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Schniebs - de Tibulo Al Ars Amatoria
Schniebs - de Tibulo Al Ars Amatoria
Alicia Schniebs
Consejo Editor:
Alcira Bonilla - Américo Cristófalo - Susana Romanos
Myriam Feldfeber - Laura Limberti - Gonzalo Blanco – Marta Gama-
rra de Bóbbola
Agradecimientos.................................................................... 9
Introducción.......................................................................... 11
Capítulo 1
Otra lectura posible............................................................... 15
Capítulo 2
Acerca del método................................................................. 23
PARTE I
PASIÓN, EXPERIENCIA ERÓTICA E IDENTIDAD EN ROMA
Capítulo 3
Ser un amator en Roma: pasiones y protocolo sexual......... 53
Capítulo 4
Vir civis y amator:
dos modelos antitéticos en el código cultural..................... 83
PARTE II
LA TRANSCODIFICACIÓN ELEGÍACA: ¿UN NUEVO TIPO DE VIR CIVIS?
Capítulo 5
El ego elegíaco como amator – vir civis:
conflicto de identidad y código cultural.............................. 105
Capítulo 6
El código elegíaco: Tibulo................................................... 149
Capítulo 7
El código elegíaco: Propercio............................................... 181
Capítulo 8
El código elegíaco: Ovidio.................................................... 221
Capítulo 9
El fracaso de la transcodificación:
exclusus civis y exclusus amator..........................................
amator 311
PARTE III
EL ARS AMATORIA Y LA TRANSCODIFICACIÓN: ¿UN NUEVO TIPO DE AMATOR?
Capítulo 10
El género didáctico: características y problemas................ 317
Capítulo 11
El concepto de ars................................................................ 329
Capítulo 12
El proemio programático: Ars 1.140.................................... 339
Capítulo 13
Ars y género didáctico en el poema..................................... 375
Capítulo 14
Enunciador y enunciatario................................................... 401
Capítulo 15
El término amator................................................................ 409
Capítulo 16
El éxito de la transcodificación: inclusus civis e inclusus amator 437
Conclusiones.......................................................................
Conclusiones 441
1
Cf. Ov. Tr. 2.445-68.
Alicia Schniebs
2
Cf. Ov. Tr. 5.1.17-20. La simple ausencia del Ars en textos que se ocupan de la elegía
latina erótica confirma que esta es la opinión de algunos críticos, ante lo cual, y vistas
las palabras de Ovidio, pensamos con Douglas (1973:107) en "the astonishing frequency of
occasions on which modern scholars could be right only if ancient writers were per-
sistently incompetent and dishonest, unable or unwilling to reveal what they knew or
say what they meant".
12
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Capítulo 1
Otra lectura posible
1
Cf. Tib. 1.9.29-30, 47-50; 2.6.18; Prop. 1.5. 25-26; 2.3.1-4; 16.33-36; 22.17-18; etc.
16
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2
Para la interpretación de este controvertido verso de Propercio y su relación con el
ejemplo anterior, seguimos la opinión de Álvarez Hernández (1997:281-284).
17
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3
Es sugerente el empleo del verbo eligere no solo porque el preverbio ex intensifica
los semas de 'apartamiento', 'separación', contenidos en su verbo base (legere) sino
también porque suele emplearse para referir elecciones de sello positivo. De hecho en el
corpus ovidiano, el 80% de las apariciones de eligere connotan una elección positiva.
18
De Tibulo al Ars Amatoria
4
Aquí adherimos a la interpretación de Hollis (1977:ad loc.) y no a la de Pianezzola
(2000: ad loc.) quien considera que el "dum licet" del verso 41 se refiere a las liberta-
des aceptadas en los jóvenes sin tomar en cuenta el resto del hexámetro y su contras-
te con los dos intertextos señalados.
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Capítulo 2
Acerca del método
1
Cf. Courtney (1995: passim).
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2
Si bien no desarrolla una polémica, creemos que los versos 371-372 autorizan a
postular también una intertextualidad con el Epigrama 21 de Calímaco, donde la
envidia aparece vinculada con la poesía (4), por tratarse de un pseudoepitafio que,
como los citados versos ovidianos, presenta la típica fórmula de subordinada introdu-
cida por relativo indefinido + modalidad verbal yusiva.
3
Cf. Giangrande (1981) para los ecos helenísticos; McKeown (1989: ad loc.), para las
relaciones con las sphragídes de Horacio (Carm. 2.20; 3.30); y Dimundo (2000b: 323-
336), para las vinculaciones con Propercio.
4
En el área de los estudios latinos, la discusión acerca de los géneros se reabre a
partir del trabajo de Rossi (1971) y de la desafiante obra de Cairns (1972) y da lugar a
un debate parte del cual puede leerse con provecho en las intervenciones de Cairns
(1992); Anderson (1992), Conte (1992a) y Griffin (1992) reunidas por Galinsky (1992).
Sabemos que este es un tema candente que ocupa y preocupa a la teoría literaria, que
ha dado muy diversas respuestas en parte influidas por las transformaciones experi-
mentadas en los distintos períodos por la práctica concreta de la literatura (cf. Genette:1986). En
este sentido, nuestro criterio será emplear modelos de análisis que se adecuen a la
concepción del género propia del metatexto del período estudiado.
5
Las obras producidas como resultado de este interés, como por ejemplo la de Hinds
(1987), han desencadenado la severa crítica de algunos filólogos de línea más tradi-
cional que, como Anderson (1989: 357) y Galinsky (1999:305), acusan a sus colegas de
padecer una 'obsesión' por el género que, en su opinión, no afectaba a los autores
24
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romanos. Más allá de la opinión que nos merezca en sí el estudio de Hinds, cuyas
interpretaciones resultan a veces algo forzadas, consideramos que los testimonios
ofrecidos por los textos del período no dejan lugar a dudas respecto de que el género
literario era, si no una obsesión, pues el término tiene una clara intención descalifica-
toria, sí un centro de interés fundamental de los autores augustales.
6
Para este concepto seguimos a Bourdieu (1995:350) quien define este espacio de los
posibles del campo literario como "un sistema de categorías (sociales) de percepción y
valoración, de condiciones sociales de posibilidad y legitimidad que, como los con-
ceptos de géneros, de escuelas, de maneras, de formas, definen y delimitan el univer-
so de lo pensable y de lo impensable, es decir a la vez el universo finito de las poten-
cialidades susceptibles de ser pensadas y realizadas en el momento considerado –
libertad– y el sistema de imposiciones dentro del cual se determina lo que hay que
hacer y que pensar –necesidad–".
7
Cf. Classen (1995:519): "this is a very important and very characteristic feature of
ancient writers: not so much their efforts to excel others as the awareness of the genre
in which they write with its conventions, its rules and its tradition combined with their
concern for their audience." En este sentido, no deja de ser interesante que Cicerón
recurra al ejemplo de los poetas para explicar la noción de decorum (Off. 1.97-98).
8
Para un comentario detallado de este pasaje, cf. Brink (1971:160-170).
25
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9
Cf. la referencia a la norma de tragedia y comedia a través del calzado que las identi-
fica en Ovidio (Rem. 375-376), Horacio (Ars 80) y Quintiliano en el pasaje citado.
10
Cf. Deremetz (1995:117-118), quien subraya que en la cultura antigua la fundación
es un esquema omnipresente del pensamiento y de la representación pues se trate de
individuos, de sus instituciones y sus prácticas, de sus discursos, de sus relatos o de
sus íconos, toda realidad existe sólo porque fue fundada.
11
Cf. "Sicelides Musae" (4.1), "Syracosio […] versu" (6.1), "pastoris Siculi" (10. 51)
12
Cf. "Chalcidico […] versu" (10.50).
13
Cf. "Ascraeo […] seni" (6.70). Para esta interpretación de la mención virgiliana, cf.
Claussen (1995: ad loc.).
14
Cf. "Ascraeum […] carmen" (2.176).
15
En este punto resulta muy interesante la explicación de Deremetz (1995:127) quien
relaciona esta doble fundación genérica y textual –una extranjera y otra romana– con
26
De Tibulo al Ars Amatoria
la doble fundación del relato histórico que, a su juicio, funciona como un paradigma
que los poetas emplean para representar su historia literaria y su práctica poética.
16
Cf. Verón (1981:116-118).
17
Usamos este término siguiendo a Luque Moreno (1994a:171-176) quien lo emplea
para designar el área de la experiencia humana y el tono que los antiguos considera-
ban como propios de la elegía.
18
Ov. Rem. 379-380.
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19
Ov. Rem. 385-386.
20
"Les hommes qui les [les genres littéraires] mettent en oeuvre obéissent à règles
très précises qui respondent à une définition d'ensemble. Mais ils se distinguent par la
manière même dont ils interprétent les prescriptions qu'ils reçoivent ainsi, les com-
prennent, les choisissent, les gauchissent, les font évoluer. L'imitation est toujours
créatrice, il ne peut en aller outrement […] Tout genre peut être traité comme un lien
commun, mais il n'y a rien de tel que les lieux communs pour démontrer l'originalité
de ceux qui les traitent".
28
De Tibulo al Ars Amatoria
21
Cf. Bourdieu (1995:349): "Para que las osadías de la búsqueda innovadora o revolu-
cionaria tengan posibilidades de ser concebidas tienen que existir en estado potencial
en el seno del sistema de posibilidades ya realizadas, en forma de lagunas estructura-
les que parecen estar esperando y pidiendo ser colmadas, en forma de direcciones
potenciales de desarrollo, en forma de vías posibles de búsqueda. Más aun, hace falta
que tengan posibilidades de ser recibidas, es decir adoptadas y reconocidas como
'razonables', por lo menos por un reducido número de personas, aquellas mismas sin
duda que habrían podido concebirlas".
22
Si bien Conte no lo especifica pues parece algo remiso a declarar la procedencia de
sus modelos teóricos, el concepto de transcodificación es, como sabemos, de cuño
lotmaniano (cf. Lotman 1988:47-67). Nosotros, como Conte, no tomaremos la totali-
dad del modelo teórico de Lotman sino solo aquellos elementos que resulten útiles
para nuestra investigación.
29
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23
Cf. Conte (1992a:120).
24
Cf. Conte (1992a:109).
25
Cf. Conte (1991:54).
30
De Tibulo al Ars Amatoria
26
Disentimos aquí con Conte (1991:54-51) quien considera que la 'manera de pensar
el mundo' propia de cada género es siempre totalizante. Pensamos que el filólogo
italiano está extendiendo a la totalidad del campo literario un rasgo –la pretensión de
ser una mirada absoluta y objetiva de la realidad– que él mismo plantea como propio
exclusivamente del género épico en su estudio sobre las transformaciones de este códi-
go operadas por Virgilio en Eneida (1984:55-96), sin duda uno de los aportes más lúci-
dos hechos en los últimos tiempos a la crítica de este poema en términos de discurso.
27
Cf. G.Williams (1980:ix-xiii); Cairns (1979:11-18); Habinek (1998:125-128).
28
Cf. Murgatroyd (1994a: ad loc.).
31
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b) Código cultural
We can only tell the best story we can
on the basis of what we have got.
(D. Fowler)
29
Conte (1991:56 y 58).
32
De Tibulo al Ars Amatoria
30
Para este debate entre el textualismo y lo que él denomina 'retórica de la realidad',
cf. Kennedy (1993:1-23).
33
Alicia Schniebs
31
Cf. Chartier (1992:40-41).
32
Cf. Quint. Inst. 5.10.12-13.
34
De Tibulo al Ars Amatoria
33
Cf. Arist. Po.1451b; Cic. Leg.1.5; de Orat. 2.36; 2.62; Fam. 5.12; Sal. Cat. 4. 3.
34
Cf. Habinek (1998: 45).
35
Cf. Zavala (1996: 98).
36
Entendemos por 'reificación', siguiendo a Berger-Luckmann (1984:116), la aprehen-
sión de los productos de la actividad humana como si fueran algo distinto de los
productos humanos, como hechos de la naturaleza, como resultados de leyes cósmi-
cas o manifiestaciones de la voluntad divina.
35
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Nam neque viri, nisi ita morata civitas fuisset, neque mores, nisi hi viri
praefuissent, aut fundare aut tam diu tenere potuissent tantam et tam
fuse lateque imperantem rem publicam. Itaque ante nostram memo-
riam et mos ipse patrius praestantes viros adhibebat, et veterem morem
ac maiorum instituta retinebant excellentes viri. (Cic. Rep. 5.1)
37
Cf. McGinn (1998:16). De hecho, como precisa Gray (1995:201) la retórica de la
alteridad siempre opera a partir de la comparación y la inversión.
36
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38
Cf. Funari (1996:14).
39
Sin duda la muestra más evidente es la antítesis de virtudes y defectos con que
Cicerón señala la insalvable diferencia que separa a los Quirites de Catilina y sus
secuaces (Cic. Catil. 2.25).
40
Cf. para Verres: Cic. Ver. 2.7,92; 4.41,149; 5.73, 139, 161; para Catilina, Cic, Catil. 1.1,
2, 5; 2.1, 25; 4.6; Mur.49; Sul. 56; para Clodio: Cic. Dom.12, 25, 55,113; Sest. 20, 25,
39; Mil. 3, 14; para Pisón: Pis. 8, 47; para Gabinio y Pisón: Cic. Dom. 102; Har. 4; Pis.
26; Planc. 86; para Antonio: Cic. Phil. 2.1, 68, 101; 3.18; 4.3, 5, 43.
41
Cf. para Verres: Cic. Ver. 2.1, 7; 3.126, 186; 4.19; 5. 47, 139; para Catilina: Cic. Catil.
1.8 ; 2.11, 25; 3.11, 22; 4.22; para Clodio: Cic. Dom. 48, 76, 140; Har. 41; Sest. 17, 43;
para Vatinio: Cic. Vat. 32, 37; para Pisón: Cic. Phil. 2.9; 5.15, 32, 37; 12.26; 13.19.
42
Cf. para Verres: Cic. Ver. 2.142, 154; 3.7, 22, 40; 4.78, 99; 5.7, 189; para Catilina: Cic.
Catil. 1.1, 4; 2.1, 13; 3.17; para Clodio: Cic. Dom. 133; Sest. 20; Phil. 8.16; para Gabi-
nio: Cic. Prov. 12, 16; para Gabinio y Pisón: Cic. Flac. 35; para Vatinio: Cic. Vat. 22;
para Antonio: Cic. Phil. 2.4, 9, 43, 68; 3.13.
43
Cf. para Verres: Cic. Ver. 1.4; 2.62, 82; 3.23; 4.20, 71; 5.94; para Catilina: Cic. Catil.
1.26; 2.8, 25; para Clodio: Cic. Dom. 50, 105; Har. 4, 8; Sest. 17, 39; Mil. 13; para Pisón:
Cic. Pis. 9, 21, 70; para Antonio: Cic. Phil. 2.99; 6.4.
44
Cf. para Verres: Cic. Ver. 2.40, 77; 5.189; para Clodio: Cic. Dom. 53; para Pisón: Cic.
Pis. 38, 66; para Gabinio y Pisón: Cic. Flac. 12.
45
Cf. para Verres: Cic. Ver. 2.9,192; 3.5; 4.89; 5.32; para Pisón: Cic. Red. Sen. 17; Pis.
65, 66; para Gabinio: Cic. Prov. 11; para Antonio: Cic. Phil. 3.34; 5.24.
37
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46
Cf. para Verres: Cic. Div.Caec. 38; Ver. 2.77, 82; 5.189; para Catilina: Cic. Catil. 1.5;
3.25; para Clodio: Dom. 23, 59, 93; Sest. 22; para Pisón: Cic. Red. Sen. 17; Pis. 11, 14,
18, 66; para Gabinio: Cic. Prov. 11; para Vatinio: Cic. Vat. 24; para Antonio: Cic. Phil.
3.28; 5.21; 12.9.
47
Cf. para Verres: Cic. Div. Caec. 38; Ver. 1.3, 14, 56; 2.57, 62-64; 3.5, 23, 60; para
Catilina: Cic. Catil. 1.13; 2.25; para Clodio: Cic. Dom. 25; Prov. 24; Sest. 17; Mil. 76;
Phil. 8.16; para Pisón: Cic. Red. Sen. 15; Dom. 23; Prov. 16; Pis. 37; para Gabinio: Cic.
Dom. 126; para Gabinio y Pisón: Red. Pop. 13; Sest. 93; para Antonio: Cic. Phil. 2.15,
71; 3. 28.
48
Cf. Edwards (1993:11): "Insults exchanged in the courtroom or on the rostra are
profoundly unreliable as guides of the actual behaviour of the victims. But to claim
they were not taken literally is not to say that they were empty or meaningless".
49
Cf. por ejemplo para Catilina y sus cómplices: Cic: Catil. 1. 3, 23, 27, 33; 4. 16, 22;
Mur. 83-84; Sul. 32; para Clodio: Cic. Red. Sen. 19; Red. Pop. 13; Dom. 12, 101; para
Gabinio: Cic. Prov. 11-12; para Pisón: Pis. 78; para Antonio: Cic. Phil. 3.14, 21; 4.1, 2 ,
6; 5.29; 8.9-11; 3.15; 14.10, 21-24. Para las implicancias de esta designación dentro
del sistema político romano y su uso en la invectiva tardorrepublicana, cf. Jal (1963).
50
Cf. por ejemplo para Verres: Cic. Ver. 2.79; 3.171; 4.47; 5.145-146; para Catilina: Cic.
Catil. 2.1, 6; 4.10; Cael. 12; para Clodio: Cic. Dom. 72; Har. 4, 25; Pis. 9; para Pisón:
Cic. Sest. 21; Pis. 15, 31, fr.1; para Gabinio y Pisón: Cic. Prov. 2-3; Sest. 38; para Anto-
nio: Cic. Phil. 13.49. Para un análisis de esta denominación desde el punto de vista
filosófico y retórico, cf. Lévy (1998).
38
De Tibulo al Ars Amatoria
c) Intertextualidad
51
Cf. Nep. Han. 1.1; Liv. pr.11.
52
Cf. Barchiesi (1984;1997), Conte (1986), Conte-Barchiesi (1993).
53
Cf. Hardie (1983), R.Thomas (1986), Hinds (1998), Fowler (2001).
54
Para los alcances de este debate, cf. el excelente artículo de Gibson (2002) quien
apoya sus reflexiones en su propia práctica como editor.
39
Alicia Schniebs
55
Cf. Fowler (2001:119).
56
Cf. Conte (1986:29); Fowler (2001:117).
57
Cf. Conte (2000).
40
De Tibulo al Ars Amatoria
58
Cf. Conte-Barchiesi (1993: 82-83). Para la imitatio en la formación del orador en
Cicerón y Quintiliano, cf. Fantham (1978a;1978b).
59
Para este término y concepto, cf. Barchiesi (1984:96).
60
Cf. Conte-Barchiesi (1993:94-95).
61
Cf. Barchiesi (1984: 96); Conte (1986:31); Conte-Barchiesi (1993:94-95).
62
Cf. Laird (1999: 37): "intertexts are only there because readers see them".
41
Alicia Schniebs
a las letras clásicas y tiene que ver con el hecho de que, por muy
cuidadosos que seamos en el establecimiento y análisis de los inter-
textos, no podemos desconocer que nos manejamos en un terreno
conjetural dada la mínima proporción que representan los textos que
conservamos dentro de la totalidad de la producción literaria que
conocían y manejaban los autores estudiados y sus lectores.63
En este sentido somos plenamente conscientes de que el esta-
blecimiento de un intertexto no es el descubrimiento de un datum de
la 'realidad' sino un acto de interpretación del investigador;64 sin
embargo, consideramos que es una herramienta de análisis válida, a
condición de tener en cuenta la advertencia de Hinds (1998:51): "We
may even continue to use the deadpan 'cf.' when needed, provided
that we treat it as an invitation to interpret rather as the end of
interpretation. The critic, like the poet, can bring only finite resources to
the infinity of discourse".
Otro punto álgido en la discusión actual acerca de la intertex-
tualidad en el terreno de los estudios clásicos ha sido la manera de
denominar la presencia del intertexto en un intento por evitar térmi-
nos como 'alusión', empleado por Pasquali, que pone el acento acaso
excesivamente en la intencionalidad del poeta, desconociendo for-
mas de intertextualidad que obedecen a reglas o normativas del sis-
tema literario. Uno de esos intentos es el de R.Thomas (1986), quien
sugiere utilizar el término reference pues, en su opinión, expresa el
proceso de lectura que el autor espera del lector: "Vergil […] constantly
intends his reader to be 'sent back' to them (his models), consulting
them through memory or physically, and that he then return and
apply his observations to the Vergilian text". Como vemos, la elec-
ción del término por parte de Thomas responde a jugar con la etimo-
logía del sustantivo inglés, más exactamente con el doble valor del
prefijo re- en la lengua latina, para connotar ese carácter dialógico
que caracteriza a la intertextualidad. Ateniéndonos a ese criterio, que
nos parece válido, nosotros emplearemos los términos 'remitir' y
63
Para estas dos objeciones, cf. Barchiesi (1997).
64
Cf. Fowler (2001:128): "intertextual reading, far from being a formalist method
isolating text within literature, is essentially ideological. To say that this text is relevant
but not this text is not to discover the literary system but to construct it, and those
constructions are part of a wider construction of antiquity".
42
De Tibulo al Ars Amatoria
65
En cuanto a la clasificación de las referencias establecida por R. Thomas (1986) en
dicho artículo, solo serán consideradas algunas subclases cuando su distinción sea
necesaria para arrojar luz sobre la interpretación del texto. Otro tanto puede decirse
sobre la variante llamada 'oppositio in imitando' propuesta por Giangrande (1967).
66
Cf. Hor. Ep. 1.19.19-20.
43
Alicia Schniebs
67
Tib. 1.4.65-66. Cf. Prop. 3.1.25-32; 3.2.17-26; Hor.Carm. 4.8; 4.9.
68
Para este tema son interesantes los artículo de E. Thomas (1965), quien estudia las
semejanzas estructurales entre los dos poemas en relación con los usos prescriptos
para este subgénero, y de Cahoon (1984), que propone una lectura en clave axiológica
que la lleva a afirmar, en nuestra opinión sin fundamento, que el psittacus encarna un
conjunto de valores positivos sostenidos por Ovidio-autor, opuestos a los valores
negativos presentes en la elegía 3.9, preconizados por la máscara del ego elegíaco.
69
Cf. Lateiner (1978); Myers (1990).
44
De Tibulo al Ars Amatoria
esa imitatio es tan solo una práctica reproductiva del tipo de la cen-
surada en el ejercicio poético: "occidit ille loquax humanae vocis
imago / psittacus".70 Su decir no es sino una ecolalia cuyos cambios
son resultado de la mímesis de la voz de otro.71 En nuestra opinión
el psittacus representa una escritura intertextual reproductiva que
sirve de comparandum para la escritura intertextual no reproductiva
sino original del poema en sí.72 En este texto programático el poeta
ofrece a la vez su obra y la vara con que debe ser medida.
En Amores 3.9, Ovidio vuelve sobre la intertextualidad pero
ahora despliega sus características y procedimientos. En primer lu-
gar, muestra que la intertextualidad no tiene por qué ser unidirec-
cional sino que puede ser pluridireccional pues trabaja simultánea-
mente con más de un intertexto: Tibulo, Horacio, Virgilio, Propercio,
Bion, el Epitafio de Bion y el mismo Ovidio.73 En segundo lugar, indi-
ca que la presencia del intertexto puede manifestarse a través del
modelo genérico o del modelo ejemplar. Con respecto al modelo
genérico, Tibulo aparece construido como el paradigma del género
elegíaco como portavoz de la Elegía personificada que llora, por este
motivo, la muerte de su vates.74 Con respecto a los modelos ejemplares,
70
Obsérvese cómo las dos referencias del poema a la calidad de 'imitador' del ave
aparecen en sendos sintagmas vinculados entre sí por su organización especular:
psittacus - referencia a la imitación / occidit (1-2) vs. occidit - referencia a la imitación
/ psittacus (37-38).
71
Cf. Ov. Am. 2. 6.18: "vox mutandis ingeniosa sonis".
72
Cabría preguntarse en qué medida la recurrencia a un ave y las alusiones a su plu-
maje no tienen que ver con el texto citado de Horacio (Ep. 1.3.15-20) en que la obra
del simple imitador se identifica con un ave cuyas plumas no le pertenecen. Por otra
parte, no debemos olvidar que no se conocen antecedentes de la versión de la historia
de Eco que aparece en Metamorfosis 3.341-510. Si consideramos algunas recurrencias
lexicales, como por ejemplo el empleo de reddere verba para describir el discurso del
ave (Am. 2.6.24) y de la ninfa (Met. 3.360-361), y el hecho de que la última palabra que
una y otra pronuncian es un vale dirigido a la persona amada (Am. 2.6.48; Met. 3.501)
es posible pensar si el controvertido pasaje de Metamorfosis no admite también una
lectura metaliteraria en la que el poeta está exhibiendo la estirilidad de un discurso
meramente reproductivo, sea de otro, sea de sí mismo. Para el carácter metaliterario
de este episodio del epos ovidiano, cf. Rosati (1983).
73
La referencia a estos intertextos puede verse en J.Taylor (1970), Albrecht (1983) y
Reed (1997), este último dedicado sobre todo a las vinculaciones con los textos hele-
nísticos, el Epitafio de Adonis de Bion y el anónimo Epitafio de Bion.
74
La polémica respecto de si esta presencia de Tibulo como modelo genérico tiene
por objeto elogiar o censurar a este poeta no interesa a nuestro actual planteo. Con
todo cabe señalar que sus formulaciones más antagónicas se encuentran en Albrecht (1983),
45
Alicia Schniebs
que interpreta la elegía como sincero homenaje y Perkins (1993), que la considera una
parodia de tono peyorativo.
75
Cf. McLennan (1972); Luque Moreno (1995).
76
Cf. Verg. Ecl. 6.64-73; Prop. 3.2.3-8; Hor. Carm. 1.24.
77
Obsérvese la recurrencia a estas distintas modalidades de la intertextualidad en otro
poema programático, Amores 1.15, donde, a la mención nominal (9-30) de una serie
de poetas como parte de esos catálogos a los que nos tiene habituados Ovidio (cf.
Tarrant 2002:15-17), se suman alusiones a Calímaco a través de la referencia al Livor
edax (1) que remite al final del Himno a Apolo; a Propercio con la mención del foro (5-
6) que recuerda el pasaje de la elegía 4.1.133-134; al Horacio de la oda 3.30.5-6 ("Non
omnis moriar multaque pars mei / vitabit Libitinam") indiscutiblemente evocado en el
verso de cierre de la elegía: "vivam, parsque mei multa superstes erit". Este último
dato es de particular relevancia pues la oda 3.30 como esta elegía ovidiana son sendas
sphragídes de ambos libros de poemas.
46
De Tibulo al Ars Amatoria
d) Identidad
47
Alicia Schniebs
79
Cf. Veyne (1985:252-265).
80
Cf. el comentario de Barchiesi (1993b:176-178) a Tristia 2. 353-354, donde la obvia
intertextualidad con Catulo 16 convierte a Augusto en el mismo tipo de lectores que
son Furio y Aurelio, lectores que creen en la referencialidad especular de la poesía.
81
Cf. G. Davis (1991:6).
82
Cf. Allen (1962:120): "classical literary doctrine did not assume any specific and
normal connexion between personal poetry and the actual experience of the poet. The
48
De Tibulo al Ars Amatoria
doctrine insisted upon the independence of the poet and his right freely to choose
fitting material wherever he might wish, provided only that is accorded with the kind
of poetry he was writing".
83
Cf. Wyke (2002:18).
84
El texto es el lugar donde acontece la construcción de la identidad de un sujeto, la
cual se constituye como el resultado de las actividades y como el conjunto de los
elementos y relaciones que son pertinentes para esa identificación. Cf. Thiebaut (1989:
123-124).
85
Para este concepto seguimos a Castilla del Pino (1989:21-38).
49
Alicia Schniebs
50
PARTE I
1
Para las peculiaridades del discurso elegíaco cuando el enunciador es femenino
como sucede en el poemario de Sulpicia, cf. Schniebs (2001).
2
Cf. Tib. 1.5.47; 1.8.29; Prop. 1.7.13; 2.3.16; 2.16.12; 2.20.35; 2.21.4,14; 3.14.32;
3.16.13; Ov., Am.1.4.9; 1.8.31,58,66,68; 3.11.13; 3.12.11; Ars 1.722; 2.310,564,738;
3.209,481,497,597. Las diferencias que establece Pichon (1991:s.v.) entre la aplicación
del término al rival acaudalado (dives amator), al sujeto enajenado por la pasión y al
que simplemente realiza la acción de amare, no se apoyan en rasgos distintivos fun-
cionales que justifiquen una subclasificación.
3
Cf. Var. L. 8.57; "a verbis fiunt ut a scribendo scriptor, a legendo lector […] ab aman-
do amator".
4
En este sentido el corpus que más ejemplos ofrece es desde luego la palliata, sobre
todo la plautina, debido al papel que cumple este tipo de vínculos en la trama. Así en Plauto
Alicia Schniebs
encontramos el término amator predicado de Júpiter (Am. 106), de los amantes de las
meretrices (As.178,,220,758,921-925; Bac.1042,1163; Cas.152,359,682,955,969;
Cist.143,314,369; Cur. 201; Epid. 214,244; Men. 203,268; Mer. 16,33,313,741;Mil.
245,384,440;Mos.169,225,286;Poen.236,328;Ps.177,210,311,415;Trin.254;Truc.46,135,
166,229,231,236),el adverbio amatorie también referido a la conducta de los amantes
masculinos (Merc. 581), el femenino amatrix para designar a la meretrix (As. 511;
Poen. 1034); el sustantivo amatio para referir el vínculo (Capt. 1030, Cas. 57,328;
Merc.794; Poen.1096). En Terencio la frecuencia es mucho menor y se limita a la
forma amator que aparece en Eu. 665,794; Hau. 389,453; Hec. 59,835. Para otros
ejemplos cf. OLD s.v. Con respecto al carácter marcadamente sexual del vínculo,
recuérdese el esfuerzo hecho por Catulo en los poemas 72 y 75 para distinguir el
amare del bene velle, para cuyo análisis sigue siendo fundamental el estudio de
Copley (1949), retomado por Wiseman (1995:164-166).
5
Llamamos 'protocolo', siguiendo a Winkler (1990:171-174) al conjunto de conven-
ciones fundamentales y acuerdos que sirven de base o marco para la elaboración de
una serie de normas o prácticas puntuales y específicas.
54
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Cf. Greimas-Fontanille (1994:89-90).
7
Cf. Greimas-Fontanille (1994:97-98).
55
Alicia Schniebs
8
Cf. Skinner (1997:130)
9
Para esta connotación de estatus social del término vir, cf. Walters (1997:31-32) y el
exhaustivo estudio de Santoro L'hoir (1992). Por lo demás, no deja de ser sugerente
que una derivación etimológica antigua conecte vir con el sustantivo latino para
'fuerza física', vis. Cf. Maltby (1991:s.v.).
10
El origen del término civis es complejo y problemático. Benveniste (1969:336-337)
conjetura una forma indoeuropea *keiwos que vincula con términos germánicos y
sánscritos que tienen en común un sema de /lazo estrecho/ y refieren relaciones de
amistad y de familia. A partir de esto, considera que el significado de civis en latín es
'conciudadano' lo cual enfatiza la noción de pertenencia a una comunidad (civitas)
dentro de la cual se coparticipa de un sistema de derechos y deberes políticos. Si bien
adherimos a este criterio, que creemos se apoya en la manera de pensar de los roma-
nos, en este trabajo nosotros emplearemos el término civis para designar exclusiva-
mente al varón adulto de la dirigencia, esto es a aquel 'conciudadano' que en los
hechos era el único que, como bien señalan Wirszubzky (1968) y Nicolet (1991), en la
práctica gozaba de todos los derechos implicados en la ciudadanía.
56
De Tibulo al Ars Amatoria
a) Protocolo sexual
1) el varón
11
Recuérdese la prosopopeya de Apio Claudio en Pro Caelio de Cicerón (33-34), donde
la voz de este antepasado imbuido de la gravitas es empleada como admonición
contra la conducta de una Clodia cuya manera de experimentar las pasiones transgre-
de el umbral de lo socialmente admitido.
12
Cf. Rouselle (1988)
57
Alicia Schniebs
que puede ser varón o mujer, un varón sostiene una relación sexual
admitida siempre que esta compañía no sea ni otro vir ni alguien
sujeto a la jurisdicción de un vir (por ejemplo sus esclavos13) ni los
individuos encuadrados en la observancia de la pudicitia y protegi-
dos por las leyes de adulterio o estupro: las mujeres casadas, viudas
o solteras y los jóvenes menores de diecisiete años, siempre y cuan-
do sean libres de nacimiento y pertenezcan a los estamentos supe-
riores14 pues, como dice Robert (1997:50), "la sexualité romaine ne
distingue pas les sexes, mais les rangs sociaux". Veamos algunos
textos que ilustran este aspecto de la actividad sexual masculina:
13
Para el abuso sexual de los esclavos como daño patrimonial infringido al vir en su
calidad de poseedor de estos, cf. dig.1.8.21.; 48.5.6; 47.10.25.
14
Cf. dig. 48.5.35: "Adulterium in nupta admittitur; stuprum in vidua vel virgine vel
puero committitur"
15
Para fundus como parcela de tierra de propiedad privada, cf. dig.1.8.1.1; 2.8.8.1;
2.8.15.3-6; 2.4.52.1; 4.2.21.2; 4.4.24.4; etc.
58
De Tibulo al Ars Amatoria
16
Cf. Paul.Fest. 36: "bulla aurea insigne erat puerorum praetextatorum, quae depen-
debat eis a pectore, ut significaretur eam aetatem alterius regendam consilio”. Otra y
acaso más acertada es la función que le asigna Plutarco (Quaest.Rom. 288a-b) que
rechaza la opinión de Varrón, semejante a la de Festo, y considera que se trata de una
'marca' (parásemon) que permitía reconocer a los muchachos libres de nacimiento
aun estando desnudos a efectos de evitar que fueran objeto erótico de varones adul-
tos. Para la praetexta y la bulla como ofrendas dentro del rito de pasaje a la adultez
que se celebraba en las Liberalia, cf. Harmon (1978:1596-1598).
17
Cf. Sen. Con. 1.pr.9.
59
Alicia Schniebs
18
Para un análisis detallado de este poema horaciano, cf. Gigante (1993).
19
En S.1.6.82-84, Horacio afirma que su amante padre protegió su pudicia: "pudicum, /
qui primus virtutis honos, servavit ab omni / non solum facto, verum opprobrio quo-
que turpi".
60
De Tibulo al Ars Amatoria
20
Cf. Robert (1997:50): "À Rome, l'homme est et doit demeurer le maître. Il est celui
qui domine et se fait servir. Il ne peut donc qu' être un actif. Toute forme de passivité
en amour constitue une preuve de impudicitia et est aussi grave que de commetre
l'adultère pour une matrone."
21
Cf. Berger-Luckman (1984:70) "Toda cultura tiene una configuración sexual distinti-
va, con sus propias pautas especializadas de comportamiento sexual y sus propios
supuestos 'antropológicos' en el campo sexual. La relatividad empírica de estas confi-
guraciones, su enorme variedad y rica inventiva, indican que son producto de las
propias formaciones socioculturales del hombre más que de una naturaleza humana
establecida biológicamente"; Laqueur (1994:42): "El sexo, como el ser humano, es
contextual. Los intentos de aislarlo de su medio discursivo, socialmente determinado,
están tan condenados al fracaso como […] los esfuerzos del antropólogo moderno
por filtrar lo cultural para obtener un residuo de humanidad esencial"
22
Para la oposición pasividad/actividad como eje estructurante del protocolo sexual
en Roma y las formas de exclusión derivadas de su incumplimiento, cf. H.Parker
(1997), un trabajo notable por la claridad de exposición y la abundancia y calidad de
los datos de apoyo.
61
Alicia Schniebs
23
Para todos estos términos cf. Adams (1983) y Montero Cartelle (1991) .
24
Cf. Laqueur (1994:104): "la cuestión no es la identidad del sexo sino la diferencia de
estatus entre los miembros de la pareja y precisamente lo que cada uno de ellos hace.
El varón activo, el que penetra en el coito anal, o la mujer pasiva, la que es acariciada,
no amenazan el orden social. Era el hombre débil de la pareja, el femenino, quien se
consideraba profundamente tarado, médica y moralmente."
25
Con respecto al empleo del término puer para designar tanto una franja etaria del
hombre libre como al esclavo, cf. Maurin (1975).
62
De Tibulo al Ars Amatoria
26
Para los esclavos como objeto de satisfacción sexual de sus amos, cf. Rouselle
(1991:311-322).
27
Cf. Berger-Luckman (1984:71).
63
Alicia Schniebs
2) la mujer
Al tratar acerca del protocolo sexual que rige para el vir adelantamos
dos rasgos que el código cultural considera propios de la mujer,
pudicitia y pasividad, que corresponden exclusivamente a las muje-
res de la elite y que se presuponen e implican recíprocamente. La
pudicitia, que es la virtud por excelencia de la mujer nuclear romana,
se apoya en un principio básico y fundamental: la negación de la
mujer como objeto y sujeto erótico. La mujer de la elite es una mu-
jer-vientre en la cual el sexo tiene única y exclusivamente una fun-
ción reproductiva. Esta función debe cumplirse en el seno del ma-
trimonio, una institución que asegura la perpetuación de los dere-
chos masculinos, consolida alianzas económico-políticas, y no está
basada en el sentimiento individual ni en el amor.29 La así llamada
affectio maritalis nada tiene que ver, como a veces se ha interpreta-
do, con la esfera de lo afectivo pues, como bien señala Cantarella
28
Cf. Lucr. 4.1046-1048: "Inritata tument loca semine, fitque voluntas / eicere id quo
se contendit dira lubido, / idque petit corpus mens unde est saucia amore"; 4.1089-
1090: "unaque res haec est, cuius quam plurima habemus, tam magis ardescit dira
cupidine pectus". Cf. Brown (1987:ad loc.).
