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Calling Card
Calling Card
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MODERADORA DE TRADUCCIÓN
TRADUCTORAS
MODERADORA DE CORRECCIÓN
CORRECTORAS
LECTURA FINAL
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DISEÑO
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Traducido por Kariza
Corregido por *Andreina F*
E
sta no era la primera vez que despertaba en una cama extraña,
acostado al lado de una mujer que no reconocía, en una ciudad que
no podía recordar. ¿Ibiza? ¿Paris? ¿Londres? La única cosa que sabía
que era segura era que me hallaba en alguna parte de Europa.
Saliendo suavemente de la cama. Busco alrededor del suelo por mis
pantalones y mi camisa. Mirando sobre mi hombro, la misma escena que he visto
muchas veces antes, no es diferente: encantadora mujer, medio cubierta por una
sábana, cabello perfectamente despeinado y su brazo sobre el lugar donde me
encontraba calentando las sabanas. Probablemente podría despertarla y juzgar
por su acento donde estoy, pero entonces tendría que entablar una conversación
con ella y prefiero deslizarme hacia la luz del día.
Siendo sólo un socio mediocre, nunca sabría quién es ella, no me conocería.
Es algo que funcionaba bien de esa manera, creo. No necesitaba despedidas
torpes, incómodas llamadas y promesas rotas de vernos de nuevo alguna vez.
Abro la puerta del dormitorio, completamente vestido, listo para hacer mi
escape dentro de la noche cuando la mujer comienza a moverse. Lentamente
sacando mi mano de la manija de la puerta y sosteniendo el aliento, espero para
que se mueva frente a la pared y me dé una idea de su apretado, culo respingón y
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reunión. Para esas mujeres, el seis y más bajos, es una forma pacífica, así no soy
acosado e intimidado.
Esas mujeres usualmente se irritan bastante cuando no pueden hablar
conmigo directamente. He instruido al servicio de llamadas para no tener
problema en terminar la llamada y bloquear el número para que no puedan
llamar de nuevo.
Por supuesto, con todo el conjunto de mujeres que entretengo, cerca de
todas ellas se sienten usadas por este encuentro sin emociones y terminan
pasando por todas las etapas de dolor. Habrá mucha ira, frustración, negación y,
finalmente, aceptación de que fue sólo una aventura de una noche y que sin duda
debe seguir adelante con su vida. Seguro, he quemado el puente con esta mujer,
pero si todo lo que quería era empezar una noche casual de sexo y ni siquiera era
tan buena en ello, ¿por qué necesitaría ponerme en contacto con ella en el futuro?
Y justo así estoy en el siguiente país, chica y potencial. Ahora, esto no
quiere decir que si la mujer es absolutamente fenomenal no la veré de nuevo.
Hay otra descripción que se le da a la mujer con siete o más. Esas chicas, del
rango de siete a diez, tienen una atención especial. El servicio de contestadora
tomará toda su información, catalogándola para mí por mi área y
almacenándolos en mi versión de una pequeña libreta negra. Si y cuando vuelva
de nuevo, las llamaré para otro round o tres en la habitación.
Supongo que hay mejores maneras de disfrutar de una aventura, pero esto
funciona. Con mi carrera y mi estatus, vale la pena ser discretos acerca de este
tipo de encuentros. Mientras menos sepan de mí, mejor, lo cual es por lo que sólo
me quedo una noche, a menos que necesite un buen polvo si estoy en la zona otra
vez. Es cruel, sí, pero podría ser peor, podría degradarlas al hacer que firmen una
especie de contrato de confidencialidad por una noche conmigo. Escojo dejarlas
vivir lo que sea que sea su fantasía que tienen antes de reventar su burbuja. ¿Ves?
Soy un caballero.
Mientras empujo mi camino a través de las puertas del vestíbulo, y por el
acento del conserje, he determinado que estoy en algún lugar en Italia; mi auto se
detiene en la acera. Me escabullo en el asiento trasero mientras nos dirigimos a mi
hotel.
—¿Tuvo una buena noche, señor? —pregunta Nicholas mientras navega
entre el tráfico.
—Cuatro —respondo simplemente, frotando mis sienes mientras deseo
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dejar el dolor de cabeza y dolor muscular que viene después de una noche de
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Traducido por Alysse Volkov
Corregido por Agus Morgenstern
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arís, la ciudad del amor, pasteles y la Torre Eiffel, me encanta este
lugar. Francia podría ser uno de mis países favoritos de todos los
tiempos para visitar. Hay un poco de algo para todos aquí, y las
mujeres, bueno, son jodidamente preciosas.
Es mi último día en esta magnífica ciudad, y tengo la intención de hacer
que sea una experiencia memorable. La última vez que estuve aquí, no me fue tan
bien. Digamos que este fue el primer lugar en el que me di cuenta de siquiera la
menor cantidad de mentiras que se necesita para obtener una tarjeta, también.
Su nombre era Marie. Tenía el cuerpo más perfecto que jamás vi, y la forma
en que bailaba me dio toda la impresión de que iba a ser salvaje en la cama. Me
equivoqué. Tacha eso... me encontraba totalmente equivocado.
Me llevó a su casa, así como yo lo hice con otras mujeres muchas veces
antes, pero fue la visión de su casa cuando entré por primera vez... y el maldito
olor. La mujer era una obsesionada con los gatos. No exagero cuando te digo que
tenía que haber por lo menos una docena de gatitos que viven en su pequeña
casa. Luego se hallaban sus decoraciones de estatuillas de gatos, mantas de gato
en la parte trasera del sofá, las tazas de café de gato, gatos disecados... Sé que
suena muy repetitivo, pero en serio, fue el cielo felino.
Debería haber corrido entonces. Hubiera sido mejor salir y nunca volver a
verla, pero no podía borrar de mi mente la forma en que ella molía en mi polla en
la pista de baile. En retrospectiva… eso es un hijo de puta.
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Bueno, para hacer corto el cuento largo, ignoré todas las parafernalias de
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gatito y seguí con nuestra noche. Marie podría chupar una polla como si fuera
asunto de nadie y pensé que había tomado la decisión correcta al quedarme. Eso
fue hasta que conseguí desnudarla en el dormitorio, y demonios su cuerpo era
glorioso. Habría sido el objeto perfecto para fotografiar y ni una maldita cosa
tendría que utilizar photoshop. Era el epítome de la perfección.
En ese entonces, tenía esa loca obsesión de siempre el deseo de estar arriba.
Todavía no estoy seguro de por qué, probablemente algo que ver con el control y
la masculinidad, pero podemos ahorrar eso para que mi futuro terapeuta
averigüe. Bueno, volvamos a la misma. La tenía sobre su espalda, las piernas
abiertas, el coño a toda vista y mi polla dura como una jodida piedra. Me puse un
condón, me acaricié a mí mismo un par de veces más y me alineé en su entrada.
Un par de segundos pasaron y estaba seguro de que en realidad me
encontraba adentro, así que chequeé dos veces y sí, me hallaba dentro. Nunca
experimenté algo así. Había tenido un coño flojo un par de veces, pero nada tan
explotado que no podía sentir absolutamente nada. Luego, para empeorar las
cosas, ella no movió ni un maldito musculo, sólo se quedó allí, gimiendo a
momentos.
Sabía que las mujeres ocasionalmente tenían falsos orgasmos, nunca
conmigo, pero a veces leo las revistas de las que fotografié por allí, aunque sólo
sea para pasar el tiempo mientras se espera en un avión o en el consultorio del
médico. Esta vez, sin embargo, fui yo quien tuvo que fingirlo sólo para salir
rápidamente de allí.
En el momento en que se excusó para ir al baño, me puse mi ropa y salí por
la puerta sin pensarlo dos veces. Sé lo que estás pensando: “Escapaste por un
pelo, hombre. Felicitaciones”. Bueno. No. Te equivocas.
Fue unos días más tarde y terminaba un trabajo para el equivalente francés
de Cosmo cuando Marie entró pavoneándose por la puerta en una misión. Antes
de que pudiera hacer frente a su presencia, comenzó a gritarme en francés. No
podía entender ni una pizca de lo que pasaba, pero entendí el mensaje cuando
todos los modelos comenzaron mirándome con cara de asco. Ni que decir tiene,
me prohibieron jamás fotografiar en ese lugar otra vez y Marie salió de allí tan
petulante como petulante podría ser.
Supongo que había localizado quién era, dónde trabajaba y lo hizo su
prerrogativa para causar tanto daño como podía. Un tornado de mujer casi
derrumbó mi carrera. Tuve una charla con mi mejor amigo quien me dijo que la
mayoría de las chicas prefieren ser jodidas a toda máquina que ignoradas
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completamente. Gracias a Dios tuve alguien que me dijo eso, y ahora, todas
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consiguen una maldita tarjeta, así sea o no que alguna vez la vaya a volver a ver.
Así que aquí estoy, listo para embarcarme en esta increíble ciudad.
Nicholas regresó un día antes para la preparación de una entrevista que tengo en
unos pocos días, así que estoy sin chofer esta tarde. Podría llamar fácilmente un
taxi u otro coche, pero me imagino que voy a jugar a lo seguro y ver qué tipo de
talento hay en el bar del hotel.
Vestido con un par de vaqueros holgados y una camisa abotonada azul
marino, tomo el ascensor hasta la planta principal y serpenteo en el bar.
Explorando la habitación, definitivamente observo algunas mujeres sexys en esta
noche. Sin embargo, la que me llama la atención, es una belleza poco
convencional. Con el cabello rubio muy corto y tatuajes grabados a través de su
expuesta piel, es impresionante e intrigante.
Al acercarme a su mesa, la oigo hablar en inglés, pero con un acento
francés muy marcado. Tocándola en el hombro, se da vuelta y me devuelve la
mirada con los más fascinantes ojos grises.
—¿Puedo invitarte a una copa? —pregunto, tomando su mano en la mía,
pasando mi pulgar sobre sus nudillos.
—Oui. Merci —responde. Dos simples palabras son suficientes para
hacerme querer renunciar a toda la cosa de beber e ir directamente a su
habitación. Va a ser un gran cambio de lo habitual “sí, sí, oh, Dios sí” que por lo
general escucho.
Asiente hacia el camarero, dándole la señal para que le sirva otro de lo que
está bebiendo y pido una cerveza para mí. Sentándome en la mesa al lado de
donde ella y sus amigos están sentados, haciendo un gesto para que tome un
asiento en el lado opuesto, lo cual hace.
—Debería haberme presentado antes de ofrecerte una bebida. Mis
disculpas por ser tan grosero. Mi nombre es Dex, es muy agradable conocerte. —
Tomo la mano de nuevo, repitiendo mi gesto anterior, sólo añadiendo un beso a
sus nudillos.
—Veronique —dice seductoramente, añadiendo un poco de francés a su
presentación—. Enchanté.
La camarera trae su cóctel y una cerveza para mí mientras Veronique y yo
disfrutamos de una conversación ligera. He aprendido lo suficiente sobre ella
para saber que, ciertamente, no me importaría tener más intimidad. Veronique es
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una estudiante de moda en Londres, pero está en casa por vacaciones. Era una
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Traducido por Fiioreee
Corregido por Agus Morgenstern
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ntrevistas. Las aborrezco, pero son un mal necesario. Siempre las
mismas preguntas y las mismas respuestas. Probablemente podría
dar las respuestas en mis sueños, es tan redundante.
—Sr. MacFadden, tiene bastante reputación de ser una persona difícil con
quien trabajar. Muchos modelos se han quejado acerca de sus maneras poco
elegantes de conseguir hacer el trabajo. Dime, Dexter, ¿qué te hizo ser cómo eres?
—pregunta la periodista rubia de piernas largas de alguna revista de alto perfil.
Al menos esta pregunta es un poco más divertida para responder y
realmente me pongo a contar mi historia, no la genérica "me convertí en fotógrafo
porque me gustaban las cosas hermosas" historia.
—No siempre fui así. Quiero decir, siempre he sido una especie de culo,
pero no era rico. Crecer en el Cuidado de Crianza, saltando de casa en casa, hace
algo a un niño; lo cambia. Inculca este conocimiento de que no todo el mundo
tiene la intención de ser amado o amar a cualquier persona por ese asunto.
—Incluso antes de que me metiera en el sistema, sabía de qué se trataba
este mundo. Mis padres biológicos eran los principales ejemplos. Durante el
último año de mi madre de la universidad, participó en un programa de estudios
en el extranjero en Irlanda. Todo iba de acuerdo al plan hasta que conoció al
famoso Murphy MacFadden. La pareja se enamoró perdidamente, o al menos eso
pensaba, de todos modos.
—Avanza rápido un año y encontrarás a Emily y Murphy en la felicidad
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conyugal y poniendo a dormir a su niño pequeño de dos meses de edad en la
víspera de su bautismo. Tenían el mundo delante de ellos sin nada que los
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detuviera.
—La vida parecía perfecta en el exterior. Una niña estadounidense de la
Indiana rural se enamora, se casa y comienza una familia con su príncipe
irlandés. Ellos lo hicieron, ¿verdad?
—Error.
—Te ahorraré todos los detalles aburridos y salta a donde el cuento de
hadas se convirtió en una pesadilla de proporciones épicas.
—Durante la primavera de 1996, en el tranquilo pueblo irlandés que llamé
hogar durante diez años, una pequeña casa de dos dormitorios que daba a
exuberantes colinas verdes se convirtió en la peor escena del crimen que la
ciudad había visto nunca. No estoy seguro de los detalles del día, pero uno de los
hermanos de mi padre me dijo que mi papá encontró a mamá teniendo un
romance con el dueño del pub en la calle.
—El informe de la policía lo catalogó como un asesinato-suicidio. Mi padre
se enfrentó a mi madre y la mató justo antes de dispararse a sí mismo. No estoy
seguro de si alguna vez pensó en lo que me iba a pasar a mí, o si lo hizo, pero
sólo se preocupaba de sí mismo.
—De cualquier manera, he perdido. Todo.
—Mis abuelos maternos viajaron a Irlanda inmediatamente después de
conocer la noticia de su muerte. Los hermanos de mi padre no me querían, así
que cuando lo último de la tierra fue sacudido en las tumbas de mis padres, yo
me encontraba en un avión rumbo a Indiana.
—Bill y Susie eran grandes cuidadores. Tuvieron a mi madre tarde en la
vida y se acercaban a sus setenta cuando vine a vivir con ellos. A pocos meses de
diferencia, fallecieron durante el verano en que cumplí trece años. Eran todo lo
que tenía en los Estados. Mis tíos todavía no me querían, por lo que el Estado me
puso en el cuidado de crianza, donde me quedé hasta que llegué al máximo de
los dieciocho años.
—Esa es una gran historia, Sr. MacFadden. Me preguntaba de dónde vino
su acento. —Fuera de todo lo que dije, ¿lo único que pegaba en ella es mi acento?
No es un secreto que vengo de ascendencia irlandesa. Por supuesto, se
desvaneció el acento irlandés con el tiempo, pero aun así es detectable por los que
no lo esperaban, o en el caso de esta reportera, es una puta idiota—. ¿Puedo
hacerle algunas preguntas más?
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No estoy seguro de qué más se puede pedir que no sea asunto de interés
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echo de menos, pero porque ha pasado unos días desde que me he metido con
ninguna. Para un hombre que está acostumbrado a una vez, a veces dos veces al
día, por cuarto día mi decisión lleva bastante delgada. Visualizo la pantalla de
mis aplicaciones en mi teléfono, me encuentro a mi versión de un pequeño libro
negro que cataloga las mujeres que me parecen dignas de una segunda ronda, o
en el caso de Janelle, una séptima. El contacto de cada mujer se separa por
ubicación geográfica, incluyendo una imagen, número de teléfono y su
calificación en mi escala. Hace que sea un poco más fácil la búsqueda de un coño
caliente por la noche sin tener que preocuparse por acabar con un laico muerto.
Esta aplicación está convenientemente nombrada FB. No, no me estoy
refiriendo a la red social; sin embargo, se disfrazó para verse de esa manera en
caso de que mi teléfono lo robaran o hackearan. Fuckbook es únicamente para
repetir volantes.
Encontrando a la fotografía de Janelle, hago clic en ella y realizo la llamada.
