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© De la edición:
JAS Arqueología S.L.U.
Plaza de Mondariz, 6
28029 - Madrid
www.jasarqueologia.es
Editor: Jaime Almansa Sánchez
© Del texto:
Pablo Aparicio Resco
Depósito Legal: M-
PRÓLOGO 1
PREFACIO 5
2. Iconografía y realidad 19
4. Erotismo e idealización 39
6. El velo en la sociedad 79
BIBLIOGRAFÍA 171
PRÓLOGO
1
2 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
5
6 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
del arte que sepa además trascender las imágenes e intentar discernir
entre realidad de la época y realidad artística. Pero, sobre todo, una
historia del arte que funcione de puente entre las sociedades del pasado
y las del presente, que justifique su valía y su presencia acercándose
lo mejor que pueda a las inquietudes y curiosidades del día a día de
la actualidad a través del pasado. Una historia del arte clara, certera,
cercana y necesaria, que demuestre la importancia de sí misma.
1984: 65-8). Esto puede resultar muy interesante ya que nos mostraría
por primera vez la presencia del velo en los ritos de iniciación –y
transición de un estado a otro–, práctica que también veremos en la
Grecia posterior a la Edad Oscura. La idea de velarse y desvelarse, el
misterio de cubrirse con el velo para ocultar o retirar éste para mostrar
algo que hasta entonces se mantenía oculto, tiene mucho que ver con
el sentido que en muchas culturas, entre ellas la griega, se da a los ritos
de paso como el matrimonio o la muerte.
19
20 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
ese es el camino que nos acercará a conocer cual era la relación entre el
ser humano y el arte del momento.
Es difícil comprender qué entendían los antiguos griegos por arte
pero podemos afirmar que poco tenía que ver con lo que nosotros
entendemos hoy en día. Conocemos tratados de arquitectura, música,
poesía y retórica de la Antigüedad, algunos de los cuales han llegado
hasta nosotros y otros que se han perdido a lo largo del tiempo pero
no tenemos constancia de que existiera ninguno sobre pintura o
escultura. ¿A qué se debe este vacío? Varios estudiosos han apuntado
ya la ambigüedad con la que probablemente observaran los propios
griegos las obras de arte, lo que se refleja en un dato revelador: la
cultura clásica no tuvo ningún término concreto para lo que nosotros
llamamos “arte” (Barasch 1991: 16).
Pero, ¿Cómo se relacionan las “representaciones del gesto del velo”
con la “realidad del gesto del velo” en la Antigua Grecia? Convendrá
que atendamos a esta pregunta en cada uno de los capítulos que se
expondrán a continuación ya que es esa relación la que verdaderamente
interesa: el historiador del arte se debe ocupar de qué entendía el
espectador de la Antigua Grecia cuando observaba ese “gesto del velo”
en una obra de arte. Tanto si tal representación correspondía a la pura
realidad como si no, el griego que observaba las imágenes entendía y
sentía algo al hacerlo. Saber quién, qué y porqué es nuestra verdadera
tarea.
Capítulo tercero
Reinventando la imagen del velo
27
28 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 4. Plañideras con el pelo suelto. Ánfora ática y detalle de la misma. Walters
Art Museum, Baltimore. 48.2231. Ca. 720-710 a.C. [cc Wikimedia]
***
Hemos visto cómo el gesto del velo se reinventa a comienzos del
periodo geométrico, cuando conservamos los primeros ejemplos,
posiblemente en relación al mundo funerario. Es posible que, pese
a que se conservan algunos ejemplos en la cerámica geométrica de
representación del velo, su uso más generalizado entre las altas clases
sociales se impusiera con la llegada de las influencias de Oriente, que
resultaban muy acordes a aquellos textos épicos de Homero y a la
tradición mítica prehelénica. El uso del velo y su representación en
el arte serían símbolo de aristocracia y posición social elevada, a lo
que estaría íntimamente conectada la necesidad de mostrar aidós.
Iconográficamente, los artistas experimentaron diversas formas de
conservar ese sentimiento aristocrático de pudor y, al mismo tiempo,
mostrar el rostro femenino como fetiche del ojo masculino, como
elemento de sensualidad y peitho o persuasión, tendencia que se
perpetuará durante todo el arte griego.
Capítulo cuarto
Erotismo e idealización
39
40 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 11. a) Fragmento una escultura de Penélope. Berlín, Staalt. Mus. s. V a.C.
LIMC. VOL. VII-I p. 292. fig. 2 d-1.; b) Anillo de oro con la representación
de Penélope. París, Cab. Med. París. s. V a.C. LIMC. VOL. VII-I p. 292. fig. 7.;
c) Detalle de Penélope en un skyphos de figuras rojas., Museo Nazionale. Ca.