29
Cf. Tomas (1988). Para la concordia y no el amor como ideal del matrimonio en la
Antigüedad, cf. Lefkowitz (1983).
64
De Tibulo al Ars Amatoria
30
Cf. Walters (1997:34): "respectable females [...] are only to be penetrated by their
legitimate husbands".
65
Alicia Schniebs
31
Cf. Rosivach (1998:13-50).
32
Cf. Carson (1990:153-158).
33
En el verso 1271 seguimos la edición de Brown (1987:367) quien desecha la lectio
de los manuscritos "omni pectore" y adopta "omni corpore", una conjetura que se
apoya en razones paleográficas y de sentido que nos parecen atendibles.
66
De Tibulo al Ars Amatoria
67
Alicia Schniebs
al dios Lar, el sexo tiene casi el mismo estatuto del así llamado 'débi-
to conyugal' que el diccionario de la RAE define como "en el matri-
monio canónico, obligación que tienen los cónyuges de unirse
sexualmente en virtud del amor mutuo para engendrar los hijos que
han de educar". Esta esposa cumple con su deber de no ser más que
un vientre fecundable y eso claramente excluye no sólo cualquier
práctica que excite y estimule al varón sino también el sexo anal por
ser una forma de penetración que no conduce a la preñez. Esta mu-
jer-Lucrecia ni desea ni es deseable y lo contrario de ella es otra
mujer emblemática pero de sello inverso: Lais, la célebre cortesana
de Corinto. Nuevamente, como en Lucrecio, el universo femenino
aparece escindido entre la pudica uxor y la 'otra', la licenciosa, la
meretriz.
Ahora bien, además de la pasividad durante el acto sexual en sí,
la observancia de la pudicitia incluye una serie de conductas que
hacen al arreglo personal, al vestido, a la manera de caminar, de
hablar, de mirar, etc., que la sociedad interpreta como signos exter-
nos de continencia:
68
De Tibulo al Ars Amatoria
Como nos indican estos textos, la pudicitia implica una división po-
larizada del universo femenino, algo que ya habíamos advertido al
hablar del estatuto jurídico-social de los objetos de deseo del vir. Es
decir, si las mujeres de la elite no pueden ser fuente de placer sexual
para un varón en quien se reconoce el legítimo derecho a gozar de
las delicias del sexo, está claro que, junto a ellas, existe otro grupo
de mujeres disponible para satisfacer a los viri. Debido al carácter
oposicional del código cultural, la identidad de estas mujeres
sexualmente activas manifiesta una suerte de doble alteridad: son lo
otro de las mujeres nucleares y en este sentido se las identifica como
prostitutas pero, a su vez, puesto que para este protocolo sexual la
mujer es el principio 'pasivo', son también lo otro de la mujer en
general y en este sentido se las identifica con el varón. Es decir si
todo el protocolo sexual se organiza sobre la polaridad activo=varón
vs. pasivo=mujer, estas mujeres activas tienen la conducta sexual de
un varón. No es casual que el rígido código de la indumentaria ro-
mana estipule para las prostitutas el uso de la prenda masculina por
excelencia, la toga.34 Véase dónde puede llegar esta identificación de
la actividad sexual con lo masculino en esta curiosa reflexión de
Séneca:
34
Cf. H.Parker (1997:59) : "Such a woman is a monster who violates boundaries. This
is given an outward and visible symbolism in the toga, the sign that marked adulteresses
and prostitutes. The role within the grid of this remarkable feature of Roman public
semiotics is clear: the active (phallic) woman is denoted by male dress, marked out as
one who crosses boundaries, as a violation of the norm". Para el uso de la toga como
forma de castigo de la mujer adúltera en la Lex Iulia de Adulteriis Coercendis, cf.
McGinn (1998:147-171).
69
Alicia Schniebs
Sin embargo existe otra opción que el mismo Horacio sugiere unos
versos más adelante: “Tutior at quanto merx est in classe secunda, /
libertinarum dico”.35 No se trata de afirmar que en el mundo 'real' de
Roma las libertas fueran en su totalidad y de manera inevitable mu-
jeres sexualmente promiscuas pues esto no podría de ningún modo
apoyarse en datos fehacientes.36 Lo interesante de esta propuesta de
Horacio es que evidentemente para el código cultural en el universo
femenino existía una franja opaca intermedia entre la pudica femina
de la elite y la prostituta del burdel.37 El estatuto jurídico-social de
las habitantes de esta franja es muy difícil de determinar pues parece
haber incluido desde cortesanas probablemente de origen griego
hasta mujeres libres de los estamentos inferiores, libertas e incluso
35
Hor. S. 1.2.47-48.
36
Para el estatuto jurídico de las libertas en relación con el matrimonio y la procrea-
ción, cf. Dixon (1988:passim).
37
Si bien propia del código cultural griego pues incluye la figura de la pellex, véase la
referencia que hace el pseudo-Demóstenes (Neaer.122.5) a una tripartición del univer-
so femenino a partir del tipo de función que cumple para el varón el sexo con estos
tres tipos de mujeres: “Tenemos las cortesanas para el placer; las concubinas, para las
necesidades diarias del cuerpo; las esposas, para engendrar hijos legítimos y ser fieles
guardianas del hogar”.
70
De Tibulo al Ars Amatoria
b) El
El amor y las pasiones
38
Cf. Lyne (1996:8-17); Hallet (1984); Laigneau (1994).
39
Cf. el interesante artículo de P.Miller (1989) quien señala que este tipo de mujer
sexualmente deseable, dotada de poder y no autodestructiva está completamente
ausente en el universo femenino de Eneida. En su opinión, el hecho de que en el epos
virgiliano la mujer erotizada y poderosa sea autodestructiva, como sucede con Dido,
es una prueba de la existencia de este tipo de mujeres en la Roma contemporánea y
del peligro que ellas representaban.
40
Si bien en su calidad de diminutivo de puer, el sustantivo puella designa en primera
instancia a los sujetos femeninos pertenecientes a la franja etaria de la pubertad, en
ciertos contextos indica mujer erotizada. Cf. OLD s.v. 3ª; Adams (1983:344-348) y
H.Parker (1992:321). En este punto resulta muy interesante el comentario de Mitchell
(1991:220) quien observa que, debido a esta connotación sexual, Virgilio evita emplear
el término en Eneida y que, en las dos únicas oportunidades en que lo hace (2,238;
6.307), repite el sintagma pueri…innuptae puellae donde su asociación con pueri
sugiere la edad y el innuptae borra cualquier dejo de erotismo.
71
Alicia Schniebs
41
Para la relación entre esta communis opinio y las distintas formulaciones filosóficas,
cf. Morton Braund-Gill (1997:5-15).
42
Cf. Cic.Off.1.102.“Efficiendum autem est ut appetitus rationi oboediant eamque
neque praecurrant nec propter pigritiam aut ignaviam deserant sintque tranquilli
atque omni animi perturbatione careant; ex quo elucebit omnis constantia omnisque
moderatio. Nam qui appetitus longius evagantur et tamquam exsultantes sive cupien-
do sive fugiendo non satis a ratione retinentur, ii sine dubio finem et modum tran-
seunt; relinquunt enim et abiciunt oboedientiam nec rationi parent.”
43
Cf. Cic.Tusc.3.11: “Itaque mihi melius quam quod est in consuetudine sermonis
Latini cum 'exisse ex potestate' dicimus eos qui effrenati feruntur aut libidine aut
iracundia […] Qui igitur exisse ex potestate dicuntur, idcirco dicuntur, quia non sunt
in potestate mentis, cui regnum totius animi a natura tributum est.”
44
Cf. Cic.Off.1.105: “Sed pertinet ad omnem officii quaestionem semper in promptu
habere, quantum natura hominis pecudibus reliquisque beluis antecedat; illae nihil
sentiunt nisi voluptatem ad eamque feruntur omni impetu, hominis autem mens
discendo alitur et cogitando.”
72
De Tibulo al Ars Amatoria
45
Para una revisión de distintas posiciones críticas ante este pasaje, cf. L.Landolfi
(1985); Knox (1992).
46
Cf. los versos 252-254; las preguntas retóricas encabezadas por quid (258,264,265),
la presencia de términos como furia (244), furor (266) y el uso del verbo errare (246,
249) que connota falta de rumbo.
47
La acumulación de adjetivos y locuciones de valor comparativo como saevior (246),
tam multa (247), de superlativos como pessima (248), y de adjetivos correspondientes
al campo semántico de la cantidad, como omnis (242,244,266,273), totus (250), mag-
nus (258), crea una impresión general de exceso que se ve reforzada por las referen-
cias a la frenética actividad de todos los animales y sus desplazamientos espaciales.
48
Cf. la presencia del verbo ruere (244, 255), que siempre connota infortunio; el daño
infringido a sí mismo por el jabalí (255-257) y por Leandro; y el provocado a los otros
como las muertes y estragos perpetrados por los osos (247-248) y las nefastas conse-
cuencias que el insensato acto de Leandro tiene para sus padres y para la misma Hero
(263-264).
49
Cf. la leona que viola su deber ser de madre (245-246) y los ciervos que luchan entre
sí en un enunciado donde el ser (imbelles) y el hacer (proelia) de estos animales cons-
tituyen una suerte de oxímoron.
73
Alicia Schniebs
74
De Tibulo al Ars Amatoria
75
Alicia Schniebs
50
Recuérdese la descripción de la plebs de Salustio en Cat. 37. Para este tema, cf.
Edwards (1993:24-28), Horsfall (1996) y Whittaker (1991).
51
Cf. Skinner (1997:135).
76
De Tibulo al Ars Amatoria
¿Quo modo aut cui tandem hic libero imperabit, qui non potest cu-
piditatibus suis imperari? Refrenet primum libidines, spernat volup-
tates, iracundiam teneat, coerceat avaritiam, ceteras animi labes re-
pellat, tum incipiat aliis imperare, cum ipse improbissimis dominis,
dedecori ac turpitudini parere desierit. (Cic. Parad. 33)
52
Cf. Nicolet (1991).
53
De hecho, en su estudio acerca de la existencia de una suerte de archicomedia
subyacente en las tramas de la palliata plautina, Bettini (1982) demuestra cómo todas
ellas se estructuran sobre la disponibilidad y transferencia de los dos bienes de cam-
bio que organizan toda la sociedad romana: las mujeres y el dinero.
54
De allí el tópico de los padecimientos que experimenta el varón casado con la tan
temida uxor dotata pues el dinero en manos de la mujer invierte la relación de poder
como reconoce Demeneto en la Asinaria (87) : "argentum accepi, dote inperium ven-
didi". El tema, recurrente en la palliata plautina (cf. Aul. 477-490, 534; Cas. 409; Men.
766-767, etc.), en la que es estudiado por Schuhmann (1977), se reitera en toda la
literatura latina, sobre todo en la sátira y la poesía epigramática y es precisamente
Marcial quien lo expone con toda claridad (8.12): "Uxorem quare locupletem ducere
nolim / quaeritis? Uxori nubere nolo meae./ Inferior matrona suo sit, Prisce, marito:/
non aliter fiunt femina virque pares." Si la mujer posee el dinero que es lo propio del
hombre, éste pierde masculinidad. La masculinidad se asienta en la inferioridad de la
mujer que es la única forma de igualdad que asegura el mantenimiento del pacto
social. No por nada en la visión idealizada de las mujeres de los escitas, Horacio
(C. 3.24.19-20) dice: "Nec dotata regit virum /coniunx".
77
Alicia Schniebs
55
Cf. Cros (1997:126) quien respecto del patrimonio como ideologema afirma: "El
patrimonio es, junto con el nombre del padre - que es el primero y más preciado de
los bienes transmitidos - lo que construye la continuidad; permite la supervivencia de
la familia […] Se cubre de vergüenza al que lo gasta a su gusto […] El que disipa un
patrimonio es el anti-demiurgo que, perdiendo su patrimonio, aniquila el nombre del
padre."
78
De Tibulo al Ars Amatoria
56
Catul. 28.9-10. Para trabs como designación del pene, cf. Adams (1982:23).
57
Resulta interesante en este sentido un texto de V.Máximo (9.1.3.) quien, al referir
este mismo episodio como uno de los hechos memorables vinculados con el tema de
la luxuria y la libido, comenta: “Sed quid ego de feminis ulterius loquar, quas et inbe-
cillitas mentis et graviorum operum negata adfectatio omne studium ad curiosiorem
sui cultum hortatur conferre, cum temporum superiorum et nominis et animi exce-
llentis viros in hoc priscae continentiae ignotum deverticulum prolapsos videam?”
79
Alicia Schniebs
58
A, virgo infelix, quae te dementia cepit!
59
Saevus amor docuit natorum sanguine matrem / conmaculare manus.
60
De allí la famosa y lapidaria frase de Mercurio a Eneas (Verg. A.4.569-570): "Varium
et mutabile semper / femina."
80
De Tibulo al Ars Amatoria
81
Capítulo 4
Vir civis y amator:
amator:
dos modelos antitéticos en el código cul
cultural
1
Cf. C.Williams (1999:132-135)
Alicia Schniebs
Apellata est enim ex viro virtus; viri autem propria maxime est forti-
tudo, cuius munera duo sunt maxima: mortis dolorisque contemptio.
Utendum est igitur his, si virtutis compotes vel potius si viri volumus
esse, quoniam a viris nomen est mutuata. (Cic. Tusc. 2.43)
2
Cf. Kühner (1912:I §222.3).
3
La virtus es, en efecto, una cualidad masculina al punto tal que cuando las mujeres
realizan actos que se consideran propios de un vir, devienen ejemplares fuera de lo
común lo cual se señala predicando de ellas la virilidad. Véanse las expresiones "viri-
lem…exitum" (V.Max. 4.6.5), predicada de Porcia; "virilem animum" referida a Mesia
(V.Max. 8.3.1); "virilis animus" (V.Max. 6.1.1), predicada de Lucrecia; "virilis audaciae"
(Sal. Cat. 25.1) atribuida a Sempronia; "animam virilem" (Apul. Met. 8.14), referida a
Cárite, etc. Cf. también las palabras pronunciadas por Virginia al dedicar el templo de
Pudicitia Plebeia (Liv. 10.23.7):"vosque hortor ut, quod certamen virtutis viros in hac
civitate tenet, hoc pudicitiae inter matronas sit". En este sentido resulta por demás
sugerente el ejemplo que da Quintiliano (Inst. 5.11.10) para ilustrar la similitudo
impar ex maiore ad minus ducta: "Ad exhortationem vero praecipue valent imparia.
Admirabilior in femina quam in viro virtus. Quare, si ad fortiter faciendum accendatur
aliquis, non tantum adferent momenti Horatius et Torquatus quantum illa mulier
cuius manu Pyrrhus est interfectus, et ad moriendum non tam Cato et Scipio quam
Lucretia".
84
De Tibulo al Ars Amatoria
4
Cf. Gel.13.23.7-8: “Id autem, sive 'Nerio' sive 'Nerienes' est, Sabinum verbum est,
eoque significatur virtus et fortitudo. Itaque ex Claudiis, quos a Sabinis oriundos
accepimus, qui erat egregia atque praestanti fortitudine, 'Nero' appellatus est”; Suet.
Tib. 12: “Inter cognomina autem et Neronis assumpsit, quo significatur lingua Sabina
fortis ac strenuus.”
5
No debemos olvidar que, como señala Schiesaro (1987:42), la oratoria, "la pratica del
foro […] costituiva una forma culturale, un repertorio de gesti e atteggiamenti" que
impregnaba toda la vida social.
85
Alicia Schniebs
6
Cf. Cic. Rep. 1.2: "virtus in usu sui tota posita est".
86
De Tibulo al Ars Amatoria
Est enim animus in partis tributus duas, quarum altera rationis est
particeps, alter expers. Cum igitur praecipitur ut nobismet ipsis im-
peremus,
peremus hoc praecipitur, ut ratio coerceat temeritatem. Est in ani-
mis omnium fere natura molle quiddam, demissum,
demissum humile,
humile enerva-
enerva-
tum quodam modo et languidum.
languidum Si nihil esset aliud, nihil esse
homine deformius. Sed praesto est domina omnium et regina ratio,
quae conixa per se et progressa longius fit perfecta virtus.
virtus Haec ut
imperet illi parti animi, quae oboedire debet,
debet id vivendum est viro.
viro
'Quodam modo?' inquies. Vel ut dominus servo vel ut imperator mili-
mili-
ti vel parens filio.
filio Si turpissime se illa pars animi geret, quam dixi
esse mollem,
mollem si se lamentis muliebriter lacrimisque dedet, vinciatur
et constringatur amicorum propinquorumque custodiis; saepe enim
videmus fractos pudores, qui ratione nulla vincerentur.
87
Alicia Schniebs
7
Para el empleo de imperium para referir el control del varón sobre la mujer, cf. Liv.
34.7.15. Para el espectro de significación de esta idea en latín, cf. Royo Arpón (1997:
30-31).
88
De Tibulo al Ars Amatoria
8
Cf. Cic. Att. 12.10: “Tuus autem dolor humanus is quidem, sed magno opere mode-
randus. Consolationum autem multae viae, sed illa rectissima: impetret ratio quod
dies impetratura est”.
9
Sen. Dial.11.17.2. Cf. Pac. trag. 268-269; Cic. Tusc. 2.55; Sen. Ep. 63.13;etc. Para el
tema del llanto como lo propio de la mujer y sus nefastas consecuencias, cf. Santoro
L'Hoir (1992:80-85); Louraux (1990:49-65).
89
Alicia Schniebs
En este sentido este rasgo propio del civis ideal aparece respaldado
por el hacer de maiores emblemáticos que antepusieron el bien co-
mún a los más variados intereses personales.12 Para ilustrar este
punto basta recordar los ejemplos modélicos transmitidos por Livio
de individuos que hicieron preceder la patria sea a sus lazos y senti-
mientos familiares, como el del Horacio asesino de su hermana (1.26) o
el de Junio Bruto (2.5) y Manlio Torcuato (8.7) que ordenan la ejecución
10
Cf. Cf. Cic. Off. 3.90: "Si tyrannidem occupare, si patriam prodere conabitur pater,
silebitne filius? Immo vero obsecrabit patrem ne id faciat. Si nihil proficiet, accusabit,
minabitur etiam; ad extremum, si ad perniciem patriae res spectabit, patriae salutem
anteponet saluti patris”; Lucil. 1207-1208W.: "[virtus est] commoda praeterea patriai
prima putare, deinde parentum, tertia iam postremaque nostra". Para este tema cf. Gill
(1997:233).
11
Cf. Edwards (1993:21-22).
12
Para el funcionamiento del discurso ejemplar en Roma, cf. Roller (2000).
90
De Tibulo al Ars Amatoria
Atque ego, quoius aetati mors propior est, non deprecor, si quid ea
vobis incommodi demitur; neque mox ingenio corporis honestius
quam pro vostra salute finem vitae fecerim. Adsum en, C.Cotta con-
sul, facio quod saepe maiores asperis bellis fecere: voveo dedoque
me pro re publica. (Sal. Hist. 2.47)
13
Cf. Verg. A.1.208-209: “Talia voce refert curisque ingentibus aeger / spem vultu
simulat, premit altum corde dolorem”. Para otros ejemplos de esta contención en
Eneas, cf. J. Wilson (1969)
14
Por lo demás, es la presupuesta incapacidad de anteponer el bien común a sus
intereses personales lo que niega a las mujeres el acceso a cualquier espacio de po-
der. Para este tema en Eneida, cf. Schniebs (1996); Schniebs-Nasta (2001).
91
Alicia Schniebs
expresiones de este tenor: “Non mihi soli, sed etiam atque adeo mul-
to potius natus sum patriae; vita quae fato debetur, saluti patriae
potissimum solvatur".15
De todo lo expuesto puede concluirse, entonces, que un vir es
un sujeto masculino, ingenuus, adulto y perteneciente a los esta-
mentos superiores cuya identidad consta del conjunto de valores
que integran la virtus y de un 'deber hacer' que incluye el pleno y
permanente ejercicio del control (imperium) sobre sí y sobre los
'otros' distintos de él, control que se manifiesta muy especialmente
en la precedencia de lo público sobre lo privado y del bien común
sobre sus intereses y deseos personales.
Ahora bien, en el capítulo anterior señalamos que nuestro ego
elegíaco, además de ser un vir civis es un amator. Sin embargo, lo
visto hasta ahora parece indicar que los rasgos que el código cultu-
ral considera como constitutivos de la identidad de estos dos perfiles
establecen entre ellos una relación de antítesis tal que se anulan
mutuamente pues mientras uno, el vir civis, es el modelo de varón
que justifica su función rectora en el universo social; el otro, el ama-
tor, es el contramodelo que atenta contra esa función en la medida
en que se identifica con lo que debe ser regido. Para comprobar esta
oposición vamos a recurrir en primer lugar a Eneida por el valor
paradigmático propio del género épico.
En el libro cuarto, inmediatamente después de referir el en-
cuentro de Dido y Eneas en la caverna, el narrador presenta la famo-
sa imagen del incansable trajinar de la Fama, que lleva de ciudad en
ciudad las novedades del reino de Dido:
15
Rhet. Her. 4.43
92
De Tibulo al Ars Amatoria
16
Cf. esta misma caracterización de la Fama en Ovidio, Met. 137-139: "…cum Fama
loquax praecessit ad aures, / Deianira, tuas, quae veris addere falsa / gaudet et e
minimo sua per mendacia crescit". Para un estudio comparativo de la Fama en Eneida
y Metamorfosis, cf. Hardie (2002c).
93
Alicia Schniebs
17
Cf. los versos 227-228 ("non illum nobis genetrix pulcherrima talem / promisit"),
donde la fuerza predicativa del "talem" connota un conflicto de identidad.
18
En este sentido disentimos con Estevez (1982) quien, a partir de otros usos del
verbo torquere en el poema, considera que Júpiter actúa irreflexivamente llevado por
una serie de errores que Yarbas le transmite sobre la base de las falsedades difundidas
por la Fama. Sus comentarios respecto de que las faltas imputadas a Eneas no tienen
base firme en los hechos son insostenibles frente a una lectura detenida del poema
pues afirmar que Eneas está activo porque supervisa la construcción de Cartago es
desconocer que eso es precisamente uno de sus más graves errores.
94
De Tibulo al Ars Amatoria
19
Para la fulva iaspis como la variedad más exquisita de esta piedra, cf. Plin. Nat. 37.
115-116. Tómese en cuenta además el fuerte contraste entre este ámbito suntuoso y
la austeridad que caracteriza en el canto 8 (176-178; 359-368) al reino de Evandro,
propia de los ideales de la Roma quiritaria.
20
Cf. Zanker (1992:80-84)
21
Verg. A. 4.291-292
22
Cf. Biow (1994) quien estudia la narración de Eneas como un discurso persuasivo
que incide de manera decisiva en la pasión de la sidonia.
95
Alicia Schniebs
23
Cf. Horsfall (1990). Para las relaciones de Dido con la Cleopatra del escudo de
Eneas, cf. Gurval (1998:237-240).
24
Cf. Conte (1984:86)
25
Para un análisis detallado del texto como base de esta interpretación del episodio
de Dido, cf. Schniebs (1996).
96
De Tibulo al Ars Amatoria
ad illa mihi […] intendat animum, quae vita, qui mores fuerint, per
quos viros quibusque artibus domi militiaeque et partum et auctum
imperium sit; labante deinde paulatim disciplina velut dissidentes
primo mores sequatur animo, deinde ut magis magisque lapsi sint,
tum ire coeperint praecipites, donec ad haec tempora quibus nec vi-
tia nostra nec remedia pati possumus perventum est. […] nuper di-
vitiae avaritiam et abundantes voluptates desiderium per luxum ac
libidinem pereundi perdendique omnia inuexere. (Liv. pr.9-12)
Quid enim manet antiquis moribus, quibus ille dixit rem stare Ro-
manam? quos ita oblivione obsoletos videmus ut non modo non co-
lantur sed iam ignorentur. Nam de viris quid dicam? Mores enim ipsi
interierunt virorum penuria. (Cic. Rep. 5.2)
26
Cf. Lind (1972:236-253). Para este tema exclusivamente en Livio, cf. Vasaly (1987).
27
Cat. 7.5.
97
Alicia Schniebs
28
Cf. el comentario de Livio de los efectos del retorno del ejército de Manlio Vulso en
el 187 a.C. (39.6.7): "Luxuriae enim peregrinae origo ab exercitu Asiatico invecta in
urbem est"; (39.6.8): "Vix tamen illa quae tum conspiciebantur, semina erant futura
luxuriae". Del mismo tenor son las palabras que Livio pone en boca de Catón (34.4.3):
"haec ego, quo melior laetiorque in dies fortuna rei publicae est, quo magis imperium
crescit et iam in Graeciam Asiamque transcendimus omnibus libidinum incelebris
repletas et regias etiam adtrectamus gazas eo plus horreo, ne illae magis res nos
ceperint quam nos illas.
29
Cf. Lact. Opif. 12.7 : "mulier, ut Varro interpretatur, a mollitie est dicta, inmutata et
detracta littera velut mollier"
30
Cf. Edwards (1993:92-97). Para la construcción de lo griego y lo asiático como lo no
romano cf. Sal. Rep. 2.9; Cic. Flac. y el comentario de May (1988:79-87).
98
De Tibulo al Ars Amatoria
31
Precisamente en pueblos llamados a perecer, son las mujeres (Dido, Cleopatra) las
que ejercen funciones públicas que en Roma les están expresamente prohibidas,
como indica el Digesto (50.17.2.pr.): "Feminae ab omnibus officiis civilibus vel publicis
remotae sunt et ideo nec iudices esse possunt nec magistratum gerere nec postulare
nec pro alio intervenire nec procuratores existere".Según Plutarco, el ejercicio del
gobierno por parte de las mujeres es contra la ley de la naturaleza (Amatorius 755c).
32
Para este tema, cf. Cracco Ruggini ( 1987:188-189).
33
Cabe aclarar que, desde el punto de vista del vir, que es quien nos interesa aquí, el
vínculo de Eneas con la reina no viola el protocolo sexual en lo que hace al estatuto
jurídicosocial de su compañera. Dido es una mujer que no está bajo la jurisdicción de
ningún vir, es autónoma y por lo tanto puede ser penetrada con su solo consentimien-
to. Las promesas hechas por la reina a las cenizas de su esposo Siqueo son un con-
flicto para ella porque su incumplimiento viola la fides, pero no lo son para Eneas. Lo
que aparece problematizado en el texto es entonces exclusivamente la conducta del
varón hacia adentro y hacia fuera del vínculo.
99
Alicia Schniebs
34
Cf. el comentario de Salustio (Hist. 2. 70) a propósito de los suntuosos hábitos de
Metelo: "Quis rebus aliquantam partem gloriae dempserat, maxime apud veteres et
sanctos viros superba illa, gravia, indigna Romano imperio aestimantis".
35
Este sometimiento está enfatizado por el estado de indigencia en que se encuentran
los troyanos (1.597-602) lo cual coloca a esta Dido dives (4.263) en una posición de
privilegio que altera la relación de poder 'normal' entre los sexos. Para esta relación
desigual entre Dido y Eneas en términos de las normas regulatorias del hospitium, cf.
Gibson (1999).
100
De Tibulo al Ars Amatoria
36
Cf. Verg. A.4.294-295: "Ocius omnes / imperio laeti parent ac iussa facessunt". Para
la importancia del 'laeti' en este enunciado en relación con la misión fundacional
temporalmente olvidada por el héroe, cf. Dion (1993:235-264) quien demuestra que en
Eneida la laetitia es un elemento positivo que se vincula con el cumplimiento del
fatum.
37
Para el valor e importancia de estos términos, cf. Hellegouarc'h (1972:374-382).
101
Alicia Schniebs
102
PARTE II
La transcodificación elegíaca:
¿un nuevo tipo de vir civis?
civis?
Capítulo 5
El ego elegíaco como amator - vir civis:
conflicto de identidad y código cultural
a) La
La elegía
1
Cf. Alvarez Hernández (1997) quien ubica este segundo libro junto con el tercero en
la etapa de la poética 'evolutiva' dentro del itinerario poético formulado por este
crítico.
2
Nuestro estudio se apoya en parte en el análisis de Allen (1962:121-128) pero la
lectura en términos de identidad y las conclusiones derivadas de ella son nuestras.
3
Todas las citas y referencias de Propercio remiten a la edición de Butler-Barber
(1933) excepto aclaración en contrario.
Alicia Schniebs
4
Si bien la controversia sobre este punto sigue en pie (cf. Schmitz:1999), en el caso de
Calímaco esto supone el rechazo de los géneros tradicionales 'ampulosos', particu-
larmente de la épica, pero este aspecto de su programa poético no fue particularmen-
te atendido por los poetas augusteos y de hecho en su Ars Poetica (128-152) Horacio
recurre al epigrama 28 y al pasaje de Aitia no para rechazar la épica sino para señalar
su dificultad. Como dice Brink (1971:ad131ff.), Horacio usa el lenguaje calimaqueo
para afirmar lo que Calímaco había negado.
106
De Tibulo al Ars Amatoria
5
Cf. Call. Epigr. 28.3.
6
R.Thomas (1979) interpreta este pasaje del epigrama como una referencia a la come-
dia nueva, lo cual se adecua al carácter metaliterario del primer verso y de las imáge-
nes del agua y el camino que reaparecen en Himno a Apolo y en Aitia. En una posición
casi opuesta se encuentra Cameron (1995:388-398) para quien todo el poema tiene
contenido erótico y no es encuadrable como texto metapoético. Ambas argumenta-
ciones son sólidas y están bien apoyadas en razones lingüísticas y de intertextualidad
más que convincentes. El hecho mismo de que sea así invita a pensar que no necesa-
riamente la lectura erótica y la metapoética, sea o no la peculiar adoptada por Tho-
mas, son obligatoriamente excluyentes. Al contrario, pensamos con Labate (1999:
129-132) que este epigrama es una muestra de que ya en Calímaco el componente
específicamente literario de la elección del poeta se mezcla con lo que él llama 'ele-
mentos biótico-existenciales'.
7
Cf. el periphoitos de Calímaco (3) con el " Sacra conteritur Via" de Propercio (15).
107
Alicia Schniebs
8
Boucher (1980:456) interpreta esta pareja de poemas en términos de la 'historia de
amor' pues considera que Propercio recurre a las cortesanas para consolarse de no
ser recibido por Cintia. No es posible aceptar ni rechazar interpretaciones de este tipo
sencillamente porque no tenemos argumentos ni para lo uno ni para lo otro. Sin
embargo, consideramos que, unida a la intertextualidad con Calímaco y Horacio (S.
1.2), la referencia del poema 23 al universo de las mujeres y su clasificación y califica-
ción interna trasciende la anécdota personal - si es que la hubo - y está orientada a
expresar una 'manera de pensar' lo erótico diferente de la propuesta por el código
elegíaco.
9
Para un procedimiento semejante, cf. Prop. 2.3.1-4.
108
De Tibulo al Ars Amatoria
10
La infamia, entendida como pérdida del honor, era lo contrario de la existimatio y
de la dignitas y derivaba de la comisión de actos considerados inmorales. Tenía, por
109
Alicia Schniebs
110
De Tibulo al Ars Amatoria
Advertido por la segunda voz del primer dístico de la elegía 24, el ego
señala en qué consiste esa 'manera de pensar' que caracteriza al
género como camino diferente, como fuente de la que solo él bebe:
su ego enunciador es un sujeto que pretende ser amator sin dejar de
ser un vir civis para lo cual transcodifica el código cultural en otro
código, el código elegíaco, en el cual los componentes de cada una
de esas dos identidades se intercambian y combinan en un mundo
alternativo cuya misma hibridez lo torna impracticable.
No queremos decir con esto, entiéndase bien, que los autores
de este género hayan adherido en su calidad de individuos reales de
carne y hueso a lo estipulado por el código cultural y que estos tex-
tos no sean más que una burla del grotesco papel representado por
un varón presa de la pasión por una mujer. Es posible - pero incom-
probable - que hayan existido en Roma jóvenes de la elite que, como
el ego elegíaco, sostuvieran apasionadas relaciones con cortesanas
más o menos ilustradas, haciéndose pasibles de la censura de un
discurso social que, como suele suceder, seguía aferrado a estánda-
res de conducta y a valores que en la práctica habían dejado de ope-
rar. Es también posible - pero igualmente incomprobable - que la
elegía haya sido el camino para denunciar esa hipocresía y mostrar
que se podía imaginar otra 'manera de pensar' el mundo. Sea como
fuere, nuestro punto de interés son los textos tal y como los hemos
recibido y no la vida personal de sus autores. En tanto textos, pues,
creemos que este par de poemas propercianos, donde el ego enun-
ciador se muestra a sí mismo en medio del conflicto que le crea su
doble identidad y confronta el código elegíaco con el código cultural,
son un primer apoyo - nos parece prematuro hablar de prueba - para
nuestra hipótesis de lectura que acaso convenga recordar. Creemos,
y esperamos poder demostrarlo, que la transcodificación que carac-
teriza a la elegía latina de asunto erótico consiste en la alteración de
la relación antitética y de mutua exclusión que las identidades vir
civis y amator tienen en el código cultural. Asimismo sostenemos
que esa transcodificación se realiza in praesentia y que es el ego
enunciador el que oficia de sujeto 'transcodificante' a partir de su
doble identidad, la cual opera, a su vez, como matriz productiva. Si
aplicamos esta hipótesis a las dos elegías ya comentadas vemos que
efectivamente el ego manifiesta su identidad de vir civis en el poema 23
111
Alicia Schniebs
11
Cf. el análisis de Cairns (1969), a nuestro juicio uno de los más interesantes sobre el
poema liminar catuliano.
12
"A highly effective means of establishing one's authenticity as a vates is to relate
quasi-autobiographical incidents that can be seen as exemplary for the brand of poetry
in which one is currently engaged. In this sophisticated self-presentation, the speaker
narrates or alludes to episodes in his life with the object of investing it with coherence
and authority. I shall refer to this coherent biographical pattern as mythos in the
neutral, value free sense of the word- that is, without any prejudgment as to the truth
or falsity of the related events. "
112
De Tibulo al Ars Amatoria
13
No queremos decir con esto que los poemas proemiales de los elegíacos no conten-
gan otro tipo de remisiones de valor metapoético. Las contienen y el caso más obvio
son las remisiones a Meleagro (AP 12.101) y a Virgilio (E. 6 y 10) de la elegía 1.1 de
Propercio. Nuesta intención es señalar que el eje que organiza la escritura de estos
textos programáticos es la identidad y experiencia 'vital' del enunciador.
14
Cf. Oliensis (1998:2-3) quien considera que en un texto poético el 'rostro' (face) del
enunciador es una construcción del autor y puede hacerse una lectura 'biográfica', si
tomamos esta palabra con un valor especial: no una lectura que pretende iluminar la
vida extrapoética del autor sino una que indague acerca de la vida que acontece en su
propia poesía.
113
Alicia Schniebs
• enfermedad
• sometimiento18
Ejercido por los dioses Venus y Cupido o por la pasión en sí, de ellos
o del sujeto sometido se predica concutere (Prop.1.7.15), verbera
15
Para un análisis de esta sintomatología en términos de locura de amor, cf. Mazzini
(1990)
16
Cf. el uso de sanus en Prop. 3. 24.18, como indicador de que ha concluido su pasión
por Cintia.
17
Cf. el uso de Mens Bona en Prop. 3.4.19 como indicador de que ha concluido su
pasión por Cintia.
18
Se toman en cuenta solo los casos en que los agentes de dominación son los dioses
Venus, Cupido o la pasión en sí.
114
De Tibulo al Ars Amatoria
19
Sorprende en este sentido la interpretación de Alfonsi (1956:205-206) que considera
que esta vida ofrece al ego enunciador la tranquilidad y la certeza de la vida teorética
y que las referencias a la insania se deben a que la locura es la suprema libertad del
individuo frente a la servidumbre que significan las convenciones sociales. Conside-
ramos que nada en el corpus de la elegía erótica permite afirmar que sus respectivos
enunciadores consideren el furor como una forma de libertad.
115
Alicia Schniebs
• militia amoris
20
Cf. La Penna (1951:193-195), R.Baker (1968), Murgatroyd (1975), Lyne (1980:71-78), etc.
21
Cf. infra nuestros comentarios sobre Catulo y Horacio
22
Para una refutación de las interpretaciones que consideran que esta metáfora es el
resultado de una actitud antimilitarista y pacifista de los elegíacos, cf. Rich-Shipley
(1995:113-137).
23
En este sentido, cabe recordar que la sociedad romana es una sociedad militariza-
da, como lo prueba el sistema censitario. Así, según señala Berchem (1948:142), a
diferencia del desprestigio del oficio militar en el ámbito helenístico, en Roma es un
servicio a la res publica y casi el único que asegura la gloria y la perpetuación en la
memoria de los hombres. Véanse los esfuerzos hechos por Cicerón en Catil. 4. 21-22
116
De Tibulo al Ars Amatoria
Verum ubi pro labore desidia, pro continentia et aequitate lubido at-
que superbia invasere, fortuna simul cum moribus inmutatur.(Sal.
Cat. 2.5 )
para equiparar su gloria en el ámbito civil a la de los grandes generales del pasado y
sobre todo a la de Pompeyo.
