Una noche, un asno quedó maravillado a1 escuchar el canto de un grillo.
Buscó al grillo por todo eI prado. Luego de un rato 1o encontró sobre una roca. El asno 1e preguntó al grillo qué era 1o que comía para cantar tan hermoso. El grillo, sin saber qué responder, Ie dijo que era gracias al rocío de la noche. Durante una semana el asno se alimentó con el rocío pero cada vez sus rebuznos eran más espantosos y é1 ya no daba más del hambre. Finalmente, el asno pensó: -Prefiero escuchar cantar a los grillos todas 1as noches y no morirme de hambre, ya que ellos tienen una capacidad que yo jamás tendré. (Adaptación Esopo).
Tarea: Escribir en el CUADERNO con lápiz de pasta. El “parafraseo”
de la fábula anterior.
Cuidar letra y ortografía. Fíjese en la secuencia narrativa.