Mi número se muestra siempre bloqueado en el otro extremo opuesto, otra genial
idea que los creadores de esta aplicación tuvieron. Dado que esto fue inventado,
no tengo que preocuparme de cambiar mi número cada vez que corro a través de
una nueva chica por segunda vez.
—Hola —dice ella, respondiendo a la tercera llamada. Supongo que por
ahora sabe cómo opero o tiene la costumbre de contestar números restringidos.
—Oye, Twix. ¿Cómo estás?
—Dex, cariño, te he echado mucho de menos. ¿Estás de nuevo en la
ciudad?
—Seguro que estoy. ¿Quieres que vaya por ti?
—¿Dame una hora?
—Voy a estar allí a las diez. Toma tu tiempo.
Sin ninguna duda, desliza los pantalones negros ajustados por sus piernas,
su tanga no se queda atrás. Desabrocha su sostén, que se desliza por su cuerpo, y
queda en el suelo con sus otras prendas.
—Mierda, te ves sexy, Twix.
—¿Por qué siempre me llamas así? ¿Twix? Y tú acento se pone más sexy
cada vez que te veo —pregunta ella, girando lentamente en un círculo, y me da
una vista de primera fila de su culo.
¿Hoy por segunda vez? Tal vez está más grueso desde mi último viaje a
casa y no lo he notado. Acento o no, sigue sacudiendo su culo en mi cara y voy a
meter mi polla en él.
—Te llamo Twix porque eres dulce como el caramelo. Ahora vuelve por
aquí. —O tal vez es porque es más fácil llamar a todas las chicas un nombre o
nada en absoluto.
Me enfrenta y comienza a pasear en mi dirección. Su cuerpo, que solía ser
más de líneas rectas, ahora luce curvas. Estoy casi seguro de que toda mujer debe
ser obligada a tenerlas. Tomo mi cartera de mi bolsillo y lo pongo a mi lado en el
sofá.
Ella se coloca entre mis piernas, con una sonrisa coqueta en sus labios. Sé
exactamente lo que puede hacer con esa boca. Me desabrocho rápidamente mi
camisa y me quito la corbata.
—De rodillas —exijo y cumple, casi emocionado que estoy siendo
contundente. Parece que alguien ha estado leyendo sobre lo que se necesita para hacer un
hombre feliz. Tal vez debería replantearme toda esa cosa del acuerdo de
confidencialidad. Janelle parece ser el tipo de chica que le gusta encenderse por
eso.
Gracias a las novelas románticas eróticas. Los hombres de todo el mundo están
cantando sus alabanzas.
Me muevo a deshacer mi cinturón y la cremallera pero sus manos me
golpean lejos. Nunca rompe el contacto visual, lentamente baja la cremallera de
mis pantalones, alcanza en el interior y con impaciencia saca mi polla.
Acariciándome y lamiendo sus labios, casualmente sumerge la cabeza,
agarrándola con la lengua.
—Así, Twix —digo, sin aliento. Quiero embestir hacia abajo su pequeña
garganta, pero esta tomadura de pelo está haciéndome reprimir mis impulsos.
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pregunté, pero ¿gracias por la información? Sin embargo, para el registro, traté de
ser agradable y no tratarla como la follada y corrida que es, pero, por supuesto,
ella tiene una actitud y me ofrece más de lo que pedí. No importa. Mi problema,
no el suyo—. Sabes que es tuyo, ¿no? —Bueno, espera sólo un maldito minuto.
—¿Discúlpame?
—Mi hijo. Bueno, supongo que es el nuestro. Tienes un hijo —dice,
sonriendo.
Sonriendo, me sacudo la cabeza mientras me abotono la camisa y mi
corbata colgando alrededor de mi cuello. Me pregunto si le doy un poco de
tiempo antes de que mate su feliz pequeña burbuja familiar.
Nop. Nunca he sido uno para el recubrimiento de azúcar. Ahora no es el
momento para empezar.
—Lo siento, Janelle, no tengo hijos. —A pesar de que no voy a mimarla,
trato muy duro para no ser un idiota. Me imagino que le doy un poco de dignidad
antes de irme. Su ceño fruncido me lleva a creer que va a alargar esto y que va a
terminar mal. Lo. Prometo.
—Su nombre es Tony y es tu hijo. Me enteré de que estaba embarazada de
unas pocas semanas después de que estuvimos juntos el año pasado. No hay
nadie más que pueda ser. Tú eres su padre. —Esa mirada de suficiencia en su
rostro, como si me tuviese acorralado, es casi suficiente para hacerme querer
abofetearla, pero no lo hago.
Esto está a punto de jugar fuera como en esos programas de entrevistas
durante el día. Mujer grita “es su bebé. Usted es el único”. Y el hombre dice “no hay
manera”. Prueba de paternidad determina que usted no es padre. Mujer pierde su
mierda. El hombre salta de alegría. Está a punto de estallarme en la cara la misma
mierda.
La mecha se enciende, explosión en tres... Dos... Uno.
—Siento decirte esto ya, Twix, pero no hay absolutamente ninguna manera
de que sea mío. No soy su padre, o de cualquier otra persona.
—El preservativo debe de haberse roto.
Voy a romper algo.
Me pongo los zapatos y ato la corbata, ella debe haberme arrojado algo,
pero sé que no lo logró, hay salpicaduras de vidrio a mis pies. No sólo puede no
vincular a la persona correcta como el padre de su hijo, sino que no puede
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golpear un objeto fijo.
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Traducido por Lore (: & Kariza
Corregido por *Andreina F*
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an pronto como estoy en la cama para la noche, duchado luego de
mí visita con Janelle, hago la llamada telefónica que hago todas las
noches antes de acostarme.
—Un poco tarde, ¿no es así, Dexter? —responde. Puedo escuchar la sonrisa
en su voz.
—Lo sé. Quería ver cómo estuvo tu día.
—Todo bien. Como de costumbre. Llevé a Katelynn al parque y al museo.
Nada demasiado emocionante. ¿Cómo estuvo tu noche? —pregunta
sarcásticamente.
—Una pérdida de tiempo. —Me rio—. Ésta decidió que yo sería el padre de
su hijo. Me estoy volviendo viejo para esta mierda.
—Ohhh, pobre chica. ¿Por lo menos la dejaste amablemente? Espera, no
respondas eso. No tienes un hueso amable en todo tu cuerpo.
—Quería, realmente quería, pero ella era demasiado. —Su risa llena el otro
extremo de la línea, haciéndome sonreír. Puedo ver su cabeza echada hacia atrás
y el resoplido que hace cuando está riendo como ahora. Mi mejor amiga. La única
mujer que nunca he dejado, y espero que sea así.
—Bien, respira, Briar. Estoy volando a Rusia más tarde esta semana. Iba a ir
a ver a los chicos por un par de días, ¿está bien?
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—Sí, ven. No tenemos nada especial planeado. Sé que a Katie le encantaría
verte.
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áreas del mundo, llegando tan lejos como Asia y África. Tienen varias cosas en
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común: todas han sido llevadas a casa por el Sr. MacFadden y realizado actos
sexuales. También, a todas ellas les han dejado una tarjeta al final de su “cita”…
¡Mierda! Estoy jodido. Completa y totalmente jodido.
No puedo leer más. Sé que es lo que va a decir sobre mí. Olvida el hecho de
que sólo me meto con apenas legales, solteras y dispuestas. Voy a ser como una
especie de pervertido sexual. Un hombre que toma ventaja de esas mujeres.
—¿Cómo quieres manejar esto? —pregunta Nicholas, cavando por su
teléfono en su bolsillo, listo para hacer lo que sea necesario.
—Llama a Relaciones Públicas y ve cuál debería ser mi próximo
movimiento. No quiero actuar irracionalmente, pero tengo un mal
presentimiento sobre esto. —Justo cuando termino mi declaración, mi teléfono
suena.
Arrojándolo a Nicholas, toma la llamada en la otra habitación, dejándome
lidiar con mis pensamientos. Tal vez no sea tan malo. Es una publicación bastante
grande, pero podría decirle a mi gente que lo rechace diciendo que es un
malentendido. ¿Que coloque una orden de silencio en toda la historia?
Recostándome en la cama, mirando el techo, no estoy seguro de qué tanto
me quedo en esta posición antes de que Nick regrese. Miro hacia él mientras se
cierne sobre mí, con su rostro sombrío. Cierro mis ojos y comienzo a solicitar
favores al Dios al que nunca antes le he hablado, comenzando con que esto sea
una especie de chiste.
—Dex —dice Nicholas suavemente.
—Ahora no. Sólo necesito un minuto
—Probablemente no debería esperar. Ese era Vlad en la línea. Canceló la
sesión de esta semana.
—¿Cómo ha llegado esto tan lejos ya? Esto no tiene sentido. —Me siento,
tomando la tableta y poniendo mi nombre en el buscador.
No toma mucho para los resultados más populares, mi sitio web y mis
licencias saltan primero. Después viene la inundación de la náusea mientras veo
casi cincuenta sitios en los que circula la denuncia escrita por esa perra.
Subestimé su alcance.
—He llamado a Cora y la puse en esto, pero por ahora, te sugiero que te
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calmes.
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Debería llamar a Briar y dejarle saber que no estaré volando a verla. Desde
que no estoy yendo a ningún lado en algún tiempo cercano, relevo a Nicholas
para que vaya a casa. Cuando estoy solo, contemplo qué es lo que voy a decir.
Conociéndola, ya le dijo a Katelynn que estoy yendo.
Cada escenario corre por mi cabeza, el resultado es el mismo. Briar estará
más allá de cabreada, llamándome por algunas opciones de nombres y después
me colgará. La única constante en mi vida por los pasados diez años está a punto
de saber qué clase de persona soy en realidad, no la versión sin importancia que
le doy.
Yo: Oye, B, ¿aún estás despierta?
Si, llámame marica si quieres. Un mensaje de texto me podría salvar de su
ira, mejores amigos o no, podría cortar conmigo como ninguna otra.
Briar: Sí… ¿viste ese artículo? Intenso.
Yo: Esa es un poco la razón de mi mensaje. Ya no voy a salir fuera esta semana
Briar: Katie estará molesta.
Yo: Nick piensa que debería pasar desapercibido un poco.
Briar: Sabes que puedes quedarte aquí… nadie sospechará. Nuestro propio
escondite secreto.
Pasando por su último mensaje, pienso que de hecho tiene razón. Si esto
golpea en otro medio de comunicación y quieren investigar un poco más, ni un
alma viva me buscaría en lo de Briar.
Por supuesto, no es ningún secreto que somos amigos, pero nunca nos
involucramos con el otro, a los ojos del público, no habría ninguna razón por la
que estaría con ella. Todos probablemente asumirán que dejé el país y me estoy
escondiendo en los Alpes o algo así.
Yo: ¿Estas segura? No quiero poner a tus chicos fuera.
Briar: Cierra tu jodida boca… lo sabes mejor. Empaca alguna mierda, toma un
vuelo y te veré esta noche.
Yo: Eres la mejor, B. Te veré esta noche.
Briar: Si… eres bienvenido. Trae a Ralphie. Katie lo extraña.
Yo: De acuerdo. Adiós.
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Enviando rápidamente un mensaje a Nicholas, le pido recogerme en veinte
minutos y él está de acuerdo. Aparentemente, pasó un rato charlando con el
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conserje sobre el último tema y no ha llegado muy lejos. Debí haberlo contratado
como mi representante de Relaciones Públicas en vez de como mi chofer.
Saco mi maleta, empaco lo suficiente para durar un tiempo, en su mayoría
ropa para andar, desde que no debería andar correteando por la ciudad de Nueva
York. Podríamos haber tenido esto con bastante antelación si no hubiera sido
hundido inmediatamente. Mientras llegue a lo de Briar antes de que la mierda se
ponga muy fea, seré muy feliz.
Con mis bolsas empacadas y en el vestíbulo, tiré del estuche de Ralphie del
armario de enfrente del closet, levantándolo y colocándolo en el interior. Lo tengo
de cuando era sólo un pequeño gatito y ha estado conmigo desde entonces. Cada
vez que voy a Nueva York, lo llevo. Este gato sarnoso es más genial que cualquier
maldito perro.
Tal vez todo esto funcione. En realidad no he tenido vacaciones en algunos
años. Un pequeño descanso no le hace daño a nadie.
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Traducido SOS por Apolineah17 & Lolabayona
Corregido por Sapphire
P
or suerte para mí, Nicholas fue capaz de alquilar un vuelo privado
de Indiana en un corto periodo de tiempo. El vuelo fue
anormalmente extraño mientras me hallaba solo con mis
pensamientos, tratando de averiguar una manera de salir de este lío. Pocas horas
más tarde, aterricé en Teterboro, preguntándome cómo todo esto se salió de
control tan rápido. ¿Un grupo de mujeres negociando historias de guerra? ¿A qué
ha llegado este mundo?
Agarrando mi bolsa y estuche de Ralphie, camino por las escaleras del
avión y entro al aeropuerto. Terriblemente para mi sorpresa, Briar me esperaba
en una de las sillas de plástico. No veo a Katelynn en algún lugar, pero estoy más
que sorprendido de que no enviara a nadie a recogerme. En cambio, se arriesga a
que la vean conmigo, lo que podría efectivamente eliminar mi modo encubierto.
Sabía que debería haber hecho que Nicholas contratara un coche o algo así.
—Te ves como una mierda —dice ella caminando a mis brazos y
apretándome alrededor de la cintura. La abrazo también, me aferro a ella un poco
más del tiempo que debería, agradecida por el rostro familiar.
—Siento que sí. ¿Dónde está mi niña?
—Con Michelle. Ella no durmió y decir que está de mal humor seria el
eufemismo del año. Esa niña… algunas veces es una maldita diva.
—¿Me pregunto a quién saldría? —digo en broma, inmediatamente estoy
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siendo golpeado en el estómago por una Briar enojada.
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Así que, desde el día en que Erik murió, he tenido a Briar en mi nómina.
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Ella podría trabajar un par de horas al mes, pero tiene más que suficiente dinero
para mantenerse a ella y a Katie viviendo la vida a la que están acostumbradas.
Dirigir a los modelos no es una cosa fácil y no hay nadie mejor para mantener el
circo bajo control que una antigua modelo. Briar ha salvado mi culo en más de
una ocasión.
Esta vez no es diferente.
—Voy a aventar mis cosas a la habitación de invitados —digo, caminando
por el pasillo más allá del cuarto de Katie.
—Sí, está bien. Sin embargo, puedes poner tus artículos de tocador en el
baño. No necesitamos un accidente como la última vez. —Me río del recuerdo de
Katie jugando con mi crema de afeitar tratando de darle al dulce y pequeño
Ralphie un corte de cabello. Sí, aun así, ese gato adora a la pequeña mierda.
Lanzando mi maleta sobre la cama, enciendo la televisión, preguntándome
qué ha estado sucediendo en Nueva York desde la última vez que estuve aquí en
el pasado. La voz de la presentadora en los tabloides de los programas de
televisión resuena por la habitación, y me estiro por el control remoto para bajar
el volumen cuando escucho lo que está diciendo.
—Finalmente hemos sido capaces de contactar a uno de los representantes del
fotógrafo internacional Dexter MacFadden. Si recuerdan hace unas horas, la Revista
Person lanzó una historia esta madrugada de un escándalo sexual que se ha extendido
por todo el mundo.
¿Un escándalo sexual? ¿Cómo demonios esto es un escándalo? No trataba de
esconder nada que no fuera mi identidad para proteger a los clientes que he
tenido y mi seguridad. No soy un político. No tomé un juramento prometiendo
mantener mi polla en mis pantalones. En todo caso, esto es lo más alejado de un
escándalo. Ni una sola vez rompí mi código moral profesional y follé a una
modelo o diseñadora.
Sentado en la cama, sigo escuchando a esta fuente informativa —si puedes
llamarla así— manchar el nombre que he pasado toda mi vida adulta sacando del
barro.
—Su equipo de Relaciones Públicas emitió un comunicado a través de la página
web de Dexter indicado que estaría tomándose unas semanas lejos de la cámara, dejando
que esta historia difamatoria se dispersara. También mencionaron llevar acciones legales
contra la Revista Person, alegando que fueron negligentes con su hallazgo.