440-435 a.C. LIMC. VOL. VII-I p. 293. fig. 16. [Dibujo del autor y cc Wikimedia]
4. Erotismo e idealización 45
Las formas de las mujeres y las vestimentas con las que aparecen
representadas se utilizarán en muchos casos para marcar los lugares
sexuales y puntos erógenos del cuerpo. “Las ropas se convirtieron
en mapas genitales”. (Hersey 1996: 12 y ss.; Llewellyn-Jones 2010:
87) Desde la segunda mitad del siglo VI a.C., el artista comenzó a
investigar diferentes formas en las que hacer la ropa sugestiva e incluso
invisible, por ejemplo mediante la transparencia de los paños (Stewart
1997: 128, Losfeld 1994: 371-99). Sin embargo, ¿Existe alguna forma
más sensual para deshacerse de esas vestimentas que representando a
las propias mujeres griegas despojándose de ellas? Yo sospecho que sí:
representarlas justo en el momento anterior a cubrirse o a desvestirse.
La mujer tiene algo que esconder y alza el velo con una de sus manos
para ocultar su cuerpo, su rostro, permitiendo, sin embargo, que el
espectador de la obra de arte sea partícipe de observar aquello que
está apunto de desaparecer. O quizás, al contrario, la mujer pretende
mostrar al espectador aquello que se encuentra bajo el velo pero nunca
lo hará. Las mujeres que aparecen representadas en el arte griego con
el gesto del velo nunca llegarán a cubrirse ni a desnudarse, ahí reside
una de las claves de la fortuna de este gesto.
Las mujeres griegas son representadas sin el velo en muchas
ocasiones debido a este pulso erotizante. Como es bien sabido,
antropológicamente debemos admitir que el pelo tiene un carácter
sexual y erótico superior a muchas otras partes del cuerpo humano,
y esa es una de las razones de que en ciertas sociedades se cubra y se
reserve su contemplación solo a la familia más cercana (Leach 1958:
153). Como observa Hallpike, “no se puede negar que en muchos casos
la cabeza y el pelo han tenido un significado sexual claro”, por ejemplo,
la cabeza era considerada en la antigüedad clásica como la fuente del
esperma, que se creía un líquido encefalorraquídeo, y el cabello era
reflejo del vigor sexual (Hallpike 2011). Así, el deseo del comitente que
encargara la obra impulsaría al artista a la creación de estas imágenes
sexualizadas, creadas como objeto de consumo masculino, como
prisma desde el que obtener una visión distinta de la realidad.
4. Erotismo e idealización 49
Fig. 14. Heracles sube sobre el carro de la procesión nupcial a su esposa que
comienza a cubrirse el rostro con un velo-pharos. Dibujo del detalle del asa de
un ánfora hallada en Melos. Atenas, Museo Arqueológico. H. 1m. Ca. 675 a.C.
BOARDMAN 1998, p. 111, Fig. 252.1 [Dibujo del autor]
5. Anakalypteria: el gesto en las ceremonias matrimoniales 53
Fig. 15. Atenea, a la izquierda de Heracles, aparece cubierta con un gran velo-
pharos que alza con su mano izquierda realizando el gesto del velo. París,
Louvre, CA.3004. Ca. 600-575 a.C. BOARDMAN 1984, p. 180, Fig. 388.3.
[Dibujo del autor]
54 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 17. Posidón y Anfitrite aparecen sobre el carro y Afrodita les sigue a pie.
Las dos mujeres aparecen cubiertas con velo-pharos y realizan el gesto del
velo. Berlín, Staatl. Mus. F 493 (1.inv) Ca. 600-566 a.C. LIMC. VOL. I-I p. 728.
fig.25. [Dibujo del autor]
56 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 18. Procesión nupcial en la que la novia aparece cubierta con un velo
y realizando el gesto del velo mientras que el resto de las mujeres llevan la
cabeza descubierta, el pelo recogido en la parte de atrás y una diadema en la
cabeza. Crátera corintia hallada en Caere. Roma, Museo del Vaticano. 16448.
Ca. 575-550 a.C. BOARDMAN 1998, p. 180, fig. 399. [Dibujo del autor]
Fig. 21. Placa de Madera hallada en Pitsa (cerca de Sicyon). Copia. Atenas,
Museo Arqueológico 16465. s. VI a.C. BOARDMAN 1998, p. 185, fig 411.
[Dibujo del autor]
5. Anakalypteria: el gesto en las ceremonias matrimoniales 59
El uso del velo era algo mucho más complejo que aparece
relacionado con todos los momentos de la vida de la mujer, pese a que
sí que es cierto que en el momento del tránsito de joven a mujer, en
la celebración del matrimonio, era una prenda que cobraba especial
importancia, como veremos más adelante.
Fig. 22. Dibujo de Atalanta cubierta con un velo-shaal y con una diadema.
Detalle de un lekithos de Douris, Ca. 480. a.C. Cleveland Mus. Art. 66. 114.
