicos como el papel de río Gaira, Sierra Nevada de Santa Marta), los lechos, pero que es exportada en gran lidad de aguas.
los macroinvertebrados (tanto insectos Longo y Blanco (2014, isla Gorgona), Con- medida hacia el mar. A pesar de las gran- • Estimar el papel de los macro-inver-
como camarones) sobre la descomposi- treras (2012, río Capurganá, serranía del des diferencias que existen en las tasas de tebrados y de los hongos por medio de
ción, pero también acerca de temas nuevos Darién) y Chará-Serna et al. (2012, eje ca- descomposición de la hojarasca asociadas estudios experimentales.
como el papel de los hongos y bacterias, to- fetero de la zona andina). Por lo tanto, el a la identidad de las especies y a la com- • Clasificar los grupos tróficos fun-
dos ellos a través de gradientes bióticos y estudio de los rasgos funcionales o bioló- posición de los bosques, se estima que hay cionales de los macroinvertebrados
abióticos. Por ejemplo, en el Caribe solo se gicos (funtional traits ó biological traits), de- una importante participación de los pro- mediante el uso de rasgos biológicos,

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182 183
184
Anexo 1. Caracterización de la estructura, composición y magnitud de la caída de la hojarasca.

Lugar Principales resultados Referencia


La pácora (Cespedesia macrophylla) fue la especie dominante en términos de biomasa
total en la parte baja de nueve quebradas alrededor de la isla. Se registraron más de cien
morfo-especies, la mayor parte de las cuales aporta poca biomasa y número de hojas, y por
lo tanto, no parece ser funcionalmente importante. Además de las especies dominantes, Valencia et al.
Isla Gorgona
la biomasa total, abundancia total (número de hojas) y riqueza de la tafocenosis difiere (2009)
significativamente entre las quebradas posiblemente como consecuencia del estado
sucesional del bosque ribereño. Durante la época de lluvias se redujo significativamente
la biomasa de la hojarasca acumulada.
Con base en un muestreo en tres estaciones ubicadas a 50, 900 y 1650 m s.n.m.,
FLUJO Y TRANSFORMACIÓN

cubiertos por matorral espinoso y bosques húmedo y muy húmedo, respectivamente,

Pericontinental
Río Gaira, vertiente a lo largo del río, durante un año, se estableció que la hojarasca entra al cauce del río
Rodríguez-Barrios
norte de la Sierra Nevada principalmente en forma de material fino por los márgenes (8,3 kg m-2 año-1), superando
-2 -1 (2011)
de Santa Marta las entradas tanto laterales como verticales de material grueso (2,2 y 0,7 kg m año ).
Existen diferencias significativas entre estaciones y entre periodos climáticos, y hubo
una interacción entre ambas variables.
Con base en mediciones mensuales se estableció que la tasa de caída de hojarasca varió
Cinco quebradas en el sur Chará et al. (2005)
entre 1,4 – 2,8 kg m-2 año-1. Las hojas representaron el 56-72% de las entradas directas y
occidente Colombiano
entre el 68 al 81% de las entradas laterales. No se encontró una estacionalidad marcada.
Con base en cinco meses de muestreo se estableció que la tasa de caída de hojarasca para
Quebrada La Vieja este periodo fue: Rodríguez-Barrios
(Bogotá) 450,8 g m-2 de fracción gruesa por la entrada vertical, 191,0 g m-2 de fracción gruesa por et al. (2008)
la entrada lateral y 12,6 g m-2 de fracción fina por la entrada lateral.
En muestreos quincenales se recolectó el detrito suelto acumulado sobre el lecho de la

Epicontinental
quebrada, observado un incremento durante el inicio de la época de lluvias (>30 g m-2).
Quebrada Cabuyal Mathuriau et al.
Se estableció una relación lineal altamente significativa entre el caudal instantáneo y
(Cauca) (2008)
la cantidad de detrito suelto acumulado sobre el lecho. Se observaron tres grupos de
valores a lo largo del año: >30, 10-20 y <10 g m-2.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Anexo 2. Flujo de carbono y metabolismo ecosistémico.

Lugar Métodos Principales resultados Referencia

La proporción producción/respiración fue <1


Se cuantificó la producción y la respiración de
en los substratos arenosos y >1 en los rocosos
Río Gaira, vertiente los sedimentos en tres altitudes, utilizando los
dando cuenta del desarrollo de las comunidades
norte de la Sierra métodos de botellas claras y oscuras y cámaras Rodríguez-
de consumidores (heterótrofos) y productores
Nevada de Santa de recirculación con substratos arenosos Barrios (2011)
primarios perifíticos, respectivamente. Se
Marta o rocosos donde se midió la producción de
encontró una variación a lo largo de las altitudes
Pericontinental

oxígeno.
y las épocas climáticas.

El ingreso de carbono fue de 2,71 ton C ha


año (0,74 ± 0,3 g C m2 d-1). La deriva fue de
0,003 ±0.01 g C m2 d-1. La producción neta del
Cambios en el flujo de carbono orgánico ecosistema (PNE) fue de 0,003 g C m2 d-1. El
particulado (COP) en el transcurso de un ciclo grado de intervención riparia redujo el ingreso de
El arroyo de aguas Tobón-Pérez
hidrológico (1 año). Se cuantificó el carbono carbono, y en términos generales fue menor a lo
negras La Arenosa (2012)
que ingresa, el que se metaboliza y el que reportado para otros estudios de la Amazonía y
(Leticia, Amazonas)
deriva en dos sectores del arroyo, con alta y la zona tropical. El metabolismo, demuestró que
Epicontinental

baja intervención del bosque ripario. este arroyo constituye un sistema heterotrófico
y se comporta como un sumidero de carbono,
almacenando inclusive el 90% del carbono que
ingresa diariamente al sistema.
P. Sánchez-D.

185
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

FLUJO Y TRANSFORMACIÓN

P. Sánchez-D.

Anexo 3. Estudios sobre la descomposición de la hojarasca. Anexo 3. Continuación.

Lugar Especies estudiadas k Referencia Lugar Especies estudiadas k Referencia

Anacardium excelsum 0.088 Psidium guajava 0.0125

Avicennia germinans 0.034 Sapium sp. 0.0095


Pericontinental

Río Gaira, vertiente Cecropia peltata 0.009 Schefflera actinophylla 0.0395 -0.1385
norte de la Sierra Eyes-Escalante et al. Quebrada Piedras Blanco y Gutiérrez
Coffea arabica 0.043 Syzygium jambos 0.0115
Nevada de Santa Marta (2012) (San Roque, Antioquia) (2013)
Eucaliptus camaldulensis 0.023 Tectona grandis 0.0125 -0.0495

Mangifera indica 0.032-0.018 Terminalia catappa 0.0115 -0.0935

Phragmipedium longifolium 0.107 Theobroma cacao 0.005

Araucaria sp. 0.0265 Quebrada Peña Bonita Palicourea cuatrecasasii 0.0051

Artocarpus altilis 0.0135 (Parque Nacional


Natural Los Nevados)
Bauhinia picta 0.015
y quebrada Marianela Zúñiga-Céspedes
Campnosperma panamensis 0.0005 (Parque Natural (2011)
Critoniopsis ursicola 0.0097

Epicontinental
Cecropia sp. 0.0035 - 0.0135 Regional Ucumarí)-
Cuenca del río Otún
Cespedesia macrophylla 0.0025 - 0.0055
Risaralda
Eucalyptus sp. 0.0265
Usaquén y Municipio Pteridium aquilinum 0.0091-0.011
Eugenia malacensis 0.0115
de La Calera (Bogotá). Gonzáles-Ortega
Ficus benjamina 0.0065 0.013-0.017
Epicontinental

Costado Nororiental de Miconia latifolia (2009)


Ficus elastica 0.0095 Cerros del Aguila
Quebrada Piedras Blanco y Gutiérrez
(San Roque, Antioquia) Ficus lyrata (2013) Alnus acuminata 0.007- 0.15
0.0055 Río Tota (Boyacá)
Salix humboldtiana 0.16- 0.22 Rivera et al. (2008)
Ficus sp. 0.0135
Eucalyptus sp. 0.1- 0.2
Ficus sp. 0.0035
Quebrada Secundino Myrsine guianensis 0.0058-0.0018
Fraxinus chinensis 0.0165 Chará et al. (2007)
(Cauca) Cupania latifolia 0.0008
Guadua angustifolia 0.0295
Tributario de Cecropia latiloba 0.001- 0.010
Hibiscus sp. 0.0245
primer orden del río Rueda-Delgado et al.
Tessaria integrifolia 0.0005- 0.029
Inga sp. 0.005 Amazonas cerca a (2006)
Leticia (Amazonas) Symmeria paniculata 0.001- 0.010
Mangifera indica 0.0075
Quebrada Cabuyal Croton gossypifolius 0.0651 Mathuriau y
Pachira insignis 0.0205
(Cauca) Clidemia sp. 0.0235 Chauvet (2002)
Persea americana 0.0045 - 0.0255

186 187
C. A. Lasso
Servicios ecosistémicos, cambios
globales y sostenibilidad dentro
7. de las cuencas pericontinentales
de Colombia
Juan Felipe Blanco-Libreros, Andrea Arroyave-Rincón,
Lina P. Giraldo y Eliana Contreras

Introducción dulce, madera, fibra y combustible, lo que


Los ríos y quebradas han provisto de agua ha generado una pérdida considerable y en
y pesca a la humanidad (MEA 2003a), sin gran medida irreversible de la diversidad
embargo poco se resaltan los servicios eco- de la vida sobre la Tierra, y acentuado la
sistémicos que proveen las cuencas peque- pobreza de algunos grupos de personas…
ñas de cabecera ubicadas en los sistemas Si estos problemas, no se los aborda, ha-
montañosos periféricos neotropicales, rán disminuir considerablemente los be-
equivalentes a los que han sido descritos neficios que las generaciones venideras
en los capítulos anteriores. Históricamen- obtengan de los ecosistemas. Sólo ahora se
te, los ecosistemas acuáticos han propor- están poniendo de manifiesto los verdade-
cionado a la humanidad múltiples servi- ros costos asociados con esos beneficios”.
cios que le han suministrado bienestar
y desarrollo económico, sin embargo, la Por tal razón, la degradación de los ecosis-
creciente e intensa actividad humana y la temas naturales no solo ha generado cam-
sobre-explotación de los recursos natura- bios de los servicios ecosistémicos a esca-
les, han deteriorado la provisión de dichos las locales, sino además, cambios globales
servicios, afectando el bienestar de una en la biosfera y en el clima, llevando a que
gran parte de la población humana (MEA un uso sostenible1 y responsable de los
op. cit.). Al respecto, el informe sobre la
Evaluación de los Ecosistemas del Milenio 1 Sostenibilidad: en este capítulo se manejara
(MEA op. cit.) menciona lo siguiente: sostenibilidad como sinónimo de sustentabi-
lidad, ya que la definición de ambos conceptos
“En los últimos 50 años, los seres humanos es similar: “El desarrollo sostenible (sustaina-
ble development) es el desarrollo que satisface
han transformado los ecosistemas más rá- las necesidades de la generación presente sin
pida y extensamente que en ningún otro comprometer la capacidad de las generaciones
período de tiempo comparable de la his- futuras para satisfacer sus propias necesidades”
(United Nations Brundtland Report “Our Common
toria humana, para resolver rápidamente Future”, 1987 http://www.un-documents.net/
las demandas crecientes de alimento, agua wced-ocf.htm).

Arroyo Kajashiwoü. Foto: C. A. Lasso 189


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

P. Sánchez-D.

ecosistemas sea imperativo para proteger tenga un nivel de inundación y conectivi- los principales SE de provisión que brin- do de todo el Caribe, es simplemente uno
los beneficios netos que garanticen el bien- dad de los hábitats críticos, por lo que el dan los ríos, quebradas y arroyos de los sis- de muchos en la región, en la cual el creci-
estar de las generaciones futuras. Respon- crecimiento exponencial de la población temas montañosos periféricos de Colom- miento urbano y de la actividad turística
diendo a esta realidad, el objetivo de este humana mundial, la creciente demanda bia (Figura 1). Por ejemplo, las cabeceras han generado una gran demanda por agua
capítulo es recopilar las evidencias que por recursos hídricos y el cambio climáti- de cuencas periféricas suplen los acueduc- potable, con el consecuente detrimento de
muestran que las cuencas periféricas o pe- co a nivel global, han creado muchos con- tos de pequeños pueblos (Bahía Solano y las aguas corrientes naturales (Heartsill-
ricontinentales prestan numerosos bene- flictos o “guerras” en torno al agua (sensu Nuquí en la serranía del Baudó; Capurganá Scalley 2012, López-Marrero et al. 2012,
ficios que se derivan de los numerosos ser- Poff et al. 2003). A partir de lo anterior, se y Sapzurro en la serranía del Darién); pue- López-Marrero y Heartsill-Scalley 2012).
vicios ecosistémicos (SE) que suministran. espera que disminuyan la calidad de los SE blos más grandes (Toluviejo y San Onofre
Estos SE se definen como todas las condi- prestados por los ecosistemas acuáticos a en los Montes de María; isla de Providen- En cuanto a la provisión de agua para usos
ciones y procesos que ofrecen los sistemas largo plazo, como se ha advertido a la es- cia), ciudades pequeñas (San Andrés isla; agropecuarios existen ejemplos signifi-
naturales y las especies que lo componen, cala global (MEA 2003a). Actualmente las ejes bananeros: Urabá: Turbo, Apartadó y cativos (Figura 1). Por ejemplo el distrito
para sustentar y mantener la vida de las amenazas que están disminuyendo los SE Carepa; Magdalena: Fundación, Aracata- de riego de María La Baja construído por
poblaciones humanas (MEA op. cit.). Los de las cuencas hidrográficas y directamen- ca y Zona Bananera) y grandes ciudades el INCORA (Instituto Colombiano de Re-
SE se categorizan en servicios de provi- te el bienestar de las poblaciones huma- (Santa Marta y Riohacha en la Sierra Ne- forma Agraria) en 1965 se nutre de los
sión (productos obtenidos y derivados de nas, tanto a escala global como nacional, vada de Santa Marta) (ver páginas web de embalses Playón y Matuya ubicados en la
los ecosistemas: comida, madera, fibras, son primordialmente las siguientes: 1) la los municipios, IDEAM 2010, 2013, SSPD parte norte de la serranía de San Jacinto y
agua, combustibles, entre otros), servicios alteración hidrológica por la construcción 2010). En el caso del eje bananero de Ura- beneficia aproximadamente a 1.500 usua-
de regulación (del clima, del ciclo del agua, de grandes embalses mal diseñados desde bá los acueductos surten aproximadamen- rios y 3.000 ha (Arango y Bacanumenth
de la erosión, de enfermedades, de polini- el punto de vista ecológico (MEA 2003b, te 52.881 habitantes de Turbo, Apartadó, 1999). Por otra parte, las zonas extensas
zación, de nutrientes y del carbono) y ser- Poff et al. 2003) y 2) la pérdida de bosques Carepa, Chigorodó y Mutatá (http://www. bananeras de Magdalena y Urabá se nu-
vicios culturales (religiosos, recreativos, de cabecera y ripario, disminuyendo los grupo-epm.com/aguasdeuraba), mientras tren del agua superficial y del nivel freá-
educación, sociales, entre otros) (MEA op. procesos de formación del suelo de lade- que en el caso de Santa Marta y otras po- tico de los ríos que descienden de la Sierra
cit.). Las evidencias que se muestran a con- ras, aumentando la erosión y el arrastre blaciones más pequeñas de las vertien- Nevada de Santa Marta y la serranía de
tinuación confirman que las cuencas peri- de nutrientes (Naiman et al. 2005). Por lo te norte y occidental de la Sierra Nevada Abibe, respectivamente. En el caso de la
continentales, al igual que otras cuencas tanto, los objetivos de este capítulo son: 1) de Santa Marta, los acueductos surten a zona bananera del Magdalena, el proceso
de agua dulce, proveen SE que van desde analizar los servicios ecosistémicos pres- casi un millón de personas (http://www. de adecuación de tierras por parte de la
el invaluable sostén de otros ecosistemas tados por las cuencas hidrográficas peri- metroagua.com.co). En el caso del Caribe United Fruit Company en 1890, incluyó
y actividades culturales, el suministro de continentales de Colombia, 2) describir las insular colombiano (San Andrés, Provi- un distrito de riego, el cual pasó a manos
agua potable para consumo de las pobla- amenazas con base en las evidencias loca- dencia y Santa Catalina) el gobierno nacio- de una asociación de usuarios en 1994, y
ciones humanas y de agua para irrigación les o de otras regiones costeras e insulares, nal está ejecutando nuevas obras de acue- beneficia a 50.400 ha en 4 municipios (1
de cultivos, hasta ser una fuente primor- y 3) evaluar la sostenibilidad de los usos ducto alimentados por aguas superficiales en Santander y 3 en Magdalena) (Arango y
dial de proteína animal que es consumida actuales en las mismas. y subterráneas para beneficiar a 60.000 Bacanumenth 1999). En el caso de la zona
por las comunidades rurales en países en habitantes. Estos casos son similares a los bananera de Urabá no existe un distrito
desarrollo (MEA 2003b, 2005). Los servicios ecosistémicos descritos para la isla de Puerto Rico en las de riego y la actividad depende de tomas
La Política Nacional de Biodiversidad pro- Antillas Mayores, en la cual los pequeños de aguas de los ríos o de pozos licenciados
Este capítulo también resaltará los conflic- mulgada en el 2012 (Política Nacional para ríos de los sistemas satélites del este y oes- por CORPOURABÁ (Corporación para el
tos entre las necesidades de las corrientes la Gestión Integral de la Biodiversidad y te surten pequeños pueblos, pero también Desarrollo Sostenible de la Región de Ura-
de agua dulce y las demandas de las pobla- los Servicios Ecosistémicos, PNGIBSE) ríos mayores que nacen en la Cordillera bá). En la actualidad existen 550 pozos en
ciones humanas de algunas zonas costeras recalca sobre los múltiples servicios que Central surten las áreas metropolitanas el acuífero de Urabá que nutren la activi-
del país, como se ha expuesto en muchas presta el enorme patrimonio natural del de San Juan y Ponce, las mayores de todo dad bananera (Paredes et al. 2010). Desde
áreas geográficas del mundo (Poff et al. país, entre los que sobresalen los recursos el Caribe insular y continental (Larsen la década del noventa existe un análisis
2003). Las quebradas y ríos de las cuencas hídricos y los bosques. El abastecimiento 2000, Ortiz-Zayas y Scatena 2004, Scate- de prefactibilidad del proyecto de distrito
hidrográficas “necesitan” por definición de agua tanto para consumo doméstico na et al. 2008, Crook et al. 2007). El caso de de riego Barranquillita-Bajirá que benefi-
una cantidad de agua suficiente que ma- como para usos agropecuarios es uno de Puerto Rico a pesar de ser el mejor conoci- ciaría a 32.000 ha de los municipios entre

190 191
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

P. Sánchez-D.

Turbo y Mutatá (Arango y Bacanumenth y regadíos de pequeños cultivos anuales o


1999), el cual la actual administración semestrales, sino en “nuevos ecosistemas”
presidencial (2012) anunció que cons- que son parte fundamental de estos paisa-
truiría, según varios anuncios de prensa. jes culturales desde hace más de 100 años
Una promesa de construcción de distrito (Etter et al. 2006).
de riego también se realizó para San Juan
de Urabá en Antioquia. Finalmente, en las El SE de provisión de proteína animal
grandes extensiones de ganadería de toda a través de la pesca es importante en al-
la planicie costera del Caribe desde el Cho- gunas áreas, como ya se mencionó en los
có hasta la Guajira, se han construido un capítulos 3 y 4 (Figura 2). La pesca es tan a. b.
número significativo de estanques o alber- multifacética e idiosincrática como las es-
cas que interceptan la escorrentía de los pecies explotadas y sus ciclos de vida. Por
lomeríos, convirtiendose no solo en siste- ejemplo, son explotados los adultos de los
mas de provisión de agua para el ganado camarones Macrobrachium spp mediante

c. d.

a. b.

e. f.

Figura 2. Servicio de provisión de pesca.


a) Lisa del Caribe (Mugil incilis); b) peces
estuarinos (municipio de San Onofre, Su-
c. d.
cre); c) pescador artesanal (María La Baja,
Bolívar); d) pesca de cuaresma (municipio
Figura 1. Servicio de provisión de agua. a) Bocatoma de acueducto del Parque Nacional Na- de San Onofre); e) Loricariidae pescados
tural Gorgona (quebrada Ilú); b) estanque para provisión de agua para ganado y riego (zona en la cuaresma; f) Macrobrachium carcinum
rural del municipio de San Onofre, Sucre); c) embalse de Playón (zona rural del municipio (Caribe colombiano); g) pesca recreativa
de María La Baja, Bolívar, serranía de San Jacinto); d) pozo para provisión de agua para (municipio de San Onofre). Fotos: C. Es-
uso doméstico (planicie costera del golfo de Morrosquillo, zona rural del municipio de San g. cobar-Sierra (a-c, f), J. F. Blanco (d, e), A.
Onofre). Fotos: F. Blanco (a, b y d), C. Escobar-Sierra (c). Arroyave- Rincón (g).

192 193
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

P. Sánchez-D.

trampas en forma de canastas (p. e. catan- Arroyave-Rincón et al. 2012, Blanco et al. uso doméstico adquiere su mayor valor du-
gas), mientras que los peces estuarinos, 2013). rante el periodo seco entre enero y mayo,
de agua dulce y diádromos son pescados cuando ante la cesación de los caudales su-
con diferentes artes que van desde mallas Debido a que las cuencas periféricas son perficiales los lugareños cavan pequeños
hasta líneas de anzuelos. Entre los peces una entidad, que comprende los ámbitos pozos (localmente llamados “casimbas”)
de agua dulce sobresalen por su tamaño acuático y terrestre y no es posible discu- en los playones dentro de los cauces se-
individual algunos Pimelodidae, pero nu- tir el primero sin considerar el segundo, cos para acceder al agua del nivel freático
méricamente los Characidae (Astyanax a continuación se discutirán algunos SE o zona hiporréica, usualmente en tramos
spp y Brycon spp) y los Loricariidae, mien- provistos por los bosques secos y lluviosos bajo doseles cerrados. Frecuentemente la
a.
tras que entre los diádromos sobresalen que se encuentran a lo largo de los siste- presión por la escasez del agua lleva a las
el besote (Joturus prichardi) y el rayado mas periféricos de Colombia. Por ejem- personas de esta zona a cavar “casimbas”
(Agonostomus monticola), estos dos últi- plo, es intuitivo que el SE de provisión de en playones de tramos donde el agua está
mos por su gran tamaño corporal y alta agua, tanto en cantidad como calidad, es visiblemente contaminada por el depósito
densidad (Eslava y Díaz 2011). La pesca de uno de los más importantes en las cuencas de residuos solidos o por el vertimiento de
estos grupos puede variar entre regiones mejor conservadas, tal como ha sido estu- aguas residuales domésticas (Figura 3). En
y ser una actividad permanente o una ac- diado en muchas partes del mundo (FAO conclusión, al igual que en todo el mundo
tividad esporádica (pesca recreativa o de 2003, Balvanera y Cotler 2009) y algunas (Brauman et al. 2007), los servicios hidro-
cuaresma). Por otra parte, son notables las del país (Restrepo 2005, IDEAM 2010), lógicos derivados de las cuencas hidrográ-
pequerías de larvas de gobiidos en algunas pero no en las cuencas pericontinentales. ficas pericontinentales y sus bosques son
áreas de ambas costas (Capítulo 3), tanto Recientemente, en Puerto Rico se mostró fundamentales.
por lo particular de las presas como por el una relación directa entre el porcentaje de
contexto cultural en el que se desarrolla cobertura de bosque en toda la cuenca y en Por otra parte, muchos SE ofrecidos por
(p. e. Castellanos-Galindo et al. 2011). Las las zonas ribereñas de varias cuencas y la los bosques en general, y los ribereños en
pesquerías de Macrobrachium y de peces cantidad de agua (caudal), así como varios particular, se derivan de la gran diversi- b.
diádromos, particularmente de A. monti- indicadores de calidad tales como turbie- dad de plantas, animales y microorganis-
cola, son importantes en el Caribe, Centro- dad, oxígeno disuelto, concentración de mos los cuales proveen una gama enor-
américa y México. nitrógeno y fósforo totales, y concentra- me de alimentos (frutos, semillas, carne,
ción de coliformes y estreptococos fecales miel), fuentes energéticas y materiales de
En términos de los SE de regulación, las (Uriarte et al. 2011). En este estudio, ade- construcción (madera, fibras), medicinas
cuencas periféricas como entidad, pero más se demostró que el caudal solo es un (especies vegetales y animales), especies
particularmente sus bosques, ejercen un determinante suficiente de la calidad del ornamentales o de importancia ceremo-
importante control del nivel freático y de agua, por lo cual en las cuencas periféri- nial (principalmente plantas), plaguici-
la erosión. En la planicie costera de Urabá cas de Colombia se esperaría que aquellas das, entre otros (Balvanera 2012). Para los
se ha encontrado que las propiedades hi- que tienen una mayor producción anual de bosques andinos se ha discutido que gran
drogeoquímicas y la recarga de los acuí- agua por kilómetro cuadrado poseean me- parte de estos SE tales como la poliniza- c.
feros dependen de los ríos que drenan la nos problemas de calidad de agua. Esto es ción, el mejoramiento del suelo, el control
serranía de Abibe y estos han prevenido la consistente con las observaciones de siste- biológico y el reciclaje de nutrientes, son
contaminación salina por la intrusión ma- mas visiblemente degradados en las zonas mantenidos por funciones ecológicas des- Figura 3. Servicio de provisión de agua en
rina (Paredes et al. 2010). En esta misma más secas o estacionalmente secas como empeñadas por la biodiversidad que alber- los arroyos de la planicie de la serranía de
región se ha encontrado que la baja expor- los piedemontes de las serranías de Abi- gan (Chará y Giraldo 2011a). Sin embargo, San Jacinto (municipio de Toluviejo, Su-
tación de sedimentos hacia el mar desde be y San Jacinto (Blanco, obs. pers.). En el aunque las funciones son generales para cre). a) Casimba inactiva en playón areno-
las cuencas de dichos ríos, es producto de caso específico de las pequeñas poblacio- todos los bosques, los procesos, magnitud so; b) casimba activa en playón arciloso; c)
la baja erosión de las laderas y depende nes ubicadas en las riberas de los arroyos y tipo de SE difieren entre los mismos. caudal remanente contaminado con aguas
directamente de la cobertura de bosque que descienden de la serranía de San Ja- En los bosques secos tropicales y bosques residuales. Fotos: A. Arroyave-Rincón (a),
en las planicies costeras (Blanco 2009, cinto, el servicio de provisión de agua para lluviosos, por ejemplo, la estructura y J. F. Blanco (b, c).

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composición florística, la topografía, la (Spondias mombin, S. purpurea) (García día en zonas ribereñas con y sin cobertura además de la colonización, la construcción
precipitación, las poblaciones humanas et al. 2014). Algunas están en peligro de de dosel puede alcanzar 10ºC en mosaicos de algunas obras de infraestructura, los
que habitan cerca de los mismos y muchas extinción como Aspidosperma polyneuron ganaderos de Sucre. cultivos ilícitos, los incendios forestales
otras características de las regiones donde (carreto), Belencita nemorosa (calabacilla), y la producción de leña y madera para la
se enmarcan, hacen que los SE se obtengan Bulnesia arborea (guayacán) y Pachira qui- Cambios globales industria y el comercio (González et al.
y usen de manera diferente, como se des- nata (ceiba roja) (Rodríguez et al. 2012). Varios informes recientes demuestran 2011). Aunque la deforestación ha sido
cribe a continuación. Finalmente, debido a que las especies ar- que los ecosistemas andinos y mesoame- una actividad común en todo el país, hay
bóreas de bosques secos tropicales están ricanos están experimentando los efectos diferencias entre las regiones en las ca-
En la costa Pacífica, las poblaciones que adaptadas a condiciones de sequía, pueden del cambio climático (Gutiérrez y Espino- racterísticas biofísicas que determinan
tienen contacto con el bosque lluvioso convertirse en recursos genéticos impor- sa 2010, Jiménez et al. 2010, Anderson et diferentes usos de la tierra y el comercio,
obtienen madera, carne silvestre, pesca, tantes para la conservación y restauración al. 2011, Marengo et al. 2011, Young et al. y en este sentido, históricamente las re-
plantas medicinales, provisión de agua, de este y otros ecosistemas en el futuro 2011a), en muchos casos magnificados por giones más afectadas han sido la Caribe
entre otros. En una localidad del Chocó ante unas condiciones climáticas más se- la sinergia con los cambios de uso de te- y la Andina, mientras que la Pacífica ha
por ejemplo, se han registrado 35 especies cas (Maass et al. 2005). rrenos (Suárez et al. 2011). En Colombia, el presentado una baja tasa de deforestación
de vertebrados usados para la alimenta- informe “Segunda Comunicación Nacional por conversión a otros usos, a pesar de la
ción, 23 para el comercio, 19 como medici- Finalmente, es importante resaltar que la ante la Convención Marco de las Naciones prevalencia de la entresaca (González et al.
na tradicional, 11 de mascotas, 15 para la capacidad de los bosques para proporcio- Unidas ante el Cambio Climático”, incluyó 2011). La región Caribe se caracteriza por
fabricación de ornamentos y cuatro para nar SE depende de su integridad y salud el análisis oficial centrado en la vulnerabi- tener ecosistemas xeríticos o subxeríticos,
zoocría (Cuesta-Ríos et al. 2007). Por su (Anderson et al. 2011a, Vihervaara et al. lidad, mitigación y adaptación, y en algu- con vegetación correspondiente a tierras
parte, en el Caribe colombiano las comu- 2013). Por esta razón, es preocupante la nos incluyó las cuencas hidrográficas y el bajas (Sánchez-Cuervo et al. 2011), como
nidades asentadas en zonas del bosque se- situación para el bosque seco tropical en el recurso hídrico pero a una escala departa- los bosques secos tropicales, los cuales han
cos, utilizan diversos recursos como fibras Caribe colombiano en la periferia y en los mental. Maldonado et al. (2011), señalan sido transformados y mayormente usados
para la fabricación de sombreros, mochi- piedemontes de las cuencas pericontinen- que a pesar de la gran riqueza de especies para la cría de ganado (48%) y la agricultu-
las, sogas, cestería, mientras que utilizan tales debido a que muy pocos de los rema- que albergan los ecosistemas acuáticos de ra (14%) (Sánchez-Cuervo et al. 2011). Por
semillas para artesanía, alimentación y nentes existentes pueden considerarse en la región andina, son pocos los mapas de el contrario, en la región Pacífica, que se
extracción de tintas naturales. Las hojas condiciones relictuales, es decir en la que distribución de especies y registros a lar- caracteriza por densos bosques húmedos
de palma se utilizan para la construcción la estructura y composición de especies go plazo de poblaciones (con excepción de tropicales de tierras bajas y premontanas,
de techos, entre otros. Especies florísticas sean semejantes a las condiciones origina- algunos grupos de peces y reptiles), por lo los cultivos cubren una mayor superficie
como Carludovica palmata Ruiz y Pav., Sa- les de este hábitat (Etter et al. 2008, García cual es incierto el futuro de las poblacio- (10%) que los pastizales para ganadería
pindus saponaria L., Sapium glandulosum L., et al. 2014). Sin embargo, en la actualidad nes, comunidades y ecosistemas acuáti- (2%), principalmente en las planicies alu-
Morong, Cedrela odorata L., Tectona grandis muchas zonas ganaderas, tanto en el Ca- cos ante los escenarios futuros de cambio viales y las zonas de ladera baja, aunque
L.F. y Cordia gerascanthus son apreciadas ribe como en otras regiones del país, en climático. Por lo tanto, a continuación se la deforestación ha tenido un aumento en
por su uso maderable, artesanales o para las que se mantienen pequeñas zonas ar- hace una síntesis de los cambios globales y los últimos veinte años. Los usos agrope-
caza o pesca, y otras son apreciadas por su boladas, ya sea dispersas en los potreros sus efectos en las cuencas periféricas, sean cuarios en estas regiones costeras, princi-
valor alimenticio como Annona muricata o continuas a lo largo de las riberas de los estos manifestados en la literatura nacio- palmente en el Caribe, han ocasionado la
L., Mangifera indica L., Melicoccus bijugatus arroyos, ofrecen importantes SE como la nal o inferidos a partir de experiencias en pérdida o transformación de los bosques
Jacq., Capsicum annum L., Cocos nucifera provisión de proteína y la regulación cli- otros países. naturales, ubicándolas como las zonas con
L (Manco 2013). Otras especies se usan mática (sombra), altamente beneficos para mayor deforestación del país.
como leguminosas forrajeras, ornamen- la producción de leche y carne (Mahecha Deforestación y exportación
tales y frutales: matarratón (Gliricidia 2002, Chará y Giraldo 2011b, Murgueitio de sedimentos Por causa de la deforestación en las ca-
sepium), roble o guayacán (Tabebuia spp), et al. 2011, Manco 2013). Por ejemplo, re- Desde el siglo XIX hasta el XXI, las prin- beceras de las cuencas hidrográficas de
cactus (Opuntia spp, Cereus spp), samán cientemente Manco (2013) cuantificó, me- cipales causas de la deforestación en los estas regiones del país, los ríos han au-
(Samanea saman) y chiminango (Pithecello- diante mediciones contínuas (junio-julio diferentes ecosistemas de bosques natu- mentado la producción y exportación de
bium spp), pitaya (Acanthocereus pitajaya), 2013) con termohigrómetros digitales, rales de Colombia, han sido y continúan sedimentos que son transportados por
mamoncillo (Melicoccus bijugatus) y jobo que la diferencia de temperatura al medio siendo las actividades agrícola y ganadera, escorrentía desde las laderas hacia las

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corrientes de agua y desde estas hacia el vertientes del Pacífico y del Caribe, permi- a. b.
mar, tal como se ha cuantificado en la sub- te hacer inferencias acerca del proceso de
zona hidrográfica de Urabá (Blanco 2009, transporte de sedimentos bajo un regímen
Arroyave-Rincón et al. 2012, Blanco et al. de crecientes frecuentes y de caudales me-
2013), aunque no hay estudios para otras dios altos como en el caso del Pacífico, y
cuencas periféricas, principalmente por la bajo un regímen más pulsátil y estacional
escasez de aforos (ver Capítulo 2). Los es- de crecientes y de caudales medios bajos
tudios realizados en la vertiente occiden- como en el caso del Caribe. Por ejemplo,
tal de la serranía de Abibe, que escurren la deforestación en las laderas del Pacífico
hacia el golfo de Urabá, han correlaciona- podrían generar altas cargas de sedimen-
do el aumento de la deforestación a causa tos suspendidos durante la mayor parte
de la expansión agrícola bananera (Figura del año, mientras que la deforestación en
4), con el incremento de la producción to- el Caribe podría generar grandes pulsos
tal de sedimentos que son transportados estacionales o episódicos, estos últimos
por varios ríos hacia el mar en los munici- asociados con el paso de ondas y de siste-
pios de Turbo, Apartadó y Carepa (Blanco mas ciclónicos.
2009, Arroyave-Rincón et al. 2012, Blanco
et al. 2013). Estas cuencas que nacen en la Los estudios realizados por Restrepo
serranía de Abibe presentan una alta va- (2005) en los grandes ríos de ambas cos-
riabilidad intra- e inter-anual en los flujos tas colombianas aportan bases teóricas c.
de agua y sedimentos debido a que durante para las hipótesis anteriores. Por ejemplo,
el paso de la Zona de Convergencia Inter- los ríos de la región Pacifica, presentan un Figura 4. Influencia del cambio de cobertura vegetal en la zona bananera de Urabá sobre
Tropical y la ocurrencia de condiciones at- alto transporte neto de sedimentos con el transporte de sedimentos. a) Vista aérea del paisaje dominado por cultivos de banano
mosféricas La Niña se producen aumentos respecto al área de sus cuencas de drena- donde se observan algunas quebradas desprovistas de cobertura arbórea ribereña; b) tran-
significativos de la precipitación (Arro- je, descargando los 15 sistemas fluviales sición de la cobertura del suelo en las partes baja y media de la cuenca del río Turbo (1960-
yave-Rincón et al. 2012). Sin embargo, un total de agua de 254 km3 año -1 y una 2007). Nótese el reemplazo de rastrojos y bosques por cultivos en la parte baja; c) dinámica
durante algunos periodos secos la activi- tasa neta de transporte de sedimentos de del caudal y el transporte de sedimentos suspendidos (TS) en la estación El Dos del río
dad de deforestación ha sido responsable 1.260 ton km-2año -1. De igual forma, se- Turbo entre enero de 1996 y diciembre de 1999, mostrando el desacople de las dos variables
de la producción de grandes cantidades ñala el autor que el río San Juan, con una ocasionado por actividades antropogénicas, ya sea por exceso de transporte de sedimentos
de sedimentos, lo cual es evidente en los tasa neta de transporte de sedimentos de en épocas de bajo caudal o por déficit en épocas de alto caudal. Foto: J. F. Blanco (a). Da-
gráficos de doble masa que relacionan la 1.150 ton km-2año -1, representa el valor tos: b) modificado de tesis de doctorado sin publicar de A. Taborda citado por Blanco et al.
tasa de acumulación de la exportación de más alto de aportes netos de sedimentos (2013), c) fuente IDEAM, J. F. Blanco, datos sin publicar.
sedimentos con la exportación de agua. En en comparación con los ríos de Suraméri-
el municipio de Chigorodó, gran parte del ca. Siguiendo esta misma lógica, las cuen-
incremento de la exportación de sedimen- cas periféricas de mayor extensión de las
tos podría relacionarse con la pérdida de subregiones hidrológicas Baudó y Pacífico mas fluviales y costeros. Para el caso del de Abibe a pesar de tener cuencas en pro-
capacidad de retención de los mismos en Norte, tales como los ríos Baudó, Nuquí, Caribe, con un número mayor de cuencas medio más pequeñas (casi cuatro veces),
los planos de inundación de los tributarios Tribugá, Jurubidá, Valle y Juradó podrían aforadas, es mucho más claro que los ríos tienen una producción bruta cuatro ve-
del río León por la deforestación de las zo- tener las mayores concentraciones de se- que drenan la serranía de Abibe son los ces mayor, y una neta 17 veces mayor que
nas ribereñas (Figura 5). Aunque no pue- dimentos suspendidos, al menos, de toda que exportan más agua y sedimentos al las de la Sierra. Por otra parte, tiene una
den realizarse generalizaciones a partir la costa Pacífica Suramericana la cual es Caribe que los que drenan la Sierra Nevada exportación bruta acumulada cinco veces
de los estudios de la subzona hidrográfica predominante más seca, por lo cual una de Santa Marta (Tabla 1) y posiblemente mayor y una neta nueve veces mayor. En
de Urabá, el hecho de que se encuentre en futura deforestación extensa de sus cabe- más que los de la serranía de San Jacinto. un contexto más amplio, esta vertiente a
una zona de transición climática entre las ceras sería catastrófica para sus ecosiste- Por ejemplo, la vertiente de la serranía pesar de tener en conjunto uno o dos órde-

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nes de magnitud menos en extensión que Rincón, estudio en curso en la planicie


los de las cuencas de los grandes ríos del costera del golfo de Morrosquillo). En esta
Caribe (Atrato, Mulatos, Sinú y Magdale- zona, la deforestación o cambio de cober-
na), también tienen una producción neta tura vegetal de las planicies y de las zonas
de sedimentos casi el doble que ellos (aun ha estado asociada con la agricultura, ga-
superando de manera individual a la del nadería, extracción de madera y construc-
río Magdalena) y superan la suma de to- ción de viviendas (Manco 2013, García
dos, dando cuenta no solo de la baja capa- et al. 2014), trayendo como consecuencia
cidad de retención sino de la alta erosión una intervención directa sobre los cauces
en sus laderas. Este aporte neto también mediante la desviación de corrientes (ca-
supera el del río San Juan en el Pacífico. nalizaciones) o la interceptación de la es-
De manera equivalente, el aporte neto correntía por la creación de estanques.
conjunto de los ríos de la Sierra Nevada
de Santa Marta también supera el de ríos Como consecuencia de la deforestación
más grandes y más mésicos del Caribe sur de las laderas y del aumento de la carga
como el Atrato y el Mulatos, dando cuenta de sedimentos y de la exportación de los
de la alta tasa de erosión de las laderas, la mismos río abajo, se deduce que se aumen-
cual podría ser exportada durante las cre- ta la tasa de sedimentación, sin embargo
cientes estacionales o episódicas, tenien- son pocas las evaluaciones de su impacto
do poca probabilidad de almacenamiento que se han hecho en las cuencas periféri-
en las planicies costeras. Por lo tanto, en cas colombianas. Mientras en los ecosiste-
las cuencas periféricas será necesario es- mas marinos como los arrecifes coralinos
tablecer la contribución de las caracterís- de las islas del Rosario la mortalidad ha
ticas de la cuenca de drenaje como el área, sido un claro resultado del incremento
el relieve, el clima, la geología y los usos de la producción de sedimentos por parte
del suelo a la exportación bruta y neta de de la cuenca del río Magdalena (Restrepo
sedimentos tal como lo han propuesto Mi- 2005), en los ecosistemas costeros como
lliman y Syvitski (1992) a nivel global, y los manglares, los efectos son más com-
lo ha estudiado Restrepo (2005) para las plejos ya que mientras se ha producido un
grandes cuencas colombianas. Está bien incremento de la planicie deltáica, muchas
documentado que la elevada deforestación áreas de manglar trasero han muerto en
en las microcuencas andinas tributarias pie por la alta sedimentación, y algunas
del río Magdalena es la responsable de que de ellas presentan un macrobentos pobre
este exhiba la tasa bruta de transporte de en especies (Blanco et al. 2013) (Figura 6).
sedimento más alta que cualquier otro río Aun no existen estudios sobre el efecto de
a lo largo de las costas Caribe y Pacífica de la sedimentación en los estuarios y en los
Suramérica (Restrepo 2005). Finalmente, tramos fluviales de las cuencas periféricas
para estimar el papel de la deforestación colombianas, pero se puede anticipar que
sobre la hidrología superficial en las zo- el principal efecto es la colmatación de los
nas donde no se han aforado los arroyos y lechos con arenas y limos, con el conse-
quebradas, será necesario utilizar aproxi- cuente taponamiento de cauces, tal como
Figura 5. Cambio de cobertura vegetal en la vertiente oriental del golfo de Urabá: ríos León maciones novedosas como los estudios de se ha observado en varios ríos en la región
(1961-2005) y Chigorodó (1961-2007) departamento de Antioquia. Fuente fotos: IGAC y ecología del paisaje fluvial y la modelación de Urabá (p. e. Río Turbo) (Blanco, obs.
Catastro Departamental de Antioquia. Modificado de: Arroyave-Rincón et al. (2012). hidrocartográfica (p. e. Blanco y Arroyave- pers., Figura 6).

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Intervenciones antropogénicas Tabla 1. Valores de áreas de drenaje, producción bruta y neta de sedimentos de varios
sobre la hidrología superficial ríos en las cuencas periféricas del Pacífico y Caribe colombiano. D.E. Desviación estándar.
La prevalencia de las actividades humanas N.D.=datos no disponibles. Superíndices: 1. Los datos de la serranía de Abibe solo incluyen
en las cuencas periféricas ha llevado ha la vertiente golfo de Urabá, 2. La suma del área total de las cuencas corresponde solo a las
numerosas intervenciones sobre la hidro- estaciones cercanas a la desembocadura (León, Currulao, Guadualito y Turbo). 3. Los datos
logía superficial y subterránea en las cuen- de la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) incluyen solo la vertiente norte en los departa-
cas periféricas colombianas. Por ejemplo, mentos de Magdalena y Guajira (pero se incluye el río Ranchería que nace en la parte norte
es común encontrar dentro de las grandes de la vertiente oriental). 4. La cuenca del Pacífico solo incluye los ríos de la serranía de Bau-
extensiones ganaderas a lo largo de toda dó y el río San Juan para efectos comparativos por su proximidad y su similitud climática
la planicie costera del Caribe, numerosos (no se incluyen los ríos más al sur porque no nacen en sistemas periféricos). Los grandes
represamientos de agua conocidos como a. ríos del Caribe se incluyen solo para efectos comparativos. S. D. Sin dato. Modificado de
estanques, albercas o jagüeyes, los cuales Restrepo (2005).
han interceptado la escorrentía que esta-
cionalmente concentran las microcuencas Área Producción bruta Producción neta
Cuenca Subcuenca Río
(km2) (ton año -1) (ton km-2 año -1)
de orden cero en los lomeríos, con el fin de
Chigorodó 100 215.300 1088
proveer de agua al ganado y a los peque-
ños cultivos durante el periodo de verano León 700 770.100 1007

(Figura 1). Esta interceptación tiene como Vijagual 40 21.900 548


efecto la desecación de los arroyos, la frag- Grande 70 43.800 626
mentación de sus cursos y la reducción del Zungo 50 29.200 584
nivel freático. Por otra parte, en las partes Apartado 160 62.000 585
Serranía de Abibe1
montañosas se estima que hay un número Carepa 150 317.500 2048
b.
alto, pero indefinido, de pequeñas tomas Currulao 230 237.300 1023
de agua, algunas con pequeñas represas Guadualito 80 31.000 369
con el potencial de bloquear los movi- Turbo 160 73.000 445
mientos migratorios aguas arriba y aguas Promedio (D.E.) 174 (194) 180.110 (232.263) 832 (497)
abajo de los peces y camarones (Figura 7).

Caribe
Suma2 1.170 1.111.400 2.844
Sin embargo, los desarrollos mayores se
Gaira 30 1.400 42
han hecho con fines de provisión de agua
Guachaca 260 11.300 43
para riego, como es el caso de los embal-
Don Diego 520 22.600 43
ses El Playón y Matuya en los Montes de
María en jurisdicción de Bolívar (Figura Ancho 540 28.800 53
SNSM3
1), los cuales surten el distrito de riego de Palomino 680 51.100 75
María La Baja, construido por el gobierno c. Ranchería 2.240 102.200 46
de Carlos Lleras Restrepo en los años se- Promedio (D.E) 711 (784) 36.233 (36.466) 50 (13)
senta para mantener los cultivos de arroz, Suma 4.270 217.400 302
pero actualmente mantiene los cultivos de Figura 6. a – b) Acumulación de arenas y Atrato 35.700 11.260.000 315
palma africana. Se desconocen los impac- colmatación del cauce de la parte baja del Mulatos 10.200 211.700 208
Grandes ríos
tos ecológicos de estas dos represas, pero río Turbo, golfo de Urabá, producto de la Sinú 101.800 6.100.000 589
como en la mayoría de los casos, algunos erosión de laderas en la parte alta; c) árbo- Magdalena 257.430 143.900.000 559
de los efectos más visibles que se podrían les del mangle negro, Avicennia germinans, Chocó norte 21.800 S.D. S.D.
hipotetizar son la pérdida de conectividad Pequeños ríos
Pacífico 4

muertos en pie como producto de la sedi- Baudó 5.400 S.D. S.D.


de las poblaciones de peces de agua dulce, mentación en el delta del río Turbo. Fotos: San Juan
la invasión de especies de peces y plantas J. F. Blanco. Grandes ríos 14.300 1.6420.000 1150
(Malaguita)

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acuáticas foráneas y la pérdida del regí- Santa Marta, en donde desvios de cauces un incremento de los conflictos entre los mente la ciudad de Santa Marta y la zona
men natural del caudal que alimenta a la y construcciones de canales de riego y de usuarios ubicados en las partes altas y ba- turística de El Rodadero experimentaron
ciénaga de María La Baja. Hoy se comenta drenaje han disminuido la conectividad hi- jas de los ríos. Aunque la carencia de otras racionamientos por la sequía de los naci-
de manera informal que ya han perdido drológica entre la Ciénaga Grande de Santa represas en sistemas más permanentes y mientos de los ríos Manzanares y Gaira
gran parte de su capacidad por la colmata- Marta y los ríos que la nutren debido a las con mayor incidencia de especies de peces que surten sus acueductos, respectiva-
ción y muchos canales han sido destruidos adecuaciones de tierra por más de un siglo. diádromos parece haber evitado los pro- mente (http://www.metroagua.com.co).
por acciones ilegales. Un caso similar ocu- Por otra parte, la sequía superficial (o de blemas de disminución de poblaciones de Por otra parte, la sobre-demanda que tie-
rre en el distrito de riego de Tucurinca en caudales), cada vez más común en la zona, estas especies, las experiencias sobre los nen los mismos es causa de la interrup-
la zona bananera del Magdalena en el pie- ha conllevado al reemplazo del banano por problemas ambientales y las soluciones de ción del servicio, ya que la primera pasó
demonte occidental de la Sierra Nevada de la palma de aceite en grandes predios y a manejo que se han presentado en otros paí- de 250.000 a 500.000 habitantes en po-
ses insulares y costeros del Caribe y del Pa- cos años sin las mejoras requeridas por la
cífico, pueden ser referentes útiles a la hora infraestructura de acueducto.
de diseñar las bocatomas de los acueductos
veredales (March et al. 2003, Greathouse La reducción de caudales medios es clara-
et al. 2006). Es entonces, aparentemente, mente una consecuencia del incremento
más impactante la intervención sobre los de la captación del agua superficial y de la
recursos hídricos en las planicies asocia- deforestación de las cuencas, pero a ello se
dos con las actividades agropecuarias, la le suma la reducción de la precipitación (se
cual podría redundar en la disminución de manifiesta en la disminución de los cauda-
especies diádromas río arriba a pesar de les máximos) no solo asociada con la fase
que las cabeceras se mantengan bastante El Niño del ENSO (Capítulo 2), sino con
conservadas, tal como ha sido el caso de los el calentamiento atmosférico. Reciente
camarones en el Parque Braulio Carrillo en Poveda y Álvarez (2012) en su revisión de
a. b. la cordillera central de Costa Rica a causa tendencias hidrológicas de varias estacio-
de la actividad bananera en la planicie del nes del país, confirmaron que los caudales
Caribe (Snyder et al. 2013). máximos de varias cuencas periféricas
disminuyen de manera significativa en
Reducción de los caudales debido el Caribe durante los recurrentes años El
a la variablidad y calentamiento Niño (ver Sabana Nueva y Montería en
atmosféricos Córdoba, Cuestecita-Cesár en la Sierra Ne-
La hidrología superficial de las cuencas vada de Santa Marta, La Gabarra en serra-
periféricas de Colombia, particularmen- nía de Perijá). Adicionalmente, mostraron
te en la región Caribe, ya muestra signos que estaciones como Montería y La Gaba-
de alta afectación por parte de la varia- rra, con registros de por lo menos 30 años,
bilidad climática inter-anual y el calenta- han presentado una tendencia negativa,
c. d. miento atmosférico. Por ejemplo, duran- confirmando que las series no son estacio-
te el reciente fenómeno El Niño 2014, las narias, lo cual debe ser tenido en cuenta
Figura 7. Tipos de tomas de agua. a) Represa baja (quebrada La Carolina, Capurganá, mu- noticias mostraron que los embalses El para el manejo de los embalses y acueduc-
nicipio de Acandí, Chocó); b) represa alta (quebrada Capurganá, Capurganá, municipio de Playón y Matuya que alimentan el distri- tos, y los diseños de los nuevos sistemas.
Acandí, Chocó); c) toma lateral (quebrada Ilú, Parque Nacional Natural Gorgona); d) repre- to de riego de María La Baja alcanzaron el Como consecuencia de la prolongación de
sa baja utilizada para generación hidroeléctrica (quebrada Pizarro, Parque Nacional Natu- 50 y 40% de su nivel durante la sequía del la sequía estacional por efectos de El Niño
ral Gorgona). Nótese que la represa alta bloquea la migración de fauna diádroma río arriba, primer semestre. Por otra parte, los mu- y del calentamiento atmosférico, la fauna
pero el sistema de toma mediante rejilla (a-c) o tubo (d) en los cuatro ejemplos captura un nicipios de la vertiente norte de la Sierra diádroma podría experimentar disminu-
número significativo de larvas derivando aguas abajo. Fotos: J. F. Blanco. Nevada de Santa Marta, pero principal- ciones poblacionales o contracciones del

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ámbito de distribución en algunas que- plos para el Caribe, puede encontrarse en


bradas del Caribe colombiano, tal como se Jiménez-Segura et al. (2011), Álvarez-
ha observado en camarones de la isla de León et al. (2011) y Gutiérrez et al. (2012).
Puerto Rico (Covich et al. 2006 y referen-
cias allí incluidas). Vulnerabilidad de los servicios
ecosistémicos y los sistemas
Otras perturbaciones dentro socioecológicos en las cuencas
de los cauces
Hay poca información sobre perturbacio-
periféricas ante el cambio
nes adicionales en las cuencas periféricas climático
de Colombia, pero es claro que existen o Para abordar las dos últimas secciones a. b.
podrían existir algunos problemas de de este capítulo y del cuerpo del libro, se
contaminación con aguas residuales y empleará la definición de vulnerabilidad
desechos sólidos, extracción de arenas, como el grado de susceptibilidad y la inca-
urbanización, sobrepesca e introducción pacidad de un sistema para enfrentar los
de especies, tal como se ha observado en efectos adversos del cambio climático (Pé-
otros sistemas insulares y continentales rez et al. 2008), dado que éste se considera
costeros tropicales (Brasher 2003, Brasher como la mayor amenaza ambiental del pla-
et al. 2004, Ramírez et al. 2009, 2012). En neta ya que incide y cambia el sistema cli-
la planicie costera del Caribe es común ver mático de varias maneras, tanto en la par-
los arroyos como sitios de vertimientos de te terrestre como oceánica (IPCC 2013).
aguas residuales y de disposición de basu- Para Colombia, se estima que el nivel del
mar ha aumentado entre 3 y 5 milímetros c. d.
ras, explotaciones ilegales pero permanen-
tes de arena y piedras de río, y caños cana- anuales, la precipitación ha disminuido en
lizados en los tramos que atraviesan las algunas localidades (aunque ha aumenta-
Figura 8. Perturbaciones dentro de los
cabeceras municipales (p. e. San Andrés y do en la mayoría), los caudales máximos se cauces. a) Eutrofización por vertimiento
Providencia, Lasso et al. 2015) (Figura 8). han reducido en la región Caribe, la tem- directo de aguas residuales (zona rural del
En los ríos, quebradas y arroyos con caudal peratura mínima mensual ha incremen- municipio de San Onofre, Sucre); b) dispo-
permanente se han observado tilapias, tu- tado en 8 ºC durante los últimos 50 años sición de basuras en la ribera (río Chinuli-
cunarés y otras especies introducidas que cerca de los páramos y glaciares, y estos to, municipio de Toluviejo, Sucre); c) cana-
se escapan de los estanques de cultivo ar- últimos han retrocedido entre 15 y 20 m lización (cabecera municipal del municipio
tesanal (Blanco, obs. pers., Gutiérrez et al. año -1, y particularmente en la Sierra Ne- de Toluviejo, Sucre); d) extracción perma-
2012). Por otra parte, la pesca de larvas de vada de Santa Marta han presentado una nente de arenas (arroyo Cascajo, munici-
gobiidos podría ser una práctica insosteni- disminución de 4 km2 entre 1989-2007 e. pio de San Onofre, Sucre); e) extracción
ble ya que atrapa un estadío de vida vulne- (Pabón 2003, Poveda y Pineda 2009, Po- ocasional de material de arrastre (desem-
rable y no permite su desarrollo hasta al- veda y Álvarez 2012, Vernette et al. 2012). bocadura del río Capurganá, municipio de
canzar la maduración sexual (Capítulo 3). Todas estas manifestaciones de los cam- Acandí, Chocó). Fotos: A. Arroyave-Rincón
De hecho, algunos pobladores de El Valle bios globales se espera que interactuen (a-c), J. F. Blanco (d), C. Escobar-Sierra (e).
en el Chocó afirman que el recurso ha dis- con los paisajes visiblemente antropizados
minuido pero no se tiene la noción de que del Caribe continental e insular (González
se deba a la sobrepesca (Carvajal-Quintero et al. 2011), probablemente magnificando Se prevé un impacto importante en los et al. 2011a, Ruíz et al. 2011, Young et al.
2011). Finalmente, información cuantita- los impactos ecológicos y sociales, y de ecosistemas andinos de alta montaña, 2011). Los páramos, por ejemplo, tien-
tiva sobre las pesquerías en los embalses esta forma aumentando la vulnerabilidad que son muy sensibles a los cambios en la den a disminuir porque las condiciones
y las especies exóticas, con algunos ejem- de los sistemas socioecológicos acoplados. temperatura y la precipitación (Anderson se están dando para el establecimiento

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de plantas típicas de menor altitud. Por lo ten una mayor variabilidad de caudales tierras, en el cual el departamento de Su- Abibe y de la vertiente occidental de
tanto, se anticipan impactos significativos en la medida que se pierda la capacidad cre presenta los mayores problemas del la Sierra Nevada de Santa Marta tie-
en cascada en las cuencas periféricas de la de regulación hidrológica de los bosques. país (78% de los suelos afectados por mala nen un uso adecuado por la ubicación
Sierra Nevada de Santa Marta, dado que Principalmente se espera que los efectos planeación del territorio, siendo el 42% de las zonas bananeras de acuerdo a la
algunas están alimentadas por glaciares y de El Niño y La Niña se vuelvan más se- sobre-utilizado y el 36% sub-utilizado) y clasificación agrológica, pero por esa
páramos y muchas de ellas por bosques de veros en la serranía del Baudó. Será nece- otros departamentos costeros caribeños razón las convierte en sistema socio-
niebla, todos ellos ecosistemas que se pre- sario monitorear la hidroclimatología de se encuentran dentro de los 10 primeros, a ecológico acoplado o sistema produc-
dice disminuirán o desaparecerán durante la isla Gorgona y otros parques nacionales continuación se describen los principales tivo dominante.
los próximos 50 años. Dado que el SE de naturales (p. e. Utría y Málaga-Uramba) patrones para apoyar los análisis futuros • La zona de planicie de la peninsula de
provisión de agua es el que más impacto para anticipar las tendencias del calenta- de vulnerabilidad de las cuencas pericon- La Guajira que rodea a la serranía de
tiene sobre la sociedad, por ejemplo en los miento global. Finalmente, zonas secas, tinentales principalmente ante la sequía Macuira tiene un uso adecuado y solo
alrededores de la Sierra, se esperan dismi- subxéricas y xéricas como el Caribe insu- (también consultar: http://geoportal.igac. presenta algunas áreas de pastoreo
nuciones significativas como producto de lar, la península de La Guajira y la serranía gov.co:8888/siga_sig/Agrologia.seam): caprino sub-utilizadas en matorrales
la interacción entre la deforestación de los de Perijá, deben ser monitoreadas porque • Las zonas planas del Caribe donde en las inmediaciones de las ranche-
bosques de alta montaña y de tierras ba- además de encontrarse amenazadas por la existen extensos potreros tienen con- rías.
jas, la disminución del tiempo y cantidad disminución de caudales, ya están en ries- flictos de uso por sub-utilización.
de la precipitación y el aumento de la tem- go por poseer niveles medios bajos y por • Las zonas de lomeríos (p. e. San Se recomienda seguir las experiencias re-
peratura, lo cual no sólo se traducirá en los poseer poblaciones humanas asentadas en Onofre) y de piedemonte (p. e. San cientes de evaluación del impacto tanto de
sus cuencas (IDEAM 2010, IGAC 2014), lo Onofre y Toluviejo, municipios de pie- los cambios de cobertura como del cambio
caudales máximos, sino en los promedios
demonte de las vertientes occidental
como producto de la reducción de la hume- cual confiere en conjunto una alta vulne- climático, sobre las cuencas hidrográficas
y oriental y algunas cuencas de la ver-
dad del suelo, tal como se ha venido regis- rabilidad socio-ecosistémica. costeras en el Bosque Experimental de Lu-
tiente norte Sierra Nevada de Santa
trando en otras regiones del país (Poveda qillo o El Yunque en Puerto Rico, los cuales
Marta), tienen conflictos por sobreu-
y Álvarez 2012). También se prevee una Todas las amenazas sobre las cuencas peri- son modelos a seguir para toda la cuenca
so.
mayor oscilación entre los eventos extre- féricas serán manifestadas sobre sus eco- del Caribe (Murphy y Stallard 2012, Jen-
• Las zonas en las inmediaciones de los
mos (crecientes y sequías). sistemas terminales, interactuando con el nings et al. 2014).
humedales de la planicie costera y de
ascenso del nivel del mar. Los cambios en
los manglares del golfo de Morros-
En los sistemas periféricos más bajos en la cronología y volumen de la escorrentía quillo también tienen conflictos por Elementos para el uso sostenible
zonas de vida de bosque seco y bosque de agua dulce afectarán la salinidad, dis- sobreuso. de las cuencas pericontinentales
sub-húmedo o húmedo del Caribe, se es- ponibilidad de sedimentos y nutrientes y • Las zonas de planicies de pequeñas Existen muchas herramientas para la ges-
pera que la vulnerabilidad ante el calen- a los regímenes de humedad de los ecosis- cuencas costeras y valles transversa- tión de las cuencas hidrográficas por lo
tamiento atmosférico se incremente con temas costeros (Bates et al. 2008). Aunque les de las serranías del Darién y del cual esta última sección no pretende hacer
el aumento de la deforestación. De hecho, solo se ha informado de manera detallada Baudó, tienen sobreuso. Estas son: ni un análisis comparativo, ni una revisión
el IDEAM (2010), ha pronosticado que la sobre los cambios ecológicos en los man- ríos Tolo y Acandí (Caribe), ríos Ju- exhaustiva. Por el contrario, se proponen
subzona hidrográfica de los Montes de glares del río Turbo en Urabá como pro- radó, Partadó, Curiché, Cupica (Pací- solo algunas herramientas como punto de
María y golfo de Morrosquillo serán una ducto de los cambios en su cuenca (Blanco fico norte), quebrada Mecana (bahía partida de la discusión del manejo basado
de las áreas que experimentarán mayor et al. 2013), existen varios casos bien do- Solano), ríos Valle, Juribidá, Tribugá, en ecosistemas con fines de uso sostenible
vulnerabilidad socio-ecosistémica como cumentados de colapsos ecológicos de los Nuquí, Pangui, Coqui, Jobí, Arusí y de las cuencas periféricas colombianas,
producto de la baja oferta de recursos hí- manglares y otros ecosistemas costeros otros, entre cabo Corrientes y la már- las cuales tienen particularidades en su
dricos y el incremento de las demandas. ubicados en las desembocaduras de gran- gen norte del río Baudó. estructura biótica y su funcionamiento
En la vertiente del Pacífico es prematuro des ríos del Pacífico y Caribe colombiano • En el Caribe insular: isla Providencia ecosistémico, tal como se ha descrito en
anticipar los efectos generalizados del ca- (ver Restrepo y Alvarado 2011). como un todo y la parte de lomerío los capítulos anteriores. A continuación se
lentamiento atmosférico, sin embargo se central de la isla de San Andrés. discuten los siguientes elementos: 1) cau-
espera que las zonas más deforestadas y al Dado que el IGAC (2014) recientemente • Las zonas de cultivos extensivos per- dales ambientales; 2) conectividad tanto
mismo tiempo más pobladas, experimen- publicó el mapa de conflictos de uso de manentes del sur de la serranía de hidrológica como ribereña; 3) restaura-

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ción de riberas y cauces y 4) herramientas ninguno de los tres anteriores métodos ya de la ecología fluvial consideran a estos tastróficas para las poblaciones o para los
de gestión de las cuencas periféricas y sus sea para una cuenca costera o para alguna ecosistemas como elementos insertados ecosistemas. En el Caribe colombiano, la
recursos hidrobiológicos. especie diádroma. En el Caribe, solo se ha dentro del paisaje terrestre, y como pai- conectividad hidrológica ha sido reducida
aplicado el método de caudal incremental sajes (acuáticos) en si mismos (Wiens como consecuencia de la construcción de
Caudales mínimos, ecológicos para camarones diádromos del Bosque 2002). Como paisajes acuáticos presentan pequeñas represas, puentes y canalizacio-
y ambientales Experimental de Luquillo, determinando atributos tales como heterogeneidad, di- nes, además de las alteraciones de cauces
Estos conceptos han sido ampliamente un requerimiento de Q98 (caudal con una reccionalidad y jerarquía espacial (Poole por extracción de material de arrastre e
discutidos y aplicados en cuencas conti- duración del o excedido el 98% del tiem- 2002, Wiens 2002), además de la conec- interceptación de tributarios, que inte-
nentales de todo el mundo, sin embargo, po) (Scatena y Johnson 2001). Para una tividad con su entorno y consigo mismos rrumpen el libre flujo de los caudales re-
son pocos los casos aplicados a las cuencas revisión de los métodos más utilizados en (conectividad longitudinal del caudal y manentes durante los períodos de sequía,
costeras. En términos generales, los cau- el Caribe y los Andes se recomienda con- de las poblaciones de diferentes especies) tal como hemos observado en varios arro-
dales mínimos, ecológicos o ambientales sultar a Scatena (2004) y Anderson et al. (Fausch et al. 2002). Actualmente, además yos del departamento de Sucre (Blanco y
hacen referencia a las “demandas” o “ne- (2011b), respectivamente. Por lo tanto, de considerar la conectividad como una Arroyave-Rincón, obs. pers.) (Figura 9).
cesidades” de los ecosistemas acuáticos se recomienda investigar sobre métodos propiedad lineal de los ejes longitudinal y
(incluyendo algunas veces a las zonas ri- simples (centrados en especies diádromas) lateral de las corrientes de agua, también Conectividad de los corredores
bereñas). Colombia incorporó el concepto y holísticos para determinar las necesida- es considerada como el resultado de las ribereños
de caudal ambiental mediante el Decreto des de caudal de las quebradas periconti- propiedades geométricas de las redes flu- Los bosques ribereños en buen estado de
3930 del 25 de octubre de 2010 del Mi- nentales, debido a que ellas y sus especies viales, que pueden ser medidas a diferen- conservación, no solo sirven de hábitats y
nisterio del Medio Ambiente, Vivienda y afrontan sequías de cauces recurrentes, tes escalas espaciales (Benda et al. 2004). corredores para mamíferos, aves, reptiles
Desarrollo Territorial, definiéndolo como las cuales pueden ser agravadas por ex- De esta manera, la conectividad hidrológi- y anfibios, sino que disminuyen el impac-
“Volumen de agua necesario en términos tracciones excesivas. Sin embargo, este es ca es una función de: 1) la densidad de la to de actividades agropecuarias y de asen-
de calidad, cantidad, duración y estacio- un desafío mayor en las quebradas o arro- red de drenaje a la escala de la cuenca; 2) tamientos de poblaciones humanas sobre
nalidad para el sostenimiento de los eco- yos con regímenes marcadamente estacio- la proporción entre el número y longitud los ambientes acuáticos interceptando las
sistemas acuáticos y para el desarrollo de nales o aun efímeros (Hughes 2005). Da- acumulada de segmentos orden 1-2 y orde- escorrentías de contaminantes, incluyen-
las actividades socioeconómicas de los das las limitaciones para ampliar la red de nes mayores a la escala de la red de drenaje do nutrientes y sedimentos (Naiman et
usuarios aguas abajo de la fuente de la cual monitoreo hidroclimatológico del IDEAM y 3) el número de nodos o tributarios a lo al. 2005). Dado que las funciones de há-
dependen tales ecosistemas”. A pesar de lo en los sistemas periféricos, es importante largo de un segmento (Benda et al. 2004). bitat, corredor y barrera de los bosques
intuitiva que resulta esta definición, las priorizar el establecimiento de nuevas es- ribereños dependen en gran medida de su
autoridades ambientales aun se encuen- taciones dentro de los parques nacionales En los ríos y quebradas pericontinentales conectividad a lo largo de las redes de dre-
tran discutiendo cuales serán los métodos con recursos propios o de investigación, de Colombia, pero particularmente en los naje en las cuencas hidrográficas, una de
preferidos para utilizar en los licencia- no solo para apoyar el desarrollo de con- arroyos del Caribe, el manejo (incluyendo las estrategias planteadas para restituir
mientos de concesiones de agua, aunque ceptos y métodos de establecimiento de la restauración) de la conectividad hidro- dicho atributo en las áreas impactadas es
existe una primera propuesta de método caudales ecológicos y ambientales, sino lógica toma un papel primordial para la la restauración de la vegetación arbórea
holístico (p. e. UNAL 2008) y por otro lado, para monitorear la variabilidad y el cam- integridad de los ecosistemas y la biota (Bennet 2003, Naiman et al. 2005). En las
algunos expertos han usado tradicional- bio climáticos. acuática, debido a la ocurrencia estacional cuencas periféricas colombianas, a pesar
mente el método del caudal incremental de la sequía de tramos y a la presencia de de que el Código Nacional de Recursos
(p. e. Diez-Hernández y Ruíz-Cobo 2007). Conectividad hidrológica especies de peces y camarones diádromos. Naturales renovables y de Protección al
Sin embargo, el IDEAM (2010) utilizó para Esta es la característica más determinan- Dado que las especies diádromas y algunas Medio Ambiente estipula que se deben
sus análisis en el Estudio Nacional del te de la condición ecológica en los ríos, dulceacuícolas primarias tienen migracio- mantener por lo menos 30 m de protec-
Agua una aproximación hidrológica basa- quebradas y arroyos ya que condiciona la nes a lo largo de los ríos, la disminución ción al lado del cauce, muchas riberas han
da en la curva de duración, a manera de existencia de un hábitat para las especies de la conectividad hidrológica (usualmen- sido deforestadas. Particularmente en el
estimativo más que como un procedimien- acuáticas (Freeman et al. 2007) y el mo- te la desconexión entre las cabeceras y las Caribe colombiano, los bosques secos, in-
to para toma de decisiones de extracción vimiento longitudinal y lateral de mate- zonas planas según uno de los modelos de cluyendo los ubicados en las zonas ribere-
de aguas de corrientes de agua específi- ria, energía e información (Ward 1989). Lake 2003) por razones naturales o antro- ñas, se encuentran en un estado de alta
cas. Hasta el momento no se ha utilizado Por esta razón, las visiones modernas pogénicas puede traer consecuencias ca- fragmentación, relictualidad y compo-

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a. b.

c. d.

