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DE BOLIVIA
ENERO - JUNIO
2012
GACETA Nº 1
Sucre-Bolivia
GACETA MAR – JUN 2012______________________________________________________DATOS INSTITUCIONALES
Secretaria General
DEPÓSITO LEGAL:
3-1-110-11 P.O.
EDICIÓN:
Nº 1-GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL DE BOLIVIA
DATOS INSTITUCIONALES:
SUCRE
Dirección: Avenida del Maestro Nº 300
Teléfonos: (591 4) 64- 40455
Fax: (591 4) 64- 21871
(591-4) 69- 12683
Email: tribunal@tc.gob.bo
Página web: www.tribunalconstitucional.gob.bo
LA PAZ
Dirección: Calle Potosí esq. Yanacocha (Interior del Tribunal
Departamental de Justicia)
Teléfono: (591-2) 2- 409420
IMPRESIÓN:
GACETA DIGITAL
GACETA MAR – JUN 2012___________________GUÍA DE LA GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
GACETA MAR – JUN 2012___________________GUÍA DE LA GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
GACETA MAR – JUN 2012___________________GUÍA DE LA GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
PRESENTACIÓN
La Constitución Política del Estado aprobada por primera vez en la historia mediante
referendo nacional y promulgada el 7 de febrero de 2009, dio lugar al nacimiento del
nuevo modelo de Estado Plurinacional.
Una vez posesionados en sus cargos y conformadas las Salas que lo integran, estas
autoridades, tienen el mandato de resolver las causas de reciente ingreso y la obligación
de liquidar las causas pendientes a través de la Sala Liquidadora. El rol de estas
autoridades debe ajustarse al nuevo modelo constitucional, recuperando la credibilidad de
la Justicia Constitucional bajo los principios de pluralismo jurídico, interculturalidad y
transparencia.
Abreviaturas y siglas
I. Textos legales
AC Auto Constitucional
AACC Autos Constitucionales
DL Decreto Ley
DS Decreto Supremo
DDSS Decretos Supremos
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
GCP Gaceta Constitucional Plurinacional
NBSAP Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal
NBSABS Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios
OM Ordenanza Municipal
OOMM Ordenanzas Municipales
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
RS Resolución Suprema
RRSS Resoluciones Supremas
RA Resolución Administrativa
RRAA Resoluciones Administrativas
RM Resolución Ministerial
RRMM Resoluciones Ministeriales
RDSPN Reglamento de Disciplina y Sanciones de la Policía Nacional
RGCS Reglamento General de la Cámara de Senadores
RM Resolución Ministerial
RPDPJ Reglamento de Procesos Disciplinarios del Poder Judicial
RR Resolución Rectoral
RRCSA Reglamento del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones
RTA Resolución Técnica Administrativa
SC Sentencia Constitucional
SSCC Sentencias Constitucionales
TUE Tratado de la Unión Europea
UJC Unidad de Justicia Constitucional
SREF Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
RAR Resolución Administrativa Regulatoria
aptdo. apartado
art. artículo
av. avenida
c. calle
Cap. capital
C.I. cédula de identidad
exp. orig. expediente original
fs. fojas
ha hectárea(s)
inc. inciso
m metro(s)
ob. cit. obra citada
pág. página
párr. párrafo
pp. páginas
s/n sin número
s/f sin fecha
ss. siguientes
Vda. Viuda
vta. vuelta
GACETA MAR – JUN 2012______________________________CÓDIGOS DE ACCIONES, CONSULTAS Y RECURSOS
Clasificación de ÍNDICES
General de Resoluciones Constitucionales.
Por Control de Constitucionalidad Plural.
Por Rama del Derecho.
Analítico Alfabético de Jurisprudencia.
Por Normas Declaradas Constitucionales e Inconstitucionales.
Por Resoluciones Constitucionales vinculadas con Pueblos Indígenas Originario
Campesinos.
GACETA MAR – JUN 2012________________________________________________________________ÍNDICES
MARZO - JUNIO
2012
GACETA MAR – JUN 2012___________________ÍNDICE GENERAL DE RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
ÍNDICE GENERAL DE
RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
MARZO - JUNIO
2012
GACETA MAR – JUN 2012___________________ÍNDICE GENERAL DE RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES
……..................... 3483
29 0334 /2012 18/06/2012 21454-AAC
Pág.
0383/2012 2789
0384/2012 2796
0385/2012 2802
0386/2012 2808
0387/2012 2814
0389/2012 2828
0390/2012 2836
0391/2012 2841
0394/2012 2852
0395/2012 2857
0398/2012 2866
0399/2012 2872
0400/2012 2878
0401/2012 2883
0402/2012 2894
0403/2012 2903
0405/2012 2910
0406/2012 2922
0411/2012 2941
0413/2012 2952
0414/2012 2961
0415/2012 2969
0418/2012 2980
0419/2012 2990
0421/2012 2996
0424/2012 3007
0425/2012 3013
0427/2012 3022
0428/2012 3031
0431/2012 3039
0432/2012 3048
0433/2012 3056
0437/2012 3061
0440/2012 3068
0441/2012 3079
0442/2012 3086
0443/2012 3092
0444/2012 3102
0450/2012 3112
Pág.
Pág.
0337/2012 3496
0347/2012 3504
0392/2012 3514
0393/2012 3520
0396/2012 3527
0397/2012 3533
0404/2012 3539
0407/2012 3546
0408/2012 3554
0409/2012 3562
0412/2012 3571
0416/2012 3580
0417/2012 3587
0420/2012 3592
0422/2012 3598
0423/2012 3605
0426/2012 3613
0429/2012 3627
0430/2012 3636
0434/2012 3642
0435/2012 3649
0436/2012 3656
0438/2012 3662
0439/2012 3669
0445/2012 3674
0446/2012 3681
0447/2012 3688
0448/2012 3695
0449/2012 3702
GACETA JUN 2012_____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
0425/2012 3013
Naturaleza Jurídica 0358/2012 2587
0374/2012 2734
0401/2012 2883
No analiza supuestos inconstitucionales de las normas legales 0443/2012 3092
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
ACCIÓN DE LIBERTAD
Pág.
0386/2012 2808
0389/2012 2828
0394/2012 2852
Protección del derecho a la vida cuando éste se halla en peligro a raíz de la supresión o
restricción de la libertad 0373/2012 2727
0390/2012 2836
0394/2012 2852
ACCIÓN POPULAR
Pág.
0421/2012 2996
0440/2012 3068
Pág.
La resolución que resuelva la solicitud, debe reunir condiciones de validez con la debida
fundamentación y motivación 0342/2012 2479
Solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, debe tramitarse con
la mayor celeridad posible o dentro de los plazos razonables 0369/2012 2691
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
COSA JUZGADA
Pág.
Revisión excepcional por vulneración de derechos y garantías constitucionales
0450/2012 3112
DEBIDO PROCESO
DECRETO LEY
DERECHO A LA DEFENSA
Pág.
DERECHO A LA EDUCACIÓN
Petición que involucra este derecho debe atenderse con prioridad y celeridad
0384/2012 2796
DERECHO A LA PROPIEDAD
DERECHO A LA SALUD
DERECHO A LA VIDA
DERECHO A LA VIVIENDA
DERECHO AL TRABAJO
Pág.
DERECHO DE PETICIÓN
Inamovilidad funcionara a favor del trabajador con capacidades diferentes o de trabajadores que
tengan bajo su dependencia a personas con capacidades diferentes
0391/2012 2841
DETENCIÓN PREVENTIVA
Pág.
Exigencia de evaluación integral de prueba y de circunstancias previstas por ley que demuestren
peligro de fuga y riesgo de obstaculización 0342/2012 2479
La CPE es una norma jurídica de aplicación directa por las autoridades jurisdiccionales en su
labor de interpretación 0368/2012 2682
GARANTE HIPOTECARIO
INAMOVILIDAD FUNCIONARIA
De la mujer en estado de embarazo y/o del progenitor, hasta que el hijo (a) cumpla un año
0410/2012 2933
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
La sanción impuesta a la mujer embarazada trabajadora y/o al progenitor debe postergarse hasta un
año del nacimiento del hijo (a).. 0410/2012 2933
Cuando la notificación con el actuado judicial o administrativo final se efectuó a última hora del
día, corre el inicio del plazo de los seis meses desde el primer momento del día siguiente
0450/2012 3112
Excepción al plazo de interposición (seis meses) por flexibilidad ante lesión de derechos
sociales 0450/2012 3112
Requisitos que debe cumplir el accionante en la demanda para que el Tribunal Constitucional
Plurinacional haga la interpretación de legalidad ordinaria
0358/2012 2587
0364/2012 2641
Subsidiariedad en acción de libertad exige que el juez cautelar ejerza el control jurisdiccional de
los actos investigativos y repare posibles actos lesivos a los derechos y garantías.
0376/2012 2747
0359/2012 2596
JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Pág.
No opera cuando hubo error de identidad contra una autoridad distinta pero de la misma
institución, rango o jerarquía e idénticas atribuciones a la que cometió el acto ilegal
0379/2012 2765
Agraviado debe accionar recurso contra tribunal colegiado y no sólo contra relator
0431/2012 3039
Coincidencia entre persona particular que presuntamente causó vulneración y aquella contra
quien se dirige la acción 0383/2012 2789
Cualquier trámite relacionado con las causas ingresadas hasta el 31 de diciembre de 2011,
deben ser resueltas por los magistrados suplentes 0383/2012 2789
Resolución del Concejo Municipal: exige se presente contra los que dieron su consentimiento,
no sólo contra los que firmaron la resolución 0431/2012 3039
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
Si la autoridad ya no ocupa el cargo, agraviado debe accionar contra la autoridad que ostenta el
cargo desde el cual se realizó el acto ilegal u omisión indebida
0402/2012 2894
MINISTERIO PÚBLICO
Cuando la finalidad del acto ha sido cumplida y no causa indefensión aunque falten formalismos
procesales 0450/2012 3112
NOTIFICACIÓN VALIDA
Pág.
PLURALISMO JURÍDICO
Solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, debe tramitarse con la
mayor celeridad posible o dentro de los plazos razonables
0341/2012 2429
0359/2012 2596
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Es un principio, y por lo tanto no puede ser tutelado por el recurso o acción de amparo
constitucional 0363/2012 2629
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
Son normas con eficacia jurídica y carácter normativo, que imponen a todos su observancia
0444/2012 3102
PROCESO PENAL
Legalidad y validez de las actuaciones relativas a la libertad de las personas, asumidas por juez
incompetente en razón del territorio 0361/2012 2610
PUEBLOS INDÍGENAS
RACISMO Y DISCRIMINACIÓN
Pág.
RECUSACIÓN EN PROCESO PENAL
Cuando el accionante no identificó al tercero interesado, debe ser observado por el juez o
tribunal de garantías a tiempo de admitirla y no a tiempo de resolverla
0402/2012 2894
RESOLUCIONES JUDICIALES
Deberá circunscribirse a los puntos resueltos por el inferior y que hubiere sido objeto de
apelación y fundamentación. 0363/2012 2629
SILENCIO ADMINISTRATIVO
Pág.
Circunstancias en las que por el daño inminente e irreparable no es posible aplicar los supuestos
anteriores, y corresponde ingresar al análisis de fondo
0349/2012 2528
Exige el agotamiento de vías específicas, idóneas, eficientes y oportunas para restituir el derecho
a la libertad, la persecución o procesamiento indebido 0349/2012 2528
0350/2012 2533
0354/2012 2564
0359/2012 2596
0360/2012 2604
0380/2012 2770
0399/2012 2872
0400/2012 2878
0414/2012 2961
Pág.
TRIBUNAL DE ALZADA
Debe circunscribir sus fallos única y exclusivamente a los aspectos impugnados por el apelante
0367/2012 2668
No define falta o perdida de competencia prevista por el art. 122 de la CPE, por existir para ello
el recurso directo de nulidad 0392/2012 3514
0435/2012 3649
0445/2012 3674
Resguarda el derecho al debido proceso incluido el juez natural pero solamente en sus elementos
imparcialidad e independencia 0435/2012 3649
Teoría del hecho superado: la tutela debe ser denegada cuando el objeto desaparece
0417/2012 3587
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
DEBIDO PROCESO
Pág.
Existe quórum necesario para disponer lo que corresponde conforme a ley, cuando se observa la
regla de mayoría de números impares 0325/2012 3414
DERECHO A LA DEFENSA
DERECHO A LA EDUCACIÓN
DERECHO A LA LIBERTAD
DERECHO A LA PROPIEDAD
Pág.
DERECHO A LA VIVIENDA
DERECHO AL TRABAJO
DERECHO DE PETICIÓN
Ratio decidendi: para las partes, jueces y toda autoridad. Decisum: obligatoria únicamente inter
partes 0448/2012 3695
Extinción de la acción penal por duración máxima del proceso no procede en casación (modula
S.C. 1716/2010-R) 0330/2012 3450
Interrupción y reinicio del cómputo del plazo de seis meses por interposición de recurso
constitucional declarado improcedente... 0422/2012 3598
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
INVIOLABILIDAD DE DOMICILIO
JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
Interposición del recurso por el directamente agraviado (titular de la acción) o por tercero con
poder suficiente 0303/2012 3289
Pág.
P
POLICÍA NACIONAL
Es un principio, y por lo tanto no puede ser tutelado por el recurso o acción de amparo
constitucional 0304/2012 3298
0312/2012 3357
0324/2012 3405
0407/2012 3546
0408/2012 3554
0423/2012 3605
0446/2012 3681
PROCESO ARBITRAL
Del proceso arbitral y la intervención de otro tribunal solo para auxilio judicial
0332/2012 3462
PROCESO CIVIL
Obligación de revisión de oficio del proceso por el juez o tribunal de alzada y el de casación
0334/2012 3483
GACETA JUN 2012____________________________ÍNDICE ANALÍTICO ALFABÉTICO DE JURISPRUDENCIA
Pág.
PROCESO FAMILIAR
Inimpugnabilidad a través de otro recurso constitucional más aún si no se revisó por Tribunal
Constitucional Plurinacional 0333/2012 3472
RESOLUCIONES JUDICIALES
Pág.
RESOLUCIÓN EN APELACIÓN
SENTENCIAS CONSTITUCIONALES
SILENCIO ADMINISTRATIVO
Exige agotamiento de los recursos en la misma vía donde se originó el acto ilegal o la omisión
indebida 0396/2012 3527
Cuando existe acusación formal equivalente al auto de procesamiento contra un concejal en los
términos y alcances que proveen los arts. 341 y 342 CPP, puede ser suspendido temporalmente
0325/2012 3414
Pág.
Sentencia Fecha Expediente Normas Declaradas Constitucionales
- Declara la Constitucionalidad
Condicionada del art.1 de la Ley 222 en
00157-AIC
0300/2012 18/06/2012 cuanto a la frase: 3139
00188-AIC
"…y establecer el contenido de este
proceso y sus procedimientos"
- Declara la Constitucionalidad
condicionada a su concertación, de los
siguientes artículos:
Partes:
Caso:
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Finalmente, aduce que la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
respecto a la apelación interpuesta contra la decisión del Juez a quo, mediante Resolución
54/2012 de 9 de febrero, declaró inadmisible el recurso; aspecto totalmente ilegal, por cuanto se
le notificó el 7 de diciembre de 2011, a horas 17:22, con la Resolución 15/2011 de 1 de
diciembre y la apelación fue presentada el 10 del mismo mes y año; diligencia que no obstante
haber desaparecido, hace que la impugnación al fallo de primera instancia se encuentre
habilitada.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 1 de marzo de 2012, en presencia del accionante asistido por
su abogado patrocinante y de las autoridades demandadas, Ángel Arias Morales, Vocal de la
Sala Penal Tercera y Teodomiro Saavedra Quiroz, Juez Técnico del Tribunal Cuarto de
Sentencia; ausentes los demás codemandados y el representante del Ministerio Público, según
consta en el acta cursante de fs. 18 a 22 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Ángel Arias Morales, Vocal de la Sala Penal Tercera, en audiencia, manifestó:a) Notificado
Buenaventura Quispe Marín, con el rechazo a la solicitud de cesación de su detención
preventiva, a horas 12:20, el 1 de diciembre de 2011, lamentablemente su apelación fue
presentada el 10 del igual mes y año; es decir, luego de nueve días, cuando tenía setenta y dos
horas para interponer ese recurso; y, b) Es válida la notificación que se realiza en audiencia
conforme a la última parte del art. 160 del CPP; por otro lado, el abogado del impetrante no hizo
uso del recurso previsto en el art. 125 del mismo Código, por lo que tampoco se cumplió con el
principio de subsidiariedad.
Teodomiro Saavedra Quiroz, Juez Técnico del Tribunal Cuarto de Sentencia, en audiencia,
informó: 1) Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y otro contra el
accionante, se pronunció Sentencia imponiéndole la pena de veinte años de privación de
libertad, que fue impugnada y confirmada en apelación y al presente, estaría en casación; 2)
Solicitada la cesación de la detención preventiva, fue resuelta en base a los antecedentes
existentes en el Tribunal y los que proporcionó el imputado, porque el expediente original está
en Sucre, emitiendo junto con la Jueza del Tribunal Quinto de Sentencia, la Resolución 15/2011,
mediante la cual se rechaza dicha petición en aplicación del art. 234.6 del CPP, y que es
consecuencia del pronunciamiento de la Ley 2494 de 4 de agosto de 2003, Ley del Sistema de
Seguridad Ciudadana, contra esta última Resolución, se interpuso recurso de apelación, el que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2480
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
fue decretado inadmisible por no haber presentado la impugnación dentro del término previsto
por ley; y, 3) La Resolución 15/2011 de 1 de diciembre, fue notificada en audiencia con el
pronunciamiento de la misma Resolución; y del informe emitido por la Secretaria Abogada
sobre la diligencia extrañada, se establece que se procedió a la notificación y que el abogado se
presentó a Secretaría del Tribunal a recoger una fotocopia de la Resolución recién el 7 de ese
mes y año.
Los codemandados Ramiro López Guzmán, Presidente de la Sala Penal Tercera y Nancy
Bustillos de Altuzarra, Jueza Técnica del Tribunal Quinto de Sentencia, no asistieron a la
audiencia de consideración de la acción de libertad interpuesta en su contra, ni presentaron
informe escrito, pese a su legal citación.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 20/2012 de 1 de marzo, cursante de fs. 23 a 24 vta., concedió la
tutela, con relación a Teodomiro Saavedra Quiroz y Nancy Bustillos de Altuzarra, Jueces
Técnicos del Tribunal Cuarto y Quinto de Sentencia, respectivamente; y, la denegó en cuanto a
los Vocales de la Sala Penal Tercera, Ramiro López Guzmán y Ángel Arias Morales;
disponiendo que se lleve nuevamente a cabo la audiencia de cesación a la detención preventiva
dentro de las veinticuatro horas, debiendo ser analizados todos los elementos presentados como
prueba a efecto de emitir la resolución correspondiente.
Resolución que fue pronunciada con los siguientes fundamentos: i) La Resolución 15/2011,
emitida por los Jueces Técnicos del Tribunal Cuarto de Sentencia, rechazó la solicitud de
cesación a la detención preventiva, misma que no cumple con lo previsto en el art. 124 del CPP,
en lo referente a la valoración integral de los elementos que habrían sido presentados como
prueba; ii) Si bien de acuerdo al art. 250 del Código mencionado, las medidas impuestas no
causarían estado pudiendo ser modificadas aún de oficio; sin embargo, de acuerdo a la SC
0015/2010-R de 12 de abril, si bien existiría subsidiariedad, ésta no es aplicable cuando se
establece que efectivamente hubo lesión al debido proceso; y, iii) Con relación a los Vocales
codemandados, éstos han cumplido con lo previsto en la ley al declarar la inadmisibilidad del
recurso de apelación, puesto que fue planteado fuera de término, en ese sentido ya se pronunció
la SC 1255/2011-R de 16 de septiembre.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Buenaventura Quispe
Marín, por la supuesta comisión del delito de abuso deshonesto, el “23 de noviembre de 2011”,
el procesado, reiteró se señale día y hora para la consideración de su solicitud de cesación a la
detención preventiva (fs. 4); misma que llevada a efecto el 1 de diciembre de 2011, por
Resolución 15/2011 (fs. 7 a 8), el Tribunal Cuarto de Sentencia, la rechazó, señalando que: a)
Mediante Sentencia condenatoria 16/2008 de 30 de mayo, se impuso al imputado la pena
privativa de libertad de veinte años de presidio, fallo que confirmado en apelación, fue recurrido
en casación; y, b) Se establece que si bien el imputado tiene familia establecida, así como
domicilio constituido y por ser persona de la tercera edad no cumpliría una actividad laboral; sin
embargo, respecto a la obstaculización, dicho peligro se encontraría subsistente, ya que la causa
no habría todavía adquirido calidad de cosa juzgada, por lo que concurriría lo establecido en el
art. 234.6 del CPP que refiere como peligro de fuga el haber recibido condena privativa de
libertad en primera instancia.
El art. 125 de la CPE, prevé la acción de libertad como un medio de defensa oportuno y eficaz,
cuyo objeto está dirigido a proteger los derechos a la libertad física, de locomoción y la vida
cuando a consecuencia de la restricción a la libertad sea puesta en peligro, o en los casos en que
el afectado se encontrare ilegalmente perseguido, indebidamente procesado o privado de libertad
personal. Respecto a su finalidad, está destinada a guardar la tutela a la vida, restablecer las
formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso se restituya el
derecho a la libertad.
Anotada la finalidad de las medidas cautelares de carácter personal, con carácter previo al
análisis de la problemática suscitada, misma que deviene como emergencia al rechazo de la
solicitud de cesación a la detención preventiva presentada por el accionante, corresponde
precisar que dentro de los presupuestos teleológicos contenidos en el Código de
Procedimiento Penal, se encuentra el de evitar que la detención preventiva impuesta como
medida cautelar de carácter personal se convierta a la postre en un injusto y anticipado
cumplimiento de una pena para las personas, es por ello que el art. 239 de CPP, otorga a las
personas detenidas la facultad de solicitar la cesación de aquella medida; sin embargo, para
la procedencia de aquel beneficio, es necesario cumplir a cabalidad con las condiciones y
presupuestos para su procedencia establecidos en el precepto legal aludido.
Ahora bien, con relación a la valoración integral que deben realizar las autoridades
jurisdiccionales, el Tribunal Constitucional a través de la SC 0298/2010-R de 7 de junio,
citando la SC 0012/2006-R de 4 de enero, señaló que la evaluación de esos parámetros
objetivos, ya sea para determinar el peligro de fuga o el riesgo de obstaculización, debe ser
realizada en forma integral, lo que supone que: '…el órgano jurisdiccional debe hacer
un test sobre los aspectos positivos o negativos (favorables o desfavorables) que informan el
caso concreto, de cara a los puntos fijados por la ley para medir tanto el riesgo de fuga como
el de obstaculización; de tal modo que de esa compulsa integral, se llegue a la conclusión
razonada sobre si existe o no riesgo de fuga u obstaculización. En esta evaluación, unos puntos
pueden reforzar, o por el contrario enervar o eliminar los riesgos aludidos; lo cual,
naturalmente, debe ser expuesto por el juez en la resolución que emita de manera coherente,
clara y precisa'.
expresando los motivos de hecho y de derecho en que funda su determinación, los cuales
deben obedecer a criterios objetivos, exponiendo el valor otorgado a los medios de prueba
presentados y sujetando su análisis a los presupuestos que fundaron la detención preventiva
del imputado, fundamentación que no puede ser reemplazada por la simple relación de los
documentos o la mención de los requerimientos de las partes, sino las razones jurídicas que
justifican la decisión adoptada'” (las negrillas nos corresponden).
(…) en este sentido, no es necesario que la notificación sea efectuada con la entrega de la
copia en mano a las partes, que en realidad es la que corresponde a resoluciones escritas y no
como sucede en autos pronunciados en audiencia, en la que las partes se encuentran
presentes cuya apelación -como se dijo- puede interponerse de manera inmediata y de forma
oral en la audiencia, o sea, en el acto, ya que la apelación establecida en el art. 251 del CPP,
tiene su propio trámite procesal y no es necesario formularla por escrito, ésta norma no se
encuentra supeditada al art. 404 y ss. del CPP, que sí necesitan interponer el recurso de
forma escrita” (las negrillas son agregadas).
Conforme a los datos del proceso y a efecto de dilucidar la problemática planteada, cabe señalar
que solicitada la cesación de la detención preventiva el 21 de julio de 2011 y reiterada el 10 de
agosto del mismo año por el imputado, ahora accionante, el Tribunal Cuarto de Sentencia del
departamento de La Paz, constituido por los Jueces Técnicos Teodomiro Saavedra Quiroz y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2484
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Nancy Bustillos de Altuzarra, ahora demandados, fue resuelta mediante Resolución 15/2011,
rechazando dicha pretensión con los siguientes fundamentos: 1) El Tribunal de Sentencia
Cuarto pronunció la Sentencia 16/2008, imponiéndole la pena privativa de libertad de veinte
años, fallo que al haber sido recurrido en apelación fue confirmado por el Tribunal de alzada y
actualmente se encuentra con recurso de casación, por lo que al presente no existe sentencia
ejecutoriada; 2) De los documentos adjuntos para hacer viable la solicitud de cesación de la
detención preventiva, se establece efectivamente que el imputado tiene familia constituida, así
como domicilio ubicado en la calle K 2614 de la Zona “Alto Inca LLojeta” y por ser persona de
la tercera edad, no cumpliría una actividad laboral; 3) Con referencia a la obstaculización, si
bien la causa se encontraría en grado de casación, dicho riesgo subsiste mientras no adquiera
calidad de cosa juzgada y, en el caso, dicho peligro procesal estaría aún vigente; y, 4) Al existir
sentencia condenatoria en primera instancia, se tiene presente lo establecido por el art. 234.6 del
CPP, que refiere como peligro de fuga el haber recibido condena privativa de libertad en primera
instancia, a cuya consecuencia, en el presente caso existe una norma legal y expresa que
determina la subsistencia del peligro de fuga.
En el caso, pese a que el imputado aportó nuevos elementos para desvirtuar los motivos que
determinaron la aplicación de la medida de detención preventiva, al haber reconocido los
mismos Jueces demandados, que éste tiene familia establecida, domicilio constituido y que por
ser una persona de la tercera edad no cumpliría una actividad laboral; sin embargo, dichos
elementos no fueron valorados de manera integral para determinar la existencia de peligro de
fuga, por cuanto solamente fue considerado el hecho que el imputado, al contar con sentencia
condenatoria en primera instancia, se encuadraría subsistente el peligro de fuga.
Por lo que los Jueces Técnicos codemandados, al efectuar una valoración aislada de las pruebas
presentadas por el imputado, rechazaron la solicitud de cesación a la detención preventiva de
manera ilegal, por cuanto realizaron una valoración aislada y no integral de las circunstancias
existentes, ya que tomaron en cuenta un sólo parámetro objetivo para medir el peligro de
fuga, cuando debieron realizar una evaluación integral de las circunstancias señaladas en el art.
234 del CPP y no limitarse a un solo parámetro objetivo para establecer la existencia de riesgos
procesales, como en este caso el peligro de fuga, y fundar de forma exclusiva su determinación
de rechazo a la solicitud de la cesación de la detención preventiva, en el art. 234. 6 del CPP; es
decir, por haber el accionante recibido condena privativa de libertad en primera instancia,
situación que no puede ser considerada de manera aislada, por cuanto provocaría que las
personas que ya cuenten con sentencia condenatoria en primera instancia, no puedan
beneficiarse posteriormente con la cesación a la detención preventiva. En ese sentido, la SC
0690/2007-R de 9 de agosto, en sus fundamentos ha desarrollado jurisprudencia sobre el tema
que no resulta contraria al nuevo orden constitucional, señalando: “Los Vocales recurridos, en
la Resolución impugnada, se limitaron a analizar la existencia de una condena privativa de
libertad en primera instancia contra el representado del recurrente y, en virtud a ella
dispusieron su detención preventiva, sin considerar que si bien ese es un parámetro objetivo
para determinar el riesgo de fuga, el mismo debe ser evaluado integralmente por el juzgador;
pues, un entendimiento contrario, determinaría que se aplique la detención preventiva en todos
los casos en los que exista una sentencia condenatoria, lo que no es querido por el orden
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2485
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Conforme a los fundamentos expuestos y a la jurisprudencia glosada, se constata que los Jueces
ahora demandados, al no haber efectuado un análisis de manera integral de los presupuestos
establecidos en el art. 234 del CPP y limitarse a establecer un solo parámetro objetivo para
medir el peligro de fuga, cuando la misma norma exige que debe necesariamente efectuarse un
análisis de las circunstancias existentes, así como los aspectos positivos y negativos, vulneraron
los derechos al debido proceso y la defensa del accionante y a consecuencia de ello, igualmente
lesionaron su derecho a la libertad, por lo que respecto a estas autoridades corresponde otorgar
la tutela solicitada.
III.4.2. Sobre la supuesta vulneración al derecho de presunción de inocencia, cabe señalar que
ello no es evidente, por cuanto este derecho subsiste mientras no se llegue a la convicción y
certeza de la comisión de un hecho delictivo y, eso se adquiere mediante una sentencia firme,
tanto formal como materialmente; en ese sentido, la SC 0012/2006-R de 4 de enero, señaló:
“…el principio de presunción de inocencia, como status básico del imputado, tiene una
repercusión muy relevante en el principio general de que la detención preventiva se constituye
en una excepción al principio de que el procesado se defienda en libertad, pues si se considera
que el imputado goza de un estado de inocencia en el transcurso del proceso, la libertad debe
ser la regla y la detención preventiva la excepción, de ahí que sólo el carácter restrictivo con
que debe ser aplicada esta medida la hace compatible con la Constitución, pues debe basarse
en un juicio de proporcionalidad entre los intereses en juego: finalidad de la medida por un
lado (eficacia de la persecución penal) y la libertad del imputado cuya inocencia se presume;
labor que -como quedó precisado precedentemente- fue realizada por el legislador; correspondiendo que la
resolución que determina la medida en el caso concreto, para ser conforme a derecho, tenga
una motivación que se muestre como necesaria para asegurar la averiguación de la verdad, el
desarrollo del proceso y la aplicación de la ley; para lo cual se requiere indudablemente la
concurrencia de los requisitos del art. 233 del CPP.
Así, conforme a esto, el hecho de que -según el art. 234.6 del CPP- la emisión de una sentencia
condenatoria se constituya en una circunstancia para medir el riesgo de fuga del imputado, de
ninguna manera viola el principio de presunción de inocencia, el cual permanece incólume
hasta en tanto no exista sentencia firme…”.
acto por su lectura; consiguientemente, no resulta exigible que sea efectuada con la entrega de la
copia del fallo a las partes.
POR TANTO
1º CONCEDER la tutela con relación a los Jueces Técnicos del Tribunal Cuarto de Sentencia;
y,
2º DENEGAR respecto a los Vocales de la Sala Penal Tercera del referido Tribunal
Departamental de Justicia.
El accionante mediante memorial de 24 de febrero de 2012, cursante de fs. 30 a 34, manifestó que:
Conforme folio real expedido por Derechos Reales (DD.RR.) referido a la inscripción bajo
matrícula computarizada 7.01.1.06.0027794, tarjeta de propiedad, plano de ubicación y uso de
suelos, certificado alodial; acredita fehacientemente el derecho propietario del Estado Boliviano
sobre el bien inmueble urbano sito en la zona Norte, en la unidad vecinal 68, con una extensión
superficial de 47.121,79 m2, denominada sede deportiva “San Silvestre”. El SENAPE, con la
facultad conferida por el Decreto Supremo (DS) 28565 de 22 de diciembre 2005, conjuntamente con
la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), se encontraban en pacífica posesión de
la totalidad del inmueble mencionado para desarrollar prácticas deportivas y otras conforme el acta de
entrega de 13 de enero de 2012. Sin embargo, el 27 de enero de “2011” cuando se constituyeron en el
inmueble como personeros del SENAPE, encontraron loteadores, quienes ingresaron en forma
violenta al predio, derrumbando la barda perimetral, forzando la reja y el candado, amedrentando a las
dos familias que cuidaban el mismo, dándose a la tarea de cortar plantas, cavar huecos para delimitar
terrenos, vociferando, armados de palos, machetes y petardos, que el lote era de su propiedad, debido
a su abandono.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la desocupación dentro de tercero día de notificado con
la Resolución dictada por el Tribunal de garantías y, en caso de incumplimiento sea con ayuda del
Ministerio Público y la fuerza pública, condenándolos al pago de costas, daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 21 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 64 a
69 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Rosa Gonzáles de Vincenti, Alicia Sánchez Torrico, Karina Gumucio Pérez y Editha Rodríguez
Gutiérrez, no asistieron a la audiencia pública. Por memorial de 21 de marzo de 2012, solicitaron se
suspenda la misma (fijada para ese día a horas 15:30), señalando que se enteraron recién en la mañana
de la acción de amparo constitucional interpuesta en su contra, mediante fotocopias simples que
fueron entregadas a terceras personas (fs. 71 vta.).
La UAGRM, representada por Carlos Gonzalo Poppe Corcuy, por memorial de fs. 61 a 63, solicitó se
conceda la tutela impetrada por el SENAPE y dispongan la desocupación de la sede deportiva “San
Silvestre” en un plazo no mayor a cuarenta y ocho horas y sea con ayuda de la fuerza pública en caso
de desobediencia, señalando que: 1) Como consecuencia de la Ley 1732 de 29 de noviembre de
1996, -Ley de Pensiones- dispuso la liquidación de los entes gestores de la seguridad social y el
Decreto 28528 de 16 de diciembre de 2005, ordenó cerrar definitivamente y declarar la liquidación
total de los veintisiete entes gestores de la Seguridad Social y su inscripción en el Ministerio de
Hacienda -hoy Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia- de los bienes inmuebles, la
sede deportiva “San Silvestre” con una superficie de 47.121,79 m2, pasó a ser de propiedad del
Ministerio de Hacienda cuya administración está a cargo del SENAPE; y, 2) La Universidad hace uso
del denominado predio, por que el servicio, como entidad encargada de la administración de los
bienes del Estado, le otorgó en calidad de comodato, el 16 de mayo de 2005, fecha desde la que usó el
mismo para realizar actividades deportivas, conforme se muestra en la agenda del Club Universidad
de la gestión 2010, éstas quedaron truncadas a raíz de los actos vandálicos y delincuenciales de un
grupo de loteadores al mando de los ahora demandados, quienes ocuparon en forma violenta la sede
deportiva procediendo a parcelar las áreas verdes, lotear la cancha de futbol, cortar los árboles de más
de 20 m de altura, vulnerando los derechos a la educación, propiedad privada, derechos a la
inviolabilidad de domicilio, derecho a un medio ambiente saludable, derecho al deporte, la cultura
física y a la recreación.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
de 21 de marzo de 2012, cursante de fs. 69 vta. a 70 vta., concedió la tutela solicitada y dispuso el
desalojo del inmueble en el término de cuarenta y ocho horas, ordenando el uso de la fuerza pública en
caso de resistencia, con lo siguientes argumentos: i) La jurisprudencia constitucional referida a las vías o
medidas de hecho “SSCC 848/2010, 832/2005 y 270/2010”, es aplicable, porque en el caso, se lesionó el
derecho a la propiedad previsto en el art. 56.I de la CPE y más propiamente en el art. 339.II de la CPE;
según folio real de DD.RR. y el instrumento número 1082/94 de 16 de diciembre de 1994, donde se
acredita la fusión de dos parcelas formando un solo cuerpo que se encuentran ubicados en la zona norte
de la Unidad Vecinal 68; es decir, el derecho de propiedad no se encuentra cuestionado, cuya
administración está a cargo del SENAPE, entidad que cedió a la UAGRM y que cumple la función
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2489
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social que es el deporte y la educación; y, ii) Se ha evidenciado que los demandados no estaban en
posesión del inmueble y han ocupado esta propiedad privada derribando el muro perimetral y
convirtiéndolo en pequeñas parcelas o lotes de terreno.
II. CONCLUSIONES
II.1. Según folio real 0153681, el lote de terreno, ubicado en la Unidad Vecinal 68 zona Norte de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra, está registrado e inscrito en DD.RR. bajo la matrícula
7.01.1.06.0027794, con una superficie de 47.121,79 m2, Asiento Numero 1, a nombre del Fondo de
Pensiones Municipales. Transferencia (Fusión). Escritura pública 1082/94 de 16 de diciembre de
1994, ante Mario Añez Aguilera, Notario de Fe Pública. Registrado bajo partida computarizada
010272339 (fs. 14).
II.2. El 13 de enero de 2012, una comisión conformada por el ahora accionante en su condición de
Encargado Distrital del SENAPE, Reymi Luis Ferreira Justiniano, Rector de la UAGRM,
Remberto Soto, Jefe del Departamento de Asesoría Legal de esta Universidad, conforme consta en
el Acta notariada de entrega del inmueble de la misma fecha, se constituyeron en el bien descrito
en el punto II.1. a objeto de proceder a la recepción en calidad de comodato del referido inmueble a
favor de la UAGRM (fs.23).
El accionante en representación del SENAPE señala que las personas demandadas, ingresaron en
forma violenta a la sede deportiva “San Silvestre” de Santa Cruz de la Sierra, que es de propiedad
Estatal, derrumbando la barda perimetral y cometiendo otros excesos con la intención de lotear dicho
inmueble y con ello vulneraron los siguientes derechos de la entidad que representa:
a) La garantía constitucional de la seguridad jurídica reconocida en los arts. 109 y 128 de la CPE; b)
El derecho a la propiedad de bienes y recursos del Estado y su distribución, en mérito a lo dispuesto
en el art. 339.II de la CPE, que reconoce que los bienes de patrimonio del Estado y de las entidades
públicas constituyen propiedad del pueblo boliviano; y, c) El derecho “de posesión real” protegidos
por los arts. 87.I y 88.III del CC (debido a que la posesión del inmueble por la UAGRM data desde su
inscripción en DD.RR.).
III.1. Sobre las medidas de hecho proscritas por el orden constitucional y la protección
directa e inmediata a través de la acción de amparo constitucional, prescindiendo del
principio de subsidiariedad
gobernantes como a gobernados, orden que se caracteriza por ser justo y por contemplar
mecanismos eficientes para garantizar el respeto a derechos fundamentales y garantías
constitucionales”.
En ese sentido, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha sido uniforme al señalar que:“…el
fundamento constitucional que sustenta la procedencia excepcional de una tutela ante medidas de
hecho, -ante cualesquier acto- es que en un Estado de Derecho, no es legal ni válido que una
autoridad pública o un particular, invocando supuesto ejercicio "legítimo" de sus derechos
subjetivos, se arrogue facultades y adopte medidas de hecho (justicia directa o justicia por mano
propia) para poner término a sus diferencias o solucionar sus conflictos con otros desconociendo
que existen los mecanismos legales y las autoridades competentes para el efecto” (SC 0534/2007-
R, de 28 de junio).
De ahí que la jurisprudencia constitucional entendió que las medidas de hecho se configuran como
aquellos:"...actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y
procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder
que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y
que por el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el
amparo por vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el
control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por
mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo
ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias” (SC
0832/2005-R de 25 de julio).
Asimismo, cabe destacar que para otorgar la tutela inmediata y efectiva que brinda la acción de
amparo constitucional a aquellos propietarios de bienes inmuebles que sufran una lesión a su derecho
a la propiedad por un despojo o avasallamiento de su posesión por actos o medidas de hecho
protagonizados por terceros, sean éstos particulares o autoridades públicas, el Tribunal Constitucional
a partir de la SC 0944/2002-R de 5 de agosto, ha establecido que deben concurrir los siguientes
supuestos: "…1) el derecho a la propiedad debidamente demostrado y no cuestionado y 2) la
evidencia, tampoco controvertida, de que los recurridos no estaban en posesión del bien inmueble
sino que con acciones violentas (de hecho) ocuparon la propiedad privada de los recurrentes"; lo
que significa que el accionante debe acreditar plenamente su derecho de propiedad sobre el inmueble,
cuya titularidad no esté cuestionada ni se encuentre en litigio; y que las personas a quienes se acusa de
haber lesionado el derecho a la propiedad privada no tengan constituido legalmente el derecho
posesorio, sino que a través de actos de hecho tomen la posesión de la propiedad privada despojando
a sus verdaderos propietarios. En este sentido también se han pronunciado las SSCC 0152/2001-R,
0489/2001-R, 1372/2001-R, 0217/2003-R y 1672/2005-R.
Del expediente remitido a este Tribunal Constitucional Plurinacional, se evidencia que las personas
demandadas, incurriendo en medidas de hecho por cuanto irrumpieron violentamente en el
inmueble de propiedad del SENAPE, denominado sede deportiva “San Silvestre”, cuya titularidad
se encuentra registrada en el Registro de DD.RR y por lo tanto incontrovertible Conclusión II.1.,
predio que fue otorgado a la UAGRM en calidad de comodato (Conclusión II.2.), para la
realización de actividades propias de esta entidad, oportunidad en la que talaron árboles y
destruyeron la barda perimetral entre otros excesos cometidos, sin tener en cuenta que están
proscritas las medidas de hecho o justicia por mano propia en el Estado Constitucional de Derecho,
que asegura que tanto gobernantes como gobernados deben sujetarse al orden constitucional y que
la búsqueda de la protección, reinvidicación o tutela de derechos constitucionales, legales debe ser
a través de las vías establecidas en Derecho, acudiendo para el efecto ante las autoridades
competentes.
Por otra parte, los demandados de ninguna manera justificaron la conducta desplegada en cuanto
a la ocupación de los predios denunciados de avasallamiento por el accionante, por el contrario,
por los informes del Administrador del Centro Experimental Agropecuario Condoriri en el sentido
de que, comunarios instigados por los demandados fueron ingresando en forma agresiva y
amenazante a la propiedad del citado centro, realizando trabajos de forma ilegal con el uso de
tractores, sin el consentimiento de su propietario, por lo que con dichos actos se ha vulnerado el
derecho a la propiedad privada, protegidos y garantizados por el orden constitucional; caber
referir que los mismos tuvieron repercusiones dentro el ámbito departamental, tal cual se
establecen de publicaciones adjuntas al proceso, por cuanto los predios del Centro Experimental
Agropecuario Condoriri, cumplen una función social, aspecto que por su connotación requiere de
mayor atención; antecedentes que encuentra sustento en la disposición contenida en el art. 56.I de
la CPE, al indicar que: `Toda persona tiene derecho a la propiedad privada individual o colectiva,
siempre que ésta cumpla con una función social´; es decir, mientras no se haga uso de ella en
perjuicio del interés colectivo, situaciones de excepción que deberán ser demostradas por la vía
legal y previo pronunciamiento de autoridad competente que disponga lo que se considere
pertinente en interés superior, atendiendo a las características de cada caso”. En el mismo
sentido, este Tribunal a través de la SC 0049/2007-R de 6 de febrero, ha establecido que: `…La
propiedad privada por mandato de la norma constitucional referida, sólo puede ser afectada por
medio de una expropiación por causa de utilidad pública o cuando la propiedad no cumple una
función social, calificada conforme a ley…´”.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00587-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
Por memorial presentado el 19 de marzo de 2012, cursante de fs. 119 a 124 vta., el accionante
expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
proceso investigativo por el delito de legitimación de ganancias ilícitas, pero que al no tenerse
constancia de encontrarse ejecutoriado, dicha Resolución se tomó como interrupción del
cómputo del término de la prescripción por la supuesta comisión de otro delito, concluyendo que
respecto a su mandante no es suficiente el tiempo transcurrido; empero, en cuanto a Rúan
Rosales Ágreda, se aceptó la prescripción de la pena con los mismos fundamentos, concluyendo
que a el sí le es suficiente el tiempo transcurrido.
El 9 de agosto de 2011, la Sala Penal Segunda dictó un nuevo Auto de Vista y el Auto
complementario de 22 de septiembre del mismo año, sin cumplir con lo ordenado por el
Tribunal de garantías, vulnerando el derecho al debido proceso, puesto que carece de la
necesaria fundamentación en su contenido, conforme manda y ordena la norma procesal prevista
en los arts. 124 del CPP y 105 del CP, toda vez que no consideró, ni hizo mención a las pruebas
de descargo ofrecidas por su representado, incurriendo además en error en cuanto a su
mandante, puesto que en la parte resolutiva, dispuso oficiosamente y ultra petita, revocar el Auto
0068/2008, rechazando la prescripción planteada por los condenados, sin tomar en cuenta que su
representado en el Auto apelado, jamás se le concedió la prescripción de la pena, como refieren
textualmente las autoridades demandadas, que erróneamente le revocaron a su mandante una
supuesta prescripción que jamás y hasta la fecha le fue concedida, tal como refiere el Auto
interlocutorio 0068/2008 de 30 de diciembre, que el plazo para el cómputo de la prescripción de
la pena impuesta a Robin Rosales Ágreda, le era insuficiente.
las pruebas aportadas por su representado, prescindiendo la fundamentación legal y cita de las
normas procedimentales y sustantivas en las que sustentan la parte dispositiva, contraviniendo lo
previsto en el art. 124 del CPP, desconociendo la jurisprudencia constitucional, además de
afirmar en la parte in fine de dicho Auto de Vista, que las pruebas presentadas por su mandante
no ameritan consideración alguna, contraviniendo así además el debido proceso, el derecho a la
defensa, actuando en forma ultra y citra petita, anticipándose a emitir opinión sobre un aspecto
o punto que no fue resuelto en primera instancia por el Juez aquo, coartándole el derecho de que
el Juez de primera instancia pueda realizar el cómputo del tiempo, para emitir criterio sobre la
procedencia o improcedencia de la prescripción de la pena, incumpliendo también la obligación
de compulsar y valorar los supuestos agravios expresados en la apelación interpuesta por el
Ministerio Público, en forma separada en relación con cada uno de los procesados, teniendo en
cuenta que la responsabilidad es intuito persona.
Al no contar con otro tipo de recurso legal inmediato para la protección de los derechos y
garantías constitucionales restringidos y suprimidos, plantea la presente acción de amparo
constitucional para su reparación.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda tutela a su representado y se deje sin efecto el Auto de Vista de 9 de agosto
de 2011, disponiendo que los Vocales demandados, pronuncien una nueva resolución
fundamentada, teniendo en cuenta las pruebas y fundamentos de descargo que fueron aportados
en tiempo oportuno, considerando además su situación jurídica real, evaluando su petitorio de
prescripción de la pena que previamente debe ser valorada por el Juez a quo para su
pronunciamiento respectivo.
Celebrada la audiencia pública el 30 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante a fs.
180 y vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante Auto 68/2008 de 30 de diciembre, emitido en ejecución de sentencia por el Juez
de Partido en lo Penal y de Sustancias Controladas- Liquidador, dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público por el delito de tráfico de sustancias controladas contra el
representado del accionante y otros, se rechazó el incidente de prescripción de la pena planteado
por Jhonny y Robin Rosales Ágreda y se aceptó la prescripción de la pena con relación a los
otros impetrantes (fs. 52 a 59 vta.).
II.2. Apelado el Auto de rechazo del incidente de prescripción de la pena, fue emitido el Auto de
Vista de 1 de junio de 2010, mediante el cual, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial de Cochabamba, revocó la Resolución apelada y rechazó el incidente de
prescripción de la pena, interpuesto por el representado del accionante y otros procesados (fs. 62
a 64).
II.4. El 9 de agosto de 2011, los Vocales de la Sala Penal Segunda de la entonces Corte Superior
del Distrito Judicial de Cochabamba, ahora demandados, emitieron nuevo Auto de Vista, como
emergencia de la Resolución del Tribunal de garantías, revocando el Auto de 30 de diciembre de
2008, rechazando en consecuencia la solicitud de prescripción de la pena presentada por los
condenados Ruan, Jhonny, Wilfredo y Robin Rosales Ágreda y William Rosales Suárez (fs. 79 a
84 vta.).
excepción de prescripción de la pena, rechazada por Auto de 30 de diciembre del indicado año,
lo que originó que interpusiera recurso de apelación; resuelto por Auto de 1 de junio de 2011,
dictado por la Sala Penal Segunda, rechazando la prescripción solicitada, por lo que planteó
amparo constitucional que fue concedido por Resolución de 12 de noviembre del mismo año,
disponiendo la emisión de una nueva resolución conforme a derecho, pero las autoridades
demandadas, en mérito a la Resolución del referido amparo constitucional, emitieron el Auto de
Vista de 9 de agosto de 2011, sin fundamentación legal y sin considerar las pruebas aportadas en
su oportunidad, además de omitir la consideración de los fundamentos expuestos en el memorial
de apelación, señalando que los mismos no merecen consideración alguna.
De acuerdo con la prueba que cursa en obrados, se establece que por Resolución de 12 de
noviembre de 2010, la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Wilfredo, Ruan y Robin Rosales Ágreda, este último representado del
accionante, concedió la tutela solicitada y declaró la nulidad del Auto de Vista de 1 de junio de
2010 impugnado, por carecer de motivación y haber omitido la valoración de la prueba,
disponiendo que los Vocales de la Sala Penal Segunda, ahora demandados, emitan nueva
resolución motivada y fundamentada, tomando en cuenta las pruebas ofrecidas por los
accionantes al momento de adherirse a la apelación interpuesta por el Ministerio Público,
ordenando además la suspensión de los mandamientos de cumplimiento de condena expedidos,
mientras la Sala Penal Segunda emita la nueva resolución. Asimismo, se puede advertir que el 9
de agosto de 2011, las autoridades demandadas, como emergencia de la referida Resolución de
amparo constitucional, emitieron nuevo Auto de Vista, revocando el fallo apelado de 30 de
diciembre de 2008 y rechazando en consecuencia la solicitud de prescripción de la pena
presentada por los condenados Ruan, Jhonny, Robin y Wilfredo Rosales Ágreda y William
Rosales Suárez; Resolución que fue impugnada a través de la presente acción, con el argumento
de no contener una debida fundamentación, de haber omitido la valoración de la prueba
presentada por su representado y sin referirse a los argumentos de la apelación; es decir, el
accionante a través de la presente acción tutelar, pretende lograr el cumplimiento de una anterior
Resolución de amparo constitucional, lo cual no es posible.
En consecuencia, el accionante para exigir que las autoridades demandas emitan un Auto de
Vista fundamentado y motivado, conforme impuso el Tribunal de garantías en la Resolución de
la primera acción de amparo constitucional, debió acudir a ese Tribunal de garantías y de
ninguna manera interponer otro amparo; pues si consideraba que las autoridades de la Sala Penal
Segunda, ahora demandadas, no fundamentaron el nuevo fallo, le correspondía denunciar ese
incumplimiento ante la Sala Civil Segunda, que coincidentemente conoció ambas acciones de
defensa, a efectos de que si es evidente la denuncia, se conmine a los Vocales demandados a
dictar resolución conforme a la Sentencia de garantías emitida; al no haber procedido de esa
manera y al haber interpuesto la presente acción para exigir el cumplimiento de dicho fallo, no
es viable la concesión de la tutela ahora impetrada.
POR TANTO
marzo de 2012, cursante de fs. 181 a 186 vta., dictada por la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Sin haberse señalado audiencia, le fueron revocadas las medias sustitutivas dispuestas a su favor,
argumentando que no dio cumplimiento a las mismas durante tres días y veintitrés horas, sin
considerar que únicamente uno de aquellos días era hábil.
I.1.3. Petitorio
No se especifica.
Efectuada la audiencia pública el 19 de abril de 2012, conforme consta en el acta cursante de fs.
41 a 45, se produjeron los siguientes actuados:
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El abogado de la accionante, con carácter previo aclaró que el Juzgado de garantías no dió
cumplimiento a la SC 0128/2011-R de 21 de febrero, que estableció el procedimiento a seguir
cuando se presenta una acción de libertad oral respecto a la apertura de libro de acción de
libertad en el que se deben labrar las correspondientes actas dejando constancia de los hechos
denunciados y los extremos demandados, los cuales deberán ser puestos en conocimiento de la
parte demandada.
Asimismo, indica que por memorial de la misma fecha, solicitó a la autoridad jurisdiccional
demandada, conmine a un funcionario del juzgado a efectuar la verificación del domicilio, toda
vez que éste se negó a hacerlo, habiéndose deferido a dicha petición por decreto de igual fecha,
“previo cumplimiento de las medidas impuestas”.
Añade que el 12 de marzo de 2012, la Secretaria Abogada del Juzgado informó al Juez de la
causa que no se había cumplido con la medida sustitutiva del arraigo en el plazo señalado por la
autoridad jurisdiccional en la Resolución 105/12, habiendo determinado el Juez de la causa, al
amparo del art. 247 del CPP, de manera casi inmediata, mediante Auto interlocutorio 107/2012
del indicado mes y año, revocar las medidas cautelares sustitutivas impuestas en la Resolución
105/12, disponiendo la detención preventiva de los imputados, decisión con la cual no fuera
notificada su defendida hasta la fecha de interposición de la presente acción tutelar. Con el
mandamiento de detención preventiva, su representada, fue remitida en el día al Centro de
Orientación Femenino de Obrajes.
Manifiesta también que por memorial de 13 de marzo de 2012, su mandante solicitó “el
desglose” (sic), indicando domicilio procesal en el edificio Juan de las Nieves oficina 14; sin
embargo, las notificaciones fueron efectuadas en Av. Juan Pablo Segundo 2560, edificio Ceibo;
diligencias adjuntadas al expediente por instrucción del Juez de la causa, cuando lo que
procesalmente correspondía era que primero se notifique con el señalamiento de audiencia de
revocatoria de medidas sustitutivas antes de emitir el mandamiento de detención preventiva.
Menciona que el 15 de marzo de 2012, el demandado remitió antecedentes del proceso ante la
Presidenta del Tribunal Departamental de Justicia para su consideración debido a que la Fiscal
Departamental emitió “ligeras denuncias” (sic), respecto a la liberación de imputados
prontuariados, apartándose de lo establecido por el art. 3 del CPP que refiere a la imparcialidad e
independencia de los jueces, al dejarse influenciar por presiones de la Fiscal referida o
“escándalos en la prensa” (sic), cuando corresponde por el contrario sujetarse a la ley y
precautelando el debido proceso, la publicidad, la inmediatez, la igualdad y la defensa,
“convocar a una audiencia pública para considerar la revocatoria de las medias sustitutivas
impuestas” (sic), conforme ha desarrollado la jurisprudencia constitucional a través de las SSCC
“607/2012-R de 24 de marzo”, 246/2004-R de 3 de marzo; “1307/2055” de 14 de octubre y
033/2012-R, que disponen que el juez deberá asegurar la presencia del imputado en audiencia de
revocatoria de medidas cautelares con la finalidad de evitar su indefensión.
Finaliza indicando que en el caso de su defendida, ésta aún no fue debidamente notificada con la
Resolución que dispone la revocatoria de las medidas sustitutivas, situación que vulnera el
debido proceso, el derecho a la defensa y el derecho a la igualdad; en consecuencia, solicita se
conceda la tutela y se disponga la libertad inmediata de su mandante, quien se encuentra
indebidamente detenida en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes.
El Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, mediante informe escrito cursante a fs. 38 vta.,
manifestó que: a) Mediante Resolución 105/12, impuso contra la accionante y otro, medidas
sustitutivas a la detención preventiva de arraigo, detención domiciliaria y señalamiento de
domicilio real, otorgando un plazo para el cumplimiento de la decisión hasta horas 18:00 del 9
de marzo de 2012, habiéndose interpuesto contra dicho fallo, recurso de apelación incidental que
fuera remitido ante el Tribunal Departamental de Justicia el “09/04/12” (sic); b) Ante la
existencia de los requisitos contenidos en los arts. 233, 234 y 235 del CPP, y previo informe
emitido por Secretaría del Juzgado, a través de la Resolución 107/2012, se revocaron las
medidas sustitutivas y se dispuso la detención preventiva de los imputados, quienes fueron
debidamente notificados sin que hubieran interpuesto recurso de apelación incidental contra
dicha determinación; y, c) La acción de libertad es un recurso de “última ratio” (sic) y en la
especie no se ha hecho uso de las atribuciones contenidas en el procedimiento penal.
Asimismo, por informe presentado el 19 de abril de 2012, cursante a fs. 39, la Secretaria del
Juzgado Primero de Instrucción Penal en suplencia legal de su similar Quinto, codemandada,
señaló que por Resolución 105/12 se impuso a los imputados medidas sustitutivas de arraigo,
detención domiciliaria y señalamiento de domicilio real, otorgándoseles plazo hasta horas 18:00
del 9 del indicado mes y año para la ejecución de las mismas, agregando que ante su
incumplimiento, el 12 de marzo de 2012, se elevó el informe respectivo ante el Juez de la causa
a efectos correspondientes.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 08/2012 de 19 de abril, cursante de fs. 46 a 53, el Juez Primero de Partido
y de Sentencia de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, denegó
la tutela solicitada argumentando que: 1) De acuerdo a la jurisprudencia contenida en la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, el medio idóneo para observar una resolución de aplicación de
medidas cautelares es el recurso de apelación descrito por el Código de Procedimiento Penal en
su art. 251, el cual, si la accionante consideró que la Resolución 107/2012, lesionaba su derecho
la libertad y libre locomoción, debió interponer antes de activar la presente acción tutelar, con la
finalidad de que la autoridad superior tenga la posibilidad de enmendar los supuestos errores del
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II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del proceso que se sigue contra la accionante y otro, por la supuesta comisión de los
delitos de robo agravado y lesiones graves y leves, el 8 de marzo de 2012, en audiencia de
medidas cautelares, el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal, mediante Resolución 105/12,
dispuso la detención domiciliaria de los imputados, así como la prohibición de salir del territorio
nacional y el señalamiento de domicilio real, otorgando plazo para su cumplimiento hasta horas
18:00 del 9 de igual mes y año, advirtiendo que en caso de incumplimiento, conforme dispone el
art. 247 del CPP, “se revocará la presente resolución, disponiendo su detención preventiva”
(sic), decisión con la que fueron notificados de manera personal ambos imputados, habiéndose
interpuesto en la misma audiencia recurso de apelación incidental, elevándose antecedentes ante
la Sala Penal de turno del Tribunal Departamental de Justicia, conminando a los imputados a
adjuntar la respectiva boleta de apelación en el plazo de veinticuatro horas. Asimismo, mediante
cite “172/2.011” de 8 de marzo, dirigido al Jefe de Alguaciles del Tribunal Departamental de
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En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está
diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y
el segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e
inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no
reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
De conformidad a lo prescrito por el art. 247.1 del CPP, uno de los requisitos para que proceda
la revocatoria, es el incumplimiento de las obligaciones impuestas por la autoridad
jurisdiccional en calidad de medidas sustitutivas a la detención preventiva, donde se infiere
que, el imputado deberá encontrarse en libertad, toda vez que resulta imposible incumplir los
deberes asignados, cuando el procesado se encuentra privado de su libertad; así ha entendido el
Tribunal Constitucional al señalar en la SC 0607/2002-R de 24 de mayo, cuando al citar a la SC
0755/2000-R de 4 de agosto, que glosando el contenido del art. 247 del CPP, indicó: “Las
medidas sustitutivas a la detención preventiva podrán ser revocadas por la siguientes causales:
1) Cuando el imputado incumpla cualesquiera de las obligaciones impuestas; 2)Cuando se
compruebe que el imputado realiza actos preparatorios de fuga o de obstaculización en la
averiguación de la verdad “...", supuestos que eran imposibles de realizar por el recurrente,
porque se encontraba recién en procura de cumplir las medidas substitutivas que le aplicaron;
en consecuencia, las obligaciones no podían haber sido "violentadas" si la libertad no se hizo
efectiva en ningún momento; por tanto no debía revocar la Resolución Nº 76/2000
amparándose en hechos que no sucedieron y menos en un precepto legal sin observar el
contenido correcto del mismo, manteniendo una detención preventiva en forma ilegal e indebida
cuando ésta debe cesar por disposición del art. 239 de la Ley Nº 1970” (las negrillas son
nuestras).
Asimismo, el juez o tribunal que conoce la causa y que disponga la revocatoria de las medidas
sustitutivas, deberá hacerlo previa verificación de la existencia de uno de los supuestos
establecidos en los arts. 233, 234, 235 y 236 del CPP (SSCC 0563/2004-R y 1390/2002-R, entre
otras) o cuando compruebe que el imputado efectúa un inadecuado uso de su libertad realizando
actos en busca de obstaculizar la averiguación de la verdad o actos preparatorios de fuga; de
actuar en contrario, podría incurrir en detención indebida vulnerando el principio de presunción
de inocencia, toda vez que la determinación de revocar las medidas sustitutivas e imponer la
detención preventiva del imputado debe responder a una valoración objetiva sobre si concurren
o no, las causales para ello, a cuyo efecto la Resolución que disponga dicho extremo deberá
encontrarse, en resguardo de los derechos y garantías del procesado, debidamente
fundamentada, situación que permitirá a las partes procesales tener conocimiento respecto a las
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Conforme se menciona en el Fundamento Jurídico III.2., el art. 247 del CPP, prevé que las
medidas sustitutivas a la detención preventiva podrán ser revocadas por el juez de la causa de
oficio o a solicitud del fiscal o de la parte querellante cuando el imputado incumpla las
obligaciones impuestas a través de las medidas sustitutivas, cuando se pruebe que el imputado
realiza actos de preparación a efectos de obstaculizar la averiguación de la verdad o darse a la
fuga o finalmente cuando se le inicie un nuevo proceso por la comisión de otro delito (SC
1307/2001-R de 12 de diciembre entre otras); no obstante, en virtud a los principios de oralidad,
inmediación y contradicción, propios del sistema procesal, es inexcusable que el juez de la causa
señale fecha y hora de audiencia, con la finalidad de que el imputado se presente asistido de su
abogado defensor, garantizando de esta manera el pleno ejercicio del derecho a la defensa a
través de su participación durante el acto permitiéndole activar los recursos impugnatorios que el
ordenamiento jurídico le faculta, sea impugnando los actos procesales o la resolución que emerja
en audiencia, con la cual deberá ser notificado personalmente.
En la problemática que se analiza, la accionante señala que dentro del proceso que se le sigue
por la supuesta comisión de los delitos de robo agravado y lesiones graves y leves, inicialmente
se le impusieron medidas sustitutivas a través de la Resolución 105/12, otorgándole un plazo de
tres días para su cumplimiento, al cabo de los cuales, a raíz del informe emitido por la Secretaria
Abogada del Juzgado respecto al incumplimiento de los requisitos dispuestos en la precitada
Resolución, la autoridad jurisdiccional, determinó mediante Auto Interlocutorio 107/2012,
revocar las mismas y disponer su detención preventiva, sin haberla citado a dicha audiencia,
emitiendo al efecto el correspondiente mandamiento de detención preventiva.
Para ingresar al análisis del caso, es preciso puntualizar que la accionante al interponer esta
acción tutelar, señala como acto ilegal, la revocatoria de las medidas sustitutivas imponiéndose
en su contra medida cautelar de detención preventiva, sin que haya podido participar en dicho
acto a efectos de asumir defensa, colocándola en estado de indefensión, toda vez que arguye no
haber sido notificada en forma personal con señalamiento de audiencia de revocatoria de
medidas sustitutivas y tampoco con la Resolución emergente de aquella actuación, situación que
conculca su derecho a la libertad al haberse dispuesto su detención preventiva, emergente de la
revocatoria.
Ahora bien, descrito el acto ilegal denunciado y objeto del recurso, la fundamentación esgrimida
por el Juez en sentido de que la accionante tendría expedito el recurso de apelación incidental
contra la determinación que revocó las medidas sustitutivas, es erróneo, por cuanto, como se
señaló precedentemente el aspecto demandado es el actuado primigenio, trasuntado en la falta de
celebración de la audiencia de revocatoria de medidas sustitutivas, situación que impidió la
concurrencia de la acusada y su defensor, así como el oportuno conocimiento de la Resolución
que le impuso la detención preventiva; toda vez que, al no haber sido notificada con esta
determinación, no tuvo conocimiento de su contenido por lo que resulta ilógico pretender que
pudiera activar algún medio impugnatorio, en consecuencia, no resulta aplicable al caso
concreto la jurisprudencia contenida en la SC 0160/2005-R citada por el Juez demandado en la
Resolución que se revisa.
Por otra parte, el Juez de la causa ahora demandado, al disponer la revocatoria de las medidas
sustitutivas en consideración a que la imputada no cumplió en el término establecido al efecto
con las obligaciones impuestas, una de ellas el arraigo, actuó basándose en un excesivo
formalismo respecto a la aplicación de la norma contenida en el art. 247 inc. 1 del CPP, dado
que el plazo otorgado por la autoridad jurisdiccional no fue razonable, pues para imponer un
límite de tiempo todo juez o tribunal debe analizar el requisito o condición que deberá cumplirse
en ese tiempo y no simplemente limitarse a imponer un período breve únicamente sino el
necesario de acuerdo a las circunstancias que emerjan de la condición de cada imputado, de
modo que este pueda tener el lapso no indefinido sino suficiente para cumplir lo que se le ha
impuesto; en el caso, el Juez concedió un plazo de veinticuatro horas para el registro del arraigo,
sin considerar que para efectuar dicho trámite en dependencias de migración, inicialmente se
debe contar con un mandamiento que tiene que ser emitido por la propia autoridad
jurisdiccional, situación que conforme manifestó la accionante, sin que fuera desvirtuado por el
demandado, no se concretó debido a la negativa de entrega del mismo de parte de la Secretaria
Abogada del Juzgado (fs. 42 vta.) bajo el argumento de tener “mucha carga procesal y (…)
muchas cosas que hacer”; en consecuencia, el incumplimiento de dicha obligación no es
atribuible a la accionante.
Situación similar aconteció respecto al señalamiento del domicilio real de la imputada, ya que de
lo aseverado en audiencia, se tiene que la accionante solicitó al Juez de la causa, ordene al
funcionario del Juzgado proceda a la verificación del mismo en mérito a que éste se habría
negado a hacerlo, habiendo la autoridad jurisdiccional, conminado al personal subalterno de la
Secretaría Abogada del Juzgado a dar cumplimiento con lo extrañado, de donde se infiere que la
omisión respecto a la acreditación de domicilio real, no se debió a la negligencia de la imputada,
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sino al incumplimiento por parte de los funcionarios del Juzgado a las determinaciones
emanadas del Juez Quinto de Instrucción Penal.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00612-2012-02-AAC
Departamento: La Paz
A raíz de haber sido buscado y contratado por los esposos Carlos Hugo Pinilla Orihuela y
Rosario Nancy Álvarez Nuñez de Pinilla, para la construcción de su casa, fue objeto de una serie
de abusos y acción extorsiva, y ahora sometido a un proceso penal indebido que va contra sus
derechos.
Añade, que una vez que se llegó a un acuerdo sobre los costos, plazos y demás detalles de la
obra, y a pesar de sus constantes solicitudes, nunca se pudo firmar un contrato con los
propietarios del inmueble, y que ante los reclamos infundados como las solicitudes exageradas
que hicieron imposible la conclusión de la obra, se vio obligado a renunciar y devolverles el
dinero que tenía para la adquisición del material de construcción.
Refiere también, que al ser objeto de acoso por parte de los esposos Pinilla Álvarez, inició
acción penal por el delito de extorsión, lo que causó que los mismos iniciaran proceso penal
contra el accionante por el delito de estafa; siendo así, que cuando se encontraba en plena
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investigación y debía llevarse a cabo una inspección ocular de la obra cuestionada, recusaron a
la Fiscal de Materia, Mirtha Torrez Ortiz, y lograron que Fabiana Azero Mendizábal, se hiciera
cargo de la investigación; sin embargo dicha Fiscal; pese a no realizar ningún acto de
investigación, emitió Resolución de imputación formal el 20 de diciembre de 2011, “basándose
en argumentos falsos, mentiras y calumnias, tales como tildarle como delincuente habitual”
(sic). Ante esta situación, pese haber recusado a la Fiscal demandada, la Fiscal Departamental
mediante Resolución BYL 16/2012 de 17 de enero, desestimó la recusación con argumentos
contradictorios e incompletos con la que se sometió a un proceso indebido, negándole en
consecuencia la posibilidad de defenderse ante una autoridad proba, objetiva e imparcial,
restringiéndole sus derechos y garantías constitucionales.
Solicita se "otorgue" la tutela demandada y, disponiendo se deje sin efecto la Resolución BYL
16/2012, pronunciada por la Fiscal Departamental, Betty Yañiquez Lozano, se dicte una nueva,
en la cual se declare procedente la recusación planteada contra la Fiscal de Materia, Fabiana
Azero Mendizábal, dentro del proceso penal seguido por Carlos Hugo Pinilla Orihuela y Rosario
Nancy Álvarez de Pinilla, en su contra, por el delito de estafa.
Celebrada la audiencia pública el 29 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
27 a 33 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Betty Yañiquez Lozano, Fiscal Departamental de La Paz, presentó informe escrito cursante de
fs. 16 a 18 vta., señalando que: a) El caso 897/2011, fue remitido a la Fiscalía Departamental a
los efectos de la emisión de la resolución jerárquica sobre la recusación interpuesta por Bernardo
Soria Galvarro, contra la Fiscal, Fabiana Azero Mendizábal en cumplimiento del art. 73 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), el 16 de enero de 2012, y dentro del plazo que
prevé el art. 73 de la misma Ley, la autoridad hoy demandada, dictó la Resolución jerárquica
BYL 016/2012 de 17 de enero, disponiendo se desestime la recusación interpuesta, en razón que
en los fundamentos, el accionante invocó la causal incursa en el numeral 2 del art. 72 de la
LOMP, empero se cumplió lo establecido por el art. 73 de dicha Ley, que indica expresamente
que las partes podrán formular fundadamente la recusación; es decir, que no resulta suficiente la
enunciación de la causal, sino la demostración objetiva, con elementos que tengan la capacidad
de formar convicción de que evidentemente existe enemistad o amistad con alguna de las partes,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2509
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por lo que el ahora accionante no demostró lo señalado; asimismo, no se pueden considerar los
actos procesales de investigación como la Resolución de imputación formal, como signo de
enemistad de parte del Fiscal, con una de las partes procesales, toda vez que ante una eventual
existencia de vulneración a derechos, en el punto 6 de la citada Resolución, se salvan los
derechos del imputado de acudir a la vía pertinente, como es el órgano jurisdiccional de acuerdo
a lo señalado por el art. 54 inc. 1) del Código de Procedimiento Penal (CPP); b) El accionante
indica que presentó recusación contra la Fiscal, Mirtha Tórrez Ortiz, por considerar que una sola
Fiscal no podía investigar procesos excluyentes entre si, y que la suscrita mediante proveído de
4 de julio de 2011, deja la recusación inicial sin efecto; sin embargo, como se puede apreciar del
memorial presentado de 1 de julio del mismo año, no señala norma legal alguna, en la cual se
encuentre amparada su solicitud, cuando lo correcto era que fundamente en una de las causales
contenidas en el art. 72 de la LOMP, no siendo suficiente indicar que la Fiscal se encuentre
tramitando procesos excluyentes entre sí, por lo cual se procedió a dictar el requerimiento de 4
del mismo mes y año, señalando que Bernardo Soria Galvarro debe señalar de forma clara la
causal que incoa, requerimiento que fue notificado para que el imputado pueda subsanar dicha
observación, empero jamás lo hizo, motivando que no se ingrese a realizar el trámite que
determina el art. 73 de la LOMP, y por ende, jamás se ingreso al fondo, es decir a la
consideración de la recusación, por lo que resulta falso lo señalado por el accionante; c) La
solicitud de recusación presentada por Carlos Hugo Pinilla Orihuela y Rosario Nancy Álvarez
Muñoz de Pinilla de 20 de octubre de 2011, se encontraba debidamente fundamentada,
señalando los hechos que la motivaban y la norma legal en la que se basan como es el art. 72.2
de la LOMP, totalmente distinta a la solicitud que realizó el ahora accionante, por lo que no
existió ninguna discriminación alguna en su contra; y, d) De la lectura del memorial de acción
constitucional de amparo, existe contradicción, toda vez que tanto el peticionante, como las
víctimas impetran en el fondo se aparte de la investigación a Mirtha Tórrez Ortiz y ante una
solicitud debidamente fundamentada, se dispuso conforme a ley y extrañamente ahora cuando
existe imputación, el accionante alega que no estuviera de acuerdo con la nueva Fiscal,
seguramente porque no va con sus intereses, empero, lo que debe primar en todo momento es la
aplicación de la ley.
Pese a la legal citación de los terceros interesados Carlos Hugo Pinilla Orihuela y Rosario Nancy
Álvarez Nuñez de Pinilla, no se presentaron a la audiencia ni presentaron informe alguno.
I.2.4.Resolución
evidencia que en el numeral 3 refiere que la causal invocada por el accionante es del numeral 2
del art. 72 de la LOMP, referido a la amistad estrecha o enemistad con una de las partes, “misma
que conforme lo ha manifestado la autoridad demandada no ha sido demostrada, toda vez que no
existe prueba idónea que sustente la existencia de enemistad de la Fiscal en su contra o amistad
estrecha con la parte adversa, no pudiendo tomar la Resolución de imputación formal como
signo de enemistad con su persona o amistad con la parte adversa, afirmación que es muy
subjetiva” (sic); ii) Al haberse iniciado el proceso, el accionante tiene las vías otorgadas por la
ley para asumir su defensa, los arts. 54 inc. 1), 168 y 169 del CPP, facultan a las partes acudir
ante el juez de control jurisdiccional, para evitar una posible actividad procesal defectuosa,
debiendo tener presente que el juez cautelar constituye la autoridad jurisdiccional, bajo quien se
encuentra el control del desenvolvimiento de los actos de investigación que realizan tanto
fiscales como funcionarios policiales, desde el primer acto del proceso hasta la conclusión de la
etapa preparatoria, conforme a las previsiones contenidas en el art. 54 inc. 1) concordante con el
art. 279 del CPP, normas que le otorgan la facultad a éste para disponer lo que fuera de ley, a
efectos de restituir derechos transgredidos en caso de constatarse vulneraciones; y, iii) Por lo que
no agotó los medios o recurso idóneos con carácter previo a acudir a la jurisdicción
constitucional a través del presente acción de amparo constitucional.
II. CONCLUSIONES
La acción de amparo constitucional, consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye como una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del Estado y la ley.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una tramitación
especial y sumaria; la inmediatez en la protección y no reconoce ningún fuero, privilegio ni
inmunidad con relación a las autoridades o personas demandadas.
Por disposición del art. 129.I de la CPE, la acción de amparo constitucional, procede contra
actos u omisiones indebidos de autoridades o particulares que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no
hubiere otro medio o recurso para su protección inmediata, lo que significa que, dado su carácter
extraordinario y no sustitutivo, no puede ser utilizado en reemplazo de otros recursos o medios
legales que la ley confiere a las partes para presentar sus reclamos y hacer valer sus derechos.
así: a) cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de
planteamientos extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y
procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al
momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución…Ambos casos,
se excluyen de la excepción, al principio de subsidiaridad que se da cuando la restricción o
supresión de los derechos y garantías constitucionales denunciada, ocasione perjuicio
irremediable e irreparable, en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela
demandada, aún existan otros medios de defensa y recursos pendientes de resolución” (las
negrillas son nuestras).
En el caso que se examina, el accionante denunció que las autoridades demandas, vulneraron sus
derechos al debido proceso, a la presunción de inocencia, “seguridad jurídica”, a la defensa e
igualdad; toda vez, que a pesar de haber planteado recusación contra la Fiscal de Materia, dentro
de la investigación penal que se le siguió por la presunta comisión del delito de estafa, la Fiscal
Departamental, mediante Resolución jerárquica BYL-16/2012, desestimó el mismo, e impuso un
proceso indebido por haberle negado la posibilidad de defenderse ante una autoridad proba,
objetiva e imparcial.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00633-2012-02-AAC
Departamento: Potosí
Agrega que en la gestión pasada, la propietaria decidió vender el mencionado inmueble a favor
de los esposos Carlos Wilfredo Espejo Hurtado y Blanca Román León de Espejo, quienes
registraron su dominio en Derechos Reales (DD.RR.), el 25 de octubre de 2011, bajo la
matrícula 5.08.1.01.0002506; a partir de lo cual, empezaron a amenazar a su mandante,
pretendiendo obligarle a él y a su familia a sacar sus pertenencias contra su consentimiento y
voluntad, propiciándoles un trato inhumano y vil, llegando a cortarles temporalmente los
servicios de luz y agua.
I.1.3. Petitorio
Solicita que se conceda la tutela, y se disponga: a) La restitución inmediata del inmueble arrendado
y se garantice su actividad laboral en forma libre e irrestricta, bajo apercibimiento de ley; b) Se
ordene a los “recurridos” por sí o por terceras personas, se abstengan de ocasionar cualquier
perturbación, mientras se dilucide el proceso judicial; c) Se condene en costas y se califiquen daños
y perjuicios ocasionados por los hechos indicados que ascienden a la suma de $us25 000.-
(veinticinco mil dólares estadounidenses) que deben ser repuestos a su representado, más el pago
de honorarios profesionales, de acuerdo al Arancel Mínimo del Colegio de Abogados; d) Disponga
la anotación preventiva de su inmueble, encomendando su ejecución al Subregistrador de DD.RR.
hasta tanto se restablezcan todos los derechos denunciados; e) Remitan antecedentes al Ministerio
Público para su investigación y se imponga medida cautelar de detención preventiva a los
demandados, por ser reincidentes y no obedecer la resolución de amparo; y, f) Existiendo indicios
de vulneración de derechos y garantías a una menor de edad, se remitan antecedentes a la
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Celebrada la audiencia pública el 5 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 55 a
58 de obrados, en presencia del abogado apoderado del accionante, de los particulares
demandados asistidos de su abogado y de los representantes de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia; y, en ausencia del representante del Ministerio Público, se produjeron los
siguientes actuados:
El abogado del accionante ratificó los argumentos del memorial de demanda y los amplió
señalando que el contrato de arrendamiento suscrito el 27 de enero de 2007 entre su
representado y el anterior propietario del inmueble, tiene una duración de cinco años; es decir,
que todavía está vigente, dado que se cumplió el 30 de enero de 2012 y según normativa, su
defendido tiene tres meses para desocupar el mismo
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
baños y una cocina, a favor de Zhao Yang Chen (fs. 8 y vta.), el que se encuentra debidamente
reconocido en sus firmas por Notario de Fe Pública de Segunda Clase 1 (fs. 9).
II.2. Por memorial de 5 de julio de 2011 presentado ante el Juez de Partido Mixto y de Sentencia
de Tupiza, Zhao Yang Chen, inquilino y representado del accionante, inició un proceso en la vía
ordinaria, demandando el cumplimiento de contrato de arrendamiento, repetición de pago, más
daños y perjuicios e intereses (fs. 2 a 4). Causa pendiente de resolución.
II.3. Del testimonio 391/2011 de 4 de octubre, se evidencia que Fabiana Yebara Coro otorgó en
calidad de compra venta, el inmueble ubicado en Avenida Regimiento Chichas de la ciudad de
Tupiza, a Blanca Román León de Espejo y Carlos Wilfredo Espejo Hurtado, registrado bajo el
folio real 5.08.1.01.0002506 (fs. 42 y vta.).
II.4. Por carta notariada de 4 de octubre de 2011, Fabiana Yebara Coro, anterior propietaria del
inmueble donde habita en calidad de inquilino el representado del accionante y su familia,
solicitó a Shao Yan Chen y Chun Ron Chen, la entrega inmediata del inmueble al nuevo dueño,
en razón a que vendió el mismo a Carlos Wilfredo Espejo Hurtado (fs. 35).
II.6. El 26 de marzo de 2012, Carlos Espejo Hurtado, inició una querella criminal ante el
Ministerio Público, a Chun Ron Chen por delitos de falsedad material, ideológica, uso de
instrumento falsificado y amenazas (fs. 28).
II.8. Del muestrario fotográfico se muestra que varios insumos y herramientas de trabajo se
encuentran apilados en la acera de la calle, arrimados a la vereda (fs. 31).
El accionante alega que los particulares demandados lesionaron los derechos de su representado
a la vida, a la salud, a la seguridad, a los servicios básicos de agua y luz, a la libertad de
residencia, a la vivienda, al trabajo, a dedicarse al comercio y a la inviolabilidad de domicilio,
porque haciendo uso de la fuerza física, mediante medidas de hecho, los desalojaron del
inmueble recientemente adquirido por los primeros, en el que se encontraba viviendo bajo
contrato de arrendamiento, suscrito con su anterior dueña y que aún se encuentra vigente,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2517
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echando sus pertenencias a la calle, lugar donde se encuentran viviendo desde hace cinco días,
además de haber mantenido encerradas a su hermana de nueve años de edad y a dos de sus
empleadas durante cinco horas, para someterlas al trabajo físico de sacar los insumos y
herramientas de trabajo, al patio de la casa. En consecuencia, en revisión de la Resolución
dictada por el Juez de garantías, corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si
constituyen actos ilegales lesivos de los derechos fundamentales o garantías constitucionales del
representado del accionante, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 de la
CPE, la acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar contra
los “actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley”.
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato, de defensa
de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se
circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se encuentran
resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden
constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad,
popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede,
esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo
de los servidores públicos sino también de las personas individuales o colectivas que restrinjan o
amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a
la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al mencionar en el art.
129.I de la CPE, que esta acción “…se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.
De la naturaleza jurídica de la presente acción, se colige que se encuentra regida por los
principios de subsidiariedad e inmediatez, en virtud a los cuales, le corresponde al actor, de un
lado, agotar todos los mecanismos intraprocesales idóneos de impugnación; y de otro, cuidar
que la misma sea presentada dentro del plazo máximo de seis meses computables a partir de la
comisión de la vulneración alegada o de notificada con la última decisión administrativa o
judicial; el incumplimiento de estos requisitos da lugar a la denegatoria de tutela, sin ingresar al
análisis de fondo de la problemática planteada. No obstante ello, la jurisprudencia
constitucional, en ciertos casos, instituyó excepciones a las reglas antes anotadas.
Por ser de interés al tema de análisis, a continuación nos referiremos a la naturaleza subsidiaria
de la acción de amparo constitucional y las excepciones establecidas vía jurisprudencia. En ese
orden, se debe indicar que, la exigencia de agotamiento de mecanismos idóneos de
impugnación, cede en su aplicación, cuando se advierten lesiones de los derechos fundamentales
o garantías constitucionales que previsiblemente pueden ocasionar un daño irreparable e
irremediable, o bien cuando se constata la ejecución de vías o medidas de hecho, situaciones que
merecen protección inmediata por parte de este órgano de control de constitucionalidad, porque
de lo contrario, aplicar la regla sin analizar las implicancias específicas de cada caso y las
consecuencias posteriores, daría lugar a una tutela ineficaz, y por lo tanto, a la consolidación de
lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales.
En resumen, todo acto o acción de hecho que se adopte sea por una o un grupo de personas u
organizaciones, constituye un acto ilegal lesivo de los derechos fundamentales, en razón de que
ante las supuestas irregularidades cometidas por un servidor público o particular, se debe acudir
en reclamo a las instancias legales competentes y no pretender hacer justicia por mano propia ni
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2519
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
arrogarse atribuciones no reconocidas por ley, dado que las acciones de hecho constituyen la
negación de: “…un Estado de derecho, en el que todos los habitantes y las organizaciones que
los representa deben ceñir su conducta a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico nacional, sin
que les esté permitido pretender hacerse justicia por mano propia o arrogarse atribuciones que
no les están reconocidas por ley…” (SC 0678/2004-R de 4 de mayo).
Es necesario establecer los derechos que la ley otorga a quienes ocupan un inmueble en virtud a
un contrato de arrendamiento, ya sea para fines de vivienda o para desarrollar sus actividades
laborales o de comercio.
En ese mismo contexto, el art. 19.I de la CPE, lo consagra, disponiendo que: "Toda persona
tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria".
De las normas descritas precedentemente, se puede establecer que la vivienda digna es un
derecho fundamental de tercera generación emergente de los derechos económicos, sociales y
culturales, persigue la satisfacción de las necesidades que tienen las personas, puede entenderse
como derivado de los derechos a la vida y a la dignidad, porque se trata de un lugar digno para
vivir, y no simplemente de un techo para estar o para dormir; sino que es una condición esencial
para la supervivencia y para llevar una vida segura, digna, autónoma e independiente; es un
presupuesto básico para la concreción de otros derechos fundamentales, entre ellos, la vida, la
salud, el agua potable, servicios básicos, trabajo, etc.; de modo tal, que cuando se suprime su
ejercicio, implícitamente, también se amenazan a los otros derechos. No obstante esa estrecha
vinculación, no debe perderse de vista que a partir de su incorporación en la Constitución
Política del Estado como derecho autónomo, es directamente justiciable, como los demás
derechos fundamentales; y por lo tanto, es posible exigir su protección de manera franca, en
aplicación a lo dispuesto por el art. 109.I del citado cuerpo normativo que señala: “Todos los
derechos reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales
garantías para su protección”; en consecuencia, las vías o medidas de hecho asumidas al margen
de la ley, destinadas a perturbar la vivienda de las personas, constituyen actos arbitrarios que
merecen tutela inmediata a efectos de restablecer en forma eficaz los derechos conculcados, la
misma que tendrá carácter de provisionalidad, hasta que el problema se dilucide en la vía
competente.
El art. 713 del Código Civil establece que el arrendamiento en todo o en parte de un fundo
urbano que se destine sólo o preferentemente a vivienda, no se extingue sino por uno de los
modos señalados por el art. 720, el cual enumera los siguientes casos: separación unilateral del
contrato, que haga el arrendatario; muerte del arrendatario; y, sentencia ejecutoriada de
desahucio (desalojo) por las causales que expresamente determina la Ley.
Siguiendo la línea jurisprudencial trazada por este Tribunal, se establece que en casos de
contrato de arrendamiento, si bien existen vías judiciales para que las partes que lo
suscribieron hagan valer sus derechos, esta jurisdicción no puede sustraerse a la concesión de
la tutela, al darse el plano de desigualdad, en que se encuentra el arrendatario frente al
arrendador propietario, al vulnerarse con estas actitudes de hecho, derechos fundamentales que
requieren urgente protección, como es el caso del derecho al trabajo, que resulta lesionado por
el acto ilegal denunciado” (SC 0230/2006-R de 13 de marzo).
(…)
Al respecto, corresponde señalar que si bien el derecho propietario del inmueble, según el plazo
del contrato de alquiler, el pago de alquileres y la supuesta garantía, son situaciones que
corresponden ser conocidas y dilucidadas en la vía ordinaria; sin embargo, los recurridos
incurrieron en actuación indebida e ilegal al asumir medidas de hecho contra el accionante,
invadiendo el inmueble que utiliza como domicilio y actividad laboral, destechando los
ambientes que sirven de vivienda familiar y colocando un letrero, candado y cadenas, que
impiden el ejercicio de la actividad comercial a la que se dedicaba, vulnerando con ello su
derecho al trabajo, normado en el art. 46.I.1 de la CPE…”.
En la misma fecha de la transferencia, Fabiana Yebara Coro, mediante carta notariada, hizo
conocer a los locadores sobre la venta realizada y les solicitó la entrega inmediata de los
ambientes que éstos detentaban en calidad de inquilinos, a los nuevos propietarios; agregando
que de lo contrario, se vería obligada a iniciarles procesos civiles y penales, “...por su mal
agradecimiento e incumplimiento a su compromiso” (sic).
En vista a que el representado del accionante, pese a la advertencia realizada por la entonces
propietaria del inmueble arrendado, en que habita junto con su familia desde la suscripción del
contrato y en el que desempeña sus actividades comerciales de venta de pollos al espiedo, no
satisfizo sus exigencias, los nuevos propietarios empezaron a ejercer justicia por mano propia,
de inicio, interrumpiendo de manera temporal el suministro de los servicios básicos, como son,
la energía eléctrica y el agua potable, perturbando la posesión pacífica que demanda el derecho
de los arrendatarios; dando lugar a una primera interposición de una acción de amparo
constitucional, por parte de Zhao Yan Chen contra Carlos Wilfredo Espejo Hurtado y Blanca
Román León de Espejo (mismos sujetos procesales en que el actual amparo constitucional), la
que concluyó con la emisión de la Resolución 02/2011-AAC de 25 de noviembre, pronunciada
por el Juez de garantías que también conoció el presente medio de defensa; autoridad que en ese
entonces, concedió la tutela impetrada, con costas, daños y perjuicios que hubieren sido
ocasionados por los particulares demandados; proceso que a la fecha, se encuentra en Comisión
de Admisión de este Tribunal desde el 9 de diciembre de 2011, aguardando turno para ser
sorteado ante los Magistrados liquidadores del Tribunal Constitucional Plurinacional, signado
como 2011-24734-50-AAC.
Es preciso, de igual forma establecer que el alquiler de un local de comercio, se rige por las
normas que regulan las relaciones de arrendamiento de cosas productivas, contenidas en los arts.
723 y ss. del CC; y por ende, a lo dispuesto por el art. 632 del CPC, que señalan “El desalojo de
locales de comercio, industria, oficinas y otros análogos, sujetos al régimen de libre
contratación, procederá por fenecimiento del plazo del contrato o por incumplimiento de
cualesquiera de sus condiciones”; empero, para el referido desalojo, el art. 633 del mismo
Código ha determinado que se sigue el procedimiento estatuido para el de viviendas, por los
mandatos de los arts. 625, 626 y 627 del CPC; por lo tanto, previamente se debe incoar un
proceso sumario.
En la especie, correspondía a los nuevos propietarios, acudir a las vías legales descritas
precedentemente a demandar el desalojo del inmueble dado en arrendamiento por su anterior
propietario a favor de Zhao Yang Chen, pero en ningún caso, podían ingresar a la vivienda y
restaurante; y, proceder a sacar a los inquilinos y empleadas por la fuerza, para luego echar sus
muebles y enseres a la calle, y cerrar las puertas con candados, porque, como se vino repitiendo,
a nadie le está permitido hacerse justicia por mano propia, razonamiento que emerge de la
norma legal contenida en el art. 1282 del CC; en consecuencia, quien, desconociendo el
ordenamiento jurídico vigente, ejerce vías de hecho, además de vulnerar los derechos
fundamentales de los arrendatarios, incumple el mandato básico de la forma democrática de
gobierno; actos ilegales y arbitrarios, que privaron al representado del accionante y a su familia
de una vivienda digna que involucra los derechos a los servicios básicos, pero además del
ejercicio de su actividad principal, poniendo en riesgo su vida y salud, así como impidiéndole
percibir sus ingresos económicos para su sustento diario, al margen de la lesión de su dignidad,
la que si bien, no fue demandada, por conexitud debe protegerse también, como el derecho de
toda persona a ser respetada por su sola condición humana, lo que conlleva la expectativa de que
cualquier acción de hecho no está permitida a nadie. Así lo estableció la SC 0400/2010-R de 28
de junio, al precisar: “El derecho a la dignidad, expresamente previsto como un derecho
fundamental en el art. 21.2 de la CPE, alegado por la recurrente, ahora accionante, como
vulnerado, se encuentra definido en la SC 0338/2003-R de 19 de marzo, que señala:`…el
derecho a la dignidad humana es aquel que tiene toda persona por su sola condición de
«humano», para que se la respete y reconozca como un ser dotado de un fin propio, y no como
un medio para la consecución de fines extraños, o ajenos a su realización personal. La dignidad
es la percepción de la propia condición humana, y de las prerrogativas que de ella derivan´. De
igual manera, se pronunció la SC 0667/2006-R de 12 de julio”.
Por tanto, en el caso concreto, debe hacerse efectiva la tutela solicitada por el accionante al ser
evidentes las vías de hecho asumidas por los demandados, que, sin iniciar ningún proceso
sumario de desalojo que hubiera concluido con el pronunciamiento de autoridad competente que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2524
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Por lo señalado, queda que los demandados restringieron los derechos a la salud, a la seguridad,
a los servicios básicos, a la dignidad y el trabajo del representado del accionante y su familia,
asimismo amenazó de supresión el derecho a la vida misma, al privarles de ingresar al inmueble
y dejar todos sus bienes, enseres e insumos en la calle, de forma arbitraria e ilegal; no siendo
atendible el argumento que los afectados hubieren estado advertidos mediante la carta notariada
cursada anteriormente, porque para esos supuestos la legislación civil prevé los mecanismos
procesales respectivos.
1. La primera de ellas referida a la posible identidad de sujetos, objeto y causa; dado que en la
especie, el accionante afirmó que anteriormente interpuso una primera acción tutelar de la
misma naturaleza que la presente, en la que argumentó cortes sucesivos de energía eléctrica y
agua potable, por parte de los ahora demandados, oportunidad en la que, el Juez de garantías le
otorgó la tutela impetrada, ordenando la reconexión inmediata de dichos suministros; caso que
se encuentra pendiente de sorteo para ser sometido a revisión ante la Sala Liquidadora del
Tribunal Constitucional Plurinacional. En ese contexto, cuando este Tribunal verifica la
existencia de la triple identidad, le corresponde denegar la tutela porque la parte accionante por
sí o mediante apoderado hubiere activado la vía constitucional en reiteradas oportunidades,
demandado idénticos aspectos y dirigiendo la misma contra los mismos sujetos procesales o
parte de ellos (identidad parcial).
Al respecto, cabe señalar que, en el caso de análisis, por los antecedentes que informan el caso,
se evidencia que en efecto el accionante interpuso una primera acción de amparo constitucional
contra los mismos demandados, configurando la identidad de sujetos procesales. En cuanto al
objeto, en la primera acción era el restablecimiento de los servicios de luz eléctrica y agua
potable; de la segunda en cambio, es la devolución del bien dado en arrendamiento, habida
cuenta que tanto él como su familia, fueron despojados del mismo, mediante actos que denotan
justicia por sí mismo. Finalmente, respecto a la causa, tampoco se verifica similitud, porque en
la primera demanda se refiere a cierto tipo de vías de hecho, las mismas que fueron reparadas
oportunamente por el Juez de garantías y en la segunda, se trata de otras vías de hecho que no
guardan conexitud y tampoco resultan ser accesorias a los hechos anteriores.
2. Otro aspecto que merece ser aclarado, es la línea jurisprudencial recientemente creada en la
SCP 0173/2012 de 14 de mayo, mediante la cual, este Tribunal indicó que cuando se trata de
nuevas medidas de hecho conexas y accesorias a las ya denunciadas, mediante la persistencia de
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En ese orden, la Constitución Política del Estado amplio y precisó el catálogo de derechos
fundamentales de las niñas, niños y adolescentes, dedicando una sección especial destinada a
establecer y proteger los derechos de la niñez, adolescencia y juventud, los que se hallan
contenidos en la Primera Parte, Titulo II, Capítulo Quinto, Sección V a partir del art. 58, que
señala: “Se considera, niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las niñas, niños y
adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la Constitución, con los límites
establecidos en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso de desarrollo, a su
identidad étnica sociocultural, de género y generacional; y a la satisfacción de sus necesidades,
intereses y aspiraciones”; norma complementada por el art. 59.I de la CPE, señala que: “Toda
niña, niño y adolescente tiene derecho a su desarrollo integral”; disposiciones complementadas
por el art. 60 de la Ley Fundamental que a la letra prescribe: “Es deber del Estado, la sociedad y
la familia garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que
comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en
cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el
acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado”; así, la Ley 054 de 8 de noviembre de 2010, de Protección Legal de Niñas, Niños
y Adolescentes, en concordancia con los preceptos anotados en su art. 1 (Marco Constitucional y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2526
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Objeto), señala: “La presente Ley tiene por fundamento constitucional los Artículos 60 y 61 de
la Constitución Política del Estado en cuanto la función primordial del Estado de proteger a la
niñez y la adolescencia”.
Por su parte, el Código del Niño, Niña y Adolescente, norma especial interna destinada a regular
el régimen de prevención, protección y atención integral de los sujetos comprendidos entre cero
y dieciocho años, está orientada a garantizar a todo niño, niña o adolescente, entendiendo como
tal, conforme al primer párrafo del art. 2 del citado cuerpo legal: “…a todo ser humano desde su
concepción hasta cumplir los doce años y adolescentes desde los doce a los dieciocho años de
edad cumplidos”, un desarrollo físico, mental, moral, espiritual, emocional y social en
condiciones de libertad, respeto, dignidad, equidad y justicia, estableciendo una serie de
garantías institucionales y normativas; entre las cuales figuran la presunción de minoridad (art.
4), la favorabilidad interpretativa (art. 6), la prioridad social del respeto de los derechos de los
niños, niñas y adolescentes (art. 7), la prioridad en el acceso a la justicia (art. 8), la limitación
restrictiva de su derecho de locomoción (art. 102), del debido proceso (art. 214), etc.,
determinando en el primer párrafo del art. 100 del Código de Niño, Niña y Adolescente
(CNNA), que: “El niño, niña o adolescente tiene derecho a la libertad, al respeto y a la dignidad
como persona en desarrollo”, y en el art. 108 del referido Código, que: “Constituye maltrato,
todo acto de violencia ejercido por padres, responsables, terceros y/o instituciones, mediante
abuso, acción, omisión o supresión, en forma habitual u ocasional, que atente contra los
derechos reconocidos a niños, niñas y adolescentes por este Código y otras leyes; violencia que
les ocasione daños o perjuicios en su salud física, mental o emocional”. A lo que se agrega lo
prescrito por el art. 110 del CNNA mismo cuerpo legal, el cual dispone, que todo caso de
maltrato debe obligatoriamente ser denunciado ante las defensorías de la niñez y adolescencia, al
fiscal de materia u otra autoridad competente.
En consecuencia, por los argumentos expuestos, se ratifica la decisión adoptada por el Juez de
garantías, disponiendo que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia asuma conocimiento de la
causa y previa investigación, y en caso de constatar posibles vulneraciones a los derechos
fundamentales o garantías constitucionales de la menor, inicie las acciones correspondientes.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
CONTROL DE ÍNDICE DE
ÍNDICE GENERAL RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Solicita que el Juez demandado responda por sus actos reñidos contra la ley e ilegal detención.
Por informe escrito cursante de fs. 21 y vta., Ricardo Maldonado Aliaga, Juez Quinto de
Instrucción Penal, manifestó lo siguiente: 1) El 15 de abril de 2012, a horas 10:40, el Fiscal
Adam William Verastegui Torres presentó Resolución de imputación formal contra Mario
Ramos Montañez, por la presunta comisión del delito de hurto, solicitando la detención
preventiva del imputado, en el recinto penitenciario de “San Pedro” de la ciudad de La Paz,
resolución de imputación y decreto con el que el imputado Mario Ramos Montañez fue
notificado; 2) No se vulneró derechos ni garantías constitucionales del imputado, toda vez que
dentro del proceso se valoró la fundamentación hecha por las partes; y, 3) El imputado tiene a su
favor todos los medios de impugnación, como es el recurso de apelación que no interpuso, y no
de recurrir a la vía constitucional; asimismo señaló Sentencias Constitucionales que establecen
la subsidiaridad como un medio excepcional a la acción de libertad.
I.2.3. Resolución
El Juez Tercero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, por Resolución 10/2012 de 18 de
abril, cursante de fs. 25 a 27, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i) El
accionante fue notificado con la imputación formal y el decreto de señalamiento de audiencia de
medidas cautelares; ii) Con la Resolución 251/2012 de 15 de abril, que emitió el Juez denunciado
relativo a la detención preventiva, el accionante fue notificado firmando en la diligencia a horas
12:55 del 15 de abril de 2012, lo que implica que se cumplieron con los actos de carácter
procedimental; y, iii) En cuanto a su detención, la ley le faculta a través del art. 251 del CPP, el
derecho de poder apelar dentro de las setenta y dos horas, situación que no hizo, por lo que no
existe vulneración a derechos constitucionales.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 14 de abril de 2012, el Fiscal de Materia hizo conocer al Juez de Turno el
inicio de la investigación, imputó formalmente y solicitó la aplicación de medidas cautelares contra
Mario Ramos Montañez -ahora accionante- por la presunta comisión del delito de hurto dentro de
la denuncia interpuesta por Marina Johana Valencia Quispe (fs. 11 a 12 vta.), y por proveído de 15
del mismo mes y año, el Juez Quinto de Instrucción Penal, señaló audiencia de consideración de
medidas cautelares para el mismo día, a horas 11:30 (fs. 13 vta.).
II.2. El 15 de abril de 2012 a horas 10:55 se notificó a Mario Ramos Montañez, con la imputación
formal de 14 del mismo mes y año, y con el decreto de 15 de abril de 2012 (fs. 14).
II.3. Por acta de audiencia pública de consideración de medidas cautelares celebrada el 15 de abril
de 2012, a horas 11:30 se llevo a cabo la audiencia solicitada por el Ministerio Público con la
presencia del Fiscal Adan Williams Verastegui Torres, imputado Mario Ramos Montañez
acompañado de su abogado defensor Aldrin Alvarez Torreblanco (fs. 15 y vta.); y el Juez
demandado; por Resolución 251/2012 de 15 de abril, dispuso la detención preventiva del imputado
Mario Ramos Montañez en el recinto penitenciario de “San Pedro” de la ciudad de La Paz (fs. 16 a
17 vta.).
II.4. A horas 12:55 de 15 de abril de 2012, el imputado Mario Ramos Montañez -accionante- fue
notificado con el acta y la Resolución 251/2012 emitida por el Juez Ricardo Maldonado Aliaga (fs.
18).
El accionante alega que una vez que fue remitida la Resolución de imputación formal ante el Juez
demandado, este realizó una serie de irregularidades como ser: a) No lo notificó con la querella, ni
con el señalamiento de día y hora de audiencia, dejándolo en completo estado de indefensión; b) El
Juez dispuso su detención preventiva ante supuestos elementos de convicción existentes y que no ha
sabido valorar su inocencia; y, c) Ha existido detención indebida, y ha sobrepasado el tiempo de su
aprehensión sin que el Juez demandado haya resuelto su situación jurídica.
Respecto de la autoridad que tiene a su cargo el control de los medios de impugnación específicos,
la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, estableció que: “…todo imputado que considere que en el
curso del proceso investigativo ha sufrido una lesión de un derecho fundamental, entre ellos, el
derecho a la libertad en cualquiera de las formas en que pueda sufrir menoscabo, debe
impugnar tal conducta ante el juez instructor (…) Consiguientemente, el hábeas corpus sólo se
activa en los casos en que la supuesta lesión no sea reparada por los órganos competentes de la
jurisdiccional ordinaria aludidos” (el resaltado nos corresponde).
Segundo supuesto: Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una
resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de
locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma,
para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada…”
(el resaltado nos corresponde).
a) Cuando está en peligro el derecho a la vida a causa de la lesión al derecho a la libertad por la
persecución, procesamiento o detención indebidas.
b) Al haber privación de libertad y evidente negligencia o dilación por parte de las autoridades
que rigen la actividad procesal penal, -por ejemplo si fijan audiencias de consideración con
plazos no razonables, la injustificada suspensión, entre otras circunstancias-.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2531
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
(…)
En cuanto a la situación descrita en el inc. b) …ante esta situación dilatoria, puede acudir directamente
a la acción de libertad, o en su defecto antes de interponer esta acción tutelar, puede formular recurso
de reposición; empero, lo que no está permitido es que el agraviado incumpliendo su deber de actuar
con lealtad procesal, habiendo activado el recurso de reposición y estando en trámite el mismo en la
jurisdicción ordinaria, de manera paralela active la acción de libertad en la jurisdicción constitucional,
en ese caso no es posible ingresar al análisis de fondo…” (el resaltado nos corresponde) entendimiento
que guarda coherencia con el contenido en la SC 0078/2010-R, entre otras.
En este sentido cuando se alega que un juez cautelar demoró injustificadamente la tramitación o
definición de la situación de un aprehendido, corresponde la activación directa de la acción de
libertad en razón a que si la autoridad que justamente se prevé por la ley tutele los derechos no lo
hace, lógicamente ya no se requiere agotar instancias, pues el recurso ordinario previsto por el
ordenamiento jurídico habría demostrado ser no idóneo en la práctica.
Finalmente, aclarar que en todo caso el test o examen de idoneidad del recurso, no puede
efectuarse de manera genérica y abstracta sino debe efectuarse en el diseño del caso concreto, de
tal forma, que por ejemplo no basta que en la justicia constitucional se evalúe el diseño legislativo
de los recursos ordinarios que el ordenamiento jurídico ofrece a la parte accionante sino que
además se avalúe si con las particularidades del caso los mismos resultan idóneos.
La parte accionante alega que: 1) El de no notificarlo con la querella ni con el señalamiento de día
y hora de audiencia, dejándolo en completo estado de indefensión; 2) El Juez dispuso su detención
preventiva ante supuestos elementos de convicción existentes y que no ha sabido valorar su
inocencia; y, 3) Que ha existido detención indebida, toda vez que ha sobrepasado el tiempo de su
aprehensión sin que el Juez demandado haya resuelto su situación jurídica.
Con relación a la denuncia en sentido de que el Juez cautelar no ha sabido valorar su inocencia y la
prueba disponiendo su detención preventiva por Resolución 251/2012 de 15 de abril, (fs. 16 a 17),
no se advierte que esta haya sido apelada ante el superior en grado, puesto que conforme al art. 251
del CPP, el accionante debió apelar dicha Resolución en el plazo de setenta y dos horas,
incumpliéndose de esta forma con lo determinado en las ya citadas SSCC 0160/2005-R y
0080/2010-R.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00494-2012-01-AAC
Departamento: Cochabamba
autoridad judicial, por encontrarse ejecutoriado el Auto; empero, el querellante sin plantear
apelación incidental como correspondía, interpuso directamente acción de amparo constitucional
que fue concedida por el Tribunal de garantías, encontrándose en revisión en este Tribunal.
Indica que se enteró de la existencia del proceso por “mera causalidad”, mediante publicación de
prensa, donde se intentaba citarle con el Auto de apertura de juicio oral, lo que no afecta sus
derechos, sino el Auto de convocatoria a audiencia de conciliación de 13 de octubre de 2011,
donde la autoridad judicial demandada ordenó su citación por edicto, sin cumplir el requisito
indispensable de juramento de desconocimiento de domicilio por parte del acusador particular,
apartándose del mandato de los arts. 164 y 165 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 124
del Código de Procedimiento Civil (CPC); no obstante que el querellante conocía perfectamente
su domicilio real, tanto su residencia como el lugar donde trabaja e inclusive su domicilio
procesal; vulnerándose de esta manera sus derechos, a lo que se suma que en la publicación del
edicto, en el encabezamiento, califica como delitos perseguidos la “apropiación indebida y
abuso de confianza”, pero que revisado el expediente se percató que el delito por el cual se le
acusa era estafa, infiriendo que el acusador trató de esconder maliciosamente los verdaderos
datos de la acusación, evitando que su persona asuma defensa efectiva en el proceso.
La accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la defensa, además del
principio de la seguridad jurídica, citando al efecto los arts. 1, 13, 14.I, III y IV, 109, 115, 117,
119, 120 y 122 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
La audiencia pública se realizó el 23 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
32 a 33, produciéndose los siguientes actuados:
Mirtha Gaby Meneses Gómez, ex Jueza Primera de Sentencia del departamento de Cochabamba,
en el informe escrito cursante de fs. 28 a 29, puntualizó: a) Desempeñó funciones en dicho
cargo, desde el 11 de febrero de 2011, al 28 de febrero de 2012, tiempo durante el cual conoció
y tramitó el proceso penal convertido a acción privada, seguido por Marco Williams Villarroel
Lafuente contra Freddy Jaime Araníbar Gumucio y Claudia Andrea Orellana Rodríguez, por la
presunta comisión del delito de estafa, en estricta observancia a lo ordenado por la “Sentencia
Constitucional” de 21 de septiembre de 2011, dictada por el Tribunal de garantías, dentro de la
acción de amparo constitucional incoada; b) En cumplimiento de dicha Resolución, emitió el
proveído de 26 de igual mes y año, señalando audiencia de conciliación para el 15 de octubre del
mismo año, conminando al acusador particular, bajo su responsabilidad, hacer conocer a la
juzgadora, al tercer día de su notificación, el domicilio real de los imputados a efecto de
proceder a dicho actuado procesal con las formalidades establecidas por el art. 163 del CPP;
para tal efecto, el querellante por memorial de 28 de septiembre de ese año, indicó que el
domicilio real de los imputados se encuentra en la av. Aniceto Arce 538, por lo que mediante
proveído de 29 de igual mes y año, se ordenó la notificación en esa dirección; c) El Oficial de
Diligencias de la Central de Notificaciones, le hizo conocer que: “constituido en el domicilio
indicado por el acusador, no encontró a los imputados, sólo se entrevistó con los dueños de casa,
quienes le informaron que los requeridos no vivían en ese domicilio”, situación que se puso en
conocimiento del acusador, quien por memorial de 10 de octubre de ese año, en base a las
representaciones del Oficial de Diligencias, solicitó la notificación por edictos, conforme prevé
el art. 165 del CPP, a lo que dio curso por proveído de 13 de ese mes y año; d) Acompañándose
los edictos publicados, en audiencia de conciliación de 5 de noviembre del año citado, ante la
incomparecencia de los imputados dictó el Auto de convocatoria a juicio oral, disponiendo la
notificación con dicha Resolución y ofrecimiento de prueba a los imputados mediante edictos,
en el entendido que hasta esa fecha se desconocía su domicilio y paraderos; y, e) La coimputada,
Claudia Andrea Orellana Rodríguez, por memorial de 8 de diciembre de 2011, planteó incidente
de nulidad de obrados por actividad procesal defectuosa, el cual mereció el Auto de 12 de enero
de 2012, rechazando su pretensión, advirtiéndose a las partes en la propia Resolución, que el art.
180.II de la CPE y la SC 0636/2010-R de 19 de julio, determinan que se reconoce el derecho de
impugnación de toda resolución judicial, entre ellas los autos que resuelven incidentes, por lo
que los imputados tenían la vía de la impugnación ordinaria de apelación que no utilizaron en su
oportunidad, circunstancia que torna “improcedente” la acción de amparo constitucional.
haber interpuesto nulidad de obrados; por otro lado, si bien no se identificó con propiedad el
delito atribuido; sin embargo, del contenido del edicto se clarifica la verdadera calificación por
estafa, por lo que la publicación cumplió la finalidad a la cual estaba destinada; 3) El art. 165 del
CPP, no exige el juramento de desconocimiento de domicilio para proceder a la citación por
edictos en los procesos penales, como se hace en el proceso civil, además el Auto de 12 de enero
de 2012, pudo ser recurrido de apelación incidental; y, 4) Los imputados conocían del juicio oral
y no fueron puestos en indefensión absoluta, tampoco se lesionaron sus derechos.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. A fs. 23, cursa el edicto publicado en el diario “La Voz” de la ciudad de Cochabamba,
donde se notifica a los coimputados Freddy Jaime Araníbar Gumucio y a la accionante, con el
Auto de 5 de noviembre de 2011, convocando a la audiencia de juicio oral para la fecha
indicada, más el ofrecimiento de pruebas de cargo y señalamiento de audiencia de conciliación.
II.2. Por Auto de 12 de enero de 2012, la Jueza Primera de Sentencia del departamento de
Cochabamba, rechazó el incidente de nulidad de obrados interpuesto por la accionante, con el
fundamento de que la citación por edicto cumplió su finalidad a pesar de los defectos
denunciados por la indicada (fs. 3 a 7).
II.3. Por memorial de 17 de enero de 2012, el querellante Marco Williams Villarroel Lafuente,
solicitó se señale nuevo día y hora de audiencia de juicio oral por motivo de viaje. La Jueza
demandada, dictó el Auto de 18 del mismo mes y año, por el que dejó sin efecto el señalamiento
de 15 de diciembre de 2011, fijando nueva audiencia para el 15 de febrero del presente año;
asimismo, convocó a audiencia de “codificación” a realizarse en Secretaría del Juzgado para el 7
de igual mes y año, disponiéndose la notificación de los acusados en sus domicilios reales (fs. 8
y vta.).
La accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la defensa, además del
principio de la seguridad jurídica, como consecuencia de haberse dictado el Auto de 12 de enero
de 2012, por la Jueza demandada, dentro del proceso penal de acción privada seguido en su
contra, por la presunta comisión del delito de estafa, en el que sin hacer una correcta valoración
de los antecedentes del caso, habría rechazado el incidente de nulidad de obrados que interpuso,
convalidando la defectuosa notificación por edictos, donde se omitió cumplir el requisito
imprescindible del juramento de desconocimiento de domicilio; no obstante que el querellante
conocía la ubicación de su domicilio real, provocándose de esta manera indefensión; pues de
haberse practicado dicha diligencia conforme a procedimiento, hubiera concurrido a la audiencia
de conciliación y quizá logrado la conclusión del litigio. En consecuencia, corresponde en
revisión, verificar si tales argumentos son ciertos a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se configura dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la ley. La referida Norma Fundamental, enfatiza que esta acción tutelar
puede presentarse por la persona: “…que se crea afectada, o por otra a su nombre con poder
suficiente, o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez
o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados” (art. 129.I)
(las negrillas fueron agregadas). Asimismo, el art. 78 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), prevé que: “La acción de amparo no procederá cuando exista otro medio
o recurso para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
III.2. Admisibilidad del recurso de apelación incidental contra autos que resuelven
incidentes
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
de prenatal, a la igualdad de oportunidades, protegidos por los arts. 14.II, 15.I y II, 18.I,
46.I,II,III,IV y VI, y 60 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
La audiencia pública se realizó el 2 de marzo de 2012, a horas 15:40, según consta en el acta
cursante de fs. 32 a 44, produciéndose los siguientes actuados:
El demandado mediante sus abogados presentó informe oral en audiencia precisando los
siguientes aspectos: a) La accionante ingresó a trabajar, a través de una simple entrevista,
presentando simplemente su hoja de vida, sin que haya presentado título profesional, razón por
la cual la enviaron a la República del Paraguay del 24 al 27 de agosto de 2011 a capacitarse, y a
su retorno llegó tal cual se fue, es decir sin capacitarse; b) La accionante, en el momento de la
entrevista previa, no les comunicó de su estado de embarazo; c) La empresa a la que representa,
requiere gente que se movilice por los nueve departamentos, ciudades capitales e intermedias,
pero al no producir los resultados que estaban esperando, la empresa tomó la decisión de
terminar la relación laboral, sin que ello signifique discriminación; d) La accionante ingresó a
trabajar a la empresa cuando ya tenía un estado de embarazo de cuatro a cinco semanas; y, e) La
cesación de la relación laboral se efectuó cuando la accionante estaba en el periodo de prueba de
noventa días que establece la Ley General del Trabajo, periodo en el que permite cualquier
conclusión de relación laboral cuando no hay un rendimiento eficiente y acorde al requerimiento
de la empresa como el caso presente.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, constituido en Tribunal de garantías, dictó la Resolución de 2 de marzo de 2012, cursante
de fs. 44 a 47 vta., “concediendo la tutela”, con los siguientes argumentos: 1) La empresa
THAIS LTDA. representada por Francisco Jorge Aliss Massud, cursó una carta de
“terminación” (sic) de relación laboral a la ahora accionante alegando que el trabajo no había
alcanzado el periodo de prueba y por otra que la empleada -hoy accionante- no había cumplido
las expectativas que la empresa se trazó a tiempo de su contratación; 2) La Dirección Regional
del Trabajo de Santa Cruz, a través del Jefe Departamental de Trabajo, ante la denuncia
efectuada, instruyó su inmediata reincorporación, mediante resolución
JDTSC/CONM/RL.085/11 de 30 de noviembre de 2011; 3) El derecho al trabajo y la
inamovilidad laboral por estado de gestación está tutelado por el art. 60 de la CPE, además
porque priman sobre los demás derechos por ser estos derechos constitucionales, porque en
fondo el legislador no protege a la mujer como trabajadora, sino al niño o niña en gestación y
hasta su primer año de vida; 4) Las disposiciones de orden constitucional priman sobre cualquier
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otra disposición; en este caso, como son las disposiciones de la Ley General del Trabajo en sus
arts. 9 y 13 y su Decreto Reglamentario; 5) El DS 28699 de 1 de mayo de 2006, modificado por
el DS 495 de 1 de mayo de 2010, establece que la conminatoria de las autoridades del Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social son de cumplimiento obligatorio; asimismo, el DS 495
referido, establece que la trabajadora o trabajador podrán interponer las acciones
constitucionales que correspondan, tomando en cuenta la inmediatez de la protección del
derecho de la estabilidad laboral.
II. CONCLUSIONES
II.6. Mediante oficio de 21 de diciembre de 2011, la ahora accionante hace conocer a la jefatura
Departamental de Trabajo, que la empresa THAIS LTDA., incumplió con la reincorporación
dispuesta mediante nota de conminatoria (fs. 18).
La accionante sostiene que la empresa THAIS LTDA., vulneró su derechos a la inamovilidad laboral
de la mujer embarazada, a la vida, a la salud, a la seguridad social y al pago de subsidio como
asignación familiar de prenatal; al haber dado por terminada la relación laboral que existía con ella,
con el argumento que su persona en el desempeño de sus funciones no había llenado las expectativas
de la empresa. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si los argumentos son evidentes
a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
Respecto a las modalidades de contratación laboral, la Ley General del Trabajo en su art. 6 ha
establecido lo siguiente: “El contrato de trabajo puede celebrarse verbalmente o por escrito y su
existencia se acreditará por todos los medios de prueba”.
Por su parte el Decreto Ley (DL) 16187 de 16 de febrero de 1979, en su art. 1, habla sobre las
modalidades de contratación y dice: “El contrato de trabajo puede celebrarse en forma oral o
escrita por tiempo indefinido, a plazo fijo, por temporada, por realización de obra o servicio,
condición o eventual. A falta de estipulación escrita, se presume que el contrato es por tiempo
indefinido, salvo prueba en contrario”.
De las normas señaladas se puede establecer que los contratos pueden celebrarse en forma oral,
escrita y estas pueden ser de las siguientes modalidades: por tiempo indefinido, a plazo fijo, por
temporada, por realización de obra o servicio, condición o eventual. Estás modalidades de
contrato, según la misma norma tiene que estar bien establecidas y si no estuvieren instauradas
se presume que el contrato es por tiempo indefinido.
En cuanto a la protección al ser en gestación, debemos partir primero, hablando de los derechos
fundamentales; al respecto la Constitución Política del Estado en el art. 15.I establece: “que toda
persona tiene derecho a la vida”, a su vez en su art. 16.I establece “que toda persona tiene
derecho a la alimentación”.
Por otra, el art. 60 de la Ley Fundamental, también establece que; “Es deber del Estado, la
sociedad y la familia garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente,
que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en
cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el
acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado”.
Por su parte el art. 13 del CNNA establece que: “Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a
la vida y a la salud. El Estado tiene la obligación de garantizar y proteger estos derechos,
implementando políticas sociales, que aseguren condiciones dignas para su gestación,
nacimiento y desarrollo integral”.
De todo lo anotado, se establece que los derechos del ser en gestación y de los niños, están
protegidos por el Estado, toda vez que a través de las normas señaladas, se protegen el interés
superior del niño, niña en su calidad de grupo más vulnerable.
El art. 45.I de la CPE, prevé que “Todas las bolivianas y los bolivianos tienen derecho a acceder
a la seguridad social”, en este fin el art. 45.III establece que: “El régimen de seguridad social
cubre atención por enfermedad, epidemias y enfermedades catastróficas; maternidad y
paternidad; riesgos profesionales, laborales y riesgos por labores de campo; discapacidad y
necesidades especiales; desempleo y pérdida de empleo; orfandad, invalidez, viudez, vejez y
muerte; vivienda, asignaciones familiares y otras previsiones sociales”.
De las normas señaladas se puede establecer que los contratos pueden celebrarse en forma oral,
escrita y estas pueden ser de las siguientes modalidades por tiempo indefinido, a plazo fijo, por
temporada, por realización de obra o servicio, condición o eventual; estás modalidades de
contrato, según la misma norma, tienen que estar bien establecidas y si no estuvieren instauradas
se presume que el contrato es por tiempo indefinido. En el caso presente, teniendo en cuenta que
en materia laboral se invierte la prueba a favor de la trabajadora y que la carga de la prueba
corresponde al empleador; el demandado, no ha demostrado que a la accionante se la haya
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POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00629-2012-02-AAC
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 01/2012 de 5 de abril, cursante de fs. 27 vta. a 31, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Rodríguez Calderón contra Daniel
Llanos Llanos, Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Minera
Locatarios “Tasna” Ltda.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
Argumenta, que durante ese tiempo como socio siempre demostró responsabilidad; posteriormente,
sus hijos que responden a los nombres de Juan Reynaldo y José Luis Rodríguez Tito, ingresaron a
esta Cooperativa como socios activos; sin embargo cometieron faltas dentro del campamento
minero; por tal situación el accionante sostiene que fue citado a oficinas de la Administración,
donde se le imputó ser el autor intelectual de las aludidas faltas, conminándole a desalojar el
campamento junto a toda su familia, pero gracias a sus súplicas, llegaron a firmar un acta de
entendimiento, en la que se comprometió a abandonar el campamento en caso de que sus hijos
nuevamente incurrieran en actos delictivos; empero, lo hizo con el fin de no perder su fuente
laboral y poder contar con un sustento para su familia.
Posteriormente a la firma del documento referido, continuó con sus labores de manera normal,
procediendo a las deducciones a favor de la Caja Nacional de Salud (CNS) y Administradora de
Fondos de Pensiones (AFP) de sus liquidaciones; sin embargo, se enteró que los aportes
descontados para la AFP no fueron depositados y con el fin de evitarse problemas no reclamó.
Por otra parte, refiere que el 25 de julio de 2011, su hijo José Luis Rodríguez Tito, cometió el
delito de hurto de la casa de un socio y lejos de sentar denuncia a la Fuerza Especial de Lucha
Contra el Crimen (FELCC) de la localidad de Atocha y aplicar las sanciones de rigor al autor del
delito, la Directiva de la Cooperativa Minera Locatarios “Tasna” Ltda., el 28 de julio del 2011,
procedió a darle de baja y haciendo caso omiso a sus representaciones verbales el 12 de septiembre
del citado año, presentó su solicitud de reconsideración en forma escrita, pero la misma fue negada,
vulnerando el ejercicio del trabajo sin discriminación y sobre todo atentando contra la libertad de
trabajo que está penado por el art. 303 del Código Penal (CP).
I.1.3. Petitorio
La audiencia pública el 17 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 12, fue
suspendida por la inconcurrencia de las partes; por lo que, el accionante mediante memorial
presentado el 27 de marzo del citado año, impetró día y hora para nueva audiencia (fs. 13); empero,
el 29 del mismo mes y año, considerando el plazo de la distancia para poder notificar al
demandado, solicitó suspensión de audiencia y se fije una nueva fecha, (fs. 15); en virtud a ello, el
Juez de Partido Mixto, Liquidador y de Sentencia Penal de Atocha, el 30 de marzo de 2012,
procedió a suspender la audiencia, señalando una nueva para el 5 de abril del mismo año (fs. 16 y
vta.).
Posteriormente, la audiencia pública fue celebrada el 5 de abril de 2012; según consta en el acta
cursante de fs. 26 a 27 vta., produciéndose los siguientes actuados:
A pesar de su legal citación, el demandado Daniel Llanos Llanos, Presidente del Consejo de
Administración de la Cooperativa Minera de Locatarios de “Tasna”, no se hizo presente en la
audiencia pública y tampoco presentó informe alguno; por lo que, fue declarado rebelde.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido Mixto, Liquidador y de Sentencia Penal de Atocha, provincia Sud Chichas del
departamento de Potosí, por Resolución 01/2012 de 5 de abril, denegó la tutela solicitada, con
imposición de costas y multa de Bs200.- (doscientos bolivianos), con responsabilidad civil a ser
averiguable en ejecución de fallos, todo lo mencionado en base a los siguientes fundamentos: a) El
accionante no demostró a través de la prueba correspondiente “cual era su carga”, pues cursa en el
expediente una supuesta carta dirigida a los Directivos de la Cooperativa Minera Locatarios “Tasna”
Ltda., la misma que no cuenta con el sello de recepción por parte de los remitidos, como tampoco se
advierte respuesta o resolución que absuelva esta petición; por lo que, la prueba referida no constituye
una resolución que vulnera derechos constitucionales y sobre dicho documento no puede otorgarse la
tutela; b) No se ha demostrado que la baja de la referida Cooperativa Minera, sea irreparable, toda vez
que el accionante no adjuntó el Estatuto Orgánico de la misma, para poder verificar si existe o no
amenaza de daño o perjuicio irremediable que vulnere el derecho invocado; c) El accionante pese a
haber tenido conocimiento y notificado con la baja de la Cooperativa, consintió las presuntas
irregularidades cometidas en su contra y provocó su propia indefensión; es decir, cuando se enteró de la
falta de depósitos de ley en su favor, no reclamó con la finalidad de evitar problemas, además de que
presumió la sensibilización de los Directivos y no inició acción alguna, por lo cual no se puede exigir un
acto en el que el accionante consintió la presuntas irregularidades del proceso, más aún cuando se
somete voluntariamente a las condiciones del documento; d) De provocar su indefensión el accionante
dejó transcurrir más de seis meses, desde la supuesta vulneración alegada, imposibilitando el
planteamiento de la presente acción por el principio de inmediatez, pues se evidencia que la baja de la
Cooperativa se hubiese resuelto el 28 de julio de 2011, notificándose al accionante la misma fecha; e) El
accionante no tomó en cuenta la legitimación pasiva en la presente acción, por cuanto sólo interpone la
misma contra uno de sus Directivos que suscribió la baja de la Cooperativa; y, f) Finalmente, señalan
que su carta de reconsideración fue denegada por los Directivos; sin embargo, no existe prueba que
evidencie el hecho; por lo que, no puede ser tomado en cuenta por no estar demostrado de que se
hubiera presentado formalmente a los destinatarios, ni mucho menos el accionante acompañó respuesta
que niegue dicha solicitud, razón por la cual, la carta de reconsideración no constituye acto o resolución
que vulnere los derechos del accionante y mucho menos sobre ellos se podría computar el plazo de los
seis meses.
II. CONCLUSIONES
II.2. A través de nota de 12 de septiembre de 2011, Juan Rodríguez Calderón solicitó al Presidente del
Consejo de Administración de la Cooperativa Minera Locatarios “Tasna” Ltda., la reconsideración de la
baja de la institución; empero, no contiene ningún sello de recepción del Directorio (fs. 1).
II.3. Cursa memorial presentado al Tribunal Constitucional Plurinacional, por Juan Rodríguez
Calderón, el 17 de abril de 2012, apersonándose e indicando que “habiendo llegado a un acuerdo
favorable con la Cooperativa Minera Locatarios “Tasna” Ltda. y por convenir sus intereses y los de
su familia”, presentó su desistimiento a la presente acción (fs. 34).
El accionante alega la vulneración de su derecho al trabajo, puesto que al constituirse como uno de
los socios de la Cooperativa Minera Locatarios “Tasna” Ltda., que ha demostrado responsabilidad
y acató todas las ordenes de los miembros de su directorio; la directiva de dicha Cooperativa el 28
de julio de 2011, sin justificativo alguno, procedió a darle su baja, como si fuera el autor de los
delitos cometidos por sus hijos y a pesar de haber solicitado la reconsideración de manera escrita,
la misma fue negada. Posteriormente, el 17 de abril de 2012, llegando a un acuerdo favorable con
la Cooperativa demandada, presentó su desistimiento de la acción planteada. En consecuencia,
corresponde determinar en revisión, si se debe conceder o no la tutela solicitada.
III.1. Desistimiento o retiro de demanda dentro de una acción de amparo constitucional ante
el Tribunal Constitucional Plurinacional
Dicha facultad procesal es aplicable en la jurisdicción constitucional dentro de los recursos que
admiten el desistimiento, tal es el caso del recurso de amparo constitucional, siempre y cuando
sea expuesto en forma expresa antes del pronunciamiento de la respectiva sentencia
constitucional, y no existan razones de orden público o relevancia nacional (…)', entendimiento
doctrinal de orden procesal que se aplica a los recursos, cuando se encuentran con los jueces o
tribunales de amparo e inclusive en grado de revisión ante este Tribunal" (las negrillas nos
corresponden). En sentido similar se pronunció la SC 0281/2010-R de 7 de junio.
Por todo lo señalado, se puede establecer que ante una situación donde el accionante presente su
desistimiento o retiro de demanda dentro de una acción de amparo constitucional, ya sea ante el
juez o tribunal de garantías o en la fase de revisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional,
dada la naturaleza de la misma, corresponde a este Tribunal aceptar el desistimiento o retiro sin
ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada; sin embargo, para ello se requiere la
concurrencia de los siguientes elementos:
Por otra parte, el art. 79.5 de la LTCP, sobre el contenido y forma de la resolución de la acción de
amparo constitucional, establece que al conceder o denegar la tutela solicitada puede contener: “la
imposición de costas y multa, si corresponde”, pues de la interpretación gramatical de dicha norma
y de la jurisprudencia referida anteriormente, se puede colegir que es preciso controlar de alguna
manera el hecho de que se pueda utilizar una acción de defensa de una forma que no sea adecuada.
En ese sentido, es preciso aclarar algunos aspectos importantes referidos al desistimiento o retiro
de demanda, en los AACC 0001/2003-O y 0006/2010-O, que establecen:
d) Dicho acto procesal generó un efecto jurídico; por lo que, corresponde fijar el pago de una
multa.
La imposición de multas no sólo busca la aplicación de celeridad en la solución de los litigios para
impartir justicia, pronta y oportuna, sino que está íntimamente ligado al principio de economía
procesal, que conforme a la SC 0400/2005-R de 19 de abril, éste tiene la finalidad de “…evitar que
el trabajo del juez se vea duplicado y que el proceso sea más rápido, consiste, principalmente, en
conseguir el mayor resultado con el mínimo de actividad de la administración de justicia”.
Empero no todo desistimiento es injustificado sino puede deberse a diferentes circunstancias
personales y no resulta racional obligarle a la parte accionante a que necesariamente se resuelva el
fondo de la problemática con el temor de no ser multado cuando conforme se vio, el accionante
perdió todo el interés de forma que la multa automática y obligatoria no es adecuada con el
derecho de acción a la justicia. Por otra parte, puede suceder que en realidad la causal de
denegatoria -subsidiariedad, inmediatez, requisitos admisibilidad- sea tan notoria que en realidad
debió ser observada por juez o tribunal tutelar sin que se lo haya hecho en cuyo caso resulta que
quien provocó se continúe con todo el movimiento del aparato jurisdiccional es en realidad el juez
o tribunal de garantías.
1) En caso de que el juez haya impuesto una multa, no debe ser una regla general aplicable de
forma automática y directa al accionante, por el sólo hecho de que se haya dispuesto anteriormente,
más al contrario el Tribunal Constitucional Plurinacional, debe ponderar y valorar los antecedentes
para determinar si el o los accionantes ameritan la imposición de esa multa, ya que probablemente
se estaría fijando la imposición de una multa de manera injusta a la persona que en realidad podría
ser la más afectada dentro de un proceso.
En las disposiciones generales que desarrolla la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, se
encuentran los tipos de resoluciones que el Tribunal Constitucional Plurinacional puede emitir, al
respecto el art. 39 de dicha Ley, señala que existen: “1. Sentencias constitucionales, que resuelven
demandas, recurso y revisión de las acciones constitucionales; 2. Declaraciones constitucionales,
son adoptadas en caso de consultas realizadas al Tribunal Constitucional Plurinacional; y, 3. Autos
Constitucionales, que son decisiones de admisión o rechazo, subsanación, desistimiento,
caducidad y otras que desarrollan el procedimiento” (las negrillas y el subrayado son nuestros).
Con esos antecedentes y conforme a la jurisprudencia constitucional, se ha podido evidenciar que
se han resuelto las peticiones de desistimiento o retiro de demanda a través de Autos
Constitucionales y también a través de Sentencias Constitucionales, por ejemplo: SC 1940/2010-R
de 25 de octubre, AACC 001/2003-O, 0005/2010-O, 0006/2010-O, 0010/2011-CA, entre otros.
Lo mencionado no se constituye en óbice para que el juez o tribunal de garantías que conoce la
causa pueda aceptar el retiro o desistimiento antes de emitir su resolución, previo claro está a la
verificación de los requisitos establecidos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional.
III.4.2. Por otra parte, es preciso referirnos a que el Juez de garantías al denegar la acción
interpuesta, condenó al accionante a la imposición de costas y multas Bs200.- (doscientos
bolivianos) y conforme al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo, no es una regla general que
en los casos de desistimiento, se mantenga la multa impuesta por el juez; por lo que, este Tribunal
refiere que en el presente caso, la acción fue interpuesta el 10 de febrero de 2012, fecha en la que
pocos días antes se puso en vigencia la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional y hasta ese
momento no se desarrollaron con claridad los requisitos de admisibilidad de las acciones de amparo
constitucional; razón por la cual, corresponde y se justifica en el caso presente la exención de la multa al
juez y a la parte accionante.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00019-2012-01-AAC
Departamento: Chuquisaca
Asevera que, no obstante lo expresado precedentemente, cumplió las funciones que le fueron
encomendadas por funcionarios jerárquicos del SIN por cinco días continuos, hasta que la
jefatura de personal de la nombrada entidad, le instruyó que suspendiera el marcado del registro
de ingreso y salida, por supuesta ausencia en la firma del memorando de la autoridad
competente para este efecto; motivo por el cual, luego de varias solicitudes para la entrega del
memorando, mediante Carta Notariada de 17 de noviembre de 2011, realizó la petición escrita,
misma que fue reiterada ante el propio Presidente del SIN el 25 del citado mes y año, sin obtener
respuesta hasta la interposición de la presente acción de amparo constitucional.
Expresa que, las ilegalidades cometidas por la Directora Regional del SIN Chuquisaca, se
extendieron al hecho de no haberle cancelado los cinco días trabajados en una franca
vulneración de su derecho a una justa remuneración y salario justo.
I.1.3. Petitorio
En el uso de la palabra, el representante del Ministerio Público, señaló que: 1) La Ley del
Tribunal Constitucional fue abrogada por la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
motivo por el cuál, el mandato atribuido al Ministerio Público respecto a su participación en
audiencias de acción de amparo constitucional, ha quedado sin efecto; y, 2) Corresponde a la
Procuraduría General del Estado en representación del mismo Estado, sentar presencia en las
citadas audiencias.
I.2.5. Resolución
considerar que la relación laboral no fue trabada y menos aún, que no se proceda a la
cancelación de los días trabajados; y, c) La relación laboral únicamente podía cesar por las
causales previstas en la normativa aplicable al caso, extremo legal que no se dio.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Mediante Memorándum 08-000752 11, signado con la referencia “Asignación grupo de
trabajo”, la Jefa del Departamento de Fiscalización y la Gerente Distrital a.i., del SIN Regional
Chuquisaca, comunicaron textualmente a la accionante lo siguiente: “…pasará a formar parte del
Grupo Supervisado por el Lic. Edwin Hurtado U. Motivo por el cuál se le instruye que los
Trámites asignados se encuentren enmarcados en normativa legal y procedimientos en actual
vigencia, debiendo su persona conjuntamente su supervisor tomar las medidas oportunas y
necesarias para el cumplimiento del Programa Operativo Anual Individual (POAIS) que le ha
sido encomendado”(sic) (fs. 1).
II.3. A fs. 5, cursa certificación de 14 de octubre de 2011, emitida por la Contraloría General del
Estado, a efectos de que la accionante pueda cumplir con un requisito establecido en la
Convocatoria CE/08/2011 para el cargo de Profesional III-A Ref. 2-Gerencia Distrital
Chuquisaca-Servicio de Impuestos Nacionales-Octubre 2011.
Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la presente acción de tutela, con la finalidad de
desarrollar una coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo realizará una
fundamentación jurídica en dos fases hermenéuticas concretas: 1) La primera, en la cual se
realizará una interpretación de los roles procesales de la Procuraduría General del Estado en
acciones de defensa, utilizando para este fin, pautas exegéticas, teleológicas y sistémicas de
interpretación constitucional; y, 2) La segunda, donde se analizará el objeto y causa de la
presente acción de amparo constitucional, para lo cual, se desarrollarán los siguientes problemas
jurídicos: i) La acción de amparo constitucional; y, ii) El principio de subsidiaridad como su
presupuesto configurador.
Para el desarrollo de una coherente técnica de argumentación jurídica, prima facie, debe
precisarse que la reforma constitucional de 2009, estructuró un nuevo modelo de Estado, el cual,
en su ingeniería, responde a las bases y postulados axiomáticos plasmados en la parte dogmática
de la Constitución Política del Estado, por esta razón, la parte orgánica, que refleja la
organización del poder público, responde de manera directa a estas directrices dogmáticas; en
ese orden, de acuerdo al preámbulo de la Ley Fundamental y en armonía con el art. 8 de su
texto, el “vivir bien” no constituye solamente un valor supremo del Estado Plurinacional de
Bolivia, sino un fin esencial, cuya consolidación debe ser materializada por una eficaz
organización del poder público plasmada en la parte orgánica de la Constitución Política del
Estado.
Por lo expuesto, precisamente el cumplimiento de este postulado, es decir el vivir bien y además
la consolidación de los fines esenciales del Estado Plurinacional de Bolivia, plasmados en el art.
9 de la CPE, a la luz de una pauta teleológica de interpretación, originaron que la función
constituyente diseñe una estructura específica de defensa de los intereses del Estado,
encomendando este rol a la Procuraduría General del Estado.
En efecto, por el tenor del art. 229 de la CPE, se instituye que la Procuraduría General del
Estado, es la institución de representación jurídica pública, cuyas atribuciones son las de
promover, defender y precautelar los intereses del Estado, siendo estos roles el objeto
orgánico de esta entidad; en ese contexto y en una interpretación sistémica, debe establecerse
que los medios para conseguir este objeto funcional, están dados por las funciones propias de
este órgano, disciplinadas en el art. 231 de la CPE, las cuales siguiendo una taxonomía acorde y
armonizable con el objeto orgánico de la entidad, podrían catalogarse en dos esenciales: a) el
ejercicio de la representación del Estado, cuya gran manifestación se plasma en el rol de
parte procesal atribuida a la Procuraduría General del Estado; y, b) el ejercicio de roles de
supervisión.
esenciales del Estado Plurinacional de Bolivia y de acuerdo a los criterios antes precisados,
es asegurar la defensa de los intereses del Estado, a través de una eficaz representación;
por tanto, es imperante precisar que a la luz de teoría del Derecho y por mandato constitucional,
de acuerdo al objeto orgánico de la Procuraduría General del Estado, en el campo de la
representación procesal, la función constituyente, asignó una representación procesal a la
Procuraduría General del Estado, órgano público que tiene la aptitud legal para el
ejercicio de dicha representación de forma directa, supuesto fáctico en virtud del cual, esta
entidad, al tener como misión esencial la defensa de los intereses del Estado, está
legitimada activamente para ser parte procesal en causas o controversias de índole
jurisdiccional o administrativo y en el ámbito interno o internacional. En ese marco,
interpretando sistémicamente los arts. 229 y 231 de la CPE, cuando sean las entidades
públicas las que ejerzan directamente la representación de las entidades públicas y por
ende sean estas parte procesal en causas jurisdiccionales o administrativas, el rol de la
Procuraduría General del Estado, será el de supervisar a las unidades jurídicas de la
administración pública en cuanto a su actuación procesal, entendimiento que además bajo un
criterio de interpretación “desde y conforme a la Constitución”, armoniza los mandatos insertos
en los arts. 8 de la Ley 64, así como los arts. 5 y 6 del DS 788 de 5 de febrero de 2011.
Ahora bien, esta representación procesal directa atribuida por la función constituyente a la
Procuraduría General del Estado, no solamente comprende a causas jurisdiccionales o
administrativas, sino también a acciones de defensa que deban ser activadas para el ejercicio del
control de constitucionalidad en relación a decisiones jurisdiccionales o actos administrativos,
emergentes de causas en las cuales se ejerció la representación directa del Estado, postulado
acorde con el tenor literal de la última parte del art. 231.2 de la CPE.
En el marco de lo señalado, debe precisarse que las acciones de defensa son verdaderos procesos
de naturaleza constitucional, en los cuales la equidad procesal y las reglas de un debido proceso
deben prevalecer; por tanto, debe colegirse que en los casos en los cuales como consecuencia
de decisiones jurisdiccionales o administrativas emergentes de causas en las cuales la
Procuraduría General del Estado haya ejercido la representación directa del Estado, la
activación del control tutelar de constitucionalidad, deberá asegurar un efectivo derecho a
la defensa del Estado, por lo que en estos casos, deberá ser obligadamente citada en
acciones tutelares, por el contrario, cuando la Procuraduría General del Estado, en las
causas que originen la activación del control tutelar de constitucionalidad, no haya
ejercido la representación procesal directa del Estado, no será necesaria su citación en
acciones de defensa, puesto que en este supuesto, la propia entidad pública que ejerza la
representación, será parte procesal en una acción tutelar, sin perjuicio de que en relación a
esta entidad, la Procuraduría General del Estado ejerza sus roles de supervisión en el
marco del mandato inserto en el art. 231.3 de la CPE.
Dentro de lo manifestado, debe establecerse que el art. 57.III de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), en su tenor literal señala lo siguiente: “Cuando se trate de
la defensa de los intereses del Estado, la intervención de la Procuraduría General del Estado en
la audiencia es obligatoria, debiendo pronunciarse en el plazo de 48 horas”, en el marco de los
roles atribuidos al máximo intérprete y garante de los derechos fundamentales como es el
Tribunal Constitucional Plurinacional, a la luz de una pauta hermenéutica específica como es la
interpretación “desde y conforme a la Constitución”, debe establecerse a esta disposición un
contenido acorde con la Norma Fundamental; en ese entendido, considerando que en una
interpretación armónica y sistémica de los arts. 229 y 231 de la CPE, se dispuso que la
Procuraduría General del Estado está facultada para asumir la representación procesal directa en
causas jurisdiccionales o administrativas en el ámbito interno o internacional y que además tiene
facultades de supervisión cuando la representación procesal para la defensa de los intereses del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2559
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Estado es ejercido por las entidades públicas, por tanto, en armonía con este razonamiento
enmarcado en la teleología y unidad del orden constitucional, debe precisarse que el mandato
inserto en el art. 57.3 de la LTCP, está íntimamente vinculado al supuesto en el cual, la
Procuraduría General del Estado haya intervenido de manera directa como parte procesal
en la causa jurisdiccional o administrativa que dio origen a la activación de control tutelar
de constitucionalidad, razonamiento acorde con el principio de razonabilidad, que
constituye un estándar valedero de interpretación constitucional.
En este orden de ideas, debe precisarse que el silencio administrativo negativo, genera para el
administrado dos efectos jurídicos esenciales: 1) Se considera que la petición realizada fue
negada de manera inmotivada; y, 2) Una vez que opera el silencio administrativo negativo,
el administrado o peticionante, se encuentra facultado para activar los mecanismos de
impugnación reconocidos en el bloque de legalidad imperante, entre los cuales en materia
administrativa se encuentran los recursos de revocatoria y jerárquico.
Por tanto y en mérito a lo señalado, cuando se realiza una petición y esta no es respondida por la
administración en el plazo dispuesto en el art. 70 del Reglamento a la LPA, el afectado, a partir
de la expiración del plazo máximo reglamentado, debe activar los recursos de revocatoria y
jerárquico, luego de lo cual, quedará expedita la vía tutelar de defensa de derechos, que podrá
ser activada a través de la acción de amparo constitucional.
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los
que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente, con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico
procesal propio.
.
En este orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las características de
sumariedad e inmediatez en la protección, por ser un procedimiento rápido, sencillo y sin
ritualismos dilatorios. A estas características se añade la de generalidad, a través de la cual la
acción puede ser presentada sin excepción contra todo servidor público o persona individual o
colectiva.
Finalmente, cabe indicar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad, al señalar en el parágrafo I
del art. 129 de la Constitución que esta acción “(…) se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados”.
Lo manifestado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.
a) Tal como lo evidencian las documentales cursantes a fs. 10, mediante Memorándum 08-
000752 11, signado con la referencia “Asignación grupo de trabajo”, la Jefa del Departamento
de Fiscalización y la Gerente Distrital a.i., comunicaron textualmente a la accionante lo
siguiente: “…pasará a formar parte del Grupo Supervisado por el Lic. Edwin Hurtado U (…).
Motivo por el cuál se le instruye que los trámites asignados se encuentren enmarcados en
normativa legal y procedimientos en actual vigencia, debiendo su persona conjuntamente su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2562
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
supervisor tomar las medidas oportunas y necesarias para el cumplimiento del Programa
Operativo Anual Individual (POAIS) que le ha sido encomendado”(sic); posteriormente, la
ahora accionante, a través de una nota de 14 de noviembre de 2011, solicitó a la Gerencia
Distrital del SIN, la regularización de su reincorporación (fs. 2).
Por todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al haber concedido la acción,
evaluó de manera incorrecta e incompleta los datos del proceso y las normas aplicables al
mismo, en razón a los fundamentos expuestos en la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00760-2012-02-AL
Departamento: Oruro
Por memorial presentado el 5 de enero de 2012, cursante de fs. 2 a 3 vta., el accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Dentro del proceso de violencia intrafamiliar interpuesto en su contra por Ingrid Lizarazu
Vargas, por supuesta agresión, se encuentra indebidamente privado de libertad personal en la
carceleta del Juzgado Segundo de Instrucción de Familia; por cuanto el Juez demandado ordenó
su arresto de cuatro días, sin que exista resolución fundamentada ni audiencia previa en la que se
cumplan las formalidades respectivas.
Estima la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso, citando al efecto los arts. 22,
23.I y III y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 7 de enero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 13 a
18, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante ratificó la demanda y ampliando sus fundamentos, señaló que existen
cinco ilegalidades cometidas: a) No existió prueba alguna de violencia contra la denunciante; b)
La Resolución no estaba ejecutoriada; c) No existe mandamiento escrito; d) Se privó de defensa
técnica a su defendido; y, e) No existía una resolución concreta. Además, presentó certificado
médico forense con cinco días de impedimento y solicitó se declare “procedente” la acción de
libertad, pese a que su cliente, ya goza de libertad.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, constituida en Tribunal
de garantías, dictó la Resolución 01/2012 de 7 de enero, cursante de fs. 19 a 20 vta., por la cual
declaró "no haber lugar a la tutela constitucional", con los siguientes fundamentos: i) La
acción de libertad no se constituye en un medio de revisión de las resoluciones judiciales; ii) El
accionante aceptó la sanción de arresto de cuatro días solicitando se difiera a los fines de semana
y al mismo tiempo, formuló apelación y simultáneamente activó la acción de libertad; iii) Se ha
establecido que el Juez de alzada en materia ordinaria es quien debe resolver las reclamaciones
del accionante, mientras que el Tribunal de garantías no puede pronunciarse sobre cuestiones
ordinarias; iv) El accionante ya se encuentra gozando de libertad, no encontrándose por ende,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2565
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
II.1. De fs. 21 a 22 vta., cursa el acta de audiencia de violencia familiar, celebrada el 5 de enero
de 2012, en la que el Juez ahora demandado, haciendo alusión a lo dispuesto en el Auto de 1 de
abril de 2010 y que Alejandro Germán Rivera Blancourt (accionante), fuera reincidente de los
hechos de violencia familiar, ordenó cumpla la pena de arresto de cuatro días en la carceleta del
"Distrito Judicial de Oruro". En dicha audiencia, el accionante manifestó estar de "Acuerdo en
participar sin abogado" (sic).
II.2. Cursa acta de “compromiso de garantías”, suscrito el 5 de enero de 2012, a horas 11:20,
ante el Juez demandado, donde el accionante y su esposa, otorgaron amplias garantías para no
maltratarse de forma verbal, psicológica ni física (fs. 23).
II.3. Del mandamiento expedido en la fecha citada, por el Juez demandado, se evidencia cuatro
días de arresto contra el accionante (fs. 24).
II.4. Consta certificación 001/2012 de 6 de enero, expedida por Denis Colque Aguilar, Oficial
de Enlace y Jefe de Seguridad del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, señalando que
Alejandro Germán Rivera Blancourt, ingresó el 5 de ese mes y año, a horas 11:20, en calidad de
arrestado, por orden del Juez, Jorge Mejía Guerra; y, salió en libertad el mismo día a horas
16:15, en cumplimiento del mandamiento de libertad emitido por la autoridad judicial
anteriormente nombrada. Al punto segundo, señala que el accionante, no se encuentra detenido
en celdas de la carceleta (fs. 10).
II.5. A través del memorial presentado por el accionante a horas 11:30, del 5 de enero de 2012,
solicitó se difiera el arresto a los fines de semana por motivos de trabajo y el cuidado de su hijo
(fs. 25).
II.6. Por Auto de 5 de enero de 2012, el Juez demandado determinó la libertad del accionante y
se difiera su arresto para los fines de semana (fs. 26).
II.7. De fs. 27 a 28, consta el memorial de apelación presentado por el accionante, el 5 de enero
de 2012, impugnando el Auto anteriormente referido; recurso que fue ordenado correrse en
traslado (fs. 29).
II.8. A fs. 31, se adjunta mandamiento de libertad de la fecha antes mencionada, a favor del
accionante.
El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a
la vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y
cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación en
cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona que considere encontrarse en tales situaciones,
acudir ante el juez o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a
la libertad.
Por consiguiente, de acuerdo a la jurisprudencia glosada líneas arriba, se tiene que, ante una
presunta vulneración del derecho fundamental a la libertad, antes de acudir a la jurisdicción
constitucional, se debe en principio denunciar todos los actos procesales defectuosos a través de
los mecanismos ordinarios citados precedentemente, agotándose los mismos en la vía
jurisdiccional que corresponda; en su defecto, recién acudir a la jurisdicción constitucional.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia que Alejandro Germán
Rivera Blancourt, fue arrestado el 5 de enero de 2012, por orden del Juez Segundo de
Instrucción de Familia demandado, dentro del proceso por violencia intrafamiliar seguido en su
contra a denuncia de su esposa Ingrid Lizarazu Vargas, por la presunta comisión de maltrato
psíquico y físico. Aduce el nombrado y ahora accionante, que como emergencia de dicho
proceso, se encuentra indebidamente privado de libertad en la carceleta del Juzgado; empero, del
mandamiento de libertad expedido por el Juez de la causa, así como de la certificación del
Oficial de Enlace y Jefe de Seguridad del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, se
establece que si bien ingresó a la carceleta de dicho Tribunal en calidad de arrestado, el 5 de
enero de 2012, a horas 11:20, salió en libertad el mismo día a horas 16:15; por lo tanto, según
concluye dicha certificación, "no se encuentra detenido en celdas de la Carceleta" (sic).
Cursa a fs. 24, el mandamiento de arresto de cuatro días expedido en la fecha mencionada, por el
Juez Segundo de Instrucción de Familia, ahora demandado, como emergencia de una sanción
dispuesta en el aludido proceso por violencia intrafamiliar, actuando dicha autoridad judicial con
plenitud de jurisdicción y competencia, a quien el accionante solicitó una vez que se encontraba
arrestado, se difiera la sanción de arresto a los fines de semana por razones de trabajo y por tener
que atender a su hijo, pedido que fue atendido favorablemente por Auto de igual fecha,
ordenando a su vez su libertad.
contrario “denegar” la misma; y en los asuntos en que no se ingrese al fondo del asunto
demandado, se debe hacer constar esta situación.
Por todo lo señalado, el caso no se encuentra dentro de las previsiones y alcances de la acción de
libertad, por lo que el Tribunal de garantías, al haber declarado "no haber lugar a la tutela
constitucional", aunque aplicó terminología incorrecta, por cuanto la pertinente era denegar la
tutela, actuó correctamente.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00705-2012-02-AL
Departamento: La Paz
señalamiento de día y hora de audiencia, dejándoles en estado de indefensión absoluta, lo que les
obligó a plantear la correspondiente queja contra el fiscal de materia; sin embargo, la autoridad
judicial dispuso su detención preventiva por existir elementos de convicción por el presunto
delito de transporte de sustancias controladas.
Arguyen que, habiéndose advertido que la mercancía de marihuana no les pertenecía, les
inculparon sin haber valorado su inocencia, por lo que en el presente caso existe un indebido e
ilegal procesamiento, que deriva en la prolongada detención por parte de la Jueza hoy
demandada, al tenerlos veinticuatro horas y cuarenta minutos detenidas ilegalmente sin ser
remitidas ante autoridad jurisdiccional competente a efectos de establecer su situación procesal,
transgrediendo lo establecido por los arts. 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE) y
226 del Código de Procedimiento Penal (CPP) que refieren, que la persona aprehendida será
puesta a disposición del juez dentro de veinticuatro horas, para que resuelva dentro del mismo
plazo sobre la aplicación de alguna de las medidas cautelares previstas en el Código de
Procedimiento Penal o decrete su libertad por falta de indicios.
Las accionantes denuncian indebida e ilegal detención, citando al efecto el art. 180.I de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 24
a 27 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
de veinticuatro horas, por lo que existe confusión del abogado de las accionantes en relación a
los roles tanto del fiscal como del juez -art. 279 del CPP- en consecuencia se equivocó en
presentar la presente acción de libertad; y, d) Las accionantes de acuerdo al informe del Fiscal
Antidroga, fueron encontradas en flagrancia en posesión de marihuana, por lo que corresponde
al juez en la etapa preparatoria observar si existen o no elementos de participación sobre este
hecho; habiendo encontrado suficientes indicios de su participación en el hecho.
I.2.3. Resolución
El Juez Sexto de Sentencia del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, por
Resolución 009/2012 de 12 de abril, cursante de fs. 28 a 30 de obrados, denegó la acción de
libertad en base a los siguientes fundamentos: 1) Como emergencia de una investigación
realizada por el Ministerio Público por delitos contemplados en la Ley 1008, el fiscal Elsner
Cruz Choque, emitió requerimiento de imputación formal contra las ahora accionantes,
solicitando la detención preventiva puesto que fueron sorprendidas en flagrancia; 2) La acción
de libertad, solicita que el Juez de garantías de manera directa revise el fondo de la Resolución
pronunciada por la Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal, extremo que es inviable, ya que de
acuerdo a la reiterada jurisprudencia constitucional, la acción de libertad no es sustitutiva de los
recursos ordinarios que franquea la ley, pues la parte accionante en su momento debió hacer uso
del art. 251 del CPP, es decir si consideraba que la Resolución pronunciada por la autoridad
demandada conculcaba derechos y garantías fundamentales debía interponer el correspondiente
recurso de apelación, a objeto de que el Tribunal de alzada revise el fallo de la Jueza aquo y, al
no haberlo hecho, tácitamente ha convalidado la Resolución pronunciada; 3) Respecto a la
subsidiariedad que rige la acción de libertad, se tiene a las SSCC 0160/2005-R, 2198/2010-R, y
0692/2011-R entre otras, que señalan claramente que cuando la norma procesal ordinaria de
manera específica prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la
libertad supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados previamente, toda vez que la acción
de libertad -se reitera- no es sustitutiva de los mecanismos y recursos ordinarios que establece y
franquea la ley; y, 4) Con relación a las supuestas actuaciones ilegales realizadas por el fiscal
Elsner Cruz Choque, no cabe ningún pronunciamiento, por cuanto no fue demandado en la
acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
II.2. A horas 10:50 del 4 de abril de 2012, la Central de Notificaciones del departamento de La
Paz, procedió con la notificación personal en las celdas de la Policía Judicial a Yola Felipe
Roque y Justina Sánchez Apaza, con la imputación formal y el decreto de la Jueza por el que
determinó la realización de la audiencia de medidas cautelares (fs. 17 a 18).
II.3. En audiencia de medidas cautelares del 4 de abril de 2012, la Jueza Cuarta de Instrucción
en lo Penal, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Justina Sánchez
Apaza y Yola Felipe Roque, por la presunta comisión del delito de transporte de sustancias
controladas, dispuso mediante Resolución 176/2012 de 4 de abril, la detención preventiva de las
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2571
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Las accionantes, denuncian indebida e ilegal detención; toda vez, que la autoridad demandada: i)
A pesar de haber advertido que la mercancía de marihuana no les pertenecía, les inculpó sin
valorar su inocencia, derivándose la misma en una prolongada detención por veinticuatro horas
y cuarenta minutos sin ser remitidas ante autoridad jurisdiccional competente a efectos de
establecer su situación procesal; y, ii) No les notificó con la imputación formal ni con el
señalamiento de día y hora de audiencia de medidas cautelares, donde se dispuso su detención
en el Centro Femenino de Obrajes de la ciudad de La Paz. Por lo expuesto, corresponde ahora
analizar, en revisión, si en el caso concreto se debe otorgar o no la tutela solicitada, tarea que
será realizada a continuación.
La acción de libertad esta instituida en el art. 125 de la CPE, que tiene por finalidad la
protección de los derechos a la vida y a la libertad cuando la persona creyera estar ilegalmente
perseguida, indebidamente procesada o privada de su libertad, o considere que su vida está en
peligro.
En ese entendido, la Constitución Política del Estado es más amplia en cuanto a su ámbito de
protección, pues se extiende al derecho a la vida, la libertad física o personal, el debido proceso,
en lo que se refiere al procesamiento indebido y la libertad de locomoción, ésta última dada la
íntima relación que existe con el derecho a la libertad física, según la interpretación extensiva
realizada por la SC 0023/2010-R de 13 de abril.
Ahora bien, con relación a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad la
SC 0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R de 23 de febrero,
aclaró sus alcances en el siguiente sentido: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al
constituirse en un mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio
eficaz e inmediato reparador de ese derecho; empero la existencia de esta garantía
constitucional, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus,
actualmente acción de libertad; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2572
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reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de
dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión
sufrida”.
En este orden, en cuanto a la presunta indebida privación de libertad, deberá tenerse en cuenta
que la misma puede producirse, ya por hechos y circunstancias eventualmente no vinculadas a
la presunta comisión de un delito y otras veces, sí vinculadas a dicha presunta comisión de un
delito. En consecuencia, si no existe inicio de investigación y tampoco presunta comisión de
delito alguno, corresponderá a la justicia constitucional conocer directamente y resolver la
acción de libertad que acuse una presunta indebida privación de libertad.
Así, tomando en cuenta que el nuevo orden constitucional es esencialmente garantista de los
derechos fundamentales y de manera especial del derecho a la libertad personal, por lo
señalado anteriormente, es necesario y al efecto, se opera un cambio de línea jurisprudencial y
específicamente del entendimiento expresado en la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, referido a
que: `Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía como la Fiscalía cometieron
arbitrariedades relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción, y todavía no existe
aviso del inicio de la investigación, corresponde ser denunciadas ante el Juez Cautelar de
turno', en razón a que el Juez cautelar no tiene competencia al no haber conocido siquiera el
inicio de investigación y bien podría tratarse de una indebida privación de libertad originada
en una cuestión ajena a un delito, y porque, además, constituye un deber de las personas y
servidores públicos, y en especial de las fuerzas del orden público así como de la autoridad
fiscal, cumplir con la Constitución Política del Estado y respetar en consecuencia, el derecho a
la libertad física de las personas, derecho que solo puede limitarse en los casos y formas
establecidas por la ley y en virtud de una orden emanada por escrito de autoridad competente;
consecuentemente, no puede considerarse, de ninguna manera, excepto en los casos en los que
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se haya dado aviso de una investigación, o si no se dio aviso, que exista vinculación con la
presunta comisión de un delito que la pretensión de tutela al derecho a la libertad personal sea
conocida y resuelta previamente por un Juez cautelar de turno, asignándole a la acción de
libertad un carácter subsidiario que no corresponde a su naturaleza y que, en el caso descrito,
carece de fundamento constitucional y legal.
En ese mismo orden, con relación específicamente a la presunta lesión del derecho a la libertad
personal por causa de un indebida privación de libertad; es decir, cuando la restricción se
hubiera presuntamente operado al margen de los casos y formas establecidas por ley y que, sin
embargo, tal hecho se hubiera dado a conocer al juez cautelar del inicio de la investigación y,
en su caso, de la imputación, resulta indispensable recordar que el art. 54 inc. 1) del CPP,
establece que entre las competencias del Juez de Instrucción en lo Penal, está el ejercer el
control jurisdiccional de la investigación, lo que significa, que es la autoridad encargada de
resguardar que la etapa de investigación se realice conforme a procedimiento y en estricta
observancia de respeto a los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las partes
del proceso -imputado, querellante y víctima-. En ese contexto, corresponde al juez ejercer el
control jurisdiccional de la investigación y, por lo mismo, que ésta se desarrolle de manera
correcta e imparcial y no en forma violatoria de derechos fundamentales o garantías
constitucionales; es decir, desde otra perspectiva, cualquier acto ilegal y/o arbitrario durante la
investigación en que incurriere el Ministerio Público como titular de la acción penal o la
Policía Boliviana como coadyuvante, deberá ser denunciado ante el Juez de Instrucción en lo
Penal, que tenga a su cargo el control jurisdiccional de la investigación.
En el presente caso, las accionantes, alegan la indebida e ilegal detención; toda vez, que la
autoridad demandada: a) A pesar de haber advertido que la mercancía de marihuana no les
pertenecía, les inculpó sin haber valorado su inocencia, derivándose la misma en una prolongada
detención por veinticuatro horas y cuarenta minutos sin ser remitidos ante autoridad
jurisdiccional competente a efectos de establecer su situación procesal; y, b) No les notificaron
con la imputación formal ni con el señalamiento de día y hora de audiencia de medidas
cautelares, disponiendo mediante Resolución su detención preventiva en el Centro Femenino de
Obrajes de La Paz.
Del análisis de los datos procesales que cursan en obrados se establece que las imputadas hoy
accionantes, fueron objeto de detención preventiva ordenada por la Jueza Cuarta de Instrucción
en lo Penal, como resultado del proceso penal seguido por el Ministerio Público por la presunta
comisión del delito de transporte de sustancias controladas, en el que el fiscal de materia Elsner
Cruz Choque, presentó imputación formal y solicitud de aplicación de medidas cautelares.
Asimismo, se evidencia que se procedió con la notificación personal en las celdas de la Policía
Judicial a las hoy accionantes con la imputación formal y el decreto de señalamiento de
audiencia de medidas cautelares. Empero, si las accionantes consideraban que hubo una
prolongada detención por veinticuatro horas y cuarenta minutos -supuesta actuación realizada
por el Fiscal de Materia de Sustancias Controladas- sin ser remitidos ante autoridad
jurisdiccional competente a efectos de establecer su situación procesal, éstos no fueron
expuestos o reclamados al Juez cautelar, como tampoco apelaron la Resolución 176/2012, por el
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Por lo precedentemente señalado, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela, efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales y aplicó debidamente los alcances de esta
acción tutelar.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00676-2012-02-AL
Departamento: La Paz
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 13 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 23 a
25 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los abogados del accionante ratificaron la demanda y ampliaron sus fundamentos, señalando: a)
El Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, por Resolución 257/2010 de 20 de agosto, dispuso la
detención preventiva de Marco Antonio Trujillo Gutiérrez, quien solicitó la cesación de dicha
medida restrictiva de su libertad, rechazada en dos oportunidades; b) El Juez Quinto de
Instrucción en lo Penal, el 22 de febrero de 2012, suspendió la audiencia y llamó la atención al
personal de apoyo jurisdiccional, porque las partes no habían sido notificadas legalmente.
Igualmente, el 1 de marzo del mencionado año, el Juez indicado suspendió la audiencia al
evidenciar la ausencia del imputado, de los denunciantes y del Ministerio Público, así como el
incumplimiento de las formalidades en las notificaciones y señaló audiencia “conclusiva” para el
8 del mismo mes y año; c) El 20 de marzo de 2012, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal,
en audiencia de cesación de la detención preventiva de su defendido, constató que se efectuaron
las notificaciones a todos los sujetos procesales; sin embargo, verificó la ausencia del Ministerio
Público y los denunciantes, lo que motivó su suspensión y se fijó otra para el 28 de ese mes y
año, vulnerándose de esta forma la jurisprudencia, sin justificativo admisible; y, d) La autoridad
jurisdiccional precitada, en la referida fecha, comprobó la notificación al Ministerio Público, a
“Remedios Paredes o Bladimir Ortega” y dos notificaciones a Cándido Padilla y Ramiro Copa
Copaja; y al no existir constancia de las notificaciones en el cuaderno de control jurisdiccional,
observó esas irregularidades y suspendió la audiencia, cuando independientemente de esa
responsabilidad, la misma debió efectuarse.
Rafael Alcón Aliaga, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, no asistió a la audiencia;
sin embargo, presentó informe escrito que cursa a fs. 8 y vta., donde puntualiza: 1) En el proceso
penal que sigue el Ministerio Público y los querellantes contra Marco Antonio Trujillo Gutiérrez
y otros, por la presunta comisión del delito de estafa con agravación de víctimas múltiples y
otros, mediante Resolución 257/2010, se determinó su detención preventiva; 2) En varias
oportunidades, el accionante solicitó audiencias para considerar la cesación de su detención
preventiva y salidas médicas, petitorios que fueron atendidos oportunamente; 3) Las audiencias
de cesación de detención preventiva se suspendieron por responsabilidad de las partes y no del
órgano jurisdiccional, menos de su autoridad; 4) Por las demandas de recusación efectuadas por
el ahora accionante, el proceso penal fue de conocimiento de todos los Jueces de Instrucción en
lo Penal de El Alto, encontrándose por estos incidentes dilatorios, detenido por más de dieciocho
meses; y, 5) Por memorial de 12 de abril 2012, el actor requirió se fije audiencia para considerar
la cesación de su detención preventiva, habiéndola señalado para el 17 de ese mes y año,
conforme al Código de Procedimiento Penal, por lo que no se conculcó ningún derecho
constitucional.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.2. El 1 de marzo de 2012, se instaló audiencia de consideración de actos conclusivos, que fue
suspendida por la autoridad jurisdiccional prenombrada, por ausencia de los imputados,
querellantes y del Ministerio Público, señalando nueva audiencia para el 8 de ese mes y año (fs.
15).
II.5. La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
49/2012 de 10 de febrero, rechazó la recusación formulada por el accionante contra Rafael
Alcón Aliaga, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, ahora demandado,
disponiendo que éste prosiga el conocimiento de la causa (fs. 18 y vta.); devolviéndosele los
antecedentes el 26 de marzo de 2012, siendo radicados el 27 del mismo mes y año (fs. 19 y
vta).
II.6. Por memorial presentado el 12 de abril de 2012, el accionante pidió al Juez ahora
demandado, audiencia de consideración de cesación a su detención preventiva, por lo que a
través de proveído de 13 de igual mes y año, se fijó el acto procesal para el 17 de los
mencionados mes y año (fs. 21 a 22).
El art. 125 de la CPE, instituye la acción de libertad, señalando: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”. En ese sentido, la SC 2209/2010-R de 19 de noviembre, expresó: “Este mecanismo
extraordinario de protección, se halla consagrado en el art. 125 de la CPE, como una acción
jurisdiccional de rango constitucional que está destinada a la defensa y protección del derecho
a la vida y a la libertad personal, manteniendo su fin esencial tal cual es, ser una acción tutelar
preventiva, correctiva y reparadora de trascendental importancia que garantiza sobre todo el
derecho a la libertad personal y ampliando su núcleo esencial y otorgando un paraguas más
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2578
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amplio, protegiendo el derecho a la vida, siempre y cuando ésta esté relacionada con el derecho
a la libertad; asimismo, restablece lesiones a la garantía del debido proceso cuando existe un
nexo directo con este derecho; es decir, que el acto ilegal que se demanda, esté interconectado
con la amenaza o restricción o supresión de este derecho”.
III.2. Sobre el plazo para señalar audiencia en los pedidos de cesación de la detención
preventiva
(…)
Cabe destacar que en autos, el accionante planteó recusaciones a los diferentes Jueces de
Instrucción en lo Penal, incluyendo al Juez ahora demandado, hechos que incidieron para la
dilación en el presente proceso, especialmente en lo que toca a la definición de su situación
jurídica, al encontrarse detenido preventivamente por más de dieciocho meses; por lo que una
vez resuelta la recusación formulada por el procesado contra el Juez Cuarto de Instrucción en lo
Penal, que fue rechazada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2579
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Paz, el caso fue radicado nuevamente ante este último Juez, oportunidad en que el accionante
mediante memorial presentado el 12 de abril de 2012, solicitó audiencia de cesación de su
detención preventiva, que fue señalada para el 17 de ese mes y año, actuación que se encuentra
conforme a derecho, al haber sido fijado el acto procesal dentro de los tres días hábiles que
establece la jurisprudencia precedentemente glosada, no existiendo lesión al derecho a la libertad
del accionante, correspondiendo en su mérito denegar la tutela impetrada.
Consiguientemente, el Juez de garantías, al denegar la tutela, efectuó una adecuada compulsa de
los antecedentes procesales y un correcto análisis de esta acción de defensa.
POR TANTO
El 26 de enero de 2012, solicitó ante el Juzgado de origen se señale audiencia de cesación de las
medidas cautelares que le habían sido impuestas, adjuntando documentación fehaciente que
determina su arraigo natural y la que establece que se sometería a todas las investigaciones
emergentes del supuesto ilícito de contrabando; empero, desde esa fecha no fue remitida su
solicitud ni los antecedentes al Juez de Instrucción Mixto de San Julián, porque no existía en el
expediente, el acta de audiencia cautelar, además que sus abogados fueron informados por el
Secretario del Juzgado, que la respectiva acta no podía labrarse porque la cinta magnetofónica
de grabación de la audiencia, en la parte considerativa y resolutiva se había borrado; hecho que
vulnera su derecho a la defensa y al debido proceso, por cuanto no tenía conocimiento de las
condiciones por las cuales el Juez de San Julián dispuso su detención preventiva.
Por tal motivo, el 7 de febrero de 2012, conforme a lo establecido en el art. 169 inc. 3) del
Código de Procedimiento Penal (CPP), planteó ante el Juez en suplencia legal, incidente de
nulidad de la audiencia cautelar por actividad procesal defectuosa; mismo que se remitió ante la
Jueza de Instrucción Mixta de Roboré, quien de forma verbal manifestó que no podía resolver el
asunto, porque no era de su conocimiento, dejándola en total indefensión, puesto que no pudo
acceder a la audiencia de cesación, por falta del acta de audiencia de aplicación de medida
cautelar, ni tener acceso a la Resolución del incidente planteado bajo el argumento de no tener
conocimiento, sin considerar que según el espíritu de la referida norma, al juez no le está
permitido convalidar actos en los que se vulneran derechos y garantías constitucionales, pues al
contrario, tiene el deber de pronunciarse sobre la legalidad de los actos, correspondiéndole como
Juez cautelar, controlar la investigación conforme dispone el art. 54. inc. 1) del CPP.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 15 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
34 a 36, se produjeron los siguientes actuados:
La Jueza de Instrucción Mixta de Roboré, ahora demandada, mediante informe cursante de fs.
30 a 32 de obrados, leído en audiencia, informó lo siguiente: a) Las actuaciones a ser emitidas
por un juzgador, son de forma escrita y no de forma verbal, como pretende hacer ver la
accionante; sin embargo, de la revisión de las actuaciones se evidencia que presentó el 27 de
enero de 2012, un memorial solicitando la cesación de su detención preventiva, habiéndole
correspondido señalar audiencia el 6 de febrero del referido año, a horas 16:30, por suplencia
legal que ejerce de dicho Juzgado; b) Al tener conocimiento del proceso que sigue el Ministerio
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I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia Penal de San José de Chiquitos, del departamento de Santa
Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/2012 de 15 de febrero,
cursante de fs. 37 a 38 vta., concediendo la tutela solicitada por la accionante y disponiendo que
la autoridad demandada resuelva, el incidente de nulidad por actividad procesal defectuosa no
sujeta a convalidación, dentro de la audiencia de cesación dispuesta para el 16 de febrero de
2012, en los plazos establecidos en el art. 314 del CPP; Resolución de garantías, que se basó en
los siguientes fundamentos: 1) Con relación a la denuncia de inexistencia del acta y de la
resolución de imposición de medidas cautelares, la accionante debió dirigir su acción contra la
autoridad que incurrió en dicha omisión y al no ser la Jueza demandada, no corresponde
pronunciarse al respecto, al no estar legitimada pasivamente; 2) No se evidenció que la autoridad
demandada se hubiera negado a señalar la audiencia de cesación a su detención preventiva,
puesto que por decreto de 6 de febrero de 2012, fue fijada para el 16 del mismo mes y año; y, 3)
El incidente de nulidad por actividad procesal defectuosa, está vinculado a la libertad de la
impetrante, quien realizó peticiones que no fueron atendidas con la celeridad correspondiente, si
bien la Jueza demandada señaló audiencia, en la que realizará una valoración objetiva respecto a
los elementos de prueba aportados, son suficientes para desvirtuar los riesgos procesales que
motivaron su detención preventiva, este hecho no era óbice para que la autoridad jurisdiccional
no se pronuncie sobre el incidente de nulidad interpuesto, teniendo en cuenta que en la audiencia
de medidas cautelares, debe debatirse sobre los riesgos procesales que motivaron su detención
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II. CONCLUSIONES
II.2. Por memorial presentado el 7 de febrero de 2012, ante la Jueza de Instrucción Mixta de
Roboré en suplencia legal de su similar de Puerto Suárez, la accionante planteó un incidente de
nulidad por actividad procesal defectuosa no sujeta a convalidación, alegando que debido a la
acefalia del Juzgado cautelar de Puerto Suárez (cuando se produjo su detención), fue remitida
ante el Juzgado de Instrucción Mixto de Roboré, pero que el mismo se encontraba de
vacaciones; razón por la cual fue conducida ante el Juez de San Julián donde se llevó a cabo la
audiencia de aplicación de medida cautelar, en la que se dispuso su detención preventiva.
Asimismo, el 27 de enero del indicado año, solicitó la cesación de su detención preventiva, cuya
audiencia no fue señalada por cuanto no se encontraba en el expediente, el acta en la que se
dispuso dicha detención y que no fue labrada por haberse borrado la grabación, situación que
vulnera el debido proceso y restringe su derecho a la defensa, y por ende su derecho a la
libertad, además de constituir un defecto absoluto no sujeto a convalidación, por lo que solicitó
se disponga la nulidad de la audiencia cautelar de 29 de diciembre de 2011, y se disponga su
inmediata libertad (fs. 2 vta.).
II.3. A través del memorial presentado el 9 de febrero de 2012, la accionante solicitó a la Jueza
de Instrucción Mixta de Roboré en suplencia legal de su similar Segundo de Puerto Suárez, que
se certifique si en el expediente o actuados que cursan en su despacho, dentro del proceso que
sigue el Ministerio Público en su contra, se encuentra el acta de la audiencia de imposición de
medida cautelar realizada en el Juzgado de Instrucción Mixto de San Julián el 30 de diciembre
de 2011 (fs. 3 vta.).
II.4. El 14 de febrero de 2012, a horas 19:02, la Jueza demandada remitió vía fax al Juzgado de
Roboré los oficios 25/2012 y 26/2012, mediante los cuales, solicitó se remita el acta de
audiencia y Auto de aplicación de medida cautelar impuesta a la ahora accionante o en su
defecto, se informe dónde se encuentran dichas piezas procesales (fs. 28 y 29).
II.5. El Actuario del Juzgado Segundo Mixto de Instrucción de Puerto Suárez, por informe
expedido el 15 de febrero de 2012, hizo conocer a la Jueza de Instrucción Mixta de Roboré, que
la accionante no fue notificada con el señalamiento de la audiencia de cesación de su detención
preventiva a realizarse el 16 del indicado mes y año, porque no se apersonaron sus abogados,
pero que se le comunicó vía telefónica toda vez que recibió una llamada de la imputada.
Asimismo, informó que en ningún momento señaló que la cinta magnetofónica de la grabación
de la audiencia estaba borrada, porque la audiencia de medidas cautelares fue el 29 de diciembre
de 2011, y su persona funge como actuario de ese Juzgado desde el 23 de enero de 2012 (fs. 23).
El art. 125 de la CPE, instituye la acción de libertad, definiendo su alcance y finalidad al señalar
que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o
que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de
Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna
formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que
se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad”.
Esta acción tutelar conlleva un triple carácter, toda vez que es preventiva, correctiva y
reparadora, reforzando su característica de acción de defensa oportuna y eficaz, no sólo como
mecanismo destinado a proteger los derechos de libertad personal y de locomoción, sino
también el derecho fundamental a la vida cuando está íntimamente ligada a aquellos, cuya
finalidad es obtener el cese de la persecución indebida o el restablecimiento de las formalidades
legales, se guarde la tutela a la vida y en su caso, restituya el derecho a la libertad; razonamiento
establecido en la SC 0010/2011-R de 7 de febrero, que expresa: "La acción de libertad, es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la
libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz de
la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma,
motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de
trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE".
justicia según el art. 178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad
jurídica, en la celeridad y el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha
previsto una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean
afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural,
en especial tratándose de derechos fundamentales. En ese sentido, y tal y como se desarrollo en
el punto III.3 de la presente Sentencia, este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del
hábeas corpus desarrollada por la jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho, el cual se constituye en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de
existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de
dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad” (las negrillas son agregadas).
La misma Sentencia Constitucional, siguiendo ese entendimiento señaló que: “…toda autoridad
que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física,
tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los
plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado
derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma
positiva, pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso,
dado que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación
indebida de una solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo
a una compulsa conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la
celeridad que exige la solicitud”.
En el caso de autos, la accionante denuncia que la Jueza de Instrucción Mixta de Roboré -ahora
demandada- actuando en suplencia legal de su similar Segundo de Puerto Suárez, con el
argumento de no haber sido de su conocimiento el asunto, omitió resolver el incidente de
nulidad que planteó por actividad procesal defectuosa, toda vez que no cursa en el proceso el
acta de la audiencia de aplicación de medidas cautelares, ni la resolución por la cual le
impusieron la detención preventiva.
De los antecedentes que cursan en obrados, se establece que el 27 de enero del año en curso, la
accionante solicitó ante el Juzgado Segundo de Instrucción Mixto de Puerto Suárez, la cesación
de su detención preventiva a cuyo efecto pidió el señalamiento de audiencia y que se realice en
el Juzgado de Instrucción Mixto de San Julián, por cuanto el acta de aplicación de medidas
cautelares aún se encontraba en dicho Juzgado que actuó en suplencia legal; memorial que
mereció el decreto de 6 de febrero de 2012, mediante el cual la Jueza demandada, señaló
audiencia de cesación a su detención preventiva para el 16 de febrero de ese año. Asimismo,
consta que la accionante mediante memorial presentado el 7 del mismo mes y año, ante la Jueza
de Instrucción Mixta de Roboré, interpuso incidente de nulidad por actividad procesal
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defectuosa no sujeta a convalidación, alegando que fue remitida ante su similar de San Julián,
donde se llevó a cabo la audiencia de aplicación de medidas cautelares, que dispuso su detención
preventiva, y que el 27 de enero del mismo año, solicitó la cesación de su detención preventiva,
cuya audiencia no fue señalada por cuanto no se encontraba en el expediente el acta en la que se
dispuso dicha detención y que no fue labrada por haberse borrado la grabación, situación que
vulnera el debido proceso y restringe su derecho a la defensa, y por ende su derecho a la
libertad, además de constituir un defecto absoluto no sujeto a convalidación, por lo que solicitó
la nulidad de la audiencia de 29 de diciembre de 2011, y se disponga su inmediata libertad.
Por los fundamentos anotados precedentemente, se concluye que el presente caso se encuentra
dentro de las previsiones y alcances de la acción de libertad, por lo que el Juez de garantías al
haber concedido la tutela impetrada, a través de la presente acción de defensa, obró
correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El accionante, por memorial de 14 de marzo de 2012, cursante de fs. 46 a 51, manifestó que:
Dentro del proceso penal, por la presunta comisión del delito de homicidio en accidente de
tránsito, se pronuncio la Sentencia condenatoria contra Guido Jaramillo Reyes, declarándolo
autor y culpable de los delitos de conducción peligrosa de vehículo y homicidio en accidente de
tránsito, condenándole a la pena de reclusión de tres años y al resarcimiento del daño civil
ocasionado, dejando subsistente la anotación preventiva del camión marca Nissan Cóndor, con
placa de control 2270YLC.
Ejecutoriada la Resolución, se inició la demanda civil de reparación del daño, por parte de sus
representados, contra el autor de los delitos indicados, declarándose probada la petición,
obligando al condenado a resarcir el daño causado; una vez apelado el fallo, esta fue confirmada
por Auto de Vista 58/2011 de 2 de junio; posteriormente, se solicitó las medidas previas al
remate, que fueron dispuestas por el Juez de la causa, ante dicha situación, el obligado al
resarcimiento, presentó un incidente de inembargabilidad de vehículo, solicitando a su vez, el
desembargo del camión citado precedentemente, resolviéndose el incidente mediante Resolución
de 31 de julio de 2011, declarando probado el mismo, suspendiendo el trámite de medidas
previas al remate del camión.
Notificados sus representados con dicha Resolución el 31 de julio de 2011, encontrándose el
proceso en etapa de ejecución del fallo, en aplicación del art. 387 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), se presentó recurso de apelación directa de acuerdo al art. 220 del Código de
Procedimiento Civil (CPC), y a la SC 1385/2003-R de 9 de agosto, a los nueve días de haber
sido notificados, es decir que se presentó dentro de los diez días de plazo establecido por el
articulo antes señalado. Agotado dicho plazo, el Juez de la causa concedió el recurso en el efecto
devolutivo mediante Resolución de 8 de septiembre de 2011, remitiendo los antecedentes del
proceso ante la Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, quienes
pronunciaron el ilegal Auto de Vista 088/2011 de 20 de septiembre, declarando inadmisible el
recurso citando el art. 251 del CPP, indicando que el recurso de apelación incidental fue
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planteado fuera de plazo, cambiando la terminología y por tanto, el procedimiento del recurso de
apelación directa, que en realidad debe ser resuelto en base a los arts. 518, 220 y 245 del CPC
con la permisibilidad del art. 387 del CPP.
En ese sentido, el Auto de Vista 088/2011 ahora impugnado, al ser resulto como si fuera una
apelación de medidas cautelares y no una en ejecución de fallo en un proceso de reparación del
daño, vulneró los derechos y garantías a recurrir y al debido proceso, pues al no ingresar al
análisis de fondo del recurso presentado, vulneraron arbitrariamente sus derechos, máxime si
cuando se solicitó la declinatoria de competencia, fueron respondidos que estén a lo dispuesto
por el Auto de Vista impugnado, dejándonos en la absoluta incertidumbre al no merecer una
resolución fundamentada.
Se señaló como vulnerado su derecho a recurrir y al debido proceso, sin citar los preceptos
constitucionales.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela: a) Se disponga la nulidad del auto de Vista 088/2011 b) Se ordene
a las autoridades demandadas, resuelvan la solicitud de declinatoria de competencia, presentada
el 20 de septiembre de 2011; c) Se determine la responsabilidad civil y penal de los
demandados, remitiendo antecedentes al Ministerio Público, para su investigación por la
supuesta comisión de los delitos de resoluciones contrarias a las leyes y prevaricato en función
de la ley 004; y. d) Se condene a los demandados al pago de costas procesales y a la reparación
de daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 29 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
100 a 102, se produjeron los siguientes actuados:
José Luis Lenz Mamani y Heidy Calderón Pérez, Vocales de la Sala Penal del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija, mediante informe escrito manifestaron: 1) Que el art.
387 del CPP, remite la ejecución de la reparación del daño, a las normas del procedimiento civil,
en el entendido de ser estas supletorias sólo cuando existan vacios legales en el código
especializado. En el caso concreto no resulta evidente un vacío, pues el art. 251 del CPP
expresamente manifiesta que la resolución que disponga, modifique o rechace medidas
cautelares, será apelable en el efecto suspensivo en el término de setenta y dos horas; es decir,
que al tratarse de una norma específica, debe ser aplicada en virtud del principio de la jerarquía
normativa, consagrado por el art. 410.II de la CPE; 2) Es decir, al existir norma legal expresa
que regula dicho procedimiento, el art. 251 del CPP, es contundente, pues la inembargabilidad
de un vehículo constituye una modificación de una medida cautelar de carácter real que le fue
impuesta al condenado a la reparación del daño, en consecuencia el término para interponer el
recurso de apelación es de setenta y dos horas y no de diez días como pretende la parte
accionante; 3) Por otro lado, “la SC 0090/2010-R de 4 de mayo, no es de carácter vinculante al
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presente caso, toda vez que aún contendiendo fundamentos fácticos analogizables al presente, el
razonamiento interpretativo de los magistrados del Tribunal no son coincidentes con otras
sentencias constitucionales y aún difiere el criterio entre los mismos miembros del Tribunal, tal
es así que la Sentencia constitucional citada, contiene el voto disidente de dos de sus
magistrados, (Dr. Ernesto Félix Mur y Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños)” (sic); y, 4) En
ese sentido, si bien al art. 8 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP),
manifiesta que “las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de
carácter vinculante y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario
ulterior, alguno. Empero esa vinculatoriedad está condicionada -entre otros presupuestos-, a la
clara determinación del precedente, lo que implica que la jurisprudencia existente dentro del
mismo Tribunal Constitucional no debe ser ambigua, ya que en este caso las autoridades
jurisdiccionales están facultadas a aplicar e interpretar de manera directa la Constitución Política
del Estado, sin necesidad de aplicar doctrina constitucional ambigua” (sic).
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, los Vocales de la Sala Civil Primera, del Tribunal Departamental de
Justica de Tarija, mediante Resolución de 03/2012 de 29 de marzo, cursante de fs. 102 a 109,
concedió la tutela de la acción de amparo constitucional, con el fundamento que el rechazo del
recurso de apelación directa realizado por los demandados, erróneamente confunde la apelación
incidental con la apelación directa, que de acuerdo al art. 387 del CPP, la ejecución del fallo
pronunciado en un proceso de reparación de daños emergentes de delitos, se sujetarán a las
normas del CPC.
Es decir, que cualquier resolución judicial dictada en ejecución del fallo es apelable en forma
directa conforme lo establece el art. 518 del CPC, que en el presente caso se trata del auto que
resuelve un incidente de inembargabilidad, recurrible en el plazo de diez días en aplicación del
art. 220.I inc. 1) del CPC.
Por otro lado, en referencia a la SC 0090/2010-R de 4 de mayo, es preciso manifestar que si bien
existen dos votos disidentes, es debido a un razonamiento interpretativo diferente de las normas
legales que existen en tribunales colegiados, pero también es cierto que posterior a dicho fallo,
se dictó la SC 1061/2011-R de 1 de junio, que en sus fundamentos jurídicos del fallo manifiesta
“Concluyéndose que todas las resoluciones dictadas en ejecución de sentencia, admiten el
recurso de apelación directa en el efecto devolutivo, que debe ser presentado en el plazo de 10
días desde la notificación con la resolución a impugnarse” (sic).
Asimismo, se debe manifestar que las normas establecida en los arts. 251 y 403 inc. 10) del
CPP, son de jerarquía inferior a la establecida en el art. 180.II de la CPE, que garantiza el
principio de impugnación en los procesos judiciales, al que se suman los establecidos en los arts.
115. II y 119 del mismo cuerpo legal, por lo que las autoridades demandadas, al dictar el Auto
de Vista 088/2011, que rechazó y declaró inadmisible el recurso de apelación directa, ha
efectuado una labor interpretativa que lesiona el principio de seguridad jurídica, vulnerando
también el debido proceso y el derecho a la defensa.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.1. De fs. 5 a 7, cursa la sentencia 1/2010 de 28 de abril, mediante la que se declaró autor y
culpable de la comisión de los delitos de conducción peligrosa de vehículo y homicidio en
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II.2. De fs. 12 a 14, cursa la sentencia 2/2010 de 24 de junio, que declaró probada la demanda de
reparación del daño causado, interpuesta por los representados del accionante, que en apelación,
por Auto de Vista 58/2011 de 2 de junio, fue confirmada la resolución de primera instancia (fs.
15 a 18).
II.3. De fs. 23 a 28, cursan el memorial de solicitud de medidas previas realizada por el
demandante de la reparación del daño, de 15 de julio de 2011, que mediante Auto de 18 de julio
del mismo año, se decretó las medidas previas para la realización del remate del bien mueble
sujeto a registro, designándose un perito a efecto de realizar el avalúo del camión. Ante dicha
decisión, el condenado, presentó incidente de inembargabilidad del vehículo el 21 de julio
mismo año, que una vez respondido por memorial de 26 del mismo mes y año, se resolvió el
referido incidente de inembargabilidad mediante Auto de 29 de mes y año antes referido,
declarando probado el incidente, en conciencia, suspendiendo el desarrollo de las medidas
previas.
II.4. Una vez notificados los accionantes con el Auto de 29 de julio de 2011 (fs. 29), estos
presentaron recurso de apelación de 9 de agosto presentado por los ahora accionantes, contra el
Auto de 29 de julio de 2011, solicitando se anule el Auto referido y se declare improbado el
incidente de inembargabilidad, que de inicio, se concedió en el efecto suspensivo y luego el Juez
de la causa, modificó la concesión, mediante Auto de 8 de septiembre de 2011, concediendo el
recurso en el efecto devolutivo de acuerdo a las normas del CPC (fs. 30 a 33).
II.5. De fs. 34 a 37, cursan el Auto de Vista 088/2011, por el que los Vocales de la Sala Penal de
la Corte Superior del Distrito de Tarija, rechazaron “el recurso de apelación incidental
pretendido por el imputado Fernando Vargas en representación de Aida Rina Espinoza Torrez,
declarando al mismo inadmisible…” (sic). Ante tal decisión, el representante de los ahora
accionantes, solicitó la declinatoria de competencia mediante memorial de 20 de septiembre del
mismo año, a efecto de que sea resuelto el recurso de apelación directa, por la Sala Civil de
turno, solicitud que fue absuelta por la Sala Penal mediante providencia de 21 de septiembre del
mismo año, expresando que estés a la Resolución de 20 de septiembre de 2011.
El accionante manifestó que las autoridades demandadas lesionaron los derechos de sus
representantes, a recurrir y al debido proceso, puesto que: i).- Rechazaron el recurso de
apelación directa que presentaron en el proceso de reparación del daño causado, originado en un
proceso penal ejecutoriado, con el argumento de haber sido presentado el recurso fuera del
término de setenta y dos horas, de acuerdo al art. 251 del CPP; ii).- Confundiendo el recurso de
apelación directa que fue presentado contra una resolución derivada de un incidente de
inmebargabilidad, que debe ser resuelto bajo normas del CPC aplicando la permisibilidad que
otorga el art. 387 del CPP, con el recurso de apelación incidental de medidas cautelares
contemplado por el art. 251 del CPP; iii).- Desconociendo la vinculatoriedad de las SSCC
0090/2010-R y 1385/2003-R, y las normas que son aplicables a la resolución del recurso de
apelación directo en procesos de reparación del daño derivados y probados en procesos penales.
Correspondiendo analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos
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ilegales lesivos al derecho a la libertad del accionante, a fin de otorgar o denegar la tutela
solicitada.
III.3. Del plazo para la presentación del recurso de apelación para la reparación del daño
civil emergente de un delito
Tomando en cuenta inicialmente la norma procesal penal, el art. 387 del CPP, otorga la
posibilidad de ejecutar las decisiones en sujeción a las normas contenidas en el Código de
Procedimiento Civil. En ese entendido, la jurisprudencia constitucional ha emitido resoluciones
que orientan e interpretan dicho procedimiento, así la SC 0090/2010-R de 4 de mayo,
concretamente señaló que: …la accionante Tomasa Martínez Torrejón de Delgado por medio de
su mandatario, presentó incidente de nulidad de la adjudicación, argumentando la
ganancialidad de los inmuebles embargados y rematados; a cuya consecuencia, por Auto
42/2006 de 20 de mayo, la Jueza recurrida rechazó el incidente de nulidad planteado con cuya
resolución la accionante fue notificada el 23 de mayo de 2006 (fs. 21); por lo que, mediante
memorial presentado el 1 de junio de 2006 -nueve días después- interpuso recurso de
apelación contra el Auto que rechazó el ya referido incidente de nulidad; siendo concedido
por la Jueza recurrida mediante Auto interlocutorio 48/2006 de 9 de junio; radicándose ante
la Sala Penal -ahora recurrida-. Mediante Auto de Vista 57/2006 de 13 de junio -ahora
impugnado- declaró inadmisible el recurso de apelación interpuesto, bajo el argumento de
que el recurso de apelación fue planteado fuera del plazo previsto en el art. 403 del CPP -tres
días-, declarando en consecuencia ejecutoriado el Auto impugnado.
De donde resulta, que los Vocales recurridos, declararon inadmisible el recurso de apelación
interpuesto por la ahora accionante, pese a que el art. 387 del CPP, establece que la ejecución
de la Sentencia se ajustará a las normas del procedimiento Civil, reenvió normativo atinente a
la regulatoria procesal civil contemplada en los art. 514 y siguientes.
En este contexto, es aplicable la norma prevista por el art. 225 inc. 5) del CPC, que dispone
expresamente: "la apelación en el efecto devolutivo procederá en los casos siguientes: 5) De
las resoluciones dictadas en ejecución de sentencia", en concordancia con dicha norma, el
art. 220 inc. 1) del CPC, al referirse a los plazos para apelar, prevé que la apelación, salvo
disposición contraria expresa, se interpondrá dentro de los diez días, de las sentencias y autos
definitivos pronunciados en procesos ordinarios, sumarios y ejecutivos, de manera que, se ha
previsto un mecanismo de impugnación de dichas resoluciones judiciales, en resguardo de la
garantía del debido proceso y su elemento del derecho de toda persona de impugnar una decisión
judicial que sea contraria o lesiva a sus intereses y derechos -derecho a recurrir-; ese mecanismo de
impugnación es la apelación en el efecto devolutivo; y, finalmente ha previsto un plazo para plantear el
recurso, que es de diez días.
Al respecto, es preciso expresar que partiendo de la Ley Fundamental, es que las SSCC
mantienen el carácter vinculante, puesto que el art. 203 de la CPE, manifiesta: “Las decisiones y
sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante y de
cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno”.
Por su parte, la jurisprudencia constitucional a través de la vida orgánica de este Tribunal fue
estableciendo líneas jurisprudenciales que hacen mención a la vinculatoriedad de sus sentencias,
estableciendo que:
En ese sentido, la SC 0502/2003-R de 15 de abril, sostuvo: "Por regla general se tiene que una
Sentencia Constitucional constituye un precedente obligatorio que por analogía se debe
aplicar a casos futuros; pero para que esta regla se efectivice, se debe tomar en cuenta que
tanto en el caso anterior como en el nuevo deben concurrir (…) los hechos concretos o el
conjunto fáctico…" (las negrillas nos corresponde).
"El respeto a los precedentes por parte del propio juez o tribunal, como por los demás jueces y
tribunales inferiores, que preserva la seguridad jurídica y la coherencia del orden jurídico;
protege los derechos fundamentales y las libertades ciudadanas evitando variaciones
injustificadas o caprichosas de los criterios de interpretación; precautela el valor supremo de
la igualdad, impidiendo que casos iguales, con identidad de los supuestos fácticos, sean
resueltos de manera distinta; ejerce control de la propia actividad judicial, imponiendo a los
jueces y tribunales mínima racionalidad y universalidad, ya que los obliga a decidir el
problema que les es planteado de una manera que estarían dispuestos a aceptar en otro caso
diferente pero que presente caracteres análogos. Empero, cabe advertir que esta
obligatoriedad de los precedentes no es un valor absoluto, pudiendo los jueces y tribunales
apartarse de sus propios precedentes sin importar discrecionalidad, sino con la limitación de la
debida y adecuada fundamentación de las razones que llevan a distanciarse de sus decisiones
previas, por lo que el principio del stare decisis o estarse a lo resuelto en casos anteriores, no
es absoluto" (las negrillas nos corresponde).
Por otro lado, el Tribunal Constitucional por medio de la SC 0058/2002, de 8 de julio, manifestó
lo siguiente:
"...la vinculatoriedad de las Sentencias del Tribunal Constitucional, implica que los poderes
públicos que sean aplicadores del derecho, se encuentran sujetos a la manera de cómo los
preceptos y principios de la Constitución, han sido interpretados por el Tribunal Constitucional.
En consecuencia, por la eficacia vinculante de dicha interpretación, los poderes públicos están
obligados a seguir la doctrina constitucional que ha resultado de las resoluciones dictadas por
el Tribunal Constitucional en todo tipo de procesos constitucionales.
(...) la vinculación alcanza una trascendencia especial, respecto a los jueces y tribunales de la
justicia ordinaria, quienes a tiempo de resolver las controversias sometidas a su conocimiento,
deberán tener en cuenta la doctrina constitucional, por ser los principales destinatarios de la
misma. En el caso de las Sentencias Constitucionales pronunciadas en los recursos de amparo
constitucional, se aprecia en revisión si hay una efectiva vulneración de derechos
fundamentales, Sentencias que por ser vinculantes, tienen el valor de precedente para casos
futuros análogos” (Las negrillas fueron añadidas).
En ese entendido, se hace imprescindible considerar los efectos que las Sentencias
Constitucionales producen, pues al respecto la SC 1310/2002-R, de 28 de octubre, señaló: “…Si
bien todo fallo que emite este Tribunal en recursos de amparo constitucional y hábeas corpus,
tiene efectos inter partes (sólo afecta a las partes), los fundamentos determinantes del fallo o
rationes decidendi, son vinculantes y, por tanto, de obligatoria aplicación para los Poderes del
Estado, legisladores, autoridades, tribunales y jueces (en todos sus niveles jerárquicos), así lo
determina el art. 44 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC)” (las negrillas nos pertenece),
razonamientos y fundamentos sin los cuales no se podría argumentar ni comprender el fallo,
como líneas jurisprudenciales que vinculan a tribunales, jueces o autoridades, estando en virtud
de ello, obligados a aplicar a sus decisiones, tales entendimientos jurisprudenciales, que a
diferencia de la parte resolutiva de una Sentencia Constitucional, esta tiene fuerza decisoria en la
problemática planteada y su eficacia es sólo inter partes.
En el caso de autos, en un recurso de apelación directa que presentaron los ahora accionantes a
los nueve días de haber sido notificados con el Auto que declaró probado el incidente de
inembargabilidad -dentro de un proceso de reparación del daño civil-, este fue admitido en el
efecto devolutivo por el Juez de la causa, remiendo los antecedentes del recurso ante la Sala
Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, quienes lejos de analizar el fondo del
recurso, declararon inadmisible el mismo mediante Auto de Vista 088/2011, bajo el argumento
que de acuerdo al art. 251 del CPP, este debió ser presentado dentro de los tres días de su legal
notificación, incumpliendo lo establecido por el art. 130 del CPP.
Sin embargo, dichas Sentencias Constitucionales, pese a contener una ratio decidendi con
carácter vinculante, no fueron aplicadas ni mencionadas por los demandados en su calidad de
administradores de justicia, desconociendo la disposición constitucional que manifiesta: “Las
decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante y
de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno”. Art. 203
de la CPE, que a su vez es concordante con el art. 8 de la LTCP, que reitera el contenido del
texto constitucional.
En ese orden está por demás manifestar que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional debe
ser aplicada en casos en los cuales los razonamientos constitucionales se tornan vinculantes
debido a la analogía o similitud de los supuestos fácticos en que se fundó la demanda, situación
que a su vez el accionante debe hacer referencia, aspecto que también se da en otros sistemas
jurídicos, pues en la administración de la justicia indígena originaria campesina, si bien no se
encuentran las mismas características; empero, estas varían de acuerdo a cada contexto,
organizacional, espacio y tiempo en la que por ejemplo se aplica una determinada sanción por
ciertos actos o hechos cometidos.
De tal manera que como manifiesta el escritor Herculiano Capusisiri en su libro “Justicia
Comunitaria y su compatibilización con la Justicia Ordinaria en el marco de la CPE”, en su
conjunto constituyen modelos análogos, basados en principios y valores comunes que se
interrelacionan e interactúan en el sistema jurídico comunitario, el cual nos explica de manera
sintética el funcionamiento del sistema jurídico originario, a partir de la forma de vivencia de las
comunidades y/o ayllus, se traza una fórmula de convivencia social.
En ese sentido, es necesario manifestar que la razón de existir del Tribunal Constitucional
Plurinacional, corresponde a la imprescindible presencia de un órgano que tenga a su cargo el
control de constitucionalidad, que en definitiva busque la paz social, poniendo en práctica el
respeto, resguardo y cumplimiento de los derechos constitucionales y el bloque de
constitucionalidad, que sólo pueden ser logrados a través de la justicia constitucional que en
definitiva se ve plasmada en las sentencias constitucionales, que se constituyen en el producto
que contribuye a la sociedad y específicamente a todos los administradores de justicia y
autoridades, a impartir justicia de acuerdo a derecho, motivo suficiente por el cual mantienen su
carácter vinculante.
POR TANTO
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00756-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 14 de 13 de abril de 2012, cursante de fs. 131 vta. a 134, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por José Antonio Cortez Claure contra Patricia
Sierra Andia, Jueza de Instrucción Mixta de Roboré de la provincia Chiquitos del
departamento de Santa Cruz y Juan Coronado Camacho, Fiscal de Frontera de la
provincia Germán Busch.
Por memorial de 30 de marzo de 2012, cursante de fs. 106 a 109 vta., el accionante señaló que:
Refiere que, no hubo ningún requerimiento fiscal de secuestro, como lo determina el art. 73 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), dando lugar a que los referidos vehículos queden durante
más de dos meses en un lugar despoblado a la intemperie, razón por la cual asumieron la
decisión de trasladarlos a seis cuadras del citado lugar, para resguardar y protegerlos del daño
que significaba su abandono; sin embargo, aclara que, en el referido proceso investigativo, no
existe imputación formal en su contra, ni se han dispuesto medidas cautelares, tampoco orden de
incautación dispuesta por el Juez cautelar, en razón a que no se dio cumplimiento a los arts. 253
y 254 del citado cuerpo normativo.
Los hechos descritos precedentemente, dieron lugar a que el 14 de febrero de 2012, su domicilio
fuera también allanado por el citado Fiscal en compañía de personeros de la Dirección de
Prevención de Robo de Vehículos (DIPROVE), en base a una denuncia por robo agravado de
vehículos, haciendo firmar a su esposa un “Acta de Ingreso a Domicilio con Autorización
Voluntaria del Propietario” (sic), dirigiéndose posteriormente al lugar donde se encontraban los
motorizados, procediendo al arresto tanto de su esposa como del custodio de los vehículos, a
efectos de prestar sus declaraciones informativas sin la presencia de un abogado defensor,
signando el caso como 04/2012, dentro del cual el Fiscal en forma abusiva ha librado
mandamiento de aprehensión en su contra, lo que constituye una persecución ilegal, pues al no
existir flagrancia, previamente debió citarlo para que preste su declaración informativa; además
de haber efectuado una incorrecta calificación provisional del hecho como robo agravado, ya
que su conducta no se adecúa a ese tipo penal, vulnerando de esta manera el debido proceso y
someterlo a un procesamiento indebido, en razón a que al haber trasladado las maquinarias que
tiene en posesión legítima y que le fueron entregadas por sus propietarios en calidad de
arrendamiento para trabajar en el rubro económico al que se dedica, de ninguna manera se lo
puede calificar como robo agravado, por cuanto las mismas no son de propiedad del Ministerio
Público ni del Estado en ninguna de sus formas de gobierno sea municipal, departamental o
nacional, sino de personas particulares que se las entregaron voluntariamente.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril de 2012, conforme consta del acta cursante de fs.
119 a 131 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados.
La parte accionante ratificó la acción planteada, reiterando la relación de hechos y las normas
supuestamente vulneradas, solicitando adicionalmente se disponga la devolución de los
vehículos incautados.
Patricia Sierra Andia, Jueza de Instrucción Mixta de Roboré de la provincia Chiquitos, mediante
informe presentado el 12 de abril de 2012, manifestó que: 1) El proceso penal seguido por el
Ministerio Público contra José Antonio Cortez Claure, por la supuesta comisión del delito de
destrucción, deterioro de bienes del Estado y riqueza nacional, fue conocido por su juzgado, en
suplencia legal del Juzgado Primero de Instrucción Mixto de Puerto Suárez, aclarando que dicho
juzgado ya cuenta con juez titular desde el 27 de marzo de 2012, proceso dentro del cual no se
observó la existencia de algún incidente procesal y cuya imputación formal fue remitida a su
despacho el 20 de igual mes y año, habiendo señalado audiencia de medidas cautelares para el
24 de abril del mismo año; sin embargo, se remitieron los antecedentes procesales a la Jueza
Primero de Instrucción Mixto de Puerto Suarez para que asuma conocimiento del proceso,
mediante oficio de 2 de abril de 2012; y, 2) Dentro de la acción de libertad planteada, no se
menciona que José Antonio Cortez Claure, fuese uno de los imputados dentro del proceso por la
supuesta comisión de robo agravado, por lo cual no existe afectación directa a sus derechos;
consecuentemente, de acuerdo a la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional, un
tercero no puede presentar acción de libertad sin el consentimiento del directamente agraviado.
El Fiscal demandado, Juan Coronado Camacho, por su parte, en audiencia expresó: i) Existen
dos procesos investigativos abiertos signados con los números 224/2011 y 04/2012, cuyos
hechos fácticos y tipos penales son distintos; ii) El primer delito investigado corresponde al tipo
penal de destrucción de bienes del Estado, dentro del cual fueron tomadas las declaraciones
respectivas a las personas inicialmente arrestadas, llegándose a liberar al ahora accionante,
proceso que fue radicado en el Juzgado cautelar de Puerto Suárez con la imputación
correspondiente, dentro del cual existen vehículos secuestrados, correspondiendo al juez la
determinación de su destino, motivo por el cual ante la presentación de dos memoriales
reclamando los motorizados, se le informó que debía acudir ante la autoridad jurisdiccional
competente; iii) Existe una segunda acción penal contra José Antonio Cortez Claure, María
Angélica Morales y su abogada Paula Zambrano Céspedes, por la supuesta comisión del delito
de robo agravado, esta última en calidad de autora e instigadora; y, iv) Imputada su abogada e
individualizado el otro coimputado, se ordenó su aprehensión conforme al art. 226 del CPP,
mediante resolución debidamente fundamentada, por cuanto el fiscal puede ordenar la
aprehensión sin previa citación, cuando se cumplen los presupuestos estipulados en el art. 233,
concordante con los arts. 234 y 235, todos del CPP, por lo que no hubo ninguna vulneración del
debido proceso, menos aún persecución indebida; además, la acción de libertad no es el medio
idóneo para enervar una investigación, dado que se debió previamente acudir ante el juez
controlador de garantías si se creyó agraviado en algún derecho.
I.2.3. Resolución
Por Resolución 14 de 13 de abril de 2012, cursante de fs. 131 vta. a 134, la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías
concedió la tutela, disponiendo la nulidad “de la segunda investigación abierta por el Sr. Fiscal
hasta fojas 2 del cuaderno de investigación a cargo de la Fiscalía, pudiendo el mismo con la
facultad que le reconoce las normas del Código de Procedimiento Penal, si en su concepto fuere
así, ampliar dentro de la otra investigación que tiene abierta por la presunta comisión del delito
de daños ambientales” (sic); con el fundamento de que el Fiscal demandado abrió una
investigación por daños ambientales, por lo que no podía iniciar otra en forma separada pues
tenía la posibilidad de ampliar esa investigación por otros hechos conexos o concomitantes que
hubieren ocurrido en la misma, pero no abrir otra en forma separada como si fuera autónoma.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Los días 21 y 22 de noviembre de 2011, en la FELCC de Puerto Suárez- Puerto Quijarro, se
recibió denuncia de daño ambiental en la Uv. Emmanuel de la localidad de Arroyo Concepción,
utilizando pala cargadora y volqueta de alto tonelaje, la que fue puesta en conocimiento del
Fiscal de Materia de Puerto Suárez, quien ordenó el inicio de las investigaciones y diligencias
preliminares en el caso 224/2011, por la presunta comisión del delito de destrucción, deterioro
de bienes del Estado y riqueza nacional (fs. 2 a 6).
II.4. El ahora accionante, José Antonio Cortez Claure, el 10 de enero de 2012, se apersonó
dentro del caso y dedujo incidente de nulidad por defectos absolutos ante el Fiscal, que al ser
rechazado, lo reiteró el 16 del mismo mes y año, que igualmente tuvo el mismo resultado (fs. 55
a 59).
II.5. El informe de acción directa del funcionario policial, da cuenta que el 14 de febrero de
2012, realizó una inspección ocular al “escenario de los hechos”, verificando que ninguno de los
vehículos secuestrados se encontraban en el lugar; sin embargo, en las inmediaciones advirtió
que circulaba una de las volquetas, procediendo a su retención y conducción con más el chofer a
dependencias de la FELCC (fs. 37).
aprehensión de Paula Zambrano Céspedes y Marco Antonio Cortez (se infiere que se trata de
José Antonio Cortez Claure), como presuntos autores del ilícito denunciado, presentando el 15
de febrero de 2012, imputación formal contra la primera de las nombradas (fs. 60 a 61).
II.7. Por escrito presentado el 15 de marzo de 2012, el accionante José Antonio Cortez Claure,
apersonándose dentro de la segunda investigación ante la Jueza Primera de Instrucción Mixta de
la provincia Germán Busch, opuso incidente de nulidad por defectos absolutos, denunciando la
ilegalidad del mandamiento de aprehensión y de la calificación provisional del hecho, que se
encuentra pendiente de resolución (fs. 62 a 67).
El accionante alega la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso, toda vez
que: a) El Fiscal demandado, inició dos investigaciones, una por la presunta comisión del delito
de daño al medio ambiente, en la cual arbitrariamente allanó el domicilio de su hijastro,
secuestrando dos volquetas y una excavadora, sin la orden judicial respectiva, ni el acta
correspondiente, dejando dichos motorizados a la intemperie y sin que lo hubiere imputado, por
lo que opuso incidente por defectos procesales ante la autoridad fiscal, el mismo que fue
rechazado; b) La segunda, como emergencia de la primera, por cuanto al haber sido dejados y
abandonados los motorizados, su persona así como los propietarios que voluntariamente se los
arrendaron para el desarrollo de su actividad laboral, procedieron a trasladarlos a otro lugar más
seguro, motivando que el Fiscal inicie la investigación por el delito de robo agravado, dentro de
la cual arbitrariamente libró mandamiento de aprehensión en su contra, sin que previamente sea
citado, además de efectuar una incorrecta calificación del ilícito; y, c) Ante las irregularidades
señaladas, opuso incidente de nulidad por defectos absolutos denunciando ilegalidad del
mandamiento de aprehensión y de la calificación provisional del hecho, que a la fecha de
presentación de la acción de libertad no ha merecido el pronunciamiento de la Jueza cautelar. En
consecuencia, corresponde determinar si los extremos demandados son evidentes para conceder
o denegar la tutela solicitada.
Está consagrada por el art. 125 de la CPE, cuando dispone que: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público
o persona particular y no reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y resolver
dicha acción constitucional, al juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Constitución Política del Estado.
“I.El recurso de hábeas corpus, ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para
conocer y restituir cualquier tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la
vida, la libertad o constituir una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en
peligro el derecho a la libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de
existir mecanismos de protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos
resulten ser evidentemente inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de
defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para restituir
los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados;
en estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse
restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas”.
En cuanto a los medios de impugnación prontos y eficaces a los que el imputado puede acudir en
defensa de sus derechos durante la fase de investigación o etapa preparatoria que se inicia con la
denuncia, querella o noticia fehaciente que reciben las autoridades llamadas por ley (Policía-
Fiscalía), sobre la comisión de un delito, se tiene que el Código de Procedimiento Penal ha
previsto la figura del juez cautelar como encargado del control de la investigación, y ante quien
debe recurrir todo imputado cuando considere que durante el desarrollo de ésta se han lesionado
sus derechos y/o garantías constitucionales por parte de la Fiscalía o Policía Nacional, ya que
conforme al art. 279 del CPP, estas instituciones actúan siempre bajo control jurisdiccional. Así,
remitiéndonos al entendimiento desarrollado en la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, la cual ha
señalado:
“…el Código procesal de la materia atribuye, en el art. 54.1 del CPP al Juez Instructor la
función de ejercer 'el control de la investigación, conforme a las facultades y deberes previstos
en este Código'. A su vez, el art. 54 del mismo Código adjetivo establece que el imputado puede
ejercer la defensa de sus derechos y garantías desde el primer momento del proceso…”.
Toda autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la
libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos
dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2601
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
citado derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a lo pedido en
forma positiva, esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, -
dado que se reitera- la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación
indebida de una solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si es negada de acuerdo a una
compulsa conforme a ley, no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad
que exige la solicitud.
Caso 224/2011
Se alega mediante la presente acción tutelar, que el representante del Ministerio Público de
Puerto Suárez, apertura el caso 224/2011, por la denuncia presentada ante la FELCC de dicha
localidad, por la presunta comisión del delito de destrucción, deterioro de bienes del Estado y
riqueza nacional, informando del inicio de la investigación al Juez de Instrucción Mixto cautelar
de turno de Puerto Suárez, dentro de la cual -afirma el accionante- el Fiscal allanó el domicilio
de su hijastro sin que exista la orden respectiva, procediendo al secuestro de dos motorizados y
una excavadora con los que realizaba la excavación de un pozo para el lavado de arena,
actividad a la que se dedica, arrestando a cuatro personas quienes luego de prestar sus
declaraciones informativas policiales fueron dejadas en libertad, señalando que en ese caso no
fue imputado; por lo que se apersonó dentro del caso y dedujo incidente de nulidad por defectos
absolutos ante el Fiscal, que fue rechazado.
Al respecto, cabe precisar que el accionante aduce no fue imputado dentro del caso 224/2011, es
decir que no estaba involucrado en la investigación; sin embargo, contradictoriamente, “sin que
exista denuncia en su contra”, se apersonó dentro del caso y opuso incidente de nulidad por
defectos absolutos ante el Fiscal que lo rechazó, induciendo en error al Tribunal de garantías,
toda vez que si no era parte en la investigación, menos aún podía plantear incidente de nulidad,
de lo que se infiere que también existía denuncia en su contra y que tenía conocimiento de ella,
habiendo erróneamente planteado el incidente ante el representante del Ministerio Público,
correspondiendo hacerlo ante la autoridad jurisdiccional que ejerce el control de la
investigación, y a quien el art. 54.1 del CPP le atribuye esa función, conforme a las facultades y
deberes previstos en el citado Código, norma que a su vez, establece que el imputado puede
ejercer la defensa de sus derechos y garantías desde el primer momento del proceso, ya que de
acuerdo al informe presentado por la autoridad jurisdiccional demandada, el accionante ha sido
imputado formalmente por el Ministerio Público; empero, en la audiencia pública realizada en
esta acción tutelar, sostiene no haber sido imputado dentro de ese proceso investigativo,
circunstancia por la cual se deniega la tutela solicitada, por ser aplicable la subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad, al constatarse que debió acudir ante el juez cautelar,
autoridad a la que debe recurrir todo imputado cuando considere que durante el desarrollo de la
investigación se han lesionado sus derechos o garantías constitucionales por parte de la Fiscalía
o Policía Nacional, dado que conforme al art. 279 del CPP, estas instituciones actúan siempre
bajo control jurisdiccional.
Emergente del caso 224/2011, ante el supuesto robo de los vehículos secuestrados, se inició el
proceso investigativo signado 04/2012, dentro del que - el accionante afirma- al no haber
existido ningún requerimiento fiscal de secuestro, como lo determina el art. 73 del CPP, dio
lugar a que los referidos vehículos queden durante más de dos meses en un lugar despoblado a la
intemperie, razón por la cual, asumieron la decisión de trasladarlos a seis cuadras del citado
lugar, para resguardar y protegerlos del daño que significaba su abandono, accionar que originó,
se inicie una segunda investigación en su contra y de Paula Zambrano Céspedes, por la supuesta
comisión del delito de robo agravado. Es así, que dentro de esta investigación el Fiscal
demandado, mediante Resolución de 14 de febrero de 2012, ordenó la aprehensión de ambos
sindicados, actuación que cuestiona el accionante considerándola arbitraria e ilegal porque el
Fiscal en forma abusiva libró mandamiento de aprehensión en su contra, lo que constituye
persecución ilegal, pues al no existir flagrancia, previamente debió citarlo para que preste su
declaración informativa, además de haber efectuado una incorrecta calificación provisional del
hecho como robo agravado, ya que su conducta no se adecúa a ese tipo penal, vulnerando de esta
manera el debido proceso y someterlo a un procesamiento indebido.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martinez
Acción de libertad
Expediente: 00745-2012-02-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 010/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 12 a 13 pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Paul Neil Farfán Armata y Marco Antonio Guía Paredes en
representación sin mandato de Martha Murillo Pinto contra Javier Tomás Monasterios Chui,
Fiscal de Materia.
Por memorial presentado el 19 de abril de 2012, cursante de fs. 4 a 6, los accionantes manifiestan
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 18 de abril de 2012, a horas 9:15, en inmediaciones del mercado Villa Fátima, Martha Murillo
Pinto -representada de los accionantes- tuvo un incidente con Rosario Aguilar Mejía, debido a que
la primera fue a reclamar la devolución de su puesto de venta (kiosco) que fue dado en calidad de
anticresis a la segunda portando el dinero para ese efecto; sin embargo, en medio de la discusión
llegó radio patrullas 110 y ambas fueron trasladadas a dependencias de la Fuerza Especial de
Lucha Contra el Crimen (FELCC) División Plataforma donde el Fiscal Javier Tomás Monasterios
Chui -autoridad demandada- tomó su declaración informativa a horas 17:30 y posteriormente a
dicha actuación, a horas 18:30 del mismo día le notificaron con la Resolución de aprehensión de 18
de abril de 2012, sin cumplir con los requisitos y presupuestos del art. 226 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), ni tener en cuenta que el delito de allanamiento tiene como mínimo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2604
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
legal tres meses de privación de libertad, y la estafa tiene como mínimo legal un año; además de no
haber sido citada legalmente con comparendo, violando sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y al principio de presunción de inocencia previsto en la Constitución Política
del Estado.
La accionante, alega la restricción de sus derechos a la libertad física, a la defensa, a la garantía del
debido proceso y al principio de presunción de inocencia, citando al efecto el art. 125 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 11 de
obrados, se produjeron los siguientes actuados:
No existe informe de la autoridad fiscal demandada, pese a su legal citación (fs. 8).
I.2.3. Resolución
La Jueza Quinta de Sentencia Penal del departamento de La Paz, por Resolución 010/2012 de 20
de abril, cursante de fs. 12 a 13, denegó la tutela en base a los siguientes fundamentos: a) Los
accionantes, no indicaron qué autoridad jurisdiccional conoce su caso y, si se desarrolló la
audiencia de medidas cautelares solicitada por el Fiscal, ni cuál fue su resultado, esto a efectos de
evitar duplicidad de fallos que podrían ser contrarios entre sí; y b) Al haberse retirado la acción de
libertad y ante la ausencia de los accionantes en audiencia, además al no existir prueba, no es
posible emitir una resolución justa, fundamentada ni adecuada.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 19 de abril de 2012, la parte accionante presentó la acción de libertad a horas 14:00 (fs. 4 a
6). Después de que la Jueza de garantías fijó día y hora de audiencia pública, mediante Auto
010/2012 de 19 del referido mes y año (fs. 7 y vta.) y se notificaron las partes procesales -
accionantes y Fiscal demandado- la misma fecha (fs. 8), por memorial de 20 de abril de 2012, la
accionante mediante sus representantes, presentó ante la Jueza de garantías constitucionales el
retiro de la acción de libertad con el argumento que la Resolución de imputación formal fue
presentada ante el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Penal, quien como Juez de garantías y
contralor de los derechos constitucionales resolvería su situación procesal (fs. 10 y vta.).
Está consagrada por el art. 125 de la CPE, cuando dispone que: “Toda persona que considere que su
vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente
en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Teniendo presente la importancia de los derechos primarios protegidos como son la vida y la
libertad física, de manera general no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; al
contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías legales ordinarias, es de tramitación
especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección,
sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular y no reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y resolver dicha
acción constitucional, al juez en materia penal debido al principio de especialidad reconocido en la
Ley Fundamental.
De ello, se tiene que la Jueza de garantías obró correctamente al celebrar la audiencia y dictar la
Resolución de denegatoria de la tutela solicitada, por cuanto, en su ratio decidendi hizo coexistir
dos líneas jurisprudenciales importantes y consolidadas de la justicia constitucional
conciliándolas razonablemente.
En efecto, de un lado, celebró la audiencia y dictó resolución, debido a que el retiro de demanda fue
posterior al señalamiento de audiencia (línea jurisprudencial establecida y consolidada en la SCP
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2607
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0103/2012 de 23 de abril) y de otro, denegó la tutela sin ingresar al fondo del hecho denunciado
(supuesta aprehensión fiscal ilegal), advirtiendo que la justicia constitucional no podía compulsar el
supuesto acto lesivo denunciado y, por ende, incurrir en duplicidad de fallos, debido a que no conocía
qué autoridad jurisdiccional estaba a cargo de la investigación, si ésta desarrolló la audiencia de
medidas cautelares ni cual el resultado de la resolución judicial pronunciada por el Juez cautelar; por
lo mismo, incurrir en duplicidad de fallos, por activación simultánea de la jurisdicción ordinaria y la
justicia constitucional (línea construida a partir de los fundamentos jurídicos de las SSCC 0008/2010-
R y 0080/2010-R y la SC 0081/2010-R, reiterada en las SSCC 0105/2010-R, 0608/2010-R,
1184/2011-R y SCP 0003/2012 de 13 de marzo).
¿En qué supuestos se abre la posibilidad de que prospere una acción de libertad y, por ende,
se abra el ámbito de protección, cuándo se denuncia aprehensión, arresto u otra forma de
restricción a la libertad personal por parte de la Policía Boliviana o del fiscal?
1) Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar, opera la subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad.
Ante la denuncia de una supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la
libertad personal o física por parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la
jurisdicción constitucional a través de la interposición de una acción de libertad, debe en principio,
denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante el Juez cautelar (SSCC
0160/2005-R, 0181/2005-R, 0008/2010-R y 0080/2010-R).
En los casos en que el Fiscal no diera aviso al Juez cautelar del inicio de las investigaciones, en un
evidente incumplimiento de sus deberes, el imputado o detenido debe acudir ante el Juez cautelar
de turno SC 0997/2005-R de 22 de agosto, reiterada por las SSCC 0016/2012-R y 0276/2012.
Ello, debido a que se hizo uso del medio legal ordinario y a momento de activarse la jurisdicción
constitucional todavía se encontraba pendiente de resolución; es decir, aún no hubo
pronunciamiento sobre el acto lesivo acusado, que bien puede concluir en la reparación oportuna
de la vulneración sobre el derecho fundamental a la libertad invocado, esto para evitar la
posibilidad de duplicidad de fallos y se provoque una disfunción procesal contraria al orden
jurídico, por lo que no es posible activar simultáneamente dos jurisdicciones (línea construida a
partir de los fundamentos jurídicos de las SSCC 0008/2010-R, 0080/2010-R y la 0081/2010-R,
reiterada en las SSCC 0105/2010-R, 0608/2010-R y 1184/2011-R, y la SCP 0003/2012 de 13 de
marzo).
Las líneas jurisprudenciales indicadas tienen la siguiente excepción: Cuando no existe al menos
una denuncia o investigación penal abierta contra la persona, o que al momento de su
aprehensión ni siquiera se le sorprendió en la comisión de un delito flagrante, situación que
posibilita ingresar directamente al análisis de fondo de la causa a través de la acción de libertad,
sin necesidad de acudir ante el Juez cautelar, al no existir los medios inmediatos y eficaces
previstos por ley para que opere el carácter excepcional de subsidiariedad de la acción de
libertad (SC 0957/2004-R de 17 de junio, reiterada por las SSCC 1009/2006-R, 0639/2007-R y
2548/2010-R).
III.4. Análisis del caso concreto: La activación paralela y simultánea de la acción de libertad
y el control jurisdiccional del Juez cautelar
En el presente caso, los representantes señalaron que a raíz de que ésta, el 18 de abril de 2012,
tuvo un incidente con Rosario Aguilar Mejía, fue trasladada a dependencias de la FELCC, donde
el Fiscal demandado, después de tomarle su declaración informativa le notificó con la
Resolución de aprehensión sin cumplir con los requisitos y presupuestos del art. 226 del CPP,
tampoco tomó en cuenta que el delito de allanamiento tiene como mínimo legal tres meses de
privación de libertad y la estafa un año, además de no haber sido citada legalmente de
comparendo, por lo mismo, violando sus derechos a la libertad, a la defensa, la garantía del
debido proceso y el principio de presunción de inocencia previsto en la Constitución Política del
Estado.
En consecuencia el Juez de garantías, al denegar la acción tutelar planteada por la parte accionante
ha actuado correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00696-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
El 17 de febrero de 2012, sus representados fueron aprehendidos por orden fiscal, merced a una
denuncia incoada por Mario Ariel Rocha López, Presidente del Tribunal Departamental de Justicia
de Santa Cruz, porque supuestamente habrían participado en hechos ocurridos en el Tribunal
Departamental de Montero el 3 de febrero del mismo año, por los supuestos delitos de daño
calificado y otros, denuncia que no podía ser admitida por la FELCC de Santa Cruz, dado que los
hechos denunciados acaecieron en Montero, vulnerando la jurisdicción territorial del juez natural
conforme lo preceptuado por el art. 44 del Código de Procedimiento Penal (CPP), que establece
que la competencia territorial es improrrogable conforme el art. 49 de la misma norma legal.
Refirió que, no obstante aquello, la Jueza demandada puso bajo su jurisdicción el caso,
imponiendo medidas cautelares, cuando debió remitir la investigación a la ciudad de Montero;
detención y persecución indebida que violan derechos y garantías constitucionales y el debido
proceso.
I.1.3. Petitorio
I.2. Audiencia
Efectuada la audiencia pública el 14 de marzo de 2012, conforme consta del acta cursante de fs.
30 a 37 de obrados, se produjeron los siguientes actuados.
Rose María Barrientos Ruiz, Fiscal de Materia demandada, en audiencia refirió: a) En virtud a lo
preceptuado por el art. 70 del CPP conoció como directora funcional de la investigación una
denuncia interpuesta por el Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, en
nombre del Órgano Judicial; b) El 2, 3 y 4 de febrero de 2012, la “Casa Judicial” de Montero y
el edificio del Ministerio Público sufrieron diferentes atentados en los cuales participaron entre
500 a 600 personas con la finalidad de que no se lleve a cabo una acción de amparo
constitucional, los que causaron daños, privaron de su libertad a funcionarios y ocasionaron
lesiones a policías que custodiaban la “casa judicial” y el edificio del Ministerio Público; c) Si
bien el hecho fue cometido en la ciudad de Montero, los sujetos procesales viven en esa
localidad; d) Ante la cantidad de personas denunciadas y los destrozos cometidos en oficinas del
Ministerio Público y de la Policía Nacional, obligaron al Fiscal de Distrito a cambiar al Fiscal de
Materia destinado a Montero y a fin de realizar una investigación legal y objetiva, es que su
autoridad fue designada para que conozca el caso, puesto que en dicha localidad no existían las
condiciones necesarias, trasladándose la investigación, por seguridad a Santa Cruz; e) En
cumplimiento a las SSCC 1508/2002, 1497/2002, 1476/2003, 1396/2003 y “1501” en
concordancia con el art. 226 del CPP, el Fiscal puede ordenar la aprehensión del imputado
cuando sea necesaria su presencia y existan suficientes elementos de convicción; f) Si el
Ministerio Público dispuso la aprehensión directa de los tres imputados, fue precisamente
porque tenía la certeza que participaron del hecho, y en término legal vigente y oportuno fueron
remitidos ante el Juez de control jurisdiccional que correspondía al Juez Décimo; que sin
embargo fue conocido por la Jueza de turno, también demandada, considerando los días festivos
de carnaval; y, g) Si la parte accionante se hubiere sentido amedrentada o se le hubieran
vulnerado sus derechos, la acción de libertad no es subsidiaria o sustitutiva de ningún otro
recurso, puesto que ellos apelaron la medida cautelar de detención preventiva ordenada, cuyo
acto se llevó ante la Sala Penal, donde se dispuso medidas sustitutivas a la detención preventiva.
A su turno, Rosario Ximena Flores Paniagua, Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal del
departamento de Santa Cruz, en su informe escrito cursante a fs. 22 y vta., refirió: 1) El 19 de
febrero de 2012, su autoridad asumió suplencia legal en el turno semanal del Juzgado Décimo de
Instrucción en lo Penal; 2) En aplicación del art. 54 inc. 1) del CPP, ante la imputación
formalizada por la Fiscal, resolvió la situación jurídica de los procesados el 19 de febrero de
2012, disponiendo su detención preventiva en la carceleta de la ciudad de Montero por existir
suficientes elementos de convicción para la concurrencia del hecho ilícito denunciado, que le
condujeron a sostener que los representados del accionante con probabilidad fueron partícipes o
autores del hecho imputado ; y, 3) Conoció que la Sala Penal Primera fue quien resolvió el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2611
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Por su parte, Antonio Ovando Balderrama, Director de la FELCC de Santa Cruz, mediante su
abogado dijo: i) El 6 de febrero de 2012, la FELCC recepcionó denuncia formalizada por Mario
Ariel Rocha López contra los que resultaren ser autores de los delitos de asociación delictuosa,
daño calificado y otros, por el hecho ocurrido el 3 de febrero del mismo año, en la localidad de
Montero; ii) La policía en cumplimiento de su deber conforme los arts. 284 y 288, 297 y 298 del
CPP, el mismo día, pusieron en conocimiento el hecho a la Fiscal y ésta, el 7 de febrero del
referido año informó a la Jueza de turno; iii) La FELCC tiene jurisdicción departamental;
empero, siempre trabajó en coordinación con la FELCC de Montero; y, iv) Se recepcionó la
denuncia en Santa Cruz, cumpliendo lo previsto en los arts. 15 y 251 de la CPE, preservando la
vida de los servidores públicos de Montero.
I.2.3. Resolución
Por Resolución 11 de 14 de marzo de 2012, cursante de fs. 37 a 40, la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en Tribunal de garantías, resolvió
denegar la tutela solicitada, bajo los siguientes argumentos: a) Los representados del accionante
al haberse apersonado ante el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Penal e interpuesto una
apelación de conformidad a lo establecido por los arts. 251, 413 y ss. del CPP, sin haber opuesto
la excepción de incompetencia por razón de territorio, consintieron la competencia de la Jueza,
razón por la que no se puede reclamar la incompetencia a través de la presente acción; y, b)
Conforme la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, los accionantes al haber utilizado el recurso de
apelación ante el tribunal ad quem, y recaído el caso ante la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia, reconocieron la competencia de la Jueza Quinta de Instrucción en lo
Penal, no pudiendo sustituir o remplazar ese recurso, por la acción de libertad prevista en el art.
125 de la CPE.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1. Del acta de 6 de febrero de 2012, se evidencia que Mario Ariel Rocha López, en su calidad
de Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz formalizó denuncia a la
FELCC de Santa Cruz, contra presuntos, cómplices y encubridores del hecho, por la presunta
comisión de los delitos de asociación delictuosa, daño calificado y otros, como consecuencia del
hecho ocurrido el 3 de febrero del mismo año cuando una multitud de personas ocasionaron
daños cuantificables a la “casa judicial de Montero” (fs. 25).
II.2. Por providencia de 6 de febrero de 2012, Rose María Barrientos Ruiz, Fiscal de Materia,
ahora codemandada, dispuso que el Investigador asignado al caso, proceda a realizar las
investigaciones preliminares, dentro del caso signado FELCC-SCZ1201002, conforme a lo
establecido por los arts. 293 y 298 del CPP y 300 de la Ley 007 (fs. 27).
II.4. El 18 de febrero de 2012, Rose María Barrientos Ruiz, Fiscal de Materia, presentó
imputación formal ante la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal contra varios procesados,
entre ellos los representados del accionante, requiriendo la medida cautelar de detención
preventiva de los mismos, haciendo constar que se encuentran aprehendidos desde el 17 del
mismo mes y año a horas 16:30 (fs. 6 a 8).
II.5. Del informe elaborado por la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal en suplencia legal de
su similar Décimo, se constata que el 19 de febrero de 2012, dicha autoridad dispuso la
detención preventiva de los imputados (fs. 22 y vta.).
II.6. El Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal (en suplencia legal) del Juzgado Décimo,
mediante oficio 170/2012 de 29 de febrero, remitió ante el Juzgado Mixto de la ciudad de
Montero, el expediente original relativo al antes aludido, por declinatoria de competencia,
tal cual refiere el citado oficio (fs. 18), evidenciando la recepción del mismo el 29 del mismo
mes y año (fs. 18 vta.).
II.7. Mediante oficio 171/2012 de 29 de febrero del mismo año, dirigido a los Vocales de la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, el Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal (en suplencia legal) del Juzgado Décimo de Instrucción en lo Penal,
remitió apelación incidental interpuesta contra “el auto de 29 de febrero de 2012” (sic), recurso
interpuesto por los ahora representados del accionante (fs. 19).
II.8. La Sala Penal Segunda de Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, dispuso dejar
sin efecto la detención preventiva dispuesta el 19 de febrero de 2012 por la Jueza Quinta de
Instrucción en lo Penal (fs. 28 y 29), emitiendo los correspondientes mandamientos de libertad
que fueron librados el 8 de marzo de 2012.
Corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la petición de tutela; en ese
orden, se tiene que el objeto de la presente acción de libertad, es la petición de tutela
constitucional para el resguardo de los derechos al debido proceso, a la defensa y una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; a la igualdad, a ser oída por una
autoridad jurisdiccional competente, independiente e imparcial; y de los principios procesales de
gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad,
eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, e igualdad de las partes ante el
juez; asimismo, la causa, es decir los actos denunciados como lesivos a los derechos de los
representados del accionante, versan sobre la supuesta vulneración del derecho al juez natural
habida cuenta que la denuncia habría sido presentada en la FELCC de Santa Cruz, el desarrollo
de todos los actuados posteriores como la aprehensión dispuesta por la Fiscal de Materia
codemandada así como las medidas dispuestas por la Jueza Quinta de Instrucción en lo Penal de
Santa Cruz vulnerando el derecho al juez natural. En consecuencia, en base a los aspectos antes
señalados, se procederá a analizar si en el presente caso, corresponde conceder o no de la tutela
solicitada.
La Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) (Ley 027 de 6 de julio de 2010) en su
art. 58 parágrafo I, establece que: “La Acción de Libertad podrá interponerse ante cualquier juez
o tribunal competente en materia penal”; empero, guarda silencio en cuanto a la determinación
de ese ejercicio en el ámbito territorial; sin embargo, la jurisprudencia constitucional, al
respecto, ha determinado que: “…En cuanto a la determinación de la competencia del Tribunal
o Juez que debe tomar el conocimiento de un recurso concreto sobre la tutela a los derechos y
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garantías constitucionales, se tiene que art. el 18 constitucional, establece que los recursos de
hábeas corpus se interpondrán '[...]ante la Corte Superior de Distrito o ante cualquier Juez de
Partido, a elección suya (del recurrente)[...]. En los lugares donde no hubiere Juez de Partido
la demanda podrá interponerse ante Juez Instructor". En desarrollo del precepto constitucional
descrito, el art. 89 LTC, establece que los recursos se interponen' [...]en las capitales del
departamento ante la Corte Superior de Distrito en una de sus salas, por turno, o ante un juez
de partido por turno, a elección del demandante; y en las provincias, ante juez de partido o en
su defecto ante juez de instrucción [...]'.
De los textos constitucional y legal glosados, se extrae que en el sentido de la Constitución, los
recursos de habeas corpus por violaciones a la libertad individual, en cualquiera de las formas
establecidas en la Ley del Tribunal Constitucional, que se cometan en las capitales de
departamento, deben ser conocidos y resueltos por la Corte Superior de Distrito en una de sus
salas, o por el Juez de partido de turno; en cambio, si tales actos ilegales u omisiones contra la
libertad, se cometen en las provincias, será competente para conocer el recurso de habeas
corpus en cuestión, el juez de partido, y en ausencia de éste, el juez de instrucción, del ámbito
territorial dentro del cual ejerzan jurisdicción y competencia los nombrados órganos
jurisdiccionales. Este entendimiento interpretativo es aplicable, en lo conducente, a los recursos
de amparo constitucional; en ambos casos regirán, en lo pertinente, las reglas de la jurisdicción
y competencia territorial establecidas por el art. 35 de la Ley de Organización Judicial (SC
1382/2002-R de 18 de noviembre).
materia penal, y, solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. Norma
constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional
(LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección o tutela de los derechos a la
vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el restablecimiento inmediato y
efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de
restricción o supresión.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está
diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y
el segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e
inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no
reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
Previamente, cabe puntualizar que, “los presupuestos del proceso penal vienen a ser el órgano
jurisdiccional (juez natural), la intervención de las partes (acción y defensa) y el objeto procesal.
La jurisdicción, como presupuesto procesal, se convierte en una moderna y efectiva garantía,
porque “son nulos los actos de las personas que usurpen funciones que no les compete, así como
los actos de las que no ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de la ley” (art. 122 CPE).
La jurisdicción se ejerce por los jueces y tribunales, que son independientes, inamovibles,
responsables y sometidos únicamente al imperio de la Constitución Política del Estado de la ley.
La unidad jurisdiccional caracteriza a este conjunto de órganos, y se garantiza al prohibirse que
la jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los Tribunales
Departamentales de Justicia, los tribunales de sentencia y los jueces…'
La jurisdicción tiene carácter previo a la competencia y no debe ser confundida con ella. La
determinación de la competencia supone atribuir a unos determinados órganos jurisdiccionales
el conocimiento de una cierta clase de asuntos de forma prevalente a otros órganos
jurisdiccionales. Tal como sostiene Gimeno Sendra, tanto la jurisdicción como la competencia,
constituyen materia vedada al poder de libre disposición de las partes procesales, las cuales no
son dueñas en absoluto de deducir su controversia ante el orden jurisdiccional o ante el juzgado
o tribunal que les parezca oportuno, sino única y exclusivamente, ante el órgano jurisdiccional
que ostente jurisdicción y competencia.
Asimismo, refiere que la misma en el art. 12 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), define a la
competencia como: “la facultad que tiene una magistrada o magistrado, una o un vocal, una juez
o un juez, o una autoridad indígena campesina para ejercer la jurisdicción en un determinado
asunto”. Por su parte, el Código Procesal Penal (art. 44), sienta el principio de que la
competencia penal de los jueces y tribunales es improrrogable y se rige por las reglas respectivas
de su Ley Orgánica y por las de este Código. Así, el tribunal o juez que sea competente para
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conocer de un proceso penal, lo será también para decidir todas las cuestiones e incidentes que
se susciten en el curso de su tramitación, así como para dictar las resoluciones respectivas y
ejecutarlas”.
En ese sentido, la SC 1682/2010-R de 25 de octubre, refirió que: “...la doctrina también define a
la competencia como la capacidad jurídica, conferida por la Constitución o la ley, que tiene un
Juez de ejercer jurisdicción en determinado asunto, es decir, la capacidad de administrar
justicia en nombre del Estado conociendo y resolviendo un determinado asunto o controversia
con carácter administrativo o judicial, de acuerdo a determinadas reglas previamente
establecidas. La competencia se define en función de diversos criterios, como ser: por razón de
territorio, de materia, la cuantía o la naturaleza jurídica de la controversia a resolver”.
En ese contexto, el art. 49 del CPP, con respecto a las reglas de competencia territorial dentro
el ámbito procesal penal, establece que serán competentes para conocer un proceso o una acción
penal:
“1) El juez del lugar de la comisión del delito. El delito se considera cometido en el lugar donde
se manifieste la conducta o se produzca el resultado;
2) El juez de la residencia del imputado o del lugar en que éste sea habido;
3) El juez del lugar donde se descubran las pruebas materiales del hecho;
4) Cuando el delito cometido en territorio extranjero haya producido sus efectos en territorio
boliviano, conocerá el juez del lugar donde se hayan producido los efectos o el que hubiera
prevenido;
5) En caso de tentativa, será el del lugar donde se realizó el comienzo de la ejecución o donde
debía producirse el resultado; y,
6) Cuando concurran dos o más jueces igualmente competentes conocerá el que primero haya
prevenido”.
Norma legal que además, establece que: “Los actos del juez incompetente por razón de
territorio mantendrán validez, sin perjuicio de las modificaciones que pueda realizar el
juez competente”.
49 del CPP cuyo texto dispone: 'Los actos del juez incompetente por razón del territorio
mantendrán validez, sin perjuicio de las modificaciones que pueda realizar el juez competente'.
Reiterando y precisando ese entendimiento: “De acuerdo al art. 22 de la CPE, el derecho a la
libertad física tiene carácter inviolable, siendo deber primordial del Estado respetarlo y
protegerlo, por ello, la Constitución prevé una acción de defensa exclusiva y especial para su
protección. En tal sentido, las autoridades judiciales tienen el deber de resolver la situación
jurídica de quienes se encuentran privados de libertad de manera inmediata, pues, de no
hacerlo, éstos se encontrarían en incertidumbre y se atentaría contra el principio de celeridad
en la administración de justicia, consagrado en el art. 116.X de la CPEabrg, y ahora en los
arts. 178.I y 180 de la Constitución vigente, además de los principios de inmediatez, eficiencia y
eficacia, previstos también en la última norma citada, que si bien deben ser observados en todos
los procesos, su exigencia en los casos vinculados a la libertad personal es apremiante por el
derecho que se encuentra restringido. En ese sentido, ya se pronunció el Tribunal
Constitucional en las SSCC 0204/2004-R y 0862/2005-R, entre otras.
Por la inmediatez con la que debe ser resuelta la situación jurídica de quien se encuentra
privado de libertad, la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 1584/2005-R de 7 de
diciembre, sostuvo que: '… es permisible que un juez incompetente resuelva la solicitud de
aplicación de la detención preventiva en un primer momento de la investigación, debiendo
inmediatamente de realizado dicho acto remitir las actuaciones al asiento judicial donde debe
ejercerse el control jurisdiccional'.
Dicho entendimiento también está contenido en la parte in fine del art. 49 del CPP, que
establece que: «Los actos del juez incompetente por razón del territorio mantendrán validez, sin
perjuicio de las modificaciones que pueda realizar el juez competente ».
Debe aclararse, sin embargo, que la posibilidad que un juez incompetente por razón del
territorio resuelva la situación jurídica del imputado debe ser excepcional y encontrarse
debidamente justificada, además de estar circunscrita a disponer la libertad del imputado o la
aplicación de alguna medida cautelar para, posteriormente, remitir antecedentes al juez
competente”.
acusación, sino, también, aquellas circunstancias que sirvan para disminuir o eximir de
responsabilidad al imputado o acusado, empero, enmarcado en razones objetivas y generales” .
En coherencia con la citada línea jurisprudencial, de acuerdo con el art. 40 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público, los fiscales de distrito entre sus atribuciones, impartirán órdenes e
instrucciones a los fiscales y funcionarios dependientes, tanto de carácter general como relativas
a asuntos específicos…(num. 8); Designará a uno o más integrantes del Ministerio Público, para
que actúen en comisión en un asunto determinado o en varios de ellos, reemplazarlos entre sí,
formar equipos que trabajen conjuntamente o asumir directamente la conducción de un caso
(num. 9); y, disponer el desplazamiento de fiscales por razones de servicio (num. 10), entre otras
atribuciones.
El art. 251.I de la CPE dispone que: “La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión
específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento
de las leyes en todo el territorio nacional. Ejercerá la función policial de manera integral,
indivisible y bajo mando único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y
las demás leyes del Estado”.
En coherencia con dicha norma legal, el art. 284 del CPP, refiriéndose a los actos iniciales de
una investigación (denuncia), establece que: “Toda persona que tenga conocimiento de la
comisión de un delito de acción pública, podrá denunciarlo ante la Fiscalía o la Policía
Nacional”, teniendo esta última, el deber de informar dentro de las veinticuatro horas a la
autoridad fiscal conforme al art. 288 del citado Código.
Conforme la noma legal citada en el Fundamento Jurídico III.5.2. toda persona que tenga
conocimiento de la comisión de un delito de acción pública, podrá denunciarlo ante la
Fiscalía o la Policía Nacional, norma que interpretada gramaticalmente, no conlleva la
vulneración de derechos o garantías constitucionales; pues, se subsume a un acto que aún no
establece la posibilidad de determinar una situación, por lo que no corresponde entrar a efectuar
el análisis de la situación planteada respecto al Director de la FELCC, en vista de que el acto
denunciado se encuadra a la norma legal citada supra.
POR TANTO
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 14 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
122 a 128, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.4 Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en
Tribunal de garantías, dictó la Resolución 4 de 14 de marzo de 2012, cursante de fs. 128 a 131,
por la cual denegó la tutela, con los siguientes fundamentos: a) Los términos del documento
INF/T/EFG/USS 34/2012 de 9 de febrero, son la base y elemento para considerar que la
solicitud formulada por la impetrante precluyó, ya que dicha determinación es anterior a la
Resolución de 22 de ese mes y año, emitida por el “Director Departamental del SEDUCA” (sic);
por lo que el Tribunal de garantías asume que los documentos presentados por la accionante son
veraces, considerando que el “principio de preclusión, es la base y condición esencial del
principio de subsidiariedad, que ya estaba resuelta y agotada” (sic), lo cual no requería de una
resolución expresa por parte de la unidad departamental; y, b) Conforme al art. 74.1 de la LTCP,
la acción de amparo constitucional, no procede contra las resoluciones cuya ejecución estuviera
suspendida por efecto de algún medio de defensa o recurso ordinario o extraordinario
interpuesto con anterioridad en cuya virtud pudieran ser revisadas, modificadas, revocadas o
anuladas, por lo que de no haberse conocido los términos del informe presentado por el abogado
del SEDUCA, podría concederse la tutela; sin embargo, en calidad de prueba preconstituida, la
accionante presentó documentación de la cual se deduce que ya tenía la solución a su petición,
concluyéndose que no es evidente que se haya infringido el derecho a la educación, sino que fue
concedido por dicha autoridad.
