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“Historia, Cena, Sociedad PENINSULA Peter Burger a[=ley ate) de la vanguardia 2 a a s 5 2 PETER BURGER TEORIA DE LA VANGUARDIA II, El problema de 1a autonomia del arte ‘en la sociedad burguesa 1. PROBLEMAS DE LA INVESTIGACION Con todo, su autonomia (la del arte] es ire vocable»" “En general, no se puede pensar en la autono- iia del arte sin el disimlo del trabajo. Las dos frases de Adorno exponen el cardeter contradic torio de la categoria de autonomia: necesaria para deter ‘minar lo que es el arte en Ja sociedad burguesa, carga, sin ‘embargo, con el estigma de Ia deformacidn ideoldgiea, en Ja medida en que no permite reconocer su relatividad s0- cial. Aqui esta ya implicada la definicion de la autonomia fen la que nos apoyaremos en adelante, distinguiéndose ala vex de las otras dos definiciones alternativas del concepto. Me refiero al coneepto de autonomia del Fart pour Tart y fal de la sociologia postivista, que concibe la autonomia ‘como una mera ilusiéa subjetiva de los productores de arte, ‘Cuando se define Ia autonomia del arte como la inde- pendencia del arte respecto a la sociedad, se pueden dar varias interpretaciones de esta definicon. Si se entiende ue su «esencla» consiste en la separacion del arte res: ecto a la sociedad, se esta aceptando involuntariamente el concepto de arte del Var! pour art y se impide In ex plicacién de esta separacion como producto de un desa- rollo historico y sovial. ¥ si se apoya la opinién contraria 1. Th W. Apowno, Asthetiche Thoorle (Teorla esésice ed tada por GreielAdoroo-y B Tedemann (Gesammelie Schriften {ipa compan, 7). rancor, 157, 3 rh We Aonno, Versuch aber Wagner (Tentative sobre Wagner} (Kamar, 5), a, eds Manich/2arich 1983, pp. #8 ¥ 38 as de que la independencia del arte respecto a la sociedad sélo se da en la imaginacion del artista, no se dive nada sobre el status de la obra, la investigacion correcta de la relatividad historiea de ios fendmenos de autonomia so convierte bruscamente en su negacidn: lo que queda es luna mera ilusion. Ambos principios ignoran la complejt- dad de la categoria de autonomia, cuya ‘con siste en que describe algo real (la desaparicién del arte ‘como dmbito particular de la actividad humana, vinculada ‘la praxis vital, un fenomeno real cuya relatividad social, ‘in embargo, ya no se puede percibir, hecho éste que tam [poco escapa al concepto, Como el publica, In autonomia dol arte es tambien una categoria de la sociedad burgues, {que desvela y oculta un real desarrollo historico, Cada dis: ‘cusion de Ia categoria demuestra lo apropiada que es para interpretar y explicar In contradiccion logica © histdrica ue se da en el hecho mismo, ‘En lo sucesive no podemos esbozar una historia de la Institucion arte en la sociedad burguesa, porque para ello ‘on necesarios los trabajos previos de las ciencias del arte y de la sociedad. En cambio, podemos discutir diversas ‘Propuestas para una explicacién materialista de la genesis, de la categoria de autonomia, primero porque asi aclara- remos los conceptos y, probablemente tambien, el tema ‘mismo, y ademas porque con la critica a los trabajos més recientes se pueden preparar lineas concretas de investi sacion? 3 Me refiero alas sigulents obras: M. Mount Kitersche snd materiale Produktion. Zur Autonome der Rust tn der te to lian Ht Bamnocur, Autonomic und Askose Lawtonorna 9 asec BL Hinz, Zur Dialekik des Birgerichon Autononie Begrifis {So tre te dialctice del coneepro burgues de aulonomia), toon in iidos em el colestvo aatononate der Kant. Zur Genes und Kre nes ty rica de una eutegoria burguesa) (Ed. Saban, {S50}, Pranctort, 1972 ctado en adelante como Autonome de? reapers B. Hinz explica la génesis de In idea de la autonomia, ‘del arte de Ia siguiente manera: «En esta fase de la sepa- rracidn historica de los productores respecto a sus medios ‘de produccion, el artista era el inico rezagado, al cual la ivision del trabajo no habla afectado en lo mas mini- ‘mo... En la prolongacién, por