El microscopio es un instrumento que permite observar objetos no perceptibles a simple
vista mediante un sistema óptico compuesto por lentes de cristal que al ser atravesadas por la imagen del objeto la amplifican. Existen dos tipos básicos de microscopio, el simple y el compuesto. Podríamos definir el simple como cualquier lente convergente utilizada de forma tal que de una imagen virtual directa y mayor que el objeto. Por ejemplo, una lupa. El microscopio compuesto es aquel que está constituido por la combinación de dos sistemas de lentes convergentes; uno próximo al ojo del observador (ocular), y otro próximo al objeto denominado objetivo. El nombre microscopio se debe a Jean Faber. Y su historia se remonta a las épocas de Séneca y Aristófanes, quienes aseguran que los médicos griegos utilizaban bolas de vidrio llenas de agua para amplificar los tejidos enfermos, observarlos, y así poder curarlos. En el siglo XI los libros de Alhazen ben Álhazen hacen referencia a las lentes convexas, y en el siglo XIII Roger Bacon señala las propiedades de las lentes biconvexas. Partes del microscopio