Figura 9. Pérdida estacional de la conectividad hidrológica superficial en el piedemonte de


la serranía de San Jacinto (zona rural del municipio de Toluviejo, Sucre). a – b) Arroyo Chi-
nulito mostrando su variabilidad en la conectividad hidrológica durante la época de lluvias
y la época de sequía. Durante la época se aguas bajas, las pocas piscinas profundas rema-
nentes (c) son utilizadas como refugio ante la sequía por los peces que tienen mayor capa-
cidad para soportar la hipoxia (p. e. Hoplias malabaricus) (d). Fotos: A. Arroyave-Rincón.
c. d.

sición de especies distintiva, después de primarios fueron intervenidos por prime- Figura 10. Conectividad de los corredores
reiterados ciclos de crecimiento secunda- ra vez hace más de 100 años para esta- ribereños del piedemonte de la serranía de
rio (Etter et al. 2006, 2008, Manco 2013, blecer pasturas para la ganadería, siendo San Jacinto (zona rural del municipio de
García et al. 2014), concordando con la de- talados a ras de suelo durante los siguien- San Onofre, Sucre). a – b) Árboles viejos
finición de “nuevos bosques” de cuencas tes 10 a 20 años (Etter et al. 2005, 2008). remanentes en potreros y riberas, respec-
periféricas insulares como las de Puerto En consecuencia, muchos de los bosques tivamente (nótese que la persona que sirve
Rico (Lugo y Helmer 2004, Molina-Co- secos con características relictuales, cre- de referencia mide aproximadamente 1,8
lón et al. 2011). Aunque algunos de estos cimientos secundarios de avanzada edad m); c – e) pérdida de la conectividad vege-
“nuevos bosques” en el Caribe colombia- (>20 años) o con regeneración reciente, se tal de la zona ribereña debido al estable-
no puedan encontrarse en un estado su- encuentran en las porciones montañosas cimiento de potreros, cultivos (plátano)
cesional avanzado, se ha encontrado que de las serranías y en las zonas ribereñas e. y viviendas, respectivamente. Fotos: A.
se originaron despues de que los bosques encañonadas en donde la actividad gana- Arroyave-Rincón.

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han promovido el incremento de árboles y Jesús-Crespo y Ramírez 2011a,b, Ramírez


arbustos en arreglos agroforestales den- et al. 2014, Rodríguez y Ramírez 2014) o
tro de los sistemas agropecuarios tradi- algunas zonas costeras colombianas (p.
cionales (Mahecha 2002, Chará y Giraldo e. Guerrero-Bolaño et al. 2003), no los
2011a, b, Murgueitio et al. 2011, Vargas propuestos para las zonas continentales
y Ramírez 2014). Estos nuevos sistemas debido a las diferencias hidrológicas, geo-
silvopastoriles, que asocian árboles, ar- morfológicas, ecosistémicas y faunísticas
bustos forrajeros, pastos y ganado, cum- ya explicadas en los capítulos precedentes.
plen funciones ecológicas reflejadas en la
conservación y mejoramiento del suelo, Finalmente, uno de los grandes desafíos
f. g. fijación de nitrógeno, conservación de la que tendrá que afrontar la reforestación
biodiversidad, reciclaje de nutrientes y ribereña en la región del Caribe es la au-
control de la erosión. Además, contribu- sencia de condiciones de referencia (bos-
yen a la reducción de emisiones de gases que conservado de la zona o región simi-
de efecto invernadero a través de la cap- lar), que permita conocer las especies y los
tura de carbono, mejora en la calidad de componentes que se quieren recuperar, tal
los suelos y reducción de procesos de defo- como lo proponen SER (2004) y Vargas y
restación, reducción de pesticidas y otros Ramírez (2014). Sin embargo, las acciones
insumos. Todo lo anterior contribuye a la dependerán del potencial de restauración
prestación de servicios ambientales simi- y estado del área ribereña, el estado del
lares a los que prestan los bosques nativos. suelo, la cercanía a bosques que permita
En el Caribe colombiano, se podría utilizar la dispersión de semillas, la posibilidad
h. i. el manejo silvopastoril para promover la de adquirir plántulas y las posibilidades
reforestación ribereña con el fin de incre- de monitoreo. En algunos casos, habrá
mentar su conectividad y su papel como que enriquecer la zona con árboles nativos
Figura 10. Continuación. f) conectividad artificial debido a la siembra de un cerco vivo; g protector de los ecosistemas fluviales. De pioneros que posibiliten la regeneración
– h) provisión de hábitat y corredor para la fauna silvestre (mono aullador y pájaro carpin- hecho, en algunas experiencias de investi- de nuevas plántulas en tiempos más cor-
tero, respectivamente) por parte de la zona ribereña del río Palenquillo que conecta a los gación en la zona andina se ha determina- tos o facilitar el surgimiento de especies
tramos de planicie con el piedemonte de la serranía de San Jacinto; i) servicio de regulación do que los corredores ribereños cumplen que regeneran bajo otras de crecimiento
climática de la vegetación ribereña y remanente en los potreros que ofrece sombra al gana- funciones fundamentales en la regulación más denso o rastrojos. En otros casos,
do. Fotos: A. Arroyave-Rincón. hídrica, particularmente en quebradas de será necesario rehabilitar las áreas ribe-
menor orden, las cuales son más vulne- reñas, es decir, llevarlas a un nuevo esta-
rables al deterioro por el impacto de acti- do funcional, así no sea el original, para
vidades agropecuarias o urbanas (Chará garantizar el cumplimiento de algunas
dera ha tenido una menor influencia (Fi- (Giraldo et al. 2013). Dichas experiencias 2004), las cuales pueden servir de referen- funciones y servicios mínimos. Existen
gura 10) (Cavelier et al. 1998, Etter et al. van desde el proceso de aislar la franja ri- tes. Un aspecto clave para medir el éxito un amplio conocimiento sobre estrategias
2005, Sánchez-Cuervo et al. 2011, García bereña (construcción de una cerca) para de los esfuerzos de reforestación ribereña de restauración en diferentes ecosistemas
et al. 2014). evitar cualquier actividad en dicha zona, es el monitoreo de los macroinvertebra- que ha sido acumulado por las sociedades
hasta las intervenciones más precisas con dos acuáticos y variables ecosistémicas, científicas dedicadas al tema (“Society for
Por lo tanto, las experiencias de restaura- enriquecimientos vegetales para acelerar tal como se ha hecho en algunos ejemplos Ecological Restoration” www.ser.org; “Red
ción de los bosques ribereños, principal- la restauración del bosque. Para el Caribe en zonas andinas (Chará 2004). Dicho Colombiana de Restauración Ecológica”
mente en la región andina, han buscado colombiano existen algunas estrategias monitoreo en las cuencas perifericas co- www.redcre.com) y más recientemente se
entonces recuperar la vegetación nativa de reforestación del bosque seco desarro- lombianas debe utilizar, sin embargo, los realizó un publicación específica para el
y, con ello, las funciones ecológicas del lladas dentro de iniciativas de producción métodos propuestos para islas en otras bosque seco (Vargas y Ramírez 2014). Sin
bosque y su efecto sobre las quebradas más amigables con el ambiente, las cuales partes del mundo (p. e. Puerto Rico: De embargo, aunque existen principios gene-

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rales para la restauración en zonas agro- acueductos, no tienen un POMCA apro- jore en otras jurisdicciones a partir de los eje bananero o Polo Regional de Desarro-
pecuarias y urbanas (Sánchez et al. 1992, bado y muchos se encuentran en fase de compromisos que adquiera el país como llo de Urabá, compuesto por el tramo en-
Jackson et al. 1995), se debe partir de la formulación o de ajuste, en parte porque consecuencia del periodo post.-2015 de los tre los municipios de Turbo y Mutatá, sin
premisa que cada experiencia de restaura- muchos municipios pequeños ni siquiera Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la descuidar otros sistemas menos poblados
ción de las zonas ribereñas debe realizar tienen un POT. Es sorprendente que sean Década de Acciones “Agua Fuente de Vida” (Figura 11). Las ciudades de acuerdo a los
su propia descripción de las condiciones pocos los POMCA aprobados o en etapa de (2005-2015) de la Organización de las Na- conceptos modernos de ecología y planifi-
actuales y de las condiciones de referen- ajuste, mientras un gran número de cuen- ciones Unidas (Programa Agua). cación del territorio deben ser considera-
cia (Sweeney y Czapka 2004). Adicional- cas se encuentran en etapa de formula- dos como sistemas sociales y ecológicos
mente, en las áreas más degradadas puede ción o no han sido iniciadas las gestiones. Por otra parte, las autoridades ambien- acoplados (SSEA) (Lugo 2014, Muñoz-
ser necesaria la restauración de cauces y Este incumplimiento de elaboración de tales y municipales y las comunidades de Erickson 2014) y, por lo tanto, ofrecen un
lechos, sin embargo, a menos que estén los POMCA está relaciona con la debili- científicos pueden aprender de casos exi- excelente escenario para la interacción de
canalizados, la restauración de riberas y dad de algunas corporaciones autónomas tosos de interacción multisectorial para diferentes actores con el objetivo de resol-
medidas de exclusión de actividades hu- regionales o de desarrollo sostenible. Los el manejo de las cuencas hidrográficas, ver los problemas ambientales y ordenar
manas y de semovientes es suficiente para mejores referentes son los procesos de ela- tales como la estrategia HELP (Hydrolo- el territorio sobre bases científicas. Los
que los ecosistemas inicien un proceso de boración de los POMCA del río Piedras-río gy for the Environment for the Life and paisajes agropecuarios o rurales también
recuperación natural (Herbst et al. 2012). Manzanares y de varios ríos del Urabá an- Policy) de la UNESCO y el programa UL- pueden ser considerados SSEA. De hecho,
tioqueño. TRA (Urban Long-Term Research Area) dado que el IGAC (2014) recientemente
Herramientas de gestión de las de la Fundación Norteamericana para clasificó los conflictos de uso de la tierra
cuencas hidrográficas y sus recursos Sin embargo, la promulgación de la Po- las Ciencias. Dichas herramientas de en las cuencas colombianas, su propuesta
hidrobiológicos lítica Nacional para la Gestión Integral manejo e investigación, respectivamen- de sistemas productivos concuerda con los
El país cuenta con una base de leyes y del Recurso Hídrico (PGIRH) publicada te, fueron acogidas en la isla de Puerto criterios de los SSEA. Los sistemas pro-
normas suficiente para la gestión de las en 2010, el estado de crísis generado por Rico (http://136.145.54.27/~catec/help/; ductivos identificados en las costas colom-
cuencas hidrográficas en general, que la ola invernal de 2010-2011 y un mayor http://sanjuanultra.org). En la primera, bianos son:
simplemente debe aplicarse de manera control de los asuntos ambientales por se aprovechó la base científica existente • Costa Caribe desde la serranía del Da-
generalizada a las cuencas periféricas. Por parte de la Contraloría General de la Na- para el Bosque Experimental de Luquillo rién hasta la Sierra Nevada de Santa
ejemplo, el Decreto Presidencial 1729 de ción, están contribuyendo a cambiar este para permitir el diálogo entre las ciencias Marta, dominados por la actividad
agosto de 2002 (reglamentando apartes panorama. Aun en los casos que existían hidrológicas y las biológicas con las comu- ganadera.
de la Ley 388 de 1997 y el Decreto 879 de POMCA, el Fondo Nacional de Adaptación nidades y los administradores de recursos • Zonas bananeras: Apartadó y Carepa
1998, ambos sobre los Planes de Ordena- solicitó modificar dichos planes en los mu- naturales para el manejo de las cuencas hi- en Urabá, y Aracataca, Fundación y
miento Territorial, POT), no solo definió el nicipios y departamentos más afectados drográficas (Ortiz-Zayas y Scatena 2004, Zona Bananera en Magdalena.
concepto de cuenca hidrográfica sino que por las inundaciones durante el Fenómeno Scatena et al. 2008), mientras que en la • Zonas montañosas de las serranías de
obligó a las autoridades ambientales a la La Niña 2010-2011 para incluir la variable segunda se propuso de antemano que la Abibe, San Jacinto y Sierra Nevada.
elaboración de un plan de ordenamiento “riesgo”. Por ejemplo, en la jurisdicción actividad científica debía contribuir a la • Costa del Chocó norte (costero).
y manejo (POMCH), como principal herra- de la Corporación Autónoma Regional solución de los problemas ambientales de • Costa del Chocó Sur entre las desem-
mienta de gestión de los recursos hídricos del Magdalena (CORPAMAG), la Subzona la ciudad de San Juan (Muñoz-Erickson bocaduras de los ríos Baudó y Docam-
y otros. Sin embargo, dada la magnitud de Hidrográfica del río Piedras - río Manza- et al. 2014a, b). Dichas experiencias son padó.
la tarea debido al alto número de cuencas nares (código IDEAM 1501), que también referentes de manejo integrado de los re-
hidrográficas dentro de la jurisdicción de incluye a las microcuencas de los ríos Cór- cursos hídricos para subregiones, grandes Estos sistemas productivos o SSEA coin-
muchas de las corporaciones autónomas doba, Toribio, Gaira, Manzanares, Piedras ciudades y áreas metropolitanas costeras ciden grosso modo con las Unidades Am-
regionales, se priorizó la elaboración de y otras corrientes menores directas al mar colombianas, particularmente las del Ca- bientales Costeras (UAC) designadas para
los planes de ordenamiento y manejo solo Caribe, fue seleccionada como Cuenca Pi- ribe que son atravesadas por quebradas y el manejo integrado de las zonas costeras
para las cuencas abastecedoras de los acue- loto por la Asociación de Corporaciones ríos costeros o dependen de ellos para sus (http://www.invemar.org.co), razón por la
ductos veredales o regionales (POMCA). A Autónomas Regionales (ASOCARS) y el acueductos y otros servicios ecosistémi- cual queda claro que no es solo una coin-
pesar de esto, muchas cuencas periféricas Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sos- cos, tales como el distrito turístico Pozos cidencia geográfica, sino que es una nece-
colombianas, aun las abastecedoras de tenible. Es probable que la situación me- Colorados-El Rodadero-Santa Marta y el sidad integrar los esfuerzos de manejo y

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conservación de los ecosistemas y la biota que impacten toda la cuenca o solo a las re-
costera con los ámbitos terrestre y marino. des de drenaje. No obstante, se recomien-
da incorporar algunas especies de peces y
Al interior de los POMCA también es po- camarones, tanto estuarinas, dulceacuíco-
sible incorporar los planes de manejo de las o diádromas de interés comercial den-
especies con valor objeto de conserva- tro de planes de manejo sea de las cuencas
ción, de los recursos pesqueros, gestión de hidrográficas o de la zona costera con el
los residuos sólidos y los vertimientos de objetivo de monitorear su dinámica pobla-
aguas residuales y acciones de educación cional y regular la actividad pesquera en
ambiental que permitan la interacción de los sitios donde sean de importancia eco-
los actores y generar actitudes de preser- nómica y cultural. Adicionalmente, en los a. b.
vación, restauración y uso sostenible de parques nacionales naturales (p. e. Gorgo-
la biodiversidad y los ecosistemas. Dado na, Utría o Sierra Nevada de Santa Marta),
el aumento de la evidencia científica que se pueden incluir algunas de estas espe-
demuestra o sugiere que ecosistemas co- cies como valores objeto de conservación y
lombianos son cada vez más amenazados servir de esta forma como referentes para
por los cambios climáticos, se requiere im- evaluaciones del estado de conservación
plementar estrategias nacionales y locales de las mismas por fuera de las áreas pro-
que mantengan los servicios prestados y tegidas o para evaluaciones de respuesta
reduzcan la vulnerabilidad y riesgo como ante la variabilidad y el cambio climáticos,
vía hacia la adaptación, o insertarse en es- ya que en muchas partes se hace alusión
trategias globales (Chavarro et al. 2008). coloquial a su descenso pero solo en unos
Por otra parte, se debe tener presente que pocos casos existen evidencias (p. e. Smith c. d.
todos estos proceos de manejo son adapta- et al. 2008, Neal et al. 2009). También es
tivos o sensibles a revisión periódica (Or- importante establecer un plan de manejo
tiz-Zayas y Scatena 2004, Hole et al. 2011), para las pesquerías de las larvas de peces Figura 11. Sistemas socio-ecológicos acoplados. a) Sistemas urbanos metropolitanos: Po-
y las cuencas periféricas como ecosistemas diádromos, principalmente en el Pacífico zos Colorados, el Rodadero y Santa Marta que pertenecen a un área turística conurbada
particulares y distintivos de las costas co- chocoano y la Sierra Nevada de Santa Mar- de alta densidad que depende de ríos y quebradas estacionales de la vertiente norte de la
lombianas no pueden ser la excepción. ta, debido a su importancia no solo como Sierra Nevada de Santa Marta; b) sistemas urbanos de baja densidad poco extensos media-
recurso económico, sino como patrimonio namente conurbanos: Carepa en el piedemonte de la serranía de Abibe (Antioquia) es uno
Se hace la salvedad que dado el enfoque cultural. de los ejemplos de las pequeñas ciudades que dependen de los ríos estacionales que drenan
ecosistémico del presente capítulo, en esta este relieve; c – d) sistemas rurales: Titumate y Triganá en la serranía del Darién (Chocó)
última sección se presentaron los elemen- En conclusión, las secciones anteriores dependen de pequeñas quebradas para el abastecimiento de agua dulce. Fotos: J. F. Blanco.
tos de manejo que abordan el ecosistema han puesto de manifiesto la gran impor-
(manejo basado en ecosistemas), sin des- tancia que tienen las cuencas hidrográfi-
conocer que existen aproximaciones ba- cas de los relieves periféricos de Colom-
sadas en especies o poblaciones, particu- bia para la oferta de múltiples servicios to del manejo integrado de estas cuencas valores objeto de conservación, manejo de
larmente las amenazadas y las de interés ecosistémicos, entre los que sobresale la dependerá no solo del reconocimiento de la contaminación y educación ambiental.
pesquero. Sin embargo, dada la jerarquía oferta hídrica, sin embargo en ellas tam- sus características distintivas, sino de las Finalmente, es claro que existe una base
espacial de las influencias humanas so- bién son evidentes muchos de los cambios amenazas particulares, lo que requiere de normativa suficiente para elaborar planes
bre las cuencas periféricas, tal como se ha globales observados en otras zonas cos- la inclusión de algunos elementos concep- de manejo de las cuencas hidrográficas
mostrado a este capítulo y los precedentes, teras e insulares del mundo, tales como tuales y metodológicos modernos como costeras (abastecedoras o no de acueduc-
un manejo basado en especies como valo- la deforestación de las laderas y planicies los caudales ecológicos y ambientales, y tos), sin embargo, falta la voluntad de las
res objeto de conservación fallará si no se y la regulación hidrológica, además de la la conectividad hidrológica y ribereña, instituciones y de los actores que en ellas
abordan problemáticas de gran escala, sea variabilidad climática. Por lo tanto, el éxi- además de los tradicionales tales como convergen para diseñarlos y ponerlos en

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224 225
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

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226 227
A. Ortega

8. CASOS DE ESTUDIO

COLOMBIA
8.1 Isla Gorgona
8.2 Serranía del Baudó
8.3 Serranía del Darién
8.4 Serranía de San Jacinto
8.5 Peces de las aguas interiores del Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina, Colombia: diversidad, amenazas y
recomendaciones para su conservación
8.6 Biota acuática de la serranía de La Macuira, Parque Nacional
Natural Macuira, Guajira colombiana
8.7 Composición y estructura de la ictiofauna de ríos y arroyos
costeros de la Sierra Nevada de Santa Marta, Caribe colombiano

Ecuador
8.8 Peces de los afluentes de la costa del Ecuador: composición,
biogeografía, aspectos ecológicos, uso y conservación
8.9 La cuenca del río Santiago-Cayapas, provincia de Esmeraldas,
noroccidente del Ecuador: importancia en las comunidades locales
y relación con las actividades industriales
Perú
8.10 Ríos y arroyos costeros representativos del Perú: caracterización,
diversidad de la biota acuática y amenazas a la conservación

Venezuela
8.11 Ictiofauna dulceacuícola de la cuenca del río Tuy, vertiente Caribe,
Venezuela: composición, uso y conservación
8.12 Ríos costeros y sus ictiofaunas en el occidente de Venezuela:
biogeografía y conservación
8.13 Biodiversidad acuática (peces, crustáceos y moluscos), de los
ríos costeros del Litoral Central, vertiente Caribe, Venezuela:
composición, uso y conservación

Fauna típica de los ríos y arroyos costeros de la Sierra Nevada de Santa Marta. Fotos: L. García-Melo 229
J. F. Blamco
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

COLOMBIA J. F. Blanco

8.1 ISLA GORGONA


Juan Felipe Blanco-Libreros

Resumen parque y la sucesión natural de los bosques


La isla Gorgona, declarada como parque después del uso intensivo que tuvieron
nacional natural en 1984, posee el ma- hasta finales de los años setenta. Los le-
yor sistema de quebradas insulares del gados de dichos usos son notables sobre la
Pacífico colombiano, constituyéndose en vegetación ribereña pero no sobre la fauna
un sistema único. Debido a su cercanía acuática.
al continente (<50 km), en las quebradas
coexiste un rica entomofauna con una Introducción
fauna diádroma compuesta por cuatro es- La isla Gorgona es la mayor área insular de
pecies de peces, cinco de camarones y una Colombia sobre la plataforma continental
de caracol. Solamente se encuentran dos de la costa Pacífica, sin embargo guarda
especies dulceacuícolas endémicas (el pez similitudes climáticas, geomorfológicas,
Trichomycterus gorgonae y el cangrejo Hypo- ecosistémicas y bióticas con la zona cos-
lobocera gorgonensis). Debido a la alta pre- tera continental. Particularmente, la isla
cipitación anual que recibe la isla (>6.000 Gorgona posee un gran número de que-
mm año -1), a las frecuentes crecientes que bradas permanentes que escurren sobre
pueden ocurrir incluso durante el periodo un terreno volcánico escarpado desde su
de menor precipitación y al corto recorrido cordillera central hacia el mar. Esta nota-
de las quebradas, las comunidades presen- ble abundancia de escorrentía de agua dul-
tan una gran homogeneidad longitudinal. ce quedó registrada en las crónicas de los
Sin embargo, existen diferencias en com- conquistadores y exploradores españoles y
posición de la entomofauna entre quebra- británicos durante los siglos XVI y XVII,
das con diferente litología (sedimentaria pero no fue hasta finales de los años seten-
versus volcánica) y estado de conservación ta cuando se inició su exploración zooló-
(zona primitiva versus zonas de alta den- gica (sintetizado por Blanco et al. 2009).
sidad de uso y recuperación). Las quebra- Desde su declaratoria como parque nacio-
das de la isla se encuentran en buen estado nal natural (PNN) en 1984, ha sido objeto
de conservación debido al buen manejo del de varias expediciones limnológicas que

230 231
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

J. F. Blanco

han contribuido a su conocimiento cientí- distribución de la lluvia a lo largo del año


fico y a su inclusión como valores objeto de es monomodal y totaliza 6661mm año -1,
conservación. En 2014, el PNN Gorgona mientras que la evaporación totaliza so-
fue incluida en la Lista Verde de la Unión lamente 900 mm año -1 (Blanco 2009a).
Internacional para la Conservación de La menor precipitación se produce entre
la Naturaleza, junto con una veintena de diciembre y abril mientras que la mayor
áreas protegidas de todo el mundo, gracias se presenta entre mayo y noviembre. Este
al buen manejo que la Unidad de Parques balance hídrico positivo mantiene más de
le ha dado para salvaguardar este patri- 100 quebradas, 25 de las cuales son per-
monio natural para la humanidad. Los es- manentes (Figura 1). Estos sistemas dre-
tudios limnológicos también le han dado nan por laderas con pendientes fuertes
visibilidad internacional a la isla, siendo (50-75%) y desembocan al mar siendo aun
incluida en análisis biogeográficos insula- de primer a tercer orden en una planicie
res en el Pacífico Oriental Tropical (Gutié- aluvial estrecha. Las cabeceras de fuerte
rrez-Fonseca et al. 2013). A continuación pendiente están dominadas por bloques
se describen las principales características y roca madre mientras la planicie aluvial
de las quebradas del PNN Gorgona, las me- es caracterizada por grava y cantos roda-
jor conocidas en el Pacífico Oriental Tro- dos (Figura 2). Las cinco quebradas más
pical, algunas amenazas y el manejo que grandes poseen caudales que varían entre
actualmente se les está dando dentro del 30 y 300 l/s, y su variabilidad temporal es
plan de manejo del área protegida.
controlada por la Zona de Convergencia
Intertropical y por la Oscilación Sureña
Área de estudio (Blanco 2009a). En la isla se encuentra
Esta descripción es una modificación de la
la única quebrada de bajo orden instru-
publicada por Blanco et al. (2014). El PNN
mentada en todo el Pacífico colombiano
Gorgona (PPNG) se encuentra ubicado a 35
(Blanco 2009a). Las quebradas son cor-
kilómetros de la costa sur del Pacífico co-
tas, estrechas y someras, caracterizadas
lombiano. Con una altura máxima de 330
m s.n.m, la isla es un macizo volcánico con- por secuencias de rápidos y piscinas en la
Figura 1. Mapa del Parque Nacional Natural Gorgona mostrando la ubicación de las prin-
tinental en el cual el 80% de la superficie planicie costera, y por piscinas y cascadas
cipales quebradas. Elaboración: C. Escobar-Sierra.
está constituida por rocas ígneas, sobre las en la parte montañosa o de alta pendien-
cuales se hallan los gabros cubiertos por la- te; los substratos son predominantemen-
vas basálticas con flujos de komatiíta. Por te cantos rodados y bloques, aunque las
encima de estos flujos se presentan tobas gravas y cascajos dominan en algunas Aunque desde su declaración como área la isla (Blanco et al. 2009). Durante 2008
ultramáficas y rocas sedimentarias del Ter- quebradas con litología sedimentaria (p. e. natural protegida en 1984 se realizaron se exploraron las partes bajas y altas de
ciario y los depósitos Cuaternarios, eviden- El Roble y Playa Verde; Gómez-Aguirre et dos inventarios de los macroinvertebra- nueve quebradas en dos épocas pluviomé-
tes especialmente en las formaciones de al. 2009, Longo-Sánchez y Blanco 2014a). dos acuáticos, entre 2008 y 2009 se realizó tricas contrastantes (Gómez-Aguirre et al.
playa y los deslizamientos en los estrechos La zona de vida corresponde al Bosque el primer estudio ecológico con el objeti- 2009) y durante 2009 se muestrearon sis-
valles de las numerosas quebradas. Muy Húmedo Tropical (bmhT), el cual fue vo de comprender cuantitativamente los temáticamente seis quebradas utilizando
intervenido durante el siglo XX por acti- patrones de distribución espacial de los un muestreo completamente jerárquico,
El clima de la isla es super-húmedo tropi- vidades agropecuarias y penitenciarias. macroinvertebrados acuáticos y sus cau- teniendo tres quebradas en cada lado de
cal marítimo debido a que la temperatura Información detallada y una revisión de sas (variables físico-químicas del agua, la isla, dos alturas en cada quebrada, rápi-
y la humedad son altas (temperatura pro- la literatura sobre las quebradas del PNNG geomorfológicas de los cauces y ecológicas dos y piscinas en cada altura, y dos tipos
medio del aire: 26°C; humedad relativa fue publicada en un número especial por de las zonas ribereñas) y describir la histo- de substratos dentro de cada hábitat, tam-
promedio: 90%) durante todo el año. La Blanco et al. (2009). ria natural del entorno a la escala de toda bién durante dos épocas (Longo-Sánchez

232 233
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

J. F. Blanco

Tabla 1. Insectos acuáticos del PNN Gorgona. Se indica el porcentaje de ocurrencia con
respecto al total de unidades de muestreo y la abundancia categorizada en una escala de 0
a 4: 0= ausente, 1= 1-3 individuos; 2= 4-13; 3= 14-61; 4= > 62. Códigos de los nombres de
las quebradas: Ilú: Ilú; Igu: Iguapoga; Piz: Pizarro; P.V: Playa Verde; Cam: La Camaronera;
C.N: Cocal Norte. Códigos de los órdenes: C: Coleoptera; D: Diptera; E: Ephemeroptera;
H: Hemiptera; L: Lepidoptera; M: Megaloptera; T: Trichoptera; O: Odonata; P: Plecoptera.
Modificado de: Longo-Sánchez y Blanco (2014a).

Taxa % Ocurrencia Ilú Igu Piz P.V Cam C.N


Dominante
a. b.
Hagenulopsis (E) 60.4 3 3 4 3 3 4

Figura 2. Hábitats típicos de las quebradas del PNN Gorgona. a) Troncos caídos en la parte Farrodes (E) 58.9 4 4 3 3 3 4
media de la quebrada La Camaronera; b) secuencia de bloques grandes que forman charcas Thraulodes (E) 45.3 3 4 4 3 3 4
y cascadas pequeñas en la parte baja de la quebrada Ilú. En ambos ejemplos se observan Argia (O) 50.5 3 3 3 3 2 3
charcas someras con fondos de cantos rodados y gravas. Ver ubicación de las quebradas en Neoelmis (C) 49.0 3 3 3 3 3 3
la figura 1. Fotos: J. F. Blanco.
Abundante
Tricorythodes (E) 22.4 3 2 1 0 1 2
Cloeodes (E) 34.4 3 3 3 2 3 2
y Blanco 2014a, b). Durante dicho estudio rre et al. 2009, Longo-Sánchez y Blanco Leptonema (T) 17.2 2 3 2 2 3 2
se muestrearon los macroinvertebrados 2014a). Se encontraron diez órdenes de ar- Macronema (T) 15.1 1 2 2 2 3 2
acuáticos y las propiedades físico-quími- trópodos (nueve de Insecta y uno de Crus- Anacroneuria (P) 37.5 1 3 3 2 2 3
cas de las aguas. tacea), 31 familias y más de 40 morfoes-
pecies. Leptophlebiidae (Ephemeroptera) Psephenops (C) 29.7 3 3 2 2 3 2

Resultados y discusión fue la familia más abundante y frecuente, Anchytarsus (C) 33.3 4 3 3 2 1 2
Los resultados apoyaron la hipótesis de particularmente durante la temporada de Chironominae sp1 (D) 24.0 2 2 2 3 3 2
que las comunidades de macroinverte- lluvias, mientras que durante la época de Frecuente
brados acuáticos del PNNG presentaban menor precipitación (Tabla 1).
Terpides (E) 4.2 0 1 0 1 2 1
características similares a los ensamblajes
de otras islas oceánicas y costeras del Pací- Las mayores diferencias en composición Leptohyphes (E) 14.6 2 2 0 1 2 3
fico y del Caribe, tales como la baja densi- de macroinvertebrados (principalmente Baetodes (E) 15.6 2 2 2 2 3 1
dad de insectos, la dominancia en número abundancia y riqueza total), se encon- Smicridea (T) 9.4 2 3 2 2 2 1
y en biomasa de pocos grupos de insectos, traron entre quebradas sedimentarias y
Mortoniella (T) 3.1 1 2 0 1 1 0
la ocurrencia de muchos grupos poco fre- volcánicas posiblemente asociadas con
cuentes o raros y la dominancia en térmi- la estabilidad de los substratos del lecho Chimarra (T) 4.2 1 1 2 0 0 0
nos de biomasa de crustáceos diádromos ante las frecuentes crecientes (Gómez- Nectopsyche (T) 4.7 0 2 0 2 1 1
(Gómez-Aguirre et al. 2009). Ningún Aguirre et al. 2009, Longo-Sánchez y Xiphocentron (T) 2.1 0 1 0 0 1 1
orden estuvo ausente por la cercanía al Blanco 2014a). De hecho se hipotetiza que
Polycentropus (T) 3.1 0 1 1 0 1 1
continente, pero la entomofauna mostró debido a los cursos cortos (<1 km) y los
rasgos de insularidad como la presencia de regímenes de caudal torrenciales (Blanco Polyplectropus (T) 10.9 2 2 2 2 1 2
una o pocas morfoespecies por familia y la 2009a, b), las quebradas se homogenizan Gomphus (O) 12.5 2 2 2 1 1 1
mayor riqueza de Diptera, Trichoptera, Co- en términos faunísticos y de algunas pro- Palaemnema (O) 11.5 2 1 2 2 2 2
leoptera y Ephemeroptera (Gómez-Agui- piedades físico-químicas durante la época Heterelmis (C) 2.1 1 1 1 0 0 0

234 235
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

J. F. Blanco

Tabla 1. Continuación. dominantes entre periodos de baja y alta actividades humanas pasadas, tales como
precipitación (Ephemeroptera: 40 y 56%, sembrados de árboles frutales en las zonas
Taxa % Ocurrencia Ilú Igu Piz P.V Cam C.N respectivamente; Trichoptera: 10 y 5%, ribereñas, entresaca de árboles y remo-
Phanocerus (C) 5.2 1 1 1 1 1 1 respectivamente). ciones de suelo lo cual se manifestó en la
fisonomía vegetal ribereña, los aportes de
Rhagovelia (H) 14.6 2 1 2 2 2 2
También se encontraron diferencias en la hojarasca al lecho de las quebradas y co-
Metrobates (H) 2.1 0 1 1 0 0 1 composición de especies de macroinverte- munidades de macroinvertebrados distin-
Hexatoma (D) 13.5 2 2 2 1 1 2 brados acuáticos entre quebradas en dife- tas (Gómez-Aguirre et al. 2009, Valencia et
Simulium (D) 11.5 2 1 2 0 2 2 rentes estados de conservación de acuerdo al. 2009, Longo-Sánchez y Blanco 2014a).
al plan de manejo, lo cual sugiere el efecto Sin embargo, la isla ha venido en un pro-
Chironominae sp2 (D) 10.4 1 1 1 1 2 2
persistente de legados de usos previos a la ceso de sucesión ecológica producto de su
Chironominae sp3 (D) 2.1 0 0 0 0 1 1 declaratoria como área protegida (Longo- cercanía al continente (Longo-Sánchez y
Tanypodinae sp1 (D) 16.1 2 2 1 1 3 2 Sánchez y Blanco 2014a). La zona ubica- Blanco 2009, Longo-Sánchez et al. 2009).
Tanypodinae sp2 (D) 2.6 1 0 2 0 0 0 da en la parte nor-occidental se clasifica
como primaria o primitiva dado a que no Aunque durante la reciente exploración a
Orthocladiinae (D) 5.7 2 2 1 1 1 1
tiene indicios de haber sido impactada las quebradas de la isla se hizo énfasis en
Stenochironomus (D) 3.6 0 2 1 0 1 0 por las actividades agropecuarias o peni- el inventario espacialmente explícito de
Rara tenciarias anteriores a los años setentas. los macroinvertebrados acuáticos, princi-
Protoptila (T) 1.0 0 1 0 0 0 0 Por el contrario, las quebradas de la ver- palmente insectos, también se registraron
tiente oriental, que se clasifican como de especies de peces, camarones y gasterópo-
Phylloicus (T) 0.5 0 0 0 0 1 0
alta densidad de uso (en el poblado) o de dos diádromos, confirmando los reportes
Mayatrichia (T) 0.5 0 0 0 1 0 0 recuperación, muestran signos claros de de investigaciones anteriores. Por ejem-
Corydalus (M) 1.6 1 1 0 0 1 0
Lutrochus (C) 1.0 0 1 0 0 0 1
Disersus (C) 0.5 1 0 0 0 0 0
Macrelmis (C) 0.5 0 1 0 0 0 0
Staphylinidae sp (C) 0.5 0 1 0 0 0 0
Elodes (C) 1.6 0 0 1 0 0 1
Dytiscidae sp (C) 0.5 0 1 0 0 0 0
Rheumatobates (H) 0.5 0 0 0 0 1 0
Acentropinae sp (L) 0.5 0 1 0 0 0 0
Nymphulinae sp (L) 0.5 0 0 1 0 0 0
Pseudolimnophila (D) 0.5 0 0 1 0 0 0
Alluaudomyia (D) 1.0 1 0 0 0 0 1
Forcipomyia (D) 0.5 0 0 1 0 0 0

de lluvias (Blanco 2009b, Gómez-Aguirre las grandes diferencias de caudal entre


et al. 2009), desviándolas de las prediccio- épocas climáticas, en el PNNG se observa-
nes del concepto del Río Continuo (CRC, ron diferencias significativas de la abun- Figura 3. Macrobrachium cf. americanum, camarón típico de las quebradas del PNN Gorgo-
Vannote et al. 1980). Como producto de dancia relativa de las familias y ordenes na y del Pacífico Oriental Tropical. Foto: J. F. Blanco.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

J. F. Blanco

plo, a simple vista o mediante capturas camarones Macrobrachium spp, P. glabra y una distribución anfipanámica. También uploads/2013/12/parque-Gorgona.pdf).
con trampas con cebos se identifcaron Epilampra sp. se consideran los consumi- se han reportado otras especies de peces Sin embargo, los estudios disponibles
adultos de cinco especies de camarones dores más importantes. Mientras Macro- diádromos de las familias Eleotridae (Go- muestran que tanto las quebradas como
diádromos: Macrobrachium americanum brachium spp son considerados omnívoros biomorus sp.) y Gobiidae (Bathygobious sp. las especies acuáticas se encuentran en
(Palaemonidae; muchillá), M. panamen- según la literatura, P. glabra y Epilampra y Tomicodon myersi), pero con menor abun- buen estado de conservación.
se, M. hancockii, M. rathbunae y Potimirin sp. fueron clasificados como detritívoros dancia. Otros miembros de la macrofauna
cf. glabra (Atyidae) (Figura 3). Aunque la de acuerdo a los estudios de contenidos acuática son el caracol diádromo Neritina Amenazas
captura de los adultos requiere el uso de estomacales (Longo-Sánchez y Blanco latissima (Prosobranchia: Neritidae), el Las principales amenazas son de índole
trampas y cebos, se colectaron juveniles 2014b). Adicionalmente, contrario a mu- pez endémico y dulceacuícola primario, climática. Por una parte, durante las se-
frecuentemente con redes Surber (Gó- chos sistemas tropicales insulares y conti- Trichomycterus gorgonae (Trichomycteri- quías asociadas a la fase El Niño, el cau-
mez-Aguirre et al. 2009, Longo-Sánchez nentales las quebradas del PNNG poseen dae) y el cangrejo anfíbio endémico Hypo- dal de algunas quebradas desciende hasta
y Blanco 2014a). Además P. glabra fue co- una rica entomofauna detritivora que coe- lobocera gorgonensis (Pseudothelphusidae). desecar largos tramos tanto de cabecera
lectado comúnmente en muestras de ho- xiste con los camarones (Longo-Sánchez y como de la planicie costera, restringiendo
jarasca (Longo-Sánchez y Blanco 2014b). Blanco 2014b). Finalmente, las quebradas del PNNG pue- el hábitat de las especies dulceacuícolas
La biomasa per capita de estas especies de den clasificarse como de aguas limpias sin de mayor tamaño (i.e. camarones, peces
camarones, aun la de P. glabra de pequeño Juntamente con los camarones, varias influencia de aguas residuales superficia- y cangrejos). Por otra parte, durante las
tamaño corporal, exceden la biomasa total especies diádromas han sido observadas les (Blanco 2009b). Son neutro-alcalinas lluvias torrenciales asociadas a la fase La
y per capita de los insectos con excepción en las quebradas del PNNG. La más abun- y blandas pero levemente salinas debido a Niña, la alta escorrentía ocasiona no solo
de las cucarachas Epilampra sp. (Longo- dante es la lisa de montaña o nayo, Agonos- la influencia de los aerosoles marinos. La crecientes repentinas sino movimientos
Sánchez y Blanco 2014b). Por lo tanto, los tomus monticola (Mugilidae), la cual tiene temperatura es modulada por la baja ra- en masa en las laderas de los cañones y en
diación solar que penetra los doseles cerra- las riberas de las quebradas, que taponan
dos y por la ocurrencia frecuente de agua- temporalmente los cauces con material le-
ceros intensos promovidos por el paso de ñoso y suelo, pero son lavados lentamente
sistemas atmosféricos de meso-escala los durante los meses siguientes. Al igual que
cuales interactúan con el paso de la Zona el resto del Pacífico colombiano, son in-
de Convergencia Intertropical (Figura 4) ciertos los cambios climáticos asociados
(Blanco 2009a, b). Durante las condicio- con el calentamiento atmosférico, sin em-
nes La Niña, se incrementa la intensidad, bargo, se estima que el ascenso del nivel
duración y frecuencia de los aguaceros, del mar causará intrusión salina en los
mientras que durante las condiciones El tramos de la planicie costera de las que-
Niño se produce el efecto contrario. bradas, con la consecuente pérdida de há-
bitat para las especies dulceacuícolas pri-
Uso y conservación de marias. El monitoreo de la entomofauna
las especies y la fauna diádroma, en combinación con
Debido al estatus de parque nacional na- el monitoreo climático en curso, podrá dar
tural, los usos extractivos de las especies cuenta de dichos cambios por intrusión
acuáticas están prohibidos y, por lo tanto, salina dada la buena base taxonómica que
el único uso permitido es el de investiga- se tiene principalmente para especies de
ción. Aunque las quebradas y las especies Ephemeroptera y Plecoptera indicadoras
endémicas dulceacuícolas son valores de buena calidad de agua, recientemente
objeto de conservación, ninguna otra es- descritas por Zúñiga et al. (2014).
pecie dulceacuícola ha sido definida como
Figura 4. Sistema convectivo de meso-escala causante de lluvias intensas sobre el Parque tal y tampoco hay programas de moni- Conclusiones
Nacional Natural Gorgona. Se observa el cerro Trinidad y sector del centro de buceo cerca toreo en marcha (http://www.parques- La isla Gorgona posee numerosas quebra-
de la desembocadura de la quebrada Ilú (nótese su microcuenca). Foto: J. F. Blanco. nacionales.gov.co/portal/wp-content/ das permanentes, estacionales y efímeras

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J. F. Blanco
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ISLA GORGONA

J. F. Blanco

que albergan una rica fauna acuática, co- tebrados dulceacuícolas de la isla del Coco,
existiendo especies de insectos acuáticos Costa Rica: especies y comparación con
con peces y camarones diádromos y algu- otras islas del Pacífico Tropical Oriental.
Revista de Biología Tropical 61: 657-668.
nas especies dulceacuícolas primarias. Es-
• Longo-Sánchez, M. C. y J. F. Blanco. 2009.
tas quebradas se encuentran en un buen Sobre los filtros que determinan la distri-

8.2
estado de conservación debido a la decla- bución y la abundancia de los macroinver-
ratoria de la isla como parque nacional tebrados diádromos y no-díadromos en
natural en 1984 y al posterior proceso de cada nivel jerarárquico del paisaje fluvial
sucesión de muchas de las áreas ribereñas en islas. Revista Actualidades Biológicas 31:
impactadas por actividades humanas. La

179-195.
Longo-Sánchez, M. C. y J. F. Blanco. 2014a.
SERRANÍA DEL BAUdÓ
distribución espacio-temporal de la ento-
mofauna está dominada por la litología y el Patterns at multi-spatial scales on tropical
island stream insect assemblages (Gorgona
régimen de crecientes y sequías influencia- Juan Felipe Blanco-Libreros y Juan David Carvajal-Quintero
Island Natural National Park, Colombia,
do por sistemas atmosféricos de mesoesca- Tropical Eastern Pacific). Revista de Biología
la y la Oscilación del Sur. El buen estado de Tropical 62: 65-83.
conservación de las quebradas y su fauna • Longo-Sánchez, M. C. y J. F. Blanco. 2014b.
acuática y las amenazas atmosféricas re- Shredders are abundant and species-rich
quieren un programa de monitoreo. in tropical continental-island low-order Resumen gistrar detalladamente la ictiofauna de la
streams: Gorgona Island, Tropical Eastern La serranía del Baudó es un centro reco- región, con el fin de establecer programas
Pacific, Colombia. Revista de Biología Tropi- nocido de biodiversidad terrestre y acuá- de conservación.
Bibliografía
• Blanco, J. F. 2009a. Hidroclimatología de
cal 62: 85-105. tica y de origen de especies ícticas para
la isla Gorgona: patrones estacionales y
• Longo-Sánchez, M. C., A. M. Gómez-Agui- Mesoamérica. Sin embargo, es poco lo que Introducción
rre, J. F. Blanco, H. Zamora-González. se conoce sobre los patrones locales y re- La serranía del Baudó, como parte del
relacionados con el ENSO. Revista Actuali-
2009. Cambios multianuales y espaciales gionales de la diversidad de su ictiofauna,
dades Biológicas 31: 111-121. Chocó Biogeográfico, ha jugado un papel
• Blanco, J. F. 2009b. Características físico- de la composición y estructura del ensam-
blaje de insectos acuáticos en las quebradas
producto de la escasa exploración científi- importante en la evolución de las biotas
químicas de las quebradas del Parque Na- ca. De acuerdo con la información disponi- (incluyendo las acuáticas) del norte de Sur-
cional Natural Gorgona, Pacífico colom- perennes de la isla Gorgona, Colombia. Re-
vista Actualidades Biológicas 31: 141-160. ble se establece que en las cuencas costeras américa y del sur de Mesoamérica, sin em-
biano. Revista Actualidades Biológicas 31:
123-140. • Valencia, S. M., G. A. Pérez, P. X. Lizarazo coexisten muchas especies dulceacuícolas bargo, los patrones espaciales de la riqueza
• Blanco, J. F., A. Ramírez y F. N. Scatena. y J. F. Blanco. 2009. Patrones espacio–tem- primarias y secundarias (marinas y diá- a escalas local y regional son desconocidos
2009. Las quebradas del Parque Nacional porales de la estructura y composición de dromas). Algunas de ellas son endémicas, como producto de la pobre exploración. El
Natural Gorgona dentro del contexto glo- la hojarasca en las quebradas del Parque ya sea para el Chocó Biogeográfico o para Chocó Biogeográfico es una zona de alta
bal: introducción al número especial. Re- Nacional Natural Gorgona. Revista Actuali- la serranía del Baudó. La riqueza en tér- biodiversidad y endemismos (Olson y Di-
vista Actualidades Biológicas 31: 105-110. dades Biológicas 31: 197-211.
minos generales está correlacionada con nerstein 2002), que tiene un gran valor
• Blanco, J. F., C. Escobar-Sierra y J. D. Car- • Vannote, R., G. Minshall, K. Cummins, J.
Sedell y C. Cushing. 1980. The River Con- el tamaño de la cuenca. Aunque los ríos por ser un centro de dispersión de la fauna
vajal. 2014. Gorgona, Baudó y Darién (Cho-
có Biogeográfico, Colombia): ecorregiones tinuum Concept. Canadian Journal of Fishe- mayores experimentan fuertes amenazas y flora Neotropical, posterior al cierre del
modelo para los estudios ecológicos de co- ries and Aquatic Sciences 37: 130-137. para la conservación de los cuerpos de istmo de Panáma (Kattan et al. 2004). En
munidades de quebradas costeras. Revista • Zúñiga, M. C., W. Cardona, C. Molineri, agua y su ictiofauna, tales como la defo- el caso de la ictiofauna la ecorregión Cho-
de Biología Tropical 62: 43-64. J. Mendivil, C. Cultid, A. M. Chará y Alan restación de las planicies y la minería, la có-Pacífico, particularmente la cuenca del
• Gómez-Aguirre, A. M., M. C. Longo-Sán- Giraldo. 2014. Entomofauna acuática del mayor parte de las pequeñas quebradas río Atrato, ha sido identificada como una
chez y J. F. Blanco. 2009. Ensamblaje de Parque Nacional Natural Gorgona, Pacífico costeras no presentan mayores amenazas. de las ecorregiones acuáticas de mayor ri-
macroinvertebrados de las quebradas de la colombiano, con énfasis en Ephemeroptera
El principal riesgo que presentan algunas queza en el mundo (Abell et al. 2004). Por
isla Gorgona: patrones espaciales durante y Plecoptera. Revista de Biología Tropical 62
dos periodos hidrológicos contrastantes. (Supl. 1): 221-241.
poblaciones es el de la extinción catastró- ello, las cuencas de la serranía del Baudó,
Revista Actualidades Biológicas 31: 161-178. fica por fenómenos atmosféricos (avenidas además de la del río Atrato, parecen ser
• Gutiérrez-Fonseca, P. E., A. Ramírez, G. torrenciales o sequías). Se recomienda es- el origen de la ictiofauna dulceacuícola
Umaña y M. Springer. 2013. Macroinver- timular la exploración científica para re- primaria de la parte sur de Mesoamérica

240 241
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL BAUDÓ

M. F. Molina

de acuerdo con análisis filogeográficos re- sobresalientes. En primer lugar, parecen Su relieve escarpado se caracteriza por ser El clima de la serranía de Baudo es cálido
cientes (Smith y Bermingham 2005, Ree- albergar una rica ictiofauna dulceacuícola altamente fracturado y por presentar un super-húmedo en las partes bajas y tem-
ves y Bermingham 2006). primaria (de origen andino) que la vincula gran número de fallas, lo que promueve la plado super-húmedo en las partes altas.
con otras regiones costeras e insulares del presencia de valles y crestas a lo largo de La temperatura media es mayor que 26 ºC,
A pesar de la importancia que tiene la par- Pacífico Oriental Tropical e inclusive del la serranía. Presenta una altura media de con oscilaciones entre los 23 y 30 °C. Jun-
te norte del Pacífico colombiano para los Caribe. En segundo lugar, esta ictiofauna 600 m s.n.m., sin embargo, su punto más to con la topografía, los vientos húmedos
estudios de biodiversidad y biogeografía dulceacuícola primaria coexiste con la se- elevado es el alto del Buey (1140 m s.n.m.), oceánicos producen la alta pluviosidad de
íctica, es una zona sub-muestreada en tér- cundaria, sea diádroma o de origen mari- donde nacen los principales sistemas hí- la región, considerada una de las mayores
minos históricos y geográficos, estando no. En tercer lugar, independientemente dricos que vierten sus aguas ya sea al río del mundo. Las precipitaciones anuales
concentrados los esfuerzos en las grandes Atrato o al océano Pacífico. oscilan entre los 4.000 y 7.000 mm, sin
de su origen, esta ictiofauna particular
cuencas (p. e. Atrato, Baudó y San Juan).
parece estar adaptada para sobrevivir en
Las primeras exploraciones que se hicie-
este tipo de ecosistemas altamente per-
ron en esta área fueron realizadas por Carl
turbados hidrológicamente, tanto por las
Eigenmann (The Colombian Reconnais-
sance: diciembre 1911- abril 1912) y por crecientes como por las sequías. Estas ca-
Arthur Henn y Charles Wilson (The Lan- racterísticas bióticas y abióticas hacen de
don-Fisher Expedition to Colombia 1912 los ríos y quebradas costeros del norte del
y The Landon Expedition to Colombia and Pacífico colombiano, cuerpos de agua con
Ecuador febrero 1913 – marzo 1914). En características únicas, equiparables tal
la década de los cuarenta Henry Fowler vez a las de algunos sistemas del Pacífico
(1945), revisó el material colectado en panameño y del Darién panameño y co-
la región y describió varias especies para lombiano. El objetivo de este caso de estu-
los ríos Baudó, Jurubidá y Juradó. En la dio fue describir la riqueza y composición
década de los setenta George Dahl (1971) de la ictiofauna de las cuencas periféricas
describió nuevas especies y realizó nuevos de la serranía del Baudó, mediante la reco-
registros de especies para la cuenca del río pilación y análisis de la bibliografía publi-
Baudó. Después de un prolongado tiempo cada hasta el 2014.
sin expediciones ictiológicas en esta re-
gión, varios estudios han informado sobre Área de estudio
las pesquerías y ecología de la migración La serranía del Baudó es un cuerpo mon-
río-arriba de larvas de peces y camarones tañoso costero alargado que se extiende
en la desembocadura del río Valle, ubica- 250 km paralelo a la cordillera Occidental
do al norte del Parque Nacional Natural
y al litoral Pacífico, entre punta Ardita (en
Utría, golfo de Tribugá (Carvajal-Quintero
la frontera con Panamá) y cabo Corrientes.
2011, Castellanos-Galindo et al. 2011,
Geológicamente, la región se caracteriza
Sánchez-Garcés et al. 2011). Finalmente,
el inventario ictiológico de la serranía del por formaciones volcánicas recientes y de
Baudó fue recientemente sintetizado por sedimentos marinos no consolidados, con
Maldonado-Ocampo et al. (2012) dentro porciones de corteza oceánica elevados
del catálogo del Chocó Biogeográfico. tectónicamente, razón por la cual su geo-
morfología es heterogénea, encontrándo-
Por lo tanto, los ríos y quebradas que escu- se largos segmentos de la costa dominados
rren por la zona hidrográfica Pacífico Nor- por acantilados basálticos y playas cortas
te o vertiente occidental de la serranía del encajadas en las partes en las que el relieve Figura 1. Ubicación del alto del Buey en la serranía de Baudó donde nace el río Baudó y
Baudó, permanecen subexplorados a pesar costero presenta fracturas (Galvis 1995, otros ríos costeros que desembocan al golfo de Tribugá. Se indica la ubicación de la ensena-
de sus múltiples características ecológicas Castaño-Uribe 1999). da de Utría declarada como parque nacional natural. Elaboración: C. Escobar-Sierra.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL BAUDÓ

M. F. Molina

embargo, en algunos lugares las precipita- por el piñuelo (Pelliciera rhizophorae) (Fi-
ciones pueden llegar hasta los 10.000 mm gura 3).
(Eslava 1995). Debido a esto, el bosque
que alberga la serranía es catalogado como Para el presente análisis se compararon
muy húmedo tropical, que presenta un do- las listas de especies disponibles para va-
sel de 35 a 40 m de altura y dos o tres es- rios ríos de la región.
tratos subordinados (Castaño-Uribe 1999,
Díaz-Merlano y Gast-Harders 2009). Es- Resultados y discusión
tos bosques poseen una flora diversa con La riqueza regional de peces dulceacuíco-
elevados índices de endemismo. las para la serranía del Baudó es de 78 es- a. b.
pecies. De estas, 62 (79%) son dulceacuí-
La alta precipitación y el relieve costero colas primarias y 16 (21%) dulceacuícolas
promueven la formación de un vasto com- secundarias, sin embargo, en las cuencas
plejo hídrico compuesto por quebradas de más pequeñas como la del río Valle, las es-
bajo orden, algunas formadas a decenas o pecies dulceacuícolas secundarias repre-
cientos de metros de la costa, muchas de sentan cerca del 50% de las especies. Los
ellas desembocando en forma de cascadas órdenes con un mayor número de especies
o en cursos de alta pendiente (Figuras 1 y son Siluriformes (28 especies), Characi-
2) (Lobo-Guerrero 1995). Las quebradas y formes (22) y Perciformes (15). Dentro de
ríos de mayor orden nacen en la línea divi- las especies dulceacuícolas primarias, las
soria de la serranía del Baudó, a pocos ki- familias con mayor representación espe- d.
lómetos o pocas decenas de kilómetros de cífica son Characidae (15 especies) y Lori-
la línea de costa, ya que en la parte alta la cariidae (13 especies), mientras que entre
precipitación anual es >8.000 mm (Díaz- las especies dulceacuícolas secundarias,
Merlano y Gast-Harders 2009). Dentro de las familias Gobiidae y Eleotridae fueron
estos sitemas hídricos se encuentran las las de mayor riqueza (5 y 4, respectiva-
cuencas de los ríos Baudo, Jurubidá, Va- mente).
lle y San Pichí los cuales nacen en el alto
del Buey a 1.140 m s.n.m. y desembocan Las especies dulceacuícolas primarias pre-
directamente en el océano Pacífico. La sentan un alto grado de aislamiento en la
c. e.
fuerte pendiente de la serranía hace que serranía del Baudó debido a la barrera fi-
las quebradas y arroyos generen intensos siológica que representa el mar para ellas.
procesos erosivos que dejen expuestos De este modo, sus desplazamientos están Figura 2. Hábitats para la ictiofauna de las quebradas costeras (a - c). a) Rápidos; b) pis-
la roca madre, evitando el desarrollo del restringidos a una cuenca en particular, la cinas; c) piscinas formadas por cascadas; d) desembocadura de una quebrada de pequeño
suelo y aportando grandes bloques en los cual usualmente tiene un área reducida y orden en forma de cascada sobre una playa; e) desembocadura de un río de orden mayor al
cauces de tramos altos (Figura 2). De igual un alto grado de fragmentación natural norte de bahía Solano. Fotos: M. F. Molina (a-d), J. F. Blanco (e).
manera la escarpada topografía genera debido a su pendiente pronunciada. Por
cortas planicies de inundación y promueve ello, de las 78 especies actualmente regis-
la presencia de un gran número de casca- tradas para la región, el 13% (9 especies)
das a lo largo de las partes alta y media de son endémicas, sin embargo, el endemis-
las cuencas, y aún en las desembocaduras mo en las cuencas costeras de la serranía siones taxonómicas más rigurosas de las la cuenca del río Jurubida, donde después
(Blanco et al. 2014). En la parte terminal del Baudó posiblemente es mucho mayor especies que se encuentran distribuidas de una revisión taxonómica realizada por
de estas cuencas, sobre las plataformas (p. e. Gobiesox juradoensis). Según Maldo- en la región pueden ser dos factores que Fowler (1945), se determinó que el 50% de
intermareales, comunmente se forman nado-Ocampo et al. (2012) futuras explo- permitan describir nuevas especies endé- las especies dulceacuícolas primarias eran
estrechos bosques de mangle, dominados raciones en estas cuencas costeras y revi- micas para la región. Un ejemplo de esto es endémicas.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL BAUDÓ

M. F. Molina

Figura 4. Proporción de especies de peces dulceacuícolas primarias y secundarias en cua-


tro cuencas costeras de la serranía del Baudó.

a. b.