II. CONCLUSIONES
II.1. Del acta notariada de 3 de febrero de 2012, se colige que en la Unidad Educativa
“Reverendo Padre Salesiano Esteban Bertolusso”, la Secretaria de dicho establecimiento
comunicó a los padres de la menor la orden del Director General de la institución precitada, en
sentido de negarse la inscripción a cualquiera de los alumnos de apellido Arandia (fs. 8 y vta.).
II.2. Cursa denuncia por acto discriminatorio e impedimento de inscripción para la gestión 2012,
de igual fecha, firmada por Israel Thadeus Arandia Larrea, dirigida a Wálter Romero Saavedra,
Director Distrital de Educación “2”, por la cual, el esposo de la accionante, puso en
conocimiento de la mencionada autoridad lo acontecido en el establecimiento educativo, cuando
se pretendía inscribir a la menor (fs. 9 y 10).
II.3. Por solicitud signada con INF/T/EFG/USS 34/2012, Eusebio Flores Gutiérrez, Técnico de
Seguimiento y Supervisión del SEDUCA de Santa Cruz “2”, comunicó a Ismael Guillermo
Quiroga Obregón, que debía dar cumplimiento a la “Resolución Administrativa” (RA)
001/2012, en sentido que no debe existir preferencias de ninguna clase en los procesos de
inscripción. Asimismo, peticionó la inscripción de la estudiante NN al grado correspondiente,
previo cumplimiento de los requisitos (fs. 11).
No es suficiente plasmar en un texto los derechos fundamentales inherentes al ser humano, pues
corren el riesgo de ser conculcados, suprimidos y amenazados por actos de los servidores
públicos y de personas particulares; así, el Estado tiene la obligación de crear mecanismos
apropiados para garantizar su vigencia y ejercicio, por ello la Constitución Política del Estado,
reconoce un conjunto de derechos y en procura de asegurar su plena vigencia y ejercicio,
contempla entre sus acciones de defensa, a la acción de amparo constitucional.
Esta acción de tutela, conforme a lo establecido por el art. 128 de la CPE, es una garantía
constitucional cuya función es proteger los derechos fundamentales reconocidos en la Norma
Suprema y la ley; dicho de otra forma, es una acción de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de personas particulares, individuales o
colectivas, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la misma Norma Suprema.
La activación de esta acción, conforme prevé el art 129.I de la CPE, está restringida a la persona
que se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente, siempre que no exista otro
medio o recurso para la protección inmediata de los derechos o garantías reclamados, en un
tiempo apropiado y en cumplimiento de los requisitos de procedencia estipulados en la
Constitución Política del Estado y la ley.
El precitado art 129.I de la CPE, instituye que la acción de amparo constitucional procede
únicamente cuando los medios o recursos ordinarios resultan ineficaces en la protección de los
derechos que tutela. A partir de ese entendimiento, se concibe que esta acción constitucional no
forma parte de los medios ordinarios de impugnación establecidos en diferentes normas
procesales, de modo que, tiene como característica esencial el ser subsidiaria y supletoria, cuyo
propósito es que el sujeto de derecho acceda a la justicia de manera informal, pretendiéndose
con ello que éste consiga una protección directa e inmediata de sus derechos y por cuyo medio
se repare y reponga el insuficiente o deficiente accionar de la instancia ordinaria y
administrativa.
Por lo anotado, se colige que por regla general la acción de amparo constitucional no forma
parte de los mecanismos ordinarios intraprocesales para reclamar y corregir los derechos
presuntamente lesionados; es decir, su característica esencial es la subsidiariedad.
Con la finalidad de tener una compresión apropiada, tanto del racismo y la discriminación, es
menester hacer un esbozo sucinto de ambas categorías; en ese orden, a objeto de tener una visión
amplia de la discriminación, atinge analizar también el tema del racismo, pues uno y otro tienen
relación en su esencia. Respecto a la definición de racismo, el art. 5 inc. c) de la LCRFD, prevé:
“Se considera 'racismo' a toda teoría tendente a la valoración de unas diferencias biológicas y/o
culturales, reales o imaginarias en provecho de un grupo y en perjuicio del otro con el fin de
justificar una agresión y un sistema de dominación que presume la superioridad de un grupo
sobre otro”.
Conforme la prescripción del art. 5 inc. a) de la LCRFD, por discriminación se entiende: “…a
toda forma de distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en razón de sexo, color,
edad, orientación sexual e identidad de géneros, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición
económica, social o de salud, profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, capacidades
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Así, a la luz de la Constitución Política del Estado y las normas vigentes en nuestro país, la idea
de superioridad, marginación, exclusión y segregación entre semejantes está vetada, al
considerar que dichos prejuicios son pura expresión del racismo y la discriminación; en ese
entendido, en nuestro medio no es concebible ni aceptable tales actos tendientes a menoscabar el
derecho a la igualdad del cual goza toda persona. Se debe dejar claramente establecido que,
existiendo diferencias entre unos y otros, debe primar una plena y armoniosa igualdad en
derechos, deberes y oportunidades, las diferencias en razón alguna deben ser motivo para ejercer
dominio, preponderancia, sometimiento, supresión o marginación, de ninguna naturaleza. En esa
vocación, la Norma Suprema, en su art. 8.II, prescribe: “El Estado se sustenta en los valores de
unidad, igualdad, inclusión, dignidad…” (las negrillas fueron añadidas). Considerando lo
enunciado precedentemente, la igualdad, más allá de ser un derecho fundamental, también
constituye un valor, sobre cuya práctica deben descansar las estructuras del Estado, estando
expresamente prohibida, cualquier forma de discriminación conforme a lo determinado por el
art. 14.II de la CPE.
derecho a la igualdad, siendo deber del Estado garantizar su protección de manera rápida, eficaz
y sin ninguna dilación, máxime si de por medio se hallan comprometidos intereses de niños,
niñas y adolescentes. Ésto, con la finalidad de dar cabal cumplimiento a lo previsto por el art. 60
de la CPE, cuyo texto indica: “Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la
prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de
sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad
en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una administración de justicia
pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado”.
El art. 9.5 de la CPE, establece como fin del Estado garantizar el acceso de las personas a la
educación; por otra parte, el art. 17 de la misma Norma Suprema, precisa: “Toda persona tiene
derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita,
integral e intercultural, sin discriminación” (las negrillas nos corresponden). De las normas
citadas precedentemente, se concluye que la educación y el acceso a ella no puede ser limitado
ni menoscabado por autoridades ni particulares, a cuyo propósito el Estado debe priorizar su
protección desplegando al efecto todos los mecanismos de defensa y garantía; así lo manda el
art. 82.I de la CPE, cuando señala que compele al Estado garantizar el acceso a la educación en
condiciones de plena igualdad. De lo contrario, de existir restricción alguna al acceso a la
educación y de permitirse ello, el Estado habrá fracasado en su función suprema y primera
responsabilidad financiera, tal cual se concibe en el art. 77.I de la Ley Fundamental, sumándose
que por mandato del art. 60 de la CPE, los derechos fundamentales inherentes a niños, niñas y
adolescentes, tienen especial protección, al poseer carácter preeminente; así, en un Estado donde
los derechos fundamentales están altamente protegidos no será admisible la limitación en el
ejercicio de este derecho.
Conforme se tiene establecido, de los antecedentes que cursan en obrados, la presente acción fue
promovida por Sonia Alejandra Ortiz Torrico, reclamando el derecho a la educación de su hija
menor NN, puesto que en mérito a las órdenes del Director de la Unidad Educativa “Reverendo
Padre Salesiano Esteban Bertolusso”, ahora demandado, se habría dispuesto no inscribir a
ningún alumno con apellido Arandia, extremo plenamente corroborado por el acta notariada
cursante a fs. 8 y vta., como de las propias afirmaciones del demandado en su informe.
En principio, cabe puntualizar que los argumentos vertidos por el demandado en el informe
aludido, carecen de sustento jurídico y en consecuencia no son valederos, por cuanto los
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procesos, laboral por cobro de beneficios sociales, el seguido por discriminación en el Juzgado
de la Niñez y Adolescencia, así como el proceso penal contra el progenitor de la menor por el
delito de extorsión; son cuestiones que no atingen a la problemática en cuestión, pues los
problemas de índole personal entre el padre de la menor y el Director demandado, no pueden
entenderse como razón alguna para menoscabar el derecho a la educación de la representada de
la accionante; en consecuencia, no puede alegarse la “seguridad” o “protección” de la menor
como justificativo para no recibirla en el colegio, en detrimento de su derecho a recibir
educación.
Por lo expresado, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela, no realizó una correcta compulsa
de los antecedentes del proceso ni de las normas aplicables.
POR TANTO
del Distrito Judicial de Tarija, donde los vocales Adolfo Nilo Velasco Albornoz y Adolfo
Irahola Galarza, de oficio, por Auto Interlocutorio 82/2011 de 29 de agosto, aplicando
subjetivamente el art. 197 del Código de Procedimiento Civil (CPC), ordenaron que la Jueza a
quo, a la brevedad posible, eleve en consulta la Sentencia pronunciada; no obstante que dicha
norma prevé esta situación en caso que sea dictada contra el Estado o entidades públicas a efecto
de su revisión por el Tribunal superior, siendo la condición para que proceda, que el fallo sea
adverso al Estado; en el caso, la Sentencia era favorable al BCB y por tanto al Estado
Plurinacional de Bolivia, además que la apelación formulada por los ejecutados fue concedida.
Alega que, los Vocales de la Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Tarija, mediante el arbitrario y discrecional Auto de Vista 115/2011 de 15 de septiembre,
infringiendo normas legales y concediendo de manera ultra petita, dispusieron anular obrados
hasta “fs. 77 vta.”; es decir, hasta el Auto Intimatorio de pago, señalando que la parte ejecutante
acuda al proceso ordinario civil que fue interpuesto por la parte “demandante” ante el Juzgado
Onceavo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de La Paz, en cumplimiento a lo
previsto por el art. 489 del CPC, en relación a los arts. 7 y 130 inc. 1) de la misma norma
procedimental, que si bien prescribe que intentada la acción ordinaria y contestada la demanda
no será permitido iniciar la ejecutiva; en el caso, la demanda ordinaria fue iniciada en la ciudad
de La Paz, por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras y por el Banco Potosí
S.A. en Liquidación, nunca incoada por el BCB, que era un demandado más dentro de esa
acción ordinaria; por lo que no existen dos procesos sobre una misma cosa, careciendo de
identidad de objetos y hasta de sujetos, además que la finalidad del proceso ordinario iniciado
era distinta.
Finalmente aduce que, dentro del proceso ordinario, el BCB en su calidad de demandado,
vencidos los seis meses de inactividad de los demandantes, solicitó la perención de instancia,
dejándose sin efecto el referido proceso ordinario; por lo que los Vocales demandados, al dictar
el Auto de Vista 115/2011, consumaron de manera expresa actos ilegales y omisiones indebidas,
vulnerando los arts. 90 y 236 del CPC, al ser dictado con argumentos que jamás fueron
reclamados oportunamente ni considerados en Sentencia de grado y menos objeto de apelación
porque se basaron en una supuesta revisión de oficio, dando lugar a que los ejecutados en la
ciudad de La Paz, inicien un nuevo proceso ordinario de caducidad de cobro de suma adeudada
contra el BCB, pretendiendo burlar el pago de Bs3 039 299,68.- (tres millones treinta y nueve
mil doscientos noventa y nueve con 68/100 bolivianos).
I.1.3. Petitorio
Adolfo Nilo Velasco Albornoz y José Luis Lenz Mamani, Vocales de las Salas Civil Primera y
Penal Primera, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, por informe
cursante de fs. 101 a 106 vta., manifestaron: 1) La apoderada legal del BCB, no tiene facultades
para interponer la acción de amparo constitucional contra Adolfo Irahola Galarza, Vocal de la
Sala Civil Segunda de ese Tribunal Departamental, quien suscribió el Auto Interlocutorio
82/2011, porque sólo se otorgó facultades para plantear esta acción contra los Vocales que
suscribieron el Auto de Vista 115/2011; asimismo, el poder notarial adjuntado a la acción de
tutela, no reúne los requisitos y formalidades exigidos, al no estar inscrito en el registro
correspondiente conforme el art. 29 incs. 5) y 9) del Ccom; 2) La parte accionante, consintió el
Auto Interlocutorio 82/2011, al no efectuar reclamo alguno, ni manifestar nada sobre lo que
disponía; por cuanto, siendo notificado el BCB, con esa Resolución, no ejercitó el derecho que
otorga a las partes el art. 239, con relación a lo previsto en el art. 196 inc. 2), ambos del CPC, al
no solicitar explicación o complementación; no habiendo actuado de esa manera, se considera
que está conforme con dicho Auto; 3) El Auto de Vista 115/2011, no constituye un acto ilegal,
siendo que más bien a través de dicha Resolución se realizó un saneamiento procesal que era
necesario conforme a lo previsto por el art. 489 del Código mencionado, no resultando posible
que la parte acreedora acuda al proceso ordinario civil y luego por su negligencia abandone el
proceso; ante lo cual, el Juez Onceavo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de
La Paz, declaró la perención de instancia y nuevamente se inicie proceso ejecutivo, ahora en la
ciudad de Tarija, ante el Juzgado Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, por expresa
prohibición del artículo precitado, que establece que intentada la acción en la vía ordinaria y
contestada la demanda, no será permitido iniciar la ejecutiva; 4) De acuerdo al art. 90 del mismo
Código, las normas procesales son de orden público y de cumplimiento obligatorio, bajo pena de
nulidad en caso de incumplimiento; por lo que, el Tribunal de apelación, realizando la
fiscalización procesal que le facultaba el art. 15 de la Ley de Organización Judicial de 1993
(LOJ.1993), vigente en el tiempo que se dictó el Auto de Vista impugnado, así como por lo
estipulado en el art. 3 inc. 1) del CPC, resolvió anular el proceso ejecutivo determinando que la
parte acreedora; es decir, el BCB, acuda ante el Juez Onceavo de Partido en lo Civil y Comercial
del departamento de La Paz y ejerza los medios legales en el proceso ordinario civil, donde
igualmente tiene como pretensión el cumplimiento de la obligación contra sus deudores; y, 5)
Respecto a que el BCB, no puede acudir al proceso ordinario civil donde ya se declaró la
perención de instancia y que no intentó una nueva demanda dentro del año siguiente y, a
consecuencia de ello, la acción se encuentra extinguida, se debe tomar en cuenta que conforme a
los antecedentes procesales, en el descrito proceso ordinario, los demandados contestaron la
demanda y a su vez plantearon demanda reconvencional; es decir que, se trata de un proceso
doble, donde la perención de instancia no procede, ante lo cual el BCB, puede formular
incidente de nulidad de obrados para dejar sin efecto la Resolución que ilegalmente declaró la
perención de instancia; razones por las que el accionante tiene otros medios legales donde
acudir, siendo exactamente lo que señala el Auto de Vista 115/2011; así el Auto Supremo 60 de
27 de marzo de 1993, estableció que no procede en causas dobles en las que ambas partes tienen
la condición de demandante y demandado, por lo que el proceso ordinario sigue latente y, no se
agotaron los medios o vías legales, ya que lo resuelto en proceso ejecutivo puede ser modificado
en proceso ordinario posterior; por ende, el Auto de Vista impugnado no tiene efecto de cosa
juzgada material, sino simplemente de cosa juzgada formal, al ser revisables mediante proceso
ordinario.
Por su parte, Adolfo Irahola Galarza, Vocal de la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija, por informe escrito cursante a fs. 100, señaló que: Si bien el
art. 236, en relación al art. 227, ambos del CPC, constituyen el marco legal dentro del cual el
Tribunal de alzada debe circunscribir su fallo, el Auto Interlocutorio 82/2011, no causó ningún
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Hugo Raúl Montero Lara, Procurador General del Estado, por memorial cursante de fs. 107 a
111, remitido vía fax, únicamente expresó como fundamentos que, el art. 229 de la CPE,
establece que la entidad que preside, es la institución de representación jurídica pública que tiene
como atribución promover, defender y precautelar los intereses del Estado; en ese mismo
sentido, el art. 231.1 de la Norma Suprema, prevé que dentro de las funciones de esta institución
está la de defender judicial y extrajudicialmente los intereses del Estado, asumiendo su
representación jurídica e interviniendo como sujeto procesal de pleno derecho en todas las
acciones judiciales y administrativas en el marco de la Constitución Política del Estado y la ley.
Los terceros interesados Teófilo Justo Chamas Garzón y Marianela López de Chamas, por
memorial cursante de fs. 112 a 121 vta., y en audiencia -a través de su abogado-, señalaron que:
i) Respecto al Auto Interlocutorio 82/2011, ninguna disposición legal instituye que dicho Auto
sea irrecurrible; por el contrario, conforme a los arts. 215 y 216 del CPC, se pudo plantear
recurso de reposición, al no haberlo hecho la parte accionante se allanó a esa decisión; de la
misma manera, el Auto de Vista 115/2011, al ser emitido dentro de un proceso ejecutivo que
ingresa a resolver el recurso de apelación, decide primeramente una consulta ordenada de oficio
por el Tribunal de apelación de una norma legal relativa a la intervención del Estado en todo tipo
de procesos judiciales, por lo que la parte accionante tenía el recurso de casación, en la forma y
en el fondo, de acuerdo a los arts. 253, 254 y 255 del CPC, para impugnar dicho Auto; ii) El art.
255 inc. 2) del mismo Código, estipula entre otros supuestos, que habrá lugar al recurso de
casación contra autos de vista que anulen el proceso; más aún, si se alega una supuesta
violación, interpretación errónea o aplicación indebida del art. 197 del CPC, así como una
supuesta decisión ultra petita; iii) El Auto de Vista impugnado, no resuelve un recurso de
apelación interpuesto contra la Sentencia de primera instancia, sino una consulta de oficio, por
lo que no está comprendido dentro de la limitación específica del art. 511.II del CPC; iv) En el
memorial de amparo, no se explica de manera clara y precisa los supuestos hechos lesivos en su
relación concreta con los derechos genéricamente invocados al debido proceso, a la defensa y a la
“seguridad jurídica” del BCB; v) El art. 197 del CPC, prevé un medio alternativo a la consulta,
cuando dispone que las sentencias serán elevadas de oficio ante el superior en grado sin
perjuicio de la “apelación” que pudiera interponerse, por lo que dicho recurso podría tener un
resultado diferente y contrario a lo decidido en la consulta; vi) Los Autos impugnados no
definieron con carácter de cosa juzgada material ningún derecho u obligación del BCB; es más,
no se definió ningún derecho u obligación de las partes en litigio con carácter provisional, sino
se limita a cuestiones estrictamente procesales como la orden a un Juez inferior para que eleve
en consulta la sentencia dictada y la nulidad de obrados hasta el vicio más antiguo; vii) La
obligación que se ha pretendido ejecutar ante el Juzgado Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial del departamento de Tarija, es exactamente la misma que la sometida al proceso
ordinario; viii) La expresa cesión del crédito inserto en la cartera de créditos del Banco Potosí
S.A. en Liquidación, al BCB, en estado de cobranza judicial que operó el 16 de abril de 1999,
esto es en plena vigencia del proceso ordinario iniciado por el sujeto en ese momento acreedor,
el Banco Potosí S.A. en Liquidación y la Superintendencia General, el 17 de abril de 1991; ix)
La parte accionante, para repeler los argumentos de la excepción de prescripción, aceptó de
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manera expresa que el proceso ordinario iniciado en base al mismo título por el Banco Potosí
S.A. en Liquidación, tiene para el Banco ejecutante el efecto jurídico del cobro de igual
obligación para interrumpir la prescripción; y, x) Al haber el crédito cambiado de titular por la
cesión de crédito y consiguiente subrogación por el BCB, debió continuarse con la acción
ordinaria en curso ante el Juzgado Onceavo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento
de La Paz; de la cual el propio Banco accionante, impetró la perención de instancia y por tanto
tendría que haber reiniciado la demanda ordinaria en el plazo de seis meses conforme el art.
“29” -lo correcto es 28- de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar
(LAPCAF), sustitutiva del art. 490 del CPC; plazo que dejó vencer por su propia decisión y
voluntad, no pudiendo acudir a iniciar un proceso ejecutivo dada la expresa prohibición legal del
art. “498” -lo pertinente es 489- del CPC, que determina que iniciada la acción ordinaria no será
permitido acudir a la vía ejecutiva.
I.2.5. Resolución
justicia constitucional se debe a la Constitución y a las leyes; por ello, los asuntos que sean de su
conocimiento se resolverán sin interferencia de ninguna naturaleza, sin perjuicio, discriminación
o trato diferenciado que los separa de su objetividad y sentido de justicia, por lo que entrar a
analizar el fondo de esta acción de defensa interpuesta por el BCB, solamente por ser una
entidad estatal, cuando no se cumplieron los presupuestos de ley para el examen de fondo,
implicaría dar un trato desigual y sin equidad a las partes, sobreprotegiendo los intereses del
Estado, cuando quienes debieron actuar de manera diligente en defensa de los intereses del
mismo no lo hicieron.
II. CONCLUSIONES
II.1. Luis Antonio Peñaranda, acreditando personería representativa por el Banco Potosí S.A. en
Liquidación, el 17 de abril de 1991, al amparo del art. 116 de la Ley General de Bancos (LGB),
que autoriza al Superintendente de Bancos y Entidades Financieras, proceder a la recaudación de
las deudas pendientes, interpuso demanda ordinaria contra: 1) La Sociedad Industrial y Agrícola
“La Preferida” Ltda., representada por Teófilo Justo Chamas Garzón y/o Sady Nayf Chamas
Garzón; y en calidad de codeudores solidarios; 2) Marianela López de Chamas y sus hijos Justo
Alejandro y Marielle “Jasmine” Chamas López -socios-; y, 3) El BCB, en su condición de
civilmente responsable y obligado a resarcir los daños y perjuicios ocasionados a Teófilo Justo
Chamas Garzón, de conformidad con el art. 221 del Código de Procedimiento Penal de 1972
(CPP.1972), por una medida precautoria de intervención judicial en la que el propio ente emisor
se constituyó en interventor (fs. 152 a 172 vta.).
II.2. Dentro del referido proceso ordinario, el BCB, por memorial presentado el 1 de junio de
1991, interpuso excepciones previas de incompetencia, impersonería en el demandante y en el
demandado, oscuridad, contradicción o imprecisión en la demanda (fs. 425 a 430 vta.).
II.3. El 10 de junio de 2008, el BCB, solicitó ante la Jueza Onceava de Partido en lo Civil y
Comercial del departamento de La Paz, la perención de instancia dentro del proceso ordinario
seguido a instancias del ex Banco Potosí S.A. en Liquidación en su contra, ante la inactivación y
abandono de la causa por un periodo superior a seis meses (fs. 196); la Jueza mencionada, por
Resolución 204/2008 de 11 de ese mes, declaró la perención de instancia del proceso ordinario,
disponiendo el archivo de obrados (fs. 197 y vta.).
II.4. Adelaida Troncoso Adrián de Villena en representación del BCB, el 2 de julio de 2010,
formuló demanda ejecutiva contra la Sociedad Industrial y Agrícola “La Preferida” Ltda., por
adeudar la suma de $us719 598,49.-; proveniente del incumplimiento de contrato de apertura de
carta de crédito refinanciado, suscrito por el Banco “de Crédito” Potosí S.A., a favor de la
señalada Sociedad, concedido con recursos del BCB y aprobado por el mismo y otorgado por el
Banco Potosí S.A. en Liquidación, en calidad de institución intermediaria del BCB, mediante
documento público 176/87 de 10 de julio de 1987.
El 3 de ese mes y año, el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de
Tarija, mediante Auto Intimatorio de pago, dispuso que los representantes legales de la Sociedad
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Industrial y Agrícola “La Preferida” Ltda., paguen la suma adeudada dentro de los tres días de
su legal citación (fs. 283 a 284 vta.).
II.5. Dentro del proceso ejecutivo, la empresa ejecutada interpuso excepciones de impersonería,
prescripción y de inhabilidad de título (fs. 291 a 295 vta.); que fueron declaradas improbadas y
probada la demanda ejecutiva, por Sentencia de 21 de abril de 2011, ordenando el pago de la
suma adeudada, más intereses convenidos y en ejecución de Sentencia proseguirse con los
demás trámites de ley hasta el trance y remate de los bienes de los ejecutados, embargados y por
embargarse (fs. 311 a 319 vta.).
II.7. Admitida la apelación (fs. 355), la Sala Civil Primera de la entonces Corte Superior del
Distrito Judicial de Tarija, mediante Auto Interlocutorio 82/2011 de 29 de agosto, dispuso en
aplicación del art. 197 del CPC, que la Jueza a quo a la brevedad posible, eleve en consulta la
Sentencia dictada dentro del proceso ejecutivo, alegando que al ser la Resolución impugnada
una Sentencia pronunciada dentro de un proceso donde interviene el Estado, la misma debió
someterse a dichos procedimientos de oficio por la Jueza de primera instancia (fs. 381).
II.8. A través del Auto de Vista 115/2011 de 15 de septiembre, la Sala Civil Primera citada,
conformada por los vocales Adolfo Nilo Velasco Albornoz y la concurrencia de José Luis Lenz
Mamani, Vocal de la Sala Penal Primera, en virtud de los arts. “237-4” del CPC y 15 de la
LOJ.1993, absolvió en consulta y anuló obrados hasta “fs. 77 vta.”; es decir, hasta el Auto
Intimatorio de pago, disponiendo que la parte ejecutante acuda al proceso ordinario civil que fue
interpuesto por la parte demandante ante el Juzgado Onceavo de Partido en lo Civil y Comercial
del departamento de La Paz, conforme al art. 489, en relación a los arts. 7 y 130 inc. 1), todos
del CPC (fs. 391 a 396).
el BCB, sino por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financiera y el Banco Potosí S.A.
en Liquidación, en la cual más bien fue demandado por responsabilidad civil y reparación de
daños y perjuicios, además que el Auto de Vista 115/2011, omitió pronunciarse sobre el fondo
de la apelación planteada por los ejecutados y la respuesta a la apelación conforme a lo previsto
por el art. 236 del CPC, privando al Estado de poder recuperar la acreencia obtenida a través del
Banco Potosí S.A. en Liquidación. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales
argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley; previsión constitucional concordante con el art. 73 de
la LTCP.
Con carácter anterior a resolver la problemática planteada, resulta necesario referirse al hecho
que el Tribunal de garantías fundó la determinación de “improcedencia” de la acción que se
revisa, alegando que existiría subsidiariedad, en razón de que previamente la entidad accionante
debió recurrir de casación contra el Auto de Vista 115/2011, con el argumento que dicha
Resolución anuló el proceso.
Al respecto, cabe señalar que el art. 511.II del CPC, prevé que contra la sentencia emitida dentro
de un proceso ejecutivo procede el recurso de apelación y que el auto de vista que sea
pronunciado en esa instancia no admite recurso de casación; norma que si bien fue modificada
por el art. 31 de la LAPCAF, se mantuvo incólume el punto segundo, determinando de manera
clara que contra el auto de vista dictado dentro de un proceso ejecutivo no es viable el recurso de
casación. En concordancia normativa con esta disposición, aunque el art. 255 inc. 1) del CPC,
establecía respecto a las resoluciones que podían ser impugnadas a través del recurso de
casación, entre las que se encontraban los autos de vista de las sentencias definitivas en los
procesos, entre otros, ejecutivos, el precitado inc. 1), en cuanto a la mención que hacía a dichos
procesos, fue derogado por la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar. Con
esas consideraciones, se ingresa al análisis del caso en concreto.
Al efecto, es preciso en primer término puntualizar que, el art. 236 del CPC, prevé sobre la
pertinencia de la resolución de alzada que: “El auto de vista deberá circunscribirse precisamente
a los puntos resueltos por el inferior y que hubieren sido objeto de la apelación y
fundamentación a que se refiere el artículo 227, excepto lo dispuesto en la parte final del artículo
343”.
III.4. En cuanto a los derechos invocados por la accionante como lesionados y su contexto
en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
Respecto a la “seguridad jurídica” invocada como derecho fundamental por la accionante, atinge
referirse a la jurisprudencia constitucional sentada por la SC 0096/2010-R de 4 de mayo, que
expresó: “…si bien la Constitución Política del Estado abrogada, en el catálogo de derechos
fundamentales contenidos en su art. 7 inc. a), establecía que toda persona tiene el derecho: 'A la
vida, la salud y la seguridad', a partir de lo cual, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
estableció la consagración del 'derecho a la seguridad jurídica' como derecho fundamental, y
en su mérito, ante la constatación de su vulneración, en repetidas ocasiones otorgó la tutela del
amparo. No obstante, al presente, y en vigencia de la Constitución Política del Estado
promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como
derecho fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de impartir justicia
emanada del pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado, como un principio articulador de la
economía plural en el modelo económico boliviano (art. 306.III de la CPE)…”.
De las pruebas arrimadas al legajo procesal, se evidencia que la accionante -Adelaida Troncoso
Adrián de Villena-, en representación del BCB, el 2 de julio de 2010, planteó demanda ejecutiva
contra la Sociedad Industrial y Agrícola “La Preferida” Ltda., reclamando el adeudo de una
suma de dinero originado en el incumplimiento del contrato de apertura de carta de crédito
refinanciado, suscrito por el Banco Potosí S.A., ahora en liquidación, a favor de dicha Sociedad,
concedido con recursos de la entidad bancaria representada por la actora, aprobado por el mismo
y otorgado por el Banco Potosí S.A., en calidad de institución intermediaria del BCB, por
documento público 176/87.
Proceso ejecutivo dentro del cual, la empresa ejecutada formuló excepciones que fueron
declaradas improbadas y en consecuencia, probada la demanda ejecutiva mediante Sentencia de
21 de abril de 2011; es decir que, la Jueza de primera instancia emitió Resolución a través de la
cual estableció la existencia de un título con fuerza de ejecución y el incumplimiento de una
obligación a favor del BCB, por lo que de ninguna manera la Resolución dictada por la Jueza a
quo constituyó una Sentencia lesiva a los intereses del Estado; más al contrario, conforme se
señaló, al haberse declarado probada la demanda y al ser el BCB, el demandante, dicha
Resolución estaba más bien a favor de esa entidad bancaria; por lo que las autoridades ahora
demandadas, al haber procedido de oficio a la consulta y a través de ésta anulado obrados del
proceso ejecutivo seguido contra la Sociedad Industrial y Agrícola “La Preferida” Ltda., cuando
la Resolución no era gravosa a los intereses del Estado, obraron incorrectamente; por cuanto,
conforme lo dispuesto por el art. 197 del CPC, la facultad de la consulta de oficio se da respecto
a las sentencias pronunciadas contra el Estado o entidades públicas en general.
En el caso, admitida la apelación, la Sala Civil Primera de la entonces Corte Superior del
Distrito Judicial Tarija, por Auto Interlocutorio 82/2011, dispuso que en aplicación del referido
art. 197 del CPC, la Jueza a quo eleve en consulta la Sentencia dictada dentro del proceso
ejecutivo, con el argumento que al ser la Resolución impugnada una Sentencia pronunciada
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dentro de un proceso donde intervenía el Estado, la misma debió seguir dicho procedimiento de
oficio por la Jueza de primera instancia y, absolviendo la consulta, anuló obrados hasta el Auto
Intimatorio de pago, determinando que la parte ejecutante acuda al proceso ordinario civil que
habría sido interpuesto por la parte demandante ante el Juzgado de Partido Onceavo en lo Civil y
Comercial del departamento de La Paz, en aplicación de lo previsto por el art. 489 del CPC, que
instituye que intentada la acción en la vía ordinaria y contestada la demanda, no será permitido
iniciar la ejecutiva.
Ahora bien, de las piezas arrimadas al expediente, se constata que el Banco Potosí S.A. en
Liquidación, el 17 de abril de 1991, al amparo del art. 116 de la LGB, que autoriza proceder a la
recaudación de deudas pendientes, inició demanda ordinaria, entre otros, contra el BCB, en su
condición de civilmente responsable y obligado a resarcir daños y perjuicios ocasionados a
Teófilo Justo Chamas Garzón, por una medida precautoria de intervención judicial en la que el
propio ente emisor se constituyó en interventor; de donde se constata que, si bien se interpuso
una demanda ordinaria, el BCB, fue un demandado más, no siendo evidente que dentro de ese
proceso, el objeto sería el mismo que el intentado en la vía ejecutiva; por otra parte, la Jueza
Onceava de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de La Paz, mediante Resolución
204/2008, declaró la perención de instancia del proceso ordinario, disponiendo el archivo de
obrados.
Por otro lado, las autoridades demandadas lesionaron igualmente el derecho al debido proceso
del BCB, al omitir resolver el fondo de la apelación planteada por los ejecutados, así como la
respuesta a dicha impugnación conforme el art. 236 del CPC, máxime si la Sala Civil Primera,
ahora demandada, admitió la apelación.
En consecuencia, al haber ordenado los Vocales codemandados la nulidad de obrados dentro del
proceso ejecutivo iniciado por el BCB, no se dio aplicación correcta a las normas legales, siendo
que, la facultad de consulta de oficio respecto a las sentencias pronunciadas contra el Estado,
está limitada al hecho de que la resolución sea contraria a sus intereses; aspecto que al no haber
concurrido en el caso presente, ya que la Resolución que se emitió dentro del proceso ejecutivo
interpuesto por el BCB, declaró probada la demanda, no resultando contraria; por lo que los
ahora demandados no dieron una adecuada aplicación a la norma legal prevista en el art. 197 del
CPC y con ello, conculcaron los derechos de la entidad bancaria representada por la accionante;
circunstancia que determina deba concederse la tutela impetrada.
Por consiguiente, la situación planteada respecto a los derechos invocados como lesionados por
la accionante en representación del BCB, es susceptible de protección a través de la acción de
amparo constitucional; por cuanto, el Tribunal de garantías, al haber declarado “improcedente”
la tutela impetrada, no efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes del caso; además de
haber utilizado terminología incorrecta en su resolución.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 02/2012 de 3 abril, cursante de fs. 216 vta. a 229 vta., pronunciada
por la Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o
Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y, en
consecuencia, CONCEDER la tutela incoada, en los términos expuestos en la presente
Sentencia.
2º Disponer dejar sin efecto el Auto Interlocutorio 82/2011 de 29 de agosto y el Auto de Vista
115/2011 de 15 de septiembre, debiendo las autoridades demandadas emitir un nuevo auto de
vista, circunscribiéndose a la apelación y la respuesta a dicha impugnación de manera
congruente y fundamentada.
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00508-2012-02-AAC
Departamento: Beni
Por memorial presentado el 13 de marzo de 2012, cursante de fs. 174 a 189, el accionante
expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Indica que por, memorial de 18 de agosto de 2011, requirió fotocopias legalizadas y simples de
todo el proceso, que la autoridad demandada (Sumariante) no decretó, ni concedió; y dentro del
término previsto por el art. 22.b del Decreto Supremo (DS) 26237 de 29 de junio de 2001 (de
modificación del Reglamento de Responsabilidad por la Función Pública), por escrito de 22 del
citado mes y año, se apersonó y presentó pruebas de descargo, consistentes en: a) Adenda al
contrato de compra venta de servicios independientes 002/2011 -no precisa la fecha-, con la
CSC, más las facturas efectuadas como médico gineco obstetra, demostrando que el trabajo que
realiza en esa institución es de carácter privado; b) Certificado del Jefe de Personal de
COSSMIL de Trinidad, que acredita que trabaja como médico en la rama precitada, a compra
venta de servicios y no cuenta con un ítem, con una carga horaria de una hora diaria y a llamado
de emergencia; adjuntando las facturas emitidas por la venta de los referidos servicios.
Explica que la autoridad sumariante codemandada, Yanela Vaca Salvatierra, dictó las siguientes
Resoluciones: 1) RA 003/2011, por la que ordenó la apertura de sumario administrativo interno
en su contra, por haber incurrido presuntamente en las incompatibilidades previstas por los arts.
236.I de la Constitución Política del Estado (CPE), 17 del Estatuto del Funcionario Público
(EFP), 19 inc. d) de la Ley del Ejercicio Profesional Médico (LEPM) y 11 del Reglamento
Interno de Personal del SEDES de Beni, por lo que a objeto de asumir defensa, solicitó se le
extiendan fotocopias legalizadas y simples de todo el proceso sumarial, cuyo memorial nunca
fue decretado ni concedidos los documentos impetrados, habiendo de su parte oportunamente
presentado pruebas de descargo acreditando que jamás incurrió en dichas incompatibilidades,
denunciando además el incumplimiento de plazos procesales; 2) RA 004/2011 de 4 de
septiembre, por la que dicha autoridad determinó su destitución inmediata, misma que basa su
fundamentación en supuestos informes emitidos por COSSMIL y la CSC, que refieren que su
persona desempeñaba funciones en estos centros de salud y que fueron arrimados como
presuntas pruebas, siendo así que solamente se presentaron en fotocopias simples, que no
cumplen el valor probatorio consignado por el art. 1287.I del Código Civil (CC); en tal sentido,
no podían ser valoradas por la autoridad sumariante para pronunciar la Resolución de apertura
del proceso, siendo apreciadas igualmente de manera “ilegal” para emitir la precitada RA
004/2011; tampoco debió valorarse un “Acta de Disconformidad” de 19 de agosto de ese año, al
no identificarse a la persona que lo suscribe, por medio de su cédula de identidad, ni haber
demostrado su condición de autoridad; lo mismo que el “Voto Resolutivo Nº 02/08/2011” (sic),
emitido por la “Comunidad de San Andrés” al incurrir en iguales omisiones, a más que la
presentaron personas que no son parte del proceso, por lo que -reitera- no concernía ser valorado
por la autoridad sumariante. En contrapartida, la Sumariante no valoró el certificado exhibido en
calidad de prueba de descargo expedido por el Jefe de Personal de COSSMIL, que comprueba
su desempeño como ginecólogo obstetra a compra venta de servicios, así también la documental
enviada a la Unidad de Asesoría Legal del SEDES, pese a que fueron obtenidos legalmente y en
original, tampoco la adenda de su contrato de venta de servicios a la CSC, dentro de lo
establecido por el Código Civil; y, 3) RA 006/2011 de 22 de septiembre, que resuelve el recurso
de revocatoria interpuesto, confirmando en todas sus partes la RA 004/2011, en la cual se hace
referencia a los documentos que acreditan que su persona presta también servicios en COSSMIL
y la CSC, pero en ningún momento menciona cómo fueron obtenidas estas pruebas en original,
ni que sólo eran copias simples sin valor probatorio, por lo que no podían ser valorados por la
Sumariante para dictar dicha Resolución, ya que tampoco se corrió en traslado a su persona para
poder desvirtuarlas.
Finalmente, contra esta última Resolución, formuló recurso jerárquico, que fue conocido por
César Alfonso Lijerón Suárez, Director Técnico del SEDES, codemandado, quien por RA de 28
de diciembre de 2011, confirmó la RA 006/2011, afirmando que las Resoluciones de la inferior
fueron dictadas en base a documentación original, lo que conforme se tiene abundantemente
referido no es evidente; alegando además que era su responsabilidad apersonarse a la oficina
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donde se ventiló el sumario para tener acceso a la documentación y observarla, toda vez que fue
citado con la Resolución de apertura del proceso, aseveración “ilógica y antojadiza”, pues
siempre estuvo pendiente del desarrollo del mismo; afirmando también de manera subjetiva, que
toda la prueba del proceso se la obtuvo lícitamente y que en todo caso estaba en la obligación de
demostrar su ilegalidad.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se ordene a las autoridades “recurridas”, anulen las Resoluciones
Administrativas (RRAA) 003/2011, 004/11 y 006/2011.
Efectuada la audiencia pública el 20 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
321 a 324, se produjeron los siguientes actuados:
César Alfonso Lijerón Suárez y Yanela Vaca Salvatierra, Director Técnico y Asesora Legal,
respectivamente, del SEDES de Beni, en el informe escrito que cursa de fs. 302 a 307 vta.,
señalan: i) En base al informe del Coordinador de la Red de Salud “01” del SEDES de Beni,
dirigido al Director Técnico demandado, se puso en conocimiento de dicha autoridad, que el
accionante es médico del Centro de Salud de la comunidad de San Andrés y también desempeña
funciones en COSSMIL y la CSC, desde febrero de 2011, hasta la fecha; ii) La Unidad de
Asesoría Legal, requirió informe al Jefe de Recursos Humanos (RR.HH.) del SEDES, por el que
se evidenció que el accionante es médico gineco obstetra en el precitado Centro de Salud, de la
provincia Marbán del departamento de Beni, con el ítem 25391-TGN T/C, categorizado,
percibiendo un haber mensual de Bs11 773,79.- (once mil setecientos setenta y tres 79/100),
habiendo ingresado el 1 de junio de 2001 y reincorporado el 1 de marzo de 2008, después de su
residencia; iii) Con el referido informe, por RA 003/2011, se dispuso la apertura de proceso
sumario administrativo contra el accionante, quien fue citado el 17 de agosto de igual año,
entregándole copia de la denuncia y del Auto de apertura del proceso, por cuanto a partir de esa
fecha tenía diez días hábiles para presentar pruebas de descargo y asumir defensa; iv) El Comité
Local de Salud de la comunidad de Villa San Pedro del municipio de San Andrés, por acta de 19
del mes y año mencionados, manifestó su disconformidad con el trabajo del accionante, por
cuanto descuidaba el seguimiento y supervisiones de salud, al no visitar la comunidad y no
coordinar con el Jefe Médico del Área; asimismo, la comunidad de San Andrés ubicada en el
Distrito “1” de la Segunda Sección de la provincia Marbán, por Voto Resolutivo “02/08/2011”,
en reunión ordinaria de autoridades comunales con la participación de organizaciones sociales,
resolvió rechazar enérgicamente el comportamiento del actor por no cumplir con su trabajo, ya
que no visitaba las diferentes comunidades, solicitando su cambio inmediato; v) Por memorial
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I.2.3. Resolución
La Sala Social y del Trabajo del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, constituida en
Tribunal de garantías, dictó la Resolución 07/2012 de 20 de marzo, cursante de fs. 325 a 328,
por la cual denegó la tutela, con los siguientes fundamentos: a) Se notificó al accionante el 30
de agosto de 2011, con la clausura del término probatorio, luego se dictó la RA 004/2011,
efectuando éste reclamo sobre el término probatorio en el recurso de revocatoria de 13 de
septiembre de igual año; aclarando que si bien, no son muy claras las normas que rigen para
tramitar un proceso administrativo, conforme a la normativa procesal civil, toda resolución es
impugnable dentro del plazo de tres días; motivo por el que el actor pudo, en su momento,
presentar recurso de reposición o de apelación “en sus diferentes efectos”; precluyendo a esa
fecha su derecho a impugnar; b) En el recurso de revocatoria ni en el jerárquico, el accionante
materializó su reclamo, ya que no especificó las pruebas que pudo haber presentado, por lo que
la simple enunciación, no es suficiente para acreditar el supuesto daño; c) En cuanto a la falta de
radicatoria con el recurso jerárquico, no demandó oportunamente; d) El Voto Resolutivo de 2 de
agosto de 2011, por el que se pidió el cambio inmediato del “recurrente”, fue efectuado por
organizaciones que se encuentran identificadas; e) Por equidad procesal, no se puede exigir a la
parte contraria presentar pruebas con requerimiento, en razón a que el accionante presentó éstas
sin el mismo; así como fueron introducidas con los respectivos cargos de recepción; f) La
solicitud de fotocopias simples y legalizadas, fue atendida oralmente de manera negativa, por lo
que mediante mecanismos procesales pudo exigir este aspecto, además el derecho a la “petición
esta protegido por otra acción de defensa”; g) Respecto a la falta de valoración de la prueba, la
RA 004/2011, “padece” de insuficiencia argumentativa, pero es susceptible de convalidación por
no quebrantar los derechos fundamentales del “recurrente” y contener los requisitos mínimos
establecidos en el art. 21.f del DS 26237; y, h) A falta de norma expresa, rigen los principios de
la administración de justicia, por lo que el principio de verdad material es aplicado en la RA
004/2011 y las irregularidades argumentadas por el accionante, son quebrantamientos formales,
que no fueron materializados como concretas lesiones a los derechos invocados, por lo que no
pueden “vencer” a la verdad material.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2644
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Auto de 29 de agosto de 2011, se clausuró el término probatorio, al haber transcurrido
el plazo de diez días de notificado el procesado (accionante), con el Auto de apertura de proceso
disciplinario, conforme al art. 22.b del DS 26237 (fs. 39).
II.6. Por memorial presentado el 5 de octubre de 2011, el accionante planteó recurso jerárquico
contra las RRAA 004/2011 y 006/2011, con los siguientes argumentos: a) La Resolución de
apertura del proceso sumario, fue en base a fotocopias simples de los informes en los que se
establece que el accionante desempeñaba funciones en COSSMIL y en la CSC, por lo que no
debieron ser valorados en las RRAA 003/2011, 004/2011 y 006/2011; b) En el cuadernillo de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2645
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
investigación, no consta memorial por el que se haya adjuntado los referidos informes en
original, el requerimiento de la autoridad demandada para su consideración, así como no corrió
traslado de las mencionadas pruebas de cargo al actor; c) A partir del 18 de agosto de 2011,
solicitó fotocopias simples y legalizadas del proceso sumario, siendo su petición, recién
atendida, el 13 de septiembre de ese año; observándose que los referidos informes no fueron
legalizados por la autoridad demandada, por lo que carecen de valor probatorio, en la emisión de
las Resoluciones 004/2011 y 006/2011; y, d) La documentación original que cursa a fs. 34 y 35,
era inexistente a momento de dictar la Resolución de apertura del proceso disciplinario (fs. 157 a
161 vta.).
II.7. Por RA de 28 de diciembre de 2011, el Director Técnico del SEDES de Beni, confirmó las
RRAA 004/2011 y 006/2011, con las siguientes fundamentaciones: 1) Las Resoluciones fueron
dictadas en base a documentación original que consta en obrados a “fojas 34 y 35”; 2) Los
documentos fueron recepcionados el 23 de agosto de 2011, por lo que la RA 004/2011, fue
emitida en base a documentación original, además que era responsabilidad exclusiva del
procesado apersonarse a la oficina donde se ventilaba el sumario, para tener acceso a la
documentación cursante en el expediente y en su oportunidad efectuar las observaciones que
creyere conveniente; 3) Las pruebas de descargo fueron compulsadas en la RA 004/2011, siendo
el sustento legal para pronunciar la Resolución Sancionatoria; las que fueron obtenidas
lícitamente, por lo que el procesado tenía la obligación de demostrar su ilegalidad o medio de
obtención ilícito; 4) El término del plazo probatorio se ejecutó conforme lo establece el art. 22
del DS 26237, computado en forma correcta según prevé el art. 143 del CPC; y, 5) En la RA
004/2011, por error involuntario de taipeo, se consignó como fecha de emisión, el 4 de
septiembre de 2011, el que fue un domingo; sin embargo, el procesado fue notificado el 9 de
igual mes y año, siendo ésta la fecha para el cómputo a objeto de la presentación del recurso
jerárquico (fs. 67 a 71).
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 de la CPE, fue instituida contra los
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Norma Suprema y la ley; constituyendo un medio de tutela de carácter extraordinario,
regido por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
En ese sentido, cabe puntualizar que la jurisdicción constitucional, dada su naturaleza y fines,
está impedida de revisar o sustituir por otra, la interpretación de la legalidad ordinaria realizada
con plenitud de jurisdicción y competencia por los jueces y tribunales de la jurisdicción común,
en el conocimiento y resolución de los casos sometidos a su discernimiento, puesto que la
potestad de impartir justicia que emana del pueblo boliviano, conforme al art. 178.I de la CPE,
se sustenta, entre otros, en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2647
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Conforme se tiene establecido, de los antecedentes que cursan en obrados, la acción de amparo
constitucional que ahora se revisa, emerge de un proceso de carácter sumario administrativo
respecto a la incompatibilidad para el ejercicio de funciones de Jaime Gonzalo Campos Reyes,
como médico del Centro de Salud de la comunidad de San Andrés, con el ejercicio profesional
en COSSMIL y en la CSC.
al Director Técnico del SEDES de Beni, codemandado, quien confirmó las RRAA 004/2011 y
006/2011, de destitución y que ratificó la Resolución Sancionatoria, respectivamente.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00529-2012-02-AAC
Departamento: Pando
Dentro del proceso ejecutivo por la suma de $us 10 5000.- (ciento cinco mil dólares
estadounidenses), fungieron como patrocinantes de Danna Michela Maradey Montero en
representación de Sarah Montero de Maradey contra Marcial Castro Flores, donde en el
memorial de demanda anunciaron “que la suscrita Abogada se atiene al arancel mínimo del
Colegio de Abogados de Pando” (sic); sentido en el cual, efectuado el remate de un bien
inmueble por $us 17 2 000.- (ciento setenta y dos mil dólares estadounidenses), de acuerdo a
procedimiento para hacer efectivo el pago, solicitaron la liquidación, que fue aprobada por el
Juez de la causa mediante Auto 260/2011, Resolución que fue apelada por el ejecutado.
Denuncian que las Resoluciones de 18 y 30 de agosto de 2011, suscritas por la Sala Civil,
Social, Familia y de la Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Pando,
constituye un acto ilegal por vulnerar su derecho al trabajo.
Los accionantes en mérito a los aspectos desarrollados supra, denuncian la lesión de su derecho
al trabajo, respecto a la remuneración que debe ser justa, equitativa y satisfactoria, además del
reconocimiento del ejercicio profesional de abogado como trabajo y al honorario profesional
como remuneración, citando al efecto el art. 46.I y III de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se les conceda la presente acción, determinado que la Sala Civil, Social, Familia y de la
Niñez y Adolescencia, emita una nueva resolución modificando el fallo apelado de 18 de agosto
de 2011, estableciendo sus honorario de acuerdo al Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales del ICAP, homologado por Resolución de Sala Plena “04/2005 de 9 de marzo de
2011”.
Con derecho a la réplica indico, que el art. 512 del Código de Procedimiento Civil (CPC), es
claro cuando establece que en el proceso ejecutivo, las costas serán pagadas exclusivamente por
la parte vencida, en su caso por el tercero interesado. Respecto a su personería, señalan que
conforme el art. 129 de la CPE, quien puede presentar una acción de amparo constitucional es
quien se creyere afectado por una resolución.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Dentro del fenecido proceso ejecutivo seguido por Danna Michela Maradey Montero
en representación de Sarah Montero de Maradey contra Marcial Castro Flores, la Sala Civil,
Social, Familia y de la Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justic ia de
Pando, en apelación, pronunció el Auto de Vista 83 de 18 de agosto de 2011, en el cual,
respecto al pago de los honorarios profesionales de los abogados, en su Considerando III
determinó: “Según la sentencia constitucional 1846/2004 de fecha 30 de no viembre,
establece que los honorarios profesionales deben fijarse aplicando el principio de
razonabilidad, de acuerdo al trabajo realizado por los profesionales abogados (…) de tal
manera que el pago no se convierta en algo desproporcionado y en un medio de ventajas
económicas; más si ya no está vigente la Ley de la Abogacía ni los aranceles establecidos
por los Colegios Departamentales de Abogados. En este sentido se fijan nuevos montos de
honorarios y otros (…). El honorario del profesional, en la suma de $us 5 000.- (1ra. y 2da.
Instancia)” (fs. 7 a 8 vta.).
II.2. Contra el citado fallo Danna Michela Maradey Montero interpuso solicitud de explicación
y complementación, resuelta mediante Auto complementario 36 de 30 de Agosto de 2011, por el
que el Tribunal de alzada, consideraron el art. 6 del DS 26052, estableció que: “el abogado tiene
derecho a percibir sus honorarios por los servicios profesionales prestados a su cliente tomando
en cuenta el arancel mínimo vigente y/o la iguala profesional, acordada”, no fue derogado por lo
que está en plena vigencia. “Lo que ya no está vigente es el arancel mínimo del Colegio de
Abogados de Pando, el art. 7.d del mencionado DS 0100, establece en las atribuciones del
Ministerio de Justicia 'aprobar periódicamente el arancel mínimo único de honorarios de
abogados propuesto por los colegios, asociaciones u otro gremio de abogados'. Este Decreto que
quita las atribuciones a las Cortes Superiores para homologar o aprobar aranceles mínimos de
los colegios de abogados, está vigente hace más de 2 años. Al no tener facultades para
homologar ningún arancel (…) no tiene vigencia” (fs. 9).
II.3. Conforme al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del ICAP, homologado por la
“Corte Superior del Distrito de Pando” mediante Resolución de Sala Plena 4-2005 de 9 de
marzo, (fs. 23), se evidencia que, en su recuadro II (procesos Voluntarios, Interdictos, Ejecutivos
y Sumarios), el inc. ll), determina el pago de Bs 500.- (quinientos bolivianos) más el 10%
s/capital, por concepto de honorarios profesionales.
II.4. Mediante certificación emitida por el responsable del Registro Público de Abogados del
Ministerio de Justicia conforme a lo establecido por el inc. d) del art. 7 del DS 0100, certificó:
“Que aún no se aprobó el Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales de Abogados, de
acuerdo a lo establecido por el inc. d) del artículo 7 del Decreto Supremo Nº 100 de 29 de
abril de 2009, puesto que las asociaciones u otros gremios de abogados no hicieron llegar
su propuesta ya solicitada por este Ministerio para su respectiva aprobación. En
consecuencia en el presente caso; corresponde atenerse al actual Arancel Mínimo de
Honorarios Profesiones de los Ilustres Colegios de Abogados departamentales o Nacional
existentes” (fs. 3).
En este estado de cosas, corresponde ahora precisar el objeto y la causa de la petición de tutela;
en ese orden, se tiene que el objeto de la presente acción de amparo constitucional, es la petición
de tutela constitucional para el resguardo de los derechos del accionante al trabajo, a una
remuneración justa, equitativa y satisfactoria, a un debido proceso; asimismo, la causa, se
constituye en los Autos de 18 de agosto de 2011 y complementario de 30 del 83 362 del mismo
mes y año, suscritas por la Sala Civil, Social, de Familia y de la Niñez y Adolescencia del
Tribunal Departamental de Justicia de Pando, en vista de que los honorarios profesionales que
les corresponde se regularon en un monto incongruente con el Arancel Mínimo del ICAP,
porque el mismo establece que para procesos ejecutivos, menester el pago de Bs 5 000.- (cinco
mil bolivianos), más el 10% del capital y no así en la previsión del DS 0100, que establece que
el Arancel Único Nacional aprobado por el Ministerio de Justicia. En consecuencia, en base a
los aspectos antes señalados, se procederá a analizar si en el presente caso, si de debe conceder o
no de la tutela solicitada.
“El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 la
acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar contra los
“actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley”.
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los
que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su
protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad indicar en el parágrafo I
del art. 129 de la CPE que esta acción' …se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han
restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se
puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela” (SCP
0002/2012 de 13 de marzo).
sólo tiene las excepciones previstas en los arts. 222.I y 231.I de la CPE, que expresan que el
Defensor del Pueblo en protección, difusión y cumplimiento de los derechos humanos
individuales y colectivos puede interponer amparo sin necesidad de mandato, y el Procurador
General en defensa y precautela de los intereses del Estado.
Consecuentemente, en merito a la citada línea jurisprudencial se concluye que por regla general,
los profesionales abogados que interponen una acción de defensa, en procura de buscar un
reparo a dificultades emergentes del cobro de sus honorarios profesionales, carecen de
legitimación activa para interponer la acción de amparo constitucional, máxime si ésta
constituye parte de las costas procesales del mismo; pues, la Resolución dictada en un proceso
ordinario únicamente alcanza a las partes intervinientes en el mismo; que en un entendimiento,
más amplio, la misma Sentencia concluye que: “…los profesionales abogados que interponen
recursos de amparo constitucional reclamando que se reparen problemas relacionados con la
regulación de honorarios profesionales, carecen de legitimación activa para interponer el
recurso de amparo constitucional, en virtud a que los deberes procesales de contenido
patrimonial, como son las costas, sólo surgen y benefician a las partes del proceso, por cuanto
tienen intervención esencial en el mismo, el demandante como el demandado, siendo la
intervención de los abogados accesoria, de acuerdo a lo dispuesto por los arts. 50 y 51.II del
Código de Procedimiento Civil (SC 0484/2002-R de 26 de abril); empero, la regla general
citada tiene su excepción en material social, al existir un precepto legal expreso contenido en la
norma prevista por el art. 204 del CPT que determina que los honorarios regulados por el juez
corresponden al abogado del demandante, cuando dispone: 'Cuando la sentencia sancione con
costas al demandado, el honorario profesional será regulado en la proporción de 10% del
monto condenado y, en suma equitativa, cuando se trate de autos interlocutorios. Dichos
honorarios corresponden al abogado del demandante siempre que éste no hubiese recibido ya
por adelantado sus derechos por parte del trabajador, caso en el cual los honorarios regulados
irán a resarcir los gastos efectuados por aquél”.
Ahora bien, el art. 46.I inc. 1) de la CPE, establece que toda persona tiene derecho: "Al trabajo
digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con
remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia
una existencia digna"(las negrillas nos pertenecen).
Entendiendo que el derecho a una remuneración justa, consagrado por la norma citada supra,
conforme la SC 0874/2010-R de 10 de agosto, reiterando el entendimiento asumido por la SC
1612/2003-R de 10 de noviembre: "...consiste en la potestad o facultad que tiene toda persona
de recibir una retribución o contraprestación adecuada conforme al trabajo desarrollado, es
decir, un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor. Empero, este derecho es
concurrente al derecho al trabajo, no es independiente de este último, toda vez que se genera y
se constituye en el momento en que la persona desarrolle una actividad o trabajo por cuenta de
otra persona o del propio Estado".
Ahora bien, respecto al derecho vulnerado en estudio, debemos señalar que “la aparición de los
derechos sociales ha puesto una notable variante en el contenido de los derechos fundamentales.
Principios originalmente dirigidos a poner límite a las actuaciones del Estado se han convertido
en normas que exigen su gestión en el orden económico y social; garantías pensadas para la
defensa de la individualidad, son ahora reglas en las que el interés colectivo ocupa el primer
lugar. Así, los derechos económicos, sociales y culturales se sustentan en los valores de libertad,
igualdad y fraternidad. Libertad entendida como la posibilidad de acceso a los medios necesarios
para satisfacer necesidades, poseedores de determinados bienes que hagan posible el pleno
desarrollo de la personalidad. Igualdad en el sentido del trato igual a situaciones iguales o trato
diferenciado en situaciones distintas, según sea el caso: De ese modo, en los derechos civiles la
igualdad era entendida como 'igualdad ante la ley', en los derechos económicos, sociales y
culturales la igualdad es entendida como igualdad de los bienes materiales básicos para
una existencia digna. Y, solidaridad, entendida como sinónimo de justicia social. De lo
anterior, se puede decir que se trata de derechos en los que el valor justicia forma una nueva
dimensión, dado que la justicia como igualdad abstracta ante la ley, se pasa al concreto concepto
de justicia social… En consecuencia (…) son derechos que consideran a la persona en su
situación real y concreta que no es solo esa entidad jurídica que se denomina ciudadano o
ciudadana, sino ser humano, de manera que a través de los derechos económicos y sociales se
puede lograr la “personalización de los Derechos Humanos, puesto que protege a la persona
situada en una determinada circunstancia”.
Por su parte, en el contexto de la realidad nacional, uno de los pilares del modelo constitucional
boliviano, se refleja precisamente en el art. 109 de la CPE, el cual plasma los principios de
igualdad jerárquica de todos los derechos fundamentales, incluidos claro está los derechos
económicos, sociales y culturales, así como su directa aplicabilidad y por ende, su directa
justiciabilidad, postulados que tal como se desarrolló supra, forman parte de la ideología de este
“modelo constitucional de la justicia e igualdad”.
En ese orden, conviene recordar que el art. 109 de la norma constitucional, en su parágrafo
primero, de forma taxativa señala: “Todos los derechos reconocidos por la Constitución, son
directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su protección”. En este contexto y bajo
el criterio de interpretación referente a la “unidad constitucional”, el art. 13.III de la CPE, indica
que “La clasificación de los derechos establecida en esta Constitución no determina
jerarquía alguna ni superioridad de unos derechos sobre otros”(las negrillas son nuestras);
se colige que este aspecto, precisamente constituye el primer eje de ruptura con los modelos
constitucionales contemporáneos, siendo que a la luz del modelo constitucional boliviano, todos
los derechos, incluyendo los derechos económicos, sociales y culturales, tienen la misma
jerarquía, por lo que, éstos últimos, dejan de ser cláusulas constitucionales programáticas y son
por tanto directamente aplicables y directamente justiciables.
El DS 0100, establece que el Ministerio de Justicia, conforme el art. 7 tendrá sus atribuciones:
- Decreto Supremo 11782 de 12 de septiembre de 1974 referente a que todo abogado para el
ejercicio de su profesión, deberá matricularse obligatoriamente en el Colegio de Abogados del
asiento principal de sus funciones.
- Decreto Supremo 29783 de 12 de noviembre de 2008, que regula los cobros que realizan los
Colegios Departamentales de Abogados de los (9) Distritos Judiciales por concepto de
obligaciones ordinarias y extraordinarias, así como recupera la función social de los colegios
Departamentales de Abogados en la concepción de gratuidad de justicia.
Y derogaran los art. 9 y 10 del DS 26052 de 19 de enero de 2001, referidos referido al Código
de Ética Profesional para el ejercicio de la Abogacía (CEPA).
III.3.1. Respecto a la aplicabilidad del art. 7 inc. d) del DS 0100, citado supra, el responsable del
Registro Público de Abogados del Ministerio de Justicia mediante certificado de 24 de octubre
de 2011 (fs. 3), indicó que: “En caso de que todavía no hubiera sido aprobado dicho arancel de
Honorarios Profesionales debería aplicarse el actual, hasta mientras se apruebe el referido
arancel”; Certificó: “Que aún no se aprobó el Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales
de Abogados, de acuerdo a lo establecido por el inc. d) del artículo 7 del Decreto Supremo
Nº 100 de 29 de abril de 2009, puesto que las asociaciones u otros gremios de abogados no
hicieron llegar su propuesta ya solicitada por este Ministerio para su respectiva
aprobación. En consecuencia en el presente caso; corresponde atenerse al actual Arancel
Mínimo de Honorarios Profesiones de los Ilustres Colegios de Abogados departamentales o
nacional existentes”
En ese mismo sentido la SC 0731/2011-R de 20 de mayo, señaló que la misma consiste en:“...la
potestad, capacidad o facultad de toda persona para desarrollar cualquier actividad física o
intelectual”, e incorporada en el art. 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH), cuando indica que: '1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su
trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo (…)'; '(…) que le asegure a ella ,
así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana (…)'. En armonía con
estas declaraciones, el Tribunal Constitucional ha desarrollado este derecho en la SC
0102/2003, en sentido de que el derecho al trabajo: 'supone que toda persona goce del mismo
en condiciones justas, equitativas y satisfactorias, para lo cual dichos Estados garantizarán en
sus legislaciones nacionales, de manera particular: a. Una remuneración que asegure como
mínimo a todos los trabajadores condiciones de subsistencia digna y decorosa para ellos y sus
familias y un salario equitativo e igual por igual trabajo, sin ninguna distinción'.
La SC 1034/2010-R de 23 de agosto, determinó que: “…a raíz del Decreto Supremo (DS) 100
de 29 de abril de 2009, se abrogó el Decreto Ley (DL) 16793 de 19 de julio de 1979,
denominado Ley de la Abogacía; asimismo, se derogaron los arts. 9 y 10 del DS 26052 de 19 de
enero de 2001, referido al 'Código de Ética Profesional para el ejercicio de la Abogacía'
(CEPA), cuyo objeto conforme a su art. 1, es establecer un conjunto de normas a las que el
abogado deberá sujetar su conducta en el ejercicio profesional, es así que en los arts. 11, 14 y
17, establece como deberes el «…de defender con la máxima lealtad, eficiencia y estricta
sujeción a las normas jurídicas y morales los derechos de sus clientes y prestar el consejo eficaz
y honesto que le fuere solicitado». Asimismo, el abogado '…deberá obrar con el máximo de
lealtad con su cliente, prestándole su esfuerzo y dedicación en la defensa de sus derechos…',
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2658
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debiendo «…ser absolutamente verídico, sin crear falsas expectativas de éxito ni magnificar las
dificultades…», debiendo observar '…en todo momento una conducta intachable, ser honesto,
ecuánime, digno y respetuoso de la Constitución Política del Estado y las leyes de la República'.
(…)
(…) sin embargo, el cliente no puede ser sometido a cobros irracionales, desproporcionados e
inequitativos, pues caso contrario se le estaría utilizando como un medio para lograr ventajas
económicas, que no está permitido por nuestra normativa jurídica, vulnerando de esta manera
el valor dignidad de la persona, así como el principio de razonabilidad, toda vez, que la
regulación de honorarios en forma desproporcionada, sin atender a la relación entre el trabajo
desplegado y los resultados obtenidos, determinaría que el cliente se vea obligado a cancelar el
porcentaje de la cuantía sin haber recuperado el monto de los daños y perjuicios, lo que
importaría una violación al valor supremo justicia que constituye actualmente uno de los
valores sobre los cuales se basa el Estado plurinacional…”.
Concluyendo que todo servicio profesional prestado por un abogado debe estar sujeto a una
remuneración justa y equitativa, en base al valor superior de justicia y al principio de
razonabilidad, por lo que las autoridades jurisdiccionales a momento de fijar honorarios
profesionales deben hacerlo conforme a la iguala profesional presentada y en defecto de ésta, en
proporción por los servicios prestados, todo ello en coherencia con el sistema de valores
determinados por la Constitución Política del Estado, que constituyen el orden de convivencia
política-social; valores superiores han sido instituidos por el Constituyente como primordiales
para la colectividad, y que forman la base del ordenamiento jurídico, y a la vez, presiden su
interpretación y aplicación; en virtud de lo estipulado por el art. 8.II, de la CPE cuando refiere
que: “El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad,
solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio,
igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común,
responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales,
para vivir bien”.
Con relación al derecho al trabajo, si bien ya se citó el art. 46.I de la CPE, conviene reiterar el tenor
integro del mismo dado que: “establece que toda persona tiene derecho al trabajo digno, con
seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación y con remuneración o salario
justo, equitativo, satisfactorio, que le asegure par sí y su familia una existencia digna”.
Norma legal que concuerda con lo dispuesto en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que en su art. 23.1, manifiesta que: “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre
elección de trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra
el desempleo”.
Derecho que la jurisprudencia al respecto lo definió como: “…la potestad, capacidad o facultad
que tiene toda persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a
generar su sustento diario como el de su familia. (…) la propia Ley Fundamental establece el
límite del mismo al señalar expresamente que tal derecho debe ejercerse de manera que no
afecte el bien común ni el interés colectivo…" (SC 1580/2011-R de 11 de octubre, que reitera lo
establecido por la SC 1132/2000-R de 1 de diciembre).
Una vez desarrollados los problemas jurídicos planteados, corresponde realizar el análisis del
acto denunciado como lesivo del derecho a una remuneración justa, razón por la cual, debe
efectuarse las siguientes consideraciones:
En ese cometido se debe señalar que si bien el DS 0100 que entró en vigencia el 29 de abril de
2009, establece que el Ministerio de Justicia tiene la obligación de aprobar periódicamente el
Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales de Abogados, el cual debe ser propuesto por el
colegio, asociación u otros gremios de abogados; no obstante ello, conforme a la certificación
emitida por el funcionario responsable del Registro Público de Abogados del precitado
Ministerio, se tiene que ese arancel único nacional, nunca fue aprobado en vista de que los
citados rubros no hicieron llegar su propuesta, por ende no existe una respectiva aprobación; por
lo que, conforme indica el propio funcionario, el actual Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales de los Colegios de Abogados, tanto departamentales como nacionales se
encuentran en plena vigencia, lo contrario implicaría dejar a dichos profesionales desprovistos
de una regulación de honorarios por sus servicios prestados, lo que no condice con los principios
de razonabilidad y justicia social.
En síntesis el arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del ICAP, debe ser aplicado, más aún
si, el mismo se encuentra debidamente homologado por la instancia superior del Tribunal
Departamental de Justicia, como es la Sala Plena; en consecuencia al no haberlo empleado, las
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SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente: 00734-2012-02-AL
Departamento: Potosí
Los accionantes mediante memorial presentado el 18 de abril de 2012, cursante de fs. 57 a 60,
refieren que:
Arguyen que, los perseguidores se acercaron ante su representante, apuntándole con armas de
fuego y haciendo uso de la fuerza física lo golpearon, le sacaron de su vagoneta, hasta ponerle
boca abajo en el suelo, para luego enmanillarlo; después de requisar el motorizado, no hallaron
ninguna sustancia controlada, según consta en el mismo informe de los policías que realizaron
su aprehensión. Siendo así, que como no tenía nada que ocultar llevó a los policías de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) hasta el lugar donde había dejado a los tres
pasajeros que le contrataron, y después de hacer el rastrillaje respectivo, encontraron entre las
piedras dos sacos de yute que contenía varios paquetes de marihuana.
Los accionantes denuncian vulnerados los derechos, a la libertad, al debido proceso, a la vida y a
la defensa de su representado, citando al efecto los arts. 15.I, 23.I, III y IV y 115 I y II, CPE.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 70
a 73 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 02/12 de 23 de abril de 2012, cursante de fs. 74 a 76 vta. de
obrados, denegó la acción de libertad con costas y multa al accionante, en base a los siguientes
fundamentos: i) Contra una resolución cautelar de detención preventiva o que rechaza una
cesación a la detención preventiva previamente a la interposición de una acción de libertad, debe
plantearse apelación incidental (SC 0930/2010-R de 17 de agosto), y, ii) En la litis, el imputado
tenía los medios idóneos, eficiente y oportunos para reclamar la restitución de su derecho a la
libertad y a la persecución o procesamiento indebido, los mismos que debieron ser utilizados
previamente por el afectado, acudiendo al Juez de Instrucción en lo Penal, para reclamar las
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vulneraciones alegadas cuando sufrió la aprehensión ilegal que aduce y/ó en su caso,
impugnando la Resolución del Juez que le impuso la medida cautelar de detención preventiva
conforme previene el art. 251 del CPP, y al no haber utilizado los medios idóneos eficientes y
oportunos establecidos en el procedimiento penal para restituir el derecho a la libertad y la
persecución o procesamiento indebido que ahora reclama, no se apertura la vía constitucional
para que reclame su derecho, pues sólo una vez agotado esta instancia ordinaria prevista por ley,
y ante una inminente vulneración del derecho a la libertad, no resuelta por las autoridades
jurisdiccionales ordinarias, es posible acudir a la jurisdicción constitucional, toda vez que la
acción de libertad opera solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados, a
pesar de haberse agotado estas vías específicas, al no haberlo hecho no puede ser salvada por
esta jurisdicción dada la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad no puede ingresar a
conocer el fondo de la misma (SSCC 0160/2005-R, 0181/2005-R, 0008/2010-R, 0080/2010-R
0930/2010-R).
II. CONCLUSIONES
II.1. El 30 de marzo de 2012, Ángel Quispe Mayta, Investigador asignado al caso, presentó
informe al Fiscal de Materia, Javier Alonzo Torrejón Tirao, sobre la aprehensión de Juan Fisher
Cruz Cayo, el secuestro de sustancias controladas, vehículo y celular, realizadas por la FELCN,
el 29 del mismo mes y año, en la carretera de Laguna Onda y Pintura Ckasa de la provincia Sud
Lípez del departamento de Potosí (fs. 1 a 2).
II.2. Cursan actas de registro del lugar del hecho, requisa personal, prueba de campo, secuestro
de sustancias controladas y de vehículo que fueron realizadas por la FELCN el 29 de marzo de
2012 (fs. 3 a 8).
II.4. El 30 de marzo de 2012, Javier Alonso Torrejón Tirao, Fiscal de Materia procedió con la
citación a Juan Fisher Cruz Cayo, para que se haga presente en las dependencias de la FELCN
en Potosí, procediéndose el mismo día a tomar su declaración informativa (fs. 15 a 16 vta.).
II.7. El 9 de abril de 2012, el médico forense Omar León, expidió certificado médico del
imputado Juan Fisher Cruz Cayo (fs. 24).
II.8. Cursa Registro de la escena del crimen balístico y muestrario fotográfico (fs. 25 a 55).
La acción de libertad es una de las acciones de defensa que contempla la Constitución Política
del Estado, instituida en el art. 125 de la CPE, que tiene por finalidad la protección de los
derechos a la vida y a la libertad cuando la persona creyera estar ilegalmente perseguida,
indebidamente procesada o privada de su libertad, o considere que su vida está en peligro.
En ese entendido, la actual Constitución Política del Estado es más amplia en cuanto a su ámbito
de protección, pues se extiende al derecho a la vida, la libertad física o personal, el debido
proceso, en lo que se refiere al procesamiento indebido y la libertad de locomoción, ésta última
dada la íntima relación que existe con el derecho a la libertad física, según la interpretación
extensiva realizada por la SC 0023/2010-R de 13 de abril.
Ahora bien, con relación a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad la
SC 0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R de 23 de febrero,
aclaró sus alcances en el siguiente sentido: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al
constituirse en un mecanismo de protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio
eficaz e inmediato reparador de ese derecho; empero la existencia de esta garantía
constitucional, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus,
actualmente acción de libertad; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de
reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de
dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión
sufrida”.
En este orden, en cuanto a la presunta indebida privación de libertad, deberá tenerse en cuenta
que la misma puede producirse, ya por hechos y circunstancias eventualmente no vinculadas a
la presunta comisión de un delito y otras veces, sí vinculadas a dicha presunta comisión de un
delito. En consecuencia, si no existe inicio de investigación y tampoco presunta comisión de
delito alguno, corresponderá a la justicia constitucional conocer directamente y resolver la
acción de libertad que acuse una presunta indebida privación de libertad.
Así, tomando en cuenta que el nuevo orden constitucional es esencialmente garantista de los
derechos fundamentales y de manera especial del derecho a la libertad personal, por lo
señalado anteriormente, es necesario y al efecto, se opera un cambio de línea jurisprudencial y
específicamente del entendimiento expresado en la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, referido a
que: 'Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía como la Fiscalía cometieron
arbitrariedades relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción, y todavía no existe
aviso del inicio de la investigación, corresponde ser denunciadas ante el Juez Cautelar de
turno', en razón a que el Juez cautelar no tiene competencia al no haber conocido siquiera el
inicio de investigación y bien podría tratarse de una indebida privación de libertad originada
en una cuestión ajena a un delito, y porque, además, constituye un deber de las personas y
servidores públicos, y en especial de las fuerzas del orden público así como de la autoridad
fiscal, cumplir con la Constitución Política del Estado y respetar en consecuencia, el derecho a
la libertad física de las personas, derecho que solo puede limitarse en los casos y formas
establecidas por la ley y en virtud de una orden emanada por escrito de autoridad competente;
consecuentemente, no puede considerarse, de ninguna manera, excepto en los casos en los que
se haya dado aviso de una investigación, o si no se dio aviso, que exista vinculación con la
presunta comisión de un delito que la pretensión de tutela al derecho a la libertad personal sea
conocida y resuelta previamente por un Juez cautelar de turno, asignándole a la acción de
libertad un carácter subsidiario que no corresponde a su naturaleza y que, en el caso descrito,
carece de fundamento constitucional y legal.
En ese mismo orden, con relación específicamente a la presunta lesión del derecho a la libertad
personal por causa de un indebida privación de libertad; es decir, cuando la restricción se
hubiera presuntamente operado al margen de los casos y formas establecidas por ley y que, sin
embargo, tal hecho se hubiera dado a conocer al juez cautelar del inicio de la investigación y,
en su caso, de la imputación, resulta indispensable recordar que el art. 54 inc.1 del CPP,
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establece que entre las competencias del Juez de Instrucción en lo Penal, está el ejercer el
control jurisdiccional de la investigación, lo que significa, que es la autoridad encargada de
resguardar que la etapa de investigación se realice conforme a procedimiento y en estricta
observancia de respeto a los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las partes
del proceso -imputado, querellante y víctima-. En ese contexto, corresponde al juez ejercer el
control jurisdiccional de la investigación y, por lo mismo, que ésta se desarrolle de manera
correcta e imparcial y no en forma violatoria de derechos fundamentales o garantías
constitucionales; es decir, desde otra perspectiva, cualquier acto ilegal y/o arbitrario durante la
investigación en que incurriere el Ministerio Público como titular de la acción penal o la
Policía Boliviana como coadyuvante, deberá ser denunciado ante el Juez de Instrucción en lo
Penal, que tenga a su cargo el control jurisdiccional de la investigación.
Del análisis de los datos procesales que cursan en obrados, se establece que el imputado
representado por sus accionantes, fue objeto de detención preventiva ordenada por el Juez
Primero de Instrucción en lo Penal del departamento de Potosí, como resultado del proceso
penal seguido por el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de transporte de
sustancias controladas, en el que el Fiscal de Materia de Sustancias Controladas, Marco Antonio
Rivadineira Tardío, presentó imputación formal por el delito de sustancias controladas y
solicitud de aplicación de medidas cautelares, siendo así que la autoridad demandada mediante
Resolución dispuso la detención preventiva en el Centro Penitenciario de “Cantumarca”, empero
si los accionantes consideraban que dicha determinación no cumplió con los requisitos para su
detención ó el hecho de no existir los suficientes elementos de convicción para sustentar de
manera, clara, firme e inequívoca, que el imputado es con probabilidad autor o participe de un
hecho punible y/ó no existen elementos de convicción que el imputado no se someterá al
proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad, éstos no fueron apelados conforme a lo
previsto por el primer párrafo del art. 251 del CPP, que a la letra dice: “La resolución que
disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en el efecto no suspensivo,
en el término de setenta y dos horas”; donde podían impugnar y objetar dicha Resolución por ser
atentatoria a sus derechos y garantías fundamentales, para que el tribunal de apelación resuelva
conforme a ley.
veinticuatro horas, debiendo el tribunal de apelación resolver el recurso, sin más trámite y en
audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones.
En revisión la Resolución de 3 de abril de 2012, cursante de fs. 117 a 120 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Neptalí León Quiroz y María Casta
Ugarte de León contra Basilio Cruz Chilo, y Guilder Ureña Espinoza, ex Jueces Séptimo y
Octavo de Partido en lo Civil y Comercial respectivamente del departamento de Cochabamba.
Los accionantes a través de memorial presentado el 6 de marzo de 2012, cursante de fs. 86 a 90 vta.,
manifestaron que:
Como emergencia de un proceso penal, (en el que los accionantes eran los querellados por el supuesto
delito de giro de cheque en descubierto) suscribieron un acuerdo mediante escritura pública 71/2004
de 16 de abril, por el cual según las cláusulas redactadas a “gusto” del abogado y apoderado del
querellante, se obligaban a pagar el monto de $us14 300.- (catorce mil trescientos dólares
estadounidenses), constituyéndose en deudor principal (Juan Neptalí León Quiroz) y garante solidaria
y mancomunada (María Casta Ugarte de León); sin embargo, este documento se suscribió sin que se
cumpla lo dispuesto por la segunda parte del art. 377 del Código de Procedimiento Penal (CPP), que
se refiere a la conciliación realizada en la audiencia bajo el control jurisdiccional mediante acta
circunstanciada firmada por el Juez de la causa y sin que el monto determinado se hubiera realizado
por procedimientos contables y legales por el Juez y otras irregularidades en dicho documento.
Refieren que con esos datos inexistentes e incompletos no era posible establecer suma líquida alguna
como acreencia de Rafael Antonio Iván Orellana (ahora tercero interesado), quien quería conseguir
un título coactivo sin importar los medios y formas, violando disposiciones legales expresas. Además
a ello se añade que la suma a la que se agregaron las costas procesales y el honorario del abogado fue
contraviniendo lo dispuesto por los arts. 412 y 413 del Código Civil (CC), 200 y 201 del Código de
Procedimiento Civil (CPC), por lo que el acuerdo de conciliación y reconocimiento de obligación con
intereses convencionales, penales y garantía hipotecaria, es desde todo punto de vista contrario a la
ley y nulo.
Señalan que con la escritura pública 71/2004, se inició proceso coactivo civil en su contra como
deudor principal y garante solidaria y mancomunada y contra Julieta Ugarte Palacios como garante
hipotecaria, en el que una vez tramitado son excluidas del proceso la garante solidaria e hipotecaria
por Auto de 2 de agosto de 2008, habiendo el acreedor, posteriormente, con el mismo título coactivo
iniciado proceso ejecutivo contra aquéllas sin que se hubiere concluido la ejecución del proceso
coactivo civil.
Es decir, la garantía otorgada no tiene existencia legal y Julieta Ugarte Palacios no tiene ninguna
relación jurídica en el proceso ejecutivo y el inmueble de su propiedad no se halla comprometido con
garantía de ninguna naturaleza (SC 0619/2002-R de 20 de marzo de 2002).
Contra la Sentencia de 10 de octubre de 2010, interpusieron recurso de apelación, que fue resuelto por
Auto de Vista de 15 de noviembre de 2011, anulando el Auto de concesión de la alzada con el
argumento de que el recurso había sido interpuesto fuera del término, declarando ejecutoriada la
sentencia. Estando ejecutoriados los Autos de Vista de 16 de noviembre y 23 de diciembre del 2011,
a raíz de que el acreedor por memorial de 31 de enero de 2012, solicitó nuevo señalamiento de
remate, el Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial, en suplencia de su similar Séptimo, fijó
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2669
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para el 20 de marzo de 2012, subasta y remate del inmueble de propiedad de Julieta Ugarte Palacios,
que lesiona los derechos y garantías constitucionales de ésta a la seguridad jurídica y a la propiedad.
Finalmente subrayan, que el amparo interpuesto tiene la finalidad de evitar que se produzca un daño
irreparable al subastar un bien inmueble que legalmente no se encuentra atado a ninguna garantía
hipotecaria por haber sido otorgada sin tener facultad expresa para hacerlo.
Los accionantes estiman vulnerados sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la “seguridad
jurídica”, a la propiedad, consagrados en los arts. 115 de la Constitución Política del Estado (CPE) y
14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el art. 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
De otro lado, piden la nulidad de todo lo actuado hasta el vicio más antiguo, hasta que el juez a quo
cumpla con lo dispuesto en el art. 90 del CPC.
Celebrada la audiencia pública el 3 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 115 a 116
vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los accionantes ratificó y amplió la acción de amparo presentada en los siguientes
términos: 1) Las demandadas del proceso ejecutivo -María Casta Ugarte de León y Julieta Ugarte
Palacios- ya lo fueron en el proceso coactivo, en cuyo mérito debió declararse procedente la
excepción de litis pendencia y cosa juzgada; y, 2) Solicitan se anule el proceso ejecutivo hasta el Auto
Intimatorio, el remate, el documento conciliatorio y se practique nueva liquidación.
En el informe oral presentado en audiencia cursante a fs. 115, Basilio Cruz Chilo, ex Juez Séptimo de
Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Cochabamba, manifestó lo siguiente: i) El
inmueble objeto de garantía hipotecaria en el proceso ejecutivo del cual es emergente este amparo
constitucional, fue rematado a favor de Juan Lirio Meneses, a quien -a su juicio- correspondería citar,
como tercero interesado, a fin de que asuma defensa; ii) Hace más de un año que dejó de ser juez, por
lo que no tiene acceso al expediente y no está al tanto de los pormenores del expediente, sin embargo,
indica que conforme a los actuados que informan el amparo, el proceso ejecutivo instaurado por
Rafael Antonio Iván Orellana Cossió fue en base a una escritura pública que cumplía con los
requisitos previstos por los arts. 486 y 487.1 del CPC, por lo que aplicó la disposición contenida en el
art. 491 del citado código. Las excepciones de litispendencia y cosa juzgada fueron declaradas
probadas y aprobadas en apelación. Posteriormente, remitido el auto de concesión del recurso de
alzada, es anulado por el Tribunal superior debido a su interposición extemporánea, hasta cuya etapa
conoció el proceso; y, iii) Por el principio de “inmediatez” subsidiariedad no se agotó la vía ordinaria,
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por cuanto los accionantes debieron interponer un proceso ordinario razón, por la cual no procede la
acción de amparo constitucional.
Por su parte, Guilder Jhonny Ureña Espinoza, ex Juez Octavo de Partido en lo Civil y Comercial
del departamento de Cochabamba, en el informe cursante de fs. 108 a 109 vta., solicitó se declare
improcedente el amparo constitucional, con costas y multa a los accionantes, manifestando lo
siguiente: a) El proceso ejecutivo motivo de este amparo recién lo conoció desde enero de 2012, en
suplencia legal de su similar Séptimo; b) Por Auto de 19 de diciembre de 2011, el Juez suplente
del Juzgado Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial, Javier Celiz Ortuño, había programado
audiencia de subasta y remate que no se efectivizó, razón por la cual, pedido de la parte ejecutante
el 24 de febrero de 2012, se fijó nuevo remate del bien inmueble de propiedad de la ejecutada
Julieta Ugarte Palacios, habiéndose notificado a las partes y cumplidas todas las formalidades de
ley conforme constan las publicaciones de edictos; y, c) Los accionantes pretenden, contraviniendo
lo dispuesto en el art. 517 del CPC, se deje sin efecto una resolución que adquirió la calidad de
cosa juzgada.
Rafael Antonio Ivan Orellana Cossio, en su memorial de fs. 110 a 113 vta., solicitó se deniegue la
tutela, con condenación de costas procesales y multas, expresando lo siguiente: 1) Por escritura
pública de conciliación, reconocimiento de obligación y garantía hipotecaria 71/2004 de 16 de abril,
suscrita entre su persona como acreedor y los accionantes como deudor principal y garante solidaria e
indivisible y Julieta Ugarte Palacios como garante hipotecaria, se contrajo una obligación por la suma
de $us14 300.- (catorce mil trescientos dólares estadounidenses) y al haberse incumplido con el pago
del capital adeudado más los intereses convencionales, se operó la mora de la integridad de la
obligación, en cuyo mérito, se instauró proceso coactivo civil contra los ahora accionantes, Julieta
Ugarte Palacios, al constituirse suficiente el título coactivo; 2) En el proceso coactivo civil, el deudor
y la garante solidaria, interpusieron excepciones dilatorias de falta de fuerza coactiva y de
incompetencia, que fueron declaradas improbadas por Auto Interlocutorio de 19 de marzo de 2005,
sin embargo, a través del Auto de 24 de marzo de 2005 resolviendo la petición de enmienda y
complementación, el Juez Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial modificó la Resolución
definitiva admitiendo y declarando probadas las excepciones opuestas por la garante solidaria e
indivisible María Casta Ugarte de León. Dicha situación provocó que no se pudiera ejecutar el título
coactivo debido a que el deudor no tenía bienes inmuebles al margen de la garantía real de propiedad
de la garante hipotecaria a través de su hermana y garante solidaria e indivisible María Casta Ugarte
de León; 3) Posteriormente se persiguió el cumplimiento de la obligación en la vía ejecutiva en contra
de las garantes, en el que el Juez de la causa, le conminó a incluir a Juan Neptalí León Quiroz como
deudor principal y luego percatándose que ya fue procesado por la vía coactiva civil lo excluyó de
dicho proceso; 4) Por Sentencia de 10 de octubre de 2009, el Juez Séptimo de Partido en lo Civil y
Comercial declaró probada la demanda con costas, Sentencia que fue apelada por la co-ejecutada
María Casta Ugarte de León, en forma extemporánea, razón por la cual a través Auto de Vista el 15
de diciembre de 2011, se ejecutorió la Sentencia; 5) Si las ejecutadas consideran que el título base de
la ejecución carece de legalidad, pueden hacer valer esta situación a través del proceso ordinario, más
aún si están dentro del plazo de seis meses conforme prevé el art. 490.II del CPC; 6) El remate ya se
llevó a cabo el 26 de marzo de 2012 adjudicándose el bien inmueble al único postor que concurrió de
nombre Juan Lirio Meneses, quien ya ha pagado el precio y está a la espera de la aprobación del acta
de remate y la extensión de los títulos de propiedad por la ejecutada o por el Juez de la causa en
rebeldía de aquélla; y, 7) La apelación a la Sentencia fue declarada improcedente por haber sido
presentada fuera del plazo de los diez días de su legal notificación como previene el art. 220 del CPC,
consecuentemente se ha ejecutoriado la Sentencia de 10 de octubre de 2010, mediante Auto de Vista
de 15 de noviembre del mismo año.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución de 3
de abril de 2012, cursante de fs. 117 a 120 vta., denegó la tutela solicitada con imposición de
costas, con los siguientes argumentos: i) Conforme al art. 28 de la Ley de Abreviación Procesal
Civil y Asistencia Familiar que sustituye al art. 490 del CPC, lo resuelto en proceso ejecutivo
puede ser modificado en proceso ordinario posterior que debe promoverse en el plazo de seis
meses una vez ejecutoriada la sentencia, no habiendo en el caso de autos, interpuesto demanda
ordinaria para la revisión del fallo emitido en el referido proceso ejecutivo o para que se declare la
ineficacia del documento base de la demanda, de donde se deduce que no se observa el principio
de subsidiariedad, conforme lo establecieron las SSCC 0258/2010-R y 0272/2010-R, en razón a
que la invalidez e ineficacia de la Escritura Pública 71/2004, de conciliación, reconocimiento de
obligación y garantía hipotecaria, sólo es posible determinarse en un proceso de conocimiento ordinario
o sumario de nulidad o anulabilidad según lo determinan los arts. 536 del CC y 316 del CPC, sin que
pueda determinarse la nulidad del documento en el proceso ejecutivo y menos en la acción de amparo
constitucional; ii) Respecto a que la Escritura Pública 71/2004, refiere que el monto determinado de
$us14 300.- (catorce mil trescientos dólares estadounidenses) incluye capital, intereses, costas y
honorarios de abogado y que ello vulnera los arts. 412 (prohibición del anatocismo) y 413 (usura) del
CC, dicho documento no puede ser declarado nulo o anulable en proceso ejecutivo y menos en la
acción de amparo constitucional, sino en proceso de conocimiento, ordinario o sumario de acuerdo el
art. 546 del CC; iii) Al no constar poder suficiente, que hubiera concedido Julieta Ugarte Palacios en
favor de los ahora accionantes para la interposición de la presente acción de amparo constitucional,
impide a este Tribunal considerar las vulneraciones acusadas, referidas a esta persona conforme
disponen los arts. 75 y 77 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP); iv) No se
lesionó sus derechos a la defensa, a la “seguridad jurídica” que es un principio que no se encuentra
dentro del ámbito de protección de la acción referida, tampoco, el derecho a la propiedad de los
accionantes con el señalamiento de remate del inmueble de propiedad de la garante hipotecaria Julieta
Ugarte Palacios, más aún si ésta no ha formulado reclamo alguno en la presente acción; y, v) El
recurso de apelación planteado contra la Sentencia por los accionantes fue rechazado por
extemporáneo, por lo que corresponde desestimar la tutela solicitada en función de los arts. 74.1 y 3 y
75.1 y 76 de la LTCP.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan
seguidamente:
II.1. Por escritura pública de conciliación, reconocimiento de obligación con intereses y garantía
hipotecaria 71/2004 de 16 de abril de 2004, otorgada ante Notaria de Fe Pública de Primera Clase
39 a cargo de Mónica Reyes Claros, suscrita entre Rafael Antonio Ivan Orellana Cossio (acreedor
dentro del proceso ejecutivo y tercero interesado en la presente acción de amparo constitucional) y
Juan Neptalí León Quiroz (deudor dentro del proceso ejecutivo y accionante del presente amparo)
y María Casta Ugarte de León (garante solidaria e indivisible y co-accionante del presente
amparo); el deudor contrajo una obligación como emergencia de una conciliación dentro del
proceso penal por el delito de giro de cheque en descubierto (Cláusula primera), por la suma de
$us14 300.- (catorce mil trescientos dólares estadounidenses), según la Cláusula tercera, con la
garantía hipotecaria de un inmueble de propiedad de Julieta Ugarte Palacios (Cláusula Octava) (fs.
26 a 28).
II.2. En base a dicha escritura pública (71/2004) Rafael Antonio Ivan Orellana Cossio inició demanda
de proceso coactivo civil, la que fue declarada probada por Sentencia de 12 de junio de 2004. En ella
se ordenó a Juan Neptalí León Quiroz y María Casta Ugarte Palacios de León paguen en tercero día la
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suma de $us14 300.- (catorce mil trescientos dólares estadounidenses), más intereses convenidos,
penales, gastos y costas a favor del acreedor, bajo apercibimiento de procederse al remate del bien
inmueble otorgado en garantía, aclarándose que no se declaraba probada la demanda en cuanto a la
garante hipotecaria Julieta Ugarte Palacios, toda vez que el poder otorgado por ésta a María Casta
Ugarte Palacios de León no le facultaba a renunciar en su nombre al proceso ejecutivo y someterse a
la acción coactiva civil, por lo que se ordenó su citación con la demanda y sentencia en cumplimiento
de sentencias constitucionales (fs. 5 y vta.).
II.3. Contra dicha sentencia, Juan Neptalí León Quiroz (fs. 6 a 7) y María Casta
Ugarte de León (fs. 8 a 10 vta.), plantearon excepciones de falta de fuerza coactiva, inhabilidad de
título e incompetencia, que fueron declaradas improbadas por Auto de 19 de marzo de 2005 (fs. 14);
sin embargo, por Auto de 24 de marzo de 2005 (fs. 16) -resolviendo una solicitud de
complementación y enmienda- se modificó el anterior Auto y se declaró probada la excepción de falta
de fuerza coactiva respecto de Julieta Ugarte Palacios, con el argumento de que no renunció
expresamente a la vía ejecutiva. Por Auto de 2 de agosto de 2008, se declaró ejecutoriados los Autos
de 19 y 24 de marzo de “2004” (fs. 22 a 23 vta.).
II.4. El 20 de febrero de 2009, Rafael Antonio Ivan Orellana Cossio, interpuso demanda ejecutiva
contra Juan Neptalí León Quiroz, María Casta Ugarte de León y Julieta Ugarte Palacios buscando el
cumplimiento de la obligación contenida en la escritura pública 71/2004 de 16 de abril de 2004, (fs.
29 a 32) y después de que el deudor opuso excepciones de listispendencia y cosa juzgada (fs. 33 a
35), por Auto de 16 de mayo de 2009 se excluyó al codemandado Juan Neptalí León Quiroz (fs. 36).
II.5. Por Sentencia de 10 de octubre de 2009, el Juez Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial
declaró probada la demanda con costas y ordenó que la ejecución prosiga hasta el trance de subasta y
remate de los bienes dados en garantía así como de los habidos y por haber de los ejecutados María
Casta Ugarte Palacios de León y Julieta Ugarte Palacios, para que con su producto se pague al
acreedor Rafael Antonio Iván Orellana Cossio la suma de $us14 300.- (catorce mil trescientos dólares
estadounidenses), más intereses, daños, perjuicios y costas (fs. 38 a 39).
II.6. Contra la mencionada sentencia, María Casta Ugarte de León interpuso recurso de apelación el
20 de noviembre de 2010, señalando que fue notificada el 23 de octubre (fs. 64 a 68), y luego de
varios incidentes, por Auto de 15 de noviembre de 2011, la Sala Civil Primera de la Corte Superior
del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, anuló el Auto de
concesión de la alzada de 25 del mismo mes y año, y declaró ejecutoriada la sentencia sin costas (fs.
73 y vta.).
II.7. En fase de ejecución, Rafael Antonio Iván Orellana Cossio pidió nueva fecha de remate (fs. 81 y
vta.) y por Auto de 24 de febrero de 2012, el Juez Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial fijó
audiencia de subasta y remate para el 20 de marzo de 2012, del inmueble de propiedad de la ejecutada
Julieta Ugarte Palacios (fs. 82). El bien inmueble otorgado en garantía fue rematado a favor de Juan
Lirio Meneses (Informe de la autoridad demandada y aseveración del tercero interesado).
II.8. No existe proceso ordinario iniciado tendiente a la revisión del proceso ejecutivo del cual emerge
la presente acción de defensa.
II.9. Por Auto de 15 de marzo de 2012, se admitió la acción de amparo constitucional interpuesta por
los accionantes, disponiendo se cite a las autoridades demandadas y al tercero interesado, “…para
que a horas 10:00 del segundo día hábil de la última citación legal comparezcan a la Sala de
Audiencia de este Tribunal a objeto de prestar informe, o en su caso, presentar los actuados
relativos al hecho denunciado…” (las negrillas son ilustrativas). Asimismo, se dispuso que la
Secretaria del Juzgado Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial, remita al Tribunal de garantías el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2673
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
proceso ejecutivo del cual deviene la presente acción, aclarando “...sin que ello importe la suspensión
de actuaciones procesales…”; resolviendo sobre el otrosí primero referido a la solicitud de suspensión
de remate, en sentido de que “No ha lugar a la medida precautoria solicitada” (fs. 95).
II.10. Contra el Auto de Admisión de la acción de amparo constitucional, el 19 de marzo de 2012 los
accionantes interpusieron enmienda y complementación al tenor de lo dispuesto en el art. 196 del
CPC, solicitando como medida cautelar se suspenda el remate del bien inmueble que no se halla
hipotecado legalmente ante daño irremediable o irreparable (fs. 97 a 98), que fue resuelto por
proveído de 20 del mismo mes y año, en sentido de que la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional no prevé el mecanismo procesal de enmienda y complementación para Autos de
Admisión de las acciones de amparo constitucional y que los hechos que motivan la acción serán
considerados a tiempo de emitir resolución (fs. 99).
II.11. A fs. 101 consta una representación del Oficial de Diligencias del Tribunal de garantías de 23
de marzo de 2012, en sentido de que el 22 del citado mes, se constituyó en el lugar señalado como
domicilio del tercer interesado por los accionantes, por lo que no se pudo realizar la diligencia
encomendada. Consta que la misma fecha los accionantes rectificaron el número del domicilio real de
Basilio Cruz Chilo, ex Juez Séptimo de Partido en lo Civil y Comercial (fs. 102).
II.12. Mediante Auto de 26 de marzo de 2012, el Tribunal de garantías, tuvo presente la aclaración
del domicilio real rectificado (fs. 103), que fue cumplido el 27 de marzo de 2012 (fs. 105 y vta.) y por
Auto de 29 del mismo mes y año, el Tribunal de garantías observando lo dispuesto en la “SC
0547/2010-R”, dispuso la citación del tercero interesado en el último domicilio procesal indicado para
efectos del proceso ejecutivo que motivó la acción de amparo constitucional (fs. 106).
Los accionantes alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la “seguridad
jurídica” y a la propiedad, toda vez que dentro del proceso ejecutivo seguido en su contra y de Julieta
Ugarte Palacios -emergente de la ejecución de una escritura pública de conciliación, reconocimiento
de obligación con intereses y garantía hipotecaria suscrita dentro de un proceso penal por el supuesto
delito de giro de cheque en descubierto- se cometieron una serie de irregularidades y se incumplieron
normas procesales expresas como: a) Incumpliendo lo dispuesto en el art. 491 del CPC no se examinó
el título base de la acción ejecutiva, especialmente respecto a Julieta Ugarte Palacios, debido a que
ésta no suscribió la escritura pública base de la ejecución y si bien en dicho documento la obligación
está garantizada con un bien inmueble de su propiedad, esa cláusula es inválida, porque fue otorgado
por María Casta Ugarte de León sin tener poder expreso para hacerlo; b) Se anuló el Auto de
concesión del recurso de apelación interpuesto contra la sentencia con el argumento de que el recurso
había sido presentado fuera del término, declarando ejecutoriada la sentencia; y, c) El Juez ordenó el
remate de los bienes dados en garantía y los habidos y por haber de las ejecutadas María Casta Ugarte
de León y Julieta Ugarte Palacios.
1) El acto lesivo, que es el o los actos u omisiones denunciados de ilegales o indebidos del servidor
público o de persona individual o colectiva (arts. 128 de la CPE, 73 y 77.3 de la LTCP) que pueden
consistir en resoluciones judiciales en general, actos administrativos en general o actos u omisiones de
personas naturales o jurídicas particulares, que considera la o el accionante (persona natural o
jurídica) son ilegales o indebidos;
3) La petición, es decir, la tutela que se solicita para restablecer los derechos fundamentales o
garantías restringidas, suprimidas, amenazadas o vulnerados (arts. 129.IV de la CPE “…en caso de
encontrar cierta y efectiva la demanda, concederá el amparo solicitado” y 77.6 de la LTCP).
Del marco constitucional y legal anotado se extrae que el juez o tribunal de garantías a tiempo de
formular el problema jurídico que va a resolver debe tener en cuenta los tres elementos antes
desarrollados, los que deben estar vinculados, a efecto de responder a la siguiente interrogante:
¿Cuál o cuáles son los actos lesivos denunciados de ilegales o indebidos en los que presuntamente
incurrió el servidor público o la persona individual o colectiva que la o el accionante considera
violatorios a sus derechos fundamentales y garantías constitucionales, que ameriten -en caso de
encontrar cierta y efectiva la demanda- conceder o denegar el amparo solicitado?
Es decir, la o el accionante puede en su demanda a tiempo de exponer la relación fáctica, narrar todos
y cada uno de los antecedentes, contextualizar éstos con otros hechos para una mejor comprensión.
Asimismo, puede tener una multiplicidad de peticiones respecto de esos hechos expuestos y también
alegar y denunciar la vulneración a una infinidad de derechos fundamentales y garantías
constitucionales, empero, lo que resolverá el juez o tribunal de garantías y el Tribunal Constitucional
Plurinacional en revisión es el o los problemas jurídicos constituidos por los actos lesivos, vinculados a
los derechos fundamentales y garantías constitucionales alegados de restringidos, suprimidos o
amenazados de ser restringidos o suprimidos, con el amparo solicitado, es decir la petición.
Los problemas jurídicos en la presente acción de amparo son los siguientes: i) ¿La falta de examen
del título base de la acción ejecutiva conforme al art. 491 del CPC, por parte de las autoridades
judiciales demandadas -que a juicio de los accionantes- afecta a Julieta Ugarte Palacios en su
condición de garante hipotecaria, puede ser analizada, revisada y corregida a través de la acción de
amparo constitucional, a efectos de ingresar al análisis de fondo y verificar si existió vulneración de
sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la “seguridad jurídica” y a la propiedad; en mérito a
ello conceder la tutela solicitada, ordenando la suspensión del remate y subasta del inmueble de su
propiedad?; y, ii) ¿La anulación del Auto de concesión del recurso de apelación interpuesto contra la
sentencia con el argumento de que el recurso había sido presentado fuera del término y la consecuente
declaratoria de ejecutoriada de la sentencia apelada, luego de verificado ese extremo, puede ser
tutelado por la acción de amparo constitucional, por lesión a los derechos al debido proceso, a la
defensa, a la “seguridad jurídica” y a la propiedad y en consecuencia conceder la tutela solicitada
disponiendo la nulidad de lo actuado?.
III.2. Los procesos de ejecución-proceso ejecutivo y acción coactiva civil- y la acción de amparo
constitucional
ha distinguido dos supuestos de hecho en resguardo del principio de subsidiariedad, previsto ahora en
los arts. 129.I de la CPE y 74. 1 y 3, y 76 de la LTCP.
III.2.1. Primer supuesto de hecho: Cuando el amparo ingresa a la compulsa del acto lesivo en el
proceso ejecutivo y acción coactiva civil debido a que en el proceso ordinario posterior no
podrá ser analizada, revisada y corregida
La primera situación es cuando dentro del proceso de ejecución -ejecutivo o acción coactiva civil- los
actos lesivos denunciados se refieren a la lesión a derechos fundamentales o garantías constitucionales
constitutivas del debido proceso, caso en el cual, evidenciándose su quebrantamiento, se otorga la
tutela, debido a que dentro del proceso ordinario posterior no podrán ser analizadas, revisadas ni
corregidas, existiendo únicamente la justicia constitucional para su tutela.
Esto debido a que como entendió la SC 1023/2010-R de 23 de agosto, la ordinarización posterior del
proceso ejecutivo o coactivo civil, “…encuentra su excepción cuando, atentos a la circunstancias de
cada caso, la ordinarización del proceso ejecutivo no representa un mecanismo idóneo y efectivo
para dilucidar los hechos vulneratorios de derechos fundamentales, es así que, cuando se aleguen y
lleguen a constatarse vulneraciones al debido proceso que, posteriormente, en un proceso ordinario
no podrán restituirse, se podrá analizar la problemática directamente mediante la tutela que brinda
esta acción tutelar sin necesidad de recurrir a la aplicación del art. 28 de la LAPCAF”.
1) Derecho a la defensa
Dicha línea jurisprudencial no puede ser aplicada a los casos en los cuales el garante hipotecario o los
herederos de éste último, pese a no haberse omitido iniciar el proceso en su contra o porque no se les
citó con la demanda coactiva o ejecutiva, tuvieron conocimiento y por lo mismo asumieron defensa,
conforme lo entendieron las SSCC 0509/2006-R y 0783/2006-R, entre otras.
En este sentido, también existe profusa jurisprudencia constitucional, que señala que así no se
cumplan las formalidades legales exigidas por las normas procesales civiles, si el coactivado o
ejecutado, ha asumido defensa -situación que se verifica con cualesquier actuación dentro del
proceso, incluso con un simple apersonamiento, la notificación es válida y de ningún modo puede
prosperar el incidente de nulidad de notificación. Así lo ha establecido la SC 1845/2004-R de 30 de
noviembre (Fundamento Jurídico III.2.), jurisprudencia reiterada en las SSCC 0612/2007-R y
0648/2010-R (Fundamento Jurídico III.4.1.), entre otras.
Esta línea jurisprudencial se encuentra en vigor por su compatibilidad con el nuevo orden
constitucional, que prevé el derecho a la defensa en los arts. 115.II de la CPE, 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP).
La línea jurisprudencial en protección del derecho a una resolución judicial motivada, de mayor
relevancia cuando el juez o tribunal debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones
pronunciadas por las autoridades de primera instancia; máxime, cuando se trata de resolver recursos
sobre excepciones, que tienen carácter definitivo (SC 0577/2004 de 15 de abril) (Fundamento
Jurídico III.3.), entendió que cuando en un proceso ejecutivo o coactivo civil una de las partes interpone
recurso de apelación contra una Resolución, en apelación que resuelve las excepciones opuestas o contra
la sentencia de primera instancia, el juez o tribunal ad quem debe pronunciarse sobre todos y cada uno
de los puntos que fueron apelados, conforme lo exige el art. 236 del CPC. En ese sentido se pronunció la
SC 0954/2004-R, reiterada en las SSCC 0415/2010-R, 1291/2011-R y 1582/2011-R, entre otras.
III.2.2. Segundo supuesto de hecho: Cuando el amparo no ingresa a la compulsa del acto lesivo
en el proceso ejecutivo y acción coactiva civil
La segunda situación es cuando dentro del proceso de ejecución -ejecutivo o acción coactiva civil- los
actos lesivos denunciados a través de la acción de amparo constitucional pueden ser analizados,
revisados y corregidos en proceso ordinario posterior, precisamente por no incidir en la lesión a
derechos fundamentales o garantías constitucionales constitutivas del debido proceso y referirse a
aspectos que requieren amplio debate en el proceso. Así tenemos las siguientes líneas
jurisprudenciales, como ejemplos:
Existe uniforme jurisprudencia respecto a denegar la tutela por subsidiariedad cuando el accionante a
través del amparo denuncia que dentro del proceso ejecutivo o coactivo, el documento de crédito o
base de la ejecución que lo originó tuvo vicios de nulidad por cualesquier circunstancia y por lo
mismo carece de fuerza coactiva o ejecutiva, en el entendido que este extremo puede ser corregido en
vía ordinaria posterior prevista por el art. 490 CPC, modificado por el art. 28 de la LAPCAF. En este
sentido se pueden consultar las SSCC 0966/2006-R, 1062/2003-R, 1522/2011-R y SC 0504/2010-R
de 5 julio, (caso en el cual se activó paralelamente la vía ordinaria y la acción de amparo).
Conforme se precisó anteriormente, en el caso del examen, los problemas jurídicos en la presente
acción de amparo son los siguientes: i) ¿La falta de examen del título base de la acción ejecutiva
conforme al art. 491 del CPC por parte de las autoridades judiciales demandadas -que a juicio de los
accionantes- afecta a Julieta Ugarte Palacios en su condición de garante hipotecaria, puede ser
analizada, revisada y corregida a través de la acción de amparo constitucional, a efectos de ingresar al
análisis de fondo y verificar si existió vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la
seguridad jurídica y a la propiedad y en mérito a ello conceder la tutela pedida, ordenando la
suspensión del remate y subasta del inmueble de su propiedad?; y, ii) ¿La anulación del Auto de
concesión del recurso de apelación por parte de los vocales de la Sala Civil Primera de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental- de Cochabamba, interpuesto contra la
sentencia con el argumento de que el recurso había sido interpuesto fuera del término y la
consecuente declaratoria de ejecutoriada de la sentencia apelada, luego de verificado ese extremo,
puede ser tutelado por la acción de amparo constitucional, por lesión a los derechos al debido proceso,
III.3.1. Primer supuesto de hecho: Cuando se ingresa a la compulsa del acto lesivo en el proceso
ejecutivo y acción coactiva civil debido a que en el proceso ordinario posterior no podrá ser
analizada, revisada y corregida
Uno de los actos lesivos denunciados en el presente amparo por los accionantes es que dentro del
proceso ejecutivo, los vocales de la Sala Civil Primera anularon el Auto de concesión del recurso de
apelación interpuesto contra la Sentencia que declaró probada la demanda, con el argumento que fue
presentada en forma extemporánea, dando lugar a la consecuente declaratoria de ejecutoriada de la
sentencia apelada.
Al respecto, de los datos que informan el expediente se tiene que contra la Sentencia de 10 de octubre
de 2009, que declaró probada la demanda ejecutiva, María Casta Ugarte de León interpuso recurso de
apelación el 3 de noviembre de 2009, señalando que fue notificada el 23 de octubre (fs. 64 a 68) y
luego de varios incidentes, por Auto de 15 de noviembre de 2011, la Sala Civil Primera, anuló el Auto
de concesión de la alzada de 25 de noviembre de 2009 y declaró ejecutoriada la Sentencia sin costas.
(fs. 73 y vta.).
De esos datos, se tiene que si bien este es un acto lesivo que -de evidenciarse- podría ser objeto de
tutela por esta acción tutelar, por cuanto incide directamente en los derechos al debido proceso, la
defensa y derecho a recurrir ante un tribunal superior, y que no podría ser revisado ni corregido en
proceso ordinario posterior al proceso ejecutivo; empero, no puede otorgarse la tutela por este acto
lesivo, en razón a lo siguiente:
a) El Auto de 15 de noviembre de 2011, fue emitido por los vocales de la Sala Civil Primera, quienes
no fueron demandados en la presente acción de amparo, careciendo por tanto de legitimación pasiva
los jueces de primera instancia ahora demandados.
b) La anulación del Auto de concesión del recurso de apelación es correcto debido a que la alzada fue
interpuesta fuera del plazo de diez días previsto en el art. 220.I del CPC, plazo que debe computarse
de momento a momento, conforme también entendieron las SSCC 1053/2011-R y 1715/2011-R, que
citaron a su vez a la SC 1643/2004-R de 13 de octubre, señalando que: “…el término (diez días) para
la presentación de un recurso de apelación corre a partir de la notificación de la resolución que será
impugnada, es decir, se computara a partir de la fecha y hora de la citación, entendiéndose entonces
que es de momento a momento, tal como la norma lo indica estos son fatales y de su inobservancia
y/o incumplimiento para la interposición del recurso mencionado, puede dar lugar a que sea
rechazado”.
III.3.2. Segundo supuesto de hecho: Cuando el amparo no ingresa a la compulsa del acto lesivo
en el proceso ejecutivo y acción coactiva civil
Otro de los actos lesivos es la denuncia de los accionantes sobre la falta de examen del título base de
la acción ejecutiva conforme al art. 491 del CPC por parte de las autoridades judiciales demandadas -
que a su juicio- afecta a Julieta Ugarte Palacios en su condición de garante hipotecaria, pretendiendo,
conforme manifiestan expresamente en su petitorio que se conceda la tutela solicitada, ordenando la
suspensión del remate y subasta del inmueble de su propiedad.
En efecto, los accionantes afirman que en el proceso ejecutivo iniciado por Rafael Antonio Iván
Orellana (ahora tercero interesado) contra María Casta Ugarte de León y Julieta Ugarte Palacios
(Conclusión II.4): 1) El documento base de la ejecución (escritura pública 71/2004), no fue suscrito
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2680
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bajo el control jurisdiccional inobservando el art. 377 del CPP; 2) Que con dicho documento no es
posible determinar una suma líquida y exigible, debido a que a la suma establecida se agregaron costas
procesales, honorario del abogado, intereses convencionales, penales, etc.; y, 3) Incumpliendo lo
dispuesto en el art. 491 del CPC, no se examinó el título motivo de la acción ejecutiva, respecto a que
Julieta Ugarte Palacios al no haber suscrito ningún documento con el acreedor, no era deudora de
ninguna suma y por lo tanto carecía de legitimación procesal y si bien en la cláusula octava de la
escritura pública 71/2004, sustento de la ejecución se estipuló que María Casta Ugarte de León se
constituía en garante solidaria y mancomunada del deudor y garantizaba el cumplimiento de la
obligación con un bien inmueble de propiedad de Julia Ugarte Palacios, empero, no tenía facultad
para dar en garantía dicho inmueble, es decir, esta garantía no existe por disposición expresa de los
arts. 811 del CPC y 816 del CC, porque además el mandante por disposición expresa en el art. 821 del
CC está sujeto a cumplir las obligaciones contraídas por el mandatario de acuerdo al poder otorgado.
En resumen, los accionantes cuestionan la validez del documento base de la ejecución dentro del
proceso ejecutivo del cual emerge la presente acción de amparo (escritura pública 71/2004), al señalar
que la misma no se constituye en un título con fuerza ejecutiva, sin tener en cuenta, que este es un
extremo que no corresponde analizar, revisar ni corregir a la justicia constitucional y que deberá
dilucidarse en un proceso ordinario de conocimiento posterior, donde existirá amplio debate al
respecto y se producirán las pruebas pertinentes, vía que tienen expedita conforme al art. 490 CPC,
modificado por el art. 28 de la LAPCAF.
Además, los accionantes a tiempo de formular su petitorio solicitan se ordene la suspensión del
remate y subasta del bien inmueble de propiedad de Julieta Ugarte Palacios, sin que tener poder
expreso para ello, careciendo por tanto de legitimación activa conforme lo dispone el art. 75.1 de la
LTCP.
De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al denegar la tutela, evaluó de manera
correcta el caso de autos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
defensa, citando al efecto los arts. 22, 23, 115, 116, 125, 179 y 180 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga su inmediata libertad, en aplicación de los arts. 113.I de
la CPE, 91.4 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) y AC 0003/2010-ECA de
29 de marzo.
Celebrada la audiencia pública el 23 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 15
a 17 vta., se produjeron los siguientes actuados:
La Jueza Técnica del Tribunal Primero de Sentencia Penal del departamento de La Paz, en su
informe cursante de fs. 10 a 11, solicitó se deniegue la tutela manifestando lo siguiente: 1) Ante la
petición de cesación a la detención preventiva presentada, el 30 de enero de 2012, programó
audiencia pública para el 6 de febrero de 2012 a horas 9:30 “conforme consta a fs. 974-976”;
instalada la audiencia se pudo constatar, la inasistencia del abogado defensor así como la
inasistencia de José Luis Rivero Aliaga, Juez Técnico del Tribunal Primero de Sentencia Penal; por
lo que, fue suspendida “fs. 990”; 2) El 6 del mes y año referidos, la accionante pidió nuevamente
audiencia de cesación a su detención preventiva, que fue programada para el 14 de febrero de
2012, y también fue suspendida por falta de quórum, señalándose nueva para el 17 del mismo mes
y año; empero, el 15 del citado mes y año en curso, Aurora Rivas Vda. de Ortuño (víctima)
presentó demanda de recusación en su contra, la que fue rechazada disponiéndose, se remita en
consulta dicha determinación al Tribunal siguiente en número (fs. 1053 de actuados procesales), en
aplicación de la primera parte del art. 321 del CPP, establece que el Juez no podrá realizar en el
proceso ningún acto, bajo sanción de nulidad. Lo que significa que el último acto procesal fue
llevado a cabo el 17 de febrero de 2012, previo a la remisión de actuados procesales al Tribunal
Segundo de Sentencia Penal que requirió ser notificado a través de la Central de Notificaciones;
por lo que, están a la espera de las diligencias y posterior emisión; y, 3) Al rechazar la recusación y
disponer la remisión en consulta al Tribunal siguiente en número, no vulneró ningún derecho
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2683
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Por otra parte, en audiencia el abogado de la apoderada de Aurora Rivas Vda. de Ortuño -
demandada en la presente acción tutelar- refirió que no es evidente que a través de la recusación
que hizo su representada exista una supuesta planificación para suspender la audiencia de cesación
a su detención preventiva, porque la recusación se sustenta en el hecho de que la madre de la
víctima encontró a la jueza demandada conversando con el abogado del procesado precisamente
respecto de la cesación, es por ello que pidió que otro Tribunal compulse el proceso, aclarando que
en todo caso la situación de la ahora accionante sea resuelta por el Tribunal de garantías.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución 13/2012
de 23 de febrero, cursante de fs. 18 a 19 vta., denegó la tutela, recomendando:“…que tratándose de
un proceso con detenido preventivo de manera inmediata los jueces técnicos del Tribunal Segundo
de Sentencia señalen día y hora a la solicitud de cesación a la detención preventiva, deberán dar
celeridad al señalamiento y considerando de acuerdo a lo que se pretende ante dichas autoridades”.
Los argumentos de la resolución son los siguientes: i) Aseveran que es la accionante, la que pidió
sea el Tribunal Segundo de Sentencia Penal quien lleve la audiencia de cesación a su detención
preventiva…” (sic); ii) La audiencia de cesación de su detención preventiva no se realizó debido a
varias circunstancias, entre ellas, la inasistencia del abogado y los Jueces Técnicos; iii) Afirman
que el expediente se remitió al siguiente en número; es decir al Tribunal Segundo de Sentencia
Penal a efectos de que resuelvan la recusación planteada y la solicitud de cesación a su detención
preventiva; y, iv) Tomando en cuenta la “SC 0108/2006”, manifiestan que la cesación a la
detención preventiva no puede ser interrumpida, paralizada conforme al trámite establecido por los
arts. 320 y 321 del CPP, si bien está habilitado para ejercer competencia, como operadora de
justicia debe seguir con la tramitación hacia el siguiente en número, sostienen que dicha resolución
no es vinculante porque en este caso en particular se ha rechazado la remisión por el siguiente en
número, la juez no ha efectuado esta acción de rechazar la remisión de actuados.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y parte querellante contra Virginia
Elías Mamani -ahora accionante- por la presunta comisión del delito de robo agravado y asociación
delictuosa, tipificados y sancionados por los art. 332 incs. 1) y 2) y 132 del Código Penal (CP) el
30 de enero del año en curso, solicitó cesación a su detención preventiva, programándose para el 6
de febrero del año en curso, que no se realizó, por inasistencia del abogado defensor y uno de
los Jueces Técnicos integrantes del Tribunal Primero de Sentencia Penal. En la misma fecha,
pidió se fije día y hora de audiencia, la que fue programada ocho días después, es decir, para el 14
de mes y año referidos, que tampoco se llevó a cabo por falta de quórum, señalándose
nuevamente para el 17 de febrero de 2012 (fs. 10 y 11 informe de la Jueza Técnica del Tribunal
Primero de Sentencia Penal, ahora demandada).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2684
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II.2. Por memorial de 15 de febrero de 2012, Aurora Rivas Vda. de Ortuño, como madre y
apoderada legal de la víctima, solicitó la recusación de la Jueza demandada, con el argumento de
tener amistad con el abogado defensor (art. 316.11 del CPP) (fs. 52 a 54), situación que fue
rechazada por la autoridad recusada por informe de 16 de febrero de 2012, a los Jueces del
Tribunal Segundo de Sentencia Penal, disponiendo se remitan actuados procesales en consulta al
tribunal siguiente en número para su consideración (fs. 58). La petición de recusación mereció la
providencia de 16 de febrero, en sentido de que se considere en audiencia (fs. 55). Instalada la
audiencia de constitución extraordinaria de tribunal con jueces ciudadanos, la Jueza Técnica ahora
demandada, refirió que en atención a la recusación formulada, se suspenda la audiencia y se
prosiga con el trámite previsto en el art. 320 del CPP, aclarando que dicha situación impedía al
Tribunal de Sentencia Penal pronunciarse sobre cualquier aspecto. (fs. 52 a 57).
II.4. Mediante memorial de 28 de febrero de 2012, la accionante ante la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz -Tribunal de garantías- denunció el incumplimiento
de órdenes constitucionales, sosteniendo que la Jueza ahora demandada, nunca remitió el proceso
al Tribunal Segundo y únicamente se aprestó a convocar a los Jueces Técnicos para resolver la
recusación, su persona se encuentra sin Tribunal que pueda resolver su solicitud de cesación a su
detención preventiva; en ese sentido y ante la resistencia de la Jueza referida a cumplir la orden del
Tribunal de garantías, pide la remisión al Ministerio Público, para el inicio del proceso penal
correspondiente. Posteriormente, la Sala Penal Segunda, a través de providencia de 29 del mismo
mes y año, señaló se ponga en conocimiento de la autoridad demandada a efectos de que informe
en el día, sobre los extremos referidos en el escrito que antecede (fs. 20 a 21), remitiéndose
obrados a dicho Tribunal, recién el 29 de febrero de 2012 (doce días después), conforme el
cargo de recepción, en cumplimiento de la Resolución 13/2012 de 23 de febrero, pronunciada
por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, que fungió
como Tribunal de garantías en la presente acción de libertad, “...para que resuelvan la
recusación pendiente y la cesación a la detención preventiva de la acusada Virginia Elías
Mamani” (fs. 61 vta.).
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y la base principista que sustenta
la línea jurisprudencial que afirma que las decisiones judiciales vinculadas al derecho a la
libertad personal sean: 1) tramitadas; 2) resueltas; y, 3) efectivizadas con la mayor celeridad
La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la declaración del objeto y
finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se encuentra recogida en
las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al
desarrollo que hicieron las SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; se busca acelerar los
trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación
jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del
valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos.
Esta línea jurisprudencial si bien fue recogida en innumerables sentencias constitucionales tanto
del Tribunal Constitucional anterior, como del Tribunal Constitucional transitorio, es la SCP
0112/2012 de 27 de abril, la que sistematiza todas las reglas procesales penales en medidas
cautelares, sobre el tema. Asimismo, a partir del desarrollo del principio de aplicación directa de la
Constitución Política del Estado, las características del nuevo modelo de Estado que se configura
como un Estado Constitucional de Derecho Plurinacional Comunitario e Intercultural traspasado
por la Unidad del Estado y la concepción de las normas constitucionales-principios, que: “…son la
pluralidad de valores, principios, derechos fundamentales no sólo individuales (liberales y
sociales) sino un amplio catálogo de derechos y garantías, principios y valores plurales y
colectivos que la Constitución representa como un pacto de postulados distintos y hasta veces
contradictorios, pero que al final deben coexistir” (Fundamento Jurídico III.1.1), entendió que los
jueces, en su razonamiento jurídico, a efectos de dar concreción a este modelo de Estado, deben
tener en cuenta la siguiente base principista:
“1) El derecho fundamental a la libertad personal, ahora consagrado en los arts. 23.I de la CPE,
9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), y 7.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
(…)
El art. 8.I de la CPE, refiere que: “El Estado asume y promueve como principios ético-morales de
la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas
ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi marei
(tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.
Los principios ético-morales, antes de ser incorporados a la Constitución, tenían valor únicamente
para el Derecho Indígena, es decir, eran estimados como valiosos por la cultura y el Derecho de las
naciones y pueblos indígena originario, campesinos. Después de efectuada su incorporación en el
texto constitucional tienen valor de derecho, es decir se convierten en normas y, por tanto,
comparten la eficacia jurídica de la propia Constitución, es decir, tienen carácter normativo, lo que
implica que no son meras declaraciones retóricas, por lo mismo, imponen a todos, esto es, al poder
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público y los particulares en la convivencia social, con mayor razón a todos los jueces de la
pluralidad de jurisdicciones, la obligación de observarlos, desarrollarlos y aplicarlos en su labor
decisoria cotidiana.
(…)
4) Los principios procesales de celeridad y de respeto a los derechos, previstos en el art. 178.I de
la CPE.
4.1. El principio de celeridad procesal, previsto en el art. 178.I concordante con el art. 180.I,
ambos de la CPE, que según el desarrollo legal (art. 3.7, Ley 025 de 24 de junio de 2010),
comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia.
4.2. El principio de respeto a los derechos, que según el desarrollo legal (art. 3. 12 de la Ley 025,
de 24 de junio), es la base de la administración de justicia, que se concreta en el respeto al
ejercicio de derechos del pueblo boliviano, basados en principios ético-morales propios de la
sociedad plural que promueve el Estado Plurinacional y los valores que sustenta éste” (las
negrillas son añadidas).
III.2. El trámite de recusación y su nexo causal con la línea jurisprudencial que afirma que las
decisiones judiciales vinculadas al derecho a la libertad personal sean tramitadas, resueltas y
efectivizadas con la mayor celeridad
Dado que en esta acción de libertad la accionante denuncia que la Jueza Técnica ahora demandada
suspendió las audiencias para considerar su petición de cesación a su detención preventiva debido a
la recusación opuesta por la apoderada de la víctima contra uno de los Jueces Técnicos, cuando -a
su juicio- debió convocar al siguiente en número para que conozca y resuelva su petición,
atribuyendo esta circunstancia (recusación a uno de los jueces técnicos) la provocación de dilación
en la tramitación y resolución de su solicitud de cesación a su detención preventiva, corresponde a
este Tribunal Constitucional Plurinacional, resolver el siguiente problema jurídico:
¿La inobservancia del trámite y plazos previstos en el art. 320 del CPP para resolver una
recusación contra uno de los jueces técnicos, por parte de las autoridades judiciales
competentes, tiene un nexo de causalidad, con la dilación de una solicitud de cesación a la
detención preventiva presentada en esta etapa del proceso penal?
A efecto de resolver este problema jurídico, corresponde señalar que el Código de Procedimiento
Penal en el art. 320 refiere:
1) Cuando se trate de un juez unipersonal, elevará antecedentes al tribunal superior dentro de las
veinticuatro horas de promovida la recusación, acompañando el escrito de interposición junto con
su decisión fundamentada de rechazo. El tribunal superior, previa audiencia en la que se recibirá
la prueba e informe de las partes, se pronunciará dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes
sobre la aceptación o rechazo de la recusación, sin recurso ulterior. Si acepta la recusación,
reemplazará al juez recusado conforme a lo previsto en las disposiciones orgánicas; si la rechaza
ordenará al juez que continúe con la sustanciación del proceso, el que ya no podrá ser recusado
por las mismas causales;
2) Cuando se trate de un juez que integre un tribunal el rechazo se formulará ante el mismo
tribunal, quien resolverá en el plazo y forma establecidos en el numeral anterior.
La norma procesal penal prevista en el art. 320 del CPP fue objeto de interpretación por el Tribunal
Constitucional en la SC 0054/2005 de 12 de septiembre (reiterada en la SC 0247/2006-R, de 15 de
marzo, entre otras), en la que se desarrolló el trámite para conocer y resolver la recusación
formulada contra los jueces en materia penal, así como las autoridades competentes para
resolverla. Esta Sentencia Constitucional entendió que:
Esta interpretación jurisprudencial, aunque fue en base a una norma legal abrogada, como es el art.
138 de la LOJ.1993, sigue vigente, debido a que es coherente con el nuevo desarrollo legislativo
previsto en la Ley del Órgano Judicial 025 de 24 de junio, contenido en el Capítulo IV referido a
los Tribunales de Sentencia y Juzgados Públicos, Sección I, Normas Generales, art. 68 referido a
las suplencias.
De lo señalado se tiene que el trámite y los plazos procesales que rigen los incidentes de
recusación en materia procesal penal -regulados en la disposición prevista en el art. 320 del
CPP, que fue interpretada por la jurisprudencia constitucional (SC 0054/2005 de 12 de
septiembre) y que encuentra plena coherencia con el art. 68 de la Ley del Órgano Judicial-
deben ser observados correctamente por las autoridades judiciales competentes que dirigen y
resuelven estas solicitudes de recusación, debido a que se trata de un procedimiento sencillo y
sumarísimo, de ahí que su inobservancia, a más de quebrantar esa naturaleza sumaria, cuando
en esta etapa del proceso penal se presentan peticiones vinculadas a la libertad personal, como
por ejemplo de cesación a la detención preventiva, ocasiona a su vez dilación en la tramitación,
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“…si bien elevaron su informe a la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz rechazando la
recusación que planteó la parte querellante en su contra, ello no les habilitaba para seguir
conociendo el proceso y realizar actos procesales dentro del mismo, aún hubieran sido relativos a
la concesión de la cesación de la detención preventiva, pues de hacerlo hubieran sido igualmente
nulos, así lo ha entendido este Tribunal al interpretar el art. 321 del CPP, partiendo de la
Constitución que reconoce no sólo el derecho al debido proceso sino también el derecho al juez
imparcial, el cual no puede ser anulado frente al derecho a la libertad física como ya se refirió, de
manera que el recurrente no se encuentra detenido indebidamente por ese motivo, aún cuando
formalmente se le otorgó la cesación, pues el procedimiento aplicado a ésta estaba suspendido
como efecto de la recusación interpuesta contra los recurridos a tiempo que el recurrente
interpuso el recurso; estado procesal que ha sido previsto por el legislador, de modo que no existe
omisión indebida que lesione el derecho a la libertad física del recurrente proveniente de su
negativa a seguir tramitando el proceso cautelar”.
En el caso de examen, se tiene que dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y parte
querellante contra la ahora accionante, por la presunta comisión del delito de robo agravado y
asociación delictuosa el 30 de enero de 2012, solicitó cesación a su detención preventiva,
evidenciándose dos situaciones de dilación en su tramitación y resolución:
preventiva de 6 de febrero de 2012, por supuesta inasistencia del abogado defensor y del otro Juez
Técnico integrante del Tribunal Primero de Sentencia Penal. En ese mismo orden, la fijación de
audiencia después de ocho días, es decir para el 14 del mismo mes año, referidos y la nueva
suspensión por supuesta “falta de quórum.(Conclusión II.1).
Por otro lado, en razón a que este órgano jurisdiccional, se vio obligado a solicitar la prueba en la
que se sustentó el Tribunal de garantías, debido a que no fue arrimada al expediente de la acción de
libertad motivo de revisión, no obstante que asevera que se leyó en la audiencia de acción de
libertad la prueba presentada (fs. 18 a 19) corresponde recordar la jurisprudencia constitucional
emitida en la SCP 0087/2012 de 19 de abril, que en su partes relevantes, sobre este tema refirió:
“… todo juez o tribunal de garantías, cuenta con la obligación de remitir al Tribunal
Constitucional Plurinacional: a. Toda la prueba aportada por la parte accionante y demandada
en la acción de libertad; b. La prueba que de oficio pudo producir máxime cuando la misma haya
servido para resolver inicialmente la problemática. En este sentido, la inobservancia en la
remisión de los elementos de convicción por parte de jueces y tribunales de garantías, provocaría
a este Tribunal la necesidad de su solicitud, que no sólo implicaría un costo adicional a la
administración de justicia constitucional sino también, provocaría una dilación en la misma”.
2º Llamar la atención al Tribunal de garantías, por no haber remitido la prueba en la que fundó su
resolución.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00735-2012-02-AL
Departamento: La Paz
Por memorial presentado el 16 de abril de 2012, cursante de fs. 1 a 4, los accionantes señalaron
que a raíz del inicio de una acción penal por la presunta comisión de los delitos de tráfico de
sustancias controladas, legitimación de ganancias ilícitas y organización criminal, vinculados a
la Ley 1008 de 19 de julio de 1988, se procedió con una serie de allanamientos que derivó, el 8
de marzo a horas 11:30, en su aprehensión, sin que se hubiera determinado la existencia de una
organización criminal dedicada al tráfico de sustancias controladas y su grado de participación
en ella, toda vez que al momento de ser capturados no se encontró en su poder ningún elemento
que los vincule con los ilícitos imputados.
Añaden que, el viernes 9 de marzo de 2012, a horas 12:30, fuera del plazo legal de las
veinticuatro horas establecido en el art. 226 del Código de Procedimiento Penal (CPP), se
presentó imputación formal en su contra, habiendo indicando el Juez de la causa, ahora
demandado, audiencia de medidas cautelares para horas 18:30 del mismo día, acto que dio inicio
a horas 20:30 y que fue suspendido para el 10 del mismo mes y año señalado, sin haberlos
notificado con la imputación que supuestamente fue presentada dentro de plazo y tampoco con
el “señalamiento de audiencia” y sin considerar que era día sábado y en consecuencia inhábil,
actuando sin competencia y desconociendo su derecho al juez natural, por lo que, “evidenciando
un interés manifiesto por parte del señor juez” (sic), presentaron recusación que fue rechazada in
límine, continuando dicha autoridad en conocimiento de la causa.
I.1.3. Petitorio
Añade que sus representados fueron remitidos ante autoridad judicial inobservando el plazo
legal de veinte cuatro establecido en el art. 226 del CPP, fueron detenidos a horas 8:30 y el
cargo de recepción fue impreso a horas 12:30, acto que fuera convalidado por el demandado,
incumpliendo lo dispuesto por la jurisprudencia constitucional contenida en las SSCC
1137/2003, 0254/2004 y 1057/2004.
Por otra parte, manifiestan que la autoridad jurisdiccional señaló audiencia de medidas
cautelares para horas 16:30 del 9 de marzo de 2012, sin notificar a sus mandantes, instalándose
dicho acto a horas 20:30 y suspendiéndose hasta el día siguiente, sin tomar en cuenta que
tratándose de un día no hábil las autoridades no pueden ejercer sus funciones; además, durante la
audiencia de medidas cautelares llevada a cabo en la fecha mencionada, el demandado, pese a
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
haber sido recusado, dispuso la detención preventiva de los imputados por considerar su posible
autoría respecto a los delitos de tráfico de sustancias controladas y legitimación de ganancias
ilícitas, sin definir cual el grado de participación de aquellos y sin fundamentar debidamente
respecto a los peligros de fuga y obstaculización, limitándose a efectuar una simple relación de
hechos, por lo que plantearon recurso de apelación que, no obstante haber transcurrido un mes,
no fue remitido al Tribunal ad quen por lo que fue retirado, colocándolos en estado de
indefensión, no se ha abierto la competencia del superior jerárquico para considerar los agravios
sufridos.
El Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, mediante informe escrito cursante a fs. 57, manifestó que:
a) La medida cautelar fue impuesta al cumplirse lo establecido por el art. 233 del CPP, de acuerdo a la
prueba aportada por el Ministerio Público; b) La supuesta detención por parte del Fiscal por más de
veinticuatro horas, no fue fundamentada y denunciada en audiencia de medidas cautelares; y, c) Las
notificaciones efectuadas con el señalamiento de audiencia a horas 18:30 fueron anuladas y
subsanadas, habiéndose notificado personalmente a los imputados, actuado que cumplió su objetivo
de acuerdo a lo prescrito por el art. 166 del CPP, además, los accionantes tampoco objetaron dichas
notificaciones durante el desarrollo de la audiencia del sábado que fuera fijada de conformidad al art.
118 del CPP, estando su autoridad habilitada conforme a ley para llevar adelante dicho acto.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 06/2012 de 17 de abril, cursante de fs. 60 a 63, la Jueza Segunda de Sentencia
Penal del departamento de La Paz, constituida en Jueza de garantías, concedió la tutela solicitada,
disponiendo se proceda a nueva notificación con la imputación y la resolución a dictarse para
determinar la situación jurídica de los accionantes, se considere los arts. 1, 5, 6, 7, 221, 222, 225, 226,
232 y 240 del CPP; argumentando que: 1) Los accionantes apelaron la Resolución de 10 de marzo de
2012, mediante la cual se dispuso su detención preventiva; sin embargo, dicho recurso no fue
remitido por el Juez de la causa al Tribunal ad quen para su consideración, incumpliendo el art. 251
del CPP y “…vulnerando el derecho de los accionantes de hacer valer su apelación ante el Tribunal
Departamental” (sic); 2) La notificación con la imputación no cumple los arts. 163 y 164 del CPP,
toda vez que los procesados se encontraban aprehendidos desde el 8 de marzo, por lo que “no es
posible que los imputados hayan sido notificados a horas 9:15 cuando la audiencia es instalada a
horas 20:20 momento en el que se resolvió la recusación por la autoridad accionada”; y, 3) A tiempo
de dictar la resolución que corresponda, la autoridad demandada debe individualizar los elementos de
prueba de participación de los imputados y tomar en cuenta el estado de gravidez de la accionante de
acuerdo al art. 232 párrafo segundo del CPP, observando lo establecido por los arts. 2, 7, y 225 del
mismo cuerpo legal.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Por memorial de 9 de marzo de 2012, Betcy Padilla Rosado y Gregorio Blanco Torrez,
Fiscales de Sustancias Controladas adscritos a la Fuerza Especial de Lucha Contra el
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II.2. Reanudada la audiencia de medidas cautelares a horas 20:25 del 9 de marzo de 2012, el
abogado de los accionantes, indicó que sus representados no habían sido debidamente
notificados con la imputación formal, provocando en sus mandantes un estado de indefensión al
desconocer la hora de instalación del acto; además, indica que a horas 15:00 cuando verificó si
existía imputación contra sus defendidos, por Secretaría se le informó que no; sin embargo
“ahora existe una imputación que supuestamente habría sido presentada a horas 12:00”, hecho
que vulnera el debido proceso y en mérito a lo cual pidió la suspensión de la audiencia a efectos
de evitar defectos procesales. Con estos antecedentes, el juez de la causa, verificando la
existencia de defectos en las notificaciones, mediante Auto de la fecha, declaró la nulidad de las
mismas, disponiendo la suspensión de la audiencia hasta horas 9:30 del 10 del mismo mes y año
antes referido, dando por notificadas a las partes (fs. 20 a 27).
Los accionantes indican que el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, lesionó sus derechos a la
libertad; a la defensa, a la igualdad, al debido proceso, al juez natural y a la presunción de
inocencia, puesto que habiendo sido aprehendidos por la supuesta comisión de delitos inmersos
en la Ley 1008 y remitidos ante autoridad jurisdiccional fuera del plazo legal establecido al
efecto, no fueron notificados con la imputación formal y tampoco con el “señalamiento de
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
audiencia de medidas cautelares”, actos que fueran convalidados por la autoridad jurisdiccional,
quien mediante Auto interlocutorio 146/2012, dispuso su detención preventiva presumiendo el
cumplimiento de los “requisitos contenidos en los arts. 234 y 235 de la Ley 1970”, resolución
que fue impugnada mediante recurso de apelación planteado en audiencia y que pese a haber
transcurrido más de un mes no fue remitido ante el Tribunal ad quen, motivo por el cual
debieron retirarlo.
La acción de libertad, consagrada por el art. 125 de la CPE, que dispone: “Toda persona que
considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de
manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a
la libertad”, materializa la existencia de un mecanismo constitucional extraordinario de defensa,
cuya función esencial se traduce en la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones,
apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de
personas particulares, así como a la vida, cuando ésta se encuentra afectada o amenazada por la
restricción o supresión de la libertad; esta acción tutelar, se halla dotada de un triple carácter:
preventivo, correctivo y reparador: preventivo: por cuanto persigue frenar una lesión ante una
inminente detención indebida o ilegal, impidiendo que se materialice la privación o restricción
de libertad; correctivo, dado que su objetivo es evitar que se agraven las condiciones de una
persona detenida, ya sea en virtud de una medida cautelar o en cumplimiento de una pena
impuesta en su contra; finalmente, reparador, en el entendido de que pretende subsanar una
lesión ya consumada; es decir, opera ante la verificación de una detención ilegal o indebida,
como consecuencia de la inobservancia de las formalidades legales (SC 0044/2010-R de 20 de
abril).
Este razonamiento es concordante con el contenido del art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), que por su parte, establece que el objeto de esta acción extraordinaria, es el
restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos a la vida, a la libertad física y a la locomoción
en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión,
entendimiento que, en consideración a la importancia de los derechos primarios protegidos como son
los previamente nombrados, implica que de manera general, la acción de libertad no se encuentra
regida por el principio de subsidiariedad; al contrario, se activa sin el previo agotamiento de las vías
legales ordinarias, es de tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de
inmediatez en la protección, sumariedad, informalismo, generalidad e inmediación, características
que permiten colegir que esta acción de defensa extraordinaria, procede contra cualquier servidor
público o persona particular y tampoco reconoce fueros ni privilegios, correspondiendo conocer y
resolver dicha acción constitucional, al juez en materia penal debido al principio de especialidad
reconocido en la Ley Fundamental.
De donde se concluye que la acción de libertad es un medio de defensa extraordinario que puede
activarse para impugnar los actos de autoridades o particulares que se consideren lesivos a los
derechos a la libertad y/o a la vida; este último derecho, siempre y cuando se encuentre directamente
vinculado con el primero de los citados, para pedir la protección de la vida, el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales o la restitución del derecho a la libertad.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Ahora bien, por ser de aplicación a la problemática que se analiza, es pertinente precisar que la
dilación provocada por la falta de remisión del caso ante la autoridad competente para su
consideración, encontrándose de por medio la posible afectación del derecho a la libertad, en
definitiva es un aspecto que ingresa dentro del marco de protección de la presente acción tutelar; no
obstante es necesario aclarar que no sólo se trata de analizar el incumplimiento de plazos, sino el
efecto que esta omisión genera sobre el derecho a la libertad.
De acuerdo a lo establecido por el art. 23.I de la CPE, toda persona tiene derecho a la libertad
personal la cual sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales; previsión
constitucional que en su parágrafo III también dispone que nadie será detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley, de donde se
infiere que en resguardo de este derecho, el constituyente previó la acción de libertad como
medio exclusivo para su protección, con características de extraordinario, informal y
sumarísimo.
Ahora bien, en virtud a las características específicas del derecho a la libertad física,
corresponde recordar que, con relación a la celeridad procesal de los trámites en los cuales éste
derecho se halle involucrado, la SC 0224/2004-R de 16 de febrero, entre otras, en base a la
jurisprudencia desarrollada, indicó que: “…toda autoridad que conozca de una solicitud en la
que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la
mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo
podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo que no significa, que siempre
tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva, pues esto dependerá de las
circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que se reitera la lesión del
derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una solicitud de tal
naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley
no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud” (las
negrillas fueron añadidas); es decir, las solicitudes que se vinculen con el derecho a la libertad,
entre ellas, el recurso de apelación, deben tramitarse oportunamente y con la debida celeridad,
de manera contraria, podría provocarse una restricción indebida de este derecho, cuando, por un
lado, exista una demora o dilación injustificada en su tramitación y consideración, o en su caso,
cuando existan acciones dilatorias que entorpezcan o impidan que el beneficio concedido pueda
efectivizarse de inmediato, dando lugar a que la restricción de la libertad se prolongue o
mantenga más de lo debido, oportunidad en la cual se abre la protección que brinda la presente
acción tutelar ante la ausencia de celeridad en efectivizarse el beneficio otorgado; sin embargo,
debe dejarse claramente establecido que este razonamiento es aplicable únicamente a los casos
en los que la dilación indebida no ha sido originada en actos cometidos por el beneficiario, y que
no obstante de haber sido favorecido por un beneficio que le pueda permitir obtener su libertad,
se ve impedido de accederla, permaneciendo indebidamente detenido.
III.3. Del plazo para la tramitación del recurso de apelación incidental de una medida
cautelar
El art. 251 del CPP, prescribe que la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares será apelable en el efecto no suspensivo en el término de setenta y dos horas, y que
una vez formulado el recurso, las actuaciones pertinentes serán enviadas ante la Corte Superior
de Justicia ahora Tribunal Departamental, en el término de veinticuatro horas. El tribunal de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2696
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
apelación resolverá, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de
recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior.
Ahora bien, respecto al trámite procesal que debe imprimirse al recurso en estudio en el que
destaca la brevedad del plazo previsto, la SC 0612/2004-R de 22 de abril, puntualizó: “…si bien
es corto se justifica por la necesidad de que la situación procesal del imputado sea definida a
la brevedad posible en caso de estar privado de libertad y para garantizar la celeridad en la
aplicación de una medida cuando haya sido rechazada por el Juez de Instrucción, sin
soslayar lo dispuesto por el primer párrafo del art. 130 del CPP en sentido de que los plazos
son improrrogables y perentorios y que su incumplimiento incluso da lugar a la
responsabilidad disciplinaria y penal del funcionario negligente (art. 135 del CPP) (resaltado
añadido).
En ese mismo orden, de manera acertada, interpretando las normas contenidas en el art. 251 del
CPP, referidas a la apelación incidental de las medidas cautelares, la SC 0542/2010-R de 12 de
julio, prefija: “…una vez interpuesto dentro del plazo legal el recurso de apelación incidental
ante la autoridad jurisdiccional que conoce la causa, y si el cuaderno de apelación no es
remitido en el plazo fijado por ley, dándoles una espera prudencial, para los casos de
recargadas labores o suplencias etc., debidamente justificadas; sin embargo, este plazo no
puede exceder de tres días; empero, si excede el plazo legal y la espera prudencial, el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2697
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procedimiento se convierte en dilatorio, y por ende el recurso de apelación deja de ser un medio
idóneo y eficaz…”.
Este tipo de hábeas corpus, implícito en el art. 125 de la CPE, emerge directamente del art. 89
de la LTC, que establece que, también procede el hábeas corpus cuando se aleguen '…otras
violaciones que tengan relación con la libertad personal en cualquiera de sus formas, y los
hechos fueron conexos con el acto motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad…',
e implícitamente fue reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuando
tuteló los supuestos de demora en la celebración de la audiencia de medidas cautelares (SSCC
1109/2004-R, 1921/2004-R),o cuando existieron notificaciones ilegales con las resoluciones de
medidas cautelares que lesionan el derecho a la defensa, concretamente el derecho a recurrir,
impidiendo que el tribunal superior revise la resolución del inferior (SC 826/2004-R).
De los extremos alegados se identifica la existencia de tres supuestos problemas jurídicos que, a
criterio de los accionantes han ocasionado menoscabo en los derechos que reclaman mediante la
presente acción tutelar, mismos que identificaremos a continuación:
a) La falta de notificación con la imputación formal,
c) La no remisión del recurso de apelación interpuesto contra la resolución que les impuso
medida cautelar de detención preventiva ante el Tribunal ad quen.
Con carácter previo conviene establecer que, con referencia a la denuncia vertida por los
accionantes sobre el hecho de que se los hubiera mantenido detenidos por más de veinticuatro
horas antes de poner su caso en conocimiento de la autoridad jurisdiccional, la parte interesada
no ha demostrado con certeza plena este extremo y además, que haya acudido al Juez cautelar a
denunciar dicho acto lesivo; en consecuencia, no es posible manifestarse al respecto.
Respecto al inciso c); es decir, la no remisión del recurso de apelación interpuesto contra
la resolución que les impuso medida cautelar de detención preventiva ante el Tribunal ad
quen, de los antecedentes que informan el cuaderno procesal, se evidencia que, por
Resolución 146/2012 de 9 de marzo, el Juez demandado dispuso la detención preventiva
de los accionantes y de otros imputados; determinación judicial, que en la misma fecha,
en la vía de la complementación y enmienda, fue apelada por los agraviados, habiendo la
autoridad jurisdiccional señalado “Se tiene presente, de conformidad al Art. 251 del CPP
elévese obrados ante el Tribunal Departamental de Justicia para que se resuelva la
apelación presentada en sala, debiendo cumplirse con los plazos procesales para este
cometido”; sin embargo, no existe constancia de que la apelación se hubiera elevado en
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2699
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Por otro lado, acerca de la supuesta falta de competencia de la autoridad demandada, se tiene
que el Juez demandado, al haber adquirido conocimiento de la imputación formal presentada
contra los ahora accionantes, se encontraba plenamente facultado para conocer y sustanciar tanto
las audiencias de medidas cautelares así como para disponer la detención preventiva de los
imputados, no siendo evidente que, al haber convocado a audiencia para el sábado 10 de marzo
de 2012, hubiera actuado sin competencia, pues conforme dispone el art. 118 del CPP, el juez o
tribunal, cuando lo estime necesario, de oficio o a petición de parte, podrá habilitar horas y días
extraordinarias a efectos del cumplimiento de los actos procesales; en consecuencia, conforme a
este entendimiento, el derecho al juez natural no ha sido lesionado, correspondiendo denegar la
tutela respecto a este extremo.
Manifestó que prestó sus servicios en el Colegio Anglo Americano, en calidad de psicóloga
desde el 2005 al 2009; posteriormente fue recontratada de forma verbal en la gestión 2011, sin
establecerse plazo alguno, desempeñando funciones de manera efectiva y satisfactoria en la
referida gestión, conforme se establece de la nota de felicitación de 25 de marzo de mencionado
año; empero de forma intempestiva el 24 de diciembre de igual año, a través de una nota cuya
fecha se consigna como 30 de diciembre, se le comunicó su despido.
Refirió que, sorprendida por esta situación, el 30 de diciembre de 2011 suscribió una nota de
devolución de la carta de agradecimiento, haciendo mención a su estado de embarazo y la
inamovilidad funcionaria consagrada en la Constitución Política del Estado; aludió también que
en respuesta a esta nota, los ahora demandados, mediante carta de 5 de enero de 2012, instaron a
la accionante, la presentación del certificado médico de la Caja Nacional que acredite su estado
de embarazo; su título en provisión nacional y el certificado de inscripción en el Colegio de
Psicólogos a objeto de que retorne a sus funciones. Ante esta solicitud, indicó que envió notas de
6 y 17 de enero de 2012, solicitando con la primera, la ampliación del plazo para presentar el
certificado médico, aclarando que era egresada de Psicología, y que ese extremo era de
conocimiento de las autoridades del referido Colegio; y, con la segunda, acompañó certificado
médico, rechazando la propuesta de incorporarse a otras funciones, y solicitó le respondan en un
plazo razonable.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 14 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
46 a 50 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El Director del Colegio Anglo Americano, se adhirió a lo manifestado por el abogado del
codemandado.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, pronunció
la Resolución 002/2012 de 14 de marzo, cursante de fs. 51 a 55 vta., por la cual concedió la
tutela solicitada por Rosemary Martha Vía Moya contra Franklin Ayala Medrano, Gustavo
Vacaflor Montaño, Jorge Zamora Villarroel, Tania Echenique de Jimenez, José Luis Thofhern
Rodríguez, Omar Chacón Calatayud, Virginia Mamani de Guzmán, Mary Magne de Gutiérrez,
Freddy Calderón y Claudia Llanque, con los siguientes argumentos: 1) Se ha vulnerado el art.
48.VI de la CPE, pues las mujeres no pueden ser discriminadas por su situación de embarazo; en
este entendido, se garantiza también la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de
embarazo por la Ley 975 de 2 de marzo de 1978; 2) El Colegio Anglo Americano es una
institución privada de manera que está sujeta también a la referida Ley, que protege a la mujer
embarazada de aquellas situaciones que en el trabajo impliquen esfuerzos que afecten a su salud,
por lo mismo no puede ser afectada en su nivel salarial, ni su condición, en su puesto de trabajo;
3) No es necesario dar aviso al empleador, sobre la situación de embarazo de la mujer
trabajadora para acceder a la protección que brinda la Constitución Política del Estado a la mujer
gestante y con niño menor a un año, siempre que acuda de manera inmediata al empleador
solicitando el respeto y vigencia de sus derechos; en el presente caso, recibida la nota de 30 de
diciembre de 2011, por la que prescinden de los servicios de la accionante, inmediatamente
solicita su reincorporación y comunica su estado de gestación; 4) Habiendo sido despedida de su
cargo el 30 de diciembre de 2011, la accionante, reclamó este hecho a través de tres petitorios,
que desde el 17 de enero de 2012, no han sido respondidos, de manera que en principio, se ha
vulnerado el derecho de petición, pues la ahora accionante no ha recibido una respuesta oportuna
menos formal; también se han vulnerado los derechos a una maternidad segura, a la
inamovilidad laboral de que goza la accionante y a la vida del ser en gestación; 5) No se ha
adjuntado ningún documento que haga entrever que la accionante tenga el título de Psicóloga, si
bien el Colegio referido le ha contratado como tal, no quiere decir que la instancia constitucional
cometa el mismo error de disponer su restitución al cargo de Psicóloga; si bien corresponde su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2703
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
II.2. De las papeletas de pago correspondientes a los meses de febrero, marzo, mayo, junio,
julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2011, se evidencia que la ahora accionante, ha
percibido honorarios por los servicios prestados en el referido establecimiento educativo durante
dicha gestión, en calidad de psicóloga, relación laboral que nace de un contrato verbal según
refiere la accionante (fs. 1 a 3).
II.3. Por nota de 30 de diciembre de 2011, Gustavo Vacaflor Montaño y Franklin Ayala
Medrano, el primero Vicepresidente y el segundo Presidente del Centro Cultural Anglo
Americano, agradecieron los servicios profesionales como Psicóloga del referido Colegio a la
ahora accionante (fs. 5).
II.4. Mediante nota de 30 de diciembre de 2011, Rosemary Martha Vía Moya, devolvió la carta
de agradecimiento, haciendo conocer su estado de embarazo de tres meses y medio, solicitando
disponer dejar sin efecto la carta referida e instruirse su restitución a su fuente laboral (fs. 7).
II.5. Los ahora demandados, mediante nota de 5 de enero de 2012, refiriendo que el objeto de la
misma era concretar el retorno de la ahora accionante a su fuente laboral, solicitaron que la
misma presente: certificado médico de la Caja Nacional de Salud, titulo en Provisión Nacional y
certificado de inscripción en el Colegio de Psicólogos (fs. 8).
II.6. Del certificado médico emitido por Juan José Sarmiento S., Ginecólogo Colposcopista;
examen pre ocupacional; y Certificado médico de 17 de enero de 2012, expedido por Teresa
Cahuana Choque, se evidencia que la ahora accionante, tiene como diagnostico: embarazo de 17
a 18 semanas (fs. 15 a 17).
La acción de amparo constitucional está prevista por el art. 128 de la CPE la misma que
establece que: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones
ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley”.
A su vez, el art. 129.I de la CPE, refiere que esta acción tutelar “…se interpondrá por la persona
que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata…”.
La Constitución Política del Estado en su art. 15.I consagra el derecho a la vida, dentro de los
derechos fundamentales, señalando que: “Toda persona tiene derecho a la vida…”.
Por otro lado la doctrina, ha establecido “que el valor o bien jurídico protegido por el derecho a
la vida, es el carácter igualmente valioso de toda vida humana o, si se prefiere, la convicción de
que toda vida humana es digna de ser vivida. El derecho a la vida constituye el soporte físico de
todos los demás derechos fundamentales y, por su obvia conexión con la idea de dignidad de la
persona, es incuestionable que su titularidad corresponde a todos los seres humanos cualquiera
que sea su nacionalidad. En cuanto derecho subjetivo, el derecho a la vida presenta una
peculiaridad: toda violación del mismo tiene, por definición, carácter irreversible porque implica
la desaparición del titular del derecho. Por ello, el derecho a la vida se traduce en la imposición
de ciertos deberes al Estado, entendido en su sentido amplio de conjunto de los poderes
públicos: el deber de no lesionar por sí mismo la vida humana y el deber de proteger
efectivamente la vida humana frente a agresiones de los particulares.” DIEZ PICAZO, Luis
María. Sistema de Derechos Fundamentales”. 2º Edición. Pg. 215-216.
En cuanto al derecho a la salud, el art. 18.I de la CPE dispuso que: “Todas la personas tienen
derecho a la salud”, asimismo la jurisprudencia constitucional a través de la SC 0653/2010-R,
reiterando lo señalado por la SC 0026/2003 ha expresado: 'es el derecho en virtud del cual la
persona humana y los grupos sociales- especialmente la familia-como titulares del mismo,
pueden exigir de los órganos del Estado, en cuanto sujetos pasivos, que establezcan las
condiciones adecuadas para que aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico,
mental y social y garanticen el mantenimiento de estas condiciones. El derecho a la salud no
significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad sino el derecho a una
existencia con calidad de vida'. Entendimiento que en el actual orden constitucional encuentra
mayor eficacia puesto que la salud es un valor y fin del Estado Plurinacional, un valor en
cuanto el bienestar común, respetando o resguardando la salud, conlleva al vivir bien, como
previene el art. 8,II de la Ley Fundamental; pero también es un fin del Estado, tal cual lo
establece el art. 9.5 de la referida norma suprema, al señalar que son fines y funciones
esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la ley 'Garantizar el
acceso de las personas a la educación, a la salud y el trabajo'”.
El art. 45.I de la CPE, prevé que: “Todas las bolivianas y los bolivianos tienen derecho a acceder
a la seguridad social”, en este fin el parágrafo III del mismo art. 45 establece que “El régimen de
seguridad social cubre atención por enfermedad, epidemias y enfermedades catastróficas;
maternidad y paternidad; riesgos profesionales , laborales y riesgos por labores de campo;
discapacidad y necesidades especiales; desempleo y pérdida de empleo; orfandad, invalidez,
viudez, vejez y muerte; vivienda, asignaciones familiares y otras previsiones sociales”; el
parágrafo V del referido artículo establece que: “Las mujeres tienen derecho a la maternidad
segura, con una visión y práctica intercultural; gozarán de especial asistencia y protección del
Estado durante el embarazo, parto y en los periodos prenatal y posnatal”.
De la jurisprudencia constitucional se concluye que el empleador está obligado por ley a cumplir
con la mujer trabajadora, a asegurarla en el ente gestor de salud que corresponda, así como
también de cumplir con el pago de la asignación familiar que comprende los subsidios de
prenatalidad, natalidad y lactancia.
La Constitución Política del Estado con relación al derecho del trabajo, ha establecido en la
Sección III, art. 46.I: “Toda persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial,
higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y
satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna; 2. A una fuente laboral
estable, en condiciones equitativas y satisfactorias”; en su parágrafo II. “El Estado protegerá el
ejercicio del trabajo en todas sus formas”.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), ha señalado sobre este derecho
que: “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo a condiciones
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2707
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
equitativas y satisfactorias de trabajo que le asegure a ella como a su familia, una existencia
conforme a la dignidad humana”.
El art. 49.III, respecto a la estabilidad laboral establece: “El estado protegerá la estabilidad
laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda forma de acoso laboral. La ley determinara las
sanciones correspondientes”.
De lo referido se tiene que la Constitución Política del Estado garantiza el derecho de toda
persona a tener un trabajo estable, sin discriminación con una remuneración justa que garantice
una existencia digna, de ahí que consecuentemente, todas las disposiciones sociales y laborales
son obligatorias y se interpretan bajo los principios establecidos por la ésta Ley Fundamental, la
maternidad se halla contemplada en esta protección y se establece la inamovilidad laboral de la
mujer en gestación, garantizando la estabilidad laboral.
Siendo que la Constitución Política del Estado garantiza la estabilidad laboral de la mujer
embarazada, por su parte la Ley 975 de 2 de marzo de 1988, en su art. 1 ya reconocía y reconoce
la inamovilidad en su puesto de trabajo en instituciones públicas o privadas de la mujer en
periodo de gestación hasta un año del nacimiento del hijo; a su vez, en su art. 2 sostiene que: “La
mujer en gestación en el puesto de trabajo que implique esfuerzo que afecten a su salud,
merecerá un tratamiento especial, que le permita desarrollar sus actividades en condiciones
adecuadas, sin afectar su nivel salarial ni su ubicación en su puesto de trabajo”.
En el caso presente, los ahora demandados, miembros del Directorio del Centro Cultural Anglo
Americano, al haber rescindido unilateralmente la relación laboral, la misma que se origina en
un contrato verbal, según refiere la accionante, sin la expresión de motivo legal para el despido,
a través de nota de 30 de diciembre de 2011 y en conocimiento del estado de embarazo de la
ahora accionante; cometieron un acto ilegal que vulnera en primera instancia el derecho al
trabajo, así como el derecho a la inamovilidad en el puesto de trabajo de la mujer en gestación;
por cuanto, al privarle de su fuente laboral, se está privando tanto a la ahora accionante, así
como al nasciturus de una existencia digna, mas aun considerando que no puede ser
discriminada por su situación de embarazo, se debe garantizar su inamovilidad laboral,
conforme se ha expuesto en el Fundamento Jurídico III.4.
De igual forma se evidencia, la vulneración del derecho a la seguridad social, por cuanto siendo
que el mismo permite el acceso al régimen de seguridad social, el mismo que cubre la atención
por maternidad y asignaciones familiares, en el presente caso, se está privando de esta atención
al nasciturus y a la ahora accionante, al haber procedido a su despido, sin considerar su estado de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2708
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Finalmente, indica que ambas Resoluciones, se sustentan en normativas del Gobierno Autónomo
Municipal de Cochabamba, que conculcan el ejercicio pleno de su derecho a la propiedad, dado
que desconocen la jerarquía normativa y anteponen los referidos instrumentos legales a la
Constitución Política del Estado, tratados internacionales y leyes nacionales, que garantizan el
derecho de usar, gozar y disponer de su propiedad.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela invocada, disponiendo: a) Se deje sin efecto la RTA 253/2011 y la
Resolución Ejecutiva 383/2011; b) Se ordene la aprobación del plano de lote de su propiedad, o
en su defecto, se disponga la expropiación, previa declaración de necesidad y utilidad pública; y,
c) Se condene al pago de costas.
En uso de la réplica el abogado del accionante, manifestó: a) Del informe prestado por la
representante de los demandados, se evidencia que el área no puede ser fraccionado ni vendido,
porque así lo establece la Ley de Municipalidades; empero, esa norma, también dispone que se
debe respetar la propiedad privada, en concordancia con lo establecido por la Constitución
Política del Estado y la doctrina; b) Se hace referencia a varias Ordenanzas Municipales que
declararon área protegida al Cerro de “San Pedro”; sin embargo, de la documentación que se
acompaña, se evidencia que en la zona existen construcciones y asentamientos humanos; c) Por
error se hizo referencia a la Resolución 2142, siendo lo correcto el DS “24381”, que protege la
serranía mencionada; d) La fundamentación del Ejecutivo Municipal que declara improcedente
la aprobación del lote, se sustenta en Ordenanzas infundadas, que de acuerdo a la jerarquía
constitucional se encuentran por debajo de la Constitución Política del Estado, los tratados
internacionales y leyes nacionales; y, e) Reiteró su petitorio.
Cynthia Orietta Escobar Oblitas y Agapo Ferrufino Sánchez, en representación legal de Edwin
Arturo Castellanos Mendoza y Luis Fernando Via Cavero, Alcalde y Sub-alcalde de la Comuna
Adela Zamudio, respectivamente del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba,
codemandados el mismo presentaron informe escrito cursante de fs. 89 a 92 y en audiencia
ampliaron el mismo indicando: 1) La seguridad jurídica, de acuerdo al nuevo orden
constitucional, ya no es un derecho sino un principio de conformidad al art. 178.I de la CPE; por
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2711
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cuanto, no es tutelable en la vía de la acción de amparo constitucional. Esta garantía tendrá lugar
contra actos u omisiones ilegales o indebidas que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir derechos reconocidos en la Constitución y en las leyes; 2) Una de las limitaciones
legales que pesan sobre el derecho propietario del accionante tiene su origen en las disposiciones
contenidas en el DS 24781 de 31 de julio de 1997, relativo a que el Estado tiene la obligación de
proteger el patrimonio natural del país, conservar y regular el uso sostenible de los recursos de la
diversidad biológica. Así como el art. 133 de la Ley 1333 de 27 de abril de 1992, los arts. 2 y 4
DS 24781, que establecen la obligación de proteger, respetar y resguardar las áreas protegidas;
concordantes con el art. 11 de la Ley 1178 de 20 de julio de 1990; 3) La Ordenanza Municipal
2460/2000, declara al cerro de San Pedro como área natural protegida de conformidad al DS
24781, aprobándose el proyecto integrado denominado Santuario “San Pedro”; 4) El uso del
referido cerro, está protegido por normas técnicas y legales en actual vigencia, ante ellos el
Reglamento de Urbanización y Sub divisiones de Propiedades Urbanas, aprobado por
Ordenanza Municipal 1061/91 el 20 de diciembre de 1991; el Plano Regulador de la ciudad de
Cochabamba, de mayo de 1961, definiendo al cerro de San Pedro como área de forestación; Plan
Director de la región urbana de Cochabamba, ocupación de suelo, aprobado por el Decreto Ley
(DL) 18412 de 16 de junio de 1981; el Plano General del área urbana de Cochabamba, aprobado
por la OOMM 85-9/99 y 2460/2000; y, los arts. 20 y 21 de la Ley de Municipalidades (LM), que
establecen que las Ordenanzas, son normas de cumplimiento obligatorio; 5) Por imperio de la
OM 2376/99 de 18 de agosto de 1999, se define el uso de suelo del cerro “San Pedro”, como
área de forestación. Se destaca que el art. 97. 6 (Regularización de Predios o Lotes) OM
4100/2010 que aprueba el Reglamento complementario a la normativa urbana, indica que los
predios ubicados en zonas destinadas para áreas verdes, equipamiento y/o vías, según el plano
general de la ciudad de Cochabamba; los “PMD's”, planos sectoriales y planes especiales, fajas
de seguridad de ríos, torrenteras y oleoductos no podrán ser objeto de fraccionamiento. Por
consiguiente, tampoco serán regularizados mientras la alcaldía no decida el cambio de uso de
suelo o expropiación; 6) Encontrándose el predio del accionante dentro del área protegida del
cerro de “San Pedro”, de acuerdo al informe topográfico 159/11 de 9 de marzo de 2011, no es
posible aprobar el plano de lote, de hacerlo se estaría quebrantando las disposiciones legales
citadas; 7) Consiguientemente, no existe vulneración al derecho de propiedad que sea atribuible
a las autoridades demandadas, dado que lo único que se hizo fue cumplir las normas según
mandato del art. 235.1 de la CPE; 8) Si el accionante creyó vulnerado su derecho a la propiedad,
como emergencia de las referidas disposiciones legales y antes de agotar la vía administrativa,
debió plantear la respectiva acción de inconstitucionalidad; omisión que no puede ser suplida
por esta acción; y, 9) Solicitaron se deniegue la tutela solicitada y sea con costas.
En uso de la dúplica, los abogados de los demandados, indicaron: i) Si bien es cierto que en la
zona existen construcciones; empero, mediante notas de prensa se advierte que en varias
oportunidades se intervino esa zona, por existir asentamientos que no cumplen la norma y no
cuentan con plano aprobados, por ser un área protegida por la ley y ordenanzas municipales; ii)
El accionante, refiere que realizará la construcción de una vivienda en el lugar; lo cual, no es
factible por tratarse de una zona de forestación, área protegida y natural: y, iii) Reiteró su
petitorio.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.4. En función del DS 24781, por Ordenanza Municipal 2460/2000, se aprobó el proyecto
integrado “Santuario San Pedro”, elaborado por el Departamento Jardín Botánico Municipal
“Martín Cárdenas y la “Fundación para la Biodiversidad y Desarrollo Ambiental” e incorporar la
variable ambiental y el uso racional de los recursos naturales en la zona, para vincular el potencial
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2713
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
natural y turístico que posee el cerro “San Pedro”, con los siguientes límites: al norte el Río Rocha
y el Jardín Botánico, al sur las Quebradas de Huerta, Pajcha y Lagunilla y al oeste la Av. Rubén
Dario y el canal de riego de la Angostura (fs. 165 A 166).
II.5. Según folio real 3011990016194, Asiento A-1 de 2 de octubre de 1990, el accionante y
Asunta Revollo Vda. de Ramírez, tienen registrado su derecho propietario sobre el inmueble
ubicado en la zona de “San Pedro”, con una superficie de 600 m2. En el Asiento A-2 de 3 de
diciembre de 2007, del mismo folio, consta el registro del testimonio de declaratoria de herederos a
favor de Pascual Revollo Sandoval (fs. 63 y vta.). De acuerdo al informe legal 999/2010 de 21 de
diciembre, el 20 de ese mes y año, el accionante solicitó la aprobación de plano de regularización
de lote, adjuntando la documentación descrita, acreditando su derecho propietario (fs. 53).
II.6. Mediante RTA 253/2011, el Sub-alcalde de la Comuna Adela Zamudido de los Distritos
10, 11 y 12 del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, determinó que de conformidad
a las normas técnicas y legales en actual vigencia la solicitud de Pascual Revollo Sandoval, no
puede ser atendida; empero, como propietario puede hacer uso y disfrute de su propiedad, según
la vocación de suelo, definido en los instrumentos técnicos en vigencia, debiendo respetar el uso
de suelo. Decisión que se sustenta en el Informe DAL 656/11 de 9 de mayo de 2011, que
determina que la solicitud no puede ser atendida debido a que la OM 2460/2000, que declara el
Cerro de “San Pedro” como área natural protegida de conformidad al DS 24781 y Reglamento
General de Áreas Protegidas (fs. 26 a 28). Contra esa decisión, el accionante planteó recurso de
revocatoria (fs. 25 y vta.); confirmada por RTA 301/2011, ratificando que el propietario puede
hacer uso y disfrute de su propiedad, según la vocación de uso de suelo definido en los
instrumentos técnicos en actual vigencia, debiendo respetar el uso de suelo (fs. 22).
II.7. Por memorial de 29 de julio de 2011, el accionante interpuso recurso jerárquico (fs. 21), que
mediante Resolución Ejecutiva 383/2011, el Alcalde Municipal del Gobierno Autónomo de
Cochabamba, ratificó en todas sus partes la RTA 253/2011, en mérito al Informe DAL 1453/2011
de 15 de septiembre de la Dirección de Asesoría Legal y el Informe DNUR 308/2011 de 22 de
igual mes, del Departamento de Normas Urbanas y Rurales dependiente de la Dirección de
Planeamiento y la Oficialía Mayor de Planificación (fs. 7 a 10).
Como propietario de un bien inmueble ubicado en el Distrito 11, sub-Distrito 09, zona
Muyurina, dentro de las faldas del cerro “San Pedro”, solicitó la aprobación de plano de lote,
petición desestimada bajo el argumento que su inmueble se encontraría dentro de un área verde
protegida según OM 2460/2000, que declara a la serranía de “San Pedro” como área natural
protegida de conformidad al DS 24781. En recurso de revocatoria y jerárquico, se confirmó la
decisión de no dar curso a su solicitud, en base a normativas del Gobierno Autónomo Municipal
de Cochabamba que conculcan el ejercicio pleno de su derecho a la propiedad y a la “seguridad
jurídica”, desconociendo la jerarquía normativa y anteponiendo dichos instrumentos a la
Constitución Política del Estado, tratados internacionales y leyes nacionales que garantizan el
derecho de usar, gozar y disponer de la propiedad. Por consiguiente corresponde analizar en
revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos lesivos a los derechos del
accionante con la finalidad de conceder o no la tutela reconocida por este medio de defensa.
III.1. Respecto del proceso contencioso-administrativo
Inicialmente, resulta conveniente recurrir a la doctrina a efectos de precisar que se entiende por
proceso contencioso administrativo, así Carlos Morales Guillen, citando a doctrinarios como
Revilla y Bielsa, refiere que es: “Toda cuestión que se suscite entre el poder administrador, que
representa el interés colectivo y los administrados que defienden sus intereses privados, dice
Revilla, se llama contencioso-administrativo…”.
Cabe aclarar que el proceso contencioso administrativo, no sólo es aplicable a los contratos y
resoluciones de alcance general del Órgano Ejecutivo, sino también a los actos administrativos de
carácter particular de la administración pública. Es así que la normativa vigente en nuestro país
hasta la entrada en vigencia de la actual Constitución Política del Estado y consiguiente Ley del
Órgano Judicial, preveía en el Código de Procedimiento Civil, el procedimiento a seguirse para los
procesos contencioso-administrativos, cuyo conocimiento era sólo de la entonces Corte Suprema
de Justicia de la Nación; para posteriormente, a través de la Ley de Organización Judicial
abrogada, atribuir dicha competencia a las Cortes Superiores de Distrito -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- en su Sala Plena.
En ese orden, es importante distinguir que procedimiento es el conjunto de actos realizados ante la
autoridad administrativa, por parte del administrado, tendientes a obtener un acto administrativo; y,
proceso es el conjunto de actos recíprocamente coordinados entre sí, conforme a reglas
preestablecidas, que tienen por fin decidir una controversia entre partes (litigio), por una autoridad
imparcial e independiente (juez) mediante una decisión o sentencia con fuerza legal (cosa juzgada)
-AC 0149/2012-CA de 6 de marzo-. De ahí que las resoluciones o actos administrativos, emitidos
en el ámbito municipal tienen carácter formal y no material, dado que no son producto de la
resolución de una controversia jurídica, sino de un conjunto de actos ante la administración. En ese
sentido, el acto administrativo o resolución pronunciada por la administración pública, en
cualquiera de sus entidades, una vez agotada la vía administrativa podrán ser impugnadas a través
del proceso contencioso-administrativo en la jurisdicción ordinaria, cuando su procedimiento se
encuentre regulado a través de una ley emitida por la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Para el caso concreto, corresponde referirnos al art. 143 de la LM, que dispone: “Agotada la vía
administrativa, el interesado podrá acudir a la impugnación judicial por la vía del proceso
contencioso- administrativo…”; es decir, que las resoluciones emitidas por la máxima autoridad
ejecutiva municipal y ordenanzas, de las cuales surja una controversia jurídica y se afecten
derechos e intereses legítimos de particulares, de acuerdo a la norma citada, podrán ser impugnadas
en la vía jurisdiccional por el interesado a través del proceso contencioso administrativo, donde
tiene la posibilidad de obtener un pronunciamiento imparcial e independiente y resultado de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2715
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
valoración de prueba, el ejercicio del derecho a la defensa de manera amplia, la impugnación de las
resoluciones en las instancias que correspondan. Empero, ello no significa de manera alguna, que
se constituya en una vía subsidiaria, sino alternativa ante una autoridad jurisdiccional.
El amparo constitucional es una acción de defensa de todos los derechos fundamentales y garantías
constitucionales reconocidos en la Norma Fundamental y en Tratados y Convenios Internacionales
sobre Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el país (art. 410.II
de la CPE; de donde se advierte, que se tutelan derechos civiles y políticos, incluyéndose a los
denominados económicos, sociales y culturales, de ahí la amplitud en la tutela de derechos de esta
acción. Ámbito de protección que no alcanza a los derechos a la libertad y a la vida que son
resguardados por la acción de libertad; los derechos a la intimidad, privacidad personal o familiar,
a la imagen, honra y reputación, tutelados a través de la acción de privacidad; y finalmente, los
derechos colectivos que son resguardados por la acción popular.
Finalmente, cabe indicar que la protección que brinda esta garantía, se rige esencialmente, por los
principios de subsidiariedad e inmediatez, entendido el primero como el agotamiento previo o la
constatación de la inexistencia de otras vías o recursos legales para la protección inmediata de los
derechos denunciados como vulnerados; y el segundo, relativo a que su interposición debe hacerse
en el plazo de seis meses, computables a partir del conocimiento del hecho o notificación con el
acto ilegal u omisión indebida.
Con relación a los elementos esenciales del contenido del derecho de propiedad, la SC 0121/2012
de 2 de mayo, indicó: “…de una coherente argumentación jurídica, deben mencionarse los
elementos constitutivos del contenido esencial del derecho de propiedad, en ese sentido, este derecho
fundamental, cuya génesis se encuentra no solamente en el texto constitucional sino también en el
bloque de convencionalidad, en su núcleo duro se identifican tres elementos esenciales: i) El
derecho de uso; ii) El derecho de goce; y, iii) El derecho de disfrute. Asimismo, estos tres elementos
tienen un sustento axiológico que refuerza dicho contenido esencial, basado en los valores libertad,
igualdad, solidaridad y justicia. Por su parte, es imperante además precisar que este núcleo
esencial del derecho fundamental de propiedad, genera a su vez obligaciones negativas tanto para
el Estado como para particulares que se traducen en las siguientes: a) Prohibición de privación
arbitraria de propiedad; y, b) Prohibición de limitación arbitraria de propiedad” (las negrillas son
nuestras).
El art. 56.II de la CPE, establece que: “Se garantiza la propiedad privada siempre que el uso que
se haga de ella no sea perjudicial al interés colectivo”; precepto constitucional, que si bien
garantiza el ejercicio del derecho de propiedad a su vez también lo restringe cuando del mismo
resulte en detrimento, del interés colectivo. En otros términos, las restricciones fundadas en el
interés público, entendido como la evidente utilidad y necesidad pública, sitúan al particular o
propietario frente a la administración que restringe el ejercicio absoluto y exclusivo del derecho
de propiedad privada hasta donde lo exija o resulte necesario por la administración en función
del interés colectivo o público.De otra parte, el art. 105.I del Código Civil (CC), dispone: “La
propiedad es un poder jurídico que permite usar, gozar y disponer de una cosa y debe ejercerse en
forma compatible con el interés colectivo, dentro de los límites y con las obligaciones que
establece el ordenamiento jurídico”; es decir, que la restricción o limitación al derecho de
propiedad debe necesariamente estar prevista en el ordenamiento jurídico, para que no resulte
arbitraria y/o ilegal.
mecanismo por el cual se busca el equilibrio entre el interés público y el particular, establecido en
el art. 57 que: señala “La expropiación se impondrá por causa de necesidad o utilidad pública,
calificada conforme con la ley y previa indemnización justa…”, prescripción constitucional que
tiene su antecedente en el art. 21. 1 y 2 de la CADH, que refiere: “Toda persona tiene derecho al
uso y goce de sus bienes…” y “Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto
mediante el pago de indemnización justa…”.
“Artículo 122° (Expropiación). I. Los Gobiernos Municipales están facultados para ejercer el
derecho de expropiación de bienes privados mediante Ordenanza Municipal, dentro del ámbito de
su jurisdicción, con sujeción a la Constitución Política del Estado y a lo establecido por la presente
Ley.
II. Las expropiaciones requieren de previa declaratoria de necesidad y utilidad pública previo pago
de indemnización justa, mediante Ordenanza Municipal aprobada por dos tercios. En esta
Ordenanza deberá especificarse con precisión el fin a que habrá de aplicarse el bien expropiado de
acuerdo con los planes, proyectos y programas debidamente aprobados con anterioridad a la
expropiación. Una vez concluido el trámite de expropiación, el Alcalde Municipal deberá informar
al Concejo Municipal.
II. Las expropiaciones en el área rural requeridas por el Gobierno Municipal, para obras de Interés
Social y Servicios Públicos, se regirán por Ley 1715 de 18 de Octubre de 1996.
III. En ningún caso se aplicará la compensación con otros inmuebles de propiedad pública
municipal.
IV. El valor de todas las expropiaciones dispuestas por el Concejo deberá incluirse en el
presupuesto municipal de la gestión correspondiente, como gasto de inversión.
En el problema jurídico planteado, según la documentación descrita en las Conclusiones II.2 a II.4
de la presente Resolución, se advierte que la serranía de “San Pedro” -donde se encuentra ubicado
el inmueble del accionante-, fue declarada zona de preservación ecológica y de atracción turística y
de primera categoría, aprobándose en consecuencia el proyecto integrado “Santuario San Pedro”.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2718
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Así también, consta que Pascual Revollo Sandoval, tiene registrado su derecho propietario sobre el
inmueble ubicado en esa zona -Conclusión II.5-.
Finalmente, cabe referir que durante la realización del procedimiento administrativo para la
aprobación del plano de lote solicitado por el accionante y que culminó en todas sus instancias
conforme establece la Ley de Municipalidades; en ningún momento el accionante solicitó se
imprima el procedimiento de expropiación como mecanismo de conciliación respecto de su
derecho de propiedad privada y los intereses de la sociedad o interés colectivo; circunstancia que,
no impide pueda formular dicha petición a efectos de obtener una indemnización, conforme a las
normas previstas en la referida normativa. Por su parte las autoridades demandadas, tienen la
obligación de atender dicha petición y en su caso efectuar el procedimiento de oficio ante el
Concejo Municipal a efectos de la emisión de la respectiva ordenanza municipal que declare la
utilidad y necesidad pública, si correspondiere, en el entendido que es atribución de la
administración pública en función a parámetros legales y técnicos determinar la causa y
procedencia para la expropiación.
Consecuentemente, corresponde denegar la tutela impetrada por no advertirse acto ilegal alguno
que vulnere el derecho a la propiedad del accionante, el cual debe ejercerse en compatibilidad con
el interés colectivo o público, conforme se explicó.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela invocada,
obró correctamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El accionante, por escrito presentado el 19 de abril de 2012, cursante de fs. 2 a 4 vta., manifestó
que:
El 23 de marzo de 2012, fue citado a efecto de asistir a la audiencia de medidas cautelares dentro
del proceso penal seguido en su contra, por la supuesta comisión de los delitos de asesinato y
otros, seguido a instancia del Ministerio Público y Martha Velásquez de Flores.
Ante dicha demora, realizó la denuncia ante el Consejo de la Magistratura y pese a tal extremo,
aún no se señaló fecha para la celebración de lo señalada audiencia.
Se señaló como vulnerados los derechos a la libertad física y al debido proceso, sin haber citado
ninguna disposición constitucional.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 17
a 19, se produjeron los siguientes actuados:
La abogada del accionante, manifestó desconocer la presente acción y sólo acudió a la audiencia
al llamado de los familiares del accionante.
Ángel René Salazar Choque, Juez Tercero de Partido en lo Penal y Liquidador, mediante
informe escrito (de fs. 13 a 16) entregado en audiencia, indicó que: Tomando en cuenta los
delitos por los que fue imputado, se tomó la decisión de asegurar y aplicar lo que dispone el
procedimiento cautelar a fin de contar con su presencia en todas las audiencias y se someta al
proceso. Es en ese sentido, que las actuaciones procesales que se desarrollaron, fueron de
acuerdo al arts. 233.1 y 2, 234.1 y 2, 235.3 y 4 del CPP.
Respecto al procedimiento de la apelación efectuada por el accionante, señaló que una vez
apelada la Resolución que dispuso su detención preventiva, recién presentó la papeleta valorada
del recurso señalado, el 28 de marzo de 2012 en horas de la tarde, notificando a las partes el 30
de marzo del mismo año y remitiéndose ante el Tribunal de alzada el 3 de abril de 2012. La Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia, devolvió obrados al juzgado el 9 de abril
del mismo año, con la finalidad de subsanar la parte dispositiva de la Resolución impugnada,
pues de acuerdo al art. 251 del CPP, debió elevarse obrados en efecto no suspensivo. No
obstante, se procedió adecuadamente respecto a la celeridad procesal contemplada en los arts.
178 y 180 de la CPE, de tal manera que se ha cumplido efectivamente con la amplia
jurisprudencia constitucional.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, el Juez Sexto de Sentencia Penal del departamento La Paz, mediante
Resolución 013/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 20 a 23, denegó la tutela de la acción de
libertad, con los fundamentos siguientes: a) Que conforme al cuaderno de apelación, el Juez
demandado de manera inmediata dio cumplimiento a lo extrañado por la Sala Penal Tercera; y,
b) Por otro lado, no es evidente que no se haya señalado audiencia para considerar el recurso de
apelación indicado, pues la Sala Penal Tercera, mediante decreto de 17 de abril de 2012 (fs. 261
vta., del cuaderno de apelación), señaló audiencia para su consideración, para el día 23 de abril
de 2012, a horas 10:00, por lo que no corresponde otorgar la tutela.
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. A fs. 12 vta., cursa el decreto de 17 de abril de 2012, emitido por la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante el que se señaló audiencia para el 23 de
abril del mismo año a horas 10:00, a efecto de considerar la apelación incidental de la medida
cautelar impuesta contra el accionante.
La parte accionante, manifestó que las autoridades demandadas lesionaron sus derechos a la
libertad física y al debido proceso, puesto que: Ante la determinación de imponerle la medida
cautelar de detención preventiva, en audiencia de medidas cautelares, apeló contra la
Resolución, recurso que fue demorado en su tratamiento de manera injustificada, postergando
los plazos para considerar su recurso; y, luego que los Vocales demandados fijaron audiencia de
consideración del recurso de apelación, la misma se postergó en una primera instancia debido a
una excusa de uno de los Vocales, señalándose audiencia para el 27 de abril de 2012 y una vez
instalada la última audiencia, ésta fue suspendida nuevamente por otra excusa de un Vocal, sin
señalar nueva fecha de audiencia, postergando su consideración de manera reiterada e
injustificada. Correspondiendo analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si
constituyen actos ilegales lesivos al derecho a la libertad del accionante, a fin de otorgar o
denegar la tutela solicitada.
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE;
además que también, en su art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la
persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de CPE, refiere que: “Toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá ser
restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo debe ser respetado sino debe
ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes (…)”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en
el art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables,
establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) derecho a
la vida; 2) derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad física; y, 4) derecho
a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del Estado y la
ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o
siendo ilegalmente perseguida como indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
física.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, señala que la persona que considere
que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea que es
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la quien cree ser indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente
cuando de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
“El art. 115 de la CPE consagra el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, dándole una
dimensión plural. Así, en el primero parágrafo, al reconocer el derecho de acceso a la justicia,
sostiene que `Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos´ y el segundo parágrafo señala que `El
Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones´.
A su vez, el art. 8.1) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos determina que
'Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad
por ley…´. Por su parte, el art. 14.3) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
establece que 'Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas: c. A ser juzgada sin dilaciones indebidas'.
a) El acto ilegal provoca la restricción del derecho a la libertad física (hábeas corpus
reparador);
b) El acto ilegal amenaza o perturba al derecho a la libertad física personal (hábeas corpus
restringido y preventivo);
c) Se agravan las condiciones de la libertad (hábeas corpus correctivo):
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2725
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Conforme a lo anotado, es posible ingresar al análisis de aquellos asuntos en los que existe
demora por parte de las autoridades judiciales, sin considerar la naturaleza del derecho que
está en discusión, como es la libertad física.
En el caso de autos, el accionante así como su representante, manifestaron que se lesionó los
derechos del imputado, toda vez que la consideración del recurso de apelación que presentó en
audiencia, no se llevó a cabo hasta antes de la presentación de la acción tutelar, pese a haber sido
interpuesta con mucha anterioridad, sobrepasando los límites procedimentales contenidos en el
art. 251 del CPP.
En ese entendido, de acuerdo a los antecedentes del caso, se evidencia el cumplimiento en los
plazos respecto al Juez demandado, quien efectuó el trámite del recurso de apelación, también
en función al interés y agilidad procesal que el imputado prestó, demostrando el descuido en la
presentación de la papeleta para el recurso de apelación, por lo que también demostró cierta
negligencia. Sin embargo, es la Sala Penal Tercera la que una vez recibido el recurso demoró
injustificadamente en devolver el proceso al Juez de la causa, pues sin necesidad de ingresar al
análisis de fondo del recurso, demoró más de cinco días en sólo observar que el recurso fue
concedido erróneamente por el Juez demandado, situación que no amerita un tiempo tan amplio,
aspecto que ocasionó una mora procesal injustificada.
En ese sentido, los recursos de apelación de medidas cautelares de carácter personal como la
detención preventiva, constituye un medio legal que debe ser considerado en los tiempos más
breves posibles, o al menos dentro de los plazos establecidos por ley, de tal manera que la Sala
Penal Tercera es quien debe considerar dicho aspecto y llevar a cabo la audiencia de
consideración del recurso de apelación dentro de las veinticuatro horas siguientes a la
notificación con la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, pues de no hacerlo,
efectuaría una franca lesión al debido proceso contemplado en el art. 115.II de la CPE, así como
al derecho a recurrir del accionante dispuesto en el art. 180.II de la Norma Suprema, y al
principio pro homine que busca de acuerdo al tratadista Andrés Gil Domínguez, que: “el
intérprete y el operador han de buscar y aplicar la norma que en cada caso resulte más
favorable para la persona humana y para su libertad y sus derechos”.
prevista en ella; b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar
reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los estados partes o de acuerdo con otra
convención en que sea parte uno de dichos estados.
En tal sentido, se concluye que el Juez Sexto de Sentencia Penal del departamento de La Paz, al
denegar la tutela de la acción de libertad, no ha evaluado correctamente los datos del proceso y
las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
2° Se dispone que los Vocales demandados, fijen audiencia de consideración del recurso de
apelación, dentro de las veinticuatro horas de notificados con la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
Por memorial presentado el 5 de abril de 2012, cursante de fs. 20 a 25 vta., el accionante expone
los siguientes fundamentos:
Debido a un proceso de asistencia familiar seguido por Cristina Tórrez Arias en su contra, el
cual fue radicado el 29 de abril de 1996 en el Juzgado Primero de Instrucción Familiar de
Familia, seguidamente admitido que fue, mediante Auto de 10 de mayo del mismo año, es
corrido en traslado, ordenando su notificación personal mediante orden instruida, encomendando
su ejecución a cualesquier autoridad hábil y no impedida de la localidad de Rurrenabaque del
departamento del Beni.
Refiere que, la autoridad demandada nunca observó que el beneficiario ya es mayor de edad, y
por lo tanto debió exigir su apersonamiento, pero extrañamente otorgó todas las solicitudes hasta
lograr el mandamiento de apremio con facultades extraordinarias y orden instruida, además que
tampoco consideró que el abogado defensor que se asignó, en ningún momento ejerció la
defensa, dejandolo en total indefensión, es así que el 15 septiembre de “2001” (2011), fue
injustamente detenido, merced a un mandamiento de apremio por falta de pago de pensión
familiar, circunstancias en que se encontraba en la localidad de Rurrenabaque, domicilio real en
el que vive, remitido luego de dos días al penal de “San Pedro” de la ciudad de La Paz.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 36
a 37, se produjeron los siguientes actuados:
Irene Isabel Oblitas Aguirre, Jueza Tercera de Partido de Familia, en su informe prestado en
audiencia, expresó que: a) Al encontrarse como Jueza de Instrucción de Familia el año 1997,
dictó Resolución sobre asistencia familiar a favor del beneficiario en la suma de Bs180.-(ciento
ochenta bolivianos), que debió cancelar el ahora accionante Wilson Alipaz Medina, y que debía
regir a partir de la notificación con la demanda; y, b) La demanda de asistencia familiar se llevó
en cumplimiento a la Ley 1760, Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar,
efectuándose todos los trámites, en el cual el accionante no asumió defensa, a pesar de haberse
designado a su favor defensor de oficio, razón por la cual fue notificado mediante edictos.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2728
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, Nancy Flores Guzmán, Jueza Segunda de Sentencia Penal, en suplencia
de su similar Primero, constituida en Jueza de garantías, pronunció la Resolución 06/2012 de 11
de abril, cursante de fs. 38 a 40, denegando la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos:
i) El accionante hace referencia al trámite de una demanda de asistencia familiar en su contra,
sin que haya tomado conocimiento del mismo, y que por un mandamiento de apremio que fue
emitido por la autoridad demandada, fue privado de liberad desde el 21 de septiembre de 2011,
haciendo una relación de todas las actuaciones realizadas por las autoridades demandadas,
manifiesta que se le ocasionó un completo estado de indefensión, violando el principio al debido
proceso, la libertad, y la seguridad jurídica; ii) Irene Isabel Oblitas Aguirre, informó que el año
1997, cumplía funciones de Jueza de Instrucción de Familia y que ante ese Juzgado se tramitó la
demanda de asistencia familiar para el beneficiario que contaba con siete años de edad, al efecto
se cumplió con lo establecido en la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar,
en todas sus partes, habiéndose notificado mediante edictos conforme establece dicha norma; y,
iii) Fabiola Álvarez Apaza, informó que contra Wilson Alipaz Medina, después de diez años de
abandono, la demandante, solicito la liquidación de asistencia familiar, aprobada que fue alcanzó
a la suma de Bs“29280” (29880).- con esa liquidación se procedió a su notificación mediante
edictos, lo propio con el mandamiento de apremio, en ningún momento hizo conocer
vulneración alguna a las que hizo referencia, incluso en ejecución de sentencia la Jueza esta
obligada a resolver cualquier incidente, más aún si se trata de errores procedimentales; iv) En la
tramitación de la demanda el accionante se limitó a solicitar salidas médicas, sin haber
mencionado ninguna vulneración, y que el 2 de abril del año 2012, solicitó audiencia para
realizar el juramento de cumplimiento de obligación, la misma que fue señalada para el 10 del
abril, cumplida con las formalidades de ley se dispuso su libertad; y, v) El accionante relaciona
aspectos que deben ser resueltas por la Jueza de la causa, sin tomar en cuenta que el Juez de
garantías se constituye únicamente para establecer si hubo vulneraciones de derechos y garantías
constitucionales, en el presente caso el accionante no hizo referencia a ninguna vulneración
constitucional por parte de las autoridades demandadas, los aspectos mencionados por este
deben ser resueltos por la autoridad jurisdiccional.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 9 de abril de 2012, la Juez demandada, Fabiola Álvarez Apaza junto a su Actuaría, se
constituyeron en audiencia preliminar dentro la demanda de asistencia familiar seguida por
Cristina Tórrez Arias contra Wilson Alipaz Medina, en la que este último prestó juramento de
cumplimiento de obligaciones, cumplida con esa formalidad se dispuso se expida mandamiento
de libertad a su favor (fs. 34 y vta.).
II.2. El 10 de abril del año en curso la Jueza demandada, Fabiola Álvarez Apaza, expidió
mandamiento de libertad a favor del ahora accionante Wilson Alipaz Medina (fs.35).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE;
Norma Supremas que además, en el art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la
libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del
Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “libertad”, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Ley Fundamental del ordenamiento
jurídico, refiere que “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta
libertad personal “sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2730
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que
toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra
persona, aún sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad
competente; de conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido,
aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la
ley” y que “La ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y
que sea emitido por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en
el art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables,
establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) derecho a
la vida; 2) derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal; 3)
derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, 4)
derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Norma Suprema y la Ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona esta indebidamente privada de libertad o,
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
personal.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se reestablezcan las formalidades, particularmente
cuando de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
El Código de Familia en su art. 22, establece: “La asistencia se cumple en forma de pensión o de
adquisición pagadera por mensualidad vencida y corre desde el día de la citación con la
demanda”. Así como, el art. 149 del referido Código, dispone: “La pensión de asistencia del
cónyuge y de los hijos es de interés social y tiene apremio corporal para su oportuno suministro
cuando se emplean medios maliciosos para burlarla …”; concordante con el art. 436 del Código
de Familia (CF), que señala: “La obligación de asistencia se cumple bajo apremio, con
allanamiento en su caso del domicilio de la parte obligada, y su oportuno suministro no puede
diferirse por recurso o procedimiento alguno, bajo responsabilidad del juez y del fiscal. Las
pensiones devengadas se liquidarán en el día y se ordenará su pago inmediato, deduciéndose los
abonos debidamente comprobados”; a lo cual debe añadirse que el art. 11.I de la LAPACOP,
dispone como medida de excepción el apremio por asistencia familiar, previsto por el párrafo
tercero del art. 149 del CF, que podrá ser ordenado únicamente por el juez que conozca de la
petición de asistencia.
de allanamiento se encuentra sujeto a los términos de caducidad establecidos en el art. 182 del
CPP” (SC 0739/2006-R de 27 de julio).
La asistencia familiar de los hijos es de interés social y tiene apremio corporal para el obligado,
cuando se emplean medios maliciosos para burlar su oportuno suministro por parte de éste,
incluso con facultad de allanamiento en el domicilio de la parte obligada, no puede diferirse por
recurso o procedimiento alguno, bajo responsabilidad del juez, por lo que el apremio corporal
podrá ser ordenado únicamente por el juez que conozca la petición de asistencia.
En ese contexto fue librado el mandamiento de apremio contra el obligado, mismo que como se
tiene del informe prestado por la Jueza demandada, Fabiola Álvarez Apaza, contemplaba
facultades extraordinarias para su ejecución, consiguientemente por todo lo expresado,
corresponde denegar la tutela impetrada, al carecer los hechos denunciados de relevancia
constitucional, al no ser causa de lesión al debido proceso y consiguiente derecho a la libertad.
Finalmente cabe resaltar que el accionante se encuentra haciendo uso de la Ley 1602 Ley de
Abolición de Prisión y Apremio Corporal por Obligaciones Patrimoniales, la promesa de
cumplir la obligación y que no se encuentra privado de libertad, así se infiere del acta de
audiencia de juramento de cumplimiento de obligación y mandamiento de libertad (fs. 34 y 35).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2733
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En revisión la Resolución de 9 de marzo de 2012, cursante de fs. 196 a 200 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Shirley Patricia Villarroel Rojas contra
Janeth Rivas Solís, Jueza Décima de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de
Cochabamba, e Ingrith Sonia Rojas Jiménez.
Por memorial presentado el 6 de enero de 2012, cursante de fs. 91 a 100, la accionante expone
los siguientes argumentos de hecho y de derecho:
Manifiesta haber suscrito, con Daniel Urresty Campos y María del Carmen Claros de Urresty,
un contrato de anticrético de un departamento por la suma de $us15 000.- (quince mil dólares
estadounidenses), mediante Escritura Pública 287/2007 de 3 de septiembre, que recién fue
inscrita en Registro de Derechos Reales (DD.RR.), en fecha 3 de abril de 2008, momento en el
que se enteró que el inmueble ya contaba con varios gravámenes anteriores.
Agrega que inició una demanda ejecutivaen contra de los propietarios, proceso que a la fecha ya
cuenta con Sentencia. Asimismo, señala que contra los referidos propietarios se inició proceso
concursal de acreedores, radicado en el Juzgado Décimo de Partido en lo Civil y Comercial, en
el que se apersonó como acreedora anticresistay solicitó de manera reiterada que antes del
remate de los bienes sometidos a concurso se tome en cuenta su condición de anticresista; sin
embargo, la autoridad judicial demandada, mediante sentencia de grados y preferidos de 30 de
septiembre de 2011, la situó en el tercer lugar entre los acreedores, negándole su derecho al pago
preferente, así como su derecho a la retención del inmueble hasta que haya sido satisfecho el
monto del capital, aspecto que considera vulneratorio a sus derechos constitucionales.
El departamento recibido en anticresis fue objeto de remate y adjudicado a Ingrith Sonia Rojas
Jiménez, quien tenía conocimiento pleno de la situación en la que se encontraba el referido
inmueble, en relación a las acreencias por préstamos de dinero y la inscripción del contratode
anticrético.
Agrega también, que a la fecha, la adjudicada Ingrith Sonia Rojas Jiménez, ha solicitado el
desapoderamiento del inmueble con facultad de allanamiento, rotura de chapas y candados con
el objeto de desalojarla del inmueble que ocupa como vivienda, solicitud que fue atendida por la
autoridad judicial.
I.1.3. Petitorio
La accionante solicita se conceda la acción de amparo constitucional y se dejen sin efecto las
medidas dispuestas a favor de la ahora codemandada, en tanto no se le devuelva el monto por el
capital de anticrético a la accionante.
La audiencia pública se realizó el 9 de marzo de 2012, conforme consta en el acta cursante de fs.
191 a 195, produciéndose los siguientes actuados:
El abogado de la accionante, haciendo uso de la palabra, manifestó que dentro del proceso de
concurso de acreedores, se señaló fecha para el remate del inmueble, por lo que su defendida,
mediante memorial de 7 de septiembre de 2009 solicitó que esa acreencia debía ser tomada en
cuenta no como deuda corriente, y considerar su condición de anticresista, extremo que no fue
atendido por la autoridad ahora demandada.
Manifestó que su defendida tiene derecho preferente frente al resto de los acreedores por su
calidad de anticresista y por estar ocupando el inmueble como vivienda, cumpliendo una función
social tutelada por la Constitución Política del Estado.
Janeth Rivas Solís, Jueza Décima de Partido en lo Civil y Comercial, como autoridad
demandada, presentó el informe cursante de fs. 112 a 113 vta., manifestando: a) En fecha 10 de
noviembre de 2008, Lorena Vanesa Rico Oilo, inició demanda de Concurso Necesario de
Acreedores contra Daniel Urresty Campos y María del Carmen Claros de Urresty, proceso en el
que conforme al art. 570 del Código de Procedimiento Civil (CPC), se ordenó se forme el
cuadernillo de remate para proceder a la subasta de los bienes inmuebles otorgados en garantía
hipotecaria, entre ellos el Departamento A del edificio ETREUS ubicado en el pasaje Avelino
Nogales, zona Santa Ana de Cala Cala, que fue rematado y adjudicado por Auto de 10 de marzo
de 2010 a favor de Ingrith Sonia Rojas Jiménez; b) Realizado el remate, se notificó a los
ocupantes del inmueble rematado para que en el plazo de diez días entreguen desocupado, bajo
la conminatoria de expedirse mandamiento de desapoderamiento; c) El 31 de marzo 2010, la
ahora accionante, Shirley Patricia Villarroel Rojas, presentó incidente de oposición de
desapoderamiento, el mismo fue rechazado mediante Auto de 6 de enero de 2011, Resolución
que fue apelada y se encuentra pendiente de Resolución por el Tribunal de alzada; d) El 30 de
septiembre de 2011, la jueza de la causa, pronunció sentencia declarando el orden de grados y
preferidos, situando a Shirley Patricia Villarroel Rojas en el tercer lugar, fallo que no fue
apelado por la accionante encontrándose a la fecha ejecutoriada, agregando además que si la hoy
accionante consideraba que la sentencia pronunciada era lesiva a sus intereses debió haberla
impugnado y al no haberlo hecho, debe cumplirse lo dispuesto por el art. 514 del CPC; e) Con
relación a la vulneración del derecho a la petición la autoridad accionada niega haber vulnerado
el referido derecho, señalando además que todas las pretensiones fueron atendidas en su
oportunidad; f) En relación a la vulneración al derecho a la seguridad jurídica, la autoridad
señala que todos sus actos estuvieron enmarcados en las disposiciones legales; y, g) Si bien la
accionante tiene derecho a la vivienda, cabe señalar que la adjudicataria tiene derecho de usar,
gozar y disponer del bien inmueble por el cual pago el precio, siendo la obligación de la
juzgadora entregarle el mismo, toda vez que la venta judicial por su naturaleza es la más perfecta
y en ella el juez asume un rol de vendedor, por lo que le corresponde hacer efectiva la entrega
del bien objeto de remate.
(LAPCAF); y, 3) La preferencia del pago se determina por la inscripción en DD.RR., por lo que
considera descuido de la accionante no haber realizado la inscripción en el momento oportuno.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Contrato de Anticrético de 30 de agosto de 2007, suscrito entre Daniel Urresty Campos y
María del Carmen Claros de Urresty, como propietarios, y Shirley Patricia Villarroel Rojas,
como anticresista, protocolizado en Notaría Pública de Primera Clase 47, e inscrito en la Oficina
de Derechos Reales en fecha 3 de abril de 2008 (fs. 69 a 70 vta.).
II.4. Mediante memorial de 4 de noviembre de 2011, Shirley Patricia Villarroel Rojas, interpone
recurso de reposición, contra el decreto de 29 de octubre de 2011 (fs. 62).
II.6. Auto de9 de diciembre de 2011, librado por la Jueza Décima de Partido en lo Civil y
Comercial, disponiendo la emisión del Mandamiento de Desapoderamiento con facultad de
allanamiento y con ayuda de la fuerza pública (fs. 88 vta.).
II.7. Mediante memorial de 9 de marzo de 2012, Shirley Patricia Villarroel Rojas, afirmó que
inició proceso ejecutivo contra los propietarios del inmueble dado en anticrético, mismo que ya
cuenta con sentencia ejecutoriada (fs. 138).
La accionante alegala vulneración de sus derechos a la vivienda, habitad y petición; toda vez que
dentro del proceso de concurso necesario de acreedores, la autoridad judicial demandada emitió
mandamiento de desapoderamiento del inmueble, que le fue dado en anticrético por los
propietarios, quienes no le devolvieron su capital de anticrético; departamento que fue rematado
y adjudicado a un tercero. Por lo que corresponde dilucidar, en revisión si tal extremo es
evidente a fin de conceder la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional consagrada en el art. 128 de la CPE, se instituye por la Ley
Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos
de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Norma Suprema y la ley.
De conformidad a la disposición constitucional citada, en aplicación y vigencia de la
Constitución Política del Estado, la acción de amparo constitucional es una acción de defensa de
todos los derechos fundamentales y garantías previstas en la Ley Fundamental y en los Pactos y
Tratados sobre Derechos Humanos, ratificados por nuestro Estado Plurinacional en el art. 410 de
la CPE, salvo los derechos a la libertad y a la vida -cuando éste se encuentre vinculado a la
libertad-, que está bajo la protección de una acción especifica cómo es la acción de libertad.
Tiene por fin asegurar a las personas el goce efectivo de sus derechos fundamentales y garantías
constitucionales, protegiéndoles de toda amenaza, restricción o supresión ilegal o arbitraria
proveniente de actos, decisiones u omisiones de autoridades públicas o de personas particulares.
El amparo constitucional es una acción de naturaleza subsidiaria, por lo que no forma parte de
los recursos o medios de impugnación ordinarios previstos por la legislación procesal. Siendo
así que el art. 76 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) establece que esta
acción constitucional no procederá, cuando exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados, no siendo la
finalidad de esta acción el sustituir o remplazar los medios o recursos legales establecidos en el
ordenamiento jurídico.
judicial. No puede entonces, tratarse la Acción de Amparo como una instancia adicional,
alternativa o complementaria a las acciones ordinarias y especiales previstas por la
Constitución y la ley para la defensa de los derechos, incluidos los fundamentales, pues la razón
de su existencia es la defensa efectiva y actual, pero supletiva, de los derechos fundamentales
ante la ausencia de otras vías judiciales”.
De igual forma, para el sistema constitucional boliviano la acción de amparo constitucional tiene
carácter subsidiario, toda vez que el art. 129.I de la CPE determina: “La acción de Amparo
Constitucional se interpondrá (…)siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
Así también, siguiendo la línea sobre la improcedencia del amparo constitucional por
subsidiariedad, la SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, ratificada por la SC 0777/2010-R de 2
de agosto, expresó: “En mérito al carácter subsidiario del amparo constitucional, estableció
subreglas para determinar su improcedencia por subsidiariedad, cuando: ´…1) las autoridades
judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto
porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así a)
cuando en su oportunidad y en el plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación,
y b)cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las
autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de
pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así a) cuando se planteó el
recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos extemporáneos o
equivocados, y b)cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la defensa de un
derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la interposición y
tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos se excluyen de la excepción al
principio de subsidiariedad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y
garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en
cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios
de defensa y recursos pendientes de resolución”.
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00632-2012-02-AAC
Departamento: Potosí
Los accionantes por memorial de 23 de marzo de 2012, cursante de fs. 34 a 39 vta., refieren que:
Dentro el sumario de reivindicación, mejor derecho y nulidad de documento seguido contra Mario
Rocabado Choque y otros; como efecto de la apelación interpuesta contra la Sentencia de primera
instancia, una vez radicada la causa ante el Juez de apelación, no se procedió a notificarlos conforme
a ley con el decreto de radicatoria de fs. 202, ni con el Auto de Vista 01/2012 de 12 de enero; y peor
aún, no se notificó con el mencionado Auto a Daniela Magne de Ponce, irregularidades que les
ocasionó agravios y vulneración de sus derechos fundamentales, como al debido proceso, a la defensa
y a la posibilidad de recurrir; razón por la cual, interponen acción de amparo constitucional,
impugnando las dos diligencias de notificaciones practicadas en el Juzgado de Partido Mixto
Liquidador y de Sentencia de Cotagaita del departamento de Potosí (cursantes a fs. 203 y 207 del
proceso civil) y por ende las Resoluciones judiciales emitidas a partir de la primera diligencia; ya que,
no se adecuan a lo dispuesto por el art. 21 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia
Familiar (LAPCAF), que modificó el art. 231 del Código de Procedimiento Civil (CPC);
procedimiento que no fue controlado por el Juez demandado, conforme señala la “SC 0336/2010 de
17 de junio”, generando responsabilidad y legitimidad pasiva única para ésta autoridad jurisdiccional,
que debió verificar el funcionamiento de su personal de apoyo y al no hacerlo, convalidó las
anomalías en que incurrió su Oficial de Diligencias.
Aclaran que la actitud pasiva y de omisión de control del personal subalterno del Juez demandado,
radica en que no advirtió las diligencias de notificaciones practicadas por la Oficial de Diligencias con
la providencia de fs. 201 a 202 (del proceso civil), así como la notificación con el Auto de Vista 01
/2012, al accionante Freddy Ponce Cabrera, las cuales fueron efectuadas en Secretaría de ese
Despacho, contraviniendo lo dispuesto en el art. 21 de la LAPCAF, que establece que se notifique en
el domicilio procesal que señalaron en primera instancia (calle Junín s/n) conforme consta en los
datos del proceso; resultando una omisión grave que no fue subsanada por el Juez de apelación,
máxime cuando no se notificó con el Auto de Vista referido a la accionante Daniela Magne de Ponce,
la autoridad jurisdiccional demandada en lugar de corregirlas, como era su deber, devolvió el proceso
al juzgado de origen.
Finalmente afirman que estas irregularidades, les impidió asumir defensa material y técnica en forma
oportuna, ejercer el derecho a la impugnación que se relaciona directamente con el de igualdad de las
partes ante la ley; es decir, que el Juez demandado permitió que se desarrolle ilegal e indebidamente
el recurso de apelación, donde no se les otorgó ni siquiera las mínimas garantías para que puedan
actuar en igualdad de condiciones como exige la garantía constitucional del debido proceso.
Señalan como vulnerados sus derechos al debido proceso y a la defensa, citando al efecto el art. 115.II
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
01/2012, a objeto de que sus personas asuman defensa real, amplia e irrestricta conforme a la
Constitución Política del Estado.
Efectuada la audiencia pública el 4 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 55 a 59, se
produjeron los siguientes actuados:
El accionante Freddy Ponce Cabrera, por sí y en representación de Daniela Magne de Ponce según
Testimonio 049/2012 de 27 de marzo, presentado en la misma audiencia que cursa a fs. 54, por
intermedio de su abogado ratificó inextenso la acción de amparo constitucional, alegando que se
encuentra suficiente y completamente fundamentado.
Gustavo Favio Díaz Martínez, Juez de Partido Mixto, Liquidador y de Sentencia de Cotagaita
del departamento de Potosí, en audiencia señaló: a) Los accionantes alegan que se habría
vulnerado el debido proceso, a la defensa y el derecho a recurrir en el proceso sumario de
reivindicación, mejor derecho y nulidad de documento que siguen a Mario Rocabado Choque y
otros, proceso que conoció en grado de apelación; empero de la revisión del proceso, se
evidencia que fueron ellos los que interpusieron el recurso de apelación contra la Sentencia
pronunciada en primera instancia, y no se apersonaron al Juzgado de alzada, negligencia que es
de su absoluta responsabilidad, porque tenían la carga procesal de asistir obligatoriamente a la
Secretaría del Juzgado los martes y viernes para poder notificarse con todas las resoluciones que
puedan salir, en cumplimiento a lo dispuesto en el art. 14 de la LAPCAF, más aún cuando ellos
fueron los que recurrieron de alzada; y, b) Por mandato del art. 128 de la CPE, la acción de
amparo constitucional procede contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos o de persona individual o colectiva que restrinjan, supriman o amenacen restringir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley; de esta norma se puede concluir que la acción
referida es subsidiaria; es decir, no es sustitutivo de otro recurso o medio legal; entonces si los
accionantes creen que se vulneró algún derecho, primero debían interponer la nulidad de
notificación y no así la acción referida que es un “recurso” de última ratio, aspecto establecido
por la norma y también la jurisprudencia que determina la acción se tiene que presentar cuando
se haya agotado todas las vías para poder reclamar algún derecho, lo cual no se cumplió como se
tiene de los antecedentes del proceso; en consecuencia solicita se deniegue el amparo
constitucional interpuesto con las costas respectivas.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. De fs. 1 a 6, cursa memorial de 15 de octubre de 2011, por el que se establece que los ahora
accionantes Freddy Ponce Cabrera y Daniela Magne de Ponce, interponen recurso de apelación
contra la Sentencia 03/2011 de 1 de marzo, pronunciada por el Juez de Instrucción Mixto de
Cotagaita dentro el proceso sumario de nulidad de documento, reivindicación y mejor derecho
seguido contra Mario Rocabado Choque y Otros.
II.2. A fs. 18 vta., cursa Resolución de fecha 6 de diciembre de 2011, pronunciada por el Juez de
Instrucción Mixto de Cotagaita, que concede el recurso de apelación interpuesto por los ahora
accionantes.
II.3. De fs. 28 a 29, cursa Auto de Vista 01/2012, pronunciado por el Juez de Partido Mixto,
Liquidador y de Sentencia de Cotagaita, dentro el sumario de nulidad de documento,
reivindicación y mejor derecho propietario, seguido por los ahora accionantes contra Mario
Rocabado Choque y Otros; Resolución que confirma la sentencia de primera instancia.
II.4. A fs. 30, cursa diligencias de notificación con el Auto de Vista antes referido, al
demandante del proceso civil Freddy Ponce Cabrera y al demandado Mario Rocabado Choque
efectuadas el 13 de enero de 2012.
II.5. De fs. 31 a 32, cursa nota de 25 de enero de 2012 de devolución de expediente y diligencias
de notificación a las partes con el decreto de cúmplase; actuados por los que se establece que el
proceso civil (una vez radicado en el juzgado de origen) se encuentra en etapa de ejecución de
sentencia.
Conforme previene el art. 129.I de la CPE, la acción de amparo constitucional se interpondrá por
la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
De los preceptos descritos, se extrae el marco constitucional para determinar las causas de
improcedencia de la acción de amparo constitucional, sobre este razonamiento existe abundante
jurisprudencia asentada por el extinto Tribunal Constitucional y ratificada por el Tribunal
Constitucional Plurinacional en este sentido, la SC 0273/2010-R de 7 de junio, concluyó
que:“…el Amparo Constitucional no es un instrumento alternativo o sustitutivo de las acciones
ordinarias que la Constitución y la ley asignan a las distintas jurisdicciones, según su
especialidad, para la protección de los derechos considerados vulnerados, sino, por el
contrario, es un mecanismo subsidiario, porque únicamente puede instaurarse cuando el
lesionado no tiene otro medio de defensa; por lo tanto, cuando hay otros recursos expeditos,
éstos deben ser utilizados primero y sólo se concederá el Amparo Constitucional cuando
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2744
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aquéllos resultaren ineficaces para la defensa de los derechos, o cuando se lo conceda como
protección inmediata para evitar un daño irreparable”.
Entendimiento que es ratificado por éste Tribunal conforme se infiere de la SCP 0002/2012 de
13 de marzo, con relación a la configuración procesal de la acción de amparo determinó que:
”…la acción de amparo forma parte del control reforzado de constitucionalidad o control
tutelar de los derechos y garantías, al constituirse un mecanismo constitucional inmediato de
carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y respeto de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro medio de protección o
cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido el derecho lesionado,
lo que significa que de no cumplirse este requisito, no se puede analizar el fondo del problema
planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
En el contexto procesal civil, la figura de los incidentes está regulado por el art. 149 del CPC,
como: “Toda cuestión accesoria que surgiere en relación con el objeto principal de un litigio se
tramitara por la vía incidental”. Por otra parte el art. 150 del mismo Código Adjetivo previene
que: “Los incidentes no suspenderán la tramitación del proceso principal, a menos que hubiere
disposición expresa de la ley o que, en casos excepcionales, así lo resolviere el Juez cuando
fuere indispensable por la naturaleza de la cuestión planteada”.
De los antecedentes citados, se evidencia que como emergencia del recurso de apelación
interpuesto por los ahora accionantes contra la Sentencia de primera instancia, el Juez
demandado sustanció en su Juzgado este recurso emitiendo el correspondiente Auto de Vista,
conforme se tiene de los actuados cursantes de fs. 20 a 30, y al no haberse formulado recurso de
casación por ninguna de las partes, el proceso es devuelto al Juzgado de origen a objeto de
substanciar la etapa de ejecución de sentencia; es en esta fase que los ahora accionantes,
advierten que las notificaciones con los actuados producidos ante el Juez de apelación fueron
practicadas irregularmente en la secretaría del Juzgado contraviniendo el art. 21 de la LAPCAF.
incurrió en la presunta lesión y luego a las superiores a ésta, y si a pesar de ello persiste la
lesión, porque los medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la
posibilidad de acudir al amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un
mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues ello desnaturalizaría su esencia” (las
negrillas nos pertenecen).
POR TANTO
Por memorial presentado el 11 de abril de 2012 a horas 17:59, cursante de fs. 17 a 21, los
accionantes exponen los siguientes fundamentos:
Dentro del proceso penal seguido a instancia del Ministerio Público en su contra por la presunta
comisión del delito de lesiones leves, mediante decreto de 21 de diciembre de 2011, se señaló
audiencia de medidas cautelares para el 24 de febrero de 2012, disponiéndose que se notifique a
los imputados, pero no así, con la imputación de 24 de octubre y 7 noviembre de 2011, porque
según la autoridad demandada, dicha actuación se habría cumplido por el Ministerio Público,
pero la Oficial de Diligencias sin ninguna orden procedió a notificar con la imputación referida;
con irregularidades las notificaciones se efectuaron el 23 de febrero de 2012 un día antes de la
audiencia programada, es decir dos meses después de dictada la providencia incumpliendo con
el art. 160 del Código de Procedimiento Penal (CPP), diligencia efectuada a los tres imputados a
horas 12:25, es decir a la misma hora, así como la testigo de actuación Cinthia Tejada, tiene
diferentes firmas en las diligencias, sin colocar su cédula de identidad. Por el muestrario
fotográfico que cursa en el expediente se identificó plenamente la dirección donde viven los
accionantes que es Av. Bella Vista 306, zona Aranzaya, que en la diligencia efectuada por la
oficial de diligencias no se menciona los detalles del domicilio, lo que significa que dicha
funcionaria nunca se hizo presente en el lugar, pese a que el mismo es conocido tanto por el
Ministerio Público y la parte querellante.
La audiencia cautelar fue programada para el 24 de febrero de 2012, a horas 15:00, denuncian
los accionantes que se llevo a cabo a horas 16:10, existiendo testigos como ser el Fiscal
asignado al caso y la imputada Mirian Gloria Chavarría Chavarría, que debió suspenderse la
misma para evitar futuras nulidades.
Por Auto de 24 de febrero de 2012, se declaró rebeldes a los imputados, Mario Juan Vásquez
Guzmán y Milton Javier Vásquez Chavarría, con los fundamentos que fueron notificados en
forma personal, sin justificar su inasistencia a la audiencia cautelar, disponiéndose su arraigo, la
publicación de datos en medio de comunicación escrita y extendiéndose mandamientos de
aprehensión en su contra.
I.1.3. Petitorio
Los accionantes piden que cese su persecución indebida, anulándose obrados hasta la
notificación con la providencia de señalamiento de medidas cautelares.
Celebrada la audiencia pública el 13 de abril de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 24
vta., con la inconcurrencia de la parte accionante, demandada y del representante del Ministerio
Publico; se produjeron los siguientes actuados:
Oscar Flores Zeballos, Juez Segundo de Instrucción Penal, presentó informe escrito solicitando
se deniegue la acción de libertad, manifestando: a) Por el informe evacuado por la Secretaria de
su despacho se estableció que la audiencia de medida cautelar fijada para el 24 de febrero de
2012 se realizó a horas 15:00, donde los accionantes no comparecieron siendo lógico suponer
que no pueden sustentar ni impugnar la hora de inicio; b) Sobre el reclamo de notificación
realizada por el Ministerio Público, la SC 1036/2002-R de 29 de agosto señaló: ”el proceso
penal se inicia con la imputación formal, a partir de la cual corre el término de los seis meses
de duración de la etapa preparatoria establecida por el párrafo primero del art. 134 del CPP”,
por cuanto la notificación en sede fiscal no debe tomarse en cuenta en los sustentos que esgrime
la acción; c) En la imputación formal se señala como domicilio de los ahora accionantes la zona
de El Paso aranzaya calle innominada sin numeración, notificación efectuada con la imputación
formal y con el proveído de 21 de diciembre de 2011; y, d) Si los accionantes creen que se
notificó en un lugar distinto, o que existe error sobre la identidad de la persona notificada, o la
resolución esta incompleta expresadas en el art. 166 del CPP, así como los hechos que sustenta,
que se ha practicado la notificación un día antes de la realización de la audiencia, que la
diligencia a los tres imputados fue a la misma hora y por el mismo testigo, debiendo ocurrir ante
el órgano jurisdiccional para incidentar la nulidad de la notificación practicada conforme a los
arts. 167, 169 inc. 3) y 314 del CPP.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
Los accionantes alegan que se está vulnerando sus derechos a la libertad y al debido proceso, por
cuanto el Juez demandado, en audiencia de medida cautelar los declaró rebeldes, expidiéndose
mandamiento de aprehensión en su contra, sin considerar las notificaciones defectuosas con la
imputación formal y con el señalamiento de dicha audiencia. Por consiguiente, corresponde
dilucidar en revisión, si los hechos denunciados son evidentes y si constituyen actos ilegales que
vulneraron los derechos de los accionantes.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: i) Derecho a
la vida; ii) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal;
iii) Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, iv)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
Por otra parte, también el art. 167 del CPP, consigna el resguardo normativo frente a la
actividad procesal defectuosa, determinando en el art. 168 de la misma norma los
supuestos para la corrección de oficio o a petición de parte de actos que puedan ser
enmendados. Asimismo, los arts. 169 y 170 al Código antes referido, regulan los supuestos de
hecho catalogados como defectos procesales absolutos y relativos. Precisamente, para corregir
actos procesales defectuosos que puedan afectar derechos fundamentales; en la segunda parte,
Capítulo IV del Código de Procedimiento Penal, se norma el procedimiento para la tramitación
de excepciones e incidentes, concretamente, los arts. 314 y 315, regulan el procedimiento para
los incidentes, que en caso de actos procesales defectuosos, constituyen mecanismos de defensa
expreso, efectivo, idóneo y oportuno para pedir protección de derechos fundamentales afectados
en el proceso, mecanismos que deben ser agotados antes de acudir a la tutela constitucional.
En ese contexto, en base a las normas citadas, el imputado que considere que dentro del proceso
investigativo ha sufrido la vulneración de algún derecho fundamental, como el derecho a la
libertad, puede impugnar estos hechos ante el Juez de Instrucción, que es la autoridad
jurisdiccional que tiene a su cargo el control de la investigación de conformidad a lo dispuesto
por el art. 54 del CPP, desde los actos iniciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria, e
incluso puede formular excepciones e incidentes, constituyéndose estos medios en efectivos,
idóneos y oportunos.
La jurisprudencia constitucional instituyó: “En ese sentido, en los supuestos en que la norma
procesal ordinaria de manera específica prevea medios de defensa eficaces y oportunos para
resguardar el derecho a la libertad supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados con
carácter previo, circunstancia en la que excepcionalmente, el recurso de hábeas corpus, hoy
acción de libertad, operará de manera subsidiaria. Es así que ante una supuesta vulneración a
la defensa, al debido proceso, a la seguridad jurídica y a la presunción de inocencia invocados,
antes de acudir a la jurisdicción constitucional, se debe en principio denunciar todos los actos
procesales defectuosos a través de los mecanismos citados precedentemente, debiéndose agotar
los mismos en la vía jurisdiccional”. Entendimiento establecido en la SC 2439/2010-R de 19 de
noviembre.
Por consiguiente, los accionantes debieron agotar los mecanismos procesales que la ley le
franquea en defensa de los derechos por ellos considerados como vulnerados; y, acudir
previamente ante el Juez de la causa.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00772-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 28 de abril de 2012, cursante de fs. 102 a 105, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Demetrio, Alberto y Narciso Heredia
Rodríguez contra José Edwin Pérez Mejía, Juez Agroambiental de Quillacollo del
departamento de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
Dicho mandamiento, aún hubiese sido expedido, resulta absolutamente ilegal y contrario a derecho
por las siguientes razones: a) Si bien es cierto que el proceso agrario concluyó en primera
instancia, con la emisión de la Resolución 01/2011 de 25 de enero, que declaró probada la
demanda en favor de José Abraham Goitia y Dora Orosco Oporto, la misma fue recurrida mediante
recurso de nulidad y casación el 8 de febrero de 2011, donde la Sala Primera del entonces Tribunal
Agrario Nacional, mediante Auto Nacional Agrario 43/2011 de 9 de agosto, declaró infundado el
recurso planteado y ante la presentación de una acción de amparo constitucional sustanciado en la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2753
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Sala Civil Segunda de la entonces Corte superior del Distrito Judicial de Chuquisaca, el referido
Auto fue anulado por Resolución 320/2011 de 20 de septiembre, por lo que los Vocales del
entonces Tribunal Agrario dictaron nuevo Auto Nacional Agrario 52/2011 de 2 de diciembre, que
nuevamente declaró infundado el recurso de casación en el fondo y en la forma, devolviendo el
expediente al juzgado de origen, cuyo titular por “Auto de 31 de enero de 2012, dictó cúmplase”
(sic); y, b) Encontrándose en etapa de ejecución el Fallo, José Abraham Goitia Oporto, mediante
memorial de 20 de enero de 2012, solicitó la ejecutoria de la misma, pidiendo además en un otrosí
la restitución del inmueble objeto del proceso, que mereció el Auto de 31 del mismo mes y año,
por el que se declara ejecutoriada la Resolución 01/2011 y se ordena la restitución del inmueble,
razón por la que presentaron recurso de reposición contra el Auto señalado el 3 de febrero del
mimo año, que fue respondido por el Juez Agroambiental de Quillacollo, mediante Auto de 17 de
febrero de 2012, que declaró sin lugar a la reposición, por lo que los accionantes plantearon contra
ese Auto, recurso de nulidad y casación en el fondo y la forma, siendo concedido mediante Auto de
12 de marzo de 2012, que a la fecha se encuentra radicado en el Tribunal Agroambiental; sin
embargo, pese a todo lo expuesto, mediante memorial de 14 del mismo mes y año, José Abraham
Goitia Oporto, solicitó mandamiento de lanzamiento, que fue expedido por el Juez demandado
mediante Auto de 19 de marzo de 2012, en el que se refiere la ejecutoria del Fallo y el supuesto
incumplimiento del Auto de 31 de enero de 2012, ordenando por Secretaría del Juzgado se expida
dicho mandamiento, con la finalidad de restituir el inmueble a la parte demandante, cuando en los
hechos el Auto referido, no se encuentra ejecutoriado, por estar pendiente de resolución el recurso
de nulidad y casación del Auto de 17 de febrero de 2012, en el Tribunal Agroambiental, por lo que
mal se podría haber ordenado la expedición de un mandamiento de lanzamiento en su contra,
porque bajo esos antecedentes resulta contrario a los mandatos de la Constitución Política del
Estado.
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela constitucional y se disponga la nulidad dejándose sin efecto los
siguientes actuados: 1) El mandamiento de lanzamiento de 29 de marzo de 2012; y, 2) El auto de
29 de marzo de 2012, que ordena la expedición de dicho mandamiento, entre tanto se resuelva el
recurso de nulidad y casación pendiente, ordenando la restitución del inmueble objeto del proceso
interdicto agrario en su favor.
Celebrada la audiencia pública el 25 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 99 a
105 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
José Edwin Pérez Mejía, Juez Agroambiental de Quillacollo, presentó informe cursante de fs. 93 a
96 y vta., con los siguientes fundamentos: i) De la relación de hechos que contiene el memorial de
acción de amparo constitucional, el mismo carece de una mínima coherencia, por cuanto se hace
referencia a la supuesta vulneración de sus garantías constitucionales, emergentes de la falta de
notificación con el mandamiento de lanzamiento y su ejecución, cuando se encuentra pendiente un
recurso formulado por los hoy accionantes; ii) En cuanto a la tutela, los accionantes plantean que
sea el Tribunal de garantías, el que disponga la nulidad y se deje sin efecto el mandamiento de
lanzamiento de 29 de marzo de 2012, y la supuesta ilegal ejecución, también solicitan se deje sin
efecto el Auto de 19 del mismo mes y año, que ordena la expedición del mandamiento de
lanzamiento, mientras se resuelva el recurso de nulidad y casación interpuesto el 24 de febrero de
2012, que se resuelve en el Tribunal Agroambiental; sin embargo, dicha petición también fue
solicitada en el mencionado recurso de nulidad y casación, cuando lo que se debió solicitar es que
el que la propia autoridad, en este caso su persona sea la que deje sin efecto esos supuestos actos
ilegales, puesto que de darse lo solicitado por los accionantes, el Tribunal de garantías estaría
ingresando a suplir las competencias del juez ordinario; iii) La presente acción de amparo
constitucional no guarda un mínimo de coherencia y correspondencia de la relación de hechos con
las garantías invocadas y no es precisa al momento de solicitar la tutela que consideran necesaria;
iv) De la lectura del memorial de amparo, los accionantes dentro del proceso interdicto de recobrar
la posesión, han planteado recurso de nulidad y casación, el mismo que actualmente se encuentra
en trámite en el Tribunal Agroambiental, en consecuencia existe la vía ordinaria activada, por los
propios accionantes, quienes al no haber invocado la presente acción en la vía excepcional a la
regla de subsidiariedad, debe ser declarada improcedente; v) En relación a los actos y omisiones
que en criterio de los accionantes serian ilegales y lesivos, se tiene en primer lugar el supuesto que
su autoridad no habría permitido la protección oportuna y efectiva de los accionantes, misma que
no tiene sentido, ya que han tenido toda la oportunidad de apersonarse, defenderse y hacer valer
sus pretensiones; es decir, que han asumido su defensa conforme prevén las normas legales en
vigencia, ejerciendo en todo momento su derecho a la tutela judicial efectiva; vi) Los accionantes
ya en etapa de ejecución del Fallo han generado una serie de incidentes dilatorios, planteando
recursos de reposición y formulando recusación a su Autoridad, cuando dicha figura es un instituto
que pretende evitar que una autoridad jurisdiccional no independiente e imparcial pueda favorecer
a una de las partes, lo que no ha ocurrido en el proceso agrario, que motiva la presente acción,
concluyéndose que el incidente de recusación ha sido formulado con el propósito de retardar la
ejecución de la resolución; vii) No es posible discutir en esta vía extraordinaria la expedición ilegal
del mandamiento de lanzamiento más aun si se considera que el derecho a la tutela judicial efectiva
de los demandantes del interdicto (terceros interesados), obligan a su autoridad el tener que
ejecutar sus determinaciones; viii) Ha tenido que efectuar la ejecución de sentencia en el marco del
art. 517 del Código de Procedimiento Civil (CPC), puesto que por mandato del referido artículo no
existe recurso alguno que impida al Juez la ejecución de sus propias determinaciones, por lo que lo
único que hizo fue cumplir lo dispuesto por las disposiciones legales en vigencia; ix) Con relación
a la garantía del debido proceso, vinculada al principio de la seguridad jurídica, el Tribunal
Constitucional ha redireccionado la línea jurisprudencial en cuanto al derecho a la seguridad
jurídica, que antes era un derecho fundamental tutelable vía de acción de amparo constitucional;
sin embargo el Tribunal Constitucional en la SC 0096/2010-R de 4 de mayo, ha señalado que la
seguridad jurídica es un principio y no así un derecho, consecuentemente tomando en cuenta que
este tipo de acciones tutelares no han sido instituidos para tutelar principios la presente acción debe
ser declarado improcedente; y x) En cuanto a la garantía constitucional de impugnación de las
resoluciones judiciales, tampoco corresponde otorgar la tutela, por cuanto los propios accionantes
señalan haber recurrido de nulidad y casación, de la determinación de 17 de febrero de 2012, que
rechaza la recusación formulada en ejecución de sentencia, lo que significa que mas allá de
vulnerar el principio configurador de las acciones de amparo constitucional como es la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2755
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I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El entonces Juez Agrario de Quillacollo, José Edwin Pérez Mejía, mediante Resolución
01/2011 de 25 de enero, declaró probada la demanda de interdicto de recobrar la posesión
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2756
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interpuesta por José Abraham Goitia Oporto y Dora Orosco Oporto (terceros interesados), contra
Alberto, Narciso y Demetrio Heredia Rodríguez (accionantes), determinando que en ejecución de
sentencia se ordenará la restitución del bien despojado bajo apercibimiento de lanzamiento (fs. 15 a
17 y vta.).
II.2. El 8 de febrero de 2011, los accionantes presentaron recurso de nulidad y casación, contra la
Resolución 01/2011 de 25 de enero, que declaró probada la demanda de interdicto de recobrar la
posesión, solicitando la remisión de obrados al entonces Tribunal Agrario Nacional, para que éste
verificando las infracciones denunciadas, anule el proceso hasta el vicio mas antiguo, o en su caso
anule el fallo recurrido (fs. 18 a 22 y vta.).
II.3. El entonces Tribunal Agrario Nacional, mediante Auto Nacional Agrario 43/2011 de 9 de
agosto, declaro infundado el recurso de nulidad y casación presentado por los accionantes, con el
fundamento principal de que la parte demandada y reconvencionista del proceso interdicto de
recobrar la posesión, al no haber desvirtuado los extremos de la demanda y la reconvención no dio
cumplimiento a los previsto en el parágrafo II del art. 75 del CPC (fs. 24 a 26).
II.4. La Sala Civil Segunda de la entonces Corte Superior de Distrito Judicial de Chuquisaca,
emitió la Resolución 320/2011 de 20 de septiembre, dentro de la acción de amparo constitucional
presentada por los accionantes contra Iván Gantier Lemoine y Luis Arratia Jiménez, Vocales de la
Sala Primera del entonces Tribunal Agrario Nacional, concediendo la tutela solicitada y dejando
sin efecto legal el Auto Nacional Agrario 43/2011, disponiendo la emisión de una nueva resolución
que considere y resuelva el recurso de casación deducido por los accionantes (fs. 27 a 30).
II.5. Mediante Auto Nacional Agrario 52/2011 de 2 de diciembre, los Vocales de la Sala Primera
del entonces tribunal Agrario Nacional, nuevamente declararon infundado el recurso de nulidad y
casación planteado por los accionantes, argumentando que no existió vicio alguno de
procedimiento que conculque los derechos al debido proceso y “seguridad jurídica” que amerite
nulidad y tampoco se demostró que el Juez de instancia hubiera efectuado apreciación errónea en
la valoración de la prueba según acusan los recurrentes (fs. 31 a 37 vta.).
II.6. El 20 de enero de 2012, José Abraham Goitia Oporto y Dora Orosco Oporto (terceros
interesados), solicitaron a través de memorial, se declare la ejecutoria de la sentencia, dentro del
Proceso interdicto de recuperar la posesión, pidiendo además que los demandados les entreguen el
terreno objeto de la litis dentro de tercero día, bajo conminatoria de cumplirse con mandamiento de
lanzamiento o desapoderamiento (fs. 38 y vta.).
II.9. El 3 de febrero de 2012, los accionantes presentaron incidente de recusación, contra el Juez
Agroambiental de Quillacollo, solicitando que mediante auto debidamente fundamentado, se allane
a la recusación y en caso de negativa, se remita el expediente a Tribunal Agroambiental, para que
se resuelva en única instancia (fs. 50 y vta.).
II.14. Cursa el mandamiento de lanzamiento de 29 de marzo de 2012, expedido por el Juez Agrario
de Quillacollo contra los accionantes, que dispone el lanzamiento de los demandados del bien
inmueble ubicado en la zona de Mozok Rancho, Canto el Paso, Provincia Quillacollo, dispuesto
por Auto de 19 de marzo de 2012 (fs. 97).
sea judicial o administrativa, salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales ocasione perjuicio irremediable e irreparable' (SSCC 1089/2003-R,
0552/2003-R, 0106/2003-R, 0374/2002-R, 1337/2003-R, entre otras)” (las negrillas son
nuestras).
Dentro de la problemática planteada, los accionantes expresan que dentro del proceso agrario de
interdicto de recuperar la posesión iniciado en su contra por José Abraham Goitia Oporto y Dora
Orosco Oporto (terceros interesados), el entonces Juez Agrario de Quillacollo, emitió la
Resolución 01/2011 de 25 de enero, que declaró probada la demanda, misma que fue recurrida
de nulidad y casación ante el Tribunal Agrario Nacional, que mediante Auto Agrario Nacional
52/2011 de 2 de diciembre declaró infundado el recurso, devolviéndose al juzgado de origen.
Encontrándose en etapa de ejecución de sentencia, los terceros interesados solicitaron su
ejecutoria y la restitución del inmueble objeto de la litis, petición que mereció el Auto de 31 de
enero de 2012, por el cual el Juez demandado declaró ejecutoriada la Resolución de referencia y
ordenó la restitución del bien inmueble objeto del proceso; ante esa determinación, los
accionantes plantearon el 3 de febrero del mismo año, recurso de reposición contra el Auto
señalado que mereció como respuesta el Auto de 17 del mes y año referido, que declaró sin
lugar a la reposición planteada, dicha determinación fue recurrida de nulidad y casación en el
fondo y en la forma el 24 de febrero de2012, encontrándose el expediente radicado en el
Tribunal Agroambiental, en merito a la concesión del recurso por Auto de 12 de marzo del año
referido, emitido por el Juez demandado. Sin embargo, el 14 de marzo del año referido, los
terceros interesados presentaron memorial, solicitando mandamiento de lanzamiento al Juez de
la causa, quien emitió el auto de 19 del mismo mes y año, ordenando por Secretaría se
expida el mandamiento de lanzamiento con la finalidad de restituir el bien inmueble, sin
tomar en cuenta que el Auto de 31 de enero de 2012 que declara la ejecutoria de la Resolución
se encuentra pendiente de resolución como consecuencia del recurso de nulidad y casación en el
fondo y en la forma presentado contra el Auto de 17 del mismo año.
Con los antecedentes mencionados previamente y de la revisión del expediente, se verifica que
los accionantes han activado la vía constitucional sin haber agotado previamente los
mecanismos establecidos en la ordinaria, en razón de que se evidencia la emisión del Auto de 19
de marzo de 2012 (fs. 72 y vta.), que ordena se expida el mandamiento de lanzamiento de 29 de
marzo del mismo año (fs. 97); sin embargo no consta en obrados, que los accionantes hayan
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2759
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presentado recurso de apelación contra esa resolución, tal como lo establece el art. 518 del CPC,
que expresamente indica: “Las resoluciones dictadas en ejecución de sentencia podrán ser
apeladas solo en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior”; tampoco se observa, que hayan
deducido oposición en la vía incidental, como determina el art. 45 de la Ley de Abreviación
Procesal Civil y Asistencia Familiar (LAPCAF), en concordancia a lo dispuesto por el art. 78 de
la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA), ya que una vez notificados con el
Auto de 19 de marzo de 2012, tenían el plazo de diez días para presentar la referida oposición al
lanzamiento.
Dichos aspectos impiden al Tribunal Constitucional Plurinacional, ingresar al fondo del análisis
de la problemática planteada, por no estar cumplido el principio de subsidiariedad que rige a la
acción de amparo constitucional.
POR TANTO
Por memorial presentado el 29 de febrero de 2012, cursante a fs. 3 vta., el accionante manifiesta
los siguientes fundamentos de hecho y derecho.
El accionante afirma que sus representados fueron detenidos y remitidos a las oficinas de la
Dirección Departamental de Investigación Policial Interna del Comando Departamental de la
Policía de Pando, por supuestamente estar consumiendo bebidas alcohólicas, portando
uniformes de policía.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga la reparación de los defectos legales y dejando sin
efecto la investigación que dio lugar a la apertura de la acusación enel Tribunal Disciplinario
Departamental de Pando.
Celebrada la audiencia pública de 2 de marzo de 2012, a horas 17:00, según consta en el acta
cursante de fs.17 a 20, se realizaron los siguientes actuados:
El accionante, ratificó los términos de su demanda y además señaló que mientras sus defendidos
estaban detenidos, no se les permitió la visita de sus familiares; agregando además que, como
consecuencia de esa detención se les inicio un proceso disciplinario de acuerdo al Reglamento
de la Policía.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
El accionante manifiesta que sus representados fueron detenidos ilegalmente por el funcionario de la
policía ahora demandado, quien los detuvo por más de catorce horas en dependencias del Comando
de la Policía, por supuestamente haber ingerido bebidas alcohólicas, afirmando que la Ley del
Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana no faculta realizar dicha detención a un investigador,
sin autorización de la autoridad legal competente, detención que además originó, se les instaure un
proceso disciplinario interno. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales
argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 23.I de la Constitución Política del Estado (CPE), determina que: “Toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal. La libertad personal solo podrá ser restringida en los
límites señalados por ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación
de las instancias jurisdiccionales”; y, el art. 13.I dela Ley Fundamental, dispone que: “Los
derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes,
indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
La acción de libertad, instituida por el art. 125 de la CPE, como un medio de defensa con un
triple carácter: preventivo, correctivo y reparador, tiene la finalidad de proteger la libertad
personal frente a una persecución, detención, procesamiento o prisión ilegal o indebida,
ampliando su ámbito de protección al derecho a la vida, cuando su riesgo o amenaza se vincula a
la libertad precisando: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan
las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Su carácter preventivo responde a frenar una lesión ante una inminente detención indebida o
ilegal, impidiendo que se materialice la privación o restricción de la libertad; el carácter
correctivo, tiene por objeto evitar que se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea
en virtud de una medida cautelar o en cumplimiento de una pena impuesta en su contra;
finalmente, el carácter reparador pretende reparar una lesión ya consumada, es decir, opera ante
la verificación de una detención ilegal o indebida, como consecuencia de la inobservancia de las
formalidades legales.
En cuanto al momento de la interposición de esta acción tutelar, los actos ilegales o indebidos
que vulneran el derecho a la libertad física, no pueden prolongarse en el tiempo; por lo que
cuando se produce una restricción ilegal o indebida de este derecho, la acción de libertad debe
activarse inmediatamente, mientras subsista la detención ilegal o indebida, puesto que de no ser
así, se desnaturalizaría la esencia de la presente acción de defensa, dado que la finalidad de esta
acción tutelar es principalmente, restituir el derecho a la libertad.
los siguientes casos: a) Cuando considere que su vida está en peligro; b) Que es ilegalmente
perseguida; c) Que es indebidamente procesada; y, d) o privada de libertad personal. Partiendo
de este razonamiento, este Tribunal a través de la SC 0451/2010-R de 28 de junio, sostuvo que
cuando se alega privación de libertad personal, la norma constitucional (art. 125 de la CPE),
señala que toda persona que esté indebida o ilegalmente privada de su libertad personal, podrá
interponer la acción de libertad y solicitar al juez o tribunal competente se restituya su derecho
a la libertad; lo cual significa que en estos casos, la acción de libertad debe ser interpuesta
cuando la lesión al derecho a la libertad existe; de no ser así, se desnaturalizaría la esencia de
la presente acción de defensa, dado que el petitorio de que 'se restituyan sus derechos', ya no
tendría sentido si se está en libertad; por ello y reconduciendo la línea jurisprudencial asumida
en la SC 1489/2003-R de 20 de octubre, señaló que: '…desde el orden constitucional, se debe
tener en cuenta los siguientes aspectos procesales: Primero.- Cuando el acto ilegal o indebido
denunciado sea la detención o privación de libertad física del agraviado o accionante, la acción
de libertad debe ser interpuesta mientras exista la lesión, no cuando ha cesado. Segundo.- En
los casos, en que interpuesta la acción de libertad conforme a esta exigencia, luego de la
notificación a la autoridad, funcionario o persona denunciada o accionada, con la admisión de
la misma, ésta libera al accionante o agraviado, ello no impide la prosecución del trámite y la
otorgación de tutela si es que corresponde, a los efectos de la reparación de los daños causados
por la privación de libertad y en su caso los efectos que corresponda. Tercero.- En los casos en
que durante la detención no se presentó la acción de libertad, sino después de haber cesado la
misma; verificada que sea tal situación, en audiencia pública y sin ingresar al análisis de fondo,
corresponde la denegación de tutela, salvando los derechos del agraviado o accionante en la
vía jurisdiccional ordinaria'".
El fundamento jurídico desarrollado es aplicable al presente caso, toda vez que el 1 de marzo de
2012, el accionante interpuso la acción de libertad en contra del funcionario demandado,
denunciando que sus representados permanecieron detenidos ilegalmente, por supuestamente
estar en estado de ebriedad, desde las 15:30 del 21 hasta las 6:00 del 22 de febrero del año antes
referido; y que como producto de dicha detención se les inició un proceso disciplinario ante el
Tribunal Disciplinario Departamental de Pando, solicitando-el ahora accionante-, quede sin
efecto la investigación que dio lugar a la apertura de dicho proceso disciplinario.
Por otro lado, solicitó se deje sin efecto la investigación que dio lugar a la apertura del proceso
disciplinario en su contra; sin embargo, como se ha establecido precedentemente, la acción de
libertad tiene la finalidad de proteger, restablecer y /o restituir el derecho a la libertad física o el
derecho a la vida, cuando se halle en peligro como consecuencia de la supresión o restricción a
la libertad personal; no teniendo esta acción tutelar el alcance de dejar sin efecto actuaciones
procesales de carácter administrativo, como es el proceso disciplinario instaurado en contra de
los ahora accionantes en el marco de la Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana,
conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.2.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que el Juez de garantías, al “denegar” la presente
acción, evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución 4/2012 de 2
de marzo, cursante de fs. 21 a 23, pronunciada por la Sala Penal y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Soraida Rosario Chánez Chire.-Magistrada.
Efrén Choque Capuma.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En la Fiscalía extrañaron la flagrancia y los policías llenaron un formulario que refería que la
denunciante era la Registradora de DD.RR. ahora demandada, siendo que ella no participó
visiblemente, a no ser que haya sido vía telefónica.
