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Conociendo emociones que me hacen diferente

Las emociones son impulsos que nos hacen actuar de muchas maneras. Darwin fue el primero
en estudiar el papel de las emociones en animales y humanos. Para él, las emociones básicas
son: alegría, miedo, ira, tristeza, asco y sorpresa. Todos tienen un valor adaptativo. El cerebro
controla nuestras emociones. Específicamente el sistema límbico. El término "límbico" fue
acuñado en 1878 por el médico y científico francés Paul Broca, para referirse a un área que
consta de tres estructuras cuyas funciones están involucradas en el aprendizaje, la memoria
y la respuesta emocional. Las emociones son estados complejos, fenómenos
multidimensionales caracterizados por cuatro factores: percepción, psicofisiológica,
conducta y expresión. Los estímulos emocionales interactúan con las habilidades cognitivas,
afectando el razonamiento, la toma de decisiones, la memoria, las actitudes y la voluntad de
aprender. Daniel Goleman, en su libro “La inteligencia emocional”, sostiene que
el coeficiente de inteligencia no es indicador de éxito en la vida; es la inteligencia emocional,
o la forma de interactuar con el mundo teniendo en cuenta los sentimientos, la que puede
lograr que las personas sean más plenas y felices. Sugirió que existen cinco habilidades
emocionales clave: Conocimiento de las propias emociones, control de las emociones, saber
motivarse, empatía y ser sociable o controlar las relaciones con los demás. La investigación
nos muestra que las emociones pueden promover el aprendizaje al mejorar la actividad de la
red neuronal y fortalecer las conexiones sinápticas. Las emociones nos movilizan a la acción,
esa es su función biológica, también pueden facilitar o dificultar el aprendizaje. Como dice
Begoña Ibarrola en su libro "Aprender es divertido", hay emociones que potencian el
aprendizaje y otras que lo dificultan. Como docentes, hemos experimentado que a veces los
estudiantes dedican más tiempo a las actividades que les gustan, a pesar de que tienen menos
carga de puntaje que los estudiantes con porcentajes más altos, como los exámenes.

Bibliografía

Chóliz, M. (1995): La expresión de las emociones en la obra de Darwin. En F. Tortosa,


C.Civera y C. Calatayud (Comps): Prácticas de Historia de la Psicología. Valencia:
Promolibro.

Goleman, D. (2018). Inteligencia emocional en la empresa (Imprescindibles). Conecta.

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