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Hoy nos reú ne un maravilloso motivo: el programa Palabras Que Acompañan – Dolex
Niños llega a su cumpleañ os nú mero 15. Somos el equipo de lectores y mú sicos de
Bogotá , pero a nuestra presencia la acompañ a la energía de los equipos de las
ciudades.
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Diego: ¿Qué es eso del compromiso?
Samuel David, un niño de 10 años, lo conocí en el instituto de cancerología y desde ya
aclaro que lo que contaré nada tiene que ver con su tratamiento o su estado de salud.
Pero paso el tiempo y no logré cumplir aquella palabra, no y la verdad se sintió feo, para
mi. Y surge la pregunta: ¿De qué tanto nos debemos comprometer a partir de una acción
con los pacientes y sus familias?.
De aquí tomo lo bueno, no fue no haber podido cumplir con aquel favor, fue ver que ese
compromiso del que hablamos en verdad puede estar presente sin que sea un peso, por
no poder, no cumplir o no hacer algo que ya estaría, en el caso de mi rol como lector y
músico fuera de mi. Ahora, a lo mejor me encuentre con Samuel de nuevo y nos
saludemos y le pueda decir aquí estoy y aquí está.
2
poco respetuosa y calurosa, le indica al padre que su hijo se quedaría bastante tiempo
allí, que su situación era muy grave y que él como padre no la entendía. No le da
mayores indicaciones, no lo guía ni le explica con detalle el proceso en el que estará su
hijo. Se retira, y deja a este padre pálido, preocupado y desarmado.
Qué difícil es estar ahí, al lado de este personaje (el médico) y no poder decir nada, me
sentía como una observadora pasiva, pues el corazón y el alma me sacudían por dentro,
con las ganas infinitas de confrontar a este médico desde la humanidad, desde su labor
no como “el doctor”, figura de autoridad, sino desde su rol social y humano, desde su
posición ética como profesional de la salud.
Y me iba quedando sin palabras, sabía que mi deber era estar ahí con ese padre que
había quedado destruido, y opté por indicarle que era su derecho conocer todos los
pormenores del proceso de su pequeño, que esa era la responsabilidad de ese médico y
del hospital mismo. Llegó la comida para Samuel y se calmó, volvió a ser el niño que ese
papá reconocía, y la comida posibilitó el espacio para que padre e hijo se tranquilizaran
y pudieran tramitar juntos desde sus malestares y preocupaciones, este momento de
tensión.
Y en realidad creo, que no fue Samuel, sino este médico quien me puso en crisis.
3
Este es en realidad un pequeñ o compartir de todo lo que ha ocurrido en estos 15 añ os,
donde hemos acompañ ado a sanar, a morir, a crecer a muchos pacientes. Hoy solo
podemos agradecer a por esta bella oportunidad para compartir el tiempo, el saber, la
vida en un trabajo como el que nos brinda PQA Dolex Niños, que si bien nos ha retado
de maneras humanas, también ha enriquecido nuestra historia como personas, hemos
nutrido nuestra alma, y ¿qué puede ser mas valioso que eso?