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Allanamiento es prueba ilícita

si no participó el fiscal o el
abogado del detenido [Exp.
1111-2018-29]
POR
 LP • PASIÓN POR EL DERECHO
 -
5 SEPTIEMBRE, 2019
7031

Sumilla. La diligencia de allanamiento efectuada por el policía al ser


analizada desde la ratio decidendi del Recurso de Nulidad Nº 2874-2013,
Santa, constituye una prueba ilícita, puesto que para que tenga validez el
acto del consentimiento a la entrada del domicilio, debió estar presente el
fiscal o el abogado defensor del detenido, para garantizar y controlar el
consentimiento informado y la corrección jurídica de la diligencia,
máxime si ni siquiera era el lugar de su residencia, pues dicho lugar era el
domicilio de su hermano y este solo tenía la llave de ingreso. No
pudiendo sustituir tal garantía a favor del detenido, que el policía
simplemente haya consignado en el acta: “De lo acontecido se hizo de
conocimiento vía telefónica al representante del Ministerio Público quien
dispuso que se realice las diligencias pertinentes para el esclarecimiento
del hecho ilícito”.

Lea también: Presupuesto del allanamiento policial en casos de


flagrancia delictiva [R.N. 2874-2013, Del Santa]

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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD


TERCERA SALA PENAL SUPERIOR
EXPEDIENTE Nº 1111–2018-29
SENTENCIA DE APELACIÓN

RESOLUCIÓN NÚMERO QUINCE

Trujillo, tres de setiembre del dos mil diecinueve

 Imputado: Gerardo Paul Ramírez Rodríguez

 Delito: Robo agravado

 Agraviado: Víctor Manuel Sandoval Gutiérrez

 Procedencia: Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de


Trujillo

 Impugnante: Ministerio Público

 Materia: Apelación de sentencia absolutoria

 Especialista: Arturo Mendoza Rojas


Lea también: ¿Cómo se configura el delito de conspiración para el tráfico
ilícito de drogas?

VISTOS: El recurso de apelación interpuesto por el Fiscal Esteban Rafael


Zafra Guerra de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de La Esperanza,
contra la sentencia absolutoria contenida en la resolución número seis de
fecha veintiséis de setiembre del dos mil dieciocho, emitida por los
Jueces Cesar Ortiz Mostacero, María Rubio Cisneros y Néstor Daniel
Sánchez Pagador del Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de
Trujillo. La audiencia de apelación se realizó el día veintidós de agosto
del dos mil diecinueve, en la sala de audiencias de la Tercera Sala Penal
Superior de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, con la presencia
de los Jueces Superiores Sara Angélica Pajares Bazán, Carlos Merino
Salazar y Giammpol Taboada Pilco (Director de Debates); el Fiscal
Superior Carlos Valdivia Guzmán, el defensor público Vícktor Yeferson
Muente Saldaña por el agraviado, el abogado defensor Ernesto Guevara
Chimbe por el imputado, con la participación del imputado Gerardo Paúl
Ramírez Rodríguez.

Interviene como ponente el Juez Superior Giammpol Taboada Pilco.


ANTECEDENTES:

Acusación

1. Con fecha dieciocho de mayo del dos mil dieciocho, el Fiscal Esteban


Rafael Zafra Guerra de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de La
Esperanza, formuló acusación ante el Segundo Juzgado de
Investigación Preparatoria del Módulo Básico de La Esperanza; contra
el imputado Gerardo Paul Ramírez Rodríguez como coautor del delito
contra el patrimonio, en la modalidad de robo agravado, tipificado en
el artículo 188, concordante con el artículo 189, incisos 3 y 4
del Código Penal, en agravio de Víctor Manuel Sandoval Gutiérrez;
solicitando doce años de pena privativa de libertad, más el pago de
una reparación civil de cinco mil soles a favor del agraviado.

