El acoso escolar en México

Por Alma Isabel Portillo García &. Reyna Monjaraz Gutiérrez

Al día de hoy, muy probablemente ya se haya escuchado mucho hablar sobre bullying,
sin embargo, a pesar de ello se sigue teniendo bastante confusión sobre qué es bullying,
cuándo se presenta y cuántos tipos de bullying hay, por lo cual, es esencial conocer el origen
y definición de este término, ya que, aunque es un tema que escuchamos constantemente,
desafortunadamente continua habiendo confusión ante algún caso de bullying e incluso se
tiende a minimizar, poniendo en riesgo la salud física y psicológica de los estudiantes. Por ello,
es de gran importancia conocer de forma amplia e integral todo lo que involucra el bullying, así
como el impacto negativo que éste ocasiona en quienes lo viven.
El primero que empleó el termino bullying en el sentido de acoso escolar fue Dan
Olweus, quien desarrolló en la década de los setenta en Suecia, un estudio a largo plazo que
culminaría con un completo programa antiacoso para las escuelas de Noruega.
El psicólogo Olweus, profesor de la Universidad de Noruega, es considerado el fundador
de la investigación sistemática de los temas relacionados con las conductas de acoso escolar
y las agresiones intimidatorias entre alumnos, por lo que es el pionero en la indagación de la
raíz de este fenómeno y la distinción que existe entre otras formas de violencia como el
conflicto, desacuerdo, discusión, riñas, etc. Hace una clara distinción para poder identificar
cuando no se está tratado de un caso de acoso escolar, ya que nos dice que no podemos
emplear los términos “acoso” o “bullying”, cuando dos alumnos de edad y fuerza física o
psicológica similares están peleando por única ocasión. (Olweus, 2004)
Para que se pueda considerar que se está presentado un caso de bullying, se deben
tomar en cuenta los siguientes puntos:

• Existe un desequilibrio de fuerza y poder entre el alumno víctima, que tiene

dificultad en defenderse del alumno agresor, el cual emplea ataques directos o
indirectos constantes.
• Se considera bullying cuando uno o más estudiantes se encuentran expuestos
de forma constante y durante un tiempo prolongado a acciones negativas por otro
u otros alumnos dentro de la escuela. (Olweus, 1993)
La problemática de acoso escolar tiene demasiado tiempo en la historia de las
comunidades escolares. En los años ochenta y principios de los noventa, se empezó a tener
una atención e investigación más especializada, conociéndose los primeros informes
relacionados de acoso escolar en otros países, principalmente en Japón, Inglaterra, España,
Canadá y Estados Unidos.
En una de las definiciones más recientes encontramos que González y Cabrera (2015)
definen:

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 “El bullying (acoso escolar) es un subtipo de agresión que se caracteriza por
presentarse entre escolares de forma reiterada hacia un alumno en específico
y se identifica desequilibrio de poder entre agresores y víctimas” (González y
Cabrera, 2015)

Cerezo en el 2021 agrega un aporte al tema, haciendo referencia a que el bullying se

presenta cuando hay pésimas relaciones interpersonales entre iguales en el contexto
escolar, es decir, existe un clima escolar muy deficiente. (Del Rey & Ortega, 2007)

Por su parte, Fundación en Movimiento A. C., institución sin fines de lucro que desde el
2010 se ha encargado de llevar programas para prevenir y atender el bullying en las escuelas
de México, a través de la promoción de la sana convivencia entre los niños, niñas y
adolescentes, creando ambientes de paz y que desempeña su labor para concientizar a la
sociedad en general sobre la grave problemática del bullying, quien además trabaja de forma
directa con todos los integrantes de la comunidad escolar; se ha tenido que enfrentar con
frases que padres, madres de familia, docentes y directivos, dicen constantemente teniendo
como consecuencia la normalización de esta problemática, frases como: “es cosa de niños”,
“así aprenden a relacionarse y defenderse”, “es un juego”, “siempre se han llevado así”, etc.,
lo que tiene como resultado que en muchas ocasiones pase inadvertida esta problemática,
motivo por el cual ha creado su Método FEM que se verá más adelante, para poder
concientizar y erradicar esta grave problemática en nuestro país.

