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🙏🏻🔥 Bendiciones en la Divina voluntad.

Compartimos testimonio de 40 dias de Laura, Costa


Rica.

#Jesús ayuna en mi.


#Ayuno 40 dias
#Ayuno.Oración.Caridad
#Misión Ruah
¡Buen día!, bendiciones para todos.
• Mi nombre es Laura María Segura Muñoz, soy de Costa Rica.

• La primera invitación al ayuno de 40 días, fue por medio de unos hermanos de la Renovación
Carismática de mi Parroquia, pero no me sentí preparada para esto y les dije que lo haría los
miércoles y viernes para empezar, hacia un tiempo lo estaba haciendo, pero como decimos en
Costa Rica, maso menos. Paso el tiempo y lo seguí haciendo y no volví a recordar el ayuno de
40 días, luego otra hermana también de la renovación me conto su testimonio y me invito sentí
que ahora si el Señor me lo decía en serio, me sentí muy animada, le dije a mi amiga que como
ya íbamos a terminar el mes de mayo, y habría una misa especial por el fin del mes, que por
qué no lo iniciábamos ese día, para hacerlo juntas y le pareció, así que así lo hicimos, al
principio no me confesé como lo propone la misión, por mi “condición” de vivir en unión libre,
pero con todo el amor, de vivir con Jesús más presente en mí, pues era el quien ayunaría en
mí, porque por mis fuerzas imposible.

• Así que iniciamos el ayuno el 1 de junio hasta el 10 de julio.