Malditamente cierto, vamos a presentar una demanda. No existía
40
absolutamente ninguna razón para que esta historia haya salido a la luz, sobre
Página
hasta el suelo, se ríe. —Por supuesto que lo eres. No esperaría nada menos de ti.
5
Traducido por Apolineah17
Corregido por Nyssa
B
riar no mentía, después de veinte minutos de comer su último
bocado, Katelynn cayó dormida, con la cabeza en mi regazo y los
pies en el regazo de Briar. Esperé otros diez minutos para
asegurarme de que se encontraba bien dormida antes de cargarla y llevarla a la
cama, dejando que Briar la arropara y le diera un beso de buenas noches.
De regreso en la sala de estar, empiezo a recoger la basura de nuestra
comida y a doblar la manta, poniéndola sobre el brazo del sofá. Sacando mi
teléfono de mi bolsillo, las alertas llegando a mi bandeja de entrada son
sorprendentes. Parece que todos los blogs del país, y algunos en Europa, quieren
hablar de mi vida sexual. Borro todas estas notificaciones, eligiendo abrir el
correo electrónico de Nicholas.
¿Sabes lo que dicen de la retrospectiva de los veinte-veinte? Sí, bueno,
debería haberla dejado lo suficientemente bien por sí sola y terminado esta
maravillosa noche así… de forma extraordinaria.
Lo siento, hombre, acabo de enterarme de que casi todas las sesiones que
programaste han sido canceladas por los próximos seis meses. Estamos en ello.
Un perfil bajo y me pondré al día contigo más tarde, dentro de una semana.
Eso es básicamente la esencia de ello. Estoy sin trabajo. No estoy seguro de
cómo funciona todo esto, en vista de que tengo mi propia empresa, con mi propia
marca. ¿Soy un desempleado? ¿O simplemente estoy sin empleo?
43
Si fuera un director de Hollywood follando a todas las actrices, no sería la
gran cosa. Es casi lo esperado en la industria. Si quieres el papel, follas al director.
Página
El modelaje no es así. No contrato a las modelos, sólo tomo sus fotos; el cliente
para el que trabajo hace toda la exploración. Y no olvidemos el factor más
importante de todo esto.
Nunca. Ni. Una. Vez. Follé. A. Una. Modelo.
Nunca.
Bueno, a excepción de cuando estuve con Briar antes de que la hiciera en
grande.
Desde el momento en que conseguí mi primer trabajo verdadero, nunca
consideré tocar a una modelo. Mierda, Briar puede dar fe de ello. Es ella la que ha
estado a cargo de todo el talento que tengo que fotografiar. Si hubiera follado a
alguna y no hubiera descubierto la manera de conseguir ponerlas en una portada,
ella habría oído de eso. Mi equipo de Relaciones Públicas habría escuchado de
ello. Mierda, probablemente mi madre muerta habría escuchado hablar de eso.
Alejo mi teléfono, suficiente, es suficiente por un día. Necesito descansar
un poco y tratar de olvidar que este día ha pasado. Justo cuando me estoy
preparando para ir a la cama, Briar viene caminando por el pasillo, habiéndose
cambiado a un par de pantalones de algodón para dormir y una blusa sin
mangas. Dios, todavía es hermosa.
—¿Quieres ver una película? Todavía no estoy lista para ir a la cama —
pregunta, dejándose caer en el sofá junto a mí.
—Sí, eso está bien. Tú elige. —Sería una especie de movimiento imbécil
huir de ella cuando me abrió su casa. Estoy seguro de que está aquí todo el
tiempo sólo con Katelynn. Si el que vea una película con ella le da un sentido de
normalidad, entonces lo haré.
Eso es para lo que están los amigos.
Briar se desplaza por el menú hasta que encuentra algún tipo de película
para chicas. No es lo que yo habría elegido, pero oye, no hay demasiadas mujeres
que verían Bad Boys cada vez que salen en televisión.
—Probablemente hoy no. Dex tiene que permanecer oculto por un tiempo.
Tal vez la próxima semana. —Cuando el rostro de Katie cae y su cabeza se
hunde, eso tira de mis fibras sensibles.
—Está bien. Vayamos. Puedo manejar un disfraz o algo así. —No voy a
dejar que mi situación afecte a esta pequeña niña. No ha hecho nada malo y yo no
seré la razón por la que tenga que sentarse en casa disgustada.
—¿Estás seguro? —pregunta Briar, mirándome nerviosamente.
—También puedes cepillar su cabello, mami. Su cabello está despeinado
como el mío —dice Katelynn.
Mirando mi reflejo en el espejo a través de la habitación, Katie tiene razón,
mi cabello está fuera de control. Despeinados mechones marrones cuelgan de mi
frente, casi cubriendo mis ojos azules, y después de dormir en el sofá toda la
noche, eso no me hizo ningún favor.
De vuelta en mi habitación, saco un par de vaqueros holgados, una
camiseta blanca, una sudadera con capucha negra y una gorra de béisbol. Si
puedo encontrar un par de lentes oscuros, seré capaz de disfrazarme
exitosamente lo suficiente para no ser fácilmente identificable. Vistiéndome
rápidamente, estoy de regreso en la sala de estar, esperando a que las chicas
terminen mientras meto mis pies en un par de zapatillas deportivas.
—¿Estás listo? —pregunta Briar, peinando su cabello en una coleta
también. Ella realmente debería volver a modelar. Veintisiete años de edad y no
aparenta más de veintiún años en el rostro. Me uno al equipo madre-hija, estas
dos podrían dominar todos los anuncios publicitarios con el fotógrafo adecuado.
Y sucede que conozco a uno genial.
—Sí, salgamos. Le envié un mensaje a Nicholas para que envíe un carro.
Supuse que sería más fácil si no estábamos teniendo que ocultarnos mientras
caminábamos.
—¿Estás seguro de que esto está bien? Simplemente podemos quedarnos
en casa y ver algunas películas o algo.
—Escucha, Briar —digo, poniendo una mano sobre su hombro y la otra
debajo de su barbilla, pidiendo que me mire a los ojos para saber que lo digo en
serio—. No estoy aquí para ser una carga. Si ésta fuera cualquier otra vez que me
encontraba de visita, esto no sería un problema. No creo que vaya a haber un
47
problema al ir al zoológico. Nadie está esperando que vaya allí, sobre todo con
Página
Briar Kennedy y su hija. Vamos a salir y tener un buen día. No voy a arruinarle
esto a Katelynn al igual que cada vez que estoy aquí. Vas a dejarme hacer esto,
¿de acuerdo? Necesito algún tipo de normalidad mientras toda esta mierda está
ocupada golpeando.
No verbaliza su respuesta, sólo asiente en acuerdo, justo a tiempo para ver
a Katie caminando por el pasillo, lista para un día divertido.
—Vámonos, ángel, ven aquí. —Cargo a Katelynn, la pongo sobre mis
hombros y me agacho cuando salimos por la puerta de su apartamento.
Aquí está un día de diversión para olvidarse de todo el infierno que pasa
en mi vida profesional.
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Página
6
Traducido SOS por Lipi-Lipi & Alysse Volkov
Corregido por Sapphire
E
n el transcurso de la semana siguiente, todo parece estar bastante
tranquilo. Los primeros días, mi teléfono explotaba cada mañana con
las notificaciones de la historia, si quieres llamarlo así. Los reporteros
están comentando sobre mi paradero, incluso yendo tan lejos como decirles a sus
lectores que me han visto en diferentes zonas del mundo. Cualquier cosa para
vender un artículo o suscripción, supongo.
Sin embargo, Nicholas tenía algunas buenas noticias ayer por la mañana
para mí. Una gran revista británica, que ha llevado la dirección clara de todas las
tonterías, me ha pedido disparar su segmento de línea de otoño. Después de
hablar con Briar anoche, ambos estamos de acuerdo en que tengo que hacerlo.
Para así nada más demostrarle al mundo que no me escondo de ellos.
Briar me preguntó si podía cuidar de Katelynn durante unas horas esta
noche. No estoy seguro de por qué sintió la necesidad de preguntar. Katie es mi
amiga pequeña y me gusta pasar el tiempo con ella. He decidido que vamos a
tener una noche de cita, de modo que Briar salió a la tienda para recoger algunas
cosas que necesito para asegurarme de que la pequeña Katie tenga una buena
noche.
Alrededor de las siete, Katelynn y yo estamos sentados frente a la
televisión, equipados con carne seca, latas de Coca-Cola y una bolsa de palomitas
de maíz recién hechas, listos para nuestro maratón de Buena Suerte, Charlie1
cuando Briar camina por el pasillo hacia la sala de estar. Me asomo sobre el
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respaldo del sofá y tengo que hacer una doble toma.
Página
1 Es una serie de televisión estadounidense, que se estrenó el 4 de abril de 2010, en Disney Channel.
crudeza del rubio choca con el negro del vestido. Su maquillaje, lo
suficientemente sutil como para no saber si está realmente utilizando alguno en
absoluto. Lo sé, pero, de nuevo, tengo un ojo experto para ese tipo de cosas.
—Te ves hermosa, mami. Como una princesa. —Al parecer, no soy el único
embelesado frente a Briar. La pequeña y dulce Katelynn está colgando de la parte
de atrás del sofá, sonriendo ampliamente a su madre, y Briar está intercambiando
esa mirada de afecto.
—Gracias, bebé. No voy a estar fuera mucho tiempo. Vigila a Dex. No
quiero que escape o se ahogue en la bañera —bromea, guiñándole un ojo a
Katelynn.
—Lo tengo. Soy una muy buena niñera, Dex. Estás a salvo conmigo.
Empujando el hombro de Katie, me levanto del sofá y me encuentro con
Briar en el vestíbulo. Con sus tacones, está a sólo unos centímetros más baja que
yo y es capaz de mirarme a los ojos. Me resisto a la tentación de poner mis manos
en su esbelta cintura, pero cuando me mira a través de sus pestañas, casi pierdo
mi compostura. Casi.
—¿Para dónde vas? Me imaginé que ibas a salir con las chicas por un rato,
pero desde luego no es un atuendo para picar en Olive Garden2 —le digo,
intentando una broma, pero ninguno de los dos nos reímos.
—Realmente espero no ir a Olive Garden. Mike debe llegar a recogerme en
cualquier momento y creo que vamos a este nuevo lugar en el centro. Los
comentarios de él hasta el momento son excelentes.
¿Mike? ¿Quién coño es Mike? Llevo aquí una semana y nunca mencionó que
salía con nadie, sobre todo un Mike. Mierda, he hablado con ella todas las noches
durante casi seis meses, y nunca he escuchado ni una vez el nombre.
—Eso es maravilloso. Buenas noches, y si me necesitas, estoy sólo a una
llamada telefónica —le digo, tratando de echar fuera mi frustración. Espera. ¿Por
qué estoy frustrado? Va a una cita, no es gran cosa, ¿no? Estar en esta casa sin
todas las mujeres está haciendo algo para mis niveles de testosterona o algo así.
Estoy empezando a actuar como una mujer celosa. ¿Celoso? Mierda. Comienzo a
50
un cambio de escenario.
—Está bien —dice llanamente, no haciendo contacto visual conmigo y
moviendo sus pasos hacia la puerta—. Tengan una buena noche, chicos. Nos
2 Cadena de restaurante de comida Italiana Americana.
vemos en la mañana, Katie. —Sopla un beso a su hija. Mientras gira el pomo de la
puerta, mira sobre su hombro y me da una sonrisa con los labios apretados. Su
postura inmediatamente recordándome la imagen que cuelga en la pared
adyacente, la que tomé el día que la conocí. Es más hermosa hoy de lo que era ese
día.
Dos horas más tarde, Katie se desmayó en el sofá, con un pedazo de carne
seca colgando fuera de su boca, mientras el episodio final de Buena suerte, Charlie
se reproduce en la pantalla. Pausando la televisión, lo guardo para que ella pueda
verlo en la mañana y la llevo a la cama.
Una vez que está bien acomodada en ella, me dirijo a la habitación de Briar
para tomar una ducha y prepararme para dormir. Estoy un poco preocupado de
que no haya vuelto todavía, pero es una chica grande, estoy seguro de que puede
manejarse a sí misma. Enciendo la aplicación de música en mi teléfono, los
sonidos de The Clash cantan a través de los altavoces suavemente mientras me
ducho.
Cuando he terminado, casi esperaba que Briar estuviera en su habitación,
pero al entrar, está de la misma manera que la dejé. Después de secarme, me
deslizo en un par de pantalones de chándal y me acuesto en la cama de Briar,
decidiendo si ahora es un buen momento como cualquier otro para ir a través de
las notificaciones de hoy, sólo para estar seguro que no soy más el tema de
conversación. Afortunadamente, al igual que Briar dijo antes, alguna celebridad
ha conseguido su tercera conducción bajo la influencia del alcohol y todos las
revistillas y canales están cubriendo eso, olvidándose un poco sobre mi viejo yo.
Entre más tiempo Briar permanece desaparecida, más me preocupo.
Contemplo llamar a su celular sólo para asegurarme de que está bien, pero luego
me recuerdo que tengo un pene. Mientras me desplazo por mi correo electrónico,
algo no se asienta bien conmigo. Es probable que sea por la cantidad de enormes
51
proporciones de mensajes sin leer que tengo y no tiene nada que ver con el hecho
Página
de que Briar ha estado fuera un tiempo muy largo con un chico del que nunca he
oído hablar antes.
En algún lugar entre jugar Candy Crush y rondar el Twitter por
aburrimiento, me las arreglo para dormir, todavía en la cama de Briar, sólo para
ser despertado cuando el lado opuesto de la cama se sumerge con su peso. La
única razón por la que sé que es ella, es porque puedo oler el aroma persistente
de cereza en la piel de su última ducha. No pudo haber sido un muy buen día si
todavía huele a gel de baño y no colonia de hombre.
Acostado allí, en algún lugar del estado en el que en realidad no estás
durmiendo, pero todavía no estás despierto, debato entre levantarme de su cama
y volver a mi habitación, pero algo me detiene aquí todavía. No físicamente, pero
no me atrevo a dejarla por el momento. Siempre me sentía más cómodo cuando
nos volvíamos a sentar en la cama y hablar de nada, pero todo al mismo tiempo.
Rodando hacia ella, envuelvo mi brazo alrededor de su cintura,
arrastrándola sobre el colchón a mi cuerpo y puse mi otro brazo bajo la
almohada. —¿Tuviste un buen rato? —pregunto, queriendo que sepa que soy
consciente de mis acciones.
¿A quién engaño? Ni siquiera estoy seguro de qué es lo que hago. Mañana
no puede llegar lo suficientemente rápido. Tengo que conseguir mi maldita
cabeza en el juego.
—Fue agradable. La comida era excelente —susurra, acurrucándose más
cerca de mí, poniendo su mano debajo de la almohada también, y rozando
ligeramente contra mis dedos.
Colocando mi cara en su cabello, inhalando el cálido aroma de vainilla de
sus rizos, suspiro. Jesucristo. ¿Suspirando ahora?
—Hace mucho tiempo desde que me abrazó un hombre.
¿Por qué cuando lo dice mi polla empieza a ponerse dura? No estoy
seguro, pero es desconcertante. Desde que rompimos las cosas antes de Erik,
hemos tenido una relación estrictamente platónica. Ni siquiera un mensaje de
texto coqueto entre nosotros. Estas líneas borrosas rápidamente son
preocupantes. No puedo volver allí con ella, pero no puedo ser yo mismo.
—¿Ni siquiera Mike? —le pregunto, pero no quiero la respuesta.
—Sólo hemos estado en algunos momentos. Es un buen tipo. A Katie
parece que le gusta. —Mi agarre sobre ella se aprieta cuándo menciona que le
52
presentó a Katelynn.
Página
permanecer aquí sin caricias. Por supuesto, entonces ella decide meterse de
Sí, tengo que olvidarme de esto, y espero que ella también lo haga. No
puedo perderla y a Katie; son todo lo que tengo.
La distancia lo hará mejor. Cogiendo a una nueva chica me quitará la
picadura. Sólo me siento de esta manera porque tengo las bolas azules. Una vez
que esté nueve pulgadas de profundidad en una chica británica, pidiendo más en
su acento sexy, todo el mundo estará bien.