La accionante considera vulnerado su derecho al debido proceso, citando al efecto los arts. 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y 115.I y II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública de acción de libertad el 13 de abril de 2012, según consta del acta
cursante de fs. 32 a 40, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 009/2012 de 13 de abril, cursante de fs. 41 a 44, el Juez Sexto de Sentencia
Penal del departamento de La Paz, denegó la tutela impetrada, bajo los siguientes argumentos: i)
La SC 0451/2010-R de 28 de junio, modula los criterios jurisprudenciales relacionados al
momento en que se tiene que presentar la acción de libertad, estableciendo que la misma, debe
interponerse cuando la lesión existe, pues de no ser así se desnaturalizaría la esencia de esta acción de
defensa, adquiriendo en este último caso la presunta ilegalidad, otras características que la hacen
punible, correspondiendo ser tratada en la vía ordinaria; y, ii) Por prueba ofrecida por la ahora
accionante, el 16 de marzo de 2012, fue puesta en libertad de acuerdo a un requerimiento emitido
por el Ministerio Público, cesando el acto ilegal que vulnera el derecho a la libertad, en
consecuencia, aplicable al sublite la jurisprudencia desarrollada, siendo inviable la tutela que
brinda el art. 125 de la CPE.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes y la escasa prueba que cursa en obrados, se establecen
las siguientes conclusiones:
II.1. El informe de intervención policial preventiva de acción directa realizada por miembros del
batallón de Seguridad Física de la Policía Boliviana, refiere que el 16 de marzo de 2012 a horas
17:05, a denuncia de la Registradora de DD.RR. -ahora demandada-, se constituyeron en el
despacho de dicha autoridad, donde la ahora accionante tenía en su poder una fotocopia de un
memorial con el que se acercó a la ventanilla de reclamos de esta institución; siendo aquel poder
notariado 120/2009 de 7 de enero, con probabilidad de ser falso, conforme al informe emitido por
la Notaria de Fe pública 072, y que por ello fue conducida a plataforma de la FELCC, quedando a
cargo de un funcionario policial (fs. 3 y 4).
II.3. Cursa memorial presentado en la oficina de DD.RR. de La Paz por Juan Diego Vilela Robles
el 1 de marzo de 2012, a través del cual se apersona a nombre de Simón Paniagua, en virtud al
poder notariado 120/2009, solicitando el desbloqueo del folio con matrícula madre y registro de la
escritura pública 4975/99 de 29 de diciembre de 1999 (fs. 4 y 5).
Respecto a la legitimación pasiva en la acción de libertad, se tiene que la misma “…se adquiere por
la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la violación a los derechos y
aquélla contra quien se dirige la acción” (SC 1349/01-R de 20 de diciembre) de forma que la
demanda de acción de libertad debe interponerse contra el presunto responsable a quien se le
atribuyen los actos u omisiones ilegales o indebidas que dan lugar a la acción de libertad ello debido a
que a consecuencia de la interposición de la acción tutelar es posible se produzcan consecuencias
negativas para el demandado.
La declaración de falta de legitimación pasiva se produjo por ejemplo cuando un juez ordenó una
aprehensión en virtud a una comisión (SC 0027/2010-R de 16 de abril), cuando efectivos policiales
ejecutaron un mandamiento librado por un fiscal que no fue demandado (SSCC 0103/2010-R y
2139/2010-R), o el comandante de un centro policial por los supuestos actos de sus subalternos, que
no fueron de su conocimiento y no superan su deber de control (SC 0392/2010-R de 22 de junio).
Por otra parte, en virtud al principio de informalismo que caracteriza a la acción de libertad y
sobretodo en atención a la finalidad esencial que busca la acción de libertad es decir que se
“…guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o
se restituya su derecho a la libertad…” (art. 125 de la CPE) y considerando una similar finalidad, la
SC 1651/2004-R de 11 de octubre, estableció una excepcionalidad en “…aquellos supuestos en los
que el recurso, por error en la identidad, es dirigido contra una autoridad distinta pero de la
misma institución, rango o jerarquía e idénticas atribuciones, a la que cometió efectivamente el
acto ilegal, y sólo cuando éste es manifiestamente contrario a la ley y existen los elementos de
convicción pertinentes que lo acrediten; no siendo aplicable a otras situaciones en las que no se
aprecie tal error y existe la necesidad de contar con mayores elementos de convicción para
acreditar la existencia del acto ilegal”.
demandada debe pertenecer a la misma institución, rango o jerarquía, además debe tener idénticas
atribuciones en relación a la autoridad que debió ser demandada; asimismo, en este supuesto, el
error debe ser consecuencia de una imposibilidad o dificultad del afectado para determinar la
identidad de la autoridad que supuestamente vulneró sus derechos; y c) Deben existir suficientes
medios de convicción que acrediten la manifiesta detención ilegal”.
En ese sentido, considerando que la accionante alega la vulneración del derecho al debido proceso por
haber sido ilegalmente privada de su libertad por más de cinco horas, debido a que la Registradora de
DD.RR. y el Asesor Legal del Consejo de la Magistratura, ordenaron a los policías del batallón de
Seguridad Física su “aprehensión”; empero, al respecto, no existen elementos de convicción que
acrediten tales afirmaciones, por lo que dicha situación impide ingresar a un análisis de fondo de la
problemática planteada, pues conforme a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.1. de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, las autoridades demandadas, carecen de
legitimación pasiva para ser demandadas en el presente caso por no ser ellas quienes consumaron el
acto considerado como lesivo; en todo caso, correspondía a la accionante dirigir su acción de libertad
contra los funcionarios policiales que la condujeron hasta dependencias de la FELCC; por lo que al
no adecuarse el presente caso a las excepciones establecidas para la exigencia de la legitimación
pasiva, debido a que los demandados no pertenecen a la misma institución, no tienen igual rango o
jerarquía, tampoco idénticas atribuciones en relación a quienes debieron ser demandados; y,
considerando que el error no resulta de una imposibilidad o dificultad de la accionante para
determinar la identidad de quienes supuestamente vulneraron sus derechos por haberlas identificado
claramente, corresponde en consecuencia denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Señala que dentro del proceso penal iniciado en contra de su representado, a instancias del
Banco de Crédito S.A., se cometieron actos vulneratorios al debido proceso, toda vez que se le
practicó una citación en el hotel “Los Tajibos”, y ante su no comparecencia el fiscal asignado,
Antonio Santa María, emitió un mandamiento de aprehensión con habilitación de días y horas
para ser ejecutado en todo el territorio nacional, emitiendo, posteriormente la referida autoridad,
Resolución de imputación formal, sin que su representado haya prestado su declaración
informativa.
Asimismo, indica que el 4 de agosto de 2011, los querellantes solicitaron nuevo mandamiento de
aprehensión, como consecuencia la Jueza dejó sin efecto el primero. Sin embargo, el 18 de
agosto de 2011, su representado fue aprehendido con el primer mandamiento, que ya había sido
dejado sin efecto, negándosele de esta forma el acceso a un debido proceso y derecho a la
defensa.
Por último refiere, que la Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal, Margot Pérez Montaño,
incurrió en vulneración de derechos y garantías constitucionales, al convalidar todo lo actuado,
sin tomar en cuenta lo fundamentado en la audiencia conclusiva, llevada a cabo el 11 de abril de
2012, en la que emitió la Resolución 204/2012, por la que le negó ilegalmente su libertad.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se anule la Resolución 204/2012 de 11 de abril.
Celebrada la audiencia pública el 14 de abril de 2012, a horas 9:00, según consta en el acta
cursante de fs. 112 a 118 de obrados, se realizaron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Citación practicada mediante cedula en el hotel “Los Tajibos”, a fin de que el ahora
representado, comparezca en dependencias de la Fiscalía del departamento de La Paz, a efectos
de prestar declaración (fs. 27 a 32).
II.3. Mandamiento de aprehensión emitido por el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, contra
el ahora representado (fs. 38).
II.4. Acta de Aprehensión del imputado en Santa Cruz de fecha 18 de agosto de 2011 (fs. 38 vta.).
II.7. Por Resolución 204/2012 de 11 de abril, emitida en audiencia conclusiva por la Jueza Cuarta de
Instrucción, en la que dispone se proceda al sorteo del Tribunal que corresponda y rechaza la
actividad procesal defectuosa planteada por el acusado (fs. 57 a 59).
El art. 23.I de la Constitución Política del Estado (CPE), determina: “Toda persona tiene derecho
a la libertad y seguridad personal. La libertad personal solo podrá ser restringida en los límites
señalados por ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las
instancias jurisdiccionales”; y, el art. 13.I del texto constitucional, dispone que: “Los derechos
reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y
progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
La acción de libertad, instituida por el art. 125 CPE, como un medio de defensa con un triple
carácter: preventivo, correctivo y reparador, tiene la finalidad de proteger la libertad personal
frente a una persecución, detención, procesamiento o prisión ilegal o indebida, ampliando su
ámbito de protección al derecho a la vida, cuando su riesgo o amenaza se vincula a la libertad,
precisando: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Su carácter preventivo responde a frenar una lesión ante una inminente detención indebida o
ilegal, impidiendo que se materialice la privación o restricción de libertad; el carácter correctivo,
tiene por objeto evitar que se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea en virtud
de una medida cautelar o en cumplimiento de una pena impuesta en su contra; finalmente, el
carácter reparador pretende reparar una lesión ya consumada, es decir, opera ante la verificación
de una detención ilegal o indebida, como consecuencia de la inobservancia de las formalidades
legales.
En cuanto a los alcances de esta acción, la SC 0011/2010-R de 6 de abril estableció que: “…es
una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho
a la libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz
de la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma,
motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de
trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE”.
“…
Segundo Supuesto
Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de
medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con
carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el
superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el
orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a través de un
recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo órgano judicial,
las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo
propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados a actividad
procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe acudir ante la
autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el debido proceso
es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión absoluta y
manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la libertad
física.
Tercer Supuesto
Por otro lado, la acción de libertad es interpuesta contra la Resolución 204/2012 de 11 de abril,
emitida en audiencia conclusiva, por la Jueza Cuarta de Instrucción en lo Penal -hoy
demandada-, en la que dispuso se proceda al sorteo del tribunal que corresponda, el rechazo de
la actividad procesal defectuosa y declaró improbada la excepción de falta de acción; Resolución
que aún no se encontraba ejecutoriada al momento de la presentación de la acción de libertad; y
era pasible de ser impugnada a través del recurso de apelación conforme lo determina la norma
procesal ordinaria.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que el Juez de garantías al denegar la presente
acción de libertad, evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 29 de marzo de 2012, cursante de fs. 9 a 10, el accionante expone
los siguientes fundamentos:
El accionante manifiesta que fue detenido el 15 de agosto de 2011, junto a otras personas por la
presunta comisión del delito de violación; a consecuencia de ello, el Ministerio Público con una
serie de argumentos en audiencia cautelar, le acuso de violación, con quien no tuvo contacto de
ninguna naturaleza.
Refiere que, aproximadamente cinco veces solicitó audiencia de cesación a su detención
preventiva, suspendiéndose todas por motivos ajenos a su voluntad, argumentando recarga
laboral, seminarios y otras audiencias programadas para la misma hora y vulnerando sus
derechos constitucionales; asimismo, refiere que la jurisprudencia constitucional establece que,
las audiencias de cesación a la detención preventiva no pueden ser prorrogadas por mucho
tiempo, porque lesiona el derecho a la libertad. Finalmente manifiesta que es irreparable el daño
sufrido, toda vez que hasta la fecha, lleva aproximadamente siete meses detenido
preventivamente, sin que se pueda considerar una audiencia de cesación a su detención
preventiva por las autoridades judiciales que conocen su caso.
El accionante alega que se vulneró su derecho a la libertad personal de locomoción, al debido proceso, a
una justicia plural, pronta y oportuna, citando al efecto los arts. 21.7, 22 y 116. I de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 13 de 30 de marzo de 2012,
cursante de fs. 18 vta. a 21, denegando la tutela solicitada con los siguientes fundamentos: a)
Mediante memorial presentado el 16 de febrero de 2012, el accionante solicitó audiencia de
cesación a su detención preventiva ante el Juzgado Décimo Primero de Instrucción en lo Penal,
ingresando a despacho de la Jueza el 27 de mes y año antes referido, con el justificativo de nota
marginal sentada por el Oficial de Diligencias, decretado el mismo día, conforme consta por la
providencia de señalamiento de audiencia de cesación, para el 9 de marzo del mismo año, a
horas 16:00, la misma que fue suspendida por falta de notificación a las partes; b) Por escrito
presentado por el ahora accionante, el 9 de marzo del año señalado, solicitó nueva audiencia de
cesación a su detención preventiva, la que es señalada mediante decreto de 14 de marzo para el
23 del citado mes y año, la cual también se suspendió puesto que la demandada fue recusada por
la querellante; y, c) Ninguna audiencia puede llevarse a cabo, si no son notificaciones las partes,
a fin de no vulnerar el derecho de estas, de lo que resulta las dos audiencias que le fueron
solicitadas a la autoridad demandada.
II. CONCLUSIONES
II.2. El ahora accionante, mediante memorial de 9 de marzo de 2012, pidió se señale nueva
audiencia para la consideración de la cesación a su detención preventiva, dirigida a la misma
autoridad judicial demandada, en su reverso cursa nota marginal que señala: “pasa a despacho el
presente memorial por haberse encontrado entre papelado, con fecha 13/03/12” (fs. 7 vta.).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 CPE; además, el
art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables” y
“Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “libertad”, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la CPE, refiere que “Toda persona
tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá ser
restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no solo que debe ser respetado, sino
debe ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado anteriormente, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; su
parágrafo III señala: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o privado de su libertad, salvo en
los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La ejecución del mandamiento
requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes”. Así, La Norma Fundamental, al tiempo de señalar en el art. 14.I,
que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables, establece que el
Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho
a la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal;
3) Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley. Con relación a este último aspecto, es preciso señalar que el sistema procesal
penal a instituido a los jueces cautelares, los mismos que son los llamados a ejercer el control
jurisdiccional dentro de la etapa de la investigación en un proceso penal, y precisamente,
corresponde a ellos, de manera inmediata, proteger los derechos y garantías constitucionales de
quienes estuvieran sujetos a investigación o contra quienes hubiera recaído la imputación; en
este caso, específicamente, sobre la protección que deba operarse por la presunta vulneración al
derecho a la libertad física de las personas, producida al margen de los casos y formas
establecidas por la Norma Fundamental y la ley, o que tal afectación al derecho a la libertad no
hubiera emanado por escrito de autoridad competente.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona esta indebidamente privada de libertad o,
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
personal. Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se
demanda, así también, la resolución que emita el Juez o Tribunal llamado a conocer la acción de
libertad, determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE nos señala que la persona
que considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2779
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
estar ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el Juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se reestablezcan las formalidades, particularmente
cuando de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
El art. 178.I de CPE, establece que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano
se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad,
probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico…”.
En concordancia con la citada norma constitucional, el art. 115.II de la CPE del ordenamiento
jurídico nacional determina que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa
y a una justicia plural, pronta, oportuna, transparente y sin dilaciones”, de lo que se establece
que la administración de justicia debe ser rápida y eficaz tanto en la tramitación como en la
resolución de las causas, ya que las personas que intervienen en el proceso esperan una
definición oportuna de su situación jurídica, máxime si está comprometido un derecho
fundamental de primer orden como es el de la libertad.
En el orden normativo, el art. 3.7 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), determina que la
“celeridad comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia”.
Tomando en cuenta lo establecido por el art. 132 inc. 1) del Código de Procedimiento Pernal
(CPP), que señala el Juez o Tribunal: “Dictará las providencias de mero trámite dentro de las
veinticuatro horas de la presentación de los actos que la motivan”, en ese contexto el
señalamiento de día y hora de audiencia para la consideración de cesación a la detención
preventiva, pedida mediante memorial, debe ser providenciado ineludiblemente dentro de las
veinticuatro horas de su presentación.
Cabe señalar además, que el Estado Plurinacional de Bolivia, al tenor del art. 1 de la CPE, se
funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, lingüístico y ante todo
cultural, respetando y reafirmando los valores ético-morales de nuestra cultura ancestral, tal
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2780
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
como el `ama qhilla´, palabra quechua que traducida al español significa `no seas flojo´ y, es
por ello que nuestra Norma Fundamental en su art. 8, la constitucionaliza como principio, al
igual que el `Ama llulla´ (no seas mentiroso) y `ma Suwa´ (no seas ladrón), con la
intencionalidad de que la población encuentre en el trabajo y en el cumplimiento del deber una
grata y satisfactoria labor, tal como lo conceptuaron nuestros antepasados y las actuales
culturas que sancionan con severas medidas su infracción, en tanto que nuestra Ley del Órgano
Judicial, en su art. 128, determina que el juez es pasible de enjuiciamiento disciplinario por
incurrir en demora culpable cuando éste dicta resoluciones en los procesos fuera de los plazos
fijados por la ley…”.
De los antecedentes del caso se desprende que la audiencia fijada para el 23 de marzo de 2012, a
efectos de considerar el pedido de cesación de la detención preventiva del accionante, fue
suspendida por la recusación formulada contra la Jueza demandada por parte de la querellante.
Al respecto, conviene referir: “Con relación a las solicitudes de cesación frente a las excusas y
recusaciones, en resguardo del principio de imparcialidad y probidad, ningún juez a cargo del
control jurisdiccional de una investigación, puede decidir sobre la causa que fue puesta a su
conocimiento luego de excusarse o ser recusado…” (SC 1584/2005-R de 7 de diciembre).
Por otra parte, es preciso señalar que el Código de Procedimiento Penal en cuanto al régimen
legal de la recusación instituido en el Capítulo V, del Título I, Libro Primero de la Segunda
Parte, en el art. 316 inc. 11), relativo a las causales de excusa y recusación de los jueces, señala:
“Tener amistad íntima, que se exteriorice por frecuencia de trato, o enemistad manifiesta con
alguno de los interesados o de las partes. En ningún caso procederá la separación por ataques u
ofensas inferidos al juez después que haya empezado a conocer el proceso”. Por su parte, el
primer párrafo del art. 318 del citado Código, con relación al trámite y resolución de la excusa
establece: “El juez comprendido en alguna de las causales establecidas en el artículo 316 de este
Código, está obligado a excusarse, mediante resolución fundamentada, apartándose de inmediato
del conocimiento del proceso”, así como la última parte del art. 319 del Código de
Procedimiento Penal, determina que la recusación podrá también ser interpuesta; “…cuando se
funde en una causal sobreviviente, la misma que podrá plantearse hasta antes de dictarse la
sentencia o resolución del recurso”.
Con relación específica al rechazo de la recusación, el art. 320 inc. 1) del CPP, refiere: “Cuando
se trate de un juez unipersonal, elevará antecedentes al tribunal superior dentro de las
veinticuatro horas de promovida la recusación, acompañando el escrito de interposición junto
con su decisión fundamentada de rechazo. El tribunal superior, previa audiencia en la que se
recibirá la prueba e informe de las partes, se pronunciará dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes sobre la aceptación o rechazo de la recusación, sin recurso ulterior. Si acepta la
recusación, reemplazará al juez recusado conforme a lo previsto en las disposiciones orgánicas;
si la rechaza ordenará al juez que continúe con la sustanciación del proceso, el que ya no podrá
ser recusado por las mismas causales”. A su vez, el art. 321 del CPP, modificado por Ley 007 de
18 de mayo de 2010, prevé que producida la excusa o recusación, el juez no podrá realizar en el
proceso ningún acto, bajo sanción de nulidad…”, refiriéndose luego, respecto a la decisión del
tribunal ad quem, que aceptada la excusa o recusación, la separación del juez será definitiva.
De los datos del expediente, se constata, que si bien es cierto que el accionante solicitó en cinco
oportunidades se señale audiencia de cesación a su detención preventiva, de las cuales dos son
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2781
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Por lo que se concluye que la Jueza demandada, al no haber providenciado en tiempo oportuno los
memoriales de solicitud de cesación a su detención preventiva y fijar las audiencias en plazo
razonable, conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3. de la Presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, es decir en tres días hábiles; por tal razón, se evidencia que la dilación
en el señalamiento de las dos audiencias de consideración de cesación a su detención preventiva
impetrada por el accionante, es atribuible a la autoridad demandada, incumpliendo de esta manera su
deber de juzgadora; y, lesionando con ello el derecho a la libertad personal del privado
preventivamente de libertad.
POR TANTO
En revisión la Resolución 4 de 29 de marzo de 2012, cursante de fs. 47 vta. a 49, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesto por Alfredo Azurduy Flores en representación sin mandato de
Teresa Olmos Caranza contra Fernando Orellana Medina, Juez Tercero de Instrucción en lo
Penal del departamento de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 28 de marzo de 2012, a horas 8:36, cursante de fs. 35 a 39, el
accionante expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
El accionante refiere, que el 19 de julio de 2010, la fiscal de materia, María Gloria Trigo Franco,
emitió imputación formal contra su representada, por la presunta comisión del delito de robo
agravado y asociación delictuosa; agrega que la Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal, en
audiencia de aplicación de medidas cautelares de 20 del citado mes y año, dispuso su detención
preventiva en el Centro de Rehabilitación de Santa Cruz “Palmasola”. Estando detenida por más de
dieciocho meses, mediante memorial de 16 de enero de 2012, en previsión del art. 239.1 y 3 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), su representada solicitó al Juez Tercero de Instrucción en lo
Penal, la cesación a la detención preventiva, la cual fue providenciada en la misma fecha, señalando
audiencia de cesación a la detención preventiva para el 21 de marzo de éste año, a horas 15:30, por lo
que el 13 de febrero de 2012 pidió se señale en forma urgente audiencia de cesación a la detención
preventiva, misma que no fue providenciada. Agrega el accionante que, el día y hora señalado para la
audiencia, el Juez de la causa no se hizo presente en su despacho, presentándose recién pasada una
hora aproximadamente, momento en el cual sin fundamento alguno les refirió que no iba atender la
audiencia, sino simplemente la audiencia de detención preventiva de otro caso, por lo que la audiencia
no se instaló ni se señaló nueva fecha, sin que exista acta de suspensión de audiencia que pueda ser
objeto de impugnación, dando lugar a que su representada continúe detenida preventivamente por
más de dieciocho meses.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se ordene que el Juez demandado señale en forma inmediata la
audiencia de cesación a la detención preventiva y que la misma sea resuelta en forma oportuna.
La audiencia pública se realizó el 29 de marzo de 2012, a horas 15:30, según consta en el acta
cursante de fs. 45 a 47, produciéndose los siguientes actuados:
Fernando Orellana Medina, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal del departamento Santa
Cruz, no presentó informe escrito, tampoco se presentó a la audiencia de acción de libertad a
presentar su informe oral.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en
Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 4 de 29 de marzo de 2012, cursante de fs. 47 vta.
a 49, “otorgando” la tutela en la acción de libertad formulada contra Fernando Orellana
Medina, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, con los siguientes argumentos: a) El art. 239
del CPP, faculta a cualquier imputado solicitar audiencia para la consideración de la cesación a
la detención preventiva y ese acto procesal puede llevarse a cabo en función de quien lo solicita,
en este caso el imputado; b) Se evidenció que de fs. 1033 a 1034 -del cuaderno de control
jurisdiccional- el 16 de enero de 2012, la imputada -ahora accionante- solicitó audiencia de
cesación a la detención preventiva y el Juez demandado a fs. 1035, mediante decreto de 16 de
enero del presente año, señaló audiencia para el fin impetrado para el 21 de marzo del citado año
a horas 15:30, con una nota que se señala “de acuerdo a rol de juzgado y por excesiva recarga
laboral”; c) Ante el señalamiento de audiencia fijado en forma prolongada para el 21 de marzo
de 2012, la accionante el 13 de febrero del mismo año, por memorial cursante a fs. 1041, solicitó
urgente señalamiento de audiencia de cesación a la detención preventiva, señalando el Juez
audiencia para el 7 de mayo de 2012, a horas 15:30, con la misma nota de que tiene recargada
labor, denotándose que el propio Juez provocó la demora de una forma equívoca sin que exista
una providencia de reposición; d) El informe de 21 de marzo del presente año, emitido por el
Auxiliar en sentido de que el Juez y Secretario se encuentran en otra audiencia cautelar, carece
de legitimidad, en razón que no está atribuido al Auxiliar emitir informes sino al Secretario; y, e)
El Juez demandado, al haber modificado una audiencia sin tener la debida fundamentación,
actuó en forma incorrecta, cuando debió haber revocado la primera audiencia de 21 de marzo de
2012 y recién señalar audiencia para el 7 de mayo de 2012, por tal motivo se evidencia que la
autoridad demandada no respetó su propio señalamiento de audiencia.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2784
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
II.3. Por memorial de 16 de enero de 2012, dirigido al Juez Tercero de Instrucción en lo Penal,
la accionante solicitó audiencia de cesación a su detención preventiva y, por decreto de la misma
fecha el juez Fernando Orellana Medina, ahora demandado, señaló audiencia al fin solicitado
para el 21 de marzo del presente año a horas 15:30, con una nota que señala “…La presente
audiencia se señala de acuerdo a rol del Juzgado y por la excesiva recarga laboral” (fs. 17 a 19).
La acción de libertad, instituida por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
como un medio de defensa con un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador, tiene la
finalidad de proteger la libertad personal frente a una persecución, detención, procesamiento o
prisión ilegal o indebida, ampliando su ámbito de protección al derecho a la vida, cuando su
riesgo o amenaza se vincula a la libertad precisando: “Toda persona que considere que su vida
está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí
o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
juez competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma,
motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de
trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE”.
Por otra parte, ante la inexistencia de un plazo especifico determinado por ley para que el juez
señale día y hora de audiencia para considerar la cesación de la detención preventiva, es
necesario establecer que el memorial de solicitud, debe ser providenciado indefectiblemente
dentro de las veinticuatro horas de su presentación, conforme dispone el art. 132 inc. 1) del
CPP, al tratarse de una providencia de mero tramite. En este entendido, habrá lesión del
derecho a la libertad cuando existe demora o dilación indebida al no emitirse el decreto
pertinente de señalamiento de este actuado procesal dentro del referido plazo, bajo sanción
disciplinaria a imponerse al juzgador en caso de incumplimiento.
Lo anterior, constituye una modulación de la sub regla establecida en el inc. b) del Fundamento
Jurídico III.3 de la SC 0078/2010-R de 3 de mayo, en cuanto al plazo para fijar audiencia, el
que queda determinado según lo señalado supra; vale decir tres días hábiles” (las negrillas son
agregadas).
En ese sentido cuando una autoridad conoce de una petición que involucra el derecho a la
libertad, dicha solicitud debe ser atendida con la mayor celeridad posible; máxime si este
derecho que esta íntimamente vinculado con el principio de celeridad, esta consagrado por la
Constitución Política del Estado.
Este tipo de hábeas corpus, implícito en el art. 125 de la CPE (…) establece que, también
procede el hábeas corpus cuando se aleguen “…otras violaciones que tengan relación con la
libertad personal en cualquiera de sus formas, y los hechos fueron conexos con el acto
motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad…”, e implícitamente fue reconocido
por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuando tuteló los supuestos de demora en la
celebración de la audiencia de medidas cautelares…” (las negrillas son agregadas).
En consecuencia, queda claro que el mecanismo procesal idóneo frente a una vulneración al
principio de celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga en una dilación indebida
en el conocimiento y resolución de una solicitud de cesación a la detención preventiva, es la
acción de libertad de carácter correctivo.
En ese contexto se tiene que, el Juez demandado mediante providencia de 16 de enero del presente
año, señaló audiencia de cesación a la detención preventiva para 21 de marzo de 2012 a horas 15:30;
es decir, para dos meses después de la solicitud, de donde se observa que el Juez actuó al margen de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2787
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Asimismo, pese a haber señalado audiencia para el 21 de marzo de 2012, a horas 15:30, el Juez
demandado sin fundamento legal alguno, no llevó a cabo la audiencia de cesación a la detención
preventiva, ni siquiera labró el acta de suspensión, de acuerdo a lo sostenido por el Tribunal de
garantías, sino simplemente el Auxiliar hizo un informe; lo que denota que el Juez demandado en este
aspecto, también actuó en forma negligente, porque pese a su retraso, este debió tramitar y resolver
con la mayor celeridad posible la audiencia y la situación jurídica de la detenida, al haber sido
programada con anticipación, sin perjuicio de habilitar para ello horas extraordinarias, conforme
determina el párrafo primero del art. 118 del CPP, ya que la medida cautelar de detención
preventiva, no puede agravar aún más su situación, de otro modo se entiende que dicha medida
resulta una suerte de pena anticipada; atentando contra el principio procesal de celeridad,
previsto en el art. 180.I de la CPE, además de afectar el derecho a la libertad física de la
imputada, no sirviendo de justificativo la sobrecarga procesal en el despacho judicial, como una
forma de dilatar la audiencia de consideración de cesación de detención preventiva, solicitada
por la accionante.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Corridos los trámites, el Juez Administrativo, Coactivo Fiscal y Tributario del departamento de
Pando, pronunció Sentencia 03/2008 de 2 de abril, declarando probada la demanda y por
consiguiente nula e inexistente la Resolución Determinativa impugnada, con los efectos dispuestos
en los arts. 98, 99.I y 100.1 del Código Tributario Boliviano (CTB), inexistente defraudación
alguna, quedando firmes las devoluciones impositivas a favor del sujeto pasivo y sin lugar a la
devolución pretendida por el órgano recaudador. En segunda instancia, por Auto de Vista 19/2008
de 18 de junio, no se ingresó al fondo del asunto, quedando en consecuencia ejecutoriada la
Sentencia con el argumento de que no existía ninguna fundamentación ni motivación en el recurso.
Interpuesto el recurso de casación, por Auto Supremo 210 de 30 de junio de 2011, emitido por los
ex Ministros Hugo Roberto Suárez Calbimonte y Julio Ortiz Linares de la Sala Social y
Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia, fue declarado improcedente el
recurso por no haberse abierto la competencia de ese Tribunal de acuerdo al art. 271 del Código de
Procedimiento Civil (CPC).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela constitucional, disponiendo que se anule el Auto Supremo 210 de 30
de junio y se emita nueva resolución observando el art. 197 del CPC.
Julio Ortiz Linares, ex Ministro de la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Suprema de
Justicia presentó informe mediante memoriales corrientes de fs. 169 a 170 y de fs. 212 a 213 vta.,
señalando que: 1) El Auto Supremo recurrido no corresponde a un proceso particular en que él era
parte como actor o demandado, su intervención fue como Ministro de la Corte Suprema de Justicia
que cesó el 3 de enero de 2012, la acción debería ser dirigida a los Magistrados en funciones y no a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2790
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Guido Antonio Campero Segovia y Norka Natalia Mercado Guzmán, Magistrados de la Sala
Social y Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia; presentaron memorial en forma conjunta
cursante de fs. 110 a 112 e indicaron que: i) El Auto Supremo 210, fue pronunciado por la Sala
Social y Administrativa Primera integrada por los ministros Julio Ortiz Linares y Hugo Roberto
Suárez Calbimonte y conforme a la SC 0550/2011-R de 29 de abril, los actuales Magistrados
titulares no tenemos legitimación pasiva para ser demandados; ii) De acuerdo a la SC 0112/2010-R
de 10 de mayo, la acción de amparo constitucional debe ser dirigida contra la autoridad que se
encuentra desempeñando la función independientemente que sea aquella que ejecuto el acto lesivo
al derecho o garantía constitucional; iii) Por atribución expresa de la Ley 212 de 23 de diciembre
de 2011, las causas pendientes de resolución que se encuentran en la Corte Suprema de Justicia al
31 de diciembre de 2011, serán resueltas por las Magistradas y Magistrados suplentes y que las
causas ingresadas al Tribunal Supremo de Justicia a partir del 3 de enero de 2012 serán conocidas
y resueltas por las Magistradas y Magistrados titulares hasta su liquidación total; y, iv) En caso que
el Tribunal de garantías emitiera una resolución favorable a los intereses de la institución
accionante el cumplimiento de la misma corresponde a los magistrados liquidadores del Tribunal
Supremo de Justicia al tratarse de una causa ingresada antes del 31 de diciembre de 2011; y en su
efecto de ingresar al fondo de la pretensión, se tenga presente que el Auto Supremo 210/2011, fue
pronunciada por los Magistrados de la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Suprema
de Justicia, que el proceso fue devuelto al Distrito de origen, lo que dificulta informar sobre el
fondo, porque desconocen los fundamentos fácticos y jurídicos que dio lugar a la Resolución
emitida al resolver el recurso de casación presentada por la parte accionante.
Vivian Pacheco García Meza, apoderada de la empresa Tahuamanu S.A.; en audiencia señaló:
“…la empresa se ratifica en la propuesta contenida en el memorial presentado y que tienen
conocimiento el SIN y pedimos pronunciamiento de los apoderados del SIN al respecto. Y por otra
parte, en el fondo, nos adherimos a todos los fundamentos contenidos en los informes que se han
dado lectura” (sic).
I.2.4. Resolución
reclamado ante las autoridades demandas esa vulneración; c) El accionante realizó una relación
cronológica de los antecedentes del proceso contencioso tributario y precisión de derechos, sin
establecer la relación con el derecho y garantías supuestamente lesionados; d) La entidad
accionante interpuso recurso de apelación contra la Sentencia 03/2008, sin cumplir los requisitos
de forma y contenido de admisibilidad, como la fundamentación, motivación, causales de
apelación o motivos recursivos, por lo que el Tribunal de alzada emitió Auto de Vista 19/2008, sin
ingresar al fondo del asunto declarando ejecutoriada la Sentencia apelada. Interpuesto el recurso de
casación, fue declarado improcedente, por no existir consideración de fundamentos ni agravios que
son también requisitos de forma que hacen al fondo del sistema recursivo conforme a los arts. 258
inc. 2) y 272 inc. 2) del CPC; y, e) Se evidencia absoluta negligencia y desidia en las actuaciones
de los representantes legales y asesores jurídicos de la entidad accionante, quienes omitieron
cumplir la obligación de reclamar oportunamente aspectos procesales transcendentales como la
aplicación del art. 197 del CPC, así como tampoco consta que hubieran activado algún medio de
impugnación. Por cuanto el Tribunal de garantías no puede suplir omisiones o negligencias,
debiendo haber acudido a sede jurisdiccional al ser la única vía para modificar los actos
administrativos firmes y no activar la vía constitucional, deviniendo en una actuación contraria a la
ley.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 2 de abril de 2008, dentro del proceso contencioso tributario seguido por la empresa
Tahuamanu S.A. contra el SIN Regional Pando, el Juzgado Administrativo, Coactivo Fiscal y
Tributario del departamento de Pando dictó la Sentencia 03/2008, declarando probada la demanda,
quedando nula e inexistente la Resolución Determinativa 15/05 (fs. 7 a 11 vta.).
II.2. Interpuesto el recurso de apelación contra la Sentencia 03/2008, por la entidad accionante (fs.
12 a 41), la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, por Auto
de Vista 19/2008, no ingresó al fondo del asunto por no estar enmarcado dentro del art. 227 del
CPC (fs. 42 y vta.).
El accionante alega la vulneración de los derechos al debido proceso, a la tutela judicial efectiva,
por cuanto el Auto Supremo 210 de 30 de junio de 2011, emitido por la Sala Social y
Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia así como el Auto de Vista
19/2008, pronunciado por la Sala Penal y Administrativa de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Pando no observaron al Tribunal de primera instancia la no aplicación del art. 197
del CPC. En revisión, corresponde dilucidar si los hechos expuestos por el accionante son
evidentes.
Política del Estado, en la Sección II, del Capítulo segundo (Acciones de Defensa) del Título IV
(Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases fundamentales
del Estado - derechos, deberes y garantías) ha instituido la acción de amparo constitucional.
En ese marco, el art. 128 de la Norma Suprema establece: “La Acción de Amparo Constitucional
tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley”; a su vez el art. 129.I de la CPE, determina
que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada,
por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
Sobre este aspecto, cabe remitirnos a lo establecido por la jurisprudencia constitucional que
indicó: “…cuando el funcionario o autoridad ya no ocupa el cargo en el que se encontraba
cuando ocasionó la lesión al derecho o garantía; en estos casos, la demanda debe dirigirse
contra la persona que en el momento de la presentación de la acción, se encuentra
desempeñando esa función, a quien sólo le alcanzarán las responsabilidades institucionales,
más no así las personales, si las hubiere. Al respecto la SC 0264/2004-R de 27 de febrero,
estableció que: `La legitimación pasiva es la calidad que se adquiere por la coincidencia que se
da entre la autoridad que causó la violación a los derechos y aquélla contra quien se dirige la
acción; empero, debe entenderse que la demanda debe estar dirigida contra la 'autoridad' que
ostente el cargo desde el cual se realizó el acto ilegal o se incurrió en la omisión indebida, sin
que ello implique que, en caso de existir responsabilidades personalísimas, como la penal, el
funcionario que haya accedido al cargo con posterioridad al acto lesivo de derechos, tenga que
asumir las consecuencias únicamente por encontrarse en funciones al momento de iniciarse la
demanda y porque ésta haya sido dirigida en su contra´ (SC 0763/2010-R de 2 de agosto).
Con relación al Tribunal Supremo de Justicia, la referida Ley en su art. 8.II, señala que 'Todas
las causas pendientes de resolución que se encuentren en la Corte Suprema de Justicia al 31 de
diciembre de 2011, serán resueltas por las Magistradas y Magistrados suplentes, hasta su
liquidación final en el plazo de treinta y seis meses, pudiendo la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia, de manera excepcional, ampliar este plazo hasta un máximo de doce
meses adicionales…” En ese contexto establece, de acuerdo con la Ley 212, que: “cualquier
trámite que esté circunscrito a resolver aspectos relacionados con las causas ingresadas hasta el
31 de diciembre de 2011, deben ser conocidas y resueltas por los magistrados suplentes, quienes
tienen competencia reconocida por ley…”.
Al respecto se estableció que caso de que una acción de amparo constitucional fuera admitida
por un Tribunal de garantías, sin observar el cumplimiento de todos los requisitos exigidos por
ley, dicha acción deberá ser declarada improcedente, así lo entendió la SC 1344/2010-R de 20 de
septiembre, entre otras, que indica que: “Cabe referir, que no obstante de esta obligación
impuesta a los jueces y tribunales de garantías, existen casos en los que la misma es
incumplida, advirtiéndose situaciones en las que admitida la acción tutelar, llevándose a cabo
la audiencia respectiva y emitiéndose resolución, elevado el recurso en revisión, este Tribunal
en forma posterior al sorteo, comprueba que no puede ingresarse al análisis de fondo, por
existir causales de improcedencia o incumplimiento de los requisitos de admisión. En estos
casos, este Tribunal en numerosas sentencias emitidas en gestiones anteriores, determinó que
correspondía declarar la improcedencia del recurso; sin embargo, la SC 0071/2010-R de 3 de
mayo, expresó:“…a objeto de guardar armonía y no generar confusión con el uso de la
terminología propia de la fase de admisión, corresponde en estos casos, 'denegar' la tutela
solicitada con la aclaración de que: 'no se ingresó al análisis de fondo de la problemática
planteada', dado que en estos casos el accionante puede nuevamente interponer la acción
tutelar, siempre y cuando, cumpla con los requisitos de admisibilidad”.
Por su parte, el art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establecía los requisitos de
forma y contenido que deben cumplirse en la presentación de la demanda de amparo
constitucional, ante la concurrencia de defectos formales, el tribunal de amparo concedía el
plazo de cuarenta y ocho horas para subsanarlas; así la referida norma, en el parágrafo IV,
indicaba la obligación del accionante de precisar los derechos o garantías que se consideren
restringidos, suprimidos o amenazados. Dicho requisito también ha sido contemplado en el art.
77.4 de la LTCP, que en la presentación de la acción de amparo constitucional, exige identificar
los derechos o garantías que se consideren vulnerados.
admitido pese a no cumplirse con los requisitos exigidos por ley, se da lugar a la improcedencia
del amparo, sin ingresarse al análisis de fondo del asunto...” (SC 0652/2004-R de 4 de mayo).
De los antecedentes del proceso, se evidencia que el accionante, dirigió la presente acción de
amparo constitucional por una parte contra Hugo Roberto Suárez Calbimonte, Julio Ortiz Linares,
Guido Antonio Campero Segovia y Norka Natalia Mercado Guzmán; ex Ministros de la Sala
Social y Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema de Justicia por ser quienes
pronunciaron la Resolución impugnada, y por otra, contra los actuales Magistrados de la Sala
Social y Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, quienes carecen de legitimación pasiva,
en mérito de ello, la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional, es aplicable al presente caso, puesto que en lugar de interponer la
acción contra éstos últimos el accionante debió interponer la acción contra los correspondientes
Magistrados Liquidadores del Tribunal Supremo de Justicia, de acuerdo a la Disposición Octava
Transitoria de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) que establece que: “Todas las causas pendientes
de resolución que se encuentren en la Corte Suprema de Justicia (…), a momento de la posesión
de las nuevas autoridades, serán resueltas por las Magistradas y Magistrados suplentes, hasta su
liquidación…”, en conformidad con lo señalado por el art. 8.II de la Ley de Transición para el
Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal
Constitucional Plurinacional, que al respecto señala que la totalidad de las causas pendientes de
resolución que se encuentren en la Corte Suprema de Justicia al 31 de diciembre de 2011, serán
resueltas por las Magistradas y Magistrados suplentes. Aspecto que conlleva a que una posible
tutela en el presente caso resulte ineficaz, por cuanto no se puede compulsar la problemática si
no fueron demandadas las autoridades facultadas de revisar, modificar, confirmar o revocar la
Resolución impugnada.
En tal sentido, habiendo el Tribunal de garantías admitido la presente acción sin cumplir con
todos los requisitos establecidos por ley, por cuanto no observó la falta de legitimación pasiva de
los Ministros demandados, dando lugar con ello a su improcedencia, conforme lo estableció la
jurisprudencia constitucional citada. Por cuanto, no es posible ingresar al análisis de fondo de la
presente problemática, determinando la denegatoria de la tutela solicitada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Se señaló como vulnerado sus derechos a la libertad física y al de locomoción, sin haber citado
ninguna disposición constitucional.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 33
a 34 vta., se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante, ratificó los términos de la acción presentada, añadiendo que una vez
emitida la Resolución que concedió la cesación de la detención preventiva, el Juez Segundo de
Partido de Sentencia rechazó la recusación presentada, y se devolvió los antecedentes al Juzgado
Primero de Partido y de Sentencia de El Alto, en el que se presentaron los requisitos cumplidos
para hacer efectiva la cesación de la detención preventiva, es decir, el formulario de Derechos
Reales (DD.RR.), el folio real mediante el que se verifica la anotación preventiva ordenada y el
arraigo.
Cumplidas las exigencias señaladas, el 9 de abril del año en curso, solicitaron se extienda el
mandamiento de libertad en el día, al haberse cumplido a cabalidad con las formalidades
ordenadas; sin embargo, mediante Auto de 10 de abril del presente, el Juez demandado ordenó
se extienda el mandamiento de libertad, previo cumplimiento de las formalidades de ley,
refiriéndose a la notificación con el referido Auto a las partes y al Ministerio Público, que
tampoco fue realizada en el día debido a que dicho juzgado no contaba con un Oficial de
Diligencias y que solamente se encontraba uno en suplencia, situación que demoró aún más que
su representada esté en libertad.
Henry David Sánchez Camacho, Juez Primero de Partido y de Sentencia de El Alto, mediante
informe escrito (fs. 22 a 24) leído en audiencia manifestó que: El 9 de abril de 2012, la imputada
presentó el certificado de arraigo a horas 17:35, momento en el que se encontraba en un juicio
oral -cuya tabla de audiencias, adjunta-, motivo por el que el 10 de abril del citado año, dispuso
se extienda el mandamiento de libertad, por lo que no se vulneró ningún derecho constitucional;
sin embargo, la abogada de la imputada, no se apersonó al juzgado el 10 del citado mes y año, a
efecto de realizar los trámites administrativos para que su defendida obtenga su libertad, sino
hasta el 11 de ese mes y año en horas de la tarde, notificándose con el Auto que dispone la
libertad de la imputada. Empero, no dejó el formulario del mandamiento de libertad, para que
sea llenado y se lleve al Centro Penitenciario de Obrajes, aspecto que fue solucionado realizando
dicho mandamiento en una hoja blanca con membrete del Tribunal.
Por otro lado, “causa asombro” que la abogada de la imputada manifieste que previo a emitir el
mandamiento de libertad, se haya ordenado la notificación a las partes, pues el Auto de 10 de
abril de2012, no expresa ninguna notificación y por último, el llenado del formulario, no es su
obligación, sino del personal de apoyo jurisdiccional, conforme a los arts. 94 y 105 de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ), teniendo en cuenta además que no contaba con Oficial de Diligencias,
puesto que éste, está supliendo al Oficial del Juzgado Tercero de Partido y de Sentencia de El
Alto, y que por sus recargadas labores no puede cumplir con algunos actos oportunamente.
I.2.3. Resolución
formalidad, corrigiendo lo dispuesto en el Auto de 10 del mismo mes y año, de tal manera que dichos
actos vulneraron el derecho a la libertad física, desconociendo la jurisprudencia constitucional
referida a la acción de libertad de pronto despacho, que busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos que pretenden resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de
libertad.
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.3. El Juez demandado por Auto de 10 de abril de 2012, dispuso se libre mandamiento de
libertad, previo cumplimiento de “requisitos y condiciones” (sic) (fs. 17).
II.4. De acuerdo al informe del Secretario del juzgado, de 11 de abril de 2012 (fs. 19), y en
atención a éste, el Juez demandado, mediante providencia de la misma fecha, ordenó se libre el
mandamiento de libertad (fs. 21) en hoja membretada del juzgado y se lleve al Centro de
Orientación Femenina de Obrajes.
II.5. Copia de la tablilla de audiencias del Juzgado Primero de Partido y de Sentencia de El Alto,
correspondiente a los días 9, 10, 11, 12 y 13 de abril del 2012 (fs. 20).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y la libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la
Constitución Política del Estado (CPE); además que, en su art. 22, expresamente establece que:
“La dignidad y la libertad de la persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Norma Fundamental, refiere que
“Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal…” y que esta libertad personal
“sólo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de
la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no sólo debe ser respetado sino debe
ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que
toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra
persona, aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad
competente; de conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido,
aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la
ley” y que “La ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y
que sea emitido por escrito”.
En otro orden, el art. 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en
su art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables,
establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
La Constitución Política del Estado, en la Sección I, del Capítulo Segundo (Acciones de Defensa) del
Título IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases
Fundamentales del Estado - Derechos, Deberes y Garantías) ha instituido la acción de libertad. En ese
marco, el art. 125 establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre
y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades
legales o se restituya su derecho a la libertad”.
tramitación sumarísima que tiene por objeto la garantía, protección o tutela de los derechos a la
vida, a la libertad física y a la locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de estos
derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o
supresión”.
La acción de libertad, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que la Ley suprema del
ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección inmediata tanto del derecho a la vida
así como de aquellas situaciones en las que el derecho a la libertad física de las personas se encuentra
lesionada por causa de una ilegal persecución, indebido procesamiento o indebida privación de
libertad; en este último caso, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio
idóneo y expedito para reparar la lesión producida, pues, de existir dicho medio, deberá hacerse
uso de éste.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho
a la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal;
3) Derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad física; y, 4)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona está indebidamente privada de libertad o
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
física.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en
los que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en
riesgo el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la
restitución de la libertad o mandar a que se restablezcan las formalidades, particularmente
cuando de las lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la
libertad física de las personas.
El art. 178.I de CPE, establece que: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano
y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad,
probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico…” (las negrillas son nuestras).
que las personas que intervienen en el proceso esperan una definición oportuna de su situación
jurídica, máxime si está comprometido un derecho fundamental de primer orden como es el de
la libertad.
En el orden normativo, el art. 3.7 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), determina que la
“celeridad comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia”.
Sin embargo, pese a ser beneficiaria de medidas sustitutivas y disponerse su libertad, el Juez
demandado demoró en librar el mandamiento de libertad debido a que primero emitió un Auto
que dispuso se libre el indicado mandamiento previo cumplimiento de las formalidades de ley,
cuando éstas, en lo que concierne a las medidas sustitutivas, ya se habían cumplido y
demostrado documentalmente; asimismo, resulta evidente que la autoridad accionada emitió la
providencia de 11 de abril de 2012, disponiendo que se libre el mandamiento de libertad, una
vez presentada la acción de libertad, lo que evidencia, que hubo dilación y falta de agilidad
procesal respecto a una solicitud para que se libre dicho mandamiento.
POR TANTO
Lo más preocupante -indica- es que se ha dispuesto que los médicos residentes supervisen el
trabajo realizado por estudiantes universitarios, especialmente de la única modalidad de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2802
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titulación para las carreras de Medicina, denominada internado rotatorio; por tanto, serían estos
internos los que se harían cargo, en primera instancia, de los pacientes, y en muchos otros casos,
alegándose “práctica académica”, “la enseñanza en el trabajo” o “aprender haciendo”, ya que los
médicos residentes están facultados para delegar sus propias funciones a los estudiantes,
especialmente en Hospitales de Tercer Nivel, también denominados de especialidad;
convirtiendo a los pacientes en objetos de estudio y medios de práctica, respaldando
indirectamente la idea de “matando se aprende”; así, la población está en riesgo por dejarse la
salud a cargo de estudiantes que, además, elaborarían el único documento legal reconocido por
el ordenamiento jurídico, expediente clínico, base de análisis jurídico en caso de existir la
presunta comisión de un ilícito, o en el que puede cometerse errores que puedan causar hasta la
muerte de los pacientes.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 7 de marzo de 2012, según consta en acta cursante de 159 a
161 vta., con la presencia del accionante asistido de su abogado, de la parte demandada, ausente
el representante del Ministerio Público, se produjeron los siguientes actuados:
una suposición, puesto que tanto el objetivo general como específico de la entidad esta plasmado
en un convenio suscrito con la Universidad Pública Boliviana y el Ministerio de Salud y
Deportes; c) El accionante debe asumir conocimiento que por disposición del art. 1 del DS
16181 de 9 de febrero de 1979, “Los hospitales generales son denominados Hospitales Clínicos
destinados tanto a los fines de prestación de servicios de salud como a la formación de
profesionales en salud”, con la perspectiva que se transformen en verdaderos hospitales
universitarios; d) Existe un Reglamento General de Hospitales autorizado por Resolución
Ministerial (RM) 0025 de 14 de enero de 2005, que demuestra la subjetividad, y falta de
sustento legal del accionante cuando alude que “la atención médica ya no deben realizar los
médicos de planta, sino que ésta labor deben realizar los médicos residentes…”; e) Afirmaciones
temerarias como “matando se aprende” sindica la comisión de delitos a todo un Sistema
Universitario Público que es el que regula y norma mediante reglamentos específicos, la labor
tanto de los médicos residentes como establece las funciones que deben cumplir los estudiantes
de medicina, que de acuerdo con la formación académica que tienen ya les corresponde hacer
internado rotatorio, bajo el control de docentes asistenciales; f) El manejo del expediente clínico
es de uso exclusivo del médico y aquellos que realizan el Internado Rotatorio deben conocer la
historia clínica como actividad académica, lo que no significa que el estudiante es responsable
del contenido de dicho documento; por el contrario, de acuerdo al Reglamento del Internado
Rotatorio, el estudiante no firma certificados de defunción ni otros documentos de índole oficial
o legal; y, g) El accionante basa su pretensión en el interés de eliminar el Internado Rotatorio de
la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), aspiración fuera de
lugar por cuanto la única modalidad de titulación en la carrera de medicina es el Internado
Rotatorio, modalidad que el accionante tomó la posición de no querer acatar las normas y
reglamentos universitarios y por el contrario, pretende graduarse mediante examen de grado,
modalidad no prevista en el sistema de la Universidad Boliviana para la carrera de medicina.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, Ramiro López Guzmán y Ángel Arias Morales, Presidente y Vocal
respectivamente de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
constituido en Tribunal de garantías, pronunciaron la Resolución 28/2012 de 7 de marzo,
cursante de fs. 162 a 163 vta., denegando la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1)
La Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional establece que el objeto de esta acción es
precautelar el interés colectivo respecto a la salubridad pública y los requisitos para la
procedencia de esta acción; 2) El accionante no especifica la norma legal concreta que vulnera o
amenace derechos o interés colectivos relacionados con la salubridad pública; 3) En el
reglamento del CNIDAI, se hace mención a la practica académica para la formación integral de
recursos humanos de los egresados de la carrera de medicina y no se acreditó que los médicos
residentes estén delegando funciones a los estudiantes en los hospitales de tercer nivel, la
atención médica a toda la población se lo realiza por los médicos de planta y contratados para
ese efecto, de manera personalizada y éstos son los únicos responsables de tener en custodia el
expediente clínico de los pacientes; y, 4) Lo manifestado por el Vocal de esta Sala a la falta de
precisión y coherencia, por cuanto a mas de solo mencionar que está demandando la protección
de los derechos a la salud y a la salubridad, sin llegar a precisar de quienes, si de la población
boliviana o de los pacientes, así como los reclamos de los derechos de los médicos residentes, de
los internos que no tuvieran protección legal, salarios, beneficios sociales, en esa virtud esta
acción popular no es la vía idónea para hacer prevalecer los derechos nombrados.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. En marzo y abril de la gestión 2004, Juan Raúl Valenzuela Marín, no obtuvo calificaciones
habiéndose comprobado su abandono del Hospital de Clínicas; en la gestión 2007 al igual que
en la gestión 2006, se le autorizó rotar a otro Hospital, debió presentarse al sorteo de hospitales o
por secretaria del internado para programar sus rotaciones pero no se presentó; matriculado e
inscrito en la gestión 2008 no se presentó al sorteo ni tiene evaluaciones de rotación (fs. 106 a
107).
II.2. El 16 de febrero de 2009, Otto Fernández Ramos, Jefe del Internado Rotario de la Carrera
de Medicina de la UMSA, informa al Director de la misma carrera que Juan Raúl Valenzuela
Marín, fue habilitado para realizar el Internado Rotatorio gestión 2008, no habiéndose
presentado a ninguna de las rotaciones (fs. 105).
Por otra parte, la Ley Suprema del ordenamiento jurídico, establece que los derechos
reconocidos por ella, son inviolables, universales, interdependientes e indivisibles; teniendo el
Estado el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos. Con relación a tales derechos, el
Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y
eficaz ejercicio de los mismos y para hacerlos efectivos, se ha instituido, además de la acción de
amparo constitucional antes instituida como (recurso de amparo constitucional), así como otras
acciones de defensa, la acción popular, que procede contra todo acto u omisión de las
autoridades o personas individuales y colectivas que violen o amenacen con violar derechos
colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad, salubridad pública, el medio
ambiente y otros de similar naturaleza, de acuerdo a lo previsto por el art. 135 de la CPE.
Igualmente, es necesario señalar que la Constitución Política del Estado, además de establecer
que ella goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, de acuerdo con lo
previsto por el art. 410.II de la CPE, determina que el bloque de constitucionalidad está
integrado por los tratados y convenios internacionales en materia de Derechos Humanos
(además de las normas de Derecho Comunitario). En ese mismo ámbito, de acuerdo al art. 13 de
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la CPE, inserto en el Capítulo relativo a los Derechos Fundamentales y Garantías; los tratados y
convenios internacionales ratificados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que reconoce
los derechos humanos, prevalecen en el orden interno y, además, que los derechos y deberes
consagrados en la Constitución se interpretaran de conformidad con los tratados internacionales
de derechos humanos ratificados por Bolivia.
De acuerdo con lo previsto en el art. 136.I de la CPE: "La Acción Popular podrá interponerse
durante el tiempo que subsista la vulneración o la amenaza a los derechos e intereses
colectivos…”. Además -continua el texto de la citada norma- para interponer esta acción no será
necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir.
En ese contexto normativo constitucional debe entenderse que si bien los derechos o intereses
colectivos benefician directamente a los individuos o colectividades no tiene por finalidad
proteger derechos subjetivos de interés particular, sean estos de personas, grupos de personas e
incluso colectividades, sino, en general, la tutela material de los derechos de la colectividad,
relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente
y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución Política del Estado.
Los derechos colectivos son también llamada de tercera generación como diferenciadora de
aquellos de primera generación relativos a la persona (civiles y políticos) y de segunda
generación (sociales, económicos y culturales) que son de compleja naturaleza y algunos casos
de realización progresiva; diferenciación que tiene más bien una connotación teórica doctrinal
descriptiva.
De los derechos colectivos se dice que también son difusos, aunque en estos últimos se
entenderá que existe la vulneración de los derechos de todos sin poder identificar
específicamente a quienes, que no es lo mismo cuando hay la posibilidad de una identificación
de colectivos ciertos y terminados a los que, sin embargo, igualmente hay una efectuación de los
derechos del conjunto de ese colectivo. Es pues, uno de ellos, el derecho de los pueblos, cuya
protección prevista se opera en tanto que, adema de ser concretos, sean oponibles para quienes
lo vulneren o pretendan vulnerarlos, se abstengan de hacerlo o se creen las condiciones para su
realización.
Con relación a los derechos de los pueblos, instrumentos internacionales como el Pacto de
Derechos Civiles y Políticos o Sociales, Económicos y Culturales, afirman el derecho de los
pueblos y si bien tal enunciado lo fue con referencia a las colonias, es más bien en el sistema del
derecho convencional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se atendió temas
como la discriminación y otros, a tal punto que, mediante el Convenio 169, abordó aspectos que
hoy igualmente están considerados en nuestra Constitución, que además de declarar
expresamente la libre determinación de las naciones y pueblos en el marco de la unidad del
Estado, enumera algunos derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2806
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Seguridad pública, con relación a la seguridad física de las personas en prevención, de carácter
general, no sólo respecto a los delitos, contravenciones, sino de la amenaza de accidentes naturales o
calamidades humanas; salubridad pública y, el medio ambiente respecto a su equilibrio y calidad, sino
de prevención de elementos químicos, biológicos u otros que afecten la salud y al medio ambiente.
Por último en cuanto a la legitimación activa, el art. 136.II de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional LTCP, “Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título
individual o en representación de una colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio
Público y el Defensor del Pueblo, cuando por el ejercicio de sus funciones tengan conocimiento
de estos actos. Se aplicará el procedimiento de la Acción de Amparo Constitucional”.
De igual forma, es preciso tener en cuenta que el art. 98 de la LTCP, refiere que la acción
popular será presentada por escrito debiendo el accionante exponer con claridad los hechos,
identificar los derechos o garantías que se consideren vulnerados, acompañar la prueba en que
funda su acción o señalar el lugar en que se encuentra y fijar con precisión el acto u omisión que
vulnera o amenaza derechos e intereses colectivos.
En ese orden, el memorial de la acción, al exponer los hechos de manera sucinta en lo posible, debe
describir todos aquellos hechos o actos jurídicos que inequívocamente conduzcan a establecer la
presunta vulneración de los derechos invocados, estableciendo el nexo causal entre el motivo alegado
y la presunta vulneración y centrarse, fundamentalmente y sin la menor duda, en aquellos hechos que
aportará u ofrecerá prueba, pues, tal fundamentación, mas allá de identificar el o los derechos
colectivos que se considere vulnerados conforme exige la norma, debe dar certidumbre sobre si en
efecto se ha vulnerado o está amenazado el derecho colectivo en cuestión y no, que se deduzca o
infiera meras presunciones; prueba que, además, por la naturaleza del derecho supuestamente
conculcado, exige que se acredite el daño o amenaza que involucre a un número significativo de
personas de la colectividad presuntamente afectada.
Por otra parte, la acción además de referir a hechos periféricos por lo que se pretende mostrar que la
entidad demandada hubiera dispuesto que ya no sean los médicos de planta quienes atiendan a los
pacientes sino los médicos residentes, los que a su vez, solo supervisarían el trabajo de los
universitarios por haber delegado -según dice- sus funciones aquellos a éstos; contradictoriamente,
aduce que la supervisión permanente no tendría porque ser presencial por parte del docente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Que mediante requerimiento del fiscal Líder Justiniano Velasco se ordenó el cese de la
aprehensión de Fernando Vargas Medina, debiendo recobrar su libertad el 9 de abril de 2012 a
partir de las 19:30; sin embargo, “por un trámite burocrático y por simple capricho” (sic) de las
autoridades y funcionario policial demandados, su representado permanece detenido
ilegalmente.
El accionante estima que se vulneró el derecho a la libertad de su representado, sin citar norma
constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, en presencia de las partes, según consta en
el acta cursante de fs. 15 a 16 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los demandados en audiencia señaló que a pesar de que el requerimiento era
contradictorio, puesto que ordenaba el cese del arresto, lo cual no correspondía ya que debió
ponerse en conocimiento del juez conforme lo establecido por el art. 228 del CPP, sus
defendidos no incurrieron en ninguna vulneración, ellos cumplieron con lo señalado por los arts.
69, 74, 224, 227 y 284 del CPP, pidiendo por ello se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez Primero de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, por Resolución 06 de 11 de
abril de 2012, cursante de fs. 20 a 24, denegó la acción de libertad, en aplicación del carácter
excepcional de subsidiariedad, argumentando que el accionante tiene todos los mecanismos
procesales ordinarios abiertos para hacer valer sus derechos, puesto que debió acudir ante el juez
de instrucción de turno.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 16 de marzo de 2012, el Fiscal de Materia, Lider Justiniano Velasco, libró la orden de
aprehensión contra Fernando Vargas Medina por responder a la presunta comisión del delito de
estafa (fs. 11).
II.2. El 9 de abril de 2012, el citado Fiscal, requiere en base a lo previsto por el art. 72 del CPP,
en directa relación con el art 5.II de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), al no
existir suficientes elementos para disponer la aprehensión y al no haber presentado la parte
denunciante la respectiva querella, además de que el delito de estafa tiene una pena de 1 a 5
años, de manera excepcional y en base al art. 225 del CPP, que Fernando Vargas Medina
continué en libertad (fs. 12).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como establece el art. 8 de la CPE;
Constitución que, además, en su art. 22, expresamente establece que: “La dignidad y la libertad
de la persona son inviolables respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la “libertad”, lo hace en su acepción más general,
como expresión normativa del valor libertad, lo cual supone, para cada individuo o colectividad,
la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos sus ámbitos
posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en el sistema
normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podría
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa en el art. 23.I de la Noma Suprema refiere que: “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo
podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la
verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, así lo estableció la SCP
0033/2012 de 16 de marzo, luego entonces, la libertad de la persona es aquél derecho
fundamental y constitucional que no sólo que debe ser respetado sino debe ser protegido por el
Estado.
Por cierto, con el salvamento del parágrafo IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que
toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra
persona, aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad
competente; de conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido,
aprehendido o privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la
ley” y que “La ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y
que sea emitido por escrito”.
Así, la Constitución, al tiempo de señalar en el art. 14.I, que los derechos reconocidos por ella,
entre otros caracteres, son inviolables, establece que el Estado tiene el deber de promoverlos,
protegerlos y respetarlos.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: 1) Derecho
a la vida; 2) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal;
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La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si la persona esta indebidamente privada de libertad o,
está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos últimos casos,
cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho a la libertad
personal.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el Juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art. 125 de la CPE, nos señala que la persona que
considere que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar
ilegalmente perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente
procesada o privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en los
que se tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en riesgo
el derecho a la libertad física de la persona), el juez competente, o puede disponer la restitución de
la libertad o mandar a que se reestablezcan las formalidades, particularmente cuando de las
lesiones al debido proceso en tanto éstas estén relacionadas con el derecho a la libertad física de las
personas.
En este orden, en cuanto a la presunta indebida privación de libertad, deberá tenerse en cuenta
que la misma puede producirse, ya por hechos y circunstancias eventualmente no vinculadas a
la presunta comisión de un delito y otras veces, sí vinculadas a dicha presunta comisión de un
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POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
estos enseres fueron decomisados, como si los imputados ejercieran algún nivel de autoridad,
para ejecutar un acto que por su naturaleza únicamente es atribución de autoridades
legítimamente constituidas, como son los jueces del Estado, reconocimiento del decomiso que se
trasunta en el memorial de los imputados presentado al Fiscal del caso, en el que acompañan un
acta de inventario firmada por los mismos, donde se detallan los bienes que le fueron sustraídos.
Pese a la existencia de elementos de juicio que acreditan los hechos cometidos, la etapa
preparatoria del proceso penal concluyó con un requerimiento conclusivo de sobreseimiento a
favor de los imputados, pronunciado por el Fiscal de Materia, Lindón Requena Johnson, que
peca de inexacto e incongruente, cuando en sus argumentos atribuye a la parte querellante o
denunciante toda la responsabilidad probatoria en la etapa preparatoria, citando el art. 6 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), interpretación errónea, porque alude a una etapa procesal
en la que existe desarrollo del juicio, donde claramente se manifiesta el rol de acusadores; en
cambio en el presente caso, aún no existe esta etapa y menos acusación, por lo que dicha
mención resulta impertinente, además este tema fue modulado por el Tribunal Constitucional en
la SC 1303/2010-R de 13 de septiembre, que determinó que la falta de dicha carga no puede
endilgarse a la parte querellante o víctima del delito, puesto que por imperativo constitucional y
legal, el ejercicio de la acción penal pública corresponde en exclusividad al Ministerio Público.
Otro razonamiento incongruente para el sobreseimiento, es el hecho de afirmar que al devolver
los objetos sustraídos por los imputados se trató de un decomiso por parte de la urbanización
San Francisco; luego muy extrañamente establece que hubo apoderamiento injusto de los
muebles sustraídos y que la fuerza empleada sobre la cosa no modificó su estado, en virtud a que
los presuntos objetos sustraídos a la fecha se encuentran en dependencias de la Fuerza Especial
de Lucha Contra el Crimen (FELCC), depositados por los mismos imputados y que no fueron
recogidos por el querellante, por tanto no existe delito; según este razonamiento, resultaría
siendo una exclusión de responsabilidad penal el hecho de que los querellados devolviesen las
cosas de las que se apoderaron ilegítimamente, conclusión inaudita y aberrante del Fiscal,
porque en otros términos corrobora, ratifica y hasta protege una justicia de mano directa, como
es el caso de los imputados, a quienes con el sobreseimiento decretado y ratificado, se les
ampara en su ilícita actividad de sustraer lo ajeno y destruir bienes que no les corresponde con
violencia y otros actos vandálicos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 2 de “febrero” -lo correcto es marzo-, según consta en el acta
cursante de fs. 129 a 137, se produjeron los siguientes actuados:
Por su parte, el abogado copatrocinante del accionante, agregó que durante la etapa investigativa
se han acumulado innumerables pruebas, creyendo que habían cumplido con la carga de la
prueba que hace a un querellante; sin embargo, pese a esto, los Fiscales vulneraron diferentes
garantías y derechos constitucionales, errores que considera pueden enmendarse por el Tribunal
de garantías, porque de confirmar estos fallos, se estaría generando un fatal precedente para
muchos casos que se sentirían con la fuerza de hacer justicia por su propia mano.
llamo decomiso, además que el accionante, nunca demostró derecho propietario del inmueble
donde indica que le robaron las cosas; c) Su persona buscando la paz social como dispone la Ley
Orgánica del Ministerio Público (LOMP), requirió que esos muebles sean trasladados a las
oficinas de la FELCC, y que de ahí recoja la víctima esos objetos y ponerle fin al conflicto, que
lamentablemente no ocurrió; y, d) De acuerdo a la nueva doctrina, surgió la teoría de la
imputación objetiva, que permite acomodar los actos del Fiscal en un hecho, para considerar si
el mismo realmente es delictivo o no; qué elementos son necesarios para que pueda haber la
imputación objetiva; primero, que el imputado ejerza una actividad jurídicamente reprochable,
como la generación del riesgo y que a su vez desemboque en un nexo entre la acción y el
resultado, quien produjo el riesgo es el propio accionante, al no rendir cuentas como dirigente, lo
que motivó a su vez los hechos que suscitaron esta investigación, entonces no cabe la
imputación objetiva porque no son los ahora terceros interesados, los que iniciaron el riesgo, en
consecuencia, son estos los motivos que han originado el requerimiento conclusivo de
sobreseimiento, que con muy buen criterio confirmó el Fiscal Departamental.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, constituida en Tribunal
de garantías, pronunció la Resolución 05/2012 de 2 de “febrero” -lo correcto es marzo-, cursante
de fs. 138 a 141, que concede la tutela solicitada y en su mérito, dispone que las autoridades
demandadas pronuncien nuevos requerimientos conclusivos, sujetos a una cabal aplicación de
las normas procesales; con costas y responsabilidad civil, fundando su Resolución en: 1) Que
evidentemente, Agapito Núñez Rodríguez inicia un proceso penal contra Eugenio Díaz Paredes,
Avelino Canaviri Apaza, Román Choque Ticona, Marina Choque Lupe y Elizabeth Condori
Alavi, por la presunta comisión de los delitos de robo agravado, allanamiento de domicilio y
daño calificado. Proceso penal en el que a la conclusión de la etapa preparatoria, se pronuncia el
sobreseimiento de los imputados, con el razonamiento de que el apoderamiento de los muebles
del accionante resulta injusto, una vez que se produce por la fuerza empleada sobre la cosa; pero
que no se modificó su estado físico, los que fueron depositados en dependencias de la FELCC,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2817
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
por los mismos imputados y que la víctima no se digna en recogerlos; al mismo tiempo, alude a
la facultad que le confiere la previsión del art. 323.inc.3 del CPP, para pronunciar el
requerimiento conclusivo de sobreseimiento, respecto a la insuficiencia de prueba para sustentar
la acusación y, en el caso, considera que los colectados en la tarea de investigación son
insuficientes, no obstante concluir en su primera parte de que el apoderamiento de los muebles
fue injusto y con fuerza en las cosas; 2) El reclamo del accionante por la ausencia de
fundamentación en el requerimiento conclusivo, respecto de los delitos de allanamiento de
domicilio y daño calificado atribuido a los imputados, resulta evidente; sin embargo, en la parte
dispositiva de la Resolución, el sobreseimiento comprende no sólo al delito de robo, sino
también a los delitos de allanamiento de domicilio y daño calificado, fundando en la actitud de
la víctima, de no recoger los objetos sustraídos, reflejando un razonamiento nada idóneo a las
características de los hechos y a la naturaleza de los elementos constitutivos del tipo penal;
resultando forzado la consideración del Ministerio Público para justificar un sobreseimiento; 3)
En cuanto a la producción de prueba a cargo del querellante, en relación al art. 6 del CPP, este
razonamiento muestra una actitud negligente del Ministerio Público, cuando delega la
obligación de generar prueba a la víctima, en equívoca aplicación de esta norma, si
consideramos que en la tarea de investigación, el Ministerio Público es el primer responsable de
la obtención de los elementos de convicción indiciarios tratándose de la etapa preparatoria; 4)
Impugnada la Resolución de sobreseimiento, emerge el requerimiento de la autoridad
jerárquicamente superior, pronunciada por el Fiscal Departamental, que para ratificar dicha
determinación fiscal, efectúa una conversión de presupuestos jurídicos, como la sustracción de
enseres del accionante en la medida de decomisó, sin embargo, de no ser parte del fundamento
del requerimiento conclusivo del Fiscal de Materia; por otra parte, ingresa en un examen de los
tipos penales atribuidos a los imputados, refiriéndose a los delitos de allanamiento de domicilio,
daño calificado y robo agravado, y en cuyo mérito, decir que la destrucción del bien inmueble
del querellante fue ejecutado por los imputados con dolo descrito en el art. 14 del Código Penal
(CP), actuando conjuntamente y estableciendo responsabilidad de los hechos en calidad de
autores, por la comisión del delito de robo agravado. Sin embargo de llegar a esa conclusión, en
la parte resolutiva del fallo, considera que el hecho no es corroborado con los elementos
colectados en la investigación preliminar y que resultan insuficientes para fundar la acusación;
y, 5) Finalmente, en base a lo expuesto concluye, la vulneración de los derechos y garantías
constitucionales previstas en el art. 115.I y II de la CPE, al sobreseer a los imputados
apartándose de normas legales prescritas en los arts. 124 de la CPE (abrogada) y 6 del CPP,
traducidos en omisión de fundamentación e incongruencia en las resoluciones de ambas
autoridades demandadas, al invertir la carga de la prueba a la víctima y admitir facultades de
decomiso a particulares para justificar un sobreseimiento a favor de los imputados, incurriendo
en denegación de acceso a la justicia, a la protección efectiva y a una justicia eficaz, vulnerando
al mismo tiempo la garantía y el derecho a un debido proceso, en su componente de legalidad y
derecho a la fundamentación en las Resoluciones impugnadas.
II. CONCLUSIONES
II.1. De fs. 1 a 2 vta., cursa memorial de 19 de agosto de 2010, por el que se establece que el
ahora accionante, Agapito Núñez Rodríguez, formaliza querella contra Eugenio Díaz Paredes,
Avelino Canaviri Apaza, Marina Choque Lupe y Román Choque Ticona, por la comisión de los
delitos de allanamiento de domicilio y robo agravado.
II.2. De fs. 31 a 34, cursa imputación formal de 10 de noviembre de 2010, contra Eugenio Díaz
Paredes, Avelino Canaviri Apaza, Marina Choque Lupe, Román Choque Ticona y Elizabeth
Condori Alavi, por la comisión de los delitos de robo agravado, daño calificado y allanamiento
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2818
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de domicilio, previstos y sancionados por los arts. 332.2, 358.3 y segundo párrafo del art. 298
del Código Penal.
II.3. De fs. 48 a 50, cursa Requerimiento conclusivo de 18 de julio de 2011,emitido por el Fiscal
de Materia, Lindón Requena Johnson, de cuya parte resolutiva se establece que la citada
autoridad ahora demandada, emite sobreseimiento en favor de los imputados Eugenio Díaz
Paredes, Avelino Canaviri Apaza, Marina Choque Lupe, Román Choque Ticona y Elizabeth
Condori Alavi, por no existir los elementos de prueba que puedan fundar acusación fiscal, por la
presunta comisión de los delitos de robo agravado, daño calificado y allanamiento de domicilio.
II.4. De fs. 51 a 52 vta., cursa memorial de 1 de agosto de 2011, mediante el cual, el ahora
accionante, formula impugnación contra el sobreseimiento de 18 de julio del mismo año,
pronunciado por el Fiscal de Materia, Lindón Requena Johnson.
II.5. Por Resolución de 5 de agosto de 2011, cursante de fs. 3 a 58, el Fiscal Departamental a.i.,
Gonzalo Martínez Guzmán, ahora demandado, resuelve la impugnación antes citada, ratificando
el requerimiento conclusivo de sobreseimiento de 18 de julio del mismo año, disponiendo la
conclusión del proceso, la cesación de medidas cautelares y la cancelación de antecedentes
penales de los imputados.
El accionante alega, que dentro del proceso penal seguido contra Eugenio Díaz Paredes, Avelino
Canaviri Apaza, Román Choque Ticona, Marina Choque Lupe y Elizabeth Condori Alavi, por la
comisión de los delitos de robo agravado, daño calificado y allanamiento de domicilio, se
lograron reunir suficientes elementos de juicio que acreditan la participación de los imputados,
ahora terceros interesados, en los hechos delictivos denunciados; sin embargo, el Fiscal de
Materia, Lindón Requena Johnson, de manera sugestiva y contra todo pronóstico, emitió el
requerimiento conclusivo de sobreseimiento, exento de una adecuada fundamentación y
manifiestamente incoherente, donde le atribuye la carga de la prueba al querellante y exime de
responsabilidad penal a los imputados, bajo el argumento de que éstos devolvieron las cosas
sustraídas y no fueron recogidas por la víctima. Impugnada esta Resolución, el Fiscal
Departamental a.i., Gonzalo Martínez Guzmán, ratificó el sobreseimiento, incurriendo en una
total incongruencia al manifestar en principio que el Ministerio Público, cuenta con suficientes
elementos de juicio para sostener que los delitos investigados fueron cometidos por los
imputados, y de modo extraño concluye, que el Fiscal de Materia no incurrió en omisiones
indebidas y que las evidencias recolectadas son insuficientes para sustentar la acusación. En
revisión, corresponde analizar si los actos denunciados ameritan conceder o denegar la tutela
solicitada.
De acuerdo al art. 129.I de la CPE, la acción de amparo se caracteriza por los principios de
subsidiariedad e inmediatez, en cuya virtud solo puede ser activada cuando la persona no cuente
con otro medio o recurso para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados, lo que implica el agotamiento previo de todos los medios de
impugnación, sean administrativos o judiciales, antes de acudir a la protección que brinda esta
acción tutelar. Respecto al segundo principio, dada la característica de protección inmediata de
esta acción tutelar, este principio está vinculado al plazo para su interposición, de acuerdo al art.
129.II de la Ley Fundamental, es de seis meses.
Razonamiento coherente que también fue asumido en las SSCC 2074/2010-R y 1442/2011-R,
entre otras.
Con el objeto de resolver la problemática planteada, resulta necesario referirnos a los alcances
del principio de congruencia, que es relevante en cualquier naturaleza de proceso, de manera
especial en materia penal; para este cometido acudiremos al desarrollo jurisprudencial efectuado
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2820
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
De este entendimiento, se deduce que este principio exige la correspondencia que debe existir
entre lo resuelto por el juez y las pretensiones planteadas por las partes en conflicto en un
proceso sea en el ámbito penal o administrativo; es decir, este principio delimita el contenido de
las resoluciones que deben pronunciarse en concordancia con el sentido y alcance de las
peticiones formuladas por las partes; en consecuencia, es innegable que quien administra justicia
debe emitir fallos motivados, congruentes y pertinentes, pero no es menos evidente que si bien
esos elementos de contenido de las resoluciones deben estar presentes como parte esencial de la
misma; la exigencia de su presencia no debe ir más allá de lo previsible en vinculación al
contenido razonable que haga contundente un fallo.
La abundante jurisprudencia del extinto Tribunal Constitucional, la que se asume por cuanto esta
no contraviene la Ley Fundamental, ha entendido que: “La garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que
significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución
resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la
problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo
como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión
está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose
cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió. Al contrario,
cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que se ha
arribado, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha
actuado con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le
otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma,
a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda
obtener una resolución que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, así se ha
entendido en varios fallos de este Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio.
Asimismo, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser
concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiéndose expresar las
convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las
normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la
resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2821
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Del razonamiento antes expuesto, podemos inferir que la fundamentación y motivación de una
resolución que resuelva cualquier conflicto jurídico, no necesariamente implica que la
exposición deba ser exagerada y abundante de consideraciones, citas legales y argumentos
reiterativos, al contrario una debida motivación conlleva que la resolución sea concisa, clara e
integre todos los puntos demandados, donde la autoridad jurisdiccional o en su caso
administrativa, exponga de forma clara las razones determinativas que justifican su decisión,
exponiendo los hechos, realizando la fundamentación legal y citando las normas que sustentan la
parte dispositiva de la resolución; en suma se exige que exista plena coherencia y concordancia
entre la parte motivada y la parte dispositiva de una resolución.
Del análisis del sobreseimiento que cursa de fs. 48 a 50, se establece que el Fiscal de Materia -
ahora demandado- funda su determinación en que: i) La parte accionante no hubiera aportado
con pruebas que ayuden a esclarecer el presente caso, haciendo alusión al párrafo tercero del art.
6 del CPP; ii) Que el Ministerio Público desde un principio otorgó a cada una de las partes
igualdad de oportunidades, para probar las aseveraciones planteadas; sin embargo el mismo no
fue asumido por la parte querellante; iii) Los imputados, el 7 de abril de 2011, presentaron un
memorial desvirtuando los hechos, ya que los objetos presuntamente sustraídos pertenecientes al
querellante tenían la calidad de decomiso por una rendición de cuentas respecto a la
urbanización San Francisco; iv) Que si bien existe apoderamiento injusto de los muebles del
querellante, empero la fuerza empleada sobre la cosa no modificó su estado o situación, en
virtud a que los objetos sustraídos se encuentran en dependencias de la FELCC,
depositados por los mismos imputados, que es de conocimiento del accionante; empero pese a
la autorización de devolución no fue recogida por la víctima; y, v) Para formular una
acusación en juicio oral debe existir convicción total y suficientes elementos de prueba que
vinculen al imputado en la comisión del delito; en el presente caso, los elementos que se
tiene resultan ser insuficientes para dicho fin, y si bien el Ministerio Público dictó imputación
formal fue en base a indicios que se tenían al inicio de la investigación, los que no fueron
confirmados por otros medios de prueba.
Por su parte la Resolución emitida en vía de impugnación por el Fiscal Departamental ahora
codemandado, que ratifica el sobreseimiento antes descrito cursante de fs. 53 a 58, fundamentó
su determinación en lo siguiente: a) Los elementos de convicción acumulados en el presente
caso permite sostener al Ministerio Público la existencia del hecho de “allanamiento”,
puesto que los imputados arguyendo ser dirigentes, so pretexto de que se les entregue por el
anterior Directorio documentos y rendición de cuentas, sin orden alguna del propietario del bien
inmueble o de autoridad competente, ingresaron violentamente, con fuerza en las cosas,
logrando destrozar la puerta y las ventanas y todo lo que ofrecía resistencia, cometieron este
hecho. Asimismo los imputados consumaron el hecho antijurídico de daño simple tipificado
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por el art. 357 del CP, afirmando que del estudio de las investigaciones existen suficientes
indicios de culpabilidad de que los coimputados mencionados, con conocimiento y voluntad
perpetraron el hecho, a sabiendas de constituir un delito actuando con dolo. Una vez estando en
el bien inmueble sin resistencia y fuera de control del dueño, procedieron a cometer el delito
de Robo agravado, conociendo que apropiarse de un bien ajeno es una conducta antijurídica; y,
b) Que, de lo expuesto se colige que el Fiscal de Materia, Lindón Requena Johnson, no
incurrió en omisiones indebidas, al haberse pronunciado sobre los elementos de
convicción, que tienden al esclarecimiento de los ilícitos denunciados, siendo que las
evidencias recolectadas en el transcurso de la etapa preparatoria son insuficientes para
establecer la responsabilidad de los imputados en el hecho denunciado, de lo que se extrae
que el Fiscal de Materia, al pronunciar el requerimiento de sobreseimiento ha obrado
correctamente.
En cuanto a la Resolución emitido por el Fiscal Departamental a.i.; se advierte con mayor
claridad la incongruencia en la que incurre esta autoridad, cuando de manera categórica refiere
que existen suficientes elementos de convicción recolectados en la investigación que permiten
sostener que los imputados cometieron los delitos de allanamiento de domicilio, daño y robo
agravado y, contradictoriamente opta por ratificar el sobreseimiento, alegando que el Fiscal de
Materia no hubiera incurrido en ninguna omisión, por cuanto los elementos colectados en la
etapa preparatoria son insuficientes para establecer la responsabilidad de los imputados; por otra
parte, esta Resolución no señala con claridad y precisión los fundamentos jurídicos en que
sustentan su posición y en los que se identifique con claridad qué criterios o principios
interpretativos fueron empleados, limitándose a efectuar afirmaciones contradictorias carentes
de sustento fáctico y doctrinal; no obstante la obligatoriedad que tiene el Ministerio Público de
fundamentar sus resoluciones de acuerdo a los arts. 73 del CPP y 61 LOMP; lo que permite
concluir que la autoridad Fiscal Superior demandada, en lugar de enmendar las vulneraciones en
que incurrió el inferior, consolidó estos actos lesivos, vulnerando a su vez los derechos y
garantías constitucionales de la tutela judicial efectiva y el derecho al debido proceso
consagrados por el art. 115.I y II de la CPE, correspondiendo otorgar la tutela demandada.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00687-2012-02-AL
Departamento: Cochabamba
Por memorial presentado el 11 de abril de 2012, cursante a fs. 2 y vta., el accionante -por su
representado-, expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
En el proceso penal que se sigue contra su representado por la presunta comisión de los delitos
de estelionato y estafa, éste se encuentra ilegalmente detenido cerca de cuatro años y ocho
meses; emitiéndose Sentencia condenatoria de privación de libertad de cinco años, la cual fue
recurrida en apelación restringida, sin que hasta la fecha se haya remitido el recurso, lográndose
después de varias audiencias se le impongan medidas sustitutivas a la detención preventiva,
entre ellas, la fianza, que se logró modificar a la suma de Bs3000.- (tres mil bolivianos), misma
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I.1.3. Petitorio
Nelson César Pereira Antezana y David Gamón Nicolás, Presidente y Juez Técnico,
respectivamente, del Tribunal Primero de Sentencia de Sacaba, no asistieron a la audiencia, pese
a su legal citación; sin embargo, remitieron informe escrito que cursa a fs. 15 y vta., donde
señalan: a) Por Auto de 8 de abril de 2010, se dispuso medidas sustitutivas a la detención
preventiva al representado del accionante; b) El imputado debía tramitar su arraigo, por lo que el
6 de diciembre de ese año, recién se procedió a esta medida sustitutiva; c) Después de varias
audiencias de modificación a la fianza económica, se calificó ésta en Bs3000.-, que fue oblada el
9 de abril de 2012 y en la misma fecha el abogado defensor por memorial acompañó el
respectivo depósito judicial; d) Por providencia al referido memorial, se arrimó a los
antecedentes; y, e) En el memorial de 11 del citado mes y año, el abogado defensor no aludió al
certificado de arraigo, error que ocasionó un desfase, pero a la fecha ya se expidió el
mandamiento de libertad correspondiente, por lo que se debe declarar “infundado” el recurso
planteado, con costas.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Sentencia del departamento de Cochabamba, en suplencia legal del Juez
Primero de Partido en lo Penal liquidador y de Sentencia de Sacaba, constituido en Juez de
garantías, dictó la Resolución de 12 de abril de 2012, cursante de fs. 17 a 18, por la cual
concedió en parte la acción de libertad interpuesta, “instruyendo al señor Gobernador Tcnl.
Néstor Villca de cumplimiento a dicho mandamiento bajo alternativa de remitir antecedentes al
Ministerio Público y sea en el día…” (sic); bajo los siguientes fundamentos: 1) El accionante,
adjuntó únicamente el memorial de solicitud de mandamiento de libertad de 9 de abril de 2012,
no así el memorial de 11 de igual mes y año; y, 2) De la documentación anexada, se evidencia
que el mandamiento de libertad se puso a conocimiento del Gobernador del penal “San Pedro”
de Sacaba; el que se recibió el 12 de abril de 2012, a horas 10:30, por el “Sgto. Colque”, con el
sello respectivo, por lo que con este extremo se cumplió el cometido.
II. CONCLUSIONES
II.1. En audiencia de 8 de abril de 2009, dentro del proceso penal seguido contra Boris Celestino
Pérez Estévez (representado del accionante), el Tribunal Primero de Sentencia de Sacaba, aceptó
la solicitud de cesación a la detención preventiva del indicado, imponiéndole las siguientes
medidas sustitutivas: i) Presentación periódica ante el Ministerio Público de la localidad
mencionada, una vez por semana; ii) Arraigo; y, iii) Fianza económica en la suma de $us2000.-
(dos mil dólares estadounidenses) (fs. 7 a 10).
II.2. Por memorial de 9 de abril de 2012, dirigido al Presidente del Tribunal Primero de
Sentencia de Sacaba, el representado del accionante, acompañó el certificado de depósito
judicial 0155116, afirmando haber dado cumplimiento “a todas sus determinaciones”,
solicitando en su mérito se ordene su libertad. Mediante proveído de 10 del mismo mes y año, el
citado Tribunal, dispuso se tenga por acompañado el depósito judicial y se arrime a sus
antecedentes, sin pronunciarse en ningún sentido respecto de la libertad impetrada (fs. 1 y vta.).
II.3. Por memorial presentado el 11 de abril de 2012, el representado del accionante reiteró su
pedido de expedir el respectivo mandamiento de libertad. Mediante proveído de igual fecha, los
Jueces Técnicos ahora demandados, haciendo alusión a que el referido memorial es incompleto,
ordenaron librar mandamiento de libertad inmediatamente (fs. 13 y vta.).
II.4. Cursa mandamiento de libertad de 12 de abril de 2012, por el que las autoridades
demandadas, determinaron la libertad del representado del accionante; el cual se encuentra
encomendado al Director del penal de San Pedro de la localidad de Sacaba, donde fue recibido
el documento a horas 10:00 del mismo día (fs. 14).
El accionante, alega la vulneración del derecho de su representado a la libertad, porque una vez
que se cumplió la fianza económica, como medida sustitutiva a la detención preventiva, por
memorial, adjuntó el certificado de depósito y solicitó el mandamiento respectivo, disponiendo
las autoridades demandadas que este memorial se arrime a los antecedentes; por lo que presentó
un segundo memorial requiriendo el mandamiento de libertad, y en consideración de éste y de la
revisión del expediente del caso de autos, los demandados establecieron que cursaba el
respectivo arraigo, librándose en la misma fecha en que se celebró la audiencia de la presente
acción tutelar, el mandamiento prenombrado. En consecuencia, corresponde en revisión,
verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
El art. 125 de la CPE, señala que la acción de libertad tiene por objeto tutelar el derecho a la
vida y a la libertad, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto
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En consecuencia, el juez (…), una vez que se cumplieron las medidas sustitutivas impuestas,
antes de disponer la emisión del mandamiento de libertad, tendrá que compulsar si
efectivamente el imputado dio cumplimiento a las exigencias impuestas por dicha autoridad a
efectos de obtener la cesación de la detención preventiva; y cuando evidencie el cumplimiento
de las exigencias, la decisión lógica será de conceder la libertad, sin mayor trámite, pues de lo
contrario, el rechazo se torna injustificado convirtiéndose en una obstaculización indebida a la
efectivización del beneficio de libertad ya otorgado” (las negrillas nos corresponden).
Del análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece que dentro del proceso
penal seguido contra el representado del accionante, por la presunta comisión de los delitos de
estelionato y estafa, después de varias audiencias de cesación a la detención preventiva, el 8 de
abril de 2009, se concedió la cesación a esta medida restrictiva de libertad, disponiéndose las
siguientes medidas sustitutivas: a) Presentación periódica ante el Ministerio Público de la
localidad de Sacaba, una vez por semana; b) Arraigo; y, c) Fianza económica en la suma de
$us2000.-, que según refiere el accionante se redujo a Bs3000.-
Después de haber cumplido con esta última, el 9 de abril de 2012, el representado del accionante
adjuntó el certificado de depósito judicial 0155116 y pidió su libertad; empero, las autoridades
demandadas mediante providencia de 10 de igual mes y año, señalaron que se tenía presente el
referido certificado y se arrime a los antecedentes, sin pronunciarse respecto a la libertad
impetrada; por lo que nuevamente presentó memorial el 11 de abril de 2012, requiriendo a los
demandados emitir el correspondiente mandamiento de libertad, indicando éstos a través de
proveído de la fecha mencionada, que el referido memorial era incompleto y que de la revisión
del proceso, se tenía que el imputado acompañó, el 6 de diciembre de 2010, el certificado de
arraigo; aclaración con la cual dispusieron se expida el mandamiento de libertad concerniente.
Primero de Sentencia de Sacaba, verificar si el imputado cumplió con las medidas sustitutivas
que le fueron impuestas y en su caso ordenar de inmediato su libertad. Por lo que al haber
incurrido en una dilación indebida como se llegó a concluir, se vulneró el derecho a la libertad
del representado del accionante, lo que amerita otorgar la tutela requerida; siendo aplicable al
presente caso, la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2.
Cabe aclarar que en el caso de autos, la acción de libertad se presentó el 11 de abril de 2012;
citándose a las autoridades demandadas el 12 de ese mes y año: A horas 8:57, a Nelson César
Pereira Antezana y a horas 9:00, a David Gamón Nicolás; realizándose la audiencia de
consideración de la acción de defensa, a horas 14:30 del mismo día, estableciéndose que el
representado del accionante asistió a la misma en calidad de detenido, de lo que se concluye que
el mandamiento de libertad fue librado por los demandados una vez que fueron citados
con la presente acción tutelar; aspecto que ratifica se otorgue la tutela impetrada.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de libertad
Expediente: 00715-2012-02-AL
Departamento: Oruro
Hace más de dos meses está siendo procesada y guardando detención preventiva en el penal de
San Pedro de la ciudad de Oruro, como efecto de la aplicación de la referida medida cautelar.
Agrega que, existe imputación formal en su contra por la supuesta comisión de los delitos de estafa
y estelionato, encontrándose el proceso en la etapa de señalamiento de fecha para audiencia
conclusiva; empero, cursa en el cuaderno de investigación, fotocopia legalizada del Acta de
Conciliación 1134/09 de 13 de agosto, documento que de conformidad con el art. 25 del
Reglamento a la Ley de Arbitraje y Conciliación, aprobado mediante Decreto Supremo (DS)
28471 de 29 de noviembre de 2005, tiene calidad de cosa juzgada sin requerir homologación
judicial, norma concordante con art. 92.II de la Ley de Arbitraje y Conciliación (LAC).
Menciona que, el caso se halla relacionado con un asunto netamente patrimonial y que al
haberse recurrido ante el Juez conciliador, de ninguna manera puede ser tramitada su ejecución
en la vía penal, debiendo regirse la misma de acuerdo a lo establecido en el art. 25.I y II del
referido DS 28471.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, conforme consta del acta cursante de fs.
18 a 23 vta., se produjeron los siguientes actuados.
La parte accionante ratificó su demanda, y ampliando la misma, expresó: 1) El art. 25.II del
Reglamento de la Ley de Arbitraje y Conciliación, dispone que en caso de incumplimiento de
las obligaciones voluntariamente adquiridas a tiempo de suscribir el acta de conciliación, se
seguirá el procedimiento señalado en el Código de Procedimiento Civil para la ejecución de la
sentencia; y, 2) El documento tiene toda la validez legal a efectos de hacer constar que hubo un
acuerdo previo, que no da lugar al cobro de los supuestos adeudos en la vía penal.
Gabriel Marco Chambi Mejía, Juez Primero de Instrucción en lo Penal, por medio de informe
prestado en audiencia, señaló que: i) Mediante Resolución 158/2012 el Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal, en suplencia legal dispuso la detención preventiva de la imputada,
antecedente suficiente para determinar que el suscrito juzgador no asumió la medida cautelar
contra la ahora accionante, deduciendo la existencia de responsabilidad alguna en su contra, lo
que es conocido en la doctrina constitucional como falta de legitimación pasiva; ii) El 13 de
marzo de 2012, la accionante interpuso excepción de incompetencia, impetrando, la remisión del
proceso al juez de instrucción de turno en materia civil, a objeto de resolver la ejecución de un
acta de conciliación, excepción que ameritó el pronunciamiento de la Resolución 279/2012 del 9
de abril -antes del verificativo de la acción de libertad-, en la que se advierte que existía la
posibilidad de impugnación ante el Tribunal Departamental de Justicia; y, iii) La ahora
accionante y la víctima, habrían arribado a la suscripción de un acta de conciliación, que en su
tramitación rige lo dispuesto por el título tercero de la Ley de Arbitraje y Conciliación, tomando
en cuenta que el acuerdo escrito fue firmado el 13 de agosto de 2009, fecha posterior a la
presunta comisión del hecho ilícito, que de acuerdo al trámite establecido por la Ley de Arbitraje
y Conciliación, se cuenta como un actuado de clausura de proceso, librándose a las partes la
facultad de hacer valer sus derechos en la vía legal que corresponda, aclarando que se especificó
que la vía pertinente es la civil.
En uso de la réplica, expresó: a) Nadie desconoce que la ejecución del acta de conciliación se
rige por normas del Código de Procedimiento Civil, tal cual lo señala el art. 514 del Código de
Procedimiento Civil (CPC); sin embargo, el juez competente, analizará en su oportunidad si el
acta de conciliación cumple con los requisitos de un contrato; y, b) Independientemente de
haberse reparado el daño causado en la vía civil, se encuentra pendiente de resolución una
acción penal, en la cual de acuerdo al informe fundamentado del fiscal, la imputada resultaría
ser, con probabilidad autora de la comisión de dos delitos, de manera que esta debe ser resuelta
conforme establecen las normas, respecto a su accionar en esta causa.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Cursa a fs. 1 vta., acta de conciliación de 13 de agosto de 2009, suscrita entre Julia
Angelica Marzana Apaza y Julio Mayzu Cruz, ante el Centro de Conciliación Judicial
“Pantaleón Dalence” de la Corte Superior de Justicia -ahora Tribunal Departamental de Justicia-
de Oruro, a la que precede la determinación de clausura del proceso de conciliación (fs. 2).
II.2. El Juez Primero de Instrucción en lo Penal del departamento de Oruro, en su informe
prestado en audiencia indicó que el 13 de marzo de 2012, la accionante interpuso excepción de
incompetencia, actuado procesal que previo al trámite pertinente de ley, ameritó la Resolución
Judicial 279/2012 (fs. 19), situación corroborada por el Tribunal de garantías en la Resolución
que se revisa, cuando dispone que: “mediante escrito que cursa a fojas 132 del cuaderno de
control jurisdiccional que se tiene a la vista, la hoy accionante Julia Angélica Manzana Apaza
formuló ante el Juez Cautelar en lo Penal Nº1, una excepción de incompetencia, el mismo que
previos los procedimientos a cumplir a merecido la Resolución correspondiente que cursa que
cursa a fojas 144 (…) cuya resolución aún no está ejecutoriada” (sic) (fs. 26 vta.).
La accionante alega que las autoridades demandadas lesionaron sus derechos a la libertad de
locomoción y al debido proceso, habida cuenta que dentro del proceso penal iniciado en su
contra por la presunta comisión de los delitos de estafa y estelionato el Juez a cargo del control
jurisdiccional, determinó su detención preventiva en virtud a la petición del fiscal en la
imputación formal presentada, sin tener en cuenta que en obrados consta un acta de conciliación
con calidad de cosa juzgada y por ende la tramitación de la causa, conforme disponen las norma
previstas por la Ley de Arbitraje y Conciliación y de ninguna manera en la vía penal. En
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2831
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La acción de libertad, consagrada por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
que dispone: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”, materializa la existencia de un
mecanismo constitucional extraordinario de defensa, cuya función esencial se traduce en la
protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física como de
locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o
indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares, así como a la vida, cuando
ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o supresión de la libertad; esta acción
tutelar, se halla dotada de un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador: Preventivo: por
cuanto persigue frenar una lesión ante una inminente detención indebida o ilegal, impidiendo
que se materialice la privación o restricción de libertad; correctivo, toda vez que su objetivo es
evitar que se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea en virtud de una medida
cautelar o en cumplimiento de una pena impuesta en su contra; y finalmente, reparador, en el
entendido de que pretende reparar una lesión ya consumada; es decir, opera ante la verificación
de una detención ilegal o indebida, como consecuencia de la inobservancia de las formalidades
legales (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
(…)
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está
diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y
el segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece
que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada
por sus características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e
inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir, no
reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2832
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Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”.
Del contenido del art. 125 de la CPE, se puede sintetizar que la acción de libertad se constituye
en una acción de defensa oportuna y eficaz que tiene por finalidad el resguardo y protección de
derechos como son la vida y la libertad tanto física como de locomoción, a favor de toda persona
que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, procesada o privada de
su libertad personal; asimismo, la Norma Suprema, en sus arts. 115.II y 117.I, reconoce al
debido proceso como un instrumento de sujeción a las reglas del ordenamiento jurídico, en el
cual se debe enmarcar la actuación de las partes procesales, siendo la finalidad de este derecho
constitucional y garantía jurisdiccional, proteger a los ciudadanos de posibles abusos de las
autoridades, que se originen en actuaciones u omisiones procesales o en decisiones que adopten
y de las cuales emerja la lesión a sus derechos y garantías, como elementos del debido proceso.
los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al
momento de la persecución o la privación de la libertad'".
Los precitados razonamientos, nos permiten colegir que, en cuanto al debido proceso, la tutela
que otorga la presente acción de defensa extraordinaria, procede únicamente en los casos en los
que está directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de locomoción; de no ser así,
las lesiones acusadas con referencia al debido proceso, deben ser reparadas por los mismos
órganos jurisdiccionales que conocen la causa, de donde se infiere que la persona que considera
haber sido objeto de lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios para que
aquellos, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, sean quienes lo reparen y sólo
agotados los mecanismos intra procesales idóneos, se podrá acudir ante la jurisdicción
constitucional a través de la acción de amparo constitucional, como medio efectivo para
precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a
consecuencia de las violaciones invocadas, se colocó a la accionante en absoluto estado de
indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo
conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad. Un
entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de garantías y el propio
Tribunal Constitucional Plurinacional, asuman una atribución que el orden constitucional no les
otorga, posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso, prospere a
través de la acción de libertad, desnaturalizando la actuación de los jueces y tribunales
ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer el control del
proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 26 de “enero” -lo correcto es marzo- de 2012, según acta
cursante de fs. 89 a 102 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Rafael Alcón Aliaga, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, en el informe escrito
que cursa de fs. 65 a 66, manifestó: i) El proceso penal radicó provisionalmente en el Juzgado a
su cargo, por estar en el turno semanal; sin embargo, a la fecha fue remitido a la oficina de
demandas nuevas para su correspondiente sorteo; ii) El 17 de marzo de 2012, la Fiscal de
Materia, a tiempo de presentar la imputación formal, informó que el aprehendido se encontraba
delicado de salud en el Hospital de “Villa Dolores”; señalando audiencia de medidas cautelares
para el 19 de ese mes y año; lo cual denota que no existió vulneración alguna al principio de
celeridad, más aún cuando el abogado del imputado pidió que dicho acto procesal sea
suspendido; iii) Con relación a la vulneración del principio de certidumbre, ello ya fue resuelto
en la audiencia de medidas cautelares, mereciendo su rechazo; por consiguiente, no puede ser
interpuesto de nuevo por los mismos motivos, siendo en consecuencia falsa la afirmación en
sentido que no se ejerció control jurisdiccional; iv) Con referencia a la lesión del principio de
celeridad, en la ciudad de El Alto, existe más de un millón de habitantes y sólo tres Jueces de
Instrucción en lo Penal titulares, pese a ello se remitieron actuados el 23 de marzo de 2012, a
horas 15:45; y, v) Sobre la lesión del derecho a la defensa, el accionante planteó todos los
incidentes que creyó pertinente, haciendo uso abusivo de la palabra, así como en lo concerniente
a la defensa material del imputado, quien se hallaba en condiciones de asistir a la audiencia,
conforme certificó el médico de turno.
noche, donde al advertir que podía hablar, solicitó al médico tratante un certificado sobre su
estado de salud, recibiendo como respuesta una nota que dice: “policontuso traumatismo cráneo
encefálico a descartar”; evidenciando con ello que el paciente no tenía traumatismo cráneo
encefálico; asimismo, el imputado además de poder hablar, podía pararse e ir al baño, no
existiendo riesgo para su vida; b) El certificado del médico del Hospital de “Villa Dolores” de
21 de marzo de 2012, estableció: “Paciente con evolución favorable en condiciones de
externación”, lo que significa que ya estaba listo para salir en uno o dos días, por lo cual la
audiencia de medidas cautelares se llevó a efecto, a pesar que el abogado pidió la suspensión
porque su cliente no podía hablar; c) Los certificados médicos cursantes en antecedentes son
contradictorios, pues el médico forense, por una parte, le da un impedimento de treinta y cinco
días, en tanto que el médico del Hospital certificó que el paciente estaba con pre alta; más aún,
el certificado de la Caja Nacional de Salud (CNS), señala que el paciente no requiere
intervención; d) El hecho que el imputado esté en celdas de la FELCC, obedece a que no fue
aceptado en el Centro Penitenciario de “San Pedro”, debido a la superpoblación existente, no
obstante a las insinuaciones de la Secretaria Abogada del Juzgado, quien ante la negativa no
tuvo más opción que trasladarlo al recinto policial; y, e) La madre y las víctimas viven en casa
del imputado, son sus inquilinas y la hija de quince años tiene retraso mental, hecho conocido
por el accionante, condiciones en las que fue violada, así como la menor de trece años fue
víctima de abuso sexual bajo amenazas de echarles de la casa, hechos que están siendo
investigados; por ello en la imputación, no podía asegurar esos extremos ni sostener que es el
autor.
La Secretaria Abogada del Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto, indicó que
habiendo presentado el accionante memorial de apelación el 21 de marzo de 2012, a horas
16:25, adjuntando el comprobante de caja; el Juez decretó cúmplase con la Resolución previa
notificación de las partes, por lo que remitió a la Central de Notificaciones, todos los actuados el
22 de igual mes y año; una vez cumplidas dichas diligencias, elevó antecedentes a la autoridad
superior en grado. El acta fue elaborada el mismo día de la audiencia de medidas cautelares.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.5. Por memorial de 20 de marzo de 2012 (fs. 6 y vta.), el accionante ratificó su recurso de
alzada, por lo que el Juez de la causa, decretó se remitan actuados ante la autoridad superior
previa notificación de partes, en cumplimiento de lo cual la Secretaria Abogada del Juzgado
envió actuados a la Central de Notificaciones, donde se ejecutaron las diligencias pertinentes y
se devolvieron antecedentes el 23 del mismo mes y año, remitiéndose en el día actuados al
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, según mencionó la funcionaria en su informe de
26 de marzo (fs. 71).
II.6. El representado del accionante no fue recluido en el recinto penitenciario de “San Pedro”
por exceso de internos, pese a la insistencia de la Secretaria Abogada del Juzgado Cuarto de
Instrucción en lo Penal, por lo que se dispuso su detención en la FELCC, según declaración de
la Fiscal prestada en audiencia (fs. 89 a 102 vta.).
II.7. Por memoriales de 22 de marzo de 2012 (fs. 55 y vta.; y 57 y vta.), el accionante solicitó
tanto a la Fiscal de Materia, como al Comandante de la FELCC, el traslado de su defendido a un
nosocomio por encontrarse delicado de salud, siendo éste último petitorio remitido al Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, a efectos de providencia y respuesta. De igual modo, por
memoriales de fs. 53 a 54 vta. y 56 y vta., reiteró su requerimiento de internación a la autoridad
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2839
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II.8. A fs. 2, cursa nota de respuesta de 21 de marzo de 2012, del médico del Hospital de “Villa
Dolores” dirigido a la Fiscal de Materia, señalando que el hoy representado por el accionante se
encontraba internado en ese Hospital y presentaba el siguiente diagnóstico: “policontuso, edema
cerebral difuso (en remisión), trauma facial (en tratamiento, neuritis intercostal pos traumática,
fractura de base orbitaria izquierda y múltiples heridas en cabeza”. Enfatizó que el paciente se
encontraba en evolución favorable y debía someterse a valoración por otorrinolaringólogo y
oftalmólogo.
El art. 125 de la CPE, instituye que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro,
que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a
su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en
materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad” (las negrillas fueron
agregadas).
Al respecto, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, estableció el siguiente entendimiento: “La acción
de libertad, es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o
restablecer el derecho a la libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se
halla en peligro a raíz de la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el
cese de la persecución indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión
del caso al juez competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la
vida misma, motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y
Dada la esencia y los alcances del derecho a la vida, la jurisprudencia constitucional determinó
que cuando a través de la acción de libertad se invoque la tutela de este derecho en los casos en
que esté vinculado con el derecho a la libertad, no es necesario el agotamiento previo de los
medios legales que pudiesen existir, pudiéndose acudir directamente a esta acción de defensa,
prescindiendo de los medios y recursos legales ordinarios. Así, La SC 0008/2010-R de 6 de
abril, sobre el particular, regló lo siguiente:
“I. (…) en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos,
eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos casos por tanto, la
acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados a
pesar de haberse agotado estas vías específicas.
II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta una causal grave, se
entenderá que la vía procesal existente no es idónea, cuando se pruebe que una vez activados
estos mecanismos procesales, su resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo,
por ser irrazonables los plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una
rápida decisión o ejecución de la decisión o por no cumplirse con los plazos para emisión de
resoluciones establecidos por la ley.
La vida de las personas constituye el bien jurídico más importante de todo el ordenamiento
jurídico, toda vez que sin ella no podría establecerse ninguna titularidad de derechos y
obligaciones; por tal motivo, el derecho a la vida, encabeza el catálogo de derechos
fundamentales previstos en la Constitución Política del Estado, la que en su art. 15, señala:
“Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será
torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes…” (negrillas
añadidas).
La importancia del derecho a la vida ya fue abordada por el extinto Tribunal Constitucional en la
SC 0687/2000-R de 14 de julio, al sostener que la vida: “…es el bien jurídico más importante de
cuanto consagra el orden constitucional (…). Es el derecho de toda persona al ser y a la
existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es
decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya la titularidad de derechos y
obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: Su
respeto y su protección”.
De los datos del proceso se advierte que, el 16 de marzo de 2012, Germán Eugenio Limachi
Choque, denunció que sus hijas fueron agredidas sexualmente en varias oportunidades por
Germán Vargas López, ahora accionante; quien después de haber sido objeto de una golpiza en
su domicilio, fue arrestado por efectivos de Radio Patrullas 110 y llevado al Hospital de “Villa
Dolores”, donde fue internado. La Fiscal de Materia asignada a la División Menores y Familia
de El Alto, al tener conocimiento del hecho, al amparo del art. 226 del CPP, dictó Resolución de
aprehensión del denunciado debidamente fundamentada, constituyéndose en dependencias del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2841
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nosocomio, advirtiendo que el denunciado presentaba heridas múltiples, que estaba “lúcido y
podía hablar”, habiendo requerido porque el médico forense practique la correspondiente
evaluación, para luego emitir la imputación formal el 17 de ese mes y año; habiendo el Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, fijado audiencia de medidas cautelares para el 19 del mismo
mes y año, la que se llevó a cabo en el Hospital de “Villa Dolores”, oportunidad en que la
autoridad judicial determinó su detención preventiva en el penal de “San Pedro”; no quisieron
recibir al imputado aduciendo “superpoblación”, según lo informado por los propios
demandados; en vista de lo cual, el denunciado fue trasladado a celdas de la FELCC, pese a
su delicado estado de salud producto de la golpiza del cual fue objeto antes de su aprehensión,
cuando más bien ello ameritaba que el Juez demandado adopte otro tipo de medidas,
precautelando su derecho a la vida, pues si bien consideró que concernía la aplicación de la
detención preventiva como medida cautelar, lo que no se cuestiona; sin embargo, dado el cuadro
de salud que presentaba el imputado, quien si bien estaba “lúcido mentalmente y podía hablar”,
según refieren los demandados, es innegable que su estado de salud se encontraba muy
deteriorado por los golpes que recibió, conforme a las certificaciones que cursan en obrados,
especialmente la expedida por el médico forense que le otorgó un impedimento de treinta y
cinco días; por lo que el Juez demandado, aunque determinó como medida cautelar la detención
preventiva, dado el delicado estado de salud que presentaba el imputado, no podía remitirlo
directamente al penal y menos disponer o consentir que ante el rechazo para su admisión, sea
recluido en celdas de la FELCC, poniendo así en riesgo su salud e inclusive su propia vida, pues
es indudable que el imputado por un mínimo sentido de humanidad, independientemente de la
gravedad del hecho que se le endilga, precisaba de una adecuada atención médica para el
restablecimiento de su salud, ocurrido lo cual recién era posible su remisión al recinto
penitenciario en el cual se decidió cumpla la detención preventiva, incumbiendo en todo caso al
Juez, adoptar todas las medidas pertinentes para evitar una posible evasión del imputado.
En cuanto concierne a los actos ilegales que se atribuyen a la Fiscal codemandada, porque la
imputación formal adolecería de ciertas falencias en relación a la calificación del tipo penal,
hecho que fue compulsado por el Juez cautelar; sin embargo, el análisis de estos antecedentes no
es materia de esta acción tutelar, puesto que si bien inciden en la garantía del debido proceso, no
tienen vinculación inmediata ni directa con el derecho a la libertad, por lo que tendrán que ser
resueltos a través de los medios legales pertinentes y en su defecto por vía de la acción de
amparo constitucional.
Por lo expresado, la problemática planteada con relación al derecho a la vida se encuentra bajo
protección de la acción de libertad; por lo que el Juez de garantías, al haber concedido la tutela
impetrada contra el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, efectúo una adecuada compulsa de
los antecedentes del caso, lo mismo que al denegar la tutela en lo referente a la Fiscal de
Materia y a la Secretaria Abogada del aludido Juzgado, codemandadas.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00740-2012-02-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 01/2012 de 12 de abril, cursante de fs. 171 a 182 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Arturo Velasco Robles contra
Rossio Carolina Pimentel Flores, Alcaldesa y Orlando Agustín Zapata Sánchez, Director
de Recursos Humanos (RR.HH.), ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro.
Por memorial presentado el 28 de marzo de 2012, cursante de fs. 125 a 135 vta., subsanado el 3
de abril del mismo año, corriente a fs. 143 y vta., el accionante expone los siguientes
fundamentos de hecho y de derecho:
Por los contratos adjuntos demuestra que fue abogado en diferentes reparticiones de la Alcaldía
de Oruro; por lo que a partir de su despido ilegal, presentó numerosas solicitudes ante la
Alcaldesa demandada que no remedió el acto ilegal cometido por el Director de RR.HH., sin
tener en cuenta que goza del derecho a la inamovilidad funcionaria según establece el art. 2 del
Decreto Supremo (DS) 29608 de 18 de junio de 2008, que modifica el art. 5 del DS 27477 de 6
de mayo de 2004, por tener bajo su dependencia a su hermana Altagracia Sara Velasco Robles,
quien sufre discapacidad permanente irreversible de ceguera en los dos ojos; por lo que
concluidos los trámites correspondientes, el CODEPEDIS de Oruro, le otorgó “carnet” de
discapacidad 04-19601221 AVR, vigente desde el 27 de octubre de 2010 al 27 de diciembre de
2013. Asimismo, la institución antes nombrada como la Asamblea Permanente de Derechos
Humanos, impetraron a la Alcaldesa su reincorporación, como también el Concejo Municipal,
que por minuta de comunicación 34/2011 de 26 de abril, recomendó al Ejecutivo dar respuesta
formal a sus solicitudes; al no tener respuesta alguna, presentó en dos oportunidades acciones de
amparo constitucional contra dicha autoridad, que fueron concedidas, por vulneración de su
derecho a la petición, hasta que finalmente se le respondió de manera negativa a sus pedidos.
De manera paralela, acudió igualmente a la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro, que por
Resolución 004/2011 de 5 de mayo, conminó al Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, su
reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba al momento de su despido, más el pago
de los salarios devengados y demás derechos sociales hasta la fecha de su reincorporación. A
pesar de su legal notificación con la conminatoria el 25 de mayo de 2011, la referida instancia
persistió en incumplir la misma.
I.1.3. Petitorio
Realizada la audiencia pública el 12 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 159
a 170 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Rossio Carolina Pimentel Flores, Alcaldesa del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro,
presentó informe en audiencia, a través de su apoderado, José Luis “Cayoja” Challapa, quien
indicó lo siguiente: 1) Conforme establece la Ley de Procedimiento Administrativo, el
accionante debió interponer recurso de revocatoria ante el Director de RR.HH., quién emitió la
nota para que entregara sus activos, y si éste mantenía subsistente la nota mencionada, tenía que
formular recurso jerárquico ante la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) del Gobierno
Autónomo Municipal de Oruro, por lo que es aplicable el principio de subsidiariedad; 2) La nota
emitida por el Director precitado, data de 18 de enero de 2011, siendo aplicable el principio de
inmediatez; y, 3) Por certificación presentada en calidad de prueba, el Director Ejecutivo del
CODEPEDIS de Oruro, señaló que el “carnet” de discapacidad correspondiente a Sara
Altagracia Velasco Robles, hermana del accionante, quedaba anulado por la referida institución
y se encontraba en trámite de baja.
Orlando Agustín Zapata Sánchez, Director de RR.HH. del Gobierno Autónomo Municipal de
Oruro, en el informe cursante de fs. 148 a 149, afirmó lo siguiente: i) De la nota de 18 de enero
de 2011, por la que se prescindió los servicios del accionante, transcurrió más de un año y dos
meses; ii) El accionante, pudo plantear recurso de revocatoria en el plazo de diez días, así como
recurso jerárquico ante la MAE, no siendo posible que la vía constitucional supla a la
administrativa; además su hermana, al tener deficiencia en el sentido de la vista, puede requerir
beneficio económico del Instituto Boliviano de la Ceguera, y ser beneficiaria de la Ley de Trato
Preferente; iii) La conminatoria 04/2011 de 5 de mayo, fue notificada al Gobierno Autónomo
Municipal, el 25 de igual mes y año, transcurriendo hasta la fecha más de los seis meses para
presentar la acción de amparo constitucional; iv) Respecto a la conminatoria de la Jefatura
Departamental de Trabajo, conforme a lo regulado por el art. 22 de la LM, no correspondía
solicitar trámites de reconsideración; v) La entidad que expidió el “carnet” de discapacidad a
favor de la hermana del accionante, lo anuló y dejó sin efecto por haberse obtenido de manera
irregular. Pidió se deniegue la presente acción de defensa.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 01/2012 de 12 de abril, cursante de fs. 171 a 182 vta., concedió la
tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto la nota de destitución de 18 de enero de 2011, expedida
por el Director de RR.HH. demandado y las notas 0283/2011 de 28 de noviembre y 74/2012 de
9 de marzo, emitidas por la Alcaldesa codemandada; b) La inmediata reincorporación del
accionante al cargo de donde fue destituido; c) Declarar su inamovilidad funcionaria durante el
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tiempo que ejerza la tutoría y cuidados de su hermana Altagracia Sara Velasco Robles, quien
sufre de discapacidad permanente; d) El pago de los salarios devengados por el periodo de
cesantía en su fuente de trabajo contados hasta la fecha de su reincorporación al Gobierno
Autónomo Municipal, previa aprobación; y, e) Pago de costas judiciales y averiguación de
responsabilidad civil y penal en ejecución de sentencia.
Como fundamentos, se señalan: 1) El accionante prestó servicios por contrato a plazo fijo en el
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, a partir del 2 de octubre de 2006, renovado hasta el 31
de diciembre de 2010; y sin ninguna formalidad legal por nota escrita a mano de 18 de enero de
2011, el Director de RR.HH., Orlando Agustín Zapata Sánchez, le indicó que entregue sus
activos en el día, siendo la referida nota un tácito alejamiento de su fuente laboral; 2) El actor
demostró que desde hace diez años vive con su hermana Altagracia Sara Velasco Robles, quien
es una persona con capacidades diferentes, en porcentaje del 82% según el “carnet” de
discapacidad; extremo acreditado por informes sociales del Servicio Departamental de Gestión
Social (SEDEGES) de Oruro, de 17 de julio de 2002 y 2 de abril de 2012, teniendo su hermana
una discapacidad permanente, que no le permite realizar ningún trabajo de manera
independiente, lo que hace inevitable su dependencia de éste para su sobrevivencia y bienestar,
encontrándose comprendido en el beneficio y derecho establecido en el art. 2.II del DS 29608,
que modifica el DS 27477, que declara la inamovilidad funcionaria de las personas que tengan
bajo su dependencia a una persona con discapacidad permanente; 3) El accionante cumplió el
principio de subsidiariedad al acudir a la Jefatura Departamental de Trabajo, instancia que
conminó su reincorporación, que notificada a la Alcaldesa, no dio cumplimiento a la misma;
además, el Tribunal Constitucional, estableció la no incidencia de la subsidiariedad cuando se
trata de la protección de derechos de las personas con discapacidad, quienes están amparadas por
el art. 70 de la Constitución Política del Estado (CPE), cuya inamovilidad funcionaria se
encuentra prevista por los arts. 5 del DS 27477, 5 del DS 29608 y 11 de la Ley de la Persona con
Discapacidad (LPD), que prevén la obligatoriedad de los padres o tutores de personas con
discapacidad de procurar los medios adecuados para su mejor rehabilitación; en ese sentido, las
apreciaciones de los demandados no tienen sustento legal y vulneran la normativa referida sobre
las personas con discapacidad y la inamovilidad funcionaria de los tutores, por cuanto bajo la
dependencia del accionante se encuentra Altagracia Sara Velasco Robles, siendo aquél quien
proporciona los medios para su subsistencia y desarrollo, por lo que goza del beneficio de
inamovilidad funcionaria; 4) En cuanto a la nota de despido expedida por el Director de RR.HH.
del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, conforme al art. 44.6 de la LM, la única persona
que tiene atribución para designar y retirar al personal administrativo es la Alcaldesa, por lo que
el señalado Director usurpó funciones que no le competen; 5) Respecto a la observación de la
emisión del “carnet” de discapacidad, el mismo es válido según el art. 1296 del Código Civil
(CC), mientras no se demuestre de manera fehaciente su falsedad; además, hasta la celebración
de la audiencia no presentó resolución administrativa o judicial debidamente ejecutoriada; y, 6)
En cuanto a la no presentación por el accionante de la declaratoria de invalidez permanente, la
misma es un requisito para la obtención del “carnet” de discapacidad como estipula el art. 2 del
DS 28521 de 16 de diciembre de 2005; aspecto que desvirtúa la apreciación del Gobierno
Autónomo Municipal de Oruro, institución que tuvo conocimiento del mencionado documento,
el 17 de diciembre de 2010, lo que no fue valorado por las autoridades demandadas.
II. CONCLUSIONES
II.1. De fs. 2 a 3, cursan certificados de nacimiento de Arturo y Altagracia Sara Velasco Robles,
por los que se establece que tienen el grado de parentesco de hermanos consanguíneos (fs. 2 a
3).
II.2. Se acredita que Arturo Velasco Robles (ahora accionante), suscribió cinco contratos de
prestación de servicios a plazo fijo con el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, primero
como Asistente de la Dirección Jurídica del 2 de octubre de 2006 al 25 de diciembre del mismo
año y del 2 de enero de 2007 al 1 de enero de 2008; luego como abogado, del 4 de diciembre de
2007 al 2 de diciembre de 2008, del 8 de diciembre de ese año al 31 de diciembre de 2009 y del
6 de enero de 2010 al 31 de diciembre de igual año (fs. 4 a 8).
II.3. Según informe social de 17 de julio de 2002, la Trabajadora Social del SEDEGES de
Oruro, determinó que el accionante es hermano menor de Altagracia Sara Velasco Robles, quien
no recibe apoyo económica de ninguno de sus hermanos, siendo el único que está al “tanto de
ella” (fs. 15).
II.5. A fs. 23, cursa el carné de discapacidad de Altagracia Sara Velasco Robles, emitido por el
Comité Nacional de Personas con Discapacidad (CONALPEDIS), válido hasta el 27 de octubre
de 2013.
II.6. Cursa una nota manuscrita de 18 de enero de 2011, por la cual, Orlando Zapata Sánchez,
Director de RR.HH. del Gobierno Municipal Autónomo de Oruro, codemandado, solicita al
accionante la entrega de sus activos en el día (fs. 28).
El accionante denuncia que las autoridades demandadas vulneraron sus derechos al trabajo, a la
vida, a la remuneración justa y a la “estabilidad e inamovilidad funcionaria”, en su calidad de
trabajador que tiene bajo dependencia a una persona con discapacidad, por cuanto se hallaba
desempeñando diferentes funciones en el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, hasta que
por nota redactada a mano por el Director de RR.HH. -acto ilegal y sin competencia-, se decidió
proceder a su desvinculación el 18 de enero de 2011, sin tomar en cuenta la condición de
discapacidad de su hermana, obviando la normativa legal al respecto, por lo que solicitó
reiteradamente a la Alcaldesa codemandada su reincorporación, respondiéndosele de manera
negativa a su pedido. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos
son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Marco constitucional, legal y jurisprudencial sobre los derechos fundamentales de las
personas con capacidades diferentes
La Constitución Política del Estado, dentro del catálogo de los derechos fundamentales de la
persona, reconoce expresamente los derechos de las personas con discapacidad, señalando en su
art. 70.1, entre otros: “A ser protegido por su familia y por el Estado”; lo que hace patente la
voluntad del Constituyente de velar por este sector de la población, que demanda especial
protección debido a su situación de profunda desventaja frente al común de la población, debido
a sus propias limitaciones derivadas de las deficiencias de sus funciones físicas, psíquicas,
intelectuales y/o sensoriales de las que padecen, lo que en muchos casos les imposibilita en
igualdad de condiciones, acceder por sí mismas a un medio de sustento que les permita vivir
dignamente, siendo en muchas circunstancias objeto de discriminación y exclusión social,
aspectos que obligan al Estado en todos sus niveles a adoptar medidas que en la búsqueda del
“vivir bien” reivindiquen los derechos de estas personas y les permitan su plena inclusión a la
sociedad y el Estado.
“I. El Estado Plurinacional de Bolivia en todos sus niveles de gobierno, deberá incorporar
planes, programas y proyectos de desarrollo inclusivo basado en la comunidad, orientados al
desarrollo económico y a la creación de puestos de trabajo para las personas con discapacidad.
III. Las entidades públicas y privadas deberán brindar accesibilidad a su personal con
discapacidad.
IV. Las personas con discapacidad deberán contar con una fuente de trabajo” (las negrillas
fueron agregadas).
Por su parte, el DS 27477, reglamentario de la anterior Ley de la Persona con Discapacidad -Ley
1678 de 15 de diciembre de 1995-, Decreto Supremo que a la fecha no ha sido derogado o
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No obstante, cabe aclarar que la Disposición Transitoria Única de la Ley General para Personas
con Discapacidad (LGPD), dispone de manera transitoria la vigencia de los derechos para las
personas con discapacidad, establecidos en la Ley 1678 hasta que se aprueben los estatutos
autonómicos, cartas orgánicas y otras disposiciones legales de otros niveles del Estado.
Dentro del mencionado marco constitucional, la Ley de la Persona con Discapacidad, establece
los derechos, deberes y garantías de las personas con discapacidad en el territorio del Estado.
Efectivamente, el art. 5 de la LPD, concordante con los arts. 9 incs. c) y f) del DS 24807 y 3 inc.
c) del DS 27477 de 6 de mayo de 2004; consagran el principio de estabilidad laboral, por el
cual las personas con discapacidad no pueden ser retiradas de su fuente laboral, con las
salvedades de ley.
El DS 27477, a tiempo de determinar los principios rectores que deberán regir en la aplicación
de dicha norma legal; en su art. 3, dispone la estabilidad laboral, al señalar que las personas
con discapacidad no pueden ser retiradas de sus fuentes de trabajo, salvo las causas legalmente
establecidas, previo proceso; así también el art. 5 del citado Decreto Supremo, de manera
expresa prevé que: 'I. Las personas con discapacidad que presten servicios en los sectores
público o privado, gozarán de inamovilidad en su puesto de trabajo, excepto por las causas
establecidas por Ley; II. Los trabajadores o funcionarios que tengan bajo su dependencia
personas con discapacidad, en 1º (primer grado) en línea directa y hasta el 2º (segundo grado)
en línea colateral, gozarán también de inamovilidad funcionaria en los términos establecidos
en el parágrafo precedente'.
'De las normas desarrolladas precedentemente, se establece que el ámbito de protección de los
trabajadores o funcionarios con discapacidad, ya sea que éstos presten servicios en los sectores
público o privado, implica la inamovilidad laboral y excepcionalmente su despido por causa
justa y previo proceso'.
Debe señalarse que el trabajo es entendido como un medio para obtener los medios necesarios
destinados a subvenir las necesidades más premiosas del trabajador y su entorno familiar,
criterio que engloba también a las personas con potencialidades especiales; quienes frente a un
despido intempestivo e injustificado, en virtud a la protección especial que gozan pueden acudir
directamente ante la justicia constitucional; pues, como lo ha señalado la SC 1422/2004-R, se
trata de un: '(…) derecho que precisa ser protegido de forma inmediata ante el evidente
perjuicio causado al recurrente con la pérdida de su fuente laboral y, consiguientemente, de su
medio de subsistencia, que muy difícilmente podrá ser reemplazado'.
En ese sentido, la Sentencia aludida, señaló: '(…) el DS 27477 de 6 de mayo de 2004, en el art.
1, establece el 'OBJETO' de su promulgación al señalar: 'El presente Decreto Supremo tiene
por objeto promover, reglamentar y proteger la incorporación, ascenso y estabilidad de
personas con discapacidad en el mercado laboral (…)'. 'A su vez el art. 3 inc. c) del mismo DS,
se refiere al 'Principio de estabilidad laboral' por el que las personas con discapacidad no
pueden ser retiradas de sus fuentes de trabajo, salvo por las causales legalmente establecidas,
previo proceso interno. De la misma manera el art. 5.I de la mencionada norma legal
concordante con los preceptos referidos indica que las personas con discapacidad que presten
servicios en los sectores público y privado, gozarán de inamovilidad en su puesto de trabajo,
excepto por las causales establecidas por ley, presupuestos que no se han dado en el caso de
autos, en el que el recurrente fue retirado de sus funciones sin proceso previo y por 'supuesta
reestructuración', lo que no constituye una causal justificada para su destitución'” (las negrillas
nos corresponden).
De los antecedentes que cursan en obrados, se establece que fenecido el último contrato de
prestación de servicios a plazo fijo, suscrito entre el accionante y el Gobierno Autónomo
Municipal de Oruro; bajo promesa de regularizar su situación laboral, el indicado continúo
desempeñando funciones; sin embargo, el compromiso asumido no fue cumplido; por el
contrario, mediante nota escrita a mano, el Director de RR.HH., codemandado, le instruyó hacer
entrega de sus activos fijos en el día, siendo ésta una manera de despedido de la institución; ante
lo cual, por diferentes notas dirigidas a la Alcaldesa codemandada, el actor solicitó su
“inserción” o reincorporación a su fuente de trabajo, al haber sido despedido no obstante tener
bajo su dependencia a una persona con discapacidad, sin que haya obtenido respuesta alguna,
acudiendo inclusive a diferentes instituciones que impetraron su reincorporación por gozar de
inamovilidad laboral dada su situación. Así, la Jefatura Departamental de Trabajo, conminó al
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, su reincorporación inmediata, sin que se haya
formulado respuesta alguna a dichos requerimientos y solicitudes, lo que motivó que el hoy
accionante interponga acción de amparo constitucional, habiéndosele concedido tutela en cuanto
a su derecho petición, ordenando que las autoridades del Gobierno Autónomo Municipal,
respondan a sus notas presentadas, en el plazo de setenta y dos horas.
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POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Hasta la presente fecha, aún no se efectúo la remisión, ocasionando que su detención se torne en
ilegal e indebida, provocándole perjuicios como la pérdida de su trabajo y familia.
I.1.3. Petitorio
Con estos antecedentes, el accionante solicita se declare procedente el “recurso”, ordenando la
remisión del cuaderno procesal ante la “Corte Superior del Distrito” y sea en el día.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. En proceso penal seguido por el Ministerio Público y la Asesora Nacional de la FELCN -no
consta en obrados el delito- contra el representado del accionante y otros, en audiencia pública de
consideración de medidas cautelares realizada el 4 de abril de 2012, la Jueza Octava de Instrucción
en lo Penal, ordenó la detención preventiva de los imputados a cumplirse en el Centro de
Rehabilitación Santa Cruz (Palmasola) (fs. 8 y vta).
II.2. En el referido acto procesal, el abogado y accionante por su representado, planteó en forma
oral recurso de apelación incidental. Según refiere la autoridad demandada, se conminó a dicho
abogado a que provea los recaudos necesarios para las fotocopias de los actuados a efectos de su
remisión al tribunal ad quem. Provisión que no se hizo efectiva hasta la fecha de interposición de la
presente acción (fs. 7 a 8 vta.).
Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que sustenta, entre
otros valores, la dignidad y libertad de las personas, tal como indica el art. 8 de la CPE, además,
en el que también en su art. 22, expresamente establece que “La dignidad y la libertad de la
persona son inviolables” y “Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado”.
Si bien estos enunciados hacen referencia a la libertad, lo hacen en su acepción más general,
como expresión normativa del valor de la misma libertad, lo cual supone, para cada individuo o
colectividad, la posibilidad de actuar de forma autónoma como partícipe en la sociedad, en todos
sus ámbitos posibles y, en general, exenta de todo tipo de restricciones, salvo las establecidas en
el sistema normativo constitucional.
Dentro del sin número de libertades o derechos -según se vea- que la teoría o doctrina podrían
referir, o que la norma y la jurisprudencia constitucional han establecido, se encuentra la libertad
personal, la misma que conforme precisa art. 23.I de la Ley Fundamental del, refiere que “Toda
persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal” y que esta libertad personal “sólo podrá
ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”, luego entonces, la libertad de la
persona es aquél derecho fundamental y constitucional que no solo que debe ser respetado sino
debe ser protegido por el Estado.
Por cierto, con el salvamento del numeral IV del citado art. 23 de la CPE, en el sentido que toda
persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser aprehendida por cualquier otra persona,
aun sin mandamiento, con el único objeto de que sea conducido ante autoridad competente; de
conformidad al parágrafo III del señalado artículo: “Nadie podrá ser detenido, aprehendido o
privado de su libertad, salvo en los casos y según las formas establecidas por la ley” y que “La
ejecución del mandamiento requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido
por escrito”.
En otro orden, el art 15.I de la CPE, consagra que “Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes…”. Así, la Constitución Política del Estado, al tiempo de señalar en
el art. 13.I, que los derechos reconocidos por ella, entre otros caracteres, son inviolables,
establece que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos.
Desde otra perspectiva, para la consideración y resolución de la acción de libertad, debe tenerse
en cuenta que los ámbitos de protección se diferencian por el derecho que protegen: i) Derecho a
la vida; ii) Derecho de locomoción, en tanto esté amenazado el derecho a la libertad personal;
iii) derecho al debido proceso, en cuanto esté restringido el derecho a la libertad personal; y, iv)
Derecho a la libertad personal, por haberse privado al margen de la Constitución Política del
Estado y la ley.
La acción de libertad tiene por objeto determinar si la vida de una persona está en peligro y, en
cuanto a la libertad personal se refiere, si una ciudadana o ciudadano esta indebidamente privada
de libertad o, está siendo ilegalmente perseguida o indebidamente procesada; en estos dos
últimos casos, cuando la persecución o procesamiento está vinculado a la restricción del derecho
a la libertad personal.
Según se presenten los hechos y dilucide el ámbito de protección cuya tutela se demanda, así
también, la resolución que emita el juez o tribunal llamado a conocer la acción de libertad,
determinará lo que corresponda. Así, el art 125 de la CPE, señala que la persona que considere
que su vida está en peligro, solicitará que se guarde tutela a su vida; la que crea estar ilegalmente
perseguida, que cese la persecución indebida o la que cree estar indebidamente procesada o
privada de libertad personal, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a
la libertad. Dicho de otro modo, en la acción de libertad, al margen de los casos en los que se
tutela el derecho a la vida o de locomoción (por persecución ilegal en la que esté en riesgo el
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Entre los principios que rigen la administración de justicia y sobre el cual se fundamenta la
jurisdicción ordinaria, está la celeridad art. -178.I de la CPE-, en virtud al cual, el órgano
jurisdiccional está compelido a imprimir la prontitud debida en la tramitación de los actos
procesales vinculados con la libertad, con la finalidad de hacer efectivo el mandato constitucional
previsto en el art. 115 de la referida norma, respecto del acceso a una justicia pronta, oportuna y sin
dilaciones, así como brindar tutela jurisdiccional efectiva. En otros términos, implica otorgar
certeza en la tramitación de las causas vinculadas con la libertad, respecto del cumplimiento de los
plazos establecidos en el ordenamiento jurídico y concretamente en la Ley adjetiva penal.
Dentro del proceso penal seguido contra sus representadas a instancia de Virginia Fabiola
Mamani Sánchez, el Fiscal de Materia, Jhonny Garnica Zurita, emitió Resolución de
imputación formal, atribuyéndoseles la comisión del delito tipificado por el art. 335 del
Código Penal (CP); la misma que reflejaba errores de fondo, falsedades en la
individualización del caso, identidad de las imputadas, domicilios, hecho incriminado y
calificación del delito; los que sin embargo, valieron al Juez Quinto de Instrucción en lo
Penal, para que el 16 de enero de 2012, emita la Resolución 25/2012, por la que declaró
rebeldes a las imputadas, ordenándose la emisión de mandamientos de aprehensión,
vigentes a la fecha y en procura de ser ejecutados, además de disponer su arraigo y la
publicación de edictos, sin haber hecho el intento de notificarlas personalmente, conforme
la Constitución Política del Estado y el Procedimiento Penal.
I.1.3. Petitorio
Por su parte, Jhonny Garnica Zurita, Fiscal de Materia ahora codemandado, en audiencia
sostuvo: i) “Si verifica a fs. 35 de obrados la declaración informativa policial de 12/10/2010 la
señora Karla Azeñas señala como domicilio calle Capitán Ravelo Nº 2151 y declaración
informativa de '11/10/2010' que señala calle Potosí Nº 964 en el entendido de que Karla Isabel
Azeñas Soria Galvarro ha presentado una declaración informativa policial en la que consigna un
domicilio y la segunda declaración informativa policial ampliatoria en la que se consigna otro
domicilio, por previsión de las normas procesales vigentes la que vale siempre es la última”
(sic); ii) El Oficial de Diligencias notificó debidamente en la dirección indicada en la Resolución
de imputación, que se sustenta en direcciones y domicilios que las propias imputadas
mencionaron; iii) El accionante indica que sus representadas se encontrarían en indefensión, por
cuanto en la Resolución 25/2012 se consignó una posible falla en el número de Sistema de
seguimiento de causas penales y estadísticas judiciales (IANUS), lo que ni siquiera podría
invocarse remotamente como actividad procesal defectuosa establecida en el art. 169 del CPP,
menos en una acción de libertad; y, iv) En cuanto a los domicilios, de acuerdo al informe
presentado por el Juez demandado, éste es coherente con los datos de imputación y los datos de
la declaración de las imputadas ahora representadas del accionante.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 09/2012 de 31 de enero, cursante
de fs. 21 a 22, por la que concedió la tutela solicitada; disponiendo: a) Dejar sin efecto la
imputación formal efectuada contra las ahora representadas del accionante, debiendo el
Ministerio Público emitir una nueva, dentro de las cuarenta y ocho horas de pronunciado y
conocido el fallo del Tribunal de garantías; y, b) Dar cumplimiento al art. 92 y ss. del CPP,
acatando todas las formalidades de ley y la línea jurisprudencial que rige al efecto con respecto a
la notificación personal a las imputadas; bajo los siguientes argumentos de orden jurídico
constitucional: 1) La imputación formal emitida por el Fiscal de Materia, no precisó elementos
de forma que de alguna manera puedan generar actividad procesal defectuosa y poner en peligro
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2859
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la actividad investigativa, sino el proceso como tal; y, 2) Se advierten errores por parte del
representante del Ministerio Publico, al no dar cumplimiento con lo establecido por el art. 302
del CPP, y la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional en cuanto respecta a la
notificación personal que se debe efectuar a la parte accionante con la imputación formal.
El 15 de mayo de 2012, una vez recibida la documental requerida, por Decreto del mismo día, se
dispuso el reinicio del cómputo, por lo que, la presente Resolucion, es pronunciada dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1. En el acta de declaración informativa de 12 de octubre de 2010, Karla Isabel Azeñas Soria
Galvarro, señaló como domicilio, la calle “N”. Morales 1252, zona Miraflores, refiriendo como
domicilio procesal, el pasaje Capitán Ravelo 2151 (fs. 36).
II.4. La imputada Karla Isabel Azeñas Soria Galvarro, fue notificada con la imputación formal
de 25 de noviembre de 2011, y decreto de 29 del mismo mes y año, mediante cédula dejada en el
domicilio de calle “N”. Morales 1252 Miraflores (fs. 42).
II.5. Jaqueline Norma Lora Caballero coimputada, fue notificada con la imputación formal de
25 de noviembre de 2011, mediante cédula dejada en el domicilio de la Av. 31 de octubre 1778
(fs. 43).
declaró la rebeldía de las imputadas Jaqueline Norma Lora Caballero y Karla Isabel Azeñas
Soria Galvarro, imponiendo las siguientes medidas: El arraigo y la aprehensión de las
imputadas, ahora representadas del accionante, designándoseles, además defensor de oficio y la
publicación de la Resolución dictada mediante edictos de prensa (45).
La presente acción tutelar plantea dos problemas jurídicos a resolver: El primero, la imputación
formal contiene errores de fondo, como la falsedad en la identificación del caso, la identificación
de las imputadas, sus domicilios, el hecho incriminado y la calificación del delito; y el segundo,
el Juez de la causa habría determinado su rebeldía y emitido mandamientos de aprehensión y
arraigo en su contra, sin que estas hubieran sido debidamente notificadas con la imputación
formal y el señalamiento de día y hora de audiencia. En consecuencia, en base a los aspectos
antes mencionados, se procederá a analizar si en el presente caso, corresponde la concesión o no
de la tutela solicitada.
“Previo a ingresar al análisis del caso concreto, es necesario introducir el tema referido a la
naturaleza jurídica de la acción de libertad, puesto que de dicha esencia se podrá determinar la
viabilidad o no de la presente demanda, labor que será cumplida a continuación.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo,
compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el
contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra
revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus
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Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida (SCP
0037/2012 de 26 de marzo).
Dicho de otra forma: ”El derecho al debido proceso es el que tiene toda persona a la recta
administración de justicia.
Ahora bien, de acuerdo a lo establecido por el art. 125 de la Constitución Política del Estado
(CPE), el objeto de la acción de libertad es proteger el derecho a la vida y a la libertad física o
personal cuando la persona creyere estar ilegalmente perseguida, indebidamente procesada o
privada de su libertad, o considere que su vida está en peligro, de donde se infiere que:“…la
norma hace referencia únicamente al indebido procesamiento como una causal de procedencia
de la acción de libertad, reconociendo dentro de su ámbito de protección a la garantía del
debido proceso, entendiéndose que las lesiones a la misma necesariamente deben estar
vinculadas al derecho a la libertad física o personal, siendo aplicable, por tanto, la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional referida precedentemente” (SC 0062/2010-R de 27
de abril).
debido proceso mediante la presente acción tutelar, como son su vinculación directa con el
derecho a la libertad o derecho de locomoción y el agotamiento de los medios de impugnación
intraprocesal, incluye la “indefensión absoluta y manifiesta” al expresar lo siguiente: “…puesto
que el debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de
indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o
restricción a la libertad física”, razonamiento que fuera modulado por la SCP 0037/2012 de 26
de marzo, cuando aclaró que:“…tratándose de medidas cautelares de carácter personal, no es
posible exigir la concurrencia del absoluto estado de indefensión como requisito para activar
la acción de libertad, habida cuenta que, conforme lo establecieron las propias Sentencias
Constitucionales citadas, el actor debe agotar los mecanismos de impugnación intraprocesales
previo a la activación de la acción de libertad. Un razonamiento contrario implicaría exigirle al
accionante una situación jurídica materialmente imposible, porque desde ya, el agotamiento de
los medios de reclamación idóneos, obliga a su participación activa en el proceso. Situación
diferente es aquella en la que, al imputado se lo colocó en un estado absoluto de indefensión,
lo que le impidió activar los mecanismos intraprocesales referidos, circunstancia última en la
que la acción de libertad se activará de manera directa” (negrillas añadidas).
De donde se concluye que si bien la naturaleza jurídica de la acción de libertad, conforme el art.
125 de la Norma Suprema, se traduce en la protección efectiva ante una ilegal persecución,
indebido procesamiento, privación de libertad personal o cuando el accionante considere que su
vida está en peligro, y que a través de la activación de este mecanismo constitucional
extraordinario logrará el cese de los actos reclamados; sin embargo, cuando se reclama
procesamiento indebido como acto ilegal, a efecto de ser tutelado a través de la acción de
libertad, necesariamente debe haber un vínculo de causalidad entre la supuesta irregularidad y la
restricción o supresión a la libertad física, no siendo exigible, cuando se trate de medidas
cautelares de carácter personal, conforme señaló la jurisprudencia precitada, la existencia de un
estado de absoluta indefensión.
III.3. En cuanto a la formalidad de los actos de comunicación con la resolución que señale
audiencia de medidas cautelares
Al respecto el art. 160 CPP, dispone: 'Las notificaciones tienen por objeto hacer conocer a las
partes o a terceros las resoluciones judiciales. Las resoluciones serán obligatoriamente
notificadas al día siguiente de dictadas, salvo que la ley o el Juez disponga un plazo menor. Las
que se dicten durante las audiencias orales se notificarán en el mismo acto por su lectura',
última parte que se constituye en una regla general para aplicar a las resoluciones que se
dicten durante una audiencia, lo que no implica que todas deberán ser necesariamente
notificadas en dicho acto; ya que ésta regla tiene sus excepciones, una de ellas es la establecida
en el art. 163.1 del CPP, donde claramente determina que se notificará personalmente la
primera resolución que se dicte respecto de las partes, dentro de la cual se encuentra la
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De los antecedentes expuestos en la presente acción tutelar, se tiene que las representadas del
accionante denuncian que no fueron notificadas personalmente con la imputación formal
presentada en su contra por el Fiscal demandado, hecho que ocasionó que el Juez codemandado
declare su rebeldía, disponiendo su arraigo, aprehensión y la publicación del citado fallo
mediante edictos, sin tomar en cuenta que la imputación formal citada supra, contenía errores de
fondo y falsedad en la identificación del caso, la identidad de las imputadas, sus domicilios, el
hecho y la calificación del delito.
III.4.1. En cuanto al primer problema jurídico a resolver, cabe precisar que, la imputación
formal de 25 de noviembre de 2011, si bien a criterio del accionante consigna datos erróneos,
como la identificación del caso, el delito, la identificación de las imputadas, no corresponde
ingresar al análisis de aquello; pues, éstos fueron subsanados en la consideración de fondo de la
imputación, puesto que se advierte del punto III, respecto a la fundamentación legal, que ésta
indica clara y expresamente el delito por el cual fueron imputadas las ahora representadas del
accionante, así como los nombres propios de las mismas; empero, correspondiendo ingresar a
dilucidar la problemática planteada en cuanto al domicilio y la notificación con los actuados
citados como lesivos a sus intereses.
III.4.2. En cuanto al segundo problema jurídico a resolver, se tiene que, establecida la relación
de actuados, se constató que la imputada Karla Isabel Azeñas Soria Galvarro, en audiencia de
declaración informativa llevada a cabo el 12 de octubre de 2010, señaló como domicilio real la
calle “N”. Morales 1252, zona de Miraflores, constituyendo como domicilio procesal la de su
abogado defensor Rubén Gervasio Callisaya Coari, sito en pasaje Capitán Ravelo 2151; en tanto
que, del acta de declaración informativa, efectuada el 11 de octubre de 2011, indicó su
domicilio en la Av. de Las Américas 1387, zona Villa Fátima, estableciendo esa ocasión el
domicilio procesal de su abogado José Luis Rodríguez Márquez, ubicado en la calle Potosí 964,
piso primero, oficina 6.
Por los fundamentos expuestos se concluye que el Tribunal de garantías al haber concedido la
acción de libertad, evaluó parcialmente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve:
1º REVOCAR en parte, la Resolución 09/2012 de 31 de enero, cursante de fs. 21 a 22,
pronunciada por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
constituida en Tribunal de garantías, y en consecuencia:
2º DENEGAR la tutela solicitada en cuanto al Fiscal demandado, dejando subsistente la
imputación formal de 25 de noviembre de 2011.
3º CONCEDER la tutela únicamente con relación al Juez Quinto de Instrucción en lo Penal del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, disponiendo, la notificación personal de las
imputadas, conforme a la normativa procesal penal y la jurisprudencia establecida al respecto; y
dejando en consecuencia, sin efecto las medidas dispuestas mediante la Resolución 25/2012 de
16 de enero.
Por memorial presentado el 11 de abril de 2012, a horas 11:00, cursante de fs. 2 a 5 vta., los
accionantes manifestaron los siguientes fundamentos de hecho y derecho.
Señalan, que el 10 de marzo de 2012, se llevo a cabo una audiencia irregular de medidas
cautelares, ante el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, quien dispuso su detención
preventiva, en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes y el Centro Penitenciario de “San
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Pedro” de La Paz, en mérito a los presupuestos establecidos en los arts. 233, 234 y 235 del
Código de Procedimiento Penal (CPP); asimismo, indican que plantearon apelación incidental
contra la Resolución que dispuso su detención preventiva; sin embargo, por el tiempo
transcurrido de más de un mes sin que se remitan actuados al tribunal de alzada, desistieron del
mismo.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de abril de 2012, a horas 14:00, según consta en el acta
cursante de fs. 83 a 85, de obrados, se realizaron los siguientes actuados:
18:30, llevándose a cabo la misma en forma irregular a horas 20:30, por lo que consideran que
se vulneró el debido proceso, al disponerse su detención, cuando el Juez no tenía competencia.
Orlando Rojas Alcón, Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, del departamento de La Paz, no
presentó informe, ni se constituyó a la audiencia de acción de libertad, pese a su legal citación.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. Mediante providencia de 9 de marzo 2012, el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, señala
audiencia de medidas cautelares para el 9 del mismo mes y año, a horas 18:00, cursante a fs. 19.
II.3. Memorial de recusación de 9 de marzo de 2012, contra el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal
a fs. 22 y vta., Auto Interlocutorio de la misma fecha por el cual se rechaza in limine la recusación
planteada (fs. 24 a 25).
II.4. Auto de 9 de marzo de 2012, por el cual el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, anula las
notificaciones al concurrir los presupuestos del art. 166 del CPP, suspendiendo la audiencia y
señalando otra para el 10 de marzo del mismo año, a horas 9:30, indicando que siendo la autoridad
que conoció el hecho delictivo en horarios laborales, no corresponde pasar al Juez de turno, por lo que
habilitó días y horas extraordinarias, cursa a fs. 33.
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II.5. Resolución 146/2012 de 10 de marzo, dictada por el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, que
dispuso la detención preventiva de los ahora accionantes en el Centro Penitenciario de “San Pedro” y
Centro de Orientación Femenina de Obrajes (fs. 68 a 70).
II.6. El 12 de marzo de 2012, a horas 18:20, Juan Víctor Mamani Condori, interpone apelación
incidental contra la Resolución que dispuso su detención en el Centro Penitenciario de “San Pedro”,
cursante de fs. 79 a 80; providenciándose el memorial y en aplicación del art. 251 del CPP, se dispuso
la remisión de obrados dentro el plazo de veinticuatro horas al Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz (fs. 81).
Los accionantes, sostienen que la autoridad judicial demandada ha vulnerado sus derechos a la
libertad, al debido proceso, al juez natural, a la defensa y presunción de inocencia, al disponer su
detención preventiva en el Centro Penitenciario de “San Pedro” de La Paz y Centro de Orientación
Femenina de Obrajes, llevándose a cabo una audiencia irregular de medidas cautelares instalada a
horas 20:30, sin estar notificados con la imputación formal, siendo que el Juez fue recusado no tenía
competencia para conocer el caso. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales
argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 23.I de la CPE, determina:” Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal.
La libertad personal solo podrá ser restringida en los límites señalados por ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”; y, el art.
13.I del texto constitucional, dispone que: “Los derechos reconocidos por esta Constitución son
inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber
de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
La acción de libertad, instituida por el art. 125 de la CPE, señala: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
En el entendido, que la acción de libertad se configura como el medio más eficaz para restituir
los derechos afectados; sin embargo, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente por el o los interesados
Los accionantes, han denunciado la arbitraria e indebida actuación, por parte del Juez Octavo de
Instrucción en lo Penal, debido a que dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario
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Si los accionantes, consideran que el acto procesal donde se han subsanado defectos procesales
(Auto de 9 de marzo de 2012), no ha sido suficiente, debieron impugnarla conjuntamente en la
apelación incidental contra la Resolución que impone detención preventiva, donde además de la
pretensión de desvirtuar la existencia de los riesgos procesales calificados por el Juez a quo,
tienen la obligación de argumentar y apelar también, sobre los extremos que denuncian en la
presente acción tutelar, es decir, que es en esa apelación incidental donde tienen la oportunidad
de que el Tribunal de alzada repare las supuestas vulneraciones a derechos fundamentales que se
hubieran presentado en los actos procesales anteriores a la audiencia de medidas cautelares, que
se considere ocasionados por el Juez cautelar y ésta no se repare.
De los antecedentes del caso, se evidencia que existe una apelación incidental planteada, por
Juan Víctor Mamani Condori, ahora accionante, de obrados se evidencia que no existe
providencia que exprese si desistieron de dicha acción, por lo que la misma se encuentra
pendiente de Resolución por el Tribunal de alzada; al respecto cabe señalar que contra la medida
cautelar de detención preventiva, dispuesta por el Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, el
accionante ha activado el mecanismo idóneo de impugnación intraprocesal ante la jurisdicción
ordinaria, previo a acudir a la jurisdicción constitucional, por lo que no corresponde conceder la
tutela.
Respecto a los otros dos accionantes Lucía Condori Villca y Máximo Mamani Yanarico, se
advierte que no han planteado incidente ni recurso alguno, a la Resolución del Juez Octavo de
Instrucción en lo Penal que dispuso su detención preventiva, por lo que previo a acudir a la
jurisdicción constitucional, debían agotar los medios idóneos para su impugnación ante la
jurisdicción ordinaria.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que la Juez de garantías al conceder la tutela en la
presente acción, no evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables.
POR TANTO
de 12 abril, cursante de fs. 86 a 88, pronunciada por el Jueza Segunda de Sentencia en lo Penal
del departamento de La Paz; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Por memorial presentado el 19 de abril de 2012, a horas 17:56, cursante de fs. 2 a 3 vta., el
accionante manifestó los siguientes fundamentos de hecho y derecho:
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, a horas 17:00, según consta en el acta
cursante a fs. 41 de obrados, se realizaron los siguientes actuados:
Eduardo Arze León, Juez Segundo de Sentencia en lo Penal, presentó informe cursante a fs. 10,
manifestando que; a) En suplencia legal del Juzgado Primero de Sentencia tuvo conocimiento de
la causa pudiendo evidenciar que el representado del accionante fue declarado rebelde y dispuso
su notificación mediante edictos, cumplidas las formalidades se expidió el correspondiente
mandamiento de aprehensión; b) Asimismo, se ratificó en el Auto de 19 de abril de 2012, que
dispuso la detención preventiva del imputado en el penal de San Sebastián, siendo el mismo
susceptible de apelación, por lo que consideró que no existe privación indebida o derechos
vulnerados.
I.2.3. Resolución
2) Señaló que Marco Williams Villarroel Lafuente, presentó acusación particular el 19 de marzo
de 2010, contra Freddy Jaime Araníbar Gumucio y Claudia Andrea Orellana Rodríguez, por el
delito de estafa tipificado por el art. 335 del Código Penal (CP), en virtud a la Resolución de 19
de enero de 2009, donde se produjo la conversión de acción pública en acción privada; no
pudiendo ser notificado, se solicitó su notificación mediante edictos, declarándose la rebeldía del
mismo y expidiendo el mandamiento de aprehensión correspondiente; 3) En audiencia cautelar
el Juez dispuso la detención preventiva del ahora representado del accionante en el penal de San
Sebastián, advirtiendo a las partes que la Resolución prevé el recurso de apelación conforme el
art. 251 del CPP, dentro del plazo de 72 horas de su legal notificación; 4) Sostuvo su decisión en
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base a las SSCC 01289/2004-R, sobre la conversión de acción pública en acción privada y la
008/2010-R, referida a la subsidiariedad en la acción de libertad, estableciendo que el accionante
presentó simultáneamente la solicitud de cesación a la detención preventiva y la acción de
libertad, por lo que denegó la tutela solicitada.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. El 29 de marzo de 2010, Marco Williams Villarroel La Fuente presenta acusación particular
contra Freddy Jaime Araníbar Gumucio, por el supuesto delito de estafa (fs. 15 a 17), pruebas de
cargo, representaciones, publicación de edictos y declaratoria en rebeldía del ahora accionante (fs. 18
a 30 vta.)
II.3. Por memorial de 19 de abril de 2012, Freddy Jaime Araníbar Gumucio, ahora representado
del accionante, planteó acción de libertad contra el Auto de la misma fecha, dictado por el Juez
Segundo de Sentencia que dispuso su detención preventiva en el penal de San Sebastián (fs. 2 a
4.)
II.4. Por memorial presentado de 20 de abril de 2012, a horas 9:30, el accionante solicitó la cesación a
la detención preventiva, cursante a fs. 38 y vta; asimismo, consta en obrados la providencia señalando
audiencia para la consideración de la cesación a la detención preventiva para el 25 de abril del
presente año a horas 17:00 (Fs. 39).
El accionante por su representado, sostiene que la autoridad judicial demandada vulneró su derecho a
la libertad de locomoción y al debido proceso al disponer su detención preventiva en el penal de San
Sebastián, aduciendo que no tuvo conocimiento del proceso en su contra y que las notificaciones por
edictos no fueron legales, ya que considera que es ilegal la emisión del mandamiento de aprehensión
por el cual fue detenido, siendo que se le procesa por un supuesto delito de estafa siendo que se
realizo la conversión de acción pública en acción privada; por consiguiente, no amerita la detención
preventiva, por lo que solicita se restituya su derecho a la libertad. En consecuencia, corresponde
analizar, en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.
El art. 23.I de la Constitución Política del Estado Plurinacional, determina:” Toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal. La libertad personal solo podrá ser restringida en los
límites señalados por ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación
de las instancias jurisdiccionales”; asimismo el art. 13.I del texto constitucional, dispone que:
“Los derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes,
indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
La acción de libertad, instituida por el art. 125 de la CPE como un medio de defensa, tiene la
finalidad de proteger la libertad personal frente a una persecución, detención, procesamiento o
prisión ilegal o indebida, ampliando su ámbito de protección al derecho a la vida, cuando su
riesgo o amenaza se vincula a la libertad precisando: “Toda persona que considere que su vida
está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí
o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
En ese entendido, la acción de libertad, se configura como el medio más eficaz para restituir los
derechos afectados; sin embargo, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente por el o los interesados
o afectados; en estos casos, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse
restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas.
fondo, a efectos de evitar que esta acción se convierta en un medio alternativo o paralelo que
provoque confrontación jurídica con la jurisdicción ordinaria;
En ese entendido siendo la CPE de carácter garantista de los derechos fundamentales, ha
establecido mediante la SCP 0185/2012 de 18 de mayo, moduladora del entendimiento
expresado en el primer supuesto de la SC 0080/2010-R lo siguiente: ”….específicamente a la
presunta lesión del derecho a la libertad personal por causa de una indebida privación de
libertad; es decir, cuando la restricción se hubiera presuntamente operado al margen de los
casos y formas establecidas por ley y que, sin embargo, tal hecho se hubiera dado a conocer al
juez cautelar del inicio de la investigación y, en su caso, de la imputación, resulta indispensable
recordar que el art. 54.1 del CPP, establece que entre las competencias del Juez de Instrucción
en lo Penal, está el ejercer el control jurisdiccional de la investigación, lo que significa, que es
la autoridad encargada de resguardar que la etapa de investigación se realice conforme a
procedimiento y en estricta observancia de respeto a los derechos fundamentales y garantías
constitucionales de las partes del proceso -imputado, querellante y víctima-. En ese contexto,
corresponde al juez ejercer el control jurisdiccional de la investigación y, por lo mismo, que
ésta se desarrolle de manera correcta e imparcial y no en forma violatoria de derechos
fundamentales o garantías constitucionales; es decir, desde otra perspectiva, cualquier acto
ilegal y/o arbitrario durante la investigación en que incurriere el Ministerio Público como
titular de la acción penal o la Policía Boliviana como coadyuvante, deberá ser denunciado ante
el Juez de Instrucción en lo Penal, que tenga a su cargo el control jurisdiccional de la
investigación.”
En ese contexto la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, sobre la subsidiariedad nos expresa:
“Segundo supuesto: 2) Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una
resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de
locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma,
para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo, precisamente para que a
través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor celeridad se repare en el mismo
órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen cometido en dicha fase o etapa
procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados
a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe
acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el
debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de indefensión
absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción a la
libertad física.
Tercer supuesto: 3) Si impugnada la resolución la misma es confirmada en apelación; empero,
en lugar de activar inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una
nueva petición ante la autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de
su situación jurídica, sea mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de
detención preventiva, etc., y la misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la
jurisdicción constitucional impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se
emitió el auto de vista, inclusive; por cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar
con lealtad procesal, de no ser así, se provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas
jurisdicciones, e incidiría negativamente en el proceso penal de donde emerge la acción
tutelar”.
III.3.De la notificación por edictos
La notificación por edictos tiene por objeto hacer conocer a las partes o terceros las resoluciones
judiciales; asimismo cuando una persona que deba ser notificada no tenga domicilio conocido o
se ignore su paradero, entonces procederá la notificación mediante edictos, según los requisitos
establecidos por el art. 165 del Código de Procedimiento Penal.
Con relación a la declaratoria en rebeldía, cabe señalar que, cuando la restricción se hubiera
operado al margen de los casos y formas establecidas por ley, resulta indispensable recordar que
el art. 87 del CPP con referencia al art. 89 del mismo cuerpo legal establece que, “El imputado
será declarado rebelde, cuando no comparezca, sin causa justificada…” y “El juez o tribunal del
proceso, previa constatación de la incomparecencia, evasión, incumplimiento o ausencia,
declarara la rebeldía mediante resolución fundamentada, expidiendo mandamiento de
aprehensión…”, de lo que se colige, dentro del presente caso haberse cumplido con los
requisitos establecidos precedentemente; en ese sentido, es el juez que conoció la causa, la
autoridad encargada de resguardar el control jurisdiccional de la investigación, conforme a
procedimiento y en estricta observancia de respeto a los derechos fundamentales y garantías
constitucionales de las partes del proceso imputado, querellante y víctima-, por lo mismo, que
ésta se desarrolle de manera correcta e imparcial, es decir, cualquier acto ilegal y/o arbitrario
durante la sustanciación del proceso, deberá ser denunciado ante el Juez que tenga a su cargo el
control jurisdiccional.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante señala que se encuentra ilegalmente detenido y procesado por el Juez Segundo de
Sentencia Penal, debido a que dispuso su detención preventiva en el penal San Sebastián de
Cochabamba, en audiencia de medida cautelar de 19 de abril de 2012; asimismo refiere que no
tuvo conocimiento ni se le notificó del proceso seguido en su contra, no le dieron tiempo para
presentar su documentación pertinente y desvirtuar los riesgos procesales, por lo que considera
que la determinación del Juez no fue la correcta encontrándose ilegalmente detenido, por lo que
solicita su inmediata libertad.
De los antecedentes, se advierte que mediante proveído de 19 de enero de 2009, emanada por el
Juez Quinto de Instrucción en lo Penal Liquidador, se realizó la conversión de acción pública en
acción privada a solicitud del demandante; asimismo, se evidencia la existencia de una
acusación particular presentada el de 29 de marzo de 2010, por la presunta comisión de delito de
estafa contra Freddy Jaime Aranibar Gumucio; habiéndose dictado el Auto de apertura de juicio,
correspondía al accionante de acuerdo a procedimiento, acudir ante el Juez de Sentencia, para que
éste, en ejercicio de sus facultades conferidas, por el art. 53.I del CPP, realice el correspondiente
control jurisdiccional y se pronuncie sobre la legalidad o ilegalidad de la notificación por
edictos, la declaratoria de su rebeldía y sobre el mandamiento de aprehensión emitido en su
contra.
Respecto a la medida cautelar de detención preventiva, dispuesta por el Juez Segundo de Sentencia en
lo Penal, el accionante previo a acudir a la jurisdicción constitucional, debió activar los
mecanismos idóneos de impugnación intra-procesal ante la jurisdicción ordinaria. El Código de
Procedimiento Penal, en cuanto a las medidas cautelares señala que, ante su aplicación,
modificación o rechazo, prevé el recurso de apelación incidental, en ese sentido, el art. 251 del
CPP, modificado por el art. 15 de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana
(LSNSC), dispone que: “La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, será apelable, en el efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas.
Interpuesto el recurso, las actuaciones pertinentes, serán remitidas ante la Corte Superior de
Justicia, en el término de veinticuatro horas. El Tribunal de apelación resolverá, sin más trámite
y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso
ulterior”.
Por otro lado, se evidencia que el accionante, de manera simultánea a la interposición de la
acción de libertad, solicitó audiencia de cesación a la detención preventiva, señalándose el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2877
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mismo día audiencia para el 25 de abril de 2012, hecho que puede provocar duplicidad de
resoluciones en ambas jurisdicciones, toda vez que el accionante activó la jurisdicción ordinaria;
consiguientemente, se establece que la audiencia de cesación a la detención preventiva, a-
momento de interponer la acción de libertad- se encontraba pendiente de resolución, por lo que
corresponde denegar la tutela solicitada sin ingresar al análisis de fondo de la causa.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que el Juez de garantías al “denegar” la presente
acción, evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión resuelve: APROBAR la Resolución de 20 de
abril de 2012, cursante de fs. 41 a 43 vta., pronunciada por el Juzgado Tercero de Sentencia en
lo Penal del departamento de Cochabamba; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Señaló que dentro del proceso penal iniciado contra su representado, el Juez de Instrucción del
Centro Integrado de Justicia del Distrito 2, Raúl Cuevas Alarcón, en audiencia de aplicación de
medidas cautelares, en combinación con el Fiscal de Materia, Javier Marcelo Taboada
Rodríguez, planificaron previamente la audiencia, disponiendo la referida autoridad judicial su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2878
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
detención preventiva, sin realizar un correcto análisis de las circunstancias de los antecedentes
procesales.
Agregó que, se inició un proceso penal contra Remigio Cortez Barradas, a querella presentada
por Roberto Compara Layme por la comisión de los delitos de lesiones graves y leves,
amenazas, coacción, allanamiento de domicilio o sus dependencias, tipos penales, que no
exceden los dos años de reclusión. Sin embargo, en audiencia de aplicación de medidas
cautelares, la autoridad judicial, dispuso su detención preventiva sin tomar en cuenta lo
dispuesto en el art. 232 del Código de Procedimiento Penal (CPP), al dictar una Resolución
contraria a la Constitución Política del Estado y disponiendo una detención “abusiva, ilegal y
arbitraria”.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública, el 5 de abril de 2012, a horas 15:30, según consta en el acta
cursante de fs. 86 a 93 de obrados, se realizaron los siguientes actuados:
mandamiento; 2) Si bien el cuantum de la pena impuesta para los delitos por los que el
accionante fue imputado no sobrepasan los dos años, existe concurso real de delitos, por lo que
en aplicación a lo dispuesto en el art. 45 del Código Penal (CP) en cuanto al aumento de la pena
en una mitad, esta sobrepasa los tres años, por lo que sí procedería la detención preventiva; y, 3)
Se solicitó la aplicación de la detención preventiva, toda vez que concurrían los dos
presupuestos legales requeridos por la norma.
Asimismo, en audiencia la autoridad codemandada, Raúl Cuevas Alarcón, en suplencia legal del
Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal, manifestó: i) En el referido proceso penal, Remigio
Cortez Barradas ha sido imputado por la comisión de los delitos de lesiones, coacción, amenazas
y allanamiento de domicilio; existiendo concurso real de delitos; ii) Si bien las penas para los
delitos por los cuales, éste fue imputado, no exceden los dos años, tomando en cuenta lo
dispuesto por el art. 45 del CP en cuanto al concurso real de delitos, la pena para el allanamiento
de domicilio será de tres años; y, iii) Solicita se deniegue la tutela, toda vez que la parte ahora
accionante interpuso recurso de apelación contra el Auto de aplicación de medidas cautelares,
por lo que la situación jurídica del imputado, será determinada por el Tribunal de apelación.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Querella presentada por Roberto Compara Layme, Adrian Aguilar Quispe, Mateo Parra
Pérez, Ramón Lorenzo Rodríguez Arce, Victoria Mamani Peñaloza contra Remigio Cortez
Barradas y otros, por la comisión de los delitos de lesiones gravísimas, lesiones leves, amenazas
y tentativa de asesinato (fs. 6 a 7 vta.).
II.2. Mediante Resolución 06/12 de 3 de abril de 2012, el Fiscal de Materia Javier Marcela
Taboada Rodríguez, imputa formalmente a Remigio Cortez Barradas, por la comisión de los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2880
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
delitos de concurso real, lesiones graves y leves, amenazas, coacción, allanamiento de domicilio
o sus dependencias, solicitando la imposición de su detención preventiva (fs. 76 a 79 vta.).
II.3. Cursa Resolución 119/2012 de 4 de abril, mediante la cual, el Juez de Instrucción del Centro
Integrado de Justicia del Distrito 2, dispone la detención preventiva del imputado Remigio Cortez
Barradas, misma que fue apelada por la parte afectada, solicitando se remitan los antecedentes al ad
quem (fs. 83 a 84 vta.).
El art. 23.I de la CPE, determina: “Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personal.
La libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites señalados por ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales”; y, el art.
13.I del texto constitucional, dispone que: “Los derechos reconocidos por esta Constitución son
inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber
de promoverlos, protegerlos y respetarlos”.
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del
bloque de constitucionalidad, en su art. 3 determina: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a
la libertad y a la seguridad de su persona”.
De igual forma, el art. 8 de la misma Declaración establece: “Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley”.
A su vez, la Constitución Política del Estado en el art. 125 establece: “Toda persona que
considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de
manera oral o escrita, por si o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal,
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su
vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad”. Así también la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) en
el art. 65 dispone que: “La acción de libertad es una acción constitucional extraordinaria de
tramitación sumarísima que tiene por objeto la garantía, protección o tutela de los derechos a la
vida, a la libertad física y a la locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de estos
derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o
supresión”.
Concluyendo que, la acción de libertad se constituye en una garantía jurisdiccional cuyo objeto
es restaurar o restablecer los derechos fundamentales a la vida y a la libertad física en aquellos
casos que sean restringidos o vulnerados por acciones u omisiones ilegales o indebidas de los
funcionarios públicos.
Tomando en cuenta que la acción de libertad, protege los derechos primarios protegidos como
son la vida y la libertad física, no se encuentra regida por el principio de subsidiariedad; no
siendo imprescindible para su activación, el previo agotamiento de las vías legales ordinarias.
Sin embargo, de manera excepcional opera el principio de subsidiariedad ante la existencia de
medios de impugnación específicos e idóneos para restituir de manera inmediata los derechos
objeto de su protección, o bien cuando se activa de manera paralela un medio de defensa
previsto en el ordenamiento jurídico tanto en la vía constitucional como en la ordinaria.
Es decir que, si bien se configura la acción de libertad, como el medio eficaz para restituir los
derechos afectados, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa para
restituir el derecho a la libertad vulnerado y a la persecución o procesamiento indebido, deben
ser activados previamente por el o los interesados. Por lo que, la acción de libertad operará
solamente en caso de no haberse restituido los derechos vulnerados a pesar de haberse agotado
estas vías específicas, aspecto que se encuentra enmarcado en los mandatos insertos en los arts.
8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
Las vulneraciones denunciadas por el ahora accionante, deben ser consideradas, valoradas y
resueltas necesariamente por el Tribunal de apelación, siendo que la justicia constitucional no
puede emitir resoluciones paralelas ni contrapuestas a la justicia ordinaria, por lo que no es
posible ingresar al análisis de fondo de la causa.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que el Juez de garantías al conceder la presente
acción, no evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00103-2012-01-AAC
Departamento: La Paz
Dentro del proceso penal promovido en su contra hace más de diez años atrás, por la presunta
comisión del delito de conducta antieconómica, a instancias del Registro Internacional Boliviano
de Buques (RIBB) y del Ministerio Público, en el desarrollo discontinuo del juicio oral se señaló
audiencia para el “14 de 2011” (sic), a la que no pudo asistir por razones de trabajo, dado que
tenía que constituirse en la ciudad de Santo Domingo en la República Dominicana, a objeto de
participar en una capacitación de gerentes de administración y finanzas.
Indica que, el mismo 14 de julio de 2011, fecha en la que se reiniciaron las labores judiciales
tras la vacación judicial, hizo conocer al Tribunal Quinto de Sentencia a cargo del proceso, su
imposibilidad de asistir a la audiencia en el periodo comprendido entre el 14 y 21 de ese mes y
año; justificativo en virtud al cual y en razón a que el Fiscal asignado al caso y uno de los jueces
ciudadanos no se encontraban, dicho acto se postergó para el 19 del citado mes y año, sin tomar
en cuenta que ese día iba a estar ausente; y, no obstante ello, a pedido de la Fiscalía y del
acusador particular, resolvieron declararlo rebelde, argumentando que no justificó su
incomparecencia, pese a que acreditó los motivos de su impedimento.
Sostiene que, después de dos suspensiones atribuidas a la ausencia de los jueces técnicos y
después de haber transcurrido más un mes, el 9 de enero de 2012, se celebró la audiencia de
recusación, misma que una vez más fue postergada en virtud a su atraso de cinco minutos,
declarándose el abandono del recurso de recusación, pese a que en las anteriores oportunidades,
se esperó a los jueces recurridos más de quince minutos; motivo por el cual, requirió
complementación y enmienda, la misma que no le fue respondida, remitiendo las actuaciones al
Tribunal de origen, quienes en forma ilegal asumieron competencia y señalaron audiencia de
juicio oral dentro del proceso principal para el 19 de ese mes y año, sin haberse concluido el
trámite recusatorio, en el que se inventó un procedimiento no regulado que concluyó, sin valorar
la prueba aportada por su parte y menos remitir el caso al Tribunal ad quem en el plazo de
veinticuatro horas, privándole del derecho a una tutela judicial efectiva en el componente de
fallo de fondo fundamentado (respecto de la recusación) y se le privó de su legítimo derecho a
pedir una explicación y complementación del rechazo a su recusación.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la acción; a cuyo efecto demanda que: a) Se ordene dejar sin efecto la
Resolución de abandono del incidente de recusación y se celebre una nueva audiencia para la
producción de la prueba; b) El Tribunal de recusación dicte resolución, resolviendo el fondo de la
demanda recusatoria, de conformidad al art. 320 inc. 1) y 2) del CPP; y, c) Los Jueces recusados se
inhiban de conocer la causa de fondo, en tanto no se agote en todas sus incidencias el trámite
recusatorio.
Celebrada la audiencia pública el 10 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
74 a 78 de obrados, en presencia del accionante asistido de su abogado, las autoridades
demandadas, la tercera interesada, Nancy Bustillos de Altuzarra y del representante del
Ministerio Público, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante ratificó los extremos de su demanda y los amplió señalando lo
siguiente: 1) Se vulneró el principio de igualdad de las partes, porque en anteriores audiencias
suspendidas esperaron más de veinte minutos a las autoridades recusadas; sin embargo, cuando
su defensa pidió tolerancia de cinco minutos, le rechazaron; 2) Fue lesionado su derecho a la
defensa, porque emitieron una Resolución ilegal sin ningún fundamento, disponiendo el
abandono de recusación ante el retraso de su defendido; y, 3) Su derecho a la tutela judicial
efectiva fue de igual manera vulnerado, toda vez que cuando solicitó complementación y
enmienda pidiendo el sustento legal de su decisión, no mereció respuesta, indicándosele
simplemente que después de la audiencia, perdieron competencia, aspecto que lesiona
igualmente los principios procesales de transparencia, celeridad y legalidad, este último por no
haberse cumplido lo preceptuado por los arts. 125 y 320 del CPP.
Quinto de Sentencia reasuma competencia. Por lo mencionado, pidió que se declare “no a lugar”
(sic) a esta acción de amparo.
Por su parte, la codemandada Elena Julia Gemio Limachi, Jueza del Tribunal Primero de
Sentencia, también en audiencia, se adhirió a los argumentos expuestos precedentemente por el
otro demandado y agregó que sólo cumplió con la ley así como con la espera correspondiente al
recusante, no siendo evidente lo afirmado por la parte accionante, en sentido que se le esperó
simplemente cinco minutos, puesto que como se evidencia en el acta de audiencia, se le aguardó
alrededor de veinte minutos. Por lo que pidió que se deniegue la presente acción.
A su turno, la tercera interesada, Nancy Bustillos de Altuzarra, Jueza ciudadana, indicó que: a)
No le corresponde emitir un informe en calidad de tercera interesada, porque considera no tener
esa condición, en todo caso el tercero interesado sería el Ministerio de Defensa; b) Sin embargo,
a manera de aclaración, señaló que el proceso penal seguido contra el accionante y terceros por
la presunta comisión, entre otros, del delito de contratos lesivos al Estado, tiene una larga data
de trámite y conoció el mismo junto a los jueces ciudadanos durante el lapso de dos años, dentro
del cual, en una sacrificada labor, se llegó hasta el estado de producir prueba de descargo; y en
esa circunstancia quien ahora reclama una justicia oportuna y transparente, no se presentó a una
audiencia justificando un viaje al exterior con un memorándum que se dirigía a quien
corresponda; en una primera oportunidad se le dio curso, pero en la segunda se le negó, lo que
motivó que los demanden de acción de libertad, declarada “improcedente”; c) No obstante que la
acción de libertad le fue denegada, el imputado planteó recusación contra los jueces ciudadanos,
provocando una paralización del proceso penal por más de seis meses; d) El ahora accionante no
demuestra su intención de sometimiento al proceso, al contrario, viene usando “uno y otro
recurso” (sic); e) No se violó ningún derecho, ni garantía de Oscar Chávez Clavijo; f) La
recusación planteada por su parte, fue rechazada in límine porque los argumentos empleados en
ella, eran los mismos de la acción de libertad, conforme la Ley 007 que modificó el art. 321 del
CPP; y, g) Los jueces ciudadanos atemorizados ya no quieren asistir al juicio, lo hacen
prácticamente obligados por la ley.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 003/2012 de 10 de febrero, cursante de fs. 79 a 82 vta.,
denegó la tutela incoada; bajo los siguientes argumentos: 1) Remitido el expediente de
recusación, se señaló audiencia para el 4 de enero de 2012, suspendida a pedido de Oscar
Chávez Clavijo, fijándose nuevo verificativo para el 6 del citado mes y año a horas 8:30,
igualmente suspendida por falta del Juez Técnico; y, por último, para el 9 siguiente a horas 8:30,
acto que se instaló a horas 8:50, en el que, previo informe de Secretaría se evidenció la
inasistencia del recusante, por lo que el Tribunal declaró abandonada la recusación y dispuso
que el Tribunal Quinto de Sentencia reasuma conocimiento; 2) Si bien el art. 320 del CPP
dispone que la forma de resolución de la recusación es la aceptación o el rechazo, quien debería
producir prueba en audiencia es el recusante; sin embargo, no se hizo presente; 3) Cuando una
autoridad jurisdiccional señala audiencia debe llevarse a cabo el día y hora indicados; 4) Es de
interés y obligación del recusante asistir a la audiencia sin cuya presencia no se podría llevar a
cabo, y ante su incomparecencia por analogía del art. 292 del CPP, se concluye que la
inasistencia injustificada a la audiencia de recusación constituye abandono; y, 5) No se
vulneraron los derechos, la garantía y los principios demandados.
El 22 de mayo de 2012, una vez recibida la documental requerida, por Decreto de la misma
fecha, se dispuso el reinicio del cómputo, por lo que, la presente Resolución, es pronunciada
dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.1. Dentro del proceso penal seguido a instancias del Ministerio Público y el RIBB contra
Oscar Chávez Clavijo -ahora accionante-, por la comisión del delito de conducta antieconómica,
el Tribunal Quinto de Sentencia, por Auto 12/2011 de 9 de septiembre, rechazó in límine el
memorial de recusación presentado por el accionante, por manifiesta improcedencia y por no
contener prueba que demuestre la existencia de la causal alegada (fs. 6 a 7).
II.2. Mediante escrito presentado el 18 de octubre de 2011 ante el Tribunal Quinto de Sentencia,
Oscar Chávez Clavijo planteó recusación contra los miembros de ese Tribunal, alegando
enemistad íntima (fs. 1 y vta.), quedando suspendida la audiencia de prosecución de juicio oral
para resolver con carácter previo la recusación interpuesta por el ahora accionante (fs. 25)
II.3. Por decreto de 29 de octubre de 2011, la Presidenta del Tribunal Quinto de Sentencia,
convocó a los jueces del Tribunal de Sentencia Sexto para que conozcan y resuelvan la
recusación planteada contra los miembros del Tribunal de Sentencia Quinto, de conformidad a la
SC 0054/2005 de 12 de septiembre y a procedimiento (fs. 28).
II.4. De acuerdo al escrito presentado por el accionante el 4 de enero de 2012, el Presidente del
Tribunal Sexto de Sentencia, fijó audiencia para la consideración de recusación para el 4 de
enero a horas 14:00; sin embargo, esta no se llevó a cabo por inasistencia de la parte recusante
(fs. 125 a 126).
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los
que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su
protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un régimen jurídico procesal
propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro
medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han
restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se
puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela”.
ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo expresar el juez
sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las
normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas” (las negrillas son nuestras).
A momento de motivar una resolución, la autoridad judicial deberá compulsar las pruebas y
arribar a conclusiones jurídicas ciertas sobre la base de hechos probados, sea cual fuere la
pretensión de la parte, realizando una adecuada fundamentación legal, citando las normas que
sustentan la parte dispositiva de la misma; lo contrario significa que, cuando esta autoridad
omite realizar una correcta motivación elimina la parte estructural de la resolución, asumiendo
una decisión de hecho y no de derecho, lesionando efectivamente el debido proceso, derivando
en el extremo inaceptable que los procesados no puedan conocer cuáles son las razones del fallo.
“No basta la simple cita de preceptos legales en una resolución para considerar motivada ésta,
sino que es preciso que se expongan las argumentaciones pertinentes que conduzcan a establecer
la decisión correspondiente”.
Los doctrinarios Ossorio y Florit, afirman lo siguiente: “Frente a la absoluta libertad del
juzgador para apreciar y valorar las pruebas, y también frente a la restricción valorativa de la
prueba legal, surge el sistema de la sana crítica que deja al juez formar libremente su convicción,
pero obligándole a establecer los fundamentos de la misma”.
Uno de los elementos esenciales del debido proceso, es la motivación de las resoluciones,
entendida ésta como un derecho fundamental de todos los justiciables, constituyéndose en
una de las garantías que forma parte del contenido adjetivo del “debido proceso”.
El respeto por el debido proceso implica también la posibilidad subyacente de poder recusar a
las autoridades que conocen determinado asunto jurídico, bajo el único condicionamiento que la
causal se halle establecida en norma previamente instituida, tal cual lo determina el art. 319 del
CPP, cuando señala:
2) En la etapa del juicio, dentro del término establecido para los actos preparatorios de la
audiencia; y,
Cuando la recusación se funde en una causal sobreviniente, podrá plantearse hasta antes de
dictarse la sentencia o resolución del recurso”.
Por su parte, la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, modifica el art. 321 del mencionado Código,
estableciendo esta ley para las excusas y recusaciones el siguiente contenido textual: “Producida
la excusa o promovida la recusación, el juez no podrá realizar en el proceso ningún acto, bajo
sanción de nulidad. Aceptada la excusa o la recusación, la separación del juez será definitiva
aunque posteriormente desaparezcan las causales que las determinaron”. Luego de este supuesto,
de manera textual esta disposición dispone:
El art. 320 inc.1 del CPP, señala: “Cuando se trate de un juez unipersonal, elevará antecedentes
al tribunal superior dentro de las veinticuatro horas de promovida la recusación, acompañando el
escrito de interposición junto con su decisión fundamentada de rechazo. El tribunal superior,
previa audiencia en la que se recibirá la prueba e informe de las partes, se pronunciará dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes sobre la aceptación o rechazo de la recusación, sin recurso
ulterior. Si acepta la recusación, reemplazará al juez recusado conforme a lo previsto en las
disposiciones orgánicas; si la rechaza ordenará al juez que continúe con la sustanciación del
proceso, el que ya no podrá ser recusado por las mismas causales”.
III.4.1. Jurisprudencia
(…)
Tal cual se expresó en los Fundamentos Jurídicos III.2.1 y III.2.2. de la presente Resolución, la
adecuada motivación de las resoluciones hace al debido proceso, relacionando íntimamente la
normativa aplicable con el caso específico; extremo no concurrente en el presente proceso
constitucional, toda vez que del análisis efectuado se puede concluir que: No hubo una adecuada
valoración y compulsa de la normativa aplicable al caso, ya que no existe la figura legal de
“abandono de recusación”. El Código de Procedimiento Penal y la Ley 007, no contemplan esta
figura jurídica; consecuentemente, el Tribunal de recusación debió aceptar o rechazar el recurso
planteado a través de la resolución correspondiente y no sentar simplemente en acta la decisión
sui generis de declarar “el abandono de la recusación”.
“Cuando se trate de un juez unipersonal, elevará antecedentes al tribunal superior dentro de las
veinticuatro horas de promovida la recusación, acompañando el escrito de interposición junto
con su decisión fundamentada de rechazo. El tribunal superior, previa audiencia en la que se
recibirá la prueba e informe de las partes, se pronunciará dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes sobre la aceptación o rechazo de la recusación, sin recurso ulterior. Si acepta la
recusación, reemplazará al juez recusado conforme a lo previsto en las disposiciones orgánicas;
si la rechaza ordenará al juez que continúe con la sustanciación del proceso, el que ya no podrá
ser recusado por las mismas causales”.
De lo expuesto, se concluye que los ahora demandados, han vulnerado el derecho al debido
proceso en su vertiente de motivación de las resoluciones, ya que de la simple lectura del acta
objetada, se aprecia que en la misma no se ha respetado el contenido esencial del derecho que se
invoca como vulnerado, pues no ha existido una suficiente fundamentación jurídica, con lo que
no se habría cumplido con la exigencia constitucional de motivar las decisiones judiciales.
En lo que respecta al principio de legalidad, cabe mencionar que el mismo, efectivamente fue
trasgredido, por cuanto el Tribunal de Recusación, apartándose de la normativa específica
aplicable al caso ha efectuado una interpretación ilegal, fuera de lo señalado en el Código de
Procedimiento Penal y en la Ley 007, excediéndose de esta manera en su interpretación,
haciendo de legislador positivo, cuando su rol constitucional es la aplicación objetiva de la Ley.
En cuanto a la supuesta lesión del juez natural, este Tribunal no encuentra vulneración de este
elemento componente del principio-garantía-derecho del debido proceso, por lo cual no
corresponde pronunciarse al respecto.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00530-2012-02-AAC
Departamento: Pando
En revisión la Resolución 9 de 27 de marzo de 2012, cursante de fs. 100 a 103, dentro de la acción
de amparo constitucional, interpuesta por Ricardo Augusto Frari contra Alberto Illanes
Herrera, Fiscal Departamental y, Delmy Guzmán Roda, Fiscal de Materia.
Por memorial de 22 de marzo de 2012, cursante de fs. 47 a 50 vta., el accionante manifestó que
junto a su hermano Jorge Luiz Frari y Raúl Fernando Correa Albarado, constituyeron una sociedad
de responsabilidad limitada denominada “JRR ELECTRONICS”, que importaba mercadería en
general; por auditoría externa y fiscalización practicada por la Aduana, concluyeron identificando
indicios de haberse cometido la falsificación de documentos privados, quince facturas detalladas en
el informe correspondiente, sugiriendo solicitar explicaciones al socio administrador Raúl
Fernando Correa Albarado.
Sentada la denuncia contra Raúl Fernando Correa Albarado y efectuada la investigación, se imputó
al denunciado por la supuesta comisión de los delitos de falsedad material e ideológica, uso de
instrumento falsificado, falsedad de documento privado y enriquecimiento ilícito de particulares
con afectación al Estado, imponiéndole la medida cautelar de detención preventiva que días
después le fue levantada.
Cumplido el plazo de la etapa preparatoria, horas antes de cumplirse el término de cinco días
impuestos por una conminatoria, el Ministerio Público presentó sobreseimiento a favor del
imputado, no obstante su ampulosidad omitió referirse a las pruebas fundamentales del caso -15
facturas denunciadas como falsificadas- y respecto al valor probatorio que se les otorga; no
identificó cual de las posibilidades previstas en el art. 323 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), se configura para decretar el sobreseimiento.
El 7 de junio de 2011, solicitó a la representante del Ministerio Público, lleve a cabo las diligencias
de investigación necesarias, para develar la responsabilidad penal de Raúl Correa Albarado,
volviendo a insistir por segunda vez en agosto de 2011, la autoridad fiscal, negó su petición
alegando que el plazo de la etapa preparatoria se había vencido.
Presentada la querella el 15 de junio de 2011, contra Raúl Fernando Correa Albarado, por la
presunta comisión del delito de estafa y pese a ser admitida por la Fiscal a cargo, hasta la fecha el
Ministerio Público no emitió ninguna resolución al respecto, dejándole en incertidumbre respecto a
su resultado.
I.1.3. Petitorio
Solicita conceder la acción de amparo constitucional planteada, disponiendo dejar sin efecto el
sobreseimiento como la Resolución de ratificación de éste; además, se ordene que en vigencia del
proceso, se dicte fallo relativo al delito denunciado de estafa.
Celebrada la audiencia pública el 27 de marzo de 2012, ante la Sala Civil, Social, de Familia, de la
Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, según consta en el acta
cursante de fs. 96 a 99, se produjeron los siguientes actuados:
Alberto Illanez Herrera y Delmy Guzmán Roda, Fiscal Departamental y Fiscal de Materia,
respectivamente, informaron que debieron ser recurridas y notificadas las autoridades que actuaron
en la sustanciación del proceso penal que es origen de esta acción, siendo que la Fiscal de Materia,
María Jaqueline Bascopé Gonzáles aún es funcionaria del Ministerio Público y que la ex Fiscal de
Distrito de Pando, María Dely Atiare ya no ocupa aquel cargo.
El tercero interesado -Raúl Fernando Correa Albarado- alegó que fue procesado conjuntamente con
su esposa Claudia Paola Gómez Téllez; sin embargo, no fue mencionada en la acción de amparo
constitucional, no obstante conocer su existencia. El accionante, tampoco se tomó la molestia de dar
los nombres completos de las autoridades demandadas.
Si bien el denunciante, puede sindicarle de la comisión de varios delitos, es el Ministerio Público que
analiza su conducta y determina en la imputación formal si se subsume a alguno de los tipos penales y
si posteriormente se alegan nuevos delitos, no implica que necesariamente deba ampliarse la
imputación.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se llega a las siguientes
conclusiones:
II.3. Cursa memorial de 18 de agosto de 2011, reiterando proposición de diligencias (fs. 16 a 19).
II.5. Según memorial de 16 de septiembre de 2011, el abogado apoderado de Jorge Luiz Frari y
Ricardo Augusto Frari, impugna Requerimiento de sobreseimiento (fs. 36 a 38 vta.).
II.6. A través de la Resolución 06/2011 de 22 de septiembre, pronunciada por María Dely Atiare
Salazar, Fiscal de Distrito a.i., del Distrito de Pando, se ratifica la Resolución Fiscal de 7 del
mismo mes y año, de sobreseimiento de los imputados Raúl Fernando Correa Albarado y Claudia
Paola Gómez Téllez, disponiendo la conclusión del proceso (fs. 40 a 43).
Por su parte el art. 61 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), dispone que “En
las acciones de Amparo Constitucional (…) se adoptará el siguiente procedimiento: 1. Admitida la
Acción, la jueza, juez o tribunal señalará día y hora de audiencia pública, la cual tendrá lugar dentro
de las cuarenta y ocho horas de interpuesta la Acción…” y el art. 77 de la LTCP, determina que para
un análisis de mérito o fondo de la demanda de amparo constitucional debe observarse los siguientes
requisitos:
5. Acompañar la prueba en que funda su Acción o señalar el lugar en que se encuentra; en este
último caso la jueza, juez o tribunal, al momento de disponer la citación de la persona o autoridad
accionada, ordenará a quien corresponda presentar la prueba señalada, bajo responsabilidad;
6. Fijar con precisión la tutela que se solicita para restablecer los derechos o garantías restringidos,
suprimidos, amenazados o vulnerados.
derechos vulnerados, para en definitiva otorgar o negar el amparo solicitado, a su vez tiende a
garantizar también que con tales precisiones puedan estar a derecho para asumir defensa en debida
forma”. Así en la SCP 0018/2012 de 16 de marzo, la Sala Primera Especializada de este Tribunal
Constitucional Plurinacional denegó una tutela solicitada porque la parte accionante no precisó
suficientemente su petitorio.
1) De orden procesal porque se impide la admisión de una demanda que de antemano se conoce
que no cumple los requisitos mínimos que den mérito a un análisis de fondo además la exigencia
de los requisitos impide el movimiento de todo el aparato jurisdiccional en manera innecesaria.
2) De orden dogmático pues permite el análisis del fondo de una demanda de amparo
constitucional con la consiguiente declaración de la existencia o no de vulneración o amenaza a los
derechos y garantías.
Respecto a los requisitos de forma en el contexto de la Constitución Política del Estado y Ley del
Tribunal Constitucional abrogadas la SC 0038/2004-R de 15 de enero, señaló que:“…su omisión da
lugar al rechazo del recurso, pudiendo subsanarse los defectos de forma en el plazo de 48 horas, sin
recurso ulterior (…), caso contrario se mantendrá el rechazo, y si pese a esa omisión se admite el
recurso, ese defecto dará lugar a su improcedencia…”, aspecto que no impide un nuevo
planteamiento de la demanda cumpliendo por supuesto los requisitos extrañados mientras que la SC
0652/2004-R de 4 de mayo, en cuanto al cumplimiento de los requisitos de admisión dentro un
amparo constitucional, sostuvo lo siguiente:“…ii) Si el recurso fue admitido pese a no cumplirse
con los requisitos exigidos por ley, se da lugar a la improcedencia del amparo, sin ingresarse al
análisis de fondo del asunto” de donde se tenía que si el tribunal o el juez de garantías admitieron la
acción de amparo constitucional a pesar de no cumplir con alguno de los requisitos de contenido o de
forma, corresponderá al Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, denegar la tutela sin
ingresar al análisis de la problemática planteada, razonamiento que no es contrario al ordenamiento
constitucional vigente.
Por lo expuesto el art. 129.III de la CPE, dispone que en la acción de amparo constitucional: “La
autoridad o persona demandada será citada en la forma prevista para la Acción de Libertad, con el
objeto de que preste información y presente, en su caso, los actuados concernientes al hecho
denunciado, en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas desde la presentación de la acción” (el
resaltado es nuestro), no puede interpretarse en sentido de que para su activación no se requiere
cumplir requisito alguno y que de manera similar a lo que sucede con la acción popular el juez o
tribunal no contaría con la posibilidad de observar requisitos de admisibilidad de la demanda y más
bien fijar audiencia sin que pueda dilatar la misma sino que efectuando una interpretación “de la
Constitución” sistemática de dicha norma con el art. 115 de la CPE, en cuanto a los derechos de
acceso a la justicia y justicia pronta, oportuna y sin dilaciones, debe extraerse una norma implícita en
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2898
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Dichos entendimientos en virtud al principio pro actione no son excluyentes sino alternativos, es
decir en este tipo de casos no puede denegarse una demanda de acción de amparo constitucional por
no haberse demandado a la persona física responsable del supuesto acto o la amenaza al derecho o
garantía, pues ello imposibilita se le determine responsabilidad, pero no impide, si existe prueba
suficiente, el análisis de su conducta reiterándose que ello se debe a la finalidad de la acción de
amparo constitucional y la noble finalidad específica con la que cuenta, es decir la tutela de derechos
y garantías.
proceso, de acuerdo con las formas propias de cada juicio y conforme a la normativa procesal
pertinente” entendimiento aplicable en el nuevo ordenamiento jurídico constitucional.
“1) La teleología de la citación a los terceros interesados con la acción de amparo constitucional
es garantizar su derecho a ser oídos, en el entendido que si bien los terceros interesados no son
parte en el amparo constitucional, empero, tienen un interés legítimo en su resultado por la
probable afectación de sus derechos, que pudiera derivar con el pronunciamiento del fallo de
tutela constitucional (…)
4) En etapa de admisibilidad, ante el incumplimiento de este requisito por parte del accionante, se
mantienen los efectos jurídicos establecidos por la jurisprudencia constitucional debiendo
rechazarse la acción cuando el accionante no subsanó su omisión en el plazo otorgado por el
Tribunal de garantías.
5) Cuando en etapa de revisión este Tribunal advierte que la acción de amparo fue admitida y se
llevó a cabo la audiencia de consideración pese a la inobservancia de este requisito, dará lugar a
la denegatoria de la acción sin ingresarse al análisis de fondo del asunto, sin perjuicio que el
accionante pueda volver a interponer la acción; en cuyo caso se suspende el cómputo del plazo de
caducidad del amparo constitucional para los efectos de una nueva presentación, cómputo que se
reiniciará desde la notificación con la sentencia constitucional que no ingresó al fondo.
6) En caso que este Tribunal constatare en revisión, que la falta de citación al tercero interesado
es atribuible al Tribunal de garantías, por no haberlo citado, no obstante que el accionante
cumplió con la carga procesal de identificación, se anulará obrados siempre y cuando sea
previsible la afectación o alteración de la situación jurídica del tercero interesado”.
Este Tribunal al igual que la generalidad de jueces y tribunales de garantías debe observar en
primera instancia si existen causales de improcedencia para de forma posterior observar recién el
cumplimiento de requisitos de admisión entendimiento que se sigue incluso desde la SC
0505/2005-R de 10 de mayo, que sostuvo: “…la admisión o el rechazo del amparo constitucional
debe resolverse luego de presentado el recurso, para así evitar activar innecesariamente el
procedimiento posterior; empero, antes de realizar la evaluación de los requisitos de admisión, el
juez o tribunal de amparo está obligado a determinar si el recurso es procedente o
improcedente…”, por ello mismo una causa que haya llegado a este Tribunal, sin haber citado al
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2900
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
tercero interesado, no implica que automáticamente deba denegarse o anularse, sino que si se
advierten las causales de improcedencia del art. 74 de la LTCP, corresponde en esta instancia de
revisión observar previamente a los requisitos de admisibilidad.
III.4. El deber de jueces y tribunales de amparo constitucional de identificar al tercero
interesado durante la etapa de admisibilidad de la demanda y no recién hasta la celebración
de la audiencia
En la SCP 0137/2012, en la problemática jurídica planteada por la accionante, alegando su despido
ilegal de EMSA y que además, no cumplieron con la conminatoria de reincorporación dispuesta
por el Jefe Departamental de Trabajo, siendo resuelta en revisión ante la justicia constitucional,
después de más de dos meses de presentada la acción de amparo constitucional, denegándose la
tutela sin ingresar al fondo, al advertirse una omisión tanto por la parte accionante de amparo en no
identificar al tercero interesado, así como por el Tribunal de garantías de no ordenar su
subsanación, ocasionándose de esta manera un perjuicio a la demandante, que acude a la
jurisdicción constitucional a fin de lograr la inmediata restitución de sus derechos y garantías,
concluyéndose que:“…Cuando el accionante no haya cumplido con la carga procesal de
identificar al tercero interesado, dicha omisión debe ser observada por el tribunal de garantías en
la etapa de admisibilidad de la acción y no a tiempo de resolverla…”.
De lo anterior se extrae que si el accionante omitió identificar al tercero interesado, no significa que
los jueces y tribunales de garantías, asuman una actitud pasiva, más al contrario tienen el deber de ser
diligentes en observar el cumplimiento de requisitos de admisibilidad en un primer momento procesal
y no esperar la celebración de la audiencia para recién hacerlo, esto porque la inobservancia a
requisitos genera disfunción procesal pues se retrotrae a etapas anteriores del proceso constitucional,
impide el acceso oportuno a la justicia constitucional, provoca que en la audiencia se deniegue la
tutela sin entrar al fondo y la consiguiente remisión al Tribunal Constitucional Plurinacional
conociéndose de antemano el resultado de la causa.
De una simple observación a la jurisprudencia constitucional se tiene que solo durante los dos
últimos años las SSCC 0456/2010-R, 0238/2010-R, 0686/2010-R, 1520/2010-R, 2308/2010-R,
1645/2010-R, 1515/2010-R, 1895/2010-R, 2563/2010-R, 0728/2007-R, 0363/2010-R, 2319/2010-
R, 0218/2011-R, 0363/2011-R, 1051/2011-R, 1202/2011-R, 1395/2011-R, 1051/2011-R,
1202/2010-R, 1395/2011-R, 0456/2010-R, 1581/2010-R, 2505/2010-R, 0645/2011-R, 1733/2011-
R, 2780/2010-R y 0832/2010-R, entre muchas otras, fueron denegadas o anuladas por falta de
citación al tercero interesado que sumadas a las otras sentencias constitucionales que denegaron la
tutela sin ingresar al fondo de las problemáticas por el incumplimiento a los otros requisitos de
admisibilidad y que no fueron observadas oportunamente por los jueces y tribunales de garantías
hacen una cantidad significativa de expedientes y de tiempo que las partes procesales deben
esperar para el reinicio de su trámite procesal mediante el planteamiento de una nueva demanda
constitucional.
Para este Tribunal es absolutamente claro que los jueces y tribunales de garantías por la carga
procesal e importantes competencias con las que cuentan pueden dejar pasar inadvertidos
requisitos de admisibilidad cuya omisión recién pueden advertir durante la audiencia pese a ello
corresponde exhortarles a ser cuidadosos y diligentes durante la etapa de admisibilidad del proceso
de amparo constitucional para evitar dichas disfunciones procesales y la denegación de justicia
constitucional.
POR TANTO
2º EXHORTAR al Tribunal de garantías a tener mayor cuidado a tiempo de admitir una acción de
amparo constitucional, previa revisión del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y evitar
así el inicio de un procedimiento que carezca de los elementos básicos necesarios para decidir
sobre la pretensión jurídica deducida
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00737-2012-02- AAC
Departamento: Cochabamba
En la relación de hechos -de difícil comprensión-, refiere textualmente que: “De acuerdo al Art
219 del C.P.C. Procede el recurso de apelación de Fs 9 de la prueba siendo que fue apelado la
resolución de fs. 7 Vta 03 de mayo del 2010 que es una que emerge de la resolución de fs 5 Vta
del 20 de diciembre del 2010 de la prueba.
El Art. 219 del C.P.E. establece el recurso contra toda resolución del inferior y no indica sobre
resoluciones cuyo reclamo fue mediante REPOSICION como lo determina el Auto de Vista del
08 de Septiembre del 2011 que basa su FUNDAMENTO sin EXPLICACIÓN en mérito del Art.
226 del C.P.C. que establece la IMPROCEDENCIA para las providencias de mero trámite.
Dicha Aseveración, viola el derecho al pedido, debido proceso, siendo que la resolución del 3 de
mayo del 2010 de Fs 7 Vta no es de mero trámite sino que define NEGANDO las
EJECUTORIA de el Auto del 21 de octubre de 2006 Fs 2 de la prueba. Cuya CONCLUSIÓN
EXTRAORDINARIA DEL PROCESO es por DESESTIMIENTO del derecho Art 305 del
C.P.C. donde al no tener ejecutoria de dicha resolución quedo pendiente su ejecución de acuerdo
al Art 524 del C.P.C. t 517 del C.P.C.
Como también al APLICAR el Art 226 del C.P.C. respecto a una providencia de MERO
TRAMITE no cumple con los alcances del Art 219 del C.P.C. sobre Resoluciones que agravian
el derecho.
Dicha resolución del 03 de mayo del 2010 APELADO, viola el Art 514 del C.P.C. siendo que
CAMBIA el DESESTIMIENTO por CONCILIACIÓN que modifica La resolución del 21 de
octubre del 2006 que es en merito al Juez ERNESTO ARISTE A. Juez 5to de Instrucción en lo
Civil.
Denuncia la lesión de sus derechos “al pedido” (sic), a ser oído y al debido proceso, citando al
efecto los arts. 109, 115 y 120 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 55
a 57, se produjeron los siguientes actuados:
Con el derecho a la dúplica, señaló que la acción de amparo constitucional no fue presentada
fuera de plazo, puesto que fue notificado el 26 de septiembre de 2011, con la Resolución
impugnada y por ende, el plazo precluía el 27 de marzo de 2012; además el ex Juez
codemandado es sujeto activo.
La Jueza Quinta de Instrucción en lo Civil, mediante informe escrito cursante a fs. 54, señaló
que: a) El Fondo de la Comunidad S.A. Fondo Financiero Privado FFP inició un proceso
ejecutivo contra el accionante y otros, para el cobro de $us4360,07.-(cuatro mil trescientos
sesenta 07/100 dólares estadounidenses); demanda que fue admitida por Resolución de 12 de
abril de 2000, habiendo planteado los ejecutados excepciones que dieron lugar a la apertura de
un plazo probatorio, a cuyo vencimiento se pronunció el fallo de 15 de marzo de 2001,
declarando probada la demanda e improbadas las excepciones, declarándose su ejecutoria por
Auto de 3 de julio de 2001; b) En ejecución de sentencia, la entidad demandante planteó
desistimiento conforme al art. 305 del CPC, que fue aceptado por Resolución de 21 de octubre
de 2006, disponiéndose el archivo de obrados; c) El accionante mediante memorial de 19 de
diciembre de 2008, solicitó la ejecutoria del fallo antes referido, pedido que fue denegado por
proveído de 3 de mayo de 2010, con el argumento de tratarse de un Auto definitivo que pone fin
al proceso, debiendo estar las partes a los antecedentes de la causa ya conciliados, rechazo que
motivó la interposición de un recurso de apelación que fue resuelto por Auto de Vista de 8 de
septiembre de 2011, declarado sin lugar a la apelación en aplicación del art. 226 del CPC; y, d)
Su actuación en el referido proceso ejecutivo fue limitada, por cuanto se decretó la radicatoria
del proceso ya fenecido.
Por su parte la Jueza Sexta de Partido en lo Civil y Comercial, según informe escrito cursante a
fs. 49, señaló que su autoridad emitió el Auto de Vista de 8 de septiembre de 2011, fundándose
en los arts. 216.II y 518 del CPC, pues la resolución impugnada era una providencia de simple
sustanciación, por lo que el recurrente, en aplicación del art. 215 del adjetivo civil, tuvo la
posibilidad interponer recurso de reposición con alternativa de apelación, pero no formular
apelación directa por ser la vía equivocada; además, que de conformidad con el art. 226 del
mismo Código, es improcedente la apelación de las providencias de simple sustanciación.
Ernesto Ariste Aldapi, ex Juez Quinto de Instrucción en lo Civil, a través del informe escrito de
fs. 51 y vta., manifestó que: 1) El plazo para interponer la presente acción de amparo
constitucional venció el 8 de marzo de 2012 y el memorial fue presentado el 26 del mes y año
indicados, por lo que correspondía su rechazo; 2) Debe denegarse la acción planteada por falta
de legalidad, ya que el accionante pretende modificar las resoluciones pronunciadas el 3 de
mayo de 2010 y 8 de septiembre de 2011, siendo que la presente acción no procede contra
resoluciones judiciales; 3) Un Auto definitivo que pone fin a un juicio, como es el desistimiento
del derecho, conforme manda el art. 305 del CPC, extingue todo derecho que le asiste al
acreedor, siendo innecesaria una ejecutoria, que es muy distinto al desistimiento de la acción
prevista en el art. 304 de la citada norma; y, 4) A la fecha, carece de legitimidad para ser sujeto
de la acción constitucional al haber cesado en sus funciones, la Resolución a ser emitida no
surtirá ningún efecto respecto a su persona, al no encontrarse en funciones.
La abogada y apoderada del Fondo de la Comunidad S.A. FFP, -en calidad de tercero
interesado-, informó que: i) Luego de haber conciliado con uno de los demandados en el proceso
ejecutivo, la institución a la que representa presentó desistimiento de la acción ejecutiva, que fue
aceptado simple y llanamente ordenándose el archivo de obrados, ya que este se efectuó respecto
a los tres demandados, por lo que al existir archivo de obrados, no era necesaria la
pronunciación expresa de ejecutoria; II) Al haber desistido conforme al art. 305 del CPC, no
existe la posibilidad de realizar ninguna otra acción judicial respecto al cobro de la obligación
que se dio por cancelada. Asimismo, el decreto de 3 de mayo de 2010, objeto de apelación,
ameritó el Auto de Vista de 8 de septiembre de 2011, que reconoce que es un decreto de mera
sustanciación y si el accionante quería hacer valer otro derecho, debió interponer un recurso de
reposición; consiguientemente las autoridades demandadas obraron con justicia aplicando la ley,
sin vulnerar derecho alguno; y, III) El hecho de que los jueces de segunda instancia deban
revisar de oficio, si se observaron plazos y si se cumplieron las normas legales, no significa que
deban revisar de oficio cuestiones de fondo, puesto que están sometidos al art. 236 del CPC.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante memorial presentado el 18 de octubre de 2006, el representante legal del Fondo
de la Comunidad S.A. FFP, dentro del proceso ejecutivo seguido contra Francisco Pahuasi
Espinoza y otros, se apersonó ante el entonces Juez Quinto de Instrucción en lo Civil, haciendo
conocer que la obligación fue cancelada en su totalidad, así como los gastos y honorarios
profesionales, por lo que de conformidad con el art. 305 del CPC, presentó desistimiento de la
acción y del derecho, solicitando la aceptación simple, debiendo cancelarse las medidas
ordenadas dentro del proceso, memorial que también fue firmado por el nombrado demandado y
Ricardo Meneces Mérida manifestando su conformidad; desistimiento que a través de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2906
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Resolución de 21 de octubre de ese año, fue aceptado por el Juez de la causa, disponiendo el
archivo de obrados (fs. 1 a 3).
II.2. El 19 de diciembre de 2008, el ahora accionante, por memorial dirigido al entonces Juez
Quinto de Instrucción en lo Civil, solicitó se declare la ejecutoria del Auto Interlocutorio de 28
de octubre de 2006, toda vez que pone fin al proceso ejecutivo por desistimiento de la acción y
derecho; pedido que fue reiterado por memorial presentado el 30 de abril de 2010, ameritando el
decreto de 3 de mayo de 2010 que rechazó lo solicitado, debiendo estar la parte a los
antecedentes de la causa ya conciliada (fs. 6 a 8 vta.).
II.4. El 8 de septiembre de 2011, la Jueza Sexta de Partido en lo Civil y Comercial, emitió el Auto
de Vista de 08 de septiembre de 2011, declarando sin lugar el recurso de apelación de 22 de mayo
de 2010, por ser manifiestamente improcedente; resolución que fue notificada al accionante el 8 de
septiembre de 2011 (fs. 14 a 15).
El accionante denuncia la vulneración del derecho “al pedido” (sic), a ser oído y al debido proceso,
efectuando una confusa relación de hechos que no permiten entender cuál es la problemática que
motivó a la interposición de la presente acción tutelar. En consecuencia, corresponde establecer en
revisión, si es factible conceder o denegar la tutela impetrada.
De los requisitos enumerados se tienen los de forma y los de contenido, los cuales fueron objeto de
diferenciación por el Tribunal Constitucional cuando le correspondió analizar la derogada Ley
1836. Siguiendo esa corriente, podemos señalar que los requisitos de forma están referidos a la
acreditación de la personería del accionante, nombre y domicilio de la parte demandada o de su
representante legal, así como de los terceros interesados, además de la exigencia de adjuntar la
prueba pertinente; condiciones o requisitos de admisibilidad que de ser inobservados, pueden ser
subsanados por el accionante, es decir que el tribunal o juez de garantías que extrañe el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2907
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
(…) A esta altura del análisis, corresponde precisar, que los requisitos exigidos por la Ley del
Tribunal Constitucional en el precepto aludido (art. 97 de la LTC) están destinados a evitar el
inicio de un procedimiento que carezca de los elementos básicos necesarios para decidir sobre la
pretensión jurídica deducida; sea para estimarla o desestimarla. De ahí que resulta conveniente
puntualizar la relevancia procesal que tienen los tres requisitos de contenido, a que se refiere el
art. 97 de Ley del Tribunal Constitucional:
Se trata de una relación fáctica que debe hacer el recurrente; pues está referida a los hechos que
sirven de fundamento del recurso o de la razón o razones en la que el recurrente apoya la
protección que solicita, que no siempre está referido a un solo hecho sino a varios hechos, que de
manera congruente se reconducen y sirven de fundamento del petitorio. Expuestos los hechos, en
el marco señalado, impide que la acción o el contenido del recurso pueda ser variado o cambiado
a lo largo del proceso del amparo; de lo contrario, se estaría frente a un nuevo recurso.
(…)
Conforme a lo señalado, los hechos jurídicamente relevantes que sirven de fundamento fáctico
del recurso deben ser, como lo expresa la ley, expuestos con precisión y claridad, dado que los
mismos delimitan la causa de pedir y vinculan al Tribunal de amparo, es decir que éste, deberá
resolver la problemática planteada conforme en esa descripción de los hechos y su calificación
jurídica (derechos lesionados) y no otra.
Como quedó precisado en el punto anterior, la causa de pedir contiene dos elementos: 1) el
elemento fáctico que está referido a los hechos que sirven de fundamento al recurso; 2) el
elemento normativo, es decir, los derechos o garantías invocados como lesionados por esos
hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin embargo, como en los hechos debe
acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista una relación de causalidad entre el hecho
que sirve de fundamento y la lesión causada al derecho o garantía. De ahí que el cumplimiento de
esta exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar desde el punto de vista causal,
cómo esos hechos han lesionado el derecho en cuestión.
Por principio general, el Juez de tutela está obligado a conferir solamente lo que se le ha pedido;
esto muestra la enorme importancia que tiene el petitium de la causa, pues, el Juez está vinculado
a la misma; esto es, deberá conceder o negar el petitorio formulado; sólo excepcionalmente, dada
la naturaleza de los derechos protegidos es posible que el Juez constitucional pueda conceder una
tutela ultra petita, de cara a dar efectividad e inmediatez a la protección del derecho o la garantía
vulnerada, cuando advierta que existió error a tiempo de formular el petitorio. Extremo que
deberá ser ponderado en cada caso concreto, al tratarse de una excepción” (el resaltado es
agregado).
En el caso analizado, el accionante no cumplió con todos los requisitos previstos en el art. 77 de
la LTCP, puesto que en una relación totalmente imprecisa de los antecedentes y hechos que
motivan la acción, textualmente indicó que: “De acuerdo al art 219 del CPC, procede el recurso de
apelación de fs. 9 de la prueba, siendo que fue apelado la resolución de fs. 7 vta., 03 de mayo del
2010, que es una que emerge de la resolución de fs. 5 vta., del 20 de diciembre del 2010 de la
prueba.
El Art. 219 del C.P.E. establece el recurso contra toda resolución del inferior y no indica sobre
resoluciones cuyo reclamo fue mediante REPOSICIÓN como lo determina el Auto de Vista del 08
de Septiembre del 2011 que basa su FUNDAMENTO sin EXPLICACIÓN en mérito del Art. 226
del C.P.C. que establece la IMPROCEDENCIA para las providencias de mero trámite.
Dicha aseveración, viola el derecho al pedido, debido proceso, siendo que la resolución del 3 de
mayo del 2010 de fs. 7 Vta., no es de mero trámite sino que define NEGANDO las EJECUTORIA
del Auto del 21 de octubre de 2006, fs. 2 de la prueba. Cuya CONCLUSIÓN
EXTRAORDINARIA DEL PROCESO es por DESISTIMIENTO del derecho Art 305 del C.P.C.
donde al no tener ejecutoria de dicha resolución quedo pendiente su ejecución de acuerdo al art 524
del C.P.C. t 517 del C.P.C.” (sic).
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00678-2012-02-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 18/2012 de 7 de marzo, cursante de fs. 286 a 288 y vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Aurora Zambrana de Quelca en
representación de Vannia Aurora Quelca Zambrana contra José Piérola Gutiérrez, Rector y
Director Nacional de Instrucción y Enseñanza; René Calla Astete, Presidente; Julio Abdón
Condarco Flores, Secretario; José Freddy Murillo Mérida, Gonzalo Portugal Aguirre y Raúl
Escobar Ameller, Vocales; del Consejo de la Academia Nacional de Policías (ANAPOL); y,
de la Universidad Policial (UNIPOL) “Mcal. Antonio José de Sucre”
Por memorial presentado el 24 de febrero de 2012, cursante de fs. 124 a 131, la accionante por su
representada manifestó lo siguiente:
Alude que el fallo no fundamenta en sus considerandos y menos explica de manera precisa la
supuesta reprobación; es más, en la cartilla de sanciones no se justificó de forma clara, y de
acuerdo al Reglamento de Régimen Disciplinario, las sanciones y tampoco se le permitió realizar
la representación a su superior porque se la amenazaba.
Contra dicha Resolución interpuso recurso de revocatoria en el que indicó que su hija y
representada fue víctima de una consigna para sancionarla y se logró que su puntaje de conducta
baje de noventa y seis hasta treinta y ocho puntos, para de esa manera reprobarla en el área afectiva
de conducta, coartándole el derecho a la representación oportuna de acuerdo al art. 44 del
Reglamento del Régimen Disciplinario de las Unidades Académicas de Grado de la UNIPOL y
restringiéndole el derecho a la defensa.
De acuerdo al art. 33 inc. b) del reglamento citado, José Antonio Laime Llanos encargado del
control disciplinario, debería haber convocado a su hija para pedir los informes de representación y
verificar porqué desde el 5 de abril tenía el descenso de puntos en conducta y así informar a la
“superioridad”, y no sólo remitirse a notificar a sus padres respecto al ingreso de su hija a la zona
de observación.
Cuando su hija representó en varias ocasiones que la sancionaban, los mismos funcionarios, le
obligaron a entregar los informes, expresando que serían ellos quienes remitirían al jefe de control
disciplinario la representación permaneciendo aquellas ocultas.
Por otra parte, se explicó que el 4 de julio de 2011, se notificó a su hija con un actuado
administrativo de 6 de junio, y no se enteró a qué se refería, porque fue extemporánea
evidenciándose la vulneración de su derecho a la defensa y al debido proceso.
También expuso que las sanciones impuestas por Eduardo Suarez, Teniente, sobrepasaron los
límites que señala el citado Reglamento académico, realizando actos vejatorios, intimidatorios y
discriminativos y sin el derecho a representación como manda el art. 44.
Asimismo indicó que su representada, el 11 de abril de 2011, fue sujeta a un acto indignante que
vulnera el art. 22 de la Constitución Política del Estado (CPE), ante un simple comentario de una
“Dama cadete”, quien adujo que escuchó que la ahora representada estaba embarazada, por lo que
sus superiores, la sacaron de sus actividades para llevarla a que se someta a una prueba de
embarazo; y, a pesar de que el resultado fue negativo, el daño ya estaba inferido a su imagen y
dignidad.
Manifestó que la Resolución no estaba firmada por todos los integrantes del Consejo de la
Academia Nacional de Policías, pero se ratificó la RA 062/11, de 19 de julio de 2011, en todas sus
partes la Resolución 059/2011, que dispuso el retiro definitivo sin hacer una valoración de los
términos expuestos en la revocatoria, ya que sólo se remitieron en la parte considerativa a los
puntos de evaluación y puros supuestos, sin citar pruebas o documentos que dan la razón a su fallo.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2911
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Es así que su recurso fue resuelto mediante la RA 087/2011 de 18 de noviembre, emitida por el
Rector y Director Nacional de Instrucción y Enseñanza de la UNIPOL, la cual confirmó la RA
062/2011, dando por bien hecho el retiro definitivo de la representada, fundamentando su decisión
en valoraciones de la calificación, escala de la misma, citando a su Reglamento, sin hacer mención
a la vulneración de derechos y menos de relación de hechos; en suma, no se consideó su recurso
jerárquico, pretendiendo confundirla con una valoración forzada y torcida, manifestando que una
cosa es el régimen académico y otra del disciplinario y que en ningún momento se aplicó sanción
alguna a su representada, sino que fue dada de baja por no cumplir con el requisito de continuidad
en la ANAPOL.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se deje sin efecto la RA 087/2011, que confirmó la RA 062/2011,
ordenando la reincorporación a la ANAPOL de su representada, al curso que le corresponda en
derecho.
Celebrada la audiencia pública el 7 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 279 a
285 vta., se produjeron los siguientes actuados:
salud, ya que no puede exigirse actividad física a una mujer embarazada; y, d) Sobre la actuación
de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, la misma ingresó a la ANAPOL y tomó
contacto con la “dama cadete” y remitió un informe en ese sentido, además que en la Academia
tienen el informe tanto de la psicóloga como del médico que hacen ver que no existe ningún tipo de
lesión.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 18/2012 de 7 de marzo, cursante de fs. 286 a 288 vta., denegó la
acción de amparo constitucional, con los siguientes fundamentos: 1) Respecto a la legitimación
activa observada y cuestionada por la parte demandada, se debe señalar conforme al art. 75.1 de la
Ley del tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), que habiendo sido interpuesta la acción por
la madre en representación de su hija; Vannia Aurora Quelca Zambrana, según testimonio de poder
119/2011, se deduce que tiene legitimación activa; 2) Con relación al fondo de la presente acción
de amparo constitucional, dicha acción se encuentra determinada en el art. 129 de la CPE; y, en la
audiencia no se demostró que se hubiese vulnerado ningún derecho o garantía constitucional; 3) El
art. 129 de la Norma Fundamental, refiere a que la acción de amparo constitucional no es
sustitutiva de otros recursos que no hayan sido planteadas en el momento oportuno conforme a ley,
lo cual es aplicable en la acción interpuesta; y, 4) Ante el Tribunal no se demostró con prueba
contundente la lesión a derechos y garantías constitucionales por parte de la accionante, aspecto
que hace inviable la otorgación de la tutela solicitada.
II. CONCLUSIONES
II.1. Aurora Zambrana de Quelca, en representación sin mandato de su hija Vannia Quelca
Zambrana, solicitó al Juez Cuarto de Instrucción en lo Civil del departamento de La Paz una orden
judicial para que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, le otorgue una
certificación sobre la intervención ocular en la ANAPOL, misma que evidenció los tratos
inhumanos, degradantes y psicológicos que sufrió su representada (fs. 35 y vta.); ante dicha
petición, el Juez referido ordenó se franquee la certificación siempre y cuando corresponda en
derecho (fs. 35 vta.).
II.8. El Consejo de la ANAPOL, a través de la RA 062/11, resolvió ratificar en todas sus partes la
RA 059/2011, emitida por el Consejo de la Academia referida (fs. 85 a 86).
II.9. El 23 de agosto de 2011, interpuso recurso jerárquico en contra de la RA 062/11, emitida por
el Consejo de la ANAPOL (fs. 87 a 89 vta.).
El derecho al debido proceso se encuentra reconocido en el Parágrafo II del art. 115 de la CPE el
cual dispone: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones.”, a su vez, el Parágrafo I del art. 117 de la
CPE determina: “Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente
en un debido proceso…”. El debido proceso ha sido entendido por el Tribunal Constitucional a
través de las SSCC 1674/2003-R, 0119/2003-R, 1276/2001-R y 0418/2000-R, entre muchas otras,
como: “...el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2914
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que
se hallen en una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las
pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del
conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos.
Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha
previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la fundamentación o
motivación de las resoluciones judiciales”.
Bajo el marco conceptual señalado y en consonancia con los tratados internacionales que forman
parte del bloque de constitucionalidad, a través de la jurisprudencia constitucional, se estableció los
elementos que componen al debido proceso, en ese sentido se determinó que aquellos son: “…el
derecho a un proceso público; derecho al juez natural; derecho a la igualdad procesal de las
partes; derecho a no declarar contra si mismo; garantía de presunción de inocencia; derecho a la
comunicación previa de la acusación; derecho a la defensa material y técnica; concesión al
inculpado del tiempo y los medios para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones
indebidas; derecho a la congruencia entre acusación y condena; la garantía del non bis in idem;
derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la motivación y congruencia de las
decisiones”. Así, en las SSCC 0082/2001-R, 0157/2001-R, 0798/2001-R, 0925/2001-R,
1028/2001-R, 1009/2003-R, 1797/2003-R, 0101/2004-R, 0663/2004-R y 022/2006-R, entre otras.
En ese entendido, siguiendo la línea sentada por las SSCC 0871/2010-R y 1365/2005-R, citadas
por la SC 2227/2010-R de 19 de noviembre, se señaló que: “Es imperante además precisar que
toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con la finalidad de garantizar el derecho a
la motivación como elemento configurativo del debido proceso debe contener los siguientes
aspectos a saber: a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales,
b) Debe contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de
manera expresa los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso
concreto, d) Debe describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por
las partes procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos
de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones
de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las
pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo
de causalidad antes señalado”.
Según el art. 2 del Reglamento del Régimen Disciplinario de las Unidades Académicas de Grado
de la UNIPOL, la finalidad del merituado Reglamento, es la de mantener la disciplina y buena
conducta de la “Damas y Caballeros Cadetes”, como pilar fundamental de la estructura
institucional de la Policía Boliviana. El mencionado Reglamento de acuerdo a lo señalado en su
art. 3, regula la conducta dentro y fuera de las Unidades Académicas de Grado dependientes de la
ANAPOL, las alumnas y alumnos de las Escuelas Básicas Policiales y los becarios nacionales y
extranjeros; en él se clasifica y tipifica las faltas, determinándose su procedimiento y señalando las
sanciones en las que pueda incurrir el cursante, estableciendo además cuáles son los órganos e
instancias resolutorias internas disciplinarias.
De acuerdo al art. 34 del citado Reglamento, se consideran faltas disciplinarias todas las conductas
cometidas por los cursantes de las Unidades Académicas de Grado de la UNIPOL, por acción, omisión
o negligencias; previstas y sancionadas por el mismo. En función a este precepto reglamentario, las
sanciones aplicadas por faltas disciplinarias no tienen carácter vejatorio, intimidatorio o
discriminatorio.
Las faltas leves de acuerdo al art. 38 del Reglamento Disciplinario se clasifican en:
- Primer grado (A.1), dan lugar a la sanción con una hora de ejercicios sin disminución de puntaje
en el área afectiva de conducta y deben ser registradas en el libro de sanciones a cargo del
Comandante de Guardia de la Unidad Académica respectiva.
- Segundo grado (A.2), se sancionan con un punto de disminución de puntaje en el área afectiva
de conducta y son registradas en las boletas de llamada de atención que deben ser debidamente
llenadas, firmadas y registradas en el libro de sanciones a cargo del Oficial de servicio de la
Unidad Académica respectiva.
- Tercer grado (A.3), se sancionan con dos puntos de disminución de puntaje en el área afectiva
de conducta y son registradas en las boletas de llamada de atención que deben ser debidamente
llenadas, firmadas y registradas en el libro de sanciones supervisado por el Oficial de servicio de la
Unidad Académica respectiva.
El procedimiento para las sanciones leves se encuentra en el art. 43 del referido Reglamento, mismo
que determina que todas las sanciones leves serán impuestas por el superior jerárquico y registradas
en el libro de sanciones del Comandante de Guardia, quien emite la boleta de infracción consignando:
El número, el nombre del infractor, grado, nombre del superior que impone la sanción, la tipificación
de la conducta, el día la fecha y la hora debiendo entregar una copia firmada al infractor; el original
debe ser remitido a la Sección de Control Disciplinario para su correspondiente registro.
El derecho de impugnación del sancionado con una falta leve, se encuentra reconocido por el art.
44 del Reglamento del Régimen Disciplinario, precepto que refiere al derecho de representación y
establece: “Si el cursante considera haber sido sancionado injustamente, podrá representar por
escrito y de manera fundamentada la falta leve en el día ante el Jefe de la Sección Control
Disciplinario”. El segundo párrafo indica que el jefe de la Sección Control Disciplinario habiendo
asumido conocimiento de la representación y previo conocimiento de los hechos, con absoluta
imparcialidad y justicia informará en el término de veinticuatro horas al Jefe del Departamento de
Respecto al derecho a la defensa, en las SSCC 1756/2011-R y 0887/2010-R, entre otras, se señaló
lo siguiente: “En el orden constitucional, no obstante que el derecho a la defensa es un instituto
integrante de las garantías del debido proceso, ha sido consagrado en forma autónoma,
precisando de manera expresa en el art. 16.II de la CPEabrg que 'El derecho a la defensa en
juicio es inviolable' y en el art. 115.II de la CPE, que: 'El Estado garantiza el derecho al debido
proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin
dilaciones'. Preceptos que resaltan esta garantía fundamental, que debe ser interpretada siempre
conforme al principio de la favorabilidad, antes que restrictivamente”.
Este precepto constitucional pero en su segundo parágrafo reconoce la estructura del sistema
educativo y establece que se encuentra compuesto por la educación regular, la alternativa y
especial, y la educación superior de formación profesional.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2917
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
El Tribunal Constitucional, también se pronunció con relación a este derecho, así la SC 1975/2011-R de
7 de diciembre que cita a la SC 0235/2005-R de 21 de marzo, respecto a sus alcances indicó que: "…el
derecho a recibir instrucción y el derecho a la educación -salvando las diferencias de ambas
categorías conceptuales- implican que la persona tiene la potestad de acceder al conocimiento, la
ciencia, la técnica y los demás bienes y valores de la cultura, pero, además, recibirla de modo que
al existir un sistema nacional de instrucción, enseñanza, aprendizaje o educación, el núcleo
esencial de esos derechos no esta tan sólo en el acceso a dicho sistema, sino también a la
permanencia de ese sistema".
III.6. Análisis del caso concreto
En el presente caso, la accionante considera que se vulneraron los derechos de su representada al
debido proceso, a la defensa, la dignidad, a la educación, a la petición y el principio de “seguridad
jurídica”, debido a que se dispuso el retiro definitivo de su hija por haber reprobado en el área
afectiva de conducta sin derecho a reincorporación y la RA 62/2011 emitida por el Consejo de la
ANAPOL, que ratifica las RRAA 059/11 y 087/2011, dictadas por el Rector y Director Nacional
de Instrucción y Enseñanza de la UNIPOL, no se encuentran fundamentadas ni motivadas; y por
otra parte, en la cartilla de sanciones no se justificó de manera clara y de acuerdo al Reglamento las
sanciones, tampoco se le permitió realizar la representación a su superior por que se la amenazaba.
III.6.1. Respecto a la actuación del Consejo de la ANAPOL
Revisados los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que el Consejo de la ANAPOL,
mediante la RA 045/11, decidió el retiro de de la representada, del tercer curso de formación
profesional de la ANAPOL, debido a que en su contra se instauró un proceso penal a instancias de
Kelly Valdez Soto conforme a lo previsto en el art. 24 inc. f) del Estatuto Orgánico del Sistema
Educativo Policial; y se dispuso que sería rehabilitada al curso y semestre que le corresponda, en la
gestión académica que el fiscal de materia emita resolución a su favor conforme el art. 301 inc. 3)
del CPP, salvo óbices de orden legal.
Sin embargo y atendiendo el recurso de revocatoria interpuesto por la afectada, el propio Consejo de
la ANAPOL, a través la RA 058/11, revocó el fallo 045/11; empero, el mismo día, dictó la RA
059/11 por la que determina el retiro definitivo de la ANAPOL, sin derecho a reincorporación de la
representada al tercer curso “D” de formación profesional, por haber reprobado en el área afectiva
de conducta.
Por ello, el 5 de julio de 2011, interpuso recurso de revocatoria en contra de la RA 059/11,
pronunciada por el Consejo ANAPOL, entre los puntos principales de su impugnación se
contemplaron los siguientes aspectos: a) Debido a que su representada continuó bajando en sus
calificaciones en el área afectiva de conducta, presentó un memorial el 2 de junio de 2011, mediante
el cual, solicitó “previo y especial pronunciamiento” sobre el ingreso de su representada a la zona de
observación; y, por ello pidió que “antes de realizar cualquier tipo de pronunciamiento o acción en su
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contra, se realice una revisión de la cartilla de control disciplinario”, en vista de que se le estaba
sancionando sin motivo alguno, y sobre este punto concluyó que desconocía la respuesta a su
memorial, manifestando que se le vulneraba su derecho de petición, a la defensa, al debido proceso y
la igualdad de las partes; b) Indicó que pidió la revisión de la cartilla debido a que a partir del 5 de
abril del citado año, fecha en la que se denunció a su representada, empezó a perder puntaje como si
existiera una consigna para perjudicarla y puntualizó que en la cartilla se observa en las casillas
veintitrés y veinticuatro sanciones impuestas por el Teniente Eduardo Suárez de 13 de mayo de 2011,
con la tipificación A3 - 41 “hacer mal uso de su jerarquía” restándole dos puntos y la siguiente
tipificación es A3 - 23: “No responder por sus actos”, quitándole dos puntos, consultada su hija,
precisó que nunca cometió dichas faltas, y cuando fue para presentar su representación respecto a las
mismas contempladas en la casilla “23”, fue sancionada por “no responder por sus actos”
demostrando una animadversión en contra de la representada; es por ello, que pidió la revisión de la
cartilla, para que los funcionarios que impusieron sanciones disciplinarias puedan informar al
respecto; y, c) Denunció que por parte del Teniente Suárez, recibió sanciones físicas, por lo que
acudió a la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia.
El Consejo de la ANAPOL, a través de la RA 062/11, resolvió ratificar en todas sus partes la el
fallo 059/2011 y con relación a los puntos consignados en el recurso de revocatoria, indicó que: 1)
Con relación al memorial de 2 de junio de 2011, fue dirigido al Presidente de la Comisión de
Régimen Disciplinario, que emitió el decreto , disponiendo que la impetrante, esté a lo dispuesto en
el art. 44 del Reglamento de Régimen Disciplinario, por carecer de competencia para sustanciar el
reclamo, debido a que la autoridad para conocer las apelaciones es el Jefe de la Sección de Control
Disciplinario, además que conforme al citado artículo, el derecho a la representación debe ser
formulada por el o la sancionada en el mismo día de impuesta, lo cual no ocurrió en ninguna de las
sanciones impuestas en la cartilla A - 11 - 00580; y, 2) Se expresó también que conforme a los
diagnósticos psicológico y médico de los profesionales de la ANAPOL, no refieren trauma
psicológico o físico por maltrato o abusos en la Academia en contra de la representada.
Una vez analizada la Resolución aludida, se evidencia que la misma no absolvió de forma
completa los puntos consignados en la revocatoria, omite dos aspectos que se constituyen en
fundamentales para la consideración de la situación jurídica de la representada, esto es, las dos
sanciones recibidas por la “Dama Cadete” y por las que se le hubiese amedrentado a efectos de que
no haga uso de su derecho de impugnación a través de la “representación” y el contenido del
informe de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, que refiere a una lesión que
hubiese sufrido la representada, dejando en consecuencia por aquella omisión, un estado de
incertidumbre infringiendo el debido proceso en su elemento configurativo a la motivación y
fundamentación, sin tomar en cuenta además, que lo reclamado por la accionante incide en el
derecho a la defensa de su hija, ya que de existir el amedrentamiento al que se hace mención, no
existe posibilidad material de ejercer el derecho a la impugnación a través del recurso de
representación, no resultando razonable el argumento indicado, que el memorial de 2 de junio de
2011, fuese dirigido al Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario, en virtud al principio
de informalismo se lo pudo encausar hacia su correcto destinatario a los fines de que se pidan los
informes correspondientes a efectos de verificar la veracidad de los argumentos y fundamentos
contenidos en el mismo; por lo que la supuesta respuesta al memorial de 2 de junio de 2011 de
“estese a lo dispuesto en el art. 44 del Reglamento de Régimen Disciplinario” no puede ser
considerada como tal, al no haber satisfecho la pretensión de la solicitante por no considerarse en
una respuesta formal y material, más aún, si dicho memorial emerge de la imposibilidad de
ejercitar el derecho contenido en el art. 44 del Reglamento de Régimen Disciplinario, al margen de
haberse vulnerado el derecho a la defensa también se lesionó el derecho de petición de la
representada de la accionante.
Lo mencionado incide a la vez en la lesión del derecho a la educación de la representada, porque
como resultado de las omisiones en las que incurrió el Consejo de la ANAPOL, no sólo al disponer
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2919
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
su retiro definitivo, sino también al ratificar aquella decisión sin absolver todos los puntos
impugnados en el recurso de revocatoria, aquel retiro definitivo se encuentra vigente, es decir se le
impide continuar con sus estudios a través del ejercicio de las acciones efectuadas y que deben ser
absueltas de forma objetiva por las autoridades demandadas; si bien, se garantizó el acceso a la
educación no ocurrió lo propio con relación a su permanencia en la institución en condiciones de
igualdad conforme a lo establecido en el art. 82.I de la CPE.
III.6.2. Respecto a la actuación del Rector y Director Nacional de Instrucción y Enseñanza de
la Universidad Policial “Mcal. Antonio José de Sucre”
El 23 de agosto de 2011, la accionante interpuso recurso jerárquico en contra de la RA 062/11 de 19 de
julio de 2011, reclamando principalmente -entre otros puntos- nuevamente respecto a su memorial de 2
de junio de 2011 y sobre la falta de valoración relacionada a que su hija en su condición de sub alterna al
ser sancionada por el Teniente Eduardo Suárez y una vez representada la misma ante el funcionario, este
nuevamente la sancionó, por lo que no podría ponerse a derecho conforme al art. 44 del Reglamento del
Régimen Disciplinario , pues sería nuevamente sancionada, indicando que las autoridades en ningún
momento, pidieron informes al funcionario cuestionado para establecer la verdad de los hechos sobre el
abuso de autoridad y sin considerar que su hija se encontraba en indefensión al no permitírsele hacer uso
de su derecho de representación; también indicó que los diagnósticos de los médicos de la ANAPOL
faltan a la verdad debido a que no señalan la fecha en la que se realizaron las evaluaciones, además que
ingresaron en contradicción con lo que estableció la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos
por informe de 5 de julio de 2011.
Por la Resolución de Recurso Jerárquico 087/2011 de 18 de noviembre de 2011, el Director
Nacional de Instrucción y Enseñanza de la Universidad Policial “Mcal. Antonio José de Sucre”,
resolvió confirmar en todas sus partes la RA 062/2011, emitida por el Consejo de la ANAPOL.
Sin embargo, de la revisión al contenido de la Resolución Jerárquica, se evidencia que la misma
adolece de una debida fundamentación y motivación, siendo que no se pronuncia respecto a los
términos contemplados y desarrollados por la accionante en su recurso jerárquico, omitiendo subsanar
las omisiones contenidas en la RA 059/11, emitida por el Consejo de la ANAPOL, porque no
consideró de manera objetiva las denuncias referidas al supuesto abuso de autoridad ejercido por el
Teniente Eduardo Suarez, el cual que supuestamente provocó la disminución de puntos de su
representada y que a la postre condujeron para que reprobara en el área afectiva de conducta; tampoco
existe manifestación específica relacionada al memorial de 2 de junio de 2011, a través del cual se
denunciaba precisamente el abuso de autoridad que impedía el ejercicio material del derecho de
impugnación. A su vez, se omitió también resolver lo relativo a la agresión física certificada por la
Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia y que resulta ser contradictoria a los
informes evacuados por los médicos de la unidad Policial.
En consecuencia, al no haber absuelto de forma objetiva todos los puntos consignados en el recurso
de revocatoria de la accionante, se vulneró el derecho al debido proceso en sus elementos a la
motivación y fundamentación de las resoluciones y el derecho a la defensa, siendo que no resulta
razonable el argumento utilizado por el Rector y Director Nacional de Instrucción y Enseñanza
UNIPOL, referido a que no se aplicó ninguna sanción, sino que se verificó el incumplimiento de
una condición de continuidad, cuando el recurso jerárquico precisamente está dirigido a denunciar
la supuesta animadversión con la que se actuó para provocar que la representada repruebe en el
área afectiva de conducta, más aún, si de la lectura a la Resolución Jerárquica se evidencia la
omisión de señalar el precepto reglamentario preciso que da lugar la baja definitiva por
reprobación, puesto que sólo se contemplan los criterios de reprobación según la calificación.
Por lo que, al no haber subsanado la autoridad jerárquica la omisión de respuesta al memorial de 2 de
junio de 2011, consolidó la vulneración al derecho de petición de la accionante, en el mismo se denunció
respecto a las continuas sanciones impuestas a la representada de la accionante y la imposibilidad de que
ejerza su derecho de representación por un supuesto abuso de autoridad, desconociendo la autoridad
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2920
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
jerárquica que conforme al art. 114.II de la CPE, las declaraciones, acciones u omisiones obtenidas o
realizadas mediante el empleo de cualquier forma de violencia son nulas de pleno derecho, por lo que le
correspondía subsanar la omisión de atender y considerar la denuncia efectuada, cuando por prescripción
del art. 34 del propio Reglamento del Régimen Disciplinario, se establece que las sanciones aplicadas
por faltas disciplinarias no tendrán carácter vejatorio, intimidatorio o discriminatorio, siendo además la
finalidad de las sanciones -art. 41- encauzar o dirigir la conducta y recapacitar al cursante que comete
una falta, buscando que en el futuro, su comportamiento respete las normas de disciplina y
subordinación que exige el proceso de formación integral y la posterior carrera policial dentro de un
marco de parámetros éticos; en ese sentido, las omisiones anotadas restringen también su derecho a la
educación pues se le dió de baja de la institución, sin considerar sus denuncias e impugnaciones
contempladas al interior de su recurso jerárquico.
Finalmente, con relación al derecho a la dignidad alegado como vulnerado debido a que no se
atendió su denuncia contenida en el recurso de revocatoria respecto a que su fue sujeta a un acto
indignante que vulnera el art. 22 de la CPE, ya que ante un simple comentario de una “dama
cadete” quien adujo que escucho que estaba embarazada, sus superiores la sacaron de sus
actividades para llevarla a que se someta a una prueba de embarazo; y a pesar de que el resultado
fue negativo, el daño ya estaba inferido a la imagen y dignidad de surepresentada; una vez revisado
y analizado el recurso de revocatoria presentado y en el que supuestamente se realizó dicho
reclamo, se tiene que aquella afirmación no es evidente, porque no se mencionó nada respecto a la
supuesta prueba de embarazo, no encontrándose tampoco aquella denuncia en el recurso
jerárquico; en consecuencia, no existe omisión de pronunciamiento por parte de las autoridades
demandadas sobre este punto en particular.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 18/2012 de 7 de marzo, cursante de fs. 286 a 288 y vta., pronunciada
por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, dejando sin efecto las RRAA 059/11 de 30 de junio de 2011 y
062/11 de 19 de julio de 2011, emitidas por el Consejo de la ANAPOL, y la Resolución de
Recurso Jerárquico 087/2011 de 18 de noviembre de 2011, pronunciada por el Rector y Director
Nacional de Instrucción y Enseñanza de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre”.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
A título de compraventa, sus padres adquirieron dos lotes de terreno, signados con 7 y 8 del
manzano “D”, ubicados en la Urbanización “Villa Luisa”, derecho propietario debidamente
registrado en Derechos Reales (DD.RR.); el 5 de diciembre de 2000, sus padres transfirieron a
su favor el lote “7”, cuya extensión superficial es de 209 m2, dominio registrado bajo la
matrícula computarizada 2014010008793 Asiento A-2 de 1 de septiembre de 2001, a partir de
entonces su derecho propietario es oponible ante terceros. Efectuada la división y partición
voluntaria del inmueble con su hermano Zenobio Alberto Alarcón Condori, según escritura
1349/2011 de 13 de agosto y registrada en DD.RR. bajo la matrícula computarizada
201401052760, Asiento A-1 de 24 de agosto de 2011 y registro catastral 17 0354 008 de 17 de
octubre de igual año, solicitó a la Subalcaldía del Distrito Municipal 2, se le conceda línea y
nivel, que le fue autorizada.
y año, con la instalación de una puerta de ingreso individual a su lote en la pared que colinda
con la av. Unión. En la fecha indicada, sus padres acompañados por sus abogados se
constituyeron en el lugar; empero, Claudia Poma Gálvez, se parapetó en la parte frontal del
muro del bien inmueble manifestando categóricamente “ME OPONGO, NO PERMITIRÉ QUE
SE INSTALE NINGUNA PUERTA DE INGRESO A MI LOTE DE TERRENO” (sic), actos
que impiden ejercer plenamente su derecho de propiedad privada, conforme se advierte del
“ACTA DE PRESENCIA FÍSICA EN INMUEBLE” de 9 del citado mes y año, que se traducen
en ilegales, dado que son injustificados e indebidos.
I.1.3. Petitorio
Claudia Poma Gálvez, demandada, no asistió a audiencia y tampoco presentó informe escrito,
pese a su legal citación según consta a fs. 25 de obrados.
Franz Álvaro Villarrubia Aquize en representación de Zenobio Alberto Alarcón Condori, tercero
interesado, no presentó informe escrito y en audiencia, manifestó: 1) Los padres de su
representado adquirieron a título de compraventa dos lotes de terreno, transfiriendo a favor de su
cliente el lote 8, derecho propietario registrado en DD.RR. bajo la matrícula computarizada
2014010008794, Asiento A-2, siendo oponible ante terceros, según dispone el art. 1538 del
Código Civil (CC); 2) Realizado el trámite administrativo ante el Gobierno Municipal y la
división y partición del inmueble, que es de conocimiento de su cliente, su ex esposa, el 1 de
febrero de 2012, procedió a interrumpir la presencia del “recurrente”, quien es hermano de su
representado; y, 3) Su representado se allana íntegramente a la demanda, dejando constancia de
su legítimo derecho propietario.
I.2.4. Resolución
Al no haber obtenido consenso en Sala, el proyecto del Magistrado Relator Dr. Efren Choque
Capuma, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional
(LTCP), se procedió a convocar al Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional de
Bolivia a fin de dirimir con su voto el caso en análisis.
II. CONCLUSIONES
II.1. Según escritura pública 4571/95 de 27 de octubre de 1995, Zenobio Alberto Alarcón
Condori y Gregoria Condori de Alarcón, adquirieron a título de compraventa dos lotes de
terreno signados con los números 7 y 8 del manzano “D”, con una superficie de 209 m2 y 238,48
m2, respectivamente, ubicados en la Urbanización “Villa Luisa” de El Alto, registrados en
DD.RR. bajo la partida 01328130 de 6 de noviembre de 1995 (fs. 2 a 3 vta.).