24
Para el tema del labor en general en Roma, cf. Hellegouarc'h (1972:248-250); Gale
(2000:144-147); Fitzgerald (1996:391-392).
25
Cf. Cic. Tusc. 2.35.
26
cf. Cic. Div.Caec. 5: “Adductus sum […] vetere consuetudine institutoque maiorum,
ut onus huius laboris atque offici non ex meo, sed ex meorum necessariorum tempore
mihi suscipiendum putarem.”
27
Para las conductas que el código cultural considera propias de la mollitia,
cf. Edwards (1993) y C.Williams (1999:142-159).
117
Alicia Schniebs
similique sunt in culpa, qui officia deserunt mollitia animi, id est la-
borum et dolorum fuga. (Cic. Fin. 1.33)
28
Lucr. 1.140-145; 2.730-731; 3.419-420.
29
Para otra interpretación del labor lucreciano cf. el interesante estudio de Catto
(1986), aunque coincidimos con Gale (2000:151,n.27) en que su análisis tiene el incon-
veniente de tomar en cuenta sólo algunas acepciones del término en el poema.
30
Cf. Catto (1986); Jenkins (1993); Gale (2000).
118
De Tibulo al Ars Amatoria
• foedus amoris
31
Verg. A.12.435.
32
Cf. Freyburger (1980:111-112).
33
Cf. Cic. Catil. 1.33; 2.9; Red. Pop. 11; Red. Sen. 16; Dom. 106,129,131; Har. 43; Pis.
28, 29; Sest. 24,33,34.
34
Cf. La Penna (1951:190-192), Hellegouarc'h (1972: 39).
119
Alicia Schniebs
• servitium amoris
Nos enfrentamos aquí con otro de los aspectos que tampoco faltan
en la más elemental y escolar descripción de las características del
género elegíaco y que ha merecido excelentes estudios específicos
como los de Copley (1947), Lyne (1979) y Murgatroyd (1981),35 de
modo que nosotros nos ceñiremos a estudiar esta metáfora - si es
que lo es - en función de la doble identidad del ego como matriz
productiva de la transcodificación. Para ello conviene empezar por
recordar, aunque parezca una obviedad, que la sociedad romana es
35
Además, aunque reducido a la comedia plautina, puede leerse con provecho el
estudio del tema en Zagagi (1980:109-118).
120
De Tibulo al Ars Amatoria
36
Obsérvese, por ejemplo, el texto del jurista Gayo (Inst.1.9): "Et quidem summa
diuisio de iure personarum haec est: omnes homines aut liberi sunt aut serui".
37
Cf. Cic. Phil. 12.15: "populus Romanus non solum audivit sed etiam didicit nihil esse
homini Romano foedius servitute"; Cic. Phil. 10.9: "optanda mors est, quae civibus
Romanis semper fuit servitute potior"; Cic. Phil. 3.36: "Nihil est detestabilius dedecore,
nihil foedius servitute. Ad decus et ad libertatem nati sumus".
38
Cf. Copley (1947), Lyne (1979) y Murgatroyd (1981).
121
Alicia Schniebs
An ille mihi liber, cui mulier imperat, cui leges imponit, praescribit,
iubet, vetat , quod videtur? Qui nihil imperanti negare potest, nihil
recusare audet? Poscit, dandum est; vocat, veniendum est; eicit,
abeundum; minatur, extimescendum. Ego vero istum non modo ser-
vum, sed nequissimum servum, etiamsi in amplissima familia natus
sit, apellandum puto. (Cic., Parad. 35-36)
39
Cf. Quinn (1982:116-122); White (1993: passim).
122
De Tibulo al Ars Amatoria
• pudor
40
Cf. Hellegouarc'h (1972:56-60).
41
Cf. Gold (1993:279-286).
123
Alicia Schniebs
b) Los otros
CATULO
42
Cf. Kaster (1997)
124
De Tibulo al Ars Amatoria
125
Alicia Schniebs
43
Cf. Catul. 17, 61, 62, 64, 66, 67.
44
Cf. Catul. 6, 10, 32, 41, 42.
45
Cf. Catul. 35, 45, 69.
46
Cf. Catul. 15, 21, 30, 48, 50, 81, 99.
47
Cf. Catul. 78, 88, 89, 90, 91. En otro registro, también se menciona el incesto como
parte de la pintura de la edad de hierro que cierra el 64 (401-404).
48
Cf. Catul. 16, 21, 25, 28, 29, 33, 57, 75, 80.
49
Es interesante constatar que, concebido el discurso como una prerrogativa de la
comunidad masculina, el mecanismo de alterlocución montado por el enunciador
suele descalificar a la mujer como sujeto legítimo de comunicación pues o bien no
entiende las reglas de la urbanitas (10), o bien miente (70, 72, 83, 109, 110), o bien
dice insensateces (41), o bien produce discursos inanes desoídos por su destinatario
(64). En consonancia, los sujetos masculinos que hacen un mal uso del aparato dis-
cursivo resultan feminizados al ser construidos como receptáculos de la penetración
(16).
126
De Tibulo al Ars Amatoria
50
Para este punto nos basamos no en su identificación con Clodia, lo cual es un dato
extratextual no pertinente y además de comprobación relativa, sino en la mención de
un vir en los pasajes 68.146 y 83.1-2, y en el hecho de que, a diferencia de lo que
sucede con los elegíacos, en el poemario catuliano este término parece reservarse
sólo para referir al marido dentro de una relación conyugal, cuando se aplica a víncu-
los de índole sexual. Cf. Pichon (1991:s.v.). Queda con todo un resto de incerteza
porque el tal vir nunca está construido como rival y porque, de ser efectivamente su
esposo, convertiría ya no en dudosas sino en absurdas las afirmaciones que el enun-
ciador pone en boca de Lesbia en 70.1-2 y 72.1-2.
51
Cf. Catul. 72.3 : "Dilexi tum te non tantum ut vulgus amicam".
52
Cf. Pl. As. 83,104,; Bac. 61,140,718; Cur. 593; Epid. 368,704; Men. 699; Merc. 215,
341,813; Mil. 105,114,122,507; Mos. 23,310,1160; Ps. 35,174,231; Trin. 651; Truc. 102,
239. Ter. An. 216; Hau. 104,223,328; Hec. 684; Ph.1039,1041. Cf. Adams (1983:348-350).
127
Alicia Schniebs
[...] ex eo misellae
ignis interiorem edunt medullam
medullam.
dullam (Catul. 35.14-15)
53
Cf. Cantarella (1997:164).
54
Para las posibles interpretaciones de esta disposición en el poema 45, cf. Singleton
(1971) quien a su vez menciona y refuta, a nuestro juicio acertadamente, las lecturas
de Baker (1958) y Ross (1965).
128
De Tibulo al Ars Amatoria
55
Para este poema seguimos la interpretación de Fredricksmeyer (1985) en lo referen-
te a las consecuencias nocivas del "impotente amore" (12) de la muchacha pero coin-
cidimos con Galán (2001:326-328) en que la referencia a la supuesta cultura de la
joven es una antífrasis empleada para descalificar cualquier posible excusa de Cecilio;
es afirmar, según esta autora, que "solo una mujer más docta que Safo podría justifi-
car la recusación del amigo, categoría a todas luces inaplicable en sentido recto a esta
mujer anónima, ya que ni la misma Lesbia recibe un elogio de tal naturaleza" (ib:328).
56
Cf. Strauss (1995) quien analiza el poema como un rito de pasaje y la negación de la
masculinización que comporta el ingreso a la adultez de los machos jóvenes.
129
Alicia Schniebs
protocolo sexual
57
coniugis ante coacta novi dimittere collum / quam veniens una atque altera rursus
hiemps / noctibus in longis avidum saturasset amorem. Obsérvese la latente compara-
ción Laodamia/Catulo implicada en el uso de términos de la misma base (saturare -
satis) para referir el grado de satisfacción amorosa.
58
Nec tantum niveo gavisa est ulla columbo / compar, quae multo dicitur improbius /
oscula mordenti semper decerpere rostro/quam quae praecipue multivola est mulier.
130
De Tibulo al Ars Amatoria
datur unis / quem lapide illa dies candidiore notat".59 Al deseo del
ego, un deseo cuya intensidad lo identifica en el corpus con persona-
jes femeninos, la amada opone siempre un recorte verbalizado por la
reiteración del satis. Otro tanto se verifica en el poema 8 donde, a la
manera del desdichado passer que estaba al servicio de la satisfac-
ción de su dueña (3.6-10),60 el momento más placentero del vínculo
está descripto como una adecuación a los deseos de la puella (3-8),61
cuya voluntad pone fin al placer del varón (9): "Nunc illa iam non
vult". El mismo aspecto aparece en el poema 107 donde el ego se
regocija de que estando él cupidus y optans pero insatisfecho, Lesbia
se haga presente, de más está decirlo, por su propia decisión (5-6):
"ipsa refers te / nobis".
59
Cf. Clauss (1995). Lyne (1996:293n.30) señala que en rigor la pasión de Laodamia es
más aplicable a Catulo que a su amada pero desecha esta opción pues considera que
la interpretación debe atenerse a la correspondencia propuesta en el poema. En nues-
tra opinión, esto forma parte de las muchas formas de feminización del ego poético
que aparecen en el poemario y puede sostenerse dentro del mismo poema 68 pues el
sujeto enunciador se compara en este mismo tramo con Juno (137-140) para explicar
su resignación ante las infidelidades de Lesbia.
60
Para un análisis de la identificación del passer del poema 3 con el ego enunciador,
cf. Akbar Khan (1967:35-36).
61
Fulsere quondam candidi tibi soles / cum ventitabas quo puella ducebat /amata nobis
quantum amabitur nulla. / Ibi illa multa iocosa fiebant, / quae tu volebas nec puella
nolebat. / Fulsere vere candidi tibi soles.
131
Alicia Schniebs
62
Como puntos extremos de esta controversia merecen citarse las opiniones de Lyne
(1996:25-36) y Skinner (1997:44-150). Lyne , convencido del 'romanticismo' de Catulo,
rechaza la idea de que se trate de una metáfora y afirma de manera terminante que
Catulo realmente concibe el amor como un tipo de vínculo que incluye los ideales y
estándares propios del código aristocrático de la amicitia y que la idea del foedus
tiene que ver con asimilar la unión a una forma de matrimonio, llegando a considerar
que el sanctae foedus amicitiae es "a marriage-pact of friend ship, a lively phrase
which connotes (among much else) a reciprocal relationship possessing the solemnity
of marriage but founded on true affection". Skinner ,en cambio, considera que el
estatuto jurídico-social de los integrantes de la pareja permite pensar que el ego
pretende encuadrar su affaire en el marco de una suerte de relación de clientela en la
que Lesbia oficia de patronus y el ego, como simple miembro de la elite provincial, de
un amicus de rango inferior. La relación resultante es por lo tanto asimétrica, está
sujeta a la etiqueta del patronazgo y es violada solo en beneficio de Lesbia, que es la
mejor posicionada de los dos sujetos intervinientes. La autora recuerda asimismo
que el foedus no se aplica necesariamente a una relación entre iguales sino que suele
implicar desbalances y asimetrías (ib:150 n. 29).
63
Copley (1949:25)
64
Acerca de la connotación afectivo-pasional del adjetivo iucundus en Catulo y la
poesía elegíaca, cf. Moussy (1964) ; Pichon (1991:s.v.).
132
De Tibulo al Ars Amatoria
del vir civis esta puja por reformular la designación del vínculo no es
un detalle menor porque es una puja de poder frente a un sujeto
femenino que se niega a aceptar un vínculo que le imponga obliga-
ciones más allá de su propio deseo. Como sujeto de la cultura, de la
organización social y del discurso, al varón y solo a él le cabe la fun-
ción de nombrar. El acto de nombrar es un acto de dominación por-
que el que nombra clasifica y califica y este ordenamiento del mundo
es la instancia primera de todo conocimiento y de toda organización.
Pero además, el acto de nombrar construye las jerarquías del mun-
do: hay una instancia primera, no necesariamente divina, que todo
lo nombra por derecho propio, hay un individuo o un conjunto de
ellos al que esa instancia confiere el derecho legítimo de nombrar,
hay, de allí para abajo, simplemente, lo nombrado. En definitiva,
somos lo que podemos nombrar, o quizás más exactamente, somos
el valor conferido a nuestro acto de nombrar. Si aplicamos este pun-
to de vista a los otros poemas en que aparecen alterlocuciones indi-
rectas de Lesbia respecto del estatuto de la relación, observaremos
que van acompañadas de una mención de este intento de reformula-
ción del vínculo por parte del vir civis o, mejor dicho, del fracaso del
tal intento:
65
Cf. el pormenorizado análisis formal de J. Davis (1971) quien marca que el poema
está estructurado sobre la base de tres oposiciones: pasado-presente, deseo físico-
amor romántico, sentimientos del ego-sentimientos de Lesbia.
133
Alicia Schniebs
…pueri instar
bimuli tremula patris dormientis in ulna (12-13)
66
Para tenere y nosse usados con el valor de fornicar, cf. Adams (1983: s.v.)
67
Disentimos en cambio con su afirmación de que esta distinción amare-bene velle-
diligere guarde relación de equivalencia con los tres términos latinos que indican
'beso' (suavium, osculum, basium), lo cual acaso podría relacionarse con que basium,
que según este autor sería el tipo de beso que corresponde al diligere, es la manera
como Catulo denomina este contacto físico con Lesbia en el poema 5. Los detallados
estudios de Cipriani (1992) y Moreau (1978) demuestran acabadamente que las razo-
nes que determinan el empleo de uno u otro término no siempre pueden explicarse
por una supuesta distinción semántica estricta entre ellos y de hecho, un autor como
Ovidio jamás emplea otro término excepto osculum, aun en contextos claramente
eróticos.
68
Cf. Catul. 11; 37; 58.
69
quae tamenetsi uno non est contenta Catullo, / rara verecundae furta feremus erae.
70
Languidior tenera cui pendens sicula beta / numquam se mediam sustulit ad tuni-
cam.Como señala Giangrande (1970:97) es difícil no relacionar este texto con el "per-
tundo tunicamque palliumque" del poema de Ipsitila (32.11).
134
De Tibulo al Ars Amatoria
71
Cf. Verg. A. 4.441-449.
72
Cf. Catul. 62.39-43
135
Alicia Schniebs
pasiones
73
Cf. Catul. 76.
74
Cf. Catul. 51.
75
Cf. Catul. 76.20: "eripite hanc pestem perniciemque mihi"; ib.25: "Ipse valere opto et
taetrum hunc deponere morbum".
76
Para el valor de mens en Catulo como la actividad del pensamiento y la razón que
preside al intelecto, la voluntad y la imaginación, cf. V. Gigante (1978:80-88).
136
De Tibulo al Ars Amatoria
El famoso "odi et amo" del poema 85 junto con otros textos ya men-
cionados en los que el ego enunciador manifiesta la tensión entre su
ardoroso deseo y su amargo desdén, muestran su imposibilidad de
definir y aclarar esos sentimientos contradictorios y salir de su esta-
do de desasosiego. Esta indefinición y esta angustia constituyen la
típica postura de la 'mujer abandonada' que vemos aparecer en
Ariadna,79 con quien el ego se identifica pues es el único personaje
del corpus que, al igual que el yo enunciador, padece una pena de
amor y es víctima de la violación de la fides por parte de un amante
que no cumplió lo prometido.80 En este sentido, no hay que olvidar
que la écfrasis de Teseo y Ariadna está introducida como una colcha
cuya tela “heroum mira virtutes indicat arte" (51) y el narrador se
limita a calificar a Teseo como inmemor (58, 123), a la vez que, en el
relato del episodio de Creta (73-121), destaca la extraordinaria virtus
y pietas del joven frente a una Ariadna que antepone su dulcis amor
a su familia y a su patria (116-120).81 Casi podría pensarse que, de
77
Cf. Tedeschi (1990:169-170).
78
Otro tanto podría decirse del poema 51 si, como sugiere Galán (2001:318n.4), el
"ille" y el "mihi" no son dos personas diferentes sino otro caso de fragmentación del
yo semejante al del carmen 8.
79
Cf. Skinner (1997:145).
80
Para un estudio pormenorizado de las relaciones Ariadna/Catulo, cf. Putnam (1982:
47-60).
81
Cf. Knopp (1976:208). Por lo demás, las historias de mujeres que traicionan a su
patria por el amor desenfrenado por un varón que luego no cumple la promesa con la
que las seduce es casi un cliché que se repite en una serie de textos helenísticos,
como es el caso del episodio de Nanis, contado por Hermesianacte (CA 6), del de
Pisídice, referido por Partenio (Narr.Amat.21), del de Tarpeya, relatado por Símilo (SH. 724);
137
Alicia Schniebs
y desde luego del de Medea en la versión de Apolonio (Arg. 3.360ss). Cf. Calderón
Dorda (1997:11-12).
82
Piénsese esta identificación en función de lo dicho en la nota anterior respecto del
carácter destructor del orden social y civil del amor femenino y confróntese con el
hecho de que la condición de impotens que el código cultural asocia a la pasión de la
mujer está predicada en el corpus catuliano de la puella del poema 35 (12) y del ego
enunciador-enunciatario del carmen 8 (9).
138
De Tibulo al Ars Amatoria
139
Alicia Schniebs
HORACIO
83
Cf. E. Green (1995:91).
84
Cf. Booth (1997) y Dyson (1973) quien analiza y vincula la polifonía de este poema
con la del 8 para demostrar la improcedencia de intentar lecturas 'veristas' del poema-
rio catuliano.
140
De Tibulo al Ars Amatoria
85
Cf. Hor. C 1.25.1-8; 3.7.29-32; 3.10.
141
Alicia Schniebs
86
Cf. Lyne (1996:192).
87
Un análisis detallado de los mecanismos empleados por Horacio para rechazar el
género épico en este poema puede verse en G.Davis (1991:33-39). Del mismo tenor
metaliterario, aunque esta vez sin un destinatario determinado, es la oda 1.19, donde
el presunto enamoramiento del ego poético lo lleva a anunciar la imposibilidad de
escribir sobre partos y escitas.
142
De Tibulo al Ars Amatoria
88
Cf. Fedeli (1992:61).
89
Una presentación de estos temas y situaciones puede verse en Boyle (1973).
90
Más allá del significado de los nombres - que puede verse en Wickham (1896:I.403-
405) - y de los juegos de palabras que Horacio hace a partir de ellos, como es el caso
de la "inmitis Glycerae" (C. 1.33.2), casi todos ellos están atestiguados en inscripciones
encontradas en Roma y el resto de Italia para lo que remitimos a los excelentes datos
proporcionados por Lyne (1996:199 y notas).
91
Cf. Hor. C. 2.8.17-22: "adde quod pubes tibi crescit omnis, / servitus crescit nova nec
priores / impiae tectum dominae relinquunt / saepe minati. / Te suis matres metuunt
iuvencis,/ te senes parci".
143
Alicia Schniebs
92
Cf. G.Davis (1991:39-43), a nuestro juicio uno de los más ricos análisis de este
poema en términos de polémica sobre el género literario.
93
Recordemos que el destinatario de este poema es Rufo Valgio, un elegíaco del
círculo de Mesala.
94
Hor. C. 1.8.
144
De Tibulo al Ars Amatoria
Vemos que este Paris, que, entregado a la pasión por Helena, rehuye
las funciones de guerrero que la patria espera de él, aparece comple-
tamente feminizado a través de detalles como la preocupación por
su arreglo personal, en particular por la cabellera lo cual lo asimila a
los pueri delicati, por el entorno femenino, por el símil del ciervo, un
animal que por connotar debilidad y temor suele estar identificado
con las mujeres, y por la indudable predicación mollis.95
Por otra parte, en este mismo orden de cosas, no debemos ol-
vidar que otros poemas exaltan esta preparación de la juventud para
cumplir con sus funciones de vir civis, y no nos referimos solo a las
así llamadas Odas romanas, en particular a la 3.2,96 sino a otros tex-
tos como por ejemplo la oda 3.24 donde el ego enunciador denuncia
la descomposición social que acarrea el abandono de ese tipo de
formación que considera propedeútica para la consolidación de la
virtus:
eradenda cupidinis
pravi sunt elementa et tenerae nimis
mentes asperioribus
95
Cf. Desbordes (1979:73) quien acertadamente señala que Paris, un hombre que se
comporta como una mujer, es la contrapartida de Cleopatra (Hor. C.1.37), una mujer
que se comporta como un hombre, y ambos encuentran la muerte en esa alteración
de las funciones propias de uno y otro sexo.
96
Cf. Hor. C. 3.2.1-5: "Angustam, amice, pauperiem pati / robustus acri militia puer/
condiscat et Parthos ferocis / vexet eques metuendus hasta / vitamque sub divo et
trepidis agat / in rebus".
145
Alicia Schniebs
97
Para este tema del decus, cf. Putnam (1976).
98
Véanse para este punto no solo las referencias al serus amor en las Odas 4.1 y 4.10
sino también las advertencias respecto de lo que podríamos llamar el inmaturus amor
con muchachas que aún no están preparadas para el amor como es el caso de los
poemas 2.5 y 3.15.
99
En nuestra interpretación y traducción de este pasaje, seguimos el criterio sosteni-
do por Nisbet-Hubbard (1970:ad loc.) quienes consideran que los tres sujetos de
"repetantur" son ítems semánticamente independientes dentro de un trícolon, en el
cual los dos primeros ("et Campus et areae"), connotan actividades diurnas y el terce-
ro ("lenesque…susurri"), actividades nocturnas. De este modo queda planteada la
distribución de las actividades de un joven que deberá realizarlas a la hora apropiada
("composita hora") y no a la "hora convenida" como algunos interpretan el sintagma.
146
De Tibulo al Ars Amatoria
Como vemos, en este poema cuyos dos últimos versos provocan una
sorpresa y cambio de tono casi propios del estilo epigramático,100 el
ego enunciador presenta su vida amorosa a través de la metáfora de
la militia amoris y lo hace de una forma que parecería parodiar la
poesía elegíaca pues incluye además una clara alusión al exclusus
amator y a la lira, lo cual podría interpretarse como la actitud del ego
elegíaco que dice poner la poesía al servicio de su pasión. Sin em-
bargo, a diferencia de lo que sucede en la elegía de asunto erótico ni
en este poema ni en ningún otro Horacio presenta la militia amoris
como un sucedáneo de la verdadera militia que pertenece al espacio
institucional de los officia del vir civis. Más aun, mientras el ego ele-
gíaco y por lo tanto la militia amoris por él concebida se identifican
con la mollitia, Horacio expresa claramente que la guerra es lo con-
trario de ese rasgo indigno de un verdadero vir: “an hunc laborem,
mente laturi decet / qua ferre non mollis viros?”101
En términos de identidad, entonces, el planteo horaciano se
acomoda al código cultural pues señala que si el sujeto masculino se
entrega de manera compulsiva y excluyente a la pasión amorosa,
esto es, si se convierte en un amator, pierde su condición de vir , no
cumple con sus officia, antepone su propio interés al bien común,
como sucede con Paris y, por lo tanto, deja de ser un civis.
100
Cf. Boyle (1973:164).
101
Hor. Epod. 1.9-10.
147
Capítulo 6
El código elegíaco:
Tibulo
• militia amoris
1
Dentro del Corpus Tibullianum consideramos como propios de Tibulo sólo los textos
sobre cuya autoría hay pleno consenso: los libros 1 y 2 y las elegías 3.19 y 20. Cf.
Fisher (1983), Dettmer (1980).
2
Las citas de Tibulo siguen la edición de Lenz-Galinsky (1971), excepto cuando se
indica lo contrario.
Alicia Schniebs
5
Te bellare decet terra, Mesalla, marique Me retinent victum formosae vincla puellae
ut domus hostiles praeferat exuvias et sedeo duras ianitor ante fores
3
Para la oposición alius/ego, cf. Breguet (1962) quien ofrece un nutrido repertorio de
datos de lo que considera un cliché de la poesía latina.
4
Cf. Prop 1.1.1: "Cyntia prima suis miserum me cepit ocellis"; Ov. Am. 1.1.1: "Arma
gravi numero violentaque bella parabam".
5
Elegimos aquí la conjetura 'victum', en lugar de la forma 'vinctum', que aparece en la
mejor tradición manuscrita, siguiendo a Della Corte (1980:ad loc.). Por otra parte, si
bien Lenz-Galinsky (1971:ad loc.) optan por vinctum, su comentario admite la posible
pertinencia de la conjetura.
150
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Cf. Hellegouarc'h (1972:388-415).
7
No afirmamos esto a partir de los datos biográficos de la persona del autor sino de
las referencias a su condición de propietario, poeta y parte de la comitiva de Mesala
que el ego enunciador hace en el poemario.
8
Para segnis, cf. Fest. 339: "segnitia dicitur quod sit sine nitendo quid utile aut hones-
tum"; para iners, cf. Paul.Fest. 110: "iners ignavus vel sine arte"; Don. Ter. Andr. 608:
"iners sine arte, id est sine arete.
151
Alicia Schniebs
9
Cf. Gale (1997:79): "In Tibullus then, militia amoris is expressive of a characteristic
equivocation between acceptance and rejection of the preveiling ideology of upper-class
Roman society".
10
Llamamos 'isotopía' a cada línea de significación que se desenvuelve dentro del
mismo desarrollo de un discurso; resulta de la redundancia o interacción de los se-
mas radicados en distintos sememas del enunciado y produce coherencia.
152
De Tibulo al Ars Amatoria
11
Cf. Lausberg (1966:§582) define la ironía como "la expresión de una cosa mediante
una palabra que significa lo contrario de esta". Según Quintiliano (Inst. 8.6.54), "quae
aut pronuntiatione intellegitur aut persona aut rei natura: nam si qua earum verbis
dissentit, apparet diversam esse orationi voluntatem". Esta definición y forma de
reconocimiento resultan algo insuficientes cuando se entra en el terreno complejo de
la literatura. Con un criterio más amplio, entonces, consideramos que la ironía es un
enunciado que se inserta en dos cadenas argumentativas, una aparente y otra verda-
dera. Para hacerse efectiva necesita un contexto que contradiga al enunciado y de un
conocimiento de dicho contexto compartido por el enunciador y el enunciatario; cf.
Andrade (2001). A su vez, llamamos antífrasis, siguiendo a Lausberg (1966:§585), a un
tipo particular de ironía cuyo reconocimiento no depende del contexto situacional,
sino del contexto lingüístico inmediatamente próximo.
12
Cf. OLD s.v.
13
Cf. Hellegouarc'h (1972:279-290)
153
Alicia Schniebs
14
Cf. OLD s.v.
15
Las figuras basadas en relaciones de homonimia y/o polisemia entre unidades
léxicas constituyen un cuerpo doctrinal fluctuante e impreciso aun en la Antigüedad
(cf. Mayoral 1994:116-118; Grupo m 1987:196-199). Según Lausberg (1966:§663), la
antanaclasis es una forma de la distinctio que aparece en forma de diálogo cuando
uno de los interlocutores toma en sentido distinto, parcial o enfático, la palabra empleada
154
De Tibulo al Ars Amatoria
155
Alicia Schniebs
la vida militar como "bella calent" (53), "victor" (55),18 para concluir
diciendo:
18
Nótese incluso la semejanza entre el verso tibuliano "at lascivus Amor rixae mala
verba ministrat" (1.10.57) y el de Virgilio (A. 1.150) en el famoso símil de la seditio:
"Iamque faces et saxa volant, furor arma ministrat".
19
Cf. este dístico con el ya comentado 1.1.75-76.
156
De Tibulo al Ars Amatoria
• labor amoris
Ahora bien, en esa misma elegía 1.1, la oposición ego vs. miles se
plantea desde un principio porque éste es el alius de la famosa antí-
tesis inicial. Resulta interesante entonces determinar cuáles son los
elementos que integran cada uno de los polos. Empecemos por el
pasaje de apertura, donde se formula - o al menos así lo parece - el
núcleo conceptual del antíteto y de hecho algunos críticos conside-
ran estos versos como una suerte de proemio:20
Establecidos los dos polos (alius / ego), el primer contraste entre uno
y otro surge de la antonimia léxica divitiae≠paupertas, enfatizada
por la posición quiástica de los dos pares contrapuestos:21 "div divi
divitias
alius" / "me mea paupertas";
paupertas de modo que podríamos considerar que
la base de confrontación entre las dos identidades es esa antonimia
divitiae≠paupertas. Esto parecería apoyarse, además, en el hecho de
que en el plano lexical esta oposición se mantiene a lo largo de todo
el texto y, ciertamente, esta elegía ha sido leída con frecuencia como
un rechazo de la riqueza por parte del autor. A su vez, en términos
de actividad, la identidad del alius es la de un militar, mientras en el
caso del ego se presenta en el dístico siguiente como un rusticus.
Quedan así planteadas dos isotopías contrapuestas: una integrada
por la tríada alius-miles-divitiae y otra, por la tríada ego-rusticus-
20
La estructura de este primer poema ha dado pie a las más diversas propuestas
como por ejemplo las de Wimmel (1976:81-89), Fisher (1970), Lee (1974), Bright
(1978), Gaisser (1983:59); Ball (1983:19-20), etc. Polemizar con cada una de ellas
excede el objetivo de este trabajo y por otra parte no resulta pertinente pues ninguna
parte de considerar la identidad como una matriz productiva.
21
Según Lausberg (1966:§796), en el caso de confrontación de oraciones el antíteto
más perfecto es el que incluye correspondencia léxica de la oposición y posición
quiástica de las principales palabras contrapuestas.
157
Alicia Schniebs
22
Este tipo particular de sinécdoque está apenas enunciado por Quintiliano (Inst.
8.6.19) quien no se extiende en su tratamiento porque considera que esta figura es
más propia de los poetas que de los oradores. En opinión de G.Williams (1980:23) la
sinécdoque del tipo e praecedentibus sequentia o ex sequentibus praecedentia desem-
peña un papel muy importante en la poesía augustal y apela a la competencia del
lector pues, como señala este crítico (1980:x), el poeta doctus de este período prevé un
lector igualmente doctus capaz de percibir "where the judgement could only be provisional
or nedeed to be suspended altogether until the whole poem had been read or read for
a second time". Para Williams esta recurrencia a la 'interpretación en suspenso' es uno
de los rasgos más importantes de la poesía latina tardorrepublicana y augustal.
23
Disentimos con Cairns (1979:105) respecto de que "culti" (2) resalta el valor del
terreno del alius pues, aun cuando esto es cierto en teoría, es un dato no pertinente
para la comparación ya que no sirve para indicar superioridad respecto del fundo del
ego, cuyo suelo parece apto para todo tipo de cultivos, al extremo de desafiar la clasi-
ficación de las tierras que hace Virgilio en G. 1.50-70.
24
Cf. Sirago (1984:306-308).
158
De Tibulo al Ars Amatoria
25
Esta paupertas ha inquietado a la crítica que se limita a relativizar el valor del tér-
mino en el poema con argumentos no del todo convincentes. Una de las respuestas es
ajena al texto pues tiene que ver con la vida del autor (cf. Lee1982:ad loc.).Otra - cf.
Smith (1985:ad loc.); Della Corte (1980:ad loc.) – consiste en afirmar que esta suerte de
'pobreza abundante' responde a la concepción romana de la paupertas, para lo cual se
apoyan en dos citas: "ego non video quid aliud sit paupertas quam parvi possessio"
(Sen.Ep. 87.40); y "non est paupertas, Nestor, habere nihil" (Mart. 11.32.8). Más allá de
que ninguna de las dos incluye semas de 'abundancia' para definir la paupertas, el
problema de fondo es que si reponemos el contexto de estas citas, su significado varía
sustancialmente. Séneca está objetando la validez del argumento lógico retórico por
la privación (katá stéresin) empleado por Antípater y no definiendo la pobreza, cosa
que él mismo se encarga de aclarar: "De isto videbimus, si quando valde vacabit, quae
sit divitiarum, quae paupertatis substantia". En el caso de Marcial, los versos anterio-
res del poema, que sí describen qué es un pauper, refieren una condición de carencia
muy alejada de la de nuestro ego. Finalmente hay quienes sostienen que aquí la pau-
pertas es un concepto moral, como lo afirma Fisher (1970: 769) para lo cual se apoya
en el comentario de Porfirio al verso 199 de la Epístola 2.2 de Horacio: "paupertas
etiam honestae parsimoniae nomen est", donde se observa el mismo problema pues la
frase está sacada de contexto. Por un lado, el verso de Horacio dice: "Pauperies in-
munda domum procul absit", con lo cual la pobreza dista mucho de tener una conno-
tación moral positiva. Por el otro, el comentario completo de Porfirio dice: "Pauperies:
egestas. Nam paupertas etiam honestae parsimoniae nomen est, et usurpatur in
fortuna mediocri". Como vemos, Porfirio intenta definir la paupertas por oposición a
la pauperies pero además, vista la referencia a la fortuna mediocris, es poco probable
que en este texto el término honestus tenga alguna connotación moral sino que pare-
ce funcionar con su sentido habitual, que es social y que refiere una cierta posición
relativamente ventajosa por oposición a humilis; sobre todo si tenemos en cuenta que
en el período imperial, al cual corresponde Porfirio, el término honestiores indicaba
una clase de ciudadanos particularmente ricos cuya contraparte eran los plebei, humi-
liores, tenuiores. Por otra parte, es de lamentar que Fisher no haya reparado en los
versos 49-52 del mismo poema de Horacio donde el propio enunciador ofrece una
definición de paupertas en extremo útil para iluminar el texto de Tibulo pues está
determinada por la carencia de lares paternos y de tierras, cosa que sí posee nuestro
ego.
159
Alicia Schniebs
parva soli" (22), "parvo" (25), "exiguo pecore".26 Ahora bien, el punto
culminante de esta peculiar formulación del antíteto son los versos
41-43:
26
En este sentido, vale la pena recordar el comienzo del Moretum (1-16) donde se ve
cómo Símulo, y no nuestro ego, es realmente un pauper rusticus pues, en lugar de
conducirlo por una vita iners, su pobreza lo obliga a levantarse apenas canta el gallo
tan solo para preparar el alimento que llevará a su jornada de trabajo; en su casa no
hay un adsiduus ignis que relumbra sino un mísero rescoldo que queda como pobre
vestigio del único tronco puesto para calentarse en una noche invernal mientras
descansa en un camastro barato; y el fruto de su campo no es más que un pequeño
montón de grano. Para una revisión y reformulación de las principales interpretacio-
nes del Moretum, cf. Fitzgerald (1996), quien hace una muy sugerente lectura del texto
como metáfora de la escritura y del conocimiento.
27
Tib. 1.1.21-22: “Tunc vitula innumeros lustrabat caesa iuvencos / nunc agna exigui
est hostia parva soli”. La disponibilidad de una cosecha tal que permite almacenar el
excedente del grano (41-42) y de una cantidad innumerable de cabezas de ganado
mayor hacen pensar que la heredad de los antepasados se acercaba bastante a las
multa iugera (2) del primer dístico y por lo tanto a las divitiae del miles. En cuanto a la
posibilidad de que Tibulo esté aludiendo a las mismas confiscaciones del 42 a.C. que
afectaron a Virgilio, cf. Riposati (1968:19); Cartault (1911:7-8); Galinsky (1996:170) y
Cancelli (1986:238) quien sugiere que acaso el miles denostado en los primeros dísti-
cos sea el veterano que recibía las tierras expropiadas
160
De Tibulo al Ars Amatoria
28
A pesar de que traducere es ocasionalmente aplicado al paso del tiempo a partir de
la catacresis de la vida como camino, es de notar que, aplicado a personas, el uso
161
Alicia Schniebs
habitual del verbo corresponde a la esfera de las actividades militares con el valor de
'conducir la tropa a través de'. En este sentido, como sugiere Putnam (1973:ad loc.)
acentúa la condición pasiva del ego.
29
Si leemos con cuidado los versos que describen su vida campesina atendiendo al
modo verbal comprobaremos que las únicas actividades que el ego predica de sí
mismo en modo indicativo son las que tienen que ver con el área de la pietas: "vene-
ror" (11), "soleo spargere" (36). En cambio las referentes al trabajo en sí están en
modo subjuntivo: "seram" (7), "nec tamen…pudeat tenuisse…/…increpuisse" (29-30),
"non….pigeat…/…referre" (31-32), y están además modalizadas, en estos últimos dos
casos, por impersonales valorativos que hacen pensar que el ego ni las realizó ni las
realiza habitualmente y que, en el mejor de los casos, no rechazaría del todo la posi-
bilidad de realizarlas "interdum" (29). El rus aparece así como el espacio donde es
posible la vita iners pues este campo es el espacio del no labor. Para los valores del
subjuntivo en Tibulo, cf. Deschamps (1978) y Hellegouarc'h (1989:52-53).
162
De Tibulo al Ars Amatoria
163
Alicia Schniebs
(1) Nec docet hoc omnes, sed quos nec inertia tardat
nec vetat obscura surgere nocte timor.
timor
En ego cum tenebris tota vagor anxius urbe (Tib. 1.2. 23-25)
Los ejemplos del grupo (1) hacen patente esa violación de la isotopía
pues el ego afirma que el ser amator requiere no ser iners para poder
afrontar una serie de labores que, paradójicamente, tienen puntos de
coincidencia con los que él mismo rechazó por ser propios del miles
y contrarios a su identidad. En lugar de gozar de un sueño apacible,
como el miles tiene que afrontar y vencer el miedo e interrumpir el
sueño por la noche;31 en lugar de su ideal de la más completa y pro-
tegida inmovilidad, como el miles debe andar errante;32 en lugar de
estar junto a su focus preservado de las inclemencias del tiempo y
gozando de su vita iners, como el miles debe soportar los fríos y las
30
Para un análisis integral de este poema, cf. Schniebs (1994).