De acuerdo con lo revisado previamente y con las investigaciones que Fundación en

Movimiento ha realizado, creó la triada llamada la regla de las “3C” (figura 1), para identificar
un caso de bullying y no confundirlo con otras acciones como conflicto escolar.

Esta regla permitirá identificar cuando un alumno es violentado o intimidado, ya que

hace hincapié en la constancia, es decir, la repetición de las acciones intimidatorias; tomemos
en consideración que el bullying no se refiere a un caso aislado y que una de las preguntas
principales que se debe de hacer al momento de enterarse de alguna problemática entre
estudiantes “¿es la primera vez o ya había ocurrido antes?”, esta pregunta podrá darnos una
pauta para empezar a identificar si es un tema de bullying o conflicto escolar.

Contra alguien, se refiere a que uno o varios estudiantes intimidan a un solo estudiante,
esto es de suma relevancia por el daño psicoemocional que ocasiona en el alumno que vive la
constante violencia.

Por último, con intención, este punto es fundamental y que los adultos a cargo de los
menores de edad deben hacen hincapié, ya que continuamente se puede escuchar excusas
por parte de los estudiantes que generan la violencia, diciendo “no fue mi intención”, “fue sin
querer”, “le gusta que lo/la molestemos”, etc., sin embargo, necesitamos aclarar lo siguiente,
si esas actitudes o acciones violentas, agresivas e intimidatorias están siendo de manera
constante y es en contra de un solo estudiante, no podemos hacer referencia a que son

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accidentales, porque se está repitiendo con el tiempo y tiene una intención que al final lleva a
hacer daño.

Figura 1. Regla de las “C”. Bullying: actitudes violentas constantes, contra

alguien, con intención.

Por su parte, Brenda Mendoza (2011), el bullying es un tipo de violencia que incluye
conductas de maltrato físico, emocional, sexual, que se repite y se prolonga a lo largo del
tiempo, existiendo una relación de desequilibrio de poder entre el que ejerce la agresión y la
persona que la recibe.

Dentro de esta problemática al hablar del desequilibrio de poder, se refiere a una relación
asimétrica donde uno (el que genera la violencia) domina al otro (el que recibe la violencia), a
través de reiteradas conductas violentas y hostigamientos que terminan ocasionando que el
alumno que recibe la violencia no pueda encontrar manera de defenderse o detener los
abusos. Por lo tanto, la asimetría condiciona una comunicación interpersonal y
unidireccional en donde el que genera la violencia oprime al que la recibe dejándolo sin
posibilidad de responder y convirtiéndolo en “objeto” de maltrato.

Lamentablemente en la actualidad México ocupa el primer lugar a nivel mundial en acoso

escolar, según el último estudio presentado por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras
para América Latina y España, realizado entre enero 2020 y diciembre 2021, se mencionan
que los casos de Bullying en México van en aumento, al señalar que 7 de cada 10 niños sufren
todos los días algún de tipo de acoso escolar y que, con los más de 40 millones de alumnos
de nivel primaria y secundaria, esta problemática la padecen unos 28 millones de niños, niñas
y adolescentes. En su artículo G. Gatica (2017) menciona que:

“Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

estiman que hay alrededor de 18.8 millones de alumnos de primaria y secundaria de
escuelas tanto públicas como privadas que han padecido bullying. Dicha cifra ha colocado

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 a México en el primer lugar de bullying o acoso escolar, y destacan los estados de
Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Puebla, Tabasco y
Ciudad de México, como las entidades de mayor incidencia de este fenómeno, donde 59
por ciento de los suicidios de niños de 10 a 13 años son consecuencia del acoso escolar”
(Gatica, 2017)

Como se observa en las cifras señaladas, es importante reconocer que esta

problemática no ha recibido el nivel de atención que se necesita por parte de las diversas
instituciones gubernamentales y educativas correspondientes; por lo que especialistas en el
tema están tratando de investigar, estudiar, informar y saber cómo intervenir cuando se
presentan casos de bullying en México de una forma multidisciplinaria. Esto lo podemos
reforzar con el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, donde se hace hincapié dos puntos
importantes:
“Garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres, asegurando de manera integral el
derecho a la igualdad sustantiva de las mismas, para lograr una vida libre de violencia, con énfasis en
la erradicación de la violencia feminicida.
Eliminar las prácticas discriminatorias institucionalizadas para garantizar los derechos humanos de
todas las personas, la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la atención ante cualquier tipo de
violencia por prejuicios de cualquier naturaleza, y la reducción de las brechas de desigualdad, con
especial atención a los diferentes grupos en situación de discriminación.” (Plan Nacional de
Desarrollo, 2019)