2. El hecho punible materia de acusación consiste en que con fecha diez


de febrero del dos mil dieciocho a las once con cuarenta y cinco
horas, el agraviado Víctor Manuel Sandoval Gutiérrez (28 años) retiró
S/ 8,000.00 (ocho mil soles) de la agencia del Banco de Crédito del
Perú ubicado en la avenida Condorcanqui del distrito La Esperanza,
luego se dirigió a su empresa de calzado ubicado en la manzana C-15,
lote 19, urbanización Parque Industrial del distrito La Esperanza,
provincia de Trujillo, departamento de La Libertad, cuando se disponía
a ingresar al inmueble aparecieron tres sujetos de sexo masculino,
procediendo a despojarlo del dinero que había retirado, así como de
un celular marca LG color negro con número telefónico 978080167,
una billetera con documentos personales (DNI, carnet universitario,
licencia de conducir, entre otros) y tarjetas de crédito, dándose a la
fuga en una moto lineal color blanco con negro. Luego de producido
el robo, el agraviado revisó las cámaras de video vigilancia de su
local, observando que el sujeto que portaba el arma de fuego llegó
hasta su local a bordo de una motocicleta lineal, color negro con
blanco, placa de rodaje 8980-8F, marca Bajaj, modelo Pulsar,
conducida por un sujeto de contextura delgada, de 1.80 metros de
estatura, vestía una camisa azul, pantalón jean azul y zapatillas rojas,
con un casco negro con franjas blancas. Finalmente, la policía verificó
que el propietario de la motocicleta en el registro vehicular SUNARP
era el imputado Gerardo Paul Ramírez Rodríguez (27 años), quien al
ser intervenido señaló que guardo la moto en la vivienda ubicada en la
avenida Gran Chimú N° 2049 del distrito La Esperanza,
constituyéndose la policía en el lugar, el detenido abrió con llave la
puerta de acceso al inmueble, donde ubicaron la motocicleta y un
casco negro tapado con un cubrecama. Por tanto, el rol del imputado
consistió en conducir la motocicleta, llevando al sujeto que portaba el
arma de fuego y cometió el robo del dinero, celular y documentos del
agraviado.
Sentencia de primera instancia

3. Con fecha veintiséis de setiembre del dos mil dieciocho, mediante


resolución número seis, los Jueces César Ortiz Mostacero, María
Rubio Cisneros y Néstor Daniel Sánchez Pagador del Primer Juzgado
Penal Colegiado Supraprovincial de Trujillo, expidieron
sentencia, absolviendo al acusado Gerardo Paul Ramírez Rodríguez,
en calidad de coautor del delito contra el patrimonio, en la modalidad
de robo agravado, previsto en el artículo 188, concordante con el
artículo 189, incisos 3 y 4 del Código Penal, en agravio de Víctor
Manuel Sandoval Gutiérrez, anularon los antecedentes que se le
hubieran generado al ciudadano absuelto y archivaron el proceso.
Recurso de apelación

4. Con fecha doce de octubre del dos mil dieciocho, el Fiscal Esteban


Rafael Zafra Guerra de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de La
Esperanza, presentó recurso de apelación contra la sentencia
absolutoria, solicitando la nulidad del misma, argumentando
esencialmente que los medios de prueba de cargo actuados en juicio,
acreditan de forma suficiente la participación dolosa del imputado en
la comisión del delito de robo en agravio de Víctor Manuel Sandoval
Gutiérrez, al haber transportado en su motocicleta lineal, color negro
con blanco, placa de rodaje 8980-8F, marca Bajaj, modelo Pulsar, al
sujeto (no identificado) que apunto con un arma de fuego y despojó
de dinero y demás objetos personales al agraviado.

5. Con fecha veintinueve de octubre del dos mil dieciocho, mediante


resolución número siete, el Primer Juzgado Penal Colegiado
Supraprovincial de Trujillo, concedió el recurso de apelación
interpuesto por el Fiscal Esteban Rafael Zafra Guerra de la Fiscalía
Provincial Mixta Corporativa de La Esperanza; elevando lo actuado al
Superior en grado. Luego, con fecha catorce de diciembre del dos mil
dieciocho, la Tercera Sala Penal Superior de La Libertad, corrió
traslado del recursos de apelación por el plazo de cinco días a los
demás sujetos procesales, sin que hayan procedido a absolverla, así
como tampoco se ofrecieron nuevos medios de prueba. Finalmente,
con fecha veintidós de agosto del dos mil diecinueve se realizó la
audiencia de apelación de sentencia, habiendo el Ministerio Público
recurrente expresado su pretensión impugnatoria de nulidad, mientras
que la defensa del imputado solicitó que se confirme la sentencia
absolutoria, señalándose el día tres de setiembre del dos mil
diecinueve la expedición y lectura de sentencia.
CONSIDERANDOS:

6. El delito de robo agravado materia de acusación se encuentra


tipificado en el artículo 188 del Código Penal con la siguiente
proposición normativa: “El que se apodera ilegítimamente de un bien
mueble total o parcialmente ajeno, para aprovecharse de él,
sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia
contra la persona o amenazándola con un peligro inminente para su
vida o integridad física será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de ocho años”. Y en concordancia con el
artículo 189, incisos 3 y 4 del Código Penal; se ha considerado como
circunstancias agravantes del robo, haber sido cometido a mano
armada y con el concurso de dos o más personas.