Por escritura pública 1349/2011 de 13 de agosto, Marcelo Alarcón Condori, realizó la división y
partición voluntaria de los lotes de terreno 7 y 8, registrada bajo la matrícula computarizada
2014010152760 Asiento A-1 de 24 de agosto de 2011 (fs. 6 y vta.). En escritura pública
997/2011 de 6 de julio, de aclaración de datos técnicos del lote de terreno, el accionante aclaró
los correspondientes a su lote de terreno, registrándose en matricula computarizada
2014010152760 Asiento A-2 de 24 de agosto de 2011 (fs. 7 y vta.). Así también, cursa
formulario de registro catastral 17-0354-008 del lote de terreno del accionante, otorgado por el
Gobierno Municipal de El Alto (fs. 9 y vta.).
II.4. Según acta de presencia física en inmueble de 9 de febrero de 2012, labrada por Notario de
Fe Pública de Primera Clase 05 de El Alto, consta que a horas 15:30, juntamente con los
abogados y padres del accionante se constituyeron en el inmueble y encontraron a la demandada
en el inmueble, quien no permitió se realice la apertura de la puerta de calle, indicando “ME
OPONGO” (sic) (fs. 17).
Por disposición del art. 128 de la CPE, esta acción se activa únicamente ante la vulneración de
derechos contenidos en la Norma Suprema y las leyes, perpetrados por actos ilegales u
omisiones indebidas de servidores públicos y/o particulares.
En ese sentido, podemos decir que el amparo constitucional se constituye como una acción de
defensa de todos los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidos por la
Constitución Política del Estado, la normativa internacional sobre derechos humanos ratificados
por el Estado Boliviano, tal cual lo establece el art. 410.II CPE; por consiguiente, su naturaleza
es la de precautelar, proteger y restablecer los derechos y garantías vulnerados por actos u
omisiones indebidas de servidores públicos y particulares; evitando asimismo posibles
consumaciones de actos lesivos de dichos derechos y garantías.
Bajo ese contexto, se advierte que la demandada Claudia Poma Gálvez, se encontraba en
pacífica posesión del inmueble y no realizó actos de avasallamiento o despojo sobre el mismo
para obtener dicha posesión, como el utilizar la fuerza o actos que dañen y fuercen su ingreso a
mencionada propiedad, tampoco se puede considerar que se encontraba en una situación de
ventaja respecto al accionante, toda vez que el accionante al tener consigo los documentos que
acreditaban su derecho propietario, tenía la vía ordinaria para reclamar los mismos.
Respecto a lo expresado por el accionante que refiere que la demandada, no permitió que se
realicen obras sobre el referido inmueble, y que las mismas deben considerarse como medidas
de hecho, se debe establecer que no concurrieron las subreglas expresadas por la SC 0148/2010-
R, supra citada en el punto III.2 de la presente Sentencia, toda vez que se evidencia del acta
notariada cursante a fs. 17, que el Notario que labró la misma imprime que los propietarios del
inmueble: “…querían proceder a la apertura de una puerta de la calle, y que la indicada señora
dijo textualmente: ME OPONGO, habiéndose retirado pacíficamente del lugar” (sic) (las
negrillas son nuestras), estableciéndose de lo antes señalado, que la simple expresión de una
voluntad de manera verbal, no constituye un avasallamiento o una medida de hecho, más aún
cuando se refleja que después de señalar verbalmente su oposición, ésta se retiró pacíficamente.
Reiterando nuevamente, que el accionante, quien acreditó su derecho propietario, tiene la vía
ordinaria para hacer valer su derecho.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela invocada, no
valoró correctamente los datos del proceso.
POR TANTO
VOTO DISIDENTE
Sucre, 22 de junio de 2012
I. ANTECEDENTES
Del contenido de la petición de tutela, se establece lo siguiente: que el objeto de la tutela versa
sobre el resguardo del derecho a la propiedad privada, contenido en el art. 56.I y II de la
Constitución Política del Estado (CPE); asimismo, la causa de la tutela implica la denuncia de
restricción del ejercicio de su derecho de propiedad privada al impedirle la apertura de una puerta
de ingreso a su lote de terreno, mediante actos ilegales, indebidos e injustificados.
En base a estos antecedentes, se tiene que los puntos diferenciales en relación a la sentencia objeto
de disidencia, son los siguientes aspectos:
II.1. En memorial de acción de amparo constitucional, refiere el accionante que al contar con su
derecho propietario debida y legítimamente acreditado con escrituras públicas, de pleno
conocimiento de la demandada, el 1 de febrero de 2012, cuando tenía la intención de instalar una
puerta de ingreso a su lote de terreno, sin motivo ni documento que respalde su pretendido derecho
En base a estos razonamientos, el suscrito magistrado considera que se debió conceder tutela
impetrada; a continuación se desarrollará la argumentación jurídico-constitucional que sustenta la
formulación de la presente disidencia en el fondo.
III.1. De la acción de amparo constitucional
La Norma fundamental, en la Sección II, del Capítulo segundo (Acciones de Defensa) del Título
IV (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases fundamentales
del Estado - derechos, deberes y garantías) ha instituido la acción de amparo constitucional. En
ese marco, el art. 128 establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos
u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley”. A su vez el art. 129.I, resalta que: “La Acción de Amparo Constitucional
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2929
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o
por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
El art. 73 de la Ley 027, del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTC), de 6 de Julio de 2010,
al referirse al objeto de la acción de amparo constitucional, señala lo siguiente: “La Acción de
Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado
y la ley”.
“1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2930
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3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no se
puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto de
la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y acreditada de
manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o medida de hecho,
inclusive”.
En ese sentido y teniendo presente que el art. 9.4 de la CPE, establece que es función esencial
del Estado, garantizar el cumplimiento de los derechos reconocidos en la Norma Fundamental y
dado que el Tribunal Constitucional Plurinacional, tiene la atribución de velar y precautelar por
el respeto y la vigencia de los derechos fundamentales y garantías constitucionales -art. 196 de la
CPE- es el encargado de materializar y/o efectivizar la directa aplicabilidad de los derechos
reconocidos en el texto constitucional a través de la presente garantía jurisdiccional, cuya naturaleza
jurídica es brindar tutela inmediata contra actos ilegales u omisiones indebidas que lesionen derechos
fundamentales. Bajo esa comprensión, sin desconocer los requisitos establecidos en la citada
Sentencia Constitucional -cuyo carácter es vinculante-, cuando se trate de medidas de hecho debe
considerarse no sólo la concurrencia de las cuatro exigencias, sino, dependiendo del caso concreto, la
existencia de uno de ellos, cuando sea evidente la perturbación al ejercicio pleno de un derecho
fundamental, como el de propiedad contenido en el art. 56.I y II de la Norma Fundamental. Dicho de
otro modo, la evidencia de actos ilegales y/o arbitrarios que se traduzcan en medidas de hecho, que
aún cuando no impliquen despojo o avasallamiento, pero que denote la existencia de una conducta
alejada de las previsiones del ordenamiento jurídico, no puede ignorarse por no concurrir los demás
requisitos precisados por la SC 0148/2010-R de 17 de mayo.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00688-2012-02-AAC
Departamento: Beni
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 52
a 53 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Boris Luis Rodríguez Maldonado y Daniel Languidey Roca, abogados apoderados del Alcalde
demandado Mauro Cambero Destre, presentaron informe escrito cursante de fs. 30 a 31,
señalando: a) La última incorporación del accionante, como funcionario del Gobierno
Autónomo Municipal de Riberalta, fue el 12 de agosto de 2010, cumpliendo sus funciones con
muchas irregularidades, siendo así que el 26 de mayo de 2011, se emitió un memorándum de
llamada de atención por inasistencia en horario de trabajo, que se negó a firmar; el 1 de agosto
del mismo año, recibió otro memorándum de severa llamada de atención por el incumplimiento
en el horario de trabajo; b) Mediante el registro biométrico de ingreso y salida de todos los
funcionarios, se evidenció que el accionante no registra el ingreso a su fuente laboral, desde el
23 de diciembre de 2011 hasta el 6 de febrero de 2012; c) La Alcaldía Municipal de Riberalta
conocía que el accionante tiene un hijo menor de un año; en ese sentido la Dirección Jurídica de
la Institución realizó un informe legal a través del cual se recomendó la destitución de Freddy
Peñaranda Viviani, en estricto apego de los procedimientos administrativos; d) El 6 de febrero
de 2012, se notificó al accionante con el memorándum de destitución 007/2012, que mereció
memorial de 12 de marzo del mismo año, dirigido al Alcalde, solicitando su reincorporación y
adjuntando pruebas a dicha solicitud, que fue analizada, por lo que mediante informe legal
19/2012 de 3 de abril, se abrió proceso administrativo contra el accionante, otorgándole un plazo
de quince días, para que adjunte mayores pruebas, y determinar, lo que por ley corresponda; e)
En la presente acción constitucional, el accionante presenta pruebas que supuestamente
justifican su inasistencia a la fuente de trabajo; empero, se debe tomar en cuenta que las pruebas
corresponden a los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2011, siendo que la causal de
destitución radica en el periodo comprendido entre el 23 de diciembre del indicado año, hasta el
6 de febrero de 2012, haciendo notar que el 26 de enero de ese mismo año, se recibió una
denuncia por parte de la federación Departamental de Trabajadores Fabriles del Beni, en el
sentido de que Freddy Peñaranda Viviani, estaría causando ciertos conflictos internos para esta
institución, y que inclusive se encontraría en la ciudad de Tarija, arrogándose la representación
de esa federación; sin embargo, la Alcaldía nunca recibió alguna solicitud de permiso o
autorización de dicho viaje, reiterando que en esas fechas no asistía a su fuente de trabajo; y, f)
El accionante ampara su solicitud en las SSCC 0131/2010-R y 0119/2003-R, tratando de evadir
la improcedencia de la acción, sabiendo que no ha concluido el proceso administrativo iniciado
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2934
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
para determinar su reincorporación, haciendo notar que dichas sentencias han quedado
obsoletas, con la promulgación de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, que en su
art. 76, refiere claramente a la subsidiariedad e inmediatez de esta acción, por lo que el
accionante no tiene fundamento para exigir que no se requiere culminar previamente el proceso
administrativo pendiente.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Partido Mixto, en suplencia legal del Juez de Trabajo y Seguridad Social ambos de
Riberalta del departamento de Beni, constituida en Jueza de garantías, por Resolución 01/2012
de 11 de abril, cursante de fs. 54 a 57, denegó la acción de amparo constitucional, con los
siguientes fundamentos: 1) El accionante considera vulnerados diferentes artículos de la
Constitución Política del Estado, tales como el 13 y 14, que se refieren al deber que tiene el
Estado de proteger los derechos que toda persona tiene emergentes de la Norma Suprema; así
también, menciona la vulneración del art. 24 de la Ley Fundamental, derecho a la petición, sin
especificar en su argumentación cómo se vulneró tal derecho; y, finalmente el art 48.VI de la
CPE, que establece la inamovilidad laboral de los progenitores desde la gestación hasta que el
hijo o la hija cumpla un año de edad; 2) El accionante ha demostrado su impedimento de salud
desde el 5 de septiembre de 2011, hasta el 21 de noviembre del mismo año, adjuntando las
pruebas pertinentes; también, por la papeleta de pago de haberes se acredita que Freddy
Peñaranda Viviani, trabajó el mes de diciembre, sin haber recibido ningún descuento; 3)
Ninguna de las pruebas adjuntadas demuestran el impedimento de salud que hubiera tenido el
accionante el mes de enero de 2012, y de acuerdo al informe de 28 de noviembre de 2011,
emitido por la encargada del Programa de Tuberculosis, dirigido a la Jefatura de Personal de la
Alcaldía, Freddy Peñaranda Viviani, debía recibir tratamiento médico por seis meses, debiendo
acudir a ese Centro por las mañanas, a efectos de realizar su sesión médica por cuarenta
minutos, por lo que se concluye que el accionante no tenía ningún justificativo para la
inasistencia laboral del mes de enero; 4) En audiencia se presentó un certificado de salud,
emitido por la médico Rosmery Oros, indicando que el accionante debía viajar a La Paz en el
mes de enero de 2012, el cual realizó con sus propios recursos; sin embargo, dicha certificación
de 4 de abril de 2012, fue emitida por una médico cirujano y no por el médico tratante, por lo
que al consultar al accionante en la misma audiencia, si hizo conocer sobre el referido viaje, este
respondió que si pero de forma verbal, sin hacer llegar una nota formal que es lo que se requiere
mínimamente para una ausencia laboral, por lo que no se justifica la misma; 5) El art. 48.VI de
la CPE, garantiza la inamovilidad laboral de los progenitores hasta que el hijo o hija cumpla un
año de edad; es así, que el Decreto Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero de 2009, reglamenta las
condiciones de inamovilidad y que en base a lo establecido en el art. 5, se determina que: “No
gozarán del beneficio de inamovilidad laboral la madre y/o padre progenitores que incurran en
causales de conclusión de la relación laboral atribuibles a su persona, previo cumplimiento por
parte del empleador público o privado de los procedimientos que fijan las normas para extinguir
la relación laboral”; en el caso presente la Alcaldía Municipal de Riberalta no efectuó ningún
proceso administrativo para valorar el despido del acciónate; 6) En cuanto a la subsidiariedad
argüida por la autoridad demandada, en el sentido de que las Sentencias Constitucionales, han
quedado obsoletas, en contraposición a las nuevas normas, no implica que todas las líneas
jurisprudenciales hayan quedado en la misma situación, ya que las Sentencias mencionadas citan
a la inmediatez en cuanto a la protección de los derechos, principio que a su criterio no ha
quedado obsoleto; 7) De la valoración de todos estos aspectos, si bien es cierto que no se ha
ajusticiado la ausencia del accionante a su fuente laboral, prácticamente por un mes, también es
cierto que la Alcaldía lo despidió sin ningún procedimiento, por lo que existe contradicción en la
autoridad demandada, al alegar que se debe agotar la vía administrativa, y sin embargo también
argumenta que el accionante es un funcionario de libre remoción; 8) El art. 44.6 de la Ley de
Municipalidades (LM), faculta al alcalde municipal a designar y retirar a los oficiales mayores y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2935
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personal administrativo, por lo que se puede evidenciar en el caso presente que es el Alcalde
demandado, en uso de su atribución, quién procedió a designar al accionante y por ende también
a su retiro; y, 9) Al ser el accionante un funcionario de libre remoción no se encuentra dentro del
Estatuto del Funcionario Público, ni la Ley General del Trabajo, por lo que al haberse procedido
con su destitución no se ha vulnerado ningún derecho.
II. CONCLUSIONES
II.1. A través del certificado de nacimiento gratuito 0101672, se puede corroborar que Freddy
Peñaranda Viviani es padre del menor Adrian Esnayder Peñaranda Galarza, nacido el 14 de
octubre de 2011 (de un año), nacido en la localidad de Riberalta, provincia Vaca Diez del
departamento de Beni (fs. 1).
II.5 Por diferentes certificados de incapacidad temporal emitidos por la Caja Nacional de Salud
(CNS), se evidencia que el accionante se benefició con baja médica por enfermedad desde el 05
de septiembre de 2011 hasta el 4 de octubre de mismo año (fs. 5 a 15).
trabajo; el 1 de agosto del mismo año, recibió nuevamente otra severa llamada de atención por
incumplimiento en el horario de trabajo; de acuerdo al reporte del biométrico, no se ha
presentado a su fuente de trabajo desde el 23 de diciembre de 2011 hasta el 26 de enero de 2012;
por último hace conocer que el accionante es padre de un menor de un año (fs. 41 a 42).
En revisión, corresponde analizar si los actos denunciados ameritan conceder o denegar la tutela
solicitada.
En efecto, el art. 48.VI de la CPE, señala que: 'Las mujeres no podrán ser discriminadas o
despedidas por su estado civil, situación de embarazo, edad, rasgos físicos o número de hijas o
hijos, se garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo, y de los
progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad' (negrillas añadidas). Precepto
constitucional que converge en una política constitucional positiva que, a entendimiento de la
jurisprudencia constitucional, resulta en las siguientes reglas: 'a) La prohibición de despido de
toda mujer trabajadora en situación de embarazo; b) La inamovilidad de la mujer trabajadora
en gestación y por un lapso de un año de edad; y c) La inamovilidad del progenitor varón por
un lapso de un año, computable desde el nacimiento de su hijo o hija'(las negrillas fueron
agregadas) (SC 1650/2010-R de 25 de octubre). Bajo ese criterio, se procura, por un lado,
evitar la discriminación por la condición de embarazo y, por otro, garantizar la estabilidad
laboral de la mujer trabajadora en estado de gestación y lactancia, como también del
progenitor varón, independientemente de que se tratasen de empleadas (os) del sector privado,
como a funcionarias (os) o servidoras (o) públicas (os); todo esto, en resguardo de la hija o hijo
nacido y hasta su primer año de edad, desde el momento de su concepción, como sujeto de
derechos en todo lo que pudiera favorecerle.
Precisamente, con dicha finalidad y tomando en cuenta los aspectos antes referidos, además del
deber del Estado, la sociedad y la familia, de garantizar la prioridad del interés superior de la
niña, niño y adolescente, -que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en
recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los
servicios públicos y privados-, es que a través del DS 0012 de 19 de febrero de 2009,
complementado por el DS 0496 de 1 de mayo de 2010, se estableció que:
En ese orden de ideas, resulta incuestionable que se faculta a la madre en estado de gestación y
lactancia, como al progenitor varón, -cuando la hija o hijo fueran menores al año de edad-, el
acudir directamente ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, en resguardo de
su derecho a la inamovilidad, en el caso que se hubiera incumplido la previsión constitucional
de resguardo a su estabilidad laboral. Inclusive, admitiéndose el interponer acciones de defensa
de este derecho ante esta jurisdicción y conforme a los términos descritos en el artículo de
referencia.
En remisión al art. 48.VI de la CPE, citado en el Fundamento Jurídico que precede, queda
claro que la mujer en estado de gestación o lactancia, no puede ser removida de su puesto de
trabajo hasta que su hijo o hija cumpla un año de edad; previsión constitucional que versa
sobre la protección de la maternidad por parte del Estado, que es extensible al progenitor varón
a efectos de precautelar el derecho a la vida, la salud y a la seguridad social, tanto de la madre
como del recién nacido desde el momento de su concepción .
Así, debe entenderse por el pronunciamiento del Tribunal Constitucional que, cuando en
aquellos casos en los que ambos -madre y progenitor- hubieran sido sometidos a proceso
administrativo, disciplinario y/o determinado su destitución -por incurrir en contravención al
ordenamiento jurídico administrativo y las normas que regulan la conducta funcionaria- dicha
sanción deberá postergarse en tanto su hijo o hija cumpla un año de edad (Con similar
intelecto, la SC 1330/2010-R de 20 de septiembre). De lo que se concluye que, la inamovilidad
laboral de la que gozan la mujer embarazada y en estado de lactancia, como el progenitor
varón, implica que cualquier sanción a imponérsele, la destitución u otra que afecte sus
derechos fundamentales y/o garantías constitucionales o los del nuevo ser, debe posponerse a
efectos de garantizar y precautelar los derechos de carácter primario (salud, vida, seguridad
social) que pudieran ser vulnerados de forma irreparable e irremediable” (las negrillas son
nuestras).
Dentro del presente caso, el accionante, señala que fue designado chofer de la Alcaldía
Municipal de Riberalta el año 2010, funciones que desempeñó con responsabilidad y honestidad,
aceptando inclusive un memorándum de cambio de funciones el 4 de mayo de 2011, estando su
esposa en gestación por lo que gozaba de inamovilidad laboral, todo con el ánimo de seguir
trabajando; sin embargo, refiere que al estar realizando sus funciones en el campo adquirió una
enfermedad (Tb pulmonar- tuberculosis), que fue de conocimiento de los funcionarios de la
Alcaldía Municipal donde trabajaba; empero, el 6 de febrero de 2012, recibió memorándum de
agradecimiento por los servicios que prestó, despido que está basado en un informe realizado
por el asesor legal de la referida Alcaldía, en el que se recomienda su destitución por haber
realizado el abandono de sus funciones por más de dos meses, sin que previamente se le haya
iniciado un proceso disciplinario interno donde se demuestre objetivamente las causas que
ameritan su despido. Ante el supuesto abandono de funciones, el accionante indica que presentó
oportunamente los respectivos certificados de incapacidad temporal, que avalan su estado de
salud, y por las recomendaciones médicas, tuvo que ausentarse a la ciudad de La Paz, por el
lapso de sesenta días para continuar con el tratamiento médico correspondiente, viaje que fue de
conocimiento de sus superiores; empero, lo más grave y atentatorio contra sus derechos es que
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POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00500-2012-02-AAC
Departamento: La Paz
Por memorial de 5 de enero de 2012, subsanado el 16 del mismo mes y año, cursantes de fs. 38 a
41 y 44 a 45 vta., el accionante manifiesta lo siguiente:
En la gestión 2004 adquirió un vehículo clase automóvil, marca Volkswagen, tipo Gol, modelo
2003, con número de chasis 9BWCB05X43T213376 y motor UNF257089 de su propietaria Iveth
Morales, durante la vigencia del Programa Transitorio, Voluntario y Excepcional para el
tratamiento de adeudos tributarios en mora, establecido por la Disposición Transitoria Tercera del
Código Tributario Boliviano (CTB), vigente por Ley 2626 de 2 de diciembre de 2003, y ampliada
su vigencia por efecto del Decreto Supremo (DS) 27352 de 4 de febrero de 2004, referida a la
nacionalización de vehículos automotores “chutos”.
En atención a esta preceptiva, ingresó su vehículo a los recintos aduaneros de Swissport hoy
Depósitos Aduaneros Bolivianos (DAB), a los fines de su nacionalización, elaborándose la
Declaración Única de Importación DUI-C 18184, validada por la Administración Tributaria
Aduanera, determinándose que su persona cancele los tributos aduaneros de importación, previa
certificación de DIPROVE, respecto a la inexistencia de denuncia de robo del vehículo, sin embargo,
ingresados los datos del mismo en el sistema, se registra denuncia de robo del vehículo en la
República de la Argentina, motivando que el accionante deje pendiente la cancelación de los tributos
de importación hasta que se aclare esta situación.
2009, bajo el fundamento de que, al existir una denuncia de robo internacional, la investigación
debe ser realizada por el Fiscal adscrito a DIPROVE.
Refiere que efectuó tres solicitudes a DIPROVE, el 27 de junio, 7 y 14 de septiembre de 2011, las
cuales fueron respondidas mediante los informes 148/2011 de 5 de julio, 282/2011 de 9 de
septiembre y 333/2011 de 10 de octubre, que desestiman el desmarque de su motorizado afirmando
que el mismo, es un trámite administrativo y no judicial, por lo que considera que, el Director
Nacional de DIPROVE ha evitado que se efectivice la devolución legal de su motorizado y ha
inobservado la ley, debió pronunciarse disponiendo el desmarque de su vehículo aplicando la Ley
2157, en virtud a que: a) Jamás existió demanda de restitución formal en el país, simplemente una
denuncia; y, b) Excedió superabundantemente el plazo para formular demanda alguna -siete años-;
considerándose el accionar de la autoridad demandada como una omisión e ilegalidad que conculca
sus derechos y garantías constitucionales.
Menciona finalmente que ha agotado la vía judicial, y que la máxima autoridad de DIPROVE, al
señalar que el trámite de desmarque es un trámite netamente administrativo, ha reconocido su
competencia al respecto, por lo mismo el accionante había cumplido con el principio de
subsidiariedad, y que también se encontraría dentro de plazo de los seis meses para la interposición
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2942
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de la presente acción de amparo, porque fue notificado el 6 de julio de 2011, con la primera
respuesta de DIPROVE de 5 del mismo mes y año.
El accionante mediante su memorial de fs. 38 a 41, subsanado por escrito de fs. 44 a 45 vta., alega
la vulneración a su derecho a la propiedad, al considerar restringido su derecho de usar, gozar y
disfrutar de su motorizado; al principio de seguridad jurídica, al no haberse aplicado la “ley vigente
del Mercosur” y los fallos judiciales en virtud a investigaciones fenecidas; y, el principio de
legalidad, respecto de la aplicación objetiva de la ley, citando al efecto los arts. 14.V, 56.I, 115.II,
178.I y 235 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia el 20 de enero de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 68 a 76, se
produjeron los siguientes actuados.
La abogada del accionante, reiteró los argumentos contenidos en su demanda, en los siguientes
aspectos: 1) Que existen resoluciones que se encuentran ejecutoriados a la fecha: a) Un proceso
por el delito de contrabando -Resolución de 22 de abril de 2009-, radicado en la Fiscalía de la
Aduana que deriva en un rechazo de denuncia, ratificado por el Fiscal de Distrito de La Paz, toda
vez de que existía una certificación de DIPROVE haciendo alusión a una denuncia de robo de
vehículo en la República de la Argentina; b) El Fiscal de Distrito, a momento de confirmar el
rechazo de denuncia, asimismo emite un decreto en el que remite el expediente a conocimiento del
Fiscal asignado a DIPROVE, sustanciándose mediante este último una investigación por el delito
de receptación y robo de vehículo, emitiéndose como resultado otro rechazo -Resolución 230/2010
de 18 de mayo de 2010-, refiriéndose que no existió delito y que conforme el art. 301.3 del CPP,
no existió prueba suficiente para demostrar el robo, tampoco la receptación atribuidos al accionante
como a Quinteros, que también estaba siendo investigado; y, c) Para poder resguardar las
resoluciones anteriores, acudieron ante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, ante quien
plantearon un incidente de devolución de vehículo, teniendo como antecedente las dos resoluciones
fiscales de rechazo de denuncia, el cual en su parte resolutiva establece que el vehículo “no sea”
retenido ni por el Ministerio Público, ni por el órgano jurisdiccional, en tal virtud el ahora
accionante debe gestionar ante las autoridades correspondientes lo que sus derechos así le
amparen; 2) Realizó los trámites ante el Director General de DIPROVE, puesto que así lo
determinó la resolución -judicial-, pidiéndole el desmarque del vehículo para su posterior
devolución, encontrándose este en los recintos de la Aduana, en virtud a la tarea de nacionalización
“realizado por el accionante” en la gestión 2004, trámite que establece como requisito sine quanon
la certificación de DIPROVE para su culminación, entre tanto la Aduana no va a gestionar su
devolución; 3) La autoridad demandada, a momento de desestimar la solicitud de desmarque del
motorizado en su sistema, no explica los fundamentos de su desestimación, sin mencionar un
artículo o normativa jurídico legal que lo ampare, ni tampoco hace mención a la Ley 2157 que es la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2943
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
“Ley del Mercosur” en actual vigencia; 4) Manifestó que, en su informe 148 de 5 de julio, la
autoridad demandada refiere que el desmarque es netamente administrativo y no judicial, por lo
cual no estaría dando cumplimiento a lo dispuesto a lo resuelto por el Juez cautelar, colocando al
accionante en inseguridad jurídica, desconociendo el motivo de la inaplicación de la Ley 2157 en
su art. 5, que al ser ley del Estado y siendo éste parte del acuerdo del Mercosur, su cumplimiento es
obligatorio no solamente en Bolivia sino también en la Argentina, citando en cuanto a la seguridad
jurídica la SC 0096/2010-R de 4 de mayo; 5) Señaló que, se mandaron requerimientos fiscales
dirigidos a: i) El Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia, donde en virtud a los arts.
136 y 138 del CPP y acuerdos internacionales existentes entre Bolivia y Argentina, pide
cooperación al Embajador de la República de Argentina en nuestro país, para que esta autoridad
instruya a sus dependientes, realicen informe sobre el vehículo en cuestión, con el afán de colectar
información necesaria para el esclarecimiento del caso; dicho requerimiento dirigido a la Embajada
de la República de la Argentina vía Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia, tiene el
sello de recepción de 12 de noviembre de 2009, sin existir hasta la fecha respuesta alguna; y, ii) Al
Embajador de la República de la Argentina en Bolivia, indicando los mismos extremos, pidiendo
se informe al Fiscal si existe registros en los estamentos policiales y/o conexos en la República de
la Argentina con relación al robo del vehículo del accionante, a lo cual tampoco existe respuesta; 6)
Expresó que en el sistema de DIPROVE, solo existe una denuncia, no así una demanda formal
como lo establece la “Ley del Mercosur”; asimismo la inexistencia de respuesta por parte de la
Embajada Argentina, siendo este uno de los argumentos para que el Fiscal de DIPROVE rechace la
denuncia, manifestando que no se cuenta con suficientes elementos de convicción tendentes a
demostrar el hecho denunciado y no se tiene noticias del denunciante; por lo que la denuncia ya ha
caducado; 7) Mencionó también la vulneración al principio de legalidad, señalando que cuando
existe violación de algún derecho fundamental, como el derecho a la propiedad (art. 56.I de la
CPE), también se está vulnerando los principios de seguridad jurídica y la legalidad, al no
permitirle usar, gozar y disponer al accionante de su vehículo, mientras no se proceda al desmarque
de éste, nombrando la SC 1846/2004 de 30 de noviembre; y, 8) Finalmente, hizo referencia al
debido proceso, acceso a la Justicia, la tutela judicial efectiva, inmersas en el principio de
legalidad, citando la SC 0278/2010-R de 7 de junio, asimilando el esquema del debido proceso al
ámbito judicial que sería el derecho a la certeza que tiene la persona frente a las decisiones
judiciales, las que deben ser adoptadas dentro del marco objetivo de aplicación de la ley, por lo que
solicitó se conceda el amparo constitucional, disponiendo que la autoridad demandada proceda con
el desmarque del motorizado, ordenado en los fallos judiciales, más aún en cumplimiento de la Ley
2157.
Con oficio cite 295/2011 de 27 de junio, el Director Departamental de DIPROVE La Paz, remitió a
conocimiento y consideración de su autoridad la documentación presentada por el accionante,
quien pidió el desmarque de un vehículo motorizado de las características descritas, que de acuerdo
al extracto obtenido de los sistemas informáticos del RUA, al cual accede la Dirección Nacional de
DIPROVE, registra denuncia de robo a mano armada, adjuntando fotocopias simples de
resoluciones y fallos emitidos por la autoridad jurisdiccional, como de la Resolución 1298, dictada
por el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público contra Rubén Vicente Quinteros, por el presunto delito de receptación, dispone que: “el
vehículo que pide el accionante le sea devuelto, no se halla retenido ni por el Ministerio Público, ni
por este Juzgado, en consecuencia, ningún funcionario o institución debe confundir que por
determinación de este proceso se halla retenido dicho vehículo, debiendo el Sr. Milton Oscar
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2944
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Castellón Rodríguez -accionante- gestionar ante las autoridades competentes que corresponda lo
que sus derechos así lo amparen”.
El informe legal 148 de 5 de julio de 2011, fue puesto en conocimiento del ahora accionante que,
por los antecedentes del caso y el informe del investigador de DIPROVE La Paz, el vehículo en
cuestión no se encontraba retenido por la Dirección Departamental de esa institución, por lo que
podía acudir ante la instancia pertinente para hacer valer lo que en derecho le correspondía.
Que, la parte dispositiva de la Resolución de rechazo 230/2010 emitida por el Fiscal de Materia de
DIPROVE de la ciudad de La Paz, señala que esta autoridad en representación de la sociedad y del
Estado, al amparo del art. 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), Ley 2175, y arts.
301.3, 304 incs. 2) y 3) del CPP, rechaza la denuncia contra Rubén Vicente Quinteros, por la
supuesta comisión del delito de receptación, tipificado en el art. 172 del (CP), procediéndose al
archivo de obrados. De la misma se entiende que la Dirección Nacional de DIPROVE, al no ser
parte de las investigaciones que se le siguió a Rubén Vicente “Quintanilla”, no correspondía el
conocimiento de tal disposición.
También adjuntó copia simple del memorial presentado por el impetrante ante el Fiscal adscrito a
la Aduana Nacional, por el que solicita la devolución del motorizado cuestionado, pronunciándose
dicha autoridad haciendo mención a la Resolución de Rechazo de las autoridades de DIPROVE y
Aduanas, manifestando que se encontraría pendiente, la omisión de tributos para continuar con los
trámites correspondientes, sea ello por los funcionarios de Aduanas y de la DAB. No correspondía
conocer a DIPROVE lo referente a los tributos, siendo su competencia la investigación de
vehículos robados a nivel nacional e internacional.
Expresó que, todos estos aspectos fueron de conocimiento del ahora accionante, a tiempo de solicitar
y reiterar el desmarque internacional, habiéndose desestimado por parte de DIPROVE su solicitud,
que el accionante reiteró en dos oportunidades, la primera el 7 de septiembre de de 2011, presentando
un certificado emitido por secretaría del Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal, que disponía la
devolución del vehículo y no así el desmarque internacional, no existiendo por tanto pronunciamiento
para el mismo; la segunda, de octubre de 2011, adjuntó fotocopia simple de la Resolución de rechazo
230/2010, emitido por el Fiscal asignado a DIPROVE, basado en lo dispuesto en el Acuerdo del
Mercosur; en tal sentido a través del informe legal 333/2011 de DIPROVE, se le explica que la
referida normativa no se pronuncia al respecto, mencionando que sus disposiciones tienen fuerza de
ley expresadas en el art. 410 de la CPE, por lo tanto no correspondía atender la petición efectuada,
más aún cuando el derecho propietario no prescribe, no existiendo en consecuencia restricción a sus
derechos y garantías constitucionales, por las siguientes razones: i) Respecto de la violación a sus
derechos constitucionales como la propiedad y la “seguridad jurídica”, al no aplicar DIPROVE el
Acuerdo del Mercosur, así como el principio de legalidad respecto de la aplicación objetiva de la ley,
con referencia a levantar el registro de robo internacional que aún persiste, dijo que es necesario
recordar al ahora accionante que se elaboraron informes legales que en su oportunidad fueron de su
conocimiento a momento de dar respuesta a sus solicitudes; así el art. 5 inc. c) del Acuerdo del
Mercosur, ratificado por Bolivia mediante Ley 2157, no establece un procedimiento para determinar
su procedencia o no, tampoco se refiere a levantar el registro por denuncia de robo de motorizado de
los datos informáticos que utiliza DIPROVE del Registro Único Automotor (RUA), y que en el caso
se da en la República de la Argentina; afirmó que lo contrario significaría legalizar un delito siendo
que el o la propietaria es quien debe levantar la denuncia en el país de origen; ii) El Comando General
de la Policía Boliviana emitió la Resolución Administrativa (RA) 246/2007 de 30 de marzo, en la que
se establece la competencia que tiene DIPROVE para marcar o desmarcar por denuncia de robo
nacional o internacional, siendo un procedimiento administrativo determinado en sentencias
constitucionales; de lo que se entiende que para el registro y levantamiento de la denuncia de robo de
un motorizado, sea nacional o internacional, la efectúa el propietario del motorizado, quien
acreditando fehacientemente con documentos su derecho propietario puede pedir el marcado y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2945
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
A su turno, esta autoridad inquirió al accionante, si para solicitar el desmarque del vehículo
motorizado en cuestión, tenía acreditado su derecho propietario, a lo que su abogada respondió que
el derecho propietario del accionante sobre el mencionado vehículo, se encontraba acreditado
judicialmente, en virtud a que el Juez Primero Instrucción en lo Penal, dispuso la devolución del
mismo.
Finalmente, por disposición del Presidente del Tribunal de garantías, esta autoridad, procedió a
emitir el Requerimiento Fiscal correspondiente, manifestando que por los alegatos de la parte
accionante y el informe de la autoridad demandada, se infiere que relacionado al vehículo en
cuestión habría una denuncia internacional -de robo-, la cual no habría sido esclarecida. Hizo
referencia a lo dispuesto por la “Ley del Mercosur” -“Acuerdo de Asunción sobre la Restitución de
Vehículos Automotores Terrestres y/o Embarcaciones que transponen ilegalmente las fronteras,
entre los Estados partes del Mercosur, la República de Bolivia y la República de Chile”, ratificado
por nuestro país mediante Ley 2157, -que en su art. 5 inc. c)- extinción del plazo otorgado para
poder demandar la restitución del vehículo denunciado- no indica que se debe proceder al
desmarque del vehículo observado, considerándose que con carácter previo se debió realizar el
desmarque internacional del vehículo vía DIPROVE, a efectos de viabilizar la petición del
accionante, más aún si no se ha acreditado el derecho propietario, por lo que requirió se deniegue la
tutela, dentro de la presente acción de amparo constitucional.
Con el uso de la palabra, esta autoridad dispuso se absuelvan las siguientes interrogantes:
Respecto de la autoridad demandada, que a través de su apoderada informe, si es que la denuncia
fue conocida el 2004, por qué recién se investiga el 2006, y por qué no se dio cumplimiento a lo
dispuesto por los arts. 284 -denuncia ante la Fiscalía o la Policía- y 289 -denuncia ante la Fiscalía-
del CPP, a lo que la apoderada de la autoridad demandada explicó que DIPROVE no había
investigado el robo del motorizado, en virtud a que no pueden investigar delitos que no se han
suscitado en nuestro país, además de que para ese entonces eran otras las autoridades que estaban a
cargo de estas investigaciones. Asimismo, interrogó del por qué DIPROVE, no dio cumplimiento a
la orden judicial de desmarcar el vehículo, a lo que la inquirida por su representado respondió que
dicha orden judicial no disponía el desmarcado, tampoco lo hacía el requerimiento -fiscal-. Por
último, esta autoridad dispuso que la representante de DIPROVE indique, en caso de existir un
rechazo de denuncia cual es la base legal, a lo que la abogada respondió que es la RA 0246/2007
de 30 de marzo, emitida por el Comando General de la Policía Nacional, que haciendo mención a
las Sentencias Constitucionales, establece el procedimiento para que la autoridad jurisdiccional
disponga el desmarcado de algún vehículo.
Con relación al accionante, esta autoridad inquirió a éste, respecto de donde, de quien y cuando
había adquirido el vehículo, respondiendo aquel que lo adquirió en inmediaciones de la Aduana el
año 2004, de la persona que lo había introducido, y que al revisar los funcionarios de DIPROVE
los datos en el sistema no reportaba ninguna denuncia; asimismo, explicó que el vehículo ya tenía
documentos, incluyendo el Documento Único de Importación (DUI) y la parte de recepción, por lo
que ya había sido aceptado por la Aduana, pero a momento de la liquidación para el pago de
tributos, apareció en el sistema de DIPROVE el reporte de una denuncia de robo del vehículo en la
República de la Argentina, sin aclarar este organismo quien era el propietario, que placa -de
control- tenía en el exterior, aspectos que hasta el día de hoy son desconocidos; explicó también
que, no es cierto que DIPROVE no haya sido parte de las investigaciones, siendo que los
investigadores han cumplido esta labor, por orden del Fiscal, prueba de aquello es que en el
expediente cursan varios de sus informes.
I.2.5. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías constitucionales, mediante Resolución 12/2012 de 10 de febrero, cursante de fs. 80 a
81, y con el concurso del Vocal de la Sala Penal Tercera por existir disidencia entre sus miembros,
denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes argumentos: a) La acción de amparo constitucional
interpuesta en virtud a los arts. 127 y 128 de la CPE, por el accionante, manifiesta que sus
reiteradas peticiones de desmarque de vehículo fueron rechazadas por el Director Nacional de
DIPROVE -autoridad demandada-; b) El accionante refiere que realizó trámites ante el Ministerio
Público y el Órgano Jurisdiccional, a efectos de que se esclarezca la situación del vehículo en
cuestión, emitiendo estas autoridades resoluciones respecto a que el accionante no habría cometido
delito alguno con relación a la denuncia de robo en la República de la Argentina; c) El informe de
la autoridad demandada señala que existe una denuncia de robo respecto del vehículo y que si bien
se encuentra en vigencia la Ley 2157, ésta no faculta a que el desmarque sea en forma inmediata,
ya que el delito de robo persiste; también que al realizar el desmarque se estarían legalizando actos
ilícitos, dejando una mala imagen para Bolivia; d) En virtud al art. 410 de la CPE, se encuentran
establecidos los Tratados Internacionales, sin embargo no es menos cierto que el ordenamiento
jurídico vigente debe evitar la comisión de hechos delictivos; e) El accionante al haber comprado
un vehículo que cuenta con un registro de robo, ha sido víctima del delito de estelionato, por lo
cual, aquel podrá evitar mayor daño en su patrimonio acudiendo a las instancias pertinentes; y, f)
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II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.2. La Resolución JGR 616/09 de 12 de junio de 2009, cursante de fs. 21 a 24, el Fiscal de
Distrito de La Paz ratifica la Resolución de rechazo de 22 de abril de 2009, dentro del proceso
seguido por la Aduana Nacional de Bolivia contra Rubén Vicente Quinteros, por la presunta
comisión del delito de contrabando; asimismo, al haberse evidenciado que el vehículo en cuestión
se encontraría como robado en la República de la Argentina, dicha autoridad dispuso la remisión
de antecedentes al Fiscal asignado a DIPROVE.
II.3. Según la Resolución de rechazo 230/10 de 18 de mayo de 2010, cursante de fs. 19 a 20, el
Fiscal de Materia adscrito a DIPROVE rechaza la denuncia contra Rubén Vicente Quinteros por la
supuesta comisión del delito de receptación tipificado por el art. 172 del CP.
II.4. El Fiscal de Materia adscrito a la Aduana Nacional de Bolivia, dispone que se debe proceder a
la determinación de los tributos omitidos y consecuentes trámites correspondientes al vehículo en
cuestión, mediante la Resolución de 18 de noviembre de 2010, cursante a fs. 18 vta.
II.5. De la Resolución 1298/2010 de 22 de octubre, cursante de fs. 16 a 17, se tiene que el Juez
Primero de Instrucción en lo Penal, declara que el vehículo que el accionante pide sea devuelto, no
se halla retenido ni por el Ministerio Público, ni por su Juzgado, por lo que el interesado debe
gestionar ante las autoridades competentes que correspondan, lo que sus derechos así le amparen.
II.6. Por el informe 148/2011 de 5 de julio, cursante de fs. 12 a 13, la asesora jurídica de DIPROVE
Nacional, sugiere al Director Nacional de dicha institución que, la solicitud de desmarque
internacional efectuada por Milton Oscar Castellanos Rodríguez, sea desestimada en virtud a que el
motorizado cuestionado no estuviese retenido por la Dirección Departamental de DIPROVE La Paz;
asimismo DIPROVE nunca fue parte en las investigaciones que se le siguió a Rubén Vicente
Quinteros; y, no corresponde atender a esa repartición lo referente a los tributos aduaneros adeudados
por el solicitante, en virtud a la competencia que tiene DIPROVE sobre vehículos robados a nivel
nacional e internacional, en función a la RA 246/2007 de 30 de marzo, emitida por el comando
General de la Policía Boliviana.
II.7. A través del informe 282/2011 de 9 de septiembre, cursante de fs. 8 a 10 de obrados, la misma
asesora jurídica de DIPROVE, considera que la certificación del Juzgado Primero de Instrucción
en lo Penal, presentada por el ahora accionante mediante memorial de 7 del mismo mes y año, (fs.
11 y vta.), y que expresa la orden dispuesta por la autoridad jurisdiccional para la devolución del
motorizado a favor de Milton Oscar Castellanos Rodríguez, no corresponde el pronunciamiento
por DIPROVE, toda vez que según el informe 148/2011, el vehículo no se encuentra incautado o
secuestrado por DIPROVE.
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II.8. Por informe de asesoría jurídica de DIPROVE 333/2011 de 10 de octubre, cursante de fs. 1 a
3 de obrados, la mencionada funcionaria establece, en función al tercer memorial de solicitud de
desmarque -fs. 4 a 7 vta.- que: 1) Si bien la autoridad fiscal que emitió la Resolución de rechazo
230/10 dentro de la denuncia iniciada por el Ministerio Público contra Rubén Vicente Quinteros
por la supuesta comisión del ilícito de receptación, descrito en la sanción del art. 172 del CP, no se
pronunció respecto de la denuncia de robo internacional que pesa sobre el vehículo motorizado,
porque no es la autoridad llamada por ley para conocer delitos que se han cometido en el
extranjero, tampoco disponer por ser un trámite administrativo que compete a la Policía Boliviana,
a través de su unidad especializada como es DIPROVE; 2) Respecto del Acuerdo del Mercosur,
que sería la base para la petición del ahora accionante, recordó en su informe que, en esta norma no
se señala ni se pronuncia respecto a levantar de los sistemas informáticos la denuncia de robo del
motorizado cuestionado, y que sus disposiciones tienen fuerza de ley, expresadas en el art. 410 de
la CPE, más aún cuando el derecho propietario no prescribe, y que lo contrario significaría
legalizar un delito, siendo el propietario que denunció el robo del motorizado quien de igual
manera debe levantar tal medida; 3) Respecto a la violación de sus derechos constitucionales como
el debido proceso y seguridad jurídica, le recordó al ahora accionante que se elaboraron informes
legales y que en su oportunidad fueron de su conocimiento, dándose respuesta a sus peticiones; y,
4) Tratándose de un vehículo motorizado indocumentado, que se encuentra dentro los alcances de
la Ley 133 de 2 de junio de 2011, así como del instructivo para el Despacho Aduanero de
Vehículos Automotores, Programa de Saneamiento Legal, que en su parte pertinente refiere en
caso de tratarse de un vehículo con denuncia de robo, será retenido y retirado por DIPROVE para
las acciones legales que correspondan, y en el presente caso, pesa sobre el vehículo una denuncia
en la República de la Argentina, más aún cuando nuevamente las autoridades de dicho país la han
ratificado, tal cual consta en la información actualizada remitida por sus representantes
diplomáticos, quienes esperan su restitución como indica el Acuerdo del Mercosur.
II.9. Mediante certificación del Agregado Policial en la Embajada Argentina en Bolivia, dirigida al
Director Nacional de DIPROVE, cursante a fs. 61, se establece que el vehículo Volkswagen, motor
UNF257089, chasis 9BWCB05X43T213376 registra pedido de secuestro en la República Argentina
de 27 de abril de 2004, ante la Seccional 48 de la Policía Federal Argentina.
II.10. Por el registro de la División de Antecedentes de Vehículos de la República de la Argentina
(DIVANTVE) para OFIENBOL, cursante de fs. 62 a 64, se tiene que el vehículo con chasis
9BWCB05X43T213376, marca Volkswagen, modelo 274-Gol 1.6, Sedan 3 puertas, cuya
titularidad corresponde a la Caja de Seguros S.A., reporta los siguientes datos: denuncia de 27 de
abril de 2004, ante la Comisaría 48 y pedido de secuestro 1323326 por delito robo a mano armada.
II.11. Por la certificación emitida por el RUAT de 11 de junio de 2008, dirigida al Director
Nacional de DIPROVE, cursante a fs. 66, y la ampliación de información del mencionado registro
cursante a fs. 67, se confirma la denuncia de robo a mano armada, existente en la República de la
Argentina del vehículo marca Volkswagen, modelo 1900, motor UNF257089, chasis
9BWCB05X43T213376, placa del país de origen EEX810, ante la Comisaría 48 de 27 de abril de
2004, y en virtud a la intervención de una autoridad judicial.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante acusa vulneración de su derecho constitucional a la propiedad, y a los principios
constitucionales de seguridad jurídica y legalidad, debido a que el Director Nacional de DIPROVE,
al desestimar las solicitudes de desmarque de un vehículo automotor reclamado como suyo, ha
obstaculizado se efectivice la devolución de éste a su persona y ha provocado la inobservancia de
la Ley 2157 de 11 de diciembre de 2000, que ratifica en el orden interno el “Acuerdo de Asunción
sobre la Restitución de Vehículos Automotores Terrestres y/o Embarcaciones que transponen
ilegalmente las fronteras, entre los Estados partes del Mercosur, la República de Bolivia y la
República de Chile”, siendo que el mencionado vehículo automotor reporta denuncia de robo a
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recurrente y el derecho que se invoca como violado, en función del interés personal que tiene
quien pide el Amparo”.
En ese sentido, la SC 0400/2006-R de 25 de abril, estableció que "…la legitimación activa consiste
en la identidad de la persona del sujeto activo con la persona a la cual la ley concede el derecho
de la acción constitucional, en otras palabras, se tendrá legitimación activa cuando un sujeto
jurídico determinado - sujeto activo - se encuentre en la posición que fundamenta la titularidad de
la acción, en ese sentido, tendrá legitimación activa quien sea titular de uno de los derechos
fundamentales o garantías constitucionales establecidas en la Constitución Política del Estado."
Por lo que conforme a la SC 0626/2002-R de 3 de junio, a efectos de plantear un amparo: “…es
preciso que toda persona que recurre en busca de la tutela que otorga dicha garantía
constitucional acredite debidamente su legitimación activa; es decir, que demuestre conforme
exige el ordenamiento jurídico, que los efectos del acto ilegal o indebido que denuncia hubieran
recaído directamente en un derecho fundamental suyo (...), no se puede plantear una demanda de
Amparo, sino demostrando ser el agraviado directo por la autoridad o particular recurrido…”.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante acusa vulneración de su derecho constitucional a la propiedad, y a los principios
constitucionales de seguridad jurídica y legalidad, debido a que el Director Nacional de DIPROVE,
al desestimar las peticiones de desmarque de un vehículo automotor reclamado como suyo, ha
obstaculizado se efectivice la devolución de éste a su persona y ha provocado la inobservancia de
la Ley 2157.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia que el vehículo respecto al
cual se solicita el desmarque internacional, responde a las siguientes características: Marca
Volkswagen, tipo Gol, modelo 2003, con número de chasis 9BWCB05X43T213376 y motor
UNF257089; características que son coincidentes con las contenidas en la certificación del Agregado
Policial en la Embajada Argentina en Bolivia y que mencionan que se registra un pedido de secuestro
respecto a ese vehículo en la República Argentina de 27 de abril de 2004, ante la Seccional o
comisaria 48 de la Policía Federal Argentina, antecedente que es corroborado por el registro de la
División de Antecedentes de Vehículos de la República de la Argentina (DIVANTVE) para
OFIENBOL, que indica que la titularidad del motorizado corresponde a la Caja de Seguros S.A., y
reporta la misma denuncia, más el pedido de secuestro 1323326 por delito Robo a mano armada.
Por otra parte, según la certificación emitida por el RUAT de 11 de junio de 2008, dirigida al
Director Nacional de DIPROVE y la ampliación de información de este registro, se confirma la
existencia de la denuncia de robo a mano armada, existente en la República de la Argentina con
relación al vehículo en cuestión.
En consecuencia, en virtud a los antecedentes anotados, DIPROVE cuenta con datos,
certificaciones e informes que demuestran la existencia de una denuncia de robo en la República
Argentina con relación al vehículo cuyo desmarque internacional es requerido por Milton Oscar
Castellanos Rodríguez.
Ahora bien, en consideración a la petición expresa del accionante para que se conceda la tutela y se
disponga en resguardo de su derecho a la propiedad el desmarque de su vehículo y se aplique la
Ley 2157, cabe referir que el accionante no acreditó el derecho propietario del motorizado que
reclama como suyo ante DIPROVE, ni ante este Tribunal, recuérdese que en virtud a las
certificaciones antes mencionadas, dicho vehículo reporta una denuncia de robo armado de 27 de
abril de 2004 ante la Comisaría 48 de la Policía Federal Argentina y el pedido de secuestro
1323326, estableciéndose que la titularidad del motorizado corresponde a la Caja de Seguros S.A.,
por lo que existe duda razonable respecto a la propiedad reclamada, más aún si se considera que el
trámite efectuado ante la administración aduanera boliviana según el acta de intervención
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AN/GRLPZ/LAPLI/080/06, fue efectuado por Rubén Vicente Quinteros, con cédula de identidad
2540726 LP, siendo esta persona la que habría presentado la Declaración Jurada referida al
formulario 174/A, signada con el número de trámite 201-04-0000434 de 20 de julio de 2004; en
consecuencia, al no existir la prueba documental suficiente que sustente la pretensión del
accionante y ante la controversia respecto a la titularidad del vehículo, no corresponde conceder la
tutela solicitada debido a que el accionante no acreditó su legitimación activa, presupuesto esencial
para activar esta acción conforme a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, para poder acceder a los
mecanismos de defensa franqueados por la ley en resguardo del derecho a la propiedad, recuérdese
que conforme al Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia, se debe acreditar de la mejor forma
el derecho propietario, no siendo suficiente el alegar ser el titular del mismo.
Por lo precedentemente señalado, el Tribunal de garantías al haber denegado la acción de amparo
constitucional, ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y aplicado
debidamente los alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, y el art. 12.7
de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión resuelve: APROBAR la
Resolución 12/2012 de 10 de febrero, cursante de fs. 80 a 81, pronunciada por la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz por las razones expuestas, y en
consecuencia, DENEGAR la tutela respecto de la autoridad demandada sin ingresar al fondo de la
problemática planteada.
El 27 de enero de 2003, Alejandra Isabel Coca Espinoza, planteó demanda laboral solicitando el
pago de sus beneficios sociales contra la empresa “CABLEBOL S.A.” representada por Pedro
Huaycho Huaycho, la cual es declarada probada mediante Resolución de 16 de mayo del mismo
año, y en grado de apelación es confirmada por Auto de Vista de 8 de octubre de 2009; razón
por la cual la empresa demandada interpuso recurso de nulidad, el cual fue declarado infundado
por Auto Supremo de 16 de julio de 2010.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 18 de abril de 2012, según consta del acta cursante a fs. 155, se
produjeron los siguientes actuados:
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Teresa Arana Aracena, Jueza Primera de Partido de Trabajo y Seguridad Social del
departamento de Cochabamba, en su informe escrito que cursa de fs. 152 a 154 vta., señaló: 1)
En principio cabe hacer hincapié que el proceso judicial por beneficios sociales instaurado por
Alejandra Isabel Coca Espinoza contra la empresa “CABLEBOL S.A.”, ingresó a la fase de
ejecución de sentencia, que se sujeta en su trámite procesal a los arts. 213 y ss. del Código
Procesal del Trabajo (CPT), y que en efecto dichas normas fueron consideradas para el
cumplimiento de la obligación dispuesta en la Resolución con estrecha correlación a la
disposición legal contenida en el art. 12 concordado por el art. 11 de la Ley de Abolición de
Prisión y Apremio Corporal por Obligaciones Patrimoniales (LAPACOP); 2) Al contar el
proceso laboral con Resolución con calidad de cosa juzgada, inamovible e inalterable, su
persona se encontraba compelida a dar cumplimiento a la previsión procesal contenida en el art.
517 del Código de Procedimiento Civil (CPC); sin embargo, no obstante de la aplicación
imperativa de la mencionada norma, previniendo que la parte demandada está constituida por un
ente jurídico, de inicio se viabilizó la petición de la empresa demandada que ofertó tres bienes
muebles para remate, imprimiéndose los trámites de las medidas previas a la subasta, los que
fueron aprovechados por la parte demandada para dilatar la fase de ejecución de sentencia con
actos que vulneraron el principio de celeridad; 3) Por tal motivo, su persona tuvo que designar
perito de oficio para el avalúo de esos bienes, empero, la parte demanda obstaculizó su labor no
permitiéndole el ingreso al inmueble donde se encontraban; finalmente, salvados estos
obstáculos el mencionado perito en su informe concluye que desde un punto de vista técnico no
es recomendable recibir esta maquinaria como parte de pago o bien negociable ya que un sólo
bien tiene la posibilidad de reventa o uso mínimo como es un taladro a un precio de $us100.-
(cien dólares estadounidenses), referente que primó para reconducir la fase de coacción de la
Sentencia por el apremio del representante legal de la empresa demandada ante su insolvencia,
en razón de que con el remate de su patrimonio no se cubría el pago total de los beneficios
sociales; por ello, velando por el principio de celeridad y la irrenunciabilidad de los derechos
sociales por Auto de 22 de marzo de 2012, se dispuso la extensión de mandamiento de apremio;
4) Lo expuesto precedentemente se enmarca en el propio fallo en el que se ampara el
representado del accionante, puesto que con carácter previo a ordenar la emisión de la orden de
apremio se constató la insolvencia de la empresa “CABLEBOL S.A.”, cuyo patrimonio ínfimo
no era susceptible de ser sometido a remate; y, 5) Finalmente, hace presente la inaplicabilidad de
las otras Resoluciones referidas por la parte accionante por no ser vinculantes con los actos
procesales sustanciados en el proceso que motivo la acción de libertad, por lo que impetra se
deniegue la acción de libertad con las condenaciones de ley.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución de 18 de abril de 2012, cursante de fs. 155 vta. a 157 vta., el Juez Cuarto
de Sentencia Penal del departamento de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, denegó
la acción de libertad interpuesta con los siguientes fundamentos: i) La acción de libertad es
considerada como un medio heroico para resguardar los derechos, intereses y garantías que se
vinculan con los presupuestos que exige el art. 125 de la CPE, con referencia al art. 65 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP); en este entendido, se tiene que esta norma
legal establece que debe existir una vulneración evidente, cierta y concreta debidamente
especificada a la vida y a la libertad que amerite la reparación de defectos legales y que, además
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2954
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exista una persecución indebida y/o se invoque en su caso la remisión de antecedentes ante la
autoridad llamada por ley; ii) Que, en el caso de autos; de la demanda de beneficios sociales
puesto a la vista por la parte demandada, se tiene que la misma ha merecido Sentencia en favor
de Alejandra Isabel Coca Espinoza, confirmada por Auto de Vista y posteriormente por Auto
Supremo que declara infundado el recurso de nulidad planteado por el ahora representado, con
este antecedente, al existir una Resolución con carácter de ejecutoria debe ser cumplida por el
tribunal que conoce el caso concreto para efectos de precautelar la tutela jurídica efectiva y la
seguridad jurídica que merecen ambas partes, aspectos concordantes con el principio de
legalidad aplicable en todo procedimiento; iii) Las ofertas de pago realizadas mediante bienes
ofrecidos por el demandado merecieron los trámites pertinentes; sin embargo, previo informe
pericial fue rechazada al establecerse que la maquinaria ofrecida era obsoleta, con lo que quedó
establecida la insolvencia del deudor a cuya emergencia en atención al art. 213 del CPT previas
las formalidades de conminatoria a la parte perdidosa acorde a lo previsto en el art. 216 del
mismo Código se dispone se expida mandamiento de apremio contra el representante legal y
ahora representado del accionante, sin que exista vulneración de derechos por cuanto la
Resolución de expedición de apremio se encuentra plenamente respaldada por la SC 0595/2010-
R de 12 de julio, cuando refiere en su ratio decidendi que: ”…la autoridad recurrida, obro con
la facultad que le otorga el art. 216 del CPT, que estable que los jueces de partido de trabajo y
seguridad social, tienen facultades para librar mandamiento de apremio contra el ejecutado
cuando transcurridos tres días de la ejecución de sentencia, el perdidoso no cumple con su
obligación de pago, por lo que no es evidente la vulneración que alega el recurrente”;y, iv) Por
otra parte, refiere que la autoridad demandada incurrió en una persecución indebida al disponer
se expida mandamiento de apremio contra su representado; al respecto de los antecedentes se
tiene que la Jueza demandada mediante Auto de 22 de marzo de 2012, previa conminatoria
prevista por el art. 213 del CPT, dispuso se libre mandamiento de apremio; en este entendido, si
se consideraba ilegal esta medida la parte afectada debía interponer recurso de apelación contra
este Auto Interlocutorio en atención al art. 252 del citado Código relacionado con el art. 215 del
CPC, lo cual no fue efectuado por Pedro Huaycho Huaycho, negligencia, descuido o
desconocimiento no atribuible a la demandante o a la administración de justicia, lo que no
permite desde ningún punto de vista legal, dejar sin efecto actuaciones judiciales que estaban
sujetos a reclamos oportunos idóneos y pertinentes en el momento procesal que corresponden,
demostrando que no existe lesión a los presupuestos y requisitos protegidos el art. 125 de la
CPE, denotando que la Jueza demandada ha encuadrado sus actos a derecho; más aun conforme
se tiene fundamentado, el mandamiento de apremio es producto de un proceso legal a cuyo
incumplimiento mereció su ejecución.
II. CONCLUSIONES
II.1. De fs. 2 a 13, cursa actuados procesales sobre el proceso social por pago de beneficios
sociales incoado por Alejandra Isabel Coca Espinoza contra la empresa “CABLEBOL S.A.”
representada por Pedro Huaycho Huaycho; del cual se establece que la Jueza demandada dictó
Resolución de 16 de mayo de 2003, declarando probada en parte la demanda disponiendo que la
empresa, cancele a la demandante la suma de Bs15 587,18.- (quince mil quinientos ochenta y
siete con 18/100 bolivianos) por sus derechos sociales.
II.2. Que apelada la Sentencia de primera instancia por la empresa demandada, la Sala Social y
Administrativa de la Corte Superior de Justicia de Cochabamba el 8 de octubre de 2009,
pronunció Auto de Vista confirmando la Sentencia de 16 de mayo de 2003 (fs. 20 a 30).
II.3. Interpuesto recurso de nulidad por la parte demandada, la Sala Social y Administrativa de
la Corte Suprema de Justicia el 16 de junio de 2010, emitió Auto Supremo declarando infundado
el referido recurso (fs. 30 a 36).
II.5. De fs. 55 a 58, cursa informe pericial sobre la maquinaria ofertada para la subasta, del cual
se estable que el perito concluye que esta maquinaria es obsoleta y recomienda no recibir la
misma como parte de pago o como bien negociable.
II.6. Ante este hecho la Jueza demandada, por Auto de 17 de noviembre de 2011, regulariza el
trámite conminando al accionante al pago de beneficios sociales adeudados dentro de tercero día
de su legal notificación, bajo alternativa de expedirse mandamiento de apremio en caso de
incumplimiento, conminatoria con la que fue notificado el 24 de noviembre de 2011 (fs. 74 a
75).
II.7. Por memorial de 9 de diciembre de 2011, el demandado solicita dejar sin efecto la
conminatoria de pago de 17 de noviembre, solicitud que es rechazada por Auto de 12 de
diciembre del mismo año y que fue de su conocimiento el 27 de diciembre de 2011 (fs. 87 a 90).
La previsión contenida en el art. 23.I de la CPE, taxativamente determina que toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal, la que podrá ser sólo restringida en los límites
señalados por ley, para lograr el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las
instancias jurisdiccionales; por su parte el art. 13.I de la referida Norma Suprema, dispone que
los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado, son inviolables, universales,
interdependientes, indivisibles y progresivos, siendo deber del Estado el promoverlos,
protegerlos y respetarlos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del bloque de
constitucionalidad, en su art. 8, establece el derecho de toda persona a contar con un recurso
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efectivo ante los tribunales competentes, para resguardar sus derechos, criterio también recogido
por el art. 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
Asumiendo estas directrices el art. 125 de la CPE, establece: “Toda persona que considere que
su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o
privada de libertad personal, podrá interponer acción de libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.
De la interpretación de la disposición constitucional citada se infiere que, esta acción se
encuentra destinada a la defensa del derecho a la vida y a la libertad personal; por lo tanto es una
acción de carácter extraordinario, de tramitación especial y sumarísima, cuyo objeto es preservar
el derecho a la vida, evitar una detención ilegal, o en su caso reparar la ilegal restricción de la
libertad o el procesamiento indebido, razonamiento que concuerda con el contenido del art. 65
de la LTCP. En consecuencia, dadas las características descritas; esta acción tutelar de acuerdo
al art. 66 de la misma Ley sólo procede cuando los actos denunciados como lesivos pongan en
peligro la vida, exista una ilegal persecución, un indebido procesamiento o en su caso una
indebida privación de libertad.
III.2. Sobre el mandamiento apremio en materia laboral
Considerando que el accionante relaciona la vulneración los derechos de su representado a la
defensa, al debido proceso y a la libertad con la orden de apremio expedido en su contra por la
Jueza ahora demandada dentro de un fenecido proceso laboral; al respecto cabe manifestar que
si bien es cierto que de acuerdo a la primera parte del art. 23.I de la CPE, toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal, sin embargo, esta misma norma determina la
excepción a esta regla, cuando previene que:”La libertad personal sólo podrá ser restringida en
los limites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la
actuación de las instancias jurisdiccionales”. Precepto constitucional del cual se infiere que la
restricción del derecho fundamental a la libertad de una persona sólo es viable cuando la misma
ley autorice este mecanismo compulsivo.
Bajo este parámetro y con relación a la materia que nos ocupa, el art. 213 del CPT establece que:
“Las sentencias ejecutoriadas se harán cumplir por el Juez de primera instancia, que concederá a
la parte perdidosa un plazo de tres días para el efecto”, precepto relacionado con el art. 216 del
mismo compilado legal adjetivo que dispone lo siguiente: “Si transcurridos los tres días para la
ejecución de la sentencia, el litigante perdidoso no cumple su obligación, el juez librará
mandamiento de apremio contra el ejecutado”. Interpretando este marco legal, el Tribunal
Constitucional en la SC 0085/2010-R de 3 de mayo de 2010, concluyó lo siguiente: “La Ley de
Abolición de Prisión y Apremio Corporal por Obligaciones Patrimoniales, ha reiterado como
causal de restricción excepcional al derecho a la libertad física de la persona el incumplimiento
de obligaciones en materia laboral o de seguridad social. Es así que los arts. 11 y 12 de la
citada Ley, disponen que el apremio corporal se mantiene y aplica en materia de asistencia
familiar y también es aplicable en materia laboral y seguridad social. Sin embargo, la garantía
normativa consagrada por el art. 9.I de la CPE abrg., ahora art. 23.I de la CPE, establece las
condiciones de validez legal para la aplicación de la medida restrictiva al ejercicio del derecho
a la libertad física, por cuanto no es suficiente que esté previsto en la ley la aplicación de la
medida, sino que además se requiere que sea intimada por escrito por la autoridad competente
y se expida el mandamiento previo cumplimiento de los requisitos, formalidades y condiciones
previstas en el ordenamiento jurídico”. En este mismo sentido la SC 0032/2011-R de 7 de
febrero ratificó la viabilidad del mandamiento de apremio en materia laboral puntualizando
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que:”En ejecución de sentencia el litigante perdidoso debe ser notificado con la conminatoria
previamente al cumplimiento de la obligación en el término que le fija, vencido el cual y al no
hacer efectiva la misma se dispone su apremio; señalando el art. 137.I inc. 5) y II del CPC que
establece: Cuando se trate de resoluciones que contuvieren conminatorias, se hará por cédula
en los domicilios señalados por las partes a los efectos del proceso, a menos que ellas hubieran
sido notificadas personalmente'.
De lo expuesto, se infiere que nuestra legislación, con el objeto de otorgar una efectiva
protección jurídica a los derechos del trabajador, estipula la viabilidad de la restricción al
derecho a la libertad o de locomoción del empleador sobre quien exista la obligación del pago de
beneficios sociales establecidos en sentencia judicial con autoridad de cosa juzgada, con el solo
requisito de una conminatoria previa de pago de estos derechos dentro el plazo de tres días
previstos por el art. 213 del CPT, ante cuyo incumplimiento la autoridad jurisdiccional podrá
disponer el mandamiento de apremio hasta que se cancele esta obligación, en aplicación al art.
216 del citado Código.
III.3. Alcances de la acción de libertad, cuando se alega vulneración al debido proceso
Respecto a la vulneración al debido proceso alegada por el accionante, cuya protección pretende
vía acción de libertad; la SC 0848/2010-R de 10 de agosto concluyó que: “…La acción de
libertad ha sido instituida por el art. 125 de la Constitución Política del Estado Plurinacional
(CPE), como una acción tutelar a favor de toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, para que pueda acudir ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad; entendimiento que se encuentra
establecido en la SC 0011/2010-R de 6 de abril, cuando señala: 'La acción de libertad, es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la
libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz de
la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma,
motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de
trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE.
En cuanto respecta propiamente a la tutela al debido proceso a través de esta acción tutelar, el
Tribunal Constitucional señaló de manera reiterada y uniforme que dicha protección abarca
únicamente aquellos supuestos en los que se encuentra directamente vinculado al derecho a la
libertad personal y de locomoción, por operar como causa para su restricción o supresión. En
otras palabras, las vulneraciones al debido proceso ameritan la protección de la acción de
libertad, únicamente en los casos en que el acto considerado ilegal haya lesionado la libertad
física o de locomoción del accionante, mientras que las demás vulneraciones relacionadas a
esta garantía, que no tengan vinculación inmediata ni directa con el derecho a la libertad,
deben ser reclamadas a través de los medios ordinarios de defensa ante los mismos órganos
jurisdiccionales que conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión,
debe pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol
dentro del proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se
podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo constitucional,
que es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no
ser que se constate que a consecuencia de las violaciones al debido proceso invocadas, se
colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió impugnar los
supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la
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En el caso, el accionante acusa como acto ilegal, la orden de emisión del mandamiento de
apremio contra su representado, dispuesta por la Jueza demandada dentro del proceso social por
cobro de beneficios sociales que le sigue Alejandra Isabel Coca Camacho; bajo el argumento de
que la autoridad judicial demandada antes de disponer su apremio debió proceder a la subasta y
remate de los bienes que oportunamente ofreció.
Al respecto, de los antecedes del citado proceso laboral, se tiene que la empresa demandada
representada por Pedro Huaycho Huaycho, durante la sustanciación de la causa, asumió defensa
en tal calidad, haciendo uso de los recursos ordinarios de impugnación previstos por el Código
Procesal del Trabajo, encontrándose el proceso en etapa de ejecución de sentencia; fase en la
que si bien, éste accionante ofertó bienes para subasta y consiguiente pago de los derechos
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adeudados, con el producto de esta venta, trámite que no prosperó al establecerse que los bienes
ofrecidos, no eran comerciables por su estado obsoleto, en cuyo mérito, la fase de ejecución de
sentencia fue reconducida asumiendo la previsión contenida en el art. 213 del CPT, conminando
al representado del accionante en su condición de personero legal de la empresa demandada al
pago de la suma condenada en Sentencia dentro de tercero día de su legal notificación conforme
se evidencia del Auto cursante a fs. 100, con el que fue notificado el 17 de enero de 2012, según
diligencia de fs. 101, ante cuyo incumplimiento la Jueza de la causa previa solicitud de la
demandante por Auto de 27 del mismo mes y año, cursante a fs. 106, dispuso la emisión de
mandamiento de apremio en su contra hasta que cancele la suma de Bs18 866,16.- (dieciocho
mil ochocientos sesenta y seis con 16/100 bolivianos) en sujeción al art. 216 del CPT.
De los antecedentes descritos, se concluye que la autoridad jurisdiccional ahora demandada, al
disponer la emisión del mandamiento de apremio contra el representado del accionante ante el
incumplimiento de la conminatoria de pago del que fue objeto, no cometió ningún acto ilegal y
mucho menos vulneró su derecho a la libertad, por cuanto está facultad nace del imperio de la
ley conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución; y el hecho
de pretender la prosecución de una subasta de bienes que no son comerciables por su estado
obsoleto como se determinó mediante un peritaje, conllevaría a una dilación injustificada en el
pago de los beneficios sociales que adeuda la empresa demandada, que por su naturaleza son
derechos irrenunciables y de cumplimiento obligatorio por mandato constitucional, conforme se
tiene del art. 48.I de la CPE que establece: “Las disposiciones sociales y laborales son de
cumplimiento obligatorio”; máxime si consideramos que el citado proceso laboral se viene
tramitando por más de ocho años sin que la acreedora pueda cobrar estos beneficios sociales que
por derecho le corresponden; en consecuencia la Jueza ahora demandada no podía supeditar la
medida compulsiva del apremio a un trámite de subasta de bienes que no cumpliría su finalidad
postergando de manera indefinida el cobro de los derechos laborales adeudados por el
representado del accionante; aspectos que dan lugar a la denegatoria de la presente acción
tutelar.
En cuanto a la vulneración al debido proceso traducida en una presunta persecución indebida
denunciada por la parte accionante; no obstante de haberse determinado la denegatoria de la
presente acción tutelar; en el caso conviene dejar constancia, que cuando vía acción de libertad
se denuncia la vulneración de este derecho, de acuerdo a la jurisprudencia desarrollada en el
Fundamento Jurídico III.3 debe concurrir un estado absoluto de indefensión, donde el accionante
no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién
tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de libertad; en el
caso presente, es posible afirmar que no concurren estos presupuestos, más al contrario, de los
datos del proceso se establece que el representado del accionante en su condición de personero
legal de la empresa demandada una vez que el proceso social ingresó en su etapa de ejecución,
tuvo conocimiento de todos los actuados procesales pronunciados por la autoridad judicial.
Consecuentemente, la supuesta vulneración al debido proceso alegada por el accionante, no
puede ser objeto de consideración a través de una acción de libertad; por cuanto, si bien los
hechos denunciados pueden ser considerados como la causa directa para una posible restricción
al derecho al derecho a la libertad de su representado, no es menos evidente que no estuvo en
estado de indefensión absoluta que le hubiese impedido impugnar las decisiones u omisiones
consideradas lesivas dentro del mismo proceso.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la acción de libertad interpuesta, ha
evaluado en forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la LTCP;
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en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución de 18 de abril de 2012, cursante de fs. 155 vta.
a 157 vta., pronunciada por el Juez Cuarto de Sentencia Penal del departamento de
Cochabamba; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Por memorial presentado el 16 de abril de 2012, cursante de fs. 77 a 80 vta., el accionante -por
su representado-, expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
El SNC, concluyó sus actividades por previsión de la Ley 3506 de 27 de octubre de 2006, que
dispuso su liquidación, otorgándole la denominación de “SNC en Liquidación”, para luego por
determinación del Decreto Supremo (DS) 29823 de 28 de noviembre de 2008, continuar su
régimen de liquidación a través del “SNC Residual”. Así, en el proceso laboral por cobro de
beneficios sociales seguido por Ángel Chávez Coímbra, por sí y en representación de Juan
Carlos Mayser Jiménez contra el “ex” SNC, el titular del ente en liquidación, el 6 de febrero de
2012, se apersonó al Juez Tercero de Partido del Trabajo y Seguridad Social demandado, para
alertarle sobre el contenido de la Ley 3506 y del DS 29823, además de los alcances del proceso
de liquidación, acompañando la nota interna de 30 de noviembre de 2011; el informe 445 de 1
de diciembre del mismo año; la Resolución de prelación de pagos de 28 de febrero de 2012 y las
gestiones para el cumplimiento de las obligaciones sociales, impetrando la aplicación del art.
516.II del Código de Procedimiento Civil (CPC); sin embargo, la autoridad jurisdiccional
demandada, continuó la medida de compulsión y libró mandamiento de apremio contra su
representado.
Aclara que, tomando en cuenta las particularidades del hábeas corpus preventivo, pretende evitar
la detención de su defendido, pues el demandado, sin considerar el contenido de las normas
citadas, por Resolución de 26 de marzo de 2012, ordenó expedir mandamiento de apremio,
siendo que el SNC Residual, no busca desconocer normas laborales y menos el contenido de los
arts. 213 y 216 del Código Procesal del Trabajo (CPT); no obstante, la entidad a la que Félix
Carlos Jemio Bacarreza, representa, no es común y corriente como las demás estructuras
estatales, por encontrarse en proceso de liquidación, por cuya razón no cuenta con recursos
propios como otra entidad descentralizada; por lo que, al disponer la emisión del mandamiento
de apremio, no consideró el art. 3.2 y 3 ni la Disposición Final, ambos de la Ley 3506; tampoco
los arts. 5 incs. c) y d), 7 incs. b) y c), 15.III y la Disposición Final Única del DS 29823.
Refiere que, en el proceso de liquidación, desde la vigencia del SNC Residual, en diferentes
procesos laborales por cobro de beneficios sociales tramitados en otros “Distritos Judiciales”, se
acudió a este mecanismo constitucional, donde los jueces y tribunales de garantías, concedieron
la tutela, porque tomaron convicción que la entidad se encuentra en una situación excepcional,
cuyas Resoluciones fueron aprobadas por el entonces Tribunal Constitucional en las SSCC
0359/2010-R, 0394/2010-R, 0370/2010-R y 0348/2010-R, razón por la que no concernía librar
mandamiento de apremio, porque la entidad en proceso de liquidación debe cumplir a cabalidad
los parámetros establecidos en la Ley y su Reglamento; de no obrarse así, la Máxima Autoridad
Ejecutiva (MAE), a cargo de la liquidación, podría incurrir en responsabilidad conforme regulan
los arts. 28 a 40 de la Ley de Administración y Control Gubernamentales (LACG). Además, el
Liquidador no tiene facultades para efectuar programación de pagos, sin el “respaldo de las
auditorías legales y técnicas a los procesos judiciales, administrativos y arbitrales” (sic), con lo
que no se intenta “burlar” los derechos del trabajador, pues previo cumplimiento de las
condiciones fijadas en la Ley y con el respaldo de dichas auditorías, se efectuará el pago que
corresponda.
I.1.3. Petitorio
Con esos antecedentes, solicita se conceda la tutela y se ordene dejar sin efecto el mandamiento
de apremio librado en la Resolución de 26 de “febrero” -lo correcto es marzo- de 2012.
Efectuada la audiencia pública de 17 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 83
a 85 vta., se produjeron los siguientes actuados:
a otro; empero, ello no debe entenderse como una forma de “burlarlas”, pues se honrarán previo
cumplimiento de los requisitos señalados precedentemente.
Freddy Céspedes Soliz, Juez Tercero de Partido del Trabajo y Seguridad Social, en audiencia,
prestó su informe oral, con los siguientes fundamentos: a) Respecto a la solicitud del accionante,
en sentido de concederse un plazo para cumplir la obligación, dicha petición no puede
considerarse en la acción de libertad, ya que con ello se busca la modificación de un tema
jurisdiccional o un acto procesal; b) Conforme a la SC 1016/2011-R de 22 de junio, al advertirse
la vulneración de los derechos en la tramitación del mandamiento de apremio, se debe reclamar
con las acciones “interprocesales” (sic), observando así la naturaleza subsidiaria de la presente
acción de defensa; es decir, agotando todos los medios posibles, al considerar que el art. 180 de
la CPE, garantiza el principio de impugnación. En ese orden, el accionante debió pedir la
reparación del derecho de su representado a los jueces de la materia y agotados los recursos
ordinarios, recién acudir a la jurisdicción constitucional, vía acción de amparo constitucional,
porque es esa acción la que tutela el debido proceso, salvo que el agraviado se encuentre en
absoluto estado de indefensión; c) Es importante considerar la jurisprudencia constitucional
contenida en las SSCC “480/2010” y “955/2010”; así, el accionante no está cuestionando si es
legal o ilegal la persecución de su representado; pretendiendo con su solicitud modificar un
plazo en la vía intrajudicial, pues el reclamo no está debatiendo si el mandamiento fue emitido
legalmente y cumpliendo los plazos procesales; no obstante, por disposición de la Constitución
Política del Estado, los beneficios sociales tienen primacía; y, d) Existen dos aspectos que se
deben tomar en cuenta; el Auto Supremo que confirma la Sentencia de primera instancia es de
2007; es decir, hace más de cinco años; la indemnización con los datos actualizados se efectuó
en julio de 2011 y la conminatoria para el cumplimiento de la obligación es de noviembre del
mismo año, lo que implica que durante mucho tiempo no se ejecutó la Sentencia. Trayendo a
consideración esas circunstancias; ninguna autoridad podría conceder plazo alguno, más aún si
por disposición de la norma procesal laboral, las resoluciones deben hacerse cumplir por el juez
de primera instancia en un plazo de tres días; si transcurrido ese plazo no se observa la
obligación, atañe librar mandamiento de apremio, de modo que el art. 516 del CPC, ingresa a
regir el Código Procesal del Trabajo, cuando existen vacíos.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, dictó la Resolución 10/2012 de 17 de abril, cursante de fs. 86 a 87 vta., por la cual
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concedió la tutela demandada, disponiendo dejar sin efecto el Auto y mandamiento de apremio
de 26 de marzo de 2012; con los siguientes fundamentos: 1) La SC 0370/2010-R de 22 de junio,
citando a la SC 0008/2010-R de 6 de abril, en un caso similar, donde el SNC, aparece como
demandado en la vía ordinaria, precisó que tanto el recurso de reposición contra el auto que
ordena librar mandamiento de apremio y el recurso de apelación en el efecto devolutivo, no
constituyen medios eficaces, eficientes y oportunos para tutelar el derecho a la libertad; así,
haciendo alusión al art. 518 del CPC, señaló que el efecto devolutivo de la apelación no deja
pendiente la ejecución del mandamiento de apremio, siendo por ello que, no se constituye en una
“herramienta” eficaz y oportuna para la protección del derecho mencionado; 2) En el presente
caso, la Resolución de 26 de marzo de 2012, ordenó librar mandamiento de apremio contra el
representado del accionante, inclusive dicho mandamiento ya se emitió; por consiguiente, el acto
considerado ilegal tiene vinculación estrecha con el derecho a la libertad, posibilitando así
ingresar al examen de fondo de la problemática planteada; 3) La autoridad demandada no
analizó la situación excepcional del SNC Residual, tampoco aplicó la “ley 3706 del Decreto
Supremo 9847” (sic), normas que refieren la liquidación de la entidad, creando así una situación
particularmente especial; empero, en aplicación de los arts. 216 del CPT y 48 de la CPE,
determinó librar mandamiento de apremio. Se debe considerar el contenido de la Ley 3506,
concretamente el art. 3.2 y 3, cuyo tenor establece que los pasivos y los procesos judiciales del
SNC, serán asumidos por la actual entidad en liquidación, previendo claramente en su art. 2, que
las obligaciones declaradas judicialmente serán previstas por el Ministerio de Hacienda,
conforme a la disponibilidad presupuestaria de la cuenta de contingencia; previo a ello,
incumben elaborarse las auditorías técnicas y legales, debiendo efectuarse los pagos previa
verificación y en virtud de la auditorías técnicas aprobadas por el Ministerio de Obras Públicas,
Servicios y Vivienda; 4) El procedimiento descrito en el punto anterior, no fue considerado por
el Juez demandado, quien sin señalar la ley especial, ordenó librar y emitió mandamiento de
apremio; sin embargo, se trata de una excepcionalidad creada por la Ley 3506, por cuanto esta
entidad no genera recursos propios y como tal, se encuentra sujeta a las programaciones del
Ministerio de Hacienda. Al respecto, en casos similares, el extinto Tribunal Constitucional, en
las SSCC 0348/2010-R, 0370/2010-R, “059/2010” y 0394/2010-R, expresó que sin desconocer
el privilegio del que gozan los derechos laborales y en mérito al carácter excepcional de la
aludida Ley, existe la imposibilidad de efectuar un pago inmediato, por estar sujeto al Ministerio
de Hacienda, vía Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda. Consciente que las
resoluciones del Tribunal Constitucional, son vinculantes y de cumplimiento obligatorio, se
debe aplicar la jurisprudencia constitucional dictada en casos iguales; y, 5) Por las
consideraciones expuestas, se advierte lesión del derecho a la libertad del representado del
accionante; en consecuencia, corresponde otorgar la tutela.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial presentado el 17 de febrero de 2012, ante el Juez Tercero de Partido del
Trabajo y Seguridad Social del departamento de Santa Cruz, dentro del proceso social seguido a
instancias de Ángel Chávez Coímbra y otro, sobre pago de beneficios sociales; el representado
del accionante, solicitó dejar sin efecto el Auto Interlocutorio que conminó al pago de los
beneficios mencionados al tercer día y peticionó un plazo prudencial para cumplir dicha
obligación, de acuerdo a lo dispuesto por los arts. 516.II del CPC y 252 del CPT (fs. 35 y vta.).
II.2. Mediante Resolución de 26 de marzo de 2012, el Juez Tercero de Partido del Trabajo y
Seguridad Social -hoy demandado-, resolvió librar mandamiento de apremio contra Félix Carlos
Jemio Bacarreza, en su condición de Liquidador, representante y titular del SNC Residual (fs. 36
y vta.).
II.3. Por Resolución SNC-R/LIQ/2012-5 de 28 de febrero, el Liquidador a.i. del SNC Residual,
resolvió asumir en calidad de pasivos todas las acreencias que contaban con los requisitos
estipulados en el DS 29823. Asimismo, realizar el pago de los pasivos asumidos en función a la
disponibilidad presupuestaria (fs. 37 a 38).
II.4. Cursa la Resolución SNC-R/LIQ/2012-12 de 10 de abril, por la que el Liquidador a.i. del
SNC Residual -hoy representado por el accionante-, resolvió aprobar la procedencia del traspaso
presupuestario interinstitucional por el monto de Bs544 374,66.- (quinientos cuarenta y cuatro
mil trescientos setenta y cuatro con 66/100 bolivianos); y, solicitar al Ministerio de Obras
Públicas, Servicios y Vivienda, la autorización para la transferencia de recursos económicos del
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, para el SNC Residual, que se destinarían a la
cancelación de beneficios sociales a favor de Ángel Chávez Coímbra y Juan Carlos Mayser
Jiménez, entre otros (fs. 39 a 42).
El art. 125 de la CPE, contempla la acción de libertad como mecanismo constitucional que tiene
por objeto resguardar los derechos a la vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en
que se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido
procesamiento u objeto de privación en cualquiera de sus formas, estando facultado para su
activación toda persona que considere hallarse en tales situaciones, pudiendo acudir ante el juez
o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad.
Esta acción de defensa, opera en diferentes ámbitos de protección; entre otros, en su modalidad
de protección preventiva, cuya característica radica en que la lesión aún no fue consumada;
empero, existe el riesgo inminente de sufrir una afectación directa, por cuanto el derecho objeto
de tutela se encuentra en situación apremiante de ser preservado. Lo que se pretende es evitar la
consumación del hecho conculcador del derecho; en ese sentido, la jurisprudencia del entonces
Tribunal Constitucional, en uniformes fallos, entre otros, la SC 0528/2010-R de 12 de julio,
emitió el siguiente entendimiento: “Ello implica que esta acción ha sido instituida con un triple
carácter tutelar: preventivo, correctivo y reparador, reforzando ahora su objeto de acción de
defensa oportuna y eficaz, teniendo por finalidad el resguardo y protección de los derechos a la
vida y la libertad tanto física como de locomoción en favor de toda persona que creyere estar
ilegalmente perseguida o que es indebidamente procesada o privada de libertad; así el carácter
preventivo responde a impedir una lesión ante la amenaza de una eventual detención
indebida o ilegal, imposibilitando de esa forma se materialice la privación o restricción de
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libertad; el sentido correctivo tiene por objeto evitar se agraven las condiciones de una persona
detenida, ya sea en virtud de una medida cautelar o en cumplimiento de una pena impuesta en
su contra” (las negrillas son nuestras).
Así, el juez o tribunal de garantías, previo al análisis de la situación planteada debe tener
presente si el accionante acudió a las instancias intraprocesales buscando la reparación de los
derechos conculcados y si éstas efectivamente brindan la debida seguridad en su cometido. Ante
la constatación de una vaga e inapropiada instancia para reclamar los derechos, compele
prescindir de ellos, pudiendo en este caso el agraviado concurrir a la instancia que mejor
seguridad permita.
III.3. Algunas precisiones sobre las normas que rigen el proceso de liquidación del ex SNC
Por determinación expresa del art. 1 de la Ley 3506, se dispuso la liquidación del SNC, para
denominarse en adelante “Servicio Nacional de Caminos en Liquidación”; el propósito de la
aludida disposición legal, fue normar el proceso de liquidación y establecer las atribuciones del
liquidador. Así, su art. 3, referente al régimen de liquidación, en su numeral 3, prevé: “Los
procesos administrativos, judiciales y arbitrales, seguidos en contra o iniciados por el Servicio
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2966
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Ahora bien, de las normas legales antes nombradas, queda claramente fijado que las
obligaciones económicas asumidas por el SNC, deben ser cumplidas por la entidad en proceso
de liquidación; en ese sentido, la Disposición Final Segunda de la Ley 3506, indica que: “Las
obligaciones en contra del Servicio Nacional de Caminos declaradas legal o judicialmente,
serán previstas por el Ministerio de Hacienda, para que a través de su Liquidador se
efectúe la inscripción, verificación y programación del pago conforme a la disponibilidad
presupuestaria de la Cuenta Contingencias que se establezca anualmente.
Nótese, que de conformidad con la norma citada, el titular encargado de gestionar la liquidación
del ex SNC, no opera de manera autónoma en el cumplimiento de las obligaciones; al contrario,
requiere la intervención del Ministerio de Hacienda y los dictámenes de las auditorías técnicas y
legales debidamente aprobadas. Máxime, si por prescripción del art. 5 del cuerpo normativo
mencionado, la entidad en proceso de liquidación a cargo de un liquidador tiene dependencia
directa del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda. Por otra parte, la aludida Ley
compele a la autoridad judicial o administrativa, que dictamine la observancia de la obligación,
considerando lo estipulado en dicho cuerpo normativo.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se establece que la autoridad judicial
demandada, en mérito a la Resolución de 26 de marzo de 2012, expidió mandamiento de
apremio contra el representado del accionante. Ahora bien, conforme al Fundamento Jurídico
III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad procede cuando
el agraviado acudió previamente a los recursos y mecanismos ordinarios en procura de conseguir
la reparación o la protección del derecho lesionado. Empero, dichos mecanismos deben generar
seguridad necesaria para una protección inmediata del derecho reclamado.
Las reglas contenidas en el Código de Procedimiento Civil, por expresa disposición del art. 252
del CPT, rigen el procedimiento laboral de manera supletoria, en los casos no previstos por este
Código. Así, el art. 518 de la norma adjetiva civil, señala que las resoluciones dictadas en
ejecución de sentencia son apelables únicamente en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior; lo
que implica, que el proceso continúa su curso normal sin ninguna interrupción, siguiendo su
corriente desenvolvimiento, menos importa la pérdida de competencia de la autoridad judicial.
Si bien procede la apelación de la resolución que dispone la emisión del mandamiento de
apremio; empero, no se suspende la vigencia del mismo, de donde es inminente la afectación del
derecho a la libertad física. Consecuentemente, dicho mecanismo o recurso ordinario, no
constituye un medio oportuno y eficaz en la protección de este derecho; por ello, concierne
analizar la problemática planteada sin exigir el agotamiento de esa instancia legalmente
instituida.
Ingresando al análisis del caso, cabe señalar que en el Juzgado Tercero de Partido del Trabajo y
Seguridad Social del departamento de Santa Cruz, se tramita el proceso laboral por cobro de
beneficios sociales, seguido por Ángel Chávez Coímbra y otro, contra el ex SNC, causa que al
presente tiene Sentencia ejecutoriada y en el que la autoridad judicial que dirige el proceso, ante
el incumplimiento del pago dentro del tercer día -como dispone la norma- libró mandamiento de
apremio contra el titular de la entidad en curso de liquidación, cuyo accionar demuestra el
cumplimento de las disposiciones legales vigentes en materia laboral; sin embargo, obrándose
así se dejó de lado la situación especial y excepcional que atraviesa la entidad compelida en
observar la obligación social, pues la autoridad que gestiona el proceso de liquidación, no actúa
de manera autónoma o independiente, más bien tiene la obligación de ajustar su proceder a la
Ley 3506, al regular dicha norma y su Reglamento (DS 28947), los procedimientos a seguir para
el pago de los beneficios sociales de los ex funcionarios o trabajadores del SNC en Liquidación;
y si bien, los derechos reconocidos y garantizados en el art. 48 de la CPE, son de cumplimiento
obligatorio, lo que significa que ninguna autoridad ni persona particular tiene la facultad de
“burlarlas”; sin embargo, la autoridad judicial tiene el deber en este caso de considerar el
contexto excepcional de la entidad en proceso de liquidación, según lo determina la Disposición
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2968
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Final Segunda de la Ley 3506, donde se pretende conciliar los derechos de los ex trabajadores
con los intereses del Estado.
Por los fundamentos expuestos, se concluye que si bien la autoridad judicial cumplió con las
disposiciones legales que rigen el proceso laboral; empero, no observó el contenido íntegro de
las normas que rigen el proceso de liquidación del SNC Residual, menos puso en consideración
los trámites a seguir por la autoridad encargada de la liquidación para el pago de los beneficios
sociales, ni aplicó la línea jurisprudencial existente; por lo que con su accionar, dejó de lado la
situación excepcional y particular que atraviesa la prenombrada institución.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución 10/2012
de 17 de abril, cursante de fs. 86 a 87 vta., pronunciada por el Juez Segundo de Sentencia Penal
del departamento de Santa Cruz; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Por memorial presentado el 17 de abril de 2012, cursante de fs. 5 a 8 vta. de obrados, la accionante
manifiesta lo siguiente:
El 13 de abril de 2012 a horas 4:45 aproximadamente, su hijo fue detenido por miembros de la Patrulla
de Auxilio y Cooperación Ciudadana (PAC) por la supuesta comisión del delito de robo en grado de
tentativa, luego fue conducido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) a horas 4:55,
en donde los policías que se encontraban de turno, elaboraron el acta de recepción de persona
aprehendida, en la que consta que su hijo nació en Oruro el 27 de mayo de 1994, y que es estudiante.
Después de transcurridas once horas desde la aprehensión de su hijo, a horas 15:30 -del mismo día-
y sin notificación previa, el Fiscal asignado procedió a recepcionar su declaración informativa,
absteniéndose éste a prestarla; concluido este actuado dicha autoridad hizo conocer al Juez
Instructor de turno en lo Penal el inicio de las investigaciones, presentando simultáneamente la
imputación formal en contra de su hijo por la comisión del delito de tentativa de robo, y solicitando
a la Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal, disponga su detención preventiva, a lo que la
mencionada autoridad, mediante Auto motivado dispuso su detención preventiva en el penal de
varones “Mocovi”.
Denuncia los siguientes extremos: a) Su hijo debió ser tratado como menor de edad, en todo el
proceso; b) La detención no fue puesta en conocimiento de la autoridad judicial, ni de su persona,
vulnerando el art. 228 del Código Niño, Niña y Adolescente (CNNA); c) Su hijo no fue asistido
por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, y jamás se le notificó con la imputación formal,
vulnerándose lo dispuesto por el art. 85 del Código de Procedimiento Penal (CPP); d) Tampoco
contó con su asistencia en la declaración informativa ni en la audiencia de consideración de
medidas cautelares,lesionando el art. 230.4 del Codigo Niño Niña Adolescente (CNNA); e) Los
funcionarios policiales no permitieron entrevistarse personalmente con su hijo, sino hasta después
de concluida la audiencia de medidas cautelares, conculcando de esta forma lo dispuesto por el art.
230.6 del CNNA; f) No le accedieron contratar un abogado particular, contando solo con la
asistencia del abogado de oficio; g) Se le imputó la comisión del delito de tentativa de robo, sin la
existencia de indicio o evidencia que demuestre que dicho acto fue iniciado y a la vez
interrumpido; y, h) La Resolución de imputación formal, no se encuentra fundamentada,
llegándose al extremo de no señalarse cual es el bien mueble que estaba siendo robado por su hijo.
Concluye manifestando que, no interpuso recurso de apelación en contra del Auto que dispuso la
detención preventiva de su hijo, en razón a los hechos ocurridos en la mencionada fecha: 1) A
horas 15:30, el Fiscal de Materia le tomó la declaración informativa a su hijo, sin hacerle conocer
tal hecho y sin notificar a su hijo; 2) A horas 16:20, la autoridad fiscal presentó la Resolución de
imputación formal; 3) La Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal programa audiencia para la
consideración de medidas cautelares para horas 17:00; 4) En la audiencia, su hijo fue notificado
con la imputación formal, y quince minutos después el abogado de oficio, concluyendo este acto
procesal de consideración de medidas cautelares a horas 18:05; 5) A horas 19:30
aproximadamente, recién conoció el contenido de la imputación, impidiendo este hecho que pueda
conocer los fundamentos expuestos en la audiencia por la Jueza demandada que determinaron la
detención preventiva de su hijo; y, 6) El plazo para apelar esta decisión concluía el 16 de abril a
horas 18:05, pero la auxiliar del juzgado le indicó que el acta de la audiencia y la copia del Auto
dictado en ella, no había sido aún elaborado.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública de acción de libertad el 18 de abril de 2012, según consta del acta
cursante de fs. 14 a 19 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Aseveró también que, se causó un daño al menor de edad, porque es uno de los mejores
estudiantes, siendo inclusive representante de los trinitarios y benianos en las olimpiadas de
matemáticas, existiendo la certificación de la Dirección Distrital que acredita estos extremos.
Si bien una apelación es un medio efectivo para lograr la libertad de su representado, sin embargo
no es el medio idóneo, cuando es sabido que dicho trámite dura dos semanas, por las recargadas
labores judiciales en los tribunales, existiendo la posibilidad de generar una lesión moral
irreparable cuando un menor queda detenido por una semana o diez días.
La labor de una jueza de instrucción es contralora de los derechos y garantías, por lo mismo la
autoridad demandada, debió percatarse cuando se tomó la declaración informativa, que no estaban
presentes los padres del menor, tampoco la Defensoría, estando estos actos viciados de nulidad, por lo
tanto concluyó afirmando que al no existir otro medio para lograr la inmediata libertad del menor, era
necesario que se reparen los derechos vulnerados de manera inmediata.
Manifestó que: a) A las 12:10 de la mañana, efectivos de la Policía le comunicaron que existía una
persona aprehendida; b) Se le comunicó a esta persona que se le iba a tomar su declaración a las
tres de la tarde en dependencias de la fiscalía; c) A horas 12:45 aproximadamente, el abogado de la
parte accionante lo llamó a su celular preguntando por el estudiante AA, indicándole la autoridad
demandada que a las tres de la tarde se le iba a tomar su declaración y que debe presentarse; d)
Conducido el detenido a las oficinas de la Fiscalía, hasta las 15:30, su abogado no se hizo presente,
razón por la cual el Ministerio Público avisó a Defensa pública para que asista al imputado con un
abogado; e) Realizó seis llamadas a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, siendo que sus
funcionarios se encontraban en su seminario, por lo que solicitó que se apersone -a la Fiscalía- una
promotora de esa institución, Rosario Chávez, egresada de Derecho; y, f) El Ministerio Público no
puede liberar a una persona aprehendida y que supuestamente fue encontrada en flagrancia según
los informes policiales, siendo el juez quien proveerá, conforme establece el art. 228 del CPP.
De la revisión del memorial de acción de libertad, y atento a la “SC 425/2007” el Ministerio Público
consideró la subsidiariedad que debe darse en estos casos, siendo que la madre del imputado indicó
que se enteró a la hora siguiente de haberse dispuesto la detención preventiva de su hijo en el Centro
del Rehabilitación de varones “Mocoví”, teniendo setenta y dos horas para interponer la apelación, la
cual no se agotó.
Asimismo expresó, existen los elementos suficientes -de convicción de la comisión del hecho
ilícito-, está la denuncia, en este caso la tentativa, el imputado fue sorprendido colgado de la verja
de la casa de donde ingresó, rompió un vidrio para ingresar, se soltó el pantalón, fue aprehendido
corriendo, es decir la flagrancia, entonces no se puede sostener que no existió evidencia.
El hecho de que debía llamar a los padres del imputado, refirió que lamentablemente él no conocía
quienes son sus padres, que no es su obligación, correspondiéndole esta tarea al abogado que se le
asignó, por ello convocó a una representante de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia,
extrañándose la aseveración de la parte accionante de que dicha funcionaria no estuvo presente en su
declaración, y tampoco en la audiencia de medidas cautelares.
Respecto a que la Juez haya fijado la audiencia -de medidas cautelares- en tan corto tiempo,
manifestó que el procedimiento -penal- establece el término de veinticuatro horas máximo, sin
determinar un mínimo, por lo que consideró que no se violentó ningún derecho.
Con relación a que su persona alteró las actas -respecto de la notificación a la Defensoría de la
Niñez y Adolescencia- expresó que él no las alteró; que todos los casos que ingresan en el
Ministerio Público pasan a un fiscal que es el titular de la investigación, y que su persona conoció
del caso porque ese día se encontraba de turno, y que en la actualidad desconoce con que fiscal se
encuentra el cuadernillo, puesto que el mismo viernes -13 de abril de 2012- lo pasó al Fiscal
Departamental para que éste a su vez lo envíe al fiscal que corresponda; concluyó solicitando el
rechazo de la acción interpuesta, en virtud a que la accionante no cumplió con lo que establece la
Constitución Política del Estado.
Mediante informe presentado de 17 de abril de 2012 cursante a fs. 13 y vta., la autoridad demandada,
manifestó que todas las actuaciones efectuadas dentro del proceso, están enmarcadas en la legalidad y
debido proceso, indicando que: 1) Se presenta Resolución de imputación formal el 13 del mismo mes y
año, en contra del aprehendido AA; 2) A través de la Resolución fundamentada de la misma fecha, se
dispone su detención preventiva, en virtud a lo dispuesto por los arts. 233.1 y 2, 234.1 y 10, y 235.1 del
CPP; 3) Dicha Resolución, no fue impugnada por la accionante, destacando que la celeridad del
procedimiento se debe a que se dió cumplimiento a lo dispuesto por los arts. 226, segundo párrafo y 303
del CPP; 4) Si bien es evidente que el imputado es menor de edad -17 años a momento de la detención-,
sin embargo según el art. 389 del CPP, es menor imputable, correspondiendo aplicar las normas
establecidas; y, 5) La Resolución fundamentada de detención preventiva del imputado, cumple con lo
determinado en el art. 85 del CPP, al haberse notificado a la representante de la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia, y también con el art. 236 también del CPP -competencia forma y contenido de la
resolución de detención preventiva-. No evidenciándose en consecuencia acto ilegal que haya vulnerado
derechos de la parte accionante, por lo que pidió se “deniegue la acción interpuesta” en su contra.
Señaló que después de haber escuchado la exposición de las partes, de los antecedentes del proceso
se desprende que el imputado no ha interpuesto la apelación, debiendo tomarse en cuenta la
subsidiariedad contenida en el Código de Procedimiento Penal, concordante con lo dispuesto por el
art. 125 de la CPE.
I.2.3. Resolución
Mediante Resolución 001/2012 de 18 de abril, cursante de fs. 20 a 22, la Sala Penal del Tribunal
Departamental de Justicia del Beni, constituido en Tribunal de garantías, denegó la tutela, bajo los
siguientes argumentos: i) De los fundamentos de la acción intentada, la misma no se ajusta a los
presupuestos determinados por la jurisprudencia constitucional (SSCC 008/2010-R y 0080/2010-
R), siendo que existen mecanismos procesales específicos de defensa que son idóneos, eficientes y
oportunos para restituir el derecho a la libertad y que debieron ser utilizados previamente por el o
los afectados, ya que conforme a la jurisprudencia citada, la acción de libertad opera solamente en
caso de no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías
específicas; ii) No se interpuso el recurso de apelación -en contra de la Resolución que impone las
medidas cautelares-, así lo afirmó la propia accionante, no siendo válido el argumento de que no lo
hizo por el simple hecho de que el acta de audiencia no se hubiese elaborado, es decir, se habilita a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2973
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes y la escasa prueba que cursa en obrados, se ha llegado
a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante certificado de nacimiento, cursante a fs. 3 se evidencia, que el imputado AA, nació
el 27 de mayo de 1994, es decir que a momento de su aprehensión tenía 17 años de edad.
II.3. Según el informe presentado por la Jueza Segunda Instrucción en lo Penal del departamento
de Beni -autoridad codemandada, cursante a fs. 13 y vta. de obrados; asimismo lo manifestado por
el Fiscal de Materia -autoridad codemandada-, en la audiencia de acción de libertad, cursante a fs.
14 vta.; el informe de la abogada de las Defensorías de la Niñez y Adolescencia, cursante de fs. 18
vta. a 19; y, la constatación del Presidente del Tribunal de garantías, en la misma audiencia pública
de acción de libertad, a fs. 16 vta.; se tiene que el imputado AA, ahora representado de la
accionante, contó con la asistencia de un representante estatal de protección al menor, en este caso
la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
Empezar por lo que en el orden internacional señala la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN), que en sus partes más sobresalientes refiere:
“Artículo 1
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la
mayoría de edad.
(…)
Artículo 3
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen lasinstituciones públicas o privadas
de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.
(…)
Artículo 40
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue que ha infringido las leyes
penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera
acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los
derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del
niño y la importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una función
constructiva en la sociedad.
2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos
internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular:
a) Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, ni se acuse o declare culpable a
ningún niño de haber infringido esas leyes, por actos u omisiones que no estaban prohibidos por las
leyes nacionales o internacionales en el momento en que se cometieron;
b) Que a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse de haber
infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente:
i) Que se lo presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley;
ii) Que será informado sin demora y directamente o, cuando sea procedente, por intermedio de sus
padres o sus representantes legales, de los cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia
jurídica u otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa;
iii) Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial competente,
independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor
jurídico u otro tipo de asesor adecuado y, a menos que se considerare que ello fuere contrario al
interés superior del niño, teniendo en cuenta en particular su edad o situación y a sus padres o
representantes legales;
iv) Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, que podrá interrogar o hacer
que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participación y el interrogatorio de testigos de
descargo en condiciones de igualdad;
v) Si se considerare que ha infringido, en efecto, las leyes penales,
que esta decisión y toda medida impuesta a consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u
órgano judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a la ley;
vi) Que el niño contará con la asistencia gratuita de un intérprete si no comprende o no habla el
idioma utilizado;
vii) Que se respetará plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento.
3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de
leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue
que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido
esas leyes, y en particular:
a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumirá que los niños no tienen
capacidad para infringir las leyes penales;
b) Siempre que sea apropiado y deseable, la adopción de medidas para tratar a esos niños sin
recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se respetarán plenamente los
derechos humanos y las garantías legales”.
En el orden interno, el art. 58 de la CPE establece que: “Se considera niña, niño o adolescente, a
toda persona menor de edad. Las niñas, niños y adolescentes son titulares de los derechos
reconocidos en la Constitución, con los límites establecidos en ésta, y de los derechos específicos
inherentes a su proceso de desarrollo; a su identidad étnica, sociocultural, de género y
generacional; y a la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones.”; por su parte el art.
60 de la misma Norma Fundamental instituye que: “Es deber del Estado, la sociedad y la familia
garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la
preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier
circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una
administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado”.
Señalado el marco jurídico internacional y constitucional inherente a la protección de los Niños,
Niñas y Adolescentes, corresponde desarrollar el marco legal referente a la participación y defensa de
los mismos, diferenciándose el tipo de responsabilidad que se genera dependiendo a su edad. En tal
sentido la norma especializada que bajo el nomen juris de Código Niño, Niña y Adolescente, refiere
en su art. 221: “Se considera infracción a la conducta tipificada como delito en la Ley penal, en la que
incurre como autor o partícipe un adolescente y de la cual emerge una responsabilidad social.”, por su
parte el art. 222 del CNNA, establece: “La responsabilidad social se aplicará a los adolescentes
comprendidos desde los doce años hasta los dieciséis años, al momento de la comisión de un hecho
tipificado como delito en el Código Penal o leyes penales especiales siendo pasibles a las medias
socio-educativas señaladas en el presente Código”.
En cambio, tratándose de mayores de dieciséis años y menores de dieciocho, el mismo CNNA en
su art. 225, determina: “Los mayores de dieciséis años y menores de veintiún años, serán
sometidos a la legislación ordinaria, pero contarán con la protección a que se refieren las normas
del presente título”. La legislación ordinaria a la que es remitido el menor imputable, es la
contenida en el Código Penal (CP), que en su art. 5, señala: “La ley penal, no reconoce ningún
fuero ni privilegio personal, pero sus disposiciones se aplicarán a las personas que en el
momento del hecho fueren mayores de dieciséis años”. Cabe aclarar que, no obstante que el
Código Niño, Niña y Adolescente extiende la protección especial a los menores de veintiún años
de edad, entendiéndose este límite como la mayoría de edad establecida por el Código Civil
promulgado el 6 de agosto de 1975 y vigente desde el 2 de abril de 1976, por disposición del art. 1
de la Ley 2089 de 5 de mayo de 2000 que modifica el art. 5 del mencionado Código Civil, se
establece que la mayoría de edad se adquiere a los dieciocho años. Por lo tanto, es aplicable a este
sector de la sociedad el correcto razonamiento contenido en la SC 1165/2011-R de 29 de agosto,
que determina: “…los mayores de dieciséis años son imputables, y por tanto cuando son
denunciados o imputados por la supuesta comisión de un hecho ilícito en cuyo momento contaban
o cuentan con dicha edad; corresponde su procesamiento en la jurisdicción ordinaria, cuya
etapa investigativa en cuanto al respeto a los derechos y garantías procesales está a cargo del
juez cautelar”, (el resaltado nos corresponde).
III.2. Protección jurídica de los menores de edad imputables -mayores de dieciséis años y
menores de dieciocho-
Es menester hacer incapié en la protección legal de los menores de edad imputables, mayores de
dieciséis años y menores de dieciocho, diseñada por el legislador boliviano que, por una parte
estableció esta condición de ser sujetos activos en las relaciones de derecho penal, en cuanto a ser
atribuibles a éstos la comisión de delitos y por lo mismo ser pasibles a la imposición de sanciones
contempladas en la norma sustantiva penal, sin embargo precisó que persiste para éstos -en su
condición de grupo de atención prioritaria, al igual que los indígenas y migrantes- una protección
diferenciada. En tal sentido, el CNNA en la última parte del mencionado art. 225, señala que
“…contarán con la protección a que se refieren las normas del presente título”, es así que el Libro
Tercero, Título I de dicha norma, hace referencia a esta protección jurídica diferenciada,
disponiendo que los menores imputables concurren a los procesos penales teniendo en cuenta,
entre otras, las siguientes prerrogativas: a) Derecho al acceso a la justicia, en igualdad de
condiciones y en todas las instancias; b) Derecho al debido proceso, debiendo prevalecer el interés
superior de los mismos; c) Los principios de oralidad, especialidad y celeridad del que deben estar
revestidos los procesos que tengan que ver con niños, niñas y adolescentes; d) Derecho a la
defensa, bajo la asistencia gratuita e integral de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia o
abogado de oficio; e) Derecho a la representación, a través de sus padres o representantes legales;
f) Derecho a ser informados acerca de sus derechos, a guardar silencio, a recibir asistencia jurídica
y conocer la identidad de los responsables de su detención; y, g) Deber de los encargados de los
centros de privación de libertad de poner en conocimiento de la autoridad judicial competente y de
la familia del adolescente o la persona por él indicada, de su detención dentro de las veinticuatro
horas.
Por su parte, el art. del CPP 85, refiere: “Si el imputado fuera menor de edad, quienes ejerzan la patria
potestad o su tutor podrán intervenir en el proceso asumiendo su defensa, sin perjuicio de su propia
intervención (…). Cuando el menor no tenga representación legal, será obligatoria la intervención de
un representante estatal de protección al menor, bajo sanción de nulidad”. A su turno, el art. 389 del
CPP, en la misma lógica diferenciada, establece que cuando un mayor de dieciséis años y menor de
dieciocho, sea imputado por la comisión de un delito, se procederá con arreglo a los siguientes
parámetros: “1) La Fiscalía actuará a través de fiscales especializados, o en su defecto el fiscal será
asistido por profesionales expertos en minoridad; 2) Cuando proceda la detención preventiva de un
menor de dieciocho años, ésta se cumplirá en un establecimiento especial o en una sección especial
dentro de los establecimientos comunes; 3) El juez o tribunal podrá disponer de manera
fundamentada la reserva del juicio cuando considere que la publicidad pueda perjudicar el interés del
menor; 4) Los padres o quienes lo hayan tenido a su cuidado, guarda o tutela, podrán asistir al juicio y
participar en la defensa del imputado; y, 5) El juez o tribunal será asistido en el desarrollo del debate
por un perito especializado en minoridad”.
Por lo que, de un entendimiento integral de las consideraciones legales, doctrinales y
jurisprudenciales disgregadas en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se precisa que:
i) Corresponde el procesamiento de los menores imputables en la jurisdicción ordinaria, cuya etapa
investigativa en cuanto al respeto a los derechos y garantías procesales está a cargo del juez
cautelar, y, ii) Inherente a su condición de menores imputables, coexiste la protección jurídica
establecida a su favor por el ordenamiento legal vigente.
III.3. Subsidiariedad excepcional de la acción de libertad
Es menester glosar el entendimiento jurisprudencial desarrollado por el Tribunal Constitucional, a través
de la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, que explica los supuestos fácticos en los cuales no se puede
dilucidar el fondo de las acciones de libertad para no invadir las competencias de las autoridades
ordinarias estableciendo como: “Primer supuesto: Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía
como la Fiscalía cometieron arbitrariedades relacionadas al derecho a la libertad física o de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 2977
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
locomoción, y todavía no existe aviso del inicio de la investigación, corresponde ser denunciadas ante el
juez cautelar de turno. En los casos en los que ya se cumplió con dicha formalidad procesal, es decir,
con el aviso del inicio de la investigación, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, es ante ella
donde se debe acudir en procura de la reparación y/o protección a sus derechos. De no ser así, se
estaría desconociendo el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador le
ha dado al juez ordinario que se desempeña como juez constitucional en el control de la
investigación”.
De igual manera, si es la autoridad jurisdiccional -juez cautelar- la que lesiona los derechos de las
partes por acción u omisión, el adjetivo penal, conforme dispone el art. 54 del CPP, modificado por
la la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, establece que es el juez el encargado del control de la
investigación, y por lo mismo es el primer contralor de garantías constitucionales ante quien deben
plantearse cualquier emergencia o incidencia dentro de la etapa investigación del proceso penal,
incluso hasta antes de la audiencia conclusiva. Así tenemos que, el art. 325 del citado adjetivo
penal, también modificado por la aludida Ley 007, faculta a las partes a observar la acusación
fiscal o particular por defectos formales, requiriendo su corrección; deducir excepciones e
incidentes cuando no hayan sido planteadas con anterioridad o se funden en hechos nuevos; pedir
la resolución de excepciones e incidentes pendientes; plantear incidentes de exclusión probatoria u
observaciones a la admisibilidad de la prueba; y, proponer los hechos sobre los que no existe
controversia y que el juez dará por acreditados; facultades que, las partes, y especialmente el
imputado, en ejercicio de los derechos y garantías reconocidos por la Constitución, tal cual advierte
el art. 5 del CPP, pueden hacer valer aquellos ante el mismo Juez cautelar; elementos que
resguardan la subsidiariedad excepcional de la acción de habeas corpus, hoy acción de libertad.
Consecuente con lo anotado, la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, que durante la vigencia de la
CPE abrogada, estableció la subsidiariedad excepcional de la actualmente acción de libertad, en
razón a que: “…como el ordenamiento jurídico no puede crear y activar recursos simultáneos o
alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones procesales no queridas por el orden
constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del hábeas corpus, únicamente se
activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento común, no sean los idóneos
para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad ilegalmente restringido.
No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé medios de
impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata.
Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la persistencia de la
lesión, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que brinda el hábeas
corpus” (las negrillas son nuestras).
Es necesario aclarar, sin embargo de lo anotado que, la subsidiariedad excepcional descrita supra, no es
aplicable en los casos de menores infractores, este es el entendimiento jurisprudencial desarrollado por la
SC 0818/2006-R de 21 de agosto, que estableció: “(…) la subsidiariedad con carácter excepcional del
recurso de hábeas corpus, instituida en la SC 0160/2005-R, de 23 de febrero, cuando existen medios de
defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad supuestamente lesionado, a los
cuales el afectado deberá acudir en forma previa y solamente agotados tales medios de defensa y ante
la persistencia de la lesión, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que
brinda el hábeas corpus, no es aplicable a los supuestos en los que menores de 16 años, considerados
menores infractores, se vean involucrados en la presunta comisión de delitos, por cuanto en
correspondencia con el régimen especial de protección y atención que el Estado y la sociedad deben
garantizar a todo niño, niña y adolescente, éstos se hallan bajo la protección y regulación de las
disposiciones del Código Niño, Niña y Adolescencia, cuyas normas son de orden público y de
aplicación preferente; que a diferencia de las normas previstas por el Código de Procedimiento Penal,
no existe un medio de impugnación expedito e inmediato contra las resoluciones que restrinjan la
libertad del menor detenido; en cuyo mérito, corresponde ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada y determinar si la autoridad recurrida incurrió en los actos y omisiones
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denunciados de ilegales que afectan el derecho a la libertad del representado del actor, menor de edad,
quien se encontraría con detención preventiva (…).
Tratándose de personas mayores de 16 años y menores a 18, considerados como imputables
penalmente, el Tribunal Constitucional, a través de la SC 0255/2011-R de 16 de marzo, ha señalado
que: “…los mayores de dieciséis años son imputables, y por tanto cuando son denunciados o
imputados por la supuesta comisión de un hecho ilícito en cuyo momento contaban o cuentan don
dicha edad; corresponde su procesamiento en la jurisdicción ordinaria, cuya etapa investigativa en
cuanto al respeto a los derechos y garantías procesales está a cargo del juez cautelar.” (el resaltado
nos corresponde), infiriéndose en consecuencia que, este grupo sí debe cumplir con la excepción de la
subsidiariedad, es decir agotar los mecanismos intraprocesales franqueados por la ley, previo a acudir
a la jurisdicción constitucional.
III.4. Análisis del caso concreto
De la atenta revisión de los antecedentes y la prueba que cursa en el expediente, se establece que,
dentro del proceso penal seguido a instancia del Ministerio Público de la ciudad de Trinidad, a
denuncia de María Deysi Vaca Pedraza, en contra de AA, por la supuesta comisión del delito de
robo, tipificado por el art. 331 del CP, la accionante denuncia vulneración a los derechos a la
libertad de circulación, a la libertad individual, al debido proceso y a la defensa de su hijo,
contenidos en los arts. 21.7, 23.I y 115.II de la CPE, por haber incurrido las autoridades
demandadas en procesamiento indebido y ocasionado en su hijo una indebida e ilegal detención,
advirtiendo las siguientes observaciones: a) Al ser su hijo menor de edad, en todo el trámite debió
ser tratado como tal, sin embargo, esta detención no fue puesta en conocimiento de la autoridad
judicial, ni de su persona; b) Del acta de declaración informativa, no consta que su hijo hubiera
estado asistido por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, y que jamás se le notificó con la
imputación formal; c) Alega que su hijo no contó con su asistencia a momento de prestar su
declaración informativa y tampoco en la audiencia de consideración de medidas cautelares; d)
Denuncia que los funcionarios policiales no le permitieron entrevistarse personalmente con su hijo,
sino después de concluida la audiencia de medidas cautelares; e) También que se le designó un
abogado de oficio y que no le permitieron contratar un abogado particular; f) Refiere que se le
imputó la comisión del delito de tentativa de robo, sin la existencia de indicio o evidencia alguna
que demuestre que el acto de robo fue iniciado y a la vez interrumpido; y, g) Acusa que la
Resolución de imputación formal, no se encuentra fundamentada, llegándose al extremo de no
señalarse cuál es el bien mueble que estaba siendo robado o sustraído por su hijo.
De lo anotado, la accionante por su representado, no acudió con este reclamo ante la autoridad
competente por ley para ejercer el control cautelar que disponen los arts. 54 inc. 1) y 279 del CPP,
que como se tiene desarrollado en la parte final del Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, es el Juez cautelar, que para el caso, es la Jueza Segunda
de Instrucción en lo Penal del departamento del Beni, aun cuanto es la misma autoridad
jurisdiccional la que por acción u omisión hubiere lesionado derecho o garantía constitucional
alguna, motivo por el cual, deviene la imposibilidad de que este Tribunal se pronuncie respecto del
fondo de la causa, debiendo en consecuencia denegarse la tutela impetrada conforme lo
desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3.
En el caso, ante la existencia de un órgano jurisdiccional competente por disposición de la ley -
Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal-, que puede conocer y resolver de manera directa y
expedita cualquier reclamo de los derechos o garantías constitucionales que se consideran
vulnerados, a través de los medios intraprocesales, específicos, eficientes y oportunos franqueados
y diseñados por el legislador ordinario, y sólo agotados estos, sin que se haya reparado la lesión del
derecho constitucional protegido, recién es posible acudir a la jurisdicción constitucional vía acción
de libertad.
Agregan que dentro del proceso de usucapión seguido por Miriam Crespo de Choma que cuenta con
Sentencia que declaró probada la demanda y Auto de Vista que confirmó la Sentencia, y que en ese
entonces está pendiente la resolución en grado de casación, por lo que la aludida no tiene la calidad de
cosa juzgada. Añaden que dentro de dicho proceso, el Juez demandado ha dictado una medida
precautoria de no innovar, mas, cuando se le pidió que reponga dicha medida, dice que al haber dictado
la Sentencia perdió competencia y no puede suspender la misma; afirmación que dicen la aceptan
porque la suspensión no se encuentra dentro de las previsiones del art. 196 del Código de Procedimiento
Civil (CPC).
Aclaran, sin embargo, que en cumplimiento de la medida precautoria dispuesta, el Juez había
enviado oficios a “ENDE y AGUAS POTABLES” para que no de curso a la instalación de
energía eléctrica ni agua.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
Los accionantes acusan la vulneración de los arts. 13, 14, 16, 17, 18, 19, 20, 35, 58, 59, 60, 62 y 77 de la
Constitución Política del Estado (CPE), relativos a las características de los derechos reconocidos por la
Norma Suprema, la prohibición de toda forma de discriminación, los derechos al agua y a la
alimentación, a recibir educación, a la salud, a un hábitat y vivienda adecuada, además al acceso
universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas
domiciliario, postal y telecomunicaciones.
I.1.3. Petitorio
Pablo Aquiles Andia Mora, Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento
de Pando, presento informe oral en audiencia, señalando que actuó en suplencia y que el proceso
se encuentra pendiente de resolución en grado de casación.
Explica que de acuerdo a una inspección ocular efectuada el 2009 en la zona en cuestión habían
simples asentamientos y carpas precarias; empero, el año 2010 creció dicho asentamiento, por lo
que se pronunció la Resolución de 11 de noviembre de 2009, es decir, hace más de tres años,
Resolución que determinó la prohibición de innovar, razón por la que se puso la misma en
conocimiento de “ENDE” y “EPSA”.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil, Social, de Familia, Niño, Niña y Adolescente del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, constituido en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 21
de marzo de 2012, cursante de fs. 40 a 43 vta., concedió la tutela solicitada, respecto a los oficios
enviados por el Juez demandado a “ENDE” y “EPSA”, dejándolos sin efecto, manteniendo la medida
precautoria de no innovar dispuesta en el proceso de usucapión por cuanto la prohibición de no
innovar, de ninguna manera abarca a los servicios básicos que no están limitados por el hecho
de una posesión ilegal o un derecho no perfeccionado y la actitud de enviar notas por parte del Juez
demandado, vulneró los derechos fundamentales de acceso a los servicios de agua y luz eléctrica.
Al no haberse obtenido consenso en Sala el Proyecto, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente del Tribunal
Constitucional Plurinacional a fin de dirimir con su voto en el caso en análisis.
II. CONCLUSIONES
II.1. El 11 de noviembre de 2009, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento
de Pando, dentro del proceso de usucapión seguido por Miriam Crespo de Choma contra presuntos
interesados, estableció que existen los presupuestos procesales para la procedencia de la aplicación de
una medida precautoria y dispuso como medida cautelar la prohibición de innovar, por parte de la
Alcaldía Municipal, la Prefectura del Departamento y, sobre todo, por personas particulares, a cuyo
efecto se dispuso hacer conocer a las autoridades de las instituciones aludidas así como a las personas
que estuvieran realizando trabajos de construcción (fs. 34).
II.2. El 5 de octubre de 2011, el Juez demandado, mediante oficio 106/2011, dirigido a “EPSA”,
dio a conocer que dentro del proceso de usucapión seguido por Miriam Crespo de Choma contra
presuntos interesados, se dispuso como medida precautoria la prohibición de innovar sobre el
predio “Santa María”, ubicado en el cantón Santa Cruz de la provincia Nicolás Suárez del
departamento de Pando (fs. 3).
II.3. El 12 de noviembre de 2011, el Juez de la causa dentro del proceso de usucapión aludido
precedentemente, determinó que son dos las razones por las que no se puede dar lugar a su
solicitud: “el Presidente del Barrio Perla del Acre no fue parte en el proceso” (sic) y el Juez perdió
competencia por haber terminado el proceso, llevándose adelante la ejecución de sentencia con
fianza de resultas (fs. 2).
Los accionantes alegan la vulneración de sus derechos -según ellos- previstos por los arts. 13,
14, 16, 17, 18, 19, 20, 35, 58, 59, 60, 62 y 77 de la CPE, relativos a las características de los
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado, la prohibición de toda forma de
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De la documentación que informa los antecedentes de la acción planteada se evidencia que dentro
del proceso de usucapión seguido por Miriam Crespo contra presuntos interesados, el Juez
Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, por Auto de 11 de noviembre de 2009, determinó
como medida cautelar, la prohibición de innovar.
En ese sentido, el aludido Auto, dispuso, al mismo tiempo, se haga conocer de tal prohibición de
innovar a la Alcaldía Municipal, la Prefectura del Departamento y personas particulares, las
mismas que estuvieran realizando trabajos de construcción; por ello, mediante oficio 106/2011 de 5
de octubre, el Juez demandado hizo conocer a “EPSA” sobre la medida precautoria asumida, la que
dio lugar a que los accionantes plantearan ante el Juez una solicitud que no se dio lugar porque “el
presidente del Barrio Perla del Acre no fue parte en el proceso” (sic) y el Juez perdió competencia
por haber terminado el proceso, llevándose adelante la ejecución de sentencia con fianza de
resultas.
Por otra parte, de los antecedentes se puede colegir también, que el proceso aludido se encuentra en
ejecución de sentencia por haberse prestado fianza de resultas; es decir, que a pesar de que en la
causa se encuentra pendiente de resolución debido al recurso de casación interpuesto, la Sentencia
que declaró probada la demanda de usucapión, fue confirmada; y bajo esas circunstancias, se
prestó fianza de resultas.
En el marco de la normativa adjetiva procesal se tiene que el art. 517 del CPC, establece:
“(Ejecución coactiva de las sentencias) La ejecución de autos y sentencias pasadas en autoridad
de cosa juzgada no podrá suspenderse por ningún recurso ordinario ni extraordinario, ni el de
compulsa, ni el de recusación, ni por ninguna solicitud que tendiere a dilatar o impedir el
procedimiento de ejecución”, y el art. 518 del citado Código reza: “(Resoluciones dictadas en
ejecución de sentencia) Las resoluciones dictadas en ejecución de sentencia podrán ser
apeladas sólo en el efecto devolutivo, sin recurso ulterior” (las negrillas son nuestras); de
donde se infiere que, los accionantes, al tener conocimiento de la negativa por parte del Juez
demandado de acceder a la solicitud que plantearon, debían, en su caso agotar los recursos que
la ley les franquea; sin que se tenga evidencia que antes de plantear la presente acción hubieran
interpuesto impugnación alguna y con su resultado, de persistir la negativa, recién acudir a la vía
del amparo constitucional, siempre, cumpliendo los requisitos y formalidades de ley.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela invocada,
no obró correctamente.
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POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la LTCP,
en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 21 de marzo de 2012, cursante de fs. 40 a 43 vta.,
pronunciada por la Sala Civil, Social, de Familia, Niño, Niña y Adolescente del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando; en consecuencia; DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
No interviene la Magistrada, Dra. Soraida Rosario Chánez Chire, por ser de voto disidente.
Fdo. Ruddy José Flores Monterrey.-Presidente.
Fdo. Efren Choque Capuma.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
VOTO DISIDENTE
Sucre, 22 de junio de 2012
SALA PRIMERA ESPECIALIZADA
Mag. Relatora: Soraida Rosario Chánez Chire
Acción de Amparo Constitucional
Sentencia Constitucional Plurinacional: 0418/2012
Expediente: 00699-2012-02-AAC
Partes: Jacinto Apaza Zambrana, Gueisa Cortez Hinojosa, Luciano
López, Fidencio Vásquez, Rosalía Fariñas Cruz, Federico
Vásquez G., Gladys Alanez J., Silvia Quiroz Condori, Juan
Carlos Franco, Edwin Chambi Mamani, Silvia Cordero Saire,
Fernando Vallejos Maldonado, Ángel Mamani Febrero, René
Cádiz Alberto, Florencio Rojas Chuquimia, Antoliano Chuqui
M., Mario Mamani R., Jimena Ovando, Nemesio Sonco Chura,
Víctor Condori, Brenda Dare Nativi, Damiana Jancko, Agustina
Aguilera M., Karla Tatiana Balcázar, Virginia Justiniano
Salvatierra, Rita Amancio Pereira, Facundo Vallejos
Maldonado, Alfredo Apaza Condori, Francisco Michel Vargas,
Florencio Cachi, Celia Rosario Buchapi Medina, Dante Choque
Flores, Alex Apaza Cusi, Hugo Mamani Larico, Lola Mamani
Larico, Alexander Chao Vaca, Yovana Cochi Condori, Ángel
Tapia Chocata, Cesar Angel Tapia Cáceres, Rosmery Chuqui
Q., Pedro Miranda Pozo, Juan Vásquez Beyuma, Sebastián
Gonzales Cumari, Yusara Shino Ozaita, Wenceslao López
Oliveira, Lucimar López Oliveira, Emilio Mejía Cartagena,
Juana Natividad Roca, Guillermo Campo Patiño, Franz
Gumercindo Choque Ramos, Nataly Becerra Escalante, Zulma
Mendoza Tirina, Susana S. Muñoz, Mario Silva Álvarez, María
Alvez de Jiménez, Lourdes Cortez, Delia Alcon de Oblitas, Inés
Pilar Oblitas, Lilian Salvatierra Vidaurre, Marcela Quispe
Machaca, Juana Machaca Quispe, Dainor Tarque Morza, Javier
Pezoa Frank, y Rimber Hurtado contra Pablo Andia Mora, Juez
segundo de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de
Pando.
Departamento: Pando
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I. ANTECEDENTES
La suscrita Magistrada expresa su desacuerdo con los fundamentos contenidos en la SCP 0418/2012
de 22 de junio de 2012 por lo que ha emitido voto disidente en la aprobación de dicha Sentencia; en el
plazo establecido expone los fundamentos de su disidencia bajo los siguientes argumentos jurídico-
constitucionales.
I. 1. Del proceso
Los accionantes refieren que se encuentran en pacífica posesión de los terrenos de la urbanización
“Perla del Acre”, en la que tienen construidas sus viviendas, algunas de madera y otras de “material”,
donde viven con sus familias. Agregan, que existe un proceso de usucapión seguido por Miriam
Crespo de Choma contra presuntos “propietarios”(sic), mismo que tiene sentencia que declara
probada la demanda, resolución confirmada por auto de vista, que en recurso de casación se encuentra
en el Tribunal Supremo de Justicia.
Señalan que en el referido proceso, el Juez de Partido Segundo en lo Civil dictó una medida
precautoria de no innovar y a la vez dispuso se oficie a ENDE y AGUAS POTABLES para que no se
dé curso a la instalación de energía eléctrica y agua potable; ante tales hechos, solicitaron al Juez
mencionado que suspenda la medida precautoria de no innovar; sin embargo, dicha autoridad les
respondió que al haber dictado la correspondiente sentencia había perdido la competencia para
suspender la medida precautoria que había dispuesto, por lo que consideran que con la medida
precautoria se ha vulnerado sus derechos fundamentales como, el derecho a los servicios básicos,
derecho al agua, a la alimentación, a la educación, a la salud, a la hábitat y vivienda, derechos
consagrados en los arts. 13, 14.II, 16, 17, 18, 19, 20, 35, 58, 59, 60, 62 y 77 de la CPE, por lo que
solicitan se conceda la tutela y se suspenda la medida precautoria de no innovar dispuesta por el
demandado.
I.2. De la subsidiariedad
A su vez, esta última Sentencia ha establecido requisitos para la tutela constitucional a través de
la acción de amparo constitucional por vías de hecho y son las siguientes: “1) Debe existir una
debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está frente a una medida
de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se encuentre ante una
situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea autoridad,
funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los medios o
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El proyecto de sentencia, también hace mención para la denegatoria por subsidiariedad basado
en el punto 3) de la Sentencia citada anteriormente, que dice que no es posible tutelar derecho
cuando existe derechos controvertidos o que estén en disputa; en el proceso de usucapión, donde
se hubo dispuesto la medida precautoria, no está en controversia el agua, sino el terreno, por lo
que no es posible denegar la tutela por esta vía.
I.3. Del derecho al agua y a la luz como un derecho fundamentalísimo para la vida y la
protección del estado.
El art.14.III de la CPE establece: “El estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin
discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta
Constitución, las leyes y los tratados internacionales de derechos humanos”.
El art. 16.I de la CPE establece: “Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación”.
De lo anotado se tiene que el acceso a los servicios básicos, son derechos fundamentales que
están protegidos por la CPE, y entre ellos se encuentran el derecho al agua y a la luz, que son
objeto de la presenta acción.
Del entendimiento arribado por la Corte Constitucional de Colombia, se puede deducir que el
derecho al agua está también íntimamente vinculado y relacionado con el derecho a la salud;
por lo que, se constituye en un derecho básico y elemental que debe ser garantizado por el
Estado a efectos de lograr aquel fin máximo cual es, el vivir bien…”.
II. FUNDAMENTACION
En el caso concreto, el Juez demandado, dentro el proceso de usucapión seguido por Miriam
Crespo de Choma contra presuntos propietarios, a solicitud de la demandante, mediante
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De lo anotado, se tiene que, el demandado Pablo Aquiles Andia Mora, Juez de Partido Segundo
en lo Civil de Cobija - Pando, al haber dirigido el Oficio Of. Nº 106/2011 de 5 de octubre al
administrador de EPSA COBIJA, haciendo conocer que dentro el proceso de usucapión seguido
por Miriam Crespo de Choma contra presuntos interesados, se había emitido una medida
precautoria de prohibición de innovar sobre el predio Santa María, Ubicado en el Cantón Santa
Cruz, Provincia Nicolás Suárez del Departamento de Cobija; vulneró el derecho de los
accionantes referente a los derechos a los servicios básicos, derecho al agua y a la energía
eléctrica, vinculados con los derechos a la vida, a la salud, derechos que se encuentran
consagrados en los arts. 15.I, 16.I, 18.I, 20.I de la CPE, porque EPSA-COBIJA, a partir de esa
notificación suspendió la instalación del servicio de agua que estaba realizando.
Por lo que se cree que se debe ingresar al análisis de fondo del caso.
Más aún, tomando en cuenta que en la presente acción, lo que se solicita es que se restituya el
derecho al agua y a la energía eléctrica únicamente, aspecto el cual debió ser considerado con
carácter provisional, entre tanto sea dilucidada por la vía ordinaria el supuesto derecho
propietario, que se encuentra en litigio.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA SEGUNDA
Mag. Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00520-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
El 30 de enero de 2012, Ana y Anatolio Severiche Cuéllar y otros, de manera ilegal, valiéndose
de “artimañas” ingresaron sin autorización a la propiedad de su representada, donde
amedrentaron a sus inquilinos indicándoles que debían desocupar el lugar, porque ellos eran los
dueños, apostándose después en el pasillo de ingreso con sus camas, sillas y cocina, impidiendo
de esta forma el ingreso libre a las personas que viven en dicho edificio. Siendo así, que a pesar
de haber denunciado estos hechos ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC)
por avasallamiento de morada, lo único que logró fue obtener insultos, amenazas y hacer que sus
inquilinos se nieguen a pagar sus cánones de alquileres, así como la colocación de pancartas
para justificar la huelga de hambre de los ahora demandados.
Añade, que María Susana Calderón Soliz, adquirió subrogación de deudas el 16 de diciembre de
2004, de su anterior propietaria Yenny León Severiche; que con mucho esfuerzo, logró pagar las
deudas pendientes tanto en entidades bancarias como a personas particulares, después de hacer
aprobar los planos y realizar la cancelación de los impuestos ante la Alcaldía Municipal de Santa
Cruz, procedió a la inscripción de su derecho propietario, respecto al bien referido en Derechos
Reales (DD.RR.) con la matrícula 7.01.1.99.0031545, de 31 de enero de 2012, el mismo está
ubicado en la UV-27 Manzana 23, zona El Pari Urbanización Parque Centenario al Sud Oeste,
del Municipio indicado, con una superficie de 366.02 m 2. Asimismo, señala que por motivos de
salud (laberintitis y artritis reumática) tuvo que ausentarse a Cochabamba hasta mejorar su
salud, hecho que fue aprovechado por las personas ahora demandadas.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 16 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
52 a 53 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Las personas demandadas Ana y Anatolio Severiche Cuéllar, pese a su legal citación no se
hicieron presentes en la audiencia, ni presentaron informe alguno.
Sin embargo, Pedro Antonio Severiche Cuéllar en representación “sin mandato” de su padre
Anatolio Severiche Cuéllar y su tía Ana Severiche Cuéllar, presentó memorial escrito cursante a
fs. y 51 vta., señalando que: Su tía se encuentra residiendo en el Reino de España desde el 15 de
febrero del 2012, y con relación a su padre, indica que se halla impedido de asistir a cualquier
audiencia, toda vez que sufrió una embolia, aclarando que a la fecha ninguno de los demandados
en la presente acción se encuentra perturbando la posesión del inmueble de la supuesta
propietaria, ahora representada de la accionante.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en
Tribunal de garantías, por Resolución 08/2012 de 16 de marzo, cursante de fs. 53 vta. a 55,
concedió la acción de amparo constitucional, ordenando la desocupación y entrega inmediata
por parte de los demandados a la propietaria o apoderada del inmueble, que se encuentra
ocupado arbitrariamente, debiendo librarse mandamiento de desapoderamiento a ejecutarse por
el oficial de diligencias con auxilio de la fuerza pública. Fundando su Resolución en los
siguientes puntos, que para resolver la acción planteada en el cual se reclama la vulneración al
derecho de propiedad, necesariamente se debe remitir a las reglas y subreglas señaladas en la
jurisprudencia constitucional pertinentes a casos análogos, es así que en caso de avasallamiento
de inmueble, se hace procedente la concesión de tutela cuando reúnen ciertos requisitos que a
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II. CONCLUSIONES
II.2. El 16 de diciembre de 2004, ante Notario de Fe Pública 23 de Primera Clase de Santa Cruz,
se procedió con la escritura pública de transferencia de inmueble con subrogación de deuda
entre Yenny León Severiche, en su condición de vendedora y María Susana Calderón Soliz, en
calidad de compradora (fs. 10 a 14).
II.4. Cursan boletas de pago sobre impuestos a la propiedad correspondientes a las gestiones:
2005 a 2010 realizados al municipio de Santa Cruz, por María Susana Calderón Soliz (fs. 15 a
20).
II.5. El 31 de enero de 2012, el Registrador de DD.RR del departamento de Santa Cruz, expidió
la matrícula 7.01.1.99.0031545 del inmueble ubicado UV-27, manzana. 23, zona El Pari
Urbanización -al Parque Centenario- al Sud oeste- de 375 m2 (fs. 4 a 5).
II.6. El 2 de febrero de 2012, el investigador José Luis Flores Huanca de la División del Crimen
de la FELCC de Santa Cruz, presentó acta de registro del lugar del hecho de acuerdo al art. 174
del Código de Procedimiento Penal (CPP) y muestrario fotográfico (fs. 32 a 38).
pasillo con sus camas, sillas y cocina; 2) El amedrentamiento a sus inquilinos del edificio
provocando el no pago de sus alquileres; y, 3) La instalación de una huelga de hambre en el
ingreso del edificio, bajo las amenazas contra cualquier persona que se aproxime al lugar,
teniendo constancia mediante informe y muestrario fotográfico realizados por la FELCC, que
confirman la existencia de avasallamiento. En consecuencia, corresponde analizar si el problema
jurídico planteado puede ser analizado vía acción de amparo.
La acción de amparo constitucional, consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye como una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del Estado y la ley.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una tramitación
especial y sumaria, la inmediatez en la protección y no reconoce ningún fuero, privilegio ni
inmunidad con relación a las autoridades o personas demandadas.
Por disposición del art. 129.I de la CPE, la acción de amparo constitucional, procede contra
actos u omisiones indebidos de autoridades o particulares que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no
hubiere otro medio o recurso para su protección inmediata, lo que significa que, dado su carácter
extraordinario y no sustitutivo, no puede ser utilizado en reemplazo de otros recursos o medios
legales que la ley confiere a las partes para presentar sus reclamos y hacer valer sus derechos.
Por otra parte, para la procedencia del amparo constitucional cuando es demandada por
propietarios de inmuebles que sufran una lesión a su derecho a la propiedad por un despojo o
avasallamiento de su posesión por actos o medidas de hecho protagonizados por terceros, sean
éstos particulares o autoridades públicas, la jurisprudencia constitucional a través de las SSCC
0944/2002-R, 0152/2001-R, 0489/2001-R, 1372/2001-R, 0217/2003-R, 1672/2005-R,
0723/2005-R, 0049/2007-R y 0342/2007-R entre otras, ha establecido: “…que deben concurrir
dos supuestos: 1) El derecho a la propiedad debidamente demostrado y no cuestionado; y, 2)
La evidencia, tampoco controvertida, de que los demandados no estaban en posesión del bien
inmueble sino que con acciones violentas (de hecho) ocuparon la propiedad privada de los
accionantes, esto es, que el accionante debe acreditar plenamente su derecho de propiedad
sobre el inmueble, cuya titularidad no esté cuestionada ni se encuentre en litigio; y que las
personas a quienes se acusa de haber lesionado el derecho a la propiedad privada no tengan
constituido legalmente el derecho posesorio, sino que a través de actos de hecho tomen
posesión de la propiedad, despojando a sus verdaderos dueños” (las negrillas nos
corresponden).
Del mismo modo, el accionante, deberá demostrar de manera cierta, a través de pruebas
suficientes, que se ha cometido el acto ilegal en su contra vulnerando los derechos que reclama;
toda vez que, de no ocurrir esto, se estaría ante la posibilidad de infringir los derechos del
demandado a través de un fallo que pudiera ser injusto; entonces, resulta imprescindible
acreditar la comisión de actos o medidas de hecho adoptadas; así como también debe
demostrarse que quien supuestamente las cometió es la persona particular o autoridad a quien se
demanda, de otra manera, se impediría a este Tribunal establecer la existencia de lesión a un
derecho; en ese sentido, se ha pronunciado la SC 0208/2010-R, al asumir el razonamiento
contenido en la SC 0374/2007-R de 10 de mayo, cuando sostuvo: “Complementando este
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
De esta manera, se puede colegir que en la acción que se revisa concurrieron los dos supuestos
establecidos en la jurisprudencia constitucional señalada en el Fundamento Jurídico III.2, por
cuanto la accionante: i) Acreditó plenamente su derecho propietario sobre el inmueble, cuya
titularidad no ha sido cuestionada y que tampoco se encuentra en litigio; y, ii) Demostró que las
personas acusadas de haber lesionado el derecho a la propiedad privada, no tienen legalmente
constituido su derecho posesorio.
POR TANTO
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00751-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
Mediante memorial presentado el 24 de enero de 2012, cursante de fs. 7 a 12, los accionantes
expresan los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Desde hace trece años que ocupa una tienda comercial ubicada en calle Demesio Mansilla s/n,
en calidad de alquiler, lugar donde instaló un negocio en el que comercializa artículos de
primera necesidad. Por la extrema confianza que tiene con la propietaria del inmueble, en
septiembre de 2011, acordaron modificar el arrendamiento por anticresis, firmando para dicho
efecto, un contrato reconocido en sus firmas, el 13 de septiembre de 2011, a nombre de su hijo
Moisés Víctor Copa Grimaldis, con una vigencia de un año calendario; es decir, hasta el 13 de
septiembre de 2012.
Posteriormente, en enero del año en curso, la ahora demandada le pidió que desocupe el
ambiente dado en anticrético, porque supuestamente cambiaría los mosaicos, asegurándole que a
la culminación del trabajo, el bien le sería restituido; solicitud que le negó al no tener otro lugar
donde vender sus productos, al margen del riesgo que los mismos se “venzan”.
El 16 de enero de 2012, tuvo que ausentarse a la ciudad de La Paz para ser intervenida
quirúrgicamente; por lo que, aprovechando su ausencia, la demandada, acompañada de sus hijos,
en forma prepotente y abusiva, exigió a su hijo que desocupe la tienda en el día, o de lo
contrario, lo iban a “sacar a patadas” (sic); en tal sentido, asustado y en forma involuntaria,
debido a la presión ejercida por los precitados, éste procedió a sacar una parte de las cosas para
llevarlas a su cuarto y el saldo restante, los propietarios lo depositaron en el patio de la misma
casa.
Cuando ella conoció sobre la situación, recién operada, tuvo que retornar a Concepción, y ante su
reclamo a la ahora demandada, ésta le manifestó que el contrato suscrito, no le importaba, y que podía
hacer lo que quiera, pero que no volvería a ingresar a la pieza; y es así que desconociendo su
compromiso, sin respetar las leyes y lo estipulado en el documento, pactó con otra persona la entrega
del inmueble por un monto mayor, lo que motivó que recurriera a la Policía y al Ministerio Público,
instancia esta última donde las convocaron a una audiencia de conciliación, oportunidad en la cual, la
dueña de la casa expresó que no quería que volviera a entrar al ambiente porque temía que se quede
indefinidamente.
Los accionantes señalan como lesionados sus derechos a la posesión, al debido proceso, a la
“seguridad jurídica” y al domicilio, citando al efecto los arts. 113, 115, 119 y 120 de la
Constitución Política del Estado (CPE). En audiencia refiere como vulnerado su derecho al
trabajo.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 22 a
25 de obrados, en presencia de ambas partes, asistidas de sus abogados, se produjeron los
siguientes actuados:
El abogado de los accionantes ratificó los argumentos del memorial de demanda y los amplió
indicando: 1) Después de despojarlos del ambiente otorgado en anticrético, la demandada
pretendiendo camuflar la ilegalidad que cometió, recién acudió a un juez ordinario para pedir la
desocupación del mismo; 2) Transcurrieron cuatro meses desde que los despojaron y no tienen
ningún ingreso económico desde entonces, porque el negocio que funcionaba en ese lugar, era su
única fuente de subsistencia; y, 3) Pide la restitución inmediata del bien inmueble hasta que se cumpla
el contrato, así como la reparación de daños civiles.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.2. Por papeleta de denuncia e informaciones, Jefatura Cantonal de San Ramón de la Policía
Boliviana, se constata que el 17 de enero de 2012, Savina Grimaldis Espinoza, formalizó denuncia
contra Altagracia Cuñanchiro Morón por el supuesto delito de allanamiento de domicilio, alegando
que los propietarios de la tienda que tiene en anticrético, con engaños le dijeron a su hijo Moisés
Víctor Copa Grimaldis que debían hacer mejoras en la pieza que ocupaba, obligándole a desocuparla,
pero posteriormente ya no le entregaron la misma, dejando a la “interperie” (sic) toda su mercadería
(fs. 5).
Los accionantes alegan que la particular demandada lesionó sus derechos a la posesión, al debido
proceso a la “seguridad jurídica” y al domicilio, siendo que mediante engaños y mentiras los desalojó
de un ambiente dado en anticrético donde funcionaba su tienda de barrio, no obstante que el contrato
suscrito entre partes aún se encontraba vigente. En consecuencia, en revisión de la Resolución dictada
por el Juez de garantías, corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si constituyen actos
ilegales lesivos de los derechos fundamentales o garantías constitucionales de los accionantes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
El orden constitucional boliviano, dentro de las acciones de defensa, instituye en el art. 128 la
acción de amparo constitucional como un mecanismo de defensa que tendrá lugar contra los
“actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley”.
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato, de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde los actos contra los que procede,
esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo
de los servidores públicos sino también de las personas individuales o colectivas que restrinjan o
amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna
y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada
su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de
carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o
por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la
protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del
proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz
de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.
Finalmente, cabe indicar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I
del art. 129 de la CPE, que esta acción “…se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
Lo mencionado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.
De la naturaleza jurídica de la presente acción, se colige que se encuentra regida por los
principios de subsidiariedad e inmediatez, en virtud a los cuales, le corresponde al actor, de un
lado, agotar todos los mecanismos intraprocesales idóneos de impugnación; y por otra, cuidar
que la misma sea presentada dentro del plazo máximo de seis meses computables a partir de la
comisión de la vulneración alegada o de notificada con la última decisión administrativa o
judicial; el incumplimiento de estos requisitos da lugar a la denegatoria de tutela, sin ingresar al
análisis de fondo de la problemática planteada. No obstante ello, la jurisprudencia
constitucional, en ciertos casos, instituyó excepciones a las reglas antes anotadas.
Por ser de interés al tema de análisis, a continuación nos referiremos a la naturaleza subsidiaria
de la acción de amparo constitucional y las excepciones establecidas vía jurisprudencial a la
misma. En ese orden, se debe señalar que, la exigencia de agotamiento de mecanismos idóneos
de impugnación, cede en su aplicación, cuando se advierten lesiones de los derechos
fundamentales o garantías constitucionales que previsiblemente pueden ocasionar un daño
irreparable e irremediable, o bien cuando se constata la ejecución de vías o medidas de hecho,
situaciones que merecen protección inmediata por parte de este órgano de control de
constitucionalidad, porque de lo contrario, aplicar la regla sin analizar las implicancias
específicas de cada caso y las consecuencias posteriores, daría lugar a una tutela ineficaz, y por
lo tanto, a la consolidación de lesiones a los derechos fundamentales y garantías
constitucionales.
amparo por vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que
el control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse
justicia por mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los
particulares que lo ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas
circunstancias”.
En resumen, todo acto o acción de hecho que se adopte sea por una o un grupo de personas u
organizaciones, constituye un acto ilegal lesivo de los derechos fundamentales, en razón de que
ante las supuestas irregularidades cometidas por un servidor público o particular, se debe acudir
en reclamo a las instancias legales competentes y no pretender hacer justicia por mano propia ni
arrogarse atribuciones no reconocidas por ley, dado que las acciones de hecho constituyen la
negación de: “…un Estado de derecho, en el que todos los habitantes y las organizaciones que
los representa deben ceñir su conducta a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico nacional, sin
que les esté permitido pretender hacerse justicia por mano propia o arrogarse atribuciones que
no les están reconocidas por ley…” (SC 0678/2004-R de 4 de mayo).
Siguiendo la línea jurisprudencial trazada por este Tribunal, se establece que en casos de
contrato de arrendamiento, si bien existen vías judiciales para que las partes que lo
suscribieron hagan valer sus derechos, esta jurisdicción no puede sustraerse a la concesión de
la tutela, al darse el plano de desigualdad, en que se encuentra el arrendatario frente al
arrendador propietario, al vulnerarse con estas actitudes de hecho, derechos fundamentales que
requieren urgente protección, como es el caso del derecho al trabajo, que resulta lesionado por
el acto ilegal denunciado” (SC 0230/2006-R de 13 de marzo).
Al respecto, corresponde señalar que si bien el derecho propietario del inmueble, según el plazo
del contrato de alquiler, el pago de alquileres y la supuesta garantía, son situaciones que
corresponden ser conocidas y dilucidadas en la vía ordinaria; sin embargo, los recurridos
incurrieron en actuación indebida e ilegal al asumir medidas de hecho contra el accionante,
invadiendo el inmueble que utiliza como domicilio y actividad laboral, destechando los
ambientes que sirven de vivienda familiar y colocando un letrero, candado y cadenas, que
impiden el ejercicio de la actividad comercial a la que se dedicaba, vulnerando con ello su
derecho al trabajo, normado en el art. 46.I.1 de la CPE…'”.
De lo relacionado se puede extractar que las partes que acuden a la jurisdicción constitucional
pidiendo tutela ante violaciones de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales,
están en la obligación de aportar la prueba suficiente y necesaria para demostrar y acreditar la
existencia de los hechos u omisiones denunciados como lesivos, además de la coincidencia con
el servidor público o el particular que causó dicha vulneración y contra quien se dirige la acción,
“…de esa forma la determinación del Tribunal obedecerá a la certidumbre de que efectivamente
se habría vulnerado o amenazado un derecho fundamental, caso contrario, es decir de no
presentar el recurrente prueba suficiente que demuestre la existencia del acto lesivo, no se
podría conceder la tutela pues se estaría ante un hecho no probado que impide verificar la
existencia de lesión a un derecho” (SC 0374/2007-R).
No obstante lo señalado, pueden presentarse ciertas circunstancias que impiden a los afectados
demostrar materialmente las lesiones cometidas en su contra, y si bien, conforme a la
jurisprudencia glosada, el órgano constitucional debe fallar de acuerdo a las pruebas ofrecidas y
en las que se basa la pretensión; sin embargo, en aquellos casos referidos a denuncias de
medidas de hecho ocurridas en el interior de las residencias particulares, la SC 0208/2010-R de
24 de mayo, al asumir el razonamiento contenido en la ya citada SC 0374/2007-R, realizó una
excepción a dicha exigencia, sosteniendo lo siguiente: “…Complementando este entendimiento,
teniendo en cuenta que pueden producirse determinadas situaciones en las que exista la
imposibilidad material de efectuar tal acreditación, la citada sentencia constitucional estableció
una subregla dentro de la línea jurisprudencial que establece la obligatoriedad de probar por
parte del accionante los hechos que denuncia, al establecer que cuando no exista divergencia
sobre los hechos denunciados, es decir, cuando se atribuya a los demandados haber incurrido
en vías de hecho y exista aceptación de los hechos denunciados por parte de estos, o los mismos
no los desvirtúen en forma debida, tendrá que concederse la tutela; para ello, tendrán que
concurrir los dos aspectos: a) La imposibilidad de obtener y presentar la prueba
correspondiente y, b) La aceptación de los hechos acusados o la no desvirtuación de los mismos
por parte de los demandados”.
De modo tal, que cuando exista imposibilidad material de efectuar la acreditación de las medidas
de hecho denunciadas y la parte demandada no los niega y tampoco desvirtúa en forma debida,
entonces amerita conceder la tutela impetrada, una vez que se cumplan los dos requisitos
establecidos vía jurisprudencial.
En el caso de análisis, según las aseveraciones de los accionantes, Savina Grimaldis Espinoza,
ocupa un ambiente en el inmueble de propiedad de la demandada, desde hace trece años en
calidad de arrendamiento, destinado al funcionamiento de una tienda comercial, modalidad de
contrato que el 13 de septiembre de 2011 se cambió por anticresis, suscribiendo para dicho
efecto el correspondiente documento privado reconocido en sus firmas, entre la propietaria
Altragracia Cuñanchiro Moron y el hijo de la precitada Moisés Víctor Copa Grimaldis, ahora
coaccionante, con una vigencia de un año, computable a partir de la firma del mismo.
Posteriormente, indica que a principios de enero de 2012; es decir, dentro de la vigencia del
contrato, la dueña del inmueble, solicitó a los ocupantes que desalojen el ambiente dado en
anticresis, bajo el argumento que cambiaría los mosaicos y que una vez concluida la reparación,
el bien les sería restituido, sin embargo, al no tener otro lugar donde comercializar sus
productos, además del riesgo que corrían de vencerse, su petición fue negada, expresándole que
dichos trabajos los debía realizar una vez que el término del contrato se cumpla.
Una vez que la afectada retornó de su viaje y reclamó sobre los hechos ocurridos, Altagracia
Cuñanchiro Morón le señaló que el documento suscrito no le importaba y que se quejara donde
quiera, pero que no volvería a ingresar a la tienda, porque temía que se quedara en la misma de
manera indefinida.
Con relación a Savina Grimaldis Espinoza, si bien ella no suscribió el contrato; sin embargo, se
encuentra ocupando el ambiente dado en anticresis a su hijo Moisés Víctor Copa Grimaldis,
lugar donde tiene instalada una tienda comercial desde hace trece años atrás; en consecuencia, el
desalojo extrajudicial al titular del derecho, afecta de igual manera a la precitada, contra quien
tampoco se evidencia que se hubiera activado la vía legal competente a efectos de solicitar su
desalojo del inmueble.
En ese contexto, correspondía a la propietaria, acudir a las vías legales a demandar el desalojo
del inmueble dado en anticresis a favor de Moisés Víctor Copa Grimaldis, pero en ningún caso,
podía ingresar al ambiente y, bajo presión exigirle que desocupe el mismo para luego proceder a
sacar sus bienes al patio, y posteriormente impedir su ingreso tanto de él como de su madre,
porque, como se vino repitiendo, a nadie le está permitido hacerse justicia por mano propia,
razonamiento que emerge de la norma legal contenida en el art. 1282 del CC.
Medidas que en definitiva impidieron a los afectados, ejercer su actividad comercial y por ende,
percibir sus ingresos económicos para su sustento diario, al margen de la lesión a su dignidad, la
que si bien, no fue demandada, de igual forma, por conexitud debe protegerse, al tratarse del
derecho de toda persona a ser respetada por su sola condición humana, lo que conlleva la
expectativa de que cualquier acción de hecho no está permitida a nadie. Así lo estableció la SC
0400/2010-R de 28 de junio, al precisar: “El derecho a la dignidad, expresamente previsto como
un derecho fundamental en el art. 21.2 de la CPE, alegado por la recurrente, ahora accionante,
como vulnerado, se encuentra definido en la SC 0338/2003-R de 19 de marzo, que señala:`…el
derecho a la dignidad humana es aquel que tiene toda persona por su sola condición de
'humano', para que se la respete y reconozca como un ser dotado de un fin propio, y no como un
medio para la consecución de fines extraños, o ajenos a su realización personal. La dignidad es
la percepción de la propia condición humana, y de las prerrogativas que de ella derivan”. De
igual manera, se pronunció la SC 0667/2006-R de 12 de julio”.
Por tanto, en el caso concreto, debe hacerse efectiva la tutela solicitada por los accionantes al ser
evidentes las vías de hecho asumidas por la demandada en su contra, quien, en ningún momento
inició un proceso sumario de desalojo que hubiera concluido con el pronunciamiento de
autoridad competente que dé lugar a su petitorio y disponga la consecuente desocupación del
local comercial; haciendo abstracción de la subsidiariedad de la presente acción, dado que los
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derechos vulnerados deben ser inmediatamente restablecidos, sin que previamente se agoten las
instancias legales establecidas en el ordenamiento jurídico, de no hacerlo supondría una demora
injustificada en la tutela de derechos fundamentales, siendo ya ineficaz por tardía cualquier
protección judicial posterior frente al acto arbitrario que los vulneró; por lo que debe otorgarse la
tutela inmediata, exclusivamente respecto a las medidas de hecho asumidas para el desalojo del
lugar de trabajo del accionante y de su madre, de manera provisional, hasta que la jurisdicción
ordinaria se pronuncie al respecto, dentro del trámite legal correspondiente.
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00730-2012-02-AAC
Departamento: Chuquisaca
Por memorial presentado el 9 de abril de 2012, cursante de fs. 41 a 47, la accionante manifiesta que
fue contratada como Médico General del SEDES, asignada al establecimiento de Red Salud I
Sucre, conforme al contrato de prestación de servicios en salud 360/2011 de 2 de febrero, para
cumplir las funciones dentro del Centro de Salud Canadá T/C.
El 28 de julio de 2011, nació su hija María René Rodríguez Velasco, siendo de conocimiento del
SEDES su estado de embarazo desde el mes de marzo del mismo año, fecha desde la cual además
Contra esa determinación presentó memorial el 7 de junio del mismo año, solicitando al Director
Técnico, la reconsideración en vista del Decreto Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero de 2009, que
establece la inamovilidad funcionaria en los periodos de gestación, por lo que la Directora Técnica del
SEDES Chuquisaca, emitió la Resolución Administrativa (RA) 008/2011 de 1 de julio, confirmando la
nota de rescisión de contrato, no aplicable la inamovilidad laboral e instruyendo a la Unidad Jurídica y
RR.HH. elaborar nuevo contrato. Contra esa Resolución interpuso recurso de revocatoria, mediante
memorial de 27 de julio de 2011, que no fue contestado.
Mediante memorial de 29 de agosto del citado año, presentó denuncia por el despido indebido, ante
la Jefatura Departamental del Trabajo, por lo cual esta institución expidió conminatoria contra la
Directora Técnica del SEDES, determinando su reincorporación inmediata de la hoy accionante
mas el pago de salarios devengados y demás derechos sociales, en el plazo de cinco días, como
consecuencia de esta conminatoria, dicha autoridad dejó sin efecto la rescisión de contrato y
estableció que se le regularizará el salario devengado, añadiendo que esto último no sucedió.
Los sueldos de julio a octubre de 2011, le cancelaron normalmente; pero, el mes de noviembre le
pagaron solamente por veinte días y ante su reclamo al Asesor Jurídico del SEDES, éste le
respondió verbalmente que “Haga de cuenta que el SEDES está en quiebra y desista de cobrar esos
adeudos”.
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa contrato 360/2011 de 2 de febrero, sujeto a plazo fijo, hasta el 30 de diciembre de dicho
año de la contratada Ana María Velasco Espada, para cumplir funciones en el cargo de Médico
General en el establecimiento de salud RED DE SALUD I SUCRE (fs. 4 a 6).
II.2. Según nota de 26 de mayo de 2011, por el que se rescinde el contrato “360/2011” de 2 de
febrero y se prescinde de los servicios de la accionante como Médico General Red I (fs. 8).
II.3. Por memorial de 7 de junio de 2011, dirigido al Director Técnico del SEDES Chuquisaca, la
accionante, solicita se deje sin efecto la rescisión del contrato de 26 de mayo del mismo año (fs. 9 y
vta.).
II.4. En la RA 008/2011 de 1 de julio, Gilka Guerrero Coppa, Directora Técnica a.i. del SEDES de
Chuquisaca, confirmó la nota de 26 de mayo del mismo año de rescisión de contrato, resolviendo
que no es aplicable el beneficio de inamovilidad laboral por embarazo; además, de instruir a la
Unidad Jurídica y RR.HH.elaborar un nuevo contrato para la accionante en el puesto de Médico
General (fs. 10 a 11).
II.5. Mediante memorial de 27 de julio de 2011, dirigido al Director Técnico del SEDES
Chuquisaca, la accionante, formuló recurso de revocatoria (fs. 12 a 14 vta.).
II.6. Por nota de 4 de octubre de 2011, Edith Grimaldez y Gilka Guerrero Coppa, Jefa de la Unidad
de Recursos Humanos y Directora Técnica a.i., respectivamente, ambas del SEDES Chuquisaca,
comunicaron a la accionante, quedar sin efecto la rescisión del contrato y continuar vigente éste;
además, de que se le regularizará el salario devengado desde mayo a la fecha (fs. 16).
II.7. Cursan papeletas de pago, bajas médicas y notas de entrega de subsidio de lactancia (fs. 17 a
30).
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II.8. A través de nota de 8 de diciembre de 2011, solicita el pago de sueldo del mes de junio de
dicho año (fs. 31) y memorial de 23 de febrero de 2012, dirigido a la Directora Técnica del SEDES
Chuquisaca, pide la cancelación de sueldos devengados (fs. 32 y vta.).
La acción amparo constitucional es una acción tutelar de carácter extraordinario, cuya finalidad es
la protección de los derechos fundamentales de las personas, establecida en el art. 128 de la CPE,
procede: “…contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y la ley”.
A su vez, el art. 129.I de la CPE, enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la persona:
“…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre
que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados”.
Sin embargo, la exigencia del agotamiento de vías ordinarias o administrativas, puede en algunos
casos ocasionar un daño irreparable, por lo cual la justicia constitucional estableció una serie de
sub reglas, en las que se encuentran las excepciones al principio de subsidiariedad, en tal sentido,
están los derechos que asisten a la mujer trabajadora en estado de gestación la SC 0530/2010-R de
12 de julio, estableció que al tratarse de acciones:“…que implican la protección de una mujer
trabajadora en estado de gestación, esa protección es de carácter inmediato por el efecto
irreparable que podría causar el hecho ilegal denunciado…” entendimiento reconocido en la
vigencia de la Constitución Política del Estado del año 2009 así por ejemplo las SC 0434/2010-R,
0581/2010-R, 1043/2010-R, 0610/2010-R, 0771/2010-R, 1330/2010-R y 1205/2010-R.
En el nuevo orden constitucional, el Estado “…reconoce y protege a las familias como el núcleo
fundamental de la sociedad, y garantizará las condiciones sociales y económicas necesarias para su
desarrollo integral” (art. 62 de la CPE); además, protegerá y asistirá a quienes sean responsables de
las familias en el ejercicio de sus obligaciones (art. 64.II de la CPE).
Acorde con dicho mandato, el art. 1 de la Ley 975 de 2 de marzo de 1988, sobre la mujer
embarazada, estableció que toda mujer del sector público o privado en etapa de gestación, gozará
de inamovilidad en su puesto laboral hasta el año de nacimiento de su hijo o hija, inamovilidad en
virtud al art. 48.VI de la CPE, alcanza ahora a los progenitores varones.
Entre los grupos de atención prioritaria, están justamente las mujeres embarazadas y los niños, en
los que no se trata sólo de la protección de un interés individual que se ve amenazado sino el
interés social que debe priorizarse, por lo que el Estado debe asumir un rol preponderante en
garantizar esquemas mínimos de bienestar a toda la población, especialmente a las personas que
conforman estos grupos, debiendo también promover la maternidad sin riesgos y proteger a la
persona por nacer y una vez nacido -cuando la madre trabajadora goza de inamovilidad
funcionaria- hasta el año de nacido.
El art. 24 de la CPE, señala que: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario”, norma que impone a un
servidor público, que tenga conocimiento de una solicitud o petición a recibir, tramitar y dar respuesta
de fondo de manera oportuna, ya sea de forma positiva o negativa obligación reforzada cuando la
solicitud refiere a la situación de una persona de un grupo de atención prioritaria entre las cuales se
hallan las mujeres gestantes y/o con hijos o hijas menores a un año de edad, que se encuentra en un
trance en el que ocurren cambios fisiológicos y hormonales que pueden hacer o incidir en un
embarazo de riesgo de tal forma que la falta de respuesta en este tipo de casos no sólo ahonda el
estado de incertidumbre de la peticionante que debe reiteradamente retornar para averiguar sobre el
estado de su petición lo que sin duda desconoce la dignidad de la que es merecedora ella y el ser
gestante.
Asimismo, recordar que la efectividad del derecho de petición está en la resolución pronta y
efectiva de la cuestión que se plantea, ya que sería en vano el dirigirse a una autoridad pública si
ésta no resuelve o se reserva para sí el sentido de lo decidido. Las respuestas evasivas o
Ante la conminatoria de la Jefatura Departamental del Trabajo, la Directora Técnica del SEDES,
determinó dejar sin efecto la rescisión del contrato y estableció la regularización del salario
devengado, siendo que esto último no sucedió, más al contrario la falta de pago de éstos fue
reiterada incluso hasta el mes de enero de 2012 y ante el pedido de cancelación de los mismos no
recibió respuesta alguna, por lo que las autoridades demandadas no le cancelaron el sueldo que se
le adeuda ni tampoco le hicieron entrega de las respectivas papeletas de pago, que son requisitos
indispensables para que tanto la accionante como su hija puedan hacer uso del seguro médico en la
caja CORDES.
Por otra parte, se evidencia solicitudes de pago de sueldos devengados por los meses de mayo (del 27
al 31), junio (del 1 al 27), noviembre (del 21 al “31”) y enero, mismas que no recibieron respuesta
alguna, ya sea en forma positiva o negativa, por lo cual se tiene como vulnerado el derecho de
petición, tampoco consta haberse hecho efectiva dicha cancelación; además, de los informes
mensuales de actividades y de asistencia, correspondientes a los meses de enero a marzo de 2012, se
establece que la accionante, seguía trabajando como Médico Cirujano.
Se reitera que si bien existía un contrato de prestación de servicios con fecha cierta de
conclusión del mismo -30 de diciembre de 2011-; sin embargo, conforme a los principios de la
realidad y de continuidad, se da más valor a lo que las circunstancias nos demuestran, el hecho de que
la accionante siguió trabajando en el SEDES y seguir cumpliendo las funciones para las cuales fue
designada de forma ininterrumpida, independientemente a lo pactado y por el hecho de que la
relación laboral se ha prolongado en el tiempo, por lo que al tener la accionante el derecho a una
remuneración o salario justo, por los meses en los cuales siguió trabajando con conocimiento del
Director Municipal de Salud Sucre, al cual presentó los informes mensuales de actividades y de
asistencia y al no cancelarle los sueldos correspondientes se vulneró su derecho, ya que por la falta de
pago no se cumplió la finalidad de asegurar a la accionante y a la menor una existencia digna, si
hubiera percibido el mismo.
Se evidencia una nota de 8 de diciembre de 2012, dirigida a esta autoridad demandada, por la cual la
accionante solicita el pago de sueldo del mes de junio de 2011, a la cual no cursa respuesta alguna, no
siendo desvirtuado este hecho por este funcionario ya que no presentó informe alguno ni asistió a la
audiencia, a falta de esta información, corresponde a la justicia constitucional pronunciarse sobre la
base de la prueba ofrecida por la accionante, de acuerdo al art. 129.IV de la CPE, máxime al tratarse
de una persona perteneciente un grupo de atención prioritaria como se extrae del Fundamento
Jurídico III.3 de esta Sentencia, debe declararse la vulneración al derecho de petición pese a ello,
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amerita dejar claramente establecido que al haberse activado de manera directa la jurisdicción
constitucional conforme se dejó sentado en el Fundamento Jurídico III.1, la respuesta que pudiesen
otorgar la autoridades demandadas resulta ineficaz e inoportuna, por lo que ya no resulta necesario
ordenar a dichas autoridades que otorguen la respuesta solicitada por ser extemporánea.
En consecuencia el Tribunal de garantías al conceder la acción tutelar, ha actuado correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución 065/2012
de 20 de abril, cursante de fs. 67 a 70 vta. emitida por la Sala de Familia, Niñez y Adolescencia del
Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca; y en consecuencia CONCEDER la tutela
solicitada respecto a los derechos a una remuneración justa, petición y de la garantía de
preeminencia de los derechos de la niña -hija de la accionante- por parte de las autoridades
demandadas.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez.-Magistrada.
Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños.-Magistrada .
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00684-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
a) Antecedentes fácticos
El 12 de mayo de 2010, sus representadas iniciaron proceso laboral contra la empresa
TRANSBEL S.A., ante el Juzgado Primero de Trabajo y Seguridad Social del Tribunal
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Agrega que, contra el Auto de 16 de mayo de 2011, sus representadas interpusieron el recurso de
reposición, mereciendo por respuesta el Auto de 1 de agosto de 2011, por el cual se determinó
no ha lugar a la reposición solicitada, habiéndose agotado de esta manera los recursos legales
ordinarios.
Expresa que, los Autos de 16 de mayo y 1 de agosto de 2011, son ilegales e incurren en
omisiones indebidas, desconocen el carácter obligatorio de las disposiciones en materia laboral y
atentan contra el proteccionismo estatal a favor del trabajador y la aplicación objetiva de la ley.
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
garantía suficiente para responder por la obligación social pendiente, la medida de arraigo
debe ser suprimida; iv) De la revisión de documentación y antecedentes del proceso laboral,
se denota la intencionalidad de la empresa de honrar la cancelación de los beneficios
sociales, no siendo razonable la aplicación de una medida como el arraigo, impidiendo el
derecho de locomoción de la representante de TRANSBEL S.A., por lo cual no es aplicable
a este caso la SC 2285/2010-R, en razón a que el objeto de las medidas precautorias es la
concreción de la cancelación de los beneficios sociales; v) La resolución que admita o
niegue, la imposición de determinada medida precautoria, no causa estado; por tanto, puede
volver a ser solicitada, así como puede pedirse su modificación, ampliación o sustitución,
entendiéndose por tanto que dichas medidas son provisionales y tienen un cará cter
transitorio; vi) Al ser el proteccionismo estatal un principio general del ordenamiento
jurídico laboral, no se podría tutelar el mismo siguiendo la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional, resultando más bien tutelable el derecho al debido proceso laboral; vii) En
cuanto a los principios de legalidad y seguridad jurídica, ambos no pueden ser tutelados por
si solos, por cuanto ambos son elementos configurativos del debido proceso; y, viii) En
conclusión, no ha existido vulneración de derecho alguno, no debiendo considerarse en
ningún caso la acción de amparo constitucional, como una instancia casacional o inherente
a la justicia ordinaria.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. El 12 de mayo de 2010, las accionantes María Fernanda Quiroga Rojas y Fátima Clara
Pardo de Iriarte, presentaron demanda de reintegro de beneficios sociales contra la empresa
TRANSBEL S.A. (fs. 3 a 4), dando lugar al pronunciamiento de la Resolución de 27 de
septiembre de 2010 (fs. 7 a 10).
II.2. El 5 de mayo de 2011, las accionantes pidieron a la Sala Social y Administrativa del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, en su calidad de Tribunal de segunda
instancia, la imposición de la medida de arraigo a la representante legal de la empresa
TRANSBEL S.A. (fs. 19).
II.3. A fs. 25, cursa Auto de 16 de mayo de 2011, por el cual los Vocales de la Sala Social y
Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, determinaron que:
“…antes de disponerse la medida restrictiva al ejercicio del derecho de locomoción o de libre
tránsito como es el arraigo, la parte actora previamente debe proceder a agotar las medidas
precautorias de anotación preventiva o embargo preventivo sobre los bienes de la empresa
demandada o en su caso acreditar la inexistencia de bienes” (sic).
II.4. El 8 de junio de 2011, fue interpuesto por las accionantes recurso de reposición contra el
Auto de 16 de mayo de igual año, mereciendo por respuesta el pronunciamiento del Auto de 1
de agosto de la citada gestión, también emitido por la Sala Social y Administrativa del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por el cual fue ratificado el tenor de lo
dispuesto inicialmente (fs. 26 a 30 vta. y fs. 32).
seguridad jurídica y legalidad, por cuanto indica que dentro del proceso laboral seguido con tra
TRANSBEL S.A., la Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, injustamente rechazó la medida de arraigo incoada contra la Gerente Regional
de la referida empresa mediante Auto de 16 de mayo de 2011, contra el cual interpusieron
recurso de reposición, mereciendo por respuesta el Auto de 1 de agosto de 2011, mismo que
determinó no ha lugar a la reposición solicitada. En consecuencia, se procederá a analizar si
en el presente caso corresponde la concesión o no de la tutela incoada.
Del contenido del texto constitucional de referencia puede inferirse que la acción de
amparo constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e
inmediato de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo
ámbito de protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y
garantías que no se encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección
especializada que el mismo orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de
libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el
ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y
omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también
de las personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos
y garantías objeto de su protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las
del proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto
específico y diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales y con
una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o
inminente de derechos fundamentales a raíz actos y omisiones ilegales o indebidos y con un
régimen jurídico procesal propio.
Finalmente cabe señalar que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la Constitución que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro
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medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías al constituirse en un
mecanismo constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la
vigencia y respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que
no exista otro medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no
han restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este
requisito, no se puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar
la tutela”.
III.2.1. Jurisprudencia
La citada SCP 0002/2012, respecto al debido proceso, manifiesta: “En el orden de ideas
citado también debe señalarse que la acción de amparo constitucional, encuentra
fundamento directo en el artículo 25.1 de la CADH, instrumento que señala : 'Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aún
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones
oficiales'. En el marco del citado precepto que forma parte del Bloque de
Constitucionalidad reconocido por el artículo 410 de la CPE, se tiene que la dimensión
procesal constitucional de la acción de amparo constitucional debe ser estructurada a
partir de este marco de disposiciones, siendo evidente que el amparo constitucional
constituye un mecanismo eficaz de defensa para el resguardo de derechos fundamentales
insertos en el bloque de constitucionalidad.
Ahora bien, una vez descrita la dimensión procesal de la acción de amparo constitucional,
corresponde ahora establecer su idoneidad para la tutela de los derechos al debido proceso, a la
defensa y a la impugnación.
En el orden de ideas señalado, se tiene que el derecho al debido proceso, puede ser tutelado a
través de la acción de amparo constitucional, en ese orden, corresponde en este estado de
cosas definir al debido proceso, vinculado con los derechos a la defensa y a la impugnación,
por tanto, es menester señalar que la SC 1674/2003-R de 24 de noviembre, entre otras, define
al debido proceso como: '…el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el
que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; comprende la potestad de
ser escuchado presentando las pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la
defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que
las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del
Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de
aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y
constituye una garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger
la libertad, la seguridad jurídica…'. Debido proceso que conforme ha establecido adqu iere
una triple dimensión: principio, derecho y garantía constitucional.
En cuanto a los elementos del debido proceso, el tratadista Juan Francisco Linares, citado por
Ticona Póstigo, señala que éstos son: “a) Intervención de un Juez independiente, responsable y
competente; b) Hacerse un emplazamiento valido; c) Derecho a ser oído o derecho a
audiencia; d) Tener oportunidad probatoria; e) La fundamentación del fallo; y, f) El control
constitucional del proceso y la doble instancia” (las negrillas y subrayado son nuestros).
III.3.1. Jurisprudencia
A su vez el art. 102 del mismo cuerpo de leyes, establece el arraigo dentro de una jurisdicción
al señalar:
'También podrán precautelarse los derechos del trabajador mediante el arraigo del demandado
dentro de la jurisdicción de su domicilio, cuando se tenga temor de su alejamiento o huida y
hasta que constituya garantía suficiente'.
2. La medida compulsiva del apremio corporal, también se aplicará en aquellos eventos en los
cuales dentro del fenecido proceso de remate de los bienes del deudor, se establezca que éste
es insolvente para cubrir el total de la obligación; apremio que deberá ordenarse únicamente
por la diferencia impaga.
Dicho entendimiento, encuentra fundamento en las normas previstas en los arts. 213 y 216 del
CPT, que deben ser interpretadas desde y conforme a la Constitución, evitando el
quebrantamiento del equilibrio que debe existir entre la protección del derecho a la libertad del
empleador, -que si bien no es un derecho absoluto, podrá ser restringido o limitado siempre que
se den uno de los tres supuestos desarrollados en el anterior párrafo- y, los derechos a la
eficacia de las resoluciones judiciales, al debido proceso y a una tutela jurisdiccional efectiva
del trabajador o empleado, teniendo en cuenta los intereses y derechos laborales protegidos”.
El art. 21.7 de la CPE, consagra el derecho a la libertad de circulación, al señalar que las
bolivianas y los bolivianos tienen derecho: “A la libertad de residencia, permanencia y
circulación en todo el territorio boliviano, que incluye la salida e ingreso del país”.
Por su parte, el art. 100 del CPT, dispone: “Antes de formalizarse la demanda o durante la
sustanciación del proceso, pueden pedirse las medidas precautorias y de seguridad siguientes:
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a) Anotación preventiva;
b) Embargo preventivo;
c) Secuestro;
d) Intervención judicial;
e) Inhibición general de bienes;
f) Arraigo”.
El art. 102 de la misma norma, por su parte indica: “También podrán precautelarse los
derechos del trabajador mediante el arraigo del demandado dentro de la jurisdicción de su
domicilio, cuando se tenga temor de su alejamiento o huida y hasta que constituya garantía
suficiente” (las negrillas y subrayado nos corresponden).
De la normativa expuesta previamente, se puede concluir que al existir medios idóneos para
lograr la restitución de los beneficios sociales a través de medidas precautorias como la
anotación preventiva o embargo preventivo de bienes, no se podrá solicitar directamente el
arraigo de los empleadores o de los representantes legales de empresas, salvo que sea evidente la
existencia de riesgo de huida, situación que previamente deberá ser demostrada por el
demandante, evitando afectar el derecho de libre locomoción a través de su restricción, cuando
el monto adeudado puede ser garantizado y posteriormente materializado mediante el remate de
bienes.
El accionante considera vulnerados los derechos de sus representadas al debido proceso, a gozar
del proteccionismo estatal a favor del trabajador, al carácter obligatorio de las disposiciones
sociales y laborales, a la aplicación objetiva de la ley y a los principios de seguridad jurídica y
legalidad, entendiendo que la Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, injustamente rechazó la medida de arraigo incoada, a través de Auto de
16 de mayo de 2011, mismo que fue impugnado y ratificado por Auto de 1 de agosto de 2011,
por el cual se determinó no ha lugar a la reposición solicitada.
procedimiento aplicado al caso de autos es el que corresponde a un proceso laboral dentro del
cual los Vocales demandados han efectuado una interpretación acorde a nuestro texto
Constitucional.
De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, evaluó de manera correcta y
completa los datos del proceso y las normas aplicables al mismo, en razón a que no se constata
la lesión de los derechos invocados por la parte accionante.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00662-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 03/012 de 28 de febrero de 2012, cursante de fs. 272 a 274 vta.,
pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Freddy Ortiz Arancibia y
Claudia Oroza de la Riva en representación sin mandato de Amparo Peñaranda Suárez
contra Agapito Quiroga Padilla, ex Juez de Instrucción Mixto de San Julián, en suplencia
legal del Juez Segundo de Instrucción Mixto de Puerto Suárez -actualmente Juez Séptimo
de Instrucción de Familia del departamento de Santa Cruz-.
Por memorial presentado el 27 de febrero de 2012, cursante de fs. 241 a 246 vta., los accionantes
-por su representada- exponen los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Julián, cuya autoridad a cargo, a momento de resolver su situación jurídica, dispuso su detención
preventiva.
Aducen que, ante la ausencia del acta y la Resolución de aplicación de medidas cautelares,
acudió ante el Juez suplente, promoviendo incidente de nulidad de audiencia cautelar por
actividad procesal defectuosa; quien, en audiencia de 16 de febrero de ese año, conminó al Juez
hoy demandado, para que en el plazo de cuarenta y ocho horas presente el acta y la Resolución
extrañada; disposición que no fue cumplida. Al no tener respuesta alguna, su representada
presentó queja a la Presidencia de la “Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz”,
instancia que exhortó al demandado a emitir informe; empero, hasta la fecha de interposición de
la presente acción de tutela, no tuvo conocimiento del mismo.
Finalmente manifiestan que, la autoridad judicial de Puerto Suárez, fijó audiencia a objeto de
considerar el pedido de cesación de la detención preventiva de su defendida, para el 24 de
febrero de 2012, a horas 16:30, que fue suspendida porque la titular del prenombrado Juzgado y
el representante del Ministerio Público, se encontraban en Santa Cruz, asistiendo a un curso.
Revisados los antecedentes, constataron que el demandado, ex Juez de Instrucción Mixto de San
Julián, Agapito Quiroga Padilla -hoy Juez Séptimo de Instrucción de Familia-, no había remitido
hasta esa fecha, el expediente, menos el acta y la Resolución de aplicación de medidas
cautelares. Así, consideran que su defendida está en total estado de indefensión, al no haber sido
notificada con la imputación formal y no poder acceder a una audiencia a fin de considerar la
cesación de su detención preventiva, por no encontrarse el acta de la audiencia cautelar.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 28 de febrero de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
270 a 271 vta., en presencia de la representada de los accionantes, asistida de Claudia Oroza de
la Riva; ausente la autoridad judicial demandada, se produjeron los siguientes actuados:
La accionante, Claudia Oroza de la Riva, ratificó la demanda planteada y la amplió con los
siguientes fundamentos: a) De la revisión de los antecedentes del cuaderno procesal, se puede
colegir que no existe la diligencia de notificación con la imputación formal; y, si bien el art. 163
del Código de Procedimiento Penal (CPP), prevé que las partes se darán por notificadas en
audiencia, al tratarse de una actuación tan importante, debe efectuarse personalmente; b) Ante su
incumplimiento; es decir, a falta de notificación con la imputación formal, su defendida,
desconoce los motivos por los cuales está siendo procesada; y, c) En mérito a lo expuesto -
reiterando los términos de la demanda-, solicitó se conceda la tutela y se disponga la libertad de
su representada.
Agapito Quiroga Padilla, ex Juez de Instrucción Mixto de San Julián, en suplencia legal del Juez
Segundo de Instrucción Mixto de Puerto Suárez -actual Juez Séptimo de Instrucción de Familia
del departamento de Santa Cruz-, remitió informe escrito vía fax, cursante de fs. 268 a 269 vta.,
con los siguientes fundamentos: 1) Tomó conocimiento de la acción de libertad formulada en su
contra, mediante fax -únicamente del contenido del Auto de admisión y no así del fondo de la
misma-; 2) En su condición de “representante del Órgano Judicial” en la localidad de San Julián,
provincia Ñuflo de Chávez del Departamento antes nombrado, ante la ausencia de sus similares
de la región, asumió comprensión de la imputación formal contra Amparo Peñaranda Suárez;
así, en audiencia de aplicación de medidas cautelares, dispuso su detención preventiva,
oportunidad en que también resolvió incidentes “por supuesta extensión de mandamientos
tachados de ilegales” (sic), encontrándose la representada de los accionantes, en dicho acto,
asistida de su abogado defensor; sin embargo, sólo demostró el presupuesto familia, quedando
subsistentes los riesgos de fuga y obstaculización, tal cual se detalla en el acta de aplicación de
medidas cautelares; 3) Al asumir conocimiento de la ininteligible presente acción de defensa, no
logró comprender el motivo por el cual se encuentra demandado, suponiendo que es por haber
privado de libertad a la representada de los accionantes, conforme a la aplicación de la
normativa vigente y al establecer suficientes elementos de convicción contra ella; empero, la
decisión fue el resultado de la aplicación de las reglas de la sana crítica; Resolución que no
mereció recurso ni cuestionamiento alguno; y, 4) Desconoce los derechos invocados como
lesionados, debido a la imprecisión del contenido íntegro de la demanda. Con dichos
fundamentos, requirió la denegatoria de la tutela impetrada.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia de San José de Chiquitos del departamento de Santa Cruz,
constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 03/012 de 28 de febrero de 2012,
cursante de fs. 272 a 274 vta., por la que concedió la tutela incoada, disponiendo que el Juez
Mixto cautelar de Roboré, en suplencia legal del Juez Segundo Mixto cautelar de Puerto Suárez,
ordene la libertad de la representada de los accionantes siempre que no estuviere detenida por
otra causa, otorgando al efecto el plazo de cuarenta y ocho horas para el cumplimiento de dicha
determinación.
Fallo dictado en base a los siguientes fundamentos: i) Los accionantes adujeron que la autoridad
judicial que determinó la detención preventiva de su defendida, no elaboró el acta ni la
Resolución de la audiencia de aplicación de medidas cautelares; así, efectuada la solicitud de
cesación a la detención preventiva, la audiencia para su consideración, no pudo ser efectivizada,
debido a la ausencia de los mencionados actuados procesales. Asimismo, agregaron que Amparo
Peñaranda Suárez, no fue notificada con la imputación formal, a cuya consecuencia desconoce
los cargos que pesan en su contra, limitándose así su derecho a la defensa; tomando en cuenta
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3024
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II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial presentado el 27 de enero de 2012, Amparo Peñaranda Suárez, solicitó al
Juez Segundo de Instrucción Mixto de Puerto Suárez del departamento de Santa Cruz, la
cesación de su detención preventiva; programándose el acto mediante decreto de 6 de febrero de
ese año, para el 16 del mes y año prenombrados (fs. 210 y vta.; 211).
II.3. Conforme se tiene del “acta de audiencia de fundamentación oral de medida cautelar” y la
respectiva Resolución de medidas cautelares, la autoridad judicial demandada, Agapito Quiroga
Padilla -actualmente Juez Séptimo de Instrucción de Familia-, dispuso la detención preventiva
de la representada de los accionantes (fs. 256 a 267).
II.4. Por Auto de 27 de febrero de 2012, el Juez de garantías admitió la presente acción de
libertad, ordenando la notificación al demandado mediante fax (fs. 247).
II.5. Cursa en el legajo procesal, “informe de confirmación”, por el cual se demuestra el envío
de una página vía fax al número 033132304 (fs. 250).
III.1. Sobre las citaciones con la demanda de acción de libertad a la autoridad o persona
demandada
La comunicación con esta acción de defensa tiene vital importancia, por cuanto su finalidad es
poner en conocimiento del demandado -autoridad o particular-, el tenor íntegro o contenido
completo de la acción iniciada en su contra, a objeto que en pleno ejercicio de su derecho a la
defensa, asuma la misma. A más de ser una formalidad procesal, es un acto necesario para la
validez del proceso, pues sólo a través de ella se garantiza el principio de contradicción,
quedando la parte a derecho; de modo que, dicho formalismo de orden procesal tiende a
garantizar el ejercicio íntegro del derecho a la defensa como componente del debido proceso.
Ante su incumplimiento, es inminente la conculcación de este derecho, al quedar la parte
demandada en un absoluto estado de indefensión, que implica, una completa incertidumbre por
desconocer las razones que motivaron la acción y sin oportunidad alguna para refutar y alegar su
verdad frente a la pretensión incoada en su contra.
Por otro lado, de obviarse este formalismo procesal, se estaría frente a una evidente transgresión
del art. 115.II de la CPE, que con meridiana claridad prevé que el Estado garantiza el derecho a
la defensa, máxime si la primera parte del art. 119.II de la misma Norma Suprema, consagra la
inviolabilidad de este derecho. Este razonamiento, ya fue desarrollado en la jurisprudencia del
entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC 1156/2010-R de 27 de agosto, cuyo
entendimiento señala: “Dentro de ese contexto, surge a su vez como un presupuesto para la
operativización del derecho a la defensa dentro de cualquier proceso, que la persona contra la
que se dirija una demanda sea debida y legalmente informada de su existencia, pues de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3026
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desconocerla no podrá desvirtuar los extremos contenidos en ella, objetivo que se consigue
precisamente a través del instituto procesal de la citación. Este entendimiento ya se ha
plasmado en la jurisprudencia de este Tribunal, que de manera específica abordó este aspecto
en materia de hábeas corpus, determinando que la falta de citación a los demandados conlleva
la indefensión de éstos; y en consecuencia, corresponde anular obrados hasta el estado en que
puedan tomar conocimiento de la existencia de una acción tutelar formulada en su contra…”.
Ahora bien, corresponde analizar aspectos inherentes a la topografía de nuestro Estado; es decir,
aquellas circunstancias cuando el domicilio del juez o tribunal de garantías, resulte distante en
relación al asiento del o los demandados; situación en que evidentemente es imposible efectuar
la citación por parte del funcionario dependiente del juzgado o tribunal, que aprehenda
conocimiento de la acción, en las formas establecidas en la Constitución Política del Estado y la
ley. De disponerse la citación mediante orden instruida y exhorto suplicatorio, se efectuaría
cuando la comisión llegue a su destino; sin embargo, por la morosidad de este trámite, se corre
el riesgo de conculcar los arts. 126.I de la CPE y 68.1 de la LTCP; conllevando a que la
audiencia no tenga lugar dentro de las veinticuatro horas fijadas; lo contrario significaría instalar
el acto sin previamente haber citado a la autoridad o persona demandada; aspecto que lesionaría
los arts. 115.II y 119.II de la Norma Suprema.
Primer supuesto:
Si el domicilio del demandado, se sitúa en una distancia considerable, que conlleve a que sea
imposible trasladarse en tiempo oportuno al funcionario encargado de la citación, de no existir
en el lugar ninguna autoridad que represente al órgano judicial, corresponderá poner la acción de
libertad en su conocimiento, mediante fax u otro medio que sea apropiado y tenga la naturaleza
de garantizar la información fidedigna, tanto del contenido íntegro de la demanda y del auto de
admisión; sin embargo, deberá dejarse constancia inexcusablemente, que el demandado asumió
conocimiento de los mismos, pudiendo remitir su informe por igual medio.
Segundo supuesto:
De encontrarse el asiento del demandado a una distancia considerable que resulte imposible
efectuar la citación por el funcionario dependiente del juez o tribunal de garantías; empero, si en
el lugar (asiento del demandado) existe otra autoridad del órgano judicial, debe enviarse a este
último el contenido íntegro de la demanda y del auto de admisión vía fax u otro medio
apropiado que por su naturaleza garantice la información fehaciente, para que el titular del
juzgado o tribunal comisione al funcionario encargado a practicar la diligencia, citando al
demandado en forma personal o por cédula. En este caso, recibida la demanda y el auto de
admisión, el demandado podrá remitir directamente el informe escrito mediante fax u otro medio
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El debido proceso, como uno de los derechos fundamentales del individuo, se constituye en el
instrumento apropiado para la materialización de otros de similar categoría en el procedimiento
de toda causa, ahí la importancia de su respeto y vigencia; de modo que, por su intermedio es
viable garantizar un juicio imparcial que respete los derechos, garantías y principios emergentes
de la secuencia de un trámite de orden procesal; así, las autoridades judiciales y administrativas
que dirigen el proceso y las partes intervinientes en él, actúen en estricta sujeción al sistema de
reglas establecidos por el Estado Constitucional.
Desde la óptica de la Constitución Política del Estado, el debido proceso tiene una triple
dimensión; así, es comprendido como un derecho fundamental, un principio procesal y una
garantía en la administración de la justicia; en ese sentido, el anteriormente denominado
Tribunal Constitucional, desarrolló dicho entendimiento a través de la SC 2264/2010-R de 19 de
noviembre, que señala: “Entendido el debido proceso como '…un instituto jurídico y mecanismo
de protección de los derechos fundamentales, lo consagra como un principio, un derecho y una
garantía, lo que implica que la naturaleza del debido proceso está reconocida por la misma
Constitución en su triple dimensión: Como derecho fundamental de los justiciables, como un
principio procesal y como una garantía de la administración de justicia…'” (las negrillas
fueron añadidas).
El art. 115.II de la Norma Suprema, garantiza el ejercicio y la vigencia plena del debido proceso;
de manera que, considerando la enorme importancia de este instituto jurídico, es viable tutelar a
través de las diferentes acciones de defensa. Concretamente, la acción de libertad tiene vocación
de proteger en situaciones específicas; únicamente cuando, como resultado de la conculcación
del debido proceso, el agraviado se encuentre en total estado de indefensión y dicha lesión sea la
causal directa para la privación de libertad. En ese orden de ideas, la jurisprudencia desarrollada
por el entonces Tribunal Constitucional, entre otras, por la SC 0577/2010-R de 12 julio,
puntualizó: “Respecto a las lesiones al debido proceso la jurisprudencia constitucional ha sido
reiterada y uniforme al señalar que la protección que brinda el hábeas corpus, ahora acción de
libertad, no comprende todas las formas en que el mismo puede ser infringido, sino sólo a
aquellos supuestos en los que está directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de
locomoción, por operar como causa directa para su restricción o supresión, quedando los
demás supuestos bajo la protección del recurso de amparo constitucional, hoy acción de
amparo constitucional…”.
Acorde al entendimiento desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo, las
citaciones con la presente acción de defensa, deben efectuarse en estricta sujeción a lo dispuesto
por la Constitución Política del Estado. El Tribunal Constitucional Plurinacional, de acuerdo a lo
previsto por el art. 6.II de la LTCP, debe orientar su función interpretativa a la consecución de
las finalidades buscadas, de modo que, al regirse en el sentido propio y textual de la norma
escrita, en determinados asuntos, conllevaría un peligro de no materializar los propósitos y
objetivos que se persiguen; de ahí que la interpretación de la norma, desde y conforme a la
Norma Suprema, es fundamental para una determinada realidad.
Respecto a los extremos vertidos en el informe, en sentido de no haber conocido el texto íntegro
del contenido de la demanda, en estricta observancia del principio de informalismo que rige a la
acción de libertad, fundamentalmente considerando la naturaleza de los derechos tutelados por
esta garantía jurisdiccional y en aras del principio de lealtad procesal, al haber asumido
comprensión de la demanda -aunque de manera parcial-, le incumbía al demandado buscar los
medios y mecanismos que le permitan tener una información íntegra e informar sobre los puntos
denunciados.
La notificación con la imputación formal tiene una importancia trascendental, de manera que, el
imputado a través de este acto comunicacional toma conocimiento de los cargos que le atribuye
el ente acusador, a fin de que pueda asumir su defensa en los términos y en la medida de dicho
acto acusatorio. Procesalmente, conforme a la línea jurisprudencial establecida por el antes
denominado Tribunal Constitucional, es el acto que marca el inicio de la etapa preparatoria.
Ahora bien, se debe tener presente que, el derecho a la defensa es un elemento integrador del
debido proceso; correspondiendo precisar si la conculcación de ello, conlleva a una indefensión
absoluta del imputado, vinculada directamente con la privación de su libertad, para considerar la
viabilidad de su tutela a través de esta acción constitucional, conforme al desarrollo del
Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional.
contenido íntegro no existe el reclamo oportuno sobre la falta de notificación, cuando tal
omisión debió impugnarse ante la misma autoridad, pues las lesiones suscitadas en el seno de un
proceso, deben repararse ante dicha instancia. Motivo por el que, la imputada, al considerarse
agraviada en su derecho a la defensa, debió efectuar el reclamo ante la autoridad que resolvió su
situación jurídica, al ser ésta la encargada de controlar la vigencia de los derechos inherentes a
las partes y reparar los actos lesivos a los intereses de los sujetos procesales suscitados en el
desarrollo del proceso; así, es imposible proteger tal acto lesivo por medio de esta acción
constitucional.
Por otro lado, la ausencia de la notificación con la imputación no tiene vínculo directo con la
privación del derecho a la libertad de la imputada, pues existe una Resolución por la cual se
determinó su detención preventiva, cuyos fundamentos aún no fueron desvirtuados; entre tanto
persistan tales argumentos, no resulta viable alegar una detención ilegal. De advertirse la lesión
a derechos fundamentales en el desarrollo de un determinado proceso sin que tenga vínculo con
el derecho a la libertad y previo agotamiento de las instancias intraprocesales establecidas en la
norma adjetiva penal, no corresponde considerar a través de esta garantía de orden
constitucional, toda vez que, conforme al entendimiento jurisprudencial citado anteriormente,
estos requisitos deben ser previamente observados para reclamar su reparación mediante la
acción de libertad. En ese orden, los fundamentos del Juez de garantías, son manifiestamente
distantes a los razonamientos desarrollados por la jurisprudencia del antes denominado Tribunal
Constitucional, asumidos actualmente por este Tribunal Constitucional Plurinacional.
La representada de los accionantes está facultada para efectuar los reclamos correspondientes
ante las autoridades llamadas por ley y de persistir las irregularidades, se encuentra legitimada
para acudir a los recursos ordinarios previstos en el Código de Procedimiento Penal y
subsidiariamente a la jurisdicción constitucional, a través de la acción de amparo constitucional,
que permitirán reparar dichas omisiones; empero, la morosa elaboración de la Resolución que
determinó su detención preventiva, no se constituye en una causal directa que hubiera decidido
la privación de su libertad; en cuya consecuencia, no es viable la tutela en este punto, por medio
de esta acción constitucional.
No obstante de cursar el acta notariada sobre la supuesta falta del acta y Resolución que impuso
la detención preventiva de la defendida por los accionantes en el expediente; de la revisión de
los antecedentes que cursan en obrados, los documentos extrañados cursan de fs. 256 a 267, no
resultando evidente, lo afirmado por los accionantes, por cuanto -como se dijo anteriormente-
existe una Resolución debidamente fundamentada, que además no mereció recurso o
impugnación alguna por parte de la imputada; a cuya consecuencia, las omisiones de índole
administrativa no son reparables mediante esta acción constitucional, al considerar que la
vocación primigenia de la acción de libertad es la protección de los derechos enunciados
precedentemente.
2º Al haberse establecido precedentes sobre las citaciones con la acción de libertad, se instruye a
la Unidad de Secretaría General, proceder a la difusión de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, a los Tribunales Departamentales de Justicia y a las demás Salas de este Tribunal.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00588-2012-02-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 20/2012 de 6 de marzo, cursante de fs. 328 a 330, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Mirko Germán Montecinos Valda,
Ana Wilma Elín Montecinos Valda y Edgar Diego Mario Chacón Quiroga contra Edwin
Carvajal Ávalos, Juez Décimo Quinto de Partido en lo Civil y Comercial del departamento
de La Paz; Leonor Quiroz Najar, Secretaria Abogada y Wilmer Gabriel Aruquipa
Ontiveros, Oficial de Diligencias, ambos del Juzgado mencionado.
Por memorial presentado el 22 de febrero de 2012, cursante de fs. 126 a 131, los accionantes
exponen los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Edgar Diego Mario Chacón Quiroga y su cónyuge Ana Wilma Elín Montecinos Valda,
promovieron ante el Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, oposición al
desapoderamiento del inmueble; sin embargo, esta autoridad denegó la solicitud, a cuyo efecto,
plantearon recurso de apelación, resuelto por la Sala Civil Cuarta de la entonces Corte Superior
del Distrito Judicial de La Paz, mediante Resolución A-294/2008 de 23 de julio, que determinó
lo siguiente: “…revoca la Resolución Nro. 230/08 fecha 17 de marzo de 2008 y dispone que se
suspenda la expedición del mandamiento de desapoderamiento hasta que a través de la
resolución pertinente dentro de un proceso en la vía idónea llamada por ley coactivante y
oposicionista, hagan valer sus derechos y se determine a través de los medios de prueba
pertinentes, la real ubicación del inmueble adjudicado en subasta y remate…” (sic); disposición
que quedó ejecutoriada, por ende ningún juez ordinario podía expedir mandamiento de
desapoderamiento. Asimismo, promovieron proceso ordinario de mejor derecho y acción
negatoria -entre otros-, los cuales estarían en la etapa de conclusiones ante el Juez Primero de
Partido en lo Civil y Comercial del departamento de La Paz.
Carlos Oscar Ojopi Steiner, aprovechando el error judicial, nuevamente ejerció presión,
intentando obligar al Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, a fin que expida
mandamiento de desapoderamiento; de la misma forma, se desestimaron sus pretensiones, entre
tanto se dirimiera el mejor derecho propietario en la vía civil. Por estos hechos, el acreedor
promovió acción de amparo constitucional contra los ex Vocales de la Sala Civil Cuarta,
procurando anular el “Auto Supremo” A-294/2008; acción de defensa denegada por el Tribunal
de garantías y confirmada por el Tribunal Constitucional, a través del AC 0006/2011-RCA de 24
de enero; además, promovió recusación al Juez Décimo Cuarto precitado, de modo que, el
proceso radicó ante el Juez Décimo Quinto en la materia, quien emitió el mandamiento de
desapoderamiento sin cumplir las correspondientes notificaciones.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3032
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Manifiestan que, la Secretaria del Juzgado Décimo Quinto de Partido en lo Civil y Comercial,
no observó ni informó al Juez, sobre las notificaciones con el mandamiento de
desapoderamiento; asimismo, el Oficial de Diligencias, sin efectuar las notificaciones y
valiéndose del mandamiento, pretendió realizar la eyección del inmueble en circunstancias
extrañas; es decir, próximo al feriado de carnaval en un horario continuo de los Tribunales de
Justicia; aspecto que no permitió la intervención de la justicia y afortunadamente fue
interrumpido por vecinos y familiares. Ante estos acontecimientos, se reclamó verbalmente y
mediante memorial al Juez codemandado, pidiendo se deje sin efecto el mandamiento de
desapoderamiento y se ponga a derecho, pero la indicada autoridad se negó en varias
oportunidades.
I.1.3. Petitorio
Con dichos antecedentes, solicitan se les conceda la tutela y en consecuencia: a) Se declare nulo
y sin valor legal el mandamiento de desapoderamiento expedido por el Juez Décimo Quinto de
Partido en lo Civil y Comercial; b) Que dicha autoridad, cumpla lo dispuesto en el Auto de Vista
A-294/2008, emitido por la Sala Civil Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
debiendo estarse al resultado del recurso de apelación formulado contra la Resolución 508/11 de
15 de septiembre de 2011, que radicó en la Sala Civil Segunda; c) La imposición de daños y
perjuicios a los “recurridos”; y, d) La remisión de copias legalizadas al Ministerio Público para
la respectiva investigación.
El abogado de los accionantes ratificó el tenor íntegro de la demanda y la amplió con los
siguientes fundamentos: 1) Antes del remate se otorgó como garantía un lote de terreno situado
en el ex fundo Calacoto Alto, sin especificar la zona ni la calle; es decir, no se tenía la ubicación
del inmueble. Las autoridades del municipio de La Paz, señalaron al Juez Décimo Cuarto de
Partido en lo Civil y Comercial, que el inmueble no contaba con registro de catastro, ni el pago
de impuestos; el informe pericial evacuado del inmueble a ser rematado especifica que los datos
fueron generales, que se encontraba en la zona Villa Victoria del ex fundo Alto Obrajes, se
trataba de dos lotes y se otorgó un solo lote en garantía; 2) Ana Wilma Elín Montecinos Valda,
tuvo un problema cardiaco a causa de la presencia de todas las partes pretendiendo efectivizar el
desapoderamiento; y, 3) A efectos de la subsidiariedad de la acción de amparo constitucional,
citó las SSCC 0301/2003-R y 0462/2003-R, cuyo “intelecto” es el peligro inminente de los
derecho tutelados.
Edwin Carvajal Ávalos, Juez Décimo Quinto de Partido en lo Civil y Comercial, mediante
informe escrito cursante de fs. 140 a 145, señaló: i) Dentro del proceso coactivo civil en cuestión
seguido a instancia de Carlos Oscar Ojopi Steiner contra Augusto Maldonado Claros, por un
préstamo de dinero, se dictó la Resolución 201/2003 de 11 de junio -ejecutoriada-. Mirko
Germán Montecinos Valda y Ana Wilma Elín Montecinos Valda, formularon oposición, que
después de ser trasladada y contestada se la declaró probada a través de la Resolución 492/06 de
22 de junio de 2006; apelada dicha Resolución por el adjudicatario y considerada en la Sala Civil
Tercera, se emitió la Resolución 477/2006 de 9 de noviembre, que revocó el Auto “492”,
rechazando el incidente de oposición suscitado por los ahora accionantes, con el fundamento que
debían hacer valer sus derechos en la vía correspondiente; ii) Referente a la violación al debido
proceso, los accionantes aducen que se habría desconocido la Resolución A-294/2008,
actuándose con oscuridad, en feriado nacional y apoyándose en un Auto Interlocutorio que se
encuentra en apelación; sin embargo, se tiene demostrado que todos los recursos interpuestos
fueron concedidos. La Resolución 508/11, dictada por el Juez Décimo Cuarto de Partido en lo
Civil y Comercial, que ordenó el mandamiento de desapoderamiento, dando cumplimento a los
arts. 517 y 490.III del Código de Procedimiento Civil (CPC), indicó que en la ejecución de
sentencia debe efectivizarse, porque ningún trámite suspende el desapoderamiento; y, iii) Con
relación a la vulneración del derecho a la propiedad privada y atentados contra la seguridad
personal, la venta perfecta fue llevada a cabo dentro de un proceso civil coactivo, con todas las
formalidades previstas para este tipo de procesos, consolidándose así el derecho propietario a
favor del adjudicatario. Pide se deniegue la acción incoada y se prosiga con la ejecución del
desapoderamiento dispuesto, en virtud de una justicia pronta y cumplida sin dilaciones; con
costas y multa a los accionantes.
Leonor Quiroz Najar, Secretaria Abogada del Juzgado mencionado, en audiencia y a través del
informe escrito cursante de fs. 146 a 147, indicó: a) El decreto de “fs. 1269”, fue emanado por
autoridad competente y jurisdiccional; y, b) La función que desempeñó es administrativa y no
existe base legal que ordene a los funcionarios de apoyo jurisdiccional, representar y cuestionar
las decisiones del juez, así lo expresa la SC 1147/2011-R de 19 de agosto.
Wilmer Gabriel Aruquipa Ontiveros, Oficial de Diligencias del mismo Juzgado, presentó el
informe escrito cursante de fs. 155 a 156, manifestando: 1) El 17 de febrero de 2012, juntamente
con la Notaria de Fe pública 072, personal policial y el adjudicatario, se constituyeron en la zona
de Chasquipampa, calle 40, casa 23; a fin de dar cumplimento con el mandamiento de
desapoderamiento con facultades de allanamiento, auxilio de la fuerza pública, habilitación de
horas extraordinarias y días feriados, expedido por autoridad competente; en consecuencia, no
existió allanamiento; 2) De conformidad al art. 105.2 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), la
ahora accionante lo invitó a pasar al patio del inmueble, para posteriormente ingresar los vecinos
y familiares, comenzando a agredirlos, suspendiendo el acto procesal al no haber garantías; y, 3)
No existe base legal y no concierne representar las decisiones del Juez, porque entre sus
funciones está el deber de apoyo, según menciona la antes citada SC 1147/2011-R.
El abogado del tercero interesado, Carlos Oscar Ojopi Steiner, en audiencia, señaló: i) Estando
ejecutoriada la Sentencia conforme a los arts. 514 y 517 del CPC y 122 de la CPE, la ejecución
de autos y sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada, no puede ser suspendida por ningún
motivo, ni recurso ordinario u extraordinario, compulsa y recusación; ii) Existe una foto de la
vivienda en la zona de Chasquipampa, inmueble que se encuentra identificado, por lo que
corresponde el remate y el embargo; además, mucho antes de que hayan adquirido el bien
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3034
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
inmueble los accionantes, estaban definidas las colindancias al sur con la propiedad del “Sr.
Paucara”, al este y oeste con las calles (no identificadas); además a la fecha el “Sr. Paucara”
sigue siendo vecino colindante, y se evidenció también con el certificado treintañal; y, iii) Mirko
Germán Montecinos Valda y Ana Wilma Elín Montecinos Valda, tuvieron la oportunidad de
accionar el amparo el 2007, al conocer el fallo de la Sala Civil Tercera; asimismo, Edgar Diego
Mario Chacón Quiroga, puede hacer valer sus derechos en los procesos ordinarios para evitar la
ejecución de la sentencia, por lo que no concierne conceder la tutela por la subsidiariedad, al no
haberse vulnerado los derechos y garantías solicitadas.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal
de garantías, pronunció la Resolución 20/2012 de 6 de marzo, cursante de fs. 328 a 330, por la
que concedió la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: a) Los accionantes
señalan que no fueron parte del proceso coactivo al no suscribir ningún documento de crédito
hipotecario, con el coactivante, menos comprometieron su inmueble; b) La Resolución A-
294/2008, ejecutoriada, dispuso la suspensión de la expedición del mandamiento de
desapoderamiento, hasta que por la vía idónea, hagan valer sus derechos y la real ubicación del
inmueble adjudicado en subasta; c) El Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial,
emitió la Resolución 508/11, que dispuso librar mandamiento de desapoderamiento, “resolución
actualmente en apelación”, bajo el argumento que la Sala Civil Tercera habría confirmado el
rechazo de la oposición deducida por los accionantes, razón para cumplir lo establecido por el
art. 517 CPC; sin embargo, esta autoridad jurisdiccional no consideró los alcances de la
Resolución A-294/2008, que determinó la suspensión del mandamiento desapoderamiento; d)
Carlos Oscar Ojopi Steiner, una vez radicado el expediente ante el Juez Décimo Quinto de
Partido en lo Civil y Comercial, solicitó se expida mandamiento de desapoderamiento, dictando
dicha autoridad decreto, indicando que el proceso está en “apelación” y paralelamente en un
otrosí providenció “cúmplase”; de esta forma “obscura” y sin sustanciación, dispuso la ejecución
del mandamiento de desapoderamiento; sin embargo, los accionantes no fueron notificados con
esta providencia en su calidad de poseedores y propietarios. Los actores pidieron al Juez
demandado reponer y dejar sin efecto el mandamiento de desapoderamiento, siendo denegada
esta situación, que mantiene latente y subsistente la lesión de sus derechos en el caso de autos; y,
e) El Juez demandado emitió una orden ilegal de desapoderamiento, que fue autorizada y
ejecutada por los servidores públicos de apoyo jurisdiccional, por lo que ningún mandamiento
podría ser expedido sin haberse compulsado, conculcando el debido proceso y el derecho a la
propiedad privada, ocasionando daño a la seguridad personal de los accionantes, al tratar de
ejecutar el mandamiento de desapoderamiento causándoles daño inminente, rompiendo de esta
forma la subsidiariedad, tal como se tiene precisado en las SSCC 0119/2003-R y 0651/2003-R.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso coactivo seguido por Carlos Oscar Ojopi Steiner contra Augusto
Maldonado Claros, sobre oposición a desapoderamiento; la Sala Civil Cuarta de la entonces
Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dictó la Resolución A-294/2008, revocando la
Resolución 230/08 -pronunciada por el Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial,
rechazando la oposición deducida por Edgar Mario Chacón Quiroga-; ordenando en
consecuencia, la suspensión de la expedición del mandamiento de desapoderamiento “hasta que
a través de la resolución pertinente dentro de un proceso en la vía idónea llamada por ley
coactivante y oposicionista, hagan valer sus derechos y se determine a través de los medios de
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prueba pertinentes, la real ubicación del inmueble adjudicado en subasta y remate…” (sic) (fs.
53 a 54 vta.).
II.2. Mirko Germán Montecinos Valda, Ana Wilma Elín Montecinos Valda y Edgar Diego
Mario Chacón Quiroga, el 8 de septiembre de 2009, demandaron en la vía ordinaria el mejor
derecho de propiedad, acción negatoria y pidieron resarcimiento de daños contra Carlos Oscar
Ojopi Steiner (fs. 63 a 65 vta.).
II.4. El 22 de septiembre de 2011, Edgar Diego Mario Chacón Quiroga, formuló apelación a la
decisión del Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, de desapoderamiento del
bien inmueble adjudicado en remate, solicitando se revoque la Resolución 508/11 (fs. 110 a 111
vta; 108 a 109).
II.5. Carlos Oscar Ojopi Steiner, el 13 de diciembre de 2011, planteó recusación contra el Juez
Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y Comercial, por las causales contenidas en el art. 3.4 y 5
de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar (LAPCAF) (fs. 114 y vta.)
II.6. Por Resolución de 14 de diciembre de 2011, el Juez Décimo Cuarto de Partido en lo Civil y
Comercial, se allanó a la recusación y dispuso la remisión de obrados al Juez siguiente en
número, con nota de cortesía (fs. 115 a 116).
II.8. A través del memorial de 17 de febrero de 2012, Edgar Diego Mario Chacón Quiroga, se
apersonó y pidió se deje sin efecto el mandamiento de desapoderamiento, solicitud que se
encontraba aún pendiente de resolución a momento de activarse la jurisdicción constitucional
(fs. 123 a 125).
La acción de amparo constitucional ha sido instituida como la vía tutelar de los derechos
fundamentales de las personas, caracterizada por los principios esenciales de subsidiariedad e
inmediatez; pues las normas previstas por el art. 129.I de la CPE, indican: "La Acción de
Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3036
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
por la Resolución 508/11, que afecta su inmueble; determinación apelada y que hasta el
momento no obtuvo pronunciamiento al respecto.
Por lo desarrollado, se tiene comprobado que los accionantes activaron simultáneamente las
jurisdicciones ordinaria y constitucional, sin considerar la naturaleza subsidiaria de la presente
acción de defensa; activando tanto la ordinaria que es la idónea, como la constitucional;
circunstancia que determina que no se pueda ingresar al examen de fondo del caso de autos, por
cuanto en su oportunidad, debieron agotar todas las instancias que otorga la ley. Aspecto que en
el presente caso no acontece, debiendo denegarse la tutela impetrada.
Por todo lo expuesto, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela incoada por los accionantes,
actuó incorrectamente.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Pide se le conceda la tutela invocada y se disponga: a) Dejar sin efecto ni valor legal alguno, las
Resoluciones Administrativas (RRAA) 64/2011 y 75/2011, dictadas por el Alcalde Municipal;
así como la Resolución Municipal 01/2011, emitida por el Presidente del Concejo Municipal de
Monteagudo; b) Se ordene la aprobación de planos con la superficie de 32.653 m 2, dentro de un
plazo perentorio; y, c) Se imponga el pago de costas, más daños y perjuicios.
La Jueza Primera de Partido en lo Civil, Familia, Niñez, Adolescencia, Penal, del Trabajo y
Seguridad Social de la provincia Hernando Siles del departamento de Chuquisaca, al tener
conocimiento de la acción de amparo constitucional incoada; por oficio de 15 de marzo de 2012
(fs. 121), remitió el expediente al Juez Segundo de Partido “Mixto Laboral y Seguridad Social”
de la misma Provincia, con el pertinente Auto de excusa; por lo que este último, fijó audiencia
pública para el 22 de igual mes y año; acto procesal que no se llevó a cabo por razones de salud
del Juez referido y en tal circunstancia se determinó efectuarlo, el 27 de ese mes del año en
curso (fs. 125).
Celebrada la audiencia pública en la fecha referida, con la asistencia del accionante asistido de
sus abogados patrocinantes; de las autoridades demandadas igualmente acompañadas de sus
abogados y del representante del Ministerio Público, según consta en el acta cursante de fs. 155
a 161 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los abogados del accionante, ratificaron el tenor íntegro de la acción de amparo constitucional y
ampliándola, manifestaron que: 1) Su representado, en su condición de propietario del inmueble
ubicado en la zona de Candúa, solicitó a la Alcaldía Municipal de Monteagudo, la aprobación de
su plano topográfico, el cual fue rechazado; representando esa conducta, un acto restrictivo al
libre ejercicio del derecho a la propiedad privada y una vulneración del derecho al debido
proceso y del principio de seguridad jurídica; 2) Las Resoluciones Municipales de primera
instancia en recurso revocatorio y jerárquico contemplan una errónea interpretación de los
documentos que acreditan su derecho propietario, toda vez que reconocen su eficacia jurídica y
la aprobación del plano topográfico; y, 3) Durante la tramitación del proceso administrativo, no
se formó el expediente respectivo ni se aperturó el período de prueba, como tampoco se recibió
documentación probatoria alguna; incumpliéndose por otro lado los plazos establecidos por ley,
como el hecho de no labrarse el acta de la inspección ocular efectuada; conculcando de ese
modo el derecho al debido proceso de su defendido.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Partido en lo Civil, Penal, Familiar, de la Niñez y Adolescencia, del Trabajo
y de Seguridad Social de la provincia Hernando Siles, constituido en Juez de garantías, por
Resolución 0005/2012 de 22 de marzo, cursante de fs. 162 a 165 vta., denegó la tutela
impetrada, sin costas, responsabilidad civil ni penal; es decir, ordenó la no aprobación del plano
de lote de terreno ni la ratificación de la denegatoria de dicha solicitud; sin embargo, al
evidenciar la lesión del debido proceso en la tramitación del procedimiento administrativo,
determinó la nulidad de las RRAA 64/2001 y 75/2001 y de la Resolución Municipal 01,
disponiendo que los demandados reinicien el trámite administrativo de solicitud de aprobación
de plano, otorgándose el plazo de tres días a ese fin, a partir de su legal notificación.
II. CONCLUSIONES
II.1. La madre del accionante, Carmen Flores Herrera, adquirió tres has y media de terreno a
título de compraventa y enajenación perpetua de Faustino y Gregorio Rodríguez Arenas y
Serafín Contreras Lupatty; inmueble ubicado en el cantón Sauces de la provincia Hernando Siles
del departamento de Chuquisaca, concretamente en la comunidad de Candúa, lugar denominado
“Thiyumayu”, inscrito en DD.RR. a “fojas 9, número cuatro” del libro de propiedades de
Monteagudo, el 6 de enero de 1969, tal como se advierte del testimonio 558 (fs. 1 a 3 vta.).
II.2. Habiéndose promulgado la Ley 1465, por la que se amplió el radio urbano de Monteagudo;
el Concejo Municipal de esa localidad, pronunció la Resolución Municipal 149/95, autorizando
al órgano ejecutivo del Municipio, extender las escrituras de reconocimiento de derecho
propietario a favor de los habitantes que se encuentren ocupando a título de posesión continuada
e ininterrumpida los lotes de terreno urbanizados de los barrios de Candúa (fs. 4 a 7 vta.).
II.3. Por Resolución del Concejo Municipal 1/97 de 6 de enero de 1997, se designó como
Alcalde Municipal de Monteagudo a Jorge Vargas Menduiña (fs. 5 vta. a 6); quien, el 12 de
febrero de ese año, suscribió una minuta de “Reconocimiento de Derecho Propietario” a favor de
varias personas, entre ellas, Carmen Flores Herrera, con relación a un lote de terreno de 32.653
m2, ubicado en el barrio “José Barbero” de la zona de Candúa, incorporado al radio urbano de
Monteagudo, comprensión del cantón Sauces, provincia Hernando Siles del departamento de
Chuquisaca, cuyas colindancias son: Al norte con las propiedades de Mercedes Hinojosa y
Antonio Llanos; al sud con las de José Fernández, Antonio Llanos, Simón León y Casimiro
Andrade; al este con la quebrada de “Thiyumayito” y “El Bañado” y al oeste con “El Bañado”
(fs. 4 a 7). Asimismo, dicha autoridad edilicia, en la fecha nombrada, suscribió con la
mencionada beneficiada otra minuta de reconocimiento en forma individual, señalando idéntica
superficie y colindancias (fs. 8 a 9).
II.4. Ante el fallecimiento de Carmen Flores Herrera, el hoy accionante fue declarado heredero
forzoso ab intestato por Resolución de 22 de septiembre de 2010, emitida por el Juez de
Instrucción Mixto y cautelar de Monteagudo (fs. 25); por lo que a fin de inscribir su propiedad
hereditaria dejada por la de cujus, acudió a la oficina de DD.RR., adjuntando la provisión
ejecutoria librada por el Juez de Instrucción aludido; sin embargo, no se procedió a lo impetrado
por haberse exigido la presentación del respectivo plano aprobado por la Alcaldía Municipal.
II.5. Por memoriales de 19 de enero y 6 de junio de 2011 (fs. 44; 45 y vta.), el ahora accionante
solicitó al Oficial Mayor Técnico y al Ejecutivo Municipal, respectivamente, de la Alcaldía
Municipal de Monteagudo, la aprobación del plano del inmueble, por lo que el Asistente de la
Unidad de Asesoría Legal, elevó dictamen al nombrado Oficial Mayor Técnico, el 7 de febrero
de ese año, señalando: “Conforme a lo descrito anteriormente, se reconoce el derecho
propietario a favor del señor JOSÉ HINOJOSA FLORES, del inmueble urbano antes
mencionado…”. Asimismo, expresa: “Estando demostrado el derecho propietario sobre el
inmueble, corresponde a Ud. ordenar la APROBACIÓN DEL PLANO, previo informe
técnico…” (fs. 46); sin embargo, el 26 de abril de ese año, conjuntamente con el Asesor Legal,
remitió otro informe sugiriendo no aprobarse en tanto no cumpla el interesado con la adecuación
del plano con el lugar que establecen las escrituras, así como justifique su petitorio no sólo
documentalmente sino técnicamente, toda vez que la Oficina de Catastro, verificó que el terreno
no está en el sitio comprendido según el plano general de Candúa realizado por el Instituto
Geográfico Militar, sino que está ubicado al frente de la “enderecera” (fs. 48 a 50).
revocatoria (fs. 76 a 80 vta.); resuelto mediante Resolución 75/2011 (fs. 81 a 83), que confirmó
en todas sus partes el fallo emitido. En vista de ello, el afectado planteó recurso jerárquico (fs.
85 a 88 vta.), que de igual modo por Resolución Municipal 01 (fs. 89 a 90), confirmó en todas
sus partes, la RA 75/2011.
El accionante, alega la violación de sus derechos al debido proceso y a la propiedad privada, así
como del principio de seguridad jurídica, por cuanto las RRAA 64/2011 y 75/2011, emitidas por
el Alcalde Municipal de Monteagudo y la Resolución Municipal 01, pronunciada por el Concejo
Municipal, denegaron la aprobación de los planos de su inmueble, sin considerar que la
ubicación, superficie y colindancias del mismo, cursantes en el plano que impetró, son exactas y
guardan conformidad tanto con las incorporadas en el documento de reconocimiento de derecho
propietario, como con el establecido en el testimonio 558, que demuestran el antecedente
nominal; lesionando los arts. 1 a 68 de la LPA y su respectivo Reglamento. Igualmente no se
elaboró el respectivo expediente ni se adjuntó el acta de inspección ocular, subsanaron los actos
nulos y anulables; tampoco se sujetó la causa a término probatorio, fijaron los hechos a probarse
y mucho menos se llevaron a cabo los alegatos. En consecuencia, corresponde determinar en
revisión, si los hechos demandados son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela
impetrada.
En nuestra legislación, se establece como una garantía constitucional; así, el art. 128 de la CPE,
expresa: “La Accion de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la
ley”; de donde se advierte que, esta acción tutelar es una garantía jurisdiccional que salvaguarda
los derechos fundamentales de una persona y opera cuando éstos son vulnerados, restringidos o
amenazados por una autoridad cualquiera o por particulares.
Se trata de una garantía muy amplia a la que, sin embargo, sólo se puede recurrir cuando no
existe otra vía o recurso que franquea la ley para la protección de los derechos individuales, por
cuanto no es sustitutiva de otros recursos; operando cuando un funcionario o persona física o
jurídica comete un acto ilegal o una omisión indebida, restringiendo, suprimiendo o amenazando
restringir o suprimir los derechos y garantías reconocidas por la Constitución Política del Estado
y la ley; debiendo en todo caso ser interpuesta por la persona agraviada o su representante que
cuente con poder especial y suficiente; así como estar dirigida contra la autoridad o sujeto
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3044
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En consideración a lo anotado, la legitimación como tal, resulta ser la capacidad para ser parte
en un proceso, siendo la activa al tenor del art. 75 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), la calidad que tienen las personas para intervenir en la acción de amparo
constitucional, como consecuencia de haber sido objeto de una restricción, supresión o amenaza
de ser restringidos o suprimidos sus derechos y garantías reconocidos por la Norma Suprema;
mientras que la pasiva se adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que
presuntamente causó la violación a los derechos y aquélla contra quien se dirige la acción.
De la jurisprudencia precitada, se puede colegir que el razonamiento expuesto tiene lógica, toda
vez que si la jurisdicción constitucional, otorga la tutela impetrada a través de la acción de
amparo constitucional, disponiendo la emisión de un nuevo pronunciamiento por parte de sólo
un miembro del órgano colegiado, carecería de eficacia, puesto que los demás miembros no
tendrían obligación de hacerlo al no haberse interpuesto la acción contra ellos.
Por lo anteriormente expuesto se concluye que, si se acusa un acto ilegal u omisión indebida
cometida por un tribunal o cuerpo colegiado, no puede iniciarse la acción y hacerse responsable
sólo al presidente o a los firmantes y excluir a los otros integrantes, sino que debe instaurarse
contra todos, hayan o no firmado la resolución adoptada; en ese orden, la SC 0660/2005-R de 14
de junio, precisó que para recurrir contra una ordenanza municipal, no sólo debe recurrirse
contra los que la firman, sino contra todos los que la aprobaron aún no firmen la ordenanza,
añadiendo: “…que si bien el art. 38 de la Ley de Municipalidades (LM), establece que el
presidente del concejo municipal es el representante legal y máxima autoridad de ese cuerpo
colegiado; disposición que se encuentra en concordancia con el art. 39 incs. 3) y 6), que
otorgan al presidente del concejo municipal las atribuciones por una parte, de representar al
concejo en todos los actos y; por otra, la de suscribir junto con el secretario las ordenanzas,
resoluciones, actas y otros documentos oficiales del concejo, antes de la realización de la
siguiente sesión y velar por su cumplimiento y ejecución; no es menos evidente, que el art. 20 de
la LM ha establecido que las ordenanzas municipales son normas generales emanadas del
concejo municipal y las resoluciones son normas de gestión administrativa; ambas de
cumplimiento obligatorio a partir de su publicación; que deberán ser aprobadas por mayoría
absoluta de los concejales presentes, salvando los casos previstos por la Constitución Política
del Estado, la Ley de Municipalidades y los reglamentos; consecuentemente, debe entenderse que
son responsables (administrativa, civil, penal y ejecutivamente) por las emergencias de una
ordenanza municipal, todos los concejales que aprobaron la misma y no sólo quienes la
suscribieron por mandato expreso de la Ley como son el presidente y el secretario del concejo
municipal”.
Del análisis del expediente se tiene que, al fallecimiento de Carmen Flores Herrera, el ahora
accionante se hizo declarar heredero forzoso ab intestato, por cuya razón impetró ante la
Alcaldía Municipal de Monteagudo, la aprobación de los planos del inmueble dejado por la de
cujus, recibiendo como respuesta una negativa inserta en la RA 64/2011, dictada por el Alcalde
Municipal; por lo que impugnó la determinación formulando al efecto recurso de revocatoria,
resuelto por RA 75/2011, que confirmó en todas sus partes el fallo emitido. En vista de ello, el
afectado planteó recurso jerárquico, que de la misma manera confirmó la RA 75/2011, mediante
Resolución Municipal 01.
Finalmente, cabe hacer mención a la Resolución 0005/2012, dictada por el Juez de garantías,
donde por una parte denegó la tutela pedida y por otro lado, ordenó la nulidad de las RRAA
64/2011 y 75/2011 y de la Resolución Municipal 01/2011, obrando contradictoriamente; toda
vez que la falta de legitimación de la parte demandada impide considerar el fondo del asunto en
cuestión, lo cual amerita no hacer un análisis exhaustivo del expediente y mucho menos
determinar la nulidad de las Resoluciones señaladas; lo inverso sí daría a estudiar el caso en
detalle y con su resultado determinar lo que en derecho corresponda, lo que no sucede en el
caso, en el que por falta de legitimación pasiva no es posible examinar la temática pretendida.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes del caso y de los alcances de esta acción de defensa; no
así en cuanto concierne a la nulidad de las Resoluciones Administrativas y Municipal, dispuesta
en la parte resolutiva, por las razones antes indicadas.
POR TANTO
2º Se deja sin efecto la nulidad de las RRAA 64/2011 y 75/2011, así como de la Resolución
Municipal 01, determinada contradictoriamente por el Juez de garantías, conforme se tiene
señalado en la parte in fine del Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 15 de marzo de 2012, cursante de fs. 127 vta. a 130, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Amparito Elizabeth Parada Méndez contra
Inés Carola Áñez Chávez, Gerente General suspendida y Remberto Gutiérrez Cazón,
Gerente General a.i del Seguro Integral de Salud (SINEC) del departamento de Santa Cruz,
Andrés Carreño Pereira y Milton Vallejos Leaños.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de marzo de 2012, cursante de fs. 104 a 110 vta., la accionante
manifestó que:
El 23 de septiembre de 2010, fue designada por el Directorio del SINEC, conforme señala el art.
4 inc. e) del Decreto Supremo (DS) 21637 del 25 de junio de 1987, en el cargo de Gerente de
Servicios Generales de la mencionada institución pública descentralizada, determinación que se
le dio a conocer mediante memorándum de 28 del citado mes y año, refiere que el cargo que
optó, lo realizó bajo convocatoria pública y cumpliendo los Reglamentos Internos de la
institución; asimismo, señala que cumplió sus funciones hasta que el 2 de diciembre de 2011;
empero su persona recibió un memorándum de despido suscrito por Inés Carola Áñez Chávez,
Gerente General de la mencionada institución, actualmente suspendida con goce de haberes
debido a un proceso interno.
Finalmente, refiere, que ante el injustificado despido acudió ante la Dirección Departamental de
Trabajo, para solicitar su reincorporación, no sin antes haberlo solicitado ante la misma
institución; manifiesta, que luego de haber recurrido ante la Dirección Departamental de
Trabajo, ésta convocó a una audiencia a la parte contratante, la cual no acudió, por lo que, se
emitió el informe de Asesoría Legal correspondiente, por intermedio de la Inspectora Miriam
Bertha Cossio Vaca, en la que se sugiere su reincorporación; emitiéndose posteriormente la
conminatoria de reincorporación de 19 de enero del 2012, sin que hasta la fecha la institución
demandada hubiera dado cumplimiento a dicha Resolución Administrativa.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante alega vulneración de sus derechos y garantías, a la estabilidad y continuidad
laboral, al trabajo empleo y remuneración, a la salud y a la seguridad social, consagrados en los
arts. 46.1 y 2, 48.I, II y VI de la Constitución Política del Estado (CPE); y 4 inc. b) y 11 del DS
28699, y en directa relación con lo establecido por los arts. 4, 12 y 52 de la Ley General del
Trabajo (LGT).
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I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 15 de marzo de 2012, a horas 9:30, según consta en el acta
cursante de fs. 124 a 127 vta.; de obrados, por Secretaría de Cámara se informó que se
cumplieron con las formalidades de ley, estando presente la accionante asistido de sus abogados,
así como Remberto Gutiérrez Cazón, Gerente General a.i. de SINEC, junto a sus abogados, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 15 de marzo de 2012,
cursante de fs. 127 vta. a 130, por la cual se concede la tutela solicitada, con el siguiente
fundamento: 1) El art. 73de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), evidentemente crea la
competencia de los juzgados públicos en materia del Trabajo y Seguridad Social, no se niega
esta competencia, lo que hay que aclarar es la vigencia plena ya que necesita para su aplicación
las disposiciones legales que normen la tramitación de todas las competencias que regulan el
accionar de los jueces públicos en materia del Trabajo y Seguridad Social; y, 2) La entidad
demandada, es decir el SINEC, proceda a dar cumplimiento en el termino de setenta y dos horas
a la Resolución 06/2012 de 19 de enero, emitida por el Jefe Departamental de Trabajo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. El 23 de septiembre de 2010, mediante Resolución de Directorio del SINEC 12/10, dirigido
a los postulantes Amparito Parada Méndez, (accionante) Catherine Ruiz Ribera y Hugo Ribera
Mansilla, se les comunica del proceso de calificación de merito y defensa del plan estratégico y
que de acuerdo a los resultados finales la ganadora es la ahora accionante con 80 puntos (fs. 19 a
22).
II.4. El 2 de diciembre de 2011, el Gerente General del SINEC, como Máxima Autoridad
Ejecutiva (MAE), toma la decisión irrevocable de proceder al despido del cargo de Gerente de
Servicios Generales del SINEC de la accionante; asimismo, el 5 del mismo mes y año la ahora
accionante mediante carta dirigida a la Directora representante del Gobierno Autónomo
Departamental de Santa Cruz, denuncia ilegalidad de despido y solicita inmediata
reincorporación al cargo (fs. 27 a 29).
Por disposición del art. 128 de la CPE, esta acción se activa únicamente ante la vulneración de
derechos contenidos en la norma fundamental y las leyes, perpetrados por actos ilegales u
omisiones indebidas de servidores públicos y/o particulares.
En ese sentido, podemos decir que el amparo constitucional se constituye como una acción de
defensa de todos los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidos por la
Constitución Política del Estado, la normativa internacional sobre Derechos Humanos
ratificados por el Estado Boliviano, tal cual lo establece el art. 410.II de la CPE; por
consiguiente su naturaleza es la de precautelar, proteger y restablecer los derechos y garantías
vulnerados por actos u omisiones indebidas de servidores públicos y particulares; evitando
asimismo posibles consumaciones de actos lesivos de dichos derechos y garantías.
Respecto al derecho al trabajo, conforme lo estableció el art. 13.I de la CPE, al indicar: “Los
derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes,
indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”,
debe considerarse como un aspecto fundamental dentro el desarrollo de los derechos sociales,
toda vez que el derecho al trabajo asegura para el trabajador y su familia una existencia digna, es
decir, proporciona un sustento diario, que se encuentra al mismo tiempo vinculado con las
necesidades básicas de alimentación, salud y la propia existencia del ser humano, por
consiguiente, relacionado con el derecho a la vida.
públicos forman parte de la carrera administrativa, excepto aquellas personas que desempeñan
cargos electivos, las designadas y los designados, y quienes ejerzan funciones de libre
nombramiento”.
III.4. Del principio pro actione y principios laborales en favor del trabajador:
En la presente causa, se debe resaltar como un elemento principal, el principio pro actione,
señalando sobre este que, este principio se encuentra inmerso dentro del bloque de
constitucionalidad del Estado boliviano, de los Tratados y Convenios Internacionales en materia
de Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el país, expresados
así en el art. 410.II del texto constitucional.
En este sentido, debemos señalar que el principio pro actione, se encuentra establecido en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo art. 8 señala: "Toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o la ley". La
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre cuyo art. 18 establece: "Toda
persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo, debe disponer
de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la
autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados
constitucionalmente". El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del cual, el art. 23
señala: "…Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que:
a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido
violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida
por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) La autoridad competente,
judicial, administrativa o legislativa, o cualquier otra autoridad competente prevista por el
sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso
y desarrollará las posibilidades del recurso judicial; c) Las autoridades competentes cumplirán
toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso"; y, la Convención Americana
sobre Derechos Humanos que en su art. 25 señala: "1.- Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución Política del Estado, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea
cometida por personas que actúen en el ejercicio de sus funciones oficiales. 2.- Los Estados
Partes se comprometen: a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema
legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso. b) A
desarrollar las posibilidades del recurso judicial y c) A garantizar el cumplimiento, por las
autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso". Así,
la SC 0501/2011-R de 25 de abril.
De esta forma, el principio pro actione se constituye como es deber de interpretar las
normas procesales en el sentido más favorable a la admisibilidad de la acción, en el
presente caso, de la admisibilidad de la acción y de la interpretación y aplicación de la
norma a favor del trabajador, prohibiendo asimismo la discriminación al acceso de la
justicia de cualquier persona y brindar una justicia pronta y oportuna, sin dilaciones.
Así, el constituyente boliviano, incluyó de manera acertada dicho principio dentro del texto
constitucional, de esta manera, la Constitución Política del Estado, en su art 14.III señala:
“El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el
libre y eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los
tratados internacionales de derechos humanos” de igual forma, el 14.V establece: “Las
leyes bolivianas se aplican a todas las personas, naturales o jurídicas, bolivianas o
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3052
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“Artículo 46.
I. Toda persona tiene derecho:
1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y
con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia
una existencia digna.
2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias.
III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a
una persona a realizar labores sin su consentimiento y justa retribución.
(…)
Artículo 48.
II. Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de
las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad; de
primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no discriminación
y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador.
III. Los derechos y beneficios reconocidos en favor de las trabajadoras y los trabajadores no
pueden renunciarse, y son nulas las convenciones contrarias o que tiendan a burlar sus efectos.
IV. Los salarios o sueldos devengados, derechos laborales, beneficios sociales y aportes a la
seguridad social no pagados tienen privilegio y preferencia sobre cualquier otra acreencia, y son
inembargables e imprescriptibles.
VI. Las mujeres no podrán ser discriminados o despedidas por su estado civil, situación de
embarazo, edad, rasgos físicos o numero de hijas o hijos. Se garantiza la inamovilidad laboral de
las mujeres en estado de embarazo, y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un
año de edad.
VII. El estado garantizara la incorporación de las jóvenes y los jóvenes en el sistema productivo,
de acuerdo con su capacidad y formación” (las negrillas y subrayado son nuestras).
Debiendo resaltarse al respecto, el art. 48.II antes señalado que dice: “Las normas laborales se
interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y de los
trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral;
de continuidad y estabilidad laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba a favor de
la trabajadora y del trabajador”, imperativo que obliga a este Tribunal a aplicar, interpretar y
pronunciarse favorablemente respecto a los derechos laborales que pudieran ser vulnerados.
El DS 26474, crea el seguro integral de salud, cuyo art. 2 establece que es una “Institución
Pública Descentralizada”, que asume funciones operativas especializadas en materia de salud,
por consiguiente los funcionarios dependientes del SINEC son funcionarios públicos.
De igual forma el art. 5 del Reglamento Interno del SINEC (fs. 86) establece que todo
funcionario está sujeto a las responsabilidades funcionarias previstas en la Ley de
Administración y Control Gubernamental. Asimismo el art. 6 del mismo Reglamento señala
que: “…son aplicables a las funciones desempeñadas por los trabajadores del SINEC, el Estatuto
del Funcionario Publico y su Reglamento en la parte pertinente”.
Respecto al despido, propiciado por Inés Carola Áñez Chávez, quien a través del memorándum
G.G. MEM.03/2010 de 2 de diciembre, invocando los arts. 18 inc. k) y 22 inc. i) del DS 26474,
así como el art. 70 inc. 1) del Reglamento Interno del SINEC y conforme a lo establecido en los
arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo (LGT) y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario,
despidió a la accionante.
Al respecto, se debe establecer que en primer lugar, los arts. 18 inc. k) del DS 26474, si bien
señala que como parte de sus funciones del Gerente General se encuentra el designar, promover
o remover al personal del SINEC, dichos actos se encuentran condicionados al cumplimiento del
procedimiento del Sistema de Administración de Personal en el marco de la Ley 1178, ahora
respecto al art. 22 del mencionado Decreto, se establece que el Gerente de Servicios Generales
cargo de la accionante, depende del Gerente General; sin embargo, dicha dependencia es
entendida como funcionaria, pues el reglamento de funcionamiento del Directorio del SINEC
(fs. 69 a 85), señala en su art. 21, que es una atribución del Directorio y no así de la Gerente
General. “Designar previa selección al Gerente General Auditor Interno, Asesor Legal y
Gerentes de Área”, concluyéndose que la accionada no tenia la atribución de despedir a la
accionante.
Por otra parte, hay que destacar que la demandada despidió a la accionante bajo la
conformidad de los arts. 16 inc. e) de la LGT y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario; sin
embargo, al ser una institución publica y tratándose de funcionarios públicos, no pueden
ser despedidos bajo dicha normativa, sino bajo los preceptos de la Ley 1178, y del Estatuto
del funcionario Público, entre otros.
Sin embargo a lo señalado, y en aplicación del principio de pro actione y la protección que
el Estado debe brindar a los trabajadores, ya sean públicos o privados; se ingresara a
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analizar el fondo de la presente causa; no sin antes señalar, que la accionante debió haber
recurrido su destitución mediante los procesos administrativos que rigen al SINEC y
mediante la Ley de Procedimiento Administrativo, pudiendo haber impugnado mediante
revocatoria o jerárquico su despido antes de acudir a la vía constitucional.
Ahora bien se denota que la accionante acudió directamente ante el Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social solicitando su reincorporación invocando el art. 10 II del DS
28699 de 1 de mayo de 2006; sin embargo, dicha normativa es sólo aplicable para
trabajadores que no sean funcionarios públicos, (salvo aquellos que expresamente se
encuentran bajo la Ley General del Trabajo), toda vez que existe norma especial para los
cuales se rigen procedimientos para estos mismos.
Toda vez que a través de la presente Sentencia, se deja claro dichos aspectos, la jurisprudencia
aquí sentada se aplicara en casos similares futuros.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 00660-2012-02-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 04/12 de 8 de febrero de 2012, cursante de fs. 69 a 71, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Luis Andrés Ritter Zamora en representación sin
mandato de Yaskara Vania Torrez Flores contra Valeria Salas Hurtado, Jueza Octava de
Instrucción en lo Penal del departamento de Santa Cruz.
I.ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
El accionante, alega la vulneración de sus derechos a la libertad y a la dignidad humana, sin citar
norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
La parte accionante ratificó plenamente el contenido de la presente acción, aclarando además que
la acción de libertad es un medio de defensa constitucional ante la dilación indebida en la solicitud
de cesación a la detención preventiva que atenta contra el derecho a la libertad y celeridad de su
representada, toda vez que la Jueza demandada fijó audiencia en una fecha alejada, mas allá de lo
razonable.
Por informe de 8 de febrero de 2012, Valeria Salas Hurtado, Jueza Octava de Instrucción en lo
Penal del departamento de Santa Cruz, manifestó lo siguiente: a) Dentro del proceso penal seguido
por el Ministerio Público por el delito de “tráfico de sustancias controladas” contra Yaskara Vania
Torrez Flores, proceso que se halla radicado y sustanciado en el Juzgado Séptimo de Instrucción en
lo Penal y por las acefalias existentes en los juzgados, se encuentra asumiendo la suplencia legal
desde el 13 de enero del 2012, y fijó audiencia para el 15 de marzo de 2012; y, b) Dicho
señalamiento lo realizó conforme al rol de audiencias del Juzgado Séptimo de Instrucción en lo
Penal, que está a su cargo en suplencia y sobre todo por la recarga procesal existente, ya que por la
mañana trata de cumplir con las audiencias programadas en el juzgado a su cargo y por la tarde
lleva las del Juzgado suplente.
I.2.3. Resolución
El Juzgado Quinto de Sentencia Penal del departamento de Santa Cruz, por Resolución 04/12 de 8
de febrero de 2012, cursante de fs. 69 a 71, denegó la tutela, en base a los siguientes fundamentos:
El proveído que fija la audiencia para considerar la petición de cesación a su detención preventiva,
no fue impugnada por la accionante, por lo que se omitió hacer notar el error incurrido por la Jueza
demandada a través del recurso de reposición, antes de acudir a la justicia constitucional debió
agotar las vías que la norma procesal ordinaria prevé. Aclarando que son base y fundamento de esa
Resolución, las SSCC 0110/2011-R y 1129/2011-R.
II. CONCLUSIONES
II.2. Mediante providencia de 31 de enero de 2012, la Jueza demandada fijó audiencia para el 15
de marzo del mismo año a horas 16:30, en mérito a la excesiva carga procesal que tiene en su
despacho (fs. 4).
II.3. La Jueza demandada, por informe presentado el 8 de febrero de 2012, al Juzgado Quinto de
Sentencia en lo Penal -Juez de garantías constitucionales-indicó que se halla supliendo en el
Juzgado Séptimo de Instrucción en lo Penal y debido a la excesiva carga procesal que tiene su
despacho y a la secuencia del libro de audiencias, es que se señaló audiencia para el 15 de marzo
del citado año (fs. 20 a 21).
La accionante alega la vulneración a sus derechos, a la dignidad humana y a la libertad, toda vez
que: 1) Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público por el delito de legitimación de
ganancias ilícitas y organización criminal, por memorial de 30 de enero de 2012, pidió al Juez
Séptimo de Instrucción en lo Penal se fije audiencia de cesación a su detención preventiva y la
Jueza Octava de Instrucción Penal, actuando en suplencia legal, por proveído de 31 de enero de
2012, programó la misma para el 15 de marzo del mismo año, en razón a la excesiva carga
procesal que tiene; y, 2) Existió una dilación indebida en el señalamiento de la audiencia de
cesación a su detención preventiva, mas allá del plazo prudencial establecido por la jurisprudencia
constitucional. En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se concede o no la tutela
solicitada.
La acción de libertad ha sido instituida por el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
dicha acción de defensa tiene por finalidad la protección de los derechos a la vida y a la libertad,
cuando la persona creyera estar ilegalmente perseguida, indebidamente procesada o privada de su
libertad o considere que su vida está en peligro.