Es una experiencia maravillosa, experimentar el amor de Dios, tan de cerquita digo yo, es
extraordinario, ver como Dios me ama en mi debilidad, por que comer es algo tan natural como
humanos que somos, y ver lo que Dios hace con uno cuando nos entregamos a él es algo
precioso.
• ¿Que hizo Jesús en mí y en mi familia?
Me hizo reparar por el alcoholismo en mi familia y rompió las cadenas
Tengo paz en mí, soy más comprensiva con mis hijos y ellos también están más tranquilos.
En mi experiencia, lo más difícil es que en casa no te apoyen, solo te critiquen, al principio no
les dije nada a mis hijos ni a mi futuro esposo para la gloria de Dios, porque, aunque él nunca
se opone a mis prácticas religiosas, sabía que no iba estar de acuerdo, así que dejé que
pasaran los días, hasta en el día 13 me preguntaron qué porque solo estaba comiendo pan y
tomando agua, les dije que estaba en un ayuno, me preguntaron cuántos días, les dije varios…,
pero insistieron mi futuro esposo para la gloria de Dios y mi hijo mayor así que les dije que 40 y
me hicieron un gesto de desaprobación, y me dijeron que si estaba loca y bueno, yo les dije
que si un poco y que no era cosa mía, que era Jesús quien ayunaba en mí y ya.
En el segundo día de ayuno me dolió muchísimo la cabeza, yo dije Dios mío, no soy yo eres tú,
porque si no yo no voy a poder con esto. Oré mucho, y repetía la jaculatoria, no soy yo eres tú
quien vive en mí, ahora entiendo que debí de reparar, aunque sea un poquito tantas espinas
que he clavado en la sagrada cabeza de mi Jesús, con mi indiferencia y mi frialdad espiritual.
A partir del cuarto día mi olfato percibió un olor muy fuerte a alcohol, prácticamente hasta el
último día, unos días era más fuerte que otros, es ese olor que despiden las personas cuando
toman mucho, su aliento era terrible, lo percibí primero en un compañero de trabajo que sé que
toma mucho y he escuchado que a veces ha llegado ebrio a trabajar, entonces en el principio
me dije debe ser que hoy vino tomado, y dije hay Señor si es tu voluntad sánale de este vicio.
Y continué sintiendo este olor a alcohol en el aliento de todos los de mi casa; con mis hijos, mi
futuro esposo para la gloria de Dios, mi papá, mi mamá, que vivimos muy cerca y todos los días
convivo con ellos.
También en los primeros días sentía mucha frustración, porque veía que no me alcanzaba el
día para hacer las oraciones, escuchar las meditaciones, a veces llegaba a casa y ponía la
misa en vivo, en la tele, pero llegaba mi futuro esposo para la gloria de Dios y me cambiaba el
canal, entonces lo que hacía era buscar en el celular y escucharla por ese otro medio.
Pero ya en el día diez, empecé a sentir mucha tranquilidad, mucha paz, ya no estaba más
frustrada, ni inquieta, aprovechaba el momento del almuerzo para hacer la meditación de las 24
horas, por lo menos meditaba una hora, había días que hasta se me quitaba completamente en
hambre de sentir el sufrimiento de Jesús. ¡Ay Dios mío!!, cuando iba cepillarme los dientes,
luego tomaba unos minutos para arrodillarme y orar a Dios, aproveché y aun lo trato de seguir
haciendo, aprovechando esos pequeños espacios para honrar a mi Jesús en medio del trabajo
y los quehaceres también en mi casa.
La paz fue tal que, en el trabajo, todo se ha venido dando de una forma que no lo podía creer,
normalmente siempre estoy preocupada, porque llegan los días de entregar documentos y todo
es correo y corre, que faltan documentos y bueno, un estrés total, pero en esos días todo fue
paz y calma.
Como ya no me volvió a doler la cabeza, y no me dolía nada, y yo uso lentes para trabajar
porque me molesta el uso de la computadora, normalmente me arde mucho la vista si no los
uso, entonces dije, bueno Señor voy a ofrecer este ardor en reparación de los pecados que he
cometido con mi vista, y tomé los lentes los puse en el estuche y los guardé en la gaveta. Para
gloria de Dios ya hoy no los necesito más. Mi vista está muy bien, no me molesta nada.
Al continuar sintiendo ese fuerte olor a alcohol en el aliento de las personas, especialmente en
los de mi familia, conversé con mi mamá porque yo sé que mi abuelo paterno lo asesinaron y él
estaba ese día tomado, y ya mi mamá también me contó que su papá también fue alcohólico y
que gracias a Dios él si había dejado de tomar antes de morir que hasta se confesó estando en
el hospital. Y bueno mis otros familiares difuntos también fueron muy alcohólicos, hay uno de
ellos que también murió estando tomado, y de hecho en la actualidad mi papá y mis tíos y una
de mis tías también arrastran esas cadenas del alcoholismo, entonces empecé a ofrecer misas
por ellos, y el Señor puso en mi corazón que ofreciera por el alma de mi abuelo la misa
Gregoriana, mi amiga me ayudó a buscar información acá en C.R. y bueno me pude poner en