7. El Acuerdo Plenario Nº 3-2009/CJ-116, de trece de noviembre del dos


mil nueve, ha establecido que el delito de robo agravado previsto y
sancionado en el artículo 188 del Código Penal tiene como nota
esencial que lo diferencia del delito de hurto, el empleo por el agente
de violencia o amenaza contra la persona —no necesariamente sobre
el titular del bien mueble—. La conducta típica, por tanto, integra el
apoderamiento de un bien mueble total o parcialmente ajeno con la
utilización de violencia física o intimidación sobre un tercero. Esto es,
la violencia o amenaza —como medio para la realización típica del
robo— han de estar encaminadas a facilitar el apoderamiento o a
vencer la resistencia de quien se opone al apoderamiento
[fundamento 10].

8. El hecho punible descrito en la acusación se resume en que con fecha


diez de febrero del dos mil dieciocho a las once con cuarenta y cinco
horas, el agraviado Víctor Manuel Sandoval Gutiérrez retiró S/
8,000.00 (ocho mil soles) de la agencia del Banco de Crédito del Perú
ubicado en la avenida Condorcanqui del distrito La Esperanza, luego
se dirigió a su empresa de calzado ubicado en la manzana C-15, lote
19, urbanización Parque Industrial del distrito La Esperanza, provincia
de Trujillo, departamento de La Libertad, cuando se disponía a
ingresar al inmueble aparecieron tres sujetos de sexo masculino y
utilizando armas de fuego, procedieron a despojarlo del dinero que
había retirado, así como del celular marca LG color negro con número
telefónico 978080167, una billetera con documentos personales (DNI,
carnet universitario, licencia de conducir, entre otros) y tarjetas de
crédito, dándose a la fuga en una moto lineal color blanco con negro.
La participación específica del imputado Gerardo Paul Ramírez
Rodríguez fue haber conducido la motocicleta lineal, color negro con
blanco, placa de rodaje 8980-8F, marca Bajaj, modelo Pulsar, llevando
a un sujeto que portaba arma de fuego y cometió el robo del dinero,
celular y documentos del agraviado.

9. La sentencia absolutoria recurrida concluyó que el único testigo


presencial del hecho punible que declaró en juicio ha sido el propio
agraviado, quien sólo observó pasar una moto; luego a través del
video de la cámara de seguridad pudo ver la placa de la moto, es
decir, no vio que de ese vehículo menor hayan bajado los coautores
del robo, situación que pudo aclararse si se hubiera visualizado el
mencionado video; sin embargo el Ministerio Público no lo ofreció
como medio de prueba en su requerimiento acusatorio, en
consecuencia no está probado que los sujetos que procedieron al
robo hayan utilizado la moto de propiedad del imputado con placa de
rodaje 8980-8F para llegar y huir de la escena del delito.

10. El argumento del Juzgado a quo sobre la insuficiencia probatoria


respecto al hecho sustancial de la utilización de la moto del imputado
como instrumento del delito, se verifica del auto de enjuiciamiento de
fecha nueve de julio del dos mil dieciocho expedido por el Segundo
Juzgado de Investigación Preparatoria de La Esperanza en que no fue
ofrecido por la parte acusadora ni admitido el video de seguridad
como prueba documental de cargo, sino solamente el acta de
visualización de fecha diez de febrero del dos mil dieciocho realizado
en las Oficinas de la DEPINCRI Norte La Esperanza (folios 13 y 14), la
misma solamente tiene valor de elemento de convicción para iniciar
las diligencias preliminares sobre la denuncia formulada por el
agraviado a efectos de identificar a los presuntos autores del delito
de robo, pero no como medio de prueba para sustentar una condena
en juicio,