(Figura 4, Anexo 1). Esto puede obede- Para el Chocó Biogeográfico se reconocen
Figura 3. Manglares en la desembocadura de las quebradas costeras dentro del Parque cer principalmente a dos factores: 1) a tres eventos geológicos como los factores
Nacional Natural Utría en la serranía del Darién. a) Estero Grande; b) La Chunga. Fotos: J. que a medida que el área de la cuenca es determinantes para la generación de la
F. Blanco. menor hay una menor área para explotar diversidad actual de peces (Maldodano-
por parte de las especies dulceacuícolas Ocampo et al. 2012): 1) el levantamiento
primarias, mientras para las especies se- de los Andes, ya que el surgimiento de esta
La riqueza de especies ícticas totales pare- de esta región no cuentan con inventarios cundarias, así el área dulceacuícola sea barrera geográfica promovió procesos de
ce estar influenciada por factores altamen- ictiofaunísticos, siendo este el caso de menor, su tolerancia a la salinidad les especiación alopátrica al impedir el flujo
te determinísticos. La mayor riqueza de ríos que forman pequeñas cuencas como permite explotar el ambiente marino; 2) génico entre las diferentes poblaciones de
especies en la región la presenta la cuenca el Putumá, Apartadó, Guariche, Cupica, las cuencas de menor tamaño favorecen peces. Estos procesos orogénicos promo-
del río Baudó (57 especies), seguida por las Chadó, Chorí, Tribugá, Nuquí, Panguí, Co- la presencia de especies anfídromas, de- vieron fenómenos como la captura de ca-
cuencas de los ríos Valle (21) y Jurubidá quí, Jobí, Arusí, Arusieito, Evarí, Virudó, bido a que estas especies necesitan que beceras, lo que puede explicar la presencia
(16) (Figura 4, Anexo 1). Esta riqueza de Pavasa, Catripe, Abaquí, Purrichá, Pilizá, sus larvas sean transportadas rápida- de especies dulceacuícolas primarias de
especies por cuenca puede obedecer prin- Usaragá, Juratagá, y otro número mayor mente al mar después de eclosionar en origen Andino en las cuencas costeras de
cipalmente a dos causas: 1) a la relación de ríos y quebradas de menor orden (p. e. los ríos (Iguchi y Mizuno 1999, McDowall la región. 2) Cambios climáticos globales,
positiva que hay entre el área de la cuen- el río San Pichí y las quebradas Ancachí y 2003); y 3) altas tasas de recolonización estas variaciones en tiempo geológico son
ca y su riqueza de especies (Oberdoff et Aguaclara). Por lo anterior, la biogeografía de las cuencas costeras por parte de las consideradas como el principal factor en la
al. 1995) y 2) a los diferentes esfuerzos de de la ictiofauna de la región está aún por especies diadromas, que soportan mejor generación de patrones de diversidad en el
muestreo que se han realizado en cada una describirse. los fuertes cambios hidrológicos que pre- Chocó Biogeográfico. Uno de los principa-
de las cuencas estudiadas (como se señaló sentan las pequeñas cuencas costeras en les efectos de estos cambios son las exten-
previamente, la cuenca del río Baudó ha Adicionalmente, se observa que las espe- escalas de tiempo geológico, tales como siones y contracciones que sufrieron estas
sido una de la más estudiadas en la región, cies dulceacuícolas secundarias tienden reducciones drásticas del caudal (ver caso cuencas debido a los cambios en el nivel
Maldonado-Ocampo et al. 2012). Sin em- a contribuir con un mayor porcentaje de de Australia y las islas del Pacífico: Thue- del mar. Adicionalmente, las cuencas cos-
bargo, la gran mayoría de los ríos costeros especies en las cuencas de menor área sen et al. 2011). teras son más propensas a procesos de de-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL BAUDÓ

M. F. Molina

secación por lo que han sufrido continuos nómeno migratorio diádromo conocido mas - Nuquí). Las cuencas costeras, parti-
procesos de colonización (por especies con como “La Viuda”. Para el resto de los recur- cularmente las más pequeñas y alejadas se
altas tasas de dispersión, como las anfí- sos pesqueros continentales sólo existen encuentran en mejor estado de conserva-
dromas) posteriores a procesos de extin- referencias anecdóticas de disminución ción, pero precisamente en ellas las pobla-
ción (Thuesen et al. 2011). 3) Surgimiento de las poblaciones ícticas en los ríos (sa- ciones de peces dulceacuícolas primarios
del istmo de Panamá, este proceso deno- baleta, guacuco, sábalo, mojarra, currulá, tienen características que las hacen más
minado como el gran intercambio en Amé- bocón, barbudo y mungulí) dados por los vulnerables ante amenazas antropogéni-
rica, favoreció el intercambio de biota en- pescadores indígenas y afro-descendien- cas crónicas (sedimentación por defores-
tre Centro y Suramérica. Aunque en peces tes (Tobón 2006). tación y contaminación por minería) y al a.
se ha reconocido que este proceso de dis- cambio climático global (sequía prolon-
persión fue mayor en sentido Suramérica - Catorce especies de peces de la Serranía gada), tales como: 1) tamaño poblacional
Centroamérica, se conoce que este proceso son explotadas en la región por parte de reducido y 2) alto grado de fragmentación
favoreció la dispersión de Siluriformes y las comunidades locales, de acuerdo con debido a que su distribución está restrin-
Characiformes desde los Andes hacia las Lasso et al. (2011) (Anexo 1). La gran ma- gida a pequeñas cuencas, algunas de ellas
cuencas costeras del Chocó biogeográfico yoría de estas especies son explotadas con con un gran número de cascadas.
y la colonización de cíclidos y Cyprinodon- fines de subsistencia y tan solo Brycon mee-
tyformes a los ecosistemas dulceacuícolas ki es explotada con fines comerciales por Conclusiones y recomendaciones
(Smith y Bermingham 2005, Reeves y Ber- los pescadores de la comunidad de El Valle. para la conservación
mingham 2006). Además de estas especies, Sicydium salvini Las cuencas periféricas de la serranía del b.
y Dormitator latifrons son explotadas en su Baudó han sido poco exploradas pero tie-
Uso de las especies etapa larval. nen gran valor para la conservación de
y conservación la biodiversidad íctica y la investigación
En la serranía del Baudó la explotación de Tres especies de la serranía del Baudó es- biogeográfica. Los estudios aislados que
los recursos ícticos dulceacuícolas es rea- tán listadas en el libro rojo de peces dulce- se han realizado en la región describen
lizada por las comunidades indígenas y cuícolas de Colombia (Mojica et al. 2012), características particulares de algunas
afro-descendientes de manera artesanal, dos de ellas en la categoría Casi Amenaza- secciones de las mayores cuencas de la re-
principalmente con fines de subsistencia. da (Gymnotus choco e Hypostomus hondae ) gión. A pesar de esta escasa información,
Las comunidades indígenas asentadas en y una en la categoría Vulnerable (Gymno- es posible afirmar que las cuencas costeras
las riberas de las partes medias y cabece- tus henni). son áreas de gran riqueza donde coexisten
ras de los ríos explotan principalmente los especies dulceacuícolas primarias y secun-
recursos ícticos dulceacuícolas primarios, Amenazas darias, algunas de ellas endémicas, y son c.
mientras que las comunidades afro-des- En general, la ictiofauna del Chocó Biogeo- centros de dispersión para la ictiofauna
cendientes asentadas en las zonas coste- gráfico enfrenta graves amenazas antro- Mesoamericana. Las especies primarias
ras de la Serranía explotan principalmen- pogénicas, debido a la sobreexplotación están restringidas a las cabeceras y partes Figura 5. Deforestación en las cuencas
te las especies marinas y diádromas. Para de los recursos maderables, la minería, medias de los ríos, mientras que las espe- de la serranía del Baudó. a) Deforestación
la región, las estadísticas de recursos pes- ganadería y el incremento de los cultivos cies secundarias debido a su tolerancia a en el valle interior ubicado entre bahía
queros continentales son escasas, siendo ilícitos e industriales en los valles interio- la salinidad pueden realizar migraciones Solano y la ensenada de Utría (al fondo);
los estudios de Carvajal-Quintero (2011) res (Maldonado-Ocampo et al. 2012). Sin entre el continente y el mar, o ubicarse b) establecimiento de potreros en la plani-
y Castellanos-Galindo et al. (2011) en el embargo, la serranía del Baudó aún es una en las porciones estuarinas y bajas de las cie y margen de la carretera que conecta a
río Valle, los únicos que han cuantificado región silvestre en la cual las principales cuencas. La riqueza de especies y la pro- Ciudad Mutis (Bahía Solano) con el corre-
volúmenes de extracción anual. Dichos amenazas antrópicas son la deforestación porción entre especies primarias y secun- gimiento El Valle; c) frontera agropecuaria
autores cuantificaron los volúmenes de focalizada para establecer fincas o rozas darias están asociadas al tamaño de las cerca a Ciudad Mutis en la que se observa
juveniles de Sicydium salvini y Dormitator en las planicies de los grandes ríos (Figura cuencas, siendo la cuenca del río Baudó la el patrón de múltiple uso: siembra, extrac-
latifrons extraídos por la comunidad del 5) y los planes de construcción de vías de que tiene una mayor riqueza de especies y ción de madera y cría de ganado. Fotos: J.
corregimiento de El Valle durante el fe- acceso a la región (p. e. carretera de la Áni- una mayor proporción de especies prima- F. Blanco.

248 249
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL BAUDÓ

M. F. Molina

rias, mientras que las cuencas de menor de pregrado, Universidad de Antioquia, rales-Betancourt, R. E. Ajiaco-Martínez, F. • Oberdorff, T., J. F. Guégan y B. Hugueny.
área presentan una mayor proporción de Medellín. 94 pp. de Paula Gutiérrez, J. S. Usma Oviedo, S. E. 1995. Global scale patterns of fish species
especies secundarias y una menor riqueza. • Castaño-Uribe, C. 1999. Sierras y serranías Muñoz Torres y A. I. Sanabria Ochoa (Eds.). richness in rivers. Ecography 18: 345-352.
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El gran número de endemismos de espe-
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cies de peces primarios y otros patrones de en línea: http://www.imeditores.com/ba- Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Con- conservation. Annals of the Missouri Botani-
diversidad obedecen a procesos geológicos nocc/sierras. tinentales de Colombia. Instituto de Inves- cal Garden 89: 199-224.
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que habitan estas cuencas. En general la B.S. Beltrán-León y L. Zapata. 2011. A von Humboldt (IAvH). Bogotá, D. C., Co- Colonization, population expansion, and
ictiofauna dulceacuícola de esta Serranía goby-fry fishery in the northern Colom- lombia, 715 pp. lineage turnover: phylogeography of Meso-
(especialmente la primaria) presenta ca- bian Pacific Ocean. Cybium 35: 391-395. • Lobo-Guerrero, A. 1995. Hidrología e hi- american characiform fish. Biological Jour-
• Dahl, G. 1971. Los peces del norte de Co- drogeología. En: Leyva, P. (Ed.). Colombia nal of the Linnean Society 88: 235–255.
racterísticas que la hace más vulnerables a
lombia. Ministerio de Agricultura, Institu- Pacífico, Tomo I. Fondo para la Protección • Sánchez-Garcés, G. C., G. A. Castellanos-
procesos de extinción catastrófica. del Medio Ambiente “José Celestino Mutis” Galindo, B. S. Beltrán-León y L. A. Zapata-
to de Desarrollo de los Recursos Naturales
Renovables (INDERENA). Talleres Litogra- FEN Colombia. Bogotá. Disponible en línea Padilla. 2011. Aspectos relacionados con
Debido al poco conocimiento de la ictio- fía Arco. Bogotá D.C., Colombia. 391 pp. en: http://www.banrepcultural.org/blaa- la pesca de juveniles de góbidos diádromos
fauna de esta región, se dificulta la elabo- • Díaz-Merlano, J. M. y F. Gast-Harders. virtual/faunayflora/pacific1. (Perciformes: Gobiidae) en ríos costeros de
ración de propuestas y procesos de con- 2009. El Chocó biogeográfico de Colombia. • Maldonado-Ocampo, J. A., J. S. Usma, F. la vertiente Pacífico de Colombia. Pp. 283-
servación. Se recomienda aumentar los Banco de Occidente. Cali, Colombia. Dis- A. Villa-Navarro, A. Ortega-Lara, S. Prada- 289. En: Lasso, C. A., F. de P. Gutiérrez, M.
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esfuerzos de expediciones científicas para
com/banocc/choco/presentacion.htm A. Arango. T. Rivas y G.C. Sánchéz. 2012. ba, H. Ramírez-Gil y R. Elena Ajiaco-Mar-
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P. (Ed.). Colombia Pacífico, Tomo I. Fondo
serranía del Baudó, con el fín de cuantifi- para la Protección del Medio Ambiente to de Investigación de Recursos Biológicos Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazo-
car su riqueza y endemismo de especies, “José Celestino Mutis” FEN Colombia. Bo- Alexander von Humboldt (IAvH) , Univer- nas y vertiente del Pacífico. Serie Editorial
determinar patrones especiales y tempo- gotá. Disponible en línea en: http://www. sidad del Tolima, Autoridad Nacional de Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Con-
rales de diversidad, y reconocer los aspec- banrepcultural.org/blaavirtual/faunayflo- Acuicultura y Pesca (AUNAP), Pontificia tinentales de Colombia. Instituto de Inves-
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especies. Esto permitirá identificar cuáles
Survey, Part I. The freshwater fishes obtai- • McDowall, R. M. 2003. Hawaiian biogeo- • Smith, S. A. y E. Bermingham. 2005. The
presentan mayor riesgo de extinción y ela- graphy and the islands’ freshwater fish fau- biogeography of lower Mesoamerican fres-
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borar propuestas de conservación de po- Natural Sciences of Philadelphia 97: 93-135. na. Journal of Biogeography 30: 703–710. hwater fishes. Journal of Biogeography 32:
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• Carvajal-Quintero, J. D. 2011. El fenóme- nistic diversity and biogeography of the
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bahía Solano (Chocó-Colombia). Trabajo Jiménez-Segura, H. Ramírez-Gil, M. Mo-

250 251
252
Anexo 1. Especies de peces dulceacuícolas primarias y secundarias presentes en las quebradas costeras de la serranía del Baudó
(Fowler, 1945, Dahl 1971, Carvajal-Quintero 2011 y Maldonado-Ocampo et al. 2012). E: Especie endémica. P: Primaria dulceacuí-
cola. S: Secundaria dulceacuícola.

Río Río Río Río Recurso


Orden Familia Especie Hábito
Baudó Jurubidá Valle Juradó Pesquero
Curimatidae Pseudocurimata lineopunctata (Boulenger 1911) X X P X
Anostomidae Leporinus striatus (Kner 1858) X P X
Erythrinidae Hoplias malabaricus (Bloch 1794) X P X
Lebiasina festae (Boulenger 1899) X X P
Lebiasinidae Lebiasina multimaculata (Boulenger 1911) X P
SERRANÍA DEL BAUDÓ

Lebiasina panamensis (Gill 1877) X X P


Gasteropelecidae Gasteropelecus maculatus (Steindachner 1879) X P
Argopleura chocoensis (Eigenmann, 1913) X P
Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) X P X
Astyanax megaspilura (Fowler 1944) X X P
Astyanax orthodus (Eigenmann, 1907) X P
Astyanax ruberrimus (Eigenmann 1913) X X X P
Bryconamericus emperador (Eigenmann y Ogle 1907) X P

Characiformes
Creagrutus affinis (Steindachner, 1880) X X P
Gephyrocharax chocoensis (Eigenmann, 1912) X P
Characidae
Hemibrycon carrilloi (Dahl, 1960) X P
Hyphessobrycon sebastiani (García-Alzate, Román- Valencia
X P
y Taphorn 2010)
Nematobrycon palmeri (Eigenmann 1911) X P
Roeboides dayi (Steindachner, 1878) X P
Roeboides occidentalis (Meek y Hildebrand 1916) X X X P
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Parastremma album (Dahl 1960) X P


Parastremma sadina (Eigenmann 1912) X X P

Anexo 1. Continuación.
Río Río Río Río Recurso
Orden Familia Especie Hábito
Baudó Jurubidá Valle Juradó Pesquero
Brycon argenteus (Meek y Hildebrand, 1913) X P X
Bryconidae Brycon meeki (Eigenman y Hildebrand 1918) X X X P X
Brycon oligolepis (Regan 1913) X X X P X
Ariidae Ariopsis seemanni (Günther 1864) X S
Pimelodidae Pimelodus punctatus (Meek y Hildebrand 1913) X P
Pseudopimelodidae Batrochoglanis transmontanus (Regan 1913) X P X
Pimelodella eutaenia (Regan 1913) X P
Heptapteridae Pimelodella grisea (Regan 1903) X P
Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) X X P X
Cetopsis amphiloxa (Eigenmann 1914) X P
Cetopsidae Cetopsis baudoensis (Dahl 1960) E P
Cetopsis jurubidae (Fowler 1944) E P
Trichomycteridae Trichomycterus regani (Eigenmann 1917) X P
Ancistrus centrolepis (Regan, 1913) X P
Chaetostoma marginatum (Regan, 1904) X P X
Chaetostoma niveum (Fowler 1944) E E P
Siluriformes

Crossoloricaria variegata (Steindachner, 1879) X P


Hemiancistrus annectens (Regan, 1904) X P
Hemiancistrus holostictus (Regan, 1913) X P
Loricariidae Hypostomus hondae (Regan, 1912) X P X
M. F. Molina

Lasiancistrus caucanus (Eigenmann, 1912) X P


Rineloricaria jubata (Boulonger 1902) X X P
Rineloricaria sneiderni (Fowler 1944) E P
Sturisoma aureum (Steindachner 1900) X P
Sturisoma panamense (Eigenmann y Eigenmann1889) X P
253

Sturisomatichthys tamanae (Regan 1912) X P


254
Anexo 1. Continuación.
Río Río Río Río Recurso
Orden Familia Especie Hábito
Baudó Jurubidá Valle Juradó Pesquero
Astroblepus cirratus (Regan, 1912) X P

Astroblepidae
Astroblepus jurubidae (Fowler, 1944) E P

Siluriformes
Apteronotus jurubidae (Fowler, 1944) E P
Apteronotidae
Apteronotus spurrellii (Regan, 1914) X P
Hypopomidae Brachyhypopomus occidentalis (Regan, 1914) X P
SERRANÍA DEL BAUDÓ

Gymnotus choco (Albert, Crampton y Maldonado 2003) X P


Gymnotidae

Gymnotiformes
Gymnotus henni (Albert, Crampton y Maldonado 2003) X X P X
Gobiesox juradoensis (Fowler 1944) E S

Gobiesocidae
Gobiesox sp. X S

Gobiesociformes
Rivulidae Cynodonichthys leucurus (Fowler, 1944) E P
Poeciliopsis turrubarensis (Meek, 1912) X X P

Poeciliidae
Priapichthys chocoensis (Henn, 1916) X P

Cyprinodontiformes
Syngnathidae Pseudophallus starksii (Jordan y Culver 1895) X S
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Syngnathiformes
Anexo 1. Continuación.
Río Río Río Río Recurso
Orden Familia Especie Hábito
Baudó Jurubidá Valle Juradó Pesquero
Gerridae Gerres cinereus (Walbaum 1792) X S
Haemulidae Pomadasys bayanus (Jordan y Evermann 1898) X X S
Agonostomus monticola (Bancroft 1834) X X S X
Mugilidae
Mugil cephalus (Linnaeus 1758) X S
Andinoacara biseriatus (Regan, 1913) X P
Andinoacara latifrons (Steindachner, 1878) X P
Cichlidae Cichlasoma atromaculatum (Regan, 1912) X X P X
Cichlasoma microlepis (Dahl, 1960) E P
Geophagus crassilabris (Steindachner, 1876) X P
Gobiomorus maculatus (Günther 1859) X S
Perciformes

Eleotris picta (Kner 1863) X S


Eleotridae
Hemieleotris latifasciata (Meek y Hildebrand 1912) X S
Dormitator latifrons (Richardson 1844) X S X
Awaous banana (Valenciennes 1837) X X S
Gobiidae
Awaous transandeanus (Günther 1861) X X S
Sicydium hildebrandi (Eigenmann 1918) X S
 
Sicydium salvini (Ogilvie-Grant 1884)   X X    S X
Número de especies por cuenca 57 16 21 9
Número de especies endémicas por cuenca 2 5 0 2
Número de especies primarias por cuenca 54 10 11 7
 

Número de especies secundarias por cuenca 3 6 10 2    


M. F. Molina

255
P. Sánchez-D.
A. Ortega

8.3 SERRANÍA DEL DARIÉN


Juan Felipe Blanco-Libreros, Eliana Contreras y Camilo
Escobar-Sierra

Resumen nos de Panamá y Colombia han evitado los


Las cuencas costeras de la serranía del desarrollos viales y otras infraestructuras
Darién corresponden geológicamente, a la para proteger los bosques y otros recursos
parte norte del Chocó Biogeográfico, pero naturales, entre los que sobresalen nume-
climáticamente corresponden a la parte sur rosos ríos, quebradas y ciénagas. También
de la región del Caribe. Por lo tanto, exhi- es considerada la porción más norteña
ben un régimen de sequías periódicas que del Chocó Biogeográfico que se extiende
puede prolongarse por más de seis meses, sobre la costa Pacífica americana, desde
convirtiéndose en un modulador ecológi- Ecuador hasta el norte de Colombia. Esta,
co de la biota acuática. Las exploraciones la Ecorregión Darién, presenta afinidades
recientes han mostrado que sus comunida- botánicas y zoológicas con la región Pací-
des de insectos presentan rasgos biológicos fico y la región Caribe de Colombia (p. e.
indicadores de adaptaciones ante la sequía. Haffer 1970), sin embargo, debido a su ais-
Adicionalmente, aunque existen varias es- lamiento y poco poblamiento, ha sido poco
pecies de peces y camarones diádromos, explorada para muchos grupos, particu-
los caracoles están prácticamente ausen- larmente los peces y macroinvertebrados
tes, posiblemente por la recurrencia de la acuáticos (p. e. Álvarez-León 1991, Ca-
sequía prolongada en las partes bajas de margo y Rozo 2003, Mena-Moreno 2010,
las quebradas. Estas quebradas y su fauna Contreras 2013). No obstante, debido a los
diádroma prestan importantes servicios de altos niveles de precipitación y buen esta-
provisión de agua para acueductos y pesca do de conservación de los bosques, la se-
artesanal, pero están amenazadas por la rranía del Darién alberga un número sig-
extensa deforestación de las laderas por las nificativo de ríos y quebradas que tributan
actividades agropecuarias. sus aguas al río Atrato. Por esta razón, las
exploraciones de las mismas han estado
Introducción asociadas a las incursiones a este río y sus
La serranía del Darién también es conoci- principales tributarios, como el río Tanela
da como el “tapón” debido a que los gobier- en el cual se describieron varias especies

Río Acandí, pescador artesanal. Foto: J. F. Blanco 257


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL DARIÉN

J. F. Blanco

nuevas de peces a principios del siglo XX sin agua durante varios meses, a pesar de dí y el Chocó Norte), que tiene objetivos paralelo a la costa con alturas máximas de
(Maldonado-Ocampo et al. 2012). Sin em- que sus cabeceras presentan un caudal per- de desarrollo sostenible dentro de su plan 300 m. s.n.m. y pendientes entre los 30 y
bargo, las quebradas costeras que tributan manente. Paralelo a este estudio se realiza- de etnodesarrollo (Pertúz, comunicación los 60% (Figura 2). La parte intermareal
sus aguas directamente al mar Caribe, han ron exploraciones de las quebradas entre el personal). La Ecorregión Darién es reco- de algunos sectores está dominada por
permanecido inexploradas porque por su río Acandí y el río Sapzurro en busca de pe- nocida por su selva húmeda tropical de plataformas arrecifales emergidas (kar-
pequeña área y caudal pulsátil, son hábi- ces, camarones y gasterópodos diádromos gran valor natural, por lo cual alberga va- sos), sobre las que se forman pequeñas
tats poco benignos para los peces prima- (Escobar-Sierra y Blanco, obs. pers.). rias reservas de la sociedad civil (privadas) lagunas costeras y en las que desembocan
riamente dulceacuícolas. A continuación se y el Santuario de Fauna y Flora “Playona”, las quebradas permanentes y efímeras.
describe un estudio sobre los “rasgos bio- Área de estudio recientemente declarado para proteger el
lógicos” de los insectos acuáticos realizado La siguiente descripción es una modifi- área intermareal y marina de reproduc- El clima de serranía del Darién es maríti-
por Contreras (2012), para identificar las cación de Blanco et al. (2014). La bahía ción de la tortuga caná. mo y estacionalmente seco, influenciado
características morfológicas que podían de Capurganá se encuentra ubicada en el por sistemas atmosféricos del mar Cari-
servir de adaptación ante las frecuentes municipio de Acandí, departamento del La bahía Capurganá y las vecinas (p. e. Sa- be. La temperatura media en la zona es de
sequías en el distrito Acandí, particular- Chocó, cerca de la frontera Caribe con la pzurro, Aguacate y Pinorroa) hacen parte 27°C y la precipitación anual varía entre
mente en los alrededores del pueblo de República de Panamá (Figura 1). También de un sistema de acantilados basálticos y 2.500 y 3.000 mm. La distribución de la
Capurganá, la parte más al norte de Cari- en la zona está asentado el territorio colec- playas de bolsillo formadas por las estriba- precipitación es monomodal con un pe-
be chocoano, donde algunos tramos de las tivo de una comunidad afro-descendiente ciones costeras de la serranía de Darién, la riodo de lluvias entre mayo y noviembre
partes bajas de las quebradas permanecen (Consejo Comunitario Negro del río Acan- cual se extiende desde la desembocadura (<250 mm mes-1) y un periodo seco entre
norte del río Atrato en el golfo de Urabá diciembre y abril (<100 mm mes-1). Esto
(Figura 2). Los relieves de esta serranía se refleja en el régimen de caudal marca-
son la continuación de la vertiente occi- damente estacional de los ríos y quebra-
dental de la cordillera Occidental y están das que discurren en la zona. Muchos se
conformados principalmente por interca- secan totalmente en sus tramos bajos y
laciones de rocas intrusivas, volcánicas y pierden su conectividad con el mar en la
sedimentarias formadas durante el Cretá- época seca y presentan un comportamien-
cico y el Terciario. Inmersa en esta costa to torrencial en la época lluviosa (Figura
de relieves escarpados, la cuenca del río 3). Los drenajes de la zona tienen un área
Capurganá es un subsistema topográfico pequeña y cursos cortos, desembocando al

a. b.

Figura 2. a). Relieve costero escarpado de la serranía del Darién; b) microcuenca costera
Figura 1. Ubicación de las quebradas estudiadas en la bahía de Capurganá, Caribe chocoa- de la serranía del Darién. Nótese en la parte central la acumulación microdeltáica de sedi-
no (serranía del Darién). Elaboración: C. Escobar-Sierra. mentos arrastrados por el caudal. Fotos: J. F. Blanco.

258 259
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL DARIÉN

J. F. Blanco

océano siendo aun de orden bajo o medio. Tabla 1. Rasgos biológicos y sus modalidades que describen las características funcionales
Entre estos sobre-salen el río Capurganá de 82 taxones neotropicales de acuerdo con Tomanova y Usseglio-Polatera (2007).
y las quebradas El Regalo, La Carolina,
El Aguacate y Sapzurro, los cuales nacen Rasgo Modalidad
a unos cientos de metros o pocos kilóme-
Colector-recolector (CR)
tros de la costa en relieves bajos (<100 m.
s.n.m.). Los ríos más grandes de la vertien- Desfibrador (DE)
te costera de la serranía del Darién son el Raspador (RA)
Acandí y Tolo que nacen aproximadamen- 1. Hábitos alimenticios Colector-filtrador (CF)
te a 300 m. s.n.m. en un subsistema topo- Perforador (P)
gráfico de relieve escarpado y paralelo a la a. Predador (PR)
costa (cerro de Tripogadí), y desembocan
Parásito (PA)
al mar a través de una fractura. En gene-
ral, al igual que las quebradas costeras de Tegumento
la vertiente del Pacífico, tienen una zona Branquias
2. Respiración
de alta pendiente y otra de pendiente sua- Plastrón
ve en la planicie costera. Los sustratos de Estigmas
las zonas de cabecera se caracterizan por <2,5
estar dominadas por roca madre y bloques
2,5-5
basálticos mientras que los valles aluviales
se caracterizan por estar encajados entre 0,5-10
dos salientes y se configuran como zonas 3. Tamaño máximo del cuerpo (mm) 10-20
deprimidas cubiertas por depósitos sedi- b. 20-40
mentarios dominados por arenas, gravas y 40-80
cantos rodados (Figuras 2 y 3). Al igual que >80
para el Pacífico colombiano norte, la infor-
Alineada con la corriente
mación sobre la hidrografía de la ecorre-
gión Darién se limita a la publicada dentro Aplanada
4. Forma del cuerpo
de compendios geográficos y no existen Cilíndrica
quebradas aforadas. Esférica
Ventosas (Ven)
Entre junio y julio de 2011, aproximada- c.
Glándula de limo (GL)
mente cada diez días, se muestrearon tres
5. Adaptaciones específicas para las limitaciones de Casa de material mineral (MM)
tramos (aprox. 50 m de largo) en el río Figura 3. a) Tramo alto de la quebrada La
flujo Ganchos anales (GA)
Capurganá y las quebradas El Regalo y La Carolina; b) tramo medio del río Capurga-
Carolina, en el corregimiento de Capurga- ná; c) tramo bajo cerca de la desemboca- Ganchos tarsales (GT)
ná (Contreras 2012, 2013). De acuerdo con dura de la quebrada El Regalo. Fotos: C. Ninguna adaptación (NA)
las observaciones de campo y comunica- Escobar-Sierra. Volador (V)
ciones de los lugareños, los cauces con tan Nadador en la superficie (Nsup)
solo un 30% de ancho húmedo, se habían
Nadador en toda el agua (N)
mantenido en esta condición durante los
6 meses previos, y por lo tanto la zona pondieron a las siguientes partes: cercanía 6. Movilidad y adhesión al sustrato Caminador (C)
estaba atravesando un periodo de sequía a la desembocadura (bajo), parte media en Excavador Epibéntico (EEpi)
prolongada, a pesar que en condiciones la planicie costera (medio) y parte de ca- Excavador Endobéntico (EEn)
normales entre junio y julio se produce un becera sobre terreno pendiente (alto). En Adherido Temporalmente (AT)
incremento de la lluvia. Los tramos corres- cada uno se realizó una descripción del

260 261
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL DARIÉN

J. F. Blanco

entorno siguiendo un protocolo rápido, temperaturas (26 °C), debido a una dismi- Tabla 2. Abundancia relativa de las familias de insectos acuáticos presentes en tres co-
se midieron parámetros físico-químicos nución de la velocidad de la corriente. La rrientes de agua de la serranía del Darién, bahía de Capurganá: quebrada El Regalo, río
del agua y se muestrearon los insectos riqueza fue mayor en las partes medias y Capurganá y quebrada La Carolina. Modificado de Contreras (2012, 2013).
utilizando una red Surber tanto en pozas altas de las quebradas La Carolina y el río
como rápidos. Después de la determina- Capurganá, mientras que los tramos bajos Orden Familia Abundancia relativa (%)
ción taxonómica a nivel de familia, en los de ambas y los tramos medios y bajo de
Gelastocoridae <1
insectos acuáticos colectados se describie- la quebrada El Regalo, más propensa a la
ron los rasgos o atributos biológicos, para sequía por su menor caudal, presentó una Gerridae <1
Hemiptera
establecer la composición funcional de las riqueza menor y una composición de espe- Naucoridae <1
comunidades dentro de 46 modalidades cies distinta (Contreras 2013). La ordena- Veliidae <1
(Tabla 1). La composición taxonómica y ción de los rasgos biológicos de las familias
Elmidae <1
los rasgos biológicos fueron comparados de insectos encontrados mostró que las
entre los tres tramos de las tres corrientes adaptaciones para las limitaciones de flujo Elmidae Larva 2,8
utilizando varios métodos de ordenación. superficial (p. e. glándula de limo, ganchos Hydraenidae Adulto <1
anales), los hábitos alimenticios, la mo- Psephenidae 1,3
Finalmente, se realizaron observaciones vilidad y la sujeción al sustrato y el tipo Coleoptera
Ptilodactylidae <1
subacuáticas en busca de peces, camaro- de respiración, y menor grado el tamaño
nes y gasterópodos en las quebradas es- máximo del cuerpo y la forma del cuerpo Scirtidae <1
tudiadas y se realizó un recorrido por la son las variables que mejor se correlacio- Staphylinidae Adulto <1
costa entre Capurganá y Acandí para ex- nan con los patrones espaciales de la se- Staphylinidae larva <1
plorar las quebradas que desembocaban quía de los cauces (Contreras 2012). Este
Ceratopogonidae <1
en el mar. estudio contribuyó a comprender el papel
que tiene la sequía como presión selectiva Chironomidae 9,5
Resultados y discusión y amplia la utilidad demostrada que tiene
Diptera
Culicidae pupa <1
Se encontraron 9 órdenes y 42 familias el uso de los rasgos biológicos para los es- Empididae <1
de Insecta, siendo Ephemeroptera y Tri- tudios de bioindicación de la calidad del Simuliidae 2,6
choptera los ordenes con mayor número agua (Tomanova y Tedesco 2007).
Tipulidae <1
de individuos (29 y 27%, respectivamen-
te), seguido de Diptera (13%); mientras Por otra parte, la exploración de las que- Megaloptera Corydalidae <1
que Odonata y Trichoptera presentaron el bradas de la región mostró la presencia de Plecoptera Perlidae 3,5
mayor número de familias (8 y 7, respec- varias especies diádromas. Se observó a Calamoceratidae <1
tivamente) (Tabla 2). En estas quebradas, Agonostomus monticola (Mugilidae), Gobio-
Glossosomatidae <1
Leptophlebiidae (17%) es la familia más morus dormitor (Eleotridae) y a Awous sp. y
abundante, pero se encontró mayor equi- Sicydium sp. (Gobiidae). Este último es fre- Hydropsychidae 14,3
dad con otras familias de efemerópteros cuente y abundante, y posiblemente tenga Trichoptera Hydroptilidae <1
(Baetidae: 10%; Leptohyphidae: 14%), una importancia cultural ya que está re- Leptoceridae 7,9
tricópteros (Leptoceridae: 8%; Hydrop- presentado en la iconografía de la región
Philopotamidae 4,4
sychidae: 14%) y dípteros (Chironomi- (Figura 4). También se observaron varias
dae: 10%). Contrario a lo observado en el especies de camarones Macrobrachium (Pa- Polycentropodidae <1
PNN Gorgona, se observaron diferencias laemonidae). Durante el tiempo de obser- Baetidae 10,2
longitudinales a lo largo de las corrientes vación y visitas anteriores y posteriores Caenidae 1,9
de agua, aparentemente relacionadas con solamente se encontraron dos individuos Ephemeroptera
Leptohyphidae 13,6
el incremento del régimen de la sequía, del caracol diádromo Neritina punctulata,
el cual genera menores concentraciones lo cual sugiere que el régimen de sequía en Leptophlebiidae 16,9
de oxígeno disuelto (<5 mg/L) y mayores los tramos de la planicie costera de las que-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL DARIÉN

J. F. Blanco

Orden Familia Abundancia relativa (%)


Calopterygidae <1
Coenagrionidae 1,1
Gomphidae <1
Libellulidae <1
Odonata
Megapodagrionidae <1
a. b.
Perilestidae <1
Platysticidae <1
Figura 5. Evidencias de la actividad ganadera en las cuencas periféricas de la serranía del
Pseudostigmatidae <1 Darién. a) Cuencas periféricas (al frente) y valle del río Tanela (al fondo) al sur de la cabece-
Lepidoptera Crambidae <1 ra municipal de Acandí (Chocó), mostrando la extensión de la deforestación de las laderas
que ha dejado solo algunos remanentes de bosque en el tope de las montañas; b) actividad
ganadera en una planicie costera al sur del corregimiento de Capurganá. Fotos: J. F. Blanco
(a), C. Escobar-Sierra (b).

tan a las planicies sino que también apro- como los moluscos. La fauna diádroma
vechan las laderas (Figura 5). Debido a la presenta afinidades con la del Pacífico (A.
erosión de las laderas y los bancos, algunas monticola) y con la del Caribe (Gobiomorus
quebradas muestran signos de sedimenta- dormitor, Awous sp., Sicydium sp. y Macro-
ción y paso frecuente de ganado. También brachium spp). La extensa deforestación de
es común la extracción de material de las laderas de las montañas y las riberas
arrastre de los lechos durante los periodos requiere el control de la autoridad ambien-
de sequía, lo cual disminuye la oferta de tal y la definición de un plan de manejo
a. b. hábitat. En las cabeceras de las quebradas de las cuencas hidrográficas que incluya
existen algunas bocatomas pero se desco- medidas de reforestación y tratamiento
Figura 4. a) Sicydium sp. (Gobiidae), pez diádromo común en las quebradas costeras de la noce el impacto puedan tener. Finalmente, de las aguas residuales. Esto cobra im-
serranía del Darién, en el fondo se observan algunos camarones Macrobrachium sp.; b) tron- en la parte baja de la quebrada La Carolina portancia dado el régimen de sequía que
co de madera tallado representando un Sicydium. Fotos. C. Escobar-Sierra. se vierten las aguas residuales de Capurga- experimentan las quebradas de la zona,
ná sin ningún tratamiento. las cuales abastecen acueductos vereda-
les. Finalmente, es necesario estudiar la
Conclusiones y recomendaciones etnoecología de la fauna diádroma ya que
bradas es lo suficientemente severo impi- de Capurganá como suplemento de la die- para la conservación aparentemente existe una pesca artesanal
diendo la colonización y supervivencia de ta, pero se desconoce la intensidad de esta Las quebradas de la vertiente costera de la de la misma.
esta especie completamente acuática. Esto actividad. También se desconoce el estado serranía del Darién son sistemas únicos
es equivalente a lo que Blanco y Scatena de conservación de las poblaciones de las dentro del Chocó biogeográfico debido a Bibliografía
(2006) observaron en los ríos de la zona mismas. que experimentan sequías frecuentes lo • Álvarez-León, R. 1991. Peces colectados en
seca del sur de Puerto Rico. cual es un rasgo menos predominante en el río Acandí (Chocó), Suroeste del Caribe
Colombiano. Caldasia 16: 525-530.
Amenazas la vertiente del Pacífico. Esta sequía es,
• Blanco, J. F. y F. N. Scatena. 2006. Hierar-
Uso de las especies y La principal amenaza para las quebradas aparentemente, un factor selectivo que chical contribution of river-ocean connec-
conservación de las especies y ríos de la vertiente costera de la serranía determina las adaptaciones de los insectos tivity, water chemistry, hydraulics, and
Los camarones y peces diádromos son pes- del Darién es la deforestación por activi- acuáticos y la exclusión de grupos com- substrate the distribution of diadromous
cados artesanalmente por los habitantes dades agropecuarias, las cuales no se limi- pletamente acuáticos y de poca movilidad snails in Puerto Rican streams. Journal of

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K. González-O.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DEL DARIÉN

J. F. Blanco

the North American Benthological Society 25: Peces dulceacuícolas del Chocó Biogeográ-
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• Camargo, C. y M. P. Rozo. 2003. Colombian to de Investigación de Recursos Biológicos
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Gaino (Ed.). Research update on Epheme- sidad del Tolima, Autoridad Nacional de
roptera and Plecoptera. University of Peru- Acuicultura y Pesca (AUNAP), Pontificia

8.4
gia. Perugia. Italia. Universidad Javeriana. Bogotá D. C., Co-
• Contreras, E. 2012. Rasgos biológicos de lombia. 400 pp.
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perturbación natural por sequía en los ríos de un sistema fluvial tropical costero: río
y quebradas de la ecorregión Capurganá,
Chocó Biogeográfico, Municipio de Acandí.
Capurganá (Darién colombiano). Trabajo
de pre-grado. Corporación Académica Am-
SERRANÍA DE SAN JACINTO
Trabajo de pre-grado. Universidad de An- biental. Universidad de Antioquia. Turbo,
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dasia 10: 604-636. Patterns of benthic community traits del bioma del bosque seco del golfo de Mo-
• Maldonado-Ocampo, J. A., J. S. Usma, F. in neotropical streams: relationship to rrosquillo, en el piedemonte de la serranía Introducción
A. Villa-Navarro, A. Ortega-Lara, S. Prada- mesoscale spatial variability. Fundamental de San Jacinto, han tenido una larga his- La planicie costera del golfo de Morros-
Pedreros, L. F. Jiménez, U. Jaramillo-Villa, and Applied Limnology/Archiv für Hydrobio- toria de uso agropecuario, sin embargo, quillo es atravesada por varios arroyos
A. Arango, T. Rivas y G. C. Sánchez. 2012. logie 170: 243-255. una exploración reciente de su ictiofauna que nacen en la serranía de San Jacinto
ha demostrado que presentan una riqueza (también llamada Montes de María), los
relativamente alta y una prevalencia de es- cuales han permanecido sin explorar por
pecies adaptadas a la sequía. Se encontra- parte de limnólogos e ictiólogos posible-
ron 17 especies en los tramos más inter- mente por la presunción de que son sis-
nos y 24 en los más cercanos al mar, siendo temas altamente degradados debido a la
dominados por Characiformes, Percifor- hegemonía de la actividad ganadera du-
mes y Cyprinodontiformes. Astyanax fas- rante más de 100 años (García et al. 2014).
ciatus, Andinoacara latifrons y Cyphocharax Sin embargo, estos arroyos han perma-
magdalenae fueron las especies más abun- necido con poca intervención humana en
dantes. Solamente se encontraron algunos sus cabeceras debido a la prevalencia del
camarones palaemónidos (Macrobrachium conflicto armado que ha evitado la defo-
spp) cerca de la desembocadura de los restación, lo cual supone que su hidrología
arroyos, pero fue notable la ausencia de permanezca poco alterada. Por otra parte,
peces diádromos. La riqueza de especies muchos arroyos aun presentan corredores
estuvo correlacionada con el porcentaje de ribereños dominados por árboles de gran
cobertura boscosa en los sitios de estudio porte, lo cual sugiere que largos segmen-
además de la permanencia del caudal infe- tos aun guardan características naturales.
rida mediante el ancho del cauce húmedo y Finalmente, teniendo en cuenta que esta
la profundidad. Las principales amenazas región corresponde a la zona de vida de
para la ictiofauna son la deforestación, la bosque seco tropical, sus arroyos ofrecen
intercepción de la escorrentía superficial y una oportunidad única para el estudio del

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE SAN JACINTO

L. García-Melo

efecto ecológico de la sequía sobre las co- de caudal intermitente y permanente que es deficiente, las hidrógrafas sólo están arroyos estacionales costeros con desem-
munidades y procesos ecosistémicos acuá- fluyen hacia el golfo de Morrosquillo o ha- disponibles para algunos arroyos perma- bocadura en el golfo de Morrosquillo (Fi-
ticos. También es importante resaltar que cia la ciénaga de María La Baja (Figura 1) nentes y ríos en la parte norte del depar- gura 1), en los que se escogieron 16 pun-
dado el reciente auge de las iniciativas de desde la serranía de San Jacinto, la cual es tamento. La precipitación es unimodal y tos. Se emplearon varias jaulas cilíndricas
conservación del bosque seco primario, un sistema costero de baja elevación (300 marcadamente estacional (época seca: de de malla metálica con cebos, dejadas toda
restauración del secundario y la rehabi- m s.n.m.). Estas redes cruzan las Sabanas noviembre a abril: <40 mm mes-1; tempo- la noche, para capturar a los peces y ca-
litación de las sabanas antropogénicas de Mucacal, la planicie aluvial no inunda- rada de lluvias: de mayo a octubre: >120 marones. Durante la mañana siguiente
(Vargas y Ramírez 2014), es necesario rea- da, y piedemontes de baja pendiente, do- mm mes-1) en toda la región de Toluviejo se recogieron las trampas y se hicieron
lizar estudios de línea base que permitan minados por sedimentos areno-arcillosos. y San Onofre. Sin embargo, condiciones pescas adicionales con atarraya. Conside-
determinar: a) el grado de impacto de las Una capa gruesa y profunda de arcilla re- de transición son observadas en abril y rando que una aproximación paisajística
actividades agropecuarias sobre los arro- tiene el flujo subsuperficial, pero también noviembre (60 a 80 mm mes-1). Aunque la es fundamental para cualquier esfuerzo
yos y sus zonas ribereñas y b) las condi- aísla el flujo superficial de las aguas sub- zona de vida original corresponde a bos- posterior de conservación de la ictiofau-
ciones de referencia para las iniciativas de terráneas en el lecho de roca kárstica del ques secos o estacionalmente secos pero na (Angermeier y Winston 1999, Fausch
restauración. A continuación se presentan Acuífero de Morrosquillo. inundables, la mayor parte de la superfi- et al. 2002), se cuantificó el porcentaje de
algunos resultados de un estudio en cur- cie boscosa original ha sido convertida en cobertura de bosque (arbolados), potreros
so que busca cumplir con dichos objetivos El balance negativo de agua superficial pastos, cultivos y matorrales secundarios y cultivos, y área impermeable (viviendas
en la jurisdicción de los municipios de San promueve regímenes de caudal intermi- desde hace por lo menos 100 años, prin- y carreteras) utilizando imágenes de saté-
Onofre y Toluviejo en el norte de Sucre. tente o marcadamente estacionales en la cipalmente si se tiene en cuenta que Tolu- lite y un sistema de información geográfi-
mayoría de los arroyos y quebradas. Mu- viejo fue fundada en 1534 y San Onofre en ca, se realizaron descripciones rápidas de
Área de estudio chos cursos de agua efímeros también se 1774. La transformación del paisaje en las las condiciones ambientales, se midieron
Este estudio se está llevando a cabo en el extienden sobre el relieve suave durante sabanas y serranías se clasifica como alta características geomorfológicas de los
área rural de los municipios de Toluviejo y las lluvias fuertes y tormentas de la tem- debido a las actividades productivas y por cauces y parámetros físico-químicos de las
San Onofre, ubicados al norte del departa- porada de lluvias. Sin embargo, dado que lo tanto la deforestación es un problema aguas. Se estandarizó que la longitud total
mento de Sucre, en varias redes de drenaje la red de medición de caudal en la región importante en ambas subunidades del pai- de muestreo correspondiera a 20 veces el
saje. Desde 2012 se han venido realizando ancho medio del canal húmedo que fuese
inventarios de ictiofauna y vegetación ri- representativo de las condiciones del hábi-
bereña, y pronto se iniciarán inventarios tat por varios cientos de metros, tanto rio
de macroinvertebrados acuáticos y análi- abajo como arriba (Escobar-Sierra 2013).
sis paisajísticos con sensores remotos para
comprender los efectos de las alteraciones Resultados y discusión
de la cobertura vegetal y la hidrología su- De acuerdo con Escobar-Sierra (2013), en
perficial alrededor de los arroyos sobre las la Zona 1 (tramos internos) se colectaron
comunidades acuáticas y ribereñas. 17 especies (Tabla 1) y los taxa más abun-
dantes fueron Characiformes, Perciformes
Un estudio preliminar sobre los factores y Cyprinodontiformes. La familia Chara-
que determinan la distribución espacial cidae contó con más del 50% de las espe-
de los peces y camarones se realizó en el cies seguido de Cichlidae y Poeciliidae. A
periodo de aguas altas, pero de disminu- nivel de especies, Astyanax fasciatus fue la
ción de las lluvias (octubre-noviembre) más abundante seguida de Andinoacara la-
de 2012 (Escobar-Sierra 2013). En una tifrons y Poecilia caucana (Figura 2). En la
primera zona se escogieron 15 arroyos Zona 2 (tramos costeros) se colectaron 24
Figura 1. Izquierda. Zona 1: tramos interiores intersectados por la vía principal Toluviejo- estacionales en la planicie costera (Figura especies (Tabla 2) y los taxa más abundan-
Cartagena donde solo se encontraron peces. Derecha. Zona 2: tramos costeros de arroyos 1), con 15 puntos de muestreo en las inter- tes fueron Characiformes y Perciformes.
con desembocadura directa al norte del golfo de Morrosquillo donde se encontraron peces secciones con la carretera, mientras que Como en la Zona 1, la familia Characidae
y camarones. Elaboración: C. Escobar-Sierra. en una segunda zona se escogieron cinco fue la más abundante (39,4%), pero se-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE SAN JACINTO

L. García-Melo

Tabla 1. Abundancia relativa en los diferentes niveles taxonómicos de los peces colectados
en la zona 1 o tramos internos. La abundancia esta expresada como porcentaje (modificado
de Escobar-Sierra 2013).

Orden Familia Abund.


Especie
(Abund. %) (Abund. %) (%)

Astyanax fasciatus
30,6
(Cuvier 1819)
Astyanax magdalenae a. b.
5,36
(Eigenmann y Henn 1916)
Characidae (50,13)
Gephyrocharax melanocheir Figura 2. Peces dominantes en los arroyos que drenan la serranía de San Jacinto. a)
3,46 Cyphocharax magdalenae capturados durante la pesca de cuaresma, b) Andinoacara latifrons
(Eigenmann 1912)
en su medio natural. Fotos: J. F. Blanco (a), C. Escobar-Sierra (b).
Roeboides dayi
10,72
(Steindachner 1878)
Characiformes (57,99)
Ctenolucius hujeta
Ctenoluciidae (0,17) 0,17 Tabla 2. Abundancia relativa en los diferentes niveles taxonómicos de los peces colectados
(Valenciennes 1850)
en la zona 2 o tramos costeros. La abundancia esta expresada como porcentaje (modificado
Cyphocharax magdalenae
Curimatidae (6,4) 6,4 de Escobar-Sierra 2013).
(Steindachner 1878)
Hoplias malabaricus Orden Familia Abund.
Erythrinidae (0,61) 0,61 Especie
(Bloch 1794) (Abund.%) (Abund. %) (%)
Gasteropelecidae Gasteropelecus maculatus Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) 17,38
0,69
(0,69) (Steindachner 1879) Astyanax magdalenae
5,36
Cyprinodontiformes Poecilia caucana (Eigenmann y Henn 1916)
Poeciliidae (13,31) 13,31 Characidae (39,43)
(13,31) (Steindachner 1880) Gephyrocharax melanocheir
0,36
(Eigenmann 1912)
Megalops atlanticus Characiformes (63,44)
Elopiformes (0,52) Megalopidae (0,52) 0,52 Roeboides dayi
(Valenciennes 1847) 15,05
(Steindachner 1878)
Andinoacara latifrons Cyphocharax magdalenae
16,77 Curimatidae (23,48) 23,48
(Steindachner 1878) (Steindachner 1878)
Perciformes ( 20,14) Cichlidae (20,14)
Caquetaia kraussii Erythrinidae (0,54) Hoplias malabaricus (Bloch 1794) 0,54
3,37
(Steindachner 1878) Anchovia clupeoides
Clupeiformes (1,43) Engraulidae (1,43) 1,43
(Swainson 1839)
Xyliphius magdalenae
Aspredinidae (0,35) 0,35 Poecilia caucana
Eigenmann 1912 Cyprinodontiformes (5,56) Poeciliidae (5,56) 5,56
(Steindachner 1880)
Pimelodella chagresi Elopidae (0,18) Elops saurus (Linnaeus 1766) 0,18
3,11
(Steindachner 1877)
Heptapteridae (3,72) Elopiformes (1,25) Megalops atlanticus
Megalopidae (1,08) 1,08
Rhamdia quelen (Valenciennes 1847)
Siluriformes (8,04) 0,61
(Quoy y Gaimard 1824) Centropomus undecimalis
Centropomidae (0,90) 0,90
Hypostomus hondae (Bloch 1792)
1,04 Andinoacara latifrons
(Regan 1912) Perciformes (18,64) 8,24
Loricariidae (2,85) (Steindachner 1878)
Sturisomatichthys leightoni Cichlidae (8,24)
1,82 Caquetaia kraussii
(Regan 1912) 5,20
(Steindachner 1878)

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE SAN JACINTO

L. García-Melo

Tabla 2. Continuación.

Orden Familia Abund.


Especie
(Abund.%) (Abund. %) (%)
Dormitator maculatus
Eleotridae (7,89) 7,89
(Bloch 1792)
Perciformes Gerreidae (1,08) Diapterus rhombeus (Cuvier 1829) 1,08
Gobiidae (0,54) Sp1 0,54
Pleuronectiformes (0,54) Achiridae (0,54) Achirus achirus (Linnaeus 1758) 0,54
Ariidae (0,90) Ariopsis sp. 0,90
Hoplosternum magdalenae
Callichthyidae (2,33) 2,33
(Eigenmann 1913)
Pimelodella chagresi
2,51
(Steindachner 1877)
Siluriformes (9,14) Heptapteridae (3,23)
Rhamdia quelen
0,72
(Quoy y Gaimard 1824)
Figura 3. Camarón palaemonido Macrobrachium carcinus, típico de los arroyos costeros de
Hypostomus hondae (Regan 1912) 0,36 la serranía de San Jacinto. Foto: C. Escobar-Sierra.
Loricariidae (2,69) Sturisomatichthys leightoni
2,33
(Regan 1912)

sistemas costeros como los del Chocó Bio- cesario un muestreo exhaustivo de los tra-
geográfico, Centro América, y las Antillas, mos de cabecera ubicados en la serranía de
desembocando en el mar siendo aún siste- San Jacinto.
guida de Curimatidae. A nivel de especies Juan (38 especies; Agudelo-Zamora et al. mas de primer a cuarto orden, con distan-
Cyphocharax magdalenae fue la más abun- 2010) y el río León (40 especies; Román- cias cortas desde sus cabeceras hasta las Este estudio demostró la utilidad de la
dante, seguida de Astyanax fasciatus. En Valencia y Acero 1992). desembocaduras, pero presentan una baja aproximación paisajística para compren-
ninguna de las dos zonas se encontraron afinidad ictiológica con dichos sistemas. El der los factores que determinan la distri-
peces diádromos, pero en la segunda si En la Zona 1 (tramos interiores), la cobertu- análisis de similitud mostró que los arro- bución de la ictiofauna, tal como se ha he-
se presentaron algunos camarones palae- ra de bosque alrededor del tramo de mues- yos de la serranía de San Jacinto tienen cho en otros paisajes costeros e insulares
monidos, principalmente Macrobrachium treo, el ancho del cauce húmedo y altura una composición a nivel de familia más del Caribe, y ha confirmado la importancia
acanthurus, M. olfersii y M. carcinus (Figura de la banca fueron las variables que me- cercana a la de ríos que drenan de otras se- de la cobertura boscosa para estas comuni-
3). Este patrón de composición de espe- jor explican los cambios entre arroyos de rranías costeras en el Caribe colombiano, dades (Fievet et al. 2001, Hein et al. 2011,
cies es difícil de comparar en el contexto composición de la ictiofauna. Andinoacara como son los ríos León y San Juan, ambos Lorion et al. 2011).
del Caribe colombiano, ya que no existen latifrons y Poecilia caucana presentaron una en la Serranía del Abibe, y el Ranchería, en
datos publicados para sistemas lóticos de fuerte asociación a estas condiciones de in- la Sierra Nevada de Santa Marta, debido Uso de las especies y
ordenes similares. Los ríos costeros en tervención antrópica en la ordenación. En a la presencia de familias dulceacuícolas, conservación de las especies
planicies costeras del Caribe Colombia- la Zona 2 (tramos costeros), la distancia al pero dicha similitud se aproxima solamen- Las especies de peces y camarones dulcea-
no que han sido estudiados, son sistemas mar y la salinidad, la profundidad de agua te al 60%. Sin embargo, ante la ausencia cuícolas son usadas de manera esporádica
mayores, con longitudes en el orden de los y el porcentaje de área impermeable fueron de peces diádromos se diferenció de los durante la pesca de cuaresma y la pesca
cientos de kilómetros, gran cantidad de las variables que mejor ayudaron a explicar sistemas costeros e insulares del Caribe. recreativa de niños y jóvenes. No se tienen
afluentes y grandes sistemas estuarinos. la variabilidad espacial. Este estudio sugiere que la sequía es una datos sobre el estado de conservación de
Estos sistemas cuentan con una riqueza barrera ecológica importante que impide ninguna de las especies, sin embargo los
de especies muy superior, a la del área de Finalmente, aunque los arroyos de la la colonización de los arroyos costeros por pimelódidos tienen su distribución limita-
estudio, como por ejemplo el río Ranchería serranía de San Jacinto poseen caracte- parte de la fauna diádroma, aunque para da a los arroyos de mayor cauce húmedo y
(67 especies; Mojica et al. 2006), el río San rísticas físicas e hidrológicas similares a someter a prueba esta hipótesis, será ne- cobertura de bosque.

272 273
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE SAN JACINTO

L. García-Melo

Amenazas rectificaciones de cauces, y los vertimien- presentes en los segmentos más cercanos pes: Bridging the gap between research and
Las principales amenazas para la comu- tos de aguas residuales y basuras. al mar, es generalizada la ausencia de es- conservation of stream fishes. BioScience
pecies diádromas en los tramos interiores 52: 483-498.
nidad de peces y camarones de los arro-
• Fievet, E., S. Doledec y P. Lim. 2001. Dis-
yos del área de estudio, son la defores- Conclusiones y recomendaciones estudiados, siendo dominantes los caraci-
tribution of migratory fishes and shrimps
tación de las riberas y la intercepción de para conservación formes Cyphocharax magdalenae y Astya- along multivariate gradients in tropical
los caudales superficiales (Figura 4). La Los arroyos del piedemonte de la serra- nax fasciatus, ambas especies abundantes island streams. Journal of Fish Biology 59:
deforestación de las riberas además del nía de San Jacinto han mostrado una ic- e icónicas de las quebradas de bajo orden 390-402.
incremento inmediato de la temperatu- tiofauna relativamente rica, a pesar del de la vertiente del río Magdalena-Cauca. • García, H., G. Corzo, P. Isaacs y A. Etter.
ra y la reducción del oxígeno, causa en el estrés por sequía al que están sometidos Los planes de restauración deben procurar 2014. Distribución y estado actual de los
largo plazo, un aumento de la erosión de y la severa intervención humana sobre por el establecimiento de corredores ribe- remanentes del bioma de bosque seco tro-
los bancos y la colmatación de los lechos, las riberas y los recursos hídricos. La co- reños que contribuyan a la reducción de pical en Colombia: insumos para su ges-
tión. Pp. 229-251. En: Pizano C. y H. García
particularmente de las piscinas que sirven bertura de bosque, la amplitud del cauce la temperatura del agua y la reducción de
(Eds.). El bosque seco tropical en Colombia.
de refugio durante las sequías. Por su par- húmedo y la profundidad son las princi- la colmatación de los tramos impactados. Instituto de Investigación de Recursos Bio-
te, la intercepción de caudales mediante la pales características que influyen sobre Dada la ausencia de especies diádromas en lógicos Alexander von Humboldt (IAvH).
construcción de estanques contribuye a la la riqueza de la ictiofauna y por lo tanto los tramos interiores, se hipotetiza que la Bogotá, D.C., Colombia.
desecación total o parcial de largos tramos podrían ser buenos indicadores de la inte- sequía prolongada es una barrera ecológi- • Hein, C. L., A. S. Pike, J. F. Blanco, A. P.
de los arroyos durante tiempos prolonga- gridad ecológica potencial a utilizar como ca para dichas especies. Urge el diseño de Covich, F. N. Scatena, C. P. Hawkins y T. A.
dos, agravando el estrés por la sequía na- referente en los proyectos futuros de res- planes de ordenamiento territorial de los Crowl. 2011. Effects of coupled natural and
tural. Otras amenazas son la extracción de tauración de arroyos del bosque seco. Con municipios y de las cuencas hidrográficas anthropogenic factors on the community
excepción de los camarones palaemónidos para resolver los conflictos de uso y definir structure of diadromous fish and shrimp
material de arrastre, las canalizaciones y
species in tropical island streams. Freshwa-
las áreas a restaurar. ter Biology 56: 1002-1015.
• Lorion, C. M., B. P. Kennedy y H. B. Jeffrey.
Bibliografía 2011. Altitudinal gradients in stream fish
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Colombia, Sur América. Boletín científico • Mojica, J., C. Castellanos, P. Sánchez-
centro de museos, Museo de historia natural Duarte y C. Díaz. 2006. Peces de la cuenca
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across Virginia landscapes: prerequisite tas sobre las comunidades de peces del
for conservation. Ecological Applications 9: norte de Antioquia (Colombia). Anales del
335-349. Instituto de Investigaciones Marinas de Punta
• Escobar-Sierra, C. 2013. Controles mul- Betín 21: 117-125.
tiescalares sobre los patrones de distribu- • Vargas, W. y W. Ramírez. 2014. Linea-
ción longitudinal de camarones y peces mientos generales para la restauración del
en quebradas del bosque seco tropical (San bosque seco tropical en Colombia. Pp. 253-
Onofre, Sucre, Colombia). Tesis de pre-gra- 291. En: Pizano C. y H. García (Eds.). El
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• Fausch, K. D., E. C. Torgersen, V. C. Baxter Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
y H. W. Li. 2002. Landscapes to riversca- D.C., Colombia.
Figura 4. Amenazas sobre los arroyos relacionadas con la actividad ganadera en el muni-
cipio de San Onofre (Sucre). Se observan las riberas desprovistas de vegetación y un cauce
rectificado que es utilizado como reservorio de agua para el ganado durante el periodo de
sequía. Foto: J. F. Blanco.