los artistas, del medio de juceidn artesano con posterioridad a la divisién social ‘trabajo, parece residir la razin de que su producto hhaya obtenido valor como algo singular, algo “autonomo"= (Autonomie der Kunst, pp. 175 y's.) La permanencia en el nivel de produccion artesanal en el seno de una sociedad dominada cada vez més por la division del trabajo y la ‘consiguiente separacién de los trabajadores respecto a sts, Imedios de produccién es, por tanto, Ia condicién previa fectiva para que el arte fuera concebido como algo sin- fular. En base al trabajo eminentemente cortesano del ‘Aufice cur Literatur wd Space oe Kalier erent jones ia ra Ge ie eoredad burgucess en RhctoriE Aster, deo. Hole, Aspekic since krtschen Redturwissenschalt (Retdrica, 2s ello, deologts. Apecior de wn cioncta crtca de te cultura), Stuttgart, 19%, pp. Ps. ttctcr), ear burgus ae'ba uiaso por principio en lo ate final y por exo exh islado de i totaided de la pron nial de foe hobs, ba sido arrinconado’ en el mito de la puree ete et er Ginter y Kara Mien {sleet Hames, 7), rich, pe iy 3) arte renacentsta, su reaccidn frente a la divs del tr brjo es sfeudals;niega su sta artesanal y se atene tina labor puramente ideal M. Miller Hega tambien a unas onchusiones similares: «Surge as la division del trabajo Srustico en producsién materiale Ideal, por lo menos en in teoria, ala que el arte cortesano se ve animado por Ia corte: es una respuesta feudal Tos eambios en lan reas Sones de produceione (Autonome der Rams, p. 26) iia tarea fundamental consise en inentar una expll- caciin materialsta del fendmeno intelectual como rexal tado de la oposicign rigida entre burguesiay nobleen. Los Autores no se contentan con una mera atrbucién de ob- Jetivciones itclectales determinadas posiiones soci: les, sino que pretenden deducir las idcclogas (en este caso lndea de la esencia de los procesos de produscion artist ¢a) de In propia dindmica social, Enienden la pretension de autonomia del arte como un fendmeno que sarge enc marco de la corte, como reacein contre sl cambio que Sure la sociedad cortesana gracias ala nciplnte econo- tnfa capitalist. El esquema de inerpretaciondiferenciado tiene corespondencias con Ia interpretacion que ha dado ‘Werner Kratss del honite homme del siglo xs franca? EL ideal social del homméte hore tampoco se puede eon eebir simplemente como idclogia de Ta funcion politica dela noblea en retreceso, dado que se dirge reciente Sentral artical cst oun fo ntrpoa como temta de la nobleea por consepuir el pusto pile do de la burgueta ens ucha parteular contra el abst tismo El fruto de los trabajos de a llamada socilogla del arte tiene, pues, un valor limitado, ya que el momento SW, Kasuss, «Ober de Teiger der Klassischen Gesinnung im 17, Jahrhunderts {eSobre os exponents del punto Se vista lst © emt sigl won), en as Gesanmelic tugstee ta Literatur tind Spraciisseschelt[Artados completos sobre cletia de Ta erat sal, rancor 90, op 1 earls Freel importante trabajo sobre sovlona. del pblice de E'fommicn La Cour ett tiles (La tore a cides) reso en su obra Vier Untersuchungen wu Geschichte Ge? an ‘sschen Bildung (Cuatro fvesticeciones sobre te Rstora de Te ture francesa, Weroa: 195i, pp. 1230, 6 ‘especulativo (incluso en ia investigncién de Muller) domina fen la medida en que el material desdice la validez de la {esis Hay otra cuestion decisiva: lo que aqui refiere el eon- cepto de autonomia es casi exclusivamente cl aspecto sub- Jetivo del devenir autonomo del arte. El intento de explica- {ign se fija en los conceptos que los artistas asocian con su actividad, pero no en el proceso del devenir auténomo como un todo. Sin embargo, el proceso ineluye tambien foto elemento: la liberacién de una capacidad de percep- ‘ion y construceion de la realidad vinculada hasta entonces 8 finalidades de culto. Desde luego, hay razones para ad- Imitir que ambos momentos del proceso (cl ideologico y el real) estan conectados: reducir el proceso a su dimension Ideoldgica plantea varios problemas. ‘Al