ELIGUE TU PERFUME

Elegir un perfume puede que no sea la tarea más sencilla. Por ello hemos acudido a un experto
para que nos ilumine el camino.

¿no sabes cómo elegir el perfume perfecto para ti?

Plantarse frente al lineal de fragancias masculinas de cualquier perfumería, tienda especializada o

gran almacén puede resultar abrumador. La cantidad y la variedad de alternativas es de tal
magnitud que no resulta sencillo elegir la composición olfativa que mejor se adapte a tus gustos
personales y estilo de vida.

Y es que, cada año, se lanzan en todo el mundo alrededor de 2000 nuevas esencias, unas 180 solo
en España. Si a las novedades les sumamos los clásicos de hoy y siempre, los flankers, los cofres de
edición limitada, los lanzamientos especiales para celebrar tal o cual día o las summer editions, el
número de opciones aumenta.

Para saber cómo surcar con acierto este inabarcable océano de bergamota, lavanda, vetiver,
pachulí, ámbar, vetiver y cuero, le hemos pedido consejo a Lorenzo Villoresi.

COMO ELEGIR UN PERFUME

1. Fíate en tus emociones

El olfato es el sentido más primitivo de todos y el primero en aparecer en la escala evolutiva. Por
eso, es importante hacerle caso, como nos cuenta Lorenzo, “un perfume apela a la memoria
olfativa, ya sea reflotando un recuerdo o como elemento integrado en la formación de nuevas
memorias.”

2. Cuidado con el instant crush

Tomar la decisión a los pocos segundos de captar una fragancia es uno de los errores más
comunes por que como explica Lorenzo, “un perfume no se expresa en su totalidad hasta pasadas
unas horas. Las primeras notas son las de salidas, después vienen la de corazón y seguido las de
fondo”. Lo recomendable es ir oliendo a lo largo del día y comprobar cómo evoluciona.

En definitiva, un perfume es como la serie “Perdidos”, lo mejor es esperar hasta el capítulo final
para emitir un veredicto.

3. Tener en cuenta el género

Hasta el boom de la publicidad de masas en los años 50 del siglo pasado, no existía una
diferenciación entre perfumes para hombre y para mujer, para el día o para la noche, para el
verano y para el invierno. De hecho, solo había dos tipos de fragancias: las que te gustaban y las
que no.

Lorenzo lo confirma: “basarse en el género para elegir una fragancia es una limitación que no tiene
sentido, al menos en cierto sector de la perfumería”. Del mismo modo, que no hay arte para
hombres y mujeres, tampoco hay notas más afines al gusto de unos y otras. Se trata de un
constructo social y evitarlo abre la mente y enriquece la experiencia olfativa.