31
Cf. Tib. 1.1.3-4.
32
Cf. Tib. 1.1.25-26, 51-52.
164
De Tibulo al Ars Amatoria
lluvias.33 Más aun, para que no quede duda alguna, el ejemplo (2)
muestra que todo esto está definido como un labor; pero también
muestra que este labor merece o podría merecer una cierta valora-
ción negativa. Cierto es que el verbo laedere significa 'herir' ,'dañar',
en un sentido general y puede pensarse en un perjuicio físico. Pero
de las siete apariciones que se registran en Tibulo, cinco tienen con
seguridad el valor de 'ofender', 'injuriar'.34 Nosotros creemos que
aquí prima esta última acepción, en parte por la condicional restric-
tiva que asemeja el enunciado al ya visto de 1.1.57-58 y señala que
solo por efecto de la pasión se acepta esa censura social; en parte
por lo que veremos enseguida en el ejemplo (3). Este ejemplo está
tomado de otra pieza de erotodidaxis, la elegía 1.4, donde leemos lo
siguiente:
33
Cf. Tib. 1.1.41-50.
34
Cf. Tib. 1.1.67; 1.3.79; 1.6.29; 1.9.1,6.
35
Cf. Tib. 1. 1. 50.
165
Alicia Schniebs
36
Respecto de la supuesta imposibilidad de que Tibulo conociera las Geórgicas por
razones cronológicas, remitimos a Solmsen (1962:300-304, esp.300 n.4).
37
Cf. Leonotti (1990).
166
De Tibulo al Ars Amatoria
• fortitudo
38
Por otra parte, obsérvese que hay una inversión del uso cultural del tiempo. La
noche es el tiempo de la suspensión del labor, del descanso y, eventualmente, de la
ociosa recreación de los banquetes. Fuera de esto, toda actividad nocturna connota
marginalidad (cf. Juv. 3.268-314), peligros externos y también internos pues es el
tiempo en que las perturbaciones del alma invaden al individuo y lo hacen presa del
desasosiego (cf. Verg. A. 1.305; 4.80-84; etc.). Su connotación negativa y peligrosa
hace incluso que la actividad desarrollada en este tiempo sea en parte la medida de la
pudicitia de la mujer nuclear como sabemos por la emblemática Lucrecia (Liv. 1.57.1-9);
por la fiel Aretusa (Prop. 4.3.33-42), por el símil de la laboriosa y honrada viuda de
Verg. A. 8.407-413.
167
Alicia Schniebs
39
Cf. Ter. Ph. 203: "Fortis fortuna adiuvat" ; Cic. Tusc. 2.11: "fortis […] fortuna adiuvat,
ut est in vetere proverbio"; Verg. A. 10.284: "audentis Fortuna iuvat"; etc.
40
Cic. Tusc. 4.52. Para la relación entre audax, audens y fortis, cf. Lazzarini (1982);
Lentano (1993:42-45); Moore (1989:19-23).
168
De Tibulo al Ars Amatoria
41
Cf. Tib. 1.7.4, donde el término fortis forma parte del elogio a Mesala.
42
Para la relación asper-durus, cf. Treggiani (1990:182-183).
43
Cf. Verg. A. 7.378-382.
44
Para este dístico como referencia a los castigos recibidos por los esclavos en oca-
sión de una quaestio per tormenta o in equuleo, cf. Musurillo (1970:388-389).
169
Alicia Schniebs
magna loquor,
loquor sed magnifice mihi magna locuto
excutiunt clausae fortia verba fores. (Tib. 2.6.11-12)
45
Obsérvese que la sintaxis connota este sometimiento pues el ego es o bien sujeto
paciente o bien objeto de las acciones de otro.
46
A pesar de que, como bien señala Murgatroyd (1994a:ad loc.) el verbo excutere tiene
un espectro de significación tan amplio que es difícil precisar un matiz específico para
esta aparición, no cabe duda de que connota un movimiento violento. Esto es aquí
por demás sugerente pues señala una inversión ya que el sintagma trueca la relación
de fuerzas implicada en el frangere postes.
47
Cf. Tib. 1.2.65; 1.6.76.
170
De Tibulo al Ars Amatoria
48
Con respecto al llamado 'ciclo de Márato' (1.4; 1.8; 1.9) coincidimos con Fedeli
(1986) en que no llega a constituirse como una 'historia de amor' sino que es una
abigarrada acumulación de topoi; si bien es de notar que en Tibulo ninguno de los
tres vínculos (Delia, Márato, Némesis) está ampliamente desarrollado a la manera de
la relación Cintia/Propercio.
49
Puesto que esta escena culmina con la llegada no anunciada del varón, no podemos
sino evocar el episodio liviano de Lucrecia, emblema de la pudicitia.
50
Cf. Gaisser (1971:212-213).
51
Según Della Corte (1980: ad loc.) esta calle descendente se refiere probablemente a
las scalae Gemoniae por donde eran arrastrados los condenados a muerte culpables
de traición.
171
Alicia Schniebs
Con palabras que señalan la sanción del código cultural, el ego ex-
presa que su intento de conciliar su doble identidad a través de la
transpolación de valores daña no solo su condición de vir civis sino
su propia condición de amator pues lo pone en una situación de
sometimiento y desventaja respecto de la mujer. Otro tanto puede
decirse del puer delicatus que viola los pactos celebrados a pesar de
los muchos modos en que el ego le ha demostrado su incondicional
fidelidad: ”Quid mihi si fueras miseros laesurus amores / foedera
edera per
52
Cf. Tib. 1.8.61-64; 2.6.35-36, 49-50.
53
Cabe recordar que el único intento de infidelidad del ego no se concreta porque el
recuerdo de su amada le provoca una vergonzante impotencia (1.5.39-42). Sin embar-
go, no podemos obviar el hecho de los poemas dedicados a Márato. McGann (1983:
1995-1997) plantea la posibilidad de que el entrelazado de las relaciones con Delia y
Márato observable por la disposición interna del libro sea una forma de señalar, a la
manera de Catulo respecto de Lesbia y Juvencio, la legítima posibilidad de gozar de
sujetos masculinos y femeninos. Cierto es que, más allá de la distribución, nada en el
poemario indica la relación temporal existente entre los tres vínculos. En todo caso, la
presentación es lo suficientemente ambigua como para que se piense no en el reco-
rrido amoroso del ego sino en la reiteración de sus conductas compulsivas frente a
individuos y situaciones diversas.
172
De Tibulo al Ars Amatoria
54
Tib. 1.9.1-2. Cf. ib.31-32,77-84.
55
Cf. Tib. 1.5.9-18,61-66; 1.9.41-48
56
Cf. "fallacis…puellae" (1.6.15); "quae fida fuit nulli" (1.6.77); "infidis" (1.6.84); "perfi-
da fallit" (1.8.63); "fallaci…amore" (1.9.83).
57
Cf. Tib. 1.4.57-59; 1.5.61,67-68; 1.8.29-30; 1.9.11,17-20,51-52; 2.3.49-50; 2.4.21-22,
33-36.
173
Alicia Schniebs
58
Cuando el rus se convierte en un espacio real habitado por el objeto de deseo, como
sucede en las elegías 2.3 y 2.4, el ego vuelve a estar exclusus y a asumir conductas
serviles. Para este tema, cf. Schniebs (1999).
59
Para el valor activo y pasivo de la fides, cf. Freyburger (1986:37-49).
60
Denominamos 'acto ilocutivo' a la intención de un acto de habla, y 'acto perlocutivo'
a los efectos del acto ilocutivo sobre los sentimientos, las ideas o las acciones del
oyente.
61
Para este procedimiento y sus características en el derecho de guerra romano, cf.
Hari (1985).
174
De Tibulo al Ars Amatoria
• servitium amoris
62
Cf. Sen. Ben. 3.18.1: ”Officium esse filii, uxoris et earum personas quas necessitudo
suscitat et ferre opem iubet; ministerium esse servi, quem condicio sua eo loco posuit
ut nihil eorum quae praestat imputet superiori”.
63
Cf. Tib. 1.5. 63-66; 2.3.79-80.
64
Para el tema del servitium en sí y en relación con el exemplum de Apolo y Admeto
en las elegías 2.3 y 2.4, cf. Schniebs (1997).
175
Alicia Schniebs
176
De Tibulo al Ars Amatoria
177
Alicia Schniebs
65
Cf. Tib. 2.5.111-114.
66
Tib. 2.4.13-14. Cf. Tib. 1.9.47-50; 2.4.52-54.
178
De Tibulo al Ars Amatoria
• pudor
67
Cf. Leach (1980: 89).
179
Capítulo 7
El código elegíaco:
Propercio
1
Muchos de los textos que analizaremos para estudiar el funcionamiento de nuestra
variable admiten, a su vez, una interpretación en clave metaliteraria, hecha desde
otras perpectivas críticas. No desechamos esta lectura no sólo porque coincidimos
con ella las más de las veces sino porque no consideramos que ese abordaje y el
nuestro sean propuestas excluyentes. Siempre son múltiples las vías de entrada a un
texto. Algunas se chocan, es verdad, pero ninguna es absoluta. La nuestra tampoco.
2
Stahl (1985:27-28) llama la atención sobre estos marcadores temporales pero su
análisis e interpretación del recurso difieren del nuestro.
Alicia Schniebs
texto empieza, por así decirlo, in medias res, pues nos muestra al
ego directamente y en primer lugar como la presa de una pasión
arrolladora. Así, la oposición amator≠vir civis aparece internalizada
en el ego enunciador por el contraste entre un pasado lejano, un
pasado reciente, un presente devastador y un futuro incierto dise-
ñando una suerte de línea del tiempo cuyo punto de inflexión es el
"prima" del verso 1. Veamos cuáles son esas marcas temporales:
182
De Tibulo al Ars Amatoria
3
Para las distintas interpretaciones de este "prima", cf. Stahl (1985:26-27). Con res-
pecto al "nullis…cupidinibus" creemos que tampoco se refiere a ninguna forma de
abstinencia sexual sino a la pasión compulsiva por una única persona. En nuestra
opinión, tras el empleo de cupido está operando la intertextualidad con el final de De
rerum natura 4 (cf. 1090,1093,1113,1115,1118,1138,1153,1204), donde Lucrecio reser-
va el término para referir ese tipo de actitud censurable. Para este tema en Lucrecio,
cf. Brown (1987) y Nusbaum (1989). Por otra parte, cabría pensar la posible relación
existente entre el sometimiento de la percepción del ego al arbitrio de Amor en el
comienzo de la elegía (3) y la advertencia lucreciana respecto de la alteración de los
sentidos que provoca la pasión (4.1141-1191), que Propercio confirma en 3.24.1-6.
Para el análisis de otros casos de intertextualidad con Lucrecio en Propercio, cf. Arnold
(1997) y Conte (2000).
4
Consideramos como futuro del deseo los enunciados en modalidades yusivas u
optativas. Para este tema, cf. Mellet (1994:132-142).
5
Hacemos a un lado la interpretación psicoanalítica de Sullivan (1976:91-101), que
identifica el tipo de amor properciano con una de las patologías descriptas por Freud,
porque el objetivo de este crítico es marcar la personalidad 'romántica' del Propercio-
autor, a quien identifica con el ego enunciador.
183
Alicia Schniebs
184
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Mucho se ha discutido sobre el valor atribuible a este "castas odisse puellas" que
algunos, como Baker (1974), Sullivan (1976), Luck (1979), consideran que se refiere a
Cintia en razón de su rechazo, y otros, como Wistrand (1977:31-40), Schmidt (1982),
Stahl (1985:35), piensan que remite al modelo de mujer púdica, que poco tiene que
ver con la puella elegíaca. Nosotros adherimos a esta segunda opción porque cree-
mos, con Alvarez Hernández (1997:76) que la referencia a la mirada como desencade-
nante de un tipo de pasión compulsiva no dejaba duda alguna al lector de que Cintia
no era un sujeto femenino encuadrable en la castitas.
7
Cf. Prop. 1.17; 3.21;Cic. Tusc.4.75. Para esta relación viaje / ruptura en Catulo 11 y
Horacio C 1.22, cf. Traina (1986:261- 272)
185
Alicia Schniebs
8
Esta versión, cuyo testimonio más antiguo parece ser Hes. Frag.73-76 M-W, aparece
en Verg. Ecl. 6.61; Ov. Met 10.562-707.
9
Cf. G.Williams (1980:40), Stahl (1985:41-42); Lyne (1980:93-95) y Booth (2001:64-65).
10
Cf. Boucher (1980:350). Para el concepto de 'instancia interpretativa, seguimos a
Suleiman (1977:475) quien señala que, en teoría, todo exemplum implica una instan-
cia narrativa (el exemplum propiamente dicho), una instancia interpretativa (que suele
ser una generalización o sentencia) y una instancia pragmática que señala específi-
camente la regla de acción derivada del relato ejemplar.
11
Como señala Lecchi (1979), la mitología es una suerte de macrotexto, una totalidad
narrativa estructurada en paradigmas a partir de la cual el poeta opera una selección.
Transformar una historia en exemplum supone tamizarla por una red de interpreta-
ción en la que operan códigos culturales ya cristalizados y, sobre todo, el propio
código poético.
12
Según Whitaker (1983:111), el exemplum tiene la forma de una ring-composition,
por la cual el "saevitiam durae contudit Iasidos" (10) se cierra con el "velocem potuit
domuisse puellam" (15) y el "Milanion nullos fugiendo labores" (9) se cierra con el
"tantum preces et benefacta valent" (16). Esta sugerente y atinada propuesta contribu-
ye a confirmar nuestra hipótesis de que Milanión representa el modelo de amator a
imitar.
186
De Tibulo al Ars Amatoria
13
Con todo, no deja de ser atractiva la propuesta de Booth (2001:65-66) quien consi-
dera que esto es una referencia a la versión beocia donde Milanión gana la carrera
gracias al ardid de las manzanas sugerido por Venus, a quien el joven ruega por ayu-
da. Esta mezcla de versiones responde, como bien dice la autora, a la típica doctrina
helenística, para lo cual no hay más que recordar el Himno a Zeus de Calímaco (cf.
Cuset 1999:311-321,362-363).
14
Cf. Shackleton-Bailey (1967:4).
15
Por otra parte también es un contraste entre Milanión que pronuncia él mismo
palabras persuasivas y el ego que deja esto en manos de las magas y sus carmina (19-24).
16
Liv. 1.9.16.
187
Alicia Schniebs
17
Cf. Prop. 1.8b.2: " Vicimus: assiduas non tulit illa preces".
18
In me nostra Venus noctes exercet amaras, / et nullo vacuus tempore defit amor
188
De Tibulo al Ars Amatoria
militia amoris
19
Esta elegía nos enfrenta con un ego cuya actual condición es más el resultado de
una penosa necesidad que se le impone que de una convencida elección. Cf. Lyne
(1996:70-71).
20
En Prop. 1.3.16 ("osculaque admota sumere et arma manu") hay una fugaz presen-
tación de un intento de relación sexual con léxico propio de la actividad militar; pero
la dejamos a un lado porque no pasa de una mención circunstancial.
21
Según G.Williams (1980:192-196) en los poemas 1.4 a 1.6, el ego recurre a la técnica
del monólogo dramático creando situaciones ficcionales de respuesta a un dedicatario
189
Alicia Schniebs
El texto señala con claridad la oposición existente entre las dos iden-
tidades contrapuestas que aparecen como una disyunción excluyente.23
(Baso, Galo, Tulo) como una excusa para exponer su propia situación ante la expe-
riencia erótica.
22
Aumentar la gloria de los antepasados era un mandato social de gran peso para el
varón romano. Cf. Lentano (1997:50-59).
23
Esta disyunción excluyente entre cumplir con el mandato o quedarse en brazos de
la puella para evitar su llanto, se reitera en otros lugares del poemario (Prop. 3.4.15-
22; 3.12.1-6; 3.20.3-4) como característica del amator frente al vir civis.
190
De Tibulo al Ars Amatoria
24
Cf. Tracy (1979:343): "Nequitia in the Roman elegists has been defined as the freeing
of self from community conciousness, the retreating into one's own I". Según Quinn
(1969:141-150) esta fuerte actitud condenatoria asumida sobre todo por Propercio es
el resultado del impacto producido por el discurso sobre el amor de De rerum natura 4,
que, en su opinión, es una suerte de puesta en ridículo del amante desesperado a la
manera de Catulo. Sin negar la indiscutible impronta de Lucrecio en toda la literatura
augustal, nosotros creemos que no es necesario pensar aquí en una influencia directa
puesto que, como vimos, en este tema Lucrecio no hace sino recoger y plantear en
clave filosófica una communis opinio que está ya en la comedia plautina.
25
Cf. Citroni (1988:101-103) quien señala que, a diferencia de otros destinatarios del
Monobiblos como Basio y Galo, Tulo representa la realidad externa y antagonista
respecto del mundo elegíaco y una manera de pensar que el ego no desmerece pero
que no está en condiciones de compartir.
191
Alicia Schniebs
26
Vale la pena volver a recordar el "obdurat" de Catulo 8 con que la voz del mandato
lo insta a abandonar su actitud de amator.
27
Disentimos con R.Baker (1970:682-683) quien reformula su previa opinión (1968:
329-330) y considera que en este dístico el ego no afirma que morirá en el momento y
a causa del abandono sino en el tiempo en que la unión plena de los amantes asegure
192
De Tibulo al Ars Amatoria
que su fides sobrevivirá a la muerte misma. Más allá de que efectivamente Propercio
afirme su ideal de que el amor supere la barrera de la muerte, esto no puede interpre-
tarse como el deseo de morir en el momento en que la unión es más firme e intensa.
Nos inclinamos más a pensar, con Alfonsi (1953), que esta aspiración deriva de la idea
properciana de que la pasión es insaciable, una idea nuclear de Lucrecio (Lucr.
4.1086-1090). Por otra parte, el ego properciano menciona más de una vez su decisión
de morir ante las infidelidades de Cintia (cf. 2.8.3-4, 17-28; 2.9.49-52; 2.14.31-32; 2.
17.14-15). Por último, no es desechable la lectura de Quinn (1969:186-187) para quien
el perire no debe tomarse en sentido literal sino en el valor que tiene dentro del dis-
curso amoroso.
28
Recordemos el "domuisse … puellam" del exemplum paradigmático de Milanión.
29
Cf. Zanker (1992:222-229) acerca de la importancia que cobra este episodio en la
iconografía oficial del régimen, incluida nada menos que la coraza del Augusto de
Prima Porta.
193
Alicia Schniebs
30
Cf. Galinsky (1969:80) quien señala que en la poesía de Propercio se observa una
notable recurrencia a esta ceremonia como una manera de expresar el contraste entre
res publica y res privata.
31
Cf. Prop. 1.4.22; 1.5.13; 1.8ª.22; 1.9.28; 1.13.34; 1.16.22; 1.18.12; 2.6.24; 2.6.37;
2.7.9; 3.3.47; 3.25.9; 4.1.146; 4.9.27. Para la construcción de Hércules como un exclusus
amator, cf. Anderson (1968), McParland (1970) y Schniebs (2003).
32
Cf. Smith (1985:199).
194
De Tibulo al Ars Amatoria
33
Este es otro argumento que puede sumarse a los ya expresados por algunos críticos
(cf. Shackleton Bailey 1967:62) contra quienes proponen que "uno" es una forma
anormal del dativo que debe entenderse como complemento de "datur" y no el obvio
ablativo pedido por "frui", porque la muerte o infidelidad de la mujer haría imposible
obtener esa "altera laus".
34
Prop. 4.11.36.
35
Cf. Hubbard (1974:101).
36
Según Brouwers (1970:51), el dístico 47-48 es una variación del "dulce et decorum
est pro patria mori" de Horacio (Hor. C. 3.2.13) para lo cual se apoya en la alusión a la
fides implícita en la "laus altera" de Propercio y referida por Horacio en el verso 25.
195
Alicia Schniebs
En su opinión, esta intertextualidad indica que para Propercio las dos formas de vivir
son igualmente legítimas y conducen por igual a la gloria. No desechamos la posible
intertextualidad pero creemos que, de haberla, la interpretación debe hacerse en clave
de ironía. El texto horaciano es una exaltación de la virtus del soldado y de su vida
austera y laboriosa enfrentado a un discurso femenino que, como el de la puella
elegíaca, pretende retener en sus brazos al joven guerrero (9-12). Pero la virtus desco-
noce el rechazo que es calificado como sordidus (17). La fides del verso horaciano
protege la virtus; la del ego elegíaco la anula pues consiste en una conducta propia de
un sujeto femenino que, por definición, carece de virtus. Así, si Propercio remite al
texto horaciano es para confirmar la sanción negativa de su conducta y no para legi-
timarla.
37
Cf. Prop. 2.7.13-18, donde repite el mecanismo apelando nuevamente, para negar
para sí la milicia propia del vir civis, a la ceremonia del triunfo y a los partos predi-
cándose luego como miles amoris, merecedor por ello de una gloria extendida más
allá de los confines del imperio. En este caso debe agregarse que, se refiera o no la
elegía a la Lex Iulia de maritandis ordinibus o a la Lex Pappia Popaea, el amator recha-
za ser un maritus y asumir con ello su responsabilidad de dar soldados a la patria (cf.
Catul. 61.66-75), lo cual cuestiona su posición como miembro de la elite. Cf. Wyke
(2002:29-30). Cf. también Prop. 2.9.49-52; 3.5.1-2; 3.6.41-42.
38
Cf. Prop. 2.1.13-14; 2.13a ; 3.3.39-50; 4.1.133-138. Cf.R.Baker (1968).
39
Cf. 2.8.35-36: "omnia formosam propter Briseida passus: / tantus in erepto saevit
amore dolor".Interesante manipulación del hipotexto homérico porque en Ilias (18.32)
se hace referencia a un probable suicidio de Aquiles pero determinado no por Briseida
sino por la muerte de Patroclo.
196
De Tibulo al Ars Amatoria
40
Cf. Murgatroyd (1975:62-65). Para la literatura helenística en particular, cf. Gian-
grande (1974:4); Calderón Dorda (1997:12).
41
Cf. Hor. C. 1.12.53-54.
42
Cf. Prop. 2.9.37-40.
43
Cf. dig. 4.5.11.pr.1
197
Alicia Schniebs
44
Cf. Prop. 3.7.71-72.
45
Cf. Prop. 2.29a.1-2; 2.30b.15; 2.33b.25-26, 35-40; 4.8.33-48; etc.
46
Los versos 43-46 de este pasaje han servido de punto de partida para la polémica
respecto de la posición antiaugustal de Propercio, que no parece sumarse a la exalta-
ción del triunfo de Octavio en Accio sino denunciar que este enfrentamiento no ha
sido más que una cruenta guerra civil. Dentro de quienes sostienen esta postura, hay
algunos críticos, como Griffin (1985:32-47) y Stahl (1985:226-231), que consideran que
Propercio establece una identificación entre su ego y Antonio, cuya vida de placeres,
su inclinación por la bebida y su sometimiento a la voluntad de una mujer lo convier-
ten en esa suerte de modelo antitético del ciudadano romano que es el ego elegíaco.
Nosotros consideramos con R.Thomas (1988:59-61) y Gurval (1998:180-185) que esta
interpretación tergiversa el resto de las referencias específicas a Antonio del corpus
198
De Tibulo al Ars Amatoria
(2.16.37-42; 3.11.31-32, 55-56). Pero además, tergiversa este mismo pasaje puesto
que, aun cuando Antonio fuera el ego cuya vida de placeres evita las guerras, cabría
recordar que él fue uno de los contendientes de la guerra fratricida.
47
Conte (2000) analiza estos versos como un juego intertextual con De rerum natura
4.1-17, lo cual resulta interesante en términos de identidad pues el ego defiende su
opción poético-existencial de amator remitiendo al libro en que Lucrecio desarrolla
este tema.
48
Cf. Hermesianacte 7.36 Powell; Hor. S. 1.10. 43-45, 59 y la interpretación de Bo
(1966:s.v mollis); Hor. C. 2.9.17; 2.12.3 y los comentarios de Kiessling (1958:ad loc.) y
Nisbet-Hubbard (1978:ad loc.). Adjetivos como levis, tenuis, mollis, parvus, humilis,
etc. aparecen como términos técnicos propios de la doctrina de los kharakteres, que la
retórica tardorrepublicana emplea para distinguir los distintos estilos, y que la poesía,
sobre todo la augustal, adopta para diferenciar modalidades discursivas que caracteri-
zan a los distintos géneros; particularmente, para enfrentar la lírica y la elegía a la
épica como genus grave / forte/ durum / maius por excelencia. Para este tema cf. Fon-
tan (1964).
49
Para un estudio del componente ético de esta polaridad durus / mollis, que consti-
tuye para este crítico una suerte de idiolecto afectivo, cf. Cano Alonso (2001).
199
Alicia Schniebs
50
Piénsese en la recurrencia a los términos corpus, membrum, caput, figura, forma,
latus, manus, nervus, os (oris), os (ossis), pectus, pes, sanguis, vultus, etc. Cf. Tac. Dial.
21.8 "Oratio autem sicut corpus hominis ea demum pulchra est in qua non eminent
venae nec ossa numerantur, sed temperatus ac bonus sanguis implet membra et
exurgit toris ipsosque nervos rubor tegit et decor commendat". Para un análisis de las
referencias al cuerpo del ego properciano como metáforas vinculadas con el carácter
mollis del género, cf. Keith (1999:52-57).
51
Cf. Wyke (2002:173-175).
52
Cf. Prop. 1.3.7, 34; 1.11.14; 1.17.22; 2.12.24 y 4.9.49.
53
Cf. Prop. 2. 22 a.5; 4. 3.44.
54
Cf. Prop. 1.3.12; 2.22a.13; 2.3.48 (a través del símil)
200
De Tibulo al Ars Amatoria
55
Llamamos 'reflexividad', siguiendo a Deremetz (1995:23-24) al proceso por el cual
los enunciados referenciales pueden también ser leídos como autorreferenciales y por
lo tanto metaliterarios.
56
cf. Prop. 2.26b.29-58 y 3.16.
57
praeda sit haec illis: quorum meruere labores.
58
vincere cum Veios posse laboris erat.
201
Alicia Schniebs
59
Cf. Boucher (1980:85-104).
202
De Tibulo al Ars Amatoria
60
Cf. Prop. 2.23.14-32
61
Cf. Prop. 3.20.10: "Fidus ero: in nostros curre, puella, toros!”.
203
Alicia Schniebs
62
Cf. Prop. 4.8.56: "spectaculum capta nec minus urbe fuit".
63
Cf. Prop. 4.8.63: "Cynthia gaudet in exuviis victrixque recurrit”.
64
Cf. Prop. 4.8.27-28: "cum fieret nostro totiens iniuria lecto / mutato volui castra
movere toro".
65
Cf. Dee (1978).
66
Cf. el caso de Gala de quien se elogia la pudicitia (3.12.22), la castitas (3.12.15,37) y
la fides (3.12.6,28); el de la puerta que considera dañada su pudicitia por la vida licen-
ciosa de su dueña (1.16.2); el de la fides de Aretusa (4.3.46).
204
De Tibulo al Ars Amatoria
sperne fidem,
fidem provolve deos, mendacia vincant,
frange et damnosae iura pudicitiae!
pudicitiae (Prop. 4.5.27-28)
67
Cf. Prop. 1.2.23-24: "Non illis studium vulgo conquirere amantis: / illis ampla satis
forma pudicitia". Obsérvese el contraste entre el modelo de mujer y la posición degra-
dada en que se coloca a Cintia, que, por el "vendere" (4), está sutilmente asimilada a
una meretrix. Cf. Fedeli (1983:1871), Lyne (1996:106-107).
68
Cf. Prop. 1.15.21-22: "coniugis Evadne miseros delata per ignis / occidit, Argivae
fama pudicitiae"; 2.9.17-18: "Tunc igitur veris gaudebat Graecia nuptis,/ tunc etiam
felix inter et arma pudor"; 3.13.23-14: "hic nulla puella / nec fida Evadne nec pia Pene-
lope".
69
Cf. Prop. 2.32.21-22: "famae iactura pudicae / tanta tibi miserae, quanta meretur
erit".
70
Cf. Prop. 2.5.27-30.
205
Alicia Schniebs
71
Cf. también las palabras de la lena (Prop. 4.5.49-52) “nec tibi displiceat […/...] / aut
quorum titulus per barbara colla pependit,/ cretati medio cum saluere foro”, y las del
ego (Prop. 2.16.27-28) “Barbarus excussis agitat vestigia lumbis / et subito felix nunc
mea regna tenet!”. Cf. Camps (1967:ad loc.) quien señala que "saluere" (4.5.52) remite
al "excussis…lumbis" (2.16.27), como una referencia al tipo de demostraciones que se
obligaba a hacer a los esclavos expuestos en la catasta (cf. Bradley 1994:52-54).
72
Cf. Prop. 1.4.16: "accepta…fide" (aunque parece referirse solo a la suya pues es una
respuesta a quien pretende tentarlo con otras mujeres); 1.12.8: "simili…fide" (relativi-
zada porque no dice que ella no amó a nadie, sino que no amó a otro con igual fideli-
dad); 2. 20.18: "ambos una fides auferet"; 4.7.53: "me servasse fidem".
73
Cf. Prop. 1.15.2, 34; 2.5.3; 2.9 a.28; 2.18b.19
74
Cf. Prop. 1.13.4; 2.5.5; 2.6.7; 2.24 a.16.
75
Cf. Prop. 1.15.1; 1.18.11; 2. 24b.18.
76
Cf. Prop. 2.9 a.20; 2.17.13.
77
Cf. Prop. 2.16.47,53-54.
78
Cf. Prop. 1.15.35; 2.17.1; 2.26 a.3.
79
Cf. Prop. 2.24b.47-48.
80
Cf. Prop. 2.9.31-32: "Sed vobis facile est verba et componere fraudes:/ hoc unum
didicit femina semper opus".
81
Cf. Prop. 2.32.29-30: "Sin autem longo nox una aut altera lusu / consumpta est, no
me crimina parva movent"; 1.4.25-27; 3.8.33-40.
82
Cf. Prop. 2.9.25-28; 2.28.
83
Cf. Prop. 2.8.11-14: "Munera quanta dedi vel qualia carmina feci! / Illa tamen num-
quam ferrea dixit: 'amo' / Ergo iam multos nimium temerarius annos / improba, qui
206
De Tibulo al Ars Amatoria
tulerim teque tuamque domum?" Tomemos en cuenta que aun en el caso de la hetaera
/ meretrix, la aceptación de un regalo presupone una contraprestación que ya en
Plauto está formulada casi en términos legales a través de la fórmula gratum accep-
tumque habeo. Cf. Zagagi (1987).
84
Cf. Prop. 1.8a.21-22; 1.12.19-20; 1.19.15-16; 2.9.43-46; 2.17.18; 2.20.34 ; 3.25. 4.
85
Cf. Prop. 1.18.11-12,18; 2.21; 3.20.5-10.
86
Cf. Prop. 2.24c. 35-37,41-42.
87
Coincidimos con Griffin (1994: 53) en que, a pesar de la opinión de Cairns (1977b),
nada hay en este poema que permita clasificarlo como un komos.
207
Alicia Schniebs
88
Cf. Prop. 2.20.3-4: "Quidve mea de fraude deos, insana, fatigas? / Quid quereris
nostram sic cecidisse fidem?"; 2. 29a.19-22: "Parcite iam, fratres, iam certos spondet
amores; / et iam ad mandatam venimus ecce domum. / Atque ita mi iniecto dixerunt
rursus amictu: / I nunc et noctes disce manere domi"; 4.7. passim.
89
Para este poema resulta de gran interés el estudio de Greene (1995:305-309) quien
demuestra que el contraste entre la sección mítica del poema y la alterlocución de
Cintia, presentada como una mujer gruñona, connota la fantasía masculina de domi-
nación erótica que despierta una mujer pasiva y en estado de desprotección. Con
respecto a la puella como sujeto de amenazas, cf. Prop. 1.7.12
90
Cf. Prop. 2.16.23-26: "Numquam septenas noctes seiuncta cubares, / candida tam
foedo bracchia fusa viro; / non quia peccarim (testor te), sed quia vulgo / formosis
levitas semper amica fuit".
91
En el verso 9 seguimos a Camps (1967) que prefiere la lectio "crimina" transmitida
en los deteriores, a "carmina", que aparece en los manuscritos, por considerarla más
coherente con el sentido general del pasaje.
208
De Tibulo al Ars Amatoria
Ejemplo perfecto del conocido refrán "No hay peor sordo que el que
no quiere oir", el ego de Propercio, como el de Tibulo, niega cual-
quier discurso cuyo contenido proposicional sea la violación del
foedus por parte de la puella o por parte de él mismo, incluso. Cuan-
do él es quien lo viola, la negativa obedece a la necesidad de persua-
dir a la muchacha, cuyo derecho de controlar y castigar al infiel se
traduce en la exclusión. Cuando es ella quien lo hace, la negativa
obedece a la necesidad de persuadirse a sí mismo, a su identidad de
vir civis cuyo derecho, casi su deber, de controlar y castigar a la infiel
debería llevarlo a renunciar a ella. Uno y otro proceso reconocen un
mismo motivo: la pasión amorosa que domina al amator, dispuesto
a sostener un foedus que sabe discurso vacío, solo por retener y
poseer ese cuerpo que desea.
En concreto, en estas condiciones, el foedus amoris es en Pro-
percio - como en Tibulo pero más intensamente marcado - un in-
tento fallido del ego de asimilar su situación de amator a alguna
forma vincular del código cultural que le permita mantener con la
mujer una relación medianamente digna de su identidad de vir civis.
Al revés de lo propuesto, el foedus se convierte en un compromiso
unilateral donde una de las partes, el ego, se declara incondicional-
mente fiel a un sujeto, la puella, compromiso por el cual desarrolla
92
Este pasaje ha sido objeto de controversias a partir del valor del credere ya que,
puesto que el resto del poema confirma la veracidad de esas habladurías, no parece
razonable que el enunciador recomiende aquí a Cintia no creer en esa fabula. Algunos,
como Butler-Barber (1933: ad loc.), proponen considerar los versos 25-30 como un
parlamento enunciado por Cintia cuyo destinatario es el ego, lo cual tiene el inconve-
niente de vincular a nuestro enunciador masculino con la acusación de envenena-
miento y de infidelidades furtivas que sin lugar a dudas remiten a la figura de Clodia
/Lesbia, nombrada más adelante (45-46), como bien lo observa Boucher (1980: 452-
453). Otra solución, propuesta por Camps (1967: ad loc.) es sustituir el "credere" de los
manuscritos por un "cedere", que conjetura para indicar la idea de que el rumor como
tal es cierto pero debe ser desechado. Nuestra interpretación se basa en la opción
propuesta por Shakleton Bailey (1967:127) quien considera que el texto debe ser leído
tal cual se presenta pues se trata de una humorada properciana, de una ironía.
209
Alicia Schniebs
SERVITIUM AMORIS
93
Cf.Prop. 1.7.7-8: "non tantum ingenio quantum servire dolori /cogor"; 2.2,1-2: "Liber
eram et vacuo meditabar vivere lecto;/ at me composita pace fefellit Amor"; 2.30.7-8:
"Instat semper Amor supra caput, instat amanti, / et gravis ipse super libera colla
sedet".
94
Cf. Prop. 1.1.21; 1.3.17; 1.4.2; 1.7.6; 1.17.15; 2.3.10,42; 2.4.1; 2.13.14; 2.17.17;
2.24a.16; 2.25.17; 2.34.1, 14; 3.5.2; 3.7. 72 ; 3.16.1.
95
Cf. "unius…servus amoris" (2.13.36).
96
Cf. "servire fideliter" (3.25.3)
97
Cf. "assueto…servitio" (1.4.2-3); "grave servitium" (1.5.19); "servitium mite tener
tuum" (2.20.20); "servitio…superbo" (3.17.41).
210
De Tibulo al Ars Amatoria
98
Cf. Cic. Har. 3.4, quien lo contrapone a una conducta reflexiva y meditada: "Nihil feci
iratus, nihil impotenti animo, nihil non diu consideratum ac multo ante meditatum"; o
bien lo asocia a otras conductas negativas en Part. 112: " si audax, si levis, si crudelis,
si impotens, si incautus, si insipiens, si amans, si commota mente, si vinolentus"; o
bien lo identifica directamente con la intemperancia, como en Fam. 10.1.1: "quae
potest enim spes esse in ea re publica in qua hominis impotentissimi atque intempe-
rantissimi armis oppressa sunt omnia".
211
Alicia Schniebs
99
Prop. 1.5.18.
100
Cf. Prop. 2.12.3-4: "Is primum vidit sine sensu vivere amantis,/ et levibus curis
magna perire bona".
101
Prop. 2.16.11-12.
102
Cf. Prop. 2.16.15-30; 2.24.11-14,49-50; 2.32.41-42; 3.13.
103
Cf. Prop. 2.20.25-26: "nec mihi muneribus nox ulla est empta beatis: / quidquid
eram, hoc animi gratia magna tui".
104
ergo iam multos nimium temerarius annos, / improba, qui tulerim teque tuamque
domum?
105
Cf. Prop. 4.5.57-58.
212
De Tibulo al Ars Amatoria
106
Para este tema en Propercio, cf. Gold (1993:286-293). Este punto tiene relación con
la presentación de Cynthia como docta puella y la función de su doctrina dentro del
discurso poético, pero ambos temas constituyen un problema complejo que no resulta
pertinente dilucidar para nuestro planteo. Para las distintas posiciones remitimos a
Alvarez Hernández (1997:36-40); Habinek (1998:122-136); Wyke (2002:171-172).