aspecto real del proceso se disige precisamente el intento de explicacion de Lutz Winckler. Este parte de la onstatacion de Hauser de que con la sustitucion de los ‘mandantes, que encargan una obra para un determinado fin a un artista, por los coleccionistas de arte, que en el ‘mercado naciente del arte adquieren obras de artistes [Prestigiosos, aparece tambien ‘el artista independiente ‘como correiato histdrico del coleccionista* Winckler de- duce de ello que «la abstraccién de cliente y objeto, facie Titada por el mercado, era sin embargo la condici6n previa ‘para la verdadera abstraccién artistica: el interés por la Composicisn y las técnicas de pintura» (Winckler, p. 18) Mauser procede de modo esencialmente descriptive: des- ceribe un desarrollo histérico, la aparicién simultanea de los coleccionistas y los artistas independientes (o sea, los artistas andnimos que producen para el mercado); Winck- Jer, sin embargo, establece a partir de aqui una explicacién dde'la_génesis de la autonomia de Ia estética. Pero llevar las afirmaciones descriptivas hasta una construceién his- Arica explicativa me parece problemitica, y no s6lo por- 6 A. Hansen Socalgechichte der Kunst unc Literatur (is: tora social det arte ye ta eratra) (eden especial eu emo 7a ed, Munich, 1967, pp. Sy te0 em adelante Ia Stare: ‘moe como Hauser 7 Ss ue otros argumentos de Hauser sugieran conchusiones distintas. Mientras que en el siglo xv, como comprueba Hauser, los talleres de artistas que todavia perseveran en 1 trabajo artesano y los reglamentos gremiales estan so- metidos (Hauser, pp. 331 y ss), en el transito del siglo x¥ al xvr cambia la posicién social de los artistas, porque los ‘huevos sefiorios y principados por una parte, y el Estado Ya prospero por la otra, tienen siempre una gran demands de artistas cualificados en situacion de aceptar y llevar a cabo grandes encargos. Hauser también habla en este com texto de edemanda del mercado del artes (Hauscr, p. 340), pero no piensa en el mercado donde se comercian obras Coneretas, sino en la elevada cifra de grandes encargos. El trecimiento de esta cifra tiene como consecuencia un re- Tajamiento de los compromisos gremiales de los artistas (los gremios eran, por cierto, un instrumento de los pro- ductores contra la sobreproduccidn y la consiguiente caida ddelos precios). Mientras que Winckler dedde «la abstrac- ‘ion artistica: el interés por Ia composicién y las téenicas ide pintura» del mecanismo del msercado (el artista pro- dduciria para el mercado anénimo, en el que los clientes compran las obras, y ya no para encargos particulares), {del argumento de Hauser que acabamos de exponer podria Iegarse a una conclusidn opuesta a la de Winckler. Preci- ‘samente el interés por la composicién y las técnicas de ppintura habria que explicarlo entonces por el nuevo rango Social de los artistas, producido no por la decadencia del arte por encargo, sino por st crecimiento. ‘Aqui no se trata de desarrollar la explicacion «correc ta», sino de reconocer los problemas de la investigacion, pucstos de relieve en Ia divergencia entre los. diversos {ntentos explicativos, El desarrollo de los mercados del arte (tanto los antiguos «mercados de encargo» como los huevos mercados donde se comercian obras concretas) proporciona un tipo de ot fee [La ilustracién del entendimiento, de la que se vanagiorian =no del todo injustamente— las clases més refnadas, muestra en conjunto tan poca Influencia ennoblecedot sobre los sentimlentos que mas bien fortaleve con maxi 96 ma de corp.» En ee momenta del an blema parece insoluble. No slo Tas selases baja y mas frumeroved- orien sus accloes con vistas ol sala ia inmediata de sus impulsos, tno gue las eclases civ Iran no recipe do taco dl cdi ninguna educackin para los ssuntos morale. No se puede onftar ies, segun cl andliss de Scller, ni en la bondad natural del hombre-nien la capackad formadora de su entendimien Lo decisivo en la estratepia de Schiller consate en que no interpreta ‘el resultado de anilisis