LLEWELLYN-JONES 2010, p. 57, fig. 50. [Dibujo del autor]
encima del hombro –con más frecuencia el izquierdo (Fig. 24, 25). Al
contrario que el velo-pharos, que cubría cabeza y hombros de forma
más equilibrada, el velo-himation envolvía el cuerpo formando una
diagonal y dejaba al descubierto uno de los hombros –que normalmente
iba a aparecer cubierto únicamente con la túnica inferior– (Llewellyn-
Jones 2010: 54).
Fig. 24. Dibujo de una mujer cubierta con un ejemplo temprano del velo-
himation. Detalle de un olpe del Pintor de Amasis. Nueva York, MMA.
59.11.17. Ca. 520 a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 54, fig. 39. [Dibujo del
autor]
62 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 26. Mujer vestida con un peplos que convierte en velo colocando el kolpos
sobre su cabeza. Estatuilla de bronce. Louvre, París. BR 297. Ca. 460-450 a.C.
LLEWELLYN-JONES 2010, p. 60, figs. 58a-b. [Dibujo del autor]
Fig. 29. Detalle de una píxide de figuras rojas atribuida al pintor de Marley.
Procesión nupcial. Londres, Museo Británico. 1920,1221.1. 440-430 a.C.
[Dibujo del autor]
5. Anakalypteria: el gesto en las ceremonias matrimoniales 69
Fig. 30. Píxide de figuras rojas que representa las bodas de Tetis y Peleo. París,
Louvre. L 55 (N 3348) 470-460 a.C. [cc Wikimedia]
70 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 32. Una novia es descubierta ante los invitados a la boda. Loutroforos-
hydria del Pintor de Fiale. Boston, MFA. 10.223. Ca. 430-420 a.C. [Dibujo del
autor]
Fig. 34. Una mujer se cubre con el velo ante el dolor de la marcha de su marido.
Stamnos del Pintor de Kleophon. Hermitage de San Petersburgo. B 1148 (St.
148, B809). Ca. 430 a.C. [cc Wikimedia]
Fig.35. La novia realiza el gesto del velo para cubrirse el rostro mientras su
marido la sube al carro nupcial. Loutrophoros. Staat. Mus. Berlin F 2372. Ca.
430. [Dibujo del autor]
78 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
79
80 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 36: Mujer marroquí cubierta con varios velos. Fotografía de 2005 realizada
por Steve Evans. [cc Wikimedia]
El uso del velo como defensa del aidós femenino, como símbolo
de la preservación del pudor y el respeto, de la modestia, ya ha sido
explicado en relación con la iconografía griega. Este sentido simbólico
parece encontrarse también en las sociedades del velo actuales:
“Para la mayoría de las chicas de 20 años de clase media
y baja en el Egipto actual, llevar o no velo no es algo que
ellas escojan. Se ha convertido en una tradición, en una
costumbre. Todas lo llevan, el recato y la buena reputación
se apoyan en él y se da por sentado que cualquier chica
buena lo llevará cuando llegue a la universidad o por lo
menos cuando se gradúe.” (Kelifi 2008: 82)
Fig. 37: Mujer hindú cubierta con un velo rosa con decoración vegetal.
Fotografía de 2005 realizada por Jorge Royan. [cc Wikimedia]
Fig. 38: Puesto de ropa donde se exponen varios velos hijab. Damasco, Siria.
Fotografía tomada en 2009 por Orrling. [cc Wikimedia]
6. El velo en la sociedad 83
Fig. 39: Una mujer copta cubierta con un gran velo que abre con ambas manos.
Leeder, S.H., Modern Sons of the Pharaohs, Londres, 1918: 320. Fotografía de
Dittrich, P. [cc Wikimedia]
Fig. 40: Mujer egipcia haciendo pan. Fotografía realizada en 2012 por Peter
van der Sluijs. [cc Wikimedia]
Fig. 41: Mujer tuareg de Mali. Fotografía realizada en 2007 por Alain Elorza.
[cc Wikimedia]
6. El velo en la sociedad 89
93
94 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 43. Arriba a la izquierda. Bailarina del velo comenzando una danza al son
del aulos. Dibujo de un oinokoe proveniente de Ruvo. Ruvo, Jatta Collection
1167. Ca. 320 a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 295, fig. 169. [Dibujo del
autor]
7. Sensualidad y persuasión en el gesto del velo 97
Fig. 44. Arriba a la derecha. Bailarina cubierta con un gran velo y actor
cómico. Dibujo de un askos de Ruvo. Ruvo, Jatta Collection 1402. Ca. 380-60
a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 295, fig. 170. [Dibujo del autor]
Fig. 45. Derecha. Bailarina del velo. Dibujo de una crátera de cáliz de la Apulia.
Ca. 350 a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 297, fig. 171. [Dibujo del autor]
7. Sensualidad y persuasión en el gesto del velo 99
Fig. 47. Leto se cubre apresudaramente con el velo-pharos que tiene colocado
tras la cabeza mientras el gigante Titio se esfuerza en raptarla. Dibujo de
detalle de un ánfora hallada en Vulci. a.C. Paris, Museo del Louvre. G42. Ca.
