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ALBERTO VERGARA —Nueva edicidn— co NI AMNE SICOS.NI rRRACIG NALES UNA MIRADA AL ELECTORADO PERUANO A PARTIR DE LAS ELECCIONES DE 2006 ene) INTRODUCCION Something is happening here but you don't know what it is. Bos Dyan Como en toda investigacién, mi punto de origen est4 en un enigma. E] inicio es un signo de interrogacién que reclama atencién y hasta ahora nadie se la otorga. En los tiltimos afios, una gran parte del electorado peruano se traslada de eleccién en eleccién a candidatos sumamente distintos. Fujimori, Toledo y Humala recibieron la bendicién de sectores similares de la poblacién y, en muchos casos, sus votaciones se han super- puesto como capas geolégicas sobre los mismos territorios. Fujimori era autoritario y librecambista; Toledo, demécrata y librecambista; Humala, autoritario e intervencionista. Sin embargo, los tres recibieron el apoyo de los mismos sectores. Aca hay algo que no cuadra, ¢c6mo explicar este apoyo a pro- Puestas programiticas tan diferentes? Una opcién seria pensar 27 NA NI sectores ignorantes, sin ningin tipo n algunos que apenas si disfrazan ). Por mi parte, creo que tra vida politica soo en ue estamos hablando de de luz (el electarado le lama gut su desprecio en ropajes de anilisis el problema es que analizamos au términos econdmicos € institucionales. No estamos viendo la ruptura de fondo, el eje (0 cleavage) que articula nuestra vida politica sin que seamos conscientes: este eje divide el horizonte estadonacional del horizonte posestadonacional. El eje que propongo que observemos —poderoso e ail incluye las variables institucionales (qutoritarismo/democracia) y econémicas (libréeambismo/intervencionismo), pero las articula con variables histéricas y culturales. Obliga a pensar cada eleccin en términos més amplios que los utilizados cotidianamente (piiramenteeconOmicos/oIpoliticos). Asi, creo que, de utilizar las herramientas que presentaré en este ensayo, el apoyo obtenido por Fujimori, Toledo y Humala —a pesar de sus diferencias programaticas— por parte de las mismas poblaciones deja de ser tan enigmatico y permite pensar como articular la vida politica del pais, pues no habra democracia plena si la vivimos a salto de mata, con un electorado que vuela de una opcién a otra cada cinco afios y donde el futuro €s siempre un pariente cercano de lo imprevisible. Para de- sarrollar este andlisis me centraré en las elecciones generales de 2006 y, en menor medida, en las tegionales y municipales de noviembre del mismo afio. ae 7 pesrpeioncs politicas del electorado tabioou come lees es _ un significado tanto en seeming respecto de los grandes tcmeeeeiny ensayo de interpretacin a través de las votacinnes s ¢ ilusiones de nuestra sociedad puntuales obtenidas por algunos Introduccién candidatos. Me anima la curiosidad por desentrafiar lo que esas votaciones significan en un plano menos comprometido que la politica del dia a dia. Me interesa el imaginario que los electores movilizan cada vez que son convocados a votar, qué desean y qué repudian cuando trazan una gran equis sobre la cara de su candidato. No me interesa —lo diré de una vez— la politica nacional como fenémeno en si, sino como espejo que refleja los deseos de un pais. El anilisis politico nacional sufre dos males saltantes. En primer lugar, la ausencia de revistas y departamentos de ciencia politica empuja a los analistas hacia los brazos de la prensa cotidiana y, en los uiltimos tiempos, a los de la blogdsfera. Pero la prensa cotidiana esta interesada —va de suyo— en lo coti- diano. Asi, un primer problema es que los procesos politicos son lefdos como algo que sucedié hoy, con efectos sentidos hoy y, como mucho, habré que ver qué hacemos mafiana. En segundo lugar, muchos de nuestros analistas aspiran a ser consejeros del principe, cuando no son principes ellos mismos. Y entonces nos encontramos cada dia con interpretaciones trufadas de deseos personales o cargadas de ajustes de cuentas’. Este ensayo intenta esquivar los dos problemas. Vale decir, procura reubicar a la politica nacional en un plano histérico y no tiene interés alguno por el andlisis politico como suce- daneo —culto y oculto— de la politica mayor. Para poner en perspectiva historica y tedrica las elecciones generales de 2006, debo primero presentarlas como una foto (un snapshot), asirlas en su dimension estatica, para luego 4 Estos y otros males han sido descritos y analizados en Tanaka (2005a). ey a desarrollar herramientas tedricas que permitan lee; mostrar los lazos que tienen con el pasado reciente; cud] es sy relacién con el proyecto de Estadonacional (el pasado Iejano) y; finalmente, pensar hacia dénde podemos encauzarnos en los proximos afios. Después de todo, el interés Ultimo de este ensayo es el de las condiciones necesarias para preservar |g democracia. ¢Cudndo la habremos ganado para siempre? NA Nt rlas y asf La foto Los anilisis de los resultados de la eleccién general de 2006 Se construyeron alrededor de los dos temas ya mencionados; una dimensién institucional y una dimensién econémica. Sin embargo, estas dimensiones no eran separadas sistemitica- mente. Asi, en el mismo anilisis, Humala podia ser un can- didato autoritario y Lourdes Flores una neoliberal aultranza. Entonces, el Primero era descrito en funcién alo institucional y la segunda en funcién alo econdmico, Las dos dimensiones entrelazadas sin orden Produjeron una serie de conclusiones Parcialmente correctas 0 abiertamente contradictorias. Para algunos, los resultados clectorales mostraron una clara voluntad Por reformar radicalmente el model Para otros, los resultados fueron ani democracia frente al autoritarismo, ue ambas proposiciones podrian se ©, tal vez, excluyentes la una de la mundos distintos, 0 econémico neoliberal y ite todo una victoria de la ciertas al mismo tiempo otra, Estan referidas a dos Trataré de corre, gir estas visiones construyendo dos ejes analiticos en los cu; ales ubicaré a los Principales candidatos Introduccién de las elecciones generales de abril del afio 2006. El eje ins- titucional opone /ey a discrecionalidad. El eje econémico tiene como polos opuestos al /ibrecambismo y al intervencionismo’. Este eje debemos construirlo a partir de consideraciones vinculadas con el BSUS USMEreENS; es decir, las caracteristicas referidas a dos niveles: el respeto por las {ibertadesifundamien - tales y el balance efectivo entre los poderes del Estado’. Es un ¢je, entonces, @iNEHteMentelpolitigo, que no busca dar cuenta de otras caracteristicas mds que las aqui sefialadas. Asi, ubicaré a cada candidato en una linea continua que va@éD> mayorrespetowilaley, al mayor aprecio por la diserecionalidad Ambos extremos no existen en la realidad y solo sirven como puntos referenciales del mapa politico’. Si distribuimos a 2. Laeleccién de estos términos no es menor. Uso librecambismo y no libe- ralismo porque esta Ultima noci6n tiene fuertes connotaciones politicas que generalmente son ignoradas por quienes creen defenderlo. Utilizo intervencionismo y no estatismo porque la presencia de un Estado fuerte podria ser algo bienvenido en un librecambista. En el eje politico, opongo ley a discrecionalidad porque utilizar los términos democracia y autori- tarismo implicaria hacer un juicio de valor importante. De otro lado, tra- tandose de candidatos que participaban en.una eleccién democratica no tenemos certeza de que se hubieran comportado autoritaria o democra- ticamente de llegar al poder. 