desde tna per pect. antropologica, en el sentido. de tuna naturaieen Framana perenme, sino desde una perspectva social, como producto de un proceso histrico, El desarrollo de la cl fara ha destruido, nos dice Schiller, la unidad de senibt Tided y espirita que conocieron los grlegos: «No vemos simplemente a sujtoe ssladcn, sino. cases enteras de hombres dsplegarinicamente tna parte de sus aptitudes ‘mientras que el resto apenas estn indicadas con tna leve hela [-} Bternamente encadenado a na sola partcula del tod0;cl hombre no s forma ast mismo mnie que eome paricula: oyendo siempre cl nico rude monctone de la eda que el impulsa, Clsther, Ess Carta Vi, ps S82 ¥s, p. 584 (ed. cast, pp. 3 y's). La diferenciacon de Tas actividades de hogar a cuba clsifcacion mts enti de Tas clases sociales y de los nepocioes (ids ps 383 Ica. cast, p. 43); para decino en terminos de las ceacias Sociales: la divnion del trabajo genera la sociedad de Clases Sen la argumentacion de Schiller, tao se pu: fe suprimir mediante una revoluckon poi, porque ta evolucom sdlo la pueden hacer lon hombres qe, forma: 13. Scam, «Uber dic asthetische eraicnung des Menschen» {5} [oCarta sibve To educacion entedea del hombres) en sus Siimiticne Werke [bvar competes} edtadas' por . Pack ¥ GW Gopfert, tomo V, 4a. ok, Match, 167, S80 (cara VI ed. cast, pp 39 y ss) Bn adelante Ctaremos Authet. re. a” {os en Ia divisin del trabajo, no han podido acceder a la Jhumanidad. La aporia, que aparecis en el primer estadio del andlisisschilleriano como oposicion irresoluble entre Ja sensibilidad y el entendimiento, vuelve a presentarse ‘ahora. Esta oposicién ya no es eterna, sino que se ha vuel- to histérica, pero no por eso parece menos irremediable pues toda transformacién social hacia un hombre racional ¥ al mismo tiempo humano exige previamente que pueda formarse en tal sociedad. En este momento de ia argumentacién introduce Schi- Iler el arte, al que asigna nada menos que la misién de volver a reunir las dos «mitades» scparadas del hombre. 0 sea, que ya en el seno de la sociedad de la division del trabajo, el arte debe faclitar la formacion de la totalidad e las disposiciones humanas que los individuos no pue den desarrollar en el ambito de su actividad. «Pero, zpue de el hombre estar destinade a desentenderse de sf mismo por ningun fin? gDebia robarnos la naturaleza, por sus fines, una perfecsion que Ia razon nos prescribe con los suyos? Por eonsiguiente, o ha de ser falso que la forma: ion de las fuerzas aisladas haga necesario el sacrificio de su totalidad, o, por mucho que la ley de Ia naturaleza tienda a ello, tiene que haber en nosotros medios de res Lituir, con un arte superior, esa totalidad de nuestra esen: cia, que ha sido destruida por el arte» (Asther, Erz, Canta Viz p, 588 (ed. cast., pp. 50 y s.}). La tarea es complicada, porque los conceptos no son rigidos, sino que, tna ver ‘aptados por la dialéctica del pensamiento, se’ transfor: ‘man en su contrario. Fin quiere decir, en primer lugar, la ‘misién limitada que corresponde a lo particular; tambica Ja teologia (la diferenciacion de las capacidades de los hhombres) atribuida al desarrollo historico (ela naturale- za»); por ultimo, el fin racional de una formacion universal de los hombres. Algo parecido sucede con el concepto de ‘naturalera, que por-un lado alude a uns ley de desarrollo, ¥ por el otro a los hombres como una totalidad de cucr- oy alma. ¥ también arte se dice en un doble sentido; en primer lugar, en el sentido de técnica y ciencia, pero tam ‘bién ademas en sentido moderno como un ambito surgido 98 de In praxis vital (carte superiors). Ast pues, la idea de Schiller es que el arte, por su renuncia a la intervencion inmediata en la realidad, es apropiado para restaurar la totalidad humana. Schiller, que no veia.en su tiempo Ia po- sibilidad de eonstruir una sociedad que permitiera el desa- rrollo de todas las disposiciones particulares, pensard con todo que esa meta no tiene precio. La institucién de una sociedad racional