56
Página
7
Traducido por fmaryd
Corregido por Nyssa
E
l despertar a la mañana siguiente es más difícil de lo que me
imaginé. Incluso sin ver a Briar, sé que va a haber algo de tensión no
resuelta en el aire. Con suerte, no afectará mi despedida y podremos
despedirnos en buenos términos.
Saliendo de la cama, me visto con ropa casual para viajar y empaco mis
cosas. Usualmente me gusta tomar una ducha antes de abordar un avión, pero el
pensamiento de estar en la habitación y el baño de Briar por un largo periodo de
tiempo me deja con una sensación de persistente incomodidad en mi cabeza. Más
que nada compraré nuevos artículos de aseo personal en el camino sólo para no
tener que entrar ahí.
Entrando en la sala, Katelynn está sentada en el suelo, enfrente de la TV,
comiendo un tazón de cereal y viendo cualquier caricatura que pasan en la
televisión. Suelto mi bolsa justo afuera del vestíbulo y me dejo caer al lado de ella
en el suelo.
—Tengo que regresar a trabajar. Vendré a verte pronto —digo,
inclinándome para besarla en la cima de su cabeza.
—¿Puedo ir contigo? Mami dijo que ibas a Londres. Jamás he estado ahí
antes. Puedo ser tu asistente y ayudarte con la cámara.
—Tan maravilloso como suena eso, creo que es mejor que te quedes aquí y
cuides de tu mamá. Además, creo que te extrañaría si te fueras por mucho
57
tiempo.
Página
—Sí. Lo sé. Yo también la extrañaría. Sin embargo, algún día, voy a ser una
modelo para poder viajar por todo el mundo como mami solía hacer.
—¿Qué te parece esto? Cuando regrese en un par de semanas, te tomaré
algunas fotos, si está bien con tu mamá, y veré si conozco a alguna línea de ropa
que esté buscando a una hermosa modelo de cinco años para mostrar su ropa de
regreso a clases.
—Dex —llama Briar, interrumpiendo mi conversación con Katie. El tono en
su voz… no me gusta. Estoy como esperando saber si sobrepasé un límite con
Katelynn y esto no es un tipo de frustración residual por los eventos de anoche.
—Te veré pronto, ángel —digo, poniéndome de pie y caminando hacia la
cocina donde me espera Briar, con el ceño fruncido—. ¿Qué pasa? —pregunto.
—No crees que sea apropiado, no lo sé, ¿preguntarle a su madre antes
empezar a ofrecerle un contrato para modelar a mi hija? Ella no está hecha para
esta industria. Es demasiado amable y dulce.
—Lo siento si me equivoco, pero tú también eres amable y dulce. Este
negocio no te arruinó; de hecho, lo hiciste muy bien los últimos años que
estuviste en él. ¿O se te ha olvidado?
—No olvidé nada. Renuncié a mucho para entenderlo. No quiero eso para
ella.
—Apenas tenías dieciocho cuando conseguiste tu primer trabajo. Te fuiste
de Indiana, lo cual es lo que siempre dijiste que querías. ¿Exactamente a qué
renunciaste?
Un color rosa tiñe sus mejillas y se da la vuelta, sirviendo más café en su
taza la cual se halla casi llena. Agregando más crema y azúcar, después lo mezcla
ausentemente con una pequeña cuchara, me mira de reojo a través de sus
pestañas, frescas lágrimas llenando sus parpados inferiores. —¿En serio tengo
que decirlo?
—¿De qué diablos hablas?
—Tú, Dex. Tuve que renunciar a ti. No existía forma de que pudiese viajar
tanto mientras trataba de mantener viva nuestra relación. No habrías aguantado.
Me habrías engañado y después no seriamos tan cercanos como lo somos ahora.
Renuncié a ti.
No puede ser lo que piensa en verdad. Nos separamos por acuerdo mutuo.
58
No me sentía herido ni con el corazón roto por eso. Sabía que era lo mejor.
Página
Acostarme con alguien más cuando me encontraba con ella era la última cosa en
mi mente. Lo sabía, incluso entonces, que estaba jodido. No habría sido bueno en
una relación porque no creía en ellas. Aún no creo.
—Ven aquí —digo, abriendo mis brazos y persuadiéndola para que vaya a
ellos. Cuando me alcanza, la envuelvo en ellos, frotando su espalda—.
Terminamos porque tú necesitabas más y yo no te lo podía dar. Hiciste una vida
por tu cuenta. Encontraste a un hombre que te amó como tú lo amaste y crearon a
ese hermoso pequeño ángel en la otra habitación. Nada fue un error, Briar.
Anoche fue un momento de debilidad de mi parte. Lamento haberme
aprovechado de ti y desearía poder borrarlo. Eres mi mejor amiga y no quiero
perderte, ni a Katie.
Finalmente, envuelve sus manos alrededor de mi cintura, enterrando su
nariz en mi pecho e inhalando. —No lo lamentes. Fui yo. He estado tan sola
últimamente. Confío en ti. Siempre lo he hecho. Supongo que creí que necesitaba
algo de compañía y tú no me lastimarías. Lo lamento jodidamente tanto, Dex. No
quiero que esto esté entre nosotros. Ahora que Erick se ha ido, tú eres todo lo que
tenemos Katie y yo. ¿Me perdonas? —Otra vez, aquellos ojos azules conectaron
con los míos, suplicando entenderla. Lo entiendo. Lo hago.
—Vamos a enterrarlo en la alfombra como una metida de pata de ambas
partes. Sé lo que necesitas, y estaría dispuesto a dártelo, pero no lo haré. No
puedo arriesgar lo que ahora tenemos. También eres importante para mí. Esto
significa demasiado.
—De acuerdo —dice, apretándome una última vez antes de soltarme y
agarrar su taza. —Vete a trabajar. Estamos aquí por si quieres visitarnos cuando
hayas terminado. No te preocupes por nada; estaré bien. Que tengas un buen
viaje.
Sonríe dulcemente, tomando un sorbo de su café y se dirige a la sala con
Katie. Sintiendo que hemos arreglado cualquier tensión que quedó anoche, tomo
mi bolsa y digo un último adiós mientras me dirijo a la puerta. En la esquina, el
auto que Nicholas mandó me está esperando, con un mensaje del mismo Nick,
diciendo que me encontrará en Londres.
Y justo así, la vida vuelve a la normalidad. Bueno, tan normal como puede
ser mi vida.
59
Página
4Mile High Club, es el término utilizado para aquellas personas que han tenido una actividad sexual en
pleno vuelo.
—Damas y caballeros. No hay que preocuparse. Todo está bien en el
universo. Dexter MacFadden empacó su vagina y se reacomodó su polla. Mujeres
de Londres, cuídense, Dex está al acecho.
Ambos nos metemos en el coche y nos dirigimos al hotel. Nicholas se
acerca a la sección del aparcacoches cuando llegamos y tan sólo el exterior del
hotel grita elegancia. Poniendo nuestras maletas en el carrito del botones,
caminamos por la puerta giratoria. El interior de este lugar, me refiero a que sólo
el lobby tiene un nivel de lujo que no verías en ningún lugar de Estados Unidos.
Sillas de lujo de terciopelo rojo demasiado grandes colocadas en una mesa caoba,
una gran escalera de caracol que llevaba al segundo piso, y el olor de dinero viejo
son las primeras cosas que me llegan.
En verdad voy a disfrutar mi estadía. Si se esforzaron tanto para
impresionar por primera vez, no puedo esperar para ver cómo se ve la suite.
Nicholas toma la delantera, registrándose con el conserje y obteniendo la
llave de la suite con dos camas que la revista reservó para nosotros durante
nuestra estadía. Cuando llegamos a la habitación, el botones no está muy atrás
con nuestro equipaje. Nicholas se hace cargo de la propina mientras reviso la
habitación.
El área de la sala se asemeja mucho al lobby del que acabamos de venir. Las
dos puertas en paredes opuestas, las cuales deben ser las recamaras, tienen los
tallados más complejos en ellas, llevándome a creer que fueron rescatadas
cuando el hotel fue remodelado, porque todo lo demás se ve más moderno.
Escojo la puerta de la izquierda mientras Nicholas toma la de la derecha.
Abriendo la puerta, estoy asombrado. Si alguna vez llego a comprar una
casa, espero que así se vea mi recamara. Una cama tamaño King de cuatro postes,
una entrada a un baño privado que incluso tiene un jacuzzi y una ducha, pero es
la vista la parte más hermosa.
Sacando mi cámara de la maleta, camino hacia la ventana que mira hacia
Londres. Después de tomar un par de fotos —unas cuantas en mi cámara y
algunas en mi teléfono— doy un paso hacia atrás y disfruto la vista. A pesar de
61
que el clima no es tan bueno, Londres hace que el estar nublado se vea
sensacional. Hago una nota mental para que Nicholas agende un poco de tiempo
Página
―¿Q
uieres salir de aquí? ―pregunto después de terminar la
tercera ronda de martinis.
No hace falta ser muy convincente para que quiera salir
conmigo. A diferencia de cualquier otra mujer de antes,
he jugado la mano que me han dado y es liberador. Sin ocultar mi identidad o mi
profesión. Tan pronto como se enteró de que era el Dexter MacFadden, fotógrafo
mujeriego, casi tuve que quitarla de encima de mi polla.
―Pensé que nunca lo preguntarías. ―Arrastra las palabras, obviamente
después de haber tenido más de las pocas bebidas que compré para ella esta
noche. Oye, no me quejo.
Ofreciendo mi brazo, doblado por el codo, lo acepta y nos dirigimos hacia
el guardarropa. Desde mi más bien corta conversación con Ella ―o es Emma― no
sé cómo mierda es, pero he aprendido que esta noche está celebrando su reciente
divorcio de una especie de magnate de las finanzas. Después de cuatro largos y
dolorosos años de matrimonio, decidió dejarlo todo después de que lo encontró
teniendo una aventura con el ama de llaves.
Estoy más entusiasmado con el hecho de que me he encontrado a una
mujer que no va a querer algo más de mí que no sea la noche que está a punto de
obtener. Saliendo de un matrimonio, esta chica sólo busca una polla para
acomodarse dentro de ella. Mi tipo de la noche. Lo mío.
63
Envío un texto rápido a Nicholas de que me voy, pero no me tiene que
seguir por el momento. No está oficialmente en servicio hasta mañana por la
Página
mañana, así que voy a dejar que también tenga una noche de diversión. Ella, o
Emma, y yo caminamos abrazados las pocas cuadras de mi hotel, sí, otra primicia
para… mi… buen camino, se inclina sobre mí por soporte, para no caer en los
excesivamente altos zapatos de tacón que lleva puesto.
―¿Te quedas aquí? ―pregunta con asombro, estudiando el hotel. Entre su
hermoso rostro y acento sexy, incluso si es un poco torpe, me está matando.
Necesito llevarla arriba rápido.
―Sí. Vamos, me quedo en el piso veinte. Tengo una vista impecable de la
ciudad.
Una vez dentro del vestíbulo, quito mi brazo del suyo y coloco mi mano en
la parte baja de su espalda, la dirijo hacia los ascensores. Cuando las puertas se
cierran y la luz en la parte superior comienza a parpadear a medida que
ascendemos, la tensión es palpable y estoy viendo de cerca los números,
deseando que esta maldita cosa se diera prisa.
―Ven aquí, Twix ―le ordeno, sus ojos cuestionándome, mientras lame sus
labios pintados de rubí.
―¿Twix?
Le doy el discurso acerca de dulzura y dulces, algo que ninguna de las
mujeres que he encontrado, incluido esta, puede resistir. Es un estúpido nombre,
algo que se me ocurrió en un capricho una noche cuando me olvidé del nombre
de mi pareja y lo único que me vino a mi cabeza era una barra de chocolate Twix,
la misma que se hallaba situada en la mesita de noche de su apartamento. Desde
ese día, todas ellas se han convertido en Twix. Usando un nombre de mascota,
incluso como un idiota trozo de chocolate, es mejor que llamarla por el nombre
equivocado, y seamos honestos... no puedo recordar el nombre de esta chica.
Caminando los pocos pasos hasta la esquina donde me apoyo en la
barandilla de metal, ella coloca su pequeña mano sobre el bulto en mis
pantalones. Rodando suavemente sus dedos alrededor de mi paquete, el elevador
suena y las puertas se abren y empiezo a avanzar, sólo que no estamos en mi
piso. Nos encontramos cara a cara con una pareja de ancianos vestidos de punta
en blanco que caminan en el interior del pequeño elevador.
No estoy exactamente seguro de la etiqueta cuando compartes este espacio
con otros, pero a Twix no parece importarle, coloca su espalda a mi frente, su
mano todavía en mi polla, y continúa manipulando mi cuerpo para su propio
64
placer tortuoso. Reprimiendo un gemido cuando desliza su mano dentro de los
Página
hombro, pertenece a Briar. Nunca habrá otra mujer viva que tenga esa mirada
Página
5 Persona que espía o mira a escondidas a otras personas en situaciones eróticas para excitarse
sexualmente.
Sacudiendo los pensamientos del pasado de mi mente, me reenfoco en
cómo Twix hace su camino hasta mi cama, descansando seductoramente contra la
cabecera. Liberando lentamente los botones de mi camisa, uno por uno, estoy por
los últimos pocos cuando sus manos se deslizan dentro de su tanga negro y
comienza a hacer el trabajo que he estado pensando desde que la vi por primera
vez.
No, no, cariño, eso es por lo que yo estoy aquí.
Moviéndome a un ritmo más rápido, me quito el resto de mi ropa y me uno
a la diversión. ―Empezando, ya veo.
―Sólo me preparo. Ven aquí ―arrulla, palmeando la cama junto a ella―.
Acuéstate, deja que Katie se encargue de todo.
Yyyyyyyy hemos terminado. Me rindo. Lo dejo.
Rodando al lado opuesto, colocando mis brazos sobre mi cara, dejé escapar
un suspiro. De dónde traje a Emma o Ella, nunca voy a saber, pero tiene que tener
uno de los pocos nombres que arruinarían completamente el estado de ánimo.
―O de esa manera, eso está bien para mí ―dice, arrastrándose hasta mi
cintura, manoseando mi entrepierna.
―No ―le digo con fuerza, empujándola lejos.
―¿Qué quiere decir, no? ¿No me traes aquí para joderme? Mira, estoy aquí,
medio desnuda, en tu cama, lista para ser follada. Espera, ¿necesitas algo para...
―Mira hacia abajo, levantando la ceja ante mi polla flácida.
―Mi polla está bien, gracias por la preocupación. Debes irte. Voy a textear a
mi conductor para que te lleve a casa. ―Sentándome me las arreglo para ponerme
en mis pies, colocarme de nuevo en mis pantalones y entrar en la sala de estar sin
darle un segundo pensamiento. La oigo crujir alrededor en la habitación todavía,
jadeando y resoplando entonces empieza a gritar en otro idioma, lo más probable
español.
Me doy cuenta de que su bolso está en el sofá, así que miro dentro, viendo
exactamente lo que estoy buscando. Con mi teléfono, tomo una foto de su
66
identificación. De esta manera, al menos, si la rumorología comienza batiendo de
Página
nuevo con historias de que mi polla no funciona, sabré quién lo empezó y seré
capaz de demandar por difamación.
Agarrando su vestido del suelo, se vuelve hacia mí. ―Esta fue la mayor
pérdida de tiempo. ¿Crees que porque eres una especie de famoso fotógrafo
puedes tratar a las mujeres de esta manera? Estás muy equivocado. Y pensar que
ni siguiera llegaste a ver lo increíble que era. Apuesto a que hubiera sido un diez.
Me cuesta creer que hubiera sido algo mayor que un ocho, y ahora un seis
después de esta rabieta. ¿Una pérdida de su tiempo? Sí, bueno, creo que puedo
ver eso, pero qué debería haber hecho, ¿follarla? Una vez más, sólo mantuvo la
boca cerrada. Estoy empezando a notar un hilo común aquí.
Después de arrebatarme su bolso de las manos, y unos cuantas más
indirectas creativas, abre la puerta y casi choca con otra mujer. Pensando que
Nicholas ha traído a alguien de vuelta esta noche también, me muevo más cerca
de la entrada de la sala para romper cualquier tipo de pelea de gatas que
pudieran sobrevenir. Sólo una vez que veo lo que está en el otro lado de la
puerta, soy yo quien podría necesitar un poco de ayuda.
―¿Briar? ―pregunto con incredulidad.