3. En términos tedricos: la poliarquia de Dahl (1971) més el accountability horizontal de O'Donnell (1997). 4 Debe quedar claro que en este ensayo no pretendo definir cual es la ver- dadera posicion ideoldgica de los candidatos, sino cual es la posicion que 3 =z -> " 7 , inco candidatos en este eje obtenemos un Btafieg nuestros Cl como el que sigue: JE INSTITUCIONAL 00 © 8 © Discrecionalidad Ley Quien estaba més cerca del respeto a la ley era, sin dudas, Valentin Paniagua. Presidente durante la transicién, encarnaba la vuelta a la democracia, la autoridad de la norma e, incluso, fue duramente criticado por varios sectores de 1a opinion publica por hacer referencias permanentes a (4NCOnSttNCIOD (GPAMEFAAA, temas que carecerian de todo interés para la poblacién. Asi, Paniagua era percibido claramente como el candidato que més hubiera respetado los principios enunciados por Robert Dahl como constitutivos de una poliarguia. El polo opuesto quedaba constituido por Martha Chavez y Ollanta Humala. Proveniente de los cuarteles, con un discurso belicoso, expresando su simpatia por el general Velasco y Hugo Chavez, ligado a una familia de discurso radical yanunciando que no gobernarta la nacién, sino que la comandaria, Humala como un candidato més afin a la @isereeionalidad) del poder que a la ley, Martha Chavez, de su lado, heredera de un régimen autoritario, defensora de cuanto atropello el electorad © les asigna dentro de las distintas dimensiones de analisis. i» Introduccion hubo durante los noventa y con un semblante cercano al mesianismo’, era evidente que no sentfa mayor aprecio por las cuestiones institucionales. No es cosa sencilla decidir quién deberia ser ubicado mds cerca de la @iserecionalidad Sin embargo, ubicaremos a la representante del fujimorismo como la mis arbitraria, pues ya habfa demostrado en /os hechos su profundo desprecio tanto por las libertades individuales como por las instituciones. El centro de nuestro eje s CRROSINERIGTAS COM ple empresas extranjeras, su énfasis en los indicadores de dea. Valores ista; sin embargo, al mismo tiempo, Ilevaba en su plancha Presiden. cial a dos personajes vinculados, sin tapujos, con la derecha econémica, ambos provenientes de Unidad Nacional’ e@araia, Por su parte, era el moderado del sector intervencionista, N lo utilizaba el verbo nacionalizar como Humala, pero fustigaba rrollo humano, ademas de una filiacién afieja a los democristianos, lo alejaban de la ortodoxia librecamb is, se manifestaba a favor del Tratado de Libre Comercio con EE. UU. (pero con tantos bemoles que uno ya no sabia con qué estaba de acuerdo y con qué no) y, en fin, se presentaba como el cambio responsable, La candidata del fujimorismo es la pieza complicada de ubicar. Chavez era heredera de las percepciones del gobierno de Fujimori, y este era uno de amplio asistencialismo hacia abajo y percibido como de libre mercado en Jos sectores altos. En todo caso, me parece que la vertiente asistencialista no la convierte en una candidata que desafie el modelo econémico Ubrecambismo Intervencién estatal 6 Alberto Andrade y Gonzalo Aguirre Introduccion Y, Por €S0, la he mantenido del lado del mercado, aunque mas cercana de la divisién con el intervencionismo. El grafico anterior muestra los resultados de cada uno de los candidatos en el eje econémico. Conclusiones principales: 1. La mayor parte del electorado se manifesté por el intervencionismo. La suma de los dos candidatos de este sector fue de 54,9 %. 2. Garcia, al igual que en la grifica anterior, fue el can- didato mas cercano del centro del eje. 3. Uno de los candidatos extremos (Flores), que obtuvo una votacién importante, no consiguié pasar a la segunda vuelta y esto determin6 el resultado final de la elecci6n. Los ejes combinados La presentacién por separado de estos dos ejes permite ob- servar las demandas de la poblacién respecto de dos temas concretos: el econémico y el institucional. Sin embargo, un elector no es unidimensional, posee varios criterios de eleccién que debe amalgamar y ponderar para hacer un balance de las distintas problematicas que toma en consideracién cuando vota. Asi, podemos encontrar electores que son intervencionistas y discrecionales, y otros intervencionistas y legales, por eso, los ligados a articular sus diferentes intereses y electores estan ob! ndidato que los combine mejor. De esta manera, Jos andlisis en tér- encontrar al cai silos electores no son unidimensionales, minos unidimensionales no serdn los mejores para comprender 7 aN zz -> los resultados de una eleccién. Por ie tanto, luego de haber visto por separado los dos temas mas importantes de la elec. cidn, ahora los analizaré de manera combinada (no entreverada) con lo cual nos alejaremos de esta unidimensionalidad analitica Entonces, si combinamos ambos ejes, obtenemos una matriz? como la que sigue: DISCRECIONALIDAD 38% LIBRECAMBISMO 369% Con este grafico, los resultados electorales adquieren mayor sentido. Tenemos una herramienta de anilisis que replica las dos tematicas principales que el elector enfrenta en cada eleccién. Como lo he dicho desde el inicio, esto no implica que las dos dimensiones sean las tinicas. Para algunos electores, quizas Introduccion - See cjemplo, un eje respecto de la descentralizacion, cuyas opciones irfan de los candidatos mas centralistas hasta los més proclives a la descentralizacién. O, tal vez, podria tomarse en consideracién un eje religioso o moral que irfa desde los candidatos ms libertinos hasta los mas beatos. O, finalmente, podriamos construir uno de tipo