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Matricula: T030387
El principio fundamental del libro desde mi óptica es poder vencer sin la necesidad
de luchar militarmente hablando, así como la guerra basada en el arte del
engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la importancia de saber
adaptarse a las condiciones, siendo capaces de defender ventajas que la misma
situación te va dando, aprovechando las oportunidades y teniendo clara una
visión acompañado de un sólido liderazgo, así como la manera de poder entender
las diferentes estrategias y la rápida toma de decisión a pesar de encontrarse en
una situación complicada.
La evaluación
Nunca se debe atacar con cólera y con prisa. Para ello se necesita una buena
estrategia, coordinación y ejecución.
Es importante combatir los planes del enemigo y, ante todo, no permitir una
alianza entre adversarios.
Así que, es sumamente relevante conocer los defectos del adversario. En ese
sentido se prepara a los comandantes para que establezcan una buena base de
defensa y que no comentan errores. También, se deben detectar las
oportunidades para derrotarlo.
La firmeza
Un buen líder es capaz de vencer al enemigo si crea una percepción (fuerza del
ímpetu) favorable para su ejército. El combatiente inteligente consigue su victoria
sin recurrir a la fuerza.
De este modo, se debe fingir desorden para distraer a los adversarios. Sin
embargo, para conseguir despistar al enemigo, antes hay que planear un orden.
Solo así se puede crear un desorden ficticio. Al igual que si se quiere fingir
cobardía primero hay que conocer la valentía y, si se pretende aparentar
debilidad, antes hay que conocer la fuerza.
Lo lleno y lo vacío
Un buen guerrero hace que el enemigo llegue al último al campo de batalla. Solo
de esta forma sus combatientes estarán en una posición descansada, mientras
que los adversarios llegarán agotados.
En la guerra hay que ser sutil, discreto y silencioso e intentar aparecer en los
lugares críticos para atacar al adversario donde menos se lo espere.
En una batalla es muy importante conocer las condiciones del terreno para poder
maniobrar y luchar. El arte de la guerra también radica en ser capaz de movilizar
enormes masas.
Sun Tzu distingue entre nueve “tipos de terreno”: de dispersión, ligero, en clave,
de comunicación, de intersección, difícil, desfavorable, cercado y mortal. Si se
conocen los terrenos y se preeven diferentes situaciones que se pudieran sucitar
puedes preparar la estrategia para salir ventajoso y poder aprovechar cada una
de las probables situaciones
1. Personas.
2. Suministros.
3. Equipo.
4. Almacenes.
5. Armas.
Así, el autor distingue cinco tipos de espías: nativo, el interno, el doble agente,
el liquidable y el flotante.
Conclusión
Concluyendo es un libro que no solo se puede tomar como ejemplo para un solo
tema como es el de la guerra, a pesar de que se habla de tácticas militares y su
ejecución esto se puede extrapolar a cualquier ámbito ya que mucha de la
información se puede utilizar para la resolución de conflictos. El engaño es el
arma más poderosa para vencer en la adversidad.