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República del Ecuador

Universidad Estatal de Bolívar

Carrera: Ingeniería en Riesgos de


Desastres

Mini proyecto: Gestión de Riesgos

Tema: Gestión de Riesgos por


Fuertes Lluvias en Quito

Autor: Evelyn Urginia

Agosto 2022
Quito – Ecuador
INTRODUCCIÓN

Contar con instrumentos para la gestión de riesgos de desastres permiten


la anticipación y una mejor preparación ante las amenazas por fenómenos
de la naturaleza. Junto con ello, la coordinación entre las instituciones
resulta fundamental para que las decisiones de políticas y acciones
resulten efectivas.

La gestión del riesgo se define como el proceso de identificar, analizar y


cuantificar las probabilidades de pérdidas y efectos secundarios que se
desprenden de los desastres, así como de las acciones preventivas,
correctivas y reductivas correspondientes que deben emprenderse. El
riesgo es una función de dos variables: la amenaza y la vulnerabilidad.
Ambas son condiciones necesarias para expresar al riesgo, el cual se
define como la probabilidad de pérdidas, en un punto geográfico definido
y dentro de un tiempo específico. Mientras que los sucesos naturales no
son siempre controlables, la vulnerabilidad sí lo es. El enfoque integral de
la gestión del riesgo pone énfasis en las medidas ex-ante y ex-post y
depende esencialmente de: la identificación y análisis del riesgo; la
concepción y aplicación de medidas de prevención y mitigación; la
protección financiera mediante la transferencia o retención del riesgo; y
(d) los preparativos y acciones para las fases posteriores de atención,
rehabilitación y reconstrucción.

Todos los problemas que se han presentado en Quito y en varias


regiones del país responden a un periodo de lluvias intensas que dan
inicio al periodo invernal. Todos en el País debemos estar preparados
para enfrentar esta época invernal. Con una simple ayuda de la población
como la limpieza de las alcantarillas y no botando basura ni desechos de
construcción en las quebradas se estaría fortaleciendo la prevención.

El propósito de esta investigación es debido a las complicaciones que se


han presentado en Quito debido a las fuertes lluvias que se han

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presentado y continúa siendo actores principales de los daños presentes
en la capital.

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

1.1. Antecedentes de la investigación

PDOT DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO

Quito, oficialmente San Francisco de Quito, es la capital de la República


del Ecuador, de la Provincia de Pichincha y la capital más antigua de
Sudamérica. Es la ciudad más poblada de Ecuador desde finales del año
2018con más de dos millones de habitantes en el área urbana, y más de
tres millones en toda el área metropolitana. Además, es la capital de la
Provincia de Pichincha. Está ubicada sobre la hoya de Guayllabamba, en
las laderas occidentales del estratovolcán activo Pichincha, en la parte
oriental de los Andes a una altitud promedio de 2850 m s. n. m. La ciudad
está dividida en treinta y dos parroquias urbanas y treinta y tres
parroquias rurales, las cuales se subdividen en barrios. Quito es el
epicentro político, económico, administrativo, artístico, deportivo y cultural
de Ecuador. Alberga los principales organismos gubernamentales,
administrativos y culturales. Además, la mayoría de empresas
transnacionales que trabajan en Ecuador tienen su matriz en la urbe.
Quito se ubica en varios valles cuyo terreno irregular tienen una altitud
que oscila entre los 1000 m s. n. m., en los lugares más bajos; hasta los
3500 m s. n. m. en las mesetas desde donde nacen los ríos que alimentan
al río Guayllabamba. Por el oriente de sur a norte se encuentran los
Valles de Machachi, Los Chillos, Cumbayá y Guayllabamba donde se
asienta la parte rural de la ciudad. El río San Pedro formó estos valles;
este río nace en el Volcán Cotopaxi y desciende desde el mismo hasta el