11. El acta policial de visualización de fecha diez de febrero del dos mil
dieciocho constituye una prueba irregular, al no haberse seguido el
procedimiento establecido en el artículo 187.3 del Código Procesal
Penal para su incorporación válida al juicio como medio de prueba, en
razón que cuando el documento consista en una cinta de video, el
Juez o Fiscal en la investigación preparatoria ordenará su
visualización y su transcripción en un acta, con intervención de las
partes; por el contrario, como se ha consignado en el acta de
visualización de video de seguridad, solamente participó en dicha
diligencia el policía Fredy Ramos Espiritu y el agraviado. Es necesario
recordar que conforme al artículo 325 del Código Procesal Penal, las
actuaciones de la investigación sólo sirven para emitir las
resoluciones propias de la investigación y de la etapa intermedia.
Para los efectos de la sentencia tienen carácter de acto de prueba las
pruebas anticipadas, y las actuaciones objetivas e irreproducibles
cuya lectura en el juicio oral autoriza este Código; por el contrario, la
diligencia de visualización en sede policial no constituye una prueba
anticipada ni tampoco una actuación objetiva e irreproducible.

12. La sentencia absolutoria descartó como prueba de cargo suficiente


para condenar el Acta de Intervención Policial DIPINCRI Norte La
Esperanza de fecha diez de febrero del dos mil dieciocho, en que los
policías Jimmy Chimoy Molero, Jorge Vargas Benel y Carlos Vera
García dejaron constancia que el imputado Gerardo Paul Ramírez
Rodríguez: “Al ser entrevistado por personal PNP interviniente con
relación a los hechos denunciados este acepta su participación y para
perpetrar el hecho del robo agravado en agravio de Víctor Manuel
Sandoval Gutiérrez, utilizó su vehículo de placa de rodaje 8980-8F,
color negro/blanco, marca Bajaj, modelo Pulsar, vehículo que después
de haberlo utilizado en el robo, lo guardara en una vivienda que se
encuentra desocupada y es de propiedad de su hermano el cual está
ubicado en la avenida Gran Chimú 2049, La Esperanza, Parte Alta (…)”.

13. La autoincriminación consignada en el Acta de Intervención Policial


DIPINCRI Norte La Esperanza con la firma y huella digital del
imputado (folios 16 y 17), es manifiestamente una prueba ilícita, al
vulnerar el contenido esencial del derecho fundamental a la no
autoincriminación, tanto así que el imputado en la audiencia de juicio
oral negó los cargos materia de acusación y su defensa técnica
cuestionó la actuación de los policías intervinientes al obligarlo a
autoincriminarse. La misma objeción vale para el acta policial de
ubicación de vehículo de fecha diez de febrero del dos mil dieciocho
(folios 20 y 21), en la que también se consignó ilegalmente: “Al ser
entrevistado el intervenido por personal policial, este aceptó haber
participado en el robo agravado”.

14. El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N°


897-2010-PHC/TC, de veinticinco de mayo del dos mil diez señalo que
el derecho a no autoincriminarseconstituye derecho interno y ostenta
fuerza normativa directa, conforme lo establecen los artículos 1 y 55
de la Constitución, en tanto derecho de la persona humana que se
encuentra reconocido de manera expresa en el ordinal g) del artículo
8 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que como
parte de las Garantías Judiciales mínimas que tiene toda persona
procesada, reconoce el derecho a no ser obligado a declarar contra sí
mismo ni a declararse culpable. Asimismo, el derecho a la no
autoincriminación también encuentra reconocimiento en el artículo
71.2.c del Código Procesal Penal al prescribir que los Jueces, los
Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de
manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a abstenerse de
declarar; y, si acepta hacerlo, a que su Abogado Defensor esté
presente en su declaración y en todas las diligencias en que se
requiere su presencia. En el mismo sentido, el artículo 160.2
del Código Procesal Penal precisa que la confesión sólo tendrá valor
probatorio cuando: a) Esté debidamente corroborada por otro u otros
elementos de convicción; b) Sea prestada libremente y en estado
normal de las facultades psíquicas; y, c) Sea prestada ante el Juez o
el Fiscal en presencia de su abogado.