515. Beazley, Attic Red-figured Vase-Painters (1963), 23, 1. [Dibujo del autor]
102 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 48. Leto, a la derecha, se cubre el rostro con un velo-shaal mientras Apolo
acaba con el gigante que la estaba raptando. Dibujo de detalle de una copa del
Pintor de Pentesilea. Proveniente de Vulci. Munich, Staat. Antik. 2689. Ca.
460-50 a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 108, fig. 115. [Dibujo del autor]
7. Sensualidad y persuasión en el gesto del velo 103
Fig. 49. Centauro raptando una mujer Lapita. Metopa 29, lado sur del Partenón
de Atenas. Taller de Fidias. Ca. 447-433 a.C. Londres, British Museum, Room
16, Elgin Colection. [cc Wikimedia]
104 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 50. Zeus raptando a Europa. Dibujo de detalle de una crátera de Paestum
firmada por Asteas. Museo Arqueológico de Paestum. Ca. 350 a.C. [Dibujo
del autor]
Fig. 52. Afrodita realiza el gesto del velo ante el joven Adonis. Lekithos
proveniente de Atenas atribuido a Aisón. París, Louvre MNB 2109. Ca. 420-
400 a.C. LIMC, Vol.I-I, p. 224. fig. 8. [Dibujo del autor]
108 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 53. Amymone, sentada en el centro, realiza el gesto del velo (con un velo
transparente) ante Posidón. Crátera procedente de Calvi. Museo de Würzburg,
L 634. Ca. 390 a.C. LIMC, Vol.I-I., p. 747, fig. 69. [Dibujo del autor]
7. Sensualidad y persuasión en el gesto del velo 109
Fig. 54. Pompe, en el centro, realiza el gesto del velo ante Dionisos, a la
derecha, mientras Eros se prepara para el amor a la izquierda. Nueva York,
MMA. Ca. 370-60 a.C. LIMC, Vol.VII-I., p. 435, fig.2. [Dibujo del autor]
Fig. 55. Afrodita realiza el gesto del velo ante Anquises, en un ambiente
bucólico y sensual. Proveniente del Épiro. Londres, British Mus. 287. Ca. 320
a.C. LIMC, Vol.I-I. p. 762. fig. 4. [Dibujo del autor]
110 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 57. Esculturas de las diosas Hestia, Dione y Afrodita provenientes del
frontón principal del Partenón de Atenas. Museo Británico, Londres. Ca. 438-
432 a.C. [cc Wikimedia]
Fig. 60. Afrodita Kalipigia. Copia romana de un original griego de Ca. 300
a.C. San Petersburgo, Mus. Hermitage. [cc Wikimedia]
7. Sensualidad y persuasión en el gesto del velo 117
Fig. 62. Ariadna realiza el gesto del velo junto a Dioniso. Detalle de la fig.62.
[cc Wikimedia]
***
Como hemos visto, a partir de la segunda mitad del s. V a.C. el arte
griego avanza rápidamente hacia una erotización cada vez mayor y es
a finales de ese siglo cuando se define, gracias sobre todo a la Afrodita
de Kalímaco, el gesto del velo como postura erótica por excelencia. El
gesto femenino de descubrirse retirando el velo tiene gran fuerza en
el imaginario masculino y es usado durante todo el siglo IV con gran
profusión en la iconografía de la pintura en cerámica. El gesto del velo
en su faceta erótica se impone en la representación de parejas divinas
o heroicas y se convierte en una de las posturas por excelencia para la
representación de Afrodita.
Capítulo octavo
El gesto del velo y la teoría del análisis
iconográfico
119
120 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
orden disciplinar. Han luchado con ahínco por intentar discernir entre
el nombre “Iconografía” –literalmente descripción de las imágenes– y
los estudios que éste comprende: desde Panofsky se entendió que una
parte indispensable del estudio de las imágenes era su relación con los
textos y la historia pero, sobretodo, la profundización en los temas,
relegando la descripción a un plano posterior. El propio historiador
del arte y sus seguidores intentaron así dejar clara la división entre
Iconografía e Iconología (Castiñeiras 1998, pp. 19-20).
Esta discusión bizantina, sin embargo, se nos muestra vacía
si atendemos a la realidad actual. La verdad es que, si fuéramos
estrictos, hoy en día nadie realiza estudios iconográficos sino estudios
iconológicos. Nadie se limita únicamente a describir las obras –lo
que sería ciertamente la Iconografía propiamente dicha–, sino que
siempre se intenta dar una interpretación histórica, contrastar con
textos, “ir más allá” de aquello que se ve –lo que estrictamente sería
la Iconología–. En la Era de las Comunicaciones, obtener una imagen
de cualquier obra de arte es terriblemente más sencillo que hace un
par de siglos, cuando efectivamente la descripción de imágenes tenía
mucho más sentido que en la actualidad. Pese a que describir un objeto
con precisión es imprescindible para el historiador del arte que quiere
llegar a entender la obra que está estudiando, ese es solo el primer paso
para un verdadero estudio iconográfico tal y como se entiende hoy en
día. Como cualquiera puede intuir, la confusión podría ser ciclópea
si nos dedicamos ahora a cambiar los términos para hablar de estudio
iconológico.