étnico, que iria desde la choledad més nacional hasta lo mas ario de nuestra politica. En todo caso, en esta matriz he escogido articular lo econémico con lo politico porque son las dos dimensiones que mas importancia tuvieron durante la campaiia (y, por lo tanto, para los electores, que es lo que interesa aqui) y aquellas sobre las cuales se basaron los anilisis posteriores a las elecciones. La primera conclusién que esta vision articulada nos ofrece es que Garcia no fue elegido por causa de la mala memoria de los peruanos ni por una suerte de irracionalidad embriaga- dora. Este tipo de opinién tan comin en cierta prensa suele expresar, en realidad, un profundo desprecio por el electorado nacional. Votan asf porque son irracionales, locos y/o desme- moriados. Mas que un argumento es un insulto. Alan Garcia gané la presidencia de la Republica por factores politicos —de gia e institucionales— y no por la irracionalidad de los $ © por una severa amnesia. La primera y fundamental que Garcia gané es que se ubicé como el snico candidato que representaba las dos preferencias fundamentales del electorado en la primera vuelta: la legalista y la interven- cionista. Cuando Garcia consiguié pasar a la segunda vuelta (por tanto, debido a un hecho institucional, de regla electoral) yal quedar la contienda restringida a dos candidatos, el elec- al unico que se habia ubicado en ese cuadrante alidad politica de los electores, estrate; electore: raz6n por la torado eligid de la matriz. Es pura racion: NA nt combinada con reglas electorales. Alan Garcia ha ganado a pesar del ciudadano memorioso y debido a que es racional’, A través de todo el ensayo demostraré que los electores siempre acuden a la memoria para elegir a sus candidatos. Nada mas lejos de la realidad que creerlos amnésicos 0 irracionales, De manera estratégica, Garcia logré ubicarse en ambos ejes como la alternativa moderada. La aparicién de Humala le permiti6 no ser ya el personaje incendiario de 2001, sino encarnar el cambio responsable, Simboliz6 aquello de la virtud aristotélica: ubicada en el exacto punto medio entre dos vicios, El elector de las sociedades democraticas es basicamente un sujeto que cree en Aristételes, aunque es ms probable que, en realidad, comulgue con aquello de ni tan lejos que no caliente al santo ni tan cerca que lo queme. Ubicado en el exacto punto medio entre el santo y la vela, y jugando en pared con la regla de la segunda vuelta, Garcia se gané el derecho a volver a Palacio de Gobierno’. Ahora bien, aunque el andlisis hecho a partir de esta matriz ordena nuestras conclusiones y resulta bastante mas eficiente que las interpretaciones unidimensionales, esta sigue siendo una manera temporalmente reduccionista ¢ incompleta de observar la eleccién. Refleja las tendencias ideoldgicas de la @ En la segunda parte del ensayo incido en el peso del partido para esta victoria. Es importante recordar la influencia que las normas ejercen en los resul- tados electoraies. A estas alturas ya nadie parece caer en la cuenta de que en un régimen pariamentario Humaia habria sido nuestro primer ministro ‘© que. en un régimen presidencial sin segunda vuelta (como en México). Probablemente habria sido presidente. Introduccién poblacién en un momento determinado y tinicamente a partir de dos variables. Sin embargo, como afirmaba Paul Pierson (2004: 2) en el epigrafe que da inicio a este ensayo, el reto es pasar de una comprensién fotografica a una de moving picture. Trataré de mostrar que —tal vez— existe otro eje menos perceptible, pero tan decisivo como el politico y el econdmico. Un eje que incluye a los otros dos y que podria ser la clave para entender lo que el electorado esta diciendo sin verbali- zar. Ademis, la lectura a través de este nuevo eje servird para poner la eleccién en la perspectiva histérica y tedrica que fue lo prometido en las primeras paginas de este ensayo. Eje estadonacional / posestadonacional Si nos mantenemos en una bidimensionalidad analitica que niega —o, al menos, no toma en cuenta— Jas variables cul- turales e histéricas, los andlisis serin irremediablemente in- completos. Por tanto, voy a presentar una interpretacién de los resultados electorales de 2006 bajo una formulacién que incluye los dos ejes principales ituci pero que también articula una dimensién histérico-cultural. Primero, quisiera que el lector observe la misma matriz pero dividida en dos. De que mostré en Ja seccién anterior, un lado, el forizonterestadonacional y, del otro, un HOFER! ‘posestadonacional. a zz -> HORIZONTE POSESTADONACIONAL Este ensayo tiene como objetivo principal mostrar que detrés de las elecciones de los ciudadanos, entre determinadas alternativas conomicas(einstitucionales, se esconde una divisién mas pro- funda, que persevera en el tiempo y que, en definitiva, tiene un poder explicativo mucho mis agudo respecto de los resultados electorales de 2006 que si los tomamos como elecciones pura- mente ideolégicas, vinculadas con un momento determinado y sin ponerlas en perspectiva histérica. Ademis, esta perspectiva permite observar con las mismas ventajas las elecciones de los tltimos afios y, con toda seguridad, las que vendrén. Sostengo que las votaciones de Alan Garcfa, Ollanta Humala y Martha Chavez movilizan a la poblacién que exige su in- clusién definitiva en el proyecto peruano de Estado-naci6n. En otras palabras, buscan una ciudadania efectiva res~ pecto del Estado peruano. Sin embargo, cada uno lo exige a2 a alla desde una dimensién diferente. NOTESSTTISONR GIA: ciudadania social que una politica. Por lo tanto, no afirmo que estos ames sean iguales —ni siquiera similares—; lo que enfatizo €s que cada uno de esos votantes espera que alguna dimensién de la ciudadania por fin lo alcance yen = medida, inicie, mejore o incluya definitivamente su participacion en cl (RGvECtSMaUSNEOME/ PEROT. Las inclusiones inconclusas. fla trcceeereetoer rere de la ciudadania. En lo politico, lo social o lo cultural, quienes votaron por Valentin Paniagua 0 Lourdes Flores se sienten parte del proyect SEROMA i onlin derna. Es necesario precisar que tanto para esta parte del eje como para la @2#M@HEHBRA! no afirmo que todos los votantes respondan a estas caracterizaciones. Asumo tendencias que La reflexién que quiero introducir con este ensayo es, pues, la de los requisitos estatales y nacionales para el buen funcionamiento de una democracia. La democracia es una forma de gobernar el Estado, lo que supone la necesidad previa de contar con un Estado efectivo. Asimismo, una