274 275
C. A. Lasso
A. Ortega

Peces de las aguas interiores


del Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina,

8.5 Colombia: diversidad, amenazas y


recomendaciones para su conservación

Carlos A. Lasso, Francisco A. Villa-Navarro, Arturo Acero-P.,


Paula Sánchez-Duarte, Mónica A. Morales-Betancourt y Nacor
Bolaños

Resumen portancia ecológica y socio-cultural, la an-


El Archipiélago de San Andrés, Providen- guila americana (Anguilla rostrata). Se de-
cia y Santa Catalina se encuentra en el tectó también la presencia de dos especies
extremo jurisdiccional de Colombia en el de cíclidos introducidas en San Andrés:
mar Caribe Centro-Occidental. Incluye una especie exótica, la tilapia (Oreochromis
tres pequeñas islas oceánicas (San Andrés: niloticus) y otra trasplantada, la mojarra
27 km2, Providencia: 18 km2 y Santa Cata- amarilla, proveniente del continente (Ca-
lina: 1 km2) de origen volcánico. Se estu- quetaia kraussii). El índice de intervención
dió la ictiofauna dulceacuícola y estuarina antrópica (IIA) mostró un estado alar-
asociada a los arroyos y otros cuerpos de mante en la conservación de los cuerpos
agua, y se evaluó el impacto antrópico so- de agua del Archipiélago, con amenazas
bre dichas comunidades y ambientes, en muy importantes especialmente hacia las
particular sobre dos especies de molly o desembocaduras asociadas a la contami-
poecílidos del Archipiélago actualmente nación, desarrollo de infraestructuras y
en riesgo de extinción: Gambusia aestipu- deforestación.
tius Fowler 1950 (VU B1a-ii, iii) y Poecilia
“vetiprovidentiae” Fowler 1950 (no eva- Introducción
luada oficialmente pero con las mismas El Archipiélago de San Andrés, Providen-
amenazas de la especie anterior). Se iden- cia y Santa Catalina es bien conocido por la
tificaron 19 especies, agrupadas en siete riqueza natural marina en el contexto del
órdenes y 12 familias: Providencia (16 mar Caribe, pero es poco o prácticamente
sp.), San Andrés (11 sp.) y Santa Catalina nada, lo que se conoce sobre la biodiversi-
(1 sp.). Del total mencionado, 17 especies dad acuática asociada a los arroyos o “gu-
fueron autóctonas, donde destaca en la llies” (término local o raizal) temporales
isla de Providencia además de los mollies o de las islas. Si bien su red hidrográfica es
poecílidos arriba mencionados, por su im- muy reducida, cuenta con varios arro-

Isla de Santa Catalina, San Andrés, Colombia. Foto: C. A. Lasso 277


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

yos temporales y otros cuerpos de agua 08’’ y 81° 23’ 58’’ de longitud oeste, y está cia es de relieve montañoso, con elevacio- rentes tipos de ecosistemas como peque-
artificiales, que albergan una biodiver- ubicada a 90 km al noreste de San Andrés. nes de hasta de 350 m s.n.m. en High Pick ños ríos, quebradas o arroyos temporales
sidad acuática sometida a una amenaza Tiene 7 km de largo por 4 km en su parte y algo menores en Marshall Hill, Split Hill y/o permanentes (gully o gullies como son
constante. Los camarones de agua dulce, más ancha. El área de la isla es de 19 km2. y Manzanillo Hill. Santa Catalina, sepa- conocidos localmente), así como algunos
abundantes en Providencia, pero ausen- La isla de Santa Catalina está al norte de rada de la anterior por un canal de 150 m cuerpos de agua dulce artificiales (embal-
tes en San Andrés y Santa Catalina, son la isla de Providencia y se separa de ésta de ancho, es relativamente quebrada y su ses, represas, depósitos de agua, etc.) (Fi-
objeto de estudio detallado en el Capítulo por el canal Aury de 150 m de ancho. Su altura máxima es de 133 m s.n.m. (Posada guras 2, 3). Para cada estación se anotaron
4 (Campos et al. 2015) y otros macroin- posición geográfica es de 13° 23’’ de latitud y Guzmán 2007). las coordenadas geográficas, registro foto-
vertebrados -especialmente insectos-, en norte y 81° 22’ de longitud oeste. gráfico y algunos parámetros fisicoquími-
el Capítulo 5 (Longo et al. 2015), pero los Muestreos cos básicos: temperatura, oxígeno disuel-
peces habitantes de estos cuerpos de agua Por su localización en la zona de conver- Se muestrearon 23 estaciones, 16 en la isla to, pH y salinidad.
no habían sido objeto de estudio salvo al- gencia intertropical (ZCIT), el archipiéla- de Providencia, seis en San Andrés y una
gunas referencias puntuales a Gambusia go se caracteriza por temperaturas eleva- en Santa Catalina, entre el 2 y el 6 de agos- Para la colecta de peces se usaron diferen-
aestiputeus (Acero et al. 2002). Por estas ra- das y la influencia de los vientos Alisios del to 2011 (Tabla 1) (Figura 1), que fueron tes redes de mano y playa, así como un
zones, los objetivos de este estudio fueron NE. Las temperaturas máximas medias se muestreadas nuevamente en noviembre equipo de electropesca portátil; se hicie-
conocer la composición de la ictiofauna presentan en los meses de mayo a junio y 2013. Las estaciones representaban dife- ron también observaciones subacuáticas
dulceacuícola y estuarina asociada a estos las mínimas medias en febrero, teniendo
pequeños cursos de agua, así como evaluar como temperatura media anual 26.7°C.
el impacto antrópico sobre dichas comu- Respecto a la precipitación, la influencia
nidades y ambientes, en particular sobre de los vientos alisios, que soplan del nores-
las dos especies de mollies o poecílidos del te, determina en parte las épocas lluviosas
Archipiélago, actualmente en riesgo de ex- que comienzan en el mes de mayo y alcan-
tinción: Gambusia aestiputius Fowler 1950 zan su máximo en los meses de octubre y
(VU B1a-ii, iii) y Poecilia “vetiprovidentiae” noviembre, prolongándose hasta diciem-
Fowler 1950 (por evaluar). bre. Durante estos meses se registra el
80% de la lluvia anual, que en promedio es
Material y métodos de 1.912 mm/año. La evaporación en el ar-
chipiélago varía entre los 70 y los 160 mm
Área de estudio durante el año con los valores mayores en
El Archipiélago de San Andrés, Providen- marzo y abril. En general se presenta un
cia y Santa Catalina se encuentra en el excedente hídrico en el período compren-
extremo jurisdiccional de Colombia en el dido entre mayo y diciembre, con un défi-
mar Caribe Centro-Occidental e incluye cit en los meses de enero, febrero y marzo
tres pequeñas islas oceánicas de origen (López-Rodríguez et al. 2009).
volcánico (San Andrés, Providencia y San- b.
ta Catalina), atolones y bancos coralinos El relieve de la isla de San Andrés está
alineados en dirección noreste y paralelos formado por una cadena de colinas que a.
a la elevación de Nicaragua. se extienden a lo largo de ésta en su parte
central, bordeada por una morfología pla-
San Andrés está localizada entre los 12° na de plataforma arrecifal emergida. Estas
28’ 58’’ y 12° 35’ 55’’ de latitud norte y los colinas constituyen un sistema montaño-
72° 29’ 47’’ y 81° 44’ 19’’ de longitud oeste. so longitudinal que se inicia al NE y se
Tiene 13 km de largo por 3 km de ancho y prolongan hacia el sur, alcanzando alturas
una extensión de 25 km2. La isla de Provi- máximas de 109 m, siendo los puntos más
dencia se encuentra entre los 13° 19’ 23’’ altos de la isla May Hill, Lever Hill o Pussy Figura 1. Mapa del Archipiélago de San Andrés (a) y Providencia (b), indicando las esta-
y 13° 23’ 50’’ de latitud norte y los 81° 21’ Hill y Wright Hill (IGAC 1996). Providen- ciones de muestreo.

278 279
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

que permitieron tomar datos sobre la dis- G) Presencia de diques-represas Tabla 1. Estaciones de muestreo con su información fisicoquímica.
tribución de las especies (Figura 4).
A cada variable se le asignó un valor entre Oxígeno
Salinidad Temperatura
Para evaluar el impacto sobre las comuni- 0 y 3: Código Nombre Coordenadas
(ppm)
disuelto pH
(°C)
dades acuáticas, se aplicó el índice de inter- 0 = Ausente (mg/l)
vención antrópica; IIA= A+B+C+D+E+F+G 1 = Presente en baja proporción Salt Creek, Lazy Hill, isla 13º 21’ 31,5’’ N
PV - 1 24 4,6 7,4 33,2
Providencia 0,81º 23’ 22,2’’ W
que considera las siguientes variables: 2 = Presente en media proporción
Salt Creek, Lazy Hill, isla 13º 21’ 23,9’’ N
3 = Presente el alta proporción PV - 2 0 3,8 6,8 28,6
Providencia 081º 23’ 21,5 ‘’ W
A) Presencia de ganado (marraneras)
Salt Creek, Lazy Hill, isla 13º 21’ 29’’ N
B) Vías de acceso El IIA es la sumatoria de las siete varia- PV - 3 0 1,78 5,7 28,1
Providencia 81º 23’ 27,7’’ W
C) Centros poblados bles, siendo la estación de muestreo más
Gamadith Gully, Bottom 13º 19’ 24,6’’ N
D) Uso turístico (baños, extracción de intervenida la que obtiene un valor mayor.
PV - 4 House, Manzanillo, isla 20,9 1,13 7,3 28,4
agua, etc.) El índice varía entonces entre 0 y 21. Este Providencia 81º 22’ 59,2’’ W
E) Vertimiento de aguas negras índice es de fácil aplicación en campo y Gamadith Gully, Bottom 13º 19’ 24,6’’ N
F) Basura permite tener una visión y comparación de PV-5 House, Manzanillo, isla 21,9 5,4 7,2 29,4
Providencia 81º 22’ 59,2’’ W
Gamadith Gully, Bottom 13º 19’ 24,6’’ N
PV-6 House, Manzanillo, isla 21,4 1,05 7,2 29,3
Providencia 81º 22’ 59,2’’ W
Pozas arriba del Gamadith 13º 19’ 27,4’’ N
PV - 7 Gully, Bottom House, 2,8 5,6 6,7 28
Manzanillo, isla Providencia 81º 23’ 00,6’’ W
Puente del Gamadith Gully, 13º 19’ 37,9’’ N
PV - 8 Bottom House, Manzanillo, 0,2 6,4 6,8 27
isla Providencia 81º 22’ 39,9’’ W

Represa Freshwater, isla 13º 20’ 36,7’’ N


PV - 9 0 9,3 9 35,1
Providencia 81º 23’ 16,7’’ W
Creek que sale de la represa 13º 20’ 45,0’’ N
PV - 10 Freshwater (cola de la 0 4,1 6,3 28,2
represa), isla Providencia 81º 23’ 21,3’’ W
a. b. Freshwater Bay, boca en el 13º 20’ 46,0’’ N
PV - 11 0,3 4,65 7 30
mar, isla Providencia 81º 23’ 37,3’’ W
Bowden, Old Town, isla 13º 22’ 0,62’’ N
PV - 12 0,5 5,6 8,7 34,7
Providencia 81º 22’ 32,8’’ W
Bailey Spring, isla 13º 21,273’ N
PV - 13 0,5 1,21 6,2 27,4
Providencia 81º 21,729’’ W
Cisterna casa Patsy 13º 21’ 13,7’’ N
PV - 14 0 1,3 8,8 29,2
Archbold, isla Providencia 81º 21’ 31,3’’ W
Charco en Maracaibo- 13º 22’ 28,0’’ N
PV - 15 Big Well Mc Bean, isla 0 0,6 6,3 28,5
Providencia 81º 21’ 33,3’’ W
Maracaibo, King Crab, cerca 13º 22’ 27,8’’ N
c. d. PV - 16 a Box Colber/ Mc Bean, isla
81º 21’ 38,1’’ W
0,5 1,6 7,7 30
Providencia
isla Santa Catalina Sur, 13º 23’ 00,3’’ N
PV - 17 39,3 1,36 7,7 30
Figura 2. Ecosistemas representativos de los sitios de muestreo: a) Laguna Big Pond, isla Lovers Lane 81º 22’ 13,3’’ W
San Andrés; b) manglar sector San Luis. Isla San Andrés; c) Gamadith Gully, isla Providen- Canal drenaje, San Luis 12º 32,471’ N
cia; d) Salt Creek, parte alta, isla Providencia. Fotos: C. A. Lasso. (tienda La Parada del
SA - 1 7,3 0,35 7,4 28,8
Capitán), frente a Rocky Cay, 81º 42,465’ W
isla San Andrés

280 281
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

Tabla 1. Continuación. la conservación entre los cuerpos de agua en San Andrés, una especie exótica, la Ti-
muestreados. lapia (Oreochromis niloticus) (Gutiérrez et
Salinidad
Oxígeno
Temperatura
al. 2010) y otra trasplantada, la mojarra
Código Nombre Coordenadas
(ppm)
disuelto pH
(°C) Resultados y discusión amarilla (Caquetaia kraussii) (Lasso et al.
(mg/l)
2012), proveniente del continente. Ambas
Caño de manglar, San Luis 12º 32,801’ N
SA - 2 (Casa de Los Bellos), isla San 6,5 2,2 7,6 29,3 Composición se encontraron en la Laguna Big Pond en
Andrés 81º 42,46 W Se identificaron 19 especies, agrupadas en San Andrés (agosto 2011), aunque hay re-
Laguna Big Pond, isla San 12º 32,862’ N siete órdenes y 12 familias: Providencia gistros más recientes (2014), sobre la pre-
SA - 3 0 2,08 9,6 33
Andrés 81º 43,166’ W (16 sp.), San Andrés (11 sp.) y Santa Ca- sencia de la Tilapia en sistemas de cultivo
Caño en la sede de Defensa 12º 35,262’ N talina (1 sp.). El orden con mayor número en San Andrés (Figuras 5 y 6).
SA - 4 0,1 0,47 7 29,4
Civil, isla San Andrés 81º 41,980’ W de especies fue Perciformes (7 familias, 10
Manglar detrás del Hotel 12º 30,739’ N especies), seguido por los Cyprinodonti- Distribución espacial
SA - 5 Decameron, San Luis, isla
81º 42,900’ W
2,2 0,15 7,1 29,1 formes (1 familia y 3 especies) y Elopifor- Providencia fue la isla con la mayor rique-
San Andrés
mes, Anguilliformes, Beloniformes, Syng- za de especies (16 sp.), cuatro de ellas anfí-
Caño artificial desagüe 12º 32,098’ N
SA - 6 25 0,5 6,6 28,1 nathiformes y Mugiliformes (1 familia, 1 dromas (Eleotris pisonis, Gobiomorus dormi-
manglar, isla San Andrés 81º 92,95’ W
género y 1 especie, c/u) (Tabla 2). tor, Sicydium sp. y Agonostomus monticola) y
una catádroma (Anguilla rostrata). Muchas
Del total mencionado, 17 especies fueron especies se colectaron -como fase juvenil-
autóctonas. Se detectó también la presen- en la boca de los arroyos y ríos en el mar
cia de dos especies de cíclidos introducidas (aguas salobres) (p. e. Megalops atlanticus,

a. b.

c. d.

Figura 3. Estaciones de muestreo. a) Salt creek, parte alta (sección seca); b) arroyo en la isla
de San Andrés; c) colecta de ejemplares, Big Pond, isla de San Andrés; d) desembocadura
arroyo y manglar. Isla de Providencia. Fotos: C. A. Lasso. Figura 4. Observaciones subacuáticas. Foto: C. A. Lasso.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

Tabla 2. Lista de especies de peces colectados y/o observados en el Archipiélago de San


Andrés, Providencia y Santa Catalina: (*) especie trasplantada; (**) exótica.

Taxa Providencia San Andrés Santa Catalina


Orden Elopiformes
Familia Megalopidae      
Megalops atlanticus Valenciennes 1847 X X  
Orden Anguilliformes      
Familia Anguillidae      
Anguilla rostrata (Lesueur 1817) X    
Orden Cyprinodontiformes      
Familia Poeciliidae      
Gambusia aestiputeus Günther 1866 X X  
Figura 5. Tilapia (Oreochromis niloticus), colectada en la isla de San Andrés. Foto: N. Bolaños.
Poecilia “vetiprovidentiae” Fowler 1950 X X  
Poecilia orri Fowler 1943     X
Orden Beloniformes      
Familia Belonidae      
Strongylura marina (Walbaum 1792) X    
Orden Syngnathiformes      
Familia Syngnathidae      
Microphis brachyurus (Bleeker 1854) X X  
Orden Perciformes      
Familia Centropomidae      
Centropomus sp. X X  
Familia Cichlidae      
Caquetaia kraussii (Steindachner 1878)*   X  
Oreochromis niloticus (Linnaeus 1758)**   X  
Familia Eleotridae      
Dormitator maculatus (Bloch 1792) X X  
Eleotris pisonis (Gmelin 1789) X X  
Gobiomorus dormitor Lacepède 1800 X X  
Familia Gobiidae      
Bathygobius soporator (Valenciennes 1837) X     Figura 6. Caquetaia kraussi, Big Pond, isla de San Andrés. Foto: C. A. Lasso.
Familia Lutjanidae      
Lutjanus griseus (Linnaeus 1758) X    
Familia Sphyraenidae      
Centropomus sp., Sphyraena guachancho, observaron como visitantes ocasionales,
Sphyraena guachancho Cuvier, 1829 X    
Lutjanus griseus y Mugil sp.), mientras adultos de Centropomus sp. y Strongylura
Orden Mugiliformes       que otras fueron residentes permanentes marina, penetrando en estas desemboca-
Familia Mugilidae       como adultos en estos ambientes (p. e. duras. Las especies registradas en aguas
Agonostomus monticola (Bancroft 1834) X     Poecilia “vetiprovidentiae”, Gambusia aes- exclusivamente dulces y a mayor distancia
Mugil sp. X X   tiputeus, Microphis brachyurus, Dormita- de las desembocaduras fueron A. rostrata y
tor maculatus y Bathygobius soporator). Se A. monticola.

284 285
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

En San Andrés (11 sp.), las especies com- (autoridades sanitarias), como una especie
partidas con Providencia mostraron el controladora de larvas de mosquitos, por
mismo patrón de distribución espacial que lo que ha sido ampliamente dispersada en
en esta isla. Solo las dos especies introduci- la isla en canales, vías de drenaje y otros
das (mojarra y Tilapia), estuvieron restrin- cuerpos de aguas cerrados como cisternas
gidas a la laguna Big Pond (cerrada). y tanques de agua de las viviendas (Figura
8). En la isla de Providencia destaca por su
Por último, en Santa Catalina, la única importancia ecológica y socio-cultural, la
especie registrada (Poecilia orri) fue colec- anguila americana (Anguilla rostrata) (Fi-
tada solo en manglares y canales de aguas gura 9). Esta es una especie icónica en la
salobres. isla y es protegida por toda la comunidad,
ya que la asocian con el mantenimiento
Uso y conservación de las especies de agua en los arroyos y manantiales, al
Dado el pequeño tamaño generalizado de “abrir” galerías que los interconectan. De
las especies, salvo algunos casos particu- hecho los pobladores, en especial los “más
lares, el uso dado a la especies es secunda- viejos”, recogen estas especies cuando se
rio. Ocasionalmente se capturan adultos secan los manantiales o gullies (gully) y
de Agonostomus monticola en Providencia los llevan a otros manantiales con agua
y de Caquetaia kraussii y Oreochromis mos- permanente.
sambicus en San Andrés, como consumo de
subsistencia o actividad recreativa (niños). En el Archipiélago (islas de San Andrés y Figura 8. Cisternas, isla de Providencia. Foto: C. A. Lasso.
Poecilia “vetiprovidentiae” (Figura 7), es Providencia), hay dos especies de poecí-
usada por el gobierno local de Providencia lidos o mollies actualmente en riesgo de

Figura 7. Poecilia “vetiprovidentiae”. Foto: C. A. Lasso. Figura 9. Anguila americana (Anguilla rostrata). Foto: C. A. Lasso.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

extinción: Gambusia aestiputeus Fowler Valenciennes 1846, con una distribución Índice de intervención antrópica portante, por la presencia de marraneras y
1950 (VU B1a-ii, iii) (Acero et al. 2002) que va desde el río san Juan, noroeste de En la isla de San Andrés, todas las estacio- diques (Figura 11).
y Poecilia “vetiprovidentiae” Fowler 1950 México y sureste de Sonora, extendida nes de muestreo registraron un IIA de 10
(no evaluada oficialmente pero con las por ambas costas de Centroamérica, la ó más puntos, siendo SA-1 la mayor con 17 En la figura 12 se ilustran algunas de las
mismas amenazas de la especie anterior). vertiente Caribe y las islas de las Antillas o y SA-3 y SA-4, las menores con 10 (Figura amenazas a la ictiofauna.
Ambas especies están distribuidas en Indias Occidentales (Rosen y Bailey 1963). 10). En ninguna de las estaciones se re-
Providencia 4 localidades, G. aestiputeus: Sin embargo, estudios más recientes gistraron marraneras y el vertimiento de Conclusiones y recomendaciones
PV- 4, 5, 6 y 15 (Tabla 1) y 8 localidades, -basados en análisis de sistemática aguas negras no obtuvo un valor de 3 en para la conservación
P. “vetiprovidentiae”: PV- 4, 5, 6, 8, 12, 14, molecular-, muestran que P. sphenops es las estaciones, sin embargo, en SA-1 el res- La red hidrográfica del Archipiélago es muy
15 y 16 (Tabla 1), pero con un área de ocu- en realidad un complejo de especies que to de las variables registraron los valores reducida en términos de área de drenaje y
pación y extensión de presencia (sensu ocurren al menos desde México hasta más altos. Las vías de acceso y los centros adicional a esto, son muchas las amenazas
UICN), muy pequeñas. Más grave es la si- Panamá, y que requiere una revisión poblados son las variables que más afecta- a las que están sometidos los diferentes
tuación en la isla de San Andrés, pues solo taxonómica exhaustiva (Alda et al. 2013). ron a todas los cuerpos de agua. arroyos o gullies en San Andrés y Provi-
se han observado en una localidad cada Por ello, es necesario hacer un estudio dencia. Santa Catalina no muestra mayor
una (sector San Luis: SA- 2: G. aestiputesus molecular y taxonómico tradicional de las En la isla de Providencia, el mayor valor de amenaza y apenas tiene una sola especie de
y SA- 1: P. “vetiprovidentiae”, Tabla 1), de poblaciones de P. vetiprovidentiae de San IIA que se obtuvo fue 16 en las estaciones molly (P. orri). En general, si bien la mayo-
apenas unas decenas de metros cuadrados Andrés y Providencia, comparándolas con PV-21 y PV-26 y el menor fue 1 en PV-17A, ría de las cuencas se encuentran en buen
de área y muy amenazadas (ver más ade- las poblaciones del continente, a objeto de esta última estación solo se ve afectada en estado de conservación hacia las partes al-
lante la discusión sobre el índice de inter- revalidar el estatus específico. Mientras baja proporción por las vías de acceso. En tas y medias, estas secciones no albergan
vención antrópica). tanto y de manera precautoria en espera las dos estaciones con mayor intervención una muestra representativa de la ictiofau-
de los resultados de los análisis que se antrópica afecta en alta proporción, el ver- na tal que garantice su conservación o re-
Poecilia “vetiprovidentiae” Fowler 1950 vienen realizando, preferimos mantener timiento de aguas negras y la presencia presentatividad en las islas de manera ade-
ha sido considerada tradicionalmente la validez de P. vetiprovidentiae hasta que de basura. PV-21 también se ve afectada cuada. Por el contrario, la mayor riqueza de
como un sinónimo de Poecilia sphenops se demuestre lo contrario. en gran medida por las vías de acceso, la especies está asociada a las secciones bajas
cercanía a centros poblados y el turismo y de las cuencas donde la amenaza es mayor.
PV-26 también es afectada de manera im- La situación es aún más preocupante por el

Figura 10. Índice de intervención antrópica (IIA) en las estaciones de muestreo de la isla Figura 11. Índice de intervención antrópica (IIA) en las estaciones de muestreo de la isla
de San Andrés. de Providencia.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

hecho de que algunas especies ocupan un (Eds.). 2015. XII. Cuencas pericontinen-
área muy pequeña y frágil frente a cual- tales de Colombia, Ecuador, Perú y Vene-
quier impacto antrópico, por mínimo que zuela: tipología, biodiversidad, servicios
ecosistémicos y sostenibilidad de los ríos,
sea. quebradas y arroyos costeros. Serie Edi-
torial Recursos Hidrobiológicos y Pesque-
Es fundamental que la Corporación CO- ros Continentales de Colombia. Instituto
RALINA proteja las secciones de los arro- de Investigación de Recursos Biológicos
yos o gullies donde están distribuidas las Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
dos especies de mollies o poecílidos ame- D. C., Colombia.
• Gutiérrez, F., C. A. Lasso, P. Sánchez-Duar-
nazados (G. aestiputeus y Poecilia “vetipro-
te y Diego L. Gil. 2010. Análisis de riesgo
a. b. videntiae”). Programas de conservación ex para especies acuáticas continentales y
situ a bajo costo, con miras a su reintroduc- marinas. Pp: 75-148. En: Baptiste, M. P.,
ción y/o reforzamiento poblacional de es- N. Castaño, D. Cárdenas, F. P. P. Gutiérrez,
tas especies dada su viviparidad, podrían D. L. Gil y C. A. Lasso (Eds.). 2010. Análi-
ser viables en ambas islas. sis de riesgo y propuesta de categorización
de especies introducidas para Colombia.
Instituto de Investigación de Recursos Bio-
Por último, no debe permitirse el cultivo
lógicos Alexander von Humboldt. Bogotá,
-aún en sistemas cerrados- de Tilapias en Colombia.
San Andrés, y aquellos individuos que ya • Instituto Geográfico Agustín Codazzi
están introducidos en sistemas de cultivo (IGAC). 1996. Tomo IV. Diccionario Geo-
en la isla, deben ser erradicados a la breve- gráfico de Colombia. Bogotá, Colombia.
dad. La población de la Laguna Big Pond 650 pp.
c. d. no presenta mayor problema dado su ais- • Lasso, C. A., R. Álvarez-León, F. de P. Gu-
tiérrez y M. A. Morales-Betancourt. 2012.
lamiento. Caquetaia krausii. Pp. 123-127. En: Gutié-
rrez, F. de P., C. A. Lasso, M. P. Baptiste, P.
Bibliografía Sánchez-Duarte y A. M. Díaz. (Eds). 2012.
• Acero, A., L. S. Mejía y M. Santos-Acevedo. VI. Catálogo de la biodiversidad acuática
2002. Gambusia aestiputeus. Pp.75-76. En: exótica y trasplantada en Colombia: mo-
Mejía, L. S. y A. Acero (Eds.). Libro rojo de luscos, crustáceos, peces, anfibios, reptiles
peces marinos de Colombia. INVEMAR. y aves. Serie Editorial Recursos Hidrobio-
Instituto de Ciencias Naturales-Universi- lógicos y Pesqueros Continentales de Co-
dad Nacional de Colombia, Ministerio de lombia. Instituto de Investigación de Re-
Medio Ambiente. Serie Libros Rojos de Es- cursos Biológicos Alexander von Humboldt
pecies Amenazadas de Colombia. Bogotá. (IAvH). Bogotá, D. C., Colombia.
• Alda, F., R. G. Reina, I. Doadrio y E. Ber- • Longo M., D. Cortés-Guzmán, E. Contre-
mingham. 2013. Phylogeny and biogeo- ras, Á. Motta, J. F. Blanco, C. A. Lasso y
graphy of the Poecilia sphenops species R. Ospina. 2015. La entomofauna y otros
complex (Actinopterygii, Poeciliidae) in macroinvertebrados acuáticos de sistemas
e. f.
Central America. Molecular Phylogenetics insulares y pericontinentales de las cuen-
and Evolution 66: 1011-1026. cas Pacífico y Caribe, Colombia. Capítulo 5.
• Campos, M., C. A. Lasso y A. Acevedo. Pp. 141-169. En: Lasso, C. A., J. F. Blanco-
Figura 12. Amenazas a la ictiofauna en el Archipielago de San Andrés, Providencia y Santa 2015. Camarones asociados a las aguas pe- Libreros y P. Sánchez-Duarte. (Eds.). 2015.
Catalina. a) Aguas negras y canalización del cauce, Salt Creek, Providencia; b) detalle del ver- ricontinentales (ríos, quebradas y arroyos XII. Cuencas pericontinentales de Colom-
tido de aguas negras; c) escombros y basuras reducen y alteran el hábitat de los peces (Man- costeros), de la vertiente Caribe y Pacífico, bia, Ecuador, Perú y Venezuela: tipología,
zanillo Bay), Providencia; d) extracción de arena y piedras, Gamadith Gully, Providencia; e) incluyendo la región insular de Colombia. biodiversidad, servicios ecosistémicos
los diques impiden la migración de las especies diádromas, Freshwater Bay, Providencia; f) Capítulo 4. Pp. 119 - 138. En: Lasso, C. A., y sostenibilidad de los ríos, quebradas y
ganadería y deforestación, Providencia. Fotos: C. A. Lasso. J. F. Blanco-Libreros y P. Sánchez-Duarte. arroyos costeros. Serie Editorial Recursos

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C. Granados
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

O. M. Lasso-A.

Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales • Posada, B. O. y W. Guzmán. 2007. Diag-


de Colombia. Instituto de Investigación de nóstico de la erosión costera en las islas de
Recursos Biológicos Alexander von Hum- San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
boldt (IAvH). Bogotá, D. C., Colombia. Recomendaciones generales para el mane-
• López Rodríguez, A., M. García, P. C. Sie-
rra-Correa, M. Hernández-Ortiz, I. Ma-
jo y control de la erosión. Investigación ela-
borada para CORALINA por el INVEMAR,
Biota acuática de la serranÍa de
la Macuira, Parque Nacional

8.6
chacón, J. Lasso, O. Bent, A. Mitchel C. según convenio 010/2006. 102 pp.
Segura, S. Nieto y J. Espriella. 2009. Orde- • Rosen, D. E. y R. M. Bailey. 1963. The poeci-
namiento ambiental de los manglares del
Archipiélago San Andrés, Providencia y
liid fishes (Cyprinodontiformes), their
structure, zoogeography, and systematics.
Natural Macuira, Guajira
Santa Catalina. 117 pp. Serie de documen-
tos generales No 30.
Bulletin of the American Museum of Natural
History 126 (1): 5-176.
colombiana
Carlos A. Lasso y Cristian Enrique Granados-Martínez

Resumen un índice de intervención antrópica y se


La serranía de La Macuira, situada en el relacionó con las principales amenazas en
PNN La Macuira, Guajira colombiana, la región.
representa un enclave semidesértico de
bosque seco tropical que había permane- Introducción
cido desconocido desde el punto de vista En el extremo nororiental de la península
de su biota acuática. A pesar de tener una de la Guajira se encuentra La Macuira, una
red hidrográfica muy reducida y de carác- serranía ubicada en plena faja de los vien-
ter temporal, cuenta con pequeños arro- tos alisios que forma parte de una serie de
yos que pueden perder su conexión con el pequeñas montañas aisladas y cadenas de
mar durante mucho tiempo, en especial colinas de las tierras áridas bajas del Ca-
en los periodos de sequía extrema como ribe colombiano. Estas montañas mantie-
el presente. Se realizaron prospecciones nen una vegetación húmeda en sus laderas
de la biota acuática (plantas, macroinver- superiores y cumbres que no superan los
tebrados y peces) durante agosto 2014 en 1000 m de altura y que son geológicamente
varios cuerpos de agua de la región, donde distintas a los Andes y a la Cordillera de la
adicionalmente se caracterizaron los pa- Costa en Venezuela (Sugden 1982). La Ma-
rámetros fisicoquímicos. Se identificaron cuira se constituye en un ecosistema único
ocho especies de plantas acuáticas agru- en Colombia por poseer bosques de niebla
padas en cuatro familias; tres Phylum de a tan solo 550 m de altura, además de ser
macroinvertebrados correspondientes a el único lugar en el mundo donde es posi-
cuatro clases, diez órdenes, 26 familias y ble encontrar este tipo de bosque a escasos
36 géneros, siendo los phyla Arthropoda cinco kilómetros del desierto (Castellanos
(92%) y Mollusca (6,1%), los mejor repre- et al. 2011) (Figura 1). La serranía de la
sentados. También se encontraron seis Macuira fue declarada Parque Nacional
especies de peces agrupadas en cuatro ór- Natural en 1977 e incluye 25.000 hectá-
denes y cuatro familias, cinco de las cuales reas. La Serranía es considerada como una
fueron anfídromas. Por último, se calculó isla biogeográfica dentro de una vasta ex-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE LA MACUIRA

C. A. Lasso

tensión árida y semiárida (Castellanos et por pequeños arroyos temporales- y la bio- altura máxima de 867 m en el Cerro Palu riores a la era Mesozoica (Inderena 1984).
al. op. cit.), lo cual fomenta el interés en la ta acuática asociada (plantas, peces, crus- (Figura 2). Esta dispuesta en sentido nor- Los suelos están comprendidos dentro de
investigación, que a su vez amplía el cono- táceos y macroinvertebrados acuáticos). este-sureste, mide 35 km de longitud, 10 la Consociación Nazareth. De acuerdo a su
cimiento para las acciones que actualmen- Es importante hacer notar que no existen km de ancho aproximadamente y está a 10 topografía, con relieve ondulado, parecen
te se desarrollan a favor de la conservación trabajos previos relativos a dicha biota, por km del mar Caribe en su punto más cerca- corresponder a una remoción superficial
del área (UAESPNN 2011). Así, en este lo cual el objetivo fundamental de este tra- no (UAESPNN 2011). La serranía presen- por los arroyos que bajan de la Serranía.
caso se abordan los ecosistemas acuáticos bajo fue conocer dichos componentes y su ta rocas ígneas y metamórficas y el sector Debido a las condiciones de microclima re-
continentales -representados en este caso estado de conservación. subcentral e incluso la porción meridional lativamente más húmedo que en otros sec-
del macizo central y la noroccidental del tores de la Alta Guajira, en estos valles y
macizo meridional, corresponden a ro- abanicos arenosos se ha desarrollado una
cas ígneas (granodiorita y metagranito), vegetación densa de especies espinosas y
cuya edad probable es del Paleozoico tar- de hoja ancha propias de la región (Caste-
dío. La porción norte del macizo central, llanos et al 2011). Hay valles estrechos con
la mayor parte del macizo septentrional y bosque de galería donde se destacan el tru-
la porción central y sureste del macizo sur pillo, el olivo, totumo y Brasil, entre otros.
están formadas por rocas metamórficas Este tipo de bosque, junto con el azote de
de la formación Macuira, que consta de los vientos alisios, procesos de condensa-
esquistos pelíticos con bajo metamorfis- ción y precipitación, hacen que durante
mo y lentes de gneis claros u oscuros con todo el año este bosque mantenga arro-
mármol diopsídico, cuya edad no se ha es- yos, manantiales, ojos de agua y una gran
tablecido con precisión, si bien son ante- oferta hídrica subterránea en la serranía

Figura 1. Bosques enanos de niebla, 650 m s.n.m. PNN La Macuira. Foto: C. A. Lasso.

Área de estudio noreste y un mar relativamente frío que


La península se encuentra totalmente rodea la península (Chaves 1953). Desde
dentro de la Zona Seca del Caribe Sur, mediados de septiembre hasta mediados
que se extiende desde el oeste de Trini- de noviembre, es cuando tienen lugar las
dad hasta Cartagena, Colombia. La zona lluvias más fuertes que coinciden con el
incluye todas las partes de la región cos- máximo desplazamiento de vientos ali-
tera, donde la precipitación anual es infe- sios (Sugden 1982). La serranía de la Ma-
rior a 1000 mm (Lahey 1958, Snow 1976). cuira es la más oriental y elevada de un
La aridez de la Guajira es causada por la conjunto de montañas situadas en la alta
combinación de vientos persistentes del Guajira, al norte de la península, con una Figura 2. Vista de la sierra de La Macuira. C. A. Lasso.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE LA MACUIRA

C. A. Lasso

μm (área de muestreo = 0,09 m2), se reco- D) Uso turístico (extracción del agua, la-
lectaron los macroinvertebrados bentóni- vado de vehículos, bañistas).
cos presentes en los distintos microhabi- E) Vertimiento de aguas negras.
tats, removiendo manualmente el sustrato F) Basura.
frente a la red, de acuerdo a los procedi- G) Presencia de diques-represas.
mientos modificados de Merrit y Cummins
(1996). El material extraído por la red Sur- El IIA es la sumatoria de las siete varia-
ber fue limpiado, seleccionado, rotulado en bles, siendo la estación de muestreo más
bolsas de polietileno y por último almace- intervenida la que obtiene un valor mayor.
nado en etanol al 96 %. En el laboratorio, El índice varía entonces entre 0 y 21. Este
a. b. las muestras fueron revisadas bajo el este- índice es de fácil aplicación en campo y
reoscopio. El material biológico fue deter- permite tener una visión y comparación de
minado hasta el nivel taxonómico más es- la conservación entre los cuerpos de agua
Figura 3. a) Caño seco en el desierto de La Guajira; b) cauce seco del arroyo Kajashiwoü, pecífico posible (en la mayoría de los casos muestreados.
serranía de La Macuira. Fotos: C. A. Lasso. hasta género) y depositado en la colección
de referencia de la Universidad de la Guaji- Resultados y discusión
ra. Solo la familia Chironomidae fue deter-
minada hasta subfamilia. Para la identifi- Variables fisicoquímicas
(Figura 3). De acuerdo con el IGAC, esta había una continuidad hídrica, sino pozas cación taxonómica se utilizaron las claves Las secciones de aguas corrientes de los
región incluye las zonas de vida del monte aisladas (bateas) que no estaban interco- taxonómicas y descripciones de Merritt y arroyos o quebradas estudiadas se carac-
espinoso subtropical con transición a bos- nectadas entre ellas. De acuerdo a los luga- Cummins (1984), Roldán (1988), Lopretto terizaron por tener aguas oligotróficas de
que seco subtropical, cuyas temperaturas reños tampoco había conexión con el mar (1995), Ospina et al. (1999), Ruiz-Moreno alta transparencia y poca cantidad de só-
varían de 18°C a 24°C en promedio, aun- al menos desde hacía un año. Solo en el et al. (2000), Posada y Roldán (2003), Do- lidos disueltos, mientras que las pozas se
que la temperatura diurna supera los 30°C arroyo Mekijano el agua si fluía de manera mínguez et al. (2006), Fernández y Do- caracterizaron por la alta productividad
(Castellanos et al. 2011). contínua. mínguez (2009) y Ramírez (2010). y aguas de color verdoso, con indicios de
eutrofización en algunos casos. Por otro
Material y metodos Variables fisicoquímicas Los crustáceos y peces fueron colectados lado, los caudales medidos para las que-
La recolección de las muestras (plantas En cada punto se midieron las variables manualmente (redes de mano y redes de bradas analizadas no sobrepasaron los
acuáticas, macroinvertebrados, peces) se físico-químicas utilizando una sonda playa de diferente abertura y tamaño) me- 0,02 m3/s. En términos generales los valo-
realizó en agosto de 2014 en siete puntos multiparámetro (temperatura, oxígeno di- diante pescas diurnas y nocturnas. Los res promedios de temperatura para ambas
de los arroyos (Luwoupu en lengua Wa- suelto, saturación de oxígeno, pH, conduc- crustáceos fueron preservados en etanol secciones fueron altos, característicos de
yuu) llamados: Kajashiwoü, Mmalaulu tividad y salinidad); el caudal se midió uti- 70% y los peces en formol 10%. Las colec- zonas bajas con alta radiación. Los niveles
y Mekijano, en las localidades de Kajas- lizando el método del flotador, siguiendo ciones de referencia fueron depositadas en de oxígeno fueron más altos en las pozas
hiwoü y San José de La Macuira, desde los la metodología propuesta por Bustamante el IAvH. o bateas que en las partes de aguas co-
120 m, hasta la parte más alta de la Serra- (2006). rrientes, debido a la alta productividad de
nía en un afluente del arroyo Kajashiwoü Para evaluar la intervención antrópica estas secciones asociadas al fitoplancton,
conocido como Satushí a 665 m s.n.m. (Ta- Plantas acuáticas en los arroyos se calculó el índice de in- relacionado con los valores de saturación
bla 1). En este último punto (12° 10´ 24,4´´ Las plantas acuáticas fueron colectadas tervención antrópica (IIA), donde IIA= ∑ de oxígeno, los cuales estuvieron por en-
N-71° 22´ 56,9´´ W) por razones logísticas, manualmente se depositaron en el Herba- A+B+C+D+E+F+G: cima de 100%. En estas aguas lóticas los
solo se colectaron plantas y crustáceos, rio Federico Medem del IAvH. A) Presencia de ganado: en este caso chi- niveles de oxígeno estuvieron por encima
no se observaron peces. Las secciones de vos, ovejas y burros, que forrajean so- de 7 mg/l, lo cual favorece la superviven-
estos arroyos incluyeron pozas aisladas o Macroinvertebrados acuáticos, bre el bosque seco y vegetación de los cia de la biota presente. El pH de las dos
bateas (Ashunujülee) y aguas corrientes crustáceos y peces arroyos. zonas fue ligeramente básico, con valores
en algunas secciones definidas del cauce. En cada muestreo y con la ayuda de una B) Vías de acceso. casi cercanos a ocho (8) y la conductividad
En los arroyos Kajashiwoü y Mmalaulu no red Surber con apertura de malla de 250 C) Centros poblados. fue alta, característica de áreas muy mine-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE LA MACUIRA

C. A. Lasso

ralizadas con conductividades por encima periores a 0,5. Incluso, en parte de las ho- Tabla 1. Valores de parámetros con sus promedios registrados en los distintos hábitats
de los 1000 µS/cm. En aguas de alto conte- jas y pequeños troncos observados en los acuáticos (lénticos y lóticos) de los arroyos de sierra de La Macuira.
nido iónico, los valores con conductivida- muestreos se encontraron incrustaciones
des de 500 a 2.000 µS/cm, corresponden de carbonato de calcio. Ver tabla 1 para T° OD O%
a aguas fuertemente mineralizadas (Rol- mayor detalle. Nombre Coordenadas Hábitats Sal. C. (µS/cm) pH
(C°) (ml/L) (%)
dán y Ramírez 2008) y es muy probable
Arroyo N 12°11´31.4´´
que la elevada conductividad se deba a la En la figura 4 se ilustran algunos de estos Pozas aisladas 30,4 7,2 93,2 0,7 1408 7,8
Kajashiwoü W 071°20´59.6´´
cantidad de carbonato, ya que la salinidad arroyos y hábitats en particular.
en las dos zonas fue alta, con valores su- Arroyo N 12°11´33.8´´
Pozas aisladas 31,9 8,6 111 0,7 1456 7,9
Kajashiwoü W 071°21´02.4´´
Arroyo N 12°09´59.4´´
Pozas aisladas 35 12,0 155,5 0,4 998 8
Mmalaülü W 071°17´15.8´´

Promedio 32,4 9,3 119,9 0,6 1287,3 7.9

Arroyo N12°11´33.8´´ Aguas


31,6 8,5 112,6 0,7 1421 7,6
Kajashiwoü W 071°21´0.24 corrientes
Arroyo N 12°10´19.6´´ Aguas
28,9 7,2 82,3 0,3 739 8
Mekijano W 071°18´05.4´´ corrientes
Arroyo N 12°09´59.4´´ Aguas
33,1 7,4 94 0,4 883 7,8
Mmalaülü W 071°17´15.8´´ corrientes

Promedio 31,2 7,7 96,3 0,5 1014,3 7,8


a.

Plantas acuáticas Tabla 2. Plantas acuáticas colectadas en


A pesar del poco desarrollo o extensión los arroyos de sierra de La Macuira.
b.
de los cuerpos de aguas lénticos en la re-
gión, salvo las pozas aisladas del cauce de Familia Especie
los arroyos (bateas), se registraron ocho
especies de plantas acuáticas agrupadas Araliaceae Hydrocotyle umbellata
en cuatro familias (Tabla 2). Hydrocotyle Eleocharis geniculata
umbellata, Wolffia sp (cf. guadalupensis) y
Eleocharis confervoides
Najas guadalupensis, fueron comunes en Cyperaceae
las pozas aisladas, zonas marginales en- Rhynchospora sp 1
charcadas y charcos temporales (Figuras Rhynchospora sp 2
5 a-c), mientras que Eleocharis geniculata y
Lemna sp
Eleocharis confervoides lo fueron en las zo- Lemnaceae
c. d. nas marginales de los arroyos (Figura 5d). Wolffia sp
Wollffia sp fue la única especie presente en Najadaceae Naja guadalupensis
las partes más altas de los afluentes en el
Figura 4. a) Arroyo Mekijano; b) batea del arroyo Kajashiwoü; c) arroyo Kajashiwoü (aguas bosque enano de niebla a más de 650 m
corrientes); d) charco temporal, asociado al arroyo Mmalaülü. Fotos: C. A. Lasso. s.n.m., probablemente dispersada a esas

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

SERRANÍA DE LA MACUIRA

C. A. Lasso

a. b.

Figura 6. Wolffia sp. Arroyo Satushi, 655 m s.n.m. Foto: C. A. Lasso.


c.

Figura 5. a) Hydrocotyle umbellata; b)


Wolffia sp.; c) Najas guadalupensis; d)
Eleocharis geniculata. Fotos: C. A. Lasso.

d.

b.
partes aisladas por las aves (Figura 6). Dos nes, 26 familias y 36 géneros (Figura 8 a-b),
especies de ciperáceas del género Rhyn- lo cual por las condiciones únicas y por la
chospora se observaron en las márgenes de poca o nula conectividad con otros siste-
los arroyos y colonizando los cauces semi- mas acuáticos, determina que los arroyos Figura 7. Rhynchospora sp. a) Colonizando
secos de los mismos (Figura 7a-b). de la serranía de La Macuira sean un im- el cauce del arroyo Kajashiwoü; b) detalle.
portante reservorio de diversidad local Fotos: C. A. Lasso.
Macroinvertebrados acuáticos y regional. Cuando se compara los 36 ta-
Se colectaron 275 individuos distribuidos xones encontrados en este estudio con los
a.
en tres Phylum, cuatro clases, diez órde- 50 taxones que encontró Tamariz (2009)

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C. A. Lasso

y Granados-Martínez (2013) en un río de Los Phyla mejor representados fueron con una abundancia relativa de 29, 27 y una amplia variedad de hábitats de agua
la Sierra Nevada de Santa Marta, se refle- Arthropoda (92%) y Mollusca (6,1%). En 17%, respectivamente (Figura 8a). Este que fluyen limpias, desde pequeños arro-
ja que este valor sea medianamente alto, el Phylum Arthropoda, la clase Insecta fue valor difiere con lo que reporta Ramírez yos pedregosos a medianos, de arena con
considerando la intensidad del muestreo la de mayor representación en términos de y Pringle (1998), que señalan qué en los fondo de ríos. Habitan principalmente
(preliminar) y la época del mismo (máxi- abundancia y riqueza con un 89,4%, mien- ríos las ninfas de Odonata pueden repre- entre los bancos o los parches de arena,
mo estiaje). Todos los géneros encontrados tras que para Mollusca, la clase de mayor sentar menos del 2% de la abundancia de pero también se pueden encontrar en el
en este estudio corresponden a nuevas presencia fue Gastropoda que representó invertebrados bénticos, aunque si más del sustrato más grueso o entre filamentos de
ampliaciones del área de distribución en el el 6,1% de los individuos del Phylum. De 40% de la biomasa. Los odonatos como plantas acuáticas (Domínguez et al. 2006).
país y en la mayoría de los casos también los seis órdenes encontrados para la clase depredadores juegan un papel importante Por otro lado, según Zúñiga et al. (2004)
corresponde a nuevos reportes para el de- Insecta, los de mayor representación fue- en la dinámica poblacional de sus presas, y Domínguez et al. (2006), Baetidae y
partamento de la Guajira (Tabla 3). ron Odonata, Ephemeroptera y Diptera siendo importantes en las cadenas ali- Leptophlebiidae son las familias de ma-
menticias donde forman un enlace entre yor distribución y diversidad en el orden.
los consumidores primarios y otros depre- El género Traulodes (Leptobhlebiidae) (Fi-
dadores (Ramírez 2010). Los Odonata in- gura 9f) es considerado como uno de los
cluyeron tres familias y ocho géneros, que géneros más sensibles del sur-occidente
catalogan al grupo como uno de los más colombiano (Zúñiga 2009), lo que indica
abundantes y diversos en la muestra. La las buenas condiciones de las zonas mues-
familia Libellulidae representó la mayor treadas. Callibaetis (Figura 9g) utiliza di-
riqueza de géneros (Brechmorhoga, Anatya, ferentes ambientes y las ninfas pueden
Macrothemis y Sympetrum) (Figura 9a), se- ser colectadas en ríos, pequeños arroyos o
guida de Coenagrionidae (Argia, Telebasis aguas temporales con sustratos de piedras
y Acanthagrion) y Gomphidae (Progom- o arena (Domínguez et al. 2006).
phus) (Figura 9b). Los géneros más impor-
tantes fueron Argia y Telebasis que en con- Diptera fue uno de los órdenes más repre-
junto representaron el 65% de la colecta sentativos con cinco familias. La familia
del orden (Figura 9c y 9d). Según Urrutia Chironomidae representó el 54% de la
(2005), estos dos géneros explotan áreas abundancia relativa, y las dificultades que
Figura 8a. Abundancia de órdenes de macroinvertebrados colectados en la serranía de La abiertas muy soleadas, lo cual puede expli- representa su identificación, hace que solo
Macuira. car la gran abundancia de estos, ya que la se halla identificado hasta subfamilia,
mayoría de las zonas muestreadas estaban donde la más abundante fue Chiromininae,
expuestas a gran radiación solar. seguido de Orthocladiinae y Tanypodinae,
con un 80, 12 y 8%, respectivamente. Se-
El orden Ephemeroptera estuvo confor- gún Zuñiga et al. (2013), Chironomidae es
mado por tres familias y cuatro géneros. el componente de mayor presencia entre
La familia de mayor abundancia relativa los macroinvertebrados bentónicos en am-
para el orden fue Leptohyphidae, aunque bientes lóticos y lénticos y en diferentes
esta familia incluyó un solo género (Lepto- microhábitas, sin embargo la información
hyphodes), que a su vez a nivel general re- disponible aún es deficiente a nivel regio-
presentó la mayor cantidad de individuos nal para aseverar completamente este he-
colectados en la muestra (Figura 8b) (Figu- cho (Ospina-Torres et al. 1999, Ruíz-More-
ra 9e), mientas que Baetidae presentó dos no et al. 2000, Zuñiga et al. 2013, Giraldo
géneros (Aturbina y Callibaetis). La última et al. 2011). Por otro lado, la familia Si-
familia, Leptophlebiidae, solo estuvo re- muliidae solamente estuvo representada
Figura 8b. Abundancia de individuos de macroinvertebrados colectados en la serranía de presentada por un género (Traulodes). Las por un género (Simulium), al igual que las
La Macuira. ninfas de Tricorythodes se encuentran en familias Culicidae (Anopheles), Stratiomyi-

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dae (Caloparyphus) (Figura 9h) y Tipulidae incluyó una familia (Subilinidae) y un solo
(Molophilus). género (Subulina) (Figura 9n). El género
Fossaria vive en aguas poco profundas con
Trichoptera incluyó cinco familias con exudado fangoso o entre plantas acuáticas
igual número de géneros, donde la familia cercanas a orillas de arroyos, lagunas, lagos
que tuvo mayor abundancia relativa den- y charcas temporales (Harrold y Guralnick
tro del orden, fue Helichopsychidae (56%), 2010). Los miembros de la familia Physidae
con un solo género representado (Helicop- son muy adaptables y diversificados y se
syche) (Figura 9i). Las demás familias tam- pueden encontrar en todo tipo de hábitats.
bién tuvieron un solo género incluyendo Algunas especies parecen ser resistentes a.
Hydropsychidae (Smicridea), Hidroptili- a la contaminación (Harrold y Guralnick
dae (Leucotrichia) (Figura 9j) Odontoceri- 2010). El género Biomphalaria ha sido uno
dae (Marilia) (Figura 9k) y Philopotami- de los géneros más estudiados en América
dae (Chimarra) (Tabla 3). Las familias que del Sur por ser transmisor de enfermedades
se reportan poseen un buen potencial en que afectan al hombre (Domínguez y Fer-
términos de bioindicación de la calidad nández 2009). El género Subulina habita en
del agua, y dentro de estas se destacan los la hojarasca del suelo y lugares húmedos de
géneros Helicopsyche, Marilia y Chimarra los bosques tropicales y subtropicales, pero b.
(Zúñiga 2009). también se puede encontrar en hábitats
abiertos (Alvarez y Willig 1993). El Phylum
Hemiptera incluyó tres familias e igual Platyhelminthes estuvo representado por
número de géneros. Belostomatidae (Be- un sólo género (Dugesia) perteneciente a la
lostoma) (Figura 9l), Naucoridae (Pelocoris) clase Trepaxonemata, orden Neoophora y
(Figura 9m) y Corixidae (Centrocorisa), familia Planariidae.
donde las dos primeras familias represen-
taron el 93% de la abundancia porcentual Por último, entre los crustáceos, se colectó d.
de la colecta del orden (Tabla 3). Según una sola especie, el camarón o langostino
Romero (2009) el género Belostoma se en- de río Macrobrachium carcinus (Palaemoni-
cuentra en todas las regiones del país. dae), muy abundante en la región y que for-
ma grandes grupos con biomasa muy ele-
Coleoptera sólo estuvo representado por vada en las pozas aisladas o bateas. Es una
la familia Hydrophilidae y tres géneros especie anfídroma que alcanza grandes
(Berosus, Hydrophilus y Tropisternus). El gé- tallas y es objeto de la pesca de subsisten- c.
nero Hydrophilus representó el 85% de la cia por los Wayuu. Fue colectada en aguas
colecta del orden. Este género vive en am- corrientes, pozas aisladas e incluso llegó a
bientes lénticos con abundante vegetación alcanzar la parte más alta de la cuenca en e.
sumergida (Arce-Pérez y Morón 2013). las cabeceras (arroyo Satushi) del sistema
Kajasshiwoü a 655 m s.n.m. (Figura 10a-
La clase Gasteropoda estuvo representada d). Estuvo presente en todos los ambientes Figura 9. Principales macroinvertebrados
por dos órdenes y cuatro familias, donde acuáticos salvo en los charcos temporales acuáticos encontrados en la serranía de La
el orden Basommatophora presentó tres de Mmalaülü. Los Wayuu de la comunidad Macuira. a) Brechmorhoga (Libellulidae); b)
familias con un género cada uno Physidae de Kajashiwoü reconocen una segunda es- Progomphus (Gomphidae); c) Argia (Coena-
(Physa), Planorbidae (Biomphalaria) y Lym- pecie de camarón (Atya sp.), pero esta es- grionidae); d) Telebasis (Coenagrionidae);
naeidae (Fossaria), con una abundancia pecie no fue colectada ya que requiere de e) Leptohyphodes (Leptohyphidae); f) Trau-
relativa de 57, 38 y 7%, respectivamente. aguas con mucha corriente y conexión con lodes (Leptophebidae). Fotos: C. Granados-
f.
Por otro lado, el orden Stylommatophora el mar, hecho que no ocurre en la Serranía Martínez.

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m. n.

Figura 9. Continuación. m) Subulina (Subulinidae); n) Caloparyphus (Stratiomyidae). Fotos:


C. Granados-Martínez.

g. h.

i.

a. b.

j.

c. d.
k.
Figura 10. Macrobrachium carcinus. a) Vista dorsal; b) vista ventral; c) alimentándose de
Figura 9. Continuación. g) Callibaetis algas filamentosas, arroyo Kajashiwoü; d) macho adulto. Fotos: C. Medina (a - b); C. Grana-
(Baetidae); h) Helicopsyche (Helicopsychi- dos-Martínez (c); C. A. Lasso (d).
dae); i) Leucotrichia (Hydroptilidae); j)
Marilia (Odontoceridae); k) Belostoma (Be-
lostomatidae); l) Pelocoris (Naucoridae);. l.
Fotos: C. Granados-Martínez.

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Tabla 3. Riqueza de familias y de géneros/morfotipos por cada filo de macroinvertebrados Tabla 3. Continuación.
encontrados en los distintos hábitats acuáticos (lénticos y lóticos) de los arroyos de sierra
de La Macuira. Géneros /
Phylum Clase Orden Familia
morfotipos
Géneros / Philopotamidae Chimarra
Phylum Clase Orden Familia
morfotipos Helichopsychidae Helicopsyche
Platyhelminthes Trepaxonemata Neoophora Planariidae Dugesia Insecta Trichoptera Hydroptilidae Leucotrichia
Arthropoda Arachnida Trombidiformes Hydrachnidae Morfotipo Hydropsychidae Smicridea
Arthropoda
Stylommatophora Subulinidae Subulina Odontoceridae Marilia
Physidae Physa Macrobrachium
Mollusca Gastropoda Palaemonidae
Malacostraca Decapoda carcinus
Basommatophora Lymnaeidae Fossaria
Atyidae Atya
Planorbidae Biomphalaria
Tropisternus
Coleoptera Hydrophilidae Berosus
Hydrophilus desde hace más de un año tras la gran se- aisladas como en las zonas de corriente.
quía de La Guajira. Es una especie bien adaptada a las con-
Simuliidae Simulium
diciones lénticas e incluso con elevada
Chironominae Peces intervención antrópica. Se observó en
Chironomidae Tanypodinae Se identificaron seis especies agrupadas actividades de cortejo así como muchos
Orthocladiinae en cuatro órdenes y cuatro familias, to- juveniles durante todo el muestreo. Hay
Diptera Stratiomyidae Caloparyphus das anfídromas, salvo Poecilia sp. (Tabla una segregación espacial por tamaños,
4). De estas seis, dos fueron registradas estando los individuos más grandes en las
Tipulidae Molophilus
de acuerdo a los Wayuu (Anguilla rostrata pozas de mayor tamaño y los individuos
Stratiomyidae Caloparyphus y Gobiomorus dormitor), pero no colectadas de menor tamaño en los charcos tempora-
Culicidae Anopheles durante este estudio. Poecilia sp. pudie- les o zonas de agua corriente (Figura 11).
ra tratarse de una nueva especie para la Fue colectada en todos los hábitats inclu-
Ephemeroptera Leptohyphidae Tricorythodes 
ciencia y endémica de La Macuira, pero se yendo los arroyos y charcos temporales en
Arthropoda Insecta Aturbina requieren no obstante, de estudios genéti- la zona desértica de Mmalaülü, arroyos
Baetidae
Ephemeroptera Callibaetis cos y morfológicos en mayor detalle para permanentes como Mekijano y en todas
Leptophlebiidae Traulodes aseverar dicha afirmación (Figura 11). La las bateas o pozas de la parte baja del arro-
Corixidae Centrocorisa baja riqueza de la ictiofauna probablemen- yo Kajashiwoü, hasta los 122 m s.n.m. No
te esté asociada a la inexistencia de una se encontró en las pozas arroyo arriba en
Hemiptera Belostomatidae Belostoma conexión actual con el mar y a la distancia Palüwou a 200 m s.n.m. Agonostomus mon-
Naucoridae Pelocoris con este (aproximadamente 16 kilóme- ticola fue la segunda especie más abundan-
Brechmorhoga tros desde este punto N 12°11´31.4 - W te. Awaous banana (Figura 12) y Sicydium
Anatya 071°20´59.6). Se observaron peces hasta sp (Figura 13), fueron ocasionales. Las
Libellulidae los 200 m s.n.m., en el sector Palüwou (Ka- tres especies se colectaron únicamente en
Macrothemis
jashiwoü), de ahí en adelante las barreras pozas o bateas grandes del arroyo Kajas-
Sympetrum
Odonata geográficas (cascadas) impiden la disper- hiwoü hasta los 200 m s.n.m.
Gomphidae Progompus
sión de los mismos.
Telebasis Uso y conservación
Coenagrionidae Acanthagrion La especie más abundante fue Poecilia sp., Los recursos acuáticos (peces y camarones)
Argia que forma cardúmenes tanto en las pozas son objeto de pesca de subsistencia solo

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Tabla 4. Lista de peces de los arroyos de la serranía de La Macuira. R: registrado por los
Wayuu pero no colectado.

Nombre
Orden Familia Género y especie Registro Consumo
Wayuu
Anguilla rostrata
Anguilliformes Anguillidae R Sin nombre No
(Lesueur 1817)
Cyprinodontiformes Poeciliidae Poecilia sp n. Si Kuyuna Si
Agonostomus monticola
Mugiliformes Mugilidae Si Jimee Si
(Bancroft 1834)
Awaous banana
Perciformes Gobiidae Si Weraai Si
(Valenciennes 1837)
Perciformes Gobiidae Sicydium sp Si Spachiraa No Figura 13. Sicydium sp. Foto: C. A. Lasso.
Gobiomorus dormitor
Perciformes Gobiidae R Warajash Si
Lacepède 1800

de manera ocasional cuando la situación tán relativamente organizados al respec-


apremia. Se aprovechan los camarones to, pero hay ciertas actividades que como
de mediano y gran tamaño en diferentes se expondrá más adelante no son contro-
preparaciones y los peces son secundarios ladas.
en la dieta Wayuu. Por ello y a pesar de lo
confinado y restringido de las poblaciones La mayor amenaza a los cuerpos de agua
existentes, esta no es una amenaza. El es la presencia de numerosos chivos (tam-
agua de los arroyos (Luwoupu) es utiliza- bién ovejas, vacas y burros) que se alimen-
da para muchos fines: beber, cocinar, lavar tan de la vegetación marginal autóctona
a. b. enseres domésticos, bañarse, distracción e de los arroyos y bosque seco circundante.
incluso lavar vehículos, por lo que su uso La presencia de estos animales en los arro-
Figura 11. Poecilia sp. a) Hembra adulta; b) macho con coloración de cortejo. Arroyo debe ser de alguna manera “regulado” por yos aumenta la eutroficación de los cuer-
Kajashiwoü. Fotos: C. Granados-Martínez. los Wayuu. Los Wayuu de Kajashiwoü es- pos de agua a causa de las deyecciones. La

a. b.

Figura 12. Awaous banana. Foto: C. A. Lasso. Figura 14. a) Uso del agua de las bateas con fines domésticos. Kajashiwoü; b) Bateas como
lugar de esparcimiento. Kajashiwoü. Fotos: C. A. Lasso

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SERRANÍA DE LA MACUIRA

C. A. Lasso

de los arroyos (p. e. Traulodes, Helicop- versidad Nacional de Tucumán. Tucumán,


syche, Marilia y Chimarra), la conservación Argentina. 656 pp.
de estos cuerpos de agua es fundamental • Giraldo, L. P., J. Chará, M. C. Zúñiga, G. X.
Pedraza y A. M. Chará-Serna. 2011. Efec-
para garantizar no solo el mantenimiento
tos de los corredores ribereños sobre carac-
de la integridad biótica del sistema, sino terísticas bióticas y abióticas de quebradas
para la supervivencia de los Wayuu de la ganaderas en la cuenca del río La Vieja,
sierra de La Macuira, más aún cuando en Colombia. Pp. 583-591. En: Vargas-Ríos,
condiciones de sequía extrema como en la O. y S. P. Reyes (Eds.). La restauración eco-
actualidad, el suministro local vía bateas lógica en la práctica: Memorias I Congreso
(Ashunujülee) o manantiales, es vital para Colombiano de Restauración Ecológica y
toda la población. II Simposio Nacional de Experiencias en
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Bibliografía de Ciencias, Departamento de Biología.
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Santa Marta - Colombia). Universidad del
es el acceso vial y la consecuente extrac- trópica (IIA), el arroyo Kajashiwoü pre- Hydrophilina) en México y Centroamérica.
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ción de agua por grandes carro-tanques sentó el mayor nivel de amenaza (IIA= 14), Revista Mexicana de Biodiversidad 84: 140-
152. Trabajo de Grado para optar al título de
(camiones cisterna), que se surte con re- seguido del arroyo Mmalaülü (IIA=9) y Magister Scientiarum en Ciencias Biológi-
• Bustamante O. 2006. Manual básico para
gularidad de agua para llevarla a otras co- Mekijano (IIA=8) (Figura 16). cas Mención Ecología Acuática. 69 pp.
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munidades de la Sierra y La Guajira. Una del agua FONAG. Quito- Ecuador. 28 pp. • Inderena – Universidad de los Andes. 1984.
necesidad impostergable por supuesto, Si bien se encontraron en este estudio al- • Castellanos, M. L., L. C. Pardo-Lorcano, A. Contribución al Estudio del P.N.N. Makui-
pero que debe ser manejada para evitar la gunos insectos que son bionidicadores to- Carabalí y C. Doria. 2011. Algunas carac- ra. Expedición Inderena – Universidad de
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y Mendihuaca. Las especies más comunes La Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM)
fueron Eleotris pisonis, Sicycium salvini y es un macizo montañoso localizado en el
Agonostomus monticola, las cuales están en norte del país, Costa Atlántica (10° 10’ y
siete de los ríos muestreados. De acuerdo 10° 20´ N y 72° 30’ y 74° 15’ W), entre los
a los muestreos, 22 especies tienen distri- departamentos de Magdalena, Cesar y La
bución restringida a uno solo de los ríos o Guajira. Tiene forma piramidal con una
arroyos muestreados. Cinco de los siste- longitud de 150 km, base de 80 km2 y su-
mas muestreados se ajustan al modelo de perficie de 17.000 km2, aproximadamente.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ICTIOFAUNA SNSM

P. Sánchez-D.

En la SNSM nacen 34 cuencas hidrográfi- el objetivo del estudio fue analizar la es- suales es muy regular a través del año, con Caribe, son Córdoba, Toribío, Gaira, Man-
cas principales, las cuales abastecen con tructura de las comunidades de peces que una amplitud en promedio menor a 2,5°C. zanares, Piedras, Mendihuaca, Guachaca,
aproximadamente 10.000 millones de m3/ habitan algunos ríos que nacen en la Sie- La SNSM presenta todos los pisos térmi- Buritaca, Don Diego, Palomino, San Salva-
año, las poblaciones de los departamentos rra Nevada de Santa Marta y desembocan cos, por lo tanto la vegetación varía tanto dor, Ancho, Cañas, Maluisa, Jeréz, Tapias,
de Magdalena, Cesar y Guajira, tres ciu- directamente al mar, así como comparar la en sentido vertical como horizontal. Camarones y Ranchería (http://www.
dades principales del norte colombiano, diferencia entre ellas. prosierra.org/index.php?option=com_
además de todas las actividades mineras, Además, es una estrella fluvial en cuyos content&view=article&id=173:30-cuen-
agrícolas, industriales y turísticas que se Área de estudio picos nevados nacen numerosos ríos que cas-principales-banan-a-la-sierra-neva-
desarrollan en su área de influencia. Tie- La Sierra Nevada de Santa Marta es un determinan cuatro vertientes hidrográfi- da-de-santa-marta&catid=50:photoslide).
ne tres vertientes: la vertiente norte (Mar macizo montañoso localizado en el norte cas: hacia el norte las corrientes de agua
Caribe) a la cual pertenecen 18 cuencas; del país, en la Costa Atlántica. Tiene un van hacia el mar Caribe, entre las cuales Material y métodos
la vertiente occidente (Ciénaga Grande de área de 21.158 km2, hacia el norte está destacan los ríos Buritaca, Don Diego y Se muestrearon los ríos Ranchería, Jeréz,
Santa Marta) con seis cuencas y la vertien- bordeada por el mar Caribe y las planicies Palomino; al este el río Ranchería y sus Cañas, Ancho, Palomino, Don Diego, Men-
te sur oriental (río Cesar) con diez cuencas de la península de la Guajira; hacia el oc- afluentes van a desembocar al mar Cari- dihuaca, Piedras y Gaira (Minca) y la que-
(Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa cidente limita con la gran planicie aluvial be; al sureste los ríos Badillo y Guatapurí brada Valencia, entre 2010 y 2014 al finali-
Marta 2012). del río Magdalena y la Ciénaga Grande de vierten sus aguas en el río Cesar, afluente zar el periodo de lluvias bajas del segundo
Santa Marta y hacia el suroriente la en- del Magdalena; al suroeste y al noreste los semestre (septiembre). En cada estación
El conocimiento sobre la ictiofauna de marcan los cursos de los ríos Rancherías ríos Aracataca, Frío, Fundación, Sevilla, de muestreo se anotaron las coordenadas
los ríos que nacen en la SNSM es escaso y Cesar. En este macizo se encuentran las Tucurinca y sus afluentes tributan a la Cié- geográficas, registro fotográfico y, cuando
y se limita a listados de especies (Rangel- máximas alturas del país que son los picos fue posible, algunos parámetros fisicoquí-
naga Grande de Santa Marta (Rangel-Ch.
Ch. y Garzón-C. 1995, INDERENA-FEN Simón Bolivar y Cristobal Colón (5.775
y Garzón-C 1995, IGAC 1996). micos básicos (Tabla 1, Figuras 1 y 2).
1996, Galvis 1996, Ardila 1997, Funda- m s.n.m.) (Rangel-Ch. y Garzón-C 1995,
ción Pro-SNSM 1997, López y Pinto 2002) IGAC 1996, Fundación Pro-Sierra Nevada
Los ríos de la SNSM que corren por su cara Las colectas se llevaron a cabo empleando
o a estudios específicos sobre especies de de Santa Marta 1997).
norte y desembocan directamente al mar un equipo de electropesca portátil (Figura
importancia comercial (Silva-Melo y Ace-
ro 1990, Acero 2011, Acero y Lasso 2011, Este macizo constituye una de las zonas
Ortega-Lara et al. 2011, Sánchez-Garcés más complejas desde el punto de vista geo-
et al. 2011, Correa-Polo et al. 2012). El co- lógico, con afloramientos rocosos de dife- Tabla 1. Localidades de muestreo en cuerpos de agua provenientes de la Sierra Nevada de
nocimiento sobre la distribución y estruc- rentes tipos: batolitos graníticos, dioríticos Santa Marta.
tura de las comunidades ícticas de ríos y y cuarzo monzoíticos del mesozoico y del
arroyos costeros en la costa Caribe colom- terciario; rocas volcánicas (riolitas e ignim- Coordenadas Sólidos
biana es relativamente pobre y casi no se britas), al igual que una secuencia variada Altura Conductividad
Localidad pH disueltos
han desarrollado investigaciones encami- de sedimentos (calizas, areniscas y limoli- Norte Oeste (m s.n.m.) (μS)
(ppm)
nadas a establecer estos patrones. Países tas). Las formaciones geológicas compren- Ranchería 11°30’39,1’’ 72°51’22,6” 9
de Centro América, como Costa Rica, han den edades que van desde el precambrico
Camarones 11°24’52,1’’ 73°03’41,2” 2
realizado investigaciones para evaluar la hasta el Cuaternario (IGAC 1996).
importancia relativa del tamaño del hábi- Jerez 11°12’26,1’’ 73°15’16” 69 7,89 75 39
tat y la distancia al mar, para explicar los El clima de la SNSM se caracteriza por su Cañas 11°12’24,4’’ 73°24’23,7” 49 7,90 40 20
patrones longitudinales de distribución variabilidad espacial y temporal; en la dis- Ancho 11°12’22,6’’ 73°27’54,9” 83
de las especies de peces y su estructura tribución de la precipitación se observa un Palomino 11°14’38,8’’ 73°34’07,3” 7
comunitaria (riqueza de especies, unifor- régimen de tipo bimodal tetra-estacional, Don Diego 11°14’18,2’’ 73°41’48,9” 25 7,69 24 12
midad y diversidad), así como la relación con dos periodos secos, uno de enero a Mendihuaca 11°16’10’’ 73°51’39,8” 16
del gradiente altitudinal en la diversidad abril y otro corto de julio a agosto, y dos
Piedras 11°16’54,9’’ 73°54’29,3” 22 8,05 131 66
de los peces y la prevalencia de la diadro- periodos de lluvias, de septiembre a no-
mía (Lyons y Schneider 1990, Lorion et. viembre y de mayo a junio. El comporta- Gaira 11°08’50,8’’ 74°07’03,3” 663
al. 2011). Teniendo esto como precedente, miento de las temperaturas medias men- Q. Valencia 11°14’32,9’’ 73°47’59,2” 69 7,70 142 72

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c. d.