―Me mantendría en movimiento, cariño. Éste no está muy emocionado esta
noche. No podía incluso mantener su polla dura ―gruñe Katie a Briar mientras
hace su camino hacia el ascensor y atrapa el que Briar acaba de usar.
―¿Mal momento? ―pregunta Briar―. Dex ―dice en voz baja y no puedo
formar ninguna palabra―. ¿Puedo entrar? ―Aún no hay nada. Conmocionado es
un eufemismo. Estoy desconcertado que de todos los lugares en los que Briar
podría estar esta noche, está en Londres... buscándome, nada menos.
―No debería haber venido. Lo siento. Que tengas una buena noche. ―Se
vuelve a alejar, su pelo rubio fluyendo detrás de ella. Con el corazón desbocado,
camino a la sala y cavo profundo para encontrar mi voz. Una vez que estoy
seguro de que un ruido saldrá cuando hable, le grito—: Briar, espera. Vuelve.
Briar se escabulle por el pasillo con su equipaje de mano al hombro. Mi
mente se tambalea. ¿Por qué demonios habría de volar hasta aquí? Pudo haber
llamado. Habría respondido y discutido lo que necesitaba por teléfono.
―¿Está todo bien? ¿Katelynn? ―pregunto mientras camina por encima del
umbral y entra a la sala.
67
―Sólo quería aclarar las cosas. Siento que te fuiste y no resolvimos mucho.
Sólo quiero arreglar lo que sea que nos pasa. Eres todo lo que me queda, Dex. No
Página
vuelta a la mía luego de tener a esa perra en mi cama. Hablar sobre la falta de
respeto. Después de haberla conocido durante tanto tiempo, sé exactamente
cómo se desenvuelve. Sacando el único quita-maquillaje que ha utilizado desde
que la conocí, se lo entrego y Briar se va directo al baño para lavarse la cara.
Mientras se limpia, miro más allá, viendo que no ha incluido o empacado
nada para Katelynn. ―¿Dónde está Katie?
―Está con los padres de Erik. Les pedí que mantuvieran un ojo en ella,
mientras venía aquí. Ha sido un largo tiempo desde que han pasado algún
tiempo real con ella. Todos se sentían emocionados, realmente.
Caminando a través de la suite, tomo las pertenencias personales de
Nicholas que nunca desempacó y las coloco en mi antigua habitación, y las mías
en la suya. Necesito recordar escribirle un mensaje de texto después de colocar a
Briar, pero por ahora, hago una llamada a la señora de la limpieza y pido un
cambio de sábanas para que Nicholas no tenga que dormir donde yo casi clavé a
alguna vagabunda del bar.
Al oír el agua seguir corriendo al otro lado de la puerta, me pongo a buscar
su ropa para dormir. Al no ver ningún pijama en su equipaje de mano, saco una
camisa mía del cajón y se lo entrego a Briar, aunque abro la puerta cuando el
agua se detiene. Mientras se viste, me pongo un par de pantalones de chándal y
me preparo para la charla en la que me dice por qué tenía que aparecer en
Londres. Hablamos de lo que pasó. Decidimos dejarlo ir. Nada de esto tiene
sentido y me hace sentir cosas que nunca he sentido.
Briar emerge en el dormitorio, su rostro fresco y vestida con sólo mi
camisa. Un sentimiento loco, animal de orgullo barre sobre mí, algo que me
ahoga en su gratificación embriagadora. Incluso sin una pizca de maquillaje, la
belleza natural de Briar eclipsa cualquier otra mujer que he conocido antes. Es
impresionante... y vestida sólo con mi ropa. No puedo estar pensando en ella
malditamente justo después de que casi tuve relaciones sexuales con otra
persona.
Ten un puto agarre, hermano. Esta es Briar. No una zorra que recogiste. Muestra
un puto respeto.
―Ven aquí ―le digo, sofocando mi arrogancia, acariciando el punto en la
cama junto a mí. Acecha lentamente hacia mí, subiendo su pequeño cuerpo sobre
la cama, y acomodando sus piernas desnudas bajo el edredón―. Bueno. Dime.
69
¿Por qué has venido hasta aquí? ¿Qué no podría esperar hasta que regresara o
que no podrías sólo llamarme?
Página
―No lo sé. Cuando te fuiste, me sentí muy rara. Como que tenía que verte.
Traté de ignorarlo, pero cuanto más lo hacía, más me volvía loca. Yo... no lo sé.
―Avergonzada, trata de ocultar el rubor en sus mejillas, y entierra la cabeza en su
pecho y se desliza por la cama hasta que todo su cuerpo, a excepción de la parte
superior de su cabeza está cubierta por la manta.
―Oye ―le digo en voz baja, engatusándola a salir de su escondite―.
¿Cuándo has estado nerviosa a mí alrededor? Sal de allí. Háblame. Estoy aquí,
estás aquí.
Lentamente, se asoma, con los ojos cerrados. ―No tengo idea de lo que
estoy haciendo, Dex. ―Sacudiendo la cabeza, se ríe nerviosamente. Nunca la he
visto actuar de esta manera. Esta es una totalmente nueva faceta de Briar, y es
adorable.
―Has tenido un largo vuelo y yo un largo día. Tengo una sesión mañana de
la revista; ¿vienes conmigo? Nosotros comeríamos después y trataríamos de
averiguar por qué viajaste a través del Atlántico.
Briar me ofrece una ligera sonrisa, se escabulle hasta el borde opuesto de la
cama y rueda a su costado. ―Buenas noches, Dex.
Cerrando la distancia, a pesar de que me siento como si tuviera que dejar
las cosas como están, envuelvo mi brazo alrededor de su cintura y la acerco a mí.
Incluso a través de mis pantalones de chándal, el calor que irradia su cuerpo me
hace preguntarme lo que lleva puesto debajo de mi camisa. La única cosa que
puedo pensar es que está absolutamente desnuda, ya que no le pasé su otra cosa
que comienza con “t”. Hago lo imposible por ocultar la erección que comienza a
crecer en mis pantalones, pero el esfuerzo es inútil.
Briar ríe y sacude su cabeza. ―Si estás teniendo dificultades... no tienes que
sostenerme, pero se siente muy bien estar en los brazos de un hombre, aunque
solo sea por una noche.
Apretando mi agarre, presiono mi cuerpo tan cerca como sea posible. ―Lo
siento por esto. Lo intenté, realmente lo hice, pero estás usando mi camisa y sin
ropa interior. ¿Qué esperas?
―Es lindo. ―Y ahí va mi ego. Mi pene no es lindo; es una bestia... un
monstruo... un arma de destrucción masiva... no un puto lindo. Aprieto mis
labios, para así no decir algo estúpido y arruinar el momento, cierro los ojos y
70
Aun cuando las relaciones son para los cobardes, sostener a una hermosa
mujer en tus brazos toda la noche es genial. La suavidad de su piel, el olor de su
cabello, la forma en que su trasero presiona tu polla toda la noche... Sí. Puedo
hacerlo en cualquier momento.
La respiración de Briar se nivela antes de que me desmaye. Ronca
suavemente, espera, raya eso, las mujeres no roncan, hacen ruiditos. ¿Cierto?
¿Quién demonios dice que estoy bromeando...? Está roncando. Briar debe estar
completamente agotada. Antes, cuando nos quedábamos a pasar la noche fuera,
siempre era el primero en caer dormido.
Cuando estoy respirando su aroma de cereza, la puerta de la habitación se
abre de golpe. Mierda. Nunca le mandé un texto a Nicholas. Levantando mi
cabeza lo suficiente para hacer contacto visual con él, levanto mi mano de la
cintura de Briar y pongo el dedo en mis labios, indicándole que se callara.
Nicholas levanta una ceja.
―¿Te quedaste durante la noche? ¿En tu habitación? ¿Te sientes bien?
―susurra.
―Briar ―le digo en voz baja, apuntando hacia abajo.
Riéndose mientras cierra la puerta, sé que tendré que explicarle esto en la
mañana.
Afortunadamente, la noche termina con la chica adecuada en mis brazos,
incluso si no follé. De todos modos, es Briar con quien prefiero estar.
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Traducido por Carolina Shaw & SOS por Lipi-Lipi
Corregido por Andrea95
L
evantándome esta mañana después de haber dormido, el mejor que
he tenido en un tiempo, deslizo cuidadosamente mi brazo de la
cintura de Briar y la quito de debajo de la almohada y la estiro.
Cuando mis dedos recuperan el flujo de sangre, salgo por el costado, y por
primera vez, que yo recuerde, no me apresuro en vestirme y deslizarme por la
puerta antes de que ella despierte.
En realidad, es mucho menos incómodo de lo que pensé que sería. En vez
de huir con el amanecer, me dirijo a la cocina para encender la cafetera. Mientras
se prepara, Nicholas emerge de su dormitorio luciendo como si la muerte hubiera
tocado su puerta, pero se rehusó a responder.
―Bueno, buenos días, sol ―bromeo, sirviéndole una taza y dejándolo sobre
la encimera.
―¿Quieres decirme por qué cambiamos dormitorios? O, mejor aún, ¿cómo
diablos está Briar en Londres?
―Briar acababa de llegar y no podía dejarla dormir en una cama en la que
tuve una perra del club. Aunque no la follé, estuvo desnuda bajo esas sábanas.
―Entonces, ¿permites que duerma en esas putas sábanas? Amigo, no está
bien. ―Su rostro se tuerce en disgusto mientras toma un sorbo de café―. Si tengo
herpes, te patearé el trasero.
72
―Ella no tiene herpes, amigo. ¿Crees que me follaría una perra con ETS?
Página
Sin mencionar, que fui tan amable de llamar a la ama de llaves para que cambiara
las sábanas antes de que regresaras.
―Me estoy ateniendo a la quinta enmienda en eso, señor.
―¿Qué te dije sobre esa mierda de señor? Cuando estamos trabajando, bien,
si eso te hace feliz. En cualquier otro momento, no. Sólo malditamente no lo
hagas.
Niego con la cabeza molesto de cómo Briar viene entrando en la habitación,
aún llevando sólo la camisa. Quiero saltar de la barra, coger una manta y
envolverla alrededor de ella. No quiero que nadie la vea así, pero yo sí. Es mía.
¿Mía?
Mierda. Aquí vamos otra vez. Tengo que conseguir un agarre. Estoy
perdiendo mi maldita mente.
―Buenos días ―murmura, mientras se sirve una taza y se sienta en frente
de nosotros―. ¿Sobre qué hablan tan seriamente esta mañana?
―Nada ―decimos Nicholas y yo al unísono.
―Debe ser jugoso. Ya que respondieron rápido a eso. ―Ríe Briar.
―Algo así ―susurra Nicholas, regresando a su habitación para prepararse
para el día.
Siguiendo el juego, dejo a Briar sola en la barra de desayuno para
ducharme y cambiarme.
Hoy de todos los días, mi primer día de vuelta al trabajo después del
escándalo, es el día que estuve jugando Yo Nunca He Hecho, y estaría
completamente destrozado por ahora, y son sólo las diez de la mañana. De pasar
la mañana con una mujer que durmió conmigo, pero no follé, vestirme con ella...
soy apenas capaz de funcionar con todo esto de las cosas domesticas que estoy
haciendo.
¿Es posible que esta exposición me esté cambiando? ¿Me haga alguien
73
diferente? Eso es todo lo que puedo pensar... que ya no soy la misma persona que
era hace dos semanas. No estoy seguro de si me guste esto.
Página
iluminación.
Página
lanzan un par de pantalones de pijama de seda que coinciden con los boxers del
otro tipo. Mirando la delicada tela en mis manos, miro hacia Briar que está
ahogando una risita tonta. Mentí cuando mencioné que creo estaría mejor,
artísticamente... Simplemente no podía imaginar a otro hombre poniendo las
manos sobre Briar mientras estoy en la misma habitación. Sobre todo cuando ella
va a estar usando ropa interior sexy.
Entro en el vestuario improvisado después de una rápida carrera por el
cabello y maquillaje, y empiezo a desnudarme, colocando mis jeans y la camisa
de botones en una pila ordenada en la esquina. Cuando me deslizo en los
pantalones, la seda fluye suavemente alrededor de mis piernas y la cintura, un
poco de pánico comienza a establecerse en mí.
Nunca he modelado antes, pero si es así como se siente antes de exponerte
frente a una cámara, no me imagino haciendo esto otra vez. Afortunadamente,
tengo aquí mi mejor amiga, que resulta ser una ex supermodelo, que me
acompaña a través de esto.
Una vez que estoy situado, procurando que mi polla no se ponga difícil de
pensar en Briar con casi nada puesto, me paro frente al espejo. He tomado
suficientes fotos de hombres atractivos en mi carrera; sé lo que la mayoría de las
empresas encuentran bastante sexy para vender su producto. Incluso Henry tenía
una idea diferente de lo que inicialmente vendería la línea masculina de sus
diseños. De repente, me estoy volviendo demasiado crítico de mí mismo cuando
comparo mi estatura a aquellos modelos que son buscados.
Un poco más de seis pies, soy la altura correcta, pero me pregunto ¿si soy
lo suficientemente musculoso... si mi cabello no es demasiado peludo... si mis
labios son demasiado delgados... si mis ojos están demasiado ocultos por los
párpados estrechos? Tengo que recordarme a mí mismo que no soy un modelo.
Estoy muy lejos de ello. Soy el hombre que captura la belleza y la elegancia de
una escena simple, no el tipo que es una parte de esa escena.
Recuperando la compostura y empujando mis propias dudas a un lado,
hago mi salida de la zona de vestidor, sólo para encontrarme cara a cara con
Briar. Donde estoy vestido con un fuerte color negro, el rosa pálido de su
conjunto contrasta crudamente conmigo. Soy la oscuridad y ella es la luz. Tal vez
el Sr. Chalke tenía algo de sentido común, después de todo.
—Te ves fantástica —le digo, reduciendo el movimiento de mi mirada fija
77
en las piernas largas y delgadas de Briar hasta su estómago que no tiene una
estría. Sigo mi camino hasta que mis ojos se dan un festín sobre sus magníficos
Página
pechos que son empujados en alto por el sujetador de encaje de color rosa que
lleva puesto. Briar nunca ha sido una de bronceado, preocupada por las arrugas y
el melanoma, pero la palidez de la vestimenta contra su cremosa piel hace babear
mi boca.
Henry es un genio y tenía toda la razón. Es como que este par específico
fue hecho expresamente para encajar en el cuerpo de Briar.
—Gracias. ¿Estás seguro? Quiero decir, ¿realmente seguro? Me siento muy
incómoda.
—No te mentiría nunca. Estoy teniendo un tiempo difícil por aquí —le
digo, ciertamente como un juego de palabras. No pierde mi insinuación, mirando
hacia abajo a mi entrepierna, una sonrisa traviesa cruza sus labios.
—¿Estamos listos? —llama Henry desde el estudio. Briar y yo confirmamos
que estamos en nuestro camino. Siendo un caballero, le permito a Briar caminar
delante de mí, así Henry puede ver exactamente lo perfecta que realmente es para
el trabajo. Bueno, tal vez no tan caballeroso, quiero ver su culo cambiarse en las
bragas de corte alto. Es un espectáculo glorioso. Lo suficientemente hermoso para
tener a un hombre de rodillas.
Rápidamente, saco el trípode de mi bolso y lo establezco. Decido no utilizar
el temporizador de la cámara, para permitir al señor Chalke tener acceso al
control remoto. No tendrá que tocar nada y el riesgo de atornillarse con el tiro,
pero tiene la capacidad de capturar las imágenes que elija.
Henry tiene una habitación establecida para el rodaje, y dirijo a Briar a
sentarse en la cama para poder enfocar la toma. A través del disfraz de mi
cámara, realmente la puedo mirar. Dice que se siente nerviosa por estar tan
expuesta, pero a través del lente, cuenta una historia diferente.
Se ve cómoda... como excitada incluso. Ni uno de los pelos de punta, sin tic
nervioso en sus músculos, una sonrisa fácil en su rostro. Dios, fue hecha para esto.
El modelaje es su vocación y necesita sacar provecho de ello antes de que la
industria diga que está lista, no marcharse cuando se encuentra en su mejor
momento.