15. La sentencia apelada consideró que no se ha acreditado la


preexistencia del dinero materia de apoderamiento ilegítimo, pues el
voucher de retiro del Banco de Crédito del Perú está a nombre de una
empresa Grupo Romina SAC y no a nombre del agraviado, además no
hay prueba alguna que determine que el agraviado sea representante
legal de dicha empresa. Al respecto, el artículo 201.1 del Código
Procesal Penal ha regulado como prueba especial en los delitos
contra el patrimonio que deberá acreditarse la preexistencia de la
cosa materia del delito, con cualquier medio de prueba idóneo; por lo
tanto, la valoración realizada por el Juzgado a quo sobre el voucher de
retiro cuenta corriente del Banco de Crédito (folios 15) es acertada al
no haber acreditado la parte acusadora la conexión entre el titular de
la cuenta Grupo Romina SAC con el agraviado. De otro lado, respecto
a los demás objetos sustraídos consistentes en un celular marca LG
color negro con número telefónico 978080167, una billetera con
documentos personales (DNI, carnet universitario, licencia de
conducir, entre otros) y tarjetas de crédito, tampoco se ha
demostrado su preexistencia en juicio con ningún medio de prueba
idóneo, peor aún, si al momento de realizado el registro personal al
imputado tampoco se le encontró ninguno de los objetos del delito
antes mencionados como se verifica del acta de registro personal de
fecha diez de febrero del dos mil dieciocho (folios 18 y 19).

16. El Misterio Público también ofreció como prueba de cargo el acta


policial de ubicación de vehículo de fecha diez de febrero del dos mil
dieciocho (folios 20 y 21), suscrito por el policía Jimmy Chimoy
Molero y el imputado, donde se consignó: “Personal policial con
autorización expresa del intervenido Gerardo Paul Ramírez Rodríguez
(27 años), realizó el ingreso al inmueble —avenida Gran Chimú N°
2049, distrito La Esperanza— con una de las llaves encontradas en el
registro personal efectuado al intervenido”. En dicha diligencia de
allanamiento se procedió a la incautación de la motocicleta lineal,
color negro con blanco, placa de rodaje 8980-8F, marca Bajaj, modelo
Pulsar que presuntamente habría sido utilizada como instrumento
para la consumación del delito de robo.

17. El artículo 159.1 del Código Procesal Penal prescribe que el Juez no


podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o medios de
prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los
derechos fundamentales de la persona, entre los que se encuentra
evidentemente el derecho a la inviolabilidad de domicilio reconocido
en el artículo 2.9 de la Constitución Política, según el cual nadie puede
ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros sin
autorización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo
flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración. Al respecto, el
Recurso de Nulidad Nº 2874-2013-Santa de trece de marzo del dos
mil catorce, señala que no puede admitirse que el imputado libre y
voluntariamente aceptó la entrada y registro en su domicilio, si no
firmó el acta policial de allanamiento; en todo caso, cuando se está
detenido como consecuencia de una situación de flagrancia delictiva
—aparente o real— invocada por la policía, se genera un ambiente
propiamente coactivo —o de una especial situación de intimidación
ambiental—, por lo que, ha de exigirse para la validez del acto del
consentimiento a la entrada del domicilio, la presencia del fiscal o del
abogado defensor del detenido, para garantizar y controlar el
consentimiento informado y la corrección jurídica de la diligencia; de
lo contrario, el allanamiento sería inconstitucional, esto es, un acto de
prueba ilícita que genera una prohibición probatoria y la inutilización
de la prueba material obtenida como consecuencia de esa entrada y
registro ilegítimo [fundamento 5].

18. La diligencia de allanamiento efectuada por el policía Jimmy Chimoy


Molero al ser analizada desde la ratio decidendi del Recurso de
Nulidad Nº 2874-2013-Santa de trece de marzo del dos mil catorce,
constituye una prueba ilícita, puesto que para que tenga validez el
acto del consentimiento a la entrada del domicilio, debió
estar presente el fiscal o el abogado defensor del detenido Gerardo
Paul Ramírez Rodríguez, para garantizar y controlar el consentimiento
informado y la corrección jurídica de la diligencia realizada en el
inmueble sito en la avenida Gran Chimú N° 2049, distrito La
Esperanza, máxime si ni siquiera era el lugar de su residencia (según
la acusación el imputado domicilia en avenida Condorcanqui Nº 2110,
La Esperanza), pues dicho lugar era el domicilio de su hermano y este
solo tenía la llave de ingreso. No pudiendo sustituir tal garantía a
favor del detenido, que el policía simplemente haya consignado en la
referida acta: “De lo acontecido se hizo de conocimiento vía
telefónica al representante del Ministerio Público Dr. Esteban Zafra
Guerra de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de La Esperanza,
quien dispuso que se realice las diligencias pertinentes para el
esclarecimiento del hecho ilícito”.

