La etnografía como práctica pastoral

El contexto de la etnografía como una práctica pastoral, es una forma de sumergirse en la

vida de un pueblo con el propósito de aprender algo sobre y desde el mismo. Es una práctica

pastoral que requiere abrir ojos y oídos para comprender y entender las formas y maneras en que

la gente practica su fe. El objetivo en el estudio de la etnografía pastoral, es que los oradores y el

grupo adquieran un poder auténtico, honesto y transformador de escuchar y de hablar. Es por eso

que su práctica pastoral puede convertirse en una forma integral de escuchar, de manera personal

y colectiva. Esto permite atender la gama de significados, experiencias, deseos y de teologías que

las congregaciones expresan, no sólo con sus palabras, sino también a través de sus vidas. Esta

forma de hacer etnografía pastoral, invita además a la reflexión, lo que es clave en las consejerías

de asesoramiento pastoral básico.1

En virtud de que la investigación etnográfica se convierte en un evento comunitario,

quienes realizan la etnografía van a los lugares donde, por ejemplo, las personas viven, trabajan

y oran. En el caso de una etnografía congregacional, la persona que realice la investigación

pastoral debe hacer visitas a esa congregación, interactuar con las personas y crear relaciones. El

propósito es tomar de primera mano la experiencia de la vida grupal, las interacciones sociales y

observar la mayor cantidad posible de aspectos de la vida congregacional. Es por eso que la

presencia, la participación y la inmersión de quien realiza esta exégesis congregacional, genera

conocimiento.2

1
. Moschella, 4, 10, 11, 13.
2
. Ibid., 17, 26, 168.