Figura 2. Algunas estaciones de mues-


treo. a) Río Jeréz; b) río Cañas; c) río Don
Diego; d) río Piedras; e) quebrada Valencia.
Figura 1. Mapa del área de estudio. Elaboró: Alexi Cusva. Fotos: P. Sánchez-Duarte.

e.
3), debido a que este método representa 10 m x 1.2 m con ojo de malla de 5 mm,
una ventaja frente a otros métodos con- para complementar las colectas en aquellos
vencionales. Aunque la electropesca se en- lugares donde las condiciones topográficas
cuentra limitada por la baja conductividad, no permitieron el uso de la electropesca. Se calculó la abundancia relativa para es- modelos serie logarítmica, log-normal,
permite su uso en los márgenes y en ríos de timar la importancia y proporción de cada geométrica y vara quebrada (Magurran
baja profundidad, facilitando la estimación Los ejemplares colectados se encuentran una de las especies con respecto a la comu- 2004). Se calcularon los valores de diver-
de la abundancia y composición de especies en la Colección Zoológica de la Universidad nidad íctica de cada cuerpo de agua. Para sidad alfa empleando los índices de Shan-
en ecosistemas dulceacuícolas (Lobón-Cer- del Tolima – Ictiología (CZUT-IC) y en el conocer la estructura de las comunidades non-Weaver y equitatividad. Igualmente
viá 1991, Maldonado-Ocampo et al. 2005). Instituto de Investigación de Recursos Bio- ícticas se evaluaron las abundancias pro- se analizó la diversidad beta por medio de
Adicionalmente, se empleó un chinchorro, lógicos Alexander von Humboldt (IAvH-P). porcionales de las especie mediante los los índices de Bray-Curtis y Jaccard, para

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Figura 3. Captura de peces con pesca eléctrica en el río Jeréz, municipio de Dibulla, depar- Figura 4. Abundancia relativa (%) de los 11 órdenes presentes en ríos y arroyos costeros de
tamento de La Guajira. Foto: P. Sánchez-D. la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM).

esto se utilizó el programa PAST, versión de Cyprinodontiformes (9,23%) y Characi-


2.17 (Hamer et al. 2001). formes (7,98%), los restantes cinco órdenes
no superan el 1%, exceptuando Anguillifor-
Adicionalmente, se consultaron las bases mes con 1,10% (Figura 4).
de datos de estas colecciones en busca de
registros de colectas en otros ríos y afluen- Las familias más abundantes fueron Go-
FALTA
tes que nacen en la SNSM. A esto se sumó biidae (33,89%), Mugilidae (22,13%) y
la revisión bibliográfica de los principales Trichomycteridae (10,76%), seguidas de
trabajos desarrollados en la SNSM que in- Eleotridae (9,94%), Poeciliidae (8,99%) y
cluyeran listas de especies (Galvis 1986, Characidae (7,93%), las restantes 15 fami-
Rangel y Garzón 1995, Ardila 1997, López lias no superan el 1%, exceptuando Cichli-
y Pulido 2002, Mojica et al. 2006). dae (2,76%) (Figura 5).

Resultados y discusión De las 40 especies colectadas, las más abun-


dantes fueron Sicydium salvini (28,49%)
Composición y Agonostomus monticola (17,78%), segui- Figura 5. Abundancia relativa (%) de las 21 familias presentes en ríos y arroyos costeros
La ictiofauna de los sectores cercanos a la das por Trichomycterus nigromaculatus de la SNSM.
desembocadura de los ríos incluye 40 espe- (9,75%), Eleotris pisonis (7,07%) y Poecilia
cies, distribuidas en 21 familias y 11 órde- sp. (6,31%), nueve especies (Mugil incilis,
nes (Anexo 1). Los órdenes más abundantes Awaous banana, Astyanax sp., Creagrutus y Trichomycterus sp.) presentaron abun- El número de especies por ecosistema va-
fueron Perciformes (47.66%), Mugiliformes affinis, Evorthodus lyricus, Gobiomorus dor- dancias entre 1 y 5%, y las restantes espe- rió de cuatro, ríos Palomino y Gaira (Min-
(22,13%) y Siluriformes (11,42%), seguidos mitor, Andinoacara latifrons, Creagrutus sp. cies no superaron el 1% (Figuras 6 y 7). ca), a 19 en el río Piedras (Tabla 3). Los

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Figura 6. Abundancia relativa de las 40 especies colectadas en ríos y arroyos costeros de g.


la SNSM.

ecosistemas más diversos parecen ser el río Palomino (E = 0,591), los ríos Ancho (E =
Piedras (H´= 1,86) y la quebrada Valencia 0,588) y Mendihuaca (E = 0,55).
(H´= 1,80); con valores medios se presenta- h. i.
ron los ríos Cañas y Ranchería (H´= 1,71), Las especies más comunes son Eleotris pi-
Mendihuaca (H´= 1,60), Don Diego (H´= sonis, Sicycium salvini y Agonostomus mon-
1,47) y Ancho (H´=1,08), y el menor valor ticola, las cuales están en siete de los ríos Figura 7. Algunas de las especies capturadas en los ríos y arroyos que nacen en la Sierra
lo presenta el río Gaira (H´= 0,40). Sin em- muestreados y simultáneamente en los Nevada de Santa Marta. a) Astyanax sp.; b) Trichomycterus sp.; c) Poecilia sp.; d) Andinoacara
bargo, la mayor equitatividad la presenta la ríos Piedras y Cañas y la quebrada Valen- latifrons; e) Eleotris pisonis; f) Sicydium salvini; g) Agonostomus monticola; h) Pseudophallus
quebrada Valencia (0,603), seguido del río cia. Sicycium salvini y Agonostomus monti- mindii; i) Anguilla rostrata. Fotos: L. García-Melo.

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Tabla 2. Riqueza de especies (S), diversidad de Shannon-Weiner (H´) y Equitatividad Mojica (1999) reporta para la cuenca del tes (Withker 1972, Montoya 2014) (Figura
(e^H´/S) en ríos y arroyos costeros de la SNSM. río Ranchería, la presencia 50 especies 9). El río Jeréz no se ajustó a ningún mode-
dulceacuícolas primarias. Mojica et al. lo de distribución de abundancia.
Índice Ranchería Jeréz Ancho Palomino Piedras Minca Cañas
Don
Mendihuaca Valencia
(2006) publican la lista compilada para
Diego la cuenca del río Ranchería, compuesta El análisis de similaridad de Bray-Curtis
S 12 7 5 4 19 4 12 8 9 10 por 67 especies, 49 dulceacuícolas, 17 de muestra a los ríos Ranchería y Gaira (Min-
H 1.71 0.43 1.08 0.86 1.86 0.40 1.71 1.47 1.60 1.80 origen marino que penetran las aguas dul- ca) como los ecosistemas con menor simi-
e^H/S 0.461 0.219 0.588 0.591 0.338 0.372 0.462 0.546 0.55 0.603
ces y una exótica introducida; agrupadas laridad, uniéndose basalmente al agrupa-
en 11 órdenes y 38 familias. Finalmente, miento de los demás ríos (Figura 10). Se
Román-Valencia et al. (2009) describen a observan dos agrupamientos, el primero
Hemibrycon santamartae como nueva espe- se compone por los ríos Mendihuca, Pie-
cola no se registraron el el río Ranchería, en la bibliografía, los peces de la SNSM cie, con distribución en el río Ranchería. dras y Don Diego, donde los dos últimos
Eleotris pisonis y Agonostomus monticola no son poco referenciados por encima de los comparten cerca del 45% de sus especies,
se colectaron en el río Gaira (Minca). 500 m s.n.m. y no se cuenta con ningún re- Lo anterior indica la necesidad de conti- aunque entre estos y el río Mendihuaca
gistro confiable por encima de los 1000 m nuar con estudios metódicos que exploren sólo se comparte un poco más del 25% de
Astyanax sp., Poecilia sphenops y Poecilia s.n.m. Galvis (1996) registra la presencia la composición y estructura de la ictiofau- las especies. El segundo agrupamiento se
sp. se colectaron en cuatro de los ríos, y de Sicydium salvini y Agonostomus monticola na de los ríos y arroyos costeros del Caribe subdivide a su vez en dos agrupamientos,
22 especies al parecer tienen distribución para el PNN Tayrona y señala la total au- colombiano, explorando sus preferencias el primero conformado por los ríos Ancho
restringida a uno solo de los ecosistemas sencia de peces dulceacuícolas primarios. de hábitat y relación con gradientes altitu- y Palomino con más del 40% de las espe-
muestreados, tal es el caso de Dolichancis- Igualmente, INDERENA-FEN (1996) men- dinales y características fisico-químicas. cies en común; y el segundo conformado
trus setosus colectada en el río Jerez y La- cionan que en los ríos y arroyos del PNN por los ríos Jeréz y Cañas a los que se une
siancistrus sp. colectada en el río Ranche- Sierra Nevada de Santa Marta, parece Distribución espacial la quebrada Valencia, esta última com-
ría. De las 11 especies colectadas en el río existir solo Trichomycterus nigromaculatus El análisis de modelos de distribución parte cerca del 36% de las especies con
Ranchería, ocho de ellas al parecer sólo se y para el PNN Tayrona mencionan a Ago- de abundancia de especies indica que los los ríos y estos comparten el 50% de sus
distribuyen en esta cuenca; mientras los ríos Ancho (Dcalculado = 0,086; Dtabulado 0,05 = especies.
nostomus monticola.
ríos Gaira (Minca) y Don Diego no presen- 0,22734), Cañas (Dcalculado = 0,141; Dtabulado
taron especies exclusivas. = 0,19318), Don Diego (Dcalculado = 0,017; Sin embargo, cuando el análisis se hace
Rangel-Ch. y Garzón-C. (1995) registran 0,05
Dtabulado 0,05 = 0,2066), Mendihuaca (Dcalculado sólo con las especies dulceacuícolas prima-
la presencia de siete especies e indican
El número de especies (S) colectadas en los = 0,020; Dtabulado 0,05 = 0,20515) así como la rias se puede observar que los ríos Palomi-
que son el grupo de vertebrados más po-
ríos costeros del Caribe colombiano prác- quebrada Valencia (Dcalculado = 0,176; Dtabulado no y Ancho no comparten ninguna especie
bremente representados en la SNSM, sin = 0,20028) se ajustan al modelo geomé- con los demás ecosistemas (Figura 11a),
ticamente duplican lo reportado en regio- 0,05
nes similares de Costa Rica, 26 especies en embargo, no hacen referencia específica a trico, sugiriendo que son comunidades esto se debe a que el primero no presenta
el río Sixola y 19 en el río Claro, donde el los cuerpos de agua muestreados. Ardila con algún nivel de disturbio (Hill y Hamer ninguna especie dulceacuícola primaria y
número de familias fue menor, 11 en el río (1997) presenta una lista sobre los peces 2001) y estructuradas en pocas especies el segundo presenta a Caquetaia kraussii
Sixola y 13 en el río Claro, y la dominancia de la SNSM, producto del muestreo de 18 dominantes, la mayoría de ellas con abun- como exclusiva de esta cuenca. El río Gai-
de ellas varió con respecto a la hallada en cuerpos de agua, entre ríos y quebradas, dancias medias y unas pocas con abun- ra (Minca) comparte dos de sus especies
el Caribe colombiano, en el río Sixola las reportando 97 especies pertenecientes a dancias bajas (Figura 8). con varios ríos, T. nigromaculatus con el río
familias dominantes fueron Characidae, 34 familias y 11 órdenes; sin embargo, este Cañas y H. colombianus con el río Piedras.
Poeciliidae y Cichlidae (Lyons y Schneider listado no diferencia entre ríos que desem- Los ríos Piedras (Dcalculado = 0,020; Dtabu- El siguiente agrupamiento presenta dos
1990, Lorion et al. 2011). bocan directamente al mar Caribe y aque- lado
0,05 = 0,1648) y Ranchería (Dcalculado = unidades definidas, la primera compuesta
llos que forman parte de la cuenca del río 0,099; Dtabulado 0,05 = 0,19318) se ajustaron por la quebrada Valencia y el río Ranchería
Hay poca información relacionada con Magdalena. López y Pinto (2002) reportan de distribución serie logarítmica, el cual a los que se une el río Jerez, y la segunda
los ríos costeros del Caribe colombiano, como ictiofauna de los ríos Córdoba y Frío, describe comunidades en procesos de suce- conformada por los ríos Piedras y Don
en cuanto a muestreos y colecciones. La diez especies, pertenecientes a cinco órde- sión temprana, hábitat pobres y entornos Diego, a los que se unen el río Cañas y ba-
Fundación Pro-SNSM (1997) indica que nes, ocho familias y nueve géneros. con pocos recursos o con disturbios recien- salmente el río Mendihuaca.

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Figura 10. Similaridad de Bray-Curtis para los ríos y arroyos costeros de la SNSM.

Cuando se excluyen las especies dulcea- Gaira (Minca) se agrupa con el río Palomi-
e. cuícolas se observa que el ecosistema no compartiendo cerca del 35% de las es-
basal es el río Ranchería (Figura 11b), el pecies, aunque comparten menos del 10%
Figura 8. Modelos de distribución de especies para ríos y arroyos costeros de la SNSM que cual se une a una agrupación que a su vez de ellas con los demás ecosistemas (Figura
se ajustan a la serie geométrica. a) río Ancho; b) río Cañas; c) río Don Diego; d) río Mendi- se compone de dos agrupaciones. La pri- 12). La siguiente agrupación muestra al
huaca; e) quebrada Valencia. mera es conformada por los ríos Piedras río Ancho como basal de las dos agrupa-
y Don Diego a los que se une el río Men- ciones subsiguientes, compartiendo con
dihuaca, similar a la observada con espe- ellas un poco más del 12% de las especies;
cies dulceacuícolas, y la segunda se divide el primer subgrupo está conformado por
a su vez en dos; la primera subdivisión los ríos Jeréz y Cañas, quienes comparten
comprende a los ríos Ancho y Palomino, a un poco más del 30% de las especies y el
los cuales se une el río Gaira (Minca), y la segundo subgrupo presenta a los ríos Pie-
segunda es conformada por la quebrada dras y Don Diego compartiendo el 45% de
Valencia y el río Cañas, a los cuales se les las especies, a los que se une el río Mendi-
une el río Jeréz. huaca y la quebrada Valencia.
a. b.
El análisis de similaridad de Jaccard mues- Al realizar el análisis excluyendo las es-
Figura 9. Modelo de distribución de especies para los ríos a) Piedras; b) Ranchería que se tra variación en los agrupamientos, sigue pecies de origen marino se observa prác-
ajustan a la serie logarítmica. siendo basal el río Ranchería, pero el río ticamente el mismo agrupamiento que

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a.

Figura 12. Similaridad de Jaccard para los ríos y arroyos costeros de la SNSM.

con Bray-Curtis, solo se observa una va- Sicydium salvini y Agonostomus monticola
riación en la agrupación (Jeréz – Valencia que contribuye a reducir la equitatividad y
– Ranchería), el río Ranchería se une a la diversidad de los sectores bajos de los ríos
agrupación río Jeréz – quebrada Valencia. costeros, ya que las distribuciones de las
Cuando el análisis solo incluye a las espe- especies diadromas tienden a estar fuerte-
cies de origen marino, la quebrada Valen- mente influencias por barreras físicas de
cia se une al río Don Diego, el río Minca al dispersión (Lorion et al. 2011).
río Palomino y el río Ancho a la agrupación
ríos Jeréz – Cañas (Figura 11b).
Uso de las especies
Los estados larvales de Sycidium spp son
Al parecer la distancia a la desembocadu-
ra explicaría mejor que las características colectados para autoconsumo en los pe-
del hábitat la distribución y estructura de riodos que estos retornan a los ríos (Silva-
la comunidad íctica de ríos costeros (Lyon Melo y Acero 1990). Especie como la lisa
y Schneider 1990), sugiriendo que las co- boba (Joturus pichardi), la lisa de río (Ago-
b. nostomus monticola) y el bocón (Awaous
munidades se estructuran de acuerdo a
su capacidad de colonización. Es posible banana) son consumidas y comercializada
Figura 11. Similaridad de Bray-Curtis para los ríos y arroyos costeros de la SNSM; a) que esto se encuentre relacionado con la localmente, aunque no hay estadísticas
especies dulce- acuícolas primarias; b) especies marinas. abundancia de especies diadromas, como pequeras de los volúmenes capturados

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(Acero 2011, Ortega-Lara et al. 2011, Sán- cesos de inundación periódicos (IDEAM erosivos severos, disminución marcada algunos como el río Ranchería regis-
chez-Garcés et al. 2011). 2010). El arbustal denso es la cobertura de de la productividad de las tierras y proce- tran un comportamiento diferente,
mayor porcentaje en las dos SZH restantes sos de salinización, entre otros (DISCUB debido a sus características particu-
Amenazas y corresponde a una cobertura constitui- 2014). Otras amenazas importantes que lares.
Tomando en cuenta las seis subzonas hi- da por una comunidad vegetal dominada se observan en los ríos y arroyos costeros • Se recomienda desarrollar investiga-
drográficas (SZH) donde se realizaron los por elementos típicamente arbustivos, los del Caribe colombiano son las relaciona- ciones encaminadas a conocer la va-
muestreos (Figura 1), se consultó la cober- cuales forman un dosel irregular, el cual das con el uso del suelo para plantaciones riación en la estructura y composición
tura de la tierra, siguiendo la metodología representa más de 70% del área total de la de banano, agricultura mecanizada y ga- de las comunidades ícticas de estos
de CORINE Land Cover escala 1:100.000 unidad. La unidad puede contener elemen- nadería extensiva. A esto hay que sumar ecosistemas, no sólo a escala temporal
(IDEAM 2010). En la tabla 4 se muestran tos arbóreos dispersos. Esta formación la invasión de sus cauces en las zonas ale- sino también altitudinal. Igualmente,
las mayores coberturas (en porcentaje) vegetal no ha sido intervenida o su inter- dañas al cruce de vías y puentes, donde sería importante desarrollar estudios
que presentan los suelos de las SZH. vención ha sido selectiva y no ha alterado se llevan a cabo extracciones de material ecomorfológicos, historias de vida,
su estructura original y sus características de arrastre o construcción de infraes- ecología trófica y estructura genética
El bosque denso alto de tierra firme es el funcionales (IDEAM 2010). tructura relacionada con la protección de de las poblaciones de la mayoría de
que registra el mayor porcentaje de co- márgenes y corrección de cauces cerca de sus especies (p. e. Trichomycterus sp,
bertura en cuatro de las seis ZSH. Esto El mayor conflicto de uso de suelo que se estos últimos (Figura 13). A lo anterior Poecilia sp, Sicydium sp.), con el fin de
corresponde a las áreas con vegetación registra en la totalidad de las SZH es la de se debe agregar la presión que ejerce el proporcionar herramientas válidas
de tipo arbóreo caracterizada por un es- sobre-utilización severa, que se refiere a turismo sobre algunos ecosistemas, es- para proponer como áreas de alto va-
trato más o menos continuo cuya área de tierras en las cuales el uso actual supera pecialmente la quebrada Valencia y los lor de conservación.
cobertura arbórea representa más de 70% en tres o más niveles la clase de vocación ríos Don Diego, Buritaca, Mendihuaca y • Proteger los cauces de vertimientos
del área total de la unidad, con altura del de uso principal recomendado, presen- Piedras. de aguas residuales y de disposición
dosel superior a 15 m y que se encuentra tándose evidencias de degradación avan- de basuras, así como de explotacio-
localizada en zonas que no presentan pro- zada de los recursos, tales como procesos Conclusiones y recomendaciones nes ilegales pero permanentes de are-
para la conservación na y piedras de río. En relación a las
• Los ríos costeros del Caribe colombia- especies de interés comercial, llevar
no presentan una gran diversidad de estadísticas que permitan tener cono-
Tabla 3. Cobertura de los suelos que se registra en las seis subzonas hidrográficas de estudio. peces y aunque la mayoría presentan cimiento de la tasa de explotación de
una estructura comunitaria similar, las mismas.
Cobertura de los suelos Don
Ancho Camarones Mendihuaca Piedras Ranchería
/ Ríos o arroyos Diego
Arbustal abierto 1,6 2,40 17,4 0,0 10,7 17,1
Arbustal denso 3,4 3,40 29,7 0,0 6,0 23,6
Bosque denso alto de
53,4 29,1 0,00 42,4 16,2 2,9
tierra firme
Herbazal denso de tierra
7,9 16,4 0,00 0,0 0,0 0,6
firme no arbolado
Mosaico de cultivos,
7,9 10,7 2,10 15,8 15,6 5,0
pastos y espacios naturales
Mosaico de pastos con
1,9 0,20 5,00 2.8 7,4 1,0
espacios naturales a. b.
Pastos limpios 2,1 6,40 11,9 4,8 5,2 18,1
Vegetación secundaria o Figura 13. a) Mala disposición de las basuras a la orilla del río Cañas, b) ganadería en el río
7,0 11,0 4,60 18,5 5,6 5,7
en transición Cañas. Fotos: P. Sánchez-D.

330 331
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ICTIOFAUNA SNSM

P. Sánchez-D.

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332 333
334
Anexo 1. Lista de especies por sectores ríos y arroyos costeros de la SNSM.

Río Río Río Río Río Río Río Río Río Quebrada
Especie / Localidad
Ancho Cañas Don Diego Jerez Mendihuaca Minca Palomino Piedras Ranchería Valencia
Characiformes                    
Characidae                    
Argopleura sp.                 X  
Astyanax fasciatus
              X    
(Günther 1860)
ICTIOFAUNA SNSM

Astyanax sp.   X     X       X X
Creagrutus affinis
  X                
Steindachner 1880
Creagrutus sp.                 X  
Gephyrocharax melanocheir
                X  
Eigenmann 1912
Hemibrycon colombianus
          X   X    
Eigenmann 1914
Hemibrycon sp.       X           X
Hyphessobrycon sp.   X X              
Gasteropelecidae                    
Gasteropelecus maculatus
                X  
Steindachner 1879
Siluriformes                    
Loricariidae                    
Dolichancistrus setosus
      X            
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Boulenger 1887
Lasiancistrus sp.                 X  

Anexo 1. Continuación.

Río Río Río Río Río Río Río Río Río Quebrada
Especie / Localidad
Ancho Cañas Don Diego Jerez Mendihuaca Minca Palomino Piedras Ranchería Valencia
Heptatpteridae                    
Imparfinis nemacheir
(Eigenmann y Fisher                 X  
1916)
Pimelodella chagresi
  X   X         X  
(Steindachner 1876)
Trichomycteridae                    
Trichomycterus
nigromaculatus Boulenger   X       X        
1887
Trichomycterus sp.   X   X            
Cyprinodontiformes                    
Rivulidae                    
Anablepsoides
rubrolineatus (Fels y de                 X  
Rham 1981)
Poeciliidae                    
Poecilia sp.   X X   X     X    
Synbranchiformes                    
Synbranchidae                    
Synbranchus marmoratus
                  X
Bloch 1795
P. Sánchez-D.

Syngnathiformes                    
Syngnathidae                    
Pseudophallus mindii
              X    
(Meek y Hildebrand 1923)
335
336
Anexo 1. Continuación.

Río Río Río Río Río Río Río Río Río Quebrada
Especie / Localidad
Ancho Cañas Don Diego Jerez Mendihuaca Minca Palomino Piedras Ranchería Valencia
Perciformes                    
Centropomidae                    
Centropomus pectinatus
              X    
Poey 1860
Cichlidae                    
Andinoacara latifrons
  X X         X    
(Steindachner 1878)
ICTIOFAUNA SNSM

Caquetaia kraussii
        X          
(Steindachner 1878)
Eleotridae                    
Dormitator maculatus
            X      
(Bloch 1792)
Eleotris pisonis (Gmelin
  X X   X   X X X X
1789)
Gobiomorus dormitor
    X         X    
Lacepède 1800
Gerreidae                    
Eucinostomus argenteus
              X    
Baird y Girard 1855
Gobiidae                    
Awaous banana
    X X       X    
(Valenciennes 1837)
Evorthodus lyricus (Girard
          X X X    
1858)
Sicydium salvini Ogilvie-
X X   X   X X X    
Grant 1884
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Haemulidae                    
Conodon nobilis (Linnaeus
              X    
1758)

Anexo 1. Continuación.

Río Río Río Río Río Río Río Río Río Quebrada
Especie / Localidad
Ancho Cañas Don Diego Jerez Mendihuaca Minca Palomino Piedras Ranchería Valencia
Pomadasys crocro (Cuvier
        X     X    
1830)
Beloniformes                    
Belonidae                    
Ablennes hians
                X  
(Valenciennes 1846)
Mugiliformes                    
Mugilidae                    
Agonostomus monticola
X X X X X     X   X
(Bancroft 1834)
Mugil curema
              X    
Valenciennes 1836
Mugil incilis Hancock
    X   X     X   X
1830
Gobiesociformes                    
Gobiesocidae                    
Gobiesox cephalus
X X               X
Lacepède 1800
Tetraodontiformes                    
Diodontidae                    
Diodon sp. X                  
Anguilliformes                    
P. Sánchez-D.

Anguillidae                    
Anguilla rostrata (Lesueur
              X   X
1817)
Ophichthidae                    
Myrophis punctatus
        X     X    
Lütken 1852
337
R. Barriga
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ICTIOFAUNA SNSM

P. Sánchez-D.

ECUADOR Peces de los afluentes de la

8.8
costa del Ecuador: composición,
biogeografía, aspectos ecológicos, uso
y conservación

Ramiro Barriga

Resumen ca Santiago-Cayapas (ZISC) con 48 sp., la


La distribución de los peces de los afluen- Zona Ictiohidrográfica Esmeraldas (ZIE)
tes de la costa ecuatoriana se ajusta bási- con 38 sp. y por último la Zona Ictiohidro-
camente a la distribución ictiohidrográfica gráfica Catamayo (ZIC), con 29 sp. Se men-
propuesta por Barriga (2012), fundamen- cionan algunos aspectos ecológicos, inclu-
tada en la presencia de una ictiofauna yendo los hábitos alimenticios de los peces
endémica para cada cuenca hidrográfica de agua dulce costeros. La población rural
costera, cuya riqueza total asciende a 113 costera consume peces fluviales y conjun-
especies. La información de este docu- tamente con la pesca marina, ha sido la
mento se apoya en la base de datos de la principal fuente de proteínas. Se destaca
Sección de Ictiología del Instituto de Cien- que en la costa se asienta la mayor densi-
cias Biológicas de la Escuela Politécnica dad poblacional del Ecuador, situación que
Nacinal (EPN). El endemismo íctico se obliga a la ejecución de proyectos de riego,
debe a tres factores físicos que determinan de agua potable, mineros, petroleros, ur-
el aislamiento de los peces fluviales: 1) las banos e hidráulicos. Las acciones huma-
montañas costeras de Mache, Chindul, nas citadas se convierten en las principa-
Chongón y Colonche; 2) la presencia de las les causas de la alteración de los hábitats
estribaciones occidentales de los Andes y fluviales y por ende de las comunidades de
3) la influencia de la Zona Ictiogeográfica peces de agua dulce del litoral ecuatoriano.
Estuarina (antes denominada Interma-
real). Se da a conocer la riqueza de especies Introducción
presente en los afluentes que conforman La orografía y la presencia de una red hi-
los sistemas hidrográficos de la costa, drográfica que nace desde las alturas de
siendo la más diversa la Zona Ictiohidro- los Andes y las cordilleras costeras, han
gráfica Estuarina (ZIE), con 120 especies. ocasionado la formación de numerosos
Le siguen las zonas ictiohidrográficas de hábitats. Este entorno montañoso ha con-
agua dulce: Zona Ictiohidrográfica Guayas tribuido a la formación de las diferentes
(ZIG) con 54 sp., la Zona Ictiohidrográfi- cuencas hidrográficas que han traido con-

338 339
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

sigo el aislamiento y el endemismo de la algunas descripciones y colaboró con mu- listas como Vari (1989) y Román-Valencia ñas de Convento y los Cerros de Coaque.
ictiofauna. Por otro lado, el muestreo ícti- chos ictiólogos de importancia interna- et al. (2013), entre otros. En la provincia de Esmeraldas están ubi-
co llevado a cabo años atrás tomando en cional entre los que se pueden citar a J. cadas las montañas de Cojimíes y Ataca-
cuenta la distribución altitudinal, ha per- Böhlke y J. Géry. En los últimos años se han realizado des- mes que no sobrepasan los 300 m s.n.m.
mitido ubicar a los peces en las respectivas cripciones de nuevas especies y revisiones (Terán 1995). Es importante señalar que
zonas ictiohidrográficas de la costa ecua- Desde 1978 hasta 1982 bajo el auspicio de de los diferentes géneros y familias de en dirección este-oeste, las cordilleras se-
toriana (Barriga 2012). la Subcomisión Ecuatoriana PREDESUR, peces neotropicales en los que se incluye cundarias, se prolongan desde los Andes.
Myriam Ibarra y Ramiro Barriga, reali- al Ecuador. Entre estos se pueden citar a: Al igual que las montañas del norte, se
A fines del siglo XIX y mediados del siglo zan el inventario de la ictiofauna del sur Vari (1989), Vari y Barriga (1990), Albert y encargan de encauzar a las subcuencas hi-
XX, los ictiólogos norteamericanos y eu- del Ecuador (Ibarra y Barriga 1982). Des- Crampton (2003), Bockmann y Guazzelli drográficas. Entre las principales, de norte
ropeos realizaron las primeras colecciones de 1984 hasta 1989 se realizó el estudio (2003), Vari et al. (2005), Ferraris (2007), a sur se citan, en los flancos de las provin-
de peces que mostraron la alta diversidad, de la ictiofauna noroccidental del Ecuador Maldonado-Ocampo et al. (2008), Ortega cias del Carchi a los ramales Chiltazón y
abundancia y endemismo de la ictiofauna que incluyó las cuencas de los ríos Mira, et al. (2011), Wijkmark et al. (2012) y Ar- Ostional; en la provincia de Imbabura a
ecuatoriana. Kner (1859), Günther (1864), Mataje, Santiago-Cayapas, Esmeraldas y bour et al. (2014), entre otros. los ramales de Lachas, Toisán e Intag; en
Steindachner (1880), Boulenger (1887) y Guayas. Esta investigación fortaleció el Cotopaxi a los ramales de Chugchilán y
Pellegrin (1912), describieron algunas es- conocimiento de la ictiofauna del Ecuador, El presente caso de estudio va dirigido a Angamarca; en la provincia de Cañar los
pecies de la costa. En la misma región, Carl estudio financiado por el CONACYT (Ba- las entidades gubernamentales, seccio- ramales de Bulubulu; en Azuay los de Suya
Eigenman (1922) de la Universidad de In- rriga 1991). nales, investigadores y estudiantes que y Molleturo y en la provincia del Oro, los
diana, describió las especies procedentes deseen conocer la ictiofauna costera ecua- ramales de Chilla, Dumarí, Tahuín y Taura
de las colecciones obtenidas en la expedi- toriana. En especial a las entidades dedi- (Terán op. cit.).
La tercera lista de peces (Barriga 1991),
ción Landon. Desde 1946, el Profesor Gus- cadas a la conservación acuática, ya que la
elaborada con base en los estudios de la
tavo Orcés Villagómez, inicia el estudio diversidad y abundancia de los peces están Los ríos costeros pasan por diferentes eco-
sistemática y distribución altitudinal de
de las primeras colecciones realizadas por siendo amenazadas por la presión huma- sistemas que corresponden a la prolonga-
los peces de las cuencas hidrográficas del
colectores profesionales: Ramón Olalla, na sobre los recursos, como la sobrepesca, ción del Chocó de Colombia, en el norte
Ecuador, registró 706 especies. De esta
Manuel Olalla y Gonzalo Herrera, entre asociado a la alta densidad poblacional ru- hasta el margen derecho del río Esmeral-
manera se incrementó 400 especies a la
los principales, quienes efectuaron las pri- ral costera y contaminación. das y los flancos andinos, que se caracte-
de Ovchynnyk (1971). En la Costa se aña-
meras colectas en las cuencas de los ríos rizan por ser una región húmeda y de la
dieron 56 especies y se contabilizaron 113
Guayas y Santiago-Cayapas. Entre 1968 y Área de estudio parte sur, que tiene influencia de la región
1971 se publica la primera y segunda lis- especies en los tributarios fluviales que La cadena occidental de los Andes conjun- árida del norte del Perú.
ta de peces de agua dulce del Ecuador, por agrupan a las especies endémicas que vi- tamente con las cordilleras costeras, origi-
Michael Ovchynick (1968, 1971) quien re- ven en los cursos de agua de diferente je- nan los cursos de agua de diferente jerar- De acuerdo al sistema de clasificación
gistró 296 y 306 especies, respectivamen- rarquía de las estribaciones occidentales quía hídrica, aumentando paulatinamente del Ministerio del Ambiente del Ecuador
te. En la costa, solo de agua dulce, fueron andinas que riegan la llanura costera. los caudales de los sistemas hidrográficos - MAE (2013), los ecosistemas de la cos-
registradas 47 especies. que se dirigen hacia el Océano Pacífico. ta ecuatoriana se clasifican como sigue a
La cuarta lista de peces de agua dulce del continuación. La parte norte, que corres-
Las listas mencionadas fueron realizadas Ecuador (Barriga 2012), aumentó la lista En el litoral ecuatoriano se aprecian varias ponde al Chocó ecuatoriano, ha sido divi-
con base en las colecciones de la Escuela a más de 800 especies, incluyendo nuevos cordilleras denominadas primarias que dida en doce clases de bosques de llanura,
Politécnica, bajo la orientación del Profe- registros de distribución y varias especies alcanzan los 700 y 800 m s.n.m., y que tie- siendo los principales los bosques de lla-
sor Gustavo Orcés. El profesor Orcés fue nuevas provenientes de los entornos la- nen una dirección norte-sur. La Cordillera nura inundable, bosques siempre verdes
quien inició los primeros estudios de la custres y lóticos de la Amazonia y la Costa. de Chongón y Colonche se encuentra en la de llanura y bosque-herbazal inundado.
ictiofauna de la costa del Ecuador, princi- provincia del Guayas y se prolonga hacia La región centro y sur de la Costa, deno-
palmente en la región norte y centro, que El endemismo costero se determinó con el norte hasta las ciudades de Jipijapa y minada Pacífico Ecuatorial, alberga a 15
comprende los sistemas hidrográficos de base en varias revisiones sistemáticas y Portoviejo. Existen también montañas de ecosistemas y entre los principales se en-
los ríos Santiago, Esmeraldas y Guayas. distribuciones de las especies de varias fa- menor altura como la de Balzar. En la pro- cuentran: herbazal ripario, herbazal lacus-
Elaboró así, las primeras listas de peces, milias y géneros realizada por los especia- vincia de Manabí se presentan las monta- tre, bosque deciduo de la cordillera coste-

340 341
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

ra y bosque siempreverde de la cordillera con base en numerosas colecciones de los


costera. Respecto a la fenología, los cur- peces, dentro de proyectos ictiológicos
sos de agua en la parte norte de la Costa nacionales, financiados por la Escuela
cruzan los bosques siempre verde y verde Politécnica Nacional, CONACYT, PRE-
estacional. Los afluentes principales de la DESUR y SENESCYT. Entre los proyectos
parte central y sur de la Costa, atraviesan internacionales se incluyen los financia-
los bosques siempre verde y siempre verde dos por: National Science Foundation,
estacional. El bosque deciduo se acerca a la National Geographic, Field Museum of
zona intermareal y el semideciduo a la cor- Natural History-Chicago, Conservation
dillera occidental, cubriendo en la parte International, Royal Ontario Museum-
sur la provincia de Loja. Canadá. Diferentes científicos extranjeros
han obtenido becas de las citadas institu-
Con respecto a las zonas inundables, solo ciones. Los estudios fueron ejecutados con
en los afluentes de la zona más costera de la participación de la sección de peces del
la cuenca del río Guayas y cerca a la desem- Instituto de Ciencias Biológicas de la EPN.
bocadura de los ejes fluviales, se encuen-
tran las zonas inundadas. Otro grupo de Resultados y discusión
cuerpos de agua que confluyen al curso de Los sistemas hidrográficos de la costa
los ríos Guayas, Esmeraldas y cerca al del- se mantienen aislados ya que su cauce
ta del río Santiago-Cayapas, pertenecen a principal se abre paso entre las cadenas
las zonas susceptibles de inundación. montañosas, lo que obliga a los afluentes
a converger en un eje fluvial que desembo-
De acuerdo al bioclima, los cursos de agua ca en forma aislada en el Océano Pacífico.
del norte, riegan el ecosistema pluvial y los Las corrientes de los ríos costeros, casi en
ríos de la región central y sur de la costa todo su curso, tienen aguas torrenciales y
se encuentran en un ecosistema pluvioes- en gran parte de estos los sustratos están
tacional. Los cuerpos de agua que bañan cubiertos de piedras de diferente tamaño.
áreas cercanas a la cordillera de los Andes, En la época lluviosa, la parte baja de cada
tienen el clima húmedo superior y húme- cuenca se inunda, mientras que en los cur- Figura 1. Mapa ictiohidrográfico del Ecuador.
do inferior. A los cursos medio e inferior sos altos y medios los ríos se desbordan en
de las subcuencas les encierra los climas distancias cercanas a la orilla. Cabe seña-
seco superior y seco inferior lar que la cuenca del río Guayas es la única
que se anega e ingresa grandes distancias han sido identificadas cinco zonas ictiohi- principales de la costa ecuatoriana, de
Material y métodos hacia las áreas agrícolas. En el curso su- drográficas: (ZIE) Zona Ictiohidrográfica acuerdo a las zonas consideradas (Figura
Los registros de las especies en los afluen- perior de los ríos, el agua es clara y el pH Estuarina (antes llamada Intermareal), 1 y Tabla 1).
tes de los cauces principales de la costa, tiende a ser neutro y contiene altas canti- entre 0 y 10 m s.n.m.; (ZISC) Zona Ictiohi-
provienen de la recolección de peces rea- dades de oxígeno. En la parte baja del río drográfica Santiago-Cayapas; (ZIE) Zona La riqueza registrada en las zonas ictiohi-
lizada hasta la fecha de la presente publi- Guayas y el río Santiago el agua es blanca. Ictiohidrográfica Esmeraldas; (ZIG) Zona drográficas del Ecuador se muestra en la
cación. Ictiohidrográfica Guayas y (ZIC) Zona Ic- figura 2. Se contabilizaron cerca de 950 es-
Basado en lo expresado anteriormente, tiohidrográfica Catamayo. pecies, agrupadas en 22 órdenes, 72 fami-
La lista de peces y su clasificación taxo- más los análisis que se discutirán a con- lias, 17 subfamilias y 393 géneros (Barriga
nómica fue ordenada de acuerdo a la cla- tinuación, se puede inferir que la com- Dado que las cuencas hidrográficas están 2012).
sificación de Eschmeyer (1998), CLOFFS- posición de la ictiofauna es propia para conformadas por la suma de numerosos
CA (Reis et al. 2003) y Nelson (2006). Las cada cuenca hidrográfica a lo largo de la riachuelos, quebradas y esteros, aquí se En la Costa el mayor número de especies
referencias para este análisis se hicieron costa ecuatoriana (Figura 1). En la Costa habla de la ictiofauna de los tributarios corresponde a la Zona Ictiohidrográfica

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PECES DE ECUADOR

R. Barriga

Tabla 1. Regiónes naturales y zonas ictio- grandes inundaciones que dan refugio a
hidrográficas del Ecuador. una mayor diversidad, abundancia y ta-
maño de los peces de agua dulce de la Cos-
Región Zonas ta (Tabla 2).
Sigla
natural ictiohidrográficas
Estuarina (antes Tabla 2. Riqueza de especies de las cuen-
I cas hidrográficas de la costa ecuatoriana.
llamada Intermareal)
Santiago-Cayapas SC
Costa Total ZISC ZIE ZIG ZIC
Esmeraldas E
Guayas G Familias 25 21 23 17
a. b.
Catamayo C Géneros 42 32 45 28
Especies 48 38 54 29
Alto Napo AN Figura 3. Río Santiago a) cauce principal a nivel de Concepción; b) cuenca media-alta. Fo-
Alto Pastaza AP tos: CID-PUCESE.
Upano-Zamora UZ Aspectos ecológicos de la
Oriente
Napo-Pastaza NP ictiofauna costera y riqueza
Morona-Santiago MS de especies por zona trato de piedra; b) la del río Cayapas, que este mismo grupo están la sardina redon-
tiene el fondo pedregoso en su curso alto deada (Hyphessobrycon ecuadoriensis) y la
Chinchipe CH ictiohidrográfica mientras que el curso medio y bajo son ce- sardinita rayada (Pseudochalceus lineatus).
nagosos. Los afluentes tienen las mismas Estos peces son omnívoros, se alimentan
Zona Ictiohidrográfica Santiago- características fisicoquímicas como el agua de larvas de insectos acuáticos, anélidos
Estuarina (120 sp.). De las zonas ictiohi- Cayapas (ZISC) de color claro en el cauce superior y blan- y crustáceos. Los dientoncitos (Roeboides
drográficas de agua dulce, las que tienen En esta zona ictiohidrográfica se mues- ca en el medio y bajo. La temperatura del occidentalis), son piscívoros e incluyen en
mayor riqueza son la ZISC y ZIG, con 48 trearon los tributarios hasta los 1000 m agua varía entre los 22 y 24°C y el pH entre su dieta, a peces adultos de tamaño peque-
y 54 especies, respectivamente. Cabe se- s.n.m. Esta cuenca está formada por dos los 6,7 y 7,2. El curso medio y bajo de estos ño, larvas, alevines y juveniles de otros
ñalar que la ZIG es la mayor cuenca hidro- subcuencas: a) la del río Santiago (Figura ríos está habitado principalmente por los peces. Un pez piscívoro por excelencia es
gráfica y a lo largo de su cauce se producen 3), cuyo curso medio alto tiene un sus- grupos étnicos Chachis y afroecuatoriano. el guanchinche (Hoplias malabaricus), que
El curso superior de estos ríos se encuentra habita especialmente en los márgenes de
en una reserva natural llamada Cotacachi- los cauces donde la velocidad de la corrien-
Cayapas. te es lenta, cubierta de algo de vegetación y
el fondo está cubierto de lodo. En la mitad
En los afluentes de diferente orden (jerar- de la corriente de los afluentes se encuen-
quía) de esta zona ictiohidrográfica se han tra el pez ciego (Paracetopsis esmeraldas),
registrado 48 especies, agrupadas en 42 especie omnívora. Los peces barbuditos
géneros y 25 familias (Tabla 2, Figura 4). (Trichomycterus spp) que son parásitos de
los peces grandes. Las preñadillas (Astro-
En la familia de los curimátidos, conocidos blepus cf. cyclopus) prefieren alimentarse
como dicas, Pseudocurimata lineopunctata de insectos acuáticos. Los peces paloseco
habita en la corriente del río y otros há- (Rineloricaria jubata), se mimetizan con las
bitats pedregosos con cieno. Son especies macrófitas y entre las piedras pequeñas
detritívoras. Cerca a la parte superior de la y adheridas a pequeños troncos sumergi-
columna de agua vive la sardina (Gastero- dos. En hábitats similares también viven
pelecus maculatus), que se alimenta de in- las guañas (Chaetostoma marginatum) y el
Figura 2. Riqueza de especies por zonas ictiohidrográficas del Ecuador. sectos adultos de la superficie del agua. En guacuco (Hemiancistrus annectens). Los ver-

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daderos bagres (Batrochoglanis transmonta- hasta 40 cm y es una especie apreciada en de la corriente rápida, el agua clara, el fon- sobre la superficie del agua. En este mis-
nus), el bagrecito gris (Pimelodella cf. grisea), la alimentación cuando es adulto y ocupa do con piedras de diferentes tamaños, are- mo grupo se encuentra la sardina (Pseudo-
el bagre (Rhamdia quelen), viven en el fondo los remansos de los ríos grandes. na y grava. Hay poca vegetación acuática. chalceus bohlkei), especie omnívora que se
de los tributarios y son omnívoros. Los afluentes de esta zona ictiohidrográ- alimentan de larvas de insectos acuáticos,
Por último y hacia la parte baja de las fica cuentan con una riqueza de especies anélidos y crustáceos. Los sábalos (Brycon
Entre los peces eléctricos (Gymnotifor- cuencas incluyendo los estuarios donde menor a la de la ZISC, se identifican 38 es- dentex) son piscívoros e incluyen en su die-
mes), conocidos como bios, está Sterno- hay afluentes menores y pequeños hume- pecies agrupadas en 32 géneros y 21 fami- ta tanto los peces pequeños adultos como
pygus macrurus que se encuentra en los há- dales, están las especies de las familias lias (Tabla 2, Figura 5). larvas, alevines y juveniles. Los pámpanos
bitats herbáceos marginales. En hábitats Eleotridae y Gobiidae, como el mongolo (Rhoadsia minor) son omnívoros. También,
que cuentan con sustratos constituidos (Eleotris picta), los “cawas” (Gobiomorus Pseudocurimata boulengeri habita en las zo- como en la ZISC está el guachiche (Hoplias
por arena, cieno y algo de grava, viven los maculatus) y los “lameplatos” (Awaous nas de corriente y hábitats pedregosos con malabaricus), habitante de los márgenes de
peces llamados “mialdera” (Gymnotus es- transandeanus). Una especie detritívora y cieno. Es una especie detritívora. Hacia la los cauces. Entre la vegetación acuática y
meraldas). Otra especie de menor tamaño no muy abundante es el pez “platija” (Tri- parte superior de la columna de agua vive de poca profundidad es común la guavina
es el “bio” (Brachyhypopomus occidentalis), nectes fluviatilis). la sardina (Bryconamericus dahli), que se (Lebiasina aureoguttata), una especie in-
que habita en la vegetación ribereña. alimenta de insectos adultos que vuelan sectívora.
Zona Ictiohidrográfica
Los cíclidos, conocidos como viejas (Andi- Esmeraldas (ZIE)
noacara cf. sapayensis), alcanzan a medir 13 El cauce del río Esmeraldas recibe innume-
cm, son de un color obscuro sobre los cua- rables afluentes y el cauce principal tiene
les se aprecia pequeñas franjas verticales; piedras de diferente tamaño. Los tributa-
el pez macho (Cichlasoma ornatum) mide rios se caracterizan por tener la velocidad

a. b.

a. b.

c. d.

Figura 5. Especies de peces colectadas


en la Zona Ictiohidrográfica Esmeraldas
c. d. (ZIE). a) Brycon dentex; b) Rhoadsia minor;
c) Bryconamericus dahli; d) Lebiasina au-
Figura 4. Especies de peces colectadas en la Zona Ictiohidrográfica Santiago-Cayapas reoguttata; e) Cichlasoma festae. Fotos: R.
(ZISC). a) Pseudocurimata lineopunctata; b) Astroblepus cf. cyclopus; c) Chaetostoma Barriga.
e.
marginatum; d) Pimelodella cf. grisea. Fotos: R. Barriga.

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R. Barriga

En la mitad de la corriente del afluente se to pedregoso, especialmente en agua cla-


encuentra el pez ciego (Paracetopsis esmeral- ra, son peces omnívoros que se desplazan
das), otra especie omnívora. Los barbuditos en grupos de 8 a 12 individuos. Los dicas
(Trichomycterus cf. taenia) son omnívoros, (Pseudocurimata troschelii y Pseudocurimata
mientras que las preñadillas (Astroblepus boulengeri) viven en los remansos de los
mindoensis), prefieren alimentarse de in- ríos. En la parte superior de la columna
a. b.
sectos acuáticos. Los peces palo seco (Stu- de agua viven las cachuelas o sardinas
risoma panamense) también se camuflan como Iotabrycon praecox, Landonia latidens
con las plantas sumergidas y se adhieren a y Phenacobrycon henni, que prefieren in-
las piedras y a pequeños troncos sumergi- sectos adultos. Otra cachuela que prefie-
dos. En hábitats similares viven las guañas re insectos es la sardina (Hyphessobrycon
(Chaetostoma aequinoctiale), especies de- ecuadorensis) mientras que la sardinita
tritívoras. El bagrecito gris (Pimelodella cf. coluda (Pseudochalceus longianalis) prefiere
elongata) y el bagre (Rhamdia quelen), viven los peces pequeños y crustáceos. La sardi-
en el fondo de los tributarios y tienen una na Bryconamericus bucayensis es piscívora
dieta diversa constituida por peces y ma- y se alimenta de peces pequeños, larvas, c. d.
croinvertebrados. alevines y juveniles. Los bocachicos (Ichth-
yoelephas humeralis) son abundantes y vi-
Los bios (Sternopygus macrurus) están ven en los afluentes con fondo pedregoso y
asociados a los hábitats herbáceos margi- cenagoso. Son muy apreciados en la pesca
nales, incluyendo otra especie de menor comercial. El guachiche (Hoplias microle-
tamaño (Brachyhypopomus occidentalis), pis) nuevamente es común en las márge-
asociada a la vegetación acuática ribereña. nes de los ríos cubiertas por la vegetación
En sustratos arenosos, cieno y con grava, ribereña, con fondos cenagosos.
viven los mialdera (Gymnotus esmeraldas).
De los cíclidos destaca Andinoacara blom- Otra especie piscívora de fondo es el pez
bergi que alcanza a medir 10 cm. El pez ciego (Paracetopsis bleekeri). Las preñadi- e. f.
“macho” (Cichlasoma festae) mide hasta 40 llas (Astroblepus cf. longifilis) son insectí-
cm y también es una especie utilizada en voras. El pez raspabalsa (Isorineloricaria Figura 6. Especies de peces colectadas en la Zona Ictiohidrográfica Guayas (ZIG). a) Ichth-
la dieta en la fase adulto, ocupa los reman- spinosissima) cuando es alevino y juvenil yoelephas humeralis; b) Pseudochalceus longianalis; c) Chaetostoma aequinoctiale; d) Cichlaso-
sos de los ríos grandes. vive en los riachuelos y los adultos, que ma ornatum; e) Andinoacara rivulatus; f) Awaous transandeanus. Fotos: R. Barriga (a-e), P.
alcanzan tamaños de 60 cm, se despla- Jiménez-Prado (f).
Zona Ictiohidrográfica Guayas (ZIG) zan a los grandes cauces. Los peces guaña
Esta zona ictiohidrográfica está forma- (Chaetostoma aequinoctiale) y la raspabalsa
da por la cuenca hidrográfica de la costa barbuda (Ancistrus clementinae), se nutren variegatus, el barbudito Pimelodella cf. elon- Los cíclidos o viejas como Andinoacara
ecuatoriana, donde se encuentra la mayor de microorganismos adheridos a sustra- gata y el bagre Rhamdia quelen, viven en el rivulatus alcanza 20 cm. La “vieja colora-
densidad poblacional del Ecuador. En los tos. La raspabalsa de fondo (Cordylancis- fondo de los diferentes cuerpos de agua, da” (Cichlasoma ornatum) mide hasta 40
tributarios de la ZIG han sido identifica- trus santarosensis), que habita al sur del todos son peces omnívoros. cm, es una especie apreciada en la pesca
das 54 especies, incluidas en 23 familias y río Guayas se alimenta del detrito que está de subsistencia cuando adulto y ocupa los
45 géneros (Tabla 2, Figura 6). sobre las piedras y maderas sumergidas. Entre los Gymnotiformes, Sternopygus remansos de los ríos grandes, alcanza a
De mayor tamaño son los guacucos (He- arenatus, se encuentra en los hábitats her- medir 20 cm.
Los peces ratones (Parodontidae), como miancistrus landoni), frecuentes en el cauce báceos marginales. Estos hábitats cuentan
Saccodon wagneri viven en los tributarios medio de los tributarios. Los bagrecitos con sustratos de arena y cieno, llega a me- En los afluentes de menor orden y en los
de tamaño mediano y pequeño con sustra- (Pseudopimelodidae) como Microglanis dir 50 cm. pequeños humedales de la parte baja de la

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R. Barriga

cuenca, en las piedras de pequeño y media- Tanto en las correntadas como en las En los riachuelos del interior del bosque Pesquerías de la costa
no tamaño, la vegetación marginal y entre aguas más quietas viven los peces raton- habita Lebiasina bimaculata, especie insec- La ictiofauna de los afluentes costeros se
la vegetación macrofita hay góbidos como citos (Saccodon wagneri), se desplazan en tívora. En el fondo del río viven las guañas caracteriza por ser poco diversa pero si
los lameplatos (Awaous transandeanus) y grupos de 4 ó 5 individuos y se alimentan (Chaetostoma cf. marginatum). Los bagreci- abundante. Las especies comerciales en la
eleótridos como el mongolo (Eleotris picta) de peces pequeños. Los peces dica (Pseudo- tos (Trichomycterus taczanowskii), conjun- ZISC no alcanzan tamaños grandes. Debi-
y los cawas (Gobiomorus maculatus). Como curimata peruana) forman grupos de 5 a 8 tamente con los peces ciegos (Paracetopsis do a las actividades ilícitas, como la pes-
en la zona ictiohidrográfica anterior, el individuos, se alimentan de microorganis- atahualpa), ocupan el fondo de los cuerpos ca indiscriminada, los peces de los cauces
pez “platija” (Trinectes fluviatilis), tampoco mos que viven sobre las piedras, troncos y de agua. También están las especies de principales han ido desapareciendo, bus-
es abundante. lodo. Hay dos especies de sábalos (Brycon preñadillas: Astroblepus cf. eigenmanni y cando refugio entre los tributarios. Las
atrocaudatus), omnívora y la sabaleta Astroblepus cf. longifilis, que viven en los principales especies que son utilizadas
Zona Ictiohidrográfica (Chilobrycon deuterodon), las dos especies afluentes de agua clara con corrientes rá- en la alimentación (pesca de subsisten-
Catamayo (ZIC) se desplazan en la mitad de la corriente pidas, se refugian entre las grandes pie- cia), son el macho (Cichlasoma ornatum), la
Los afluentes del sur y suroeste del Ecua- y son muy apreciadas en la alimentación. dras que se distribuyen en los diferentes guaña (Chaetostoma spp), la dica (Pseudo-
dor nacen en las estribaciones de la cordi- En el grupo de las sardinas (Characidae), sustratos. Los bagrecitos (Pimelodella cf. curimata lineopunctata) y el sábalo (Brycon
llera de los Andes. Son cuerpos que tienen están Bryconamericus spp y Bryconamericus modestus) y los bagres (Rhamdia quelen), dentex) (Figura 8).
una corriente muy rápida, la temperatura oroensis, que habitan cerca de las corren- habitan hábitats de preferencia con arena
del agua es algo fría, clara con mucho oxí- tadas; también viven cerca de pequeñas y grava y en algunos casos con cieno, éstas En el río Atacames, provincia de Esme-
geno disuelto y el sustrato es de tamaño charcas que se unen a los riachuelos a tra- últimas especies omnívoras. raldas se practica la pesca de subsistencia
variable. En los afluentes de la ZIC han sido vés de la vegetación herbácea sumergida. realizada “con canasta” (Figura 9).
registradas 29 especies, agrupadas en 28 En el hábitat mencionado también se en- En los Gymnotiformes está el bio Sterno-
géneros y 17 familias (Tabla 2, Figura 7). cuentra el pámpano (Rhoadsia minor). pygus arenatus, que alcanza los 50 cm de La cuenca del río Guayas tiene especies
largo, habita en los afluentes cuando juve- de mayores tamaños que son utilizadas
nil y se traslada hacia los cauces grandes tradicionalmente en la alimentación de
cuando alcanza la madurez reproductiva. las grandes poblaciones asentadas en las
La familia Poeciliidae incluye los peces subcuencas de los ríos Babahoyo, Queve-
llamados camotillos (Pseudopoecilia fes- do, Daule, Balzar, Santo Domingo, Maná,
tae) que no superan los 2,5 cm, son peces Vinces, Samborondon, Salitre y Catarama,
vivíparos y muy abundantes. Habitan pe- fundamentalmente. Entre los peces co-
queños arroyos con abundante vegetación merciales empleados en la alimentación se
acuática. En las playas con cieno es posible incluyen al ratón (Leporinus ecuadorensis),
observarles a las anguilas (Synbranchus bocachico (Ichthyoelephas humeralis), dicas
a. b. marmoratus), que se alimentan de peque- (Pseudocurimata troschelii y Pseudocurimata
ños gasterópodos. Ya al final de la cuenca, boehlkei), bio (Sternopygus arenatus), cam-
cerca al área intermareal, se encuentran peche (Isorineloricaria spinosissima), ciego
los peces caballitos (Pseudophallus starksii), (Paracetopsis bleekeri) y el sábalo (Brycon
que habitan los fondos con arena y grava. atrocaudatus). La ictiofauna comercial es
abundante y su ciclo reproductivo depen-
Endemismo de de la época de inundación.
La orografía descrita anteriormente ha
determinado el aislamiento geográfico de En la ZIC al sur de la costa las especies
c. d. algunas de las especies registradas en la utilizadas en la alimentación son el sába-
costa ecuatoriana (Anexo 1). Dicho aisla- lo (Brycon atrocaudatus), el sábalo dientón
Figura 7. Especies de peces colectadas en la Zona Ictiohidrográfica Catamayo (ZIC). a) miento ha sido ocasionado por la presen- (Chilobrycon deuterodon), el ciego (Para-
Saccodon wagneri; b) Pimelodella cf. modestus; c) Dormitator latifrons; d) Eleotris picta. Fotos: cia de las barreras geográficas (orográfi- cetopsis atahualpa) y la dica (Pseudocurima-
R. Barriga (a-b), P. Jiménez-Prado (c-d). cas) (Figura 1). ta peruana). En esta zona ictiohidrográfica

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R. Barriga

Figura 10. a) Minera agroindustrial; b) piscinas de relaves minera agroindustrial. Fotos:


R. Barriga.

Figura 8. Pesca de guaña (Chaetostoma spp) con arrastre de atarraya. Fotos: CID-PUCESE.

casi no hay consumo ya que la abundancia tilapia a los Estados Unidos y Europa (Ba-
de los peces ha mermado notablemente a rriga obs. pers.). Otro grupo que ha sido
causa de los impactos como la contamina- introducido son las carpas (Cyprinus carpio
ción proveniente de la explotación minera, e Hypophthalmichthys nobilis) utilizadas
razón por la cual los pobladores no inclu- principalmente como peces ornamentales
yen los peces de agua dulce en su alimen- y en los policultivos de peces (Figura 11).
tación (Figura 10).
Conservación
Piscicultura La ictiofauna en la costa del Ecuador está
La introducción de especies exóticas al afectada por el incremento de la pobla-
Ecuador se remonta a fines del siglo XIX. ción urbana y rural que avanza en forma
El objetivo de la introducción de estas presurosa. Así, ha ido dejando muchas
especies fue contar con un aporte protei- áreas deforestadas y cada día se amplía la
co en la dieta del hombre que vivía en las frontera urbana y agrícola, de tal manera
a. b. áreas áridas del Ecuador, así como para la que minimiza el escurrimiento del agua
pesca deportiva (Barriga obs. pers.). del bosque e impide que se mantenga un
caudal adecuado y necesario para la vida
En la costa ecuatoriana los agricultores de los peces. Diariamente se observa como
están dedicados a la cría de diferentes en las áreas períféricas se destruyen los
especies de tilapias (Oreochromis mossam- cinturones verdes de las grandes urbes y
bicus y Oreochromis niloticus, entre otras), los bosques andinos, subtropicales y tropi-
Figura 9. a-b) Mujeres de la provincia de
que han llegado a vivir en casi en todos los cales y los ríos cercanos a las ciudades se
Esmeraldas, pescando “con canasta” en el
cuerpos de agua. En la actualidad es una han convertido en receptores de las aguas
río Atacames; c) peces y camarones captu-
de las actividades que presta mayores in- negras de las mismas. Las aguas negras de
rados en la pesca “con canasta”. Fotos: P.
gresos al país. No hay que olvidar que la la mayor parte de las ciudades que están
Jiménez-Prado.
producción de peces exóticos en la Costa es ubicadas en las riberas de los ríos y el mar,
muy alta y convierten al Ecuador, en uno arrojan sus residuos sin recibir un trata-
c. de los principales exportadores de filete de miento previo.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