Con relación a la anterior Constitución Política del Estado, el precepto constitucional aludido
resulta ser más amplio en cuanto a su ámbito de protección, extendiéndose al derecho a la vida,
la libertad física o personal, el debido proceso, en lo que se refiere al procesamiento indebido
y la libertad de locomoción, ésta última dada la íntima relación que existe con el derecho a
la libertad física.
Empero, en cuanto a los alcances de protección que brinda la actual acción de libertad la SC
0199/2010-R de 24 de mayo, reiterando lo previsto por la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, aclaró
lo siguiente: “No obstante, la naturaleza de esta acción tutelar, al constituirse en un mecanismo de
protección contra las lesiones al derecho a la libertad, y medio eficaz e inmediato reparador de
ese derecho; empero la existencia de esta garantía constitucional, no implica que todas las
lesiones al derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera exclusiva y
excluyente a través del hábeas corpus, actualmente acción de libertad; pues no se trata de una
garantía que tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad
que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y
oportuno, para restablecer la lesión sufrida” (las negrillas nos corresponde).
III.2. La acción de libertad como medio de defensa constitucional idóneo ante la dilación
indebida en solicitudes de cesación de detención preventiva
El art. 178.I de la CPE, precisa: “La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se
sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad,
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probidad, celeridad…”, concordante con el art. 115.II de la misma norma que establece: “El estado
garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna,
gratuita, transparente y sin dilaciones”, de lo que se infiere que la administración de justicia debe
ser rápida y eficaz en la tramitación como en la resolución de las causas, sobre todo si está
comprometiendo la libertad de las personas.
Conforme a la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional, todas las solicitudes vinculadas a
la libertad personal y de locomoción deben tramitarse y regirse por el principio de celeridad, así las
SSCC 792/2001-R, 1036/2001-R y 0248/2002-R, han detrminado que la petición de cesación de
detención preventiva debe ser resuelta de manera inmediata, oportuna y sin demora, toda vez que
está en juego el derecho a la libertad de los detenidos.
Por su parte, la SC 0078/2010-R de 3 de mayo, estableció sub reglas señalando que se considera
acto dilatorio en el trámite de la cesación de la
detención preventiva cuando:
“a) En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes, se
dispongan traslados previos e innecesarios no previstos por ley.
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial. Plazo que
puede ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo de la particularidad de cada
caso, cuando por ejemplo existan varias partes imputadas o víctimas múltiples que tengan que ser
notificadas, o por la distancia donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -como
sucede con algunas notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción única y
exclusiva en los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso,
como los derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición; situación que deberá
ser justificada por la autoridad judicial competente a momento de señalar la fecha de audiencia,
teniendo en cuenta la razonabilidad.
“Si bien las SSCC 1115/2011-R, 1130/2011-R, 1150/2011-R y 1179/2011-R, entre otras, coinciden
en señalar que las autoridades que conozcan las solicitudes de cesación de la detención
preventiva, tienen la obligación de tramitarlas con la mayor celeridad posible, o cuando menos
dentro de plazos razonables, mas su aplicabilidad en la praxis no ha sido objeto de cumplimiento
de parte de los juzgadores, lo cual amerita que la frase “plazo razonable”, tratándose de
señalamientos de día y hora de audiencia para considerar este beneficio, debe ser conceptuada
como un término brevísimo, de tres días hábiles como máximo, pues el imputado se encuentra
privado de su libertad. En este entendido, el plazo razonable para la realización de la audiencia
de análisis, consideración y resolución del beneficio de la cesación preventiva, será el término
máximo antes señalado, incluidas las notificaciones pertinentes, lo contrario constituye
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3059
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
vulneración del derecho a la libertad, en el entendido en que los jueces no pueden obrar contra los
derechos fundamentales de las personas privadas de libertad (art. 73 y ss de la CPE), bajo el
argumento de existencia de “sobrecarga procesal” para justificar una negligencia e
incumplimiento de un deber de servicio a la sociedad” (el resalado nos corresponde), parámetro
objetivo de tiempo que permite medir la dilación en la consideración de una solicitud vinculada a
la libertad de la parte accionante.
Conforme a lo expuesto, en el presente caso, se evidencia que dentro del proceso penal seguido
contra la ahora accionante, por la supuesta comisión del delito de legitimación de ganancias ilícitas
y organización criminal, la imputada pidió mediante memorial de 30 de enero de 2012, se fije día y
hora de audiencia para la consideración de la cesación de su detención preventiva y por proveído
de 31 de mes y año referidos, la Jueza demandada programó audiencia para el 15 de marzo del
citado año; es decir, más allá de lo previsto por la jurisprudencia constitucional determinada en la
SCP 0110/2012 de 27 de abril (de 3 días hábiles), pretendiendo justificar dicho señalamiento de
audiencia en la carga procesal que deviene de la atención de dos juzgados, sin embargo, el ejercicio
de una suplencia no justifica una demora de cuarenta días para el verificativo de la audiencia, pues
el mismo resulta irrazonable merced a que el derecho a la libertad se encuentra comprometido y
aquella dilación contraviene los valores y principios constitucionales establecidos en los arts. 8.II y
180.I de la CPE.
POR TANTO
2º Disponer que la Jueza a cargo del control jurisdiccional lleve a efecto en el plazo de tres días
hábiles, la audiencia de cesación de la detención preventiva.
3º Se llama la atención a la Valeria Salas Hurtado, Jueza Octava de Instrucción en lo Penal, por no
aplicar correctamente la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional, con
relación al trámite de cesación de la detención preventiva.
El Ministerio Público sigue proceso penal contra sus personas, por la presunta comisión del delito
de transporte de sustancias controladas, previsto y sancionado por el art. 55 de la Ley del Régimen
de la Coca y Sustancias Controladas (L1008), circunstancia que se produjo, cuando Eugenio Paco
Marcani, en su condición de chofer, realizaba servicio de transporte de pasajeros en el trayecto
hacia Colomi, en la cual recogió a Celestino Pacci Riveros; sin embargo, cuando estaban por el
sector de Chulumani, funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico
(FELCN) -ocultos en una curva cerrada-, intentaron parar el vehículo en un primer reten móvil,
pero por la velocidad que imprimían recién lograron parar en el segundo reten que se encontraba a
unos 20 m, donde procedieron a detenerlos, aduciendo que los habrían visto arrojando un bulto
desde el vehículo, que al ser encontrado, se verificó que era una mochila que contenía sustancias
controladas.
Este hecho motivó la apertura del proceso penal ante el Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal
de Sacaba del departamento de Cochabamba, donde el Juez ordenó en primera instancia la
detención preventiva de los accionantes, y en el curso de la etapa preparatoria, fueron beneficiados
con la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva; empero, al término de la etapa
preparatoria, concluyó el plazo que manda la ley para que el Fiscal presente requerimiento
conclusivo, razón por la cual, el Juez controlador de la investigación, mediante Resolución de 11
de octubre de 2010, conminó al Fiscal Departamental, para que en el plazo previsto por el art. 134
del Código de Procedimiento Penal (CPP), cumpla con esa exigencia legal, bajo conminatoria de
declarar extinguida la acción penal. Como emergencia de la notificación con dicha Resolución, el
Fiscal asignado al caso, Jorge Luis Zamora Castañón, formuló acusación fiscal fuera del plazo de
cinco días previsto por ley; este hecho, motivó que se interpusiera en la vía incidental, la extinción
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3061
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
de la acción penal por el incumplimiento de los plazos previstos en la ley e incumplimiento a una
orden judicial; dicho incidente fue declarado probado mediante Resolución de 10 de diciembre de
2010, disponiéndose el archivo de obrados. Contra la Resolución referida, el Ministerio Público
planteó recurso de apelación incidental, que fue declarado improcedente, mediante Auto de Vista
58/2011 de 5 de octubre; sin embargo, bajo el argumento de que el Tribunal ad quem cuenta con la
atribución contenida en el art. 15 de la Ley de Organización Judicial abrogada (LOJ.1993),
también anuló la Resolución de 10 de diciembre de 2010, disponiendo que la autoridad
jurisdiccional, ordene la legal notificación a la Fiscalía Departamental con la Resolución de 11 de
octubre de ese año.
Este irregular Auto tiene como fundamento que la notificación al Fiscal Departamental, al ser un
medio de defensa, debió ser notificada de manera personal, según lo previsto por los arts. 162 y
163 del CPP, que al haberse notificado en Secretaría de la Fiscalía Departamental, constituía en un
defecto absoluto que constituye una flagrante violación al debido proceso y por tanto habilita al
Tribunal de alzada anular la Resolución de 10 de diciembre de 2010.
Los accionantes consideran que esta interpretación es ilegal y denigrante que transgrede los
derechos y garantías procesales, en virtud a que dentro de una de las fuentes del derecho, se
encuentra la práctica judicial, que conforme al mandato del art. 162 del CPP, los fiscales y
defensores estatales tienen que ser notificados en sus oficinas, y la segunda parte de este artículo es
exclusivamente para las partes (imputado, acusado, condenado o reo rematado), a quienes es
atinente la notificación personal, por tal motivo la generalidad de notificaciones que se hacen no
sólo a los Fiscales de Materia y en particular al Fiscal Departamental, es en la Secretaría de su
despacho, como acontece en el caso presente, razón por la cual la notificación practicada con la
conminatoria de ley, es desde todo punto de vista legal; por lo tanto, el fundamento de que debe
notificarse de forma personal con la conminatoria inmersa en el art. 134 del CPP, no es sino una
forma de interpretación “retorcida y forzada” del art. 162 del citado Código, ya que la misma no
determina específicamente la notificación personal. Finalizan señalando que las autoridades
demandadas también hicieron una mala interpretación del art. 15 de la LOJ.1993 vigente en ese
tiempo, así como del art. 398 del CPP, con el único afán de favorecer la desidia y el
incumplimiento de plazos por parte de la autoridad fiscal.
Los accionantes consideran lesionados sus derechos a la “seguridad jurídica” o tutela judicial
efectiva, la igualdad efectiva de las partes, y la garantía del debido proceso, sin mencionar la norma
que los contiene.
I.1.3. Petitorio
Se solicita la admisión y “procedencia” de la tutela, dejando sin efecto el Auto de Vista 58/2011,
en su parte anulatoria, manteniéndose la improcedencia del recurso de apelación presentado por el
Fiscal de Materia, Jorge Luis Zamora Castañón.
Celebrada la audiencia pública el 18 de abril de 2012, según consta en el acta cursante a fs. 36, se
produjeron los siguientes actuados:
Los Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, a
pesar de haber sido citados legalmente con la presente acción (fs. 35 vta.), no asistieron a la
audiencia, ni presentaron sus informes respectivos.
I.2.4. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El 9 de abril de 2010, los accionantes fueron imputados formalmente, por el delito de
transporte de sustancias controladas, previsto en el art. 55 de la (L1008), ante el Juzgado de
Instrucción Mixto de Chimoré del departamento de Cochabamba (fs. 1 a 3).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3063
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II.2. Pablo Antezana Vargas, Juez Primero de Instrucción en lo Penal de Sacaba, mediante
proveído de 11 de octubre de 2010, después de la revisión de los antecedentes, determinó conminar
al Fiscal Departamental, para que en el plazo de cinco días, presente requerimiento conclusivo,
debido a que el plazo previsto en el art. 134 de la CPP, se encuentra vencido (fs. 7).
II.3. La referida autoridad jurisdiccional, mediante orden instruida (fs. 8), comisionó a cualquier
funcionario público hábil, no impedido por ley de Cochabamba, notificar al Fiscal Departamental,
con el decreto de 11 de octubre de 2010, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público contra los accionantes.
II.4. El 13 de octubre de 2012, el Fiscal Departamental, fue notificado mediante orden instruida
con la conminatoria, de cuya acta se constata que fue dejada en su oficina y sólo lleva un sello de la
institución, sin ninguna firma que acredite la recepción (fs. 8 vta.).
II.5. El 22 de octubre de 2010, Jorge Luis Zamora Castañón, Fiscal de Materia de Sustancias
Controladas, presentó acusación formal contra los accionantes, solicitando se dicte Auto de
apertura de juicio oral, según lo previsto por los arts. 343 y 344 del CPP (fs. 8 a 10 vta.).
II.8. El Ministerio Público, a través del Fiscal, Jorge Luis Zamora Castañón, interpuso recurso de
apelación incidental contra el Auto de 10 de diciembre de 2010, que declaró la extinción de la
acción penal, debido a que la notificación con la conminatoria al Fiscal Departamental de
Cochabamba, no fue practicada de forma personal y de acuerdo al art. 163 del CPP, como estaba
expresamente ordenado, ya que se habría dejado simplemente copias en la Secretaria de la
Institución (fs. 16 vta.).
II.9. Mediante Auto de Vista 58/2011, los Vocales de la Sala Penal Segunda, ahora demandados,
declararon improcedente el recurso de apelación incidental interpuesto por el Ministerio Público y
en ejercicio de la atribución prevista por el art. 15 de la LOJ.1993, anularon la Resolución de 10 de
diciembre de 2010, disponiendo que el Juez Primero de Instrucción en lo Penal de Sacaba, ordene
nuevamente la notificación con la Resolución de 11 de octubre de 2010, que conmina al Fiscal
Departamental (fs. 18 a 20).
la Sala Penal Segunda demandados, a través del Auto de Vista 58/2011, anularon la Resolución
de 10 de diciembre de 2010, emitida por el Juez Primero de Instrucción en lo Penal de Sacaba,
que declaró la extinción de la acción penal seguida en su contra, con el argumento de no haberse
notificado personalmente al Fiscal Departamental con la conminatoria para la presentación de la
acusación formal, efectuando una interpretación forzada del art. 162 del CPP, sin considerar que
no está previsto que dicha conminatoria, sea notificada personalmente; además de haber
realizado una mala interpretación de los arts. 15 de la LOJ.1993 y 398 del CPP. Corresponde en
revisión, establecer si los actos denunciados son evidentes y si ameritan otorgar la tutela que
brinda la acción de amparo constitucional.
Por lo expuesto, debe precisarse que la justicia constitucional, en su rol de contralor último y
máximo de los derechos fundamentales, por su naturaleza, no puede ser intérprete de la
legalidad ordinaria vigente, dado que su control únicamente se circunscribe a la verificación
del cumplimiento de derechos y principios de orden constitucional, razón por la cual, es
pertinente determinar a continuación la esfera de actuación de esta instancia en relación a
actos y resoluciones emanadas de la justicia ordinaria, tarea que será desarrollada a
continuación”.
En ese orden, debe establecerse que el accionante, para la activación del control de
constitucionalidad en los supuestos detallados supra, debe cumplir con los siguientes requisitos
a saber: i) Debe identificar de forma clara y coherente los criterios o reglas de interpretación
utilizados por el intérprete de la legalidad ordinaria; ii) Debe precisar el principio
constitucional lesionado o el elemento del derecho al debido proceso que considera vulnerado;
y, iii) Debe establecer el nexo de causalidad entre el criterio de interpretación utilizado y el
principio constitucional o el elemento del derecho al debido proceso vulnerado. En mérito a los
requisitos establecidos, se tiene que la mera relación de hechos o la sola enunciación de
normas, no puede activar el control de constitucionalidad, tal como lo establece la SC
0085/2006-R de 25 de enero: ´….sólo en la medida en que el recurrente expresa adecuada y
suficientemente sus fundamentos jurídicos, la jurisdicción constitucional podrá realizar la labor
de contrastación entre la interpretación legal realizada por la jurisdicción ordinaria y los
fundamentos que sustentan la interpretación y las conclusiones a las que arribo, con los
fundamentos y pretensiones expuestos por el recurrente del amparo constitucional”.
defensa), debió ser notificada de manera personal y que al haberse notificado en la secretaría de
la Fiscalía Departamental, constituía un defecto absoluto; interpretación que según expresan los
accionantes, es ilegal, ya que conforme al mandato del art. 162 del CPP, los fiscales y
defensores estatales tienen que ser notificados en sus oficinas y el criterio de que la conminatoria
al Fiscal Departamental se notifique personalmente, es una forma de interpretación “retorcida y
forzada” del mencionado artículo, así como también efectuaron una mala interpretación de los
arts. 15 de la LOJ.1993 y 398 del CPP, con el único afán de favorecer la desidia y el
incumplimiento de plazos procesales de la Autoridad fiscal.
Por otra parte, se advierte también que en la presente acción de amparo constitucional, no
precisó el principio constitucional lesionado, omitiendo establecer el nexo de causalidad entre el
criterio de interpretación utilizado y los derechos que considera vulnerados, el principio
constitucional o el elemento del derecho al debido proceso lesionado, incumpliendo así los
presupuestos exigibles y desarrollados en la SC 1764/2011-R de 7 de noviembre, glosada en el
Fundamento Jurídico III.1; imposibilitando que este Tribunal Constitucional Plurinacional pueda
ingresar al análisis de la interpretación de la legalidad ordinaria; en tal sentido, corresponde
denegar la tutela, con la aclaración que no se ingresa al análisis de fondo de la problemática
planteada.
Por todo lo expuesto, se evidencia que el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela,
aunque con argumentos distintos, compulsó y evaluó correctamente los antecedentes de la
presente acción.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 08/2012 de 23 de marzo, cursante de fs. 142 a 144, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Miguel Ángel Daguer Asbun y Roger
Orlando Céspedes Sánchez contra Mario Pérez Peña y Freddy Janco Ramos, Interventor y Jefe
de Planificación respectivamente de la Terminal Bimodal “Castulo Chávez” del departamento
de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 14 de marzo de 2012, cursante de fs. 50 a 55 vta., los accionantes
expresaron los siguientes fundamentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Los accionantes refieren que el 22 de abril de 2009, suscribieron contratos de alquiler por dos años,
con el anterior Interventor de la Terminal Bimodal, para la actividad de punto ENTEL y punto VIVA
respectivamente, habiéndose cumplido el plazo de sus contratos, los accionantes siguieron cancelando
el alquiler a la nueva administración -los ahora demandados- Mario Pérez Peña como Interventor y
Freddy Janco Ramos como Administrador y Jefe de Planificación de la Terminal Bimodal.
Mediante CITE 048-2011 de 25 de junio, Mario Pérez Peña solicitó la desocupación de los ambientes
al haberse cumplido sus contratos y además que estos serían asignados a empresas de transporte que
esperaban lugar para operar, otorgándoles el plazo de una semana para desocupar. Este hecho hace
que los accionantes presenten denuncia ante el Ministerio Público por el delito de resoluciones
contrarias a la ley, los demandados declararon ante la Fiscalía indicando que la situación de los
accionantes; “…era la misma que antes de la presentación de la denuncia, que todo quedo en nada y
siguen donde están…” (sic), por lo que siguieron pagando alquileres por los lugares que ocupan.
Por carta notariada de 2 de febrero de 2012, el interventor y ahora demandado de la Terminal
Bimodal, solicitó la desocupación del espacio físico alquilado, otorgándoles un plazo de veintiocho
días, a lo que contestaron los accionantes que su contrato seguía vigente por haberse operado la tacita
reconducción conforme establece el art. 710 del Código Civil (CC). El 5 de marzo de 2012, mediante
carta notariada los demandados volvieron a reiterar la solicitud de desocupación dando plazo de
veinticuatro horas, bajo alternativa de usar la fuerza pública, al mismo tiempo ordenaron al personal
de mantenimiento que procedan al corte de energía eléctrica de los locales de punto ENTEL y VIVA,
siendo un servicio fundamental para su actividad laboral, atentando de esa manera a su derecho al
trabajo, siendo la única actividad laboral mediante la cual sustentan a sus familias, encontrándose diez
días sin energía eléctrica.
Asimismo, los accionantes señalaron que sus contratos de alquiler han sido objeto de una tácita
reconducción, por lo que se encuentran vigentes hasta el 22 de abril de 2013, ya que hasta la fecha se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3068
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
continuó cancelando el pago de alquileres de forma mensual, y el cumplimiento del plazo del contrato
no justifica el corte de energía eléctrica que constituye un derecho fundamental, siendo que la ley
prevé el procedimiento a seguirse, no estando permitido nadie actuar al margen de la ley y sin
intervención de autoridad competente.
Los accionantes denuncian la vulneración de sus derechos al servicio básico de energía eléctrica
y el derecho al trabajo, citando al efecto los arts. 20, 46 y 47 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 23 de marzo de 2012, según consta en el acta cursante de fs.
135 a 141 vta., se produjeron los siguientes actuados.
Mario Perez Peña, Interventor y representante legal; y Freddy Janco Ramos Administrador de la
Terminal Bimodal de Santa Cruz manifestaron lo siguiente: a) Los ahora accionantes hacen
referencia a la tacita reconducción de sus contratos y que los mismos siguen vigentes, pero en la
cláusula cuarta se estipulo; “pudiendo renovar el mismo, previo acuerdo entre partes, debiendo
para ello renovar un nuevo contrato” (sic), no existiendo acuerdo alguno entre partes, por lo que
se les entregó dos cartas notariadas pidiéndoles la desocupación de los locales, hecho por el cual
no se puede oponer la reconducción tácita de los mismos; b) Señalaron asimismo que el corte de
energía se debió a un hecho fortuito donde se afectó a varias casetas y no sólo la de los
accionantes, hecho que puede ocurrir en cualquier instalación eléctrica, siendo la misma de más
de quince años; c) Señalaron también que no existe peligro inminente de vulneración de sus
derechos y no cumplen con los requisitos de subsidiariedad como señalan las SSCC 0374/2002-
R y 0026/2007-R; y, d) Refieren también que existe un cuadernillo de investigación e
inspección ocular, donde se corrobora que los locales ENTEL y VIVA se encontraban con
energía eléctrica, aduciendo la improcedencia de la acción, cuando hubiesen cesado los efectos
del acto reclamado, por lo que solicitan se deniegue la tutela y se declare improcedente la
presente acción.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en
Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 08/2012 de 23 de marzo, cursante de fs. 142 a
144, concediendo la tutela, declarando procedente la acción de amparo constitucional, en
consecuencia dispone; la restitución del fluido eléctrico y la permanencia del mismo, mientras
no decida lo contrario alguna autoridad competente respecto al contrato de arrendamiento.
Al no haber obtenido consenso en Sala el proyecto, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente del Tribunal
Constitucional Plurinacional a fin de dirimir con su voto el caso en análisis.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por contratos de arrendamiento, ambos de 22 de abril de 2009, entre los ahora accionantes
y los anteriores interventores de la Terminal Bimodal, se alquilan dos espacios para el
funcionamiento de puntos de llamadas VIVA y ENTEL, así como la venta de tarjetas telefónicas
(fs. 59 a 62).
II.2. CITE. INTER. TBSC 048/2011 de 25 de junio, por el cual Mario Perez Peña solicitó la
desocupación de los ambientes; a (fs. 85); solicita la desocupación del ambiente ENTEL y por
Carta Notariada dirigida a VIVA el 2 de febrero de 2012, reitera la desocupación del espacio
físico (fs. 86).
II.3. Cursa dos cartas Notariadas de 5 de marzo de 2012, entregadas por el Notario de Fe Publica el 6
de marzo. En las que el Interventor de la Terminal Bimodal, Mario Perez Peña, ahora demandado
reiteró la solicitud de desocupación de las instalaciones, en el plazo de veinticuatro horas, al haberse
cumplido el contrato de alquiler (fs. 16 a 17).
II.5. Informe del funcionario policial. Raul Onofre Ricaldez, que refiere que el 22 de marzo de
2012, se apersono a las instalaciones de la Terminal Bimodal, evidenciando que los ambientes
alquilados referidos, no contaban con energía eléctrica cursa a fs. 88.
III. FUNDAMENTOS JURÍCOS DEL FALLO
Los accionantes sostienen que las autoridades demandadas al cortarles la energía eléctrica en los
locales alquilados donde realizan sus actividades de trabajo como son los puntos ENTEL y VIVA de
la Terminal Bimodal de Santa Cruz, han vulnerado sus derechos al servicio básico de energía
eléctrica y el derecho al trabajo. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales
argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional, ha sido instituida por la Constitución Política del Estado en
sus arts. 128 y ss., como una medida de defensa de los actos u omisiones ilegales o indebidos de
los servidores públicos, derechos que son reconocidos por la misma Norma Suprema y que son
inherentes a todos los estantes y habitantes del Estado Plurinacional de Bolivia.
Cabe señalar que la Constitución Política del Estado en el art. 128 indica que “La Acción de
Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley.”, el art. 129. I “La
Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a
su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
Asimismo la referida Sentencia ha reiterado las reglas a ser observadas cuando se denuncian
medidas de hecho, las mismas que han sido definidas en cuanto a su alcance y requisitos para su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3071
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
El art. 20 de la CPE, ha incorporado como derechos fundamentales; “I. Toda persona tiene
derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones. II. Es responsabilidad del Estado, en
todos sus niveles de gobierno la provisión de los servicios básicos a través de entidades públicas,
mixtas, cooperativas o comunitarias,(…) debe responder a los criterios de universalidad,
responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia, eficacia, tarifas equitativas y
cobertura necesaria, con participación y control social”. De lo que se colige que cualquier acto
arbitrario que suspenda o interrumpa la provisión o uso de dichos servicios básicos de manera
abusiva, constituyen actos vulneratorios a derechos fundamentales, susceptibles de ser
protegidos a través de la acción tutelar que prevé la Norma Suprema.
“El derecho de acceso al agua, alcantarillado y electricidad es uno de los derechos humanos
inherentes a toda persona por el solo hecho de existir, reconocido por el art. 20. I y II de la
CPE; por tanto, de rango constitucional, al estar previsto en el catálogo de derechos
fundamentales; y que establece que toda persona tiene acceso universal y equitativo a los
servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y
telecomunicaciones, por lo que el corte arbitrario de los servicios constituye una violación a
esos derechos fundamentales.” (SC 1898/2010-R de 25 de octubre).
Del proceso se colige, que evidentemente existe contratos de arrendamiento de dos locales en la
Terminal Bimodal de Santa Cruz, suscritos el 22 de abril de 2009, por los ahora accionantes y
los anteriores interventores, por un lapso de dos años, cumplido el mismo la actual
administración con su nuevo Interventor mediante cartas notariadas solicitó la desocupación de
los mismos, a ese afecto los accionantes indicaron que se aplica la tácita reconducción de los
contratos al cumplir con sus obligaciones del pago de alquileres mensuales.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3072
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
Los demandados manifestaron que no existe tacita reconducción puesto que no hay mutuo
acuerdo, en el caso analizado, se presentan los supuestos de activación directa del amparo
constitucional por vías de hecho, las medidas asumidas por los ahora demandados, que
suspendieron la energía eléctrica de los locales comerciales, vulneraron sus derechos
fundamentales, en el caso en concreto se evidencia que los accionantes siguieron pagando sus
alquileres después de cumplido el plazo de los contratos que fenecieron el 22 de abril de 2011,
por lo tanto ellos detentaban la cosa. Consiguientemente, la titularidad sobre un bien inmueble
no le otorga al propietario en este caso al Interventor a hacerse justicia por mano propia, pues en
el caso de incumplimiento de contrato de alquiler respecto al plazo de su duración, los
demandados tenían la vía ordinaria para conseguir el desalojo de los ahora accionantes, pues
conforme estableció la jurisprudencia constitucional glosada precedentemente, el suministro de
energía eléctrica, al ser un servicio básico sólo puede ser suspendido por los proveedores en los
casos previstos por ley y de ninguna manera por los propietarios de inmuebles o terceras
personas, menos utilizarlos como mecanismo de presión para obtener la ejecución de algún acto,
como el pago de alquileres o el desalojo del inmueble, por lo que no se justifica de ninguna
manera que los demandados hubieran asumido actos de hecho como el privar de derechos
fundamentales a los accionantes para presionar la desocupación de sus locales arrendados;
situación que amerita conceder la tutela solicitada a través de la presente acción tutelar, por
cuanto la restricción y corte de energía eléctrica, restringe a su vez el derecho al trabajo de los
accionantes.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al “conceder” la acción tutelar, aunque
con fundamentos diferentes, ha efectuado una correcta y adecuada compulsa de los
antecedentes.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
VOTO DISIDENTE
Sucre, 22 de junio de 2012
Expediente: 00609-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
I. ANTECEDENTES
Del contenido de la petición de tutela, se establece lo siguiente: que el objeto de la tutela versa
sobre el resguardo de los derechos al trabajo y al servicio básico de energía eléctrica, contenidos en
los arts. 20, 46 y 47 de la Constitución Política del Estado (CPE); asimismo, la causa de la tutela
implica la denuncia de dos actos lesivos esenciales: 1) El corte de energía eléctrica en los locales
donde los accionantes realizan su actividad laboral -ENTEL y VIVA, ocasionándoles un “daño
irreversible”; y, 2) La amenaza de desalojo.
En base a estos antecedentes, se tiene que los puntos diferenciales en relación a la sentencia objeto
de disidencia, son los siguientes aspectos:
II.1. La inexistencia del presunto acto ilegal considerado como medida de hecho por los
accionantes, dado que el corte de energía eléctrica se produjo el 5 de marzo de 2012, según refieren
en memorial de acción de amparo constitucional; empero, en Acta de Inspección Ocular de 14 de
igual mes y año, el representante del Ministerio Público, constató que en los locales comerciales -
casetas de ENTEL y VIVA- donde ejercen su actividad laboral los accionantes, cuentan con
energía eléctrica desde el 9 del citado mes y año. De donde se concluye que los efectos del
presunto corte de energía, que a decir de los accionantes se trata de un “daño irreversible” que los
puso en estado de necesidad por no permitirles ejercer su actividad laboral, desaparecieron a
tiempo de la interposición de la acción de amparo constitucional -14 de marzo de 2012-.
II.2. Ante la solicitud de desalojo efectuada por los demandados, los accionantes, recurrieron ante
el Ministerio Público, para el inicio de proceso penal, por el delito de resoluciones contrarias a la
En base a estos razonamientos, el suscrito magistrado considera que se debió denegar la tutela
impetrada; a continuación se desarrollará la argumentación jurídico-constitucional que sustenta la
formulación de la presente disidencia en el fondo.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional y las excepciones al
principio de subsidiariedad
La amplitud en la protección de derechos que brinda este garantía, se rige esencialmente, por los
principios de subsidiariedad e inmediatez, el primero entendido como el agotamiento previo o la
constatación de la inexistencia de otras vías o recursos legales para la protección inmediata de los
derechos denunciados como conculcados; por cuanto, no sustituye o reemplaza a los recursos o
instancias ordinarias preestablecidas en el ordenamiento jurídico. Respecto del segundo, su
interposición debe hacerse en el plazo de seis meses, computables a partir del conocimiento del
hecho o de notificado con el acto ilegal u omisión indebida. Tiene como características principales,
el constituirse en una acción extraordinaria, cuya tramitación es sumaria y especial según prevén
los arts. 129 de la CPE y 68 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP),
en sus elementos diferenciadores a través de la equidad. Dicho de otro modo, lograr la efectiva
materialización de la igualdad contenida en la Norma Fundamental -como valor, principio y
derecho fundamental- en todos los ámbitos jurídicos y que no se limite a una simple igualdad
formal sino a una igualdad material. Así lo entendieron las SSCC 143/2003-R, 165/2010-R y
294/2010-R, entre otras.
III.3. Improcedencia de la acción de amparo constitucional cuando los efectos del acto
ilegal hubieren cesado
El art. 74.2 de la LTCP, establece las causales de improcedencia de esta garantía jurisdiccional,
en los casos en que: “…se hubiere interpuesto anteriormente una acción constitucional con
identidad de sujeto, objeto y causa, y contra los actos consentidos libre y expresamente o
cuando hubieren cesado los efectos del acto reclamado”; al respecto, cabe aclarar que ante la
presencia de identidad de sujeto, objeto y causa, la acción se declarará improcedente, supeditado
a que en la primera acción no se hubiere ingresado al análisis de fondo del problema jurídico
planteado; cuando se trate de actos consentidos libre y expresamente, para considerarse como
tales debe consistir en un hacer o no hacer, de modo que se traduzca en una manifestación
voluntaria de consentimiento, dado que la persona en ejercicio de su derecho a la libre
determinación define las consecuencias de sus actos u omisiones.
Con relación a la cesación de los efectos del acto reclamado, la SC 0998/2003-R de 15 de julio,
estableció que: “...la cesación del acto ilegal en el sentido del citado precepto, radica
básicamente en el hecho de que la resolución o acto de la autoridad o particular denunciado de
ilegal, por su voluntad o por mandato de otra autoridad superior, hubiere quedado sin efecto
antes de la notificación con el amparo al que hubiere dado lugar, vale decir, que si bien se
produjo la lesión, ésta se reparó de motu propio del legitimado pasivo”
antes de los actos ilegales, haciendo por ello innecesaria la intervención de la jurisdicción
constitucional y de la tutela solicitada; ello importa que siendo actos de motu proprio el
legitimado pasivo está obligado a la utilización de todos los medios materiales necesarios a su
alcance por sí o por otras personas, para informar al interesado de que los actos agresivos a
sus derechos quedaron sin efecto, ya que es su voluntad y acciones para solucionar el conflicto
lo que motiva la improcedencia del recurso, caso contrario, de ser insuficientes las acciones
asumidas para la restitución de los derechos vulnerados sin que se haya favorecido
efectivamente al perjudicado, es también responsabilidad suya, por lo que en ese caso no opera
la causal de improcedencia del recurso”.
De donde se extrae, que la protección que brinda la acción de amparo constitucional no se
activa, cuando se advierta que los efectos del acto reclamado cesaron, siempre y cuando se
produjeren con anterioridad a la notificación con la demanda y cuando el sujeto pasivo o el
legitimado pasivo hubiere agotado todos los medios para comunicar al agraviado de la cesación
de los efectos de los actos ilegales.
III.4. Del caso concreto
De la revisión de la documentación cursante a fs. 59 a 62 de obrados, se advierte que el 22 de
abril de 2009, la Terminal Bimodal “Cástulo Chávez” de Santa Cruz, representada por Jorge
Luis Auza Tezanos Pinto y Edwin Minor Buchón Castro, Interventor y Administrador,
respectivamente, dieron en calidad de arrendamiento dos espacios de 6 metros por 2.40 metros
(11 m2) y otro de 5 metros por 2.60 metros, ubicados en el sector “Puerta de Ingreso” de la
planta baja de la referida Terminal, a favor de Miguel Ángel Daguer Asbun y Roger Céspedes
Sánchez, para uso exclusivo de punto de llamadas “MOVIL ENTEL” y “VIVA”, venta de
tarjetas, por un canon mensual de 400$us.- (cuatrocientos dólares estadounidenses), hasta el 22
de abril de 2011, pudiendo renovarse el mismo previo acuerdo de partes. Fenecido el contrato de
arrendamiento, mediante CITE. INTER. TBSC 048/2011 de 25 de junio, Mario Pérez Peña,
Interventor, solicitó a Miguel Ángel Daguer Asbun, la desocupación del ambiente cedido en
arrendamiento (fs. 85); petición reiterada a Roger Céspedes Sánchez, por Cite-ASL-TBSC-
009/2012 de 2 de febrero, otorgándosele hasta el 3 de marzo de ese año, para desocupar el citado
espacio físico (fs. 86); finalmente, por CITE.INTER TBSC 053/2012 y 055/2012, ambas de 5 de
marzo, los accionantes fueron conminados a desocupar los espacios dados en arrendamiento, en
el plazo de veinticuatro horas (fs. 16 vta. a 17 vta.).
Según Acta de Inspección Ocular de 14 de marzo de 2012, realizada a horas 16:00 (fs. 87),
consta que desde el 9 de marzo del indicado año, los “negocios” de ENTEL y VIVA, cuentan
con energía eléctrica, según verificó un técnico electricista. Cabe precisar que al referido acto,
concurrieron los accionantes, demandados asistidos por sus abogados, funcionarios policiales y
el representante del Ministerio Público, siendo este último funcionario público, sus actos tienen
la suficiente fe pública. De otra parte, cursa a fs. 88 informe del Cbo. Raúl Onofre Ricaldez,
Investigador Especial, quien manifiesta que dentro del caso SCZ1201625, el 22 del citado mes y
año, a horas 16:00 a requerimiento de otra funcionaria policial, se constituyó en la Terminal
Bimodal “Cástulo Chávez” a objeto de verificar el funcionamiento de cabinas de llamadas
“Punto ENTEL”, informándosele que nuevamente se le habrían cortado el fluido de energía
eléctrica y evidenció que los “térmicos de Energía del Punto Entel se encontraban hacia Arriba
(Encendidos) y en dicho local no contaban con fluido de Energía Eléctrica…” (sic) y que no
pudo entrevistarse con el encargado de mantenimiento de la Terminal, por haber sido agredido
verbalmente por dos personas desconocidas.
Bajo ese contexto y conforme los Fundamentos Jurídicos expuestos en la presente disidencia, se
advierte; primero, que el presunto acto ilegal en que hubieren incurrido los demandados, que a
criterio de los accionantes lesionó los derechos fundamentales a la energía eléctrica y al trabajo
y que motivó la interposición de la presente acción, no pueden ser tutelados, en razón a que los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3078
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
efectos del mismo cesaron a tiempo del planteamiento de la presente garantía jurisdiccional, que
según cargo de presentación data de 14 del citado mes y año a horas 18:00 y la notificación a los
demandados es de 21 de igual mes y año; correspondiendo denegar la tutela solicitada, en el
entendido que desaparecieron los efectos de los actos considerados lesivos a derechos
fundamentales, producidos con anterioridad a la notificación con la demanda de amparo
constitucional, lo que constituye una causal de improcedencia de la protección que brinda este
medio de defensa. Consiguientemente no se advierte la existencia de un daño irreparable o
irreversible, ni mucho menos un medida de hecho, que justifique la urgencia de la acción
jurisdiccional en la tutela de los derechos invocados como vulnerados -que no fueron demostrados-
, y que haga aplicable al caso concreto la excepción al principio de subsidiariedad por ese motivo y
por ende la tutela constitucional.
Segundo, las comunicaciones a través de cartas notariadas de 25 de junio de 2011, 2 de febrero y 5
de marzo de 2012, develan la inexistencia de un acto ilegal y arbitrario que alguna manera hubiere
desconocido los derechos de los accionantes y el orden jurídico vigente, como sería el caso de un
desalojo al margen de la ley cuando en distintas oportunidades se les solicitó desocupen los
espacios físicos cedidos en arrendamiento “casetas de VIVA y ENTEL”, por haberse cumplido el
contrato de arrendamiento. Consecuentemente, amerita denegar la tutela impetrada, por no haberse
constatado que los demandados, incurrieron en medida de hecho alguna para el desalojo de los
referidos espacios físicos.
En base a la Fundamentación Jurídica precedente, el suscrito Magistrado considera que el
Tribunal Constitucional Plurinacional, en la parte dispositiva del fallo debió; REVOCAR la
Resolución 08/2012 de 23 de marzo, pronunciada por la Sala Civil Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00761-2012-02-AAC
Departamento: Oruro
Por memorial presentado el 23 de marzo de 2012, cursante de fs. 58 a 62, el accionante expone
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Siendo evidente que los beneficiarios de la urbanización “Estación Central”, no contaban con la
aprobación de los planos respectivos, por Resolución Administrativa (RA) de 3 de abril de 2008,
se determinó la aquiescencia de los mismos, cumpliendo así con los requisitos correspondientes,
gestionando la autorización de la edificación de su vivienda familiar ante el entonces Gobierno
Municipal, instancia que le otorgó la línea nivel, orden de conexión de acometida sanitaria
domiciliaria, aprobación de planos arquitectónicos y permiso para la ocupación de vía,
intentando así erigir su domicilio. Sin embargo, la Asociación de Gremiales en Legumbres y
Ramas Anexas, se opuso, agrediéndole físicamente, mediante actos de hecho; asimismo,
presionaron al Concejo Municipal, para emitir la Resolución Concejal 23/2010 de 4 de marzo,
por la que se dispuso temporalmente y hasta el cumplimiento del convenio de 10 de mayo de
2007, la restricción administrativa de no establecer, autorizar o constituir actividad comercial
alguna en los predios ubicados en la calle Bolívar, entre 6 de Agosto y Bacovick; Resolución
dictada una vez más sin su presencia.
Reitera que, no existiendo impedimento alguno para construir, en diciembre de 2011, contrató
los servicios de la empresa constructora e inmobiliaria “ALCANDER”; empero, el 6 de enero de
2012, la referida Asociación -a la cabeza de Emma Coca de Flores-, utilizando diferentes objetos
contundentes, amenazó con la destrucción de su edificación, agrediendo a su esposa e hijo y
atentando contra la vida de sus trabajadores; hechos corroborados en informe policial. De igual
manera, la Asociación de Gremiales en Legumbres y Ramas Anexas de Oruro, presentó
memorial al Jefe de Regulación Urbana, en el que indican que decidieron ponerse en “estado de
emergencia, bajo alternativa de tomar acciones de hecho que determinen sus bases” (sic);
circunstancias que le perjudican a él y a su familia, porque pese a tener su documentación
saneada, no puede construir su vivienda, menos ejercer su derecho de usar y disfrutar de su
propiedad.
El accionante estima lesionado su derecho a la propiedad privada, citando al efecto el art. 56.I y
II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga: a) Cesen las acciones de hecho ejercidas por la
Asociación de Gremiales en Legumbres y Ramas Anexas de Oruro y los daños a la integridad
física y a la construcción; y, b) La prohibición del uso de petardos, matasuegras, palos, botellas
y objetos contundentes; con costas, daños y perjuicios.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, constituida en Tribunal
de garantías, pronunció la Resolución 07/2012 de 4 de abril, cursante de fs. 89 a 91, por la que
concedió la tutela, disponiendo que los demandados cesen en su conducta de incurrir en
acciones de hecho por intermedio de sus bases o terceras personas; debiendo abstenerse de
obstaculizar la construcción de la vivienda del ahora accionante, así como del uso de
instrumentos, objetos, artefactos y explosivos que puedan dañar la integridad física de las
personas. Con costas, daños y perjuicios.
por lo tanto no sería peligroso menos extraño el uso de estos artefactos; iv) El accionante logró
la aprobación de la urbanización de su propiedad a través de la “Resolución 06 de 3 de abril de
2008”, homologada por el Concejo Municipal de Oruro, el 28 de octubre de ese año; Municipio
que concedió el nivel de la nueva rasante el 11 de junio de igual año y mediante dictamen legal
190/09 de 26 de mayo de 2009, autorizó el pago por conexión de alcantarillado y del acometido
sanitario domiciliario, de la misma forma, la ocupación de la vía en una superficie de “30,60 por
1 metro de fondo”; v) Los miembros de la Asociación, amenazaron, insultaron, agredieron y
efectuaron acciones de hecho, empleando “petardos piedras y palos” contra el accionante, su
familia y los trabajadores que estaban realizando la obra de la vivienda; y, vi) Estas acciones
deben ser limitadas a través de una intervención inmediata, pronta y oportuna por la autoridad
judicial, al vulnerarse derechos fundamentales como el derecho a la vivienda, constituyéndose la
presente acción de defensa en un medio idóneo y eficaz contra los daños arbitrarios procedentes
de los demandados al tomar la justicia por mano propia, lo cual amerita la tutela sin que
concurra el principio de subsidiariedad.
II. CONCLUSIONES
II.1. Del testimonio de escritura pública 545/97 (fs. 1 a 5 vta.) y folio real expedido por la
oficina de DD.RR. de Oruro -en fotocopias legalizadas-, del inmueble ubicado en calle Bolívar
esquina Bacovick (fs. 7), se evidencia la calidad de propietario del accionante.
II.2. A través de la Resolución Concejal 217/2007, el Concejo Municipal de Oruro, dispuso que
Irineo Ignacio Gonzales, paralice sus obras, mientras no cuente con su urbanización y planos de
construcción aprobados. De igual manera, se comprometió a no realizar traslados o
reubicaciones si no existiera convenio con los sindicatos, mientras no hubiera un proyecto o se
construya un mercado (fs. 11).
II.4. Cursan los planos de construcción del inmueble ubicado sobre la calle Bolívar esquina
Bacovick, perteneciente al hoy accionante, debidamente aprobados por la Jefatura de Regulación
Urbana de la Alcaldía Municipal de Oruro (fs. 17 a 18).
II.5. De acuerdo al informe de 21 de febrero de 2011, emitido por Osbaldo Sullcani Flores,
Policía de Seguridad del Batallón de Seguridad Física de Oruro, en la indicada fecha, un grupo
de personas de manera violenta hizo detonar petardos, armados con piedras y palos, atentando
contra la edificación del ahora accionante, amenazando de muerte a los trabajadores de la
construcción (fs. 46).
II.6. Consta informe del funcionario Jesús Alberto Orozco Rodríguez, miembro de la Patrulla de
Auxilio y Cooperación Ciudadana (PAC), de 6 de enero de 2012, quien verificó que un grupo
de comerciantes se opusieron a la construcción en el inmueble de propiedad del accionante,
amenazando con destruirla; de la misma forma, César Ignacio Tomas y Juana Serafina Tomas
Martínez, fueron agredidos verbalmente en el intento de ser evacuados por policías (fs. 55).
La acción de amparo constitucional, instituida por el art. 128 de la CPE, constituye un medio de
defensa de los derechos fundamentales, contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Norma Suprema y la ley; siendo un medio
de tutela de carácter extraordinario, regido por los principios de subsidiariedad e inmediatez, que
tiene por objeto el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido y
expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la acción u omisión de servidores
públicos o particulares; precisión que se advierte del contenido del art. 73 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP).
III.2. Requisitos para conceder la tutela de la presente acción de defensa por medidas de
hecho
Con referencia a los alcances de las medidas de hecho, el extinto Tribunal Constitucional, a
través de la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, señaló: “No obstante, se deja presente que existen
requisitos para considerar la situación como medida de hecho y hacer abstracción de las
exigencias procesales, como ser:
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no
se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive” (las negrillas son nuestras).
Si bien los derechos vulnerados por la conducta de los demandados, podrían eventualmente ser
reparados a través de las acciones previstas en el ordenamiento jurídico civil; sin embargo, por
las acciones de hecho violentas en que incurrieron, que podrían derivar en un daño inminente,
irreversible e irreparable, emergente de las intimidaciones y coacciones que se han producido
respecto de las personas, como las amenazas de destrucción del inmueble del accionante; en el
presente caso, no concurre la regla de la subsidiariedad, lo que hace viable otorgar la tutela
inmediata de la acción de amparo constitucional para el restablecimiento urgente de la paz social
y la convivencia armónica y de bienestar común, para vivir bien, conforme a los valores en que
se sustenta el Estado Plurinacional Comunitario, previstos en el art. 8.II de la CPE.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00753-2012-02-AAC
Departamento: Santa Cruz
Por memorial de 19 de marzo de 2012, cursante de fs. 7 a 10 vta., la accionante expone los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
Agrega que, no obstante de cumplir con todas las normas tributarias de salubridad, higiene y
seguridad, el 13 de marzo de 2012, fue sorprendida con la clausura definitiva de su bar
restaurante por parte del Ejecutivo Municipal, cuyos agentes actuaron a través de medidas de
hecho sin darle ninguna explicación ni señalar los motivos para esa determinación; por lo que,
tuvo que apersonarse ante la Intendencia Municipal, instancia en la que se le indicó que dicha
medida no era cuestión “de ellos” sino de un dirigente del barrio de nombre Félix Blanco
Mamani, quien “con oscuras intenciones” pretendía la clausura de su única fuente de trabajo;
aspecto totalmente ilegal, por cuanto su local no se localiza cerca de ninguna iglesia, hospital y
“tan sólo a más” de cuatro cuadras de un establecimiento educativo. Razones por las que plantea
I.1.3. Petitorio
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. De la certificación de 29 de marzo de 2012 (fs. 46), se establece que Clotilde López de
Ortuño -ahora accionante-, tiene registrada una actividad comercial con “licencia de
funcionamiento” (sic) 1551363034, bajo la razón social de bar restaurante “Rincón Sacabeño”,
ubicado sobre la av. Pampa de la Madre, a partir del 20 de abril de 2010.
II.5. Por nota de 28 de marzo de 2012, dirigida al Intendente Municipal codemandado, Elías
Condori Mamani; Rosa Hinojosa Llanos, denunció que pese a que el local “Rincón Sacabeño”
fue clausurado “hace semanas”, se hizo caso omiso de la misma, funcionando con normalidad
desde las siete de la mañana hasta altas horas de la noche, de martes a domingo, realizando
escándalos “sin dejar descansar a los vecinos” y más a su persona quien vive a lado de ese local
(fs. 43).
II.6. De la certificación de 29 del indicado mes y año, expedida por la Secretaria General del
Gobierno Autónomo Municipal de Montero, se comprueba que, Clotilde López de Ortuño, no
presentó memoriales, cartas ni solicitud de ninguna índole ante dicha instancia (fs. 45).
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye dentro del
nuevo orden constitucional, como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley. Conforme a esta precisión, el contenido del art. 73 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP).
La Norma Suprema, enfatiza que esta acción de defensa, puede presentarse por la persona:
“…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados” (art. 129.I).
Al efecto, concierne puntualizar que la legitimación pasiva es la coincidencia que existe con la
calidad adquirida por un servidor público o persona individual o colectiva que presuntamente
con actos u omisiones ilegales o indebidos, provoca la restricción, supresión o la amenaza de
restringir o suprimir derechos y garantías constitucionales y contra quien se dirige la acción.
La acción de amparo constitucional por disposición de la Constitución Política del Estado, está
regida esencialmente por dos principios, la subsidiariedad y la inmediatez; respecto al primero,
se ha establecido que para que la jurisdicción constitucional pueda analizar el fondo de la
problemática planteada, la parte afectada necesariamente debe agotar con carácter previo todos
los medios y recursos legales idóneos y oportunos, tanto en la vía judicial como en la
administrativa, o en su caso acudir ante la autoridad o persona que cometió el acto ilegal, a
efecto de que en esa instancia se corrijan, subsanen o repongan los derechos invocados como
lesionados.
Así, la SC 1847/2010-R de 25 de octubre, señaló que: “Esta acción tutelar sólo podrá ser
analizada en el fondo cuando la parte accionante hubiere acudido con su reclamo ante la
misma autoridad o instancia que incurrió en la supuesta lesión al derecho fundamental o
garantía constitucional invocados, para posteriormente, agotar las demás instancias
reconocidas por ley para revertir el acto ilegal u omisión indebida dentro de esa misma vía; en
correspondencia a su carácter subsidiario, inherente a su naturaleza, implica que no es
supletoria ni sustitutiva de los medios de defensa y recursos legales efectivos para reparar los
derechos y restituir las actuaciones ilícitas en la instancia donde presuntamente se generaron.
Es importante, precisar que la jurisdicción constitucional no puede ser entendida como una
instancia más del proceso, en la cual se tengan que subsanar las omisiones incurridas en el
proceso ordinario o administrativo por no haber hecho uso oportuno y eficaz de los medios
idóneos para la impugnación de los actos ilegales u omisiones indebidas, o, pretender sustituir
aquellas que se encuentren pendientes de resolución”.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3090
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En ese sentido, se constata que la accionante asumió comprensión que en caso de no cumplir con
ese acuerdo existía la posibilidad del cierre definitivo de su restaurante; consiguientemente, este
aspecto, no puede ser considerado como una actitud de hecho a efecto de que se pueda aplicar en
el caso la excepción al principio de subsidiariedad, máxime si igualmente de las pruebas
arrimadas al expediente se verifica que la actora no observó la determinación de cierre definitivo
y continuó con su actividad comercial.
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00690-2012-02-AAC
Departamento: Pando
En revisión la Resolución 10 de 3 de abril de 2012, cursante de fs. 127 a 131 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Pablo Christian Zuleta Sánchez
en representación de Miguel Becerra Suárez contra Germán Apolinar Miranda Guerrero y
Ponciano Ruíz Quispe, Vocales de la Sala Penal y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando; y, Diego Roca Saucedo, Juez Segundo de Instrucción
en lo Penal del mismo Departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 21 de marzo de 2012, cursante de fs. 32 a 42, el accionante -por su
representado-, expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
En la audiencia referida, hizo alusión al art. 123 de la Constitución Política del Estado (CPE),
expresando que esta norma determina que: “La ley sólo dispone para lo venidero y no tendrá
efecto retroactivo, excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de las
trabajadoras y de los trabajadores; en materia penal, cuando beneficie a la imputada o al
imputado; en materia de corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos
por servidores públicos contra los intereses del Estado; y en el resto de los casos señalados por
la Constitución”; afirmando que dicho artículo se constituye en una garantía constitucional a
favor de los ciudadanos emergente del principio de legalidad que resguarda esencialmente al
principio de seguridad jurídica; de tal forma que resultaría contraria a su naturaleza, la
interpretación que el imputado por corrupción, tenga la garantía que la norma más desfavorable
le sea aplicada retroactivamente; como ocurre en el presente caso, donde se pretende aplicar la
Ley de Lucha contra la Corrupción, Enriquecimiento Ilícito e Investigación de Fortunas
“Marcelo Quiroga Santa Cruz” -Ley 004 de 31 de marzo de 2010-, contraviniendo los Tratados
y Convenios Internacionales, que determinan la aplicación de la ley más favorable a favor del
imputado, como la sujeción de las normas internas de un Estado al marco normativo
internacional.
Aduce que en interpretación del precitado art. 123, relacionado con el 112, ambos de la CPE, los
delitos que se imputó a su representado, son imprescriptibles y en tal sentido la norma penal en
delitos de corrupción, sería retroactiva únicamente en los casos de persecución penal contra
conductas que causen grave daño económico al Estado; empero, este efecto retroactivo -indica el
accionante- debe entenderse a partir de la vigencia de la actual Norma Suprema y no antes; así
como incumbe tenerse presente que la retroactividad opera en delitos permanentes (materia
sustantiva) y para la investigación del hecho (adjetiva).
Finalmente manifiesta que, las autoridades aludidas no observaron que, desde el punto de vista
de su consumación, el delito de resoluciones contrarias a la Constitución Política del Estado y a
las leyes, es de carácter instantáneo, en tanto que el de incumplimiento de deberes es también
instantáneo pero con efecto permanente, mientras que el de conducta antieconómica es sólo
instantáneo, que se materializa en el momento mismo de la comisión del delito; por lo que, todos
estos actos ilegales lesionaron el derecho al debido proceso de su defendido, así como los
principios de legalidad y seguridad jurídica.
I.1.3. Petitorio
cuanto aumenta las sanciones y, por ende, los plazos para la prescripción; iv) Tanto el Juez ad
quo como el Tribunal de alzada, codemandados, vulneraron los arts. 398 y 124 del CPP; y, v) Se
aplicó con preferencia la Constitución Política del Estado por encima de las normas
internacionales, afirmando contradictoriamente que “la carta fundamental de los derechos
humanos se encuentra por encima de la Ley ordinaria según la pirámide de Kelsen en
concordancia con el art. 402.2 de la CPE” (sic).
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. El 31 de octubre de 2000, el representado del accionante firmó conjuntamente con los
directivos de la ZOFRA Comercial e Industrial de Cobija, la Resolución 012/2000, autorizando
a la Dirección Ejecutiva, que del 1.5% generados por el derecho de ingreso se destine
diariamente un aporte equivalente al 0,5% del valor “CIF” ZOFRA - Cobija de las mercancías a
favor de la Universidad Amazónica de Pando, mediante depósito a efectuarse en la cuenta 1-
637930 del Banco Unión S.A., con destino a la implementación y diversificación de nuevas
carreras en la mencionada casa superior de estudios (fs. 3 a 4).
II.5. Interpuesto el recurso de apelación contra la Resolución emitida por el Juez codemandado,
la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, coincidiendo
con el criterio del Juez cautelar, pronunció el Auto de 26 de septiembre de 2011, confirmando en
todas sus partes la Resolución impugnada (fs. 19 a 20 vta.).
La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye como una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
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suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del Estado y la ley;
constituyéndose, en un mecanismo jurisdiccional de protección de derechos y garantías
fundamentales, de tramitación sumarísima, por lo tanto de protección inmediata, exenta de
dilaciones que puedan afectar su prosecución y sustanciación que impidan el pronunciamiento
de la resolución en un plazo breve. Entendimiento que es conforme a lo estipulado por los arts.
129.IV de la Norma Suprema y 73 de la LTCP.
El art. 109 de la LTCP, estatuye que: “La acción de inconstitucionalidad concreta procederá en
los procesos judiciales o administrativos cuya decisión dependa de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de una ley, estatuto autonómico, carta orgánica, decreto y todo género de
ordenanzas y resoluciones no judiciales aplicables a aquellos procesos. Esta Acción será
promovida por el juez, tribunal o autoridad administrativa, de oficio o a instancia de parte”.
En interpretación de dichas normas se puede colegir que, a través del recurso indirecto o
incidental de inconstitucional -ahora acción de inconstitucionalidad concreta-: “…se confronta
el texto de la norma impugnada con la propia Constitución Política del Estado, para determinar
si hay contradicción en sus términos, con el fin de realizar el control correctivo posterior de la
norma, saneando el ordenamiento jurídico del Estado, y de esta manera evitar aplicar una
norma considerada inconstitucional que lesione los derechos y garantías de las partes dentro de
un proceso”; así expresa la SC 0435/2010-R de 28 de junio.
Las sentencias que resuelven las acciones de amparo constitucional de ninguna manera tutelan ni
solucionan aspectos relativos a la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una determinada
ley o artículo; es por ello que, el extinto Tribunal Constitucional, sentó una línea jurisprudencial
uniforme en sentido de no permitirse la presentación de excepciones, incidentes y ningún otro
recurso, dentro de esta acción tutelar.
prescripción, cuestionando la aplicación de la Ley “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, como el art.
123 de la CPE; sosteniendo fundamentalmente que, la mencionada Ley, no puede ser objeto de
atención dentro del caso de autos, al ser una Ley “inconstitucional”, por cuanto agrava la pena,
los plazos, hace inviable la excepción opuesta, es contraria al ordenamiento jurídico
internacional y conlleva ilegalmente la retroactividad de la ley en concordancia con la segunda
parte del artículo precitado de la Norma Suprema, que de igual modo, le otorga el carácter
retroactivo. Asimismo, cuestiona los artículos nombrados líneas arriba e insiste en que el Juez
codemandado, se pronuncie sobre el particular, sin comprender que el juzgador no tiene
competencia para considerar y mucho menos resolver temas inherentes a la inconstitucionalidad
de la ley; esto es que de una manera indirecta el acusado plantea la acción de
inconstitucionalidad, dando lugar a que el Juez de la causa, se vea obligado a promover la acción
de inconstitucionalidad concreta, a fin de “evitar una colisión de leyes”.
Sostuvo el representado del accionante que, tanto la Resolución de 13 de julio de 2011, emitida
por el Juez de la causa, como el Auto de 29 de septiembre de ese año, dictado por los Vocales de
la Sala Penal y Administrativa, codemandados, vulneraron su derecho al debido proceso como
los principios de legalidad y seguridad jurídica, al no fundamentar sus Resoluciones ni aplicar
adecuadamente las disposiciones normativas de la Constitución Política del Estado y la Ley
“Marcelo Quiroga Santa Cruz”, llegando incluso a otorgar validez y constitucionalidad a esta
última y reconocer su carácter irretroactivo, dando lugar a que los delitos no sean objeto de
prescripción, por cuanto con la aplicación de la referida Ley, los delitos que se le imputaron se
agravaron y, por ende, hicieron inviable la procedencia de la imprescriptibilidad, consagrada en
el art. 29 Bis del CPP, afectando lo previsto en el art. 256 de la Norma Suprema y los Tratados y
Convenios Internacionales, por darse preferencia en su aplicabilidad a la Constitución Política
del Estado.
Revisado el memorial de amparo, se colige que el accionante replicó los mismos argumentos ya
expuestos en la audiencia conclusiva e interposición de la apelación, pretendiendo se resuelvan
aspectos inherentes a la inconstitucionalidad de la ley, tomando como base criterios legales
emitidos antes de la promulgación y vigencia de la Ley “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, sin
comprender que si bien pueden o no ser inconstitucionales, están vigentes y, es deber de las
autoridades jurisdiccionales aplicar en tanto y en cuanto no se pronuncie el Tribunal
Constitucional Plurinacional, a través de la acción de inconstitucionalidad respectiva y no de la
acción de amparo constitucional, cuya naturaleza y finalidad es diferente.
señala: “La ley sólo dispone para lo venidero y no tendrá efecto retroactivo…”; concordando de
esta manera con los preceptos normativos dados en los Convenios y Tratados Internacionales, de
aplicabilidad preferente frente al ordenamiento constitucional de un Estado; que entre otros
aspectos exigen que se aplique la ley con carácter retroactivo cuando favorezca al imputado y no
cuando exista una pena mayor a la establecida en el momento de la comisión del delito.
En consecuencia, del análisis de los hechos y de la propia lectura del memorial de la presente
acción de defensa, se puede deducir que, lo que cuestiona en definitiva el accionante no es
únicamente la legalidad del art. 123 de la CPE y de la Ley “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, sino
su inconstitucionalidad, por cuanto -aduce-, no sólo legalizó y viabilizó la retroactividad de la
Ley mencionada, en cuanto concierne al enriquecimiento ilícito de particulares, sino de otros
delitos, conforme expresa la segunda parte del precitado art. 123 de la Norma Suprema; es decir,
se hizo de la excepción la regla y es por ello que considera dichos aspectos lesivos a los
derechos y principios de su defendido, al no poder acogerse al beneficio de la prescripción de la
acción penal; cuestionando por ende, en el fondo, la constitucionalidad de las disposiciones
nombradas; intentando a través de la acción de amparo constitucional, se determine la
inconstitucionalidad de la Ley “Marcelo Quiroga Santa Cruz” y del propio art. 123 de la CPE, lo
cual resulta inviable, conforme tenemos anotado, por existir la acción de inconstitucionalidad de
carácter concreto prevista en los arts. 101.2, 109 y ss. de la LTCP, de acuerdo a lo expresado en
el Fundamento indicado III.3 del presente fallo, más aún cuando la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional, estatuye que esta garantía jurisdiccional no tutela ni resuelve temas
relativos a la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley; como de acuerdo a la Ley del
Órgano Judicial, los jueces no tienen competencia para ello. Criterios legales que determinan no
poder ingresar al análisis de fondo del asunto en cuestión; concerniendo, en consecuencia,
denegar la tutela impetrada.
POR TANTO
SALA SEGUNDA
Mag. Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani
Acción de libertad
Expediente: 00736-2012-02-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 07/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 117 a 119, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Eddy Omar Centellas Yavi contra Emiliano Emilio
Santa Cruz Tórrez, Juez de Instrucción y cautelar de Copacabana de la provincia Manco
Kápac del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
apelación incidental que fue resuelta después de tres meses, sin pronunciarse sobre los vicios de
nulidad de la aprehensión; por lo que solicitó la explicación, complementación y enmienda del
fallo dictado.
Luego, con nuevos elementos de convicción que desvirtuaban los riesgos procesales, impetró la
cesación de su detención preventiva en más de cinco oportunidades, a lo que el Juez de
Instrucción y cautelar de Copacabana, ahora demandado, no dio curso "por más de seis meses"
(sic), respondiendo con providencias incongruentes, considerando por ello que se encuentra
indebidamente detenido.
El accionante estima lesionados sus derechos a la libertad y al debido proceso, citando al efecto
los arts. 115.II, 117.I, 125 y 126 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 111
a 116 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del accionante ratificó in extenso la demanda incoada, aclarando que el 8 de julio de
2011, se detuvo a dos personas por haber cometido supuestamente el delito de robo de un
minibús y el asesinato del chófer, quienes al ser capturados confesaron y fueron detenidos en las
celdas de la Policía Boliviana. El denunciante, Marcial Condori, “ingresó donde estos señores”,
el 9 de igual mes y año, llevándoles salteñas y una bolsa de coca, indicándoles: "...si ustedes
mencionan quien ha organizado todo esto es el señor Eddy Centellas, no les van a linchar, si no
dicen dense por muertos..." (sic). Por otra parte, el Fiscal de Materia, hizo preguntas
incriminatorias, presentando cabellos que no son de su defendido, pues el examen de Ácido
Desoxirribonucleico (ADN), demostró que no le pertenecen. De igual manera, su cliente requirió
la cesación de su detención preventiva, respondiendo el Juez demandado con proveídos de:
"córrase traslado", "previamente cúmplase", "deberá sujetarse previamente a las últimas
actuaciones", "cúmplase", etc.; sin explicar “qué vamos a cumplir” (sic).
Emiliano Emilio Santa Cruz Tórrez, Juez de Instrucción y cautelar de Copacabana, no concurrió
a la audiencia de consideración de la acción de tutela iniciada en su contra, pese a su legal
citación; sin embargo, presentó informe escrito cursante a fs. 26, señalando: a) Respecto al
mandamiento, ha sido "definido" en audiencia de medida cautelar, apelación y acción de
libertad; b) En las solicitudes de cesación a la detención preventiva, no se cumplieron los
requisitos legales, y cuando se fijó audiencia, se suspendió porque el impetrante no se preocupó
de hacer notificar a las demás partes; c) En cuanto a las supuestas incongruencias en las
providencias, el accionante debió interponer los recursos que le franquea la ley; d) Los pedidos
del imputado, hoy accionante, son incongruentes, no se sujetaron al principio de preclusión, ni
contestan a actividades procesales defectuosas presentadas por la parte querellante, y; e) Las
decisiones adoptadas están enmarcadas dentro de las normas jurídicas, jurisprudencia, doctrina y
legislación comparada para cada punto.
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I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Acta de declaración informativa policial del imputado Ramiro Limachi Mamani, dentro de
la investigación seguida por el Ministerio Público, por el asesinato de Reynaldo Paredes Garay,
en la que sindicó al ahora accionante como autor del hecho, al decir: "Eddy Centellas le ha
tesado su cuello al chófer" (fs. 28 y vta.).
II.2. En el acta de declaración informativa policial de José Luis Alcalá, señala que participaron
en el hecho "...Eddy Centellas Yavi, Ramiro Limachi..." y su persona (fs. 29 y vta.).
II.3. Acta de declaración informativa policial del hoy accionante, Eddy Omar Centellas Yavi,
quien negó su participación en el hecho (fs. 31 y vta.).
II.4. Resolución 010/11 de 11 de julio de 2011, de imputación formal a Eddy Omar Centellas
Yavi y otros (fs. 32 a 33 vta.).
II.5. La Resolución 376/11 de 12 del mes y año mencionados, dictada en audiencia de medidas
cautelares, por la Jueza Tercera de Instrucción en lo Penal de El Alto del departamento de La
Paz, ordenó la detención preventiva de Eddy Omar Centellas Yavi y otros (fs. 36 a 38 vta.).
II.7. Acta de inspección ocular seguida de reconstrucción de 17 de agosto de 2011, donde los
imputados Ramiro Limachi Mamani y José Luis Alcalá, señalan como autor de la muerte del
chofer asesinado al ahora accionante (fs. 105 a 109 vta.).
II.8. Decreto de 7 de septiembre de igual año, emitido por el Presidente de la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, llamando la atención severamente al
Secretario del Juzgado de Instrucción y cautelar de Copacabana, por haber remitido en forma
incompleta los actuados de la apelación y la dilación de la que es responsable (fs. 47).
II.9. Memorial presentado por el accionante, el 13 del mismo mes y año, referido al reclamo por
la negligencia de los operadores de justicia, denunciando la retardación en la resolución de la
apelación incidental presentada y el hecho de que el Secretario no hubiere enviado el acta de
medidas cautelares (fs. 48 y vta.).
II.10. Resolución 896/2011 de 4 de octubre, dictada por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, por la que se resolvió la apelación de la Resolución
376/11, confirmando la misma (fs. 52 a 54).
II.13. Tercer memorial del accionante requiriendo se fije audiencia para la consideración de su
pedido de cesación a su detención preventiva, presentado el 10 de febrero de igual año (fs. 79 a
82). Decreto del Juez demandado, que fija audiencia pública para el 7 de marzo de 2012; vale
decir, después de veintisiete días (fs. 83); la cual fue suspendida por falta de notificaciones (fs.
91).
II.14. Cuarto memorial del accionante pidiendo otra vez se determine audiencia para examinar
su solicitud de cesación de la medida restrictiva de libertad impuesta en su contra, presentado el
9 de marzo de 2012 (fs. 92 a 94 vta.). Decreto del Juez demandado, que señala: "...deberá
situarse previamente a las últimas actuaciones..." (fs. 95).
II.15. Quinto memorial del accionante solicitando fijar audiencia, presentado el 9 de "marzo" -lo
correcto es abril- del año mencionado (fs. 96 a 98 vta.). Decreto del demandado que establece:
"...cúmplase lo dispuesto a fs. 351..." (fs. 99).
El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a
la vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y
cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación en
cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona que considere hallarse en tales situaciones,
acudir ante el juez o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a
la libertad.
En las solicitudes de cesación de la detención preventiva, prevista en el art. 239 del CPP, deben
ser aplicados los siguientes principios:
En ese mismo sentido, las SSCC Plurinacionales 0005/2012, 0022/2012 y 0024/2012, entre
otras, precisan que, se afecta el principio de celeridad cuando: “a) En lugar de fijar
directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes, se dispongan traslados
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previos e innecesarios no previstos por ley; b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más
allá de lo razonable o prudencial...".
Al no existir una norma procesal legal que expresamente disponga un plazo máximo en el cual
debe realizarse la audiencia de consideración del pedido de cesación de la detención preventiva,
atinge aplicar el principio procesal de celeridad; motivo por el cual toda autoridad jurisdiccional
que conozca una solicitud de esta naturaleza, debe tramitar la misma con la mayor celeridad
posible, dentro del plazo razonable de tres días hábiles, acorde a lo determinado por la SCP
0110/2012 de 27 de abril, de no ser así, tal actuación procesal provocaría efectos dilatorios sobre
los derechos del detenido que repercuten o afectan a su derecho a libertad, tutelables por vía de
la acción de libertad. Razonamiento que no implica necesariamente, se deba deferir (conceder)
la petición, sino que, sea escuchado oportunamente a fin de de obtener una respuesta positiva o
negativa como justiciable.
Por otra parte, el art. 168 del CPP: señala: '…el juez o tribunal, de oficio a petición de parte,
advertido el defecto, deberá subsanarlo inmediatamente, renovando el acto, rectificando el
error o cumpliendo el acto omitido'; así, la autoridad judicial tiene una función activa de
acuerdo con el principio de dirección procesal, de tal suerte que de oficio puede dar celeridad y
adoptar las diligencias para mejor proveer, más aún cuando está de por medio la libertad.
Al respecto, se afirma el deber del juez de impulsar de oficio los procesos, conforme a sus
facultades procesales de dirección, que guardan armonía con el principio de dirección judicial,
que se complementa con el de impulso procesal o impulso de oficio, que -a su vez- se manifiesta
en una serie de potestades que las normas confieren al juez operador, como intérprete de la
norma para conducir y hacer avanzar autónomamente el proceso, sin necesidad de petición de
parte y sin que ello signifique coartar el derecho de los sujetos procesales a dinamizar y ser los
propulsores naturales del proceso".
En ese orden de ideas, la precitada SCP 0015/2012, señaló: “De acuerdo al nuevo orden
constitucional, el art. 8.1 de la CPE, dentro de los principios y valores del nuevo Estado
Plurinacional de Bolivia, asume y promueve como de carácter ético-morales de la sociedad
plural, el 'ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón)';
máximas milenarias que fueron constitucionalizadas y resumen de manera extraordinaria la
moral que toda persona, natural o jurídica debe practicar en todas sus actividades. En ese
sentido, se hace énfasis en el principio del ama qhilla, que establece una conducta de vida
diligente que debe observar todo individuo, con mayor razón un servidor público como es el
juez, del cual debe exigirse una actitud acuciosa en la administración de justicia, sobre todo
cuando afecta a un vivir bien, así como a una vida armoniosa.
Los principios ético morales constitucionalizados: 'ama qhilla, ama llulla y ama suwa',
vinculados entre sí, constituyen directrices de obligada observancia por los servidores de
justicia cuando resuelvan derechos y garantías constitucionales, están en el deber imperativo de
impulsar, ser director y promotor del proceso, velando su desarrollo, siendo responsables de
cualquier demora por su inactividad, impulsando la nueva justicia en el nuevo Estado
Plurinacional".
Desarrollados que fueron los Fundamentos Jurídicos relacionados al caso que nos ocupa,
corresponde el análisis de los actos denunciados invocados como lesivos a los derechos
reclamados por el accionante, quien denuncia que se encuentra indebidamente privado de
libertad, porque la autoridad demandada hubiera incurrido en dilaciones indebidas, al no dar
curso a sus solicitudes de cesación a la detención preventiva; por lo que considera estar
indebidamente detenido, atentándose contra el debido proceso, en razón de las consideraciones
siguientes:
El accionante -Eddy Omar Centellas Yavi-, denuncia la vulneración de sus derechos a partir de
su aprehensión, sin el mandamiento respectivo ni flagrancia, en un día domingo; sometiéndole a
interrogatorio incriminatorio, imputándole posteriormente sin que concurran suficientes
elementos de convicción sobre la participación en los hechos investigados. Al respecto, de
acuerdo a los antecedentes del caso, se constata la existencia de la imputación formal y de la
Resolución de detención preventiva dictada en audiencia cautelar; de ello se infiere la legalidad
y la presencia de los elementos extrañados por el actor, quien no adjuntó prueba en contrario; sin
embargo, el accionante puede acudir a la vía ordinaria y de ser necesario a la acción de amparo
constitucional.
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A este respecto, cabe indicar que la doctrina constitucional relacionada a la dirección judicial del
proceso, marca el deber imperativo de los jueces de tramitar con carácter preferencial las
solicitudes que tengan de por medio el derecho a la libertad; siguiendo esta línea, el art. 8.1. de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), establece que toda persona tiene
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derecho a ser oída dentro de un plazo razonable; y, en el mismo sentido, el art. 115 de la CPE,
garantiza el derecho al debido proceso, a una justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; aspectos
que no fueron observados por el Juez demandado, quien no atendió en un tiempo razonable el
pedido de cesación a la detención preventiva, obviando la función activa a la que está compelido
y en virtud de la cual, le atañía de oficio, dar celeridad y adoptar las diligencias para mejor
proveer, sobre todo al estar involucrado el derecho a la libertad; deber omitido por la autoridad
judicial demandada, cuyo actuar amerita tutela a través de la presente acción de defensa, ante la
evidente lesión de los derechos invocados.
En el tema específico, en aplicación del principio ama qhilla (no seas flojo), la autoridad judicial
demandada, debió atender de manera diligente la solicitud de cesación a la detención preventiva
realizada por el accionante, no pudiendo justificar su actuar con decretos capciosos,
incongruentes e inconducentes; más aún, en su calidad de director del proceso, al tener la
obligación de orientar a las partes para que los supuestos defectos sean subsanados
adecuadamente, velando por el buen desarrollo de los actos procesales como la notificación,
para que las mismas, sean cumplidas oportunamente por el oficial de diligencias que está bajo su
dirección, así como el personal de apoyo dependiente de su Juzgado, cuya inoperancia es de
responsabilidad de quien funge como cabeza de Despacho; en el presente caso, el Juez
demandado, quien debe evitar la retardación de justicia, tan reclamada por la sociedad íntegra.
Conforme al principio de dirección procesal, el juez no puede conservar una actitud pasiva; por
el contrario, debe promover justicia pronta para todos a efecto de que los trámites se realicen lo
más rápidamente posible; ya que, en el marco de sus funciones, resulta injustificable el
desconocimiento de los procedimientos, el mandato de la norma fundamental y la línea
jurisprudencial referida al caso, siendo obligación de los operadores de justicia, efectuar un
seguimiento a la labor realizada por los funcionarios judiciales a su cargo. Advirtiéndose en el
asunto en cuestión que, la falta de una compulsa adecuada prolongó la detención preventiva del
accionante, incurriendo en una dilación indebida, que atentó contra su derecho a la libertad. Con
la falta de señalamiento oportuno de la audiencia de cesación impetrada, el demandado,
prolongó la privación de libertad del actor, en flagrante violación de su derecho a la libertad,
consagrado en los arts. 22 y 23 de la CPE y del art. 115 de la misma Norma Suprema, que
resguarda el derecho: “...al debido proceso, a la defensa y una justicia plural, pronta, oportuna,
gratuita, transparente y sin dilaciones”; derecho que guarda concordancia con el art. 8.1 de la
CADH.
En el marco de los alcances del art. 9 de la CPE, donde se prevén los fines y funciones
esenciales del Estado, específicamente en el numeral 1, se refiere: “Constituir una sociedad justa
y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación...”; del mismo modo, el
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Cabe destacar que, Patricia Chávez García, Jueza Cuarta de Partido Liquidadora y de Sentencia
Penal de El Alto, en su calidad de Jueza de garantías, al conceder la tutela, ordenando se proceda
al señalamiento de audiencia de consideración del pedido de cesación de detención preventiva,
en el plazo de veinticuatro horas, obró correctamente; del mismo modo, al disponer la aplicación
de costas y responsabilidades a la autoridad judicial demandada.
Por todo lo explicado, el caso se encuentra dentro de las previsiones y alcances de la acción de
libertad, por lo que la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela impetrada, efectúo una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales y de los alcances de esta acción de defensa.
POR TANTO
1o APROBAR la Resolución 07/2012 de 20 de abril, cursante de fs. 117 a 119, pronunciada por
la Jueza Cuarta de Partido Liquidadora y de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La
Paz; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada en los términos expuestos en la
presente Resolución.
2o Llamar la atención a Emiliano Emilio Santa Cruz Tórrez, Juez de Instrucción y cautelar de
Copacabana, por la negligencia demostrada en la tramitación de la causa penal objeto de la
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SALA TERCERA
Mag. Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 00739-2012-02-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 20 de abril de 2012, cursante de fs. 315 a 318, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Milvia Gabriel Flores contra Eddy Mejía
Montaño, Presidente; y Jimy Rudy Siles Melgar Vocal, ambos de la Sala Civil Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba.
Mediante memorial presentado el 29 de marzo de 2012, cursante de fs. 278 a 284, la accionante
expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
En mayo de 2007, instauró una demanda de asistencia familiar contra el padre de su hijo, Jaime
Mamani Vega ante el Juzgado Tercero de Instrucción de Familia del entonces Distrito Judicial
de Oruro, la que concluyó con la homologación de un acuerdo conciliatorio, estableciendo una
pensión a favor del beneficiario de Bs500.- (quinientos bolivianos), proceso dentro del cual, el
27 de octubre de 2008, el demandado planteó un incidente de cesación de asistencia familiar, en
el que inicialmente arguyó desconocer el domicilio de la parte demandada, sin embargo, a
exigencia del Juez de la causa, luego rectificó lo afirmado, señalando el mismo en zona Vinto
100, ubicado en la calle Rosa s/n, entre av. Cochabamba y calle Oruro de la localidad de Vinto
de Quillacollo del departamento de Cochabamba. Una vez establecido el domicilio, la
mencionada autoridad determinó que el incidentista aclare la norma legal en la que fundaba su
petitorio. No obstante lo observado, por memorial de 12 de noviembre del mismo año, el citado
sujeto procesal decidió retirar la demanda de cesación, dando lugar a que el Juez de la causa, la
declare como no presentada.
En vista que la contraparte adjuntó al incidente planteado, una copia legalizada del fallo
obtenido dentro del proceso de cancelación de partida de nacimiento, recién su persona asumió
conocimiento del proceso instaurado en su contra; por lo que el 28 de agosto de 2010, interpuso
un incidente de nulidad de todo lo obrado ante el Juez de Capinota, mereciendo el Auto de 19 de
octubre de ese año, la autoridad jurisdiccional invalidó todo lo obrado hasta que el demandante
promueva su acción en forma legal, adecuándola a derecho y observando a cabalidad el
principio procesal de buena fe y moralidad; Resolución contra la que, Jaime Mamani Vega,
presento recurso de apelación, resuelto por los Vocales ahora demandados, por Auto de Vista
185/06.9.11 de 6 de septiembre de 2011, revocando el Auto impugnado, manteniendo incólume
todo lo tramitado incluyendo la Resolución ordinaria ejecutoriada, relatando sin mayor
fundamentación que ésta obtuvo calidad de cosa juzgada material y que si la parte afectada
consideraba que existían irregularidades procesales, debió acudir al recurso de revisión
extraordinaria de sentencia, por fraude procesal; citando al efecto, cinco Autos Supremos que
orientan cómo y cuándo se tramita un proceso de revisión extraordinaria de sentencia
ejecutoriada, rehuyendo analizar cuándo un fallo tiene verdadera autoridad de cosa juzgada.
Si su persona hubiera sido legalmente citada y habría asumido defensa, presentado pruebas y
alegados dentro del proceso ordinario de nulidad que motiva la presente acción, entonces
efectivamente existiría cosa juzgada y estaría obligada a promover revisión extraordinaria de
sentencia ejecutoriada; empero, ese no es el caso, porque el padre de su hijo, evitó que ella
pudiera defenderse, negando conocer su domicilio y jurando en falso, lo que, a su decir, vulnera
sus derechos al debido proceso y a la defensa; en consecuencia, no puede alegarse cosa juzgada,
cuando el fallo fue producto de la vulneración de derechos y garantías constitucionales.
La accionante señala como lesionados sus derechos al debido proceso y a la defensa, citando al
efecto los arts. 115.I y II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita que se conceda la tutela impetrada y en consecuencia: a) Se declare la nulidad del “Auto
de Vista REG/S.CII/ZGC/AINT. 185/06.9.11”; b) Se ordene a las autoridades demandadas la
emisión de un nuevo Auto de Vista sobre la base de las consideraciones expuestas; y, c) Se
condene al pago de costas judiciales y honorarios profesionales.
Celebrada la audiencia pública el 20 de abril de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 313
a 314 vta., en presencia de la accionante y del tercero interesado, asistidos de sus abogados; y en
ausencia de las autoridades demandadas y del representante del Ministerio Público, se
produjeron los siguientes actuados:
El abogado de la accionante ratificó los argumentos del memorial de demanda y los amplió
indicando lo siguiente: 1) La intención de Jaime Mamani Vega era tramitar procesos evitando
los medios de defensa y consumar de esa forma las resoluciones judiciales, previa lesión de
derechos y garantías constitucionales; 2) El precitado tenía certeza sobre la ubicación del
domicilio de Milvia Gabriel Flores hoy accionante; no obstante ello, juró desconocer el mismo,
induciendo al Juez de Capinota a tramitar un proceso de cancelación de partida como si fuere un
mero trámite administrativo judicializado sin controvertir, logrando la extinción de la filiación
del menor AA; 3) Provocó que un Juez en materia civil asumiera conocimiento sobre un proceso
familiar, incurriendo dicha autoridad en usurpación de funciones; y, 4) Los demandados
incurrieron en falta de fundamentación, transcribiendo inextenso tres Sentencias
Constitucionales, sin mayor argumentación.
Las autoridades demandadas, en informe escrito cursante de fs. 311 a 312 refirieron lo siguiente:
i) La accionante pretende revisar, regularizar o anular actuaciones procesales, equiparando la
acción de amparo constitucional al recurso de casación; ii) Cuando se demandan resoluciones
judiciales, a la jurisdicción constitucional le corresponde analizar si ellas constituyen o
contienen actos ilegales u omisiones indebidas que amenacen, restrinjan o supriman derechos y
garantías fundamentales, estando impedida de ingresar al fondo, ya que dicha compulsa
concierne únicamente a la jurisdicción ordinaria; y, iii) En ese sentido se señaló en las SSCC
“0660/2010-R y 0560/2003-R”. Por lo indicando, solicitan la denegatoria de la acción.
I.2.4. Resolución
II.CONCLUSIONES
Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las
siguientes conclusiones:
Por memorial de 6 de marzo de 2009, ante el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Capinota,
se evidencia que Jaime Mamani Vega, interpuso demanda de anulación de partida de nacimiento
de AA, contra la ahora accionante y presuntos interesados; afirmando desconocer el domicilio
de los demandados, y por tanto, solicitando su notificación por edictos, previo juramento de ley
(fs. 59 y vta.), demanda admitida por la citada autoridad, por decreto de 9 de marzo del año
indicado, ordenando la citación de los demandados “mediante edictos”, previo juramento de
desconocimiento de domicilio (fs. 60); lo que se cumplió, mediante la publicación de los
mismos en el periódico Los Tiempos, en fechas 5, 11 y 16 de mayo de ese año (fs. 99 a 102).
Emitiéndose finalmente la Resolución de 25 de septiembre de 2009, el Juez de Partido y de
Sentencia Penal de Capinota falló declarando probada la demanda, ordenando en consecuencia,
la anulación de partida de nacimiento correspondiente a AA (fs. 61 y vta.). Notificándose
nuevamente “mediante edicto” de prensa publicado el 20 de octubre del mismo, en el referido
matutino (fs. 119 a 120), ejecutoriándose finalmente el 6 de noviembre de referido año (fs. 62
vta.).
Por memorial presentado el 19 de julio de 2010, ante el Juzgado de Partido y de Sentencia Penal
de Capinota, Milvia Gabriel Flores –ahora accionante- solicitó fotocopias legalizadas de la
demanda de anulación de partida de nacimiento seguida por Jaime Mamani Vega en su contra
(fs. 126); y el 30 de agosto del citado año, interpuso ante esa instancia, un incidente de nulidad
de obrados hasta el vicio más antiguo por vulneración a los derechos a la defensa, al debido
proceso y a la “seguridad jurídica” (fs. 138 a 142), la que previo trámites de ley, concluyó con la
emisión del Auto Definitivo de 19 de octubre de 2010, por la que, el Juez del proceso, dispuso
anular obrados “…hasta que el demandante promueva su acción en forma legal adecuándola a
derecho y observando el principio procesal de buena fe y moralidad” (sic) (fs. 179 a 180).
cumpliendo lo dispuesto por los arts. 297 y ss. Del CPC (fs. 246 a 249). Resolución notificada a
la ahora accionante el 28 de septiembre de 2011 a horas 18:00 mediante cédula fijada en el
tablero de la Sala Civil Segunda (fs. 250).
La accionante alega que las autoridades demandadas lesionaron sus derechos al debido proceso
y a la defensa, dado que revocaron la Resolución del a quo, emitida dentro de un incidente de
nulidad por vulneración de derechos fundamentales y garantías constitucionales, la misma que
anuló obrados hasta el vicio más antiguo; bajo el fundamento que tenía calidad de cosa juzgada
y por tanto no correspondía su admisión; y que la única vía idónea para su impugnación era el
recurso de revisión extraordinaria de sentencia. En consecuencia, en revisión de la Resolución
dictada por el Tribunal de garantías, corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si
constituyen actos ilegales lesivos de los derechos fundamentales o garantías constitucionales de
la accionante, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna
y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada
su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de
carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o
por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la
protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del
proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz
de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio.
acción puede ser presentada sin excepción contra todo servidor público o persona individual o
colectiva.
Finalmente cabe indicar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I
del art. 129 de la CPE, que esta acción “(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados”.
Lo mencionado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un mecanismo
constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la vigencia y
respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no exista otro
medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han restablecido
el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se puede
analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco conceder la tutela.
En ese orden, es pertinente revisar lo dispuesto por las normas contenidas en el segundo
parágrafo del antes citado art. 129 de la CPE, el que textualmente refiere que: “La Acción de
Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a
partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa
o judicial”; materializándose en dicha normativa, el principio de inmediatez al que debe
ajustarse el presente mecanismo de defensa, ello en virtud a la necesidad de otorgar una
protección inmediata y eficaz a los derechos y garantías lesionados.
En atención a este principio, corresponde a los accionantes cuidar que la demanda sea
interpuesta dentro del plazo máximo de seis meses a partir de la supuesta vulneración o de la
notificación con la resolución judicial o administrativa que se considera lesiva de derechos
fundamentales y garantías constitucionales, porque como se señaló, la norma transcrita
precedentemente (art. 129.II) es categórica al precisar el principio de inmediatez, limitando el
plazo máximo para su interposición a seis meses, término que anteriormente se encontraba
establecido sólo vía jurisprudencial.
“El principio de inmediatez, tiene un doble efecto: el primero, positivo referido a que a través de
esta vía la jurisdicción constitucional deberá brindar una protección inmediata y oportuna al o a
los derecho (s) fundamental (es) restringido (s) o suprimido (s) de manera ilegal o indebida; y, el
segundo, negativo, referido a que el titular del derecho fundamental vulnerado, deberá presentar
el recurso máximo dentro de los seis meses de conocido el supuesto acto ilegal o la última
actuación, siempre que la parte accionante hubiese utilizado todos los medios y recursos
idóneos, en principio ante la misma autoridad que incurrió en la lesión al derecho o garantía
fundamental y luego, ante las superiores a ésta, hasta agotar todas las instancias, siempre que
fueran competentes para hacer cesar el acto ilegal u omisión indebida” (SSCC 1157/2003-R,
1013/2003-R, 1007/2003-R, reiteradas, entre otras, por la SC 0554/2010-R de 12 de julio).
Una vez aclarados los aspectos que configuran el principio de inmediatez, y no obstante que
ninguna de las partes procesales, ni el Tribunal de garantías observó el cumplimiento de los
mismos, se debe analizar, si la presente acción tutelar se interpuso dentro de los seis meses
otorgados por la Constitución Política del Estado y la jurisprudencia constitucional, o si al
contrario, la acción intentada resulta extemporánea.
A dicho efecto se verifica que la notificación efectuada con la Resolución que ahora se impugna
se diligenció en Secretaría, el 28 de septiembre de 2011 a horas 18:00; es decir, en el último
momento del día, aspecto que en definitiva imposibilitó a la principal afectada dentro del
proceso ordinario de nulidad de partida de nacimiento seguido en su contra y presuntos
interesados, a tener conocimiento material de la misma, dado que a esa hora no era posible
ingresar a la Sala y por tanto, al contenido del fallo; habida cuenta que éste, pudo exhibirse al
público recién a partir de la primera hora hábil del día siguiente; es decir, del 29 de septiembre
del mismo año; siendo que la diligencia practicada a última hora del día anterior no cumplió con
su finalidad como era la de hacer conocer el actuado procesal a los sujetos intervinientes en la
causa principal, por ende, a la demandada, más aún teniendo en cuenta que la Resolución
emitida en apelación, afectaba tanto sus intereses como a los de su hijo menor de edad.
Una vez determinado que la presente demanda se interpuso dentro del término legal establecido,
sólo para fines didácticos, es pertinente aclarar que la jurisprudencia emitida por el Tribunal
Constitucional anteriormente, ya previó una subregla sobre el plazo de caducidad del entonces
recurso de amparo constitucional, en aquellos casos en los que se lo planteó unos días después
de vencidos los seis meses. Así la SC 0169/2007-R de 21 de marzo, estableció: “Este Tribunal a
través de su jurisprudencia, ha establecido que el recurso de amparo constitucional, adoptado en
Bolivia como una acción tutelar de los derechos fundamentales y garantías constitucionales,
tiene por naturaleza jurídica el de ser un recurso regido por los principios de subsidiariedad e
inmediatez, debiendo en atención a este último principio, el recurrente solicitar su tutela en
forma inmediata, es decir, una vez que se opere la vulneración del derecho y agote las vías
legales ordinarias, a cuyo efecto se ha establecido un plazo razonable de seis meses para que la
persona afectada presente el recurso; sin embargo, también es necesario recordar que a través de
la SC 0762/2003-, de 6 de junio, ha establecido que la subregla fijada por el Tribunal respecto a
la excepción al principio de inmediatez, señalando que: „…no es rígida ni cerrada, pues podrá
flexibilizarse cuando se hubiese excedido en algunos días y la lesión del derecho fundamental
sea evidente y de tal naturaleza que el órgano encargado del control de constitucionalidad no
puede ni debe permitir se consume‟.
La cosa juzgada es lo resuelto en juicio contradictorio, ante un juez o tribunal, por resolución
firme, contra la cual, no se admite recurso alguno de impugnación salvo algunos casos
excepcionales. Es la autoridad y la fuerza que la ley atribuye a los fallos ejecutoriados; la
autoridad se refiere a la característica de que lo fallado en ellos se considera como irrevocable e
inmutable; y la fuerza, consiste en el poder coactivo que dimana de la cosa juzgada, o sea que
debe cumplirse lo que en ella se ordena.
Se puede analizar desde dos puntos de vista, tal como se lo hizo en la SC 0217/2006-R de 7 de
marzo, en la que se estableció lo siguiente: “…los efectos de la cosa juzgada se manifiestan bajo
una doble perspectiva: formal y material. Así, la característica o efecto de la cosa juzgada formal
es la de su inimpugnabilidad o firmeza. Producen este efecto cualquier resolución firme o lo que
es lo mismo, cuando frente a ella no exista ningún otro recurso previsto en la ley (la excepción
sólo se presenta cuando existe de por medio una lesión al contenido esencial de un derecho
fundamental), hayan transcurrido los plazos para recurrirla o se haya desistido del mismo. En
este sentido, los fallos del Tribunal Constitucional como los de la Corte Suprema de Justicia,
surten los efectos de cosa juzgada formal (con la única excepción a esta regla antes referida), en
la medida en que no hay ningún órgano judicial que pueda revisar sus decisiones; empero, al
efecto negativo aludido se tiene otro de naturaleza positiva, que se expresa en el deber jurídico
que tiene el órgano encargado de su ejecución de hacer efectiva la decisión contenida en el fallo
en los términos establecidos en ella. Desde su vertiente material, la cosa juzgada despliega su
eficacia frente a los otros órganos judiciales o administrativos, que lleva un mandato implícito
de no conocer lo ya resuelto, impidiendo con ello la apertura de otros procesos nuevos sobre el
mismo asunto (este efecto sólo la producen las decisiones firmes sobre el fondo); como único
medio de alcanzar la paz jurídica, evitando, de un lado, que la contienda se prolongue
indefinidamente y de otro, que sobre la misma cuestión puedan recaer resoluciones
contradictorias, lesionando la seguridad jurídica procesal (así, SSCC 0029/2002, 0094/2002-R,
0554/2003-R, entre otras)”.
De lo señalado se desprende que la cosa juzgada tiene dos facetas, una formal y otra material; la
formal se refiere a la imposibilidad de reabrir el debate en el mismo proceso donde se dictó la
resolución, porque el pronunciamiento quedó firme, ya sea porque las partes consintieron o
porque se agotaron los recursos ordinarios y extraordinarios viables al caso; no obstante ello,
cabe aclarar que la cuestión puede reabrirse en otro proceso, de ahí el carácter formal de la
manifestación de la “cosa juzgada”, un claro ejemplo constituyen los procesos ejecutivos, en los
cuales, aún cuando se hubieren agotado las vías, producen únicamente una eficacia meramente
transitoria, porque eventualmente sus efectos pueden modificarse en un proceso ordinario
posterior; por supuesto que con las limitaciones establecidas en el art. 490 del CPC.
Cuando el fallo adquiere la calidad de cosa juzgada formal y material, no procede en su contra
ningún proceso ordinario ni extraordinario de impugnación, ni otra instancia procesal, y se abre
la última fase del proceso como es la de ejecución, que implica el cumplimiento coercitivo de lo
determinado en ella; y se lo hará ante la autoridad que dictó la resolución en primer grado,
dentro del mismo expediente, guardando una unidad y continuidad procesal.
Con relación a ello, las normas previstas por el art. 514 del CPC, disponen lo siguiente: "Las
sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada se ejecutarán, sin alterar ni modificar su
contenido, por los jueces de primera instancia que hubieren conocido el proceso". Previsión
concordante con los arts. 1318.II inc. 3) y 1319 del Código Civil (CC).
Por las decisiones que revisten la calidad de cosa juzgada y el control de constitucionalidad, la
jurisprudencia desarrollada en la SC 0668/2010-R de 19 de julio, refirió:
Toda sentencia, para someter a los justiciables y tener vigencia jurídica en una sociedad política
y jurídicamente organizada, debe cumplir con requisitos de formación esenciales que le darán
validez legal y que la harán inmodificable e incuestionable, dando así seguridad jurídica a las
partes en litigio y consolidando la paz social.
La validez de la sentencia, hace que esa decisión final, surta todos sus efectos y someta a su
decisión a las partes procesales y terceros con absoluta legitimidad, entonces, en tanto y cuanto
se cumplan los requisitos de formación de la sentencia, esta tendrá validez y alcanzará la
autoridad de cosa juzgada material.
Al respecto, el primer requisito de formación de una sentencia, se refiere a la obligación del juez
de verificar el respeto al debido proceso y garantizar mediante criterios de interpretación de la
legalidad ordinaria el respeto a principios y garantías de rango constitucional; por tanto, las
sentencias que cumplan con estos presupuestos serán validas plenamente y en consecuencia,
adquirirán la calidad de cosa juzgada material, aptitud que hace que una decisión sea
incuestionable e inmodificable.
En ese contexto, la cosa juzgada es la aptitud legal que adquiere una decisión jurisdiccional que
hace que esta sea inmutable en el tiempo e impide su revisión posterior, haciendo improcedente
cualquier recurso ordinario o extraordinario.
Por lo señalado, se establece que las sentencias que cumplen los requisitos de formación
señalados (respeto a derechos fundamentales), adquieren validez jurídica y se encuentran
investidas de la autoridad de la cosa juzgada, situación en la cual el control de
constitucionalidad, en resguardo de la seguridad jurídica es absolutamente improcedente. En
contrario sensu, la sentencia que no cumpla con uno de los requisitos de formación referentes al
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3122
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
En resumen, es posible afirmar que una resolución adquiere la calidad de cosa juzgada una vez
producida su ejecutoria, la que se suscitará sólo cuando se hubiere tramitado previamente un
proceso, en virtud a los hechos alegados, negados y probados por las partes en el mismo,
cumpliendo los requisitos de formación esenciales, siendo tales aspectos determinantes para que
surta efectos frente a las partes procesales y a terceros; requisitos entre los que se encuentra, el
resguardo del debido proceso y la defensa, así como de todos los demás derechos y garantías
fundamentales; un razonamiento contrario, impediría que pueda operar su carácter de
inmutabilidad o inimpugnabilidad, y por ende, no sería posible consumar una resolución
jurisdiccional que genere lesiones que en muchos casos podrían ser irreparables y/o
irremediables; fin para el cual, el legislador previó mecanismos jurisdiccionales ordinarios y
extraordinarios de impugnación, en resguardo al principio de verdad material que irradia a la
función de impartir justicia, ya sea ordinaria, administrativa, o constitucional. Aspectos que no
pueden ser soslayados bajo el argumento de una supuesta cosa juzgada formal o material, porque
la justicia no puede sustentarse en ningún caso, en hechos que lesionan derechos y garantías;
caso en el que nos encontraríamos ante una “calidad de cosa juzgada aparente”, por carecer de
requisitos de formación relacionados al respecto de derechos fundamentales. Situación que
definitivamente, abre la tutela brindada por la jurisdicción constitucional.
En esa comprensión, “es posible y hasta una obligación procesal de quien considere que dentro
de un proceso judicial, así esté ejecutoriado, se han lesionado las normas de orden público, y por
tanto, sus derechos fundamentales previstos como garantías judiciales, como es el debido
proceso y el derecho a la defensa, interponga el incidente de nulidad, demostrando en el mismo
su indefensión y por ende lesión de derechos fundamentales, y una vez agotada la vía incidental
y en su caso la apelación, de persistir la supuesta ilegalidad, puede acudir a la jurisdicción
constitucional a través de la acción de amparo constitucional" (SC 0788/2010-R de 2 de agosto).
Las previsiones contenidas en el art. 297 del CPC, disponen los casos de procedencia del recurso
extraordinario de revisión ante la Corte Suprema de Justicia -ahora Tribunal Supremo de
Justicia- disponiendo que habrá lugar a su interposición, de una sentencia ejecutoriada en
proceso ordinario, en los siguientes casos:
“1) Si ella se hubiere fundado en documentos declarados falsos por otra sentencia ejecutoriada
que se hubiere dictado con posterioridad a la sentencia que se tratare de rever.
2) Si habiéndose dictado exclusivamente en virtud de prueba testifical, los testigos hubieren sido
condenados por falso testimonio en las declaraciones que sirvieron de fundamento a la
sentencia.
Si se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia o fraude procesal declarado
en sentencia ejecutoriada.
Si después de pronunciada, se recobraren documentos decisivos detenidos por fuerza mayor o
por obra de la parte en favor de la cual se hubiere dictado, previa sentencia declarativa de estos
hechos y ejecutoriada (art. 299)”.
La jurisprudencia señaló que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos
judiciales y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación
de las resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de manera
suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las disposiciones legales
que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento que se hizo justicia, tanto a las
partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la opinión pública en general; de lo
contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la resolución sino impediría que las
partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir una
determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una exposición ampulosa y
sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea concisa pero clara y
satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba Muñoz indicó que
el debido proceso debemos entenderlo como: “…el razonamiento mediante el cual se da la
explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la
disposición legal…” (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y
Distribuidor, México, 1998, p. 7).
La primera parte del art. 115.II de la CPE establece que el Estado está obligado a garantizar el
ejercicio del debido proceso; el cual, como garantía, encuentra su consagración en el art. 117.I
de la Ley Fundamental, al señalar que: “ Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido
oída y juzgada previamente en un debido proceso”. Al respecto, la SC 0788/2010-R de 2 de
agosto, estableció que: "…el debido proceso, es entendido como el derecho de toda persona a un
proceso justo, oportuno, gratuito, sin dilaciones y equitativo, en el que entre otros aspectos, se
garantice al justiciable el conocimiento o notificación oportuna de la sindicación para que pueda
estructurar eficazmente su defensa, el derecho a ser escuchado, presentar pruebas, impugnar, el
derecho a la doble instancia, en suma, se le dé la posibilidad de defenderse adecuadamente de
cualquier tipo de acto emanado del Estado, donde se encuentren en riesgo sus derechos, por
cuanto esta garantía no sólo es aplicable en el ámbito judicial, sino también administrativo".
El debido proceso se encuentra integrado por varios elementos, entre ellos, el derecho a la
defensa; consagrado de manera autónoma en el ya citado art. 115.II de la CPE. Sobre el mismo,
la SC 1842/2003-R de 12 de diciembre, identificó dos connotaciones: ”…La primera es el
derecho que tienen las personas, cuando se encuentran sometidas a un proceso con formalidades
específicas, a tener una persona idónea que pueda patrocinarle y defenderle oportunamente,
mientras que la segunda es el derecho que precautela a las personas para que en los procesos que
se les inicia, tengan conocimiento y acceso de los actuados e impugnen los mismos con igualdad
de condiciones conforme a procedimiento preestablecido y por ello mismo es inviolable por las
personas o autoridad que impidan o restrinjan su ejercicio…”.
La segunda característica de las anotadas, guarda estrecha relación con las actuaciones
comunicacionales, dado que la finalidad de estas últimas es asegurar el ejercicio del derecho a la
defensa de manera amplia e irrestricta, en ese sentido; respecto a éstas y a sus exigencias legales,
la SC 0427/2006-R de 5 de mayo, estableció: “'...los emplazamientos, citaciones y notificaciones
(notificaciones en sentido genérico), que son las modalidades más usuales que se utilizan para
hacer conocer a las partes o terceros interesados las providencias y resoluciones de los órganos
jurisdiccionales o administrativos, para tener validez, deben ser realizados de tal forma que se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3126
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL______________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
asegure su recepción por parte del destinatario; pues la notificación, no está dirigida a cumplir
una formalidad procesal en sí misma, sino a asegurar que la determinación judicial objeto de la
misma sea conocida efectivamente por el destinatario (así SC 0757/2003-R de 4 de junio); dado
que sólo el conocimiento real y efectivo de la comunicación asegura que no se provoque
indefensión en la tramitación y resolución en toda clase de procesos; pues no se llenan las
exigencias constitucionales del debido proceso, cuando en la tramitación de la causa se provocó
indefensión (art. 16.II y IV de la CPE); sin embargo, en coherencia con este entendimiento, toda
notificación por defectuosa que sea en su forma, que cumpla con su finalidad (hacer conocer la
comunicación en cuestión), es válida' (SC 1845/2004-R, de 30 de noviembre)”.
Consiguientemente, tanto la normativa procesal vigente como la jurisprudencia emitida por este
órgano, establecen y refrendan que en la sustanciación de los procesos jurisdiccionales como
administrativos, se debe garantizar, entre otros, el ejercicio pleno del derecho a la defensa y por
ende, del debido proceso; por tanto, las actuaciones comunicacionales deben cumplir con su
eficacia material, asegurando que el contenido de los fallos y resoluciones emitidos en dichas
instancias, sean de conocimiento de las partes del proceso, de lo contrario, se estaría provocando
indefensión y por tanto, lesionado el citado derecho.
El 6 de marzo de 2009, es decir, casi cuatro meses más tarde, Jaime Mamani Vega, supuesto
padre del menor beneficiario, interpuso una demanda de anulación de partida de nacimiento ante
el Juzgado de Partido y de Sentencia Penal de Capinota contra Milvia Gabriel Flores y presuntos
interesados, causa en la que, declaró desconocer el domicilio de la demandada, solicitando su
notificación a través de edictos de prensa, la misma que, el 9 de marzo de 2009 fue admitida,
disponiéndose la citación de los demandados conforme dispone el art. 124.III del CPC; es decir,
por edictos, previo juramento de desconocimiento de domicilio, determinación que se cumplió,
publicándose los mismos en el matutino Los Tiempos en tres oportunidades; procediéndose a
continuación a la emisión de la Resolución final, mediante la cual, el Juez a cargo del citado
Juzgado de Capinota, declaró probada la demanda y dispuso la anulación de la partida de
nacimiento correspondiente al menor AA, fallo notificado de la misma forma, por edicto de
Ahora bien, una vez concluido el proceso ordinario de anulación de partida de nacimiento y
obtenido fallo final, supuestamente ejecutoriado y con calidad de cosa juzgada; dos mes y medio
más tarde, el mismo demandante volvió a apersonarse al Juzgado de Tercero de Instrucción de
Familia, donde radicaba el fenecido proceso de asistencia familiar, a efectos de reintentar el
incidente de cesación de asistencia familiar que le fue observado anteriormente, formalizando su
interposición, por memorial presentado el 23 de enero de 2010, proceso al que adjuntó el fallo
citado líneas arriba, afirmando en el otrosí tercero del escrito que desconoce el domicilio de la
demandada y que previo juramento de desconocimiento se proceda a su legal citación por
edictos de prensa; mereciendo decreto de 25 de ese mes y año, a través del cual, el Juez a cargo
del proceso, señaló que tratándose de una demanda defectuosa, la parte impetrante debería
cumplir a cabalidad lo normado por el art. 327 incs. 4), 7) y 9) del CPC, “…debiendo señalar
con precisión el domicilio real conocido y permanente de la demandada MILVIA GABRIEL
FLORES, sea precautelando los Principios Procesales de Legalidad, Seguridad Jurídica,
Igualdad de Partes y al Debido Proceso, en su vertiente del derecho a la defensa (…) las partes
no pueden volitivamente elegir la clase de citación que más se ajuste a su conveniencia, si se
considera que la citación con la demanda tiene como efecto inmediato establecer la igualdad
efectiva entre las partes y el constitucional derecho a la defensa” (sic). Observación que al no
haber sido subsanada dentro del plazo legal otorgado para dicho efecto, dio lugar a que se
declarara el incidente pretendido como no presentado, por Auto de 3 de febrero del referido año;
no obstante lo cual, el 28 de abril de 2010, el incidentista presentó otro memorial, subsanando la
ubicación exacta del domicilio de la ahora accionante, como “…camino a Socomani Nº 100
Km.1, antiguo camino a Cala Cala, siguiendo por el siguiente trayecto: camino de Oruro- Vinto
hasta el Km. 5 haciendo la desviación de dicha carretera entre las Estaciones de servicios Vinto
y Eren-Ezer por el lado izquierda, pasado una cancha deportiva de Básquet, llegando hasta el
muñeco de Ferrari Ghezzi Ltda., de donde se cuenta cuatro puertas, siendo la quinta puerta, en la
que es una casa de dos planta, con garaje cuya puerta es de color verde, fachada de adobes con
numeración 100 al camino Socomani o el camino antiguo a Cala Cala” (sic); escrito que al
haberse presentado fuera de plazo, se decretó que se esté al auto pronunciado el 3 de febrero de
2010.
Una vez enterada la ahora accionante, sobre la existencia del proceso ordinario de anulación de
partida de nacimiento, tramitado en su contra en el Juzgado de Partido y de Sentencia Penal de
Capinota, el mismo que a su decir, se lo llevó a cabo en su total desconocimiento; el 30 de
agosto de 2010, planteó ante dicha instancia, un incidente de nulidad de obrados por violación a
sus derechos a la defensa, al debido proceso y a la seguridad jurídica, señalando que el
demandante, dentro de la citada causa, manifestó de manera falsa y engañosa desconocer su
domicilio, extremo falso, cuando sabe con “lujo de detalles”, donde vive, conforme se desprende
de lo indicado por él mismo en los memoriales presentados en el Juzgado Tercero de Instrucción
de Familia; y de otro lado, alegó que la Resolución se dictó con falta de competencia,
congruencia y pertinencia; incidente que previa citación a la contraparte, concluyó con la
emisión del Auto Definitivo de 19 de octubre de 2010, por el que, el Juez de Partido y de
Sentencia Penal de Capinota, anuló obrados hasta que el demandante promueva su acción en
forma legal, adecuándola a derecho y observando a cabalidad del principio procesal de buena fe
y moralidad, alegando haber sido sorprendido, habida cuenta que el domicilio real del
impetrante es en Oruro y no en Irpa Irpa, como él mismo indicó en su demanda y que el
domicilio real de la demandada era y es de conocimiento de aquél y no como falsamente afirmó
en su demanda.
Ocurridos así los actuados procesales, corresponde a continuación realizar un análisis detallado
de los mismos, a efectos de verificar si en el caso concreto, se vulneraron los derechos
denunciados por la parte accionante. En ese orden y teniendo presente que, cuando un fallo,
provenga tanto de vía ordinaria como de la administrativa, hubiere adquirido calidad de cosa
juzgada formal y material, es decir, que no admita recurso de impugnación alguno posterior, se
materializa su inmutabilidad; y por tanto, lo único que resta, es su ejecución, la que deberá
cumplirse ante la misma instancia que lo emitió, sin alteraciones de ninguna naturaleza. No
obstante ello, conforme se señaló en los Fundamentos Jurídicos precedentes, el legislador ha
previsto de manera excepcional, recursos de reclamación intraprocesales, cuando pese a que
dichas resoluciones adquirieron ejecutoria, y por ende, autoridad de cosa juzgada; se constatan
vulneraciones de derechos fundamentales y/o garantías constitucionales, que pueden darse a lo
largo de la tramitación de la causa, a tiempo de la emisión de la resolución o bien, con
posterioridad a ella, es perfectamente viable el planteamiento del incidente de nulidad, instituido
por la jurisprudencia constitucional, como medio expedito e idóneo para la reparación oportuna
de las lesiones alegadas, el cual debe presentárselo ante el propio Juez de la causa, en cualquier
etapa del proceso, inclusive en aquella posterior a la ejecución del fallo; es decir, cuando la
causa feneció; dado que como se detalló, cuando se constata la veracidad de las violaciones a los
derechos, la calidad de cosa juzgada no puede operar de modo alguno, habida cuenta no es
posible concebir un fallo emitido en contraposición con el orden constitucional; caso en el que,
éste alcanza únicamente a una cosa juzgada “aparente”.
En ese orden de ideas, la presentación del incidente de nulidad de obrados por vulneración al
derecho a la defensa, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”, por parte de la ahora
accionante, constituía una vía idónea de impugnación, y precisamente por ello, cuando el Juez a
quo advirtió que el fallo emitido dentro de la demanda ordinaria de anulación de partida de
nacimiento, vulneró flagrantemente los derechos de Milvia Gabriel Flores, en el entendido que,
se lo pronunció en su total desconocimiento; como consecuencia de la errónea información
otorgada por el entonces demandante, quien juró desconocer su domicilio real, cuando dicho
extremo no era evidente, aspecto constatable de los memoriales que el mismo Jaime Mamani
Vega presentó ante el Juzgado Tercero de Instrucción de Familia, cuando intentaba hacer cesar
la asistencia familiar fijada a su cargo, en los que, a requerimiento expreso del Juez de la causa,
estableció su ubicación con el mayor detalle posible; lo que denota una deslealtad procesal por
su parte, al no otorgar una información fidedigna que responda a la realidad de los hechos,
induciendo a error en el Juzgador, quien de un lado, asumió competencia sobre el caso, y de
otro, dispuso la citación de la demandada mediante edictos de prensa, previo juramento de
desconocimiento de domicilio conforme a la normativa establecida para el efecto (art. 124 del
CPC), y de igual forma, la notificación con la Resolución; lo que provocó su completa
indefensión y la culminación de un proceso irregular, obteniendo un fallo a su favor, sin
Claro está que el caso concreto, no resulta razonable exigir a la accionante que hubiere agotado
las vías de impugnación en la vía ordinaria, como es el planteamiento del recurso de alzada
dentro del incidente de nulidad interpuesto por su parte, dado que la Resolución de primera
instancia le fue favorable a sus intereses; en consecuencia, no resultaría razonable que deba
recurrir de alzada de un fallo que le atendió a su petitorio, anulando obrados hasta el vicio más
antiguo. No obstante ello, si bien el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Capinota dio curso
al incidente de nulidad interpuesto por la hora accionante, saneando el proceso; sin embargo,
producto de la apelación planteada por la contraparte, en la etapa de apelación dicha
determinación fue revocada, retrotrayéndose por tanto, todos los beneficios obtenidos en primera
instancia, bajo el argumento que el fallo del Juez a quo había adquirido la calidad de cosa
juzgada y por lo tanto era inmutable y que lo único que restaba, era la activación del recurso de
revisión extraordinaria de sentencia; sin verificar previamente, tal como exige la jurisprudencia
constitucional, si en efecto, dicha calidad se había perfeccionado, o si al contrario, mediaron
lesiones al orden constitucional provocando que la cosa juzgada no hubiera adquirido tal calidad
y sea solo aparente; es decir, si la sentencia apelada cumplió o no con los requisitos de
formación, y entre ellos, el respeto al debido proceso y a la defensa.
En consecuencia, se advierte que los Vocales de la Sala Civil Segunda de la entonces Corte
Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, lesionaron los derechos de la accionante, al
debido proceso y a la legítima defensa; ya que no obstante que la misma hizo uso del medio
legal específico otorgado para la defensa de sus derechos, como es el incidente de nulidad, sin
embargo, pasaron por alto el análisis del contenido constitucional que irradia a la función de
impartir justicia, mutilando una vía idónea de impugnación intraprocesal.
Tampoco resulta congruente el fundamento otorgado por el Tribunal ad quen, respecto que la
ahora accionante debió activar el recurso de revisión extraordinaria de sentencia, porque
corresponde recordar que el art. 297 del CPC, expresamente señala los casos en los que es
procedente el mismo; entre los cuales, de ninguna manera puede ajustarse el tema en cuestión,
dado que el fraude procesal, consignado en el tercer inciso del citado artículo, al que pretenden
los demandados, acomodar el caso, responde a circunstancias diversas, específicamente cuando
una de las partes hubiere introducido engaños, maquinaciones o mentiras al proceso, induciendo
a error al juzgador para que cometa fraude contra la ley, con la finalidad de obtener una
sentencia sobre hechos falsos, ya sean declarativos o constitutivos declarados, el cual debe
versar específicamente sobre la prueba y su obtención; claro está, que la prueba debe haber sido
controvertida por las partes. Lo que difiere completamente del incidente de nulidad de obrados
porque es este último recurso no se generan vicios en la obtención de la prueba en sí, sino en la
vulneración al derecho a la defensa y al debido proceso, lo que conlleva a entender ambos con
alcances y finalidades diferentes.
POR TANTO
3133
3134
CONTROL POSTERIOR
3135
3136
Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Acciones de
Inconstitucionalidad
3137
3138
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Alegan también que, entre los derechos más importantes que la Ley Fundamental y las normas
internacionales reconocen a favor de los pueblos indígenas está el derecho a la consulta previa,
libre e informada sobre toda medida legislativa o administrativa susceptible de afectarles y, por
tanto, antes de la aprobación de la Ley 180, debió haberse consultado previamente a los pueblos
indígenas habitantes del territorio y, al no hacerlo han violado por omisión legislativa los arts. 7,
11.I y II, y en especial el art. 30.II.15 de la CPE.
b) Expediente: 00157-2012-01-AAI
Por memorial presentado el 27 de febrero de 2012, cursante de fs. 264 a 281 vta., los accionantes
expresan los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
La construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, que figura textualmente
como la finalidad de la consulta previa, en el inc. a) del art. 4 de la Ley 222, tiene antecedentes
fácticos y legales, cuya naturaleza es ajena y contraria a un verdadero proceso de consulta
previa, tal y como lo define el art. 30.II.15 de la CPE, por cuanto: 1) La Ley 3477 de 22 de
septiembre de 2006, que declara de prioridad nacional la construcción de la carretera Villa
Tunari - San Ignacio de Moxos, sin que se haya cumplido con los requisitos que determinen la
viabilidad o no de dicha carretera; 2) La Convocatoria a licitación pública para el estudio de
factibilidad de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, realizada por la Administradora
Boliviana de Carreteras (ABC), para posteriormente, en marzo de 2008, se emita el Documento
Base de Contratación (DBC) para la "Contratación de Obras con Financiamiento del
Proponente, bajo la modalidad de Llave en Mano, para la construcción de la carretera Villa
Tunari - San Ignacio de Moxos de la Ruta F-24", definiendo tal documento el trazo por el que
debía pasar la referida carretera, siendo un sólo tramo, sin la fragmentación de tramos,
actualmente denominados I, II y III; 3) El Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia,
mediante Resolución Suprema (RS) de 13 de febrero de 2009, bajo el Título Ejecutorial TCO-
NAL-000229, reconoce a la Subcentral del TIPNIS, como única propietaria colectiva del
aludido Territorio con una superficie total de 1.091.656 ha; 4) La ABC, luego de la licitación
pública internacional LPI-001/2008, adjudicó la construcción de la citada carretera, mediante
Resolución RPC 0154/2008 de 1 de agosto, a la empresa Constructora OAS Ltda., suscribiendo
el Contrato ABC 218/08 GCT-OBR-BNDES el 4 de agosto de 2008; y, 5) El 22 agosto de 2009
se suscribió el contrato de financiamiento de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos,
entre el Ministerio de Planificación del Gobierno de Bolivia y el Banco de Desarrollo del Brasil-
BANDES-la ABC boliviana y la OAS brasilera; f) El contrato y la construcción de la carretera
se encuentran actualmente en plena ejecución de acuerdo a los informes oficiales de la ABC
sobre pagos a favor de la empresa Constructora OAS Ltda., y sobre los avances de los trabajos
realizados, tales antecedentes demuestran que hubieron actos legislativos y administrativos que
fueron aplicados previamente a la promulgación de la Ley 222, lo que desvirtúa el carácter
precedente de la consulta previa establecida en la referida norma legal.
Luego de señalados los antecedentes descritos, los accionantes desarrollan los argumentos
jurídicos de la acción de inconstitucionalidad abstracta de los arts. 1, 3, 4 inc. a) 5, 6, 7, 8 y 9 de
la Ley 222, conforme a los siguientes puntos:
El citado articulo indica que esta Ley tiene por objeto convocar al proceso de consulta previa,
libre e informada de los pueblos del TIPNIS; sin embargo, desde el 2006 se han realizado actos
gubernamentales, administrativos y legislativos -antes descritos- que vulneran lo dispuesto por
el art. 30.II.15 de la CPE; pues la Ley 222 recién es emitida cuatro años después de haberse
tomado la decisión para la construcción del tramo carretero y dos años después del inicio de la
ejecución del contrato; no existiendo, por tanto, una consulta previa, es decir anterior o
anticipada, pues la misma, según el art. 4 de la referida Ley, versa sobre la construcción de toda
la carretera y no sólo sobre el tramo II, en consecuencia para que la consulta de toda la carretera
sea realmente previa el gobierno debió primero rescindir el contrato con la empresa Constructora
OAS Ltda., y suspender los trabajos de los tramos I y III -que al presente se encuentran en plena
fase de construcción- y dar inicio a un estudio de factibilidad.
Por otra parte, el art. 1 de la Ley en estudio incorpora como parámetro de la consulta que la
misma sea libre; sin embargo, la octava marcha indígena que realizó el recorrido desde la ciudad
de Trinidad hasta la ciudad de La Paz, hizo conocer, por su libre determinación y en defensa de
su territorio, el rechazo a la construcción de la Carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos,
toda vez que sus integrantes, como titulares únicos y absolutos propietarios de las tierras
especificadas en el Título ejecutorial TCO 00300002, tienen el derecho inalienable e
imprescriptible de la libre disposición, y no así el Estado nacional. Las manifestaciones contra la
construcción de la carretera no sólo se dejaron escuchar en su territorio, sino también en toda la
población boliviana misma que brindó su apoyo, situación que derivó en la aprobación, sanción
y publicación de la Ley 180, en cuyo art. 1, se declaró el carácter indivisible, imprescriptible,
inembargable, inalienable, irreversible e intangible del TIPNIS; sin embargo, en
desconocimiento absoluto de la manifestación de rechazo de los pueblos indígenas, fraguando la
categoría de "consulta libre", se pretende cambiar la absoluta oposición indígena y nacional a la
construcción de la carretera, lo que vulnera la disposición constitucional de la libre
determinación y territorialidad consagrada en el art. 2 de la CPE.
Finalmente, refieren que los arts. 1 y 6 de la Ley 222, vulneran el derecho de los pueblos
indígenas a ser consultados mediante procedimientos propios y a través de sus instituciones, ya
que estos artículos determinan que será el Estado Plurinacional el que establezca el contenido de
este proceso y sus procedimientos; peor aún, el art. 6, específicamente indica que el Órgano
Ejecutivo, encarga al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y al Ministerio de Obras Públicas,
Servicios y Vivienda, llevar a efecto la "consulta", con el argumento de respetar sus normas y
procedimientos propios, lo que viola el art. 30.II.15 de la CPE, que claramente determina que tal
consulta sólo puede realizarse mediante sus propias instituciones, por lo que la intervención de
los Ministerios nombrados no es más que una intromisión que desconoce sus derechos y
organizaciones propias de los pueblos indígenas afectados.
Este artículo sostiene textualmente que: "La Consulta Previa Libre e Informada, se realizará en
el ámbito de las comunidades indígena originario campesinas Mojeño-Trinitarias, Chimanes y
Yuracarés, que habitan el Territorio Indígena y Parque Nacional Isidoro Sécure - TIPNIS, en su
doble categoría de Territorio Indigena y Área Protegida, respetando sus normas y
procedimientos propios"; de lo que se constata que la consulta se efectuará a sujetos que no
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forman parte de los pueblos indígenas propietarios de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO),
pues los únicos sujetos que pueden ser consultados como propietarios del territorio son los
pertenecientes a la Subcentral TIPNIS, reconocidos como dueños por la RS de 13 de febrero de
2009, por lo que la pretensión de incluir a otros actores sociales a quienes han invadido el
Parque Nacional y territorio indígena es inconstitucional y atentatorio a los derechos de los
verdaderos dueños de las tierras que les fueron reconocidas.
Norma que indica que para "Lograr un acuerdo entre el Estado Plurinacional de Bolivia y los
pueblos indígena originario campesinos Mojeño-Trinitario Chiman y Yuracaré, sobre los
siguientes asuntos: a) Definir si el Territorio y Parque Nacional Isiboro Sécure TIPNIS debe ser
zona intangible o no, para viabilizar el desarrollo de las actividades de los pueblos indígenas
Mojeño-Trinitario, Chiman y Yuracaré, así como la construcción de la carretera Villa Tunari-
San Ignacio de Moxos". El contenido de este inciso viola directamente el art. 14.V de la CPE,
debido a que aspectos como la intangibilidad del TIPNIS y la no construcción de la carretera ya
fueron definidos por la Ley 180, por lo que la realización de la referida consulta significaría
hacerla depender de ésta, desconociendo su carácter de cumplimiento obligatorio.
Sostienen además que el art. 4 inc. a) de la Ley 222, lesiona los derechos de los pueblos
indígenas con relación al art. 13 de la CPE, que establece que los derechos reconocidos por esta
Constitución, aparte de ser inviolables, universales, interdependientes e indivisibles, son
progresivos, por lo que el carácter de intangibilidad al haber sido reconocido como un derecho
propio de los pueblos y comunidades indígenas Mojeño-Trinitario, Chiman y Yuracaré, ya fue
establecido en la Ley 180, por lo que no existe nada que definir en la referida consulta previa.
La parte accionante sostiene que el citado artículo vulneró la regla fundamental para la
realización eficaz de los procesos de consulta previa que deben enmarcarse dentro de la
concertación y la buena fe del Estado, por lo que se llega a la conclusión de que la consulta debe
ser concertada, previamente acordada, consensuada y convenida con los pueblos del TIPNIS y
no impuesta como en el presente caso.
A su vez argumenta que la Ley 222 vulnera lo establecido por el art. 30.III de la CPE, norma
que establece textualmente: "El Estado garantiza, respeta y protege los derechos de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos consagrados en esta Constitución y la ley"; debido a
que dispone de manera arbitraria una consulta posterior, cuando ya sus derechos fueron
vulnerados, existiendo un contrato de obra y financiamiento brasilero por más de $us 332 000
000 (Trescientos treinta y dos millones de dólares estadounidenses), que se encuentra en plena
ejecución.
Los accionantes argumentan que el art. 7 de la referida Ley,al definir el papel que representará el
Órgano Electoral Plurinacional, en cuanto a la observación, acompañamiento e informe de la
consulta vulnera lo previsto en el art. 30.II.15 de la CPE, debido a que el citado artículo
constitucional determina que la consulta a los pueblos indígenas debe ser a través de sus propias
instituciones, pero en la realidad los sujetos a ser consultados no han validado tal proceso
previamente al interior de sus comunidades.
En cuanto a los arts. 8 que establece el plazo y 9 que refiere a las etapas del proceso, sostienen
que la vulneración constitucional es flagrante, debido a que el plazo y las etapas deben estar
definidas a partir de la propia institucionalidad indígena, de sus normas, sus usos y costumbres,
sus formas de organización y sus autoridades naturales, tal y como lo define no solamente el art.
2 de la CPE, sino la normativa internacional, especialmente la de la OIT y la Organización de
Naciones Unidas (ONU), en Convenios expresos.
A lo referido, añaden que existió además vulneración de preceptos constitucionales, dado que:
Refieren que esta normativa constitucional establece que: "Se reconoce la integralidad del
territorio indígena originario campesino, que incluye el derecho a la tierra, al uso y
aprovechamiento exclusivo de los recursos renovables en las condiciones determinadas por la
ley; a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de
recursos naturales no renovables que se encuentran en sus territorios; la facultad de aplicar sus
normas propias, administrados por sus estructuras de representación y la definición de su
desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la
naturaleza…"; norma constitucional -sostienen- que ha sido vulnerada por la Ley 222, en sus
arts. 4 inc. a), 5 y 9, ya que los términos de la consulta no pueden ser definidos unilateralmente
por el Gobierno, pues corresponde a los propios pueblos indígenas definir el desarrollo que
requieren, necesiten, deseen o no implementar, acorde con sus criterios culturales.
La parte accionante, citando el art. 410.II, sostiene que la Norma Fundamental debe aplicarse
preferentemente ante cualquier otra norma legal, así como los convenios internacionales en
materia de Derechos Humanos, como ser el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de
Naciones Unidas sobre Derechos Indígenas, porque tales instrumentos internacionales fueron
aprobados por el Estado y forman parte del bloque de constitucionalidad, reconocido por el
referido artículo de la CPE, y cuyo contenido dispone exactamente lo contrario a lo establecido
por los artículos que se está demandando de inconstitucionalidad mediante la presente acción.
Así se lesionan los arts. 26 y 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, el
Convenio 169 de la OIT, en su art. 6, y los arts. 19 y 32 de la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, pues no se trata de una consulta previa,
sino de una seudo consulta absolutamente posterior a varios actos y hechos administrativos y
legislativos efectuados por el Gobierno sin consulta alguna a los pueblos indígenas.
a) Expediente: 00188-2012-01-AIA
b) Expediente: 00157-2012-01-AIA
I.3. Alegaciones del personero del Órgano que generó la norma impugnada
a) Expediente: 00188-2012-01-AIA
Por memorial recibido el 7 de mayo de 2012, cursante de fs 193 a 197, Álvaro Marcelo García
Linera, Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente Nato de la Asamblea
Legislativa Plurinacional, manifestó:
Yuracaré y Mojeño-Trinitario, los cuales gozan de tutela especial de sus derechos colectivos por
mandato constitucional, siendo obligación del Estado Plurinacional velar por la efectiva
protección de éstos al igual que por los derechos individuales; similar interpretación de la
Constitución Política del Estado fue realizada por el Tribunal Constitucional en las SSCC
1971/2011-R, 1312/2011-R y 1474/2011-R, entre otras.
En ese ámbito, el derecho a la consulta previa está reconocido en el Convenio 169 de la OIT, y
en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y, por
tanto, es un deber del Estado establecer los mecanismos de consulta previa a las naciones y
pueblos indígenas originario campesinos, como lo estableció el Tribunal Constitucional en la SC
2003/2010-R; criterios por los cuales la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó la Ley 222,
que establece el derecho a la consulta previa en el TIPNIS, favoreciendo a los pueblos Chiman,
Yuracaré y Mojeño-Trinitario los cuales podrán determinar o no sobre la permanencia de la
declaración de intangibilidad sobre estos territorios, siendo la intención del legislador la de no
desconocer la declaración de intangibilidad aprobada, sino que dicha medida legislativa debería
sujetarse a los resultados de la consulta previa convocada por la Ley 222.
b) Expediente: 00157-2012-01-AIA
ii) Los accionantes identificaron que el art. 1 de la Ley 222, vulnera la consulta previa
obligatoria establecida en la Constitución Política del Estado, afirmando que si no es previa es
ineficaz y vulneradora de derechos, argumento errado debido a que la Asamblea Legislativa
Plurinacional en todo momento subordinó su actividad al mandato de la Norma Suprema y al
bloque de constitucionalidad, referido a la construcción de una carretera por el TIPNIS, hecho
fáctico que no se ha dado y que no se dará sino en caso de verificarse el resultado de la consulta
previa, libre e informada, y si es que así lo determina la misma, por lo que no se puede calificar
a la consulta como posterior.
iii) Respecto a la vulneración del derecho a la libre determinación y territorialidad propuesta por
los accionantes, ésta debe ser rechazada, ya que su argumentación se basa en el hecho de que la
Ley 180, declaró al TIPNIS como zona intangible, supuesto que no puede ser analizado
mediante una acción de inconstitucionalidad abstracta, ya que tal acción no puede estar dirigida
para revisar contradicciones entre normas legales, o con otras normas que no sea la Ley
Fundamental.
Sobre el carácter libre de la consulta, el art. 3 de la Ley 222, establece el respeto de las normas y
procedimientos propios en cuanto a la organización, transcurso y resoluciones.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
v) Respecto a la inconstitucionalidad del art. 4 inc. a) de la Ley 222, alegada por los accionantes,
debido a que la Ley 180, define la intangibilidad del TIPNIS, por lo que no cabría ninguna
consulta sobre aspectos que ya fueron definidos por la citada Ley, es un argumento que contiene
dos errores: el primero, que de lo expuesto en el art. 14.V de la CPE, se entiende que la Ley 180,
goza de plenitud, es un criterio falso y equivocado, si bien es cierto que la ley tiene aplicación
obligatoria a partir de su publicación, no es menos cierto que cualquier Ley puede ser regulada,
modificada o perfeccionada por otra disposición normativa que goce de igual jerarquía, en
función de las determinaciones de la propia Constitución Política del Estado; en segundo lugar
los accionantes no han advertido que la Ley 222 no es suspensiva de ninguna otra ley, para que
esto no suceda, la citada Ley debería hacerlo expresamente, lo que no sucede en el presente
caso.
En cuanto a la supuesta vulneración del art. 108 de la CPE, por parte del citado art. 4 inc. a), los
accionantes aseveran que se estaría infringiendo el mandato constitucional de cumplir y hacer
cumplir la Constitución Política del Estado y la Ley, no tiene fundamento ya que la Asamblea
Legislativa Plurinacional al momento de tramitar la Ley 222, lo único que hizo fue dar
cumplimiento exacto a la Norma Fundamental y su bloque de constitucionalidad.
Sobre la vulneración del art. 13 de la CPE, por parte del art. 4 inc. a), planteado por los
accionantes, sostiene que el Estado por el contrario está cumpliendo con la obligación de
promover la consulta correspondiente para evitar la vulneración de derechos constitucionales.
Referente a la lesión del art. 403 de la CPE, se tiene que la Ley 222, es armónica con este
artículo constitucional, y desarrolla los mandatos imperativos de los arts. 30.II.15 y 403 de la
Ley Fundamental, garantizando la plena vigencia de las normas constitucionales.
vi) En relación a la inconstitucionalidad del art. 6 de la Ley 222, por supuesta inexistencia de
buena fe y concertación, es un argumento que desconoce que técnicamente lo que se concerta es
la consulta previa libre e informada propiamente dicha en cuanto a los mecanismos de
coordinación y cooperación, siendo un contrasentido, respecto a la consulta, concertar antes de
la convocatoria si el proceso debe proceder o no, careciendo en consecuencia de todo sustento lo
alegado por la parte accionante; además, debe tomarse en cuenta que el Gobierno Nacional está
construyendo de buena fe un proyecto de protocolo o norma básica para llevar adelante la
consulta previa, libre e informada, en estricto cumplimiento del mandato constitucional; en
cuanto a la supuesta vulneración por parte de este artículo al art. 30.II.15 de la CPE, respecto a
que se estaría promoviendo la consulta después de haberse vulnerado sus derechos, criterio que
no es válido, por lo fundamentado previamente, ya que el segundo tramo de la mencionada
carretera no ha sido iniciado, por lo que refutar una norma de inconstitucionalidad sin advertir lo
alegado carece de sustento legal.
Sobre el art. 9 de la Ley 222, toda consulta se sujeta dentro de un cronograma de actividades, al
que en la referida Ley se denomina "Etapas del Proceso", esta disposición por su propia
naturaleza, no es una norma que pueda ser cuestionada en su constitucionalidad, puesto que lo
único que hace es determinar los momentos en los que se realizará la consulta y el orden
cronológico del desarrollo de la misma -preparación, instalación, desarrollo y finalmente los
resultados de la consulta- agenda que no determina una intromisión por parte del Órgano
Ejecutivo, aspecto que no existe, al ser una consulta previa libre e informada de absoluto
dominio de las naciones y pueblos indígenas consultados en base a sus normas y procedimientos
propios.
El extremo pretendido por la parte accionante en cuanto a que la consulta debía realizarse a los
habitantes de la Subcentral del TIPNIS, es un criterio que adolece de objetividad, debido a que
no es una, sino son tres las organizaciones del lugar, la Subcentral TIPNIS, la Subcentral Secure,
y el Consejo Indígena del Sur (CONISUR), sin dejar de lado el hecho que los únicos sujetos de
consulta, a efectos de una valoración que nace de la Constitución Política del Estado y del
bloque de constitucionalidad son los pueblos indígenas Chimanes, Mojeño-Trinitarios y
Yuracarés.
Finalmente sostiene que la consulta está destinada sólo y exclusivamente para la construcción
del tramo II de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, lo que no implica el
desconocimiento de parte del Estado de sus obligaciones legales, ya que respecto al tramo I y
III, de conformidad a los arts. 92 y 93 de la Ley de Medio Ambiente (LMA); 72 y 73 del
Reglamento General de Gestión Ambiental; y, 160 y 161 del Reglamento de Prevención y
Control Ambiental se ha procedido a realizar las respectivas consultas públicas, como
mecanismos de participación ciudadana.
De acuerdo a la facultad conferida por el art. 57.I de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), por Acuerdo Jurisdiccional 005/2012 de 8 de junio, y previa noticia de
partes, la Sala Plena del este Tribunal, acordó la acumulación del expediente 00188-2012-01-
AIA al expediente 00157-2012-01-AIA, al evidenciarse la conexitud entre ambas acciones en
razón al contenido de sus demandas, situación que justifica plenamente la unidad de tramitación
y decisión, pieza procesal que se encuentra de fs. 200 a 204 y 363 a 367, respectivamente.
II. CONCLUSIONES
Luego del análisis y compulsa de los antecedentes procesales de ambos expedientes, se establece
que:
II.1. Los accionantes Miguel Ángel Ruiz Morales y Zonia Guardia Melgar, Diputados de la
Asamblea Legislativa Plurinacional, demandan la inconstitucionalidad de los arts. 1.III, 3 y 4 de
la Ley de Protección del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (LPTIPNIS),
cuyo texto es el siguiente:
(…)
"Artículo 3. (CARRETERAS POR EL TIPNIS). Se dispone que la carretera Villa Tunari - San
Ignacio de Moxos, como cualquier otra, no atravesará el Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Sécure - TIPNIS".
II.2. En la segunda acción, Fabián II Yaksic Feraudy y Miriam Marcela Revollo Quiroga,
Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, demandan la inconstitucionalidad de los
arts. 1, 3, 4 inc. a), 6, 7, 8 y 9 de la Ley 222, los artículos demandados de inconstitucionalidad
tienen el siguiente contenido:
"Artículo 1. (Objeto). La presente Ley tiene por objeto convocar al proceso de Consulta Previa
Libre e Informada a los pueblos indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure - TIPNIS, y establecer el contenido de este proceso y sus procedimientos";
a) Definir si el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS debe ser zona
intangible o no, para viabilizar el desarrollo de las actividades de los pueblos indígenas Mojeño-
Trinitario, Chimane y Yuracaré, así como la construcción de la Carretera Villa Tunari - San
Ignacio de Moxos";
II. El Órgano Ejecutivo a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, debe
garantizar los recursos suficientes para la implementación del proceso de consulta.
III. El Órgano Ejecutivo a través de los Ministerios correspondientes, está obligado a brindar la
información detallada de manera oportuna, a fin de garantizar que el proceso de consulta sea de
buena fe, libre, informado, participativo y transparente.
Artículo 9. (Etapas del proceso). El proceso de consulta deberá cumplir, al menos, con las
siguientes etapas:
1. Preparación de la consulta:
c. Notificación previa.
d. Publicidad de la consulta.
c) Consideración y decisión sobre las medidas de salvaguarda para la protección del Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure -TIPNIS, así como las destinadas a la prohibición y
desalojo inmediato de asentamientos ilegales, respetando la línea demarcatoria, y determinar si
fuera el caso, los mecanismos para mantener la zonificación establecida en el Plan de Manejo
del TIPNIS.
3. Resultados de la Consulta:
acorde a su cosmovisión (art. 30.II. 14 de la CPE), a la consulta previa obligatoria (art. 30.II.15
de la CPE), a la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de
los recursos naturales renovables existentes en su territorio (art. 30.II.17 de la CPE), y a la
participación en los órganos e instituciones del Estado (art. 30.II.18 de la CPE).
Por otra parte, se reconocen los principios y valores de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos como principios y valores de la Constitución Política del Estado. Así, en
el art. 8.I Constitucional, establece que el Estado asume y promueve como principios ético
morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso
ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena),
ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).
El parágrafo II del mismo artículo, que el Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad,
inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía,
transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la
participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de
los productos y bienes sociales, para vivir bien.
Conforme a ello, el vivir bien, está concebido como principio, pero también como fundamento
último de los valores; lo que supone, entonces que la parte axiológica y principista de la
Constitución Política del Estado está orientada, dentro de la pluralidad que caracteriza al Estado,
a la consecución del buen vivir que implica un cambio de paradigma en todos los ámbitos: El
buen vivir conmina a repensar el modelo civilizatorio actual fundado en el modelo industrialista
y depredador de la naturaleza, sin que ello signifique frenar las actividades económicas, sino
aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener
el equilibrio del medio ambiente, conforme lo determina el art. 342 de la CPE.
El vivir bien, es una apuesta a "recuperar la idea de la vida como eje central de la economía" que
se encuentra, fundamentalmente, en la visión y práctica de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos. El buen vivir; entonces, se constituye en "un eje o paradigma ordenador
que propone una crítica a los conceptos de desarrollo y al concepto de crecimiento económico".
Ahora bien, el vivir bien es un principio-valor no sólo de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, para quienes "es la vida en plenitud, implica primero saber vivir y luego
convivir en armonía y en equilibrio; en armonía con los ciclos de la Madre Tierra, del cosmos,
de la vida y de la historia y en equilibrio con toda forma de existencia sin la relación jerárquica,
comprendido que todo es importante para la vida" ; sino que, como efecto de su
constitucionalización se constituye en una de las normas fundamentadoras de todo nuestro
ordenamiento jurídico y, por ende, en criterios orientadores a la hora de aplicar e interpretar las
normas jurídicas.
Ello significa que, en virtud al pluralismo, no sólo se deben respetar los diferentes modelos
civilizatorios existentes en Bolivia, sino que todas las actividades económicas, todos los planes
que se emprendan tanto en el ámbito público como privado deben estar guiados por el respeto a
la naturaleza y a la búsqueda del equilibrio entre los diferentes seres que habitan en ella,
buscando aquellas medidas y acciones que tengan un menor impacto en el medio ambiente.
Por otra parte, la Norma Fundamental también reconoce a la democracia comunitaria, por la
elección, designación o nominación de autoridades y representantes por normas y
procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y, en ese
sentido, esta forma de democracia convive con la democracia directa y participativa, y la
representativa (art. 11.II de la CPE).
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Este conjunto de normas que se encuentran en la parte dogmática, sustentan la parte orgánica de
la Constitución Política del Estado, pues la conformación de los Órganos del poder público
tienen carácter plurinacional, con el objetivo no sólo de hacer efectivos los derechos previstos en
el art. 30 de la CPE, en especial el derecho a la participación en los Órganos e instituciones del
Estado, sino, fundamentalmente, de entablar un diálogo intercultural entre diferentes grupos
culturales, naciones y pueblos indígena originario campesinos, con la consiguiente
conjunción de lógicas, saberes, valores, principios, derechos, bajo una influencia recíproca
entre lo "occidental" y lo indígena originario campesino, para la construcción de una
nueva institucionalidad y, claro está, en el ámbito jurídico, de un nuevo Derecho, pero por
sobretodo en la construcción de un Estado sólido y progresista en el que prime la unidad
en la diversidad.
Así, cuando el preámbulo del nuevo orden constitucional señala: “Asumimos el reto histórico
de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario,
que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva,
portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre
determinación de los pueblos", utilizando un criterio de interpretación sistémico, entendiendo a
los principios rectores citados como el eje articulador de todo un orden constitucional
imperante, plasmado en un amplio bloque de constitucionalidad, inequívocamente se establece
que esa construcción colectiva del Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Comunitario, desde un punto de vista axiológico, constituye un eje esencial de ruptura con los
modelos constitucionales contemporáneos conocidos en derecho comparado, ya que la
protección de derechos fundamentales, se aleja de una visión proteccionista exclusivamente
individualista, construyendo toda una estructura constitucional en la cual, se garanticen los
derechos fundamentales, pero no de una manera aislada, sino a la luz de la ya citada
construcción colectiva.
En efecto, las directrices axiológicas y principistas que sustentan la refundación del Estado, se
encuentran plasmadas en todo el desarrollo de la parte dogmática de la Ley Fundamental, así,
los valores tanto ético-morales como los preceptos axiológicos plasmados en los dos parágrafos
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del art. 8 de la CPE, consolidan esa ´construcción colectiva del Estado´, de hecho, el ´suma
qamaña´ (vivir bien), el ´ñandereko´ (vida armoniosa), ´teko kavi´ (vida buena), son axiomas,
que más allá de su trascendencia ético-moral, plasman una visión cuyos horizontes no se
reducen a una concepción individualista aislada de una ´construcción colectiva de Estado´
Asimismo, en este marco de ideas, los valores de igualdad, inclusión, dignidad, solidaridad,
armonía, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidades sociales y justicia social, destinados
todos ellos a ´vivir bien´, plasman también una visión encausada a esa tan mentada
´construcción colectiva del Estado´, aspectos que además consolidan la vigencia de tres fines
plasmados en los parágrafos primero y segundo del art. 9 de la CPE: la construcción de una
sociedad justa, armoniosa, sin discriminación; así como el bienestar, protección e igual
dignidad de las personas.
En el contexto antes señalado y dentro de esa visión axiológica que asegura la ´construcción
colectiva del Estado´, debe establecerse también que el art. 13.1 de la CPE, asegura la
inviolabilidad de los derechos reconocidos por ésta; en ese orden y reforzando esta regla
constitucional, el art. 13.3 de este orden supremo, proclama que no existe jerarquía entre
derechos, garantizando el Estado a las personas y colectividades, el libre y eficaz ejercicio de
los derechos fundamentales, tal como reza el art. 14.3, aspectos, que a la luz de los modelos
constitucionales conocidos en derecho comparado, constituye un eje de ruptura esencial,
máxime cuando el art. 109.1 del texto constitucional, de forma expresa señala: ´Todos los
derechos reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales
garantías para su protección´, aspecto que consolida al nuevo orden constitucional como un
verdadero paradigma a la luz del derecho comparado y que además refuerza esa ´construcción
colectiva de Estado´, superando una sesgada visión, en virtud de la cual, -tal como se evidencia
en modelos constitucionales contemporáneos-, se jerarquizan derechos, garantizándose su
justiciabilidad solamente para algunos -en particular los de primera generación-,
descuidándose una efectiva protección para otros, verbigracia el caso de los derechos
colectivos, situación que enmarca a éstos modelos en una visión proteccionista de derechos
individuales, aislados de una visión colectiva y que constituye una esencial característica de
diferenciación con el modelo constitucional boliviano.
Ahora bien, en ese contexto de igualdad jerárquica de derechos e igual protección para los
mismos, sobre la base de la ideología axiológica plasmada en el Preámbulo de la Constitución
Política del Estado, este texto, como pilar estructural de su catálogo de derechos, en el art.
14.1, consagra un derecho fundamental sustantivo primordial, como es el derecho a la
igualdad, pilar dogmático a partir del cual, podrá estructurarse el ´contenido esencial´ de la
garantía jurisdiccional denominada acción de cumplimiento, en el marco -como ya se ha
señalado- de una ´construcción colectiva del Estado´" (el resaltado es propio).
La jurisprudencia antes citada, claramente establece que el nuevo orden constitucional tiene por
objeto la construcción colectiva de un nuevo Estado, en la que el pluralismo se sienta como la
base central de la nueva estructura jurídico, político y social, en la que los derechos tanto
individuales como colectivos son objeto de protección por parte del Estado, que se obliga
asimismo a materializar lo establecido por el texto constitucional.
La jurisdicción indígena originaria campesina, de acuerdo al art. 179 de la CPE, forma parte del
órgano judicial, haciendo efectivo el derecho de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos a que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado (art. 30.II.5 de
la CPE) y, en ese ámbito, al gozar de igual jerarquía que la jurisdicción ordinaria, ésta no puede
revisar las resoluciones pronunciadas por la jurisdicción indígena originara campesina y
tampoco ésta de aquella; es más, toda autoridad pública o persona debe acatar las decisiones de
esta jurisdicción, pudiendo las autoridades solicitar el apoyo de los órganos competentes del
Estado (art. 192 de la CPE).
No obstante lo señalado, -se reitera- que la jurisdicción indígena originaria campesina, al igual
que las demás jurisdicciones, se encuentra limitada por el respeto de los siguientes derechos a la
vida, a la defensa y demás derechos y garantías establecidas por la Norma Fundamental (art.
190.II de la CPE), debiendo añadirse, además, a los derechos contenidos en los tratados
internacionales sobre derechos humanos que forman parte del bloque de constitucionalidad.
Conforme a ello, la Constitución Política del Estado, sobre la base del carácter plurinacional del
Estado y el principio de interculturalidad, ha diseñado a la justicia constitucional, y en especial
al Tribunal Constitucional Plurinacional, como una institución encargada de ejercer el control
sobre todas las jurisdicciones y, en general sobre todos los órganos del poder público, a partir
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del diálogo intercultural que se entable en este órgano, que tiene la representación de los dos
sistemas de justicia, el ordinario y el indígena originario campesino.
En ese sentido, debe señalarse que la Constitución boliviana ha diseñado un sistema de control
de constitucionalidad plural, pues no solamente se ejerce el control sobre normas formales, sino
también sobre las normas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, además de
conocer los conflictos de competencias entre las diferentes jurisdicciones y de revisar las
resoluciones pronunciadas por la jurisdicción indígena originaria campesina cuando se considere
que estas normas son lesivas a los derechos fundamentales y garantías constitucionales. Estas
facultades fueron introducidas en la actual Constitución Política del Estado, en mérito al
reconocimiento expreso a los derechos de los pueblos indígenas originario campesinos, a la
igualdad jerárquica de sistemas jurídicos y jurisdicciones; pero además debe considerarse que la
Ley Fundamental fue el resultado de un proceso dialógico en el que intervinieron los diferentes
sectores de la población boliviana y, claro está, también las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, que tuvieron un rol protagónico para la consolidación del Estado
Plurinacional.
También se encuentra dentro de este ámbito de control el recurso contra resoluciones del órgano
legislativo plurinacional que afecten a uno o más derechos; sin embargo, en este caso el recurso
se presenta directamente ante el Tribunal Constitucional Plurinacional.
La Constitución Política del Estado, en sus arts. 132 y 133, establece la acción de
inconstitucionalidad como una acción de defensa (específicamente el art. 132) constituyendo un
derecho de toda persona individual y colectiva, que pudiera ser afectada por una norma contraria
a la Norma Suprema, para poder presentar una acción de inconstitucionalidad; la Ley
Fundamental por su propia característica de Norma Suprema no puede tener la especificidad que
sostienen leyes de carácter procedimental o aquellas leyes de desarrollo constitucional que
tienen por objeto el estructurar las instituciones del Estado Plurinacional o reglamentar derechos
fundamentales, por lo tanto la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional establece que la
acción de inconstitucionalidad puede ser abstracta (arts. 103 a 108 ) o concreta ( arts. 109 a 118).
En ese orden, la acción de inconstitucionalidad abstracta tiene por finalidad el control objetivo
de las normas y disposiciones legales ordinarias, para establecer si las normas demandadas de
inconstitucionalidad son o no compatibles con los valores, principios, derechos fundamentales y
normas orgánicas y estructurales previstas por la Constitución Política del Estado, con el
propósito de depurar el ordenamiento jurídico del Estado plurinacional.
Al respecto, es preciso aclarar, que si bien la norma prevista por el art. 107 de la LTCP,
determina las dos formas de resolución citadas precedentemente, existe la posibilidad de que
este Tribunal se encuentre impedido de ingresar al fondo, es decir, que no efectúe el control
normativo de la o las normas acusadas de inconstitucionales, situación que como se verá a
continuación, determina que se declare la improcedencia de la acción, constituyendo ello una
forma de resolución en situaciones particulares y que obedecen estrictamente a la naturaleza y
finalidad de la acción de inconstitucionalidad.
Ello implica que la condición para impugnar normas consideradas inconstitucionales, es que las
mismas se encuentren vigentes o que su contenido no hubiere sido modificado o su validez no
esté supeditada por otra norma jurídica o condición; es decir, que no hayan sido sustituidas o
condicionadas en su contenido esencial por otra norma jurídica -de manera explícita o tácita;
pues, atendiendo a la finalidad de esta acción, que es precisamente depurar el ordenamiento
jurídico de normas consideradas inconstitucionales, no tendría sentido pronunciarse sobre una,
cuya eficacia está condicionada por otra norma posterior.
Desde el procedimiento legislativo la consulta previa a los pueblos indígenas debe ser
observado, dado que esa omisión afecta el contenido de la norma, produciendo una
inconstitucionalidad; sin embargo, cuando una norma se promulgó sin cumplir con dicho
requisito, pero a su vez el legislador ordinario emite otra norma con el objeto de someter a
consulta la primera, en los hechos, se está determinando que la validez de la primera se
encuentra supeditada a la consulta que el legislador ordinario ha determinado con objeto de
someter a consulta la primera.
III.3. El territorio como uno de los criterios para la definición de pueblo indígena
Sobre el tema del territorio, la SC 2003/2010-R de 25 de octubre, estableció: "El territorio está
íntimamente vinculado a la definición de pueblos indígenas, pues se constituye en un elemento
para su caracterización. Dicha definición aunque con una visión integracionista y subordinada,
tiene su inicio en el Convenio 107 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1957
que en su art. 1 sostiene que el Convenio se aplicaría: ´a) a los miembros de las poblaciones
tribal o semitribales en los países independientes, cuyas condiciones sociales y económicas
correspondan a una etapa menos avanzada que la alcanzada por los otros sectores de la
colectividad nacional y que estén regidas total o parcialmente por sus propias costumbres o
tradiciones o por una legislación especial; b) a los miembros de las poblaciones tribales o
semitribales en los países independientes, consideradas indígenas por el hecho de descender de
poblaciones que habitaban en el país, o en una región geográfica a la que pertenece el país, en
la época de la conquista o la colonización, y que, cualquiera que sea su situación jurídica, viven
más de acuerdo con las instituciones sociales, económicas y culturales de dicha época que con
las instituciones de la nación a que pertenecen´; posteriormente, el Convenio 169 de la OIT,
ratificado por Bolivia mediante Ley 1257, en el art. 1 estableció que el Convenio se aplica a ´b)
a los pueblos en países independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de
poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la
época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales
y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones
sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas´. Añadiendo posteriormente que:
´2. La conciencia de su identidad indígena o tribal deberá considerarse un criterio fundamental
para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio´. Por
su parte, Martínez Cobo, en el Estudio del problema de la Discriminación contra pueblos
indígenas, sostiene que: ´Son comunidades, pueblos y naciones indígenas los que, teniendo una
continuidad histórica con las sociedades anteriores a la invasión y precoloniales que se
desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos a otros sectores de las sociedades que
ahora prevalecen en esos territorios o en parte de ellos (…) y tienen la determinación de
preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su
identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus
propios patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales´(MARTINEZ
COBO, José, Estudio del Problema de la Discriminación contra las Poblaciones Indígenas -
Conclusiones, Propuestas y Recomendaciones, Naciones Unidas, 1987, pág. 30). Por otra parte,
las organizaciones internacionales y expertos han establecido criterios para la definición de los
pueblos indígenas, que han sido resumidos por Irene A. Daes: a) Prioridad en el tiempo con
relación a la ocupación y el uso de un determinado territorio; b) la voluntaria distinción
cultural y la necesidad de que la misma se perpetúe (lenguaje, organización social, religión,
valores, modos de producción, normas e instituciones); c) Autoidentificación y el
reconocimiento de esa identidad propia por parte de las autoridades y de otros grupos; y, d)
Experiencia de marginación, exclusión o discriminación, persistan o no dichas condiciones
(United Nations Economic and Social Council, Standard-Setting Activities: Evolution of
Standards Concerning the Rights of Indigenous People, United Nations, 1996, pág. 22). En
Bolivia, inicialmente, en la reforma constitucional de 1994, se utilizaron los términos de
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El art. 30 de la Constitución, otorga una definición sobre Nación y pueblo indígena originario
campesino, como ´(…) toda la colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma,
tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la
invasión colonial española´.
Como se puede apreciar, en Bolivia se han unificado varios términos (Nación y pueblo indígena
originario campesino) que unidos tienen un significado similar al que internacionalmente se le
ha dado al término pueblos indígenas, pues contiene la mayoría de los criterios internacionales
para su definición. Así, respecto a la prioridad en el tiempo con relación a la ocupación y el uso
de un determinado territorio señala que la existencia de la colectividad humana debe ser
anterior a la invasión española; con relación a la distinción cultural, se establece que dicha
colectividad debe compartir identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones,
territorialidad y cosmovisión; respecto a la experiencia de marginación, exclusión, si bien el
art. 30 comentado no hace expresa mención a este elemento, el mismo se encuentra implícito en
el preámbulo de la Constitución Política del Estado, en el que se puede leer: ´En tiempos
inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra
Amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y
flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde
entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así
conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que los sufrimos desde
los funestos tiempos de la colonia…´.
Entonces, uno de los elementos que caracterizan a la nación y pueblo indígena originario
campesino es la territorialidad, y de ahí que las normas internacionales y la propia
Constitución Política del Estado, incidan en el reconocimiento de) los derechos sobre los
territorios que ancestralmente ocupan" (las negrillas nos corresponden).
Siguiendo con esta línea de razonamiento, se concluye que los pueblos y naciones indígenas
tienen derecho a la tierra y al territorio, como un derecho de carácter colectivo, en el que la
misma Sentencia Constitucional citada, se refiere sobre este tema en los siguientes términos:
"El Convenio 107 de la OIT, reconociendo la importancia de la tierra, estableció en el art. 11,
segunda parte, el siguiente texto: ´Se deberá reconocer el derecho de propiedad, colectivo o
individual, a favor de los miembros de las poblaciones en cuestión sobre las tierras
tradicionalmente ocupadas por ellas´.
Posteriormente, el Convenio 169 de la OIT, en su art. 7, señala que: ´los pueblos indígenas
deben tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de
desarrollo, en la medida en que éste afecte sus vidas, creencias, instituciones y bienestar
espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida
de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además dichos pueblos
deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de
desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente´.
El art. 13 del mismo Convenio sostiene que al aplicar las disposiciones de la Parte II del
Convenio (Tierras), los ´gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las
culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o
territorios o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera y en
particular los aspectos colectivos de esa relación´.
El Convenio adopta una concepción integral del término tierras, pues, de acuerdo al art. 13.2
dicha denominación incluye ´el concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de
las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera´.
El art. 14 del Convenio dispone que: ´Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho
de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los
casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos
interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que
hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia. A
este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de
los agricultores itinerantes´.
El parágrafo 2 del artículo antes anotado, sostiene que: ´Los gobiernos deberán tomar las
medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan
tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión",
y el parágrafo 3, sostiene que: "Deberán instituirse procedimientos adecuados en el marco del
sistema jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los
pueblos interesados´.
Por su parte, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas, (…) señala en el art. 26 que:
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que
tradicionalmente han poseído, ocupado o de otra forma utilizado o adquirido.
2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras,
territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otra forma tradicional
de ocupación o utilización, así como aquellos que hayan adquirido de otra forma.
El art. 28.1 de la misma Declaración sostiene que: ´Los pueblos indígenas tienen derecho a la
reparación, por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una
indemnización justa, imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que
tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido
confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e
informado´(las negrillas nos corresponden).
La citada Sentencia Constitucional, posteriormente pasa a analizar las normas de nuestra Ley
Fundamental respecto a los derechos colectivos de los pueblos indígenas y su relación con el
territorio en los siguientes términos:
Por otra parte, debe considerarse que la actual organización territorial del Estado, de acuerdo
al art. 269 de la CPE, comprende a los ´departamentos, provincias, municipios y territorios
indígena originario campesinos´; territorios que deben ser reconocidos de manera integral,
pues de acuerdo al art. 403 de la CPE, comprenden áreas de producción, áreas de
aprovechamiento y conservación de los recursos naturales y espacios de reproducción social,
espiritual y cultural.
La consulta está prevista en el art. 30.II.15 de la CPE reconociendo una serie de derechos a favor
de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, al referirse específicamente a la
consulta previa, establece:
De una primera lectura del texto citado, daría la impresión de que la consulta previa obligatoria
sólo correspondería cuando se refiera a la explotación de los recursos naturales no renovables,
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por lo que cualquier otro procedimiento de consulta que no obedezca a este supuesto sería
inconstitucional; sin embargo, la norma previamente citada contiene dos partes: La primera,
sostiene que el derecho a la consulta que tienen los indígenas cada vez que se prevea medidas
legislativas o administrativas que pudieran afectarles, sin que se especifique a qué tipo de
medidas se refiere; en la segunda parte, se establece que la consulta previa se respeta y garantiza
por el Estado respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables, pero sin utilizar
un término que afirme que sólo en tales casos procede la consulta previa, libre e informada, por
lo que dicha norma no está cerrada a tal posibilidad, además de que el propio Estado ha
reconocido esa eventualidad al dictar la Ley 222, para definir si es posible o no la construcción
de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos; posibilidad que también es reconocida por
los propios Tratados Internacionales sobre esta materia y la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Una vez definido el campo de acción de una consulta previa, es necesario revisar que es lo que
ha definido la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre este derecho fundamental,
específicamente la referida SC 2003/2010-R, a determinado lo que sigue:
"El derecho a la consulta previa fue reconocido a los pueblos indígenas en el Convenio 169 de
la OIT, cuyo art. 6.1 estableció que al aplicar las disposiciones del Convenio 169, los gobiernos
deberán:
´a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a
través de sus instancias representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afectarles directamente´.
El art. 6.2 del Convenio señaló que: ´Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este
Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con
la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas
propuestas´.
La consulta, de acuerdo al art. 15.2 del Convenio 169, se extiende a los recursos existentes en
las tierras de los pueblos indígenas, al señalar que cuando la propiedad de los minerales o
recursos del subsuelo pertenezcan al Estado, los gobiernos deberán establecer o mantener
procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los
intereses de esos pueblos serían perjudicados y en qué medida antes de emprender o autorizar
cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en esas tierras.
Dichas normas fueron ampliadas y precisadas en la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas, que en el art. 19 establece que: ´Los Estados celebrarán
consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por medio de sus
instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas y administrativas
que los afecten, para obtener su consentimiento libre, previo e informado´.
´1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias
para el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros recursos.
2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas
interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su
consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras
3. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la reparación justa y equitativa por esas
actividades, y se adoptarán medidas adecuadas para mitigar sus consecuencias nocivas de
orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual´.
Por su parte, la Constitución Política del Estado reconoce en el art. 30. 15), el derecho: ´A ser
consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones,
cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles´,
añadiendo posteriormente que ´se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa
obligatoria, realizada por el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los
recursos naturales no renovables en el territorios que habitan´.
En cuanto a los recursos naturales, el art. 403 de la CPE, reconoce la integralidad del
territorio indígena originario campesino, que incluye el derecho a la tierra, al uso y
aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables, a la consulta previa e
informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no
renovables que se encuentran en sus territorios.
Ahora bien, a la luz de las normas constitucionales e internacionales sobre los derechos de los
pueblos indígenas, que -como se tiene señalado- forman parte del bloque de constitucionalidad,
de conformidad a lo establecido en el art. 410 de la CPE, se puede concluir que la consulta
previa es un deber del Estado, tanto en el nivel central, como en las entidades territoriales
autónomas, que debe realizarse a través de las instituciones representativas de los pueblos
indígenas.
Esta consulta debe ser realizada de buena fe y de manera apropiada a las circunstancias en los
siguientes casos: a. Antes de adoptar o aplicar leyes o medidas que puedan afectar
directamente a los pueblos indígenas (arts. 6.1. del Convenio 169, 19 de la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, 30.15 CPE); b. Antes de
aprobar cualquier proyecto que afecte sus tierras o territorios y otros recursos (art. 32.2. de la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas); c. Antes de
autorizar o emprender cualquier programa de prospección o explotación de los recursos
naturales que se encuentren en las tierras donde habitan pueblos indígenas (arts. 15.2 del
Convenio 169, 32.2. de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, 30.15 y 403 de la CPE); y, d. Antes de utilizar las tierras o territorios
indígenas para actividades militares (art. 30 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas).
La consulta referida debe ser desarrollada con la finalidad de lograr un acuerdo con los
pueblos o su consentimiento libre, previo e informado. Ahora bien, cabe aclarar que este
consentimiento se constituye en una finalidad de la consulta, pero no un derecho en sí mismo,
salvo en las dos situaciones previstas tanto en el Convenio 169 como en la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas: 1. Traslados de las tierras que
ocupan y su reubicación (arts. 16.2 del Convenio 169 y 10 de la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas); y, 2. Almacenamiento o eliminación de
materiales peligrosos en las tierras o territorios de los pueblos indígenas (art. 29 de la
Declaración).
A los dos supuestos anotados, debe añadirse un tercero, que fue establecido
jurisprudencialmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso del Pueblo
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3163
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En la misma Sentencia, se señaló que ´(…) el Relator Especial de la ONU sobre la situación de
los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas ha observado, de
manera similar, que:
Siempre que se lleven a cabo proyectos a gran escala en áreas ocupadas por pueblos indígenas,
es probable que estas comunidades tengan que atravesar cambios sociales y económicos
profundos que las autoridades competentes nos son capaces de entender, mucho menos
anticipar. Los efectos principales […] comprenden la pérdida de territorios y tierra tradicional,
el desalojo, la migración y el posible reasentamiento, agotamiento de recursos necesarios para
la subsistencia física y cultural, la destrucción y contaminación del ambiente tradicional, la
desorganización social y comunitaria, los negativos impactos sanitarios y nutricionales de larga
duración y, en algunos casos, abuso y violencia.
Conforme a lo anotado, para implementar los proyectos de los tres supuestos antes señalados,
se debe obtener el consentimiento de los pueblos indígenas, lo que significa que en dichos casos
los pueblos tienen la potestad de vetar el proyecto; en los demás casos cuando la consulta se
desarrolla de buena fe, con métodos e información apropiada, los pueblos indígenas tienen
derecho a participar en la elaboración del proyecto, debiendo el Estado actuar bajo márgenes
de razonabilidad, sujeto a normas, principios y valores contenidos en la Constitución Política
del Estado, entre ellos el principio de legalidad y la prohibición de arbitrariedad; respetando
los derechos de las comunidades originarias, evitando impactos nocivos a su hábitat y modus
vivendi" (las negrillas nos pertenecen).
"(… ) todo tipo de acto, proyecto, obra, actividad o iniciativa que pretenda intervenir en
territorios de comunidad étnicas, sin importar la escala de afectación, deberá desde el inicio
observar las siguientes reglas:
(iii) No se admiten procedimientos que no cumplan con los requisitos esenciales de los procesos
de consulta previa, es decir, asimilar la consulta previa a meros trámites administrativos,
reuniones informativas o actuaciones afines.
(v) Es obligatorio que no se fije un término único para materializar el proceso de consulta y la
búsqueda del consentimiento, sino que dicho término se adopte bajo una estrategia de enfoque
diferencial conforme a las particularidades del grupo étnico y sus costumbres. En especial en la
etapa de factibilidad o planificación del proyecto y no en el instante previo a la ejecución del
mismo.
(viii) Es obligatoria la búsqueda del consentimiento libre, previo e informado. Las comunidades
podrán determinar la alternativa menos lesiva en aquellos casos en los cuales la intervención:
(a) implique el traslado o desplazamiento de las comunidades por el proceso, la obra o la
actividad; (b) esté relacionado con el almacenamiento o vertimiento de desechos tóxicos en las
tierras étnicas; y/o (c) representen un alto impacto social, cultural y ambiental en una
comunidad étnica, que conlleve a poner en riesgo la existencia de la misma.
En todo caso, en el evento en que se exploren las alternativas menos lesivas para las
comunidades étnicas y de dicho proceso resulte probado que todas son perjudiciales y que la
intervención conllevaría al aniquilamiento o desaparecimiento de los grupos, prevalecerá la
protección de los derechos de las comunidades étnicas bajo el principio de interpretación pro
homine.
(x) Es obligatorio garantizar que los beneficios que conlleven la ejecución de la obra o la
explotación de los recursos sean compartidos de manera equitativa. Al igual que el
cumplimiento de medidas de mitigación e indemnización por los daños ocasionados.
internacionales cuyos mandatos estén orientados a prevenir y proteger los derechos de las
comunidades étnicas de la Nación.
Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sugiere que los Estados deben
aprobar legislación "que desarrolle los derechos individuales de los indígenas, que garantice
mecanismos de participación de los pueblos indígenas en la toma de decisiones de índole
política, económica y social que afecten sus derechos y que incremente su participación política
en la adopción de decisiones a nivel nacional" (Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Perú. Doc.
OEA/Ser.L/V/II.106, Doc. 59 rev., 2 de junio de 2000, Capítulo X, párr. 39 - Recomendación 1).
Ahora bien esta legislación, de conformidad a lo dispuesto a los arts. 2.1. y 33.2 del Convenio
169 de la OIT, debe ser desarrollada con la participación de los pueblos interesados, en una
acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de estos pueblos y el respeto a
su integridad. En el mismo sentido, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas señala que los pueblos indígenas serán consultados antes de la
adopción de medidas legislativas o administrativas que los afecte y, en tal sentido, las leyes que
regulen el procedimiento de consulta, también - y con mayor razón- tendrán que serles
consultadas, conforme concluyó el Relator Especial de la Organización de Naciones Unidas:
"No obstante el carácter necesariamente variable de los procedimientos de consulta en los
diversos contextos, los Estados deben definir en la ley los procedimientos de consulta dichos
procedimientos previstos en leyes o reglamentos o en mecanismos especiales de consulta,
deben por su parte ser elaborados en consulta con los pueblos indígenas." (ONU - Consejo
de Derechos Humanos - Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya. Doc. ONU
A/HRC/12/34, 15 de julio de 2009, párr. 67).
Conforme a lo anotado, la consulta debe ser previa; es decir, antes de aprobar cualquier proyecto
que afecta a sus tierras o territorio o recursos (art. 32.2 de la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los Pueblos Indígenas); pues de no ser previa, efectivamente existe una
afectación a los derechos de los pueblos indígenas que, en su caso podrá ser denunciada a través
de las acciones de defensa previstas en la Constitución Política del Estado, concretamente a
través de la acción popular, pues conforme a la jurisprudencia constitucional contenida en la SC
1018/2011-R, de 22 de junio "a partir de una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, se
debe concluir que la acción popular protege, además de derechos e intereses colectivos, derechos
e intereses difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris 'Derechos Colectivos'- y, en ese
sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede presentar
esta acción que, como su nombre indica, es popular" (subrayado añadido).
Sin embargo, se debe aclarar que, cuando se subsana la omisión inicial y, por ejemplo se
lleva adelante la consulta, o se emite una ley disponiendo se efectúe la misma en
cumplimiento de la Constitución y las normas internacionales sobre derechos humanos,
dicha norma no puede ser considerada inconstitucional o contraria al bloque de
constitucionalidad, pues si bien no es previa y, por lo mismo, existió -como se tiene dicho-
una lesión a los derechos de los pueblos indígenas; empero, con esa norma se está dando
efectividad a un derecho colectivo -aunque sea tardíamente-.
En otro párrafo, la Sentencia dispuso que el Estado debía "adoptar las medidas legislativas,
administrativas o de otra índole que sean necesarias para reconocer y garantizar el derecho del
pueblo Saramaka a ser efectivamente consultado, según sus tradiciones y costumbres, o en su
caso, el derecho de otorgar o abstenerse de otorgar su consentimiento previo, libre e informado,
respecto de los proyectos de desarrollo o inversión que puedan afectar su territorio, y a
compartir, razonablemente, los beneficios derivados de esos proyectos con el pueblo Saramaka,
en el caso de que se llevaren a cabo…." (el subrayado es propio) (Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Caso del Pueblo Saramaka Vs. Surinam. Interpretación de la Sentencia de
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de agosto de 2008
Serie C No. 185, puntos resolutivos).
La consulta informada, para la Corte, implica que el Estado acepte y brinde información, y una
"comunicación constante entre las partes" (Corte IDH. Caso del Pueblo Saramaka Vs. Surinam.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de
2007. Serie C No. 172, párr. 133). El carácter informado de la consulta se conecta con la
obligación de llevar a cabo estudios de impacto social y ambiental con carácter previo a la
ejecución de planes de desarrollo o inversión o de concesiones extractivas susceptibles de
afectar a los pueblos indígenas, de conformidad a lo señalado por el Relator Especial de la ONU,
para quien "En los casos relativos a explotación de recursos naturales o proyectos de desarrollo
que afecten tierras indígenas, para que los pueblos indígenas interesados puedan adoptar
decisiones libres e informadas sobre el proyecto en consideración es necesario que reciban
información objetiva y completa sobre todos los aspectos del proyecto que los afecta, incluidas
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3168
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
las repercusiones del proyecto sobre su vida su entorno. A este respecto, es esencial que el
Estado haga estudios sobre el impacto ambiental y social a fin de que se puedan conocer todas
las consecuencias que cabe prever. Los grupos indígenas deben conocer estos estudios de
impacto en las primeras etapas de la consultas, tener tiempo suficiente para entender las
conclusiones de los estudios y poder presentar sus observaciones y recibir información acerca de
cualquier preocupación que plantee…" (ONU - Consejo de Derechos Humanos - Informe del
Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de
los indígenas, James Anaya. Doc. ONU A/HRC/12/34, 15 de julio de 2009, párr. 53).
De buena fe: Establecida como una característica de la consulta tanto en el Convenio 169 de la
OIT, como en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, y reiterada por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH. Caso del Pueblo Saramaka Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de 2007. Serie C No. 172, párr. 133).
Por otra parte, la consulta de buena fe, exige "ausencia de cualquier tipo de coerción por parte
del Estado o de agentes que actúen con su autorización o aquiescencia … La buena fe también
es incompatible con prácticas tales como los intentos de desintegración de la cohesión social de
las comunidades afectadas, sea a través de la corrupción de los líderes comunales o del
establecimiento de liderazgos paralelos, sea a través de negociaciones con miembros
individuales de las comunidades que son contrarias a los estándares internacionales" (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, OEA, Derechos de los pueblos indígenas y tribales sobre
sus tierras ancestrales y recursos naturales. Normas y jurisprudencia del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos, 2010, p. 123).
La consulta de buena fe requiere un clima de confianza mutua entre las partes; pues, como
señaló el Comité Tripartito del Consejo de Administración de la OIT, "considerando que el
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Como anota el Relator especial de la ONU, "Para lograr un clima de confianza y respeto muto,
el procedimiento consultivo en sí debe ser resultado del consenso, y en muchos casos los
procedimientos de consulta no son efectivos ni gozan de la confianza de los pueblos indígenas
porque los pueblos indígenas no son incluidos debidamente en las deliberaciones que dan lugar a
la definición y aplicación de los procedimientos de consulta…" (ONU - Consejo de Derechos
Humanos - Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las
libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya. Doc. ONU A/HRC/12/34, 15 de julio
de 2009, párr. 51).
De ahí que en el caso boliviano, la Constitución Política del Estado hace hincapié en que la
consulta además de ser previa, obligatoria, libre e informada y de buena fe, deba ser concertada,
pues precisamente, los procedimientos, los sujetos que intervendrán y el contenido mismo de la
consulta, deben ser pactados con carácter previo entre el Estado y los pueblos indígenas.
La argumentación de los accionantes para impugnar las normas antes mencionadas, se centra en
dos aspectos:
1. El carácter intangible del territorio impide que se elaboren políticas, programas o proyectos de
desarrollo y es una negación conceptual al cumplimiento pleno y efectivo de las obligaciones del
Estado para con la sociedad y en especial para con las comunidades Chimanes, Mojeño-
Trinitarias y Yuracarés, al impedir por vía normativa que el Estado cumpla sus obligaciones
como las de construir unidades educativas u hospitales, al interior del TIPNIS.
2. Entre los derechos más importantes que la Constitución Política del Estado y las normas
internacionales reconocen a favor de los pueblos indígenas está el derecho a la consulta previa,
libre e informada sobre toda medida legislativa o administrativa susceptible de afectarles y, por
tanto, antes de la aprobación de la Ley 180, debió haberse consultado previamente a los pueblos
indígenas habitantes de ese territorio.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3170
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Dentro del análisis y juicio de constitucionalidad, tenemos que la Ley 180 declara la
intangibilidad del TIPNIS, es decir, se trata de una medida legislativa que está dirigida a un
territorio indígena determinado, cuyo texto puede afectar los intereses de los pueblos y naciones
indígenas originarios constituidos dentro del mencionado territorio, por lo tanto, teniendo en
cuenta lo previamente desarrollado en el fundamento jurídico III.4 de esta Sentencia, en el que
se interpretó los alcances del derecho a la consulta establecida en el art. 30.II.15 de la CPE, se
afirmó textualmente que: "(…) daría la impresión de que la consulta previa obligatoria sólo
correspondería cuando se refiera a la explotación de los recursos naturales no renovables, por
lo que cualquier otro procedimiento de consulta que no obedezca a este supuesto sería
inconstitucional, sin embargo, la norma previamente citada contiene dos partes; la primera en
la que sostiene el derecho a la consulta que tienen los indígenas cada vez que se prevea
medidas legislativas o administrativas que pudieran afectarles, sin que se especifique a qué tipo
de medidas se refiere; en la segunda parte se establece que la consulta previa se respeta y
garantiza por el Estado respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables, pero
sin utilizar un término que afirme que sólo en tales casos procede la consulta previa, libre e
informada, por lo que dicha norma no está cerrada a tal posibilidad, además de que el propio
Estado ha reconocido tal posibilidad al dictar la Ley 222, para definir si es posible o no la
construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos; posibilidad que es también
reconocida por los propios tratados y convenios internacionales sobre esta materia y la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos".
Dentro de este orden de ideas, tenemos que los accionantes denuncian que el contenido de la
Ley 180, podría constituirse en una medida que pudiera entorpecer o inclusive inviabilizar el
cumplimiento de los fines y funciones esenciales del Estado, en todos sus niveles de
organización territorial, en cuanto al acceso a los servicios básicos y la materialización de los
derechos fundamentales a la salud, educación, vivienda, de los integrantes de los pueblos y
naciones indígenas residentes dentro del citado territorio indígena; ante estos antecedentes, es
claro que estamos frente a una medida legislativa que tiene por objeto el proteger el citado
territorio indígena, aspecto que a criterio de la parte accionante afecta los derechos humanos de
los habitantes del mismo territorio indígena, es decir, que dicha medida legislativa puede afectar
la forma de vida de los pueblos indígenas; por lo tanto ésta es una medida legislativa que por
las características señaladas tiene que ser objeto de una consulta libre, informada y
concertada, aunque no pueda ser previa, ya que la Ley ya fue objeto de aprobación por
parte del Órgano Legislativo (Ley 180), aspecto que no debe ni puede evitar el derecho
colectivo de los pueblos y naciones indígenas a pronunciarse, ya sea por su aprobación o
rechazo a dicha medida legislativa, mediante la implementación de un proceso de consulta
libre concertada e informada, en el que se dará una respuesta positiva o negativa respecto
al objeto de la Ley 180.
Ello implica en los hechos, que el contenido de la Ley 180, es decir sus elementos dispositivos,
serán definidos dentro del proceso consultivo a realizarse al cumplimiento de la Ley 222, y a los
alcances de la presente Sentencia; por lo tanto, siguiendo ese orden de ideas tenemos que: la Ley
180, -por efecto de la Ley 222-, no puede ser materializada de manera inmediata, ya que sus
efectos se encuentran supeditados, a la realización de la consulta y que su naturaleza, objeto y
alcance sean definidos conjuntamente el Estado y los pueblos indígena originario campesinos,
en los términos de buena fe y concertación ya referidos.
"Artículo 1. (Objeto). La presente Ley tiene por objeto convocar al proceso de Consulta Previa
Libre e Informada a los pueblos indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure - TIPNIS, y establecer el contenido de este proceso y sus procedimientos".
Los accionantes refieren que el art. 1 de la Ley 222, violó de manera flagrante el art. 30.II.15 de
la CPE, debido a que la consulta no tiene el carácter de previa, en mérito a que precisamente
hubo actos legislativos y administrativos que afectaron este territorio indígena antes de
realizarse la consulta objeto de la mencionada Ley, por lo que este artículo en particular burla a
su criterio el referido mandato constitucional.
necesario en los casos en que existan proyectos a gran escala o gran impacto, para obtener
el consentimiento de las comunidades que pudieran verse afectadas, es por lo tanto una
obligación indelegable por parte del Estado.
En ese orden, se infiere que si bien es obligación del Estado -en el marco de la Constitución
Política del Estado y el Convenio 169 de la OIT- el realizar una consulta previa cada vez que se
prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectar a un pueblo indígena
originario campesino, ello no implica que ante la omisión de la consulta previa, esa situación
siga soslayándose en el tiempo, al contrario identificada dicha carencia, la consulta como tal -
independientemente de que no hubiese sido previa- debe realizarse en cuanto a la
materialización de un derecho de dichos pueblos que precisamente responde al alcance y
finalidad de la consulta.
Ello en virtud a que el proceso de consulta debe garantizar que los pueblos indígenas se
involucren en el proceso de toma de decisiones, y que su participación sea efectiva e influyente
dentro de un proceso de diálogo intercultural que garantice por encima el respeto a los principios
y normas de la Constitución y los tratados internacionales.
A partir del análisis del art. 6 del Convenio 169 de la OIT, el analista peruano Juan Carlos Ruiz
Molleda, en relación a la jurisprudencia comparada y desarrollo doctrinario del Tribunal
Constitucional del Perú señala como principios jurídicos constitucionales del derecho a la
consulta los siguientes:
a) La buena fe,
b) La flexibilidad,
c) Objetivo de alcanzar un acuerdo,
d) Transparencia; y,
e) Implementación previa del proceso de consulta
a) La observancia del principio de buena fe, busca evitar actitudes o conductas que pretendan la
evasión de lo acordado o interferir u omitir y cooperar con el desarrollo de la otra parte. En tal
sentido, ha precisado que dicho principio debe ser observado en las tres etapas del proceso de
consulta, a saber:
"… la consulta se lleve a cabo en forma previa a la toma de la decisión". Lo sustenta en que
"… la idea esencial de la inclusión de los pueblos indígenas en la discusión del proyecto de la
medida administrativa o legislativa es que puedan plantear sus perspectivas culturales, con la
finalidad de que puedan ser tomadas en cuenta. La consulta es una expectativa de poder, de
influencia en la elaboración de medidas que van a tener un impacto directo en la situación
jurídica de los pueblos indígenas. Trasladar esta consulta a un momento posterior a la
publicación de la medida elimina la expectativa de la intervención subyacente en la
consulta…"(el resaltado es propio) (STC 002-2009-PI/TC).
Y añade que ello "Además generaría que la consulta se lleve a cabo sobre los hechos
consumados, pudiendo relevarse con esto una ausencia de buena fe. En todo caso, las
condiciones de los hechos pueden determinar ciertas excepciones, aunque estas siempre serán
revisadas bajo un examen estricto de constitucionalidad debido a la sospecha que tales
situaciones generan".
Al respecto, la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas en
su art. 19, establece que "Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los
pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y
aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento
libre, previo e informado". En esa misma línea se ha manifestado la Corte Interamericana de
Derechos Humanos cuando ha establecido que: "se debe consultar con [los pueblos indígenas]
en las primeras etapas del plan… y no únicamente cuando surja la necesidad de obtener la
aprobación de la comunidad"
El contenido constitucionalmente protegido del derecho a la consulta importa:
a) El acceso a la consulta;
b) El respeto de las características esenciales del proceso de consulta; y
c) La garantía del cumplimiento de los acuerdos
arribados en la consulta.
Para James Anaya, Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Situación de los Derechos y
Libertades Fundamentales de los Indígenas, uno de los principios internacionales aplicables a la
consulta es el que precisa que la ésta debe realizarse con carácter "previo": "toda consulta
realizada en virtud del Convenio 169 de la OIT y otras normas internacionales aplicables debe
llevarse a cabo con anterioridad a la adopción de las medidas administrativas y legislativas".
Según han confirmado los órganos de control de la OIT, las reuniones posteriores a la
tramitación de dicha medida legislativa no cumplen con los requisitos establecidos en el
Convenio 169. Asimismo, dichos órganos han interpretado que el requisito de consulta previa
implica "que las comunidades afectadas sean involucradas lo antes posible en el proceso".
Si bien es evidente que lo ideal es que la consulta debe ser implementada previamente a la toma
de una decisión, tal y como lo establece la doctrina y la jurisprudencia comparada previamente
desarrolladas, también se debe tomar en cuenta que aunque existan actos y medidas legales y
administrativas que pudieran afectar a los territorios de los pueblos indígenas, no es menos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3174
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
cierto que la obligación por parte del Estado no desaparece, es más, la consulta es aun más
necesaria, debido a que efectivamente existiría una vulneración al derecho de los pueblos
indígenas respecto a su territorio y al mismo derecho de la consulta.
En el presente caso, existe una denuncia respecto a que hubieron actos legislativos y
administrativos que tienen por objeto la construcción de una carretera que afectaría el TIPNIS;
sin embargo, por otro lado, el Gobierno estipula que en realidad no existe una construcción
física de la mencionada carretera en el territorio indígena, por lo tanto, a la luz de los últimos
acontecimientos, existe una modificación de los supuestos de hecho al momento de la
interposición de la presente acción, debido a que las obras de la carretera en cuestión han sido
totalmente suspendidas, por lo que la misma no puede continuar si no se produce previamente la
consulta a los pueblos indígenas.
Es necesario además afirmar que la propia jurisprudencia internacional apoya tal posición en
mérito a que la consulta debe ser necesariamente implementada, aun en el supuesto de que
los proyectos estén en pleno desarrollo, lo contrario llevaría al razonamiento erróneo de creer
que una vez materializados los proyectos de desarrollo, o la explotación de recursos naturales no
renovables dentro de un territorio indígena, sin el consentimiento previo de éstos, serían actos
irremediables, y por lo tanto la consulta dejaría de tener relevancia, extremo que ha sido
desechado por la jurisprudencia internacional, por lo que la consulta al ser un derecho de los
pueblos indígena originario campesinos es irrenunciable, y por lo tanto, aunque hubieran
diferendos en los hechos en que se duda si hubieron o no actos legislativos y administrativos
previos, tales hechos no cambian el fondo y objeto de este derecho, que consiste en que los
pueblos indígenas participen efectivamente en la toma de decisiones de Estado, dentro de la
construcción colectiva del mismo, cuando los proyectos a implementarse se desarrollen en su
territorio, por lo tanto el objeto de la Ley 222, en cuanto a establecer la consulta previa
libre e informada como un derecho de los pueblos indígenas del TIPNIS es constitucional
en cuanto se constituye en el paraguas no sólo de protección, sino de materialización de los
demás derechos contenidos en el art. 30 de la CPE.
Un entendimiento contrario, en el sentido que anotan los accionantes, es decir, que la Ley 222 es
inconstitucional porque no fue previa a los actos legislativos y administrativos que se iniciaron
el año 2006, implicaría que la lesión a los derechos de los pueblos indígenas no podría ser
reparada bajo ninguna circunstancia; llegándose al absurdo de mantener la omisión
inconstitucional de manera indefinida, no siendo ese el sentido de la Constitución Política del
Estado, tampoco del Convenio 169, ni de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas, y tampoco de la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, conforme ampliamente se ha analizado en el Fundamento Jurídico
III.4.1. del presente fallo.
Dado que los art. 1 y los 3, 4 inc. a) y 9 de la Ley 222, están referidos en su contenido a
establecer el proceso y procedimiento de la consulta, se procederá a realizar el test de
constitucionalidad en el contexto de dichos artículos.
a. Definir si el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS debe ser zona
intangible o no, para viabilizar el desarrollo de las actividades de los pueblos indígenas Mojeño-
Trinitario, Chiman y Yuracaré, así como la construcción de la Carretera Villa Tunari - San
Ignacio de Moxos."
Artículo 9. (Etapas del proceso). El proceso de consulta deberá cumplir, al menos, con las
siguientes etapas:
1. Preparación de la consulta:
c. Consideración y decisión sobre las medidas de salvaguarda para la protección del Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure - TIPNIS, así como las destinadas a la prohibición y
desalojo inmediato de asentamientos ilegales, respetando la línea demarcatoria, y determinar si
fuera el caso, los mecanismos para mantener la zonificación establecida en el Plan de Manejo
del TIPNIS.
3. Resultados de la Consulta:
Respecto al contenido de los artículos citados supra, es necesario efectuar una interpretación
desde y conforme a la Constitución. En ese orden, el art. 30.II.15 de la CPE, determina que la
consulta se realizará con procedimientos apropiados a través de las instituciones de los pueblos
indígena originario campesinos, consulta que debe realizarse de buena fe y de forma concertada,
en el mismo sentido el art. 6.1 inc. a) del Convenio 169 de la OIT determina que los gobiernos
deberán consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular,
a través de sus instituciones representativas, cada vez que prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afectarles directamente.
Conforme a ello, es evidente e innegable que la consulta, concebida como una forma de relación
entre el Estado y los pueblos indígenas responde al respeto y reconocimiento de existencia de
una sociedad plural; ahora bien, el ejercicio de la consulta como derecho de los pueblos
indígenas conlleva a que su realización se efectúe en el marco del consenso y de los
procedimientos que el o los mismos pueblos consultados determinen, en base siempre, a su
cosmovisión, costumbres y forma de vida; ello conlleva a su vez que la consulta constituya
una construcción de acuerdos, en los que si bien el Estado interviene; empero, debe hacerlo
respetando y recogiendo los procedimientos establecidos por los pueblos a través de sus
instituciones representativas, actuación que además -tanto estatal como indígena
originario campesina- debe efectuarse en el marco de la buena fe.
Al respecto, es preciso sostener que la relación del Estado con las comunidades indígenas debe
darse en un plano de igualdad, es decir, que la relación debe ser horizontal, entre iguales, no
vertical, en la que una parte ordene y disponga unilateralmente qué se va a consultar, a quiénes
se va a consultar y cómo se va a realizar la consulta; dentro de este orden de ideas, tenemos que
la premisa central que es la concertación, es decir, un proceso de acuerdos que permitan
viabilizar la consulta en el plano del respeto mutuo y del respeto por parte del Estado a las
instituciones indígenas que deben participar activamente en el proceso previo de la consulta,
como en su implementación; debe recalcarse entonces que el proceso, sus elementos, los
procedimientos, plazos y cronograma establecidos en los arts. 1 en su segunda parte, 3, 4 inc.a),
y 9 de la Ley 222, son y deben ser concertados con las naciones indígenas en el plano de la
igualdad, en la que no prevalezca ni uno ni otro, es decir, que debe primar la
horizontalidad de actuaciones como de derechos y obligaciones para ambas partes
intervinientes en la consulta (entiéndase Estado y pueblos indígena originario campesinos
a ser consultados), una interpretación e implementación diferente generaría una
vulneración de los derechos de los pueblos indígenas, o en su caso la inviabilidad de la
consulta al no existir condiciones para que el Estado ejerza su rol constitucionalmente
previsto.
Del razonamiento precedente, se concluye que las normas objeto del presente test de
constitucionalidad tienen que ser interpretadas desde y conforme a la Constitución Política del
Estado y las normas de Convenios Internacionales en materia de derechos humanos, por lo que
se debe tomar en cuenta que la implementación de las normas en análisis en el presente acápite,
vienen condicionadas a la necesaria participación y concertación previa y conjunta entre el
Estado y los pueblos indígenas originarios en la determinación del proceso en sí, no
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3177
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
correspondiendo que la decisión sea tomada unilateralmente por parte del Estado, así como
tampoco que los pueblos indígenas pretendan asumir la consulta sin participación alguna del
Estado, por lo tanto los arts. 1 en su segunda parte, 3, 4 inc. a), y 9 son constitucionales siempre
y cuando su implementación sea de acuerdo al marco jurídico constitucional y se desarrolle en
base a los principios de igualdad, de buena fe, concertación, transparencia y flexibilidad que
debe primar en la relación horizontal entre el Estado y las naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos.
En este punto del análisis, es importante recalcar el trascendental rol que ejerce la Asamblea
Legislativa Plurinacional, toda vez que se constituye en la voz del pueblo, al estar integrada por
sus representantes democráticamente elegidos, lo que implica que todos los bolivianos están
representados por los Asambleistas nacionales, lo que incluye la representación especial de
pueblos indígena originario campesinos a través de sus Asambleístas elegidos por ellos mismos.
Ahora bien -como se estableció precedentemente- la Ley 222 de consulta está condicionada a la
concertación con los pueblos indígena originario campesinos, lo que a su vez conlleva a que la
Asamblea Legislativa Plurinacional cumpla su rol y se convierta no sólo en la instancia que
plasme los acuerdos asumidos, sino en coadyuvante en el diálogo entre Estado y pueblos
indígena originario campesinos, viabilizándose de esa forma la concertación.
Es en ese orden, la consulta no tiene óbice alguno para realizarse, siempre y cuando se cumplan
con las condiciones de participación plena de los pueblos indígenas en la elaboración de los
temas a consultarse, ya que la concertación participación en igualdad de condiciones es el
elemento trascendental dentro de la realización de la consulta, por lo que la elaboración del
protocolo respecto a estos temas definirán la participación de las naciones y pueblos indígenas
originarios , ya que éstos no pueden quedar relegados en la elaboración de los temas a resolverse
dentro del proceso de la consulta, al ser este un derecho fundamental inherente precisamente a
ellos, su forma de vida y su territorio.
Los arts. 6 y 7 de la Ley 222, refieren en su contenido la participación del Estado en el proceso
de consulta, disponiendo:
I.- El Órgano Ejecutivo a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y el Ministerio de
Obras Públicas, Servicios y Vivienda, en coordinación con las comunidades Mojeño-Trinitarias,
Chimanes y Yuracarés, respetando sus normas y procedimientos propios, es el encargado de
llevar adelante el proceso de Consulta Previa Libre e Informada.
II. El Órgano Ejecutivo a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, debe
garantizar los recursos suficientes para la implementación del proceso de consulta.
III. El Órgano Ejecutivo a través de los Ministerios correspondientes, está obligado a brindar la
información detallada de manera oportuna, a fin de garantizar que el proceso de consulta sea de
buena fe, libre, informado, participativo y transparente.
Es evidente, como se sostuvo precedentemente que la relación del Estado con las comunidades
indígenas debe darse en un plano de igualdad, es decir, que ésta debe ser horizontal, entre
iguales, no vertical, en la que una parte ordene y disponga unilateralmente qué se va a consultar,
a quienes se va a consultar y cómo se va a realizar la consulta; dentro de este orden de ideas la
premisa central es la concertación, es decir, un proceso previo de acuerdos que permitan
viabilizar la consulta en el plano del respeto mutuo y del respeto por parte del Estado a las
instituciones indígenas que deben participar activamente en el proceso previo de la consulta,
como en su implementación; sin embargo, es la propia normativa constitucional y los Convenios
Internacionales, que determinan la participación del Estado, sin cuyo concurso sería inviable e
irrealizable la consulta.
En efecto, el art. 30. II. 15 de la CPE, garantiza el derecho a la consulta previa obligatoria,
realizada por el Estado, de buena fe y concertada, por su parte las normas previstas por el art.
6.1. del Convenio 169 de la OIT, establecen que los gobiernos deberán consultar a los pueblos
interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones
representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de
afectarles directamente, ello implica que es facultad privativa del Gobierno el convocar a
consulta previa, lo que a su vez conlleva a que es obligación del mismo Estado propiciar la
misma y prever los mecanismos adecuados para su materialización, lo que de ninguna manera
implica que vaya a asumir decisiones unilaterales, sino que -conforme ya se explicó- debe existir
concertación en el plano de igualdad y en respeto y resguardo tanto de las instituciones
representativas como de los procedimientos del o los pueblos a ser consultados; empero, esa
figura no puede efectivizarse si el Estado, no asume determinadas actuaciones que -se reitera-
propicien la consulta, quienes en el marco de la concertación llevarán adelante la consulta,
En ese marco, el art. 6 de la Ley 222, recoge esa responsabilidad del Estado de propiciar y ser
coadyuvante de buena fe en la consulta que vaya a realizarse, en cumplimiento precisamente del
mandato que le da la Constitución Política del Estado, de lo cual se concluye que el art. 6 de la
Ley 222 es constitucional condicionado, debiendo ser concertado con las instituciones
representativas de los pueblos indígenas.
"…es la misma autoridad recurrida quien se allana a la demanda para luego mostrar que la
norma legal impugnada ha sido modificada durante la tramitación del presente Recurso,
desapareciendo en consecuencia el objeto primordial del mismo sin que por tanto
corresponda a este Tribunal pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de una inexistente
disposición reglamentaria de la Universidad, por haber sido modificada a fs. 81 de acuerdo
con las propias atribuciones y facultades del Consejo Universitario de la Universidad Mayor de
San Francisco Xavier, para adecuarla a las exigencias del art. 16-IV de la Constitución Política
del Estado.
Esta circunstancia hace innecesario que el Tribunal se pronuncie sobre el fondo del Recurso
por cuanto ya no se da la motivación principal al haber sido enmendada la norma impugnada
por el propio órgano competente de la institución demandada, según está demostrado en el
curso del presente proceso".
Este entendimiento, que es común al ámbito del control normativo de constitucionalidad, fue
reiterado en la SC 0031/2004 de 7 de abril, que estableció que: "…el control normativo de
constitucionalidad, por la vía del recurso directo o abstracto de inconstitucionalidad, se
desarrolla sobre una disposición legal vigente, no así sobre una que se encuentra derogada o
abrogada, ya que en este último caso se produce la extinción de derecho de la disposición legal,
la que deja de tener vida en el ordenamiento jurídico del Estado" ; razonamiento que también
está contenido en la SC 0103/2004 de 14 de septiembre y en los AACC 571/2006-CA y
021/2005-CA, entre otros. (las negrillas nos corresponden)
Dentro del presente caso el art. 8 de la Ley 222 ha sido expresamente modificado por la Ley 240
de 10 de mayo de 2012, por la que se modificó el plazo de ciento veinte a doscientos diez días
para la realización de la consulta, situación que implica que el art. 8 en estudio no está vigente,
por ende la jurisdicción constitucional no puede pronunciarse sobre una norma que ya no está
vigente, por lo que no se cumple con uno de los requisitos de procedencia para poder entrar a
realizar el control de constitucionalidad, por lo que en mérito a tales antecedentes corresponde
establecer la improcedencia de la acción presentada contra el art. 8 de la Ley 222.
Los accionantes sostienen que los arts. 1, 3, 4 inc. a), 6, 7, 8 y 9 de la Ley 222, vulneran el
principio de supremacía constitucional previsto en el art. 410.II de la CPE, porque desconoce la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3181
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Como coralario de todo lo explicado, se concluye que el hecho que la Ley 222, no tenga en sí
carácter previo, no es un fundamento para declarar la inconstitucionalidad de dicha Ley, pues,
como se ha explicado reiteradamente, la consulta, aun no sea previa, da efectividad a un derecho
de carácter colectivo de las naciones y pueblos indígena originario campesino previsto, entre
otras, en los arts. 30.II.15 de la CPE, 6.1 y 2 del Convenio 169 de la OIT y 19 de la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.´
Finalmente, es preciso señalar que los accionantes Fabían II Yaksic Feraudy y Miriam Marcela
Revollo Quiroga, al interponer su acción alegando la inconstitucionalidad de artículos de la Ley
222, incluyen nominalmente el art. 5 de dicha Ley; sin embargo, de la revisión del contenido de
la demanda, no se evidencia que respecto a dicho precepto se hubiese efectuado una debida
fundamentación que permita referirse a esa norma.
En el presente caso, no se advierte dicha situación en relación al art. 5 de la Ley 222, citado
figurativamente y en forma general junto a los demás artículos, e incluso siendo omitido en otras
referencias generales por los accionantes, por lo que respecto a dicho precepto no corresponde
efectuar consideración alguna, ante la imposibilidad de realizar el test constitucional.
POR TANTO
5º Instar a los pueblos indígena originario campesinos habitantes del TIPNIS, a que en ejercicio
de sus derechos y con el objeto de materializar los mismos, coadyuven con su participación a
entablar un diálogo con el Estado, a objeto de asumir los acuerdos necesarios para efectivizar la
consulta; propiciando para ello al interior de sus comunidades, un proceso de concertación en el
que se establezcan sus prioridades respecto al proceso en sí de consulta, las cuales se verán
reflejadas al momento de desarrollarse el diálogo entre partes.
No interviene el Magistrado, Dr. Gualberto Cusi Mamani, por ser de voto disidente.
VOTO DISIDENTE
Sucre, 19 de junio de 2012
SALA PLENA
Acción de inconstitucionalidad abstracta
Expedientes: 00157-2012-01-AIA
00188-2012-01-AIA (acumulado)
El suscrito Magistrado, con relación a la Sentencia Constitucional Plurinacional que resuelve las
acciones de inconstitucionalidad referidas al exordio, formula su disidencia en los siguientes
términos:
Para comprender el rol del Tribunal Constitucional Plurinacional en la construcción del Estado
Plurinacional Comunitario, amerita establecer el entendimiento de lo que significa y representa
el Estado Plurinacional comunitario.
El Estado Plurinacional, es una organización política, jurídica, territorial y económica cuyo fin
según el art. 9 de la Constitución Política del Estado (CPE), es constituir una sociedad justa y
armónica cimentada en la descolonización, consolidando las identidades de las naciones y
pueblos ancestrales. Entonces, el Estado Plurinacional tiene otra forma de estructuración "no
clásica", es un Estado que no responde a la lógica de la civilización occidental, del
"monoculturalismo" secante. En esencia está sustentada por lo "pluri" haciendo referencia a
"muchos". Es decir, es una nueva forma de construcción que ha venido generándose desde los
levantamientos y planteamientos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
En síntesis es un Estado que nace del proceso constituyente a partir de la propia realidad
política, económica, social, cultural y espiritual y las cosmovisiones de las distintas naciones y
pueblos que eran negadas sistemáticamente por el Estado clásico colonial y liberal,
reconociendo la existencia de los mismos.
En ese sentido, el Estado Plurinacional es una organización política "nueva" en el que conviven
varias o diversas naciones y pueblos indígena originario campesinos, las comunidades
interculturales y afrobolivianas que en su conjunto constituyen el pueblo boliviano, sin que éstos
fracturen territorialmente al Estado, a la vez, coexisten con sus propias "formas" y "lógicas"
civilizatorias en condiciones de igualdad.
El reconocimiento y adopción del pluralismo jurídico, hace posible un diálogo intercultural entre
derechos, ya no existe una sola fuente de derecho y de los derechos; de donde éstos pueden ser
interpretados interculturalmente, lo cual habilita el carácter dúctil y abierto de los derechos,
permitiendo un giro en la comprensión de los mismos, generando su transformación para
concebirlos como práctica de diálogo entre culturas, entre mundos civilizatorios en búsqueda de
resignificar constantemente el contenido de los derechos para cada caso concreto.
En ese orden de ideas, el Estado tiene el deber de cumplir con esa misión a través de sus
instituciones, entre las que se encuentra el Tribunal Constitucional Plurinacional. Con la
promulgación de la Constitución Política del Estado, ingresamos a un momento fundacional en
la historia del Estado Boliviano, que converge en el Estado Plurinacional Comunitario; en este
escenario, como Tribunal Constitucional Plurinacional, estamos llamados a construir e instituir
la misma, profundizando la plurinacionalidad, el pluralismo, la interculturalidad y la
descolonización.
Por ello, la construcción de la institucionalidad plurinacional parte del desmontaje de las lógicas
de colonialidad, desmistificando la idea de que impartir justicia es solamente una "potestad";
sino por el contrario, asumirla como un servicio al pueblo, concebida como facultad/obligación,
pues fruto de la colonialidad antes construida, se ha estructurado una "administración de
justicia" extremadamente formal, sacramental y religioso-dogmático reproductora de prácticas
judiciales desde la colonia y el periodo republicano, fundadas en la señorialidad de esta
actividad bajo la concepción de "potestad" antes que "servicio", sustentado por todo un aparato
normativo, doctrinal e institucional. Corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional,
romper esas relaciones y prácticas que se reproducen en lo social, cultural, económico, político e
institucional, constituyéndose en un instrumento destinado a la generación de espacios de
diálogo y relacionamiento de las diferentes concepciones jurídicas en el marco del Estado
Plurinacional Comunitario, aportando al proceso de interpretación intercultural de los derechos
fundamentales, así como de las garantías constitucionales, con énfasis en los derechos colectivos
y de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
emergente de la participación indígena, que lucha por sus derechos hoy constitucionalizados en
parte.
Si bien este proceso no es "nuevo", lo novedoso es que, por primera vez en la historia del
constitucionalismo boliviano, se plantea un dialogo entre las naciones, pueblos indígena
originario campesinos y el Estado boliviano, en igualdad de condiciones que posibilita las
transformaciones, de los marginados de comprensión en cuanto a sus derechos en general.
Probablemente el instrumento internacional con más peso, que se puede utilizar como hito
fundamental, sea el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) "Sobre
pueblos indígenas y tribales en países independientes", que ya en 1989 aceptaba la importancia
de la existencia y reconocimiento de derechos específicos a pueblos indígenas y pueblos tribales.
Bolivia ha ratificado dicho convenio en 1991, algunos de sus contenidos fueron tomados en
cuenta en la reforma constitucional de 1994 (como respuesta estatal a las luchas y marchas
indígenas de la década anterior) principalmente en lo referente a que el Estado se constituía
como multiétnico y pluricultural, la inicial inclusión de más lenguas oficiales (a través de un
decreto supremo) y la justicia comunitaria, todo bajo el esquema multiculturalista de tolerancia,
donde se considera que una sola cultura nacional dominante, debe tolerar la existencia de la
diversidad, siempre y cuando esta diversidad no viole ciertos principios y valores; por eso en
1994 se ponían límites a la justicia comunitaria por respeto no sólo a los derechos humanos y
derechos fundamentales, sino también a la "Constitución y las leyes".
Durante toda la década siguiente los pueblos indígenas intentarán reiteradamente reivindicar
mayores derechos, principalmente alrededor de su existencia como naciones y no simplemente
pueblos o comunidades para reclamar su derecho a la libre determinación e incluso la auto
determinación que esta pendiente; Este reclamo va a encontrarse con la oposición del paradigma
liberal que no concibe que existan más naciones que la "nación estado" como unidad estatal, y
por lo tanto no acepta la existencia de las naciones, otorga únicamente derechos de
"protecciones" a la identidad indígena, siempre y cuando ellas no violen la libertad individual de
sus miembros de ninguna manera.
A nivel internacional el instrumento que abre debate sobre esta situación, es la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007, que taxativamente;
"afirman la importancia fundamental del derecho de todos los pueblos a la libre determinación,
en virtud del cual éstos determinan libremente su condición política y persiguen libremente su
desarrollo económico, social y cultura" , ha ser los pueblos indígenas iguales a los demás
pueblos, por lo tanto "Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud
de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo
económico, social y cultural", esta redacción pone fin a la discusión sobre, si los pueblos
indígenas tienen derecho a la libre determinación, que, algunos autores sostenían sólo tenían este
derecho los pueblos nacionales, y de alguna manera resolviendo el conflicto sobre si los pueblos
indígenas son o no "naciones", actualmente, no importa si son reconocidos o no como naciones,
igual gozan de libre determinación.
Así pues, se habla de una pluralidad de pueblos indígena originario que conviven en un territorio
y se relacionan tanto entre ellos como con la "cultura dominante"; en el marco de esta
plurinacionalidad, hay que tener en cuenta que cada comunidad es una comunidad de vida con
sus propias particularidades. Cada una no sólo tiene prácticas, instituciones, autoridades y
procedimientos propios, sino que cada una implica una forma de vida, que se refleja en todo lo
mencionado, pero que no puede ser reducida a esos elementos.
Una de las características principales de la situación colonial, son las actitudes que se mantienen
en el tiempo a pesar de haber concluido el coloniaje, el no - reconocimiento o un falso
reconocimiento que suele representar una visión institucional estatal homogenizante en la que,
las instituciones del Estado luego de no haber reconocido su existencia durante largo tiempo,
cuando lo hacen, lo hacen con una perspectiva de unificación (generalmente porque vienen
acompañadas de un interés por la asimilación cultural), y por lo tanto tienden a considerar a
todas las comunidades como básicamente iguales, con pequeñas diferencias.
Los derechos de las naciones y pueblos ancestrales se vinculan con los derechos de la vida, las
diversas disposiciones de la Constitución revelan una nueva condición de estatalidad, que a
través del pluralismo reconocido, posibilita un dialogo intercultural para pensar en un nuevo
lenguaje constitucional y de derechos que debe generarse a través de los diversos pluralismos
(político, económico, jurídico, cultural y lingüístico) y mediante el carácter dúctil y abierto del
derecho; pensar en un derecho a ser construido desde las diversas comunidades.
La noción de vida debe enmarcase a todo lo viviente y en razón a cada cultura cuya vida será de
cierta manera distinta, generando múltiples visiones de la misma, no sólo una y única
concepción. Estas diversas formas de reconocer la vida desde cada cultura afectará al nuevo
Estado en cuanto a las formas de cuidado de la vida y su relación con otros derechos. El artículo
8 determina principios rectores de condiciones de vida que rigen la sociedad plural: suma
qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin
mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble). Abriendo de esta manera la interpretación de vida
como condiciones materiales y espirituales que rigen la vida con un entorno vivo y las relaciones
entre personas. Sin embargo éstas no cierran a otras condiciones de vida que devengan de otras
culturas. De esta manera se amplía el carácter de vida a las relaciones vivientes existentes, por lo
que supone pensar la producción de la vida en cada una de las culturas y pueblos.
Sin embargo, de acuerdo con el artículo 13 parágrafo III, ningún tipo de clasificación que
presente la Constitución en cuanto a derechos puede ser tomada como una jerarquización de los
mismos. De esta manera todos los derechos enmarcados dentro del Título II: Derechos
Fundamentales como los contemplados por el bloque de constitucionalidad no podrán ser
jerarquizados, ni generar alguna superioridad entre los mismos. El criterio de interpretación
nacerá ante la situación de conflicto entre dos derechos, en el qué se deberá determinar cuál de
ellos goza de una aplicabilidad preferente en razón a la protección de un bien jurídico mayor.
El carácter de fundamental que tienen los artículos del 15 al 20 es de gran importancia dado a
que responden a las necesidades primarias de los seres vivos para desarrollar vida en un entorno
vivo. Derechos que son establecidos en esta sección y además se encuentran desarrollados a lo
largo de la Constitución, por lo que son derechos vitales para la producción de vida y de
ejecución inmediata por parte del Estado.
Son derechos que amplían la noción de vida a una concepción de formas de vida, reproducción y
preservación de la misma, es indispensable para el desarrollo y preservación de las diversas
formas de vida, el derecho a un hábitat y vivienda adecuada (Art. 19), además del derecho al
agua y a la alimentación (Art. 16), derecho a la salud (Art. 18), el acceso a los servicios básicos
de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones (Art.
20), sin dejar de lado el derecho a la integridad física, psicológica y sexual (Art. 15) y el de
recibir educación (Art. 17). Todos estos derechos forman el núcleo esencial para desarrollo del
derecho a la vida, al momento de ponderar los derechos se deberá determinar cuáles llegan
afectar a este conjunto de derechos vitales productores de vida.
Por política constitucional, se entiende a la definición política del contenido de los derechos ante
la existencia de una pluralidad de espacios productores del derecho, es en este sentido que se
debe abarcar el carácter político del derecho a la vida. El mismo debe formarse basado en el
carácter plural en el que se funda el Estado. La vida deberá ser enfocada desde los diversos
criterios que engloba cada comunidad y mediante la ductilidad y porosidad de los derechos se
puede abrir a nuevas dimensiones de interpretación y de comprensión del derecho.
Consiguientemente al hablar de una pluralidad de concepciones de vida en tanto comunidades
existan, es pensar en un derecho descolonizante. La vida como derecho fundamental es
imprescindible no sólo para la existencia de todo ser viviente sino también para la existencia de
las diversas comunidades y su facultad de ejercer sus derechos.
del ser humano, las actividades alrededor de las cuales se han construido los derechos humanos
se realizan en grupos, esto hace que cierto tipo de agrupaciones humanas se vuelvan de hecho en
sujetos de derechos humanos.
Así, los derechos colectivos deberían ser considerados derechos humanos siempre y cuando su
reconocimiento y ejercicio promueva a su vez los derechos individuales de sus miembros, y no
deberían serlo aquellos derechos colectivos que violen o disminuyan los derechos individuales
de sus miembros. Tanto los derechos individuales como los colectivos deberían complementarse
para el logro del imperativo moral sobre el que descansa todo el aparato conceptual de los
derechos humanos: el valor intrínseco de la vida, la libertad y la dignidad del ser humano.
El parágrafo II del artículo 30 de la Constitución Política del Estado define el dilema en positivo
al establecer que "las naciones y pueblos indígena originario campesinos gozan de los siguientes
derechos (…)" determinando claramente que esos derechos son derechos colectivos de cada
nación y pueblo indígena originario campesino.
El reto implica crear un colectivo de derechos que tome las nociones y visiones de la diversidad
para generar un núcleo común de derechos, un mínimo básico común sobre cuya base se puedan
interpretar los derechos.
ii) Derechos Universales y Derechos Particulares. Se concibe a los derechos humanos como
universales en doble sentido: todos los seres humanos tiene estos derechos, pero también porque
un ser humano tiene todos estos derechos exactamente iguales para todos.
Esta idea se encuentra relacionada con la creencia del liberalismo que todos los seres humanos
son iguales, y que bajo esta abstracción hay un conjunto de derechos que deben ser iguales para
todos, por eso no se acepta que deban existir derechos particulares que tomen en cuenta las
diferentes singularidades, y si estos derechos existen, no serían parte de los derechos humanos
estrictamente hablando, pues no serían derechos de todos los seres humanos.
Una conclusión provisional podría asumir que no puede haber una autentica justicia indígena
mientras se le imponga el respeto de algo (los derechos humanos) que no es parte de su
cosmovisión y que no tiene un correlato en su forma de comprender al ser humano.
Sin embargo, la idea es que los derechos humanos no se deben imponer a las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, sino que deben dialogar con éstos, a través de considerar que, si
bien los derechos humanos son universales, en su aplicación son interpretados contextualmente,
esto es lo que se denomina interpretación intercultural de los derechos humanos, a la facultad
que tiene un grupo de interpretar los derechos bajo una visión pluralista. Ése el rol del Tribunal
Constitucional Plurinacional a través de sus fallos.
Tierra y territorio son dos conceptos diferentes aunque profundamente ligados entre sí, en
cuanto tienen que ver fundamentalmente con la problemática de los pueblos indígena originario
campesinos. La tierra es pues, el espacio físico geográfico indispensable de ocupación directa
por parte de una unidad familiar, o una comunidad indígena, para una producción básicamente
de subsistencia. Al respecto, el art. 394.II de la CPE, señala que la pequeña propiedad es
indivisible, constituye patrimonio familiar inembargable, no está sujeta al pago de impuestos a
la propiedad agraria y que la indivisibilidad no afecta el derecho a la sucesión hereditaria en las
condiciones establecidas por ley. Por su parte, la Ley del Servicio Nacional del Reforma Agraria
(Ley INRA) señala, refiriéndose al solar campesino, la pequeña propiedad, la propiedad
comunaria y las tierras comunitarias de origen, que éstas cumplen la función social cuando están
destinadas a lograr el bienestar familiar o el desarrollo económico de sus propietarios, pueblos y
comunidades indígenas, campesinas y originarias.
El concepto de territorio, en cambio, tiene un sentido más amplio en la materia que nos ocupa y
constituye en esencia el espacio geográfico en el cual ancestralmente se desarrolla la vida de un
pueblo indígena, vinculado con su cultura, tradición histórica, instituciones y cosmovisión. Es el
espacio indispensable para su sobrevivencia como pueblo indígena tanto en lo económico, social
y cultural.
Es así que la vinculación de los pueblos indígenas con la tierra y territorio es fundamental y no
se limita a una relación de carácter físico, sino también espiritual según su cosmovisión, lo cual
demanda el reconocimiento y protección por parte del Estado. En el caso boliviano, ello ha
quedado patente en la Constitución actual, posibilitando de esta manera preservar este legado y
transmitirlo de generación en generación. Al respecto, en primer término, el Preámbulo de la
Constitución Política del Estado, destaca la lucha del pueblo boliviano por la tierra y territorio;
en el art. 30.II num. 4, se reconoce como derecho de las naciones y pueblo indígena originario
campesinos "A la … territorialidad"; en el art. 394.III, se establece que el Estado reconoce,
protege y garantiza la propiedad comunitaria o colectiva, que comprende el territorio indígena
originario campesino, las comunidades interculturales originarias y las comunidades
campesinas. Por su parte, el art. 13 del Convenio 169 de la OIT, señala que los Estados deberán
respetar "la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos
interesados reviste su relación con las tierras o territorios, o con ambos, según los casos, que
ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en particular los aspectos colectivos de esa relación."
El numeral 2 de dicho artículo aclara que el concepto sobre territorio "cubre la totalidad del
hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera".
El Territorio abarca todo lo que constituye el hábitat de una nación y pueblo indígena, el espacio
histórico y religioso, heredado de sus antepasados, el área geográfica que utiliza para sus
actividades de producción social, política, cultural y espiritual, el sitio necesario para la
preservación de los ecosistemas y recursos naturales y áreas que garanticen el crecimiento y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3190
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
desarrollo de la población indígena. Por lo tanto, se entiende que el territorio (casa grande) tiene
vida propia y se puede tomar como la célula básica para existencia y el desarrollo de la identidad
cultural, para la transmisión del conocimiento ancestral del significado de comunidad. La "casa
grande", "la tierra sin mal", "la loma santa" al ser considerada como algo vivo y no pertenecer a
nadie, proporciona los recursos necesarios para el buen vivir, donde los pueblos toman de la
naturaleza lo necesario para su subsistencia.
Además se debe agregar que en la visión occidental y colonial la tierra y el territorio es solo
aquella cosa, aquel objeto y que solo tiene el valor comercial de donde se puede lograr
beneficios individuales y en cambio para la cosmovisión ancestral la tierra y el territorio
constituyen un ser vivo, así como de los humanos, por consiguiente entre tanto exista la buena
salud de vida de la tierra es posible la existencia del ser humanos y los otros seres.
Por otra parte para la cosmovisión ancestral de los derechos de la madre tierra o casa grande o
loma santa o tierra sin mal, la tierra no es objeto de dominación, de propiedad privada ni
mercancía. Es decir para los occidentales y coloniales la tierra es una cosa y objeto. Esta
concepción la llevó a una peligrosa destrucción provocada por el sistema capitalista-colonialista
dentro de una visión antropocentrista.
Todos los seres de la madre naturaleza tienen derecho a la vida y a la salud. El ser humano como
parte de la comunidad de la vida es un miembro más que tiene en conciencia la obligación de
regirse por normas. Cuando dice Pachamama seré tu hijo, se refiere a su condición de parte de
esa comunidad, por la cual se afilia a una crianza que beneficia a todos los seres naturales.
El territorio tiene espíritu, por lo que están las apachetas (cerros y cumbres sagradas). Conversar,
ofrendar unas hojas de coca, libar bebida, son expresiones de respeto. La salud propia, sea
espiritual como corporal, también depende de la salud de nuestras relaciones con la Madre
Tierra, la misma que nos provee de todo tipo de medicinas. Los médicos tienen la obligación de
consultar para la recogida de los elementos necesarios, procediendo un pago. Todo esto no es
religión, sino tan solo el respeto a la naturaleza, a los demás seres de la naturaleza, a saber
compartir con ellos. Naturaleza de la que la Humanidad constituye parte es la Pachamama. Los
derechos de la Pachamama son, como parte suya, derechos de la Humanidad.
En la normativa boliviana está la Ley de Derechos de la Madre Tierra (Casa Grande o Loma
Santa o Tierra Sin Mal). En esta ley, se reconocen los derechos de la Madre Tierra, así como los
deberes y obligaciones del Estado Plurinacional y de la sociedad para garantizarlos. Asimismo,
reconoce que la Madre Tierra "es el sistema viviente dinámico conformado por la comunidad
indivisible de todos los sistemas de vida y los seres vivos, interrelacionados, interdependientes".
El art. 33 de la Constitución establece que las personas tienen derecho a un medio ambiente
saludable, protegido y equilibrado, y que el ejercicio de este derecho por parte de las personas
debe permitir a éstas y a otros seres vivos desarrollarse de manera normal y permanente. Con
este postulado la Constitución no tiene una visión antropocéntrica, ya que el artículo exige a las
personas ejercer su derecho a un medio ambiente saludable para permitir que exista vida humana
en el futuro y también para que otros seres vivos puedan desarrollarse con normalidad.
Otro instrumento que impulsó el proceso de creación de normas referidas a los derechos de la
Madre Tierra es el Proyecto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra,
desarrollado en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los
Derechos de la Madre Tierra. En este documento se establece que la Madre Tierra es un ser
vivo, del cual dependen los seres humanos de forma recíproca y que la garantía de los derechos
de los mismos necesitan del reconocimiento y defensa de los derechos de la Madre Tierra.
Se debe tener en cuenta que la violación a los derechos de la Madre Tierra genera también una
violación a los derechos humanos, principalmente al derecho a la vida. Sin embargo no debe
defender los derechos de la naturaleza basándose sólo en una visión antropocéntrica, es decir
que la defensa de la naturaleza no debe limitarse a los derechos humanos sino también a la
defensa de todos los seres vivos.
Por último la institución debe tomar en cuenta que los derechos humanos y los derechos de la
naturaleza no deben estar divorciados, los seres humanos son parte de la naturaleza, no son
opuestos, sí se respeta a la naturaleza se está respetando al ser humano y viceversa.
El art. 8.II de la CPE, declara que el Estado Plurinacional de Bolivia: "…se sustenta en los
valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto,
complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad
social…". El art. 33 de la Ley Fundamental, proclama que las personas tienen derecho a un
medio ambiente saludable, protegido y equilibrado. El art. 30.II.10, señala como derechos de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos: "A vivir en un medio ambiente sano, con
manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas"; poniendo así de manifiesto la
naturaleza del derecho al medioambiente como un derecho colectivo.
La Constitución Política del Estado Plurinacional, en su art. 410.II, refiere: "…El bloque de
constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios internacionales en materia de
Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el país…."; de lo que
se infiere que la teoría del bloque de constitucionalidad que surgió en Francia, extendiéndose
luego a los países europeos, siendo asimilada en Latinoamérica, plantea que aquellas normas que
no forman parte del texto de la Constitución, pueden formar parte de un conjunto de preceptos
que por sus cualidades intrínsecas se deben utilizar para develar la constitucionalidad de una
norma legal. Así tenemos los Convenios Internacionales como ser el Convenio 169 de la OIT,
ratificado por Bolivia mediante Ley 1257 de 11 de julio de 1991, forma parte del bloque de
constitucionalidad boliviano porque, además de ser un convenio sobre derechos humanos, su
objeto es promover en los países del mundo la efectiva aplicación y respeto de los derechos
fundamentales de las personas, asumiendo políticas tendientes a evitar la discriminación de los
pueblos indígenas y tribales, para que puedan gozar en forma efectiva de los derechos humanos
consagrados para toda la humanidad "Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países
Independientes". El Convenio 169 de la OIT, en su art. 4.1.2, señala: "1. Deberán adoptarse las
medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes,
el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados. 2. Tales medidas
especiales no deberán ser contrarias a los deseos expresados libremente por los pueblos
interesados". El art. 7.3, prescribe que: "Los gobiernos deberán velar porque, siempre que haya
lugar, se efectúen estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la
incidencia social, espiritual y cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de
desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos. Los resultados de estos estudios deberán
ser considerados como criterios fundamentales para la ejecución de las actividades mencionadas.
El art. 13.2, establece: "La utilización del término 'tierras' en los arts. 15 y 16 deberá incluir el
concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos
interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera". El art. 15.1, determina: "Los derechos de
los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse
especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de estos pueblos a participar en la
utilización, administración y conservación de dichos recursos". Art. 23.1: "La artesanía, las
industrias rurales y comunitarias y las actividades tradicionales y relacionadas con la economía
de subsistencia de los pueblos interesados, como la caza, la pesca, la caza con trampas y la
recolección, deberán reconocerse como factores importantes del mantenimiento de su cultura y
de su autosuficiencia y desarrollo económico. Con la participación de esos pueblos, y siempre
que haya lugar, los gobiernos deberán velar porque se fortalezcan y fomenten dichas
actividades."
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el
Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, señalan que a los
pueblos indígenas se les reconoce el respeto de los conocimientos, las culturas y las prácticas
tradicionales indígenas contribuye al desarrollo sostenible y equitativo y a la ordenación
adecuada del medio ambiente; la Carta de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, así como la Declaración y el Programa de Acción de Viena, afirman la importancia
fundamental del derecho de todos los pueblos a la libre determinación, en virtud del cual éstos
determinan libremente su condición política y persiguen su desarrollo económico, social y
cultural.
El art. 346 de la CPE, establece que el patrimonio natural es de interés público y de carácter
estratégico para el desarrollo sustentable del país. Su conservación y aprovechamiento para
beneficio de la población será responsabilidad y atribución exclusiva del Estado, y no
comprometerá la soberanía sobre los recursos naturales. La ley establecerá los principios y
disposiciones para su gestión.
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A lo largo de las Américas, los pueblos indígenas y tribales insisten en que el Estado "les
garantice en forma efectiva su derecho a vivir en su territorio ancestral y poder así no sólo
realizar sus actividades tradicionales de subsistencia, sino también preservar su identidad
cultural". (CIDH, Alegatos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de
Yakye Axa v. Paraguay. Referidos en: Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Yakye Axa Vs.
Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C No. 125,
párr. 157(c).)
El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), tiene doble estatus. Es
Parque Nacional y Territorio Indígena . La nueva Constitución, otorga a los pueblos indígenas el
derecho a su libre determinación y territorialidad, y la titulación colectiva de sus territorios .
Como señalamos durante los años 60 se inicia un proceso de asentamiento de migrantes que se
incrementó en los 70 con la apertura de un camino al interior del entonces Parque Nacional
Isiboro Sécure, por la zona sur. El asentamiento fue efectuado por grupos campesinos y ex
mineros de las zonas altas de Bolivia; sin embargo, a partir de los años 80, con la instauración de
las áreas cocaleras y los procesos de relocalización de los trabajadores mineros, se pobló
raudamente el sector sur del TIPNIS , lo que ha generado una nueva titulación de la TCO.
Señalamos que el TIPNIS se caracteriza por la alta diversidad de ecosistemas que alberga debido
a varios pisos ecológicos que comprende desde las llanuras inundables (180 msnm) del Beni,
hasta las serranías del subandino (3.000 msnm). Otro valor destacable es su hidrografía que
constituye la principal vía de transporte de la población indígena para su comunicación con el
mundo exterior. Según el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) , en el TIPNIS se
pueden distinguir dos áreas climáticas diferenciadas: La región de la llanura caracterizada por
una marcada estacionalidad y precipitaciones moderadas, y la región de las serranías subandinas
y el pie de monte transicional notablemente per húmeda y con una estacionalidad difusa. En la
primera región, las precipitaciones pluviales varían desde los 1.900 mm en la llanura
(confluencia de los ríos Isiboro y Sécure), hasta los 3.500 mm en las inmediaciones de Puerto
Patiño, en la zona de pie de monte. En la región de serranías subandinas, se estima que las
precipitaciones estarían por encima de los 4.000 mm, superando posiblemente en ciertas zonas
los 5.000 mm, considerando registros de la localidad vecina de Chipiriri, donde se ha registrado
una precipitación anual de 5.174 mm .
En cuanto a vegetación, debido a su ubicación y las gradientes altitudinales que fluctúan entre
los 180 y 3.000 msnm, el TIPNIS contiene alta diversidad biológica, incorporando cuatro
formaciones vegetales importantes: sabanas inundables, bosque amazónico sub andino, bosque
amazónico pre andino, y por ultimo yungas .
En el TIPNIS se encuentran más de 170 grandes y pequeñas lagunas, siendo las más grandes la
Laguna Bolivia (16 km2 de superficie), la Laguna San Francisco (11 km2 de superficie) y otras .
El 62% de la superficie del TIPNIS corresponde a la Llanura Aluvial Beniana, mientras que el
8% es pie de monte y el 29% son serranías.
La fisiografía del TIPNIS, varía de los 3.000 msnm de la divisoria de aguas de las serranías sub
andinas o la curva de nivel superior de la Serranía de Mosetenes, a los 180 msnm de la llanura
aluvial en la confluencia de los ríos Isiboro y Sécure. Entre ambos se sitúa la faja pie de montaña
con colinas y ondulaciones que varían de los 600 a los 300 msnm.
En cuanto a lo que debe entenderse por intangible, que de acuerdo al Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española, significa: Que no debe o no puede tocarse, figurando como
sinónimos del vocablo: intocable, impalpable, incorpóreo, inmaterial, invisible, espiritual,
etéreo, sutil; de donde el término "intangible", denota un ente que no tiene contenido físico, que
pertenece al espíritu y no al mundo físico, que no se puede percibir por los sentidos, entidad
desprovista de materia, no material. En su uso extensivo, esta palabra se utiliza para expresar a
aquéllo que merece extraordinario respeto y que no puede y no debe estar alterado o dañado.
Los términos tangible e intangible están estrechamente ligados al concepto de patrimonio, por
ello se habla de patrimonio tangible e intangible. Patrimonio tangible son todos aquellos bienes
que el hombre como ser social y cultural construye al modificar su medio natural, que son
físicamente apreciables, pues se pueden tocar, ver, ocupan un espacio físico, etc; por ejemplo,
una edificación, un monumento, obras de ingeniería y arquitectura; en cambio respecto a los
bienes intangibles, lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO), denomina como "patrimonio cultural inmaterial", de acuerdo a la
definición de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de octubre
de 2003, se entiende a "los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto
con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las
comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de
su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en
generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno,
su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y
continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad
humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio
cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos
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humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e
individuos y de desarrollo sostenible."
a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural
inmaterial;
b) artes del espectáculo;
c) usos sociales, rituales y actos festivos;
d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
e) técnicas artesanales tradicionales.
En ese orden de ideas, se entiende por territorio o zona intangible, a la superficie natural poco
alterada, en la que se encuentran ambientes y recursos frágiles, únicos o relevantes y en un buen
estado de conservación, mismos que son representativos de la biodiversidad nativa, cuyos
ecosistemas, comunidades y recursos genéticos, deben ser resguardados exclusivamente para el
estudio y la investigación científica, sin permitir ningún tipo de uso público, salvo el que
involucre el desarrollo humano de sus habitantes, en total armonía con el ecosistema. De modo
que se admite una reducida intervención por la presencia humana o por algún grado de
alteración no drástica como consecuencia de alguna acción antrópica, en convivencia armónica
entre las actividades productivas del hombre y el mantenimiento de ambientes naturales con sus
recursos silvestres.
Por otra parte, cabe resaltar que el término "intangible" es utilizado en nuestra Constitución, en
los siguientes artículos:
En los arts. 51.V y 52.IV, para referirse al patrimonio de las organizaciones sindicales y
empresariales.
En los arts. 100.II y 101, en relación al deber del Estado de proteger los saberes y conocimientos
mediante el registro de la propiedad intelectual que salvaguarde los derechos intangibles de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos y las comunidades interculturales y
afrobolivianas; así como las manifestaciones del arte y de las industrias populares y los sitios y
actividades declarados patrimonio cultural de la humanidad.
En la definición de las competencias del nivel del Estado Central (art. 298.II.25); de los
gobiernos departamentales (art. 300.I.19); de los gobiernos municipales (art. 302.I.16); de las
autonomías indígena originaria campesinas (art. 304.I.10), relacionados con la promoción de la
cultura, conservación del patrimonio cultural, histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico,
etc.
Para comprender este paradigma, del "vivir bien", se debe establecer un punto de partida, es
decir de los procesos constitutivos de un hito en un espacio y tiempo, que la misma le concede el
carácter de lo "particular" y "único", que no es comparable con el "otro". En este sentido, el
punto de partida es la "civilización no occidental" de las naciones indígenas originarios y
campesinos, la misma (como es de cualidad "única") es totalmente antagónica a la civilización
occidental y a cualquier otra civilización. Porque antes de ser un principio básico de los pueblos
indígenas, es una "lógica", es una forma o manera de "pensar", "sentir", "ver" y "decir", todo
ello en relación al mundo. En consecuencia, haciendo una comparación, entre la civilización
occidental y la amerindia, se constatan las siguientes diferencias:
Como se habrá advertido, ambas civilizaciones tienen lógicas diferentes de ver el mundo y
desarrollarse.
En otros términos, es todo un sistema de vida. Así, el vivir bien tiene varias acepciones: "vivir
en paz", "vivir a gusto", "convivir bien", "llevar una vida dulce" o "criar la vida del mundo con
cariño", la vida tendría un sentido más pleno desde el punto de vista biológico, humana,
espiritual y su disfrute estaría asociado a la actividad creativa, recreativa, que fluye del
intercambio con la comunidad, paradigmas opuestos dicotómicos, no intercambiables que
permite pasar a una coexistencia interactiva y dinámica y crear abundancia donde todos vivan
bien, en aplicación de la reciprocidad e intercambio para construir ecología, familia, humanidad
en convivencia con la naturaleza, sin depredar a la misma, por ser esta parte de su vida misma
(Ivonne Farah H. y Luciano Vasapollo "Vivir bien, paradigma no capitalista").
Dado que según la cosmovisión de los pueblos indígenas, éstos se conducen por la defensa de la
vida, porque la vida es la que está en peligro. Para los pueblos indígenas la tierra no es un
espacio sin vida, es un territorio integral, con su propia estructura organizacional, pensamiento
espiritualidad, economía, cultura; ahí se vive y se convive con la naturaleza, se tiene
organización con autoridad, idioma, cultura y conocimientos propios.
Puesto que, la cultura occidental colonizó física y mentalmente a los pueblos indígenas, con una
filosofía antropocéntrica, eurocéntrica, individualista, militarista, racista, vertical, acumuladora,
depredadora, imponiendo un pensamiento mono cultural, que se refleja en un solo Dios, un sólo
Estado, un sólo símbolo, una sola ley y pone como el centro al ser humano, desconociendo que
todos somos partes de la madre tierra (Huanacuni M. Fernando, "Vivir Bien/Buen Vivir").
atentar contra su habitad natural, respetando sus costumbres, forma de vida, su legua y otras
formas de expresión cultural de cada pueblo, desterrando la discriminación, el racismo, la
marginación, el pensamiento de ser considerado inferior, inculto, incapaz, lo que no condice con
el vivir bien.
No tendría mucho sentido la formulación del vivir o convivir bien solamente en la Norma
Suprema y cometer los mismos errores que los gobiernos colonialistas en el pasado; no hay que
olvidar, que hasta hace pocos años existía un "apartheid" institucionalizado que segregaba a las
mayorías de las naciones y pueblos indígena originario campesinos de los poderes del Estado
republicano, aplicando políticas atentatorias a su cosmovisión.
En el contexto de las distintas propuestas que se han hecho históricamente para mejorar las
condiciones de los pueblos indígenas, lo que ahora puede leerse sobre el Vivir Bien, resulta
notablemente aplicable en el caso que nos ocupa, reconociendo íntegramente los derechos
humanos indígenas. De todos modos, lo más importante en la cosmovisión del vivir bien, no es
el contenido teórico y subjetivo, importa la aplicación objetiva, con el consentimiento de los
propios hermanos indígenas originarios campesinos históricamente marginados.
Bajo el principio del vivir o convivir bien, es importante erradicar la marginación, reparar la
destrucción realizada por invasores criollos y mestizos, quienes desde su visión del mundo,
ahora pretenden colaborar con la solución de los problemas creados por aquellos. Sin percatarse
que la solución, sólo puede ser dada por los propios interesados, que en este caso son los
habitantes de las naciones y pueblos del TIPNIS.
El hecho que los pueblos indígenas hayan encontrado su camino para aparecer en los últimos
acontecimientos, puede ser una ocasión para repensar el desarrollo natural, desde la vivencia de
los mismos, conscientes de que deben ser protagonistas de su propia historia, no sólo diseñar
políticas desde el Gobierno Central, sino desde la comprensión y propuesta de los propios
marginados, excluidos, incluso abandonados en sus derechos elementales.
En el marco de este razonamiento, los pueblos indígenas Yuracares, Tsimanis y Mojeños, que
son parte de la selva donde su existencia es el gozo que proporciona la recreación cotidiana de la
naturaleza, la comunicación con la vida vegetal, animal, sus deidades, cerros, árboles, ríos,
existencia que es causa de alegría, satisfacción, vida placentera, al ver el crecimiento de sus
plantas que "hace alegrar al monte, a la selva". Ese sentimiento, no sólo lo comparten los
miembros de la comunidad indígena, sino las otras comunidades con la que están
interconectados.
El vivir bien para muchas culturas, no es el mundo depredador capitalista que destruye todo, los
indígenas no pretenden ni quieren transformar el Mundo, sino amarlo tal como es y todas las
especies que existen en la misma.
En el paradigma civilizatorio del occidente se concibe sobre el desarrollo y sus efectos como: El
desarrollo genera capital de basura, el desarrollo lleva al ecocidio, el desarrollo busca la
uniformización y robotización, el desarrollo es una nueva forma de neocolonialismo, el
desarrollo de unos es el subdesarrollo de otros, el desarrollo es el esclavismo moderno, el
desarrollo genera cantidad y degenera la calidad de vida, el desarrollo tiende a la concentración,
el desarrollo crea ilusión irreal, el desarrollo conduce al extremismo, el desarrollo hace más
ricos a los ricos, el desarrollo no conduce a la armonía y a la estabilidad. El paradigma
occidental significa el progreso ilimitado, el consumo inconsciente, incita a la acumulación
material e incide a la competencia. El paradigma occidental colonial promueve que ganar no lo
es todo, es lo único, es así que ha generado una sociedad desigual, desequilibrada, depredadora,
consumista, individualista, insensibilizada, antropocéntrica y antinatura. Ante las consecuencias
que genera el desarrollo es importante ser equilibrado entre el ser humano y la madre tierra. Por
eso cuando el hombre se aleja de la naturaleza no puede sentir el corazón de la naturaleza y el
cosmos. Cuando pensamos en recobrar la naturaleza de forma científica, eso es imposible. La
razón por la que hemos destruido la naturaleza es porque lo que hacemos por la naturaleza lo
hacemos en nuestro propio beneficio.
Pueblo es una palabra relevante en el derecho internacional. Identifica ante todo al sujeto
colectivo del derecho a la libre determinación política, económica, social y cultural: "Todos los
pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen
libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y
cultural. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas
y recursos naturales (…)", así se sienta en los artículos primeros de las dos normas principales
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
¿Por qué entonces, en 1989, se le permite a la Organización Internacional del Trabajo identificar
a los pueblos indígenas como pueblos? Porque la denominación se vaciaba acto seguido de
contenido: "La utilización del término pueblos en este Convenio no deberá interpretarse en el
sentido de que tenga implicación alguna en lo que atañe a los derechos que pueda conferirse a
dicho término en el derecho internacional". Así se dispone en el artículo primero del Convenio
169, con lo cual lo que se está puntualizando es que los grupos indígenas podrán identificarse
justamente como pueblos, pero que en su caso la denominación no puede conllevar el derecho a
la libre determinación proclamado en el derecho internacional de los derechos humanos como
premisa o requisito para su garantía. En las Naciones Unidas, el organismo competente para el
reconocimiento de ese derecho es un comité intergubernamental que excluye la posibilidad de
adjudicarlo a población, por indígena que fuere, radicada en el interior de fronteras estatales. La
Organización Internacional del Trabajo no tiene la competencia para ese reconocimiento. Estaba
obligada a hacer esa puntualización.
Aquí entra en juego la consulta, la consulta con las "instituciones representativas" de "los
pueblos indígenas" tal y como la contempla el Convenio 169 en su artículo sexto, de una forma
que así implica la necesidad de autonomía, de un derecho a constituirla, para que la propia
consulta pueda operar. Es con las instituciones que tienen o que deben tener los pueblos
indígenas con las que ha de plantearse la consulta respecto a toda medida del Estado que les
alcance o afecte directamente "con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento
acerca de las medidas propuestas", esto es con el objetivo de que la voz y el voto indígenas
tengan un valor, si no equivalente, al menos similar al del supuesto denegado de reconocimiento
de derecho a la libre determinación.
El mismo Convenio, aun sin hablar nunca expresamente de autonomía indígena, contempla la
obligación del Estado de "establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e
iniciativas de esos pueblos, y en los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para
este fin", esto es la obligación no sólo de admitir, sino también de dotar de recursos a las
autonomías indígenas (todo esto en art. 6). El pueblo indígena consultado, en ejercicio de la
misma, otorga su consentimiento a la propuesta del Estado o entra en un proceso de diálogo a
través del que pueda alcanzarse un acuerdo. Puede decirse que la consulta, con la base de la
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autonomía, resulta un mecanismo supletorio de la libre determinación una vez que ésta se
deniega.
Si se hubiese reconocido este derecho, la consulta habría holgado. El Convenio 169 la acuña por
no confiar a los Estados la garantía primaria de los derechos de los pueblos indígenas. Podrá
concurrir, pero con seguridades previas. Mejor garantía resulta por supuesto la propia
determinación aunque sea en términos limitados. Lo es en suma la autonomía de los pueblos
indígenas.
En 2007, se adopta por las Naciones Unidas la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas que por fin reconoce su derecho a la libre determinación: "Los pueblos indígenas
tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su
condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural" (art. 3). Al
mismo tiempo, la Declaración mantiene y refuerza la consulta. ¿Cómo puede ser? Si fuera cierto
lo que acaba de deducirse respecto a la consulta como mecanismo supletorio de la libre
determinación, ¿cómo es que sigue considerándosele necesaria e incluso que se le refuerce? ¿No
resulta superflua una vez que se reconoce el derecho a la libre determinación con cuya práctica
ya serían los pueblos indígenas, y no las normas internacionales, quienes determinasen el grado
y las formas de sus relaciones con los Estados? Como en el caso del Convenio, la respuesta está
en lo que dice a continuación la propia norma.
Por igual razón y del mismo modo, el pueblo indígena puede practicar la consulta respecto a la
propuesta del Estado sin la participación de éste, por sí mismo. Esta práctica que está
calificándose de autoconsulta puede resultar especialmente relevante en el caso usual de que sea
el Estado quien no se plantee la consulta por obviar la voz y el voto indígenas. Cabe también que
la consulta se realice por iniciativa indígena. No se olvide que aceptación o proposición y
conducción de consulta es manifestación de la libre determinación, igual que la autonomía. En
todo caso, la autoconsulta no se reduce a suplir a la consulta en el caso de que el Estado no la
convoque. Nada de esto se encuentra expresamente previsto por la Declaración sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas, pero son consecuencias lógicas de su justo entendimiento de
tales derechos, de todos ellos, como manifestaciones de la libre determinación y de colocación
de la autonomía en primer término una vez que al ejercicio de la misma autodeterminación sólo
se admite en dichos términos de autonomía o autogobierno en el seno del Estado.
En este nuevo escenario resulta también consecuente que el consentimiento indígena, sea ya el
que se presta a la propuesta del Estado, ya el que se alcanza mediante acuerdo tras un proceso de
diálogo, aparezca más claramente como regla, no como excepción. Tanto el Convenio como la
Declaración, y en mayor medida esta segunda, contemplan casos en los que el consentimiento es
necesario, casos como el de desplazamiento forzoso, el de almacenamiento o eliminación de
materiales tóxicos o incluso el de proyectos de desarrollo que afecten a territorios y recursos
indígenas. De esto se ha deducido algo problemático, por no decir "abusivo", por parte de una
doctrina que se está imponiendo con el abierto respaldo de instancias de las Naciones Unidas. Se
arguye que, si hay casos en los que se especifica la necesidad de consentimiento o acuerdo, es
porque en todo el resto el mismo no es necesario. De no prestarse, se dictamina entonces, el
Estado no estaría obligado a respetar la decisión indígena. Tendría abierto el camino para
adoptar unilateralmente sus decisiones justificándose y compensando si fuere necesario. Nada de
esto figura tampoco en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, pero es el
caso que ni siquiera responde a su lógica. No tiene más sustento que el de la manipulación
doctrinal.
El derecho internacional de los derechos de los pueblos indígenas está siendo en efecto objeto de
una tergiversación sistemática que comienza siempre por ignorar la lógica que lo inspira y que
concluye a menudo proyectando sobre el mismo la sombra oscura de prejuicios, no vamos a
decir que racistas, contra dichos pueblos. Se interpretan el Convenio y la Declaración como si
fueran normas meramente reglamentistas, sin mayor alcance que el de la regulación de cortos
vuelos a primera vista, sin la transcendencia del reconocimiento de los pueblos. Se opera desde
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los supuestos de que existen unos intereses generales que pueden prevalecer sobre derechos
indígenas, de que el consentimiento sólo es exigible en los casos expresamente reconocidos por
los instrumentos internacionales y que éstos son aplicables sin mayor esfuerzo por sustentarlos y
elaborarlos conforme a sus motivos y a sus objetivos. Suele agregarse un lenguaje que no se
basa en las normas, sino en los prejuicios, como de derecho de veto, para denegarlo, y de
capacidad de vincular al Estado, para igualmente rechazarla. Así, con todo esto, es como se
neutraliza el espíritu y se velan los principios del derecho internacional de los derechos de los
pueblos indígenas. Así, con todo ello, es como se cancela el derecho a la libre determinación y
su exigencia de autonomía como marco de la consulta.
Todas esas doctrinas que se superponen a las normas no suelen tomar en cuenta un supuesto que
les podría dejar en evidencia, el de los pueblos en aislamiento voluntario. No se hace mención
del mismo en las normas internacionales de derechos de los pueblos indígenas. Lo ignoran tanto
el Convenio como la Declaración.
Recientemente, en febrero de este año 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los derechos humanos ha publicando unas Directrices de Protección para los Pueblos Indígenas
y en Contacto Inicial de la Región Amazónica, el Gran Chaco y la Región Oriental de Paraguay.
La directriz principal es la de que se conozca y respete el derecho a la libre determinación de
esos pueblos y por ende su voluntad de mantenerse en aislamiento, lo que ante todo significa
que el Estado debe abstenerse de introducir en sus territorios e impedir que otros se introduzcan.
Por lo dicho de que deja en evidencia a la doctrina que se empeña en que la necesidad de
consentimiento no es regla, sino sólo excepción, aplicándose tan sólo a asuntos determinados.
He ahí un supuesto en el que el llamado derecho de veto por pueblos indígenas opera con
carácter de lo más general precisamente por aplicarse la regla del libre consentimiento indígena.