Moviéndome alrededor de la cámara, me uno a Briar en la cama y espero la
dirección. Por lo general, soy el que ofrece la dirección, entonces permitir que
alguien más lo haga es un poco desconcertante, pero liberador al mismo tiempo.
Esperando a Henry, pongo mi mano en la rodilla de Briar y aprieto suavemente.
78
estoy tomando ventaja de esta oportunidad; colocando mis deseos por delante de
todo lo demás, pero no puedo evitarlo. Tengo la mujer más hermosa que he visto
en mi vida, casi desnuda, tumbada encima de mí, lo que me permite el acceso
para hacer lo que he estado soñando desde aquella noche en su apartamento. Se
siente muy bien... muy natural.
Al no recibir ninguna resistencia por parte de Briar, lamo la costura de sus
labios, saboreando el sabor de su brillo de labios sabor a cereza hasta que ella
ligeramente los separa, lo que me permite aún más el acceso. Dejando que mi
lengua casualmente masajee la suya, mis manos dejan sus caderas y encuentran
un nuevo hogar en su culo firme y tonificado. Amaso su carne con mis dedos, un
pequeño maullido intenta escapar de sus labios, pero estoy aquí para tragar sus
gemidos.
Sintiéndome endureciendo debajo de ella, elevo mis caderas, mostrando lo
mucho que me afecta, sólo para que se presione a sí misma hacia abajo sobre mí.
Gimiendo, lucho con el impulso de darle la vuelta sobre su espalda, desprender
el encaje, y darle lo que necesita para satisfacer sus ansias... mi deseo.
Las manos de Briar vagan dentro de mi vestimenta de seda, agarrando
todo lo que puede. Llego, palpando el broche de su sujetador, necesitando sentir
su pecho desnudo sobre el mío. Cuando mis dedos trabajan al unísono para
liberarla, una voz me interrumpe.
—Excelente. Creo que tengo todo lo que necesito a excepción de unas
instantáneas de la Sra. Kennedy sola. —Maldito Henry por sacarme de la mayor
reunión conocida por el hombre. Si esto no fuera un trabajo pagado, o que tenía
muchos otros en fila, le habría dicho a patear piedras y seguir por el camino que
me encontraba.
Briar se sienta de nuevo en mi cintura, ocultando mí siempre presente
erección, y me mira profundamente a los ojos. Ambos de nosotros sin aliento,
perdidos en el momento, olvidando que teníamos un público.
—Sí. Está bien —le digo, sin romper el contacto visual con Briar, mis dedos
se arrastran lentamente por su espalda. Tiembla justo antes de colocar sus manos
en mi estómago para hacer palanca, balancea su pierna encima de mí y se sienta
en el borde de la cama con las palmas de las manos sobre su frente.
¿Está enojada? ¿Hacia mí? ¿Por conseguir llevarla conmigo? ¿Preocupada de que
es su primera vez luego de años fuera del modelaje y se permitió envolverse en la pasión?
Suspirando antes de bajarse del colchón, tengo ganas de hacer exactamente
80
lo mismo. A medida que se mueve hacia el tocador donde fotografíe a Rowan
antes, voltea hacia atrás, me mira, la lujuria y el deseo irradian de ella. Responde
Página
a mi pregunta.
Briar no se siente enojada con nadie; quería ir más allá, para continuar
olvidando que teníamos a nadie más en la habitación con nosotros. Me quiere.
Y yo la necesito. De la peor manera posible.
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Traducido por Fiioreee & Lipi-Lipi
Corregido por Andrea95
M
e vestí rápidamente y tomé unas cuantas fotos fijas de Briar por sí
misma antes de que terminara el día. Recibo una palmadita de
Henry en la espalda y promesas de continuar los negocios, pero
no puedo pensar en otra cosa ahora mismo que no sea conseguir que Briar vuelva
a mi habitación de hotel. La forma en que sigue mordiéndose el labio me dice que
estamos en la misma página.
—Voy a enviar a la revista las imágenes tan pronto como consiga subirlas.
Si necesitas algo más, por favor llame a mi oficina y ellos lo van a coordinar —le
digo a Henry, agarrando mi equipo y en dirección a la puerta con Briar rápida
sobre mis talones.
Sí, definitivamente estamos en la misma página.
Nicholas está esperando en la acera cuando hacemos nuestro camino fuera.
Toma todo de mí, lo coloca en el coche e indica a Briar el asiento trasero. Para
tratar de poner un poco de espacio entre nosotros, opto a sentarme en la parte
delantera, con lo que gano una mirada confusa de Nicholas.
—Sólo ve con ello. Regresa al hotel, por favor.
—Sí, señor —dice él, reprimiendo una sonrisa.
—Una vez más, Nick. Mira lo que pasa —le advierto, sin apartar los ojos de
la carretera delante de nosotros.
Volver al hotel es más rápido de lo que pensaba. Pensé que tendría más
81
tiempo para contemplar cómo voy a hacer esto. Por un lado, tengo acceso a la
Página
Briar Kennedy, sexy modelo extraordinaria. Por otro, tengo a mi mejor amiga,
Briar, con la que puedo dormir, pero probablemente arruinaría cualquier relación
que tenemos. No estoy seguro de que puedo ser lo suficientemente hombre para
irme si quiere empujar los límites de nuestra amistad. Después de lo que ocurrió
en la sesión de fotos, estoy bastante seguro de que caminaría sobre brasas para
besarla una vez más, si eso es lo que ella quería.
Por suerte, tengo a Nicholas en el ascensor con nosotros para cortar un
poco la tensión. De pie en medio de Briar y yo, se ve entre nosotros con una
expresión de lo sé todo en su rostro. Tiene que sentirlo; sería un tonto si no.
Mientras sonríe, con la misma mirada, confirma mis sospechas.
No estamos en la suite durante más de diez minutos, todos estamos
sentados en el bar bebiendo botellas de agua, antes de que Nicholas se excuse
diciendo que necesita irse fuera por un rato. Estar a solas con Briar es
exactamente lo que no quiero, pero necesito desesperadamente. Todas estas
emociones conflictivas empiezan a cansarme. Me siento como un hombre que
espera su ejecución; tengo muchas ganas de disfrutar de esa última comida, pero
tan pronto como lo hago, se acabó.
Si se lo propongo a Briar y acepta, podría muy bien ser el fin para nosotros.
Cuando la puerta se cierra con un clic y Nicholas está en el otro lado, Briar
mira a su botella de agua, luego de vuelta hacia mí a través de sus pestañas
gruesas oscuras. Sin decir una palabra, sale de la zona de la cocina y se dirige
hacia el dormitorio que compartíamos la noche anterior. Al detenerse en el
umbral, vuelve un poco la cabeza, coge mis ojos con los de ella y continúa a
través de la puerta.
Como si me hubiera poseído, me levanto de mi taburete y me muevo
lentamente en la habitación donde ella espera en la puerta de entrada al baño.
Briar confirma que la veo, de pie allí, esperando, y camina en el interior, de nuevo
conmigo siguiéndola de cerca. Con los dos en el interior del baño, se saca la
camisa por la cabeza, sin apartar su mirada de mí.
Cerrando la distancia, sostengo la mirada, la agarro de la cintura de sus
pantalones y cautelosamente los tiro hacia abajo de sus piernas. Briar utiliza sus
pies para terminar de quitárselos y quita mi camisa y los pantalones de forma
similar a como lo hice con ella. De pie a pocos centímetros el uno del otro, ambos
sólo llevando la ropa interior, Briar se extiende y se gira hacia la ducha.
82
Mordiéndose el labio inferior, desliza los tirantes de su sujetador por sus
Página
brazos. Al no poder estar más lejos de ella, la tiro hacia mí, terminando el trabajo
que empezó... en realidad, terminando lo que empecé en la sesión de fotos.
Sintiendo su piel desnuda en la mía, mi cuerpo reacciona, no estando dispuesto a
ser lento y paciente. Desengancho su sujetador, dejándolo caer en el montón de
nuestra ropa y saco rápidamente mis boxers de mis piernas.
Agarrando mis dedos alrededor de la delicada cuerda delgada de sus
bragas, en un solo movimiento, las arranco de su cuerpo. Recogiéndola
suavemente en mis brazos, envuelve sus piernas alrededor de mi cintura, nos
meto en la bañera, debajo del chorro de la ducha. Mis labios, actuando en su
propio acuerdo, desesperados, buscan a los suyos.
Húmedo y descuidado, el sonido de nuestros besos se hace eco en todo el
baño, alimentando el hambre que tengo. Me siento tan necesitado de ella como
ella de mí. Briar se frota a sí misma en mi ingle, jadeando en mi oído mientras
poco a poco arrastro mis labios por su cuello y mordisqueo su clavícula. Cada vez
que se desplaza en mis brazos, su coño se frota a lo largo de la longitud de mi
polla, volviéndome loco.
—Briar. Detente un segundo. —Su cuerpo se detiene. Levanto la cabeza
para mirarla a los ojos, en busca de lo que desesperadamente necesito saber. ¿Está
segura? ¿Sabe ella las posibles consecuencias de nuestras acciones?
—Por favor —susurra, sosteniendo firmemente mi mirada, desenvolviendo
sus piernas a mí alrededor y de pie debajo de la aspersión, el agua cayendo sobre
su cuerpo perfecto.
Poco a poco cayendo de rodillas, toma mi polla en la mano, acariciando
desde la base hasta la punta. Mirar a Briar, en este estado, me tiene pensando
cosas que no debería. Si tenía cualquier tipo de cordura se fue, podría dejarla
tragar toda mi polla y disfrutar de ella todo el tiempo, pero no puedo. El
pensamiento de ella en la misma posición que tantas otras antes que ella abarata
el momento y se merece más que esto de mí. De cualquiera.
Dando un paso atrás, tomo sus manos en las mías y la ayudo a volver a
ponerse en pie. Maniobro salir de la ducha, la traigo conmigo, agarrando dos
toallas para secarnos.
Con las mejillas enrojecidas, Briar me mira, las lágrimas en el borde de los
párpados inferiores.
—¿Hice algo mal? —pregunta, casi incapaz de conseguir toda la
declaración sin atragantarse con el nudo en la garganta.
83
—Por supuesto que no. Este soy yo no queriendo tratarte como lo haría con
Página
cualquier otra persona, porque no lo eres. Eres especial para mí, y si por alguna
razón esto arruina todo lo que tenemos, quiero saber... no, necesito saber, que lo
hice bien por ti. No eres el tipo de chica que acaba de rodillas para complacer a
un hombre. Eres la clase de mujer que tiene la capacidad de llevar a un hombre
de rodillas.
La mandíbula de Briar casi cae al suelo. Arrastrándola a salir del cuarto de
baño y en el dormitorio, se sienta en el borde de la cama, sin dejar de mirar hacia
mí. Inclinándose, la beso con propósito y determinación para mostrarle lo que
vale, lo que debe esperar para el resto de su vida, incluso si no es de mí.
Descendiendo por su cuerpo, me entusiasma la sensación de su piel suave
bajo mis labios. Una vez en mis rodillas, empujo suavemente su espalda en la
cama, donde se niega a recostarse completamente, apoyándose en los codos. Los
ojos de Briar están centrados en mí mientras abre sus muslos lo suficiente para
que ver los labios brillantes de su coño. Corro mi lengua por el interior de la
pierna, parando en el cruce entre los muslos.
Las comisuras de sus labios se convierten en una atractiva, sonrisa
perezosa, dándome todo el permiso que necesito para continuar. Con mis
pulgares, separo sus labios y arrastro lentamente la lengua en su apertura a su
clítoris. Chupo el pequeño manojo de nervios a través de mis dientes, mi boca
cubre la zona, alternando entre la succión y lamiendo.
—Dex. Sí. No. Pares. —Jadea, una mano se traba sobre mi cabello,
empujándome más cerca de su cuerpo, mientras que la otra la utiliza para el
apoyo.
Coloco un dedo dentro de ella mientras uso mi boca en su clítoris,
rápidamente me di cuenta de que no mentía acerca de no estar con nadie en
mucho tiempo. Mi pene se hace más duro que nunca, sabiendo que en algún
momento, va a estar apretado con tanta fuerza por sus paredes. Casi me podía
venir sólo de pensarlo.
Hablando de venir, no pasó mucho tiempo antes de que Briar se disparara
como un cohete, ambas manos agarrando el borde de la cama, con la cabeza
tocando el colchón mientras arquea su espalda en un ángulo imposible. Cuando
el temblor definitivo de sus muslos finaliza, me pongo de pie, envuelvo mi brazo
alrededor de su cintura y la arrastro hasta la cama. Rápidamente corriendo al
baño, retiro un condón de mi cartera y vuelvo a la habitación, sólo para encontrar
a Briar en la posición exacta que la deje, ser saciado hace algo a tu cuerpo y no
puedo evitar sonreír con orgullo sabiendo que fui yo quien puso esa mirada en su
84
rostro.
Página
su cuerpo. Voy a dejar que piense que jugaba con ella. Sería perjudicial para mi
ego, admitir en voz alta que estaba a punto de venirme como un adolescente
cuando sentí que sus paredes me sujetaban abajo como abrazaderas. Sí, guardaré
esto para mí mismo.
Capturando sus labios, la beso suavemente mientras hago el amor con ella.
Me abandono lanzando todo por la ventana, sabiendo que nunca voy a superar
mis sentimientos por ella ahora que la he tenido. No quiero nada más que
quedarme en este momento para siempre, pero a medida que su orgasmo se
comienza a construir otra vez y mi polla se empieza a estremecer, ya sé que no va
a durar más de un minuto o dos.
Prolongando mi liberación mientras sea posible, la traigo al borde,
dejándola ir esta vez. Cuando sus uñas llegan a mis hombros y rastrillan su
camino hacia abajo, soy un caso perdido. Gruñendo cuando lleno el condón, su
cúspide de orgasmo, y quito mis labios de los suyos, sólo entonces puedo oírla
decir mi nombre en éxtasis.
Incluso cuando mi erección comienza a desaparecer, sigo meciendo mis
caderas en las de ella, porque no quiero que esto termine, pidiendo por un
segundo aire que nunca llega. Sin embargo, eso está bien. Moriré como un
hombre feliz sabiendo que por fin he encontrado a la persona con la cual disfruto
de esta clase de actividad.
—Espero que no. —Me río—. Estoy aquí por unos días y me encantaría si
Página
te quedas conmigo.
—Puedo hacer eso.
—¿Y cuando volvamos a Nueva York, dejar la ciudad? ¿Volviendo a
Indiana, o por lo menos a, algún lugar en el que Katelynn pueda tener una niñez
como tú?
—¿Puedo pensar en eso?
—Sí, no hay prisa, sólo es una idea. Pensaba en... No he comprado una casa
todavía. Tal vez podríamos elegir algo juntos. —El cuerpo de Briar se pone rígido
y su respiración se recorta rápidamente. Tal vez debería frenar un poco. Estoy
actuando como una chica con su primer novio. No quiero asustar a Briar. Tiene
todo lo que lancé, me estoy precipitando y lo estropeé todo. Esto es demasiado.
—No importa. Disfrutemos de nuestro tiempo en Londres y regresemos a
Nueva York. No puedo esperar para ver a Katie. Sólo ha pasado un día y la
extraño como un loco —le digo, retrayendo mi declaración anterior.
—Sí. Hablaremos de eso pronto, pero no ahora. No creo estar lista para
saltar a algo serio, de todas formas. —Sentí que clavó un puñal en mi estómago,
lo deje rodar fuera y tomar su consejo—. Llegaremos a conocernos el uno al otro
como antes, y ver a dónde nos lleva.
Por segunda noche consecutiva, es Briar que está en mis brazos y no podía
hacerme más feliz.
—Gracias, Nick, pero no. Briar nunca ha sido una de esas chicas que juega.
Ella lo llama como lo ve, y así es como se siente. ¿Puedes apagar mi teléfono
cuando te marches? Quiero estar solo por un rato.
—No hay problema. Llámame si me necesitas. Estaré en la sala de estar.
Voy a comprobar si puedo conseguir un vuelo más temprano a casa. Tal vez
volver a tu rutina normal te hará bien.
Sé exactamente lo que quiere decir. Quiere que vuelva a joder una nueva
hembra cada noche. En este momento, no puedo comprender la idea de estar con
nadie más que Briar. Sin embargo, voy a tener que terminar esto verdaderamente
rápido, porque ella se ha ido.
