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GUION DE COLACHO HERMANOS

INTRODUCCIÓN: Hola, que tal, somos estudiantes de la universidad cesar vallejo, del programa de
formación humanística Catedra Vallejo, dirigidos por la Mg. Ana Cecilia Vargas Flores.
Sabias que, Según testimonio de Georgette Vallejo, este escribió la obra en 1934, pero no pudo publicarla
entonces, pues sucesivamente los editores la rechazaron.
Tiempo después de la muerte de Vallejo, se publicó parte de la obra (el segundo cuadro) dentro del
Homenaje Internacional a César Vallejo de 1969.
Y diez años más tarde, por fin se dio a la luz la obra completa, incluida dentro de la recopilación César
Vallejo, editado por Enrique Ballón Aguirre y con la revisión y comentarios de la misma Georgette
Vallejo
En esta oportunidad les presentaremos una pequeña dramatización de la obra Colacho hermanos. Mi
equipo está conformado por 10 integrantes quienes son …
Castillo Córdova, Sandra; Chamaya Sandoval, Joel; Flores Cabrera, Enma; Flores Gamarra, Diego; Mejía
Diaz, Helber; Sandoval Ojeda, Miguel;Tapia Arteaga, Delicia Y quien les habla Fiestas Vite, Pedro.
Esta una obra en farsa que nos presenta la historia de dos hermanos, quienes son dueños de una
"tienducha" de comercio en Taque, aldea de los Andes, llegan al sillón presidencial sin preparación
alguna y por órdenes de una empresa transnacional norteamericana.
Estos hermanos, por interés, se esfuerzan en adquirir las maneras y gestos de los ciudadanos cultos, pese a
la inocultable insolencia e ignorancia de ambos, originando divertidas situaciones que nos sacaran más de
una sonrisa. ¿Listos para disfrutar de la farsa de la democracia? Adelante…
NARRADORA: Un radiante mediodía en Taque, aldea de los Andes. En el Interior de la tienducha de los
hermanos Colacho.
Acidal, hombre descuidado de su persona y de lenguaje poco culto, Cordel llega en el momento en el que
su hermano está atendiendo. Se encuentran preocupados por pagar una deuda al Tuco, cuando llega a sus
manos un sobre proveniente del alcalde lo cual los sorprende, viendo en este parte una salvación y un
medio de ingreso al mundo de la alta sociedad.
CORDEL: ¡Cidal! dejé anoche tres papas en la olla ¿Quién se las ha comió?
NARRADORA: Mientras ellos hablaban entro un rapazuelo corriendo, con varios sobres en las manos.
EL RAPAZUELO: ¿Los señores Colacho? Una tarjeta del Alcalde.
CORDEL: ¡Acidal!. ¡Mira una invitación del Sr. Silverio Carranza para los señores Acidal y Cordel
Colacho!
ACIDAL: ¡No!¡No es posible! Todavía dice tiene el honor…
CORDEL: ¡Que tiene el honor!.
NARRADORA: ellos decidieron que fuera Acidal a la invitación del alcalde quien Cordel lo preparo
para dicho evento.
Una tarde en el gran bazar de los hermanos Colacho, en las minas de oro de Cotaroa, de la provincia de
Teque. Cordel vestido contra el frio, aparece de perfil, sentado, en una oficina pequeña pero confortable
hasta elegante. Luego entra a escena Mr. Tenedy, quien exige peones para los socavones a causa de la
huida y muerte de soras, con lo cual se retira. Seguidamente ingresa el comisario quien observa y goza de
una estafa. El yanqui regresa para informarle a don Colacho de la situación en las minas y proponerle un
puesto en la política a futuro para el beneficio de la Quivilca Corporation.
Cuadro Segundo
MR. TENEDY: Don Cordel se me ocurre que un día la "Quivilca Corporation" lo obligará a entrar en la
política.
CORDEL: Mr. Tenedy, yo... en la política... jamás… jamás.!
MR. TENEDY: ¡No se apresure! Aquello todavía está muy lejos.
CORDEL: Mr. Tenedy. La política me asusta, me descompone...
MR. TENEDY: Ya veremos don Cordel, usted, es un hombre de negocios.
CORDEL: prefiero mi bazar, Mr. Tenedy, y trabajar humildemente en mi comercio...