contacto con el único sacerdote acá que realiza estas misas, y ya un primo me ayudó a
conseguir la fecha en que falleció nuestro abuelo, y para mi sorpresa el cumplía 45 años de
fallecido, precisamente el día que Jesús cumplía el día 40 de ayunar en mí, estoy convencida
de que esto no es una coincidencia si no una Diocidencia, y agradezco a Dios por eso.
Esto me llena de mucha alegría, porque el alcoholismo hace mucho daño, no solo a las
personas que toman sino a todos lo que estén a su alrededor, aunque ellos piensan que como
no dan golpes todo está bien, y aunque mi papá aún sigue tomando, yo sé que mi Dios está
rompiendo cadenas y que su tiempo es perfecto y mi familia va ser sana del alcoholismo, en el
nombre poderoso de Jesús.
En el día veinte, tuve una experiencia muy linda por medio del santo rosario, mi hijo de 6 años
estaba nervioso, porque el carro se nos varó en un río y nos dio la noche, tuvimos que esperar
como unas 3 horas para que vinieran un mecánico, entonces yo le decía que estuviera
tranquilo, que estábamos juntos, que todo estaba bien, pero él seguía inquieto, entonces le dije
quieres que recemos el rosario y me dijo que si, ya empezamos y apenas íbamos por el
segundo misterio, me dice, mamita ya no tengo más miedo, yo dije bendito Dios, bendita María
y bueno, terminé rezar el santo rosario, y ya al ratito llegó el mecánico y listo el carro no tenía
nada serio, solo se había mojado una pieza ahí, y para gloria de Dios, llegamos a casa con
bien.
En el día veintidós, mientras meditaba una de las horas de la pasión, Jesús puso en mi corazón
“debes trabajar con los indigentes”, ellos necesitan de mí, conversé con mi amiga, la que me
invitó hacer el ayuno, y luego lo hable con el cura de mi parroquia, le pareció muy bien la idea,
y me dijo que lo vamos a misionar desde la pastoral social, así que el Señor hará la obra como
él nos lo vaya indicando.
El día veintiséis, me preparaba para la misa dominical, y el señor me dice, prepara algo para
mis hijos de la calle, ellos también tienen hambre, alisté unos sándwiches, pero cuando pasé
por el centro no pude ver a nadie, y bueno cuando salí de misa, dije bueno señor: yo no me
puedo llevar esto para mi casa, y avance un poco con el carro esperando a mi mamá y en eso
ella viene a subirse y un señor viene caminando con una pequeña, y me pidió que le comprara
unas pulseritas para poder ir a comprar algo para su familia, y yo solo dije dentro de mi gracias
Jesús era para ellos y le ofrecí los sándwiches y el señor muy agradecido siguió con la niña,
me señalo que ahí estaba su esposa con otro bebé.
En el día treinta y uno tuve mucho dolor de garganta, mucha sequedad en la boca, fue esa
sensación que experimentan y describen las personas cuando tienen goma o guayabo, siento
que el Señor con esto me permitió reparar por los pecados que el alcoholismo ha hecho en mi
familia y así continuar sanando y rompiendo estas cadenas.
En el día treinta y nueve, me fui a confesar, y luego cuando regresé a casa, fui y le pedí perdón
a mis papás y fue de mucha liberación, yo vivo en unión libre (casi 15 años) no por gusto, pero
en fin el día que me fui de casa porque estaba embarazada, sé que deshonré a mis padres, y
esto causa mucho dolor en mi corazón, sufro mucho el no poder comulgar sacramentalmente y
el no poder confesarme como se debe, pues cargo con este pecado mortal.
Sé que un día, mi futuro esposo para la gloria de Dios, tendrá ese encuentro personal con
nuestro Señor y daremos honra y gloria por eso. Probablemente el Señor quiera que ayune
nuevamente por esta causa, y bueno ya el me lo dirá cuando sea el momento oportuno.
En estos días después de haber terminado el ayuno he sentido que hay una persona a quien
debo pedirle perdón, yo nunca había pensado que le hice mal, pero si pasó mucha tristeza por
mi causa, pero estoy pidiendo a Dios me ilumine como acercarme a esa persona o bien como
debo hacerlo.
• ¿Cómo me siento ahora, que cambio Jesús en mí?
Me siento más feliz, más confiada en el señor y con más ganas de seguir sus caminos, que
cuando me quiera dar por vencida, ya no estoy sola, el permanece en mí, si yo se lo permito, si
yo lo dejo hacer su voluntad en mí.
Jesús cambió mi renegar y me enseñó a ofrecer mis dolores físicos y espirituales, a reparar por
el daño causado por mí y por mis antepasados.
Me mostró que a los difuntos no se les debe olvidar, que ellos siguen de alguna forma siendo
parte de nosotros y no para que los atemos, sino más bien para que los ayudemos a liberarse
si tienen alguna situación en proceso.
Me siento muy feliz de que Jesús haya puesto el ayuno en mi camino y que él haya ayunado en
mi por 40 días.

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