Una mañana de primavera conocí al amor de mi vida.
La persona que me enseño que la
naturaleza es fantástica en todos sus aspectos. ¿Acaso era un ser especial para una persona especial? No sabría responder esa pregunta. Lo conocí plantando un árbol de aguacate en un parque cerca de mi casa. Recuerdo que mi cuerpo y mi alma me llevaron hacia él. Lo conocía por una amiga pero nunca le hable hasta ese día. Lo salude. Mientras platicaba con él miraba cada detalle de su ser. Su mirada tan perfecta con un ligero brillo en los ojos color miel que lo acompañaban. Sus labios de seda. Sus dientes del color de la luna llena. En ese momento me sentí eufórica. No sabía si era real. Me conto mucho de el al igual que yo le conté mucho de mí. Sentía tanta confianza con el como si nos conociéramos desde hace muchos años. Sabia tanto de el como el sabia de mi pero realmente. Sentí felicidad. Sentí amor. Me enamore con solo oírlo hablar de la tierra. Supongo que el desarrollo sustentable que el ejercía todos los días me enamoro. Pasaron muchos meses y muchos años sin volverlo a ver. Mientras tanto cuidaba de mi espíritu, de mi corazón, de mi mente y de mi cuerpo. Plante muchos arboles purificadores de aire esperando algún día ver a ese chico tan interesante que planto un árbol de aguacate un día de primavera. Un día en verano con una brisa increíble que corría por mis mejillas a lo lejos vi al amor de mi vida. La persona por la cual tanto espere. Corrí hacia el. Apareció de nuevo un día cualquiera igual que ese día de primavera así que volvió a cambiar mi mundo para siempre. Sabia que los sentimientos que volvieron ese día eran sentimientos que nunca se fueron por el. Se volvió una relación de amor y de respeto. Amor del cual el tenia hacia la tierra. Respeto por el cual yo le tenia a la naturaleza. Me sentía en un sueño con el. Me sentía como el principito se sentía en todas sus aventuras. Plante un árbol con el. El mismo árbol que el planto cuando lo conocí. Era mi rosa y la cuidaba siempre. El era mi rosa y le dedicaba todo el tiempo posible puesto que era importante para mi. Nuestra relación fue como las estaciones del año. Inicio en primavera y termino en invierno.