democracia también se enfrenta a problemas de nacionali- dad. Las ciencias sociales en el Peru (y mas concretamente la ciencia politica) no se han ocupado de poner en relacién estas tres esferas. Los estudios politicos en el Peri han tenido como eje a los movimientos sociales, los partidos politicos y, en los ultimos tiempos, las innovaciones institucionales (sobre todo de reglas electorales) para el fortalecimiento we wt 1 entonces, acercar | ja, Este trabajo intenta, a cracia, Este tr le 1a demoer ; sblematica de la capacidad del Estado y de la nacionalidag poem ial cracia’’, ala de la democ a serie de argumentos qu En este ensayo desarrollaré una seri gui que provienen de la lectura de la matriz mostrada, de la disposicion de los candidatos en ella, de sus votaciones y oe la historia Creo que debemos ser conscientes de la convivencia en el pais de poblaciones separadas dramaticamente respecto de sus necesidades frente al Estado y la nacién: existen segmen- tos de la poblacién que viven en el mundo mis globalizado, donde las fronteras estatales se diluyen; y otros que, més bien, esperan que las fronteras estatales empiecen a dibujarse junto con sus bisicas atribuciones. Ademas, aparece la obligacién de pensar el significado del 60 % que se ubica en el horizonte estadonacional y su relacién con el populismo. De otro lado, debemos observar que los partidos politicos no estan hablando cl lenguaje estadonacional. La poblacién no considera que los partidos politicos (con la relativa excepcién del APRA) vayan a resolver sus problemas de inclusion al Proyecto estadonacio- nal. Tanaka (1998) afirmaba que los partidos en el Peri de los ochenta no sufrieron de un problema de representatividad, sino de gobernabilidad. Creo que esto es absolutamente acertado y —_ atin entender el descrédito de los partidos. Otra idea oo es fr forma de votacién del horizonte esta- ya es recurrente en el Pert, Hay una composicién ‘cadel voto que se repite bajo distintas formas. Sin 80 Para une a moc! PFORIMACION Clasica a | r Cidad estatal ¥ Nacionatia, thay See sean cloente lad capitulo 2 wease Linz y Stepan (1996), especialmente el Introduccién embargo, paralela a esta continuidad, aparecen rupturas que desarticulan radicalmente el sistema politico, Nada de lo enunciado aqui es susceptible de analizar desde los linderos cerrados y estrechos de la economia y la politica, hace falta otra mirada. Ahora bien, antes de poner las elec- ciones en perspectiva histérica y tedrica como he ofrecido, habré que dar una vuelta por la historia, la teoria del Estado ylanacién (y de su vastago inesperado: el Estado-nacién). La lectura detallada de estos procesos histéricos y sus contrastes con América Latina ser nuestra herramienta de anilisis. NI AMNESICOS NI IRRACIO! NI BIEN REPRESENTADOS NALES... UN EPILOGO DOCE ANOS DESPUES “Ademés, siempre lo circunstancial es patetice Jorce Luts Borcts La pregunta s¢ cae de madura y me la formul6 cuanta persona supo que Planeta reeditaria Ni amnésicos ni irracionales: clas tesis defendidas ahi siguen vigentes? La respuesta es si y no. Si vigentes significa verdades invulnerables, la respuesta es negativa. No porque el tiempo Jas haya derribado, sino porque ni siquiera creo que fueran irrefutables en 20075 cuando 9 public6 el libro. Es decir, como ensayo que era, Ni amnésicos ni jrracionales proponia unas herramientas para pensar y no un artilugio de la prediccion. El desafio del libro, por tantoy as de una década después defienda con éxito su Ie ide oraculo, sino que nos ayude atin a comprender zz -> Siel libro debe cumplir con su papel de instrumento Para la comprensién de ciertos fenémenos electorales, en este €pilogo, voy a referirme a sus aspectos mas relevantes y obseryar de qué manera nos permite auscultar la politica peruana después de los doce aiios transcurridos desde su publicacién, La volatilidad constante Zes constante oes volatil? Los peruanos nos hemos acostumbrado a que cualquier cosa pueda ocurrir en nuestra politica, y podriamos apostar que el futuro seguira siendo generoso en materia de sorpresas elec- torales. Cada vez que un impensado individuo anuncia sus intenciones de ser Presidente nadie lo descarta de plano, pues en tantas ocasiones hemos visto a desconocidos e/o insulsos despegar electoralmente que nadie se atreve a dictaminar que el sujeto esté enteramente loco por tentarlo. Sin embargo, tanto en Ni amnésicos ni irracionales como en mis otros libros, una pulsién historicista me ha Ilevado casi siempre a descartar lo que, junto al Borges del Evaristo Carriego, podriamos denominar el patetismo de lo circuns- tancial. El desafio del analista, me parece, es observar la suma de las circunstancias. Es decir, extirparle al instante su consustancial incertidumbre, e incrustarlo en algun tipo de ordenada trayectoria histérica, Si una palabra es mala consejera en la politica peruana es “Volatilidad”, Cuando un elector vota por Humala, luego Por Fujimori, y después apoya a Vizcarra, el observador de la Greunstancia se apura en sefialar la “volatilidad” de nuestt 184 Niamnésicos nl iracionates...ni bien representads sistema. Sin embargo, debajo de la ho} Preferencias de los elec »jarasca coyuntural las - tores son bastante constantes. El ciu- ‘adano muestra unas estables necesidades no resueltas. Es, en realidad, ante la decepcién que siente por cada uno de los Politicos Por quienes ha votado, que no le queda otra que seguir rotando entre distintos lideres con la esperanza de dar, finalmente, con el bueno. La demanda es constante y razonable; la oferta es desordenada e ineficaz, Ni amnésicos ni irracionales era, entonces, un intento de engarzar lo volatil y lo constante, lo novedoso y lo perenne. Una reflexion animada por la creencia de que lo sublime descansa —asi lo canté Leonard Cohen— between the hour and the age. Entonces, un primer elemento a subrayar de los afios trans- curridos desde que se publicé Ni amnésicos ni irracionales es que la convivencia entre la azarosa circunstancia y un cierto orden subyacente se ha mantenido. Si seguimos el cruce de variables politicas y econdémicas con las cuales se inicia el ensayo, veremos que nuestra vida posterior a 2006 & con- tintia pareciendo al punto inicial del mismo: los presidentes elegidos en estos afios corresponden a muy diferentes con- figuraciones: Toledo era proley y prolibrecambio; Garcia, lumala era prodiscrecionalidad y intervencién; Hi rn fue proley y prolibrecambio. Es rointervencién; Kuczynski ) deci ahi esta nuestra “volatilidad” politica completa. Tres de los cuatro cuadrantes produjeron presidentes. Que no bayamos elegido a un candidato del cuadrante prodiscrecionalidad y prolibrecambio es casi Ja verificacin de estar, efectivamente, en el Pera pos-Fujimori. 