El caso desautoriza las lecturas usuales de Convenio y Declaración tan a pié de letra que ignora
su lógica, la lógica que en cambio se aplica en las Directrices sobre pueblos en aislamiento
voluntario. Apropiadamente, las mismas no utilizan la expresión de derecho de veto. Sigamos el
ejemplo. Aunque esté en uso tanto entre detractores como también a continuación, incautamente,
entre defensores de la libre determinación indígena, mejor será que evitemos un lenguaje tan
ajeno a las normas como prejuicioso o capaz de reavivar prejuicios. La libre determinación no
merece que se le llame derecho de veto.
todos, personas y pueblos, puedan gozar de los respectivos derechos: "Son fines y funciones
esenciales del Estado (…) Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la
descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las
identidades plurinacionales" (art. 9.1). Se trata de que la denegación de derechos de los pueblos
indígenas es puro colonialismo y de que la descolonización ha de alcanzarse mediante el
reconocimiento y reconstitución efectivo de tales derechos.
El derecho internacional de los derechos de los pueblos indígenas se reconoce como la vía para
la descolonización todavía pendiente, privándose así de la fuerza que ese reconocimiento
prestaría. La Constitución del Estado Plurinacional se dota de esa energía al realizar la conexión
entre derechos de los pueblos indígenas y cancelación definitiva del colonialismo. Naciones
Unidas la concibió cuando en 1960 adoptó una política de descolonización, pero de una
descolonización que, por su reducción a colonialismo dicho extranjero, no se extendía al caso de
los pueblos indígenas: "La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación
extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la
Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales"
(Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales, art. 1).
La conexión está en todo caso ante la vista: el artículo tercero de la Declaración sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas contiene el mismo pronunciamiento que los primeros
artículos, idénticos entre sí como sabemos, de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos
y que el artículo segundo de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países
y Pueblos Coloniales: "Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de
este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo
económico, social y cultural". Ahora todos los pueblos pueden ser todos los pueblos.
jurídico "con rango de ley". Si la Declaración resulta más favorable a los pueblos indígenas que
la Constitución, prevalece sobre ella según ella misma.
De nuestra parte sobre el particular partiremos reiterando que la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, proclama el derecho de los pueblos
indígenas a la libre determinación, en los siguientes artículos:
"Artículo 3
Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho
determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico,
social y cultural.
Artículo 4
Asimismo el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígena y Tribales, en su art. 7.1., señala
respecto al ejercicio del derecho a la libre determinación:
"Los pueblos interesados deberán tener el derecho a decidir sus propias prioridades en lo que
atañe al proceso de desarrollo, en la medida que éste afecte sus vidas, creencias, instituciones y
bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la
medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos
deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de
desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente".
Desde el Preámbulo mismo de la Constitución Política del Estado, se destaca el reto histórico de
que en la construcción colectiva del Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Comunitario, se debe avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e
inspiradora de la paz y armonía comprometida con el desarrollo integral y con la libre
determinación de los pueblos; por ello el art. 2 de la Norma Suprema, garantiza la libre
determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos en el marco de la
unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3207
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Conforme señalado anteriormente, el derecho a la consulta, como instrumento a través del cual
las naciones y pueblos indígenas participan de la toma de decisiones o el ejercicio de sus
derechos sobre cuestiones que les pudiesen afectar con motivo de la formulación y ejecución de
planes y programas de desarrollo, o sobre inversiones, exploración y explotación de recursos
naturales en sus territorios, se constituye a su vez para el Estado, en un deber; surgiendo así,
nuevos términos de relacionamiento entre el Estado y las naciones y pueblos indígenas y, al
mismo tiempo, en un mecanismo de ejercicio de la democracia comunitaria y participativa y
principio de gobernar obedeciendo al pueblo. La consulta debe ser de buena fe, legítima, libre,
apropiada a las circunstancias, suficientemente informada y concertada, con la finalidad de
llegar a un acuerdo, o en su caso, obtener el consentimiento respecto de las cuestiones
consultadas, toda vez que se pretendan adoptar medidas legislativas o administrativas,
susceptibles de afectar directamente a los pueblos indígenas, evitando así la lesión de sus
derechos e intereses producto de la acción del Estado en la gestión de sus proyectos y/o
programas de desarrollo. Al respecto, la SC 2003/2010-R de 25 de octubre, del extinto Tribunal
Constitucional, estableció:
"Esta consulta debe ser realizada de buena fe y de manera apropiada a las circunstancias en los
siguientes casos: a. Antes de adoptar o aplicar leyes o medidas que puedan afectar directamente
a los pueblos indígenas (arts. 6.1. del Convenio 169, 19 de la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, 30.15 CPE); b. Antes de aprobar cualquier
proyecto que afecte sus tierras o territorios y otros recursos (art. 32.2. de la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas); c. Antes de autorizar o
emprender cualquier programa de prospección o explotación de los recursos naturales que se
encuentren en las tierras donde habitan pueblos indígenas (arts. 15.2 del Convenio 169, 32.2. de
la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, 30.15 y 403
de la CPE); y, d. Antes de utilizar las tierras o territorios indígenas para actividades militares
(art. 30 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas).
La consulta referida debe ser desarrollada con la finalidad de lograr un acuerdo con los pueblos
o su consentimiento libre, previo e informado. Ahora bien, cabe aclarar que este consentimiento
se constituye en una finalidad de la consulta, pero no un derecho en sí mismo, salvo en las dos
situaciones previstas tanto en el Convenio 169 como en la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas: 1. Traslados de las tierras que ocupan y su
reubicación (arts. 16.2 del Convenio 169 y 10 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas); y, 2. Almacenamiento o eliminación de materiales
peligrosos en las tierras o territorios de los pueblos indígenas (art. 29 de la Declaración).
A los dos supuestos anotados, debe añadirse un tercero, que fue establecido
jurisprudencialmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso del Pueblo
Saramaka v. Surinam, en el que reconoció el derecho al consentimiento cuando '(…) cuando se
trate de planes de desarrollo o de inversión a gran escala que tendrían un mayor impacto dentro
del territorio Saramaka, el Estado tiene la obligación, no sólo de consultar a los Saramakas, sino
también debe obtener el consentimiento libre, informado y previo de éstos, según sus
costumbres y tradiciones.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3208
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(…)
Conforme a lo anotado, para implementar los proyectos de los tres supuestos antes señalados, se
debe obtener el consentimiento de los pueblos indígenas, lo que significa que en dichos casos los
pueblos tienen la potestad de vetar el proyecto; en los demás casos cuando la consulta se
desarrolla de buena fe, con métodos e información apropiada, los pueblos indígenas tienen
derecho a participar en la elaboración del proyecto, debiendo el Estado actuar bajo márgenes de
razonabilidad, sujeto a normas, principios y valores contenidos en la Constitución Política del
Estado, entre ellos el principio de legalidad y la prohibición de arbitrariedad; respetando los
derechos de las comunidades originarias, evitando impactos nocivos a su hábitat y modus
vivendi."
Según se adelantó, el derecho a la consulta de los pueblos indígenas, nace fundamentalmente del
derecho internacional de los derechos humanos, cuyo hito queda marcado con el Convenio 169
de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, ratificado por Bolivia
mediante Ley 1257 de 11 de julio de 1991, que en su art. 6.1 establece: "Al aplicar las
disposiciones del Convenio 169, los gobiernos deberán:
Asimismo, el art. 6.2 del Convenio señala: "Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este
Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la
finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas."
Por su parte, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, ratificado a través de la Ley 3760 del 07 de noviembre de 2007, en su art. 19
establece: "Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas
interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas
legislativas y administrativas que los afecten, para obtener su consentimiento libre, previo e
informado".
"1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias
para el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros recursos.
2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas
interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su
consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o
territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la
explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo.
3. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la reparación justa y equitativa por esas
actividades, y se adoptarán medidas adecuadas para mitigar sus consecuencias nocivas de orden
ambiental, económico, social, cultural o espiritual".
Ahora bien, dichas normas del derecho internacional de los derechos humanos, precedentemente
citadas, de acuerdo a lo establecido por el art. 410.II de la CPE forman parte del Bloque de
Constitucionalidad, al haber sido ratificadas por Bolivia, expresando de esta manera su
compromiso por la promoción y protección de los derechos de los indígenas, por lo tanto, tienen
rango de supraconstitucional y son de aplicación directa.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3209
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Es decir que, la jerarquía supraconstitucional que la Norma Suprema otorga a los tratados
internacionales ratificados por el Estado Plurinacional de Bolivia proporciona mayores garantías
y protección a los derechos fundamentales, en relación a las normas contenidas en la
Constitución (artículos 13 y 256). Vale decir que en esos casos prevalece la norma internacional
sobre la constitución boliviana privilegiando su aplicación incluso más allá de la voluntad del
propio legislador.
Son múltiples los tratados que en materia de Derechos Humanos ha ratificado el Estado
boliviano, unos de protección genérica, otros amparan a ciertos grupos vulnerables y otros
establecen mecanismos administrativos y jurisdiccionales conducentes a sancionar las
violaciones a los derechos humanos.
En el segundo grupo están el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ambos protegen los derechos colectivos e
individuales de los pueblos indígenas. En ese objetivo, la norma internacional asigna a los
Estados la obligación de asegurar el reconocimiento y protección jurídicos de los derechos
individuales y colectivos a favor de los pueblos indígenas, respetando sus cosmovisiones,
costumbres, tradiciones, sistemas de tenencia y uso de la tierra y territorio. Además faculta a los
pueblos indígenas en el marco de su autogobierno y autonomía a determinar las prioridades y
estrategias para el ejercicio de su derecho al desarrollo, participando en la elaboración y
determinación de los programas económicos, sociales y culturales que les conciernan.
(…)
Sobre el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados y, en su caso, la obligación del
Estado de obtener su consentimiento, el Sistema Interamericano de Protección a los Derechos
Humanos, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mediante Informe
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
40/04, Caso 12.053, Fondo, en el caso de las Comunidades Indígenas Maya en el Distrito de
Toledo vs. Belice, de 12 de octubre de 2004, en el párr. 142, observa:
(…)
Uno de los elementos centrales para la protección de los derechos de propiedad de los indígenas,
es el requisito de que los Estados establezcan consultas efectivas y previamente informadas con
las comunidades indígenas en relación con los actos y decisiones que puedan afectar sus
territorios tradicionales. Como lo ha observado la Comisión anteriormente, los artículos XVIII y
XXIII de la Declaración Americana obligan especialmente a los Estados Miembros a garantizar
que toda determinación de la medida en que los peticionarios indígenas mantienen intereses en
las tierras por las que han poseído tradicionalmente un título y han ocupado y usado, se base en
un proceso de consentimiento previamente informado de parte de la comunidad indígena en su
conjunto. Ello exige, como mínimo, que todos los miembros de la comunidad sean plena y
precisamente informados de la naturaleza y las consecuencias del proceso y cuenten con una
oportunidad efectiva de participar individual o colectivamente. En opinión de la Comisión, estos
requisitos son igualmente aplicables a las decisiones de los Estados que incidirán en las tierras
indígenas y en sus comunidades, como el otorgamiento de concesiones para explotar recursos
naturales de los territorios indígenas.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el Caso del Pueblo Saramaka vs.
Surinam, en la Sentencia del 28 de noviembre de 2007, ha expresado lo siguiente:
"133. […] la Corte ha manifestado que al garantizar la participación efectiva de los integrantes
del pueblo Saramaka en los planes de desarrollo o inversión dentro de su territorio, el Estado
tiene el deber de consultar, activamente, con dicha comunidad, según sus costumbres y
tradiciones (…). Este deber requiere que el Estado acepte y brinde información, e implica una
comunicación constante entre las partes. Las consultas deben realizarse de buena fe, a través de
procedimientos culturalmente adecuados y deben tener como fin llegar a un acuerdo. Asimismo,
se debe consultar con el pueblo Saramaka, de conformidad con sus propias tradiciones, en las
primeras etapas del plan de desarrollo o inversión y no únicamente cuando surja la necesidad de
obtener la aprobación de la comunidad, si éste fuera el caso. El aviso temprano proporciona un
tiempo para la discusión interna dentro de las comunidades y para brindar una adecuada
respuesta al Estado. El Estado, asimismo, debe asegurarse que los miembros del pueblo
Saramaka tengan conocimiento de los posibles riesgos, incluido los riesgos ambientales y de
salubridad, a fin de que acepten el plan de desarrollo o inversión propuesto con conocimiento y
de forma voluntaria. Por último, la consulta debería tener en cuenta los métodos tradicionales
del pueblo Saramaka para la toma de decisiones.
134. Asimismo, la Corte considera que, cuando se trate de planes de desarrollo o de inversión a
gran escala que tendrían un mayor impacto dentro del territorio Saramaka, el Estado tiene la
obligación, no sólo de consultar a los Saramakas, sino también debe obtener el consentimiento
libre, informado y previo de éstos, según sus costumbres y tradiciones. La Corte considera que
la diferencia entre 'consulta' y 'consentimiento' en este contexto requiere de mayor análisis.
135. Al respecto, el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos y
las libertades fundamentales de los pueblos indígenas ha observado, de manera similar, que:
[s]iempre que se lleven a cabo [proyectos a gran escala] en áreas ocupadas por pueblos
indígenas, es probable que estas comunidades tengan que atravesar cambios sociales y
económicos profundos que las autoridades competentes nos son capaces de entender, mucho
menos anticipar. [L]os efectos principales […] comprenden la pérdida de territorios y tierra
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3211
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
136. De manera similar, otros organismos y organizaciones internacionales han señalado que, en
determinadas circunstancias y adicionalmente a otros mecanismos de consulta, los Estados
deben obtener el consentimiento de los pueblos tribales e indígenas para llevar a cabo planes de
desarrollo o inversión a grande escala que tengan un impacto significativo en el derecho al uso y
goce de sus territorios ancestrales.
137. Es más significativo aún mencionar que el Estado reconoció, asimismo, que el 'nivel de
consulta que se requiere es obviamente una función de la naturaleza y del contenido de los
derechos de la Tribu en cuestión'. La Corte coincide con el Estado y además considera que,
adicionalmente a la consulta que se requiere siempre que haya un plan de desarrollo o inversión
dentro del territorio tradicional Saramaka, la salvaguarda de participación efectiva que se
requiere cuando se trate de grandes planes de desarrollo o inversión que puedan tener un
impacto profundo en los derechos de propiedad de los miembros del pueblo Saramaka a gran
parte de su territorio, debe entenderse como requiriendo adicionalmente la obligación de obtener
el consentimiento libre, previo e informado del pueblo Saramaka, según sus costumbres y
tradiciones."
Asimismo, cabe resaltar el Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos y
libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya, presentado el 15º periodo de sesiones
del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 19 de
julio de 2010, donde sobre el derecho a la consulta de los pueblos indígenas, se señaló:
69. Un mecanismo adecuado para garantizar el respeto por parte de las empresas del derecho de
los pueblos indígenas a participar en las decisiones relativas a las medidas que les afecten es el
establecimiento de espacios institucionalizados, como mesas permanentes de consulta y diálogo,
con representación adecuada de los pueblos y comunidades afectadas, las empresas y las
autoridades locales, tal y como ha sido recomendado por el Relator Especial en casos de
conflictos derivados de proyectos empresariales en territorios indígenas. Estos espacios podrían
asociarse además a mecanismos informales de queja que permitan atender las demandas
presentadas por las comunidades afectadas".
Por último, siempre sobre esta temática, cabe destacar igualmente lo señalado sobre los
Derechos a la Participación, Consulta y el Consentimiento de los pueblos indígenas, en el
Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto a "Los Derechos de los
Pueblos Indígenas y Tribales Sobre sus Tierras Ancestrales y Recursos Naturales" de 30 de
diciembre de 2009, que entre sus partes más importantes, señala:
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3212
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
"273. Los Estados tienen la obligación de consultar a los pueblos indígenas y garantizar su
participación en las decisiones relativas a cualquier medida que afecte sus territorios, tomando
en consideración la especial relación entre los pueblos indígenas y tribales y la tierra y los
recursos naturales. Esta es una manifestación concreta de la regla general según la cual el Estado
debe garantizar que 'los pueblos indígenas sean consultados sobre los temas susceptibles de
afectarlos', teniendo en cuenta que esta consulta debe 'estar dirigida a obtener su consentimiento
libre e informado', según se dispone en el convenio169 de la OIT y en la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La consulta y el consentimiento
no se limitan a asuntos que afecten los derechos de propiedad indígenas, sino que también son
aplicables a otras acciones administrativas o legislativas de los Estados que tienen un impacto
sobre los derechos o intereses de los pueblos indígenas.
274. El derecho a la consulta, y el deber estatal correlativo, se vinculan con múltiples derechos
humanos, y en particular se conectan con el derecho a la participación consagrado en el artículo
23 de la Convención Americana, tal y como fue interpretado por la Corte Interamericana en el
caso YATAMA vs. Nicaragua. El artículo 23 reconoce el derecho de '[t]odos los ciudadanos' a
'participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes
libremente elegidos'. En el contexto de los pueblos indígenas, el derecho a la participación
política incluye el derecho a `participar en la toma de decisiones sobre asuntos y políticas que
inciden o pueden incidir en sus derechos…desde sus propias instituciones y de acuerdo a sus
valores, usos, costumbres y formas de organización'.
275. Además del derecho a la participación del artículo 23, el derecho a ser consultado es
fundamental para el derecho a la propiedad comunal de los pueblos indígenas y tribales sobre las
tierras que han usado y ocupado tradicionalmente. Para la CIDH, 'uno de los elementos centrales
para la protección de los derechos de propiedad de los indígenas, es el requisito de que los
Estados establezcan consultas efectivas y previamente informadas con las comunidades
indígenas en relación con los actos y decisiones que puedan afectar sus territorios tradicionales'.
276. El derecho de los pueblos indígenas a ser consultados sobre las decisiones que puedan
afectarlos se relaciona directamente con el derecho a la identidad cultural, en la medida en que la
cultura puede resultar afectada por tales decisiones. El Estado debe respetar, proteger y
promover las tradiciones y costumbres de los pueblos indígenas y tribales, por ser éstas un
componente intrínseco de la identidad cultural de las personas que conforman tales pueblos. La
obligación estatal de desarrollar procesos de consulta respecto de decisiones que afecten al
territorio se vincula directamente, así, a la obligación estatal de adoptar medidas especiales para
proteger el derecho la identidad cultural, basado en una forma de vida intrínsecamente ligada al
territorio.
277. Cualquier decisión administrativa que pueda afectar jurídicamente los derechos o intereses
de los pueblos indígenas y tribales sobre sus territorios debe estar basada en un proceso de
participación plena: 'los artículos XVIII y XXIII de la Declaración Americana obligan
especialmente a los Estados miembros a garantizar que toda determinación de la medida en que
los reclamantes indígenas mantienen intereses en las tierras de las que han poseído
tradicionalmente título y que han ocupado y utilizado, se base en un proceso de total
información y mutuo consentimiento de parte de la comunidad indígena en su conjunto. Esto
requiere, como mínimo, que todos los miembros de la comunidad estén plena y cabalmente
informados de la naturaleza y las consecuencias del proceso y se les brinde una oportunidad
efectiva de participar individual o colectivamente'.
278. Hay múltiples decisiones que se relacionan con los territorios ancestrales y por lo tanto
exigen que el Estado consulte a los pueblos indígenas o tribales afectados; dada la multiplicidad
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3213
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
de asuntos que pueden afectar directamente a los territorios ancestrales, habrá una igual
diversidad de modalidades de aplicación práctica.
(…)
284. De acuerdo con el Convenio 169 de la OIT, artículo 6, los Estados deben consultar a los
pueblos indígenas 'mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus
instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente'. Asimismo, el Convenio clarifica que dichas consultas
deberán ser llevadas a cabo 'de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la
finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas'. El
artículo 19 de la Declaración de Naciones Unidas regula genéricamente el deber de consulta en
los siguientes términos: 'Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los
pueblos indígenas interesadas por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y
aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento
libre, previo e informado'.
285. La consulta no es un acto singular, sino un proceso de diálogo y negociación que implica la
buena fe de ambas partes y la finalidad de alcanzar un acuerdo mutuo. Los procedimientos de
consulta, en tanto forma de garantizar el derecho de los pueblos indígenas y tribales a participar
en los asuntos susceptibles de afectarles, deben 'propender por la obtención del consentimiento
libre e informado de los pueblos y no limitarse únicamente a una notificación o a un trámite de
cuantificación de daños'. El procedimiento de consulta no puede agotarse en el cumplimiento de
una serie de requisitos pro forma. Incluso en los supuestos en los que el consentimiento de los
pueblos indígenas no sea un requisito necesario, los Estados tienen el deber de prestar la debida
consideración a los resultados de la consulta o, en su defecto, proporcionar razones objetivas y
razonables para no haberlos tomado en consideración".
a) Procedimientos apropiados, implica que la secuencia de los actos para la consecución de una
avenencia entre el Estado y los Pueblos Indígenas, deben caracterizarse por ser lo más adecuado
posible, en la medida que garantice un resultado conveniente y signifique una absoluta
conformidad para ambas partes, de modo que, tanto el estado en su calidad de consultante y los
pueblos en su condición de consultados, arriben a una solución deseada sin discrepancia alguna
que pueda figurar un desacuerdo. Lo contrario significaría adoptar una procedimiento que por su
propia naturaleza no genere confianza ni seguridad en ambas partes, pues se pretende abordar
una conclusión ostensiblemente concertada.
d) De buena fe, en el proceso de consulta, las partes intervinientes deben actuar con la debida
lealtad y sinceridad que el caso amerite, sin que de por medio existan prebendas o cualquier
conducta inconducente que conlleve a un clima de desconfianza entre las partes. El Tribunal
constitucional, a través de la SC 0084/2006, de 20 de octubre, al establecer el entendimiento de
la buena fe, expresó el siguiente razonamiento: "(…) el principio de la buena fe es la confianza
expresada a los actos y decisiones del Estado y del servidor público, así como a las actuaciones
del particular en las relaciones con las autoridades públicas.
De manera que aplicado este principio a las relaciones entre las autoridades públicas y los
particulares, exige que la actividad pública se realice en un clima de mutua confianza que
permita a éstos mantener una razonable certidumbre en torno a lo que hacen, según elementos de
juicio obtenidos a partir de decisiones y precedentes emanados de la propia administración,
asimismo certeza respecto a las decisiones o resoluciones obtenidas de las autoridades
públicas.". A su turno, la Corte Constitucional de Colombia, a través de la sentencia
Constitucional C-544 de 1994 señaló: "La buena fe ha sido, desde tiempos inmemoriales, uno de
los principios fundamentales del derecho, ya se mire por su aspecto activo, como el deber de
proceder con lealtad en nuestras relaciones jurídicas, o por el aspecto pasivo, como el derecho a
esperar que los demás procedan en la misma forma. En general, los hombres proceden de buena
fe: es lo que usualmente ocurre. Además, el proceder de mala fe, cuando media una relación
jurídica, en principio constituye una conducta contraria al orden jurídico y sancionada por éste.
En consecuencia, es una regla general que la buena fe se presume: de una parte es la manera
usual de comportarse; y de la otra, a la luz del derecho, las faltas deben comprobarse. Y es una
falta el quebrantar la buena fe."
f) Libre, la consulta debe efectuarse sin ninguna presión o intromisión de las partes, a tal fin,
ellas deben despojarse de cualquier interés que comprometa la libertad de decisión que les asiste
a los consultados, a cuyo propósito el proceso definitivamente deberá estar exento de cualquier
presión sea esta de carácter física, psicológica, que pretenda influir en la decisión final.
I.9. Sobre los efectos de la consulta a los pueblos indígena originario campesinos en el
sistema constitucional boliviano
fundamentalmente con: 1. Traslados de las tierras que ocupan y su reubicación (arts. 16.2 del
Convenio 169 y 10 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas); 2. Almacenamiento o eliminación de materiales peligrosos en las tierras o territorios
de los pueblos indígenas (art. 29 de la Declaración); y, 3. Cuando se trate de planes de desarrollo
o de inversión a gran escala, en los que la consulta no es suficiente, sino que además se requiere
el consentimiento, por lo que los pueblos consultados pueden ejercer inclusive un eventual
derecho a veto; a más de lo cual, la opinión de los pueblos indígenas emergente del proceso
consulta quedaría simplemente en ello, una simple opinión, participación o pronunciamiento
respecto de lo consultado, que el Estado puede o no asumir, falencia que se pretende salvar
sustentado en que el Estado en los casos en que resuelva desoír la posición adoptada por los
pueblos indígenas consultados, deba actuar bajo márgenes de "razonabilidad", evitando la
"arbitrariedad" y "respetando los derechos" de las comunidades afectadas. Sin embargo, dado el
diseño constitucional del derecho a la consulta de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos determinados por el Constituyente Boliviano, en atención al modelo de Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario que ha sido adoptado, con sus caracteres
de soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías, fundado en la
pluralidad y pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico; el reconocimiento
de la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su libre
determinación en el marco de la unidad del Estado; el suscrito Magistrado, considera que la
consulta previa y obligatoria en los moldes establecidos en nuestro ordenamiento jurídico
constitucional, no puede quedar en un mero enunciado de buenos propósitos de respeto a los
derechos de los pueblos indígenas, sino que más bien, dada la complejidad de los procesos de
consulta, las cuestiones que se debaten, la erogación de recursos y esfuerzos no sólo
económicos, la importancia de las decisiones que se adoptan y su incidencia, en muchos casos
definitiva, en relación al modo de vida, cultura, tradiciones históricas, los impactos sobre la
tierra y territorio, e inclusive su propia existencia, justifican desde la perspectiva constitucional
que todo proceso de consulta a los pueblos indígena originario campesinos, que se desarrolle en
el marco de los arts. 30.II.15 y 352 de la CPE y sus correspondientes leyes de desarrollo, deben
tener siempre un carácter vinculante para el Estado Boliviano, lo que así debió declararse y
disponerse en la parte resolutiva de la Sentencia objeto de disidencia.
Analizada la parte resolutiva o decisum de la Sentencia que motiva la presente disidencia; este
Magistrado considera que las acciones de inconstitucionalidad abstracta planteadas, debieron ser
resueltas de la siguiente manera
Al aprobar la Ley 180 en su art. 1.III, el legislador declaró la intangibilidad del territorio
Indígena y parque nacional Isiboro Secure- TIPNIS, protegiendo este territorio de la depredación
de su fauna flora y la conservación de las culturas que habitan dichos territorios reconocidos
como "Territorio Indígena" y "Parque Nacional", prohibiendo además que cualquier carretera
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3216
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
pueda atravesar el Territorio Indígena y Parque Nacional, protección que se expresa en los arts.
3 y 4 de la Ley demandada, intangibilidad que empero, será sometida consulta, la cual definirá si
se mantiene o no dicha calidad.
En cuanto al art. 3 de la Ley 222, debe declararse CONSTITUCIONAL siendo que la consulta a
los pueblos originarios debe ser consensuado cumpliendo sus propios procedimientos que
también debe surgir de un consenso.
II.3. El art. 4 de la Ley 222 debió ser declarado INCONSTITUCIONAL, por cuanto esta
disposición establece la finalidad de la consulta, la cual en este caso, está siendo definida
unilateral y directamente por el Estado, sin ninguna participación y menos concertación entre
éste y los pueblos indígenas afectados; cuando a la luz de la normativa internacional y la Norma
Suprema de nuestro Estado, la consulta debe ser mediante procedimientos apropiados, a través
de sus propias instituciones, obligatoria, de buena fe, concertada, libre, previa e informada.
Como se vio, el requisito de la concertación se cumple cuando en el proceso de consulta las
partes intervinientes demuestran su conformidad con cada una de las conclusiones y resultados
del proceso, manifestando una aquiescencia absoluta, lo que garantiza que ninguno de los
intervinientes exprese síntomas de desacuerdo con el proceso de consulta.
La concertación entonces, busca que cada una de las partes intervinientes demuestre su absoluta
conformidad y consenso con el proceso, que exista plena confianza entre ellas, para que sin
ninguna dificultad se cumpla lo acordado. El Estado no puede definir unilateralmente cuál va ser
la finalidad de la consulta, los puntos de la misma deben ser consensuados previamente y de ser
el caso, someterlos a consulta. La inobservancia de este requisito vulnera lo previsto en el art.
30.II num. 15 de la CPE, en cuanto a que este precepto constitucional señala expresamente que
los procesos de consulta a los pueblos indígenas deben ser, entre otros aspectos, concertados. En
ese sentido, es con las instituciones de los pueblos indígenas con las que deben plantearse los
términos de la consulta, respecto a toda medida del Estado que les afecte directamente con la
finalidad de lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas, para que la voz y el voto
de los indígenas tenga valor, con garantías de plena libertad, completa información y en
momento previo a cualquier decisión susceptible de afectarles.
II.4. Se debió declarar la CONSTITUCIONALIDAD del art. 5 de la Ley 222, por cuanto éste
define a los sujetos de derecho que serán consultados, señalando a los pueblos indígenas
mojeño-trinitarios, chimanes y yuracarés del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure-TIPNIS, así como los idiomas en que se desarrollará el proceso de consulta. Esta
disposición posibilita identificar plenamente quiénes serán sujetos de la consulta, evitando
cualquier intromisión o interferencia de los que no sean parte de los pueblos afectados, así como
la distorsión del proceso, para que el mismo se lleve a cabo en los marcos de la buena fe, lo que
indudablemente incidirá en la legitimidad del proceso y sus resultados. Si bien en el proyecto se
omite el juicio de constitucionalidad de dicha norma, aduciendo que los accionantes no
fundamentaron respecto a las razones por las que consideran que es inconstitucional, dado que
de acuerdo a la postura de este Magistrado, algunas normas están siendo declaradas
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3217
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
II.5. El art. 6.I de la Ley 222 debió ser declarado INCONSTITUCIONAL, porque quien debería
llevar a cabo el proceso de consulta es el Órgano Electoral Plurinacional, ya que el Órgano
Ejecutivo, no puede constituirse en Juez y parte, puesto que la Constitución Política del Estado,
como norma suprema del ordenamiento jurídico dispone en el art. 205 num. 2 "La jurisdicción,
competencias y atribuciones del Órgano Electoral y de sus diferentes niveles se definen, en esta
Constitución y la ley".
Ley 018 del Órgano Electoral Plurinacional de 16 de junio de 2010, en el art. 4.4 dispone como
principios, entre otros, la complementariedad, imparcialidad, independencia. El Órgano
Electoral Plurinacional asume y promueve la democracia intercultural basada en la
complementariedad de la democracia directa y participativa, por medio del referendo, la
iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta
previa; la democracia representativa, por medio del sufragio universal; y la democracia
comunitaria, basada en las normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos".
En ese marco legal, el art. 6.2 de la Ley 018 establece como competencia del Órgano Electoral
Plurinacional la: "Supervisión de los procesos de consulta previa".
II.6. El art. 6 parágrafos II, III y IV de la Ley 222 debieron ser declarados
CONSTITUCIONALES en su integridad, sin ningún tipo de condicionamiento, por cuanto de la
interpretación de la norma precedentemente apuntada, prevén el marco general sobre la forma en
la que se llevará a cabo la consulta previa, libre e informada, así como los órganos encargados
de ese proceso, y el marco dentro del cual debe desenvolverse la misma; en ese sentido y
tomando en cuenta que la sentencia declaró la constitucionalidad del art. 1 de la Ley 222 en
cuanto a "La presente Ley tiene por objeto convocar al proceso de Consulta Previa Libre e
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3218
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Informada a los pueblos indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isidoro Sécure -
TIPNIS"; resulta incongruente declarar la constitucionalidad condicionada del art. 6, en cuanto a
los parágrafos indicados de la referida Ley, sino que igualmente debieron declararse
constitucionales, al ser las normas que establecen el marco de desarrollo de la consulta.
II.7. Estamos de acuerdo con que se declare CONSTITUCIONAL el art. 7 de la Ley 222; sin
embargo, se debería aclarar que el encargado de llevar a cabo todo el proceso de consulta, sea el
Órgano Electoral Plurinacional.
En el marco la doctrina del derecho constitucional, la prevalencia del interés general, la primacía
del orden jurídico, sin restringir el ejercicio de los derechos, es constitucional, pues los
mecanismos de ejercicio de la democracia participativa y el principio de gobernar obedeciendo
al pueblo son muy importantes para la construcción del nuevo Estado Plurinacional
Comunitario. Así, a la luz de la normativa internacional y de nuestra Norma Suprema, la
consulta debe ser mediante procedimientos apropiados, a través de sus propias instituciones,
previa obligatoria, de buena fe, concertada, libre e informada, con la finalidad de llegar a un
acuerdo u obtener el consentimiento respecto de las cuestiones consultadas, respetando las
decisiones a tomar por las naciones y pueblos indígenas, por lo que corresponde puntualizar que
el Estado debe actuar a través de sus organismos legalmente constituidos: Órgano Electoral
Plurinacional, respetando los derechos de las comunidades indígena originaria campesinas.
seguirse en el proceso, pues sólo los destinatarios de la consulta decidirán los mismos de
acuerdo a sus intereses y sus propios procedimientos buscando la mayor participación posible.
Establecer mediante ley las etapas para el proceso de consulta, tiende a implantar e imponer un
diseño sobre cuyo entorno debe efectuarse el proceso, dicho de otra forma, establecer etapas del
proceso de consulta de manera unilateral como lo hace la Ley 222, no tendría sentido sino se
respetan los procedimientos propios de los pueblos indígenas para la toma de decisiones, pues
ya existiría un modelo preestablecido que debe acatarse. Entonces, partiendo del espíritu de las
normas citadas precedentemente, llegamos a la conclusión que las etapas, periodos y fases del
proceso de la consulta deben emerger únicamente de la voluntad de los pueblos a ser
consultados, lo cual servirá de norma para cada caso en concreto.
Por otro lado, el art. 8 de la CPE, señala: "El Estado asume y promueve como principios ético-
morales de la sociedad plural: ama qhilla (no sean flojo), ama suwa (no seas mentiroso), ama
suwa (no seas ladrón), suma qamaña (vivir bien)…". Declarar la constitucionalidad
condicionada significaría para los pueblos indígenas que no se cumple con lo establecido en la
Norma Suprema de todos los bolivianos, pues la Constitución actual obliga al Estado Boliviano
y fundamentalmente al Gobierno a practicar en sus acciones políticas y jurídicas, los valores de
la sociedad plural y precisamente en eso radica la diferencia con los gobiernos neoliberales, que
podían afectar impunemente las condiciones de vida de los pueblos y naciones indígenas
originarias, debiendo adoptarse más bien una actitud distinta a los gobiernos del pasado
neoliberal clásico.
II.10.Si bien los arts. 10 y 11 no fueron demandados, en todo caso en la Sentencia se debió
declarar expresamente que el resultado de la consulta debe tener carácter VINCULANTE, pues
no se puede tomar la consulta como un mero procedimiento formal; ya que cuando se habla de
"derecho a la consulta" prima el espíritu o intencionalidad de derechos y obligaciones entre el
Estado y los pueblos indígenas, originario campesinos; donde éstos últimos, a fin de garantizar
sus derechos irrenunciables que tienen sobre la madre tierra, sean ellos los que en definitiva
determinen el futuro de la misma, los proyectos a realizarse, las obras a ejecutarse, sin que el
Estado pueda obrar unilateralmente en la planificación, dirección, ejecución, control y
evaluación de los proyectos de desarrollo, pues la participación de los citados pueblos en todas
las instancias de decisión se hace necesaria, imprescindible y obligatoria; de ahí que es
importante que "LA CONSULTA PREVIA" deba ser efectuada antes de realizar algún proyecto
o actividad y, fundamentalmente, antes de celebrar convenios con personas naturales o jurídicas,
sean estas nacionales o internacionales.
Los pueblos indígenas necesitan ser consultados porque de esa forma se protege y se concreta la
identidad y el respeto de las culturas que nuestra Constitución promueve y, ante todo, a la tierra
y sus recursos y, por ello la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido un claro
marco jurídico para resolver los conflictos que surgen entre los Estados y las comunidades
indígenas, estableciendo derechos y obligaciones entre ellos, y uno de ellos, quizá el más
fundamental, es la obligación que tiene el Estado de consultar con los pueblos indígenas en
materias que afecten sus derechos e intereses consagrados en los instrumentos internacionales de
derechos humanos.
Mediante memorial presentado el 31 de julio de 2009, cursante de fs. 5 a 19, los recurrentes -hoy
accionantes-, Senador y Diputada Nacional, exponen los siguientes fundamentos de hecho y de
derecho:
De otra parte, resaltan que el derecho de asociarse con fines lícitos, motivó la generación de
asociaciones de abogados, llamados Colegios de Abogados y determinó se enmarquen dentro de
sus propios estatutos, pero siempre en observancia del marco constitucional y legal, estructura
organizativa que responde al ejercicio libre y voluntario de las personas jurídicas, que ahora es
modificada por el indicado Decreto Supremo, en franca e indudable contradicción al principio
de reserva legal a tiempo de limitar un derecho fundamental. El derecho al trabajo se encuentra
regulado, por la fijación de un procedimiento para la habilitación profesional de los abogados,
estableciendo límites a su ejercicio; lo que conlleva a que la voluntad privada de los abogados de
asociarse que implica el derecho al libre ejercicio de la personalidad, previsto en el art. 14.IV del
citado texto constitucional, sea modificada a través del Decreto Supremo cuestionado, al
reglamentar la estructura institucional de asociaciones civiles, cuya existencia reside en la libre
voluntad de sus afiliados.
El Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, representado por
Juan Marcelo Zurita Pabón, Jefe de la Unidad de Gestión Jurídica del Ministerio de la
Presidencia, mediante memorial de 2 de mayo de 2012, presentó alegatos en los siguientes
términos: La acción de inconstitucionalidad abstracta, tiene graves defectos jurídicos, en su
proposición mezcla asuntos encomendados a otro tipo de recursos constitucionales; denuncia la
violación de una serie de principios, normas, derechos y garantías constitucionales, sin que en
ninguna parte de la extensa y confusa fundamentación del recurso, se explique el modo o el
cómo la promulgación del Decreto Supremo impugnado transgrede el sin número de normas
constitucionales supuestamente violadas. Se pretende poner en tela de juicio la
constitucionalidad de una norma, en defensa de intereses personales y privados y no así defender
normas o principios constitucionales, razones que atañe la ilegitimidad absoluta del “recurso”.
En su contenido refieren cuestiones que podrían ser propias de un amparo constitucional y
aluden acciones relativas a derechos sindicales del área del derecho laboral, sin demostrar
material ni objetivamente las supuestas ilegalidades o imaginaria inconstitucionalidad del DS
0100.
1) Constituye un extremo carente de fundamento, ilógico e incluso una consideración que puede
causar un verdadero caos jurídico, cuando los recurrentes afirman categóricamente que un
decreto ley tiene el mismo valor, legitimidad y rango que una ley; cuando desde su origen ambos
tipos de normativas son diametralmente diferentes, aspecto que los recurrentes tratan de ocultar
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3223
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
Con relación a otros aspectos de relevancia que sustentan la emisión del DS 0100 de 29 de abril
de 2009
a) En el marco del art. 135 del DS 29894 de 7 de febrero de 2009, Organización del Órgano
Ejecutivo, se procedió al tratamiento del entonces proyecto de Decreto Supremo que promovía
el ejercicio libre de la actividad profesional de abogado con título en provisión nacional,
mediante la creación de un registro público a cargo del Ministerio de Justicia. Desde su
tratamiento hasta la entrega de la versión final y la emisión del Decreto Supremo, el Consejo de
Ministros consideró una serie de aspectos para su emisión; la procedencia de la abrogatoria de
un Decreto Ley bajo los principios de jerarquía normativa y de presunción de constitucionalidad,
la derogación por el DS 29783 de 12 de noviembre de 2008 y la existencia de jurisprudencia
constitucional contradictoria en relación a la calidad de los decretos ley en la escala normativa;
y, b) En ningún momento se trastocó el orden constitucional; por cuanto, no existió abuso de
poder o excesos provenientes del Órgano que emitió la norma impugnada y mucho menos
contradicción ni incompatibilidad alguna, dado que el procedimiento de elaboración y el
contenido de la disposición legal advierten su adecuación a la Constitución Política del Estado.
II. CONCLUSIONES
“CONSIDERANDO:
Que el Parágrafo I del Artículo 109 de la Constitución Política del Estado Determina que todos
los derechos reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales
garantías para su protección.
Que el Parágrafo I del Artículo 46 de la Constitución Política del Estado dispone que toda
persona tiene derecho a una fuente laboral estable, digna, sin discriminación, en condiciones
equitativas y satisfactorias que le asegure para sí y su familia una existencia digna. El Parágrafo
II del citado Artículo expresa que el Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus
formas. Asimismo, el Artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
establece que el trabajo como una de las actividades principales del ser humano, es un derecho y
una obligación que no puede estar supeditado a leyes, instituciones o instancias inferiores que
regulen su ejercicio.
Que el numeral 4 del Artículo 21 de la Constitución Política del Estado establece que uno de los
derechos de las bolivianas y bolivianos es la libertad de reunión y asociación, en forma pública y
privada, con fines ilícitos. En ese sentido, el Artículo 22 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos dispone que toda persona tiene derecho a asociarse libremente, asimismo, el
artículo 16 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica señala que todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines ideológicos,
políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier otra índole.
Que el Artículo 410 de la Constitución Política del Estado expresa que todas las personas
naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e instituciones, se
encuentran sometidas a la Constitución. En este marco, es función del Estado Plurinacional de
Bolivia, regular e implementar el registro público de profesionales, a través de los órganos
competentes del sector público.
Que el numeral I del Artículo 172 de la Constitución Política del Estado establece que el
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, debe cumplir y hacer cumplir la Constitución y
las Leyes.
Que en el gobierno inconstitucional del Gral. Div. David Padilla Arancibia, quien encabezó una
Junta Militar de Gobierno durante el periodo del 24 de noviembre de 1978 al 8 de agosto de
1979, se aprobó el Decreto Ley Nº 16793 de 19 de julio de 1979, erróneamente denominado
“Ley de la Abogacía”.
Que para el registro de los profesionales, los Colegios de Abogados procedían al cobro de
matrícula, cuotas mensuales y otras percepciones irregulares, impidiendo el libre ejercicio
profesional de los abogados que no cumplían con dichos pagos. Aún más, la habilitación del
ejercicio profesional dispuesta por los Colegios de Abogados era restringida a una determinada
región, por lo que el abogado estaba obligado a realizar pagos por reinscripción en los Colegios
de otros Distritos, en clara contradicción a los derechos fundamentales, civiles y políticos
establecidos en la Constitución Política del Estado.
concepto de obligaciones ordinarias y extraordinarias así como recuperar la función social de los
referidos Colegios en la concepción de Gratuidad de la Justicia; siendo necesario profundizar y
dar continuidad a la construcción normativa de este proceso.
I. Son abogados los que cumplen los requisitos exigidos por la normativa vigente que regula la
profesión.
II. El ejercicio de la abogacía es una función social al servicio del Derecho y la justicia. Su
ejercicio es un función pública de desempeño particular.
III. Está prohibido patrocinar una causa que previamente fue encargada a otro abogado, sin que
exista renuncia o autorización para la contratación de un nuevo abogado. Si el abogado
encargado de la causa no diere la autorización, con la debida justificación se solicitará al
Ministerio de Justicia autorización por escrito para la contratación de nuevo abogado.
ARTÍCULO 3.- (REGISTRO PROFESIONAL).
II. Los abogados que en forma posterior a la publicación del presente Decreto Supremo,
obtengan su título en provisión nacional, deben registrarse ante el Ministerio de Justicia para su
matriculación correspondiente.
III. Las solicitudes de registro de abogados en el interior del país, serán recibidas por entidades o
instituciones bajo tuición o dependencia del Ministerio de Justicia, previa delegación expresa.
II. Una vez verificada la autenticidad del título en provisión nacional con las autoridades
correspondientes, el Ministerio de Justicia procederá a la entrega de la credencial al abogado
registrado, que contendrá el número de matrícula. El Ministerio de Justicia solo cobrará al
profesional el costo de dicho documento.
III. El Ministerio de Justicia se reserva el derecho de exigir la presentación original del título en
provisión nacional del abogado que se haya registrado, así como otros documentos cuando así lo
considere necesario para fines de verificación.
I. Las matrículas de abogados que con anterioridad a la emisión del presente Decreto Supremo
hayan sido legalmente expedidas, surtirán sus efectos por un plazo no mayor a cuatro (4) años
calendario computable a partir de la publicación del presente Decreto Supremo.
II. Sin perjuicio de los señalado en el parágrafo anterior, el abogado registrado en algún Colegio
de Abogados, a partir de la vigencia del presente Decreto Supremo, podrá registrarse en el
Ministerio de Justicia, debiendo remitir la documentación señalada en el Parágrafo I del Artículo
precedente, debiendo adjuntar fotocopia simple de la credencial otorgada por el Colegio de
Abogados con el fin de establecer los años de ejercicio profesional.
I. A efectos del presente Decreto Supremo, el Ministerio de Justicia tendrá las siguientes
atribuciones:
I. Los abogados podrán crear colegios, asociaciones u otros gremios de abogados con el objeto
de desarrollar y difundir la práctica y el conocimiento de la ciencia del Derecho.
II. Los colegios, asociaciones u otros gremios de abogados del país deben registrarse de manera
gratuita en el Ministerio de Justicia, quien reglamentará el procedimiento respectivo, debiendo
presentar una copia legalizada de su personalidad jurídica.
II. El profesional abogado tiene la libertad de asociarse o agremiarse con fines lícitos en
cualquier colegio, asociación u otro gremio de abogados, y el derecho a renunciar a su afiliación,
asociación o gremio, salvo que haya sido denunciado o sancionado por infracción a la ética, por
competencia desleal y/o que tenga obligaciones pendientes en el colegio, asociación u otro
gremio de abogados en el que se haya afiliado o asociado.
nuevas que presentan los ciudadanos en las oficinas de administración pública y privada, por lo
que no deberán ser exigidos como requisitos de admisión.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
DISPOSICIONES ADICIONALES
El procedimiento para conocer y sancionar a los abogados por infracciones éticas se sujetará a lo
establecido en lo Artículos 39 al 72 del Decreto Supremo Nº 26052, que serán de cumplimiento
obligatorio para los colegios, asociaciones u otros gremios creados a partir de la publicación del
presente Decreto Supremo.
Los recurrentes, cuestionan la constitucionalidad del DS 0100 de 29 de abril de 2009, dado que
siendo una norma de inferior jerarquía no puede abrogar un Decreto Ley cuyo rango es superior
similar al de una ley -Ley de la Abogacía- y que la contradicción entre las normas del citado
Decreto Supremo y la Ley de la Abogacía conllevan a la vulneración directa de los principios de
jerarquía normativa, supremacía constitucional, legalidad, reserva legal, proporcionalidad e
inalterabilidad del contenido esencial y restricción de los derechos fundamentales a asociarse
con fines lícitos, al trabajo y al ejercicio de la personalidad. Disposiciones legales que tienen la
misma finalidad y objeto; empero, son contradictorias en su contenido al pretender el Decreto
Supremo regular y/o reglamentar aspectos que ya están determinados por una norma
jerárquicamente superior como es el Decreto Ley, procurando ser aplicado sin que importen los
principios uniformadores y el alcance de los derechos, tratando de modificar la matriculación, el
pago de cuotas y las condiciones de permanencia, organización y obligaciones para los gremios
de abogados; restringe derechos y contraria a su vez a la Constitución Política del Estado,
Tratados Internacionales y la ley. En consecuencia, demandan la inconstitucionalidad del DS
0100 de 29 de abril de 2009, específicamente de los nueve párrafos de la parte considerativa
(preámbulo); los arts. 1 al 15; Disposición Transitoria Única las dos Disposiciones Adicionales y
las Disposiciones Abrogatorias y Derogatorias, por considerar que son contrarios a los arts. 1,
8.II, 9.2, 21.4, 22, 108 numerales 1, 2 y 3, 109.II, 115.II, 308.I, y 410.I y II de la CPE. En
consecuencia, corresponde determinar si los extremos denunciados son evidentes a los efectos
de efectuar el control de constitucionalidad que le encomienda a este Tribunal el art. 202.1 de la
CPE.
La Constitución Política del Estado, prevé un medio o recurso idóneo para el control objetivo de
las disposiciones legales ordinarias con los preceptos, principios y valores contenidos en la
Norma Fundamental, cuya finalidad es sanear o depurar el ordenamiento jurídico a través de la
expulsión de la norma que resulte incompatible; es así que en el art. 132 de la CPE, prescribe:
“Toda persona individual o colectiva afectada por una norma jurídica contraria a la Constitución
tendrá derecho a presentar la Acción de Inconstitucionalidad, de acuerdo con los procedimientos
establecidos por la ley”; más adelante, en el art. 133, establece que: “La sentencia que declare la
inconstitucionalidad de una ley, decreto o cualquier género de resolución no judicial, hace
inaplicable la norma impugnada y surte plenos efectos respecto a todos”; es decir, determinada
la incompatibilidad de la norma cuestionada, su efecto inmediato es la expulsión o
inaplicabilidad legal en el ordenamiento jurídico interno.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3231
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
la Constitución Política del Estado para la formación de una ley, sea desde su elaboración,
aprobación, promulgación y publicación. Dicho de otro modo, implica determinar la validez en
la formación y aprobación de la ley.
El ordenamiento jurídico de nuestro país, de acuerdo al art. 410.II de la CPE, está compuesto por
la Constitución Política del Estado, los Tratados Internacionales, las leyes nacionales, los
estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de la legislación departamental, municipal
e indígena, los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los órganos ejecutivos
correspondientes. A efectos de desarrollar el control de constitucionalidad invocado,
corresponde referirnos a la ley, entendida como la norma jurídica que regula los actos y las
relaciones humanas; dictada por autoridad estatal competente con potestad legislativa, que en un
orden constitucional vigente que es la Asamblea Legislativa Plurinacional, conforme a los
procedimientos específicamente preestablecidos -primera etapa; elaboración, proposición y
aprobación o sanción; segunda etapa, consistente en la promulgación y publicación de la norma
por el Órgano Ejecutivo-, denominado como el aspecto formal de la ley. Pero la ley, no se limita
a ese aspecto, sino también al material o de contenido de la norma jurídica, consistente en el
objeto o la regulación de una serie de cuestiones de carácter general, imperativo y obligatorio.
El art. 163 del texto constitucional, define el procedimiento legislativo que concluye con la
promulgación de la ley por el Presidente del Estado Plurinacional, inmediatamente se procederá
con su publicación en la Gaceta Oficial; a partir, de ese momento adquiere vigencia y carácter de
obligatorio para todos los bolivianos, excepto, cuando la propia norma establezca un plazo
diferente para su entrada en vigencia -art. 164 de la CPE-.
En este contexto, resulta conveniente traer a colación, que los regímenes de facto que
gobernaron nuestro país, en el cual el Poder Ejecutivo, pese a carecer la potestad y atribución
para dictar leyes, emitió una serie de disposiciones legales con la denominación de decretos
leyes, que aún prevalecen en nuestro sistema jurídico, habiendo sido algunas elevadas a rango de
ley, a través del procedimiento legislativo correspondiente.
En efecto, no puede ignorarse que nuestro país sufrió una serie de periodos ausentes del régimen
constitucional o conocidos también como gobiernos de factos, en los cuales se expidieron
decretos que constituyen leyes en sentido material y no formal. Al respecto, Rafael Bielsa,
citado por Pablo Dermizaky Peredo, sostiene: “La denominación de decreto-ley que se da a todo
acto de subsistencia legislativa, pero que emana de un poder que no tiene atribución
constitucional para dictarlo, es, en la práctica, comprensiva no solo de los poderes que se ejercen
de-jure, sino también de facto. El decreto-ley, que es un decreto por su forma y ley por su
contenido, es un acto del Poder Ejecutivo por el que se establecen normas generales de
incumbencia del Congreso, cuando el Estado tiene la necesidad súbita de cumplir una función no
prevista por el legislador, ni autorizada o delegada por él” (las negrillas son nuestras).
Entonces, dada la situación excepcional o circunstancial -gobierno de facto- en que se emiten los
decretos leyes, cuya finalidad se constituyó en el medio para, en ese momento, emitir las normas
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3233
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
necesarias a efectos de alcanzar sus fines. A la conclusión de los mismos y restablecido el orden
constitucional, corresponde al Congreso, ahora Asamblea Legislativa Plurinacional, determinar
la validez o la nulidad de cada uno de los decretos leyes, a través, eventualmente por una ley -
aunque doctrinalmente no se considere lo formalmente correcto- o por medio del procedimiento
legislativo correspondiente, teniendo presente su contenido material compatible con los valores,
principios y derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y su eficacia jurídica.
No es posible desconocer entonces, que durante los regímenes de facto por los que atravesó
nuestro país se dictaron una serie de disposiciones legales -Código Civil, Código Procesal del
Trabajo entre otros- que tuvieron o tienen vigencia y fuerza de ley entre tanto la Asamblea
Legislativa Plurinacional no imprima el procedimiento legislativo correspondiente a efectos de
dejarlas sin efecto o en su caso elevarlas a rango de ley.
El mismo fallo, en cuanto al análisis de las normas legales emitidas a través de Decretos Leyes,
precisa:
„...el Decreto Ley impugnado es en esencia una Ley aprobada y puesta en vigencia mediante
Decreto Supremo, en razón de que en la fecha de su emisión el país era gobernado por un
régimen de facto, en el que no funcionaba el Órgano Legislativo, por lo que en su origen
también es incompatible con las normas establecidas por los arts. 59-1ª y 71 al 81 de la C.P.E.
Empero, corresponde señalar que la citada disposición legal y muchas otras han tenido y tienen
vigencia plena en el ordenamiento jurídico del país, es más constituyen una importante base del
ordenamiento jurídico ordinario como son los Códigos sustantivos y los Códigos adjetivos
vigentes a partir de 1971; los cuales el Órgano Legislativo no las ha abrogado, ni los ha elevado
al rango de Ley para resolver el problema de su incompatibilidad de forma u origen con las
normas de la Constitución‟" (las negrillas nos nuestras).
A decir de Pablo Dermizaky Peredo, decreto es: “…una norma auxiliar de la ley que emite el
Poder Ejecutivo en materias en que no es constitucionalmente indispensable la ley formal, pero
que reviste mayor importancia que los asuntos de mero trámite relegados a circulares y órdenes
internas. El decreto se asemeja a la ley en que tiene fuerza obligatoria, general y permanente;
pero difiere de ésta en cuanto al órgano del que emana y en que no establece derechos y
obligaciones propiamente, sino los medios para hacerlos valer”. Entonces, son resoluciones cuya
emisión compete sólo al Órgano Ejecutivo, en el ámbito de sus atribuciones y según sus
facultades reglamentarias, para el cumplimiento de las leyes, sin implicar de modo alguno la
modificación de su contenido material; de acuerdo a la estructura jurídica vigente en nuestro
país y conforme la disposición contenida en el art. 410.II de la CPE, es competencia de las
entidades territoriales -nacionales, autónomas y descentralizadas-, emitir decretos, reglamentos y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3234
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
demás resoluciones emanadas de los órganos ejecutivos correspondientes; de ahí que el art.
172.7 y 8) del texto constitucional, establece como atribución del Órgano Ejecutivo -Presidente
del Estado Plurinacional-, promulgar las leyes sancionadas por la Asamblea Legislativa
Plurinacional y dictar decretos supremos. Dicho de otro modo, a diferencia de una ley, el decreto
supremo establece disposiciones legales específicas que reglamentan las normas generales
previstas por la ley, sin modificar o desconocer y mucho menos suprimir los derechos y
obligaciones establecidas por ésta.
Con relación a los alcances del citado principio, la SC 072/2004 de 16 de julio, indicó:
“…significa que una disposición legal sólo puede ser modificada o cambiada mediante otra
disposición legal de igual o superior jerarquía, en ningún caso una disposición legal inferior
puede modificar a otra de jerarquía superior; así, por ejemplo, una Ley no puede ser modificada
mediante Decreto Supremo, y éste no puede ser modificado mediante una Resolución.
Precisamente en el resguardo del principio fundamental de la jerarquía normativa, así como de la
seguridad jurídica, la norma prevista por el art. 59.1ª de la Constitución dispone que es potestad
del Poder Legislativo el dictar leyes, abrogarlas, derogarlas, modificarlas e interpretarlas” (las
negrillas nos pertenece).
De donde se concluye que los principios y valores contenidos en la Constitución Política del
Estado, constituyen la base para la emisión de toda disposición legal que emane del Órgano
Legislativo u otro en el ámbito de sus competencias -entidades territoriales autónomas-; y, los
actos de los órganos del Estado -Legislativo, Ejecutivo y Judicial- no pueden abstraerse del
control de constitucionalidad, por encontrarse sometidos a la Constitución Política del Estado.
La disposición contenida en el art. 109.II de la CPE, relativa a que los derechos y sus garantías
sólo podrán ser regulados por la ley, implica; por una parte, que sólo el órgano legislativo es el
competente para emitir leyes que desarrollen los preceptos o derechos fundamentales -en su
sentido material sin alterar su núcleo esencial- contenidos en la Ley Fundamental y a su vez
impongan sus límites; y por otra, constituye una restricción frente a otros Órganos -Ejecutivo y
Judicial- que intenten regular derechos que sólo puede realizarse a través de una ley.
Según se explicó en los Fundamentos Jurídicos III.3 y III.4 de este fallo, la constitucionalidad de
una ley, decreto o cualquier género de resolución no judicial, deviene de su carácter formal y
material; es decir, haber sido emitida por el órgano competente y conforme el procedimiento
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3236
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
establecido para el efecto fijado por la Constitución Política del Estado y la ley, y la necesaria
compatibilidad de su contenido con los valores, principios, derechos y garantías reconocidos por
la Norma Fundamental. En ese sentido, conviene recordar que entre las clasificaciones de las
leyes, teniendo en cuenta su contenido y forma, se distingue la ley material y formal; en la
primera, se toma en cuenta el contenido y objeto de la ley, es decir su naturaleza intrínseca,
independientemente del órgano o autoridad que elabora o dicta la ley, y la forma se refiere al
carácter de la autoridad u órgano que la dicta. Consecuentemente, el DL 16793, por su contenido
material adquiere el carácter de una ley, aún cuando en su origen no lo sea; dicho de otro modo,
un decreto ley es en esencia una ley aprobada y puesta en vigencia a través de un decreto
supremo -emitida por el Órgano Ejecutivo- según sostiene la doctrina y jurisprudencia
constitucional, desarrolladas en los citados Fundamentos Jurídicos.
Ahora bien, el DL 16793, bajo esa figura no se encuentra dentro de la jerarquía normativa del
ordenamiento jurídico del Estado; empero, no puede ignorarse su vigencia y eficacia en la
regulación del ejercicio profesional de los abogados, el control ético de dichos profesionales y el
funcionamiento de los respectivos Colegios de Abogados. Dada esa eficacia jurídica al interior
del orden jurídico, su contenido intrínseco no puede ser modificado o dejado sin efecto, sino a
través de una ley en función al principio de reserva legal en el entendido que los derechos y
garantías sólo podrán ser regulados por ley, que comprende a su vez que sólo el órgano
competente -legislativo- puede emitir leyes que desarrollen e impongan límites a los preceptos o
derechos fundamentales contenidos en la Constitución Política del Estado y constituye también
una restricción a otros órganos que pretendan regular derechos que sólo puede hacerse a través
de una ley.
En ese sentido, cabe referirnos al derecho a la libertad de asociación, contenido el art. 21.4 de la
CPE y que la jurisprudencia constitucional, recogiendo las recomendaciones de la Opinión
Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985, de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, definió como: “…la facultad que tienen las personas de poner en común sus bienes,
sus valores, su trabajo, su actividad, sus fuerzas individuales o cualesquier otros derechos para
un fin desinteresado o no, intelectual, moral, económico, artístico, recreativo o de beneficencia.
La libertad de asociación es el derecho del individuo de unirse con otros en forma voluntaria y
durable para la realización común de un fin lícito.
(…)
El derecho de asociación proyecta su protección desde una doble perspectiva; por un lado, como
derecho de las personas en el ámbito de la vida social, y, por otro lado, como capacidad de las
propias asociaciones para su funcionamiento. En cuanto a la primera, aparecen los aspectos
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3237
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
(…)
- SC 04/2001 de 5 de enero:
".. los derechos fundamentales no son absolutos, encuentran límites y restricciones en los
derechos de los demás, la prevalencia del interés general, la primacía del orden jurídico y los
factores de seguridad, moralidad y salubridad públicos, que no pueden verse sacrificados en aras
de un ejercicio arbitrario o abusivo de las prerrogativas individuales; es decir, que los derechos
fundamentales pueden ser limitados en función del interés social. Es en ese orden que la
Constitución ha establecido el mecanismo legal para la regulación y restricción de los derechos
fundamentales".
- SC 429/2002-R de 15 de abril:
".. el art. 28 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre dispone que:
"los derechos de cada hombre están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de
todos y por las justas exigencias del bienestar general y del desenvolvimiento democrático".
Esto significa que las personas no pueden ejercer de manera irrestricta y arbitraria sus derechos
en desmedro de los derechos de los demás, por lo que su ejercicio debe estar reglamentado,
conforme lo dispone la propia Constitución en su art. 7".
protección de los derechos humanos que forman parte del bloque de constitucionalidad, no se
limitan a proclamar el conjunto de los derechos, libertades y garantías de los seres humanos.
Sino que también hacen referencia explícita o implícita de las restricciones o limitaciones de su
ejercicio, estableciendo en su caso las condiciones particulares en las cuales es posible que el
Estado, a través de sus órganos del Poder Público, aplique la restricción al ejercicio de los
derechos y libertades sin violarlos.
"...si se considera la noción de orden público (...) como las condiciones que aseguran el
funcionamiento armónico y normal de las instituciones sobre la base de un sistema coherente de
valores y principios, es posible concluir que la organización del ejercicio de las profesiones está
implicada en ese orden".
Advierte, sin embargo, la Corte Interamericana que las razones de orden público, que son
válidas para justificar la colegiación obligatoria de determinadas profesionales, como la
medicina, la abogacía, y podríamos decir la ingeniería, no pueden invocarse en el caso del
periodismo, por ejemplo, pues limita de modo permanente, en perjuicio de los no colegiados, el
derecho de hacer uso pleno de la libertad de expresión.
Entonces, si el ser humano vive en sociedad, los derechos de que goza, los goza frente a otros;
así, los derechos se respetan y se protegen porque la persona convive con muchas otras que, a su
vez, también son titulares de derechos. Así, a nadie se le puede reconocer un derecho con cuyo
ejercicio, al mismo tiempo, se desconozca el mismo derecho u otro distinto, en los demás. Entre
el sujeto activo o titular del derecho y el sujeto pasivo o persona que debe respetarlo, surge una
relación de reciprocidad de derecho – obligación entre las dos personas.
Dentro de ese marco, es necesario remarcar que la persona tiene derecho a escoger y formarse en
una profesión, pero las demás personas tienen derecho a que el ejercicio de la profesión que
aquella ha elegido esté circunscrita dentro del ámbito de los principios de la ética, de legalidad,
de idoneidad, de buena fe, y que al mismo tiempo, existan mecanismos que controlen tal
ejercicio para que, en caso de detectarse alguna conducta reñida con los principios mencionados,
exista una instancia que investigue ese aspecto y, de ser cierta la contravención, aplique la
sanción que corresponda, todo lo cual conlleva una certeza y confianza de la comunidad en
cuanto a que el profesional que atienda sus intereses, o los del Estado, está sometido a un
régimen que resguarda el orden público y el bienestar social.
Los Colegios Profesionales cumplen la función de, además de representar a sus colegiados y
demandar el respeto de sus derechos, controlar que el ejercicio de la profesión que se trate se
realice dentro del ámbito señalado por la ley que, en protección del orden público y el beneficio
colectivo, válidamente puede reglar y limitar el ejercicio de las profesiones, puesto que la
reglamentación de su ejercicio no altera el núcleo esencial del derecho cuando sólo se le impone
condiciones razonables. La colegiación o inscripción en un Colegio Profesional implica que el
colegiado podrá ejercer válidamente su profesión porque existe un órgano (el Colegio,
precisamente), que está tutelando que tal ejercicio sea idóneo, eficiente, correcto. Caso contrario,
si no existiera la obligatoriedad de inscripción en el Colegio Profesional, a más que muchas
personas que no cumplan los requisitos de idoneidad y preparación podrían ejercer la profesión,
otros que sí cumplen tales condiciones podrían incurrir en conductas en desmedro de la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3239
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
comunidad, sin que exista un control por parte de un organismo que tutele el beneficio de las
demás personas y en general de la sociedad. A ello se suma el hecho que el mantenimiento de un
Registro de Profesionales permite que, en el supuesto de existir una contravención que ha sido
sancionada por la instancia competente al efecto (que tiene cabida dentro de la estructura de
cada Colegio Profesional, como ser el Tribunal de Honor o el Tribunal de Ética), se tenga el dato
preciso de dicha sanción, más aún si esta involucra la inhabilitación del ejercicio de la profesión
durante cierto tiempo” (las negrillas son nuestras). (SC 0112/2004 de 11 de octubre).
De donde se concluye que el contenido del DL 16793, al regular el ejercicio profesional de los
abogados y sus respectivos colegios, tiene contenido material de ley.
En base a lo expresado y desarrollado en los Fundamentos Jurídicos del presente fallo, tenemos
que el contenido del Decreto Supremo impugnado, al igual que el DL 16793, tiene el contenido
material de Ley, aspecto por el que precisamente vulnera el principio de reserva legal contenido
en el art. 109.II de la CPE y los principios de jerarquía normativa y supremacía constitucional
previstos en el art. 410.II del texto constitucional, lo que deviene en su inconstitucionalidad
formal; aplicando el razonamiento de que se trata de cuestiones que deben ser reguladas por ley
y no por un Decreto Supremo o Resolución Ejecutiva; dado que, la facultad de emitir o dictar
leyes que desarrollen o limiten derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Política
del Estado, incumbe sólo al Órgano Legislativo -ahora Asamblea Legislativa Plurinacional- y al
Órgano Ejecutivo, efectivizar su cumplimiento a través de la expedición de los respectivos
decretos, sin alterar el desarrollo de los derechos contenidos en las leyes, por corresponderle su
reglamentación o viabilización.
III.7.3. Declarada la inconstitucionalidad por la forma del DL 16793 y del DS 0100, debemos
tomar en cuenta que en un marco de responsabilidad, inherente a la jurisdicción constitucional,
que consiste en proteger los derechos fundamentales y asegurar la paz social, y a efectos de
resguardar el principio de seguridad jurídica de los actos y relaciones de los ciudadanos, es
necesario el advertir que la expulsión del ordenamiento jurídico de ambas normas jurídicas
conllevaría a ocasionar un inevitable vacío jurídico, y por ende perjuicios difíciles de
dimensionar en las relaciones y actos jurídicos de las personas individuales -abogados y a
quienes prestan sus servicios- y personas jurídicas -Colegios de Abogados- por no tener
precisamente un marco normativo regulatorio que defina las relaciones emergentes del ejercicio
profesional del abogado; ante este efecto previsible, la jurisdicción constitucional está obligada a
que el acceso a los derechos fundamentales -un acceso material tangible y no solamente formal-
no se vea restringido o completamente limitado por una declaratoria de inconstitucionalidad de
una determinada norma jurídica, ya que su principal deber es precisamente velar por la
materialización de los derechos y garantías constitucionales, es por este motivo que resulta
pertinente y necesario, pese a la comprobada inconstitucionalidad formal del DS 0100 y del DL
16793, disponer la subsistencia temporal de ambas normas, es decir, diferir los efectos de la
declaratoria de inconstitucionalidad por el plazo de un año, periodo de tiempo en el que
obligatoriamente la Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante el procedimiento
correspondiente debe emitir una ley que regule el ejercicio profesional de los abogados y el
funcionamiento de sus respectivos Colegios, ya que de no hacerlo, ambas normas quedarán
expulsadas del ordenamiento jurídico.
...en el marco señalado anteriormente es deber de este Tribunal prever las consecuencias que
podrían generarse a partir de su decisión, pues si, por una parte declara la constitucionalidad de
las disposiciones legales impugnadas estuviese convalidando actos inconstitucionales, pero por
otro, si declara la inconstitucionalidad con un efecto inmediato que signifique la expulsión del
ordenamiento jurídico de las disposiciones legales impugnadas estaría generando un peligroso
vacío jurídico, cuyo efecto sería más negativo que el anterior (...) En consecuencia cualquiera de
las dos decisiones antes referidas conducirían a resultados inaceptables y de manera que es
necesario que el Tribunal Constitucional dicte una sentencia modulando sus efectos que eviten
perjuicios desproporcionados a los bolivianos en el orden jurídico, es decir, evite la generación
de una inseguridad jurídica anulando disposiciones legales sobre cuya base, fundamento y
amparo se vienen ventilando procesos judiciales, administrativos, agrarios, peticiones, contratos
y otros actos jurídicos”.
Así, respecto al art. 15 del DS 100 y el art. 6 numeral 5) del DL 16793, se tiene que el art 15 del
DS 0100 establece que el registro en el Ministerio de Justicia es el único requisito para habilitar
el ejercicio libre de la profesión, mientras que el art. 6 en su numeral 5) del DL 16793,
textualmente sostiene que para ejercer la abogacía se debe estar matriculado y tener obligaciones
pecuniarias pagadas conforme a los Estatutos del Colegio de Abogados de su distrito; por lo
tanto existe imposibilidad de que ambas normas puedan ser materializadas al mismo tiempo, es
más, el establecer la vigencia de una y la expulsión de la otra conllevaría a la limitación y
restricción del derecho de asociación, por lo que es necesario dejar sin efecto el numeral 5) del
art. 6 del DL 16793, así como la frase “…el único requisito exigido…” del art. 15 del DS 100,
para dar mayor eficacia al derecho a la asociación, posibilitando que el profesional abogado opte
por el sistema al que quiera inscribirse, manteniendo además un marco jurídico que preserva los
intereses de la colectividad en su conjunto, dentro del relacionamiento del profesional abogado
con la misma.
Siguiendo con esta línea de razonamiento, tenemos que el contenido del art. 3 del DL 16793, al
establecer que los profesionales abogados deben matricularse obligatoriamente al Colegio de
Abogados del Distrito Judicial en el que ejercen su profesión, está íntimamente relacionado con
el citado art. 6 numeral 5), por lo que también corresponde dejarlo sin efecto.
Asimismo, respecto al art. 6.I del DS 100 que establece que “Las matrículas de abogados que
con anterioridad a la emisión del presente Decreto Supremo hayan sido legalmente expedidas,
surtirán sus efectos por un plazo no mayor a cuatro (4) años calendario computable a partir de la
publicación del presente Decreto Supremo” la misma también debe ser congruente con lo
establecido ut supra de forma que impele a este Tribunal a armonizar su contenido de manera
excepcional y temporal ampliando la validez de las matrículas hasta que el legislador ordinario
emita la norma que de mejor manera desarrolle los derechos de los profesionales abogados y de
la colectividad.
POR TANTO
Abrogatoria del DS 0100 referida a la abrogatoria del Decreto Ley Nº 16793 de 19 de julio de
1979; los arts. 3 y 6 numeral 5) del DL 16793, así como el art. 15 del DS 0100 en la frase: “el
único requisito exigido”; y b) Ampliar el plazo establecido en el art. 6.I del DS 0100 hasta la
promulgación de la Ley correspondiente.
SALA TERCERA
Magistrada: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Recurso de inconstitucionalidad abstracto
Expediente: 2009- 20177-41-RDI
Distrito: La Paz
Partes: Máximo Fernando Rodríguez Calvo y Lindaura
Lourdes Millares Ríos, demandando la
inconstitucionalidad del Decreto Supremo (DS) 100 de
29 de abril de 2009.
I. ANTECEDENTES
I.1. La SCP 0336/2012, por medio del numeral 1º de su parte resolutiva, declara la
inconstitucionalidad por la forma del DS 100, así como del Decreto Ley (DL) 16793 de 29 de julio de
1979; el primero por vulnerar los principios de reserva de ley y jerarquía normativa; mientras que el
segundo, porque nuestro sistema constitucional vigente, no reconoce la vigencia de instrumentos
jurídicos tales como los decretos leyes, por lo que la inconstitucionalidad del DL 16793 por conexión,
es acorde con la función esencial de la jurisdicción constitucional, de ejercer el control de
constitucionalidad, conforme a lo dispuesto por las nomas del art. 196 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
Ahora bien, esta jurisdicción constitucional más que ninguna otra institución, se encuentra
constreñida a cumplir su función, en acatamiento estricto de las normas constitucionales, al ser su
guardián y no existir órgano revisor de sus actividades, su compromiso con la Ley Fundamental tiene
trascendencia ética y moral, y sus actos generan consecuencias de modo general sobre la población,
determinando en definitiva, la perspectiva en la que encuentran aplicación las normas
constitucionales; dicho de otro modo, la forma en que el Tribunal Constitucional Plurinacional
percibe a la Constitución Política del Estado, la aplica y materializa, es la influencia que proyecta
sobre los demás órganos del Estado y la población; de modo tal que, si este Tribunal relativiza la
materialización de las normas constitucionales, emitirá un mensaje equivocado a la población y a las
autoridades estatales; mientras que, si es capaz de exigir el acatamiento, materialización y aplicación
de las citadas normas, sin excepciones o reduciendo en lo posible éstas, y evitando en lo posible el
fenómeno de la relativización constitucional; el mensaje intrínseco será consecuente con la función de
resguardar la Constitución.
También se debe precisar que, lo expresado no implica que este tribunal se encuentre impedido de
aplicar principios tales como el de preservación de la norma o presunción de constitucionalidad,
previstos por los arts. 4 y 5 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; empero, la aplicación
de esos principios tiene un estricto marco de raciocinio constitucional, exento de otro tipo de
valoraciones, marginando sobre todo el análisis político legislativo de conveniencia o inconveniencia
de la vigencia de la norma que corresponde estrictamente al legislador.
Para continuar revelando la naturaleza constitucional del ejercicio del derecho, se tiene que la norma
constituyente no le concede a esta profesión, la cualidad de un bien jurídico constitucional, como por
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONLA/JUNIO 3244
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO
ejemplo lo hace con el ejercicio de la medicina, el art. 39.II de la CPE, estipula que una ley sancionará
las acciones u omisiones cometidas en el ejercicio de la medicina, de lo que podemos colegir que el
ejercicio de la medicina es un bien con relevancia constitucional, por mandato de la propia Ley
Fundamental, por lo que es un bien que merece protección, debiendo por ese motivo evitarse un vacío
normativo al respecto; lo que no ocurre con el ejercicio del derecho, dado que la Constitución no se
ocupa de ello, y no encarga de forma expresa su regulación.
De otro lado, siendo mi deber, previne oportunamente sobre la contradicción normativa que se genera
a partir de la SCP 0336/2012; al dejar sin efecto la abrogatoria del DL 16793, este instrumento
adquiere nueva vigencia, provocando una duplicidad normativa reguladora del ejercicio de la
abogacía, que es contradictoria en muchas previsiones, no siendo suficientes las previsiones
contenidas en el numeral tercero de la parte resolutiva de la Sentencia, siendo que existen otras
normas que no son compatibles y que repercutirán en la seguridad jurídica, como las previstas por los
arts. 89 y 40.1 del DL 16793, que condicionan el ejercicio de la abogacía a la inscripción en un
Colegio de Abogados.
Amparada por la exposición precedente, concluyo que el nuevo orden constitucional exige un
acatamiento textual de las normas fundamentales, evitando la relativización de sus normas, por lo que
en el caso presente, habiéndose confirmado la existencia de evidentes inconstitucionalidades en el DS
100, así como en el DL 16793, estos instrumentos jurídicos debieron ser expulsados del ordenamiento
jurídico nacional; por lo que concurro con lo dispuesto en el numeral primero de la parte resolutiva de
la SCP 0336/2012.
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Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Recursos
Directos de Nulidad
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Como consecuencia del ejercicio de sus funciones de Fiscal de Materia, fue denunciada por
Wilson Martínez Pierola, por la presunta comisión de los delitos de uso indebido de influencias,
incumplimiento de deberes y prevaricato, habiéndose dictado dentro del referido proceso
requerimiento conclusivo de sobreseimiento; sin embargo, el mismo que fue impugnado por el
denunciante y remitido ante el Fiscal de Distrito a.i.
Al tener conocimiento que el Fiscal de Distrito a.i., Gino Gonzalo Martínez Guzmán tiene
vínculos familiares con el denunciante, lo recusó y solicitó que los antecedentes sean remitidos a
la autoridad competente; pero dicho Fiscal, a base del certificado de nacimiento de la presunta
víctima, que resulta ser su primo hermano, se excusó y remitió el requerimiento fundamentado
en consulta ante el Fiscal General del Estado, quien mediante Resolución 189/2011 de 14 de
septiembre, declaró legal la misma y dispuso se remitan los antecedentes a conocimiento del
suplente legal.
Sin embargo, por requerimiento de 19 de septiembre de 2011, el Fiscal de Distrito a.i., aludiendo
a los arts. 31 y 32 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), remitió la causa ante el
fiscal René Losantos Saravia, para que en su calidad de Fiscal de Materia, supuestamente más
antiguo en prelación, pronuncie resolución sobre la impugnación interpuesta por Wilson
Martínez Pierola, lo que originó se apersone ante dicha autoridad y solicite se cumplan las
normas orgánicas del Ministerio Público, pues la decisión de remitir los antecedentes a su
conocimiento son contrarias a lo previsto en los arts. 31 y 32 de la citada Ley y a las
instrucciones del Fiscal General de Estado; pedido que dio lugar a que requiera la notificación
de la Jefatura Administrativa y Financiera de la Fiscalía de Distrito, que informó que el fiscal de
materia I, que tiene mayor antigüedad en el ejercicio de la abogacía es René Losantos Saravia.
En base a dicha certificación, la autoridad fiscal recurrida dictó la Resolución de 28 de
septiembre de 2011, desestimando la solicitud de la hoy recurrente, refiriendo además que la
misma no es impugnable mediante recurso ulterior, por lo que a partir de ese momento se
declaró competente para conocer el caso, a pesar de ser advertido que previamente debe
cumplirse el principio de legalidad, cerrando con ello toda posibilidad de revisión de los actos
definitivos del Fiscal ahora recurrido, y pese a que pidió nuevas certificaciones a efectos de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3251
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
exigir el cumplimiento del art. 32 antes citado, no requirió que se emita información completa
conforme al artículo señalado.
El Fiscal recurrido, en ese sentido, asumió funciones que no emergen de la ley, la cual ha
previsto reglas claras y definitivas para los casos de suplencia legal, entre las cuales, figura la
prelación y no la exigencia administrativa de “FISCALES I, II o III” (sic), para que asuman
roles de suplencia no previstas por ley, por lo que, usurpando funciones que no emanan de la
ley, mediante requerimiento fiscal de 13 de octubre de 2011, René Losantos Saravia, decidió
revocar la Resolución de sobreseimiento de 12 de agosto de ese año y formuló acusación pública
en su contra.
Por todo lo expuesto el demandado usurpó funciones, viciando de nulidad el normal desarrollo
del proceso penal que le siguen.
Plantea el presente recurso contra el Fiscal de Materia, René Losantos Saravia, demandando se
declare fundado el recurso y nulo el requerimiento fiscal de 13 de octubre de 2011, de acuerdo a
los arts. 202.12 de la Constitución Política del Estado (CPE), y 157.I de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP).
II. CONCLUSIONES
II.1. Por Resolución 189/2011 de 14 de septiembre, dentro del trámite de excusa formulada por
el Fiscal de Distrito a.i., a solicitud de Marina Mafalda Portillo Llanque, el Fiscal General del
Estado, declaró legal la excusa presentada por el Fiscal de Distrito a.i. de Oruro, Gino Gonzalo
Martínez Guzmán, disponiendo se remita la causa a conocimiento del suplente legal en
cumplimiento de los arts. 31 y 32 de LOMP (fs. 1 a 2).
II.2. Por providencia de 19 de septiembre de 2011, Gino Gonzalo Martínez Guzmán, Fiscal de
Distrito a.i., remitió la causa al Fiscal de Materia I, René Losantos Saravia (fs. 3).
II.4. El 27 de septiembre de “2010” (lo correcto es 2011), la Jefa Administrativa Financiera del
Ministerio Público del Distrito de Oruro, certifica que el Fiscal de Materia I que tiene mayor
antigüedad en el ejercicio de la abogacía es René Losantos Saravia (fs. 6).
La recurrente pide la nulidad del Requerimiento Fiscal de 13 de octubre de 2011, por haber sido
dictado usurpando funciones que no le competen al Fiscal de Materia, René Losantos Saravia,
quien asumió indebidamente la suplencia legal del Fiscal de Distrito a.i., por cuanto conforme a
los arts. 31 y 32 de la LOMP, corresponde asumir la suplencia legal a aquél que conforme se
tiene certificado por la Jefa Administrativa y Financiera de la Fiscalía del Distrito de Oruro,
tiene la mayor antigüedad en el ejercicio de la abogacía. Por consiguiente, corresponde
determinar si lo denunciado es evidente a los efectos de declarar o no la nulidad del indicado
actuado.
función, debe ineludiblemente considerar y hacer que sea efectiva la protección del respeto y
vigencia de los valores del Estado y los principios ético - morales en los que se sustenta la
sociedad, de los derechos individuales y colectivos, y de los fines y funciones esenciales del
Estado.
En este contexto, una lesión que inequívocamente vulnera un derecho fundamental, es aquél acto
por el cual una persona o autoridad asume la competencia de juzgar, judicial o
administrativamente, sin haber sido investida de tal autoridad, previamente y conforme a ley,
incurriendo por ello, en una violación del debido proceso y específicamente del juez natural; al
efecto, la acción de amparo constitucional prevista en la Constitución Política del Estado, exige
el agotamiento previo de los recursos ordinarios.
Con relación a la competencia que la Norma Fundamental o la ley asigna a las autoridades del
poder público, el Tribunal Constitucional Plurinacional, igualmente, tiene la atribución de
conocer y resolver cuestiones relativas a conflictos de competencia, debiendo al efecto, con
carácter previo, cumplirse con la hermenéutica procesal que legitima no sólo a las autoridades
que reclaman la competencia sobre determinados actos administrativos, sino a los administrados
que igualmente cuestionan la competencia de una u otra autoridad, aspecto este último que ya
plantea una igual tramitación procedimental en vía administrativa en asuntos relativos a la
competencia.
De otro lado, si bien la Constitución Política del Estado le atribuye al Tribunal Constitucional
Plurinacional conocer y resolver los recursos directos de nulidad, es la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional que asocia este recurso a lo previsto por el art. 122 de la Ley
Suprema del ordenamiento jurídico que establece que: “Son nulos los actos de las personas que
usurpen funciones que no les competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o
potestad que no emane de la ley”.
Al efecto, cabe señalar que la mencionada previsión legal, mantiene el mismo entendimiento de
la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, Ley del Tribunal Constitucional, con relación al enunciado
del art. 31 de la CPE de 1967 modificado en 1994, oportunidad ésta en la que se instituyó por
primera vez un cuerpo colegiado independiente de control de constitucionalidad.
La Ley 1836, a su vez, en su momento, tomó en cuenta lo previsto en los arts. 768 y ss. del
Código de Procedimiento Civil (CPC), que establecen que el recurso directo de nulidad,
procederá “contra todo acto o resolución emanados de autoridad pública que no fuere judicial y
que hubiere obrado sin jurisdicción, sin competencia, o cuando ésta hubiera cesado o estuviere
suspensa…”.
En este sentido, debe considerarse que si bien es en la Constitución Política del Estado de 18 de
octubre 1871, que por primera vez, estableció en su art. 33, que “Son nulos los actos de los que
usurpen funciones que no les competen; así como los actos de los que ejercen jurisdicción o
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3254
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
potestad que no emane de la ley”, el precedente más próximo se encuentra en el ámbito legal, y
es que la Ley de 24 de Septiembre de 1851 dispuso que “podrá interponerse recurso de nulidad
por falta de Jurisdicción (de quien se hubiere arrogado), de toda resolución definitiva o
interlocutoria dado en juicio verbal o escrito cualquiera que haya sido el asunto contencioso
sobre que hubiere quizá recurrido…”.
En el contexto normativo constitucional de ese entonces y desde que fue fundada la República,
correspondía a la Corte Suprema de Justicia, conocer de los recursos de nulidad interpuestos
contra sentencias dictadas en última instancia por las cortes de Distrito (numeral 9 del art. 110
de la CPE de 25 de noviembre de 1826; numeral 11 del art. 113 de la CPE de 14 de agosto de
1831; numeral 11 del art. 115 de la CPE de 20 de octubre de 1834; numeral 12 del art. 99 de la
CPE de 26 de octubre de 1839), así como, igualmente conocía de las causas contenciosas de
patronato nacional como hacienda pública, comercio, minería, presas y comisos, de las que a su
vez, correspondía conocer a las Cortes Superiores de Distrito, en segunda y tercera instancia
(CPE de 1821 con modificaciones sufridas posteriormente); no hay que olvidar por otra parte,
que la Ley de 24 de septiembre de 1851, establece que podrá interponerse recurso de nulidad por
falta de jurisdicción, de toda resolución definitiva o interlocutoria dado en juicio verbal o escrito
“cualquiera que haya sido el asunto contencioso”.
Desde la perspectiva de lo legal, se tiene que el recurso de nulidad, fue configurado en los arts.
1410 y ss. del Código de Procederes Santa Cruz (de 14 de noviembre de 1832), como un medio
de defensa extraordinario, a favor de los litigantes, “de sentencia que causen ejecutoria” y a ser
resueltas mediante resolución que determine si hay o no nulidad y de haberla con la indicación
de la parte o partes en que se encuentre, citándose la ley quebrantada; facultad que fue otorgada,
particularmente en el sentido del recurso de casación y no de nulidad propiamente dicha.
Téngase en cuenta, además, que en cuanto a las competencias, había un capítulo expreso en el
título de los recursos extraordinarios, que establecía el trámite de la inhibitoria, de oficio o a
petición de parte, y que luego de un trámite en vía separada hasta la resolución definitiva emitida
por el tribunal, e incluso, cuando tal resolución hubiera sido emitida por alguna Corte Superior y
no fuera favorable al reclamante, podía interponerse súplica para ante la Corte Suprema de
Justicia, incluso para ante la cámara de senadores.
Posteriormente, entre otras disposiciones, se tiene que por Ley de 13 de octubre de 1892, se
estableció que dicho recurso directo de nulidad (Ley de 24 de septiembre de 1851), era
procedente en resguardo de la norma constitucional (art. 23 de la CPE de 7 de octubre de 1880)
que disponía que: “cuando los funcionarios usurpen funciones que no les competen o ejerzan
jurisdicción o potestad que no emane de la ley”.
Si bien la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional establece que el recurso directo de
nulidad se interpondrá contra todo acto o resolución de quien usurpe funciones que no le
competen, así como contra los actos de quien ejerza jurisdicción o potestad que no emane de la
ley, aclarando que también procede sólo contra las resoluciones dictadas o actos realizados por
autoridad judicial que esté suspendida en sus funciones o hubiere cesado; tomando en cuenta el
contexto anotado, ha de entenderse que el recurso directo de nulidad tiene como finalidad
declarar la invalidez de aquellos actos de cualquier persona o autoridad que usurpe
funciones que se arroga sin que la Constitución Política del Estado le confiera tal
autoridad. En ese contexto, son funciones del Estado, primero, aquellas que son propias de los
órganos del poder público como las de juzgar (Órgano Judicial), Legislar (Órgano Legislativo) o
administrar (Órganos Ejecutivo y Electoral); segundo, los que fungen, conforme prevé el art.
12.II de la CPE, funciones del Estado las de control (Contraloría), defensa de la sociedad
(Ministerio Público y Defensoría del Pueblo) o defensa del Estado (Procuraduría), y finalmente,
tercero, otros órganos a los que la Norma Suprema expresamente les asigna determinadas
funciones.
Por otra parte, cuando de una potestad o jurisdicción se trata, en el ámbito administrativo
en particular, se entenderá que tal potestad o jurisdicción será aquella que ejerza una
autoridad administrativa para asumir una determinación ejecutiva aplicable en un caso
concreto o para conocer y resolver un proceso o procedimiento administrativo.
En este contexto, con la excepción que establece la ley para su aplicación en los casos en los que
las autoridades judiciales hubieran dictado resoluciones estando suspendida en sus funciones o
hubiere cesado; en el ámbito administrativo, el recurso directo de nulidad, en vía de control
constitucional de funciones, procederá cuando haya usurpación de funciones que no les
corresponde y cuando se ejerza una potestad o jurisdicción que no emane de la ley, siendo
posible observar la competencia ilegal de las autoridades administrativas, en tanto las
mismas estén vinculadas al ejercicio de una función, potestad o jurisdicción no reconocida
por la Constitución Política del Estado.
Toda vez que las acciones de defensa y conflictos de competencia tratan cuestiones relativas a la
competencia y, según el caso, pueden terminar por declarar la invalidez de los actos
impugnados, debe sin embargo asumirse que cada uno de estos procedimientos constitucionales
tienen una naturaleza propia y su tratamiento es independiente uno del otro.
El art. 225 de la CPE, señala: “El Ministerio Público defenderá la legalidad y los intereses
generales de la sociedad, y ejercerá la acción penal pública. El Ministerio Público tiene
autonomía funcional, administrativa y financiera”. Consiguientemente el Ministerio Público es
un órgano constitucional de defensa de la sociedad cuyas funciones autónomas son las de
defender la legalidad, los intereses generales de la sociedad, y ejercer la acción penal pública.
De la documentación que informa los antecedentes del expediente, se evidencia que la autoridad
Fiscal recurrida es un funcionario dependiente del Ministerio Público cuyas funciones son la de
ejercer la acusación pública, función para la que la ley desarrolla una serie de actividades que le
son inherentes a este órgano de defensa de la sociedad, así como una estructura jerárquica en la
que se determina que los Fiscales de Distrito son los representantes de mayor jerarquía de la
entidad en su distrito, en cuya jurisdicción territorial ejercen potestad conforme a ley.
Luego entonces, la actuación del recurrido, no es ajena a la función ni potestad que la ley
determina para este órgano constitucional.
Por otra parte, a mayor abundamiento, una vez que el Fiscal de Distrito a.i. designó al recurrido
como el llamado a ejercer la suplencia, la recurrente debió acudir ante dicha autoridad y no ante
el Fiscal designado, para observar la determinación asumida por dicha autoridad, circunstancia
que determina que éste Tribunal, además de no encontrar que el Fiscal recurrido hubiera estado
actuando al margen de las funciones y potestad que la Constitución otorga al Ministerio Público,
constata que no se acudió ante el Fiscal de Distrito a.i., como debiera ser, para impugnar la
determinación de asignar la suplencia al recurrido.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, de conformidad con el art. 12.13 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, declara: INFUNDADO el recurso directo de
nulidad formulado por Marina Mafalda Portillo Llanque, cursante de fs. 26 a 29 vta. de obrados.
No intervienen las Magistradas, Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños, por ser de voto
concurrente y la Dra. Soraida Rosario Chánez Chire, por ser de voto disidente.
VOTO DISIDENTE
Sucre, 4 de junio de 2012
I. ANTECEDENTES
II. FUNDAMENTOS
II.2. Aplicación de la Ley 1836 para las acciones y recursos presentados con anterioridad a
la posesión de las autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional
Se debe precisar que, el presente recurso fue presentado el 11 de noviembre de 2011. Por lo que
corresponderá bajo el principio de ultractividad aplicar la Ley 1836 (Ley del Tribunal
Constitucional), respecto a su admisión, toda vez que el mismo fue presentado con anterioridad
a la posesión de las autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional. Así lo determinó la el
AC 0443/2012-CA de 20 de abril entre otros, al indicar:“…es menester considerar la previsión
normativa del art. 3 de la Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, modificatoria del parágrafo I del
art. 4 de la Ley 003 de 13 de febrero del mismo año, disponiendo que las Magistradas y
Magistrados del Tribunal Constitucional, entre tanto no sean posesionadas las nuevas
autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional, resolverán las acciones tutelares
presentadas a partir del 7 de febrero de 2009, mientras que las demás acciones y recursos
corresponderán ser resueltas por las autoridades electas por voto popular. En consecuencia,
para el análisis y resolución de las acciones y recursos interpuestos hasta el momento de la
posesión de los Magistrados elegidos por voto popular, corresponderá bajo el principio de
ultractividad aplicar la Ley del Tribunal Constitucional abrogada, únicamente en lo referente
a los requisitos de admisibilidad, en cuya vigencia fueron planteadas dichas acciones o
recursos”.
II.3. Del cómputo del plazo para la interposición del recurso directo de nulidad
Conforme prevé el art. 81 de la LTC, el recurso directo de nulidad, se interpondrá dentro del
plazo de treinta días computables a partir de la notificación con la resolución impugnada. Así
también, la jurisprudencia constitucional señaló que: “…debe entenderse que el plazo corre, no
solamente, a partir de la ejecución del acto o de su notificación expresa, sino también desde que
el afectado tiene evidente conocimiento de la determinación que le causa agravio porque
Por lo que, la presentación del recurso debe realizarse dentro de término legal, extremo que debe
ser acreditado por el recurrente.
Respecto al caso, debemos indicar que el 19 de septiembre de 2011, el Fiscal de Distrito a.i. del
departamento de Oruro, remitió la causa al Fiscal de materia I, René Losantos Saravia, cursante
a fs.3, para que éste conozca del proceso penal seguido en contra de la ahora recurrente Marina
Mafalda Portillo Llanque, quien a través de memorial de 23 de septiembre de 2011, dirigido al
fiscal René Losantos Saravia, argumentó que dicho fiscal, no era la autoridad llamada por ley
para conocer la causa, objetando su competencia (fs. 5 y vlta.). Por lo que, el fiscal recurrido el
28 de septiembre de 2011, respondió a dicho memorial, justificando su antigüedad y
competencia, señalando expresamente: “Requiere por desestimar el petitorio formulado por la
parte imputada (María Portillo Llanque) a través del escrito de fecha 23.09.2011, por carecer de
sustento legal. Siendo competente a efectos de resolver la problemática planteada…” (sic)
(las negrillas y subrayado incorporados) (fs. 6 a 8).
Ahora bien, se evidencia que la demandante, pretende que a través del recurso directo de nulidad
se declare la incompetencia del fiscal recurrido, por lo que se hace notar que dicha
incompetencia ya fue planteada contra este mismo, quien desestimó dicha pretensión -
reiteramos-, mediante Resolución de 28 de septiembre de 2011, que le fue notificada a la
recurrente el 29 del mismo mes y año, habiendo interpuesto ésta última el presente recurso
directo de nulidad el 11 de noviembre de 2011, por consiguiente fuera del plazo legal
establecido, reiterando al respecto la jurisprudencia antes citada del AC 0112/2012-CA de 27 de
febrero que dice: “…debe entenderse que el plazo corre, no solamente, a partir de la ejecución
del acto o de su notificación expresa, sino también desde que el afectado tiene evidente
conocimiento de la determinación que le causa agravio porque considera que fue pronunciada
sin jurisdicción ni competencia”.
Dicho argumento, es decir, respecto a la interposición del presente recurso fuera del plazo de
treinta días, se encuentra corroborada por la propia SCP 0265/2012 de 4 de junio, de la cual
emerge el presente Voto Disidente, que señala que, la demandante debió haber acudido incluso
antes de la Resolución de 28 de septiembre de 2011, pues señala expresamente en el “análisis
del caso concreto”: “Por otra parte, a mayor abundamiento, una vez que el Fiscal de Distrito a.i.
designó al recurrido como el llamado para ejercer la suplencia legal, la recurrente debió acudir
ante dicha autoridad y no ante el Fiscal designado, para observar la determinación asumida
por dicha autoridad, circunstancia que determina que este Tribunal, además de no encontrar que
el Fiscal recurrido hubiera estado actuando al margen de las funciones y potestad que la
Constitución otorga al Ministerio Público, constata que no se acudió ante el Fiscal de Distrito
a.i., como debiera ser , para impugnar la determinación de asignar la suplencia al
recurrido” (negrillas y subrayado añadidos).
Cabe destacar que de conformidad con el art. 163 de la Ley 027, se determina que el TCP
pronunciará sentencia declarando a) “Infundado el recurso” o, b) “La nulidad de la Resolución”,
además de ello, es menester nuevamente reiterar la jurisprudencia del AC 0443/2012-CA supra
referida, sobre la ultractividad de la norma, que determina la aplicación de la ley 1836,
únicamente respecto a “los requisitos de admisibilidad”, siendo de mucha importancia dentro de
dichos requisitos, el computo de plazos para la interposición del recurso, empero, tal labor, es
decir de la admisibilidad del recurso, en primera instancia es atribuible a la Comisión de
Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, empero, en caso de detectarse la falta de
requisitos en los recursos con posterioridad a su admisión, se debe declarar infundado por
improcedente, sin ingresar al fondo.
Por las razones expuestas, la suscrita Magistrada considera que debió declararse infundado por
improcedente el presente recurso por no haberse interpuesto dentro del plazo establecido por
Ley.
SALA TERCERA
Magistrada: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Recurso directo de nulidad
Expediente: 2011-24619-50-RDN
Distrito: Oruro
Partes: Marina Mafalda Portillo Llanque contra René
Losantos Saravia, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA
La suscrita Magistrada expresa su anuencia con lo resuelto por la SCP 0265/2012 de 4 de junio; sin
embargo, considera que los fundamentos debieron ser diferentes a los expuestos, conforme, se pasa
a explicar.
I.1. En el caso en análisis, es necesario establecer con precisión el ámbito de protección que la
Constitución otorga al recurso directo de nulidad, en relación con el derecho al debido proceso,
éste contiene como uno de sus elementos el derecho al juez natural, competente, independiente e
imparcial.
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
II.1. A ese efecto, conviene primero señalar que el Tribunal Constitucional de transición, mediante
la SC 0099/2010-R de 10 de mayo, determinó lo siguiente: “el antes recurso de amparo
constitucional, ahora acción de amparo, es un mecanismo de protección eficaz y pertinente
para el resguardo del derecho al debido proceso en todos sus elementos incluido el juez natural,
pero, solamente en sus elementos imparcialidad e independencia, en ese sentido, debe
precisarse que la protección del tercer componente del juez natural; el referente a la
competencia en cuanto a los supuestos de hecho antes descritos; es decir, usurpación de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3261
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
funciones que no estén mencionadas por ley, ejercicio de potestad administrativa que no emane
de la ley, resoluciones judiciales emitidas en ejercicio de jurisdicción que no emane de la ley o
pronunciadas por autoridad jurisdiccional suspendida en el ejercicio de sus funciones o que
hubieren cesado en las mismas; se encuentran resguardados específicamente por el recurso
directo de nulidad” (las negrillas son nuestras), aduciendo que: “(…)de acuerdo a las reglas del
principio de interpretación de unidad constitucional, dentro del ordenamiento jurídico-
constitucional boliviano, el juez natural en su elemento competencia, para todos los supuestos
descritos en los arts. 31 de la CPEabrg y 122 de la CPE, tiene un mecanismo idóneo, inmediato,
eficaz y específico para su protección, que es precisamente el recurso directo de nulidad,
constituyendo el amparo constitucional un medio eficaz para reparar lesiones al debido
proceso, también en lo referente al juez natural, pero solo en sus elementos de imparcialidad e
independencia”.
La Constitución Política del Estado (CPE), como norma suprema del ordenamiento, indica que Bolivia
se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, y define como uno de
los fines esenciales del Estado, el garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y
deberes reconocidos y consagrados por ella. La voluntad del constituyente en este sentido, hizo que la
Constitución configure la protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las
personas y de las naciones y pueblos indígenas originario campesinos como uno de los ejes más
importantes del Estado.
Para hacer efectivos estos derechos y no queden los mismos como simples enunciados, se ha
instituido la acción de amparo constitucional (antes reconocida como “recurso de amparo
constitucional”), así como, por otra parte, el Tribunal Constitucional Plurinacional, como el
Órgano llamado a precautelar el respeto y vigencia de los derechos y garantías constitucionales.
Igualmente, es necesario señalar que la CPE, además de establecer que ella goza de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa, de acuerdo con lo previsto por el art. 410.II de la
CPE, determina que el bloque de constitucionalidad está integrado por los tratados y convenios
internacionales en materia de Derechos Humanos (DD.HH.) (además de las normas de Derecho
Comunitario). En ese mismo contexto, de acuerdo al art. 13 CPE, insertó en el Capítulo relativo
a los Derechos Fundamentales y Garantías; los tratados y convenios internacionales ratificados
por la Asamblea Legislativa Plurinacional, reconociendo que los derechos humanos prevalecen
en el orden interno y, además, que los derechos y deberes consagrados en la Constitución se
interpretaran de conformidad con los tratados internacionales de derechos humanos ratificados
por Bolivia.
Con relación al debido proceso, la CPE en el Capítulo Primero de las Garantías Jurisdiccionales,
del Título IV de la Primera Parte, en el art. 115.II mencionada que “El Estado garantizará el
derecho al debido proceso…” así como en el art. 117.I prevé que: “ninguna persona puede ser
condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso...”.
ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra
ella en materia penal”.
Del mismo modo, el art. 14.1 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP), indica que: “Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte
de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida
estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto
la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia
penal o contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija
lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores”.
Sin perjuicio del señalamiento de otras garantías mínimas que deben tenerse en cuenta en la
sustanciación de un proceso; lo transcrito, de un modo general, trata precisamente del derecho
de las personas a ser sometido a un proceso antes de ser sancionado, el mismo que debe
estar revestido de una serie de garantías jurisdiccionales, entre las cuales está la de ser
juzgado por un Juez competente, independiente e imparcial.
Además de lo expuesto, si bien la acción de amparo constitucional tiene entre sus características
la subsidiariedad, entendiendo por ella el agotamiento previo de otras instancias ordinarias al
alcance de las personas, el que sin embargo, no implica acudir a un otro recurso ante el Órgano
de control de constitucionalidad; es decir, a un recurso no ordinario, como es el recurso directo
de nulidad.
Por otra parte, no hay que perder de perspectiva que el recurso directo de nulidad busca declarar
la nulidad de aquellos actos de las personas que usurpan funciones que no les competen así
como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de la ley, lo que difiere
de una determinación de tutela en el que se busca reparar un derecho conculcado.
En el contexto precisado por los fundamentos jurídicos III.1 y III.2. de la SCP 0265/2012, el
recurso directo de nulidad es una vía de resguardo del principio de competencia de la actividad
estatal, derivado del principio de legalidad; no siendo por ello una vía tutelar, por lo que no le
corresponde discernir la asistencia o no del debido proceso en un proceso judicial.
En ese orden de ideas, en el caso presente, la recurrente pidió la nulidad del Requerimiento
Fiscal de 13 de octubre de 2011, por haber sido dictado usurpando funciones que no le competen
al Fiscal de Materia René Losantos Saravia, asumió indebidamente la suplencia legal del Fiscal
de Distrito a.i..
En ese contexto, se tiene que la recurrente alega un indebido procesamiento por incompetencia
de la persona que ejerce la función del ministerio público, y siendo que dicha instancia, por su
naturaleza coadyuvante de la función judicial comparte sus características, en definitiva
demanda protección del derecho al debido proceso en su elemento de competencia del fiscal
acusador, que es asimilable al derecho al juez competente.
Aquí, conviene explicar que la naturaleza de la función del ministerio público es única, no
siendo administrativa, sino mas bien coadyuvante de la función judicial, habiéndosele encargado
la representación de la sociedad para encabezar la restricción del derecho a la libertad de las
personas, así lo determina el art. 225.I de la CPE, al disponer: “El Ministerio Público ... ejercerá
la acción penal pública…”; mandato que sin duda ubica a esta función en un ambiente
restringido por las garantías procesales y los derechos que protegen a la persona que es
procesada; y por ello, la función del ministerio público está limitada de similar manera que la
función judicial, debiendo por ello respetar el debido proceso con todas sus características, cual
si fuera un juzgador, en la práctica somete a juicio a las personas para ejercer la acción penal
pública.
Tal como ha sido explicado, la proclamación del derecho al debido proceso con sus elementos
de juez natural y competente, alcanza a la función del ministerio público, debiendo ser protegido
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3264
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL_________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL
por la acción de amparo constitucional ante lesiones del mismo por parte del ministerio público;
y por ello el presente recurso debió ser infundado, correspondía que la denuncia sea efectuada
mediante una acción de amparo constitucional; no obstante, no se debe omitir que la recurrente
accionó la vía del recurso directo de nulidad, en aplicación de la SC 0099/2010-R,
razonamientos que debieron ser reencaminados, y por ello se le debió conceder a la recurrente,
la posibilidad de reconducir su reclamo por vía de la acción de amparo constitucional, sin
contabilizar el lapso transcurrido en la tramitación del presente recurso, a efectos del plazo para
presentar la acción de amparo constitucional.
3267
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CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD
TUTELAR
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Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Revisión de
Acciones de Defensa
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ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Los accionantes aseveran por una parte que, Jorge Justiniano Sandoval, Ismael Serrate Cuellar,
Lucas Javier Méndez Pittari y Eduardo Serrate Simón, son legítimos propietarios en lo indiviso
de un terreno, anteriormente denominado “San Lorenzo o Los Batos”, con una superficie inicial
de 8.5400 ha, cuyo derecho propietario se encuentra registrado en Derechos Reales (DD.RR.); y
por otro lado, Jorge Antonio Velarde Heinrich es propietario de un inmueble colindante con la
mencionada propiedad, el mismo que cuenta con una superficie de 6.6197 ha.
A la fecha ambas propiedades se encuentran dentro del radio urbano del municipio de Porongo,
conforme Resoluciones expresas de dicho Gobierno Municipal sito en la zona denominada
Colinas del Urubó, cantón Terebinto, Provincia Andrés Ibáñez del departamento de Santa Cruz.
No obstante este derecho propietario legítimo y exclusivo, fue objeto de restricción y
desconocimiento el 1 de febrero de 2012 por parte de terceros sin ningún derecho identificados
como Roberto Ichazo, Elizabeth Vargas, Yuvinka Pérez, Rosario Áñez, Manfredo Rea, Freddy
Contreras y Víctor Contreras, quienes invadieron en forma arbitraria y violenta los referidos
terrenos, cortando alambradas, realizando desmontes, abriendo calles con maquinaria pesada,
depredando la vegetación existente y tapando los canales que constituyen desagües naturales
existentes, que por las características de la zona, el suelo es arenoso y por ende, proclive a una
rápida erosión. En consecuencia, rellenar cualquier canal de desagüe natural sin contar con un
estudio técnico, constituye un atentado contra la conservación del terreno de la zona así como el
medio ambiente.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
I.1.3. Petitorio
Los accionantes solicitan se conceda la tutela y se disponga el inmediato cese de las acciones
restrictivas a su derecho propietario y la desocupación por parte de los demandados de las
mencionadas propiedades, con la prevención de disponerse remisión de antecedentes al
Ministerio Público.
Celebrada la audiencia pública el 12 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
70 a 71 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 16 de 12 de
febrero de 2010, cursante 71 a 73 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo la inmediata
desocupación de los terrenos ocupados, mediante mandamiento de desapoderamiento a
ejecutarse con el auxilio de la fuerza pública, con responsabilidad a calificarse en ejecución de
sentencia, bajo los siguientes fundamentos: a) El proceder de los “recurridos”, al haber
ingresado de manera violenta, arbitraria e ilegal a dichos terrenos, lesionaron el derecho a la
“seguridad jurídica” y demás derechos fundamentales; b) Por “efecto y disposición del principio
de inmediatez cuando se encuentra agotada toda la vía indiciaria para establecer estas
violaciones, se ven obligados a pedir la tutela constitucional de la acción de amparo
constitucional, para lograr la restitución de sus propiedades con auxilio de la fuerza
pública”(sic); c) Se han cumplido los dos supuestos establecidos por la jurisprudencia
constitucional a través de la SC 0944/2002-R, con relación a que por una parte, el derecho
propietario se tiene debidamente demostrado, no habiendo sido cuestionado y por otro, se
evidenció que los “recurridos” no estuvieron en posesión del bien inmueble, sino que con
acciones de hecho violentas ocuparon la propiedad privada de los hoy accionantes; d) El
derecho a la propiedad así como sus formas de obtención, se encuentran claramente establecidos
en el Código Civil, y constituyen vías ordinarias legales, y sobre todo pacíficas puesto que se
vive en un Estado de Derecho; y e) Los demandados atentaron el derecho a la “seguridad
jurídica” conforme el razonamiento emitido por la SC 0462/2001-R.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Por escritura pública 430/96 de 15 de noviembre, Eduardo Serrate Simón adquirió el fundo
“San Lorenzo o Los Batos”, con una extensión de 8.5400 ha. de la Empresa UNORIENTE
Ltda., misma que fue inscrita en DD.RR. el 16 de diciembre de 1996, bajo la matrícula
computarizada 010271151 (fs. 2 a 5); A su vez, mediante escritura pública 89/2000 de 14 de
febrero, Eduardo Serrate Simón transfiere a favor de Jorge Justiniano Sandoval, Lucas Javier
Méndez Pittary, Wálter Oscar Serrate Cuellar, José Guillermo Justiniano Sandoval e Ismael
Serrate Cuellar, el 62.5% del fundo rústico “San Lorenzo o Los Batos” consistente en 5.3375 ha,
misma que fue inscrita en DD.RR. el 22 de marzo del citado año, bajo la matrícula
computarizada 7.01.3.02.0000081 (fs. 7 a 23).
II.2. Por escritura pública 90/2002 de 28 de enero, José Antonio Velarde Heinrich adquirió en
propiedad el inmueble desprendido del fundo denominado “San Lorenzo o Los Batos” de María
Deisy Justiniano de Carvalho, María Teresa Velarde Heinrich y Ruber Antonio Carvalho Urey,
inscrita en DD.RR. el 30 del referido mes y año, bajo la matrícula computarizada
7.01.3.02.0000610 (fs. 30 a 45 vta.).
II.3. Las notas de prensa de 2 y 3 de febrero de 2010, refieren que se produjo una invasión de
predios privados tomados en la zona Colinas del Urubó, del municipio de Porongo, así como
desmontes y apertura de calles sin autorización del mencionado Gobierno Municipal, y la
consiguiente orden de paralizar el trabajo de las maquinarias que taparon desagües naturales y
que presumiblemente infringieron normas municipales y de medio ambiente (fs. 54 a 56).
II.4. Mediante Auto de Admisión 47 de 5 de febrero de 2010, la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, como Tribunal de garantías dispuso: “Cítese a los
recurridos mediante Edicto de Prensa, así mismo procédase a dejar cédula en los predios en
cuestión” (sic) (fs. 62).
II.5. Cursa en obrados la citación de los demandados mediante cédula (fs. 64) y al mismo
tiempo se emitió el edicto de 9 de febrero de 2010, el cual refiere: “Para: ROBERTO ICHAZO,
ELIZABETH VARGAS, YUVINKA PÉREZ, ROSARIO AÑEZ, MANFREDO REA,
FREDDY CONTRERAS Y VICTOR CONTRERAS.- La Sala Penal Segunda del Distrito
Judicial de Santa Cruz, hace saber a los señores Roberto Ichazo, Elizabeth Vargas, Yuvinka
Pérez, Rosario Añez, Manfredo Rea, Freddy Contreras y Victor Contreras, en su calidad de
recurridos, que Jorge Justiniano Sandoval, Ismael Serrate Cuellar, Lucas Javier Méndez Pittari,
Eduardo Serrate Simón y Jorge Antonio Velarde Heinrich, han presentado demanda de Acción
de Amparo Constitucional.”(sic) (fs. 63); asimismo, fue presentada la publicación realizada al
Tribunal de garantías (fs. 68).
II.6. Por notas de prensa de 2 y 3 de febrero de 2010, adjuntadas como prueba documental, se
tiene referencia de la procedencia de los supuestos ocupantes -hoy demandados- de los terrenos
de propiedad de los accionantes, así como del señalamiento de domicilio de los mismos: “Los
afectados afirman que son comerciantes que viven en el barrio 4 de noviembre de la capital
cruceña” (sic) (fs. 54 y 55).
Los accionantes sostienen que los demandados vulneraron sus derechos a la propiedad privada y
a la “seguridad jurídica”, porque invadieron los terrenos de su propiedad en forma arbitraria,
violenta e ilegal, con medidas de hecho, cortando alambradas, realizando desmontes, haciendo
apertura de calles y tapando canales de desagüe naturales, lo cual pone en evidente riesgo a la
zona en su conjunto que, por las características del suelo arenoso, la hace proclive a una rápida
erosión. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
Por otra parte, el art. 97.II de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece como uno de
los requisitos de contenido de la acción de amparo constitucional el señalamiento del nombre y
domicilio de la parte “recurrida” o de su representante legal, aspecto que vincula tanto el
establecimiento de la legitimación pasiva, así como la efectivización de la citación, a efectos de
garantizar el derecho a la defensa. Así lo ha entendido la SC 0493/2007-R de 13 de junio, la cual
no se aparta del contexto constitucional vigente y que en virtud al mismo razonamiento señaló:
“La citación con el recurso y el auto de admisión, tiene vital importancia para la sustanciación
de las acciones tutelares, por cuanto, al igual que en otro proceso judicial tiene la finalidad de
poner en conocimiento del o los recurridos los hechos denunciados y los fundamentos expuestos
por el recurrente, a objeto de que el recurrido pueda asumir su defensa al tiempo de presentar
el informe con relación a los hechos denunciados, defensa que consistirá en desvirtuar los
fundamentos de hecho y de derecho expresados por el recurrente, presentar las pruebas que
demuestren la legalidad de los actos denunciados de lesivos de los derechos fundamentales.
Entonces, si bien es cierto que, dada la naturaleza jurídica de las acciones tutelares y su
tramitación sumarísima se prescinden de algunas formalidades procesales para la citación
cedularia, no es menos cierto que la citación debe cumplir con su finalidad de hacer que el
recurrido tome conocimiento material del recurso; pues de contrario se vicia de nulidad la
actuación procesal”.
constitucional los demandados no tienen domicilio conocido y que por lo tanto se proceda a su
citación mediante edictos y en “forma alternativa” dejar copia de cédula, sin que tal aspecto no
sea observado por el tribunal de garantías y lo que es peor aún, que la citación sea dispuesta y
practicada en tal forma. Ello implica que, por un lado, no se realiza una adecuada interpretación
de la norma que impone la citación personal o por cédula y por ende se vulnere el derecho a la
defensa ya que no se está asegurando el conocimiento material del contenido de la acción por
parte de los demandados.
De acuerdo a la doctrina procesal se ha definido a la citación por edictos, como una forma de
notificación supletoria o subsidiaria de la notificación personal, es decir, que ésta se
efectúa cuando no es posible la notificación personal a los sujetos procesales, entendiéndose
que deben agotarse o previamente realizarse las averiguaciones necesarias a fin de identificar el
domicilio de los demandados y, consecuentemente, asegurar del modo más eficaz la recepción
de la acción planteada en su contra, por lo tanto esta forma de citación no corresponde ser
dispuesta, menos tratándose de un primer actuado como es el caso de la demanda, y más aún
cuando se tiene una certeza meridiana del paradero de los mismos -aunque este sea ocasional-
así como de su domicilio real.
Con relación a esta exigencia queda involucrada la garantía constitucional a la tutela judicial
efectiva en su vertiente de derecho a la defensa, consagrado en el art. 115 de la CPE, que indica:
“I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza el derecho al debido
proceso, a la defensa, a una justicia plural, pronta y oportuna, gratuita, transparente y sin
dilaciones”, a partir de lo que se establece que la naturaleza de la citación surge del derecho a la
defensa, como derecho fundamental amparado en el art. 119 de la CPE, que señala: “Toda
persona tiene derecho inviolable a la defensa…”. Por lo cual, debe resaltarse la importancia en
todos los órdenes jurisdiccionales de la efectividad de los actos de comunicación procesal, y en
particular el de la citación, a través del cual el órgano judicial pone en conocimiento de quienes
ostentan algún derecho o interés la existencia misma del proceso, dada la trascendencia que
estos actos revisten, para garantizar el principio de contradicción que integra el derecho a la
tutela judicial efectiva.
No obstante, pese a que el ordenamiento jurídico en las diferentes materias faculta a las partes
proponer las citaciones y notificaciones mediante edictos y en estrados judiciales, entre otras,
concediéndoles respectivo valor legal, en el caso de la tramitación de acciones de defensa tal
eventualidad resulta inadmisible, puesto que el derecho a la tutela judicial efectiva en su
vertiente de derecho a la defensa no puede ceder al principio de celeridad y economía
procesal que rige la tramitación de acciones tutelares, más aún si se tiene presente que se está
activando la jurisdicción constitucional para la protección de derechos fundamentales en un
proceso que por su carácter sumarísimo y oral, otorgan a la citación y asistencia de la parte
demandada una importancia vital para asumir criterio y resolver la tutela.
En el caso de supuestas vulneraciones frente a medidas de hecho, tal exigencia resulta aún más
indiscutible, pues se entiende que los demandados pueden ser habidos en determinado lugar, por
lo tanto citados personalmente, ya que es precisamente su permanencia la que constituye la
vulneración que se solicita sea reparada a través de la tutela constitucional, por lo que practicar
la citación por edictos resulta ciertamente contradictoria y en cierto modo, lesiva del derecho a
la defensa.
En el caso presente, mediante Auto de Admisión 47, el Tribunal de garantías al haber dispuesto
la citación de los demandados mediante “edicto de prensa y así mismo se proceda a dejar cédula
en los predios en cuestión”(sic), por una parte no advirtió el error formal en que incurría la parte
accionante a tiempo de presentar la demanda con relación al señalamiento del domicilio de los
demandados, y que, en todo caso, debió acreditar el agotamiento de los medios de averiguación
del paradero de los mismos, así como que tal averiguación resultó infructuosa, dado el carácter
supletorio y excepcional de la citación por edictos desarrollados en el apartado anterior.
De la revisión de las notas de prensa que se adjuntó en calidad de prueba, las cuales estarían
destinadas a acreditar las medidas de hecho alegadas y de esta manera activar la tutela de
amparo invocada, se tiene que los tres reportes de prensa señalan coincidentemente la
procedencia de las personas que invadieron los predios de propiedad de los accionantes, como:
“conformado por 500 familias de las comunidades Los Batos, Terebinto y caseros de la zona”
(fs. 54); “la mayoría de los ocupantes, según información recogida en la zona, son de Los Batos
y Terebinto, comunidades que corresponden al municipio de Porongo” (fs. 55). Pronto se
advierte que hubo, en efecto, falta de diligencia por parte de los accionantes a tiempo de señalar
el domicilio de la parte demandada, así como del Tribunal de garantías en la citación personal de
los demandados de amparo, al haberse dispuesto el edicto y “asimismo” se proceda a “dejar
cédulas”, con el consiguiente incumplimiento de las normas procesales que regulan la
tramitación de esta acción tutelar, tan es así que sin el menor argumento se asumió como
desconocido el domicilio de los demandados, vulnerándose el derecho a la tutela judicial
efectiva en su vertiente de derecho a la defensa.
citado Código. Lo contrario, se contradice con los arts. 115 y 119.II de la CPE y vulnera el
derecho a la defensa que en ellos se garantiza. En el caso presente, el Tribunal de garantías, al
emitir el edicto de 9 de febrero de 2010 (fs. 63) no cumplió con ninguna de las exigencias
señaladas, sobre todo las de contenido, y convalidó la deficiente publicación presentada por la
parte accionante (fs. 68) como una citación legalmente ejecutada, tal como se desprende de la
primera parte del acta de audiencia informativa de esta acción de 12 de febrero de 2010 (fs. 70).
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Sánchez Peña Cusicanqui, ante dicho impedimento, fueron habilitadas las Concejales suplentes,
Vilma Vargas “Mejillones” y Valvina Illanes López a través de la Resolución Municipal
008/2009 de 3 de febrero.
Las actividades del Concejo Municipal de Mecapaca, se desarrollaron con normalidad hasta que
el 13 de abril de 2009, el Concejal, José Arancibia Quisbert, convocó a sesión ordinaria para el
14 del citado mes y año, la misma que se instaló con la asistencia de los Concejales suspendidos,
(Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui), y a partir de esa
sesión ordinaria los ahora demandados, emitieron una serie de resoluciones, entre ellas la
017/2009 de 9 de junio, con la que se dispuso la destitución definitiva del cargo de Concejal
titular a Rosse Mery Gutiérrez Mamani y la destitución definitiva del cargo de Concejales
suplentes a Regoria Quispe Mamani, Vilma Vargas “Mejillones”, Valvina Illanes López y Elita
Huanca Inca, “por haber incurrido en la sanción” del art. 114 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
Asimismo, la parte in fine del art. 37.III de la LM, señala que: “El Concejal perderá el mandato
(…). Procederá su restitución en el cargo de Concejal en caso de sentencia absolutoria o
declaratoria de inocencia” (sic), como se puede advertir el concejal suspendido temporalmente
del ejercicio de sus funciones podrá ser restituido sólo en caso de que la sentencia sea
absolutoria o declarativa de inocencia; igualmente, la restitución y/o reincorporación debe ser
determinada por disposición del Concejo Municipal, ya que por el carácter formal se emitió la
Resolución Municipal 005/2009, que está en vigencia, en tanto el Concejo Municipal
expresamente no disponga su abrogatoria, lo que significa, que para la restitución y/o
reincorporación, previamente debe dejarse sin efecto la Resolución Municipal que dispuso la
suspensión temporal, determinación que debe ser emitida por los Concejales en ejercicio y no así
por los Concejales liberados de la causal de suspensión temporal, de acuerdo al art. 16.IV de la
LM, que dice: “Las sesiones del Concejo Municipal no podrán efectuarse si no existe quórum
reglamentario, que se formará con la asistencia de la mitad más uno del total de sus miembros en
ejercicio”.
Finalmente, al no existir en su contra ninguna causal para la suspensión temporal y/o definitiva,
así como tampoco responsabilidad administrativa, civil y/o penal, no puede determinarse su
suspensión, lo que significa que la Resolución 017/2009, no cuenta con el fundamento legal que
sustente la ilegal destitución del cargo de Concejal Municipal.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 7 de agosto de 2009, según consta en el acta cursante de fs.
205 a 211 vta., se produjeron los siguientes actuados:
amparo constitucional en enero de 2009, debido a que sobre él pesaba una acusación formal; sin
embargo, como la Resolución le concedió la tutela se lo restituyó al cargo de Alcalde; asimismo,
se adjuntó una certificación de 16 de junio de 2009; es decir, a pocos días de que se repusiera
obrados hasta que se notifique con la imputación formal, que refiere que se dispuso la reposición
de las actuaciones realizadas en la etapa preparatoria hasta el pronunciamiento de la Resolución
“09/2007 de 2 de mayo”, y de acuerdo a la certificación de 30 de julio de 2009, en otras
palabras, no existe impedimento de acusación formal; puesto que, se ha repuesto el proceso en el
cuaderno de investigación, en cuanto se refiere a Mario Rojas Poma, quién en esta acción no ha
sido consignado como demandado, tampoco como accionante ni tercero interesado, es por esta
razón que en caso de existir una reposición de obrados como consecuencia de la resolución de
esta acción, el mencionado se verá afectado en sus derechos, tal cual lo dispone la Sentencia
“668/2007”, que dice: “cuando no se notifica a uno de los terceros interesados esenciales en el
proceso el recurso será declarado improcedente”; y, iii) También hace referencia a la previsión
del art. 39.5 de la LM, que determina como atribución exclusiva del Presidente del Concejo
Municipal habilitar y convocar a los concejales suplentes en caso de licencia, suspensión o
impedimento ya que el Tribunal Constitucional con las atribuciones que le establece la Ley del
Tribunal Constitucional, ha modulado el artículo antes referido y señala que la reincorporación
de un concejal con licencia también es atribución del Presidente del Concejo Municipal así lo
interpretó la SC “162/2001”.
suplentes, cuando lo titulares se ven impedidos, es un error el querer aplicar el art. 39 del
referido Reglamento.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, pronunció la Resolución 005/2009 de 7 de
agosto, cursante de fs. 212 a 214, por la que concedió la tutela; y en consecuencia, dispuso la
nulidad de la Resolución Municipal 017/2009, ordenando la restitución inmediata de Rosse
Mery Gutiérrez Mamani, al cargo de Alcaldesa Municipal de Mecapaca, en tanto se cumpla con
las normas y procedimientos de ley, en base a los siguientes fundamentos: 1) Mediante la
Resolución Municipal 005/2009, el Concejo Municipal de Mecapaca, resolvió la suspensión
temporal de los concejales Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña
Cusicanqui, en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 34.I de la LM, por encontrarse con
acusación formal por parte del Ministerio Público; 2) Emergente de la acción de libertad
interpuesta por Francisco Calle Choque, contra el Juez Sexto de Instrucción en lo Penal y los
Jueces del Tribunal Quinto de Sentencia, por Resolución 03/2009, dispusieron la reposición de
actuaciones efectuadas en la etapa de la investigación, por lo que, la acusación formal en contra
del demandado quedó sin efecto, decisión que benefició a los coimputados entre ellos a los
Concejales, Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui, ahora
demandados; 3) Amparados en la decisión del Juez Cuarto de Sentencia, los demandados el 13
de abril de 2009, mediante nota se dirigieron al Concejo Municipal, solicitando su
reincorporación como Concejales titulares, para la misma, convocaron a sesión, donde debió
considerarse la abrogatoria de la Resolución Municipal 005/2009, esa sesión no se llevó a cabo,
pero curiosamente el 14 de abril de 2009, se conformó una nueva directiva del Concejo
Municipal, encabezada por José Arancibia Quisbert, como Presidente, juntamente con los
Concejales suspendidos Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui,
quienes fueron acreditados únicamente por José Arancibia Quisbert, en su condición de
Presidente; 4) El 9 de junio de 2009, los demandados aprobaron la Resolución Municipal
017/2009, con la que dispusieron la suspensión definitiva de Rosse Mery Gutiérrez Mamani,
como Concejal titular y de Regoria Quispe Mamani, Vilma Vargas “Mejillones”, Valvina Illanes
López y Elita Huanca Inca, como Concejales suplentes; y, 5) Consecuentemente, se establece
que la Resolución Municipal 017/2009, fue emitida por los concejales José Arancibia Quisbert,
en su condición de Presidente, conjuntamente con Néstor Guillermo Ergueta Chipana y Fernando
Sánchez Peña Cusicanqui, quienes se reincorporaron a la titularidad sin cumplir con las normas
establecidas en la Ley de Municipalidades y la SC 0251/2005-R de 18 de marzo, que es de
observancia obligatoria tanto para autoridades judiciales y administrativas de acuerdo a lo
dispuesto por el art. 44 de la LTC, habiéndose vulnerado los derechos a la “seguridad jurídica” y
al trabajo.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan a continuación:
II.1. Cursa fotocopia legalizada de la credencial de Concejal titular a nombre de Rosse Mery
Gutiérrez Mamani, emitida por la Corte Departamental Electoral de La Paz de 7 de enero de
2005 y el acta de audiencia de juramento y posesión, efectuada el 21 de enero de 2005 (fs. 3 a
4).
II.3. Consta fotocopia legalizada de la Resolución Municipal 007/2009, con la que se designó a
Rosse Mery Gutiérrez Mamani, como Alcaldesa a.i. de Mecapaca por todo el periodo que
persista la suspensión temporal de Mario Rojas Poma (fs. 5).
II.6. Por memorial de 7 de mayo de 2009, se advierte que Rosse Mery Gutiérrez Mamani,
presentó acción de amparo constitucional contra José Arancibia Quisbert, Néstor Guillermo
Ergueta Chipana y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui, la misma que fue declarada improcedente
in límine, por Auto de 9 de mayo de 2009 (fs. 77 a 83 vta.).
II.7. Por Resolución Municipal 017/2009, se destituyó definitivamente del cargo de Concejal
titular a Rosse Mery Gutiérrez Mamani y de Concejales suplentes a Regoria Quispe Mamani,
Vilma Vargas “Mejillones”, Elita Huanca Inca y Valvina Illanes López, por incurrir en lo
dispuesto en el art. 114 de la CPE (fs. 28 a 29).
y Concejales suplentes a Regoria Quispe Mamani, Vilma Vargas “Mejillones”, Elita Huanca
Inca y Valvina Illanes López (fs. 30).
II.9. Consta certificación original de 22 de julio de 2009, emitida por la Corte Departamental
Electoral de La Paz, mediante la cual se acredita la lista de Concejales del municipio de
Mecapaca, en la que se advierte a Mario Rojas Poma, Néstor Guillermo Ergueta Chipana, Rosse
Mery Gutiérrez Mamani y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui, como Concejales titulares; a José
Arancibia Quisbert, como renunciante; a Regoria Quispe Mamani, Vilma Vargas “Mejillones” y
Valvina Illanes López, como Concejales suplentes; y a Elita Huanca Inca, como habilitada (fs.
41).
II.10. A solicitud de Rosse Mery Gutiérrez Mamani y Regoria Quispe Mamani, la Corte
Departamental Electoral de La Paz, emitió la certificación de 27 de julio de 2009, la misma que
refiere que el 26 de junio de ese año, José Arancibia Quisbert, Néstor Guillermo Ergueta Chipana
y Fernando Sánchez Peña Cusicanqui, Presidente, Concejal y Secretario a.i., respectivamente, del
Concejo Municipal de Mecapaca, presentaron una nota el 19 de junio de 2009, con la que se
puso a conocimiento de la Corte Departamental Electoral de La Paz, la Resolución Municipal
013/2009, mediante la cual se rechazó la renuncia de José Arancibia Quisbert, y su ratificación
como Concejal; además, de poner a su conocimiento la Resolución 017/2009, mediante la cual
se destituyó definitivamente a Rosse Mery Gutiérrez Mamani, como Concejal titular y Regoria
Quispe Mamani, Vilma Vargas “Mejillones”, Elita Huanca Inca y Valvina Illanes López, como
Concejales suplentes (fs. 27).
II.11. A solicitud de Mario Rojas Poma, Fernando Sánchez Peña Cusicanqui y Néstor Guillermo
Ergueta Chipana, el Fiscal de Materia de La Paz emitió una certificación original el 30 de julio de
2009, mediante la que señala que por Resolución 03/2009 de 31 de marzo, dictada por Susana
Leyton Quiroga, Jueza Cuarta de Sentencia, se dispuso la reposición de las actuaciones
realizadas en la etapa preparatoria hasta la Resolución de imputación (fs. 92 a 95).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
La acción de amparo constitucional, conforme instituyen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria o administrativa, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho
invocado e irreparable el daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción
de los derechos, se conceda la jurisdicción constitucional.
De los datos que cursan en el expediente en revisión, la accionante alega como vulnerados sus
derechos a la “seguridad jurídica”, a ejercer el cargo de “Concejal Municipal y Alcaldesa
Municipal de Mecapaca”, bajo el argumento de haber sido suspendida de manera definitiva a
través de la Resolución Municipal 017/2009, pronunciada por las autoridades demandadas.
Sin embargo, se evidencia que la accionante no observó lo previsto en el art. 22 de la LM; por
cuanto, no agotó la vía administrativa de reclamo sobre los actos que considera lesivos a sus
derechos; en consecuencia, al no haber agotado el mecanismo institucional de la reconsideración
que es considerada como un medio idóneo por el cual se modifica o ratifica una determinación
adoptada por el Concejo Municipal; de esta manera, si la accionante consideraba que la
Resolución Municipal por la cual se procedió a su suspensión definitiva del cargo de Concejal,
se constituía en un acto ilegal o arbitrario conforme acusa a través de su acción de amparo
constitucional, debió solicitar la reconsideración antes de activar la jurisdicción constitucional;
de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada en los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 005/2009 de 7 de agosto, cursante de fs. 212 a 214, dictada por la
Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
2º Dimensionar los efectos de la presente Sentencia, en virtud a la facultad prevista por el art.
48.4 de la LTC, disponiendo mantener válidos y subsistentes los actos realizados y las
resoluciones pronunciadas a consecuencia de haberse concedido de la tutela dictaminada
inicialmente por el Tribunal de garantías.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
No interviene la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por excusa declarada legal.
En revisión la Resolución de 3 de febrero de 2010, cursante de fs. 280 a 285 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Gualberto Palomeque
Mendieta, Froilán Palomeque Mendieta, María Luz Veliz Gonzales y Matilde Tastaca
Flores, socios de la Unidad Educativa Particular Bolivia Japón y garante, respectivamente
contra Eddy Wálter Fernández Gutiérrez, ex Presidente de la Corte Suprema - ahora
Tribunal Supremo- de Justicia, Alfredo Cabrera Camacho, Juez Primero de P artido en lo
Civil y Comercial, Juan Chávez Rojas, y Joanne Beatriz Espíndola Rocha, Juez y Oficial
de Diligencias respectivamente del Juzgado Segundo de Partido en lo Civil y Comercial de
Quillacollo; todos del departamento de Cochabamba.
Por memorial presentado el 11 de julio de 2009, cursante de fs. 144 a 155 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Los accionantes manifiestan que, mediante memorial de 9 de enero de 2001, el Banco Unión
S.A. a través de su representante legal Juan Mariscal Sanzetenea, inició proceso coactivo civil
contra Gaby Amalia García de Velásquez, Wilman Velásquez Vargas, la Sociedad Educativa
Bolivia Japón “Ltda.” representada por Gualberto Palomeque y Froilán Palomeque Mendieta,
demandando el pago de $us75 000,00.- (setenta y cinco mil dólares estado unidenses 00/100) en
base a la escritura pública de préstamo de dinero de 8 de abril de 1998, con testimonio 523/98
otorgado por ante la Notaría de Fe Pública 12 de Primera Clase del Distrito Judicial de
Cochabamba.
A su turno, el Juez Primero de Partido en lo Civil, Eddy Walter Fernández Gutiérrez, asumió el
conocimiento de la causa, dictó Resolución el 29 de enero de 2001, declarando probada la
demanda coactiva hasta hacerse efectiva la cantidad adeudada. Notificados que fueron con la
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misma, opusieron excepciones y aun así se llevó adelante el proceso; sin embargo, advierten que
a partir de la interposición de la demanda hasta el presente, el proceso coactivo civil se tramitó
con innumerables vicios de nulidad vulnerando sus derechos fundamentales y garantías
constitucionales, puesto que nunca tomaron en cuenta los innumerables incidentes de nulidad
que plantearon en momento oportuno, y debido a la parcialización manifiesta de las autoridades
judiciales que tramitaron la causa, imposibilitaron que prosperara cada uno de ellos, habiendo
sido rechazados.
Manifiestan que, habiendo transcurrido más de ocho años desde que inició el proceso coactivo,
continuó las arbitrariedades ya que el 12 de enero de 2009, fueron sorprendidos en la Unidad
Educativa Particular “Bolivia Japón” S.R.L. ubicada en la localidad de Tiquipaya, con un
desapoderamiento que causó graves perjuicios en contra de dicha entidad y sus alumnos, toda
vez que se encontraban en plena etapa de inscripciones escolares, situación que puso en
incertidumbre la existencia de esta Unidad Educativa.
El accionante denuncia como vulnerados sus garantías y derechos al “proceso previo”, al debido
proceso, a la imparcialidad e independencia, a la inmediación o inmediatez, a la igualdad
jurídica, a la defensa, a la legalidad de la sentencia, al acceso a la justicia, a la usurpación de
funciones, al principio de preclusión, a la legalidad de la prueba, a los recursos, de petición, a la
libertad de enseñanza, al trabajo y, a recibir instrucciones y adquirir cultura (derecho a la
educación), citando al efecto los arts. 17,24,46,77,115.I y II, 117.I, 119.I y II y 122 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Los accionantes solicitan: a) Se deje sin efecto jurídico todo el proceso coactivo civil por
haberse vulnerado garantías constitucionales, derechos fundamentales y principios jurídicos
procesales en su tramitación; b) Así mismo, piden se declare nula la escritura pública 523/98 de
8 de abril de 1998 de préstamo de dinero y en consecuencia, se disponga la suscripción de un
nuevo documento de préstamo de dinero y sea con las formalidades legales; c) Se condene a los
demandados al pago de costas, daños y perjuicios en la cantidad averiguable conforme a ley; y
d) O, en su caso, se declare nulo todo lo obrado hasta el vicio más antiguo y, asimismo, se deje
sin efecto el Auto de 15 de diciembre de 2008 y siguientes, otorgándole tutela provisional hasta
que se resuelva la apelación planteada ordenando se restituya la posesión del inmueble a la
Unidad Educativa Particular Bolivia Japón S.R.L..
Celebrada la audiencia pública el 3 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
277 a 279 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Presentes en audiencia, los accionantes Gualberto Palomeque Mendieta, María Luz Veliz
Gonzales y Matilde Tastaca Flores asistidos por su abogado Mario Rojas; Juan Chávez Rojas,
Juez Segundo de Partido en lo Civil de Quillacollo y Joan Beatriz Espíndola, Oficial de
Diligencias del mismo Juzgado, Marco Cardozo Gonzales, tercero interesado en representación
del Banco Unión S.A. asistido por su abogado Mario Salinas, ausentes las autoridades recurridas
Alfredo Cabrera Camacho, Juez Primero de Partido en lo Civil de la Capital, Eddy Fernández
Gutiérrez, ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia y el representante del Ministerio
Público.
Instalado que fue el acto, se presentó el informe de ley de Alfredo Cabrera Camacho, Juez
Primero de Partido en lo Civil de la Capital.
Juan Chávez Rojas, Juez Segundo de Partido en lo Civil de Quillacollo, en audiencia informó: i)
Tramitó en su juzgado lo acontecido, en base a un exhorto suplicatorio emanado por Alfredo
Cabrera Camacho, Juez Primero de Partido en lo Civil de la Capital, “en previsión del art. 114
del C.P.C. a través de sorteo radica en su despacho”, encomendando se disponga la ejecución del
mandamiento de desapoderamiento a través del Oficial de Diligencias de su despacho; en
consecuencia, como autoridad en ningún momento vulneró derechos constitucionales, por lo que
solicitó se deniegue la acción de amparo con costas; ii) De la revisión del amparo constitucional
se evidencia que existió un recurso de apelación pendiente, “el abogado ha manifestado que
cuando se dispuso el desapoderamiento ellos no transcurrió el plazo para que puedan apelar, sin
embargo de esto con el exhorto suplicatorio, lo único que se ha hecho es cumplir este conforme
al art. 114, asimismo se manifiesta que se habría apelado el Auto que dispuso el
desapoderamiento debiendo rechazarse el recurso de amparo in limine por subsidiariedad
existente”; y iii) Asimismo, Eddy Walter Fernández Gutiérrez como ex presidente de la entonces
Corte Suprema de Justicia, no tuvo ningún tipo de participación, en tal calidad no tiene
competencia para tramitar esta clase de proceso, por lo expuesto, solicitó en provisión del art. 96
de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) se declare su improcedencia.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3291
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En uso de su derecho de dúplica, Juan Chávez Rojas, Juez Segundo de Partido en lo Civil de
Quillacollo: a) Reiteró la solicitud de denegar la acción tutelar solicitada; b) Indicó que las
excepciones a la subsidiariedad tienen que estar demostradas con la acción que existe daño
irreversible a los accionantes; e c) Hizo notar que Eddy Wálter Fernández Gutiérrez participó
como Juez y no como ex presidente de la entonces Corte Suprema de Justicia, por consiguiente
señaló el incumplimiento de los requisitos mencionados en el art. 97 de la LTC. Y por su parte,
la Oficial de Diligencia, dijo que su persona simplemente ha dado cumplimiento a la orden
emanada de su superior Juan Chávez Rojas.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución de 3 de
febrero de 2010, cursante de fs. 280 a 285 vta., declaró “improcedente” la acción de amparo
constitucional interpuesta por los accionantes, con los fundamentos siguientes: i) Se evidenció
que los accionantes reclamaron en favor de la Sociedad Educativa Bolivia Japón S.R.L, el
derecho a la defensa, a la legalidad de la sentencia, a la enseñanza entre otros, pero no
acreditaron su personería para representarla en esta acción de amparo; ii) Los accionantes
contravinieron el art. 97.III y IV de la LTC, porque al exponer vulneración de sus derechos y
garantías no establecieron con precisión la manera en que los actos desplegados por las
autoridades y funcionaria demandados, les correspondan a esas vulneraciones; iii) En cuanto a la
ilegalidad de la prueba reclamada por los accionantes, pretendiendo anular el documento base de
la demanda coactiva; se trata de un aspecto que no puede ser dilucidado en la vía de amparo,
dado que, la misma no tiene por finalidad resolver derechos controvertidos que requieren
reproducción de pruebas para demostración de situaciones fácticas; iv) Con relación al derecho
de petición, de que sus solicitudes de nulidad no hubiesen sido atendidas sino siendo rechazadas;
corresponde aclarar, que tal derecho no se cumple sólo cuando la autoridad da curso
favorablemente a su petición, sino cuando ésta absuelve la misma en forma positiva o negativa;
v) En cuanto a la usurpación de funciones, señalando que el Auto de 1 de marzo de 2007,
pronunciado en la demanda coactiva civil por el Juez Noveno de Partido en lo Civil que hubiese
anulado obrados hasta fs. 310; se evidenció que en actuados de esta demanda no se pronunció
dicho Auto, apareciendo introducida anómalamente en fotocopia simple, por tal razón su
reclamo resultó ser inatendible; y vi) Finalmente en cuanto a la falta de fundamento del Auto de
28 de mayo de 2001, se evidenció que durante el proceso los accionantes no reclamaron
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3292
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
oportunamente esa situación, en consecuencia, habiendo transcurrido más de ocho años esa
solicitud resulta también improcedente.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
Los accionantes por la entidad que representan, alegan que los demandados vulneraron sus
derechos y garantías referidos al “proceso previo”, al debido proceso, a la imparcialidad e
independencia, a la inmediación o inmediatez, a la igualdad jurídica, a la defensa, a la legalidad
de la sentencia, al acceso a la justicia, a la usurpación de funciones, al principio de preclusión, a
la legalidad de la prueba, a los recursos, de petición, a la libertad de enseñanza, al trabajo y
derecho a la educación, puesto que en ejecución de la Resolución de 29 de enero de 2001,
emitida por Eddy Wálter Fernández Gutiérrez, Juez codemandado, opusieron excepciones,
mismas que no fueron atendidas en su favor, continuando con innumerables vicios de nulidad,
por lo que presentaron incidentes de nulidad, siendo estos rechazados, denotando parcialización
de los demandados, siendo sorprendidos el 12 de enero de 2009, en la Unidad Educativa
Particular “Bolivia Japón” S.R.L., con un desapoderamiento que causó graves perjuicios en
contra de dicha entidad y sus alumnos, toda vez que se encontraban en plena etapa de
inscripciones escolares, situación que puso en incertidumbre la existencia de dicha Unidad
Educativa.
Dentro del orden constitucional del Estado boliviano, se contempla la acción de amparo
constitucional como una acción de defensa, que tiene lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley
consagrada en el art. 128 de la CPE.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3294
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La acción de amparo, no es una instancia más de una demanda para la revisión o anulación de
actuados y resoluciones o consideración de prueba, de declaración de nulidad de títulos
ejecutivos, lo cual compete única y exclusivamente a los órganos jurisdiccionales,
correspondiendo solamente analizar los actos en los cuales hubiera existido un acto ilegal u
omisión indebida que lesione derechos fundamentales del accionante. La acción de amparo
constitucional, no puede constituirse en una instancia de apelación o casación.
El principio de subsidiariedad, se encuentra consagrado en el art. 129 de la CPE, que refiere: “La
Acción de Amparo Constitucional se interpondrá (…) ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
En ese marco, el Art. 94 de la Ley del Tribunal Constitucional refiere: “Procederá el recurso de
Amparo Constitucional contra toda resolución, acto u omisión indebida de autoridad o
funcionario, siempre que no hubiere otro medio o recurso para la protección inmediata de los
derechos y garantías,”
vulnerados, esto es, que en principio haya acudido ante la misma autoridad que incurrió en la
presunta lesión y luego a las superiores a ésta, y si a pesar de ello persiste la lesión porque los
medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la posibilidad de acudir al
amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o
sustitutivo de protección, pues ello desnaturalizaría su esencia”'.
En lo referente a la legitimación activa, la Constitución Política del Estado en su art. 129, señala:
“I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por
otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente…”. Así también, la Ley del Tribunal
Constitucional en su art. 97 refiere: “El recurso será presentado por escrito con el cumplimiento
de los siguientes requisitos de contenido: I. Acreditar la personería del recurrente;…”.
(…)
Teniendo como uno de los requisitos esenciales de la legitimación activa, que el accionante
demuestre la concurrencia de un agravio personal y directo a los derechos, tal como lo
establece la SC 0626/2002-R de 3 junio, que dice lo siguiente:
“…a efectos de plantear un amparo, es preciso que toda persona que recurre en busca de la
tutela que otorga dicha garantía constitucional acredite debidamente su legitimación activa; es
decir, que demuestre conforme exige el ordenamiento jurídico, que los efectos del acto ilegal o
indebido que denuncia hubieran recaído directamente en un derecho fundamental suyo…, no se
puede plantear una demanda de Amparo, sino demostrando ser el agraviado directo por la
autoridad o particular recurrido,…”.
Y en cuanto se refiere a las personas jurídicas, estas deben acreditar su personería, en esa línea la
SC 0763/2011-R de 20 de mayo, señaló reiterando: “...la SC 0583/2010-R de 12 de julio,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3296
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
estableció: "…sobre el requisito de forma relacionado con la personería del recurrente, hoy
accionante, (…) éste puede actuar por sí o mediante representación a través de poder suficiente,
lo que resulta usual tratándose de personas jurídicas o colectivas. Sobre el particular, la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional se ha pronunciado en reiteradas oportunidades
haciendo hincapié en los requisitos que se deben cumplir a los efectos de que el poder notarial
que se acompaña al recurso sea considerado suficiente a los efectos de la admisión a trámite de
un amparo constitucional promovido por personas jurídicas…". En la misma Sentencia
Constitucional se hace referencia a la línea establecida en la SC 0022/2003- R de 8 de enero,
referida a los requisitos que debe cumplir el poder notarial que se presenta junto a la acción de
amparo constitucional, pretendido por personas jurídicas…”.
Entendida la legitimación activa, el accionante tiene que cumplir con los requisitos de forma y
contenido previsto en el art. 97 de la LTC, al no hacerlo corresponde su rechazo. En el caso del
requisito de forma, puede subsanarse en el plazo de cuarenta y ocho horas de notificado con el
auto que observa incumplimiento de tal requisito, y si acaso el Tribunal de garantías no hubiera
hecho notar la inobservancia al requisito de forma, pese a ello se admite el recurso, simple y
llanamente en audiencia corresponderá declarar su improcedencia.
Los accionantes sostienen, que dictada la Resolución de 29 de enero de 2001 por el Juez Primero
de Partido en Materia Civil, Eddy Wálter Fernández Gutiérrez, basada en la demanda interpuesta
por el Banco Unión S.A. contra los coactivados: Gaby Amalia García de Velásquez, Sociedad
Educativa Bolivia Japón (SOBOJA Ltda.) representada por Gualberto Palomeque y Froilán
Palomeque Mendieta, demandando el pago de $us75 00000.-; notificados que fueron, opusieron
excepciones, y sin embargo, continuó con su ejecución, expidiéndose para tal efecto exhorto
suplicatorio para la ejecución del nuevo mandamiento de desapoderamiento emergente del Auto
de 15 de diciembre de 2008. La ejecución de sentencia se tramitó con innumerables vicios,
donde no tomaron en cuenta los incidentes de nulidad planteados oportunamente y que fueron
rechazados, demostrando en ello parcialización y vulneración de derechos y garantías referidos
al “proceso previo”, al debido proceso, a la imparcialidad e independencia, a la inmediación o
inmediatez, a la igualdad jurídica, a la defensa, a la legalidad de la sentencia, al acceso a la
justicia, a la usurpación de funciones, al principio de preclusión, a la legalidad de la prueba, a los
recursos, de petición, a la libertad de enseñanza, al trabajo y a la educación.
Más allá, de no corresponder pronunciarse sobre el fondo del acto ilegal referido, sin embargo es
pertinente manifestar sobre el principio de subsidiariedad y la legitimación activa. En cuanto al
principio mencionado, la accionante presenta memorial de 9 de enero de 2009 apelando el Auto
de 15 de diciembre de 2008, admitido el mismo mediante Auto de 26 de enero de 2009,
aplicando las líneas jurisprudenciales del III.1 y III.2, este Tribunal entiende que se interpuso
recurso de apelación contra el auto referido al cual acudieron los accionantes para que esta
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instancia repare y restablezca las lesiones sufridas en ejecución de sentencia coactiva, que a la
fecha de presentación del amparo estuvo pendiente, por lo que no correspondía que los
accionantes activen la vía de amparo por no agotar los recursos existentes en las demanda
coactiva civil.
Respecto a la legitimación activa, por testimonio 103/97 de Constitución (creación) de la
Sociedad Educativa Bolivia Japón S.R.L. (SOBOJA S.R.L.), se demuestra los socios de esta
entidad, y por otro lado, por matrícula de comercio 00011854, se demuestra la existencia de la
Unidad Educativa Particular Bolivia Japón S.R.L., representada por Gualberto Palomeque
Mendieta. Ahora bien, los accionantes presentan acción de amparo alegando ser socios y garante
de dicha Unidad Educativa entidad diferente a SOBOJA, pero no acreditan su personería de ser
socios de esta Unidad Educativa, peor aún no presentan poder especial para interponer la acción,
entonces aplicando las líneas jurisprudenciales del III.3 a este caso concreto, este Tribunal
entiende que los accionantes no cumplieron con el requisito de forma de acreditar la personería
de los accionantes, a tal inobservancia, el Tribunal de amparo debió observar antes de admitirla
para que sea subsanado en el plazo de cuarenta y ocho horas, pese a aquello, se admitió de
acción de amparo, entonces en audiencia, simple y llanamente correspondió declarar su
improcedencia.
Por consiguiente, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, efectuó una
correcta compulsa de los antecedentes y empleó correctamente las normas aplicables al caso.
POR TANTO
Por memorial de 22 de febrero de 2010, cursante de fs. 33 a 35 vta., se tiene conocimiento de los
siguientes argumentos:
Señala que, a partir de la certificación precedentemente citada acreditaría que no forma parte del
Directorio y/o sindico de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta “El Chorolque Ltda. Por
tanto habría cumplido con la previsión del art. 43.11 del Reglamento Electoral respecto a los
requisitos para precandidatos de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta “Madre y Maestra”
Ltda., como también con el inc. f) de los requisitos para precandidatos de la convocatoria, por lo
que su inhabilitación fuera ilegal y arbitraria.
Arguye que, no existiría otro medio o recurso que de forma inmediata proteja sus derechos, por
lo que interpuso la presente acción tutelar, haciendo notar que los socios de la Cooperativa de
Ahorro y Crédito “Madre y Maestra” Ltda. no deberían ser restringidos, obstaculizados ni
coartados bajo ningún motivo ni en circunstancias de su inscripción para precandidato a
elecciones, por tal razón recurre a la jurisdicción constitucional, haciendo mención a lo
establecido en el art. 24 del Reglamento Electoral de la mencionada Cooperativa, el cual
establece que los fallos y las resoluciones del Comité Electoral, son inapelables e irrevocables.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero del 2010, según consta en el acta cursante de fs.
127 a 135, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Tarija, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 03/2010 del 25
febrero, cursante de fs.133 a 135, concedió en parte la acción de amparo constitucional en
cuanto se refiere a la inhabilitación por tener antecedentes negativos que fueron considerados al
margen del debido proceso y sobre todo infringiendo el derecho a la defensa, disponiéndose que
el Comité Electoral, en el plazo de veinticuatro horas, dicte la respectiva resolución,
debidamente motivada y fundamentada; denegando en parte, en cuanto se refiere a la petición
de habilitación para participar como candidato al Consejo de Administración en las elecciones
para la renovación total del mismo en la Cooperativa Abierta de Ahorro y Crédito “Madre y
Maestra” Ltda., en aplicación del art. 66 inc. e) de la LGSC, sin costas por la forma de la
Resolución, con el siguiente argumento: i) La carta de 3 febrero de 2010 dirigida al Comité
Electoral por parte del Consejo de Administración de la Cooperativa “El Chorolque” Ltda.,
mismo que fue el sustento para la inhabilitación comunicada mediante nota de 9 del citado mes
y año, concluye que el accionante fue inhabilitado con el argumento de que tenia antecedentes,
considerados suficientes por el Comité para inhabilitarlo como precandidato; si bien dicha
prueba podría ser admitida como cierta, su procedimiento vulneró e infringió no sólo normas
expresas y precisamente el art. 47 del Reglamento Electoral, sino también principios como la
igualdad, transparencia y publicidad que están señalados en el art. 6 del citado Reglamento,
mismo que no fue de conocimiento del accionante, siendo ese procedimiento contrario a lo
establecido en el art. 115 de la CPE, tomando en cuenta que el debido respeto de los derechos y
garantías de las personas no podría servir de sustento a la inhabilitación comunicada sin la
respectiva resolución motivada donde se explique al candidato los motivos fundados de su
inhabilitación y como consecuencia, existió la vulneración de dicho derecho reconocido por la
norma fundamental; y, ii) En relación a la inhabilitación por su condición de socio en las
Cooperativas “El Chorolque” Ltda. y “Madre Maestra” Ltda., el accionante infringió lo
expresamente prohibido en el art. 66 inc. e) de la LGSC, en consecuencia el Comité Electoral, al
inhabilitarlo por este motivo no lesionó ningún derecho y menos constitucional, no habiendo
cometido ninguna ilegalidad, como tampoco restringió ilegalmente ningún derecho del
accionante, puesto que por el contrario tiene la calidad de socio en dos cooperativas, por lo que
no debió participar en la convocatoria, en consecuencia quien incumplió el deber impuesto por
una norma expresa, no podría gozar de esa tutela.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.2. Por el acta de reunión del Comité Electoral 07/10 de 28 enero del 2010, conforme al orden
del día se procedió a la apertura de sobres de los precandidatos, donde se registró con el número
ocho al hoy accionante, suscrito por Gabriel Rivas, Gertrudis Cano y Basilia Valencia,
Presidente, Secretaria y Vocal de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta ”Madre y
Maestra” Ltda. (fs. 55 a 56).
II.4. Mediante cite 039/2010 de 9 febrero, los hoy demandados comunicaron al ahora accionante
su inhabilitación, debido a la certificación emitida por la Cooperativa de Ahorro y Crédito
Abierta “El Chorolque” Ltda. y en cumplimiento con normas en vigencia del Estatuto Orgánico,
el Reglamento Electoral, como recomendaciones puntuales de la “ASFI”, los mismos que
representen la idoneidad para el ejercicio de sus funciones, conforme lo determinan los arts. 1, 3,
4, 16, 17, 28, 29 y 47 del Reglamento Electoral (fs. 5).
II.5. Por nota de 11 de enero de 2010, dirigida al Jefe de agencia de la Cooperativa de Ahorro y
Crédito Abierta “El Chorolque” Ltda., el ahora accionante, solicita certificación respecto a que
no sería directivo, sindico ni funcionario de dicha Cooperativa (fs. 4); por lo que en atención a la
mencionada nota certifica lo solicitado (fs. 3).
Al respecto el art. 115.II de la CPE, establece que el Estado garantiza el derecho al debido
proceso al señalar que ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada
previamente en un debido proceso. En este sentido, la SC 2097/2010-R de 10 de noviembre,
dejó claramente establecido que: “…el debido proceso exige que los litigantes tengan el
beneficio de un juicio imparcial ante los tribunales y que sus derechos se acomoden a lo
establecido por normas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación
similar, es decir, implica el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, lo que
importa a su vez el derecho a la defensa, el emplazamiento personal, el derecho de ser asistido
por un intérprete, el derecho a un juez imparcial; y por otra parte, se produce también por la
infracción de las disposiciones legales procesales, es decir, los procedimientos y formalidades
establecidas por Ley, garantía al debido proceso que es aplicable a los procesos judiciales y
administrativos en los que se impongan sanciones”(Las negrillas nos corresponden).
Ahora bien, se establece a partir del art. 24 del Reglamento de Elecciones de la Cooperativa
antes referida, que “los fallos y las resoluciones del Comité Electoral de la Cooperativa, son
inapelables e irrevocables”, por cuanto se constituye en la máxima autoridad en lo concerniente
al acto eleccionario, lo cual hace permisible que se pueda analizar el fondo de la problemática
planteada mediante esta acción de amparo constitucional.
La nota cite 039/2010, suscrita por los miembros del Comité Electoral ahora demandados,
mediante la cual le hicieron conocer su inhabilitación del proceso eleccionario en virtud de sus
atribuciones y facultades, tal cual consta en la misma, al señalar que “luego de revisar y evaluar
la documentación recepcionada y recabada por esta instancia particularmente la nota emitida por
la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta 'El Chorolque' Ltda.”, advirtiéndose que el art. 43
del Reglamento Electoral, establece que para ser considerado como precandidato, el socio
deberá reunir los requisitos exigidos en los arts. 8 al 16 de las obligaciones y derechos de los
socios del Estatuto, así como lo dispuesto en ese Reglamento, refiriendo en su inc. 11 que el
socio deberá presentar una “certificación de no pertenecer a otras Cooperativas de ahorro
y crédito como directivo, síndico o funcionario”. Es así que el art. 47 del mismo Reglamento
prevé que se procederá a la inhabilitación cuando los precandidatos estén “dentro de las
prohibiciones e incompatibilidades señaladas en los artículos pertinentes de la Ley General de
Cooperativas, Ley de Bancos y Entidades Financieras, Código de Comercio, Normas emitidas
por la ASFI y las prohibiciones citadas en el Estatuto Orgánico de la Cooperativa como así
cualquier otro antecedente que el Comité Electoral considere un mal antecedente para
proceder a la habilitación del precandidato…”(sic), por lo que los demandados al proceder a
su inhabilitación dieron cumplimiento a la normativa establecida en el Reglamento Electoral de
la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta “Madre y Maestra Ltda.”, toda vez que la nota de 3
de febrero de 2010, hace referencia a antecedentes negativos de una anterior gestión del
accionante como Gerente General de la Cooperativa “El Chorolque” Ltda., lo cual
constituye una causal justificativa de inhabilitación, por lo que lo denunciado mediante esta
acción no constituye un acto ilegal mediante el cual se le pueda tutelar el derecho al debido
proceso como el principio a la seguridad jurídica solicitados, mas aun cuando el art. 66 inc. e) de
la LGSC refiere que “Ningún socio puede pertenecer a mas de una cooperativa del mismo
tipo”, ya que del análisis de la nota hoy cuestionada (3 de febrero de 2010), señala que respecto
a su condición de socio de la Cooperativa “El Chorolque”, “mantiene su condición de socio con
el Nº 21610”, correspondiendo en consecuencia denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
Por otra parte, mediante nota de “25” de noviembre de 2009, solicitó al Subregistrador de
DD.RR. de Sacaba, la subinscripción de las planimetrías, quien mediante Auto de 5 de
diciembre del referido año, denegó lo solicitado, ante dicho pronunciamiento, por segunda vez,
reiteró su solicitud al tenor de la nota el 10 de diciembre de ese año, y planteó por última vez su
pedido de 21 de diciembre del mismo año, sin que estas últimas hayan tenido respuesta alguna
por parte de la autoridad demandada.
El accionante alega que no se dio cumplimiento a lo establecido en las Leyes 2486 y 4110,
referentes al registro de las planimetrías.
I.1.3. Petitorio
Efectuada la audiencia pública, el 19 de febrero 2010, cuya acta de audiencia cursa de fs. 143 a
144 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
El Juez Primero de Partido Mixto y de Sentencia de Sacaba del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución de 19
de febrero de 2010, cursante de fs. 145 a 147, a través de la cual denegó la tutela, en base a los
siguientes fundamentos: a) Se evidencia en obrados que la autoridad demandada el 16 de junio
de 2009, dio respuesta al memorial de “22 de mayo” del referido año, con relación a la
aprobación del plano de planimetría, bajo el argumento que previamente recurra a la instancia
pertinente, para el cambio de uso de suelo por encontrarse el predio en área rural; b) Por
informes de 7 de septiembre y 26 de noviembre del señalado año, ratificaron lo dispuesto por la
autoridad demandada; c) Al no existir pronunciamiento por parte del Gobierno Municipal, operó
el silencio administrativo positivo, conforme a lo establecido en la Ley 2486; d) Las Leyes 2486
y 4110, se refieren a las atribuciones y excepciones a favor del FONVIS para la aprobación y
registro de las planimetrías; en cuanto al mecanismo para su concesión parecería que la Ley
1715, requeriría otros requisitos contrarios a los exigidos por las Leyes 2486 y 4110; sin
embargo, de la revisión efectuada se estableció que las normas referidas son complementarias;
e) La planimetría es una representación gráfica del inmueble, por lo cual la “Ley Registral”, no
la considera como título sino como un instrumento que respalda la existencia de un bien, y debe
ser sujeto a verificación por parte del Gobierno Municipal; f) Si bien el accionante cuenta con
“la planimetría aprobada por un silencio administrativo positivo”, pero para su respectivo
registro, debe estar consignado en un documento que describa e identifique el inmueble en
representación escrita y no gráfica, cumpliendo de esta manera con los requisitos exigidos para
la inscripción en DD.RR.; y, g) Por ello no corresponde ordenar un registro de la representación
gráfica denominada planimetría.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la Liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por Resolución Ministerial (RM) 002 de 6 de enero de 2009, emitida por Oscar Coca
Antezana, Ministro de Obras Publicas, Servicios y Vivienda, se estableció la creación del
FONVIS y la designación del Director de la Unidad de Titulación (fs. 5 a 6).
II.3. El 16 de junio del referido año, Jorge Medrano Mercado, Director de Urbanismo del
Gobierno Municipal de Sacaba, mediante informe se pronunció respecto a la solicitud de la
aprobación de la planimetría, recomendando que previamente se debería proceder al “CAMBIO
DE USO DE SUELO”, por encontrarse en área rural (fs. 56).
II.6. Por cuarta vez, el accionante solicitó mediante nota de 13 de noviembre de 2009, “la
planimetría con alternativa de plantear la acción de cumplimiento” por no haberse pronunciado,
respecto a las notas de 13 de abril, “22 de mayo” y 1 de octubre de 2009, debiendo haber dado
cumplimiento conforme a la Ley 2486, al tener treinta días para efectuar la viabilización,
aprobación y visado correspondiente de la planimetría (fs. 10).
El art. 134.1 de la CPE, establece que: “La acción de cumplimiento procederá en caso de
incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la ley por parte de servidores públicos,
con el objeto de garantizar la ejecución de la norma omitida”.
En el marco de estos dos supuestos, debe establecerse que a partir del texto constitucional, el
soberano delega en el poder público y en particular en el gobierno, la obligación de cumplir las
normas jurídicas que aseguren una efectiva protección a todos los derechos reconocidos en la
Constitución Política del Estado; en ese orden, el respeto de la ley bajo la égida del principio
de legalidad, no sólo se constituye en una garantía sino esencialmente en una obligación de los
funcionarios públicos; por ello, debe garantizarse dentro el marco de la seguridad jurídica, el
riguroso cumplimiento de la ley y el respeto pleno de la Constitución Política del Estado,
asegurando así su estricto cumplimiento, lo además, se constituye en una garantía
constitucional específica y diferente a la que es objeto de tutela en la acción de amparo
constitucional o cualesquier otra disciplinada por el Capítulo Segundo de la Primera Parte de
la CPE.
“El art. 25.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, señala que: 'Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o
tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea
cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales', disposición que, de
acuerdo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, constituye '…uno de los pilares
básicos, no sólo de la Convención Americana, sino del propio Estado de Derecho en una
sociedad democrática en el sentido de la Convención'.
En efecto, es a partir de esta disposición -que inequívocamente forma parte del bloque de
constitucionalidad boliviano-, que debe ser abordada la naturaleza procesal de la acción
cumplimiento disciplinada por el art. 134.1 de la CPE; por tal razón, es imperante destacar que
este mecanismo eficaz de defensa para el logro del cumplimiento de mandatos expresos de
rango constitucional o legal, es un verdadero proceso de naturaleza constitucional; por tanto,
indudablemente, le son aplicables presupuestos propios de la teoría general del proceso,
combinados con los principios y dogmática constitucional que la sustenta -aspecto que fue
desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia-.
Delimitado este ámbito concreto de exclusión, corresponderá resaltar a su vez, los casos de
activación de la acción de cumplimiento, cuando se presente cualesquiera de los dos
presupuestos de activación-incumplimiento de la norma constitucional o de la ley-, entendiendo
que sólo podrán ser tutelados a través de este mecanismo, cuando la Constitución Política del
Estado o la ley -ya sea formal o material-, cuyo deber de ejecución fue omitido, plasmen un
mandato expreso, vigente y no sujeto a condición. En este punto, es pertinente aclarar que el
vocablo 'ley', debe ser interpretado a la luz de criterios sistémicos y teleológicos de
interpretación constitucional, en tal sentido, de acuerdo al diseño del Estado Plurinacional de
Bolivia, la tutela frente al incumplimiento de la ley, no puede ser reducida a la ley en sentido
formal, sino también a la ley en sentido material, es decir a toda la normativa, que
independientemente de su fuente de producción, tiene el carácter de generalidad.
Para concluir este apartado, se establece que esta garantía jurisdiccional, responde
precisamente a una visión de 'construcción colectiva del Estado', ya que un eventual
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3311
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Lo que se pretende con esta acción es el cumplimiento del art. 1.II y III de la Ley 2486; empero,
se encuentra pendiente; por cuanto, el accionante al no haber realizado el trámite sobre el
cambio de uso de suelo, no ha subsanado la observación efectuada por el Gobierno Municipal,
en tal sentido, no existiría ninguna negación por parte del Subregistrador de DD.RR. de Sacaba,
autoridad demandada, quien procedió conforme a la normativa, al señalar que previamente se
debía cumplir con todos los requisitos exigidos; en consecuencia, el conflicto emerge de la falta
de acción del accionante y no de la responsabilidad de la autoridad demandada, motivo que en
definitiva determina que la presente acción no se encuentre dentro de los alcances de la acción
de cumplimiento, por lo que no es posible otorgar la tutela.
Por todo lo expuesto, se concluye que el Juez de garantías, al haber denegado la presente acción
de cumplimiento, ha realizado un correcto entendimiento de la ingeniería dogmática y de la
naturaleza procesal que atañe a la acción de defensa en análisis.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
dactilares de un dedo ajeno, constatando con pericias legales que se había establecido que en la
Notaría donde se hizo el reconocimiento de firmas, se imprimieron huellas digitales que no
pertenecían a su tía Paulina Espada Flores.
En base al proceso penal que se le inició a Cristina Gómez Flores por el delito de falsedad, ya
teniendo imputación penal; y ante la insistencia de ésta de ejecutar la Sentencia del proceso de
desocupación y entrega del inmueble, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial,
justificando la existencia del juicio penal, pronunció la Resolución de 28 de enero de 2008,
disponiendo “que previo a librarse el mandamiento de desapoderamiento en contra de la suscrita
y mi familia, deberá esperarse la conclusión del proceso penal” “en directa y correcta aplicación
de lo dispuesto por el parágrafo II del art. 1.289 del Código Civil” (sic).
Sin embargo, Cristina Gómez Flores, dentro del proceso penal interpuso una excepción de
prejudicialidad; por cuanto, Braulio Gildres Chumacero y otros le seguían un proceso civil de
nulidad del documento base de la falsificación; en consecuencia, el Juez Cuarto de Sentencia
pronunció el Auto de 17 de diciembre de 2008, declarando probada dicha excepción y señalando
que se debía concluir el proceso civil; y posteriormente, se continuaría con el juicio penal.
Finalmente, el Juez Penal advirtió la posibilidad de que debía interponerse un nuevo proceso
civil dado el principio de última ratio del derecho penal, por lo que la accionante inició un
nuevo proceso de nulidad del documento de transferencia (documento que resulta ser falso)
contra Cristina Gómez Flores, que se radicó en el Juzgado Primero de Instrucción en lo Civil y
Comercial, llegándose a pronunciar la Sentencia el 10 de agosto de 2009, la cual declaró
probada la demanda de nulidad por falsificación, instruyendo la cancelación del registro en
DD.RR. y el pago de daños y perjuicios. Pero la perdidosa planteó recurso de apelación, el cual
fue resuelto por el Juez Noveno de Partido en lo Civil y Comercial, disponiendo la anulación de
obrados hasta el Auto de Admisión; posteriormente, Cristina Gómez Flores, con argumentos
falsos y engañosos insistió por la ejecución de la Sentencia emitida por el Juez Segundo de
Partido en lo Civil y Comercial, quien erróneamente entendió que, con la excepción de
prejudicialidad había concluido el juicio penal y mediante la Resolución de 5 de junio de 2009,
el referido Juez ordenó la ejecución; y por consiguiente, el desapoderamiento del inmueble que
la accionante y su familia ocupan como vivienda. Apelándose dicha Resolución, la Sala Civil
Segunda mediante Auto de Vista de 22 de octubre de 2009, falló confirmando la Resolución
apelada, en merito a consideraciones falsas y contradictorias.
I.1.3. Petitorio
Solicita que, se “ordene” dejar sin efecto las Resoluciones impugnadas, de 5 de junio de 2009,
emitida por el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial; y la de 22 de octubre de 2009,
dictada por la Sala Civil Segunda; y en consecuencia, se mantenga vigente el Auto de 28 de
enero de 2008, dándose cabal aplicación a lo establecido en el art. 1298.II del Código Civil
(CC), que dispone suspender la ejecución de desapoderamiento hasta que el juicio penal
concluya.
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
437 a 440, se produjeron los siguientes actuados:
Lucidio García Morón, Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -
ahora departamento- de Santa Cruz, mediante informe escrito cursante a fs. 435 y vta., señaló
que el proceso ordinario de desocupación y entrega de inmueble seguido por Cristina Gómez
Flores contra María del Carmen Chavarria de Cossio, ha concluido con la Sentencia de 20 de
diciembre de 2005, en la cual se declaró probada la demanda y se dispuso se proceda a la
desocupación y entrega del inmueble; y ante dicha Sentencia la accionante presentó recurso de
apelación; en consecuencia, la Sala Civil Primera confirmó la Sentencia mediante el Auto de
Vista de 19 de septiembre de 2006.
Posteriormente, a través del Auto de 28 de enero de 2008, el Juez demandado dispuso que
previamente a librarse el mandamiento de desapoderamiento, deberá esperarse la conclusión del
proceso penal; pero mediante el Auto de 5 de junio de 2009, determinó que se libre
mandamiento de desapoderamiento contra los ocupantes del inmueble objeto de la litis,
Resolución que fue apelada y confirmada por el Auto de Vista de 22 de octubre de 2009, dictado
por la Sala Civil Segunda y finalmente por la providencia de 14 de enero de 2010, se ha
dispuesto que se libre el referido mandamiento.
Cristina Gómez Flores, por informe escrito cursante de fs. 428 a 433 vta., señaló que: a) Su
“hermana” Paulina Espada Chumacero, era la única propietaria del inmueble ubicado en la U.V.
136, manzana 6, que fue transferido a su persona, por ser ella la única familiar que tenía; y por
tanto, la legítima heredera; b) La accionante junto con los supuestos herederos engañaron al Juez
Primero de Instrucción en lo Civil, indicando que poseen el inmueble desde hace diez años y en
su demanda de usucapión indican que lo poseen hace mas de veinte años y que dicho terreno fue
comprado del supuesto propietario Alberto Torrico Sandoval, pero el Juez de alzada hizo justicia
anulando la ilegal Sentencia; c) La accionante presentó una minuta de venta que le otorgó Javier
Gildres Chumacero el 28 de septiembre de 2002; es decir, que compró un derecho que su
vendedor jamás tuvo, ni lo tiene y pretende hacer creer que su acción es legal; d) La Fiscal no
realizó ningún acto más; por consiguiente, no existe el acto conclusivo de acusación como lo
requiere el art. 1289.II del CC y para que exista la acusación formal debe darse cumplimiento al
art. 323 inc. 1) del Código de Procedimiento Penal (CPP); e) En cuanto al proceso civil seguido
por la tercera interesada contra la accionante, la demanda fue puesta a su conocimiento, porque
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3316
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
incluso ella presentó un memorial el 20 de octubre de 2005, antes que se dicte la Sentencia,
momento en el cual podía haber presentado los recursos que prevé la ley y que no lo hizo; por
tanto, no se vulneró ningún derecho, mas aún cuando la Sentencia ya tiene la calidad de cosa
juzgada, por lo que no puede ser sustituida una sentencia ejecutoriada vía acción de amparo
constitucional; f) En cuanto a la excepción de prejudicialidad emitida por el Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal, se demuestra la prejudicialidad hasta que se concluya el proceso civil
seguido por Braulio Gildres Chumacero, cuya perención fue declarada por la Resolución de 17
de diciembre de 2008; y el mencionado no demandó nuevamente y la accionante no apeló, ni
solicitó el inicio de otra demanda; g) La Resolución de 5 de junio de 2009, emitida por el Juez
Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, no vulneró derecho fundamental alguno; toda vez
que, dicha Resolución es consecuencia de una Sentencia ejecutoriada, que no se apeló; h) Por su
parte la Sala Civil Segunda a través del Auto de Vista de 22 de octubre de 2009, señaló que no
existe Auto de acusación formal ejecutoriado, por más que se hubiese iniciado un nuevo proceso
sumario, éste no puede suspender la efectividad de los derechos reconocidos por ley, máxime en
lo referente a esta Sentencia ejecutoriada con calidad de cosa juzgada, por lo que no se puede
impedir el cumplimiento de un acto legalmente ejecutoriado; e, i) Siendo que no existe
vulneración a los derechos de la accionante, porque existen procesos sumarios por resolver y
otro que ya está con Sentencia ejecutoriada con calidad de cosa juzgada, solicitó declarar
improcedente la tutela.
Con el derecho a la replica, señaló que: La excepción que declara probada la prejudicialidad
dice: “debiendo aguardarse la ejecutoria de la resolución del proceso de cancelación e
inscripción de Derechos Reales interpuesto por Braulio Gildres Chumacero, es decir que no
vamos a esperar que Braulio algún día inicie proceso” (sic), de esta manera no se ha agotado la
vía y los mecanismos legales, por lo que nuevamente pidió se declare “improcedente” la tutela
solicitada.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución 06/2010
de 25 de febrero, cursante de fs. 440 a 441 vta., concedió la tutela; disponiendo se deje sin
efecto las Resoluciones emitidas por las autoridades demandadas y manteniendo la Resolución
de 28 de enero de 2008, que dictó el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial,
ordenando la suspensión del mandamiento de desapoderamiento. Con los siguientes
fundamentos: El juicio penal todavía no ha concluido y tampoco el proceso civil, cuya Sentencia
aun no está ejecutoriada, porque el Tribunal de segunda instancia no ha pronunciado el auto
vista, este hecho hace que no se pueda ejecutar el desapoderamiento del inmueble que ocupa la
accionante, de manera que lo ordenado por las autoridades demandadas tiene el carácter de
prematuro, ya que el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, dispuso que no se puede
emitir el mandamiento de desapoderamiento, hasta que concluya el proceso penal, suspendido
en su trámite, hasta que concluya el proceso civil, también suspendido, hasta que se tenga la
sentencia ejecutoriada en el proceso civil sobre nulidad de documentos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa demanda de desocupación y entrega de inmueble iniciada por Cristina Gómez Flores
contra Carmen Chavarria Gildres, sobre el inmueble ubicado en la U.V. 136, manzana 6, con
480 m², con registro en DD.RR. con matrícula 7011060034117, la cual fue presentada el 7 de
octubre de 2002, siendo admitida por el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial quien
corrió traslado a la demandada, mediante proveído de 9 de octubre de ese año; y no habiendo
contestado a la misma, la demandante solicitó al Juez de la causa se la declare rebelde y
mediante proveído de 7 de febrero de 2003, se declaró su rebeldía; asimismo, cursa la Sentencia
167 de 20 de diciembre de 2005, declarando probada la demanda (fs. 395 a 397, 400 a 401 y 61
a 62 vta.).
II.2. El 9 de febrero de 2006, María del Carmen Chavarría de Cossio interpuso recurso de
apelación contra la referida Sentencia (fs. 74 a 75 vta.), el cual fue resuelto mediante el Auto de
Vista de 19 de septiembre de 2006, pronunciado por la Sala Civil Primera de la Corte Superior
del Distrito Judicial de Santa Cruz, confirmando la Sentencia de primera instancia, dentro del
juicio de reivindicación y desocupación de inmueble (fs. 93 y vta.).
II.3. Cursa memorial de querella, a instancia de María del Carmen Chavarria de Cossio y de
imputación formal, presentada por la Fiscal de Materia, Leticia Campos Montenegro contra
Cristina Gómez Flores por los delitos de falsedad material e ideológica y uso de instrumento
falsificado (fs. 228 a 230 vta., y 128 a 129).
II.4. Mediante memorial de 15 de enero de 2007, la accionante solicitó se deje sin efecto el
mandamiento de desapoderamiento; y en consecuencia el Juez Segundo de Partido en lo Civil y
Comercial, mediante Auto de 28 de enero de 2008, dispuso que, antes de librarse el
mandamiento de desapoderamiento, deberá esperarse la conclusión del proceso penal (fs. 156 y
158 a 159 vta.).
II.5. Cursa el acta del registro de juicio oral, que se celebró ante el Juez Cuarto de Sentencia y
mediante Auto de 17 de diciembre de 2008, declaró probada la excepción de prejudicialidad
interpuesta por Cristina Gómez Flores, debiendo aguardarse la ejecutoria de la resolución del
proceso extra penal iniciado por Braulio Gildres Chumacero y otros contra la imputada (fs. 163
a 166 vta.).
II.6. El 27 de enero de 2009, la accionante inició demanda de nulidad del documento privado de
23 de junio de 1999 y su reconocimiento de firmas y la correspondiente cancelación del registro
en DD.RR., la Jueza Primera de Instrucción en lo Civil dictó Sentencia declarando probada la
demanda planteada por la accionante contra Cristina Gómez Flores; y la mencionada presentó su
recurso de apelación el 21 de agosto de 2009 y mediante Auto de 17 de febrero de 2010, el Juez
Noveno de Partido en lo Civil y Comercial, anuló obrados hasta el Auto de Admisión (fs. 171 a
175, 335 a 339 vta., 340 a 343 y 414 y vta.).
II.7. Por Auto de 5 de junio de 2009, el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial libró
mandamiento de desapoderamiento contra la accionante y los otros ocupantes del inmueble
objeto de la litis, el cual fue apelado, y mediante el Auto de Vista de 22 de octubre de 2009, la
Sala Civil Segunda confirmó el mismo (fs. 203 a 204 y 221 y vta.).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3318
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Para un mayor entendimiento del derecho al debido proceso, la jurisprudencia glosada por el
Tribunal Constitucional, mencionó lo siguiente: “En la SC 2017/2010-R de 9 de noviembre,
menciona que: '… el Tribunal Constitucional se ha pronunciado con anterioridad, por la que
resulta conveniente evocar los precedentes pares su contundencia. Así, la SC 0752/2002-R de
25 de junio, recogiendo el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre,
señaló que toda resolución «…debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que,
consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no solo suprime una
parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de
derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho [debido proceso] que permite a las
partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo
mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión…».
De los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que María del Carmen Chavarria de Cossio,
mediante un documento privado de transferencia adquirió un inmueble ubicado en la U.V. 136,
manzana 6, con una extensión de 260 m², de Javier Gildres Chumacero, aclarando que una vez
que se regularice su declaratoria de herederos, recién se suscribiría la minuta definitiva de
transferencia. Sin embargo, antes de regularizar esa documentación, la accionante fue notificada
mediante cédula con una demanda de desocupación y entrega del referido inmueble, que se
siguió en su rebeldía; y que se encontraba en etapa de dictarse sentencia. Una vez declarada
probada la mencionada demanda, se ordenó la entrega del referido inmueble o en su caso se
libraría mandamiento de desapoderamiento del mismo. Ante tal situación la accionante investigó
la documentación de Cristina Gómez Flores, tercera interesada, y detectó que era falsa, razón
por la que le inició un proceso penal por falsedad ideológica, falsedad de documento privado y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3320
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Ahora bien, Braulio Gildres Chumacero, inició un proceso civil demandando la nulidad del
documento de venta y la cancelación de la inscripción en DD.RR., contra Cristina Gómez
Flores, ahora tercera interesada; sin embargo, mediante la providencia de 25 de agosto de 2008,
se declaró la perención de la causa, pudiendo ser demandada nuevamente, por lo que la
accionante interpuso una nueva demanda contra la tercera interesada por nulidad del documento
de venta, además de solicitar la cancelación de la inscripción en DD.RR., dentro de la cual se
anuló obrados hasta el Auto de Admisión de 17 de febrero de 2010, encontrándose este proceso
pendiente de resolución, pudiendo el fallo influir en la decisión del mandamiento de
desapoderamiento.
Por otro lado, la accionante planteó un proceso penal por falsedad ideológica, falsedad de
documento privado y uso de instrumento falsificado radicado ante el Juez Cuarto de Sentencia
contra la ahora tercera interesada, quien interpuso la excepción de prejudicialidad, la misma que
fue declarada procedente disponiendo la suspensión del proceso penal hasta que el proceso civil
concluya y la sentencia adquiera calidad de cosa juzgada; por lo tanto, existe un proceso que
debe ser sustanciado previamente en la vía civil hasta que el fallo sea ejecutoriado; debiendo el
Juez Cuarto de Sentencia reasumir el conocimiento de la causa y resolver la extinción de la
acción penal o la continuación del proceso.
Empero, la tercera interesada, dentro del proceso de desapoderamiento seguido por su persona
contra la accionante, solicitó se libre el mandamiento de desapoderamiento; es así que, el Juez
Segundo de Partido en lo Civil y Comercial pronunció la Resolución de 5 de junio de 2009,
emitiendo dicho mandamiento, el que fue confirmado a través del Auto de 22 de octubre de
2009, dictado por la Sala Civil. Por tal motivo, la accionante manifiesta que las autoridades
demandadas al incurrir en error en el pronunciamiento de la referidas Resoluciones, permitieron
que se ejecute el mandamiento de desapoderamiento en detrimento de sus derechos al debido
proceso y a la defensa; toda vez que, existiendo una Resolución que suspendía la emisión de la
orden de desapoderamiento, ésta se ejecutó y afectó a su bien inmueble.
En el caso que se analiza, se tiene que el 7 de octubre de 2002, Cristina Gómez Flores inició una
demanda de desocupación y entrega de inmueble contra María del Carmen Chavarría de Cossío
(accionante), proceso que se encuentra en ejecución de sentencia con mandamiento de
desapoderamiento, motivo de la presente acción.
desapoderamiento hasta la conclusión del juicio penal, aspecto que tampoco fue observado por
el Tribunal de alzada, aun cuando los juzgadores deben tener correlación y unidad en sus
decretos y fallos, para que no exista ninguna duda por parte de los sujetos procesales, y en el
presente caso existe esa contradicción en las resoluciones que emitieron las autoridades
demandadas, ya que primeramente se resuelve la suspensión del desapoderamiento, y dicho fallo
fue debidamente fundamentado por el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, en el
cual señala que, la ejecución de sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada no podrá
suspenderse por ningún recurso; sin embargo, el art. 1289.II del CC, señala, que si bien el
documento público se halla directamente acusado de falso, en la vía penal se suspenderá su
ejecución por el solo decreto de procesamiento; de esta manera, dicha Resolución tiene los
fundamentos legales para que se suspenda el desapoderamiento del inmueble que posee la
accionante, y el Auto impugnado por el cual se promueve esta acción de amparo constitucional,
determina que, con la presentación de la prueba exhibida por la tercera interesada, sólo se
demuestra que el proceso penal que inició María del Carmen Chavarria de Cossio se encuentra
suspendido hasta que concluya la demanda civil de nulidad de documento y cancelación de la
inscripción en las oficinas de DD.RR.; entonces, dicha determinación fue emitida, sin observar
los actuados anteriores, ordenando que se libre el mandamiento de desapoderamiento; además,
que toda persona tiene derecho a ser juzgado en un proceso justo y equitativo en el que sus
derechos se acomoden a lo establecido por las disposiciones jurídicas generales aplicables a
todos aquellos que se hallen en una situación similar, comprendiendo el conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial de 18 enero de 2010 cursante de fs. 252 a 256, y ampliatorio de fs. 271, los
accionantes manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El Sindicato Agrario “Oriente” mediante la tramitación de procesos agrarios, logró la nulidad de
todos los títulos de propiedad correspondientes a la familia Sosa, sobre los predios denominados
“El Terrado Isla de los Cusiques, Guapilo o Junín”, recibiendo títulos ejecutoriales de 13 de
octubre de 1986 y el 12 de junio de 1992, mismos que fueron correctamente inscritos en oficinas
de Derechos Reales (DDRR) hace más de dos décadas.
Posteriormente, José Sosa Añez en representación de su madre, Florinda Añez Vda. de Sosa, su
madre, y Miriam Teresita Sosa Añez de Roco y María Elena Sosa de Añez de Gamaggio, quien
extemporáneamente presentaron demanda el 14 de mayo de 2007, sobre la nulidad de los títulos
ejecutoriales que corresponde a los afiliados del Sindicato Agrario “Oriente”, corridos los
tramites en la Sala Segunda del Tribunal Agrario Nacional -hoy Tribunal agroambiental- , en
única y definitiva instancia declaró improbada en todas sus partes la demanda sobre nulidad de
títulos agrarios interpuesta por los ahora demandados.
No obstante de conocer el derecho propietario del Sindicato Agrario “Oriente”, los demandados,
José Sosa Añez, Cristóbal Macedonio Arce Martiner, Oliver Masavi, Jaime Montaño, Dorilda
Rodríguez y Selva Roca Malale, de manera arbitraria e ilegal se habrían introducido en los
terrenos de propiedad del Sindicato referido, los cuales se encuentran legalmente registrados en
oficinas de DD RR.
El 17 de enero de 2010 a horas 10:00 aproximadamente, de manera ilegal incursionaron 350
avasalladores con la intención real y manifiesta de lotear las tierras de su pertenencia, portando
machetes, palos y herramientas punzo cortantes, gritando con voz enardecida que la zona de
“Guapilo” era legalmente de propiedad de José Sosa Añez, destruyendo a su paso, bardas
plantaciones frutales, poniendo en peligro la vida de los ahora accionantes. Debido a dicha
incursión, los antes citados fueron desalojados violentamente de sus terrenos -que por más de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3323
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
veinte y cinco años les pertenecían- encontrándose en este caso, en estado de indefensión y
amenazados sus derechos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
325 a 331, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución.
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 11
de febrero de 2010, cursante de fs. 331 a 333 vta., declarando “improcedente” la acción de
amparo constitucional. bajo los siguientes fundamentos: a) En relación a la legitimación activa
de la parte accionante y de la verificación de los estatutos de dicha entidad, constataron que cada
dos años se debe renovar la Directiva, requisito que no ha sido cumplido por la parte accionante,
en el marco de los arts. 129.I de la CPE y 97.I de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC); b)
Cuando existen hechos controvertidos sobre una propiedad, la resolución es de competencia
exclusiva de los tribunales ordinarios; c) La jurisprudencia constitucional establece subreglas
para la procedencia de la acción de amparo, las cuales no fueron cumplidas por los accionantes;
y, d) El Tribunal de garantías, tiene la obligación de ser específico en cuanto a la extensión,
superficie y ubicación exacta de los terrenos avasallados a desapoderar, y en el presente caso, no
proporcionaron la información necesaria que respalde esta petición.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Los accionantes presentan carátula notarial de DDRR que consigna el título de propiedad
de los terrenos de “Guapilo”, Cantón Cotoca de la provincia Andrés Ibáñez del departamento de
Santa Cruz (fs. 12 a 18).
II.3. Mediante Catastro Rural de Bolivia consta el registro de la propiedad inmueble en nombre
del Sindicato Agrario “Oriente” (fs. 19 a 21).
II.4. Cursa reconocimiento y obtención de personalidad jurídica del Sindicato Agrario “Oriente”
por Resolución Prefectural 438/04 de 7 de octubre (fs. 153 a 167).
II.5. En cuanto a las denuncias de avasallamiento cursa Informe Policial del funcionario,
Gualberto Saravia Escalera, refiriéndose a los hechos acontecidos (fs. 266).
II.6. El abogado de la parte demandada presentó folio real 7.01.1.06.0003926 (fs. 305 a 306),
formularios de DDRR (fs. 307 a 309 vta.) que consigna la titularidad del derecho propietario
sobre el bien inmueble “El Terrado Isla de los Cusiques y Guapilo Junín”, que también fue
acreditado por la parte accionante.
Del contenido del texto constitucional de referencia, puede inferirse que la acción de amparo
constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de
protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se
encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo
orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de
privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los
que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos
provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o
colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su
protección.
El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no
incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y garantías
fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso
constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del
proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y
diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta
a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos
fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal
propio.
acción puede ser presentada sin excepción contra todo servidor público o persona individual o
colectiva.
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la CPE, que esta acción ´(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio
o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados´.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un
mecanismo constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la
vigencia y respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no
exista otro medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han
restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se
puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.”
Por su parte la SC 0864/2003-R de 25 de junio, señala que se: “…ha instituido una excepción a
la regla de la subsidiariedad, estableciendo la procedencia del amparo para evitar un daño o
perjuicio irremediable, lo que supone que de no otorgarse la tutela al derecho o garantía
constitucional vulnerados hay inminencia de un mal irreversible, injustificado y grave, que
coloque al recurrente en un estado de necesidad, que justifica la urgencia de la acción
jurisdiccional, ya que de continuar las circunstancias de hecho en que se encuentra el
recurrente, es inminente e inevitable la destrucción de un bien jurídicamente protegido, lo que
exige una acción urgente para otorgar inmediata e impostergable por parte del Estado en forma
directa”.
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no
se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive” (Las negrillas son nuestras).
Descritos los supuestos por los cuales se activa la acción de amparo constitucional, corresponde
determinar si por los actos denunciados de ilegales se debe conceder la tutela demandada, o al
contrario determinar la inviabilidad de la acción.
De lo que se establece que existen derechos controvertidos sobre la propiedad en cuestión, que
no compete dilucidar al Tribunal Constitucional Plurinacional, por ende, al no haber cumplido
los accionantes con la totalidad de los requisitos exigidos por la glosada jurisprudencia
constitucional y mientras exista polémica en la titularidad del derecho, se inviabiliza el poder
otorgar la tutela solicitada.
POR TANTO
En revisión la Resolución 02/2010 de 22 de febrero, cursante de fs. 110 a 112 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Justo Vargas Bruno contra
Johnny Vedia Rodríguez y Norman Unzueta Grandy, Director; Asesor Legal; y
Sumariante respectivamente del Servicio Departamental de Salud (SEDES) de Oruro.
Señala además que en su caso el perjuicio y el riesgo es inminente, al haber sido perjudicado
para un ascenso de cargo a nivel nacional y se pretendería suprimir su puesto privándole del
derecho al ejercicio profesional, como cirujano general del Hospital San Juan de Dios al que
reitera optó por concurso de méritos y examen de competencia.
I.1.3. Petitorio
Solicita se dicte sentencia declarando procedente la acción interpuesta, disponiendo para el caso,
la notificación a los demandados para que procedan a la suspensión del proceso administrativo
interno instaurado en su contra, debiéndose aplicar al efecto el art. 102.II de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC).
Celebrada la audiencia pública de 22 de febrero de 2010, según consta en acta cursante de fs. 99
a 109 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- Oruro, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2010 de 22 de
febrero, cursante de fs. 110 a 112 vta. de obrados, declaró “procedente” EN PARTE el amparo
solicitado, disponiendo la nulidad del decreto pronunciado por el sumariante y anulando obrados
hasta que se dicte nueva resolución motivada con los siguientes fundamentos: i) Mediante los
elementos de convicción se evidencia que Justo Vargas Bruno participó de un concurso de
méritos y examen competencia para optar al cargo de médico cirujano general del Hospital San
Juan de Dios de Oruro, el cual ganó con la mayor puntuación siendo designado mediante
memorándum expreso y ratificado en sus funciones las cuales continúa desempeñándolas; ii) La
denuncia presentada por Johnny Vedia Rodríguez, Director del SEDES, contra el accionante
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3331
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ante el Ministerio Público fue rechazada mediante resolución fundamentada, en razón a que la
investigación no aportó elementos suficientes para fundar la imputación por la presunta
comisión del delito de uso indebido de influencias tipificado por el art. 146 del CP,
posteriormente, estando en funciones al accionante, le aperturó proceso administrativo por
contravención de los arts. 53 puntos 2, 18 y 20 del Reglamento Interno del Personal de la
Prefectura del departamento de Oruro; 23, 37 incs. b), f) y j) del Reglamento Interno del
Personal del Ministerio de Salud y Deportes; y 67 del Código de Ética y Deontología Médica;
por lo cual, el sumariado solicitó la nulidad del proceso y archivo de obrados argumentando que
nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque se modifique su
calificación o se aleguen nuevas circunstancias, petición que no tuvo lugar; y, iii) El accionante
a tiempo de plantear la nulidad del proceso interno, solicitó que la misma sea dispuesta mediante
resolución, petición que fue atendida solo mediante un decreto sin fundamentación, lo cual deja
al solicitante totalmente “cerrado o bloqueado” (sic), sin acceso ni oportunidad de ejercer
ningún derecho, concluyendo que “en consecuencia de todo lo precedente expuesto impide a
este Tribunal ingresar en el fondo de la problemática planteada” (sic).
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante nota CITE: MSD/DM 0702/2009 de 9 de abril, Ramiro Tapia Sainz entonces
Ministro de Salud y Deportes solicitó al Prefecto del Departamento de Oruro instruya a la
instancia pertinente, el inicio de acciones legales contra Justo Vargas Bruno y otros, a raíz de
denuncias por hechos de corrupción y uso indebido de influencias en la designación de
funcionarios en el SEDES Oruro, y, en caso de corroborar las denuncias proceda a la “inmediata
destitución” (sic), petición que reiteró mediante nota CITE: MSD/DM 0791/2009 de 21 de abril,
por lo cual mediante hoja de ruta 153 de 10 de enero de 2010, Johnny Vedìa Asesor Técnico de
SEDES-Oruro instruyó al Sumariante de esa entidad iniciar proceso administrativo interno (fs.
20 a 21 y 19 vta.).
II.4. El Reglamento Interno de Personal Estatuto del Funcionario Público Prefectural de enero
de 2007, aprobado mediante Resolución de la Prefectura 03/07 de 2 de enero de 2007 en su art.
42 regula los tipos de faltas o infracciones, estableciendo a través del inc. a) del citado artículo
que del incumplimiento a las instrucciones superiores, la omisión de deberes, la violación a las
prohibiciones y otros delitos, o la transgresión a las normas vigentes, emergen dos acciones: a)
comprobado el hecho una sanción disciplinaria o medida que el caso requiera y b) reparación del
daño económico y material del grado de culpabilidad, asimismo el art. 51 del citado Reglamento
prevé la existencia de la apelación de las sanciones emergentes de un proceso administrativo,
que deberá ser resuelta por un Tribunal Administrativo (fs. 57 a 84 y 88).
El accionante aduce que se han vulnerado sus derechos al debido proceso, a la dignidad, al
trabajo, a la “seguridad jurídica” y el principio de legalidad, toda vez que al ganar un concurso
de méritos y examen de competencia para asumir el cargo de médico cirujano del Hospital
General “San Juan de Dios” de Oruro fue sometido a un doble procesamiento a instancias del
Director del SEDES-Oruro, un proceso penal ante el Ministerio Público y otro administrativo
interno ante el Sumariante del SEDES, ambos por supuestos hechos de corrupción y uso
indebido de influencias, éste último originado a raíz de una nota y no de una denuncia o de
oficio contrariamente a lo regulado para el procesamiento administrativo. En consecuencia
corresponde analizar, en revisión, si tales extremos son evidentes a fin de otorgar o denegar la
tutela solicitada.
De conformidad con el art. 128 de la CPE, el amparo constitucional es una acción extraordinaria
que tiene por objeto la protección inmediata de los derechos fundamentales de las personas,
instituida por la Ley Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones
ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley; siempre que no exista otro medio o recurso legal para
su protección. De ahí que esta acción tutelar se encuentra regida por los principios de
subsidiariedad e inmediatez, donde corresponde a los accionantes agotar todos los recursos que
la ley les otorga para el reclamo de sus derechos que consideren vulnerados, y de persistir en su
lesión, recién solicitar la tutela constitucional, cuidando que esta sea realizada dentro del plazo
legal de seis meses a partir de la supuesta vulneración o de la notificación con la resolución
judicial o administrativa que se considere lesiva a dichos derechos y garantías.
legales idóneos para la tutela de sus derechos sea en la vía jurisdiccional o administrativa, pues
donde se deben reparar los derechos y garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la
instancia donde fueron vulnerados, esto es, que en principio haya acudido ante la misma
autoridad que incurrió en la presunta lesión y luego a las superiores a ésta, y si a pesar de ello
persiste la lesión porque los medios o recursos utilizados resultaron ineficaces, recién se abre
la posibilidad de acudir al amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un
mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues ello desnaturalizaría su esencia”.
al sumariante la nulidad del proceso administrativo, este no dio lugar a su solicitud, continuando
el proceso.
Al respecto, de la revisión de los antecedentes del caso, se establece que el proceso
administrativo interno iniciado contra el ahora accionante mediante Auto de apertura de proceso
de 20 de enero de 2010, que cursa a fs. 4 de obrados, se hallaba en pleno desarrollo a momento
de plantearse la presente acción de amparo constitucional, como se aprecia también de los
actuados de fs. 5 a 6 vta., donde cursa el escrito presentado el 5 de febrero de 2010 sobre
incidente de nulidad de ese proceso y el decreto de igual fecha, por el cual el sumariante del
SEDES-Oruro responde a dicho planteamiento.
Estos elementos fácticos permiten deducir que el accionante planteó su acción de amparo
constitucional, sin haber esperado a que se emita la resolución final del proceso administrativo
iniciado en su contra, lo cual determinó que la autoridad sumariante del SEDES-Oruro no pueda
pronunciarse sobre el fondo del proceso referido.
Asimismo, si bien el ahora accionante planteó la nulidad del proceso administrativo Interno,
solicitando al sumariante que emita resolución al efecto, conforme a los antecedentes del caso,
se verifica que dicho planteamiento fue respondido de manera fundamentada a través del decreto
de 5 de febrero de 2010, cursante a fs. 6 vta. de obrados, en el marco de la regulación establecida
por el DS 23318-A modificado por el DS 26237 referente al Reglamento de la Responsabilidad
por la Función Pública, normativa que admite en todo caso los recursos de revocatoria y después
jerárquico, donde podía efectuar el ahora accionante todos los reclamos y denuncias pertinentes,
conforme se establece del art. 21 al 29 del DS 23318-A, modificado por el DS 26237, en
consecuencia, se observa que el Tribunal de garantías incurrió en error al considerar como uno
de los fundamentos de su resolución la supuesta falta de fundamentación en la providencia antes
indicada, mas aún cuando ese aspecto no fue objeto de reclamo en el memorial de acción de
amparo constitucional.
En todo caso el ahora accionante, en ese entonces, debió aguardar que esa autoridad sumariante
pronuncie su fallo final en el proceso administrativo al que se hallaba sujeto, para que en el caso
de ser vulnerados sus derechos con esa decisión final, utilice contra la misma los recursos
idóneos de impugnación que prevé la normativa administrativa aplicable a la calidad del
recurrente como funcionario de SEDES, primero ante esa autoridad sumariante y de persistir
esas vulneraciones, acudir después ante la instancia superior a la misma, para lograr la
protección oportuna de sus derechos, empero el accionante sin agotar los medios y recursos en la
vía administrativa, planteó directamente la presente acción de amparo constitucional, situación
que permite establecer que el mismo no agotó la vía administrativa en el presente caso,
conforme se establece en los Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, lo cual determina que la presente acción de amparo constitucional
deba ser denegada, aclarando que este Tribunal Constitucional Plurinacional, por los aspectos
mencionados, no ingresó a analizar el fondo de la problemática planteada.
En consecuencia, la problemática planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art.
128 de la CPE., por lo que el Tribunal de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada, ha
efectuado una incorrecta compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
1º REVOCAR la Resolución 02/2010 de 22 de febrero, cursante de fs. 110 a 112 vta., dictada
por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial, -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Oruro; y, en consecuencia DENEGAR la tutela solicitada.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
2º Con la facultad conferida por el art. 48.4 de la LTC, que permite el dimensionamiento de los
efectos de la sentencia y en merito al tiempo transcurrido entre la emisión de la Resolución del
Tribunal de garantías y el pronunciamiento de la presente Sentencia, se tienen por validos y
subsistentes los actos realizados en cumplimiento a la resolución del Tribunal de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Blanca Isabel Alarcón Yampasi .-Magistrada.
Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Carmen Silvana Sandoval Landivar.-Magistrada.
Edith Vilma Oroz Carrasco .-Magistrada.
Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
El 5 de julio del año en curso, los demandados y otras personas, ingresaron a su propiedad
despojándolo de su quieta y pacífica posesión, amenazándolo de muerte como a su familia e
impidiéndoles el ingreso; es más, los avasalladores en el manzano 82, han concluido la
construcción de 10 habitaciones en obra bruta en diez lotes de terreno signados del 37 al 46, que
se encuentran embardados, lo que constituye una flagrante violación a los derechos
fundamentales de toda persona como es a la vida, a la libertad, a la propiedad privada y a la
“seguridad jurídica”, los que deben ser reparados en forma inmediata sin perjuicio de que
posteriormente acuda a la vía ordinaria para la protección de sus derechos violentados,
adjuntando a la presente acción constitucional la documentación que acredita su derecho
propietario inscrito debidamente en Derechos Reales (DD.RR).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 8 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 58
a 60 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la Liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. El accionante, Damián Panozo Rojas, demuestra su derecho propietario sobre los terrenos
situados en las manzanas 82, 85 y 88 de la UV 239, de la urbanización Barrio Vietnam cantón
Paurito, provincia Andrés Ibáñez de la ciudad de Santa Cruz, cuyo derecho se encuentra
debidamente registrado en Derechos Reales (DD.RR) (fs. 1 a 5).
II.2. El 5 de julio de 2009, dicha propiedad fue avasallada por los ahora demandados, quienes
arbitrariamente ingresaron en los terrenos, amenazando la integridad física del accionante y su
familia, ocupando los predios en los que realizaron construcciones precarias, los hechos
denunciados, se encuentran consignados en el informe del 23 de julio de 2009 de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) “Plan 3000” y la certificación de la Junta Vecinal
Cívica del Barrio Vietnam (fs. 9 a 12, 14 y 22 a 25).
II.3. Una vez radicado en revisión la presente acción ante este Tribunal, mediante memorial de
27 de enero de 2011 se apersonaron Elías Filemón Gómez Mamani y Marco Antonio Molina
Tambo, quienes denunciaron que no fueron notificados con la demanda de acción de amparo
constitucional en sus domicilios correspondientes; el mismo que mereció el proveído pertinente.
A su vez, el art. 129 de la misma CPE establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
Respecto a las medidas de hecho al ser contrarios al orden constitucional vigente, se asume el
entendimiento contenido en la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, que recogiendo líneas
jurisprudenciales sentadas, ha establecido, sus alcances y requisitos para su consideración a
través de la acción de amparo constitucional, haciendo abstracción de las exigencias procesales,
al señalar:
“En un Estado unitario, social de derecho, con características propias, cuya población está
conformada por los bolivianos y bolivianas, las diversas naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos, las comunidades interculturales y afrobolivianas, tal cual establece los
arts. 1 y 3 de la Constitución Política del Estado (CPE), los actos al margen del pluralismo
jurídico y convivencia de las diversas jurisdicciones, que se constituyen en vías o medidas de
hecho, o justicia incontrolada a mano propia, son situaciones intolerables que tienen
consecuencia jurídica.
En cuanto a los alcances de las medidas de hecho, la citada Sentencia, rememoró lo señalado a
través de la SC 0832/2005-R de 25 de julio, que entre otras, señaló que son: “…los actos
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que
el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan
frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por
el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el
amparo por vulnerar derechos fundamentales…”; y en cuanto a los fundamentos de la
prescindencia de la subsidiariedad agregó que: “La idea que inspira la protección no es otra que
el control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse
justicia por mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los
particulares que lo ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas
circunstancias…”.
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
la premura ni gravedad y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas
pertinentes según sea el caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no
se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive”.
del Estado y las leyes, de forma parecida a una justicia por mano propia, constituyen vías de
hecho, porque no encuentran respaldo legal en norma alguna, y son precisamente aquellas las
que merecen la tutela constitucional efectiva, toda vez que se sobreponen a los principios de
subsidiariedad y de inmediatez de la acción de amparo constitucional. Así, conforme a lo
señalado en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo, que señala los alcances y requisitos de las
medidas de hecho que hacen viable la tutela mediante esta acción constitucional, cabe referir que
en el caso de autos, se cumplen los presupuestos señalados, toda vez que se dan los requisitos
que hacen viable la tutela constitucional ante medidas de hecho, por haberse acreditado en forma
objetiva de que efectivamente se está frente a una medida de hecho o justicia a mano propia; el
derecho a la propiedad cuya tutela se pide, está acreditado en su titularidad y no está
cuestionado; además, no existió consentimiento de los actos denunciados y acusados como
medidas de hecho, al haber sido demostrados a través del informe del funcionario policial,
cursante a fs. 9 de obrados, quien verificó la presencia de los demandados y la existencia de
construcciones precarias realizadas por los mismos; y la certificación de la Junta Vecinal Cívica
del barrio Vietnam, además de las amenazas de las que también es objeto él accionante, y su
familia, con la consiguiente afectación inclusive de otros derechos fundamentales como a la
vida, y el impedirle el ingreso en sus terrenos, circunstancias por las que corresponde conceder
la tutela provisional solicitada.
Se advierte en obrados, que la presente acción tutelar fue presentada el 21 de octubre de 2009, y
ampliada el 29 del mismo mes y año; sin embargo, de acuerdo al memorial de fs. 34 de 25 de
febrero de 2010 cursante en los actuados, el accionante solicitó la continuación del trámite de la
acción que quedó en statu quo, acreditando que debido a su delicado estado de salud, no se
apersonó ante el Tribunal de garantías para la tramitación respectiva, adjuntando el certificado
médico correspondiente de fs. 33, debidamente valorado por dicho tribunal. Al respecto, el
tiempo transcurrido, no constituye un óbice para la no concesión de la presente acción de
amparo constitucional, toda vez que el avasallamiento y la consiguiente vulneración de los
derechos fundamentales del accionante, continuaban a momento de solicitar se prosiga con la
tramitación de la misma.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Sin considerar que el accionante es docente normalista con categoría al mérito, y que ganó la
Dirección de la Unidad Educativa “27 de Mayo”, previa convocatoria y concurso de méritos; el
Tribunal Disciplinario de Cercado I, que se conformó en su contra, lesionando las normas del
debido proceso, amplió el periodo de prueba, sin que en momento alguno del proceso
disciplinario se hubiese abierto el mismo, emitiendo la Resolución 01/09 de 16 de junio de 2009,
que dispuso su destitución como Director de la citada Unidad Educativa, en forma incongruente
y contradictoria, Resolución que no fue revisada en apelación como norman los arts. 15 de la
Ley de Organización Judicial (LOJ.1993) y 236 del Código de Procedimiento Civil (CPC),
recurso de apelación que se resolvió después de treinta y tres días de presentado el mismo,
vulnerando el art. 26 de la Resolución Suprema (RS) 212414 de 31 de abril de 1999.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se anulen obrados hasta el estado de dictarse nuevo Auto inicial de
proceso seguido en su contra y ordenando el pago de sus haberes y aguinaldo devengados.
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
172 a 174 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los codemandados Nicolás Siles Pancorbo, Apolinar Rivera Muñoz y José Carlos Melgarejo
Rojas, Director Distrital de Cercado I, Secretario y Vocal del Tribunal Disciplinario dependiente
de Cercado I, respectivamente; en el informe cursante de fs. 136 a 140, manifestaron lo
siguiente: a) El proceso disciplinario seguido contra el ahora accionante, se tramitó legalmente y
en apego a todo lo establecido por la RS 212414; b) Si bien no consta en acta, expresamente la
apertura del término de prueba; empero, las partes fueron notificadas personalmente en
audiencia con dicha actuación, lo que demuestra que evidentemente se abrió el término de
prueba, y el actor se acogió a ese periodo presentando su lista de testigos, y mucho más con el
memorial de 20 de mayo de 2009 en el que presentó prueba de descargo; c) Con referencia a la
supuesta falta de apertura de término de prueba que el accionante demanda ahora, no lo hizo
valer en su recurso de apelación, habiendo consentido, con ello, los presuntos actos ilegales u
omisiones indebidas que no impugnó oportunamente, lo que produce el efecto de que no se
active la tutela de la jurisdicción constitucional dada la naturaleza subsidiaria del amparo
constitucional, lo que constituye una causal de improcedencia de la presente acción; y, d) El
proceso disciplinario seguido contra el ahora accionante fue claro, transparente, no incurrió en
error, y estuvo a derecho desde la primera actuación del proceso, con la asistencia de su abogado
defensor, sin que se haya lesionado los derechos que el actor reclama en su acción de amparo
constitucional. Solicitaron se deniegue la presente acción, con costas y demás condenaciones de
ley.
Los codemandados, David Ovando Vásquez y Felipe Jesús Marca Pita, Director y Asesor
Jurídico del Servicio Departamental de Educación respectivamente, en el informe cursante de fs.
169 a 171, ratificando en audiencia, indicaron que el proceso disciplinario y el pronunciamiento
de la Resolución impugnada, observaron lo establecido por la RS 212414, con estricta sujeción
al art. 15 de la LOJ.1993, cumpliéndose los plazos de ley; sin que el accionante haya sufrido
ningún agravio en la Resolución del inferior y que hubieren sido objeto de la apelación.
Solicitaron se deniegue la acción de amparo constitucional.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 25 de
febrero de 2010, cursante de fs. 175 a 178 vta., concedió la tutela solicitada, en consecuencia: 1)
Anuló el proceso disciplinario seguido contra el accionante hasta el estado de dictarse nuevo
Auto de apertura de proceso; y, 2) Ordenó su inmediata restitución al cargo de Director titular de
la Unidad Educativa “27 de Mayo”, con resarcimiento de daños y perjuicios -que incluyen los
sueldos devengados- averiguables en ejecución de la presente Resolución.
Con los siguientes argumentos: i) No es evidente que no se hayan agotado los recursos
ordinarios administrativos, como aducen las autoridades demandadas, pues la enmienda,
explicación y complementación no constituyen propiamente un recurso, en la legislación
boliviana; sino una simple petición para lograr la corrección de errores materiales, aclarar
conceptos oscuros o suplir cualquier omisión en que se hubiera incurrido en el pronunciamiento
de una Resolución, sin alterar lo esencial de la misma, tal es así que en el Código de
Procedimiento Civil no se halla consignado como recurso ordinario ni extraordinario; ii)
Tampoco es cierto que el accionante haya actuado con voluntad de someterse positiva, libre e
inequívocamente al proceso disciplinario en la forma como fue tramitado, ya que oponiéndose a
dicho proceso, planteó el incidente de nulidad, denunciando anomalías y defectos procesales, e
impugnó la resolución del Tribunal sumariante, sin que el hecho de que no haya sido motivo de
su apelación el defecto que ahora pretende hacer valer en la presente acción de amparo
constitucional, sea suficiente causal para inferir su voluntad de sometimiento voluntario; iii) En
el proceso administrativo en cuestión, no existió una resolución expresa que fije el plazo
probatorio y habilite la proposición y producción de pruebas por las partes: consiguientemente,
no hubo notificación con el Auto de apertura de plazo probatorio, lo que implica la concurrencia
de la causa de nulidad de obrados prevista por el art. 247 de la LOJ.1993, aplicable con carácter
supletorio, que denota la concurrencia de vicios de nulidad en el proceso administrativo, que
amerita su reposición; y, iv) No existe congruencia en la Resolución impugnada, porque no
obstante que reconoce que el encausado desvirtuó algunas de las transgresiones acusadas; sin
embargo, lo sancionó por todas las faltas demandadas. Todo lo que permite concluir que tanto el
Tribunal Disciplinario como la autoridad educativa que conoció en apelación la causa,
incurrieron en actos lesivos de los derechos y garantías constitucionales denunciados por el
accionante, ya que en cuanto a la citada autoridad incumplió su deber de revisar de oficio las
actuaciones de los inferiores para la comprobación del cumplimiento de los plazos y leyes que
norman la tramitación y la conclusión de los procesos, aplicando en su caso, las correcciones y
sanciones correspondientes, en virtud al art. 15 de la LOJ.1993.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. Por memorando de designación 10702 de 2 de febrero de 2009, el ahora accionante fue
nombrado Director titular institucionalizado de la Unidad Educativa “27 de Mayo” (fs. 4).
II.5. Mediante Resolución 01/09, el Tribunal Disciplinario del entonces Servicio Distrital de
Educación Cercado I, declaró al accionante, autor de las faltas previstas en los arts. 9 incs. c) y
d); 10 incs. e) y k) y 11 incs. b) y c) de la RS 212414, disponiendo el descenso a un cargo
inferior, más una severa llamada de atención al plantel docente de Unidad Educativa “27 de
Mayo”, por haberse observado inapropiadas conductas en la sustanciación del referido proceso
disciplinario, establecidas como faltas en la citada Resolución Suprema (fs. 10 a 19). El 17 del
mismo mes y año, se notificó al accionante con la Resolución señalada (fs. 20).
II.6. A través del memorial de 19 de junio de 2009, el accionante apeló la Resolución 01/09 (fs.
25 a 32).
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada, caso contrario concierne determinar si existió o
no vulneración de los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
Consecuentemente, los actos, para que produzcan las consecuencias jurídicas expresadas en el
art. 96.2 de la LTC, deben provocar en el Tribunal la convicción plena de que el recurrente está
de acuerdo con el acto reclamado; dado que la simple presunción del consentimiento por
acciones que no están directamente relacionadas con el supuesto acto ilegal, lesionaría la
garantía de la tutela jurisdiccional eficaz…'; jurisprudencia reiterada en numerosas sentencias
constitucionales, entre ellas, las SSCC 878/2010 y 906/2010” (Entendimiento asumido en la SC
0865/2011-R de 6 de junio) (las negrillas son agregadas).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3346
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En el caso que se analiza, el accionante pretende la nulidad del proceso disciplinario seguido en
su contra, por cuanto no se estableció expresamente -como considera que debió ser- la apertura
de plazo probatorio, y porque se resolvió la apelación que su parte opuso, excediendo el plazo
previsto por la RS 212414.
Por otra parte, la dilucidación del recurso de apelación que planteó el accionante, no se emitió
dentro del plazo de quince días contados desde la recepción de la apelación, como establece el
art. 26 de la RS 212414, sino después de más de dos meses, ya que el recurso de apelación es de
19 de junio de 2009, y la RA 06/2009 que lo resuelve, es de 3 de agosto de ese año, situación
que revela el incumplimiento del deber del Director Departamental del SEDUCA codemandado
en pronunciarse dentro del plazo de ley sobre el recurso de apelación en el referido proceso
disciplinario y por consecuencia, lesiona el derecho al debido proceso del accionante,
“…entendido como el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo en el que sus
derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar…” SC 0121/2010-R de 10 de mayo) (las
negrillas son nuestras), lo que conlleva a conceder la tutela respecto a ese derecho.
recurridos, debe precisarse que no basta que una norma procesal establezca el término dentro
del cual debe dictarse una resolución para que, en caso de incumplimiento, la misma sea nula
ipso jure; pues para que esto ocurra la norma procesal debe establecer con carácter específico
que la autoridad pierde competencia si emite fallo fuera del término, o lo que es lo mismo, la
pérdida de competencia debe estar expresamente señalada en la Ley, para establecer la
nulidad de los actos o resoluciones de toda autoridad…” (las negrillas son agregadas).
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Los accionantes manifiestan que se vulneró sus derechos al debido proceso, a la defensa, al
principio de legalidad y “seguridad jurídica”, garantizados por los arts. 117, 119.II, 178.I y 410.I
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Los accionantes, solicitan se conceda la tutela y se disponga la nulidad de obrados hasta el vicio
más antiguo. Además solicita se aplique lo dispuesto por el art. 102.II de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC), referido a la responsabilidad penal y civil, más daños y perjuicios y la
remisión de los antecedentes al Ministerio Publico.
Celebrada la audiencia pública el 19 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
95 a 114 vta., se produjeron los siguientes actuados:
José Miguel Vásquez Castelo, Juez de Instrucción en lo Penal Liquidador, manifiesta que es
cierto y evidente que en la fecha señalada, se ha dictado la Resolución 01/2009; sin embargo, se
tiene que conforme al Auto de Vista 03/2009, dicha Resolución ha sido anulada por Alejandro
Llanos Rojas Juez de Partido, Sentencia Liquidador, Niñez y Adolescencia, Trabajo y Seguridad
Social, en ese entendido, se ha dispuesto la remisión de los antecedentes a la Autoridad
jurisdiccional con asiento en la “Localidad de Poopó” (sic), por lo que refiere, que no le toca
más participación en el presente proceso.
Por su parte, Javier Aguirre Alanez, Juez de Instrucción en lo Penal, manifestó que el 25 de
mayo de 2009, haciendo un examen y análisis de los antecedentes, dictó el correspondiente fallo
que cursa en el proceso, aclarando que él no intervino en el desarrollo de los actos del proceso,
sino hasta el momento de dictar dicha Resolución. Refiere además que el tercer fundamento del
fallo señala: “En conformidad a lo previsto por el art.137 y 138 de la anterior Constitución
Política del Estado, los bienes del patrimonio de la Nación, constituyen propiedad pública,
inviolable, siendo el deber de todo habitante, respetarla y protegerla pertenecen al patrimonio de
la Nación” (sic). Además señala que de los informes emitidos por la oficina de Derechos Reales
(DD.RR.) cursante de fs. 1 a 88, la partida 204 del “Libro de Propiedades Capital de 1953” (sic),
con matricula actual 4.01.1.101.0016247 de la COMIBOL, demuestra que esa entidad es
evidentemente propietaria del lote de terreno, propiedades mineras rústicas y urbanas de las
minas y bienes de la empresa que formaron parte de los grupos Patiño, Hochschild y Aramayo
“(art. 1º y siguientes del D.S. Nº3223 de fecha 31 de octubre de 1952)” (sic), es en base a estos
fundamentos que la referida Corporación, ha venido ejerciendo su derecho propietario sobre los
bienes sujetos a nacionalización, aunque ciertamente no se hallan individualizados especificando
nombres, ubicaciones y superficies.
Por su parte, Alejandro Llanos Rojas Juez de Partido, Sentencia Liquidador, Niñez y
Adolescencia, Trabajo y Seguridad Social demandado señala: Los accionantes pretenden
apoderarse de los predios del “Club Huracán” (sic) pues, constituyen una parte del campamento
de la Empresa Minera Huanuni, incluso se ha dado en calidad de comodato ese inmueble al
Sindicato de Trabajadores de dicha Empresa, de manera de que no pueden argüir los accionantes
que ellos son propietarios. Además expresa que el apoderado de la COMIBOL, no tendría
personería; empero, dicha Corporación cumplió con lo establecido por el art. 805 del CC, toda
vez, que no se requiere un poder especial para cada acto de disposición individualmente
considerado; es suficiente que el mandato, sea general, de manera que faculte al mandatario para
realizar todos los actos requeridos o sólo alguno de ellos, como por ejemplo: reivindicar,
enajenar, hipotecar como regula el art. 811 del CC.
Por otra parte, señala que la personería admitida por el Juez ad quo mediante Auto
interlocutorio, no tenía carácter definitivo ni causaba estado, por lo que la parte afectada tenía la
posibilidad de interponer el recurso de reposición y subsidiariamente la apelación, conforme se
señala en el “A.S.” (sic) 347 de 7 de noviembre de 1987.
Lucy Gutiérrez Uyuli en calidad de tercera interesada manifestó que: 1) Con relación a la
personería jurídica que la COMIBOL supuestamente no justificó con su constitución, estatutos,
reglamentos, acta de elección y posesión de Directorio; cabe señalar lo siguiente: ”la
Corporación Minera de Bolivia COMIBOL, es una entidad estatal autárquica descentralizada,
con autonomía propia creada mediante D.S.Nº3196 del 2 de octubre de 1952, la misma ha sido
elevada a rango de Ley, un 29 de octubre de 1956, frente a dicha resolución nos vemos
obligados al resguardo del patrimonio que constituye bienes propios del Estado boliviano,
conforme lo establece el art.339 parágrafo II” (sic), dicha normativa señala que los bienes del
patrimonio del Estado, constituyen propiedad del pueblo boliviano, inviolable inembargable,
imprescriptible e inexpropiable; 2) Con referencia al poder presentado por la COMIBOL, dentro
del proceso sumario de entrega de bien inmueble, este constituye un poder especial de
administración y no general, la misma que no puede tacharse de insuficiente, por que acredita la
existencia legal de la personería jurídica de la referida empresa, como entidad del Estado que
contiene las designaciones del Presidente y todos los miembros del Directorio, al ser una entidad
estatal, la misma no requiere ser inscrita mediante el Registro de Comercio, pues fue creada
como una entidad autónoma, con personería jurídica, denominada “Corporación Minera de
Bolivia” (sic); 3) La titularidad del derecho propietario conforme establecen los “Decretos
Supremos 32, 23, 41,13 y la ley del 29 de octubre de 1956” (sic), disponen la reversión al Estado
de todos los bienes, maquinarias, desmontes, escorias, releves, etc. que pertenecen a los grupos
Patiño, Hochschild y Aramayo; 4) Asimismo, menciona que el DS 3223 en su art. 1 indica: “Se
nacionaliza por causa de utilidad nacional, las minas y bienes de las empresas que forman los
grupos de Patiño, Hochschild y Aramayo” (sic); 5) También refiere, que cursa en el expediente
respectivamente la partida 204, legalmente matriculada con la codificación 4.01.101.0016247;
con estos antecedentes la COMIBOL, acreditó la Titularidad del “Club Huracán” (sic) del
Centro Minero de Huanuni y la facultad de asumir defensa de estos predios; 6) De igual manera,
señala que el recurrente quiso sorprender al Tribunal de garantías, señalando que el “Club
Huracán” (sic) no estaba allegado a la Empresa minera Huanuni, pero esa situación se debe a
que todas las plantas, las fundiciones que tiene dicha Corporación, deben estar alejadas de su
campamento por seguridad industrial y por seguridad de sus propios trabajadores, pues para el
funcionamiento de la Empresa se manipulan permanentemente explosivos, materiales químicos
y es por eso que el “Club Huracán” (sic), no se encuentra próxima al ingenio de la planta del
Centro Minero Huanuni; y, 7) Finalmente menciona que no se han vulnerado ningún derecho a
la justicia o al debido proceso, por lo que pide se deniegue la tutela solicitada por los
accionantes y sea con costas por atentar contra los bienes del Estado Plurinacional de Bolivia.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías pronunció la
resolución 01/2010 de 19 de febrero, cursante de fs. 115 a 120, en el que declaró
“improcedente”, la acción de amparo constitucional planteada por Leónidas Suaznabar Méndez
y Martha Ríos Guevara de Suaznabar, bajo los siguientes argumentos: i) Se establece que en el
proceso de entrega del bien inmueble promovido por la COMIBOL, los demandados
interpusieron excepción previa de impersonería, que fue rechazada mediante Auto interlocutorio
expreso, no siendo evidente, como afirman los accionantes, que ese Auto fuera definitivo, pues
el mismo no impedía ningún procedimiento ulterior, por lo que correspondía a los mismos
plantear la reposición y no así como lo hicieron planteando directamente el recurso de apelación
en contra del Auto interlocutorio mencionado; ii) Aún en el hipotético caso de que esa apelación
hubiera sido rechazada ilegalmente, correspondía a los ahora accionantes interponer el recurso
de compulsa por negativa indebida de la concesión del recurso de alzada; iii) Con respecto a que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3352
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
se hubiere vulnerado los arts. 16 de la Ley de Organización Judicial (LOJ 1993) y 180 del CPC,
porque, dentro de ese proceso sumario no se hubiese llamado a conciliar entre las partes, se
aclara que en los procesos donde interviene el Estado no es procedente dicha actuación, de
manera que, los jueces de instancia que no hubieren cumplido en audiencia de conciliación, no
han conculcado esas disposiciones legales; iv) Sobre la supuesta vulneración del art. 395 del
CPC, referente a la emisión del decreto de Autos, antes de emitir la resolución, corresponde
indicar que esta previsión sólo es aplicable en procesos de conocimiento y no en los de
sumarios; v) Con respecto a la supuesta infracción del art. 91 del CPC, es necesario indicar que
el mismo esta derogado por la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar, de
manera que su cita resulta indebida; vi) Los ahora accionantes ni siquiera han acreditado la
condición con la que han intervenido, pues no señalan si lo hicieron en su calidad de inquilinos,
anticresistas o propietarios de ese inmueble, de manera que es inconcebible que se les haya
conculcado derecho alguno; y, vii) El “Club Huracán” (sic) de acuerdo al DS 2332, elevado a
rango de Ley en 1956, corresponde a la COMIBOL y se halla inscrito en DD.RR. como se
verifica de la Partida 204, por lo cual no es evidente que dicha Corporación, demandó la entrega
del inmueble sin ser propietaria. Consecuentemente, no se ha conculcado los derechos cuya
violación se ha denunciado.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante certificado 73300 de 26 de marzo de 2007, emitido por Arminda Paniagua
Rodríguez, Registradora de DD.RR. del departamento de Oruro, donde, entre otros, se certifica
que no existe registro a nombre del “CLUB HUARACAN DE HUANUNI” (fs.3).
II.2. La orden instruida de 14 de marzo de 2007, emitida por el Juez de Instrucción, por la que
Leónidas Suaznabar Méndez instruye a la Registradora de DD.RR., emita certificación sobre
derecho propietario del CLUB HUARACAN DE HUANUNI” (fs. 4 a 6 vta.).
II.3. Mediante Auto de Vista 04/08, emitido por el Juez codemandado, se confirma la
Resolución 7/2008, con costas en ambas instancias como dispone el art. 237.I inc. 1) del CPC
(fs. 18 a 18 vta.).
II.4. A través de la Resolución 01/2009, José Miguel Vásquez Castelo Juez codemandado,
declaró probada la demanda, disponiendo la entrega del bien inmueble denominado Club
“HURACAN” (sic) a favor de la COMIBOL, dando el plazo de treinta días para su entrega, con
pago de costas, daños y perjuicios, así como el pago de alquileres solicitados por la parte
demandante (fs. 25 a 27 vta.).
A su vez, el art. 129 de la Ley Fundamental establece que: “I. La Acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con
poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante
cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La
Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial” (las negrillas son nuestras).
Con relación a la revisión de resoluciones emitidas por la jurisdicción ordinaria, este Tribunal
asume el entendimiento expuesto en la SC 0125/2007-R de 12 de marzo, por no ser contrario al
orden constitucional vigente, al establecer que: ”La jurisdicción constitucional en materia de
amparo, cuando está referida a denuncias sobre supuestas violaciones dentro de procesos
judiciales o de cualquier otra naturaleza, sólo puede analizar si dentro del mismo se han
vulnerado derechos fundamentales. Con este razonamiento, la jurisprudencia de este Tribunal,
reiterando lo expresado en la SC 0204/2003-R, de 21 de febrero, señaló que: '(…)en lo que
concierne al debido proceso solamente podrá compulsar si los jueces o tribunales a quienes les
correspondió conocer el proceso, lo han sustanciado vulnerando los derechos y garantías
proclamadas por los arts. 16 de la CPE, 8 del Pacto de San José de Costa Rica, 14 del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, así como en el Código de Procedimiento
Civil, pero bajo ningún argumento podrá analizarse el criterio del juzgador sobre el contenido
de la prueba, pues esta función es exclusiva del juzgador ordinario'. Entendimiento que ha sido
reiterado en la SC 0096/2004-R, de 21 de enero, al señalar que '(…) el amparo constitucional
no es una instancia procesal y por lo mismo, 'no puede equipararse a esta acción extraordinaria
a un recurso de apelación y menos, a un recurso de casación' conforme ha reconocido la SC
1473/2003-R, de 7 de octubre. En este orden, la SC 1358/2003-R, de 18 de septiembre, ha
establecido que: 'el amparo constitucional es una acción de carácter tutelar, no es un recurso
casacional que forme parte de las vías legales ordinarias, lo que significa que sólo se activa en
aquellos casos en los que se supriman o restrinjan los derechos fundamentales o garantías
constitucionales, por lo mismo no se activa para reparar supuestos actos que infringen las
normas procesales o sustantivas, debido a una incorrecta interpretación o indebida aplicación
de las mismas'.
De los antecedentes procesales, se evidencia que la parte accionante denuncia que en el proceso
sumario civil de entrega del inmueble denominado “Club Huracán” (sic), el que inició
COMIBOL en contra de los codemandados, donde la entidad ahora demandada no acreditó
debidamente su personería jurídica ni sus títulos de propiedad del inmueble en litigio, el Juez
José Miguel Vásquez Castelo, sin considerar estos aspectos y sin convocar a audiencia de
conciliación, falló a través de la Resolución evacuada en favor de la referida Corporación, la
cual en instancia de apelación fue confirmada por el Juez Alejandro Llanos Rojas, pese a
hallarse este último afectado de una causal de excusa para conocer el proceso, al tener el mismo
un proceso pendiente de beneficios sociales con la COMIBOL, aspectos ilegales que no fueron
observados en casación por los Vocales de la Sala Civil Segunda, ahora codemandados, quienes
declararon improcedente el recurso de casación planteado por los accionantes, convalidando
todos los actos ilegales del proceso, donde las autoridades ahora demandadas, en el trámite del
proceso y en la emisión de los fallos emitidos, incurrieron en vulneración de los arts. 3, 56, 58,
190, 192.II y 395 del CPC, arts. 28 27, 94 y 133 del CCom y art. 810 del CC.
Sin embargo, los accionantes en ese cometido, no cumplieron con los requisitos establecidos que
se citan en el Fundamento Jurídico III.2, para que el Tribunal Constitucional Plurinacional pueda
ingresar a revisar la legalidad ordinaria de los procedimientos y resoluciones descritas, pues no
explican porque la labor interpretativa impugnada resultan insuficientemente motivadas,
arbitrarias, incongruentes, absurdas o con errores evidentes, los fallos emitidos por los jueces de
instancia y el tribunal de casación en el proceso sumario civil indicado, así como tampoco
identifican, las reglas de interpretación que hubieran sido omitidas por las autoridades
demandadas a tiempo de resolver en cada instancia el proceso, ni precisan el nexo causal entre
las supuestas infracciones legales cometidas por estos últimos y la interpretación impugnada.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías al declarar “improcedente” la acción de amparo
constitucional, aunque con otros fundamentos, ha efectuado una adecuada compulsa de los
antecedentes procesales.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs.
292 y vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los demandados refirió que: 1) El Comité Electoral convocó a elecciones por un
periodo de funciones de tres años, desde el 2003, lo cual no obedece a un capricho si no que se
debe a las bases y se elige al Directorio por este periodo, acto que nunca fue observado por los
asociados, teniendo por ello legitimidad suficiente; además los representados del accionante y él,
emitieron su voto libremente dando su consentimiento a las elecciones efectuadas; y, 2) La
acción de amparo constitucional no es subsidiaria de otros recursos, y conforme a lo establecido
en los Estatutos de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego 1 “La Angostura”,
antes de presentar esta acción, debieron acudir al Tribunal de Honor de la Asociación.
I.2.3. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, a través de la
Resolución 003/2010 de 12 de marzo, cursante de fs. 293 a 295, concedió en parte la tutela, con
la aclaración que la duración de la Directiva electa es de sólo dos años, en previsión del art. 13
del Estatuto de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego 1 “La Angostura”; i)
Se evidencia que las elecciones se efectuaron el 11 de agosto de 2009; pese a la impugnación
efectuada y en plena vigencia y aplicabilidad del art. 13 del Estatuto de la referida Asociación;
ii) El Comité Electoral no respetó lo establecido en el Estatuto con relación al periodo de
duración de dos años y no así de tres años, periodo que fue impugnado y no mereció
pronunciamiento alguno; iii) La omisión del Comité Electoral no puede afectar el resultado de la
elección, porque se conculcaría el derecho a “ ser elegido”; y, iv) Asimismo, se evidenció que en
ese proceso participaron el accionante y sus representados, quienes de igual forma convalidaron
el proceso electoral, sin que en dicho momento hubiesen efectuado observación alguna; además
del Estatuto se desprende que la duración del periodo de la Directiva electa es sólo de dos años
desde su posesión.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3358
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante el recorte periódico de 19 de junio de 2009, se evidencia que el Comité Electoral
de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego 1 “La Angostura”, convocó a
elecciones generales para el nuevo Directorio de esa Asociación, para las gestiones 2009 - 2012
(fs. 50).
II.2. Consta el Estatuto de la mencionada Asociación “La Angostura”, en el art. 13, indica que:
“la dirección y administración de la Asociación estará a cardo de un Directorio compuesto del
modo que se determina en el capítulo correspondiente. Será designado por la Asamblea General
en sesión ordinaria, y sus miembros durarán en el ejercicio de sus funciones el tiempo pudiendo
ser reelectos por otro periodo” (fs. 3 a 15).
II.4. Las elecciones para el nuevo Directorio de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional
de Riego 1 “La Angostura”, fue efectuada el 19 de agosto de 2009, y a través de la nomina se
evidencia que el accionante y sus representados asistieron y cumplieron con su derecho al
sufragio, una vez concluido el proceso de elección, se designó al nuevo Directorio (fs. 115 a
176).
El accionante por sí y por sus representados sostiene que, los demandados vulneraron el
principio de la seguridad jurídica; toda vez que, no dieron cumplimiento a lo establecido por el
art. 13 del Estatuto de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego 1 “La
Angostura; y como efecto de ello, contravinieron la duración del periodo de funciones del
Directorio que de acuerdo al referido Estatuto es sólo de dos años, convocando ilegalmente a
elecciones por el periodo de tres años; además, que los demandados tampoco consideraron la
impugnación efectuada al respecto. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales
actuados son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3359
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
III.2.La seguridad jurídica no puede ser tutelada mediante una acción de amparo
constitucional
La Constitución Política del Estado en su art. 178, refiere que la seguridad jurídica constituye
uno de los principios que sustenta la potestad de impartir justicia.
Conforme a lo establecido en el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), las
Sentencias Constitucionales pueden ser moduladas en sus efectos a fin de evitar distorsiones
procesales, considerándose la interpretación previsora.
El accionante, considera que se vulneró el derecho a la “seguridad jurídica”; toda vez que, las
autoridades demandadas, no dieron cumplimiento al Estatuto de la Asociación de Usuarios del
Sistema Nacional de Riego 1 “La Angostura”, contraviniendo su artículo 13, que establece dos
años como duración del periodo de funciones de la Directiva y no así de tres años, como se
señaló en la convocatoria a elecciones, la misma que fue impugnada por el accionante y sus
representados mediante el memorial de 30 de julio de 2009, quienes al existir ciertas
irregularidades en la publicación de la convocatoria a elecciones y en busca de garantizar la
transparencia y pureza del sufragio, pidieron anular la citada convocatoria, además que se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3361
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publique una nueva convocatoria. Sin embargo, el 7 de agosto del referido año, los demandados
se pronunciaron alegando que no era la primera convocatoria que se efectuaba en la cual
señalaban la duración de tres años, ya que era la tercera, por ello rechazaron la impugnación, por
no existir ninguna ilegalidad o vulneración.
POR TANTO
1º REVOCAR Resolución 003/2010 de 12 de marzo, cursante de fs. 293 a 295, dictada por la
Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
2º En virtud a la facultad prevista por el art. 48.4 de la LTC, por el transcurso del tiempo, se
modulan los efectos del presente fallo y se dejan firmes y subsistentes los efectos producidos a
causa de la Resolución pronunciada por el Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
y de igual forma omitieron el art. 37.III de la citada Ley, que señala que, procederá la restitución
en el cargo de Concejal en caso de sentencia absolutoria o declaratoria de inocencia.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
Saúl Diego Díaz Guzmán, apoderado legal de Roberth Aguirre Carrasco y Felicidad Guzmán
Argote de Céspedes, mediante informe escrito cursante de fs. 86 a 90, señaló que: a) En el
memorial de acción de amparo constitucional, el accionante pide se deje sin efecto la Resolución
Municipal 02/2010, por la que se habilita al Concejal suspendido, Félix Ormachea Flores, quien
en esta acción es el tercero interesado; la omisión de citarlo como tal, cuestiona el requisito de
admisión de la presente acción establecida en el art. 98 de la Ley del Tribunal Constitucional
(LTC) y de conocerse en el fondo la presente acción, en grado de revisión, de cualquier modo
sería declarada “improcedente”, por lo que al no haber sido notificado el tercero interesado,
corresponde regularizar dicha situación y suspender la presente audiencia; b) Por otro lado, la
restitución al cargo de Concejal de Félix Ormachea Flores, se tendría que dar en caso de una
sentencia absolutoria o declaratoria de inocencia, conforme señala el art. 37.III de la LM,
haciendo ver que la Ley de Municipalidades es de preferente aplicación respecto a la
Constitución Política del Estado; c) El art. 28 de la CPE, habla de los casos de suspensión de los
derechos políticos; por tanto, la Norma Fundamental vigente señala que sólo pueden ser
suspendidos conforme manda la Constitución Política; es decir, únicamente cuando exista una
sentencia ejecutoriada, pero Félix Ormachea Flores no tiene dicha sentencia; y, d) Por último, el
accionante, tenía la obligación de solicitar la reconsideración de la Resolución Municipal
03/2010 de 21 de enero, conforme prevé el art. 22 de la LM, por lo que el accionante sin
ninguna convicción, ha justificado la aplicación de la excepción al principio de subsidiariedad;
por tanto, pidió se declare improcedente la presente acción.
Genoveva Cruz Equilea, mediante informe escrito, cursante de fs. 91 a 92 vta., indicó que: 1) El
21 de enero de 2010, Félix Ormachea Flores, presentó una solicitud de reincorporación al cargo
de Concejal titular, para lo cual cada Concejal emitió su opinión, pero su persona coincidió con
la opinión inicial vertida por la Concejal Secretaria, de pedir un informe respecto al estado del
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3364
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proceso penal que se le inició, por tal motivo se dio cumplimiento a lo establecido en el art. 48
de la LM, mediante la Resolución Municipal 24/2008. También para atender la solicitud de
reincorporación del Concejal suspendido debió haberse cumplido con lo señalado en el art.
37.III de la LM; 2) Por otra parte, siendo de conocimiento de todos los Concejales los motivos
de suspensión de Félix Ormachea Flores, sin oír la opinión del Abogado-Asesor del Concejo
Municipal de Sipe Sipe, los concejales Claudio Quilo, Julián Sierra Cuba, Roberth Aguirre
Carrasco, Felicidad Guzmán Argote y Justina Gutiérrez Jaillita, sugirieron someter a votación la
solicitud de reincorporación del Concejal suspendido, sin que exista el requisito exigido por el
art. 37.III de la mencionada Ley; en tal sentido, los antes mencionados han incurrido en actos y
omisiones ilegales e indebidos que restringen los derechos y garantías constitucionales de
Marcelino Escalera Terrazas, por lo que su persona fue de Voto Disidente en las decisiones
asumidas por los demás Concejales, tal cual consta en el acta de 21 de enero de 2010; y, 3) Pidió
que se declare ”procedente“ la acción de amparo constitucional, pero únicamente con relación a
los Concejales que incurrieron en actos ilegales e indebidos y no así contra ella por haber sido de
Voto Disidente en las decisiones asumidas por los demás Concejales.
Félix Ormachea Flores, mediante su abogado, en audiencia de 1 de marzo de 2010 (fs. 209 vta.),
señaló que: i) Se adhiere al informe presentado por los demandados Roberth Aguirre Carrasco y
Felicidad Guzmán Argote; ii) Si bien su persona tiene una acusación formal, pero no tiene una
sentencia condenatoria y ejecutoriada; por tanto, el art. 28 de la LM, le da todas las garantías de
poder ejercer sus derechos como Concejal; y, iii) En caso de duda se debe aplicar la ”presunción
de constitucionalidad“ y declarar improcedente la acción planteada, porque el ha sido restituido
en forma legal al cargo de Concejal, ya que el mismo no pierde sus derechos en función al art.
28 de la CPE.
I.2.4. Resolución
El Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, mediante la Resolución de 1 de
marzo de 2010, cursante de fs. 211 a 214 vta., concedió la acción de amparo constitucional; y
declaró “improcedente” en relación a Genoveva Cruz Equilea; disponiendo: a) Dejar sin efecto
y valor legal las Resoluciones Municipales 02/2010, de restitución al cargo de Concejal a Félix
Ormachea Flores y 03/2010, de designación como Alcalde Municipal a Roberth Aguirre
Carrasco; y, b) La restitución en el día de Marcelino Escalera Terrazas, al cargo de Concejal; y
consiguientemente, a Alcalde Municipal de Sipe Sipe, bajo conminatoria de ley.
En respuesta al memorial de 2 de marzo de 2010, cursante a fs. 224, mediante el que se solicita
la enmienda y complementación de la Resolución indicada supra, el Juez de garantías mediante
Auto de 3 del mismo mes y año (fs. 224 vta.), dispuso la remisión de antecedentes al Ministerio
Público, para su investigación por la presunta comisión de los delitos previstos en los arts. 153 y
154 del CP, en relación a las autoridades contra las que se concedió la tutela.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
II. CONCLUSIONES
II.2. El 21 de abril de 2008, el Fiscal de Materia, Jhosy Erly Arauco, presentó al Tribunal de
Sentencia de Quillacollo, acusación formal contra Félix Ormachea Flores y Grover Floreal
Quiroz, por los delitos sancionados en los arts. 144, 146, 221 y 224 del CP; por lo que, el 4 de
noviembre del mencionado año, se emitió el Auto de apertura de juicio contra los acusados; el
25 de septiembre de 2009, se procedió al sorteo de jueces ciudadanos y mediante el Auto de 29
de octubre del mismo año, el Tribunal de Sentencia de Quillacollo señaló audiencia de juicio
oral para el 5 de abril de 2010, a horas 9:30 (fs. 2 a 5 vta., y 18 a 20).
II.5. El 21 de enero de 2010, por Resolución Municipal 02/2010, se dejó sin efecto y valor legal
la Resolución Municipal 24/2008; por tanto, se restituyó a Félix Ormachea Flores al cargo de
Concejal titular (fs. 135).
II.6. A través de la Resolución Municipal 03/2010, se deja sin efecto y sin valor legal la
Resolución Municipal 39/2009, mediante la cual se designó a Marcelino Escalera Terrazas,
Alcalde Municipal de Sipe Sipe y en la misma Resolución se designó como nuevo Alcalde a
Roberth Aguirre Carrasco por el resto de la gestión y se le instruyó que asuma sus funciones
inmediatamente (fs. 136).
titular, Félix Ormachea Flores, el accionante llegó a ocupar dicho cargo y ante la renuncia
irrevocable del Alcalde, fue elegido como tal, pero luego en sesión del pleno del Concejo
Municipal de Sipe Sipe, los Concejales mediante votación decidieron aceptar la reincorporación
del suspendido y eligieron como nuevo Alcalde a Roberth Aguirre Carrasco, sin haber
observado el procedimiento correspondiente para dicho actuado, más aún, si el Concejal
suspendido no presentó su sentencia, ya sea absolutoria o declaratoria de inocencia. En
consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a los fines de
conceder o denegar la tutela solicitada.
A su vez el art. 129 de la misma Norma Fundamental, establece que: “I. La Acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder
suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez
o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La Acción de
Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a
partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa
o judicial”.
La reconsideración, se encuentra instituida por el art. 22 de la LM, el cual dispone que: “El
Concejo Municipal, a instancia de parte o del Alcalde Municipal, por el voto de dos tercios del
total de sus miembros podrá reconsiderar las Ordenanzas y Resoluciones Municipales”. Por lo
que se establece que es un medio idóneo para modificar o ratificar las determinaciones emitidas
por el concejo municipal.
En ese orden, el Concejo Municipal, conforme lo dispone el art. 22 de la LM, tiene competencia
para reconsiderar, por el voto de los dos tercios del total de sus miembros, las resoluciones
municipales; y de acuerdo a la jurisprudencia constitucional, es exigible su presentación previo
a la interposición de la presente acción tutelar. Este aspecto quedó precisado, entre otras, en la
SC 0512/2010-R de 5 de julio, que estableció: 'Desde una interpretación teleológica, se entiende
que, al ser la resolución considerada ilegal producto de una errada apreciación o análisis de
aspectos fácticos y/o jurídicos por parte de la máxima instancia, como lo es el Concejo
Municipal, con la reconsideración se pretende un nuevo análisis de dichos aspectos, a objeto de
que se dicte una nueva resolución sobre el fondo, de ahí porque es un medio idóneo…'.
De los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que Marcelino Escalera Terrazas, fue
elegido Concejal suplente en las elecciones municipales de 2004, llegando a ser Concejal titular
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3368
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
por la suspensión de Félix Ormachea Flores, por existir contra éste último acusación formal por
la supuesta comisión de los delitos tipificados en los arts. 144, 146, 221 y 224 del CP;
posteriormente, Marcelino Escalera Terrazas fue elegido Alcalde del municipio de Sipe Sipe,
ante la renuncia irrevocable presentada por el Alcalde, Valeriano Cartagena Escobar.
Consecuentemente, una vez que ejercía sus funciones a cabalidad sin salirse del marco de la ley,
por una carta de reincorporación presentada por el Concejal suspendido, el pleno del ente
deliberante del Gobierno Municipal de Sipe Sipe, mediante votación decidió aceptar su
reincorporación al Concejo, como Concejal titular, sin que éste hubiera presentado la sentencia
ya sea absolutoria o declaratoria de inocencia; y eligieron como Alcalde a Roberth Aguirre
Carrasco, por lo que el accionante solicita se deje sin efecto las Resoluciones Municipales
02/2010 y 03/2010, y remitan los antecedentes al Ministerio Público, por cuanto la emisión de
dichas Resoluciones va contra la ley.