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Valle de Machachi pasando por zonas asentadas en este valle como
Alóag a 2810 m s. n. m; el río continua su descenso hasta la zona de
Amaguaña a 2550 m. s. n. m (Valle de los Chillos) en este valle se unen a
su cauce los ríos Pita y Santa Clara y continua su descenso hasta el valle
de Cumbayá pasando por poblaciones como Cumbayá a 2250 m s. n. m.
donde además se une con el río Machángara que viene de los valles
occidentales formando el río Guayllabamba este a su vez desciende hasta
sectores como Guayllabamba a 2192 m.s.n.m y Nanegal a 1000 m.s.n.m.
donde continuará su descenso a la costa del Pacífico. En el occidente
empezando desde el Sur por la meseta de Guamaní a 3100 m.s.n.m; baja
el río Machángara y la quebrada Caupichu; que forman un valle en la
zona sur de Quito; el río desciende hasta sectores como Solanda a 2850
m s. n. m. sigue su descenso hasta el sector de la Recoleta a 2750
m.s.n.m. (centro histórico), Orquídeas 2650 m.s.n.m. y sigue su descenso
hasta el sector de Guápulo a 2448 m s. n. m. de allí continua su descenso
hasta al valle de Cumbayá donde se une con el río San Pedro y forma el
río Guayllabamba. El clima de la ciudad corresponde al clima subtropical
de tierras altas, con muchas características continentalizadas que van
desde climas áridos y templados hasta húmedos y fríos; Quito se divide
en 3 zonas; sur, centro, y norte; donde el sur es el lugar más frío de la
ciudad porque es la zona más alta y lluviosa, el centro es caliente
(Iñaquito, Guápulo); donde se dan siempre las temperaturas más altas y
el norte es templado debido a las condiciones secas del valle de la mitad
del mundo. El clima de Quito se divide en 2 estaciones o etapas; el
invierno con un período de lluvias prolongado con mucha prevalencia de
fenómenos atmosféricos y climáticos como el granizo, las temperaturas
suelen bajar drásticamente hasta ubicarse incluso en los 0 °C, incluso,
existe cada año al menos un fenómeno nevoso a las afueras de la ciudad
en páramos situados a 4000 metros sobre el nivel del mar, el último de
ellos registrado en abril de 2021. La estación seca de cuatro meses es la
temporada donde se presentan las temperaturas más altas. La estructura
geológica del volcán Pichincha juega un papel importante en la

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pluviosidad de la ciudad; las corrientes de aire provenientes de la selva
amazónica chocan con la estructura geológica dando así mayor
pluviosidad al sur de la ciudad (valle de los chillos y gran parte del valle
del río Machángara, con excepción del centro histórico que es menos
lluvioso); el centro histórico por su ubicación al norte del valle y por la
presencia del cerro Panecillo; entra en el rango de protección del cuerpo
geológico que disminuye la pluviosidad. En el caso de los valles de
Cumbayá y de la laguna de Iñaquito, tienen un clima menos lluvioso que
los valles del sur; pero no tan seco como el clima del valle de la mitad del
mundo, logrando una desviación media de la pluviosidad. En esta zona
suelen darse las temperaturas más altas; mientras que el valle de la mitad
del Mundo y Guayllabamba son secos durante la mayor parte del año; ya
que consiguen una desviación total de las corrientes amazónicas en este
sector por parte del cuerpo geológico del Pichincha y entran en mayor
medida corrientes secas provenientes del océano pacífico. Dando lugar a
un clima seco y semiárido con escasa nubosidad y precipitaciones. Esto
al final logra que exista menor nubosidad y por ende mayor fuga de calor;
en las noches principalmente por esta razón son considerados valles
templados. Estos valles suelen presentar lluvias leves durante la estación
lluviosa sin embargo con el cambio climático se están incrementando.
Debido a que está a 2850 metros de altitud y a que está ubicada valles
cerca de la línea ecuatorial, Quito mantiene condiciones primaverales
todo el año. De junio a septiembre las temperaturas suelen ser más
cálidas, sobre todo durante la tarde, mientras que el resto del año la
temperatura suele ser templada con temperaturas que van desde los 10
°C hasta los 30 °C. Debido a su posición geográfica, la ciudad de Quito
recibe niveles extremos de radiación solar todo el año, siendo uno de los
lugares de la Tierra que más la recibe, llegando a recibir hasta 24 UVI
(Índice Ultra Violeta)