Las desembocaduras de los ríos en el mar continental. Instituto de Ciencias Biológi-


se ven alteradas porque el hombre explo- cas de la Escuela Politécnica Nacional. Qui-
ta el manglar y el estuario. El crecimiento to – Ecuador. (En preparación).
poblacional y el desarrollo turístico pre- • Bockman, F. A. y G. M. Guazzelli. 2003.
Heptapteridae. Pp. 406-431. En: Reis, R.
sionan de manera progresiva los recursos
E., S. O.Kullander y C. Ferraris, Jr. (Eds.)
pesqueros. En este sentido, otro de los gra-
Check list of the fresh water fishes of South
ves problemas es la sobreexplotación de and Central America. EDIPUCRS, Porto
los recursos ícticos. Esta se hace de forma Alegre, Brasil.
indiscriminada utilizando métodos que • Boulenger, C. A. 1887. Viaggio del
a. b. alteran las comunidades de peces e inclu- Dr.Enrico Festa nell’ Ecuador e regioni
yen el uso de la dinamita, el barbasco y vicini. Poissons de l’ Equateur, le partie.
de generadores para la pesca eléctrica, así Bollettino dell’Istituto e Museo di Zoologia ed
como insecticidas, herbicidas y pesticidas. Anatomía Comparata della Universita di Tori-
Otra de las acciones humanas que inciden no 13 (329): 1-1.
en la supervivencia de los peces es la pre- • Böhlke, J. E. 1958. Studies on fishes on the
family Characidae. Núm. 14. A report on
sencia de los oleoductos, las zonas agríco-
several extensive recent collections from
las y el desbroce que causan el aumento de
Ecuador. Proceedings of the Academy of Na-
sedimentos en los ríos. tural Sciences of Philadelphia 110: 1-121.
• Eigenmann, C. H. 1922. The fishes of wes-
Por último, la acuariofilia y la piscicultu- tern South America, Part I. The fresh-water
ra ha sido la causa principal de la intro- fishes of northwestern South America, in-
ducción de especies. Entre las principales cluding Colombia, Panama, and the Pacific
especies están el pez mosquito (Gambusia slopes of Ecuador and Peru, together with
c. d. affinis), el guppi (Poecilia reticulata) y el pez an appendix upon the fishes of the Rio
espada (Xiphophorus helleri). El hábitat de Meta in Colombia. Memories of the Carnegie
estos peces en el medio natural es el mis- museum 9 (1): 1-346.
Figura 11. a) Piscinas o estanques de acuicultura. Hotel Comunitario Albergue Neotro- • Eschmeyer, W. N. 1998. Catalog of Fishes.
mo de peces nativos como los lebiasínidos.
pical en El Chontal; b) pesca con atarraya en el poblado de El Chontal; c) pesca con anzuelo Vols. 1-3. California Academy of Sciences,
Todas estas especies se han convertido en
en el poblado de El Chontal; d) captura de la pesca, Escuela Fiscal Mixta “Simón Bolívar” en San Francisco California, 2905 pp.
los mayores competidores e incluso depre- • Ferraris, C. 2007. Checklist of catfishes,
San Roque. Fotos: R. Barriga.
dadores de algunas especies. recent and fossil (Osteichthyes: Silurifor-
mes), and catalogue of siluriform primary
Bibliografía types. Zootaxa 1418. Magnolia Press. 628
• Albert, J. S. y W. G. R. Crampton. 2003. Se- pp
La región de la Costa está cubierta de comunidad de peces. También la produc- • Günther, A. 1864. Catalogue of the fishes
ven new species of the Neotropical electric
grandes plantaciones de banano, palma ción de aceites está alterando los cursos fish Gymnotus (Telesostei, Gymnotifor- in the British Museum. Vol. 5. Catalogue
africana, cacao y café. Estos monocultivos medio y bajo de los ríos por la presencia mes) with a redescription of G. carapo (Lin- of the Physostomi, containing the families
requieren periódicamente de actividades de residuos de la industria oleaginosa. Las naeus). Zootaxa 287:1-54. Siluridae, Characinidae, Haplochitonidae,
de fumigación. El riego en forma de asper- grandes urbes contaminantes, localizadas • Arbour, J. H., R. E. Barriga Salazar y H. Sternoptychidae, Scopelidae, Stomiatidae
sión y las lluvias han hecho que los pro- en los estuarios de la costa ecuatoriana López-Fernández. 2014. A new species of in the collection of the British Museum.
ductos químicos sean arrastrados hacia son Machala, Guayaquil, Babahoyo, Porto- Bujurquina (Teleostei: Cichlidae) from the Trustees, London. 455 pp.
los cuerpos de agua. En la época de lluvia viejo, Manta, Esmeraldas y San Lorenzo. Río Danta, Ecuador, with a key to the spe- • Géry, J. 1972. Corrected and supplemen-
cies in the genus. Copeia 1: 79-86. ted descriptions of certain characoid fishes
los residuos de fertilizantes, pesticidas y
• Barriga, R. 1991. Lista de vertebrados del described by Henry W. Fowler, with revi-
herbicidas escurren desde los campos agrí- Otras amenazas incluyen la construcción Ecuador. Peces de agua dulce. Politécnica 16 sions of several of their genera. Studies on
colas hacia los sistemas lóticos y lénticos. de vías, proyectos hidroeléctricos, la mi- (3) Biología 3: 5-88. Neotropical Fauna 7: 1-35.
Este impacto ambiental provoca la altera- nería informal y tecnificada y la basura • Barriga, R. 2012. Las migraciones de los • Ibarra, M. y R. Barriga. 1982. Los peces del
ción de la composición y estructura de la que es arrojada a los ríos. peces de uso alimentario en el Ecuador sur del Ecuador. Tesis Doctoral. Universi-

354 355
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

dad Central del Ecuador, PREDESUR, Es- • Román–Valencia, C., R. I. Ruiz–C., D. C. Anexo 1. Ictiofauna de los afluentes costeros del Ecuador. Zonas ictiohidrográficas: ZISC=
cuela Politécnica Nacional. 275 pp. Taphorn y C. García–A. 2013. Three new Zona Ictiohidrográfica Santiago-Cayapas; ZIE= Zona Ictiohidrográfica Esmeraldas; ZIG=
• Kner, R. 1859. Zur Familie der Characinen. species of Bryconamericus (Characiformes, Zona Ictiohidrográfica Guayas; ZIC= Zona Ictiohidrográfica Catamayo.
III. Folge der Ichthyologischen Beiträge. Characidae), with keys for species from
Denkschrzften, Akademie der Wíssenschaften Ecuador and a discussion on the validity of
ín Wien 17: 137-182. the genus Knodus. Animal Biodiversity and Zonas ictiohidrográficas
Taxa
• Maldonado-Ocampo, J. A., R. P. Vari y J. S. Conservation 36 (1): 123–139. ZISC ZIE ZIG ZIC
Usma. 2008. Checklist of the Freshwater • Steindachner, F. 1880. Zur Fisc fauna des Orden Characiformes        
Fishes of Colombia. Biota Colombiana 9 (2): Gauca und der Flüsse bei Guayaquil. Denk-
Familia Parodontidae        
143 -237. schrzften, Akademie der Wíssenschaften ín
• Ministerio del Ambiente del Ecuador. 2013. Wien XLII 55-104. Saccodon wagneri Kner 1863     X X
Sistema de clasificación de los ecosistemas • Terán, F. 1995. Geografía del Ecuador. Li- Familia Curimatidae        
del Ecuador Continental. Subsecretaría del bresa. Quito, Ecuador. 459 pp.
Patrimonio Natural. Quito. 136 pp. • Vari, R. P. 1989, Systematics of the neo- Pseudocurimata boehlkei Vari 1989   X    
• Nelson, J. 2006. Fishes of the world. Ho- tropical characiform genus Pseudocurimata Pseudocurimata boulengeri (Eigenmann 1907)     X  
boken, NJ: John Wiley and Sons. 416 pp. Fernández-Yépez (Pisces. Ostariophysi).
Pseudocurimata lineopunctata (Boulenger 1911) X      
• Ortega, H., M. Hidalgo, E. Correa, J. Espi- Smithsonian Contributions to Zoology 490:
no, L. Chocano, G. Trevejo, A. M. Cortijo y 1-28. Pseudocurimata peruana (Eigenmann 1922)       X
R. Quishpe. 2011 Lista anotada de los pe- • Vari, R. P. y R. Barriga. 1990. Cyphocharax Pseudocurimata troschelii (Günther 1860)     X  
ces de aguas continentales del Perú. Esta- pantostictos, a new species (Pisces, Ostario-
do Actual del conocimiento, distribución, physi: Characiformes: Curimatidae) from Familia Prochilodontidae        
usos y aspectos de conservación. Universi- the western portions of the Amazon Basin. Ichthyoelephas humeralis (Günther 1860)     X  
dad Mayor San Marcos de Lima- Ministerio Proceedings of the Biological Society of Wash-
Familia Anostomidae        
del Ambiente. 37 pp. ington 103(3): 550-557.
• Ovchynnyk, M. 1968. Annotated list of • Vari, R. P., C. J. Ferraris, Jr. y M. C. C. de Leporinus ecuadorensis Eigenmann y Henn 1916     X  
the frshwater fish of Ecuador. Zoologistcher Pinna. 2005 The neotropical whale catfis- Familia Gassteropelecidae        
Anxeiger 181:237-268. hes (Siluriformes: Cetopsidae: Cetopsinae),
• Ovchynnyk, M. 1971. Annoted list of fres- a revisionary study. Neotropical Ichthyology Gasteropelecus maculatus Steindachner 1879 X      
hwater fishes of Ecuador. Sonderdruck us 3 (2): 127-238. Familia Characidae        
Zoologischer Anzeiger 181 (3/4), 237-268. • Wijkmark, N., S. O. Kullander y R. E. Barri-
Astyanax festae (Boulenger 1898)     X  
• Pellegrin, J. 1912. Poissons de l’Equateur ga Salazar. 2012. Andinoacara blombergi, a
recueillis par le Dr.Rivet. Mission Geodisi- new species from the río Esmeraldas basin Astyanax ruberrimus Eigenmann 1913 X      
que de l’Equateur 9 (2): 1-15. in Ecuador and a review of A. rivulatus (Te- Brycon alburnus (Günther 1860) X      
• Reis, R. E., S. O. Kullander y C. J. Ferraris, leostei: Cichlidae). Ichthyological Explora-
Jr. (Eds.) 2003. Check list of the freshwa- tion of Freshwaters 23 (2): 117-137. Brycon atrocaudatus (Kner 1863)     X  
ter fishes of South and Central America. Brycon dentex Günther 1860   X    
CLOFFSCA. EDIPUCRS, Porto Alegre. 729 Brycon oligolepis Regan 1913 X      
pp.
Brycon posadae Fowler 1945 X      
Bryconamericus brevirostris (Günther 1860) X      
Bryconamericus bucayensis Román-Valencia, Ruiz-C., Taphorn y
    X  
García-A. 2013
Bryconamericus dahli Román-Valencia 2000 X      
Bryconamericus oroensis Román-Valencia, Ruiz-C., Taphorn P. y
      X
García-A. 2013
Bryconamericus sp. 1   X    
Bryconamericus sp. 2 X      
Bryconamericus sp. 3   X    

356 357
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

Zonas ictiohidrográficas Zonas ictiohidrográficas


Taxa Taxa
ZISC ZIE ZIG ZIC ZISC ZIE ZIG ZIC
Bryconamericus sp. 4     X   Astroblepus caquetae Fowler 1943     X  
Bryconamericus sp. 5       X Astroblepus cyclopus (Humboldt 1805)     X  
Bryconamericus sp. 6 X       Astroblepus fissidens (Regan 1904)     X  
Chilobrycon deuterodon Géry y de Rham 1981       X Astroblepus eigenmanni (Regan 1904)       X
Hyphessobrycon ecuadorensis Eigenmann y Henn 1914 X       Astroblepus grixalvii Humboldt 1805     X  
Iotabrycon praecox Roberts 1973     X   Astroblepus longifilis Steindachner 1882     X  
Landonia latidens Eigenmann y Henn 1914     X   Astroblepus mindoensis (Regan 1916)   X    
Phenacobrycon henni (Eigenmann 1914)     X   Astroblepus regani (Pellegrin 1909) X      
Pseudochalceus bohlkei Orcés 1967   X     Astroblepus simonsii (Regan 1904) X      
Pseudochalceus lineatus Kner 1863 X       Astroblepus theresiae (Steindachner 1907)   X    
Pseudochalceus longianalis Géry 1972     X   Astroblepus ubidiai (Pellegrin 1931) X      
Roeboides occidentalis Meek y Hildebrand 1916 X       Astroblepus whymperi (Boulenger 1890)   X    
Rhoadsia altipinna Fowler 1911   X     Familia Loricariidae        
Rhoadsia minor Eigenmann y Henn 1914   X X X Ancistrus clementinae Rendahl 1937     X  
Familia Erythrinidae         Chaetostoma aequinoctiale Pellegrin 1909     X  
Hoplias malabaricus (Bloch 1794) X X   X Chaetostoma leucomelas Eigenmann 1918   X    
Hoplias microlepis (Günther 1864)     X   Chaetostoma marginatum Regan 1904       X
Familia Lebiasinidae         Chaetostoma patiae Fowler 1945 X      
Lebiasina astrigata (Regan 1903) X       Cordylancistrus santarosensis Tan y Armbruster 2012       X
Lebiasina aureoguttata (Fowler 1911)   X X   Hemiancistrus annectens (Regan 1904) X      
Lebiasina bimaculata Valenciennes 1847       X Hemiancistrus fugleri Ovchynnyk 1971 X      
Orden Siluriformes         Hemiancistrus hammarlundi Rendahl 1937     X  
Familia Cetopsidae         Hemiancistrus landoni Eigenmann 1916     X X
Paracetopsis atahualpa Vari, Ferraris y de Pinna 2005       X Isorineloricaria spinosissima (Steindachner 1880)     X  
Paracetopsis bleekeri Bleeker 1862     X   Rineloricaria jubata (Boulenger 1902) X      
Paracetopsis esmeraldas Vari, Ferraris y de Pinna 2005 X X     Sturisoma panamense (Eigenmann y Eigenmann 1889) X X    
Familia Trichomycteridae         Familia Pseudopimelodidae        
Ituglanis laticeps (Kner 1863)     X   Batrochoglanis transmontanus (Regan 1913) X      
Trichomycterus banneaui (Eigenmann 1912) X   X X Microglanis variegatus Eigenmann y Henn 1914     X  
Trichomycterus taenia Kner 1863   X     Familia Heptapteridae        
Trichomycterus taczanowskii Steindachner 1882     X X Pimelodella elongata (Günther 1860)   X    
Familia Astroblepidae         Pimelodella grisea (Regan 1903) X      
Astroblepus brachycephalus (Günther 1859) X       Pimelodella modestus (Günther 1860)   X X X

358 359
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

PECES DE ECUADOR

R. Barriga

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

Zonas ictiohidrográficas Zonas ictiohidrográficas


Taxa Taxa
ZISC ZIE ZIG ZIC ZISC ZIE ZIG ZIC
Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) X X X X Andinoacara sapayensis (Regan 1903) X      
Orden Gymnotiformes         Cichlasoma festae (Boulenger 1899)     X  
Familia Gymnotidae         Cichlasoma ornatum Regan 1905 X      
Gymnotus esmeraldas Albert y Crampton 2003 X X     Oreochromis aureus (Steindachner 1864) X X X  
Familia Sternopygidae         Oreochromis mossambicus (Peters 1852)   X    
Sternopygus arenatus (Eydoux y Souleyet 1850)     X X Oreochromis niloticus (Linnaeus 1758)     X  
Sternopygus macrurus (Bloch y Schneider 1801) X X     Familia Gobiidae        
Familia Hypopomidae         Awaous transandeanus (Günther 1861) X X X X
Brachyhypopomus occidentalis (Regan 1914) X       Gobioides peruanus (Steindachner 1880) X X X X
Familia Apteronotidae         Sicydium rosenbergii (Boulenger 1899) X      
Apteronotus rostratus (Meek y Hildebrand 1913) X X X   Sicydium salvini Ogilvie-Grant 1884   X X X
Orden Gobiesociformes         Familia Eleotridae        
Familia Gobiesocidae         Dormitator latifrons (Richardson 1844) X X X X
Gobiesox multitentaculus (Briggs 1951) X X     Eleotris picta Kner 1863 X X X X
Orden Cyprinodontiformes         Gobiomorus maculatus (Günther 1859) X X X X
Familia Poeciliidae         Hemieleotris latifasciata (Meek y Hildebrand 1912) X      
Gambusia affinis (Baird y Girard 1853)     X   Orden Mugiliformes
Poecilia reticulata Peters 1859   X X X Familia Mugilidae        
Pseudopoecilia festae (Boulenger 1898) X X     Agonostomus monticola (Bancroft 1834) X X X  
Pseudopoecilia fria (Eigenmann y Henn 1914)     X X Orden Pleuronectiformes        
Xiphophorus hellerii Heckel 1848     X   Familia Achiridae        
Familia Profundulidae         Trinectes fluviatilis (Meek y Hildebrand 1928) X X X X
Profundulus punctatus (Günther 1866)     X  
Orden Syngnathiformes        
Familia Syngnathidae        
Pseudophallus starksii (Jordan y Culver 1895) X X X X
Orden Synbranchiformes        
Familia Synbranchidae        
Synbranchus marmoratus Bloch 1795 X X X X
Orden Perciformes        
Familia Cichlidae        
Andinoacara blombergi Wijkmark, Kullander y Barriga Salazar 2012   X    
Andinoacara rivulatus (Günther 1860)     X  

360 361
P. Jiménez-P.
A. Ortega

La cuenca del río Santiago-


Cayapas, provincia de Esmeraldas,

8.9
noroccidente del Ecuador:
importancia en las comunidades locales y
relación con las actividades industriales

Pedro Jiménez Prado y Eduardo Rebolledo Monsalve

Resumen Introducción
Existen numerosas referencias sobre la Desde hace más de tres décadas, el nor-
importancia de la región del Chocó bio- te de la provincia de Esmeraldas ha sido
geográfico, tanto desde la perspectiva escenario de una drástica expansión de
ecosistémica como por su gran biodiver- actividades económicas de tipo agroindus-
sidad. Sin embargo, pocas veces se men- trial y extractivista (incluyendo la mine-
ciona que el límite sur de ésta región está ría fluvial de oro), que se ha caracterizado
bajo la subscrición política del Ecuador. por una importante transformación en el
Buena parte de la biorregión del Chocó territorio. Este fenómeno es especialmen-
ecuatoriano se encuentra ligada al sis- te notorio en los cantones San Lorenzo y
tema río Santiago-Cayapas, cuenca bas- Eloy Alfaro, a nivel de la ribera de los ríos
(Lapierre 2011). El 80% de las familias
tante bien conservada, al menos hasta
tienen acceso a menos del 20% de la tie-
mediados del siglo pasado. Sin embargo,
rra productiva y casi el 40% de las familias
dada la poca presencia del estado y la cre-
subsiste con menos de 1,5 hectáreas de
ciente presión extractivista en la región,
uso productivo del suelo, lo que señala una
está ocurriendo una reversión en el uso agricultura sólo de subsistencia (Lapierre
del suelo y por lo tanto, alterando las con- op. cit.). Una gran parte de la mano de obra
diciones naturales del sistema fluvial. El en esta región, se ocupa en el sector pes-
presente trabajo explora de manera gene- quero de mar (más del 40% de la población
ral los principales componentes de afec- (Rebolledo-Monsalve y Jiménez-Prado
tación (deforestación, minería fluvial de 2011), aunque se debe tener en cuenta que
oro y monocultivo intensivo), desde un la mayoría de las familias de pescadores
enfoque social, que actualmente están combinan la pesca con la pequeña produc-
influyendo en el cambio significativo de ción agrícola en meses de temporada baja
la relación y dinámica hombre-ambiente, para la pesca. Así mismo, a lo largo de la
utilizando además para ello a los peces cuenca del río Santiago-Cayapas, que atra-
como un elemento de análisis. viesa los mismos dos cantones, muchos

Recreación en el río Santiago, Ecuador. Foto: P. Jiménez-Prado 363


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

P. Jiménez-Prado

pobladores combinan formas de produc- sencia en la región desde la época colonial


ción tradicionales de caza, recolección y y las intervenciones tan sólo esporádicas
pesca de río, con la producción de cacao. En de actividades privadas y extractivistas,
términos prácticos, los campesinos, aún fortalecieron estas relaciones de conviven-
tienden a adaptar la producción de cacao a cia. Así mismo, desde los años 60, los pro-
la finca tradicional, es decir sin producción cesos de reforma agraria y colonización de
intensiva, con poco uso de químicos, en un territorios baldíos y agrestes, estimularon
a. b.
área de diversidad con frutas y verduras, la migración de campesinos blancos y mes-
destinadas al autoabastecimiento o inter- tizos provenientes de otras zonas del país
cambio local (CID-PUCESE 2011). (Lapierre 2011). Todo este proceso, de una
u otra manera, siempre ha estado ligado
Particularmente, la cuenca del río Santia- al río, ya que en la mayoría de las comu-
go-Cayapas comprende altitudes de entre nidades solo se accedía por ruta fluvial, al c.
0 y 4939 m s.n.m. y una temperatura que menos hasta hace muy pocos años, cons-
varía entre los 15 a 25oC (Martínez 2010). tituyéndose su cauce en una vía de movi-
Se trata de un río navegable, en su curso lización, comunicación, comercio y fuente Figura 1. a) Chala (Bryconamericus dalhi);
medio y bajo, con embarcaciones livianas de recursos para la supervivencia de la b) guaña (Chaestostoma marginatum); c)
y pequeñas, ya que cuenta con 3326 mm gran mayoría de sus pobladores. vieja mojarra (Cichlasoma ornatum); d) cap-
de precipitación promedio anual y 403 tura de un sábalo (Brycon dentex). Fotos:
m3/s de descarga promedio (CIUSA 1998). El recurso peces archivos CID-PUCESE-2014 (a - c), archi- d.
Tiene una extensión aproximada de 6421 En este río se han identificado, hasta la vos CID-PUCESE-2013 (d).
km2 y forma parte de un sistema hidrográ- fecha, 33 especies pertenecientes a 16 fa-
fico (tipología 04) con tres subcuencas: río milias (Anexo 1). Las especies más abun-
Cayapas (tipología 040401), río Santiago dantes son las pequeñas sardinitas de la
Las actividades industriales Según datos estimados por Sierra (2013),
(tipología 040402) y afluentes menores familia Characidae (p. e. Bryconamericus entre 1983 y 1993 en el noroccidente ecua-
Minda (2013) identifica algunos periodos
(tipología 040403) (CNRH 2002). dalhi, Figura 1a), seguidas de los Lorica- toriano se deforestaron 95.675 hectáreas,
de intensificación de la actividad forestal
riidae, conocidos localmente como guañas con una tasa de deforestación anual del
en el norte de la provincia, impulsados
Del total de la población que habita esta (p. e. Chaestostoma marginatum, Figura 1,9%. Mediante imágenes satelitales se es-
principalmente por algunos hitos jurídi-
zona, más del 60% se considera afroecua- 1b). En la zona, la actividad pesquera es de co-legales y de infraestructura, como lo tableció que para el periodo comprendido
toriana, el 25% mestiza y existe una im- gran importancia en la alimentación, ya son: 1) la Ley de Concesiones Forestales, entre el 1998 y el 2007, se han deforesta-
portante población indígena a nivel de río que constituye una fuente de nutrientes de 1966, que estimuló la inmigración de do 64.716,61 hectáreas, con una tasa de
Cayapas (cantón Eloy Alfaro) y en la fron- de acceso fácil y permanente. En entrevis- campesinos pobres de otros lugares del deforestación anual de 1.7%. A pesar de
tera con Colombia (cantón San Lorenzo) tas realizadas se ha registrado la presencia país y la extensión de la frontera agrícola que existe una aparente disminución de
(Minda 2002). Culturalmente, en la zona de especies bien valoradas como la vieja como condición de legalización de tierras, esta actividad, la evidencia es clara: con
y en toda la provincia, se han construido mojarra (Cichlasoma ornatum, Figura 1c) 2) la inauguración del ferrocarril Ibarra- un ritmo tan rápido de deforestación, los
relaciones históricas de interculturalidad, o el sábalo (Brycon dentex, Figura 1d). Re- San Lorenzo, la apertura de la carretera recursos madereros se han agotado en
en especial, después de las luchas empren- sulta fácil reconocer la importancia de los Borbón-Esmeraldas en 1983 y la entra- casi todas las tierras bajas, especialmen-
didas por la llegada de afrodescendientes peces cuando se observa la frecuencia con da en operación de numerosas carrete- te en aquellos lugares de influencia de las
en el siglo XVII, lo que ha generado un la que pescaban tradicionalmente. Sin em- ras menores (Maldonado-Selva Alegre; comunidades del norte de la provincia de
contexto de convivencia con otras nacio- bargo, hoy la realidad ha cambiado y el uso Ricaurte-Santa Rita; San Lorenzo -Yalaré Esmeraldas.
nalidades: los Chachis, los Awás y los Épe- de agroquímicos, la dinamita y algunas -Concepción-Wimbicito) entre otras, que
ras, (estos últimos llegados a fines del siglo actividades de naturaleza industrial, han promovieron la colonización y la explota- A la deforestación y expansión de la fron-
XX) (Minda 2002). Las grandes dificulta- mermado e incluso eliminado esta activi- ción del bosque en las inmediaciones de la tera agrícola por parte de comunidades y
des que ha tenido el estado en hacer pre- dad en algunas zonas (Tabla 1). estructura vial (Figura 2). colonos, y el consecuente cambio de uso

364 365
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

P. Jiménez-Prado

Figura 3. Dinámica del uso del suelo, según Lapierre (2011).

Figura 2. Tráfico de madera en caminos secundarios del norte de Esmeraldas. Foto:


archivos CID-PUCESE-2012.

del suelo, le sigue principalmente la im- la minería aurífera fluvial (Idárraga et al.
plantación de la explotación más intensiva 2010 y González 2013, entre otros). Bá-
de palmicultoras. En ese sentido, la defo- sicamente, el proceso es muy similar: se
restación ha sido funcional a la expansión realiza el corte hasta acceder a la peña,
de palmicultoras y permite la proyección para luego por medio de una, dos y hasta Figura 4. Camino secundario que conduce a la comunidad de Wimbí, atravesando la pal-
en el futuro de su crecimiento. Este ci- tres palas mecánicas, depositar la tierra micutora de EnrgyPalma en el cantón Eloy Alfaro. Foto: archivos CID-PUCESE-2012.
clo es demostrado por los datos de Sierra en la clasificadora. La clasificadora es una
(2013), donde la expansión de la palmicul- estructura vertical de madera y metal que
tora se desarrolla en territorios de pastos, posee en su interior una serie de niveles gran cantidad de agua, la cual debe ser su- de no ser un producto artificial incluido en
anteriormente ocupados por bosques (Fi- en forma de “zig-zag” descendentes (Figu- ministrada mediante bombas con el fin de el trabajo de la minería.
gura 3). De hecho, existen comunidades ra 5). En esta se pone el material extraído, poder llevarla al tope de la clasificadora.
donde su único medio de ingreso, se da a para luego verter grandes cantidades de Este proceso explica, en buena medida, la En algunos casos, debido a la alta deman-
través de los caminos en medio de grandes agua a presión sobre los diferentes tipos necesidad de los mineros de explotar sec- da de agua requerida, el proceso puede
plantaciones de palma africana (Figura 4). de tierra que la componen, desde lo más tores aledaños a los ríos. Adicionalmente, incluso desviar el cauce de esteros y ria-
alto de la estructura. De este modo, se lo- el uso de lavado por gravedad aumenta la chuelos menores. Eso sin contar con que la
En cuanto a la explotación minera para la gran separar las diferentes densidades y erosión y libera el material tóxico acumu- búsqueda de sitios apropiados trae consi-
extracción de oro a lo largo del Santiago- entre ellas, seleccionar la que contiene el lado en las rocas hacia los cauces del río. Lo go muchas veces deforestación de sectores
Cayapas, esta no difiere de otros casos re- oro; que por lo general está con la areni- que explica el hecho de que se encuentren para hacerlos útiles a la explotación. Por
gistrados por diferentes medios a lo largo lla de color negro. Para lograr este lavado, altos niveles de arsénico en los ríos (CID- ejemplo, sobre un camino compuesto por
de la costa del Pacífico, como es el caso de que se da por gravedad, es necesaria una PUCESE y PRAS-MAE 2012; 2014), a pesar rocas removidas, y que requiere cruzar

366 367
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

P. Jiménez-Prado

Tabla 1. Técnicas utilizadas para la pesca. Fuente: CID-PUCESE (2011). * Pesticidas (principalmente Metabin, Palmarol, Malation,

Actual
Frecuencia de pesca

0–1
0–1
0–1
0–1
0–1
0–1
0–1
0–2
2–4
(veces/semana)
Tradicional
1–3
2–4
2–4
2–4
1–3
1–3
1–3
2–4
2–4
Otros***
DDT). ** Redes (principalmente enmalle y/o atarraya). *** Arpón, trampas, a mano o con canasto.

x
x

x
x

x
 

 
 

 
Anzuelo
x
x
x
x
x
x
x
x
x
Técnicas de pesca
Figura 5. Explotación minera en proceso de trabajo: excavadora y clasificadora. Foto:

Redes**
archivos CID-PUCESE-2011.

x
x
x
x
x
x
x
x
 
Dinamita
en varias ocasiones el río Bogotá (afluen- dos, hay muerte de peces; el agua llega espesa

x
x
x

x
x
x
te menor del Santiago), es posible divisar y el ganado deja de tomar agua; los niños se

 
una extensión de kilómetros de largo en la llenan de sarna en la cabeza cuando se bañan
que sólo es posible observar tierra remo- en el río.
vida, campamentos mineros (o restos de

Químicos*
ellos) y piscinas que en algún momento La expansión progresiva de la actividad

x
x

x
 

 
 
 

 
fueron cortes mineros. Todo ello ha oca- palmicultora, también ha generado un im-
sionado daños, aún no dimensionados pacto visible, aunque aún no cuantificado,
completamente, pero que pueden ser es- en los ríos y esteros de la zona. Las comu-
timados (Tabla 2). La flora y la fauna de nidades coinciden en un descenso ostensi-
los ambientes terrestres y acuáticos están ble de la población de peces y camarones;

Localidades ribereñas
amenazadas y a pesar de no existir estu- existen afectaciones a la piel, náuseas y vó-

Valle de la Virgen
San Francisco
dios ecológico-abientales detallados, el mitos, aunque aún falta un estudio que de-

Playa de Oro
Selva Alegre
San Agustín
Concepción
Cachaví

La boca
Wimbí
testimonio de habitantes y la observación termine esas afectaciones, su magnitud y
directa sobre la degradación de los ecosis- sus posibles efectos acumulativos. Un tes-
temas es evidente. timonio local señala: las palmeras, cuando
ocupan venenos dan aviso de no comer peces
Los testimonios muertos del río, seis horas después los peces
Algunos de los testimonios recogidos están descompuestos.
mencionan: Los ríos están muy contamina-

368 369
370
Tabla 2. Posibles afectaciones a ecosistemas terrestres y acuáticos en el área de explotación minera en el Santiago-Cayapas. Fuen-
te: CID-PUCESE (2011).

Ecosistemas terrestres Ecosistemas acuáticos


ACTIVIDADES
Manglares y
Bosques Suelos Arroyos Ríos
estuarios
Aumento de
Contaminación física (basura),
tala y caza,
contaminación química
introducción Contaminación Igual pero en menor
Asentamientos por pequeños derrames
de especies orgánica y química por grado producto de  
temporales de combustibles, focos de
invasoras, detergentes, cloro, etc. una mayor dilución
infecciones por carencia de
contaminación
Río santiago-cayapas

servicios higiénicos
sonora
Alteración de cursos
Tala en apertura de agua y hábitats
de trochas, estres acuáticos, disminución
Tránsito de Compactación del suelo,
en animales de diversidad de peces
maquinaria perdida de fauna, alteración de    
que migran, y macroinvertebrtados,
pesada circulación de agua
degradación de potencialidad de
hábitats derrames de aceites y
combustibles
Fuente potencial Fuente potencial de Fuente potencial de
Transporte de Fuente potencial de
de contaminación contaminación por contaminación por  
combustible contaminación por derrames
por derrames derrames derrames

Perdida de cubierta fértil


del suelo, inutilización
de terrenos para otras
Excavaciones
actividades productivas,
profundas y
Tala previa potencialidad de derrumbes por      
movimientos
desestabilización de terrenos
de tierra
y de sectores con pendientes.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Formaciones de piscinas de
agua con lixiviados.

Tabla 2. Continuación.

Ecosistemas terrestres Ecosistemas acuáticos


ACTIVIDADES
Manglares y
Bosques Suelos Arroyos Ríos
estuarios
Succión de grandes
volúmenes de
caudal, disminución
Alteración de
de productividad
balance hídrico
Succión y primaria por cosecha de
por retiro de Succión de grandes
bombeo de Alteración de balance hídrico productores primarios,  
agua que podría volúmenes de agua
agua degradación de hábitats
afectar a los
y disminución de
árboles
diversidad por cosecha
de juveniles de peces e
invertebrados
Aumento de turbidez,
Aumento de turbidez,
disminución de
arrastre de sedimentos, Aumento de
productividad
disminución de turbidez, arrastre
Arrastre de primaria,
productividad primaria, de sedimentos,
Escorrentía de materia orgánica, Aumento de procesos erosivos contaminación
contaminación física y disminución de
aguas alteradas inundaciones y y desestabilización de terrenos física y química,
química, inutilización productividad
y lodos acumulación de con pendientes inutilización de
de consumo de agua, primaria,
lodos en bosques consumo de agua,
disminución de contaminación
disminución de
diversidad de peces y física y química
diversidad de peces y
macroinvertebrados
macroinvertebrados
P. Jiménez-Prado

371
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

P. Jiménez-Prado

Se nota, a mi manera de entender, de que ya se bidez afecta el funcionamiento de ecosis- sas que, al no ser vistas, no son atrapadas, Si bien en Ecuador hay un marco legal para
está observando la pobreza más extremada en temas acuáticos debido a factores tales esto afecta sin duda a los niveles tróficos los límites máximos permisibles de meta-
nuestras comunidades, ¿por qué razón?, por- como: 1) al disminuir la penetración lu- superiores. les pesados en aguas superficiales y sedi-
que anteriormente, nuestra gente se mante- mínica afecta a la comunidad fotosisteti- mentos, no existe ningún límite estable-
nía de lo que daba la naturaleza, el pescado y zadora (primer nivel trófico de este ecosis- Un terreno donde funcionó una mina, al cido para la presencia de metales pesados
los animalitos de monte, ahora no. Porque no tema) de la columna del agua (bacterias, haber perdido su cubierta fértil, no solo en tejido de biota. Esto es importante si
hay donde cazar nada ni pescar nada, sí? […] micro-algas, algas etc.), que constituyen elimina su potencial productivo para acti- se considera que los peces son la principal
Se cogía guañas, un pescado rico, sabroso, las la base de la cadena trófica acuática; al vidades agropecuarias, sino que queda con causa de ingestión de tóxicos en comuni-
señoras se metían a coger con su canasto, ya disminuir ésta en biomasa generada en el poca oportunidad para resiliencia, es decir dades donde la pesca constituye una fuen-
no lo pueden hacer. Entonces, la pobreza más tiempo (productividad primaria), dismi- si no se invierten considerables recursos te común de proteínas. En diagnósticos
extremada va a ser esa. (Promotor de salud nuye el flujo de energía hacia el segundo para recuperar los horizontes del suelo, es- realizados sobre la presencia de algunos
comunitaria). nivel trófico (zooplancton y peces herbívo- taríamos hablando de zonas con un “suelo metales en tejido de peces (CID-PUCESE
ros). 2) Al disminuir la transparencia del perdido”. y PRAS-MAE 2012, 2014), se encontraron
¿Qué puede estar pasando? agua, disminuye también la eficiencia de resultados preocupantes, como el caso de
El conocimiento local, de afectaciones a la los consumidores secundarios y terciarios, Bajo condiciones de impacto como palmi- la cagua (Gobiomorus maculatus), donde el
flora y la fauna, se confirma con el simple peces depredadores, adaptados a la detec- cultoras y sobre todo la minería, la proba- zinc, el cadmio e incluso el mercurio han
análisis de su aspecto físico (Figura 6), en ción visual de presas, lo que estaría gene- bilidad de encontrar peces con tumoracio- sido encontrados (Tabla 3).
donde se puede inferir que la simple tur- rando un refugio espacial (escape) de pre- nes es mucho mayor (Figura 7).

a. b.

c. d.
Figura 6. Confluencia de dos riachuelos, el de la izquierda con afluentes de la minería y a
la derecha un cauce donde no se realiza minería; a nivel del Valle de la Virgen, cantón San Figura 7. Peces capturados en afluentes del río Santiago-Cayapas. Capturas en a) feb./2011;
Lorenzo. Foto: archivos CID-PUCESE-2011. b) sep./2012; c) jun./2013; d) oct./2013. Fotos: archivos CID-PUCESE-2011, 2012, 2013.

372 373
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

P. Jiménez-Prado

Tabla 3. Presencia de metales en tejido de la cagua (Gobiomorus maculatus) en la cuenca del ble la generación de alternativas económi- División Hidrográfica del Ecuador. Minis-
cas concretas y factibles, que permitan dar terio del Ambiente. Quito, Ecuador. 29 pp.
Santiago-Cayapas, año 2012. Fuente: CID-PUCESE y PRAS-MAE (2012). V.V. = Valle de la • González, L. 2013. Impacto de la minería
Virgen; S.F. = San Francisco; T. = Tululví; L.A. = Los Ajos; U. = Urbina; C. = Cachaví; W. = respuesta a la carencia diaria que tiene la
de hecho en Colombia. Estudios de caso:
Wimbí; S.A. = San Agustín; Con. = Consepción; M. = Maldonado. población, la cual hasta ahora ha facilitado
Quibdó, Istmina, Timbiquí, López de Mi-
el acceso y ha sido tolerante frente a una cay, Guapi, El Charco y Santa Bárbara. Ins-
Criterio para consumo pescados (CCP) Chile; [2] CCP Hong Kong; [3] CCP Australia y Nueva
[1] actividad extractivista destructiva y con- tituto de Estudios para el Desarrollo y la
Zelanda; [4] CCP Unión Europea. taminante, a cambio de pequeños benefi- Paz- INDEPAZ. Bogotá, Colombia. 141 pp.
cios temporales. • Idárraga, A., D. Muñoz y H. Vélez. 2010.
Conflictos socio-ambientales por la extrac-
Elementos Sector ción minera en Colombia: casos de la inver-
Bibliografía sión británica. Amigos de la Tierra. 193 pp.
Límite • CID-PUCESE y PRAS-MAE (Centro de In-
Metal V.V. S.F. T. L.A. U. C. W. S.A. Con. M. • Lapierre-Robles, M. 2011. Mineras, palmi-
(mg/kg) vestigación y Desarrollo de la Pontificia
cultoras y forestales. Efectos socio ambien-
  Al <100 24 31 <100 30 9,1 4,9 10 9 <100 Universidad Católica del Ecuador Sede
tales en zonas etnobiodiversas, el caso del
1[1]; 1,4[2]; Esmeraldas; Programa de Reparación Am-
As <0,1 0,19 0,15 < 0.1 0,28 0,2 0,55 0,32 <0,1 0,2 norte de la provincia de Esmeraldas, Ecua-
2[3] biental y Social del Ministerio del Ambien-
dor. Anuario de Investigación y Desarrollo,
te). 2012. Informe final de monitoreo de
0,5 [1,3]
;1 [4]
Hg <0,1 <0,1 0,2 < 0,1 0,2 0,7 0,2 0,1 0,2 <0,1 2010-2011. Pp. 44-50. Centro de Investiga-
calidad ambiental de ríos de la cuenca del
ción y Desarrollo de la Pontificia Universi-
  Ba 3,6 20 37 5,3 23 14 11 28 18 4,7 Santiago afectados por la actividad mine- dad Católica del Ecuador Sede Esmeraldas,
1,5[4] Cd < 0.1 <0,1 0,1 < 0.1 <0,1 <0,1 <0,1 0,1 0,3 <0,1 ra aurífera entre el periodo noviembre del CID-PUCESE. Esmeraldas, Ecuador.
2011 a noviembre del 2012. 261 pp. • Martínez, M. 2010. Plan de marketing tu-
1[2] Cr < 0.2 0,9 0,7 < 0.2 0,3 1,7 0,4 <0,2 0,5 < 0.2 • CID-PUCESE y PRAS-MAE (Centro de In- rístico de la Reserva Ecológica Cotacachi-
  Co < 0.1 0,2 0,2 < 0.1 0,1 <0,1 <0,1 <0,1 0,2 < 0.1 vestigación y Desarrollo de la Pontificia Cayapas, zona de Cuicocha, provincia de
Universidad Católica del Ecuador Sede Imbabura. Tesis de grado previo a la obten-
0,5 [3]
Cu 0,5 9,3 1,8 3,8 4 3,1 5 3,4 5,9 0,6 Esmeraldas; Programa de Reparación Am- ción del título de Ingeniera en Empresas
  Sr 47 253 521 62 296 302 159 239 222 51 biental y Social del Ministerio del Ambien- Turísticas y Áreas Naturales. Universidad
te). 2014. Consultoría para la continuación Tecnológica Equinoccial. Quito, Ecuador.
  Fe   56 88 <500 52 180 18 41 197 <500
de análisis de impactos de la minería aurí- 219 pp.
  Mg 468 2126 3043 537 2474 2509 1901 2007 2008 555 fera en los cantones Eloy Alfaro y San Lo- • Minda, P. 2002. Identidad y conflicto: la
  Mn 7,5 29 25 7,4 39 29 13 20 23 20 renzo de la Provincia de Esmeraldas. Pro- lucha por la tierra en la zona norte de la
ducto 8.7 Informe Final de observación de provincia de Esmeraldas. Quito, Ecuador.
  Ni < 0.1 0,3 <0,1 < 0.1 0,1 0,9 <0,1 <0,1 0,2 < 0.1 calidad de agua en los cantones Eloy Alfaro Editorial Universitaria Abya Yala. Quito,
  V < 0.1 0,6 0,6 0,2 0,7 0,6 <0,1 0,2 0,1 < 0.1 y San Lorenzo, Esmeraldas. 185 pp. Ecuador. 188 pp.
• CID-PUCESE (Centro de Investigación y • Minda, P. 2013. La deforestación en el nor-
100[1]; 5[3] Zn 12 119 100 18 126 102 60 86 92 18
Desarrollo de la Pontificia Universidad te de Esmeraldas. Los actores y sus prácti-
Católica del Ecuador Sede Esmeraldas). cas. Editorial Universitaria Abya Yala. Qui-
2011. Análisis de los impactos y conflictos to, Ecuador. 183 pp.
provenientes de la actividad aurífera en la • Rebolledo-Monsalve, E. y P. Jiménez-Pra-
Las comunidades asentadas aguas abajo de manglares y a la ciudad de San Lorenzo
zona norte de la provincia de Esmeraldas do. 2011. Evolución del sector pesquero ar-
del Santiago, han sufrido las peores con- (capital cantonal, ubicada en la desem- para la construcción de paz en las comuni- tesanal en el norte de la provincia de Esme-
secuencias de la contaminación, lo que se bocadura del Santiago), aunque en estos dades afectadas. Informe final del proyec- raldas en el periodo 1998-2010. Anuario de
suma al poco o nulo beneficio económico casos todavía no ha ido acompañada de to de cooperación entre el Programa de las Investigación y Desarrollo, 2010-2011. Pp.
que estas comunidades han recibido de las oposición social. Naciones Unidas para la Paz y la PUCESE. 51-68. Centro de Investigación y Desarro-
actividades industriales. Básicamente, el Esmeraldas, Ecuador. 358pp. llo de la Pontificia Universidad Católica del
conflicto mayor se ha originado entre las En todo esto, para la resolución de los con- • CIUSA (Cuerpo de Ingenieros de los Esta- Ecuador Sede Esmeraldas, CID-PUCESE.
dos Unidos de América). 1998. Evaluación Esmeraldas, Ecuador.
comunidades que se benefician de la acti- flictos y por supuesto para la conservación
de los recursos de agua del Ecuador. Agen- • Sierra, R. 2013. Patrones y factores de defo-
vidad económica y aquellas que sólo han de los recursos, es necesario no sólo la sus- cia Americana para la Cooperación Inter- restación en el Ecuador continental, 1990-
recibido contaminación. Desde el punto pensión de la actividad minera, de la defo- nacional, USAID. Quito, Ecuador. 90 pp. 2010. Y un acercamiento a los próximos 10
de vista de la contaminación, las afecta- restación y del crecimiento descontrolado • CNRH, Consejo Nacional de Recursos Hí- años. Conservación Internacional Ecuador
ciones también se han extendido a la zona de monocultivos, sino que es indispensa- dricos del Ministerio del Ambiente. 2002. y Forest Trends. Quito, Ecuador. 51 pp.

374 375
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Río santiago-cayapas

Anexo 1. Peces de agua dulce capturados en la cuenca del río Santiago-Cayapas. Fuente:
CID-PUCESE y PRAS-MAE 2014.

Familia Especie Nombre común


Curimatidae Pseudocurimata lineopunctatus (Boulenger 1911) Dica
Erythrinidae Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Guanchiche, chicherro
Lebiasinidae Lebiasina astrigata (Regan 1903) Guabina
Gasteropelecidae Gasteropelecus maculatus Steindachner 1879 Chanchito
Astyanax ruberrimus Eigenmann 1913 Chala
Astyanax festae (Boulenger 1898) Chala
Bryconamericus dahli Román-Valencia 2000 Chala
Characidae
Bryconamericus simus (Boulenger 1898) Chala
Pseudochalceus longianalis Géry 1972 Chala
Roeboides occidentalis Meek y Hildebrand 1916 Jorobado, espalda de vieja
Brycon dentex Günther 1860 Sabalo, sabaleta
Bryconidae
Brycon posadae Fowler 1945 Sabaleta
Chaetostoma marginatum Regan 1904 Guaña
Chaetostoma fischeri Steindachner 1879 Guaña
Loricariidae Hemiancistrus annectens (Regan 1904) Curruco, guacuco
Rineloricaria jubata (Boulenger 1902) Mantequero
Sturisoma frenatum (Boulenger 1902) Palo seco
Pimelodella grisea (Regan 1903 Barbudo
Heptapteridae
Pimelodella modestus (Günther 1860) Micuro
Sternopygidae Sternopygus arenatus (Eydoux y Souleyet 1850) Viringo, machete, mierdero
Poeciliidae Pseudopoecilia fria (Eigenmann y Henn 1914) Millonaria
Belonidae Strongylura fluviatilis (Regan 1903) Cherre
Sygnathidae Pseudophallus starksii (Jordan y Culver 1895) Pipa
Andinoacara blombergi Wijkmark, Kullander y
Pema
Barriga Salazar 2012
Cichlidae Andinoacara rivulata (Günther 1860) Vieja
Cichlasoma ornatum Regan 1905 Vieja mojarra
Cichlasoma festae (Boulenger 1899) Pema-macho
Mugilidae Agonostomus monticola (Bancroft 1834) Lisa montanera
Awaous transandeanus (Günther 1861) Baboso
Gobiidae
Sicydium rosenbergii (Boulenger 1899) Ñeme
Hemieleotris latifasciata (Meek y Hildebrand
Nayo, caminapensando
1912)
Eleotridae Gobiomorus maculatus (Bloch 1792) Cagua
Eleotris picta Kner 1863 Mongolo

376 Cauce principal del Santiago, Ecuador. Foto: P. Jiménez


J. M. Marchena
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

ICTIOFAUNA SNSM

P. Sánchez-D.

Ríos y arroyos costeros

8.10
representativos del Perú:
caracterización, diversidad de la biota
acuática y amenazas a la conservación
PERÚ
Hernán Ortega, Jessica Espino, Silvia Valenzuela, Lisveth
Valenzuela, Maricell Armas y José Marchena

Resumen to de actividades humanas que modifican


La zona costera peruana comprende una los ambientes acuáticos y ponen en riesgo
franja de aproximadamente 2.200 km, la biota presente y a los pobladores. Se
que limita al norte con Ecuador, al sur con recomienda un monitoreo de calidad del
Chile y al oeste con Los Andes; compren- agua y conocer la biología de las especies
de 62 ríos que drenan al Océano Pacífico y de consumo para sustentar planes de ma-
muestra un clima tropical al norte y árido nejo y de conservación adecuados.
al sur. Los ríos son fuente de agua para po-
blados y ciudades y son objeto de usos di- Introducción
versos (agrícola, industrial, etc.). Reciben Los ecosistemas acuáticos continentales
influencias del Fenómeno del Niño y de la poseen una gran complejidad y diversidad
Corriente de Humboldt. Se describen seis de especies. La ictiofauna demuestra esta
ríos representativos del norte, centro y sur característica y en Perú se encuentran
del país, la diversidad de la biota acuática y distribuidos en tres grandes ecosistemas:
las principales amenazas. La ictiofauna re- andinos, amazónicos y costeros. Los ríos
gistrada incluye 43 especies, de las cuales, costeros, que drenan sus aguas al océano
40 especies habitan entre los ríos Tumbes Pacífico, son 62 y presentan un gradien-
y Chira. Los ríos Chillón y Cañete (centro), te marcado en cuanto a la diversidad y
Tambo y Acarí (sur) presentan una diver- composición de especies, siendo mayor la
sidad menor y decreciente. Destacan como riqueza al norte -Tumbes - y menor en el
peces endémicos y en riqueza los órdenes extremo sur -Tacna (Ortega et al. 2012).
Siluriformes y Characiformes. Algunas Esta diferencia responde a las condiciones
especies constituyen recursos para subsis- naturales del medio pero también se ve
tencia de poblaciones ribereñas. Actual- afectada por actividades antropogénicas,
mente, los ríos costeros enfrentan una de- cada vez más impactantes en la región
gradación intensiva, pérdida de hábitats y más poblada del Perú y por lo mismo más
niveles graves de contaminación, produc- vulnerable. De ahí parte la importancia de

378 379
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

conocer la diversidad de este ecosistema, (Cerros de Amotape) y bosques pre-mon-


para proponer y aplicar medidas que ayu- tanos tropicales que corresponden al bos-
den a su conservación. que tropical del Pacífico como zonas de
vida (Peisa 2003). La cuenca del río Tum-
Área de estudio bes forma parte de tres áreas naturales
La zona costera del Perú incluye una fran- protegidas diferentes: el Parque Nacional
ja que se extiende desde la parte norte Cerros de Amotape, la Reserva Nacional
en el departamento de Tumbes, hasta el de Tumbes y el Santuario Nacional Man-
extremo sur en el departamento de Tac- glares de Tumbes.
na (Figura 1). Toda la costa peruana se
caracteriza por un clima subtropical muy El río Chira forma parte de la cuenca bi-
árido, presenta una fuerte influencia por nacional Catamayo-Chira, también con
el Fenómeno del Niño y la Corriente de nacientes en Ecuador en las lagunas Ma-
Humboldt (Peisa 2003). La costa centro y mayocos y Huaringas; en los deshielos
sur muestra un clima templado, con pocas del Nudo de Loja, en su trayecto recibe
precipitaciones y alta humedad, mientras tributarios: río Catamayo y el río Macará,
que la costa norte tiene clima subtropical al ingresar a Perú toma el nombre Chira
que varía desde el clima desértico en toda (Proyecto Especial Chira-Piura 2011). Esta
la franja de la costa, al semiárido en las zo- cuenca binacional abarca 17 550 km2, del
nas montañosas con leves precipitaciones cual 10 630 Km2 (61%) en territorio perua-
no, en las provincias Sullana y Paita - re-
y altas temperaturas. Así mismo, presen-
gión Piura.
ta influencia por la zona de convergencia
intertropical (ZCIT). Los relieves costeños
Costa central, ríos Chillón y Cañete
presentan valles grandes, desiertos y lo-
Ubicados en Lima, el primero tiene su
mas, que son irrigados por ríos grandes y
origen en el flanco occidental de la cordi-
medianos que se originan en la cordillera
llera La Viuda, en las lagunas Pucracocha,
andina. Aguascocha y Chunchón, a 4.500 m s.n.m.;
sus afluentes importantes son los ríos Ya-
Costa norte, ríos Tumbes y Chira macoto, Huancho, Ucaña y Quisquichaca.
El primero comprende la cuenca interna- Presenta una extensión aproximada de
cional Puyango-Tumbes (Ecuador-Perú), 2.444 km2 (Rivera 2007).
se origina en la cordillera de Zaruma, pro-
vincia de El Oro. Esta cuenca mide 230 km El río Cañete, ubicado a 150 km al sur de
(80 km en Perú), cubre una extensión de Lima, presenta un fuerte gradiente altitu-
4.800 km2 (40% territorio peruano) (La- dinal que se origina del nevado Ticlla, en
zarte 2002). El río Tumbes tiene un régi- la vertiente occidental de los Andes Cen-
men permanente de agua, con caudales trales del Perú a 4.830 m.s.n.m., hasta su Figura 1. Mapa del Perú destacando la costa con los seis ríos considerados.
promedios mensuales que fluctúan entre desembocadura en el Océano Pacifico en
18,1 m3 m3/s a 220,5 m3 m3/s, para el pe- 260 km. A lo largo de este gradiente, el río
riodo 2012-2013 (Autoridad Nacional discurre por tres grandes ecorregiones,
del Agua 2014; http://www.ana.gob.pe/ según Brack (1986): el desierto del Pacífi-
servicios-al-usuario/informaci%C3%B3n- co desde el nivel del mar hasta los 1.000 Costa sur, ríos Acarí y Tambo toncca, río San José luego de la confluen-
hidrom%C3%A9trica/estaci%C3%B3n-el- m s.n.m., la serranía esteparia, entre los Ubicados en Arequipa, el primero nace en cia con el río Pallpo, finalmente, río Acarí
tigre.aspx). Tumbes presenta matorrales 1.000 y los 3.500 m s.n.m. y la puna, por la laguna Huancaccocha, adoptando di- a partir de su unión con el río Chilques
desérticos, que dan paso a bosques secos encima de los 3.500-3.800 m s.n.m. ferentes nombres en su recorrido: río In- (INRENA 1994), presenta cinco tributa-

380 381
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

rios permanentes en la parte alta y cuatro de Mejía), considerado en el sistema nacio- Tabla 2. Parámetros físicoquímicos en los ríos costeros representativos del Perú.
tributarios temporales en la parte media y nal de áreas protegidas (SINANPE).
otro en la zona baja. Parámetros /ríos Tumbes Chira Chillón Cañete Acarí Tambo
Caudal histórico de las Temperatura (°C) 24-29 24 - 30 11.2-25.5 15.1-19.3 12.5-28.2 24 – 25
El río Tambo ubicado más al sur, cerca al principales cuencas Valores de pH 6.9-7.5 7.5 - 8.5 7.36-8.8 7.2-8.4 6.38-11.1 6.5 – 6.8
límite con Moquegua, nace en la provincia El caudal de los ríos seleccionados es muy
de Sánchez Cerro, de la unión de los ríos Oxígeno disuelto (ppm) 4.8 – 7.5 5.1 – 6.7 4.9-9.7 6.7-7.8 5.8 – 7.5 5.6 – 8.2
variable, entre ellos, por años y por tem-
Paltiture e Ichuña, presenta un recorrido poradas (seca y húmeda). Destacan los ríos Conductividad (µS/cm) 134-1548 225-3800 777-837 125- 290 97-3999 956-1252
de 276 km. Sus principales afluentes son: Chira y Tumbes, entre otros, por sus ma- Sólidos Totales Disueltos
67 - 870 113-1340 394-419 158-450 49-2000 130-871
Carumas, Coralaque, Ichuña, Paltiture, yores caudales registrados. Especialmente (ppm)
Ubinas, Omate y Puquina. Esta cuenca se influenciados por el Fenómeno del Niño Transparencia (cm) 15 -90 50 - 70 15 - 90 15 - 80 20-80 30 - 50
encuentra relacionada cerca de la desem- (2001). Un resumen de referencia se pre-
bocadura a un humedal costero (Lagunas senta en la tabla 1.

bién los bosques de algarrobo y caña brava tras se asciende predominan arbustos
son abundantes. y cactáceas columnares, también existe
Tabla 1. Registros de descargas entre 2001 y 2003 (m3/s). El 2001 está asociado al efecto una alta producción agrícola (tubérculos,
del Fenómeno del Niño. Fuente: Cepes Perú. (http://www.cepes.org.pe/pdf/OCR/Partidos/ El río Chira presenta un curso con míni- hortalizas, maíz amarillo, algodón y fru-
diagnostico_calidad_agua-tomo2/diagnostico_calidad_agua_cuenca_rio_tambo.pdf). ma pendiente del nivel del mar hasta los tales); por último, en la cuenca alta (2.500
150 m s.n.m.; sin embargo, se distinguen - 4.850 m s.n.m.), está el paisaje de puna,
Cuencas / años 2001 2002 2003 cuatro zonas: 1) de frontera: cauce estre- con suelo más ondulado, llanura con pas-
cho, con superficie de inundación amplia y tos de altura como vegetación dominante
Río Tumbes 3494,1 1567,7 681,3
sin vegetación ribereña, sustrato arenoso y algunos bosques residuales en laderas de
Río Chira 4 581 1950,9 388,9 con piedras y corriente constante. Agua montaña (Olarte 2012).
Río Chillón 353,6 70,5 93,4 transparente y vegetación sumergida. 2)
Río Cañete 2 245 699 724,8 Reservorio Poechos, agua ligeramente tur- El río Cañete nace en lagunas andinas y
Río Acarí 1 046,5 232,6 205,9
bia, de mayor profundidad, con vegetación conforma un sector alto en las proximida-
sumergida y predominancia de algarrobos des de Yauyos y Magdalena (2.500 – 3.500
Río Tambo 2 675 690,3 256,5 (Prosopis pallida), y sustrato fangoso/arci- m). Un sector medio con cauce estrecho,
lloso, después del reservorio Poechos, des- laderas con escasa vegetación y fuerte
de el caserío Martínez hasta el Salitral. 3) pendiente entre Platanal y Zúñiga (960
Presa Sullana: sector de curso lento regu- – 1600 m s.n.m.) y una zona inferior de
Parámetros físicoquímicos sectores cercanos a la desembocadura, y lado por la presa de derivación de Sullana. menor declive y cauce de mediano a mayor
Los parámetros limnológicos representa- areno-pedregoso representativo de zonas 4) Miramar: zona inferior, entre La Hua- amplitud desde Pacarán (750 m) hasta la
tivos tienen que ver con los registros bási- ubicadas a más altura; el tipo de agua es ca y el anexo San Luis. Cauce ancho, con desembocadura, destacando localidades
cos que incluyen: temperatura, pH, oxíge- blanca color marrón por el elevado arrastre superficie de inundación muy amplia con como Lunahuaná, Socsi y Fortaleza, con
no disuelto, conductividad, solidos totales de sedimentos. La velocidad de la corrien- playas de arena y zonas rocosas. grandes áreas de cultivo y derivaciones del
disueltos (STD) y transparencia, para cada te es rápida en los sectores altos y lenta o agua del río para las áreas de cultivo.
río mencionado. Un resumen de datos pro- moderada en el sector bajo. La vegetación El río Chillón muestra un relieve profun-
medios se presentan en la tabla 2. ribereña dominante es herbácea y arbusti- do y quebrado, con fuerte pendiente. Se El río Tambo tiene un sector alto en los al-
va, representada por “mangle” (vegetación diferencian tres sectores: la cuenca baja rededores de Omate (2.690 m), relieve con
Zonificación y caracterización característica del manglar), gramíneas y (0 - 800 m s.n.m.), con vegetación escasa, pequeños valles y profundos declives con
Longitudinalmente en el río Tumbes, se sembradíos de arroz en la zona baja, en la en algunos cerros predomina la vegetación tributarios menores hasta 1.860 m. Un
diferencian dos sectores según la compo- zona media destaca la presencia de plata- herbácea, típica de las lomas; la cuenca sector medio colinoso con vegetación xe-
sición del sustrato; areno-fangoso en los nales y algarrobos y en la zona alta, tam- media (800 - 2.500 m s.n.m.), donde mien- rofítica entre 800 y 1.820 m. Finalmente,

382 383
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

a. b. i. j.

k. l.

c. d.

m. n.
e. f.

g. h.
o. p.
Figura 2. Ecosistemas acuáticos y metodología de colecta de comunidades biológicas. Pun-
tos de muestreo en los ríos costeros representativos del Perú. a) río Tumbes, estación San
Juan de la Virgen (época lluviosa); b) río Tumbes, estación Rica Playa (época seca); c) río
Tumbes, estación quebrada Honda (época lluviosa); d) río Tumbes, caserío Santa María Figura 2. Continuación. i) río Acarí, zona media (época seca); j) río Acarí, zona baja (época
(época lluviosa); e) río Chira, estación Alamor; f) río Chira, estación Jibito; g) río Acarí, seca); k) río Acarí, colecta del macrobentos; l) río Chira, colecta de peces. m) río Tambo,
zona alta (época lluviosa); h) río Acarí, zona media (época lluviosa). zona alta; n) río Tambo, zona media; o) río Tambo, zona baja; p) río Cañete, zona alta.

384 385
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

una sección inferior con tributarios como Componentes biológicos


quebradas temporales, presenta un cauce Se registran 43 especies de peces, de las
amplio y suave declive donde existe acti- cuales la gran mayoría (40 sp.) se encuen-
vidad agrícola intensiva. El río se conecta tran entre los ríos Tumbes y Chira. Repre-
con un humedal en área de la desembo- sentan a 22 familias y 11 órdenes. Desta-
cadura que constituye una zona protegi- can los componente de peces Siluriformes
da: Lagunas de Mejía, parte del Sistema (5 familias) y Characiformes (4 familias),
Nacional de Áreas Protegidas (SINANPE). ambos primarios, de agua dulce y los Per-
En la figura 2 se muestran algunos de los ciformes (5 familias), de origen marino.
ríos y corrientes acuáticas costeras del Hay 38 especies nativas y cinco introdu-
q. r. Perú. cidas. (Tabla 3). En la figura 3 se ilustran

a.
b.

s. t.
c.
d.

Figura 2. Continuación. q) río Cañete,


zona media; r) río Cañete, zona baja; s, t,
u) río Chillón, zona media. Fotos: H. Orte- e. f.
ga (a – d; m - r), J. M. Marchena (e, f, l), J.
Espino (g – k), L. Valenzuela (s – u).
Figura 3. Especies representativas de los ríos costeros. a) Sternopygus sp.; b) Paracetopsis
u. atahualpa; c) Chilobrycon deuterodon; d) Chaetostoma microps; e) Rhoadsia altipinna (macho);
f) Brycon atrocaudatus. Fotos: S. Valenzuela (a – d, g), J. M. Marchena (e, f, h, i, k), H. Ortega
(j, l, m).

386 387
388
Macroinvertebrados
tativos de los ríos costeros del Perú.
Marchena (e, f, h, i, k), H. Ortega (j, l, m).
l.
i.
g.

k.

meda. Destaca Arthropoda con la Clase


especies en la época seca y nueve en la hú-
En el río Tambo, se han identificado 17
algunas de las especies de peces represen-
RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

m.
j.
h.

(Cryphiops caementarius).
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

Figura 3. Continuación. Especies representativas de los ríos costeros. g) Brycon dentex;

Tumbes, mientras que en los ríos Chillón,


Ariopsis sp.; l) Basilichthys semotilus; m) Poecilia veligera. Fotos: S. Valenzuela (a – d, g), J. M.

vecha bastante otra especie de camarón


co (Litopenaeus vannamei), habita el río

Cañete, Acarí y Tambo, habita y se apro-


Insecta. En Crustacea: el langostino blan-
h) Landonia latidens i) Andinoacara stalsbergi (hembra); j) Andinoacara stalsbergi (macho); k)

Tabla 3. Relación de las especies de peces registrados en algunos ríos costeros: Perú 2014. Usos: (C) Consumo, (O) Ornamental, (*)
Especie endémica, (**) Especie introducida.