107
Cf. Prop. 1.8b.39-40; 2.26.23-26.
108
Cf. Prop. 2.34. 87-94, donde, además de Lesbia y Quintilia, se menciona también a
Licoris.
109
Cf. Prop. 1.18.9: "quid tantum merui? Quae te mihi carmina mutant?".
110
Cf. Prop. 2.5.5-6: "Inveniam tamen e multis fallacibus unam / quae fieri nostro
carmine nota velit".
111
Prop. 2.11.1-2.
213
Alicia Schniebs
PUDOR
112
Cf. Prop. 1.15.23-24; 3.25.17-18.
113
Seguimos la interpretación de Camps (1966: ad loc.), quien considera que "te" es el
sujeto de la sustantiva de infinitivo, que se completa con "insignem esse" y que de-
pende del "pudet", para el cual hay que sobreentender un me.
214
De Tibulo al Ars Amatoria
Reñida con su identidad de vir civis por más de un motivo (el llanto
por una mujer,114 la aceptación pasiva de las injurias y el alejamiento
de sus actividades habituales), el ego se hace cargo de que su con-
ducta debería ser motivo de un pudor - que sabe que tendría que
experimentar aunque no lo hace - y lo verifica con el reconocimiento
de que su pasión es turpis. Para acentuar esta valoración negativa de
su propia conducta, en los versos siguientes se compara con Antonio
cuyo infamis amor (39) lo llevó a emprender la fuga, una actitud por
demás vergonzante en un soldado.
114
Cf. Prop. 2.8.1-2: "Eripitur nobis iam pridem cara puella:/ et tu me lacrimis fundere,
amice, vetas?".
215
Alicia Schniebs
Este poema y el siguiente (y último del libro 3), cierran, como sabe-
mos, el ciclo de Cintia. Esta elegía en particular es una suerte de
contracanto de la 1.1 del Monobiblos pues el ego remite a las opcio-
nes de salvación allí mencionadas.118 Pero lo interesante son las
imágenes elegidas para ilustrar su situación anterior, presentada
115
Cf. Prop. 3.21.2: "ut me longa gravi solvat amore via".
116
Cf. Prop. 3.21.7-8. En el paraclausithyron, el amante también califica como turpis
su conducta de dormir en el umbral (1.16.23).
117
Cf. Prop. 3.21.5-6: "Omnia sunt temptata mihi, quacumque fugari / posset: at ex
omni me premit ipse deus". En 2.25.17-20, el ego reitera este concepto de que el amor
es una fuerza irresistible que controla la voluntad del sujeto.
118
Cf. Prop. 1.1.25-30 ; 3.24.9-12.
216
De Tibulo al Ars Amatoria
119
Cf. Prop. 3.24.13-14: "Correptus saevo Veneris torrebar aeno; / vinctus eram versas
in mea terga manus". Esta cruel imagen puede vincularse con la referencia al castigo
de Perilo (2.25.12), que ilustra los padecimientos del ego.
120
Para el desarrollo y amplio empleo de la imaginería del mar aplicada al amor en la
poesía augustal, cf. Murgatroyd (1995:19-25). Para el estudio de esta imaginería en
general en la literatura latina, cf. de Saint Denis (1935).
217
Alicia Schniebs
218
De Tibulo al Ars Amatoria
121
No queremos afirmar que este texto sea un ensalzamiento de la figura de Augusto
porque Propercio se ocupa muy bien de compararlo con grandes personajes históri-
cos que, a diferencia del princeps, lucharon con enemigos externos (59-66). Quizás,
como propone Putnam (1982:212-213), Augusto no es más que otra Cleopatra que,
como ella, quiere apoderarse de las murallas de Roma e imponerle sus leyes a los
Patres.
122
cf. Prop. 3.25.1-2: "Risus eram positis inter convivia mensis,/ et de me poterat
quilibet esse loquax".
219
Alicia Schniebs
220
Capítulo 8
El código elegíaco:
Ovidio
1
Todas las citas de Amores siguen la edición de Kenney (1995), salvo indicación en
contrario. Respecto de la fecha y características de la segunda edición de la obra,
indicada por el epigrama inicial, cf. D' Elia (1958); Cameron (1968), Murgia (1986);
McKeown (1987:74-86).
2
Cf. Lyne (1996:249); Sullivan (1976:87-88); Newman (1967b:403); Martyn (1981:2437-2438).
Alicia Schniebs
3
Es innegable la presencia de elementos propios del género elegíaco en Metamorfosis
(cf. Hinds:1987) pero aun así, liberada de un ego enunciador vir civis que adopta un
tono confesional y que está sujeto a los mandatos del código cultural, la expresión del
amor pasional alcanza en esta obra una fuerza y un grado de pathos que no encon-
tramos ni en el más 'sentido' de los poemas de Tibulo, Propercio e incluso Catulo.
4
Cf. Ov. Am. 2.13.6, "est mihi pro facto saepe quod esse potest"; Am. 2.11.53-54,
donde a propósito de un relato de viaje de Corina (ib.49-52), el enunciador comenta:
"Omnia pro veris credam, sint ficta licebit: / cur ego non votis blandiar ipse meis?”.
5
Cf. Ov. Ars 3.401-402: "Si Venerem Cous nusquam posuisset Apelles, / mersa sub
aequoreis illa lateret aquis".
6
Cf. Ov. Pont 4.8.55-56: "Di quoque carminibus, si fas est dicere, fiunt, / tantaque
maiestas ore canentis eget". Coincidimos con Robert (1992:425) quien a propósito de
este pasaje comenta: "Faire exister les dieux signifie dans son cas, comme dans celui
de Pygmalion, être capable de donner vie à une apparence de réalité, et non refléter
par son art une réalité céleste".
222
De Tibulo al Ars Amatoria
en sí,7 pero esto no le resta valor pues forma parte de la licentia va-
tum, que no incluye la obligación de atenerse a la verdad histórica.8
La literatura para Ovidio, por lo tanto, no está necesariamente divor-
ciada de la 'realidad' pero tampoco es subsidiaria de ella. Existe por-
que la han inventado los poetas y puede nutrirse indefinidamente de
sí misma. Como afirma Rosati (1979:136), en Ovidio "il segno se
reifica, si fa esso stesso referente: la letteratura non rinvia ad altro
che a sé".
Llevada esta concepción literaria al caso de la elegía latina eró-
tica, Amores es efectivamente una obra cuyo referente son los poe-
marios de sus antecesores en el género o, más exactamente, en la
poesía de asunto amoroso, pues entre ellos está incluido Catulo.
Pero el referente no se agota allí. Ovidio no es un imitador de Pro-
percio, como Propercio no lo es de Virgilio, por mucho que su prime-
ra elegía tenga de las églogas 6 y 10. Ovidio, como cualquier otro
poeta, se inserta en el sistema literario y crea a partir de él en un
sentido amplio pues su horizonte de remisiones a intertextos excede
en mucho el acotado campo de Catulo, Propercio y Tibulo.9 Sólo
que, en su caso, hay una problematización de sus modelos - en es-
pecial de la elegía erótica como modelo genérico - y de la literatura
en sí.10 Es decir, si en el poemario properciano puede leerse una
permanente reflexión teórica acerca de las características del género,
de la postura estética y de la función de la literatura, a lo largo de la
cual el poeta va señalando sucesivos reposicionamientos, motivados
7
Cf. Ov. Am. 2.6.49-52; 3.6.13-18; Tr. 3.8.1-12.
8
Cf. Ov. Am. 3.12.21-42. Interesante en este sentido es la reflexión inicial en De legi-
bus de Cicerón (Cic. Leg.1.3-5), donde, respecto de su poema Mario,el arpinate afirma
que la verdad es requisito de la historia y no de la poesía como lo muestran las ficcio-
nes que relatan que Numa tuvo un encuentro con Egeria o que Tarquinio fue corona-
do por un águila.
9
Cf. Boyd (1997: passim).
10
Cf. Burrow (1999:273): "When writers do things with a genre or a topos they may be
commenting on their present historical milieu, and they may also be adapting and
commenting on modes of writing from the near and distant past. But they are also
often attempting to affect those people after them write. […] Such works often aim to
transform what might be called the generative grammar of their genre: that is, they
are trying to change the principles on which new instances of a genre modify their
predecessors. To put that in French […] they use an instance of the parole to change
the langue."
223
Alicia Schniebs
224
De Tibulo al Ars Amatoria
• para solucionar esa carencia, el dios Amor arroja una de sus fle-
chas y a partir de ello reina en el corazón vacío del poeta (Am. 1.1.21-30);
225
Alicia Schniebs
16
Para este recurso propio de la literatura helenística, cf. Giangrande (1967).
17
Cf. Labate (1999:127): "Le statut de l' élégie latine […] réclamait un poète enfermé
dans un horizon existenciel et littéraire nettement marqué par l' amour pour une
femme et par la poésie au service de cette experience".
18
Cf. Sharrock (2002:150): "All lovers speak in quotations. This precept of the modern
erotodidact Roland Barthes was implicitly foreshadowed by Ovid".
226
De Tibulo al Ars Amatoria
19
Cf. Wilkinson (1955:49); Lyne (1980:259-260); J.Davis (1989:62-67); Kennedy (1993:46-63);
Bucham (1995:54-56); Dimundo (2000:9-34).
20
Cf. Schniebs (2003).
21
Cf. D´Anna (1999:67-70).
22
Cf. Hor. C.1.6; Prop. 2.1; 2.10. Para estas formas de rechazo en Propercio, cf. Fedeli (2003).
23
Cf. Prop. 1.7; 1.9; Tib. 2.4.15-20; cf. Berman (1975:18-20).
24
Cf. Verg. Ecl. 6.3-5; Hor. S. 1.10.31-35.
25
Cf. Hor. C. 4.15.1-4; Prop. 3.3.
227
Alicia Schniebs
26
Obsérvese que la intervención del dios se produce en el momento liminar, como
sucede en Calímaco (Aet. fr.1.21-22 Pf.): “cuando por vez primera apoyé la tablilla
sobre mis rodillas”. Para las posibles asociaciones de este pasaje calimaqueo con la
relación alumno-maestro establecida entre el enunciador y el dios y con la alusión a
una escritura de lo pequeño y siempre revisado y vuelto a escribir, cf. Acosta-Hughes Stephens
(2002:243-244).
27
Para lo inusual de la recurrencia a Cupido como divinidad con poder sobre la poe-
sía, cf. McKeown (1989:7-11).
28
Para el contraste entre el título "Amores" y la palabra-título "arma", cf. Barchiesi
(1994:6-8).
29
Un punto de difícil resolución es el 'dicitur' del verso 3 que impone cierto distancia-
miento. McKeown (1989:ad loc.)considera que no puede interpretarse como una
remisión a la autoridad literaria porque aquí se expone una experiencia personal. A
nuestro modo de ver, puesto que las fórmulas fama est, ferunt, dicitur, etc., son típi-
cos introductores de la así llamada 'alexandrian footnote' (cf. ROSS 1975:78), es posible
conjeturar que Ovidio esté remitiendo, con o sin parodia, a un hipotexto que desco-
nocemos donde aparecía Cupido u otro dios actuando de manera semejante. El tono
familiar del poema de Bion (fr.10 Page), que Ovidio sin duda conocía como se prueba
en el proemio del Ars, nos habilita a pensar que en la poesía helenística pudo haber
existido una forma de referirse al mandato divino de características más íntimas y
menos solemnes que las que vemos en Calímaco y en la poesía augustal.
228
De Tibulo al Ars Amatoria
(a)Arma
(a) gravi numero violentaque bella parabam
(b) edere, materia conveniente modis.
(c)Par
(c) erat inferior versus; risisse Cupido
(d) dicitur atque unum surripuisse pedem (Ov. Am. 1.1.1-4)
(c)Cum
(c) bene surrexit versu nova pagina primo,
(d) attenuat nervos proximus ille meos.
(b)Nec
b) mihi materia est numeris levioribus apta,
(a) aut puer aut longas compta puella comas (ib.17-20)
30
Según Korzeniewski (1964:188-189) cada uno de este par de dísticos inaugura las
dos secciones en que se divide el poema (integradas ambas por siete dísticos), sepa-
radas por los versos 15-16.
31
Cf. Dimundo (2000:23-24); Thibault (1969).
229
Alicia Schniebs
32
En este punto disentimos con Maleuvre (1998:167-171) quien interpreta el texto
como una forma de resistencia ante la tiranía del princeps, que considera encarnado
en Cupido, para lo cual se basa en argumentos escasamente convincentes. Por lo
demás, toda su lectura de la elegía en términos de “opposition au despote” (6) nos
parece altamente cuestionable no solo por la arbitrariedad de su análisis sino porque
parte del presupuesto de que es posible diseccionar con absoluta precisión el corpus
elegíaco en enunciados de contenido augustal y enunciados de contenido anti-
augustal. Para un cuestionamiento de este tipo de lecturas, cf. Kennedy (1992).
33
Para el uso habitual en la elegía de urere, vacuus, miser, sagitta, regnum Amoris, cf.
Pichon (1991:s.v.).
230
De Tibulo al Ars Amatoria
34
En opinión de Miller (1995:291), el triunfo de Cupido representa el triunfo de la
poesía elegíaca, así como sucede en Prop. 3.1.9-12.
35
Para el esquema de ring-composition de esta elegía y su importancia metapoética,
cf. Korzenievski (1964:190).
36
Según White (1993:265-267), el iussit de este verso no puede ser interpretado como
una orden sino como una evocación del accipe de la elegía 1.1.24 pues, en su opinión,
el uso de iubere para referir la instigación a escribir un determinado texto literario no
supone necesariamente algún tipo de obligación por parte del destinatario sino sim-
plemente el hecho de que el emisor se expresó en imperativo. Sin embargo, el valor de
un enunciado en modo imperativo y la determinación de su significado específico
depende del valor ilocutivo que el imperativo tiene en cada caso puntual y ese valor
solo puede ser establecido a partir de un análisis del contexto situacional. En este
sentido consideramos que el contexto situacional de las elegías 1.1 y 1.2 no deja lugar
a dudas respecto de que el iussit en cuestión connota una orden.
37
En Calímaco (Aet. fr.1.19-20 Pf.), la gigantomaquia aparece como el ejemplo por
antonomasia de la pomposidad repudiada (cf. Sharrock 1994:115), y en la literatura
augustal se reitera varias veces en los distintos tipos de recusatio: Prop. 2.1.17-20, 39-40;
3.9.47-48; Hor. C. 2.12.6-9; Culex 26-28; etc. Incluso en Ov. Met. 5.677-678, las Piéri-
des perdedoras del certamen en el que ellas cantaron una Gigantomaquia, son des-
criptas con palabras que evocan con claridad la crítica calimaquea.
231
Alicia Schniebs
38
Con todo en los versos 19-20 y 29-32 hay una referencia, si bien tangencial, al
argumento de la werbende Dichtung.
39
Para el verbo dictare como una forma de enunciación que connota desnivel jerár-
quico entre locutor y alocutario, cf. OLD (1996: s.v.). Para los usos de este verbo en
textos poéticos, cf. McKeown (1998:24).
40
Para esta relación, cf. Perkins (2000:56-57). Respecto del debate acerca de la ubica-
ción de este poema dentro del libro 2, remitimos al artículo de Lateiner (1978) quien
con argumentos muy convincentes estudia el carácter metapoético en términos cali-
maqueos del poema siguiente (2.19), verdadero cierre del libro.
232
De Tibulo al Ars Amatoria
sum levis,
levis et mecum levis est, mea cura, Cupido:
non sum materia fortior ipsa mea (ib.41-42)
41
Cf. Keith (1994) quien muestra los distintos procedimientos empleados por el enun-
ciador del libro 3 para apartarse paulatinamente de su máscara de amator elegíaco.
233
Alicia Schniebs
imbelles elegi,
elegi genialis Musa, valete (Ov. Am. 3.15.19)
42
El espectro de significación del adjetivo verbal en –ndo es muy amplio pero conside-
ramos que aquí reviste carácter yusivo por el efecto perlocutivo del increpare, que se
incrementa por el solo hecho de ser predicado de un dios.
43
Además este mandato repite los elementos ya enunciados por la Tragedia en 3.1. Cf.
las recurrencias “thyrso…graviore” (3.1.23), “thyrso graviore” (3.15.17); “maius” (3.1.24),
“maior” (3.15.18); y “area” (3.1.26), “area” (3.15.18).
44
Cf. Labate (1999:143): "Le lecteur apprend ainsi que le poète est celui que le 'genre'
pretend qu'il soit: étant donné qu'il devait composer avec le mètre léger de l' élégie, le
poète a dû tomber amoureux".
234
De Tibulo al Ars Amatoria
de un ego vir civis devenido amator' sino 'esta es la poesía que escri-
be un vir civis45 poeta cuando crea elegía de asunto erótico'.46
Literatura de la literatura, literatura sobre la literatura, Amores
de Ovidio trabaja muy especialmente sobre la identidad del ego
enunciador al punto que los otros dos poemas que completan el
tríptico programático (Am. 1.2 y 3) muestran la paulatina transfor-
mación del ego en un enunciador acorde con el género elegido o
ficcionalmente impuesto. En este proceso el poeta exhibe de algún
modo el revés de la trama de la gramática elegíaca y, al hacerlo, se
detiene y se ocupa particularmente de las contradicciones que
hemos observado en la transcodificación, para lo cual echa mano de
una serie de recursos que plantearemos a medida que aparezcan.
Con todo, Ovidio pone en juego dos maneras básicas de enfrentar el
modelo genérico y el modelo ejemplar, que son características de
Amores y que conviene mencionar aquí. Ambas se inscriben dentro
de una de las estrategias propias de la intertextualidad ovidiana en
general, que la crítica ha estudiado sobre todo a partir de la relación
con Virgilio y que consiste en una tendencia a ‘completar’ y expandir
aquello que en la obra del mantuano está implícito o apenas insi-
nuado.47 En el caso de Amores esta operatoria responde, en reglas
generales, a alguna de estas dos modalidades o a una combinación
de ambas:48
45
Nuestra afirmación de que el enunciador es un vir civis no proviene de datos extra-
textuales sino de los que ofrece el poemario, el más claro de los cuales es el comienzo
de la elegía 1.15, donde señala su rechazo de un 'deber hacer' que sólo se explica si el
ego tiene esa identidad.
46
Cf. Rosati (1999:157-158): "Donc l'initiation poétique d'Ovide, c'est à dire la frustra-
tion - volue par Cupidon - de ses ambitions de poète épique, a lieu en même temps
que l'origine du pentamètre à partir de l' hexamètre, comme un sorte de réduction de
ce dernier […]; c'est donc de l'épopée que l'élégie est née (en alternant de vers brefs et
des vers longs: Am. 3.1.66), d'un 'affaiblissement' du vers herous (Am. 2.17.22; Fast. 2. 126)
et le trait de la faiblesse, de la mollesse, caractérise tant son vers-symbole que l'uni-
vers élégiaque tout entier, celui que le frequente comme celui qui l' habite."
47
Para una revisión de distintas posturas sobre el tema cf. Nappa (2002).
48
Cf. J.Davis (1981:2487-2506).
235
Alicia Schniebs
MILITIA AMORIS
49
Cf. Yardley (1978).
50
Cf. Lyne (1996:251-252).
51
Cf. McKeown (1995) y Dimundo (2000:201-202). Según Séneca (Sen. Con. 2.2.12)
este era el tipo de declamatio favorito de Ovidio.
52
Para esta estructura como rasgo compositivo característico de Ovidio, cf. Luck
(1979:158): "The propositio or thesis, is often stated right at the beginning, then developed
methodically, each distich usually representing a step forward in a logical progression".
236
De Tibulo al Ars Amatoria
53
También llamado versus recurrens, versus echoicus, versus reciprocus, esta figura es
muy frecuente en Ovidio. Para especificaciones y ejemplos cf. Willys (1996:432-434).
54
Para la sententia como rasgo característico del discurso ovidiano, cf. Higham
(1958:37-40).
55
Cf. Tib. 2.3.33-34; Prop. 2.7.15; 4.1b.135 ; 4.8.28.
56
Cf. Arist. Rhet. 2.1394b.
57
Cf. Lausberg (1967:§555).
58
Arist. Poet. 1457b
237
Alicia Schniebs
1.- IMAGO:
IMAGO (3-6)
a) edad (3-4)
b) fortitudo (5-6)
2.-
2.- COLLATIO (7-30)
a) actividades (7-16): - vigilia (7-8)
- viajes (9-16)
b) tácticas (17- 30): - espionaje (17-18)
- asedio (19-20)
- ataque sorpresa por la noche (21-26)
- elusión de la guardia (27-28)
C) incertidumbre (29-30)
59
Cf. Cic. Inv. 2.49 : "Comparabile autem est, quod in rebus diversis similem aliquam
rationem continet. Eius partes sunt tres: imago, collatio, exemplum. Imago est oratio
demonstrans corporum aut naturarum similitudinem. Collatio est oratio rem cum re
ex similitudine conferens. Exemplum est, quod rem auctoritate aut casu alicuius
hominis aut negotii confirmat aut infirmat".
60
De los varios esquemas propuestos para esta elegía, tomamos en cuenta los sugeri-
dos por Barsby (1973:106-115) y Murgatroyd (1999), aunque sin ceñirnos estrictamen-
te a ellos.
238
De Tibulo al Ars Amatoria
61
Llamamos ‘epifonema’, siguiendo a Lausberg (1967:§879) al tipo de sentencia con-
clusiva que suele aparecer en la oratoria luego de la argumentatio o la narratio.
62
Para la paromeosis del pentámetro como rasgo característico de Ovidio, cf. Willys
(1996:414-416).
63
Cf. McKeown (1989:ad loc.)
64
Por otra parte, no deja de ser sugerente que las apariciones del adjetivo fortis en los
poemas anteriores indiquen o bien que el ego carece de tal cualidad (Ov. Am. 1.6.9-12) o
bien que la aplica contra su puella (Ov. Am. 1.7.25-26,37-38), lo cual contradice la
idea de que es algo en lo que ella puede estar interesada. A su vez, en poemas poste-
riores la presunta fortitudo desaparece ante la contemplación de la puella como en
2.5.47-48: “ut faciem vidi, fortes cecidere lacerti / defensa est armis nostra puella
suis”. En términos de identidad, este simple dístico indica que ante la pasión el ama-
tor suspende los valores y conductas de su identidad de vir civis.
239
Alicia Schniebs
está remarcado a nivel lexical por términos como "ambo" (7), "uter-
que" (ib.); a nivel sintáctico, por la recurrencia a estructuras correla-
tivas, sea a través de coordinantes65 sea a través de pronombres
indefinidos;66 y a nivel retórico, por la anáfora y el isocolon.67 Se
trata de una exposición analítica basada en la descomposición de la
representación conceptual de militare en sus distintas tareas y carac-
terísticas. Sin embargo, este desplegado está hecho de manera tal
que la copresencia de términos de los dos campos semánticos com-
parados y sus implícitos va desdibujando el soporte analógico de la
metáfora.68
65
Cf. "vel…vel…" (15).
66
Cf. el uso de alter en el dístico 17-18.
67
Cf. 8: “ille...ille”;19-20. “ille graves urbes, hic durae limen amicae / obsidet; hic
portas frangit, at ille fores”.
68
Disentimos con Murgatroyd (1999: 570) quien considera que la comparatio presenta
fallas desde el punto de vista lógico pues, por ejemplo, la referencia a la edad ,la
alusión a la incerteza de la actividad desarrollada o la mención de la resistencia a las
inclemencias del tiempo, también afectan a individuos y actores sociales. En nuestra
opinión, el "militat omnis amans" es una aseveración que se encuadra dentro de la
modalidad epistémica pero no es una definición categorial fundada en rasgos necesa-
rios y suficientes, de modo que nada impide que el miles y el amans tengan en común
rasgos que también comparten con otros actores sociales. Con el criterio de Murgatroyd,
si para demostrar la validez de "La docencia es un sacerdocio" nos basamos en ele-
mentos como la 'vocación de servicio', la 'abnegación', el 'desapego por lo material' (al
menos en esta tierra nuestra), el argumento tendría fallas lógicas porque esos mismos
rasgos pueden predicarse de los bomberos, los médicos rurales, etc.
69
La analogía del pentámetro está enfatizada por la anáfora (ille) y por el paralelismo
sintáctico que coloca la referencia a los sujetos preservados en la misma posición
dentro de los dos hemistiquios: “ille fores dominae servat, at ille ducis”.
240
De Tibulo al Ars Amatoria
IMPLÍCITOS:
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio
quiere ingresar al espacio que cuida no quiere ingresar al espacio que cuida
espacio privado espacio público
en beneficio propio en beneficio del habitante del espacio
para proteger sus intereses personales para proteger los intereses del habitante70
• viajes (9-16):
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio (officium)
individual colectivo
privado público
en beneficio propio en beneficio de la comunidad
para proteger sus intereses personales para proteger los intereses de la civitas
• espionaje (17-18):
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio (mittitur)
privado público
rival es enemigo personal enemigos de la civitas
rival no es enemigo del sujeto el enemigo también lo es del sujeto
[cuya puerta protege (puella) [cuya puerta protege (dux)
70
Para la importancia de la obligación de la guardia nocturna en los campamentos
romanos, cf. Polyb. 6.32-38.
241
Alicia Schniebs
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio
privado (dura amica) público (graves urbes)
la puerta asediada y destruida es la puerta asediada y destruida es la
[la misma que protege [del enemigo
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio
privado (mariti) público (hostes)
siempre nocturno72 excepcionalmente nocturno73
74
satisfacer su deseo personal eliminar un peligro colectivo
71
Para la larga tradición de la metáfora basada en la analogía entre la conquista de la
mujer y la de una ciudad, cf. McKeown (1998: ad 2.12.7-8).
72
Cf. Ov. Am.1.13.11-24, donde el enunciador dice expresamente que el amancer
supone el comienzo del trabajo para todos, entre ellos el soldado (14), excepto para
él, pues su labor es exclusivamente nocturna, cf. ib.23-24: "Omnia perpeterer; sed
surgere mane puellas / quis, nisi cui non est ulla puella ferat?".
73
Las batallas nocturnas eran inusuales y poco recomendables; cf. Hom. Il.7.282;
Caes. Civ.1.67.3.
74
Según Dimundo (2000:195) la reminiscencia épica del episodio de Odiseo, Diomedes
y Reso, tiene por objeto desacralizar el noble modelo. Nosotros consideramos que la
referencia a Troya tiene una doble connotación pues afecta tanto el hacer del miles
242
De Tibulo al Ars Amatoria
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio
privado (miser ⇒ exclusus amator) público
la custodia y vigilancia que debe la custodia y vigilancia que debe
[atravesar protege la misma puerta atravesar protege una puerta distinta
[que él dice vigilar (puella) [(hostes) de la que él vigila (dux)
satisfacer su deseo personal eliminar un peligro colectivo
IMPLÍCITOS
AMANS MILES
no obligatorio obligatorio
privado público
el éxito o fracaso afecta la satisfacción el éxito o fracaso afecta a la civitas
[de un deseo personal
como el del amans ya que ambos actores se unen en la historia troyana pues, como el
amans, Paris es un adúltero que aprovecha el descuido de Menelao para seducir a
Helena y, de hecho, los dos usos ovidianos de uti con el valor de ‘sacar partido de la
ocasión para practicar sexo ilícito’ aparecen en el par de Heroidas de Paris (Ov. Ep.
16.316) y Helena (Ov. Ep. 17.178).
75
Cf. ejemplos en McKeown (1989: ad loc.)
243
Alicia Schniebs
76
Como bien señala Perelman (1989:592-593), prolongar una analogía es una manera
efectiva de refutarla. Según Fyler (1971:198) este tipo de incongruencias irónicas
conducen a la formulación de zeugmas, lo cual no deja de ser curioso pues, vistas las
incompatibilidades comentadas, una afirmación del tipo militant amans et miles, es
efectivamente un zeugma semánticamente complejo; cf. Lausberg (1966:§705-708).
77
Obsérvese la primera posición enfática de "ergo".
244
De Tibulo al Ars Amatoria
78
Para estos términos como rasgos característicos del soldado en Livio, cf. Moore
(1989:14-28; 26-39); Santoro L'Hoir (1990: 222-227) y Ogilvie (1965:535).
79
El priamel es uno de los recursos predilectos de Ovidio. Como afirma Race (1982:
141), "he rarely makes a general statement without given examples to support it and
when, as often happens, examples are foil for a climatic point then they constitute a
priamel".
80
Cf. Whitaker (1983:145).
245
Alicia Schniebs
81
Cf. Ov. Am. 1.9.34.
82
Obsérvese la construcción de Agamenón como amante elegíaco a través de la alu-
sión al efecto producido por la mirada (37-38) y el contraste entre "summa ducum" y
"obstipuisse" que señala paralización general y embotamiento de los sentidos. Cf.
McKeown (1989: ad loc.).
83
GRF 61.15. Cf. Boyd (1997:162). Para este tipo de 'anti-exempla' en Amores, cf. J.Davis
(1980). En este sentido es muy sugerente el dístico de Ov. Am. 2.9b.47-48: "Quod
dubius Mars est, per te, privigne, Cupido est ,/ et movet exemplo vitricus arma tuo".
Vemos aquí una suerte de inversión del juego metafórico entre las dos militiae pues
en lugar de afirmar que el amor es igual a la guerra por la metáfora de la militia amoris, se
define la guerra por una característica del amor.
84
Cf. O'Hara (1996:273): "Ovid's etymologizing is more boundless, creative, open-minded and
even contradictory than Vergil's". Un estudio detallado de los juego etimológicos en
Ovidio, sobre todo en Metamorfosis, puede verse en Ahl (1985)
85
Por otra parte la relación otium /mollire puede proceder de un discurso de su maes-
tro Porcio Latrón, que Ovidio recuerda en esta misma obra como nos lo señala Séneca
(Sen. Con. 2.2.1): "Ovidius Naso apud Arellium Fuscum magistrum suum hanc contro-
versiam declamavit; nam Latronis admirator erat. Latro in praefatione quadam dixit:
246
De Tibulo al Ars Amatoria
'non vides ut immota fax torpeat et ignes exagitata restituat? Mollit viros otium, ferrum
situ rubiginem ducit.' Naso dixit: 'Vidi ego iactatas mota face crescere flammas / et
rursus nullo concutiente mori'" Para la influencia en la formación y gustos retóricos
ovidianos de sus maestros Porcio Latrón y Arelio Fuscio, cf. Tremoli (1955:3-9).
86
Cf. Ser. A. 8.724: "distinctos dixit inhabiles militiae; omnes enim qui militant cincti
sunt" y otros ejemplos proporcionados por McKeown (1989: ad loc.)
87
cf. Brown (1987:ad loc.). Las intertextualidades de Ovidio con Lucrecio, a quien
llama sublimis (Ov. Am.1.15.23), son incontestables y de hecho han sido largamente
estudiadas sobre todo a propósito del Ars Amatoria, Metamorphoses y Fasti.; cf. Sommariva
(1980), Shulman (1981), Hardie (1988; 1995), S.Wheeler (1995); Miller (1997).
247
Alicia Schniebs
88
Cf. Perelman (1989:620) quien señala que la manera más efectiva de despertar una
'metáfora adormecida' consiste en desarrollar nuevas analogías partiendo de la metá-
fora. Con 'metáfora adormecida' Perelman se refiere a aquellas que ya están integra-
das en la tradición cultural, como sería el caso, para tomar un ejemplo suyo, de 'arras-
trado por las pasiones'. Está claro que la militia amoris no tiene ese estatuto porque
su ámbito de aplicación se reduce a ciertos géneros literarios. Sin embargo, nos pare-
ce lícito aplicar la propuesta de Perelman pues es útil para explicar el mecanismo
elegido por Ovidio para despertar y problematizar la metáfora 'adormecida' de la
militia amoris que no pertenece a la tradición cultural pero sí a la tradición elegíaca
que pretende desenmascarar.
248
De Tibulo al Ars Amatoria
89
Más aun, en su paraclausithyron (Ov. Am. 1.6), el mismo ego enunciador se encarga
de explicar al portero que su presencia allí nada tiene que ver con el asedio a una
ciudad por parte de los ejércitos, ni con soldados ni con armas, en una formulación
(ib. 29-33) que es casi un contracanto de Am. 1.9.19-22: "Urbibus obsessis clausae
munimina portae / prosunt: in media pace quid arma times? / Quid facies hosti, qui sic
excludis amantem?/…/Non ego militibus venio comitatus et armis". Incluso, la des-
cripción que hace de sí mismo el enunciador es por completo incompatible con el
perfil de un soldado (ib. 37-39): "Ergo Amor et modicum circa mea tempora vinum /
mecum est et madidis lapsa corona comis./ Arma quid haec timeat?".
90
Según E.Thomas (1964:160), lo que se deduce del poema es que el amor como la
guerra tienen en común el hecho de luchar para ganar. No negamos, desde luego, que
249
Alicia Schniebs
250
De Tibulo al Ars Amatoria
poeta y el amante, esta yuxtaposición "desidiosus amet" muestra que, habiendo sido
obligado a abandonar la épica por la fuerza, el amante se encuentra a sí mismo forza-
do por el poeta a actuar una guerra que pretende asemejarse a lo mismo que rechaza.
94
Según Griffin (1994:107-108) este poema demuestra que Corina es una prostituta
porque llega al sitio donde está el ego en el momento apropiado, lo cual indica que ha
sido llamada según se puede colegir de la comparación de este texto con la espera de
Ipsitila en Catulo 32. En lo personal nos parece una idea algo desafortunada sobre
todo tomando en cuenta que, aun sin apartarnos del corpus catuliano, el poema 68
indica que la llegada de una mujer (en este caso Lesbia) a un espacio donde un hom-
bre la espera para el goce sexual no es de ninguna manera indicio de prostitución.
95
Cf. Labate(1984:94).
251
Alicia Schniebs
252
De Tibulo al Ars Amatoria
96
Para el significado erótico de los términos equus, hasta, arma, cf. Adams (1982: s.v.).
Obsérvese además que el empleo de "mares" implica enfatizar el sexo biológico y la
consecuente disponibilidad del órgano de la penetración. Por otra parte, no cabe duda
de que hay aquí una intertextualidad con Prop. 1.6.29-30, que, en nuestra opinión,
refuerza el carácter no antifrástico de la metáfora pues el lector está en condiciones
de comprobar que aquí no se trata de oponer dos formas de militia sino de aprove-
char el illustrans casi como un eufemismo.
97
Prima loco fertur passis Victoria pinnis: / huc ades et meus hic fac, dea, vincat amor.
98
Hoc habeat scriptum tota tabella: 'veni'. / Non ego victrices lauro redimire tabellas /
nec Veneris media ponere in aede morer./ Suscribam: VENERI FIDAS SIBI NASO MINISTRAS /
DEDICAT. AT NUPER VILE FUISTIS ACER. Obsérvese el empleo puntilloso del léxico militar
pues las cartas que traían buenas nuevas del frente, estaban enlazadas con laurel. Por
otra parte, nuevamente es indiscutible la relación con Prop. 2.14.23-28, que refuerza
el carácter no antifrástico de la metáfora ovidiana porque en esa elegía del umbro, el
triunfo en el amor se considera superior a la victoria sobre los partos.
253
Alicia Schniebs
99
Este dístico se suele considerar una interpolación pues se aduce que nada tiene que
ver con el argumento contra la ambición de la avara puella, desarrollado en este
poema. Sin embargo es evidente el juego que se establece con el dístico siguiente
("stat meretrix certo cuivis mercabilis aere / et miseras iusso corpore quaerit opes")
sobre la base de la doble valencia de la expresión aera merere aplicada tanto a los
soldados como a las prostitutas (cf. datos probatorios en McKeown 1989: ad loc.). En
nuestra opinión se trata de una nueva tensión de las posibilidades de la metáfora de
la militia amoris, lograda a partir del desplegado de todas las analogías posibles entre
los términos comparados.
254
De Tibulo al Ars Amatoria
a) narratio (1-
(1-8): Ite triumphales circum mea tempora laurus (1)
b) comparatio (9-
(9-16): At mea seposita est et ab omni milite dissors /
gloria (11-12)
c) comparatio (17-
(17-28): Nec belli est nova causa mei (17)
100
Remite también a Prop. 2.14.23-24, con el cual vuelve a tener la diferencia funda-
mental de que la medida de su victoria y triunfo no está determinada por la compara-
ción con las campañas militares contemporáneas.
101
Cf. McKeown (1998: ad loc.).
255
Alicia Schniebs
102
Cf. Lausberg (1966:§420- 424).
103
Cf. Prop. 2.14.1-2: "Non ita Dardanio gavisus Atrida triumpho est, / cum caderent
magnae Laomedontis opes". Cabe aclarar que la función de este exemplum en Proper-
cio, como la de los otros tres que le siguen, no tiene que ver exactamente con una
relación amor-militia sino con especificar el grado de placer y alegría experimentado
por el poeta ante su logro erótico. Para una comparación de la función de los exempla
mitológicos en ambos poemas cf. Whitaker (1983:136-138).
104
Cf. Cic. Marc. 6-7; Liv. 6.11.5-6; etc.