RIESGOS

Según un reciente estudio realizado en Quito, por el Colegio de


Arquitectos de Pichincha, el 70% de las construcciones son informales, un

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80% de estas sufrirían daños y un 45% colapsarían si hay un sismo de
alta intensidad. Además del alto riesgo sísmico, Quito está expuesto a
múltiples amenazas como son erupciones volcánicas, incendios,
inundaciones o deslaves. Al leer estos escenarios es probable que
vengan a su mente varias imágenes que se han registrado en la capital de
Ecuador. Por ello, la gestión de riesgos de desastres debe ser una
prioridad en la agenda municipal. La alcaldía de Quito está trabajando en
el proyecto de Estatuto para el Distrito Metropolitano, el cual se aprobará
mediante una norma con jerarquía de Ley Orgánica y podrá desarrollar
aspectos constitucionales, siempre y cuando no sean contrarios a las
competencias otorgadas al Gobierno Central. En materia de gestión de
riesgos, el artículo 389 de la Constitución señala que el Estado “protegerá
a las personas, las colectividades y la naturaleza frente a los efectos
negativos de los desastres de origen natural o antrópico mediante la
prevención ante el riesgo, la mitigación de desastres, la recuperación y
mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales”.
Este mismo artículo determina que el Estado ejercerá la rectoría mediante
un organismo técnico establecido por ley. A pesar de varios intentos, de
un grave terremoto ocurrido en el 2016 y las permanentes amenazas a las
que está expuesto el Ecuador, aún no se ha adoptado una ley de gestión
de riesgos de desastres. Sin embargo, el artículo 390 de la Carta Magna
señala que “los riesgos se gestionarán bajo el principio de
descentralización subsidiaria”, esto significa que cada Gobierno
Autónomo, dentro de su territorio, tiene responsabilidad directa en la
gestión del riesgo de desastres; y, cuando sus capacidades sean
superadas las instancias de mayor ámbito territorial deben brindar apoyo,
respetando a la autoridad local y sin relevarlos de su responsabilidad.

1.2. Planteamiento del problema de investigación

La ciudad de Quito ha sido el escenario de varios aluviones a lo largo de


su último medio siglo. Entre ellos:

- Aluvión en La Gasca (1975)

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El 25 de febrero de 1975. Un fuerte aluvión se precipitó por la quebrada
de Pambachupa y llegó hasta el barrio La Mariscal; dejando a su paso
dos muertos, cinco heridos y numerosas casas afectadas.

- Aluvión en El Condado (1983)

En enero de 1983, al extremo noroccidental de Quito, en el sector de El


Condado hubo un aluvión en el que murieron tres personas y dejó
decenas de damnificados.

- Aluvión en La Gasca (1997)

En 1997, en el barrio La Comuna, cerca de La Gasca, hubo otro aluvión.


Según reportes de prensa de la época dos personas murieron.

- Aluvión en El Recreo (2008)

En 2008, en el sector de El Recreo —al sur de Quito—, el fuerte invierno


provocó que la quebrada La Clementina se desbordara. Se produjo un
caudal de agua, lodo y escombros, que bajó por la calle Joaquín
Gutiérrez.

- Aluvión en Ciudadela Ibarra (2012)

En 2012, en la Ciudadela Ibarra, al sur de Quito hubo un aluvión de lodo,


escombros, ramas y basura que bajó por las calles de este sector. Varias
casas y calles resultaron afectadas. Según diario El Comercio, el lodo
llegó hasta 80 centímetros de altura en algunas zonas.

- Aluvión en El Pinar (2019)

Hace tres años, el 22 de marzo del 2019, un aluvión descendió por la


calle Manuel Valdivieso en el sector del Pinar Alto. La corriente arrastró
vehículos, que quedaron volcados dentro de predios y sobre la acera a la
altura. Según el diario El Comercio el aluvión sucedió por la acumulación
de palos y escombros, la tala indebida de árboles y el depósito ilegal de
escombros. “La quebrada se taponó y el agua lodo corrió por la vía”. Sin

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embargo, el ex alcalde Mauricio Rodas, dijo que el aluvión se dio por las
fuertes lluvias y que fue un evento natural que no se podía prevenir.

- Aluvión en Pomasqui (2020 – 2021)

En septiembre de 2020, en Pomasqui, extremo norte de Quito, hubo un


aluvión —cuando el mundo ya vivía en la pandemia del covid-19. Según
el Cuerpo de Bomberos, el fenómeno natural se produjo por las fuertes
lluvias. La quebrada Santa Teresita se desbordó y los pozos sépticos del
sector colapsaron. Se reportaron inundaciones en el barrio Landázuri de
Calderón y en Llano Grande, en el norte. El aluvión cerró casi por
completo la avenida Manuel Córdova Galarza, a la altura del Colegio
Pomasqui. Además, afectó las instalaciones de un centro comercial,
casas y calles aledañas.

- Aluvión en La Gasca y La Comuna (2022)

El último aluvión registrado en la ciudad de Quito fue el reciente 31 de


enero del presente año, en los barrios de La Gasca y La Comuna, en este
lugar ya han ocurrido al menos 3 eventos similares. Todos han cobrado la
vida de moradores de la zona, incontables daños materiales, afectación a
la fauna y flora urbana, modificación de las cuencas de las quebradas y
han sembrado un continuo miedo en las personas.

Todos estos desastrosos eventos tienen en común características tales


como: la tala ilegal de árboles, quebradas sin un continuo cuidado, basura
y escombros acumulados, infraestructura de captaciones sin
mantenimiento, estructuras de retención colapsadas, asentamientos
irregulares en bordes de quebrada, ocupación de las franjas protectoras y
ecológicas, cambios de usos de suelo, construcciones fuera del límite
permitido de la ciudad y sobre todo una mala gestión administrativa y de
política pública de estos sitios.