Briar salió de Londres con mi corazón en su equipaje de mano y no hay
nada que pueda hacer.
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Traducido por Lipi-Lipi & SOS por Kariza & July Styles Tate
Corregido por Elizabeth Scarhood
D
espués de dos días en cama, sólo levantándome para ir al baño, por
fin estoy listo para salir de ahí. Nicholas no fue capaz de conseguir
un vuelo más temprano, así que he estado encerrado en este cuarto,
preocupando a Nick hasta el punto en que se encontraba listo para llamar a Briar
en mí nombre.
Me dio mi teléfono y fue un error. La primera cosa que hice cuando salió de
la habitación fue enviar un texto a Briar. Pasó una hora mientras miraba a la
pantalla, esperando una respuesta que nunca llegó. Ya han pasado treinta y seis
horas desde que el texto fue enviado y nada. Ella tomó su decisión.
Obligué a Nicholas a salir un rato. Sólo porque estoy en un estado de
ánimo jodido, no quiere decir que tiene que estar aquí conmigo. Estuvo de
acuerdo, sólo porque amenacé su trabajo, y llamó a un viejo amigo suyo para
reunirse para tomar una copa.
No estoy seguro de estar listo para salir del hotel, así que decido que el bar
del hotel va a ser mi agujero de bebida por la noche. Por mí está bien, pero tal vez
voy a tener que alcanzar un poco de talento y utilizarlo para superar a Briar.
Rápidamente me lanzo en una camisa y mis zapatos, salgo de la habitación
y me dirijo hacia el bar del hotel. Si tengo un par de copas, estoy garantizado para
llegar a dormir esta noche. Tengo un vuelo mañana en la tarde, así que todavía
puedo tomar algunos de los paisajes como quise y luego volver a casa. Tal vez
estando de vuelta en mi entorno en Indiana, seré capaz de pensar con claridad.
90
esta hora del día y sólo hay un poco de tiempo antes de que el camarero cierre la
tienda para atender el servicio de la cena en el comedor. Sentado solo en la barra
de caoba, hago mi pedido.
―Bushmills 21 en las rocas, por favor.
El camarero deja caer el paño que usaba para limpiar la barra superior y
coge el líquido ámbar del estante superior, pone unos cubitos de hielo en un vaso
corto y vierte la bebida. Esto es una cosa que me encanta de Europa, nunca tengo
que especificar la cantidad que quiero, ya que son casi siempre muy generosos
con su vertido.
Deslizando la bebida a través de la superficie pulida, envuelvo mis manos
alrededor del vaso y agito el whisky por un momento, perdiéndolo color miel
antes de traer el borde a mis labios, dejando que mi nariz tome el delicioso olor.
Una vez que el Bushmills golpea mis papilas gustativas, recuerdo cuanto me
encanta esta bebida. ¿Qué importa si el sabor y el aroma de un buen whisky
irlandés me lleva a algunos recuerdos felices en Irlanda con mis padres? ¿Cuánto
extraño a mi madre y padre, a pesar de sus problemas?
Echo de menos su casa.
Levantando un dedo, solicito otra bebida tan pronto como he terminado
con la primera. Le envío un texto rápido a Nicholas, haciéndole saber de reservar
alojamiento para cuando hayamos terminado con Londres. Quiero hacer un viaje
rápido a Irlanda. Por mucho que piense que volver a Indiana me ayudará a
entender mis sentimientos que giran en torno a Briar, Irlanda es el lugar para
hacerlo. Podría ser donde pertenezco.
Cuando tomo el último trago de mi vaso, una mujer toma el taburete junto
al mío, ordenando casi lo mismo que yo. Mis ojos se desplazan desde sus tacones
de aguja negro, hasta sus largas piernas tonificadas, hasta el dobladillo de su
vestido negro y sus grandes pechos. Me siento como si no tengo que buscar más;
es preciosa. Pero claro que sí, y su rostro es aún más bello de lo que hubiera
imaginado. Labios gruesos perfectos para envolver alrededor de mi polla, los ojos
más verdes que he visto nunca, y el cabello tan rubio que brilla incluso en el bar
poco iluminado.
Ella tampoco es indiferente a mi mirada. Casi jugando, toma la pajita y la
arrastra lentamente a través de su bebida. Todo el tiempo manteniendo sus ojos
fijos en los míos, saca la paja del vidrio, la coloca en el centro de la lengua y cierra
sus labios, luego la saca lentamente. ¡Tan dolorosamente lento!
91
Sólo unos minutos más tarde, alguien llama a mi puerta y me sacudo los
Página
maleta. Paseando hacia mí, Daniella pone sus manos en medio de mi pecho y me
empuja con tanta fuerza que caigo de espaldas en la cama, con ella no muy
detrás.
Montando entre mis piernas, va directo a trabajar poniendo mi polla dura y
deslizando un condón sobre mi erección. Moviendo mi cuerpo hacia arriba,
alinea perfectamente nuestros cuerpos y cierra sus caderas abajo sobre mí.
Probablemente sería bueno que ayude, pero sus esfuerzos no son desapercibidos.
Esta perra es una profesional en la equitación de pollas.
Sin poder resistir la tentación de sus perfectas tetas, las sostengo,
apretándolas lo suficientemente duro para tenerla gimiendo lo suficientemente
alto para que escuchen los vecinos.
Me estoy dando cuenta rápidamente de que nada de lo que hago me hará
sentir como cuando me encontraba a nueve pulgadas adentro de Briar, y no hay
sentido en intentar recrearlo. Necesito conseguir follar y disfrutar a esta sexy
mujer quien está teniendo el momento de su vida.
Rozando mis manos hasta sus caderas, es mi turno para jugar un poco. Sin
previo aviso, le doy vuelta debajo de mí y traigo arriba sus piernas, los tobillos
malditamente cerca de sus orejas. Usando la espalda de sus muslos para hacer
palanca, embisto dentro de ella sin compasión.
―Joder. ―Gruño, su apretado coño haciendo difícil para mí no tener un
orgasmo. Bombeando mis caderas rápido, miro abajo, observando mi polla
desaparecer luego aparecer. Esto nunca se volverá viejo y es tan malditamente
caliente. Debería estar pensando en balearse o calzones de abuela, pero mi
atención solo tiene un enfoque y solo uno.
―Jodidamente no te detengas. Sigue adelante ―dice entre embestidas.
No me detengo. Sigo adelante. Azotando en ella lo suficientemente duro
que estoy seguro estará dolorida mañana, Daniella se comienza a venir, su
orgasmo empujando el mío sobre el borde.
―Dulce Madre de Dios, jódeme. ¡Sí! ―grita. Estoy bastante seguro que la
seguridad del hotel estará aquí en cuestión de minutos para decirnos que nos
calmemos.
Empujándome de Daniella, colapso en la cama a su lado y observo como
95
estira los músculos que han estado bloqueados por sólo Dios sabe cuánto.
Página
bastante segura de que te estás pateando a ti mismo en el culo ahora mismo, ¿no
Página
es así? Ten una gran noche, Dexter. Gracias por los orgasmos.
Daniella.
Arrugando la nota, la tarjeta de visita en el mostrador llama mi atención.
Con la otra mano, cojo la tarjeta de negro mate y al darle la vuelta no quiero nada
más que perforar un agujero en la pared. En la parte posterior, garabateó el tres
que le dejé y con su letra está un número cinco, remarcado varias veces. Por
encima de este, hay una pequeña frase que dice "mejor suerte la próxima vez".
Veo rojo. Todos los diferentes tonos de rojo.
Se vengó. Jugó mi juego y jodidamente ganó. Meto la tarjeta en el bolsillo
delantero de los pantalones y cierro mi puño contra la pared, inmediatamente
lamentando mi decisión cuando un pedazo de los paneles de yeso cae. Los
hoteles aman cobrar una tonelada de mierda por daños y perjuicios.
Esa maldita perra. Va a pagar por este maldito desastre y el agujero en la
maldita pared.
Con mi rabia, casi no registro el leve golpe en la puerta. Suponiendo que
ha regresado para pedir disculpas y estoy listo para darle un poco de mi enojo,
corro hacia la puerta. Captando un vistazo de mi reflejo en el espejo junto a esta,
no voy a ser el único viendo rojo, ya que mi cara hierve.
Abriendo rápidamente la puerta, con furia salpicada a través de mi cara, la
pobre mujer de la limpieza parece completamente aterrorizada. Controlándome a
mí mismo, me disculpo y la despido, afirmando que no necesito ningún servicio
en este momento. Hay otras cosas que necesitan ser atendidas.
Corriendo hacia el vestíbulo del hotel, la primera persona en hacer contacto
visual es el conserje.
―Discúlpeme. ¿Has visto a la mujer con la que me fui antes? ―La joven
niega y me dirijo hacia el bar. El camarero debe recordarla. Se veía preciosa, no
hay manera de que nadie podría olvidar esa cara... O su par de tetas.
Haciendo la misma pregunta al camarero que limpia la barra, a punto de
cerrar el negocio, confirma que la conoce. Había estado abajo antes de la noche y
cargado de todo a su habitación. Afortunadamente, incluso en Londres, un
centenar de euros sirve para conseguir información.
Habitación 1056
Tomando el ascensor hasta el décimo piso, me aproximo a la habitación de
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Daniella, listo para un enfrentamiento de proporciones épicas. No hay una jodida
manera en el infierno que voy a permitir que una perra que jodí hace unos años
Página
venga a mi vida, mi habitación de hotel, y trate de tirar algo de mierda como esto.
No en mi guardia. No soy ese tipo.
Golpeando la puerta como si fuera la maldita policía, la puerta se abre con
un hombre a medio vestir de pie delante de mí. Echando un vistazo al número en
la pared, me siento derrotado una vez más esta noche. Es muy posible que el
camarero me diera la habitación equivocada sólo para deshacerse de mí, pero
estoy aquí, así que bien podría preguntar.
―Buenas noches. Lo siento por la intrusión, pero buscaba a Daniella. Este
es su cuarto, ¿correcto? ―Meto mis manos en los bolsillos de mis pantalones
vaqueros y esperando una respuesta. El hombre mira detrás de él, luego a mí,
estudiándome.
―¿Puedo ayudarte en algo? ―responde, casi sonando irritado.
―Sí, la conocí en el bar esta noche y olvidó algo. El camarero me informó
que esta era su habitación y pudiera devolverlo. ¿Ha habido algún tipo de error?
El rostro del hombre se relaja y dice en voz alta hacia la habitación.
―Daniella. Hay un hombre en la puerta. Dice que olvidaste algo en el bar.
Ven aquí.
En cuestión de segundos, Daniella, vistiendo una túnica de hotel y llevando
una copa de champán. Cada onza de color desaparece de su cara mientras se da
cuenta de quién es el hombre de la barra en realidad. Sonriendo, saco la tarjeta de
visita que dejó en mi habitación y se la entrego.
―Lo siento por molestarla esta noche, señorita, pero parece que ha caído
esto fuera de su bolsa cuando salió del bar. No sabía si era importante o no y
quería estar seguro para devolvérselo.
El hombre toma la tarjeta, y Daniella se lleva la mano a la boca.
―Gracias por salir de su camino, pero en realidad no era tan importante.
―Se veía como algo que no se quiere perder o extraviar. Nunca he visto
una tarjeta de este tipo, sobre todo con sólo un número escrito en la parte
posterior. Y ¿un cinco? Me intrigó. ¿Sabes lo que eso significa? ―pregunto,
sabiendo que juego con fuego.
―No, nunca me di cuenta de ello hasta que usted lo trajo a mi atención
―dice con nerviosismo.
98
―Esto parece como algo que el chico fotógrafo haría. ¿Ha leído ese
Página
N
icholas fue capaz de cambiar un par de cosas y cambiar nuestros
boletos. En vez de volar de vuelta a Indiana ayer en la tarde,
aterrizamos en Irlanda después de un relativo corto vuelo desde
Reino Unido. Después de que aterrizamos, el conducir hasta el lugar de donde
soy son otras pocas horas.
La serenidad de mirar las exuberantes colinas, desapareciendo mientras
pasamos, es exactamente lo que necesito. Relajado en el asiento del pasajero,
cierro los ojos, descansando mi cabeza contra el reposacabezas y sólo disfruto la
paz y el silencio. Entramos en la ciudad justo antes del crepúsculo y es
exactamente como lo recordaba. Admito que he regresado probablemente una
docena de veces desde que tenía diez años, pero esta es la primera vez que he
querido volver para aclarar mi cabeza.
Nuestra primera parada en la posada justo dentro de los límites de la
ciudad. Por alguna razón, inusualmente empacamos y tuvimos problemas
incluso para encontrar un lugar de estacionamiento. Teniendo que dejar el auto
sobre cincuenta yardas lejos del hotel, hicimos nuestro camino dentro y rezamos
para que hubiera una habitación para la tarde, desde que no hay posadas en
millas. De pie enfrente del escritorio, sueno la pequeña campana en el mostrador
y pacientemente espero por el hombre viejo que hace su propio camino desde su
sala de televisión en blanco y negro.
Lentamente, pero seguro, llega al mostrador, con un pequeño perro negro.
100
—Buenas tardes, señor. Nos gustaría una habitación para la tarde. Dos si las tiene
—Buscando en el pizarrón detrás de él donde las llaves están separadas por
Página
la parte trasera de la posada y mañana te das una vuelta para asegurarte de que
no me he bebido hasta la muerte. —bromeo, pero estoy seguro de que piensa que
estoy siendo serio. Esto es algo de mierda difícil en la que sumergirse, pero es lo
que hay que hacer. No pude hacerlo cuando tenía diez años, era demasiado
joven, pero a los veintiocho años, es el momento. Tengo que ser el hombre que
me educaron a ser. Aunque odio a mi padre por lo que hizo a nuestra familia, él
quería que yo fuera un buen hombre. Ni siquiera me refiero a mi abuelo. Él
patearía mi culo sólo por pensar en actuar como un gatito, y mucho menos ser
uno.
—Sólo voy a decir... parece que este es un trabajo para dos chicos —ofrece
Nicholas, mirando alrededor de la sala—, o tal vez todo un equipo de hombres,
pero estoy seguro de que podemos ordenarlo en poco tiempo.
—Te lo agradezco. En realidad, lo hago, pero tengo que hacer esto solo.
Tengo un montón de esqueletos en mi armario por lo que pasó aquí. Mucho de lo
que me hizo quien soy hoy es debido a esta casa y los fantasmas que viven aquí.
Te llamaré si te necesito —le prometo y lo veo salir por la puerta.
Él camina hasta el coche, casi a regañadientes y escéptico, pero agarra mi
bolsa del maletero y la arroja a medio camino, así no tiene que pasar a través de
la jungla de nuevo.
—En serio, Dex, llámame si me necesitas.
—Tienes mi palabra —le respondo, dándole la espalda y caminando hacia
dentro. Al cerrar la puerta detrás de mí, pongo mi bolso en la mesa de centro con
pulgadas de espeso polvo y en cuclillas, apoyo los codos sobre las rodillas.
—Muy bien, Pa, estoy de vuelta y voy a arreglar todo lo que rompiste. Yo
soy el hombre de esta casa.
Saco la aspiradora del armario del pasillo donde mi madre siempre la
guardó, y limpio el polvo del sofá. Me imagino que voy a empezar aquí en la sala
y reservar los dormitorios para cuando sea de día. No es que me de miedo el
cuco, pero ya sé que me va a llevar mucho tiempo y no tengo ese tipo de energía
por el momento.
Tomando una sábana del armario de la ropa de cama, la sacudo para que
suelte cualquier cosa viviente y la extendiendo sobre el sofá y hago lo mismo con
una colcha a juego. A pesar de que nadie ha estado en esta casa por dieciocho
años, el olor de mi madre aún persiste en todo. Es probable que sólo sea mi
105
imaginación por trabajar horas extras, pero es bueno para pensar.
Escogiendo el camino simple, tiro de la pequeña cantidad de muebles fuera
Página
del comedor y decido usarlos para reunir los elementos que deberían ser donados
a la iglesia y voy a guardar todo y luego sigo con la sala de estar. Me toma no
más de una hora guardar todo y separarlos como corresponde.