depende de la realizacion previa de la humanidad por medio del arte. Por eso aqui no nos interesa el pensamiento de Schi Hier relativo a los individuos, cémo determina el impulse de juego identiicado con la actividad artistica, como sin- tesis del impulso material y el impulso formal, y como trata de encontrar mediante una expeculacion historica la liberacidn del destierro en lo material por la experiencia de lo bello. En nuestro contexto, hemos de insistir en Ia decisiva funcién social que Schiller atribuye al arte, pre- cisamente por estar éste desvinculado de la vida practica En resumen, la autonomia del arte es una categoria de la sociedad burguesa, Permite describir la desvinculs- ‘cion del arte respecto a la vida practica, histricamente ddeterminada, describir pues el fracaso en la construceion dde una sensialidad dispuesta conforme a la racionalidad de os fines en los miembros de la clase que est4, por lo ‘menos periédicamente, liberada de. constricciones nme. diatas. En esto reside el momento de verdad del discurso de las obras de arte auténomas. La categoria, sin embar 1, no permite captar el hecho de que esa separacion del arte de sus conexiones con la vida practica es un proceso historico, que esta por tanto socialmente condicionado. Y precisamente la falsedad de la categoria, el momento dd la delormacisn, consiste en que cada ideologia —con tal de que se utlice este concepto en el sentido de la er tica de'la ideologia del joven Marx esta al servicio. de alguien. La categoria de autonomia no permite percibir la aparicidn historica de su objeto, La separacion de 1a ‘obra de arte respecto a la praxis vital, relacionada con la sociedad burguesa, se transforma asi‘en la (alsa) idea de la total independencia de la obra de arte respecto a la 2 sociedad. La autonomia es una categoria ideoldgica en el Sentido riguroso del término y combina un momento de verdad (la desvinculacién del arte respecto a la praxis Vital) con tun momento de falsedad (la hipostatizacién de fest hecho histérico a una «esencia» del arte) 3. LA NEGACION DE LA AUTONOMIA DEL ARTE EN LA VANGUARDIA fgulente, El debate de la categoria de autonomia se resiente hasta ahora de que las diversas subcategorins, pensadas unitariamente en el concepto de obra de arte, no han sido Aistinguidas con precision. Como el desarrollo de las sub> ‘categorias particulares no se produce de manera simults bea, unas veces el arte cortesano aparece Ya como aut6n0- ‘mo, otras veces se reserva esta cualidad al arte burgués Para aclarar las contradiceiones que las diversas interpre- taciones atribuyen al objeto, varnos a trazar una tipologia Iistorica, Hemos reducido ésta intencionadamente a tres elementos (finalidad, produccidn, recepcién), porque s© trata de destacar el hecho de la falta de simultaneidad en el desarrollo. de Ins categorias particulares ‘A)_ El arte sacro (por ejemplo, el arte de la Alta Edad Media) sirve como objeto de culto. Esté totalmente incor. porado a la institucién social de la religidn. Es producido Ge forma artesanocolectiva, El modo de recepcion tam- bien esta institucionalizado colectivamente™ 'B) El arte cortesano (por ejemplo, cl arte de la corte de Luis XIV) cumple, asimisimo, una finalidad muy bien Aelimitada: e¢ objeto de represcatacién, sirve a la gloria 14, CF. para esto nuevamente R. Wansase,«Ritus, Mythos und sistlches Spies Rito, mito y Mbertad de espetas) en Terror nd Sple, Probleme der Mythenreseption (Terror y Wertad EZ probleme dele recepcin de for mios), editado por M, Fuhr: tann (Boek und Hermeneuik (Pocice 9 hermendatica. 