256
De Tibulo al Ars Amatoria
105
Obsérvese el énfasis resultante de la anáfora de femina en primera posición desta-
cada dentro del dístico. Según Videau (2001) la combinación de anáfora y asíndeton,
que vemos en este pasaje, es un estilema del género elegíaco que interpreta como una
manera de otorgar coherencia a un tipo de discurso que,en su opinión, se caracteriza
por su discontinuidad. Más allá de que la presunta discontinuidad es una opinión
surgida del metatexto de la autora, su trabajo tiene el inconveniente de basarse sobre
todo en la elegía 1.2 de Tibulo, lo cual es doblemente cuestionable. En primer lugar,
es uno de los poemas más conflictivos de este autor en términos de organización
interna (cf. Ball 1983:36-43); y en segundo lugar, como demuestra Veremans (1981) la
anáfora es un rasgo característico del estilo de este autor en particular. Por lo demás,
desde el punto de vista metodológico nos parece inválida una demostración que no
toma en cuenta otros géneros literarios para comprobar, por contraste, que realmente
estamos frente a un estilema de género y no ha una modalidad discursiva mucho más
generalizada.
106
Cf. Verg. A. 2.567-587; Prop. 2.6.15-16.
257
Alicia Schniebs
107
Excepto tal vez el mismo Ovidio, que en Am. 1.4.7-8 dice:" Desine mirari, posito
quod candida vino / Atracis ambiguos traxit in arma viros". La semejanza entre "posi-
to…vino…traxit in arma" y "apposito vertit in arma mero" (Am. 2.12.20) hace pensar
en un nuevo indicio de autointertextualidad.
108
Es interesante observar que en Prop. 2.6.15-22, que es probablemente el intertexto
de este pasaje ovidiano, es Rómulo y no las sabinas el acusado por el enunciador.
109
Cf. Verg. A. 12.715-722; Ov. Met. 9.46-49.
110
De acuerdo con el estudio de Wlosok (1975), Amores de Ovidio es el único texto
elegíaco donde, si tomamos en cuenta las apariciones de los dos términos - Amor y
Cupido - que designan al dios, el último de ellos (Cupido) representa el 33% del total
de las menciones de la divinidad. En Tibulo, en cambio, el empleo de Cupido repre-
senta el 13% del total mientras en Propercio no llega al 3%. A su vez, según este
258
De Tibulo al Ars Amatoria
Quid me,
me qui miles numquam tua signa reliqui,
laedis et in castris vulneror ipse meis? (Ov. Am. 2.9a. 3-4)
El enunciador se presenta claramente como miles de ese Amor impe-
rator al que se sometió en el poema 1.2 integrando su cortejo triun-
fal. La elegía en sí es desde luego una expansión de Prop. 2.12.13-20
pero lo peculiar es la formulación de la idea properciana en términos
de militia amoris y la fuerte presencia de situaciones y elementos
lexicales propios del funcionamiento de la actividad militar y la con-
quista bélica en Roma, que sirven de base a los tres argumentos
esgrimidos por el enunciador para disuadir al dios de su constante
crítico, el término Amor, que aparece por primera vez en Plauto, es una creación
literaria debida a la necesidad de referir un vínculo amoroso que excediera el aspecto
eminentemente sexual connotado por el sustantivo cupido. Si relacionamos estos
datos con el hecho de que en el corpus de Amores, el adjetivo cupidus se emplea
exclusivamente para predicaciones de alto voltaje erótico (cf. Ov. Am. 2.5.6; 2.6.56;
3.7.9), quizás cabría pensar que el uso de esta designación en este pasaje es una
forma de reforzar la equivalencia Cupido=pasión.
111
Según Boyd (2002) las elegías 2.9a y 2.9.b, que al igual que Damon (1990) conside-
ra dentro de los poemas responsivos de la colección, muestran los rasgos más salien-
tes del discurso poético de Amores.
112
Cf. Cairns (1972:79-83).
113
El lazo con la elegía 1.9 está marcado por la expresión “desidiose puer” (Am.
2.9a.2) que remite al ya comentado verso final de aquella: “qui nolet fieri desidiosus,
amet” y refuerza la inconsistencia de la identificación amor=militia.
259
Alicia Schniebs
El primer argumento tiene que ver con este principio básico y estruc-
turante de la política imperial romana que Virgilio pone en boca de
Anquises.116 Los pueblos que se avenían a la dominación de Roma a
través de la deditio in fidem, pasaban a ser considerados amici o
socii117 y entraban por lo tanto en el ámbito de la fides populi Roma-
ni, por la cual la nación dominante se comprometía a no permitir
que sus amigos y aliados recibieran ningún tipo de agresión o daño
humano o material no solo de parte de enemigos externos118 sino
sobre todo y muy especialmente de parte de sus propios protecto-
res.119 Como se explicita en la recomendación de Anquises, los ro-
manos debían respetar muy celosamente la diferencia entre hostes y
dediti120 y valorar la lealtad de estos últimos.121 A todo esto se refiere
el enunciador quien, además de recordar su lealtad (3-4) dice:
114
Por lo demás, abundan los antecedentes alejandrinos en los que el enunciador pide
al dios que elija otra víctima para sus tormentos: cf. Meleagro AP 5.179.9-10; 5. 212.
3-4; Archias AP 5.98; etc.
115
Cf. Lausberg (1966:§ 61).
116
Verg. A. 6.851-853
117
Cf. Caes. Gal.1.3.4; 1.31.7; 1.35; 4.12.4; 4.16.45; Cic. Ver.1.13,53; 2.56,59,122; 3.15,
123; etc.
118
Cf. Caes. Gal. 1.43.8: "Populi Romani hanc esse consuetudinem ut socios atque
amicos non modo sui nihil deperdere, sed gratia, dignitate, honore auctiores velit
esse".
119
Para este tema, el texto sin duda más claro son los discursos in Verrem de Cicerón.
120
Cf. Liv. 37.53.7; 39.54.9; 42.8.5.
121
Cf. las palabras de Eumenes II de Pérgamo en Liv. 37.53.7,15,23.
260
De Tibulo al Ars Amatoria
122
Cf. Cic. Marc. 5-8; Liv. 28.43.14-15; 45.38.11; etc.
123
Cf. Verg. A.1.278-282; Ov. Ars 1.174; Fast. 2.684. Para este tema en Ovidio, cf.
Labate (1984:74-75); Rochette (1997).
261
Alicia Schniebs
124
El dístico 23-24 es problemático pues se considera que la mención de la puella es
incompatible con el resto del poema en el que el jefe a cuyo servicio está el ego es
Cupido y los editores reclaman la presencia de un ablativo complemento de "defunc-
tum" (24) sin el cual el término significa 'muerto' (cf. Goold 1965: 36-37), todo lo cual
ha dado lugar a una serie de conjeturas. En nuestra opinión, la referencia a la puella
no altera la condición de autoridad de Cupido pues es el dios quien le hace entrega de
ella al ego, como se dice en Am.1.3.12 ("me qui tibi donat Amor") y, es bajo su manda-
to que el ego presta servicio a la joven. Pero además, creemos que esta alusión remite
no solo a Am.1.9.43-44, como observa McKeown (1998: ad loc.) sino a Prop. 2.25.5-10,
más exactamente al último dístico, que es sobre el que Ovidio produce la variante.
En esos versos el ego properciano presenta un priamel donde, al igual que Ovidio, el
desarrollo hace referencia a la vejez u obsolescencia que conduce al retiro de objetos
o personas (5-8), para concluir exactamente al revés que el vate de Sulmona (9-10):
"at me ab amore tuo deducet nulla senectus, / sive ego Tithonus sive ego Nestor ero".
Pensamos que el contraste léxico-posicional entre el "me quoque" ovidiano y el "at
me" de Propercio, enfatiza esta suerte de pará prosdókian, que requiere de la referen-
cia al amor de la muchacha para remarcar la diferencia con el intertexto.
262
De Tibulo al Ars Amatoria
125
Cf. Aug. Anc. pr.1: "Rerum gestarum divi Augusti, quibus orbem terra[rum] imperio
populi Rom(ani) subiecit".
263
Alicia Schniebs
126
Ov. Am. 1.2.51-52.
264
De Tibulo al Ars Amatoria
127
El ya citado texto de Am. 3.2.49-50 en que el enunciador rechaza la guerra como lo
propio de sí está precedido de un dístico en que rechaza la navegación (ib.47-48):
"plaudite Neptuno, nimium qui creditis undis:/ nil mihi cum pelago; me mea terra
capit".
128 Prop. 2.1.47-48.
129
Por lo demás, la lectura en clave erótica está habilitada por el verbo frui empleado
por Propercio, uno de cuyos sememas refiere goce sexual como se ve en los ejemplos
aportados por Adams (1982:197-198).
265
Alicia Schniebs
130
Cf. Booth (1981:2692); Pichon (1991:s.v.'certamen','movere'). Para otros detalles
sobre el doble sentido de parte de los términos de este pasaje, cf. McKeown (1998:ad loc.).
131
Amores 3.9, con sus sutiles y abundantes remisiones a todo el corpus tibuliano, es
la prueba de que Ovidio preveía un lector doctus lo suficientemente familiarizado con
el poemario de Tibulo como para reconocerlo como modelo ejemplar.
266
De Tibulo al Ars Amatoria
132
Cf. el epitafio (Tib. 1.3.55-56): "Hic iacet inmiti consumptus morte Tibullus, / Mesa-
llam terra dum sequiturque mari", donde es evidente la remisión a Tib. 1.1.53 ("Te
bellare decet terra, Messalla, marique") con la que el ego marcó el contraste entre su
identidad de amator y la de vir civis.
133
Cf. Tib. 1.3.57-66.
134
No debemos olvidar que es en Amores donde Ovidio expresa de manera explícita su
admiración por los “carmina sublimis … Lucreti” (1.15.23).
267
Alicia Schniebs
135
Cf. Kenney (1998:222).
136
Cf. Thomas (2003)
137
Para otras intertextualidades con Propercio y Tibulo, cf. McKeown (1989: ad loc.).
268
De Tibulo al Ars Amatoria
138
Véase la connotación negativa de los adjetivos "pulverulenta" , "verbosas" e "ingrato"
139
Estas eran las tres actividades que se esperaba que cumpliera un vir civis como
formas de servir la comunidad desde los distintos lugares de poder. Cf. Cic. Off. 1.74-78;
Mur. 21-30.
140
Las relaciones entre los poemas de apertura y cierre de Amores 1, pueden verse en
Vessey (1981).
141
Para este valor de iners, cf. Maltby (1991:s.v.).
269
Alicia Schniebs
el valor de la poesía como parte de las artes que califican al vir civis
como tal. Ovidio utiliza el lenguaje poético que sus antecesores em-
plearon para sostener la antífrasis de la militia amoris para enfrentar
y justificar su actividad de poeta, no la de amante.142 Más aun, el
final de la elegía muestra la aplicación, esta vez para su identidad de
poeta, del principio mors conveniens vitae enunciado en Amores
2.10:
142
Cf. Lyne (1996:284-286). Disentimos con Wyke (2002:141), quien cita este poema
como prueba de que los tres elegíacos justifican el abandono de sus responsabilida-
des civiles con el argumento de ser poetas de amor. Nada hay en esta elegía ovidiana
que avale esa afirmación. La referencia a sus posibles lectores (38) no es más que una
variación de una constante que se mantiene en el catálogo de autores que ocupa los
versos 9-30: la literatura pervive mientras las 'realidades' que ella crea y presenta
sigan teniendo significado para los hombres.
270
De Tibulo al Ars Amatoria
143
Es sugerente en este sentido que, así como señalamos que en los exempla de la
elegía 1.9, el amor siempre implica una forma de desidia, Ovidio presente en estos
mismos términos las consecuencias del romance de Ceres con Jasio (Am. 3.10.35-36):
"Diva potens frugum silvis cessabat in altis; / deciderant longae spicea serta comae".
271
Alicia Schniebs
272
De Tibulo al Ars Amatoria
144
cf. Am. 1.6.65-66, donde el exclusus amator dice a propósito del inminente amane-
cer: "Iamque privonosos molitur Lucifer axes, / inque suum miseros excitat ales opus".
El texto implica que el amator no es uno de aquellos que deberán cumplir con algún
opus, sea cual fuere este, durante el día que se inicia.
145
De hecho en Amores, el otro personaje cuyo tiempo de trabajo es la noche es la
saga de la elegía 1.8.
146
Obsérvese que, para resaltar la remisión al intertexto, el poeta ha puesto especial
cuidado en la segunda posición de "iuvat", seguido en ambos casos por la preposi-
ción/preverbio in / in -.
273
Alicia Schniebs
147
Para este fenómeno propio de la elegía que consiste en la transferencia de sus
sentimientos de amor y odio a sujetos u objetos distintos del verdadero motivador, cf.
el interesante estudio de Romano (1988).
148
Nos ceñimos para esta comparación exclusivamente al corpus de Amores.
149
Cf. Am. 3.8.18: "ubi mollities pectoris illa tui?".
274
De Tibulo al Ars Amatoria
150
Cf. Am. 2.4.13-14: "sive procax aliqua est, capior quia rustica non est / spemque dat
in molli mobilis esse toro".
151
Cf. Am. 2.4.23-24: "Molliter incedit, motu capit; altera dura est: / at poterit tacto
mollior esse viro"; Am. 2.4.29-30: "illa placet gestu numerosaque bracchia ducit / et
tenerum molli torquet ab arte latus"; Am. 3.7.73-74: "Hanc etiam non est mea dedig-
nata puella / molliter admota sollicitare manu".
152
Obsérvese que los dos exempla mitológicos agregan un plus de significación a las
relaciones en el plano humano. En el caso de la relación no erótica, a la calificación
moral positiva implícita en el severus predicado del sujeto masculino, el exemplum
agrega la inviolable virginidad de Diana. En el caso del vínculo erotizado, al fuerte
tono sexual implícito en cupidus, mollis y amica, el exemplum agrega el carácter
furtivo y transgresor del affaire de Venus y Marte. Por lo demás, la muy cuidada factu-
ra del pasaje enfatiza las diferencias entre las situaciones comparadas. En el dístico
25-26, el sintagma nominal que designa al varón ("fratri…severo"; "cupido…viro")
encierra en ambos casos al que refiere el sujeto femenino ("germana", "mollis amica") .
A su vez, tanto en el hexámetro cuanto en el pentámetro, el primer elemento del
sintagma ("fratri"; "cupido") precede la cesura pentemímera mientras el otro ocupa el
último pie ("severo", "viro"). Sin embargo, como marca de diferencia, la distribución
interna del sintagma es prosódica y morfológicamente inversa: sustantivo bisílabo
("fratri") - adjetivo trisílabo ("severo"), en el hexámetro; adjetivo trisílabo ("cupido") -
sustantivo bisílabo ("viro"), en el pentámetro. Algo más sencillo, este cruce también
puede observarse en el dístico 27-28, donde el pentámetro ("Venerem Marti") invierte
el orden 'dios - diosa' que aparece en el hexámetro ("Phoebo…Dianam")
275
Alicia Schniebs
como única actividad entre dos descansos, que además ansía repetir.
Véase la ring-composition establecida por los dísticos inicial y final
del poema:
El término nequitia, que supone una fuerte censura dentro del sis-
tema axiológico romano,153 está aplicado a la materia poética, esto
es, a la pasión amorosa, a la condición de amator del enunciador.
Con este mismo valor aparece en otro de los poemas programáticos,
en boca de la Tragedia:
153
Cf. Don. Ter.Ad.358: "nequitia […] proprie libidinosa inertia dicta est, quod nihil
queat".
276
De Tibulo al Ars Amatoria
154
Cf. la remisión del verso 20 al tríptico programático : Am. 1.1.26 y 1.2.8.
155
No casualmente Ovidio emplea el término fabula con este valor para referirse
dentro y fuera de Amores al escandaloso romance de Venus y Marte: Am. 1.9.40 ("no-
tior in caelo fabula nulla fuit"); Ars 2.561 ("fabula narratur toto notissima caelo") ; Met.
4.189 ("haec fuit in toto notissima fabula caelo"). Obsérvese además que en los últi-
mos dos casos, que son hexámetros al igual que el verso 21 de nuestra elegía, se
reitera el término totus y con la misma ubicación del ictus en sílaba final.
156
Resulta interesante un pasaje de Am..3.2.13.14, en que el enunciador, imaginándo-
se el auriga favorito de la muchacha, confiesa que de lograr serlo, la sola contempla-
ción de su objeto de deseo implicaría la cesación de su tarea: "Si mihi currenti fueris
conspecta, morabor, / deque meis manibus lora remissa fluent".
277
Alicia Schniebs
278
De Tibulo al Ars Amatoria
157
Cf. Fyler (1969:198) quien observa el carácter irónico de toda esta presentación de
lo que él denomina "lover's .credentials".
158
Cf. "pura…fide" (1.3.6); "nulli cessura fides" (1.3.13).
159
Como observa Curran (1966:48), el uso de un término tan inusual como desultor,
enfatizado por la reiteración del sonido -OR en los finales de verso del contexto in-
mediato ("repertOR", "AmOR", "mORes", "pudOR", "sORORum", "mORi") es un trabajo
de lengua demasiado elaborado como para pensarlo sólo en términos decorativos.
Para nuestro modo de ver, además de una posible lectura metapoética referida al
cambio de géneros, esto refuerza la connotación fuertemente erótica de esta frase,
que nos parece innegable por dos razones. La primera y acaso la más evidente es la
aplicación de la imaginería y el campo semántico del 'montar'/'cabalgar' para referir el
acto sexual (cf. Adams 1993:165-166). La segunda, menos frecuente pero muy relacio-
nada con la anterior, es el empleo de salio y sus compuestos y derivados para desig-
nar el coito entre los animales y, ocasionalmente, entre los seres humanos (cf. Adams
1993:205-206). La interpretación política que hace Holleman (1970) de este pasaje y de
todo el poema en general basada en que desultor es una alusión al orden ecuestre y al
rechazo del Ovidio autor de los pactos de este orden con Augusto, nos parece algo
injustificada en un poema que es casi un centón de loci comunes y que, como tercer
texto de la serie programática muestra el discurso que produce un individuo cuando
se 'viste' de amator.
279
Alicia Schniebs
160
Cf. Curran (1966); Olstein (1975); Whitaker (1983:158); Greene (1994:348).
161
Cf. Am. 1.3.1: "quae me nuper praedata puella est".
162
Habría que pensar incluso en qué medida el desultor no funciona como una metá-
fora metapoética que califica a este enunciador poeta que pasa o intenta pasar de un
género a otro, y que, aun como amator no pierde oportunidad de probarse una más-
cara tras otra.
280
De Tibulo al Ars Amatoria
163
Cabe señalar que en el verso 5, el enunciador también promete el servitium, sobre
el cual volveremos más adelante.
164
En el verso 25 nos apartamos de la edición de Kenney (1995), quien prefiere "quod
erat tibi fida", basándose en una conjetura suya luego confirmada por y. Seguimos,
con McKeown (1987), la lectio de w, apoyándonos en los sólidos argumentos paleo-
gráficos de Goold (1965: 35).
281
Alicia Schniebs
165
Cf. "si quem falles" (Am.1.8.85); "fallere te potuit" (ib. 2.3.15); "voces fallacis ami-
cae" (ib. 2.9b.43); "fallaces vias ire Corinna parat" (ib. 2.11.8); "quae numquam fallere
curet?" (ib. 2.19.7); "impune fefellerat illa" (ib. 3.3.15); etc.
166
Cf. "a, quotiens sani capitis mentita dolores" (Am. 2.19.11); "mentita est" (ib. 3.3.
10); "mendaci…ore" (ib. 3.3.44); "turpia…vanae mendacia linguae" (ib. 3.11a. 21).
167
Cf. "periura" (Am. 3.3.3); "sua…periuria" (ib. 3.3.21); "periuratos… deos" (ib. 3.11a. 22), etc.
168
Cf. Ov. Am. 3.3.1,13-14.
282
De Tibulo al Ars Amatoria
169
Para un análisis detallado del funcionamiento del léxico jurídico en este pasaje, cf.
MCKeown (1998: ad loc.)
170
Cf. Am. 1.10.33-36: "Quae Venus ex aequo ventura est grata duobus,/ altera cur
illam vendit et alter emit? / Cur mihi sit damno, tibi sit lucrosa voluptas, / quam socio
motu femina virque ferunt?”. Estas palabras del ego prueban que la muchacha no
adhiere a la idea sostenida en el citado verso de Am. 2.5.31: "Haec tibi sunt mecum,
mihi sunt communia tecum", esto es, que el lecho sea la base de alguna clase de
socialia iura.
171
Cf. Pichon (1991:s.v.) quien define studium como "sedulitas eorum qui placere volunt".
283
Alicia Schniebs
172
Según Dimundo (2000:228-229), este pasaje también puede leerse en clave exclusi-
vamente erótica por la cual en el lecho comprado todo lo que debe hacer el locador es
pagar el precio exigido pero no proporcionar placer alguno a la mujer.
173
Cic. Rep. 4.7.
174
Para otras definiciones del mismo tenor, cf. Maltby (1991: S.V.).
284
De Tibulo al Ars Amatoria
175
Para el concepto de mentira como una forma de abuso del lenguaje que opera
como instrumento del acto perlocutivo, cf. Camps (1988).
176
Según Davis (1981:2502-2506) este poema es una 'corrección' de la convención
elegíaca, que muestra una manera práctica de resolver el conflicto emocional del
servitium amori, pero esta. es una interpretación parcial que no repara en que, practi-
cada por el mismo enunciador, esta fides autorreferencial trasciende el sufrimiento
experimentado por el ego de Tibulo y Propercio ante la perfidia de sus objetos de deseo.
285
Alicia Schniebs
177
Cf. Ov. Am.1.4.69-70: "Sed quaecumque tamen noctem fortuna sequetur / cras mihi
constanti voce dedisse nega".
286
De Tibulo al Ars Amatoria
178
Cf. Cic. Inv.1.10: “Eam igitur quaestionem, ex qua causa nascitur, constitutionem
appellamus. Constitutio est prima conflictio causarum ex depulsione intentionis pro-
fecta, hoc modo: fecisti; non feci aut iure feci. Cum facti controversia est, quoniam
coniecturis causa firmatur, constitutio coniecturalis appellatur.”
179
Cf. Quint. Inst. 3.6.5 : "Non enim est status prima conflictio: 'fecisti', 'non feci', sed
quod ex prima conflictione nascitur, id est genus quaestionis: 'fecisti', 'non feci', 'an
fecerit': 'hoc fecisti', 'non hoc feci', 'quid fecerit'."
180
Cf. Cic. de Orat.1.138: "oratoris officium est dicere ad persuadendum accomodate".
287
Alicia Schniebs
181
Cf. Ov. Am. 1. 2. 31-36.
288
De Tibulo al Ars Amatoria
182
Mucho se ha dicho de las relaciones de este poema con la elegía 4.5 de Propercio,
difícil problema para la filología pues la imprecisa datación de ambos textos no ofrece
certeza alguna acerca de la precedencia de uno u otro. En este sentido, uno de los
aportes más novedosos e interesantes es el de K.O'Neill (1999) quien, aparte de un
estado de la cuestión que retoma los hitos fundamentales del problema, presenta un
estudio filológico serio y convincente para afirmar la prioridad del texto properciano.
183
La parentética del primer dístico "quicumque volet cognoscere lenam, / audiat"
sugiere que Dipsas es el personaje tipo de la alcahueta y no un individuo particular.
Cf. McKeown (1989: ad loc.).
184
Cf. la indiscutible relación de este poema con la escena de la Mostellaria (Pl. Mos.
157-312) en que el adulescens espía a su amada Filematio mientras es instruida por la
vieja meretrix. Cf. Wheeler (1910: 449-450).
289
Alicia Schniebs
SERVITIUM AMORIS
185
Cf. el análisis comparativo de Prop. 4.5 y Ov. Am. 1.8, realizado por Gross (1996)
quien, a nuestro modo de ver, demuestra con claridad que en el poema ovidiano, la
retórica persuasiva de Dipsas remeda a la del propio enunciador.
186
Nótese la oposición con el citado pasaje de Ov. Am. 1.8.103-104.
290
De Tibulo al Ars Amatoria
291
Alicia Schniebs
Los dos ejemplos tienen que ver con la condición de exclusus, propia
del amator elegíaco y sus dos correlatos, las excubiae y el paraclau-
síthyron.190 En el primer caso la propuesta de cambiar de lugar con el
ianitor es el resultado de llevar al extremo del absurdo, por ejemplo,
los ya citados versos de Tibulo, que muy probablemente oficien de
hipotexto:
Es decir, con tal de estar en el lecho con su amante, el ego está dis-
puesto no ya a comportarse 'como si fuera un esclavo' sino a transformarse
en uno y soportar sus cadenas.191 Esta formulación desarma el regis-
tro metafórico pues tanto el servitium cuando las cadenas son 'rea-
les' y, sin lugar a dudas, han de conducir al enunciador al efecto
contrario al buscado. En el segundo caso, la estrecha relación entre
los dos dísticos está marcada por la anáfora del sintagma “ergo ego”
que abre sendos hexámetros, enfatizada en el plano fónico por el
homoeoteleuton ante la pentemímera ('sustinui ui'
ui , 'nesciocuiui'),
ui en el
sintáctico por la actitud interrogativa y, en el plano del contenido,
por el empleo del primer verso para presentar la situación de exclu-
sión y del segundo para referir la del servitium. Este conjunto de
semejanzas resalta la oposición fundamental ingenuus≠servus, que
afecta de manera directa la identidad del enunciador. Según
McKeown (1989:ad1.3.5-6), al emplear una estructura comparativa
190
Para esta versión ovidiana del paraclausithyron, cuya originalidad reside sobre todo
en el destinatario, el refrán que jalona el paso del tiempo y la textura hímnica por
demás inapropiada para dirigirse a un esclavo encadenado, cf. Yardley (1978: 29-34);
Watson (1982); Dimundo (2000:95-125).
191
Lyne (1996:249) observa este trastrocamiento pero no repara ni en la relación con
Tibulo ni en la desarticulación del registro metafórico y sus consecuencias.
292
De Tibulo al Ars Amatoria
A través del empleo del léxico jurídico,193 este enunciador, que sa-
bemos ingenuus, se hace cargo del daño que esa conducta servil
provoca a su estatus de vir civis. Sin embargo, a la manera del ego
properciano de la elegía 3.11.1-4, esto no lo lleva a intentar reparar
esa violación de su pacto de identidad de vir civis sino a potenciar su
antitética identidad de amator en una petición que acentúa su condi-
ción de esclavo y viola su 'deber ser' de ciudadano romano. En efec-
to, el dístico 5-6 es un reconocimiento explícito de su subordinación
a la puella que, colocada en el lugar de la domina, desplaza al enun-
ciador a la situación de un esclavo a quien sólo le resta la esperanza
192
Para la anáfora asindética como factor de cohesión de sentido en la poesía elegía-
ca, cf. Videau (2001:1006-1007).
193
La infamia es en Roma un estatuto legal que supone la pérdida de ciertos derechos
civiles lo cual es compatible con un vir civis que confiesa asumir conductas de escla-
vo. Cf. el capítulo 3.2 del Digesto, consagrado por entero a "De his qui notantur infa-
mia".
293
Alicia Schniebs
194
Cf. Hellegouarc'h (1972:562-575).
195
Por otra parte, como apunta McKeown (1998: ad loc.) los exempla son ambiguos y
parecen probar más bien lo contrario de lo enunciado en la sententia. Pensemos, en
efecto, que Odiseo rechaza a Calipso, Peleo rapta y viola a una Tetis que se le resiste
(cf. Ov. Met.11.238-265), el vínculo Egeria/Numa es habitualmente considerado ficticio
y el episodio más importante de la unión Venus/Vulcano es, dentro y fuera de Ovidio,
el affaire de la diosa con Marte.
294
De Tibulo al Ars Amatoria
196
Cf. Whitaker (1983:144); Lyne (1996:266).
197
Cf. Ov. Am.1.1.3: "Par erat inferior versus"
198
Cf. Ov. Am.1.1.19: "Nec mihi materia est numeris levioribus apta". Obsérvese que en
este verso el adjetivo "apta" ocupa la misma posición que ocupa el adverbio "apte" en
Am. 2.17.21.
199
Cf. Ov. Am.1.1.4.: "unun surripuisse pedem"
200
Cf. Cartault (1911: 263-274); Smith (1985: ad1.3.5); Luque Moreno (1994:62-65).
201
Ov. Am. 2.17.14.
202
Ov. Am. 2.17. 21-22.
203
Ov. Am.1.1.3; 19.
204
Cf. el análisis de Tristia 2.213-220 hecho por Barchiesi (1993:162-163), donde el
filólogo italiano muestra cómo Ovidio apela a la condición impar del dístico para
295
Alicia Schniebs
296
De Tibulo al Ars Amatoria
206
Cf. Verg. A.1.508: "iura dabat legesque viris".
207
Cf. Prop. 3.11.46: "iura dare et statuas inter et arma Mari".
208
Cf. Lyne (1979:128); McKeown (1987:17). Es importante aclarar que en ambos
autores el patrón de medida es el corpus properciano, en el cual el servitium ocupa,
como vimos, un lugar preponderante ya desde el poema programático del Monobiblos.
297
Alicia Schniebs
209
Cf. Murgatroyd (1981:600-601), quien observa este mecanismo si bien, por las
características de su artículo, no se detiene en el análisis de sus posibles causas y
efectos.
210
Para este valor del término domina cf. dig. 16.1.25.pr.; 25.2.21.1; 28.5.49.2;
29.5.1.28; 29.5.3. 5-6; 47.4.1.1; 48.15.6.2.
211
Cf. la interesante definición de Pichon (1991: s.v.): "Domina saepe suam vim retinet
imperiumque feminae in virum significat". Disentimos en cambio con la distinción que
hace este autor entre empleos que en su opinión se ajustan a la definición citada y
otros que encuadra bajo: "Saepius vero domina nihil est nisi trita solitaque adpellatio
qua amantes puellas suas salutant". Creemos que el uso reiterado del término no
disminuye la referencia al sometimiento del varón al control de la amada.
212
Así por ejemplo en 1.6.69-70, domina remite con seguridad al amator pero en el
verso 20 puede referirse a éste, al ianitor o a ambos; en el par responsivo 1.11-12, el
verso 1.11.7 alude de manera imprecisa a Nape, al ego o bien a los dos, mientras
1.12.22 señala con claridad al amator; en los dos poemas del eunuco Bagoa (2.2-3) se
reúnen la remisión al esclavo (2.2.8,59; 2.3.10) con la referencia al enunciador (2.3.1)
y una alusión ambigua a cualquiera de ellos o a los dos a la vez (2.2.1). Finalmente,
las famosas elegías del affaire con Cipasis (2.7-8) apuntan tanto a la esclava (2.7.18;
2.8.28), como a esta y al ego de manera imprecisa (2.8.4).
298
De Tibulo al Ars Amatoria
213
Vale la pena recordar que es aplicado también nada menos que a Roma (2.4.16), lo
que recuerda no sólo la profecía de Heleno que Ovidio pone en boca de Pitágoras
(Met.15.46-48) sino, desde luego, las palabras que Virgilio hace decir a Júpiter para
calmar a la desolada Venus (A.1.282).
214
Cf. Ov. Am. 1.7.3,12; 2.9b.46; 2.13.16; 2.15.7,11; 2.16.21,42; 2.18.17; 3.2.57,62,80-
81; 3.5.40; 3.6.2; 3.8.5.
215
Es sugerente confrontar los versos 55-62 de la elegía del circo (3.2), en la que el
poeta solicita a Venus que haga que su domina (56) se deje amar a cambio de la pro-
mesa de considerarla él siempre su domina (62), con el comienzo de la elegía 1.3.1-6,
único caso del corpus donde se repite una situación semejante pues el ego pide a
Citerea que le conceda ser amado para lo cual promete a la mujer el servitium. Lo
interesante es que esta comparación muestra que el primer domina de 3.2.56, es
previo al establecimiento del vínculo solo que en esta situación, como en la 1.3, el ego
ya es la presa (1.3.1) capturada (3.2.39-40) por el deseo despertado por la mujer. Lo
que este cotejo muestra por este mecanismo tan sutil y tan ovidiano es cómo el enun-
ciador manifiesta que es el servitium amoris lo que conduce al servitium puellae.
299
Alicia Schniebs
216
Ov. Am.1.10.29: "sola viro mulier spoliis exultat ademptis".
300
De Tibulo al Ars Amatoria
217
Cf. Ov. Am. 2.15, donde el anillo es designado como munus (2, 9, 27) y como donum (8).
301
Alicia Schniebs
218
Cf. Greene (1994:346).
219
Ov. Am. 1.15.7-8. Resulta tentador recordar aquí que, como parte de los argumen-
tos para conquistar a la mujer que lo ha cautivado, en Am. 1.3.19-24, el enunciador
dice: "te mihi materiem felicem in carmina praebe: / provenient causa carmina digna
sua. / Carmine nomen habent exterrita cornibus Io / et quam fluminea lusit adulter ave
/ quaeque super pontum simulato vecta iuvenco / virginea tenuit cornua vara manu".
Como señalamos oportunamente, nada más inadecuado para respaldar las promesas
302
De Tibulo al Ars Amatoria
Aun el mismo Júpiter, con quien tan a menudo se identifica este de-
sultor amator, debió transformarse él mismo en oro para que se le
abrieran las puertas de Dánae.220 Así pues, en una versión exagerada
del fracaso del patrocinium mostrado por sus antecesores, este
303
Alicia Schniebs
221
Vincúlese, por ejemplo, 3.12.5 con las típicas variaciones catulianas del sintagma
amata nobis quantum..., que aparecen siempre en poemas donde se alude sea al
rechazo de Lesbia sea a su promiscuidad sexual: cf. Cat. 8; 37; 58; 72; 87.
222
Cf. Tib. 2.4.19-20.
223
Cf. Prop. 3.24.1-4.
304
De Tibulo al Ars Amatoria
Aquí, con una imagen de liberación del yugo que evoca por inversión
la del sometimiento voluntario de Am. 1.2.39, el enunciador manifiesta
el pudor que le cabe por haber estado encadenado a la pasión por
una mujer infiel y por haber hecho pública esa situación. Dos ele-
224
Cf. Ov. Am. 3.10. 27-29: “Vidit et, ut tenerae flammam rapuere medullae, / hinc
pudor, ex illa parte trahebat amor. / Victus amore pudor”.
305
Alicia Schniebs
225
Cf. Pichon (1992: S.V 1º ac.).
226
Cf. Cic. Off. 1.4,10,106, etc.
227
Cf. Cic. Off. 1.94,106; Pichon (1992: s.v. 2º-3º acc.).
228
Cf. Ov. Am. 2.17.2.
229
Cf. Ov. Am. 3.8.7-8.
230
Cf. Ov. Am. 3.7.45-46: “Credo etiam magnos, quo sum tam turpiter usus, / muneris
oblati paenituisse deos”; 65-66: “Nostra tamen iacuere velut praemortua membra /
turpiter hesterna languidiora rosa”.
231
Cf. Ov. Am. 3.7.19: “A, pudet annorum!”; 37: “Huc pudor accessit facti; pudor ipse
nocebat”; 69: “Quin istic pudibunda iaces, pars pessima nostri?; 72: “tristia cum mag-
no damna pudore tuli”.
306
De Tibulo al Ars Amatoria
absit,
absit et in lecto crimina pone tuo.
Illic nec tunicam tibi sit posuisse pudori
nec femori impositum sustinuisse femur;
illic purpureis condatur lingua labellis,
inque modos venerem mille figuret amor;
illic nec voces nec verba iuvantia cessent,
spondaque lasciva movilitate tremat.
Indue cum tunicis metuentem crimina
crimina vultum,
et pudor obscenum diffiteatur opus. (Ov. Am. 3.14.13-28)
232
Cf. “crimina” (20, 27).
233
Cf. “illic” a comienzo de versos 21,23,25. Obsérvese además, en este pasaje, la
delicadeza de entrelazar un dístico negativo (21-22) con anáfora interna del “nec” con
un dístico afirmativo (23-24) y un tercer dístico que, a la manera de coronación con-
tiene un hexámetro negativo con anáfora del “nec” y un pentámetro positivo. Cf.
Willys (1996: 405-406).
234
Cf. “pudicas” (13); “pudeat” (16); “pudor” (18); “pudori” (21); “pudor” (28); “lasci-
via” (19); “lasciva” (26).
235
Cf. “facis…facito...fecisse” (15); “pone” (20); “posuisse” (21); “impositum” (22);
“femori…femur” (22); “pudor” (18); “pudori” (21); “pudor” (28).
307
Alicia Schniebs
cación de la deixis espacial. Así, por ejemplo, el punto de vista del vir
civis prescribe, para el espacio público, verba modesta loqui (16),
tunicam induere (27), pudicitia (13), probitas (14) y un rostro capaz
de reflejar ese deber ser (27). Esto se enfrenta a los voces et verba
iuvantia (25) y al tunicam ponere (21), a la lascivia en todas sus ma-
nifestaciones (20-26) que el amator requiere para la intimidad del
lecho. A su vez, es la voz del vir civis la que califica como crimina
(20, 27) y como opus obscenum (28) lo mismo que la del amator
define en términos de deliciae (18). Antitéticos e incompatibles, los
dos puntos de vista requieren de una instancia de superación por-
que, hecha pública, la placentera experiencia del lecho, atenta contra
la identidad del vir civis y pone en movimiento su propio pudor ya
que exhibe su condición de amator y su consecuente imposibilidad
de controlar la conducta sexual de la mujer.