MR. TENEDY: Mr. Edison ha dicho, que el peor defecto del individuo está en no cambiar de oficio…
CORDEL: Hasta luego, Mr. Tenedy.
NARRADORA: Pasando once años la sala de los hermanos Colacho es una esplendida sala en Taque,
tienen una criada llamada Taya, por otro lado Acidal esta conversando con Zavala un hombre blanco muy
delgado de 25 años, quien le da instrucciones de como comportarse, luego de terminar de hablar con el
viene don Rupe el padre de Taya quien fue llamado por Acidal para que le leyera las hojas de coca, ahí
paso un problema ya que Don Rupe le reclamo porque Taya estaba embarazada pero Acidal lo trato de
una manera tosca, luego de eso se calmaron ya que Don Zavala converso con Acidal. Al final llega de
viaje Cordel quien pide hablar a solas con su hermano para contarle lo que Tenedy le había dicho para
que sea propuesto presidente.
Cuadro Tercero
ACIDAL: En fin, Cordel. ¿me vas a decir si o no lo que pasa con Mr. Tenedy?
CORDEL: ¡Pasa que Mr. Tenedy quiere ponerme de Presidente de la República!
ACIDAL: ¿Cómo?... ¿Quién quiere poner a quién de presidente de la República?
CORDEL: ¡A mí! ¿No oyes?
ACIDAL: ¡Hombre, que dices! ¡No puede ser!
CORDEL: Si Ayer, por la mañana, me llamó y me dijo— los intereses de Wall Street y, sobre todo, de la
"Quivilca Corporation", exigen que usted sea cuanto antes Presidente de la República".
ACIDAL: ¿Y qué le contestaste?
CORDEL: ¿Qué le iba a responder, acaso no lo conoces como es?, en último caso, tú, mejor que yo,
podría ser presidente...
ACIDAL: ¿Cómo? ¡Por dios, Cordel, eres...
NARRADORA: Ya en la capital, en la casa política de Cordel, este dialoga con Acidal a la par que
recibe instrucciones de Zavala hasta el ingreso de Trozo y de Pachaca, a quien convencen de eliminar al
coronel Tequilla, para luego ser cuestionado por Trozo, quien se muestra en desacuerdo con la poca
información que le dan, razón por la que es encerrado en el sótano.
Cuadro Quinto
CORDEL: Los principios políticos deben salir por el origen y no por la pragmática de los bellos
cerebros. ¡Peligroso es el sendero! ¿Vamos a volver atrás a causa solamente de un intento breve? ¡Jamás,
señores!. La Revolución Francesa así se hizo: con la unión sagrada de todos los franceses...
NARRADORA: ¡Bien dicho! ¡Pero muy bien dicho! ¡Bravo! ¡Viva la revolución!
DOCTOR DEL SURCO: Lamento, señores, no haber podido entender ni jota de lo que acaba de
expresar el general Colacho. Lo único que empiezo a comprender es que el jefe del movimiento
revolucionario no sabe ni siquiera lo que dice.
NARRADORA: ¡Afuera los traidores! ¡Afuera y basta de sermones! ¡Menos sabe usted lo que dice!
DOCTOR DEL SURCO: Cansados estamos de caudillitos analfabetos. ¡Yo proclamo la verdad —como
dijo San Pablo—, aunque después me rompa!...
ACIDAL: ¡Que saquen a este cínico!
ZAVALA: ¡Viva el general Colacho! ¡Viva el gobierno revolucionario!
DOCTOR DEL SURCO: ¡Tinieblas! !Y nada más que tinieblas!
NARRADORA: Cordel, humillado y herido en lo más vivo de su dignidad intelectual, saca su revólver y
hace fuego a boca de jarro sobre su adversario en elocuencia
CORDEL: ¡Basta, carajo! ¡Así contesto yo a los abogados! ¡Bala con las palabras!...
NARRADORA: El doctor Surco cae al suelo, ante el estupor de los demás.
CORONEL ZERPA: ¡General Colacho, a Palacio! ¡A Palacio! ¡La revolución ha triunfado en toda la
línea!... ¡Viva!.
CORDEL: ¿Qué dice? ¿A Palacio?
CORONEL ZERPA: El coronel Otuna está esperándolo en Palacio. El dictador ha huido.