185 2 eee zz -> Candidatos electos presidentes en los ejes institucional y econémico DISCRECIONALIDAD OLLANTA HUMALA om UBRECAMBISMO | INTERVENCION tae ESTATAL GARCIA ALEJANDRO =| (2006) TOLEDO (2001) | PPK 2016) Ley Ahora bien, confirmada la recurrente volatilidad, hay que notar algunos rasgos constantes de este escenario politico. Primero, cuando escribi Ni amnésicos ni irracionales solo se habian levado a cabo dos elecciones generales en el Perti pos-Fujimori; ahora contamos cuatro. Y aunque el ensayo de 2006 no se detenfa en la importancia de la segunda vuelta, hoy podemos incluir esta instancia en el andlisis, y encontramos lo siguiente: todos los presidentes de 2001 en adelante fueron elegidos pasando por la segunda vuelta y, una vez ahi, siempre triunfé quien logr6 convencer més de hallarse en el lado prolegalidad de la matriz. Garcia en 2001, Humala en 2006 y Fujimori en 2017 a Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados y 2016 fracasaron al intentar mostrarse mas democraticos que sus rivales y perdieron la segunda vuelta, Por tanto, en segunda vuelta resulta importantisimo ser percibido como un candidato del bloque democritico, mientras que el aspecto econémico no tiene mayor relevancia en dicha instancia. En segundo lugar, al observar el eje econdmico en las primeras vueltas también encontramos algunas recurrencias que deben ser subrayadas. De un lado, de 2001 en adelante hay un contingente consistente de votantes que prefieren nistas. Esto ha variado de un cuarto del 50% en 2006; en tanto que tuvieron un estable tercio de candidaturas intervencio del electorado en 2001, a mas en 2011 y 2016 estas opciones ob! Jos votos del pais. Los afios del oo: el rechazo al modelo liberal econémi: también es cierto que en tres de las del Pert pos-Fujimori Ja suma de los electores que apoyaron el librecambismo es claramente superior a la de quienes pre~ firieron opciones intervencionistas en la economia. Solo en 2006 el intervencionismo derroté al librecambismo. Es decir, en promedio, Ja defensa del modelo econémico surgido con 1a Constituci6n de 1993 ha sido mayoritaria y permite hablar de una legitimidad ganada a lo largo de los afios y, por tanto, cualquier anilisis sobre su persistencia en el tiempo debe ta este hecho’. ym econémico no amainaron co peruano. Ahora bien, cuatro primeras vueltas tomar en cuen! 4 En 2001, (os librecambistas fueron Alejandro Toledo, Lourdes Flores, Fernando Olivera y Carlos Bolofa; el intervencionismo 10 represento intan Garcia. En 2006, Lourdes Flores, Valentin Paniagua y Martha Chavez se ubicaron en el eje librecambista, mientras que Garcia y Humala que aban det lado intervencionista. En 2011, Keiko Fujimori, PPK. Toledo ¥ 187 zz -> Eje econdmico por eleccion (2001-2016) Fuente: intogob Finalmente, el centro del ensayo: la configuracién de los horizontes estadonacional y posestadonacional con su vincu- lacién a los resultados electorales. Esta distribucién social del clectorado también muestra constancia, lo cual sugiere que las tesis de Ni amnésicos ni irracionales no estaban tan extraviadas. La suma de votos de los candidatos que, en 2006, 2011 y 2016 recibieron el apoyo de ciudadanos ubicados en ambos horizontes se ha mantenido relativamente estable. En estas tres elecciones la suma de votos que considero estado- nacionales fueron Tespectivamente 62,3 %, 6 551 % y 62,6 %. Los posestadonacionales, Por su parte, fueron 29,5 %, 34,2 % acional. mientras que PPK y Alejandro Toledo S¢ ubicay caron en Me Posestadonacional. En 2016, Keiko Fujimori el horizor NI amnésicos ni irracionates... ni bien representados Resultados electorales en primera vuelta por horizonte estadonacional y postnacional 2006 aon 2016 Fuente Infogob Estas cifras permiten proponer algunas ideas. Primero, aunque el crecimiento econdmico de los tiltimos afios y la expansién de una serie de servicios estatales han sido muy importantes y merecen nuestro aplauso, es probable que todavia no hayan alterado de manera significativa las necesidades y urgencias de la poblacién. O, al menos, la percepcién de estas. Es decir, como se explica en el ensayo, la presencia de lo estadonacional es multidimensional: lo estatal posee una serie de funciones diferentes, mientras que lo nacional alude a la construccién de un sentido de pertenencia. Por ejemplo, la expansion acelerada de carreteras en el pais en los tiltimos afios (mds del doble de las vias existentes hoy han sido construidas en los tiltimos quince afios) es un despliegue extraordinario del Estado sobre su territorio; pero puede resultar insuficiente para que la ciudadania realice la equivalencia entre su presencia puntual y el desarrollo ge- neral estatal. O peor atin: el Estado puede ser eficiente para Veronika Mendoza y Gregorio Santos capturaron el horizonte estadona- ional; PPK, Alfredo Barnechea y Alan Garcia se ubicaban en el horizonte posnacional zz rcon la tarea de atajar las pstrucciOn, ¥ frac ‘ieilizan esas mismas vias. O para ¢: cuando una mujer de impulsar su cor actividades ilegales que ponerlo con otro ejemplo important cibe los 100 soles que le entrega el programa una zona rural re Ja material yacion novedosa de amos ante eso no hace que, ado funcional, por lo cual todo, como establece social Juntos, est esencia estatal, pero 1 rodeada de 1 por él. Después de de Sheri Berman (2019), el ligado ala riamente, a nec ella se perciba un Esta seguira reclamand con claridad un libro las democra yamb' reciente desarrollo de |: cias esta intimamente construccién del Estado os procesos Se explican desde eso histérico de larga data. alé en el ensayo original, |: os en cada horizonte no significa que sean mos que de manera recurrente se dis- ‘os. Eventualmente, podria haber alguno de estos dos hori- lelante. Mas bien, un proc Como s a existencia de estos electores asentad idénticos. Mas bien, ve tribuyen entre varios candidat algin candidato que hegemonice pero no ha ocurrido de 2000 en ad se suelen dividir en tres 0 cuatro candidaturas. Probablemente esto se deba a que calzar un solo discurso politico con la variedad de demandas que los ciudadanos de estos grupos poseen respecto del estadonacional sea un objetivo titanico, casi irrealizable, Es decir, si Carlos Ivan Degregori estaba en Jo correcto al sefialar que “no existe