Como vimos que sucedía en el caso del foedus, lo que el enun-
ciador revela aquí es la impracticabilidad de la fusión elegíaca. La
inevitable colisión de las isotopías puella y mujer nuclear hace que la
pretensión de una puella pudica sea tan imposible de concretar co-
mo la de un amator civis. La incompatibilidad de estas series en el
código cultural produce la antanaclasis pues al pasar de una isotopía
a otra el término pudor altera su contenido semántico de manera
esencial. Según lo explicado al hablar de las mujeres, en el código
cultural romano la pudicitia importa una serie de conductas públicas
que ofician como sendos significantes de un significado que no es
otro sino la continencia y pasividad sexual de la mujer en los ámbi-
tos privados. En la formulación ovidiana lo que se quiebra es preci-
samente la relación que significante y significado tienen en el código
cultural. La conducta pública no refleja la conducta privada sino la
oculta, la opaca, la silencia. En concreto, la finge, como explícita-
mente lo dice el enunciador: “imitare pudicas” (13).236
Ahora bien, esta ficción montada para la mujer es el basamento
sobre el que a su vez se construye el pudor del amator civis pues en
rigor es él y no la puella quien experimenta un conflicto de identidad
236
Volvemos con esto a algo que habíamos comentado a propósito del foedus: los
sugerentes puntos de contacto que también aquí tienen la voz del enunciador y las
enseñanzas de la alcahueta de Am.1.8.35-36 : “decet alba quidem pudor ora, sed iste,
/ si simules prodest; verus obesse solet”.
308
De Tibulo al Ars Amatoria
309
Capítulo 9
El fracaso de la transcodificación:
transcodificación:
exclusus civis y exclusus amator
312
De Tibulo al Ars Amatoria
313
Alicia Schniebs
conducta corroe las reglas que el protocolo sexual estipula para él,
como miembro de la elite. Por medio de la transcodificación el ego
elegíaco construye un mundo alternativo, posible pero no probable,
que no solo no resuelve su conflicto de identidad sino amenaza con
ahondarlo pues lo convierte en una criatura mixta, en un actor social
heterogéneo, que pretende anular el sistema de diferencias y, con
ello, necesariamente termina anulando la identidad y situándose
fuera de ambos mundos, en ese no lugar de frontera simbólicamente
representado por el umbral. Más allá de cuán ‘románticos’ y convin-
centes nos puedan parecer su dolor y su conflicto, lo cual es una
impresión genuina desde la subjetividad de la lectura, en términos
de producto cultural el ego elegíaco es un individuo situado en el
límite, un vir civis cuya conducta lo margina de su grupo de perte-
nencia y que, como agente productor y reproductor de la cultura,
intenta adaptar los fundamentos de ese mundo para reingresar a él y
superar su marginalidad.
En resumen, la erotización de la civitas puesta en marcha por el
enunciador elegíaco fracasa como solución de su conflicto de identi-
dad porque el proceso de transcodificación no solo no supera la
antítesis que las series amator y vir civis tienen en el código cultural
sino que las confirma y las ahonda al exhibir la incoherencia de una
acumulación de oxímora y antanaclasis de base metafórica que el
lector solo puede afrontar desde le sospecha de la ironía. Como
hemos visto, será precisamente Ovidio quien extremará las conse-
cuencias de estas incompatibilidades ético-conceptuales de las dos
series, colocando al ego elegíaco al borde de un absurdo que es casi
una denuncia de la vacuidad de la ‘manera de ver el mundo’ propia
de este género.
314
PARTE III
En las últimas décadas y como parte del interés surgido en los estu-
dios clásicos por el problema de los géneros literarios, ha aparecido
una serie de trabajos que, sea centrados en un autor u obra particu-
lar, sea desde una perspectiva más amplia, replantean las caracterís-
ticas y alcances del así llamado género didáctico en la Antigüedad.1
Un primer punto de conflicto en el tratamiento de este tema es de-
terminar los alcances de la expresión misma ‘género didáctico’, que
puede resultar peligrosamente ambigua y conducir a confusiones a
la hora de aplicar modelos teóricos. En este sentido nos parece muy
iluminadora la premisa de la que parte Barchiesi (1993:149-150) en
su estudio sobre Horacio Ep.2.1 y Ovidio Tr.2, donde aclara que,
lejos de pretender encuadrar esos textos en una categoría, a la vez
histórica y atemporal, definible como ‘género didáctico’, su propues-
ta es ‘leerlos’ como didácticos.2 Para el filólogo italiano, el requisito
para considerar un texto (o una parte de este) como tal es el siguien-
te: “la presenza a un qualsiasi livello della struttura letteraria di un
destinatario e del gesto di istruirlo - accetto cioè come didascalici
testi in cui l’insegnamento è ‘serio’ e ‘meno serio’ o francamente
parodico, e testi in cui la figura del destinatario si pone ai (o svaria
attraverso i) più diversi gradi di una scala (comprendente patrono,
dedicatario, Lettore Implicito, Lettore Modello, pubblico dell’ opera…)”.
Esta aclaración de Barchiesi nos lleva a pensar en la importante
1
Un ejemplo de esta tendencia - y auténtico hito en el tratamiento del tema - es el
volumen 31 de la revista MD.
2
Como afirma Dalzell (1996:18): “In practice I have always found it more helpful to
think of literature more as a special way of reading that as a special way of writing”.
Alicia Schniebs
3
Con los términos ‘maestro’ y ‘discípulo’ designamos de manera general a los indivi-
duos participantes en un proceso de enseñanza/aprendizaje que, en los hechos, pue-
den ser actores sociales de muy diverso tenor - padre/hijo, ancianos/jóvenes, je-
fe/subordinado , etc. - y no sólo la díada maestro/alumno propia del ámbito escolar.
4
Para la estructura actancial del discurso didáctico en general seguimos a Greimas
(1981:23-28).
5
Para el tema de los procedimientos discursivos, cf. Ciapuscio (1994:112-115).
318
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Corresponden a la modalidad epistémica las aseveraciones que afirman o implican
que una cierta proposición o conjunto de proposiciones es sabida o creída. La moda-
lidad deóntica, por su parte, se relaciona con las nociones de obligación y permisión.
7
Nuestra propuesta tiene puntos de contacto con lo que Volk (2002:42-43) denomina
‘modo didáctico’ pero su intento de ampliar el panorama tiene el inconveniente de
que se reduce a la discursividad poética.
319
Alicia Schniebs
8
Cf. Quint. Inst.10.1.56 y Hollis (1998).
9
Cf. Malaspina (1988:99).
10
Cf. Pöhlmann (1973:815-835); Dalzell (1996:20)
11
Hor. Ars 73-85
12
Cic. Op. Gen. 1.
13
Arist. Poet. 1.1447b 16-20.
14
Pl. De audiendis poetis 16 c-d
15
Verg. Cat.15.
16
De orat. 1.69; 1.217.
17
De compositione verborum, 22.
18
Inst.1.4.4; 10.1.48,87.
320
De Tibulo al Ars Amatoria
19
GL 1 482.14-17; 483.1-3 Keil.
20
Según Pöhlmann (1973:829.831) es probable que esta distribución haya tenido
origen helenístico. La poesía ‘educativa’ también aparece en el Tractatus Coislinianus
como un tipo de poesía no mimética. Cf. Albrecht (1997:267-269); Dalzell (1996: 20-21).
21
Cf. Hollis (1998:172 n.7).
22
Cf. Wilkinson (1955:118).
23
Cf. Varrón, De re rustica; Cicerón, De oratore, Tusculanae Disputationes, De Officiis,
De divinatione; Quintiliano, Institutiones Oratoriae.
321
Alicia Schniebs
24
Para este tema cf. H.Parker (1992).
25
Cf. Albrecht (1997:272)
322
De Tibulo al Ars Amatoria
26
Cf. Cusset (1999:289-296)
27
Cf. Verg. G.2.175-176: “sanctos ausus recludere fontis, / Ascraeumque cano Romana
per oppida carmen”; Col.10.435-436: “qui […] veteres ausus recludere fontis / as-
craeumque cecinit Romana per oppida carmen”.
28
La afirmación de Dalzell (1996:22-23) respecto de que el comienzo de Astronomica
es una traducción del primer verso de Teogonía de Hesíodo, nos parece algo exagera-
da y poco demostrable, sobre todo a la luz del análisis de estos aspectos hecho por
Pozzi (2001).
29
Cf. Serv. G.praef.: “et hi libri didascalici sunt, unde necesse est ut ad aliquem scri-
bantur; nam praeceptum et doctoris et discipuli personam requirit: unde ad Maecena-
tem scribit sicut Hesiodus ad Persen, Lucretius ad Memmium”.
30
Cf. Schniebs (2002: 305).
31
Cf. Mistis (1993:123-124).
323
Alicia Schniebs
32
Cf. Dalzell (1996:140): “In didactic poetry the speaker claims competence: one cannot
teach what one does not know”.
33
Cf. Dalzell (1996:25).
34
Para la jerarquía del conocimiento en esta obra y la función del episodio de Orfeo y
Aristeo en su comprensión, seguimos a Schiesaro (1997).
35
Cf. Kenney (1958a:202-204).
36
Para esta diferencia entre destinatario en el texto y destinatario del texto en la
poesía didáctica latina, sobre todo en Lucrecio, cf. Schiesaro (1993:129-130).
37
Cf.Conte (1991:16)
38 Sen. Ep. 86.15.
324
De Tibulo al Ars Amatoria
• el emisor-maestro-poeta;
• la autoridad que respalda al emisor en sus dos funciones (maestro
y poeta) y que garantiza el valor de sus preceptos y la calidad de su
escritura;
• el receptor-alumno individualizado;
• una audiencia más amplia que espía por sobre los hombros del
receptor-alumno interno.
39
Cf. Schiesaro (1993:135-137). Por lo demás, dado que el poema didáctico construye
una representación literaria del discurso científico como lenguaje de la racionalidad,
el rigor y la no emotividad, la mezcla poético referencial da cuenta de la oscuridad del
lenguaje de esos poemas y de los riesgos de caer en el debilitamiento tanto de la
función docente como de la verosimilitud de la ficción didáctica. Cf. Calcante (2002).
40
Cf. Mitsis (1993:125-127).
41
Para este planteo seguimos a Konstan (1993:12), aunque nos permitimos agregar lo
referido a la producción literaria por considerarlo un elemento fundamental para la
construcción del lector empírico o extratextual. Cf. el análisis de Bing (1993) respecto
del lector extratextual previsto por Arato.
325
Alicia Schniebs
42
Cf. Pöhlmann (1973:879-898); Perutelli (1993); Albrecht (1997:273-274). Este elemen-
to implica un fuerte lazo con la épica. Recordemos que Quintiliano (Quint. Inst.
10.1.49) considera a Homero el maestro en el arte del digressus.
43
Cf. Cic. Inv.1.27; de Orat. 3.203; Part.32; Quint. Inst 3.9.1-4; 4.3.1-3; 5.11.5; 9.1.28;
10.1.33; etc. Cf. Lausberg (1966:§340-342).
44
Para esta última postura cf. J.Classen (1968:92-95)
326
De Tibulo al Ars Amatoria
327
Capítulo 11
El concepto de ars
1
Resulta muy sugerente el hecho de que la primera y muy contundente prueba de la
autora es la diferencia que se observa en las entradas de los instrumentos filológicos
más canónicos: Thesaurus, Gaffiot, OLD y el diccionario etimológico de Ernout-
Meillet.
2
Vista la polisemia del término ‘arte’ en español y a los efectos de evitar confusiones
con eventuales referencias al arte como discurso iconográfico, se utilizará la negrita
toda vez que la palabra sea empleada con el valor que a continuación se especifica.
3
Cabe aclarar que esta formulación se aleja en parte de la planteada por nosotros
mismos en Schniebs (2002).
Alicia Schniebs
arte:“conjunto
arte: de preceptos y reglas necesarios para hacer bien al-
go” (DRAE, s.v.3)
técnica:
técnica “conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una
ciencia o un arte” (DRAE, s.v.5)
método:
método “obra que enseña los elementos de una ciencia o arte”
(DRAE, s.v.3)
4
Gavoille (2000:244).
5
Gavoille (2000:276).
330
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Cf.Arist.Metaph.981b5: “En general el signo del conocimiento o del no conocimiento
es la capacidad de enseñar y, por esta razón, consideramos que el arte (tekhne), más
que la experiencia, es un saber científico, porque unos pueden enseñar; los otros, no
pueden.”
7
Rhet.Her.1.2
8
Cf. Cic. Inv. 1.5: “Hoc si forte non natura modo neque exercitatione conficitur, verum
etiam artificio quodam comparatur, non alienum est videre quae dicant ii qui quae-
dam eius rei praecepta nobis reliquerunt”.
331
Alicia Schniebs
9 Cf. Arist. Metaph. 981a 3-4: “es a través de la experiencia que los hombres adquieren
la ciencia y el arte (tekhne) pues, como dice Polo, la experiencia (empeiria) produce el
arte (tekhne); pero la inexperiencia, la casualidad (tykhe)”.
10
Cf. La Penna (1979:986)
11
Obsérvese la interesante coincidencia entre este planteo y el que aparece en el
canto 4 (315-316) de la misma obra a propósito de Aristeo y la bougonia: “Quis deus
hanc, Musae, quis nobis extudit artem? / unde noua ingressus hominum experientia
cepit?”.
332
De Tibulo al Ars Amatoria
12
Cf. las interesantes referencias aportadas por La Penna (1979:986 n.2), tomadas de
textos no pertenecientes al género didáctico.
13
Arist. Metaph. 981a 5. Cf. Arist. Rh.1356b 30: “Ningún arte (tekhne) mira a lo indivi-
dual […] sino a lo que es para el que es de tal clase o los que son de tal modo; pues
esto es lo propio del arte (tekhne), ya que lo particular es infinito y no es objeto de
ciencia”.
14
Cf. Perelman (1994:536)
333
Alicia Schniebs
15
Cf. la misma idea en Pl. Grg. 463b; Pl. Lg. 938a 4.
16
Cf. OLD s.v.1,2,3,12; Gaffiot S.V. 1,5; DRAE, s.v.1.
17
Cf. OLD s.v.6,7,8,9; Gaffiot S.V.3,4; DRAE, s.v.2,5.
18
Cf. OLD s.v.13,14; Gaffiot S.V.7.
19
Cf. OLD s.v.4,5; Gaffiot S.V.2; DRAE S.V.6,7.
20
Cf. OLD s.v.11; Gaffiot S.V.6.
21
Cf. OLD s.v.10; Gaffiot S.V.8.
22
Cf. Hor. S.1.3.99-100; Ep. 2.2.119; Ars 71-72 y Brink (1971:ad loc.).
23
Cf. Lucr. 5.1028-10291448-1457 y los comentarios de (Bailey 1922:ad loc.), Ernout-
Robin (1962:ad loc.), Gavoille (2000:310-314).
334
De Tibulo al Ars Amatoria
24
Cf. E. Fr .715 N.
25
Suid. x 465.3.
26
Arist. EN 1040a 20.
27
Pl. Grg. 449e 4-6. Cf. Arist. Pol. 1258b 35-38; E. Alc.785-786; Var. R 1.18.7-8; etc.
28
Cf. Var. R. 1.3.1; 1.2.12; Vitr. 4 pr.1-2; Quint. Inst. 2.15.21; Col. 1.1.15; Veg. De re militari 2. 3.
335
Alicia Schniebs
29
En una sociedad tradicional como la romana, este desplazamiento de funciones se
verifica sobre todo en la circulación de saberes basados en la consuetudo, que se
transmiten de padres a hijos. Obsérvese que en la famosa escena virgiliana del “disce,
puer” (A. 12.435-440), Eneas explíticamente indica a Ascanio que en su adultez él
mismo deberá devenir agente de instrucción y, con ello, de perpetuación del saber que
en ese momento recibe en calidad de discípulo.
30
Cf. Cic. Luc. 22: “Ars vero quae potest esse nisi quae non ex una aut duabus sed ex
multis animi perceptionibus constat?”.
336
De Tibulo al Ars Amatoria
31
Arist. Metaph. 981a 21-23
32
La traducción de este término al español es un problema complejo porque, en
nuestra lengua, tanto ‘artista’ como ‘artífice’ son aplicables exclusivamente a quienes
ejercen una actividad artística creativa de carácter estético (cf. DRAE: s.v.). Para salvar
este inconveniente, y siempre que el término latino designe a un individuo que practi-
ca un ars = arte,
arte traduciremos artifex como ‘experto’.
33
Cf. Quint. Inst. 2.14.5; 5.13.30; 11.3.106.
337
Capítulo 12
ARS 1. 1-
1- 34:
el proemio programatico
1
Algunos elementos de este análisis fueron expuestos por nosotros en Schniebs
(2002).
Alicia Schniebs
(1-4): ARS 2
Sección 1 (1-
Sección 2 (5-
(5-8) : ARTIFEX
Sección 3 (9-
(9-24) : ARS - ARTIFEX
Sección 4 (25-
(25-30): ARS - ARTIFEX - OPUS
Sección 5 (31-
(31-34): ARS - ARTIFEX - OPUS - ACTIO
SECCIÓN 1: ARS
versos 1-2:
2
La subdivisión de esta primera sección no está en el esquema de Korzeniewski pero
nosotros consideramos fundamental esta distinción debido a la función específica que
cumple cada uno de los dos dísticos que la componen.
340
De Tibulo al Ars Amatoria
antes después
“non novit amandi” vs. “ doctus amet”
---------- --------- -------- -----
A B A B
3
Cf. Lausberg (1966:§640-648).
4
Cf. Wills (1996:311) y los ejemplos ofrecidos por este autor (ib:316-325), aunque
quizás uno de los más impactantes sea el verso de Fasti 3.21, donde el poeta narra la
escena de violación de Rhea Silvia por parte Marte: “Mars videt hanc visamque cupit
potiturque cupita”.
5
Para la frecuencia de relaciones léxico-semánticas en estas dos secciones del dístico,
cf. Luque Moreno (1994:93-94). Para este tema en Ovidio, cf. Kenney (2002).
341
Alicia Schniebs
6
Esta misma secuencia se repite en Rem.71: “Naso legendus erat tum cum didicistis
amare”.
7
Para este tipologema del género didáctico en sí y en relación con Lucrecio y Virgilio, cf.
Kenney (1958a)
8
En este sentido, se diferencia también del receptor del poema de Arato que, como
afirma Bing (1993:100), “far from excluding anyone the poem actually contains numerous
instances of inclusive discourse”
9
La crítica suele considerar que el hexámetro de apertura es una suerte de confesión
que anula la existencia misma de la situación de enseñanza que dice instaurar porque es
imposible pensar en un receptor-discípulo que desconociera algo como el amare, que
forma parte de la vida misma. En nuestra opinión esto no es sino otra muestra de la
tendencia ovidiana a tensar la preceptiva de género y evidenciar el estatuto ficcional de esta y
342
De Tibulo al Ars Amatoria
versos 3-
3-4:
Una primera lectura puede llevar a pensar que Ovidio se limita aquí a
recurrir a loci communes, que podemos constatar en cualquier buena
edición comentada como las de Hollis (1977) y Pianezzola (1991), pos-
tura confirmada en parte por el estudio de Citroni (1984). Según este
autor, el dístico ovidiano es una evocación del pasaje de Ilíada
(23.315-318), en que Néstor instruye a Antíloco antes de la carrera en
los juegos por Patroclo: “Por la sagacidad (metis) es bueno un leña-
dor, no por su fuerza; por la sagacidad (metis) dirige la rápida nave
sacudida por los vientos el piloto por un mar de vino; por la sagaci-
dad (metis) un cochero aventaja a otro cochero”. Ninguna duda cabe
acerca de las semjanzas formales - la anáfora de “arte” en Ovidio y
su probable remision a la de métis en Homero - y conceptuales - la
343
Alicia Schniebs
12
Cic. Inv. 1.51.
344
De Tibulo al Ars Amatoria
En el dístico 3-4, el desarrollo del priamel reúne pues las dos isotopí-
as16 de modo que, más allá de las analogías con las artes y de la remisión
13
Cf. Ov. Am. 2.9.20-24,29-34; 2.10.9-10; 3.11.29-32,51-52. Para un análisis de la
imaginería del mar aplicada al tratamiento de la pasión amorosa, cf. Laguna Mariscal
(1989); Murgatroyd (1995).
14
Cf. Ov. Am. 3.15.17-18; Ars 1.39-40,263-264; 2.9-10; 3.467-468,499-500; Rem.69-70;
y en especial el pasaje de Fasti 4.1-18, donde se reúnen ambas imágenes. Para esta
imaginería en general cf. Simpson (1969); Auger (1987). Para esta imaginería en la
poesía didáctica ovidiana, cf. Kuppers (1981: 2535-2539).
15
Cf. Barsby (1978:22); Rambaux (1986:166-167).
16
Cf. Wright ( (1984:9), quien observa que la aplicación de las mismas imágines establece un
345
Alicia Schniebs
lazo entre el amante y el poeta que no es accidental sino que apunta a señalar que tanto
uno como otro, al igual que el auriga y el piloto, proceden por habilidad y método,
recursos que, en su opinión, consisten en ambos casos en el engaño por la palabra
17
Cf. los análisis presentados por Barchiesi (1989).
18
Cf. el interesante estudio de Gildenhard-Zissos (2000), quienes, guiados por el princi-
pio hermenéutico de Ovidium ex Ovidio explicare, demuestran que el proemio de Meta-
morfosis es un discurso metapoético cuyo hipotexto es el mismo Ovidio. Para la remi-
sión interna entre los proemios de los tres libros de Ars y Remedia Amoris, cf. PÖHLMANN
(1973:892-894).
19
Cf. Ov. Am. 2.9 51-54
346
De Tibulo al Ars Amatoria
método,
método el poeta reasume el control de la escritura por el solo
ars=método
hecho de presentar un poema didáctico (género gravis) con una mate-
ria y un metro levis, como la misma Elegía los califica en la prosopope-
ya de Am. 3.1.42: “sum levis et mecum levis est, mea cura, Cupido /
non sum materia fortior ipsa mea”. Y nuevamente creemos que no es
ocioso que esta afirmación esté hecha precisamente en el pentámetro.
Es decir, si la carrera es una metáfora del amor y la escritura, los “leves
currus” de Ars 1.4, pueden muy bien remitir al “nec mihi materia est
numeris levioribus apta” del primer poema de Amores20 pues, si con
arte se puede controlar el movimiento de los carros (ritmos) leves,
también con arte se puede controlar la materia poética.
SECCIÓN 2 : ARTIFEX
20
Am.1.1.19.
21
Obsérvese además la cuidadosa distribución interna de los componentes de la
inductio en los versos 3-8, que diseñan un quiasmo complejo de los constituyentes de
la res non dubia interrumpido cada dos elementos por medio por el constituyente de
la res dubia: nave - carro - amor - carro - nave - amor - nave - carro.
22
Cf. Kenney (1993:463-464)
347
Alicia Schniebs
23
Cf. A.R. 1.105; 2.815-854.
24
Para Ovidio y su afición a explotar la etimología de los nombres propios de origen
griego, cf. O’Hara (1996:255-276).
348
De Tibulo al Ars Amatoria
la polisemia para decir: “A mí, que soy un experto / por ser un experto
(valencia 1 de artifex) Venus me puso como maestro (valencia 2) del
tierno Amor”. Es decir, por su etimología (apio/apiscor) aptus, predica-
do de Automedón, significa ‘apropiado’, ‘conveniente’, ‘apto’, lo cual
implica que el sujeto que manipula un ars=arte arte,
arte es experto en ella y,
por lo tanto, apto para desarrollar con éxito esa actividad. A su vez,
como derivado de magnus, el sustantivo magister, predicado de Tifis,
indica “el que preside, dirige o comanda algo”. Llevado al campo del
Ars señala que el sujeto que manipula un ars cumple una función rec-
tora/conductora respecto de algo o de alguien. El artifex, predicado del
enunciador en el clímax del priamel, reúne por lo tanto ambos valores:
el que conoce un ars, es aptus para ponerlo en práctica y para desarro-
llar una función rectora. Artifex es entonces la cualidad del sujeto
enunciador que guía la elección de Venus para llevar a cabo el praeficere.
A su vez, a partir de su preverbio prae, el verbo praeficere tiene
que ver con el ejercicio del poder en sus acepciones de ‘dirigir’, ‘presi-
dir’, ‘encabezar’, ‘comandar’ a otros que son de rango inferior.25 Pero
además la expresión praeficere aliquem alicui, supone un sujeto agente
de mayor jerarquía que es quien realiza la elección y toma la decisión
de asignar una función o tarea a determinado individuo. Esto señala
otra vinculación del enunciador con Automedón y sobre todo con Tifis
pues, al igual que él, ni uno ni otro ejercen su ars por decisión propia
sino por la de un individuo de rango superior. Sobre todo con Tifis,
decimos, porque en Argonáuticas (1.105ss.) Apolonio indica que es
Atenea la que elige como piloto de la nave a este personaje a quien en
los versos anteriores se ha calificado como esthlos en el arte de la na-
vegación. Entonces en virtud de su ‘saber-hacer’ el enunciador, como
Tifis, son elegidos por una diosa para realizar una tarea, y no por cual-
quier diosa sino por aquella que preside la actividad en la que uno y
otro se destacan. En efecto, así como Venus preside la actividad eróti-
co-amorosa, Atenea preside precisamente las dos actividades que fun-
cionan como términos de comparación: la navegación y la conducción
de carros.26 Por otra parte, en esta esfera de presidir actividades, no
debemos olvidar que en Amores, más exactamente en el poema de
25
Cf. OLD s.v.
26
Cf. Fromsi (1996:300-304).
349
Alicia Schniebs
27
En esta interpretación del poema griego, seguimos el análisis de Montes Cala (1994).
28
El comentario de Hollis parece basarse en que Amor no es el alumno en el resto del
350
De Tibulo al Ars Amatoria
• versos 9-
9-18
El pasaje se inicia con una sententia (“aetas mollis et apta regi”), para
cuya demostración el ego vuelve a recurrir a la inductio por el exem-
plum. La sententia en sí expone las condiciones de ‘enseñabilidad’ y
afecta por lo tanto el ‘hacer-saber’ propio del emisor-maestro de una
poema. Esto está claro desde el inicio mismo porque aprender a amar con arte mal
puede ser una actividad posible para un dios que provoca en otros una pasión que él
mismo nunca experimenta.
351
Alicia Schniebs
29
En opinión de Green (1996), ese plus de significación tiene que ver con la caza. No
discutimos la importancia que esa actividad tiene en el Ars ni las interesantes conclusio-
nes que presenta la autora respecto del entorno social pero consideramos que no puede
obviarse el hecho de que no es ésta la actividad que Ovidio elige para mencionar en su
proemio.
30
Cf. Pianezzola (2000:ad loc.) quien observa que el orden designación parental -
nombre propio que emplea en el verso 11 para designar a maestro y discípulo (“Phylli-
rides… Achillem”) está exactamente invertido en el verso 17 donde usa la designa-
ción parental para el alumno y el nombre propio para el maestro (“Aeacidae Chiron”).
31
Para otras relaciones del Ars Amatoria con este poema virgiliano, cf.Leach (1964).
352
De Tibulo al Ars Amatoria
32
Como afirma Hollis (1977:ad loc.),“an effective world-order, since by itself the verb
would imply a violent subjection”
33
Hor. Ep. 2.1.70-71.
34
Creemos con Kennedy (2000) que esta es la función de la referencia a Príamo. El
peso de estas dos implicaciones en la cultura romana puede verse en la referencia a
los magistrados de Cic. Leg. 3.5.6: “Nam et qui bene imperat, paruerit aliquando
necesse est, et qui modeste paret, uidetur qui aliquando imperet dignus esse. Itaque
oportet et eum qui paret sperare se aliquo tempore imperaturum, et illum qui imperat
cogitare breui tempore sibi esse parendum.”
353
Alicia Schniebs
35
Cf. OLD, s.v.
36
Cf. Royo Arpón (1997:32-33)
354
De Tibulo al Ars Amatoria
Y sobre todo en 2.15, la célebre elegía del anillo. En este poema, más
allá de que la transformación en objetos que permitieran el contacto
37
Ov. Ars 2.741-742
38
Los dos epítetos (saevus, ferus) que en sí y por identificación con Aquiles recibe Amor
en este pasaje de Ars1.9-18, son los propios de este dios en Amores. Cf. para saevus
Am.1.1.5,6,34; 2.10.19; para ferus 1.2,.8; 3.1.20.
39
Para la valencia erótica de estos verbos, cf. Adams (1982:s.v.) y Pichon (1991:s.v.). Con
respecto a complecti y su uso en latín acompañado de manus en lugar de los más fre-
cuentes bracchia y lacerti, cf. Dimundo (2000b:295 n.61).
355
Alicia Schniebs
Como puede verse, de ellos hay ocho versos que contienen exempla
mitológicos (709-716), seis de los cuales (711-716) están dedicados
40
Cf. Giangrande (1974:18-19).
356
De Tibulo al Ars Amatoria
• versos 19 - 24
357
Alicia Schniebs
El cotejo con esta elegía muestra que el Ars produce una inversión que
involucra tanto la organización como el significado. En Amores la simi-
litudo con el buey y el caballo, que aparece en segundo lugar (vv.13-
16), enuncia los argumentos que justifican la decisión del ego de cedere
Amori, lo cual está expresado con un cedamus (14) en primera posición
enfática que inevitablemente evoca el citado verso virgiliano.41 En el
Ars, en cambio, la misma similitudo, que aparece ahora en primer lu-
gar, muestra la posibilidad de invertir esa relación imponiendo a Amor
lo que podríamos llamar el cedere artifici. Esta autointertextualidad se
ve reforzada por el resto de los elementos que aparecen en el dístico
21-22 de nuestro proemio. Encabezados éstos por quamvis, suponen la
superación del estado de sumisión del enunciador connotado por los
tópicos de la herida y del fuego de amor, tópicos que aparecen en la
citada escena de Amores 1.242 como determinantes del cedere. Cree-
mos entonces que esta interpretación basada en la autointertextuali-
dad, que de ningún modo busca invalidar la otra sino sumarse a ella,
responde más claramente a la lectura que venimos haciendo del proe-
mio pues muestra la autoridad de este artifex en las dos isotopías. Pero
además, comprueba algo que habíamos observado en el tramo ante-
rior: el soportar la dominación es concebido como propedéutico para
aprender a dominar y dominarse. Finalmente, si tomamos en conside-
ración esta autointertextualidad con Amores 1.2 se interpreta más cla-
ramente el dístico que cierra este tramo. El perfecto de los verbos
(“fixit”, “ussit”) remite a las experiencias sufridas en el pasado como
41
Cabe recordar además que en la égloga el citado verso implica no solo el amor en sí
sino la opción literaria entre poesía bucólica y elegíaca, por lo cual lo que está haciendo
aquí Ovidio es aceptar la imposición de Amor como actividad y como género poético.
42
herida: 7-8; fuego: 9 y 11-12.
358
De Tibulo al Ars Amatoria
43
Cf. Wheeler (1910;1911).
359
Alicia Schniebs
44
Cf. Greimas (1981:15-18).
360
De Tibulo al Ars Amatoria
45
Cf. “non ego” / “nec nos” / “nec mihi”.
46
Cf. Prop. 2.1.3-4; Pers. pr.1-7.
47
La remisión a Hesíodo se apoya no solo en el dato evidente del verso 28, sino en el
hecho, observada por Lenz (1961), de que Clío es la primera de las Musas nombrada por
el ascreo en Teogonía 76-77: ”las nueve hermanas nacidas del gran Zeus: Clío y Euter-
pe y Talía y Melpómene”. A su vez, según Miller (1983), el juego sobre el nombre de Clío
implica también una remisión a Calímaco porque así como en Hesíodo es la primera
musa mencionada, en Aítia es la primera de las hermanas en responder al poeta
(Sch.Flor. ad fr 5, l. 29-30 Pf.I.13): “Dicen que estas cosas las escuchó de boca de Clío”.Al
respecto, coincidimos con Ahern (1990) en que estas indudables remisiones literarias del
dístico 27-28 fueron lo que llevó a la crítica a pensar que todo el pasaje implicaba una
polémica literaria, de donde surgieron los esfuerzos por identificar las supuestas inter-
textualidades del primer dístico de esta sección.
48
Cf. Ahern (1990:45).
361
Alicia Schniebs
obra poética. Excepto en los casos en que que claramente alude a otro
tipo de artes a través de predicaciones como bonae, magicae, inge-
nuae,49 dentro del Ars este plural indica claramente el arte y la materia
de la obra y no la obra en sí:
49
Cf. Ov. Ars 1.45; 2.99; 2.121-122.
50
El verso 1.265 está dentro del tramo de Ars 1.263-268, en que el enunciador indica
el fin del primer tema de su tratado y el comienzo del segundo, de acuerdo a lo anun-
ciado en 1.35-37.
362
De Tibulo al Ars Amatoria
Nadie es tan rico en artes como Apolo. Él tiene a su cargo tanto al arquero
como al aedo, pues el arco y el canto están confiados a Febo. Suyos son
las profetisas y los adivinos. De Febo aprenden los médicos a diferir la
muerte.(Cal. Ap. 42-46)
51
Para otras referencias a las artes apolíneas en Píndaro, Platón, etc. cf. F.Williams
(1978:ad loc.)
363
Alicia Schniebs
52
Ov. Rem. 75-78: “Te precor incipiens, adsit tua laurea nobis, /carminis et medicae,
Phoebe, repertor opis;/tu pariter vati, pari succurre medenti: /utraque tutelae subdita
cura tuae est”.
53
Cf. el proemio de Cynegetica de Gratio (5-10), amigo de Ovidio, donde se afirma que la
ratio es determinante en el surgimiento de las artes.
54
Ov. Rem. 9-10
364
De Tibulo al Ars Amatoria
55
Con respecto a este verso, Miller (1983) se basa en el movere para objetar y señalar
como una suerte de autoparodia el que Ovidio use aquí para negar la inspiración de las
Musas, casi la misma expresión que emplea en Am. 3.1.6. para afirmarla: “quod mea,
quaerebam, Musa moveret opus”. Nos parece sin embargo que en ese verso, como en el
27 de la misma elegía (“quod tenerae cantent lusit tua Musa puellae”), el singular
(“Musa”) y el posesivo (“mea”, “tua”) hacen pensar no en una de las diosas sino en la
habitual metonimia Musa=poesía. Si no tomamos en cuenta esta polisemia del término
Musa, corremos el riesgo de pensar que la Musa proterva de Rem. 362, como la Musa
procax de Hor., C. 2.1.37, son extrañas hermanas que deberían agregarse al famoso coro
conducido por Apolo. Más atendible sería en todo caso apelar al reconocimiento por
parte del ego de su relación con Apolo y las Musas expresado en Am.1.15.35-36: “uilia
miretur uulgus; mihi flauus Apollo / pocula Castalia plena ministret aqua” y 3.8.23-24:
“Ille ego Musarum purus Phoebique sacerdos / ad rigidas canto carmen inane fores”. Sin
embargo, en estos pasajes la referencia a las Musas cumple una función específica. En el
primero de ellos, integra una sphragís que busca señalar la adhesión a una estética
calimaquea por la vía de la intertextualidad con el Himno a Apolo, como bien advierte
McKeown (1989:ad loc.). El segundo es una obvia parodia del carmen 3.1. de Horacio,
donde los grandes temas cívico-morales de las así llamadas Odas Romanas son
empleados para Ovidio lamentar que la avara puella exija dinero y no poemas a cambio
de sus favores.
365
Alicia Schniebs
Pero lo que resulta aún más importante es que así aparece el término
56
Cf. OLD: s.v.
57
Precisamente Newman (1967a:110 -114), lamenta que en Ovidio se pierda el solem-
ne concepto virgiliano de vates como el poeta-sacerdote capaz de usar el pasado
legendario para instruir acerca del presente e iluminarlo.
366
De Tibulo al Ars Amatoria
en pasajes muy significativos del Ars, como es el del final del libro 2,
donde nuevamente se observa la presencia conjunta de la isotopía
arte 58
método y la isotopía arte:
58
Cf. en el proemio del mismo libro (Ov. Ars 2.11-12): “Non satis est venisse tibi me vate
puellam; / arte mea capta est, arte tenenda mea est”.
367
Alicia Schniebs
59
Desde luego este principio de correspondencia entre la divinidad invocada y su área
de incumbencia tiene raigambre cultual y así opera en Ovidio cuando, con el mismo
término “coeptis”, Medea requiere la asistencia de Hécate (Met. 7.194) o Dédalo la
anuencia de Júpiter para surcar los cielos (Ars 2.38)
60
Cf. Ov. Rem. 704: “Tuque, favens coeptis, Phoebe saluber, ades.”
61
Cf. Ov. Fast. 6.652: “nunc ades o coeptis, flava Minerva, meis”; ib.798: “Pierides,
coeptis addite summa meis”
62
Cf. Ov. Met. 1.2-3: ”di, coeptis (nam vos mutastis et illas) / adspirate meis”.
63
Obsérvese además la función didáctica que Tibulo atribuye a Venus en su elegía 1.2 y,
sobre todo el pasaje ya citado (1.8.3-6), donde a la vez que niega el origen augural de su
saber amatorio predica “perdocuit” de la diosa.
64
Cf. Lausberg (1966:§10)
65
Cf. Quint. Inst. 2.18.1-2
368
De Tibulo al Ars Amatoria
Si quis in hoc artem populo non novit amandi Este procul, vittae tenues, insigne pudoris
quaeque tegis medios instita longa pedes
hoc legat et lecto carmine doctus amet nos Venerem tutam concessaque furta
[canemus
inque meo nullum carmine crimen erit
66
Cf. Little (1982:328); Hollis (1977:ad loc.); Pianezzola (2000:ad loc.).