Debemos tener en cuenta que las disciplinas evolucionan en
ocasiones por caminos muy diferentes a su denominación. Baste
mencionar dos ejemplos: la Arqueología literalmente hace referencia
al estudio de lo antiguo –pues comenzó siendo el nombre de la ciencia
erudita que estudiaba los restos de la Antigüedad– actualmente, en
cambio, es una disciplina que también se dedica a estudiar los restos de
hace cincuenta años que quizás no podemos calificar como “antiguos”,
¿cambiamos por ello el nombre a la disciplina?; otro ejemplo es la
Epigrafía, cuyo nombre significa “escrito sobre…” y, pese a ello, sigue
haciendo referencia a la disciplina que estudia las inscripciones sobre
8. El gesto del velo y la teoría del análisis inconográfico 127
Fig. 63. La mujer, sentada tras su marido, realiza el gesto del velo. Relieve
heroico procedente de Khrysapha (Lakonia), Berlin, Staatl. Mus. 731. Ca.
540-530 a.C. [Dibujo del autor]
Fig. 64. La mujer, sentada tras su marido, realiza el gesto del velo. Relieve
heroico procedente de Esparta, Museo Arqueológico de Esparta 4. Ca. 500
a.C. LLEWELLYN-JONES 2010, p. 97, fig. 102. [Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 133
Fig. 66. Una mujer sostiene un pajarillo mientras realiza el gesto del velo.
Roma, Museo dei Conservatori. 987. Ca. 480-470 a.C. [Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 135
Fig. 67. Polixena –aparece la inscripción– realiza el gesto del velo con la
mano izquierda mientras sostiene en la derecha una granada. Atenas, Museo
Arqueológico, 733. Ca. 460 a.C. [Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 137
Fig. 68. Una joven doncella abre una caja de joyas. Estela Giustiniani. Berlín,
Antikensammlung, 1582. Ca. 460-450 a.C. [Dibujo del autor]
138 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 69. Una doncella, vestida como Atenea o Ártemis, se comienza a cubrir
el rostro con la capa. Loutroforos de Plangon, Museo de Eleusis 5098. Ca.
370-340 a.C. [Dibujo del autor]
Fig. 70. Una mujer difunta, cubierta con velo, sostiene un pixis mientras su
sirvienta le muestra a su hijo recién nacido. Estela funeraria. Londres, British
Museum, 2232. Ca. 425-400 a.C. [cc Wikimedia]
140 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 71. Una mujer difunta, con la cabeza cubierta, sostiene unas joyas que le
ofrece una sirvienta. Estela de Hegeso. Atenas, Museo Arqueológico 621/4.
Ca. 400 a.C. [cc Wikimedia]
Fig. 72. Una mujer difunta realiza el gesto del velo mientras le entrega a su
hijo un pájaro. Estela hallada en Gortyn, Creta. París, Louvre. Ca. 400 a.C.
[Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 141
Fig. 73. Una mujer difunta realiza el gesto del velo ante una sirvienta o su hija.
Estela de Mnesarete. Munich, Glipcoteca, 491. Ca. 380 a.C. [Dibujo del autor]
Pese a que, como hemos visto antes, las mujeres van a aparecer
normalmente veladas en las estelas funerarias, hasta las últimas
décadas del siglo V a.C. no va a ser común encontrar el gesto del velo,
prefiriéndose colocar a la mujer observando las joyas del pixide que le
trae su sirvienta o recibiendo de manos de ésta a su hijo recién nacido
(Figs. 70, 71). Esto quizás se debe a la intención de representar con
acusado naturalismo escenas domésticas cotidianas de despedida
donde el velo no era indispensable.
142 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Será sin embargo desde estos años finales del siglo V a.C. y durante
prácticamente todo el siglo IV a.C., cuando el gesto del velo en las
estelas funerarias adquiera una importancia determinante y aparezca
con gran asiduidad, como podemos ver en una famosa estela del Museo
del Louvre de hacia el 400 a.C. (Fig. 72) o en la Estela de Mnesarete de
hacia el 380 a.C. (Fig. 73).
Fig. 74. Dos mujeres realizan el gesto del velo mirando hacia el espectador.
Estela de Demetria y Pamphile. Atenas, Cementerio del Dypilon. Ca. 320 a.C.
[Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 143
negros, color que va a ser propio del luto durante toda la Historia.