1.2.1. ¿Gestión de Riesgos por Fuertes Lluvias en Quito?

1.3. Objetivos de la investigación

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1.3.1. Objetivo general

Brindar información especifica sobre las consecuencias que han traído


anteriormente las lluvias en Quito, para que de esta manera la ciudadanía
pueda reaccionar de una manera correcta en un próximo evento que
pueda suceder.

1.3.2. Objetivos específicos

- Tener la información necesaria y correcta para comunicar a la


ciudadanía.

- Analizar los errores que se han cometido de desastres anteriores.

1.4. Justificación de la investigación

VULNERABILIDAD

Desde los espacios fragilizados por su contexto de vulnerabilidad espacial


y sobre todo desde aquellos que comprenden igualmente elementos
esenciales vulnerables, la vulnerabilidad puede propagarse al conjunto del
territorio (figura 1E). Esta puede afectar a otros elementos esenciales que
se fragilizan aún más puesto que son en sí vulnerables, y transmiten a su
vez su vulnerabilidad bajo la forma de una cadena de vulnerabilidades
que afectan total o parcialmente al territorio5. La vulnerabilidad territorial
puede, a su vez, extenderse a otros espacios, otras ciudades y ello tanto
más cuanto que el territorio en cuestión es el de la capital del Estado. Las
interacciones generadas por las vulnerabilidades particulares de los
elementos esenciales y el contexto de vulnerabilidad espacial tienen un
impacto en todo el territorio por efectos en cadena, a la manera de un
virus en un sistema informático. Es sumamente difícil traducir
espacialmente tales interacciones lo que justifica haber recurrido a una
representación esquemática. Es posible en cambio cartografiar los
espacios que, por acumulación de puntos débiles, tienen mayor
capacidad de generar vulnerabilidad a nivel territorial. Así, el mapa 4
constituye el mapa de la vulnerabilidad territorial del DMQ, o, en otras
palabras, de los espacios en los que radica la fragilidad del territorio

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metropolitano en la medida en que contienen y acumulan vulnerabilidades
y las transmiten a todo el territorio.

AMENAZAS

Al mismo título que la accesibilidad, la exposición a las amenazas es un


componente esencial de la vulnerabilidad espacial del DMQ. Más que las
amenazas en sí, lo que nos interesa es la exposición del territorio a las
mismas. En efecto, cuando un territorio está expuesto a una o varias
amenazas, este, al igual que los elementos que contiene, están
inevitablemente en situación de fragilidad, lo que implica riesgos. El objeto
de este capítulo es pues identificar las amenazas a las que está expuesto
el territorio metropolitano y su repartición espacial. Es sin embargo útil,
previamente comprender lo que reviste la noción de amenaza. La
amenaza es un fenómeno potencialmente destructor, de origen natural
(sismo, ciclón, erupción volcánica…), antrópico (explosiones al interior de
una fábrica de productos químicos, actos de violencia, guerra…) o mixto
(por ejemplo, ciertos deslizamientos de terreno, inundaciones, sequías,
epidemias…), capaz de afectar a un territorio definido por la presencia y la
importancia de los elementos que se ubican en él (habitantes, bienes,
patrimonio, actividades, etc.). Puede caracterizarse por su naturaleza, una
intensidad, una extensión espacial y también una frecuencia. Si bien no
es totalmente aleatoria, constituye una potencialidad destructora que
genera incertidumbre y por tanto dificultades políticas de manejo de los
riesgos. Es posible, en efecto, aproximarse a la probabilidad de
ocurrencia de un fenómeno dado, al igual que a su intensidad, pero jamás
se puede definirlas con precisión. Por otro lado, la noción de amenaza
natural (como la de riesgo natural), a menudo utilizada, es muy
cuestionable. En efecto, la amenaza puede tener un origen natural, pero
se antropiza rápidamente, sobre todo en el medio urbano, lo que significa
que el comportamiento de los hombres, las actividades y el uso del suelo
influyen en diversos grados en los procesos físicos. En otras palabras y
particularmente en el medio urbano, los destructores no son los procesos
naturales en sí sino muchas veces su transformación por la antropización