Las estadísticas muestran la realidad de lo que está pasando actualmente con los niños,
niñas y adolescentes, lo que invita a reflexionar sobre cómo se puede ayudar a los menores
de edad, que además de lidiar con diversas situaciones normales de desarrollo, estas se
presentan acompañadas de conductas agresivas y violentas por parte de compañeros de la
misma escuela que hacen de esta etapa de la vida la peor pesadilla.

Las razones por las que actualmente el bullying va en aumento son muchas, por lo cual
se debe considerar que esta problemática es multicausal e involucra aspectos personales,
familiares, escolares y sociales.

Existen muchos casos de bullying reportados en todas partes del mundo y a su vez,
muchos otros que no han sido reportados por diversas causas, sin embargo, esta problemática
ha hecho que por lo menos en México el 59% de los suicidios son causados por el acoso físico,
psicológico y ciberbullying entre los estudiantes, resaltando los estados de Jalisco, Estado de
México, Ciudad de México, Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Nuevo León, Puebla y Tabasco.
Si bien el acoso escolar ha existido desde siempre, la crueldad de los ataques actuales lo
convierte, desde hace unos años, en una de las principales preocupaciones en las escuelas.

María Teresa Mendoza (2012), dice que los investigadores consideran necesario tomar
en cuenta los siguientes elementos para que una conducta dentro de la escuela sea
considerada como como acoso escolar o bullying:

1. La conducta es agresiva y negativa.

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 2. La conducta es realizada en múltiples ocasiones.

3. La conducta ocurre en una interacción en la que existe una diferencia o desequilibrio

de poder entre las partes involucradas, aunque esta diferencia no sea real sino así
percibida por el agredido.

4. La conducta es intencionada, deliberada y cumple un propósito.

María José Díaz Aguado (2005) propone que:

“De acuerdo a la interacción que el alumnado establece en la escuela, la que existe

en la familia, la calidad de la colaboración entre ambos contextos, la influencia de los
medios de comunicación, o el conjunto de creencias, de valores y de estructuras de la
sociedad de la que forman parte. Cuando se analiza cada caso de violencia escolar desde
esta perspectiva, suelen encontrarse incontables clases de riesgo y escasas o nulas
condiciones protectoras en cada nivel y desde edades tempranas”. (Díaz Aguado, 2005)

Resulta cada vez más evidente dos factores principales ya sea para el aumento del o
disminución del bullying:
1. La familia, que es la unidad primaria a la cual se le da la responsabilidad de criar
y educar a los niños, ésta siempre ha existido y con el paso de los años de acuerdo
con antropólogos, sociólogos e inclusive la OMS y la Unicef han resaltado su
importancia en la formación del individuo, sobre todo en los primeros años de su
vida debido a que los padres, tutores o cuidadores transmiten a sus hijos valores,
ideologías, maneras de reaccionar ante frustraciones, miedos, resentimientos,
formas de pensar como discriminación, política, sexualidad, etc.
2. La escuela, en el ámbito escolar se tiene que tomar en cuenta la disciplina escolar,
el código de conducta, las reglas y límites que hay en el aula, la diversidad del
alumnado, el clima escolar, la comunicación entre padres y maestros y por
supuesto no se puede olvidar la vulnerabilidad psicológica de los docentes.

Por todo lo anterior, debemos comenzar a quitarnos la idea que solo es trabajo de los
docentes el poder erradicar esta problemática porque es en la escuela donde aparece, todos
conformamos una sociedad y lo que hagan los alumnos, que son menores de edad, será el
reflejo de lo aprendido en casa, sociedad y por supuesto, las redes sociales. Es importante
que todos nos empecemos a percatar que podemos aportar diversas acciones para poder
empezar a erradicar esta problemática de las escuelas.

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Portillo García, A. I. & Monjaraz Gutiérrez, R (2022). El acoso escolar en México. (3ª ed.). Manuscrito inédito,
Fundación en Movimiento A. C., México.

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