67
En un reciente trabajo, Labate (2003:226) compara esta división del receptor feme-
nino con el apóstrofe que introduce la sección de las calendas de abril en Fasti 4.133-134:
369
Alicia Schniebs
“Rite deam colitis, Latiae matresque nurusque / et vos quis vittae longaque vestis abest”. En
opinión del crítico, esta unificación, produciría un sobresalto en el lector habituado a
una fractura del universo femenino que la poesía erótica ovidiana disocia expresa-
mente. En este sentido, resulta interesante la propuesta de Davis (2001:183-184),
quien contempla la posibilidad de que este supuesto recorte del auditorio sea en
realidad una forma velada de atraer el interés a la manera de lo que, a su juicio, suce-
de en Ov. Met.10.300, cuando el narrador utiliza la misma fórmula ritual para alejar a
padres e hijas antes de referir la historia de Mirra: “procul hinc natae, procul este
parentes”.
68
Es interesante constatar que la forma carmine no se registra en el resto de la obra
con el valor de poema pues su única aparición de Ars 2.104 significa ‘encantamiento’.
370
De Tibulo al Ars Amatoria
371
Alicia Schniebs
69
Para la connotación de ilicitud de los términos furtum, furtivus, furtim, cf. Pichon
(1991:s.v.furta).
372
De Tibulo al Ars Amatoria
70
Cf. Reagan (1970) quien estudia el uso del oxímoron en Horacio como una herra-
mienta al servicio de la argumentación.
71
Acerca de la concepción ovidiana del conocimiento cf. Schiesaro (2002:70):“foreground the
relativistic nature of knowledge and the shifting, ultimately unseizable nature of its
object. The outside world does not posses an essential, permanent shape, but is constantly
shaped and reshaped by desire and interpretation, by the gaze and words of the beholder”
373
Alicia Schniebs
72
Cf. Schiesaro (2002:74): “Ovid’s knowledge can be labelled ‘rhetorical’, if rhetoric is
the art of putting a case in the best possible form irrespective of its intrinsic claim of
truth, and is thus taken, somewhat metaphorically, as symbol of the prevalence of
verba over res”.
73
Cf. Durling (1958:165) quien considera que el enunciador del Ars responde al mode-
lo del sofista y, por ende, su interés reside en la técnica y no en su correlato con la
verdad, la realidad ni con cuestiones morales.
374
Capítulo 13
Ars y género didáctico en el poema
1
No otra cosa podíamos esperar de un autor como Ovidio, de quien afirma Rosati
(1999:155): “Ce qui frappe toujours chez Ovide c’est la conscience déclarée de mani-
puler la tradition littéraire - ce que détermine des nouveaux emplacements des diffé-
rents genres - et d’exhiber les tensions que ses expérimentations produisent dans le
cadre général. Ovide travaille assiduement à l’exploration des genres, à l’analyse des
traits qui en définissent l’identité spécifique et des frontières qui les délimitent; et en
même temps, en explorant justement les zones frontalières et les possibles contacts, il
expérimente avec curiosité leur hybridation”.
2
Para Krokowski, el poema busca mostrar la culminación del desarrollo humano que
representa el principado de Augusto; Solodow estima que el texto se ocupa del poeta y
no del amante y que no hay que leerlo como ‘The Art of Love’ sino como ‘The love of Art’;
376
De Tibulo al Ars Amatoria
Wright lo interpreta como una gran reflexión sobre la no referencialidad del lenguaje y
su incapacidad para operar como transmisor de verdades.
3
Para Shulman es un profundo cuestionamiento de la posición lucreciana frente a las
pasiones, que Ovidio formula al construir el autoengaño como un constituyente inevi-
table y necesario de la experiencia humana. Martin, por su parte, considera que Ovi-
dio pretende plantear una alternativa ‘moderada’ ante la postura de Lucrecio pues no
propone la vitatio amoris sino el control de la inteligencia sobre la sensualidad y los
sentimientos. Su planteo no carece de interés aunque resulta algo extrema (1999:204)
su definición del Ars como una lección de filosofía asemejable a una suerte de De vita
beata.
4
Un primer acercamiento a este aspecto puede leerse con provecho en el famoso
“Nequitiae poeta” de Kenney (1958), si bien su estudio se basa fundamentalmente en
el rastreo de ciertos tipologemas del género didáctico, cuya forma manifiesta intertex-
tualidad con De rerum natura y Georgica.
5
Cf. Pöhlmann (1973:893-894) y las referencias aportadas por Rambaux (1986:150-152).
6
Cf. Pianezzola (2000:ad 1.35).
377
Alicia Schniebs
fave (1.146)9
- imperativo presente: “quisquis erit cui favet illa, fave”
- imperativo en -to: ”cuius equi ueniant facito studiose requiras”
(1.145)10
7
Cf. Lausberg (1966:§260).
8
Cf. Rambaux (1986).
9
Cf. Ov. Ars 1.50,57,77,89,343,479; 2.174,296,396,428;3.88,129,298,433,530,784; etc.
10
Cf. Ov. Ars 1.139,225,353,493,591,737; 2.63,64,107,199,204,288; 3.237,773,801;etc
378
De Tibulo al Ars Amatoria
11
Cf. Ov. Ars 1.99,145,270,486,499; 2.197,237-238,529,591,721; 3.263,563;etc.
12
Cf. Ov.Ars 1.71,135,152,417,418,467; 2.151-152,292,347,506,662; 3.424,561,592;etc.
13
Cf. Ov. Ars 1.138,150,365,386,401,719; 2.12,152,234,386,444,717; 3.48,65,308,362,
510,etc.
14
Cf. Ov. Ars. 2.275,278,460,681; 3.164,282,650; etc.
15
Cf. Ov.Ars 1.51; 2.195, 500; etc.
16
Cf. Ov.Ars 1.387; 2.427,548,608; 3.48,193,494; etc.
17
Cf. Ov.Ars 1.264; 2.161,273,497; 3.257,440; etc.
18
Cf. Ov. Ars 1.50; 3.281,291,298,315; etc.
19
Cf. Ov. Ars 1.267; 3.43,251,255; etc.
379
Alicia Schniebs
20
Ov. Ars 1.283-284. Cf. Ov. Ars 1.253-256; 2.185,273; 3.197; etc.
21
Ov. Ars 1.375. Cf. Ov. Ars 1.347-348; 2.455.
22
Ov. Ars 1.263. Cf. Hes. Th.108-113; Parm. frag.28B 11 (Diels); Emp. frag.31B 38
(Diels); Lucr. 5.64-77; Verg. G.1.1-5; 2.475-482. Para este tema, cf. Brown (1990).
23
Cf. Ov. Ars 1.50,264-266; etc.
380
De Tibulo al Ars Amatoria
• enunciación de reglas
• fundamentación del valor de verdad de la regla a través de argu-
mentos basados en lo ‘real’, sobre todo en el caso particular
• recurrencia a anafóricos cognitivos por el camino de la intertextua-
lidad y la autointertextualidad
• enunciación de instrucciones.
(1)
Tempora qui solis operosa colentibus arva,
Fallitur, et nautis aspicienda putat; 400
Nec semper credenda ceres fallacibus arvis,
Nec semper viridi concava puppis aquae,
Nec teneras semper tutum captare puellas:
24
Tomamos esta denominación de Greimas (1981:16-18) quien define la anáfora
cognitiva como la remisión de un plano discursivo que pretende ‘decir verdad’ a otro
plano, también discursivo, que emisor y receptor asumen como verídico. En términos
de Perelman (1994:119-190), podría decirse que el valor de verdad del discurso del
que se parte, forma parte del ‘acuerdo’ entre el orador y su auditorio
381
Alicia Schniebs
25
Cf. Perelman (1994:412) quien especifica que este tipo de argumento sólo puede
desarrollarse a partir del acuerdo sobre el valor de las consecuencias.
382
De Tibulo al Ars Amatoria
26
Cf. Hes. Op. 618-694.
27
Cf. Verg. G.1.204-464.
28
El recurso en sí no ha pasado inadvertido a la crítica pero suelen limitarse a seña-
larlo como una muestra del manierismo ovidiano de origen helenístico sin detenerse
en la función que cumple respecto del significado. Cf. Marouzeau (1958); G.Williams
(1968:714-716); Hollis (1977:ad loc.); Pianezzola (2000:ad loc.).
29
Tómese en cuenta, además como otro elemento tendiente a llamar la atención del
lector sobre este dístico, que estas dos palabras clave (“tempora”, “fallitur”), que
tienen la misma estructura prosódica, integran, antes de la cesura pentemímera,
sendos esquemas métricos de realización idéntica y con rima interna en el hemíepes
anterior a la pausa (“Tempora qui solis “ / “fallitur et nautis”).
383
Alicia Schniebs
30Para este tipo de anáfora como rasgo propio de la elegía, cf. Wills (1996:403).
31
Cf. Verg. G.1.204-207: “Praeterea tam sunt Arcturi sidera nobis /Haedorumque dies
servandi et lucidus Anguis / quam quibus in patriam ventosa per aequora vectis /
Pontus et ostriferi fauces temptantur Abydi”.
384
De Tibulo al Ars Amatoria
385
Alicia Schniebs
32
Cf. Cic. Catil. 1.30; 2.24; Sul. 41; de Orat. 3.163; Phil. 12.19; etc.
33
Cf. Pl. Truc. 568-569: “meretricem ego item esse reor, mare ut est: / quod des devo-
rat nec datis umquam abundat”.
34
Cabe agregar que el ordenamiento general del material evidencia un cuidado por
demás elogiable en una obra didáctica. Obsérvese al respecto con qué cuidado la
alternancia de los elementos comparados va acompañada de una muy aguda alter-
nancia de distintos puntos de vista acerca de los mismos: agricultura - navegación
(399-400) focalizada en el agente / agricultura-navegación-amare (401-404) focalizada
en el elemento natural / amare-navegación (ya subsumida con la agricultura por la
intertextualidad con Georgica)-amare (405-418), focalizada desde los tempora. Si
identificamos cada actividad con una letra - A (para la agricultura), B (para la navega-
ción) y C (para la conquista) - y las enlistamos por su orden de aparición tendremos A
- B - A - B - C - C - A+B - C. Así estructurado, el ars que empezó estando fuera de la
regla, termina encerrando a las otras dos.
386
De Tibulo al Ars Amatoria
(2)
Scit bene venator,
venator cervis ubi retia tendat,
Scit bene, qua frendens valle moretur aper;
Aucupibus noti frutices; qui sustinet hamos,
hamos
Novit quae multo pisce natentur aquae:
Tu quoque, materiam longo qui quaeris amori,
Ante frequens quo sit disce puella loco. (Ov. Ars 1.45-50)
35
Cf. La Penna (1951:195,205), Kenney (1970:386-388), C.Green (1996).
387
Alicia Schniebs
(3)
Et fora conveniunt (quis credere possit?) amori:
Flammaque in arguto saepe reperta foro:
Subdita qua Veneris facto de marmore templo
Appias expressis aera pulsat aquis,
Illo saepe loco capitur consultus Amori,
Quique aliis cavit,
cavit non cavet ipse sibi:
Illo saepe loco desunt sua verba diserto,
diserto
Resque novae veniunt, causaque agenda sua est.
Hunc Venus e templis, quae sunt confinia, ridet:
Qui modo patronus,
patronus nunc cupit esse cliens.
cliens (Ov. Ars 1.79-88)
36
Cf. Lausberg (1966:§410-426).
388
De Tibulo al Ars Amatoria
37
Cf. Hollis (1977:ad loc.); Pianezzola (2000:ad loc.).
38
Para este tipo de anáforas complejas como propias de la elegía, cf. Wills (1996:413).
39
Por otra parte, como sostiene Perelman (1994:549), “en una enumeración, no todos
los casos particulares que pretenden sostener una regla desempeñan el mismo papel
pues, si los primeros deben ser indiscutibles, para intervenir con toda su fuerza en la
controversia, los siguientes disfrutan ya del crédito concedido a los precedentes y los
últimos pueden servir solo de ilustraciones”.
40
Es de destacar la compleja elaboración de este contraste donde la antanaclasis
entre el primer cavere, usado como término técnico de la práctica jurídica, y el segun-
do, empleado con su semema habitual, se refuerza con una serie de recursos sintácti-
co-retóricos como la simple oposición por la negación léxica, y el políptoton con
variación prosódica. Para este último punto cf. Wills (1996:465).
389
Alicia Schniebs
41
Para este tema cf. Watson (1983).
390
De Tibulo al Ars Amatoria
391
Alicia Schniebs
392
De Tibulo al Ars Amatoria
393
Alicia Schniebs
(5)
(5)
Hos aditus Circusque novo praebebit amori,
Spars
parsaque
pars sollicito tristis HARENA foro.
Illa saepe puer Veneris pugnavit HARENA,
Et qui spectavit vulnera, vulnus habet.
Dum loquitur tangitque manum poscitque libellum
Et quaerit posito pignore, vincat uter,
Saucius ingemuit telumque volatile sensit,
Et pars spectati muneris ipse fuit. (Ov. Ars 1.163-170)
Este breve pasaje que, como el ya visto del foro, pertenece a la pre-
sentación de los lugares apropiados para la elección y captura de la
presa, empieza por un dístico que de manera implícita formula una
regla que podríamos enunciar como: ‘los juegos gladiatorios son un
lugar apropiado para la captura de puellae’. La fundamentación por
lo particular parece tener un valor de verdad cuestionable desde el
punto de vista cuantitativo y cualitativo pues se trata de un ejemplo
único referido a un desconocido. Sin embargo, un delicado entrama-
do de anafóricos cognitivos, logrados a través de la intertextualidad
y la autointertextualidad, y el empleo de ciertas estrategias retóricas,
connotan la condición de arte y método que Naso prometió para su
obra.
En primer lugar, en estas líneas se detecta una manifiesta au-
tointertextualidad con las ya analizadas respecto del foro en el texto
(3)
(3) como lo prueban el empleo del término específico en posición
métrica destacada (164), la alusión a Cupido a través de su madre
(165), que reenvía a la mención de la diosa en 1.81 y 87; y el carácter
contrastivo del enunciado argumentativo, logrado en este caso a
través del políptoton: “vulnera vulnus”(166); “spectavit”(166) / “spec-
tati”(170). En segundo lugar, la crítica toda coincide en señalar que
el sintagma “telumque volatile” remite al “volatile ferrum” que Virgi-
lio emplea en el famoso símil de la cierva (Verg. A. 4.71). Nosotros
394
De Tibulo al Ars Amatoria
42
Verg. A. 4.67. Cabría pensar incluso si el “ingemuit” (169) empleado por Ovidio, no
es una audaz oppositio in imitando que remite al “tacitum” virgiliano.
43
Cf. Verg. A. 4.70.
44
Hablamos de ‘falsa’ paronomasia cuando disponemos de testimonios que permiten
afirmar que los antiguos no veían una verdadera relación etimológica entre los térmi-
nos vinculados. Esto es lo que sucede en este caso porque sabemos que los romanos
no asociaban el sustantivo pars con el verbo spargere sino con el adjetivo par. Cf.
Maltby (1991:s.v. ‘pars’)
45
Para este tipo de juegos en Ovidio, cf. Ahl (1985).
395
Alicia Schniebs
46
Cf. Maltby (1991:s.v.)
396
De Tibulo al Ars Amatoria
que conoce los datos suministrados por este praeceptor y actúa cau-
ta y racionalmente puede desarrollar su actividad amatoria y, sin
riesgo alguno, arribar a un ventajoso desenlace puesto que, como
corresponde a todo ars, este persigue la utilitas y, según nos dice el
mismo emisor no es utile una acción que perjudica al sujeto que la
realiza: “Utilitas tua sit, titulus donetur amicae, / perde nihil, partis
illa potentis agat!”.47 Respaldado pues por el modelo ejemplar virgi-
liano, el enunciador no altera el código cultural, como hace el códi-
go elegíaco, sino que lo confirma y lo transcodifica haciéndolo parte
de un método que, como corresponde a este tipo de textos, incluye
recomendaciones y advertencias.
Resta por ver un ejemplo breve y muy sencillo que tiene la par-
ticularidad de reunir los cuatro comportamiendos discursivos pro-
pios de esta variante del código didáctico:
(6)
(6)
Hic tu fallaci nimium ne crede lucernae:
Iudicio formae noxque merumque nocent.
Luce deas caeloque Paris spectavit aperto,
Cum dixit Veneri 'vincis utramque, Venus.'
Nocte latent mendae, vitioque ignoscitur omni,
Horaque formosam quamlibet illa facit.
Consule de gemmis, de tincta murice lana,
Consule de facie corporibusque diem. (Ov. Ars 1.245-252)
397
Alicia Schniebs
literaria y figurativa que incluye todas las variantes pero, al transformar una ‘historia’
mítica en exemplum, el poeta opera una selección interpretativa en la que activa
ciertas valencias y neutraliza otras. Así pues opinamos que el ejemplo de Paris es
pertinente por cuanto el poeta se limita a activar la valencia ‘evaluación de un cuerpo
femenino’. Más aun, tratándose del sagaz Ovidio, nada nos impide pensar que el
ejemplo quizás aluda a que la elección de Paris no estuvo determinada tanto por la
belleza de Venus cuanto por el deseo de poseer a Helena en calidad de amante.
49
Cf. Perelman (1994:542): “El ejemplo jerarquizado puesto en primer lugar es un
argumento a fortiori que tiñe todo lo demás que sigue”.
50
Cf. Kenney (1958:202-204).
51
Cf. Ov. Ars 1.161,375,659; 2.105,313; etc.
52
Cf. Ov. Ars 1.428,597,608; etc.
53
Cf. Ov. Ars 1.159,391,580; 2.287,642,667,732; etc.
54
Cf. Ov. Ars 1.236,246,568,597; 2.106,553; etc.
398
De Tibulo al Ars Amatoria
55
Cf. Ov. Ars 1.434; 2.174; etc.
56
Ov. Ars 3.671-672
399
Capítulo 14
Enunciador y enunciatario
1
Ov. Am. 1.8.21-22: “fors me sermoni testem dedit; illa monebat / talia me duplices
occuluere fores”. Para este dístico como clave de lectura del Ars, cf. infra.
2
Ov. Am. 1.8.105.
3
Ov. Ars 2.165-166. Cf. Ov. Ars 1.98, 721; 3.791-892, etc.
402
De Tibulo al Ars Amatoria
favorable que todo arte busca. En razón de ello, los poemas de tema
amoroso se utilizan como ejemplo de un ‘hacer’ que no está respal-
dado por el ‘saber’. Así pues, como sucede con los dos casos citados,
las remisiones a esos textos ejemplares se introducen en un marco
que invierte por completo el sentido del contexto de partida.
A su vez, es posible rastrear en el poema otras estrategias dis-
cursivas que consolidan la autoridad del emisor y que afectan a los
planos retórico, morfosintáctico y lexical. En cuanto al plano retóri-
co, lo más notable es el empleo recurrente de la sententia, un tipo de
enunciado epistémico de carácter universal e infinito que para el
contexto social tiene el valor de una sabiduría4 y que, además de su
valor probatorio dentro de una argumentación, no sólo provoca por
sí misma un efecto de ‘veredicción’ debido a su carácter intrínsica-
mente anafórico sino que connota la formación e idoneidad del
enunciador. A este tenor pertenecen afirmaciones del tipo “gravis est
culpa tacenda loqui”.5 Al mismo objetivo apunta el uso de la praete-
ritio con la que el ego hace referencia a saberes que posee pero que
elige no transmitir, pues de tal modo se indica que el magister sabe
no solo todo lo que dice sino también otra serie de aspectos del
tema, que calla guiado por el buen criterio que preside su instruc-
ción: “Non mihi, sacrilegas meretricum ut persequar artes, / cum
totidem linguis sint satis ora decem”.6
En el plano morfosintáctico, cabe señalar, en primer lugar, el
empleo del futuro en enunciados de modalidad epistémica, que con-
nota una suerte de certeza absoluta por parte del praeceptor,7 tal
como se ve en la pintura de la escena de la visita del vendedor:
4
Cf. Lausberg (1966:§872).
5
Ov. Ars 2.604. Cf. Ov. Ars 1.159, 349-350,361, 374, 445,574,623; 2.145-146,515,536; 3.768; etc.
6
Ov. Ars. 1.435-436
7
Cf. Ov. Ars 1.55,61-64,481-482; 2.247-248,706-709,723-724;3.69-72,752-754; etc.
403
Alicia Schniebs
8
Ov. Ars 2.455. Cf. 1.374; 3.32,750; etc.
9
Hacemos a un lado por irrelevantes los casos donde el ‘nosotros’ es el típico plural
de autor que vemos aparecer en toda la literatura latina (cf. Hoffman 1958:201-202),
como es el caso de Ov. Ars 1.26,33,39,206,589; 2.427,512,600; 3.100;etc.
10
Ov. Ars 1.277-278. Cf. 1.281-282, 342.
11
Otros recortes del ‘nosotros inclusivo’, como es el caso de ‘nosotros los amantes’
(Ov. Ars 2.519-520), ‘nosotros los amantes discretos’ (ib. 639), ‘nosotros los pauperes’
(ib. 161-164), establecen identificaciones más estrechas y puntuales que intensifican
la pertenencia y la especificidad del saber de este praeceptor.
404
De Tibulo al Ars Amatoria
12
Cf. Ov. Ars 3.132,161,511,517-518,531-544,583,673; etc.
13
Pasamos por alto el tratamiento del destinatario femenino del libro 3 pues no apor-
ta dato alguno al conflicto de doble identidad del vir civis de la elegía. Para este tema,
remitimos a J.Miller (1993); Gibson (1998;2003).
405
Alicia Schniebs
14
Ov. Ars 2. 215-216. Cf. ib. 2.530.
15
Cf. Ov. Ars 1.87.
16
Cf. Greimas (1981:17)
17
Ov. Ars. 1.459. Cf. Ov. Ars 1. 382,707,735; 2.9,667,733.
18
También en la misma ubicación métrica, lo vemos en Eneida con la única variante
del cambio del gentilicio por Troiana (Virg. A 1.467,699; 2.63; 4.162; 8.182,545) o
Argiua (7.672). Si bien en su comentario acerca de estos fragmentos de sede incierta
Skutsch (1998) no se detiene en el sintagma que nos ocupa, son muy interesantes sus
aportes a otras remisiones ovidianas a Enio como modelo ejemplar en los fragmentos
195, 220 y 231.
406
De Tibulo al Ars Amatoria
19
Cf. Bancalari Molina (1998:58-59).
20
Es interesante que las etimologías antiguas consideren que el término deriva de
iuuare porque es la época de la vida en que pueden prestar servicio militar al Estado.
Cf. Maltby (1991:s.v. ‘iuuenis’)
21
Para este tema como parte de la iconografía augustal cf. Zanker (1992:2-265). Cabe
recordar, además, que el joven Gayo, a quien el poeta denomina “iuuenum princeps”
(Ov. Ars 1.194), es el protagonista del propémptikon y del triunfo de Ars 1.177-228. Cf.
el análisis de este pasaje realizado por Galinsky (1969:100) ,para quien el panegírico
del joven connota una identificación entre Ovidio y Augusto.
22
Cf. el discurso de Mecenas en D.C. 52.26.
23
El emisor se refiere al receptor como vir en Ov. Ars 1.267,509,709; 2.186,386; etc.
407
Alicia Schniebs
24
Ov. Ars 1.382
408
Capítulo 15
El término amator
410
De Tibulo al Ars Amatoria
1
Cf. Tib. 1.4.40; Prop. 1.8.40.
411
Alicia Schniebs
2
Cf. Ov. Am. 1.2.21-42.
412
De Tibulo al Ars Amatoria
3
Cf. Ov. Rem. 71-72.
4
Ov. Rem. 21-22
413
Alicia Schniebs
5
Ov. Ars 2.228.
414
De Tibulo al Ars Amatoria
6
Cf. Ov. Ars 2.251-260.
7
Ter. An. 68
8
Para este tema cf. Labate (1984).
415
Alicia Schniebs
(2) BLANDITIAE
9
Cf. Balbo (1989) quien hace un interesante planteo acerca de la relación entre estos
mollia iussa y los de Georgica 3.41.
10
Cf. Tib. 1.9.46: “nam poteram ad laqueos cautior esse tuos”; Prop. 2.4.14: “sic est
incautum quidquid habetur amor”.
11
Cf. Pl. Bac. 50,964; Cist. 536; Truc. 572; Ter. Hec. 68; Prop. 2.19.17; Ov. Am. 2.9.45;
3.11a.31-32; Sen. Con. 1.pr.8; 1.2.5; etc., y Santoro L’Hoir (1992:77-80), quien demues-
tra que en Livio designa y caracteriza al discurso femenino.
416
De Tibulo al Ars Amatoria
Sic habendum est nullam in amicitiis pestem esse maiorem quam adu- adu-
lationem,
lationem blanditiam,
blanditiam adsentationem;
adsentationem quamvis enim multis nominibus
est hoc vitium notandum levium hominum atque fallacium ad volunta-
tem loquentium omnia, nihil ad veritatem.
veritatem Cum autem omnium rerum
simulatio vitiosa est (tollit enim iudicium veri idque adulterat),
adulterat tum
amicitiae repugnat maxime; delet enim veritatem, sine qua nomen ami-
citiae valere non potest. (Cic. Amic. 91)
Nec vero neglegenda est fama, nec mediocre telum ad res gerendas
existimare oportet benivolentiam civium; quam blanditiis et adsen
adsentando
colligere turpe est. (ib. 61)
12
Cf. Cic. Clu. 36 (adsentatio); Mur. 44 (persalutatio); Planc. 29 (occursatio); Sen. Nat.
4.pr.3-4 (adulatio); Sen. Suas.1.6 (adulatio); Quint. Decl.Maior. 4.8 (gratulatio); etc..
13
Cf. Cic. Flac. 87 (occultus / apertus); Leg. 1.47 (imitatrix, [non] cernere); Off. 3.74
(simulatio, [non] veritas); Quint. Decl.Maior. 14.9 (simulatio); etc.
14
Cf. Cic. Fin. 1.33 (voluptas); 3.1-2 (voluptas, [non] severitas; Sen. Con. 1.pr.8 (desidia,
mollitia); etc.
15
Cf. Tib. 1.1.72; 1.2.22,93; 1.4.71; 1.9.77; [Tib.] 3.4.75-76; Prop.1.9.30; 1.15.42; 2.19.4;
3.13.33; etc. Para otros ejemplos de este semema y de otros relativos a los actos y
regalos del amante, cf. Pichon (1991:s.v. blandiri).
417
Alicia Schniebs
Así pues, dado que las blanditiae forman parte de la gramática de las
relaciones eróticas, el maestro no puede prescindir de ellas como
parte de su ars y por lo tanto las recomienda,17 sólo que en este caso
su enunciación será la puesta en acto de una táctica al servicio de la
conquista y no la vergonzosa consecuencia de una indomable pa-
sión. Es decir, por pertenecer al estamento social de la elite, maestro
y discípulo son diestros en los secretos del ars oratoria y, con ello,
en el conocimiento de la regla de esa ars que exige adaptar el discur-
so al destinatario a quien se quiere persuadir. Puesto que ese desti-
natario es una mujer, el discurso debe consistir en blanditiae ya que,
como dice Livio en un pasaje ya comentado, las blanditiae “maxime
16
Ov. Am. 1.2.35.
17
Cf. Ov. Ars 1.571-572: “blanditiasque leves tenui perscribere vino, / ut dominam in
mensa se legat illa tuam“; ib. 2.159-160: “Blanditias molles auremque iuvantia verba /
adfer, ut adventu laeta sit illa tuo”; etc.
418
De Tibulo al Ars Amatoria
18
Liv. 1.9.16.
19
Ov. Ars 1.439-440
419
Alicia Schniebs
20
Para este tema, cf. Habermas (1999:122-125).
420
De Tibulo al Ars Amatoria
3) MUNERA
21
Ov. Ars 2.641-642.
22
Ov. Ars 2.657,662.
23
Ov. Rem. 507.
421
Alicia Schniebs
24
Ov. Ars 1.420.
422
De Tibulo al Ars Amatoria
25
Verg. A. 6.142-143. Cf. ib. 637.
423
Alicia Schniebs
26
Verg. A. 6.636.
27
Cf. Verg. A. 6.133: “si tantus amor menti, si tanta cupido est”
28
Obsérvese que en Ars 3.87-98, el maestro utiliza el mismo argumento para persua-
dir a las mujeres de que otorguen al varón el munus requerido por este (el coito) pues
en su caso nada pierden y el patrimonio que define su identidad (la vagina) no sufre
daño alguno: “quid perditis? Omnia constant; / [...] deperit inde nihil. / [...] / sufficit et
damni pars caret illa metu” (89-92). A pesar de que se apoya en creencias fisiológicas
atestiguadas en la Antigüedad, el claro paralelismo de las dos secciones y la relación
dinero/sexo propia del código cultural romano resta probabilidad al planteo de Martin
(1986) que cree ver en el pasaje del libro 3 una referencia velada a la pérdida de se-
men sufrida por el varón durante el acto sexual.
424
De Tibulo al Ars Amatoria
4)FOEDUS AMORIS
425
Alicia Schniebs
29
Cf. Ov. Ars 2. 391-414.
30
En este sentido debe interpretarse la afirmación “certa...fide” de Ars 3.544, de clara
intención persuasiva. Cf. Gibson (2003:ad loc.).
426
De Tibulo al Ars Amatoria
“foedera lecti” (3.593). Claro está que podría aducirse que también
en Tibulo y Propercio el sustantivo foedus aparece con este tipo de
especificador pero la diferencia, la gran diferencia con ellos es que
en sus poemarios se emplea para referir la concertación o el cum-
plimiento de un pacto de fidelidad31 mientras que en el ars opera
exactamente al revés pues las tres apariciones del término corres-
ponden a pasajes en que o bien se recomienda cometer una infideli-
dad como estímulo del interés sexual32 o bien se aconseja aceptarla
en silencio como una parte más del juego amoroso.33 De este modo,
y aunque parezca una paradoja, se supera la incoherencia semántica
implicada en el sintagma foedus amoris pues, reducido al momento
preciso del coito, no pretende ya encuadrar algo por definición ‘ines-
table’ (amor) en un marco ‘estable’ (foedus). Es un foedus ad hoc,
efímero pero eficaz cuyas cláusulas no prescriben conducta alguna
fuera del mutuo compromiso de gozar de la “iuncta voluptas”.34
5) MORBUS AMORIS
31
Cf. Tib. 1.5.7.; 3.19.1-4; Prop. 3.20.
32
Cf. Ov. Ars 2.462; 3.593.
33
Cf. Ov. Ars 2.579.
34
Ov. Ars 1.623.
427
Alicia Schniebs
35
En el verso 730 seguimos el texto propuesto por Pianezzola (2000) cuya lectura
soluciona el conflicto de sentido que comporta la tradición manuscrita con apenas
una corrección, por lo demás justificada paleográficamente.
36
Por otra parte esto responde en un todo a la manipulación de los affectus al servicio
del movere en la oratoria, un ámbito presente en el pasaje a través del verbo arguere
que se repite en el poema para referirse al Foro (Ars 1.80),espacio institucional propio
de esa práctica, y, no casualmente, a los gritos y quejidos con los que la mujer debe
probar que ha tenido un orgasmo (Ars 3.801-803).
428
De Tibulo al Ars Amatoria
b) Mollitia
429
Alicia Schniebs
37
En el verso 515 preferimos la conjetura de Goold (1965:65-66) “lingula ne rigeat”
que adoptan Pianezzola (2002) y Hollis (1977), aunque este último no lo hace en el
texto mismo sino en las notas.
430
De Tibulo al Ars Amatoria
38
Cf. Hollis (1977:ad loc.).
39
Cic. Off. 1.129. Para un estudio de las relaciones del poema con este texto cicero-
niano, cf. Labate (1984:121-174).
431
Alicia Schniebs
40
Cic. Off. 1.126.
41
Cf. Maltby (1991: s.v.‘luxuria’, ‘luxus’).
432
De Tibulo al Ars Amatoria
42
Cf. Ov. Ars 2.607-624; Cic. Off. 1.127.
43
Cf. Ov. Ars 3.121-126; Sal. Catil.13; Hor. C. 2.18.17-23.
44
Ov. Ars 1.244.
45
Cf. Ov. Ars 1.36,259-262; 2.397-398; 3.1-6,45-46,589-590; etc.
433
Alicia Schniebs
46
Cf. Ov. Ars 2.233-234.
47
Este pasaje ha despertado sospechas en la crítica respecto de su correcta ubicación
pues interrumpe la argumentación acerca de las ventajas de relacionarse con mujeres
maduras que el enunciador desarrolla en las líneas anteriores y retoma a continua-
ción de él, lo cual ha llevado a algunos estudiosos, Kenney (1995) entre ellos, a reco-
mendar la supresión de los versos o bien a proponer su desplazamiento a otros luga-
res del texto, como hace Goold (1965:92-93) si bien ella misma reconoce que no hay
razones paleográficas que expliquen el supuesto error del copista. Nosotros preferi-
mos no solo conservarlo sino mantenerlo en el lugar que tiene en la tradición manus-
crita porque consideramos que guarda relación con el empleo de la metáfora de la
militia amoris para tratar un tema semejante en el libro 3, según se puede ver en el
siguiente ejemplo.
48
Cf. Adams (1982:19-22,24,167).
434
De Tibulo al Ars Amatoria
49
En el verso 575 nos apartamos de Kenney (1995) y seguimos el texto propuesto por
Pianezzola (2000) pues consideramos con Gibson (2003:ad loc.)que su selección
dentro de las lectiones ofrecidas por la tradición manuscrita es la que más se adecua a
la mentalidad romana y a la obra en sí.
50
Cf. Ov. Ars 1.177-228).
435
Alicia Schniebs
51
Para la noción de estereotipo seguimos a Amossy-Herschberg Pierrot (2003).
436
Capítulo 16
El éxito de la transcodificación:
inclusus civis e inclusus amator
438
De Tibulo al Ars Amatoria
1
Para el análisis de este proemio, cf. Fyler (1971), Ahern (1989), Deremetz (1995:401-
406), Sharrock (1994:87-185).
2
Cf. Ov. Ars 2.48.
3
Ov. Ars 2.63.
439
Alicia Schniebs
Conclusiones
440
De Tibulo al Ars Amatoria
441
Alicia Schniebs
maestro. Es lógico que así sea. Los respectivos ego de Tibulo, Pro-
percio y Ovidio en Amores, son anteriores al Ars, cuyas reglas están
elaboradas precisamente a partir de aquellas experiencias. Si hubie-
ran leído al maestro, hubieran logrado la inclusión y la voluptas.
Ahora el maestro ya pronuncio su palabra. De ahora en más, a partir
de esta ars amatoria, sólo quedan dos caminos: ser un ciudadano
capaz de gozar del sexo furtivo sin perder nada de su identidad o ser
un individuo enajenado por la pasión que debe leer cuando antes
Remedia para volver a ser quien es y quien debe ser: un vir civis. Lo
que ya no es posible ser es un ego elegíaco. Por enseñar a evitarlo o
por enseñar a sanarlo, el maestro clausuró para siempre su existen-
cia.
Pero si todo el Ars se basa en el fingere y en el fallere, ¿no nos
produce esto una cierta sensación de mise en abîme en un enuncia-
dor que se presenta en su proemio como un vates que cantará ver-
dades1 pero que ya en Amores nos había advertido que “exit in in-
mensum fecunda licentia vatum,/ obligat historica nec sua verba
fide”2? ¿No nos agudiza esa sensación este artifex que se compara
con Dédalo cuyo laberinto define en Metamorfosis como “tanta falla-
cia...tecti”3? ¿No perece acaso Narciso por haber conferido carácter
de verdad a una ficción hecha de vox y de imago?4 ¿Qué relación con
el fingere/fallere se espera de nosotros los lectores, ese cuarto habi-
tante del espacio discursivo didáctico que espía por sobre los hom-
bros del receptor-alumno interno?5 Otra vez la lectura de Ovidio nos
genera preguntas. Otra vez, creemos, esa misma lectura nos da las
respuestas.
En Amores 1.8, el enunciador presenta una circunstancia de
enunciación semejante a la del poema didáctico por cuanto se trata
de una escena de enseñanza acerca del ars amatoria cuyo agente, la
lena Dipsas, comparte con el maestro de amor el haber obtenido el
‘saber hacer’ de su experiencia, del usus: “Haec si praestiteris usu
1
Cf. Ov. Ars 1.1.29-30: “vati parete perito! / Vera canam”
2
Ov. Am. 3.12.41-42.
3
Ov. Met. 8.168.
4
Para el episodio de Eco y Narciso como reflexión metapoética acerca del carácter
ficcional de la literatura cf. Rosati (1983).
5
Cf. Cap. 10.
442
De Tibulo al Ars Amatoria
Como podemos ver, en esta elegía Ovidio crea una suerte de jeux de
rôles pues el ego desempeña allí el mismo papel que nosotros los
lectores cumplimos en el caso del Ars: actuar como un observador
externo que, oculto entre bambalinas, espía sin ser visto una escena
de enseñanza-aprendizaje sobre el arte de seducir al otro sexo para
obtener de esa actividad solo aquello que el ocasional maestro con-
sidera provechoso para su discípulo, sea dinero sea placer. Sin em-
bargo, el texto provee un dato más. Como observa McKeown
(1989:ad loc.), no existe otro testimonio en la lengua latina del uso
del adjetivo duplex como atributo de fores, de modo que este empleo
inusual es un llamado de atención al lector sobre un término que en
la obra se predica de las tablillas para indicar de manera explícita
engaño y falsedad:
6
Ov. Am. 1.8.105.
7
Cf. Hardie (2002:2-3).
443
Alicia Schniebs
8
Para este aspecto del poema cf. McKeown (1989:ad loc.)
444
De Tibulo al Ars Amatoria
9
Ov. Met. 8.188-189.
10
Ov. Ars 3.346.
11
Ov. Ars 2.127.
12
Ov. Ars. 2.313.
445
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448
De Tibulo al Ars Amatoria
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