Necesito usar el baño, camino por el pasillo, el cual sólo pasa a llevarme al
antiguo dormitorio de mis padres. Deteniéndome por unos minutos afuera de la
puerta cerrada, mi corazón se acelera y mi estómago se agita. Quiero abrir la
puerta y ser capaz de caminar en el interior; es sólo que no creo que tenga la
fuerza para hacerlo. Probando las limitaciones de mi mente, empujo la puerta
abierta y las lágrimas vienen inmediatamente a mis ojos.
Tenía razón; no puedo hacerlo, todavía. Voy a necesitar un montón de
whisky y coraje para luchar contra esos demonios. Continuando mi camino al
baño, me detengo en el dormitorio de mi infancia y no tengo los mismos
sentimientos incómodos que tuve hace un momento. Una sensación de calma casi
se hace cargo de mí y soy capaz de pasar por el umbral con facilidad.
Sentándome en el borde de mi cama, trazo la colcha que puse sobre la parte
superior. La noche que murieron mis padres, no dormí en casa; me quedé a
dormir en lo de mi primo Thomas. Había regresado a casa para ver esto.
Afortunadamente mi tía fue la primera que cruzó la puerta y fue capaz de
salvarme de ver las consecuencias de la rabia de mi padre. Siempre estaré
agradecido por eso.
Agarrando mi almohada y sacudiendo el polvo, lo traigo a mi nariz para
ver si puedo oler a mi madre, pero no puedo. Tiene sentido, ya que esta era mi
habitación, pero me esperaba un pequeño recuerdo. Justo antes de que ponga la
almohada en su lugar, me doy cuenta de que el viejo cuchillo de caza de mi padre
descansa donde mi almohada había estado. Extraño, ya que siempre me
enseñaron a no tocar sus armas, y no recuerdo haber tenido esto en mi poder.
Agarrándolo, lo tomo y voy de vuelta a la sala después de tranquilizarme a
mí mismo y me siento en mi cama improvisada por esta noche. Al juzgar su peso
en mi mano, lo examino, recordando el momento en que mi padre me llevó a
cazar por primera vez. El cuchillo, recuerdo, era bastante grande, con dientes de
sierra, por un lado, y suave en el otro. La vaina es un viejo cuero gastado, algo
que mi padre dijo que fue entregado a él de generaciones anteriores. Retiro el
cuchillo de su funda, una hoja de papel se cae. 106
Despliego la hoja de papel, lo primero que noto son manchas de sangre en
los bordes exteriores y la letra de mi padre que cubre el resto de la hoja. Casi me
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13
Traducido por Carolina Shaw
Corregido por Sapphire
M
i amado hijo Dexter,
Tomé un largo trago de mi botella, esperando que el whisky
surtiera rápido efecto, o no sería capaz de superar todo esto.
Por si fuera poco, tomé otro trago y continué leyendo.
Si estás leyendo esta carta, sé que estás siendo bien cuidado. Siento mucho
que no haya sido lo suficientemente fuerte como para no hacerlo. No sabía que
más hacer. Tu madre era la razón por la que he vivido y ahora que se ha ido, no
sé cómo seguir adelante.
Se ha ido porque tú la mataste, imbécil, me digo a mí mismo. Espero que no
sea una especie de nota de condolencia, porque no se merece ninguna.
Lo siento mucho, hijo. Tu madre nunca quiso que lo supieras. Se sentía
asustada de sí misma, por mí, por ti. Pensó que podría vencer al cáncer, pero fue
demasiado. Cuando dijo que sólo tendría unos meses más para vivir, decidió que
no quería que la vieras de esa manera. Ella te amaba tanto, hijo. Más de lo que
siempre amó a cualquiera.
¿Cáncer? Mi madre no tenía cáncer. Bueno, supongo que es posible ya que
sólo tenía diez años cuando pasó, y pudo haber estado enferma, pero no quiso
decirme. Quiero decir, ¿quién querría decirle a su niño que moriría?
Rompiéndome el cerebro, traté de recordar cualquier detalle que me llevaría a
creer que ella no se encontraba bien, y recordé algo. Fue ese verano... ella y Pa
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siempre me tenían durmiendo en la casa de mi primo porque tenían cosas que
hacer. Nunca cuestioné por qué no podía ir, pero esto como que tiene sentido.
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Traducido por Sapphire & SOS por MaeVolkov
Corregido por Aldii
E
n el vuelo de regreso a Nueva York, envié un correo electrónico a mi
primo, detallando la cuenta para que pueda acceder y obtener los
fondos para la destilería. Estoy decidido, ahora más que nunca, para
ayudar a que el nombre de mi familia siguiera manteniéndose con vida. Averigüé
tanta información crucial que me ha dado una nueva oportunidad en mi vida y
una razón para querer ser mejor. Mi razón más grande para vivir debe estar
despertándose en su apartamento de Nueva York ahora mismo.
También pasé un poco de tiempo investigando la muerte de mis padres. Sé
que el periódico local hizo un artículo sobre su fallecimiento, basado en lo que la
policía les dijo, pero quiero ver si encontraron algo diferente. Rezando que
todavía pudiera encontrar el archivo, encontré un artículo fechado una semana
después de su funeral titulado “Asesinato y Suicidio en la Pequeña Ciudad”.
Abro la página web y me pongo a leer a través del material. La mayor parte
es exactamente lo que pensé en ese momento así como también la información
que recibí de mi tío. Está en la parte inferior de la página, aparece una imagen
pixelada, borrosa a blanco y negro; son mis padres antes de que el juez retirara
sus cuerpos.
Me acerco a la pantalla y estudio la imagen en gran detalle. La habitación
se ve de la misma manera como lo hizo al día siguiente y hace unas horas,
cuando me hallaba en la casa. Mi madre está acostada sobre su espalda, una
112
mano colocada estratégicamente sobre su pecho. Pero es su ubicación la que
impulsa el punto de inicio de su carta y que no mentía en lo más mínimo. Él
también está de espaldas, codo a codo con mi madre, su mano derecha colgando
Página
El primer lugar al que iría luego de aterrizar en Indiana era la casa de los
padres de Briar. Me tomó un segundo recordar cual casa era la de ellos, pero
eventualmente la encontré. Subiendo las gradas que llegaban al porche, toqué el
timbre e impacientemente esperé por una respuesta. Cuando nadie respondió,
toqué repetidamente, pero aún nadie atendía. Mientras giraba para hacer mi
camino de regreso, encontré al Sr. y la Sra. Kennedy sentados en el jardín
alrededor de una mesa de picnic, sin señales de Briar.
—¿Dexter? —preguntó la Sra. Kennedy, notando mi aproximación antes
que su esposo.
—Sí, señora. Me preguntaba si Briar se encontraba aquí.
115
—No, no se encuentra aquí, hijo. Por lo que escuché, no quiere hablar
contigo, tampoco —respondió el Sr. Kennedy agresivamente, levantándose de su
Página
una de ellas.
15
Traducido por Cami_Oks
Corregido por Sapphire
L
os últimos dos meses de mi vida han sido lo más excitante y
gratificante de toda mi vieja vida. Desde que dejé de aceptar trabajos,
me decidí a abrir un pequeño estudio otra vez en mi ciudad natal
Indiana. El negocio ha sido muy bueno, realmente. He vuelto a mis raíces;
sesiones fotográficas de recién nacidos, fotografías de graduación y bodas, con un
montón de descanso para hacer lo que me gusta hacer mejor.
También he seguido adelante y me he mudado de vuelta a la casa de mis
abuelos. Después de que se fueran todo quedó para mí pero, como no reclamé
nada, se hallaba todo atado en legitimación. El condado ha estado muy ocupado
después de un enloquecedor tornado de pocos años atrás, y esta pequeña joya se
perdió en el proceso. Me gusta pensar que fueron mis padres y mis abuelos
vigilando por mí.
Le envié unos cuantos correos a Briar, los cuáles no fueron respondidos,
pero nunca esperé que respondiera. Nunca fue alguien de comunicación
electrónica, entonces raramente, si nunca, chequeaba su correo. Existían unos
cuántos relatos, cuando volví al pueblo, sobre ella estando en Jersey, y supuse
que tuvo que irse para estar con la familia de Erik.
Nicholas conoció a una chica y ha estado ocupado conociéndola, y no lo
culpo: ellos son perfectos juntos y puedo ver amor floreciendo. No he tratado de salir
con alguien, con mi corazón ensimismado en Briar y todo. Sí, extraño a las
118
mujeres, cada día extraño el sexo, pero sólo eso ha sido: un acto cuidadoso y
calculado, con ninguna emoción intercambiada.
Página
pero no sabía que decir. Me encontraba en una muy mala situación, Dex.
―¿Qué pasó? Estábamos bien en Londres y entonces me desperté en la
cama fría y una nota decía que me mantuviera alejado de ti.
―No podía vivir con la culpa. Era demasiado ―dijo, observando el color
acaramelado de la taza de café.
No dije nada en respuesta, estiro el brazo y corro mi pulgar a través de sus
nudillos.
―Katelynn podría ser tu hija ―suelta abruptamente, atrapándome fuera de
guardia, empujo mi asiento hacia la mesa y la miro con incredulidad.
―¿Cómo es eso posible? Tú ya te encontrabas con Erik cuando descubriste
que estabas embarazada. ¿Por qué no me lo contaste? Amo a Katelynn. Siempre
la traté como si fuera mía. Briar, respóndeme ―le digo duramente, poniéndome
de pie y recorriendo la cocina, tirando de mi enmarañado pelo.
―Son las fechas. No recordaba mi último periodo y Katelynn siempre
midió un poco más pequeña para la fecha que ellos calculaban para mí. Cuando
me senté y miré el calendario, todo hizo click. Si iba con la fecha que ellos me
dieron, entonces sí, era la hija de Erik. Si vas por la forma en que ella mide en
ultrasonidos y la fecha que realmente di, es tuya. No quiero sacudir el bote. Erik
fue un muy buen padre, la amaba mucho. Y tú, no es que no eres increíble, sabía
lo que eras y te acepté de todos modos. No eras el chico con el cual tener bebés,
eras el mejor amigo.
―Haría cualquier cosa por ella, Briar. Lo sabes. ―Esto es demasiado, no sé
cómo lidiar con esto, ¿podría ser padre? ¿Katelynn podría ser mi hija?
―Eres el tipo de la tarjeta de llamada, Dex. El chico que viaja por todo el
mundo, tomando fotos hermosas, haciendo millones de dólares y teniendo sexo
con mujeres al azar todas las noches. Nunca te juzgué por tus decisiones, pero ese
no es el tipo de hombre con el cual criarías un bebe. Ella necesitaba un modelo a
seguir, alguien a quien admirar.
―¡Pero ella podría ser mía! ―grito, golpeando mis manos en la mesa, Briar
da un salto en su asiento y corre al otro extremo de la cocina. Ver el miedo en sus
ojos me trae a la realidad. Nunca quise que estuviera atemorizada de mí. Nunca
le haría daño.
120
Me siento, mi pierna rebota repetidamente bajo la mesa, Briar
cautelosamente vuelve a su asiento y se une a mí otra vez. Moviendo sus brazos a
Página
través de la mesa, toma mis manos en las suyas, las aprieta gentilmente,
intentando consolarme.
―Briar, he hecho muchas cosas en mi vida de las cuáles no estoy orgulloso,
muchas cosas que me gustaría deshacer pero no puedo. Si hubiera sabido de
Katelynn, no puedo decir que hubiera hecho lo correcto. Era estúpido. Sélo en
estos dos últimos meses he podido figurarme a quién realmente soy. Me gusta
esta versión de mí.
―Dex, me gustan todas las versiones de ti.
―Lo sé, esa es la razón por la que fuimos amigos por siempre ―bromeo,
pero rápidamente volviendo a la conversación seria―. Siempre estuve bien
siendo tu puto amigo, pero quería más. No necesito saber si Katelynn es mi hija,
porque ha sido mía desde el momento que Erik murió. Quiero ser lo
suficientemente bueno para ser tuyo.
Mirándome, abre su boca para hablar, pero la vuelve a cerrar rápidamente.
Volteo mis manos para sostener las de ella, en lugar de ella sostener las mías, y
las llevo a mis labios, besando cada uno de sus nudillos.
―En Londres, me di cuenta de que tú eras lo que quiero. Cuando te fuiste,
me sentía perdido. Intenté ir a Irlanda por un tiempo para ordenar mis
pensamientos y al encontrar la carta que mi padre escribió el día en que él y mi
madre murieron… ―Continúo contándole los íntimos detalles de la nota y me
desplazo al lado de ella al comenzar a llorar.
―Eso es muy trágicamente hermoso ―dice ella, limpiando las lágrimas de
sus mejillas cuando termino de contar la historia. Tuve que usar el borde de mi
camisa para secar mis ojos.
―Me tomó mucho tiempo el averiguar a dónde pertenezco y a dónde
encajaba. Estuve muy enojado por un tiempo muy largo. Enojado con mis padres,
mis abuelos… con todos. Me negué a intentar una relación después de ti porque
ninguna funcionaba. No era porque ellas no fueran buenas personas, era porque
en lo más profundo sabía que tú eras para mí. Nunca envidié tu matrimonio con
Erik, ni una vez, sólo quería estar contigo después de que él muriera. Quería ser
el amigo que necesitabas, pero ya no. No quiero ser más tu amigo, Briar. Quiero
ser el último amor que alguna vez conozcas.
Briar salta el pequeño espacio entre nosotros y se mueve hacia mi regazo.
―¿Me perdonas por no contarte sobre Katelynn? Podemos ir mañana y
121
pedir un test de paternidad si quieres.
―Eso no es necesario. Ya te dije, ella ya es mía. No necesito una pieza de
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Página
Traducido por Alysse Volkov
Corregido por *Andreina F*
—Déjame ayudarte. De todos modos, no debes estar sobre tus pies mucho
—digo, tomando la bolsa de basura de su mano y apurándola a una mesa de
picnic.
Una vez que está sentada, tomo una botella de agua de la nevera y la hago
beber unos sorbos antes de reanudar la recolección de basura. —Ella quiere jugar
Red Rover. Ha pasado un tiempo, pero creo que podría ser un poco demasiado
competitivo para jugar un partido así con los niños. Podría herir a uno.
Briar echa la cabeza hacia atrás, largos rizos rubios fluyen detrás de ella, y
se ríe. Cuando por fin se calma lo suficiente para mirarme, sus ojos, aquellos ojos
topacio azul brillan con tanta vida y la felicidad que me pone las rodillas débiles.
—Eres hermosa —le digo, dándole un beso en la parte superior de su
cabeza.
—Sí, tú no estás tan mal.
Decido cargar la camioneta con todos los regalos de Katelynn ahora en
lugar de esperar hasta que bajara de su alto nivel de azúcar y se convierte en
quejumbrosa. Bajo la instrucción estricta, Briar no deja el pabellón a menos que
sea absolutamente necesario. Cuando todo se encuentra dentro del auto, camino
de vuelta a través del campo con mi cámara alrededor de mi cuello.
Todo parece ir bien en el mundo; Katelynn intenta su más fuerte esfuerzo
para cruzar las barras de mono a pesar de que tiene cero fuerza superior del
cuerpo y Briar todavía se halla sentada en la mesa de picnic, frotándose los dedos
en círculos en las sienes.
Aprovechando la oportunidad, me detengo en seco, agarro la cámara, le
agrego zoom, enfoco y capturo la imagen más bella que he tomado de Briar. Me
mataría si supiera que la fotografiaba, independientemente de lo increíble que
resulta. Las mujeres son una locura con eso; pensando que cuando no están
sintiendo su mejor momento, son feas o poco atractivas.
Briar es más hermosa ahora que el día que la conocí, y estoy seguro de que
sólo es cada vez más atractiva a medida que envejece.
De repente, la idea se me cruza por la mente, que va a ser Briar con quien
esté cuando sea viejo y canoso. Cuando esté sentado en mi porche, viendo a los
niños de Katelynn jugar en el patio, va a ser la mano de Briar la que estaré
sosteniendo. 125
Una sonrisa aparece en mi cara, incapaz de contener los sentimientos que
un simple pensamiento me da. Mis padres no fueron capaces de hacer que las
cosas funcionen por cualquier razón, pero soy diferente. Briar es diferente. Se nos
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Ashley Suzanne
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http://www.paradisebooks.org/ 128
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