pais mas diverso”, sera MUY dificil organizar un discurso catch-all que incluya un universo zontes, tan fragmentado de intereses ¢ ilusiones. Esta lejos de mi propésito realizar una evaluacién estadistic® 0 de exhaustiva de estas ; — a de las propuestas del ensayo original. Tampoc as ideas desarrolladas en este epilogo. Pero quisiera pone algu eje! 7 gunos ejemplos que ilustren el sentido de la propuest™ Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados (Ortega y Gasset: “El ensayo es la ciencia, menos la prueba explicita”. Amén). Empecemos con nuestra mis reciente eleccién: la segunda vuelta de 2016, que enfrenté a Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. En la linea de lo defendido en el ensayo original, quiero sugerir que las diversas necesidades respecto del Estado- nacién pueden tener un efecto en el voto y que, aun de manera bisica, los discursos de los candidatos terminan asociandose a esas necesidades. En la segunda vuelta de 2016 la divisién que estructuré la competencia entre ambos candidatos no fue la econémica. Ya hemos dicho que en la segunda vuelta lo que importa es el eje politico. Pero ese eje politico —bastante contingente— se asienta en las escisiones estadonacionales y posestadonacionales y su relacidn con la historia politica reciente. Keiko Fujimori fue una candidata que se preciaba de poder acabar con la inseguridad generada por la delincuencia en el pais, de la misma manera que su padre lo habia hecho con los grupos subversivos una generaci6n antes. Por su parte PPK en segunda vuelta subray6 que defenderia la democracia y atacarfa la corrupcién, algo que Fujimori era incapaz de realizar pues lastraba la cercanfa al gobierno autoritario y corrupto de su padre. Si afinamos la vista, notaremos que acabar con la inseguridad y combatir la corrupcién son dos problemas asociados a la expansion y efectividad de la ley del Estado. No smas medidas para solucionarlos, ni cada requieren ni las mi: fectos en quienes los sufren. Sin problema genera los mismos e! embargo, ambos responden a la expansién estatal mas basica Y, por tanto, las considero como una necesidad estadonacional. Como es sabido, desde hace un buen tiempo los peruanos afirmamos que los problemas mis graves del pais son esos 191 zz = mismos dos que estructuraban la competencia de aquella segunda vuelta: corrupcidn ¢ inseguridad. Sin embargo, est respuestas no se distribuyen de manera homogénea Sobre el pais. Algunas regiones perciben la corrupcién como el problema mas grave, y otras la inseguridad (y unas pocas la pobreza). Aqui es cuando la cosa se pone buena. Pasemos al mapa: el voto por PPK y Fujimori se relaciona directamente con cual de los dos problemas es indicado como el mas rave en cada regién. Ella recibe una cantidad de votos mayor ahi donde consideran el crimen como el problema mas agudo; PPK recoge mayor cantidad de votos en las regiones donde la corrupcién es sefialada como el principal problema del pais. Esto no quiere decir que esta variable sea, de manera aislada y por si sola, la causa de estas votaciones, pero sugiere que hay un vinculo estrecho entre discursos y necesidades?. 3° Quiero agradecer especialmente a Alejandro Palomino, con quien cO- menzamos a conversar de estas cosas hace varios afios y realiz6 las pri- meras correlaciones que aqui se presentan. Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados Segunda vuelta 2016: Voto de Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori seguin qué problema es sefialado como el mas grave del pais (por regiones)* vin eat apres on sagt est 2086 eects onsen et 26 Fuente. infogob y Enaho 2015, ‘4 EL principal problema fue identificado a partir de lo consignado por a Encuesta Nacional de Hogares - Enaho 2015. De manera interesante, las regiones donde se sefiala que la pobreza es el problema mas grave en el pais (5) se reparten de manera equitativa y no se asocian significativa- mente con las votaciones de las dos candidaturas. zz => De manera andloga, si regresamos a las primeras vueltas de 2006, 2011 y 2016 veremos, por ejemplo, que la relacién entre la ciudadania que habla alguna lengua originaria y Ciertas candidaturas es muy estrecha. En 2006 y 2011 este Sector voté mayoritariamente por Ollanta Humala. En linea con lo que invoqué hace mds de una década, una can- didatura nacionalista conecta con una poblacién que sufre la desigualdad, el racismo y la falta de oportunidades. Por definicion, un proyecto nacionalista busca acabar con esas brechas ¢ incluir a esta porcién de la poblacién en el proyecto nacional. En 2016, Verénika Mendoza no homogeneizé €sos votos de manera semejante a como lo hiciera Humala cinco afios antes, a pesar de hablar quechua y ser del Cusco (atributos que Humala no tenia). Mas bien, se repartié ese electorado con Keiko Fujimori. Ante la ausencia de una candidatura nacionalista, la poblacién se decanté por la izquierda y su énfasis en la redistribucién econémica, y la derecha no liberal preocupada por la seguridad. Pero al no existir una candidatura perteneciente a la tradicién del na- cionalismo que pueda abarcarla, el voto se fragments entre los sucedaneos mas cercanos. Asi, en las cinco regiones donde se cuenta con més del 50 % de la poblacién que aprendié a hablar en una lengua que no es el castellano (Apurimac, Puno, Huancavelica, Ayacucho, Cusco), el patron es recu- rrente: Veronika Mendoza siempre recibié menos votos que Ollanta Humala cinco afios antes, y algo cercano a la diferencia entre esas dos votaciones termind en las manos de Keiko Fujimori (y en algunas regiones algo fue a parar a la candidatura menor de Gregorio Santos). 194 Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados Resultados de la primera vuelta de 2011 y 2016 en las cinco regiones con mayor cantidad de hablantes de alguna lengua originaria P 27% Fuente: Infogob. Al otro lado de nuestra matriz de andlisis encontramos a los peruanos asentados en lo que denominé el horizonte posestadonacional: los ciudadanos con necesidades asociadas alo que podriamos llamar la globalizacién. Para aterrizar algo tan vasto como esta categoria observemos un indicador de consumo: la presencia de centros comerciales. A 2018, ocho regiones peruanas no contaban con un centro comercial: Apurimac, Ayacucho, Huancavelica, Loreto, Madre de Dios, Mogquegua, Pasco y Tacna. La candidatura de Pedro Pablo Kuczynski en 2016 no Ilegé en primer lugar en ninguna de estas donde, mis bien, la suma de votos de Veronika Mendoza y Keiko Fujimori sumaron mas del 55 % de los votos. zz => Resultados de la primera vuelta de 2016 en las regiones sin centros comerciales Apurimac 30.8% 49.9% 56% ‘Ayacucho 321% 524% 62% Huancavelica 28.6% 527% 94% Loreto 40.7% 155% 244% Madre de Dios 439% 248% Moquegua 242% 33% Pasco 431% 20.3% 220% Tacna 209% 410% 156% Fuente: Infogob. Otra forma de observar esta dimensién es la porcién de Pperuanos con una vida, efectivamente, posestadonacional. Sabemos que aproximadamente tres millones de peruanos cuentan con pasaporte. El 10 % de la poblacién conoce di- rectamente la experiencia internacional. Es un porcentaje considerable. En las tiltimas elecciones, en la direccién que sugeria Mi amnésicos ni irracionales, el porcentaje de peruanos que votaron en el extranjero y que prefirieron candidaturas posestadonacional fue siempre superior al porcentaje nacio- nal total. Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados Votacion por horizonte posestadonacional enel Peru y el extranjero toe tao 2011 339% 436% 2016 338% 397% ae 88% Fuente: Infogob, Por tiltimo, en esta seccién quisiera sefialar una omision importante que he detectado al releer Ni amnésicos ni irra- cionales: el impacto visual de la matriz utilizada en el ensayo original podria sugerir que ningtin candidato que se ubique en el cuadrante que combina librecambismo y legalidad podria recolectar el respaldo del Perit estadonacional (pé- gina 42). Si esa percepcion se derivara de la matriz, estaria equivocada. Aunque no es una superposicién recurrente, uno podria sefialar que Fernando Belainde en 1980 ocupaba esa posicin y recibia una gran votacién del Pert estado- nacional. La misma configuracién se repetia con Alejandro Toledo en 2001. Queda claro que un librecambista radical entraré en conflicto con cualquier ilusién estadonacional, pero un demécrata de intencién inclusiva y que respete las reglas esenciales del librecambismo no tiene por qué estar necesariamente refiido con las ambiciones de, al menos, una porcién del electorado estadonacional. Concluyamos esta primera parte diciendo que la dispo- sicion de los electores ante la presencia material y simbélica del Estado-nacién peruano constituye un condicionamiento 197 zz => Jegir a nuestros candidatos. Es de- cir, mi prisma de anilisis toma distancia de las lecturas que asumen que el comportamiento politico o electoral responde a unas identificables “culturas politicas” o a un voto esen- cialmente econémico’. Y en la medida en que la centralidad de la argumentacién pasa por las necesidades vinculadas al Estadonacional, un tema importante en Ni amnésicos ni irra- cionales fue la persistencia del populismo en nuestra politica. Si el populismo es una forma de hacer politica asociada a las distintas promesas de la construccién estadonacional, dificilmente estaremos vacunados contra él si no se avanza decididamente en su construccién. Es decir, me mantengo en que no debemos confundir la prepotencia personalista del populismo con la legitimidad de su demanda. Asimismo, en la medida que las necesidades estadonaciona- les sean diversas sera dificil que un candidato pueda agregarlas arménicamente en un solo discurso. Como ha establecido una teoria reciente para explicar la ola de populismos en Europa y Estados Unidos enfatizando en el caso del Brexit inglés, la politica estd, cada vez mas, marcada por una divisién que Separa a personas anywhere (de cualquier sitio) y personas somewhere (de algiin sitio)’. Aquellos estén presentes en las importante a la hora de el S Para una reciente e interesante mirada a la cultura politica nacional y li mefia, ver Chaparro (2018). Por su parte, el mejor acercamiento al im- te ee ae €n la vida politica y electoral nacional es la tesis mar Awapara (2018). David Sulmont y sus coautores han Sulmont y Garibotti (2015) © Goodhart (2017) Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados grandes ciudades, tienen acceso a medios de comunicacién globales, poseen titulos educativos y estan listos para realizar sus vidas en distintas partes del mundo: son los ganadores de la globalizacién. Al frente estén quienes viven en la periferia de los paises, donde el tradicional trabajo industrial decayé, con menos posibilidades educativas y, por tanto, anclados a un lugar preciso dentro de su Estado-nacién: fueron dejados atras por la globalizacién. Mucho de esto aparece en las categorias que utilicé para pensar al electorado peruano. Por definicién alguien con urgencias enraizadas necesita del Estadonacional; su salvacién no reside en el orden global. El ciudadano premu- nido de habilidades y documentos cosmopolitas, en cambio, ya resolvié sus necesidades principales con el Estadonacional. Por poner un ejemplo concreto, el porcentaje de la poblacién peruana que cuenta con agua, desagiie, electricidad y, al menos, un medio de comunicacién —eso que Carolina Trivelli llama el “combo minimo de derechos’— es 53,76 % en 20187. Resulta iluso creer que sus opciones politicas seran semejantes de las de quienes carecen de varias o todas ellas. Urgencias distintas, candidatos distintos. Entonces, las categorfas que desarrollé Ni amnésicos ni irracionales no configuran, en ningiin sentido, el vaticinio de un resultado electoral. Sefialan, mas bien, que el poder de los discursos y estrategias de campafia enfrentan 7 El cdlculo fue estimado a partir de la Enaho 2018 requiriendo que la vivienda cuente con acceso a una red publica de agua y desague en su interior, alumbrado por electricidad y, al menos, teléfono fijo, celu- lar, television 0 conexién a internet. El concepto de Trivelli aparece en Pasara (2017) 199 zz -> limites certeros. La divisién entre los sectores estadonacionales y posestadonacionales es una aplomada rayada de cancha, Racional y mal representado Ni amnésicos ni irracionales es un ensayo que utiliza el prisma electoral para abordar su preocupacion principal: la democracia en el Pera. Ahora bien, ¢cémo estaba planteada la cuestién de la democracia en el ensayo original? Diria que hay dos miradas principales que hoy debemos retocar, o de plano descartar. En varios pasajes del libro la preocupacién por la democra- cia esta planteada como el problema de su supervivencia: gcémo hacemos para no perderla, es decir, para no recaer en alguna forma de autoritarismo? Es una forma conservadora de acercarse a la cuestién. El contexto importa: escrito a fines de 2006, unos meses atras el Humala mas “polo rojo” habia arafiado la presidencia, al mismo tiempo que Bolivia elegia a Evo Morales, Ecuador a Rafael Correa, y una nueva ola de gobiernos