19. La declaración de prueba ilícita de la diligencia de allanamiento


siguiendo lo previsto en el artículo 159.1 del Código Procesal Penal,
tiene el efecto principal de impedir la utilización —directa o indirecta—
de las fuentes o medios de prueba obtenidos con vulneración del
derecho fundamental a la inviolabilidad de domicilio. Al respecto, la
doctrina aclara que la declaración de ineficacia de la prueba ilícita no
afecta propiamente el medio de prueba mediante el cual se haya
pretendido incorporar el elemento probatorio, sino al elemento
probatorio en sí mismo. Así por ejemplo, si se ha excluido como
prueba ilícita el arma homicida que ha sido recogida como
consecuencia de una entrada y registro ilegal, debe entenderse que
no sólo está prohibida la producción de esa arma como objeto, sino
también a través de cualquier otro medio de prueba que se pretenda
usar para incorporarlo. En el caso propuesto, sería una burla para la
administración de justicia que se admitiera como válida, por ejemplo,
la declaración testimonial de los policías en torno a la existencia del
arma, que no es sino otra forma de incorporar el elemento probatorio
utilizando un medio de prueba distinto [HORVITZ LENNON, María
José y LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal Penal Chileno. Tomo
II. Editorial Jurídica de Chile. Santiago. 2005, 218]. En el caso de
autos, por consiguiente queda excluida como prueba ilícita la
motocicleta del imputado que ha sido incautada como consecuencia
de la entrada y registro domiciliario ilegal.

20. Por lo expuesto, deberá confirmarse la sentencia absolutoria al no


haberse demostrado fehacientemente la participación dolosa del
imputado Gerardo Paul Ramírez Rodríguez en el delito de robo
agravado, manteniéndose incólume su presunción de inocencia, no
siendo aceptable que el Ministerio Público pretenda la condena del
acusado en base a meras sospechas o conjeturas, solo por el hecho
aislado de ser propietario del vehículo de placa de rodaje 8980-8F,
color negro/blanco, marca Bajaj, modelo Pulsar que supuestamente
fue utilizado en la ejecución del robo, siendo irrelevante el debate
sobre las prendas que tenía puestas el imputado a efectos de
compararla con la persona que aparece en la tomas fotográficas del
video de seguridad, al haberse declarado como prueba irregular el
acta policial de visualización del video de seguridad, y, como prueba
ilícita tanto la diligencia de intervención del imputado en que se
consignó su autoincriminación, como la diligencia de allanamiento
donde se encontró la motocicleta del imputado.

21. Finalmente, conforme al artículo 499.1 del Código Procesal


Penal, no corresponde imponer costas en segunda instancia al
Ministerio Público por estar exonerado de los mismos, pese a haber
interpuesto un recurso sin éxito.
DECISIÓN:

Por estos fundamentos, por unanimidad:

1. CONFIRMARON la sentencia contenida en la resolución número seis


de fecha veintiséis de setiembre del dos mil dieciocho, emitida por los
Jueces César Ortiz Mostacero, María Rubio Cisneros y Néstor Daniel
Sánchez Pagador del Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de
Trujillo, que absolvieron al acusado Gerardo Paul Ramírez Rodríguez, en
calidad de coautor del delito contra el patrimonio, en la modalidad de
robo agravado, previsto en el artículo 188, concordante con el artículo
189, incisos 3 y 4 del Código Penal, en agravio de Víctor Manuel Sandoval
Gutiérrez; con todo lo demás que contiene.

2. EXONERARON el pago de costas en segunda instancia al Ministerio


Público.

 DISPUSIERON que se dé lectura a la presente sentencia en audiencia


pública; y acto seguido se notifique a las partes. DEVUÉLVASE los
autos al órgano jurisdiccional de origen.-
S.S.

PAJARES BAZAN

MERINO SALAZAR

TABOADA PILCO

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