Pese a que los distintos soportes de las representaciones artísticas no
nos permiten en la mayoría de los casos distinguir si los ropajes son
negros o no, los textos griegos nos hablan de este detalle y está claro
que las plañideras en particular estaban asociadas a este color (Plutarco,
Mor. 609B; Vermeule 1979, pp. 13 y ss.; Stears 1998). Así se puede ver
también en varios lekithos de fondo blanco que nos muestran la llegada
a la balsa de Caronte de las mujeres difuntas: ya sea en el velo o en sus
ropajes, el negro es un color que se encuentra normalmente de forma
predominante en la vestimenta de las fallecidas (Fig. 75, 76).
Fig. 75. Una mujer difunta cubierta por un velo negro es llevada ante la barca
de Caronte por Hermes. Lekythos de fondo blanco. CaCracovia, Czartoryski
Museum, 1251. . 450-400 a.C. [Dibujo del autor]
Fig. 76. Una mujer difunta cubierta por un gran velo negro es llevada ante la
barca de Caronte por Hermes. Lekythos de fondo blanco. a.C. Atenas, Museo
Arqueológico CC1668. Ca. 475-425 a.C. [Dibujo del autor]
9. El gesto del velo y la muerte 145
Las mujeres griegas que aparecen en las estelas, aún difuntas, están
expuestas a las miradas públicas de toda la comunidad que acceda
al cementerio, es por ello por lo que realizan en muchas ocasiones
el gesto del velo, dejando claro que incluso después de muertas
participan del aidós, de esa sumisión y modestia femeninas que
caracteriza a las mujeres de su posición. Es probable también que, con
la democratización que a lo largo del siglo V sufrió el uso del velo en
el Ática, las mujeres de toda condición quisieran dejar claro en sus
monumentos funerarios que ellas también participaban de ese aidós
que en otros tiempos les había estado vetado: sabemos que cuando
a finales del siglo V a.C. se recupera la costumbre de realizar estelas
funerarias, éstas estaban a disposición no solo de la aristocracia como
había ocurrido un siglo antes sino de todo aquel que pudiera pagarlas
(Robertson 2010, p. 248), por lo que es probable que familias de nuevos
ricos comenzaran a querer dar una imagen de sí mismos elevada,
plena de modestia, aidós y nobleza, gracias precisamente al gesto del
velo. Esta postura se adopta entonces como un sistema de defensa,
como un muro de contención de las miradas ajenas que ahora pueden
contemplar a la difunta durante toda la eternidad sin dañar su aidós y
siendo conscientes del nivel social de la difunta y su familia.
La modestia expresada a través de las vestimentas y la
pose fue una de las maneras de demostrar que las mujeres
estaban en conformidad con el nomoi socialmente
establecido y que ellas se encontraban bajo control. El
gesto del velo en el arte, como el acto físico de velarse en
la vida real, muestra a una mujer auto concienciada de
su aidós y a cambio reclama el aidós de aquellos que la
observan. (Llewellyn-Jones 2010, p. 173)
Pero este gesto del velo está también relacionado con el sentimiento
de dolor y pérdida que la propia difunta y sus familiares tendrían por
la forzada separación. En la literatura encontramos a Príamo, a Hécabe
y a Iolao cubriéndose sus cabezas con el velo en señal de dolor (Hom.
Il. 24.159-65; Eur. Hec. 487 ; Heracl. 604, 633), Amphitryon y Heracles
también cubrirán sus cabezas con el velo ante la muerte (Eur. HF.
1111 ; 1202) y Elektra será descrita de la misma forma por Eurípides
146 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
(Eur. Or. 280). El contacto con la muerte siempre estaba marcado por
la necesidad de cubrir la cabeza con el velo, bajando la mirada, y esto se
ve en las difuntas que aparecen representadas en las estelas.
Sin embargo, debieron existir diversas modas en la representación
funeraria que posiblemente hicieran que la imagen expuesta en
la estela funeraria difiriera notablemente de la imagen que la
persona presentaba en la vida real. Recordémoslo, no estamos ante
representaciones fotográficas, hay variaciones destinadas a idealizar a
la figura tal y como hemos visto a la hora de representar a las doncellas.
Como indica Llewellyn-Jones, entre los cientos de relieves funerarios
encontrados en el Este de Grecia, fundamentalmente procedentes
de Asia Menor, solo existen quince que de forma clara nos muestran
mujeres con la cabeza descubierta mientras que varios cientos nos las
muestran total o parcialmente cubiertas con el velo (Llewellyn-Jones
2010, p. 11). Sin embargo, si realizamos el mismo sondeo para otras
áreas podemos tener resultados diferentes: entre los relieves funerarios
helenísticos Macedónicos, por ejemplo, encontramos solo treinta y
ocho que nos muestran mujeres adultas cubiertas con el velo mientras
que otras sesenta y tres aparecen con la cabeza descubierta. Esto
puede sugerir que “existieron diversas modas a la hora de representar
a las mujeres que variaron según el periodo y el lugar, pero no tienen
porqué significar que se menospreciara la importancia del velo en las
mujeres en esos mismos tiempos y lugares” (Llewellyn-Jones 2010, p.