8), Me ‘leh 1971, pp. 211298. de principe y como autorretrato de Ia sociedad cortesa rma, El arte cortesano es parte de la praxis vital de I sociedad cortesana, como el arte cro lo es dela pra ital de los creyentes. Con todo, ln separacion de lo sa frado es un primer paso hacia la emanelpacion del arte (Aqut sams emancipacion como un concept descrip tivo, que reiere ia emergencia dela efert social del arte) La diferencia con el arte sacro se hace especialmen- te clara enol dmbito de la produce, pcs equ el artista produce como individuo y desarrolla una conciencia de Ia Singularidad de su actuacion. La recepciin, por el contra: Hl, sigue siendo olsctiva, aangue el contenido dela 70. ‘in colectiva yao es sagrado" es la socitbildad (El arte burgues tiene la funcion de la representa: cin sélo en In medida en que Ia bunguesta acepta el Soncepto de valor de la noblesa; la objeracionartiatica den autocomprension de la propia clase ex enuinammente bhurguesa. La producelon y In recepcion de la autocor prensién articulada en el arte ya no estan vinculadas a la ras vital. Habermas se reire a este hecho como sa cin de neceaidades residusies, es deci, necesidades eeluldas de la praxis vital dela sociedad burgvesa. No Slo la produceiin, sino tambica Ia recepcién se realzan ahora de modo individual. El modo adccuado de apropiar- fe'de a obra do arte consiste en sumergise ind tment en ella, que va estd alejada de la praxs vital del bburgues, aunque pretends todavia reflejatia, Y el ested cismo, con cl que &h arte burgucs alcanra el esiadio dela Autocritica, conserva todavia esta pretensidn, La separa ion de la praxis vital, que ha sido siempre el modo de funcidn del arve en In sociedad ‘burgucsa, se transforma ahora en su contenido a tipologia esborada se puede rellejr ene siguiente esquerna (Las linas vericales ms erdcsasindican une ruptura devsiva en la evolucigny las lineas discontinue tina ruplura menos decaiva) 101 arte sacro___cortesano__burgués finalidad objeto de culto | objeto de re vepresentacion | presentacion| dela autocom- i prenuon bur. | ese producion artesanacolectiva | individual | individual recepcKin —_colectia (ecra) | colectiva [individual El esquema permite comprender la falta de simulta neidad en el desarrollo de las categorias individuales. El ‘modo de produccién individual caracteristico del arte en la sociedad burguesa surge ya con los mecenas de la cor te. Sin embargo, el arte cortesano estaba unido todavia 2 fa praxis vital, aunque la funcion de representacién, en ‘comparacion con la funcién de culto, representa un paso hhacia ef relajamiento de la pretensidn de aplicacién social inmediata, La recepeidn del arte cortesano sigue siendo tambicn colectiva, si bien el sentido de las reuniones co- Iectivas ha variado, En el dmbito de la recepeton, la trans formacion decisiva se produce solo con el arte burgués, {que es recibido por individuos aislados. La novela es el ‘género literario que corresponde a este nuevo tipo de re epeisn.® Tambien en el arte burgucs se produce la rupt ra decisiva desde ol punto de vista de la fnalidad. Fl arte sacro y el arte cortesano estin unidos, aunque cada uno 2 ‘su manera, con Ia pratis vital de los receplores. Como objeto de eulto o como objeto de representacin, las obras de arte estin al servicio de una finalidad. Esto ya no se aplica al arte burgués; Ia_representacién de la autocom: prensién burguesa se verifica en un recinto propio, ajend a la praxis vital. BI burgués, que en su praxis vital se ve reducido a una funcién parcial (los asuntos de la racio- 1S. Es sabido que Heer habld ya de ta novela coma ea mo dee epopeya burguesos lstheit [Extece), cdtado por F Bor ‘ngs ch don tomes, Bertiny Weimar, 195, tomo 1p 4). 102 rnalidad de los fines), en el arte se experiment a sf mismo ‘Como shombres, y aqui puede despleyar todas sus dispo- Siciones, con la condicign de que este émbito quede ri- {purosamente separado de la praxis vital. Vemos ast (algo ue en el esquema no estaba bastante claro) que la sepa facidn del arte respect a la praxis vital es el sintoma Aecisivo de la autonomia del arte burgués. Para evitar Confusfones, hemos de subrayar, no obstante, que la auto- rnomia designa el status del arte en la sociedad burguesa, ppero con ello no se dice nada sobre el contenido de las Obras, Ya que Ia institueidn arte se puede considerar com- pletamente formada hacia finales del siglo xv11, el desa- Frollo del contenido de las obras esté sujeto