de izquierda y vocacién autoritaria recorria varios paises de la regién. Por si fuera Poco, en esa misma eleccién Keiko Fujimori habia sido la congresista mas votada y se perfilaba ya como favorita para 2011. Ante tal escenario, la cuesti6n del fortalecimiento democratico parecia de un exce- sivo optimismo: habia que Preguntarse por la posible muerte de la democracia. Pero el tiempo transcurrido ha demostrado que nuestra democracia era més fuerte de lo que creiamos. Multiples cri- sis politicas terminaron en la caida de un primer ministro Y la vuelta a una normalidad que suele ser altisonante pero 2° Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados critica; nuestros actores ¢ instituciones lograron atajar, moderar y encarrilar por la senda constitucional al incendiario Humala (que passé de ser llamado “Comandante” a “Cosito”); e incluso la larga disputa entre los ejecutivos de PPK y Vizcarra con el legislativo fujimorista ha generado en cada impase una lucha por las mejores interpretaciones constitucionales, y no la aparicién de militares buscando dirimir el embrollo. Por tanto, con la ventaja que dan los afios transcurridos, creo que el ensayo cargaba con un problema semejante al animo que ha habido en el pais en los ultimos tres lustros. Poca esperanza en la sociedad peruana, sus instituciones, actores politicos, prensa, entre otras dimensiones claves de la democracia. Por eso es que este ensayo comparte un poco del Animo “modernizador” que prevalecié en el pais por aquellos afios y del cual las posiciones de Alan Garcia sobre el perro del Hortelano —lo que més tarde llamé “el hortelanismo”’— fueron su versién ms radical*. Habra notado el lector que la fuente de esperanza con la que se cierra el ensayo original descansa en el crecimiento econémico. Era una aplicacién segmentada al Pera de las teorias modernizadoras que aso- cian el grado de riqueza de los paises con las probabilidades de su democracia para sobrevivir. Vale decir: la vacuna del \ crecimiento econémico contra el virus de la dictadura. Y es muy posible que la supervivencia de nuestra democracia esté asociada a que la economia haya funcionado bastante bien en los Ultimos afios, pero las democracias no se profundizan y expanden por reflejo de nuestro PBI. Lo que quiero sefialar, 8 Vergara (2018) zz => entonces, $ que cl pesimismo sobre nuestra politica puso lag esperanzas en la caja de la economia. Y la historia transcurrida sefiala que nuestras instituciones, actor » prensa, sociedad eran mas sdlidas en su caracter democratico de lo que pensé- bamos; y, de otro lado, que la modernizacién econémica nos habra hecho mis ricos, pero no se tradujo en un electorado constantemente mas democratico, ni en unas instituciones republicanas mas sélidas. Mas bien, el pesimismo de la poli- tica abrazado al optimismo de la economia ha sido la formula para vegetar inercialmente; para que la democracia sobreviva Y no se fortalezca; para reclinarnos cémodamente en el sof de la historia confiados en que lo peor no se repitiese y lo mejor brotase. En resumen, unas convicciones que vacian de contenido politico la vida nacional. Yes, sin duda, de este desengafio que ha mutado mi forma de observar el pais y las categorias desde las cuales observarlo. A la inercia de la historia habia que inyectarle accién. Es decir, del largo ciclo de la economia y sus indeterminados efectos sobre la politica, debiamos regresar a la primacia de la poli- tica y su efecto regenerador sobre la sociedad y la economia. Y eso es —ya lo ven venir— el universo de la republica y el ciudadano. Reconocer y, por tanto, recuperar la capacidad de accion. Confiar menos en la revolucion capitalista y mas en la revolucién democratica. Insisto, a riesgo de redundancia: no creo que mi libro fuese el punto mas alto de los discursos econémico-modernizadores que han prevalecido en el Pert contemporaneo; en estas paginas estan los Mamados a unas reformas institucionales que mejorasen la representacién, una invocacién al gobierno de Garcia, que por entonces comenzaba su gestion, para que no agravase las brechas entre peruanos 202 Ni amnésicos ni irracionales... ni bien representados pues solo nos traeria desgracias politicas (invocacién caida en saco roto, desde luego. Garcia nos dejé con una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala). En fin, existia una consideracién por la capacidad positiva y transformadora de la politica pero que, por algunos momentos, sobre todo en las conclusiones del libro, colisionaba con una esperanza politica centrada en la buena marcha de la economia. Por ultimo, toca hacer un comentario sobre la racionalidad de nuestro elector y sus limites. Estos limites estin dados por la crisis absoluta de los partidos politicos y la ausencia de plataformas que agreguen las demandas ciudadanas y, sobre todo, que les den una prolongacién en el tiempo y, como con- secuencia, estabilicen las preferencias electorales. Es decir, el elector racional dura lo que dura el frenesi de campafia. Tras el flash de las cuatro de la tarde del domingo electoral, peruanos y peruanas regresan a sus actividades y se desentienden de la politica hasta la proxima eleccién. Y los politicos lo saben. Nada los ata a esa ciudadanja dispersa y lejana. En tales con- diciones, la racionalidad del elector que aparece en un voto que combina las necesidades respecto del Estadonacional con los discursos de los candidatos, se hace poco efectivo. Es decir, las decisiones electorales pierden relevancia si no estan acompajiadas de instituciones que faciliten la generacién de gobiernos responsables ante las demandas ciudadanas’. O sea, es una buena noticia que seamos electores racionales, pero también somos ciudadanos muy mal representados. Los mecanismos de rendicién de cuentas ante la ciudadanfa 9 Eldesarrollo de este argumento se encuentra en Luna y Vergara (2016) zz -> son muy deficientes. En tal sentido, celebrar la racionalidad del elector por si misma nunca fue el objetivo de este ensayo sino entenderla y subrayar sus limites. Sin las estructuras ins- titucionales que garanticen que la racionalidad y autonomia individual dé lugar a cambios importantes producto de sus decisiones, la racionalidad sabra a poco. En ultima instancia, un elector racional que no es un ciudadano bien representado estara condenado, como sabemos bien, a repetir el ciclo del quinquenio electoral que viaja sin parar de la excitacién mas coyuntural a la prolongada indiferencia. eee

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