11). Como dije más arriba, existen motivos estéticos –erotización de la
mujer– y contextuales –la representación en un espacio privado como
la casa– que pueden permitir la representación de la mujer desvelada
sin que esto revele una práctica común en la sociedad del momento. El
estudio del gesto del velo y las prácticas sociales del momento apoyan
la firme hipótesis de Llewellyn-Jones de que el uso del velo femenino
era una práctica común en Grecia al menos cuando las mujeres se
encontraban en espacios públicos o ante la vista de personas ajenas al
círculo familiar cercano.
También debemos tener en cuenta la importancia que tiene el
velo en los ritos de iniciación y no hay duda de que la muerte era
considerada como uno más de estos pasos. Las semejanzas que tiene
9. El gesto del velo y la muerte 147
con el matrimonio son muchas, y quizás las más tangibles sean las
que conciernen al propio ajuar: por ejemplo el loutroforos es un tipo
de vaso relacionado directamente con las bodas desde el siglo VIII
a.C. que se usaba para la realización del baño pre-nupcial (Fig.77).
Su imagen y ejemplos concretos de este tipo de vaso se encuentran
también en contextos funerarios, lo que posiblemente nos indique que
también se hiciera un baño al difunto con este tipo de vasos (Dillon
2003, pp. 219-220).
Fig. 77. Una mujer con un cubrecabezas sostiene un loutroforos durante una
procesión nupcial. Fragmento de loutroforos ático. Derecha: detalle. Sarajevo,
Museo Nacional, 418. Ca. 475-425 a.C. [Dibujo del autor]
Fig. 78. a) El novio marca el camino hacia su nueva vida a la novia. Detalle de
la Fig.31.; b) Hermes marca el camino hacia el Más Allá a la difunta. Detalle
de la Fig.76. [Dibujo del autor]
148 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Parece lógico preguntarnos qué pasó después del apogeo del arte
griego con el gesto del velo, ¿podemos seguir su rastro a través de la
iconografía durante el paso de los siglos hasta llegar a nuestros días? ¿Se
continuó representando igual? ¿Se mantuvo el sentido dual de aidós-
peitho, pudor y erotismo, que caracterizó el gesto durante la historia
del arte griego? No va a resultar fácil responder a estas preguntas ni
hacer un recorrido a lo largo de toda la historia del Arte hasta nuestros
días rastreando el gesto del velo: resultaría incoherente, por ejemplo,
que pretendiéramos entender realmente bien las imágenes de la Roma
Tardoantigua sin imbuirnos por completo en el contexto que las rodea.
Para ello necesitaríamos otro tratado centrado en el gesto del velo en
esta época. Hemos reivindicado durante los capítulos anteriores la
necesidad de observar la sociedad griega desde distintos prismas para
acercarnos mejor a comprender el gesto del velo y no podemos ahora
hacer lo contrario con otras imágenes. Siendo conscientes de esto, este
va a ser un pequeño repaso que va a dejar muchas puertas abiertas a
una mayor profundización en próximos estudios sobre el tema.
¿Viajó el gesto del velo griego más allá de sus propias fronteras? ¿Por
qué caminos lo hizo? ¿Se perdió en alguna ocasión? ¿Fue recuperado o
reinventado posteriormente?
Parece que la primera de las culturas que bebió en cierto modo de la
griega imitando el gesto del velo helénico fue la etrusca. Las imágenes
griegas salían en barcos desde las costas del Egeo y el Adriático y
se mezclaban con las de aquellas culturas que las compraban. El
protagonismo que tuvo el arte griego en la conformación de gran parte
de la iconografía etrusca explica que también el gesto del velo fuera
adoptado por los antiguos habitantes de la Toscana.
149
150 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig.79. Urna cineraria de Bottarone (Città della Pieve). Alabastro. Inicios del
s. IV a.C. Fotografía por Sailko. [cc Wikimedia]
152 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
El significado del gesto del velo en Etruria parece tener más que
ver con el aidós que con el erotismo que desde el siglo IV se estaba
explotando en el ámbito griego. Aparece siempre en relación con
ambientes funerarios y religiosos y parece que indica una mesura y
un digno respeto hacia lo sagrado, ya sean los dioses o las costumbres.
Este es un sentido que, a grandes rasgos, se va a mantener en el
mundo romano. No existe realmente una cesura entre la iconografía
del gesto del velo etrusca y la romana, y será recurrente la presencia de
este gesto en el mundo funerario, como veremos con algunos ejemplos
a continuación. Lo interesante del mundo romano, sin embargo, es
que al mismo tiempo que intenta mantener la iconografía de aidós
relacionada con las antiguas tradiciones y con el respeto a lo sagrado
comienza a dejar influirse por el arte distendido, relajado e incluso
obsceno que llega a las grandes ciudades de la República a partir de la
conquista de la Magna Grecia.
