Como familia nos comprometemos a implementar técnicas de apoyo educativo debido a
que la pandemia vino afectar psicológicamente, emocionalmente y escolar a los niños que serán el futuro del país por ello es importante forjarles lazos de apoyo tanto educativos como emocionales. INTRODUCCIÓN Esta pandemia nos ha dejado varias lecciones, unas aprendidas y otras por consolidar. También nos ha dejado muchas preguntas y dudas sobre cómo vamos a retomar la nueva etapa y cómo será el futuro de la educación. La situación generada por la Covid-19 nos ha ofrecido la oportunidad para desde la experiencia, promover la reflexión y el aprendizaje, y dar el salto a un nuevo modelo de Educación que refuerce valores como la inclusión, el aprendizaje cooperativo, la igualdad y la corresponsabilidad. La suspensión de clases provocada por la pandemia del Covid-19 presenta grandes desafíos a los sistemas educativos del mundo. Incluso antes de la pandemia del COVID-19, el mundo enfrentaba una crisis de aprendizaje. Ese objetivo compromete al mundo a garantizar una "educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida” Por ello este informe describe los principales impactos que afectan al sector educativo como resultado de la pandemia y presenta la respuesta de políticas – políticas que pueden atenuar el daño para los estudiantes y las comunidades en el corto plazo; impulsar la reactivación de la educación, con énfasis en el cierre de brechas de educación y acceso que podrían haberse ampliado; y apoyar a "reconstruir mejor” los sistemas educativos a medida que recuperan su equilibrio, acelerando su camino de mejoras y alejándose de la crisis de aprendizajes. Se calcula que entre 10% y 20% de los niños y adolescentes en el mundo sufría trastornos mentales antes de la pandemia. Es más, las investigaciones han demostrado de manera consistente que los niños suelen experimentar estrés psicológico después de enfrentar desastres naturales u otras crisis. Es probable que el cierre de escuelas, el temor al COVID-19 y los trastornos económicos y sociales vinculados a la pandemia aumenten el estrés en las familias, generando ansiedad y depresión, incluidos niños y jóvenes. Ellos podrían sentir temor y aflicción después de padecer la enfermedad o debido a la pérdida de amigos o miembros de la familia. Las investigaciones muestran que el estrés prolongado puede afectar el aprendizaje de los estudiantes y amenazar su desarrollo futuro. Más aún, los padres y maestros podrían tener dificultades para responder de manera adecuada a las amenazas al bienestar mental y emocional de los estudiantes durante la pandemia, dado que no están debidamente capacitados, y es posible que ellos mismos experimenten altos niveles de estrés y ansiedad. La deserción escolar podría aumentar, siendo muchos los estudiantes que abandonen la escuela para siempre. El desempleo general y la pérdida de ingresos someterá a dura prueba la capacidad de los hogares de pagar para mantener a los estudiantes en la escuela. Por eso es necesario mejorar el sistema educativo.