CORDEL: ¡Señores a Palacio! ¡A Palacio y a redimir la nación! ¡Vamos a grabar en el tricolor con
carácteres revolucionarios el nombre de la Patria! ¡En marcha, noble pueblo! ¡El gabinete en masa! ¡Viva
la revolución!.
Cuadro Sexto
NARRADORA: Aquí se presenta a un Cordel ya presidente, con la presencia de un secretario (Roque) y
de un edecán. Al recibir la visita de su hermano (Ministro de Fomento) decide Cordel, hacerle sentar en la
presidencia y cederle al general Chotango el cargo que deja su hermano sin autorización ni evaluación de
alguien, mientras él hace un necesitado viaje a New York. La retención de los Colacho y su colocación
del Gral. Colongo como presidente y de Selar como secretario.
EL PRESIDENTE: ¡Viva la Patria! ¡Viva la democracia!
NARRADORA: El secretario, en un nuevo descuido del Presidente, ha saltado, en un abrir y cerrar de
ojos, a la silla presidencial y en ella se queda sentado soberanamente.
EL SECRETARIO: ¡Colongo, deme ese manifiesto que lo firme! ¡Rápido!
NARRADORA: El general Colongo, ante la rapidez y la audacia del secretario, se ha quedado
petrificado.
Selar: ¡Rápido, le he dicho! ¡Dese prisa!
EL PRESIDENTE COLONGO: ¡Pero... Selar!...
EL PRESIDENTE SELAR: ¡Colongo! ¡Los tengo muy rayados!
EL GENERAL COLONGO: ¡Traidor! ¡Voy a llamar!...
EL PRESIDENTE SELAR: ¡Siéntese y agregue al manifiesto lo que voy a dictarle!
EL GENERAL COLONGO: Está bien... Muy bien...
EL PRESIDENTE SELAR: ¿Dónde nos hemos quedado? ¿Qué dice? ¡Lea!
EL SECRETARIO COLONGO: ¡Viva la democracia!
EL PRESIDENTE SELAR: Viva la democracia...¡Viva la libertad, viva la igualdad, viva la fraternidad!
EL SECRETARIO COLONGO: La-li-ber-tad... la-igual-dad... y la fra-ter-ni-dad.
EL PRESIDENTE SELAR: Muy bien: y la fraternidad. Eso es. (Con fraternal cordialidad) Páseme eso,
mi querido general, que lo firme.
NARRADORA: EL SECRETARIO COLONGO apuntando al Presidente Selar que, a su turno, ha
levantado su arma en contra del otro.
EL SECRETARIO COLONGO: ¡Fuera de aquí! ¡Fuera y de prisa!
EL PRESIDENTE SELAR: ¡Que se cree usted!
COLONGO: Siéntese en su sitio de secretario o lo hago fusilar acto seguido.
NARRADORA: SELAR, a su vez el revólver siempre en una mano, coge con la otra a Colongo por la
solapa
SELAR: ¡Impostor! ¡Salga de ahí!
NARRADORA: Pero Colongo pone inmediatamente el cañón de su arma en dirección de la cabeza de su
rival. Los dos hombres palidecen. Silencio de muerte. De súbito, Selar se precipita de nuevo sobre
Colongo y logra extraerle brutalmente de la silla presidencial. Colongo cae en el trance a tierra y Selar se
sienta otra vez en el sillón presidencial. Mas Colongo se levanta y hace lo propio con Selar. Y así
continúa el juego, uno y otro sentándose alternativamente en el sillón presidencial.
FIN
CONCLUSIONES:
Colacho hermanos es una obra nacida y esbozada bajo la óptima marxista del autor, que toma como
asunto la farsa de la democracia en el Perú y el servilismo de sus representantes ante los poderes de las
transnacionales tanto en la economía como en la política nacional.
En su ultima y más lograda versión, el autor acierta con esta obra, porque, aunque exagerados tanto
personajes como situaciones, la ficción se mueve dentro del juego de lo farsesco y de la realidad existente
en que se alcanza lo que se llama la verdad dramática.
Su principal mensaje del montaje es que el arribismo finalmente termina destruyendo las aspiraciones de
cualquiera, pues siempre existirá otro más arribista que querrá ese poder.

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