Orden Familias Especies


Usos

Acarí

Chira
Tambo

Cañete

Chillón

Tumbes

Clupeiformes Engraulidae Lycengraulis poeyi (Kner 1863) x            


Cypriniformes Cyprinidae Cyprinus carpio Linnaeus 1758**   x         C
Astyanax festae (Boulenger 1898) x            
Brycon atrocaudatus (Kner 1863) x x         C
Brycon dentex Günther 1860 x           C
Bryconamericus brevirostris (Günther 1860) x            
Characidae
Bryconamericus peruanus (Müller y Troschel 1845) x x x x      
Characiformes Chilobrycon deuterodon Géry y de Rham 1981* x           C
Landonia latidens Eigenmann y Henn 1914*   x          
Rhoadsia altipinna Fowler 1911 x x          
Curimatidae Pseudocurimata troschelii (Günther 1860) x x         C
Lebiasinidae Lebiasina bimaculata Valenciennes 1847 x x x x      
Parodontidae Saccodon wagneri Kner 1863 x            
Ariidae Ariopsis sp.   x         C
Paracetopsis atahualpa Vari, Ferraris y de Pinna
Cetopsidae x           C
2005*
Pimelodella elongata (Günther 1860) x            
Siluriformes Heptapteridae
Pimelodella yuncensis Steindachner 1902   x          
Chaetostoma microps Günther 1864 x           C
Loricariidae
J. M. Marchena

Hypostomus sp.   x          
Trichomycteridae Trichomycterus punctulatus Valenciennes 1846 x   x x x    
Gymnotiformes Sternopygidae Sternopygus sp. x            
Atheriniformes Atherinopsidae Basilichthys semotilus (Cope 1874)     x x x x C
389
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

Uso y conservación de introducidas en aguas peruanas para di-

C/O

C/O
Usos

21
O
O
O

C
C
C

C
C
C
las especies ferentes propósitos (pesca, piscicultura,

 
 

 
 
 

 
 
 
 
Tambo En la Tabla 3 se registra el uso que tienen salud pública y acuarismo). La especie más
algunas especies de peces continentales frecuente en las capturas en ríos costeros

4
x
x

x
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
en la costa peruana. son P. reticulata (Ancash, Lima e Ica) (Si-
Acarí
fuentes 1992) y G. affinis en el río Tumbes

3
x
 

(MacDonald 1991). En el río Chira se re-


 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
Cañete
En la mayoría de ríos, los recursos ícticos
son empleados por los pobladores ribere- porta la presencia de C. carpio, O. niloticus

7
x

x
 

ños principalmente para subsistencia, en- y G. affinis (Marchena 2013) y Poecilia veli-
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
fera en el río Tambo (Water Management
Chillón
tre los que se reconocen 20 especies. Las

6
x

x
 

principales especies son peces de los gé- Consultants 2009).


 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
neros Brycon, Chilobrycon, Pseudocurimata
Chira

20
x

x
x
x

x
x

x
x
(medianos), seguidos de los Siluriformes En algunos casos, estas especies han re-
 
 
 

 
 

 
 
 
 
 
Tumbes (Ariopsis, Chaetostoma y Trichomycterus). ducido la abundancia y el área de distri-

32
x

x
x
x

x
x
x
x

x
x
x
x
x
x
x
bución de las especies nativas, debido a
 
 

  la fuerte competencia por alimento, hábi-


Andinoacara stalsbergi Musilová, Schindler y Staeck Los peces registrados en los ríos de costa
casi no son explotados comercialmente. tats, depredación de los juveniles nativos y

Trinectes fluviatilis (Meek y Hildebrand 1928)


otras por desplazamiento de sus hábitats
Evorthodus minutus Meek y Hildebrand 1928

En el río Tumbes, peces como cascafe y

Achirus fluviatilis (Meek y Hildebrand 1928)


raspa (Brycon atrocaudatus y Chaetostoma naturales (Ortega et al. 2012).
Gambusia affinis (Baird y Girard 1853)**

Achirus klunzingeri (Steindachner 1880)


Oreochromis niloticus (Linnaeus 1758)**
Dormitator latifrons (Richardson 1844)
Gobiomorus maculatus (Günther 1859)

microps) son capturados como subsistencia


Centropomus unionensis Bocourt 1868
Andinoacara rivulatus (Günther 1860)
Ctenogobius sagittula (Günther 1862)
Awaous banana (Valenciennes 1837)

Trinectes fonsecensis (Günther 1862)


por los ribereños. También existe pesca lo- Algunos de los ríos del Perú han sido re-
Syngnathus auliscus (Swain 1882)

Mugil curema Valenciennes 1836

cal para B. atrocaudatus y pequeños bagres presados, principalmente con el fin de


Poecilia reticulata Peters 1859**
Especies

Poecilia velifera (Regan 1914)**

Mugil cephalus Linnaeus 1758


Caranx caninus Günther 1867

(Astroblepus, Rhamdia y Trichomycterus), crear reservorios o embalses que permitan

43
en el río Jequetepeque (Lambayeque), incrementar las actividades agrícolas, en
principalmente en la represa Gallito Ciego particular en el norte del país (Poechos y
(Ortega et al. 2012). Como excepción, en Gallito Ciego), lo que genera cambios irre-
el río Chira se explotan comercialmente el versibles de sus condiciones naturales y
Gobionellus sp.

cascafe, B. atrocaudatus, lisa Mugil cephalus genera a menudo, efectos negativos en la


y Ariopsis sp. El tercero puede alcanzar 10 cuenca, a lo que se suma la introducción de
2009

kg, al igual que Cyprinus carpio (carpa o especies exóticas para acuicultura (tilapia,
amarillo). Entre los cíclidos, Oreochromis trucha o pejerrey argentino) (Ortega et al.
niloticus (tilapia o cherela), son vendidos 2012).
Centropomidae

en la ciudad de Sullana y en caseríos cerca


Familias

Syngnathidae

al Reservorio de Poechos, así como en cen- Actualmente, los ecosistemas acuáticos


Carangidae
Cyprinodontiformes Poeciliidae

22
Eleotridae

Mugilidae

Achiridae
Cichlidae
Gobiidae

tros poblados ribereños, pero en pequeña en el Perú enfrentan una degradación in-
escala (Marchena 2013). tensiva, especialmente en la costa. Esto se
Tabla 3. Continuación.

debe a la contaminación y destrucción de


En las aguas continentales del Perú, las hábitats, los cuales son producto de activi-
Pleuronectiformes

especies exóticas se han adaptado tanto dades humanas como la deforestación, la


Syngnathiformes

a las aguas frías (Oncorhynchus mykiss y minería, la extracción petrolera y el tráfico


Orden

Mugiliformes
Perciformes

11

Odontesthes bonariensis), como a las aguas ilícito de drogas (Ortega y Chang 1998).
cálidas (Oreochromis niloticus, Gambusia
affinis y Poecilia reticulata) (Ortega y Chang El desarrollo urbano también ha modifi-
1998). Estas especies exóticas han sido cado los ambientes de agua dulce. Estas

390 391
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

alteraciones de hábitats naturales pueden 3. Hábitat para la biota acuática: área de


favorecer a las especies exóticas sobre las reproducción, protección del acervo
nativas (Ortega et al. 2007). génico.
4. Cultural y recreativo para la sociedad
Las comunidades bióticas ribereñas o humana: turismo, recreación, educa-
fluviales conforme ha incrementado la ción, etc.
población, han ido disminuyendo en su 5. Uso acuícola: basado principalmente a. b..
amplitud, luego de cubrir franjas que al- en el cultivo de langostinos en el nor-
canzaban de 100 a 200 m, a uno y a otro te.
lado de cada ribera de un río. Así, actual- 6. Uso minero: artesanal e ilegal, como Figura 4. Amenazas a los ecosistemas acuáticos costeros del Perú. a) Proliferación de lirio
mente la vegetación autóctona de estas también de grandes proyectos e in- acuático y totora, las cuales no permiten la penetración de la luz solar provocando la eu-
comunidades ha sido destruida o modifi- versiones mineras. trofización del río Chira; b) vertimiento de las aguas residuales de la Provincia de Sullana;
cada por el hombre, debido al avance de la 7. Uso como colector industrial y de de- llegan al río Chira sin ningún tratamiento previo. Fotos J. M. Marchena.
agricultura sobre todo, a tal grado que en sechos domésticos cerca de las gran-
algunos ríos, solo quedan restringidas a la des ciudades.
ribera escarpada y zonas rocosas (Mosta-
cero et al. 1996). Estado de conservación: amenazas, Plecoptera y Trichoptera), en términos de 8. Realizar programas de educación am-
indicadores y posibles soluciones porcentaje (%EPT) y aplicar otro índice biental desde la escuela primaria.
Las especies de amplia tolerancia a cam- utilizado en Colombia (BMWP), que tra- 9. Incentivar pequeñas empresas reci-
bios en salinidad, se pueden encontrar Amenazas (Figura 4) bajan con base en la presencia de algunas cladoras; con el respaldo de institu-
tanto en agua dulce como salobre y en La amenaza más preocupante es el ver- familias de macro invertebrados. ciones gubernamentales.
10. Recuperar y proteger el bosque ribe-
ocasiones extremas en aguas hipersali- timiento proveniente de actividades
Medidas y posibles soluciones reño a lo largo de todas las cuencas
nas. A este grupo corresponden las fami- mineras y agrícolas rurales (restos de
Se recomiendan las siguientes medidas y evaluadas.
lias periféricas. Estas son esencialmente fertilizantes y plaguicidas). Le siguen la
soluciones alternativas. 11. Fiscalizar el uso de la normatividad
marinas e incluyen especies que son resi- contaminación por descarga directa de
ambiental vigente en el sector indus-
dentes permanentes o esporádicas de las efluentes industriales y domésticos de las
1. Monitoreo constante de la calidad de trial y agrícola.
aguas dulces. Tal es el caso de las familias ciudades; degradación de hábitats por con-
agua de los ríos de la costa peruana. 12. Elaborar planes de gestión y ordena-
Elopidae, Anguillidae, Ariidae, Gerreidae, taminación por efluentes de origen agríco-
2. Instalación de una planta adecuada miento territorial para los gobiernos
Gobiidae y Achiriidae, entre otras (Lasso la y acuícola. locales.
et al. 2004). de tratamiento de aguas residuales en
cada río. 13. Estructurar un eje turístico que ar-
Particularmente, Chaetostoma microps, ticule las áreas de paisaje natural, el
Usos del río / se encuentra bajo una seria amenaza en 3. Establecer políticas de Estado y re-
gionales para erradicar la minería patrimonio histórico-monumental
servicios ecosistémicos esta región desde el aumento de la con- y la infraestructura turística de re-
Básicamente se conocen siete usos con sus taminación del río Tumbes. Las especies informal.
4. Uso de técnicas de riego tecnificado creación.
servicios ecosistémicos derivados. introducidas como la tilapia y el gupy se 14. En el sector agrícola minimizar el uso
han adaptado en las aguas alteradas. Por y capacitaciones a usuarios agrícolas.
de químicos, evitando su manejo in-
1. Aprovisionamiento: agua para uso último, está la erosión de los suelos por la 5. Estudios ecológicos periódicos de los
correcto usando productos no conve-
agrícola (principal uso que tienen to- deforestación, que aumenta los sedimen- ríos de la costa peruana y zonificar su
nientes para sus fines y en cantidades
dos los ríos costeros), agua potable, tos en las corrientes de agua. extensión.
excesivas.
alimentación (pescado y crustáceos), 6. Control y multas sobre las descargas
15. Por último, entre las grandes empre-
materiales e insumos. Indicadores directas de desechos domésticos e in-
sas como la minería y otras indus-
2. Regulación del entorno ambiental: Para determinar la calidad de agua se dustriales a los ríos.
trias, deberían invertir en tratar los
aire, clima, agua, suelo, control bioló- puede hacer el registro y cuantificación 7. Sobrepastoreo y deforestación que ge-
residuos generados antes de ser verti-
gico, etc. de los órdenes de Insecta (Efemeroptera, neran una mayor erosión. dos directamente al río.

392 393
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RíoS Y ARROYOS COSTEROS DEL PERÚ

J. M. Marchena

Discusión Conclusiones y recomendaciones • Lazarte, D. 2002. SIG de la cuenca del río continentales del Perú. Segunda edición. –
Los ríos costeros tienen en común un cli- Es notable la falta de conocimiento, tanto Puyango - Tumbes para la gestión de los Ministerio del Ambiente - Museo de Histo-
recursos hídricos. Tesis de grado, Universi- ria Natural. Lima, Perú. 56 pp.
ma casi desértico, con la particularidad de de la hidrología como de la hidrobiología
dad de Piura, Piura. 153 pp. • PEISA. 2003. Atlas Departamental del
que en el Perú varía bastante de norte a de los ríos costeros lo que constituye la • MacDonald, A. 1991. Estudio taxonómico Perú. Madre de Dios / Ucayali. Ediciones
sur, en gran parte debido a la proximidad base para su conservación. de la ictiofauna de la cuenca del río Tum- Peisa. S.A.C. 168 pp.
a la línea Ecuatorial y que hacia el sur es bes. Tumbes (Perú). Tesis de grado, Univer- • Proyecto Especial Chira-Piura, 2011. Diag-
modificado por la Corriente Fría de Hum- Se debería impulsar las investigaciones de sidad Ricardo Palma. Lima. 150 pp. nóstico de la gestión de la oferta de agua
boldt y los valles, especialmente en los tra- los ríos costeros, en los distintos estratos • Marchena, J. 2013. Ictiofauna del río Chi- en las cuencas Chira-Piura plan de calidad
mos inferiores de cada río. Así, la ictiofau- o secciones, épocas diferentes (seca y hú- ra y descripción de micro hábitats. Tesis de ambiental Perú– Ecuador: Catamayo -Chi-
meda), para explicar las variaciones en la título de Biólogo. Universidad Nacional de ra y Puyango –Tumbes.
na presenta alta diversidad en los ríos del
Piura. Perú. 82 pp. • Rivera, H., J. Chira, K. Zambrano y P. Pe-
norte (Tumbes y Chira), 40 especies entre composición de la biota acuática.
• Mostacero, J, F. Mejía y F. Peláez. 1996. tersen. 2007. Dispersión secundaria de los
ambos, cifra superior a la consignada en Fitogeografía del norte del Perú. CON- metales pesados en sedimentos de los ríos
la lista más reciente (Ortega et al. 2012). Es de gran importancia el conocimiento CYTEC. Lima-Perú. 406 pp. Chillón, Rímac y Lurín Departamento de
La riqueza puede estar relacionada con la de la biología de las especies que son em- • Olarte, B. 2012. La cuenca del río Chillón: Lima. Revista del Instituto de Investiga-
alta pluviosidad y porque mantienen curso pleadas para la alimentación y otros fines, problemática y potencial productivo. Cali- ciones de la Facultad de Geología, Minas,
amplios y de baja altitud en el norte, pero a objeto de sustentar planes de manejo y dad y medio ambiente. Ingeniería Industrial Metalurgia y Ciencias Geográfica. Vol. 10:
de conservación. 25: 53-68. 20:19-25
se reduce drásticamente hacia el centro
• Ortega, H. y F. Chang. 1998. Peces de aguas • Sifuentes, M. 1992. Ictiología básica y apli-
y mucho más hacia el sur del país, en los continentales del Perú. Pp: 151-160. En: cada en la cuenca del río Santa (Ancash)
ríos de Acarí y Tambo, con tres especies. Se debe tener en cuenta que la mejor solu- Halfter, G. (Ed.). Diversidad Biológica de - Perú. EDITEC del Perú S.R. Ltda. Lima -
La zona costera presenta un alto grado de ción ante los problemas de contaminación Iberoamerica III. Volumen Especial. Acta Perú. 56 pp.
endemismo: dos especies endémicas para es generar conciencia ambiental en los po- Zoológica Mexicana, Nueva serie. Instituto • Water Management Consultants S. A.
el río Tumbes y una para la cuenca del río bladores y hacer que estos sean los prota- de Ecología, Asociación Civil, Xalapa, Vera- 2009. Estudio de impacto ambiental. Pro-
Chira. gonistas del cambio. cruz, México. yecto Tía María. Islay, Arequipa. Resumen
• Ortega, H., M. Hidalgo, G. Trevejo, E. Co- Ejecutivo para Southern Peru Copper Cor-
Por último, las instituciones deben pro- rrea, A. M. Cortijo, V. Meza y J. Espino. poration Lima, Perú. 78 pp.
Los ríos costeros atraviesan una variedad 2012. Lista anotada de los peces de aguas
de relieves, irrigan grandes valles de culti- mover esta clase de cultura participativa
vo y desembocan finalmente en el Océano desde la educación primaria. Divulgando
Pacífico. Muchas ciudades se desarrollan los valores de los ecosistemas acuáticos y
en las orillas de los ríos, ejerciendo cada la importancia de sus servicios.
vez una presión de uso muy alta y alteran-
do gravemente el equilibrio del hábitat por Bibliografía
la contaminación. • Brack, A. 1986. Ecología de un país com-
plejo. Pp: 175-319. En: Gran geografía del
Perú. Naturaleza y Hombre. Volumen II.
El río Tumbes presenta la mayor riqueza Manfer-Juan Mejía Baca, Barcelona, Es-
íctica en la costa peruana, con 32 especies paña.
válidas, destacandose como un área impor- • INRENA. 1994. Diagnóstico de la calidad
tante de conservación por su endemismo y del agua de la Vertiente del Pacifico - Cuen-
por el manejo inadecuado de su cuenca. La ca del Río Chira.
estructura de la comunidad está sustenta- • Lasso, C. A., D. Lew, D. Taphorn, C. DoNas-
cimiento, O. M. Lasso-Alcalá, F. Provenza-
da por peces de la familia Characidae que
no, A. Machado-Allison. 2004. Biodiversi-
conforman cardúmenes y por bagres (Silu- dad ictiológica continental de Venezuela.
riformes), además de un grupo de especies Parte I. Lista de especies y distribución por
de origen marino que pasan parte de su cuencas. Memoria de la Fundación La Salle de
ciclo de vida en agua dulce. Ciencias Naturales 159-160: 105-195.

394 395
K. González-O.
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

VENEZUELAICTIOFAUNA SNSM

Ictiofauna dulceacuícola de la
P. Sánchez-D.

8.11
cuenca del río Tuy, vertiente
Caribe, Venezuela: composición, uso
y conservación

Katiusca Del Valle González-Oropeza, Carlos A. Lasso y


Oscar M. Lasso-Alcalá

Resumen Introducción
La cuenca del río Tuy se encuentra en la re- La cuenca del río Tuy se encuentra en la
gión centro norte de Venezuela y es poco lo región centro-norte costera de Venezue-
que se conoce sobre la biodiversidad íctica la entre los estados Miranda y Aragua.
dulceacuícola. Para generar y actualizar la La hidrografía del área se caracteriza por
información existente, se realizó un inven- presentar corrientes de poco recorrido y
tario donde se identificaron 55 especies caudal, a excepción del río Tuy, que consti-
agrupadas en siete órdenes, 19 familias tuye el cauce principal y designa el nombre
y 44 géneros. Characiformes fue el orden a toda esta importante cuenca (Bosque-
más representativo. Se registraron ocho Sendra y García 2000).
nuevas especies para la cuenca. Se recono-
cieron especies comunes entre los ríos Tuy Son muy pocos los estudios que se han
y Orinoco, lo que reforzaría la hipótesis realizado sobre las poblaciones de peces
de la conexión entre ambas cuencas, inte- dulceacuícolas del río Tuy, aunque diferen-
rrumpida por el levantamiento de la cordi- tes investigadores han realizado contri-
llera de la Costa. La pesca de subsistencia buciones al conocimiento de la ictiofauna
se concentra fundamentalmente en 12 de algunos ríos de la cuenca. Destacan los
especies. Se identificaron cinco especies trabajos de Eigenmann (1920) con los pe-
endémicas, incluidas entre las ocho espe- ces del Lago de Valencia, Caracas y río Tuy;
cies amenazadas según el Libro Rojo de la Mago (1968) sobre los peces del río Guaire
Fauna Venezolana. Las especies exóticas y Mago (1970), con la lista de los peces de
son la tilapia (Oreochromis mossambicus) Venezuela; Marrero y Machado-Allison
y la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). (1990) estudiaron los peces de los ríos
En la actualidad la principal amenaza que Panaquire, Urba y Yaguapa; Rodríguez-
presentan las poblaciones de peces, se re- Olarte (1996) los peces del río Merecure;
laciona con actividades antrópicas, siendo Lasso-Alcalá y Ponte (1997) con algunos
necesario establecer prioridades en cuan- aspectos ecológicos de peces de la vertien-
to a su manejo y conservación. te sur del P.N. El Ávila y finalmente, Lasso

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K. González-O.

y Rojas (2005), presentaron una evalua- distribución geográfica y amenazas, infor- Comprende tres áreas fisiográficas: 1) el temperatura media anual varía entre 18° y
ción del estado actual de conservación de mación sobre la cual será posible diagnos- área montañosa, 2) los valles del interior 26° C y la precipitación entre 1300 y 2800
ocho especies de peces amenazadas en la ticar las condiciones en que se encuentran y 3) la llanura de Barlovento (Figura 2). La mm anuales.
cuenca del río Tuy, junto con un listado los peces en la cuenca y definir estrategias
preliminar de la ictiofauna. de manejo y conservación.

A pesar de tener una ubicación próxima al Área de estudio


área metropolitana de Caracas, las espe- La cuenca del río Tuy se encuentra en la
cies de peces dulceacuícolas de la cuenca región centro-norte costera de Venezuela
del río Tuy no han sido objeto de evalua- en los estados Miranda y Aragua, entre las
ciones recientes, salvo el trabajo citado coordenadas 10° 00’ y 10° 33’ N y 66° 30’ y
anteriormente. El desarrollo acelerado de 67° 20’ O (MARNR 1992). El río Tuy nace
las actividades antrópicas es la principal a los 2.429 m s.n.m. en el Monumento
amenaza para la biodiversidad acuática. Natural Pico Codazzi, al oeste del estado
En esta cuenca se encuentran ocho espe- Aragua. Ocupa una superficie de 442.821
cies de peces amenazadas según el Libro ha y constituye una de las siete principales a. b.
Rojo de la Fauna Venezolana (Lasso 2008), subcuencas de la cuenca del Caribe (Las-
cinco de ellas endémicas. Dada la escasez so et al. 2004). Limita por el norte con el
de información referente a la situación Distrito Federal, al este con el Mar Caribe,
actual de los peces, es necesario obtener al oeste con el estado Aragua y al sur con
conocimientos sobre la biología, ecología, los estados Guárico y Aragua (Figura 1).

c. d.

e. f.

Figura 2. Cuenca del río Tuy: a) área montañosa, zona metropolitana de Caracas; b) sector
El Conde, parte alta cuenca del río Tuy; c) cuenca media del río Tuy, cerca de la población de
Figura 1. Ubicación geográfica de la cuenca del río Tuy, estados Miranda y Aragua, Vene- Tacata; d) cuenca media, sector Oumare del Tuy, río Suapure; e) cuenca baja del río Tuy, río
zuela. Merecure; f) cuenca baja del río Tuy, río Urba. Fotos: K. González-Oropeza.

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Debido a que esta cuenca se ubica en una cipios Acevedo, Andrés Bello, Baruta, Ca-
de las regiones más pobladas de Venezue- rrizal, Chacao, Cristóbal Rojas, El Hatillo,
la, la principal amenaza que presenta es Guaicaipuro, Independencia, Lander, Los
el crecimiento acelerado de las activida- Salias, Paz Castillo, Plaza, Simón Bolívar,
des antrópicas (de origen agrícola, indus- Sucre, Urdaneta, Zamora (Edo. Miranda)
trial, etc.) que contaminan, modifican y/o y en los municipios José Rafael Revenga,
destruyen en gran medida el hábitat. No Santos Michelena (Edo. Aragua), para un a. b.
obstante, la región tiene numerosas Áreas total de 31 localidades evaluadas. Se co-
Bajo Régimen de Administración Especial lectaron ejemplares en todos los ambien-
(ABRAE), que se caracterizan por su bio- tes acuáticos y micro-hábitats presentes,
diversidad y potencial hídrico incluyendo empleando artes de pesca convencionales
cuatro parques nacionales: Henry Pittier (anzuelos, redes de playa, chinchorros y
(estados Aragua y Carabobo), Guatopo salabardos de malla fina). Los ejempla-
(estados Guárico y Miranda), El Ávila (es- res fueron identificados con claves espe-
tados Vargas, Miranda y Distrito Capital) cializadas y revisiones taxonómicas La c. d.
y Macarao (estados Aragua y Miranda); información bioecológica preliminar de
dos monumentos naturales: cueva de Al- las especies procede del análisis de las
fredo Jahn (estado Miranda) y Pico Co- observaciones y muestras provenientes
dazzi (estado Aragua); zonas protectoras: del campo y literatura. Se realizaron re-
Área Metropolitana de Caracas y de Los conocimientos visuales de las actividades
Teques, Litoral Central (Vargas-Miranda), antrópicas en desarrollo en las localidades
río Chuspita (Miranda); áreas de apro- evaluadas y áreas aledañas.
vechamiento y protección agrícola: zona
ribereña del Lago de Valencia y Área de En vista a la alta inseguridad, dificultad
Aprovechamiento Agrícola de Barlovento; de acceso, insalubridad, sequía presente
áreas críticas con prioridad de tratamien- en varias quebradas y caños en algunos e. f.
to: cuenca del Lago de Valencia y cuen- municipios (Baruta, Carrizal, Chacao,
ca media y baja del río Tuy; y los parques Independencia, Los Salias, Plaza, Simón
metropolitanos: La Pereza, El Bosque de Bolívar, Sucre, Urdaneta y Zamora, estado
La Virgen y Vicente Emilio Sojo (Distrito Miranda), no fue posible realizar colectas.
Capital).
Resultados y discusión
Material y métodos
Los muestreos se concentraron a lo largo Composición
de la cuenca del río Tuy. Acorde a la infor- Se identificaron 55 especies, agrupadas en
mación obtenida de las bases de datos de siete órdenes, 19 familias y 44 géneros. Se g. h.
diferentes museos nacionales (MHNLS, encontraron 19 especies en la parte alta, 17
MBUCV, EBRG) y la revisión bibliográfica, especies en la parte media y 17 especies en
se realizó un análisis de vacíos y una selec- la zona baja y baja inundable. El orden con Figura 3. Especies representativas de los diferentes órdenes de peces presentes en la
ción de localidades en función del número mayor número de especies fue Characifor- cuenca del río Tuy, vertiente Caribe, Venezuela. a) Astyanax bimaculatus; b) Crenicichla geayi;
de especies (riqueza específica), obtenien- mes (5 familias, 17 géneros, 26 especies), c) Bunocephalus amaurus; d) Microglanis iheringi; e) Synbranchus marmoratus; f) Ancistrus
do así los lugares de colecta más impor- seguido por los Siluriformes (7 familias, brevifilis; g) Trachelyopterus galeatus; h) Steindachnerina argentea. Fotos: K. González-
tantes. Se colectó en 19 municipios de los 16 géneros, 17 especies), Perciformes (2 Oropeza.
estados Miranda y Aragua y se realizaron familias, 6 géneros, 7 especies), Cyprino-
20 salidas de campo dentro de los muni- dontiformes (2 familias, 2 géneros, 2 es-

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ron cinco especies en el estrato superficial su dieta pequeños camarones y peces, in-
(especies pelágicas), 25 especies distribui- sectos acuáticos, hormigas, vegetales, flo-
das en el estrato medio, 15 especies aso- res, frutos, semillas (Señaris y Lasso 1993,
ciadas a fondos rocosos y aguas rápidas y Barbarino y Taphorn 1995).
j. por último, ocho especies en fondos fan-
go-arenosos con aguas más bien lénticas El sustrato rocoso ubicado en la parte alta
(especies bentónicas). y media (piedemonte) de la cuenca, está
asociado a cascadas y zonas ritrónicas en
Las especies reconocidas en el estrato su- donde las características del medio, las
perficial corresponden a especies de las cuales operan como una barrera en la dis-
familias Characidae (Corynopoma riseii, tribución de las especies. Aquí se encuen-
i.
Gephyrocharax valencia, Gephyrocharax ve- tran especies de la familia Loricariidae
k.
nezuelae); Poeciliidae (Poecilia reticulata) (Ancistrus brevifilis, Hypostomus cf. plecos-
y Rivulidae (Anablepsoides hartii). Todas tomoides, Chaetostoma pearsei, Chaetos-
esas especies son de hábitos carnívoros toma guairense, Cordylancistrus nephelion,
Figura 3. Continuación. Especies (entomófagas) y son consideradas contro- Farlowella vittata, Loricariichthys brunneus
representativas de los diferentes órdenes ladores de insectos. Suelen alimentarse de y Rineloricaria caracasensis); se alimentan
de peces presentes en la cuenca del río larvas de insectos, tanto acuáticos como y ocultan entre troncos y piedras. Las fa-
Tuy, vertiente Caribe, Venezuela. i) terrestres, incluyendo algunos micro- milias Crenuchidae (Characidium chupa),
Awaous banana; j) Characiduim chupa; k) crustáceos (Taphorn 1992).
Pseudopimelodidae (Microglanis iheringi)
Hoplias malabaricus, especie de consumo;
y Trichomycteridae (Trichomycterus mon-
l. l) Anablepsoides hartii. Fotos: K. González- En el estrato medio se observó una mayor
dolfi), también habitan estos hábitats y
Oropeza. riqueza de especies (25 sp.). Hay dos espe-
suelen alimentarse de insectos acuáticos
cies depredadoras carnívoras-ictiófagas:
(Mago 1968, Román 1992). Acerca de los
la guabina (Hoplias malabaricus), fisiológi-
representantes del orden Perciformes
camente adaptada a vivir en lugares anó-
pecies), Gymnotiformes, Salmoniformes y sia pittieri), el corroncho del Guaire (Chae- (Crenicichla saxatilis y Crenicichla geayi), es
xicos, con altas temperaturas y contami-
Synbranchiformes (1 familia, 1 género, 1 tostoma guairense), el corroncho del Tuy muy poco lo que se conoce sobre la biología
nación (Barbarino y Taphorn 1995) y el
especie cada uno) (Anexo 1) (Figura 3). (Cordylancistrus nephelion), la paleta de la caribe (Serrasalmus neveriensis), que suelen de estas especies. Se refugian entre las raí-
cuenca del río Tuy (Rineloricaria caracasen- incluir camarones y micro-crustáceos a su ces sumergidas de los árboles, son especies
Según los inventarios y listados previos, sis) y el bagre de Chacaito (Trichomycterus dieta (Machado-Allison et al. 1993). carnívoras que consumen principalmente
así como otros trabajos donde se registran mondolfi), las cuales solo se encuentran en peces, insectos acuáticos, camarones y
especies para la cuenca del río Tuy (Eigen- ambientes de corrientes rápidas, aguas Los Characaciformes son peces omnívoros caracoles. El chupatierra (Awauos banana)
mann 1920, Mago 1968-1970, Marrero y claras bien oxigenadas y sustrato rocoso. con una alimentación basada en algas fila- incluye en su dieta insectos acuáticos, ca-
Machado-Allison 1990, Rodríguez-Olarte mentosas, pequeñas semillas, ostrácodos marones y peces que consume tanto en la
1996, Lasso-Alcalá y Ponte 1997, Lasso y Las dos especies exóticas han sido re- y gastrópodos, plantas acuáticas, flores, parte alta del río como en la zona estuari-
Rojas 2005), ocho especies son nuevos re- gistradas para el embalse de Agua Fría y insectos terrestres y acuáticos, aunque na (Lasso-Alcalá y Lasso 2007).
gistros para la cuenca del río Tuy: Astya- afluentes (trucha arcoíris) y cauce princi- existen ciertas preferencias entre algunos
nax sp. 1, Astyanax sp. 2, Astyanax sp. 3, pal del río Tuy (tilapia). de los géneros por uno u otro ítem alimen- En el sustrato fango-arenoso, con aguas
Bryconamericus yokiae, Pimelodella cristata, ticio. El anostómido Leporinus friderici lénticas y una alta degradación de mate-
Farlowella vittata, Hypostomus cf. plecosto- Distribución espacial muestra preferencia por plantas acuáticas rial vegetal en descomposición provenien-
moides e Hyphessobrycon tuyensis descrita La distribución de las especies obedeció (Fernández-Yépez 1969, Taphorn 1992). te de la parte alta y media del río producto
por García-Alzate et al. (2008). a las características y requerimientos de tanto de las actividades antrópicas (defo-
cada grupo taxonómico y funcional en Los Perciformes que se encuentran en este restación, erosión, etc.) como naturales,
Se identificaron cinco especies endémicas particular. De acuerdo a la posición de los estrato (Andinoacara pulcher, Caquetaia se encuentran especies de las familias
en la cuenca: el tetradiamante (Moenkhau- peces en la columna de agua, se observa- kraussii y Cichlasoma taenia), incluyen en Aspredinidae (Bunocephalus amaurus),

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Sternopygidae (Stenopygus macrurus), Syn- En la figura 4 se muestran algunos de los


branchidae (Synbranchus marmoratus) y hábitats representativos.
Heptapteridae (Pimelodella sp. y Rhamdia
humilis), que se alimentan de organismos Uso de las especies
del bentos como efemerópteros, cama- Los peces en el río Tuy no alcanzan gran-
rones, larvas, gusanos, etc., así como de des tallas cuando llegan a adultos, por lo
pequeños peces (Fernández-Yépez 1969, que solo algunas especies se aprovechan
Lasso 2004). Las familias Auchenipteridae como alimento en la pesca de subsistencia
(Trachelyopterus galeatus) y Curimatidae y son consumidas localmente (Marrero y
(Steindachnerina argentea) son considera- Machado-Allison 1990, González-Oro-
a. b. dos detritívoros por lo que suelen encon- peza, Lasso obs. pers.). Las principales
trarse en los remansos de los ríos, general- especies aprovechadas como alimento
mente con fondos fangosos (Román 1992). de subsistencia son la guabina (Hoplias
El curito (Hoplosternum littorale), familia malabaricus), las viejitas (Andinoacara
Callichthyidae, es omnívoro (Barbarino pulcher), mojarras o petenias (Caquetaia
y Taphorn 1995). En estos sustratos se kraussii), mochorocas (Cichlasoma taenia),
encuentra un bagre perteneciente a la fa- mataguaros (Crenicichla cf. saxatilis y Cre-
milia Trichomycteridae (Ochmacanthus al- nicichla geayi), el chupatierra o guabina
ternus) que se alimenta de mucus de otros
hoyera (Awaous banana), los corronchos o
peces (Román 1992).
petoras (Chaetostoma guairense, Chaetos-
toma pearsei, Ancistrus brevifilis), el curito
La mayoría de las especies presentaron
(Hoplosternum littorale), los bagres (Pime-
una distribución restringida, lo cual pue-
lodella sp., Rhamdia humilis) y la anguila
de deberse a los gradientes altitudinales
de río (Synbranchus marmoratus) (Marre-
existentes, donde ciertas barreras actúan
ro y Machado-Allison 1990, Lasso obs.
como limitantes para la distribución y
dispersión de los peces (cascadas, saltos, pers.).
aguas rápidas, etc.) y a la presente inter-
c. d. vención antrópica. Los cursos de aguas Existe una especie que presenta una ma-
han sido rellenados por una gran cantidad yor presión sobre sus poblaciones natu-
de sedimentos y cantos rodados prove- rales para el comercio de peces ornamen-
nientes de las zonas montañosas, lo que tales, el “tetra diamante” (Moenkhausia
reduce la disponibilidad de hábitat. Las- pittierii). Los loricáridos (Chaetostoma
so y Rojas (2005) detectaron un enorme guairense y Chaetostoma pearsei), a pesar
cambio ocurrido en la geomorfología del de no ser tan aprovechadas, aparecen
cauce y lechos de los ríos, caños y quebra- frecuentemente en el mercado nacional y
das, posterior al desastre y la tragedia del comienzan a ser comercializadas interna-
estado Vargas y el Guapo en 1999. La gran cionalmente. Otros carácidos que comien-
cantidad de sedimentos depositados en los zan a verse en tiendas locales son las sar-
cauces de los ríos afecta principalmente a dinitas (género Bryconamericus), el diente
e. f.
especies de media agua (p. e. Moenkhausia frío (género Creagrutus) y las mordelonas
pittieri) y la disminución de profundidad (género Aphyocharax). En la figura 5 se
Figura 4. Hábitats representativos de la cuenca del río Tuy, vertiente Caribe, Venezuela. del río y velocidad de la corriente afecta muestran algunas especies ornamentales
a) río Tuy (El Concejo); b) río Urba, Panaquire; c) caño Canoa; d) río Urape; e) embalse Agua a aquellas especies adaptadas a vivir en y actividades relacionadas con la pesca de
Fría, Colonia Tovar, estado Aragua; f) caño Merecurote. Fotos: K. González-Oropeza. aguas corrientes (p. e. Chaetostoma spp). subsistencia y ornamental.

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En esta cuenca se encuentran ocho especies las aguas servidas de las principales áreas
amenazadas y registradas en el Libro Rojo urbanas.
de la Fauna Venezolana (Lasso 2008). Bajo
la categoría de En Peligro, el corroncho de En la cuenca se localizan algunos embal-
la cuenca del río Tuy y Lago de Valencia, ses: Agua Fría, Ocumarito y Lagartijo,
Chaetostoma pearsi (Lasso et al. 2008a), el Quebrada Seca, La Mariposa, La Pereza y
corroncho del Tuy, Cordylancistrus nephe- Taguaza (MARNR 1992), así como algu-
lion (Provenzano y Milani 2008), la paleta nos embalses privados (ej. Santa Elena),
a. b. de la cuenca del río Tuy, Rineloricaria cara- que se encuentran en período de eva-
casensis (Lasso et al. 2008b) y el bagre de luación. A pesar de la existencia de estos
Chacaíto, Trichomycterus mondolfi (Lasso embalses, la disponibilidad hídrica en la
et al. 2008c). Bajo la categoría Vulnerable región es baja en relación a la gran deman-
el corroncho del río Guaire, Chaetostoma da. Estos sistemas podrían beneficiar a
guairense (Lasso et al. 2008d), el tetradia- especies que habitan en el estrato medio
mante, Moenkhausia pittieri (Campo et al. de la columna de agua (p. e. Astyanax bima-
2008a) y el caribe o piraña de los ríos Tuy y culatus, Moenkhausia pittieri, Andinoacara
Neverí, Serrasalmus neveriensis, (Campo et pulcher, etc.), los cuales son capaces de so-
al. 2008b). Bajo la categoría de Casi Ame- portar las condiciones lénticas. Los peces
nazado el bagre del río Guaire, Rhamdia carnívoros como la guabina (Hoplias mala-
humilis (Rodríguez y Rojas-Suárez 2008). baricus), se verían beneficiados por hallar
c. d. presas comunes de su dieta. Sin embargo,
Amenazas los loricáridos, desaparecen de aquellas
Tras el análisis de los registros ictiofaunís- zonas que quedan por debajo de las aguas
ticos disponibles desde la década de los 40 de los embalses, ya que están habituados
en la cuenca del río Tuy, muchas especies a aguas rápidas y bien oxigenadas. Es de
parecen haber desaparecido de gran parte esperar que las especies ligadas a condicio-
de sus tributarios. La causa principal es la nes lóticas queden confinadas a las partes
intervención de la cuenca por el acelera- alta y media de las quebradas. A nivel de la
do desarrollo tanto industrial, pecuario y cuenca baja, uno de los grandes problemas
agrícola (fábricas, cochineras, etc.), como del río Tuy es la gran cantidad de sólidos
habitacional (expansión urbana y resi- suspendidos y desechos provenientes de
dencial) en la región. La presión sobre las las aguas servidas del área metropolitana.
fuentes de agua tanto subterráneas como Se ha demostrado la influencia de la pluma
superficiales y la deforestación de los del río Tuy sobre la calidad de agua en las
bosques húmedos que permite un mayor zonas costeras (el mar Caribe es receptor
arrastre de sedimentos hacia las corrien- de todos los contaminantes transporta-
tes de agua, genera cambios en la físico- dos por el río), particularmente en la zona
e. f.
química de las aguas y por consiguiente oeste de la boca del río (Audemard 2002,
desestabiliza las estructuras comunitarias Herrera y Suárez 2005). Se desconoce el
Figura 5. Especies ornamentales representativas y pesca de subsistencia. a) Moenkhausia de los peces que habitan estos ecosistemas impacto generado por la introducción de
pittieri, especie ornamental; b) Aphyocharax erythrurus, especie ornamental; c) Chaetosto- (Rodríguez-Olarte 1996). A nivel de la la trucha y la tilapia sobre los peces autóc-
ma guairensis, especie de consumo y ornamental; d) Pimelodella sp., especie de consumo; e) cuenca baja uno de los grandes problemas tonos (Lasso obs. pers.). En la figura 6 se
pesca de subsistencia; f) pesca de subsistencia, río Tuy sector El Conde. Fotos: K. González- del río Tuy es la gran cantidad de sólidos ilustran algunas de las amenazas presen-
Oropeza (a, b, c, d, f), C. A. Lasso (e). suspendidos y desechos provenientes de tes en la cuenca.

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Recomendaciones para mondolfi), con objeto de repoblar los cur-


la conservación sos de agua donde han desaparecido o sus
La situación actual de la cuenca del río Tuy poblaciones están muy reducidas. Así mis-
sólo podría revertirse o al menos redu- mo, se debe regular el comercio de especies
cirse, por una acción conjunta que impli- de importancia ornamental.
que grandes inversiones, tanto del sector
público como del privado, desarrollando La creación de un mayor número de áreas
programas ambientales donde se diera a bajo régimen de administración especial
conocer a la comunidad en general la pro- (ABRAE), es una muy buena medida a to-
blemática de la cuenca y de ciertas especies mar. Esta debe hacerse siguiendo con el
a. b. de peces amenazados. Así mismo, iniciar plan de ordenamiento y reglamento de uso
la reducción y control de la contaminación de dichas áreas, con una protección total,
de los cursos de agua, la conservación de una mayor vigilancia y control por parte
los bosques ripiarios de quebradas y ríos, de los organismos competentes.
controlar la erosión de los valles y restrin-
gir todas aquellas actividades que puedan Por otra parte, es necesario emplear siste-
alterar las condiciones ambientales en la mas más eficientes para la recolección de
parte alta y media de las quebradas y ríos las aguas servidas, formular planes de re-
tributarios del río Tuy, lo cual repercutirá ciclaje y el aprovechamiento del material
en una protección para el hábitat de las orgánico para la producción de abonos, lo
especies y por supuesto, las poblaciones cual contribuirá a disminuir el volumen de
humanas. desechos.
c. d.
Existe una necesidad urgente de realizar Finalmente, prohibir las invasiones y
estudios sobre las poblaciones naturales subsiguiente deforestación de terrenos
de los peces dulceacuícolas del río Tuy. en zonas protectoras, parques nacionales
Se recomienda realizar nuevos inventa- y embalses, exigiendo a las autoridades
rios en las subcuencas de esta vertiente competentes a tomar acciones respecti-
y sobre todo en el cauce principal del río vas, informar y sensibilizar a la población
Tuy (muy poco prospectado), para poder sobre el uso y conservación de los parques
conocer y determinar el estado actual de nacionales.
las poblaciones remanentes, así como su
distribución. Esta información constituye Bibliografía
una herramienta que permitirá acelerar • Audemard, F. 2002. Syn-sedimentary ex-
e. f.
planes de conservación y manejo de la fau- tensional tectonics in the River Tuy Basin,
na acuática tanto de las especies amena- northern Venezuela: implications on basin
zadas, como de otras especies que habitan genesis and southern Caribbean Geodyna-
Figura 6. Algunas de las amenazas presentes en la cuenca del río Tuy, vertiente Caribe, mics. Memorias XI Congreso Venezolano
en la cuenca.
Venezuela. a) agricultura extensiva, sector El Jarillo (cuenca alta); b) aliviadero de la presa de Geofísica, Caracas. 6 pp.
Ing. Pedro Pablo Azpurua, en Taguaza (cuenca baja); c) minas de níquel, Tiara; d) extracción • Barbarino, A. y D. Taphorn. 1995. Especies
Se puede evaluar la posibilidad de reali-
de arena en el cauce del río Tuy (Caucagua); e) expansión urbana residencial, zona metro- de la pesca deportiva. Una guía de identi-
zar ensayos de reproducción en cautiverio ficación y reglamentación de los peces de
politana de Caracas; f) desechos sólidos, Valles del Tuy, margen del río Suapure. Fotos: K.
(conservación ex situ), de aquellas especies agua dulce de Venezuela. Editorial Arte, C.
González-Oropeza.
que han sido objeto de explotación des- A. Caracas, Venezuela. 155 pp.
medida o que se encuentren amenazadas • Bosque-Sendra, J. y R. C. García. 2000. El
(p. e. Mohenkausia pittieri, Trichomycterus uso de los sistemas de información geográ-

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K. González-O.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

CUENCA DEL RÍO TUY

K. González-O.

Anexo 1. Lista de especies: nombre común y distribución altitudinal de las especies de Anexo 1. Continuación.
peces dulceacuícolas registradas en la cuenca del río Tuy, vertiente Caribe, Venezuela. (*)
especie introducida.
Distribución
Taxa Nombre común altitudinal
Distribución (m s.n.m.)
Taxa Nombre común altitudinal Familia Erythrinidae    
(m s.n.m.)
Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Guavina 700-80
Orden Characiformes    
Orden Siluriformes    
Familia Anostomidae    
Familia Aspredinidae    
Leporinus friderici (Bloch 1794) Mije 30
Bunocephalus amaurus Eigenmann 1912 Guitarrita 90-30
Familia Characidae    
Familia Auchenipteridae    
Aphyocharax erythrurus Eigenmann 1912 Mordelona 100
Trachelyopterus galeatus (Linnaeus 1766) Bagre sapo 900-70
Astyanax bimaculatus (Linnaeus 1758) Sardinita 100-30
Familia Callichthyidae    
Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardinita 100-30
Corydoras aeneus (Gill 1858) Cochinito 90-60
Astyanax metae Eigenmann 1914 Sardinita 100-30
Hoplosternum littorale (Hancock 1828) Curito 800
Astyanax sp. 1 Sardinita 100-30
Familia Heptapteridae    
Astyanax sp. 2 Sardinita 100-30
Pimelodella cristata (Müller y Troschel 1849) Bagre 200-70
Astyanax sp. 3 Sardinita 100-30
Rhamdia humilis (Günther 1864) Bagre 400-30
Bryconamericus alpha Eigenmann 1914 Sardinita 60-30
Familia Loricariidae    
Bryconamericus cismontanus Eigenmann 1914 Sardinita 900-30
Ancistrus brevifilis Eigenmann 1920 Corroncho 500-90
Bryconamericus yokiae Román-Valencia 2003 Sardinita 200-80
Sadinita cacheta de Chaetostoma guairense Steindachner 1881 Corroncho del Guaire 1000-100
Corynopoma riisei Gill 1858 100-20
espada Chaetostoma pearsei Eigenmann 1920 Corroncho 600-200
Creagrutus melasma Vari, Harold y Taphorn 1994 Diente frío pintada 600-50 Cordylancistrus nephelion Provenzano y Milani 2006 Corroncho 800
Creagrutus taphorni Vari y Harold 2001 Diente frío 600-50 Farlowella vittata Myers 1942 Aguja 350
Ctenobrycon spilurus (Valenciennes 1850) Sardinita 900 Hypostomus cf. plecostomoides (Eigenmann 1922) Corroncho 500-250
Gephyrocharax valencia Eigenmann 1920 Sardinita 80-30 Loricariichthys brunneus (Hancock 1828) Guaraguara 700
Gephyrocharax venezuelae Schultz 1944 Sardinita 80-30 Rineloricaria caracasensis (Bleeker 1862) Paleta 400
Hemibrycon metae Myers 1930 Sardina de montaña 150-60 Familia Pseudopimelodidae    
Hyphessobrycon cf. fernandezi Fernández-Yépez 1972 Sardinita 300 Microglanis iheringi Gomes 1946 Barbudito, arlequin 600
Moenkhausia pittieri Eigenmann 1920 Tetra diamante 400-30 Familia Trichomycteridae    
Odontostilbe pulchra (Gill 1858) Sardinita 300-30 Ochmacanthus alternus Myers 1927 Bagre 300-70
Roeboides dientonito Schultz 1944 Jibao 150-30 Trichomycterus mondolfi (Schultz 1945) Bagre de Chacaito 900-250
Serrasalmus neveriensis Machado-Allison et al. 1993 Caribe 300 Orden Gymnotiformes    
Familia Crenuchidae     Familia Sternopygidae    
Characidium chupa Schultz 1944 Voladorita 300 Stenopygus macrurus (Bloch y Schneider 1801) Cuchillo 40
Familia Curimatidae     Orden Salmoniformes    
Steindachnerina argentea (Gill 1858) Coporito 500-70 Familia Salmonidae    

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CUENCA DEL RÍO TUY

K. González-O.

Anexo 1. Continuación.

Distribución
Taxa Nombre común altitudinal
(m s.n.m.)

8.12
Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792)* Trucha 1720
Orden Cyprinodontiformes     Ríos costeros y sus ictiofaunas
Familia Poeciliidae     en el occidente de Venezuela:
Poecilia reticulata Peters 1859 Gupi 1000-30
biogeografía y conservación
Familia Rivulidae    
Anablepsoides hartii (Boulenger 1890) Pez anual 800-30
Orden Synbranchiformes     Douglas Rodríguez-Olarte, Margenny Barrios,
Familia Synbranchidae    
Jorge Coronel y Críspulo Marrero
Synbranchus marmoratus Bloch 1795 Anguila 400-90
Orden Perciformes    
Familia Cichlidae    
Resumen comunidades de peces en donde estas pre-
Andinoacara pulcher (Gill 1858) Viejita 700-300 Los ríos costeros del occidente de Vene- sentan una mayor riqueza de especies. La
Caquetaia kraussii (Steindachner 1878) Petenia, San Pedro 90-20 zuela representan una franja de transición mayoría de los ríos en la región se encuen-
Cichlasoma taenia (Bennett 1831) Mochoroca 300-100 biogeográfica para las ictiofaunas dulcea- tran intervenidos por represas, extracción
cuícolas entre el Lago de Maracaibo y el de agua, contaminación por efluentes y
Crenicichla geayi Pellegrin 1903 Matagüaro 400-40
mar Caribe. Principalmente los ríos Mita- residuos urbanos, agrícolas e industriales,
Crenicichla cf. saxatilis (Linnaeus 1758) Matagüaro 400-40 re, Coro, Ricoa, Hueque, Tucurere, Tocu- lo que en combinación con el clima semiá-
Oreochromis mossambicus (Peters 1852)* Tilapia 190 yo, Aroa, Yaracuy y Urama, conforman la rido predominante, potencia el efecto ne-
Familia Gobiidae     provincia Caribe occidental, una entidad gativo sobre los recursos hidrobiológicos.
biogeográfica en la que convergen las oro-
Awaous banana (Valenciennes 1837) Chupatierra 300-0
grafías y las ictiofaunas de los Andes, el Introducción
Sistema Coriano y la Cordillera de la Cos- Diferentes procesos geológicos han con-
ta. En la provincia se registran 137 espe- tribuido a la conformación de las bio-
cies (14 familias, 48 órdenes), destacando tas en los ríos costeros de Venezuela,
los peces de agua dulce (63 sp., ~30% de distinguiéndose dos grandes grupos de
endemismo), donde predominan las fami- ictiofaunas: uno transandino en las cos-
lias Characidae y Loricariidae. A esta cifra tas occidentales (cuenca de Maracaibo,
se añaden ocho especies introducidas. La drenajes de la Guajira y del occidente del
mayoría de las especies son aprovechadas estado Falcón) y otro cisandino que agru-
en la pesca de subsistencia, excepto en las pa al resto de los drenajes al mar Caribe
desembocaduras, donde los peces marinos (Lasso et al. 2004); además, también se
y estuarinos predominan y varios tienen distinguen variaciones en la riqueza de
importancia en la pesca artesanal. Alrede- especies que son atribuidas a una combi-
dor del 10% de las especies de agua dulce nación de la orografía y la humedad. Tales
se encuentra en alguna categoría de ame- ictiofaunas conforman provincias con baja
naza. Las áreas protegidas regionales no similaridad entre las mismas, que pueden
son efectivas para la conservación de las ser asociadas con la historia geológica y

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RÍOS COSTEROS E ICTIOFAUNAS

K. González-O.

climática de los grandes drenajes al nor- de cabras en la cuenca media y ganado va-
te de Suramérica (Rodríguez-Olarte et al. cuno en la cuenca baja. La intervención
2009). Aquí se describen los aspectos rele- también se expresa por muchos embalses,
vantes de la provincia zoogeográfica Cari- ya sea en el cauce principal (Dos Cerritos,
be Occidental, que destaca por su elevada Atarigua) o en sus tributarios (Quediches,
riqueza de especies y endemismo y donde Ermitaño, Játira, etc.). La derivación y de-
convergen orografías de los Andes, Siste- secación de cauces y la extracción de agua
ma Coriano y Cordillera de la Costa. Aun es extendida e intensa. Varios parques
cuando varias áreas protegidas están en la nacionales se ubican en la cuenca: Dini-
provincia, los centros urbanos y el paisaje ra (45.328 ha) en los páramos, Yacambú
agropecuario han generado una combina- (29.580 ha) en las selvas nubladas, Cerro
ción de efectos nocivos sobre muchos de Saroche (32.294 ha), entre lomeríos y de-
los ríos, colocando en riesgo a sus peces presiones desérticas y Cueva de la Que-
(Rodríguez y Rojas-Suárez 2008), por lo brada del Toro (4.885 ha), en un sistema
que es de mucha importancia generar y kárstico de la Sierra de Churuguara.
divulgar información sobre los atributos
de los recursos hidrobiológicos regionales Ríos costeros en el Sistema Coriano
para contribuir con el manejo adecuado de El Sistema Coriano representa un conjun-
los mismos. to de serranías (Baragua, Churuguara, San
Luís, etc.) usualmente orientadas de este a
Área de estudio oeste y que cubren todo el estado Falcón.
Varios ríos tienen sus origen en la Sierra
Ríos costeros en los Andes de San Luis (Figura 1): los ríos Hueque
El río Tocuyo (17854 km2) representa el (4272 km2, 1224 m s.n.m., 131 km) y Ricoa
único drenaje con origen andino y nace en (813 km2, 1264 m s.n.m., 62 km) nacen al
el páramo del Cendé, 3585 m s.n.m. (Figu- sur y al este de esta sierra, mientras que el
ra 1). La precipitación varía notablemente: río Coro (248 km2, 1425 m s.n.m., 52 km) Figura. 1. Principales ríos costeros en el occidente de Venezuela que conforman la pro-
en el Alto Tocuyo el promedio anual es de se origina al norte y el Mitare al sur (4866 vincia Caribe Occidental. Aquí se incluyen los principales: (1) Mitare, (2) Coro, (3) Ricoa,
1212 mm (2016 mm en el Parque Nacional km2, 1422 m s.n.m., 151 km), este último (4) Hueque, (5) Tucurere, (6) Tocuyo, (7) Aroa, (8) Yaracuy y (9) Urama. Las cuencas drenan
Yacambú, Figura 2), al norte de la cuenca se considera fuera de la provincia. En las los sistemas orográficos de los Andes (círculos blancos, I) Sistema Coriano (II) y las estri-
media se ubica alrededor de los 800 mm estribaciones orientales de la Sierra de baciones occidentales de la Cordillera de la Cota (III). Las estrellas indican las principales
y en las planicies costeras se eleva a 1471 Churuguara nace el río Tucurere (602 km2, ciudades. Los círculos pequeños indican las cobeturas de muestreo de la Colección Regional
mm. Por debajo de los 2500 m s.n.m. se 1224 m s.n.m., 64 km). Varios ríos tienen de Peces. Los círculos negros (letras a, b, c, d) indican los valores de la precipitación y su
reconoce una franja de bosques nublados condición estuarina al final de su curso y distribución en la figura 2.
y húmedos, pero en la cuenca media pre- muy pocos presentan anastomósis en sus
domina la vegetación xerofítica, mientras desembocaduras al mar. En las tierras ba-
que en la cuenca baja existen remanentes jas el régimen de precipitaciones es bimo-
de bosques altos (Alvarado 2010). Así, el dal (777 mm anuales, 405 mm cerca de la cortan varios cauces principales y tributa- parque nacional Juan Crisóstomo Falcón
cauce principal se extiende por 440 km y ciudad de Coro, Figura 2), con lluvias con- rios, principalmente en las cuencas altas y protege 20.000 ha de las cabeceras de va-
surca paisajes variados: páramos, valles centradas al final del año, y la temperatura medias: Coro (El Isiro), Ricoa (Barrancas) rios ríos. En dos desembocaduras existen
de montaña, depresiones semidesérticas media anual es cercana a los 27 °C (Cartaya y Hueque (Hueque). La intervención en to- reservas de fauna: Hueque-Sauca (37.150
y planicies fluviomarinas costeras (Figura y Méndez 2005). En la alta montaña des- das las cuencas es extensiva y expresada ha) y Tucurere (17.800 ha). Como caso
3). La actividad agropecuaria se extiende tacan bosques densos, pero más abajo la por la agricultura y la ganadería caprina. de interés se incluye aquí la península de
por toda la cuenca y destacan los cultivos vegetación es decidua y luego es xerofíti- La extracción de agua directamente de los Paraguaná (2.530 km2, Figura 1). En esta
de café en las montañas, hortalizas y cría ca, principalmente al norte. Las represas ríos es masiva. En la Sierra de San Luis el península predomina el relieve plano pero

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a. b.

Figura. 2. Distribución de la precipitación en los ríos costeros (acorde con la Figura 1): (a)
norte árido del Sistema Coriano cerca de la Ciudad de Coro; (b) planicies húmedas de la
depresión del Yaracuy; (c) montañas de la Sierra de Portuguesa en Sanare y (d) el norte de la
depresión de Carora en Quebrada Arriba (fuente: http://www.inameh.gob.ve/).
c. d.

en su centro hay lomeríos bajos y destaca Ríos costeros en la


el Cerro Santa Ana (850 m s.n.m.), del cual Cordillera de la Costa
se desprenden pocas quebradas (Cayude, Entre las estribaciones orientales de la
Chirache, Guaranao, etc.), usualmente de Sierra de Bobare, las occidentales de la
carácter intermitente o eventual. El clima Cordillera de la Costa y la Sierra de Aroa,
es semiárido, con promedios cerca de los se ubican las cuencas de Aroa (2463 km2),
29 °C y hasta los 504 mm de precipitación Yaracuy (2481 km2) y Urama (440 km2).
anuales (Matteucci et al. 2001). Excepto en Estas cuencas comparten una planicie flu- e. f.
las partes elevadas del Monumento Natu- viomarina con muy baja pendiente, sujeta
ral Cerro Santa Ana (1.900 ha), la vegeta- a inundaciones y donde las divisorias de Figura. 3. Diferentes paisajes en la cuenca del río Tocuyo, la más extensa de los ríos coste-
ción se manifiesta en espinares, cardona- aguas son sutiles (Figura 1). La cuenca del ros occidentales de Venezuela. a) Ríos torrentosos en montañas andinas; b) afluentes en la
les y matorrales desérticos. Son muchos río Aroa está bordeada al norte por los ra- Sierra de Bobare; c) ojo de agua (manantial) en Guadalupe; d) cauces secos en Moroturo. El
los pequeños embalses (Cayude) y lagunas males de la serranía de Bobare y al sur por cauce del río Tocuyo en la cuenca baja cambia notablemente entre los períodos de (e) lluvia
que represan las quebradas intermitentes. la sierra de Aroa. La cuenca del río Yaracuy y (f) sequía. Fotos: D. Rodríguez Olarte.