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del medio. Es por ejemplo el caso de las inundaciones cuando la
cantidad, la velocidad y la trayectoria de los flujos se ven modificadas por
la ocupación y la impermeabilización de los suelos. Es también el caso de
las ondas sísmicas, cuya propagación, frecuencia, trayectoria y amplitud
son alteradas por la existencia de construcciones o de rellenos realizados
por el hombre. Es bastante conocido que no son las sacudidas sísmicas
en sí lo que ocasiona la pérdida de vidas humanas, sino los hundimientos
de los edificios y los incendios que desatan. En el medio urbano, debido a
una actividad humana intensa y compleja, las amenazas responsables de
destrucción están ampliamente antropizadas y por tanto ya no tienen sino
un lejano origen natural. Finalmente, una amenaza cuando se manifiesta,
rara vez presenta una configuración simple. A menudo se producen
efectos en cadena. Un sismo puede generar deslizamientos de terreno y
la ruptura de represas que provocan violentas inundaciones. Estas
pueden a su vez desatar cortocircuitos, incendios o explosiones en
industrias que manejan productos peligrosos. Las amenazas, además de
la incertidumbre que las rodea, son pues fenómenos complejos cuyas
manifestaciones son muy difíciles de prever. Generalmente son
analizadas independientemente unas de otras, pero hay que guardar en
mente esta complejidad que, aunque evidente al hacer un balance de una
catástrofe, es a menudo ignorada al momento de evaluar los riesgos. En
el caso de Quito, debido al contexto geodinámico, geomorfológico,
hidroclimático y antrópico, las amenazas son particularmente numerosas
y variadas. Algunas tienen fuertes probabilidades de ocurrencia como las
inundaciones ligadas a defectos de los colectores, los deslizamientos de
terreno o los accidentes vinculados con el almacenamiento y el transporte
de productos peligrosos. Otras sobrevienen con frecuencias claramente
menores como los sismos, las erupciones volcánicas o los derrumbes
generalizados de vertientes. Algunas tienen efectos limitados, e incluso
puntuales, en el espacio (como deslizamientos de terreno, aluviones,
inundaciones del tipo que se conoce en Quito), otras pueden tener

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consecuencias mucho más amplias (sismos, caída de ceniza,
contaminación de las aguas, etc.).

1.5. Marco de referencia de la investigación

1. AMENAZA

Hace referencia a un riesgo o peligro que se presente en cualquier tipo de


situación puede ser natural o creada por el hombre.

(ISDR, AMENAZA, 2009)

2. DESASTRE

Es un acontecimiento que puede ser natural o provocado por el hombre y


este afecta de manera negativa al lugar donde sucedió, causando
pérdidas materiales, económicas y ambientales.

(ISDR, DESASTRE, 2009)

3. PREVENCIÓN

Es tratar de prevenir o evitar fenómenos que pueden destruir, mediante


medias que se toman con anticipación.

4. RECUPERACIÓN

Restaurar y recuperar de la mejor manera el lugar en donde sucedió el


desastre, esto incluye la restauración de todo lo que se ha perdido.

(ISDR, RECUPERACIÓN, 2009)

5. RIESGO

Posibilidad de que se produzca una desgracia, de que alguien o algo


sufra algún daño.

(ISDR, RIESGO, 2009)

6. ALBERGUE

Lugar en donde se da asilo a las personas que han sido afectados por
algún desastre o enfermedad.

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(CRUZ.R, 2020, págs. 1-1)

7. BRIGADA

Es el grupo de personas que se encarga de dar ayuda y brindar cuidados


a las personas que han sufrido daños en un desastre.

(CRUZ.R, BRIGADAS , 2020)

8. DAÑO

Son las afectaciones físicas que sufren tanto las infraestructuras como las
personas.

(CRUZ.R, DAÑO, 2020)

9. EVACUACIÓN

Trasladar a las personas y animales a un lugar seguro antes, durante o


después de un desastre con una planificación previa.

(CRUZ.R, EVACUACION, 2020)

10. EMERGENCIA

Es una situación fuera de control que puede causar daño y generar riesgo
y falta de seguridad para las personas.

(CRUZ.R, EMERGENCIA, 2020) (WAHISTROM.M, 2015-2030)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Regional

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Harvard business review, 89(1/2), 62-77.

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 Porter, Michael E. (2000). Location, Competition, and Economic

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Development Quarterly, 14(1), 15-34. doi: 10.1177/089124240001400105

 Portilla Betancourt, Juan Andrés. (2013). El papel del municipio como

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de Quito: el caso de las descargas líquidas en el sector textil.

 Prado, Julio. (2012). Industrial Clusters and Economic shocks: Do


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(unpublished).

 Prado, Julio. (2013). Growth and Downturn in the International Trade

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Unpublished Chapter.

 Quito, Alcaldía del Distrito Metropolitano de. (2012). Plan de

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