En consecuencia, el accionante lejos de agotar los medios de defensa otorgados por la ley, en la
misma instancia donde se habrían producido las supuestas irregularidades lesivas a sus derechos,
interpuso directamente la presente acción de amparo constitucional, en total desconocimiento
del carácter subsidiario de la misma, la cual exige para su procedencia el agotamiento previo de
todos los recursos ordinarios; situación que determina la denegatoria de la tutela solicitada, en
aplicación de la subregla 1.b) de improcedencia de la presente acción, por subsidiariedad,
establecida en la SC 1337/2003-R antes citada, referida a que las autoridades administrativas no
tuvieron la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no utilizó el medio de
defensa previsto en el ordenamiento jurídico, razón por la cual la presente acción tutelar debe ser
denegada, impidiendo a esta jurisdicción ingresar a analizar el fondo de la problemática
planteada.
POR TANTO
2° Dimensionar los efectos de la presente Sentencia, en virtud de la facultad prevista por el art.
48.4 de la LTC, disponiendo mantener válidos y subsistentes los actos realizados y las
Ante estos actos irregulares, el 21 de enero de 2010, presentaron impugnación expresa ante la
Junta Electoral contra Freddy Añez Canedo, candidato a la Vicepresidentica; y José Eduardo
Cisneros Ortiz, postulante al Directorio; quienes no cumplían con lo señalado en el art. 20 incs.
b), c) e i) del Estatuto Orgánico de la AGASIV; Justo Antonio Gareca Gallardo, candidato al
Directorio; por no ser socio de la señalada Asociación, y María Elva Mejia Vda. de Jiménez,
porque no regularizó su derecho, enmarcándose en los arts. 4, 5 y 20 incs. c) e i) del Estatuto
Orgánico y el Reglamento de la AGASIV.
Refirió que, no obstante, que las oficinas se encontraban cerradas por haberse declarado feriado
nacional, la Junta Electoral resolvió la impugnación el 22 de enero de 2010; mediante una
simple acta de reunión, “haciendo una revisión de las carpetas de todos los observados como una
lectura en detalle del estatuto y el reglamento se determinó por unanimidad (…). No objetar, ni
inhabilitar a ningún de los candidatos por estar de acuerdo a la convocatoria y los requisitos
exigidos” (sic). Por otra parte, no se les hizo conocer la impugnación efectuada a Manuel Picaso
Tórrez y Osias Wagner Greve, violando de esa manera su derecho a la defensa y el principio de
igualdad de oportunidad, por lo que ante tal accionar, el 22 del referido mes y año, sus
representados presentaron impugnación, contra los miembros de la Junta Electoral.
El accionante considera que se lesionaron sus derechos y los de sus representados a la “libertad
de reunión y libre expresión y a la información y petición”, a la “igualdad de oportunidades
entre las partes” y a la defensa, citando al efecto los arts. 21 numerales 3, 4 y 5, y 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el “23” de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de
fs. 71 a 77, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido y de Sentencia de San Ignacio de Velasco del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante la Resolución 01/2010
de “27” de febrero, cursante de fs. 83 a 88 vta., declaró “procedente” la presente acción tutelar,
disponiendo la nulidad del proceso eleccionario de la AGASIV, del 24 de enero de 2010, por
haber sido presidida la asamblea general ordinaria de la AGASIV por Mario Hugo Castedo
Soruco sin estar facultado para hacerlo en virtud del art. 238.3 de la CPE, haciéndose necesario
considerar los otros puntos de la demanda de acción de amparo constitucional, ordenándose que
la mencionada Asociación, proceda a realizar un nuevo proceso eleccionario con autoridades
legítimas y sea con responsabilidad civil y costas para los demandados, bajo el siguiente
fundamento: a) El Directorio no remitió oportunamente las carpetas de todos los asociados a la
AGASIV; y con relación a la nómina aún cuando fue remitida en forma anormal, corresponde
presumir su “constitucionalidad”; y, b) El demandado Mario Hugo Castedo Soruco, renunció al
Directorio de la AGASIV, con el fin de habilitarse como candidato a la Alcaldía Municipal de
San Ignacio de Velasco; sin embargo, presidió la asamblea de las elecciones, y al haber
renunciado al Directorio de AGASIV, lo hizo como un ciudadano común y corriente, por cuanto
actuó sin estar facultado para hacerlo.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por carta notariada de 21 de enero de 2010, el accionante y sus representados, impugnaron
las “candidaturas de los candidatos” al Directorio de AGASIV, bajo el argumento de que no se
debió efectuar la elección en sentido de que los candidatos no cumplieron con los requisitos que
exige el Estatuto y el Reglamento, al haber sido inscritos de forma irregular y fraudulenta;
asimismo, mediante el acta de entrega se evidencia que la Notaria de Fe Pública de Segunda
Clase de San Ignacio de Velasco entregó la misma a Inocencio Salazar Carballo (fs. 17 a 19
vta.).
II.3. Consta nota de 23 de enero de 2010, mediante la cual los accionantes, presentaron a la
Junta Electoral de la AGASIV, impugnación y denuncia de actos irregulares, refiriendo que los
candidatos al Directorio no cumplieron con los requisitos exigidos; ni efectuaron la revisión de
las carpetas de los socios antiguos, ni efectuaron la respectiva revisión de los archivos (fs. 23 a
24).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3373
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
El art. 24 de la CPE, establece con relación al derecho a la petición que: “Toda persona tiene
derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de
respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la
identificación del peticionario”.
servicio público, así como el de elevar manifestaciones para hacer conocer su parecer sobre
una materia sometida a la actuación de la administración o solicitar a las autoridades
informaciones; en sí es una facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual
o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a
obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y
oportuna carecería de efectividad el derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone
que una vez planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el
derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la
petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso
en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa'”.
Complementando dicho entendimiento, la SC 1068/2010-R de 23 de agosto, refirió: “La
Constitución Política del Estado actual ha ubicado a este derecho en el art. 24, dentro de la
categoría de los derechos civiles, pues se entiende que parten de la dignidad de las persona
entendiendo que cuando se aduzca el derecho de petición, la autoridad peticionada, ya sea
dentro de cualquier trámite o proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de
responder en el menor tiempo y de forma clara. En resumen las autoridades vulneran el
derecho de petición cuando: a) La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se
presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la
petición respetuosa, la autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La
solicitud no es atendida de manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado”.
De lo señalado anteriormente se evidencia que el derecho a la petición se encuentra previsto en
la Constitución Política del Estado como un derecho fundamental, y que toda persona adquiere
el derecho a solicitar cualquier petición, la cual debe merecer una respuesta pronta y oportuna.
El accionante por si y por sus representados sostiene que los demandados vulneraron sus
derechos a la “libertad de reunión y libre expresión y a la información y petición”, a la “igualdad
de oportunidades entre las partes” y a la defensa; por haber efectuado actos violatorios a la
Constitución Política del Estado y no haber dado cumplimiento al Estatuto Orgánico ni al
Reglamento de la AGASIV, con respecto a la conformación de la Junta Electoral, la misma que
fue impugnada, por no haberse dado cumplimiento al art. 26 del referido Estatuto Orgánico, y en
tal razón, se impugnaron las elecciones ante la Junta Electoral el 23 de enero de 2010, al no
existir pronunciamiento, el accionante y sus representados recurrieron ante la asamblea ordinaria
de la AGASIV, e hicieron conocer sobre las irregularidades en el proceso de elección y la
participación del ex Presidente de la AGASIV, Mario Hugo Castedo Soruco, quien a pesar de
haber renunciado al Directorio siguió dirigiendo el proceso eleccionario.
Sin embargo, en cuanto a los demás derechos alegados por el accionante, los cuales son sus
derechos y los de sus representados, a la “libertad de reunión y libre expresión y a la
información”, es preciso aclarar que éstos no se analizaron, debido a que los demandados no han
respondido ni se han pronunciado sobre las impugnaciones efectuadas y por ende, en el
momento que los demandados lo hagan, recién podrán subsanarse o en su caso mantenerse las
actuaciones que el accionante demanda de irregulares.
POR TANTO
En revisión la Resolución de 4 de marzo de 2010, cursante a fs. 311 y vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Fátima Roca Medina contra Adolfo
Gandarilla Suarez, Hernán Cortez Castillo y Juana Molina Paz de Paz, Vocales de la Sala
Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 20 de febrero de 2010, cursante de fs. 258 a 263 vta., la accionante
manifestó que:
El 16 de abril de 2008, instauró demanda contra Luis Javier Zapata Castro, sobre la declaración
judicial de unión libre y división y partición de bienes, admitida la misma, citado el demandado,
contestó y opuso excepción de incompetencia. Es así que mediante Sentencia de 28 de enero de
2009 (Sentencia 11/2009) se declaró improbada la excepción antes mencionada, declarando a la
vez probada la demanda principal, disponiendo se homologue el acuerdo sobre asistencia
familiar, ordenando que continúe el régimen de visitas establecido en el acuerdo de 11 de abril
de 2007.
La accionante denuncia la vulneración del derecho al debido proceso, citando al efecto el art.
115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
300 a 311 vta., se produjeron los siguientes actuados:
El abogado del tercero interesado Luis Javier Zapata Castro, señaló: a) No se escuchó qué
derecho constitucional se le hubiera vulnerado a la accionante; b) El recurso de casación está
claramente planteado como recurso de casación en el fondo; y, c) El Tribunal de casación no
procedió a reexaminar prueba, ya que expresó que los jueces de primera y segunda instancia al
no haber apreciado las pruebas producidas aplicaron incorrectamente el art. 397 del CPC, al
igual que interpretaron erróneamente el art. 158 del Código de Familia (CF), ya que se considera
que la unión conyugal libre se consuma con la sola relación conyugal sin considerar los
requisitos implícitos en la constitución de un hogar, la singularidad y la voluntad, elementos que
han sido desconocidos en el sustento y fundamento de la Resolución, por lo que pide se declare
“improcedente” la acción.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 4 de
marzo de 2010, cursante a fs. 311 y vta., declarando “improcedente” la acción de amparo
constitucional, sin costas ni multas con los siguientes fundamentos: 1) El recurso de nulidad se
refiere a lo que nuestro ordenamiento jurídico llama casación en la forma y al recurso de
casación se lo define como casación en el fondo, y al respecto el entonces Tribunal
Constitucional ha definido que no tiene relevancia como para un rechazo del recurso el uso de
los términos utilizados; 2) La SC 0988/2003-R de 15 de julio, menciona que la valoración de la
prueba es incensurable en casación cuando estas fueron correctamente valoradas por los jueces
de instancia y al no existir ninguna infracción dicha valoración es incensurable en casación,
consiguientemente, la Sala Civil consideró si hubo errónea interpretación y aplicación de la ley.
En consecuencia el Tribunal de casación estaba en la obligación de ingresar en ese tipo de
interpretación; y, 3) Respecto a los conflictos de competencia, numerosos autos señalan que el
juez instructor es competente sólo para conocer la comprobación y finalización de la unión libre
o de hecho, pero no para la partición de bienes de esta unión que corresponde al juez de partido.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Mediante memorial presentado el 16 de abril de 2008, que fue subsanado el 4 de agosto de
2008, Fátima Roca Medina, inicia proceso civil sumario contra Luis Javier Zapata Castro, sobre
declaración judicial de unión libre y de hecho, división y partición de bienes adquiridos en la
convivencia y asistencia familiar (fs. 8 y vta. y 15).
II.2. El 9 de septiembre de 2008, Luis Javier Zapata Castro, opone excepción de incompetencia
y contesta la demanda (fs. 31 a 37).
II.3. El 28 de enero de 2009, la Jueza Tercera de Instrucción de Familia del Distrito Judicial -
hoy departamento- de Santa Cruz, pronuncia Sentencia declarando improbada la excepción de
incompetencia opuesta por Luis Javier Zapata Castro y probada la demanda principal y su
complementación, en consecuencia dando por comprobada la existencia de la unión libre o de
hecho habida entre Fátima Roca Medina y el anteriormente mencionado (fs. 184 a 189), unión
que se inició el 25 de octubre de 1996 y finalizó el 20 de marzo de 2007, con los efectos que
señala el art. 159 del CF, referente a las relaciones personales y patrimoniales, y lo dispuesto en
el art. 169 del CF disponiendo además la homologación del acuerdo sobre asistencia familiar,
suscrito por ambas partes el 11 de abril de 2007, estableciendo que el demandado Luis Javier
Zapata Castro, otorgue en calidad de asistencia familiar a favor de su hija Claudia Cecilia Zapata
Roca, la suma de Bs 600.- (seiscientos bolivianos), y cancelar el costo de la mensualidad del
Colegio de la menor; y, se continúe el régimen de visita establecido en el acuerdo mencionado.
Posteriormente dicha Sentencia fue complementada por Auto de 3 de marzo de 2009, (fs. 194),
relativo a la obligación de pago del transporte escolar, salud y vestimenta de la hija, a costa del
progenitor.
II.4. Mediante memorial presentado el 23 de marzo de 2009, Luis Javier Zapata Castro,
interpuso recurso de apelación contra la Sentencia y Auto complementario señalados (fs. 198 a
205 vta.).
II.5. El 12 de junio de 2009, el Juez Sexto de Partido de Familia, mediante Auto 470/09 (Auto
de Vista), confirma en todas sus partes la Sentencia, así como el Auto complementario de 3 de
marzo de 2009 (fs. 216 a 217).
II.6. El 30 de junio de 2009, Luis Javier Zapata Castro, interpuso recurso de “nulidad y
casación” en contra del Auto 470/09 (Auto de Vista) antes indicado (fs. 223 a 227).
II.7. El 26 de septiembre de 2009, la Sala Civil Segunda, pronunció el Auto de Vista 462
(siendo lo correcto Auto Supremo) de 26 de septiembre de 2009, casando el Auto 470/09 (Auto
de Vista) recurrido y la Sentencia dictada, y deliberando en el fondo declara improbada la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3379
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La accionante Fátima Roca Medina denuncia que los Vocales demandados, vulneraron su
derecho al debido proceso, toda vez que dentro de la demanda de declaración judicial de unión
libre y de división y partición de bienes que instauró, admitieron un recurso de “nulidad y
casación”, interpuesto por el demandado, cuando el mismo debió ser declarado improcedente, al
no estar previsto ni cumplir con los requisitos del ordenamiento procesal civil, pronunciando una
resolución de casación nula, donde se reexaminó la valoración de prueba de los jueces
inferiores, casando el auto recurrido, con el argumento que los jueces de primera instancia
carecían de competencia. En consecuencia corresponde determinar, en revisión, si los extremos
demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
A su vez, el art. 129 de la Constitución Política del Estado (CPE) establece que: “I. La Acción
de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su
nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II.
La Acción de amparo constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
fundamental no pueden ser ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por
autoridad alguna, pues dichos mandatos constitucionales son la base de las normas adjetivas
procesales en nuestro ordenamiento jurídico, por ello los tribunales y jueces que administran
justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de cuidar que los juicios se lleven sin vicios de
nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren la igualdad efectiva de las partes”
(las negrillas son nuestras).
En el ámbito normativo, el debido proceso se manifiesta en una triple dimensión, pues por una
parte, se encuentra reconocido como un derecho humano por instrumentos internacionales en
la materia como el Pacto de San José de Costa Rica (art. 8) y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (art. 14), que conforme al art. 410.II de la CPE, forman parte del
bloque de constitucionalidad, y también se establece como un derecho en el art. 115 parágrafo
II; al mismo tiempo, a nivel constitucional, se le reconoce como derecho fundamental y como
garantía jurisdiccional, configuración jurídica contemplada ya por el art. 16 de la CPE abrg,
que se ha mantenido y precisado en el art. 117.I de la CPE, que dispone: “Ninguna persona
puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso…”. En
consonancia con los tratados internacionales citados, a través de la jurisprudencia
constitucional se ha establecido que los elementos que componen al debido proceso son el
derecho a un proceso público; derecho al juez natural; derecho a la igualdad procesal de las
partes; derecho a no declarar contra si mismo; garantía de presunción de inocencia; derecho a
la comunicación previa de la acusación; derecho a la defensa material y técnica; concesión al
inculpado del tiempo y los medios para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones
indebidas; derecho a la congruencia entre acusación y condena; el principio del non bis in
idem; derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la motivación y congruencia
de las decisiones (SSCC 0082/2001-R, 0157/2001-R, 0798/2001-R, 0925/2001-R, 1028/2001-R,
1009/2003-R, 1797/2003-R, 0101/2004-R, 0663/2004-R, 022/2006-R, entre otras); sin embargo,
esta lista en el marco del principio de progresividad no es limitativa, sino más bien enunciativa,
pues a ella se agregan otros elementos que hacen al debido proceso como garantía general y
que derivan del desarrollo doctrinal y jurisprudencial de éste como medio para asegurar la
realización del valor justicia, en ese sentido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
la Opinión Consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999, ha manifestado: “En opinión de esta
Corte, para que exista 'debido proceso legal' es preciso que un justiciable pueda hacer valer sus
derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en condiciones de igualdad procesal con
otros justiciables. Al efecto, es útil recordar que el proceso es un medio para asegurar, en la
mayor medida posible, la solución justa de una controversia. A ese fin atiende el conjunto de
actos de diversas características generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso
legal. El desarrollo histórico del proceso, consecuente con la protección del individuo y la
realización de la justicia, ha traído consigo la incorporación de nuevos derechos procesales.
(…) Es así como se ha establecido, en forma progresiva, el aparato de las garantías judiciales
que recoge el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que pueden
y deben agregarse, bajo el mismo concepto, otras garantías aportadas por diversos
instrumentos del Derecho Internacional” (las negrillas son nuestras). “Así configurado, es
preciso recordar que el derecho y garantía genérica del debido proceso no se restringe en su
aplicación al ámbito jurisdiccional solamente, sino que es extensiva a cualquier procedimiento
en el que deba determinarse una responsabilidad (SSCC 1234/2000-R y 0042/2004, entre
otras)”. Resumiendo, podemos decir que el debido proceso ha sufrido una transformación de un
concepto abstracto que perseguía -la perfección- el pleno cumplimiento de los procedimientos,
es decir que daba preeminencia a la justicia formal, a un ideal moderno que destaca su rol
como única garantía fundamental para la protección de los derechos humanos. El debido
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3381
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
De acuerdo al autor Gerardo Parajeles Vindas. “Lineamiento del Moderno Proceso Civil caso
Bolivia. 1992. Pag.206-211)
jurisdiccional. Los jueces de salas para el pronunciamiento sobre el recurso, utilizan criterios
estrictamente jurídicos sin ningún significado político; b) Es un recurso extraordinario. Porque
no cabe sino contra determinadas resoluciones por motivos preestablecidos por la ley. Por lo
general contiene el recurso un comprensible rigor forma, pero no lo convierte en un recurso
formalista; c) No constituye una tercera instancia, si una segunda apelación la función del
juzgador es conocer acerca de los motivos alegados por las partes.
El recurso de casación y nulidad se concederá para invalidar una sentencia o auto definitivo en
los casos expresamente señalados por la ley. Podrá ser de casación en el fondo, de casación en la
forma y de ambos que podrán ser interpuestos al mismo tiempo. Está considerado como una
demanda nueva de puro derecho y sujeto al cumplimiento de requisitos insoslayables para su
procedencia que lo señalaremos más adelante.
Procederá el recurso de casación contra las resoluciones siguientes: 1) Autos de vista que
resolvieren en apelación las sentencias definitivas en los procesos ordinarios, ejecutivos,
sumarios, concursales y de árbitros de derecho. 2) Autos de vista que resolvieren una
declinatoria de jurisdicción, decidieren una excepción de incompetencia o anulare el proceso. 3)
Autos de vista referentes a autos interlocutorios que pusieren término al litigio. 4) Autos de vista
que declararen haber lugar o no a escuchar a un litigante condenado en rebeldía. 5) Sentencias
definitivas pronunciadas en primera instancia por las Cortes Superiores de Distrito -hoy Tribunal
Departamental de Justicias”.
(…)
a) Improcedente: 1) por los casos previstos en el art. 262 con apercibimiento al tribunal o juez de
alzada por no haber dado cumplimiento al mandato de dicho artículo. 2) Cuando el recurrente no
hubiere cumplido con el mandato del inc. 2) del art. 258 y, 3) Cuando el recurrente no hubiere
intervenido en las instancias o careciere de representación legal.
b) Infundado con costas, cuando el juez o tribunal de casación no se encontrare haber sido
violada la ley o leyes acusadas en el recurso de nulidad.
multa al juez o tribunal infractor, a menos que encontrare excusable el error. La casación puede
ser parcial o total.
d) Anulación del proceso con multa, reponiendo hasta el vicio más antiguo en los casos 1,2,3,6 y
7 del art. 254; y anulará llanamente en los casos 4 y 5 del mismo artículo. Al declararse la
nulidad se impondrá multa al juez o tribunal infractor, salvo el caso excepcional de excusa
justificada”.
Sin embargo la Sentencia de primera instancia, como el Auto 470/09 (Auto de Vista), se
sustentaron en el acta de asistencia familiar, en la que se hace una declaración referida a que
ambas partes tuvieron una relación de unión libre por más de diez años, empero de la prueba
instrumental consistente en la certificación de la unidad educativa Máximo Diescher, que no ha
sido objetada, se demuestra que no se cumplieron con los requisitos que exige la unión libre
como la singularidad y estabilidad, es más del acta de inspección judicial se demuestra que
Fátima Roca vivió en la calle “Cañada Larga” 2005, hasta pasado el año 2004 y que Luis Javier
Zapata Castro en algunas oportunidades vivía con ella, que los jueces de primera y segunda
instancia, al no haber observado, considerado y valorado las pruebas esenciales y decisivas en el
proceso, y al no haber apreciado todas las pruebas producidas, hicieron una incorrecta aplicación
del art. 397 del CPC y del art. 158 del CF, ya que si bien la valoración de la prueba es
incensurable en casación la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Distrito -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz, lo que hizo es ingresar a considerar si hubo errónea
interpretación y aplicación de la ley como menciona el Código Procedimiento Civil, en la
casación en el fondo, ya que del contenido del Auto 470/09 ( Auto de Vista) se desprende que no
consideró los requisitos implícitos de la constitución de la unión conyugal, no surtiendo efecto
legal, esa unión tal como lo dispone el art. 172 del CF, por lo que ante la existencia de una unión
inestable y plural no se configura la unión libre siendo que la unión irregular no surte efectos
legales.
En ese sentido, de los antecedentes del caso, se evidencia que a la ahora accionante no se le
vulnero el derecho al debido proceso ya que, la Sala Civil Primera dio cumplimiento a los
preceptos constitucionales y del ordenamiento procesal civil vigente enmarcando su actuación a
lo dispuesto en el art. 253.III del CPC, aspectos que denotan que las autoridades demandadas no
vulneraron ningún derecho denunciado como afectado por la accionante por lo que la emisión
del Auto 462 (Auto Supremo), fue con la debida argumentación, conforme a lo señalado en el
punto III.2 y III.3 de la presente Sentencia.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al declarar improcedente “aunque debió denegar” la
acción de amparo constitucional efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales
y dio correcta aplicación al citado precepto constitucional.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria en virtud a lo
previsto en el. Art. 20.II de ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve:
APROBAR la Resolución de 4 de marzo de 2010, cursante a fs. 311 y vta., pronunciada por la
Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Blanca Isabel Alarcón Yampasi .-Magistrada .
Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Carmen Silvana Sandoval Landivar.-Magistrada.
Edith Vilma Oroz Carrasco .-Magistrada.
Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Su representado fue sentenciado y condenado por hechos ilícitos relacionados con la “Ley
1008”, teniendo en su contra tres Sentencias, la primera de 26 de julio de 2002, cuya condena
fue de cuatro años de presidio, por el delito de evasión; la segunda de 15 de abril de 2003, lo
condenó a ocho años de presidio, por el delito de transporte de sustancias controladas y la
tercera de 28 de mayo de 2004, condenándolo a diez años de presidio, por el delito de tráfico de
sustancias controladas.
Agrega que, una vez ejecutoriada la Sentencia de 15 de abril de 2003 y en virtud del
mandamiento de condena de 25 de agosto del mismo año, su mandante fue detenido y conducido
al penal de "San Antonio" el “12 de enero de 2007” (sic), de donde con posterioridad se lo
trasladó al recinto penitenciario “El Abra”; en tal sentido, el 21 de agosto de 2007 y entre tanto
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3385
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Añade que, su representado en virtud al trabajo realizado al interior del penal y en estricto apego
a lo previsto por el art. 138 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), el 16 de
diciembre de 2009, solicitó a la Jueza Primera de Ejecución en el que radican las tres causas, el
beneficio penitenciario de redención en cada uno de sus procesos; habiendo recabado toda la
documentación necesaria como certificaciones, informes y las Tarjetas de Control Personal, que
certifica de manera idónea el haber trabajado o estudiado regularmente bajo el control de la
administración penitenciaria; con el fin de acreditar haber cumplido las 2/5 partes de su pena, en
cada una de sus condenas; empero, aportó como prueba preconstituida las Tarjetas de Control
Personal originales, sólo en el proceso de transporte de sustancias controladas, protestando
acompañar en su momento para los otros dos procesos fotocopias legalizadas; en tal sentido su
mandante solicitó a la Jueza hoy demandada, franquee copias fotostáticas legalizadas en doble
ejemplar de las Tarjetas de Control Personales; sin embargo, la indicada autoridad, dispuso por
providencia de 17 de diciembre de 2009 “NO HA LUGAR POR CUANTO EL BENEFICIO DE
REDENCIÓN PROCEDE EN UN SOLO PROCESO…” (sic), por lo que el 19 de diciembre de
2009, formuló el recurso de reposición, mismo que fue resuelto mediante Auto de 22 del mes y
año citados, rechazando la reposición impetrada, determinación que no sólo le negó otorgarle las
copias fotostáticas legalizadas, sino que de manera oficiosa y caprichosa, también se le negó el
derecho fundamental de acceder al beneficio penitenciario de redención en los otros procesos
fenecidos y tramitados ante el mismo juzgado.
I.1.3. Petitorio
Solicita por su mandante que en sentencia: a) Se declare nula y sin efectos la providencia de 17
de diciembre de 2009, y todos los actos emergentes de dicha resolución ilegal; b) Se ordene que
en el día la autoridad “recurrida” corrija procedimiento disponga que por secretaria se otorgue
las fotostáticas legalizadas impetradas; c) Se ordene a la autoridad “recurrida” que conforme a
derecho conozca, considere, tramite y resuelva las solicitudes del beneficio de redención
impetradas; y, d) Se determine la existencia de responsabilidad civil y penal, y se proceda a la
calificación de costas, daños y perjuicios ocasionados a su mandante.
Celebrada la audiencia pública el 4 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 89 y
vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Con el derecho a la réplica, manifestó que ante la negación de la legalización de las tarjetas de
control de personal, no pudo hacerse el cómputo correspondiente en los otros dos procesos,
perjudicando a su cliente, por lo que reiteró que el “recurso” sea declarado “procedente” con
costas.
Mauricio Olivares Gordillo, Fiscal de Sustancias Controladas, refirió que la conducta evasiva de
condena se encuentra dentro las prohibiciones establecidas por el art. 41 de la LEPS, por lo que
no puede ser beneficiado más de una vez con ese privilegio y que las fotocopias legalizadas
pedidas no le servirían de nada, pues el beneficio procede en un solo caso, solicitando se declare
la “improcedencia del recurso”.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 4 de
marzo de 2010, cursante de fs. 90 a 92, denegó la tutela demandada y declaró “improcedente” el
recurso -ahora acción- de amparo constitucional, argumentando lo siguiente: 1) Ante el proveído
de 17 de diciembre de 2009, que culminó con la Resolución de 22 de diciembre del mismo año,
debió plantearse apelación incidental en virtud del art. 74.VII del Reglamento de Ejecución de
Penas Privativas de Libertad; y, 2) Que al no hacerlo vulneraron el principio de subsidiariedad.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorial de 16 de diciembre de 2009, dentro del fenecido proceso penal por el delito
de transporte de sustancias controladas, Andrés Carvajal, impetra el beneficio penitenciario
de redención, solicitando a la vez en el Otrosí 2do.- “como quiera que debo tramitar el
presente beneficio de redención simultáneamente en otros procesos fenecidos ante vuestra
autoridad, es que amparado por el art. 24 de la Constitución Política del Estado, solicitó
que por Secretaría se me franquee copias fotostáticas legalizadas en doble ejemplar de las
TCP's otorgados por el Consejo Penitenciario 'EL ABRA'; protestando de mi parte
cumplir con los gastos de rigor” (fs. 37 a 38 vta.); por proveído de 17 de diciembre de 2009, la
autoridad demandada, resolvió al Otrosí 2.- “No ha lugar por cuanto el beneficio de redención
procede en un solo proceso” (fs. 40). Asimismo, mediante Auto de 4 de enero de 2010, la Jueza
demandada, rechazó la solicitud de redención impetrada (fs. 51 bis vta.).
II.2. Por memorial de 19 de diciembre de 2009, Andrés Carvajal, formuló recurso de reposición
solicitando se modifique la providencia de 17 de diciembre del mismo año, con relación al
OTROSI 2do. (fs. 41 a 42 vta.); mediante Auto de 22 del mismo mes y año, la autoridad
demandada rechazó la solicitud de reposición planteada (fs. 43).
II.3. Por memorial de 16 de diciembre de 2009, dentro del fenecido proceso por el delito de
tráfico de sustancias controladas, Andrés Carvajal, impetra el beneficio penitenciario de
redención (fs. 52 a 53). Mediante providencia de 17 del mismo mes y año, la autoridad
demandada, señaló “previamente informe por secretaria el computo pertinente” (fs. 53 vta.). Por
informe de la autoridad demandada, brindado en audiencia, se tiene que el representado del
accionante fue beneficiado con el derecho de redención en el proceso de trafico de sustancias
controladas (fs. 89).
II.4. Por memorial de 16 de diciembre de 2009, dentro del fenecido proceso por el delito de
evasión, Andrés Carvajal, impetra el beneficio penitenciario de redención (fs. 58 a 59), y
mediante Auto de 4 de enero de 2010, la autoridad demandada rechazó dicha solicitud (fs. 61
vta.), y es mediante memorial de 7 de enero de 2010, que el accionante en el indicado proceso
formula recurso de apelación incidental (fs. 62 a 66). Remitido al Tribunal de alzada el 15 de ese
mismo mes y año (fs. 68).
El amparo constitucional, instituido en la Constitución Política del Estado como una acción
tutelar de defensa, es una garantía extraordinaria que tiene por objeto la protección inmediata de
los derechos fundamentales de las personas, que se activa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de personas individuales o colectivas, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos.
El art. 129.I de la CPE, precisa: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la
persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados”; en tal virtud, esta acción se encuentra regida
por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
El art. 24 de la CPE, establece: “Toda persona tiene derecho a petición de respuesta formal y
pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del
peticionario”.
En ese sentido, y con las salvedades que pudieran darse en cada caso, la solicitud de las
fotocopias legalizadas que se efectúa ante las autoridades administrativas o judiciales tiene
carácter inexcusable; vale decir, que si no existe causales para negar dicha solicitud conforme
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3389
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
las características puntualizadas y asumidas en esta sentencia, es deber de las autoridades antes
mencionadas, deferir lo impetrado, sin realizar consideraciones que no sean las referentes a la
solicitud misma; es decir que, la autoridad que detente las piezas originales, no tiene que
efectuar un análisis respecto a la finalidad que pudiera tener las fotocopias legalizadas
solicitadas, o hacer un análisis de su contenido, pues su deber se constriñe a autenticar las
fotocopias con los originales, dado que según el Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y
Sociales de Guillermo Cabanellas las legalizaciones “no afecta en nada la esencia del
documento”; por ende, no deferir lo impetrado sin justificación valedera, vulneraría la esencia
misma del derecho de petición, ello en el entendido de que los poderes públicos, no pueden
eludir su obligación de atender debidamente la solicitud como expresión de respeto a los
derechos de las personas, y a los instrumentos jurídicos que la Constitución Política del Estado
protege.
Ahora bien, las fotocopias legalizadas cuya finalidad fueron mencionadas en el memorial de
presentación de la solicitud de redención, no puede constituirse en una limitante para su
obtención, pues conforme se explicó en el Fundamento Jurídico III.2, el peticionante sólo debe
cumplir cierto presupuestos para su obtención, que en el presente caso si se cumplió, dado que,
el representado del accionante, efectuó la solicitud a la autoridad judicial que tenía bajo su
custodia los originales de las tarjetas de control personal, solicitud que estaba fundamentada, por
lo tanto la autoridad demandada, vulneró el derecho a la petición en el sentido estricto de que no
puede negarse con un argumento alejado a la petición el derecho a obtener las fotostáticas que
requiera.
Del mismo modo, no existe transgresión a los otros derechos que alude como vulnerados, pues
el representado del accionante, acudió ante la autoridad pertinente a objeto de beneficiarse con la
redención de la pena, activando el trámite correspondiente; tal es el caso que, el mandante del
accionante impugnó una de las resoluciones que consideraba lesionaba sus derechos,
presentando el recurso de apelación incidental; en otro de los fenecidos procesos, conforme
consta de obrados, no habría impugnado la resolución, dejando subsistente el Auto de 4 de enero
de 2010 (fs. 61 vta.); por otro lado, el accionante en la audiencia de la presente acción de amparo
constitucional, manifestó que, “existen tres procesos radicados en el mismo juzgado y que sólo
en uno de ellos se concedió el beneficio de redención” (sic) (fs. 89 vta.), aspecto que demuestra
que no existió vulneración a sus derechos.
Resuelta como se encuentra la problemática planteada, cabe referirse a la resolución emitida por
el Tribunal de garantías.
III.4. Sobre la Resolución del Tribunal de garantías
Resulta pertinente referirse a la resolución emitida por el Tribunal de garantías, cuando señala
que, ante la providencia de 17 de diciembre de 2009, a través de la cual la autoridad demandada,
negó la extensión de las copias legalizadas de las tarjetas de control personal, y habiendo
formulado recurso de reposición, este fue rechazado por Auto de 22 de diciembre del mismo
año; debieron deducir el recurso de apelación incidental; empero, conforme a la normativa
procesal penal, el recurso de reposición previsto por el art. 401 del Código de Procedimiento
Penal (CPP) procede: “…contra las providencias de mero trámite a fin de que el mismo juez o
tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique”. A su vez el art. 402 del CPP, dispone
que: “Este recurso se interpondrá fundamentadamente, por escrito, dentro de veinticuatro horas
de notificada la providencia al recurrente y verbalmente cuando sea interpuesto en las
audiencias” y agrega más adelante que “El juez o tribunal deberá resolverlo sin sustanciación en
el plazo de veinticuatro horas o en el mismo acto si se plantea en audiencia, “sin recurso
ulterior”; en consecuencia, el recurso de reposición no admite la interposición de otro recurso,
en razón a dicha normativa, se infiere que el representado del actor, agotó la vía para impugnar
el rechazo al recurso de reposición.
Por otro lado, la terminología empleada como denegar y declarar improcedente la tutela, no es la
acertada, pues el término de “improcedente” es empleado cuando la acción de amparo
constitucional, en primera instancia no cumple con los requisitos de procedencia, por ello, el
término correcto es sólo denegar la tutela.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar y declarar improcedente la acción de
amparo constitucional, no ha evaluado correctamente los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20. II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
REVOCAR en parte la Resolución de 4 de marzo de 2010, cursante de fs. 90 a 92, dictada por
la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba; y, en consecuencia, CONCEDER únicamente con relación al
derecho de petición, debiendo la autoridad demandada anular el Auto de 22 de diciembre de
2009 y con los fundamentos de la presente Sentencia resolver el recurso de reposición, tomando
en cuenta exclusivamente el derecho a la petición relacionada con la otorgación de las
fotocopias legalizadas.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3391
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Mediante nota de la misma fecha, dirigida a Gerardo Pinto Pugliesi Presidente del Concejo
Municipal de Gutiérrez, hizo llegar su solicitud de licencia temporal en vista de existir una
demanda de las Capitanías, para que el Concejo precitado determine lo pertinente en base a un
proceso disciplinario. Posteriormente remitió nuevamente nota el 21 del citado mes y año a la
referida autoridad, solicitando su reincorporación a las funciones de Concejal Municipal, al
constatar que no se procesó ninguna denuncia en su contra.
Se remitió informe de la Comisión de Ética a Gerardo Pinto Pugliesi señalando: que no podría
asumir ninguna determinación o acción que permita un proceso disciplinario en contra suya, por
no contar con argumentos legales y sólo se abocarían a las sanciones correspondientes por
incumplimiento e inasistencia a sus funciones laborales.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3392
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El Gobierno Municipal de Gutiérrez remitió nota 88/2009 de 21 de octubre para hacerle conocer
que por determinación de las organizaciones indígenas de Kaaguasu y Gran Kaipependi
Karovaicho no aceptaron su reincorporación, manifestando que son intereses de todo el pueblo
indígena y al no contar con el descargo correspondiente solicitado por el Concejo Municipal, no
podían habilitarlo a sus funciones, mencionando que darían cumplimiento a lo señalado por las
referidas organizaciones.
El accionante alega la lesión de sus derechos a la petición, al debido proceso, a “sus derechos
políticos, ciudadanos”, a la legítima defensa, “seguridad jurídica” y seguridad social, citando al
efecto los arts. 13.3, 24, 26, 28, 115.II, 144 y 232 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 3 de marzo de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
75 a 76 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
demuestra que se han agotado todas las instancias antes de recurrir a la acción de amparo
constitucional.
Los demandados, mediante informe escrito que cursa de fs. 54 a 58 vta., argumentan lo
siguiente: i) El accionante solicitó “licencia indefinida”, a consecuencia de este hecho se
convocó al suplente; ii) Ante su solicitud de reincorporación se hizo conocer la misma a los
pueblos indígenas, los cuales manifestaron su rechazo, aspecto que el Concejo Municipal
comunicó al accionante; iii) Se debe incluir en la acción el nombre y domicilio de los terceros
interesados a efectos que estos puedan asumir defensa, lo contrario implicaría un atentado al
derecho a la defensa, por lo cual al no haber cumplido los requisitos establecidos, su demanda es
incompleta y debe ser declarada improcedente; iv) El accionante tenia expedito el recurso de
reconsideración que le franquea el art. 22 de la Ley de Municipalidades (LM), sin embargo la
falta de su interposición, con la fundamentación y las formalidades debidas, ha hecho que la
determinación del Concejo Municipal se encuentre vigente; consecuentemente el agraviado no
cumplió con lo previsto por el art. 129 de la CPE; v) El accionante debe acompañar la
documentación idónea, que acredite su personería, sin embargo en el presente caso solo
acompaña una fotocopia simple de la credencial, careciendo de legitimación activa y derecho
para la presente acción por lo que debe ser declarado improcedente; y, vi) Toda la
documentación que adjuntó el accionante en calidad de prueba carece de eficacia jurídica al no
haber sido legalizada por el Secretario del Concejo Municipal, de acuerdo al art. 41.6 de la LM,
incumpliendo con el art. 29 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC).
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Partido y Sentencia de la Provincia Cordillera del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 1/010
de 3 de marzo de 2010, que consta de fs. 77 a 81, por la cual concedió la tutela impetrada,
dejando sin efecto la Resolución contenida en el oficio 88/2009, determinando la
reincorporación del accionante de manera inmediata a sus respectivas funciones, señalando que
la reparación de daños y la solicitud de pago será calificada una vez regresada la Sentencia en
revisión por el Tribunal Constitucional a efectos de determinar si corresponde o no la
remuneración y los daños y perjuicios; conforme a los siguientes fundamentos: a) Que Ricardo
Pedraza Arredondo realiza la demanda en contra de un acto emitido por el Concejo Municipal,
quienes lo firman y lo suscriben; las Capitanías no tienen representación legal dentro de la Ley
de Municipalidades, si bien forman parte de los hechos, no es evidente que los mismos sean
afectados, por lo cual no es evidente y razonable citar a las Capitanías como terceros
interesados; b) Respecto del principio de inmediatez, se tiene que el accionante interpone la
acción dentro de los seis meses a efecto de exigir la reparación del agravio; respecto de la
subsidiariedad, el accionante ha persistido en la solicitud de reparación del daño; no por la vía de
reconsideración, como lo establece el art. 22 de la LM, sin embargo, de acuerdo a la SC
0512/2003 de 16 de abril, en la misma señala que no siempre se debe plantear una revisión con
una denominación especifica, menciona que por la simple mención de una nominación
equivocada no puede negarse el derecho de impugnación por haber citado de manera incorrecta
la vía, ya que por los principios de informalismo y de favorabilidad que operan en este caso debe
reconducirse la revisión, en el caso concreto, se ha demostrado que el accionante presento un
escrito en enero de 2010, con la impugnación a dicha Resolución; c) Respecto de los defectos, se
tiene que, de la lectura íntegra de la demanda se aclaró quienes son los sujetos pasivos y que por
lo tanto tienen la competencia, es decir el juzgado de partido; d) Respecto de la personería de la
misma manera se aclaro que Ricardo Pedraza Arredondo es miembro del Concejo Municipal
siendo esta, la misma persona que presenta la demanda; e) En cuanto a las pruebas, la norma
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3394
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
sustantiva civil establece que se legalizan los documentos cuando se dispone de una orden
judicial y también debe hacerla el tenedor de los documentos, en el presente caso han sido
legalizadas por un funcionario del concejo municipal que dan fe de la existencia de los
originales dentro de la institución, es por esta razón que se las admite, f) Al no existir ningún
proceso, es inexplicable como puede existir una sanción; este derecho constitucional, señala que
ninguna persona puede sufrir condena alguna sin ser sometido a proceso, así lo reconocen los
Tratados Internacionales, en su numeral 10 la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
en su art. 18 la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, en su art. 8 el Pacto
de San José de Costa Rica; al disponer que “previamente presente una disculpa”, no es mas que
una sanción que le impide el ejercicio de sus funciones, en su calidad de Concejal; y g) El art. 26
la CPE establece los derechos políticos, el cual señala que toda persona tiene este derecho
fundamental que consiste en ejercer el control y poder político ya sea directamente o de manera
colectiva, el cual se encuentra impedido por un acto inapropiado del Concejo Municipal.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante nota recepcionada el 9 de septiembre de 2009, cursante a fs. 10, dirigida a
Gerardo Pinto Pugliesi Presidente del Concejo Municipal de Gutiérrez, Ricardo Pedraza
Arredondo hace llegar la solicitud de licencia temporal, en vista de existir una demanda de las
Capitanías de Gran Kaipependi Karovaicho y Kaaguasu, para que el Concejo referido determine
lo pertinente en base a un proceso disciplinario; posteriormente el mismo denunciante remite
nota el 21 de septiembre del citado año, recepcionada por el Concejo Municipal el 23 del mismo
mes y año, cursante a fs. 24, dirigida al Presidente del indicado Concejo, solicitando la
reincorporación a sus funciones de Concejal Municipal al constatar que no se proceso ninguna
denuncia en su contra por el Concejo Municipal de Gutiérrez, conforme a la Ley de
Municipalidades y a Reglamento Interno.
II.2. Por informe de la Comisión de Ética dirigido al Presidente del Concejo Municipal de
Gutiérrez, mediante oficio de 28 de septiembre del 2009 cite 001/09, recepcionado en 30 del
mismo mes y año, cursante a fs. 12, en el cual señalaron que dicha Comisión, no puede asumir
ninguna determinación o acción que permita un proceso disciplinario en contra del accionante,
por no contar con argumentos legales y únicamente se abocara a las sanciones correspondientes
por incumplimiento e inasistencia a sus funciones laborales con descuentos respectivos como
está estipulado dentro del Estatuto del Funcionario Público y Reglamento Interno del Concejo
Municipal; el Concejo Municipal de Gutiérrez mediante nota de 13 de octubre del referido año,
cursante a fs. 21, dirigida a Ricardo Pedraza Arredondo, expresa que el mismo no cometió falta
alguna que sea materia sustancial para un proceso disciplinario, señalando que deberá realizar
las disculpas correspondientes por su inasistencia a las sesiones ordinarias y extraordinarias
convocadas por el Concejo Municipal, para su inmediata reincorporación.
II.3. Los Concejales Municipales de Gutiérrez, por nota 86/2009, cursante a fs. 7, dirigido a
Ricardo Pedraza Arredondo, señalan que se hace llegar toda la documentación correspondiente
sobre el proceso en su contra y al mismo tiempo informan que no es posible habilitarlo por la
presión y determinación de la Asamblea de las Capitanías; posteriormente el accionante
mediante oficio de 21 de octubre de 2009, cursante a fs. 6, reitera al Presidente del Concejo
Municipal de Gutiérrez que al no existir ninguna denuncia en su contra, se lo reincorpore al
Concejo Municipal.
II.4. El Concejo Municipal de Gutiérrez mediante misiva 88/2009, cursante a fs. 5, hace conocer
al accionante que por determinación de las organizaciones indígenas de Kaaguasu y Gran
Kaipependi Karovaicho no aceptan su reincorporación al Gobierno Municipal, al no contar con
el descargo correspondiente solicitado por el Concejo Municipal; mediante oficio de 12 de enero
de 2010, recepcionado el 13 del mismo mes y año, cursante a fs. 31, el actor, presenta
impugnación contra la determinación del Concejo Municipal solicitando ordene su
reincorporación en el cargo de Concejal titular.
El accionante alega que lesionaron sus derechos a la petición, al debido proceso, a “sus derechos
políticos, ciudadanos”, a la legítima defensa, a la “seguridad jurídica”, y seguridad social; puesto
que los Concejales demandados impiden su reincorporación al cargo de Concejal Municipal,
ignorando las solicitudes de reincorporación y sin la sustanciación de un proceso previo,
impidiendo de esta manera su participación en las sesiones ordinarias y extraordinarias del
Concejo Municipal. En consecuencia, corresponde analizar en revisión, si tales aseveraciones
son ciertas y si dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
que “Nadie puede ser condenado a pena alguna sin haber sido oído y juzgado en proceso
legal”, de lo que se extrae que la Ley Fundamental del país, persigue evitar la imposición de
una sanción, o la afectación de un derecho, sin el cumplimiento de un proceso previo, en el que
se observen los derechos fundamentales y las garantías de naturaleza procesal contenidos en la
Constitución y las leyes que desarrollan tales derechos, garantía que conforme a la
jurisprudencia sentada por este Tribunal, alcanza a toda clase de procesos judiciales o
administrativos”.
Ricardo Pedraza Arredondo mediante oficio de 21 de octubre de 2009, reitera al Presidente del
Concejo Municipal la solicitud de reincorporación, al no existir ninguna denuncia en su contra,
el Concejo Municipal de Gutiérrez a través de misiva 88/2009 de 21 de octubre, le hizo conocer
que por determinación de las organizaciones Indígenas de Kaaguasu y Gran Kaipependi
Karovaicho no aceptan su reincorporación al Gobierno Municipal, por lo cual el agraviado
impugno el 12 de enero de 2010, solicitando se revoque el contenido del mismo y se ordene la
reincorporación en el cargo de Concejal titular.
Del análisis de todos los antecedentes expuestos, se tiene que Ricardo Pedraza Arredondo
solicitó licencia para ser sometido a proceso disciplinario, sin embargo no se demostró la
existencia o inicio de ningún proceso; por lo cual de acuerdo a la Ley de Municipalidades, no
figura dentro de las causales de impedimentos para el ejercicio, cesación de funciones o
suspensión de un concejal, así como en lo concerniente a las causales de suspensión temporal o
definitiva, señalados en los arts. 25, 27, 32 y 34 de la referida ley, por lo cual no existe
justificativo para negarle su restitución al cargo de Concejal Municipal de Gutiérrez, mas aún
cuando el Presidente de la Comisión de Ética mediante oficio cite 001/09 dirigido al Presidente
del Concejo Municipal informa que no puede asumir ninguna determinación o acción que
permita un proceso disciplinario en contra del ahora accionante por no contar con argumentos
legales.
ningún proceso con resolución en contra del accionante para asumir dicha determinación,
vulnerando de esta manera su derecho al debido proceso.
Las autoridades demandadas señalan que las Capitanías son las que presionaron para tomar la
decisión, de negar la reincorporación del accionante al cargo de Concejal Municipal, por lo cual
se constituyen en terceros interesados, señalando que los efectos que emerjan de éste trámite les
afectarían, por lo cual se los debe incluir para que asuman defensa; al respecto cabe mencionar
que la Resolución impugnada por el accionante es emitida por el Concejo Municipal y el tema
sobre el cual se pronuncian es respecto de una reincorporación a la institución, por lo cual los
efectos serán asumidos por el Concejo Municipal y no por las Capitanías de Kaaguasu y Gran
Kaipependi Karovaicho, así mismo señalar que se entiende como tercero interesado a la persona
individual o jurídica que tiene interés legítimo dentro de un litigio en el cual pudiera verse
afectado, extremo no evidenciado en el caso de las aludidas capitanías.
POR TANTO
Emergente de un proceso penal público contra Lucho Barja Loayza por la presunta comisión del
delito de “Violación”, previsto y sancionado en el art. 308 Bis. del Código Penal (CP), demanda
radicada en el Tribunal de Sentencia de la localidad de Ivirgarzama, en esta tramitación procesal
el acusado planteó recusación, sin fundamento legal contra Mirtha Gaby Meneses Gómez -ahora
demandada-, Presidenta del Tribunal de Sentencia de Ivirgarzama, solo con el objeto de dilatar
el proceso penal.
Este acto procesal de la aludida autoridad jurisdiccional, violó su “Derecho Constitucional del
mismo y de su representada”, negando así el acceso a la justicia, protección oportuna de los
jueces y causando agravios y perjuicios.
I.1.3. Petitorio
Mediante informe cursante a fs. 9 y vta., la Jueza demandada, manifestó: 1) Con la Resolución
de allanamiento a la recusación en ningún momento se vulneró el derecho de acceso a la justicia
de la víctima, ni del acusador particular; 2) La cuestionada Resolución, pide se cumpla la
exigencia establecida en el “Art. 52 del Código de Procedimiento Penal. No siendo de aplicación
el Art. 116 núm. II de la Constitución Política del Estado”.; y, 3) En aplicación del art. 318 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), se remitió antecedentes de la causa al Tribunal más
próximo en jurisdicción para resolver la legalidad o ilegalidad de la Resolución de allanamiento
de recusación, recayendo al Tribunal de Sentencia Primero de la localidad de Villa Tunari,
mismos que se pronunciaron con Auto de 9 de marzo de 2010, rechazando la Resolución de
allanamiento de recusación, determinando la prosecución de la causa.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal público en contra de Lucho Barja Loayza por la presunta
comisión del delito de “Violación” previsto en el art. 308 Bis. del CP, proceso radicado en el
Tribunal de Sentencia de Ivirgarzama, en este ínterin el acusado plantea recusación en contra de
Mirtha Gaby Meneses Gómez, Presidenta del Tribunal referido, mediante memorial de 1 de
marzo de 2010, a razón que el hermano del acusado Diego Barja Loayza, inició otro proceso
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3400
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
penal paralelo en contra de la aludida Jueza por la presunta comisión del delito de prevaricato e
incumplimiento de deberes, argumentando en la denuncia que al llevarse a cabo una audiencia
de su hermano acusado (Lucho Barja Loayza) consistente en cesación de la detención preventiva
el 22 de diciembre de 2009, se rechazó la petición, por lo que el acusado apeló dicha
determinación en la vía incidental, sin que la Jueza haya remitido antecedentes al superior
jerárquico para resolver la apelación incidental planteada (fs. 3 a 5).
II.2. El acusado fundamenta su recusación en el “art. 319 inc.2)” del CPP, y manifiesta que:
“…más de dos meses han transcurrido sin que fuera llevado el expediente ante el Tribunal de
alzada a los fines de cesación de la detención preventiva incurriendo en retardo de
justicia…”(sic), refiere también haber planteado queja al Consejo de la Judicatura ahora Consejo
de la Magistratura y una acción penal ante la Fiscalía por supuestos hechos penales en contra de
la Jueza demandada (fs. 3).
II.3. La Jueza, pronuncia Resolución de 3 de marzo de 2010, por la cual se allana a la recusación
y el acusador particular -ahora accionante- no conforme con este actuado procesal, planteó
recurso de reposición que fue rechazado por providencia de 8 de marzo de 2010, con el
argumento de que: “no siendo propiamente un proveído sino un allanamiento a la recusación
planteada, por lo que no corresponde reposición alguna” (sic) (fs. 1 vta.).
II.5. La Jueza demandada eleva antecedentes del allanamiento de recusación a efecto de revisión
al Tribunal de Sentencia Primero de la localidad de Villa Tunari, quienes dictan Auto de 9 de
marzo de 2010, que determinan rechazar la Resolución de recusación y prosecución de la causa
(fs. 9 a 10).
El accionante, alega que la Jueza demandada lesionó los derechos de su hija de “acceso a la
justicia” y “protección oportuna de los jueces”, por cuanto la recusación a la que se allanó no
está sustentada conforme las causales establecidas en el art. 316 del CPP. Es menester analizar,
en revisión, si tales aseveraciones son ciertas y sin dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
Esta tutela constitucional es un medio de defensa de trámite especial y sumarísimo que tiene por
objeto restablecer y restituir el goce efectivo de derechos fundamentales y garantías
constitucionales de las personas con carácter preventivo y correctivo, protegiendo amenazas,
restricciones o supresiones ilegales, arbitrio, decisión, acción u omisión provenientes no solo de
servidoras y servidores públicos sino también de personas particulares o colectivas que
contravengan el orden constitucional o la ley.
El art. 128 de la CPE, ordena que la acción de amparo constitucional, tendrá lugar contra:
“…actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley…”.
Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del ciudadano,
denominada acción de amparo constitucional, es un recurso extraordinario y no subsidiario
establecido para proteger y en su caso restablecer los derechos consagrados en la
Constitución Política del Estado. (…)
Antes de ingresar al análisis del caso presente, debemos referir imprescindiblemente que la
tutela de amparo constitucional ostenta principios de subsidiariedad e inmediatez. El primero es
cuando aún no se agotaron las vías ordinarias jurisdiccionales o administrativas previstas en la
dinámica procesal ordinaria o acudiéndose a dichas vías recursivas que no fueron concluidas vía
judicial o administrativa; y el segundo principio refiere a que debe plantearse la demanda de
tutela dentro del plazo perentorio de seis meses que son computables a partir de la vulneración
alegada o de notificada con la última decisión administrativa o judicial.
El art. 129.I de la CPE, establece respecto al principio de subsidiaridad, que: “La acción de
Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre
con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante
cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados” (las negrillas son nuestras).
acudir al amparo constitucional, el que no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o
sustitutivo de protección, ni como una instancia adicional en el proceso, pues ello
desnaturalizaría su esencia”
Con referencia, debemos señalar a José Antonio Rivera Santivañez, quien cita a Eduardo
Cifuentes, respecto al principio de subsidiaridad, que: “…La Acción de Tutela en primer
término, es precedente si el afectado no dispone de otro medio de defensa judicial. Desde este
punto de vista la acción tiene carácter subsidiario…” (sic) (Jurisdicción Constitucional, Procesos
Constitucionales en Bolivia, tercera edición, grupo editorial Kipus, pag. 382).
Es preciso analizar el marco legal de la recusación en materia penal, considerando las reglas del
debido proceso y los presupuestos para la recusación, causales establecidas en el art. 316 del
CPP y al trámite que debe imprimírseles, contemplados en el art. 318 y ss. del mismo cuerpo
adjetivo penal, que dispone:
“Artículo 320.- (Trámite y resolución de la recusación).- La recusación se presentará ante el juez
o tribunal que conozca el proceso, mediante escrito fundamentado, ofreciendo prueba y
acompañando la documentación correspondiente.
De este razonamiento jurídico, se evidencia dos aspectos cuando el Juez aludido acepta o
rechaza la recusación en su contra, el primero admite el planteamiento de recusación en su
contra, contempla un procedimiento conforme a lo establecido al trámite de la excusa previsto
en el art. 318 del CPP y el segundo el rechazo de recusación con tramite previsto en el art. 320.2
del mismo adjetivo penal, cuando se trata de un juez que integre un tribunal colegiado, en ambos
casos debe ser mediante una Resolución fundamentada, inserto en las causales previstas en el
art. 316 del referido código, debiendo ser remitido antecedentes al tribunal superior de oficio o
petición de parte para ser revisada sobre su legalidad.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3403
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Cuando existe recusación en contra de un Juez unipersonal o colegiado, este tiene un efecto
suspensivo porque la autoridad jurisdiccional ordinaria en materia penal se encuentra
provisionalmente impedida a realizar actos procesales de disposición en la causa, dejando
establecido que no significa la paralización de la dinámica procesal penal, que iría en desmedro
de los sujetos procesales, debiendo continuar con su tramitación judicial con el conocimiento de
otra autoridad jurisdiccional que amerite por la complejidad.
Por lo precedentemente desarrollado se tiene que mediante la presente acción tutelar; la parte
accionante pretende que la jurisdicción constitucional le otorgue la tutela, cuando en el caso
presente no se cumplió con la formalidad procesal del principio de subsidiaridad, por lo que no
es posible ingresar al fondo de la problemática planteada.
apropiación de dinero de aproximadamente Bs563 145,34.- (quinientos sesenta y tres mil ciento
cuarenta y cinco 34/100 bolivianos), por lo que le iniciaron un proceso penal, por los delitos de
apropiación indebida y abuso de confianza.
Asimismo, refiere que el Auto de Vista 140 de 21 de septiembre de 2009, que resolvió la
apelación, intenta aclarar la excepción de prejudicialidad, indicando que se trata de un proceso
extrapenal, el cual: “…a través de una sentencia ejecutoriada podrá determinar la existencia de
los elementos constitutivos del delito que se acusa a la imputada…” (sic), sosteniendo que del
cuaderno de apelaciones se constata la existencia de un proceso laboral, elemento esencial para
establecer los elementos constitutivos del tipo penal, e indicó que la demanda laboral fue
iniciada con anterioridad al mismo, lo cual le otorga validez para excepcionar la prejudicialidad,
por lo que se ratificó la Resolución apelada, indicando que el Derecho Penal es de última ratio.
Finalmente, manifiesta que las autoridades demandadas no hicieron una diferenciación entre los
elementos constitutivos del delito y del tipo penal, a tal extremo que los toman como sinónimos;
pues si hubieran hecho la precisión terminológica se hubieran dado cuenta que en el proceso
laboral no se resolvió la reincorporación por la concurrencia o inconcurrencia de alguno de los
elementos del tipo penal, sino por un despido injustificado por inamovilidad funcionara por
estado de gestación.
El accionante denunció como lesionados los derechos de la empresa que representa al debido
proceso, a la “seguridad jurídica”, a la tutela judicial efectiva y “la falta de fundamentación de
los Autos 219/09 y 140”, citando al efecto el art. 115 de la Constitución Política del Estada
(CPE) .
I.1.3. Petitorio
Solicita que, se conceda la tutela y se disponga: a) La nulidad de los Autos de Vista 219/09 y
140; y, b) Se ordene la emisión de nuevos fallos, aclarando cuales serían los elementos
constitutivos de los tipos penales imputados, que se plantearon como excepción y se
demostraron en la Resolución laboral 55.
Celebrada la audiencia pública el 3 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 52
a 55 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, pronunció la Resolución 07 de 3 de marzo de 2010, cursante de fs. 54
vta. a 55 vta., por la cual “denegó” la tutela, sin costas ni responsabilidades en base a los
siguientes fundamentos: i) De acuerdo a los arts. 308 inc. 1) y 309 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), procede la excepción de prejudicialidad cuando en la sustanciación de un proceso
extrapenal se pueda determinar la existencia de los elementos constitutivos del delito penal; y, ii)
Lorena Lily Taboada Sánchez, justificó su petitorio dentro del marco de las indicadas
disposiciones legales, ya que la empresa “INTER SCIENCE” Ltda., ha seguido una demanda
laboral que ya cuenta con una Resolución dictada a favor de la tercera interesada, proceso en el
cual se han demostrado los motivos por los cuales fue retirada, fallo que ha sido confirmado por
la Sala Social y Administrativa mediante el Auto de 22 de abril de 2009.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Por fotocopia legalizada de 13 de junio de 2009, se evidencia que Lorena Lily Taboada
Sánchez, presentó memorial de excepción de prejudicialidad, ante el Juez Quinto de Sentencia
(fs. 2).
II.2. A través de la fotocopia legalizada del Auto 219/09 de 8 de agosto de 2009, se establece
que Misael Severiche Saravia, Juez Quinto de Sentencia, declaró probada la excepción de
prejudicialidad, disponiendo la suspensión del proceso penal, hasta que el procedimiento extra
penal concluya en todas sus instancias, ya que, no se comprobó que Lorena Lily Taboada
Sánchez (imputada) hubiese cometido algún hecho doloso contra los intereses de la empresa
“INTER SCIENCE” Ltda. que pudiera demostrar los elementos constitutivos de los ilícitos de
apropiación indebida y abuso de confianza, máxime si se toma en cuenta que el proceso laboral
fue iniciado inmediatamente de haber sido despedida y antes de iniciarse el proceso penal, por lo
que, el Juez Segundo de Partido del Trabajo, dictó el fallo declarando improbada la demanda y
ordenó la reincorporación a su fuente laboral (fs. 3 a 4).
II.3. Mediante memorial de 20 de agosto de 2009, se constató que Rosa Elizabeth Coro Buitrago
en representación de Cristian Bernardo Hesselbarth Wende, interpuso recurso de apelación
incidental (fs. 6 a 7).
II.4. Asimismo, por Auto de Vista 140, se verificó que Jacinto Morón Sánchez, Teresa Vera
Cañellas de Gil y Teresa Lourdes Ardaya Pérez, Vocales de la Sala Penal Primera, declararon
admisible e improcedente la apelación incidental interpuesta por la parte querellante, bajo el
fundamento de que, el Juez Quinto de Sentencia en lo Penal al declarar probada la excepción de
prejudicialidad procedió en forma correcta apreciando adecuadamente los arts. 308 inc. 1) y 309
del CPP, toda vez que, existe un proceso laboral social en trámite, seguido por Lorena Lily
Taboada Sánchez contra la empresa “INTER SCIENCE” Ltda., evidenciándose identidad de
sujetos entre los procesos laboral y penal, ya que es necesario que la imputada sea parte del
procedimiento extrapenal para establecer de su resultado la determinación de los elementos
constitutivos del tipo penal de los delitos imputados, por otra parte se considera que la demanda
social se inició con anterioridad al proceso penal, lo cual le otorga validez para excepcionar la
prejudicialidad (fs. 8 a 10).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
De lo antes referido, se establece que, el mecanismo más idóneo para hacer respetar los derechos
establecidos en la Constitución Política del Estado, es la acción de amparo constitucional,
siempre y cuando no se la utilice como un mecanismo subsidiario; es decir, en sustitución de
otro, y que las resoluciones son de cumplimiento obligatorio, lo que implica la eficacia para
hacer respetar los derechos.
Finalmente, cabe añadir que el contenido de las resoluciones dictadas por las autoridades de la
jurisdicción ordinaria y la administrativa, deben exponer el camino deductivo que les condujo a
asumir una determinada decisión, sustentado en los principios de la lógica, la experiencia común
y el recto juicio. De allí, se infiere la necesaria estructuración con la debida motivación y
fundamentación, como elementos propios de la garantía del debido proceso.
'Esa doble naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es parte inherente de la
actividad procesal, tanto judicial como administrativa, pues nuestra Ley Fundamental instituye
al debido proceso como:
“De igual forma, es necesario recordar que la garantía del debido proceso, comprende entre
uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que
toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una
situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, de
manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la
misma, obteniendo las partes certeza de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los
principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de
resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió” (las negrillas son nuestras)
(SC 1365/2005-R de 31 de octubre, entre otras.).
Se entiende que esto no implica que la exposición deba ser ampulosa, llena de consideraciones,
citas legales, y argumentos repetitivos, al contrario, una debida motivación es aquella resolución
concisa, clara que integre todos los puntos demandados, debiendo la autoridad jurisdiccional o
en su caso administrativa indicar, las razones que justifiquen su decisión, exponiendo los
hechos, realizando la fundamentación legal y citando las normas legales que sustentan la parte
dispositiva de la resolución.
De lo que se deduce que la “seguridad jurídica” en la Constitución Política del Estado vigente,
ya no se encuentra contemplada como un derecho sino como un “principio” por lo que no se
puede solicitar la tutela del mismo.
Este derecho consiste en el acceso libre a la justicia, el derecho que toda persona tiene a ser parte
de un proceso y poder promover en el marco de la actividad jurisdiccional, cualquier recurso
ordinario o extraordinario que el ordenamiento jurídico prevea, con los requisitos legalmente
establecidos, o sea que toda persona demandante o demandada, tiene derecho a obtener una
resolución o sentencia jurídicamente fundamentada sobre el fondo de lo peticionado, este
derecho implica una exigencia de que la sentencia o fallo al que se haya arribado, sea cumplido;
y en consecuencia, repuesto en su derecho.
El Tribunal de garantías, denegó la tutela solicitada con el fundamento de que los arts. 308 inc.
1) y 309 del CPP, permiten la procedencia de la excepción de prejudicialidad cuando en la
sustanciación de un proceso extra-penal se pueda determinar la existencia de los elementos
constitutivos del tipo penal; verificado el expediente, se evidencia la inexistencia de un
memorándum de despido en el cual se establezcan los motivos del mismo; pero se advierte que
fue por la presunta existencia de una apropiación indebida y abuso de confianza, la misma que
debió ser probada en la instancia laboral considerada esta como extra-penal, ya que esta
instancia es la que establecerá o no los elementos constitutivos del delito; toda vez que, la
demanda laboral fue iniciada con anterioridad a la penal y en tanto no se concluya no se puede
establecer la inocencia o culpabilidad de la demandada.
Por otro lado, del contenido del Auto de Vista 219/09, impugnado por el accionante, se constata
que el Juez Quinto de Sentencia, analizó la excepción de prejudicialidad, planteada por Lorena
Lily Taboada Sánchez, haciendo mención a los arts. 308 inc. 1) y 309 del CPP, que le facultan
recurrir a la excepción; toda vez que, se declaró probada la demanda laboral, ordenando la
reincorporación a su fuente de trabajo, y que la empresa “INTER SCIENCE” Ltda., no
comprobó la comisión de los delitos acusados, los cuales pudieron establecer los elementos
constitutivos, por otro lado se refirió, a que el proceso laboral fue iniciado inmediatamente de
haber sido despedida y antes de haberse iniciado el proceso penal.
De igual manera, del contenido del Auto de Vista 140, se advierte que los Vocales de la Sala
Penal Primera, realizaron una razonable relación de los antecedentes y luego en base a ellos,
determinaron y expusieron los fundamentos de hecho y de derecho respaldando la misma en
normas legales, en el presente caso los arts. 308 inc. 1) y 309 del CPP, refiriéndose al cuaderno
procesal y estableciendo claramente, la existencia de un trámite laboral en proceso, considerado
extrapenal y que el mismo establecerá los elementos constitutivos del delito, por lo que se
evidencia, tal cual se puede advertir en las conclusiones desarrolladas precedentemente, que en
ambos Autos se cumplieron con los requisitos de motivación, y fundamentación; ya que,
sustentaron su decisión en base a los hechos acontecidos en el transcurso del proceso laboral y
penal; asimismo, se verifica que sí hubo oportunidad de defenderse por ambas partes,
cumpliéndose con los requisitos de tener acceso a la justicia y el principio de igualdad de partes.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3413
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En revisión la Resolución 01/2010 de 4 de marzo, cursante de fs. 110 a 116 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Marisol Nina Mercado contra
Rolando León Ojalvo Caballero, Presidente; y, Silvia Cartagena de Ureña, Jorge Antonio
Castro Soto, Jaime Ulunque Lazarte, Longines Nogales Fuentes, William Quevedo Vega y
Ana Jacqueline García García, miembros del Concejo Municipio de Colcapirhua.
Por memorial de 12 de febrero de 2010, cursante de fs. 3 a 11 vta., se tiene conocimiento de los
siguientes argumentos:
miembros que componen dicho Concejo Municipal sesionaron ordinariamente -incluida ella- y,
en el tema de puntos varios, ingresaron a tratamiento de su suspensión, constando en el Acta
correspondiente, que el Presidente del Concejo Municipal sometió a votación la suspensión de la
referida Concejal por existir en su contra acusación formal por el supuesto delito de desacato
previsto en el art. 162 del Código Penal (CP), emitido por Elmer Villarroel Franco, Fiscal de
Materia, dentro del proceso penal seguido por Longines Nogales Fuentes, miembro del Concejo
Municipal señalado sometido a voto su suspensión en la sesión referida, se determinó con los
votos afirmativos de Jaime Ulunque Lazarte, Ana Jacqueline García García, Jorge Castro Soto,
Longines Nogales Fuentes y Rolando Ojalvo Caballero -todos concejales- emitieron la
Resolución Municipal 82/2009 de 2 de octubre, disponiendo su suspensión temporal.
Enterada la accionante de esa ilegal determinación, que vulneró sus derechos y garantías
constitucionales, por memorial de 12 de octubre de 2009, presentado ante dicho Concejo
Municipal, solicitó reconsideración de la Resolución Municipal de suspensión temporal referida,
misma que fue rechazada mediante Resolución Municipal 84/2009 de 23 de octubre, señalando
que con ello agotó los medios de impugnación y reclamos ante el órgano deliberante.
En relación a la mayoría absoluta de votos, la accionante refirió que la mayoría absoluta está
constituida por cinco votos de los siete miembros del Concejo Municipal, según el art. 36.I.5 de
la Ley de Municipalidades (LM), en efecto, si bien la resolución de suspensión contó con cinco
votos de los miembros, pero no fue tomado en cuenta el voto de Longines Nogales Fuentes
quien fue su querellante en la acusación referida y que no tuviera valor ni legalidad, entonces
restando aquel voto, la resolución de suspensión sólo conto con cuatro votos validos, cantidad
que no constituyó mayoría absoluta.
La accionante manifestó que aplicaron en la resolución de suspensión los arts. 34.I y 36.I.5 de la
LM, la que dispone suspensión temporal ante la existencia auto de procesamiento (acusación
fiscal), siendo que con los arts. 28 y 144 de la Constitución Política del Estado (CPE), quedaron
derogadas tácitamente sin tener aplicabilidad. En efecto, en la resolución de suspensión debió
imponerse la aplicación preferentemente el art. 28 de la CPE, en relación a los arts. 34.I y 36.I.5
de la LM, en virtud al principio de supremacía de la Constitución (art. 410 de la CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 4 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
106 a 109, se produjeron los siguientes actuados:
constituyó mayoría absoluta; e, i) Con los argumentos precedentes una vez más, pidió que se
declare procedente la presente acción de amparo constitucional.
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. La acusación formal de 1 de septiembre de 2009, realizada por Elmer Villarroel Franco,
Fiscal de Materia, , dentro del proceso penal seguido a instancia de Longines Nogales Fuentes
contra Marisol Nina Mercado por el delito de desacato, previsto en el art. 162 del CP (fs. 97 a
99).
II.3. Por Acta de Sesión Ordinaria 69/09 de 2 de octubre de 2009 del Concejo Municipal de
Colcapirhua, se transcribió en el punto “varios” el tratamiento de suspensión de la accionante,
suscrita por Rolando Ojalvo Caballero y Jorge Castro Soto, Presidente y Secretario
respectivamente del consejo municipal de Colcapirhua (fs. 15 a 19).
El art. 48.I de la LM, derogado por la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, disponía:
“El Alcalde Municipal será suspendido temporalmente del ejercicio de sus funciones y las de
Concejal, por existir en su contra auto de procesamiento ejecutoriado. La suspensión persistirá
durante toda la substanciación del proceso para asumir su defensa. También procede la
suspensión temporal en los casos contemplados en la Ley Nº 1178 de 20 de julio de 1990 y sus
Reglamentos, cuando corresponda”, normativa que fue ampliamente desarrollada por la SC
1103/2004-R de 16 de julio, al señalar: “…los impedimentos que conllevan la suspensión
temporal del Alcalde Municipal son: a) existir en su contra auto de procesamiento ejecutoriado;
y b) los casos contemplados en la LSAFCO y sus reglamentos; que no son aplicables en forma
automática, ya que por mandato de las normas previstas en los arts. 35 de la LM, que reglan el
procedimiento de suspensión de concejales y alcalde, se debe instaurar un debido proceso que
cumpla con los preceptos señalados”.
En ese entendido, la mayoría absoluta está formada por la mitad más uno de los votos.
Tratándose de número par, la constituye el entero inmediato superior a la mitad, de 8 es 5, si el
número de votantes o votos es impar, la mayoría absoluta la determina el número entero que
sigue a la fracción matemática de la mitad, así de 7 -cuya mitad es 3,5- la mayoría la forman 4
y las cifras mayores hasta 7” ( las negrillas son nuestras) bajo ese razonamiento, no
corresponde conceder la tutela impetrada al respecto.
Por consiguiente, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes y empleó correctamente la normativa y jurisprudencia
aplicable al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve:
APROBAR la Resolución 01/2010 de 4 de marzo, cursante de fs. 110 a 116 vta., dictada por el
Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial de la localidad de Quillacollo del Distrito
Judicial de Cochabamba, y en consecuencia DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Por memorial presentado el 3 de febrero de 2010, cursante de fs. 152 a 160 vta., el accionante
expone lo siguiente:
Señaló que dentro del proceso disciplinario, en ninguna de sus fases se tomó en cuenta ni se
valoró la prueba literal ofrecida por su parte, la cual consiste en sentencia ejecutoriada de
proceso familiar de negación de paternidad que declaró probada la demanda y el resultado de la
prueba de ácido desoxirribonucleico (ADN), las cuales corroboran que nunca ha ocultado
información a la autoridad policial sobre la paternidad del menor, constituyendo dicho aspecto la
infracción que denuncia vía amparo constitucional, pues se habría vulnerado el debido proceso
en su vertiente a la correcta valoración probatoria, así como el derecho a la defensa.
El hecho de que las autoridades demandadas, no expongan criterio alguno sobre la prueba
aportada, representa una frontal y radical agresión a los derechos fundamentales del accionante,
al confirmar una sanción basados en el hecho de su paternidad que estaría desvirtuada, al estar
determinado que el menor no fue engendrado por su persona, y, por lo tanto, no ha ocultado
información ni incumplió ninguna orden superior.
La obligación de declarar si el cadete tiene descendencia o no, antes del ingreso a la Anapol,
constituye un requisito de admisibilidad y no una orden superior, y los requisitos formales para
el ingreso a la Universidad Policial, representan exigencias administrativas o prerrequisitos mas
no una orden impartida en el ejercicio de sus funciones. Agrega que otra infracción cometida por
las autoridades policiales, está en el hecho de haber recibido y valorado prueba fuera de término,
al tomarse declaraciones a oficiales de policía las cuales sí fueron valoradas y consideradas para
calificar su conducta como incumplimiento de órdenes superiores, transgrediendo así la
seguridad jurídica.
Señala como vulnerados sus derechos al debido proceso, a la defensa y a la “seguridad jurídica”,
consagrados en los arts. 115.II y 178.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
170 a 176 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Daniel Efraín Ayala Yupanqui, se apersona por sí y en representación de: Oscar Chávez Rueda,
Roberto Guardia Medrano y Morgan Zenón Polo, Presidente y Vocales de la Comisión de
Régimen Disciplinario de la Anapol, y en audiencia presentó informe oral sosteniendo: i) Las
denuncias por supuestas faltas disciplinarias se las realiza de oficio o a instancia de una persona,
en el presente proceso disciplinario las autoridades en ningún momento violaron el derecho de
defensa del accionante; toda vez que, el mismo siempre estuvo asistido por un abogado; ii)
Cuando se emiten las convocatorias para postularse a la Anapol, uno de los requisitos es no
tener descendencia, y con relación a la Resolución del Juzgado de Partido de Familia no se la
desconoce; sin embargo, la misma es posterior al ingreso del accionante a la referida Academia,
el fondo del proceso se encuentra en que el cadete no dio una información verídica, por cuanto,
el art. 13 inc. c). 9 del Reglamento de Régimen Disciplinario de la Anapol, establece que todos
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los cadetes deben realizar una autobiografía, si el accionante estaba ingresando a dicha
Academia de buena fe, debió poner en su autobiografía que sin ser progenitor ha reconocido a
un niño, habiendo proporcionado información falsa; y, iii) No se ha violado el derecho a la
defensa o la valoración de las pruebas y que la institución policial antes de formar policías, debe
formar hombres con valores éticos que vayan a prestar servicios y protección a la sociedad,
fundamentos por los que pide se emita resolución negando la acción de amparo constitucional.
Por su parte, el demandado Juan Pablo Argote Cádiz, Vocal alterno de la Comisión de Régimen
Disciplinario de la Anapol, no asistió a la audiencia ni presentó informe alguno pese a su legal
notificación (fs. 163).
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 96/10,
cursante de fs. 177 a 180, declaró “procedente” la acción de amparo constitucional, y en
consecuencia, dejó sin efecto la Resolución 299/2009, y dispuso que el Vicerrector de la
Universidad Policial u otro que estuviera en el cargo emita nueva Resolución; con los siguientes
fundamentos: 1) Las autoridades demandadas, a tiempo de emitir las Resoluciones 018/2009,
023/2009 y 299/2009, no desconocen la veracidad que tendría la prueba presentada por el
accionante; 2) El Vicerrector de la Universidad Policial como autoridad jerárquica, a tiempo de
emitir la Resolución 299/2009, tenía la facultad de revisar y compulsar los fundamentos de las
Resoluciones 023/2009 y 018/2009 y el porqué se ha tomado la decisión de baja del cadete, lo
que no ha ocurrido, toda vez que, los tribunales inferiores no han valorado el fallo emitido por el
Juez Primero de Partido de Familia de El Alto del Distrito Judicial de La Paz, que establece que
el accionante no es el padre del menor AA y dispone la nulidad de la partida de nacimiento del
niño, Resolución corroborada por la declaración de la madre Micaela Sánchez Quisbert y la
prueba de ADN, desconociendo las precitadas Resoluciones dichas pruebas contundentes y
relevantes, vulnerándose la garantía constitucional del debido proceso, y la seguridad jurídica, el
derecho a la defensa, el principio de legalidad y la reserva legal; y, 3) En el presente caso, el
accionante, ha manifestado la verdad al sostener que no tenía descendencia y que no es padre del
menor AA y las autoridades demandadas al no haber valorado adecuadamente la prueba
precitada, han vulnerado disposiciones legales.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
II.1. Al haber tomado conocimiento las autoridades de la Anapol de la existencia del Certificado
de Nacimiento del menor AA signado bajo el “No. 549328, registrado en la Oficialía No.
214054, Libro No. 1-2007, Partida No. 1, Folio No. 1, Departamento La Paz, Provincia
Murillo”, en el que figura como padre el accionante, el 21 de noviembre de 2008, emiten decreto
de apertura de sumario disciplinario contra Eddy Rojas Alcón, por la comisión de faltas graves
previstas en los arts. 10 inc. d). 11; causar el embarazo a su pareja mientras cursa estudios de
formación profesional; 10 inc.b). 4; incumplimiento negligente de sus deberes; 10 inc. c). 1;
Ocultar información o dar partes falsos; y, 10 inc.d). 23; incumplimiento de órdenes e
instrucciones legalmente impartidas por un superior, todos del Reglamento del Régimen
Disciplinario de la Anapol (fs. 3 a 4).
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley”, y “…siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el
daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción de los derechos, se
otorgue la jurisdicción constitucional.
El derecho al debido proceso previsto por el art. 115.II de la CPE, ha sido entendido por el
Tribunal Constitucional, en la SC 2798/2010-R de 10 de diciembre, como: “…el derecho de
toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo
establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en
una situación similar, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las
instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos”.
En lo que respecta a la valoración de la prueba, que viene a constituir un elemento del debido
proceso, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha establecido que cuando se impugnan
actos y resoluciones de los jueces y tribunales ordinarios, la jurisdicción constitucional no puede
ingresar a valorar la prueba producida durante el proceso, por cuanto esa labor corresponde
exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales ordinarias y no así al Tribunal Constitucional
dada su finalidad protectora de derechos fundamentales y no de instancia de apelación o
casación. La acción de amparo constitucional no puede constituirse en una instancia más de
revisión de resoluciones, a menos que dentro de esa valoración exista apartamiento de los
marcos legales de razonabilidad y equidad previsible para decidir o, cuando se haya omitido
arbitrariamente valorar la prueba y su lógica consecuencia sea la lesión de derechos
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No obstante, en el caso en examen no se han presentado los supuestos para que la jurisdicción
constitucional proceda a la revisión de la valoración efectuada por los demandados de quienes
en sus Resoluciones dictadas no se advierte apartamiento de los marcos legales de razonabilidad
y equidad previsibles para decidir, y que hayan omitido arbitrariamente valorar la prueba, y a
consecuencia de ello, se haya producido lesión de derechos fundamentales y garantías
constitucionales, a ello se suma que el accionante no ha precisado por qué no se valoró la prueba
aportada de su parte, ni citó qué normas del Reglamento del Régimen Disciplinario de la Anapol
se ha omitido aplicar en la valoración de la prueba, circunstancias que determinan no se otorgue
la tutela solicitada.
Respecto a la vulneración del derecho a la defensa, en atención al análisis realizado por este
Tribunal, de la compulsa de los antecedentes que se desarrollaron en el proceso disciplinario se
advierte que no se ha conculcado tal derecho previsto en el art. 115.II de la CPE, pues si bien el
accionante ha sido sometido a un proceso con específicas formalidades, el mismo ha estado
asistido y patrocinado de forma oportuna por profesionales abogados desde el inicio de las
investigaciones, la apertura del proceso, el pronunciamiento de la sanción disciplinaria así como
en la etapa que corresponde a los medios de impugnación.
En aplicación del art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), que otorga la facultad
de dimensionar los efectos de las resoluciones constitucionales, como también en base al
principio de previsibilidad, y la forma de resolución que declaró “procedente” la acción
impetrada, tomando en cuenta además que las resoluciones constitucionales se ejecutan
inmediatamente, en mérito a una interpretación previsora a la que está sujeta la jurisdicción
constitucional y en resguardo al principio de la seguridad jurídica, corresponde dimensionar los
efectos del presente fallo, por la existencia de la inicial concesión que pudo haber generado
efectos jurídicos, los cuales hoy podrían verse afectados, por lo mismo se dispone que si se
hubiese definido la situación reclamada, quedan válidas y subsistentes las actuaciones
posteriores, máxime si desde la interposición de la acción de amparo constitucional a la fecha,
transcurrieron más de dos años, sin que el presente caso haya sido resuelto por razones no
imputables a las partes, ni a este Tribunal.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 96/10 de 12 de febrero de 2010, cursante de fs. 177 a 180, dictada
por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz, y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
2º Por el transcurso del tiempo, se modula los efectos del presente fallo y se deja firme y
subsistente la Resolución que hubiese sido pronunciada en cumplimiento de la inicial concesión
de tutela dictada por el Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Mediante memorial presentado el 4 de diciembre de 2009, corriente de fs. 205 a 210 vta., la
accionante expresa los siguientes fundamentos:
Dentro el proceso ejecutivo seguido por la Distribuidora Nissan (Bolivia) S.A., contra su
representado, sustanciado ante el Juzgado Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, siendo el
documento base de ejecución un contrato de compra venta con reserva de derecho de propiedad,
referente a un vehículo marca Nissan Pathfinder, figurando como vendedor de la citada
Distribuidora, compradora María Luisa Claros de Martínez Camacho y garante solidario o aval
general Guillermo Mendizábal Fierro -ahora accionante-, sin hacer mención a las generales de
ley de éste último.
Al inicio del referido proceso, la autoridad ordinaria emite Auto intimatorio contra los
demandados, siendo citados ambos con este actuado y la demanda ejecutiva en la “calle Potosí
No. 102”. Advertidos del proceso la ahora accionante plantea incidente de nulidad, al no ser
debidamente citado su representado con la demanda civil en su domicilio ubicado en la zona
Quintanilla, localidad Sacaba, provincia Chapare del departamento de Cochabamba.
Incidente que fue resuelto mediante Auto de 31 de octubre de 2007, rechazando esta petición el
Juez de la causa, quedando subsistentes las citaciones realizadas a los demandados, fallo que a la
vez es apelado y resuelto por Auto de Vista 94 de 27 de abril de 2009, evacuada por Vocales de
la Sala Civil y Comercial Segunda de la entonces Corte Superior que confirmó el Auto de 31 de
octubre de 2007.
La accionante arguye que al no ser debidamente citado su apoderado con la demanda civil en su
domicilio habitual, como se evidencia en la vasta prueba existente en el expediente, se vulneró
derechos, garantías y principios, al emitir el Auto de Vista de 27 de abril de 2009, los Jueces
demandados cometieron un acto ilegal y arbitrario.
I.1.3. Petitorio
De obrados se establece que los demandados; Rolando Renán Jiménez Sempertegui y María del
Carmen Ponce de Rocha, Vocales de la Sala Civil Segunda, no presentaron informe, pese a su
legal citación.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución
06/2010 de 22 de febrero, cursante de fs. 227 a 230, que concedió en parte la tutela, disponiendo
se anulen obrados“…hasta el momento de pronunciarse resolución sobre el incidente de nulidad
de citación…” (sic), ordenando al Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, emitir a la
brevedad posible una nueva resolución, con los siguientes fundamentos: i) Emergente de un
proceso ejecutivo se realizó la citación a Guillermo Mendizábal Fierro en el domicilio ubicado
en la “calle Potosí Nº 102”, siendo que el accionante tiene su domicilio desde 1986 en la zona
Quintanilla, localidad Sacaba; ii) Del análisis jurídico de los arts. 24 y 29.I y II del Código Civil
(CC), y del documento base del proceso ejecutivo, se establece que el garante y aval general, no
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro el proceso ejecutivo iniciado por la Distribuidora Nissan (Bolivia) S.A. contra la
acreedora María Luisa Claros de Martínez Camacho y el garante Guillermo Mendizábal Fierro,
el Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial, ordena la citación con la demanda en la
“calle Potosí Nº 102”, dirección descrita en la demanda y cláusula octava del documento base de
21 de junio de 1995 (fs. 6 a 21).
II.4. Ante este acto procesal el garante interpuso recurso de apelación en contra del Auto de 31
de octubre de 2007 (fs. 149 a 152), el que mereció Auto de Vista 94 de 27 de abril de 2009,
dictado por Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior, que confirma la Resolución
emitida por el Juez a quo (fs. 193), siendo notificado con este fallo el 5 de mayo del citado año
(fs. 193 vta.), y presentado la demanda de amparo constitucional el 4 de diciembre del mismo
año, conforme acta de recepción (fs. 210 vta.).
La accionante por su representado aduce, que con la dictación del “Auto de Vista de 27 de abril
de 2009” se vulneraron derechos y principios constitucionales, considerando que los Vocales y
el Juez, ahora demandados, no realizaron valoración adecuada de la prueba aportada respecto al
domicilio del accionante; concluye señalando, que se infringió el art. 327.4 del Código de
Procedimiento Civil, (CPC) que establece el formalismo de la demanda civil al omitir el correcto
domicilio y generales de ley de su representado. Es menester analizar en revisión, si tales
aseveraciones son ciertas y sin dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, está instituida como
una acción tutelar, medio de defensa y de trámite especial, que tiene por objeto restablecer y
restituir el goce efectivo de derechos fundamentales y garantías constitucionales de las personas
con carácter preventivo y correctivo, protegiendo amenazas, restricciones o supresiones ilegales,
arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y servidores públicos
sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el orden constitucional.
Antes de ingresar al análisis de fondo del caso presente, debemos referir que esta tutela de
acción de amparo constitucional ostenta el principio de inmediatez, considerando la obligación
de plantearse la demanda tutelar dentro del plazo de seis meses que son computables a partir de
la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial.
El art. 129.II de la CPE, ordena que: “La acción de amparo constitucional podrá interponerse en
el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o
de notificada con la última decisión administrativa o judicial”, presupuesto de caducidad que
determina que el impetrante de tutela tiene potestad de ejercer su derecho dentro de seis meses y
pierde este derecho al no acudir a la justicia constitucional en este tiempo razonable, siendo que:
“…es un mecanismo sencillo, rápido y efectivo para la protección de derechos Fundamentales
no tutelados por otros recursos específicos, en ese contexto, esencialmente la rapidez como
característica del principio de inmediatez se encuentra circunscrita al plazo de seis meses para
su interposición…” (SC 1039/2010-R de 23 de agosto).
respeto y vigencia de sus derechos que sufren menoscabo, por ello tiene el derecho y el deber
de acudir sin ningún tipo de espera o dilación en busca de la protección requerida.
(…)
Lo cual significa, que no es posible que el agraviado deje pasar cierto tiempo sin prestar
atención al trámite, es decir actuando sin interés en causa propia, y después de un tiempo,
nuevamente vuelva a reclamar y luego otra vez abandonar su reclamo o medio impugnativo, así
sucesivamente sólo para interrumpir o dejar en suspenso el plazo de caducidad, sin que frente a
una falta de definición se acuda rápidamente al amparo como mecanismo de protección
inmediata…” (las negrillas son nuestras).
Bajo esta doctrina constitucional, la preclusión de petición es: “El contenido negativo de la
inmediatez, se entiende porque ante la eventualidad de la vulneración de un derecho, se supone
que una vez agotada la vía ordinaria, su reclamo se efectuará de manera inmediata, lo
contrario implica que la acción tutelar, se encontraría de manera indefinida a expensas de la
voluntad del actor, razón por la cual es entendible que exista un tiempo razonable dentro de
cuyo margen la persona podrá activar su reclamo siempre que tenga interés en hacerlo” (SC
1670/2011-R de 28 de octubre).
III.3.Análisis del caso concreto
La accionante expresa tener un proceso ejecutivo en contra de su representado incoado por el
representante legal de la Distribuidora Nissan (Bolivia) S.A., radicado en el Juzgado Segundo de
Partido en lo Civil y Comercial de Cochabamba, del cual habiéndose efectuado la citación del
garante Guillermo Mendizábal Fierro en la calle Potosí 102.
De los antecedentes se advierte que el representante de la accionante al tener conocimiento de la
citación incorrecta en la causa civil, planteó recurso incidental de nulidad, con el argumento que
su representado tiene como domicilio correcto en la zona Quintanilla, localidad Sacaba,
provincia Chapare del departamento de Cochabamba y no en calle Potosí 102, sin embargo, el
Juez de la causa mediante Auto de 31 de octubre de 2007, rechazó el incidente y dio por válidas
las actuaciones del proceso; consecuentemente apelada que fue la misma, mereció el Auto de
Vista 94 de 27 de abril de 2009, que confirma la Resolución del Juez a quo.
Por diligencia de 5 de mayo de 2009, Guillermo Mendizábal Fierro es notificado con el Auto de
Vista 94, emitido por los codemandados Rolando Renán Jiménez Sempertegui y María del
Carmen Ponce de Rocha, Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior, conforme acta
cursante de fs. 193 vta.; constituyendo este acto procesal la última decisión de la jurisdicción
ordinaria.
Por cargo de recepción realizada por Martha Prado Pérez, Auxiliar de Sorteo y Distribución de
Causas del Consejo de la Judicatura -ahora Consejo de la Magistratura-, cursante a fs. 210 vta.,
se evidencia que la presente demanda de amparo constitucional fue expuesta por la accionante el
4 de diciembre de 2009, es decir que la demanda se presentó ante la jurisdicción constitucional
fuera de plazo de los seis meses, estableciendo el cómputo de más de siete meses desde el último
acto procesal que supuestamente vulneró sus derechos, garantías y “principios”,
consecuentemente la accionante inobservó el principio de inmediatez previsto en el art. 129.II de
la CPE y la amplia jurisprudencia constitucional expuesta en los Fundamentos Jurídicos III.2.
Finalmente el demandado, tercero interesado y los Vocales del Tribunal de garantías, no han
advertido la presentación extemporánea de la presente demanda.
III.4. Dimensionamiento de los efectos del presente fallo
Por lo precedentemente desarrollado, este Tribunal se ve impedido de ingresar al fondo de la
problemática planteada, debiendo denegar la tutela de la presente acción de amparo
constitucional; sin embargo dimensiona los efectos con la facultad conferida por el art. 48.4 de
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la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), en razón al tiempo transcurrido desde la emisión de la
Resolución 06/2010 de 22 de febrero, asumida por los Vocales de la Sala Penal Segunda del
Distrito Judicial, constituido en Tribunal de garantías, dado que el mismo concedió en parte la
tutela y “…anula obrados hasta el momento de pronunciarse resolución sobre el incidente de
nulidad de citación interpuesto por el accionante Guillermo Mendizábal Fierro, debiendo el Juez
de Partido Segundo en lo Civil, emitir a la brevedad posible nueva resolución…” (sic), lo cual se
entiende que su cumplimiento trajo consecuencias jurídicas que no pueden ser desconocidas por
esta instancia, porque provocaría una colisión jurídica.
De estos análisis sin que exista un detrimento, al órgano jurisdiccional, tenemos que considerar
la jurisprudencia desarrollada en la SC 0641/2011-R de 3 de mayo, señalando que: “...que el
órgano contralor de constitucionalidad, entre uno de sus roles esenciales, tiene la misión
suprema de velar por el respeto y estricto cumplimiento a los derechos fundamentales
reconocidos por la CPE y el bloque de constitucionalidad imperante, en ese contexto, su labor
debe estar guiada por los fines del Estado Plurinacional de Bolivia, como es la construcción de
una sociedad justa y armoniosa, tal como reza el art. 9.1 de la CPE, en ese contexto y a partir
de este mandato constitucional, se establece que las funciones de este Tribunal deben estar
regidas por los principios de razonabilidad, proporcionalidad y objetividad, los cuales
constituyen elementos configuradores del contenido esencial del valor justicia…”.
2º Por potestad del art. 48.4 de la LTC, se mantienen los efectos de la concesión del Tribunal de
garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Apelado que fue el Auto de 21 de enero de 2009, el Juez Segundo de Partido en lo Civil dicta el
Auto de Vista de 30 de septiembre del mismo año, por el que confirma la Resolución apelada
vulnerando el derecho a la defensa, como también la garantía del debido proceso al no haberse
cumplido con el trámite establecido en el Código de Procedimiento Civil y la Ley de
Abreviación Procesal Civil y Asistencia Familiar.
Con todas estas actuaciones se habrían vulnerado sus derechos y garantías constitucionales
denunciadas en la acción tutelar.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública, el 24 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
207 a 213 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
La Jueza demandada, Farida Velasco Alcocer, presentó informe por escrito, indicando que: el 4
de junio de 2001, se registra el proceso coactivo por cobro de dineros seguido por el Banco
Solidario S.A. (regional Oruro), contra Heriberto Apio Huarachi y Juana Francisca Estrada
Arias; pronunciándose Sentencia el 23 del mismo mes y año, y se declara al ejecutoria de la
sentencia por providencia de 10 de septiembre del indicado año. Señala a la vez, que al no haber
asumido defensa los coactivados en aplicación del art. 509.III del CPC, se señaló como
domicilio estrados judiciales para que se les haga conocer ulteriores actuados del proceso y que
en el acto de remate, efectuado el 23 de noviembre de 2004, se adjudicó el inmueble el Banco
Solidario S.A.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3437
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
El incidente de nulidad de notificación fue tramitado conforme el art. 152 y ss. del CPC,
abriendo el término probatorio de “8” días y que a la conclusión del mismo se pronunció el
rechazo del incidente; Resolución que es confirmada mediante Auto de Vista de 30 de
septiembre de 2009.
Finalmente, señala que la función jurisdiccional se halla investida de los principios de buena fe,
responsabilidad, probidad, en cuanto a la mala fe en que hubiese incurrido el personal cuando se
cuestiona las diligencias de citación a la parte demandada necesariamente deben ser probadas, lo
que no ocurrió en el término abierto a efectos de probar el incidente (fs. 191 a 192).
Nancy Gutiérrez Nogales por el tercero interesado (Banco Solidario S.A.) en audiencia expresó
que las diligencias de notificación son correctas, además que para el desapoderamiento se fue al
domicilio con el oficial de diligencias para que ejecute dicha disposición jurisdiccional; que el
proceso en la actualidad se encuentra con Sentencia ejecutoriada pasada en autoridad de cosa
juzgada y que su ejecución no puede suspenderse por ningún recurso ordinario ni extraordinario.
I.2.4. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 02/2010 de 24 de febrero, cursante de fs. 214 a 217 vta., por la que denegó la tutela
solicitada, conforme al siguiente fundamento: i) La notificación fue practicada en la cárcel
pública de “San Pedro”, donde circunstancialmente se encontraban recluidos los accionantes; ii)
Los mismos tomaron conocimiento de la existencia de una demanda en su contra y también de la
Sentencia; iii) En este entendido la diligencia como tal cumplió su cometido al dar a conocer a
las partes la existencia del proceso, por lo que resultaría válida dicha actuación; y, iv) Los
accionantes al ser notificados en la cárcel pública se les ha asegurado su comunicación y
analizado el art. 120 del CPC, se puede apreciar la no vulneración de los art. 120 y 90 del
referido Código y 245 de la Ley de Organización Judicial (LOJ), esto en razón de que la causa
que se les instauró fue conocida por los mismos en el recinto penitenciario.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20. I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012 a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Se suscribe un contrato de préstamo de dinero por la suma de $us5000 (cinco mil dólares
estadounidenses), entre el Banco Solidario S.A. y Heriberto Apio Huarachi como deudor y
Juana Francisca Estrada Arias como garante, contrato suscrito el 27 de agosto de 1999 (fs. 3 a 5
vta.).
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II.2. El Banco Solidario S.A. formaliza demanda coactiva, pidiendo el cobro de $us3 666,07
(tres mil seiscientos sesenta y seis dólares estadounidenses con 7/100) el 02 de junio de 2001,
acción que es dirigida contra los accionantes (fs. 21).
II.4. El 27 de agosto de 2001, se notificó a los accionantes con la demanda y Sentencia dictada
dentro del caso de autos, diligencia cuestionada dentro de la acción de amparo constitucional
con el argumento de que la misma seria falsa (fs. 25).
II.5. Como consecuencia de los remates llevados a cabo y frente a la inexistencia de postores, se
suscribe la escritura de transferencia del bien inmueble en favor de Banco Solidario S.A. el 19
de enero de 2005 (fs. 96 y vta.).
II.8. El Banco Solidario S.A. responde al traslado respecto a la nulidad planteada indicando que;
los accionantes fueron citados y notificados en la cárcel pública conforme a las diligencias
cursantes a fs. 25 y vta., el 27 de agosto de 2001, esto conforme al art. 120.I del CPC (fs. 120 a
121).
II.10. En vigencia del término probatorio las partes aportan pruebas, las mismas que son
valoradas en el Auto de 21 de febrero de 2009, dictada por el Juzgado Segundo de Instrucción
en lo Civil, que rechaza el incidente propuesto (fs. 158 a 159).
Los accionantes alegan la vulneración de sus derechos a la defensa, a ser escuchados en proceso,
a presentar prueba, “a hacer uso de los recursos”, “a la observancia de los requisitos de cada
instancia procesal”; como también hacen referencia al estado de indefensión, y la garantía al
debido proceso; al no habérseles notificado con la demanda y sentencia del proceso coactivo,
por lo que corresponde analizar la problemática planteada en sentido de que si con la actuación
cursante a fs. 25, de 27 de agosto de 2001, existió o no vulneración de derechos y garantías
constitucionales, a fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
Estos principios son rescatados por la jurisprudencia constitucional hasta ahora desarrollada, en
particular por la SCP 0002/2012 de 13 de marzo, que establece la protección de derechos y
garantías constitucionales que son motivo de acción de amparo constitucional.
Criterio que fue complementado por la SC 38/2004-R, de 15 de enero, cuando señala que la
omisión de los requisitos señalados en el art. 97 de la LTC «da lugar al rechazo del recurso,
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pudiendo subsanarse los defectos de forma en el plazo de 48 horas, sin recurso ulterior, como
prevé el art. 98 LTC, caso contrario se mantendrá el rechazo, y si pese a esa omisión se
admite el recurso, ese defecto dará lugar a su improcedencia …'.
De los antecedentes del expediente se evidencia que los accionantes solicitan la nulidad de la
notificación con la demanda y Sentencia dictada dentro del proceso coactivo instaurado por el
Banco Solidario S.A., en razón de que la misma sería falsa, por cuanto los denunciantes en la
fecha de la mencionada diligencia, es decir, el 27 de agosto de 2001, se habrían encontrado
detenidos en el penal de “San Pedro” de Oruro por delitos relacionados con la Ley 1008.
Frente a esta situación, es que los accionantes suscitan nulidad de notificación con la demanda y
Sentencia, lo hacen ante el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Civil, instancia judicial que a
los efectos de que las partes prueben lo argumentado, abre un término probatorio de seis días,
concluido el mismo se dicta la Resolución de 21 de enero de 2009, rechazando el incidente
propuesto, esta Resolución es apelada por los accionantes ante la autoridad superior, quien el 30
de septiembre del indicado año, dicta el Auto de Vista correspondiente, confirmando el fallo de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3441
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primera instancia, rechazando el incidente de nulidad planteado por los accionantes y declarando
válida y subsistente la notificación de referencia.
De la lectura minuciosa de la presente acción de amparo se tiene que hacen una referencia
extensa sobre el hecho de su permanencia en el recinto penitenciario y a la vez sostienen que el
27 de agosto de 2001, los mismos se habrían encontrado detenidos, en este sentido aportan
certificaciones del penal de “San Pedro” en calidad de pruebas tendientes a demostrar que dicha
notificación es falsa porque entre otras cosas no estaría identificado el testigo de actuación como
tampoco el lugar donde se practicó misma.
Por otra parte se indica que las Resoluciones de 21 de enero y 30 de septiembre de 2009,
declaran válida la notificación tantas veces referida, y no se menciona de qué forma estas
habrían vulnerado sus derechos como tampoco nombran que derechos constitucionales se
habrían vulnerado con la emisión de las dos actuaciones, existiendo en consecuencia una clara
falta de congruencia y relación de causalidad pues solamente se hace mención al art 115.II a
tiempo de expresar que se le vulneró el derecho a la defensa.
El caso venido en examen tampoco indica que parte del debido proceso se le habría
transgredido, por cuanto al referirse a este menciona vulneración al Código de Procedimiento
Civil, Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar referente a los procesos
coactivos civiles, a esto se suma al hecho de que en el petitorio solamente pide se anule obrados
hasta la nueva notificación con la demanda, empero no se solicita la nulidad de los Autos que
convalidan la notificación.
De este entendimiento se tiene que los accionantes no han cumplido con los requisitos de
causalidad señalados ampliamente en la jurisprudencia glosada, no han precisado el componente
del debido proceso que se les habría vulnerado, a esto se suma la escasa o ninguna congruencia
entre los hechos, el derecho vulnerado y los actores que tuvieran la legitimación pasiva respecto
de las Resoluciones que convalidaron la notificación de fs. 25 de 27 de agosto de 2001.
La accionante manifiesta que por memorándum 761/94 de 18 de abril de 1994, extendido por la
Secretaría Nacional de Educación dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano, se puede
evidenciar que por Resolución Secretarial de 18 de abril de ese año, fue designada en el cargo de
Bibliotecaria de la Filial del Banco del Libro de la localidad de Copacabana, asignándole el Ítem
417, es así que en el marco de la Ley de Descentralización Administrativa y la Ley de
Participación Popular, las bibliotecas y museos pasaron a depender de las alcaldías municipales
conforme la Resolución Ministerial (RM) 205/2000 de 23 de junio, resolviéndose mediante
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No obstante, desde el mes de enero de 2009, la administración dejó de cumplir con el pago de
sus salarios devengados, habiendo representado este hecho al Alcalde el 11 de mayo de ese año,
solicitando saber el motivo por el cual no se le cancelaba su salario, recibiendo como respuesta
el 13 del citado mes y año, por parte del Secretario General del Gobierno Municipal, para que se
apersone a su despacho con la finalidad de suscribir un contrato de servicios que corría a partir
del 2 de enero de 2009 y que también debía presentarse a la Oficialía Mayor Administrativa del
Gobierno Municipal de Copacabana, para cobrar sus contraprestaciones de los meses de enero,
febrero, marzo y abril, cambiando su condición laboral de personal de planta a eventual, sujeta a
contrato de servicios, vulnerándose de esta manera la estabilidad laboral con la que contaba, no
estableciéndose si fue destituida o intempestivamente retirada, ya que a la fecha no existe ningún
proceso disciplinario a efectos de su destitución, ni memorándum de retiro que determine que
está en una nueva modalidad de prestación de servicios, siendo una actitud unilateral del Alcalde
y del Secretario General de dicho gobierno municipal, por lo que presentó éste su reclamo sin
que exista una solución a su problema.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 9 de diciembre de 2009, según consta en el acta cursante de fs.
92 a 96 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Luis Fernando Mamani, como abogado del Alcalde del Gobierno Municipal de Copacabana, en
audiencia manifestó: a) La “recurrente” señala que existe una relación laboral, sin embargo, usó
la acción de amparo constitucional como si fuera un recurso ordinario, siendo extraordinario, por
tal motivo debe declararse “improcedente” la misma; b) Se toma como prueba la Resolución
033/2000, señalando el carácter indefinido que tendría, empero la misma aprobó el convenio
interinstitucional de cooperación entre el Banco de Libros y la Alcaldía Municipal de
Copacabana, no indicando en ninguno de sus dos artículos el carácter indefinido que tendría; c)
La Resolución 205/2000, señala la transferencia de material bibliográfico de activos del Banco
del Libro y de sus sucursales al Gobierno Municipal de Copacabana, no pudiendo ser
considerada Sayda Ninfa Peñaranda de Rejas, como activo fijo; d) El art. 4 de la Ley de
Municipalidades (LM) establece la potestad normativa fiscalizadora administradora del
Gobierno Municipal en función al programa de inversión para cada gestión, de acuerdo al
Sistema de Administración de Personal (SAP) y al Sistema de Contrataciones Estatales,
decidiéndose cambiar la modalidad de planillas, lo cual no quiso decir que Sayda Ninfa
Peñaranda de Rejas haya estado dentro de la carrera administrativa, puesto que conforme a la
documentación que se tiene en la Alcaldía sólo se cuenta con el memorándum de designación
18/04, como responsable de la Biblioteca no figurando en las planillas con Ítem; e) No es cierto
que la Alcaldía haya negado pagar la prestación de sus servicios puesto que conforme el Decreto
Supremo (DS) 0181, existen formalidades administrativas que se debe cumplir con referencia a
los pagos de prestaciones; y, f) La accionante hace referencia al memorándum del Ministerio de
Desarrollo Humano de la Secretaría de Educación que el Gobierno Municipal no tendría porque
mantenerla en el mismo cargo, ni condiciones, ni modalidad con las que ingreso al Banco del
Libro, siendo modificado el mismo mediante Resolución Municipal 205/2000, al existir la
transferencia a los Gobiernos Municipales, no hay violación a los derechos fundamentales, es
mas le envió dos notas para que proceda al cobro de sus haberes, lo cual se niega a recibir
solicitando se declare “improbado” el “recurso” de amparo constitucional.
Rubén Tintaya Chambilla, Secretario General del Gobierno Municipal de Copacabana, no asistió
a la audiencia ni presentó informe alguno, pese a su legal citación, conforme consta a fs. 92 de
obrados.
I.2.3. Resolución
bibliográficos del Banco Nacional del Libro y sus filiales de los Municipios, sin mencionar que
la accionante pasaría a depender de la Alcaldía Municipal de Copacabana; 3) No existe un
memorándum de designación a partir del cual se tenga a la accionante como personal de planta
de la Alcaldía Municipal de Copacabana; 4) Por las papeletas de haberes se desprende que se
realizó el descuento de sus haberes para el depósito a la AFP, entendiéndose que existe una
aceptación tácita tanto de la Alcaldía Municipal de Copacabana como de Sayda Ninfa Peñaranda
de Rejas para que se desempeñe como personal de planta con todos los beneficios que depara ser
funcionaria pública; y, 5) La “accionista” no agotó todos los recursos tanto legales como
administrativos, no siendo menos cierto que conforme la jurisprudencia se estableció que el
“recurso” de amparo constitucional procede en los casos en que se causa un inminente daño
irreparable o cuando el medio de defensa llegue a ser ineficaz, como en el presente caso que el
Ejecutivo de la Alcaldía Municipal de Copacabana le debe haberes devengados desde enero
hasta la realización de esa audiencia.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.2. Por memorándum 761/94 de 18 de abril de 1994, Juan Martínez Cusicanqui, Secretario
Nacional de Educación, hizo conocer a Sayda Ninfa Peñaranda de Rejas que fue designada en el
cargo de Bibliotecaria de la Filial del Banco del Libro de la Localidad de Copacabana,
posesionándole el 19 de abril del citado año (fs. 2 y 3).
II.4. Mediante nota de 13 de mayo de 2009, emitida por Rubén Tintaya Chambilla, Secretario
General del Gobierno Municipal de Copacabana, reitero a la accionante que se apersone a firmar
el contrato y a cobrar las contraprestaciones de servicios (fs. 7).
II.5. Cursa en obrados el contrato de servicios profesionales de 2 de enero de 2009, sin la firma
de la mencionada como “contratista” y Juan Armando Callisaya Quispe, Alcalde Municipal de
Copacabana como contratante (fs. 8 y 9).
II.6. Nota de 11 de marzo de 2009, por la que Sayda Ninfa Peñaranda de Rejas solicitó
audiencia a Juan Armando Callisaya Quispe, Alcalde Municipal de Copacabana (fs. 10).
II.7. Según memorial de 25 de mayo de 2009, la accionante solicitó certificación por impago de
haberes devengados al Alcalde Municipal (fs. 13 y vta.).
II.8. Conforme memorial de 25 de mayo de 2009, con cargo de recepción 26 del mismo mes y
año, dirigido al Concejo Municipal de Copacabana, la accionante denunció arbitrariedades y
falta de pago de haberes (fs. 14 a 15).
La accionante, sostiene que los demandados lesionaron sus derechos al trabajo, a la estabilidad
laboral y a una justa remuneración o salario, toda vez que se desempeñaba como funcionaria de
planta, cambiándole a funcionaria eventual, puesto que trabajó desde la gestión 2000 como
Bibliotecaria del Banco del Libro dependiente del Gobierno Municipal de Copacabana,
existiendo el memorándum 018/2004, por la que se le ratifica en el cargo de responsable de
Biblioteca de la citada Alcaldía Municipal, trabajando en forma normal hasta diciembre de 2008,
ya que de enero a abril de 2009, no le cancelaron sus haberes, por lo que presentó memorial el 8
de mayo del referido año, reclamando los mismos y anunciando amparo constitucional, motivo
por el cual el 13 del señalado mes y año, le respondieron mediante nota, donde el Secretario
General de dicho Municipio, le indicó que debía apersonarse a ese Despacho con el fin de
suscribir un contrato de servicios, sin que exista un memorándum o un proceso administrativo
disciplinario que haya dispuesto el cambio de modalidad de trabajo. En consecuencia,
corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la
tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional consagrada por el art. 128 de la Constitución Política del
Estado (CPE), se instituye por la Ley Fundamental como una acción tutelar de defensa contra
actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la misma Constitución Política del Estado y la ley.
Consiguientemente, esta acción de defensa tiene por finalidad única el resguardo de los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance en
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales y no así de principios;
empero, por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción
extraordinaria de defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y materialización de los
principios ordenadores de la administración de justicia en cada caso concreto, por ende, es
viable la protección de principios constitucionales -vía amparo constitucional- cuando de ella
emerjan lesiones a derechos fundamentales o garantías constitucionales”.
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Al respecto, el art. 129.II de la CPE, dejó establecido que “La acción de amparo constitucional
podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de notificada con la última decisión administrativa o judicial”, este
término se constituye un verdadero plazo de caducidad del derecho para acudir a la justicia
constitucional.
Respecto a como efectuar el cómputo de los seis meses, el Tribunal Constitucional dejó
establecido en la jurisprudencia citada en su SC 0765/2011-R de 20 de mayo, que: ”…constituye
un plazo por meses cuyo cómputo es de fecha a fecha y difiere del plazo por días, que corre
desde el día siguiente hábil. El plazo por meses limitado para la interposición de la acción de
amparo, fenece la misma fecha o día del sexto mes porque se cuentan los respectivos meses
subsecuentes con igual número de días, así exista variación de días entre uno y otro mes; de ese
modo, acaecido el acto lesivo o asumido su conocimiento en una determinada data, el plazo se
contará al día respectivo de los meses siguientes que se sucedan, con la previsión que cuando
hubiera acontecido en una fecha que excediera en días al mes del fenecimiento del plazo,
concluirá el último día del sexto mes. Bajo este razonamiento aplicado al caso de autos y
advertida la activación de esta jurisdicción fuera de la previsión del art. 129.II de la CPE, es
menester insistir en la improrrogabilidad de este plazo procesal -instituido por mandato
constitucional-, cuyo cumplimiento y observancia a efectos de verificar la procedencia de la
tutela pretendida, es de carácter obligatorio y de imperioso acatamiento, no siendo factible su
En el caso de autos, la accionante una vez notificada con la nota de 13 de mayo de 2009,
mediante la cual el Secretario General del Gobierno Municipal de Copacabana, le reiteró que se
apersone a firmar el contrato y asimismo cobrar las contraprestaciones de servicios (fs. 7), ante
esta situación la accionante presentó memorial de 25 del citado mes y año, ante el
Presidente y miembros del Concejo Municipal de Copacabana, denunciando
arbitrariedades y falta de pago de haberes, con cargo de recepción de 26 de mayo de 2009
(fs. 16), correspondiendo ésta la última actuación de la accionante en procura de la reparación de
sus derechos presuntamente vulnerados en la instancia pertinente.
POR TANTO
2º Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos de la presente Sentencia,
dejando subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de tutela por el Juez de
garantías.
Mediante memorial de el 1 de febrero de 2010, cursante de fs. 232 a 241 vta., el accionante
expresa lo siguiente:
Dentro del proceso penal que sigue su persona contra Fernando Aguilera Pizarro, por los delitos
de estafa y evasión impositiva, el mismo que se encuentra en la Sala Penal Segunda de la
entonces Corte Suprema de Justicia -ahora Tribunal Supremo de Justicia-; el imputado, solicitó
al Presidente y Ministros, la prescripción de la acción penal por el vencimiento del tiempo y la
extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, situaciones jurídicas normadas en
forma diferente, aunque el objetivo de ambas sea la conclusión del proceso en forma
extraordinaria.
Alega que, en aplicación del art. 102 del Código Penal (CP), la prescripción del presente caso se
debe computar desde la última actuación que data de 18 de noviembre de 2004, o en su caso, a
partir de la reconformación de las Salas especializadas y la convocatoria para conformación de
la Sala Penal Segunda mediante decreto de 10 de julio de 2009, el cual fue notificado a las
partes.
Señala también que, la solicitud de prescripción interpuesta por Fernando Aguilera Pizarro es de
27 de septiembre de 2004, la última actuación antes de esa solicitud es de 19 de marzo de ese
año, por lo cual el Ministro Relator remitió actuados procesales para su acumulación a la
Fiscalía General. Es decir, que apenas habrían transcurrido seis meses desde esas actuaciones.
Por otro lado, el delito de estafa prescribe en cinco años de acuerdo al Código Penal y al Código
de Procedimiento Penal.
Finalmente, señala que, el Auto Supremo 395 de 23 de febrero de 2009, dictado por José Luis
Baptista Morales y Ángel Irusta Pérez, Ministros de la Sala Penal Segunda de la Corte Suprema
de Justicia, declaró extinguida la causa sin considerar ni fundamentar que solamente podían
emitir una resolución en caso de que se haya demostrado en forma objetiva y fehaciente, que la
dilación del proceso corresponde al Órgano Judicial o al Ministerio Público, pero por el
contrario el referido Auto Supremo admitió la dilación del proceso atribuible a la conducta del
imputado desde que se inició la causa hasta que se pronunció la Resolución de primera instancia.
I.1.3. Petitorio
Con los antecedentes expuestos, el accionante planteó la acción solicitando se declare nulo y sin
efecto legal alguno el Auto Supremo 395.
Las autoridades demandadas remitieron al Tribunal de garantías informe escrito, cursante de fs.
296 a 299, manifestando: a) La fase sumaria del proceso penal inició el 23 de junio de 2000, en
el Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal del Distrito Judicial -ahora departamento- de
Santa Cruz; y la fase del plenario concluyó el 4 de abril de 2003, en el Juzgado Tercero de
Partido en lo Penal, donde se condenó al imputado a tres años de presidio; Resolución que fue
confirmada por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del referido Distrito Judicial -hoy
Tribunal Departamental de Justicia-; dicho fallo fue recurrido de casación el 30 de octubre de
2003 y el 23 de diciembre del mismo año, radicó la causa en la Sala Penal única de la Corte
Suprema de Justicia sin que hasta la fecha de consideración de la extinción de la acción penal
por vencimiento del plazo máximo de duración del proceso, se hubiera resuelto el recurso de
casación; b) Los fundamentos de la presente acción de amparo constitucional incurren en
interpretaciones erróneas de las disposiciones legales aplicadas en el Auto Supremo impugnado
y otorgan a las líneas jurisprudenciales una interpretación alejada de las emanadas por el
Tribunal Constitucional, y aclarando que el Código de Procedimiento Penal al referirse a la
extinción penal, establece diferentes supuestos entre los que se encuentra la prescripción, y el
vencimiento del plazo máximo de duración del proceso, establecidos en el art. 27 incs. 8) y 10)
del Código de Procedimiento Penal (CPP); c) La extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, encuentra su fundamento en el derecho del imputado a la conclusión del
proceso penal dentro de un plazo razonable; es decir, que el imputado pueda definir su situación
jurídica dentro del tiempo más corto posible; ante la infracción a ese derecho, por sobrepasar el
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
término razonable del proceso penal previsto en nuestra legislación, se impone la extinción de la
acción penal ante la omisión o falta de diligencia de los órganos competentes del sistema penal;
d) En aplicación de la Disposición Transitoria Tercera del CPP, al caso que nos ocupa, se
determinó en primera instancia como fecha de inicio del cómputo el 31 de mayo de 2000 y por
ende la fecha de cumplimiento de dicho plazo el 31 de mayo de 2004; e) La SC 0101/2004-R de
14 de septiembre y el AC 0079/2004-ECA, interpretaron ”…que en ambos sistemas en lo
conducente el juez o tribunal del proceso de oficio o a petición de parte declara extinguida la
acción penal, cuando la dilación del proceso más allá del plazo máximo establecido, sea
atribuible al órgano judicial o al Ministerio Público, no procediendo cuando la dilación del
proceso sea atribuible a la conducta del imputado o procesado”; f) La Sala Penal Segunda al
pronunciar el Auto Supremo 395, aplicó la Disposición Transitoria Tercera y observó la línea
jurisprudencial del Tribunal Constitucional. Así consideró que no sólo transcurrieron tres años
desde la publicación del Código de Procedimiento Penal, sino ocho años y en la primera etapa
del proceso existieron dilaciones atribuibles al imputado; sin embargo, el transcurso del tiempo
fue responsabilidad de los órganos de administración de justicia, y no son atribuibles al
imputado, sino al propio Estado por lo cual se declaró extinguida la causa y el archivo de
obrados; y, g) La Sala Penal Segunda, pronunció el Auto Supremo impugnado en estricto
cumplimiento de la Constitución Política del Estado y el Código de Procedimiento Penal,
resguardando derechos y garantías constitucionales, por lo que solicitaron se deniegue la acción
de amparo constitucional interpuesta.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Chuquisaca, constituida en Tribunal de garantías, a través de la Resolución 63/010
de 17 de febrero de 2010, cursante de fs. 302 a 307 vta., resolvió denegar la tutela solicitada con
los siguientes fundamentos: 1) El proceso penal de origen se radicó en la Corte Suprema de
Justicia en noviembre de 2003, por haberse interpuesto recurso de casación que confirmó el fallo
condenatorio, el imputado solicitó la extinción de la acción penal el 27 de septiembre de 2004,
que se resolvió por Auto Supremo 395; 2) El memorial solicita la extinción y prescripción de la
acción penal, pero se fundamenta e invoca la extinción de la misma en base a la Disposición
Transitoria Tercera del CPP, por el transcurso del plazo máximo de cinco años de duración del
proceso, al haberse pronunciando al respecto el Tribunal Supremo de Justicia, no le corresponde
pronunciarse al Tribunal de garantías; 3) El Tribunal de garantías considera que el Auto
Supremo fundamentó que, a partir de que se dictó la Resolución de 25 de septiembre de 2003,
hasta la emisión del Auto de Vista de 23 de julio de 2009, transcurrieron cinco años sin que
hayan habido actos dilatorios atribuibles al imputado; 4) Concluyendo que los últimos cinco
años del proceso transcurrieron en sede de la Corte Suprema de Justicia sin que exista
pronunciamiento sobre el recurso de casación, por lo que estos son atribuibles al propio Tribunal
de casación; y, 5) Las autoridades demandadas al determinar la extinción de la acción penal y
ordenar el archivo de obrados no han incurrido en actos ni omisiones ilegales; en consecuencia,
el caso no se enmarca en el art. 128 de la CPE.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
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II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante la Resolución de 4 de abril de 2003, pronunciada por el Juez de Partido Tercero
en lo Penal, se declaró al demandado autor y culpable de la comisión del delito de estafa,
condenándolo a tres años de reclusión, y en cuanto al delito de evasión se dictó fallo absolutorio
(fs. 176 a 178).
II.2. Fernando Aguilera Pizarro apeló la referida Resolución; la misma que fue confirmada por
Auto de Vista de 25 de septiembre de 2003 (fs. 196 vta.).
II.4. El 23 de julio de 2009, la Sala Penal Segunda, emitió el Auto Supremo 395, mediante el
cual declaró extinguida la causa tramitada por el ahora accionante contra Fernando Aguilera
Pizarro, con imputación por la presunta comisión del delito de estafa disponiendo el archivo de
obrados (fs. 221 vta.).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma fundamental y las leyes.
demás recursos procesales ordinarios; es un medio de tutela inmediata, eficaz e idónea para los
derechos y garantías constitucionales, frente a las amenazas o restricciones ilegales o indebidas
de autoridades públicas o personas particulares; por ello tiene una tramitación especial y
sumarísima (RIVERA SANTIVÁÑEZ, José Antonio. “Jurisdicción Constitucional -Procesos
Constitucionales en Bolivia-“. Tercera Edición. Cochabamba: Editorial Kipus, pág. 381).
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
Por otra parte, la misma Sentencia Constitucional expresa que: “Corresponde en este punto,
destacar el momento en el cual es posible interponer la extinción de la acción penal, que es una
excepción prevista en el art. 308 inc. 4) del CPP, haciendo referencia a los arts. 27 y 28 de ese
cuerpo normativo.
Su tramitación se sujeta al art. 314: 'Las excepciones y las peticiones o planteamientos de las
partes que, por su naturaleza o importancia, deban ser debatidas o requieran la producción de
prueba, se tramitarán por la vía incidental, sin interrumpir la investigación y serán propuestas
por escrito fundamentado en la etapa preparatoria y oralmente en el juicio, ofreciendo prueba y
acompañando la documentación correspondiente'; es decir, la extinción de la acción penal, en
sujeción al artículo precedente -al margen de la etapa preparatoria- en juicio sólo puede ser
planteada, hasta antes de dictarse sentencia.
(…)
Si se realizaría una lectura parcial de las normas contenidas en los arts. 403.2 y 396 del CPP,
aceptando la posibilidad de que las resoluciones que rechacen excepciones en el juicio sean
apeladas incidentalmente en efecto suspensivo, el juicio tendría que suspenderse, en muchos
casos por meses, desconociendo la previsión contenida en el art. 335 del CPP que establece en
forma categórica los casos en los que el juicio puede suspenderse, entre los que no figura la
apelación de las excepciones planteadas durante esta etapa, atentando contra el propio sistema
acusatorio oral.
(…)
Como se tiene dicho, la resolución que resuelve la excepción de extinción planteada en juicio
oral, sólo es impugnable mediante reserva de apelación restringida, que habilita cuestionarla
ante el superior en grado sobre las supuestas irregularidades en la que hubiera incurrido el
juez o tribunal de primera instancia respecto a la excepción planteada.
En el caso de análisis, el accionante alega que al haber sido pronunciado el Auto Supremo 395,
por los Ministros de la entonces Corte Suprema de Justicia -hoy Tribunal Supremo de Justicia-,
ahora demandados, dispusieron la extinción de la causa y archivo de obrados, sin aplicar
adecuadamente las Disposiciones Transitorias del CPP, ni la jurisprudencia constitucional,
verificándose que la dilación fue de cinco años.
Conforme se puede evidenciar del examen del proceso, los Ministros que pronunciaron el
indicado Auto Supremo, declararon extinguida la causa tramitada por Fernando Aguilera
Pizarro, razón por la cual el accionante interpuso la presente acción de amparo constitucional,
solicitando que se conceda la tutela, la misma que fue denegada por el Tribunal de garantías.
De ello se infiere, que las autoridades demandadas no tenían competencia para pronunciarse
sobre la extinción de la acción penal, razón que imposibilita a este Tribunal, conocer si el Auto
Supremo, ahora impugnado, se encuentra o no, debidamente fundamentado o motivado,
debiendo en todo caso, aplicarse la referida línea jurisprudencial establecida en el Fundamento
Jurídico precedente; toda vez que, el accionante tiene derecho a impugnar.
POR TANTO
respectivamente. Dicha reunión era para abordar el tema del agua potable; sin embargo, los
mencionados dirigentes, instigaron a sus bases a realizar manifestaciones públicas y marchas
contra el entonces alcalde de Arani, las cuales debían llevarse a cabo al día siguiente (16 de
noviembre), en la plaza principal de la provincia, con el fin de reclamar sobre varios proyectos y
a cuyo propósito inclusive establecieron una multa a quienes no participaran.
Señaló que decidió no participar de las aludidas protestas, puesto que no compartía con esa
determinación y más bien aquel día se dedicó a trabajar en los terrenos “Happ & Cia. Srl.”,
empresa para la cual trabaja y de la que también es accionista minoritario. Sin embargo, tomó
conocimiento de que la manifestación convocada y promovida por los dirigentes Raúl Rodríguez
Montaño y Filiberto Rodríguez González, se había tornado violenta, y que una vez llegada a la
plaza principal de Arani, los manifestantes protagonizaron todo tipo de desmanes, para más
tarde y bajo los efectos de bebidas alcohólicas, trasladarse hacia los diferentes lugares donde se
estaban realizando obras de atajaderos, y posteriormente hacia los predios de la empresa “Happ
& Cia. Srl.”, con la firme decisión de apropiarse de los mencionados terrenos, quemar la
maquinaria existente y destruir todas las plantas de “tara” que allí se cultivan.
Los manifestantes armados con palos, piedras, garrotes y otros, se constituyeron a eso de las
cuatro de la tarde del indicado día en los predios donde trabaja y ante la indagación por parte del
actor acerca de los motivos de su llegada, la codemandada, Elsa Palma Rojas, prepotentemente
contestó: “Hemos venido a apoderarnos de tus terrenos, ahora mismo vamos a repartirnos tus
terrenos y todas tus propiedades, así que no te queremos, mejor andate…” (sic) acompañada de
voces que instigaban prender fuego a los tractores. En ese momento entendiendo que iba a
perderlo todo, “todo mi trabajo y sacrificio iba a ser destrozado por esa multitud”, retrocediendo
sacó su arma personal y lanzo tres disparos al aire con el fin de dispersar a la multitud, para que
se retiraran, empero fue acorralado y posteriormente víctima de una golpiza. De ese hecho
sangriento, refiere que se tienen instaurados varios procesos penales contra de los agresores,
mismos que se vienen tramitando ante la fiscalía de la provincia de Punata.
Después de este hecho ilegal y arbitrario, en horas de la noche, estos dirigentes nuevamente
reunidos en asamblea emitieron el voto resolutivo de 16 de noviembre de 2009, en el cual
determinaron su expulsión de la comunidad, arguyendo que no era reconocido por la comunidad
y que no tenía “pisada” en la región.
Enfatizó que desde la emisión del aludido voto resolutivo, los dirigentes de la Sub-Central de
Collpa Ciaco, le impiden desempeñar su trabajo, así como transitar libremente por la
comunidad, existiendo semanas íntegras en que los demandados cerraron el paso a su vivienda
con acciones que van desde colocarse delante suyo, hasta echar tierra en el camino, controlando
toda movilidad que va de su vivienda hacia las localidades aledañas, instalando trancas, llevando
a cabo sus reuniones en el interior de sus terrenos, siguiéndolo en forma constante y profiriendo
amenazas de muerte hacia él, su familia e incluso sus visitantes, de no cumplir con la
determinación del voto resolutivo referido. Asimismo indicó que esos terrenos son trabajados
con maquinaria alquilada del municipio, cuyo canon diario es de Bs100.- (cien bolivianos), la
misma que no puede utilizar debido a la oposición de los comunarios por lo que esta inversión
no le reporta utilidad alguna.
Finalmente añadió que el ordenamiento jurídico prevé todos los mecanismos legales para que
quienes se crean afectados en el ejercicio de sus derechos fundamentales por actos de otras
personas y en resguardo de sus intereses, puedan acudir a las instancias y autoridades
establecidas y que mediante el voto resolutivo de 16 de noviembre de 2009, los dirigentes y
bases de la Sub-Central de Collpa Ciaco, al haber decidido no admitirlo en la comunidad y
determinado su expulsión sin motivo alguno, afectaron sus derechos constitucionales, puesto
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3457
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
que estos dirigentes ni sus bases tendrían la atribución para expulsarlo de la comunidad donde
vivió por más de veinte años, y en Arani desde la edad de diez años, lugar en el que actualmente
vive y tiene constituido su trabajo, hogar y domicilio, posee propiedades a su nombre e
injustamente quiere ser retirado a la fuerza, recurriendo a la violencia y a la intimidación.
Celebrada la audiencia pública el 2 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
153 a 154 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Raúl Rodríguez Montaño, Juvenal Lafuente Fernández, María Luz Villarroel Rosas, Renato
Cano Almendras, Elsa Palma Rojas, Encarnación Flores Masias, Aurelio Rosas Almendras,
Reina Rosas Almendras y Merardo Flores Masias, mediante informe escrito cursante de fs. 150
a 152 indicaron: 1) No es evidente que el accionante habría sido víctima de un intento de
linchamiento; 2) Que el primero, junto con Filiberto Rodríguez Gonzalez, en su condición de
autoridades de Collpa Ciaco y con la consiguiente legitimidad de representación de la
comunidad, en virtud del art. 11.II.3 de la CPE, convocaron a una reunión para tratar el tema del
agua potable ante la preocupación de que este servicio no llegaba al colegio “Javier del
Granado”, es así que decidieron hacer una inspección “in visu” por parte de toda la comunidad,
por lo cual recorrieron toda la sequía deteniéndose en cada atajadero, de los seis a siete
existentes aclarando que para este recorrido era necesario pasar por la propiedad de Félix Rojas
Rojas, por tratarse de un camino comunitario; 3) Como consecuencia de la mencionada
inspección, constataron que el motivo por el cual no llegaba agua al referido colegio se debía al
estiércol de cerdo -utilizado como abono para las plantas de “tara” que Félix Rojas Rojas y Luis
René Jacobowitz Dicker habían colocado en esos atajaderos; 4) En referencia a los supuestos
destrozos hechos en el edificio del municipio, los desmienten indicando que se trató únicamente
de una marcha pacífica; 5) Que, como consecuencia de estos hechos existen varios y diversos
procesos penales instaurados; 6) Con relación al destrozo de plantas de “tara”, repartición de sus
terrenos, y la supuesta tentativa de quemar la maquinaria a que hace referencia el accionante,
desmienten tales hechos; 7) Con relación al voto resolutivo de 16 de noviembre de 2009, alegan
que este emerge de la legitimidad reconocida por la Constitución Política del Estado. Sin
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embargo, el día 30 de diciembre de 2009, todos los suscribientes del voto resolutivo de 16 de
noviembre, dejaron sin efecto el mismo, documento en el que el accionante basa su petición,
por lo que la presente acción tutelar no tiene fundamento legal alguno; 8) Respecto a la
supuesta vulneración de su derecho a la libertad de locomoción, desmienten tal afirmación
y resaltan una “contradicción” con la naturaleza del amparo constitucional que en todo
caso correspondería demandar vía acción de libertad conforme el art. 125 de la CPE; 9) El
accionante no cuenta con ningún elemento probatorio que le permita afirmar que se le
impide ejercer su trabajo; y 10) El “recurso” de amparo no puede constituirse como sustitutivo
de otros recursos ordinarios por su condición de subsidiariedad, en el caso presente, el
accionante ya habría recurrido a la vía ordinaria a través de procesos penales, por lo que
solicitan se declare “improcedente” la presente acción de amparo constitucional.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
Filiberto Rodríguez Gonzalez contra Félix Rojas Rojas, por la presunta comisión de delito de
lesiones, a cuyo efecto se instauró un proceso penal en la Fiscalía de Distrito de Punata por la
presunta comisión del delito de tentativa de homicidio. (fs. 1 a 13).
II.5. El 5 de enero de 2010, Luis René Félix Jacobowitzt Dicker presentó querella penal ante la
Fiscalía de Punata contra Juvenal Lafuente y otros por la presunta comisión de los delitos de
asociación delictuosa y otros (fs. 44 a 51).
II.6. Adjunta certificado de trabajo de 18 de noviembre de 2009, por el que se acreditó que el
accionante presta servicios en la empresa “Happ & Cia. Srl.”, como Supervisor desde el 1 de
marzo de 2008, cumpliendo las funciones de operaciones, mantenimiento, seguridad y control de
personal del proyecto de “Tara” en la provincia Arani (fs. 67 a 70).
II.8. Mediante muestrario fotográfico adjunto se tiene que en el camino de ingreso al domicilio
de Félix Rojas Rojas, fueron colocadas trancas así como piedras, postes y tierra en el trayecto
del mismo (fs. 87 a 93).
II.9. La comunidad de Collpa Ciaco emitió voto resolutivo 30 de diciembre de 2009 por el que
decidieron dejar sin efecto el voto resolutivo de 16 de noviembre del mismo año (fs. 132).
Este Tribunal, al interpretar el contenido y alcance del art. 128 de la Constitución Política del
Estado, en forma reiterada ha señalado que el objetivo de la acción de amparo constitucional se
circunscribe a la protección inmediata y eficaz de los derechos fundamentales, cuando estos
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De esta manera, se tiene que el propósito de esta acción, tal como lo establece el mencionado
artículo, es que el Juez o Tribunal de garantías, de manera expedita, administre justicia en el
caso concreto, disponiendo en lo pertinente las órdenes que considere necesarias, ya sea al
servidor público o al particular que con sus acciones u omisiones han amenazado o vulnerado
derechos fundamentales y procurar así la defensa inmediata y eficaz de los mismos.
Es claro, entonces, que cuando la situación de hecho que causa la supuesta amenaza o
vulneración del derecho alegado desaparece o se encuentra superada, la acción de amparo
constitucional pierde su razón de ser y, en este sentido, la decisión que pueda llegar a adoptar el
juez o tribunal de garantías con respecto al caso concreto resultaría, inútil y contraria al objetivo
previsto para el que fue creada dicha acción.
Efectivamente, los arts. 9.I del PIDCP, reconoce el derecho a la libertad y seguridad
personales; el 12 el derecho a la libertad de circulación y de residencia. Del mismo modo, el 7.I
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, reconoce el derecho a la libertad y a la
seguridad personal, y el 22, el derecho de circulación y de residencia, como también
implícitamente se encuentra reconocido en el 13 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH).
De acuerdo a las normas referidas, existe una clara distinción entre el derecho a la libertad
física o personal, y el derecho a la libertad de circulación. El primero es entendido como la
facultad que tienen los individuos de disponer de su propia persona, de determinarse por su
propia voluntad y actuar en virtud a ella, sin que el Estado ni terceras personas puedan
impedirlo a través de privaciones de libertad ilegales o arbitrarias. En ese sentido, el Comité de
Derechos Humanos, ha señalado que el derecho a la libertad personal '…implica la prohibición
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(…)
Si bien el art. 125 de la CPE, se podría concluir que el objeto de tutela de la acción de libertad
es el derecho a la libertad física, a la vida, y al debido proceso, cuando existe vinculación con
el derecho a la libertad y excluir de su ámbito de protección al derecho de locomoción; sin
embargo, dada la íntima relación que existe entre esos derechos, es posible tutelar también al
último de los nombrados, en aquellos casos en los que el derecho de locomoción está
vinculado directamente con la libertad física o personal, o con el derecho a la vida o la salud.
Consecuentemente, sobre la base de los principios de favorabilidad, e interpretación
progresiva, el derecho a la libertad de locomoción, se encontraría bajo la tutela de la acción de
libertad prevista en el art. 125 y ss., de la CPE en los supuestos anotados precedentemente; por
tanto, todas aquellas restricciones a la libertad de circulación-locomoción con las
puntualizaciones supra mencionadas, deben ser protegidas a través de la acción de libertad”
(las negrillas nos pertenecen).
En el caso que nos ocupa, de la relación de los antecedentes así como del petitorio expuesto, se
tiene que la emisión del voto resolutivo de 16 de noviembre de 2009 constituye el punto de
partida de donde provienen las demás lesiones que supuestamente se hubieran cometido contra
el accionante por parte de los demandados.
Con relación al voto resolutivo de 16 de noviembre de 2009, se tiene que el mismo fue revocado
mediante otro voto resolutivo de 30 de diciembre del mismo año, aspecto que fue señalado tanto
en el informe de las personas demandadas, así como en la audiencia informativa de acción de
amparo, sin que la parte accionante se haya manifestado, ya sea para oponerse al referido
documento o en su caso desconocerlo, por lo que ciertamente constituye una verdad material que
determina que el supuesto de hecho denunciado como vulnerado habría desaparecido con la
emisión del voto resolutivo de 30 de diciembre de 2010, correspondiendo aplicar la
jurisprudencia citada en el F.J. III.1 de esta sentencia, y por ende descartar cualquier
pronunciamiento de fondo en relación a este punto, concluyendo que el hecho que originó la
presente acción ha sido superado y, en consecuencia, satisfecha la pretensión indirecta invocada
en la demanda.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
Por memorial presentado el 4 de diciembre de 2009, cursante de fs. 508 a 516 vta., el accionante
alega que:
Señala que el Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.”, de manera posterior a la
notificación con el citado Laudo Arbitral 19/2005, interpuso recurso de anulación, con el
argumento de que dentro del proceso arbitral “se violó al orden público” por inobservancia de
normas procesales para el cómputo del plazo en el que se podía presentar la prueba, ante esta
situación el 4 de noviembre de 2005, el Tribunal Arbitral concedió el recurso, disponiendo se
eleven antecedentes ante la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de La Paz, para que una vez radicado el mismo el 14 del indicado mes y año, sea
resuelto por la autoridad ahora demandada, quien determinó mediante Resolución 187/2009 de 8
de mayo, anular los Laudos Arbitrales 16/2005 y 19/2005, como también los obrados hasta fs.
131 inclusive, toda vez que en el procedimiento de arbitraje no se observó los arts. 371 y 379 del
CPC, señalando que el cómputo para la proposición de los medios de prueba correspondía a
partir de la notificación a las partes con el Laudo 03/05 y no así con el Laudo 02/05, por lo que
al no haberse obrado de esa manera, se hubiese viciado de nulidad la tramitación del arbitraje
conforme prevé el art. 63.II.6 de la LAC; empero, la autoridad demandada emitió dicho fallo
dejando de lado que las partes intervinientes en el proceso arbitral quedaron en común
acuerdo someterse al Reglamento de Arbitraje y Conciliación de la Cámara Nacional de
Comercio.
Señala que el art. 21.II del Reglamento de Arbitraje y Conciliación, establece que para que un
plazo sea suspendido no basta con la interposición de una objeción respecto a los puntos de
hecho a probar fijados por el tribunal arbitral sino que necesariamente se debe invocar la
aplicación del artículo mencionado, lo que no sucedió en el presente caso, por lo que al estar
previsto ese aspecto, no correspondía la aplicación de ninguna norma supletoria, por lo
cual se vulneró los derechos fundamentales de la institución que representa.
I.1.3. Petitorio
La parte accionante, ratificó íntegramente los términos de su acción y ampliándola señaló que
los Autos Supremos mencionados en la Resolución cuestionada no son aplicables al caso que
nos ocupa puesto que no cumplen con el requisito de analogía, toda vez que no hablan del
cómputo de prueba a partir de la calificación del proceso, refiriéndose solamente a la relación
procesal.
La autoridad demandada, mediante el informe que cursa de fs. 544 a 546, señaló que: a) No
cuenta con legitimación pasiva dentro del “recurso” de amparo constitucional, puesto que
presentó renuncia al cargo de Jueza Décima Primera de Partido en lo Civil y Comercial, la cual
fue aceptada por la Sala Plena de la entonces Corte Superior del Distrito Judicial; b) El
Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.” interpuso recurso de anulación del
Laudo Arbitral 16/2005 y su complementario 19/2005, con una serie de argumentos, los mismos
que no fueron considerados ante la inobservancia de la previsión del art. 63.III de la LAC, toda
vez que no fueron efectuados de manera oportuna; c) La Resolución 187/2009, fue emitida en
razón a que en el Laudo Arbitral 02/05, se fijaron los puntos de hecho a probar, en el cual
además se recomiendan que las pruebas sean presentadas dentro de los cinco días a partir de su
notificación, siendo objetado por la parte demandante en cuanto a los hechos a probar, por lo
que fue resuelta mediante el Laudo Arbitral 03/05 y notificada el 31 de enero de 2005,
teniéndose que en lugar de que se compute el término de prueba a partir de ésta última
notificación, se tomó en cuenta la notificación con el Laudo Arbitral 02/05, sin observar las
normas procesales, llevando a cabo un procedimiento arbitral viciado de nulidad; y, d) Si bien
las partes acordaron que el arbitraje sería regido por el Reglamento de Conciliación y Arbitraje
de la Cámara Nacional de Comercio, no se debe perder de vista que las normas previstas en el
Código de Procedimiento Civil son aplicables al caso en forma supletoria, teniéndose que
inclusive el Tribunal Arbitral aplicó en la tramitación del arbitraje normas procesales del
indicado Código, por lo que en su momento correspondía la observancia de los arts. 371 y 379
del CPC.
I.2.4. Resolución
Mediante Resolución 68/11 de 22 de septiembre de 2011, cursante de fs. 640 a 641, la Sala Civil
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
La Paz, constituida en Tribunal de garantías denegó la acción de amparo constitucional en base
a la siguiente argumentación: i) En la Resolución 187/2009, emitida por la autoridad
demandada, se señaló que las normas previstas por el Código de Procedimiento Civil, resultan
aplicables en forma supletoria respecto al cómputo de plazos, estableciendo que se vulneraron
éstas normas procesales a la tramitación del arbitraje, específicamente de los arts. 371 y 379 del
CPC, por cuanto hubo una errónea vigencia del plazo probatorio dispuesto por el Laudo Arbitral
02/05, puesto que correspondía a partir de la notificación con el Laudo Arbitral 03/05; ii) Las
SSCC 1274/2001-R, 0577/2002-R, entre otras, establecen que la valoración de la prueba en
cualquier proceso le corresponde privativamente a la jurisdicción ordinaria o a los jueces
administrativos o arbitrales, según el caso, no pudiendo pronunciarse al respecto la jurisdicción
constitucional; y, iii) El art. 62 de la LAC establece que contra un laudo dictado por el Tribunal
Arbitral sólo podrá interponerse recurso de anulación, por lo que la autoridad demandada fundó
el fallo cuestionado mediante esta acción de amparo constitucional en el art. 63.II de la referida
Ley, por lo que no son ciertas las vulneraciones a los derechos y garantías señaladas por la
entidad representada por el accionante, no pudiendo ingresar a valorar la prueba aportada en el
proceso arbitral.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3466
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa en obrados acta de sesión preparatoria de arbitraje de 10 de agosto de 2004, dentro
del trámite del proceso de arbitraje suscitado entre el Consorcio ICA Bolivia S.A. y
“CONSTRUMAT Ltda.” y el SNC en Liquidación, en el cual consta que “Las partes convienen
libremente que el presente arbitraje estará regido por el Reglamento de Arbitraje y Conciliación
del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de Comercio, al que se
encomienda la administración del presente proceso” (sic) (fs. 31 a 32).
II.2. Mediante el Laudo Interlocutorio 02/05 de 10 de enero de 2005, dentro del proceso arbitral
seguido por la Asociación Accidental Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.”,
se resuelve “Sujetar el proceso a prueba con el plazo de 30 días computable a partir de la
notificación con este laudo a las partes” (sic), determinando además los puntos de hecho a
probar (fs. 101 a 103); siendo notificadas las partes el 12 de enero de 2005 (fs. 104 y 105).
II.3. Mediante memorial presentado el 14 de enero de 2005, ante el Presidente y miembros del
Tribunal del Centro de Conciliación y Arbitraje, Luis Fernando Gutiérrez Gil se apersona en
representación de la Asociación Accidental Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT
Ltda.”, objetando puntos de hecho a probar (fs. 106 a 108); por lo que pronunciaron el Laudo
Arbitral 03/05 de 27 de enero de 2005, resolviendo: “Téngase por apersonado al Ing. Luis
Fernando Gutiérrez Gil y se desestime su solicitud de reformulación del numeral 2.1.10 y la
inclusión de un nuevo punto de hecho a probar por el demandado en el laudo interlocutorio
02/05” (sic) (fs. 653 a 654 vta.); con el cual fueron notificadas las partes el 31 de enero de ese
año (fs. 655 a 656 vta.).
II.4. Por memorial presentado el 21 de marzo de 2005, dirigido al Presidente y miembros del
Tribunal Arbitral del Centro de Conciliación y Arbitraje, la Asociación Accidental Consorcio
ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.”, solicitó saneamiento procesal, alegando que:
“…sus autoridades consideran que el término de prueba ha comenzado a correr luego de la
notificación del Laudo Nº 02/05; es decir desde el 13 de enero de 2005; sin considerar que la
objeción de los puntos de hecho a probar” (sic) (fs. 119 120 vta.); mereciendo la providencia de
22 de marzo de 2005, suscrita por los miembros de dicho Tribunal, señalando: “Al memorial de
la demandante presentando en la suma 'saneamiento procesal', no ha lugar porque las
actuaciones cumplidas se han ajustado al Reglamento de arbitraje de la Cámara Nacional de
Comercio, la ley 1770, y supletoriamente al Código de Procedimiento Civil” (sic) (fs. 123).
II.5. Por el Laudo Arbitral 16/2005 de 1 de septiembre, dentro del proceso arbitral seguido por
la Asociación Accidental Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.” con el SNC en
liquidación, resuelve: “I. Declarar improbada la demanda en todas sus partes, por carecer de
sustento en el contrato suscrito entre las partes los documentos de licitación relativos; II. Se
salva el derecho del contratista obtener el pago compensatorio por volúmenes excedentes de
excavación no clasificada que no se hubieran liquidado y pagado y que el pago correspondiente
se hará a los precios unitarios ofertados por el contratista” (sic) (fs. 277 a 295); mismo que fue
complementado mediante Laudo Arbitral 19/200 de 6 de octubre (fs. 318 a 320).
El accionante alega que dentro del proceso arbitral iniciado por la Asociación Accidental
Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.” contra el SNC en Liquidación, previo
recurso de anulación de Laudo Arbitral planteado por la citada Asociación Accidental, la
autoridad demandada al pronunciar la Resolución 187/2009 de 8 de mayo, vulneró los derechos
de la entidad que representa a la “seguridad jurídica” y al debido proceso, toda vez que
determinó anular los Laudos Arbitrales 16/2005 y 19/2005, como también obrados hasta fs. 131
inclusive, sosteniendo que se debió aplicar los arts. 371 y 379 del CPC, de manera supletoria, sin
tomar en cuenta que las partes intervinientes en ese proceso arbitral quedaron en común acuerdo
someterse al Reglamento de Arbitraje y Conciliación de la Cámara Nacional de Comercio y que
dicho cuerpo normativo establece que para la suspensión de los plazos no sólo basta con la
interposición de una objeción a los puntos de hecho a probar, por lo que no correspondía la
aplicación de ninguna norma supletoria. En ese sentido corresponde analizar, si en el presente
caso se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. De los laudos arbitrales y el recurso de anulación como única vía de impugnación con
la necesidad del auxilio judicial
intervinientes creyere afectados sus intereses y/o lesionados sus derechos: “…la Ley sólo ha
previsto el recurso de anulación, así establece la norma prevista por su art. 62 de la LAC
cuando dispone que 'Contra el Laudo dictado por el Tribunal Arbitral sólo podrá
interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo arbitral…', debe fundamentarse y basarse exclusivamente en las causales señaladas en el
art. 63 de la LAC.
Ahora bien, el accionante por la empresa que representa expresa en su demanda que la autoridad
demandada al emitir el fallo precedentemente citado, no debió aplicar ninguna norma en calidad
de supletoriedad dado que las partes intervinientes del proceso arbitral acordaron libremente
someterse al Reglamento de Arbitraje y Conciliación del Centro de Conciliación y Arbitraje de
la Cámara Nacional de Comercio (fs. 31 a 32).
Bajo ese razonamiento corresponde remitirnos al art. 34.II del Reglamento de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Nacional de Comercio, que a la letra señala: “Las pruebas
deberán producirse dentro del plazo máximo de treinta días desde la fecha de la apertura
del término de prueba dictado por el Tribunal Arbitral” (las negrillas son nuestras),
normativa que denota la previsión respecto al cómputo del término probatorio dentro del proceso
arbitral, por cuanto dicho término debió computarse desde la notificación con el Laudo
Arbitral 02/05, es decir, desde el 12 de enero de 2005 (fs. 104 y 105), tal como se realizó
dentro del proceso arbitral, ya que es el mencionado Laudo el cual establece la apertura
del término probatorio, debiendo tomarse en cuenta también la previsión del art. 21.I del
referido Reglamento, puesto que señala que: “Los plazos transcurrirán sin interrupción
venciendo el ultimo momento hábil del día respectivo” (las negrillas son nuestras), por lo que
la autoridad demandada al señalar que el mismo debió ser calculado desde la notificación con el
Laudo Arbitral 03/05, bajo la aplicación de los arts. 371 y 379 del CPC de manera supletoria,
incurrió en error toda vez que no concurre un vacio legal al respecto dentro de lo estipulado por
el Reglamento de Arbitraje y Conciliación, normativa a la cual además las partes
intervinientes en el proceso arbitral convinieron que ese arbitraje estaría regido por el
citado Reglamento (fs. 31 a 32), aspecto que la autoridad demandada debió respetar, al
plasmarse justamente la voluntad de las partes.
Además se infiere que la Jueza demandada no tomó en cuenta los principios establecidos para
determinar la nulidad de los actos procesales suscitados dentro del proceso arbitral, mismos que
fueron citados en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, toda vez que el que la
Asociación Accidental Consorcio ICA Bolivia S.A. y “CONSTRUMAT Ltda.”, al interponer el
recurso de nulidad de los Laudos Arbitrales 16/2005 y 19/2005, no probó que éstos hayan
ocasionado perjuicio cierto e irreparable que podía subsanarse únicamente con la declaración de
nulidad, como tampoco demostró cuales fueron los medios de defensa de los cuales se vio
privado de interponer o no pudo ejercitar con amplitud, ya que la sanción de nulidad conlleva un
fin práctico y no meramente teórico.
Por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la tutela no evaluó en forma correcta los datos
del proceso ni las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
1º REVOCAR la Resolución 68/11 de 22 de septiembre de 2011, cursante de fs. 640 a 641,
pronunciada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
2º Queda nula la Resolución 187/2009 de 8 de mayo, pronunciado por la Jueza Décima Primera
de Partido en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz y
subsistentes los Laudos Arbitrales 16/2005 de 1 de septiembre y 19/2005 de 6 de octubre.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
En revisión la Resolución 08/10 de 22 de febrero del 2009, cursante de fs. 696 a 697 vta. dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Daynor Alarcón Rodríguez contra
Oscar Chávez Rueda, Presidente; Franklin Llanos Molina, Secretario; Roberto Guardia
Medrano, Roger Costas Heredia, Juan Carlos Velasco Ramírez, José Luis Ruiz Blanco,
Vocales; todos de la Comisión del Régimen Disciplinario de la Academia Nacional de
Policías (ANAPOL); Germán Aliaga Taboada Vicerrector de la Universidad Policial
Mariscal Antonio José de Sucre (UNIPOL); y Nelson Ariel Bozo Villca Investigador de la
Policía Nacional;
Mediante memorial de 1 de febrero de 2010, cursante de fs. 379 a 394 vta., el accionante expresa
los siguientes fundamentos:
haber planteado todos los recursos fue dado de baja de la institución policial, a cuya
consecuencia, planteó acción de amparo constitucional, que fue de conocimiento de la Sala Civil
Segunda de la Corte Superior de Distrito, que actuando como Tribunal de garantías emitió la
Resolución 23/08 de 4 de septiembre de 2008, por la que concedió la tutela, disponiendo: a)
Dejar sin efecto el trámite disciplinario 025/2007; b) Que los demandados inicien nuevo proceso
administrativo disciplinario en el que se garantice el debido proceso y derecho a la defensa ; y,
c) Su reincorporación al curso que le corresponde en la gestión 2009.
Por otra parte presentó recurso indirecto o incidental de inconstitucionalidad contra los arts. 10
INCISO Dinc.6); 40 INCISO B Y C; y, 49 del Reglamento de Régimen Disciplinario de la
Academia Nacional de Policías, el mismo que fue observado por Auto motivado 040/2009 que
en la parte dispositiva señala, no haberse dado cumplimiento al “art. 35 incs. a y b del
Reglamento de procedimientos constitucionales” (sic).
Continúa señalando que se omitió la consideración del art. 48 del Reglamento del Régimen
Disciplinario porque no existe audiencia de procesamiento en la que se produciría la prueba ni
existe resolución de audiencia preliminar.
Pese a ello, por RA 045/2009 de 5 de octubrese dispuso su retiro definitivo, sin derecho a
reincorporación, sanción impuesta sin cumplir los procedimientos legales respectivos, basándose
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3473
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por último señala que durante la tramitación del proceso disciplinario ha solicitado un
“centenar” de veces, le franqueen fotocopias debidamente legalizadas del Reglamento
disciplinario, de organización y funciones de la ANAPOL, pese a tener órdenes judiciales no le
extendieron.
causa ya que este nuevo proceso que nace o tiene su raíz cuando se encuentra el celular en uno
de los dormitorios, lo que se adecua a la faltas disciplinarias que establece el art. 10 INCISO D
inc.6) del Reglamento al encontrarse el celular debió dar parte a sus superiores y no lo hizo; b)
De la revisión del cuaderno de investigaciones a fs. 13 se implanta una petición de fotocopias
legalizadas y a fs. 15 se establece que el Presidente de la Comisión sumaria dispone;
“…franquéese de todo lo obrado” (sic), lo que demuestra que no se ha vulnerado el derecho a la
petición; c) Se inicio proceso a través de informes que en ningún momento demostraron que se
hubiera obtenido de manera ilícita; d) Señalan que se ha presentado abundante prueba testifical
pero ninguna desvirtúa lo que ocurrió en el dormitorio, y que la ANAPOL no les franqueo
fotocopias legalizadas del Reglamento; al respecto, la ANAPOL no tiene competencia para ello,
quien debe extender es el Comando General; e) Señalan que se dio una respuesta irresponsable
al recurso de inconstitucionalidad planteado no fue así, de ser cierto tenían todos los medios para
apelar y no lo hicieron; f) En el presente caso se habla de la conducta del cadete, no se habla de
un celular como parte principal, al haberse encontrado hubiera devuelto o daba parte a sus
superiores y no hubiese habido ningún problema, solicita la aplicación del art. 96.2 de la Ley del
Tribunal Constitucional (LTC), ya que se está dilucidando una nueva acción de amparo
constitucional donde es el mismo objeto, sujeto y causa y denieguen esta acción.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció
la Resolución 08/10 de 22 de febrero de “2009” cursante de fs. 696 a 697 vta., por la que
concedió en parte la tutela solicitada disponiendo: 1) Anular obrados hasta el decreto de 28
septiembre de 2009; 2) Que las autoridades demandadas tramiten conforme a procedimiento el
incidente de nulidad de obrados solicitado por memorial de 21 de septiembre de 2009; 3) Se
tramite el “recurso” incidental de inconstitucionalidad presentado el 21 del citado mes y año
conforme la LTC; y, 4) La inmediata reincorporación del accionante al cuarto curso de
formación profesional de la ANAPOL.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunal de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Cursa en obrados la Resolución 23/08, dictada por la Sala Civil Segunda de la Corte
Superior de Justicia de La Paz, a instancias del ahora accionante en contra de Oscar Hugo Nina
Fernández y otros, que concede la tutela a favor del damnificado, y dispone dejar sin efecto todo
el “tramite disciplinario 025/2007” y se inicie uno nuevo contra el ahora accionante (fs.74 a 75
vta.)
II.2. El decreto de 16 de marzo del 2009, dispuso: “Anular obrados hasta fojas cero, dejando
firme y subsistente los informes y documentación cursante de fojas 6 a 12 y 75 de obrados y
decreto de apertura de sumario por el cual se le inicio nueva investigación” (sic) (fs.1 y 4).
II.3. Se encuentra el informe conclusivo de 29 de agosto de 2009, por el cual se evidencia que se
valoró pruebas que fueron anuladas por la Resolución 23/08, y se consignaron cuatro faltas
disciplinarias contenidas en el art. 10 INCISO B inc.4), Cinc.1), D inc.23 y A inc.1 del
Reglamento de Régimen disciplinario, que no guardan relación con el decreto de apertura de
sumario. Actuación con la que no fue notificado (fs. 100 a 108).
II.4. Se evidencia que el Auto Inicial del proceso dispone el procesamiento del agraviado por
cuatro faltas, adicionando la falta consignada en el INCISO D inc.6 y omitiendo la falta citada
en el INCISO D inc 1) del art. 10 del referido Reglamento, y diligencia de notificación 073/2009
con el referido auto de 31 de agosto (fs.109 y 110).
El accionante arguye que las autoridades demandadas vulneraron sus derechos fundamentales y
garantías constitucionales, por los siguientes motivos: a) Alegando dar cumplimiento a la
Resolución de amparo constitucional 23/08, las autoridades demandadas emitieron el decreto de
16 de marzo del 2009, por el que dispusieron dejar firmes y subsistentes los informes y
documentación cursante de “fs. 6 al 12 y 75 de obrados”, disposición que es contradictoria a la
Resolución antes mencionada; b) Se le inicia nueva investigación con el decreto de apertura de
sumario, por la posible comisión de dos faltas disciplinarias citadas en el art. 10 INCISOS B inc
4), b) D inc.6 y “otras probables” que el investigador establezca, las mismas que no estaban
consignadas en el anterior proceso disciplinario, resultando ser incongruente al fallo antes
referido, de igual modo el informe en conclusiones no tomó en cuenta sus argumentos y se
consignaron como válidas las pruebas que fueron declaradas nulas por citada Resolución; c) El
Informe en conclusiones, consignó cuatro faltas disciplinarias que no guardan relación con el
decreto de apertura de sumario, a este respecto, conviene establecer si este hecho configura
vulneración al debido proceso por cuanto en el auto de procesamiento figuran las faltas de las
cuales el accionante asumió plena defensa; por consiguiente, respecto de este actuado no se ha
vulnerado el debido proceso subrayando que el accionante respecto de las faltas por las que fue
sancionado, asumió plena e irrestricta defensa. d) Plantea incidente de nulidad de obrados hasta
el vicio más antiguo del tramite disciplinario 035/2009 y que fue rechazado expresando
erróneamente que el procedimiento instituido en el Reglamento del Régimen Disciplinario de la
ANAPOL no reconoce los incidentes; e) Presentó recurso indirecto o incidental de
inconstitucionalidad contra los arts. 10 INCISO D inc.6), 40 INCISO B inc.b), y c), y 49 todos
del Reglamento del Régimen Disciplinario citado el mismo que fue rechazado por Auto
motivado 040/2009 alegando que no se cumplió con el art. 35 incisos a) y b) del Reglamento de
procedimientos constitucionales; f) Señala que se omitió la consideración del art. 48 del
Reglamento del Régimen Disciplinario de la ANAPOL porque no existe acta de audiencia de
procesamiento en la que se produciría la prueba ni existe Resolución de audiencia preliminar; al
respecto, es preciso indicar que este acto forma parte de los principios de discrecionalidad e
informalidad de los que forman parte los procesos de esta naturaleza y que en consecuencia no
afectan en el fallo de fondo, en este sentido no se ha vulnerado el derecho al debido proceso; y,
g) Señala que durante la tramitación del proceso disciplinario ha solicitado un centenar de veces,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3477
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
La Constitución Política del Estado en su art. 128 respecto a la acción de amparo constitucional,
dispone que: “….tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
caso concreto pronunciada por la Sala Civil Segunda, por cuanto correspondía al accionante,
acudir ante ese mismo órgano colegiado para reclamar su cumplimiento.
(…) Siguiendo el razonamiento anterior, y dada la finalidad de las acciones tutelares, que
esencialmente son protectoras de derechos fundamentales y que por tanto no son una instancia
casacional o alternativa de las vías ordinarias; es preciso recordar que este Tribunal a través
de las diversas acciones tutelares no puede realizar una nueva valoración de la prueba sobre la
problemática de fondo que motivó la decisión judicial o administrativa impugnada, pues ello
seria invadir otras jurisdicciones desnaturalizando la esencia de esta acción tutelar por cuanto
la valoración de la prueba es una facultad privativa de dichas instancias ordinarias; esa es la
regla y la línea jurisprudencial adoptada. No obstante, como toda regla en ciertos casos
conlleva una excepción, de manera muy excepcional el Tribunal Constitucional, puede
determinar si se valoró o no la prueba, si se omitió alguna valoración pese a la presentación
oportuna y conforme a ley o la misma resulta arbitraria e irracional; sin embargo, no puede
sustituir la valoración, sino disponer se emita nueva resolución con una adecuada valoración
probatoria por parte del mismo órgano o instancia ordinaria. Por tanto este Tribunal no puede
ingresar a la valoración de la prueba (…)”
Establecer en consecuencia que el reglamento del régimen interno no prevé la notificación con
el informe en conclusiones ya que una vez emitido emerge el auto inicial del proceso con el que
si se debe realizar las diligencias de notificación, dándose cumplimiento a esa formalidad
procesal a partir de la cual como se tiene dicho, el accionante tuvo la oportunidad de asumir
defensa amplia e irrestricta, esto implica además que aparte de no haberse vulnerado el derecho
al debido proceso tampoco se le vulneró el derecho a la defensa.
particular importancia para que la sociedad civil pueda controlar a sus autoridades y hacer
valer sus derechos. Es así que el derecho a formular peticiones contenido en el art. 7-h) de la
CPE se refiere precisamente al derecho fundamental cuyo núcleo esencial comprende la
respuesta pronta y oportuna, resolviendo en lo posible la petición en sí misma, es decir
resolviendo el asunto objeto de la petición” SC 275/2003-R de 11 de marzo.
Durante las investigaciones del proceso disciplinario el agraviado solicitó en varias ocasiones,
fotocopias legalizadas de todo el proceso, peticiones que se atendieron favorablemente por las
autoridades requeridas. Por otro lado, requirió fotocopias de los Reglamentos internos de la
institución, misma que se denegó con el argumento de que la ANAPOL no promulgo las
resoluciones solicitadas.
Por lo expuesto, se constata que las solicitudes efectuadas por el accionante fueron absueltas, a
pesar de haberse respondido negativamente, lo cual no constituye vulneración a su derecho de
petición. En conclusión se tiene que por lo desarrollado en el presente fallo no es posible entrar a
la problemática de fondo, no correspondiendo otorgar tutela.
Por consiguiente, se concluye que el Tribunal de garantías, al haber concedido en parte la tutela,
efectuó una incorrecta e inadecuada compulsa de los antecedentes procesales y no dio correcta
aplicación a la normativa aplicable al caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Desde hace más de dos años en el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Civil se viene tramitando
una demanda preparatoria de reconocimiento judicial de dos recibos domésticos contra su ex
esposo Rudy Ivar Astete del Castillo; empero, luego de señalarse audiencia, el demandado negó
que las firmas estampadas fueran suyas, habiéndose dispuesto abrir plazo incidental de prueba
de veinte días comunes a las partes.
En su vigencia, ambos ofrecieron peritos de parte; sin embargo, el demandado junto a su
memorial de ofrecimiento de prueba planteó recusación contra la Jueza de la causa, alegando
que ella tenía amistad con el perito de cargo, la misma que fue rechazada mediante Auto de 29
de agosto de 2009, en razón a que no está comprendida dentro de las causales establecidas en el
art. 3 de la Ley 1760 de 28 de febrero de 1997.
Añade que, en vigencia del plazo incidental presentó informe pericial que concluyó que las
firmas y rúbricas estampadas en los recibos corresponden al demandado; mientras que éste, no
adjuntó las pericias de descargo por falta de juramento y saca de expediente de su perito.
Afirma que, luego de haberse clausurado el plazo probatorio mediante Auto de 9 de octubre de
2009, recién el 13 de ese mes y año, el demandado pretendió sacar el expediente; pero, fue
negado por la Jueza de la causa debido a la finalización del término de prueba.
Sin embargo, por memorial de 15 de octubre de 2009, el demandado opuso recurso de
reposición bajo alternativa de apelación solicitando se deje sin efecto el citado Auto de clausura
y se acepte que el perito de descargo realice la pericia, argumentando que no sacó el expediente
debido a que el mismo no se encontraba en el juzgado y se vulneró el principio de publicidad,
debido proceso y derecho a la defensa al determinarse la clausura del término incidental de
prueba; pretensión que fue rechazada por Auto de 17 de noviembre del referido año y, se
interpuso alternativamente recurso de apelación, que fue concedido ante el Juez de Partido de
Turno.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3483
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Finaliza indicando que, la autoridad demandada inobservó el art. 236 del Código de
Procedimiento Civil (CPC), al no tomar en cuenta únicamente los puntos apelados, habiendo
excedido su competencia, ya que no se había impugnado una cuestión de fondo sino solamente
de un incidente.
Señala como vulnerados sus derechos al debido proceso, al juez natural, a la “seguridad
jurídica”, al principio de legalidad, a la tutela judicial efectiva y a la cosa juzgada, previsto en
los arts. 13.I, 110.I, 113.I, 115.I y II, 119.I, 120.I y 180.I de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela invocada, disponiendo la anulación del Auto de Vista 21/2010,
ordenándose que la autoridad demandada pronuncie nueva Resolución acorde a los lineamientos
del debido proceso y congruencia, sea con la condenación en costas y eventuales perjuicios
ocasionados.
Celebrada la audiencia pública el 2 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 60
a 67 vta., se produjeron los siguientes actuados:
José Rodríguez Carrasco, Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, en audiencia, señaló:
i) El art. 15 de la LOJ.1993, obliga a los jueces y tribunales de alzada en relación a los de
primera instancia a revisar de oficio el cumplimiento de los plazos y leyes en la tramitación de
los procesos; ii) Observó que en el proceso preliminar existían anormalidades como la falta de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3484
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
dos peritos, ya que cuando no existe acuerdo en la designación de uno, ambas partes nombran al
suyo conforme dispone el art. 432 del CPC; iii) La autoridad a quo olvidó elevar el informe al ad
quem dentro del plazo de tres días para que se determine si su rechazo a la recusación fue legal o
ilegal conforme indica el art. 10.III de la Ley 1760; y, iv) No existe infracción e incoherencia en
el Auto de Vista que pronunció. En base a ello, pide se declare la improcedencia de la acción
interpuesta.
Rudy Ivar Astete del Castillo, a través de su abogado, en audiencia expresó: a) No sacaron el
expediente porque estuvo en poder del perito de cargo por veinte días y cuando fue devuelto se
clausuró el término incidental de prueba; b) Al aplicar el art. 15 de la LOJ.1993, no se obra
extra, ni ultra petita sino en previsión a la ley; c) Existen sentencias constitucionales que
establecen que si bien el Auto de Vista debe circunscribirse a los puntos apelados y que fueran
resueltos por el inferior; sin embargo, ello no exime al tribunal de alzada de cumplir con sus
deberes procesales; y, d) El art. 247 de la LOJ.1993, señala como causal de nulidad la falta de
notificación con la apertura de término de prueba.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil, Familiar y Comercial Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, mediante
Resolución 003/2010 de 2 de marzo, cursante de fs. 68 a 75 vta., concedió la tutela disponiendo
la nulidad del Auto de Vista 21/2010, determinando que la autoridad demandada pronuncie
nueva resolución observando el art. 236 del CPC, con los siguientes fundamentos: 1) La
aplicación del art. 15 de la LOJ.1993, no es absoluta, tiene límites en el art. 247 de la misma
Ley, cuando señala que la nulidad sólo procede por falta de citación con la demanda,
notificación con la apertura de término de prueba y notificación con la sentencia; y, en materia
penal, la falta de defensor del procesado; 2) En materia de nulidades rigen los principios de
convalidación, especificidad y trascendencia; es decir, no hay nulidad si no fue reclamada
oportunamente, si no está señalada en la ley y si no se causa perjuicio o indefensión a las partes;
3) El error advertido por el Juez ad quem data de agosto de 2009, extremo que no fue reclamado
por el tercero interesado sino hasta el día de la audiencia de amparo, tampoco fue impugnado en
el recurso de reposición bajo alternativa de apelación, deduciendo que la resolución no le causó
indefensión y perjuicio; y, 4) Todo tribunal de segunda instancia tiene limitada su competencia
por el art. 236 del CPC.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. La Resolución 13/09 de 12 de junio de 2009, emitida por José Rodríguez Carrasco, Juez de
Partido Primero en lo Civil y Comercial, que dispone anular obrados hasta “fs. 10 vta.”,
instruyendo al Juez a quo proceda a la apertura de término incidental de prueba; advierte la
existencia de proceso preliminar de reconocimiento de firmas y rúbricas seguido por María
Luisa Padilla Villalobos -hoy accionante- contra Rudy Ivar Astete del Castillo, que se encuentra
radicado en el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Civil y Comercial (fs. 2 a 3 vta.).
II.3. A fs. 5 de obrados, cursa diligencia de notificación a las partes con la providencia de
apertura de plazo incidental, efectuada el 25 de agosto de 2009.
II.4. Por memorial de 29 de agosto de 2009, Rudy Ivar Astete del Castillo presentó recusación
alegando que la Jueza de la causa, tiene amistad íntima con el perito Julio César Gamboa
Ancieta y en un otrosí ofreció a Edgar Gonzáles Guillén como su perito de parte, mereciendo
como respuesta el pronunciamiento del Auto de la misma fecha, que determinó su rechazo;
asimismo, aceptó al perito de descargo (fs. 6 a 7).
II.7. Radicada la causa, José Rodríguez Carrasco, Juez Primero de Partido en lo Civil y
Comercial, pronunció el Auto de Vista 21/2010, que determinó anular obrados hasta “fs. 175
inclusive”, disponiendo que las partes sean notificadas con la apertura de término probatorio
para que éstas ofrezcan sus pruebas de acuerdo a ley, fundándola en la facultad prevista por el
art. 15 de la LOJ.1993, señalando que: a) La Jueza Cuarta de Instrucción en lo Civil, no aceptó
la prueba pericial de parte del dirimidor; y, b) Se desconoció el art. 10.III de la Ley 1760, que
prevé remitir antecedentes a la autoridad ad quem para que resuelva si el rechazo a la recusación
es legal o ilegal, habiéndose tramitado la causa en forma ilegal e incorrecta, viciando de esta
manera la nulidad de obrados.
Precisado el problema jurídico, corresponde verificar si existe una causal que impida ingresar al
fondo de la problemática planteada o en su caso determinar si existió vulneración de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales invocados.
La acción de amparo constitucional, instituida por el art. 128 de la Ley Fundamental, es una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley.
Concluyéndose, que los Jueces de segunda instancia al pronunciar Resolución deben velar
porque sus determinaciones sean pertinentes; similar criterio fue asumido en la SC 2017/2010-R
de 9 de noviembre, que expresó: ”…la pertinencia entre el recurso de apelación, resolución
apelada y lo resuelto en el auto de vista, es una condición esencial para asegurar a los
justiciables que en la decisión de su recurso los superiores en grado tienen delimitado su
campo de acción para emitir su resolución, limite que se expresa precisamente en la
fundamentación de agravios prevista por el art. 227 del Código de Procedimiento Civil (CPC),
como por el contenido de lo resuelto en la sentencia apelada, marco del cual el tribunal de
alzada no puede apartarse” (las negrillas son nuestras).
En resguardo del derecho al debido proceso el legislador, impuso a los jueces no solo la función
principal y más delicada de la decisión sino también deberes, entre ellos, las previstas en los arts.
3 y 236 del CPC.
materia penal, además de las anteriores, sólo será causal de nulidad o reposición de obrados la
falta de defensor del procesado en las audiencias” (las negrillas son agregadas).
La recusación como instituto procesal busca precautelar la imparcialidad del juez o tribunal
permitiendo que las partes puedan separar al juzgador del conocimiento de la causa; empero,
bajo ciertas condiciones previstas por la ley.
En efecto, los arts. 3 y 10 de la Ley 1760 enumeran las causales de recusación, estableciendo
entre otros: Si el juez o magistrado recusado se allanare, se tendrá por aceptada la recusación y
separado de la causa; mientras, si el recusado no se allanare, remitirá antecedentes de la
recusación ante quien conocerá de ella en el plazo máximo de tres días, con informe explicativo
de las razones por las que no acepta la recusación, acompañando o proponiendo en su caso la
prueba de la que intentare valerse.
Cabe mencionar que el art. 10.V. de la citada Ley prevé: “La recusación no suspenderá la
competencia del juez y el trámite del proceso continuará hasta que éste llegue al estado de
pronunciarse auto interlocutorio definitivo o sentencia. Los actos procesales cumplidos serán
válidos aún cuando fuere declarada la separación” (las negrillas son nuestras).
La autoridad demandada, refiere que su decisión de anular obrados obedece a que evidenció
anormalidades en la tramitación del proceso preliminar de reconocimiento de firmas y rúbricas,
como ser la falta de remisión del informe de la autoridad recusada al ad quem; empero, el art.
10.V de la Ley 1760, establece que la recusación no suspende la competencia del juez, quien
incluso está facultado para continuar con la tramitación de la causa hasta pronunciar auto
interlocutorio o sentencia.
Por lo expuesto, se advierte que la autoridad demandada no realizó una adecuada aplicación del
art. 15 de la LOJ.1993, habiéndose extralimitado en su labor fiscalizadora; evidenciándose que
el Auto de Vista 21/2010, no se circunscribió a los puntos resueltos por el inferior y que
hubieran sido objeto de apelación y fundamentación, en ese sentido, corresponde brindar la
protección a la accionante.
Se aclara que al haberse concedido tutela por el derecho al debido proceso, no se ingresó al
análisis de los otros derechos denunciados.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 03∕2010 de 5 de marzo, cursante de fs. 147 vta. a 149, pronunciada,
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Dámaso Alfredo Michel Bravo
en representación de los menores AA, BB y CC contra Freddy Martínez Ovando y Sandra
Pacheco de Kolle, Vocales de la Sala Civil Primera y Segunda respectivamente, de la Corte
Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Tarija.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 27 de febrero de 2010, cursante de fs. 136 a 140, se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dámaso Alfredo Michel Bravo, en representación de sus hijos menores, señaló que el 2006 se
tramitó un proceso civil de reivindicación iniciado a instancia de “Rotary Club Filial Yacuiba”,
habiendo reconvenido por pago de reparaciones extraordinarias, mejoras y ampliaciones en el
referido inmueble.
Por resolución de 5 de julio de 2006, que declaró probadas ambas acciones, se reivindicó el
inmueble a favor de “Rotary Club Filial Yacuiba”, mismo que debía cancelar como reembolso e
indemnización el monto de $us 27474,27.- (veintisiete mil cuatrocientos setenta y cuatro con
27/100 dólares estadounidenses) a su favor.
Mediante escritura pública 781∕2006 de 23 de noviembre, realizó la cesión de crédito a favor de
los menores representados, siendo retenidos los fondos por insistencia de su acreedor ejecutante
Sixto Medrano Mamani y otros acreedores, lo cual sin duda era contrario a los derechos de los
menores, por lo que el Juez de Partido Primero en lo Civil y Comercial de Yacuiba, a través de
Auto 61/2008 de 29 de agosto, dispuso “no ha lugar disponer pago alguno a favor de nombrado
Sixto Medrano Mamani” (sic), dejando sin efecto las retenciones o embargos dispuestos tanto a
favor del referido ejecutante así como de otros acreedores. Dicha Resolución fue apelada por
terceros acreedores, la misma que no obstante “irregularidades procedimentales” fue resuelta por
la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Tarija mediante Auto de Vista
144/2008 de 8 de diciembre, el cual anuló el Auto apelado, señalando falta de fundamentación y
motivación, y disponiendo se dicte uno nuevo. En cumplimiento al referido Auto de Vista, el
Juez de primera instancia, pronunció el Auto 04/2009 de 5 de febrero, por la cual mantuvo la
primera decisión adoptada, misma que nuevamente fue apelada.
Durante la resolución de esta segunda apelación, el accionante manifestó que se transgredió el
debido proceso puesto que el Vocal Freddy Martínez Ovando en disidencia con el Auto de Vista
proyectado por el Vocal relator, Rodolfo Morales Cortez, que confirmaba totalmente el Auto
04/2009, el disidente en lugar de fundamentar y hacer constar su voto en el fallo y pedir se
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3490
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El accionante por sus representados, denuncia como vulnerados sus derechos al debido proceso
y a la defensa, citando al efecto el art. 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
El accionante por sus representados, pide sea concedido el “recurso” de amparo constitucional,
reponiendo inmediatamente los derechos de éstos sin perjuicio de la consulta ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, sea con responsabilidad penal y civil.
Celebrada la audiencia pública el 5 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
147 a 149 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
Sandra Pacheco de kolle y Freddy Martínez Ovando, Vocales de las Salas Segunda y Primera,
respectivamente de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial de Tarija, ahora Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija, por el informe escrito de fs. 142 a 143 manifestaron: a) Se
ratifican íntegramente en los argumentos de hecho y de derecho del Auto de Vista 122/2009; b)
No es evidente la existencia de un Vocal titular y otro suplente como manifiesta el accionante,
sino que conforme el art. 100 de la LOJ.1993 para emitir una resolución válida, es necesario dos
votos conformes, por lo que ante la disidencia de Freddy Martínez Ovando, se convocó a Sandra
Pacheco de Kolle, quien apoyó el proyecto del Vocal disidente y firmó en muestra de
conformidad con el mismo, no existiendo usurpación de funciones, ni causal de nulidad; y, c)
Jurídicamente es imposible que el Vocal disidente se limite a hacer constar la disidencia en el
libro correspondiente, si así ocurriera no existiría Auto de Vista, el cual debe estar suscrito
necesariamente por dos Vocales con voto unánime y conforme.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Tarija, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 03/2010 de 5 de
marzo, cursante de fs. 147 vta. a 149, declaró “improcedente” la tutela solicitada, con el
siguiente fundamento: 1) El procedimiento para dictar el Auto de Vista 122/2009, es el correcto
ya que se realizó conforme señala el art. 100 de la LOJ.1993, estando firmada por dos votos
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conformes; 2) Las Salas Civiles de la Corte Superior del Distrito de Tarija, cuentan con dos
Vocales, frente a una disidencia se debe convocar necesariamente a otro Vocal para sacar una
resolución unánime; y, 3) Sandra Pacheco de kolle, Vocal de la Sala Civil Segunda, se adhirió al
proyecto de Freddy Martínez Ovando, Vocal de la Sala Civil Primera, existiendo por lo tanto,
dos votos uniformes.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Por Resolución de 5 de julio de 2006, pronunciada dentro del proceso ordinario doble, de
reivindicación (demanda) e indemnización y pago de mejoras (reconvención) pronunciada por el
Juez de Partido en lo Civil y Comercial de Yacuiba, a instancia de “Rotary Club Yacuiba”
contra Dámaso Alfredo Michel Bravo, se dispuso la reivindicación del inmueble a favor de
“Rotary Club Yacuiba” y el reembolso e indemnización por las reparaciones extraordinarias,
mejoras y ampliaciones realizadas en el inmueble mencionado, en la suma de $us 27474,27.- (fs.
2 a 5).
II.2. Mediante testimonio de escritura pública 781/2006, sobre cesión de crédito, suscrito por
Dámaso Alfredo Michel Bravo y Benjamín Modesto Michel Bravo, se evidencia que el primero
de los nombrados cedió su derecho crediticio, obtenido como emergencia del proceso doble de
reivindicación y pago de indemnización que sostuvo con “Rotary Club Yacuiba”, a favor de sus
hijos menores Laura Nataly, Carla Abigail y José Alfredo Michel Rodríguez (fs. 10 a 11).
II.3. Por Auto 04/2009, pronunciado por el Juez de Partido en lo Civil y Comercial de Yacuiba,
dentro del proceso ordinario doble de reivindicación e indemnización y pago de mejoras, se
dispuso “1. No ha lugar a ordenar o disponer pago alguno a favor de: Sixto Medrano Mamani, 2.
Dejar sin efecto las órdenes de retención o embargo dispuesto a su favor…” (sic) (fs. 80 a 82).
II.4. El Auto de Vista 122/2009, revocó totalmente la resolución 04/2009, disponiendo “…que
el Juez de la causa proceda a cumplir con las resoluciones judiciales de retención emanadas de
los distintos juzgados y que fueron negadas en el auto revocado…”(sic) emitido por Freddy
Martínez Ovando y Sandra Pacheco de kolle, Vocales de la Sala Civil Primera y Segunda
respectivamente, señalando en la parte in fine que el voto del primer relator constaría en el libro
respectivo de sala (fs. 128 a 130 vta.).
II.5. Cursa el proyecto de auto de vista (sin número) dictado dentro del proceso ordinario doble
de reivindicación e indemnización y pago de mejoras, que resolvió confirmar totalmente el Auto
04/2009, con costas en ambas instancias firmando como relator Rodolfo Morales Cortez (fs. 132
a 134 vta.).
El accionante por sus representados, sostiene que los demandados lesionaron sus derechos al
debido proceso y a la defensa, toda vez que forzaron la nulidad del Auto 04/2009, el cual se
encontraba ejecutoriado, al emitir el Auto de Vista 122/2009, mismo que fue elaborado por
Freddy Martínez Ovando, Vocal disidente y Sandra Pacheco de Kolle, Vocal convocada, quien
apoyó la decisión del primero de los nombrados, dejando de lado el fallo elaborado por el Vocal
Relator, Rodolfo Morales Cortez, arguyendo que ningún vocal disidente puede desautorizar el
pronunciamiento del titular relator, así como la legitimidad de esa Resolución, menos usurpar
funciones, siendo que al disidente sólo le cabía fundamentar y hacer constar su disidencia en el
libro correspondiente, puesto que al pronunciar el Auto de Vista 122/2009, se incurrió en la
nulidad que señala el art. 123 de la LOJ.1993. En consecuencia, corresponde determinar en
revisión si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye por la
Norma Suprema (art. 410.II de la CPE), como una acción tutelar de defensa contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma
Constitución Política del Estado y la ley.
Ahora bien, una vez descrita la dimensión procesal de la acción de amparo constitucional,
corresponde ahora establecer su idoneidad para la tutela de los derechos al debido proceso, a
la defensa y a la impugnación.
En el orden de ideas señalado, se tiene que el derecho al debido proceso, puede ser tutelado a
través de la acción de amparo constitucional, en ese orden, corresponde en este estado de cosas
definir al debido proceso, vinculado con los derechos a la defensa y a la impugnación, por
tanto, es menester señalar que la SC 1674/2003-R de 24 de noviembre, entre otras, define al
debido proceso como: “…el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que
sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a
todos aquellos que se hallen en una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado
presentando las pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la
observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda
afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata,
vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de
legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad
jurídica…”. Debido proceso que conforme ha establecido adquiere una triple dimensión:
principio, derecho y garantía constitucional”.
III.3. Cualquiera sea la forma de resolución emitida por una Sala constituida por tres o
dos vocales es necesario se cuente con dos votos conformes
Al respecto es necesario citar lo establecido por el art. 100 de la LOJ.1993, que de manera
concreta prevé que: “En las salas constituidas por tres o dos vocales, son necesarios dos votos
conformes, cualquiera que sea la forma de resolución”; en ese sentido, el Tribunal
Constitucional mediante su SC 0425/2006-R de 5 de mayo de 2006, sostuvo que: “…es preciso
recordar que por mandato expreso del art. 100 de la LOJ, en las salas constituidas por tres o
dos vocales son necesarios dos votos conformes, cualquiera que sea la forma de Resolución que
dicten, al respecto, este Tribunal Constitucional a través de la SC 97/2002, de 18 de noviembre,
ha expresado que:
'(…) con relación a la falta de competencia por la carencia de los votos estipulados por ley, es
preciso partir de la interpretación sistematizada y concordada de las disposiciones adjetivas
civiles contenidas en el Título IV, Capítulo VIII del Código de Procedimiento Civil, que trata
sobre los votos para resoluciones.
Que, al efecto dicho capítulo tiene su punto de partida en el art. 277 CPC, que de forma general
señala que el número de votos en las Cortes Superiores y en la Corte Suprema para dictar
resolución será el señalado por la Ley de Organización Judicial, salvo la excepción del art. 278
CPC, que con relación a los casos de casación ante las Cortes Superiores, dispone que se
requerirán tres votos conformes 'cuyas salas estén constituidas por tres o más vocales', lo que
quiere decir en un sentido interpretativo correcto que cuando la sala tiene menor número de
vocales, (...), lo requerido por ley son los votos conformes de los dos vocales; razonamiento que
no sólo guarda plena concordancia con el art. 100 LOJ, donde nos remite el art. 277, sino que
este artículo corrobora el criterio interpretativo expuesto, pues así, sobre el número de votos
para resolución expresamente señala: 'En las salas constituidas por tres o dos vocales son
necesarios dos votos conformes, cualquiera sea la forma de resolución. (Así también ha
entendido la SC 1393/2003-R, de 24 de septiembre).
En este contexto interpretativo, una Resolución dictada ante las Salas de las Cortes Superiores,
integradas por tres o dos vocales son necesarios dos votos conformes, cualquiera sea la forma
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3494
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En el caso de autos, el accionante por sus representados, ante el pronunciamiento del Auto de
Vista 122/2009, emitido por Freddy Martínez Ovando (Vocal disidente) y Sandra Pacheco de
kolle (Vocal convocada), quien apoyó la decisión del disidente (fs. 128 a 130 vta.), por el cual
dejaron de lado el Auto de Vista elaborado por Rodolfo Morales Cortez (Vocal relator) (fs. 132
a 134), interpuso la presente acción de amparo constitucional, alegando la vulneración de sus
derechos constitucionales, por cuanto los vocales disidentes no podrían usurpar funciones del
titular relator, como tampoco afectar la legitimidad del fallo pronunciado por éste, por lo que el
disidente debió fundamentar y hacer constar su voto en la Resolución y pedir se lo inserte en el
libro correspondiente, conforme lo normado por el art. 79 de la LOJ.1993.
POR TANTO
Señaló que, continuando con las irregularidades, al ser funcionario policial, su dependencia era
del Comando Regional de la zona sur; sin embargo, el 22 de abril de 2009, fue puesto a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3496
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
disposición del Comando Departamental de La Paz, y el 27 de ese mismo mes y año, fue puesto
a disposición nuevamente del Comando Regional de la zona sur, y con sorpresa el 29 del citado
mes y año, es restituido a sus funciones de Secretario en el Departamento III de Planeamiento y
Operaciones, siendo nombrado dos veces en el mismo cargo, sin razón alguna.
Añade, también que a partir de esos hechos, su persona comienza a tener restricciones para
asistir a reuniones de MUSEPOL, con el argumento de que es por órdenes superiores, situación
que le obligó a pedir vacaciones para atender asuntos institucionales y particulares, pero le fue
negada, reiterando dicha solicitud el 10 de junio de 2009, siendo concedido dicho beneficio
desde el 22 de junio al 31 de julio del citado año, y estando en pleno uso de sus vacaciones se le
comunicó el cambio de destino al Comando Departamental del Beni, mediante memorando
156/09 de 30 de julio de 2009.
Sostiene que, ante ese atropello a sus derechos como persona y como funcionario policial, el 26
de agosto de 2009, presentó nota al “Cnl. Desp. Pepe René Arana Rada, Comandante
Departamental del Beni”, solicitando permiso por cinco días, debido a su estado de salud y la
depresión que atravesaba por estar lejos de su familia y sin sustento económico, ya que no
percibía sus haberes de MUSEPOL desde enero de 2009 hasta la presentación de esta acción de
tutela.
Finaliza, señalando que se violentó la Ley Orgánica de la Policía Boliviana, en razón a que los
cambios no se realizaron por la necesidad del servicio, jerarquía o especialidad y que el cambio
de destino de un departamento a otro debe efectuarse cada dos años.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto el cambio de destino contenido en el
memorando 156/09 de 30 de julio de 2009, ordenando su restitución como Secretario del
Departamento de Planeamiento y Operaciones de la zona sur; y, al ser miembro del Directorio
de MUSEPOL, se instruya el pago de sus haberes desde enero de 2009 hasta la conclusión de
sus funciones.
Víctor Hugo Escobar Guzmán, Comandante General de la Policía Boliviana, a través de sus
abogados apoderados, en audiencia, manifestó: 1) El 1 de enero de 1985, el accionante ingresó a
la Policía Nacional, pero fue dado de baja el 30 de febrero de 1986; 2) Reingresó al Comando
General de la Policía desempeñando funciones de auxiliar por el lapso de veinte años; 3) El 1 de
marzo de 2007, se determinó su cambio al Comando Regional de la zona sur, desarrollando
actividades administrativas por tres años; 4) El 1 de mayo de 2009, fue cambiado al Comando
Regional de la zona sur; 5) El 11 de octubre del mismo año, es destinado al Comando
Departamental del Beni; 6) El Comandante Regional de la Policía de la zona sur le otorgó
vacaciones por treinta días, desde el 22 de junio hasta el 31 de octubre de 2009; 7) El
memorando de 13 de octubre de 2009, que dispone el cambio al Comando Departamental del
Beni, fue librado antes que gozara de vacaciones; 8) El cambio de destino obedece a las
necesidades del servicio y es una facultad potestativa del Comandante y del personal del
Comando General de la Policía Boliviana, conforme dispone la Ley Orgánica de la Policía
Nacional; 9) Existe un requerimiento acusatorio contra el accionante y otras personas, por faltas
graves emergente del cobro de un cheque de Bs10 126,20.- (diez mil ciento veintiséis 20/100
bolivianos) y llamadas de atención relacionadas a su carrera profesional; 10) Si bien el Comando
Departamental del Beni le concedió cinco días de permiso; sin embargo, no retornó a sus
funciones por más de dos meses, iniciándose proceso sumario informativo por deserción; 11) En
cuanto al pago de haberes, afirma que continua en las planillas y listas de la institución, goza de
salarios, aportes laborales, patronales, bono frontera, atención médica en la Caja Nacional de
Salud, aguinaldo y otros colaterales como funcionario policial; 12) Respecto a MUSEPOL,
sostiene que al ser una entidad pública descentralizada, está comprendida en la Ley Financial de
las gestiones 2008 y 2009, y el Decreto Supremo (DS) 28631 de 8 de marzo de 2006, señalan la
prohibición de todo servidor público de recibir doble remuneración independientemente de la
fuente de su financiamiento; y, 13) Niega haber vulnerado el derecho al trabajo del accionante,
debido a que las reuniones de Directorio demuestran lo contrario, habiendo asistido a cinco
reuniones durante el periodo comprendido entre el 22 de junio y 31 de julio de 2009.
Haciendo uso de la palabra, el otro apoderado de la autoridad demandada, indicó que José
Antonio Calderón Castellón -ahora accionante- ha sido privilegiado al permanecer veinte años
en un sólo lugar, cuando otros funcionarios son cambiados constantemente de destino de un
Departamento a otro.
Por otra parte, absolviendo la pregunta del Tribunal de garantías sobre la respuesta al memorial
de reconsideración de cambio de destino presentado por el accionante, dijo: i) Reconoció que la
Dirección Nacional de Derechos Humanos recibió el memorial y que por instructiva del
Comando General debe ser respondida en tiempo legal y perentorio; empero, ignora si el
accionante se apersonó, pues señaló como domicilio la Secretaría del despacho; ii) El escrito
presentado al Comando General de la Policía Boliviana, pasó a la Dirección General de
Personal, pero de igual modo desconoce si el accionante se apersonó a la unidad, ya que también
consignó como domicilio la Secretaría, considerando que ambas respuestas deben estar fijadas
en el citado lugar.
Haciendo uso de la palabra, otro de los apoderados de la autoridad demandada, agregó que
después del permiso de cinco días otorgado al accionante, no se presentó a su fuente laboral por
más de un mes y a pesar de ello, continua percibiendo haberes hasta que finalice el proceso
disciplinario por deserción.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 750/09 de 24
de “diciembre” de 2009, cursante de fs. 158 a 161, denegó la acción planteada; con los
siguientes argumentos: a) El cambio de destino del Comando Departamental de la zona sur al
Comando Departamental del Beni fue rebatido por la autoridad demandada en aplicación de los
arts. 86 de la LOPN y 40 al 43 de su Reglamento; b) Sobre el pago de haberes en MUSEPOL, el
art. 32 del DS 28631, prevé que los Directores no pueden percibir sueldos por doble partida; c)
El accionante fue destinado al Comando Departamental del Beni y pidió permiso por cinco días;
empero, no retornó a su trabajo por el lapso de tres meses, iniciándose por ende un proceso
disciplinario en su contra, debiendo asumir defensa; y, d) No se vulneró la “seguridad jurídica”
ni el derecho al trabajo estable, porque el accionante no fue destituido y continúa percibiendo
haberes, bonos y demás beneficios que por ley le corresponden.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Pese a no haberse presentado copia de la instructiva policial que dispone el cambio de
destino del accionante al Comando Departamental del Beni, se advierte de la demanda que
corresponde al memorando 156/09 (fs. 14 a 17 vta.).
II.4. Por fotocopia legalizada extendida por el Jefe del Departamento Nacional de Escalafón
Único y el informe de 23 de noviembre de 2009, emitido por el Jefe Departamento I de Personal
de la ciudad de Trinidad, evidencian que a petición del accionante se le otorgó permiso por cinco
días; empero, no volvió a retomar sus funciones policiales desde el 3 de septiembre de 2009,
habiéndose remitido antecedentes a la Dirección Nacional de Responsabilidad Profesional por
deserción (fs. 76 y 82).
II.5. Javier Hugo Pimentel Ventura, Director Departamental de Responsabilidad Profesional del
Beni, en la nota de 23 de noviembre de 2009, afirma que el accionante se encuentra con sumario
investigativo, bajo el caso 142/09, siendo su estado para Vista Fiscal Policial para el informe en
conclusiones (fs. 85).
II.6. Por otra parte, mediante Resolución Administrativa (RA) 930/09 de 5 de noviembre de
2009, se aprobó el Estatuto Orgánico de MUSEPOL, evidenciándose, en su parte considerativa,
que es una entidad pública descentralizada, cuyos recursos económicos están incluidos en el
Presupuesto General de la Nación (fs. 69 a 70).
El derecho de toda persona a la estabilidad laboral contenida en el art. 46.I.2 de la CPE, no sólo
se constituye en una conquista de los trabajadores, sino que es una de las funciones esenciales
del Estado, constituir una sociedad justa y armoniosa con justicia social; bajo dicho mandato
constitucional se prohíbe el despido injustificado y toda forma de acoso laboral.
Por su parte, el Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su art. 4
señala: “No se pondrá término a la relación de trabajo de un trabajador a menos que exista para
ello una causa justificada relacionada con su capacidad o su conducta o basada en las
necesidades de funcionamiento de la empresa, establecimiento o servicio”.
(…)
Asimismo, el art. 89 de la citada Ley, señala que: “Los destinos del personal de la policía se
dispondrán de acuerdo a las necesidades del servicio…”; por su parte el art. 92 del mismo
cuerpo normativo, refiriéndose a los cambios de un departamento a otro dentro del territorio
nacional, se “deberán disponer cada dos años (…) o de acuerdo a las necesidades del
servicio…”.
Por su parte el Reglamento del Personal de la Policía Nacional, aprobado por Resolución
Suprema (RS) 204652 de 23 de julio de 1988, en el art. 41 establece que, los destinos serán
dispuestos por orden general y memorando en razones de mejor servicio; advirtiéndose, del art.
42 de la citada disposición legal, que los mencionados cambios forman parte del Reglamento del
Plan de Carrera, constituyéndose en requisito indispensable para el ascenso en los diferentes
grados.
Por otra parte, de la documental adjunta al expediente, se tiene los informes 191/2009 y
492/2009, emitidos por el Administrador del Sistema de Personal y Centro de Informática de la
Policía Boliviana, así como la certificación de 24 de noviembre de 2009, elaborada por la
Dirección Nacional de Personal, evidencian que el accionante no fue desvinculado de la
institución Policial y continúo percibiendo sus haberes hasta la fecha de interposición de la
acción de amparo constitucional, advirtiéndose así que no se vulneró su derecho a la estabilidad
laboral.
III.3.2. Respecto a la denuncia que se encontraría impago en sus haberes como miembro
del Directorio de MUSEPOL
Respecto a este punto denunciado por el accionante, cabe aclarar que mediante RA 930/09, en su
parte considerativa, señala que MUSEPOL es una entidad pública descentralizada cuyos
recursos económicos están incluidos en el Presupuesto General de la Nación, gestión 2009; por
su parte el art. 236.I de la CPE, señala que “Son prohibiciones para el ejercicio de la función
pública: Desempeñar simultáneamente mas de un cargo público remunerado a tiempo
completo…”.
De ello se infiere que existe prohibición para los funcionarios públicos de recibir doble
remuneración mensual, dietas, gastos de representación o cualquier otro beneficio colateral por
participar en directorios, juntas o cualquier tipo de representación a nombre del Estado; por lo
que el accionante al desempeñar funciones policiales y formar parte del Directorio de
MUSEPOL, no puede pretender percibir doble remuneración, ya que presta servicios en dos
entidades públicas.
En ese entendido, cabe referirse a la actuación del Tribunal de garantías; no obstante, haber
presentado la acción de amparo el 23 de septiembre de 2009; se pronunció el Auto de
Admisión recién el 4 de noviembre del citado año; es decir, aproximadamente un mes y medio
después, en el que señalan audiencia para el 24 de ese mismo mes y año; -veinte días después
de admitida la demanda-, y transcurrido dos meses desde la presentación; dictando la Resolución
de amparo recién el 24 de diciembre de 2009, y remitido a este Tribunal por nota de 28 de
diciembre; sin embargo, se envió recién el 1 de marzo de 2010, conforme se evidencia del
formulario de recepción del courier; advirtiéndose que incurrió en una excesiva demora en la
tramitación de la presente causa, desnaturalizando su esencia sumarísima y atentando con ello a
la eficacia de esta acción de defensa.
Resuelta como se encuentra la presente acción tutelar, no se puede soslayar, que debido a la
demora en la que ha incurrido el Tribunal de garantías, la autoridad demandada presentó como
prueba de descargo, fotocopia legalizada extendida por el Jefe del Departamento Nacional de
Escalafón Único y el informe de 23 de noviembre de 2009, emitido por el Jefe Departamento I
de Personal de la ciudad de Trinidad, donde se evidencia que a petición del accionante se le
otorgó permiso por cinco días; empero, no volvió a retomar sus funciones policiales desde el 3
de septiembre de 2009, habiéndose remitido antecedentes a la Dirección Nacional de
Responsabilidad Profesional por deserción.
Sin embargo, dicho sumario es el resultado de su propia conducta, razón por la que debe
apersonarse a la instancia correspondiente a efectos de asumir defensa.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela solicitada,
actuó correctamente, aunque con otros fundamentos.
POR TANTO
Por memorial presentado el 27 de octubre de 2009, cursante de fs. 170 a 177 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
mercancía en el caso “Coronilla” se encontraba por debajo del nuevo parámetro establecido, lo
que ciertamente determinaba que el Fiscal de Materia ya no tenía competencia para dictar
resolución alguna y peor aún disponer la devolución de mercancías.
No obstante ello, Cesar Pedro Adrian, Fiscal de Materia, emitió la Resolución de 17 de febrero
de 2009 por la cual dispuso la devolución de la referida “mercadería” a favor de Olimpia Pérez
Ramírez, entre cuyos argumentos desmereció la validez del Informe AN-GRCGR-CBBCI-
2547/07 de de 31 de diciembre de 2007, presentado por la Aduana Nacional, señalándolo como
un “simple informe técnico”; por el contrario, el dictamen pericial de los imputados, si habría
cumplido con todos los presupuestos y procedimientos para su incorporación como prueba
legalmente generada. Dicha Resolución fue objetada por el accionante mediante memorial de 27
de febrero de 2009.
I.1.3. Petitorio
El accionante por la entidad que representa, solicitó al Tribunal de garantías anular obrados
hasta el vicio más antiguo; es decir, todas las actuaciones procesales realizadas a partir del 1 de
enero de 2009, en especial las Resoluciones de devolución de mercancía de 17 de febrero y 6 de
marzo de 2009, Resoluciones 119-A y 119-B, ambas de 20 de mayo de 2009 emitidas por el
Fiscal de Distrito.
Celebrada la audiencia pública el 22 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
332 a 333 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El accionante por la entidad que representa, ratificó in extenso el contenido del memorial de
acción de amparo constitucional y ampliándola manifestó: a) La Ley Financial vigente desde el
1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre del mismo año, modificó el contexto del art. 181 del
CTB, respecto a las UFV's de 10 000.- a 200 000.-, en ese tránsito, por gestiones de la Aduana
Nacional ante la Fiscalía General del Estado, éste instruyó a los fiscales que adecúen las
conductas al nuevo monto reformulado; es decir, aquellos delitos que hubieren sobrepasado los
UFVs10 000.-, puesta en vigencia la elevación de esos montos, deberían considerarse
contravenciones aduaneras en lugar de delitos, y ventilarse en sede administrativa de acuerdo a
la Ley General de Aduanas con relación al Código Tributario Boliviano; b) Si bien, inicialmente
el decomiso superó las UFVs10 000.- puesto que se tiene la valoración de UFVs154 048.-,
aplicando la Ley Financial, esto que se constituyó en delito llegó a convertirse en contravención
aduanera, línea que fue emitida por el Fiscal General del Estado en su instructivo para que
readecúen las conductas en el contexto señalado, pese a ello el Fiscal de Materia “recurrido”
ordenó la devolución de mercancías ya que supuestamente no era aplicable la Ley Financial al
caso, sin embargo dispuso sobreseimiento basándose en dicha Ley, manifestando que no son
delitos sino contravenciones, realizando una conducta bicéfala; c) En obrados “se tendría dos
informes, el primero lleva letra A y el segundo la B”, 119-A y 119-B respectivamente, que fue el
sobreseimiento ratificado por el Fiscal de Distrito con el argumento de que el caso “Coronilla”
es considerado como contravención aduanera, pero cuando emite el mismo día la Resolución
119-B en su contexto establece la devolución de la mercancía señalando que las facturas
demostraban derecho propietario; d) Curiosamente, para ciertas valoraciones el Fiscal de
Materia utilizó peritos de oficio, cuando la Ley determina la existencia de una Comisión
Multidisciplinaria Técnica que tiene que intervenir en la validación de la Declaración Única de
Importación y en la determinación de lo que significa la esfera aduanera impositiva tributaria,
pero este no sería el caso sino que simplemente observa a Karina Rivas, “Técnico” Aduanero I
de la Aduana Nacional, indicando que de oficio había emitido informe, que no había
juramentado al cargo de perito, cuando la ley establece las condiciones en que están esos
técnicos; y, e) Con esos argumentos, solicitó se otorgue la tutela y se declare procedente el
“recurso” planteado.
Haciendo uso de su derecho a la dúplica manifestó que, a raíz del informe prestado por la
Aduana en el cual se indicó que la mercancía no tendría marca, se dispuso una inspección con lo
que se corroboró que tal extremo era falso, por lo que presentó documentación que señala que la
mercancía tiene origen y marca, por ello es que se dispuso la designación de un perito,
basándose en la previsión del art. 323 del CPP.
Cesar Cartagena Miranda, Fiscal de Distrito Cochabamba, mediante informe escrito cursante de
fs. 302 a 303 manifestó: a) Se observa la personería del demandante, siendo que a la fecha de
notificación con la demanda de acción de amparo constitucional, Edgar Quinteros Núñez del
Prado no fungía como Gerente Regional de Cochabamba de la Aduana Nacional, a raíz de que,
presentó su renuncia por la intervención que se realizó a dependencias de dicha entidad regional;
b) Mediante Resoluciones de 17 de febrero y 6 de marzo de 2009, emitidas por Cesar Pedro
Adrian, Fiscal de Materia Aduanera se dispuso la devolución de la mercancía decomisada a
favor de los imputados, las que fueron objetadas por el accionante, y ratificadas en revisión,
mediante Resolución 119-B; c) El 9 de marzo de 2009, el referido Fiscal de Materia, pronunció
Resolución de sobreseimiento a favor de los imputados, la que también fue objetada por el
querellante y en instancia superior se la ratificó mediante Resolución 119-A con el fundamento
que si bien la conducta de los imputados inicialmente fue considerada delito de contrabando, en
el estado actual de la causa conforme la Ley Financial de 2009 el hecho se constituyó en
contravención aduanera; d) El proceso fue iniciado con anterioridad a la promulgación de la Ley
Financial de 2009, aspecto que obligó al Fiscal de Materia referido asumir la dirección funcional
de la investigación, más aun sí de acuerdo a las disposiciones tributarias que regían en ese
entonces, el hecho se constituía delito de contrabando, además teniendo la responsabilidad de
determinar el destino de los bienes secuestrados y en aplicación de sus facultades legales, el
Fiscal de Materia resolvió disponer la devolución de los mismos a sus propietarios; e) Al no
haber sido inhibido del conocimiento del proceso, ni declinada la competencia del Fiscal
referido, ratificó las Resoluciones de devolución, en consideración a que su competencia
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3507
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución de 22 de
febrero de 2010, cursante de fs. 334 a 336 vta., concedió la tutela de acción de amparo
constitucional solicitada disponiendo al tenor de lo dispuesto por el art. 122 de la CPE, la
nulidad de las Resoluciones del Fiscal de Materia demandado de 17 de febrero y 6 de marzo de
2009, así como las Resoluciones del Fiscal de Distrito 119-A y 119-B ambas de 20 de mayo del
mismo año, consiguientemente, se determinó que el mencionado Fiscal de Materia emita nueva
resolución adecuando correctamente su fundamentación a la normativa legal vigente, en base a
los fundamentos siguientes: i) Cesar Pedro Adrian, Fiscal de Materia al emitir la Resoluciones
Fiscales de 17 de febrero y 6 de marzo ambas de 2009, disponiendo que la Aduana Interior
Cochabamba libere y entregue la mercancía en cuestión a favor de Olimpia Pérez Ramírez y
Ariel Lamas Llanque, contravino la Ley Financial de 2009, el Decreto Supremo (DS) 0014 de
19 de febrero de 2009 y el Instructivo 56/2009 de la Fiscalía General del Estado; ii) El entonces
Fiscal de Distrito, Cesar Cartagena Miranda, al emitir la Resolución 119-B de 20 de mayo de
2009 que rechazó las objeciones a las Resoluciones de entrega y devolución de mercancías,
convalidó las vulneraciones legales en que incurrió el Fiscal de Materia como también
desconoció la competencia que tenía la administración aduanera a partir del 1 de enero de 2009;
iii) Si a partir del 1 de enero de 2009, los hechos atribuidos a los imputados Olimpia Pérez
Ramírez y Wilfor Cáceres Lamas habían dejado de ser delitos, no correspondía que el Fiscal de
Materia fundara su Resolución de sobreseimiento señalando: “cuando estime que los elementos
de prueba son insuficientes para fundar la acusación”, con ello se denotó que el Ministerio
Público continuó ejerciendo actos de investigación, arrogándose competencia que no tenía por
disposición de las normas e instructivo referidos; y, iv) Cesar Cartagena Miranda, Fiscal de
Distrito, al ratificar la Resolución de sobreseimiento de 9 marzo de 2009, también vulneró la
garantía del debido proceso.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Mediante Instructivo 56/2009, suscrito por Gustavo Calvo Ugarte, Fiscal General de la
República dirigido a los Fiscales de Distritos, instruyó: “…ante los cambios generados por
mandato del Art. 56 de la Ley Financial (…) y la modificación realizada a la Ley Nº 2492,
art.181.I, III y IV, referidos al cambio en el monto diez mil UFV's a doscientos mil UFV's para
que la conducta ingrese dentro del ámbito de lo penal y sea considerada solo contravencional; se
INSTRUYE, porque su autoridad, en el marco de la normativa legal referida precedentemente,
instruya a su vez a los Fiscales asignados a materia aduanera tomen las medidas que sean
necesarias, para la aplicación del cambio legal en el monto de las (…) UFV's, aplicable a todas
las causas que se encuentran pendientes, así como a las investigaciones que se vayan a iniciar en
la materia” (sic) (fs. 146 a 148).
II.2. Por Resolución de 17 de febrero de 2009, suscrito por Cesar Pedro Adrian, Fiscal de
Materia, se dispuso que la Aduana Interior Cochabamba proceda a la liberación y entrega de la
“mercadería” detallada en los ítems descritos en el Acta de Inventario de la “mercadería” de 31
de agosto de 2007, a favor de Olimpia Pérez Ramírez (fs. 121 a 125); Mediante memorial de 27
de febrero de 2009, la Aduana Regional Cochabamba, objetó la Resolución de 17 del mismo
mes y año, solicitando que el Fiscal superior revoque la misma y disponga la remisión de
actuados a Aduana Interior para su tratamiento correspondiente (fs. 126 a 128 vta.).
II.3. Mediante Resolución de 6 de marzo de 2009, suscrito por Cesar Pedro Adrian, Fiscal de
Materia, se dispuso que la Gerencia Regional de Aduana Cochabamba proceda a la liberar y
entregar la totalidad de la mercancía detallada en las facturas fiscales, a favor de Ariel Lamas
Llanque (fs. 112 a 116 vta.); Por memorial de 19 de marzo de 2009, suscrito por Mirko Mérida
Terán y Lidia Vogt Parraga, abogados de Gerencia Regional Cochabamba de la Aduana
Nacional se objetó la Resolución de 6 de marzo de 2009, solicitando que el Fiscal superior
disponga la remisión de ese proceso a la Aduana Interior para que este sea resuelto por la vía
administrativa (fs. 117 a 120).
II.4. Por Resolución de 9 marzo de 2009, suscrito por Cesar Pedro Adrian, Fiscal de Materia,
dispuso sobreseimiento a favor de los imputados Olimpia Pérez Ramírez y Wilfor Cáceres
Lamas por la presunta comisión del delito de contrabando establecido por el art. 181 incs. b) y g)
del CTB (fs. 129 a 131 vta.); Mediante memorial de 24 de marzo de 2009, suscrito por Mirko
Mérida Terán y Lidia Vogt Parraga, abogados de Gerencia Regional Cochabamba de la Aduana
Nacional, se objetó la Resolución precedentemente citada, solicitando que el superior jerárquico
repare disponiendo la remisión del presente proceso a Aduana Interior para que este sea resuelto
por la vía administrativa (fs. 132 a 135 vta.).
II.5. La Resolución 119-B de 20 de mayo de 2009, emitida por Cesar Cartagena Miranda, Fiscal
de Distrito, rechazó las objeciones de 27 de febrero y 19 de marzo de 2009 contra las
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El accionante por la entidad que representa, alegó que se conculcaron sus derechos al debido
proceso, a la legalidad, al principio a la seguridad jurídica y la jerarquía normativa y supremacía
constitucional, toda vez que iniciada la investigación el 22 de agosto de 2007, ejecutando el
mandamiento de allanamiento, decomisaron mercancía consistente en neumáticos y llantas,
hecho que para la fecha del operativo constituía delito de contrabando, ya que el valor omitido
sobrepasaba los UFVs10 000.-, prosiguiendo la investigación, el 2009 entró en vigencia la Ley
Financial de esa gestión, que estableció que el contrabando de mercancia con valor omitido
inferior a UFVs200 000.- constituía contravención aduanera y no delito, para cuya aplicabilidad
el Fiscal General del Estado emitió el Instructivo 56/2009, dicha norma e instrucción obligaba al
Fiscal de Materia, Cesar Pedro Adrian, apartarse del conocimiento de esa investigación aduanera
porque la conducta iniciada como delito cambió a contravención y remitir el caso a la Aduana
Interior Cochabamba para su tramitación en la vía administrativa, pese a ello emitió las
Resoluciones de 17 de febrero y 6 de marzo ambas de 2009, disponiendo la liberación y entrega
de mercancías a favor de los imputados, y objetadas que fueron dichas resoluciones y aún
pendientes de resolverse por el superior jerarquico, el 9 de marzo de 2009 el Fiscal de Materia
referido dictó sobreseimiento. Con todas estas decisiones el Fiscal de Materia se arrogó
competencia que no tenía, es más, el Fiscal de Distrito Cesar Cartagena Miranda, al ratificar las
Resoluciones referidas convalidó las vulneraciones incurridas por el Fiscal de Materia y
desconoció la competencia que tenia la administración aduanera a partir del 1 de enero de 2009
en el caso concreto. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son
evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
Así, el constituyente boliviano, incluyó de manera acertada dicho principio dentro del texto
constitucional, de esta manera, la Constitución Política del Estado, en su art 14.III señala: 'El
Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el libre y
eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados
internacionales de derechos humanos' de igual forma, el 14.V establece: 'Las leyes bolivianas se
aplican a todas las personas, naturales o jurídicas, bolivianas o extranjeras, en el territorio
boliviano'; dichos artículos se encuentran vinculados y concordantes con el art. 115 del texto
constitucional que indica: 'I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza
el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones' (las negrillas son nuestras).
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Es evidente que la usurpación de competencias, es una figura que se encuentra dentro del ámbito
de tutela del recurso directo de nulidad de acuerdo a la SC 0099/2010-R de 10 de mayo, sin
embargo, sin alterar esta línea jurisprudencial, se aplica excepcionalmente el principio pro
actione para situaciones en las cuales exista una manifiesta, grave e irreparable vulneración a
derechos fundamentales, de manera excepcional y aplicando el método de la ponderación, con la
finalidad de asegurar la justicia material, se flexibiliza para este efecto los presupuestos
procesales, solamente con la finalidad de asegurar la materialización de los valores de justicia e
igualdad, posibilitando tutelar el derecho a la competencia como elemento del debido proceso a
través de la acción de amparo constitucional.
El debido proceso como una garantía jurisdiccional reconocida en el art. 117.I de la CPE,
también fue desarrollado por la SC 0163/2011-R de 21 de febrero, de la siguiente manera:"El
debido proceso, reconocido como una garantía jurisdiccional por los arts. 16.IV de la
CPEabrg; art.117 de la CPE, y como derecho humano en los arts. 8 del Pacto de San José de
Costa Rica y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, es entendido como el
derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a
lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en
una situación similar, es decir, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las
instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado así como los Convenios y Tratados Internacionales”. En esa
misma línea, la SC 1006/2010-R de 23 de agosto, sobre el debido proceso refirió: “…la garantía
del debido proceso, en su componente de acceso a la justicia, ha sido desarrollada por el
Tribunal Constitucional en la SC 1534/2003-R de 30 de octubre, como: '…el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido
por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación
similar; asegura a las partes el conocimiento de las resoluciones pronunciadas por el órgano
judicial o administrativo actuante durante el proceso a objeto de que puedan comparecer en el
juicio y asumir defensa. En virtud de ello, los órganos jurisdiccionales que conozcan de un
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proceso deben observar los principios, derechos y normas que la citada garantía resguarda,
infiriéndose de ello que ante la vulneración de los mismos se tiene por conculcada la referida
disposición'; '…comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias
procesales a fin de que las personas puedan defenderse ante cualquier tipo de acto emanado del
Estado que pueda afectar sus derechos'…".
Ingresando al fondo, este Tribunal entiende que, en el proceso penal iniciado y proseguido por el
delito de contrabando contra los imputados Olimpia Pérez Ramírez y Wilfor Cáceres Lamas;
César Pedro Adrian, Fiscal de Materia, como director de esta investigación, en sus actuaciones y
decisiones, no observó la Ley Financial de la gestión 2009 ni el Instructivo 56/2009 de la
Fiscalía General del Estado, a la que estaba obligado cumplir y dar aplicabilidad desde enero de
2009, normas que establecieron constituir delito la conducta de contrabando con valor omitido
superior a UFVs200 000.-, como en este proceso penal el valor de la mercancía alcanzaba a
UFVs154 048.- ya no se estaba frente a un delito sino a una contravención. Entonces, estando
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vigentes las normas referidas desde enero 2009, el Fiscal de Materia dejó de tener competencia
para seguir conociendo el proceso iniciado como delito aduanero; por lo cual desde la vigencia
de las normas aludidas debió de oficio, declarar sobreseimiento porque el hecho ya no constituía
delito (art. 323.3 CPP) y remitir el caso a la administración aduanera para que sea sustanciado en
esta instancia y resuelto como correspondía, pese a ello el 17 de febrero y 6 de marzo de 2009,
dictó Resoluciones de liberación y entrega de mercancías, las que fueron objetadas por el
accionante haciendo notar que el Fiscal de Materia ya no era competente para seguir actuando ni
dictar resoluciones, y más aún encontrándose pendiente la resolución a la objeción interpuesta
contra la resolución de sobreseimiento; todas las cuales fueron ratificadas por el Fiscal de
Distrito convalidando las vulneraciones incurridas por el Fiscal de Materia y desconociendo
también la competencia que tenia la administración aduanera a partir del 1 de enero de 2009.
Por consiguiente, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, efectuó una
correcta compulsa de los antecedentes y empleó correctamente las normas aplicables al caso.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Por memorial presentado el 4 de marzo de 2010, cursante de fs. 21 a 24 vta., la accionante indica
los siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Debido a la renuncia presentada el 4 de enero de 2010, por Antonio Aguilera Roca al cargo de
Alcalde del Gobierno Municipal de Filadelfia, en sesión extraordinaria de 7 del indicado mes y
año, en cumplimiento al art. 47 de la Ley de Municipalidades (LM), se procedió a la elección del
nuevo Alcalde, recayendo en su persona dicha elección, por lo que fue posesionada en dicho
cargo; sin embargo, el 15 del citado mes y año, presentó su renuncia en razón a que los
Concejales la presionaron para suscribir documentos de los que no conocía cual era su origen;
empero, antes de que consideren su renuncia, el 20 del referido mes y año, presentó retractación
a la misma.
Señala también que, el 28 de enero de 2010, el Concejo Municipal de Filadelfia convocó a una
sesión ordinaria para considerar su renuncia y retractación, disponiéndose el rechazo a la
renuncia y la aceptación de su retractación, consecuentemente, la ratificaron como Alcaldesa;
sin embargo, el 3 de febrero del referido año, Wilson Guerra Vargas convocó ilegalmente a una
sesión extraordinaria del Concejo, “subrogándose” el cargo de Presidente del mismo ente
deliberante, cuando dicha atribución de convocar a sesión le correspondía a Gladys Alemania
Camaconi, en la cual se consideró nuevamente su renuncia y retractación, pese a la existencia
del acta de sesión de 28 de enero de 2010.
Arguye que, Wilson Guerra Vargas y Gladys Alemania Camaconi, sin haber elegido al
Presidente del referido Concejo y sin que se haya habilitado como Concejal a Antonio Aguilera
Roca (Alcalde renunciante), decidieron en forma arbitraria e ilegal reconsiderar su renuncia y
retractación, conculcando el art. 122 de la Constitución Política del Estado (CPE), por lo que las
actas de 28 de enero y 3 de febrero de 2010, serían nulas de pleno derecho, puesto que los ahora
demandados usurparon funciones que no les competen.
I.1.3. Petitorio
Solicita se declare “procedente el recurso”, ordenando se deje sin efecto las actas de sesión de 28
de enero y de 3 de febrero del 2010, puesto que fueron convocadas por un Concejal, sin
competencia para ellos.
Celebrada la audiencia pública el 11 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 57
y vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Haciendo uso de su derecho a la réplica señaló que existiría un libro de actas que fue aperturado
por un Notario de Fe Publica, dejando constancia que apareció otro libro de actas.
Antonio Aguilera Roca, en audiencia manifestó: 1) El “14” le convocaron para asumir funciones
de Concejal, apareciendo una renuncia el “15” y posteriormente una negación, y en la votación
hubo “empantamiento”; 2) El Vicepresidente del Concejo no pudo hacerse presente por lo que la
Secretaria fue quien convocó a la segunda sesión; 3) Ya se estaba llegando al segundo mes del
problema y no se tenía nada definido, por lo que existía presión de las comunidades; y, 4) Existe
otro libro de actas del Concejo Municipal que no pudo ser encontrado, en el que consta la
votación mediante la cual se eligió al Presidente y se habilitó a “William Guerra”, no siendo
justo que la “demandante” asuma nuevamente sus funciones ya que se consideró su renuncia.
Wilson Guerra Vargas, presente en la audiencia refirió que: i) En ningún momento se presionó a
la “demandante” para que renuncie; y, ii) El “19” se convocó y lo primero que se trató fue la
renuncia de la ahora accionante, pero no se pudo definir porque hubo “empantamiento”, por lo
que en su calidad de Presidente del Concejo convocó para el “3” a un suplente, por lo que fue
ahí donde se le designó como Alcalde.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa en obrados acta de sesión extraordinaria del Concejo Municipal de Filadelfia de 7 de
enero de 2010, donde se dio lectura a la carta de renuncia presentada por Antonio Aguilera
Roca, Alcalde del citado Municipio, por lo que se sugirió que Rosa Albina Aradiez Grande
pueda asumir dicho cargo, llegando a ser elegida por consenso de los Concejales (fs. 3 y vta.),
siendo posesionada en la citada fecha (fs. 4).
II.2. Rosa Albina Aradiez Grande, por oficio de 15 de enero de 2010, renuncia al cargo de
Alcaldesa Municipal de Filadelfia (fs. 42); posteriormente mediante nota presentada el 20 del
indicado mes y año a Secretaria del Concejo del señalado Municipio, negó la renuncia
voluntaria, pidiendo dejar sin efecto la misma (fs. 41).
II.4. Del acta de sesión extraordinaria de 3 de febrero de 2010, Wilson Guerra Vargas,
Presidente del Concejo Municipal de Filadelfia, puso a consideración el tema del alcalde a ser
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tratado, oportunidad en la cual los demandados, Antonio Aguilera Roca y Gladys Alemania
Camaconi dieron apoyo a Wilson Guerra Vargas para que asuma el cargo de Alcalde del
indicado Municipio (fs. 8 a 9), siendo posesionado en la fecha por la Secretaria del Concejo (fs.
50 vta.).
II.6. En sesión de 14 de febrero de 2010, Antonio Aguilera Roca solicitó al ente deliberante de
Filadelfia, su habilitación como Concejal titular, dándole curso, para luego elegir la nueva
directiva de dicho Concejo Municipal, quedando conformada por Wilson Guerra Vargas,
Presidente; Juan Carlos Zabala, Vicepresidente; y, Gladys Alemania Camaconi, Secretaria (fs.
45 a 46).
El art. 128 de la CPE, ha previsto la acción de amparo constitucional, contra todos los actos u
omisiones ilegales o indebidos cometidos por servidores públicos o persona particular o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución Política del Estado y las leyes, constituyendo una garantía jurisdiccional
extraordinaria mediante la cual la accionante hace posible la restitución de sus derechos y
garantías fundamentales restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión,
obteniendo la tutela y la reposición en el ejercicio de los mismos.
Por su parte el art. 129.I de la misma Norma Suprema, prevé que esta acción de defensa se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
para la protección de los derechos que se consideran vulnerados, sino mas bien, puede
únicamente instaurarse cuando el lesionado no tiene otro medio de defensa, por lo que cuando
hubiesen otros recursos a su alcance, los mismos deben ser utilizados primero y sólo se
concederá la tutela de dicha acción constitucional cuando aquellos resulten ineficaces para la
defensa de los derechos, o cuando se lo conceda como protección inmediata para evitar un daño
irreparable.
El art. 122 de la CPE, estable: “Son nulos los actos de las personas que usurpen funciones que
no les competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de
la ley”.
Del estudio de los antecedentes de la presente acción tutelar y su petitorio se tiene que, la
accionante denuncia que los demandados vulneraron sus derechos constitucionales, puesto que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3518
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
2º Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, se dimensionan los efectos de la misma, dejando firmes
y subsistentes los actos cumplidos como resultado de la concesión de tutela por el Tribunal de
garantías.
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El accionante fue elegido y posesionado como Presidente del Consejo de Vigilancia por un
periodo de dos años por determinación de la Asamblea General de Socios de la Cooperativa de
Transporte Mixto Cañoto Ltda., instalada el 14 de febrero del 2009, en el salón de reuniones de
la Central Obrera Departamental (COD), bajo la presidencia de René Rossell Ylorca del Consejo
de Administración y Alberto Pérez como representante de la Federación de Transporte.
Ocurre, que el Presidente del Consejo de Administración y los nuevos integrantes del Consejo
de Vigilancia le impiden trabajar y realizar sus actividades de fiscalización, solicitando al
Comité Electoral la renovación total del Consejo de Vigilancia, actitud que sólo tiene la
finalidad de acortar su mandato, atentando su derecho y garantías constitucionales, leyes
vigentes y el mismo estatuto de la cooperativa realizando los siguientes actos: El 1 de diciembre
del 2009, el Presidente del Consejo de Administración, Oscar Sánchez Daza y los miembros del
Directorio, Félix Lima Yujra, Elías Isai Quispe Chambi y Lee Javier Medrano Torrico y los
nuevos Consejeros de Vigilancia, William Vásquez Calisaya y Eduardo Sotez Hidalgo, enviaron
una nota al Director Departamental de Cooperativas por la cual poniendo en conocimiento la
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3520
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
expulsión del socio René Rossel Ylorca, por supuestos hechos de corrupción, pero esta nota la
suscribieron William Vásquez Calisaya y Eduardo Sotez Hidalgo como Presidente y secretario
del Consejo de Vigilancia respectivamente cargo al cual jamás fueron elegidos, menos
posesionados.
Por último el Presidente del Consejo de Administración instruye al Comité Electoral a convocar
a nuevas elecciones para la renovación parcial del Consejo de Administración y total del
Consejo de Vigilancia, determinación que considera vulneratoria a sus derechos constitucionales
ya que fue elegido por un periodo de dos años, conforme lo señala el art. 64 del Estatuto
Orgánico Interno de la Cooperativa.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública, el 12 de marzo del 2010, conforme consta en el acta cursante de
fs. 73 a 78 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, los Vocales de la Sala Civil Primera de la Corte Superior -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituido en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución 09/2010 de 12 de marzo, cursante de fs. 77 vta. a 78 vta., por la que
denegó la tutela solicitada, sin costas ni responsabilidades para la parte accionante.
La determinación asumida se basó en los siguientes fundamentos; i) El accionante fue elegido
para ocupar el cargo de Presidente del Consejo de Vigilancia de la Cooperativa de Transporte
Mixto Cañoto Ltda., el 14 de febrero del 2009 por un periodo de dos años, feneciendo su
mandato en febrero del 2011; y ii) El art. 71 del Estatuto Orgánico Interno de la Cooperativa,
señala que los miembros del Consejo de Vigilancia pueden ser removidos de sus cargos por la
Asamblea General, y el art. 34 del citado Estatuto que la única autoridad facultada para convocar
a Asamblea General es el Consejo de Administración.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional conformo' la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero del 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998, Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan a continuación:
II.1. Por acta de Asamblea General se establece que el accionante fue elegido y posesionado en
el cargo de Presidente del Consejo de Vigilancia el 14 de Febrero 2009, por un periodo de dos
años. (fs. 7).
II.2. Cursa nota de 26 de septiembre 2009 suscrita por William Vásquez Calisaya y Eduardo
Sotez Hidalgo como Presidente y Secretario del Consejo de Vigilancia respectivamente, dirigida
al Consejo de Administración anunciándoles la restructuración del Consejo a su cargo (fs. 71).
II.4. Se verifica convocatoria -sin fecha- a elección parcial del Consejo de Administración y
total del Consejo de Vigilancia para el 27 de febrero del 2010, evidenciándose que en esta fecha
el accionante se encontraba en funciones (fs. 14 a 15).
II.5. Cursa acta de Asamblea mensual de carácter informativa de 12 de diciembre del 2009, por
la que se constata el siguiente orden del día: punto cuatro, el nombramiento del Comité Electoral
y el siete, el “tema de José Carlos” (sic), habiéndose tratado en la misma la posible suspensión
de su cargo por no rendir sus cuentas económicas a la Cooperativa, dándole un plazo de cinco
días para subsanar las observaciones (fs. 51 a 55).
“La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra los actos u omisiones ilegales o
indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la constitución y la
ley”. (art. 128 CPE).
Ligado a la legitimidad del proceso en virtud del cual se protegen los actos procesales que
permitan asegurar a la persona afectada asuma su defensa de sus derechos, La jurisprudencia
constitucional al respecto señala:“En el ámbito normativo, el debido proceso se manifiesta en
una triple dimensión, pues por una parte, se encuentra reconocido como un derecho en el art.
115.II de la CPE, así como por instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos
como el Pacto de San José de Costa Rica (art. 8) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (art. 14), que conforme al art. 410.II de la CPE, forman parte del bloque de
constitucionalidad; por otra, como garantía jurisdiccional, configuración jurídica contemplada
ya por el art. 16 de la CPEabrg, que se ha mantenido y precisado en el art. 117.I de la CPE que
dispone: 'Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en
un debido proceso'; finalmente, el debido proceso también se configura como un principio que
emerge del Estado de Derecho y del principio de legalidad en su vertiente procesal, que está
expresamente previsto -como principio procesal de la jurisdicción ordinaria- por el art. 180.I
de la CPE; empero, al derivar de otro principio cual es el de legalidad en su vertiente procesal
como ya se ha referido, no solo debe ser observado en instancias jurisdiccionales, sino también
en administrativas; conforme a lo que ha establecido este Tribunal en la SC 0136/2003-R de 6
de febrero al señalar que: '…la Constitución Política del Estado (CPE), consagra la garantía
del debido proceso, expresando que 'Nadie puede ser condenado a pena alguna sin haber sido
oído y juzgado en proceso legal', de lo que se extrae que la Ley Fundamental del país, persigue
evitar la imposición de una sanción, o la afectación de un derecho, sin el cumplimiento de un
proceso previo, en el que se observen los derechos fundamentales y las garantías de naturaleza
procesal contenidos en la Constitución y las leyes que desarrollan tales derechos, garantía que
conforme a la jurisprudencia sentada por este Tribunal, alcanza a toda clase de procesos
judiciales o administrativos” (SC-1053/2010-R de 23 agosto).
“La importancia del debido proceso está ligada a la búsqueda del orden justo. No es solamente
poner en movimiento mecánico las reglas de procedimiento sino buscar un proceso justo, para
lo cual hay que respetar los principios procesales de publicidad, inmediatez, libre apreciación
de la prueba; los derechos fundamentales como el derecho a la defensa, a la igualdad, etc.,
derechos que por su carácter fundamental no pueden ser ignorados ni obviados bajo ningún
justificativo o excusa por autoridad alguna, pues dichos mandatos constitucionales son la base
de las normas adjetivas procesales en nuestro ordenamiento jurídico, por ello los tribunales y
jueces que administran justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de cuidar que los juicios
se lleven sin vicios de nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren la igualdad
efectiva de las partes'. Como se puede advertir la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
establece claramente que el derecho al debido proceso no solamente es exigible dentro de los
procesos judiciales, sino que también abarcan a los procesos administrativos, jurisprudencia
que no contradice los principios constitucionales; y que por lo tanto, es compatible con la
Constitución vigente; y que, además ha sido reiterada recientemente en la jurisprudencia de la
presente gestión, específicamente en la SC 0014/2010-R de 12 de abril, establece lo siguiente:
´…la Constitución Política del Estado en consideración a la naturaleza y los elementos
constitutivos del debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3524
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Los principios señalados por el accionante como vulnerados no son susceptibles de ser tutelados,
al respecto no se puede efectuar ningún análisis, así lo estableció la jurisprudencia
constitucional: “…No obstante, al presente, y en vigencia de la Constitución Política del Estado
promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como
derecho fundamental, sino como un principio que sustenta la potestad de impartir justicia
emanada del pueblo (art. 178 de la CPE); y por otro lado, como un principio articulador de la
economía plural en el modelo económico boliviano (art. 306.III de la CPE).” (SC 1591/2010-R
de 15 de octubre)
La figura de modulación de efectos de las Sentencias para, decidir cuál es el efecto que mejor
protege los derechos constitucionales, en el caso de la revocatoria de los fallos que concedieron
la tutela en amparo constitucional, tiene como efecto que se vuelva al estado anterior a
pronunciarse la Resolución, analizando el caso concreto es posible la modulación de los efectos
de las sentencias. Así lo dispone el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC); “La
parte resolutiva en la que se pronunciará el fallo sobre el fondo del recurso o demanda, en la
forma prevista para cada caso, su dimensionamiento en el tiempo y los efectos sobre los
resuelto”.
En el caso concreto, es necesaria la aplicación del razonamiento expuesto dado que por el
tiempo transcurrido entre el pronunciamiento de esta Sentencia y la Resolución del Tribunal de
garantías, la estructura del Consejo de Vigilancia debe estar compuesta por otras personas por
consiguiente debe haber variado considerablemente su composición además de causar efecto
respecto a terceros, razón por la cual no es posible ordenar la restitución del agraviado al cargo
de Presidente del citado Consejo. Sin embargo debe tomarse en cuenta, las consideraciones del
art. 113 de la CPE, que dispone:”La vulneración de los derechos concede a las victimas el
derecho a la indemnización, reparación y resarcimiento de daños y perjuicios en forma
oportuna”.
socios, al respecto no se advierte sumario menos convocatoria a Asamblea General a tal efecto;
b) Según el acta de 12 de diciembre de 2009 de la Asamblea mensual informativa, conformaron
quórum cincuenta y seis socios, en la que determinan conformar un Comité Electoral para que
convoque a nuevas elecciones en la Cooperativa, al respecto el art. 43 del Estatuto de la
Cooperativa señala que las atribuciones de la mencionada Asamblea es sólo de carácter
informativo y no tiene poder resolutivo ni determinativo, y no estaban facultados para
determinar la conformación del comité electoral.
Por lo expuesto, se constata que las personas demandadas vulneraron los derechos al debido
proceso y a la defensa del accionante, ya que no iniciaron proceso alguno en contra suya ni le
notificaron con ninguna resolución, ante el desconocimiento de qué faltas habría cometido no le
dieron el derecho a impugnar, disponiendo su alejamiento del cargo con emisión de la
convocatoria a elecciones, parcial del Consejo de Administración y total del Consejo de
Vigilancia, por lo que corresponde otorgar tutela.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 25 de febrero de 2010, cursante de fs. 140 a 142 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rodrigo Javier Ahumada
Román en representación de Marlus Neri Martins y Raúl Armando Molina Rodríguez
contra Javier Timoteo Condori Rojas, Administrador de la Aduana Interior Santa Cruz.
Refiere que fue notificado uno de los ahora representados, Raúl Molina Rodríguez el 14 de
octubre de 2009, con el acta de intervención COARSCZ 372/2009 de 5 de octubre de 2009
operativo denominado “H”; dentro del plazo del art. 98 del CTB, presentó el 16 de octubre la
documentación original del vehículo, señalando que nunca se le hizo conocer la resolución
determinativa establecida en el art. 99 del Código referido, tampoco se les notificó con la
misma, violentando el Código Tributario Boliviano y el debido proceso en lo referente a la
igualdad de partes, puesto que ni siquiera fue notificado por tablero.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
138 a 140, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los demandados, se ratificó in extenso en el informe escrito que cursa de fs. 41 a
44, y en audiencia manifestó: a) La Administración de Aduana a través del COA, interceptó un
vehículo con placa brasilera en el Pailón, ya que el conductor, no presentó ninguna
documentación válida para el ingreso y permanencia del vehículo en “territorio aduanero” (sic),
por lo que se decomiso el mismo y se elaboró el acta de intervención, iniciándose un proceso
administrativo por contrabando contravencional, que a la fecha se encuentra pendiente; y, b) La
Aduana Nacional de Bolivia considera que la acción de amparo constitucional no es sustitutivo
de los procedimientos normales, en este caso la vía administrativa, solicitando se declare su
improcedencia.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.2. Marlus Neri Matins a través de su entonces apoderado Raúl Armando Molina Rodríguez, el
16 de octubre de 2008 (como indica el sello de cargo de la Gerencia Regional santa Cruz),
presentó memorial de solicitud de devolución de vehículo ante el Gerente de la Aduana Distrital.
El 20 de noviembre de 2009, solicitó al Administrador de la Aduana Interior Santa Cruz la
Restitución Administrativa, en sentido de que su “ingreso a territorio boliviano fue como turista
y por culpa de malos funcionarios policiales he caído en error, lo que le estaría ocasionando
graves daños económicos…” (sic) (fs. 6, 25 a 26)
II.3. Posteriormente Javier Sirpa Mamani, en representación de Raúl Molina Rodríguez ante la
Autoridad Regional de Impugnación Tributaria, presentó el recurso de alzada refiriendo que la
visita era como turista y que se pidió autorización para ingresar con el vehículo, solicitando
dejar sin efecto las resoluciones aduaneras y reconsiderar la expulsión del motorizado (fs. 27 a
28).
año referidos, se dispuso que dicho recurso no cumplía con los requisitos señalados en los
incisos c), d) y e) del art.198 del CTB, por lo que previamente a la admisión del recurso, en
cumplimiento al art. 198.III, de la citada Ley se debía subsanar lo observado, en el término de
cinco días, computables a partir de la fecha de notificación practicada el 20 de enero de 2010,
bajo alternativa de ser rechazado en caso de incumplimiento ( fs. 29).
A su vez, el art. 129 de la Ley Fundamental establece que: “I. La Acción de Amparo
Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con
poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante
cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La
Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
Corresponde señalar que la acción de amparo constitucional, tiene una naturaleza jurídica
esencialmente subsidiaria en la protección de los derechos y garantías constitucionales. Así el
art. 129.I CPE, refiriéndose a la presente, señala que esta acción se interpondrá "…siempre que
no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados".
Fenecido el plazo procesal, el Director Ejecutivo Regional a.i., en cumplimiento del art. 198.III
del CTB, emitió la Resolución de 26 de enero de 2010, en consideración a que : “…concluido el
plazo para subsanar la omisión referida, se ha constatado de los antecedentes cursantes en el
expediente, que el recurrente no cumplió con los requisitos señalados, de modo que corresponde
dar aplicación a su última parte, que establece: Si el recurrente no subsanara la omisión u
oscuridad dentro de dicho plazo, se declarará el rechazo del recurso”.
En cumplimiento a los arts. 143 del CTB y 4 de la Ley 3092; se establecieron los casos en los
que son admisibles los recursos de alzada, haciendo notar que el acto impugnado no se ajusta a
ninguno de los numerales del artículo anteriormente citado.
Ahora bien el art. 139 del Código arriba mencionado, señala que entre las atribuciones del
superintendente tributario general está el de: “Conocer y resolver, de manera fundamentada, los
Recursos Jerárquicos contra las Resoluciones de los Superintendentes Tributarios Regionales,
de acuerdo a reglamentación específica”.
Consiguientemente como lo señala el art. 199 del CTB, “…los actos administrativos
impugnados mediante los' Recursos de Alzada y Jerárquico, en tanto no adquieran la condición
de firmes no constituyen título de Ejecución Tributaria. La Resolución que se dicte resolviendo
el Recurso Jerárquico agota la vía administrativa”.
En el marco de lo establecido, el accionante, por sus representados, ante las observaciones que
realizó la autoridad competente no aplicaron correctamente el procedimiento, pese a que tenían
los medios y recursos ordinarios que la ley y el procedimiento le otorgan para que pueda hacer
sus reclamos ante la autoridad llamada por ley, como se ha señalado anteriormente; por lo que
no se tomó en cuenta la sub regla aplicable y que fue descrita en los Fundamentos Jurídicos
mencionados en el punto III.1.1., de la presente Sentencia referida a que no es posible otorgar la
tutela cuando el agraviado por desidia o negligencia, no activó un medio legal idóneo. Por
consiguiente, no se abre la protección que otorga la acción de amparo constitucional, en vista a
su carácter subsidiario, toda vez que esta acción, como se ha manifestado no suple la negligencia
de las partes ni puede ser invocado en sustitución de otros recursos que no se hicieron valer
oportunamente conforme señala el art. 96.3 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC).
Por lo expuesto impide a este Tribunal, pronunciarse respecto al fondo de la problemática
planteada.
En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de
la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al conceder la presente acción de amparo
constitucional efectuó una inadecuada compulsa de los antecedentes procesales y no dio una
correcta aplicación al citado precepto constitucional.
POR TANTO
temporal, por la existencia de una acusación formal presentada por el Ministerio Público; sin
embargo, en dicha Resolución no figura la firma del Secretario del Concejo Municipal, sino
solamente la firma de la ex Presidenta y del actual Presidente.
Añadió que, mediante la certificación de 20 de noviembre de 2009, emitida por la Secretaria del
Tribunal de Sentencia de Uncía, se evidencia que hasta esa fecha no había sido notificada con el
pliego acusatorio.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante a fs. 41
y vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.2. Del acta de posesión, efectuada el 1 de marzo de 2007, se evidencia que la accionante fue
posesionada en el cargo de Concejal del municipio de Ocurí (fs. 2).
II.5. Consta la Resolución del Concejo Municipal de Ocurí 166/009, que en su artículo primero,
aprueba la suspensión temporal de la Concejal suplente, hoy accionante, debido a la nota
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3535
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
presentada por la Presidenta del Concejo, indicando que existe acusación formal por parte del
Ministerio Público (fs. 7).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
La SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, estableció las reglas y sub reglas a ser observadas con
relación a la improcedencia del amparo por subsidiariedad, habiendo establecido que no
procederá cuándo: ”...1) las autoridades judiciales o administrativas no han tenido la
posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio de
defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se
planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa
previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas pudieron
haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios
de defensa, así: a) cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en
casos de planteamientos extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de
defensa útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se
agotó, estando al momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de
resolución”.
Desde una interpretación teleológica, se entiende que, al ser la resolución considerada ilegal
producto de una errada apreciación o análisis de aspectos fácticos y/o jurídicos por parte de la
máxima instancia, como lo es el Concejo Municipal, con la reconsideración se pretende un
nuevo análisis de dichos aspectos, a objeto de que se dicte una nueva resolución sobre el fondo,
de ahí porque es un medio idóneo, a diferencia de una solicitud de enmienda o
complementación, por ejemplo, que va a la forma. No obstante, tanto la solicitud de parte como
la resolución a emitirse que resuelve la reconsideración -sea favorable o negativa-, debe estar
debidamente fundamentada.
En ese sentido se reconduce el entendimiento que fuera asumido por este Tribunal a través de
la SC 0126/2010-R de 10 de mayo, en la que inicialmente se reiteró la jurisprudencia pasada,
al establecer que: Este Tribunal en la SC 1936/2003-R de 11 de diciembre y otras (SSCC
0436/2004-R, 0998/2002-R, 1026/2003-R), ha encausado una línea jurisprudencial orientada
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3537
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En cuanto a la aplicabilidad de este entendimiento a las causas en trámite, cabe señalar que
la SC 1135/2006-R de luego de un análisis sobre si rige o no la aplicación del principio de
irretroactividad para la jurisprudencia constitucional, partiendo de la SSCC 1426/2005-R y
0076/2005, concluyó estableciendo que: "las Sentencias pronunciadas por el Tribunal
Constitucional, al constituirse en un medio por el cual la Ley Fundamental desplaza su
eficacia general, no están regidas por el art. 33 de la CPE, que establece el principio de
irretroactividad de las leyes, sino que tienen validez plena en el tiempo; lo que significa que
los razonamientos de las Resoluciones constitucionales pueden ser aplicados en los procesos
que están en curso; es decir, en aquellos que no tienen calidad de cosa juzgada, sin importar
que los hechos a los que ha de aplicarse el entendimiento jurisprudencial hubieren acaecido
con anterioridad al pronunciamiento del Tribunal Constitucional. Sin embargo, en los
procesos que tengan resoluciones con calidad de cosa juzgada, (…), no es posible aplicar el
nuevo entendimiento contenido en los fallos constitucionales…" (las negrillas nos
corresponden).
De los datos que cursan en el expediente en revisión se colige que, la accionante alega como
vulnerados sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, al trabajo y al ejercicio de
la función pública, bajo el argumento de haber sido suspendida de manera temporal por medio
de la Resolución Municipal 166/009, emitida por las autoridades demandas, quienes
pronunciaron la señalada Resolución sin que exista en su contra un pliego de acusación
ejecutoriado (acusación formal), y sin que hubiera sido notificada formalmente.
Consecuentemente, al no haber agotado la vía administrativa de reclamo sobre los actos que
consideraba lesivos a sus derechos y al haber omitido este mecanismo de la reconsideración que
es el medio idóneo por el cual se modifica o ratifica una determinación adoptada por el Concejo
Municipal; ya que, si la accionante creía que la Resolución Municipal por la cual se procedió a
su suspensión temporal del cargo de Concejal, se constituía en un acto ilegal o arbitrario,
conforme acusa a través de esta acción, debió solicitar la reconsideración antes de activar la
jurisdicción constitucional.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3538
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
2º En virtud a la facultad prevista por el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional,
por el transcurso del tiempo, se modulan los efectos del presente fallo y se deja firme y
subsistente la resolución que hubiese sido pronunciada en cumplimiento de la inicial concesión
de tutela dictada por el Juez de garantías.