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K. González-O.

drena los flancos sur de la Sierra de Aroa y tación xerófita y pequeños sectores con durante el período de sequía, salvo aque- dae con 23 especies (seis endémicas), algu-
norte del Macizo de Nirgua, a este último manglares asociados a albuferas y áreas de llos drenajes intermitentes y/o sujetos a nas con distribución en casi todos los ríos
se asocia completamente la cuenca del río anastomósis. Una matriz extensa agrope- la intervención humana -la mayoría- don- y hábitats (p. e. Astyanax fasciatus, Bryco-
Urama. Desde el río Urama hasta el Cabo cuaria se extiende por las planicies y pie- de se evidencia la acumulación de sedi- namericus cismontanus. Figura 4). Otros
Codera, en las estribaciones de la Cordi- demontes de todas las cuencas; además, mentos en las aguas y la disminución de Characiformes comunes son Steindachne-
llera de la Costa, existen otras pequeñas en las desembocaduras y el litoral costero la transparencia. De manera general, se rina argentea (Curimatidae), Parodon apo-
cuencas asociadas con la provincia. En existe una intensa actividad turística, ur- detecta un gradiente en las característi- linari (Parodontidae) y Characidium chupa
estas cuencas predomina un clima macro- bana e industrial. Los embalses son comu- cas fisicoquímicas de las aguas, donde los (Crenuchidae). Entre los Siluriformes, la
térmico estacional. Los promedios de pre- nes en las cuencas de Yaracuy (Cumaripa, valores de sólidos disueltos, la conductivi- familia Loricariidae son mayoría (12 sp.),
cipitación son bajos cerca de la costa (800 Durute) y Urama (Canoabo), mientras que dad, los aniones y los cationes tienden a con seis especies endémicas como Ancis-
mm/año), pero más elevados en las plani- la extracción de agua de los ríos es común. incrementarse a medida que disminuye la trus falconensis, Chaetostoma yurubiense y
cies y sectores de montaña (Figura 2). El Entre las áreas protegidas se cuentan los altura (Tabla 1), lo que es magnificado en Farlowella martini (Figura 5). Otros bagres
período de lluvias se concentra entre julio parques nacionales Yurubí (23.670 ha) en situaciones de intervención humana. En el destacan por su abundancia, como Pimelo-
y agosto y al final del año (Lentino y Bruni la Sierra de Aroa y Morrocoy (32.090 ha) río Tocuyo el pH tiene pocas variaciones della odynea y Rhamdia quelen (Heptapte-
1994). La vegetación es variada y corres- en la costa, así como el monumento natu- a lo largo del cauce principal, salvo un in- ridae), así como Trichomycterus arleoi (Tri-
ponde principalmente a las zonas de vida ral Cerro María Lionza (11.712 ha) en el cremento entre los 1200 y 1400 m s.n.m. chomycteridae), este último endémico. El
de bosque seco en las planicies y de bosque Macizo de Nirgua. (Rodríguez-Olarte et al. 2007) sin embar- resto de las familias, excepto Poeciliidae,
húmedo en las montañas, donde existen go, algunos afluentes en la cuenca alta (p. tienen pocas especies, como Cichlidae
selvas densas y nubladas. En las planicies Aguas e. Quebrada del Vino, río Los Quediches), (Andinoacara pulcher y Crenicichla geayi) o
aluviales y piedemontes se identifican sel- Los ríos costeros en el occidente de Ve- tienen valores de pH relativamente áci- Gobiidae (Awaous banana y Sicydium plu-
vas veraneras y deciduas, en las cercanías nezuela usualmente arrastran pocos se- dos. Los afluentes en las áreas protegidas mieri).
al mar aun se detectan manchas de vege- dimentos y presentan aguas cristalinas presentan aguas con menor cantidad de
sólidos disueltos y menor conductividad, Al norte del río Tocuyo la riqueza dismi-
lo cual puede ser una respuesta a la pro- nuye perceptiblemente y sólo una especie
tección de los ríos proporcionada por los endémica habita en los ríos que drenan la
Tabla 1. Principales variables de las aguas durante el período de sequía en sectores de
bosques ribereños y la muy poca interven- Sierra de San Luís (Ancistrus falconensis,
piedemonte en cauces principales y tributarios de las cuencas costeras en el occidente de
ción de los cauces (Rodríguez-Olarte et al. Loricariidae). Ya en el río Mitare (Figura 1)
Venezuela. Temperatura (Temp.), conductividad (Cond.), sólidos disueltos totales (STD).
2006a), pero más allá de las áreas prote- se detectan especies propias de los drena-
Los valores son mínimos y máximos.
gidas las aguas reciben variados efluentes jes a la cuenca del Lago de Maracaibo (p. e.
y residuos de la actividad humana, siendo Creagrutus hildebrandi). En la península de
Temp. Cond. SDT
Cuencas pH un caso preocupante las aguas de los ríos Paraguaná se han registrado las especies
(°C) (µS/cm) (mg/l)
Yaracuy y Tocuyo, consideradas con con- Cyprinodon dearborni (Cyprinodontidae),
Sistema Coriano
taminación importante en ciertos tramos. Poecilia koperi, Poecilia reticulata (Poeci-
Mitare 26-30 7,6-7,9 350 10,5-18,1 liidae), Rachovia hummelincki (Rivulidae)
Coro 24-25 7,2-7,8 240-470 12,6-30,2 Peces y Caquetaia kraussii (Cichlidae). Entre los
Ricoa 22-27 7,3-8,0 310-550 7,4-59,2 En la región se reconocen 137 especies de ríos Mitare y Ricoa se reconoce una dife-
Hueque 22-30 6,7-8,1 260-790 6,2-274,0 peces que se agrupan en 14 órdenes y 48 renciación entre los dominios zoogeográ-
Tucurere 23-27 7,5-7,7 320-450 10,0-15,5 familias (Anexo 1), donde destacan 79 es- ficos del Caribe y Magdalena; ahí estos
Andes pecies asociadas con las aguas dulces y en- tienen muy baja similaridad estadística
Tocuyo 21-30 5,7-7-9 50-740 1,4-208,8 tre estas 16 especies que también habitan (Rodríguez-Olarte et al. 2009). Los peces
estuarios y desembocaduras. Del resto, 58 de la provincia también tienen una baja
Cordillera de la Costa
especies son marinas y/o estuarinas. Al to- similaridad con las ictiofaunas de las pro-
Aroa 24-31 6,3-7,9 200-550 4,8-102,0
tal deben agregarse por lo menos ocho es- vincias adyacentes al este (p. e. ríos Tuy,
Yaracuy 24-30 6,8-7,8 140-620 1,8-133,2 pecies introducidas. En la fauna autóctona Unare) y es mucho más baja respecto a las
Urama 26-28 7,3-7,8 270-420 7,5-32,9 de aguas dulces destaca la familia Characi- ictiofaunas del río Orinoco, donde se re-

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Figura. 4. Los Characiformes son el principal grupo de peces de aguas dulces en los
ríos costeros, como los Characidae (a) Astyanax venezuelae; (b) Gephyrocharax venezuelae
y (c) Bryconamericus cismontanus. Otros Characiformes son (d) Steindachnerina argentea
(Curimatidae); (e) Parodon apolinari (Parodontidae) y (f) Characidium chupa (Crenuchidae). Figura. 5. Los bagres de la familia Loricariidae representan el segundo grupo de peces
La escala (líneas blancas) equivale a 1 cm. Fotos: D. Rodríguez Olarte. de aguas dulces en la región; aquí las especies endémicas (a) Ancistrus falconensis y (b)
Chaetostoma yurubiense. Entre los bagres destacan por su abundancia los Heptapteridae
(c) Pimelodella odynea y (d) Rhamdia quelen, así como el tricomictérido endémico (e)
gistran un poco más de mil especies. De (400-600 m s.n.m.) donde se registra el Trichomycterus arleoi. Otros peces comunes son (f) Crenicichla geayi (Cichlidae) y (g) Poecilia
manera general, los ríos costeros tienen mayor número de especies de aguas dul- caucana (Poeciliidae). El anfídromo (h) Awaous banana (Gobiidae) remonta los ríos por
una menor riqueza de especies de peces ces. Por encima de los 2.000 m s.n.m. en el grandes distancias. La escala (líneas blancas) equivale a 1 cm. Fotos: D. C. Taphorn (a), D.
respecto a las cuencas internas (tributa- río Tocuyo habitan bagres Trichomycterus, Rodríguez Olarte (b – h).
rios del Orinoco), y esto ha sido explicado usualmente con abundancia baja. Varias
por la menor complejidad de los hábitats especies se distribuyen a lo largo de todos
en ríos costeros y la historia climática aso- los ríos, en diferentes altitudes y además
ciada (Rodríguez-Olarte et al. 2011a). tienen una abundancia elevada (Astyanax hábitats discontinuos, como el pez anual la, Mugilidae) con ciclos de vida asociados
fasciatus, Bryconamericus cismontanus, He- Austrofundulus leohoignei, que habita en con las aguas dulces y los estuarios o des-
Considerando el conjunto de especies de mibrycon jabonero, Lebiasina erythrinoides), charcas temporales de las planicies. Los embocaduras. Pocas especies de aguas dul-
peces dulceacuícolas y marinas, la mayor pero otras son restringidas a cuencas (p. peces locales no muestran ritmos migrato- ces habitan en las desembocaduras, al con-
riqueza de especies se ubica en las desem- e. Ancistrus falconensis, Bryconamericus rios pero se registran especies anfídromas trario, las especies estuarinas y marinas
bocaduras, pero es en la zona de transición charalae), unidades fisiográficas (p. e. (Awaous banana y Sicydium plumieri, Gobii- son comunes en las mismas, como en los
entre los piedemontes con las planicies Creagrutus melasma en las montañas) o dae) y catádromas (Agonostomus montico- ríos Aroa y Tocuyo, donde se han registra-

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RÍOS COSTEROS E ICTIOFAUNAS

K. González-O.

do cerca de 60 especies (Rodríguez-Olarte Uso de las especies Situación de los ríos y sus peces por ejemplo), más aún, se ha planteado ex-
et al. 2006a, 2007). Se considera que el nú- Los peces de aguas dulces regionales tie- De las especies de peces de aguas dulces tender algunas de las áreas protegidas re-
mero de estas especies debe ser mayor. nen un interés restringido a la pesca de incluidas en alguna categoría de amenaza gionales para cubrir secciones de tributa-
subsistencia. Algunas especies pueden so- para Venezuela más del 90% se encuen- rios y así incrementar la efectividad para
Especies introducidas brepasar eventualmente los 40 cm o llegar tran en las cuencas costeras que drenan al la conservación de la ictiofauna.
Por lo menos ocho especies introducidas cerca del kilogramo de peso (Hoplias, Rha- mar Caribe (Lasso 2008, Rodríguez y Ro-
han proliferado en la región (Rodríguez- mdia, Hypostomus, Crenicichla). Se identifi- jas-Suárez 2008), y de estas un poco más El río Yaracuy es el más afectado por la
Olarte et al. 2006b, 2007. Anexo 1). En can varias especies estrictamente dulcea- del 20% habitan la provincia. Entre las intervención humana, pues recibe direc-
la cuenca del río Tocuyo las truchas (On- especies en riesgo destacan Austrofundulus tamente grandes volúmenes de efluentes y
cuícolas que son aprovechadas (Anexo 1),
corhynchus mykiss, Salmonidae) habitan leohoignei (Rivulidae) en Peligro Crítico y residuos urbanos, agrícolas e industriales.
destacando las guabinas (Hoplias malaba-
los arroyos de alta montaña en el parque Batrochoglanis mathisoni (Pseudopimelodi- Este río tiene una pérdida generalizada
ricus), bagres (Rhamdia quelen, Pimelodella
nacional Dinira, mientras que en el tramo dae) En Peligro; mientras Bryconamericus de sus atributos físicos y biológicos. Con
odynea), corronchos (Ancistrus spp, Chae- esta condición le sigue el río Tocuyo, que
medio del río Tocuyo, incluyendo los em- charalae y Creagrutus lepidus (Characi-
tostoma spp, Hypostomus spp), San Pedros recoge en su curso los vertidos de varios
balses Dos Cerritos y Atarigua, son comu- dae) están catalogadas como Vulnerable
(Caquetaia kraussii) y sardinas (Astyanax (Anexo 1). Actualmente, se estima que B. centros poblados de importancia. Varios
nes las cachamas (Colossoma macropomum, spp), entre otros. Las guabinas demues-
Characidae), los bagres Pimelodus blochii mathisoni podría ser incluida como Vulne- tributarios y cauces principales han sido
tran mayor interés por su consumo y se rable, debido a nuevos reportes que indi- seccionados o cortados por la construcción
(Pimelodidae) y las tilapias (Oreochromis
comercializan en algunos sectores de la can una distribución más amplia, así como de represas, lo que ha impedido el ciclo
niloticus); estas últimas se han registrado
cuenca media del río Tocuyo. Por lo gene- mayores abundancias. Considerando el natural de cambios en las aguas y en los
en muchos tributarios, estanques y lagu-
ral, las capturas se efectúan mediante cor- avance de la frontera agropecuaria regio- niveles de inundación, aspectos que son
nas particulares de toda la región. En las
del y anzuelo, así como con redes variadas nal y la ausencia de programas de manejo determinantes en la presencia y distribu-
áreas bajas de las cuencas Aroa, Yaracuy
(chinchorros, atarrayas) y arpón. Todas adecuado de los recursos hidrobiológicos, ción de muchas especies de peces. Igual-
y Urama también han sido introducidas
las especies introducidas son de interés en se entiende que las causas que originaron mente, otros más han sido canalizados. La
varias de estas especies y se suma el bo-
la pesca de subsistencia y deportiva; algu- la situación de riesgo para esas especies no deforestación en la provincia es generali-
cachico (Prochilodus mariae, Prochilodon-
nas son eventualmente comercializadas han cesado, sugiriendo un mal pronóstico zada y se expresa claramente por la pér-
tidae), ahora habitual en las planicies
(Cichla orinocensis). Así, en las aguas dulces en el futuro cercano. dida de bosques ribereños, lo cual explica
(Rodríguez-Olarte et al. 2005). Especies
se detectan más de 30 especies que son la sedimentación de cauces principales y
de grandes bagres (Pseudoplatystoma, Pi-
aprovechadas (Anexo 1). Cerca del 20% de la superficie de la provin- tributarios, algunos de ellos ahora con co-
melodidae) del Orinoco son capturados rrientes eventuales (Rodríguez-Olarte et
cia se incluye en un tipo de área protegida
eventualmente en algunos embalses (Dos al. 2011b).
En las desembocaduras el aprovechamien- (parque nacional, monumento natural, re-
Cerritos, El Isiro). Los pavones (Cichla ori-
to de las especies de peces es mucho ma- serva de fauna, etc. Figura 1). La pertinen-
nocensis, Cichlidae) y las tilapias habitan Además de esta acumulación de impactos
yor (47 sp.), además, la mayoría de estas cia de estas áreas para la protección de la
en muchas lagunas y embalses de la re- ictiofauna es cuestionable, pues en su ma- sobre los ecosistemas acuáticos, se prevé
gión. Los pavones tienen interés en la pes- especies participan en la dieta habitual de
yoría se ubican en tierras elevadas, donde un incremento en la demanda del agua
ca deportiva y eventualmente son comer- los habitantes de las riberas (Anexo 1). En
la riqueza de especies es muy baja, y/o son para el consumo humano y los sistemas
cializados por pescadores locales. De igual las desembocaduras hay una comercializa-
de pequeño tamaño (Rodríguez-Olarte et agropecuarios, así como la expansión de la
manera, a la par de la introducción de es- ción permanente de las especies estuari- frontera agrícola en una región donde pre-
al. 2011b). No obstante, se entiende que la
pecies con interés en la pesca comercial y nas y marinas con mayor demanda, como domina el clima semiárido. Esto se suma
ictiofauna endémica en parques de monta-
deportiva, también han sido introducidas los róbalos (Centropomus spp), y también ña se encuentra en resguardo y que existe a los escenarios del cambio climático para
muchas otras especies (usualmente Cha- son de interés los sábalos (Megalops at- un efecto beneficioso de las áreas prote- noroccidente de Venezuela (Ovalles et al.
racidae y Cichlidae) como forraje para las lanticus) y bagres (Sciades herzbergii, Bagre gidas sobre la integridad de los ríos y sus 2008), que indican una menor precipita-
especies depredadoras, pero se desconoce marinus), por ejemplo. En las desemboca- peces, aun cuando el mismo sea restringi- ción y mayores temperaturas, y expone
el estado de esas poblaciones. El impacto duras abundan las especies de pequeño do espacialmente (Rodríguez-Olarte et al. pronósticos muy negativos para la con-
de las especies introducidas sobre las co- porte o juveniles con interés en la pesca de 2006a). Algunos tributarios y/o tramos de servación de los recursos hidrobiológicos
munidades de peces locales y los hábitats subsistencia y eventualmente con interés los ríos han sido propuestos como áreas de regionales. Ante estas previsiones se nece-
aún no ha sido evaluado. comercial. protección (refugio, reserva o santuario, sitan estrategias para el manejo adecuado

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RÍOS COSTEROS E ICTIOFAUNAS

K. González-O.

de las cuencas hidrográficas y sus biotas, geográfica en el impacto del cambio cli- Anexo 1. Peces de los ríos costeros del occidente de Venezuela. La distribución general
específicamente es necesario evaluar el mático en el sector agrícola en Venezuela. (DG) indica la condición endémica (E) y aquellas vertientes o cuencas en donde habita la
estado de los ecosistemas fluviales consi- Agronomía Tropical 58: 37-40. especie: Maracaibo (M), Caribe (C) y Orinoco (O). En la distribución local (DL) se indican
derando una línea base general y compa- • Rodríguez, J. P. y F. Rojas–Suárez. 2008.
los sistemas orográficos donde habitan las especies: Andes (A), Sistema Coriano (Cr) y Cor-
Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Tercera
rable espacial y temporalmente. Tal esta- dillera de la Costa (C). El hábitat (H) indica: aguas dulces (d), marino (m), desembocaduras,
Edición. Provita y Shell Venezuela, S. A.,
do de conservación debería estar asociado Caracas, Venezuela. 332 pp. estuarinos y caños de marea (e). Los usos (U) son pesca de subsistencia (S), comercial (C),
con índices y clasificaciones adecuadas y • Rodríguez-Olarte, D., A. Amaro y J. L. Co- deportiva (D) y potencialidad para el ornato (O). La nomenclatura es actualizada según
repetibles. Igual debe ser aplicado con las ronel. 2005. Introducción del coporo Pro- http://research.calacademy.org. * Especie introducida.
aguas y las biotas. De igual manera, es ne- chilodus mariae Eigenmann 1922 (Pisces:
cesario revisar la pertinencia de las áreas Prochilodontidae) en el río Aroa, cuenca  Orden / Famila Especie DG DL H U
protegidas para la conservación de los ríos del Caribe, Venezuela. Memoria de la Fun-
y las ictiofaunas, así como la ordenación dación La Salle de Ciencias Naturales 163: Elopiformes 
territorial de las cuencas hidrográficas. 133-137. Elops smithi McBride, Rocha, Ruiz-Carus y
 Elopidae me SCD
• Rodríguez-Olarte, D., A. Amaro, J. L. Bowen 2010
Coronel y D. C. Taphorn. 2006a. Integrity  Megalopidae Megalops atlanticus Valenciennes 1847 me SCD
Bibliografía of fluvial fish communities is subject to
• Alvarado, H. 2010. Caracterización estruc-
environmental gradients in mountain Clupeiformes 
tural y florística de un bosque ribereño de
streams, Sierra de Aroa, north Caribbean Clupeidae Harengula jaguana Poey 1865 me SC
la cuenca del río Tocuyo (Tocuyo Occiden-
coast, Venezuela. Neotropical Ichthyology 4 Anchoa parva (Meek y Hildebrand 1923) me SC
tal), estado Lara, Venezuela. Ernstia 20 (1):
(3): 319-328.
1-20. Engraulidae Anchovia clupeoides (Swainson 1839) me SC
• Rodríguez-Olarte, D., A. Amaro, J. L. Co-
• Cartaya, S. y W. Méndez. 2005. Modelo
ronel y D. C. Taphorn. 2006b. Los peces del Cetengraulis edentulus (Cuvier 1829) me SC
geomorfológico de un estuario tropical
río Aroa, cuenca del Caribe de Venezuela.
caribeño: desembocadura del río Hueque, Odontognathus compressus Meek y Hildebrand
Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Pristigasteridae me SC
costa oriental del estado Falcón, Venezue- 1923
la. Investigación y Postgrado 20 (1): 143-174. Naturales 164: 125-152.
• Rodríguez-Olarte, D., D. C. Taphorn y J. Characiformes  
• Lasso, C. A. 2008. Peces. Pp. 220-263. En:
Rodríguez, J. P. y F. Rojas Suárez (Eds.). Li- Lobón-Cerviá. 2009. Patterns of freshwa- Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) CM de S
bro Rojo de la Fauna Venezolana. Tercera ter fishes of the Caribbean versant of Vene- Astyanax magdalenae Eigenmann y Henn 1916 CM d S
Edición. Provita y Shell de Venezuela, S. A., zuela. International Review of Hydrobiology
94 (1): 67-90. Astyanax metae Eigenmann 1914 CO d S
Caracas, Venezuela.
• Lasso, C. A., D. Lew, D. Taphorn, C. DoNas- • Rodríguez-Olarte, D., J. L. Coronel, D. C. Astyanax venezuelae Schultz 1944 CO d S
cimiento, O. M. Lasso-Alcalá, F. Provenza- Taphorn y A. Amaro. 2007. Los peces del
Bryconamericus alpha Eigenmann 1914 CO d
no y A. Machado-Allison. 2004. Biodiver- río Tocuyo, Vertiente del Caribe, Venezue-
sidad ictiológica continental de Venezuela. la: un análisis preliminar para su conser- Bryconamericus charalae Román-Valencia 2005 E C d
Parte I: lista de especies y distribución por vación. Memoria de la Fundación La Salle de Bryconamericus cismontanus Eigenmann 1914 CO d
cuencas. Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 165: 45-72.
Ciencias Naturales 159-160: 105-195. • Rodríguez-Olarte, D., J. I. Mojica, D. C. Ta- Bryconamericus loisae Géry 1964 CO d
 
• Lentino, M. y A. R. Bruni. 1994. Humeda- phorn. 2011a. Chapter Fifteen. Northern Colossoma macropomum (Cuvier 1816)* O d SC
les costeros de Venezuela: situación am- South America: Magdalena and Maracai- Characidae
Creagrutus crenatus Vari y Harold 2001 E A d
biental. Sociedad conservacionista Audu- bo Basins. Pp. 243-257. En: Albert, J. S. y
bon de Venezuela. Caracas. 188 pp. R. Reis (Eds.) Historical Biogeography of Creagrutus hildebrandi Schultz 1944 MC d
• Matteucci, S., A. Colma y L. Pla. 2001. Fal- Neotropical Freshwater Fishes. University Creagrutus lassoi Vari y Harold 2001 E AC d
cón y sus recursos naturales. Base electró- of California Press: Berkeley, CA, USA.
Creagrutus lepidus Vari, Harold, Lasso y
nica de información biofísica. Programa de • Rodríguez-Olarte, D., D. C. Taphorn y J. E C d O
Machado-Allison 1993
Investigación para el Desarrollo Regional. Lobón-Cerviá. 2011b. Do protected areas
CONICIT y Decanato de Extensión y Pro- conserve Neotropical freshwater fishes? A Creagrutus melasma Vari, Harold y Taphorn
CO d
ducción UNEFM. Coro, Venezuela. 1994
case study of a biogeographic province in
• Ovalles, F. A., A. Cortéz, M. F. Rodríguez, J. Venezuela. Animal Biodiversity and Conser- Gephyrocharax melanocheir Eigenmann 1912 MCO d
C. Rey y E. Cabrera-Bisbal. 2008. Variación vation 34.2: 273-285. Gephyrocharax valencia Eigenmann 1920 O d

426 427
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RÍOS COSTEROS E ICTIOFAUNAS

K. González-O.

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

 Orden / Famila Especie DG DL H U  Orden / Famila Especie DG DL H U


Gephyrocharax venezuelae Schultz 1944 C d Ancistrus gymnorhynchus Kner 1854 C d S
Hemibrycon jabonero Schultz 1944 MC d Ancistrus triradiatus Eigenmann 1918 MCO d S
Hyphessobrycon fernandezi Fernández-Yépez Chaetostoma milesi Fowler 1941 MCO d S
E AC d O
1972
Chaetostoma sp. Alto Tocuyo E A d S
Characidae Hyphessobrycon paucilepis García-Alzate,
E A d O Chaetostoma stannii Lütken 1874 E AC d S
Román-Valencia y Taphorn 2008
Hyphessobrycon sovichthys Schultz 1944 MC d O Loricariidae Chaetostoma yurubiense Ceas y Page 1996 E C d S
Nanocheirodon insignis (Steindachner 1880) MC d O Farlowella mariaelenae Martín Salazar 1964 CO d O
Roeboides dientonito Schultz 1944 MCO de Farlowella martini Fernández-Yépez 1972 E C d O
Crenuchidae Characidium chupa Schultz 1944 CO d O Farlowella vittata Myers 1942 CO d O
Curimatidae Steindachnerina argentea (Gill 1858) CO d O Fonchiiichthys rupestris (Schultz 1944) MC d
Prochilodontidae Prochilodus mariae Eigenmann 1922* O d SC Hypostomus pagei Armbruster 2003 E AC de S
Erythrinidae Hoplias malabaricus (Bloch 1794) CO d SC Gymnotiformes 
Lebiasinidae Lebiasina erythrinoides (Valenciennes 1850) CO d S Apteronotidae Apteronotus ferrarisi de Santana y Vari 2013 E C d O
Parodontidae Parodon apolinari Myers 1930 CO d Gymnotidae Gymnotus carapo Linnaeus 1758 CO d O
Siluriformes  Hypopomidae Brachyhypopomus diazi (Fernández-Yépez 1972) CO d O
Amphiarius rugispinis (Valenciennes 1840) me SC Salmoniformes  
Bagre marinus (Mitchill 1815) me SC Salmonidae Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792)* d SCD
Ariidae
Cathorops spixii (Agassiz 1829) me SC Gobiesociformes 
Sciades proops (Valenciennes 1840) me SC Gobiesocidae Gobiesox barbatulus Starks 1913 me
Pimelodus blochii Valenciennes 1840* O d S Atheriniformes  
Pimelodidae
Pseudoplatystoma sp. * O d SCD Atherinidae Atherinella brasiliensis (Quoy y Gaimard 1825) me S
Batrochoglanis mathisoni (Fernández-Yépez Cyprinodontiformes 
Pseudopimelodidae E AC d S
1972)
Limia heterandria Regan 1913 C de
Cetopsorhamdia sp. Aroa E C d
Poecilia caucana (Steindachner 1880) MCO de O
Cetopsorhamdia sp. Tocuyo E A d
Heptapteridae Poecilia dauli Meyer y Radda 2000 MC d
Pimelodella odynea Schultz 1944 MC d S Poeciliidae
Poecilia koperi Poeser 2003 MC d O
Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) MCO d S
Poecilia reticulata Peters 1859 CO d O
Cetopsidae Cetopsis orinoco (Schultz 1944) CO d
Poecilia sphenops Valenciennes 1846 C de
Trichomycterus arleoi (Fernández-Yépez 1972) E C d
Austrofundulus leohoignei Hrbek, Taphorn y
E C d O
Trichomycteridae Trichomycterus rivulatus Valenciennes 1846 CM d S Rivulidae Thomerson 2005
Trichomycterus sp. Tocuyo E A d Anablepsoides hartii (Boulenger 1890) C de O
Corydoras aeneus (Gill 1858) CO d O Cyprinodontidae Cyprinodon dearborni Meek 1909 MCO de
Callichthyidae
Hoplosternum littorale (Hancock 1828) CO d S Syngnathiformes  
Ancistrus falconensis Taphorn, Armbruster y Syngnathidae Microphis lineatus brachyurus (Bleeker 1854) de
Loricariidae E Cr d S
Rodríguez-Olarte 2010

428 429
XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

RÍOS COSTEROS E ICTIOFAUNAS

K. González-O.

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

 Orden / Famila Especie DG DL H U  Orden / Famila Especie DG DL H U


Synbranchiformes  Sciaenidae Umbrina coroides Cuvier 1830 me S
Synbranchidae Synbranchus marmoratus Bloch 1795 CO d Polynemidae Polydactylus virginicus (Linnaeus 1758) me S
Perciformes  Agonostomus monticola (Bancroft 1834) de S
Centropomus ensiferus Poey 1860 me SC Mugil curema Valenciennes 1836 me SC
Centropomidae Centropomus parallelus Poey 1860 me SC Mugilidae Mugil incilis Hancock 1830 me SC
Centropomus undecimalis (Bloch 1792) me SC Mugil liza Valenciennes 1836 me SC
Caranx hippos (Linnaeus 1766) me S Mugil trichodon Poey 1875 me SC
Caranx latus Agassiz 1831 me S Andinoacara pulcher (Gill 1858) C de S
Carangidae Chloroscombrus chrysurus (Linnaeus 1766) me S Caquetaia kraussii (Steindachner 1878) MC de SC
Selene vomer (Linnaeus 1758) me S Cichla orinocensis Humboldt 1821 [Introducido] O d SCD
Cichlidae
Trachinotus falcatus (Linnaeus 1758) me S Crenicichla geayi Pellegrin 1903 CO d S
Lutjanidae Lutjanus griseus (Linnaeus 1758) me S Geophagus sp. * O d SCD
Diapterus rhombeus (Cuvier 1829) me S Oreochromis sp. * de SCD
Eucinostomus argenteus Baird y Girard 1855 me S Eleotridae Eleotris pisonis (Gmelin 1789) C de
Gerreidae Eucinostomus gula (Quoy y Gaimard 1824) me S Awaous banana (Valenciennes 1837) C de S
Eugerres plumieri (Cuvier 1830) me S Evorthodus lyricus (Girard 1858) me
Gobiidae
Gerres cinereus (Walbaum 1792) me S Gobionellus oceanicus (Pallas 1770) me
Anisotremus virginicus (Linnaeus 1758) me S Sicydium plumieri (Bloch 1786) me
Conodon nobilis (Linnaeus 1758) me S Ephippidae Chaetodipterus faber (Broussonet 1782) me
Haemulidae Genyatremus luteus (Bloch 1790) me S Pleuronectiformes 
Orthopristis ruber (Cuvier 1830) me S Achiridae Achirus lineatus (Linnaeus 1758) me
Pomadasys crocro (Cuvier 1830) de S Trinectes maculatus (Bloch y Schneider 1801) me
Soleidae
Sparidae Archosargus rhomboidalis (Linnaeus 1758) me S Trinectes paulistanus (Miranda Ribeiro 1915) me
Cynoscion acoupa (Lacepède 1801) me S Citharichthys spilopterus Günther 1862 me
Paralichthyidae
Cynoscion leiarchus (Cuvier 1830) me S Syacium gunteri Ginsburg 1933 me
Larimus breviceps Cuvier 1830. me S Tetraodontiformes  
Micropogonias furnieri (Desmarest 1823) me S Tetraodontidae Sphoeroides testudineus (Linnaeus 1758) me
Odontoscion dentex (Cuvier 1830) me S
Sciaenidae Ophioscion punctatissimus Meek y Hildebrand
me S
1925
Paralonchurus brasiliensis (Steindachner 1875) me S
Stellifer microps (Steindachner 1864) me S
Stellifer rastrifer (Jordan 1889) me S
Stellifer venezuelae (Schultz 1945) me S

430 431
O. Lasso-A.
A. Ortega

Biodiversidad acuática (peces,


crustáceos y moluscos), de los

8.13
ríos costeros del Litoral Central,
vertiente Caribe, Venezuela:
composición, uso y conservación.

Carlos A. Lasso, Evelin Lira, Oscar M. Lasso-Alcalá y Amyra


Cabrera

Resumen naron las tallas pequeñas (> 12 cm). La ri-


Se estudió la riqueza, distribución, algu- queza íctica de los ríos del estado Vargas es
nos aspectos ecológicos y amenazas a las relativamente baja al compararla con las
comunidades de peces, crustáceos y mo- cuencas vecinas (Tuy, Unare, Manzanares
luscos de los ríos costeros del Litoral Cen- y El Guapo). De los crustáceos se identifi-
tral de Venezuela (Estado Vargas, sector caron diez especies de cinco familias: can-
oriental y occidental). Se presenta un lista- grejos (4 especies, 3 especies en el estuario
do de las especies registradas y los resulta- o desembocadura de los ríos y una exclu-
dos de la aplicación de un índice de inter- siva de agua dulce); camarones 6 especies
vención antrópica en los ríos muestreados. (donde destaca el género Macrobrachium
con 5 especies). Finalmente, entre los mo-
Se identificaron 45 especies de peces agru-
luscos se reconocieron cuatro especies de
padas en diez órdenes, 21 familias y 35 gé-
cuatro familias, incluyendo una especie
neros. Los dos órdenes con mayor número
introducida.
de especies y presencia en cada una de los
ríos muestreados fueron los Perciformes Introducción
(29 especies) y Pleuronectiformes (4 espe- El estado Vargas, región donde discurren
cies). Las especies de peces más represen- los ríos costeros del Litoral Central, es un
tativas de acuerdo a su abundancia y fre- importante centro de asentamientos hu-
cuencia de aparición fueron: Mugil curema, manos, desarrollo turístico y portuario,
Mugil sp., Agonostomus monticola, Awaous donde el uso racional y sostenible de sus
banana, Sicydium plumieri, Eleotris perniger, recursos acuáticos así como la conserva-
Eleotris amblyopsis, Achirus lineatus, Achi- ción, tropieza constantemente con la au-
rus achirus y Trinectes paulistanus. Desde el sencia de información básica sobre los or-
punto de vista biogeográfico, la ictiofauna ganismos que habitan estos sistemas.
de los ríos del Litoral Central es bastante
uniforme, presentando mayor riqueza en Entre los estudios relativos a la ictiofauna
la desembocadura de los ríos, donde domi- de los ríos del Litoral Central y áreas adya-

Gobiesox cephalus, vista ventral. Foto: A. Cabrera 433


XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

VERTIENTE CARIBE VENEZUELA

L. García-M.

centes, destacan los de Mago (1968) sobre Lago de Valencia y Caribe. Dentro de esta de los períodos pre-cretáceos, época en las vertientes de la cordillera de la Costa
los peces del río Guaire; Fernández-Yépez última cuenca o vertiente, se encuentra la que permanecieron hundidos bajo las (Mendoza op. cit.). Muchos de estos ríos se
(1972) sobre el río Yaracuy y ríos del Litoral los ríos del Litoral Central, objeto de este aguas del Caribe por muchísimo tiempo, encuentran altamente contaminados des-
Central (Maya, Mamo, Osorio, Los Cara- estudio. para emerger luego en el período Tercia- de hace al menos unos 20 años, en especial
cas y Chuspa); Marrero y Machado-Allison rio, con una composición geológica de nei- los de la zona central del litoral (Aristi-
(1990) que estudiaron también algunos Desde hace unos 80 millones de años co- ses y rocas esquistosas y algunos estratos guieta 1989). Existe una carencia marcada
aspectos ecológicos de los peces de los ríos menzó a elevarse la serranía del litoral calcáreos (FUNDENA 2002). El estado de sistemas de cloacas y la deforestación
Panaquiare, Urba y Yaguapa (cuenca del sobre una base de rocas antiguas del Pa- cuenta con una superficie de unos 1497 incontrolada de sus cuencas ha mermado
Tuy); Penzcak y Lasso (1992) que realiza- leozoico y Mesozoico, donde dominan km2, y se sitúa en la región centro norte el caudal de los ríos, de tal manera que a
ron un estudio sobre ecología poblacional granitos gnéisicos y esquistos. En la ac- costera, extendiéndose desde el río Maya, veces llega a situaciones extremas de se-
en el río Todasana (Litoral Central); Cam- tualidad hay cumbres que sobrepasan los donde colinda con el estado Aragua, hasta quía total. También se pueden encontrar
pos y Suárez (1996), que compilaron infor- 2000 m de altitud y que constituyen el ac- el río Chuspa donde limita con el estado en los cursos de agua desperdicios indus-
mación biológica e ictiologíca de la cuenca cidente geográfico más característico del Miranda. Por el sur comienza con el Peñón triales y depósitos de basura (Berry 1989).
del río Tuy. Por último, González-Oropeza área central del norte de Venezuela. Otro de Gabante, al oeste sigue la Fila Maestra El clima del estado Vargas es semiárido e
et al. (2015, este volumen) que estudia- perfil tectónico, más reciente, determinó de la cordillera de la Costa hasta el Alto de isotermo y varía según la altitud. En las
ron en detalle la ictiofauna de esta última el surgimiento de la serranía del interior Irapa, para luego continuar en dirección zonas inferiores a los 400 m s.n.m. pre-
cuenca. Respecto a los crustáceos y molus- creando, unos 12 millones de años atrás, norte por la fila hasta Cerro Negro. Des- dominan las altas temperaturas (26,1º C
cos, el desconocimiento es prácticamente el perfil básico de esta zona. Estos pro- de este punto, en dirección al este, corta aproximadamente), mientras que la hu-
total, y no hay publicaciones al respecto cesos dieron lugar a depresiones de gran la quebrada de Tacagua y continúa por la medad relativa media es de 77%. A pesar
-salvo algunas referencias muy puntuales magnitud que, matizadas por el acarreo Fila Maestra hasta el pico de Capaya, don- de que la humedad es alta, las precipitacio-
en revisiones taxonómicas- , provenientes de materiales, definen la cuenca con sus de nace el río Chuspa (Figura 1) (Mendoza nes son escasas como consecuencia de que
de las colecciones realizadas por el Museo numerosos ríos de diverso caudal (PDV- 2004). el terreno se recalienta y guarda parte del
de Historia Natural La Salle, Instituto Ve- SA 1993). La cuenca del Caribe llamada calor, incluso en horas nocturnas, lo cual
nezolano de Investigaciones Científicas y por algunos autores vertiente del Caribe, Posee un sistema hidrográfico formado facilita la condensación (Figura 2) (FUN-
la Universidad Central de Venezuela. comprende numerosos ríos que conside- por ríos y quebradas que se originan en DENA 2002).
rados aisladamente formarían cuencas
Dada entonces la falta de información so- separadas, las cuales drenan en el mar
bre la ictiofauna, carcinofauna y malaco- Caribe desde La Guajira hasta la península
fauna de los ríos del Litoral Central, así de Paria. En general los ríos de estas cuen-
como las amenazas al área cada vez más cas son de corto recorrido y entre ellos se
crecientes, se planteó como objetivo gene- pueden mencionar a el Limón, Tocuyo,
ral de este trabajo, inventariar y conocer la Aroa, Yaracuy, Guegue, Tuy, Unare, Neveri
distribución geográfica de las especies de y Manzanares como los más importantes
peces crustáceos y moluscos en los diferen- (Mago 1970), pero hay una serie de ríos
tes ríos de este sistema, específicamente en más pequeños, arroyos o quebradas cos-
los sectores oriental y occidental del estado teras que desembocan directamente en la
Vargas; y evaluar al mismo tiempo el im- costa, especialmente en la región central
pacto antrópico en estos ríos costeros. de Venezuela (estado Vargas), que no han
sido prospectados y muestran una biota
Material y métodos acuática de gran interés muy amenazada
como se señaló anteriormente.
Área de estudio
Venezuela cuenta con siete cuencas hi- El estado Vargas presenta un paisaje geo-
drográficas (Mago 1970): Orinoco, Mara- gráfico constituido por una faja angosta
caibo, Cuyuní, Golfo de Paria, Río Negro, de terrenos, cuya composición rocosa data Figura 1. Mapa de la localización geográfica del estado Vargas. Fuente: FUNDENA (2002).

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Localidades de muestreo cm entrenudo) y red o cuadrata con marco


Se hicieron muestreos semanales, comen- metálico, 80 x 80 cm (0,5 cm entrenudo).
zando el 15 de abril del 2005 hasta el 29 Las muestras de peces y los otros inverte-
de junio del mismo año (Tabla 1). Esos ríos brados (crustáceo y moluscos) fueron de-
fueron muestrados de manera eventual en positados en el MHNLS.
los años siguientes. En la figura 3 se ilus-
tran algunos de los ríos estudiados. En Índice de intervención antrópica (IIA)
cada una de las localidades de muestreo Se utilizó un índice de intervención antró-
se tomaron las coordenadas geográficas pica (IIA), de fácil aplicación en el campo,
y la altura de las estaciones, mediante un que arroja resultados sencillos en cuanto a
GPS. Además se registró la temperatura la interpretación de la información sobre
del agua, con un termómetro de 0,1°C de el nivel de la intervención antrópica al que
apreciación y la salinidad con un refrac- están sometidos los ríos. Para el diseño
tómetro estándar. Dependiendo del tipo del índice se consideraron las siguientes
de hábitat se utilizaron diferentes artes variables:
Figura 2. Perfil de la vegetación del litoral central. Fuente: PDVSA (1993). de pesca: a) redes de playa o chinchorros,
15 x 2 m-2 x 1 m (1,5 cm-0,2 cm entrenu- 1. Presencia de desechos sólidos orgáni-
do); redes de mano o salabardos, 40 x 40 cos e inorgánicos de origen antrópico (p.
cm y 25 x 25 cm de diámetro (0,5 cm-0,3 e. basura).
En el litoral central existen laderas de in- cas de los siguientes museos: Museo de
clinación variable, valles sedimentarios, Biología de la Universidad Central de Ve-
lechos de ríos y quebradas, que fueron po- nezuela, Caracas (MBUCV); Museo de His-
bladas por una vegetación cambiante don- toria Natural la Salle, Caracas (MHNLS)
de las elevadas montañas han definido, y el Museo de la Estación Biológica de
sobre otros patrones, una sucesión altitu- Rancho Grande, Maracay (EBRG). Esto se
dinal con dos zonas de vida contrastantes. realizó para recopilar toda la información
Las laderas más húmedas, aun preservan existente sobre la biota acuática (peces,
bosques nublados con árboles que alcan- crustáceos y moluscos) de los ríos coste-
zan hasta 60 m de altura y constituyen uno ros, conocer su distribución y establecer
de los ecosistemas más complejos y diver- las localidades de muestreo desconocidas
(vacíos espaciales). Se establecieron así dos
sos del mundo. Aquí las franjas altitudina- a. b.
sectores de muestreo para la investigación:
les son más evidentes y se puede observar
el sector occidental, que comprendió los
cómo el espinar costero árido, es gradual-
ríos Puerto Maya, Puerto Cruz, El Limón,
mente sustituido por bosques secos a semi- Chichiriviche y Oricao; y el sector oriental
deciduos (bosques alisios) en las altitudes con los ríos Los Caracas, Osma, Todasana,
medias y bosques densos nublados con La Sabana, Caruao y Chuspa. El sector cen-
muchas palmas y epifitas por encima de los tral del estado Vargas no fue muestreado,
800 ó 1000 m s.n.m. Aun más arriba puede debido a sus altos focos de contaminación,
verse un arbustal enano, característico de peligrosidad de la zona y difícil acceso. De
las cumbres elevadas con afinidad en las esta manera, gran parte de la ictiofauna re-
adaptaciones (PDVSA 1993). lativa a este sector proviene de las especies
recolectadas o citadas en el estado Vargas c. d.
Metodología de campo por otros autores (Schultz 1949 y Fernán-
Desde un principio se procedió a consultar dez-Yépez 1972), además de las especies Figura 3. Ríos muestreados. a - b) río Limón; c) río Aricagua; d) río Los Caracas. Fotos: C.
las bases de datos y colecciones ictiológi- depositadas en el MHNLS. A. Lasso.

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Tabla 1. Localidades de muestreo en los ríos del estado Vargas (sector oriental y occidental).

Coordenadas
Código Localidad Fecha
geográficas
EVE 46 Río El Limón; pueblo El Limón 10º 28’ 21’’ N 67º 17’ 47’’ W 15/04/2005
EVE 47 Río Puerto Cruz 10º 32’ 19’’ N 67º 20’ 31’’ W 21/04/2005
Río Los Caracas (debajo del puente);
EVE 48 10º 37’ 48’’N 66º 34’ 24’’ W 21/04/2005
Ciudad Vacacional Los Caracas
Río Los Caracas (desembocadura);Ciudad
EVE 49 10º 37’ 42’’ N 66º 34’ 26’’ W 21/04/2005
Vacacional Los Caracas
EVE 50 Río Osma (desembocadura) 10º 37’ 47’’ N 66º 30’ 58’’ W 29/04/2005
Río Botuco; afluente del río Los Caracas;
EVE 51 10º 37’ 17’’ N 66º 33’ 44’’ W 29/04/2005
Ciudad Vacacional los Caracas
Río Chichiriviche (desembocadura);
EVE 52 10º 33’ 01’’ N 67º 14’ 30’’ W 09/05/2005
Chichiriviche
Río Chichiriviche (parte alta);
EVE 53 10º 32’ 11’’ N 67º 14’ 31’’ W 09/05/2005
Chichiriviche Figura 4. Representación de los órdenes según el porcentaje del número de especies de la
Río Todasana (desembocadura); ictiofauna de los ríos del estado Vargas (sector oriental y occidental).
EVE 54 10º 37’ 40’’ N 66º 27’ 32’’ W 13/05/2005
Todasana
EVE 55 Río Todasana (parte alta); Todasana 10º 37’ 37’’ N 66º 26’ 53’’ W 13/05/2005
Río Panecillo (desembocadura); La
EVE 56 10º 36’ 46’’ N 66º 22’ 01’’ W 28/06/2005 dontiformes (2 familias, 2 géneros y 3 es- Citharichthys spilopterus), y Syngnathifor-
Sabana
EVE 57 Río Caruao (desembocadura); Caruao 10º 36’ 22’’ N 66º 20’ 01’’ W 28/06/2005 pecies - 7 %). El 12% restante corresponde mes con Microphis brachyurus.
a los otros seis órdenes: Elopiformes, An-
EVE 58 Río Chuspa (desembocadura); Chuspa 10º 37’ 11’’ N 66º 18’ 46’’ W 29/06/2005
guilliformes, Gobiesociformes, Syngnathi- El río Chuspa registró la mayor riqueza
formes y Synbranchiformes (Figura 4). de especies (16 sp. - 20%), seguido del río
Todasana (13 sp. - 16 %), Los Caracas (11
Distribución espacial sp. – 14 %), Osma (9 sp. – 11 %), Puerto
2. Actividades ganaderas (p. e. sitios de El índice de (IIA) es la sumatoria de las sie- El grupo dominante en el área de estudio Cruz (8 sp. – 10 %), Panecillo (8 sp. – 10
bebedero o lugares de alimentación y baño te variables, siendo el río más intervenido fueron los Perciformes (incluyendo los Mu- %), Chichiriviche (6 sp. – 8 %), Caruao (5
de ganado). el que obtiene un valor mayor. El índice giliformes actuales), con nueve familias, sp. – 6 %), Botuco (3 sp. – 4 %) y finalmente
3. Tala y deforestación en los alrededores o varía entonces entre 0 y 14. 21 géneros y 27 especies. Además estuvo la parte alta del río El Limón con una sola
en el propio río. presente en todas las localidades mues- especie (Figura 5).
4. Uso doméstico y recreativo (p. e. balnea- Resultados y discusión treadas, siendo la familia Mugilidae con
rios, lavado de ropa, vehículos, etc.). tres especies (Mugil curema, Mugil sp y Ago- Los tres ríos con la mayor riqueza de es-
5. Pesca de subsistencia. Peces nostomus monticola), Gobiidae con cuatro pecies mostraron una mayor similitud a
6. Cercanía a viviendas pobladas. Composición especies (Eleotris perniger, Eleotris amblyop- nivel fisiogeográfico, gemorfológico, área
7. Cercanías a vías principales de comuni- Se identificaron 45 especies agrupadas sis, Awaous banana y Sicydium plumieri) y de drenaje y de hábitats compartidos. En
cación. en diez órdenes, 21 familias y 35 géneros Gerreidae con Eucinostomus melanopterus, relación a la distribución, se observó prác-
(Anexo 1). El orden mejor representado las más representativas en cuanto a abun- ticamente el mismo patrón en cada uno de
A cada variable se le asignó un valor entre fueron los Perciformes (8 familias, 19 gé- dancia y representatividad en cada uno de los ríos muestreados. En las partes bajas
0 y 2: neros y 27 especies - 64 %), seguido de los los ríos muestreados. Otros grupos impor- y en su desembocadura, las especies do-
0 = Ausente. Pleuronectiformes (2 familias, 3 géneros y tantes fueron los Pleuronectiformes (len- minantes fueron los juveniles de especies
1 = Presente en baja proporción. 4 especies - 10 %), Characiformes (2 fami- guados) con cuatro especies (Achirus achi- marinas ocasionales que usan el estuario
2 = Presente en alta proporción. lias, 2 géneros y 3 especies - 7 %), Cyprino- rus, Achirus lineatus, Trinectes paulistanos y (p. e. Megalops atlanticus, Centropomus spp,

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Figura 5. Número de especies colectadas en los ríos muestreados.

Selene vomer, Caranx spp, Eucinostomus spp, En las zonas más altas de los ríos (> 1000
Achirus spp, Sphoeroides testudineus, etc.) y m desde la desembocadura) se observan
que pueden penetrar unos cientos de me- ejemplares de talla considerablemente
tros aguas arriba en aquellos ríos en los que mayor que en las secciones más bajas,
se forman deltas pequeños. Una vez cambia como es el caso de Gobiomorus dormitor,
la pendiente y geomorfología del cauce, es- Anguilla rostrata, Awaous banana, Synbran-
tas especies desaparecen y son sustituidas chus marmoratus, Gobiesox nudus, Lutjanus Figura 6. Peces del género Sicydium remontando por el dique del río Botuco. Foto: O. M.
por las especies básicamente diádromas o apodus y Agonostomus monticola. La espe- Lasso-Alcalá.
primarias de agua dulce. Las especies de cie que se encuentra a mayor altitud es
los ríos costeros del Litoral Central son en Anablepsoides hartii, presente tanto en el
su mayoría diádromas, destacando las de cauce principal del río como en pequeños
la categoría anfídroma como los góbidos o charcos marginales. Aunque no se pudo
fuertes, diques, etc.), las cuales pueden ser Chuspa) para la fecha de esta investiga-
peguitas (Scydium plumieri, Awaous banana, muestrear adecuadamente en la sección
en algunos casos superadas (Figura 6). ción, puede ser un reflejo de su extinción
Eleotris spp, Gobiomorus dormitor) y las li- alta de los ríos, se observó en general un
local este es el caso de Odontostilbe pulcher,
sas de río o lajaos (Agonostomus monticola). patrón de disminución de la riqueza íctica
Hay algunas especies dulceacuícolas Hemibrycon sp., Steindachnerina argentea,
En la categoría de catádromas está la an- con la altura.
primarias citadas por Fernández-Yépez Characidium chupa, Gymnotus carapo, Chae-
guila americana (Anguilla rostrata). Hay
(1972) que no han vuelto a ser colectadas totoma stannin y Lasriancistrus nationi.
también especies residentes permanen- Todos los ríos costeros del Litoral Central,
en los ríos Chuspa, Los Caracas, Mamo,
tes del estuario como Microphis brachyu- dada sus pendientes, topografía y escalo-
Maya y Osorio. La ausencia de estas es- En las figuras 7 a 9 se ilustran algunas de
rus o restringidas a las aguas dulces como namientos, muestran numerosas barre-
pecies en estos ríos (p. e. Los Caracas y las especies de peces más representativas.
las especies de agua dulce primarias (p. ras ecológicas naturales o artificiales a la
e. Astyanax bimaculatus, Poecilia reticulata, dispersión de las especies diádromas (p.
Synbranchus marmoratus). e. saltos, caídas, grandes lajas, corrientes

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a. b. a. b.

c. d. c. d.

e. f. e. f.

Figura 7. a) Astyanax bimaculatus; b) Gobiesox cephalus; c) Microphis brachyurus; d) Synbran- Figura 8. a) Eucinostomus melanopterus; b) Eleotris sp.; c) Evorthodus lyricus, d) Sicydium sp.
chus marmoratus; Caranx sp.; f) Centropomus undecimalis. Fotos: A. Cabrera (a, b, e), O. M. (patrón coloración 1); e) Sicydium sp. (patrón de coloración 2); f) Pomadasys croco. Fotos: A.
Lasso-Alcalá (c, d). Cabrera (a, b), O. M. Lasso-Alcalá (c, d, e), C. A. Lasso (f).

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capturan en las pozas de mayor volumen introducida (Tabla 2). La caracola (Marisa
y profundidad. cornuarietis) es común en aguas más es-
tancadas y en ocasiones eutrofizadas, solo
En la figura 10 se muestran algunos crus- se observó en el río Chuspa (Figura 11a).
táceos típicos de los ríos costeros. Pachychilus laevissimus fue el caracol más
abundante en los ríos costeros y muy co-
Entre los moluscos se reconocieron cuatro mún en cualquier tipo de hábitat (Figura
especies de tres familias, incluyendo una 11b). La quigüa o caracol (Neritina punctu-

a. b.

Tabla 2. Lista de crustáceos y moluscos de los ríos del Litoral Central. (*) especie introducida.

CRUSTACEOS
Taxa Nombre común
Gecarcinidae  
Cardisoma guanhumi (Latreillei 1825) Cangrejo de manglar, cangrejo azul, moro
Atyidae  
c. d. Atya scabra (Leach 1816) Burro, cochinito
Palaemonidae  
Macrobrachium acanthurus (Wiegmann 1836) Camarón brazo largo, amarillo
Figura 9. a) Agonostomus monticola; b) Mugil curema; c) Achirus sp.; d) Trinectes paulistanus. Candelillla, rey candela, rayao, rabo de candela,
Fotos: A. Cabrera. Macrobrachium carcinus (Linneus 1758)
camacuto
Macrobrachium crenulatum Holthuis 1950 Camarón
Macrobrachium hetrochirus (Wiegmann 1836) Camarón
Crustáceos y moluscos la desembocadura. El cangrejo macanudo Macrobrachium olfersi (Wiegmann 1836) Macana gorda, Popeye, induo
De los crustáceos se identificaron diez es- (Eudaniella garmani) es exclusivo de aguas Portunidae  
pecies de cinco familias: cangrejos 4 espe- dulces y solo se observa a partir de los 800 Callinectes bocourti (Edwards 1879) Jaiba, cangrejo
cies (3 especies en el estuario o desembo- m de la desembocadura. Callinectes sapidus (Rathbun 1896) Jaiba, cangrejo
cadura de los ríos y una exclusiva de agua
Pseudothelpusidae  
dulce); camarones 6 especie, donde desta- Los camarones son muy abundantes en Eudaniella garmani (Rathbun 1898) Macanudo, cragui, macanguero, cangrejo de río
ca el género Macrobrachium con 5 especies todos los ríos costeros del Litoral Central
(Tabla 2). MOLUSCOS
con una densidad de 118 a 285 ind./100 Taxa Nombre común
m2 y una biomasa de 60 a 233 g/100 m2
El cangrejo azul (Cardisoma guanhumi) Ampullaridae  
(Penczak y Rodríguez 1990). El camarón
es de hábitos más terrestres, se observa Marisa conuarietis (Linnaeus 1758) Caracola
burro (Atya scabra) es frecuente en zonas
en las orillas del río donde cavan sus ni- Melaniidae  
dos en la tierra, también debajo de tron- de mas corriente y se oculta debajo de las
Pachychilus laevissimus (Sowerby 1824) Caracol
cos sumergidos. Llega hasta unos 300 m piedras y troncos. Los camarones del gé-
Neritidae  
de la desembocadura de los ríos. Hay dos nero Macrobrachium suelen ser nocturnos
y se encuentran en todos los ríos costeros Neritina punctulata (Lamarck 1816) Quigüa, caracol
especies de jaibas (Callinectes bocourti y
Callinectes sapidus), comunes en fondos debajo de las piedras, entre la vegetación y Thiaridae  
fangosos y arenosos hasta los 300 m de hojarasca. Los individuos más grandes se Thiara granifera (Lamarck 1822)* Caracol

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lata) es una especie diádroma frecuente del setenta (Figura 11d). Su introducción áreas perturbadas y contaminadas con ex- azul (C. guanhumi) y las jaibas (Callinectes
en cualquier tipo de sustrato (Figura 11c). está asociada con la desaparición en los ceso de materia orgánica, por lo cual es un spp) (Figura 12).
Por último, Thiara granifera es un caracol ríos del Litoral Central de Biomphalaria buen bioindicador.
introducido de origen asiático que proba- glabrata, vector del Schistosoma mansoni. Índice de intervención antrópica
blemente llegó a Venezuela en la década Es una especie que se adapta y coloniza las Uso y conservación de las especies El índice de intervención antrópica (IIA)
Los peces son consumidos muy ocasio- surge por la necesidad de evaluar de for-
nalmente y con carácter de subsistencia ma rápida, la intervención humana en di-
o diversión (niños), también como carna- versos ambientes acuáticos. Este índice se
da. Hay unas 21 especies bajo la prime- aplicó en el presente trabajo para obtener
ra categoría. Otras seis especies tienen una aproximación del nivel de interven-
potencial ornamental (Anexo 1). Entre ción humana que experimentan los ríos
los crustáceos se consume con mayor fre- del área de estudio. El río con mayor in-
cuencia al camarón candelilla o camacuto tervención corresponde al río Los Caracas
(M. carcinus) y con carácter ocasional otras (Figura 13), que presenta la mayor canti-
especies (A. scabra, M. acanthurus). Todos dad de variables y muchas con el valor más
los cangrejos son aprovechados también alto. En orden de importancia estas fueron
como subsistencia, en especial el cangrejo la presencia de desechos sólidos, tala y de-

a. b.

c. d.
a. b.

e. f.
c. d.
Figura 10. Crustáceos de los ríos costeros: a) Atya scabra; b) Macrobrachium carcinus; c)
Macrobrachium sp.; d) Callinectes sp.; e) Cardisoma guanhumi; f) cangrejo no identificado. Figura 11. Moluscos de los ríos costeros. a) Marisa cornuarietis; b) Pachychilus laevissimus;
Fotos: A. Cabrera. c) Neritina punctulata; d) Thiara granifera. Fotos: A. Cabrera.

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forestación, uso doméstico, pesca de sub- río con el menor valor menor del IIA fue
sistencia, cercanía a viviendas y cercanía a el río Panecillo con solo dos variables pre-
vías de comunicación. sentes, la pesca de subsistencia y el uso do-
méstico (Figura 15).
A este le sigue el río Puerto Cruz, en el cual
las variables con un máximo valor fueron La presencia y valoración de estas varia-
la presencia de desechos sólidos, tala y de- bles en las localidades de muestreo indi-
forestación, uso doméstico y cercanía a las can cuan alterados o perturbados están
viviendas (Figura 14). los ecosistemas por la acción del hombre
(Figura 16).
En los ríos restantes las variables más
representativas del IIA, que presentaron Muchos de estos ríos se encuentran alta-
menores valores fueron: uso doméstico, mente contaminados desde hace al menos
cercanía a viviendas, cercanía a vías de co- unos 20 años, en especial los de la zona
municación, presencia de desechos sólidos central del litoral (Aristiguieta 1989).
y la tala y deforestación. Por otro lado, el Existe una carencia marcada de sistemas

Figura 13. Valores de las variables del índice de intervención antrópica (IIA) en el río Los
Caracas.

a. b.

Figura 14. Valores de las variables del índice de intervención antrópica (IIA) en el río
Puerto Cruz.
c. d.

Figura 12. Uso de las especies. a) Pesca de Awaous banana, río Puerto Cruz; b) pesca de de cloacas y la deforestación incontrolada También se pueden encontrar en los cur-
Gobiomorus dormitor, especie de mayor tamaño en ríos costeros; c) pesca de subsistencia de de sus cuencas ha mermado el caudal de sos de agua desperdicios industriales y de-
camarones; d) pesca de subsistencia de camarones y cangrejos. Fotos: O. M. Lasso-Alcalá los ríos, de tal manera que a veces llega pósitos de basura (Berry 1989).
(a), C. A. Lasso (b - d). a situaciones extremas de sequía total.

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Las amenazas de origen hidro-meteoro- • Campos, M. y R. Suárez. 1996. Inventario


lógico presentes en el estado Vargas se preliminar de ictiofauna en el área del em-
deben principalmente a la ocurrencia de balse Taguaza, cuenca del río Tuy, Edo. Mi-
randa, e impactos potenciales de la represa
fuertes vientos y a las lluvias de alta inten-
sobre los peces. PROFAUNA: serie de infor-
sidad y de larga duración. Fenómenos que mes técnicos dirección general de fauna /
pueden ocurrir separadamente, secuen- IT/ 386. Ministerio del Ambiente y de los
cial o simultáneamente. Esta variación de- Recursos Naturales. 27 pp.
pende de una serie de factores, tales como • Fernández-Yépez, A. 1972. Análisis ictio-
la latitud, el relieve, la cercanía al mar, la lógico del complejo hidrológico 04 “Río
orientación de la línea costera y la zona de Yaracuy”. Dirección de Obras Hidráulicas.
convergencia intertropical. Esta última, se Ministerio de Obras Públicas. Caracas, Ve-
forma por la confluencia de los alisios del nezuela. 66 pp.
• FUNDENA. 2002. Estado Vargas. [On line]
noroeste con los alisios del sudeste y causa
[citado 3 marzo del 2005]. Disponible
la temporada de lluvias en el país de mayo en:http://www.fudena.org.ve/semaforo_
a noviembre y la alta presión del Atlánti- playas-vargas.htm
co, que determina el período de sequía de • Marrero, C. y A. Machado-Allison. 1990.
Figura 15. Valores de las variables del índice de intervención antrópica (IIA) en el río
noviembre a abril. También es responsable Inventario y notas ecológicas de los pe-
Panecillo.
de las perturbaciones tropicales, siendo la ces de los ríos Panaquire, Urba y Yaguapa
más frecuente la onda tropical, que a su (cuenca del río Tuy). Biollania 7 (1): 55-82
paso por el Mar Caribe aumenta la esco- • Mago, F. 1968. Notas sobre los peces del río
Guaire. Pp. 228-256. En: Universidad Cen-
rrentía en las cuencas (Rodríguez 2003).
tral de Venezuela (Comp.). Ecología vege-
La vaguada de 1999 tuvo un efecto muy tal, fauna. Vol. 1. Ediciones de la biblioteca
marcado sobre la geomorfología de los Central de Venezuela. Caracas.
cauces y probablemente sobre la estruc- • Mago, F. 1970. Lista de peces de Venezuela:
tura biótica. El aporte de grandes piedras incluyendo un estudio preliminar sobre la
y sedimentos arrastrados por las fuertes ictiogeografía del país. M.A.C. Oficina Na-
lluvias rellenaron las secciones medias y cional de Pesca, Caracas Venezuela, 283 pp.
bajas de los ríos y es evidente como dismi- • Mendoza, R. 2004. Vargas. Bibliotecas
a. b. nuyó la profundidad de los cauces en com- virtuales del Estado Aragua. [On-line], (1)
disponible en: http/www.bnv.bib.ve/var-
paración con años anteriores previos a la
gasb.htm.
vaguada (Lasso obs. pers.). • Penzcak, T. y C. Lasso. 1992. Problems of
estimating population parameters and
Bibliografía production of fish in a tropical rain forest
• Aristiguieta, L., M. Lluveres, P. Lluveres y stream, North Venezuela. Hydrobiología
L. Bravo. 1989. Sitios únicos de la región 215: 121-133.
capital. Pp. 79-80. En: Universidad Simón • Penczack, T. y G. Rodríguez. 1990. The use
Bolívar (Comp.). Estudios de los espacios of electrofishing to estimate population
abiertos de la región Capital, vegetación. densities of freshwater shrimps (Decapo-
Vol. 1. Institutos de Estudios Regionales y da, Natantia) in a small tropical river, Ve-
c. d. Urbanos. Caracas, Venezuela. nezuela. Archiv für Hydrobiologie 118 (4):
• Berry, P. 1989. Sitios únicos del litoral 501-509.
Central. Pp. 89-93. En: Universidad Simón • Petróleos de Venezuela, S. A (PDVSA).
Figura 16. Ejemplos de impactos en los ríos muestreados. a) Erosión de cauces, río Limón; Bolívar (Comp.) Estudios de los espacios 1993. Imagen de Venezuela, una visión es-
b) diques que impiden la migración de especies diádromas, río Los Caracas; c) canalización abiertos de la región capital, vegetación. pecial. Caracas. 104 pp.
de cauces, río Los Caracas; d) dragado y afectación del lecho del río Los Caracas. Fotos: C. A. Vol. 1. Institutos de Estudios Regionales y • Rodríguez, L. 2003. Amenazas de eventos
Lasso (a, b), O. M. Lasso-Alcalá (c, d). Urbanos. Caracas, Venezuela. hidrometeorológicos en el Estado Vargas.

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

VERTIENTE CARIBE VENEZUELA

L. García-M.

[On line] [citado 3 marzo del 2005]. Dispo- • Schultz, L. 1949. A further contribution to Anexo 1. Lista de peces de los ríos costeros del Litoral Central. C: consumo, D: diversión,
nible en: www.ucv.ve/cenamb/notas/mar- the ichthyology of Venezuela. Washington, O: ornamental.
zo00_amenaza.htm - 22k. D.C. Smithsonian Institution. Proceedings
United States National Museum. 210 pp.
Taxa Nombre común Usos
Orden Elopiformes    
Familia Megalopidae    
Megalops atlanticus Valenciennes 1847 Sábalo  C
Orden Anguilliformes    
Familia Anguillidae    
Anguilla rostrata (Lesueur 1817) Anguila  
Orden Characiformes    
Familia Characidae    
Sardina de agua dulce, cola
Astyanax bimaculatus (Linnaeus 1758) C,D
roja.
Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardinita de agua dulce C, D
Familia Erythrinidae    
Hoplias malabaricus (Bloh 1794) Guabina C
Orden Gobiesociformes    
Familia Gobiesocidae    
Gobiesox cephalus Lacepède 1800 Peguita  
Orden Cyprinodontiformes    
Familia Poeciliidae    
Poecilia reticulata Peters 1859 Guppy, sardinita O
Poecilia vivipara Bloch y Schneider 1801 Guppy  
Familia Rivulidae    
Anablepsoides hartii (Boulenger 1890) Pez anual  O
Orden Syngnathiformes    
Familia Syngnathidae    
Microphis brachyurus (Bleeker 1854) Pez palo O
Orden Synbranchiformes    
Familia Synbranchidae    
Synbranchus marmoratus Bloch 1795 Anguila C
Orden Perciformes    
Familia Carangidae    
Caranx latus Agasiz 1831 Ojo gordo D
Caranx hippos (Linnaeus 1766) Jurelete, jurel. D
Selene vomer (Linnaeus 1758) Caracaballo.  

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XII. CUENCAS PERICONTINENTALES DE COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ Y VENEZUELA

VERTIENTE CARIBE VENEZUELA

L. García-M.

Anexo 1. Continuación. Anexo 1. Continuación.

Taxa Nombre común Usos Taxa Nombre común Usos


Trachinotus carolinus (Lineaeus 1766) Pampano amarillo   Umbrina coroides Cuvier 1830 Petota  
Familia Centropomidae     Orden Pleuronectiformes    
Centropomus undecimalis (Bloch 1792) Robalo. C,D Familia Achiridae    
Familia Ephippidae     Arrevés, lenguado, arrevés
Achirus achirus (Linnaeus 1758) C
lucio
Chaetodipterus faber (Broussonet 1782) Paguara.  
Achirus lineatus (Linnaeus 1758) Arrevés lagunero  
Familia Gerreidae    
Trinectes paulistanus (Miranda Ribeiro 1915) Lenguado  
Eucinostomus argenteus Baird y Girard 1855 Española de laguna C
Familia Paralichthydae    
Eucinostomus gula (Quoy y Gaimard 1824) Española C
Citharichthys spilopterus Günther 1862 Arrevés común D
Eucinostomus melanopterus (Bleeker 1863) Española de bandera C
Orden Tetraodontiformes    
Gerres cinereus (Walbaum 1792) Muñama C
Familia Tetraodontidae    
Familia Gobiidae    
Sphoeroides testudineus (Linnaeus 1758) Corrotucho verde  
Guabina costeña, guabina
Awaous banana (Valenciennes 1837) C, O
hoyera, chupatierra
Bathygobius soporator (Valenciennes 1837) Guaseta  
Eleotris amblyopsis (Cope 1871) Guabina  C
Eleotris perniger (Cope 1871) Guabina  C
Evorthodus cf. lyricus (Girard 1858) Guabina   
Gobioides broussonnetii Lacepéde 1800 Lamprea  
Gobiomorus dormitor Lacepéde 1800 Guabina C
Sicydium plumieri (Bloch 1786) Peguita  O
Sicydium punctatum Perugia 1896 Peguita  O
Familia Haemulidae    
Conodon nobilis (Linnaeus 1758) Canario  
Haemulopsis corvinaeformis (Steindachner 1868) Cabeza dura  
Pomadasys crocro (Cuvier 1830) Roncador C
Familia Lutjanidae    
Lutjanus cyanopterus (Cuvier 1828) Pargo caballo C
Lutjanus jocu (Bloch y Schneider 1801) Pargo perro C
Familia Mugilidae    
Agonostomus monticola (Bancroft 1834) Lajao, Lisa de río C
Mugil curema Valenciennes 1836 Lisa criolla C
Mugil trichodon Poey 1875 Lisa C
Familia Sciaenidae    
Bairdiella ronchus (Cuvier 1830) Caracare  

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