Fig. 83. Fresco que representa a dos jóvenes romanas desnudándose ante
un amorcillo. Casa della Venere in Conchiglia. Pompeya. S. I a.C.-I d.C.
Fotografía por Matthias Kabel. [cc Wikimedia]
Fig. 84. Eneas siendo curado por Japix. Podemos ver cómo Venus aparece en
segundo plano haciendo el gesto del velo. Casa di Sirico. Pompeya. Museo
Arqueológico de Nápoles. S. I d.C. [cc Wikimedia]
de los sacerdotes, que se cubrían con el velo cuando iban a llevar a cabo
los distintos ritos. ¿Tiene relación este último gesto del velo con el que
venimos observando a lo largo de todo el arte griego? Quizás sí en cuanto
a significado, cercano al de aidós, respeto ante alguien superior, pero es
probable que formalmente surja como una representación de un hecho
real y no por influencia del mundo griego.
¿Cuál era el uso que se dio del velo en la Antigua Roma? Esta es una
cuestión quizás mucho más preocupante y a la que es muy difícil dar
respuesta de forma acelerada. Hasta donde tengo noticia no existen
monografías completas sobre el uso del velo en la Antigua Roma pero
sería muy interesante disponer de un estudio de esas características
para entender un poco mejor la sociedad romana y el gesto del velo en
su iconografía.
Fig. 85. Mosaico de Sta. Maria Maggiore que representa, en la parte inferior
derecha, la boda de Jacob y Raquel, donde esta se sostiene el velo con la mano
izquierda. [cc Wikimedia]
Epílogo. ¿Y ahora qué? 159
observar ejemplos del gesto del velo pese a que, reitero, la mayoría de
las mujeres aparecen cubiertas con esta prenda, que parece ser común.
No será hasta el siglo XIII cuando empecemos a ver de forma clara
la recuperación del naturalismo clásico -¿o el surgimiento de un nuevo
naturalismo?- que comienza a mostrar tímidamente posturas que se
acercan a la del gesto del velo clásico. Así aparece, por ejemplo, en la
escena de la Visitación que decora la portada central de la fachada
occidental de la Catedral de Reims, donde la Virgen se recoge el velo
de forma muy naturalista y levanta el brazo, no para hacer el gesto
del velo en sentido estricto, sino para mostrar cierto naturalismo al
hablar con Santa Isabel (Fig. 86). Este naturalismo clasicista es todavía
más fuerte en el arte medieval italiano, donde nunca se llega a perder
el recuerdo del arte romano. El uso del velo, de forma muy similar a
como se observaba en los sarcófagos etruscos y posteriormente en los
romanos, aparece también en el Relieve de la Natividad del Púlpito del
Baptisterio de Pisa, esculpido por Nicola Pisano hacia 1260 (Bonfante
1986, p. 24, Fig. I-8), pero de nuevo no se trata del gesto del velo clásico
que pudimos ver en Grecia o Roma (Fig. 87).
Fig. 87. Escena de la Natividad del Púlpito del Baptisterio de Pisa realizado
por Nicola Pisano. Ca. 1260. [cc Wikimedia]
Fig. 88. Escena del Abrazo ante la Puerta Dorada de la Capilla Scrovegni de
Padua. Giotto. Ca. 1305. [cc Wikimedia]
162 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 89. Detalle del Diluvio Universal de la bóveda de la Capilla Sixtina. Miguel
Ángel. 1508-1512. [cc Wikimedia]
164 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
Fig. 90. Detalle del Nacimiento de Venus de una de las salas del Palazzo
Vecchio de Florencia. Proyecto de Giorgio Vasari. 1555-1572. [cc Wikimedia]
2 http://www.dorotheum.com/uploads/media/Reni_pr_02.jpg
(Activa a 19/01/2015)
Epílogo. ¿Y ahora qué? 165
Fig. 91. El Juicio de Paris. Pieter Paul Rubens. Museo del Prado. Madrid. Ca.
1639. [cc Wikimedia]
Fig. 92. Grabado de una pintura de Murillo que representa dos jóvenes en una
ventana, una de las cuales cubre su sonrisa con un velo. National Gallery of
Art. Londres. Ca. 1665-75. [cc Wikimedia]
168 Entre aidós y peitho - Pablo Aparicio Resco
¿Qué tenía para Orwell el gesto del velo que era capaz de
destruir por unos instantes todo aquello que oprimía la vida de los
protagonistas? Parece que dejaban de importar en ese momento las
terribles condiciones políticas, sociales o de otro tipo, en las que se
pueda encontrar aquel que disfruta del gesto del velo. Éste siempre
será un misterio para aquel que lo observa, cargado de sensualidad.
Aunque sea por omisión, por ir a cubrir o por estar cubriendo. De esto
se dio cuenta Orwell.
Epílogo. ¿Y ahora qué? 169
3 http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_364347/8480-
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