Mediante memorial presentado el 18 de marzo de 2010, que consta de fs. 20 a 23, el accionante
expresa los siguientes argumentos:
El 22 de febrero de 2010 el Rector del INCOS Potosí Fiscal, le comunicó de manera verbal que
había cesado en sus funciones de docente de la asignatura de computación de dicha Institución,
cargo que desempeñó a partir del 2 de mayo de 2009, y que prescindía de sus servicios, hecho
que le extrañó de sobremanera dado que la aludida autoridad le explicó los motivos de manera
sucinta y poco clara haciendo referencia a quejas de padres de familia en el sentido de que no
enseñó bien; que el resultado de la evaluación de su desempeño académico no era satisfactorio y
que el 2009 no participó en las actividades de festejo del Instituto, entre otras, a cuya
consecuencia el 3 de marzo del citado año, tomó conocimiento del memorándum de despido
emitido por la autoridad demandada, siendo este poco claro, además de no esgrimir justificativo
alguno para tal determinación, razón por la cual presentó memorial solicitando se deje sin efecto
el mismo.
Continúa alegando que con la finalidad de asumir defensa y poder ejercer sus derechos, solicitó
al Rector demandado le franquee los siguientes documentos: a) Fotocopias legalizadas de las
denuncias realizadas por los padres de familia, durante la gestión 2009; b) Informe y evaluación
de su desempeño, en el ejercicio de sus funciones de docencia, señalando los parámetros que
fueron tomados en cuenta; c) Documentación que respalde y justifique el despido verbal del que
fue objeto; y, d) Legalización de la fotocopia simple de la convocatoria emitida el 2009; empero,
la autoridad requerida sólo respondió de manera sucinta a su solicitud de dejar sin efecto el
memorando de despido, mas nunca se le otorgaron los documentos pedidos, motivo por el que
tuvo que apersonarse a dicho Instituto para exigir una respuesta idónea, pronta y oportuna, junto
a un Notario de Fe Pública, ocasión en la que el Rector, junto a su asesor, le manifestaron que no
podían otorgarle la documentación impetrada y que para ello debía recurrir a la vía judicial.
I.1.3. Petitorio
entregó una documentación él acompañó en calidad de prueba: una nota de 9 de marzo de 2010
en la cual expresó que en forma “artera” se trata de soslayar la petición que hizo, sin responder
ni otorgar la documentación requerida; y, 3) Por último expresa, que se reserva el derecho de
asumir acciones contra la decisión asumida por el Rector con relación a su despido; empero, lo
que reclama en la presente acción tutelar es que se le dote de esa prueba para poder proceder
conforme a ley.
En audiencia, el abogado del demandado, alegó: i) Los documentos solicitados por el agraviado
se le proporcionaron en la medida de sus posibilidades, puesto que no cuentan con todo lo que
pide al ser el INCOS una institución dependiente; es decir, no es autónoma; y, ii) El 1 de febrero
de 2010, la Institución a la que representa presentó el informe anual de actividades al SEDUCA,
incluyendo hojas de evaluación y fichas evaluativas no sólo del accionante sino de todo el
personal docente y administrativo, encontrándose en ellas las ponderaciones numéricas de
diferentes rubros sobre diferentes parámetros. Infelizmente el accionante no llegó a la
calificación requerida para continuar en el ejercicio de sus funciones, habiéndose aplicado lo que
dispone el ordenamiento jurídico del Magisterio Fiscal.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial
-ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Potosí, constituida en Tribunal de garantías,
pronunció la Resolución 02/2010 de 22 de marzo, cursante de fs. 56 a 58, por la que concedió la
tutela solicitada, sancionando al demandado al pago de daños y perjuicios, disponiendo la
entrega inmediata de los documentos solicitados por el accionante, de acuerdo a los siguientes
fundamentos: a) Efectivamente el accionante, acudió en forma oportuna ante el Rector del
INCOS Potosí, para impetrar la extensión de documentos y antecedentes que motivaron su
alejamiento del cargo de docente; empero, la autoridad demandada no le otorgó ninguna
fotocopia ni respuesta positiva o negativa; por el contrario, por carta de “fs.10”, salió con
evasivas de otro tópico y por la certificación del Notario de Fe Pública, se puso de manifiesto
que para lograr cualquier copia debía acudir a la vía judicial, conducta que lesiona el derecho de
petición y a la amplia defensa; y, b) No es motivo de análisis y consideración el despido del
accionante, sino la negativa en la entrega de la documentación solicitada de forma inmediata y
oportuna.
Por mandato de la normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunal de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presenta causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
El accionante alega que la autoridad demandada vulneró su derecho de petición y los principios
de jerarquía normativa y primacía constitucional, por cuanto omitió dar una respuesta idónea,
pronta y oportuna a su solicitud de extensión de fotocopias legalizadas de la documentación que
supuestamente dio lugar al cese de sus funciones. En consecuencia, corresponde analizar, en
revisión, si tales aseveraciones son ciertas, y si dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
El derecho en análisis está reconocido en el art. 24 de la CPE, que establece: “Toda persona
tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención
de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la
identificación del peticionario.”
Es necesario aclarar que con relación a los requisitos exigibles para otorgar la tutela en cuanto al
derecho de petición, la jurisprudencia constitucional estableció: “…la SC 0310/2004-R de 10 de
marzo, sistematizó los criterios señalados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
conforme al siguiente texto: '…a fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación
del derecho a formular peticiones, corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes
hechos: a) la formulación de una solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera
sido formulada ante una autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta
en un tiempo razonable y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas
de esa petición ante la autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión'.
Ahora bien, a la luz de la Constitución vigente, y conforme a lo expresado, corresponde
modular la jurisprudencia citada precedentemente, pues actualmente, el primer requisito
señalado por dicha Sentencia, es decir, la formulación de una solicitud en forma escrita no es
exigible, pues la Constitución expresamente establece que la petición puede ser escrita u oral.
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante
autoridad competente o pertinente, se debe precisar que esta no es una exigencia del derecho de
petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta tiene la
obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su
caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión a la que se arriba por
el carácter informal del derecho a la petición contenido en la Constitución Política del Estado,
que exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad que el
ciudadano, encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud, en una clara búsqueda
por acercar al administrado con el Estado, otorgándole a aquél un medio idóneo para obtener
la respuesta buscada o, en su caso, la información sobre las autoridades ante quienes debe
acudir, lo que indudablemente, fortalece el carácter democrático del Estado Boliviano.
En ese entendido, cuando la petición es dirigida a un servidor público, éste debe orientar su
actuación en los principios contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el principio de
compromiso e interés social, eficiencia, calidad, calidez y responsabilidad.
Finalmente, el cuarto requisito, referido a que el peticionante debe haber reclamado una
respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida,
corresponde señalar que dicho requisito es exigible cuando dichos medios de impugnación
estén previstos expresamente en el ordenamiento jurídico con dicho objetivo, es decir,
resguardar el derecho de petición; a contrario sensu, no será exigible cuando no existan esos
medios; pues, se entiende que este derecho -como se tiene señalado- busca acercar al
administrado al Estado, otorgando a la persona de un instrumento idóneo, expedito e inmediato
para acudir ante el servidor público con la finalidad de requerir su intervención en un asunto
concreto o de solicitar una determinada información o documentación que cursa en poder de
esa autoridad.
Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Potosí; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada,
disponiendo que la autoridad demandada emita una respuesta debidamente fundamentada a la
solicitud efectuada por el accionante.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi.-Magistrada.
Dr. Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Dra. Carmen Silvana Sandoval Landívar.-Magistrada.
Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco.-Magistrada.
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 83/2010 de 13 de marzo, cursante de fs. 140 a 141 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Sebastián Zarzuri Mamani,
Yolanda Chaparro de Zarzuri, Policarpio Sillero Condori y María Asunta Mamani de
Sillero contra Paulino Huanca Machaca, Néstor Apaza Calamani, Félix Huanca Machaca y
“otros”.
todo cuanto encontraron, inclusive construyeron paredes para impedirles el ingreso, actos que
fueron realizados en total estado de ebriedad.
Manifiestan que, los demandados no cuentan con títulos de derecho propietario, ya que son
extraños a la comunidad de Milluni Bajo, tratándose de intrusos acostumbrados al
avasallamiento de la propiedad privada, bajo el denominativo de “LOS SIN TIERRA”,
utilizando fotocopias de testimonios de propiedad, de distinta ubicación como la de “Mariscal
Sucre”, queriendo hacer figurar como “Milluni Bajo” terrenos que fueron entregados a los
colonos mediante títulos ejecutoriales, respaldados por la Resolución Suprema (RS) 95944 de 30
de julio de 1960.
Los accionantes, como una acción inmediata solicitaron el auxilio de la fuerza pública, no
logrando la Policía Nacional hacer restablecer su derecho, por lo que acudieron al Gobierno
Municipal de El Alto, haciéndoles citar a los demandados a la Subalcaldía del Distrito 7, donde
no presentaron ningún documento de propiedad.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 13 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
130 a 139, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los demandados indicó que, los accionantes manifestaron que el 7 de septiembre
de 2009, en compañía de cuadrillas se había ingresado a su domicilio cometiendo el delito de
allanamiento, quitándoles el derecho “posesorio”, pero curiosamente recién el 13 de marzo de
2010, presentaron su acción, habiendo pasado más de seis meses, tiempo por demás transcurrido
para interponer la acción de amparo constitucional, estando vigente el Tribunal Constitucional
Plurinacional, constituido a “raíz y a la luz del Tribunal Constitucional de España quién ha
emitido la Sentencia Constitucional 001 del año 1981, que establece (…) que la finalidad
esencial del recurso de amparo constitucional, es la protección constitucional de los derechos y
garantías constitucionales, (…) cuando otras vías ordinarias de protección han resultado
ineficaces”, (sic); en consecuencia, previamente se deben agotar todas las vías, pero en el
presente caso los accionantes, ya presentaron una denuncia de allanamiento ante el Ministerio
Público, lo que quiere decir que se encuentra pendiente una posible imputación, acusación o
sobreseimiento; siendo una característica de la acción de amparo constitucional la no
subsidiariedad.
I.2.3. Resolución
El Juez Segundo de Partido en lo Civil y Comercial de El Alto del Distrito Judicial -ahora
departamento- de La Paz, pronunció la Resolución 83/2010 de 13 de marzo, cursante de fs. 140
a 141 vta., mediante la cual concedió la tutela; y en consecuencia, dispuso la desocupación
inmediata de los lotes de terreno con el auxilio de la fuerza pública. Señalando como
fundamentos el hecho de existir los dos elementos esenciales para otorgar la tutela, los cuales
son: 1) El derecho a la propiedad se halla debidamente demostrado y no cuestionado; y, 2) Hay
evidencia, de que ese derecho de propiedad tampoco se encuentra en controversia, porque los
demandados no estaban en posesión del bien inmueble sino que con acciones violentas (de
hecho), ocuparon la propiedad privada de los accionantes.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se
señalan seguidamente:
II.1. Mediante fotocopia legalizada del testimonio de propiedad 1936/95 de 9 de noviembre de
1995, se advierte el derecho propietario de Sebastián Zarzuri Mamani y Yolanda Chaparro de
Zarzuri, resultado de una transacción de venta, realizada por Eufracio Vargas Velasco (fs. 3 a 4
vta.).
II.2. Consta folio real original con matrícula 2.01.3.01.0030311, emitido el 18 de septiembre de
2009, por el Subregistrador Departamental de Derechos Reales (DD.RR.) de La Paz, por el cual
se acredita la inscripción del derecho propietario, de un fundo rústico denominado “EX FUNDO
MILLUNI BAJO”, con una superficie de 10.000 m2, a nombre de Sebastián Zarzuri Mamani y
Yolanda Chaparro de Zarzuri (fs. 6).
II.3. Cursan el certificado alodial emitido por DD.RR., el plano del lote, el certificado de
Asesoría Jurídica Técnica del Gobierno Municipal de El Alto, documentos en los que se
consignan como propietarios a Sebastián Zarzuri Mamani y Yolanda Chaparro de Zarzuri (fs. 7
a 9).
II.5. A través del certificado emitido por DD.RR. se advierte el registro del derecho propietario
de Policarpio Sillero Condori y María Asunta Mamani de Sillero (fs. 14 y vta.).
II.6. Cursan certificados de emisión de título, extendidos por el INRA, de los cuales se advierte
el antecedente dominial de los predios, los mismos que fueron adquiridos mediante dotación a
favor de Pacífico Condori y a Gervacio Vargas, mediante la RS 95944 el 30 de julio de 1960 (fs.
15 y 80).
II.8. Por informe técnico elaborado por Edwin Terrazas Terán, investigador especial de la
Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), se evidencia la construcción de
habitaciones de adobe (fs. 42 a 43).
II.9. Mediante la certificación emitida por Luís Quispe y Guillermo Condori Mamani, Secretario
General de la Comunidad Originaria y Presidente de la Urbanización “Milluni Bajo”,
respectivamente, se advierte que Sebastián Zarzuri y Policarpio Sillero, son afiliados y vecinos
de la comunidad y urbanización “Milluni Bajo” (fs. 89 a 90).
II.10. A través del folio real original con matrícula computarizada 2.01.4.01.0073943, emitido el
2 de diciembre de 2005, por el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial en suplencia
legal del Subregistrador Departamental de DD.RR. de El Alto, se acredita la inscripción del
derecho propietario, de un fundo rústico denominado “EX FUNDO MILLUNI BAJO”, con una
superficie de 10.000 m2, a nombre de Policarpio Sillero Condori y María Asunta Mamani de
Sillero (fs. 93).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
Regla que tiene su excepción, en los casos de vías o medidas de hecho, en los que por la
inminencia del daño irreparable e irrevocable que amenace o lesione derechos fundamentales o
garantías constitucionales, se activa directamente la protección mediante la acción de amparo
constitucional.
III.3. Requisitos que se deben considerar para determinar una medida de hecho
“1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se
está frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
la premura ni gravedad y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas
pertinentes según sea el caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no
se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive”.
“Para ingresar a realizar un análisis del derecho a la inviolabilidad del domicilio previsto por
nuestra Constitución, debemos en principio revisar el Código Civil en su art. 24, que establece
el entendimiento correspondiente al respecto, señalando que: 'El domicilio de la persona
individual está en el lugar donde tiene su residencia principal…'.
Este derecho se encuentra previsto por el art. 25.I de la CPE, señalando que 'Toda persona
tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio…', entendiéndose entonces que su alcance
abarca no solamente a la casa en una concepción restringida de habitación, sino incluso al
lugar donde una persona desempeña una actividad laboral o profesional, teniendo como
principal objetivo el de garantizar el ámbito privado intimo de de cada individuo.
Ahora bien, la inviolabilidad de domicilio garantiza el ámbito privado íntimo de una persona,
natural o jurídica, por lo que se ha limitado las posibilidades de su restricción solamente a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3551
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
través del mandamiento de allanamiento emitido por una autoridad competente, proveniente de
una investigación o proceso iniciado en contra del titular de este y que la limitación por la vía
del allanamiento este definida por Ley y ordenada por escrito. Así ya lo sostuvo este Tribunal
en su reiterada jurisprudencia, por citar algunas las SSCC 0063/2004-R de 7 de julio y
0448/2010-R de 28 de junio.
Por otro lado, en lo referente al segundo requisito, se establece que los demandados al haber
procedido a lotear y distribuirse los terrenos, están agravando la lesión que ya consumaron,
cuando les privaron a los accionantes de su derecho a la propiedad, como también al utilizar
dinamitas, palos, piedras y otros objetos contundentes, están amenazando otros derechos
fundamentales de los accionantes, poniendo en riesgo la integridad física y exponiéndoles a un
posible e inminente daño irreversible, como es el derecho a la vida.
Asimismo, en la presente acción se cumplió con el tercer requisito, habida cuenta que los
accionantes demostraron y acreditaron su derecho propietario con sus testimonios de propiedad
e inscripción de los mismos en DD.RR., y no se demostró la existencia de un derecho
controvertido; es decir, que no está en disputa el derecho propietario, por no existir litigio sobre
él y además que los demandados no presentaron ningún documento que demuestre la posesión o
la propiedad, más al contrario ingresaron con medidas de hecho; es decir, con violencia, de tal
forma que no desvirtuaron todo lo expuesto por los accionantes.
Por otro lado, es preciso referirnos al derecho de inviolabilidad de domicilio, el cual también fue
vulnerado; toda vez que, se ingresó a un domicilio sin la autorización ni el consentimiento de los
propietarios, ni la existencia de mecanismos legales, como es el de un posible mandamiento de
allanamiento que haya sido emitido por autoridad competente.
Por lo expuesto, el Tribunal de garantías al haber concedido la presente acción ha efectuado una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
En revisión la Resolución 102/2010 de 30 de marzo, cursante de fs. 114 a 116 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Pablo Guzmán López en
representación de Analia Parada Valverde contra Teófilo Tarquino Mújica y Ángel Irusta
Pérez, Ministros de la Corte Suprema de Justicia -ahora Tribunal Supremo de Justicia-.
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y Mario Ausberto Toledo Sandoval
contra su representada, el Tribunal Quinto de Sentencia del departamento de Santa Cruz, dictó
sentencia condenatoria en su contra declarándola autora del delito de asesinato, imponiéndole la
pena 30 años de presidio sin derecho a indulto, contra la que interpuso el 25 de febrero de 2009,
recurso de apelación restringida, que fue declarado inadmisible por auto de Vista 50 de 6 de
abril del mismo año emitido por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial
-ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, argumentando haber sido presentado
en forma extemporánea, ya que habiendo sido notificada con la sentencia el 15 de enero de
2009, descontando la vacación judicial que se efectuó de 2 al 20 de febrero de 2009, sin que se
reanuden las labores judiciales el 21 de febrero del mismo año, sino el 25 del mismo mes y año
(fecha de presentación de la apelación), no correspondía tomar en cuenta para fines del cálculo
respectivo el lapso comprendido entre el 21 al 24 de febrero de 2009, (fecha en que vencían los
quince días para la presentación de la apelación), no fue un día hábil de trabajo normal por
haberse dispuesto “tolerancia” ese día para los jueces, que debían retornar de sus vacaciones, en
atención a los feriados de carnaval, de tal manera que la presentación de su recurso el día
miércoles 15 de febrero, hubiere sido presentado dentro del término legal, habida cuenta que la
confusión emergió de la tolerancia decretada tanto por el entonces Consejo de la Judicatura
como por la Corte Superior de Justicia -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz
respecto del día sábado 21 de febrero fecha en que se debía reanudar labores judiciales.
Refiere que contra el Auto de Vista dictado en apelación, interpuso recurso de casación
invocando el Auto Supremo 098 de 31 de enero de 2007, como precedente obligatorio, al
establecer que la tolerancia otorgada por las Cortes Superiores no debe computarse en el plazo
para interponer el recurso de apelación restringida; empero, con la disidencia del Ministro Luis
Baptista Morales, las autoridades demandadas emitieron el Auto Supremo 430 de 30 de
septiembre de 2009, declarando inadmisible el Recurso de Casación, por haber sido interpuesto
extemporáneamente el Recurso de Apelación restringida, basándose en una Sentencia
Constitucional que no es aplicable al caso, fallo que constituye el acto ilegal y atenta contra sus
derechos constitucionales, ya que los demandados incumplieron flagrantemente el deber de la
motivación de las resoluciones judiciales reconocido por la jurisprudencia constitucional y viola
el debido proceso al no reunir las condiciones de validez de una resolución debidamente
fundamentada y motivada, ya que se desconoce cuáles las razones y fundamentos en que se
basan para declarar inadmisible el recurso de casación y que menos se pronunciaron sobre el
precedente contradictorio obligatorio emitido por la misma Sala Penal Primera.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y en consecuencia: a) Se deje sin efecto ni valor legal alguno el
Auto Supremo 430 de 30 de septiembre de 2009; y, b) Se ordene a la Sala Penal Segunda, dicte
uno nuevo, debidamente fundamentado y motivado, con costas, daños y perjuicios.
Celebrada la audiencia pública el 29 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
110 a 113 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Los abogados del accionante ratificaron in extenso los términos de la acción presentada,
reiterando se conceda la tutela solicitada.
Los demandados, Ángel Irusta Pérez y Teófilo Tarquino Mújica, mediante su informe escrito a
fs. 76, adjuntaron el impugnado Auto Supremo 430 de 30 de septiembre de 2009, haciendo
conocer al Tribunal de garantías que ya no son componentes de las Salas Penales Primera y
Segunda del Tribunal Supremo de Justicia.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Chuquisaca constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 102/2010 de 30 de marzo, cursante de fs. 114 a 116 vta., que concedió la acción de
amparo constitucional, dejando sin efecto el Auto Supremo 430, disponiendo que los actuales
Ministros de la Sala Penal Segunda de la Corte Suprema de Justicia, emitan nueva Resolución
tomando en cuenta los razonamientos expuestos en el presente fallo, sin responsabilidad, por ser
excusable, con los siguientes fundamentos: i) Las autoridades demandadas al emitir el Auto
Supremo 430, omitieron pronunciarse en forma breve y clara justificando de manera razonable
su decisión, extremo que viabiliza otorgar la tutela impetrada, ii) El fallo únicamente debió
referirse a la admisión del recurso y no pronunciarse respecto al fondo del recurso de casación.
En el presente caso, la representante del accionante cumplió con los presupuestos exigidos por
ley para la admisión de su recurso, en consecuencia, las autoridades demandadas debieron
primeramente admitir el recurso de casación al cumplir el mismo con los requisitos de ley y
posteriormente emitir el fallo en el fondo como lo establecen los arts. 418 y 419 del CPP; y iii)
Corresponde rectificar el procedimiento anómalo impreso al proceso. Tomando en cuenta que
las autoridades demandadas ya no son integrantes de la Sala Penal Primera del Tribunal
Supremo de Justicia, corresponde pasar el proceso a sus sustitutos.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y Mario Ausberto Toledo
Sandoval contra la ahora representada por el accionante, el Tribunal Quinto de Sentencia del
departamento de Santa Cruz, dictó sentencia condenatoria declarándola autora del delito de
asesinato, imponiéndole la pena de 30 años de presidio sin derecho a indulto, con la que fue
notificada el 15 de enero del mismo año (fs. 3 a 14).
II.3. El Auto de Vista dictado en apelación, fue recurrido de casación por la representa del
accionante invocando el Auto Supremo 098 de 31 de enero de 2007, como precedente
obligatorio, que fue resuelto por las autoridades demandadas mediante el Auto Supremo 430 de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3557
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
A su vez, el art. 129 de la misma CPE establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”
Con relación al debido proceso, las SSCC 1674/2003-R y 0119/2003-R, entre otras, las que son
asumidas por no ser contrarias al orden constitucional vigente, lo definió como: "...el derecho de
toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo
establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en
una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que
estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del conjunto de
requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a
todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad
procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales".
Toda Resolución que se pronuncie sea judicial o administrativa, debe contener ineludiblemente
la debida fundamentación o motivación; es decir, que debe exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma.
Consecuentemente cuando un juez o tribunal omite la motivación de una resolución, no sólo
suprime una parte estructural de la misma, sino también toma una decisión de hecho, no de
derecho que vulnera el debido proceso, que permite a las partes conocer cuáles son las razones
para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que
llevó al Juez a tomar la decisión.
ámbito de presupuestos exige que toda resolución sea debidamente fundamentada, esto es, que
cada autoridad que dicte una resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar
la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma, por
cuanto la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y
procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y
valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad,
dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los
hechos juzgados sino de la forma en que se decidió. Así las SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R,
SC 1369/2001-R, entre otras".
En el caso de autos, de la revisión del Auto Supremo impugnado se advierte que los Ministros
demandados se limitaron únicamente a referir lo expuesto por la accionante en el Recurso de
Casación de 25 de abril de 2009, que interpuso, para luego señalar en el segundo considerando:
“ahora bien la apelación restringida de la imputada Analia Parada Valverde fue presentada
extemporáneamente el 25 de febrero de 2009, esto en virtud que la SC 1173/2004-R de 26 de
julio, en caso similar entendió que ´…no es relevante que la Corte Superior hubiera dispuesto
horario continuo o tolerancia, al no ser motivo de suspensión de los plazos previstos por ley,
conforme al art. 120 del CPP, norma que de manera expresa señala en qué supuestos es posible
la suspensión de los mismos”. Así la Circular 18/2004-R de 23 de enero, que dispuso la
suspensión de la jornada laboral del sábado 21 de febrero de 2009, no suspendió el plazo para la
interposición de la apelación restringida de la imputada y que pretende hacer valer en el fondo
no obstante su presentación extemporánea. Que por lo expuesto y no siendo evidente la
violación a las normas y resolución citadas por la recurrente, corresponde declarar inadmisible el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3560
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
recurso intentado”(sic), lo que no constituye una fundamentación o motivación, más aun cuando
enuncia una Sentencia Constitucional y la transcribe, sin explicar ni especificar por qué es
aplicable dicho fallo ni exponer en términos claros la razón de su decisión, resultando evidente
que el fallo impugnado carece de la debida fundamentación y motivación, lo que lesiona a uno
de sus elementos constitutivos, que es el derecho a una Resolución debidamente fundamentada o
motivada, siendo de aplicación, en el caso concreto, la jurisprudencia citada en los Fundamentos
Jurídicos III.3. y III.3.1., del presente fallo, lo que determina se conceda la tutela solicitada.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la
CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al conceder la acción de amparo constitucional,
efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al
citado precepto constitucional.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
decisión, pero de acuerdo al art. 45 del Reglamento antes citado, se tiene que el fallo del
Tribunal Calificador es inapelable y causa estado; -por tanto- no existe otro medio eficaz para
reclamar sus derechos conculcados.
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto el informe del concurso de
méritos y examen de competencia emitido por el Tribunal Calificador de 12 de diciembre de
2009; b) La comisión calificadora, debe emitir un nuevo informe detallado, que contenga
decisiones claras y concretas en el marco del Reglamento del Odontólogo Empleado en el plazo
de literal horas; y, c) Declare ganadores del proceso a los primeros que obtuvieron notas
máximas.
Celebrada la audiencia pública el 5 de marzo de 2010, según consta en el acta de fs. 134 a 148,
se produjeron los siguientes actuados:
El representante del SEDES de Oruro, por los demandados y terceros interesados, en audiencia
indicó que: a) Existe una contradicción en lo mencionado por los accionantes respecto al marco
legal que rige al proceso de contratación de personal, porque dicen que tiene que basarse
solamente en el Estatuto; pero también refieren que se debe utilizar la Ley de Procedimiento
Administrativo; b) Los accionantes indicaron que, para el proceso de contratación según el
Estatuto, existen tres fases; sin embargo, al margen de estas hay otras normas de cumplimiento
obligatorio, como la Ley de Administración y Control Gubernamentales y el Decreto Supremo
(DS) 26115 de 16 de marzo de 2001; de esta manera, a partir de la vigencia del Estatuto se dejó
sin posibilidad de asumir responsabilidad a las entidades públicas; c) Según el Estatuto y su
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3563
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Con el derecho a la replica, se indicó que éste es el último recurso, pero en el memorial se habla
de la Ley de Procedimiento Administrativo, por lo que se dice que no hay carácter subsidiario.
I.2.3. Resolución
La Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, mediante la
Resolución de 02/2010 de 5 de marzo, cursante de fs. 149 a 153, concedió la acción de amparo
constitucional; señalando “CON LUGAR parcialmente a la tutela demandada; en consecuencia,
se declara PROCEDENTE la misma” (sic) y disponiendo que el Tribunal Calificador, dentro
del plazo de cuarenta y ocho horas, emita el fallo al que se refiere el art. 45 del Reglamento de
referencia, el cual deberá estar debidamente fundamentado. Con el siguiente argumento: De
acuerdo a las normas previstas que originaron la emisión de la convocatoria, se ha concluido con
el cumplimiento de las bases pertinentes; es decir, primero se emitió la convocatoria; luego se
presentaron de forma voluntaria a esa convocatoria, sometiéndose a los requisitos
correspondientes; y en consecuencia, de acuerdo a lo previsto por el art. 45 de su Reglamento,
correspondía emitir un fallo, pero en el proceso no cursa ningún fallo; por lo tanto, en el estado
en el que se encuentra el proceso de convocatoria, se ha omitido emitir el fallo determinando a
que postulantes les corresponde ser posesionados en los cargos a los que se presentaron.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 12 de diciembre de 2009, el Tribunal Calificador, emitió un informe final del concurso
de méritos y examen de competencia, declarando nula la convocatoria de 2 de julio de ese año,
argumentando que varios postulantes habían impugnado la convocatoria, debido al
incumplimiento de los plazos; además, de la imposibilidad de responder a las mismas, como
tampoco les fue posible aplicar el criterio legal emitido por el Responsable de la Unidad Jurídica
del SEDES y otro aspecto fue la diversidad de criterios que existía dentro del Tribunal
Calificador para los cargos de odontólogos del área rural (fs. 29 a 30).
II.3. Por carta dirigida a Jhonny Vedia Rodríguez, Director Técnico del SEDES de Oruro, el
Presidente del Colegio de Odontólogos de Oruro, señaló que rechazaban una nueva convocatoria
y que los accionantes, son los acreedores del concurso; en consecuencia, mediante la Resolución
01/10 de 25 de enero de 2010, el Concejo Departamental del Colegio de Odontólogos de Oruro,
solicitó la designación de los ganadores del concurso, o sea los accionantes (fs. 125 a 131 y 132
a 133).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción tutelar
de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma fundamental y las leyes.
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
El art. 2 de dicho Reglamento, señala que en todas las instituciones del sistema nacional de
salud, la provisión de cargos odontológicos se realizará imprescindiblemente a través de
concurso de meritos y examen de competencia, cualquiera sea el tipo de promoción y
convocatoria.
El art. 3 del mismo Reglamento, establece que, los cargos odontológicos sujetos a concurso
corresponden a los niveles de base, intermedios y jerárquicos.
A su vez, el Capítulo III del citado Reglamento, determina las normas referidas a la
conformación y funciones del Tribunal Calificador. En ese orden, el art. 14, establece que el
Tribunal Calificador, será responsable de todas sus acciones y determinaciones que deberán
figurar en el acta circunstancial y en un cuadro de calificación, debidamente suscritos, quienes
publicaran el cuadro final de calificación en la institución empleadora, en un plazo de setenta y
dos horas de determinado el concurso.
Asimismo, el art. 15, establece que: “El Tribunal calificador es el único autorizado para anular
la convocatoria, declarar desierto el concurso y concluir y declarar ganadores del
concurso” (las negrillas son nuestras).
El art. 16, prevé que el concursante podrá pedir la revisión de las calificaciones obtenidas en
méritos y examen o defensa de plan estratégico, en la única instancia y justificando tal petición y
en el término de cuarenta y ocho horas hábiles, después de haberse dado a conocer oficialmente
los resultados finales. El Tribunal Calificador de manera ineludible debe responder a toda la
solicitud de reclamo en el plazo no mayor de cuarenta y ocho horas de presentada la solicitud.
El Capítulo VI y VII, del indicado Reglamento, señala las normas sobre los criterios para la
calificación de los méritos y examen de competencia, como su valoración.
Por otra parte, el art. 45 establece, que el fallo del Tribunal Calificador, después de las
revisiones y observaciones efectuadas si las hubiera (Capítulo III), “es inapelable y causa
estado, por lo que se ofrecerá el cargo motivo del concurso, al postulante que ocupe el
primer lugar de la calificación” (las negrillas son nuestras).
Finalmente, el art. 48, dispone que: “el ganador debe ser posesionado obligatoriamente en el
cargo dentro de los cinco días de haber regularizado su aceptación” (las negrillas nos
pertenecen).
El respeto de todo ser humano, como un fin en sí, empieza por el respeto a la vida y al
reconocimiento de los múltiples derechos en los que se despliega su dignidad, lo que presupone
el reconocimiento de su derecho a la existencia.
De tal forma, se puede afirmar categóricamente que el derecho a la dignidad humana es aquel
que tiene toda persona por su sola condición de 'humano', para que se la respete y reconozca
como un ser dotado de un fin propio, y no como un medio para la consecución de fines extraños,
o ajenos a su realización personal. La dignidad es la percepción de la propia condición
humana, y de las prerrogativas que de ella derivan'.
Por su parte la SC 0483/2010-R de 5 de julio, afirmó que: '…cabe señalar que el art. I de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DHDH), señala que: Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. La dignidad personal,
implica reconocer al otro como otro yo, y al Estado, le corresponde reconocer, garantizar y
promover la dignidad y los derechos humanos, desechando los obstáculos que se oponen a ello,
su acatamiento es la base del Estado de Derecho. Definir la dignidad de la persona no es
posible, sólo podemos apreciar su vulneración, la que se concreta cuando se perturba, amenaza
o priva de los derechos esenciales a la persona, o se denigra o humilla, cada vez que se
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De tal manera que cuando se viola un derecho fundamental en esa instancia procesal sea
judicial o administrativa, deviene en la inobservancia a este principio de orden general y
procesal, es decir, es un efecto o consecuencia; más sin embargo ello no implica que sea
tutelable, precisamente y como se tiene explicado, por no ser un derecho autónomo, como
sostuvo la pasada jurisprudencia de este Tribunal. Por ello, cuando se exigía la tutela en su
generalidad se lo hacía unido a otros derechos como lógica consecuencia, no así de manera
independiente.
La misma SC 1665/2011-R, referente a éste derecho estableció: “El art. 144.II.2 de la CPE,
establece que la ciudadanía consiste: 'En el derecho a ejercer funciones públicas sin otro
requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas en la Ley'. De tal manera que
todos los ciudadanos y ciudadanas pueden acceder a cualquier cargo público dentro de sus
posibilidades y los requerimientos estatales que se presenten, siendo restringido este derecho
sólo en aquellos casos que determine la ley.
poder público; y como consecuencia de ello se establece el derecho de ejercer las funciones
públicas sin otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por ley.
Respecto al segundo elemento de este derecho, ha sido desarrollado por la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional en la SC 0657/2007 de 31 de julio que estableció lo
siguiente:´…derecho del recurrente a ejercer el cargo para el que fue electo consagrado en el
art. 40.2 de la CPE, que dispone que la ciudadanía consiste , salvo las excepciones establecidas
por Ley', mandato que consagra la prerrogativa que tiene todo ciudadano, de poder ser elegido
o designado para el ejercicio de funciones públicas, previo cumplimiento de los requisitos y
condiciones que califiquen su idoneidad, o de los procedimientos democráticos electivos para el
caso de servidores públicos electos; y que también implica, una vez que se ejerce el cargo, el
derecho a ejercer materialmente ese cargo, no sólo como derecho constitucional, sino como una
realidad fáctica que satisfaga las necesidades económicas y laborales del ciudadano electo.
Además, la protección a dicho derecho implica que la persona esté en posibilidad de cumplir
una labor en condiciones dignas y justas. Por lo tanto, el impedir desempeñarse a una persona
en el cargo para el cual ha sido electa o designada, o el alterarle de cualquier manera el
correcto desarrollo de sus funciones, afectan gravemente su derecho a ejercer esa función
pública, (…)´
Como se puede advertir la citada Sentencia interpreta uno de los elementos del derecho a la
ciudadanía, específicamente el segundo que establece el derecho a ejercer funciones públicas,
mientras que el primer elemento consiste en el derecho a elegir o ser elegido para la
conformación de los poderes públicos, por lo tanto el segundo elemento tiene su vertiente en el
primero y es consecuencia de éste, ya que una vez elegido el ciudadano que se presentara para
ese efecto tiene el derecho de ejercer materialmente el cargo para el que fue elegido”.
Con relación al derecho al trabajo, el art. 46.I de la CPE, instituye que: “Toda persona tiene
derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin
discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure
para sí y su familia una existencia digna”.
En el caso que se examina los accionantes consideran que las autoridades demandadas
vulneraron sus derechos a la dignidad, a la “seguridad jurídica”, al ejercicio de la función
pública, al debido proceso y al trabajo; toda vez que, después de presentarse a la convocatoria
para concurso de méritos y examen de competencia abierto departamental para odontólogos de
base con destino a los centros de salud de Chipaya, Coipasa, Choquecota y Cruce Culta del
departamento de Oruro, la misma no concluyó en todas sus fases; y sin ningún fundamento
legal, el Tribunal Calificador, mediante un informe final, la declaró nula; a pesar de que para
tomar dicha decisión debía existir alguna ilegalidad y seguirse el proceso correspondiente; por
tanto, apartándose del Reglamento de Concurso de Méritos y Examen de Competencia del
Colegio de Odontólogos de Bolivia, de manera arbitraria emitieron el informe de 12 de
diciembre de 2009, señalando que, no se pudo concluir dentro de los plazos establecidos en el
Estatuto, el hecho de que, varios postulantes impugnaron la convocatoria, sobre el
incumplimiento de plazos, así también la imposibilidad de responder a las mismas, como
tampoco fue posible aplicar el criterio legal emitido por el Responsable de la Unidad Jurídica del
SEDES y otro aspecto fue, la diversidad de criterios dentro del Tribunal Calificador y dicho
informe es motivo de la presente acción tutelar.
Al respecto, cabe recordar los arts. 45 y 48 del Reglamento de Concurso de Méritos y Examen
de Competencia del Colegio de Odontólogos de Bolivia, que establecen que el fallo del Tribunal
Calificador, después de las revisiones y observaciones efectuadas, si las hubiera (Capítulo III),
es inapelable y causa estado, por lo que se ofrecerá el cargo motivo del concurso, al postulante
que ocupó el primer lugar de la calificación, siendo así que el ganador debe ser posesionado
obligatoriamente en el cargo dentro de los cinco días de haber regularizado su aceptación; en
consecuencia, las autoridades hoy demandadas, no cumplieron a cabalidad las tres etapas para
concluir el proceso a seguir, establecido en el Reglamento de referencia.
Asimismo, los accionantes no tienen otra instancia para hacer valer sus derechos conculcados; y
las autoridades demandadas al no poder resolver las supuestas impugnaciones dentro de los
plazos establecidos en el Reglamento, como la diversidad de criterios dentro del Tribunal
Calificador, vulneraron los derechos de los accionantes, el Reglamento de Concurso de Méritos
y Examen de Competencia del Colegio de Odontólogos de Bolivia y el Estatuto Orgánico, que
constituyen los únicos instrumentos legales para la calificación, designación y promoción de
cargos odontológicos vacantes o de nueva creación en el Sistema Nacional de Salud, que
cuenten con servicio odontológico.
fundamentos legales claros, ni concretos para anular la referida convocatoria, y tampoco con la
posesión a los postulantes que ocuparon el primer lugar de la calificación, vulneraron de esta
manera, los derechos al trabajo, a ejercer la función pública para la cual fueron calificados, sin
otro requisito que la idoneidad; y que también implica el derecho a ejercer materialmente el
cargo para el cual fueron elegidos, no sólo como derecho constitucional, sino como una realidad
fáctica que satisfaga las necesidades económicas y laborales del ciudadano electo; y en cuanto,
al derecho a la dignidad, no se les respetó, ni reconoció como seres dotados de un fin propio, y
al no posesionarlos, no los dejaron llegar a su realización personal, por lo que se han lesionado
los derechos referidos por los accionantes.
De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al haber concedido la acción de
amparo constitucional, ha evaluado adecuadamente los antecedentes procesales y aplicado
correctamente las normas que regulan esta acción tutelar.
POR TANTO
Conforme el Certificado 15/2010 otorgado por la Corte Departamental Electoral (CDE), en las
elecciones municipales del 2004, fueron elegidos como concejales titulares: Aldo Clavijo
Viruez, Hilton Ramírez “Viruez”, Celso Fernández Vas, Ana Flores Arias y Juan Bautista
Bonifacio Ramírez; y como concejales suplentes: Rosario Hurtado Capobianco, Elizabeth
Castedo Suárez, Guido Banega Lijeron, Sandy Vélez Saavedra y Roxana Roca Frías, todos por
el Gobierno Autónomo Municipal de Puerto Quijarro, posterior a ello en primera sesión llevada
a cabo el 11 de enero de 2005, Aldo Clavijo Viruez es elegido Alcalde Municipal y su suplente
Rosario Hurtado Capobianco, asume la titularidad en el Concejo Municipal conforme lo previsto
por el art. 31.II de la Ley de Municipalidades (LM).
Durante la gestión 2009 la concejal Rosario Hurtado Capobianco es elegida Presidenta del
Concejo Municipal de Puerto Quijarro, en cuya gestión mediante carta de 16 de diciembre, Aldo
Clavijo Viruez presenta renuncia irrevocable al cargo de Alcalde Municipal, informando que
reasumirá sus funciones de concejal titular; lo que implica que la concejal Rosario Hurtado
Capobianco deja de ser concejal en ejercicio constituyéndose en concejal suplente, toda vez que,
por mandato del art. 31.III de la LM prevalecen los derechos del titular, quedando en acefalía la
presidencia del Concejo Municipal.
En la misma fecha los concejales: Aldo Clavijo Viruez, Celso Fernández Vas y su persona -
Elizabeth Castedo Suárez-, se reúnen y eligen un nuevo Presidente del Concejo Municipal y
luego a un nuevo alcalde, habiendo recaído este último cargo en la accionante.
Lamentablemente los ciudadanos: Rosario Hurtado Capobianco, que dejó de ser concejal el 16
de diciembre, por reincorporación de Aldo Clavijo Viruez al Concejo Municipal; Hilton
Ramírez Jeréz que se encontraba con licencia hasta el 18 de diciembre; Víctor Conde Aguilar
quien había renunciado al cargo de Concejal el 2 de diciembre, todos del 2009 y Ana Flores
Arias (única concejal habilitada), en un afán golpista, antidemocrático y delictivo se dan a la
tarea de fraguar dos sesiones, una el 16 en San Pedrito y otra el 18 en San Antonio, ambos del
mismo mes y año citados, las que fueron convocadas por quien ya no era concejal, violando el
art. 16.III de la LM.
Por carta de 2 de febrero de 2010, los ciudadanos Víctor Conde Aguilar, Ana Flores de Revollo
y Hilton Ramírez Jeréz presentaron su renuncia irrevocable a los cargos de Concejales, la que
fue de conocimiento público; pese a todo lo anterior, las citadas personas se han dado a la tarea
de obstaculizar sus labores y pretender engañar a otros funcionarios, con el objeto de que no se
pueda habilitar su firma como Alcaldesa Municipal y así poder ejercer plenamente sus
funciones.
Señala como vulnerados los derechos a la participación política, “dentro de los alcances de
participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político”, al trabajo y a
ejercer funciones públicas, a la “seguridad jurídica” y a la autonomía municipal, consagrados en
los arts. 26.I, 46.I y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
restituya sus derechos a la “seguridad jurídica”, la autonomía municipal, al trabajo y ejercer las
funciones públicas.
Celebrada la audiencia pública el 13 de marzo de 2010, según consta en acta cursante de fs. 162
a 169 vta., se produjeron los siguientes actuados:
Raúl Bautista Montero Candia, Jefe del Sector Público del Banco Unión S.A., por memorial
cursante a fs. 93 presentó informe escrito manifestando lo siguiente: i) Existen dos solicitudes de
habilitación de firmas para el manejo de las cuentas corrientes fiscales del Gobierno Autónomo
Municipal de Puerto Quijarro, presentadas una por Ana Flores Arias y otra por Elizabeth
Castedo Suárez, ambas en calidad de Alcaldesas del citado municipio; ii) El Banco Unión
conforme a la Guía de Procedimientos Operativos de Cuentas Corrientes Fiscales Versión II,
retiró las firmas autorizadas para el manejo de cuentas corrientes fiscales, remitiendo
antecedentes al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas el 14 de enero de 2010; y, iii)
Mediante “CITE MEFP/VYCP/DGAFT/UOIET/ 0443/2010 de 03 de marzo de 2010”, el citado
Ministerio instruyo al Banco Unión S.A., mantener el retiro de las firmas autorizadas, hasta la
resolución del conflicto de gobernabilidad.
Por otro lado, los terceros interesados Nils Sánchez Linstrom, Juez de Partido de Sentencia de
Puerto Suarez y Raúl Antonio. Moreno Arredondo, Juez de Partido de Sentencia de San José de
Chiquitos no asistieron a la audiencia señalada, ni presentaron informe alguno, pese a su legal
notificación (fs. 44 y 55).
I.2.4. Resolución
El Juez de Partido de Sentencia de San Ignacio de Velasco del Distrito Judicial -ahora
departamento- de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 2/2010 de
16 de marzo, cursante de fs. 171 a 172 vta., declaró “procedente” la acción de amparo
constitucional, disponiendo lo siguiente: “ARTICULO PRIMERO: La Sra. Elizabeth Castedo
Suárez, deberá cumplir con todos sus derechos como Alcaldesa Municipal de Puerto Quijarro,
administrando los recursos municipales conforme a ley; ARTICULO SEGUNDO: La recurrida
ROSARIO HURTADO DE GALLARDO debe ejercer su cargo como Concejala suplente del Sr.
Aldo Clavijo Viruez; ARTICULO TERCERO: Respecto al recurrido HILTON RAMÍREZ
JEREZ, este debe ejercer sus labores como concejal titular; ARTICULO CUARTO: En lo que
respecta al ciudadano VÍCTOR CONDE AGUILAR, al haber renunciado y al ser de preferencia
los derechos de la Sra. Roxana Roca Frías, esta última debe ejercer su Concejalía; ARTICULO
QUINTO: Finalmente la Concejala Ana Flores de Revollo debe volver a ocupar su curul y
abstenerse y/o realizar actos propios del Ejecutivo Municipal” (sic); en mérito a los siguientes
fundamentos: a) La parte demandada reconoce la existencia de la Resolución Municipal 79/2009
de 20 de noviembre, que establece que la licencia del concejal Hilton Ramírez Jeréz era hasta el
18 de diciembre del mismo año, no siendo fundamento alegar que hubo error de escritura,
debiendo tenerse presente que las resoluciones y ordenanzas municipales son de cumplimiento
obligatorio pudiendo ser reconsideradas por el alcalde o a instancia de parte, estando vigentes
mientras no sean derogadas o abrogadas y si existe duda entre la carta del concejal y la
resolución municipal, debe prevalecer la resolución; b) Por Resolución 83/2009 se establece
indudablemente que la renuncia efectuada por Víctor Conde Aguilar, fue aceptada por el
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Concejo Municipal y respecto a Rosario Hurtado Capobianco al ser concejal suplente de Aldo
Clavijo Viruez y al haber este renunciado irrevocablemente al cargo de Alcalde municipal
reasumió su curul como concejal titular, volviendo la demandada a ocupar el cargo de concejal
suplente, por tanto la misma no podía asistir a ninguna sesión; c) La sesión realizada en San
Pedrito es nula por no haber cumplido con los requisitos de convocatoria, por cuanto no fue
aprobada en una anterior sesión por dos tercios de sus miembros presentes, sumado al hecho de
que la minuta de comunicación es un instrumento de fiscalización y no una convocatoria; y, d)
La renuncia presentada por Aldo Clavijo Viruez fue recepcionada el 16 de diciembre de 2009 a
horas 11:50 por el secretario del Concejo Municipal, siendo válida conforme al art. 41.1 de la
LM, estando habilitado el concejo municipal para elegir nuevo alcalde conforme al art. 12.24 de
la LM; consiguientemente, la sesión de 16 de diciembre en la que se eligió nueva alcaldesa en la
persona de Elizabeth Castedo Suárez, es válida al haber existido el quórum necesario llevándose
incluso en sede oficial.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Resolución Municipal 04/2005 de 11 de enero, se designa Alcalde del Gobierno
Municipal de Puerto Quijarro, al Concejal Aldo Clavijo Viruez y a su suplente Rosario Hurtado
Capobianco como Concejal titular; es así que transcurridos cuatro años mediante carta de 16 de
diciembre de 2009, Aldo Clavijo Viruez exponiendo razones de ingobernabilidad por deseos
políticos de los miembros del concejo municipal, presenta renuncia irrevocable al cargo de
Alcalde Municipal y anuncia que se reincorpora a su curul de Concejal, considerándose dicha
renuncia por Resolución Municipal 84/2009 de 16 de diciembre, mediante la cual se nombra al
alcalde renunciante Presidente del Concejo Municipal, asimismo a la Concejal Elizabeth
Castedo Suárez, Alcaldesa Municipal de Puerto Quijarro por el periodo restante de la gestión
municipal (fs. 5, 15 a 16 y 17 a 19).
II.3. Mediante nota de 2 de diciembre de 2009, Víctor Conde Aguilar presenta renuncia
irrevocable al cargo de Concejal Titular por razones personales y familiares, amparándose en el
art. 27.3 de la LM, renuncia que fue considerada mediante Resolución Municipal 83/2009 de 2
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II.4. Por otro lado el 14 de diciembre de 2009, Rosario Hurtado Capobianco, Hilton Ramírez
Jeréz, Ana Flores Arias y Víctor Conde Aguilar, emiten la minuta de Comunicación 143/2009,
convocando a la sesión ordinaria a llevarse a cabo el 16 de diciembre a horas 14:00 en la
comunidad campesina de San Pedrito, en la cual aprobaron la renuncia irrevocable al cargo de
Concejal suplente de Elizabeth Castedo Suárez, asimismo en vía de Reconsideración de
Resolución Municipal se dispuso la enmienda de la Resolución 79/2009 de 20 de noviembre,
dejando establecido que la licencia del concejal Hilton Ramírez Jeréz se consigne hasta el
“11/12/2009”, emitiendo al efecto la Resolución Municipal 84/2009 de 16 de diciembre (fs. 107
a 113 y 119 a 121).
II.5. En similar forma el 16 de diciembre de 2009, Rosario Hurtado Capobianco, Hilton Ramírez
Jeréz, Ana Flores Arias y Víctor Conde Aguilar emiten la minuta de Comunicación 144/2009,
por el que convocan a los Concejales a la sesión ordinaria a llevarse a cabo el 18 de diciembre a
horas 14:30 en la sede de la Gruta de la Organización Territorial de Base San Antonio, siendo
así que en dicha sesión se aceptó la renuncia de Aldo Clavijo Viruez al cargo de Alcalde
Municipal quien retomaba su curul de concejal, eligiéndose nuevo Presidente a Víctor Conde
Aguilar, finalmente se elige alcaldesa a Ana Flores Arias, designación reconocida y ratificada
por Resolución Municipal 5/2010 de 28 de enero (fs. 122 a 126 y 131 a 132).
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá
lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados"; disposiciones que expresamente establecen que las supuestas lesiones a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción
ordinaria, y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el
daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción de los derechos, se
otorgue la jurisdicción constitucional.
La norma prevista en el art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece los
requisitos de forma y contenido que deben ser cumplidos en la presentación de todo recurso de
amparo constitucional, ahora acción de amparo constitucional, señalando expresamente que el
accionante deberá: “I.- Acreditar la personería del recurrente; II.- Nombre y domicilio de la
parte recurrida o de su representante legal; III.- Exponer con precisión y claridad los hechos que
le sirvan de fundamento; IV.- Precisar con precisión los derechos o garantías que se consideren
restringidos, suprimidos o amenazados; V.- Acompañar las pruebas en que se funda la
pretensión; y, VI.- Fijar con precisión el amparo que se solicita para preservar o restablecer el
derecho o la garantía vulnerados o amenazados”.
Los requisitos señalados, tanto de forma como de contenido, fueron desarrollados por la
Jurisprudencia de este Tribunal, es así que a partir de la SC 0365/2005-R de 13 de abril, citada
de forma reiterada en a través de la SC 0655/2011-R de 16 de mayo, entre muchas otras, precisó:
“…depende que tanto el juez o tribunal de amparo así como el Tribunal Constitucional puedan
compulsar sobre la base de criterios objetivos, la legitimación de las partes, así como la
veracidad de los hechos reclamados y los derechos lesionados, para en definitiva otorgar o
negar el amparo expresamente solicitado; a su vez tiende a garantizar también que con tales
precisiones puedan estar a derecho para asumir defensa en debida forma (…)
A esta altura del análisis, corresponde precisar que los requisitos exigidos por la Ley del
Tribunal Constitucional en el precepto aludido (art. 97 de la LTC) están destinados a evitar el
inicio de un procedimiento que carezca de los elementos básicos necesarios para decidir sobre
la pretensión jurídica deducida; sea para estimarla o desestimarla. De ahí que resulta
conveniente puntualizar la relevancia procesal que tienen los tres requisitos de contenido, a que
se refiere el art. 97 de la Ley del Tribunal Constitucional.
III.1.1. Exponer con precisión y claridad los hechos que le sirven de fundamento (art. 97.IIIde
la LTC).
Se trata de una relación fáctica que debe hacer el recurrente; pues está referida a los hechos
que sirven de fundamento del recurso o de la razón o razones en la que el recurrente apoya la
protección que solicita, que no siempre está referido a un solo hecho sino a varios hechos, que
de manera congruente se reconducen y sirven de fundamento del petitorio. Expuestos los hechos
en el marco señalado, impide que la acción o el contenido del recurso pueda ser variado o
cambiado a lo largo del proceso del amparo; de lo contrario se estaría frente a un nuevo
recurso.
(…)
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III.1.2. Precisar los derechos o garantías que consideren suprimidos o amenazados (art. 97.IV
de la LTC).
Como quedo precisado en el punto anterior, la causa de pedir tiene dos elementos: 1) el
elemento factico que está referido a los hechos que sirven de fundamento al recurso; 2) el
elemento normativo, es decir, los derechos o garantías invocados como lesionados por esos
hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin embargo, como en los hechos debe
acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista una relación de causalidad entre el
hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al derecho o garantía. De ahí que el
cumplimiento de esta exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar desde el
punto de vista causal, como esos hechos han lesionado el derecho en cuestión.
III.1.3. Fijar con precisión el amparo que se solicita para preservar o restablecer el derecho o
la garantía vulnerados o amenazados. (art. 97.VI de la LTC).
Por principio general, el Juez de tutela está obligado a conferir solamente lo que se le ha
pedido; esto muestra la enorme importancia que tiene el petitum de la causa, pues el Juez está
vinculado a la misma; esto es, deberá conceder o negar el petitorio formulado; solo
excepcionalmente, dada la naturaleza de los derechos protegidos es posible que el Juez
constitucional pueda conceder una tutela ultra petita de cara a dar efectividad e inmediatez a la
protección del derecho o la garantía vulnerada, cuando advierta que existió error a tiempo de
formular el petitorio. Extremo que deberá ser ponderado en cada caso concreto, al tratarse de
una excepción”.
En igual forma este Tribunal advierte que la presente acción tutelar, no cumple con lo previsto
en el art. 97.VI de la LTC, desarrollado en el anterior acápite, toda vez que, en su petitorio se
limita a enunciar de forma breve: “Solicitando que la presente acción sea ADMITIDA y una vez
se celebre la audiencia pública pido se ME CONCEDA LA TUTELA SOLICITADA y se
ordene a los recurridos a abstenerse de seguir, pretender y decir que representan a nuestro
municipio” (sic). Es así que dicho petitorio en particular y el memorial en general omite fijar con
precisión qué tipo de amparo solicita para preservar o restablecer sus derechos, conforme
estableció la SC 0365/2005-R, siendo un requisito imprescindible, toda vez que, el juez o
tribunal de garantías está obligado a conferir sólo lo que se le ha pedido, en virtud a los efectos
que debe determinarse a tiempo de emitir la Sentencia de amparo constitucional, que conforme
al autor del libro Jurisdicción Constitucional, José Antonio Rivera Santivañez, Segunda Edición,
pueden ser: “1) La anulación de la resolución ilegal o indebida que restringe o suprime los
derechos y garantías del accionante; 2) La cesación del acto ilegal o indebido a través del cual se
restringe o suprime el derecho o la garantía del accionante y, 3) La realización del acto o
emisión de la resolución para reparar la omisión ilegal o indebida que restringa el derecho o
garantía del accionante”; efectos que guardan directa relación con la naturaleza jurídica de la
presente acción tutelar establecidas en el art. 128 de la CPE.
Finalmente este Tribunal advierte una incongruencia entre la resolución emitida por el Juez de
garantías respecto del petitorio, pues como se desglosó precedentemente los Jueces o Tribunales
de garantías constitucionales, están obligados a brindar tutela cuando corresponda sólo en la
medida de lo que se ha pedido, en el caso de autos el Juez se encontraba vinculado al petitorio
formulado por la accionante, ello por el siguiente razonamiento: i) La accionante demanda la
vulneración de sus derechos a la participación política, dentro de los alcances de participar
libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, al trabajo y a ejercer funciones
públicas, a la “seguridad jurídica” y la autonomía municipal; ii) La accionante no ha aclarado ni
precisado en qué elementos fácticos de hecho radicaría la violación a sus derechos; iii) La acción
de amparo no contiene un preciso petitorio, dicho de otro modo no identifica la tutela que
solicita. Es así que con estos antecedentes extrañamente en la Resolución 2/2010, el Juez en
cinco artículos establece la conformación que debe observar el Concejo Municipal de Puerto
Quijarro, cuando dichos extremos no han sido peticionados, menos se podría aplicar la
excepción de conceder una tutela ultra petita por los defectos insubsanables que ya fueron
expuestos.
Debido al tiempo transcurrido -desde la determinación inicial del Juez de garantías hasta la
revisión por el Tribunal Constitucional-, y tomando en cuenta la forma de la Resolución que
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3579
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
POR TANTO
Manifestó que, cuando decidió ir a vivir a la Urbanización “Fortaleza”, este lugar no contaba
con ningún servicio básico ni calles, por lo que juntamente con sus vecinos tuvieron que vivir en
carpas pues se encontraban en la misma situación.
Mencionó que, después de divorciarse de Elizabeth Fernández Colque, volvió a casarse, con la
que estuvo ocupando la vivienda ubicada en la Urbanización Fortaleza, llegando a hacerse
acreedor a la titulación del mencionado inmueble por ocupación permanente y pacífica, prueba
de ello es la certificación de residencia domiciliaria otorgada por Edgar Espinoza Fernández en
calidad de “Presidente de la OTB Fortaleza Prefectural” (sic), de 24 de noviembre de 2008 y la
otorgada por la Unidad de Titulación de FONVIS.
creyendo que la fotocopia del documento que presentó Elizabeth Fernández Colque seria
auténtico; nuevamente ratificó a la Jueza que aún no se hizo la entrega por parte del FONVIS las
minutas de transferencia, razón por la cual había solicitado que ordene a dicha institución que se
extienda la minuta; la Jueza rechaza esta argumentación y señala se de cumplimiento a la
presentación de la documentación original antes referida, razón que imposibilita que siga
insistiendo en la desocupación hasta que la Jueza fue cambiada.
El accionante denuncia como vulnerados sus derechos al debido proceso, igualdad de partes que
se encuentran en litigio, a la defensa, a ser oído por la autoridad jurisdiccional imparcial,
petición individual y a la propiedad mencionando al efecto los arts.24, 56, 115.I.II, 119 y 120 de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
109 a 110 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Lucio Ferrufino Montaño, Juez Sexto de Partido de Familia del Distrito Judicial de
Cochabamba, mediante informe escrito cursante a fs. 84 y vta., refirió en lo principal que: a) La
decisión de conminar al accionante a desocupar el inmueble sólo reitera una orden impartida por
su antecesora el 3 de septiembre de 2004, como medida complementaria al divorcio demandado,
en noviembre del mismo año la “actora”, reitera su petición, posteriormente por memoriales de
16 de septiembre y 31 de octubre de 2005, Elizabeth Fernández Colque pidió la desocupación
nuevamente, las cuales fueron incumplidas no obstante su legal notificación, transcurridos un
año y medio por memorial de 1 de febrero de 2006, el accionante pide se deje sin efecto la orden
judicial dispuesta, mereciendo el Auto de 3 de febrero de 2006, denegando la solicitud y
manteniendo la orden de desocupación; b) Asimismo indicó que, el 13 de octubre de 2006,
Elizabeth Fernández Colque plantea la división y partición del inmueble, cuya desocupación se
ha instruido, la cual no fue admitida hasta el presente, a raíz de una observación formulada y no
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3582
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
subsanada; y, c) Agregó también que Elizabeth Fernández Colque el 12 de febrero del presente
año, insiste y reitera en la desocupación, solicitud que mereció el Auto de 22 de febrero de 2010,
ordenando se efectivice la misma, recalcando que fue impuesta como medida provisional, por lo
que “de ninguna manera sería ilegal sino que se halla amparada en lo dispuesto por el Art. 388
del Código de Familia”(sic). De la misma manera expresó que contra cualquier providencia o
resolución pronunciada por la autoridad jurisdiccional, la parte que crea estar perjudicada tiene
expedito el uso de los recursos ordinarios establecidos en el art. 214 de Código de
Procedimiento Civil (CPC).
Elizabeth Fernández Colque, por memorial presentado el 12 de marzo de 2010, corriente de fs.
106 a 108 vta., responde al recurso de amparo constitucional y refiere: 1) Que la acción
presentada no procede por el principio de subsidiariedad, pues no interpuso ningún recurso
contra el Auto de 22 de febrero de 2010, alude también al principio de subsidiariedad ya que el
accionante no hizo uso de la reposición en función al art. 215 del CPC; 2) De igual manera
refirió al principio de inmediatez ya que la orden de desocupación se remonta el año 2004, a
partir de aquello se emitió otras 6 conminatorias, y tomando en cuenta el tiempo transcurrido su
derecho a accionar el recurso y ahora la acción de amparo constitucional ya caducó; y, 3)
Finalmente, señaló que con la orden de desocupación simplemente se estaría impidiendo que sus
hijos vivan en alquiler en total incertidumbre, citando al efecto los arts. 58 y 59 de la CPE y 5 y
7 del Código del Niño, Niña y Adolescentes (CNNA).
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución de 12 de
marzo de 2010, cursante de fs. 111 a 113, concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto las
órdenes de desocupación de vivienda, “disponiendo que su titular trámite la ejecución de
sentencia dentro el proceso de divorcio, sujetándose a los lineamientos enunciados en esta
resolución”(sic), con los siguientes fundamentos: i) No es posible que sólo con el hecho de
haber habitado en “Pacata Alta”, apenas un mes y medio, lo que precisamente debe acreditarse
dentro del proceso, tenga que desalojarse al accionante de la vivienda que dice ser suya y que
fue construida con su nueva pareja y hogar formado, afirmación que lógicamente debe
demostrarse también en ejecución de sentencia; a cuyo efecto el Juez de la causa debe abrir el
término de prueba correspondiente para investigar esos hechos alegados por las partes y
establecer los bienes comunes y con su resultado establecer los mismos para dictar resolución
definitiva y dividir los bienes gananciales si así resultare, por lo que no debe continuar
reviviendo indefinidamente la medida provisional que nos ocupa; ii) Respecto a la obligación de
proteger a la niñez y la adolescencia abandonada y desprotegida, como argumenta el abogado de
la tercera interesada, señaló que en este caso está probado en el proceso de divorcio por
confesión de Elizabeth Fernández Colque que vive separada en otro domicilio desde octubre de
2001, por consiguiente ya no hizo vida marital con su marido (accionante) e hijos, por ello no se
justifica la orden de desocupación; iii) En cuanto a la subsidiariedad manifestó que, ocasiona la
improcedencia cuando no se agotaron los medios y recursos regulares ante la autoridad
competente. Es así que el Auto impugnado podía ser objeto de reposición, además el accionante
pudo haber usado el recurso ordinario de apelación contra tal resolución, pero la medida del Juez
demandado es con orden de desocupación mediante la fuerza pública y es inminente el peligro
de su ejecución coercitiva, por lo que puede activarse la acción de amparo constitucional
precisamente para evitar la supresión del derecho a la vivienda del accionante y su familia; iv)
Indicó que, en este caso la medida de desocupación contraviene la decisión expresa de la
Sentencia ejecutoriada que dispone calificar la comunidad de bienes en ejecución de ella, donde
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Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Edgar Espinoza Fernández, Presidente de la OTB Fortaleza Prefectural, certificó que Mario
Díaz Rodríguez y Martina Bonifaz Tufiño, asumieron todas las responsabilidades que ameritan
el cumplimiento de derechos y deberes, refiriendo que tienen bien merecido el derecho
propietario (fs. 9).
II.3. Por informe de Irene Rendón Céspedes, Notaria de Fe Pública 90, se dio a conocer que la
escritura 4090/97, no existía toda vez que de la escritura 4089 salta al 4092 por lo que el
testimonio sería falso (fs. 10).
II.4. Según Sentencia 98 de 16 de marzo de 2005, quedó disuelto el vinculo matrimonial y “con
relación a los bienes no estando en los puntos a probar su averiguación a ejecución de
Sentencia” (sic)(fs. 46 a 47 vta.).
El accionante sostiene que la autoridad demandada lesionó sus derechos al debido proceso, a la
igualdad de partes que se encuentran en litigio, a la defensa, a ser oído por la autoridad
jurisdiccional imparcial, petición individual y a la propiedad, toda vez que la orden de
desocupación de 22 de febrero de 2010, tendría como consecuencia la vulneración del derecho al
“habitad y vivienda” entre otros, puesto que no se resolvió la demanda de división y partición de
bienes. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
El art. 129 de la CPE, en concordancia con el art. 94 de la Ley del Tribunal Constitucional
prevén el principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional, estableciendo que
se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de
los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados; otra de sus características es la
relativa al principio de inmediatez, debiendo plantearse en el plazo máximo de seis meses,
computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial.
De la atenta revisión de la acción de amparo constitucional que nos ocupa, se tiene que el
accionante, a partir de la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional; la acción de amparo constitucional se constituye en un
instrumento subsidiario, es decir, que su aplicación es previo agotamiento de las vías ordinarias
de defensa, de no ser así se estaría desnaturalizando la misma, pues el accionante conforme
establece el art. 518 del CPC, pudo apelar el Auto de 22 de febrero de 2010, para obtener la
protección que otorga la presente acción de amparo constitucional. El accionante por si o por
medio de su representante, debió previamente agotar todos los medios ordinarios o
administrativos ante la autoridad que considere que lesionó sus derechos, y para el caso de
subsistir el acto ilegal u omisión indebida, éste deberá acudir ante las instancias superiores que
tengan facultad para hacer cesar la amenaza, restricción o supresión de los derechos y garantías,
en este caso el recurso ordinario de apelación; de modo que sólo cuando se agotan dichos
medios, podrá acudirse a esta jurisdicción en busca de protección, de no ser así, la jurisdicción
constitucional no puede operar como recurso sustitutivo, tampoco puede suplir las omisiones en
el no uso oportuno de los mismos, ni se constituye en una instancia más dentro de los procesos
ordinarios o administrativos previstos por el ordenamiento jurídico.
POR TANTO
ofrecía igual suma, con detalles técnicos similares a los de PAT Ltda., actuación que lesionó los
procedimientos establecidos en su Estatuto, vulnerando de esa forma sus derechos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 9 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 55
a 58, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los accionantes manifestó que no contaba con “poder” para representar a los
accionantes, quienes no se encontraban presentes y es que no fueron notificados personalmente.
El demandado presentó informe escrito, cursante de fs. 44 a 45 vta., en el que manifiesta: a) Los
Vocales que admitieron la acción de amparo violaron flagrantemente los arts. 129.I de la CPE;
28, 29.I.II de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC); 58 del Código de Procedimiento Civil
(CPC); y la SC “1261/2001-R”, que se refieren a la legitimación activa y la acreditación de la
personería jurídica para presentar demandas y recursos constitucionales; porque admitieron la
demanda de amparo sobre la base de una fotocopia simple y no exigieron que se acredite la
personería de los accionantes; es decir, sin que exista legitimación activa; además de que no
demostraron cuál era la relación entre la supuesta ilegalidad y sus derechos; b) La Asociación
Cruceña de Comparsas Carnavaleras vio por conveniente dejar sin efecto la Resolución
aprobada el 28 de diciembre de 2009, como acreditan por la copia legalizada del acta de reunión
de Directorio de 21 de enero de 2010, en la que participaron siete Directores presentes; y, c)
Adjuntan copia legalizada de su primera reunión de Directorio, en la que se puede verificar los
nombres de los doce directores titulares, más el Secretario de Actas por lo que solicitó se
deniegue la tutela, con costas, daños y perjuicios a ser calificados en ejecución de fallo.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituidos en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 9 de
marzo de 2010, cursante de fs. 56 vta. a 58, denegó la tutela solicitada, sin costas, multas ni
responsabilidad civil y penal, con el argumento de que los accionantes carecían de personería
jurídica, ya que la misma no fue adjuntada para representar a la Comparsa “Escandalosos” y en
consecuencia para interponer la presente acción.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. Por memorial presentado el 18 de enero de 2010, los accionantes interponen la presente
acción de amparo constitucional (fs. 21 a 25), adjuntando fotocopias simples de sus cédulas de
identidad (fs. 12 y 13) y dos cartas de 18 y 26 de enero de 2010 (fs. 14 y 17), por las que
solicitan el “Paquete Carnavalero de su comparsa 'Escandolosos'” adjuntando la “Lista
actualizada de la Comparsa 'Escandalosos 2009'” en la que figuran los nombres de los
integrantes de la directiva y socios de esa Comparsa (fs. 18 a 19).
Los accionantes denuncian lesión del principio de legalidad y del derecho a la “seguridad
jurídica”, arguyendo que la reunión del Directorio de la Asociación Cruceña de Comparsas
Carnavaleras, de 28 de diciembre de 2009, viola lo establecido en el Estatuto de la mencionada
Asociación, porque se celebró con un número de miembros que no está previsto en su art. 31, así
como tampoco se observó el art. 40, que establece la reunión del, “Directorio Ampliado”, que
señala la invitación a los representantes de las comparsas afiliadas a participar con derecho a
voz. En revisión, corresponde analizar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o
denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional, comprendida en el art. 128 de la CPE, está instituida por
mandato constitucional, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir derechos fundamentales y garantías constitucionales.
Se constituye entonces en una de las acciones de defensa más amplia en cuanto al alcance de su
ámbito de tutela y protección de derechos, rigiendo para su interposición, los principios de
inmediatez y subsidiariedad, conforme lo establece el art. 129 de la Ley Fundamental;
denotándose de la naturaleza de esta acción su objeto de protección y resguardo de derechos en
el marco de los valores y principios ético-morales establecidos en la Constitución Política del
Estado, contribuyendo desde la justicia constitucional a efectivizar y materializar esos valores y
principios para una vida armoniosa, con equidad, igualdad de oportunidades y dignidad, entre
otros valores, en los que se sustenta el Estado Plurinacional y que son parte de la sociedad
plural.
En ese sentido, por el principio de economía procesal, que no sólo busca la celeridad en la
solución de los litigios, sino que a la vez busca evitar que el trabajo del juez se vea duplicado y
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3590
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
que el proceso sea mas rápido; la aplicación de este principio consiste, principalmente, en
conseguir el mayor resultado con el mínimo de actividad de la administración de justicia, en
virtud a ello, la jurisdicción constitucional, en revisión ingresará a analizar el extremo
denunciado, no obstante, haber desaparecido la lesión a los derechos invocados como
vulnerados.
De los antecedentes procesales remitidos a este Tribunal, se evidencia que una vez que los
accionantes formularon la presente acción de amparo constitucional el 18 de enero de 2010, y
notificado el demandado el 20 de ese mes y año, éstos mediante memorial de 23 de enero del
referido año, remiten al Tribunal de garantías una copia legalizada de las partes pertinentes del
acta de reunión de Directorio realizada el 21 de enero del citado año, por la que acuerdan dejar
sin efecto la decisión asumida en la reunión de Directorio de 28 de diciembre de 2009, cual se
evidencia de la Conclusión II.2, determinación que es ratificada mediante informe presentado el
25 de enero de 2010, .
Cabe aclarar que al haberse dejado sin efecto la decisión asumida en la reunión de Directorio de
28 de diciembre de 2009, que fue cuestionada por los accionantes, se resolvió la denuncia objeto
de la pretensión -nulidad de la Resolución- respuesta que se dio antes que se realizará la
audiencia de amparo constitucional, situación que no fue advertida por el Tribunal de garantías;
extremo que no puede ser compulsado por esta jurisdicción constitucional, al haber desaparecido
el objeto de la presente acción de defensa, ya que un razonamiento contrario, implicaría permitir
a las partes a que sin necesidad alguna vuelvan a activar la jurisdicción constitucional, cuando
en los hechos ya no existe lesión alguna a los derechos considerados como lesionados; como
resultado de la respuesta inmediata que dieron los demandados, desapareciendo de ese modo el
objeto de la acción de amparo constitucional, quedando superado el hecho reclamado, lo que
refrenda la denegación de la tutela impetrada
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 03/2010 de 19 de marzo, cursante de fs. 439 a 442 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Carmen García Ocaña de Soria
contra Julio Huarachi Pozo y Marco Ernesto Jaimes Molina, Vocales de la Corte Superior -
ahora Tribunal Departamental de Justicia-; Miriam Teresa Tapia Heredia y José Carlos
Montoya, Jueza Séptima de Partido en lo Civil y Comercial y Juez Quinto de Instrucción
en lo Civil respectivamente, del Departamento de Oruro.
Mediante memorial presentado el 26 de febrero 2010 cursante de fs. 349 a 358 vta., la
accionante, deduce acción de amparo constitucional, expresando en su conjunto los siguientes
argumentos:
En el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Civil, se ha instaurado una acción legal sobre acción
reivindicatoria y entrega de bien inmueble, acción seguida contra Wilfredo Miranda Alanez en
razón de haberse anulado la adjudicación del inmueble ubicado en la Urbanización “Jardín” Nº
D-4, zona Norte de la ciudad de Oruro, en el proceso ejecutivo incoado por éste último contra el
esposo de la accionante, Félix Soria Valdez, porque recayó en el 100% del inmueble, situación
irregular en concepto de la ahora accionante, puesto que su persona como copropietaria nunca
dio consentimiento expreso para que se pueda afectar el 50% que le corresponde como bien
ganancial; indica que no fue garante menos deudora de la obligación contraída; con dichos
fundamentos interpuso la Resolución de proceso de nulidad de escritura pública, obteniendo la
Resolución de 20 de noviembre de 2002, dictada por Hernán Condori Crespo, Juez Tercero de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3592
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Que ante el error del Juez Tercero de Partido en lo Civil y Comercial que dispuso la cancelación
de la partida 1630 cuando lo correcto era 630/96, la imposibilidad de modificar éste en el mismo
proceso que en primera instancia fue realizada por la propia autoridad judicial y apelada por
contrario que inviabiliza esta corrección de error numérico, hizo que inicie una demanda nueva
en el Juzgado Segundo de Partido en lo Civil y Comercial que concluye con la Resolución
758/2003 de 27 de agosto, dictada por Heriberto Espada Moreno, por el cual se rectifica el error
cometido por Hernán Condori Crespo, encontrándose las dos Resoluciones con calidad de cosa
juzgada; y, se puede concluir de la certificación emitida por la oficina de DD.RR. que se ha
dispuesto la cancelación de la escritura pública 16/96, suscrita ante la Notaria de Fe Pública,
Nelly Martínez, así como la partida “1630/96” de la oficina de DD.RR., siendo los actuales
propietarios del inmueble Carmen García Ocaña de Soria y Félix Soria Valdés cuyo registro de
derecho propietario es la matrícula computarizada 4.01.1.01.0013689.
Observada la presente acción de amparo por Auto de 1 marzo de 2010, cursante a fs. 360; la
accionante a través del memorial presentado el 4 de marzo de 2010 de fs. 362 a 367 vta.,
subsana los puntos observados, aclarando que los derechos conculcados son la “seguridad
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3593
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
jurídica” y el debido proceso; de la misma manera precisa la relación de los hechos referido a la
actuación de las autoridades demandadas; señala además que se habría vulnerado el derecho a la
propiedad previsto en el art. 56.1 de la CPE y el art. 1453 del Código Civil (CC), solicitando
finalmente se disponga la nulidad de la Resolución 19/2008 el vicio más antiguo, y que el Juez
de primera instancia dicte una nueva Resolución.
A tiempo de establecer los derechos y garantías vulnerados la accionante estima lesionados sus
derechos a la “seguridad jurídica”, el debido proceso, a la propiedad citando al efecto los arts.
13.II, 56.1 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 19 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
431 a 438 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Los Vocales Julio Huarachi Pozo y Marco Ernesto Jaimes Molina el 19 de marzo de 2010,
presentan su informe por escrito ante el Tribunal de garantías, sosteniendo que: 1) La acción
tutelar es presentada el 26 de febrero de 2010, con relación a las notificaciones con el Auto
Supremo, esta acción se hallaría fuera del plazo de seis meses taxativamente señalado por el art.
129.II de la CPE al respecto, no es aplicable la jurisprudencia correspondiente a la Constitución
Política del estado abrogada que a falta de norma expresa fijó un plazo relacionado con el
principio de inmediatez; 2) Los fundamentos del Auto Supremos 017/2009, ponderan que en los
hechos tuvo lugar la adjudicación por Wilfredo Miranda Alanez del inmueble objeto de litis
como emergencia de un proceso ejecutivo, en el cual fuera de la deuda que con este contrajo el
esposo de la hoy accionante, consta la erogación de dineros del adjudicatario, además de la
confesión de la accionante, en su oportunidad de que habida cuenta del carácter ganancialicio de
aquel bien su derecho propietario alcanzaba únicamente al 50 % del mismo; 3) En definitiva, la
verdad jurídica emergente de la nulidad de la escritura pública de dicha adjudicación, al
tensionarse con el derecho legitimo de Wilfredo Miranda Alanez determinó se pondere como
prevalentes, en el caso concreto, el valor justicia social y el principio de verdad material
orientadores de la jurisdicción ordinaria conforme a los arts. 8.IIy 180.I de la vigente CPE.
Por su parte la Jueza demandada Miriam Teresa Tapia Heredia, el 19 de marzo de 2010,
presenta su informe por escrito indicando que:
Dentro del proceso de acción reivindicatoria seguido por Carmen García Ocaña de Soria contra
Wilfredo Miranda Alanez el Juez Quinto de Instrucción en lo Civil había pronunciado
Resolución declarando probada la demanda e improbada la demanda reconvencional interpuesta
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3594
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por el adjudicatario, disponiendo la notificación de éste a objeto de que dentro de treinta días
entregue el inmueble bajo alternativa de desapoderamiento sin lugar a los daños y perjuicios
reclamados en la demanda principal como en la acción reconvencional, apelado este fallo se
dictó el Auto de Vista 10/2009, revocando la Resolución 19/2008, en el que se declaró
improbada la demanda e improbada la acción reconvencional, fallo que se sustenta en el hecho
de que la accionante siendo propietaria sólo del 50% no podía demandar la entrega del 100% del
inmueble, sub-rayándose que, el Juez Quinto de Instrucción en lo Civil al haber pronunciado
sentencia declarando probada la demanda habría obrado sin criterio legal.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la
Resolución 03/2010de 19 de marzo, cursante de fs. 439 a 442 vta., por la que concedió en parte
la tutela, y dispuso: a) La nulidad del Auto Supremo 017/2009, dictado por la Sala Civil Primera
de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro;
b) Dispone que dicho Tribunal emita un nuevo Auto Supremo atendiendo las alegaciones y
reclamaciones de las partes, sin incorporación de ningún otro elemento de juicio que no ha sido
ejercido por ninguna de ellas; y, c) Deniega la tutela respecto de la Jueza Séptima de Partido en
lo Civil y Comercial como también del Juez Quinto de Instrucción en lo Civil, con costas y
responsabilidad civil contra las autoridades de la Sala Civil Primera que deba averiguarse en
ejecución del fallo; con los fundamentos descritos en dicho fallo.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Que el Auto Supremo 017/2009 fue pronunciado el 14 de agosto de 2009 como se puede
evidenciar de fs. 331 a 335, el mismo que es notificado a la accionante Carmen García Ocaña de
Soria, el 18 de agosto de 2009 (fs. 336).
II.2. La acción de amparo constitucional fue presentada el 26 de febrero de 2010 (fs. 358 vta.).
Conforme a lo establecido por la norma constitucional citada, esta acción es un medio que tiene
por fin el resguardo y la protección de los derechos fundamentales cuando éstos han sido
vulnerados.
En este sentido, el amparo constitucional es una acción de defensa que se rige por los principios
de inmediatez y subsidiaridad, cuya finalidad es la protección de los derechos y garantías
lesionados por actos, resoluciones u omisiones indebidas ejecutadas por funcionarios públicos o
particulares siempre que no exista otro medio o recurso reconocido por ley para esa protección,
dentro de los plazos razonables para su oportuna tutela como así lo han reconocido las SSCC
0521/2010-R y 0261/2010-R.
causa no se puede pretender que esta jurisdicción esté supeditada en forma indefinida para
otorgarle protección´.
Respectos de los actuados que se produjeron como consecuencia del fallo dictado por el
Tribunal de garantías, es preciso indicar que bajo los principios de seguridad jurídica y
certidumbre procesal, dado el tiempo transcurrido, es menester mantener los efectos del fallo
dictado, como así lo ha asumido la SC 0595/2010-R de 12 de julio.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 03/2010 de 19 de marzo de 2010 cursante de fs. 439 a 442 vta.,
pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial -
ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Oruro, y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada, con la aclaración que no se ingresó al análisis de fondo la problemática planteada.
2º De conformidad con el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional 1836 se resuelve
mantener los efectos de la determinación asumida por el Tribunal de garantías, declarando
subsistentes los actuados procesales posteriores a la emisión de la mencionada Resolución.
Regístrese notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi.-Magistrada.
Dr. Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Dra. Carmen Silvana Sandoval Landívar.-Magistrada.
Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco.-Magistrada.
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
actuación e incluso esperó aproximadamente veinte minutos, preguntando a María Belén Egüez,
Secretaria General, quien le señalo: “…que la audiencia preliminar ya se habría llevado a
cabo…”, y exhortándole a que siga esperando, e inmediatamente le notifican con el acta de
audiencia y Resolución 06/2008 de 20 de octubre, expedida por el codemandado Jaime Solíz
Phiel, sancionándole con la destitución definitiva de su cargo y retiro de la carrera fiscal. Contra
la aludida decisión presentó apelación el 24 de octubre de 2008. Misma que es resuelta por la
Resolución 003/2009 de 2 de marzo, emitida por los hoy demandados Mario Uribe Melendres,
Héctor José Tapia Cortéz, Luis Alberto Arellano quienes confirmaron en todas sus partes la
Resolución 06/2008.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y que se, disponga: a) Dejar sin efecto las resoluciones dictadas por
las autoridades demandadas; b) La inmediata reincorporación al cargo de Fiscal de Materia, con
el mismo nivel jerárquico y continuar ejerciendo sus funciones; y, c) La cancelación de sus
haberes retenidos desde el 27 de mayo de 2009.
Mario Uribe Melendres, Fiscal General -hoy del Estado-, codemandado, presentó informe
escrito, puntualizando, que: 1) El art. 129.II de la CPE refiere que la acción de amparo
constitucional, rige el principio de inmediatez y debe ser interpuesta dentro de los seis meses
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa; 2) El ahora accionante fue notificada personalmente con la última Resolución
003/2009 de 2 de marzo y recién interpuso la demanda de acción de amparo constitucional el 20
de enero de 2010, “es decir después a los siete meses y 24 días de haber tenido conocimiento
de la Resolución 003/2009, que ahora pretende dejar sin efecto mediante la presente acción
de Amparo…” (sic); 3) La Sala Civil Segunda de la Corte Superior -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Chuquisaca, mediante Auto de 18 de diciembre de 2009, declaró
por no presentada la demanda de acción de amparo constitucional incoada por el ahora
accionante al no haber subsanado defectos formales “por culpa única y exclusiva de la misma”;
4) La actora ocultó maliciosamente la comisión de su falta disciplinaria hasta el 11 de junio de
2007, en que salió de vacaciones y “deja de tener control absoluto del caso (T502/04) por que
fue sometida a proceso disciplinario, por que el suplente advirtió de la negligencia de la ahora
demandante…” (sic); 5) Si la actora estaba de acuerdo con la extinción de la causa penal, debió
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3599
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Jaime Solíz Phiel, Fiscal Departamental de Santa Cruz, codemandado, presentó informe escrito,
arguyendo, que: i) En el memorial de acción de amparo constitucional de 20 de enero de 2010,
el accionante hace alusión a las Resoluciones 06/2008 y 003/2009, estando fuera del plazo de los
seis meses; ii) Con relación al principio de “subsidiaridad” el accionante no ha tomado en cuenta
el contenido de las SSCC 700/2003-R y 1514/2005-R, habiendo sido presentada
extemporáneamente, desnaturalizando la esencia de esta tutela; y, iii) No corresponde otorgar la
misma por no haber cometido ningún acto ilegal o indebido, por lo que solicitó se declare “la
improcedencia de este recurso”.
Los codemandados Héctor José Tapia Cortez y Luis Alberto Arellano, ex miembros del Tribunal
Nacional de Disciplina de la Fiscalía General del Estado, no exhibieron informe, ni se
presentaron en audiencia, pese a su legal citación con la demanda tutelar.
Joadel Bravo Bezerra, pese a su legal citación, no se presentó en audiencia ni hizo llegar su
informe escrito.
I.2.4. Resolución
computo del plazo se reinicia a partir de la notificación con la decisión del Tribunal de
Garantías” (sic), señalando al respecto la SC 0828/2006-R de 22 de agosto, y AC 0133/2007-
RCA de 24 de abril.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías, hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso disciplinario iniciado contra el ahora accionante, se emitió la
Resolución 003/2009, que confirmo íntegramente la Resolución 06/2008, (fs. 30 a 36) emitida
por Mario Uribe Melendres, Fiscal General a.i., Héctor José Tapia Cortéz y Luis Alberto
Arellano, miembros del Tribunal Nacional de Disciplina de la Fiscalía General del Estado,
actuado que fue notificado a la ahora accionante el 26 de mayo de 2009 (fs. 37).
II.2. Cursa memorial de demanda de acción de amparo constitucional incoada por María
Dolores Olmos Solíz, presentada el 26 de noviembre de 2009 en el Distrito Judicial -hoy
departamento- de Santa Cruz, (fs. 254 a 260), mismos remiten antecedentes a Chuquisaca por
corresponder a esta jurisdicción (fs. 261), radica la causa en el Tribunal de garantías de la Sala
Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Chuquisaca, consecuentemente es observada por providencia de 11 de diciembre del
mismo año, por contener defectos de forma previsto en el art. 97.V de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC) (fs. 267), y por Auto de 18 de diciembre de 2009, la autoridad colegiada
declara “por no presentada la acción de amparo constitucional de fs. 79-84…” (sic), con la que
se notificó a la accionante el 19 de diciembre de 2009.
II.3. La última demanda fue presentada el 20 de enero de 2010, conforme el cargo emitido por
Ivar Amael Rendón Torrez, Auxiliar de la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -
ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Chuquisaca (fs. 90).
La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, fue instituida como
una acción tutelar, medio de defensa y de trámite especial y sumarísimo, que tiene por objeto
restablecer y restituir el goce efectivo de derechos fundamentales y garantías constitucionales de
las personas con carácter preventivo y correctivo, protegiendo amenazas, restricciones o
supresiones ilegales, arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no solo de servidoras y
servidores públicos sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el
orden constitucional.
La presente acción, ha señalado mediante la SCP 0002/2012 de 13 de marzo, que: “…el amparo
constitucional boliviano en su dimensión procesal, se encuentra concebido como una acción
que otorga a la persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa de sus
derechos fundamentales y garantías constitucionales… pues se trata de una verdadera acción
de defensa inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos y
garantías fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un
proceso constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes
a las del proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto
específico y diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una
causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o
inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un
régimen jurídico procesal propio”.
Previo al ingreso del análisis de fondo del caso presente, debemos referir que la acción de
amparo constitucional, ostenta el principio de inmediatez, considerando que la parte accionante
que reclama tutela constitucional, tiene la obligación de plantear su demanda dentro del plazo
perentorio y fatal de seis meses, que es computable a partir de la vulneración alegada o de
notificada la última decisión administrativa o judicial.
El art. 129.II de la CPE, ordena: “La acción de amparo constitucional podrá interponerse en el
plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de
notificada con la última decisión administrativa o judicial”, presupuesto del principio de
inmediatez, determinando que el impetrante de tutela de acción amparo constitucional, tiene
potestad de ejercer su derecho dentro este plazo razonable, caducando el mismo en caso de no
acudir a tiempo a la justicia constitucional, siendo que“…es un mecanismo sencillo, rápido y
efectivo para la protección de derechos Fundamentales no tutelados por otros recursos
específicos, en ese contexto, esencialmente la rapidez como característica del principio de
inmediatez se encuentra circunscrita al plazo de seis meses para su interposición…” (SC
1039/2010-R de 23 de agosto).
vulnerado deberá presentar el recurso de manera inmediata, máximo dentro de los seis meses
de conocido el supuesto acto ilegal o la última actuación, siempre que la parte recurrente
hubiese utilizado todos los medios y recursos idóneos…”.
(…)
Lo cual significa, que no es posible que el agraviado deje pasar cierto tiempo sin prestar
atención al trámite, es decir actuando sin interés en causa propia, y después de un tiempo,
nuevamente vuelva a reclamar y luego otra vez abandonar su reclamo o medio impugnativo,
así sucesivamente sólo para interrumpir o dejar en suspenso el plazo de caducidad, sin que
frente a una falta de definición se acuda rápidamente al amparo como mecanismo de protección
inmediata…” (el subrayado y las negrillas son nuestras).
Bajo estas líneas jurisprudenciales glosadas, se puede inferir que el término de petición de
protección de tutela, es “…El contenido negativo de la inmediatez, se entiende porque ante la
eventualidad de la vulneración de un derecho, se supone que una vez agotada la vía ordinaria,
su reclamo se efectuará de manera inmediata, lo contrario implica que la acción tutelar, se
encontraría de manera indefinida a expensas de la voluntad del actor, razón por la cual es
entendible que exista un tiempo razonable dentro de cuyo margen la persona podrá activar su
reclamo siempre que tenga interés en hacerlo” (SC 1670/2011-R de 28 de octubre).
En un caso similar, se determinó que ante la interposición de dos acciones de defensa con la
misma identidad de persona, causa y objeto, siempre y cuando en la primera no se haya
ingresado al análisis de fondo, estableciéndose el computo de plazos de la siguiente forma:
“…resulta necesario establecer que el cómputo del plazo de los seis meses para interponer el
recurso de amparo constitucional, se inicia desde ocurrido el acto ilegal vulneratorio de
derechos (…) y si este permite impugnación se inicia el cómputo desde la última actuación
efectuada en reponer el derecho vulnerado; empero, en los casos en que como el presente, se
interpuso un recurso de amparo constitucional que culminó con una resolución constitucional
que no ingresó al fondo; el plazo se suspende durante ese periodo; es decir, que el cómputo se
corta con la interposición del recurso de amparo constitucional en este caso, y luego se reinicia
o continúa el cómputo desde la notificación de la resolución o sentencia constitucional que no
ingresó al fondo…” (SC 0377/2010-R de 22 de junio).
de 2009, por contener “defectos formales”, previstos en el art. 97.V de la LTC, siendo que la
prueba que acompañó la accionante a la demanda consistía en fotostáticas simples.
De estos análisis sin que exista un detrimento para al Ministerio Público, tenemos que
considerar la jurisprudencia desarrollada en la SC 0203/2010-R de 24 de mayo, señalando que:
“En ese sentido, y en mérito a una interpretación previsora a la que está sujeta la jurisdicción
constitucional y en resguardo de la seguridad jurídica, corresponde disponer la subsistencia y
validez de todos los actos y resoluciones que hubiera dictado el accionante en tal calidad, a
consecuencia del cumplimiento de la resolución del Tribunal de garantías; ello para evitar que
los efectos de la presente Sentencia…”.
provocaría una colisión jurídica y dilataría la tramitación de las causas penales de los casos que
estaba a cargo la accionante en calidad de directora funcional de las investigaciones y solo
causarían perjuicios a terceras personas, aspectos que contravendrían principios de economía y
celeridad procesal en materia penal, aclarando que esta modulación solo será válida, en caso de
haberse cumplido con la Resolución emanada por el Tribunal de garantías.
Por los fundamentos expuestos el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela de acción
de amparo constitucional, no ha evaluado correctamente los datos del proceso y normas
aplicables al mismo.
POR TANTO
I.1.3. Petitorio
miembros del referido Sindicato y los de la “Federación” podían haberle sancionado, previo
proceso, y así la resolución que ellos emitan podía haber sido impugnada.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido Mixto y de Sentencia de Villazón del entonces Distrito Judicial de Potosí,
constituido en Juez de garantías, por Resolución 28/2010 de 6 de febrero, cursante de fs. 71 a 73,
resolvió conceder la tutela solicitada por Juan Carlos Armaly Oroza, con los siguientes
fundamentos: i) El derecho fundamental al trabajo tiene connotaciones de orden legal previstos
en los arts. 8 y 9 de la CPE, que contemplan entre otros valores la igualdad, la inclusión,
igualdad de oportunidades y responsabilidades; así como los fines y funciones del Estado; ii) El
art. 46 de la norma referida, consagra el derecho al trabajo de toda persona y, respecto a la
organización sindical señala que todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a
organizarse en sindicatos; iii) El demandado, al ser representante del Sindicato de Transporte “1º
de Mayo” asume la responsabilidad de los actos ordenados por las bases; por tanto, adopta
también la responsabilidad de las medidas tomadas; sin embargo, en su condición de dirigente,
es su deber orientar sobre los aspectos factibles, legales e ilegales en que incursionan; iv) Se ha
impedido el desarrollo laboral del accionante, al evitar que pueda mover su camión, y cargar la
mercadería a cuyo cargo está por orden del importador; v) Se desconocieron las vías legales
correspondientes, ya que mencionaron “la penal y la del Ministerio del Trabajo” (sic), pero en
ninguna de estas vías se inició una acción por vulneración a sus derechos; vi) Se han lesionado
los derechos al trabajo, a la vida y a la “seguridad jurídica”; puesto que, los demandados no
optaron por la vía legal para la solución de sus conflictos; vii) Todo derecho al ser igual que los
demás debe inclinar la ponderación de los mismos en base a su mayor importancia; es decir,
lograr la convicción respecto de su mayor preponderancia, aspecto que no fue expuesto ni
demostrado; y, viii) No existe disposición constitucional que obligue a afiliarse en un
determinado sindicato.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la
Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria,
posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3607
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, en el marco
de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente
causa, dictándose la Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Cursa factura de 3 de febrero de 2010, por el pago del servicio de almacenaje en la empresa
ALBO S.A., por un periodo de treinta días; y un fax de la carta de autorización de carga, enviada
por el propietario de la mercadería, Antonio Bernal (fs. 2 y 5).
La acción de amparo constitucional establecida en el art. 128 de la CPE, es una acción tutelar de
defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la misma Norma Fundamental y las leyes.
de autoridades públicas o personas particulares; por ello tiene una tramitación especial y
sumarísima (RIVERA SANTIVÁÑEZ, José Antonio. “Jurisdicción Constitucional -Procesos
Constitucionales en Bolivia-”. Tercera Edición. Cochabamba: Editorial Kipus, pág. 381).
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los
derechos fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con
relación a la protección de derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero,
por la misma naturaleza jurídica del amparo constitucional como acción extraordinaria de
defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la materialización de los principios
ordenadores de la administración de justicia.
En cuanto a los alcances de las medidas de hecho, este Tribunal a través de la SC 0832/2005-R
de 25 de julio, entre otras, señaló que son: '…los actos ilegales arbitrarios que desconocen y
prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda,
realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos que
resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la
gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar
derechos fundamentales…'; y en cuanto a los fundamentos de la prescindencia de la
subsidiariedad agregó que: 'La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso
del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano
propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo
ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias…',
entendimiento que no contraviene el actual orden constitucional, por tanto puede ser asumido
de conformidad a lo establecido por el art. 4.II de la Ley 003.
No obstante, se deja presente que existen requisitos para considerar la situación como medida
de hecho y hacer abstracción de las exigencias procesales, como ser:
1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está
frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se
encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea
autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los
medios o acción; la presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera
oportuna e inmediata, haciendo abstracción de la subsidiariedad. De lo contrario no justificaría
la premura ni gravedad y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas
pertinentes según sea el caso, y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional.
3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no
se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro está, a la
naturaleza de los mismos.
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive”.
El derecho al trabajo consagrado en el art. 46.I. de la CPE, dispone que: “toda persona tiene
derecho al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin
discriminación y con remuneración o salario justo, equitativo, satisfactorio, que le asegure para
sí y su familia una existencia digna”. De lo referido, se establece que es un derecho el cual debe
ser protegido y respetado para lograr una armonía social.
En este sentido, el derecho al trabajo es la base para una vida digna, significa que todas las
personas deben tener la posibilidad de ganarse la vida con el trabajo que elijan, que les permita
llevar una vida decente a ellos y a sus familias.
De tal manera que cuando se viola un derecho fundamental en esa instancia procesal sea
judicial o administrativa, deviene en la inobservancia a este principio de orden general y
procesal, es decir, es un efecto o consecuencia; más sin embargo ello no implica que sea
tutelable, precisamente y como se tiene explicado, por no ser un derecho autónomo, como
sostuvo la pasada jurisprudencia de este Tribunal. Por ello, cuando se exigía la tutela en su
generalidad se lo hacía unido a otros derechos como lógica consecuencia, no así de manera
independiente”.
de los derechos y garantías fundamentales previstos en la Ley Fundamental, es decir, que sea
previsible para la sociedad la actuación estatal; este entendimiento está acorde con el nuevo
texto constitucional, que en su art. 178 dispone que la potestad de impartir justicia emana del
pueblo boliviano y se sustenta, entre otros, en los principios de independencia, imparcialidad,
seguridad jurídica, probidad y celeridad".
Con relación al primer punto, Juan Carlos Armaly Oroza alega que el demandado al bloquear
con dos vehículos de alto tonelaje su camión, adoptó claramente medidas de hecho impidiendo
que pueda realizar su trabajo; situación que fue corroborada por el informe del funcionario de la
Unidad Operativa de Tránsito, mediante el cual se evidencia que hubieron amenazas de
continuar con esa actitud hasta las últimas consecuencias; en cuanto al segundo requisito, la
actitud del demandado y sus bases originaron un daño irreversible e irreparable, considerando
que la actividad desarrollada por el accionante se constituye en la única fuente de ingreso
económico, para satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia, por lo que se produce una
vulneración a sus derechos fundamentales alegados; con relación al tercer requisito, en el
presente caso, no existen derechos controvertidos; puesto que, los derechos citados como
vulnerados son intuito personae; finalmente, con relación al cuarto requisito, el accionante no
pudo dar su consentimiento para que los actos denunciados, se efectúen en su detrimento,
ocasionando la vulneración a sus derechos.
POR TANTO
Vásquez, Ely Patricia Masco Arana, Hiltón Cespedes Pérez, Jhon Mayna Silva, Franklin
Pérez Maniguari, Pedro Rojas Paredes, Jhonn Chailh Chupinagua Domínguez, Juan José
Flores Arauz, Leny Gonzales Senepo, Roberto Rudy Saucedo Cabrera, José Antonio
Salvatierra Cuellar, Robín Balcarcel Fernández, Fátima Cayuba de Flores, Hugo
Campero Núñez, Gil Maniguari Marupa, Roxibana Guarena Pedraza, King Davys
Sánchez Ríos, Félix Condori Jarandilla, Hermes Pérez Maniguari, Alberto Hurtado
Montenegro, Elián Salvatierra Aguada, Salustiano Trujillo Arias, Victoria Gloria Alcon
Puerta, Arlindo Polanco Rodríguez, Pedro Flores Cruz, Priscila Sanjinez Gilarde, Alfredo
Fernández Córdova, Iván Alexis Saat Palma, Jacob Carballo Tirina, Enrique Alberto
Jurado Quisbert, Salomón Alfredo Orbes García, Micerelly Coitines Da Silva, Celin Pérez
Maniguari, Javier Aiguana Cartagena, Cintia Monica Puerta Campos, Miguel Ángel
Alonzo Castro, Jaime Archondo Paradi, Ruth Roca de Parada, Wilber Manuyama
Aiguana, Martín Cristian Echenique Moreno, Porfidio Jerez Amutari, Carlos Ricardo
Araujo Aguada, Vladimir Banegas Estremadoiro, Delsen Joaniquina Bustillos, Rolberth
Yonny Da Silva Ruiz, Juan Antonio Tibubay Bate, Roger Tanaka Ordoñez, David Jonatan
Zabala Menacho, Liniker Zabala Alonzo, María de Fátima Zabala Suarez, Alcides
Rivarola Sosa, Jesús Álvarez Carballo, Juan Daniel Huasebe Ascarrun, Franklin Antezana
Soeth, Hilaria Mejía Romero, Robín Espinoza Heredia, Valerio Camargo Gonzales, Juan
de Dios Esprella Cruz, Robelino Ribero, Donato Willy Condori Quispe, Víctor Hugo Valda
Pedrazas, Ángel Juan Rocha Tarqui, Moisés Elías Saca Zegarra, Roberto Terrazas
Ventura, Ronny Silver Balcazar Sosa, Eliecer Sossa Inuma, Gilmar Ampuero Almeida,
Lorgio Méndez Mardoñez, José Freddy Viquiña Tibi, Verónica Rocha Macuapa,
Rosalinda Cruz Sivi, Cesar Cruz Sivi, María Giovanna Sánchez Espinoza, Paula Yamalita
Dufentti Shimokawa, Nury Grijalda Flores Antelo, Alejandro Condori Mejía, Fátima
Domínguez Caraballos, Franz Mamani Mamani, Blanca Mamio Caya, Litton Herrera
Sobrino, Noemy Calpiñeiro Siany, Ruth Hurtado Cuadiay, Ronal Riva Herrera, Alexandre
Roberto Chances Oliveira, Katthy Quiñones Herrera, Rocio Elizabeth Calderón Sánchez,
Patricia Méndez Vaca, Mario Arias Piñeiro, Remedio del Rosario Vaca López, Nelly Jaen
Salva, José Carlos Beyuma Apana contra Justo Urquiza, Saida Salazar Sánchez, Elsia
Mesil Rojas, Ramiro Rada Mamani, Rodolfo Ramos, Guillermo Cartagena, Witty Mita
Mamani, Heidi Cuba Tirina, Raúl García, Héctor Luís Vaca Chávez, Erick Cartagena
Lengua, Lorenzo López, Nancy Lengua, Eliza García Apaza, Silvia Somoza Moye, Freddy
Larico, Carla Apaza, Alejandro Apaza, Roxana Chambi Mamani, Efronio Calle Copa,
Maicol Beltrán, Gladys Rocio Encinas, Lisbety Achiqui Reyes, Lola Mariño, Lidia Mejía,
Angelino Ayala, Alexia Ramallo, Segundina Hareo, Mirian Cartagena, Yaneth Cachiqui,
Enrique Oliva, Jorge Rodríguez, Rosinda Durán Eliecer Zangama, Mario Valdez, Ayda
Colque Lazcano, Richar Moreno, Vianca Chao Justiniano, Martha Ejero Aguilar, Stefani
Gonzales, Lidia Mejía, Pablo Yujra Cari, Antonio Achipa, Sika Duri, Rubén Chau,
Olegario Ortiz, Andrea Cuajera, Georgina Liluay Pazi, Nicolás Chamiso, Bladimir Peña,
Eliseo Duri, Iván Coronel Patty, Belamino Góngora, Delsi Orfundez, Martha Ramallo
García, Marilin Roque, Martín Julián Ato Siñani, Rosmery Vargas, María Lovera Solares,
Marcos Méndez, Yobana Ríos, Tomasa Pérez Álvarez, Ermosindo Rapu, Hugo Quino,
Carmen Soria, Hernán Alanez Escobar, Marsia Temo, Ingrid Temo, Medezón Cari, Ruth
Achipa, David Mamani Motty, Roberto Mamani, Martín Menacho, Claudio Chávez,
Juaquín Justiniano, Consuelo Pacheco, Rita Gesera, Franklin Pacamia López, Bernardo
Melgar, David Flores, Edilson Oliva, Ronal Lima, Ronal Calleja, Mirian Domínguez,
Acarlo López, Paulina Quispe, Pedro Sánchez, Gabriela Vaca, Verónica Aruquipa, Erlan
Rojas Acuña, “Gladys Montaño (Mortuño), Juan Carlos NN, Francisco Flores, Porfirio
Alini Yari, Detriana Yapobenda Muñoz, Isabel Macabapi, Tomasa Mamani, Ulises
Melgar, Roberto Dosantos, Enfermera (no identificada), Javier Yucra, Dirse Núñez, Ciro
Justiniano Richard Gutiérrez, Elizabeth Rocha, Remigio Hurtado y otros no identificados”
(sic).
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3614
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por memorial presentado el 5 de marzo de 2010, cursante de fs. 1634 a 1642 de obrados, los
accionantes exponen lo siguiente:
Señalan que sus representados forman parte del programa de vivienda social y solidaria del
Viceministerio de Vivienda y Urbanismo, dependiente del Ministerio de Obras Públicas,
Servicios y Vivienda, bajo el nombre de “Proyecto de vivienda social nueva Cobija II”,
habiendo sido beneficiarios para la compra de terreno y construcción habitacional.
Añaden, que los antes referidos compraron cuatrocientos cuarenta y cinco lotes de terreno de
Eugenio José Fusi Lema con el financiamiento del Instituto para el Desarrollo de la Pequeña
Unidad Productiva (IDEPRO) que les otorgó créditos hipotecarios por Bs 69 668,30.- (sesenta y
nueve mil seiscientos sesenta y ocho 30/100 bolivianos) pagaderos en cuotas mensuales de hasta
veinte años plazo, encargándose de la construcción a la “Empresa Grupo Iriarte Construcciones
S.R.L.”; de todos ellos, trescientos once tienen escrituras públicas registradas en Derechos
Reales (DD.RR.), doce se encuentran con documento público y ciento veintidós están a la espera
de la firma de las minutas, estando aprobado la nómina en el Programa de Vivienda Social y
Solidaria (PVS).
Señalan como vulnerados los derechos de sus ahora representados a la propiedad privada y a la
vivienda, consagrados en los arts. 19 y 56 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 10 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
1728 a 1729 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El abogado de los demandados, en audiencia, dijo: 1) La ocupación fue pacífica porque los
terrenos estaban abandonados; 2) El ingreso se produjo en junio de 2009, no así en noviembre
de ese año; 3) El derecho a la vivienda es un derecho “al formalismo”, es decir, a lo que pudo o
no hacer el Plan de Vivienda Social, siendo sus patrocinados gente necesitada; y, 4) La acción
de amparo constitucional fue presentada fuera del plazo de seis meses previsto por la
Constitución Política del Estado, encontrándose pendiente la petición de conciliación que
realizaron al Responsable Regional del Programa de Vivienda Social de Pando. En base a ello,
solicita se deniegue la tutela.
Haciendo uso de la dúplica, resaltó que no existen evidencias de que la ocupación hubiera
ocurrido en el mes de noviembre.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil, Social, Familiar, del Niño Niña y Adolescente de la Corte Superior del Distrito
Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Pando, constituida en Tribunal de
garantías, mediante Resolución 4 de 16 de marzo de 2010, cursante de fs. 1730 a 1732, denegó
la acción planteada, con los siguientes fundamentos: a) El art. 129.II de la CPE establece el
plazo de seis meses para la interposición de la acción de amparo constitucional; b) Existe
contradicción en la fecha de ingreso de los demandados, por cuanto desvirtúan los hechos con
cartas que indican que la ocupación se produjo en junio de 2009, habiéndose presentado el
recurso fuera del plazo; y, d) Se debió acudir al Ministerio Público para sentar denuncia
pidiendo la restitución de los derechos que se consideran conculcados.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3616
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II. CONCLUSIONES
Carla Becerra Cuellar, Josue Bello Crespo, José Carlos Beyuma Apana, María Betania Brito
Alves, Henrry Cárdenas Gonzáles, Clifor Lisandro Carpio Zegarra, María Carrillo De Camargo,
Yrene Cayuba Méndez, Jaime Archondo Paradi, Ovidio Arias Piñeiro, Mario Arias Piñeiro,
Prissila Azad Alpire, Hermógenes Chiguanto Quimo, Adela Choque Lima, Aristófanes Coca
Zanoni, Francinuido Chaga Araujo, Fátima Bazán Gómez, Pedro Barba Leites, Alex Sebastián
Araujo Hurtado, Carlos Ricardo Araujo Aguada, Jewels Gustavo Muñiz Patiño, José Luís
Muzuco Crespo, Regiane Nascimento Pereira, Jorge Luís Navi Guzmán, Cinthia Moya Capiona,
Jaime Héctor Krsul Antezana, Jesús Carlos Suheiro Gonzáles, Jorge Luís Sotelo Beltrán,
Giovanny Maniguary Sutil, Wilber Manuyama Aiguana, Fátima Clorinda Matienzo Álvarez,
Marlene Mendoza Quispe, Hermez Pérez Maniguari, Franklin Pérez Maniguari, René Maydana
Apaza, Patricia Méndez Vaca, Luciano Desideric Pomacusi Marcani, Kerwin Pezo Ruíz, Kadin
Pino Soria, Octavio Clenford Pezo Salifrank, Eric Franck Pinedo Guerra, Josias Antelo
Calpiñeiro, Mabel Alem Angulo De Landivar, Imelda Lucero Amusquibar Aquino, Rigoberto
Del Aguila Paredes, Carolina Derzi Miguel, Alfredo Domínguez Aguada, Glenar Estremadoiro
Eguez, Agapito Eudosio Choque Lima, Robin Espinoza Heredia, Fátima Domínguez Caraballos,
Freddy Alvarado Vásquez, Richard Alvarado Vásquez, Silvana Alvarado Vásquez, Daniela Iris
Solíz Angus, Claire Zabala Vaca, Hailing Von Boeck De Gómez, Marcela De Paiva Padilla,
Willan Montenegro Padilla, Nohemy Alpire Castro, Blanca Mamio Caya, Pablo Sergio Silva
Aramayo, Franklin Antezana Soeth, Cristian Antonio Justiniano Aguada, Robelino Ribero,
Ronal Riva Herrera, Diandra Reis Cavalcante, Patricio Quispe Chaiña, Nelson Ramos Escobar,
Rolando Quiroga Fernández, Elvira Cristina Vaca Hurtado, Luís Efraín Vaca Méndez, Melchor
Vaca Santalla, José Freddy Viquiña Tibi, Jimmy Clemente Vega Espinoza, Helder Velarde
Monasterio, Alexandra Gabriela Velasco Delgado, Omar Sharif Yumaa Enrriquez, Wilfred
Vélez Durán, Silvestre Eduardo Velasco Delgado, María De Fátima Zabala Suárez, Escarleth
Manu Ramírez, Gabriela Isabel Manrique Herrera, José Ailton Suárez Reboso, Erick Marco
Antonio Lazarte Fiorilo, Víctor Hugo Leverenz Texeira, Jenner Lima Brito, Freddy Emilio
Limachi Guzmán, Yolanda Loayza Guevara, Fanny María Loras Martínez, Eder Pool Macías
Crispín, Ramón Lolas Durán, Magaly Roca Zelada, Daniel Paruma Pacamia, Sherry Clelia
Olvea Terrazas, Carmen Peredo Zabala, Rigoberto Pacema Córdova, Daniel Roldán Oliva
Fidelis, Orlando Rivero Herrera, Alcides Rivarola Sosa, Salomón Alfredo Orbes, García, Juan
Antonio Tibubay Bate, Ligia Tellería Maolo, Juan Carlos Terrazas Chávez, Salustiano Trujillo
Arias, Mabel Tonore Domínguez, Roberto Terrazas Ventura, Hernán Jorge Aguada Bautista,
Felicidad Deisy Aguada De Domínguez, Javier Aiguana Cartegena, Leonilda Greta Adrián
Calcina, Vera Lucía Alcocer Justiniano, Silvia Eugenia Padilla Guedes, Nashira Alpire Alpire,
Elena Novoa Isita, Arlindo Polanco Rodríguez, Sandy Paruma Pacamia, Edileusa Rea Arteaga,
Ana Ysabel Aguada Saucedo, Victoria Gloria Alcón Puerta, Jhonny Jury Aliaga Alarcón, Ynoes
Judith Almeida Burgos, Arcelia Álvarez Angulo, Jesús Álvarez Carballo, Yanira Claudia
Barrios Carballo de Quette, Janette Milenka Cáceres Méndez, Ademar Caraica Rojas, Hilton
Céspedes Pérez, Cynthia Céspedes Cárdenas, Hermez Chambi Gómez, Celia Delly Correa
Racua, Rosalinda Cruz Sivi, Sebastiana Da Silva Rodríguez, Manuel Rolando Cardozo Garzón,
Norma Cortez Vásquez, Nataly Estela Benítez Romero, Eddy Algarañaz Rivero, Marco Antonio
Aspi Clavel, Erick Guido Landivar Céspedes, Diego Armando Quisbert Cabrera, Ramón
Cartagena Siani, Roy Enok Rojas Céspedes, Keyla Llygglola Salvo Céspedes, Verónica Rocha
Macuapa, Iván Alexis Saat Palma, Walter Luis Saavedra Sanda, Moisés Elías Saca Zegarra,
María Giovanna Sánchez Espinoza, Cristhian Jorge Saravia Choque, Nemesio Sonco Chura,
Remedio Del Rosario Vaca López, Robert Leonardo Ríos, Grover Romero Aro, Isabel Alvez
Bonato, Vladimir Banegas Estremadoiro, Shirley Castro Motty, Helen Fernández García, Ruth
Hurtado Guadiay, Alberto Kiyoto Oliva, Adrian Pérez Campos, Carmen Rosio Puerta Hillman,
Marco Antonio Romero Aro, Javier Heriberto Solíz Angus, Jonathan Bautista Lugones, Paolo
Pérez Campos, Maribel Alonzo Castro, Roberto Rudy Saucedo Cabrera, Miguel Ángel Alonzo
Castro, Sarah Taborga Cabrera, Juan Roberto Roca Osinaga, Celin Pérez Maniguari, Priscila
Sanjinez Gilarde, José Antonio Salvatierra Cuellar, Vilelo Mescías Cruz, King Davys Sánchez
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3618
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Ríos, Elián Salvatierra Aguada, Ronny Silver Balcazar Sosa, Juan Roberto Roca Chuviru,
Ricardo Taborga Cabrera, Jhonn Chailh Chupinagua Domínguez, Rosse Mary Garrón de Castro,
Juan José Flores Arauz, Pedro Campero Núñez, Johnny Flores Aguilera, Félix Condori
Jarandilla, Gheber Guarena Pedraza, Riler Reler Ecuari Céspedes, Alfredo Fernández Córdova,
José Campero Núñez, Ronal Cruz Gonzáles, Josue Chávez Antelo, Hugo Campero Núñez,
Yerko Durán Manu, Armando Céspedes Pérez, Braulio Patty Coajira, Juan Rubén Quispe
Chambi, Ángel Juan Rocha Tarqui, Nicolás Pablo Piérola Talos, Efraín Quispe Usnayo, Pedro
Roca Mercado, María Reyna Paz Álvarez, Armando Cruz Patroni, Juan de Dios Esprella Cruz,
Enrique Alberto Jurado Quisbert, Alejandro Condori Mejía, Lorgio Méndez Mardoñez, Diana
Cristina Méndez Sandoval, Juan Daniel Huasebe Ascarrun, Ely Patricia Masco Arana, Franz
Mamani Mamani, Pedro Rojas Paredes, David Tomás Ticona Saravia, José Freddy Sánchez
Buchapi, Francisco Tika Vargas, Ricardo Suez Pacamia, Edwin Hartman Mayna Lima, Carlos
Cordero Medina, Karin Hassan Loras, Pedro Oliveira Hurtado, Orlando Pérez Tocre, Luz
Melina Melgar Lera, José Hernán Mercado Rivero, Felicidad Bustillos Oliveira, Adán Flores
Ferreira, Gerson Flores Ferreira, Nancy Ivana Herrera Pérez, Alexandre Roberto Chances
Oliveira, María Deisy Segovia Saucedo, Leny Gonzales Senepo, Faviola Faviana Flores Kuno,
Oriel Héctor Trujillo Altamirano, Daniel Teófilo Garvizu Espada, Roxibana Guarena Pedraza,
Guegui Guanacoma Gustañer, Mario Roberto Gemio Quispe, Karina Vásquez Flores, Heinar
Rojas Soleto, Rosa María Roca Vda. de Tirina, Rubén Salazar Montero, Sadia Gil Calle, Litton
Herrera Sobrino, Víctor Hugo Valda Pedrazas, Maira Viri Yubamona, Roger Tanaka Ordoñez,
Edith Adita Guevara Cordero, Francisco Vásquez Ortega, Francisca Reyder Gonzáles Gonzáles,
Edgar Félix Vásquez Reynaga, Esmeralda Villanueva Oliver, Alicia Elena Huchani Mamani,
Viviana Fernández Céspedes, Juana Adima Cuellar Araujo, Artemia Ferreira Ferreira, Cesar
Cruz Sivi, Magnoly Fernández De Vargas, Robin Balcarcel Fernández, Primo Eloy Condori
Vargas, Elvira Roca Ramos de Ribert, Freddy Vargas Colque, Justina Zurita García, Rodrigo
Maradey Meléndrez, Delsen Joaniquina Bustillos, Ruth Roca De Parada, Lorenza Justiniano
Rojas, Rosa Puerta de Chávez, Roger Mayker Mamani Ríos, Robertina Monje, María Isabel
Roca de Maya, Nelly Jaen Salva, Cintia Mónica Puerta Campos, Aseff Edino Mamani Carguani,
Paula Yamalita Dufentti Shimokawa, Mario Espada Llanos, Alberto Hurtado Montenegro,
Angela Gosalvez Mercado, Martín Cristian Echenique Moreno, Milex Kety Aguilera, Milenka
Ferreira Ferreira, Maquelia Hurtado Larrea, Esperanza Monje Álvarez, María Aidé Herrera
Apuri, Nury Grijalda Flores Antelo, Juan Carlos Laruta Calle, Pedro Flores Cruz y Pablo
Antonio Huary Salvatierra -deudores y beneficiarios-, por el que acordaron el préstamo con
garantía hipotecaria de Bs69 668,30.- para la compra de lotes de terreno y construcción de
vivienda social, de los bienes inmuebles ubicados en la “Urbanización Nueva Cobija”, manzana
22, 26 a 30, 32, 34 a 39, 50, 65, 72, 73, 88 a 91, 99, 101, 105 a 118, 506, 508 a 510 a 512, 514 a
519, 530, 552, 553, 579 a 580, 611 a 614, 617, 618, 621, 622, lotes 1 a 22, con unas superficies
de 280 m2, 200 m2, 216.77 m2, 218.41 m2, 219.41 m2, 218.05 m2, 215.44 m2, 211.44 m2, 219.13
m2, 214.08 m2, 212.76 m2, 212.80 m2, 214.12 m2, 186 m2, 205.92 m2, 203.27 m2, 205.81 m2,
204.56 m2, 203.24 m2, 201.95 m2, 200.59 m2, 199.35 m2, 205.34 m2, 280 m2, 178 m2, 204.60 m2,
334.92 m2, 218.30 m2, 235.17 m2, 267.72 m2, 256.95 m2, 208.31 m2, 220.32 m2, 228.91 m2,
222.39 m2, 232.87 m2, 226.26 m2, 224.24 m2, 223.65 m2, 226.30 m2, 232.91 m2, 456.90 m2,
244.18 m2, 237.61 m2, 246.34 m2, 239.08 m2, 241.80 m2, 247.76 m2, 530.96 m2, 246.57 m2,
240.53 m2, 242.51 m2, 245.37 m2, 249.24 m2, 240.03 m2, 243.44 m2, 239.42 m2, 238.23 m2,
194.24 m2, 325.38 m2, 332.30 m2 y 239.52 m2, registrados entre otros, bajo las matrículas
computarizadas 9.01.1.01.0007677, 9.01.1.01.0007730, 9.01.1.01.0006631, 9.01.1.01.0008160,
9.01.1.01.0006629, 9.01.1.01.0006627, 9.01.1.01.0006649, 9.01.1.01.0002042,
9.01.1.01.0003676, 9.01.1.01.0002064, 9.01.1.01.0006645, 9.01.1.01.0006647,
9.01.1.01.0006644, 9.01.1.01.0006648, 9.01.1.01.0006646, 9.01.1.01.0006653,
9.01.1.01.0006655, 9.01.1.01.0006643, 9.01.1.01.0006656, 9.01.1.01.0006657,
9.01.1.01.0006650, 9.01.1.01.0006651, 9.01.1.01.0006652, 9.01.1.01.0006654,
9.01.1.01.0006641, 9.01.1.01.0006642, 9.01.1.01.0006633, 9.01.1.01.0006631,
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3619
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
II.2. Se adjunta copia de video en CD “MaxMax” color amarillo y blanco, sin nombre ni fecha y
muestrario de fotografías impresas en papel bond, donde se advierte la existencia de
construcciones de viviendas, en algunas de ellas, existen grupos de personas (fs. 1566 y 1567 a
1614).
II.3. Fotocopia de Ordenanza Municipal 85/08 de 28 de agosto de 2008, emitida por José Luís
Dara Bazán, Presidente a.i. del Concejo Municipal de Cobija que reformula de manera
excepcional los planos de la “Urbanización Nueva Cobija” instruyendo a la Dirección de
Ordenamiento Territorial y Catastro de ese Municipio, la extensión de planos individuales de
propiedad así como la inscripción en DD.RR. de las superficies de terreno cedidas a favor de la
referida Alcaldía (fs. 1615 a 1618).
II.4. Copia legalizada de certificado treintañal y de propiedad de Eugenio Fusi Lema sobre el
fundo rústico denominado “Santa Rita” ubicado en el Kilómetro tres de la carretera Cobija -
Porvenir con una superficie de 271 ha y 177 m2, registrado bajo matrícula computarizada
9.01.1.01.0001873 (fs. 1628 a 1631).
II.5. Cartas de 25 de junio de 2009, remitidas por Saida Salazar, “moradora del Barrio Álvaro
García Linera” (sic) dirigidas a Víctor Hugo Domínguez y Carmelo Vargas como Presidentes de
la Federación de Juntas Vecinales y Comité de Vigilancia de Cobija que indican que el 20 de
junio de ese, año ocuparon pacíficamente las viviendas sociales ubicadas en el barrio “Nueva
Cobija II” debido a que se encontraba sin ocupantes y son personas de escasos recursos (fs. 1725
a 1726).
II.6. Nota presentada el 12 de marzo de 2010, por Saida Salazar a Vladimir Chavarría
Villavicencio, Responsable Regional del PVS Pando, pidiendo audiencia de conciliación
afirmando, en su buena fe y en nombre de los vecinos del barrio Álvaro García Linera, que
ingresaron pacíficamente a las viviendas sociales, debido a que las obras de construcción se
encontraban abandonadas y paralizadas, solicitando ser tomados en cuenta en el proyecto de
viviendas sociales (fs. 1727).
Precisado el problema jurídico, corresponde verificar si existe una causal que impida ingresar al
fondo de la problemática planteada o en su caso, determinar si existió vulneración de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales invocados.
La acción de amparo constitucional, instituida por el art. 128 de la Ley Fundamental, es una
acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o
suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley.
Esta acción tutelar, puede presentarse por la persona: “…que se crea afectada, por otra a su
nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para
la protección inmediata” (art. 129.I de la CPE).
“1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se
está frente a una medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3621
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante. Sin embargo, cuando el
agraviado o accionante señale que existen actos de aparente aceptación, pero que son producto
de la presión o violencia que vició su voluntad, ésta situación debe ser fundamentada y
acreditada de manera objetiva, en ese caso, será considerada una prueba de la presión o
medida de hecho, inclusive” (las negrillas son nuestras).
Según la agencia de las Naciones Unidas para los asentamientos urbanos, ONU-Habitat, A
Safecity is a just city world habitad Day 2007, “En el mundo actual, hay 100 millones de
personas sin techo y más de un billón tiene alojamientos precarios. Según estimaciones de las
Naciones Unidas, 3 billones de personas vivirán en barrios de chabolas en el 2050”
Conforme las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el último Censo
realizado, nuestro país cuenta con 9.400.000 habitantes (2006), de ellas un 61% vive en áreas
urbanas y el 39% en áreas rurales, mostrando que los déficits habitacionales afectan a la
población más vulnerable y se traducen en la carencia absoluta de vivienda y en la mala calidad
habitacional.
Esta lacerante realidad hizo que progresivamente numerosas constituciones a nivel mundial,
incluida la nuestra, reconozcan que la vivienda es un derecho humano fundamental y como tal,
obliga a sus gobiernos a respetarla, protegerla y garantizarla; es decir, que “como derecho
humano, el derecho a la vivienda no es una opción política que los Estados puedan seguir o no
seguir. Su reconocimiento implica una obligación jurídica para los Estados” (ONU-Habitat).
En efecto, al ser un derecho universal las autoridades competentes del Estado deben impedir que
terceros coarten el libre ejercicio del derecho a la vivienda, sea de particulares, empresas o
agrupaciones sociales; en la Declaración de Vancouver, adoptada por la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre los asentamientos humanos de 1976, se declaró: “Disponer de una
vivienda y de servicios suficientes es un derecho fundamental del hombre y los gobiernos
tienen la obligación de procurar que todos sus residentes puedan ejercer este derecho,
empezando por ayudar a las capas más desfavorecidas de la población instituyendo programas
que alienten la iniciativa personal y la acción colectiva. Es necesario que los gobiernos se
esfuercen por eliminar todos los obstáculos que retrasan el alcance de sus objetivos” (las
negrillas son agregadas).
Siguiendo las expresiones de Miloon Kothari, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el
derecho a la vivienda: “el derecho humano a una vivienda adecuada es el derecho de todo
hombre, mujer, joven y niño a tener un hogar y una comunidad segura en el que puedan
vivir en paz y dignidad” (Informe del Relator Especial presentado en la 57ª sesión de la
Comisión de Derechos Humanos de 25 de enero de 2001) (las negrillas son nuestras).
Por su parte, el art. 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
reconoce “el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia incluso
(…) vivienda adecuada y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados
Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho”.
De igual modo se encuentra reconocido en los arts. 25 inc. 1) de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH); 11. 2 y 3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
de San José de Costa Rica; 5.e de la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación Racial; 14.h de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la mujer; 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño; 43
de la Convención Internacional sobre la protección de todos los trabajadores migratorios y de
sus familiares; Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que exige a los Estados
contratantes que en materia de vivienda entreguen a los refugiados el trato más favorable
posible; Recomendación 115, principio 2 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
respecto a la vivienda de los trabajadores de 1961.
“I. Toda persona tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar
y comunitaria.
II. El Estado, en todos sus niveles de gobierno, promoverá planes de vivienda de interés social,
mediante sistemas adecuados de financiamiento, basándose en los principios de solidaridad y
equidad. Estos planes se destinarán preferentemente a familias de escasos recursos, a grupos
menos favorecidos y al área rural”.
Sin embargo, su análisis y tratamiento no debe circunscribirse sólo a dicho articulado ya que
también guarda relación con los arts. 20, 33 y 321.II de la CPE, que indican que toda persona
tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable,
alcantarillado, electricidad, gas domiciliario y a un medio ambiente saludable, protegido y
equilibrado, definiéndose como política fiscal la atención a la educación, la salud, la
alimentación y la vivienda.
Concluyéndose así que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace que
su alcance sea:
5. El acceso fácil para los grupos desfavorecidos, incluidas las personas ancianas, los niños, las
personas con discapacidades físicas y las víctimas de catástrofes naturales.
6. Estar alejado de fuentes de contaminación cercanos a los servicios básicos.
Política social que guarda relación con el ejercicio de un derecho fundamental como es el
derecho a la vivienda y por tanto merece exigir su cumplimiento en aras de la construcción de
una sociedad plural sustentada en los principios ético-morales del suma qamaña (vivir bien),
ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan
(camino o vida noble) conforme prevé el art. 8.I de la CPE.
El art. 56.I de la CPE, también establece que: “Toda persona tiene derecho a la propiedad
privada individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una función social”; siendo deber del
Estado garantizar su libre y eficaz ejercicio, sin más limitación que no sea perjudicial al interés
colectivo, conforme establecen los arts. 14.III y 56.II de la citada norma suprema.
Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica, en su art. 21.2 indica: “Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante
el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos
y según las formas establecidas por la ley”.
Finalmente, mencionar los derechos reconocidos por nuestra Ley Fundamental son inviolables,
universales, interdependientes, indivisibles y progresivos, correspondiendo al Estado protegerlo
y respetarlo (art. 109 de la CPE).
III.5. Verdad Material consagrado como principio procesal en la Constitución Política del
Estado
El art. 180.I de la CPE, establece como principio jurisdiccional, el de verdad material, donde el
juzgador deberá tomar en cuenta este principio al momento de emitir sus resoluciones, así lo
señala la SC 0713/2010-R de 26 de julio, asumiendo que: “…la jurisdicción ordinaria se
fundamenta, entre otros, en el principio procesal de verdad material, que abarca la obligación
del juzgador, a momento de emitir sus resoluciones, de observar los hechos tal como se
presentaron y analizarlos dentro de los acontecimientos en los cuales encuentran explicación
o que los generaron; de ello, se infiere que la labor de cumplimiento de este principio, refiere
a un análisis de los hechos ocurridos en la realidad, anteponiendo la verdad de los mismos
antes que cualquier situación, aunque, obviamente, sin eliminar aquellas formas procesales
establecidas por la ley, que tienen por finalidad resguardar derechos y garantías
constitucionales” (las negrillas nos pertenecen).
1. A efectos de desvirtuar uno de los supuestos que se debe cumplir frente a las medidas de
hecho, referida a la presentación de la acción de amparo constitucional, que debe ser de forma
oportuna e inmediata haciendo abstracción de la subsidiariedad.
2. Respecto al principio de inmediatez exigida por el art. 129.II de la CPE, se hace necesario
aclarar que debido al número de los afectados, unificación de personería, obtención de la prueba
y toda la documentación legal requerida para acudir a los tribunales de justicia en busca de
tutela, se tiene que al tratarse de un derecho profundamente humano como es el derecho a la
vivienda y siendo uno de los fines del Estado, garantizar el cumplimiento de los derechos
reconocidos en la Ley Fundamental, la actividad del juez constitucional, debe hacer efectiva
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3625
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
En ese sentido, al existir dos posiciones en cuanto a la fecha de ocupación de los predios de los
accionantes, se tiene que en aplicación del principio de verdad material se debe anteponer la
verdad de los hechos ante cualquier situación, mas aún cuando en el presente caso, los
demandados admitieron haber ingresado a dichos inmuebles, desconociendo sus deberes de
respetar los derechos de los accionantes, conforme lo establece el Pacto de San José de Costa
Rica, en su art. 32.2, “Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los
demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática”; consecuentemente, por el principio de favorabilidad pro hómine y pro actione, se
tiene que la presente acción tutelar fue presentada dentro del plazo establecido, computable a
partir del 11 y 12 de noviembre de 2009, conforme alegan los accionantes, ponderando los
derechos de los propietarios y beneficiarios del PVS.
Por otra parte, de la compulsa de antecedentes se constata que los accionantes acreditaron su
derecho propietario sobre los predios ubicados en la “Urbanización Nueva Cobija”, manzana 22,
26 a 30, 32, 34 a 39, 50, 65, 72, 73, 88 a 91, 99, 101, 105 a 118, 506, 508 a 510 a 512, 514 a
519, 530, 552, 553, 579 a 580, 611 a 614, 617, 618, 621, 622, lotes 1 a 22 registrados en la
oficina de DD.RR. entre otros, bajo las matrículas:
9.01.1.01.0007677, 9.01.1.01.0007730, 9.01.1.01.0006631, 9.01.1.01.0008160,
9.01.1.01.0006629, 9.01.1.01.0006627, 9.01.1.01.0006649 y 9.01.1.01.0002042, derecho
propietario que no esta cuestionado por los demandados, mas al contrario, Saida Salazar
“moradora del Barrio Álvaro García Linera”(sic) mediante cartas de 25 de junio de 2009,
dirigidas a Víctor Hugo Domínguez y Carmelo Vargas, Presidentes de la Federación de Juntas
Vecinales y Comité de Vigilancia de Cobija; presentadas en audiencia hace a conocer a dichas
autoridades que el 20 de junio de 2009, ocuparon pacíficamente las viviendas sociales ubicadas
en el barrio “Nueva Cobija II”, advirtiéndose con esa actuación que reconoció el avasallamiento
ilegal y arbitrario que realizaron, siendo una muestra del atropello las medidas de hecho que la
uniforme jurisprudencia constitucional, la definió como:“los actos ilegales arbitrarios que
desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento
jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al
agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño
ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata por vulnerar derechos
fundamentales”,SC 148/2010, entre otras, toda vez que el derecho a la vivienda es un derecho
humano fundamental y que en este caso se advierte que los accionantes se encuentran en una
situación de desprotección frente a la ocupación realizada por los demandados, no pudiéndose
materializar el programa social de vivienda del que forman parte; consiguientemente, el Tribunal
Constitucional Plurinacional considera que la presente acción de amparo constitucional cumple
con los supuestos para concurrir ante medidas de hecho, exigido por la uniforme jurisprudencia
constitucional, expuesto en el Fundamento Jurídico III.1.1., por lo que corresponde protegerla y
garantizarla como se expuso en los Fundamentos Jurídicos III.2. y III.4. del presente fallo, y en
aplicación al principio de verdad material desarrollado en el Fundamento Jurídico III.5., que si
bien ha sido consagrado como uno de los principios de la justicia ordinaria; sin embargo, se hace
extensivo a todas las jurisdicciones y también a la justicia constitucional.
POR TANTO
Sin embargo, la Sala Civil mediante el Auto de 10 de septiembre de 2009, rechazó el recurso de
casación indicando que el mismo no se encuentra en el catálogo de procedencia, sin tomar en
cuenta que dicha Sala tramitó la apelación en el efecto suspensivo, pero luego de resolver la
apelación amparándose en el art. 518 del Código de Procedimiento Civil (CPC), manifestó que
se trataba de una apelación en efecto devolutivo y que, por tanto; no podía interponerse el
recurso de casación, cuando en realidad los Vocales no advirtieron que había un error por parte
de la Jueza de primera instancia al haber concedido la apelación en el efecto suspensivo, más al
contrario, la admitieron, la analizaron y la resolvieron; por otro lado, suponiendo que los
Vocales de la Sala Civil resolvieron la apelación en efecto devolutivo, lo hicieron en más de seis
días, incumpliendo así el plazo dispuesto por el art. 245 del CPC, por lo que habrían perdido
competencia para resolver la apelación planteada por Belisario Córdova García.
El accionante considera vulnerados los derechos del Gobierno Municipal al que representa al
debido proceso y a la “seguridad jurídica”, citando al efecto el art. 115.II de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita que: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista impugnado; y, b) Se dicte una
nueva resolución respetando el derecho de la Alcaldía Municipal de Potosí.
previsto por la ley los autos de vista pronunciados en ejecución de sentencia, no son susceptibles
del recurso extraordinario de casación; y, 6) Finalmente, lo referido está reconocido por la
jurisprudencia emanada del máximo Tribunal de Justicia.
José Leytón Matos y Abigael Burgoa Ordoñez; Vocales demandados, pese a sus legales
citaciones no se presentaron a la audiencia ni hicieron llegar su informe escrito.
Por otro lado, el Asesor Legal de la UATF, en audiencia manifestó que: a) La UATF es la
legítima propietaria del bien inmueble ubicado en la calle Bolívar “52” (sic), de la ciudad de
Potosí, porque Simón Patiño donó este bien inmueble, el cual había sido adquirido del Banco
Mercantil dentro de un juicio ejecutivo; b) En ejercicio de su derecho propietario, el 31 de
agosto de 1971, dicha Universidad concedió en calidad de alquiler parte de la propiedad a
Belisario Córdova García, pero éste en su calidad de inquilino realizó varios trámites para lograr
la transferencia a su favor y así ocurrió el año 1983, pero la Alcaldía Municipal al ver su error
decidió dejar sin efecto dicho acto y Belisario Córdova García prefirió que se dé curso a la
expropiación; sin embargo, no es viable la venta ni la expropiación de un terreno del Estado; c)
La indicada Universidad en su momento realizó las acciones necesarias para retomar el
inmueble, lo que no fue posible por diferentes razones, pero el proceso no terminó con una
resolución que otorgue el derecho propietario a Belisario Córdova García; d) La UATF acreditó
su derecho con documentación fehaciente, y se encuentra amparada en el art. 339.II de la CPE,
que señala: “Los bienes del patrimonio del estado y de las entidades públicas constituyen
propiedad del pueblo boliviano, inviolable, inembargable, imprescriptible e inexpropiable, no
podrán ser empleados en provecho particular alguno, su clasificación, inventario,
administración, disposición, registro obligatorio y formas de edificación serán regulados por la
Ley”; e) En razón a que Belisario Córdova García tiene la calidad de inquilino, la UATF está en
la obligación de retomar su derecho propietario, y más aún al tratarse de un bien público y por
ende del Estado, por eso es que estando demostrado el legítimo derecho de la Universidad, se
solicitó la concesión de la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial, -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Potosí, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución 04/2010 de
24 de marzo, cursante de fs. 76 a 77 vta., concedió la tutela, respecto a la supuesta vulneración
de los derechos previstos en los arts. 115.II y 178.1 de la (CPE), dejando sin efecto el Auto de
Vista 204/2009, pronunciado por la Sala Civil, Familiar y Comercial, debiendo dicha Sala, con
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
carácter previo, pronunciar una nueva resolución que subsane la concesión del recurso de
apelación realizada por la Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial, dando aplicación a
lo dispuesto por los arts. 15 de la Ley de Organización Judicial de 1993 (LOJ.1993), “3 num. 1)
del CPC” (sic), 224 y 225 del CPC, bajo los siguientes fundamentos; 1) En previsión del art. 15
de la LOJ.1993, el cual se encuentra relacionado con el art. 3 inc. 1) del CPC, que establece
como deber de los jueces y tribunales, cuidar que el proceso se desarrolle sin vicios de nulidad;
2) La Sala Civil, Comercial y Familiar emitió el Auto de 10 de septiembre de 2009, porque
consideró que conforme a lo dispuesto por el art 518 del CPC, las resoluciones dictadas en
ejecución de sentencia pueden ser apeladas sólo en efecto devolutivo, sin recurso ulterior,
además que la apelación que se resolvió no se encontraba dentro de los alcances del art. 255 del
CPC, “-que se refiere a las resoluciones contra las cuales procede el recurso de casación-“ (sic);
3) Las autoridades demandadas debieron haber subsanado lo dispuesto por la Jueza a quo en la
concesión del recurso y enderezar el proceso, al no hacerlo y resolver el recurso planteado
dentro del plazo previsto para la apelación en efecto suspensivo, y luego rechazar el recurso de
casación planteado por el Gobierno Municipal, se ha vulnerado el derecho al debido proceso en
su componente del derecho a la defensa y el principio de la seguridad jurídica; y, 4) Respecto al
derecho a la defensa la Corte Internacional de Derechos Humanos indica que: “abarca las
condiciones que deben cumplirse para asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos
u obligaciones están bajo consideración judicial”; en consecuencia, este derecho implica la
posibilidad de acceder a un juicio contradictorio en el que las partes, alegan y presentan pruebas
cuando estimen pertinente, haciendo valer en condiciones de igualdad sus derechos e intereses
legítimos y respetando en la tramitación del proceso los derechos alegados.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de
plazo.
II. CONCLUSIONES
II.3. Cursa la OM 008/2009 de 3 de marzo, emitida por René Joaquino Cabrera, Alcalde
Municipal de Potosí, mediante la cual se dispuso la abrogación de las OOMM 102/2003 y
024/2005; en mérito a que el término para la efectivización de la expropiación es sólo de dos
años y ya había transcurrido superabundantemente ese plazo (fs. 12).
II.4. Consta memorial presentado el 20 de mayo de 2009, por el cual el Alcalde Municipal de
Potosí, solicitó a la Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial, el desistimiento de la
expropiación del inmueble ubicado en calle Bolívar 841, en tal razón la mencionada Jueza
II.5. Belisario Córdova García, por memorial presentado el 9 de junio de 2009, interpuso el
recurso de apelación contra el Auto de 30 de mayo de ese año, ante la Jueza de la causa, quien
por Auto de 22 de junio de 2009, concedió el recurso de apelación en el efecto suspensivo (fs.
36 a 41).
II.6. Los Vocales de la Sala Civil, Comercial y Familiar de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Potosí, por Auto de Vista 204/2009 de 24 de agosto, declararon improbada la
solicitud de desistimiento de la expropiación interpuesta por la Alcaldía Municipal (fs. 44 a 46).
Los alcances de la garantía del debido proceso, fueron desarrollados ampliamente por la
jurisprudencia constitucional, es así que la SC 0800/2010-R de 2 de agosto, reiterando lo
señalado por la SC 0160/2010-R de 17 de mayo, refirió que: “…ya fue desarrollado y entendido
por este Tribunal como el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus
derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, comprende el conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios y
Tratados Internacionales'.
Asimismo, el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 8 reconoció al debido proceso
como parte de los derechos humanos, es así que ha sido consagrado y reconocido por el art.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por todo lo referido, se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata,
vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad
procesal que ha previsto el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales.
“El principio de congruencia adquiere manifiesta relevancia en dos ámbitos, por una parte
respecto al proceso como unidad, pues al delimitar el campo de acción de las partes y del
órgano jurisdiccional, condiciona su desenvolvimiento; por otra, respecto a la estructura de la
Resolución, a fin de que absuelva todos los puntos puestos a consideración del juzgador.
Conviene en ese sentido recordar que precisando los alcances del principio de congruencia, la
SC 1312/2003-R de 9 de septiembre se plasmó el siguiente entendimiento: '(...) a fin de resolver
la problemática planteada, resulta menester referirnos a los alcances del principio de
congruencia, que cobra relevancia en cualquier naturaleza de proceso, en especial en materia
penal, pues este marca el ámbito en el que la parte querellante va a aportar sus pruebas
tomando como base los delitos que denuncia, como también delimitaba el campo de acción en el
que el juzgador va a dirigir el proceso y finalmente señala también de la misma forma que en
ese marco ha de asumir defensa el imputado o procesado, siendo por tanto -como se dijo- de
mucha importancia en especial para este último sujeto procesal, que a tiempo de asumir
defensa se le haga conocer por qué delito se le está juzgando, de manera que sobre esa
acusación él pueda desvirtuar la misma, alegando, proponiendo pruebas y participando en la
práctica probatoria y en los debates, para lo que resulta obvio, que necesariamente debía
conocer con antelación suficiente los delitos que se le acusaban, sin que la sentencia
posteriormente pueda condenarle por algo de lo que antes no se acusó y respecto de lo cual
consiguientemente no pudo articular su estrategia exigida, como le garantizaba la Ley'.
El principio de congruencia es también parte del derecho al debido proceso; por lo que a través
de la SC 1009/2003-R de 18 de julio de 2003 se señaló que: '…el juzgador también deberá
observar estrictamente el principio de congruencia, el mismo que no sólo requiere ser
respetado en el transcurso del proceso entre una y otra resolución, sino que también es de
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3633
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observancia en el texto de una sola resolución, pues como establece el ordenamiento jurídico,
toda resolución tiene una estructura básica que marca la estructura formal que tiene que
respetarse. Así, en toda resolución, deben en principio identificarse las partes, una suma de las
pretensiones así como también el objeto de la resolución, posterior a ello, tendrá que exponerse
una parte relativa de lo demandado, otra relativa a los hechos comprobados por el juzgador,
otra que exponga el razonamiento del juzgador más las normas legales que sustenten dicho
razonamiento y finalmente la parte resolutiva que deberá -resulta por demás obvio- responder a
las partes precedentes, lo que significa, que la decisión debe guardar completa
correspondencia con todo lo expuesto a lo largo del texto de la resolución; si no se estructura
de tal forma una resolución, ésta carecerá de consecuencia, puesto que luego de analizar,
relatar y analizar determinados hechos se llegaría a resultados distintos, que darían lugar no
sólo a la lesión del derecho a la seguridad jurídica que como hemos referido exige en el ámbito
de la jurisdicción judicial en general la aplicación objetiva de las leyes, sino también se tendría
como lesionado el principio referido y por ende el derecho al debido proceso, pues toda
resolución es una construcción jurídica en la que el juzgador debe exponer todo no sólo
guardando la estructura formal sino que el fondo contenido en dicha estructura sea armónico,
de modo que realmente su decisión resulte una unidad emergente del estudio que haga de la
causa'.
De este modo, si bien -dentro de los parámetros que establecen las normas aplicables- la
estructura formal de las Resoluciones que resuelven impugnaciones puede variar y puede
adoptar una configuración diferente al o los recursos interpuestos, en función de dotar a la
misma de una adecuada cadencia para resolver el o los problemas jurídicos concretos (vgr.
Agrupar los agravios comunes de las partes que se encuentren en una misma posición respecto
a la pretensión, sin desconocer la individualidad de estas y su propia situación jurídica o
efectuar un análisis de los fundamentos de cada una de ellas por separado y resolver de la
misma manera, etc.), en ningún caso es posible que en el fondo se aparte de aquellos, pues por
regla general el o los recursos interpuestos son los que limitan positiva y negativamente su
competencia; en el primer caso, por el deber ineludible del Juez o Tribunal de pronunciarse
estimando o desestimando la o las pretensiones del mismo, exponiendo al efecto los motivos o
razones de la determinación adoptada; en el segundo, porque dejando a salvo la obligación de
revisión de oficio, no les es posible pronunciarse sobre aspectos no impugnados.
Es preciso recordar que el derecho y garantía genérica del debido proceso -así como los
elementos que lo componen, como el principio de congruencia- no se restringe en su aplicación
al ámbito jurisdiccional solamente, sino que es extensiva a cualquier procedimiento en el que
deba determinarse una responsabilidad (SSCC 0042/2004 y 1234/00-R entre otras). En el
ámbito específico del procedimiento administrativo contra funcionarios públicos, a través de la
SC 1027/2005-R de 29 de agosto de 2005 este Tribunal señaló que: '(…) la garantía del debido
proceso debe efectivizarse en todas las instancias en las que a las personas se les atribuya la
comisión de un acto que vulnere la normativa vigente, aplicando el procedimiento previsto en la
ley. La comisión de faltas o contravenciones en las que incurran los funcionarios públicos, da
lugar al inicio de un debido proceso administrativo (…)'” (se agregaron las negrillas) (SC
2052/2010-R de 10 de noviembre).
En relación al derecho a la “seguridad jurídica”, no corresponde pronunciarse; toda vez que, ésta
es considerada un principio y no un derecho; por lo tanto, no puede ser tutelada por esta acción
tutelar.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada, ha efectuado
una adecuada compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo
previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
APROBAR la Resolución 04/2010 de 24 de marzo, cursante de fs. 76 a 77 vta., pronunciada por
la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Potosí; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi.-Magistrada.
Dr. Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar.-Magistrada.
Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco.-Magistrada.
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución de 12 de marzo de 2010, cursante de fs. 337 vta. a 339 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jia Xia Chen Lor
contra Jaime Gómez Boland, Marleny Rojas Medrano y Walter Saavedra Bejarano, ex
Conjueces de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de abril de 2009, cursante de fs. 286 a 287 vta., la accionante
expone los siguientes fundamentos:
Dentro de ese proceso coactivo, la accionante pidió la nulidad del proceso por diferentes
motivos que no fueron considerados por el Juez ni por el Tribunal ad quem, ahora demandado,
como el hecho de que los documentos base del proceso coactivo la nombraron erróneamente
como Chen Lor Jia Xia, cuando su nombre correcto es Jia Xia Chen Lor; y que el avalúo pericial
es defectuoso porque no tomó en cuenta la segunda planta del citado inmueble, de manera que
asignó un valor de $us146 261.- (ciento cuarenta y seis mil doscientos sesenta y un dólares
estadounidenses) sin considerar que el avalúo real asciende a un valor de $us512 750.-
(quinientos doce mil setecientos cincuenta dólares estadounidenses), existiendo una diferencia
considerable entre ambos avalúos.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 12 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
335 a 339 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Richard Cuéllar Arredondo y otro, en representación del Banco Unión S.A., señaló que el Auto
de Vista de 21 de julio de 2008, dictado por las autoridades demandadas, que confirma las
providencias emitidas el 21 de septiembre de 2006, el 6 de enero y 3 de febrero de 2007, fueron
emitidas en estricta aplicación de las normas sustantivas y adjetivas en materia civil; toda vez
que el perito avaluador está registrado y fue nombrado por ternas elevadas por el Colegio de
Arquitectos de Bolivia, designación que corrida en traslado, no fue objetada por ninguna de las
partes, valuando el inmueble en cuestión en el valor comercial que rigió en su oportunidad en el
mercado de bienes raíces, sin que el Juez de instancia ni los Conjueces demandados hayan
tomado en cuenta el avalúo privado que presentó la accionante, toda vez que ese peritaje no
cumple con el procedimiento establecido en los arts. 534 y 535 del CPC.
I.2.4. Resolución
Los Conjueces de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituidos en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 12 de
marzo de 2010, cursante de fs. 337 vta. a 339 vta., declararon “improcedente” la tutela
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1. Por memorial presentado el 25 de marzo de 2003, los representantes del Banco Unión S.A.
dedujeron demanda coactiva civil contra Chien Ko Hsin Hsiung y la hoy accionante, por la suma
de $us105 000.- (fs. 2 a 4). Demanda que fue declarada probada por fallo de 28 de marzo de
2003 (fs. 5 y vta.); embargándose, el 9 de abril de 2003, el inmueble de propiedad de la
accionante como garante del citado préstamo, inscrito en DD.RR. la partida computarizada
010180944, folio 82527, con una superficie de 651 m 2, ubicado en la zona central este, manzana
151, sobre la calle Arenales 622-624 de Santa Cruz de la Sierra (fs. 7). Siendo notificada la
accionante con estos actuados el 26 de abril de 2003 (fs. 9).
II.2. Mediante memorial presentado el 30 de abril de 2003, la accionante que figura con el
nombre de “Chen Lor Jia Xia”, dentro del proceso coactivo, formuló excepciones de falta de
personalidad jurídica del coactivante, impersonería, falta de capacidad procesal en el ejecutante,
falta de fuerza coactiva e inhabilidad del título coactivo (fs. 10 a 16); que fueron declaradas
improbadas por Auto de 30 de junio de 2003 (fs. 37), confirmado en apelación por Auto de
Vista de 16 de agosto de 2004 (fs. 38).
II.3. A través del memorial presentado el 25 de enero de 2007, la accionante, observó el peritaje
realizado en el citado proceso coactivo, por considerar que no había tomado en cuenta una
tienda comercial, el segundo piso del inmueble, los baños y la cocina; y pidió se considere la
prueba pericial que adjuntaba (fs. 107), petición que fue rechazada por el Juez Séptimo de
Partido en lo Civil y Comercial del Distrito Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz, por
Auto de 3 de febrero de 2007, estableciendo como base del remate la suma de $us146 261.-
(ciento cuarenta seis mil doscientos sesenta y un dólares estadounidenses) (fs. 111), contra este
Auto, la accionante opuso recurso de apelación solicitando se nombre un perito dirimidor para
que realice un peritaje real (fs. 117 a 118), Auto que fue confirmado por la Sala conformada por
los Conjueces ahora demandados, mediante Auto de Vista de 21 de julio de 2008 (fs. 202 a 203).
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada, caso contrario concierne determinar si existió
vulneración de los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, comprendida en el art. 128 de la CPE, está instituida por
mandato constitucional, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir derechos fundamentales y garantías constitucionales;
es decir que tiene por objeto la protección de derechos fundamentales que están bajo su tutela.
Sin embargo, el art. 96.2 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece como causal de
improcedencia, entre ellas, los actos consentidos libre y expresamente; en cuanto a esta figura
constitucional, la SC 0231/2010-R de 31 de mayo, siguiendo el entendimiento expresado en la
SC 1667/2004-R de 14 de octubre, entre otras, señaló que: "Esta causal que debe entenderse
objetivamente como cualquier acto o acción que el titular del derecho fundamental realice
ante la autoridad o particular que supuestamente lesionó el mismo, como también ante otra
instancia, dejando advertir o establecer claramente que acepta o consiente de manera
voluntaria y expresa la amenaza, restricción o supresión a sus derechos y garantías
fundamentales, de modo que no siempre podrá exigirse un acto en el que el titular manifieste
textualmente y por escrito que acepta libre y expresamente el acto ilegal u omisión indebida,
sino que ello podrá deducirse con los elementos de juicio suficientes del accionar que el titular
hubiera tenido a partir de la supuesta lesión de la que hubiesen sido objeto sus derechos y
garantías constitucionales.; aclara la norma, en sentido de no ser necesario que mediante
textos expresos se demuestre que el recurrente, ahora accionante, consintió la vulneración de
los derechos considerados vulnerados, es suficiente que demuestre una actitud de
consentimiento, libre de coerciones, amenazas y presiones" (razonamiento reiterado por la SC
0446/2011-R) (las negrillas son agregadas).
Bajo el mismo entendimiento, se concluyó que: “…el consentimiento libre y expreso supone la
acción voluntaria de la persona de someterse al acto considerado lesivo, sin objetarlo, tomando
una actitud pasiva frente al mismo, o en su caso, realizando acciones que no tienden a
restablecer el acto considerado lesivo” (SC 1928/2004-R, de 16 de septiembre).
III.2. Control de la legalidad ordinaria
En el caso que se analiza, la accionante cuestiona dos puntos concretos en la presente acción de
amparo constitucional: a) Su identidad, en cuanto a su nombre y apellidos con los que se llevó el
proceso coactivo; y, b) el avalúo del inmueble embargado.
POR TANTO
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Celebrada la audiencia pública el 15 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
154 a 155, se produjeron los siguientes actuados:
El Juez Segundo de Partido y Sentencia Penal de El Alto del Distrito Judicial -ahora
Departamento- de La Paz constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 3/2010 de
15 de marzo, cursante de fs. 167 a 173, “concediendo” la tutela bajo los siguientes
fundamentos: a) Se ha demostrado que el Concejal Waldo Honorato Mamani Quispe, se
encuentra con acusación formal por Resolución 006/2009 de 17 de diciembre, razón por la cual
es aplicable el art. 34.I de la LM, procediendo la suspensión temporal del mismo, de forma
automática; además dicho concejal se encuentra impedido de ejercer el cargo y por ende todos
sus actos son nulos de pleno derecho; b) Claramente se ha demostrado que ha existido una
conculcación del derecho al debido proceso justo y equitativo, por no haberse cumplido con el
art. 16 de la LM, es así que las Resoluciones Municipales de 4 y 11 de febrero del 2010 carecen
de valor legal, por no haber nacido a la vida del derecho; y, c) La jurisprudencia constitucional
ha establecido que la reconsideración prevista en el art. 22 de la LM no es propiamente un
recurso, en el marco de las SSCC 0998/2002, 1382/2002, 1936/2003, 0478/2004, 0002/2005,
0093/2005, 1026/2006.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por Resolución Municipal 004/2010 de 4 de febrero emitida por el Concejo Municipal de
Sapahaqui, determinó la destitución de la ahora representada como Alcaldesa municipal,
resolución que contó con la participación de Waldo Honorato Mamani Quispe, Concejal que
tiene en su contra acusación formal, la que se equipara a un auto de procesamiento ejecutoriado;
además, de la participación de la Concejala Gladys Verónica Cuba Huanca, que se encontraba
inhabilitada para participar en las sesiones de concejo.
II.3. Por Resolución 038/09, por la cual se sancionó a la Concejala Gladys Verónica Cuba
Huanca, con el cese de sus funciones (fs. 35).
II.4. Mediante escrito de 17 de diciembre de 2009 emitido por la Fiscal de Materia, Mirtha
Torrez Ortiz, se acusó formalmente a Waldo Honorato Mamani Quispe por los delitos de
lesiones graves, robo agravado y otros (fs. 37 a 43 vta.).
II.6. En carta de 4 de enero de 2010, la ahora representada, hizo conocer su renuncia irrevocable
al cargo de Alcaldesa municipal, con el fundamento que se postularía a las elecciones
municipales de abril de 2010 (fs. 152).
II.7. Mediante Resolución Municipal 004/10 de 4 de febrero, emitida por el Concejo Municipal
de Sapahaqui, que se aceptó la renuncia irrevocable e inmodificable de María Elena Fernández
Condori (fs. 153).
II.8. A través de Resolución Municipal 005/10 de 4 de febrero emitida por el Concejo Municipal
de Sapahaqui, se eligió en el cargo de Alcalde municipal de Sapahaqui a Waldo Honorato
Mamani Quispe (fs. 25).
II.9. Cursa carta de 9 de febrero de 2010, Waldo Honorato Mamani Quispe presentó su renuncia
irrevocable al Concejo municipal de Sapahaqui (fs. 32).
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
Con carácter previo a efectuar el análisis de la problemática planteada por el accionante a través
de la presente acción, es menester señalar que la acción de amparo constitucional se halla
instituida y reconocida en la CPE en su art. 128, como un medio de tutela de carácter
extraordinario, cuyos principios de subsidiariedad e inmediatez inherentes a su propia naturaleza
son los que la rigen y se aplican también en la interposición de la acción de defensa.
Es así, que como exigencia ineludible de toda persona física o jurídica que considera haberse
vulnerado o restringido sus derechos o garantías fundamentales y que pretende la protección o
restablecimiento de los mismos a través de la jurisdicción constitucional, debe agotar
previamente los medios o recursos legales dentro del proceso judicial o administrativo,
permitiendo a la autoridad jurisdiccional o administrativa repare las supuestas lesiones a los
derechos y garantías constitucionales en que hubiere incurrido. Por ello, la Constitución Política
del Estado, ha establecido en el art. 129.I, que esta acción tutelar debe ser interpuesta siempre
que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados. El entendimiento expresado sigue el asumido por la SC
0622/2010-R de 19 de junio, toda vez que la misma no contraviene el orden Constitucional
vigente y es concordante con los razonamientos expresados en el párrafo precedente.
La accionante manifiesta que las autoridades demandadas incurrieron en acto ilegal al haber
aceptado su renuncia al cargo de Alcaldesa, en una sesión del Concejo Municipal de Sapahaqui
donde participaron los Concejales Waldo Honorato Mamani Quispe, quien contaba con
acusación formal, y Gladys Verónica Cuba Huanca que se encontraba inhabilitada y suspendida
para participar en las sesiones del concejo -hoy codemandados-, de cuyo resultado se emitió la
Resolución Municipal 004/10, con la participación de estos concejales impedidos por ley, de lo
que se establece que dicha Resolución es ilegal.
Esta situación irregular fue dada a conocer por la ahora representada al Concejo Municipal de
Sapahaqui mediante nota presentada el 3 de febrero de 2010, en la que además manifiesta no
haber renunciado al cargo de alcaldesa por hallarse con facultades físicas y mentales para
continuar ejerciendo su cargo.
De lo relacionado se evidencia que los actos lesivos denunciados por la ahora representada,
fueron puestos a conocimiento de los demandados el 3 de febrero de 2010 mediante nota
expresa, acudiendo después a la jurisdicción constitucional directamente mediante la presente
acción de amparo constitucional el 11 de marzo de 2010; es decir, sin haber agotado el recurso
de reconsideración ante el Concejo Municipal de Sapahaqui, a partir de lo que se infiere que la
hoy representada no activó una vía de impugnación en defensa de sus derechos a fin de que las
autoridades demandadas tengan la posibilidad de efectuar un nuevo análisis del caso en cuestión
para reconsiderar la decisión asumida, razón por la cual ese recurso no habría sido agotado a
momento de interponer la presente acción, razonamiento establecido por la jurisprudencia citada
en el Fundamento Jurídico de esta Sentencia Constitución Plurinacional; por lo que de acuerdo a
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3647
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
ejemplo, en el texto de la Ley del Tribunal Constitucional el citado art. 48.4, se encuentra en el
capítulo IV relativo a las disposiciones procesales comunes”.
POR TANTO
2° Con la facultad conferida por el art. 48.4 de la LTC, en mérito al lapso transcurrido entre la
emisión de la Resolución del Tribunal de garantías y el pronunciamiento de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, los actos y resoluciones que se hubiesen realizado y
emitido en cumplimiento a la resolución del Tribunal de garantías, se tienen por válidos y
subsistentes.
Mediante la Resolución Municipal 004/2005 de 11 de enero, Aldo Clavijo Viruez fue nombrado
Alcalde del municipio de Puerto Quijarro, de la Segunda Sección Municipal de la provincia
Germán Busch del departamento de Santa Cruz, el mismo que, interpuso la presente acción,
contra los miembros de la Comisión de Ética, quienes a su vez, algunos fungían en calidad de
concejales del Municipio de Puerto Quijarro, por los “actos ilegales y las omisiones
intencionales” (sic) en las que incurrieron éstos y que durante el desarrollo del proceso
administrativo interno en contra del ahora accionante; la Comisión de Ética del Concejo
Municipal, mediante nota de 26 de mayo de 2009 evacuada por Josefina Beltrán Rojas y Estela
Andrade de Montiel como Presidenta y Vicepresidenta del Comité de Vigilancia,
respectivamente, hacen conocer al Concejo Municipal que presentaron querella contra Aldo
Clavijo Viruez como alcalde, Juan Bautista Bonifacio en el cargo de concejal y Cesar Olivares
Segurondo en calidad de agente municipal de Arroyo Concepción y otros funcionarios, por la
supuesta comisión de los delitos de peculado y otros, por lo que, se dispuso la apertura de
proceso administrativo; es así que, el 24 de junio y el 1 de septiembre de 2009, dictaron el Auto
de Apertura de proceso administrativo interno, a sustanciarse por la Comisión de Ética, presidida
ilegalmente por la Vicepresidenta del Concejo Municipal.
De esta manera, el accionante, señala que se le vulneró sus derechos de “acceder al expediente”,
a hacer uso de su defensa oral, al debido proceso, a la presunción de inocencia, el derecho a la
petición, a la “seguridad jurídica” y el acceso a la información, por lo que, interpuso el recurso
de revocatoria y el recurso jerárquico, el 8 y 23 de septiembre de 2009, respectivamente.
I.1.3. Petitorio
Las autoridades demandadas, no obstante de su legal citación conforme se tiene a fs. 102 y vta.,
no se hicieron presentes ni hicieron llegar informe alguno.
I.2.3. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por Resolución Municipal 04/2005 de 11 de enero, el Concejo nombró Alcalde del
Gobierno Municipal de Puerto Quijarro al concejal Aldo Clavijo Viruez (fs. 1).
II.2. En mérito a la carta de 26 de mayo de 2009, presentada por Josefina Beltrán Rojas y Estela
Andrade Montiel, en calidad de Presidenta y Vicepresidenta del Comité de Vigilancia, en la que
hacen conocer que presentaron querella por el delito de peculado y otros contra Aldo Clavijo
Viruez como alcalde, Juan Bautista Bonifacio en el cargo de concejal y Jhonny Cesar Oivares
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3651
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II.5. Recurso de revocatoria planteado por el ahora accionante ante la presidente de la Comisión
de Ética del Concejo Municipal (fs. 33 a 38 vta.).
II.6. Recurso jerárquico planteado por el accionante ante la Presidente de la Comisión de Ética
del Concejo Municipal de Puerto Quijarro, por el que solicitó que el mismo sea de conocimiento
del Pleno del Concejo Municipal, pidiendo además que se obligue a los miembros del Comité de
Ética para que se excusen obligatoriamente de conocer y tramitar el presente proceso; solicita
asimismo, que previamente se concluya el proceso penal tramitado en el juzgado y se tenga una
resolución con fuerza ejecutoria (fs. 51 a 58 vta.).
II.9. Por su parte el accionante interpuso “Recurso Jerárquico de nulidad y anulabilidad de los
actos administrativos del proceso interno Administrativo y Resolución Municipal Nº 063/2009
de fecha 25 de septiembre del 2009” (sic), solicitando se declare nulo el proceso administrativo
hasta la presentación del cite 499/CVPQ/2009, ordenando a la presidencia del Concejo
Municipal se conforme una nueva comisión de ética con miembros que no tengan un interés
directo en el proceso, denuncias o querellas pendientes de resolver (fs. 71 a 77 vta.).
II.10.Proveído de 2 de octubre de 2009, emitido por los miembros de la Comisión de Ética, por
el que se ordena devolver el memorial que contiene el recurso jerárquico, en razón de que la
Comisión de Ética con la emisión del informe final emitido el 23 de septiembre de 2009,
elevado al pleno del Concejo Municipal, perdió competencia para seguir conociendo el caso (fs.
78).
En ese sentido el art. 128 de la CPE, ha previsto la acción de amparo constitucional, contra
todos los actos u omisiones ilegales o indebidos cometidos por servidores públicos o persona
particular o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Constitución y las leyes, constituyendo una garantía jurisdiccional
extraordinaria mediante la cual el accionante hace posible la restitución de sus derechos y
garantías fundamentales restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión,
obteniendo la tutela y la reposición en el ejercicio de los mismos.
Por su parte el art. 129.I de la Ley Fundamental, prevé que esta acción de defensa se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o
por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de
los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”.
componente del juez natural; el referente a la competencia en cuanto a los supuestos de hecho
antes descritos; es decir, usurpación de funciones que no estén mencionadas por ley, ejercicio
de potestad administrativa que no emane de la ley, resoluciones judiciales emitidas en ejercicio
de jurisdicción que no emane de la ley o pronunciadas por autoridad jurisdiccional suspendida
en el ejercicio de sus funciones o que hubieren cesado en las mismas; se encuentran
resguardados específicamente por el recurso directo de nulidad”.
III.3. La acción de amparo constitucional no define falta o pérdida de competencia, por
existir para ello el recurso directo de nulidad
De acuerdo con los antecedentes procesales que cursan en el expediente, se ha establecido que la
sustanciación ilegal del proceso administrativo seguido contra el ahora accionante, respecto al
cual este manifiesto “Usted señora Rosario Hurtado de Gallardo, en calidad de Presidenta del
Concejo Municipal, supuestamente representa a la mayoría del Concejo Municipal, por lo tanto
NO puede ser Secretaria de la Comisión de Ética que representa a la minoría en esa Comisión,
así también la Vicepresidente del Concejo Municipal que representa a la minoría en el Concejo
Municipal NO puede ser la Presidenta de la Comisión de Ética que representa a la mayoría del
Concejo Municipal en la Comisión de Ética.
El Reglamento Interno del Concejo Municipal, en su art. 64 (Conformación) señala: que ”La
Comisión de Ética se conformara al comienzo de la gestión y sus miembros serán elegidos al
inicio de cada gestión anual y estará constituida por dos concejales en ejercicio, uno de la
mayoría y el otro de la minoría, elegidos por dos tercios de votos del Concejo Municipal en
pleno”, por lo que “al ser ilegal la conformación de la Directiva de la Comisión de Ética,
también resultan ilegales sus actos y resoluciones que emanen de sus miembros, por lo tanto
nulas de pleno derecho“ (sic).
alguna que las acredite como Presidenta y Vicepresidenta del Comité de Vigilancia a la fecha de
la presentación de la comunicación indicada.
El recurso jerárquico interpuesto por el accionante ante el plenario del Concejo Municipal de
Puerto Quijarro; sin embargo, fue respondido por la Comisión de Ética ilegalmente, toda vez
que el único facultado para responder era el Pleno del Concejo Municipal; asimismo, se
evidencia que se conformó la Comisión de Ética sin cumplir lo señalado en el Reglamento
Interno del Concejo Municipal y los arts. 64 y14 de la LM.
En conclusión se puede establecer que el elemento central de la presente acción tutelar radica en
observar la conformación de la Comisión de Ética, sin el cumplimiento de las condiciones
señaladas en los arts. 14, 16 inc. v) y 18 de la LM y 64 y 81 del Reglamento Interno del Concejo
Municipal de Puerto Quijarro, precedentemente referidos; es decir, el accionante cuestiona la
falta de competencia de dicha Comisión; que fue la que lo procesó, situación que impide
ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, toda vez que el orden constitucional y
legal ha establecido un mecanismo para impugnar la falta de competencia -sean estas de
autoridades judiciales o administrativas-, como es el recurso directo de nulidad y no así el
amparo constitucional, que por su naturaleza no es la vía idónea ni eficaz para restituir los
derechos denunciados como vulnerados, conforme los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3 de
este fallo. En este entendido, el accionante debió acudir al recurso directo de nulidad y no así a
la acción de amparo constitucional, para hacer prevalecer sus derechos.
En consecuencia el Juez de garantías, al conceder la tutela demandada, no ha valorado
correctamente las disposiciones constitucionales y legales aplicables al presente caso de autos,
ccorrespondiendo denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
1° REVOCAR la Resolución 10/2009 de 5 de noviembre, cursante de fs. 105 a 106, dictada por
el Juez de Partido y de Sentencia de Puerto Suárez de la provincia Germán Busch del
departamento de Santa Cruz y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo por las razones expuestas.
2° Con la facultad conferida por el art. 48.4 de la Ley del Tribunal Constitucional, que permite
el dimensionamiento de los efectos de la presente Sentencia en el tiempo y en mérito al lapso
transcurrido entre la emisión de la Resolución del Juez de garantías y el pronunciamiento del
presente fallo, se mantienen subsistentes y válidos los actos realizados en cumplimiento a la
Resolución 10/2009.
CORRESPONDE A LA SCP 0435/2012 (viene de la pg. 8).
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
Celebrada la audiencia pública el 17 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
142 a 145 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El abogado de la parte accionante -en audiencia- a tiempo de exponer el marco normativo de la
Ley de Participación Popular y la Ley de Municipalidades, en cuanto a las funciones del Comité
de Vigilancia, ratificó el tenor íntegro de la demanda e indicó: a) Los quince representantes del
Comité de Vigilancia cesaron en sus funciones en abril de 2009; b) Sus Estatutos establecen que
son organizaciones cívicas ajenas a fines político partidarios; c) El Comité de Vigilancia tuvo
conocimiento de las elecciones realizadas, difundiéndose incluso en un medio de prensa; y, d)
Después de ganar las elecciones enviaron cartas a la Alcaldía, al Comité de Vigilancia y a
ACOVICRUZ, sin obtener respuesta.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
No estuvieron presentes las autoridades demandadas, ni el Subalcalde municipal del Distrito 9,
que fue citado como tercero interesado, sólo el abogado del codemandado Ever Romero
Arteaga, quien dijo que debido a la inasistencia de su cliente no cuenta con personería para
responder; sin embargo, hizo conocer que minutos antes de la audiencia presentó recusación a
los miembros del Tribunal de garantías, argumentando que su abogado participó en otra acción
de amparo constitucional en la misma Sala donde “extrañamente” salió en su contra.
El Tribunal de garantías, la rechazó expresando: 1) En la acción de amparo constitucional no
existe la recusación sólo la excusa de oficio; y, 2) No es causal de recusación o excusa como
quiera llamarse el hecho de que el abogado patrocinante hubiera conocido otro recurso.
I.2.3. Resolución
La Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 10/2010
de 17 de marzo, cursante de fs. 145 vta. a 146 vta., concedió la acción planteada por el derecho
de petición, disponiendo que dentro del plazo de setenta y dos horas la Asociación de Comités
de Vigilancia de Santa Cruz, de respuesta a la solicitud de obtención de credenciales y sobre el
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3657
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cese de las funciones al anterior delegado del Distrito Municipal 9, realizada por los accionantes,
y denegando sobre los otros derechos denunciados.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. A fs. 50, cursa RA 80/2008 de 21 de noviembre, pronunciada por Carlos Diez Guzmán y
Pastor Peña, Presidente y Secretario General del Comité de Vigilancia de la ciudad de Santa
Cruz que dispone la suspensión de funciones y la representación de Ever Romero Arteaga,
Delegado titular del Distrito 9.
II.6. Testimonio notarial de piezas del libro de actas de ASOJUVE-D9, extendido por la Notaría
de Fe Pública 61 de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra de 13 de mayo de 2009, que constatan
la realización entre otros, de elecciones de candidatos, inicio y cierre del proceso electoral,
posesión de su directiva y nombramiento de sus delegados al Comité de Vigilancia, este último
acto obrado el 2 de mayo de ese año, en la Unidad Educativa Naun Fernández de la ciudad de
Santa Cruz (fs. 28 a 36).
II.7. Fotostáticas de credenciales de Félix Chapi Espinoza y Wilson Peralta Flores, que indican
que las referidas personas son miembros de ASOJUVE-D9 y cumplen el cargo de Vigilante
titular y Vigilante suplente respectivamente, por ese Distrito (fs. 39 y 43).
Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar si existe una causal que impida
ingresar al fondo de la problemática planteada y en su caso determinar si existió vulneración de
los derechos fundamentales y garantías constitucionales invocadas.
La acción de amparo constitucional, prevista en el art. 128 de la CPE, tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva,
que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley.
Por mandato del art. 129.I de la Ley Fundamental, esta acción de tutela podrá ser planteada por
la persona que se crea afectada o por otra a su nombre con poder suficiente, ante cualquier juez o
tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección
inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
El constitucionalista boliviano José Carrasco, citado por Evelyn Fátima Rejas Heredia, en
derecho de petición, democracia y jurisprudencia constitucional, revista del Tribunal
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3659
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
Constitucional número cuatro, paginas 269-290, 2001, editorial judicial, señala que “el derecho
de petición es el mejor medio para que un ciudadano se vincule o relacione a la estructura estatal
y al ejercicio de poder”.
Previo al análisis de la problemática planteada, cabe aclarar que la seguridad jurídica en nuestra
normativa constitucional, es un principio regulador de la potestad de impartir justicia conforme
prevé el art. 178 de la Ley Fundamental, por lo que su vigencia se realiza con los otros derechos
que también fueron reclamados.
En el caso presente, los accionantes afirman que se encuentran impedidos de ejercer la función
de vigilantes ante el Comité de Vigilancia y la Asociación de Comités de Vigilancia de Santa
Cruz, debido a que no dieron respuesta a las cartas de 19 y 22 de mayo de 2009, reiterados el 24
y 31 de agosto de 2009, encontrándose en la incertidumbre sobre el ejercicio de la función
encomendada por la asociación autónoma de juntas vecinales cívicas del Distrito Municipal 9 de
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Como se tiene expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo, el derecho de petición, en
un Estado social de derecho, busca garantizar la pacífica convivencia social y, por su carácter de
ser un derecho fundamental, obliga a la autoridad o agrupación investida de la mencionada
cualidad, a emitir una respuesta formal y oportuna, sin más requisitos que la identificación del
peticionante, conforme señala el art. 24 de la CPE, concluyéndose así que el Comité de
vigilancia y ACOVICRUZ vulneraron el derecho de petición de los accionantes al no dar
respuesta a las cartas recepcionadas el 19 y 22 de mayo de 2009, reiterado el 24 y 31 de agosto
del mismo año.
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3660
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En efecto, de la revisión de las mencionadas cartas se advierten que estas son peticiones escritas,
no existe respuesta oportuna ni otros medios de impugnación para hacer efectivo el derecho de
petición de los accionantes, ya que no sólo existe falta de pronunciamiento del Comité de
Vigilancia, sino también de su ente matriz; es decir, de la Asociación de Comités de Vigilancia
de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Por otra parte, expresar que no existe legitimación pasiva del codemandado José Ever Romero
Arteaga, ex delegado del Distrito Municipal 9 de la ciudad de Santa Cruz, ya que no se advierte
su participación en la negativa de otorgar credenciales a los accionantes, más aún cuando
mediante Votos Resolutivos 2/2009 y 003/2009 de 4 de mayo y 12 de octubre, respectivamente,
se desconoció su representación como delegado al Comité de Vigilancia de su Distrito; situación
que fue indirectamente advertida por el Tribunal de garantías al no haber conminado a la citada
persona.
POR TANTO
Señaló también que, una vez que el querellante así como el representante del Ministerio Público
tuvieron conocimiento del fallo citado precedentemente, presentaron apelación incidental con
argumentos contrarios, siendo radicada en la Sala Penal Primera, cuyos miembros emitieron el
Auto de Vista 42/2009 de 16 de noviembre, declarando improbada la excepción de extinción de
la acción penal por prescripción y ordenando que el Juez de la causa continúe con el proceso en
etapa preparatoria, haciendo una “errónea interpretación” del art. 29 inc. 2) del CPP, con el
fundamento de que el ilícito se hubiese cometido el 14 de enero de 2004, habiendo transcurrido
cuatro años y siete meses a esa fecha, por lo que no se cumplió con el plazo establecido por
dicha normativa ya que el primer acto procesal fue realizado en agosto con la presentación de la
imputación formal, Auto contra el que se planteó complementación y enmienda, siendo éste
confirmado, lo cual vulneró sus derechos constitucionales ya que los demandados aplicaron los
preceptos legales en forma incorrecta, arbitraria, insuficiente, infundada, incongruente, absurda e
ilógica, sin motivación, con error evidente y omitiendo la amplia jurisprudencia para dicho
efecto.
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita se conceda la tutela, “se digne sobre la correcta valoración de la pruebas
que acompaño” (sic), y se deje sin efecto el Auto de Vista 42/2009 disponiéndose que los ahora
demandados pronuncien uno nuevo confirmando la resolución apelada.
Efectuada la audiencia pública el 18 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 76
a 82 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. El 7 de septiembre de 2009, Rodolfo Gómez Flores presentó apelación incidental respecto a
la Resolución de 20 de junio del citado año (fs. 12 y vta.); así como también el representante del
Ministerio Público, Luis Yutronic, por memorial presentado el 25 de septiembre de 2009,
interpuso apelación contra dicho fallo (fs. 20 vta.).
II.3. La Sala Penal Primera en atención a las apelaciones presentadas pronunció el Auto de Vista
42/2009, declarando procedente la misma, revocando parcialmente el Auto impugnado y
declarando improbada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción,
disponiendo que el Juez de la causa, continuara con el conocimiento del juicio en la etapa
preparatoria (fs. 28 a 29 vta.); solicitando el accionante explicación, complementación y
enmienda por memorial presentado el 26 de noviembre de 2009 (fs. 31 a 32), mereciendo la
Resolución 02/2009 de 27 de noviembre, pronunciada por la Sala Penal Primera, determinando
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que no había nada que aclarar y menos complementar debiendo estarse a lo resuelto por el Auto
de Vista mencionado precedentemente (fs. 33).
II.4. Cursa en obrados exhorto suplicatorio librado por el Tribunal Primero de Sentencia Penal
del Distrito Judicial -ahora departamento- de Potosí el 29 de enero de 2010, con el objeto de
notificar al accionante con la acusación fiscal, radicatoria, acusación particular dentro del juicio
oral seguido contra el Ministerio Público y Rodolfo Gómez Flores por la presunta comisión del
delito de estelionato (fs. 57 a 65 vta.).
II.5. Vladimir Nelson Valda Fernández, mediante memorial presentado ante el Tribunal Primero
de Sentencia Penal el 11 de marzo de 2010, ofreció prueba dentro de la acusación fiscal por el
delito de estelionato seguido por el Ministerio Público a instancia de Rodolfo Gómez Flores (fs.
73 a 74).
II.6. Auto de 12 de marzo de 2010. de apertura de juicio penal contra el accionante por la
presunta comisión del delito de estelionato pronunciado por el Tribunal Primero de Sentencia
(fs. 75).
El art. 196.I de la CPE, establece que: “El Tribunal Constitucional vela por la supremacía de la
Constitución, ejerce el control de constitucionalidad y precautela el respeto y vigencia de los
derechos y las garantías constitucionales”, por su parte la Ley del Tribunal Constitucional, en su
art. 1.II señala que: “Son fines del Tribunal Constitucional ejercer el control de
constitucionalidad y garantizar la primacía de la Constitución, el respeto y vigencia de los
derechos y garantías fundamentales de las personas, así como la constitucionalidad de las
convenciones y tratados”. Finalidad que no debe ser desnaturalizada o confundida, a través de
pretensiones que van contra las atribuciones del Tribunal Constitucional.
Por ello, cabe señalar que, si bien es cierto que la labor jurisdiccional es transversal, es decir que
en el desarrollo de sus atribuciones aborda diversas temáticas desde la vertiente constitucional
cuando se activa una acción, recurso o consulta constitucional; no es menos evidente que
también tiene ciertos límites, siendo uno de ellos la interpretación de la leyes al caso concreto
dentro de los procesos ordinarios, y otro, la valoración de la prueba en torno a la definición de la
situación jurídica de fondo en el proceso ordinario en cuestión.
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Lo señalado implica que el actor, en su recurso, no debe limitarse a hacer un relato de los
hechos, sino que debe explicar no sólo por qué considera que la interpretación no es razonable,
sino también cómo esa labor interpretativa vulneró sus derechos y garantías' ".
III.1.2. La valoración de prueba sobre la situación jurídica del proceso de donde emerge la
acción tutelar le corresponde a la jurisdicción ordinaria, salvo ciertas excepciones, previo
cumplimiento de requisitos
Luego refiriéndose a la excepcionalidad agregó que: “No obstante, como toda regla en ciertos
casos conlleva una excepción, de manera muy excepcional el Tribunal Constitucional, puede
determinar si se valoró o no la prueba, si se omitió alguna valoración pese a la presentación
oportuna y conforme a ley o la misma resulta arbitraria e irracional; sin embargo, no puede
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sustituir la valoración, sino disponer se emita nueva resolución con una adecuada valoración
probatoria por parte del mismo órgano o instancia ordinaria”; y luego de hacer mención a la
SC 0083/2010-R de 4 de mayo, que fue emitida bajo éste razonamiento, concluyó indicando que
la excepción se da cuando en la valoración de la prueba: “a) Exista apartamiento de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsible para decidir (…) o b) Cuando se haya omitido
arbitrariamente valorar la prueba y su lógica consecuencia sea la lesión de derechos
fundamentales y garantías constitucionales…".
pretende retrotraer el proceso judicial de donde emerge la presente acción tutelar; empero,
tampoco cumple con los presupuestos, dado que no ha fundamentado ni acreditado la no
valoración de dicha prueba, así también omitió precisar de que manera considera afectados los
principios de razonabilidad y equidad en la valoración de la prueba efectuada por las autoridades
demandadas o la ausencia de fundamentación al respecto. Situación que ratifica la imposibilidad
de compulsar la prueba referida en la presente acción tutelar.
Consiguientemente, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela aunque con otros fundamentos,
efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y aplicó correctamente los
alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
Desde hace más de un año con esfuerzo y sacrificio adquirió una caseta en la Comunidad
Miraflores del cantón Tarapacá del departamento de Potosí, donde vendía comida rápida y otros
refrigerios, con cuyos ingresos mantiene a su familia. El 6 de enero de 2010, el Prefecto de
dicho Departamento, posesionó a las autoridades originarias en esa Comunidad, quienes
designaron a su hermano Pascual Villanueva Gutiérrez en el cargo de Curaca, en dicho acto se
consumió bebidas alcohólicas, por lo cual, en la madrugada, éste ingresó a su inmueble
pretendiendo agredir a su madre y a su persona. El “11 de enero del 2010” (sic), Freddy Vargas
Mamani, Corregidor, convocó a una reunión para tratar el tema de la piscina “El Tambo” y en
puntos varios introdujo los problemas familiares referidos, el Corregidor asumió el rol de
Autoridad Indígena, manipulando la decisión de las bases, determinó el cierre de su caseta por
un año sin derecho a que atienda la piscina en ese periodo de tiempo, decisión que habría sido
puesta a conocimiento del Defensor del Pueblo, Derechos Humanos, Fiscalía y Oficialía de
Gobierno de la Prefectura del Departamento, ésta última autoridad, convocó a dos audiencias de
conciliación entre las partes a las cuales el demandado no acudió.
La accionante manifestó que lesionaron sus derechos al trabajo, empleo, debido proceso y a la
defensa, en el marco de los arts. 46, 47, 115, 119.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 9 de marzo 2010, según consta en el acta cursante de fs. 25 a
27 vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
1.2.4. Resolución
La Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Potosí, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 9 de
marzo de 2010, cursante de fs. 28 a 29 vta., declarando “procedente” la acción de amparo
constitucional bajo los siguientes fundamentos: 1) Los actos del demandado no estuvieron
ajustados en legalidad procesal, habiendo quebrantado el derecho al debido proceso; 2) El
demandado aprovechando su condición de autoridad, ha cometido abuso de poder al proceder al
cierre arbitrario, ilegal e injusto de la caseta de propiedad de la accionante, impidiéndole la venta
de refrigerios así como la atención de la piscina denominada “El Tambo” vulnerando su derecho
al trabajo; además, de colocar a la accionante en indefensión y desigualdad, al haber tomado la
justicia en mano propia; y, 3) La situación planteada se encuentra dentro los alcances del art.
128 y ss. de la CPE.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Freddy Castro Pérez y Benedicta Villanueva Gutiérrez presentaron memorial a Freddy
Vargas Corregidor de la población Miraflores del cantón Tarapacá, por el cual solicitaron se deje
sin efecto la “EXPULSION DE LA COMUNIDAD”, señalando que Pascual Villanueva
Gutiérrez, hermano mayor de la accionante es el responsable para que se adopte “medidas
ilegales e inconstitucionales” (sic) (fs. 8 y vta.).
II.3. Cursa en obrados fotografías en las cuales se percibe una base de hormigón, así también
una caseta de venta de alimentos, por parte de la accionante (fs. 10 a 11, 13 a 16 vta.).
La accionante denuncia que el demandado, vulneró sus derechos al trabajo y empleo, el debido
proceso y a la defensa, por cuanto en su condición de Corregidor de la Comunidad de Miraflores
del cantón Tarapacá del departamento de Potosí, determinó el cierre de la caseta en la que
vendía distintos refrigerios, por el lapso de un año, además de prohibirle el derecho de atender la
piscina “El Tambo” por ése mismo tiempo, con lo cual, la privó de llevar el sustento a su
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familia, toda vez que su marido e hijos dependen de ella. En consecuencia, corresponde
determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la
tutela solicitada.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial”.
La acción de amparo constitucional es un medio procesal que tiene por objeto asegurar el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales en situaciones excepcionales, por lo que en
el presente caso es necesario recordar lo señalado por la SC 0386/2010-R de 22 de junio, la cual,
rememoró la SC 0832/2005-R de 25 de julio, que en su texto refiere a las medidas de hecho
como: “…los actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y
procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del
poder que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo
legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela
inmediata que brinda el amparo por vulnerar derechos fundamentales…”.
ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por
vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el control al
abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano
propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo
ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias…·(SC
0832/2005-R de 25 de julio)”.
Por todo lo expuesto, se establece que el Tribunal de garantías que conoció y resolvió la presente
causa, al haber concedido la tutela solicitada, compulsó y evaluó correctamente los antecedentes
del caso.
POR TANTO
Por otro lado, menciona que una vez concluido el sumario informativo, se debió hacer conocer
de esta determinación: a la Central Local de Cooperativas, a la Federación Regional de
Cooperativas Mineras Auríferas (FERRECO), a la Federación Nacional de Cooperativas
(FENCOMIN) y a la Dirección General de Cooperativas (DIGECO), extremos que no fueron
cumplidos por la Cooperativa Minera San Juanito Montecarlo Ltda.
I.1.3. Petitorio
El accionante solicita se conceda la tutela y se disponga: a) Dejar sin efecto cualquier sumario
disciplinario que se hubiere instaurado en su contra; b) Se lo reincorpore de forma inmediata
como socio de la Cooperativa; sin pago de ninguna sanción o cuota por concepto de fallas,
aportes, faltas, multas; y, c) Se le cancelen los dividendos dejados de percibir, desde la fecha de
suspensión.
Celebrada la audiencia pública el 12 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
101 a 109 vta., se produjeron los siguientes actuados:
de no cursar en obrados acta labrada donde curse el voto afirmativo de las dos terceras partes de
los accionistas.
I.2.3. Resolución
El Juez Mixto y de Sentencia Penal de Sorata de la provincia Larecaja del Distrito Judicial -
ahora departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución
06/2010 de 12 de marzo, cursante de fs. 110 a 113, que “concedió” en parte la tutela demandada
y dispuso: i) Dejar sin efecto cualquier proceso sumario informativo; la incorporación inmediata
a la Cooperativa del accionante sin pago alguno de sanción, cuota u aporte y que los dividendos
dejados de percibir por el accionante no serían cancelados por la Cooperativa; ii) El certificado
258/09, emitido por la Dirección General de Cooperativas Mineras pertenecientes al Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social, establece que el ahora accionante tiene calidad
societaria, además que la Cooperativa Minera San Juanito Montecarlo Ltda., tiene un
Reglamento Interno de 11 de abril de 1988, el que conjuntamente a la Ley General de
Sociedades Cooperativas y el Estatuto de Instituto Nacional de Cooperativas componen un
conjunto de disposiciones que norman las actividades de la Cooperativa, asimismo el accionante
en reiteradas oportunidades reclamó sus derechos ante la FERRECO, la FENCOMIN y otras
instituciones; iii) En cuanto al principio de subsidariedad, éste fue cumplido a cabalidad, toda
vez que no fue notificado con una resolución expresa, por ende no corre plazo ni término para
hacer valer sus derechos, en el marco contenido del art. 97 del Reglamento Interno de la
Cooperativa; y, iv) El accionante acudió a diferentes instancias una vez que se enteró
extraoficialmente que iniciaron un proceso sumario en su contra, haciendo efectivo su reclamo
mediante diferentes petitorios ante los Presidentes de las Federaciones señaladas en el inc.
Precedente; y ante, DIGECO.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformo la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. Por memorándum de 31 de marzo de 2004, se notificó al hoy accionante, para que realice el
pago del 50% de la deuda en un término de treinta días (fs. 5 del anexo 2).
II.3. Por notas de 30 de abril, 3 y 4 de mayo de 2004 dirigida al Presidente de la FERRECO, el
accionante solicitó se cite a los directivos de la Cooperativa San Juanito Montecarlo Ltda., para
que se solucione el problema en relación al pago de los “fallos multa” (Sic) (fs. 6 a 8 del anexo
2).
II.4. Cursa Auto de apertura sumario informativo de mayo de 2004 emitido por la Cooperativa
San Juanito Montecarlo Ltda., contra el ahora accionante (fs. 9 del anexo 2).
II.5. Cursa oficio de desglose de sumario informativo en contra del accionante por el cual
establecen su exclusión de socio de la Cooperativa San Juanito Montecarlo Ltda. (fs. 10 del
anexo 2).
II.6. Por Resolución de mayo de 2004, la Cooperativa San Juanito Montecarlo Ltda., excluyó al
hoy accionante como socio de la Cooperativa (fs.11 del anexo 2).
II.7. Mediante acta de asamblea de la Cooperativa San Juanito Montecarlo Ltda., se establece
que el accionante se encuentra como observado y que no hizo conciliación alguna con el
directorio (fs. 12 a 14 del anexo 2).
II.8. Por nota de 8 de enero de 2005, se establece que Carlos Carrión Pérez tiene en su contra
sumario informativo (fs. 15 a 16 del anexo 2).
II.9. Cursa nota de 28 de junio de 2005 dirigida a Richard Iturri Varela, Presidente de
FERRECO, solicitando su reincorporación a la Cooperativa mencionada (fs. 17 del anexo 2).
II.11.Cursa revisión de sumario informativo, realizado por FERRECO, donde se establece que
el mencionado proceso realizado por la Cooperativa San Juanito Montecarlo Ltda., no se
encontraba enmarcado en el Código de Minería y los requisitos establecidos por el entonces
Ministerio de Trabajo, además se determina que el accionante sigue siendo parte de la
Cooperativa (fs. 50 del anexo 2).
Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo
constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo
I del art. 129 de la CPE, que esta acción '(…) se interpondrá siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos
o amenazados'.
Lo señalado implica que la acción de amparo forma parte del control reforzado de
constitucionalidad o control tutelar de los derechos y garantías, al constituirse en un
mecanismo constitucional inmediato de carácter preventivo y reparador destinado a lograr la
vigencia y respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, siempre que no
exista otro medio de protección o cuando las vías idóneas pertinentes una vez agotadas no han
restablecido el derecho lesionado, lo que significa que de no cumplirse con este requisito, no se
puede analizar el fondo del problema planteado y, por tanto, tampoco otorgar la tutela.”
Los puntos denunciados por el accionante, se encuentran vinculados a la ilegal competencia del
Tribunal sumariante que sustanció el sumario informativo y contra la Asamblea General de
Socios que ratificó la exclusión del accionante como socio de la Cooperativa.
De lo descrito, se denuncia la vulneración de la garantía del debido proceso en su elemento del
juez natural competente e imparcial, al respecto y conforme a la delimitación del ámbito de
protección tanto de la acción de amparo constitucional como del recurso directo de nulidad, se
concluye que cualquier reivindicación de derechos en cuanto al discernimiento de la alegada
falta de competencia a una persona o servidor público, debe ser analizada y definida a través del
recurso directo de nulidad, mecanismo idóneo y eficaz para establecer a que persona le
corresponde determinada función o potestad, lo que permitirá proteger concretamente la garantía
establecida en el art. 122 de la CPE, restándole a la acción de amparo constitucional la
protección del derecho y garantías del debido proceso en sus elementos del juez natural
imparcial e independiente.
En ese marco, es pertinente enunciar lo establecido en el Fundamento Jurídico III.2., que indica
que el elemento competencia vinculada al juez natural como elemento de la garantía del debido
proceso, que se alude en la presente acción, tiene instituido un recurso específico de protección,
cual es, el Recurso Directo de Nulidad que es un proceso constitucional a través del cual se
preserva y resguarda la delimitación de la jurisdicción y competencia efectuada por la
Constitución Política del Estado y las leyes, declarando la nulidad de los actos o resoluciones
que incurran en un exceso de poder, ya sea usurpando funciones que no le competen, o
ejerciendo jurisdicción y competencia que no emane de la Norma Fundamental o la ley, y no así
la acción de amparo constitucional, que por su naturaleza no es la vía idónea ni eficaz para
restituir los derechos denunciados como vulnerados. En consecuencia, corresponde denegar la
tutela solicitada con la aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo por las razones
expuestas.
POR TANTO
2º Con la facultad conferida por el art. 48.4 de la Ley de Tribunal Constitucional, que permite el
dimensionamiento en el tiempo, en mérito al lapso transcurrido entre la Resolución del Tribunal
de garantías y el pronunciamiento de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, los
actos que hubiese realizado en el desempeño de sus actividades, se declaran válidos y
subsistentes.
En revisión la Resolución 16/2010 de 8 de marzo, cursante a fs. 183 y vta. pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Miguel Carrillo Jiménez contra Teresa
Lourdes Ardaya Pérez, Teresa Vera Canellas de Gil y Jacinto Morón Sánchez, Vocales de
la Sala Penal Primera de la Corte Superior de Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de Santa Cruz.
Por memorial presentado el 25 de noviembre de 2009, cursante de fs. 130 a 139 vta., se tiene
conocimiento de los siguientes argumentos:
que: “las autoridades judiciales recurridas realizaron una interpretación arbitraria del art. 133 del
Código de Procedimiento Penal…” (sic).
El accionante, pide se revoque íntegramente y por consiguiente se deje sin efecto el Auto de
Vista 100 y el Auto de Vista complementario 138, disponiendo que los Vocales de la Sala Penal
Primera dicten nuevo Auto de Vista confirmando el Auto Interlocutorio 314/08, dictado por el
Juez Quinto de Sentencia Penal.
Celebrada la audiencia pública el 8 de marzo de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
178 a 183 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Jacinto Morón Sánchez, Teresa Lourdes Ardaya y Teresa Vera Canellas de Gil Vocales de la
Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, no se hicieron presentes en audiencia ni presentaron informe alguno no
obstante su legal notificación (fs. 144 y vta).
El abogado representante de SAPSA, mediante informe de fs. 167 a 168 vta. manifestó: a) El
“recurso” de amparo debió ser rechazado in limine, puesto que existe un proceso penal en
trámite; b) El accionante pretende que el Tribunal Constitucional se constituya en tribunal
ordinario y valore elementos de prueba, que ya fueron considerados por dicha jurisdicción,
pretendiendo se dicte un nuevo auto de vista confirmatorio; c) El accionante solicitó en varias
oportunidades suspensión del juicio motivo de la nulidad que determinó el Tribunal de alzada;
d) Desde el inicio hasta el presente los coimputados Jaime Roberto Pérez y Nataly Hoffman de
Montero fueron declarados rebeldes, hecho que perjudicó el normal desarrollo del proceso; y, e)
La conducta dilatoria se debe a la rebeldía y la interrupción de la acción penal por parte de los
imputados, siendo el proceso único e indivisible.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 16/2010
de 8 de marzo, cursante a fs. 183 y vta., concedió la tutela solicitada, con los siguientes
fundamentos: 1) La “SC 0079/2004” expresa que la extinción de la acción penal corresponde al
órgano jurisdiccional, a través del cual se determina si la negligencia es atribuible al órgano
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3682
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judicial, al Ministerio Público o actos dilatorios de las partes; 2) El Tribunal está facultado para
analizar la prueba cuando el juez o tribunal ordinario incurra en una incorrecta apreciación de la
misma, afectando el derecho a la defensa y al debido proceso; 3) La Constitución Política del
Estado, en su “art. 124” establece que las sentencias deben estar debidamente fundamentadas; 4)
El Auto de Vista 100, pronunciado por la Sala Penal Primera y su respectiva complementación
adolecen de fundamentación legal con respecto a lo decidido por el Juez ad quo que declaró la
extinción de la acción penal por duración máxima del proceso por Auto Interlocutorio 314/08; y,
5) La Sala Penal Primera no dio cumplimiento a lo establecido en el art. 124 del Código de
Procedimiento Penal, toda vez que dicha resolución no cuenta con una fundamentación
congruente con los puntos apelados.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. Carlos Eduardo Rodríguez Antelo representante legal de SAPSA, presentó querella contra
Jaime Roberto Pérez, Miguel Carrillo Jiménez, Nataly Hoffman de Montero y Pedro Agustín
Menacho Paz el 22 de octubre de 2004, por la presunta comisión del delito de estafa, ya que los
imputados habrían retirado grandes cantidades de dinero con el aparente propósito de pagar los
impuestos de dicha entidad, hecho que nunca se produjo puesto que la entidad referida recibió
intimaciones de pago y posteriormente, pliegos de cargo donde se establecía que SAPSA
adeudaba Bs986 545.- (novecientos ochenta y seis mil quinientos cuarenta y cinco bolivianos)
dictándose el Auto 494/2004 de 23 de octubre, por el cual se admite la querella, dándose inicio a
la acción penal y notificándose con dicho auto a Miguel Carrillo Jiménez el 26 de noviembre del
indicado año (fs. 27 a 31).
II.2. Mediante memorial de 22 de abril de 2008, Miguel Carrillo Jiménez opuso extinción de la
acción por duración máxima del proceso (fs. 65 a 71).
II.3. Por Auto Interlocutorio 314/08, pronunciado por el Juez Quinto de Sentencia Penal, se
declaró probadas las excepciones de extinción de la acción por duración máxima del proceso
planteada por Miguel Carrillo Jiménez y Pedro Agustín Menacho Paz, disponiendo extinguida la
acción penal y ordenando el archivo de obrados (fs. 83 a 84).
II.4. Mediante Auto de Vista 100, dictado por Jacinto Morón Sánchez, Teresa Vera Cañellas de
Gil y Teresa Lourdes Ardaya, Vocales de la Sala Penal Primera de la entonces Corte Superior de
Distrito, se declaró admisible y procedente la apelación incidental interpuesta por el querellante
Carlos Alberto Antelo Zambrana, revocando el auto interlocutorio apelado y disponiendo la
prosecución del trámite penal (fs. 106 a 107 vta.).
El accionante, sostiene que los demandados lesionaron sus derechos a la “seguridad jurídica”, al
debido proceso “en su componente del derecho de la culminación del proceso penal dentro de un
plazo razonable”, puesto que al pronunciar el Auto de Vista 100, mismo que declaró admisible y
procedente la apelación incidental interpuesta por el querellante del proceso penal seguido en su
contra revocaron el Auto Interlocutorio 314/08, que extinguía la acción penal por duración
máxima del proceso por más de tres años y ordenaba el archivo de obrados, puesto que
realizaron una interpretación arbitraria del art. 133 del CPP al emitir dicha Resolución, como
también al pronunciar el Auto de Vista 138, que dispuso no ha lugar a la aclaración, explicación,
complementación y enmienda solicitada por el accionante, manteniendo subsistente lo
determinado por el Auto de Vista 100. En consecuencia, corresponde determinar en revisión si
los extremos demandados son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
(…)
Asimismo, agregó que: en la '…realidad jurídica nacional actual, se debe tener claramente
establecido que 'la seguridad jurídica' al ser un principio, no puede ser tutelado por el recurso
o acción de amparo constitucional que tiene por finalidad proteger derechos fundamentales -no
principios- reconocidos por la Constitución, las normas internacionales de derechos humanos
reconocidos y/o ratificados por el país (que conforman el bloque de constitucionalidad) y las
leyes; sin embargo, por su reconocimiento constitucional, no puede ser inobservado por las
autoridades jurisdiccionales y/o administrativas, a momento de conocer y resolver un caso
concreto sometido a su competencia, por tanto es de inexcusable cumplimiento'”.
En el caso de autos, el accionante denuncia que las autoridades demandadas lesionaron sus
derechos constitucionales a través del Auto de Vista 100, “realizando una interpretación
arbitraria del art. 133 del CPP” (sic), al admitir y declarar procedente la apelación incidental
interpuesta por Carlos Alberto Antelo Zambrana (querellante), revocando el Auto Interlocutorio
314/08, resolviendo de esta manera la prosecución del juicio penal, asimismo la emisión del
Auto de Vista 138, que declaró no ha lugar a la aclaración, explicación, complementación y
enmienda que presentó, manteniéndose vigente el Auto de Vista 100, por lo que solicita se anule
el mismo, así como el aludido Auto de Vista 138, manteniéndose firme el Auto Interlocutorio
314/08 pronunciado por el Juez Quinto de Sentencia Penal.
derecho a la seguridad jurídica en su componente del derecho a la culminación del proceso penal
dentro de plazo razonable” (sic), por lo que las referidas omisiones, hacen inviable que este
Tribunal realice la interpretación de la legalidad ordinaria, al no haberse cumplido con los
requisitos que se exigen para proceder al efecto.
Con relación a la tutela del derecho a la “seguridad jurídica” invocado por el accionante, no
corresponde ingresar en su análisis toda vez que conforme la base jurisprudencial precitada, este
constituye un principio de la administración de justica conforme el art. 178 de la CPE por lo que
más bien la interpretación constitucional es la que debe orientarse a su protección.
Tal cual lo establece el art. 48.4 de la LTC, las resoluciones emitidas por este Tribunal, pueden
ser moduladas en sus efectos, señalando en: “La parte resolutiva en la que se pronunciará el fallo
sobre el fondo del recurso o demanda, en la forma prevista para cada caso, su dimensionamiento
en el tiempo y los efectos sobre lo resuelto…”, en ese sentido, se ha llegado a establecer que la
acción de amparo constitucional se debe presentar exponiendo con claridad y precisión los
principios o criterios interpretativos que no fueron cumplidos o valores supremos prescindidos;
empero, este Tribunal no puede desconocer todos aquellos actos que como emergencia de
haberse concedido la tutela solicitada se hubieran realizado.
POR TANTO
1º REVOCAR la Resolución 16/2010 de 8 de marzo, cursante a fs. 183 y vta., pronunciada por
la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Santa Cruz y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración
de que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
2º Al amparo del art. 48.4 de la LTC, debido al tiempo transcurrido desde la interposición de la
acción tutelar hasta la presente revisión, conforme a lo referido en el Fundamento Jurídico III.4.a
de esta Resolución, se dimensionan los efectos de la misma, dejando subsistentes los actos
cumplidos como resultado de la concesión de tutela por el Tribunal de garantías.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 25 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs.
284 a 295 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
Vivian Patricia Chacón Auzza, Wilmer Francisco Vargas Angulo y Edino Claudio Clavijo
Ponce, Subcontralora, Gerente Principal y Gerente, respectivamente, todos de Servicios Legales
de la Contraloría General del Estado en representación de Gabriel Herbas Camacho, Contralor
General del Estado, conforme poder 102/2010 de 19 de febrero, mediante informe escrito
cursante a fs. 251 a 258 de obrados así como en audiencia señalaron: 1) El dictamen de
responsabilidad civil no tiene la calidad de cosa juzgada material, es recién en la vía coactiva
fiscal que el juez determina la existencia o no de responsabilidad civil, previo proceso, donde el
accionante podrá desvirtuar todos los cargos que pesan en su contra y que generaron el
dictamen, no correspondiendo ser considerados por el “recurso” de amparo constitucional puesto
que deben ser dilucidados en el proceso coactivo fiscal; 2) El accionante está impugnando el
fondo del Dictamen sin realizar ninguna observación al procedimiento, acotando que el
dictamen de referencia responde al procedimiento aprobado por Resolución CGR/103/2008 de
13 de mayo, norma que expresamente aprueba el Instructivo para la emisión de dictámenes de
responsabilidad civil, no siendo el amparo constitucional la vía subsidiaria para dirimir
controversias, que deben ser resueltos en la instancia jurisdiccional; 3) Que la acción de amparo
está incoada sólo contra el Contralor General del Estado quien dio al Dictamen el valor decisorio
o vinculante para la emisión del mismo, siendo que los informes de auditoría (tanto preliminar
como complementario) fueron suscritos por el Gerente Principal de Auditoría, el Subcontralor
de Auditoría Externa, el Gerente de Auditoría, el Gerente de Servicios Legales, el Gerente
Principal de Servicios Legales, el Subcontralor de Servicios Legales, contra quienes también
debía ser “accionado” el presente amparo constitucional, careciendo por lo mismo de
legitimación pasiva; 4) El accionante presentó sus descargos ante el Gerente Principal de
Auditoría Externa y ante el Subcontralor de Auditoría Externa, sometiéndose a la Comisión de
Auditoría para que se valore los descargos presentados, sin hacer observación alguna al respecto,
siendo este hecho consentido y expreso; 5) Las decisiones de fondo deben ser debatidas por la
vía contenciosa fiscal y no por la del amparo constitucional puesto que ésta establece derechos o
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3689
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial -ahora Tribunal
Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución
120/2010 de 25 de febrero, cursante de fs. 296 a 300 vta., concedió la tutela solicitada, con los
siguientes fundamentos: a) El dictamen de responsabilidad civil CGR/DRC-026/2009 de 31 de
agosto, no tomó en cuenta las pruebas de descargo presentadas por el accionante, careciendo de
motivación y fundamentación con respecto a las pruebas de descargo; b) El referido Dictamen
señala los antecedentes de manera general; c) El Dictamen no tiene motivación, fundamentación
del porque del monto a pagar atribuible a estas personas; d) Conforme la jurisprudencia trazada
por el Tribunal Constitucional y la doctrina, la falta de fundamentación en las resoluciones
constituye defecto absoluto porque afecta el derecho a la defensa, al debido proceso, a la
“seguridad jurídica” y a la tutela judicial efectiva; y, e) Se vulneró el derecho al debido proceso
en su vertiente de valoración de la prueba y el derecho a la defensa que tiene la parte accionante,
ya que debe saber sobre qué puntos tiene que defenderse, si es que va al proceso coactivo fiscal
y el porqué tiene que pagar los montos de Bs245 319.- (doscientos cuarenta y cinco mil
trescientos diecinueve bolivianos) y Bs31 656.- (treinta y un mil seiscientos cincuenta y seis
bolivianos).
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. El Dictamen de Responsabilidad Civil CGE/DRC-026/2009 de 31 de agosto, fue firmado
por Gabriel Herbas Camacho, Contralor General del Estado a.i., que en la parte de antecedentes
expresa “Concluido el plazo de aclaración se evaluaron los descargos y se elaboró el informe
complementario Nº EX/EP20/FO6 C1, en el que se analizan los hallazgos y aclaraciones,
justificativos y pruebas concluyendo con la ratificación de los cargos, la identificación de los
responsables y la suma líquida y exigible de la obligación emergente del daño económico
ocasionado a la entidad”(sic) (fs. 1 a 5).
II.2. Por nota de 9 de octubre de 2009, el accionante, hizo conocer a Gabriel Herbas Camacho
Contralor General del Estado a.i., que en los resultados del informe complementario
EX/EP20/FO6-C1 y el Dictamen de Responsabilidad Civil CGE/DRC-026/2009, emitidos por
ese ente superior de Control Gubernamental, no fueron considerados aspectos importantes,
solicitando que los mismos sean considerados válidos conforme los aspectos que tiene a bien
señalar (fs. 9 a 11).
Asimismo, este Ente de Control Gubernamental en uso de sus atribuciones conferidas por el art.
43 de la Ley Nº 1178 emitió el respectivo Dictamen de Responsabilidad Civil CGE/DRC-
026/2009 de fecha 31 de agosto de 2009 con lo que concluyó el procedimiento en sede
administrativa” (sic) (fs. 12).
II.4. Por memorial de 3 de mayo de 2007, dirigido a Carlos Merino Conde Gerente Principal de
Auditoría Externa y Roberto Medina Justiniano Subcontralor de Auditoría Externa de la
Contraloría General de la República, el accionante presentó justificativos sobre el informe
EX/EP20/F06-R1 de Auditoría Especial, con el que fue notificado el 3 de abril de 2007, sobre
Pago de Bonificaciones del Batallón de Seguridad Física La Paz (fs. 111 a 114 vta.).
líquida y exigible de la obligación emergente del daño económico ocasionado a la entidad del
Batallón de Seguridad Física La Paz de la Policía Nacional (fs. 128 a 224).
II.7. Dentro del informe complementario EX/EP20/F06 C1, cursa el Anexo 1, por el cual se
evidencia toda la prueba presentada por el accionante conforme nota de 3 de mayo de 2007 (fs.
225 a 231).
II.9. Por nota de 28 de octubre de 2009, Carlos Humberto Quiroga Pérez responsable civil por el
Dictamen CGE/DRC-00026/2009, solicita se proceda dar de baja el cargo que pesa en su contra
y se emita certificado de información sobre solvencia en el fisco, señalando que conforme lo
establecido en el dictamen de responsabilidad civil CGE/DRC-0026/2009 ha realizado la
cancelación total del monto establecido en el referido dictamen (fs. 244 a 249).
Dicho entendimiento tiene sustento, entre otros, en el hecho de que si bien esta acción tutelar
tiene como finalidad la protección de derechos fundamentales y garantías constitucionales de
las personas, no es una instancia procesal y por ello, no se la puede equiparar a un recurso de
apelación y menos, a un recurso de casación, porque: '…no está configurado como una
instancia procesal de revisión de las resoluciones pronunciadas dentro de los procesos
ordinarios o administrativos que el ordenamiento jurídico prevé, pues no es una instancia que
forme parte de las vías legales ordinarias, lo que significa que esta acción tutelar se encuentra
abierta respecto de los actos u omisiones que lesionan derechos y garantías fundamentales,
pero de ningún modo se activa para analizar el fondo del proceso' …(SC 0929/2005-R de 12 de
agosto).
Por otra parte, se debe tomar en cuenta que, si bien la jurisprudencia, estableció supuestos
excepcionales en los que la jurisdicción constitucional puede revisar la labor de valoración de
la prueba, únicamente cuando: '…a) Exista apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, b) Cuando se haya adoptado una conducta
omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente al
caso y, su lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías
constitucionales…' (SC 0965/2006-R de 2 de octubre, reiterada por las SSCC 0089/2010-R y
0083/2010-R, entre otras); dicha competencia se reduce, en ambos casos, conforme indicó la
Sentencia citada: '…a establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la labor valorativa
o la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción ordinaria
examinando la misma'”.
En el caso de autos, el accionante denuncia que “el dictamen de Responsabilidad Civil Nº CGE-
DRC-026/2009 de 31 de agosto, vulneró su derecho al debido proceso en su vertiente de
valoración razonable de la prueba, por omitir la consideración de varios documentos que fueron
presentados como prueba de reciente obtención mediante memorial presentado el 2 de mayo de
2007”(sic), por cuanto la autoridad demandada no realizó una valoración objetiva de la prueba
de descargo, conforme corresponde al debido proceso pues no existe una relación de hechos y
carece de fundamentación que sustente que se consideró dicha prueba, misma que habría
desvirtuado la responsabilidad establecida en su contra, por lo que solicita la nulidad del
dictamen de responsabilidad civil precedentemente mencionado y por consiguiente se emita uno
nuevo que incorpore criterios lógicos y valorativos sobre las pruebas de descargo que presentó.
Ahora bien, lo que el accionante pretende mediante esta acción tutelar es la nulidad del
Dictamen CGE/DRC-026/2009, por no haberse valorado la prueba presentada mediante
GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL/JUNIO 3693
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR-SL
memorial de 2 de mayo de 2007, ya que no estuvieron explicados los motivos por los cuales no
se dio validez a la referida prueba de descargo, por lo que alega falta de valoración objetiva de la
misma, aspecto que conforme la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional se
tiene establecido que la jurisdicción constitucional no puede ingresar a considerar y/o valorar la
prueba presentada por el accionante dentro del trámite administrativo del cual emerge esta
acción tutelar, por cuanto ésta facultad es de competencia de los jueces y tribunales
jurisdiccionales y/o administrativos, en aplicación de los principios de legalidad e inmediación,
aspecto que conlleva a su ponderación, pertinencia y oportunidad pues es en base a las mismas
que sustentan sus resoluciones, tal como se tiene citado en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia, más aún cuando el accionante no precisó la ausencia de razonabilidad y
equidad en la valoración extrañada, como tampoco la actitud omisiva en esa tarea.
Finalmente, del estudio de los antecedentes de esta acción de amparo constitucional, este
Tribunal entiende que a partir del informe complementario EX/EP20/FO6-C1 a su vez contenido
en el informe EX/EP20/F06-R1 pronunciado por Mery Riveros Mercado, Cesar Flores Laura y
Olga Suarez Jiménez, Gerente de Auditoría, Gerente Principal de Auditoría Externa y
Subcontralora de Auditoría Externa respectivamente, sobre la Auditoría Especial de Pago de
Bonos, por el periodo comprendido entre 1 de enero de 2004 y el 30 de junio de 2006, del
Batallón de Seguridad Física La Paz de la Policía Nacional, está considerada la prueba
presentada por el ahora accionante ante la entonces Contraloría General de la República,
mediante memorial de 3 de mayo de 2007 como se tiene a partir de fs. 195 a 200, puesto que la
misma se encuentra en el informe de referencia, por lo que la autoridad demandada no omitió
arbitrariamente valorarla, en ese sentido corresponde denegar la tutela solicitada.
El art. 48.4 de la LTC, prevé que las sentencias constitucionales emitidas por este Tribunal,
pueden ser moduladas en sus efectos, señalando que: “La parte resolutiva en la que se
pronunciará el fallo sobre el fondo del recurso o demanda, en la forma prevista para cada caso,
su dimensionamiento en el tiempo y los efectos sobre lo resuelto…”, en ese sentido, si bien se
tiene establecido que la acción de amparo constitucional, no es una instancia procesal de
revisión de las resoluciones pronunciadas dentro de los procesos ordinarios o administrativos
previstos por el ordenamiento jurídico; sin embargo, este Tribunal no puede desconocer todos
aquellos actos que como emergencia de haberse concedido la tutela solicitada se hubieran
realizado, a efectos de la emisión de un nuevo Dictamen de Responsabilidad Civil, más aún
tomándose en cuenta que a partir de la interposición de la presente acción constitucional han
transcurrido más de dos años.
POR TANTO
Habiendo constituido sus hogares en los predios de la zona este de Santa Cruz de la Sierra,
barrio Kuapeguay, UV 233, desde mediados del 2007, el 23 de julio de 2009, luego de reiteradas
amenazas verbales de las víctimas de Elvio Medina Antelo y Martha Paz Paz, que afirmaban que
les iban a tumbar sus casas, contrataron los servicios de un abogado para que vea la situación
legal de los referidos terrenos, habiéndose enterado que los mismos fueron objeto de un recurso
de amparo constitucional llevado a cabo el 6 de febrero de 2007, interpuesto por las aludidas
personas contra Leonardo Arenas, Ninoska Saldias Pérez, Benito Montaño, Blanca Menacho,
Kolbert Masavi y René Mendoza Limachi, mas no en contra suya; empero, el 13 de noviembre
de 2009 el Oficial de Diligencia de la Sala Penal Primera, conjuntamente con los entonces
recurrentes del amparo constitucional y un centenar de jóvenes contratados de dudosa
procedencia, con fuerte presencia policial encabezaron un gigantesco operativo contra sus
viviendas, valiéndose de un mandamiento de desapoderamiento emitido por el referido cuerpo
colegiado, extendido el 6 de febrero de 2007, el cual cumplió su objetivo de desalojar a las
personas entonces recurridas.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 11 de marzo del 2010, conforme consta en el acta cursante de
fs. 363 a 371, se produjeron los siguientes actuados:
4) Conforme a las actas de verificación extendidas por Teresa Osinaga de Cuellar, Notaria de Fe
Pública 4, sus casas se encuentran destruidas, a la fecha duermen y comen en el piso, en un
terreno sin techo.
Lidia Vásquez “Butron”, exhibió informe escrito cursante de fs. 356 a 357 vta., en el que
argumenta: i) El 13 de noviembre de 2009, con un mandamiento de desapoderamiento librado
por autoridad judicial competente y acompañada de funcionarios policiales se hizo presente en
los terrenos motivo de la litis, informando a las personas la existencia del mismo, para que
desocupen sus viviendas a fin de no dañar enseres domésticos, menos a personas que pudieran
encontrarse en dichos predios, los detentadores de los predios posteriormente, desocuparon los
mismos de manera pacífica; ii) Respecto de la presunta vulneración de tres derechos
fundamentales como el derecho de defensa, el debido proceso y a la “seguridad jurídica”, no se
menciona en la demanda de qué manera se podrían haber cometido actos ilegales u omisiones
indebidas que los vulneren; y, iii) Solo cumplió con sus funciones, en su condición de integrante
de un Tribunal de garantías -Sala Penal Primera- dentro de un procedimiento constitucional
plenamente legal.
En audiencia Martha Paz Paz y Elvio Medina Antelo, mediante su abogado manifiestan: a)
Cuando se vulnera el derecho a la propiedad sea de cualquier persona o varias, la Norma
Fundamental establece que mediante la acción de amparo constitucional se devuelve el derecho
conculcado o vulnerado al propietario de cualquier terreno que haya sido avasallado; asimismo,
en el caso concreto si bien se presentó la acción de amparo constitucional contra cuatro
personas, también iba dirigida contra otras no identificadas, razón por la cual se mencionó “y
otros”, emitiéndose mandamiento de desapoderamiento el 26 de enero -no cita de qué año- que
señala: “proceda al desapoderamiento y/o lanzamiento de los señores Leonardo Arenas, Ninoska
Saldias Perez, Benito Montaño, Blanca Menacho, Kolbert Masavi y Rene Mendoza Limachi y a
todas las personas que se encuentren ocupando propiedades de Elvio Medina y Martha Paz”
(sic); b) El 30 de octubre de 2007, se emitió el mandamiento de desapoderamiento, con el que se
acudió al lugar con los efectivos policiales, pero todas las personas que se encontraban allí les
imploraron no ejecutarlo, llegando a existir un principio de entendimiento para que adquieran
legalmente el derecho propietario de los terrenos; sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo
dado que casi toda la familia Benavides impidió la negociación al estar directamente relacionada
con la familia “Sosa Añez”, quienes siempre alegaron ser los verdaderos propietarios de sus
terrenos; y, c) Respecto de la supuesta conculcación de derechos, los accionantes tenían pleno
conocimiento a quien correspondía el derecho propietario, ya que se entregaron fotocopias de
los títulos de propiedad; en consecuencia, solicitan el rechazo de la presente acción de amparo
constitucional.
I.2.4. Resolución
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.2. A través de memorial presentado el 23 de octubre de 2007, los actuales terceros interesados
solicitaron a los Vocales de la Sala Pena Primera, la extensión de un segundo mandamiento de
desapoderamiento, al encontrarse “nuevamente los terrenos objeto del recurso totalmente
avasallados en forma ilegal, por otras personas atropellando nuestro derecho de propiedad…”
(sic) (fs. 29 y 30), a cuya consecuencia, el 30 del citado mes y año, se expidió el mandamiento
de desapoderamiento en los mismos términos que el emitido el 14 de febrero del mismo año (fs.
34), determinación que no se ejecutó al haber existido un principio de entendimiento entre los
avasalladores de los terrenos y los propietarios (fs. 61 y 71).
II.3. El 26 de enero de 2009, los Vocales ahora demandados expidieron nuevo mandamiento de
desapoderamiento contra los recurridos en el entonces recurso de amparo constitucional (fs. 77);
empero, por memorial de 23 de julio de 2009, Lauriano Benavides Cabara, Baldemar Denis
Paraba, Adela Bazan Ortiz, Lino Morales Serrudo y Juan Manuel Céspedes Camargo, solicitaron
a los Vocales -hoy demandados- no se de curso a la renovación o actualización del mandamiento
de desapoderamiento descrito y su suspensión alegando no tener ninguna vinculación con la
Resolución de la acción de amparo constitucional de 6 de febrero de 2007, habiendo acordado
con los “verdaderos propietarios” de los predios que ocupan su venta a precio de “catastro” (fs.
97 a 100).
II.4. Por escrito de 14 de noviembre de 2009, Lauriano Benavides Cabara, Margarita Rojas de
Paz, Asunta Moremonchi Oquendaqui y Nelly Tatucua de Benavides, a tiempo de solicitar
fotocopias legalizadas de la orden de desapoderamiento emitida por las autoridades demandadas,
señalaron que el 13 del mismo mes y año, cuando se encontraban ausentes, sin previa
notificación se ordenó la demolición de sus viviendas (fs. 108).
El accionante alega que los demandados, lesionaron sus derecho y los de sus representados a la
“seguridad jurídica”, al debido proceso, a la defensa, a una vivienda digna, a la vida y a la salud,
por cuanto actuando como Tribunal de garantías emitieron el mandamiento de desapoderamiento
de 26 de enero de 2009 contra Leonardo Arenas, Ninoska Saldias Perez, Benito Montaño,
Blanca Menacho, Kolbert Masavi y René Mendoza Limachi, como efecto de la concesión de
tutela dispuesta por Resolución de 6 de febrero de 2007; empero, el mismo fue indebidamente
ejecutado en contra suya el 13 de noviembre de 2009, a pesar de no tener vinculación alguna con
dicho fallo constitucional dado que nunca fueron demandados en el entonces recurso de amparo
constitucional. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales aseveraciones son
ciertas, y si dan lugar o no a conceder la tutela invocada.
Esta acción de defensa, es considerada como un instituto fundamental, cuya función principal es
el resguardo o protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales a través de
un mecanismo de defensa rápido, expedito y eficaz por cuanto otorga al individuo una
protección inmediata.
Esta herramienta jurídica que responde a las más urgentes necesidades legales del ciudadano, no
es subsidiaria de otros medios de impugnación ordinarios y está contemplada para proteger
derechos y principios fundamentales consagrados en la Norma Fundamental, instrumentos
internacionales y las leyes, cuando éstos son amenazados, restringidos o suprimidos; y procede
contra los actos ilegales y omisiones indebidas de los servidores públicos o particulares que
atenten, conforme establecen los arts. 128 y 129 de la CPE, concordante con el art. 94 de la Ley
del Tribunal Constitucional (LTC).
III.2. Con relación a los derechos al debido proceso y defensa que los accionantes alegan
como vulnerados
a la defensa, a la igualdad, etc., derechos que por su carácter fundamental no pueden ser
ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por autoridad alguna, pues
dichos mandatos constitucionales son la base de las normas adjetivas procesales en
nuestro ordenamiento jurídico, por ello los tribunales y jueces que administran justicia,
entre sus obligaciones, tienen el deber de cuidar que los juicios se lleven sin vicios de
nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren la igualdad efectiva de las
partes'.
Ahora bien, respecto al derecho a la defensa como elemento constitutivo del debido
proceso, el Tribunal Constitucional lo definió como la:“...potestad inviolable del
individuo a ser escuchado en juicio presentando las pruebas que estime convenientes en
su descargo, haciendo uso efectivo de los recursos que la ley le franquea. Asimismo,
implica la observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal en las
mismas condiciones con quien lo procesa, a fin de qu e las personas puedan defenderse
adecuadamente…” (SC 1534/2003-R de 30 de octubre, reiterada en las SSCC 0183/2010-
R, 0281/2010-R y 1998/2010-R, entre otras).
III.3. Sobre el efecto inter partes del decisum de una resolución emitida por la
jurisdicción constitucional
En relación al efecto que tienen los pronunciamientos emitidos por las autoridades
jurisdiccionales tutelares, la jurisprudencia constitucional determinó: “…se debe tener en cuenta
que por disposición de la Constitución actual -que no difiere en lo sustancial de la abrogada-,
concordante con la Ley del Tribunal Constitucional, al ser el amparo constitucional una acción
tutelar cuyo trámite es sumarísimo, el denunciante no fue recurrente ni recurrido, en ningún
momento asumió la calidad de parte o sujeto procesal, no obstante por el desarrollo
jurisprudencial en mérito al derecho a ser oído, y pese a que el recurso de amparo -hoy acción
de amparo-, no emerge de ningún proceso judicial o administrativo, fue escuchado por el Juez
de amparo, en calidad de tercero interesado y no como parte procesal; por lo que, no puede ser
alcanzado por los efectos de la Sentencia en cuestión, puesto que por regla general toda
sentencia y especialmente de una acción tutelar, tiene únicamente efecto inter partes, y
alcanza únicamente a quienes hayan intervenido en el recurso como recurrente o recurrido;
en consecuencia, sólo a éstos es a quienes corresponde cumplir lo que se haya determinado en
sentencia, y a contrario sensu, únicamente éstos podrán exigir el cumplimiento de lo
dispuesto en una sentencia de amparo, que no es el caso puesto que el fallo fue improcedente”
(las negrillas nos pertenecen) (AC 0001/2010-O de 29 de marzo).
En este entendido, las consecuencias emergentes de una determinación asumida por un juez o
tribunal de garantías y por este Tribunal, sólo alcanzan a las partes intervinientes en la acción
tutelar; es decir, a la parte accionante y a los demandados, no pudiendo pretenderse extender sus
efectos a terceros que no fueron citados con la demanda tutelar.
Por último, es preciso tomar en cuenta que los efectos del decisum emitido por la Sala Penal
Primera y por el Tribunal Constitucional, a través de la SC 0626/2010-R, no pueden extenderse
a los actuales accionantes debido a que no fueron demandados en la primera acción de amparo
constitucional presentada, interpuesta por Elvio Medina Antelo y Martha Paz Paz,
correspondiendo a los Vocales demandados exigir el acatamiento de las consecuencias jurídicas
emergentes de su determinación constitucional sólo a las partes que intervinieron en el referido
procedimiento constitucional, en aplicación al entendimiento glosado en el Fundamento Jurídico
III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
POR TANTO
pronunciada por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz y en consecuencia, CONCEDER la tutela
solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi.-Magistrada.
Dr. Macario Lahor Cortez Chávez.-Magistrado.
Dra. Carmen Silvana Sandoval Landívar.-Magistrada.
Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco.-Magistrada.
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales.-Magistrado.
ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
En revisión la Resolución 14/2010 de 27 de febrero, cursante de fs. 167 a 169 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Flavio Nava García en
representación de Fabián Edson Nava Peredo contra Edgar Pérez Barrientos, Director;
Oscar Chávez Rueda, Presidente de la Comisión de Régimen Disciplinario; Gregorio
Javier Careaga, Hugo Barrios Scheild, Daniel Ayala Yupanqui, Ricardo Pardo Flores,
Vocales de la Comisión de Régimen Disciplinario; todos de la Academia Nacional de
Policías (ANAPOL); y, Germán Aliaga Taboada, Vicerrector de la Universidad Policial
(UNIPOL) “Mcal. Antonio José de Sucre”.
Ante la RA 006/2009, el accionante plantea recurso de revocatoria bajo los argumentos de que el
Tribunal de Régimen Disciplinario no analizó las atenuantes establecidas en la economía
jurídica interna, los principios de equidad, justicia, igualdad y la sana crítica; asimismo, no
consideraron la amplia jurisprudencia vinculante emanada de la Comisión de Régimen
Disciplinario de la ANAPOL, fallo que fue confirmado por la Resolución 011/2009 de 30 de
junio, con los siguientes explicaciones: 1) No constituye jurisprudencia las resoluciones emitidas
por la Comisión de Régimen Disciplinario, toda vez que consideran que es atribución del
Tribunal Constitucional; 2) Establecen que al no cambiar la sanción no quiere decir que no se
valoran las pruebas; 3) La apelación venida en alzada adolece de fundamento legal suficiente
para su consideración; y, 4) al no demostrar los errores de hecho y derecho claramente en la
apelación no se debe entrar en análisis de fondo… (sic). Posteriormente, el accionante interpuso
recurso jerárquico, el mismo que se resolvió por RA 234/2009 de 29 de octubre, confirmando en
todas sus partes la RA 006/2009.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo: i) Se anule y deje sin efecto las RRAA 234/2009,
011/2009, “006/2007”, emitidas por la Comisión de Régimen Disciplinario así como la orden
del día de 16 noviembre de 2009, que dispone su baja definitiva de la ANAPOL; ii) Su
inmediata reincorporación a la ANAPOL, y; iii) Anular obrados hasta el vicio más antiguo.
Celebrada la audiencia pública el 20 de enero de 2010, conforme consta en el acta cursante de fs.
151 a 157 de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
El accionante luego de subsanar las observaciones del Tribunal de garantías mediante memorial
que cursa de fs. 125 a 128, en audiencia pública ratificó el tenor de su demanda tutelar.
dictamen pericial que arrojó positivo con una concentración de alcohol en la sangre de 0.55
mg/L, emitido por Milton Agustín Apumaita Mamani, bioquímico farmacéutico y Jorge Toro
Álvarez, Jefe del Departamento de la Policía Técnica Judicial (PTJ); b) Una vez dictado el Auto
del sumario y con la finalidad de acumular documentos y pruebas para la acusación del cadete
denunciado, referido al consumo de bebidas alcohólicas a momento de incorporarse a la
ANAPOL, designaron a Marcia Moor Barrenechea como investigadora; c) Con el informe de la
investigadora se dictó Auto inicial de proceso, dándose inicio a la etapa del proceso
disciplinario, por la falta establecida en el art. “10.C.1” del Reglamento de Régimen
Disciplinario de la ANAPOL, con el abogado defensor que fue José Luis Ruiz Blanco que
patrocinó en las tres fases del proceso: preliminar, proceso mismo y lectura de la Resolución; d)
Con relación al debido proceso, la Academia tenía cerca de mil cadetes dentro de los cuales
existían muchos procesados, por lo que se contaba con una carga procesal elevada, razón por la
que los plazos procesales se alargaron, al existir justificaciones no se pudo dar celeridad al
proceso, toda vez que el caso, se presento a finales del 2008; es decir, que los cadetes, los
docentes y los instructores quienes fueron miembros de la comisión, se encontraban en
vacaciones; e) José Alfredo Herrera Millar presentó documentos en sentido de que era egresado
de la facultad de derecho en ese entendido es que se lo designó como patrocinador del hoy
representado únicamente en la etapa investigativa, donde no se requiere de mayor
asesoramiento, -solo la presencia de un defensor de oficio para que preste su declaración
informativa-, pero José Luis Ruiz Blanco, se hizo presente en la etapa del proceso mismo,
dictándose la resolución correspondiente como estableció en acta; f) En lo referente a la toma de
sangre al momento de ingresar a la ANAPOL, los caballeros cadetes firmaron un compromiso
de admisión, en el que se comprometen a cumplir con todas las normas de la Academia, respecto
a los estudios que se mencionan en el acta y estudio pericial realizado por el laboratorio técnico
científico de la ANAPOL, indica que no es necesario ser médico para tomar una muestra de
hálito alcohólico, este estudio se lo lleva al laboratorio técnico científico de la Fuerza Especial
de Lucha Contra el Crimen(FELCC); g) El accionante no cumplió con las normas establecidas
en el instituto de formación profesional, toda vez que la disciplina y la obediencia a sus normas
son pilares fundamentales que sostienen a la Policía; y, h) Reitera el otro abogado de la parte
demandada que el -ahora representado- posterior a su proceso disciplinario cometió la misma
falta y no son las autoridades de la ANAPOL quienes hicieron la denuncia, sino un conductor de
servicio público al Organismo Operativo de Tránsito, motivo por el que fue conducido el ahora
representado a esas instalaciones.
I.2.3. Resolución
Concluida la audiencia, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció
la Resolución 14/2010 de 27 de febrero, cursante de fs. 167 a 169 vta., por la que concedió en
parte la tutela, disponiendo: La nulidad de obrados hasta el vicio más antiguo, o sea, hasta la
iniciación del proceso de investigación, bajo los siguientes argumentos: i) Las resoluciones de la
Comisión del Régimen Disciplinario de la ANAPOL deben enmarcarse en los principios de
respeto al debido proceso, legítima defensa e igualdad jurídica; ii) Al ahora representado no se le
permitió contar con un abogado que realice la defensa técnica, puesto que el designado por la
institución era un estudiante egresado de la Facultad de Derecho; iii) No se ha considerado las
atenuantes referidas al inc. d) del art 26 del Reglamento del Régimen Disciplinario de la
ANAPOL; iv) Las otras irregularidades referidas al incumplimiento de plazos procesales, el
tribunal que conoció el recurso de revocatoria de oficio podría haber aplicado el art. 50 del
Reglamento, anulando en su caso obrados hasta el vicio más antiguo; v) En casos similares las
sanciones habrían sido diferentes, a este respecto el art. 31 del Reglamento se inspira en el
principio de igualdad, brindando seguridad jurídica toda vez que tratándose de casos análogos
no pueden resolverse de una manera a favor de unos y en desmedro de otros; vi) El art. 54 del
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Reglamento refiere a que el investigador citará al denunciante para que preste sus declaraciones
ratificatorias o ampliatorias; además, producirá prueba de cargo y descargo, plazo que no se
cumplió y fue concluido antes de los diez días, vulnerando el derecho a la defensa; y, vii) Las
autoridades que conocieron el recurso de revocatoria y el jerárquico tenían la obligación de
revisar los antecedentes y el cumplimiento de normas como también si se habría incurrido en la
vulneración de derechos y garantías constitucionales.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de la acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por memorándum de 24 de noviembre de 2008, se designó como oficial investigadora del
caso 068/2008, Marcia Moor Barrenechea, haciéndole entrega -mediante acta- de toda la
documentación atinente al caso, posteriormente la misma emitió el informe en conclusiones, el
13 de diciembre del mismo año (fs. 1 a 2 y 33 a 36).
II.2. Cursa el Auto de apertura de sumario, por el que se hace conocer la comisión de faltas
disciplinarias graves atribuidas a Fabián Edson Nava Peredo -hoy representado-, establecidas en
el art. 10 INCISO D.1 y 23 del Reglamento de Régimen Disciplinario de la ANAPOL, que a la
letra dice: “consumir bebidas alcohólicas o presentarse en visible estado de ebriedad”, e
“incumplimiento de ordenes e instrucciones legalmente impartidas por un superior” (fs. 3).
II.4. Acta de declaración testifical de Fabián Edson Nava Peredo -hoy representado- de 4 de
diciembre de 2008, actuación que fue asistida por José Alfredo Herrera Millar como defensor de
oficio asignado por la ANAPOL, ante la investigadora asignada al caso; en cuya consecuencia se
dicta el Auto inicial de instrucción en su contra, por la comisión de la falta disciplinaria antes
referida (fs. 19, 20 y 37).
posibilidad de defenderse adecuadamente de cualquier tipo de acto emanado del Estado, donde
se encuentren en riesgo sus derechos o tenga que determinarse una responsabilidad.
De la revisión del presente caso, se evidencia que los demandados vulneraron el debido proceso
con relación al derecho a la defensa, al haberle sancionado con la destitución sin derecho a
reincorporación a la ANAPOL, toda vez que no respetaron las normas y procedimientos del
debido proceso cuando le asignaron un abogado de oficio que no era titulado, solo un estudiante
egresado de la Facultad de Derecho, impidiéndole de esta manera contar con una defensa
técnica, que vigile por el cumplimiento de sus derechos, si bien es cierto que posteriormente
contó con el patrocinio de un abogado, aspecto que es corroborado con la presentación de los
recursos revocatorio y jerárquico, no es menos cierto que se le privó del derecho a una amplia e
irrestricta defensa en su declaración inicial (fs. 19), en este sentido cabe tener presente que
constitucionalmente la defensa es sagrada e irrenunciable; en consecuencia al encontrarse
privado de acceder al derecho a la defensa, conforme se tiene descrito en el punto III.1 de los
Fundamentos Jurídicos, se ha vulnerado este derecho por lo que corresponde otorgar tutela.
La Constitución Política del Estado en el art. 17, dispone: “Toda persona tiene derecho a recibir
educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural,
sin discriminación”; por su parte sus arts. 77 a 79 señalan que: Es un fin del Estado el garantizar
el acceso a la educación de todos los bolivianos y bolivianas en condición de igualdad y sin
discriminación, como también es un derecho individual y exigible, así mismo una obligación
para los padres el de proveer esta a sus hijas e hijos, y es obligatoria hasta el bachillerato;
específicamente sobre el derecho a la educación superior la misma normativa en sus arts. 91 a 97
hacen referencia específica. Es así que nuestra Norma Suprema consagra los derechos
fundamentales, sujetando su ejercicio a las leyes ordinarias que los reglamenten.
En el caso que se examina, el accionante denunció entre otros la vulneración del derecho a la
educación, puesto que con la emisión de la RA 006/2009, en la que se le sancionó con la
destitución sin derecho a la reincorporación, se le impidió continuar con su educación superior,
por lo que al respecto corresponde otorgar tutela.
La seguridad jurídica al ser una garantía tal como establece la Sentencia Constitucional
mencionada líneas arriba, no puede ser tutelada por la acción de amparo constitucional, debido a
que no se encuentra consagrada como derecho fundamental en la Normativa Suprema.
Con referencia a las presuntas irregularidades como aquella prueba de alcoholemia que
presuntamente fue realizada por una persona que no era médico, la misma fue considerada en el
recurso revocatorio y jerárquico, encontrándose en dichas resoluciones las razones y
explicaciones, tanto como las justificaciones respectivas, empero es importante establecer que
respecto de tales reclamos, los mismos hacen a la investigación, no encontrándose en este
acápite vulneración de derechos ni garantías; más aun, cuando por medio de obtención de la
prueba , se estableció las infracciones, por las que el ahora representado fue sancionado.
Acerca del incumplimiento de plazos inherentes al debido proceso es pertinente indicar que en
los procesos administrativos, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional a través del AC
0114/2012-CA de 27 de febrero, ha asumido el siguiente entendimiento: ”…En el caso que se
examina, el recurrente arguye que dentro del proceso disciplinario administrativo policial
seguido en su contra, el Fiscal Policial, ahora recurrido, emitió el requerimiento de 12 de
septiembre de 2011, después de haber concluido el plazo de 15 días para la duración de la
etapa investigativa -art. 67 de la Ley 101-, por lo que los actos asumidos a partir de ese
momento serían nulos, principalmente el requerimiento de acusación de 18 de octubre de 2011.
Al respecto, cabe señalar que el art. 67 de la referida Ley, establece que: 'La investigación
disciplinaria tendrá un plazo máximo de duración de quince días calendario, plazo que podrá
ampliarse únicamente por diez días a solicitud fundamentada de la o el Fiscal Policial a la o al
Fiscal Departamental', que conforme prevé el art. 50 de la misma Ley, dicho plazo procesal es
de cumplimiento obligatorio, observándose que dicho contenido normativo no determina la
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POR TANTO
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Autos De Calificación De Daños Y Perjuicios
(CDP)
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ÍNDICE
ÌNDICE ÍNDICE DE
ÍNDICE CONTROL DE ÍNDICE DE
RAMA DEL CONTROL ÍNDICE PIOC
GENERAL CONSTITUCIO JURISPRUDENCIA
DERECHO NORMATIVO
NALIDAD
I.6. Mediante Resolución de 18 de enero de 2012, la Sala Penal Primera, calificó los daños y
perjuicios causados a la accionante en la suma de Bs5549,27.- (cinco mil quinientos cuarenta y
nueve bolivianos 27/100) a ser cancelados por Cristina Muruchi Singuri. En la indicada
Resolución los Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora
Tribunal Departamental de Justicia- de Potosí, señalaron que la elaboración del dictamen
pericial fue hecha conforme a derecho, transparencia, datos del proceso y con absoluta
imparcialidad, el mismo que no fue observado por ninguna de las partes conforme consta de la
revisión de antecedentes. Asimismo ordena se gire la correspondiente planilla de costas
manteniendo la suma regulada por concepto de honorario profesional en Bs2000.- (fs. 195 a 196
vta.).
I.7. Planilla de costas procesales que establece la suma total de Bs7670,27.- (siete mil
seiscientos setenta con 27/100 bolivianos) por concepto de honorarios profesionales, daños y
perjuicios y gastos judiciales (fs. 199 a 200 vta.).
I.8. Por memorial de 3 de febrero de 2012, Patricia Isabel Chavarría Quicaño, presentó
“apelación” de la Resolución de 18 de enero del mismo año, deduciéndose que dentro del monto
calificado por el Tribunal de garantías respecto a los daños y perjuicios, no se consideró la suma
por concepto del beneficio de subsidio de maternidad antes y después del parto, lo cual no
condice con el reconocimiento y garantía de los derechos laborales de la mujer trabajadora (fs.
84).
I.9. Dispuesto el traslado correspondiente, la referida apelación fue respondida por la autoridad
demandada mediante memorial de 21 de marzo de 2012, quien señaló con referencia al único
punto de la impugnación presentada, que la “apelante” en lugar de señalar expresamente el
agravio sufrido, se limitó a hacer un comentario de la norma referida al subsidio de maternidad
cual si se tratara de un proceso laboral (fs. 203 y vta.). Por Auto de 23 de marzo de 2012, la Sala
Penal Primera, dispuso la remisión del Auto de calificación de daños y perjuicios al Tribunal
Constitucional Plurinacional (fs. 204).
I.10. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, correspondiendo además, resolver cualquier incidencia de las acciones
resueltas en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998.
II.1. El art. 102.II y VI de la LTC, establece que la calificación de daños y perjuicios debe ser
realizada por el juez o tribunal que conoció el recurso -ahora acción- de amparo constitucional
debiendo para ese fin, cuando no cuente con los elementos necesarios para su calificación
inmediata, abrir un término incidental de ocho días para la acreditación de los daños y
perjuicios, para luego pronunciar resolución en el plazo de tres días.
En ese sentido, si bien el art. 49 de la LTC, faculta al Tribunal Constitucional resolver las
incidencias de la ejecución de sus resoluciones, debe entenderse que, previendo la Ley del
Tribunal Constitucional un trámite específico para la reparación de daños y perjuicios, la
intervención del Tribunal Constitucional se limita a la revisión de aquellas resoluciones que
hubieren sido expresamente impugnadas por alguna de las partes, criterio adoptado por la
jurisprudencia constitucional en el AC 0002/2010-CDP de 25 de marzo, que a su vez cita el AC
0025/2005-CDP de 12 de agosto.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL____________CLACIFICACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS (DCP-SL)
En el caso analizado, la Resolución impugnada calificó los daños y perjuicios en la suma de Bs5
549,27.- (cinco mil quinientos cuarenta y nueve con 27/100 bolivianos) fuera de la regulación
efectuada en secretaría (fs. 198) a ser cancelados por la demandada Cristina Muruchi Singuri,
Directora Distrital de Educación a.i. de Potosí.
1. Los gastos efectuados para lograr la reposición de los derechos conculcados, consistentes en
timbres de ley, formularios y papeletas valoradas en la suma de Bs121.- (ciento veintiún
bolivianos) y el honorario profesional fijado de acuerdo al arancel del ICAP de Bs2000.- (dos
mil bolivianos), de acuerdo a lo señalado en los AACC 0033/2005-CDP, 0002/2007-CDP y
0001/2010-CDP entre otros.
Ahora bien, es sobre este punto que la accionante presenta su impugnación, deduciendo de sus
argumentos que no se estaría tomando en cuenta los subsidios de maternidad a que tendría
derecho como mujer trabajadora, toda vez que tiene una hija pequeña que nació el 5 de marzo de
2006 (fs. 166); sin embargo, debe considerarse que ésta no presentó ninguna prueba que acredite
que se le privó de recibir los referidos subsidios o que los mismos hayan sido suspendidos a
consecuencia de la destitución de su fuente laboral; al contrario, se tiene acreditado a través del
informe pericial de 2 de diciembre de 2011, que Patricia Isabel Chavarría Quicaño, fue
beneficiada con el subsidio prenatal respectivo (fs. 185 a 189), y que en forma posterior al
nacimiento de la menor no realizó trámite alguno para acceder a los restantes de natalidad y
lactancia, advirtiéndose en este punto negligencia por parte de ésta para activar la concesión de
estos beneficios y así demostrar la privación de los mismos a efectos de la calificación de daños
y perjuicios generados.
Por los argumentos expuestos, se constata que la Sala Penal Primera, realizó una correcta
calificación de daños y perjuicios en base al informe pericial de 2 de diciembre de 2011, el cual
realizó el cálculo respectivo a partir del último salario percibido por la accionante para regular
los cinco sueldos, aguinaldo y aportes sociales de que los que se le privó a consecuencia de su
destitución, considerando además la prueba aportada por las partes, así como aquellos gastos
efectuados que cursan en obrados y el honorario profesional en base al arancel del ICAP, a fin
de establecer la disminución patrimonial sufrida.
POR TANTO
APROBAR la Resolución de 18 de enero de 2012 cursante de fs. 195 a 196 vta., pronunciada
por Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental
de Justicia- de Potosí.