todavia a una dindmica historica cuyo punto final se alcanza con el es {eticismo, donde el propio arte se convierte en el conteni- do del arte Los movimientos europeos de vanguar definir como un ataque al status del arte en la sociedad. bburguesa. No impugnan una expresion artistica precedente (Gn estilo), sino la institucign arte en su separacion de la praxis vital de los hombres. Cuando los vanguardistas plantean la exigencia de que cl arte vuclva a ser practico, yo quieren decir que cl contenido de las obras sea so: (aE arte el sistema de 1 cultura proletarian), en su Kiwis und Prodution U cidm dan fe la literatura de evasion y la estética de la mer. ‘canefa, Una literatura que tiende ante todo a imponer al lector una determinada conducta de consumo es pritica de hecho, pero no en el sentido en que lo entiende el van suardista. Semejante literatura no es instrumento de la femancipacién, sino de la sumisién.” Lo mismo se puede decir de la estetica de la mercancia, que trabaja con los cencantos de la forma para estimular la adquisicion de ‘mercancias indtiles.® Este breve apunte basta para mos- ‘rar que Ia literatura de evasidn y la estética de la merean- fa son descubiertas por Ia tcoria de la vanguardia como formas de la falsa superacion de la institucion arte. Las intenciones de los movimientos historicos de vanguardia se ‘cumplen en la sociedad del capitalismo tardio como una advertencia funesta. Debemos preguntarnos, desde Ia ex: periencia de la falsa superacién, si es deseable, en real ddd, una superacion del starus de autonomia del arte, si la distancia del arte respecto a la praxis vital no es garan: tia de una libertad de movimientos en el seno de Ia cual se puedan pensar alternativas a la situacién actual ncn), p18). Respcto a todo esto habia que disutr, par tied da worn ee vanguard y contando con ineafen: ‘Sines covert. en gue meds (y em Que cnuescacin pare ch Solgar a ican ar ene eon pe svar Carder ysl ditinte al gu ten on la siedad barges seine ti eect Crista Bint, Testona ee Tio ik, Zr Recepion setpenssscher Unicare Units de teio como erica dela ideolona. Sobre Ia recepcion feta lerture de consumo} (kit Ltcrturwse, 1: FAT Franco, 9, = 2h Ch, 8 est repeco, WF Have, Kit der Wareistha {criti ete eseica deta mereonia) (Ed. Sahskom, Franeore | 110 lll, La obra de arte vanguardista 1. LA PROBLEMATICA DE LA CATEGORIA DE OBRA El empleo del concepto de obra de arte, referido a los, productos de vanguardia, plantea algunos problemas. Se podria objetar que la crisis del concepto de obra prove: ada por los movimientos de vanguardia no es evidente, due la discusion parte, pues, de falsas premisas. «La des: ‘omposicidn de la tradicional unidad de la obra se puede ‘mostrar de modo completamente formal como tendencia ‘olectiva de la modernidad. La coberencia y la indepen dencia de la obra se cuestionan conscientemente y araso se destruyen metédicamente.»' Es preciso ascntir a esta constatacion de Bubner; no esta claro, en cualquier caso, ‘que de ello se desprenda que la estética deba renunciar hoy al concepto de obra, Bubner, por su parte, piensa fen el regreso al kantismo como la nica estética actual? ‘Las unicas obras que cuentan hoy son aquellas que ya no son obras.» La enigmitica sentencia de Adorno em: plea el concepto de obra.en-un doble sentido: por un lado, fen un sentido general (y desde este punto de vista el arte moderno todavia tiene cardcier de obra); por otro, en el 1 Bums, «Ober einige Bedingungen ‘ike [sheeres de slgunay condiciones dela gritca contempors- Jen Newe Helte far Philosophie, nim. 3 (197), p#. 32 fa ewetica kaniiana no’ pare,’como sabemor, de una d= feign 8s Grats in ow on nein. Si fmbargo, para esa teria, noes decsita In categoria de obra fie been fi contrac. Kant puede incur simlamno 0 305 feones la bllera natural que no ene eardter de ob, qe 90 EM 'W, Keouso, Philosophie dey nenen Musik (Filosofia de a nueva musica} (ilsekn Buch, 2866), Prantort Bern Vien, font, a) 3

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